UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN TESIS DOCTORAL Orígenes y desarrollo del cinematógrafo en Zamora: de la primera proyección al ocaso del franquismo (1897-1975) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Francisco Alcina Rodríguez- San León Director Luis Deltell Escolar Madrid 2019 © Francisco Alcina Rodríguez- San León, 2018 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN TESIS DOCTORAL Orígenes y desarrollo del cinematógrafo en Zamora. De la primera proyección al ocaso del franquismo (1897-1975) TOMO 1 MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Francisco Javier Alcina Rodríguez-San León Director Profesor Dr. D. Luis Deltell Escolar Madrid, 2018 Esta tesis doctoral está dedicada a Javier Alcina Nafría, quien ha sufrido mis ausencias. Esta investigación ha sido posible gracias a la licencia por estudios concedida por la Dirección General de Personal Docente, durante los cursos académicos 2016-2017 y 2017-2018. 9 Agradecimientos Cuando se comienza a redactar este epígrafe es muy difícil agradecer a todas aquellas personas e instituciones que han hecho posible la consecución de la tesis. Primeramente quiero dar las gracias a los organismos locales como la Cámara Oficial de Comercio e Industria, el Archivo Histórico Provincial, Archivo de la Diócesis, Archivo de la Diputación, Archivo de La Opinión/El Correo de Zamora y la Biblioteca Pública de Castilla y León en Zamora que, junto a sus trabajadores, han hecho que mi instancia entre documentos, fotografías y legajos, haya sido muy amena. También quiero agradecer a las Bibliotecas: Pública Municipal (San José), Instituto de Estudios Zamoranos «Florián de Ocampo», Museo Etnográfico, Museo de Zamora y Diocesana. En la provincia, no puedo olvidarme de los archivos municipales de Benavente y Toro. Fuera de Zamora, fueron importantes las bibliotecas: Pública de Valladolid y el Archivo Histórico Provincial en la misma ciudad, la biblioteca de la Filmoteca de Castilla y León, así como la de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid. En Madrid, agradezco el trato recibido en el Archivo General de la Administración, la Biblioteca Nacional y la Biblioteca de la Filmoteca Nacional. Por último, a la Facultad y Biblioteca de Ciencias de la Información y al Departamento de Ciencias de la Comunicación Aplicada –antes Comunicación Audiovisual y Publicidad I–. En cuanto a las personas que han formado parte de esta tesis y que por tanto le corresponde un pedazito de la misma, quiero agradecer su aportación: A las personas que ya no están, pero que formaron parte –ya fuera consciente o incoscientemente– de la historia del cine en Zamora: historiadores, periodistas, arquitectos, trabajadores del gremio y espectadores. Sin ellos, no se podría haber escrito esta investigación. A los vecinos de los pueblos de la provincia que me han ayudado a recabar y actualizar datos. Al padre Francisco Matilla del Colegio Corazón de María de Zamora. A Marisol López del Estal de La Opinión/El Correo de Zamora, por facilitarme el acceso a la documentación y el archivo de El Correo. 10 A Constantino Cid Conde, Alberto García-Vergudo, Galo Sánchez Sánchez, Carlos Macías Laperal y Antonio Martín, por su información sobre la historia de la Universidad Laboral. A Ricardo Almaraz Martín, Carlos Antonio Blanco García y Juan Carlos Pérez Unquera por su gran ayuda en la adquisición de libros y publicaciones de cine por todas las bibliotecas de España. A Antonio Escuadra Manso, por sus conocimientos e intendencia para conseguir teléfonos, correos electrónicos y contactos de vecinos de la provincia. A Juan Carlos de la Mata Guerra, José Navarro Talegón, Miguel Ángel Mateos Rodríguez, Francisco Javier de la Plaza Santiago, Cecilio Vidales Pérez, Luis Gil Burón, Ángel Moreno Prieto, José Carlos de Lera Maíllo, Agapito Modroño Alonso, Francisco Rubio Pérez, Manoli Campano Blanco, Jesús Casaseca Delgado, Samuel Mezquita Cordero, Julián Prieto González, Ángel Luis Esteban Ramírez, Sergio Jesús de San Marcelo y Vasallo, Ana Robles Román, Daniel Ferreira Fernández, Francisco Javier Carbajo Otero, José Vidal Pelaz López, Miguel Ares Ruiz de la Cuesta, Romina Domínguez García, Belén López Gabriel y Alejandro Lobo Calles, por aportar conocimientos a la historia del cine en la provincia de Zamora. A Leire Vicente Ruiz, Yolanda Diego Martín y Guillermo López Krahe, por la información de los Saltos del Duero. A mis compañeras de la Facultad de Filosofía y Letras: Mercedes Miguel Borrás, Cristina San José de la Rosa y Alicia Gil Torres por sus grandes apoyos y consejos. A mis compañeros extremeños David Narganes y Catalina Pulido, por permitirme conocer la historia de la exhibición cinematográfica en Cáceres y en Badajoz. A María del Carmen Sanvicente Hurtado y a su hija, Maribel Ruiz de Almiroz Sanvicente, por aparecer en la realización de esta investigación. A Luis Rodríguez San León y Mª del Carmen Fincias. A mis amigos, por los ánimos durante el trabajo: Juan Payá, Marian Nogueira, Ana Gil, Begoña Cabado, Javier Mendiri, Begoña Garrote, Jesús de la Calle, José Antonio Pascual, Pedro Conde y Mª Ángeles Martín. A Ángel Barrueco Miranda, historia viva del cine en Zamora. Nunca podré agradecerte tantos conocimientos aportados para esta investigación. 11 También quiero agradecer al profesor Dr. Emilio Carlos García Fernández de la Facultad de Ciencias de la Información, que es uno de los grandes investigadores del cine local y autonómico de España, la ayuda en este trabajo. Al historiador José Andrés Casquero por ser “mi director en la sombra” de esta tesis. Por acogerme y atenderme siempre tan bien en el Archivo Histórico Provincial. A mi director de tesis, el profesor Dr. Luis Deltell Escolar, por ser mi cómplice en esta aventura, que también es suya. A la parte de mi familia que ya no está y a mis hermanos. A mis padres, por ocuparse de mí y de mi hijo, siempre. 13 Proemio personal Antes de comenzar el cuerpo de la investigación, me permito contar brevemente lo que ha sido mi aventura personal antes y durante este largo proyecto. En 1992 comenzó la aventura por los estudios de Publicidad y Relaciones Públicas en el Colegio Universitario Domingo de Soto de Segovia. Tras no aprovechar la opurtunidad que mis padres me brindaron para estudiar lo que me gustaba en la ciudad castellana, abandonaría la licenciatura para trabajar en los negocios de hostelería de la familia. Craso error. Debí continuar. Cinco años tuvieron que pasar para darme cuenta de que necesitaba vivir en el mundo de la imagen y el sonido. De nuevo convencería a mis padres, para matricularme en la ya extinta Universidad SEK de Segovia. En el año 2001 obtuve el título y comencé a trabajar en el mundo del fotoperiodismo, al mismo tiempo que comenzaría el programa de doctorado de la Universidad de Complutense de Madrid. Junto a esto, vendría la oferta de impartir clases en una escuela, a alumnos de grados superiores de Formación Profesional de Imagen y Sonido. Al no poder hacer frente a todo, abondé el doctorado, no antes de terminar los cursos y realizar la tesina que me permitió conseguir el Diploma de Estudios Avanzados, título anterior al de doctor. El trabajo en los ciclos formativos, se convirtió en vocación y dedicación, disfrutando, cada vez más, de los grupos de alumnos y los centros por donde recalé. En ese tiempo, conseguí terminar el segundo ciclo de la Licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas a distancia por la Universitat Oberta de Catalunya, por lo que la espinita de 1992 se esfumó. En 2014, comenzaría mi tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Problemas personales, provocaron que no pudiera dedicarle el tiempo que le correspondía, hasta que, un año más tarde aparcara mi plaza de profesor en la Junta de Extremadura, para dedicarme por completo a esta investigación. Con ella, he aprendido a ser más ordenado, más paciente, más pausado. Pero también he aprendido la gran labor que tiene un trabajo como este. Investigar sobre la historia del cine en Zamora, era una idea que siempre me había llamado la atención. Ya desde niño, mi padre me contaba sus andanzas en los palcos del Teatro Principal, donde su padre fue acomodador en las sesiones de cine que ofrecía don Alejandro Sanvicente. Ese gran empresario que conseguiría los mejores contratos de compañías de teatro, cine y varietés. Zamora le debe 14 sendas calles a Barrueco y Alejandro Sanvicente. También la consulta de documentos, me ha permitido conocer a verdaderos profesionales de la historia de Zamora. El vaciado de la prensa local, me ha servido para adentrarme en los maravillosos años del cine mudo, cuando el cine era arte, el paso de las cintas mudas a las parlantes, la llegada del CinemaScope, los impuestos a los cuales debían de hacer frente los empresarios, el gran número de cines con encanto pueblerino y la sana competencia entre las salas de la capital. Esta tesis ha sido un gran reto que abarca una historia del cine en Zamora. Y es que el cine está hecho de otra pasta. “Del material con que se forjan los sueños”1. Madrid, junio de 2018. 1  Humphrey Bogart en El halcón maltés (The Maltese Falcon, John Huston, 1941). 17 Resumen “Los orígenes y desarrollo del cinematógrafo en Zamora” analiza la exhibición cinematográfica en esta ciudad y su provincia entre su primera proyección en 1897 al final de la dictadura en 1975. Es una historia del cine en la ciudad del Duero, pero también es una historia de España, puesto que se relacionan las proyecciones locales junto a las foráneas. La investigación es una síntesis de más de 75 años de la historia zamorana en un contexto sociocultural, donde el séptimo arte será, por una parte, el espectáculo principal de divertimento y, por otra, centro de reunión de los vecinos de la capital y de los pueblos. El trabajo transita por varias etapas que tienen relación con los acontecimientos sociales y políticos sucedidos en el país, en el resto de Europa y en Estados Unidos. Desde que el cinematógrafo se presentara en la ciudad, han sido innumerables las proyecciones realizadas durante el siglo xx. La capital y –al mismo tiempo– la provincia fueron testigos de los primeros cinematógrafos ambulantes, su representación junto a los números de variedades, de la edad de oro de la época muda, de la transición al cine sonoro, de la competencia entre los dos teatros de la ciudad, de la llegada de las primeros cines estables, y del comienzo de la decadencia del séptimo arte. La investigación se nutre principalmente de fuentes hemerográficas, orales y bibliográficas, tanto locales como nacionales, e incluso internacionales. A través de las técnicas metodológicas cuantitativas y cualitativas, se pretende establecer un diseño diacrónico de la investigación para establecer los mejores resultados. Las técnicas cuantitativas –basadas en datos estadísticos y económicos– han servido como referencia para establecer el número de salas, sus precios y características. Por otro lado, se ha recurrido a las metodologías cualitativas, para comparar la exhibición cinematográfica en Zamora con la del resto de localidades de España. De esta forma, el resultado de la investigación ha sido llegar a la conclusión de que la exhibición cinematográfica en Zamora matuvo cierta coherencia con el contexto nacional. Gracias a la aparición de grandes empresarios de espectáculos, la ciudad aunque pequeña y menos industrializada que la media nacional, ha sido uno de los escenarios más importantes de la exhibición nacional. De hecho, la situación de decadencia de la exhibición cinematográfica en Zamora, será similar a la del resto de España. 18 Palabras clave Zamora, exhibición cinematográfica, orígenes, cine, historia, proyección 19 Abstract “The origins and development of the cinematography in Zamora” analyzes the cinematographic exhibition in this city and its province between its first screening in 1897 at the end of the dictatorship in 1975. It is a history of cinema in the city of the Duero, but it is also a story of Spain, since the local projections are related to the foreign ones. The research is a synthesis of more than 75 years of the history of Zamora in a sociocultural context, where the seventh art will be, on the one hand, the main spectacle of entertainment and, on the other, a meeting place for the residents of the capital and the villages. The work goes through several stages that are related to the social and political events that took place in the country, in the rest of Europe and in the United States. Since the cinematograph was presented in the city, there have been countless projections made during the twentieth century. The capital and the province were witnesses of the first traveling cinematographers, variety performances, the golden age of the silent era, the transition to the sound film, the competition between the two theaters of the city, the establishment of the first stable cinemas, and the beginning of the decadence of the seventh art. The research is mainly based on hemerographic, oral and bibliographical sources, local and national, and even international. Through quantitative and qualitative methodological techniques, it is intended to establish a diachronic design of the research to establish the best results. Quantitative techniques based on statistical and economic data have served as a reference to establish the number of rooms, their prices and characteristics. On the other hand, qualitative methodologies have been used to compare the cinematographic exhibition in Zamora with the rest of the cities in Spain. In this way, the result of this investigation has been to reach the conclusion that the cinematographic exhibition in Zamora maintained a certain coherence with the national context. Thanks to the appearance of great spectacle entrepreneurs, the city, although small and less industrialized than the national average, has been one of the most important stages of the national exhibition. In fact, the situation of decline of the cinematographic exhibition in Zamora will be similar to that of the rest of Spain. 20 Keywords Zamora, cinematographic exhibition, origins, cinema, history, projection 23 Noche de cine mudo, noche inolvidable que me hizo dormir soñando con aquellas figuras y aquellos movimientos mediante los cuales dos carbones encendidos se convertían en luces y sombras. Era saltar de la niñez de una aldea cuya vida transcurría en contacto con una naturaleza, en parte domesticada, a un mundo insólito y desconocido para todos, pero para todos atrayente. Herminio Ramos Pérez (1997, p. 35)2 2  Ramos, H. (1997). Así descubrí el cine. En Arroyo, J. Un siglo de cine en Zamora (1897-1997). Zamora, España: Ayuntamiento. 27 ÍNDICE GENERAL Dedicatoria 5 Mención 7 Agradecimientos 9 Proemio personal 13 Resumen y Palabras clave 17 Abstract and Keywords 19 Cita introductoria 23 Índice PARTE 1. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN 1. Introducción 37 1.1 Justificación del tema 37 2. Marco teórico 43 2.1. Las investigaciones sobre el cinematógrafo en España 43 3. Planteamiento de la investigación 53 3.1. Objetivos de la investigación 53 3.2. Hipótesis 53 3.3. Metodología 54 3.3.1 Metodologías actuales sobre la exhibición cinematográfica 62 3.4. Estructura de la tesis 63 PARTE 2. INVESTIGACIÓN SOBRE EL CINEMATÓGRAFO EN ZAMORA (1897- 1975) CAPÍTULO 1. LA ZAMORA FINISECULAR DEL XIX 1.1 Introducción 67 1.2 Contexto social 70 1.2.1. Industria y comercio 70 1.2.2. Sociedad: Evolución y población 71 1.2.3. Arquitectura coetánea 73 1.3 Cultura y desarrollo urbano 75 1.3.1. Infraestructuras: Ferrocarril y electricidad 75 1.3.2. Teatro, espectáculos y medios de comunicación 80 28 CAPÍTULO 2. LOS ORÍGENES DEL CINE EN ZAMORA (1897-1915) 2.1 Antecedentes 89 2.2. Kinetógrafo y Animatógrafo 91 2.3. El cinematógrafo Lumière 96 2.4. Producción y exhibición ambulante 98 2.4.1. Tras la pista de Marques y Azevedo 100 2.4.2. La barraca de Raimundo Mas 107 2.4.3. Los pioneros Pinacho y Sanchís 111 2.4.4. Los hermanos Pradera 115 2.4.5. El Cine Odeón y el Palacio Luminoso 118 2.4.6. El Pabellón Internacional y otros cinematógrafos ambulantes 123 2.4.7. Gran Cinematógrafo Moderno 127 2.4.8. La figura del “explicador” 128 2.4.9. Inventario de films estrenados (1898-1915) 130 2.5. Consolidación de las salas estables 131 2.5.1. Cine Buenaventura 131 2.5.2. Cine religioso 134 2.5.3. Teatro Principal 136 2.5.4. Nuevo Teatro 139 2.6. Impuestos y normativas 148 2.6.1. Primeras normativas 148 2.6.2. Impuestos 149 2.6.3. Sucesos y nuevos reglamentos 151 2.6.4. Censura 152 CAPÍTULO 3. CINEMATÓGRAFO Y VARIETÉS EN ZAMORA (1916-1930) 3.1. El año del tránsito: 1916 155 3.1.1. Preámbulo 155 3.1.2. Kinemacolor 158 3.1.3. Seriales 160 3.2. La época dorada del Teatro Principal 163 3.2.1. La gripe española y sus consecuencias en la exhibición cinematográfica 163 3.2.2. Cinematógrafo y varietés 164 3.2.3. Nuevos propietarios 169 3.2.4. Nuevo Teatro Principal 172 3.2.5. Alejandro Sanvicente 176 29 3.2.6. Los felices años veinte 178 3.2.6.1. El primitivo Technicolor 180 3.2.6.2. Belga Chatam 180 3.2.6.3. Época dorada 182 3.2.6.4. Metrópolis y la edad moderna 184 3.2.6.5. Establecimiento del arte mudo 188 3.3. Nuevo Teatro 195 3.3.1. Los primeros años veinte 196 3.3.2. Cine mudo en tres dimensiones 203 3.3.3. Cine y varietés 205 3.3.4. Las filmaciones de Semana Santa 207 3.3.5. La llegada de la SAGE 207 3.4. La disputa entre los dos teatros 209 3.5. Salas estables y efímeras proyecciones 218 3.5.1. El cine Royalty 218 3.5.2. El resurgimiento de Los Luises 220 3.5.3. Otras proyecciones 222 3.6. Prensa y cine, un complementario binomio 224 3.7. El primitivo cine sonoro: 1929-1930 233 3.8. Impuestos y legislación 253 3.9. Balance de proyecciones en la ciudad (1916-1930) 259 CAPÍTULO 4. CINE, REPÚBLICA Y GUERRA CIVIL EN ZAMORA (1931-1939) 4.1. Las proyecciones durante la Segunda República 263 4.1.1. Grandes aportaciones a la exhibición 263 4.1.2. El fin de la SAGE 267 4.1.3. Desaparición de la competencia 268 4.2. El monopolio de Alejandro Sanvicente 268 4.2.1. El gran empresario 268 4.2.2. Cine parlante y dobles versiones 277 4.2.3. Afianzamiento de la marca OSSA en Zamora 282 4.2.4. Ascenso del precio en taquilla 286 4.2.5. Guerra Civil en una ciudad de la retaguardia 295 4.3. La renovación de Los Luises 310 4.4. Prensa y cine 316 4.5. Legislación y censura 325 4.6. Catálogo de cintas estrenadas en Zamora (1931-1939) 333 30 CAPÍTULO 5. CINE EN ZAMORA DURANTE EL FRANQUISMO (1940-1975) 5.1. La exhibición cinematográfica durante la dictadura 339 5.1.1. Política de fomento de la cinematografía 339 5.1.2. Régimen fiscal 344 5.1.2.1 Licencia fiscal y contribución industrial 346 5.1.2.2. Arbitrios Municipal y Provincial 349 5.1.2.3. Timbre del Estado 350 5.1.2.4. Recargo en el precio de las localidades 351 5.1.2.5. Impuesto de Protección de Menores 351 5.1.2.6. Impuesto por Autores 353 5.1.2.7. Otros impuestos 354 5.1.3. Proceso administrativo 355 5.1.4. El sistema de exhibición en Zamora 357 5.1.5. Legislación y censura 366 5.2. Los difíciles años de la posguerra en Zamora (1940-1959) 374 5.2.1. El monopolio continúa: 1940-1942 374 5.2.2. La llegada del Cine Barrueco 379 5.2.3. Sanvicente, un empresario nacional 394 5.2.4. Los Luises 398 5.2.5. Cinema Valderrey 403 5.3. Plenitud y degeneración del cine en Zamora (1960-1975) 407 5.3.1. La familia Sanvicente 407 5.3.2. Gran Cinema Arias Gonzalo 410 5.3.3. Nuevos espacios, nuevos empresarios 416 5.3.4. Barrueco, la dinastía continúa 417 5.3.4.1. El local primigenio 417 5.3.4.2. Cine Pompeya 421 5.3.4.3. El efímero Cine Cervantes 424 5.3.5. La nueva etapa del Ramos Carrión 426 5.3.6. Decadencia del Teatro Principal 428 5.4. Otras salas 430 5.4.1. Cines no comerciales 430 5.4.1.1. Círculo Católico Obrero 430 5.4.1.2. Obra Sindical de «Educación y Descanso». 431 5.4.1.3. Cuartel Viriato 432 5.4.1.4. Asociación Zamorana de Bellas Artes 432 5.4.1.5. Cine Club de Acción Católica 433 5.4.1.6. Universidad Laboral 434 31 5.4.1.7. Cine Club del Colegio Universitario 437 5.4.1.8. Casa de la Cultura 437 5.4.2. Proyectos 438 5.4.2.1. Cine Cabañales 438 5.4.2.2. Cine en Villanueva del Campo 439 CAPÍTULO 6. EL CINEMATÓGRAFO EN LA PROVINCIA 6.1. La llegada del cinematógrafo a los pueblos 441 6.1.1. Introducción 441 6.1.2. Datos estadísticos 442 6.1.3. Los primeros cinematógrafos 444 6.2. Benavente y Los Valles 452 6.2.1. Benavente 452 6.2.2. Camarzana de Tera 468 6.2.3. Castrogonzalo 468 6.2.4. Fuentes de Ropel 469 6.2.5. Manganeses de la Polvorosa 470 6.2.6. Pobladura del Valle 470 6.2.7. Quiruelas de Vidriales 471 6.2.8. San Cristobal de Entreviñas 471 6.2.9. San Pedro de Ceque 472 6.2.10. Santibañez de Vidriales 473 6.2.11. Santovenia del Esla 475 6.3. Alfoz de Toro 476 6.3.1. Toro 476 6.3.2. Aspariegos 484 6.3.3. Morales de Toro 485 6.3.4. Peleagonzalo 486 6.3.5. Pinilla de Toro 486 6.3.6. Pozoantiguo 487 6.3.7. Mezdemarbán 488 6.4. Tierra de Campos 488 6.4.1. Villalpando 488 6.4.2. Belver de los Montes 490 6.4.3. Cañizo 491 6.4.4. Castronuevo de los Arcos 491 6.4.5. Castroverde de Campos 491 32 6.4.6. Cerecinos 496 6.4.7. Granja de Moreruela 496 6.4.8. Revellinos 497 6.4.9. San Miguel del Valle 497 6.4.10. Villafáfila 498 6.4.11. Villalba de la Lampreana 499 6.4.12. Villamayor de Campos 500 6.4.13. Villanueva del Campo 500 6.4.14. Villarrín de Campos 503 6.5. La Guareña 504 6.5.1. Fuentesaúco 504 6.5.2. Bóveda de Toro 507 6.5.3. El Pego 508 6.5.4. Fuentelapeña 508 6.5.5. San Miguel de la Ribera 509 6.5.6. Villamor de los Escuderos 509 6.5.7. Villabuena del Puente 510 6.6. Tierra del Pan 511 6.6.1. Andavías 511 6.6.2. Coreses 512 6.6.3. Manganeses de la Lampreana 514 6.6.4. Montamarta 517 6.6.5. Muelas del Pan 518 6.6.6. Pajares de la Lampreana 520 6.6.7. San Cebrián de Castro 521 6.7. Aliste, Tábara y Alba 521 6.7.1. Alcañices 521 6.7.2. Carbajales de Alba 526 6.7.3. Tábara 527 6.8. Tierra del Vino 528 6.8.1. Casaseca de las Chanas 528 6.8.2. Corrales del Vino 529 6.8.3. El Perdigón 531 6.8.4. Moraleja del Vino 533 6.8.5. Morales del Vino 539 6.8.6. Sanzoles del Vino 540 6.8.7. Venialbo 540 6.8.8. Villaralbo 541 33 6.9. Sanabria y Carballeda 542 6.9.1. Puebla de Sanabria 542 6.9.2. Mercado del Puente/Galende 544 6.10 Sayago 544 6.10.1. Fermoselle 544 6.10.2. Almeida de Sayago 546 6.10.3. Bermillo de Sayago 547 6.10.4. Muga de Sayago 548 PARTE 3. APORTACIONES FINALES 1. Conclusiones 551 2. Coda 557 3. Referencias bibliográficas 559 4. Relación de Figuras incluidas en el texto 575 ÍNDICE TOMO 2 Apéndice 1 Relación de figuras excluidas en el texto Apéndice 2 Listado de películas estrenadas en Zamora (1898-1939) Apéndice 3 Relación de cines ambulantes en Zamora y provincia Apéndice 4 Número de salas estables en Zamora y provincia durante el primer tercio del siglo xx Apéndice 5 Relación de las salas estables durante el siglo xx en Zamora y provincia Apéndice 6 Gráfico de las salas estables durante el siglo xx en Zamora y provincia Apéndice 7 Mapa de la provincia de Zamora con todas las localidades que contaron con una sala de cine Apéndice 8 Mapa de los cines ambulantes en la ciudad entre 1898 a 1917 Apéndice 9 Mapa de los cines estables en Zamora capital durante el siglo xx 34 Apéndice 10 Partes de exhibición en la provincia Apéndice 11 Gráfica del número de cines en la provincia de Zamora durante 1898 a 1990. Apéndice 12 Gráfica del número de cines en Zamora durante el siglo xx. 37 PARTE 1. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN 1. Introducción 1.1. Justificación del tema El objeto de estudio del trabajo es el análisis del cinematógrafo en Zamora capital y provincia, desde la primera proyección en septiembre de 1897 al final de la dictadura en 1975. La historia del cinematógrafo en Zamora comienza a escribirse en esa última etapa finisecular con las primeras exhibiciones en el Teatro Principal de la localidad –aprovechando las ferias y fiestas–. Este tipo de proyecciones ambulantes seguirán un guion similar en el resto de poblaciones de España hasta llegados los años veinte del pasado siglo. Durante los felices años veinte, el medio experimentará su mayoría de edad gracias a las exhibiciones realizadas en los dos locales fijos y cubiertos que se convertirán en protagonistas de la conversión del cine en arte: Principal y Nuevo Teatro. Será Alejandro Sanvicente –empresario y gran visionario del cine– quien siente carta de naturaleza, presentando en ambos coliseos el cine sonoro durante la Segunda República y la Guerra Civil. La posguerra, romperá con el fin del monopolio de la exhibición. Gracias a la expansión demográfica comienzan a surgir nuevos empresarios y empresas de cine en la ciudad y la provincia, lo que convertirá a la etapa franquista en la más fructífera del siglo xx y en la que el cine se afianzará como el espectáculo más importante dentro de las clases populares. El motivo por el cual se ha decidido concluir la investigación en los años setenta del pasado siglo no es baladí. La exhibición cinematográfica durante esos años había caído estrepitosamente debido principalmente a la baja demografía que experimentaron –no sólo las pequeñas poblaciones de la provincia– sino también las localidades con más habitantes como Toro o Benavente hacia la propia capital y también fuera de la provincia. Esto provocará que el –hasta ese momento– mayor medio de divertimento de la población como era el cine, fuera superado por los bailes y las discotecas. Ciertamente en esta época, la población adquirió mayor movilidad. La juventud ya no dependía tanto de los familiares y los medios de locomoción se multiplicaban. Claro ejemplo de ello fue la gran demanda de motocicletas y pequeños vehículos que se vendieron en el mercado español. 38 Como en otros muchos lugares de España, la revolución neoliberal3 en el consumo de imágenes causaría a su vez, el cierre y envejecimiento de los cines de Zamora. El principal motivo de la caída de los «cines de siempre» fue la llegada de los nuevos contenidos audiovisuales a la Televisión Española, gracias, por un lado, con la aparición del segundo canal –UHF– en 1966, y por otro, al enfoque aperturista de la casa en 1974 a través de sus nuevos programas de entretenimiento, todos ellos gratuitos4. El auge que rápidamente adquiere la televisión y la elevación del nivel de vida general que se produce en estos años genera unos hábitos sociales de diversificación de usos del tiempo libre que se traduce en un descenso, en la asistencia a las salas de proyección.Este proceso (…) se hace patente a partir de 1967, año en el que aparecen censadas 9.466 salas. Las áreas más afectadas por el cierre son las rurales y, en segundo término, los núcleos medianos de población, aunque acabaría afectando a todo tipo de poblaciones. (Vallés, 1992, p. 137). Figura 2. Zamora en el siglo XIX Fuente. Instituto del Patrimonio Histórico Español. 3  Para más información ver: Pinto, I. (2010). Cine, neoliberalismo y cultura. laFuga, 11. Recuperado de: http://2016.lafuga.cl/cine-neoliberalismo-y-cultura/426 4  Esta situación se agravaría con la llegada en 1989 de las televisiones privadas –Antena 3, Telecinco y Canal Plus– esta última ofreciendo una película de estreno al día; el abaratamiento de los aparatos de vídeos domésticos –formatos 2000, Betamax y sobre todo VHS–; los vídeos comunitarios, el auge de los videoclubs y la venta directa en formato vídeo de las grandes producciones que –unos meses antes– se habían estrenado en las salas de cine. Para más información: Díaz, L. (2015). 25 años de la televisión privada en España. Academiatv: la revista de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Nº. 136, 2015, pp. 8-32. Aún no existe un estudio sociológico sobre la historia de los formatos de vídeo y su repercusión en la sociedad española de finales del siglo xx. 39 El proyecto, por tanto, estudia esta ciudad de Castilla y León y su provincia como un elemento fundamental en la exhibición en el noroeste español desde 1897 a 1975. De ahí que se enfoque la historia del cinematógrafo en Zamora, como una historia de la exhibición en dicha localidad. Primeramente se abordarán los cines ambulantes, los teatros que presentaron el invento, los cines dedicados, los cines de sementera en cualquier barrio o pueblo. También se analizarán los precios, el taquillaje, así como el tipo de público que acudía a las sesiones cinematográficas. Una vez presentado el cinematógrafo en París en diciembre de 1895, no será hasta mayo de 1896 cuando los hermanos Lumière comiencen a vender sus aparatos por todo el mundo. Unos meses más tarde dos empresarios lusos venidos de Lisboa y Oporto, recorrerán por todo el oeste español, incluido Zamora. En la primera parte de esta investigación se tratará de profundizar en la historia de esos pioneros, su relación con Zamora y el resto de localidades por las que pasaron. Esto ha permitido comprender la importancia que tuvieron estos pioneros presentando el cinematógrafo por el oeste español y conocer las múltiples estudios que han realizado hasta la fecha numerosos investigadores, citados estos en apartados sucesivos. Con el final de las rutas de estos cinematógrafos ambulantes, comenzaría la labor de investigación a través de las primeras salas fijas en Zamora. Los medios de comunicación impresos, así como la documentación encontrada en los archivos, han servido para realizar un listado de los filmes que se estrenaron en Zamora. No todos, ya que en algunas ocasiones, los medios de comunicación no citaban las cintas exhibidas. De cualquier forma, la etapa conocida como cinematógrafo y varietés posee tintes de fascinación y donde el cine se convertiría en el llamado séptimo arte. Conocer la historia de Zamora durante la Segunda República y la Guerra Civil y relacionarlas con las proyecciones cinematográficas de la época, ha permitido bucear en el océano que presentaba la multitud de documentación que desapareció debido al conflicto bélico o por su falta de preservación durante los años posteriores. La etapa franquista en Zamora fue la más fructífera cinematográficamente hablando, surgiendo las primeras salas dedicadas al séptimo arte. Muchos zamoranos asistieron a las 40 proyecciones de esos cines, que formaron parte de la vida social y cultural en la capital. También en la provincia surgirán cines durante esta etapa. Los hallazgos encontrados por este doctorando en el Archivo Histórico Provincial sobre estos pueblerinos cinematógrafos son una primicia y deben ser tenidos en cuenta para las futuras investigaciones, y por qué no, para engordar las publicaciones que existen sobre la historia del cinematógrafo en España. Esta tesis ha permitido conocer de primera mano, no solo la historia de España, sino la de Zamora, para poder situarlas y relacionarlas. Por tanto, la investigación posee una gran importancia por lo que aportará a la sociedad y como no, a la comunidad universitaria. 43 2. Marco teórico 2.1. Las investigaciones sobre el cinematógrafo en España Tras cumplirse el centenario de la primera proyección Lumière a finales del pasado siglo xx, fueron numerosas las publicaciones sobre la historia del séptimo arte, no solo en España en general, sino también por la mayoría de las ciudades y regiones de este país. Estos escritos, tomaron como referencia tres estudios que, aunque lejanos en el tiempo, conservan importantes datos para investigadores e historiadores del cine. Esta investigación, ha tomado como punto de partida las publicaciones cronológicas de Fernández Cuenca5, Cabero6 y Méndez Leite7 , sobre la historia del cine en España. Estos autores se encuentran a medio camino entre las primeras proyecciones y el final de nuestra investigación, por lo que se les ha tenido en cuenta. Seguidamente, se adquirió la obra coordinada por Jon Letamendi8 de 1996 sobre lo orígenes del cinematógrafo español. Durante esos años de celebración con motivo del centenario del séptimo arte, se editaron dos publicaciones que han servido también como punto de partida en el estudio del cine en Zamora. Palmira González9 y Fernando González10 estudiaron los primeros tiempos del espectáculo en España y en Castilla y León respectivamente, abriendo con ello un abanico de posibilidades al estudio del medio en la provincia de Zamora. Gracias a estos últimos autores, se han podido descubrir otras investigacione como las de Martín y Sáinz11, los cuales profundizaron en el cinematógrafo en la ciudad de Valladolid y sus pioneros, donde algunos de ellos también recalarían en Zamora. Es en este último texto donde se citan dos publicaciones del profesor e investigador de esta Universidad, Emilio 5  Fernández Cuenca, C. (1948). Historia del cine. Tomo I: La edad heroica. Madrid, España Afrodisio Aguado; (1949). Historia del cine. Tomo II: Nacimiento de un arte. Madrid, España Afrodisio Aguado; (1950). Historia del cine. Tomo V: La luz se hizo verbo. Madrid, España Afrodisio Aguado. 6  Cabero, J. A. (1949). Historia de la Cinematografía Española, 1896-1949. Madrid, España: Gráficas Cinema. 7  Méndez Leite, F. (1965). Historia del cine español. Tomos I y II. Madrid, España: Ediciones Rialp. 8  Letamendi, J. (1996). Aportaciones a los orígenes del cine español. Madrid, España: Royal Books. 9  González López, P. (1998). Los orígenes del cine en España. En VV. AA. Apuntes sobre las relaciones entre el cine y la historia (El caso español). Salamanca, España: Junta de Castilla y León. (1984) El cine en Barcelona. (Tesis doctoral). Barcelona, España: Universidad de Barcelona. 10  González García, F. (1997). Cinematógrafo y sociedad en Castilla y León 1896-1905. En Frutos, F. J. (y otros). 100 años de cine en Castilla y León. Valladolid: España. Asociación Cultural Surco. 11  Martín & Sáinz. (1986). El cinematógrafo (1896-1919). En Cuadernos Vallisoletanos. Núm. 14. Valladolid, España: Obra Social de la Caja de Ahorros Popular. 44 Carlos García Fernández12 referidas al nacimiento del cine en Galicia y a la ciudad castellana de Ávila. Su publicación del año 200213 sobre la historia y la industria del cine desde su nacimiento hasta el fin de la Guerra Civil, ha servido para comprender el engranaje que existía en la producción, distribución y exhibición del espectáculo entre 1897 a 1939. Por último, de este mismo autor, hay que citar su reciente estudio de 2011 sobre la Historia del cine, y las dos tesis dirigidas sobre la Exhibición Cinematográfica en Badajoz y El nacimiento del Cine Sonoro en Badajoz. Del mismo modo, es importante destacar el estudio realizado por Luis Deltell Escolar sobre Madrid en el cine español de la década de los cincuenta, aportando la realidad social datos interesantes sobre la situación social de la capital, extrapolable a cualquier ciudad española. Contiuando con textos científicos, la tesis doctoral de Luis Fernández Colorado14 sobre la implantación del cine sonoro en España ha servido de ayuda para comparar la implantación del cine parlante en Zamora. También el estudio de Mercedes Miguel Borrás sobre el cine como instrumento ideológico15 y su Comunicación sobre La imagen del franquismo en el cine (Castilla y León)16, han sido de gran ayuda para establecer los mecanismos de control que poseía la iglesia y el Estado durante la posguerra en Zamora. Una vez vistas estas investigaciones, se profundizó en el único libro que se ha escrito sobre Zamora y el cine. Es obra del escritor y periodista José Arroyo17 y aunque no es un texto científico, sí traza a modo de resumen la llegada del cinematógrafo a la capital, así como unas breves reseñas de los cines de la capital y la provincia. A pesar de que en 2011 realizara una actualización18, gran parte de las dos publicaciones se centran en rodajes y en destacar al 12  García Fernández, E. C. (1985). Historia del cine en Galicia. La Coruña, España: La Voz de Galicia. (1995). Ávila y el cine. Historia, documentos y filmografía. Tomo I. Ávila, España: Diputación Provincial de Ávila, Instituto Gran Duque de Alba. 13  García Fernández, E. C. (2002). El cine español entre 1896 y 1939. Historia, industria, filmografía y documentos. Barcelona, España: Ariel. 14  Fernández Colorado, L. (1996). Repercusiones socio-industriales y creativas de la implantación del cine sonoro en España (1927-1934), (Tesis Doctoral). Universidad Complutense de Madrid. 15  Miguel Borrás, M. (2014). El cine como instrumento ideológico. La Seminci (1956-1975). En Delgado, Viguera & Pérez. (Coord.). Iglesia y Estado en la sociedad actual: política, cine y religión. Logroño, España: Instituto de Estudios Riojanos. 16  Miguel Borrás, M. (2008). La imagen del franquismo en el cine (Castilla y León). En Feliu García (Coord.). Comunicación. Memoria, Historia y Modelos. Madrid, España: Foro Universitario de Comunicación. 17  Arroyo, J. (1997). Un siglo de cine en Zamora (1897-1997). Zamora, España: Ayuntamiento de Zamora. 18  Arroyo, J. (2011). Un siglo de cine en Zamora (1897-2011): Sin censura previa. Zamora, España: Monte 45 equipo técnico y humano (actores, actrices, directores, productores…) de Zamora. Aún así ha servido para poder indagar por dónde comenzar a investigar. También es de destacar la publicación sobre los 100 años de cine en Zamora que realizó José Ángel Barrueco19 en la prensa zamorana. La revista Artigrama del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza editaría en su número dieciséis del año 2001, un monográfico dedicado a los orígenes del cine en España20. Los investigadores Amparo Martínez Herranz, Josefina Mª Martínez Álvarez21, Palmira González, Agustín Sánchez Vidal, Bernardo Sánchez Salas22, Santiago de Pablo Contreras, Juan Carlos de la Madrid Álvarez, Ángel Luis Hueso Montón, José Ramón Saiz de Viadero23, Daniel Narváez Torregrosa, Juan Francisco Cerón Gómez, Rafael Utrera Macías, Catalina Pulido Corrales, Juan Antonio Pérez Millán, Francisco Javier Frutos Esteban, José Antonio Ruiz Rojo, Margalida Alberti y Fernando Gabriel Martí, crearon una gran publicación que ha servido para bucear por el primitivo cinematógrafo. En ella existe un apartado referido a Castilla y León escrito por Fernando González y donde se menciona Zamora en varias ocasiones. También se hace referencia a otras publicaciones como la que dirigió Juan Carlos de la Madrid24 en 1997 y que, por supuesto, se han tenido en cuenta por la importancia que tuvo en la historia del cine en España. Otra de las publicaciones monográficas consultadas, ha sido la edición número 35-36 de la revista Canelobre del Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. Editada en 1997 con el título Casino. 19  Barrueco, J. A. (1997). 100 años de cine en Zamora. En La Opinión/El Correo de Zamora. 7-IX-1997. Dominical. (pp. I-IV). 20  Martínez Herranz, A. (Coord.). (2001). Los Orígenes del Cine en España, En Artigrama, núm, 16. Zaragoza, España: Universidad de Zaragoza. 21  Martínez, J. (1992). Los primeros veinticinco años de cine en Madrid (1896-1920). Madrid, España: Filmoteca Española. 22  Sánchez Salas, B. (1990). 1896-1955. Del cinematógrafo al cinemascope. Primera vuelta de manivela para una historia del cine en La Rioja. Logroño, España: Gobierno de La Rioja. 23  Saiz Viadero, J. R. (2009). La exhibición cinematográfica en España. De los barracones de feria a los palacios de cine. III Encuentro de Historiadores de Cine Local. Santander, España: Saiz de Viadero y Gobierno de Cantabria. 24  Madrid, J. C. (Coord.). (1997). Primeros tiempos del cinematógrafo en España. Gijón (Asturias), España: Universidad de Oviedo y Ayuntamiento de Gijón. 46 Alicante, 100 años de cine; incluye trabajos de Narváez25 (pp. 7-18), Laguna26 (pp. 19-26), Espí27 (pp. 171-184), Galiano28 (pp. 197-214), Maestre29 (pp. 215-222) o Pérez Pérez & Pérez Fresco30 que han servido para comparar los orígenes del cine en Zamora con la ciudad levantina. Con respecto a Extremadura, son de destacar los estudios de Catalina Pulido sobre los orígenes del cine en la región. La publicación de la investigadora pacense sobre los orígenes del cine en Badajoz31, una introducción a la que iba a ser su tesis doctoral. También, Pulido junto a los autores Sánchez Lomba y Pachón, publicarían un artículo sobre Extremadura en el libro coordinado por José María Caparrós Lera32. Este monográfico sobre el cine español por autonomías también ha sido un referente en esta investigación. Las tesis doctorales de Ana González Delgado33 y de Clemente de Pablos34 sobre el cinematógrafo en Badajoz y en Segovia respectivamente, han servido como ejemplos de lo que son investigaciones más precisas sobre una época concreta. Por último, la edición de un monográfico más reciente ha sido la obra coordinada por Juan Ignacio Lahoz35 en 2010. El I Congreso sobre los comienzos del cine español (1896- 1920), celebrado entre el 24 y el 26 de octubre de 2005, reuniría en Valencia a más de 25  Narváez, D. (1997). Orígenes y desarrollo de la exhibición cinematográfica en Alicante. 1896-1931. En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil- Albert”. 26  Laguna, L. (1997). Las primeras sesiones de cine en la ciudad de Alicante. En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. 27  Espí, A. (1997). Los primeros veinte años de cine en Alcoy (1896-1916). En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. 28  Galiano, A. L. (1997). Casi cien años de cine en Orihuela. En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. 29  Maestre, C. (1997). El cine en Preter. En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. 30  Pérez Pérez & Pérez Fresco. (1997). El cine en Pinoso. En Alicante, 100 años de cine. Revista Canelobre, núm. 35-36. Alicante, España: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. 31  Pulido, C. (1997). Inicios del cine en Badajoz (1896-1900). Mérida, Badajoz, España: Editora Regional del Extremadura. 32  Caparrós Lera (Coord.). (1996). Cine Español, una historia por autonomías. Vol. 1. Barcelona, España: FPU. 33  González Delgado, A. (2016). La exhibición cinematográfica en Badajoz (1914-1929) (Tesis doctoral). Universidad Complutense de Madrid, España. 34  Pablos, C. (2013). Cinematógrafo y cinematografía en Segovia y su provincia (1898-1985): una visión panorámica (Tesis doctoral). Universidad de Valladolid, España. 35  Lahoz, J. I. (Coord.) (2010). A propósito de Cuesta. Escritos sobre los comienzos del cine español. 1896- 1920. Valencia, España: Ediciones de La Filmoteca (Institut Valencià de l’Audiovisual i la Cinematografia). 47 cuarenta especialistas, historiadores, analistas y archiveros para revisar la historia del cine español durante ese periodo. En la obra, se incluyen análisis sobre las primeras proyecciones locales como Granada, Málaga, Mallorca, Tarragona, País Vasco, sobre los orígenes del cinematógrafo en España, los estudios sobre la metodología de la historia cinematográfica de Santos Zunzunegui y la dimensión social a nivel local del medio analizada por Txomin Ansola. Otros estudios importantes para este trabajo, han sido las de autores extranjeros como el francés Gaudreault36 o el portugués Videira37. Ambos muestran lo que fueron los comienzos del espectáculo visual y su relación en las sociedades francesa, portuguesa y española. Las publicaciones individuales de Juan Carlos de la Madrid38 han tenido importancia para comparar la llegada del cine a Asturias y norte de Castilla y León, incluido Zamora. También los socios Letamendi y Seguin, editaron numerosos escritos sobre los orígenes del cine en las comunidades del norte español39: Cataluña, País Vasco; y España. Con respecto al cine en Galicia, se han utilizado los textos de Letamendi y Folgar40 , así como el estudio de José Luis Castro de Paz41. Ambos escritos se relacionan directamente con los primeros exhibidores cinematográficos que siguieron la ruta del tren hasta el suroeste de España, pasando por Zamora. Se deben tener en cuenta también, estudios sobre el celuloide local y que han servido de 36  Gaudreault, A. (2007). Del “cine primitivo” a la “cinematografía-atracción”. Secuencias: Revista de historia del cine, Núm. 26, (pp. 10-28). Traducción al castellano: Begoña Soto Vázquez. 37  Videira, A. (1990). Para a História do Cinema em Portugal I. Do diafanorama aos cinematógrafos de Lumière e Joly-Normandin. Lisboa, Portugal: Cinemateca Portuguesa. 38  Madrid, J. C. (2009). 8.000 películas de cine primitivo. Gijón (Asturias), España: Centro de Iniciativas Culturales. (1996). Cinematógrafo y varietés en Asturias (1896-1915). Principado de Asturias, España: Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias. 39  Letamendi y Seguin. (2004). Los orígenes del cine en Cataluña. Barcelona, España: Euskadiko Filmateiga i Generalitat de Catalunya. (1997). Los orígenes del cine en Álava y sus pioneros (1896-1897). San Sebastián, España: Filmoteca Vasca. (1998). Los orígenes del cine en Guipuzkoa y sus pioneros. San Sebastián, España: Filmoteca Vasca. (1998). Los orígenes del cine en Bizkaia y sus pioneros: antecedentes precinematográficos en Bilbao, inicio y consolidación de las proyecciones en Bizkaia. Bilbao, España: Filmoteca Vasca. (2008). La llegada del cinematógrafo a España (1896-1897): Metodología y esbozo. En Secuencias: Revista de historia del cine. (núm. 28). (pp. 13-26). 40  Folgar y Letamendi. (1997). “Portugueses en Galicia na presentación do cinématographe”, en Imaxes para un centenario. O cine en Galicia. Santiago de Compostela (Galicia), España: Xunta de Galicia. 41  Castro; J. L. (1996). A chegada do cine a Galicia e as primitivas fórmulas de exhibición (1896-1908), en Castro; J. L. (coord.), Historia do Cine en Galicia. Oleiros, A Coruña, España: Vía láctea. 48 camino de acercamiento a Zamora fueron los de Álvarez Benito (sobre León)42, Barrientos43 y Colón44 (ambas sobre Sevilla), Caballero (sobre Mérida)45, Cancho (sobre Cáceres)46, Cañada (sobre Navarra)47, Castrillón & Martín (sobre Valladolid)48, De Pablos (sobre Segovia)49, Garófano (sobre Cádiz)50, Grau (sobre Segovia)51, Jurado (sobre Córdoba)52, Muñoz (sobre Murcia)53, Ortega (sobre Almería)54, José-Vidal Pelaz (sobre Palencia)55, Pérez Rojas (sobre Madrid)56, Sergio y Pilar del Río (sobre Málaga)57, Rubio Marcos (sobre Burgos)58, Saiz de Viadero (sobre Cantabria)59, Sánchez Salas (sobre La Rioja)60, Sánchez Vidal (sobre 42  Álvarez Benito, J. M. (2005). El cine leonés: Un estudio. León, España: Instituto Leonés de Cultura, Diputación Provincial de León. 43  Barrientos, M. (2006). Inicios del cine en Sevilla (1896-1906). De la presentación en la ciudad a las exhibiciones continuadas. Sevilla, España: Universidad de Sevilla. 44  Colón, C. (1981). Los comienzos del cinematógrafo en Sevilla. Sevilla, España: Ayuntamiento de Sevilla. 45  Caballero, J. (1999). Historia Gráfica del Cine en Mérida 1898-1998. Mérida (Badajoz), España: Editora Regional de Extremadura. 46  Cancho, J. (1994). La llegada del cinematógrafo a Cáceres. Actas XX Coloquios Históricos de Extremadura. Cáceres, España: Diputación de Cáceres. 47  Cañada, A. (1997). Llegada e implantación del cinematógrafo en Navarra (1896-1930). Navarra, España: Gobierno de Navarra. 48  Castrillón & Martín. (1997). El espectáculo cinematográfico en Valladolid (1920-1932). Valladolid, España: Junta de Castilla y León y SEMINCI. 49  Pablos, C. (2014). Luces de otro tiempo. La exhibición cinematográfica en la provincia de Segovia. Valladolid, España: Ediciones Universidad de Valladolid. 50  Garófano, R. (1986). El cinematógrafo en Cádiz. Una sociología de la imagen 1896-1930. Cádiz, España: Fundación Municipal de Cultura. 51  Grau, M. (1962). Historia del Cine en Segovia: Desde sus comienzos hasta la implantación del cine sonoro. Estudios Segovianos. (p.234). Tomo XIV. Segovia, España: Instituto Diego de Colmenares. 52  Jurado, R. (1997). Los inicios del cinematógrafo en Córdoba (1896-1936). Córdoba, España: Filmoteca de Andalucía. 53  Muñoz, M. (1985). Inicios del espectáculo cinematográfico en la región murciana (1896-1907). Murcia, España: Obra Cultural Caja Murcia. 54  Ortega, I. (2001). Crónica social del cine en Almería (1896-1939). Almería, España: Unicaja. (1998). El cinematógrafo en Jaén. 1898-1939. Jaén, España: Unicaja. 55  Pelaz, J. V. (2009). Castilla y León: Palencia. Cine y sociedad en la ciudad de Palencia (1897-1939): un apunte sobre fuentes y métodos. En Saiz Viadero. (Coord.). La exhibición cinematográfica en España: de los barracones de feria a los palacios de cine. Santander, España: Consejería de Turismo. 56  Pérez Rojas, F. J. (1986). Los cines madrileños: del barracón al rascacielos. En (AA. VV.) El cinematógrafo en Madrid. 1896-1960. Tomo II. Madrid, España: Concejalía de Cultura. 57  Río & Río. (2015). Historia del cine mudo en Málaga: desde el kinetógrafo al sonoro. Málaga, España: Fundación Málaga. 58  Rubio Marcos, E. (1995). La linterna mágica. Un siglo de cinematógrafo en Burgos. Burgos, España 59  Saiz de Viadero, J.R. (1999). Una historia del cine en Cantabria. Santander (Cantabria), España: Ayuntamiento de Santander. 60  Sánchez Salas, B. (1995). 100 Años Luz. El tiempo del cinematógrafo en La Rioja (1895-1995). Logroño, España: Gobierno de La Rioja. 49 Zaragoza)61, Sbert (Sobre Baleares)62 y Zunzunegui (sobre el País Vasco)63. Por ello se han obtenido numerosos resultados que han servido de comparación a la llegada del medio de una localidad a otra. Para finalizar se deben enumerar publicaciones de gran importancia en la historiografía del cinema. En primer lugar, hay que destacar los estudios de Román Gubern sobre el séptimo arte en España, siendo importantes en esta investigación, no sólo como punto de partida, sino también para relacionar las diferentes épocas del siglo xx en España64. En segundo lugar, hay que mencionar el estudio de Rodríguez Merchán y Deltell Escolar: ¡Bienvenido, Míster Marshall! Setenta años de historias y leyendas, propone una metodología de trabajo para el análisis de cualquier obra cinematográfica, pero también apliada al contexto social que se muestra en bastantes epígrafes de esta investigación. En tercer lugar, es de gran importancia el estudio realizado por Agustín Gámir Orueta sobre La consideración del espacio geográfico y el paisaje en el cine. En él se muestra la revolución en el modo de transmitir, a través de un plano, las características formales de un paisaje a un observador situado a kilómetros de distancia del lugar retratado. De ahí, que sea interesante su iniciativa sobre El espacio geográfico de Madrid en el cine y su potencial. Gracias ello, esta investigación, en algunas facetas, es análoga al llamado MadridMovieMap, potenciado por un grupo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid. Y en cuarto y último lugar, se debe mencionar el estudio de García Fernández y Deltell Escolar: La promoción fílmica en el universo digital. Hacia el ocaso de la exhibición cinematográfica en España; así como la obra Breve historia del cine, de los autores Deltell, Quero y García Crego en 2009. A parte de las publicaciones sobre los orígenes del cine en España, se deben hacer referencia 61  Sánchez Vidal, A. (1994). Los Jimeno y los orígenes del cine en Zaragoza. Zaragoza, España: Ayto. de Zaragoza. 62  Sbert, C. (2001). El cinema a Les Balears des de 1896. Palma de Mallorca, España: Edicions Documenta Balear. 63  Zunzunegui, S. (1985). El cine en el País Vasco. Bilbao, España: Diputación Foral de Vizcaya. 64  Gubern, R. (Coord). (2005). Historia del cine español. Madrid, España. Alianza Editorial. (2014). Historia del cine. Barcelona, España: Anagrama. (1977). El cine sonoro en la Segunda República (1929-1936). Barcelona, España: Lumen. (1986). 1936-1939, la guerra de España en la pantalla: de la propaganda a la historia. Madrid, España: Filmoteca Española. 50 en esta investigación a otras que tienen que ver con el cinema y que serán citadas en sus apartados correspondientes y en la bibliografía ubicada al final de este trabajo, como las obras dedicadas a legislación y a aspectos económicos sobre la exhibición cinematográfica. Algunos números de revistas sobre cinematografía nos han servido para contrastar datos entre Zamora y el resto de localidades españolas. Es por ello que se ha tenido en cuenta el artículo del profesor López Yepes65. También se ha hecho acopio de gran cantidad de escritos, publicaciones e investigaciones sobre la historia de España y sobre todo de la provincia de Zamora. Son de destacar las obras de Miguel Ángel Mateos Rodríguez66, así como los estudios de Florián Ferrero Ferrero67, Concha María Ventura Crespo68, José Andrés Casquero69 y Herminio Ramos. Es de justicia hacer referencia a los historiadores ya desaparecidos; y que nos dejaron una gran cantidad de información para la historia de Zamora como Calvo Madroño70, Madoz71, Eduardo Julián Pérez72 y Quadrado & Parcerisa73. 65  López Yepes, A. (1992). Catálogo de revistas cinematográficas españolas (1907-1989). En Revista General de Información y Documentación. Vol. 2 (1), (pp.121-182). Madrid, España: Universidad Complutense. 66  Mateos, M. A. (1995) Historia de Zamora. Tomo III: La historia contemporánea. Zamora, España: Diputación de Zamora, IEZ Florián de Ocampo y Caja España. (pp. 289-790); (2008). Aportaciones bibliográficas a la Historia Contemporánea de la provincia de Zamora. En VV. AA. Actas Segundo Congreso de Historia de Zamora. Tomo 3. pp. 13-26. Zamora, España: Diputación, IEZ Florián de Ocampo y UNED. 67  Ferrero, F. (1988). La Plaza Mayor de Zamora. Zamora, España: Archivo Histórico Provincial. 68  Ventura, C. M. (1988) Historia del teatro en Zamora. Zamora, España: Fundación Ramos de Castro. 69  Casquero, J. A. (2008). La Guerra Civil en Zamora: imágenes de la vida cotidiana en una ciudad de la retaguardia. Zamora, España: Centro de la UNED en Zamora; (2008). Nuevas fuentes documentales para el estudio de Zamora en la Época Contemporánea. En VV. AA. Actas Segundo Congreso de Historia de Zamora. Tomo 3. (pp. 27-54). Zamora, España: Diputación, IEZ Florián de Ocampo y UNED; (2007) Comercio e industria en Zamora en el tránsito del siglo XIX al XX. En Hernando, J. L. MECOTIUM, Comercio e industria en Zamora. Zamora, España: Museo Etnográfico y Junta de Castilla y León. 70  Calvo, I. (1914) Descripción Geográfica, Histórica y Estadística de la Provincia de Zamora. Madrid, España: Librería General de Victoriano Suárez. 71  Madoz, P. (1984). Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar. Madrid, 1845-1850. Valladolid, España. 72  Pérez, E. J. (1895). Guía del viajero en Zamora. Zamora, España: Imprenta Provincial. 73  Quadrado & Parcerisa. (1990). Recuerdos y bellezas de España: Valladolid, Palencia y Zamora. Edición facsímil de 1861. Zamora, España: Diputación de Zamora y Ámbito Ediciones. 53 3. Planteamiento de la investigación 3.1. Objetivo de la investigación Tras el marco teórico y la justificación del tema, se deben enumerar los objetivos que van a formar parte de esta investigación: 1. Vaciar todas las noticias en prensa relacionados con la evolución histórica del cinematógrafo en España estableciendo analogías con la ciudad y provincia de Zamora. 2. Catalogar y cartografiar todas las salas de exhibición cinematográfica en Zamora y su provincia desde 1897 a 1975. 3. Localizar material inédito sobre las salas de cine, la exhibición y distribución: libros de contabilidad, licencias de obras y permisos. 4. Localizar y catalogar materiales históricos sobre el contexto social y cultural de la exhibición cinematográfica en la provincia de Zamora y su capital 5. Detallar una evolución de las empresas y las distintas salas cinematográficas que existieron en el periodo investigado. 6. Medir la importancia que tuvo el cinematógrafo para la vida social y cultural zamoranas. 3.2. Hipótesis Esta investigación surge de una laguna existente en la historiografía española, al no tener un estudio comparativo serio de la evolución del espectáculo cinematográfico en la provincia de Zamora. Lo primero que se pretende, por tanto, es solventar esta carencia y analizar el impacto de la exhibición fílmica en esta región de Castilla y León. Con los objetivos que se acaban de enumerar, debemos plantear las siguientes hipótesis: La hipótesis de partida, y germinal, es que la evolución de la distribución y exhibición cinematográfica en la Zamora mantuvo cierta coherencia con el contexto nacional, en fechas y modos empresariales. Esta se concreta en algunos puntos fundamentales: 1. Medir el impacto de la ciudad sobre su entorno. Se parte de la idea que fue en Zamora donde se dirigía el control de las salas de cine de la provincia. 54 2. El cine fue un espectáculo de mayor divertimento durante las décadas de los cuarenta a setenta, tanto en la ciudad como en la provincia. 3. Al igual que en el resto de España, desde la década de los años setenta el medio entra en decadencia, provocando la desaparición de las grandes salas y al casi abandono del espectáculo. 3.3. Metodología Para realizar la investigación de más de setenta y cinco años, se ha decidido emplear un diseño de la investigación de tipo diacrónico para llegar a los mejores resultados a través de técnicas cualitativas y cuantitativas. Estas útimas –basadas en datos estadísticos y económicos– han servido como referencia para establecer el número de salas, sus precios y características. Mientras, las metodologías cualitativas, han servido para comparar la exhibición cinematográfica en Zamora con la del resto de localidades de España. La investigación está acotada entre los años 1897, primera proyección en Zamora y 1975, fin del régimen franquista. Esta limitación no es baladí, ya que el cinematógrafo como medio de ocio y esparcimiento se produce en el pasado siglo xx. Al no existir ningún texto científico sobre el cine en Zamora, salvo la publicación de José Arroyo, se ha pretendido realizar esta investigación para que sirva como partida a futuros trabajos. El periodo estudiado es bastante amplio, pero sirve de referencia y comparación a otros estudios similares de las distintas ciudades y localidades españolas. Se comenzará con los pioneros ambulantes finalizando con la desaparición de los cines tradicionales, con única sala de proyección. A la hora de iniciar la investigación, se presenta el problema de las fuentes primarias, la mayoría orales y ya desaparecidas. Aún así se ha realizado una gran labor de búsqueda de información en fuentes hemerográficas y en los archivos. En la primera parte del trabajo, se consultarán los datos en archivos, hemerotecas y centros de documentación. Se inició por la época finisecular del siglo xix. Paralelamente, se establecería un programa de lecturas recomendadas por el director de la tesis, sobre la llegada del cinematógrafo a España y al resto de ciudades y localidades. Al mismo tiempo, varios 55 historiadores e investigadores de y sobre Zamora fueron entrevistados con el fin de recabar la mayor información objetiva posible sobre el periodo estudiado. En esta primera parte de la investigación se ha recopilado información conservada en las hemerotecas de: Biblioteca Pública del Estado en Zamora. Este centro cuenta con el archivo totalmente digitalizado del periódico El Correo de Zamora, coetáneo al nacimiento del cine y que, desde 1992, se denomina: La Opinión/El Correo de Zamora. También es donde se ha realizado el llamado “préstamo interbibliotecario”. Gracias a él, hemos podido consultar libros de los orígenes del cine en todo el territorio nacional. Se han solicitado libros de las bibliotecas de Cataluña, Asturias, Cantabria, Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha, Murcia, Valencia, así como del resto de bibliotecas de Castilla y León: Valladolid, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Ávila y Burgos. Fototeca de La Opinión/El Correo de Zamora. Aunque carece de muchos fondos desaparecidos en los años ochenta del pasado siglo, han servido de ayuda las fotografías de cines y calles de la ciudad. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Pertenece al Ministerio de Educación Cultura y Deporte para preservar y hacer accesibles la Prensa Histórica publicada en nuestro país. La hemos utilizado para los diarios: El Noticiario, El Toresano, Heraldo de Zamora, Ideal Agrario, La Mañana, así como el Boletín Oficial de la Provincia de Zamora y la revista Zamora Ilustrada. Biblioteca Pública Municipal de Zamora. Perteneciente al Ayuntamiento de Zamora, la Biblioteca de San José posee numerosos libros sobre cinematografía. Biblioteca y Fototeca de la Filmoteca de Castilla y León. Con sede en Salamanca, posee numerosas publicaciones sobre el cine en España, así como publicaciones de fotógrafos que inmortalizaron la Comunidad y Zamora. También es de destacar la custodia de las colecciones fotográficas de algunos profesionales zamoranos. Biblioteca de la Filmoteca Nacional. Con sede en Madrid. Ha sido el punto de partida para conocer la historia del cinematógrafo en España. Posee la mayor parte de las publicaciones sobre el cine. 56 Biblioteca del Instituto de Estudios Zamoranos «Florián de Ocampo». Pertenece a la Diputación de Zamora y también posee algunas publicaciones sobre el cine, pero también muchas sobre la historia de Zamora, ya que se dedica a recopilarlas en ediciones anuales y especiales. Biblioteca del Museo Etnográfico de Castilla y León. Con sede en Zamora, este museo recoge todo el patrimonio etnográfico de la Comunidad que antiguamente poseía la extinta Caja España. En su biblioteca también se encuentran publicaciones interesantes. Biblioteca Digital de Castilla y León. Con sede en Valladolid pero que a través de su portal74 ofrece numerosos documentos electrónicos válidos para nuestra investigación. Biblioteca de la Dirección General del Patrimonio y Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León. Con sede en el Monasterio del Prado de Valladolid. Posee la mayoría de las publicaciones sobre Castilla y León, incluyendo Zamora. Biblioteca Nacional de España. Con sede en Madrid. Posee numerosa bibliografía sobre la historia del cinema y Zamora, así como fototeca referente al tema. Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Con un ingente material de estudio: publicaciones, trabajos de Grado, tesinas de licenciatura y tesis doctorales sobre cinematografía. Hemeroteca Municipal de Madrid. Con sede en el Centro Conde Duque. Allí se consultaron numerosas revistas de y sobre cine, tanto microfilmadas como en formato papel. Biblioteca Digital Memoria de Madrid. A través de su portal web75, ha servido para consultar revistas, libros y documentos sobre cine, así como imágenes de Zamora. Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América. También a través de su web76, se pueden consultar fotografías sobre los orígenes del cine y documentos sobre Zamora. El método de recogida de la información de los periódicos a la presente investigación fue el de la transcripción del texto a un documento o ficha. De ahí que se hayan creado dos modelos 74  http://bibliotecadigital.jcyl.es 75  http://www.memoriademadrid.es/ 76  https://www.loc.gov/ 57 de fichas. En el primero se recoge la información general basada en la fuente, la fecha y página/s donde se publica, así como un resumen y comentarios de la misma: Figura 3. Ficha tipo de recogida de información FICHA tipo DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN Publicación Fecha Página Resumen y/o citas Críticas y/o comentarios Fuente: elaboración propia. Figura 4. Ficha ejemplo de recogida de información FICHA ejemplo DE RECOGIDA DE INFORMACIÓN Publicación Fecha Página El Correo de Zamora 24/12/19 1 Resumen y/o citas “película cuajada de situaciones trágicas y emocionantes y de cuadros de luminosidad impecable”. Críticas y/o comentarios Citar esta parte cuando hablemos del estreno de la película Houdini y el tanque humano. Fuente: elaboración propia. El segundo documento ha servido para conocer las cintas estrenadas en los cines y teatros de Zamora capital desde 1897 hasta 193977: 77  ¿Por qué hasta 1939 y no hasta 1975? Desde 1897 a 1939 fueron muchos los films estrenados en los dos coliseos, así como también dos los medios impresos que se hacían eco de los estrenos y la cartelera. Con la llegada del nuevo régimen en 1940, la oferta de cines en la ciudad se diversificaría, con lo que no se han podido contabilizar exhaustivamente las cintas estrenadas desde 1939 a 1975. También ha influido el hecho de que, desde 1942, solo existió un único periódico en Zamora, El Correo; ya que el Heraldo fue clausurado por orden gubernativa. 58 Figura 5. Ficha tipo de recopilación de películas FICHA tipo DE RECOPILACIÓN DE PELÍCULAS Título Año exhibición Sala Publicación Críticas y/o comentarios Fuente: elaboración propia. Figura 6. Ficha ejemplo de recopilación de películas FICHA ejemplo DE RECOPILACIÓN DE PELÍCULAS Título Año exhibición Sala Publicación Los misterios de Nueva York 1917 Teatro Principal Heraldo de Zamora Críticas y/o comentarios Película estrenada por episodios. Fuente: elaboración propia Paralelamente a estas fichas, se han recogido en una base de datos todos estos filmes, incluyendo el título del estreno en Zamora, la sala y el año de exhibición. Este dato ha servido para establecer porcentajes de películas estrenadas en los diversos periodos analizados, y al mismo tiempo realizar comparaciones entre ellos (véase Apéndice 2)78. Los datos recabados en los diferentes anexos han sido la fuente más importante de nuestra investigación, gracias a la diversidad de fuentes escritas a las que se han podido acceder. 78  El Anexo 2 incluye una relación de películas estrenadas en Zamora capital entre 1898 a 1939. 59 El estudio también se ha nutrido de los siguientes archivos: Archivo Histórico Provincial de Zamora (A.H.P.Za.) o Sección de Delegación Provincial de la Vivienda (planos y memoria salas de cine) o Sección de Delegación Provincial de Hacienda o Altas espectáculos públicos o Matrícula Industrial Espectáculos o Administración de Rentas Públicas o Permisos de ambulancia y de exhibición o Gobierno Civil. Sindicato Nacional del Espectáculo Archivo Municipal de Zamora (A.M.Za.) o Libros de actas o Libros de expedientes o Entrada de documentos administrativos o Actas de aforos Archivo de la Diputación Provincial de Zamora (A.Di.Za.) o Proyecto de construcción del Nuevo Teatro o Contratos y documentos del Teatro Ramos Carrión o Mapas, planos y dibujos Archivo Municipal de Benavente (A.M.Be.) o Proyectos de los cines de la villa o Ferias y fiestas Archivo Municipal de Toro (A.M.To.) o Proyectos Cine Imperio y Salón de baile o Actividades culturales o Festejos y bailes o Intervención taquilla Teatro Latorre o Documentación del Teleclub 60 Archivo Municipal de Fuentesaúco (A.M.Fu.) o Teatro o Ferias y fiestas Archivo Histórico Provincial de Valladolid (A.H.P.Va.) o Exhibidores ambulantes Archivo Municipal de Valladolid (A.M.Va.) o Exhibidores ambulantes Archivo Ángel Barrueco Miranda. Empresa Barrueco o Libros de contabilidad o Fotografías familia y cine o Programas de mano Archivo Diocesano de Zamora (A.Dio.Za.) o Boletín Diocesano de Zamora o Actividades culturales de la Diócesis o Cines parroquiales Archivo Padres Claretianos. Colegio Corazón de María de Zamora o Memorias o Fotografías Instituto Patrimonio Cultural de España o Fotografías antiguas de Zamora y su provincia. Archivo General de la Administración (M.E.C.D. A.G.A.) o Documentos sobre Censura. Zamora y su provincia o Fotografías de Zamora y su provincia Archivo de Iberdrola Biblioteca Nacional Fuentes orales: o José-Andrés Casquero o Juan Carlos de la Mata o Ángel Barrueco Miranda 61 o Cecilio Vidales Pérez o Antonio Escuadra Manso o Manoli Campano Blanco o Miguel Ángel Mateos Rodríguez o Samuel Mezquita Cordero o Constantino Cid Conde o Alberto García-Verdugo o Galo Sánchez Sánchez o Julián Prieto González o Bernardo Caseca Costa y Jesús Casaseca Delgado Aportaciones inéditas. Archivos privados y familiares: o Ángel Barrueco Miranda o Archivo de Ángel Luis Esteban Ramírez o Sergio Jesús de San Marcelo y Vasallo o Jesús Egido González o Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo o Archivo Cine Coreses o Archivo de Jesús Casaseca Delgado Filmoteca Nacional. Índices y Anuarios cinematográficos. Filmoteca de Catalunya79. Repositorio digital. Publicaciones periódicas. Cinématèque française80. Con sede en París y un enorme Museo del Cine en el Palacio de Chaillot Cineteca Nazionale81. Con sede en Roma. Posee un extenso catálogo del “cinema muto italiano”82 79  http://repositori.filmoteca.cat/ 80  http://www.cinematheque.fr/ 81  http://www.fondazionecsc.it/ct_home.jsp?ID_LINK=7&area=6 82  http://www.ilcinemamuto.it/betatest/ 62 Cinemateca Portuguesa83. Con sede en Lisboa. Posee información de los primeros exhibidores portugueses Deutsche Kinemathek84. Con sede en Berlín. Almacena numerosos títulos y datos sobre el cine europeo Institut Lumière85. Con sede en Lyon. Posee un museo dedicado a los inventores virtualmente visitable a través de su Web Por último, la investigación se ha enriquecido abundantemente gracias a las numerosas fuentes orales citadas a lo largo de la investigación. 3.3.1. Metodologías usadas en otras tesis doctorales Con este se subapartado se ha querido hacer mención a las metodologías empleadas por otros investigadores sobre el tema o temas similares. Se han elegido las más actuales posibles, porque son las más cercanas y similares a esta investigación: Es de destacar las metodologías empleadas por Juan Manuel Cardoso Carballo en su tesis doctoral –dirigida por García Fernández– sobre La transición del cine mudo al sonoro en Badajoz (1923-1933): Por un lado, el análisis de la bibliografía existente tanto de aspectos generales sobre la historia del cine y sus teorías como de los inicios del cine por las diferentes regiones de España. Una vez analizada la bibliografía y recogidos aquellos conceptos que pudieran servir a los intereses de la investigación, se ha procedido al exhaustivo estudio de las únicas fuentes de información posibles de cuanto sucedió. Las fuentes hemerográficas que disponen una valiosa información sobre costumbres cinéfilas, películas y otras actividades relacionadas con el cine. La consulta de varias bases de datos sobre películas, que resolvieron tanto aspectos generales y artísticos sobre las mismas como numerosas dudas respecto a títulos, años de producción y sistemas de rodaje. 83  http://www.cinemateca.pt/ 84  https://www.deutsche-kinemathek.de/ 85  http://www.institut-lumiere.org/ 63 También se han tenido en cuenta las metodologías empleadas por Samuel Montes Ibars en su tesis docotral –dirigida por González García– sobre Saturnino Ulargui y la distribución cinematográfica en el contexto de la II República Española: Consulta minuciosa de las fuentes históricas presentes en la Filmoteca Española de Madrid y en varios recursos electrónicos: anuarios cinematográficos de 1925, 1927, 1928, 1929 y 1930, 1931, 1933-34 y 1935; las revistas en la base de datos de la Filmoteca. Por último, otra metodología recogida para esta investigación es el procedimiento de análisis que realizó Ana González Delgado en su tesis doctoral –dirigida por García Fernández– sobre La exhibición cinematográfica en Badajoz (1914-1929), basada en cuatro puntos: Concreción de la idea de la investigación y del planteamiento general Recolección de datos en fichas individuales Organización de reseñas Presentación y descripción de los resultados 3.4. Estructura de la tesis Esta tesis doctoral se divide en tres bloques. En el primero se explica cómo se ha planteado la investigación a través de tres apartados: justificación del tema, marco teórico y el planteamiento de la investigación. El segundo bloque es el grueso de la investigación. Se divide en seis capítulos: El primero hace referencia a la Zamora finisecular del siglo xix a través de su contexto histórico. Se muestran la economía, la evolución, así como el desarrollo industrial y la cultura capitalinas. En el segundo punto se ha centrado en los orígenes del cinematógrafo en Zamora a través de los pioneros que ambulaban por toda España y en especial los que recalaban en la parte noroeste del país. Aquí se muestran las primeras proyecciones, los pioneros y cómo el cinematógrafo aparece en el Teatro Principal de Zamora. El capítulo finaliza, mencionando la creación de un local en construcción, competencia del anterior: el Nuevo Teatro. 64 El tercer apartado está dedicado a la consolidación del cinematógrafo en las dos coliseos capitalinos. En este periodo, de la Primera Guerra Mundial, el número de films proyectados en Zamora, procedían de Francia e Italia. Es en esa época donde se establecerá una gran competencia entre los dos teatros hasta la llegada del cine sonoro. En el cuarto capítulo, se presencia la llegada del cine parlante y los acontecimientos políticos y sociales acaecidos en España y también en Zamora. La Segunda República y la Guerra Civil estarán presentes en la vida de los zamoranos. El cine durante el franquismo es el título del capítulo quinto. Este se subdivide en dos subapartados. El primero está relacionada con la etapa del franquismo más autárquico entre 1940 a 1959, donde comenzaron a aparecer las primeras salas dedicadas al cine, como el Barrueco y más tarde el Cinema Valderrey. Mientras que el segundo subapartado –entre 1960 a 1975–, se centra ya en el carácter aperturista a través de nuevas políticas que se verán reflejadas en la proliferación de salas como el Gran Cinema Arias Gonzalo y la adaptación de Los Luises como Cine Cervantes. El capítulo sexto está íntimamente ligado al anterior, ya que la proliferación de salas también llega a las pequeñas localidades de la provincia. De ahí que se haya dedicado un único apartado a cómo el cinematógrafo llega a los principales núcleos de población, pero también a otros lugares mucho menos poblados y de los que se ha tenido constancia a través de los permisos gubernativos. Finalmente, en el tercer bloque se establecen las conclusiones así como resultados de la investigación. Se muestra una gran panorámica de la historia del cinematógrafo en la ciudad castellana y que servirá de semilla a futuros estudios. Por ello, se tratará de crear nuevos temas de investigación cuyo fin sea el de completar una parte de la historia de Zamora y su provincia. Este bloque, finaliza con una lista de obras de referencia citadas a lo largo de esta investigación: prensa local, revistas, tesis doctorales, archivos consultados, entrevistas realizadas, así como las páginas web y blogs. Por último, esta tesis posee un segundo volumen referido a los apéndices documentales. Se incluyen doce apartados. En el primer apéndice se muestra una relación de figuras, que por su gran tamaño, no se han incluido en el texto. Incluye planos de la mayoría de las salas 65 cinematográficas citadas, fotografías, contratos de distribución, programas de mano, actas de aforo de los locales y pagos de contribución industrial. El segundo apéndice, muestra un listado de las películas que se estenaron en Zamora desde 1898 a 1939. Fruto de haber cotejado la publicidad e informaciones de la prensa de la ciudad. El resto de apéndices, hacen referencia a datos estadísticos del número de películas; y de salas, tanto ambulantes como estables, que exitieron durante el siglo xx, en la capital y en la provincia. 67 PARTE 2. INVESTIGACIÓN SOBRE EL CINEMATÓGRAFO EN ZAMORA (1897-1973) CAPÍTULO 1. LA ZAMORA FINISECULAR DEL SIGLO XIX 1.1. Introducción El espacio histórico que se pretende analizar, engloba los dos últimos lustros del siglo xx. En este periodo que la sociedad zamorana experimentó a través de cambios sociales, industriales y económicos, tendrá presencia el cinematógrafo en las actividades festivas y culturales. A finales del siglo xx, España había atravesado por un periodo bastante problemático, y la Restauración conseguirá crear un clima de estabilidad política en el país: El régimen de la Restauración de Alfonso xii ideado y proyectado por el político liberal conservador Antonio Cánovas del Castillo pretendía una gran síntesis histórico- política donde fueran compatibles la ideología liberal y los principios revolucionarios del sexenio (1868-1874) con las verdades madres de la tradición secular española: La Corona y su asentamiento sobre los ejes vertebrales del Ejército y la Iglesia. Su sistema se fundamenta en el eclecticismo y en la tolerancia adobado por una notable dosis de pesimismo y relativismo –antidogmático y antisectario –. (Mateos, 1995, p. 435). En el momento de la muerte de Alfonso xii –y en épocas posteriores– se llegó a hablar de la existencia de un supuesto «pacto de El Pardo» para establecer un sistema de turno (…) por primera vez se había establecido en España un régimen liberal amplio en cuanto al ejercicio teórico de las libertades en el que, además, no ejercía el poder un solo partido político, quedando condenado el otro a provocar el cambio mediante un pronunciamiento. (Tusell, 1998, p. 539). Naturalmente, la Restauración supuso un periodo de paz como nunca había vivido España en ese siglo. En Zamora, comenzó a desarrollarse una red de infraestructuras tanto por carretera como por ferrocarril. En esa época llegaría la red eléctrica, primero para los edificios públicos y más tarde para el resto de la ciudad y la provincia. Aún así, esta tierra castellana seguía viviendo de la agricultura y la ganadería, incapaz de crear una industria sólida, para convertirse en un referente en el país. 68 Figura 7. Mercado agrícola en la plaza de Los Momos. Siglo XIX. Laurent, J. Instituto del Patrimonio Histórico Español. La provincia de Zamora ha sido siempre un lugar de emigración a causa de las condiciones de su economía. Con pueblos mal emplazados, con unos suelos agrícolas pobres y faltos de todo tipo de industria, luchan con enormes dificultades para incrementar su escaso nivel de vida (García Martín, 1976, p. 16). Como en el resto de España, la provincia vivió sumida en una profunda crisis agrícola y ganadera en 1885. Debido a las plagas del cultivo de la vid que sufrieron en Francia durante 1891, España consiguiría exportar al país vecino gran cantidad de sus cosechas. Aunque –años más tarde– la plaga también aparecería en la península, incluida Zamora. A todo ello, se le añadieron las emigraciones en el sector agrícola. Muchos agricultores vieron su oportunidad de futuro en el sector, gracias a las buenas condiciones que se daban en el continente americano. Tusell (1998, p.540) afirma que la cifra de agricultores emigrados fue alrededor de sesenta mil. A mayores de la crisis agrícola, se sumó la social con la aparición de las primeras organizaciones sindicales en 1887, gracias a la Ley de Asociaciones. Esto permitiría que 69 varias de ellas como UGT –hasta ahora en la clandestinidad– tuvieran presencia en las grandes capitales españolas: Barcelona y Madrid. Debido a su publicación, la Ley favorecería también al clero zamorano. La iglesia “recuperaría el terreno social y económico perdido durante los dos primeros tercios del siglo xix” (Mateos, 1995, p. 441). En lo político, durante los años noventa del siglo xix, cuatro fueron los gobiernos que se turnaron en la regencia del Estado. Liberales y conservadores fueron relevándose mientras el conflicto en Cuba y las Colonias comenzaba a fraguar. Durante el sexenio revolucionario y la primera fase de la Restauración, Zamora se convirtió en feudo clientelístico de Sagasta. Aquí tuvo siempre «un señorío jurisdiccional político», que fue fiel y adicto a su persona y causa, a su talante y estilo hasta el final de la II República. (Mateos, 1995, p. 474). Sin embargo, la crisis colonial sí que provocaría una importante pérdida de valores en la cultura española con la aparición de una literatura que criticaba la realidad del país y con un gran sentimiento de inferioridad hacia el resto de países occidentales. Las artes y la arquitectura se manifestarán con movimientos como el modernismo y sus derivaciones. Barcelona será la capital europea de este movimiento que tuvo su filial en Zamora gracias a la estancia de Francesc Ferriol i Carreras86. Arquitecto municipal durante 1908 a 1916, Ferriol dejaría una impronta en la ciudad del Duero, que ha sido –con el paso de los años– insuperable para sus sucesores. Con el reinado de Alfonso xiii en 1902, comenzaría una etapa regeneracionista. Pero – al contrario que otros monarcas europeos– su escasa preparación fue determinante para no salir airoso de los graves acontecimientos que sucedieron en el país. Lo que llamaría la atención del monarca será el cinematógrafo. El rey se convertiría en un priviliegiado durante la presentación del invento en las fiestas de mayo de 1896 en Madrid. Tal fue su interés por el medio audiovisual, que ordenaría construir una sala en el mismísimo palacio para disfrutar de las proyecciones. 86  En el próximo capítulo hablaremos de este arquitecto catalán que fue discípulo de Lluís Domènech i Montaner. 70 1.2. Contexto social 1.2.1. Industria y comercio Como se acaba de explicar, el motor de la industria en la provincia de Zamora durante el siglo xix era la agricultura y la ganadería, absorbiendo estas los dos tercios de la población laboral (Mateos, 1995, p. 446). Sin embargo, la capital experimentará un cambio en su economía gracias a la diversificación de los empleos para “atender mejor a la demanda que exigía el moderado aumento demográfico. Casquero (2007) se basa en la estadística recogida en la obra de Eduardo Julián Pérez87. El comercio comienza a superar en número a la industria gracias a los 362 negocios en los que aparecen: tabernas de vinos y aguardientes, tiendas de coloniales, fruterías, abacerías, pescaderías y carnicerías. También son de destacar los comercios de tejidos y de hostelería, así como almacenes especializados en aguardientes, coloniales, curtidos, hierro y maderas. La lista la completan los bazares, horchaterías, cafés, casinos, tiendas de máquinas de coser, fotógrafos, relojeros, zapaterías y librerías. (Casquero, 2007, p. 138). La industria en la capital se ve favorecida gracias a los talleres de carpintería, carbonerías, alfarerías, modistas y sastres. La lista continúa con panaderos, zapateros, imprentas, herreros y cerrajeros, pintores, carros de transporte, hojalateros, guarnicioneros, hornos de ladrillo, teja y baldosa, e incluso una fundición. A la mejora del comercio y la industria contribuyeron también agencias de viajes, sucursales bancarias, compañías de seguros, una escuela mercantil y como no, la vida pública administrativa con numerosas dependencias que poseía el Estado en Zamora debido a la centralización de sus servicios. (Casquero, 2007, p. 141). La industria se asienta en Zamora sobre un trípode irregular y de corto alcance. Así debe destacarse la preeminencia ya indicada de las industrias artesanas tradicionales, de propiedad familiar casi gremialistas con pocos operarios y en paralelo con el minifundio agrario. (Mateos, 1995, p. 448). También hace su aparición la oligarquía zamorana a través de las nuevas familias y grupos sociales con la intención de dirigir los intereses de Zamora. 87  Pérez, E. J. (1895). Guía del Viajero en Zamora. Zamora, España: Imprenta Provincial. 71 Los Rubio, Rueda, Román, Santiago, Bobo, Remesal, Andreu (…) frenaron sus aventuras fabriles, subordinándose y supeditándose a los intereses del campo y en especial a los de las oligarquías rurales, con quienes emparentaron por la vía del matrimonio, por el consorcio en empresas y negocios o por los vínculos de amistad en cofradías, peñas, círculos de recreo y diversión o grupos políticos. (Mateos, 1989, p.126). 1.2.2. Sociedad: Evolución y población El número de habitantes en la provincia a finales del siglo xix ascendía a 280.000 personas. Las condiciones de vida de los zamoranos, sobre todo, de los trabajadores por cuenta ajena, fueron –en esta época finisecular– la de pobreza y malnutrición. La población se sumía en el envejecimiento progresivo, aumentando la emigración del campo a la ciudad. En general, la mayor parte de los municipios rurales pierden población, o se estancan ligeramente, sobre todo en los pueblos de las zonas más desarrolladas económica y socialmente. En este sentido es necesario subrayar cómo (…) influyeron las desamortizaciones municipales, que dejaron a muchos ayuntamientos en la indigencia de lo que había sido su rico patrimonio en el Antiguo Régimen. (Mateos, 1989, p. 100). Sin embargo, la capital vivía un cambio auspiciado por la modernidad gracias, como se comprobará, a las nuevas infraestructuras que favorecerían la comunicación. Según Felipe Olmedo y Rodríguez (1905, p. 635), de los dieciséis mil habitantes censados en la capital, cerca de nueve mil sabían leer y escribir, lo que demuestra que más del cuarenta por ciento de la población de la capital era analfabeta. Bastante menor que la media nacional con un sesenta por ciento88. Según explica Miguel Ángel Mateos, Zamora fue una provincia que en el siglo xix se interesaría por la educación a través de la creación de las Escuelas Normales de Magisterio y la Ley Moyano89. El grado de instrucción primaria nos muestra unos índices, de 54,9% de mujeres y 72.3% de hombres que saben leer y escribir. Nuestro nivel de alfabetización en los sectores primarios es, muy superior a la media nacional colocándonos el Anuario 88  Datos recogidos del I.N.E. 89  La Ley General de Enseñanza de 1846 fue promulgada por el zamorano Claudio Moyano Samaniego, representante del distrito de Toro- Fuentesaúco y Ministro del Gobierno de Arrazola en la cartera de Fomento. Moyano establecía que en cada provincia española hubiera una Escuela Normal y una central en Madrid. 72 Estadístico de España de 1930: en tercer lugar. (Mateos, 1980, p. 7). Aparece la llamada burguesía de provincias gracias a la desintegración y disolución del “Antiguo Régimen estamental para dejar paso a un nuevo orden de cosas que genera la Revolución Industrial de donde surge la sociedad de clases, quien legitima el Régimen liberal-constitucional” (Mateos, 1989, p. 91). Basándose en los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística90 y por Madoz (1984), Mateos subraya que entre 1850 a 1900, la población en algunas localidades como la capital o pueblos cabezas de partido se vio acrecentada en un 50%. Figura 8. Cuadro comparativo de población en Zamora. Fuente: Mateos, 1989, p. 101. 90  A partir de ahora I.N.E. 73 Como se aprecia en el cuadro, la población de Zamora capital aumentaría –durante la segunda mitad de siglo– en casi el doble. Similar situación se produciría en localidades como Fermoselle, Corrales del Vino, Alcañices, Puebla de Sanabria o Bermillo de Sayago. 1.2.3. Arquitectura coetánea Tal y como se había mencionado, en el último quinquenio del siglo xix, Zamora experimentará la modernidad a través de la renovación de sus infraestructuras: Se construyeron nuevos puentes metálicos en un avance potente de la trama urbana de la ciudad en dirección al camino de Tordesillas o carretera de Toro. Zamora rompía sus muros y derribaba sus puertas medievales. San Pablo, Santa Clara, San Torcuato y Santa Anna. Se urbanizaban sus nuevas calles y plazuelas (Mateos, 2006, pp. 271- 272). La capital muda su paisaje configurando un conjunto arquitectónico sobre la ciudad rural. La construcción de nuevos edificios se hizo aprovechando las ruinas de los que en su día fueron lugares históricos y otros desamortizados. Figura 9. Calles de Viriato y San Andrés a finales del siglo XIX. Fuente: Antigua postal de Zamora propiedad del autor. 74 El tramado urbanístico, el volumen constructivo, los espacios abiertos de las nuevas plazoletas (…) la concesión de mayores proporciones en las alturas de los edificios proyectando consecuentemente (…) zonas umbrías que unido a la introducción vegetal: parques, jardines y fuentes, configuraban una tonalidad o cuando menos unas gamas cromáticas distintas. (Mateos, 1989, p. 152). La evolución de los estilos arquitectónicos es obligada no solo por las tendencias o modernismos, sino que entran a tener en cuenta otros factores como son la rapidez de la construcción (…) el abaratamiento de los materiales de la vivienda; y como no, la utilización de los nuevos materiales que nada tienen que ver con la escayola de las impostas, pináculos y dinteles, buscando la lógica de la construcción como verdadera y única premisa. La utilización del hormigón colado supuso una revolución a la hora de encarar las nuevas propuestas arquitectónicas. (Herrero Uña, 2006, p. 118). “Desaparece el recinto murado nuevo, se abre el ensanche y el estilo modernista finisecular adorna el eje de la «City» Zamora desde Renova hasta Santa Clara y San Torcuato”. (Mateos, 1980, p. 7). Álvaro Ávila de la Torre (2009, p. 30) explica cómo fueron las dificultades del Ayuntamiento para poder modernizar la ciudad en esta etapa finisecular: Debido al origen medieval del trazado, a lo que, hay que sumar las intervenciones sufridas a lo largo de los siglos, la mayor parte de las calles zamoranas eran estrechas, irregulares e insalubres, pues en ellas se acumulaban las basuras y las aguas residuales. Por esta razón, el Ayuntamiento llevó a cabo las gestiones pertinentes para el ensanche y ennoblecimiento de las principales vías del casco histórico. A finales de la década de los noventa, Zamora va a contar con planos de alineación de las calles más importantes como la Plaza Mayor, San Torcuato y Santa Clara. Así el Modernismo se apoderará de las nuevas edifciaciones, gracias a la llegada de arquitectos con nuevos aires como Gregorio Pérez Arribas, Antonio García Sánchez-Blanco o el propio Francisco Ferriol i Carreras: El Modernismo en la ciudad de Zamora hay que englobarlo en un período de esplendor de su arquitectura que tuvo lugar entre el último cuarto del siglo xix y las tres primeras décadas del xx. Diversas circunstancias, como la llegada del ferrocarril, la pérdida de 75 la condición de plaza de guerra y el desarrollo de la industria harinera, contribuyeron a este renacimiento arquitectónico. Igual que en el resto de los municipios peninsulares, por aquel entonces el estilo predominante fue el Eclecticismo. (Ávila, 2013, p. 1). 1.3 Cultura y desarrollo urbano 1.3.1. Infraestructuras: Ferrocarril y electricidad Durante 1873 y después de muchas pruebas, se lograría surtir de agua a la capital por medio de máquinas de vapor que extraían e impelían el agua hasta los depósitos ubicados en las cercanías de la ermita del Carmen. “Complemento a la traída de aguas era la construcción de una red de alcantarillado, colector y desagües que se inició en febrero de 1873 (…) y que se prolongó por una veintena de años” (Mateos, 1989, p. 152). También en la segunda mitad del siglo xix, las carreteras de Vigo hacia la localidad de Tábara y la de Valladolid a Zamora, sustituyeron a los angostos caminos. Se construirían las vías desde la capital a Alcañices, Arcenillas, Benavente, Cañizal, Carbajales, El Perdigón, Fermoselle, La Hiniesta, Moraleja del Vino, Villalpando y Villaralbo91. En la capital, se pavimentaron las calles usando piedras del derruido Castillo de Castrotorafe en San Cebrián de Castro y de las canteras de roca granítica de Sobradillo de Palomares en la comarca de Sayago. La construcción de la red española de ferrocarril se desarrolló prácticamente en dos periodos. Uno fue el comprendido entre 1853 a 1866, mientras que el segundo abarcó los años de 1873 a 1896. 91  Para información más detallada sobre las obras e infraestructuras en el siglo xix en Zamora, consultar: Pérez, E. J. (1895). Guía del Viajero en Zamora. Zamora, España: Imprenta Provincial. 76 Figura 10. Línea recién inaugurada del tren Plasencia-Astorga. Benavente, 1898. Fuente: Colección particular de Miguel Ángel Mateos Rodríguez. Emplazada en la calzada Romana de Mérida a Astorga, fronteriza con Portugal y situada al Noroeste de la península, Zamora tiene una indiscutible importancia estratégica, puesta de manifiesto en una porción de hechos históricos todos gloriosos y algunos de ellos decisivos, y evidenciada además en gran variedad de aspectos, hasta tal punto de que difícilmente se hallarán en ninguna otra provincia tan vigorosamente acusados como en esta, los distintos caracteres de suelo, clima, producción y moradores. (Memoria Cámara de Comercio de Zamora, 1934, p. 9). Aunque anteriormente a 1853 hubo tramos en construcción como los de Barcelona-Mataró, Madrid-Aranjuez y Valencia-El Grao y Benifayó; el grueso de las construcciones ferroviarias iba a venir en esos dos periodos anteriormente enunciados. La locomotora de vapor fue el vehículo que hizo posible el cambio revolucionario del sistema de transportes. Procede de la combinación de la máquina de vapor y de un carro reducido a su mínima expresión de una plataforma con ruedas, ruedas que debido al enorme peso que han de soportar exigirán una infraestructura específica, el camino del hierro. (Cordero & Menéndez, 1978, p. 269). 77 Entre los años 1853 a 1866 se construye la primera línea que llega a la ciudad: Medina del Campo-Zamora, de donde debía continuar hasta Orense a través de las Portillas. No sería hasta mediados de siguiente siglo, cuando se terminara dicho tramo, debido a dos causas. La primera, vino establecida por la orografía del terreno –con bastante montaña– que impedía su construcción en esa época. La segunda y más importante, el Estado se desentendería de este tramo, desviando su partida a otras líneas férreas, como el tramo de Palencia-Ponferrada y Ponferrada-La Coruña. Este primer periodo, finalizaría con la comunicación de la zona noroeste construyendo las líneas de Orense-Vigo y León-Gijón. La comunicación entre Medina del Campo y Zamora, se inauguró el 20 de marzo de 1864, junto con la estación y la carretera de acceso de la misma a la ciudad. El presupuesto de la línea férrea fue de dieciséis millones de pesetas, aunque su coste real ascendió a más de dieciocho (Cordero & Menéndez, 1978, p.264). El ferrocarril supuso para Zamora la comunicación a Madrid y Valladolid a través de un medio mucho más rápido y seguro que las carretas, caminos carreteros y de herradura. Los primeros años fueron muy fructíferos para el transporte de mercancías, ya que productos perecederos pudieron entrar y salir de Zamora hacia Madrid con mayor rapidez. La lista de productos que se transportaban eran el trigo, la harina o los garbanzos. Pero también, el vino, los tejidos, el carbón y las piedras. Los viejos mercados comarcales se especializaban ampliando sus ámbitos de intercambio. De esta forma las frutas de Toro, los vinos de Fermoselle y Toro, los garbanzos de Fuentesaúco, el ganado sayagués, los trigos baratos de Zamora y Tierra de Campos o las explotaciones mineras –bien que de tipo artesanal– de Aliste y La Carballeda (pizarras bituminosas, wolframio y granito para la construcción) a través de las nuevas rutas se integraban en el gran mercado nacional originando las nuevas clases sociales burguesas, quienes ante la favorable coyuntura económica crearán una fugaz ilusión de progreso. (Mateos, 1989, p. 108). Con la segunda etapa de construcción del ferrocarril en España, se le concederá importancia a la zona oeste que lindaba con Portugal entre el norte y el sur. Se trataba de unir Asturias con Andalucía. “Es la etapa en que propiamente se llevan adelante una serie de «líneas políticas»; en que el ferrocarril, cubiertos los objetivos básicos, comienza a prestar atención a las zonas desatendidas del país”. (Cordero & Menéndez, 1978, p. 258). 78 La provincia de Zamora es ciertamente un espacio excéntrico desde una perspectiva territorial y muy mal comunicado, lo que en el contexto del escaso desarrollo de las infraestructuras y sistemas de transporte durante una gran parte de los últimos doscientos años, equivalía casi al más completo aislamiento. (Calderón, 2007, p. 69). Será en este momento, cuando el gobierno dará importancia a esta vía paralela a la frontera del país luso, para unir Galicia y Asturias con el resto de redes viarias. El propósito fue el de conectar Orense, Vigo y Palencia con La Coruña, para más tarde hacer lo mismo en el trayecto de Pontevedra con Vigo. Con ello, el próximo reto sería la creación de las líneas transversales para enlazar zonas marginales como la «Vía de la Plata» desde Huelva hasta León. La línea Plasencia-Astorga pasando por Zamora y Benavente con casi 350 kilómetros de longitud. Durante la década de los 90 del S. xix repunta la construcción e inauguración de nuevas líneas entre las que destaca, en julio de 1896, la de Plasencia a Astorga pasando por Hervás, Béjar, Guijuelo, Salamanca, Zamora y Benavente (estaciones significativas desde el punto de vista comercial y de pasajeros); se completaba la que fue denominada ruta de la Plata que unía los puertos de Cádiz y Sevilla con el de Gijón y que conectaba, en la meseta norte desde Salamanca y Zamora en Medina, con la que desde Madrid se dirigía a la frontera francesa de Irún por Valladolid y Burgos y, en Astorga, conectaba con la entrada a Galicia por Ponferrada desde León. (González Cascón, 2014, p. 61). Figura 11. Red de ferroviaria española durante el siglo XIX. Fuente: Wikipedia. Montaje de imagen por el autor. 79 La línea desde Zamora, contaría con comunicaciones hacia el norte con León, Asturias y Galicia; y hacia el sur con Salamanca, Extremadura y Andalucía. Este detalle no es baladí, debido principalmente a que los primeros exhibidores cinematográficos, escogen esta ruta para publicitar el invento desde Galicia y Asturias hasta Andalucía pasando por Zamora. “El 21 de junio de 1896 quedaba inaugurado el último y definitivo trayecto Zamora-Astorga por Benavente con una extensión de 120 kilómetros y un coste de ochenta millones de reales92” (Mateos, 1989, p. 108). A parte del ministro Moyano, Mateos concede mucha importancia a Práxedes Mateo Sagasta, jefe del gobierno y diputado por Zamora desde 1881, quien puso su empeño “constante y eficaz” para que Zamora adquiriera notoriedad en el país. Excepcionalmente, determinadas coyunturas crearán una efímera ilusión de progreso; la construcción de las primeras carreteras y líneas de ferrocarril abrirán, cierto es, nuevas perspectivas, pero habiendo sido su consolidación tardía e imperfecta (…), se vieron pronto frustradas, al tiempo que contribuyeron a acentuar los ya de por sí notorios desequilibrios intraprovinciales. Pese a todo, y en términos generales, apenas se verá modificada la estructura económica tradicional; la agricultura continuará siendo básicamente la subsistencia, la industria prácticamente inexistente, y por ende, el tráfico comercial extraordinariamente reducido, hecho que, de alguna manera, condicionó tanto la dotación como el ritmo en la construcción de la infraestructura de transporte, tan necesaria para el desarrollo provincial (Calderón, 1993, p. 251). En 1896, comenzará a funcionar la primera fábrica para suministrar energía eléctrica, creada por generadores movidos por máquinas de vapor. “La puso en marcha Isidoro Rubio en lo que fuese la capilla del desaparecido Convento de Comendadoras de San Juan de Jerusalén, junto a la Iglesia de Santa María de la Horta”. (Casquero, 2005, p.141). El precedente más antiguo del alumbrado público en Zamora, data del año 1778 en que el Ayuntamiento lo estableció, empezando por suministrarlo en las plazas y calles más transitadas, alimentando los faroles por aceite; y posteriormente, extendiéndolo a otras calles de la población, por petróleo, cuyos pregones de la «lucilinera» en las tardes breves y grises del invierno, rimaban tan bien con el aire recogido y silencioso de la ciudad por aquella época (Cámara Oficial de Comercio e Industria. Zamora 1946-1950. Memorias, p. 141). 92  Miguel Ángel Mateos hace referencia al Real, ya que fue esta la moneda base hasta que llegó el Sexenio Revolucionario donde se impuso la peseta en 1868. 80 Ya en mayo de 1897, la empresa Electra Zamorana, cuyo ingeniero era Federico Cantero Seirullo93, suministraba luz desde la central por líneas eléctricas hasta algunas calles de la ciudad. Un año más tarde, Federico Cantero Villamil94, presentó un proyecto para la creación de una presa sobre el Duero en la Dehesa de San Julián. A través de un túnel, pretendía obtener fuerza hidráulica suficiente como para suministrar de electricidad toda la capital y los pueblos de alrededor. Lo que favorecería a la industria, la agricultura, la tracción mecánica y la minería en la provincia: Al detallar la utilidad de las instalaciones proyectadas, comienza por mostrar el abaratamiento del alumbrado debido a que el nuevo sistema no necesita combustible alguno como fuente de energía, y cómo, principalmente por ese abaratamiento, podría extenderse este tipo de iluminación a los menos favorecidos económicamente, y a las ciudades y pueblos que estuvieran en un círculo de radio de sesenta quilómetros con centro en Zamora. (Quintela et al., 2010, pp. 3-4). Ese año de 1897 edificios municipales, así como el Teatro Principal se engalanaron con luz eléctrica lo que favoreció que el 11 de septiembre, la presentación del kinetoscopio de Edison en el coliseo. 1.3.2. Teatro, espectáculos y medios de comunicación El primitivo Patio de Comedias data de finales de finales del siglo xiv cuando las monjas del Monasterio de Santa Paula, venden la propiedad a Andrés Vázquez Miranda. Así lo describe Concha Mª Ventura que además narra como el comprador adquiere el edificio para su hermano Francisco, el cual realiza la primera reunión de caballeros regidores en el ya Patio de comedias en 1606. El recinto cubierto sufrió varios cambios en su estructura durante los 93  Padre de Federico Cantero Villamil, ingeniero de la primera presa sobre el río Duero unos años más tarde. 94  Para más información sobre este ingeniero consultar: Quintela, F. R., Ramos, P. A. H., Redondo, R. C. & Arévalo, J. M. G. (2010). San Román de los Infantes, primer salto del Duero. En Técnica Industrial. Madrid, España: Fundación Técnica Industrial; Chapa, A. (2007). Los saltos del Duero. Reflexión sobre una investigación histórica. En VV.AA. Necotium xix, xx y xxi, Comercio e Industria en Zamora. (pp. 120-132). Zamora, España: Museo Etnográfico y Junta de Castilla y León; Diego, J. (2007). Archivo Histórico de Iberdrola. Fuentes documentales para la investigación histórica de la industria eléctrica en Zamora. En VV.AA. Necotium XIX, XX y XXI, Comercio e Industria en Zamora. (pp. 180-195). Zamora, España: Museo Etnográfico y Junta de Castilla y León. 81 siglos xvii y xviii, llegando incluso a casi desaparecer. Aunque no fue hasta el xix95 cuando su planta sufrirá una gran remodelación: salida de humos en el cielo raso, tres órdenes de palcos y la sustitución de las columnas de madera que lo sustentaban por unas de hierro (Ventura, 1998, pp. 15-31). Figura 12. Planos del Corral de Comedias y el Teatro Principal. Fuente: Ventura, 1988. El paso del tiempo hizo que el recinto fuera adquirido por el Ayuntamiento en 1806, para venderlo en 1874 a Eduardo Calmarino. Dos años más tarde, se construyó el conocido Teatro Principal, bajo los cimientos del antiguo patio y con diseño de Eugenio Durán96. El local poseía un aforo para novecientas localidades, con entrada independiente, cafetín y 95  Para más información sobre el recinto durante el siglo xix, ver: Matilla, A. (1994). La desamortización civil y el Teatro Principal de Zamora. En Anuario del I.E.Z. Florián de Ocampo (pp. 405-407). Zamora, España: Diputación Provincial. 96  Ávila de la Torre se basa (2009, p. 225) en la documentación conservada (A.H.P.Za., A.M.Za, obras, sign. 673-15). No hay datos sobre el responsable y artífice de la intervención del Coliseo, pero sus indicios le llevan a Eugenio Durán, ya que por aquellas fechas en Zamora no existía ningún técnico capaz de hacerse cargo de una actuación de esa envergadura. 82 otras dependencias que fueron utilizadas –con el tiempo– para actividades culturales. Al no edificarse ex novo tuvo que adaptarse al solar existente, un espacio en pleno corazón de la ciudad ubicado entre la calle San Vicente y dos pequeñas callejas que comunicaban con aquélla con la Cárcaba y Riego. Su planta en L complicaba la distribución interior, aunque el maestro de obras supo ubicar con facilidad vestíbulo, sala, escenario, cafetín bien decorado y otras dependencias que han sido para casinos pero que utilizadas únicamente para el teatro le darían más holgura, seguridad y comodidad. (Ávila, 2009, p. 225). Figura 13. Ilustración del Teatro Principal. Fuente: Romina Domínguez García, 2018. A parte de las representaciones teatrales y bailes de máscaras o de sociedad, se llevaban a cabo, como reza en los libros de cuentas: óperas y zarzuelas, juguetes cómicos, cuadros vivos, cuadros disolventes, títeres, equilibristas, volatines, físicos acróbatas y contorsionistas, sombras chinescas, juegos de manos, canariosa, perros, desfile de modelos, compañías de revista, flamenco, ballet, mítines políticos, etc. (Ventura, 1988, p. 69). 83 Durante los últimos años del siglo xix y primer cuarto del xx, el Coliseo97 fue la sede de los primeros exhibidores cinematográficos, para más tarde, ofrecer sesiones de cine y varietés. En gran parte de esta investigación, se hará mención a dicho coliseo por ser uno de los lugares de ocio de la sociedad zamorana durante los primeros años de la pasada centuria. Ya a comienzos de 1800, gracias a Cesáreo Fernández Duro tenemos constancia de la llegada al Teatro Principal de la Compañía de Ópera Bernardo Lentini presentando –junto a máquinas de caballos y títeres– las famosas sombras chinescas (Fernández, 1928, 21 de enero. Apuntes de historia del teatro en Zamora. Heraldo de Zamora, p. 2). A parte del teatro, surgirían espectáculos al aire libre o en recintos habilitados en los que recalaban empresarios ambulantes ofreciendo circo, teatro de guignol y otras representaciones. También llegaban fotógrafos ambulantes que inmortalizaban a la clase burguesa, ansiosa por tener su primer retrato individual o con la familia. Las ferias de Botiguero se convertirán en la época en la que estos cinematógrafos ambulantes recalaran en la ciudad a través de barracas. También, durante las ferias de San Pedro, de septiembre o la Semana Santa, algunos exhibidores llegarían a la ciudad presentando los llamados “cuadros”. Desde el principio fue conocida como Feria de Botijero, nombre que posiblemente le venga de la palabra botiga, es decir, tienda de mercader, o de botiguero o mercader de puerta abierta. Se celebraba en la denominada Feria en la explanada situada en la zona norte de la ciudad entre las murallas y el arrabal de San Lázaro frente a la Puerta de San Bartolomé. (Ferrero & Martín, 2006, p. 30). Años hubo en que la afluencia de forasteros fué (sic) tan importante que no quedó mesón o posadilla que pudiera albergar el sin número de traficantes que a Zamora llegaban, teniendo que improvisarse tiendas y barracas, para su alojamiento, en las inmediaciones de la ciudad. Los visitantes disfrutaban de toda suerte de diversiones: panoramas y polichinelas, máquina real, volatines y sombras chinescas. (Heraldo de Zamora, 29 de febrero de 1928, p. 1). 97  La prensa lo denominaría con ese nombre. 84 Es de destacar la gran cantidad de vecinos de los pueblos que –aprovechando las ferias– recalaban en Zamora para comprar utensilios o víveres imposibles de conseguir en sus localidades de origen. De ahí que un porcentaje de esa gente, aprovechara para disfrutar del espectáculo cinematográfico del que solo habían oído hablar. La Feria tenía lugar en diversos puntos de Zamora, como la Plaza del Cuartel Viejo de Abajo, la explanada junto a la Plaza de Toros o en el barrio de Pinilla. Las variedades incluían teatro y cine, exhibiciones de fieras de circo y círculos privados de recreo y compañías ambulantes que recalaban en la ciudad. (Así se divertían nuestros abuelos, 24 de junio de 2001. La Opinión/El Correo de Zamora, [Especial San Pedro], p. 45) Con respecto a la prensa, el primer periódico de la localidad fue el Boletín Oficial de la Provincia, cuyo primer número se publicaría el 1 de septiembre de 1833, coincidiendo también, con la consolidación de las diputaciones provinciales. A partir de ahí y hasta la última década del siglo xix, en Zamora fueron numerosos los medios impresos que salieron a la luz por toda la provincia. Los avances tecnológicos de los últimos años del siglo xix y principios del xx estarán directamente relacionados con la aparición de empresas periodísticas o editoriales que modernizarán sus estructuras financieras y maquinaria de impresión. (Burrieza, 1993, p. 487). Miguel Ángel Mateos (2006, pp. 265-280) narra la historia de la prensa con gran clarividencia. Boletín de Ventas de Bienes Nacionales, El Avisador Municipal, El Genio del Duero, La Estrella Zamorana y El Duero fueron los pioneros. Más tarde aparecerían los efímeros y carentes de medios La Vecindad, El Progreso Zamorano, La Revolución, El Galopín, La Bandera Morada, El Eco de Viriato, El Popular Zamorano, La Gobierna de Zamora, La República y El Toresano. Con la Restauración, la prensa de Zamora se atomizará, tratando temas de interés general en Zamora y su provincia. Los más destacados fueron El Eco de Zamora, El Eco del Duero, La Defensa de Toro, La Propaganda y La Feria. Mientras la capital se nutría de plumas iconoclastas como La Zamora Ilustrada98 o La Enseña Bermeja. 98  Como decía su director: La revista Zamora Ilustrada se consagró durante 2 años (1881-1883) a reunir y publicar grabados de los hombres ilustres, monumentos, costumbres y paisajes de la provincia. Álvarez, U. (1889). Historia general civil y eclesiástica de la provincia de Zamora. Zamora, España: La Seña Bermeja. 85 Coetáneos a la llegada del cinematógrafo y fuentes primarias de esta investigación han sido los diarios: Heraldo de Zamora (1896) y El Correo de Zamora (1897). El 1 de diciembre de 1896 los talleres de la imprenta Calamita alumbraban el primer número de uno de los periódicos de mayor calidad en la región, inspirado en El Norte de Castilla, con cuyo propietario de entonces, Santiago Alba Bonifaz, le unían lazos consanguíneos y políticos. Fue su primer director Enrique Calamita Matilla, cuya saga lo perpetuaría hasta su incidentada desaparición en 1942. Venía a coordinar y consolidar a la familia del fusionismo sagastino, ya en el ocaso del viejo pastor, en un momento en que se iniciaban las tendencias en el partido y Requejo apacentaba con veneración, respeto y favores la grey liberal zamorana. La empresa del Heraldo fue tan notable y decisiva que los sectores tradicionalistas católicos y tradicionalistas, un tanto dispersos, pero muy influyentes, disponían de nada menos que de cuatro concejales en el Ayuntamiento de la capital, estaban muy extendidos por Aliste, Sanabria y las comarcas del Pan y del Vino. Para contrarrestar la influencia del gran periódico liberal. (Mateos, 2006, pp. 271-272). Figura 14. Instalaciones del Heraldo de Zamora a comienzos del siglo XX. Autor: Somoza/Duero. Colección Prieto Cirac. Filmoteca Regional de Castilla y León. 86 El Heraldo de Zamora estaría presente hasta 1942, fecha en la que el régimen franquista –personificado en el Delegado Nacional de Prensa del Movimiento– decidiría su cierre por su corte liberal. Un año después de la llegada del Heraldo, en 1897 aparecería El Correo de Zamora, sustituto de El Eco de Viriato, semanario este fundado en 1870 por José Pérez Cardenal. Venía ahora con mayores vuelos, y más espíritu de perseverancia, más protegido desde el Palacio Episcopal y con mayor pluralidad y dinamismo entre sus fundadores y colaboradores. (…) Nacía como diario extrarrégimen para romper lo que ellos denominaban «los enjuagues del sistema» y lo hacía de una manera bronca y radical, en defensa del ideario integrista y carlista, que obedecía a la consigna «Dios, Patria y Rey». (Mateos, 2017, p. 42). El diario nacía bajo la necesidad de competir con el peso político y oficial que poseía el Heraldo en aquella época. De ahí que se incluyeran entre sus fundadores a intelectuales y miembros de la cultura como Luis Chaves Arias –fundador de las cajas de ahorros-, Francisco Antón Casaseca –director del Museo de Bellas Artes de Valladolid o Ursicino Álvarez Martínez99 a la sazón, fundador de la Junta de Fomento de la Semana Santa y gran artífice de la revista literaria semanal Zamora Ilustrada. Tuvo su sede en los locales del Círculo Tradicionalista –número 49 de la calle Santa Clara– y tras sus avatares durante el pasado siglo, se fusionaría a finales del mismo con otro rotativo, La Opinión de Zamora, dando como resultado La Opinión/El Correo de Zamora. Durante 2017 el periódico cumpliría sus 120 años celebrando numerosos actos100, una exposición y la publicación de número especial impreso el pasado mayo. 99  Es de destacar su estudio sobre la historia de Zamora: Álvarez Martínez, U. (1889). Historia general civil y eclesiástica de la provincia de Zamora. Zamora, España: La Seña Bermeja. 100  http://www.laopiniondezamora.es/aniversario/ 89 CAPÍTULO 2. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL CINEMATÓGRAFO EN ZAMORA: 1897-1915 2.1. Antecedentes La llegada del cinematógrafo a la ciudad de Zamora se hizo esperar. El 28 de diciembre de 1895 el invento de los hermanos Lumière se presentó en París101. Algunos autores ya lo destacaban en sus investigaciones: El cine nació en el año 1895 como fruto de un parto múltiple: Los hermanos Lumière dieron a conocer su “Cinematógrafo” en Francia; Alberini, en Italia; William Paul, desarrollando los logros de Friesse-Greene, presentó el “Animatógrafo” en Inglaterra; Skladanovski hizo lo mismo con su “Bioscopio” en Alemania; y, finalmente, Latham y Th. Armat en Estados Unidos hicieron proyecciones con sus respectivos aparatos, el “Panoptikon” y el “Fantáscopo” (que, perfecciones en 1896 por Edison y Dickson respectivamente, se transformaron en “Vitascopio” y “Biógrafo”…) (González López, 1984, p. 244). La premiére représentation publique et payante eut lieu, en effet, dans le sosu-sol du Grand Café, qu’on nommait le Salon Indien, boulevard des Capucines, le 28 décembre 1895. Le cinéma venait au monde dans la stupeur. Le propriétaire du Grand Café, peu rassuré, avait préferé un fixe de 30 francs par jour au traditionnel pourcentage de 20 pour 100 sur la recette. (Bardèche & Brasillach, 1964, I, p. 9). El cine, industria y espectáculo de masas tal como hoy lo conocemos, no fue en sus orígenes más que el hermano pequeño de un amplia y ramificada familia de sistemas de representación que, con un determinado soporte técnico, trataban de captar la mirada de un espectador al principio sorprendido, y muy pronto subyugado por las posibilidades casi infinitas que los nuevos artilugios ofrecían a su imaginación… (Frutos, 1993, p. 5). También en Polonia se trabajó sobre las imágenes en movimiento. El pionero fue Kazimierz Proszyski (1875-1945), que construye en 1894 un aparato llamado Pleograf, que perfeccionará cuatro años más tarde. En Rusia, Jossif Timtschenko (1852-1924) patentó en 1880 varias máquinas fotográficas y, durante 1893 en la Universidad de Odessa, con la ayuda del profesor Lubimov, construye su primera cámara de película continua. Pero al igual que Aleksei Sanarski e Ivan Akmov, que también elaboraron 101  Para conocer de manera más rápida los cines ambulantes que se establecieron en Zamora, veáse Apéndice 8. 90 distintas cámaras, ninguno de ellos alcanzó el debido reconocimiento, eclipsados por la industria francesa, porque ya en 1896 los Lumière enviaron representantes a San Petersburgo, donde el éxito les acompañó. (Martínez Álvarez, 1992, p. 29). El cinema, la fotografia en moviment, no havia estat la invenció d’un sol home ni d’un país, sinó un fet col•lectiu resultant d’una situación de maduresa tecnològica i científica que es manifestà en la profusió d’aparells, sorgits entre 1890 i 1897, tots amb la mateixa finalitat, per mitjans en bona part coincidents. (Sbert, 2001, p. 15). Unos meses más tarde, el 13 de mayo de 1896 se presentó en Madrid y el 10 de diciembre lo haría en Barcelona (González, 1984). En septiembre, el invento recaló en las ciudades de Valladolid102 y Salamanca, donde fue presentado a la sociedad castellana. La aparición de tan prodigioso invento y el éxito (o más bien curiosidad) con que se vió (sic) coronado desde el primer instante, era la comidilla de todo Madrid, pues durante muchos días fué (sic) el tema obligado de todas las conversaciones, constituyendo una propaganda tan formidable como barata, la cual no pasó desapercibida para unos españoles inquietos, ávidos siempre de sensaciones nuevas para su negocio de espectáculos (Cabero, 1949, p. 28). La aparición y desarrollo del cinematógrafo coincide con la actividad del grupo de escritores que comienzan en el periodo histórico-literario de finales del XIX y principios del XX, en el que sobresalen dos movimientos llamados posteriormente Modernismo y Generación del 98. (Utrera, 1981, p. 11). Ya el 26 de diciembre de 1894, un colaborador de los hermanos lioneses, expresaba la invención del aparato en el periódico Lyon Repúblican: Añadamos por fin, a pesar de cometer una indiscreción que nuestros dos sabios compatriotas los hermanos Lumière, a quienes la ciencia fotográfica debe un número importante de ingeniosas invenciones, trabajan actualmente en la construcción de un nuevo Kinetógrafo, no menos notable que el de Edison del que los lioneses tendrán las 102  Más información sobre Valladolid en la reciente obra de Soria, M. A. (2017). Valladolid de Cine y Teatro. Valladolid, España: Ayuntamiento de Valladolid. 91 primicias, pensamos, dentro de poco. (Letamendi & Seguin, 1996, p. 26). Lo que los hermanos Lumière crearon, (…) fueron las fotografías animadas, y su trabajo debería ser visto necesariamente como parte de la historia de la fotografía. Las vistas Lumière pertenecen tanto, a la historia de las vistas fotográficas como a la historia del cine, si no más. (Gaudreault, 2007, p. 19). 2.2. Kinetoscopio y Animatógrafo No fue hasta el once de septiembre de 1897, cuando se presentaría en el Teatro Principal de Zamora, el llamado entonces Kinetógrafo o Kinetoscopio103. El coliseo fue el antiguo Corral de Comedias. “Nació, como su nombre indica, para que tuviesen lugar en él las representaciones teatrales públicas que tanto auge alcanzaron en España a partir del siglo xvi” (Ventura, 1988, p. 65). Figura 15. Kinetoscopio de Edison. Fuente: Filmoteca Nacional. Fotomontaje por el autor. 103  El Kinetógrafo consistía en una cámara tomavistas tan grande que Edison la llamó la “caja del perro”. Mientras el Kinetoscopio era el sistema para la visualización de esas imágenes, una vez impresionadas. 92 El Correo de Zamora relataba la llegada del invento en su edición de ese 11 de septiembre: “En el Teatro Principal se dará a conocer esta noche el kinetógrafo, espectáculo que ha causado la admiración en todas las ciudades” (El Correo de Zamora, 11 de septiembre de 1897, p. 3). Dos días antes en el Heraldo de Zamora narraba la presentación del invento de Edison: “El sábado próximo abrirá sus puertas nuestro teatro para dar a conocer a este público el Kinetógrafo, maravilloso descubrimiento de la fotografía animada” (Heraldo de Zamora, 9 de septiembre de 1897, p. 3). También se presentaba el llamado Graphaphone o fonógrafo perfeccionado. Más de dos años habían pasado desde que el invento llegara a Madrid, como bien lo reflejaba La correspondencia de España del 23 de mayo de 1895, citada por Letamendi & Seguin (1996, p. 28): Es verdaderamente digno de ser visto el kinetóscopo que se exhibe en la carrera de San Jerónimo, 34. Las fotografías de movimiento que constituyen el último invento logrado por Edisson [sic] son un espectáculo curiosísimo. En el kinetóscopo se ven las figuras animadas; se ve al equilibrista Caicedo realizando sus arriesgados ejercicios en la maroma, a la bailarina Carmen Otero, que tanto furor hace en París, su graciosa danza y otras escenas entretenidas que ofrecen extraordinaria novedad. Sin duda, fue la primera vez que se exhibían imágenes en movimiento en Zamora, aunque no tal como se conocen en la actualidad. El kinetoscopio104 era en realidad un artilugio individual donde el espectador -tras introducir una moneda- colocando el ojo dentro de un orificio, disfrutaba de imágenes en movimiento. En 1890 había construido (refiriéndose a Edison) su Kinetógrafo, que consistía en una cámara oscura dentro de la que circulaba, con movimiento uniforme, una película sensible, la cual pasaba por el foco de un objetivo descubierto periódicamente por un rápido obturador. Las impresiones se sucedían a razón de 46 segundos, o sea 2.750 impresiones por minuto. La película que utilizaba era de celuloide y había sido inventada por George Eastman (1854-1932). Edison le había ordenado fabricar tiras 104  “Edisson (sic.) no podía pensar en proyectar sobre un lienzo esta síntesis del movimiento, porque aún intensificando la fuerza luminosa, la forzosamente brevísima duración de la luminosidad no hubiera permitido obtener una proyección que interesase al público”. ¿Quién ha inventado el cine? (1924). En El Almanaque de “El cine”. Barcelona, España. 93 de 35 mm. con cuatro perforaciones en los bordes. (Martínez Álvarez. 1992, p. 24). Hoy es muy conocido el cinetoscopio…, aparato en que fundiéndose en la retina las imágenes sucesivas de un curso rápido de instantáneas representativas de sucesivos momentos del movimiento complejo de un objeto cualquiera, se engendra con maravillosa verdad la impresión de tal movimiento, impresión psíquicamente más real que cada una de las instantáneas. (Unamuno, citado por Utrera (1981, p. 119). Al igual que ocurriría en Europa y el resto de España, en la ciudad de Zamora, que por aquella época contaba con dieciséis mil almas, el invento vino acompañado de la Segunda Revolución Industrial finisecular. Este tipo de espectáculos fue conquistando, a principios del siglo xx, una parcela de ocio de la población española (…). Tales condiciones sólo son posibles en las sociedades industriales, más o menos desarrolladas, en las que las obligaciones laborales y sociales están ya separadas no apareciendo, como ocurría en las sociedades agrarias del Antiguo Régimen, mezcladas en un todo, en el que era imposible distinguir obligación y satisfacción. (Madrid, 2009, p. 54) Las clases burguesas y aristócratas fueron las que en primer lugar pudieron disfrutar del espectáculo cinematográfico, debido a su curiosidad científica. Ciertamente, en sus comienzos el cine no fue considerado un arte, sino una curiosidad científica, una faceta de la fotografía o un espectáculo de entretenimiento, pero a medida que su lenguaje fue evolucionando se fue revalorando hasta adquirir un estatuto artístico. Ricciotto Canudo –un crítico y esteta originario de Italia, pero radicado en Francia– fue el primero en reconocerlo en 1911, en su célebre Manifiesto de las Siete Artes, la séptima de las cuales era el cine como síntesis de las otras seis: pintura, arquitectura, escultura, poesía, danza y música. (Cartman, 2016)105. Sin duda, son los comienzos del llamado “cine primitivo”, definido así por varios investigadores. Aunque autores como Gaudreault (2007, p. 26) lo definirían como “cinematografía-atracción”: 105  Para más información sobre el cine como arte ver: Canudo, R. (1911). Manifiesto de los Siete Artes. En Romanguera y Alsina (Eds.) (1989) Textos y Manifiestos del Cine. (pp. 15-18). Madrid, España: Cátedra. 94 Dentro de este período que desemboca en la institucionalización del cine, identificamos dos “modos de práctica fílmica” sucesivos. El primero de estos modos dominó durante el más inicial de los periodos de la historia del cine, hasta 1908; mientras el segundo extenderá su dominio hasta alrededor de 1914, Llamamos al primero el “sistema mostrativo de atracciones” y al segundo el “sistema de integración narrativa”. Este artilugio se había introducido como atracción en los espectáculos circenses y teatrales ambulantes a través de un empresario inglés: “Mr. Rousby es ya conocido en España. (…) Y, ¿qué he de decir ¡Ah, señores! Del animatógrafo que presenta ahora en el circo?” (Palacio, 1896, p. 6). Se desconoce con exactitud quienes fueron los empresarios que llegaron con el artilugio a la ciudad del Duero. El investigador luso Videira Santos (1990, p. 176) afirma que Francisco Pinto Moreira, pionero del cine portugués, filmó junto con el empresario Julio Verde, dos corridas de toros en la provincia de Salamanca. El aparato que utilizaba era un Animatógrafo, versión inglesa del Kinetógrafo americano de Edison: “Pinto Moreira acompanha a Salamanca o empresário Júlio Hermenegildo Verde (…), que ali se deslocava para obter contractar para a temporada que se aproximava”. Francisco Javier Frutos y Juan Antonio Pérez Millán (2001, p. 181) también destacan la visita de Pinto Moreira a través de las crónicas de El Adelanto de Salamanca. No es de extrañar que este artilugio fuera el que se presentara en la ciudad del Duero en septiembre de 1897, ya que en Portugal se presentó el invento de Edison con el nombre de Animatógrafo. Las investigaciones sobre la llegada de las imágenes en movimiento en Lisboa, son contradictorias. Tres son las fechas que se barajan: La primera exhibición de este sistema, que asombró a cuantos lo conocieron, hízose (sic.) el 11 de mayo de 1896 en el Circo de Parish; un norteamericano, Mr. Rousby, que formaba parte de la compañía de espectáculos internacionales de Hugo Herzog, presentó la máquina de Edison con el nombre de Animatógrafo, que todavía se aplica en algunos países –Portugal, concretamente– para designar las proyecciones en movimiento. (Fernández Cuenca, 1948, p. 239). 95 Mientras que el investigador luso Pina (1986, p. 12) señala: “Parece que o cinema entrou em Portugal dentro de um «kinetoscópio» de Edison, em Março de 1895 (…). Essas primeiras imagens terão sido montadas em Lisboa, mas o interesse da capital pelo novo meio não passou de curiosidade” (Pina, 1986). Parece un hecho constatado que desde Lisboa se establecían relaciones con ciudades y zonas de la geografía española que por razones de cercanía cultural pero sobre todo por facilidades derivadas de accidentes geográficos e infraestructura de transportes, conectaban mejor con la capital portuguesa que con las dos capitales españolas de mayor relevancia: Madrid o Barcelona. (Soto, 2010, pp. 86-87). La hipótesis de Begoña Soto, hace referencia a que los medios de transporte entre España y Portugal en la etapa finisecular, obviaban las fronteras y los límites geográficos, tomando como línea principal zona de influencia en la introducción del cinematógrafo en la península, la totalidad de Portugal entre el noroeste y suroeste de español (Soto, 2010, pp. 89-90). También García-Manso (2010, pp. 16-17) advierte de que la primera sesión de cine en Portugal tuvo lugar en Lisboa el 18 de junio de 1896, cuyas proyecciones fueron realizadas por Edwin Rousby, un proyeccionista de la empresa de Robert William Paul, fabricante británico del proyector de cine llamado “teatrógrafo” (Théâtrophone). Por último, Letamendi & Seguin (2004, p. 51) en su obra sobre Los orígenes del cinematógrafo en Cataluña señalan que: Otro caso a citar entre los pioneros foráneos es el súbdito portugués Francisco Pinto Moreira, que el mes de septiembre de 1896 llegó a Salamanca con la intención de rodar una corrida de toros, según se expone en algunos diarios. El luso efectúo una serie de proyecciones desde el día 11 de ese mismo mes con lo que denominada Animatographo Portuguez. Resulta paradójico que, diez días después se presentara a pocos kilómetros el Kinetógrafo en el Coliseo zamorano. ¿Sería este Animatógrafo de Pinto Moreira el que recalara el sábado, 11 de septiembre de 1897 en el Teatro Principal de Zamora? Sobre este tema, de momento, hay mucha incertidumbre. Por un lado, los medios de comunicación no recogen quién o quiénes son las personas que presentan el invento. Por otro, si fuera el aparato del cineasta 96 luso, ¿por qué se llamó Kinetógrafo y no Animatógrafo en los dos medios impresos de la capital? Se ha confundido tradicionalmente al Animatógrafo con el Kinetoscopio: aunque se trate de aparatos parecidos, el espectáculo es totalmente diferente, según se ha podido observar a través de la prensa reseñada. Sin duda, ese menosprecio de los historiadores se debe al deseo de conceder mayor preeminencia a la llegada del Cinematógrafo, que se presentaría en Madrid dos días después que el Animatógrafo, y con el que obviamente tuvo que competir. (Martínez Álvarez, 1992, pp. 27-28). La investigación de Begoña Soto (2010, p. 90) destaca la importancia del uso generalizado que se le dio al término “Kinetoscopio” en Portugal, trasladado este a la zona del oeste español, se puede pensar que el primer aparato que llegaría a Zamora fue el de Jean Busseret, es decir, un cinematógrafo Lumière. 2.3. El Cinematógrafo Lumiére Como en otras ciudades españolas, lo que hoy se conoce como cine se implantó en la sociedad a través de las barracas y las ferias en las que se exhibía el prodigioso invento. Los mejores locales de aquel tiempo no pasaban de ser toscos barracones de madera, con suelo terroso, bancos de tablas, una gran sábana blanca y una minúscula cabina de proyección; a la puerta se ponía una pizarra con el cartel del día, escrito más o menos elegantemente con pintura azul, ocre o blanca. (Fernández Cuenca, 1949, p. 42). Entre las barracas de atracciones aquel sorprendente invento, el cinematógrafo, se sentía como en su propia casa; y el pueblo, por entonces aún capaz de maravillarse, veía y comentaba con pasión aquellas oscilantes imágenes. (González López, 1984, p. 250). Al contrario que el Kinetoscopio, el Cinematógrafo podía disfrutarse colectivamente, lo que hizo que triunfara en cada una de sus primeras proyecciones. Los españoles estusiasmáronse (sic) con la visión colectiva del cinematógrafo y desdeñaron la individual del cinetoscopio; los aparatos salidos del numen de Edison quedarían relegados a las barracas de feria, a los vestíbulos de algunos teatros, a las 97 estaciones de ferrocarril o a los rincones de los cafés bulliciosos. (Fernández Cuenca, 1949, p. 11). Históricamente en España coincidió con el fin del imperio colonial: Cuba, guerra contra Estados Unidos, independencia de Puerto Rico, pérdida de Filipinas… etc. Aquel inocente artefacto de Física Recreativa que aprovechaba el fenómeno de la persistencia retiniana para excitar el sistema nervioso de sus espectadores con emociones inéditas, estaba abriendo una página nueva en la representación realista del mundo, culminando el itinerario artístico que, iniciado por Stendhal, pasa por Flaubert, Balzac, Zola y el daguerrotipo y los impresionistas. (Gubern, 1988, p. 40). ¿Cuál es el verdadero encanto del cinematógrafo? La vida. La representación viviente y animada de la realidad. Más que cromática, más que fonética, la vida es cinemática. El semidivino secreto del cine es, pues, la vida. Lo admirable, lo hermoso, lo terrible, es ver andar, ver luchar, ver vivir a los hombres y a las mujeres, que no están allí, sin embargo… que no están, tal vez, ya más que allí, bajo el cielo. (Manuel Machado citado por Utrera, 1981, p. 35). A pesar de que en otros rincones de España como Asturias, donde la Guerra de las Colonias iba a hacer mella en los espectáculos (Madrid, 1996, p. 46), Zamora por el contrario iba a vivir un año de proyecciones y filmaciones muy fructífero, tal vez por ser la novedad en ese 1898. Muchos aparatos como el animatógrafo, vitascopio o el bioscopio van a competir con el invento de los Lumière, ofreciendo esas “fotografías animadas” lo que ha permitido múltiples confusiones a la hora de hablar de la llegada del invento a España, aunque sólo el cinematógrafo Lumière se anunciará como tal. (Pablos, 2014, p. 31). El aparato de proyección es sencillamente una linterna mágica, cuyo foco luminoso es un arco voltaico muy potente, y las figuras que se dibujan en el lienzo son fotografías instantáneas tomadas al natural. Cuando se desea conservar para el cinematógrafo una vista cualquiera se preparan varios cientos de placas se hacen diez, veinte o treinta fotografías por segundo hasta terminar la acción que se desea reproducir. Estas fotografías, poco mayores que un sello de correos, se fijan por un procedimiento especial de Lumière en una tira de 98 papel gelatinoso, que puede tener cientos de metros de longitud106. El secreto del invento residía, en realidad, en un sencillo mecanismo (grifa de la escéntrica [sic.]) que permitía el arrastre intermitente de la película, dispositivo que se le ocurrió una noche de insomnio a Louis, que no obstante asoció también el nombre de su hermano a la patente. (Gubern, 1988, p. 33). 2.4. Producción y exhibición ambulante Durante 1898 a 1915, Zamora -como en el resto de localidades españolas- fue testigo de nuemerosos exhibdores ambulantes que recalacaban en la ciudad gracias a las ferias o como acompañamiento a alguna representación teatral. En los siguientes subapartados se analizarán los avatares de estos pioneros del cine, el tipo de público y -en algunos casos- el precio de la entrada. Los empresarios que se iniciaban en el mundo de la exhición, debían comprar un aparato que –a parte de proyectar cintas– puediera filmar nuevos fotogramas. Así intercalaban films importados de Lyon, con grabaciones caseras que realizaban por los lugares a los que se asentaban. Para realizar una panorámica de todos ellos se incluye la siguiente tabla: 106  El Faro de Vigo, 27 de abril de 1897. Citado por García Fernández, 1985, pp. 54-55. 99 Figura 16. Cronograma de los cines ambulantes en Zamora capital (1898-1915). Años de actividad Empresa de explotación Situación 1898-1915 Marques y Azevedo; y desconocidos Teatro Principal 1898 Raminudo Mas Plaza del Hospital 1903 Isidro Pinacho Corralón del Hospicio 1903 Antonio Sanchís (Cinematógrafo Royal Kosmograph) Corralón del Hospicio 1906 Primitivo Vidal Corralón del Hospicio 1906 Agar y Minuesa Corralón del Hospicio 1907 Manuel Tola Corralón del Hospicio 1908 Pabellón Internacional Corralón del Hospicio 1909 Desconocido Ayuntamiento 1909 Cinematógrafo Internacional Les Valery’s Corralón del Hospicio 1911 Gran Cinematógrafo Moderno Corralón del Hospicio 1906-1907 Hermanos Pradera Corralón del Hospicio 1906-1907 Cine Odeón Calle La Reina 1906-1907 Isidro Pinacho Calle Cárcaba 1912-1915 Cine Buenaventura Varias ubicaciones Fuente: El Correo y Heraldo de Zamora. Elaboración propia. Pero ¿quiénes son estos primeros empresarios, a qué sector profesional se adscriben, cuáles son sus contactos para proveerse de material y qué relaciones comerciales mantienen con los productores? Y ¿qué tipo de películas integran sus programas y con qué periodicidad son renovados? De momento no tenemos muchas respuestas pero sí está documentado el importante vínculo que muestran con (…) empresarios de teatros y salones de variedades y feriantes itinerantes que recorren las poblaciones durante las fiestas patronales, los periodos estivales y vacacionales y las ferias comerciales en general. (Cánovas, 2010, p. 21). 100 2.4.1. Tras la pista de Marques y Azevedo El 29 de enero de 1898 procedentes del sur aparecen los portugueses Marques y Azevedo107, junto a la Compañía Hispano Imperial Japonesa108. La idea de estos empresarios era la de presentar su aparato de imágenes en movimiento y de paso, filmar unos cuadros de la ciudad, para ampliar su repertorio. Fueron ellos los primeros en proyectar el conocido como Cinematógrafo Lumière109 en el Teatro Principal de Zamora110: La empresa Lumière fue la única que puso en marcha un complejo sistema de explotación industrial en España. Así, frente a la anárquica exhibición de feriantes, fotógrafos y aventureros de toda clase, ellos apostaron por un sistema que pretendía crear un pequeño oligopolio sobre la base de la calidad de su aparato y de la nitidez que conseguían en sus películas gracias a la extraordinaria emulsión que habían logrado desarrollar en sus muchos años dedicados a la elaboración de placas fotográficas. (Letamendi & Seguin, 2004, p. 108). “El cinematógrafo se contrataba por un breve periodo, entre una semana y un mes. Transcurrido el tiempo estipulado, los proyeccionistas marchaban con su aparato a otra ciudad o a otro salón, de acuerdo con el siguiente contrato”. (Martínez Álvarez, 1992, p. 37). Hay que recordar que El Correo de Madrid en su edición del 14 de mayo de 1896, narraba la llegada a España de las imágenes de Lyon. Citado por Letamendi & Seguin (1996, p. 30): El Cinematógrafo Anoche se inauguró este espectáculo en la Carrera de San Jerónimo, núm. 34, acudiendo mucho público que aplaudió los preciosos cuadros que pasaron ante su vista. Se trata de la proyección sobre un telón blanco, de la fotografía animada, viéndose reproducidos todos los movimientos de personas y objetos que atraviesan la escena. El programa, repetido varias veces ayer, contenía diez números, entre los que son 107  Aunque Marques y Azevedo empresarios lusos, llegaron con la Compañía Imperial Japonesa, permanecieron en Zamora y compartieron cartel con otros compañías, como la de Sánchez de León. Heraldo de Zamora, 4 de marzo de 1898, p. 3. 108  Dicha Compañía aprovechó la línea férrea que unía Benavente con Zamora para presentar el invento en la Villa. Heraldo de Zamora, 7 de febrero de 1898, p. 3, 10 de febrero de 1898, p. 3. y 12 de febrero de 1898, p. 3. 109  Sobre los orígenes del Cinematógrafo Lumière en Portugal ver: Baptista, T. (2010). O Cinema Mudo em Portugal. En Baptista, Parreira & Barreto. Cinema en Portugal. Os primeiros anos. Lisboa, Portugal: Cinemateca Portuguesa. 110  Heraldo de Zamora, 31 de enero de 1898, p. 3. 101 dignos de mención especial la llegada de un tren a la estación, el paseo por el mar, la avenida de los campos Elíseos, el concurso hípico y la demolición de un muro. Por la mañana tarde y noche podrá admirar desde hoy este notable el público de Madrid. En las crónicas de los periódicos de la capital, se hace referencia a una vista de la Plaza de toros de Madrid y de la cuadrilla de Manzzantini y Reverte, en la que alguno de los espectadores, se sintieron toreros por unos momentos. José Caballero (1999, p. 41) relata cómo fue esa proyección en Mérida a finales de 1899: En ese mágico momento en que se hizo la oscuridad, Manzzatini y Reverte (…) daban cuenta de una corrida de toros ante los atónitos ojos de los lugareños. A esta cinta le sucedían vistas diversas, muy en el tipo que abundaba por los cinematógrafos pioneros. Mientras las palabras de Fernando López Heptener que recogen De la Madrid y Cebrián, nos muestran esa relación entre el espectáculo taurino y el cinematógrafo: Desde el principio lo taurino y lo cinematográfico se entendieron bien y eso es así desde que, todavía en 1896, se impresionaron las primeras vistas taurinas para ampliar desde Madrid el catálogo Lumière. (…) Los toreros eran estrellas que, retratadas por el celuloide, alcanzaban a públicos que jamás habían ido a un coso de verdad. (Madrid, 2009, pp. 66-67). El cine se componía de una caseta donde estaba el proyector. (…) A unos 15 ó 20 metros de la cabina de donde salían las imágenes en movimiento y un ruido ensordecedor que sobrepasaba el área ocupada por el público de “pago”, se alzaban dos astas que soportaban la pantalla, la cual debía de ser de una tela muy fina porque por transparencia se veía también la proyección por atrás. (…) Los “potentados” pagaban su localidad de preferencia, que era de una perra gorda (10 céntimos), y los “proletarios” (…) una perra chica (5 céntimos). (Cebrián, 1994, p. 29). En cuanto a la producción cinematográfica, hemos de destacar que en Zamora, los empresarios Alexandre Pais de Azevedo y César Augusto Marques, fueron quienes filmaron el 4 de febrero de 1898, la Salida del tren en la antigua Estación de Zamora, hoy desaparecida. 102 Figura 17. Antigua estación de tren de Zamora. Circa 1910. Colección: Prieto-Cirac. Fondo: Filmoteca de Castilla y León. Román Gubern (1997, p. 16) destaca que “los rodajes locales empezaron a proliferar por una razón fundamental (…) porque a partir de mayo de 1897 los Lumière empezaron a vender sus cámaras a particulares”, mientras que Cabero –años atrás– afirmaba que: La programación era bastante variada, pues la casa Lumière, única proveedora, suministraba material nuevo con relativa frecuencia constituyendo un repertorio considerable y variado, pues los mismos representantes del aparato en cada capital que se instalaban eran los encargados de enriquecerlo con producciones locales más o menos interesantes que eran siempre bien acogidas. (Cabero, 1949, p. 30). En las crónicas de esa época se invitaba a las “señoritas distinguidas de la aristocracia zamorana para que posaran en la grabación” (El Correo de Zamora, 4 de febrero de 1898). En ningún medio consta el precio de las primeras entradas, pero gracias al estudio de Emeterio Díez Puertas (2003, pp. 26-27) se puede afirmar que el espectáculo en Zamora fue visto por las clases con mayor poder adquisitivo: 103 El primer precio que un espectador paga en España para ver las películas del Cinematógrafo de los hermanos Lumière es de 1 peseta. Esta cantidad es muy elevada tanto si la comparamos con el precio del resto de los espectáculos de la época (entre 75 y 30 céntimos) como si tenemos en cuenta el poder adquisitivo de la población: una costurera, que trabajaba diez horas al día, gana 20 céntimos a la hora y un oficial albañil, que trabaja once horas al día, gana 40 céntimos a la hora. Es decir, las primeras sesiones del Cinematógrafo en mayo de 1896 están pensadas para el público aristocrático y burgués de la capital (…). Lo mismo sucede con las primeras proyecciones en Barcelona y en otras grandes ciudades del país. García Fernández (2002, p. 63) concede carta de naturaleza a la importancia de las nuevas proyecciones, ya que los fotógrafos y empresarios teatrales dieron un notable impulso a la creación nacional, impresionando todo tipo de «escenas naturales» y, especialmente, aquellas que fueran de gran interés para los vecinos del lugar. La cinta de la salida del tren en Zamora, emulando a la que filmaron los Lumière –unos años atrás– fue presentada el día 7 de febrero en el Teatro Principal, y en las que se contaron por llenas las sesiones de los cuatro días de las proyecciones alusivas al medio férreo de locomoción. Los asistentes no buscaban que les contaran una historia. Iban a ver «vistas», algunas de pocos segundos de duración. Lo que más atraía, por tanto, era el propio aparato en sí, su capacidad de captar la realidad. Por eso lo que gustaba era observar cosas reconocibles, la propia ciudad u otra muy parecida, o acontecimientos y hechos famosos que hubieran sucedido en aquellos momentos. (Martínez & Sáinz, 1986, p. 9) Nos encontraremos con que las sesiones que precedieron a 1900, estaban por colecciones de vistas, que si no eran Lumière, imitaban su estilo, producto de la mayoría de las veces, de simples anécdotas o del banco de imágenes que el cinematógrafo iba recopilando ya en su andar, tomando vistas al paso. (Madrid, 2009, p. 59). 104 Tomando como referencia a varios investigadores111, Marques y Azevedo compraron en Oporto un cinematógrafo Lumière a Jean Busseret, representante oficial de la casa lionesa para toda la Península Ibérica. Una vez en sus manos, comenzaron su andadura por tierras gallegas, recorriendo entre abril y junio de 1897, las localidades de Pontevedra, Vigo, Tuy, La Coruña, Ferrol y Lugo. Con objeto de dar a conocer estas curiosísimas experiencias, cuya exhibición tanta sorpresa ha producido en Madrid y otras capitales importantes, han llegado a esta población, procedentes de Lisboa y Oporto, dos personas que traen consigo todos los aparatos y útiles necesarios al efecto112. Todo parece indicar que el caso español fue atípico. Así, mientras en la mayor parte del mundo se otorgaron concesiones para diferentes territorios, en la península la casa de Lyon explotó directamente el aparato. Lo más probable es que la dirección de la explotación en España y Portugal dependiera de un economista de la propia empresa francesa llamado Jean Marie Pradel, y que el representante en todo el territorio fuera Jean Busseret. (Letamendi & Seguin, 2004, p. 109). De La Madrid (2009, p. 41) destacaría la forma en la que los primeros filmes se agrupaban por “secciones” con diez vistas cada una. Las proyecciones se organizaban cada media hora, aunque estas no duraban tanto, ya que se contaba el tiempo de cambio de las bobinas, los descansos… Tomando como referencia las investigaciones de este autor y de Saiz Viadero (1999, p. 29), se puede afirmar que Marques y Azevedo, visitaron durante esa época, Asturias (Oviedo y Gijón) y –más tarde– Cantabria (Santander). Los feriantes lusos, llegaron a principios de octubre a Toledo, para más tarde continuar por Talavera de la Reina (Ruiz Rojo, 2009, p. 105) e incluso se desplazaron hasta Fregenal de la Sierra en la provincia de Badajoz. Tras dejar tierras pacenses, subirían de nuevo por la 111  El Periplo por el oeste español de Marques y Azevedo se encuentra recogido por varios autores: Madrid, (2009, p. 36); Folgar y Letamendi. (1997). Los orígenes del cine en Álava y sus pioneros (1896-1897), (pp. 15-16). San Sebastián, España: Filmoteca Vasca; Castro (1996); González, F. (2005). “Primeras filmaciones en Castilla y León”, en Saiz Viadero, J. R. (coord.), Los primeros rodajes cinematográficos en España (pp. 105, 106 y 108). Santander, España: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, Gobierno de Cantabria. Videira, (1990). Lorenzo, J. B. (1996). Asturias. En Caparrós Lera (Coord.). Cine Español, una historia por autonomías. Vol.1. Barcelona, España: FPU. (p.92). 112  El Faro de Vigo, 11-IV-1897. Citado por (García Fernández, 1985, p.54) 105 península, hasta llegar a Plasencia y Béjar, asentándose –más tarde– a mediados de diciembre en Salamanca. Durante casi treinta días permanecieron en la capital charra, haciendo una visita esporádica visita el 9 de enero a Peñaranda de Bracamonte. Por lo que a finales de enero de 1898, estos exhibidores llegarían a la ciudad de Zamora, para permancer hasta finales del mes de marzo. En la ciudad del Duero, ofrecieron varias sesiones de cinematógrafo e incluso realizaron filmaciones de la capital. Durante su estancia en la ciudad, viajaran –gracias a las comunicaciones ferroviarias– hasta la villa de Benavente, para ofrecer sus cuadros junto a la Compañía Hispano Imperial Japonesa en el casino Recreo Benaventano113. En realidad, Marques y Azevedo llegaron a Zamora con la Compañía Teatral «Sánchez de León», donde proyectarían –a principios del mes de marzo– numerosas imágenes, tal como relataba el Heraldo de Zamora: “También el cinematógrafo ofrece para esta noche gran variedad de vistas, entre las que figuran un cuadro religioso de Jerusalén y el célebre puente de Brooklyn, en los estados (sic) Unidos” (Heraldo de Zamora, 9 de marzo de 1898, p. 3). Debido a que estos empresarios lusos ya habían permanecido en Galicia en la primavera de 1897, se puede llegar a la conclusión de que algunas de las vistas que se proyectaron en Vigo y otras ciudades, fueron también exhibidas en Zamora, ya que estas formaban parte del Catálogo Lumière114 (El Faro de Vigo, 24 de abril de 1897. Citado por García Fernández, 1985, p. 55): Jardinero Sorprendido, Trabajos de campo, Campos Elíseos, Artillería española, Duelo a pistola, Niños traviesos, Mar fuerte, Llegada de un tren, Jugadores de baraja, Tigres del jardín, Zoológico de París, Diputación asiática, Carga de un regimiento de caballería española. 113  Ver apartado Cine en la provincia. 114  Para más información sobre este catálogo, ver: Rittaud-Hutinet. (1990). Auguste et Louis Lumière, les 1000 premiers films. París, Francia: Philippe Sers Editeur (véase Figura 33). 106 Figura 18. Fotograma del film New York, pont de Brooklyn (Lumière, 1897). Fuente: Rittaud-Hutinet, 1990, p. 135. En ese mismo mes, los lusos filmarían imágenes de Zamora, tal y como informó el Heraldo de Zamora en su edición del día 14, calificándolas como “vistas de sabor local”115. A finales de marzo continuaron las proyecciones en el Teatro Principal en la que destacan vistas invertidas del cinematógrafo: “En los cuadros fotográficos animados, tuvimos una novedad que bien pudiera llamarse El Cinematógrafo al revés; pues nos hicieron una exhibición de los Baños de Diana, tomando invertida la película que producía un efecto fantástico” (Heraldo de Zamora, 26 de marzo de 1898, p. 2). El cinematógrafo se convirtió en un potente aliado del turismo, estimulando el proceso de reconocimiento, catalogación y construcción simbólica del espacio o de la realidad que debía de ser visitada. (…) Las imágenes turísticas que atravesaron el cine primitivo para vender a los espectadores de otros lugares un cierto sentimiento de atracción hacia lo exótico, lo folklórico, la monumentalidad o la belleza arquitectónica 115  González López (1998) y González García (1997), señalan que Marques y Azevedo tomaron vistas del pueblo de Morales. Dato erróneo, ya que las vistas no fueron de Morales del Vino, sino de Moraleja del vino: Heraldo de Zamora, 18 de marzo de 1898, p. 3 y 22 de marzo de 1898, p. 2. Puede ser que ambos investigadores se centraran en una información aparecida en dicho diario, el 29 del mismo mes, y que se hacía referencia a la salida de estos empresarios a Morales del vino, pero que nunca llegaron a realizar. 107 se han convertido en preciados documentos. (Quintana, 2010, p. 253). Lamentablemente, estos empresarios lusos tuvieron un desencuentro con el dueño del Teatro Principal debido al incumplimiento del contrato. En carta dirigida al director y a los lectores del Heraldo116, Virgilio Llanos, a la sazón empresario del coliseo, relataría que los dueños del cinematógrafo (Marques y Azevedo), habían hecho circular una hoja en la que se informaba de las cancelación de las sesiones de cine, por haber caducado el contrato con la empresa dueña del Teatro. Sintiéndose traicionado, Llanos denunció los hechos en la prensa local, aludiendo que dichos empresarios lusos, no habían cumplido con la última de las quince sesiones pactadas, lo que provocaría el cambio en la imprenta de los carteles de las funciones del día. Más tarde, en el mes de abril, estos empresarios retornarán a Badajoz, ofreciendo su repertorio, primero en Don Benito y más tarde en Llerena. Desde allí se les perderá la pista. 2.4.2. La barraca de Raimundo Mas Junto a Marques y Azevedo y durante las fiestas de Botiguero (anteriormente llamada Botijero), otro empresario, Raimundo Mas117, se instalaría con su teatro de madera118 a mediados del mes de marzo en la plaza del Hospital, ofreciendo películas importadas de París119. “Las barracas de cinematógrafo solían llegar durante las ferias, pero las estancias se prolongaban durante meses, saltándose el reglamento y dando lugar a críticas en las que se presuponían tratos de favor” (Garófano, 1986, p. 88). Surgirán (refiriéndose a las barracas) de dos maneras distintas. Por un lado, con carácter netamente provisional e itinerante, para trasladarse de feria en feria. Por otro, aparecen barracones estables donde el cinematógrafo permanece en locales creados para él. (…) Lo que sucesivamente fue un descubrimiento científico, una curiosidad 116  Heraldo de Zamora, 29 de marzo de 1898, pp. 2-3. 117  Raimundo Mas y Minuesa son dos pioneros que no pasaron desapercibidos para Cabero (1949, p. 37). 118  Heraldo de Zamora, 16 de marzo de 1898, p. 3 119  En la edición del 9 de marzo de 1928, (p. 3) el Heraldo de Zamora dedica un especial a las ferias de Botiguero de 1898 y en las que se incluían espectáculos pre-cinematográficos como el Panorama con vistas de la Exposición de París (véase Figura 35). 108 para la burguesía y una distracción para las clases populares, pronto exige un lugar estable para su desarrollo y expansión. (Martínez Álvarez, 1992, pp. 95-123). De la Madrid (1996, p. 76) destaca que estos primeros exhibidores contaban con facilidades a la hora de presentar sus filmaciones. En los orígenes del espectáculo, los ayuntamientos cedían gratuitamente a los feriantes infraestructuras endebles y poco consistentes. Abundan las cabinas deficientemente asiladas (con ruidos de los propios aparatos de proyección y, lo que es más peligroso, riesgo de fuego, al ser las películas de nitrato de celulosa y no contar con un aislamiento térmico adecuado) y las salas escasamente ventiladas y sin calefacción, al menos en los primeros momentos. (…) Pero es no quiere decir que no pervivan, hasta bien entrada la década de los treinta, retazos de cine primitivo, al aire libre o en condiciones alejadas de las ideales. (Castrillón & Martín, 1997, p. 30). En Semana Santa, Raimundo Mas filma al lado de su barraca sita en la plazuela el Hospital –hoy plaza de Viriato–, las procesiones de la Santa Vera Cruz y del Santo Entierro. También se captaron fotogramas del Desfile de la Cofradía de Jesús Nazareno aunque el sitio elegido por el exhibidor sería la Plaza Mayor. Los cuadros, como se llamaban en esa época a las imágenes captadas por el cinematógrafo, fueron proyectados el Domingo de Resurrección en el Teatro Principal, con mucha afluencia de público. Se tiene constancia por el estudio de Narganes (s.f., pp. 44 y 111) de que este empresario recalaría en mayo de ese mismo año en el Teatro de Variedades de Cáceres. Allí se presentaron cuatro cuadros120 de los exhibidos en su repertorio, referidos estos a la Semana Santa de Zamora121. Las vistas provocaron “un notable impacto entre los espectadores cacereños” (Hurtado, 2000, p. 371). Por este último, autor se pueden enumerar algunos de los cuadros proyectados por Mas en la ciudad castellana, ya que se supone que fueron similares a los proyectados posteriormente en Cáceres: Barco en el mar, Ir por hora…, Ciclistas militares, Puerta de Toledo (Madrid), Góndola de Venecia, Baile de niñas, Batalla de nieve, Juego de tresillo, Corrida de toros (tres cuadros), Botadura del acorazado General Cisneros 120  Los cuadros se habían exhibido dos meses antes en Zamora antes de presentarse en Cáceres. 121  “El cajón de Raimundo Mas medía veintiún metros de largo”: Ruiz Rojo, 2009, p. 95. 109 en Ferrol, Mic Arcace (Correo de la Reina de las Reinas), Bañistas en Lisboa, Duelo a espada y Carga de coraceros. Tras el éxito alcanzado por estas filmaciones, el Seminario Conciliar solicitaría al exhibidor que captara unas tomas de la zona. Lamentablemente ninguna de las filmotecas y archivos consultados, guarda ningún documento sobre este asunto. En los primeros años, desde 1896 hasta 1905 aproximadamente, el sector de exhibición en España estuvo representado por un elevado número de empresarios –quizás habría que llamarlos «feriantes»– que deambulaban por todas las ciudades y pueblos del país llevando sus imágenes animadas. Aprovechaban las fiestas y ferias del lugar para mostrar las bellezas de rincones lejanos y las historias más o menos domésticas impresionadas por los Lumière o los pioneros españoles. Este transitar de un rincón a otro estaba provocado por la escasez de cintas y motivos de que disponían; era muy arriesgado repetir programas en el mismo lugar durante más días de los aconsejables, pues el negocio cerraría al instante. (García Fernández, 2002, p. 179). Durante esos primeros años de infancia del cinematógrafo en la ciudad, eran muchas las informaciones que El Correo y El Heraldo, publicaban sobre las sesiones que se ofrecían en el Teatro Principal y en el Cinematógrafo de Raimundo Mas. Así, cuando en diciembre de 1899 el Teatro Principal de Zamora compre un cinematógrafo Lumière, vamos a ver que con él se traen vistas de las mejores del catálogo Lumière (…) y luego, para las ferias, se instala una barraca en un solar de la calle de las Lonjas, adquiriendo para las ferias nuevas cintas, de “gran efecto y caprichosa novedad”, lo cual puede significar que ya se buscan artículos de Méliès, o Pathé, más apropiados que las vistas Lumière para atraer al público popular a la barraca. (González García, 1997, p. 56). Entre 1897 a 1900, la casa Pathé produjo unos tres mil metros de películas, que junto con Mèliés sumarían más de nueve mil. Estos ciento cincuenta títulos contaban con apenas veinte metros en la que se representaban todos los estilos de la época. (Fernández Cuenca, 1949, p. 203). La prensa de la época ofrece relatos muy sugerentes del interés que el público mostraba por las sesiones dado que, a buena parte de los mismos, siempre asistía un «público selecto, culto y distinguido»; claro que este tipo de espectador no era, precisamente, el que «sostenía» el espectáculo en sí, sino que tenía que valerse del público modesto, de 110 las clases populares que asistían a las proyecciones en los espacios de pie o en bancos sin respaldo, reservado para los menos pudientes. (García Fernández, 2002, p. 180). Los diarios, nuestra principal fuente, fueron muy avaros al incluir información sobre los primeros años del cinematográfico. Raquíticos sueltos y dispersas gacetillas, atrincheradas entre ladrillos de textos en desorden y noticias varias, fueron la única información de los propietarios de barracas o dueños de pabellones durante años. (Madrid, 2009, p. 72). Cabero (1949, p. 92) señala también que los medios de comunicación impresos dedicaban pocas palabras al invento de Lumière. La fama se la llevaban las compañías líricas y espectáculos de variedades a través de numerosas fotografías y varias planas de dedicadas a publicidad “más o menos encubierta”, sostén en muchas ocasiones de estas publicaciones. Aunque se proyectó en 1901 la historia de Aladino y la lámpara maravillosa122 en el Salón del Círculo Colombiano, no se tuvieron noticias de ningún cinematógrafo más en Zamora, hasta 1903. “Esta noche podrán oírse en el fonógrafo que posee el dueño del cinematógrafo establecido en el local del Círculo Colombiano, las marchas fúnebres que tocó la banda del Regimiento de Ingenieros a las procesiones de Semana Santa de 1899” (Heraldo de Zamora, 23 de marzo de 1901, p. 3). Esta efímera sociedad de recreo, de la que fue presidente Víctor Gallego, fue menos conocida que otras como el Círculo del Teatro o el Círculo de Zamora123 y compartía lugar con otras asociaciones en los locales del Casino de Zamora. Sin duda, el espectáculo era visto por unos pocos privilegiados. “El cine tarda años en llegar y la frecuentación es muy pobre. Solo se dan sesiones esporádicamente, sobre todo, coincidiendo con las ferias y con el día del patrón local. El cine (…) suele ser una actividad más del programa de festejos” (Díez Puertas, 2003, p. 28). García Fernández (2002, p. 64) hace referencia al papel de exhibidores que poseían estos primeros pioneros en detrimento de la producción de películas durante las primeras décadas 122  Película de larga duración. Poseía 250 metros, 35 de los cuales eran pintados a color. Fue dirigida por Capellani y la fotografía y el trucaje estuvieron a cargo del español Segundo de Chomón. 123  Para más información sobre esta sociedad ver: Hernández Martín, J. (2005). Los orígenes del edificio del Círculo de Zamora. En Anuario del I.E.Z (pp. 351-362). Florián de Ocampo. Zamora, España: Diputación Provincial. 111 de la centuria. Destacaron los empresarios Estanislao Bravo, Matías Sánchez Hernández, Eduardo Barbajelata, Antonio Sanchís, Enrique Farrús «Farrusini», los Pradera, A. Méndez Laserna y otros muchos; que dejarían su huella por todo el territorio nacional. 2.4.3. Los pioneros Pinacho y Sanchís El 25 de febrero de 1903, El Correo de Zamora informaba de que en la Comisión Municipal del Ayuntamiento, se le había autorizado a don Isidro Pinacho García124, la instalación de una barraca para exhibir un cinematógrafo, situado en el Corralón del Hospicio125 (lugar donde se levanta el Teatro Ramos Carrión en la actualidad). Entiéndase por tales barracas, pabellones y casetas; se trata de un ámbito caracterizado por la confusión terminológica ya que se llamaba “pabellón” tanto a la instalación construida con lona y madera como a las que se levantaban con hierro y ladrillo; de igual manera, la denominación de “coliseo” se aplicaba para definir al mismo tiempo emplazamientos y modestas e inestables barracas. (Barrientos, 2003, p. 18). Álvarez Benito (2005, p. 20), Saiz de Viadero (2009, p. 82) y García Fernández (1995, p.43 y 1985, pp. 66-72) recogerían la huella de este exhibidor ambulante recalando primeramente en León en junio de 1904, seguidamente en Santander con motivo de sus ferias de julio, para más tarde, en octubre de 1905, asentarse en la capital abulense. García Fernández destaca el recorrido de Pinacho por las diferentes provincias españolas hasta llegar a Galicia, donde regentó varios locales cinematográficos, produciendo varias cintas. El profesor, enumera las películas proyectadas por Pinacho: La colmena maravillosa, El hada de las flores, Los chicos de la escuela, Cazadores de liebres y Suiza a la luz de la luna, entre otras. Se supone que estos films serían exhibidos también en Zamora. Fue en ese momento –en 1903– cuando la clase obrera y trabajadora de la ciudad admiraría las imágenes fantasmales que salían de la oscuridad. Juan Carlos de la Madrid (2009, pp. 86- 87) narra cómo antes de la Gran Guerra, existiría el llamado “teatro para pobres”, donde los 124  Isidro Pinacho asentó su negocio en la ciudad de Valladolid, fundando en 1906 junto a varios empresarios la Sociedad Regular Colectiva Mercantil “Pinacho, Costilla y Compañía”. AHPVa, Hacienda. 125  Álvaro Ávila de la Torre (2009, p. 57) explica el origen de este terreno, con la creación de la calle Alfonso XII. Esta costanilla fue un terreno conocido como calleja de Cosme, donde se unían el Palacio Provincial y el patio del Hospicio (véase Apéndice 1. Figura 1). 112 artesanos y obreros fueron absorbidos por el nuevo invento. El cinematógrafo se hace itinerante y popular. Alcanza a todas esas gentes que son siempre atraídas por la publicidad vociferante de los que intentaban allegarles hacia sus espectáculos. Ante la predicción de futuro, la «mujer barbuda» o el «hombre elefante», el nuevo invento ofrece únicamente unas imágenes que se mueven sobre un lienzo blanco, en el que se representa un sinfín de números cómicos que se harían más o menos graciosos si la continuidad del paso de manivela se ralentizaba o aceleraba. (García Fernández, 1985, p. 139). Contemporáneo al de Pinacho llegaría a Zamora el Cinematógrafo Royal Kosmograph, cuyo empresario valenciano, Sanchís, pagaría al Ayuntamiento la cantidad de ciento cincuenta pesetas por permanecer un mes en la capital126. Este fue, desde 1898, uno de los primitivos exhibidores que recorría con su cinematógrafo ambulante gran parte del país. Ruiz del Olmo (2010, p. 79) primero y Clemente de Pablos (2014, p. 38) después, atestiguan la presencia de Sanchís127 (Sanchiz)128 en verano por tierras malagueñas y segovianas en los meses de octubre y noviembre de 1898 respectivamente. Durante el recorrido entre ambas localidades, el empresario recalaría con sus imágenes en la capital de España129. Estos barracones, teniendo en cuenta las deficiencias de los primitivos y con la experiencia adquirida, ya se levantaban bajo nuevas orientaciones, en solares amplios, y aunque seguían siendo de madera, las portadas de los mismos y su decoración interior estaban realizadas con tan refinado gusto que parecían palacios encantados. (…). Estos barracones (…) ya no se construían con cuatro tablas mal avenidas como los primitivos, dispuestos siempre a ser desmontados para continuar su vida nómada por esos pueblos de España. (…) Las fachadas de los barracones eran decoradas con pinturas de colores chillones y en su mayoría poseían el magnífico órgano «Limonaire Frères», con figuras alegóricas de movimiento que llamaban la atención. (Cabero, 1949, pp. 58-63). 126  Según Madrid, (2009, p. 33), Antonio Sanchís, además de ser la primera persona que dio a conocer el cinematógrafo Lumière en Gijón, también acudió durante años a Asturias con sus cinematógrafos ambulantes e incluso fue empresario de algunos locales estables del Principado. 127  Saiz de Viadero (2009, p. 83) también lo nombra con motivo de su asentamiento en Santander durante 1905. 128  Laguna en su estudio (1997, p. 20) cita al empresario con el apellido Sanchiz. 129  Clemente de Pablos se basa en las informaciones de La Tempestad de Segovia, 27 de noviembre de 1898. 113 Rafael Garófano (1997, p. 155) afirma que Sanchís, tras su efímera instancia en Madrid, a primeros de diciembre llegaría a Cádiz, apareciendo con su “elegante y confortable pabellón” según las informaciones de El Diario de Cádiz el 3 de diciembre de 1898. Días más tarde, el mismo medio definiría la barraca: Tiene amplitud bastante (sic.) y están cómodamente instaladas las sillas sobre el pavimento de madera, haciéndolo así más confortable y menos expuesto para los espectadores a los efectos de la humedad. Las paredes están tapizadas por telas rojas y el techo con lienzo negro impermeable a la acción de la lluvia. La galería central, de menos precio, tiene entrada independiente y suficiente espacio. (Garófano, 1997, p. 156). Sanchís es mencionado en numerosos estudios sobre los pioneros cinematográficos. Juan Manuel Álvarez Benito –por ejemplo– en su estudio sobre el cine en León, enuncia al empresario, cuya instancia se produjo a principios de siglo xx en Asturias: En 1900 había abierto un local en la avenida Elduayen y poco más tarde otro en la Puerta del Sol, en Vigo. Desde 1902 era fijo en las ferias de Gijón. (…) fue uno de los empresarios que mejor supo utilizar las posibilidades del espectáculo y evolucionar con él haciéndose cargo de teatros estables donde triunfó con sus sesiones de cine y varietés, cuando vio peligrar el mundo de las barracas. (Álvarez Benito, 2005, p. 18). García Fernández (1985, pp. 60 y 167) describe el periplo de Sanchís por Vigo y destaca como el empresario llegó a instalar otro cinematógrafo en 1905 en un solar de la Puerta del Sol, propiedad del Señor Pardo130. Por último, Pérez Rojas (1986, p. 60) define la barraca con “una portada de entrada a su interior “arquitectónica” y un “magnífico órgano”. En Zamora, Sanchís proyectaría las imágenes de la Coronación de S.M. D. Alfonso XIII y Madrid y sus fiestas; y la archiconocida película de George Mèliés: Viaje a la Luna131. Recuerdo que, un buen día y con letras muy grandes, sobre la pizarra que a la puerta de uno de estos Cines anunciaba el programa de aquella noche, apareció este letrero: «Un viaje a la luna». Película de largo metraje. ¡Cinco minutos de duración! 130  Utilizaba el telégrafo para sus contrataciones. 131  Saiz de Viadero (1999, p. 41) destaca la visita de este cinematógrafo a Santander con el nombre de “Cosmographe Faraud”. 114 Ya pueden ustedes imaginarse la expectación que produjo el anuncio. Con gran asombro vimos en aquella película desarrollada en forma humorística, todos los preparativos de los sabios de entonces. (Acevedo, 1962, p. 3). Begoña Soto (2014, pp. 81-98) define lo que significó el año 1902 para la cinematografía española: “No cabe la menor duda de que es el «año Méliès» en España, además de por el número de referencias, por ser el año de Viaje a la luna (Le voyage dans la Lune)”. Desde que los fabricantes de aparatos de toma de vistas instalaron sus negocios, Méliès, que mientras tanto había construido también otro “kinetógrafo”, dejó de ocuparse de la fabricación de estas máquinas, pues prefería dedicarse exclusivamente a la composición de vistas teatrales. (Mèliés, 2013, p. 37). La barraca de Sanchís, como la calificaba El Correo, poseía asientos muy precarios que se rompían con facilidad y se encontraba en condiciones bastante malas. No se poseen datos de los precios de esas entradas en Zamora, pero según cuentan los historiadores cinematográficos, en otras ciudades españolas, el cine estaba al alcance de todos pero en condiciones bien distintas. García Fernández (1995, p. 205) señala que los precios en aquella época en una ciudad de provincias como Ávila eran: * Año 1904: 15 céntimos/butaca. * Año 1907: 20 céntimos/butaca. * Año 1908: 1,5 pesetas/butaca preferencia; 1,25 pesetas/silla galería y 1,25 pesetas/silla general. En Castilla y León, entre 1898 y 1904 los salarios de los mozos y jornaleros se situaba en 1,75 pesetas sin comida y en 1 con comida, cuando el presupuesto familiar –matrimonio y dos hijos– rondaba la 1,89 pesetas/día. En los años diez, un trabajador del campo, ganaba, por término medio, un jornal diario de 1,93 pesetas y si colaboraban mujer e hijo alcanzaban las 4,16 pesetas/día, cuando su presupuesto se situaba en las cinco pesetas. (García Fernández, 1995, p. 207). Había (…) dos motivos por los que al cinematógrafo sólo acudían gentes, por lo general, de un nivel cultural bajo: La calidad artística de las cintas no había progresado en lo más mínimo (…). El pueblo bajo tenía un pasatiempo con el que distraer sus 115 males. (García Fernández, 1985, pp. 139-140). También Santos Zunzunegui (1985, p. 55) destacaría que aunque el nivel de vida permanecía inalterado durante esos años, no fue óbice para la subida o mantenimiento de los precios de los espectáculos cinematográficos. Estos se desplomarían: “A lo largo de los años diez «pese a los incrementos del costo de la vida», permanente durante esos años, el ocio cinematográfico no solo no se había encarecido, sino que se había abaratado en términos relativos”. 2.4.4. Los hermanos Pradera En Zamora fueron años en que los dos cinematógrafos, Pinacho y Sanchís132, junto con el situado en el Teatro Principal, compartieron presencia en la sociedad hasta enero de 1906. Fecha en la que los hermanos, Ramón y Manuel Pradera133, empresarios que, ya en 1904 se asentaron en dicha capital vallisoletana, con el Salón de su mismo nombre, sito en el Campo Grande, recalaron en Zamora con su cinematógrafo ambulante134. El catorce de septiembre de 1904, los hermanos Pradera inauguran el primer cinematógrafo estable de Valladolid. Se trata de un simple barracón, del estilo de los «pabellones de «proyecciones» que se empezaban a instalar por todo el país… Se caracteriza de la sesión cinematográfica, en la que el Pradera entraba de lleno, por combinar los números de music hall con las proyecciones, de películas de pocos metros. De esta combinación nació un tipo de espectáculo muy popular, que perduró muchos años. (Martín & Sáinz, 1986, p. 10). 132  La barraca de Sanchís debió estar ubicada en la calle Cárcaba, durante 1910. El Correo de Zamora, 21 de febrero de 1985, p. 6. 133  Probablemente Ramón y Manuel fueran los hijos de Manuel Pradera Antigüedad, pionero del cinematógrafo en España y que junto a sus hermanos Julio y José, alcanzarían gran éxito con sus barracas y locales fijos por el norte de España. 134  Álvarez Benito (2005, p. 18) localiza a los hermanos Pradera en la capital leonesa por septiembre de 1904. 116 Figura 19. Cinematógrafo ambulante Pradera. Circa 1900. Fuente: Archivo Municipal de Valladolid. Fondo fotográfico. En la Semana Santa de 1906 Pinacho y los hermanos Pradera pagarían 288 pesetas con 50 céntimos de contribución al Ayuntamiento. Los cuadros proyectados durante la Feria de Botiguero, fueron filmaciones del Lago y vistas generales de Ginebra y Un viaje a Suiza. En el Corralón del Hospicio, no solo se proyectaron imágenes del extranjero, los empresarios pucelanos, aprovecharían su estancia en Zamora para filmar la Jura de Bandera de los reclutas incorporados en el Regimiento de Toledo, el Batallón Infantil y Vistas de Zamora. Estas grabaciones, junto con otras que poseían de su archivo, fueron proyectados durante sus días en la ciudad. Queda constatado que los hermanos Pradera contaban con un laboratorio ambulante para revelar las cintas, para posteriormente proyectarlas. Lamentablemente, esas cintas también han desaparecido. A partir de 1903 el cinematógrafo entre en su fase de popularización del espectáculo, como vemos a través de la progresiva inclusión en los programas de cintas de temas cómicos. Con un sentido educativo novecentista, junto con las ganas de agradar a todos los ciudadanos. (Pablos, 2014, p. 227). 117 Se tienen noticias de que los hermanos Pradera recorrerían con su Cinematógrafo: Galicia, Cantabria, Albacete (Ruiz Rojo, 2009, p. 104) y Bilbao (Ansola, 2009, p. 154)135. Según afirma José María Folgar (1997, p. 99), los Pradera estuvieron ese mismo año en Vigo, A Coruña, El Ferrol136, para más tarde llegar a Santander (Saiz de Viadero, 2009, p. 84). También El Adelantado de Segovia, en su edición del 26 de abril de 1906 informaba de que los hermanos habían llegado a la ciudad, procedentes de Zamora y otras capitales del centro y norte de España (Pablos, 2014, p. 43). Clemente de Pablos (2014, pp. 45-46) enumera las películas proyectadas por los Pradera en Segovia, gracias en la edición de mayo de 1906 del Diario de Avisos. Lo que hace suponer, que estas fueran las mismas cintas que exhibieron unos días antes en Zamora: La célebre Fregolina, El Teléfono, Little Pitch (excéntrico), La cocina maldita, La cacería en Riofrío, La duda del Ratero, El niño goloso, La grua encantada, La primera salida de un alumno, De Damasco á Jerusalén, Una mirada en cada piso, La vendetta, Fuegos artificiales, Un parroquiano impaciente, El Kade Walk de los enanos, Sport de patines en La Coruña, El abanico mágico, Luis XIV y su corte, El cigarro de una cena, El más célebre ilusionista, Los excéntricos Lacanne, Panorama nevado de León, Juan malo o la vuelta al bien, La trampa de los lobos, Los dos frailes, La alegría de los niños en la noche de Reyes, La mariposa, Baño de Elefantes, Los pobres importamos, El río de oro, El borracho y la manguera, Sport infantil (carreras de bicicletas de madera), Un furioso enamorado, Llegada del presidente Loubet à Madrid, Maniobras de Carabanchel, Carrera de automóviles de 1905, El joven que desea casarse, El teniente Riaño, La muñeca viviente, La pesadilla de una mosca, Caballos y perros amaestrados y Un drama en el mar, Ciclistas y leones, La siesta de los niños, El paraguas fantástico, Gran colección de monos, Lectura de una nueva novela e Historia de la célebre aventura de Robinsón, Una mala broma, El desayuno del gato, Parque de surtidores de las fuentes de Versalles, El cuadro extraordinariamente cómico, El ganso de Navidad –colores–, Gracioso viaje a través de lo imposible, Ladrón de manzanas, Minué de Reyes, Cásate y verás, Un traje improvisado, Grandes regalos de balandras en vela, Odisea de un campesino en París. 135  Aunque con ínfimos datos, Txomin Ansola destaca el paso de algunos de los pioneros citados en este estudio como los Pradera, Muniesa o Sanchís. 136  García Fernández (1985, p. 64) ya lo había mencionado años antes. 118 El profesor segoviano también afirma que los Pradera proyectaban dos secciones de cinco o seis cortos cada una, y un intermedio entre ellas. Intercalaban cuadros adquiridos a empresas externas con filmaciones realizadas por ellos mismos en la ciudad de proyección o en localidades cercanas (Pablos, 2014, p. 46). Por último, De Pablos destaca los precios que los Pradera establecieron en la ciudad segoviana. Lo que supone que fueran similares en Zamora: Sillas: 0,5 pesetas, entrada general: 0,25 pesetas, niños menores de diez años y militares sin graduación: 0,15 pesetas. En los meses y años siguientes (refiriéndose a 1898), la competencia entre los distintos aparatos de proyección, la producción fabril de la película, el libre comercio exterior, la rivalidad entre los distribuidores, la competitividad entre los empresarios de salas de espectáculos y, en definitiva, la mercantilización del cine provocan un continuo valor de la entrada, además de mejorar la calidad de las películas, aumentar la duración de las sesiones y perfeccionarse las condiciones de los locales. (Díez Puertas, 2003, p. 27). 2.4.5. El cine Odeón y el Palacio Luminoso Durante los últimos días de enero de 1906 y finales de febrero se anunciaría en El Correo la inauguración de un nuevo cine en la capital zamorana. El Odeón incluía un fonógrafo se presentó el veinticinco de febrero a través de un anuncio en la prensa de la época. Figura 20. Anuncio del Cinematógrafo Odeón. Fuente: El Correo de Zamora, 26 de enero de 1906. 119 No se pueden establecer las características con las que contaba el local, ya que solamente se tiene constancia de que el cine estaba situado en un bajo de una casa de la calle La Reina, muy cerca de la Plaza Mayor. Pasados dos días de su inauguración se vio obligado a cerrar sus puertas por problemas en el aparato de proyección137, lo que obligaría a retrasar su apertura hasta el nueve de mayo. La única noticia que se ha encontrado de este efímero cinematógrafo está fechada dos días más tarde, en El Correo. Allí se publicaría una cartelera con siete cuadros: Paseo de los animales, El amor astuto, La pesca del arenque, La media corta, El hada de las flores, Ladrón de niños y Grandes carreras de caballos138. En el último tercio de 1906, varios empresarios alquilaron el terreno conocido como Corralón del Hospicio. Primeramente, fue Primitivo Vidal quien pagaría diez pesetas al día por instalar su barraca en el mes octubre. Después fueron los socios Agar y Minuesa139 los que alojarían su cinematógrafo, llamado Palacio Luminoso140, en el mismo lugar. Catalina Pulido (1997, p. 76) cuenta como Minuesa alquila un local en la calle Montesinos de Badajoz a finales de octubre de 1906. Aquel lugar que, previamente había servido como presentación del Vitógrafo Mágico, fue alquilado alquilado por diez pesetas diarias. En él ofreció cinco sesiones diarias, desde las seis a las diez de la noche, con precios que iban desde 0,25 pesetas la entrada general, a las 0,25 pesetas la silla. García Fernández (1995, p. 45) hace hincapié en la visita que estos socios hicieron en Ávila entre junio y julio de ese mismo año 1906. Es de suponer que después de Ávila, estuvieran en ciudades limítrofes, llegando a Zamora en octubre. Sánchez Lomba, Pulido y Pachón (1996, p. 251) matizan que Primitivo Vidal en realidad 137  El Correo de Zamora, 4 de abril de 1906. p. 2. 138  El Correo de Zamora,11 de mayo de 1906. p. 2. 139  Minuesa, empresario aragonés, llevaría desde 1899 ambulando con su barracón el Palacio Luminoso por toda España. Saiz de Viadero. (2009, (pp. 79 y 82); y Cerón & Nicolás (2009). Los primeros espacios para la exhibición cinematográfica en la provincia de Murcia. (pp. 208 y 210). En Saiz Viadero, J. R. (Coord.). Los primeros rodajes cinematográficos en España. Santander, España: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, Gobierno de Cantabria. 140  Este Palacio Luminoso no se debe confundir con El Palacio de la Luz del exhibidor zaragozano Ángel Pardo Bayo, cuyo circuito de ferias era el noreste español. Para más información Rubio Marcos, E. (1995). La linterna mágica. Un siglo de cinematógrafo en Burgos. Burgos, España. 120 era el exhibidor “salmantino-zamorano-orensano” del Palacio Luminoso, pero los propietarios de la barraca fueron Agar y Minesa. En la prensa zamorana, no se alude a este detalle del que hablan los investigadores extremeños, pero se dice primeramente que en el mismo lugar y con el mismo barracón, Vidal exhibe películas y más tarde se habla de los señores Agar y Minuesa, lo que hace suponer la afirmación de los tres autores extremeños. También Catalina Pulido y Sánchez Lomba (1997, pp. 274-275) señalan que Vidal ofreció su Palacio Luminoso al Ayuntamiento de Cáceres, primero en 1907 desde Zamora y un año más tarde, por carta remitida desde Orense. Se tienen noticias de que Agar y Minuesa visitaban asiduamente Zamora hasta las navidades de 1906. Así lo testifica El Correo informando del cambio del barracón de su primera ubicación, en el corralón del Hospicio, a la calle Cárcaba141. Los periodistas de la época califican de gran pureza las imágenes de ese cinematógrafo, así como la poca oscilación entre fotograma y fotograma, que hacía que se apreciaran las vistas con mayor nitidez para los espectadores. García Fernández (1995, p. 45) también alude a las películas proyectadas: “Un viaje a bordo de un trasatlántico, cuadro de larga duración; Vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, que es muy probable se tratara de algunos de los cuadros rodados por Ferdinand Zecca entre 1902-1903 para la casa Pathé Frères”142. El arte de Zecca alcanza su máximo primor, como a la grandeza del tema correspondía, en «Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo», («La Vie et la Passion de Jésus-Christ»), una de las obras más extensas de su tiempo, y también de más lenta elaboración. (…) la película había sido un éxito rotundo en el mundo entero, y en parte también por puro entusiasmo artístico y religioso. (Fernández Cuenca, 1948, pp. 342-343). Por su parte, Juan Gabriel Tharrats (1988, p. 82) nos introduce en el mundo de la distribución de la empresa Pathé en aquella época: 141  El Correo de Zamora, 2 de marzo de 1907, p. 2. Esta calle recibe actualmente el nombre de Costanilla. 142  La casa francesa, Pathé Frères ofrecía sus películas por bloques a través de programas semanales en los que se incluían diferentes primitivos géneros cinematográficos. Tharrats, (1988). 121 Pathé decidió ofrecerlas en programas semanales bien aderezados a base de humor, sensiblería, comicidad burda, dramatismo barato, fantasía y reportaje. Ni siquiera debían preocuparse en ir a buscar esos programas sino que gracias al gran tinglado montado por Pathé y su organización, se los llevaban a las mismas ferias incluso incluyendo carteles para la propaganda, y el feriante ni tan sólo tenía que rascarse los bolsillos, sino pagar con parte de los beneficios que había dado el programa de la semana anterior. Aquí radicó la visión de Pathé, lo que hizo grande a su empresa y gracias a lo cual el cinematógrafo en las ferias pasó de ser una atracción esporádica, a un espectáculo continuo e irremplazable. El sistema de transacción comercial entre productores y empresarios-exhibidores estaba mutando. Generalmente, la casa productora, a través de unas listas confeccionadas para los empresarios de todo el mundo, ponía sus películas a la venta. Tónica que continuaría hasta mediados de los años veinte. A finales de 1906 en la calle Cárcaba de Zamora, el empresario Pinacho que al igual que Agar y Minuesa, ofrecía sus repertorios en Ávila entre junio y julio, se instalaría con otro cinematógrafo. Es de suponer que estas dos empresas hicieran el mismo circuito por el oeste español. García Fernández (2002, p. 144) tiene en cuenta los aspectos que marcaban el negocio cinematográfico en aquella época: Los desplazamientos de los empresarios; los códigos telegráficos para dar una mayor fluidez a la contratación de películas; los pagos al contado; el ferrocarril es el medio de transporte más utilizado para el envío de las películas; dependencia total de estos medios de transporte para poder programar; deterioro de la película; diferencia de perforaciones de las películas (Lumière vs. Edison), los empresarios se convierten también en distribuidores ocasionales tras vender o realquilar las películas que habían comprado anteriormente. Pasadas las navidades y bien entrado 1907, el Palacio Luminoso se trasladaría del corralón del Hospicio a la calle Cárcaba. En esta ciudad del Duero, celebraría dos funciones. Una de tarde y otra de noche, con mayor duración y novedad que la competencia y a precios económicos, lo que atrajo a numeroso público por aquel entonces. “Se observa, por los programas propuestos 122 y las intenciones manifestadas, que los propietarios de este Cinematógrafo tienen intención de dirigirse a otros lugares. Por ello, continúan favoreciendo la entrada a su local de aquellas personas que no disponen de medios económicos para hacerlo” (García Fernández, 1995, p. 46). Sin duda, se cree que el Palacio Luminoso tenía unos precios más bajos que el resto de sus competidores. Así lo asegura García Fernández (1995), afirmando que los empresarios Agar y Minuesa en la Comisión Provincial de la Diputación de Ávila, no solo rebajan el precio de las entradas, sino que permiten la asistencia gratuita a los asilados de la Inclusa. El cinematógrafo fue también motivo de causas solidarias en Zamora, tal y como refleja El Correo en su edición del 15 de abril. El diario informaba de que el Ayuntamiento y el dueño del Palacio Luminoso habían acordado que toda la recaudación del día de la taquilla, fuera destinada a los pobres de la capital. Para que el público acudiera masivamente a la sala, la empresa Pradera se solidarizó con la causa, y decidió no ofrecer sesiones de cine. Esto hizo que el Palacio Luminoso recaudara 282 pesetas con 60 céntimos. Recordemos que entre 1905-1907 el metro impresionado de película costaba 1,5 pesetas, y que las películas tenían de media unos 60 metros –las había de 40 y de más de 200 metros –; además, claro está, era diferente comprar un título que, en el caso más económico rondaba las 40 pesetas, que alquilarlo con otra serie de films, fórmula que se comenzaba a utilizar en los primeros años de siglo. (García Fernández, 1995, p. 52). El hueco que dejó vacío el Palacio Luminoso en el corralón del Hospicio, lo ocuparía un mes después, en marzo de 1907, Manuel Pradera que combinó las proyecciones con actuaciones de transformistas. Incluso comenzó a proyectar películas coloreadas, tan de moda en aquella época por la productora Pathé. El público zamorano no respondió como se pretendía a esas novedades, lo que obligaría al empresario vallisoletano a la reducción del precio de las localidades: diez céntimos la entrada general y veinticinco céntimos la de preferencia. Por lo que fueron similares a las entradas de las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, a quince y veinticinco céntimos. 123 2.4.6. El Pabellón Internacional. Otros cinematógrafos ambulantes A finales de mayo, los dos cinematógrafos emigran a otras ciudades, hasta que bien entrado el verano, Manuel Tola, vecino de Zamora, instalaría un cinematógrafo en el corralón del Hospicio. Este contaba con una gran sincronización entre las imágenes y un fonógrafo que amenizaba las veladas con música y efectos. En este punto cabe explorar un matiz diferenciador: con el paso del tiempo el término pabellón se aplica a un espacio más sofisticado que la barraca. Y el cambio de nomenclatura ocurre porque los locales cinematográficos se perfeccionan y resultan cada vez más cómodos para el espectador. (Narganes, s.f., p. 7). A finales de 1907 el empresario Práxedes Sanvicente que gestionaba el Teatro Principal, solicitaría la instalación de un cinematógrafo para ampliar la oferta de espectáculos que poseía el Coliseo. Fue la primera vez que el Teatro contaba con cinematógrafo en propiedad, ya que anteriormente la exhibiciones se habían realizado por compañías y exhibidores ambulantes ajenos al Coliseo. No se han encontrado noticias sobre el cinematógrafo en El Correo de Zamora durante el año 1908. Sus ejemplares han desaparecido. Aunque gracias a las ediciones del Heraldo, se ha podido establecer que –durante ese año– el llamado Pabellón Internacional se asentaría en el corralón del Hospicio. De hecho, una de sus jornadas fue con fines recaudatorios para la Banda Municipal de Música y diversas Cofradías de la Semana Santa. En los primeros días de 1909, el Ayuntamiento de Zamora incluyó en su programa de fiestas, la proyección de películas, gracias a un cinematógrafo instalado en la casa consistorial y en el que se estrenaron filmes tan significativos como La Pasión del Señor (Ferdinand Zecca, 1903)143 o Sansón (Ferdinand Zecca, 1908). Durante febrero y marzo de ese año, el Cinematógrafo Internacional Les Valery´s se asentaría en el Corralón del Hospicio de la capital con motivo de la Feria. Los filmes eran producciones de la Gaumont Film Company, una compañía francesa que en sus inicios comerciaba con aparatos cinematográficos, pero que pronto comenzó a producir cortos para 143  Se supone que es la misma cinta estrenada unos años antes en el Palacio Luminoso con el título: Vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. 124 promocionar su proyector de cámara. Fue la pionera en la producción cinematográfica y tuvo una gran presencia en el panorama audiovisual europeo entre 1905 a 1914, gracias a la creación de sus estudios: Cité Elgé, en la localidad de La Villette, situada al noroeste de Francia. Pathe Frères, competencia de la Gauomunt, tanto en Francia como en el resto del mundo, se asociaría por aquellos años con la Sociedad Cinematográfica de Autores, intelectuales de las letras y con la Sociedad del Film de Arte. Fruto de ello surgió la producción de películas de categoría destinadas al público burgués. La fórmula del film d’art fue plagiada por otros países consistía en la contratación de dramaturgos, escritores e intérpretes de la escena para rodar películas de calidad (Díez Puertas, 2003, p. 329). Surgió así el cine por episodios del cual se hará referencia en el próximo apartado. Figura 21. Puestos de las ferias en Zamora. Al fondo, barraca de cine. Circa 1910. Colección: Prieto-Cirac. Filmoteca de Castilla y León. Las sesiones del Cinematógrafo Internacional en Zamora eran amenizadas gracias al charlatán, Enrique Sanz, el cual anunciaba con su viva voz, las preciosas películas de la productora. 125 Para llamar la atención de los transeúntes seguían en su puesto los “voceadores”, que se situaban en mitad de la calle más concurrida, en las inmediaciones de alguna de aquellas primitivas salas de proyección. A pleno pulmón gritaban sin cesar: “¡Pasen, pasen, señores! ¡Ahora llegan a tiempo para ver la sesión completa!” Estas voces se mezclaban con el continuo repiqueteo de un timbre eléctrico, que funcionaba durante todo el final de cualquier sesión hasta empezar la siguiente. (Méndez Leite, 1965, p. 64). Como anécdota, el 26 de marzo se produjo un curioso suceso. El proyector del Cinematógrafo Internacional sufrió un percance y dejó de funcionar, lo que hizo que el dueño de la barraca suspendiera la función con la devolución del coste de la entrada a los espectadores. Aún así, unas cuantas personas protestaron por el fin de la función e increparon al empresario del cinematógrafo. No se conocerían noticias de ningún cinematógrafo que llegara a la ciudad hasta 1910. De nuevo durante la Feria de Botiguero, el onubense José Romero y más tarde, Evaristo Ruiz explotaron la barraca del corralón del Hospicio. Allí ofrecían espectáculos de cine y varietés, que no tuvieron la aceptación esperada por la pobreza de sus películas y representaciones. Además, la barraca de Sanchís –situada en la calle Cárcaba– contaba con un gran órgano en la entrada, así como actuaciones de imitadores, cupletistas y el ventrílocuo Ariñano. El cinematógrafo en sus primeros años de vida está condicionado a ser una de las atracciones que los pabellones presentan. Es por ello que resaltaban siempre con mayor dedicación textual la actuación de un ventrílocuo, un dúo de actores, del malabarista y del concertista que lo que pudiese ofrecer un aparato ruidoso. (García Fernández, 1985, p. 188). Las sesiones comenzaban a las cinco de la tarde y finalizaban bien entrada la noche. No se especifica del coste de las entradas a dichas proyecciones ni el título o títulos de las mismas, aunque sí que se alude a lo económicas que eran las entradas que hizo que, por primera vez, se combinara la gente del vulgo con los personajes más distinguidos de la ciudad. García Fernández (1995, p. 35) menciona la dificultad con la que cuenta el investigador para poder identificar los títulos proyectados en la época, ya que los empresarios tenían la mala costumbre de renombrarlos a su gusto. 126 Los cinematógrafos no darán funciones hasta el domingo próximo. Tenemos buenas noticias del que se instala en la Costanilla y que es propiedad de Antonio Sanchís. El señor Sanchís tiene el propósito de presentar en Zamora varias novedades cinematográficas, estrenando diariamente bonitos cuadros, acompañando á esto números de varietés que se ajusten en (sic) un todo al buen gusto artístico. (El Correo de Zamora, 18 de febrero de 1910, p. 3). Durante esa época, los cinematógrafos ambulantes comenzaron a contar con películas producidas en España. De Barcelona surgirían las cintas más aclamadas del país, debido principalmente a que la ciudad condal se había convertido en el centro industrial más importante de España. Productoras como Barcinógrafo, Condal Films, Studio Films, Tibidabo Films, Alhambra Films, Falcó Films brotaron en el panorama audiovisual144, afianzándose en el mercado español. También influiría que, países como Inglaterra, Francia o Italia con mayor producción se encontraban inmersos –por aquella época– en la Primera Guerra Mundial145. Barcinógrafo fue una de las productoras más populares, adaptando textos literarios tanto nacionales (El Alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca o La gitanilla de Cervantes), como internacionales (Fridolin de Schiller o Los cabellos blancos de Tolstoi). Ya que los primeros quince años de vida del cine en España, fueron bastante escasos en producciones nacionales146, el investigador José Antonio Bello Cuevas (2010, pp. 185-186) relata cómo a partir de la siguiente década –1911 a 1920– se propondrían nuevos modelos de películas con argumentos basados en obras de autores clásicos y modernos, interpretados con profesionales de prestigio, con lo que el cine español se consolidaría como un espectáculo. 144  Para saber más sobre estas empresas ver: El Cinematógrafo en España. (1925). En El Almanaque de “El Cine”. Barcelona, España. 145  Son de destacar –por un lado– la tabla con el número de títulos por productoras (pp. 119-120) que realiza González López, P. (2010). El espectáculo y la industria del cine en España de 1905 a 1914. Asentamiento social definitivo y tentativas de búsqueda en la producción autóctona; y –por otro– el análisis de Lahoz, J. I. (2010). Films H.B. Cuesta” y la construcción de un cine popular. Una revisión histórica. Ambos En Lahoz, J. I. (Coord.). A propósito de Cuesta. Escritos sobre los comienzos del cine español. 1896-1920. Valencia, España: Ediciones de La Filmoteca (Institut Valencià de l’Audiovisual i la Cinematografia). 146  En su estudio (2010, p. 72), Bello Cuevas muestra una tabla en la que recoge apenas 564 producciones españolas de las que se tenga noticias en el periodo entre 1896 a 1910. Tambien narra cómo más del 90% de las producciones españolas entre 1896 a 1920, se han perdido irremediablemente. 127 2.4.7. Gran Cinematógrafo Moderno En marzo de 1911 –con motivo de las Ferias de Botiguero– llegaría a la ciudad el Gran Cinematógrafo Moderno147, también conocido como Gran Pabellón Moderno. Allí se ofrecían números de cine y varietés a un precio de veinte céntimos la entrada general y de cuarenta la de preferencia148. Un mes más tarde, estos precios descendieron a quince y treinta céntimos respectivamente149. El local se encontraba en el sitio de costumbre, el Corralón del Hospicio, o patio de la Casa del Hospicio150 y era explotado por Manuel Alonso151, a la sazón Conde de La Bisbal. Aunque no se poseen datos sobre el aforo, el local contaba con un proyector bastante perfeccionado, muy superior a los que habían pululado por la capital152. El proyeccionista era José Acevedo (Pepito)153, el cual programaba todos los días nuevas cintas de la casa Pathé junto con el trío Petits Oro, lo que provocó que las primeras sesiones se contaran por llenas. Terminadas las obras de decorado é (sic) instalación de nuevos y elegantes aparatos de luz, el próximo miércoles abrirá sus puertas este confortable y bonito Pabellón, donde la nueva Empresa se propone presentar los más notables números de varietés, alternando con preciosas vistas cinematográficas proyectadas con un aparato moderno y que muy justamente ha de ser admirado por su perfección (Heraldo de Zamora, 6 de marzo de 1911, p. 2). Las películas se proyectaban desde las cuatro de la tarde, aunque la de las siete y media era la de moda por aquella época. Algunos títulos que pasaron por El Moderno fueron: Coronación del Rey Alberto de Bélgica, Industria de cigarrillos, La fuerza del destino o El héroe de la jornada, junto a números de varietés como la canzonetista Mary Jolette o la coupletista Bella Laura. El público que acudía al espectáculo del Pabellón, era mayoritariamente burgués y de 147  Este lugar de exhibición poseía el mismo nombre y precios de taquilla que uno ubicado en la ciudad de Melilla entre los años 1907 y 1909. Así lo relata Saro, F. (2009). Los cines de Melilla y la aventura de Marruecos. (pp. 192-194). En Saiz Viadero, J. R. (Coord.), Los primeros rodajes cinematográficos en España (p. 95). Santander, España: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, Gobierno de Cantabria. 148  Datos recogidos en el Heraldo de Zamora, 7 de marzo de 1911, p. 2. 149  Heraldo de Zamora, 28 de marzo de 1911, p. 2. 150  Heraldo de Zamora, 14 de marzo de 1911, p. 2. 151  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L2-197. 152  Heraldo de Zamora, 8 de marzo de 1911, p. 2. 153  Heraldo de Zamora, 1 de abril de 1911, p. 2. 128 alta alcurnia. Fue aquí donde comenzó a despuntar el gran maestro Haedo154, siendo miembro del terceto Haedo-Valle-Antón, cuyos acordes acompañaban los números de varietés que se ofrecían en el Pabellón. Junto a ellos tabién destacaría El Sastre, apellido del explicador de las cintas cinematográficas proyectadas, las cuales eran calificadas de “caprichosas y de refinado gusto” (Heraldo de Zamora, 7 de abril de 1911, p. 2). De este Pabellón se dejan de tener noticias el 19 de abril, suponiendo la marcha del mismo a otras localidades españolas. Con estos atractivos y la extraordinaria rebaja de precios que la Empresa ha tenido el plausible acuerdo de conceder en beneficio del público, á este ameno, culto e instructivo espectáculo asistirá una selecta y numerosa concurrencia, y la sala del Pabellón ha de verse muy animada y favorecida. (Heraldo de Zamora, 29 de marzo de 1911, p. 2) 2.4.8. La figura del explicador A parte del público, otro elemento a tener en cuenta fue la figura de los explicadores que perduraron hasta bien entrada la década de los años treinta. Personalizaban las películas a su gusto, repitiendo escenas con comentarios jocosos y animando con bastante silabeo y en voz alta para que el público participara en su representación (Castrillón y Martín, 1997, p. 90). El explicador solía ser un individuo de reconocida facilidad de palabra y convincente tono, que, ayudado por un puntero, iba señalando en el mismo lienzo de plata las figuras que iban apareciendo y dando las originalísimas explicaciones para que el vulgo pudiera comprender lo que iba sucediendo. (Méndez Leite, 1965, p. 65). Hay que reconocer la importancia que los explicadores tuvieron, en España como en todas partes, en el incremento de la afición del público a las exhibiciones cinematográficas, pues hasta 1910 no se generalizó el empleo de los letreros intercalados en las películas, para aclarar todos los pasajes de la acción que lo necesitaran. (Fernández Cuenca, 1949, p. 42). 154  Para más información ver Calabuig, S. (1989). El Maestro Haedo y su tiempo. Zamora, España: Diputación de Zamora; y Haedo, J. (2016). Primera aproximación al archivo personal del maestro Haedo. Inventariado de documentación inédita y análisis de la repercusión a nivel nacional de la Real Coral Zamora durante los años 1925 a 1935. (Trabajo Fin de Grado). Universidad de Salamanca, Salamanca, España. 129 Al igual que sucedería en la mayor parte de Castilla, en Zamora el encargado de esta labor sería el propio proyeccionista que recitaba de memoria pasajes para divertimento de la clientela en los llamados cinematógrafos errantes: Al carecer los aparatos de un sonido que relatase las distintas secuencias, eran los propios operadores quienes mostraban todo aquello que la cinta iba mostrando. Las personas que asistieron a aquellas pretéritas sesiones cuentan que, lejos de suponer un inconveniente, la falta de recurso sonoro reportaba un aliciente al espectador, ya que las narraciones de los espectadores eran en extremo ingeniosas y provocaban gran diversión entre el público. Buscando seducir a los asistentes, los proyeccionistas inventaban ocurrentes relatos recitados de memoria. Esta situación motivó que la elocuencia de los narradores fuera uno de los méritos más apreciados por los espectadores del cinematógrafo errante. (Román & Blanco, 2002, p. 30). En Zamora, esta la labor de explicador fue encomendada a Fernando Francisco, alias “El Sastre”. Este era muy conocido por todos los vecinos, gracias a su honradez, sus múltiples trabajos y su gran carisma. De hecho, por las noches -tras terminar la jornada laboral- este peculiar personaje, se dedicaba a empapelar la ciudad con todo tipo de carteles para ganarse un dinero extra. Durante su etapa de explicador, fueron numerosas las anécdotas que llegó a protagonizar. De hecho, su sola presencia, producía gran algarabía entre los espectadores del Teatro Principal: Nuestro héroe comenzó el ejercicio de sus funciones y… era de ver los buenos ratos que hacía pasar con la serie de disparates que decía, desentonando, por supuesto con el contenido de las escenas de la película. “Los transeúntes le persiguen…” decía, cuando algunos individuos corrían tras de otro en aquellas películas tan inocentes. Y cuanto decía, era de este calibre. (Mostajo, 1942, p. 2). “El Sastre” se colocaba en la zona del Principal, llamada “Paraíso”, de manera que su voz -velada, pero aguda y chillona- pudiese llegar a todos los rincones del coliseo. Con el tiempo, los explicadores fueron sustituidos por los dobles, personas que hablaban imitando el sonido de los diálogos de los actores en pantalla, así como los ruidos procedentes de la misma. 130 Los «explicadores» de películas fueron suplantados pronto por unos enemigos terribles (…) fueron los precursores del cine sonoro, o sea, lo que hoy llamamos «dobles» de las películas habladas… pero éstos detrás de la pantalla; procedimiento llevado a cabo por personajes de carne y hueso y con acompañamiento de tiros, roturas de vajilla, músicas y demás ruidos apropiados al ambiente que se quería servir. (Cabero, 1949, p. 65). Aún en los años treinta y cuarenta, durante las proyecciones de cine sonoro, si alguna película estaba mal sincronizada, el público de la sala pedía que “El Sastre” saliera a explicar la escena. 2.4.9. Balance de las exhibiciones en la ciudad (1898 a 1915) Como colofón a la exhibición ambulante y, gracias al vaciado de prensa, a continuación, se incluye una relación del número de cintas estrenadas que se complementan con la relación de todos los títulos estrenados en el Apéndice 2. Figuras 22 y 23. Tabla y gráfico con el número de películas estrenadas. Año 1898 1901 1903 1906 1909 1912 Total 34 1 8 72 7 4 Teatro Principal 18 0 0 0 0 2 Cines Ambulantes 16 1 8 72 7 2 Elaboración propia a partir del Heraldo y El Correo de Zamora. 131 En los primeros años de vida del cinematógrafo en Zamora, en el Heraldo y El Correo de Zamora, se informaba con pequeños sueltos, sin inluir -en la mayoría de los casos- el título de las proyecciones, por lo que el número de las mismas es inferior al que en realidad debió de haber. Aún así, se ha de tener en cuenta que, hay años completos en los que no se han recogido títulos, registrando el año 1906 como el más fructífero en cuanto a cintas de estreno en cines ambulantes. En realidad es una estimación de películas proyectadas por los hermanos Pradera que -posiblemente- fueran las mismas que presentaron en Segovia,días antes (Clemente de Pablos, 2014, pp. 45-46). No se pueden establecer estadísticas por falta de estrenos en años completos, como sucede con 1913 a 1915. 2.5. Consolidación de las salas estables 2.5.1. Cine Buenaventura Durante las Ferias de Botiguero de 1912 Juan Buenaventura instala su cinematógrafo en la calle Cárcaba en el que incluía un órgano para amenizar las veladas. Entre estas barracas era célebre la de Buenaventura, que anunciaba desde el tablado de entrada, su voz en grito los títulos que ofrecía cada noche y que, de vez en cuando insistía diciendo: «Para la doble, es para la doble», sencillamente porque a las 8 de la noche presentaba una sesión más larga que las anteriores, cobrando también el doble de precio por las localidades. (Acevedo, 1962, p. 3). No se tienen noticias de las películas proyectadas pero sí se ha encontrado documentación sobre los impuestos del timbre al Estado. La barraca de Buenaventura poseía un aforo de 242 localidades repartidas en 82 sillas de preferencia a 0,30 pesetas; 80 entradas generales a 0,15 pesetas y 80 medias entradas a 0,10 pesetas155. Aprovechando estas ferias recalaron en Zamora los pabellones del Circo Ecuestre y del cinematógrafo. Este último poseía 82 sillas de preferencia y 16 bancos con 10 localidades cada uno156. 155  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L2-197 156  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L2-197 132 En febrero de 1913 y con motivo de las Ferias de Botiguero, Juan Buenaventura volvió con su cinematógrafo, asentándose en la plaza de San Gil157. Figura 24. Plaza de San Gil. Circa 1910. Autor: Somoza/Duero. Fuente: Zamora, en las fotografías del Archivo Duero y Heptener (2009). Esta circunstancia no agradaría a los vecinos de la plaza, ya que los ruidos ocasionados por las proyecciones, obligaron a denunciarlo ante el Ayuntamiento. Aún así, el cinematógrafo se mantuvo allí hasta finales de junio, fecha en la que expiraba su licencia. Durante ese mes, Buenaventura solicitó a la Comisión Municipal, una licencia para exhibir sus películas y espectáculos de varietés en el Teatro Principal solicitando el concierto para 20 funciones. Aunque al final ofrecería nueve sesiones durante la primera quincena en junio, trasladándose al paseo de la Avenida. El cinematógrafo de Juan Buenaventura retornó durante las Ferias de Botiguero de 1914. El lugar destinado fue –de nuevo– el paseo de la avenida de Requejo, hasta que, llegado septiembre se trasladaría a la plaza de Fernández Duro. Durante los meses de octubre de 1914 157 Actualmente es la plaza del Maestro Haedo. 133 a enero de 1915, este cinematógrafo ofrecía sesiones de cinematógrafo y varietés. Según consta en la documentación hallada en el Archivo Histórico Provincial, esta empresa debía de hacer frente a los siguientes impuestos: 10% del Timbre del Estado, 5% de Mendicidad y 10% de arbitrio municipal158. Estos porcentajes eran los valores impositivos deducidos del importe total de recaudación por sesión diaria. En dicho legajo, se puede encontrar un programa de mano de la sesión celebrada el 9 de abril de 1915 y en la que se incluían: zarzuelas, sinfonías y monólogos, aunque no hay rastro de ninguna proyección de cine. Las sesiones eran a las siete de la tarde y las diez de la noche; y el precio de las localidades ascendían a 35 céntimos para la general y 70 para la entrada de preferencia. A partir del mes de julio, Buenaventura ofrecería, junto con las proyecciones de cine, espectáculos que incluirían actores y animales en dos sesiones: ocho de la tarde; y diez y media de la noche. Durante ese año, la crisis de producción cinematográfica europea mermó debido a la Primera Guerra Mundial, lo que provocaría el estreno de numerosas producciones nacionales, no solo en España, sino en el resto del mundo. (García Fernández, 2002, p. 71). Juan Buenaventura permanecería esporádicamente durante el año siguiente, trasladando su barraca entre la Plaza de San Gil y la Plaza de Fernández Duro. Según la recaudación de espectáculos159 de aquella época, esta sala permanecería en el mismo lugar todo el año, salvo alguna visita esporádica a las fiestas de algún pueblo o localidad cercana. Como sucedería con la villa de Benavente, la cual visitó en el mes de mayo. También conocemos los datos del tipo de localidades que el recinto poseía160: sillas de preferencia, general y medias entradas. Por su parte, el precio de las mismas era de: * Sillas de preferencia: 0,40 pesetas. * Entradas generales: 0,20 pesetas. * Medias entradas: 0,10 pesetas. Se supone que estas últimas iban destinadas a niños. 158  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L2-197. 159  A.H.P.Za.: Hacienda, Fondo Nuevo, Recaudación de Espectáculos Públicos. 160  A.H.P.Za.: Hacienda, Fondo Nuevo, Matrícula Industrial. Espectáculos. Según un escrito realizado y firmado por Buenaventura con fecha 19 de marzo de 1915 y que correspondía al pago del impuesto conocido como Timbre del Estado, el cual recaudaba un 10% de los ingresos de taquilla, a través de la Compañía Arrendataria de Tabacos. 134 Buenaventura, volvió con su barraca a la plaza de San Gil en la primavera de 1916, donde ofrecería unas cuantas funciones más. Sin embargo, no se tienen datos del fin de su actividad, aunque sí se sabe el por qué. Juan Buenaventura161 sería uno de los tantos exhibidores del Nuevo Teatro, próximo a inaugurarse en Zamora. Así se demuestra en el pago de la Matrícula Industrial del nuevo negocio, del que fue socio junto a otros empresarios y que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Zamora162. 2.5.2. Cine Religioso Los Luises fueron una asociación religiosa fundada en los albores del siglo xx por el Obispo de Zamora, don Luis Felipe Ortiz y Gutiérrez. Así lo atestigua la información163 aparecida en El Correo de Zamora164: Nuestro Excmo. Prelado se propuso fundar en esta ciudad la Congregación de los Luises y á su voz paternal y amorosa respondieron más de cien jóvenes que diligentes y solícitos acudieron á ponerse bajo el poderoso amparo de la Inmaculada y del angélico joven San Luis de Gonzaga. El obispo de Zamora (…) llevaba varios meses buscando con gran ilusión la presencia de órdenes religiosas en la ciudad y la diócesis, habiendo tenido contactos tanto con Jesuitas como con Redentoristas, Capuchinos, Carmelitas, a los cuales conocía tras haber sido rector de la Universidad de Salamanca. (García Lozano, 2008, p. 413). No sería hasta el 12 de enero de 1902 cuando quedó formalmente constituida la Congregación Mariana de Nuestra Señora del Tránsito y San Luis de Gonzaga165. 161  Se sabe, por la prensa que Buenaventura también ofrecería películas en el Teatro Principal. El Correo de Zamora, 30 de abril de 1963, p. 6. 162  A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Matrícula Industrial. Espectáculos. 163  Se han revisado los dos medios que había en la época: El Correo y Heraldo de Zamora. Este último, al ser un diario liberal, no publicaría en los primeros años de la Congregación ninguna noticia. Una vez pasada la mitad de siglo, se comenzaron a ofrecer informaciones esporádicas de las películas que se proyectaban, por lo que dicho diario no ha servido como fuente hemerográfica en estos primeros años. 164  El Correo de Zamora, 8 de enero de 1902, p. 1. 165  El Correo de Zamora, 13 de enero de 1902, p.2. 135 Se orientaba hacia el estudio, recreo y apostolado de los jóvenes, desde el convencimiento de lo voluble y disipado de la juventud y la necesidad de su educación para que sea la esperanza de la familia, de la sociedad y de la religión. (García Lozano, 2008, p. 419). Su primer director fue Germán González Oliveros y el primer presidente Juan Gil Angulo. Las edades de sus integrantes oscilaban entre los quince a los veintidós años, aunque con el paso del tiempo, estos números cambiarían. La asociación, la componían dos grupos de hermanos: Los Congregantes –anteriormente citados– y los llamados Protectores, que ayudaban económicamente y/o socialmente a la Congregación. Estos últimos eran meros consultores y carecían de poder en las asambleas. En agosto de ese mismo año y viendo que no existía ninguna orden religiosa en la provincia, el Obispo de la Diócesis166 llamaría a los Padres Claretianos con el fin de predicar por los pueblos. El prelado pretendía alcanzar dos objetivos: la evangelización de la Diócesis y la atención espiritual. De ahí, que en un primer momento, esta Orden se asentara en una casa situada en el número 54 de la Rúa. Entre tanto Los Luises ofrecían una labor educativa, misionera, y sobre todo, cultural hacia la juventud zamorana de la época, a través de ejercicios espirituales, veladas y representaciones culturales. De hecho, ya en estos primeros años se tienen noticias de la celebración de actos literarios en su salón de recreo, sito al final de la calle del Santo, “un discreto pasaje que las gentes utilizaban en pocas ocasiones”. (Ramos, 1991, 6 de agosto, p. 48). Fue en septiembre de 1903 cuando la vida de los Claretianos y de Los Luises iban a cruzarse, gracias al cambio de residencia que aquellos realizaron a una casa próxima a la Iglesia, en la calle Palomar propiedad de la Diócesis. El Obispo, en compensación pidió a la Orden que se encargara de atender el culto en la iglesia de San Esteban. A partir de 1911, Los Luises organizarían numerosos actos en su salón, entre los que destacan las representaciones teatrales, conferencias, actuaciones con prestidigitadores, zarzuelas, veladas literario-musicales y el segundo Congreso de Juventudes Católicas. Pero no sería hasta el 15 de julio de 1912 cuando se presentara el cinematógrafo en el 166  Luis Felipe Ortiz y Gutiérrez había conocido y tratado al fundador de la Orden: San Antonio María Claret. 136 recinto de Los Luises después de una representación teatral. A las proyecciones de varias películas acudiría el Obispo de la Diócesis167. 2.5.3. El Teatro Principal Fue el lugar elegido para la primera proyección cinematográfica de Kinetoscopio, primero y más tarde del Cinematógrafo. Aun así, el Principal seguiría ofreciendo representaciones teatrales durante estos primeros años de infancia del cine. Lo muestran las crónicas de los periódicos de la época que apenas informan sobre la proyección de cintas. El motivo de la escasa exhibición fue principalmente la proliferación de barracas y pabellones que recalaban en Zamora con motivo de las fiestas. Tres son las épocas con mayor afluencia: la Feria de Botiguero –en la Cuaresma–, Semana Santa y las Ferias de Septiembre. Durante estos festejos, recalaron en la capital diferentes exhibidores que –gracias a su novedad– contaban por llenas sus sesiones de cinematógrafo. Como los dueños del Teatro no veían negocio al invento, fueron empresarios ajenos al Coliseo los que decidieron explotarlo a partir de la segunda década del siglo xx. De ahí que hayamos encontrado documentos que hacen referencia al pago del impuesto del Timbre del Estado, que se fijaba en un 10% de la recaudación en taquilla. (Véase Apéndice 1, Figura 2). Nos encontramos con el establecimiento del alquiler de películas, dejando atrás el arcaico y lento sistema de venta directa de las copias de los films. Este factor convirtió a los distribuidores en intermediarios entre la manufactura del film, la realización y la producción, y el consumo del mismo, la sala de exhibición y el público. (Montes, 2016, p. 34). Es entonces cuando en 1911 el Teatro Principal comienza a ofrecer tres sesiones diarias de cinematógrafo y varietés en las horas 6,30; 7,30 y 10,15. Generalmente eran funciones con pequeños números variados para no cansar a la clientela e instalados en una estructura todoterreno. Igual valía para una pantalla de proyección que para números de acróbatas. 167  Aunque la prensa informara de este asunto días después, no especificó el título de las cintas: “El magnífico aparato, recientemente adquirido, ha sido inaugurado estos días”. El Correo de Zamora, 16 de julio de 1912, p. 3 y 24 de julio de 1962, p. 6. 137 Si las varietés son una amalgama multiforme de espectáculos, a veces de compleja filiación, pero fácil de hilar para el público avisado, dentro de ellas puede abrirse una nueva categoría espectacular que, desde hace ya años, hemos venido llamando cinematógrafo y varietés, tal como la conocían los públicos de principios de siglo xx, en la que medró el cinematógrafo. (Madrid, 2009, p. 24). Gracias a las actas encontradas en el Archivo Municipal de Zamora, se sabe el aforo que poseía dicho Coliseo capitalino. Los documentos hallados168 están firmados por Enrique de Nicolás, el cual solicita al Ayuntamiento satisfacer el recargo sobre el impuesto del timbre de los billetes correspondientes a las funciones que se celebrarían en el Principal (veáse Apéndice 1, Figura 3). De Nicolás, a la sazón, capitán de infantería, sería el impulsor de la construcción del Nuevo Teatro. El recinto del Principal poseía 27 localidades en palcos y plateas, 170 butacas, 26 delanteras de galería, 98 asientos de galería, 69 delanteras de paraíso y 266 asientos de paraíso, hacían un total de 401 localidades. También en el citado impuesto se refleja el precio de las localidades: palcos y plateas sin entrada a 9 pesetas; butacas con entrada a 2 pesetas, delanteras de galería con entrada a 1,50 pesetas; asiento de galería a 1 peseta; delantera de paraíso a 1 peseta; y la entrada general a 1,70 pesetas169. En España las clases medias bajas urbanas (tenderos, artesanos, empleados, funcionarios, etc.) y sus niños, fueron la primera plataforma social sobre la que se construyó la experiencia cinematográfica de ir al cine y de rebote la consolidación del cine como una forma de ocio (Palacio, 2010, p. 271). En ese tiempo, otro empresario, Antonio García instalaría un cinematógrafo en el Teatro Principal, gracias al permiso concedido por el Gobierno Civil y en el que se exhibieron las cintas: La pared del claustro y Corrida de toros. El día 1º. De Noviembre se inaugurará la temporada de cine en el Teatro Principal. La función será de sesión contínua (sic) de 6 a 11, como viene haciéndose en todos 168  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L-2-197. 169  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L-2-197. 138 los teatros de las capitales. Las cintas cinematográficas, se ajustarán, según se nos dice, á la más perfecta moral. Serán de la casa Pathé, la de más renombre en España, tanto por ser la creadora del Pathecolor, cuanto por contar con las últimas novedades. Habrá películas de 800 á 1.000 metros, que serán una verdadera atracción. Los jueves serán días de moda y los festivos la función será por secciones. (El Correo de Zamora, 30 de octubre de 1912, p. 2). Las funciones se celebraban los festivos con diferentes secciones y los jueves eran los días de moda, en los que el público asistía con entrada rebajada al espectáculo cinematográfico. Fue entonces cuando la Junta Provincial de Espectáculos decidiría –en diciembre de 1912– el cierre temporal del Teatro Principal hasta que no se arreglasen los desperfectos en el mismo, ya que podrían causar incidentes imprevistos. Las obras que se llevaron a cabo en el Coliseo consistieron en la creación de una puerta en la calle de San Vicente, la construcción de una escalera que condujera al salón de descanso, la puesta en marcha de una caldera de calefacción moderna, puertas correderas para palcos y plateas, instalación eléctrica del escenario independiente y aislada del resto del teatro, espacio suficiente entre filas de butacas; y lo que es más importante, colocar una cabina de cinematógrafo en el lado opuesto a la entrada de los espectadores. Para prevenir incendios se acordó también la construcción de varias chimeneas sobre el escenario. Sin duda, este fue un punto de inflexión en la exhibición del cinematógrafo en la capital170. Tras la reapertura del coliseo, se celebraría un gala en beneficio de la compañía de artistas del cine de Buenaventura. Al no poder abrir éste su barraca por enfermedad del empresario, el espectáculo se trasladó al Principal, donde obtuvieron un gran éxito. En ese mismo año, otros empresarios ávidos en el negocio cinematográfico, ofrecían sesiones de cine y varietés. Según la Matrícula Industrial, en 1915 hubo tres empresarios que ofrecieron espectáculos cinematográficos en el Coliseo: Constantino F. Arango, Saturnino 170  Heraldo de Zamora, 2 de diciembre de 1912, p. 2. 139 Girón y Alejandro Sanvicente, este último consiguió los mejores contratos con las principales distribuidoras. 2.5.4. El Nuevo Teatro El cine Buenaventura y el instalado en el Teatro Principal, alternaban sus ofertas de cine y varietés, hasta que en marzo de 1916 un edificio emblemático aparecería en la ciudad del Duero. En el ámbito de la exhibición, (…) suponía la progresiva desaparición de barracas itinerantes y la construcción de salas con carácter estable que ofrecieran, cada vez en mejores condiciones, proyecciones de películas con más frecuencia a un público que iba adquiriendo hábitos de seguir las novedades de un espectáculo que empezaba a serle familiar. (González López, 1998, p. 34). Aunque el salón proyectado tenía un presupuesto de cuarenta mil pesetas, pero debido a los problemas anteriormente mencionados y el retraso en la ejecución del edificio, al final ascendería a doscientas mil. Se debe volver a principios de febrero de 1912. En esa fecha la Diputación en Comisión provincial acordó sacar a subasta pública el arrendamiento del terreno del Corralón del Hospicio para la construcción de un Salón-Teatro171 destinado a espectáculos públicos172. Junto a ello, la institución adjuntaba el pliego de condiciones, las medidas y el plano objeto del arriendo, teniendo los interesados un plazo de un mes para poder tomar parte en la licencia. El 9 de marzo a las once de la mañana se haría efecto a la concesión de la licencia. A la Exma. Diputación. La Comisión Provincial, en su deseo de aumentar los ingresos del Hospicio y teniendo, además, en cuenta que dicho establecimiento gozó de los ingresos de la Casa de Comedias, como anteriormente había disfrutado de los mismos el Hospital de Sotelo, sin que se sepa la causa de esa desaparición que privó a ambos establecimientos de recursos más o menos crecidos, pero a cuyo disfrute tenía perfecto derecho, acordó la 171  En el primitivo proyecto el nombre que se le adjudica es el de “Salón-Teatro”. En 1916 se inauguró como “Nuevo teatro”. Con el paso de los años se cambiara su nombre por el de “Teatro Ramos Carrión”. De ahí, que le hagamos mención tal y como se conocía en la época mencionada. 172  B.O.P.Za. Núm. 17, 07 de febrero de 1912. 140 construcción de un teatro en el patio del primero de dichos establecimientos que sobre servir a la cultura general y natural esparcimiento reivindique los derechos de que se ha visto privado un establecimiento benéfico que, como todos, en sus ya crecidos gastos173. El proyecto consistía en catorce puntos en los que se explicaba el papel que debía tener el nuevo espacio en concesión. La Comisión Provincial en nombre de la Diputación arrendaría por cien pesetas anuales y durante un periodo de treinta años, los metros cuadrados de superficie (sin determinar en ese momento) en el Corralón del Hospicio. Una vez pasados los treinta años, el teatro pasaría a ser propiedad de la Diputación con todo su decorado, mobiliario y demás enseres. El terreno sería destinado a la construcción de un teatro para espectáculos públicos. Dicho teatro, debía ser construido por cuenta del arrendatario, aunque con el visto bueno de la Institución. Con respecto al tiempo para la construcción, en un principio durarían un año a partir del comienzo de las obras, comenzando en los seis meses posteriores a la adjudicación. El precio del arrendamiento debía satisfacerse por trimestres, en el segundo mes de cada uno de ellos. A parte de esa cuota, el arrendatario debía ofrecer una sesión anual en beneficio del Hospital en el día que acordaran ambas partes. Otro punto del proyecto barajaba que el arrendatario podía subarrendar el teatro por una o varias temporadas, aunque no le eximía del contrato que hubiera firmado con la Corporación. Lo que se convertiría en costumbre, ya que como veremos, el futuro teatro pasó por la explotación de numerosos empresarios. La persona interesada en formar parte de la subasta debería hacer un depósito de 1.500 pesetas en la Caja de la Provincia. Y para finalizar, cada pliego de condiciones, debería estar acompañado de los planos del edificio. Este Proyecto fue firmado por el Vicepresidente de la Comisión, Antonio Rodríguez y el Secretario, el 8 de enero de 1912. Junto al Proyecto, la Diputación publicó el 26 del mismo mes, el Pliego del Concurso, también llamado “Subasta para la cesión del terreno”. En él (véase Apéndice 1, Fugura 1) ya se especifican los metros cuadrados que se dedicarían a la construcción del teatro: 675. Estos debían separarse por el resto de terreno que poseía la Corporación a través de una verja sobre zócalos (unos 1.317 metros cuadros). El edificio fue pensado para ser construido con 173  A.Di.Za. Caja 671. Proyecto Concurso Salón-Teatro. 141 hierro y ladrillo, y se elegiría una madera para su interior cuyas características la hicieran incombustible. Los interesados en optar a la subasta, debían presentar –junto a la solicitud– una cantidad de dos mil quinientas pesetas como depósito. Este importe se devolvería al rematante en dos partes. Una, cuando se hallaran construidos los cimientos y otra, tras la finalización de las obras. La conservación del edificio debía ser por cuenta del arrendador, bajo la inspección del Arquitecto provincial. También se acordó publicar el anuncio de la subasta durante treinta días, en la que los interesados podrían tener acceso. Junto al pliego, redactado en letra y también mecanografiado, se adjuntó el plano que Segundo Viloria, a la sazón, arquitecto provincial, firmó el treinta y uno de enero de los corrientes. El nueve de marzo de 1912, unas horas antes de terminar el plazo, Enrique de Nicolás y Teijeiro presentaría su propuesta como futuro arrendador, adjuntando los documentos solicitados y abonando la cantidad de 2.500 pesetas para formar parte del concurso. Durante la sesión pública, el Presidente adjudicó provisionalmente a la única candidatura presentada. Días después, el veintidós de marzo, se informaría al Gobernador Civil de la provincia de que don Enrique de Nicolás ha sido la única persona que había optado a la subasta, cumpliendo las condiciones del pliego, y por lo tanto, se le ha adjudicaría con carácter definitivo la ejecución de construcción del Teatro. El 2 de abril, la Comisión Provincial adjudicaría definitivamente la cesión del terreno, a Enrique de Nicolás adjuntando este el plano de las obras174. Días más tarde se firmaría el Acta de entrega del terreno cedido: doce de abril. En dicho terreno aún se encontraba un barracón de madera donde se habían ofrecido, años atrás, espectáculos públicos, incluido cinematógrafo. Durante la construcción del Salón-Teatro a principios de año comenzarían a surgir problemas. Uno de ellos fue la disputa entre Francisco Ferriol, a la sazón, arquitecto de la capital y encargado de la obra; y Segundo Viloria, su homólogo en la Diputación Provincial. Ya durante el pasado año, Ferriol tuvo que redactar diferentes proyectos debido a que Segundo Viloria no estaba conforme con los materiales, así como la forma del edificio a construir. 174  Lamentablemente, no se ha podido rcuperar el proyecto original de Francisco Ferriol. 142 Figura 25. Primer poyecto del Nuevo Teatro. Francisco Ferriol, 1912. Fuente: A.Di.Za. Caja 671. Proyecto Salón-Teatro. Introdujo (Ferriol) el hierro en las dos columnas vistas de fundición que soportaban los palcos de la planta primera, en las vigas de forjado de la platea y, lo más extraordinario, construyó la estructura cubierta con grandes cerchas de hierro. En esta ocasión, el hierro sustituyó a la sempiterna madera, resolviendo así el gran problema que suponía salvar las grandes luces que un edificio de estas características exigía. (Rodríguez Esteban, 2011, p. 1200). En agosto, el arquitecto catalán informa a la Diputación de que se habían construido los cimientos del sótano del escenario. Un mes más tarde, Viloria aprecia defectos en el proyecto, emitiendo informe desfavorable en el que argumentaba: “defectuosas condiciones de construcción del zócalo correspondiente al cuerpo del edificio destinada al Ingreso”175. El arquitecto provincial finalizaba su informe refiriéndose a Ferriol, el cual aun no había aportado 175  A.Di.Za. Caja 671. Proyecto Concurso Salón-Teatro. 143 plano de cimientos y estado de la ubicación correspondiente, además, de que el proyecto o proyectos presentados, en realidad eran anteproyectos, ya que no se estaba construyendo lo se reflejaba en ellos y no estaban bien desarrollados. Cotejando la documentación del Archivo de la Diputación, se han los anteproyectos –sin memorias explicativas–, así como el proyecto final que data de 1914. El cine estaba cada vez más presente en la sociedad zamorana. Fiel reflejo de ello es que durante 1914 el Principal ofrecía sesiones junto con Los Luises y otros cinematógrafos ambulantes. Además, el Nuevo Teatro en poco margen de tiempo, iba a ser una nueva realidad, lo que dotaría a Zamora de dos salas estables para sesiones cininescas. El cinematógrafo atravesaba por un momento de mayoría de edad, no solo en la ciudad, sino en toda España: Y así tenemos que el cinematógrafo, aquel modesto invento que no hace veinte años se presentó casi con temor en infames barracones de feria, con impulso jamás conocido ha entrado en las esferas de lo necesario, vistiéndose suntuosos ropajes y siendo representado en el mundo civilizado como uno de los más importantes valores de riqueza. Esto hoy, que el porvenir, ante los vuelos que toma, es imposible predecir a qué elevadas regiones podrá llegar176. Mientras, Enrique de Nicolás, adjudicatario del Salón-Teatro tuvo que presentar una prórroga en mayo de 1914, no solo por los impedimentos que ofrecía el arquitecto provincial, sino por la propia construcción del recinto. Se pretendía elevar un piso más del que ya existía en el proyecto, así como la realización de una escalera de acceso al escenario. Cuando el año agonizaba, De Nicolás informó mediante escrito a la Diputación de la creación de una sociedad Regular Colectiva bajo la razón social “Nicolás Blanco Nieto” junto con los socios Francisco Blanco Fernández y Francisco Nieto Martín. La Sociedad, que pasó a denominarse “Sociedad Anónima Nuevo Teatro” nacía con un capital de 51.000 pesetas con plazo idéntico a la concesión, 30 años, lo que fue ratificado por la Diputación en enero de 1915. Meses más tarde, en mayo la sociedad creció en socios minoritarios, entre los que se encontraban: José Bienes Merchán, y Bernardo Fernández Palacios (ambos farmacéuticos) 176  El Cine, núm. 115. 28 de marzo de 1914. 144 y Federico de Nicolás Tejeiro (hermano de Enrique). Según la constitución de la Sociedad, el objeto de la misma era el de “la construcción y explotación de un teatro, que llevará el nombre de nuevo teatro177, ampliando su capital en 90.000 pesetas. En la nueva sociedad, Enrique de Nicolás, aportaba a la misma los derechos que en concepto de arrendatario tenía sobre el Corralón del Hospicio, y la suma de 13.000 pesetas. Con ello pasaría a tener 265 acciones de la Sociedad. (Véase Apéndice 1, Figura 4). Por su parte, Francisco Nieto Martín, de profesión contratista de obras, fue la persona que se encargaría de la construcción del edificio bajo las órdenes del arquitecto Ferriol. También se comprometía a reparar todos los desperfectos provocados por el deterioro y el paso de los años hasta el final del contrato de arrendamiento. Debía aportar quince mil pesetas que serían devueltas una vez el teatro comenzara a generar beneficios, además de poseer el mayor número de acciones: trescientas. Por último, el comerciante Francisco Blanco Fernández aportó dinero en metálico que ascendía a más de seis mil pesetas por un valor de 122 acciones. Los tres socios restantes aportaron pequeñas cantidades de dinero, adjudicándoles 10 acciones a cada uno de ellos. En esta constitución de la Sociedad existen otros artículos importantes, como los deberes y derechos de la empresa, así como la creación de un Consejo de Administración de la misma, compuesta por un presidente, un vicepresidente, un tesorero, un secretario y dos vocales; y sus respectivas funciones. Por último, se informa de cómo se repartirán los beneficios una vez que se hayan pagado los gastos ordinarios: “El resto de las utilidades líquidas será repartido entre los accionistas, prorrateándose por el número de acciones y pagándose en las oficinas de la Sociedad durante el mes de marzo de cada año”178. El primer Consejo de Administración fue constituido por Enrique de Nicolás como presidente, su hermano Federico como vicepresidente, Francisco Blanco se le adjudicó la tesorería, el secretario fue Francisco Nieto y los dos vocales fueron José Bienes y Bernardo Fernández. Una de las primeras acciones fue la solicitar a finales de año, la apertura de la valla de cierre del patio del hospicio para la entrada y salida de carruajes. En marzo de 1916 en el lugar vulgarmente llamado Corralón del Hospicio se había 177  A.Di.Za. Caja 671. Constitución Sociedad Anónima “Nuevo Teatro”. 178  A.Di.Za. Caja 671. Constitución Sociedad Anónima “Nuevo Teatro”. Artículo 60. 145 levantado el Nuevo Teatro179, de claro estilo modernista, gracias al arquitecto municipal Francesc Ferriol i Carreras180. El catalán, a pesar de realizar entre 1908 a 1916 numerosos proyectos urbanísticos en la capital, no llegó a ser comprendido por la sociedad zamorana de la época. Nos encontramos pues ante un técnico de primer nivel que, de haber permanecido en su localidad natal, con toda seguridad se hubiera convertido en un referente de la arquitectura modernista catalana. Esta observación no debe interpretarse como una minusvaloración del trabajo que realizó en Zamora, pues (…) su traslado, si bien supuso una ruptura en su evolución dentro de los ámbitos barceloneses, lo convirtió en el personaje más sobresaliente de la arquitectura zamorana del primer cuarto del siglo xx. Por un lado, a él se debió la introducción del modernismo en esa localidad castellano-leonesa, donando un importante patrimonio y, por otro lado, se convirtió en un revulsivo para sus colegas que se vieron obligados a buscar composiciones y repertorios decorativos más atrevidos. (Ávila, 2014, pp. 243). Figura 26. Nuevo Teatro. Circa 1916. Fuente: Colección Luis Ángel Esteban Ramirez. 179  “Los edificios zamoranos no poseen la genialidad innovadora ni la riqueza de las realizaciones más universales, pero constituyen un equilibrado repertorio (…) de motivos ornamentales”. (Cabañas, 2002, p. 198). 180  “Autor entre 1909 y 1917 del Laboratorio Municipal, la Casa Matilla (…) el edificio de la Puerta de la Feria o el teatro Ramos Carrión, donde se alteran los ritmos (…) elaborándose planteamientos más ortodoxos respecto al ideal modernista”. (Cabañas, 2002, p. 199). 146 También Herrero Uña (2006, p. 186) menciona las características del proyecto del Nuevo Teatro con un estilo compositivo “a lo francés” y diseñado mediante un eje ovalado en el interior donde se encontraba el patio de butacas y dos cuerpos más. Uno anterior, que albergaría la fachada, el bar y varias instalaciones; y otro posterior destinado al escenario. Al no contar con la memoria original de Francisco Ferriol, no se puede detallar exactamente las características de la sala. Por lo que se ha tenido que recurrir a una memoria -redactada por Antonio Viloria- de su reforma en 1955181 y al Catálogo del Concurso de Ideas sobre su rehabilitación a finales del siglo xx, donde se definen las características de la obra primitiva: Uno de los aspectos formales del Teatro, la simplicidad decorativa del cuerpo del escenario (en realidad aunque no en los planos) tiene su explicación en un deseo de dotar al patio del Hospicio de un frontón. En febrero de 1914, Enrique de Nicolás (…) propone una reforma más (…): elevar el cuerpo de entrada en dos plantas, para ubicar en la planta alta un salón. Esta última reforma dio al Teatro el aspecto exterior con el que lo conocemos hoy (1996). Para el uso independizado de la planta superior (…) se prevé una nueva distribución de ingreso, abriendo una puerta lateral que mediante escalera independiente subía al salón, dotado de cafetería. (Hernández Martín, 1996, pp. 15-16). Según Antonio Viloria, el Nuevo Teatro poseía tres plantas: principal y dos anfiteatros. En el piso noble se encontraba un vestíbulo, taquillas en el lateral izquierdo de la entrada, baños y contaduría en la derecha. También existía un hall anterior al patio de butacas que servía como sala de espera. De forma ovalada, en la planta baja de butacas se dividían las localidades de general y de patio. La planta del primer anfiteatro, constaba de un semicírculo donde se ubicaban las butacas182. En la parte posterior y lindando con la fachada que asomaba a un gran balcón con tres grandes ventanales, se encontraban otras dependencias que en su día fueron ocupadas por diferentes asociaciones y por la Real Coral de Zamora. 181  A.H.P.Za. A.M.Za. Urbanismo. Sig. 758/33. 182  Según declaraciones de José-Andrés Casquero, este recuerda que durante su niñez (años sesenta), las butacas estaban tapizadas en pana de color azul. 147 Todo el primer piso lo ocupaba la Coral, porque esta agrupación musical era una verdadera institución zamorana, con su administración, su junta directiva, su tesorería, su consultorio médico, su biblioteca, sala de tertulia, salón de ensayos… Se subía por la escalera situada a la derecha de la entrada del teatro según se mira de frente (…). Esta sala, de generosas proporciones, estaba equipada con sillas donde se sentaban los coralistas para sus ensayos, y algunos bancos que ocupaban los espectadores. (Calabuig, 1989, p. 63). Por último, en la última planta -también de forma semicircular- se encontraba un segundo anfiteatro, similar al anterior y en cuya parte final se instalaría la cabina de proyección. El Nuevo Teatro fue inaugurado el quince de marzo de 1916, con el drama teatral La noche del sábado de Jacinto Benavente183. Aunque no sería hasta un mes más tarde cuando se proyectarían las primeras películas entre las que destacó Charlot en el parque, (In the Park, Charles Chaplin, 1916). La impronta del teatro en el cine se evidencia en numerosos aspectos: el trabajo de los actores, la duración de la obra, la acción de suplantación, etc. No es de extrañar que también ocurra por lo que hace al tratamiento del espacio que en los orígenes del cine fuera un espacio en su mayor parte escénico. Cuando se analiza la concepción del espacio cinematográfico elaborada por distintos teóricos del cine se comprueba que la manera de tratarlo y argumentarlo es claramente escénica y no paisajista. (Gámir, 2012, s.p.). Con catorce minutos, la cinta de Chaplin fue filmada un mes antes, en febrero de ese año, en la ciudad de San Francisco, lo que se convirtió en primicia para una ciudad como Zamora. Al entrar en competencia directa por la supremacía en la exhibición cinematográfica, el Nuevo Teatro debía ofrecer no solo mejores instalaciones que los demás, sino mejor oferta de espectáculos. Que la sala pasa por las fases de: barracones, pabellones, coliseos y grandes salas; que la situación geográfica y social es determinante; que la capacidad se mueve de acuerdo a si se trata de un único local en el lugar o se debe compartir la clientela; que la gestión empresarial está directamente relacionada con la dimensión de la misma –si se tiene una sala o varias–; que la publicidad o no del programa beneficiará el 183  Heraldo de Zamora, 16 de marzo de 1916, p. 2. 148 rendimiento del negocio y que el público impone claramente sus criterios durante un largo período y sus exigencias obligan a la empresa a realizar continuos cambios y mejores propuestas. (García Fernández, 2002, p. 183). 2.6. Impuestos y normativas 2.6.1. Primeras normativas La legislación de espectáculos públicos es anterior al cine. De hecho, en las primeras normas y en los repertorios de legislación de comienzos del siglo xx no se hace referencia al cine, sino que se entiende que está incluido dentro del apartado de los espectáculos teatrales, de los que se considera un nueva manifestación. (Vallés, 2010, p. 196). En 1908 el Ministerio de la Gobernación publica la primera Ley184 que regula los cinematógrafos en el país. En la Gaceta de Madrid se recogía las primeras normativas de uso e instalación de los pabellones itinerantes, así como las salas permanentes. La Ley hacía referencia primeramente, a los materiales de los pabellones. Estos debían construirse con materiales incombustibles, así como las salas permanentes debían regirse por el reglamento de teatros. Además, se incluyó la prohibición de fumar en todas las dependencias. Estos pabellones debían poseer una única planta. Debía contar también con puertas laterales para la evacuación, así como abrir de dentro hacia fuera. Se exige locales con boca de riego o en su defecto provistos de depósitos de agua. En cuanto a las localidades, estas debían ir numeradas, formando filas con medidas de cincuenta centímetros de ancho para los asientos y de cuarenta de profundo. Los pasillos centrales de la sala debían tener un metro y veinte centímetros de ancho como mínimo y los laterales setenta. La cabina de proyección debía estar separada al menos a un metro del público y construido en ladrillo, incluyendo una chimenea para salida de gases y boca de riego para sofocar un incendio. Por último, también se tuvieron en cuenta la conservación de las películas antes y después de ser proyectadas, qué tipo de lámparas de proyección se utilizarían, los hilos conductores de 184  Real Decreto adoptando las medidas convenientes a fin de evitar los incendios en los pabellones destinados a exhibiciones cinematográficas. Gaceta de Madrid. Núm. 48, 17 de febrero de 1908, p. 679. 149 electricidad y el número de operadores que debían permanecer en el pabellón. 2.6.2. Impuestos Entre 1897 y 1910 existen datos escasos sobre los impuestos cobrados por las instituciones a los exhibidores. Tan solo se han podido recabar algunas informaciones en la prensa, como que el barracón de Sanchís pagaba cinco pesetas diarias al Ayuntamiento. Desde la segunda década del siglo xx se pueden establecer los impuestos que se cobraban por los espectáculos cinematográficos en Zamora capital. En uno de los documentos encontrados fechados en 1915, el Cine Buenaventura debía pagar: * El 10% de entrada completa. Es decir, el 10% del resultado de multiplicar el precio de las localidades por las funciones a celebrar. Este impuesto es lo que se conocía como Timbre del Estado, recogido en la Ley de 1 de enero de 1906185 y su Reglamento de 29 de abril de 1909. * El 5% del líquido a percibir por la función representada destinado a la Junta de Protección a la Infancia y la Mendicidad. Según la Ley de 29 de diciembre de 1910186, se debía pagar el cinco por ciento de lo recaudado en taquilla. García Fernández (2002, p. 191). * Otro 10% de entrada completa. Impuesto en concepto de Arbitrio Municipal similar al de Timbre del Estado. Estaba recogido en la Ley Municipal. * Sobre este último concepto, se debía de realizar un 33% en pago al Concierto concedido en el Ayuntamiento. Para esclarecer los datos, no hay mejor ejemplo que el documento de pago del Cine Buenaventura en 1915 (véase Apédice 1, Figura 5). Se tiene que el total de 112 sesiones de cine a los precios de 0,50 pesetas (preferencia) y de 0,25 pesetas (general), arrojan un total de 10.836 pesetas. Sobre este total había que realizar el 20% de los impuestos de Arbitrio 185  Gaceta de Madrid, 13 de enero de 1906. 186  Gaceta de Madrid, 28 de diciembre de 1912. 150 Municipal (866,80 pesetas) y de Timbre del Estado (866,80 pesetas), que eran 2.167,2 pesetas. Lo que dejaba un saldo de 8.668,80 pesetas de líquido. De ese importe había que descontar el 5% de Impuesto de Mendicidad. Por último, de las 866,80 pesetas del impuesto de Arbitrio, había que descontar un 33% en concepto del Concierto Concedido por el Ayuntamiento. Otro impuesto que se imponía en esta época es el de Contribución Industrial, como ya destacaba Antonio Vallés (1990, pp. 6-13). La Real Orden de 1 de enero de 1911 recogía por primera vez, las distintas modalidades de la primitiva actividad cinematográfica, contemplándose la tarifa 1ª. Esta incluía a los vendedores o alquiladores de películas cinematográficas, fijándose este impuesto en función del volumen de población de la localidad. El importe del impuesto se fijaba en función del volumen de población de la localidad en la que se realizaba la actividad y en función de la naturaleza de ésta. En el caso del cine, estaba recogido en la décima clase o escalón de los doce posibles, lo que resultaba benévolo para esta industria. No obstante, la ausencia de toda referencia proteccionista en estos años hace pensar más en una falta de valoración de sus posibilidades económicas que en una intención de ayuda pública. Por otra parte, las empresas exhibidoras estaban sometidas a un doble tratamiento según se dispusiese de salas permanentes o fueran exhibidores ambulantes. Los primeros estaban incluidos en la tarifa 2.ª del impuesto, lo cual suponía la aplicación de éste mediante un porcentaje de la recaudación obtenida. Este porcentaje, del 1,5% de una «entrada completa», por cada sesión, no tenía en cuenta el éxito de las películas exhibidas dada la todavía impensable ejecución de un control de taquilla mínimamente efectivo. En el caso de los exhibidores ambulantes o, en términos de legislación fiscal, funciones de cinematógrafos en barracas o cajones instalados en ferias o mercado, ante la imposibilidad de aplicar el impuesto en función del aforo del local, se establecía una cantidad fija. (García Fernández, 2002, pp. 197-198. Recogido de los datos de Vallés, 1990, p. 9). De entre los datos recabados en Zamora, existen los facilitados por la prensa, informando de que el Ayuntamiento de Zamora recaudaba del barracón de Sanchís, cinco pesetas diarias, así como una cantidad fija al Teatro Principal por sus sesiones anuales que variaba según el año. 151 2.6.3. Sucesos y nuevos reglamentos Un trágico suceso ocurriría el lunes 27 de mayo de 1912 en un cine de Villarreal de los Infantes en la provincia de Castellón. Fallecerían sesenta y cinco personas calcinadas y otras cien resultaron heridas debido a la inflamación de la película cinematográfica y su dispersión por toda la sala. Las víctimas –mayoría niños– fueron atropelladas en medio del pánico. El lugar era un barracón de madera de 175 metros cuadrados con capacidad para trescientas personas. Por ello, el Ayuntamiento de la Zamora187, al igual que otros del país, suspendería temporalmente las funciones de cinematógrafo y varietés. En 1896, a la llegada del cinematógrafo Lumière a España, existía una norma de 27 de octubre de 1885, el Reglamento para la construcción y reparación de edificios destinados a espectáculos, que no estaba preparada para la exhibición de las películas altamente inflamables. (Pablos, 2014, p. 57). El componente inflamable de las cintas, los sistemas de alumbrado, la mayoría del público fumador, las añejas calefacciones y el material combustible de las barracas provocaron frecuentes incendios en las sesiones. (Román & Blanco, 2002, p. 21). Díez Puertas (2003, pp. 211-212) nos remite a la edición del diario ABC188 en la que los incendios de varios cines dio pie a que el ministro Juan de la Cierva –del Partido Conservador– dictara cuatro años antes –el 14 de febrero de 1908– una orden regulando de forma específica la seguridad de las salas de cine con respecto a su higiene, la prevención de fuegos y su construcción. Resulta difícil aplicar el térmico política cinematográfica al periodo comprendido entre el comienzo del cine en España y el surgimiento del sonoro (…). Existen disposiciones legislativas y medidas administrativas que encajan en lo que puede considerarse una política cinematográfica. No obstante, se trata de medidas inconexas, que no corresponden a una toma de postura específica del poder político sobre esta industria, sino que se adoptan por razones de política general o, en algún caso excepcional, para resolver problemas concretos de alguna empresa. Vallés (1990, p. 6). 187  El Correo de Zamora, 29 de mayo de 1912, p. 1. 188  Díez Puertas nos remite a la crónica: «La catástrofe de Villarreal: 64 muertos y más de cien heridos», ABC, 29 de mayo de 1912, pp. 9-10. 152 En julio de 1912 el Ayuntamiento decidió reabrir las exhibiciones cinematográficas en la ciudad pero prohibiendo fumar en los recintos de espectáculos, momento en el que la Congragación de Los Luises, inauguraría junto a varias representaciones teatrales, un cinematógrafo donde se proyectaron varias películas con numeroso éxito de público burgués. Llegado octubre, los Ministerios de Gobernación y de Economía dictaron una serie de normas189 por las cuales se debían regir los establecimientos dedicados a las exhibiciones cinematográficas. Entre las normas figuraba la prevención de incendios, así como la implantación de la censura a través de un registro en el Gobierno Civil o el Ayuntamiento de todas las películas que fueran estrenadas a partir de noviembre. También en octubre de 1913, en Madrid se publicó la Real Orden del Ministerio de la Gobernación para la creación de una policía específica, la cual vigilaba las condiciones de construcción de los edificios que albergaran espectáculos públicos. Juan Carlos de la Madrid (2009, p. 52) destaca quienes formaban parte de la Junta Provincial de Espectáculos: El gobernador civil, como presidente, que designaría vicepresidente y secretario y, como vocales: un diputado provincial, un arquitecto municipal, un ingeniero mecánico-químico-electricista, el inspector provincial de sanidad, un individuo de la Comisión de Monumentos y un destacado miembro de la cultura local. Al no encontrar ningún documento al respecto en el Archivo Histórico Provincial ni en el Archivo Histórico Municipal, se debe suponer que en una ciudad como Zamora durante esa época, los miembros de la Junta Provincial de Espectáculos serían: Francisco Ferriol i Carreras, como arquitecto Municipal; Jaime Aparicio y Marín, Gregorio Bernabé Pedrazuela y Rufino Cano de Rueda, como Gobernadores Civiles; y Alfredo Cabello Fernández y Miguel Moyano Salvador como Alcaldes de la ciudad. 2.6.4. Censura En aquellos años, también la censura comenzaría a dar sus primeros avisos. Venía provocada por el malestar de la opinión pública hacia algunas películas que no hacían más 189  “Reglamento de Espectáculos, de construcción, reforma y condicionamiento de los locales destinados a los mismos”, aprobado por Real Orden de 19 de octubre de 1913. 153 que provocar a la juventud. Por aquella época (…), el ministro de la Gobernación, Sánchez Guerra, haciéndose eco de la «opinión y la prensa», que se quejaba de los «graves daños de índole privado y social, que siguen ocasionado en la juventud algunas películas de tendencia amoral y perniciosa», creyó oportuno disponer la previa visión por parte de los gobiernos civiles de las películas antes de ser proyectadas en público. (Rubio Marcos, 1995, p. 19). Pero también nos encontramos con la primera medida censora en cuanto a exhibición de filmes que aludieran a la Gran Guerra. La Real Orden de 6 de diciembre de 1916 fue el primer texto legislativo sobre las películas ofensivas. Establecía la neutralidad cinematográfica de España en el conflicto, prohibiendo las películas que ofendieran “los sentimientos de los naturales de los países en guerra, por el menosprecio e injuria que suponen para sus soberanos o para sus ejércitos” (Díez Puertas, 2003, pp. 256-257). 155 CAPÍTULO 3. CINEMATÓGRAFO Y VARIETÉS EN ZAMORA: 1916- 1930 3.1. El año del tránsito: 1916 3.1.1. Preámbulo En el capítulo anterior, el cinematógrafo pasa de tener carácter científico –a paulatinamente– ser un medio destinado a las clases burguesas. Con la mayoría de edad del espectáculo, se produce la desaparición de barracas ambulantes, provocando el surgimiento de salas estables en la capital. Se comienza a crear un caldo de cultivo en el que el cine compartirá cartel con otros espectáculos de variedades. De 1916 a 1930, el espectáculo audioviual comienza a tener mayor presencia en alguna sala esporádica y principalmente en las dos salas fijas de la capital: Teatro Principal y Nuevo Teatro. El cinematógrafo ya no era el “teatro para pobres”, sino que buscaba un público de masas, indiferenciado e interclasista: trabajadores, por supuesto, también las difusas pero existentes clases medias y, parece indudable, una burguesía que controlaba y modificaba a su gusto el espectáculo hasta poder disfrutarlo sin “peligro”. (Madrid 2009, p. 94). También es esta época la de consolidación del medio, gracias a las producciones cada vez más largas y refinadas de las productoras extranjeras. Las cintas francesas e italianas serán muy consumidas en Zamora, así como las películas norteamericanas y la nueva producción española que comienza a cosechar gran éxito debido principalmente a la crisis de producción del mercado europeo por la Primera Guerra Mundial. Con la Gran Guerra los mercados europeos se resienten, España está desabastecida de material que no sea norteamericano. (…) Los programas de cine se alargan y las películas ya se cuentan por miles de metros y por varias horas de duración, e incluso, con los seriales, por días, en los que se mantiene el interés del respetable. (Madrid, 2009, p. 47). 156 Es de destacar el llamado cine por episodios190, llegando a permanecer en las carteleras hasta la llegada del sonoro. En 1925 el francés Pierre Gilles-Veber pronunciaría un discurso en la Association des Amis du Cinéma sobre la evolución del ciné-feulleton: El género de las películas en episodios es absolutamente francés191. La primera persona que dividió una película en varios capítulos fue Louis Feuillade en 1913 con las aventuras de Fantomas. De todos los films franceses que mayor éxito obtuvieron antes de la guerra, destarían Los Miserables y Rocambole (Georges Denola, 1914) de la casa Pathé o Fantomas de la Gaumont (Linder, 1923). En España, el primer estreno de un film por episodios fue el de Los misterios de Nueva York (The Romance of Elaine, Seiz & Wharton, 1915)192, cinta distribuida por Pathé de la novela publicada en Le Matin por Pierre Decourcelle. Los seriales consiguieron su objetivo: con su semanal ración de “opio óptico” conquistaron la fidelidad de las masas (…) constituyen un género internacional. Mientras Emilio Ghione crea sus rocambolescos episodios en Italia, Alberto Marro dirige Barcelona y sus misterios (1915), en ocho episodios. (Gubern, 1988, p. 100). El éxito desbordante, arrollador, de la producción extranjera se manifestaría bien pronto, al desfilar por nuestras pantallas los truculentos films en episodios La moneda rota, La llave maestra, El tres de oros y, finalmente , La mano que aprieta, 190  “En episodios, decimos, y no en series, como muchos dicen. En América bautizáronse (sic.) estas obras con el nombre de serials; en Francia se les llamó ciné-romans o ciné-feulletons; en España, se usó toda clase de vocablos más o menos oportunos, con indignación frecuente de los puristas”. (Fernández Cuenca, 1943, p. 15). 191  Fernández Cuenca (1943, pp. 23-24) relata que ya en 1898 los hermanos Lumiére realizarían El proceso Dreyfus (L´affaire Dreyfus) que constaba de diez rollos de veinte metros cada uno. “Constituían una serie de imágenes llenas de candor, de una enternecedora sencillez y un noble afán estético, cuya visión parecía paseo fabuloso por las salas de un museo de figuras de cera que tomasen vida”. También Fernández Cuenca (2003, p.30) señala que la primera cinta misteriosa por episodios apareció de la mano de la productora La Société Eclair en 1908 gracias a la dirección de Robert Saidreau. La trama narraba las andanzas de Nick Carter, un detective americano y héroe perdurable del folletín. A él le siguieron otros personajes como Nat Pinkerton, Zigomar, Protea y Morgan el pirata. Según el autor, la casa francesa se refería así a este tipo de filmes: “El género de las hazañas policíacas conviene maravillosamente al cine. Narración sencilla…, encadenamiento lógico de los hechos, acercamientos rápidos, persecuciones, crímenes, asechanzas, raptos, etc…, y todo eso es amplia materia cinematográfica”. 192  Fernández Cuenca (1943, p. 83) destaca que el éxito de la cinta fue más en Europa que en Estados Unidos. En 1914 la empresa filiar que Pathé poseía en Nueva Yersey (Pathé Exchange) se encontraba a la deriva debido a su poca solidez y falta de grandes trabajos. Gracias a Louis Gasnier, a la sazón, productor de la casa, se realizó simultáneamente un serial en periódicos y en la gran pantalla. El título: Las peripecias de Paulina y su protagonista Victoria Evans, la gran perla blanca o Pearl White constaba de catorce mil metros repartidos en 15 episodios. Debido al éxito alcanzado, le siguieron Los peligros de Paulina y como no, Los Misterios de Nueva York. Los misterios superó con creces el triunfo de Las peripecias de Paulina, gracias a los costosos decorados y las grandes dificultades en su realización. Con más de siete mil metros repartidos en 13 episodios: “Había en la fábula verdaderos alardes ingeniosos, trucos insospechados y situaciones de altos vuelos apasionantes”. Para más información ver Insúa, A. En el cinematógrafo. En ABC, 8 de enero de 1916, p. 6. 157 sensacionales aportaciones americanas de larguísimo metraje que acapararon desde su aparición la atención de todo el mundo… (Méndez Leite, 1965, p. 93). 1916 se convertiría en un año cinematográfico repleto para Zamora. A las proyecciones en el Teatro Principal, como La llave maestra, con veinte mil metros; y las del Cine Buenaventura, se le unieron las del Nuevo Teatro, a partir de abril, con cintas como Visión Terrorífica; y Amor y Ruido de Espadas. El empresario señor San Vicente (sic), ha conseguido batir el «record» de la película cinematográfica, y las proyectadas (…) «Paulina» y «La llave maestra» (…) han despertado el interés del público, que no dejará de concurrir al teatro de la Costanilla de San Vicente, para continuar viendo el desarrollo de los restantes episodios. (Heraldo de Zamora, 2 de mayo de 1916, p. 2). Fue tal el éxito de este último filme que se solicitaría a través de los medios de comunicación de la época, declararlo de «interés nacional». (Cabero, 1949, p. 123). Los inventores del cine en episodios usaron sin darse cuenta de ello la teoría del amor, que años más tarde iba a desarrollar Ortega y Gasset. Sirviéronse (sic.) decisiva para el enamoramiento: la suspensión atencional, la captación enérgica y absorbente de la facultad de atender que en el público cabe, para conducirle como sonámbulo a no ver más motivos de interés que cuantos se centran en la inquietud de la aventura cinematográfica. (…) Para que la mayoría se adscribiese al arte recién parido, hubo que inventar algo, un truco que obligara a repetir asiduamente la concurrencia a las salas que exhibían films. (Fernández Cuenca, 1943, pp. 12-13). Durante la primavera de 1916, el Teatro Principal estrenaba el film El nocturno de Chopin (Fructuos Gelabert, 1915) con Margarita Xirgú de protagonista de la cinta. El film fue una de las producciones de la empresa catalana Barcinógrafo, compitiendo directamente con producciones extranjeras de la época. La proyección iría acompañada con la actuación de la conocida Coraline D’orsay193, a precios que fueron de 50 céntimos la butaca y de 1,5 pesetas la general. “La empresa Sanvicente en su deseo de dar a conocer el trabajo de dicha artista al 193  Natural de Zamora, Tránsito Crespo Seisdedos, se había forjado una carrera dentro del mundo nacional de las variedades. 158 público de Zamora (…) no ha reparado en el inmenso gasto que representa la adquisición de tan interesante película” (Heraldo de Zamora, 19 de abril de 1916, p. 2). Mientras tanto, el Nuevo Teatro intentaba competir con los films y artistas que Sanvicente llevaba al Coliseo ofreciendo películas a precios económicos: 35 céntimos la butaca. Películas como Corazón y arte, Fatty la heredera, Cartera robada o Margarita fueron algunas proyectadas en el Teatro del corralón del Hospicio. Aún así, Sanvicente contrató la exhibición de Christus, “película autorizada por la censura eclesiástica”, adaptada del poema de Fausto Salvatori y que conmemoraba la vida, pasión y muerte de Jesús. El film venía abalado por su gran éxito en el Gran Teatro de Madrid, donde estuvo más de treinta días en cartel. En Segovia, ciudad cercana a Zamora “fue preciso proyectarla varios días consecutivos (…) afluyendo espectadores desde los mismos pueblos de la provincia” (Grau, 1962, p. 234). 3.1.2. Kinemacolor Durante esos años, Alejandro Sanvicente adquiriró un proyector de Kinemacolor194. Este nuevo sistema cinematográfico –de origen británico195–, tenía como base el fenómeno Phi196 y la persistencia retiniana197, exponiendo fotogramas sucesivos de un film alternándolos con filtros de color verde y rojo incluidos en un disco rotatorio. Lo que provocaba en el espectador la sensación de estar viendo colores reales. Gracias a la compra de este proyector, Sanvicente publicitaría su Kinemacolor como “película en colores reales, exclusiva de la empresa”. Procesión de elefantes en Calcuta fue el primer film por este proceso exhibido en Zamora a finales de mayo, cuyas sesiones fueron de cinco y media, siete y media; y diez horas. Estas iniciativas, contribuyeron a que la prensa de la época calificara “Palacio del Cinematógrafo” al Teatro Principal y sus grandes exhibiciones como de “acontecimiento cininesco”. 194  Como curiosidad, el 23 de septiembre de ese año y, debido al papel neutral en el que se mantuvo España en la Gran Guerra, el Gobierno Civil de Zamora desautorizó la proyección del film Tropas inglesas del sistema Kinemacolor. 195  Su inventor fue George Albert Smith bajo el encargo de Charles Urban. 196  Ilusión óptica de nuestro cerebro que hace percibir movimiento continuo en donde hay una sucesión de imágenes. 197  Fenómeno óptico por el cual la retina conserva durante cierto tiempo la impresión de las imágenes, y por esta razón se perciben con natural continuidad las películas cinematográficas, sin advertir las transiciones de una imagen a otra. 159 Figura 27. Proyector de Kinemacolor. Fuente: Timeline of Historical Film Colors. Recuperado de: http://zauberklang.ch Durante el mes de junio, la competencia entre ambos teatros sería cada vez más fuerte. Sanvicente elaboró un programa de actividades muy suculento, creando bonos para los cinco días de las Fiestas de San Pedro. El Nuevo Teatro por su parte, intentaba competir con aquel a través de su aforo, bastante más alto que la competencia. El Nuevo, ofrecería billetes más económicos –a quince céntimos– frente a los veinticinco céntimos y la peseta del Principal. Por otro lado, Sanvicente siguió con sus éxitos cininescos, gracias al Kinemacolor, proyectando films como Una excursión por la bella Escocia y Atravesando el Canal de Suez. En ese verano, la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Zamora decidiría la desaparición del Cine Buenaventura198 por su nula actividad. 198  Existe un capítulo aparte con los detalles de este cine. 160 3.1.3. Seriales Mientras, los empresarios del Nuevo Teatro contrataron al artista Billie Ritchie, más conocido como el «Chaplin escocés»: “Y por último «Charlot» con su pantomima «Charlot enamorado» ganó en buena lid las palmas que se le tributaron” (Heraldo de Zamora, 17 de julio de 1916, p. 2). Esta contratación y una serie de anuncios en la prensa local, no llamaron la atención de los espectadores de la capital, al preferir a la «reina del gesto» como calificaban por aquella época a Francesca Bertini. La perla del Cinema se estrenaría con gran éxito de público en el Teatro Principal que por aquel entonces había ganado en comodidad gracias a la supresión de algunas de sus filas. Pero la mayor lucha por ganarse al público zamorano fue durante el mes de septiembre, cuando comenzaba la nueva temporada. Sanvicente, realizó una pequeña obra en el Teatro Principal en la que incluiría un nuevo decorado, elegantes tocadores y una nueva instalación eléctrica. Las cintas y el precio de las mismas, también eran motivo de disputa entre ambos teatros. Mientras en el Principal se estrenan cintas de detectives y se apostaba por el sistema de Kinemacolor con entradas que iban desde los treinta céntimos a las 1,5 pesetas; en el Nuevo Teatro se estrena La presidiaria 121 a precios más económicos bajo las franjas de quince y cincuenta céntimos. De la rivalidad entre los dos teatros saldría favorecido a finales de septiembre el Principal, gracias a que su gestor, Alejandro Sanvicente, había conseguido la distribución de las películas más atractivas del momento. De hecho, El Correo de Zamora, en varios números de ese mes, calificaría de ñoñas las cintas que se proyectaban en el Nuevo Teatro, por lo que sus empresarios no tardaron en cerrar el negocio. Aún así, Sanvicente continúo con su andadura para conseguir los contratos de las mejores películas y números de varietés para Zamora: Otra prueba más de su interés por publicar (sic) acaba de dar la empresa Sanvicente explotadora del Teatro Principal, que siguiendo con el plan trazado para la temporada invernal, ha firmado contrato con las casas más importantes en películas existentes en España al objeto de proyectar toda su producción (…). Con estos alicientes la temporada promete ser un verdadero derroche en materia cininesca que el público verá con sumo agrado. (Heraldo de Zamora, 24 de octubre de 1916, p. 2). 161 Aunque Enrique De Nicolás solicitaría el 5 de noviembre la ampliación de la concesión del Nuevo Teatro de treinta a cincuenta años, lo cierto es que esta no se produciría por parte de la Diputación hasta el día veinticuatro199. Durante ese mismo mes, el empresario colgaría el cartel de alquiler en el nuevo coliseo, publicándose anuncios durante varios días en la prensa local sobre el nuevo contrato de arrendamiento. El 15 de noviembre, se convocó un concurso público en el que, el máximo postor iba a hacerse con las riendas del efímero teatro. Ninguna persona o empresa se presentarían al concurso, con lo que días más tarde, Sanvicente lograba hacerse con la gestión del Nuevo Teatro para reinaugurarlo el 10 de diciembre con la película El misterio de una noche de verano200 (Francisco Camacho, 1916): “Mañana abre sus puertas el «Nuevo Teatro», tomado en arriendo por el nuevo empresario señor Sanvicente” (Heraldo de Zamora, 9 de diciembre de 1916, p. 2). Con ello, el empresario comenzaba una fructífera andadura en ambos teatros. Entre el 22 y el 26 de diciembre, Sanvicente contrataría para el Nuevo Teatro a la gran cupletista Raquel Meller201. Vino acompañada de malabaristas, acróbatas, atletas, y Alba Tiberio, otra conocida artista de la época. De La Madrid (2009, p. 58) destaca las cualidades de Raquel Meller y otras cupletistas de la época: Ellas se acercaron más al teatro, en el sentido más tradicional y burgués del espectáculo, por el atrezo, por los cambios de vestuario, que adaptaban al asunto narrativo de cada canción, y por la actuación, que ya no consistía en insinuar e insinuarse sino que componía un personaje. No existen noticias en prensa, ni se poseen programas de mano sobre los estrenos más representativos de las primeras décadas del siglo: Intolerancia (Intolerance. Griffith, 1915), El estudiante de Praga (Der student von Prag. Stellan Rye y Paul Wegener, 1913), Asalto y robo de un tren (The Great Train Robbery. Porter, 1903)… lo que afinaza más las afrimaciones de Castrillón y Martín (1997, p. 72) sobre los carteles de mano: “Existen dos mecanismos 199  A.Di.Za. Caja 671. Sig. 671/8. 200  En el Heraldo de Zamora, la cinta se tituló como Los misterios de una noche de primavera. 9 de diciembre de 1916, p.2. 201  Raquel Meller volvería a Zamora ocho años más tarde para filmar unos planos en la ciudad como protagonista de la película Violetas Imperiales (Violettes Impériales. Henry Roussel, 1924). 162 básicos para la llegada de información sobre las películas. Por una parte, la prensa local (…). El otro modo (…) son los carteles y fotos con que el empresario anuncia el film”. Todavía está por estudiar cuándo y dónde se producen los estrenos de muchas de estas películas en España: fecha, sala, ciudad, permanencia en cartel, etc., porque en un primer acercamiento podemos confirmar que algunos de estos títulos no llegan a las capitales de provincia. (García Fernández, 2002, p. 86). Pero de lo que sí se tiene constancia, es de que Alejandro Sanvicente no descuidó la gerencia de ambos teatros, estrenando grandes producciones202 como La llama eterna, La emboscada, Don Juan, El porvenir del acecho (L’avvenire in agguato, Giulio Antamoro, 1916) o el serial Los vampiros203 (Les Vampires, Louis Feuillade, 1915)204. Tanto la producción norteamericana –reuniendo en cada episodio varios efectos sin tener que ver con la acción– como la europea –manteniendo al público en tensión al final de cada episodio–, constituían las dos grandes escuelas internacionales del cine por episodios. “Rocambole, Fantomas y Los Vampiros tenían que ser franceses, pero los detectives nacían en Yanquilandia de paternidad inglesa. Y estos dos perfiles de la máscara aventurera constituían las dos grandes escuelas internacionales de cine en episodios”. (Fernández Cuenca, 2003, p. 20). La proyección de series corresponde a la concepción del cine como espectáculo «diario», como el café o las atracciones. El empresario se ve beneficiado por la presencia cotidiana de espectadores «enganchados» al hilo argumental, y éstos tienen la oportunidad de llenar una importante parcela de su tiempo libre con un espectáculo marcado por la continuidad. (…) el cine va llenando un espacio antes ocupado por las varietés y otras distracciones cotidianas. La falta de continuidad de las películas «diarias» o de un solo capítulo es sustituida por el encadenado de capítulos bajo una aparente unidad de sentido, siguiendo el ejemplo, sin duda, de aquel hito de la cultura 202  Debido a las malas y diferentes traducciones que se realizaban en la época, no hemos podido saber exactamente qué películas eran realmente las que se estrenaban en Zamora, por lo que contamos con un porcentaje muy pequeño de cintas localizadas. De ahí que, en algunos casos, a continuación del título del film no se informe de su título original, su director y el año de producción. 203  Para más información consultar Ruiz, L. E. (2000). Obras pioneras del cine mudo. Orígenes y primeros pasos (1895-1917), (pp. 349-351). Bilbao (Vizcaya), España: Mensajero. 204  Interpretada por Musidora –cupletista grandes ojos y cuerpo exuberante– e ideada por el productor Louis Feuillade para la Gaumont Co. a finales de 1915, quien relataría en nueve episodios las andanzas de un grupo de criminales a los que llamó Les Vampires. “Ya no se trababa (…) de aventuras casi autónomas en cada película, sino que todas quedaban enlazadas estrechamente”. (Fernández Cuenca, 1943, p. 96). 163 popular que fueron las novelas por entregas. (Castrillón & Martín, 1997, p. 72). 3.2. Teatro Principal Durante la segunda década del siglo xx, el propietario del coliseo seguiría siendo Alejandro Calmarino, alquilando el recinto a empresarios de espectáculos y cinematógrafos. Uno de ellos fue Julio Ramos que durante el verano de 1918, firmaría un contrato para proyecciones de cine y representaciones teatrales, gracias a la asociación que realizó con Alejandro Sanvicente, que conocía el mundo de las representaciones y había ofrecido anteriormente veladas en ambos teatros. También, en septiembre de ese año, Manuel Alonso Priz205 celebraría sesiones de cine creando un económico abono en el que por setenta y cinco pesetas –impuestos incluidos– los espectadores podían disfrutar de cincuenta días de función que incluían cien “secciones” de cine y varietés o solo cine. El abono también incluiría las representaciones de dos compañías teatrales. 3.2.1. La gripe española y sus consecuencias Durante ese mes se informaría en el Boletín Oficial de la Provincia sobre la epidemia de gripe que estaba asolando el país. De ahí que en octubre el Teatro cancelara las representaciones de cine y varietés del día 4 en la que se incluían las actuaciones de las artistas La Goyita y Flor de Alejandría206. Embutidas en sus trajes-uniforme, escotados, ceñidos a las caderas y acampanados en toda la longitud de las piernas, aquellas guerrilleras de la tarima estaban muy lejos de las “artistas” a las que la segunda del siglo, reservaba una muy distinta consideración social, poblando con sus trinos y sus muy artísticas presentaciones, las tablas de los teatros más afamados. (Madrid, 2009, p. 28). El motivo fue la alarma cada vez más creciente que existía entre la población debido a la Gripe Española. Ante dicha cancelación ambas artistas protestaron en la prensa alegando que la no representación les causaría daños económicos, ya que el local cumplía con todas las 205  Heraldo de Zamora, 4 de septiembre de 1918, p. 2. 206  Heraldo de Zamora, 4 de octubre de 1918, p. 2. 164 condiciones de higiene y estaba perfectamente desinfectado. Lo que es cierto es que el día 16, la Junta Provincial de Espectáculos acordaría el cierre de todos los espectáculos públicos en la provincia, tanto cines, como teatros y bailes, hasta que desapareciera la epidemia que estaba causando grandes estragos en la población. La razón de que la peor pandemia de la historia se denominara gripe española, se suponía hasta ahora, es que España no estaba alineada en la Gran Guerra, y por tanto la prensa española era la única que informaba sobre la ola de enfermedad y muerte que afectaba a medio mundo; en los demás países, la censura impuesta por los altos mandos de la contienda impedía airear unas noticias tan desmoralizadoras para las tropas y sus apoyos civiles. (Sampedro, s.f., 2014). La Junta Provincial de Espectáculos estaba compuesta por el Gobernador Civil, el Inspector Provincial de Sanidad, el Presidente de la Diputación, un Subdelegado de medicina, otro de Farmacia, un profesor de instituto, un Teniente Coronel del Regimiento de Toledo, así como un médico y un veterinario. No fue hasta pasado el mes de octubre cuando la Junta decidiera la reapertura de los espectáculos públicos en toda la provincia, autorizando el ocho de noviembre la celebración de eventos en el Teatro Principal y el Nuevo Teatro. Ambos abrirían sus puertas los días diez y trece respectivamente tanto con representaciones de variedades como cine207. 3.2.2. Cinematógrafo y varietés Durante los años diez del pasado siglo, el cinematógrafo se convertirá en complemento a la oferta más tradicional, incluyéndose como fin de fiesta en el teatro popular, el circo o las varietés, por lo que se debe sospechar que el arte mudo tendría más presencia en el mundo del ocio que la que se manifestaba en los anuncios de prensa de la época (Montero & Paz, 2002, p.108). Durante la Semana Santa de 1919, Avelino García Casado, a la sazón empresario del Teatro Principal, exhibiría la cinta Vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo (La vie et la passion du Christ, Ferdinand Zecca, 1902), anunciando a través de la publicidad en la prensa 207  El Correo de Zamora, 9 de octubre de 1918, p. 3. 165 de que el film estaba tomado en colores. La película producida por la casa francesa Pathé Frères reunía treinta y nueve escenas en cuatro episodios, cuya duración era de cuarenta y cinco minutos. Por aquella época, los empresarios verían con buenos ojos, la realización de pases privados o prèmieres, invitando a la prensa y las figuras influyentes de la sociedad, con el fin de llegar al gran público a través de las críticas. Junto a ellos, se invitaría a las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, los cuales destacaron las maravillas de la fotografía en colores. Otros filmes estrenados durante ese año, fueron las llamadas Revistas Pathé (Pathé Journal)208, los filmes del malogrado Fatty Arbuckle209, Los intereses creados (Jacinto Benavente, 1918), Intolerancia (Intolerance, Griffith, 1916) o Los Miserables (Les Miserables, Albert Capellani, 1913). En esta última el público “se deleitó con la narración cinematográfica de la accidentada vida de Juan Valjean (…) admirando los hermosos pasajes de tan interesantísimo film”. (Heraldo de Zamora, 29 de septiembre de 1919, p. 2). La temporada de otoño comenzaría con el estreno de un nuevo proyector: “con objetivo potente que fija en el lienzo las escenas con nitidez extraordinaria”. Fueron notarias las sesiones infantiles que se desarrollaron a partir de las cuatro y media; y que tenían gran protagonismo la encantadora Paulina210 con sus filmes detectivescos por episodios que se solapaban con sus historias en la prensa americana. El año 1919 finalizaría con la proyección de Houdini y el tanque humano211: “película cuajada de situaciones trágicas y de cuadros de luminosidad impecable” (Heraldo de Zamora, 24 de diciembre de 1919, p. 2). En 1920, el Principal seguiría ofreciendo espectáculos de cine y varietés, así como cine por episodios, creando un concurso en el que un espectador debía adivinar quién era un 208  Su característica principal es que eran noticiarios cinematográficos que trataban sucesos importantes ocurridos, aunque no se filmaban in situ, sino que informaba proyectando imágenes que no se correspondían con la realidad. 209  Un artista estadounidense cuyos filmes se caracterizaban por sus gags visuales y esquemas cómicos. En el esplendor de su carrera fue sacudido por un escándalo de violación que destruyó su fama en Estados Unidos, pero no repercutió tanto en Europa. Almanaque de Arte y Cine, 1926. Revista T.S.H. 210  Kathlyn Williams era la actriz que interpretaba a Catalina, una heroína salida de la pluma de Walter Howey, un periodista y escritor del Chicago Tribune en la década de los diez. En Zamora se la renombró como Paulina, cuando en verdad era Catalina. 211  Aunque no se puede establecer el año del film, el ilusionista creó su propia productora al terminar la Primera Guerra Mundial, realizando una serie muda de 15 capítulos titulada El maestro del misterio. Podemos afirmar que se trata de la misma cinta estrenada en Zamora. 166 determinado personaje de la cinta. Un ejemplo de esta iniciativa, fue la serie La prometida del Sol cuya protagonista era Ruth Roland, y dónde el espectador debía adivinar quién era el jinete fantasma. El ganador sería obsequiado con un premio de veinticinco pesetas en oro “un buen aperitivo para los aficionados al arte mudo” (Heraldo de Zamora, 19 de abril de 1920, p. 2). Durante las ferias de septiembre, volverían los espectáculos de cine y varietés al Coliseo capitalino con sesiones de cuatro y media –infantil–, siete y diez de la tarde/ noche. Destacaron los films de Charlot, La marca de fuego, El caballo fantasma junto a la canzonetista Carmelita Sevilla, la artista Emilia Vez y los hermanos Flórez. Llegado 1921, Avelino García Casado continuaría regentando el Teatro Principal a través de programas que aunaban cine y variedades por doquier. Tras el éxito cosechado por la artista Isabelita Ruiz, junto con proyecciones cinematográficas, García Casado fue agasajado por el Heraldo calificándolo de gran empresario, ya que –según el medio– estaba convirtiendo al Principal en la Catedral de las Varietés212. Durante mayo, se establecería el llamado “programa monstruo”, inaugirándose un nuevo proyector213 y junto a las cintas más existosas del momento por los teatros y cines del país214. Existe documentación en el Archivo Municipal de Zamora sobre el pago del concierto del Timbre durante ese año. Durante el domingo 20 de noviembre de 1921 –por ejemplo– se celebrarían sesiones “monstruo” de cuatro de la tarde –infantil–, siete y diez de la noche, recaudándose quinientas pesetas. Los programas consistían en: una sinfonía –aunque en sesión infantil no se celebraba–, para continuar con el estreno de un film. En este caso El rey de la noche, proyectada en cinco partes de las diez que poseía. Los precios de las entradas fueron los siguientes –en pesetas–: * Palcos y plateas sin entrada: 1,50 (infantil) y 4 noche * Butaca con entrada: 0,25 (infantil) y 0,75 noche * Delanteras de galería: 0,20 (infantil) y 0,60 noche * Galería: 0,20 (infantil) y 0,50 noche 212  Heraldo de Zamora, 7 de marzo de 1921, p. 1. 213  Se desconoce qué tipo de proyector era el adquirido. Lo único que se conoce es que los primeros días tuvo grandes problemas de enfoque que posteriormente se subsanaron. 214  Heraldo de Zamora, 21 de mayo de 1921, p. 1. 167 * Delanteras de paraíso: 0,15 (infantil) y 0,35 noche * General: 0,10 (infantil) y 0,25 noche Ha sido imposible recabar los precios de las entradas a lo largo de días continuados, por lo que no se ha podido establecer una valoración, ni una comparación de recaudación entre el Nuevo Teatro y el Principal. El impuesto del timbre solamente se encuentra recogido por días alternos, donde las funciones aparecen mezcladas. Otros días, las sesiones “monstruo”, dejaban paso al cine y las varietés no aptas para menores. El programa constaba de una película, para –a continuación– ofrecer actuaciones de bailarinas o espectáculos acrobáticos, terminando con la presentación de una cupletista. Las sesiones se celebraban a las siete, nueve y once de la noche; ascendiendo los precios a un cincuenta por ciento, seguramente debido a la remuneración de los artistas215: * Plateas y proscenios: 9 * Palcos y plateas sin entrada: 8 * Butaca con entrada: 2 * Delanteras de galería: 1,5 * Galería: 1,25 * Delanteras de paraíso: 0,60 * General: 0,50 En otras ocasiones, estas sesiones eran aptas al público infantil, comenzando a las cuatro de la tarde. El programa era similar al anterior, salvo que la cinta proyectada solía ser una película cómica o de aventuras. Los precios eran: * Plateas sin entrada: 3,50 * Palcos sin entrada: 3,50 * Butaca con entrada: 0,85 * Delanteras de galería: 0,60 * Galería: 0,50 215  Los precios son en pesetas. 168 * Delanteras de paraíso: 0,40 * General: 0,25 Durante la primera mitad de 1922 debutaron en el Coliseo los artistas Angelita, Carmina, Julieta Herma, la compañía de Stela Gistad así como The Great Roselis con sesiones “sugestivas y agradables”. En la temporada de septiembre, el Teatro Principal abrió sus puertas con un lavado de cara, remozándose el salón de espectáculos y sus butacas216, con veladas como las de la canzonetista La Malagueñita, la guitarrista Adela Cubas o el ventrílocuo D’Enri. No se poseen datos de las películas proyectadas, ya que lo único que se cita en los diarios es el calificativo de “preciosas cintas” (Heraldo de Zamora, 22 de noviembre de 1922, p. 1)217. En los primeros meses de 1923, el exhibidor del Teatro Principal ofrecería representaciones teatrales y alguna fugaz proyección cinematográfica. Pasado el verano, la empresa Carro se haría cargo del Coliseo ofreciendo funciones de cinco; siete y media; y diez y media. Según el impuesto del timbre, el aforo del teatro era de 755 personas, cuyos precios de las entradas iban en relación al tipo de localidad218: * Plateas sin entrada: 10 * Palcos sin entrada: 10 + 7 * Butacas: 186 * Delanteras de galería: 20 * Galería: 98 * Delanteras de paraíso: 69 * General: 220 * Entrada de palco: 135 Destaca la contratación de un gran operador para la sala el cual no tenía nada que envidiar a los que trabajan en los grandes cines y teatros de las grandes ciudades de España. También la nueva dirección recibiría elogios por parte del Heraldo, basándose en el esfuerzo económico que la empresa estaba realizando para la contratación de películas inmejorables. Finalizaba el 216  Heraldo de Zamora, 21 de septiembre de 1922, p. 2. 217  Se ha incluido en el Apéndice 1, Figura 6, una serie de programas de mano encontrados en el A.H.P.Za. 218  Precios expresados en pesetas. 169 diario informando de que la reproducción de los fotogramas era bastante fiel sin oscilaciones ni interrupciones gracias a la restauración de su proyector219. Las cintas más destacadas del año fueron El puente de los suspiros, Los cuatro jinetes del apocalipsis y La máscara de los dientes blancos o El crimen de Abel. La actriz protagonista de esta última película era calificada por la prensa de “Honestidad, modestia, humanidad, todo, en fin se halla encarnado en esa expresión simbólica que constituye la aceptación completa de lo que debe ser una mujer” (Heraldo de Zamora, 23 de octubre de 1923, p. 1). Mientras, los tres días en las que se contaron por llenas las proyecciones de Los cuatro jinetes, fueron acompañadas por una partitura musical realizada expresamente para el film220. 3.2.3. Nuevos propietarios A finales de octubre, el local del Teatro Principal fue vendido por setenta y cinco mil pesetas a los empresarios Eduardo Gutiérrez, Fernando Gutiérrez, Vicente Tomé y César Prieto “amantes de las gloriosas tradiciones” (Heraldo de Zamora, 26 de octubre de 1923, p. 1) proponiéndose estos la renovación completa del Coliseo a corto plazo221. Los nuevos dueños inaugurarían el coliseo mediante una gala en la hora vermouth222 del 25 de noviembre y donde ofrecerían sus primeros ingresos para financiar una corona destinada a la Virgen de la Soledad del artista zamorano Ramón Álvarez, tan venerada y querida en la ciudad223. La crónica del Heraldo relata lo abarrotado que estuvo el local para ver el film Los dueños del mar. El estreno fue lo de menos, ya que se llegaría a recaudar más de 350 pesetas, donando a la hermandad 283,70 pesetas después de restar los impuestos. A partir de ese momento las proyecciones fueron amenizadas por la banda del director Scarpellini. Con la nueva empresa del coliseo, comenzaría una nueva relación comercial con El Correo, ya que hasta ahora, el Principal solo se publicitaba en el Heraldo. Debido a ello, el diario de la mañana comenzaría a dedicar informaciones de ambos teatros, en un espacio –en la mayoría de los casos– cuyo título fue: “Espectáculos”. 219  Heraldo de Zamora, 22 de spetimebre de 1923, p. 2. 220  Heraldo de Zamora, 25 de octubre de 1923, p. 2. 221  El Correo de Zamora, 25 de octubre de 1923, p. 2. 222  La hora vermouth se establecía como la de media tarde, sobre las siete o siete y media. 223  Heraldo de Zamora, 22 de noviembre de 1923, p. 2. 170 En 1924 y como en años anteriores en vísperas de Reyes, los niños de la sección infantil disfrutaron de una velada en el Teatro donde se sortearían juguetes y disfrutaron de infinidad de películas cómicas. También a principios de enero para los mayores se estrenaría la serie de Maciste, junto con ¡Ojo por ojo!. La gestión para que esta última cinta llegara a Zamora fue toda una proeza, ya que a parte de las dificultades de distribución, se unirían las económicas. Fueron los tiempos en los que se pasaron por la pantalla del Teatro joyas del arte mudo como Robin de los bosques y La historia de los 13. Aunque la cinta de Douglas Fairbanks224 tuviera gran expectación, lo cierto es que el público zamorano tenía predilección por las películas europeas, especialmente las francesas e italianas. Así lo reflejaría el Heraldo calificando a la cinta La historia de Los 13: Constituye (…) un verdadero alarde del buen gusto artístico que siempre ha predominado en la cinematografía italiana, un drama lleno de originalidad y de emoción que mantiene constante la atención del público, un derroche de lujo y de elegancia que aprovecha con habilidad Lyda Borelli para mostrarnos sus grandes facultades de artista de la escena muda. (Heraldo de Zamora, 31 de enero de 1924, p. 2). Durante el mes de marzo, se produjo un gran acontecimiento cinematográfico en Zamora. El clima entre los vecinos fue de gran nerviosismo porque iban a verse reflejados en la gran pantalla. Se estrenaba la primera película profesional cuyos exteriores habían sido filmados meses antes en la ciudad, como la Catedral –exterior e interior– y la calle de Balborraz225. Violetas imperiales se estrenaría el 19 de marzo con gran éxito de público, abarrotando las localidades de los cuatro días que estuvo en cartel: En las tres secciones que ayer se celebraron en el lindo coliseo de la cuesta de San Vicente, no quedó ni una sola localidad por ocupar. Los llenos fueron rebosantes y nunca con más verdad puede decirse que la sala presentaba el aspecto de las noches de grandes solemnidades artísticas. (Heraldo de Zamora, 24 de marzo de 1924, p. 2.). 224  Es de destacar el texto que dedicó Pastells Auber, A. (1925). ¿Un personaje fotogénico? En El Almanaque de “El Cine”. Barcelona, España. 225  El Correo de Zamora, 20 de marzo de 1924, p. 2. 171 Figura 28. Imagen inédita de Raquel Meller en un descanso de la película Violetas imperiales, en el atrio de la Catedral de Zamora. Fuente: Colección Prieto-Cirac. Filmoteca de Castilla y León En los últimos días de marzo, el Principal se preparaba para echar su cierre gracias a la reforma que habían planeado sus propietarios con el fin de convertirlo en el mejor Teatro de Zamora. El último film proyectado fue Theodora, cinta producida por la Unión Cinematográfica Italiana, calificada por la prensa como obra de “equilibrio perfecto”. El cine debe dejar de ser una página de anecdotario y ampliar las capas sociales susceptibles de ser atraídas por él; sobre todo pretende ganarse a las clases más pudientes, las que mejor pueden asegurar la asistencia casi cotidiana a las salas. Para eso se precisa acabar con la «chabacanería» con la que se identificaba el cine primitivo: el ambiente y el modelo de vida «social» que propugnará desde ahora el star-system como modelo de producción-distribución cinematográfica será muy distinto del primitivo. (Castrillón & Martín, 1997, p. 14). 172 El proyecto de obra fue realizado por Gregorio Pérez Arribas, el cual construiría los camerinos que ocupaban parte del callejón y le daría el aspecto –sala y fachada226, que actualmente se puede contemplar después de las reformas producidas por Somoza & Vellés227. En el resumen de su memoria previa a la rehabilitación publicada en El Correo, estos dos arquitectos enumeran que el aforo de la platea era de cuatrocientas ocho personas, más las doscientas para el anfiteatro y doscientas veinte destinadas al paraíso, lo que hacían un total de 830 plazas aproximadamente. 3.2.4. Nuevo Teatro Principal El aspecto general que presenta el actual Teatro Principal es fruto a la gran reforma llevada entre abril y noviembre de 1924. La faraónica restauración proyectada en el coliseo debía terminarse al principio de la temporada, pero lo cierto es que no fue hasta bien entrado el otoño –más de siete meses– cuando el Principal volviera a ofrecer espectáculos. La prensa se hizo eco del espectacular lavado de caro que sufriría el teatro para convertirse en un lugar “moderno, amplio y elegante” (Heraldo de Zamora, 19 de julio de 1924, p. 2). La planta del teatro sufrió algunas modificaciones para rentabilizar su mantenimiento, convirtiéndolo en sala de cine. La fachada que se conserva, se realizó en 1924, obra de Gregorio Pérez Arribas, con una portada con reminiscencias renacentistas y barrocas: cartelones, guirnaldas, escudos; muy al gusto del eclecticismo que se respiraba en la época. (Herrero Uña, 2006 pp. 170-171). 226  Somoza & Vallés. (1998, 25 de noviembre). El estado del Teatro Principal antes de su rehabilitación: memoria y detalles. En El Correo de Zamora. Número Extraordinario con motivo de la inauguración del teatro por parte de Su Majestad La Reina Doña Sofía, (p. 20); explicaban cómo era la fachada antes de su restauración: “Es de piedra artificial, escayola endurecida en molduras, y revocos, y alguna policromía. Tiene dos pisos. En el bajo, dos puertas y zócalo de falsa sillería en la primera planta tres huecos enmarcados por pilastras sobre un balcón, corrido con balaustrada. (…) A media altura de las pilastras se conservan los apliques, en forma de campana, de cuatro lámparas que han perdido los globos de cristal que tuvieron”. 227  Somoza & Vellés. (1998, 25 de noviembre). Antecedentes arquitectónicos del teatro. En El Correo de Zamora. Número Extraordinario con motivo de la inauguración del teatro por parte de Su Majestad La Reina Doña Sofía. (p. 15). 173 Figura 29. Plano y fachada del Teatro Principal. Gregorio Pérez Arribas, 1924. Fuente: Ventura, 1988. El nuevo Teatro Principal se inauguraría el jueves 20 de noviembre con la representación teatral del Trío Lara. Poseía nuevas dependencias, así como un ambigú para los clientes durante los descansos de las obras. Junto a los vendedores que trabajaban fuera y dentro de las salas, un tercer tipo de distribución de comida y bebida lo llevaron a cabo los bares de los cines, más conocidos con el nombre de ambigús. Estos establecimientos, gestionados muchas veces por personas ajenas a la sala en régimen de alquiler, eran especialmente frecuentados antes de las proyecciones y durante los descansos. (Román & Blanco, 2002, p. 151). 174 Los precios de las localidades para las representaciones teatrales fueron los siguientes228: * Plateas sin entrada: 10 con 5 entradas: 50 * Butacas: 324 * Palcos sin entrada: 10 con 5 entradas: 50 * Entrada de palco: 129 * Delanteras anfiteatro: 56 * Anfiteatro: 52 * Delanteras general: 30 * General: 125 Pasados cuatro días de la inauguración, el arte mudo se presentó en el coliseo con el film Las dos huérfanas229. Según la contribución industrial del 24 de noviembre, los precios de las localidades fueron230: * Plateas (5 entradas): 2,5 (infantil) y 3 noche * Palcos (5 entradas): 2,5 (infantil) y 3 noche * Butaca con entrada: 0,60 (infantil) y 0,75 noche * Delanteras de galería: 0,50 (infantil) y 0,60 noche * Galería: 0,40 (infantil) y 0,50 noche * Delanteras de paraíso: 0,30 (infantil) y 0,40 noche * General: 0,20 (infantil) y 0,25 noche Pero al contar con la gran competencia que tenía con el Nuevo Teatro, el Principal decidiría bajar sustancialmente estos precios, llamando al programa de películas “programa kilométrico” o “programa monstruo”. Mientras, los precios para sesiones conjuntas de cine y varietés los precios231 fueron los siguientes: * Plateas (5 entradas): 4 y 8 228  Precios en pesetas. 229  Durante los días 15, 16, 18 y 19 de noviembre el Heraldo informó de los detalles de la inauguración. 230 Precios en pesetas. 231  El primer número corresponde a las sesiones de infantil y el segundo a las de noche. 175 * Palcos (5 entradas): 4 y 8 * Butaca con entrada: 1 y 1,75 * Delanteras de galería: 0,75 y 1,5 * Galería: 0,60 y 1,25 * Delanteras de paraíso: 0,50 y 1,00 * General: 0,25 y 0,50 Finalmente los precios para sesiones nocturnas de cine y varietés fueron: * Plateas (5 entradas): 5 noche * Palcos (5 entradas): 5 noche * Butaca con entrada: 1 noche * Delanteras de galería: 0,75 noche * Galería: 0,60 noche * Delanteras de paraíso: 0,50 noche * General: 0,25 noche En 1925 el Teatro Principal comenzaría a desligar las proyecciones de cualquier otra representación. Será el comienzo de los seriales enteramente proyectados y cintas en largometraje como La Dolores (Maximiliano Thous, 1922), basada en la obra de Josep Feliú i Codina. A esta cinta le seguirían El ladrón de Bagdad (The Thief of Bagdad. Raoul Walsh, 1924), La casa de la Troya (Manuel Noriega y Alejandro Pérez Lugín, 1925) o Hollywood o La meca de la cinematografía (Hollywood. James Cruze, 1923). La temporada cininesca de 1925-1926 se inauguraría con cine por episodios intercalados232 junto con largometrajes como Cyrano de Bergerac (Augusto Genina, 1923) “grandiosa obra” impresionada en colores por la casa Pathé. La cinta “verdadero alarde de perfección” (Heraldo de Zamora, 3 de octubre de 1925, p. 1) no encareció el precio de la sesión, lo que supuso un gran aliciente para el público de la capital. Otra de las películas más representativas 232  Aunque las películas se recibían aún secciones por parte de las distribuidoras, lo cierto es que tanto en un teatro como en otro la mayoría de las veces se proyectaban completas. 176 de la época sería La quimera del oro (The gold rush. Charles Chaplin, 1923). “Interesa al público saber que no se trata de una película cómica más (…). Encierra un fondo de ironía, un contraste cómico de la vida real que une los mil originalísimos trucos cómicos de que tan extraordinaria película se compone” (El Correo de Zamora, 17 de abril de 1926, p. 3). “El propio Charles Chaplin definía la película como una obra maestra. De hecho, con ninguna otra el gran cómico consiguió acercarse tanto a su ideal de comedia dramática universalmente comprensible como con ésta”. (Hetebrügge, 2007, p. 222). 3.2.5. Alejandro Sanvicente La temporada 1925-1926 fue una etapa de transición, ya que la competencia con el otro Coliseo y los problemas con las distribuidoras por conseguir los filmes más selectos, hicieron mella en los empresarios que, imcapaces por continuar con el negocio, llegaron a un acuerdo en junio de 1926 para la venta del Teatro Principal. En esa época, se instauraría la llamada “contratación por lotes” que venía a sustituir al alquiler de cintas por unidades. Es decir, el empresario-exhibidor, estaba obligada a contratar a la casa distribuidora un catálogo completo de películas ofertadas, con lo que si resultaba un éxito de taquilla, la sala de exhibición debía abonar un cantidad variable a la distribuidora como parte del beneficio económico que le había supuesto. (Montes, 2016, p. 40). Alejandro Sanvicente fue el nuevo propietario del recién reformado teatro. Este empresario que ya había ofrecido espectáculos teatrales y cinematográficos en ambos teatros durante la década pasada, era en ese momento agente de la marca de automóviles Fiat, la cual vendía en exclusiva para Zamora233. Visionario y con un carisma inigualable, Sanvicente no se amilanaba ante cualquier negocio que se lo ponía delante: “podía venderte un Fiat 509, que contratar a una tiple, que discutir con un bajo, aunque tuviera más talla que él” (Heraldo de Zamora, 3 de septiembre de 1926, p. 3). Poseía su despacho en frente del Nuevo Teatro en la calle de Ramos Carrión234, lugar de obligado tránsito entre la Plaza Mayor y el casco antiguo 233 En la entrevista que se realizó a su hija –Mary Sanvicente Hurtado–, esta relataba que su padre ocupaba un cargo administrativo como funcionario de la Diputación Provincial. 234  De hecho la taquilla para comprar las entradas de espectáculos se instalaría allí. Heraldo de Zamora, 26 de octubre de 1926, p. 2. 177 de la ciudad235. Días más tarde, el Heraldo de Zamora, presentaba así al nuevo propietario: Alejandro Sanvicente el nuevo propietario del lindo coliseo de la cuesta de San Vicente, que en campañas anteriores tiene justificadas las insuperables condiciones que para empresario posee, tenía que demostrar que el Principal ha de ser el teatro de categoría que por su historia le corresponde. (Heraldo de Zamora, 30 de julio de 1926, p. 2). Como gran empresario que era, Sanvicente se puso en seguida manos a la obra, gestionando los nuevos espectáculos teatrales y cinematográficos para la nueva temporada próxima a comenzar. Teniendo el contrato en el bolsillo con grandes compañías teatrales –como Díaz Artigas o Eugenio Velasco–, Sanvicente publicitó en la prensa un anuncio en el que invitaba a los establecimientos hoteleros a realizar ofertas para el masivo alojamiento de estas compañías de revista en la ciudad durante los días de la representación. La primera proyección cinematográfica realizada por Sanvicente en el Principal fue Rosario, la cortijera (José Buchs, 1924) el 19 de septiembre. La cinta amenizada por saetas de Emilia Vez estaba protagonizada por La Argentinita, estrella conocida en el mundo de las varietés236. A este estreno le siguieron otros de las casas United Artists e Hispano Film Fox, entre las que destacaron América o Corazón intrépido (The Fighting heart. John Ford, 1925), gracias a su premiére en Zamora antes que en ningún otro cine de España. Los precios oscilaban entre los treinta y cinco céntimos la entrada general y los setenta a 1,25 pesetas para las butacas en sesiones de cinco, siete y media; y diez y media. Durante esos primeros meses, Sanvicente alternaría sesiones de cine con espectáculos de varietés a las cinco y las once de la noche. Otra iniciativa llevada a cabo por el empresario, fue la construcción de un foyer –sala de descanso– para albergar exposiciones de fotografías de las estrellas protagonistas de los films próximos a estrenarse237. Lo que se convertiría en el germen de los llamados fotocromos, ubicados en las entradas de los cines. 235  Heraldo de Zamora, 28 de junio de 1926, p. 1. 236  Heraldo de Zamora, 17 de septiembre de 1926, p. 4. 237  Heraldo de Zamora, 16 de diciembre de 1926, p. 1. 178 3.2.6. Los felices años veinte Llegado 1927 el Principal se afianzaría como cinematógrafo diario, al proyectarse una distinta película cada día, con producciones de la United Artists, Metro, Fox y Gran Luxor Verdaguer238. Figura 30. Revista Gran Luxor Verdaguer. Temporada 1925-1926. Propiedad del autor. Sanvicente sería la primera persona que ofreciera sesiones cinematográficas, no sólo los domigos, sino también los jueves, para después, proyectar películas todos los días de la semana. De hecho, tras su fallecimiento en 1962, su amigo Vicente Mayoral recordaba una conversación que tuvo con el exhibidor sobre este tema y que reprodujo en las páginas El Correo de Zamora: La gente solo iba el domingo al cine. Sin embargo don Alejandro no concebía eso de tener cerrado su teatro Principal durante toda una semana; y un buen día dijo: «Voy a dar cine también los jueves». Los amigos le desanimaron: «perderás lo que ganes 238  Distribuidora española creada por Joan Verdaguer i Mota en 1910. Tres años después fundaría la Agencia Española Cinematográfica, ofreciendo films italianos, para disponer en su catálogo de series americanas y cintas alemanas. Fue distribuidor exclusivo para España de la Universal y la Fox, así como propietario de los teatros Tívoli y Olympia de Barcelona (González López, 1984, pp. 358, 356, 394, 445, 511 y 512) 179 el domingo». Y así ocurrió: el primer jueves no fué (sic.) apenas nadie. Pero don Alejandro no sabía lo que significaba eso de darse por vencido; el jueves siguiente anunció cine otra vez y poco a poco, a fuerza de perseverancia, el público llenaba el cine los domingos y los jueves; siguiendo la misma táctica el cine se dió (sic.) en Zamora todos los días gracias a don Alejandro. (El Correo de Zamora, 9 de marzo de 1963, p. 2). Volviendo a los años veinte, el Heraldo destacaría los estrenos que se exhibían en el coliseo: “A diario se están proyectando muy interesantes películas de cine en el lindo Teatro Principal, batiéndose el record de metros proyectados y de superjoyas del arte mudo dadas a conocer” (Heraldo de Zamora, 11 de febrero de 1927, p. 1). Destacaron Los intereses creados (Jacinto Benavente y Ricardo Puga, 1919) filmada en cinco partes y 2.500 metros, también con Carmen (Jacques Feyder, 1926) protagonizada por Raquel Meller, así como varias cintas filmadas –en parte– por el procedimiento del primitivo technicolor. El Heraldo se haría eco del estreno el seis de marzo de Fausto (Eine: deutsche Volkssage, 1926) obra del director alemán Murnau. El diario calificaba la cinta de excepcional y extraordinaria al sorprender la ejecución de la misma y sus efectos luminosos. En este caso hallamos justificada la celebridad de Murnau, pues solamente conseguir que el trazado técnico de “Fausto” (…) y devolver con tanta habilidad como éxito el gran poema sublime Goethe, es de por si lo suficiente para consolidar no una fama, sino un gran talento y sentido cinematográfico excepcional. (Heraldo de Zamora, 4 de marzo de 1927, p. 1). Otra de las iniciativas llevadas a cabo por Sanvicente fue la edición de un “periódico” –pequeña publicación– sobre el arte mudo con el título de “Variedades” y de periodicidad semanal. Fue presentada en los entreactos de la representación de la compañía de Puchol- Ozores y en ella se disertaba de todo tipo de espectáculos, concediendo importancia al cine, el teatro y las variedades. Se desconoce qué personas realizaban la publicación, aunque sí se puede afirmar que contaba con la colaboración del Heraldo de Zamora, ya que en octubre, el diario capitalino, llamaría a una de sus páginas dedicadas al séptimo arte con ese nombre239. 239  Heraldo de Zamora, 14 de marzo de 1927, p. 2. 180 3.2.6.1. El primitivo Technicolor El estreno de El pirata negro (The Black Pirate, Albert Parker, 1926) supuso un hito en la historia de la exhibición cinematográfica en Zamora. Esta fue la primera película proyectada íntegramente en Technicolor. Las imágenes en color estaban presentes desde los comienzos del cinematógrafo, aunque no era un proceso químico, sino que las imágenes eran coloreadas a mano fotograma a fotograma. Pero en 1917 la compañía Technicolor creó un proceso químico de dos colores, por el cual se utilizaban dos películas en blanco y negro que al ser expuestas a la luz, esta los descomponía a través de un dispositivo de espejos en las diferentes partes del espectro cromático. El resultado era una imagen bicolor –verde y roja–240, que tendría su mejora entre los años 1922 a 1932. El pirata negro sorprendió a la clientela del Teatro Principal, definiéndose en la prensa como un “magnífico valor artístico” y “museo viviente” (Heraldo de Zamora, 2 de abril de 1927, p. 2). Aunque la proyección fue muy aclamada, los precios se mantuvieron en veinticinco céntimos la entrada general y una peseta la butaca. En las secciones infantiles los precios fueron más económicos a quince y cincuenta céntimos respectivamente. 3.2.6.2. Belga Chatam Durante el segundo trimestre del año, Sanvicente ofrecería en días alternos espectáculos de variedades con sesiones de cine. Un dato gráfico que se posee gracias a la imagen tomada por Somoza –Foto Duero– y la investigación en la hemeroteca del Heraldo y El Correo, resalta el debut de la compañía Belga Chatam que –por aquel entonces– actuó los días 12 y 13 de mayo en el antiguo coliseo. 240  En 1930 se transformaría en tricolor, sumándose el amarillo. 181 Figura 31. Camión de la compañía Belga Chatam en la puerta del Teatro Principal. Mayo de 1927. Fuente: Foto Somoza/Duero. Colección Caja España/Duero. Filmoteca de Castilla y León. En la imagen se puede ver cómo varios miembros de la compañía posan ante el fotógrafo afincado en la ciudad, junto al furgón de la compañía y la fachada del Teatro Principal. Gracias a los anuncios y las crónicas de la prensa241, se puede establecer la fecha de la toma entre el seis y el nueve de mayo, una semana antes de la representación. De hecho, se aprecia un cartel pegado a la pared donde se publicita El coche número 13242, película estrenada en el coliseo dos semanas antes243. Durante ese mismo mes, Sanvicente se trajo de Madrid bajo el brazo los contratos de exhibición de las mejores cintas de Paramount244, Universal, Metro Goldwyn y United Artists. 241  En el Heraldo se recogen los anuncios de los días 6 y 9 de mayo, así como las crónicas de la representación los días 10 a 13 de mayo. Su éxito fue tanto que repetirían su actuación el domingo 15 de mayo. 242  Según Fernández Cuenca (1043) fue la primera película italiana por episodios estrenada en 1915. 243  Heraldo de Zamora, 20 de abril de 1927, p. 1. 244  En 1912, Adolph Zukor creó la casa Famous Players Corporation -posteriormente pasaría a denominarse Paramount Famous Lasky Corporation- con la co-producción junto a la Pathé Prères del film La Reina Isabel (Les amours de la reine Élisabeth, Desfontaines & Mercanton, 1912), compitiendo en la distribución con las cintas europeas. En 1917, la primera cinta de la casa estrenada en España fue Hulda from Holland (John B. O’Brien, 1916). 182 3.2.6.3. La edad de oro De las numerosas sesiones de cine que se estaban celebrando en el coliseo245, surgió la necesidad por parte del empresario de renovar su proyector246. Así en junio se adquiriría uno nuevo, el primero en su clase adquirido en España, de la marca Krupp-Ernemann, modelo Imperato II y cuyo precio fueron siete mil pesetas. El sofisticado aparato poseía una frecuencia silenciosa de más de cincuenta cuadros por segundo con doble ventanilla para una perfecta proyección. El Imperato II se instalaría en la sala de proyección principal situada en el patio de butacas, trasladando el antiguo proyector a una nueva sala próxima a construir247. Figura 32. Anuncio del Proyector Imperato II. Revista El Cine. Fuente: Filmoteca de Catalunya. Repositorio Digital. Publicaciones periódicas. La sala de pruebas, obra de Pascual G. Conde, estaba ubicada en el primer piso del coliseo e incluía un cuarto de manipulación de películas. Con un perímetro de veinticuatro metros 245  En el apartado dedicado a la relación entre prensa y cine, hacemos mención a la creación de una nueva sesión matinal a las 11 de la mañana. De ahí que cada día, el proyector se utilizaba en cuatro ocasiones más otras tantas para manipulación y comprobación de películas. 246  Heraldo de Zamora, 17 de junio de 1927, p. 3. 247  Heraldo de Zamora, 18 de junio de 1927, p. 2. 183 cuadrados, la sala contaba con todas las medidas de seguridad y se encontraba completamente aislada. Se construiría por dos motivos: uno, la necesidad de preparación de los rollos y latas, cada vez más extensos y grandes. Por otro, la pretensión de organizar pases de proyección privada y preestrenos para la prensa y personas influyentes de la ciudad248. Durante el verano, Sanvicente reestrenaría249 las principales producciones que se mantuvieron en cartel durante la pasada campaña a precios de veinte céntimos la entrada general y setenta y cinco céntimos la butaca. A los contratos firmados en el mes de mayo por Sanvicente para la exhibición de cintas durante la nueva temporada con Paramount, Universal, Metro Goldwyn y United Artists, se le unieron los firmados en agosto con UFA250, Gaumont y First Nacional. Además, se reformarían parte de sus instalaciones: Hoy en el programa más artístico y de fotografía más grandiosa. muy importante. El cine no debe dañar la vista, debe ser fijo, sin oscilaciones, debe verse desde la primera fila de butacas igual que desde la última, debe tener detalles hasta de lo más insignificante, todo esto se consigue con aparatos modernos y por ello esta Empresa ha montado una instalación A.E.G. modernísima y únicamente en este Teatro puede verse el verdadero cine, pruebe hoy y se convencerá que estamos fuera de competencia. (Heraldo de Zamora, 28 de septiembre de 1927, p. 2). A mediados de septiembre, comenzaría la nueva temporada con películas como El violinista de Florencia (Il segreto del violinista. Attilio Fabbri, 1914) o Los amores de Manón (When a man loves, Alan Crosland, 1927), esta última se proyectaría en Zamora antes que en ningún otro lugar de España. El film fue presenciado durante las cuatro funciones del primer día por 2.800 espectadores, lo que provocaría que más de dos mil personas se quedaran sin verla. Dos días después, la empresa se vería obligada a reponerla251. Otro de los films a destacar fue Carmiña, flor de Galicia (Rino Lupo, 1926) cuyas proyecciones fueron el nueve y diez de noviembre. Vino acompañada por los coros de “Ecos d’o Miño”. 248  Heraldo de Zamora, 23 de junio de 1927, p. 2. 249  Se utilizaba mucho el término reprisar, anglicismo de reprise. 250  Gracias a la contratación de los mejores técnicos europeos, los cuales cuidaban sobremanera la puesta en escena de los films, la UFA se convertiría en una de las productoras mejor valoradas en aquella época. 251  Heraldo de Zamora, 12 de octubre de 1927, p. 2 y 17 de octubre de1927, p. 2. 184 Los precios en las secciones infantiles iban desde los diez a los treinta céntimos. Mientras que el coste de las entradas en las veladas de la tarde-noche iban desde los veinte céntimos a las 1,25 pesetas. Con esto y los importantes estrenos que se proyectarían durante el otoño, el teatro tuvo una gran afluencia, provocando la mayoría de los días el cartel de “no hay billetes”. Durante diciembre y después de haber bajado los precios de las localidades por la rivalidad mantenida con el Nuevo Teatro, Sanvicente celebraría la semana de oro Paramount con la adquisición de un nuevo proyector. Esta vez la marca elegida fue la A.E.G. tipo Non-Plus- Ultra Triunfator 1928, el cual se publicitaría en la prensa local a través de un anuncio del aparato cuyo representante en la región era Eduardo Velasco. El proyector fue detallado con todos sus mecanismos por parte de la prensa, y aunque los primeros días presentaron algunos errores de enfoque y luminosidad, estos se subsanarían en las siguientes semanas. También su principal cualidad era la de poseer un taquímetro para la cuantificación de cuadros y metros252. A la semana de oro le sucedió la semana grande con La viuda alegre y Miguel Strogoff. 3.2.6.4. Metrópolis y la edad moderna Durante comienzos del año 1928 una gran cinta iba a recalar en la ciudad. Se trataba de Metrópolis –La ciudad sobre las ciudades– (Metropolis, 1927)253, del director alemán Fritz Lang. Zamora fue una de las primeras ciudades de España donde se estrenaría por vez primera, colocándose en el frontispicio del Teatro Principal un gran anuncio luminoso, así como varias fotografías del film. De hecho, durante esa época, comenzaron a publicitar sus películas a través de colecciones de fotografías en los vestíbulos y espacarates de los cines de toda España. Así lo reflejaba Las Noticias en su Álbum-Almanaque: Dichas fotografías, además de dar una idea de lo que es la película, en cuanto a presentación y carácter de su asunto, es un poderoso atractivo prometedor de las excelencias que, según la Prensa, posee el film en cuestión. Paralelo al movimiento de adelanto que se ha ido operando en la realización de los films, existe también una mayor perfección en las fotografías de propaganda, hasta el punto de que hoy las vemos muy bien presentadas sobre artísticos soportes, impresos a 252  Heraldo de Zamora, 12 de diciembre de 1927, p. 1. 253  Ya el 18 de julio de 1927 el Heraldo haría mención sobre este estreno de la UFA. 185 varias tintas, llamando poderosamente la atención del público, las carteleras destinadas al efecto. (Fotografías para la propaganda cinematográfica. Cinematografía. Álbum- Almanaque, 1928. p. 38) Para rematar la difusión del film, una de las páginas del Heraldo fue íntegramente dedicada a reproducir el acontecimiento. Días antes el Heraldo ya adelantaba con sus palabras lo que lo que significaba el trabajo de Lang: La tragedia que se expone en “Metrópolis” es el dolor de los oprimidos frente a los poderosos. Es la vida, que siempre tuvo esplendores y miserias, alegrías y amarguras, vista por un hombre que ha remontado las escenas de dicha película al año 2000 y ha sabido construir gigantescas máquinas, edificios de ensueño, vías aéreas, rampas y escalinatas de sin igual magnificencia, detalles iluminosos (sic.) de extraordinario valor en los que se mezclan las más variados y atrevidos trucos escénicos. (Heraldo de Zamora, 19 de enero de 1928, p. 2). Figura 33. Anuncio en la prensa zamorana de Metrópolis. Fuente: Heraldo de Zamora, 19 de febrero de 1928 186 El estreno tuvo lugar los días 22 y 23 de enero a precios para todos los bolsillos, entre los cincuenta céntimos, la entrada más barata, a las seis pesetas la más cara254. La crónica posterior en el Heraldo vaticinaba el “comienzo de la edad moderna de la cinematografía” (Heraldo de Zamora, 24 de enero de 1928, p. 1) y donde se resaltaba el papel tan importante del coliseo por estrenarla en Zamora. A este gran estreno, le sucederían obras como El dos de mayo (José Buchs, 1927), también bastante publicitada; Irene (Irène, 1920), con un gran Technicolor; o El séptimo cielo (7th Heaven. Frank Borzage) que se incluyó en la llamada “semana modelo”. La temporada de invierno se clausuraría en Semana Santa con cintas como Jaque a la Reina (Le joueur d’échecs. Raymond Bernard, 1927) o Rey de Reyes (The King of Kings. Cecil B. DeMille, 1927)255 –esta última en technicolor–, calificada por la prensa como de “excelsa película”, donde se reproducían de manera artística todas las fases de la vida de Jesucristo256. Durante la primavera de 1928, Sanvicente se haría con los contratos de exhibición de las distribuidoras más importantes como Universal Film, Pro-Dis-Co, First International, UFA, Fénix, Gran Luxor Verdaguer y algunas editoras francesas. Gracias a ellos, el público zamorano disfrutaría de films como El barba azul (Bluebeard’s Seven Wives. Alfred Santell, 1925), El circo (The Circus. Charles Chaplin, 1928) o Amanecer (Sunrise: a song of two humans. F.W. Murnau, 1927). Al igual que Metrópolis, Amanecer cosecharía un enorme éxito en la capital zamorana. Dos meses antes de su estreno en mayo se presentaría en el Heraldo como “aurora de una nueva época de la escena muda” y “revolucionaria iniciación de arte” (Heraldo de Zamora, 11 de febrero de 1928, p. 4). La cinta estrenada los días 22 y 23, resultaría ser “una visión perfecta de una psicología que traslada a las películas descubre los horizontes y las nuevas posibilidades del cinematógrafo” (Heraldo de Zamora, 8 de mayo de 1928, p. 1). 254  Para comparar el estreno con ciudades grandes, los tickets que se vendían en Madrid por disfrutar de esta cinta iban desde las cinco pesetas la entrada más barata. 255  Esta cinta causó un gran revuelo al denunciar su proyección El Correo de Zamora. Ver apartado dedicado a la prensa y el cine. 256  Heraldo de Zamora, 4 de abril de 1928, p. 6. 187 Amanecer no pasaría desapercibida en la sociedad zamorana de la época, y fue definida por la prensa como la finalización de un periodo que daría paso a un cine que carecería de las normas antiguas en su puesta en escena (véase Apéndice 1, Figura 7). Muchos críticos consideran que Amanecer es la obra maestra de Friedrich Wilhelm Murnau y también una de las mejores películas del cine mudo; un filme que, justo en los inicios de la época del sonoro, hace patente como ningún otro la idea de que el séptimo arte tiene un carácter narrativo visual. (Hetebrügge, 2007, p. 330). Figura 34. Anuncio en la prensa de Amenacer. Fuente: Heraldo de Zamora, 1 de junio de 1928. El mes siguiente, Sanvicente aprovecharía el estreno de El Circo (The Circus, Charles Chaplin, 1925) para realizar una exposición de fotografías del film en el vestíbulo del coliseo. La cinta que fue retenida por la censura debido a las “desventuras conyugales del protagonista” (Heraldo de Zamora, 6 de junio de 1928, p. 2), tuvo mucha afluencia de público. Tanto que más de doscientas personas no pudieron disfrutar de la proyección el día de su estreno, por lo que su exhibición se prorrogaría un día más. Durante la campaña veraniega comenzaron los reestrenos como El pirata negro, Errores de divorcio, Los amores de Manón, junto con algún esporádico estreno como Odette (Giuseppe 188 de Liguoro, 1916). Cinta en la que reaparecería la gran Francesca Bertini después de ocho años de retiro voluntario. Sanvicente acondicionaría el coliseo para las representaciones del verano, desinfectándolo y perfumándolo dos veces al día, al tiempo que logró adecuar el local de una agradable temperatura. Paralelamente la empresa del teatro, emitió unos abonos para la temporada que se avecinaba. El más especial fue el de seiscientas pesetas que le permitía a su dueño disfrutar de todos los espectáculos de tarde y noche durante toda la temporada. Los demás abonos valían trescientas pesetas para cinco entradas en la platea y 275 pesetas palco con cinco entradas. Incluso el Heraldo de Madrid (14 de agosto de 1928, p. 5), se haría eco en su sección teatral de los grandes espectáculos que estaba preparando Sanvicente para la Feria Mayor de Septiembre en Zamora. 3.2.6.5. Establecimiento del arte mudo Así en septiembre comenzaría la nueva temporada de otoño con el film El legado tenebroso257 (The cat and the canary, Paul Leni, 1927), “la más grandiosa tragicomedia cinematográfica” con un “elenco record de artistas” y que produce un “miedo pavoroso” (Heraldo de Zamora, 1 de septiembre de 1928, p. 7). A ella le seguirían las cintas La tierra de todos (The Temptress, Fred Niblo y Mauritz Stiller, 1926) y El demonio y la carne (Flesh and the Devil, Clarence Brown, 1926). Los precios de las localidades ascendieron a veinticinco céntimos la general y de entre setenta y cinco céntimos a 1,50 pesetas, la butaca. Las sesiones seguían siendo similares a años anteriores, cinco; siete y media; y once, con lo desaparecería la sesión de moda de las once de la mañana. Tras el incendio producido en el Teatro de Variedades de Madrid donde más de sesenta personas perdieron la vida, se creó una histeria colectiva entre la opinión pública de la capital. Por lo que Sanvicente se debió en la obligación de publicar un comunicado en la prensa informando de que el Teatro Principal cumplía perfectamente con todas las normas de seguridad y de garantía. También el Heraldo de Zamora consiguió calmar el estado de ánimo que imperaba entre la población debido a los acontecimientos de Madrid a través de un escrito en el que explicaba las condiciones eléctricas con las que 257  Uno de los films precursores del género de terror. (Ruiz Álvarez, 1997, p. 313). 189 contaba el coliseo: En virtud de la reforma que se hizo en este Teatro (Principal) el año 1924 es hoy el más moderno y el que tiene sus servicios completos y bien estudiados. En el escenario existen dos puertas con salida directa a la calle de servicio particular que da desde el frente de la iglesia de San Vicente a la calle de la Cárcaba, con cuatro grandes ventanales a dicha calle. Un magnífico telón metálico que siempre ha funcionado, un teLÓn De aGua que va todo alrededor de la boca del escenario, para complementar el metálico y que éste no pueda calentarse o fundirse en caso de un siniestro (…). A ambos lados de la embocadura, dos grandísimas bocas de riego con mangas (…). La calefacción en un cuarto de una profundidad de seis metros del piso del foso (…). La cabina del cine es amplísima con piso de mosaico, paredes de ladrillo refractario, techo de uralita; los aparatos están independientes del local destinado a la manipulación de películas. Estos aparatos son del más moderno y costoso tipo, con ventiladores de enfriamiento de películas (…) fueron instalados en diciembre del pasado año, y por su elevado coste, pesetas 15.000, puede el público darse cuenta de esta soberbia instalación, modelo en España. (Heraldo de Zamora, 3 de octubre de 1928, p. 2). Instalación eléctrica Está toda por medio de tubo de seguridad tipo Velma, con la particularidad de ir cada hilo por un tubo, estos a la vista de todos y con unas acometidas directas de energía, una por el escenario que da luz a este y a la sala y otra la parte de atrás del Teatro que da a los pasillos y aparatos de cine, con lo que puede haber avería en el escenario y el Teatro no puede quedar a oscuras por tener luz independiente los pasillos. (Heraldo de Zamora, 4 de octubre de 1928, p. 2) Durante ese mes, la empresa del Principal incluiría también en los intermedios –ya que solo se realizaba durante las proyecciones–, la interpretación de piezas musicales por parte de la banda de música del Regimiento de Toledo, dirigida esta por Arturo Luis Villanueva. A lo largo de la temporada, la semana se dividió en diferentes días de proyección. De lunes a jueves se estrenarían grandes superproducciones a precios que iban desde los setenta y cinco céntimos a las 1,50 pesetas. Los viernes y sábados dedicados a las producciones de Metro, FOX, UFA, Paramount, Verdaguer, Firts International y Britibs, los precios serían de cincuenta céntimos y una peseta. Para los domingos y festivos, los billetes ascenderían a una y dos pesetas con las películas más “grandiosas”. “Sin combinaciones, con seriedad, con garantía y justificando siempre la más alta calidad de sus espectáculos es como sirvió, 190 sirve y servirá al público la acreditada Empresa Alejandro Sanvicente, propietaria del teatro principaL” (Heraldo de Zamora, 16 de octubre de 1928, p. 2). Los mejores días de la semana (sábados, domingos y festivos) pasan a dedicarse al cine, cuando tradicionalmente lo eran para el teatro. Y qué decir del gasto publicitario y del dinamismo de las fórmulas de promoción del cine. Carteles, folletos, decoración de la fachada, trailers y, sobre todo, la importantísima inversión en la prensa diaria y especializada demuestran la supremacía del cine sobre el resto de espectáculos. (Díez Puertas, 2003, p. 30). Durante la festividad de todos los santos, el coliseo desechó la idea de representar –como en años anteriores– don Juan Tenorio, por lo que decidió apostar por el séptimo arte con los films: Los húsares de la Reina (The stolen bride. Alexander Korda, 1927), El Ángel de la calle (Street Angel. Frank Borzage, 1928) y Moulin Rouge (Ewald André Dupont, 1928). De esta última el empresario pagaría la holgada cifra de cuatro mil pesetas a la UFA por su alquiler y posterior proyección en Zamora. Lo que repercutiría en el precio de las localidades, pasando a una peseta la entrada general y dos pesetas la butaca de patio. También se incluiría un cartel luminoso –al igual que se hiciera con Metrópolis– en la entrada del teatro258. “París!... la ciudad de la alegría, del placer y del amor, donde tienen un templo los ritmos de la danza y las irisaciones de la luz; donde se alberga la pasión… y la tragedia” (Heraldo de Zamora, 17 de noviembre de 1928, p. 1). A finales de mes, continuaron los estrenos en el coliseo con el estreno de varias cintas importantes. Una de ellas sería Alas (Wings, William A. Wellman, 1927), cuyo éxito venía precedido por su gran acogida en Madrid y sobre todo de su gran publicidad en la prensa local –como ya hiciera con Metrópolis– a través de la inclusión de una página entera en el Heraldo. La proyección del film protagonizado por Clara Bow y Gary Cooper contaría con tres sesiones rebosantes de espectadores. Completaron el año la nueva cinta de Fritz Lang, Espías (Spione, 1928); y Ben-Hur259 (Fred Niblo y Charles Brabin, 1925), definida por la prensa como “el mayor espectáculo que vio en su vida” (Heraldo de Zamora, 28 de diciembre 258  Heraldo de Zamora, 15 de noviembre de 1928, p. 2. 259  Filmada sin escatimar gastos, lo cierto es que la cinta no se amortizó debido a que su recaudación en taquilla fue menor –nueve millones de dólares- que su coste de producción, aunque la recién creada Metro- Goldwyn-Mayer conseguiría mucha notoriedad en Estados Unidos. Ruiz, L.E. (1997, p. 242). 191 de 1928, p. 2). Durante 1929 se estrenaría la cinta netamente española Viva Madrid, que es mi pueblo (Fernando Delgado, 1928), “la más acabada y perfecta técnicamente de cuantas se han filmado en España” (Heraldo de Zamora, 5 de enero de 1929, p. 2). Estuvo en cartel durante tres días seguidos, acompañada por La novela de Mujik (Movkery, Benjamin Christensen, 1927) ofreciendo ya una doble sesión a precios que iban desde la peseta en general y la peseta y media, en butaca. Durante los carnavales, Sanvicente contrató a la orquesta americana Alma Criolla, amenizando las veladas cininescas260 con la película Injusta acusación a precios de 1,50 pesetas. La banda llegaba a Zamora después de abandonar el Principal Palace de Barcelona con gran éxito de público, cuyo repertorio se basaba en géneros como el Jazz-band, Blues, Charles y Black-botton. No se volverían a estrenar cintas hasta la Semana Santa, salvo la proyección de Anna Karenina (Frederic Selnik, 1920), debido a que se aprovecharía el Teatro para representaciones teatrales durante las ferias de Botiguero. En la semana de pasión, Sanvicente repondría el film Rey de Reyes, donde se volverían a ver escenas en Technicolor, a precios muy sugerentes como los veinte y treinta céntimos en general. También comenzaron a llegar films que reflejarían los problemas sociales y económicos de la sociedad americana, como La ley del Hampa (Underworld, Josef von Sternberg & Arthur Rosson, 1927) a través de la lucha de bandas que combatían por el control del alcohol, sobre todo en la ciudad Chicago. La lucha cruel entre los bandos de facinerosos, carteristas y gentes relajadas que viven al margen de la ley ofrece a menudo episodios interesantísimos que enseñan entre lo real y lo imaginario la manera de ser y de vivir de los parásitos que en todas partes tiene la sociedad. (Heraldo de Zamora, 22 de abril de 1929, p. 2). Greta Garbo volvería a las pantallas zamoranas, gracias a la proyección de la cinta La mujer divina (The divine woman. Victor Sjöström, 1928) y donde las crónicas de los diarios ofrecerían alabanzas por su interpretación: “Cuando una mujer es la expresión misma de 260  Con ese nombre se publicitaban en la prensa las sesiones del Teatro Principal. 192 la belleza física y de la elegancia espiritual ¿qué no se puede esperar de su seducción?”. A finales de primavera y llegando la temporada veraniega, comenzaron a reponerse films de la pasada temporada, tal y como había sucedido en el verano anterior. Entre las novedades se instalaría un nuevo despacho de billetes en la plaza de Malcocinado261 –actual Plaza del Fresco–, en la que los clientes podrían realizar la compra de entradas con mayor comodidad. Figura 35. Despacho de billetes en la plaza de Malcocinado. Circa 1930. Autor: Somoza/Duero. Fuente: Zamora, en las fotografías del Archivo Duero y Heptener, (2009). El local –que evocaba a los principales teatros de Nueva York262– poseía tres ventanillas de mármol y cristal esmerilado, siendo único en España. 261  Anteriormente esta plaza se llamaba Carnicerías, ya que numerosos comercios de esa industria estuvieron asentados allí durante el siglo xix. En el pasado siglo, el lugar pasaría a denominarse plaza de Mariano Benlliure y posteriormente plaza del Fresco, nombre que posee en la actualidad. 262  Heraldo de Zamora, 6 de junio de 1929, pp. 2 y 5. 193 En julio la prensa se haría eco del gran desembolso que había realizado Sanvicente para adquirir las cintas más representativas de la casa Metro, como El Cameraman (The Cameraman, 1928) o La máscara del diablo (The masks of the Devil, Victor Sjöström, 1928). Alejandro Sanvicente, que es un “tío” con mucho corazón y con ganas de seguir siento el amo del espectáculo en Zamora, pagará a la Metro la “insignificante cantidad de 25.000 pesetas por todo el material que la gran editora echó al mercado en el curso presente. (Heraldo de Zamora, 26 de julio de 1929, p. 2). Esta costumbre de hacerse con los mejores films de la actualidad, se repetiría muy a menudo por parte de Sanvicente, ya que en agosto el empresario adquirió los derechos de exhibición de numerosas cintas de las casas Verdaguer y First National. También durante ese mes, se suspendieron una semana los espectáculos para realizar obras de acondicionamiento en el coliseo. Además, se adquirió un nuevo proyector marca A.E.G. modelo Triunfador 1930 con grandes características: Tiene todas las perfecciones y exigencias de la óptica moderna cinematográfica. Recordamos entre muchos detalles el contador de velocidades y de metros, el resorte de seguridad por enfriamiento de aire para evitar el incendio de la cinta, funcionamiento silencioso y rítmico por electricidad; objetivo Busch Neokino, de gran potencia luminosa y enfoque por iguales partes en el cuadro (…). Lleva también mecanismo de adaptación para cine hablado. (Heraldo de Zamora, 10 de agosto de 1929, p. 2). Por aquel entonces, el Heraldo informaba de que Sanvicente había firmado con Paramount Films263 un contrato para la exhibición de sus filmes parlantes en Zamora, haciendo mención, a la poca vida que le quedaba al cine silente264. Antes de que finalizara el mes, Sanvicente programó la “semana Cómica” donde incluiría cintas de Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd. Mediante la reposición de La quimera del oro (The Golden Rush, Charles Chaplin, 1925) así como los estrenos de El maquinista de La General (The General, Clyde Bruckman y Buster Keaton, 1926) y Casado y con suegra (Hot 263  Durante diciembre de 1929, Sanvicente compraría por ciento cincuenta mil pesetas, los filmes más selectos de la Warner. 264  Dentro de esta etapa analizada existe un apartado a la llegada del cine sonoro a Zamora. 194 Water. Fred C. Newmeyer, 1924). En septiembre y con la nueva temporada, se estrenaría la cinta La casa del horror o Londres después de medianoche (London after midnight, Tod Browning, 1927)265. Film que en la actualidad se encuentra desaparecido, provocando que investigadores, historiadores y curiosos sobre el cine fantástico y de terror, se interesen por alguna novedad sobre el mismo266. La cinta interpretada por Lon Chaney se publicitaría en la prensa durante la anterior semana al estreno como La casa de los trucos267 con la frase “el público se estremecerá de emoción ante sus escenas desconcertantes”268. La forma de titular las películas no es ociosa, pues en toda la década de los veinte, y en la inmensa mayoría de los casos también durante los treinta, la única forma de publicidad de las mismas es el lenguaje escrito, no existiendo publicidad gráfica en los medios de información locales. (Castrillón & Martín, 1997, p. 65). Es de suponer que Sanvicente no quería transmitir pavor entre sus espectadores aunque en la información del Heraldo sí se incluirá su título original. La cinta se estrenaría antes que en las dos principales ciudades de España como Madrid –octubre– y Barcelona –noviembre–, a unos precios que iban desde los cincuenta céntimos para general y una peseta para la butaca. La publicidad y el precio provocaron que el film obtuviera un gran éxito de público y crítica: “El gesto adecuado, las situaciones de extraña emoción; un argumento que desde las primeras escenas enreda y atrae la atención del espectador y una fotografía magnífica” (Heraldo de Zamora, 25 de septiembre de 1929, p. 2). Llegado 1930, el Teatro Principal estrenaría la producción gráfica de la Diputación con el título: Zamora y su Provincia. En ella se mostraba en cinco partes las zonas más importantes del mapa provincial, así como las obras de los Saltos del Duero. También en los días previos a 265  Para más información sobre este título: Cruz, A. (2014). Londres después de medianoche. Barcelona, España: Seix Barral. 266  Como curiosidad, se puede visitar un montaje de algunas de las imágenes que sí se poseen del film en: https://www.youtube.com/watch?v=KjU482Y2Txk 267  Heraldo de Zamora, 23 de septiembre de 1929, p. 2. 268  Heraldo de Zamora, 24 de septiembre de 1929, p. 2. 195 la Semana Santa y viendo el cariz político que estaba tomando la situación, no solo en Zamora, sino en España, se suspendieron los estrenos de cine por conferencias que versaron sobre monarquía y república. En mayo se celebraría la “gran fiesta de la radio” con la proyección de La chica de la suerte (A lady of chance. Robert Z. Leonard, 1928) cuya protagonista era Norma Shearer. Durante la velada se sorteó un aparato receptor de radio de la marca New Super valorado en 495 pesetas. Un dineral por aquella época269. Durante la feria de septiembre, se sustituiría el cine por los espectáculos teatrales, aunque a mediados de mes, el arte mudo volvería con una cinta realizada para la Exposición de Barcelona, con pequeños “sketchs” en español de artistas como Clara Bow o Harold Lloyd. En los descansos de las proyecciones, Sanvicente aprovecharía para presentar discos sonoros de la empresa Gran Bazar, comercio zamorano de Salvador García. El Principal contaba con dos mesas para la reproducción de discos fonográficos, una sincronizada con el proyector y la otra independiente. Las sesiones del coliseo consistían en una película muda, una sonora y algún espectáculo de variedades a precios diferentes según los días de la semana. Los billetes en días laborales eran de cincuenta céntimos y 1,5 pesetas, mientras que los festivos los precios iban desde 1,25 y dos pesetas. También para finalizar el año, Sanvicente presentaría la “semana Extra cumbre” a precios irrisorios: cinco céntimos la entrada general; y entre quince y treinta céntimos las butacas de patio. 3.3. Nuevo Teatro La mayoría de las informaciones que se tienen con respecto a este coliseo son recogidas a través de El Correo de Zamora, ya que desde principios de los años veinte el Heraldo no incluirá información del teatro debido a la no contratación de publicidad por parte de la empresa al diario de la mañana, así como la retirada de la butaca al periodista270 encargado de informar sobre los espectáculos271. De ahí que solo se tengan informaciones en estos primeros años sobre este coliseo a través de El Correo y el Archivo Histórico Provincial de Zamora. 269  Heraldo de Zamora, 7 de mayo de 1930, p. 2. 270  Era costumbre que las empresas de espectáculos ofrecieran una entrada gratuita a los medios de comunicación, ya que era visto como un tipo de publicidad gratuita para el espectáculo en la prensa. 271  El Correo de Zamora, 26 de abril de 1927, p. 1. 196 El día de Reyes de 1919, el Nuevo Teatro celebraría una velada dedicada a los niños donde se aprovecharía la proyección de películas infantiles para sortear cien juguetes. También en esa época comenzarían a pasarse por las pantallas filmes por episodios acompañados por la orquesta del Maestro Haedo. Las sesiones eran de cuatro, seis y media; y diez, mientras que los precios se encontraban entre los quince céntimos en general y cincuenta en butaca. Estos eran mucho más económicos que en el Teatro Principal. Durante ese tiempo la empresa del Nuevo Teatro era gestionada por los hermanos Celestino y Lino Blanco Samper272, este último fue el promotor de los espectáculos y el que llevaría las riendas del negocio hasta finales de los años veinte. De hecho, se preocupó para que Zamora se conociera por España produciendo documentales sobre la Semana Santa y las Ferias de Septiembre273, donde se estrenarían en el coliseo durante 1919274. “La película de verdadero sabor local ha gustado mucho y por ello felicitamos a los señores Blanco, iniciadores y ejecutores de tan feliz idea” (Heraldo de Zamora, 14 de febrero de 1919, p. 2). En este año, los precios oscilarían entre los quince céntimos la entrada general y los cincuenta la butaca, contando con films como La máscara del amor275 (Die fredlose Gasse. Georg Wilhelm Pabst, 1925), El castillo de los fantasmas (Au secours! Abel Gance, 1924) o La máscara de los dientes blancos (The cruise of the Jasper B, James W. Horne, 1926)276; y las famosas Revistas Pathé. 3.3.1. Los primeros años veinte En el verano de 1920 la empresa del Nuevo Teatro inaugura en la parte izquierda del coliseo el “Excelsion Park”. El recinto constaba de pista de patines277, orquesta selecta, 272  Así lo atestigua la Comisión de Hacienda del veinticuatro de enero de 1919, cobrando 2.750 pesetas como impuesto para representar todas las funciones del año en curso. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. 273  El documental incluía vistas de la capital, paseos plazas, corrida de toros, fiesta de arte, carrozas y muchas más planos que no se especificaban en el programa publicado en el Heraldo de Zamora entre los días 11 a 15 de febrero de 1919. 274  El Correo de Zamora, 17 de febrero de 1919, p. 2. 275  En realidad el título del film es Bajo la máscara del placer. 276  Otro film que sufrió el cambio de nombre en la traducción fue El pirata de los dientes blancos, producción de Gasnier con Pathé: “ofrecía una novedad en su intriga y en su tono: la de sustituir lo constantemente tenebroso por un ambiente en el que no escaseaban las sonrisas, la amable placidez de comedia de intriga mundana e incluso las situaciones de fino humor”. (Fernández Cuenca, 1943, p. 88). 277  El lugar también era conocido como “campo de patines”, como consta en el Acta Municipal de aforo del 6 de agosto de 1924. AHPZa, AHMZa, Actas Muncipales. 197 cine al aire libre y una “temperatura ideal”. En ese verano se ofrecieron actuaciones de la banda del Regimiento de Toledo, junto a iluminación veneciana y fuegos artificiales278. Durante estos primeros años, el Nuevo siempre estuvo a la sombra del Principal en cuanto a exhibición cinematográfica, ya que este fue regentado por empresarios más emprendedores, publicitando sus espectáculos en la prensa y ofreciendo programas de mano. Debido a ello, existen escasas proyecciones durante 1921, y si las hubo, no se publicitaron en la prensa diaria. Se ha encontrado documentación en el Archivo Histórico Provincial, referente al pago del impuesto del Timbre. El Nuevo Teatro contaba en ese año con un aforo para 1.149 personas repartidas en: * Palcos con seis entradas: 21 * Butacas: 610 * Delantera anfiteatro 1ª fila: 64 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 26 * Entrada a palco: 126 * Entrada general: 400 En la sección Municipal del Archivo Histórico Provincial, se han encontrado pagos del impuesto, anteriormente mencionado, donde se muestra el precio de las entradas en una representación de cinematógrafo y varietés en las Fiestas de San Pedro el 26 de junio de 1921: * Palco con seis entradas: 8 pesetas * Butacas: 2 * Delantera anfiteatro 1ª fila: 1,50 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 1,00 * Entrada a palco: 0,50 * Entrada general: 0,40 Como ejemplo, se ha encontrado uno de los muchos programas de mano, dividido en cuatro partes. En la primera, la banda musical, interpretaba una sinfonía. Después el estreno 278  El Correo de Zamora, 16 de junio de 1920, p. 3. 198 de la cinta ¿Quién es el ladrón? En tercer lugar, el cinematógrafo proyectaba una cinta cómica Todo por un abrigo. Y como fin de fiesta una actuación de malabaristas –Trio Quinci– y de una notable canzonetista y bailarina, como Salamb. Figura 36. Ilustración del Nuevo Teatro. Autora: Romina Domínguez García (2018). No se pueden establecer cuántas localidades se vendieron ese día debido a que el documento referido, no incluye el total de localidades vendidas entre los días veintiséis a veintinueve de junio. También durante ese año se han encontrado los precios de sesiones infantiles de cinematógrafo –celebradas a las tres y a las cinco de la tarde– cuyo programa se componía de: 1º Una cinta cómica 2º La película importante con duración más larga que el resto Estas sesiones se variaban alternando la cinta cómica detrás o proyectando en el repertorio varias películas cómicas. Los precios de la sesiones infantiles eran de (en pesetas): * Palco sin entrada: 2 * Butaca con entrada: 0,25 * Delantera anfiteatro 1ª fila 0,20 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 0,15 * Entrada de palco: 0,15 199 * Entrada general: 0,10 Las sesiones de cinematógrafo para mayores eran similares, aunque había actuación de la orquesta al principio y durante las proyecciones de las películas. El horario se establecía en las 7 y 10,30 de la noche. El programa seguía en este orden: 1º Una sinfonía a cargo de la orquesta 2º Una cinta cómica 3º La película importante con duración más larga que el resto 4º Una segunda cinta cómica. Por último, los precios ascendían en diferentes porcentajes con respecto a las sesiones infantiles (en pesetas): * Palco sin entrada: 6 * Butaca con entrada: 1 * Delantera anfiteatro 1ª fila 0,60 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 0,50 * Entrada de palco: 0,40 * Entrada general: 0,25 Durante las ferias de septiembre, los programas de mano se imprimían, ofreciendo cada día diferentes películas y obras teatrales. Incluso el color del papel era diferente. También se estrenaban obras teatrales fuera de abono, ya que eran compañías de gran éxito que cobraban al teatro precios más altos, de ahí que estos se inflaran llegando al doble de lo que costaban en cualquier otra función. En otras ocasiones, en lugar de proyectar dos cintas cómicas, antes y después de la película principal, se sustituía la primera cómica por una cinta natural. Esta consistía esta en una pieza informativa de una ciudad, población o paisaje, tanto de España como fuera de ella: Sevilla, A través de los bajos Alpes, Biarritz, o documentales como La revolución de enero en Berlín. 200 Es de destacar el estudio sobre los aspectos sociales del cine en el primer tercio del siglo xx en Madrid de Montero & Paz (2002, p. 118), en el que relacionan el tipo de espectador junto al género del film proyectado, traspolando esos datos al resto de España y por ende, a Zamora. Así el cine cómico estaba más orientado a los niños, las cintas de aventuras iban destinadas al espectador joven y –por último– las mujeres eran el sector en el que se destinaban las películas más sentimentales. Durante 1922 continuaron las sesiones de cines y varietés, así como una proyección de imágenes fijas de Julio Hoyos279, militar que había realizado fotografías del Batallón del Regimiento de Toledo durante su estancia en la ciudad de Melilla. En el programa de mano se decía “¡zamoranos! Acudir hoy al Nuevo Teatro y veréis muchas caras conocidas que defienden la Patria”. Estas imágenes que forman parte del actual Archivo Prieto-Cirac velado en depósito por la Filmoteca de Castilla y León280, compartieron cartel con otros espectáculos. Al no ascender el precio de las entradas, tuvo gran aceptación entre el público por ver a sus paisanos en las imágenes proyectadas. Las fotografías en que aparecieron el heróico (sic.) comandante Adolfo Arias, el capitán Tella y la mayoría de los oficiales y soldados de Toledo, produjeron una honda emoción y una viva curiosidad aquellas en se reflejaron la silueta del ilustre zamorano señor Queipo, Abd-el-Kader, el cementerio de Melilla, el Gurugú, la Alcazaba de Frajana, etc., etc. (Heraldo de Zamora, 14 de marzo de 1922, p. 2). También durante el catorce de octubre se celebraría una sesión de cine en beneficio de los niños del Asilo y Propio, llegando a vender más de quinientas localidades. La apuesta era la de regalar funciones de sesión infantil a cada niño que entregase diez cajas de cerillas vacías. En enero de 1923, el Nuevo Teatro volvería a celebrar un festival con sesiones cinematográficas organizado por la Junta de Caridad. La cinta iba destinada a beneficio de 279  Este militar recaló en Melilla formando parte de una Comisión encargada de proveer de impermeables al batallón zamorano. 280  Este archivo era propiedad de la familia Calamita. Los mismos que explotaban el diario de la tarde Heraldo de Zamora. 201 los niños pobres de las escuelas públicas de la capital, obsequiando a estos con regalos de Reyes. En septiembre, la empresa Blanco es multada por el Gobierno Civil por carecer de red eléctrica supletoria281. Durante febrero Raquel Meller visitaría la ciudad gracias a la contratación de su espectáculo en el Nuevo Teatro, no incluyendo jornadas de cine hasta pasado el verano. En septiembre se estrenaría El Doctor Mabuse282 (Dr. Mabuse, der Spieler, Fritz Lang283, 1922), relato aventurero extraído de una novela folletinesca de Norbert Jacques. Con casi cinco horas de duración, tuvo que dividirse en siete episodios y proyectarse durante cinco días (véase Apéndice 1, Figura 8): “A la combinación perfecta de un acción fantástica y un ambiente realista se sumaba un sólido entretenimiento de género” (Bühler, 2007,p. 139). El Correo de Zamora se convertirá en el relaciones públicas del coliseo, defendiendo a capa y espada las buenas aportaciones que realizaba el empresario para la ciudad. Los precios del Nuevo Teatro durante este año eran fueron para la sesión infantil de las cinco de la tarde (en pesetas): * Palco con seis entradas: 6 * Butaca con entrada: 0,50 * Delantera anfiteatro 1ª fila 0,40 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 0,30 * Entrada de palco: 0,20 * Entrada general: 0,15 Y para las sesiones de las siete y diez y media: * Palco con seis entradas: 10 * Butaca con entrada: 1 * Delantera anfiteatro 1ª fila 0,60 * Delantera anfiteatro 2ª fila: 0,50 281  Heraldo de Zamora, 26 de septiembre de 1923, p. 2. 282  “Dominaba Lang (…) los recursos esenciales de la intriga, aplicándoles una técnica agilísima, un cuidado exquisito de los valores subyugantes y una intención ambientadora que procedía a las claras, aunque rehuyendo la exactitud cubista”. (Fernández Cuenca, 1943, p. 173). 283  “El genio criminal, cuya personalidad es cuidadosamente esbozada por el director a través de su desdoblamiento en otras muchas, aparece como una mente esquizoide y criminal, que se aproxima al mal desde su prisma más romántico”. Ruiz Álvarez (1997, p. 99). 202 * Entrada de palco: 0,40 * Entrada general: 0,25 Al contar con escasos programas de mano, se ha elegido uno que ha llamado la atención. Anunciaba el film Monna Wanna (Mauricio Maeterlink, 1922) para el día de Navidad de 1923. La cinta era un drama del Renacimiento dividida en dos partes de tres mil metros cada una. En el programa de mano se anunciaba: “Los críticos del cine dicen: «Después de haber visto Monna Wanna, no se concibe nada más sublime en película». Monna Wanna, es sin duda alguna la película de más coste que hasta el día se ha filmado”284. Durante ese año, Lino Blanco, a la sazón, empresario del Nuevo Teatro, pagaba un impuesto por la cartelera ubicada en la Plaza Mayor frente al Ayuntamiento. Las carteleras consistían en anuncios fijos o en mano, así como unos anuncios portátiles llevados a hombros. El Ayuntamiento recaudaba a este empresario una cantidad estipulada por día. Por ejemplo, para los anuncios fijos de cine se cobraban quince céntimos y para los portátiles veinticinco. Mientras que si se publicitaban representaciones teatrales, la tasa ascendía a una peseta. Precios estos, más baratos que los recogidos por García Fernández en su estudio (2002, p. 213) llegando a las 2,85 pesetas. Este autor, nos muestra cómo este tipo de publicidad desaparecería con el tiempo debido a los grandes gastos que les ocasionaba a los empresarios, no solo en impuestos –Estado y Ayuntamiento– sino también en imprenta y fijación. Los programas de mano, aun siendo impresos a un solo color, llamaban la atención con frases impactantes y la inclusión de las actrices más importantes. Es el caso de la cinta Bajo dos banderas (Under two flags, 1922) de Tod Browning y con Priscila Dan en el papel de Cigarrette o la hija del regimiento. Estrenada en abril de 1924, su programa de mano definía las cualidades físicas de la actriz así como el mundo del exotismo: Una cara bonita, un cuerpo grandioso, una sonrisa maliciosa, es lo que la mayor parte de la gente ve en ciGarette, la muchacha de Algeria. Pero ignoran lo que guarda en su corazón. El salvaje esplendor del desierto, según la famosa novela de Buida, se admira encantado en bajo Dos banDeras285. 284  A.H.P.Za. A.M.za. Propios y arbitrios. Espectáculos. 285  A.H.P.Za. A.M.za. Propios y arbitrios. Espectáculos. 203 El 5 de agosto de 1924, el Nuevo Teatro no ofrecería funciones como protesta por el impuesto que la Sociedad de Autores quería recaudar como propiedad intelectual a los teatros y salas dedicadas a las variedades. El motivo se centraba en que las orquestas de estas salas ofrecían música española sin derechos de autor durante los intermedios. El impuesto ascendía al seis por ciento sobre la venta de localidades y el aforo de las salas de espectáculos, a lo que estos respondieron con el cierre en toda España286. La empresa del Nuevo Coliseo comienza a publicitarse en el Heraldo a finales de octubre, con lo que el diario comienza a informar de los eventos del Teatro, como una representación teatral el día veinticuatro. Esta manera de actuar de la mayoría de los medios ha sido la tónica desde que existe la publicidad en ellos, no solo en este diario o en esta ciudad. Generalmente si el hecho no es “pagado” de alguna manera, no se informaba de ello y por lo tanto, esa información no aparecía. Al igual que se invertía en publicidad, el Nuevo Teatro realizaría contrataciones de producciones de peso como La tumba india287 (Das indische Grabmal erster Teil, Die Sendung des Yoghi. Joe May, 1921) o La tierra de los toros (Musidora, 1924) –esta última dirigida e interpretada por Musidora– fueron proyectadas en las sesiones de siete y diez y media, junto a la sección infantil de las cinco de la tarde288. 3.3.2. Cine mudo en tres dimensiones Las sesiones cinematográficas que se celebraban en el Nuevo durante 1925 eran tres: a las cinco, seis y media; y diez y media. Durante el mes de enero se proyectaría el film Sombras en relieve289, donde los espectadores necesitaban unas lentes para poder disfrutar de la cinta. Este espectáculo inventado por la Paramount consistía en provocar en el espectador un efecto tridimensional en la imagen. La idea del cine en relieve es antigua, y antes de disponer de los procesos técnicos obtenidos en cuestiones de polarización se hicieron algunos ensayos que llegaron al 286  Heraldo de Zamora, 4 de agosto de 1924, p. 2. 287  “La magnitud de sus decorados, la belleza de su realización y el primor con que actrices y actores encarnaban sus papales compensaron de sobra los defectos de la trama”. (Fernández Cuenca, 1943, p. 169). 288  Heraldo de Zamora, 11 de noviembre de 1924, p. 2 y 13 de noviembre de 1924, p. 2. 289  En realidad, el film llevaba por título Plastigrama (Plastigrams, Ives & Leventhal, 1922). 204 público, pero que no pervivieron. Para ello se usó la propiedad que tiene el vidrio coloreado de filtrar los colores. (García, A. 1960, p. 15). Figura 37. Cartel anunciador de Plastigrama. Fuente: http://cinemanostrum.com La cinta se debía componer en dos capas de color superpuestas pero ligeramente movidas una respecto a la otra. Para producir el efecto de profundidad se necesitaba realizar el proceso inverso a través de una gafas –anaglifos– con filtros de color, verde para el ojo izquierdo y rojo para el derecho. “Un espectáculo completamente desconocido en nuestra capital y que por su originalidad y novedad llamará seguramente la atención del público (…) produce constante hilaridad en los espectadores por las muchas excentricidades y trucos de que está dotado el numerito” (Heraldo de Zamora, 10 de enero de 1925, p. 1). El film era una comedia con trucos de magia, donde el espectador era obsequiado con unas gafas provistas de láminas de mica. “El contenido argumental era lo de menos, de lo que se trataba era de sacar el mayor partido visual a la innovación” (Nieto, 2013). Las lentes de “postizo cristal y diversas tonalidades” (Heraldo de Zamora, 12 de enero de 1925, p. 1), generaban visión binocular donde los personajes y objetos en movimiento parecían salirse de la pantalla y acercarse o alejarse según la visión del espectador. La película –que había cosechado gran éxito el pasado verano en el Teatro Apolo Palace de Barcelona y en los Teatros Maravillas y Reina Victoria de 205 Madrid– llegaba a Zamora con gran expectación. Con estas informaciones, se puede afirmar que la cinta que se exhibió en Zamora no fue otra que Plastigrama (Plastigrams, Ives & Leventhal, 1922)290. 3.3.3. Cinematógrafo y varietés En las Fiestas de San Pedro, volverían las representaciones de cine y varietés a través de una “troupe compuesta por cinco señoritas, dos caballeros y Jazz-Band” con un espectáculo –Sibaritas– y la proyección de los films El anillo de Koenismark y Corazón montañés291. Durante el verano de 1926, se volverá a apostar por la apertura de la pista de patines –lado izquierdo del Nuevo Teatro– para celebrar verbenas aristocráticas (véase Apéndice 1, Figura 9). Amenizadas, en algunas ocasiones por la orquesta del Maestro Haedo y del Regimiento de Toledo en otras, estaba destinado especialmente a los círculos de recreo de la capital, pero cualquier ciudadano podía acudir igualmente. En algunas de estas celebraciones se incluirían proyecciones como Por amor292 de la gran Perla Blanca o El rey de la audacia293. A lo largo de las noches de agosto294 en la sesión de las 11, el público podía disfrutar de filmes por episodios –esta vez íntegros– y donde los precios iban desde los diez céntimos la entrada de paseo a los treinta –sillas sin numerar– y cuarenta céntimos –las numeradas–295. Con la llegada del otoño, el Nuevo Teatro comenzaría su temporada de estrenos cininescos entre los que destacó un film de divulgación científica, pero que fue prohibida para niños y mujeres por las consecuencias que la cinta podía acarrear: “El azote de la humanidad296 (…) es el sexualismo (sic.) mercenario que trae como secuela enfermedades que más tarde son transmitidas por la ley de la herencia a la mujer y a los hijos” (Heraldo de Zamora, 9 de octubre de 1926, p. 3). La película poseía escenas crueles para la época –como el sexo explícito– por lo que 290  Para más información sobre los nuevos procesos de colores y relieve ver: Saiz de la Hoya, R. (1941). El cinema en colores y en relieve. En Índice Cinematográfico de España, 1941. (Tomo I). Madrid, España. 291  El Correo de Zamora, 26 de junio de 1925, p. 2. 292  No se ha podido encontrar el título original de este filme en las bases de datos del IMDB. 293  Heraldo de Zamora, 6 de agosto de 1926, p. 3. 294  Excepto los sábados, reservados a la verbena. 295  Heraldo de Zamora, 11 de agosto de 1926, p. 3 y El Correo de Zamora, 17 de agosto de 1926, p. 3. 296  Debido a las pésimas traducciones que se realizaban en la época, no se ha podido esclarecer a qué cinta se refiere el medio. 206 se denunciaba lo que este acto podía traer consigo solo por unos minutos de placer. En esta temporada se ofrecieron abonos mensuales con películas como El moderno Sherlock Holmes, El azote de la humanidad o El nieto de Don Juan, cuyos precios297 fueron: * Palco con 6 entradas a 3 pesetas * Butaca a 0,50 pesetas * Anfiteatro 1ª fila a 0,30 pesetas * Anfiteatro 2ª fila a 0,25 pesetas * General a 0,15 pesetas Figura 38. Un cartel del Nuevo Teatro colgado en la calle Ramos Carrión. Circa 1927. Autor: António Passaporte. Fuente: M.E.C.D. A.G.A. Fondo Fotográfico. LOTY-02411. Durante la temporada 1927-28, el Nuevo ofrecería abonos para las sesiones de cine entre los que destacaban la butaca para toda la temporada a doscientas pesetas y el palco con seis entradas por mil pesetas. En esa época se estrenarían cintas como Don Quijote de la Mancha (1911) con gran éxito de público, lo que provocaría que el empresario invitase a todos los escolares de la capital a ver la obra. 297  El Correo de Zamora, 12 de octubre de 1926, p. 2. 207 3.3.4. Las filmaciones de la Semana Santa A finales de marzo de 1928 llegaría a la capital Florentino Hernández Girbal, a la sazón operador de cámara del film La hermana San Sulpicio (Florián Rey, 1927). Sería contratado como directorr por Lino Blanco, para filmar todas las procesiones de la Semana Santa de Zamora, incluida La Borriquita298. A los mandos de la cámara se encontraba el operador Fanárraga y los rótulos fueron realizados por Juan Manuel Prieto. El montaje final –del que posteriormente se realizaron varias copias– fue proyectado por episodios, estrenándose el primero el Domingo de Resurrección. La anécdota surgiría durante las proyecciones, ya que los espectadores no apreciaban las escenas de los pasos procesionales debido a la rapidez en el montaje y la duración de los planos299. Al mes siguiente, el famoso y diminuto artista italiano, Chiquilín, se presentó en Zamora para representar la obra que ofrecía junto a su compañía. 3.3.5. La llegada de la SAGE Con la llegada de 1929, el Nuevo Teatro establecería una política de bajada de precios, llegando a veinticinco y cincuenta céntimos para las butacas; y de diez y quince para las entradas generales, en sesiones de cuatro, siete; y diez y cuarto. La empresa SAGE, en Ramos Carrión, nos dejaba ver películas mudas, aún no había llegado el sonoro, en episodios que duraban varios domingos, por la respetable suma de diez céntimos, me refiero a gallinero, butaca valía dos reales totalmente prohibitivos para la muchachada de entonces. (Vicente, 1962, p. 7). A finales de agosto, Lino Blanco traspasaría su negocio a la Sociedad Anónima General de Espectáculos (SAGE)300, empresa que llevaba una dilatada vida en los espectáculos españoles y cuyo representante sería Antonio Santisteban de Castro, a la sazón compositor musical. La SAGE comenzaría su andadura el 5 de septiembre, inaugurando la temporada cinematográfica a finales de ese mismo mes con La cabaña de tío Tom (Uncle Tom’s Cabin, Harry A. Pollard, 298  Esta popular procesión, se convertiría años más tarde en una Cofradía más de la pasión zamorana. 299  El Correo de Zamora, 30 de marzo de 1928, p. 1. 300  Esta empresa adquiriría, un mes más tarde, la explotación del Teatro Avenida de Madrid. 208 1927) y unas cuantas películas cómicas. La nueva empresa, habilitaría las puertas laterales del coliseo para ofrecerlas al público general, mientras la puerta principal se destinaría a los espectadores de palcos y plateas. En noviembre, se organizó el mes de las “ultrajoyas”301 ofreciendo éxitos de las compañías FOX o Universal. Cardoso (2017, p.118) citando a García Fernández (2002, 221) argumenta que la SAGE disponía de 30.400 butacas en varios cines de España. Este último en su estudio publica una tabla –de elaboración propia– de las salas que gestionaba la SAGE por toda España. Se enumeran cines de Palencia, Badajoz o Cáceres, pero no hay rastro de Zamora. Fue, quizá, la más importante cadena de salas de finales de los años veinte (con más de veinte pantallas en Madrid y provincia). En 1929 es absorbida por la distribuidora y productora Julio César, que a mediados de 1930 había elevado su parque de salas –en propiedad o alquiladas- hasta las 32 pantallas distribuidas, básicamente, en la mitad norte del país (Cardoso, 2017, p. 118). Para conseguir más notoriedad, la empresa SAGE invertirá en publicidad en los dos medios impresos de la capital, ya que hasta ahora, la empresa Blanco solo lo hacía en El Correo de Zamora302. De hecho, durante los primeros meses de 1930 se asociará con la chocolatería San José para que –a través de la compra de dos libras de chocolate– se entregue una entrada al coliseo válida para los días laborables. En esa época Sanvicente había invertido en infraestructura de cine sonoro, por lo que la empresa debía contraatacar ofreciendo grandes producciones. Fue así cuando el 19 de enero se estrenó La canción de París (Innocents of Paris. Richard Wallace, 1929). Años más tarde a su producción, la Paramount había sonorizado parcialmente la cinta con canciones de Maurice Chevalier, pero esta se proyectaría en versión silente303 al no disponer el coliseo de la infraestructura necesaria para tal fin. Aunque dos meses antes304 la empresa ya había anunciado su intención de instalar el cine sonoro en el coliseo, lo cierto es que durante 1930 no se proyectarían este tipo de películas. El 23 de 301  El Correo de Zamora, 5 de noviembre de 1929, p. 2. 302  Al no conseguir publicidad del coliseo, el Heraldo no incluiría en sus columnas noticas del Nuevo Teatro. Hacemos referencia a este asunto en el capítulo dedicado a prensa y cinematógrafo. 303  La versión sonora del film contaba con 1.874 metros, mientras que la silente constaba de 2.382 metros. Recuperado de: http://www.imdb.com/title/tt0020026/technical?ref_=tt_dt_spec 304  El Correo de Zamora, 5 de noviembre de 1929, p. 1. 209 junio, se inauguraría el local de verano –pista de patines– con el film El eterno femenino, con escenas en Technicolor y “donde aparecen las mujeres más bellas del mundo” (El Correo de Zamora, 21 de junio de 1930, p. 3). Fue en esa época, cuando Antonio Santisteban abandone la regencia del Nuevo Teatro por su marcha al teatro de Chueca de Madrid. Su sustituto sería el zamorano Antonio Gutiérrez Alaiz, que también explotaba el teatro de la ciudad extremeña de Cáceres. Será el principio del fin de la SAGE que abandonaría la explotación del coliseo en menos de un año305. Con los últimos días de 1930, el Nuevo Teatro se preparaba para la implantación del cine sonoro. Debido a ello, durante el año siguiente comenzaría la transición de películas silentes por sonoras y donde tendrá importancia un nuevo empresario para convertir al Nuevo en el Teatro Ramos Carrión: Alejandro Sanvicente. 3.4. La disputa de los dos teatros En 1919, la competencia entre ambos teatros se acrecienta debido a que el Nuevo ofrecería precios más bajos que su adversario, aunque será el Principal quien ofrezca espectáculos de mejor calidad. Con la consolidación de la exhibición cinematográfica, sobre las diferencias de precio según la clase de asiento, se superponen cada vez más las diferencias de precio según la categoría del local, el barrio en el que está asentado y su programación, es decir, dentro de una misma localidad cada cine mantiene un estilo propio o bien cumple una función social distinta, de modo que los ciudadanos suelen ser fieles a un local concreto: la sala lujosa y espectacular, el cine de barrio, el cine del círculo, el cine socialista de la casa del pueblo, etcétera. (Díez Puertas, 2003, pp. 28-29). También es de destacar, que el impuesto que recaudaba el Ayuntamiento sobre el Timbre por todas las funciones del año en cada teatro, era de tres mil pesetas306. Durante febrero de 1921, García Casado se vería obligado a bajar los precios de sus espectáculos en el Principal por 305  Heraldo de Zamora, 20 de noviembre de 1930, pp. 2 y 4 y El Correo de Zamora 21 de noviembre de 1930, p. 2. 306  Aunque inicialmente El Correo de Zamora informó el 5 de febrero de que el Nuevo Teatro pagaba de impuestos 4.000 pesetas y el Principal 2.000; un mes más tarde, estas cifras serían rectificadas, estableciendo los mismos precios que había informado el Heraldo. 210 la dura competencia que ostentaba con el Nuevo, este con entradas mucho más económicas. Pero la rivalidad más intensa ocurriría a partir de 1925, cuando ambos teatros exhiban films de gran calidad, gracias a sus respectivos contratos con las mejores distribuidoras y a precios más que razonables. Uno ejemplo de ello, ocurrío en marzo de ese año. Mientras que el Principal ofreció El ladrón de Bagdad (The thief of Bagdad, Raoul Walsh, 1924) y La casa de la Troya (Maneul Noriega y Alejandro Pérez Lugín, 1925), el Nuevo contraatacaría con la exhibición de Christus, una grandiosa visión artístico religiosa de la «Vida, Pasión y Muerte de Jesús». Constaba de cuatro misterios o actos divididos en seis grandes partes y de la que presumía poseer en exclusiva para Zamora, sin que se confundiera con otras “imitaciones”. A partir de los años veinte, se produce un incremento del precio de la entrada como consecuencia de la elevación del coste de las películas (cada vez más largas y de mayor calidad) y como resultado de la mejora de las salas de cine. (…) Aún así, el precio sigue siendo asequible y lo suficientemente variado como para que cada clase o grupo social encuentre una entrada a su medida: de la sala de estreno a la sala de «barato», de palco al gallinero, del programa «lunes aristocrático» al programa de sesión doble. (Díez Puertas, 2003, p. 29). Como ya hiciera el Principal en 1920, el Nuevo recogió el testigo en captar a espectadores gracias a un concurso en el cual la persona que averiguase un personaje de una película, recibiría como premio una moneda de oro. Otros concursos como el de belleza, ofrecían regalos a las señoritas más guapa de la sala. También se celebrarían otros peculiares certámenes, como en el que se regalaba un jamón a la persona más fea de la sala. Todos estos torneos, fueron las iniciativas que pondría en práctica el nuevo coliseo para engatusar a sus clientes. Estas iniciativas continuarían a lo largo de los años, ofreciéndose –desde el Nuevo Teatro– presentes al público así como la instauración de los llamados “días de moda”, similares a los “jueves de moda” del Principal307. Durante 1926, ambos teatros seguirían compitiendo por ganar espectadores. Mientras que el Principal se decantaba por grandes superproducciones como Por la puerta de servicio (Through the Back Door, Alfred E. Green y Jack Pickford, 1922); el Nuevo apostaría por Nobleza Baturra (Juan Vila Vilamala, 1925), cinta española donde se incluían paisajes de la 307  El Correo de Zamora, 28 de octubre de 1925, p. 3. 211 región de Aragón y Zaragoza, así como la capilla de la Virgen del Pilar y el Monasterio de Piedra. El Heraldo definió al empresario del Nuevo Teatro con las siguientes palabras: “Es de esperar que con películas como esta (si el amigo Lino no se cansa) el público le de (sic.) el título de Doctor en la elección del material cinematográfico”. Será aquí cuando Lino Blanco, regente del Nuevo Teatro, se adelantara al Principal estrenando un film regularmente cada día. El coliseo de la cuesta de San Vicente por el contrario, mantendría la misma cartelera cinematográfica durante días, alternando esta con espectáculos de variedades. Esta situación obligaría a los empresarios Tomé y Gutiérrez a ofrecer un bono para tres películas más que “económicos” que la competencia. La gran diferencia entre ambos coliseos, se encontraba en los precios. Mientras que en el Principal eran de cinco pesetas una butaca de patio para tres sesiones de cine; en el Nuevo Teatro –por ochenta céntimos– el espectador podía disfrutar de butaca por película. Aún así, la rivalidad continuó por el nivel de películas que contenían los carteles de ambos teatros. En abril, Maciste, emperador (Maciste Imperatore, Guido Brignone, 1925)308 se estrenaría en el Nuevo Teatro y La quimera del oro (The Golden Rush, Charles Chaplin, 1925) lo haría en el Principal con gran afluencia de público en los dos coliseos, aunque la prensa haría mención a esta última con unas palabras en la portada del Heraldo: Raras veces hemos visto a «Charlot» tan esencialmente cómico, tan humano, ni tan miserable, como en su reciente creación, ya que dentro de su comicidad, no es más que una tragedia grotesca de la vida de este buscador de oro que lucha sucesivamente, contra el frío, el hambre, el miedo y contra los demás hombres, de los cuales es la risa y que parecen haberse juntado a los elementos para hacerle todavía más lamentable una vida ya de por sí desprovista de toda alegría. (Heraldo de Zamora, 17 de abril de 1926, p. 1). 308  Película en ocho partes, pero que a estas alturas se presentaba completa. 212 Pero la lucha más cruenta entre ambos teatros con el fin de ganarse al público, se produciría –como ya se ha explicado– con la llegada de Alejando Sanvicente al Teatro Principal. El empresario implantaría un sistema de abonos especiales para la temporada 1926-27 destinados a palcos y plateas, así como la instauración de los “viernes aristocráticos” con una selecta elección de películas y variedades. Lo que hizo que la competencia se animara en ofrecer este tipo de abonos al público de la capital. El Nuevo, estableció los jueves como “día de gran moda” y ofreció en octubre unos abonos para cinco sesiones con descuento del 33% del precio de las localidades en taquilla309. Estos oscilaban entre: * Palcos con entradas: 3 pesetas. * Butaca: 0,50 pesetas. * Delantera 1ª fila: 0,30 pesetas. * Delantera 2ª fila: 0,25 pesetas. * General: 0,15 pesetas. A esta iniciativa de la competencia, Sanvicente respondió ofreciendo una gran sesión continua desde las siete de la tarde hasta la una de la madrugada. La proyección –a petición del público– consistía en un “programa kilométrico” en el que se incluían la película cómica El famoso Ricardito y la cinta Una extraña aventura de Luis Candelas (José Buchs, 1926), a precios que iban desde los vienticinco céntimos la entrada general a una peseta la butaca. La lucha entre ambas empresas se agravaría por la proyección de dos películas. Por un lado Santa Teresa de Jesús310 (Francisco Beringola, 1926) había sido estrenada días antes en el Principal. El estreno no pareció importarle a Lino Blanco, exhibiéndola también en el Nuevo “por no ser exclusiva de nadie en Zamora” (El Correo de Zamora, 16 de octubre de 1926, p. 3). La segunda disputa vino provocada por la proyección de Luis Candelas o El bandido de Madrid (Armand Guerra, 1926), ya que ambos coliseos la publicitarían para su estreno en el mismo día. Así comenzaría una ardua lucha por comprobar quién poseía la cinta original, estrenándose completa en el Nuevo y por episodios en el Principal. Sanvicente informaría 309  Comenzaría con el film El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr., Buster Keaton, 1924). 310  El film se titula ralamente Escenas de la vida de Santa Teresa. 213 en El Correo de que la proyección contaba con dieciséis partes y 8.500 metros, no teniendo nada que ver con “otro título parecido de cuatro partes y de muy poco metraje” (El Correo de Zamora, 23 de octubre de 1926, p. 3). El empreasario también denunció públicamente los hechos en el Heraldo, arremetiendo contra Lino Blanco, empresario del Nuevo Teatro por “equivocar al público con anuncios tendenciosos e inexactos (…) anunciando una película con un nombre distinto cada día y nunca con el suyo” (Heraldo de Zamora, 25 de octubre de 1926, p. 2). Por su parte, Blanco respondería a Sanvicente por el mismo medio, argumentando que el Nuevo Teatro cumplía lo que prometía y que anunciaba lo que más tarde proyectada. Durante los últimos días de octubre y principios de noviembre311 se produjeron duros enfrentamientos entre ambos empresarios a través de las páginas del Heraldo. El conflicto se finiquitó gracias a la intervención de la Mutua de Defensa Cinematografía Española, asentada en la ciudad condal y distribuidora de la auténtica película. Esta informará a través de un comunicado que la cinta Luis Candelas o El bandido de Madrid había sido alquilada por Sanvicente para el Teatro Principal. Figura 39. Publicidad del Teatro Principal. Fuente: Heraldo de Zamora, 26 de octubre de 1926. 311  28 y 30 de octubre; y 4 de noviembre. 214 Días después, Sanvicente ofrecería312 a sus espectadores un abono para seis días con films como el verdadero Luis Candelas, o El hombre de Río Perdido (The man from Lost River, Frank Lloyd, 1921). Los precios fueron: * Butaca de patio: 5 pesetas. * Butaca: 3 pesetas. * General: 1,5 pesetas. El enfrentamiento entre ambos coliseos se acrecentaría esta temporada, ya que el Nuevo ofrecía abonos de diez funciones por cinco pesetas, mientras que el Principal se autodenominaba como “Palacio del Cinematógrafo” en la prensa a precios que iban desde los treinta céntimos –la general– y las 1,25 pesetas –la butaca–, y donde ofrecería el atractivo de films de seis mil quiniestos metros y veintiuna partes. El Nuevo en cambio, no publicaba sus precios, aunque sí sus proyecciones, como “la película española que no es española”, refiriéndose a Más allá de la muerte (Benito Perojo, 1924), producción hispano-francesa que carecía de equipo artístico hispano, así como las localizaciones que se habían realizado en la capital francesa. Cuando el año agonizaba, Sanvicente presentó un nuevo abono para siete días a precios de siete pesetas la butaca y de 3,50 pesetas la general, mientras que el Nuevo seguiría con su política de precios más económicos, ofreciendo por veinticinco céntimos una entrada en general. Sin embargo, a la mayor parte del público zamorano, le importaba menos la diferencia de precios, concedieno importancia a la calidad de los films. Claro ejemplo de ello, se refleja en la presentación del film El signo del Zorro (The mark of Zorro. Fred Niblo, 1920), que cosecharía gran éxito entre los espectadores. Al no poder competir con este tipo de films, Lino Blanco dedició ofrecer espectáculos de compañías de varietés para los días navideños con acróbatas, danzas, excéntricos, bailarinas y canzonetistas. Para ganarse el beneplácito del público, durante 1927 Lino Blanco conseguió los contratos de exhibición de gran renombre: Christus313 (1919) y Los miserables (Les Misérables. Henri 312  El Correo de Zamora, 27 de octubre de 1926, p. 2. 313  Existen tres versiones mudas de Crhistus. La primera de Giuseppe de Liguoro (1914), la segunda –también italiana– es de Giulio Antamoro (1916); y de la tercera solo se tiene el dato del año de producción: 1919. Se cree que es esta última, sería la proyectada en esos días. 215 Frescourt, 1925)–, mientras que el Principal apostaría por películas en secciones y escenas en Technicolor. Ya en 1929, los dos empresarios de los coliseos mantuvieron una tensa pelea dialéctica a través de la prensa fruto de su preocupoación por ganarse a gran parte del público. Lino Blanco lo haría en las páginas de El Correo, tachando de poco profesional al Heraldo por su apoyo al Teatro Principal. Por otro lado, Sanvicente decidiría bajar las localidades con precios irrisorios como los cinco céntimos la general y de diez a viente céntimos la butaca. Además, el empresario del Principal, dedicó unas palabras a Blanco a través de “su” página cinematográfica314 del Heraldo: En ella, tachaba los espectáculos del Nuevo como de baja calidad: Solo en este primer coliseo de la provincia y cine calidad Non Plus Ultra pueden admirarse las mayores novedades del Séptimo Arte, no películas que esta Empresa ha rechazado por antiguas y que se pretenden explotar por los especulistas (sic.) de baja categoría si se les puede llamar dándoles mucha categoría de este modo. (Heraldo de Zamora, 27 de mayo de 1929, p. 2) Con la llegada de la nueva temporada 1929-30 y la adquisición de la empresa SAGE para la explotación del Nuevo Teatro, comenzaría una gran rivalidad, tanto publicitaria como comercial entre ambos teatros. Sanvicente ofrecería sesiones dobles de películas al mismo precio que individuales durante todos los días de la semana. Además, en las sesiones de las once de la noche, abarató aún más los precios llegando a diez céntimos la general y trienta la butaca. El Nuevo Teatro –en cambio– ofrecería en sesiones de cinco, siete y media; y diez y media localidades a cincuenta céntimos general y ochenta la butaca. En octubre, el Heraldo inaugura la sección “Espectáculos”, donde incluirá los espectáculos de ambos coliseos. Se tienen noticias de que el cine estaba cada vez más presente, hasta tal punto de que durante los descansos de los números de teatro o variedades, se proyectaban películas cómicas de corta duración. 314  En el apartado referido a la prensa y su relación con el cine, se han incluido unas palabras sobre esta página. 216 A partir de 1930, Sanvicente instaurará el “viernes fémina”, en el que las mujeres podían entrar gratis siempre y cuando fueran acompañadas de otra persona que tuviera entrada individual. En esta época las cintas duraban un día en cartel, tanto en un teatro como en el otro, ya que los circuitos de distribución así lo exigían. Otra de las iniciativas de Sanvicente fue la bajada –aún más– de los precios de taquilla, estableciendo veinte céntimos para la entrada general y treinta para la butaca. Viendo la actitud de la competencia, el Nuevo Teatro decidiría seguir el mismo camino devaluando los precios, con lo que se ofrecía por quince céntimos una general y cuarenta una butaca de patio. Durate el verano de 1930, la empresa SAGE comprobará el potencial que podía ofrecer la pista de patines –en la parte izquierda del teatro– para ofrecer sesiones de cine al aire libre. Por lo que se decidiría su acondicionamiento para celebrar “verbenas aristocráticas” en las que se incluyeron servicio de bar, orquesta y sesiones de cine a un precio único de 1,25 pesetas/pareja315. Figura 40. Anuncio del “Teatro de verano” en el Nuevo Teatro. Fuente: Heraldo de Zamora, 23 de junio de 1930. 315  El acompañante entraba gratis. 217 En agosto, el Teatro Principal cerraría una semana por reforma en el local y el acondicionamiento del nuevo equipo sonoro que Sanvicente había adquirido. Gracias a la visita institucional que hizo el 20 de octubre el Rey Alfonso XIII a la ciudad y la provincia, todos los vecinos se volcarían en ofrecer la mejor impresión al monarca y su séquito: “Zamora, noble e hidalga siempre, ha tributado en ofrecer al Monarca español un recibimiento digno de la persona que se dedicaba y digno así mismo a la ciudad” (Heraldo de Zamora, 20 de octubre de 1930). El Nuevo Teatro se engalanó con mantas sayaguesas y otras telas zamoranas, ofreciendo a la comitiva una actuación de la Real Coral Zamora. También en el Principal, el monarca tuvo a bien de asistir a la representación de La malquerida, obra teatral de María Teresa Montoya. Fruto de estos actos, ambos coliseos aprovecharían la llegada a la ciudad de vecinos de poblaciones cercanas, para encarecer los precios de sus espectáculos, lo que provocaría que la prensa fuese bastante crítica con ellos. Sobre todo con el Principal, que llegaría a cobrar tres pesetas por presenciar las primeras películas sonoras. Pasada la semana, los precios descendieron, logrando estabilizarse a épocas anteriores: setenta y cinco céntimos y una peseta para cintas mudas, mientras que, para cine sonoro, la entrada tuvo un coste de entre la peseta; y peseta y media. Debido a los acontecimientos políticos y sociales del país en el pronunciamiento de Huesca, se declararía una huelga general que repercutió también en toda la sociedad zamorana, así como en las representaciones de ambos coliseos, anulándose las sesiones de cine del 15 de diciembre316. 316  Heraldo de Zamora, 16 de diciembre de 1930, pp. 1-2. 218 3.5. Salas estables y otras efímeras proyecciones En este apartado se han querido incluir algunos recintos que –aun contando con escasa actividad empresarial– sí que estuvieron presentes en la sociedad zamorana de la época. Por un lado, se encuentran las salas estables que seguían las rutas de los primitivos feriantes, instalando sus barracas durante las fiestas capitalinas. Por otro lado, se encuentran las proyecciones más esporádicas solamente conocidas a través de la prensa. Eran ofrecidas a través de alguna asociación o grupo de personas. 3.5.1. El Cine Royalty Durante la segunda mitad de la década de los diez, el cinematógrafo dejó de estar presente en las barracas de feria, para integrarse paulatinamente en los teatros, recintos cerrados y en las ferias de los pueblos. Al dejar de ser una atracción más de feria y adquirir su propia entidad como industria y como arte, el cine necesitó contar con edificios estables. A partir de entonces, las salas adquieren un sentido perdurable, que confirma su importancia como espectáculo de los tiempos modernos, como una expresión nueva de la sociedad en que ha nacido. (Martínez Álvarez, 1992, pp. 19-20). El invento ya había cumplido su mayoría de edad y el público necesitaba más comodidad en unas salas que experimentaban cambios y otras que nacían con los nuevos tiempos. Ya se hizo mención en el pasado punto de esta investigación, a la construcción del Nuevo Teatro y de la pequeña reforma que se hizo en el Principal. Con ello en enero de 1917, El Correo de Zamora se haría eco de la construcción de un nuevo teatro para la ciudad del Duero. Situado en un primer momento en la plaza de San Gil se trasladaría posteriormente a la acera central de la Plaza Mayor317. El espacio era más que un barracón. Aunque la prensa de la época se mofaría de la construcción del Salón aludiendo que, lo que necesitaba Zamora era más público y no tres teatros: “Dicho Pabellón será de madera por su exterior y de cartón-piedra en su interior” (El Correo de Zamora, 16 de enero de 1917, p. 3). Lo cierto es que Enrique Jordán Mascaró y Emiliano Los Arcos y Fernández, 317  El Correo de Zamora, 10 de septiembre de 1963, p. 22. 219 sus dueños, pasaron por grandes dificultades debido a los impedimentos que les impuso la Comisión Municipal y también a la voraz competencia de los teatros, que veían con malos ojos que hubiera un tercero en discordia para repartirse el trozo de pastel de los espectadores de la capital. Inaugurado el 28 de febrero, el Salón Royalty fue un lugar por el que pasaron grandes compañías como la de Ontiveros y Garrido; artistas de variedades y buenas sesiones cinematográficas. El aforo del local constaba de ciento tres localidades de preferencia, repartidas en una fila de doce sillas y cinco filas más de quince sillas cada una, inmediatamente a la orquesta. Se completaba con una fila de dieciséis sillas adosadas al testero. También la entrada general constaba de ciento sesenta y ocho localidades en catorce bancos que albergaban doce personas cada uno. El precio de las localidades iba desde los cincuenta céntimos para la preferencia y los veinte la entrada general y de paseo. Al estreno, acudiría gran cantidad de público y –según relatan los diarios– tras descorrerse la cortina para comenzar la representación, el salón presentaba el aspecto de un teatro de verdad. Ayer por la tarde se celebró la inauguración de este salón de espectáculos con el debut de la Compañía que dirige el notable primer actor don José Ontiveros. (…) Fué (sic) un buen comienzo de temporada para la Empresa y para los artistas. (Heraldo de Zamora, 1 de marzo de 1917, p. 2). No se puede decir lo mismo de la crónica que publicaría El Correo, tachando la obra representada en el Royalty de reprobable por su “inmoralidad”318. Se desconoce si hubo proyecciones cinematográficas, ya que en ninguno de los diarios consultados existen rastro de cintas estrenadas en esos primeros meses. Tampoco en la Matrícula Industrial que se conserva sobre la empresa en el Archivo Histórico Provincial, se han encontrado datos sobre las sesiones de cine, ya que el documento más antiguo tiene fecha de veintisiete de agosto. Es un permiso redactado por el propietario y dirigido al Ayuntamiento de la capital en el que solicitaba la instalación de su barraca con motivo de las fiestas de septiembre, bien en la Plaza Mayor o en su defecto, en la de San Gil (véase Apéndice 1, Figura 10). Dos días 318  El Correo de Zamora, 1 de marzo de 1917, p. 3. 220 después, el ayuntamiento concedería el permiso al recinto para su ubicación en la Plaza Mayor. Seguidamente, el 5 de noviembre y vistas las pérdidas sufridas por la empresa durante los últimos dos meses, Emiliano Los Arcos, como socio y representante del Salón Royalty, suplicaría al Ayuntamiento, una prórroga para permanecer hasta el 7 de enero de 1918, la cual fue concedida siete días después. Pasadas las fiestas navideñas, el 28 de enero, esta vez Enrique Jordán vuelve a solicitar la permanencia del Salón, para asentarse en la plaza de San Gil, durante las representaciones de los meses de febrero y marzo. Es de suponer ,que los empresarios querían aprovechar las fiestas de Botiguero y de Semana Santa. Dos días después, el Ayuntamiento concedería el permiso bajo la condición de que la fechas de comienzo de su explotación fueran las del 17 de febrero al 30 de marzo. No existen documentos de la desaparición de este salón, aunque sí un escrito enviado desde el Ayuntamiento a los propietarios del mismo con fecha 13 de abril de 1918, en la que se les informaba de que en el plazo de veinticuatro horas procedieran a desarmar y retirar la barraca. También se les advertía de que si no lo hacían, el Ayuntamiento retiraría la barraca con cargo a la empresa del Salón Royalty. 3.5.2. El resurgimiento de Los Luises En el capítulo anterior se informaba de como esta Congregación había proyectado durante 1912, películas cinematográficas en su salón. Pero no sería hasta mediados de la década cuando adquieran en propiedad un proyector de cine, estrenando cintas cuyo contenido fue meramente religioso como Los últimos días de Pompeya (Gli ultimi giorni di Pompei, Rodolfi y Caserini, 1913) o Quo Vadis (Quo Vadis?, Enrico Guazzoni, 1913). Como curiosidad, a finales de enero de 1918319, el padre Emeterio Tapia, del Corazón de María y Enrique Marqueriz, solicitaron al Ayuntamiento la filmación de las procesiones de la Semana Santa de ese año y diferentes templos de la ciudad. La idea era la de conseguir un montaje de mil metros de longitud que pasaría en propiedad al Ayuntamiento, justo un año después de su proyección en Los Luises. Lamentablemente no se han encontrado más noticias sobre esta iniciativa en la prensa ni tan siquiera en los archivos de la Diócesis o de los Padres Claretianos. 319  Heraldo de Zamora, 31 de enero de 1918, p. 1. 221 Llegado el cuarto de siglo, Los Luises se unieron a los Kostkas, otra asociación que veneraba a San Estanislao de Kostka, jesuita y patrón de la juventud estudiantil. De ahí que la nueva Congregación fuera denominada Círculo de los Luises y Kostkas, aunque popularmente se siguió llamando Los Luises. En 1924, inauguraron su nuevo centro de recreo que pasó a ubicarse en la esquina de la Plaza del Cuartel –en la actualidad Cuartel Viejo– con la calle del Santo. Se estrenaron películas cinematográficas divididas por episodios, tan de moda en la época, así como numerosas cintas cómicas. La inauguración contaría con la imposición de medallas a los nuevos Congregantes, veladas literario-musicales y “emocionantes proyecciones cinematográficas” (El Correo de Zamora, 25 de octubre de 1924, p. 4), entre las que destacaba Las aventuras de Robinson Crusoe (Robinson Crusoe, Robert F. Hill, 1922). Con la fundación de su equipo de fútbol comenzaría la etapa de resurgimiento de la asociación con el fin de: “Inculcar, educar y encaminar hacia la rectitud todos los pasos de la juventud con el fin de obtener hombres que no solo perjudiquen a la sociedad con sus vicios, placeres y pasiones, sino que la beneficien…” (El Correo de Zamora, 17 de junio de 1930, p. 1). Ese fue el germen de la puesta en marcha del primer colegio claretiano en los años venideros. En noviembre de 1924 el Heraldo informaría del estreno de la “superserie”320 en quince episodios titulada: En poder de las tinieblas, junto con diversas cintas cómicas. Aunque dicho salón celebraba sesiones solamente los fines de semana, fue una gran competencia para los dos teatros de la capital, surgiendo conflictos entre ambos durante la década de los treinta. 320  Heraldo de Zamora, 29 de noviembre de 1924, p. 2. 222 Figura 41. Anuncio en la prensa de las veladas en la sala de Los Luises. Fuente: El Correo de Zamora, 25 de octubre de 1924. 3.5.3. Otras proyecciones En este apartado se pretende hacer un abreve mención a proyecciones efímeras y esporádicas que tuvieron presencia en la capital durante los años veinte. Cine al aire libre en la catedral Entre el 26 de abril y el 5 de mayo de 1919 se conmemoraría el Tercer Aniversario de la Virgen del Tránsito. Durante las fiestas, la imagen se trasladó a la Seo y en la plaza de la 223 Catedral se proyectaron películas durante las veladas nocturnas. Aunque no se ha podido concretar qué títulos fueron los incluidos en el repertorio, sí que se tiene constancia de que fueron acompañados por la banda del Regimiento de Toledo. Cine en el Círculo Católico Obrero Durante la velada celebrada por el Seminario Conciliar el 7 de marzo de 1921 en homenaje a Santo Tomás de Aquino, se representaron obras teatrales así como proyecciones cinematográficas en los salones del Círculo Católico Obrero. “El Círculo Católico Obrero de la capital, colocado bajo la advocación de san Martín Cid, se inauguró, en la noche de Reyes, siendo su director espiritual Diego Luis Alonso, Beneficiado de la catedral. Sus fines eran formativos, impartiendo estudios de primera enseñanza, dibujo, música, geografía y matemáticas, contando inicialmente con 130 alumnos matriculados”. (Casquero, 2017, p. 1155). Sociedad Círculo de la Unión Esta sociedad celebraría durante el 16 de diciembre de 1923, una velada en honor a sus socios en las que se incluía de cierre, cintas cómicas como Bolsillos vacíos. Cine al aire libre con motivo de las fiestas de septiembre Se tiene constancia de cine al aire libre entre 1916 a 1920 durante las ferias de septiembre. No se encuentran datos de los lugares concretos y tampoco del título de las proyecciones. También se hace mención a la gran afluencia que tuvieron las proyecciones de cine en 1920, debido a que el Teatro Principal se encontraba cerrado por reforma y la máquina bien podía ser la del mismo Coliseo. Nuevo Club Durante la inauguración de la sociedad Nuevo Club situada en una de las salas del primer piso del Nuevo Teatro, se celebraría una exposición de fotografías seleccionadas por la casa Kodak y junto a la misma, se proyectarían las cintas Charlot aventurero y Charlot inmigrante, 224 presentándose una producción de Cine-Kodak titulada: La cinematografía en el hogar321. A mediados de julio de 1930 con motivo de las fiestas del Carmen, en los barrios de Pantoja y Tres Cruces se estrenaría el cine al aire, junto con verbenas y otros festejos y actos religiosos, gracias a un proyector cedido por la Congregación de Los Luises322 3.6. Prensa y cine, un complementario binomio Desde que el cinematógrafo entrara en la sociedad zamorana, los medios impresos se harían eco del prodigioso invento. Durante la primera época –analizada en el apartado anterior– los diarios locales informaban de las actividades del cinema en su periplo por la capital y provincia de Zamora. Comenzaron a diseñarse anuncios dedicados al estreno de una determinada película. Durante los años veinte comienzan a aparecer los recuadros publicitarios sobre películas, con lo que tiende a desligarse la publicidad del cinematógrafo de la información de verdad. (…) las empresas distribuidoras comienzan a emitir noticias que podrían asimilarse a las de agencia, relatando tanto las novedades como la vida de los actores, que a partir de ese momento se convierten en figuras míticas. (Catrillón & Martín, 1997, p. 38). No fue hasta la mitad de la segunda década del siglo xx, cuando la prensa tomaría presencia para convertirse en un instrumento informativo y de opinión de las actividades del cine y sus posibilidades en la sociedad española de la época. Va a ser en 1918 cuando desde las páginas de El Correo de Zamora se opine de la nefasta influencia que poseía el cine para el público: Ya se abrió el cine. Funciona los jueves y domingos por la tarde. Está lleno de niños, de obreros, de familiar burguesas, hasta de respetables damas y lindas señoritas de la alta sociedad de todo un público selecto, en fin, que aficionado al cine, se ve ahuyentado de los salones conocidos trianones, odeones, ideales, royaltys y dorés a causa de sus cintas escandalosas y malsanas, y asiste a las nuevas proyecciones seguro de no tener que cerrar los ojos por vergüenza o por asco. (El Correo de Zamora, 6 de septiembre de 1918, p. 1). 321  Heraldo de Zamora, 11 de julio de 1927, p. 2 y 12 de julio de 1927, p. 1. 322  Heraldo de Zamora, 15 de julio de 1930, p. 2 y 21 de julio de 1930, p. 2. 225 La actitud de los medios comenzaba a ser la de “perro guardián” de la opinión pública, aconsejando –por ejemplo– desde las páginas de El Correo a Lino Blanco –empresario del Nuevo Teatro– para que no proyectase películas “inmorales, frívolas y manoseadas” (El Correo de Zamora, 24 de febrero de 1919, p. 2), alejando así cintas de esta índole porque le podrían perjudicar. El 7 de noviembre de 1922 sucedió un hecho curioso. Debido al estreno del film Cuadros del Museo en el templo de Venus (The Temple of Venus, Henry Otto, 1923), el Nuevo Teatro repartiría unas octavillas con la publicidad del espectáculo. A ello se hicieron eco diferentes asociaciones religiosas como la Venerable Orden Tercera Franciscana y la Acción Católica323 de la Mujer expresando su malestar –a través de las páginas de El Correo– por la publicidad repartida en la ciudad “sin que una mano viril y justiciera les saliera al paso para recogerlos y arrojarlos al fuego, ya que no a otro lugar más adecuado a semejantes profanaciones del pudor público y de la inocencia juvenil” (El Correo de Zamora, 6 de noviembre de 1922, p. 2). En enero de 1923, el Heraldo criticaría a los empresarios del Nuevo Teatro, hermanos Blanco, calificándolos de “empresarios chupópteros” por conceder más importancia al dinero que a la caridad. Se ha podido llegar a la conclusión de que dicho argumento del diario de la tarde sería fruto de algún malentendido sobre la recaudación de fondos durante la celebración del festival en beneficio de los niños pobres324. Rodolfo Ruy-Wamba –a la sazón copropietario del Heraldo– escribiría, por aquella época, una columna sobre la influencia que estaba teniendo el cine después de la Primera Guerra Mundial, sobre todo en escenas violentas y románticas. El periodista argumentaba que las películas americanas atraían masivamente y de forma sugestiva al público español, denigrando al séptimo arte por carecer –según el periodista– de cultura al contrario que el teatro: “Toda película que representa una escena de amor, facilita más la extensión de las 323  “Por lo que se refiere a Acción Católica, su preocupación por la moralidad del cine, estuvo ya presente en el Primer Congreso Nacional de Acción Católica celebrado en Madrid en noviembre de 1929, así como en la Primera Asamblea Nacional de Acción Católica, que tuvo lugar en Toledo en noviembre de 1930, tal y como se pone de manifiesto en las páginas del Boletín Oficial de Acción Católica Española, publicado en Toledo, de forma quincenal, desde enero de 1929”. Sanz, F. (2013). Catolicismo y Cine en España (1936-1945), (p.72). Zaragoza, España: Institución «Fernando El Católico», Diputación. 324  Heraldo de Zamora, 27 de enero de 1923, p. 1 226 malas acciones entre los enamorados; toda película que presenta actos vandálicos, un crimen, un robo, un suicidio, le lleva a alguno de los espectadores al extremo de cometerlo” (Heraldo de Zamora, 3 de abril de 1923, p. 1 y 10 de abril de1923, p. 1). Ese año desde las páginas del diario de la tarde, también se informaría del asentamiento en la producción cinematográfica americana de los llamados “largometrajes”, en detrimento del cine por episodios en Estados Unidos325. Es así, como a lo largo de estos años, ambos coliseos comienzarán a ofrecer estos films sin cortes, estableciendo paulatinamente una lánguida muerte de los seriales de cine. Llegado 1924, esta vez El Correo será el que denuncie la escasa empatía por los espectáculos del público de Zamora. El diario criticaba la poca afluencia para cubrir la oferta de representaciones teatrales y proyecciones cinematográficas de ambos teatros: El público con su apatía, con una frialdad hermana a la estación de invierno, lo corroboró con su ausencia y los dos teatros antes esta actitud cerrará sus puertas para no abrirlas más que los domingos, como si solo en los domingos se nos presentase irresolvible (sic.) el grave problema de vagar sin rumbo, con frío y aburrimiento, horas y horas por las calles tortuosas, lóbregas y tristes de esta capital. (El Correo de Zamora, 28 de enero de 1924, p. 2) También, el diario de la mañana, daba cuenta a sus lectores de que esta poca afluencia de espectadores venía provocada por las altas tasas municipales que debían pagar los teatros por las representaciones, lo cual repercutía en el precio final de la entrada que el público debía pagar. De ahí que durante esos días se hiciera un llamamiento a través de la prensa para que se redujeran los mencionados impuestos. En la cuaresma, el mismo medio invitaría a los dos empresarios de los coliseos para que estos produjeran –mediante la contratación de un operador– un largometraje de carácter documental con motivo de las procesiones de la Semana Santa de la capital, para –más tarde– ser proyectado por toda España326. Otra acción encomendada a los medios de comunicación impresos era la de servir de medio entre las distribuidoras y el público a través de las críticas. Cuando estas se realizaban en el Heraldo consistían en copiar casi literalmente las crónicas escritas por medios impresos 325  Heraldo de Zamora, 19 de septiembre de 1923, p. 1. 326  El Correo de Zamora, 22 de marzo de 1924, p. 2. 227 de ciudades como Madrid o Barcelona. Aunque existieron excepciones como la del periodista Emiliano Ramírez Ángel que disertaba en las páginas del Heraldo sobre el cine en España. En sus palabras –no muy visionarias en 1926– Ramírez destacaba la cada vez más importante industria cinematográfica española, sobre todo con la futura llegada del sonoro: Se le ha dado el nombre de «arte mudo». «Entra por los ojos». Es más plástico que retórico. Fía, para conmovernos o deleitarnos, en el lenguaje de los hechos, no en la musicalidad de las palabras. La película ideal (…) será aquella en la que queden definitivamente eliminados los letreros largos, frecuentes, imprescindibles, que hoy siguen suplantando su eficacia a costa de la novela y el teatro. (Heraldo de Zamora, 7 de abril de 1926, pp. 1-2). Otro crónista que tuvo presencia desde las páginas del diario de la tarde, se hacía llamar con el pseudónimo de EGO. Disertaba sobre los “ñoños” nombres que poseían los dos coliseos, invitando a cambiarlos por nombres de zamoranos ilustres. Fue el germen de lo que años más tarde sucedería con el Nuevo, denominándose Ramos Carrión, en honor al dramaturgo zamorano del siglo xix327. También en tono de humor durante las ferias de septiembre, debido a ciertas actitudes que mostraban las parejas de novios cuando acudían al cine, se les solicitaba –a través de la prensa– que estas fueran recatadas durante la proyección al aire libre “por las funestas consecuencias que durante el «cine» o más tarde puedan tocar…” (Heraldo de Zamora, 10 de septiembre de 1926, p. 3). Sin duda, el espectáculo estaba mal visto en la sociedad de la época328, ya que actuaba como un vehículo para las relaciones sexuales al aire libre. La oscuridad de las salas de cine, fue desde su popularización del espectáculo de los Lumière, objeto de crítica por lo que suponía de ocasión de ofensa al decoro público. Tras frases como éstas se solían referir los medios de comunicación de los años veinte y treinta a las manifestaciones de afecto que las parejas, los novios más exactamente, se podían prodigar en los cines. (Montero & Paz, 2011, p. 107) 327  Heraldo de Zamora, 29 de abril de 1926, p. 1. 328  Hay que destacar que estas páginas se producen en un medio como el Heraldo de Zamora de corte más liberal que El Correo, católico y conservador. 228 En abril de 1930, El Correo denunciará otro caso que tenía como protagonista el film La trampa amorosa (The Love Trap. William Wyler, 1929) por contener “escenas patéticas que hacen ruborizar a los espectadores” (El Correo de Zamora, 2 de abril de 1930, p. 2). El medio, de carácter católico, será el que informe a través de la censura, su retirada de la cartelera. Sin embargo, no todo eran críticas funestas ya que en una columna en el diario de la tarde, José Vara Martín disertaría sobre el valor cultural y educativo que tenía la cinematografía y los beneficios que esta podía tener en la Escuela. “Si bien es verdad que el teatro instruye y educa, el cine tiene un valor cultural mayor que aquél (sic.), porque dada la facilidad que existe para el traslado de paisajes, indumentaria, ciudades y cuanto tiene en la vida existencia a la pantalla” (Heraldo de Zamora, 3 de septiembre de 1926, p. 4). Con ello, el espectador podría darse cuenta de las costumbres de los pueblos, disfrutar de los medios de locomoción y comprobar el desarrollo industrial. Aún así, meses más tarde, el cine volvía a tener mala reputación en las páginas del Heraldo. Esta vez sería Francisco Fernandis-Tur, a la sazón, periodista y escritor en diferentes revistas y periódicos valencianos, que mediante su columna –“De cinematografía”–, trataba sobre los roles que representaban diferentes personajes del cine como el ladrón o el criminal. Provocaban que se cuestionara la moralidad del cine y se invitaba a los directores del arte mudo, a que se abstuvieran de filmar aquello que pudiera perjudicar a los apasionados espectadores “que toman como realidades lo que solo son películas” (Heraldo de Zamora, 19 de octubre de 1926, p. 1). Pero el testigo de los acontecimientos artísticos que ocurrirían en el Teatro Principal fue Hache. El periodista del Heraldo –con apenas conocimientos artísticos– será durante los años veinte, el corresponsal del medio, valorando –ya en ese periodo– la importancia que estaba teniendo el Coliseo en la vida zamorana329. Lo cierto es que el Heraldo fue el medio que más implicación tuvo con el séptimo arte, aglutinando gran parte de la información y opinión de los espectáculos de la ciudad y provincia de Zamora. Muestra de ello, son las publicaciones de periodistas –estrenos la mayoría de las veces– al medio que colaboraban con el mismo para ofrecer opiniones sobre el séptimo arte. 329  Heraldo de Zamora, 2 de marzo de 1927, p. 1. 229 Un ejemplo fue el comentario de Miguel Ancil Galarza, estableciendo la relación directa que tenía –en ese momento– el teatro con el cine. El cronista defendía la idea de que el arte mudo aumentaba en detrimiento del teatro, ya que la fotografía poseía la ventaja de representar todas las escenas que no cabrían en las tablas330. Otra circunstancia que sucedía durante las proyecciones de cine, eran los comportamientos –poco lícitos– el público de la época. El cronista Fernán-Silva, publicaría en el Heraldo un Decálogo del buen espectador, donde hacía referencia a las malas actitudes de estos durante las exhibiciones, como la impuntualidad a las proyecciones y la consecuente molestia que les suponía al resto de espectadores una vez empezada la proyección. Fernán-Silva terminaba invitando a los espectadores para que se preocuparan en leer los intertítulos, en lugar de contar chistes ni hablar durante las sesiones331. Parece ser que el mal comportamiento entre eel público era la tónica predominante en los cines de la época. En mayo de 1927, el Heraldo invitaba públicamente a Sanvicente para que incluyera la llamada “hora de Moda”. La iniciativa partía de París, donde se celebraban sesiones de cine durante las once de la mañana. Así fue como el jueves de La Ascensión332 se inauguraba la sección de moda con la cinta La secretaria (His Secretary, Hobart Henley, 1925) cuya protagonista era Norma Shearer. Con motivo de esta inaguración tan insual, Sanvicente adornaría el coliseo con flores naturales, lo que hizo que el recinto adquirirera una agradable temperatura que invitaría al público a retornar en la época estival333. En ese verano el mismo diario de la tarde, felicitaría a la empresa por la gran temporada de espectáculos tanto teatrales como cinematográficos que se habían ofrecido en el coliseo. Sin duda, fue la mejor temporada cinematográfica desde que el invento recalara en la ciudad a finales del siglo xix. También, es justo señalar que fue el Heraldo quien se hiciera eco –durante 1927– del creciente número de espectadores del cine con respecto al teatro, teniendo como ejemplo del Teatro Principal. Este coliseo no llegaría a completar su aforo durante las representaciones de las grandes compañías teatrales, mientras que abarrotaba sus localidades en las sesiones 330  Heraldo de Zamora, 11 de marzo de 1927, p. 2. 331  Heraldo de Zamora, 16 de marzo de 1927, pp. 1-2. 332  Por aquella época era festivo en España. 333  Heraldo de Zamora, 24 de mayo de 1927, p. 1 y 27 de mayo de 1927, p. 3. 230 cinematográficas. Como el coste en inversión de la exhibición de los films era mucho menor que la contratación de compañías teatrales, Sanvicente apostaría mucho más por el séptimo arte: “Sin duda el gusto del público va del lado del cinematógrafo, ya que es únicamente cuando vemos el teatro como debía encontrarse cuando se le presenta ocasión de admirar un magnífico espectáculo” (Heraldo de Zamora, 8 de octubre de 1927, p. 4). Como ya se analizó en el apartado dedicado al Teatro Principal, en marzo de 1927, Sanvicente publicaría en asociación con el Heraldo, un pequeño periódico con el título: “Variedades”. Sería el germen de la página dedicada íntegramente al séptimo arte en el diario de la tarde, presentada el 17 de octubre. Aunque en un principio, el día de su publicación fueron los lunes, en seguida se emplazaría a los sábados. El séptimo arte ha conquistado el mundo y no hay pueblos por insignificante que sea que no lo conozca y se interese por la “fotografía animada”. Así la película que antes constituía espectáculo de ferias exhibiéndose en barracones en los que se ofrecía poca comodidad, ha asaltado los teatros más modernos y confortables, llegando a ser casi una necesidad imperiosa, para dar expansión al ánimo. Todas las clases de la sociedad admiran las bellezas del arte mudo, que tiene un horizonte ilimitado que le hace luchar con ventaja sobre la escena hablada. Siendo esto una realidad, no podía Heraldo de Zamora (se escribe en mayúsculas) quedar al margen del progreso que representa el cine, por lo que hemos decidido intentar la publicación de una Página semanal dedicada a la Cinematografía, sin que ello represente merma de los demás servicios del periódico (Heraldo de Zamora, 1 de octubre de 1927, p. 1; 14 de octubre de 1927, p. 2 y 15 de octubre de 1927, p. 5). En realidad la página –demandada por un gran número de lectores, ávidos de noticias sobre el séptimo arte– estaba financiada por Alejandro Sanvicente para publicitar su negocio, el Teatro Principal. Su primera edición constaba de noticias y estrenos de films, así como publicidad del antiguo coliseo. La página poseía varios apartados, entre los que se encontraba uno dedicado a la historia del cine, desde sus orígenes hasta la actualidad y donde el arte mudo se había convertido en un elemento indispensable para la vulgarización de los conocimientos entre los seres humanos. Otros apartados que formaban parte de la mancheta, eran los 231 “párrafos cortos”, dedicados a pequeñas reseñas e informaciones sobre rodajes, así como “letras de culto”, haciendo referencia a los principales impulsores del cine, como Marcus Loew, presidente de MGM, recientemente fallecido. En cuanto a la publicidad, Sanvicente reservaría dos espacios. Uno en forma de media columna, donde se anunciarían los futuros estrenos de la semana venidera. El otro, más importante, ocuparía la mitad inferior de la página con un gran anuncio de una productora –en este caso la UFA– y sus futuros estrenos de superproducciones, exclusivas en el Teatro Principal como Metrópolis (Metropolis. Fritz Lang, 1927) –el milagro de la pantalla–, El último vals o La montaña sagrada (Der heilige Berg. Arnold Franck, 1926) (se ha incluido la página cinematográfica en el Apéndice 1, Figura 11). Figura 42. Cabecera de la página cinematográfica. Fuente: Heraldo de Zamora, 22 de octubre de 1927. En la página cinematográfica publicada el 22 de octubre, se incluirá la nueva cabecera realizada por Francisco Maderal, publicitándose ya dos grandes compañías como FOX y Paramount Films, así como la Cinematográfica Verdaguer, S.A. La hoja se finiquita, incluyendo un resumen de la producción de la temporada 1927-28. En las siguientes ediciones de la hoja dedicada al séptimo arte, se incluirían crónicas sobre las principales estrellas del celuloide como Gloria Swanson, Pola Negri o Lon Chaney, así como publicidad de los nuevos estrenos del Principal para la semana venidera. Es de 232 destacar también, el estudio dividido en doce partes que realizó Cesáreo Fernández Duro –ilustre zamorano– sobre la Historia del Teatro en Zamora. Aunque los primeros números de esta página cosecharon muchos acólitos, la cada vez más, publicidad encubierta al Teatro Principal –realizando pre crónicas de los films que en esos días se iban a proyectar en el coliseo– provocó que el espacio entrara en decadencia a partir de marzo de 1928. Con el tiempo, la página desapareció, convirtiéndose en un pequeño suelto. Cabe mencionar el estreno en el Teatro Principal del film Rey de Reyes (King of Kings, Cecil B. DeMille, 1927) durante esa Semana Santa. Tras realizar un pase para la prensa, El Correo denunciaría la cinta por ser “propaganda protestante y que repugna a toda la conciencia católica”. Días más tarde, Sanvicente defendería al film de DeMille, argumentando que dos obispos como los de Madrid-Alcalá y Brateford habían expresado maravillas sobre ella. El empresario denunciria al medio, por ir contra él, con el fin de perjudiciar a su empresa334. Un dato muy relevante fue la implicación de la prensa de Zamora en la tragedia del Teatro de Novedades de Madrid el 23 de septiembre de 1928. Este incendio fue provocado por un cortocircuito en el entramado eléctrico. De las cerca de mil personas que había en la sala, noventa murieron y más de doscientas resultaron heridas. El Heraldo de Zamora (24 de septiembre de 1928, p. 1) se hizo eco del acontecimiento a través de su socio madrileño y dedicó la portada del día siguiente al trágico suceso. Ya en 1929, el diario de la tarde informaría de que el cinematógrafo se había instaurado en la agricultura gracias a su divulgación a través de la Cátedra Ambulante de Fitología Agrícolas de Castilla y León. Esta institución visitaba alrededor de setenta y seis pueblos de las seis provincias de León, Salamanca, Palencia, Burgos, Valladolid y Zamora que, en ese momento, constituían la región. Con el medio visual se pretendía resolver dudas para el control de plagas, así como análisis de productor agrícolas y majeo de aparatos335. La fuerte competencia de los dos teatros durante las campaña 1929-1930, provocaría que ambos invirtieran en publicidad. Lo que provocó que las columnas dedicadas a los teatros, 334  Heraldo de Zamora, 10 de abril de 1928, p. 1 y 3 de mayo de 1927, p. 1. 335  Heraldo de Zamora, 4 de febrero de 1929, p. 2. 233 fueran escritas por diferentes personas: Hache para el Principal y Ele para el Nuevo Teatro. Durante 1930, la prensa realizó un llamamiento a las instituciones públicas para que el cinematógrafo fuera una herramienta indispensable en todos los colegios del país. El Estado debía favorecer a todas las escuelas para la compra de un proyector. Por último, en la transición del cine mudo al sonoro, El Correo quiso brindar un homenaje al cine silente a través de una columna con el título de “El arte tartamudo”. En ella vaticinaba un futuro prometedor a los films proyectados con parte muda y parte sonora, en detrimento de los completamente sonoros336. 3.7. El primitivo cine sonoro: 1929-1930 Aunque a finales de la década de los veinte del pasado siglo, el cine mudo había alcanzado su máxima expresión artística, la producción nacional no fue como la del resto del mundo. La etapa de transición entre los felices años veinte y los acontecimientos sociales ocurridos en España durante la década siguiente, harían mella en la nueva industria sonora337. El viejo cine por episodios dejó paso a films más confeccionados. Ni en Alemania, ni en Italia, España o Francia se hacían ya películas de esta clase. (Fernández Cuenca, 1943, p. 227). Aunque habría nuevos intentos de cine por episodios como las producciones de la Metro con las aventuras de Nick Carte, las de Paramount con Fu-Manchú o las del detective chino Charlie Chan de la Warner. El coste de las producciones españolas no se incrementa en los primeros años por el hecho de que exista cine sonoro. Simplemente, no se pueden producir films sonoros en España porque no hay aparatos de registro. La importación no se plantea dadas las circunstancias económicas y la endeble industria nacional. (Gómez Bermúdez, 1993). Desde su nacimiento, el cinematógrafo siempre estuvo asociado al sonido. A través de un pianista o pequeñas agrupaciones de músicos, el público disfrutaba de las películas junto a una melodía que las acompañaba. 336  El Correo de Zamora, 5 de noviembre de 1930, p. 1. 337  Durante la temporada 2012-2013 la Fundación Juan March dedicaría un ciclo con el título El paso del cine mudo al sonoro, con proyecciones de cintas míticas y conferencias de los principales estudiosos del país. Recuperado de: https://www.march.es/conferencias/detalle.aspx?p5=2859 234 Es famoso el aserto de Robert Bresson en Notas sobre el cinematógrafo338 cuando afirma con rotundidad que “el cine sonoro ha inventado el silencio”. Porque fue su implantación la que descubrió tano a los realizadores como a los espectadores que podía haber un cine silencioso en medio del ruido o, de manera, que el cine mudo como se concibió hasta finales de los años veinte no fue tan mudo como se creía (Cardoso, 2017, p. 76). En la mitad de la segunda década de los veinte, el cinematógrafo es ya el espectáculo más popular del mundo. Las cintas mudas, por lo general, se proyectaban acompañadas de una orquesta la cual interpretaba bellas melodías339. Esta costumbre se daba en los dos coliseos: Teatro Principal y Nuevo Teatro, donde actuaban las bandas del Regimiento de Toledo y del Maestro Haedo respectivamente. El fin de la década de los «felices años veinte» trajo el mayor terremoto en el mundo cinematográfico de su hasta entonces joven historia. Cuando apenas había transcurrido un cuarto de siglo desde las primeras exhibiciones cinematográficas, este medio, técnicamente silente, comienza a hablar, a reproducir sonidos sincrónicamente. Pero sobre todo se implantará un modelo de mercado que prácticamente permanecerá inalterable hasta finales del siglo xx. (Santos, 1995, p. 147). Complementando a la música, en 1928 en el Teatro Principal experimentó con estreno de películas como Una aventura en el Riff340, en la que se presentaban sonidos de disparos, ametralladoras y cañones a través de un procedimiento eléctrico para conferir mayor realidad a la escena y que mostraba “la más viva sensación de verismo a la película” (Heraldo de Zamora, 9 de junio de 1928, p. 4). También en el Heraldo de Zamora de ese mismo verano, en una sección titulada “Cosas de cine” se informaría de que la Metro Goldwyn Mayer se encontraba realizando pruebas para la realización de películas “parlantes” a través de la 338  (1979). México: Ediciones Era. 339  Ya en 1926 se ofrecen las primeras exhibiciones de sistemas de cine en España “siendo en el Teatro Lírico de Valencia, el 2 de mayo de ese mismo año, donde el cineasta presenta el sistema sonoro de los daneses Petersen y Poulsen que, perfeccionado y comercializado, se denominará Gaumont-Petersen-Poulsen”. Durante esos años hasta 1929 aparecen en el mercado español diferentes procedimientos de cine sonoro. (Santos, 1995, p. 151). 340  Se supone que el título original de la cinta es Alma rifeña (José Buchs, 1922), donde se plasmaría la labor del ejército español en tierras marroquíes. 235 construcción de cuatro escenarios a prueba de sonido341. El 12 de enero de 1929 el mismo diario, se haría eco del invento del doctor Lee De Forest llamado “Cinefón”. Este científico norteamericano había conseguido en 1906 mejorar la válvula termoiónica –diodo (audión)– inventada dos años antes por Fleming, consiguiendo amplificar las señales eléctricas a través del triodo. Con esta nueva versión del audión, De Forest conseguiría a partir de un tubo de cristal compuesto por electrodos, un ánodo y un filamento, ser clave en la radiodifusión comercial. “Para desarrollar su proyecto de Phonofilm, de sonido óptico342 sobre una película independiente de la de imagen, consiguió en 1922 la cooperación del laboratorio de Theodor W. Case e inició con él sus trabajos” (Gubern343, 2002). Así fue como De Forest llegaría a fijar voces sincronizadas en la película cinematográfica. El ambicioso De Forest en ningún momento aspiró a revolucionar el medio con su patente de cine sonoro, él veía el Phonofilm como un complemento a las películas mudas. El Phonofilm serviría para incluir en los programas de los cines pequeños números sonoros más inspirados en el vodevil y el espectáculo de variedades. Es decir, la idea no era tanto usar el Phonofilm para rodar películas sonoras sino sketches de los artistas de vodevil más importantes del momento, permitiendo al público conocer sus números humorísticos o musicales que les habían hecho famosos. Lo que desconozco es si realmente De Forest creía que ésta era la salida más idónea para su invento o si en realidad decidió restringirse a este ámbito para no ser una competencia contra los poderosos magnates de Hollywood, esperando así ganar su confianza para que se aliaran con él. (Gubern, 2002, s.p.) Volviendo a Zamora y a esa fecha –12 de enero–, el Heraldo informaría del pronto estreno344 de la nueva modalidad cinematográfica, donde los sonidos se registrarían en una 341  Heraldo de Zamora, 14 de agosto de 1928, p. 3. 342  Otro sistema de sonido óptico netamente español, fue el creador por Laffón y Selgas en 1934. Más información en Cabero (1949, pp. 375-379). 343  Gubern (1977, pp. 13-14) que Lee De Forest había recalado en noviembre de 1927 con su sistema Phonofilm, en el cine Callao de Madrid, explicando su invento con canciones de Conchita Piquer. Más tarde, en 1928 se trasladaría a Barcelona para impresionar exteriores del Parque Güell y un recital de cuentos cómicos que sirvió para engrosar su repertorio de escenas por el mundo. Finalmente, regresó a Estados Unidos, sin el apoyo de inversores, por lo que vendió la patente a un ingeniero catalán. Para saber más sobre esto ver: Zafilla, R. (1928, 8 de noviembre), Las películas habladas. En Popular Film, Núm. 119, donde se habla de la constitución en España de la empresa Hispano De Forest. 344  La primera instalación sonora en nuestro país fue puesta en marcha en el Cine Coliseum de Barcelona el diecinueve de septiembre de 1929 por la casa americana Western Electric (Banca Morgan). La cinta fue un musical 236 banda a la izquierda de la imagen –lo que se conoce como banda sonora óptica–. Para su lectura, se utilizaba una potente lámpara pasando esta por una pila fotoeléctrica donde se leía la banda –líneas blancas desiguales–. Cuando la líneas se presentaban estrechas, el sonido era bajo y viceversa. El proceso sonoro se reproduciría incidiendo una fuente de luz a través de la banda de audio, con lo que, dependiendo de la anchura la línea, la luz que traspasaba la banda, variaría. Finalmente el audión detectaba la luz, convirtiéndola en energía eléctrica, que al oscilar, se transformaba en sonido gracias a los altavoces345. El Heraldo finalizaría la crónica, resaltando la novedosa aportación de Sanvicente con este nuevo procedimiento cinematográfico y su importancia para Zamora. Muchos avispados cinematografistas creen que el cine sonoro no perdurará, y que, al quitarle al cine silencio, se habrá asestado un golpe de muerte a éste. (…) Otros, más prudentes o más pobres, esperarán a que aparezcan aparatos más económicos y más de acuerdo con sus posibilidades. (Ferry, 1930, pp. 83-84). Se desconoce quién fue exactamente la persona o personas que recalaron con el prodigioso invento. Lo que sí está claro es que la empresa fue la Hispano de Forest Film, fundada en Barcelona en 1927 por Feliciano Manuel Vitores346, Enrique Urazandi y Agustín Bellapart, tras adquirir estos, la patente del Phonofilm para España y Portugal. El ingeniero catalán (…) vendió pocos meses los aparatos de De Forest a Feliciano Vítores, de Burgos, quien exhibiría de un modo nómada sus programas cinematográficos sonoros en un camión ambulante, exhibiendo el repertorio de De Forest compuesto de la Paramount: La canción de París (Innocents of Paris, Richardd Wallace, 1929). La primera nacional película sonora, no fue Carceleras, sino El misterio de la Puerta del Sol. “Se realizó entre octubre y noviembre de 1929 en Madrid, con el sistema Phonofilm de De forest, y con un presupuesto de 18.000 pesetas”. (…) debido a las numerosas deficiencias técnicas de su banda sonora. El misterio de la Puerta del Sol es pues hoy solamente un título en la arqueología del cine paleosonoro español. (Gubern, 1977, pp. 17-18). 345  Heraldo de Zamora, 12 de enero de 1929, p. 4 y 14 de enero de 1929, p. 3. 346  “Era Feliciano Vitores un burgalés inteligente y emprendedor, apasionado por los problemas de la técnica. En su residencia, un amplio y confortable hotel de la Ciudad Lineal, a las afueras de Madrid, poseía un completísimo taller mecánico, en el que trabajaba con destreza suma, construyendo piezas y maquinaria sobremanera complicadas, sirviéndose para ello de su única mano útil y del gancho que sustituía a la derecha, perdida en un accidente. Vitores instaló en un camión los aparatos de Lee de Forest y se lanzó a recorrer ciudades y pueblos para exhibir el escaso repertorio de que disponía”. Fernández Cuenca, 1950, p. 277. 237 por las canciones de Conchita Piquer y un discurso del presidente Machado en La Habana. (…) dos series de cintas cortas, cómicas y musicales, con el payaso Ramper la primera y con una rondalla aragonesa la segunda. (Gubern, 1977, p. 15). Figura 43. El profesor Lee De Forest. Fuente: Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos: https://www.loc.gov/. Sig. 2016838214 Es de suponer que Agustín Riu –director técnico de la empresa– y/o Vicente Oliveres – instalador de equipos y proyeccionista de películas– (Fernández Colorado, 2002) fueron las personas encargadas de la gira española del aparato, asentándose en Zamora el 14 de enero347. La instalación de los aparatos necesarios para cada exhibición no era muy compleja. Todo el material llegaba la noche anterior en uno de los camiones que a tal efecto se habían adquirido. El técnico hacía los necesarios arreglos sobre el proyector; situaba detrás de la pantalla -siempre que las circunstancias de la sala lo permitieran- los tres altavoces de los que constaba el equipo básico y, ya durante la proyección, se encargaba del control del sonido (Fernández Colorado, 2002). Un día más tarde la primera película sonora –Cinefón– sería presentada en el Teatro Principal, aunque en realidad fueron fragmentos de actuaciones de Conchita Piquer y Elvira de Amaya, junto a cuentos de Ramper y conciertos por orquestas argentinas. Las piezas musicales de Conchita Piquer filmadas en 1923: Couplé andaluz, Jotas aragonesas y Fado 347  Heraldo de Zamora, 14 de enero de 1929, p. 3. 238 luso, fueron encontradas recientemente por el investigador Agustín Tena348 en la Biblioteca Nacional del Congreso de los Estados Unidos, cuyo propietario en ese momento era un viejo coleccionista llamado Maurice Zouhary. Fernández Colorado (2002, s.p.) hace referencia a las iniciativas que llevaron a cabo estos empresarios ambulantes del cine sonoro. Para que los espectadores no confundieran el Fonofilm con otro sistema de cine sonoro anterior, se hizo entrega a los espectadores de un sobre que contenía un papel explicativo de la técnica utilizada, así como una pequeña tira de negativo que incluía la banda de sonido. La empresa repartiría este sobre: “Para que el público observara las pequeñas rayitas de la izquierda del film, fotografía del sonido, que según sean claras u oscuras este será más o menos fuerte” (Heraldo de Zamora, 15 de enero de 1929, p. 2). Los precios del día de su estreno iban desde los veinticinco a treinta y cinco céntimos en general y de una a dos pesetas en butaca. La reconversión de las salas mudas en salas sonoras produce, en un primer momento, un notable incremento de la entrada. (…) El sonido supone un aumento de los costes de producción y una remodelación tecnológica de las salas que irremediablemente se traslada a la taquilla. (…) Este precio inicial baja poco después porque los equipos sonoros se abaratan y porque el cambio tecnológico no se repercute por entero en la taquilla, ya que el gobierno de la República decide asumir parte del coste de esta transformación. (Díez Puertas, 2003, p. 31). 348  Guionista y productor de “Conchita Piquer” documental recuperado de: http://www.rtve.es/alacarta/ videos/imprescindibles/imprescindibles-concha-piquer-04-11-10/922120/ 239 Figura 44. Reproducción de un trozo de película sincronizada. Fuente: Revista Cinematografía. Álbum-Almanaque 1928. El estreno causó gran expectación y aunque el sonido necesitaba perfeccionarse en el timbre y los matices de la voz, lo cierto es que los espectadores quedarían abrumados por la sincronización exacta entre sonido e imagen. “Estas proyecciones van a suscitar la controversia sobre el cine parlante. Aunque de modo casi unánime se alaba su perfección técnica, los juicios son mayoritariamente adversos” (Fernández Colorado, 2002, s.p.). Es de destacar el aporte de Ferry (1930, pp. 82-91) citado por García Fernández (2002, p. 233) al señalar el problema acústico con el que se encontrarían las primeras salas cinematográficas. Para hacer un estudio de su proyecto, estas debían atender a siete puntos esenciales como la elección del tipo de cine que se iba a proyectar; los estudios minuciosos de las plantas –atendiendo a reparto de localidades, servicios y dependencias–; confort, óptica y acústica; iluminación, calefacción, refrigeración y ventilación; decoraciones –interiores y exteriores–; estudios especiales de escenarios, pantalla, cabina de proyección y mecánica; y por último, la elasticidad de producción. 240 Después de Zamora el invento de De Forest sigue su gira española por el noroeste de España hasta abril de 1929. Durante ese año se presentarían en España El Cantor de Jazz (The Jazz Singer, Alan Crosland, 1927) y La canción de París, realizadas por otra patente de cine sonoro, el Vitaphone. La parálisis de la industria cinematográfica durante ese año, se debió principalmente por tres motivos: la producción de películas españolas de empresas nacionales pero en estudios europeos, la sonorización en estudios europeos de películas españolas y por último, la emigración de profesionales hacia producciones que requerían dobles versiones de un mismo film, como la Universal y sus cintas clásicas de terror. (Gubern, 1977, p. 11). La incorporación del sonoro fue progresiva. No solo por la actualización técnica de las salas, sino también –y sobre todo– por la disponibilidad de películas sonoras para proyectar. Eso sin contar con que las distribuidoras querían continuar con la explotación de los materiales mudos que tenían en sus almacenes”. (Montero & Paz, 2011, p. 44). Con ello surge, la necesidad de dar un impulso al sistema Phonofilm y Vitores apuesta todos sus ahorros a la producción de una película que le haga recuperar el dinero invertido en el sistema sonoro durante estos últimos años. De ahí que el burgalés decidiera apostar por la producción de un largometraje. El misterio de la Puerta del Sol (Francisco Elías349, 1929), se filmaría los últimos meses de 1929 y su distibución en las grandes ciudades no quedaría exenta de problemas. Esta situación, obligaría a Vitores a estrenarla por otras ciudades de España, primero en Burgos y seguidamente en Zamora. Durante julio de 1929, el Heraldo350 informaba de la revolución que estaba causando el cine sonoro a través de los films sincronizados. El medio argumentaba que el séptimo arte adquiría el don de la palabra debido principalmente a tres tipos de películas: 1. El film rodado mudo y parcialmente sonorizado debido a las razones comerciales, como el caso de La aldea Maldita (1930) de Florián Rey. 349  Nacido en Huelva en 1890, tenía un intenso historial cinematográfico desde 1911, en que ingresó en los estudios Gaumont de París, para redactar rótulos en castellano de sus películas; en 1916 fundaría en Barcelona unos laboratorios donde produjo varias películas. (Fernández Cuenca, 1950, p. 278). 350  Heraldo de Zamora, 29 de julio 1929, p. 2. 241 2. El film sonoro que incluía música y ruidos pos sincronizados, aunque no diálogos. Don Juan. 3. El film cantado, como el caso de El cantor de jazz. Habría que incluir dos distinciones más, según Gubern (2002) y que Ferry explicaba en su estudio (1930, p. 84): 4. El film hablado y cantado, como enlos films La canción de París y The Broadway Melody. 5. Y el cine mudo, pensado como tal, pero posteriormente sincronizado por razones comerciales, como la cinta Fútbol, amor y toros (Florián Rey, 1929)351. En la prensa se hacría mención también, de las exigencias que implicaba el nuevo arte a la hora de producir películas sonoras. La construcción de nuevos estudios en Hollywood implicaba la puesta en marcha de muros dobles para el aislamiento del sonido. El Heraldo explicaba el proceso de producción sonora cinematográfica gracias a un comunicado que la Paramount emitió por estas fechas a todos los medios de comunicación con el título “Mensajero Paramount”: En el escenario el problema es también de acústica, de tal manera que a veces el simple cambio de lugar de un mueble, altera las vibraciones de la voz (…). Al filmarse una escena están presentes en el escenario, solamente el director y los artistas que en ella tomen parte. La acción y todo lo que allí ocurre es observado atentamente por un individuo llamado “monitor” que está encerrado en una cabina de amplias proporciones, dentro de la cual y con la ayuda de un amplificador, percibe claramente todos los sonidos que se emiten en el escenario (…). A poco más de un metro de altura donde se mueven los actores hay una serie de micrófonos suspendidos en el techo que recogen las vibraciones de las palabras, las cuales son registradas de la manera más sutil y perfecta por los delicadísimos y complicados aparatos con que la ciencia ha dotado a la cinematografía en este nuevo aspecto. Las cámaras fotográficas que impresionan las escenas de la película, están encerradas dentro de cabinas a prueba de sonido, y están montadas sobre ruedas de goma silenciosas (…) trabajan automáticamente al unísono, de suerte que la impresión visual y la auditiva corresponden de manera automática. (…) El sonido es impresionado sobre un disco muy sensible de cera. De 351  Algunos autores como Luis Javier Bravo son bastante obstinados, asegurando que este film es el primero sonoro español, en detrimento de El misterio de la Puerta del Sol. Recuperado de: http://www.cihefe.es/ cuadernosdefutbol/2017/01/futbol-amor-y-toros-la-primera-pelicula-sonora-espanola-de-la-historia/ 242 esta manera, tan pronto la escena está filmada, puede ser probada la sincronización y en caso necesario rectificar las partes defectuosas de la película. (Heraldo de Zamora, 29 de julio de 1929, p. 2) A finales de noviembre, se incluirá una columna informativa sobre el cine sonoro en el que se alude a que la técnica ya se ha refinado. “Nuevas sensaciones nos depara la película sincronizada” y con una cinta en la que colaboraba el maestro Penella en la Ciudad Lineal352. El Heraldo informaba (25 de noviembre de 1929, p. 2) de la próxima instalación “perfecta” de cine sonoro, así como que el cine silente no va a desaparecer tan fácil, aunque muchas de las productoras ya estén trabajando en el parlante. Para finalizar el diario relataba del hueco, ahora vacío, que presentaban las orquestas en los teatros debido a las películas parlantes. En enero de 1930 se estrenaría con gran éxito en el Nuevo Teatro de Zamora La canción de París, primer film sonoro, aunque presentada en versión muda, ya que “todavía no había llegado tan notable adelanto”353. Las características del cine sonoro se comentarían nuevamente pocos días antes de la llegada del invento a la ciudad en el Heraldo. El diario lo trataba como nuevo arte donde se medía “cuidadosamente la intensidad y resonancia de la voz de los artistas para arreglar la distancia a que debe situarse el micrófono” (Heraldo de Zamora, 24 de enero de 1930, p. 3). A finales de ese mismo mes, se informaría a través de la prensa de que el cine sonoro y hablado estaba a punto de llegar al Teatro Principal354 con el film El misterio de la Puerta del Sol (Francisco Elías, 1929)355. La cinta –que contaba con escenas mudas y sonoras– venía precedida de su estreno el 11 de enero en el Coliseo Castilla de Burgos356, provincia de la que 352  El misterio de la puerta del sol (Francisco Elías, 1929). 353  Heraldo de Zamora, 18 de enero de 1930, p. 3 y 20 de enero de 1930, p. 1. 354  Heraldo de Zamora, 31-I-1930, p.3. 355  “Elías es un sensacional luchador, cuyas ideas fueron robusteciéndose y confirmándose en los talleres, estudios y ambientes cinematográficos de Europa y América, allí donde el trato directo con figuras tan diferentes y destacadas como Gaumont, Griffith, Julio Camba, Blasco Ibáñez, Pompeyo Gener, Lee De Forest, Mack Senett, Sara Bernhardt, Zamocois, etcétecera, hubo de enriquecer su conocimiento, proporcionándole una amplitud de criterio de la que generalmente carecieron casi todos nuestros hombres de cine en la etapa muda, por culpa de los cuales nunca tuvimos una industria cinematográfica”. De Lasa, J. F. (1976). Francisco Elísas. Pionero del cine sonoro en España, (p. 25). Madrid, España: Filmoteca Nacional. 356  Para más información sobre el primer estreno del film en España ver: Pérez Barredo, R. (2010, 18 de octubre). Un sonoro misterio. En Diario de Burgos. (p.14). Recuperado de: http://www.diariodeburgos.es/noticia. cfm/Vivir/20101018/sonoro/misterio/5B5ADBA4-C050-96D5-A32DAD566D8AAE5F y (2009, 8 de febrero). El misterio de la Puerta del Sol. En Diario de Burgos. (pp.24-25). Recuperado de: http://www.diariodeburgos.es/ 243 era natural su productor, Feliciano Vitores. Al no haber contado con los suficientes apoyos para proyectar el film en Madrid o Barcelona, Vitores logró acondicionar este Coliseo, donde la crítica se mostró “benevolente ante las notables deficiencias técnicas” (Colorado, 2002, s.p.). En los días anteriores al estreno, las crónicas de la prensa alababan la cámara “revestida de brocado de seda” (Heraldo de Zamora, 3 de febrero de 1930, p. 2), así como la visita del empresario burgalés: “Al frente de la instalación sonora se halla en Zamora el director don J. M. Vitores (sic.) y las pruebas efectuadas en la mañana de hoy, aseguran que la audición será de lo más perfecto” (Heraldo de Zamora, 4 de febrero de 1930, p. 3). El martes 4 de febrero fue estrenada El misterio de la Puerta del Sol junto con dos cintas cómicas y el diálogo Trece onzas de oro357, a unos precios en butaca que oscilaban entre las dos y las tres pesetas358. Figura 45. Equipo técnico de El misterio de la puerta del sol. Fuente: Fernández Cuenca (1950). Aunque la situación política, en esos momentos, era de gran crispación –justo unos días antes el Gobierno de España había presentado su dimisión– lo cierto es que el estreno contaría con gran afluencia de público, no así las críticas que fueron demoledoras359. noticia.cfm/Vivir/20090208/misterio/puerta/sol/52E6B3C5-1A64-968D-59DEBB85452E8690 357  Heraldo de Zamora, 5 de febrero de 1930, p. 5. 358  Heraldo de Zamora, 3 de febrero de 1930, p. 3. 359  Cabrerizo, F. (2013). El misterio de la Puerta del Sol contada por Felipe Cabrerizo. En dequevalapeli.com. Recuperado de: http://dequevalapeli.com/canon/ver/MTg0 244 Los diálogos cuesta entenderlos y las voces suenan mecánicas y forzadas. El estreno de “El misterio de la Puerta del Sol” es un completo desastre. Problemas de sincronía, voces demasiado aflautadas… La película se retira del cine y no vuelve a exhibirse. (Martínez, A., 2017). Las primeras sesiones sonoras que se programaron en diversas ciudades originaron proyecciones claramente defectuosas, con ruidos persistentes y molestos, cuando no resultaron ser absolutamente silentes, a pesar de que la publicidad había anunciado lo contrario. (Minguet, 1995, p. 164). El Heraldo de Zamora, por su parte realizaría la crónica pasados los dos días en los que la cinta estuvo en cartel. Ayer volvió a repetirse la proyección de la película sincronizada “El misterio de la Puerta del Sol” y a los defectos y estridencias de sonido que el público pudo apreciar es a lo que vamos a referirnos. No queremos hacer la crítica de “El misterio de la Puerta del Sol”, porque nos sería muy penoso. Es digno de tener en cuenta el refrán castellano de “tú que no puedes, llévame a cuestas”. En España se hacen mal las películas silentes y en vista de ello hay quien las acomete sonoras. Es como si el que teje paño en Astudillo, quisiera competir con los sederos de Lyon. Pero en fin, debemos achacar que el cine sonoro, tal como se exhibe hoy en los grandes cines, no tiene punto de comparación con el que se nos presentó en estos días en el Principal. Desde estas mismas columnas, hemos hablado antes de ahora de las realidades que encierra la película sincronizada. No puede, pues, aceptarse como tal una cinta que adolece de grandes defectos y que se proyectó con aparatos instalados en condiciones inadmisibles. (Heraldo de Zamora, 6 de febrero de 1930, p. 2). El periodista de la prensa criticaba que la sincronización de la cinta dejaba mucho que desear, concluyendo que: La sensibilidad de los aparatos modernos es tan extremada que el sonido ha de llegar a los oídos del espectador sin alteraciones ni modificaciones. Esta es la razón de por qué las pruebas efectuadas no fueron lo que se esperaba. Hay que instalar bien o 245 no instalar; mejor que aguantar ruidos es ver cine silente, pues al menos no resulta molesto; a no ser que la orquesta se declare en rebeldía, que también sucede de vez en cuando. (Heraldo de Zamora, 6 de febrero de 1930, p. 2). Cabrerizo (2013, s.p.), afirma que Vitores perdió todo su dinero, entrando en bancarrota y abandonando definitivamente el cine. Colorado (2002, s.p.) relata que la película matriz desaparecería tras esta proyección en Zamora, aunque el paso del tiempo quiso que en 1994, Ramón Rubio –a la sazón restaurador de la Filmoteca Española– se encontrara con una copia de la cinta en el trastero de la casa del pueblo natal de Vitores. Una vez restaurado, el film se puede disfrutar actualmente en la página Web de Radio Televisión Española360. Debido al estrepitoso fracaso que supuso la presentación del Phonofilm en el Teatro Principal, Sanvicente apostaría unos días más tarde por otra patente, el Vitaphone. El precursor de este sistema de cine sonoro fue el Kinetófono de Edison –unión del proyector cinematográfico y del fonógrafo–. Figura 46. Kinetófono de Edison. Fuente: http://www.boweryboyshistory.com/ Estos dos aparatos se unían a través de una correa de seda de manera que cuando el proyector se ponía en marcha, el fonógrafo producía sonido en el recinto. Los problemas de sonido con los que contaba el fonógrafo –lleno de electricidad estática y bastante desafinado– junto a la desincronización entre la imagen, provocó que la compañía Western Electric registrara una 360  http://www.rtve.es/rtve/20121220/misterio-puerta-del-sol-primera-pelicula-sonora-del-cine- espanol/589205.shtml 246 nueva patente. El Vitaphone produciría un sonido clarividente, así como sincronizado con la imagen, aunque resultaba costoso, tanto comercial como económicamente. Cada lata de película, iba emparentada a un disco fonográfico de dieciséis pulgadas –cerca de cuarenta y un cetímetros–, lo que repercutía en el peso para su transporte y manipulación. Esto trajo consigo algunos problemas como la sustitución de algunas películas sonoras por otras, debido a que el trabajo de las casas distribuidoras –películas junto al disco– sobrepasaba por la demanda de material sonoro o la llegada de discos rotos o rallados, lo que suspendía la proyección de los films361. A finales de febrero de 1930 Alejandro Sanvicente apostaría por el Vitaphone, instalando un mes más tarde este sistema en el Teatro Principal. Así lo reflejaba el Heraldo tratando el asunto de “noticia importantísima” y en el que se hace referencia al cine sonoro como algo perfecto. En el Teatro Principal se empezarán en breve las obras necesarias para dejar instalado el cine sonoro. Pero un cine sonoro limpio de inducciones y elementos extraños para lograr una audición perfecta. El aparato es marca inglesa y cuesta un sentido, pero no hay más remedio; hay que estar al día en todo y el cine es el número uno de los espectáculos modernos. El contrato firmado asegura sonoridad clara y garantías de éxito. (Heraldo de Zamora, 24 de febrero de 1930, p. 2). De hecho en una columna del Heraldo se hace referencia a la grabación, por parte de las productoras americanas, de las llamadas dobles versiones. Es decir, una misma película se filmada al mismo tiempo en versión anglosajona y castellana. Este procedimiento, que ha dado excelentes resultados, se empleará probablemente en películas de larga extensión en cuanto la instalación de aparatos productores de sonido esté más generalizada para permitir el gasto que supone la duplicidad de una película en varios idioma. (Heraldo de Zamora, 20 de febrero de 1930, p. 2). El 17 de marzo comenzarían los trabajos de instalación de los equipos sonoros en el coliseo. Sanvicente apostaría por la famosa casa de equipos sonoros Brithis para proyectar 361  Heraldo de Zamora, 7 de octubre de 1930, p. 2. 247 El escándalo de Broadway362 (Broadway Scandals, George Archainbaud, 1929), película producida por la Columbia y distribuida en España por Exclusivas Renacimiento Film. Figura 47. Sistema de proyección Vitaphone. Fuente: Departament of History. University of San Diego (Estados Unidos): http://history.sandiego.edu/ Anunciada como revista de gran espectáculo con eminentes cantantes de Nueva York y un argumento sensacional, lo cierto es que El escándalo de Broadway se convertiría en la primera película sonora –diálogos y música– estrenada en Zamora. Fue proyectada el veinte de marzo con algunos problemas de proyección que serían solventados a lo largo de esa misma tarde. En la sesión de las diez de la noche –con excesivo volumen363–, la película fue proyectada con gran éxito y el poco público que acudió salió complacido y animado por el espectáculo364. Paralelamente a las dobles versiones, las productoras norteamericanas decidirían intertítulos en las cintas no dobladas o con pocos diálogos, haciendo cada vez más elitista la asistencia 362  Según el Heraldo (20 de marzo de 1930, p. 2), se eligió este film porque fue el mayor éxito que había tenido en el Real Cinema de Madrid de entre todas las películas sonoras proyectadas hasta la fecha. 363  Heraldo de Zamora, 22 de marzo de 1930, p. 3. 364  Son interesantes las aportaciones del arquitecto Pedro Muguruza Otaño –a la sazón director general de arquitectura durante el franquismo- sobre la transformación de una sala antigua para adaptarla a proyecciones sonoras, en las ediciones de 1940 y 1941 del Índice Cinematográfico de España. 248 de espectadores a las proyecciones por su bajo nivel de alfabetismo: Las Productoras y Distribuidoras Cinematográficas extranjeras, tal vez desconociendo la existencia de los “explicadores” en España, inventaron los subtítulos o mejor dicho, los “entretítulos” que, fotogramas en negro en el idioma del País donde se proyectaban las películas, resumían lo acontecido en secuencias anteriores o creaban la expectativa escrita de lo que ocurriría en secuencias posteriores; pero… en España la confección de esos “entretítulos” suponía un trabajo de laboratorio cinematográfico que, en aquella época, no siempre estaba dotado de elementos técnicos para realizarlo y además sobre todo, a principios del S. xx en España, la tasa de analfabetismo se situaba alrededor del 50% por lo que, el “explicador”, aunque no fuese más que para leer en voz alta los “entretítulos”, siguió ejerciendo su función. (Dotú, 2017, p. 27). Caso similar tuvo el estreno de Trafalgar (The divine lady, Frank Lloyd, 1929) debido a la mala sincronización con que contó la proyección365. Al igual que sucedió en las primeras proyecciones del cinematógrafo a finales del siglo xix, el cine sonoro se había convertido en un espectáculo que disfrutarían unos cuantos privilegiados. Así lo demuestran los precios de las entradas para disfrutar este film en el Teatro Principal –una peseta y media; y tres pesetas las butacas de patio–. Sanvicente explicaría a través de la prensa que esta subida de precio fue debida al incremento del alquiler de las cintas y la fuerte inversión de los equipos sonoros instalados en el Teatro. En julio de 1930 la casa Pacent Reproducer Corporation de New York –especializada en distribución de equipos sonoros– firma un contrato con la SAGE para la instalación de cine sonoro en sus más de cuarenta salas de espectáculos y cines que poseía por toda España, incluido el Nuevo Teatro366. Mientras tanto, durante agosto Sanvicente adquiriría el proyector Orpheo Synchronic S.A. (OSSA)367, gran instalación de cine sonoro, cuyos equipos ya se habían puesto en marcha en el Palacio de la Prensa, Cinema X y Teatro de La Latina de Madrid. Esta máquina se caracterizaba por incorporar un cabezal sonoro para la lectura del sonido grabado en la misma película. La instalación poseía dos sincronizadores con motores especiales, dos altavoces para la sala de cine, así como otro piloto para la cabina. Parece ser 365  Heraldo de Zamora, 26 de marzo de 1930, p. 3. 366  Heraldo de Zamora, 12 de julio de 1930, p. 2. 367  La distribuidora en España era Astrea S.A. con sede en Barcelona y que ya había instalado los equipos en los cines de Barcelona, Bilbao o Valencia. 249 que el astuto empresario se dio cuenta de que, a partir de ese momento, la batalla del sonido la iba a ganar el Movietone368 en detrimento del Vitaphone. Así lo demuestra el Heraldo al informar de la mala calidad con la que habían contado los filmes proyectados en la ciudad. Figura 48. Anuncio de los nuevos equipos sonoros. Fuente: Heraldo de Zamora, 8 de agosto de 1930. Zamora necesitaba tener cine sonoro, como lo disfrutan actualmente las grandes capitales, y tenía que ser Alejandro Sanvicente, el empresario de los grandes arrestos, quien implantará entre nosotros la nueva modalidad espectacular. Las pruebas deficientes que hasta el momento se habían hecho en el Teatro Principal, no fueron otra causa que afirmar sólidamente nuestra creencia en el porvenir del cine sonoro. Hoy las grandes casas editoriales de películas se consagran por entero al material sonoro, nos demuestra que el cine silente tendrá corta vida y escasa representación, al menos por ahora. El público, por otra parte, así lo demanda (…). Esperamos con impaciencia que se lleven a efecto las obras necesarias para esta instalación, que dotará al principal de los poderosos alicientes que brinda hoy el cine sonoro y servirá para afianzar los prestigios de que goza el Palacio del Cinematógrafo zamorano (Heraldo de Zamora, 8 de agosto de 1930, p. 2). 368  En el Heraldo de Zamora del 4 de septiembre de 1931, p. 2, se hace referencia a los “Panoramas del mundo”. Una serie de películas culturales y educativas producidas por la FOX y que emulaban a las revistas Pathé de las pasadas décadas. 250 Después de algunas reformas realizadas en el Teatro Principal, Sanvicente realizaría una encuesta entre las distribuidoras que poseían producciones sonoras para elegir la película que marcaría un hito histórico en Zamora. Encuesta que ampliaría a los lectores desde las páginas del Heraldo369. Aunque se barajaron los filmes Música maestro y Llegó la primavera, Sanvicente eligió la primera película sonora estrenada en Estados Unidos: El cantor de jazz370, junto con la Obertura 1812, sinfonía de Tschaikowsky. “El loco cantor” ha dado la vuelta al mundo con éxito insuperable, siendo su principal intérprete Al Jolson, con las super-estrellas Betty Bronson y Josephine Dunn. La trama de “El loco cantor” es una hermosa demostración de cine parlante y sonoro en la que se funden números de revistas de gran lujo con un romance poético y conmovedor; su edición es de Warner-Bros. (Heraldo de Zamora, 29 de agosto de 1930, p. 2). El cantor de jazz estrenaría el ciclo sonoro en Zamora el 31 de agosto de 1930, días después de que se formalizara verbalmente el Pacto de San Sebastián, aliando a todos los grupos republicanos para dar fin al régimen monárquico. El cine sonoro nació (…) en la Península en un clima de convulsiones, que condujeron a un régimen modernizador y de libertades civiles, en buena parte inspirado por la Constitución de la República de Weimar, impulsor de una mejora de la condición social de las clases populares (reducción de la jornada laboral e incrementos salariales), que alentó una gran expansión de las industrias del ocio, aunque en el marco de la severa depresión económica mundial. (Gubern, 2009, p. 123). Aunque en otras localidades, vino precedida de una mala crítica, calificando la proyección del film como “desagradable e interrumpido ruido de gramófono” (Cardoso, 2017, p. 104)371, lo cierto es que en Zamora obtuvo un gran éxito de público y crítica, con lo que se respiraría un futuro prometedor para la exhibición sonora en la capital. Zamora cuenta desde ayer con una magnífica instalación de cine sonoro (…). La sincronización y pureza de sonidos, fueron perfectos, y el éxito extraordinario (…). El público salió satisfechísimo del teatro, augurando una campaña en extremo interesante, pues la producción sonora, cada día viene más depurada y rica en motivos espectaculares. 369  Heraldo de Zamora, 23 de agosto de 1930, p. 2. 370  En Zamora se publicitó como El loco cantor. 371  Citando el número 72 de la revista La pantalla, 23 de junio de 1929. 251 (Heraldo de Zamora, 1 de septiembre de 1930, p. 2). Por su parte, en el Nuevo Teatro se estrenaría La venus enigmática (The Veiled Woman. Emmett J. Flynn, 1929), película sonora pero proyectada como muda por la falta de infraestructura de cine parlante. De ahí que la empresa SAGE contrate para el espectáculo a una gran orquesta, compuesta por diez profesores, bajo la dirección del maestro Alonso, así como dos magníficos proyectores. El Principal combinará las proyecciones sonoras junto con las mudas para así continuar la exhibición de las grandes películas de la época (Heraldo de Zamora, 24 de septiembre de 1930). El cine silente se proyectaba con música, efectos sonoros e intertítulos. Debido a la escasa duración de estos, entre los espectadores se despertaría un clima de malestar, ya que la mayoría del público no comprendía las películas proyectadas. Exclusivas Diana, fue la primera productora en subtitular al castellano los films norteamericanos, como El cantor de Jazz o El arca de Noé. En 1933 se implantaron los primeros estudios de doblaje de Metro y por otro lado, los Estudios Trilla-La Riva en Barcelona y Fono España S.A. en Madrid. Y en marzo de 1934, el Ministerio de Industria obligaba a efectuar lo doblajes castellanos en estudios del territorio nacional, cosa que más tarde, con el mismo fin proteccionista realizaría el régimen de Franco a partir de 1941. (Gubern, 1977, p. 43). La situación tuvo tanto eco que el Heraldo informaría de lo sucedido, aunque también explicó que si los títulos se ralentizaran, repercutiría en la sincronización del film con su banda sonora. Si el rotulado de la cinta es escaso, no consiste en el operador darle más o menos lentitud es defecto de cantidad de rotulado y esto no hay manera de subsanarlo. Queda, pues, al buen criterio de nuestros lectores el juzgar estas deficiencias, que no son producidas por los infatigables hombres de la cabina. Es que, al montar la sincronización, sobra muchas veces películas y en vez de cortar escenas se hace de los títulos, que al fin y al cabo interesan menos que la acción principal del film. (Heraldo de Zamora, 4 de octubre de 1930, p. 2). La evolución técnica tuvo repercusiones artísticas y sociales. Repercusiones, si se puede expresar así, tangibles, puesto que la industria tuvo que incorporar sistemas, mecanismos y rutinas y los públicos no pudieron permanecer al margen. (…) el público lo aceptaba, se adaptaba a la nueva situación leyendo críticas, crónicas y noticias 252 en los periódicos, quejándose públicamente de cuanto no le gustaba y cambiando hábitos, desde acostumbrar el oído hasta el aumento de precio, pasando por las nuevas creaciones publicitarias o el impacto que suponía escuchar el propio idioma –u otro- en la pantalla (Cardoso, 2017, pp. 73-74). A finales de mes y, aprovechando la expectación que tuvo El cantor de jazz en el Principal, se volvió a proyectar, esta vez en el Nuevo Teatro y en versión muda. Durante el mes de octubre, el Principal debido al coste de sus proyecciones sonoras, llegaría a cobrar tres pesetas por la entrada. Las razones de esta subida fueron impuestas por las productoras que argumentaban que la producción de un film sonoro se había triplicado en presupuesto con respecto al material mudo. De ahí que las casas distribuidoras cobraran un valor de proyección por cada obra ascendía a tres veces mayor a las mudas. Antes no se necesitaban orquestas ni equipos de sincronización. Bastaban los actores y el personal técnico. Hoy para lograr un buen film son precisos los cuatro elementos que apuntamos. No es de extrañar que el material valga el triple. Y aquí surge el problema: Si en todas las grandes capitales cuesta presenciar una buena cinta sonora cinco o seis pesetas, ¿es mucho que en Zamora cueste tres?. (Heraldo de Zamora, 28 de octubre de 1930, p. 4). El Heraldo defendería la postura de Sanvicente, porque era la única persona preocupaba por traer a una ciudad como Zamora, espectáculos de primer nivel nacional, que no se habían estrenado en ciudades limítrofes como Salamanca con mucha más población. El diario criticaría la actitud del público capitalino ante la pobre afluencia a proyecciones parlantes en la ciudad. El clima que reflejaba la cultura en Zamora era de desconcierto ante el nuevo arte parlante, por lo que el diario de la tarde aconsejaría la bajada de los precios, proyectando la misma película en un solo día, porque Zamora no se merecía films proyectados durante más días. “Habrá que esperar a que la gente reaccione en sentido contrario, y hasta que esto llegue seguiremos en familia los días de reestreno” (Heraldo de Zamora, 18 de noviembre de 1930, p. 2). A finales de año el Heraldo (16 de diciembre de 1930, p. 4) reproduciría un diálogo cómico realizado por la Agencia Española de noticias, la cual caricaturizaba el cine, habiendo dejado 253 este de ser arte para convertirse en sonoro. A continuación, se reproduce parte del mismo: - El cine ha dejado de ser un arte desde que se le ha aplicado el gramófono. - Doble arte: arte musical y arte cinematográfico - Repito que ya ha dejado de ser arte para convertirse en una tabarra formidable. Antes, si la película no gustaba, podía uno oír la orquesta, o dormirse, o ensoñarse. Pero ya no hay quien pueda dormir ni ensoñarse en un cine. Sale uno loco, con los oídos y el cerebro destrozados. - (…) Además ha que ser políglota para asistir a una sesión de cine. - (…) Prefiero el arte mudo; el silencio; la orquesta… - Eres un retrógrado. - Soy un sibarita. Me gusta paladear lo bueno. Por eso rechazo lo malo. Créete; un pueblo de buen gusto rechazaría el cine sonoro. Es en esta época, cuando en el Nuevo Teatro haría su transformación de equipos para actualizarse al arte parlante a través de la marca Pacent, presentando filmes como París, Sally o Música maestro372. Durante los años treinta, la Segunda República y la Guerra Civil, provocarán que la producción cinematográfica española se estanque, así como la distribución y exhibición de películas. Zamora no fue una excepción. Resurgiendo la actividad en la siguiente década. Con la puesta en marcha de nuevos equipos en ambos teatros y la llegada de la primera sala dedicada en exclusiva al séptimo arte –el Cine Barrueco–, el panorama cinematográfico en la ciudad se presentaría bastante sugerente. La competencia entre las salas provocaría un descenso del precio de las entradas. 3.8. Impuestos, legislación y censura El 6 de enero de 1917 se publicó la Real Orden del Ministerio de Hacienda con arreglo al Impuesto del Timbre. Este gravamen pasaría del 20 al 40% de deducción de los teatros se regía ya por la Real Orden de 21 de septiembre de 1914. Esta elevación se establecería hasta que la situación económica mejorase debido a la Primera Guerra Mundial. 372  El Correo de Zamora, 30 de diciembre de 1930, p. 2. 254 El ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes –Santiago Alba– publicaría una Real Orden en julio de 1918 para recomendar a las Diputaciones y Ayuntamientos que impresionaran películas documentales de España que incluyeran paisajes, tipos, costumbres y monumentos…, para su posterior proyección en las escuelas de todo el país, favoreciendo el enriquecimiento de la cultura de los niños. La benevolencia con la que trataba el Ayuntamiento a los empresarios que ofrecían espectáculos públicos, se vería reflejada en una información recogida en el Heraldo a mediados de octubre de 1918. El consistorio capitalino, era acusado por el diario de la tarde de no cobrar ni un solo céntimo a estos empresarios en concepto de arbitrio municipal y el medio así lo denunciaba373. Este hecho provocaría que dos meses más tarde, la Corporación Municipal destinara la liquidación de los gravámenes de todos los espectáculos públicos a la Comisión de Hacienda e Inspección de Arbitrios e Impuestos. Se dice que en 1922 se pagaba de impuestos al ayuntamiento 700 pesetas por 6 meses374. La Real Orden del 20 de febrero de 1924375 legislaba a través de la Dirección de Seguridad del Ministerio de la Gobernación, la conveniencia de que los operadores encargados del manejo de aparatos cinematográficos establecidos en locales públicos debían ser examinados previamente, para así declarar su suficiencia en las destrezas en la proyección cinematográfica. La persona examinada podía elegir el modelo de aparato que más le conviniera para realizar el examen práctico. La segunda prueba consistía en un examen teórico sobre el tratamiento de películas. El Tribunal calificador lo componían, el arquitecto del Gobierno Civil, como presidente; cuatro vocales –solían ser dueños de cinematógrafos o teatros– y un secretario que solía ser funcionario de la Junta Provincial de Espectáculos. Se instauran las Comisiones Provinciales de Sanidad Local, suprimiendo así a las Juntas de Espectáculos según la Real Orden de 14 de junio de 1924. Su función sería la de informar del orden sanitario de cualquier proyecto de construcción, archivar las ordenanzas de construcción, redactar ordenanzas y de urbanización municipales, así como fiscalizar proponiendo sanciones a los proyectos que no cumplan la ley. 373  Heraldo de Zamora, 19 de octubre de 1918, p. 2. 374  Heraldo de Zamora, 18 de septiembre de 1922, p. 1. 375  Gaceta de Madrid, Múm. 55, 24 de febrero de 1924. 255 La moda de los locos años viente, provocaría que las señoritas desfilaran con sus sombreros por los cinematógrafos, impidiendo la visibilidad de la persona o personas que se encontraban en las butacas posteriores. Esta situación haría que se incluyera en el Reglamento de Espectáculos Públicos la prohibición a las señoras y señoritas para entrar con sombrero a la localidad. El Gobierno Civil de Zamora, informaría a través de la prensa (Heraldo de Zamora, 22 de abril de 1926) de que todos los espectáculos públicos de la provincia debían terminar antes de la una de la madrugada. También en ese año, el gravamen destinado a espectáculos públicos –Timbre del Estado–, se refundiría con la Contribución Industrial376 a través de la publicación del Real Decreto de 11 de mayo de 1926. Los empresarios de cine tenían la obligación de presentar un parte de alta de las funciones que se propusieran celebrar, junto con el número de las mismas, la clase, y el aforo del local a los precios de despacho que debían regir para todas y cada una de las funciones. El impuesto se cobraba de la siguiente forma (véase Apéndice 1, Figura 12). Primeramente se contabilizaba el aforo del recinto y el número de sesiones de cine. Se deducía un 20% del total del aforo a razón de servicios anejos, según la Base 25, apartado 4º del cirtado Real Decreto. Seguidamente, al resultado se le aplicaba otro porcentaje, dependiendo este del número de funciones como pago anticipado a la Administración de Rentas Públicas377. A las dos deducciones anteriores, se le aplicaría -a partir de 1933 un 3%378– resultando el pago final del impuesto de Contribución Industrial. Este enmarañado procedimiento provocaba confusión entre la mayoría de los empresarios de cine. Motivo por el cual, el Anuario de Cinematográfico Español de 1935 publicaría un cálculo para funciones cuyo pago se anticipara, estableciendo el impuesto a través de un coeficiente. Con objeto de que pueda hacerse por las Empresas la comprobación de las liquidaciones efectuadas por la Delegación de Hacienda, y con el fin de que no haya error en dicho cálculo, no habrá más que calcular el aforo líquido que tributa, descontando primeramente el 20 por 100 del aforo bruto, y una vez obtenido este 20 por 100, 376  Heraldo de Zamora, 10 de diciembre de 1926, p. 2. 377  Para una función se aplicaba un 20%; para dos hasta cinco, un 25%, hasta llegar al 50% para más de 150 funciones. En el capítulo 5.1, se analizará más detalladamente este impuesto. 378  Gaceta de Madrid, 5 de enero de 1933. Orden de 3 de enero. 256 descontar la reducción del aforo por razón de número de funciones y el importe líquido, multiplicado por el coeficiente 4,758 por 100, que será la cantidad que habrá que tributarse. (Anuario Cinematográfico Español de 1935, p. 87). En el ejercicio de 1926-1927, el Estado entregaría a las Diputaciones una cantidad igual a la recomendada en ese periodo por el recargo del 10% en los conceptos que les autorizaba el artículo 241 del Estatuto Provincial. Se tuvieron en cuenta cuatro premisas: * Que el número de funciones fuera independiente de la naturaleza del espectáculo en el mismo local y empresa. * La bonificación por anticipo se entendería por el 80% del aforo del local. * Que los cambios en la naturaleza de los espectáculos que no fueran declarados supondrían infracciones. * El número de funciones anticipadas era válido por todo el ejercicio económico. * Si el espectáculo fuera mixto el impuesto aumentaría en un 10%. En algunas localidades de España, no se llevaría un control exhaustivo de la cobranza del impuesto, lo que provocaría que el Gobierno dictaminara una Real Orden por la que se exigía que tanto los alcaldes como los secretarios de poblaciones –que no fueran capitales de provincia– hicieran efectiva la Contribución Industrial, suspendiendo a cualquier espectáculo sin la previa autorización379. Según el epígrafe número 233 de la Real Orden380 del Ministerio de la Gobernación, las Juntas Provinciales y Locales de Protección a la infancia deberían cobrar –a partir de esa fecha– directamente y sin dependencia de Hacienda, el impuesto del 5% sobre espectáculos públicos381. También en el Boletín Oficial de la Provincia del 4 de mayo de 1928, se instaría a través del Gobierno Civil, para que los alcaldes de la provincia revisaran los salones de cine. Se debían comprobar los aparatos de prevención de incendios de las cintas cinematográficas. 379  Heraldo de Zamora, 13 de septiembre de 1926, p. 1. 380  Gaceta de Madrid, Núm. 73, p. 1634. 381  Heraldo de Zamora, 16 de marzo de 1928, p. 3. 257 Esta circular venía amparada por la Real Orden de Ministerio de la Gobernación de 5 de noviembre de 1927382 en la que se daba un plazo de seis meses para que los propietarios de las salas de cine, pudieran actualizarse con aparatos para la prevención de incendios. En la Gaceta de Madrid, se publicaría una Real Orden383 informando que el fluido eléctrico que consumieran los teatros y cines, debía tarificarse por la compañías de electricidad como de consumo industrial. El 1 de julio de 1930 la Gaceta publicaría una Real Orden del Ministerio de Hacienda para fijar los impuestos industriales de espectáculos públicos, refundiéndolos en contribución industrial y municipal –timbre– sobre el 10% de los espectáculos. Con respecto a la censura, sería en esta época –finales de los años veinte– cuando se establezca por parte de organizaciones eclesiales, un juicio moral sobre las cintas que se proyectaban en el país. El binomio censura-poder, entendiendo en un principio a éste como expresión de la autoridad legal del Estado, o consecuencia inmediata de la legitimidad de los gobernantes, permitía determinar el sistema de convivencia preciso, de acuerdo con los fines que informaban su idea del bien común. La Iglesia también impuso un tipo de censura en el área dogmática que le corresponde. El hombre queda sujeto al Estado -comunidad necesaria- en cuanto a custodio del bien público por él establecido; y a la Iglesia -comunidad voluntaria- como guarda de su doctrina, encargada de velar por su vida espiritual. (González Ballesteros, 1981, p. 19). Debido al estreno en Bruselas y Bucarest en 1927 de los films de la Metro: Valencia (Jaap Speyer, 1927) y Romanza española respectivamente, el Gobierno decidió su prohibición por ser estas “denigrantes para nuestra patria”. En esa postura también fueron prohibidas las cintas Sombras y El Correo de San Petersburgo (Konets Sankt-Peterburga, Vsevolod Pudovkin & Mikhail Doller, 1927) y todas aquellas que no hubieran sido previamente censuradas y aprobadas por la Dirección General de Seguridad de Madrid o los Gobiernos Civiles de las provincias españolas384. En este sentido hay que hacer mención a García Fernández (2002, p. 194) cuando cita a Martínez-Bretón (1987, p. 17) y su estudio sobre la influencia de la 382  Gaceta de Madrid, 8 de febrero de 1927, p. 811. 383  Gaceta de Madrid, 21 de noviembre de 1928, p. 1169. 384  Heraldo de Zamora, 18 de octubre de 1927, p. 2. 258 Iglesia Católica en la Cinematografía Española. Este último explica que en 1928 la revista mariana La estrella del mar a través de sus críticas de espectáculos, insertaba juicios morales a través de colores. Es decir, la revista asignaba un color para cada categoría de película siendo el blanco para todos los públicos –moralidad intachable–, el azul para jóvenes –algunos inconvenientes–, el rosa para personas formadas, el rojo peligrosa para todos –inmoralidad de forma–, el verde era pornográfica –inmoralidad de forma–, y por último la negra, que era rechazable en absoluto porque atentaba contra la religión. Figura 49. Tabla de calificación moral de películas por colores. La estrella del mar, 1928. Color Significado Blanca Para todos. Moralidad intachable. «Limpia e inofensiva» Azul Para jóvenes. Algunos inconvenientes. «Limpia pero con ligeros reparos» Rosa Para personas formadas. «Limpia en su fondo, pero con situaciones aisladas que empañan su limpieza» Roja («grana») Peligrosa para todos. Inmoralidad de fondo. «Argumento fuerte y de dudosa moralidad» Verde Inmoralidad de forma. Pornográfica Negra Impía, atentatoria contra la religión. Rechazable en absoluto Fuente: José Manuel Vivanco (1950, p. 4) y Juan Orellana (2007, p. 197). Elaboración propia. El poder de penetración de estas calificaciones morales fue realmente escaso. La revista citada (Estrella de Mar), prácticamente, tenía un carácter parroquial, desenvolviéndose en un círculo muy restringido de lectores. Y la censura moral de la Estrella del Mar, como afirma el padre Vivanco, no supuso aun ningún intento ni serio ni estructurado para contener eficazmente al cine inmoral. (Martínez-Bretón, 1987, p. 17). Desde finales de los años veinte, diversas entidades católicas y asociaciones privadas de apostolado seglar, comenzaron a llevar a cabo en sus publicaciones una intensa labor tendente al establecimiento de un sistema de crítica control y censura moral 259 de películas. Este, pese a su carácter consultivo, se destinaba a servir de orientación previa a los católicos españoles para conocer la altura moral de una película y la conveniencia o no de asistir a una determinada proyección. (Sanz Ferruela, 2013, pp. 68-69). Pero lo cierto es que esta clasificación -durante sus primeros años- al ser demasiado técnica, no se aplicaría por su valor intrínseco y sus dificultades para su puesta en práctica. De hecho, algunos colores como el rojo y el verde, ofrecían diferentes interpretaciones entre los censores marianos. 3.9. Balance de proyecciones en la ciudad (1916-1930) Para concluir con el apartado dedicado a esta época y continuando con la relación de los títulos estrenados –que figuran en el Apéndice 2–, se ha realizado una gráfica donde se ponen encima de la mesa, datos muy relevantes. Figura 50. Gráfico de películas estrenadas entre 1916 a 1930 en Zamora capital dividido por salas. Fuente: Heraldo y El Correo de Zamora. Elaboración propia. 260 Durante los primeros años, continuan las proyecciones cinematográficas ambulantes, aunque esta tendencia irá menguando con el paso del tiempo. A partir de la década de los veinte, el Nuevo Teatro –color turquesa– competirá con el Principal por ser la sala que más cintas se estrenan en la ciudad. Aún así, el Principal solo se verá superado por el Nuevo en 1921, ya que a partir de ese año asecenderán las proyecciones en el viejo coliseo. Hasta tal punto que, en 1928, el Principal superará en siete veces más al Nuevo con cerca de 290 estrenos. La tendencia cambia con 1929, donde se tiene constancia de que el número de estrenos en ambos teatros llega a rebasar los 450. Por último, 1930 se convertirá en el año donde el número de estrenos en ambos teatros tenderá a estabilizarse con 278 en el Principal y 298 en el Nuevo. Con un total de 576 estrenos entre ambos teatros de la capital. Figura 51. Gráfico total de películas estrenadas entre 1916 a 1930 en Zamora capital. Fuente: Heraldo y El Correo de Zamora. Elaboración propia. 263 CAPÍTULO 4. CINEMATÓGRAFO EN TIEMPOS DE REPÚBLICA Y GUERRA CIVIL: 1931-1939 4.1. Las proyecciones durante la Segunda República 4.1.1. Las grandes aportaciones a la exhibición En el anterior capítulo se analizaron las primeras proyecciones de cine sonoro en la capital ofrecidas por Alejandro Sanvicente en el Teatro Principal. Primeramente, con el estreno de algunos cuadros de Conchita Piquer por la empresa de Lee De Forest y más tarde con la proyección de El misterio de la Puerta del Sol. A pesar de las nefastas críticas de esta última, el empresario invertirá en una nueva instalación de la casa Western Electric. El sistema Vitaphone. La instalación de la II República, a su vez, tuvo lugar en el marco mundial de la crisis del sistema capitalista desencadenada en 1929, lo que contribuyó a agudizar considerablemente la lucha de clases en España y contribuyó también a reforzar la función del cine en tanto que instrumento de difusión ideológica y de propaganda, de codiciado control en la escena política. (Gubern, 1977, p. 9). Con ello, ya en enero de 1931 se estrenarán las Galas de Paramount (véase Apéndice 1, Figura 13), revistas audiovisuales que incluían diferentes cuadros presentados por Barry Morton y Ramón Pereda. La cinta –doblada al español– incluía escenas en Technicolor con los actores del star-system385 de la productora como Ernesto Vilches, La Argentinita, Maurice Chevalier, Clara Bow, Rosita Moreno y Nancy Carrol entre otros (véase Apéndice 1, Figura 13). Los precios seguían siendo altos para el nivel de vida de la ciudad, aunque Sanvicente los publicitara como “fuera de competencia en España” (Heraldo de Zamora, 3 de enero de 1931, p. 5) ascendiendo a 1,25 y dos pesetas la butaca de patio. La apuesta del Principal por el cine sonoro, se puso de manifiesto con el estreno de la cinta Cuatro de infantería (Westfront 1918: Vier von der Infanterie. Georg Wilhelm Pabst, 1930), presentada con el sistema sonoro Tobis Klangfilm –una de las patentes europeas de cine sonoro– con un gran “acoplamiento y perfecta sincronización” (Heraldo de Zamora, 5 de enero de 1931, p. 2). El film que incluía 385  “El star-system podría definirse como un sistema de producción y distribución que se implanta en el Hollywood de los años veinte y sobrevive hasta los cincuenta, cuando la irrupción de la televisión desestabiliza las formas de producción cinematográfica”. (Castrillón & Martín, 1997, p. 50). 264 las crueldades de la Guerra Mundial, se presentaba poco recomendable hacia personas que tuvieran problemas cardíacos o que no soportaran fuertes emociones. “La sincronización resultó admirablemente y los efectos sonoros, llevados con discreta tonalidad para no salir sordos del espectáculo, son de un resultado que no se había presenciado documento gráfico de la gran contienda europea” (Heraldo de Zamora, 7 de enero de 1931, p. 2). Dependiendo de las distribuidoras, los precios de las localidadesde fluctuaban entre los setenta y cinco céntimos y la peseta y media para la general; y desde una a dos pesetas en la butaca de patio. Sobre este tema, son de destacar las diferencias de clase social marcadas por el precio de la entrada. De gran importancia es el estudio de Emeterio Díez Puertas (2003, pp. 32-34) donde se establecen siete factores que influirán en el establecimiento de los precios en las salas: • La categoría de la sala de cine. El Teatro Principal estaba recién restaurado, más coqueto y recogido. En cambio el Nuevo poseía más aforo y ya llevaba quince años en sus espaldas sin apenas reformas de gran calado. • La clase de localidad. El tipo de asiento variaba según la planta del local: teatro a la italiana, pabellón… Y también según el tipo de asiento: palcos, plateas, tribuna, butacas… • El horario. La industria distinguía tres sesiones: popular (17 horas), «vermouth» (19,15 horas) y noche (22,15 horas). Por la noche la entrada se rebajaba cerca de la mitad de lo que costaba en la tarde. • El día de la semana. Los precios más altos se establecían los fines de semana, mientras que durante los días laborables los empresarios acudían a la inventiva para animar a los clientes, regalando entradas al público femenino o celebrando rifas durante los descansos. • El tipo de programa. Se ofrecen número de varietés, conciertos…, pero el grueso de la programación son en esta época, las cintas cinematográficas. • La situación geográfica. En las capitales de provincia hubo salas que abrían a diario y otras, algunos días. En el caso de Zamora, ambos teatros celebrarían sesiones de cine a lo largo de la semana, excepto con la llegada de la Guerra Civil. • La concurrencia. A mayor competencia, precios más bajos. 265 A finales de enero, Sanvicente realizaría importantes reformas en el Principal con el fin de que la instalación sonora fuera una de las más importantes del país. Para ello, la cinematografía Artea, no sólo instalaría un nuevo amplificador para el proyector OSSA, sino que realizó un estudio acústico del recinto. Con la llegada del cine sonoro, los empresarios de cine españoles se encontraron con un gran problema, la calidad sonora de sus instalaciones. De hecho, el arquitecto José María Castell (1930, pp. 92-93), afirmaba que a los delicados y fundamentales problemas de óptica, distribución, circulación e higiene de estos recintos, se sumaba uno más delicado: la acústica. Por ello, se debía conseguir la misma intensidad de sonido en todas las localidades del local y evitar así ecos e interferencias. También la nueva cabina del teatro, iba a contar con un techo de uralita y doble tabique para que el ruido de los aparatos de proyección quedase aislado de la sala donde se encontraban los espectadores. Por su parte, la butacas de palco situadas en el anfiteatro principal fueron sustituidas por unas “americanas” de gran clase y confort386. A finales de enero Sanvicente llegaría de Madrid repleto de contratos firmados con las grandes productoras cinematográficas. Así el Principal estrenaría en febrero El vagabundo (The Beloved Rogue, Alan Crosland, 1927), cine silente producido por la Paramount, ejemplo de cinta muy de moda en la época, ya que incluía un score musical realizado expresamente para el film. Su exhibición en Zamora, contaría con una gran acogida entre la crítica y el público gracias a la excelsa proyección sonora que destacaba en el film. La casa Paramount califica “El Rey Vagabundo387” como opereta sentimental y realmente no es el adjetivo que le corresponde, mejor le iría drama lírico, pues la partitura tiene pretensiones de algo serio y se escucha con placer y deleite en muchos momentos sin que aparezca intensamente a línea pegadiza o sencilla que presentan las operetas al uso. (Heraldo de Zamora, 9 de febrero de 1931, p. 2). Durante los carnavales, Sanvicente se haría cargo de la celebración de bailes de máscaras en el Nuevo Teatro mediante un concurso de belleza con la elección de Miss Zamora, 386  Heraldo de Zamora, 20 de enero de 1931, p. 3. 387  También se llamaría El vagabundo poeta. Recuperado de: http://www.imdb.com/title/tt0017667/ releaseinfo?ref_=tt_dt_dt#akas 266 todo ello amenizado por la Banda del Regimiento de Toledo. Mientras, en el Principal se celebrarían bailes modernos gracias a la música presentada por los discos gramofónicos del aparato Orpheo-Syncronic. El porcentaje de filmes sonoros con respecto a los silentes era ya de un ochenta por ciento. Como ejemplo, la empresa ofrecería programas de cine entre los que se incluía una película sonora de dibujos animados, para a continuación proyectar una muda y como fin de fiesta, el gran estreno sonoro388. Una de las cintas que causó gran expectación fue El rey del jazz (King of Jazz, John Murrray Anderson, 1930), filmada enteramente en Technicolor. “Rebosante arte, fino, insuperable en representación, tecnicismo (…) es el film para todos los públicos, es el asombro del mundo. Vea. Oiga este espectáculo cumbre de todos los espectáculos” (Heraldo de Zamora, 26 de febrero de 1931, p. 2). El público salió complacido de la proyección ovacionando a los grandes artistas que aparecían en la cinta, así como la prensa que expresó la gran aportación que Sanvicente estaba realizando por la exhibición del cine sonoro en la capital. Hasta muchos años después (…) el cine mudo siguió conviviendo con aquel recién llegado cine parlante, sonoro o hablado que, como novedad, no estaba mal pero que aún exigía avances que lo perfeccionaran y pudieran romper con los estereotipos, fundamentalmente de visionado, al que estaban acostumbrados la gente en las salas o durante las proyecciones (Cardoso, 2017, p. 79). Exhibiciones que destacaron durante marzo en el antiguo coliseo fueron El general Crack (General Crack, Alan Crosland, 1929) y La mujer en la luna (Frau im Mond, Fritz Lang, 1929), grandes producciones de Warner y UFA respectivamente. Por otro lado, exhibir una cinta de Vitaphone era una verdadera proeza para los proyeccionistas debido a problemas de desperfectos de los discos fonográficos durante el transporte, lo que haría que se escucharan –en algunos casos– con mucha sonoridad389. También, durante la proclamación de la Segunda República –el 14 de abril–, el Principal estrenaría Corazones en el destierro (Hearts in Exile, Michael Curtiz, 1929), que narraba el destierro de su protagonista, similar al que atravesará 388  Heraldo de Zamora, 21 de febrero de 1931, p. 2. 389  El estado de algunas de las cintas que llegaban a Zamora no eran solo referentes a las Vitaphone, sino que en las películas con banda óptica también llegaban con ranuras en la banda y toda suerte de mutilaciones: Heraldo de Zamora, 7 de octubre de 1932, p. 3. 267 el Rey Alfonso xiii emigrando fuera de España. En esas fechas, otro gran estreno fue El desfile del amor (The Love Parade, Ernst Lubitsch, 1929), gran superproducción con Maurice Chevalier y en la que se llegaría a pagar de dos a tres pesetas para una butaca de patio. Una película que tipifica lo que es el nuevo espectáculo de mundo… Una combinación de lo mejor que hay en la escena teatral, en la cinematografía, en la música y en el canto… Un compendio de todas las artes, en una palabra, una película musical, hablada y cantada (…) la sensación de Nueva York, de Buenos Aires, de Barcelona, de Madrid (…) algo que perdurará en la memoria de todo amante de las bellas películas. (Heraldo de Zamora, 24 de abril de 1931, p. 2). Fue tal la expectación del film que incluso el Heraldo de Zamora publicaría una crónica – por esas mismas fechas– de José Antonio Cabero, incluída a su vez en el Heraldo de Madrid: “Arte, belleza, dirección, interpretación, sonoridad, grandeza” (25 de abril de 1931, p. 2). Tras el estreno en Zamora, el público saldría cada más complacido con los grandes espectáculos cinematográficos que estaba ofreciendo el Principal en esos momentos. De hecho, la cinta permanecería varios días en cartel, menguando los precios de las entradas –a una y a peseta y media– para que todo Zamora pudiera asistir a la película, lo que provocaría el retraso de su exhibición en otras localidades de España. 4.1.2. El fin de la SAGE La empresa SAGE establecerá los “viernes fémina” junto a grandes reestrenos como Los espías (Spione, Fritz Lang, 1928). Las sesiones se celebraban a las cinco, siete; y diez y media; y el programa consistía en una sinfonía, seguidamente una película cómica, para finalizar con una cinta de gran éxito. Durante carnavales, en el Nuevo no se celebraron sesiones de cine, dejando paso a las representaciones escénicas. Las proyecciones continuarían en marzo con films de Gaumont compartiendo cartel con espectáculos de variedades, tal y como sucedió en los años veinte. Cuando se proyectaban solamente films se hacían reponiendo cintas los jueves y algún que otro estreno los fines de semana, por la escasa afluencia de público. La decadencia del Coliseo era tal que la empresa SAGE abandonaría la gestión del teatro traspasando el negocio a finales del mes de mayo a la empresa Sanvicente. 268 “Durante mucho tiempo, los locales de exhibición, creyendo que sería una moda pasajera, se resisten a instalar los costosos equipamientos sonoros”. (Santos, 1995, p.151). Tendría que pasar un tiempo hasta que el cine sonoro se instalara en el Nuevo Teatro, gracias de nuevo al tesón de Alejandro Sanvicente dotando ese coliseo de la misma infraestructura que el Principal. 4.1.3. Desaparición de la competencia El precio de las sesiones de cine del Nuevo Teatro oscilaba entre los cuarenta y cincuenta céntimos, entradas estas, mucho más económicas que el Principal. El programa consistía en una sinfonía, seguidamente una película cómica, para finalizar con la cinta de gran éxito. Mientras, el Principal ofrecía programas mixtos de cine mudo y sonoro a precios de cincuenta céntimos y una peseta, incluyendo en la proyección una película cómica, una de dibujos animados sonora y por último, una cinta de gran éxito muda. En marzo de 1930, la empresa del Nuevo Teatro bajaría los precios de las entradas de señoras con la llamada “butaca fémina”, la cual cobraba a cuarenta céntimos en sesiones de cinco, siete; y diez y media. A lo que el Principal respondería de la misma forma, bajando las entradas a sesenta; y setenta y cinco céntimos ofreciendo tanto films mudos como sonoros. 4.2. El monopolio de Alejandro Sanvicente 4.2.1. El gran empresario En mayo de 1931, se haría oficial el traspaso del Nuevo Teatro por parte de Alejandro Sanvicente, el cual desde 1926 ya poseía en propiedad el local del Principal. La prensa vaticinaba los éxitos que iba a alcanzar la próxima temporada la empresa con la gerencia del Nuevo Teatro: Alejandro Sanvicente, el amo de los espectáculos en el reino de León, ha tomado en arriendo el Nuevo Teatro zamorano para seguir su explotación desde el primero de junio (…). Si los prestigios y arrestos del superempresario del Principal no estuvieran frescos en la imaginación de los zamoranos, bastaría conocer el plan que piensa desarrollar en la campaña del año 1931-32, para asegurarnos espectáculos de la más alta categoría en ambos teatros. (Heraldo de Zamora, 26 de mayo de 1931, p. 2). 269 En atenta carta nos comunica don Alejandro Sanvicente Llamas haberse hecho cargo desde el 1.º de junio, de la explotación del Nuevo Teatro de esta plaza, en virtud de traspaso del mismo a la Sociedad «Sage» por cinco y medio años que le quedaba de arrendamiento. (El Correo de Zamora, 3 de junio de 1931, p. 2). El medio también informaría de que Sanvicente acababa de adquirir dos nuevas máquinas de proyección para el Nuevo Teatro de la marca Erko. Contaban con un mecanismo que hacía imposible la inflamación de la película, aun cuando esta se mantuviera fija delante de la luz durante varios minutos. Al margen de otros acontecimientos, el cine español de la II República se caracteriza por coincidir con el advenimiento del cine sonoro. Es relativamente fácil imaginar los problemas tecnológicos y logísticos que generó este nuevo descubrimiento en la débil industria española. Cualquier empresa o empresario que quisiera poner en marcha una producción tenía que depender de la tecnología sonora extranjera, estadounidense, francesa y alemana en la mayoría de los casos. (Montes, 2016, p. 37). El diario finalizaba informando de la intención, por parte del empresario, de acondicionar la pista de patines durante el verano llamada Park “Alaska” Dancing, tomando como nombre el de la orquesta que amenizaría las veladas. Gracias al acta de aforo (véase Apéndice 1, Figura 14)390 encontrado en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, se pueden comprobar las características del local. Situado al lado izquierdo del edificio del Nuevo Teatro, constaba de veinte palcos –de cuatro entradas cada uno–, cien sillas –para primeras filas–, doscientas más –destinadas a últimas filas– y ochenta entradas generales391. El local –inaugurado más tarde de los previsto392– se completaba con terraza y bar al aire libre, ofreciendo la primera velada cinematográfica a mediados de julio a precios que iban desde los sesenta céntimos la silla y de veinte el asiento en general393. Van muy adelantados los trabajos de restauración y adecentamiento de los jardinillos y pista de este teatro, y muy pronto en el recinto alegre, fresco y remozado, se 390  A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. 391  Se supone que con este tipo de entradas el espectador disfrutaba las cintas en bancos corridos. 392  La inauguración estaba prevista para mediados del mes de junio, pero debido a las malas condiciones climatológicas no sería hasta el uno de julio cuando se procedería a su apertura. 393  Heraldo de Zamora, 11 de julio de 1931, p. 2. 270 inaugurará el Alaska Danzing, con fiestas verbeneras que, seguramente, harán olvidar las horas de calor agobiante y nos sacarán del ancestral aburrimiento de los meses de verano. (Heraldo de Zamora, 13 de junio de 1931, p. 2). En este local al aire libre, se levanta un espacioso escenario, con juego de pantalla de proyecciones cinematográficas: el “patio” de butacas es amplísimo y se ve rodeado de artísticas y cómodas plateas, hay localidades económicas en un minúsculo anfiteatro y todo envuelto entre el ramaje de las frondosas acacias que exornan el atractivo parque. (Heraldo de Zamora, 23 de junio de 1931, p. 2). Justo en esa fecha en el Teatro Principal, se instalarían nuevas butacas en la zona de palco, llamada “butaca de palco”, para el disfrute de las sesiones en ese lugar donde solo existían bancos. El 1 de junio, la empresa Sanvicente ya se anunciaba en la prensa local como explotadora de ambos teatros, ofreciendo en el Nuevo, el film mudo Evangelina (Evangeline, Edwin Carewe, 1929) con Dolores del Río y en el que se hacía referencia a la adquisición de los nuevos proyectores sonoros idénticos a los que poseían en sus cines de Barcelona la poderosa empresa Cinaes394. A la función de la noche, acudieron gratuitamente los abonados del Principal, gracias a un pase con el que Sanvicente premió la lealtad de su clientela. Al carecer de competencia y contar con todo el monopolio de la exhibición cinematográfica en Zamora, Sanvicente establecerá la subida de los precios en taquilla en el Nuevo Teatro –entre una; y peseta y media la butaca de patio– similares a los del Principal. Las entradas de cine en el antiguo coliseo llegaban a alcanzar precios entre una peseta con veinticinco céntimos a dos pesetas para los espectáculos sonoros; y de setenta y cinco céntimos para las sesiones de cine silente. El interés del público por los nuevos proyectores sonoros que se iban a instalar en el Principal fue tal, que el Heraldo se haría eco de ello suplicando paciencia a los espectadores. El diario explicaba en sus páginas que la tecnología sonora necesitaba de infraestucturas mucho más complejas que otros sistemas anteriores. Por ello, este sistema era diferente a la captación del cine en colores; ya que estas dos tecnologías eran totalmente independientes en su proyección, así como los grandes avances en el sistema de Technicolor mostrando este una 394  Heraldo de Zamora, 1 de junio de 1931, p. 2. 271 paleta cromática cada vez más variada durante las exhibiciones395. La época republicana es una de las más fecundas del cine español. No porque la Administración republicana prestase al cine una ayuda o una protección grande. Más bien sólo lo vio como una fuente de ingresos cómodos y fáciles de explotar con nuevos impuestos. (…). Durante la II República la burguesía y el capital atendieron al cine. Ciertamente, de manera tímida, pero que bastó para que naciera una industria fecunda. (Pozo, 1984, p. 28). Como en años anteriores, durante el verano en los dos teatros se reestrenaron grandes producciones que habían cosechado gran éxito en la temporada de invierno a precios económicos entre los cincuenta y sesenta céntimos en ambos coliseos. Fue en ese momento, cuando se presentarían en el Principal los nuevos abonos para la próxima temporada en la que se ofrecerían por mil pesetas un palco para cinco entradas, dos sesiones al día, valedero para 260 días y 520 funciones de compañías, espectáculos y cine, tanto mudo como sonoro. Las casas distribuidoras de la época se ubicaban en Madrid o Barcelona, excepto Cifesa, en Valencia. Estas empresas alquilaban las cintas a los exhibidores como Sanvicente, desembolsando este el precio de alquiler de la película y los portes de ida y de vuelta del material que, generalmente llegaba por tren. Samuel Montes en su tesis doctoral (2017, p. 66), elabora un mapa de España donde refleja cómo las distribuidoras españolas, se repartían los derechos de las películas a través de regiones y sucursales. En la citada investigación, Montes (2017, p. 74) señala a Enrique Viñals como la persona encargada de distribuir en Zamora –región centro– las películas de las casas Cinamond Films, Art Film, Repertorio M. de Miguel y Selecciones ECA. La necesidad que tenían las casas de distribución de cubrir todos los territorios de la geografía española con sus producciones respondía al elevado número de salas de exhibición que existía en la península. (…) Si bien es cierto que las salas de exhibición de provincia resultaron ser un mercado muy beneficioso desde el punto de vista económico, más aún si se comerciaba con producciones españolas, considerar que la colocación de películas en cines de barrio 395  Heraldo de Zamora, 9 de junio de 1931, p. 1. 272 y de capitales de provincia era una tarea prioritaria entre las empresas de distribución resulta poco creíble. (Montes, 2017, pp. 75-77). Figura 52. Mapa de las regiones cinematográficas en las que se dividía España. Fuente: Anuario Cinematográfico de 1935. También, es de destacar la forma de gestión diaria de una empresa exhibidora de cine como la de Sanvicente. Aportando las normas contables de funcionamiento de un cine, publicadas en el Anuario Cinematográfico Español de 1935, se puede establecer cómo era la actividad económica de ambos teatros en cuanto a su dedicación en sala cinematográfica. La marcha de un cine se dividía por semanas o meses. Primero una casa alquiladora de películas enviaba una película de prueba junto a una hoja de entrada. Tras inspeccionarla, el operador de la sala debía entregar a la distribuidora, un parte de entrega en el que constaban el título, la casa, el metraje, la duración, asunto –si lo hubiera–, estado de la copia y otras observaciones que el técnico estimara. Junto a esta, otra hoja –confidencial para la empresa– se redactaba con las condiciones de contratación con la distribuidora: cantidad asegurada del film, cantidad tope para invertir en publicidad y complementos de la película según su duración. Con respecto a la publicidad, la mayoría de los cines invertían en anuncios en prensa en detrimento de los 273 folletos de mano y afiches. Para ello, el distribuidor confeccionaba una hoja de publicidad diaria y otra mensual. Otra de los documentos más importantes eran la orden de programa a proyectar, donde se informaba de las horas, así como el lugar de descanso y observaciones al jefe de cabina. También se establecía un control del billetaje en taquilla para cada función, que posteriormente es trasladada a la general del día. En esta hoja de control, debían aparecer el título de la película, la recaudación , la deducción del tanto por ciento para la distribuidora y el líquido a favor del cine. También, los cines con gran volumen de proyecciones, establecían unas hojas de liquidación mensual o trimestral, para comprobar el volumen del negocio durante una época determinada. Por último, el personal de cabina solía rellenar una hoja con el número semanal de horas de trabajo, donde también se incluían los cargos, sueldos, horas de entrada y de salía; las horas extraordinarias diurnas –un veinticinco por ciento de aumento– y las nocturnas –con un cuarenta por ciento–396. Esta investigación se hubiera enriquecido más al encontrar copias de contratos entre el exhibidor zamorano y las empresas de distribución. Al no ser así, se ha perdido una gran oportunidad para establecer los porcentajes de taquilla que ambas empresas acordaban. Aún así, se han encontrado parte de exhibición, de los cuales podemos establecer los porcentajes que estos exhibidores debían hacer frente. Figura 53. Parte de contratación de películas. Fuente: Archivo Manoli Campano Blanco. 396  Rodrigo, R. (Ed.). Impuestos y Tributaciones. (1935). En Anuario Cinematográfico Español. 274 Volviendo a la actividad concreta de la empresa Sanvicente, se publicitaría en la prensa de la época, los jueves de moda. Gracias a esta iniciativa, con abono adquirido para las sesiones del Principal, el público podía entrar gratuitamente a los espectáculos celebrados en el Nuevo Teatro. Estos mismos abonados, disfrutarían el resto de días de un descuento del treinta por ciento sobre el precio de las entradas. Con respecto a los abonados a la platea para cinco entradas, su precio ascendería a mil doscientas pesetas con el mismo derecho que los anteriores. Evidentemente, en esta época solamente la clase más acomodada sería la que disfrutaría de este tipo de abonos. Mientras, en el Nuevo Teatro continuaron las incidencias para instalar el cine sonoro debido a diferencias entre la empresa adjudicataria y Sanvicente, lo que prolongaría la llegada del cine parlante al coliseo de la calle de Ramos Carrión. Aun así, el Park “Alaska” Dancing ofrecería la que se considera primera película sonora, aunque en Zamora fuera acompañada por orquesta. Don Juan (Alan Crosland, 1926) de la Warner Brothers se ofrecería a precios entre los veinte y los sesenta céntimos en general y butaca respectivamente. Al mismo tiempo, en el Nuevo se estrenaría Asfalto (Asphalt, Joe May, 1929), otro gran éxito de la UFA y a precios similares que en la pista de patines. En la nueva temporada 1931-1932 y durante las ferias de septiembre, Sanvicente ofrecería espectáculos teatrales y de variedades en ambos coliseos, salvo alguna reposición esporádica de cine sonoro en el Nuevo, junto a compañías como la del Teatro Lara de Madrid. No sería hasta finales de octubre, cuando el empresario ofreciera sesiones de cine mudo en el Nuevo y sonoro en el Principal, en este último con el estreno de la cinta Sally (John Francis Dillon, 1929). Aunque filmada con la segunda versión del Technicolor, la cinta no se exhibiría correctamente debido a que el proyector no reprodujo los colores reales, dando como resultado empastes y colores diferentes. El teatro conocía sus mejores éxitos, tanto en los estrenos de magníficas películas como en brillantes temporadas de actuaciones, de las más importantes compañías de comedias o zarzuela, mientras que don Alejandro se había convertido, al cabo de muchos años de trabajo, en uno de los empresarios de mayor prestigio de España. (Pérez Fernández, 1988, p. 18) 275 En noviembre de 1931 durante una función en el Teatro Principal, se produciría un inesperado suceso. El desplome de parte de cielo raso correspondiente al lado derecho de la cara posterior de la localidad de entrada general, en la que por fortuna no se produjeron incidentes. “Con la sala apagada, el inesperado estrépito motivó gritos, sustos y carreras alocadas de las gentes tratando de buscar salida” (Heraldo de Zamora, 17 de noviembre de 1931, p. 1). El Heraldo se haría eco del suceso dando fe de que parte de la gente que se encontraba cerca de los desprendimientos se habían comportado con poca educación, dando golpes a las columnas. Un día después, los arquitectos Antonio García Sánchez Blanco y Gregorio Pérez Arribas se personaron en el Coliseo, redactando un comunicado en el que constataban la ausencia de humedad en la zona desprendida y los maderos del techo. Los colegiados afirmaron que la causa del desplome había sido originada por presiones ejercidas por los espectadores de dicha localidad397. Ante los hechos ocurridos, el gobernador civil y la Junta de Espectáculos, acordaron la creación de una comisión para la visita de inspección de los teatros y salones de la ciudad para la comprobación del estado de los mismos398. También los diarios El Correo de Zamora e Ideal Agrario criticaron el suceso y arremetieron contra el empresario –Alejandro Sanvicente–. En sus ediciones de aquellos días, se informaría de la falta de condiciones del Coliseo para ofrecer espectáculos, así como los desorbitantes precios que se ofrecían en el local con respecto al salón de Los Luises. “Parece sentir envidia el señor Sanvicente porque otros centros dan funciones de cine y no pagan matrícula, patentes ni contribuciones. A estas alturas ya debiera conocer el remedio para eximirse legalmente de esos tributos” (El Correo de Zamora, 18 de noviembre de 1931, p. 1). La disputa no terminaría ahí. Al día siguiente, el propio medio denunciaba el monopolio que poseía el empresario como único exhibidor de cine la capital, el cual aprovechaba los días festivos para despachar más localidades del aforo permitido en sus coliseos: Las butacas se puede decir que están unas encima de otras, colocan sillas en los pasillos, muchas personas están de pie, etc. Esto trae como consecuencia, a parte de la molestia que ocasiona a todo aquel que tiene derecho a ciertas comodidades, pues 397  Heraldo de Zamora, 16 de octubre de 1931, p. 2. 398  Heraldo de Zamora, 18 de noviembre de 1931, p. 3. 276 para esto paga, a que se produzcan revuelos por cualquier motivo. (…) Lo que sucede es propio de todo aquel que tiene muchas amistades y hace uso de ellas en cuanto se ve apurado. Por medio de las mismas quiere hacernos creer que el teatro es muy bueno, con maquinaria estupenda, espacio suficiente para el público, etc., y esto no es cierto en muchas cosas. (…) Está visto que este dictador cinematográfico tiene tan buenas amistades que nos quiere haver (sic.) ver lo blanco, negro. (El Correo de Zamora, 19 de noviembre de 1931, p. 2). Sanvicente utilizando las páginas del Heraldo, invitaría a los dos diarios a la asistencia de una nueva inspección de la Junta de Espectáculos para que ellos mismos verificasen – con fundamento– las seguras condiciones con las que contaba el Principal. El empresario denunciaría el comportamiento de El Correo y del Ideal Agrario por poner en duda la veracidad de sus palabras. Por un lado, destacaría la claudicación del director del Ideal Agrario “a órdenes de la Gerencia por no concederles publicidad ni pases”. Por otro, el empresario informaría de que la visita de la Junta de Espectáculos fue provocada por una denuncia interpuesta por El Correo hacia sus cines y no del resto de la capital como Los Luises, el Centro Católico Obrero, las Josefinas o el del Seminario. Sanvicente finalizaría, expresando que tanto el cine como el teatro eran artículos de lujo y que por tanto, el público que asistía era libre de hacerlo y donde los precios venían impuestos por los tipos de espectáculos ofrecidos, invitando a que se demostrara “que en alguna plaza de España se rueda material tan moderno y tan caro a los precios ínfimos como en Zamora” (Heraldo de Zamora, 19 de noviembre de 1931, p. 5). Sintiéndose aludido, uno de los salones de espectáculos, el Círculo Católico Obrero de Zamora, publicaría una carta en El Correo con el fin de desmentir las palabras de Sanvicente en el Heraldo. El «Cuadro de Declamación» defendía que sus socios no pagaban ni un solo céntimo por las sesiones de cine y además, los salones del Círculo Católico cumplían todos los requisitos para ofrecer –de manera segura– espectáculos en su salón. Este poseía dos puertas de salida bastante espaciosas para el rápido desalojo de la sala. Por último, la asociación tachaba al empresario de monopilizador, copando este el control de 277 la exhibición cinematográfica en la capital399. 4.2.2. Cine parlante y dobles versiones Durante el primer trimestre de la temporada de 1931-1932, se estrenarían películas mudas en el Nuevo Teatro en las que se incluían estrenos UFA, los martes y viernes. Sin embargo, en el Principal se optaría por presentar –gracias a sus equipos– cintas sonoras y parlantes como la versión hispana de Drácula (1931) de Tod Brodwing, (George Melford & Enrique Tovar Ávalos, 1931), con Lupita Tovar y Carlos Villarías a precios entre una peseta con veinticinco céntimos a las dos pesetas. “Drácula levantó discusiones para todos los gustos; sin embargo, y a pesar de que todo es fantástico y convencional, algunas escenas, por su trágica representación produjeron la sensación apetecida” (Heraldo de Zamora, 11 de enero de 1932, p. 2). Algunos de los films parlantes se producían en dobles versiones400,. Estas eran adaptaciones de versiones inglesas con reparto en español –el caso de Drácula–. Estos filmes no tuvieron el éxito esperado en sus países de destino, ya que los diálogos y la interpretación no eran suficientemente convincentes: “El origen del mal (…) radica en que el capital cinematográfico norteamericano catalogaba a los mercados hispanoparlantes como tercermundistas, subdesarrollados y cretinos, de acuerdo con la óptica imperialista sobre su hemisferio de repúblicas bananeras o petrolíferas” (Gubern, 1977, pp. 39-40). Sí, señores escépticos. Hay cine hablado, y en proporción de 80 por 100 sobre el demás cine sincronizado. Casi toda la producción del futuro será hablada, por no decir toda ella; pero toda película hablada que se edite en inglés, primer mercado idiomático del mundo, tendrá por fuerza que ser editada asimismo en español, segundo mercado idiomático del mundo, con sus 133 millones de hombres de habla hispana. (Ferry, 1930, p. 85). 399  El Correo de Zamora, 20 de noviembre de 1931, p. 1. 400  Algunos estudios como Metro y Fox contrataron a profesionales hispanoamericanos y españoles para producir versiones de sus películas originales en castellano. La Paramount, por su parte, compró los estudios Des Reservoirs de París, para realizar allí sus versiones multilingües. Anteriormente la Metro ya había puesto sus redes en el país galo con sus estudios en Niza. Un ejemplo fue la versión de Drácula, de George Melford, cuya versión original fue de Tod Browning. (Gubern, 1977, p. 37). 278 Para realizar estas dobles versiones, los estudios utilizaban el mismo guion, el mismo equipo técnico y los mismos decorados, filmando la versión original con las escenas interpretadas por los actores principales. Posteriormente, estas mismas escenas, se volvían a rodar pero con los actores del reparto español. El cine sonoro fue para el público español, en los primeros años treinta, un cine manufacturado en el extranjero y casi siempre hablando idiomas incomprensibles para él. Al igual que en los restantes países europeos, la reacción colectiva ante el fenómeno, se polarizó en respuestas que iban desde el papanatismo y la jubilosa sorpresa inicial hasta el repudio total de aquel espectáculo ruidoso que asesinaba la «pureza expresiva» del noble «arte mudo». (…) A los empresarios exhibidores (…) les alarmó considerar las elevadas inversiones requeridas para modernizar sus locales, en un momento de inseguridad económica general por demás. (Gubern, 1977, p. 35- 36). Durante 1932 Sanvicente estrenaría una nueva calefacción en el Coliseo, ofreciendo durante carnavales, representaciones teatrales, bailes y sesiones de cine silente, como el reprise de Amanecer (Sunrise, F. W. Murnau, 1931). Durante esos días de fiesta, se aprovecharía la escasa afluencia de público a los espectáculos para instalar el nuevo sistema de cine sonoro fotoeléctrico junto a unas cajas de audio incluyendo la infraestructura de cine parlante. En esos días, el Heraldo definiría el equipo sonoro de la siguiente manera: Estas cajitas, al parecer sin importancia son la base fundamental del «cine» sonoro y las que nos tendrán al corriente de toda novedad fotofónica, pues hasta la fecha, hemos tenido que conformarnos con aquellas producciones que sincronizan el sonido por el sistema de discos. (Heraldo de Zamora, 6 de febrero de 1932, p. 2). El equipo –Supermodell– tuvo un coste de cien mil pesetas y se anunció como “la mejor instalación del mundo fabricada en España con altavoces ortofónicos de columna de aire”. El cine sonoro, en la península, fue (…) sobre todo un cine hecho de películas mudas a las que después se les acoplaba una banda sonora con música y a veces efectos sonoros. (…) La costumbre de sonorizar las películas con discos arraigó en España y perduró aun cuando era ya obsoleta, puesto que el sonido fotográfico, se había impuesto definitivamente en otras latitudes. (Gubern, 1977, pp. 25-26). 279 También el Heraldo, informaría de la visita del señor Baliarda, a la sazón encargado de los talleres donde se fabrican los equipos de Orpheo Sincronic, para explicar el proceso de lectura de la película sonora: Una lamparita sirve de excitadora sobre la película a través de prismas; a su vez otra lámpara registra el sonido, o sean (sic.) las variaciones de tono o la intensidad de color que la película lleva adherida a la banda (…) da vida al sonido, pasándolo al amplificador previo y de éste al de potencia, para distribuirlo por medios de los altavoces en las salas de espectáculos. (Heraldo de Zamora, 6 de febrero de 1932, p.2) Figura 54. Anuncio de la inauguración del equipo sonor en el Nuevo teatro. Fuente: Heraldo de Zamora, 19 de febrero de 1932. Así es como el sábado 20 de febrero, se inauguraría el cine parlante en el Nuevo Teatro con Fatalidad (Dishonored, Josef Von Sternberg, 1931), cinta interpretada por Marlene Dietrich, “versión gráfica de un turbulento drama en el que se suceden las más sensacionales escenas (…) donde se entrejen (sic.) con mano maestra, literaria y artísticamente, las más extravagantes aventuras” (Heraldo de Zamora, 19 de febrero de 1932, p. 3). Sanvicente confirió gran importancia al evento, cerrando el Teatro Principal para que el público acudiera masivamente al Nuevo. Con extraordinario éxito quedó inaugurado el sábado el cine sonoro en este teatro. La bondad y perfección del novísimo aparato Orpheo-Sincronic, montado con todos los detalles de la mecánica cinematográfica, se patentizaron en las selectas funciones del sábado y del domingo, para las que la empresa dispuso de grandes programas a base 280 de cintas en tecnicolor, películas de dibujos y cómicas, cerrando las proyecciones con uno de los films de más alta categoría de los estrenados en la temporada actual: “fatalidad”, que ha servido para consagrar a una artista, Marlene Dietrich y acreditar un aparato, el Orpheo-Sincronic potente y magnífico en sonoridad. (Heraldo de Zamora, 23 de febrero de 1932, p. 2). Fue en ese momento, cuando la exhibición del cine silente dejaría de estar presente casi por completo en las salas de la capital, en sustitución de las cintas parlantes como Río Rita (Luther Reed, 1929), La horda argentada (The Silver Horde. George Archainbaud,1930), Beau Ideal (Herbert Brenon, 1931) o El teniente seductor (The Smiling Lieutenant. Ernst Lubitsch, 1931), esta última estrenada en Zamora como “primera de las capitales de España”. Para no hacerse la competencia así mismo, Sanvicente intercalaría días de estrenos entre ambos teatros. Con ello, se clausuraría un coliseo, para ofrecer cine en el otro. En ese tiempo, la producción española de películas sonoras era escasa debido principalmente a las grandes infraestructuras con las que debían contar las productoras. Solo hay que analizar la tabla comparativa con el resto de países del mundo incluida por Gubern (1977, p.71) en la que destaca la modesta industria republicana del cine sonoro español –realizándose films principalmente en Madrid y Barcelona–, teniendo en cuenta que existía un mercado potencial de cien millones de castellanoparlantes y de seis mil pantallas401. Figura 55. Tabla comparativa de películas estrenadas en distintos países. Fuente: Gubern, 1977. 401  Cifras reiteradamente proclamadas con motivo del Congreso Hispano-americano de Cinematografía. 281 Durante el mes de marzo, apenas se proyectaron films silentes en los dos coliseos, ofreciendo ambos cintas de Vitaphone y de Movietone en el Principal y Nuevo Teatro respectivamente. El coste de la entradas se estabilizaría, permaneciendo a peseta con cinco céntimos y peseta con treinta y cinco para las butacas de patio. En esos días, el Teatro Principal estrenaría Un caballero de frac (Roger Capellani y Carlos San Martín, 1931), film hispano producido en los estudios Joinville de la Paramount francesa: Roberto Rey, ídolo de cuantas mujeres halla el poso en esta película, nos conduce, a través de amores, aventuras y divertidos lances que nos cautivan desde la primera escena, al ambiente brillante del París alegre, bohemio, entre oleadas de champagne y torrentes de canciones, música, alegría. Gloria Guzmán y Rosita Díaz, prestan a esta cinta el atractivo de su gracia y belleza. (Heraldo de Zamora, 1 de abril de 1932, p. 2). Durante los miércoles, en el Nuevo Teatro se instaurarán como día Fémina, cuyos precios oscilarían entre una peseta la butaca de patio para caballero y la mitad de precio –cincuenta céntimos– para señoras y señoritas. Los filmes sonoros de Vitaphone, continuaban con sus problemas de exhibición, debido –como ya se analizó en el anterior apartado– a que las cintas no llegaban a su destino en el tiempo estimado. Motivos logísticos y de peso de los discos, provocaron que las cintas no se estrenaran a tiempo en Zamora402. En mayo, Sanvicente consigue la exhibición de El ángel azul (The Blue Angel. Josef Von Sternberg, 1930) para Zamora, lo que haría que se estrenara en días distintos en ambos teatros. Otro de los films que causaría gran expectación sería la única cinta sonora del desaparecido Lon Chaney: El trío fantástico (The Unholy Three. Jack Conway, 1930): Una de las figuras de más acusado relieve del cine silente fue el gran trágico Lon Chaney. Su actividad ante el objetivo fue verdaderamente prodigiosa; las mil caracterizaciones de sus obras le llevaron al pináculo de la fama y fue, como los grandes artistas, creador de un estilo que nadie hasta hoy ha sabido copiar. Sin embargo, su prematura muerte no le impidió actuar ante el micrófono y siquiera, una producción, la primera y la última, pudo recoger con el maravilloso gesto el timbre de voz. 402  Es lo que sucedió el 9 de abril de 1932. 282 Esa obra postrera es la que se estrenará mañana en este teatro y lleva por título “Trío fantástico”, y por garantía de ejecución la firma acreditada de la Metro. (Heraldo de Zamora, 21 de mayo de 1932, p. 3). En torno a junio, Sanvicente utilizaría el Nuevo Teatro para reestrenar –durante la semana– cintas sonoras que ya se habían proyectado en el Principal en la temporada pasada como El cuerpo del delito, El desfile del amor o El destino de la carne a cincuenta céntimos y setenta y cinco céntimos para las butacas de patio. Mientras, los estrenos eran reservados para los fines de semana, como el póstumo film de Murnau Tabú (Tabu: A Story of the South Seas, 1931) cuyas entradas tenían un coste de cincuenta céntimos y de una peseta. Durante agosto –como en años anteriores– se abriría la antigua pista de patines Park “Alaska” Dancing para bailes populares, prescindiendo de proyecciones cinematográficas. Estas se presentarían en forma de reestreno en el Nuevo Teatro, cerrando el Principal durante todo el verano. De ello informaba el Heraldo en su edición de principios de septiembre: No podía pasar esta semana sin dedicar en esta modesta sección un breve comentario de homenaje a la faceta de reestrenos, cuyos resultados no pueden se más halagadores ni más positivos para las exigencias del aficionado que, por causas diversas no pueda haber saboreado en el transcurso de la temporada admirables proyecciones cinematográficas que marcan visibles notas de avance tanto técnico como interpretativo en la vida del cinema (...) En Zamora –por fortuna– hemos visto desfilar –a precios verdaderamente populares– magníficos reestrenos durante el presente verano con gran satisfacción del público que se ha recreado en esta sala de espectáculos con aquellas producciones de caracterizada importancia y que más sobresalieron en la temporada anterior. (Heraldo de Zamora, 3 de septiembre de 1932, p. 2). 4.2.3. Afianzamiento de la marca OSSA en Zamora En torno a septiembre de 1932403, la empresa Sanvicente estrenaba la nueva temporada cinematográfica proyectando El demonio del mar (The Sea Bat, Lionel Barrymore & Wesley Ruggles, 1930) con Raquel Torres y Charles Bickford. Un dato muy relevante sería la actualización de equipos sonoros sobre banda Orpheo Sincronic en el Teatro Principal, 403  Aunque el Gobierno estableció un impuesto que gravaba los ingresos generados por la explotación cinematográfica del 7,5% y que afectaba a distribuidores y exhibidores; lo cierto es que esto no mermó las expectativas de exhibición que tenía Sanvicente para Zamora. 283 “iguales a los recientemente instalados en Madrid” en los Cines del Callao y San Miguel (Heraldo de Zamora, 10 de septiembre de 1932, p .4). Aunque hasta el 11 de septiembre, durante las ferias, el coliseo no se estrenaría este equipo OSSA. La película elegida fue El hombre que asesinó (Dimitri Buchowetzki & Fernando Gomis), filmada en español por la Paramount con Rosita Moreno y Ricardo Puga, y que tendría un gran éxito de audición y sonoridad, gracias a que las cajas fotoeléctricas plasmaron una nítida y magnífica audición en la sala404. En este contexto, la exhibición sonora en Zamora era ya de más del noventa y cinco por ciento, por lo que aún se estrenaban algunas cintas silentes, como el caso de Cielo robado405 (Stolen Heaven. George Abbott, 1931) en el Teatro Principal. “Ante las innumerables películas sonoras que acaban de ser importadas de Norte América, es verdaderamente extraño que llegue todavía material silente” (Heraldo de Zamora, 13 de septiembre de 1932, p. 1). Al igual que se había puesto de moda la realización de las dobles versiones en las producciones norteamericanas, esta industria paralelamente produjo otro sistema: los mismos actores de la versión original debían doblabarse así mismos en español. Al igual que ocurriría en el resto de España, cabe mencionar la repudia por parte del público zamorano a estas producciones sucedáneas. Ejemplo de ello, sería el film estrenado en octubre de 1932 Politiquerías (James W. Horne, 1931) con las voces Stan Laurel y Oliver Hardy –El Gordo y el Flaco– en un español poco menos que lamentable406. Tras el fracaso de este tipo de producciones, durante 1932 continuaron los estrenos en los dos teatros de la capital. Por una parte, el Nuevo Teatro presentaría cintas del catálogo de la Paramount como El expreso de Sanghai (Shanghai Express, Josef von Sternberg, 1932) con Marlene Dietrich; o el corto Labios sellados (Sealed Lips, Kurt Neumann, 1931). Mientras, el Principal apostaría por cintas más cómicas como Pistoleros de agua dulce (Monkey Business, Norman Z. McLeod, 1931) de los archiconocidos Hermanos Marx. De esta etapa también se puede destacar la celebración, el último día del año, de una gala en el Teatro Principal a beneficio del socorro de los obreros parados. Tal y como se anunciaba esta “gala de arte” 404  Heraldo de Zamora, 12 de septiembre de 1932, p. 1. 405  Aunque filmado en versión sonora por la Western Electric Noiseless Recording, lo cierto es que se exhibiría en versión muda. Recuperado de: http://www.imdb.com/title/tt0022433/technical?ref_=tt_dt_spec 406  Heraldo de Zamora, 17 de octubre de 1932, p. 2. 284 fue organizada por la oligarquía zamorana que intentaba ganarse el respeto de las clases más populares. Cabe mencionar, la participación de Luis Calamita, a la sazón presidente de la Asociación de Prensa de la ciudad; del Presidente del Porvenir de Zamora –empresa eléctrica–; y de –por supuesto– Alejandro Sanvicente407, y en la que se constata una gran recaudación. Al igual que ocurriría con otros films, durante 1933 se estrenaron películas silentes adaptadas al cine sonoro a través de su sincronización con la partitura musical. Ese fue el caso de Ben Hur (Ben-Hur: A Tale of the Christ, Fred Niblo, 1925) exhibida por esas fechas en el Nuevo Teatro. Aunque el público abarrotaría el coliseo en el día de su estreno, lo cierto es que este salió decepcionado por la mediocre complementación entre música e imagen. Paralelamente, otros estrenos de la época fueron Tarzán de los monos (Tarzan the Ape Man, W.S. Van Dyke, 1932), película que había “batido el record de los éxitos en todo el mundo”408 (Heraldo de Zamora, 16 de febrero de 1932, p.4 y 20 de febrero de 1932, p. 3); El doctor Frankenstein (Frankenstein, James Whale, 1931), donde las “emotivas escenas de la formación del monstruo (…) llegaron a apoderarse del espectador” (Heraldo de Zamora, 13 de marzo de 1932, p. 5) o Gran Hotel (Grand Hotel, Edmund Goulding, 1932) a precios “sin competencia en España” –entre una; y peseta y media–. “Unos que vienen, otros que van y nunca pasa nada”, es la frase que pronuncia a través del film el hombre silencioso que encarna el gran actor Lewis Stone, retratando la vida de los grandes hoteles cosmopolitas, donde la vida pasa entre bailes y flirteos. La película es de gran belleza en su realización y su interpretación es justa por parte de todos los actores de los cuales no podemos decir que uno lleva la parte de protagonistas ya que todos por igual representan un tipo único en la película, rivalizando en todas las escenas. (Heraldo de Zamora, 27 de marzo de 1932, p. 5). 407  Heraldo de Zamora, 28 de diciembre de 1932, p. 1. 408  Heraldo de Zamora, 16-II-1932, p.4 y 20-II-1932, p.3. 285 Figura 56. Anuncio de Gran Hotel. Fuente: Heraldo de Zamora, 24 de marzo de 1932. Al igual que sucedería con el sistema Phonofilm de Lee De Forest, el Teatro Principal sustituiría, durante la primavera, el Vitaphone por un nuevo sistema de cinta óptica similar al que –unos meses antes– se había sido instalado en el Nuevo Teatro. Sanvicente adquirió un nuevo proyector Orpheo Sincronic cuyo modelo Extra Super Modell, se estrenaría con el film Una canción, un beso, una mujer (Ein Lied, ein Kuß, ein Mädel. Géza von Bolváry, 1932). Ayer se llevaron a efecto las pruebas de sonoridad de la nueva instalación que el infatigable empresario de nuestros coliseos acaba de adquirir (…) dando un resultado magnífico. Nada menos que dos Ernemann ocupan la espaciosa cabina, dispuestos sobre modernas bancadas y servidos por un amplificador de catorce lámparas (…) más dos hermosos altavoces capaces de un rendimiento de sonido diáfano y de gran intensidad. (Heraldo de Zamora, 1 de abril de 1933, p. 2). Aunque profanos en la materia podemos asegurar, desde luego, que los nuevos aparatos sonoros «Orpheo Sincronic» son de acabadísima factura tanto en lo que respecta a los sonidos como en la fotografía. (El Correo de Zamora, 5 de abril de 1933, p. 3). Ante unos cuantos amigos de la empresa y representantes de la Prensa diaria de Zamora, ayer se dio en “premier” (…) para inaugurar con todo detalle la nueva instalación sonora que la O.S.S.A. remitió recientemente para este coliseo. El 286 resultado coronó un éxito excepcional, pues tanto la proyección como la sonoridad de los nuevos aparatos dieron un rendimiento insospechado. La cinematografía sonora va adquiriendo cada día que pasa mayores proporciones y en este caso la industria nacional está de enhorabuena, pues nosotros que conocemos instalaciones de allende el Pirineo de coste fabuloso, salimos ayer encantados de los aparatos. (Heraldo de Zamora, 5 de abril de 1933, p. 2). Se tiene constancia de que durante la primavera de 1932 la cinta Carceleras (José Buchs, 1932), primera película hablada y sonora de la cinematografía española, fue estrenada en Zamora. La cinta era una nueva versión del film mudo, que a su vez estaba basado en una zarzuela de Ricardo R. Flores pero con música de Vicente Peydró y rodada bajo la dirección de José Buchs409 en las ciudades de Barcelona y Córdoba. Fue la primera película sonora “de éxito populachero” y realizada íntegramente con diálogos y música (Gubern, 1977, p. 62). Pese a la tardía puesta en marcha de películas sonoras, la cinematografía española logrará con el tiempo aproximarse tímidamente a una estructura consistente. (García Fernández, 1986, p.45). 4.2.4. El ascenso del precio en taquilla Paralelamente a los estrenos mencionados, se produjo una bajada de impuestos sobre la industria cinematográfica, lo que repercutiría en los precios. Del mismo modo, con la temporada de verano a finales de mayo, las entradas para asistir a las sesiones de cine del Nuevo Teatro descenderían hasta alcanzar los cincuenta céntimos para la butaca de patio y veinte para la entrada general, con reestrenos como Drácula, El doctor Frankenstein o Sin novedad en el frente. En enero de 1933 el Ministro Jaime Carner reduce “a la mitad el tipo impositivo que pagan los cines por contribución industrial, es decir, por cada sesión de cine el empresario entrega a Hacienda los ingresos equivalentes a una venta de billetes del 3% o del 1,5% del aforo de su local. (Díez Puertas, 2003, p. 31). 409  También filmaría la cinta muda en 1922. 287 Aunque estos costes serían los que en principio se anunciaron, lo cierto es que la mayoría de los días –dependiendo de los films– las entradas ascenderían hasta las peseta con veinticinco céntimos, suprimiéndose –al mismo tiempo– los programas de mano. Cabe mencionar que Sanvicente informaba de que en el precio final de la entrada iba incluido el impuesto de Protección de menores por el que todos los espectáculos públicos debían cotizar. En torno a esa época, las cintas estrenadas ya no se anunciarían como “sonoras” o “mudas”. Se daba por sentado por parte del público que todas las proyecciones eran parlantes. Dentro de este apartado refrerente al precio de taquilla, un hecho de gran importancia para la exhibición cinematográfica en Zamora, fue el nombramiento de Alejandro Sanvicente como gerente de Empresas Reunidas. Constituida como asociación de teatros del noroeste de España para afianzar los espectáculos en esta zona del país410. Hace unos días y convocada por don Alejandro Sanvicente (…) se celebró una reunión de empresarios, a la que concurrieron los de veintinueve teatros de San Sebastián, Oviedo, Segovia, Santander, Salamanca y León, con objeto de constituir un circuito cinematográfico y teatral. (El Correo de Zamora, 30 de junio de 1933, p. 3). Se tiene constancia de que esa reunión se creó una Comisión Organizadora de Espectáculos, la cual estaba formada por los empresarios de Zamora, León y Oviedo. En este escenario comercial se pretendía que otras ciudades como Burgos, Bilbao, Palencia o Victoria se unieran al circuito de espectáculos. Durante ese verano, el empresario estrenaba el reportaje Saltos del Esla411. A la premiére en el Teatro Principal acudiría Indalecio Prieto, a la sazón ministro de Obras Públicas del gobierno republicano. Sería esta una de las últimas proyecciones en el antiguo coliseo durante el verano, ya que Sanvicente aprovechará el Nuevo Teatro y la pista Park Alaska, para las representaciones de cine. En el catálogo de las mismas, figuraban grandes reestrenos de la temporada próxima a finalizar como las llamadas “Galas de la Paramount” con servicio del Bar Sagasta al aire libre412. 410  Heraldo de Zamora, 24 de junio de 1933, p. 2. 411  Se hará referencia a la cinta en el apartado Cine en la provincia. 412  El Correo de Zamora, 21 de julio de 1933, p. 3. 288 Siguiendo con los estrenos más destacados, durante el otoño-invierno de 1933 se proyectaron cintas como Don Quijote (Don Quixote, Georg Wilhelm Pabst, 1933), Una moreda y una rubia (José Buchs, 1933) o La Venus rubia (Blonde Venus, Josef von Sternberg, 1932) a precios que no sobrepasaban la peseta con cincuenta céntimos para la butaca en ambos teatros. Como se ha comentado con anterioridad, el circuito teatral Empresas Reunidas, acabó por consolidarse estableciendo su sede en el Teatro Principal de Zamora. Esta sociedad estaba formada por empresarios de espectáculos del noroeste del país y tenía como presidente a Alejandro Sanvicente. Formaban parte los dos coliseos capitalinos, el Teatro Lope de Vega de Valladolid, el Teatro Cervantes de Segovia, el Principal de Burgos, Principal de Palencia, los Principal y Alfageme de León, teatros Bretón y Liceo de Salamanca, el Gran Teatro de Benavente y el Gullón de Astorga. Su cometido no era otro que el de la creación de tres compañías que pudieran ofrecer espectáculos de zarzuela y comedia por dichos coliseos, aprovechando los mismos para ser ofrecidos a otros circuitos del resto de España –como el de Levante– para intercambiar espectáculos entre ambas empresas413. En torno a 1934, se estrenarían cintas populares como La momia (The Mummy, Karl Freund, 1932) del gran Boris Karloff o Vampiresas 1933 (Gold Diggers of 1933, Mervyn LeRoy, 1933), ascendiendo los precios de las butacas de patio entre peseta y media; y dos pesetas. También durante esa temporada, destacarían los estrenos de las dos partes de Los tres mosqueteros (Les trois mousquetaires, Henri Diamant-Berger, 1932), la versión parlante de Violetas imperiales (Violettes Impériales, Henry Roussell, 1932) –de nuevo con Raquel Meller–, El signo de la cruz (The Sign of the Cross, Cecil B. DeMille, 1932) o Los crímenes del museo (Mystery of the Wax Museum, Michael Curtiz, 1933). Las sesiones se ofrecían a las cuatro y media; siete; y diez y media; con precios que iban entre la peseta y media; y las dos. Poco después, durante los viernes de marzo, se anunciaría a través de la prensa la celebración de los “viernes selectos”. En esos días, se incluía por una peseta con cinco céntimos una serie de cintas cómicas y noticiarios de corta duración414, entre los que se incluían los noticiarios de Fox y Pathé415, los documentales Zaragoza, Austria y Caza de ballenas, así como los films 413  El Correo de Zamora, 22 de septiembre de 1933, p. 2. 414  Heraldo de Zamora, 8 de marzo de 1934, p. 2. 415  Según Minguet (1995) en 1931 existían los noticiarios de: Pathé-Journal, France-Actualités de la Gaumont, 289 cómicos Betty se divierte, Betty bamboleos y Las monadas de Claudett416. Por su parte, el Heraldo criticaría la mala selección de films por parte de la gerencia del Nuevo Teatro: Ayer se ofreció al público un programa denominado de actualidades, pero que resultó ser un verdadero cok-tail cinematográfico a base de películas de complemento. Un programa de esta clase, pero con previa selección, sin olvidarse sobre todo de las culturales, había de agradar al público, pero mientras se haga una programación arbitraria, el fracaso está asegurado. (Heraldo de Zamora, 10 de marzo de 1934, p. 3). Queda claro que Sanvicente, al carecer de competencia en la capital, asecendió de nuevo los precios de las entradas del cinematógrafo, llegando a las dos pesetas con diez céntimos la butaca de patio. Se presentaron films como Catalina de Rusia (The Rise of Catherine the Great, Paul Czinner & Alexander Korda, 1934) o Aeropuerto central (Central Airport, William A. Wellman & Alfred E. Green, 1933), publicitados como “imponente éxito cumbre” (Heraldo de Zamora, 19 de abril de 1934, p. 2), así como El hombre invisible (The Invisible Man, James Whale, 1933) cuyo estreno se presentaría simultáneamente en ambos teatros el mismo día a las mismas horas y con idénticos precios. Durante esta etapa prebélica, la crisis de producción de la cinematografía española se vería reflejada en la exhibición. El Heraldo se haría eco de esta situación, informando a sus lectores de la llegada de unos representantes de la productora americana United Artists con el fin de presentar la cinta mejicana Soñadores de gloria (Miguel Contreras Torres, 1932). “Como el cinema nacional no da señales de vida, ni siquiera logra esperarnos, tenemos que ver con tristeza cómo los extranjeros nos visitan (…) estudiándonos para absorber un extenso mercado que solo nosotros debíamos explorar”417. Por su parte Sanvicente crearía un concurso dirigido a los espectadores del Nuevo Teatro. Tras la adquisición de la entrada del programa doble del 18 de mayo, el público formaría parte de un sorteo cuyo premio sería una entrada de butaca de patio valedera para un mes418. Como se ha venido comprobando por otras temporadas de verano, los domingos serían Eclair-Journal, Actualités-Paramount, FOX-Movietone, Metrotone-News y Paris-Actualités. 416  No se han encontrado datos sobre estas cintas, aunque probablemente sean los cortos cómicos de Betty Boop, M.D. (1932). Recuperado de: http://www.imdb.com/title/tt0022672/?ref_=fn_tt_tt_66 417  Heraldo de Zamora, 16 de mayo de 1934, p. 3. 418  El Correo de Zamora, 19 de mayo de 1934, p. 3. 290 los días de la semana dedicados a los estrenos de películas en ambos teatros. Para el resto de días, se establecerían los reestrenos en el Nuevo Teatro a cincuenta y cinco céntimos la butaca de patio. Entre ellos destacaban El rey del jazz –esta vez con una banda sonora impresa en la película–, El doctor Frankestein, Un yanqui en la corte del Rey Arturo, Los tres mosqueteros o Los crímenes del museo. Durante los últimos días de octubre y debido a los acontecimientos que estaban sucediendo en el país, Sanvicente sería multado por el Gobierno Civil, después de que cerrara sus teatros más tarde de la hora acordada por la autoridad. La Junta Directiva de la Sociedad General de Empresarios de Espectáculos, de la cual era presidente Sanvicente, había acordado la contribución de cuatro mil pesetas con destino a la fuerza pública nacional en Madrid gracias a una velada celebrada en el Teatro Principal419. Se tiene constancia de que después de los sucesos ocurridos en Asturias –el 2 de noviembre–, el noticiario español La ciudad de Oviedo después de los sucesos revolucionarios fue estrenado con gran expectación en la ciudad. El movimiento revolucionario brotó en medio del crispado panorama nacional y tras la paulatina radicalización de los sindicatos mineros, enfrentados al gobierno conservador de la CEDA. El levantamiento se produjo en las cuencas asturianas en los primeros días de octubre, desde Mieres hasta Oviedo, contando con la participación de 70.000 trabajadores, en su mayoría afiliados a la UGT (…). La posterior respuesta del ejército y la guardia civil originó una feroz lucha prolongada durante doce días y saldada con una elevada cifra de muertos y detenidos. (Román & Blanco, 2002, p. 60). Quedan constatadas las pocas informaciones sobre sesiones cinematográficas durante los últimos días del año, puesto que la mayoría de los espectáculos serían teatrales, quedando relegadas las proyecciones de cine al Nuevo Teatro, con estrenos poco conocidos y de escasa relevancia. Aunque en 1935 se exhibieron en Zamora éxitos como Satánas (The Black Cat. Edgar G. Ulmer, 1934), de la casa Universal e interpretada por Boris Karloff, lo cierto es que durante las fiestas de carnaval, la tónica del Teatro Principal sería la de prescindir del cine, organizando bailes amenizados por la banda del Regimiento Número 35. Un dato muy 419  Heraldo de Zamora, 26 de octubre de 1934, p. 2. 291 relevante fue que durante estas fiestas, se volvería a inaugurar un nuevo equipo sonoro, esta vez compatible con las cintas ópticas de la marca Movietone de Fox420. Los precios de las entradas para las sesiones fluctuaban entre los ochenta céntimos para los films más comunes y las 1,60 a 2,10 pesetas para las grandes superproducciones, todo ello en butaca de patio421. Siguiendo el modelo de años anteriores, Sanvicente apostaría por el marketing para conseguir más público durante sus espectáculos. Como se ha venido comprobando, estas tácticas de captación de futuros clientes, llevaría al empresario a la convocatoria de un concurso en el que los espectadores podían ganar la cantidad de cien pesetas. En torno a esto, el público asistente a cualquier representación de los dos teatros, era obsequiado con un número por cada veinticinco céntimos de compra de entradas422. De entre todos los participantes se realizaría un sorteo los sábados en las sesiones de las siete y media, por lo que era requisito sine qua non, que la persona agraciada estuviera en el local, ya fuera en el Principal o en el Nuevo423. El sorteo se repetiría cuantas veces hicieran falta, hasta encontrar entre los espectadores el número premiado. Es cierto, y además conviene recordarlo, que Sanvicente llevaba años en el mundo de los espectáculos, fraguándose una solida reputación dentro y fuera de Zamora. Un dato muy relevante fue su presencia –a finales de abril– en el Filmkongress de Berlín, congreso que abordaría las iniciativas destinadas a los exhibidores de toda Europa. En torno al comienzo del verano, se tiene constancia de la exhibición de reposiciones en ambos coliseos a precios bastante atractivos para la época como los cincuenta y cinco céntimos la butaca y reestrenos como La vida privada de Enrique VIII, Desfile de candilejas o Tres vidas de mujer. Esto da cuenta de cómo Sanvicente alternaba estas cintas junto a estrenos como Caravana (Caravan, Erik Charell, 1934), Imitación a la vida (Imitation of Life, John M. Stahl, 1934) o Carlomagno (Charlemagne, Pierre Colombier, 1933), y cuyos precios serían de 1,60 pesetas la butaca. Se tiene constancia de que en septiembre comenzaría la nueva temporada de cine con estrenos como La batalla (La Bataille, Nicolas Farkas & Viktor Tourjansky, 1933) o Doña Francisquita (Hans Behrendt, 1934) y de nuevo con 420  Heraldo de Zamora, 25 de febrero de 1935, p. 2. 421  Díez Puertas (2003, p. 31) confirma que el precio medio de la entrada de cine en 1935 era de una peseta. 422  El Correo de Zamora, 9 de abril de 1935, p. 6. 423  Heraldo de Zamora, 3 de abril de 1935, p. 2. 292 ascenso de precios en taquilla, a 1,60 y las 2,10 pesetas la butaca y cuyas proyecciones se realizarían los domingos y festivos. Como se ha venido comprobando, durante esta época las representaciones teatrales eclipsarían al cine, representándose obras como Una estrella y un lucero de Estrellita Castro424 y espectáculos de variedades en las que se incluía a Conchita Piquer425. Uno de los aspectos más importantes a la hora de analizar la exhibición durante este periodo en la capital, es el hecho de que las situaciones tanto sociales como políticas que se vivían el país no eran para nada tranquilizadoras426. El público no acudía regularmente a los coliseos durante la semana, lo que hizo que las sesiones cinematográficas se ofrecieran los fines de semana. También es de sobra conocida la existencia de un nuevo exhibidor. La sala de Los Luises sería la primera de las empresas que competirán con Sanvicente, gracias a la adquisición de un proyector sonoro –similar a los que poseía Sanvicente–, una gran sala en la plaza del Cuartel y la suculenta oferta de tres sesiones los domingos y festivos427. A pesar de ello, las sesiones de cine en los coliseos no se retomarían hasta finales de octubre. De nuevo, Sanvicente decidió apostar por films de gran fama como Alicia en el país de las maravillas (Alice in Wonderland, Norman Z. McLeod, 1933), La novia de Frankenstein (Bridge of Frankenstein, James Whale, 1935) o la española Angelina, o el honor del Brigadier (Louis King & Miguel de Zárraga, 1935). Esta última sería una de las cintas nacionales más aclamadas después de la sequía de producciones españolas en la época. “La sala recogió con visibles muestras de agrado la humorística producción de la “Fox”, (…) una buena aportación para lograr la dignidad artística que tanto nos está costando alcanzar” (Heraldo de Zamora, 4 de noviembre de 1935, p. 2). Por otra parte, se tiene constancia también de que el Heraldo calificó la cinta de Boris Karloff, como la obra más fantástica jamás realizada en la que “el espectador cree estar viendo no una película, sino un hecho real” (Heraldo de Zamora, 23 de noviembre de 1935, p. 1). De esta estapa se puede destacar el estreno simultáneo en los dos teatros de la cinta interpretada por Claudette Golbert, Cleopatra (Cecil B. DeMille, 1934), precedida por su gran crítica en los cines españoles por donde anteriormente había desfilado. 424  Heraldo de Zamora, 16 de septiembre de 1935, p. 4. 425  Heraldo de Zamora, 14 de octubre de 1935, p. 4. 426  El Correo de Zamora, 11 de octubre de 1935, p. 3 y 6 de marzo de 1936, p. 2. 427  Para más información, ver el apartado dedicado a Los Luises. 293 Del mismo modo, durante el primer año de la contienda, 1936, los precios no se alterarían, respetándose los del año anterior, es decir, entre 1,60 y 2,10 pesetas la butaca. Por su parte, los estrenos más representativos fueron las cintas El nuevo Gulliver (The New Gulliver, Aleksandr Ptushko, 1935), La Pimpinela Escarlata (The Scarlet Pimpernel, Harold Young, 1934) o Don Quintín el amargao (Luis Marquina, 1935). Es esta última cinta donde “el arte personal de los artistas que en ella intervienen es una revelación insospechada que ha de sorprender al espectador” (Heraldo de Zamora, 24 de enero de 1936, p. 1). De esta etapa también habría que destacar cintas como Los últimos días de Pompeya428, La verbena de la paloma (Benito Perojo, 1935), ¡Quiéreme siempre! (Love Me Forever, Victor Schertzinger, 1935) o El sueño de una noche de verano (A Midsummer Night’s Dream, William Dieterle & Max Reinhardt, 1935) y teniendo como dato relevante de nuevo el aumento del precio de las entradas a dos pesetas y media, todo un lujo en aquella época. La Warner Bros-First International puede sentirse orgullosa de poseer esta preciosa joya cinematográfica, en la que cabe toda ponderación y el elogio más encendido. Así es como se hace “cine”; prodigando lo que por otros muchos medios es inasequible a las multitudes, sin puntos de vista comerciales, derrochando el buen gusto y el sentido artístico. (Heraldo de Zamora, 6 de marzo de 1936, p. 1). Siguiendo con los estrenos nacionales, no puede negarse el éxito que tuvo en Zamora otra cinta como Nobleza baturra (Florián Rey, 1935), quedando constatado a través de los medios impresos el buen oficio de los directores españoles en el arte cinematográfico, plasmadose este en los films contemporáneos. La fotografía es sencillamente soberbia, hasta tal grado, que el público, tenemos la certeza, no esperaba encontrar en una película española una visión tan completa y de tan acusados vanguardismos. (…) Podemos denominar a “Nobleza baturra”, como el film supremo de la producción nacional y con la cinta española que más aplausos ha de conquistar en el extranjero, para honra y prez de “Cifesa”. (Heraldo de Zamora, 9 428  No se sabe con exactitud a qué cinta se refiere el diario, ya que según IMDB el film Gli ultimi giorni di Pompeii (Carmine Gallone & Amleto Palermi, 1926) es una película muda y además fue presentada en España como La ciudad castigada. Argumento que no casa con la información del Heraldo. Se supone que el film mencionado podría ser el documental Pompei (1936) o el drama argentino La virgencita de Pompeya (Enrique Cadícamo, 1935) 294 de marzo de 1936, p. 2). Sin temor a equivocarse, se puede deducir que la exhibición cinematográfica de películas españolas en Zamora fue reflejo de la escasa producción nacional durante la Segunda República. Probablemente Méndez Leite exagera y deforma la realidad por cuestiones ideológicas, lo mismo que hace Gubern (…) y califica a la República de «soterrada enemiga (de la industria cinematográfica) (…) que sólo pensó en agobiarla con impuestos». Pero la realidad siempre es más sencilla, lo que paralizó la industria en 1931 eran dos cosas: en primer lugar, el sonoro, para el cual nuestros estudios no estaban preparados, salir al público con una película muda era, por lo poco, una temeridad; de otro lado la abundante producción, que como hemos visto se dio en los últimos años de la dictadura de Primo de Rivera, y que no solucionaba la crisis del cine, sino que la aumentaba, causó en este año la paralización de la producción. (Pozo, 1984, p. 32). Durante la jornada del 24 de marzo y debido a los acontecimientos sociales que habían surgido en el país, los ingresos de las sesiones de los espectáculos públicos de ambos coliseos fueron destinados –sin deducción alguna– al beneficio del paro obrero. De nuevo la empresa Sanvicente, quiso informar de esta iniciativa el día 26 de los corrientes a través de la prensa, recaudando 531,05 pesetas en las tres sesiones, por lo que la Junta del Paro Obrero recibiría ese total menos los impuestos correspondientes, 489,80 pesetas. También es justo señalar que durante la primaver, la empresa Sanvicente estrenaría films de colores naturales y con efectos en relieve, como sería el caso de La feria de vanidad (Becky Sharp, Rouben Mamoulian & Lowell Sherman, 1935). Queda constatado que –debido a la espectacularidad de la cinta– los precios de las entradas se incrementarían hasta las tres pesetas la butaca de patio. Paralelamente a estos estrenos, el circuito teatral de Empresas Reunidas celebraría una asamblea en Zamora, donde se trataron temas de gran importancia para la vida espectacular en las capitales de Salamanca, Palencia, Burgos, Astorga, León, El Ferrol, Gijón, Avilés, así como de Benavente, Toro y Zamora capital429. Al margen de ello, durante el mes de mayo Sanvicente aprovecharía la poca actividad 429  Heraldo de Zamora, 30 de abril de 1936, p. 1. 295 teatral y cinematográfica que existía en la ciudad para realizar, durante una semana, obras de rehabilitación en el Nuevo Teatro430. Poco después, el coliseo volvería a abrir sus puertas con el estreno del film Rataplán (Francisco Elías, 1935). Por su parte y llegado el verano, el Heraldo publicaría en sus páginas una relación de las distribuidoras que habían tenido presencia en el panorama cinematográfico en Zamora, desfilando por las pantallas capitalinas producciones de Fox, Filmófono, Paramount, Warner Bros, Universal, Columbia, Puigvert, Viñals, Radio, Atlantic, Exclusivas Diana, Hércules, Cine Educativo, United Artists, Ufa, Ufilms y Cifesa431. 4.2.5. Guerra Civil en una ciudad de la retaguardia Como se ha comentado con anterioridad, el clima en la ciudad era de verdadera crispación entre los defensores de la república y los que –meses antes– estaban confabulando un cambio de rumbo en las instituciones públicas del estado. Zamora se encontró desde el 19 de julio de 1936 entre aquellas provincias aisladas y lejanas del centro de poder; con la declaración del estado de guerra, los militares golpistas, liderados por el Teniente Coronel Raimundo Hernández Comes, asumen exclusivamente el poder, dominan los centros de administración de la provincia (incluidas las cárceles) y fomentan la violencia y el terror desde lo más alto del poder, utilizando todas las fuerzas militares y paramilitares que había en la provincia. (Palmer, 2006, p. 383). En el caso concreto del cine, la empresa de ambos coliseos decidió reestrenar films como Angelina o El honor del Birgadier, Rey de Reyes, o Don Quintín el amargao, con una sustanciosa bajada de precios a cincuenta y cinco céntimos las butaca de patio. Durante esa estación, estallaría la Guerra Civil en el país y en la que Zamora capital fue tomada por golpistas y simpatizantes militares. Zamora dejó de ser la ciudad tranquila donde nunca pasaba nada. Y aunque siempre estuvo alejada de los frentes de combate la guerra no por ello fue aquí menos cruenta, pues el hambre y las privaciones, con ser muchas, no fueron nada comparadas con la 430  Debido probablemente al nuevo Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos. Más información en el apartado dedicado a la Legislación y Censura. 431  Heraldo de Zamora, 25 de junio de 1936, p. 4. 296 feroz represión desatada en los primeros meses. (Casquero, 2006, p. 6). La provincia de Zamora se adhirió al alzamiento militar de julio de 1936 el día después del mismo, el 19. Los militares zamoranos conocían y apoyaban el golpe desde la primavera. Zamora fue uno de los emblemas de la nueva España, que primero desde Burgos, y después desde Salamanca, Franco construyó rápidamente, a costa de un control y un represión que invadió todos y cada uno de los aspectos de la vida cotidiana. Los cambios en la educación; la actuación de los falangistas, el Ejército, la Guardia Civil, y la labor del Clero desde el púlpito y desde los despachos, unido a la desinformación de los escasos medios de comunicación controlaron los comportamientos, la moral y el pensamiento de la masa social de Zamora, compuesta, primordialmente, por labradores y jornaleros. (Dios Vicente, 2002, p. 47). Dado su carácter, Zamora fue como el resto de provincias castellanoleonesas, conservadora y apacible, en donde la guerra, aunque lejana desde el comienzo, no parecía que hubiera debido afectarle demasiado. Sin embargo, las pasiones que desataría el conflicto, azotó tremendamente a toda la provincia y en el que el bando nacional se convertiría en el más despiadado de España –salvo Andalucía–, persiguiendo a los enemigos políticos. (Salas, 1977, p. 282). Según este último autor, las escasas muertes de guerra –producidas en los hospitales de la retaguardia– contrastan con las ejecuciones, regulares o irregulares, adquiriendo estas una magnitud impresionante. Se han llegado a contabilizar 1.058 civiles sacrificados durante 1936 en una ciudad que apenas llegaba a los veinte y un mil habitantes y una provincia con cerca de trescientos mil. Para entender el cariz de los acontecimientos ocurridos en la provincia de Viriato, se pueden comparar los datos del mismo periodo, que Salas (1997) destaca de la vecina Salamanca. La ciudad universitaria fue –al igual que Zamora– un lugar a la retaguardia donde apenas se produjeron muertes irregulares. Fue (…) despiadada la represión en las provincias de Logroño, Zamora y Valladolid, con promedios superiores al regional de Andalucía y muy próximos a los de Aragón con la agravante de tratarse de provincias alejadas de los frentes de guerra y sin tensiones internas graves. (Salas, 1977, p. 375). 297 En 2005 y después de escapar de varios filtros administrativos, el investigador Miguel Rodríguez Ufano, pudo acceder a la documentación de la desaparecida prisión de Zamora – celosamente custodiada por Dirección General de Seguridad en la actualidad– para averiguar cómo se había producido la muerte de su abuelo, Julián Rodríguez Vicente, a la sazón interventor de Izquierda Republicana en los años treinta. En su estudio, Rodríguez Ufano (2006, pp. 371-379) pudo contabilizar cerca de mil trescientas personas muertas sin cometer delito alguno. Según el estudio de Ramiro Cebrián (1986, p. 142)432 –citado por Laura De Dios (2002, p. 50)–, Zamora fue junto con Ávila y Toledo, las provincias con mayor índice de violencia política durante la Guerra Civil. Los primeros meses del conflicto, estuvieron marcados por la búsqueda, tortura y matanza de los que los golpistas consideraban “enemigos del alzamiento” y donde no se libraron las mujeres, con un diez por ciento del total de muertes. De Dios (2002, pp. 50-51) enumera los hechos acaecidos en la etapa denominada “primavera sangrienta” de 1936 y en la que fueron asesinadas personas de diferentes ideologías, lo que no hizo más que acrecentar los rencores entre uno y otro bando. Según las declaraciones de Herminio Ramos a la citada investigadora (2002, pp.72-73), en el libro de registro de defunciones del Ayuntamiento –actualmente en paradero desconocido–, y que pudo revisar el propio Ramos, este contabilizaría 964 muertes en los periodos que van desde julio a diciembre de 1936. Se calcula que durante la contienda, la cifra de víctimas mortales fueron de entre cinco a seis mil personas433. En las tierras castellanas profundamente católicas (…) la sublevación había alcanzado un triunfo inmediato, pronto comenzó a correr la sangre con la represión ciega de los republicanos de todo tipo. No fueron detenidos y fusilados únicamente los relativamente escasos anarquistas, comunistas y troskistas de la región sino también los socialistas moderados y los republicanos de izquierda. (Preston, 1987, p. 84). Sin temor a equivocarse, se puede decir que la situación social haría mella tanto en las representaciones teatrales como cinematográficas, siendo numerosos los días en los que se 432  VV. AA. (López Castejón). (Coord.). (1982-1986). Historia de Castilla y León. Tomo IX (Del reinado de Alfonso XIII a la Guerra Civil). Valladolid y Bilbao, España: Editorial Reno, S.A. y Ediciones Páramo. 433  Algunos investigadores estiman que hubo la primera cifra, mientras que otros defienden la segunda. 298 cerraran ambos coliseos por el escaso público, la falta de compañías y/o también de cintas que estrenar. Debido al estado de guerra, el horario de las sesiones se modificaría ofreciendo tres sesiones de cuatro y media; seis y cuarto; y ocho y cuarto; complementándose ambos teatros. Es decir, mientras el Principal ofrecía sesiones de cine, el Nuevo cerraría y viceversa. Si bien con la llegada de la nueva temporada, estos horarios volverían a la normalidad ofreciendo sesiones a las cinco, ocho y diez de la noche, aunque descenderían los precios en los estrenos, bajando estos hasta los ochenta céntimos y 1,60 pesetas por la poca demanda de espectadores. La Guerra Civil (…) supone que las diferencias de clase marcadas por la estructura de precios tienden a desaparecer o, cuanto menos, la entrada de cine se reduce a tres o cuatro variaciones. (…) En el bando franquista la guerra produce un apreciable descenso de la asistencia del público. (Díez Puertas, 2003, pp. 34-35). Por aquella época, todas las películas ya eran aprobadas por la censura de Sevilla, así como los primeros noticiarios de la Guerra, precedente del NO-DO434, como La fiesta de la bandera435 o De Vigo al frente de Mérida436. Se consolidaría un cine de reportaje, un género de cineperiodismo testimonial definido por la inmediatez y por la prioridad de la información factual acerca de lo noticiable (Gubern, 1986, p. 11). Noticiario Español (…) vino a sumarse así a los diarios filmados que ya se hacían en la zona republicana. (…) no fue ni el primero ni el único diario filmado, pero contribuyó a naturalizar en territorio nacional un género que venía cocinándose desde los primeros «films de actualidades» y los inicios del reporterismo cinematográfico, en los comienzos del cine. (Álvarez & Sala, 2000, pp. 194-195). Es importante el estudio de Paz y Cabeza (2010, p.737) en el que relatan que ya en 1936, el cine de no-ficción –documentales, 25,4%– y los noticiarios –25,1%– representaban más de la mitad de las producciones cinematográficas sometidas a la censura en España. 434  Fox (1919) y Universal (1913) en los años diez; y Paramount y Metro en 1927, ya realizaban noticiarios como género establecido cuya duración variaba entre los cinco y quince minutos. Sánchez-Biosca & Tranche. (1993). NO-DO: El tiempo y la memoria. En Cuadernos de la Filmoteca. Núm. 1. (p. 21). Madrid, España: Filmoteca Española. Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. 435  Heraldo de Zamora, 15 de diciembre de 1936, p. 2. 436  Heraldo de Zamora, 16 de diciembre de 1936, p. 4. 299 Estas películas tenían mucha credibilidad y fueron, para muchos españoles, la única ventana al mundo exterior y, por lo tanto, pudieron condicionar su visión de la realidad: por ellas (y sólo por ellas) conocieron y vieron países extranjeros, altos mandatarios, acontecimientos o avances científicos. La Orden de 21 de marzo de 1937, crearía los gabinetes de censura cinematográfica en Sevilla y La Coruña. Estos pasarían a formar parte – el 19 de octubre– de la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda. Aunque poco tiempo después –el 18 de noviembre– los medios censores dependerían de la recién creada Junta Superior de Censura Cinematográfica. (Gubern, 1981, p. 24). El poder de cualquier Estado, cuando establece la censura, lo hace con los dos propósitos fundamentales: de un lado, para proteger al ciudadano de todo aquello que en cada momento considera perjudicial, tanto individual como colectivamente, aunque como ha quedado dicho, con un baremo distinto en función del medio de comunicación de que se trate; de otro, cada Gobierno -arrogándose la representación del Estado- ha usado la censura para proteger su ideología política, y con ello defenderse a sí mismo”. (González Ballesteros, 1981, p. 28). Se constata que en Zamora, estas iniciativas fueron secundadas por los sectores eclesiásticos a través de la publicación de la mencionada Orden en su boletín de julio de ese mismo año. Del mismo modo, la Iglesia respaldaba el “nuevo Estado” y formaba parte de las normas censoras dentro del territorio “liberado”437. Durante 1937, Sanvicente decidió reestrenar films de otras temporadas complementando a estos con algunos estrenos nacionales que llegaban a cuenta gotas como Rosario la cortijera (León Artola, 1935) o Sor Angélica (Francisco Gargallo, 1934); y también los primeros films patrióticos como el documental La liberación del Alcázar de Toledo. En él aparecían en los primeros planos de los “gloriosos” generales Franco, Mascardó y Varcia438, el “grandioso” concierto de la Banda de Música de Falange Española de las J.O.N.S. de Pamplona, hasta se “radió por los altavoces de la pantalla” de ambos teatros en directo El parte oficial439 de Radio 437  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, Núm. 8. 7 de julio de 1937. (pp. 168-170). 438  Heraldo de Zamora, 25 de enero de 1937, p. 2 y 26 de enero de 1937, p. 2. 439  Heraldo de Zamora, 8 de mayo de 1937, p. 2. 300 Nacional de España440. No podía escapar el cine a esa movilización general de actividades e inquietudes, por su triple vertiente característica de gran espectáculo, de testimonio de su tiempo y de constituir el más subyugante medio de comunicación de masa conocido (…) que resulta precioso para la difusión de ideas, con fuerza capaz de convencer a los públicos menos predispuestos a favor de lo que se pretende probar. (Fernández Cuenca, 1972, p.3). Figura 57. Anuncio del film Sor Angélica. Fuente: Heraldo de Zamora, 3 de marzo de 1937. Al ser desde el primer momento Zamora capital y la mayoría de su provincia afines al alzamiento militar, los films del bando republicano como Reportaje del movimiento revolucionario de Mateo Santos, “primer testimonio revolucionario de la Cataluña en guerra” y que recoge Fernández Cuenca en su estudio (1972, p. 33), o 18 de Julio de Arturo Ruiz- Castillo y Gonzalo Menéndez Pidal –un gran testamento de los primeros días del conflicto en Madrid–; no se llegarían a proyectar en la ciudad. A finales de marzo, la exhibición 440  Fueron numerosos los discursos narrados en directo en las sesiones de ambos teatros. Incluso el xx de julio se transmitió una alocución de Franco. 301 cinematográfica como el resto de industrias en Zamora441, se normalizaría, comenzando a recalar nuevas cintas, como El secreto de Ana María (Salvador de Alberich, 1936) o El bailarín y el trabajador (Luis Marquina, 1936). El cine se convirtió desde sus orígenes en un medio de comunicación de masas, dirigido a un vasto público popular, heterogéneo, pero en gran parte compuesto por miembros de la clase obrera con bajos niveles educativos. Su influencia ejercida sobre un público tan vasto y de clases bajas lo hizo sospechoso y potencialmente peligroso para las clases dominantes. (Gubern, 1981, p. 12). Se puede afirmar que toda la exhibición cinematográfica en Zamora desde el comienzo de la contienda, versó sobre cintas afines al nuevo régimen y reestrenos extranjeros de otras temporadas, siempre y cuando, fueran del agrado del censor. La Delegación Provincial Sindical de Zamora recurrió a este medio (cine) en celebraciones del Régimen caso del 18 de julio o, en otras festividades, caso de la navidad etc. El cine era empleado con carácter lúdico, de control social pero también con una finalidad educativa y propagandística. En 1939, por ejemplo, se proyectaron varios reportajes en el Teatro Principal a los habitantes de la ciudad para que conocieran la actividad del régimen fascista italiano y algunas instituciones españolas como la Sección Femenina o las Organizaciones Juveniles. (López Gallegos, 2003, p. 243). A comienzos de junio, la empresa de los teatros estuvo de luto debido a la prematura muerte del hijo de Alejandro Sanvicente. Teniente de aviación en el bando nacional, Alejandro Sanvicente Hurtado442 –Tito como era conocido– fue abatido en el frente de Ciudad Universitaria de Madrid el 4 de junio. Sus restos llegarían un día más tarde a la capilla ardiente instalada en el Teatro Principal donde todo Zamora en pleno, se sumaría al duelo443. Las proyecciones y representaciones teatrales fueron canceladas hasta llegado el 9 de junio, reanudándose en el Nuevo Teatro a precios populares de una peseta la butaca. El Teatro Principal no volvería a realizar representaciones hasta el 3 de octubre con el film Una mujer 441  La represión hacia los enemigos del régimen menguó lo que provocaría la estabilización de la vida social de los zamoranos. 442  Anteriormente fue galardonado con la Medalla Militar por su actuación en el Alto del León (Guadarrama), entre las provincias de Segovia y Madrid. El Correo de Zamora, 7 de junio de 1937, p. 2. 443  El Correo de Zamora en sus ediciones del 4 de junio de 1938, p. 2 y del 6 de junio de 1939, p. 4, dedicarían unas palabras en años posteriores con motivo de su efemérides. 302 que sabe lo que quiere. Fueron también numerosos los films patrióticos que se estrenaban en las pantallas de la capital como Asedio y toma de Málaga, Actualidad UFA, este último “con sensacionales reportajes de Japón, Alemania e Italia” (Heraldo de Zamora, 13 de agosto de 1937, p. 2). Estas cintas eran vehículos perfectos para transmitir las ideas del nuevo régimen. Cabe mencionar el aporte que realiza Mercedes Miguel Borrás (2014, p. 217) sobre la importancia de los medios de comunicación y la manera en la que podían influir en el pueblo: Los medios de comunicación han sido y son utilizados como agentes histórico-sociales y durante el pasado siglo xx el cine fue uno de los más poderosos instrumentos para que el mensaje llegara a su destino, a las grandes masas (…). El cine ha sido y es una eficaz herramienta de propaganda (…) era el vehículo perfecto para transmitir las consignas revolucionarias a un pueblo en su mayoría analfabeto. Volviendo a Zamora, durante esa época destacarían los films que hacían referencia al país alpino -aliado de España- con cintas como Potencia Naval Italiana, Cómo Italia salió de Abisinia, Imperio, La inquebrantable amistad Italo-Alemana, Labor civilizadora de Italia en Etiopía y El Ejército de la Italia Fascista, distribuidas por el Instituto Nacional LUCE444 alpino. Todas ellas tuvieron una gran acogida en la Zamora nacional445 y hasta fueron calificadas por la prensa de la época como de “magnífico documento”, enalteciendo la labor de Mussolini: Nos presentó las maniobras militares de la región de Irpinia; brillante demostración de la preparación bélica que ha permitido el milagro de la reconquista de Etiopía (…). Su Majestad en Rey Emperador, el Duce, los agregados militares extranjeros, siguen con verdadero interés el curso de las ejercitaciones tácticas. (Heraldo de Zamora, 5 de noviembre de 1937, p. 2). 444  Gubern (1986, p. 78) cita los estudios de Oms, Fernández Cuenca y Argentieri en los que se destaca la contribución del Instituto Nazionale Luce a la difusión y a la manipulación propagandística de las imágenes de la guerra de España. 445  Imperio, 1 de abril de 1938, p.3. 303 Hemos quedado sorprendidos y encantados. Sorprendidos, porque hasta la fecha, no se hayan dado programas de películas italianas de corto metraje: nos preguntábamos si la industria italiana no se había dedicado a este género de films. Encantados porque, en efecto, tanto en su parte acústica como en la fotografía, se nos ha presentado un material que nada tiene que envidiar a las más acreditadas firmas productoras extranjeras. (Heraldo de Zamora, 3 de diciembre de 1937, p. 2). El Instituto Nacional LUCE, produjo también otras películas dedicadas a España y su patria como Campamento España, Año XVI de la era fascista, ¡Arriba España!, estrenadas entre finales de 1937 y comienzos de 1938 en el Nuevo Teatro donde se sembraba el odio hacia los “separatistas republicanos” y se alababa a los ejércitos nacional y aliado: Bajo el lema lanzado por el Ausente en las horas del calvario rojo separatista que nos ha afligido durante seis años, se nos ha presentado una película que es un canto a la Reconquista Española que estamos realizando. Corto (…) para los que sienten un verdadero afán por ver las gestas de los forjadores de la España Imperial. (Heraldo de Zamora, 13 de diciembre de 1937, p. 2). “El Duce rodeado por los heróicos (sic.) Oficiales Españoles heridos en esta guerra y huéspedes de Roma y por los Delegados del Partido Hitleriano, pronuncia un formidable discurso a (sic.) la presencia de 300.000 Camisas Negras”. (Heraldo de Zamora, 11 de enero de 1938, p. 2). Los más recientes e interesantes acontecimientos mundiales, entre ellos la huida de los rojos a Francia, ante el arrollador avance de las magníficas tropas de Navarra que manda el glorioso general Solchaga; la Bendición otorgada por Su Santidad a los fieles de todo el mundo, y la firma del Pacto entre el Imperio Italiano y el Británico. (El Correo de Zamora, 13 de mayo de 1938, p. 7). Un dato muy relevante fue la falta de material cinematográfico –en algunos casos perdido y en otros sustraído– con el que contaban los teatros, lo que provocaría la suspensión de las sesiones en la mayoría de los días. Durante la Guerra Civil, el destino de muchas cintas iba a ser el extravío o la desaparición de las mismas con lo que nunca llegarían a la ciudad 304 castellana. En septiembre, la empresa Sanvicente firmaría el contrato de arriendo con la propietaria del Teatro Lope de Vega de Valladolid446. Junto con los coliseos Cervantes de Sevilla y los de Zamora y Salamanca, la empresa –con sede central en Zamora– se convertiría así en la más grande en cuanto a volumen de exhibición de todo el noroeste español. Durante esa nueva temporada, los reestrenos dejaron paso a los primeros filmes que sortearon la censura franquista, como El enemigo público número 1 (Manhattan Melodrama, W.S. Van Dyke & George Cukor, 1934) o Broadway y Hollywood (Broadway to Hollywood, Willard Mack & Jules White). Los precios en taquilla no variaron, con lo que –dependiendo del film proyectado– tuvieron un coste de entre ochenta céntimos y las dos pesetas. Los horarios seguían siendo los de costumbre: cinco menos cuarto; siete menos cuarto y diez y cuarto. Aunque se produjo un atisbo de exhibición extranjera, lo cierto es que las proyecciones foráneas serían un espejismo. El grueso de la distribución en Zamora fueron cintas de los países aliados –Italia y Alemania– como Zapatos al sol o La flor de Hawai. Las distribuidoras de cine alemán en España se trasladaron a la zona nacional. La Alianza Cinematográfica Española (ACE) que vendía la producción de la UFA fijó su sede central en San Sebastián, bajo la dirección de su fundador, Carreras, que fue el primero en llevar el negocio de las películas de la UFA a Madrid. (Montero & Paz, 2009, p. 160). En 1938 la Guerra Civil estaba en su punto más álgido, lo que no pasaría desapercibido para una ciudad como Zamora. No se disponen de noticias del Heraldo de Zamora entre abril y septiembre –ambos incluidos–, ya que desgraciadamente, esos números han desaparecido, no constando en los fondos de la Biblioteca Pública de Zamora. El destino de los ejemplares de esas fechas de El Correo de Zamora –aun publicando este medio dos ediciones diarias– también fue el de la desparición, aunque constan números donde se han perdido páginas interiores. Así las cosas, se puede afirmar que los estrenos fueron producciones de los países 446  Heraldo de Zamora, 15 de septiembre de 1937, p. 2 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Cajas 21/05266 y 21/05265. 305 aliados como El expreso de Shangai (1932), algunos esporádicos de Hollywood como Tres lanceros bengalíes (The Lies of a Bengal Lancer. Henry Hathaway, 1935), y sobre todo, grandes reposiciones nacionales como El barbero de Sevilla (Benito Perojo, 1938). Durante los días de fiesta de la Semana Santa –Miércoles, Jueves y Viernes Santos–, no se suspendieron las funciones cinematográficas en los coliseos. Días más tarde, se proyectaría la cinta Procesiones del Viernes Santo en Zamora en el Nuevo Teatro. Se tiene constancia de que este coliseo volvería a echar el cierre para ser pintado, incluyéndose en él una nueva instalación sonora OSSA447, cuya primera proyección se produjo el 21 de septiembre con el film La muerte de vacaciones (Death Takes a Holiday. Mitchell Leisen, 1934) a noventa céntimos la butaca de patio. En torno al verano de 1938, continuarían los reestrenos de temporadas pasadas, ya que la Guerra seguía mermando la distribución cinematográfica. Este panorama continuaría hasta octubre, mes en el que comenzaría la temporada de cine en el Nuevo Teatro con los horarios de costumbre. Para que se tenga una idea más o menos aproximada de los precios durante esa época, estos ya oscilaban entre las 1,60 y las 2 pesetas. Centinela de bronce – film propagandístico de la Italia fascista que relataba los hechos acaecidos durante la guerra italo-abisinia– abrió la temporada de cine de 1938-1939 en Zamora. Si bien es cierto que solo sería un espejismo, debido a que las nuevas producciones seguían sin recalar en la ciudad. Un dato relevante es que más del noventa y cinco por ciento de las cintas proyectadas en ambos coliseos eran ya producciones que se habían estrenado tiempo atrás. Dato constatado a través de los films estrenados durante la última semana de noviembre: Cargamento Salvaje, El hijo de Kong, La venganza del mar, El viajero solitario, Divina y Volando hacia Río de Janeiro, a precios que no subirían de las dos pesetas. Se puede deducir que el circuito de Empresas Reunidas iba alternando dichos films por todo su territorio de exhibición, alquilando un ínfimo lote de nuevas producciones de las casas Hispania Torbis, Radio Pictures y de United Artists448. Esto da cuenta de que, por aquella época, el mejor pasatiempo del público zamorano seguía siendo el cinematógrafo en su versión parlante, acudiendo masivamente –como bien refleja el Heraldo– a las proyecciones en ambos teatros449. 447  El Correo de Zamora, 2 de septiembre de 1938, p. 2 y 19 de septiembre de 1938, p. 7. 448  Heraldo de Zamora, 22 de noviembre de 1938, p. 3. 449  Heraldo de Zamora, 5 de diciembre de 1938, p. 2. 306 Como se ha venido comprobando, los filmes más exhibidos en la capital versaban sobre los éxitos del bando nacional y sobre todo de los países aliados. En este contexto, a partir de 1939 se estrenarían cintas que ensalzaban los éxitos de Benito Musolini y su imperio italiano. Italia ayudaría al bando franquista con menor interés que Alemania, aunque El Duce quiso ver en la victoria nacional, la confirmación del control naval del Mediterráneo. Es de sobra conocido que estos noticiarios Luce incluían comentarios profranquistas, anticomunistas, así como connotaciones religiosas que hicieron de la guerra, una cruzada para las fuerzas insurrectas. (Gubern, 1986, p.78). Cuando termina la guerra, la administración se fijó en los modelos cinematográficos de la Alemania Nazi y de la Italia fascista y consideró que el cine podía convertirse en una herramienta para influir en la población y encauzarla en función de sus objetivos políticos. Falange disponía de una revista de cine, Primer Plano, y la Iglesia apoyaba todas aquellas películas que defendían sus valores. (San José, 2017, p. 108). Las cintas -las cuales no se mencionan los títulos- se estrenarían en el Teatro Principal el 19 de enero con gran éxito de público y donde el Heraldo de Zamora dedicaría la mitad de una de sus páginas para reflejar el clima de victoria que ya se vislumbraba en la capital a dos meses de la victoria: Convenía que estas secciones fuesen un poco más frecuentes. Ellas influyen de un modo extraordinario sobre el pensamiento de todos (…). En los “films” proyectados ayer (…) pudimos ver y comprender las victorias, los éxitos, simplemente si se quiere, del Duce, como organizador de pueblos, de Estados y de Imperios (…). Felicitamos a la Delegación Sindical Local de la Central Nacional Sindicalista, por esta obra de divulgación, instrucción y educación (…). La sala del Principal , en las dos sesiones estuvo completamente abarrotada de espectadores y en la de las diez casi el total eran obreros. (Heraldo de Zamora, 20 de enero de 1939, p. 2). Paralelamente a estas proyecciones, el Nuevo Teatro exhibiría la cinta España heróica450 (Gozalbes, Reig, Laven & Mauch, 1938). El film producido por Cifesa451 ensalzaba las 450  “España heroica es (…) el intento más cuajado de legitimación ideológica del alzamiento militar, y ningún otro film de la España sublevada tuvo tan hondas repercusiones en el exterior”. Álvarez & Sala. (2000, p. 236). 451  Álvarez & Sala en su estudio (2000, p. 108) ya hablan de films como Hacia la nueva España o Reconstruyendo España, producidos por personas afines al alzamiento y que circularían profusamente por la España Nacional en 1937, incluida Zamora. 307 proezas del bando nacional durante la contienda. Toledo y su Alcázar, Irún, Málaga y el resto de regiones liberadas fueron los focos para la gran obra que hacía el llamado Auxilio Social. La cinta nos presenta la novedad de ofrecer escenas del Madrid rojo, en las que destacan con su tétrico colorido los incendios, saqueos, destrucción de edificios, desfiles, «entusiastas» (…). Se ven también en esta producción, brillantes desfiles de nuestros bravos soldados y milicias y aquella da ocasión a que se atribuyen a nuestro Generalísimo. (Heraldo de Zamora, 23 de enero de 1939, p. 2). Resulta evidente pensar que, a estas alturas de la guerra, la exhibición en la capital continuaría con reestrenos de films ya proyectados como Garras y colmillos, El asesino invisible o Vidas en peligro junto a nuevos estrenos como El canto del ruiseñor, Amor sublime o La liberación de Barcelona. Gracias al tesón de Sanvicente y su interés por complacer al público, decidió la apertura de una nueva taquilla para el Teatro Principal. Situada en la Plaza Mariano Belliure –lugar donde anteriormente había ocupado el restaurante “Las cuatro estaciones”– más parecía “la taquilla de un banco que de una sala de espectáculos” (Heraldo de Zamora, 13 de febrero de 1939, p. 2). Contaba con magníficos escaparates para exponer la publicidad de los espectáculos. Paralelamente Sanvicente –como gran emprendedor– se apropiaría de los derechos de distribución de los films de la productora Imperial Films en los que abarcaba la zona sur de España, Marruecos y Canarias452. Los últimos días de la Guerra Civil, coincidieron con los de la Semana Santa de 1939. Es de sobra conocido lo que significa esta semana para Zamora, gracias al gran fervor que manifiestan sus gentes desde tiempo inmemorial. Lo cierto es que los coliseos no ofrecerían representaciones teatrales ni proyecciones cinematográficas hasta el Sábado Santo cambiando las sesiones a las cinco, siete y diez y media a precios de una peseta en butaca de patio. De esta etapa también se pueden destacar las proyecciones de los noticiarios documentales producidos por el Departamento Nacional de Cinematografía y en los que se recogían noticias nacionales e internacionales. Dependiente de la Dirección General de Propaganda del Ministerio del Interior, este Departamento estaba dirigido por Manuel Augusto García Viñolas y Antonio de Obregón. En su punto cuatro confería al Estado la exclusiva de la producción de noticiarios y 452  Heraldo de Zamora, 3 de marzo de 1939, p. 2. 308 documentales políticos y de propaganda. (Fernández Cuenca, 1972, p. 238). También se proyectaría La liberación de Madrid, “el mejor y más completo reportaje de la gran Victoria de nuestro glorioso Caudillo”453 y en el que se contaron por llenas la sesiones del día de su exhibición. Podemos reputarla de lo mejor y más completo que hemos visto relacionado con los asuntos de la guerra que acaba de terminar. Tiene momentos interesantísimos pues tras presentarnos algunas vistas de Madrid, no el Madrid de los chisperos, de San Antonio de Florida, clásico y castizo, aun cuando la proyección vaya musicada con las notas de «La Verbena», sino el Madrid de hace poco, con su flamante Gran Vía, su lujo, su fausto y su clamoreo que nos llevó a la hecatombe horrible que ha asolado España. (Heraldo de Zamora, 25 de abril de 1939, p. 2). El 4 de junio de 1939 con motivo de las fiestas de las Organizaciones Juveniles –Cadetes, Flechas y Pelayos– se incluyeron como fin de acto, unas proyecciones en el Nuevo Teatro. Estas eran filmaciones de exhibiciones hípicas de la Caballería mora de la escolta de Franco, así como diferentes noticiarios en los que aparecieron el Caudillo y Queipo de Llano454. Hiciéronse (sic.) durante la guerra 19 números, además de cuatro ediciones especiales (…). Los once primeros fueron procesados y sonorizados totalmente en laboratorios de Berlín; del 12 al 16, ambos inclusive, lo fueron en Barcelona; los tres últimos, en Madrid. (Fernández Cuenca, 1972, p. 240). Se tiene constancia del estreno en Zamora de la mayor parte de estos documentales entre los que destacan: Hazaña del «Vulcano», Operaciones en Cataluña bajo la dirección del Caudillo, El Generalísimo en Galicia, así como los reportajes de Zamora: Romance Sanabrés y Fiesta de Navidad en Carbajales, estos últimos actualmente desaparecidos. Paralelamente a los últimos días de la guerra, se estrenaría El gran desfile de la Victoria en Madrid y en la se pondría en evidencia el cambio de ideología del Heraldo de Zamora, presagiando lo que, tres años más tarde le sucedería455. El medio de comunicación, calificaría 453  Heraldo de Zamora, 24 de abril de 1939, p. 3. 454  Heraldo de Zamora, 5-VI-1939, p.2 y El Correo de Zamora, 6-VI-1939, p.4. 455  El medio tuvo que echar el cierre forzoso debido al régimen, ya que este no permitía el sustento de dos medios de comunicación. 309 a través de sus páginas como nueva esperanza en las nuevas producciones cinematográficas españolas y que nada tenía que envidiar a las películas estrenadas hasta ahora en Zamora456. Queda constatado que la presencia de Franco en la pantalla arrancó grandes ovaciones en el interior del coliseo. A partir de ese momento, fueron numerosos los films documentales que se proyectaron en ambos coliseos como Por la Patria, Llegada de la Patria, La Ciudad Universitaria, La batalla del Ebro o La gran concentración de la Sección Femenina en Medina del Campo. Debido a la cercanía con la villa castellana, este último film ocupó gran parte de las crónicas en el Heraldo, definiéndolo como una cinta que hacía sentir los “latidos de la Patria que están expresados en esa pléyade de jóvenes españolas de todas las regiones que allí fueron a rendir homenaje al Caudillo y a nuestro ejército glorioso” (Heraldo de Zamora, 18 de agosto de 1939, p. 2). El caso concreto de la sección Femenina durante la Guerra Civil sería descrito por Gil Cascón & Gómez García (2014, p. 161) en su estudio: En estas narraciones era muy importante recoger las expresiones de estas mujeres, quienes solían estar contentas o emocionadas, casi siempre sonrientes y manteniendo una actitud correcta y discreta. Por ello, los encuadres utilizados son cortos y cercanos y nos remiten a una realidad más próxima y privada. Éstos generan una cierta relación de intimidad con el público, quien particulariza a estas mujeres separándolas de la masa. No puede negarse el hecho de que el público zamorano estaba asistiendo a documentales pre NO-DO que, unidos a grandes reestrenos como Tarzán de los monos, Los últimos días de Pompeya o La tela de la araña, conformarían los primeros careteles de cine en Zamora una vez concluía la contienda. Los precios de las entradas dependieron –en mayor medida– del tipo de cinta proyectada y de la casa distribuidora. A pesar de ello, las entradas alcanzarían la peseta para reestrenos, mientras que para los estrenos, la entrada se encarecería, llegando a costar las 2,10 pesetas. En torno a septiembre, se inauguró la nueva temporada cinematográfica a precios similares que la anterior y con estrenos como El gran Ziegfeld (The Great Ziegfeld, Robert Z. Leonard, 456  Heraldo de Zamora, 8 de julio de 1939, p. 2. 310 1936) o El Rey de los empresarios (The Great Ziegfeld, Robert Z. Leonard, 1936), producción de la Metro con William Powell y Mirna Loy y con “más de 59 girls seleccionadas entre las mujeres más bellas de América” (Heraldo de Zamora, 15 de septiembre de 1939, p. 3). Gracias al fin de la contienda y a que Zamora fue simaptizante –desde el primer momento– del bando nacional, las grandes producciones americanas comenzaron a exhibirse muy pronto en la ciudad. Fue el caso de films como La quimera de Hollywood (Music from Madame, John G. Blystone, 1937), Una noche en la ópera (One Night at the Opera, Sam Wood & Edmund Goulding, 1935), Furia (Fury, Fritz Lang, 1936), La fuga de Tarzán (Tarzan Escapes, Richard Thorpe & John Farrow, 1936) o Margarita Gautier457 (George Cukor, 1936) “éxito del año en las pantallas de todo el mundo” (Heraldo de Zamora, 22 de noviembre de 1939, p. 3), llegándose a cobrar la entrada cinco veces más en Madrid y Barcelona: “Margarita Gautier” ha llenado el Nuevo (Teatro) unos cuantos días. ¿Habrá alguien que se haya quedado sin admirar esta auténtica joya cinematográfica? No es de suponer. Sobre todo teniendo en cuenta que el público de Zamora es –sin género de duda- el que ha disfrutado del precio más bajo cobrado –según nuestras noticias- en toda España. (Heraldo de Zamora, 27 de noviembre de 1939, p. 2). Fue el comienzo de una época de bonanza para el gran empresario Sanvicente, gracias a la importación de películas extranjeras –sobre todo americanas– con la nueva forma de doblaje y la nueva producción cinematográfica nacional. 4.3. La renovación de Los Luises Tras el análisis de los dos teatros de la ciudad, se pretende dar a conocer la actividad de otra sala de espectáculos que –aunque no enteramente comercial– sí que competiría directamente con la empresa Sanvicente los fines de semana. El Círculo de Los Luises comenzaría a tener presencia en la vida social de la ciudad, hasta tal punto que dejaría su semilla en las generaciones de zamoranos que pasaron por su cine. Queda constatado que esta sala, ofrecía sesiones cinematográficas a través del lema “Juventud y sana alegría… Comunión y cine moral” (Heraldo de Zamora, 27 de septiembre 457  Conocida también como La dama de las camelias. 311 de 1935, p. 1). En 1933 se reformaría el salón dotándolo de más amplitud. Aunque pasaría por dificultades para su apertura, por carecer de licencia para ofrecer sesiones de cine. El Gobierno Civil demoró su permiso y algunos medios de comunicación, denunciaron el tema458. De hecho, una de las sesiones de cine tuvo que suspenderse por no haber llegado el permiso correspondiente, lo que obligaría a los organizadores a ofrecer una velada teatral. Seguimos sin conocer a quién obedece la causa de no autorizar la celebración de sesiones de cine en este salón y como es asunto éste que se presta a los más variados comentarios, a fin de evitarlos, trasmitimos en nombre de los numerosos asociados del Centro, el ruego de que activen las gestiones, los que en sus manos tienen la autorización del espectáculo. (Ideal Agrario: Diario de Información, 13 de febrero de 1933, p. 4). Así en septiembre de 1935, se estrenaría el film Gólgota459 (Golgotha. Julien Duvivier, 1935), con un nuevo proyector sonoro marca Klang-Film460: “El Salón de los Luises, no tiene que envidiar nada al teatro más coquetón y ofrece además la garantía de que todas las películas que se proyectan son de absoluta moralidad” (El Correo de Zamora, 24 de septiembre de 1935, p. 4). El primer pase se celebró el 21 de septiembre en dos sesiones de cinco y siete de la tarde. La primera estaba destinada a todo el público sin limitación de edad, donde “hasta las mamás con sus hijos de pecho pueden ir”, con tal de que se colocaran cerca de la puerta de entrada. Por el contrario, la asistencia a la segunda sesión estaba reservada a los mayores de catorce años, aunque los niños mayores de diez podrían acudir a ella, siempre y cuando estos fueran acompañados de sus padres461. Debido a su novedad, el público quedaría maravillado por la perfecta sincronización entre sonido e imagen. Los Luises Zamoranos (…) han logrado ver realizadas sus esperanzas: teniendo todo en su Centro; no mendigar fuera ni siquiera la satisfacción de escuchar un buen cine parlante –¿El mejor de Zamora?-. No quieren pasar por jactanciosos; pero esperan 458  Ideal Agrario: Diario de Información, 6 de febrero de 1933, p.4 y 11 de febrero de 1933, p. 4. 459  Aunque en El Correo y Heraldo de Zamora se referirán a ella como Cristus, lo cierto es que el film estrenado era una reposición de la casa distribuidora Films Piñot que, en época de Cuaresma, ofrecía nuevamente a sus exhibidores, películas religiosas como Christus (Giulio Antamoro, 1916). 460  Heraldo de Zamora, 19 de septiembre de 1935, p. 2 y 20 de septiembre de 1935, p. 2. 461  Heraldo de Zamora, 21 de septiembre de 1935, p. 1. 312 tranquilos el fallo del público que en definitiva es el único juez. (Heraldo de Zamora, 27 de septiembre de 1935, p. 1). Algunos espectadores se emocionaron tanto que no dejaron disfrutar al resto por culpa de sus silbidos y palmoteos. Días más tarde, Los Luises emitieron un comunicado en El Correo donde se invitaba a los socios a “conseguir que el cine sonoro no llevara más comentario que la misma ejecución sonora”462. También en el Heraldo, se publicó un aviso donde se advertía al público a no caer en “manifestaciones ruidosas (…) de un primitivismo desconcertante” (Heraldo de Zamora, 11 de octubre de 1935, p. 2). Tras el gran éxito de las sesiones, la organización se vería obligada a crear una tercera sesión más a las tres y media de la tarde para todo el público de Zamora, lo que provocaría el atraso de las siguientes sesiones destinadas: cinco y media; y siete y media. A finales de año, el Heraldo se haría eco de las grandes afluencias con las que contaba la sala, recomendando a la directiva de Los Luises, la búsqueda de un local con más aforo463. Esta gran afluencia de público hizo reaccionar a los dirigentes de la asociación por lo que se vieron obligados a informar de las normas que debía acatar todo el público interesado en acudir a las proyecciones. Primeramente, ninguna persona podía asistir sin su recibo correspondiente –ya que la picaresca hacía que los socios entraran como tal, prestando su recibo a un amigo o familiar con lo que entraban dos personas por el precio de una–. Este hecho provocó que la congregación solicitara como obligatorio el uso de una insignia junto al recibo correspondiente. También la entrada al recinto se haría por la puerta del antiguo salón de cine, es decir, al final de la calle del Santo. Por último, se invitaba a los socios a que acudieran a la sesión de las tres y media –ya que así, habría posibilidad de que entrase más gente a las sesiones más solicitadas–464. En 1936 la masiva afluencia de públicoprovocó que la Congregación creciera en número de afiliados, llegando a 326 Luises y a un millar de protectores. De día en día, es cada vez más numerosa la concurrencia que acude los domingos al 462  El Correo de Zamora, 12 de octubre de 1935, p. 6. 463  Heraldo de Zamora, 7 de noviembre de 1935, p. 2. 464  Heraldo de Zamora, 8 de noviembre de 1935, p. 2. 313 espacioso salón de los Luises, para recrearse con sus divertidas y variadas sesiones de cine sonoro. Desde que se hizo esta instalación (…) ha sido tan extraordinario el número de altas que se va hacer preciso ir pensando en la ampliación del local, pues a pesar de las tres secciones dominicales el que hoy poseen va resultando insuficiente. (El Correo de Zamora, 4 de enero de 1936, p. 2). Figura 58. Salón de cine de Los Luises. Fuente: Archivo Padres Claretianos de Zamora. Ese mismo año, se celebrarían las fiestas religiosas culturales organizadas por la Confederación de Estudiantes Católicos contando con veladas de cine –el estreno del film El alma de Bandoneón (Mario Soffici, 1935)–465 en la que los socios, tal y como reflejaba El Correo podrían asistir siempre y cuando cumplieran “con la obligación de oír misa” (El Correo de Zamora, 18 de marzo de 1936, p. 6). Según las memorias de los Claretianos, las Jornadas Culturales fueron impresionantes, con gran éxito de público lo que obligaría a la organización a su traslado al Teatro Principal. Además, el cartel de los conferenciantes fue excelso, visitando Zamora reconocidos profesionales de la educación de todo el país. 465  Heraldo de Zamora, 6 de marzo de 1936, p. 2. 314 Debido al apoyo de la Iglesia al Alzamiento Militar, Los Luises siguieron su actividad con total normalidad. Un dato muy relevante es que durante esos años de la Guerra Civil, El Correo de Zamora seguiría informando de las actividades que se realizaban en el Salón- Teatro, aunque –como ya se ha comprobado en el apartado dedicado a los coliseos– algunos días, se suspenderían las proyecciones por falta de films. La Iglesia zamorana apostaría desde el primer momento por el bando sublevado, participando, sin complejos, en la labor de propaganda y legitimación de la sublevación. Los templos de la ciudad y provincia fueron el escenario cotidiano de los actos patrióticos. (Casquero, 2006, p. 14). De hecho la Iglesia y la propia Congregación se convertirían en arma de lucha contra el bando republicano. Por un lado, el obispo de la Diócesis actuaría pasivamente ante las duras represiones y por otro, el clero adoctrinando a jóvenes a través de los medios de comunicación con los llamados “ejercicios espirituales”: Jóvenes de ambos sexos (…) acudid a ellos; todos por españoles y católicos debéis ir a formaros en las grandes verdades, en los purísimos ideales católicos, fuente de verdaderos caracteres, de los grandes hombres que ahora han de regir a los destinos de la Patria. Por españoles debéis hacer ejercicios pero más aún por católicos; jóvenes, a ejercicios; a no perder de vista el gran negocio, el único que merezca la pena de estudiarse hasta sus fundamentos más hondos, es el negocio de la salvación de vuestra alma, es el asunto mil veces formidable de la eternidad. (Heraldo de Zamora, 30 de marzo de 1938, p. 2). Fue entonces cuando en los Padres Claretianos afloraría la necesidad de formar a las nuevas generaciones de jóvenes, materializándose a través de una propuesta por parte de algunos de sus miembros al Obispo de Zamora. El prelado vería con buenos ojos la idea e invitó a la organización a que se hicieran cargo de una pequeña academia, sita en la plaza de San Ildefonso. El local acababa de echar el cierre por el fallecimiento de sus propietarios. Y así fue como durante el curso 1938-1939, el Colegio de San Lucas, futuro Corazón de María, comenzaría su andadura con más de noventa alumnos. Como se ha señalado con anterioridad, el salón de Los Luises competía directamente los fines de semana con los dos teatros que también ofrecían sesiones de cine, el Principal y el 315 Nuevo, regentados en esos años por la misma persona. Alejandro Sanvicente era por aquella época, delegado en la provincia de la Sociedad General de Empresarios de Espectáculos y llevaba unos cuantos años ofreciendo sesiones de cine y varietés en ambos coliseos. Veía trato de favor al Círculo de Los Luises y competencia desleal. Por ello, denunció a través de la prensa las irregularidades en las que se encontraba el Salón de Recreo de Los Luises. Por un lado, exigía a la Junta Provincial de Espectáculos una inspección de todos los locales de la capital donde se celebraran representaciones, porque según el empresario, “frecuentemente se aglomeraba mucho público” (Heraldo de Zamora, 19 de noviembre de 1931, p.5) y podían ocurrir “consecuencias necesariamente trágicas”. Al parecer, el salón de Los Luises no reunía las condiciones que exigía el Reglamento de Espectáculos466, de construcción, reforma y condiciones de los locales destinados a los mismos. Sanvicente argumentaba también que estos hechos fueron informados unos meses antes al Presidente del Gobierno de la República y a los Ministros de Gobernación y de Hacienda. También en esa carta al Heraldo, Sanvicente replicaba a los periódicos El Correo de Zamora y el Ideal Agrario por, según él, criticar el día anterior en sus páginas, los altos precios de las entradas a los espectáculos celebrados en los dos coliseos capitalinos. Por otro lado, Sanvicente denunciaba que las acciones de crítica de los medios El Correo e Ideal Agrario hacia su persona, tenían la justificación de no haber contratado publicidad en las páginas de sus diarios. La Junta Provincial de Espectáculos, tras examinar el Salón de Los Luises, decidió su clausura temporal después de verificar los daños sufridos en el mismo. No obstante, se le concedería a sus gerentes, un tiempo de demora hasta que el local cumpliese con las normas mínimas que recogía el Reglamento de Espectáculos: mejora de aseos, creación de una entrada y una salida de emergencia, así como varias obras en el interior del local. 466  Real Orden de 19 de octubre de 1913, del Ministerio de la Gobernación. 316 4.4. Prensa y cine Al igual que ocurriría en el apartado 3.6. de la presente investigación, sobre los asuntos relacionados entre el cine y la prensa en Zamora durante 1916 a 1930; en este también se abordará esa relación entre ambos medios, pero en la etapa de la Segunda República y Guerra Civil. Siguiendo la tónica del apartado anteriormente mencionado, la mayoría de las informaciones han sido recabadas a través del diario de la tarde, Heraldo de Zamora. Desde su nacimiento, este diario estaría más implicado en los acontecimientos artísticos de la ciudad y provincia, ofreciendo sueltos e informaciones desde la llegada del cinematógrafo. Durante la década de los convulsos años treinta, el diario de la tarde seguiría la misma costumbre, ofreciendo informaciones sobre el séptimo arte. Se tiene constancia de que a principios de 1931, se publicaban columnas y sueltos sobre el séptimo arte. Es el caso de “Cosas del cine. Hollywood se moviliza”, donde se presentaba a los estudios de Hollywood como los más espectaculares del mundo, gracias a sus grandes infraestructuras. En ellos se realizaban grandes ciudades dentro de los platós para ahorrar costes y poder filmar en sus propios estudios. Tanto sería que “la Metro-Goldwyn-Mayer había construido dentro del recinto de los estudios, un trozo de vía férrea que le iba a permitir a los carros del ferrocarril llegar a la puerta misma de los almacenes” (Heraldo de Zamora, 17 de enero de 1931, p. 2). En los años 30 existían siete estudios importantes, conocidos como los «grandes». Había tres gigantes: Metro-Goldwyn-Mayer, Paramount y Warner Brothers, a los que en 1935 se sumó un cuarto, cuando la Twentieth Century –empresa con dos años de antigüedad– se fusionó con la compañía Fox –creada veinte años atrás– para formar la Twentieth Century-Fox. Un escalón por debajo de los gigantes en prestigio y encanto, aunque a menudo compitiendo y de vez en cuando superándolos en calidad, se encontraban Universal, RKO Radio y Columbia. Hasta cierto punto, existía un octavo grande –United Artists–, aunque esta empresa era principalmente distribuidora y sus cintas más importantes se rodaban en el estudio independiente de Samuel Goldwyn. (Lodge, 1988, p.6). Siguiendo este modelo, colaboradores del medio se atrevían a establecer juicios de valor sobre el espectáculo audiovisual. Es el caso de Miguel Ancil Galarza y su columna del 317 Heraldo que llevaba por título: “El Cine”. En ella destacaría la importancia del séptimo arte y su gran valoración entre el público en detrimento del teatro. Con la llegada del cine sonoro, las figuras que recitaban y las orquestas habían quedado relegadas a la sincronía de sonido e imágenes. “Un sincronismo meticuloso entre los movimientos de los personajes que se ven en la pantalla y el ritmo de los habladores”. El cinematógrafo contaba también con un gran aliado, el precio por función, desbancando al teatro y otras representaciones. “Ambos espectáculos siguen una ley inversa, pues en tanto que cada vez es más costosa la representación de obras teatrales (…), el precio de las películas decrece” (Heraldo de Zamora, 26 de enero de 1931, p. 1). Poco después, en febrero de ese año, se publicarían –a página completa– diferentes sueltos sobre el séptimo arte firmados por Baltasar Fernández Cue. La mancheta informaba sobre la vida del director y actor, Antonio Moreno y su nueva vida en Hollywood. El diario también recoge datos sobre el primer niño prodigio del cine español, Alfredo Hurtado, alias Pitusín, que por aquella época había firmado un contrato con la Paramount. Por último, se hablaba del genio Chaplin y sus Luces de la ciudad (City Lights, 1931), película muda pero con sincronización de efectos sonoros y música orquestada por el propio autor467. En ese mismo mes, el Heraldo468 dedicaría una nueva página al séptimo arte firmada por Eduard Guattsel y titulada “Informaciones Cinematográficas”. En ella se incluían noticias sobre Nancy Carrol, la importancia de los filmes nacionales como Pepe-Hillo (José Buchs, 1928) y un suelto llamado “Ecos”, en el que se expresaban las novedades del séptimo arte. Al igual que en la pasada década, la página era publicada los sábados e iba acompañada de una imagen fotográfica de una película próxima a estrenarse o de gran expectación por el mundo de Hollywood. Una de las noticias que se repetirán es la cada vez más finura en las películas de colores, destacando esta la mayoría de ellos, excepto el ocre. Este matiz provocaría verdaderos quebraderos de cabeza a los responsables del vestuario de las producciones cinematográficas. No hay que olvidar que el proceso del Technicolor estaba cada vez más afinado469. El paso del tiempo, haría que “Informaciones Cinematográficas”, se convertiera en 467  Heraldo de Zamora, 10 de febrero de 1931, p. 3. 468  Heraldo de Zamora, 21 de febrero de 1931, p. 3. 469  Para más información sobre este sistema de color, véase: Stull, W. (1935). Explanation of the Trichrome 318 un pequeño espacio dentro de una página con el título de “Galería cinematográfica”, donde se incluirían fotografías de los films que se iban a proyectar en el Teatro Principal, por lo que se supone que el espacio era financiado –de alguna manera– por Sanvicente. Cabe mencionar que en junio de 1931, Manuel Pastor reflexionó sobre la escasa industria cinematográfica nacional, haciendo un llamamiento para mostrarla en las escuelas como medio de transmisión de conocimientos y casos prácticos. “Es necesario que el Estado ponga atención a la industria cinematográfica y en particular que preste sumo interés en que se editen películas culturales (…) desde el orden de las Ciencias Naturales hasta el orden social de la Humanidad” (Heraldo de Zamora, 2 de junio de 1931, p. 3). El principal problema del país, era la falta de inversión de productores privados. La transición del cine mudo al sonoro y la situación política en esos momentos generarían un parón –no solo en la divulgación de conocimientos a través del cinematógrafo– sino en las productoras españolas. Resulta evidente pensar que al adquirir Sanvicente la gestión del Nuevo Teatro y contratando este la publicidad de las representaciones de sus dos coliseos, el Heraldo comenzaría a dedicar un suelto con el título de “espectáculos” y donde se hará mención a los estrenos de los teatros. Por otra parte, el periodista Manuel Pastor Hernández denunciará –a través de las páginas del Heraldo– el afán con que lo realizadores hollywoodienses retrataban a la sociedad española a través de las producciones cinematográficas. Estas extraían lo más sucio de nuestras costumbres y leyendas hispanas solo por el impulso de recaudar dinero plasmando así la “España de pandereta” (Heraldo de Zamora, 17 de agosto de 1931, p. 2). El autor concluiría su disertación, mencionando que España no eran solo bandidos y toreros. Pastor será una figura clave para la opinión pública zamorana, gracias a sus textos sobre el cine sonoro y hablado. De hecho, en otro escrito titulado “La literatura en el cine sonoro y hablado” haría referencia a la cada vez más incipiente moda de realizar producciones cinematográficas nacionales basándose en obras adaptadas de la literatura universal, similar a lo que ocurrió con la protoindustria del cine silente español en los años diez. En el cine sonoro, la palabra y el sonido adquieren una vitalidad insospechada dando una perfecta realidad a las escenas; valorando muchísimas situaciones con un grado Technicolor. En American Cinematographer. Vol. 16. Núm. 1. Enero. (pp. 8-9). Hollywood, California, Estados Unidos. Recuperado de: https://archive.org/stream/americancinemato16amer?ui=embed#page/n7/mode/2up 319 superlativo de expresividad y realidad a que no llegó nunca el cinema mudo. Las casas productoras de películas, desarrollan toda su actividad en la realización de cintas sonoras con aditamentos diálogos o cantados, películas que reciben el nombre de “talkies”, las cuales son acogidas gratamente por el público ya que –dadas las condiciones embrionarias del cinematógrafo sonoro- las películas totalmente habladas no dan el resultado apetecido. (…) el cine mudo poseía deficiencias de realidad y vitalidad espectacular que dificultaban el trasladar al celuloide algunas obras clásicas. Estas deficiencias o dificultades del cinema mudo serán resueltas y allanadas por el cine sonoro y hablado que sin predicciones exageradas será el espectáculo del porvenir. (Heraldo de Zamora, 30 de noviembre de 1931, p. 2). También es justo señalar, el suelto aparecido en septiembre estableciendo la diferencia entre los públicos del cine y los del teatro. El público del cine era más heterogéneo interviniendo en él a través de aplausos, protestas y silbidos, mientras que los asistentes al arte de Talía solían estar más compenetrados con las realidades que se muestran. “El cinema cada día tiene más público porque es la película de la vida en el momento mismo de su realización” (Heraldo de Zamora, 1 de septiembre de 1931, p. 1). Durante el verano de 1933, el Heraldo seguiría informando sobre la cada vez decadencia del teatro, debido al afianzamientos de los medios de comunicación más modernos: el cine y la radio. Aún así, el diario rompería una lanza a favor del teatro por no ser este tan “sintético y fragmentario” como lo era el cine470. No puede negarse el hecho de que el cinematógrafo era un recurso utilizado fuera de la industria de películas. Ejemplo de ello, fueron las actividades que realizaba el Servicio Agronómico de la Mancomunidad Hidrográfica del Duero ofreciendo cursillos prácticos para el manejo de maquinaria por parte de los agricultores, completándose estos con proyecciones cinematográficas en las que se destacaban títulos como Maquinaria adecuada al regadío, Nivelación o Campos de demostración, así como otros referentes a plagas del campo y monografías471. Sería el germen para la creación de un catálogo de películas pertenecientes 470  Heraldo de Zamora, 12 de agosto de 1933, p. 3. 471  Heraldo de Zamora, 1 de febrero de 1932, p. 2. 320 al Servicio Central de Cinematografía Agrícola publicada mediante Orden de 30 de junio de 1933472. Cabe mencionar también que en octubre el Heraldo –junto a medios de comunicación nacionales–, estuvo presente en la presentación oficial del material de la distribuidora Filmófono que se estrenaría en España durante esa misma temporada 1932-1933. Entre las películas que figuraban en el catálogo se encontraban Hampa (Berlin-Alexanderplatz. Phil Jutzi, 1931) o Karamasoff el asesino (Der Mörder Dimitri Karamasoff. Erich Engels & Fyodor Otsep, 1931). El lugar de la première fue el cine de la Ópera de Madrid, presentando las cintas Ricardo María de Urgoiti, distribuidor de la casa para España473. El cine estaba cada vez más presente en la sociedad zamorana de la época, no solo por las buenas sesiones de cintas en ambos teatros, sino por cómo se trataba en la prensa al séptimo arte. Claro ejemplo de ello son las imágenes que cada cierto tiempo se incluían en las páginas del Heraldo referentes a interpretes de la cinematografía internacional o nacional como Joan Crawford o Conchita Montenegro respectivamente. Las distribuidoras adquirían los productos en exclusiva de alguna firma extranjera, realizaban pases de prueba para su visionado y negociaban con los exhibidores el precio de alquiler de los films. Era bastante frecuente la colaboración comercial entre un alquilador y una determinada sala de exhibición. (Montes, 2016, p. 39). Resulta evidente la buena relación que había entre el cine y la prensa en esos años. Fiel reflejo de ello, fue la asistencia –durante 1934– a la prueba privada de la cinta que se había filmado, meses atrás, en el embalse del Esla en el poblado de Muelas del Pan, gracias a la producción de la Sociedad Saltos del Duero con la colaboración de Fernando López Heptener. La cámara tomavistas ha captado bellísimos efectos panorámicos y preciosos contraluces, ofreciéndonos motivos cinematográficos (…). Por otro lado, la película proyectada ha recogido con acierto algunas vistas de las obras de Saltos del Esla, nuevo puente de Manzanal (…) iglesia de San Pedro de la Nave, ruinas del monasterio de Moreruela, pueblos inundados por el embalse y algunas costumbres típicas de los 472  Gaceta de Madrid, 15 de marzo de 1933. 473  Heraldo de Zamora, 29 de octubre de 1932, p.2. 321 mismos. (Heraldo de Zamora, 14 de marzo de 1934, p. 3). Queda constatado que durante 1935, Sanvicente daría a conocer a través de la publicación de fotografías en el Heraldo los filmes más esperados por el público como La mujer de mi marido (Sisters Under the Skin, David Burton, 1934), La comedia de la vida (Twentieth Century, Howard Hawks, 1934) o La hermana San Sulpicio (Florián Rey, 1934)474, esta última producción española con Imperio Argentina y Miguel Ligero, se proyectaría en los dos teatros. Figura 59. Publicidad en la prensa de La mujer de mi marido. Fuente: Heraldo de Zamora, 22 de mayo de 1935. El mismo medio haría un repaso por la temporada cinematográfica a finales del mes de junio, haciendo referencia a las grandes producciones de Fox, Filmófono, Paramount, Warner 474  “El éxito de la película fue extraordinario en España, e incluso en varias repúblicas latinoamericanas, permitiendo con ello a Cifesa abrir una filial en Buenos Aires”. (Gubern, 1977, p. 78). 322 Bros, Universal, Cinaes, Huet, Cine Educativo, Síce, United Artists, Ufa, Riesco Film, Ernesto González, Ufilms, Exclusivas Stella, Castilla Film, Cifesa. Sanvicente presumiría de haber estrenado en Zamora antes que cualquier otro sitio en España más de sesenta títulos durante la temporada475. La publicidad de la empresa cambiaría de páginas, trasladándose a la cuarta –generalmente la contraportada–. A finales del mes de octubre, visitó la ciudad Niceto Alcalá Zamora, a la sazón presidente de la Segunda República Española. Al acto llegaría una cameraman de la Fox Movietone, que inmortalizaría la visita para sus producciones documentales476. El más antiguo de los noticieros semanales que se hacían en España, el Fox Movietone, que tenía su sede en Madrid (…). La sólida experiencia de sus técnicos, operadores y montadores, infundió a este exponente de la actualidad viva y palpitante una calidad indudable, refrendada por el positivo éxito. (Fernández Cuenca, 1977, p. 101). De esta etapa también se puede destacar el peligro que podía causar el llamado cine inmoral a los jóvenes y la sociedad en general. De ahí que el Heraldo de Zamora hiciera un llamamiento –en noviembre de 1935– comparando el consumo de imágenes a drogas como el alcohol o la morfina: Hoy la juventud se sume en este nirvana de imágenes, teniendo la imaginación suelta frente a todos los estímulos de frivolidad, de la moda, del lujo, del amor fácil, del delito de buen tono… Pasión y resentimientos se dan en esquemas, casi sin palabras, y el moralista apenas tiene nada que hacer en la pantalla, porque no le deja tiempo a hablar. (Heraldo de Zamora, 4 de noviembre de 1935, p. 1). Durante la Guerra Civil, la prensa no prestó interés por el séptimo arte en sus informaciones. Se ha señalado que –durante la contienda– fue poco el surtido de cintas que recalaban en la ciudad, por lo que no sería hasta octubre de 1938 cuando el Heraldo de Zamora dedicara una columna con el título “El cine mudo como arte”. Desde las páginas del Heraldo, se rompía una lanza a favor del cine silente y su influencia en el espectador conseguida por su rica fuerza mímica, plasmando a través de la gran obra de Murnau, Amanecer: 475  Heraldo de Zamora, 25 de junio de 1935, p. 1. 476  Heraldo de Zamora, 21 de octubre de 1935, p. 2 y El Correo de Zamora, 21 de octubre de 1935, pp. 3 y 10. 323 El cine mudo era un arte auténtico y selecto, con posibilidad y recursos, propios demostrado en numerosas producciones que dejaron en el buen aficionado imborrable recuerdo que (…) no dejará ninguna de las películas modernas de la modalidad sonora. (…) El cinema silente disponía también de recursos suficientes para llegar a una plenitud artística innegable, incluso sin prodigar los rótulos como demostración de que el Cinematógrafo es sobre todo, un arte de Psicología en el que el gesto tiene más valor que la palabra. (Heraldo de Zamora, 29 de octubre de 1938, p. 8) Si hay algo que puede ofrecer una visión más o menos realista de la situación social durante los primeros meses de 1939, es el tratamiento por parte de la prensa con motivo de la inauguración del Tercer Consejo Nacional de Sección Femenina de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Los medios de comunicación se harían eco de la filmación de una película documental sobre la Sección477. A la grabación, acudiría Pilar Primo de Rivera –a la sazón Delegada Nacional de la Sección Femenina– presenciando in situ un baile local interpretado por parejas zamoranas ataviadas con los trajes regionales. El lugar elegido por el Ministerio de la Gobernación, fue el parque del Castillo donde también se filmarían planos de la Catedral y lugares emblemáticos de la capital478. Sería en el interior del Castillo de la ciudad, donde tendría cabida el llamado Museo del Traje Regional. En él, se recogieron distintos aspectos pictóricos, arqueológicos y de costumbres, entre los que llamaría poderosamente la atención una cocina de labrador rico y una bodega fermosellana479. Sobre las relaciones entre el cine y la prensa, el cronista Fernando de Igoa, hacía hincapié – desde las páginas del Heraldo– sobre el renacimiento de la cinematografía europea –alemana e italiana principalmente– en detrimento de la americana. Esta última era artísticamente inferior, aun contando con más medios y técnica480. Lo que está claro, es que el escrito de Igoa no deja de ser una declaración de intenciones a favor del bando nacional y su nueva producción cinematográfica. Tal y como señala Gubern (1981, p. 62), la producción cinematográfica 477  El Correo de Zamora, 5 de enero de 1939, pp. 3-8. 478  Heraldo de Zamora, 10 de enero de 1939, p. 4. 479  El Correo de Zamora, 10 de enero de 1939, p. 4. 480  Heraldo de Zamora, 8 de marzo de 1939, p. 1. 324 española era prácticamente inexistente debido al desmantelamiento de la industria producida por la guerra, pese a las coproducciones que empezaban a rodarse en estudios alemanes e italianos. El cine norteamericano aparecería como hegemónico en la programación y era el que gozaba de mayor favor comercial por parte del público. Esta preferencia disgustaba a la crítica de cine falangista, cuyo portavoz era la revista Primer Plano, que veía en el cine de Hollywood una muestra abyecta de decadentismo liberal. En 1939, el tratamiento de la información cinematográfica en la prensa zamorana se haría a través de pequeños espacios en los que constaba un llamativo título. Así el Heraldo publicaría “Lo que vimos ayer”, una pequeña crónica a modo de suelto, que informaría de las cintas proyectadas en ambos coliseos. Generalmente iba incluida en las páginas interiores –números dos o tres–. Mientras, El Correo trataría la información del cinema con una columna llamada “Teatrales”, donde tenían cabida todo tipo de representaciones. Figura 60. Columna informativa de cine. Fuente: Heraldo de Zamora, 9 de septiembre de 1939. 325 Como se verá en el próximo apartado, la información del mundo del espectáculo, iba a tener poca cabida en los medios impresos de la capital. Por un lado, el régimen clausurará el Heraldo de Zamora en 1942, y por otro, las noticias cinematográficas deberán pasar por los filtros censores de las autoridades y del propio El Correo de Zamora, afín al nuevo gobierno. 4.5. Legislación y censura El 18 de junio de 1931, se emitía un Orden481 que venía a sustituir a la que un año antes –Real Orden de 12 de abril– centralizaba la censura de películas cinematográficas en Madrid. Con este nuevo texto oficial, se pretendía –por un lado– que la Dirección General de Seguridad ejerciera dicha censura en Madrid y –por otro– que los Gobiernos Civiles lo hicieran en las diferentes provincias españolas, con mención expresa a Barcelona. Los gobernadores civiles tenían la potestad de suspender proyecciones, aun cuando estas, hubieran sido anteriormente autorizadas. Con el cine parlante, las normas de censura se endurecerían y por ende la situación se complicaría. Esta nueva forma censora sería similar a la que ocurrió por la misma época en Estados Unidos y que plasma acertadamente Gregory D. Black en su estudio: La llegada del cine sonoro (…) no hizo sino complicar la situación. En lugar de una pantomima exagerada, los actores utilizaban ahora el diálogo. Hombres y mujeres discutían abiertamente sus aventuras amorosas en la pantalla, los delincuentes alardeaban de sus crímenes, y los políticos hablaban con cinismo de las importantes cuestiones a las que se enfrentaba el Gobierno. Esta nueva franqueza entusiasmó a los cinéfilos y enfureció a los guardianes de la moral, quienes intensificaron sus exigencias de que el Gobierno reglamentara este poderoso medio de comunicación. (Black, 1999, p. 25). En marzo de 1933, se creará el Consejo de Cinematografía482 –dependiente de la Dirección General de Comercio y Política Arancelaria– que se encargará de estudiar los problemas planteados por la actividad cinematográfica en sus diversos aspectos. El punto dos de la Orden483, daba carta de naturaleza a la distribución y exhibición de las cintas cinematográficas. 481  Gaceta de Madrid, 20 de junio de 1931. 482  Más información en Cabero (1949, pp. 351-354). 483  Gaceta de Madrid, 15 de marzo de 1933. 326 Con ello se pretendía ofrecer un reglamento de las operaciones comerciales que de esta parte de la postproducción se derivaran, así como la protección jurídica de esas empresas y sobre todo, la defensa de los intereses cinematográficos españoles. También se incluía un porcentaje obligatorio de exhibición de películas españolas, facilitando –para ello– las producciones nacional e hispanoamericanas. Se establecería un régimen arancelario de películas, aparatos y material cinematográfico en la exhibición. Otro de los puntos establecía que el cinematógrafo fuera un medio para la vida cultural y educativa de la población, a través de películas documentales y también como vehículo a otros trabajos: mapas, catastro, planos… Tras la celebración en octubre de 1931 del Primer Congreso Hispanoamericano de Cinematografía484 no se llegarían a asentarse las bases para proteger legislativamente la industria cinematográfica nacional485. Hasta esos momentos, los trabajos realizados para dar unidad y coordinación a la producción cinematográfica habían fracasado. Por lo que se publicaría la Orden486 de uno de octubre por la que se concedería importancia a la Unión Cinematográfica Iberoamericana487 –a través del Ministerio de Trabajo y Previsión– como medio para la celebración de un nuevo congreso con cuestiones relacionadas a la actividad cinematográfica. Otro aspecto a tener en cuenta es que durante 1935, algunos artículos de la Orden que regulaba el Consejo de Cinematografía serían alterados. El Decreto488 de 28 de febrero cambiaría la estructura de los componentes de dicho Consejo, así como la importancia que debía tener el Ministerio de Industria y Comercio en el mismo. Siguiendo este modelo, otra de las medidas del Gobierno de la Segunda República fue la 484  La iniciación de su proyecto data ya del año 1927 cuando Fernando Viola –periodista y escritor jerezano– solicitó al entonces Presidente del Gobierno –General Primo de Rivera– la creación de un Patronato de Cinematografía. Cabero en su obra (1949, pp. 343-350) resume las andanzas de Viola y la posterior celebración del Congreso. 485  “Este itinerario congresual tiene sus orígenes, según Román Gubern, en los afanes censores de José Primo de Rivera (hermano del dictador), preocupado por las efusiones parlantes del cinematógrafo y las inmoralidades foráneas que a más de agredir las pupilas podían ser registradas ahora por los órganos auditivos. Sea un desvelo censor, un impulso racial o un movimiento defensivo de la lengua, lo cierto es que el advenimiento del cine sonoro movilizó muchos y diversos intereses”. García Ferrer, A. (2001). 1931: el Congreso Hispanoamericano de Cinematografía. En Cuadernos Hispanoamericanos. Núm. 617. (p. 57). Madrid, España. 486  Gaceta de Madrid, 3 de octubre de 1934. 487  Oficina dependiente de la Sección de Relaciones Hispanoamericanas del Servicio Internacional del Trabajo. 488  Gaceta de Madrid, 1 de marzo de 1935. 327 publicación de una Orden489 ministerial de tres de octubre por la cual las personas o entidades explotadoras de locales dedicados a espectáculos cinematográficos, debían proyectar anteriormente a cada sesión películas que tuviera a bien los Subsecretaría de Sanidad y Beneficencia, cuando esta así lo determinase. Días más tarde, las normas de dicho proceso se actualizarían a través de la Orden490 de 10 de octubre y en la que se prohibiría la exhibición de esas cintas en los descansos de las películas, obligando a los empresarios de los cines a proyectarlas con total oscuridad. La Gaceta de Madrid491 publicaba el 5 de mayo de 1935 el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos –Orden de 3 de mayo de Ministerio de la Gobernación–. Este ambicioso Reglamento, estaría en vigor –en la mayoría de sus artículos– hasta el fin del franquismo y –como se verá en los próximos capítulos– servirá como modelo para la puesta en marcha de cinematógrafos en la capital y en la provincia de Zamora. Constaba de tres partes bien diferenciadas. En la primera, se establecían las competencias que debía tener la Policía de Espectáculos: apertura de locales de nueva planta o reformados, espectáculos al aire libre, proyectos a través de un arquitecto, licencias municipales, informaciones de las proyecciones. Dentro de este apartado existía uno dedicado a los cinematógrafos, los cuales debían ser aprobados por la censura, la obligación de proyectar cintas sobre Sanidad y Beneficencia proporcionadas por el Ministerio, así como la prohibición de menores de dieciséis años en los espectáculos492, salvo que fueran acompañados de una persona mayor de edad. Aquí se establecerían también las bases que regirán a los proyeccionistas y sus menesteres. Las razones que se han invocado tradicionalmente para mantener la justificación de la censura, y la de la censura cinematográfica en particular, han sido la de la protección del «bien común», la de preservar las «buenas costumbres» y la de mantener el «orden público». (Gubern, 1981, p. 12). La segunda parte del Reglamento, abordaba las labores que debía tener la Junta Consultiva 489  Gaceta de Madrid, 8 de octubre de 1933. 490  Gaceta de Madrid, 12 de octubre de 1933. 491  Gaceta de Madrid, 5 de mayo de 1935. 492  También en un número del Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora de 1939, se publicaba la citada Orden, por lo que la Iglesia se convertiría en paladín del Estado en cuanto a censura cinematográfica. A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. 328 e Inspectora de Espectáculos, así como la elección de sus miembros y funciones. En el caso de Zamora, componían la Junta Provincial: el gobernador civil, un arquitecto, un ingeniero eléctrico, un concejal del ayuntamiento –dependería de la localidad, capital o pueblo– así como otros funcionarios municipales. Destaca el apartado en el que se expresa que los cargos son honoríficos y gratuitos. Por último, en la tercera parte el Reglamento, se exponían las normas que habían de regir a la hora de realizar edificios o locales en construcción para este tipo de espectáculos, destacando el artículo 116 donde se califican estos a través de su aforo. También se establecerían medidas para la ubicación de espacios, las características del proyector, el tipo de pantallas, calidades del equipo de sonido, el cuarto de embobinado, la cabina de proyección, el techo de los recintos, ancho de los pasillos, salidas de emergencia, extintores y otras medidas de seguridad. Estos detalles, van a ser cruciales a la hora de conceder licencias de apertura en la provincia, ya que evitarán muchos siniestros en Zamora. Paralelamente, la Dirección General de Seguridad del Ministerio de la Gobernación obligaría a través de una Orden493 a que los operadores –ya empleados y los nuevos aspirantes– superaran unas pruebas de aptitud para la expedición de un carnet. Las pruebas consistían en dos exámenes. El primero era teórico y constaba de preguntas sobre aparatos generadores de corriente, conductores eléctricos, clases de corrientes, medidas y leyes, polaridad, circuitos de instalación cinematográfica… El segundo examen, consistía en una prueba práctica de manejo del proyector a través de su montaje, obturador, lentes, conexión a circuito eléctrico, proyección de la película, distorsión de la imagen y forma de corregirse, así como medidas de seguridad para evitar incendios. La primera medida censora sobre exhibición cinematográfica vino dada unos meses más tarde a través de un Decreto494 del Ministerio de la Gobernación. El texto legal prohibiría –en todo el territorio de la República– la exhibición de toda clase de películas editadas por empresas que dentro o fuera de España exhibieran cintas con el fin de desprestigiar a instituciones 493  Gaceta de Madrid, 5 de julio de 1935. 494  Gaceta de Madrid, 27 de octubre de 1935. 329 o personajes españoles, así como distorsionar los hechos históricos. La medida había sido impuesta por el escándalo provocado por el film El diablo era mujer (The Devil is a Woman, Josef von Sternberg, 1935) producida por la Paramount. Según las autoridades españolas, el film mostraba a través de sus clichés, una visión deformada del país, desprestigiando a las fuerzas del orden nacionales. De ahí que –tal y como relataba Román Gubern–, el gobierno de la República solicitase la destrucción de todas las copias de la producción americana495. No era la primera vez que los cineastas foráneos, presentaran de manera engañosa las tradiciones y costumbres españolas. Cuando el arte mudo estaba en plena apoteosis, el Almanaque de El Cine de 1927 (p. 31), se haría eco de esta situación a través de una columna titulada “Las Españoladas”: Es indecoroso, intolerable y vergonzoso, que lleguen hasta nosotros, con la misma frescura que pescado en conserva, los engendros de la estulticia de algunos directores de películas que idean nuestro país de manera, influídos (sic.) por la lectura de libros y diretes de tres al cuarto. (…) es hora de que se nos respete un poco dejándonos en paz con las soeces interpretaciones del temperamento genuinamente español. Con la Guerra Civil y el estableciendo del nuevo gobierno, surgirían las primeras disposiciones496 censoras del franquismo, exigiendo “normas patrióticas de cultura y de moralidad”497. La primera vendría en marzo de 1937, estableciendo la creación de la Junta de Censura Cinematográfica. En dicha Orden, se establecieron dos provincias –Sevilla y La Coruña– para la revisión o censura498 de las proyecciones de cine, así como el nombramiento de los miembros de dicho organismo. También, se pondrían encima de la mesa, normas como la de obligar al exhibidor a rellenar una hoja de censura por cada proyección. Según el Heraldo de Zamora, estas Juntas estaban compuestas por el gobernador civil, un representante militar, otro de los centros culturales del Estado, un miembro de la Asociación Nacional de 495  Recuperado de: http://www.rtve.es/alacarta/videos/imagenes-prohibidas/imagenes-prohibidas- prohibicion-diablo-mujer/1159697/ 496  El Boletín Oficial del Estado nacería el 2 de octubre de 1936, como sustituto del Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional de España. 497  B.O.E., 27 de marzo de 1937. 498  Ya en 1936 la Junta Suprema de Educación de Navarra, de inspiración carlista, había solicitado la implantación de la censura de películas. (Gubern, 1981, p. 23). 330 Padres de Familia, así como la Sociedad de Autores499 y varias empresas cinematográficas500. Correspondiendo a este texto oficial, se publicaría la Orden de 29 de abril501 en la que se detallaban los componentes de las Juntas Censoras de Sevilla y La Coruña, así como la obligatoriedad de un “marchamo”, un sello por el cual el film era apto para su exhibición. Por último, cada película debía ir acompañada de una hoja de censura por triplicado, cuyos modelos se publicaron junto con la Orden, entrando en vigor el 30 de mayo de 1937502. En octubre de ese mismo año, la censura pasaría a depender de la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda503. Con el fin de año, se creará la nueva Junta de Censura Cinematográfica con sede en Salamanca y bajo su control se crearía un Gabinete de Censura en Sevilla. El fin de la nueva Junta fue el de dividir las cintas en dos categorías para su censura. En la primera se encontraban las películas nacionales e internacionales que fueran a proyectarse en el país, pasando por las tijeras del Gabinete de Censura sevillano. De la segunda categoría –cintas de propaganda social, política y religiosa, así como Noticiarios– se encargaría la Junta Superior de Salamanca. Después de varios meses, se establecerían los derechos de censura a través de la Orden de 2 de noviembre de 1938504, informando sobre la recaudación por cada película y certificado que se expidiera. Por último, se publicaría la Orden el 15 de julio de 1939 en la que se crea la Sección de Censura encargada de llevar a cabo la Orden de derechos de Censura. En este sentido, finalizando el verano de 1939 se regularían los aspectos relativos a la asistencia a las salas de cine a través de la Orden505 de 24 de agosto del Ministerio de la Gobernación. El texto oficial, establecía la prohibición a los menores de catorce años a las sesiones ordinarias de cine, por lo que se establecería una sesión especial506 para ellos durante los domingos, festivos y vacaciones escolares, proyectándose siempre una película de carácter 499  La delegación de la SGAE tenía como representante en Salamanca y Zamora a Luis Calamita Ruy-Wamba, a la sazón, copropietario del Heraldo de Zamora, quien verificaba los establecimientos de espectáculos públicos con el fin de recaudar el porcentaje que le tocaba de las obras proyectadas en público, según las órdenes de 28 y 30 de marzo de 1936. Heraldo de Zamora,16 de abril de 1937. 500  Heraldo de Zamora, 30-III-1937, p2 y 10-IV-1937, p.1. 501  B.O.E., 3 de mayo de 1937. 502  B.O.E., 30 de mayo de 1937. 503  B.O.E., 25 de octubre de 1937. 504  B.O.E., 5 de noviembre de 1938. 505  B.O.E., 2 de septiembre de 1939. 506  Estas sesiones especiales eran aprobadas por la censura oficial. 331 histórico507. Por último, las primeras normas eclesiales referentes a la moralidad508 dentro del cine, tienen su precedente en la encíclica Vigilanti cura509 de Pío xi, publicada el 29 de junio de 1936 con el título El Cine, su grandezas y sus miserias. En ella, el Pontífice realizaría una cruzada a favor de la moralidad pública a través de la “Legión de la Decencia”. A través de la Oficina Permanente Nacional de Revisión, se organizarían las salas existentes en parroquias y asociaciones católicas (García Escudero, 1978, pp. 202-203). La oficina mencionada cuidará, además, de la organización de las salas cinematográficas existentes en las parroquias o las Asociaciones católicas, de modo que en estas salas se proyecten películas bien revisadas. Mediante la organización de estos locales, que para la industria resultan muy a menudo buenos clientes, se puede reivindicar un nuevo derecho: el de que la misma industria produzca películas que respondan plenamente a nuestros principios, los cuales serán fácilmente proyectados, no sólo en las salas católicas, sino también en otras (Pio xi, 1936, p. 20). También El Correo de Zamora -diario tradicionalista y religioso- se haría eco de la encíclica, publicando la noticia a dos columnas: El problema del cinematógrafo estaría resuelto si se produjesen tan solo buenos films y por esta razón el Papa alaba con grandes elogios a los que se dedican con la ayuda de los industriales y técnicos competentes a la creación de un cinematógrafo verdaderamente artístico y educador. (El Correo de Zamora, 3 de julio de 1936, p. 3) Esta labor en España, fue materializada por el «Centro Cultural Católico», el cual a su vez crearía -durante los años del conflicto- la Sección Contra el Film Inmoral (CEFI). Su propósito fue combatir y boicotear -lo máximo posible- las películas inmorales que entonces se exhibían sin ningún control censor por parte de las administraciones. La CEFI tomaría prestada la clasificación de películas por colores -que se había diseñado en 1928 por parte de 507  Heraldo de Zamora, 2 de septiembre de 1939, p. 4. 508  De hecho, el Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora número 11 de 13 de agosto de 1936 (pp. 193-205) incluía -unos días después- esta encíclica, publicando las normas para un correcto uso del cine. 509  Esta a su vez tuvo el precedente en el Congreso de Prensa Cinematográfica celebrado en Roma en abril de 1936. 332 la Confederación Mariana Española- para difundirla por todas las salas de espectáculos del país, con la ayuda de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia (CONCAPA)510 y su revista Filmor511. Por ello, se crearía una nueva tabla de calificación compuesta por códigos de letras512 según la siguiente regla: Figura 61. Tabla de calificación de películas diseñada por Filmor. Letra Significado B Buena para todos D Con defectos más o menos graves que pueden corregirse, pasable F Solo para personas formadas P Peligrosa, incluso para personas formadas M Perniciosa para todos Fuente: Sanz, (2013, pp. 74-75). Elaboración propia. Este sistema trataba de asemejarse al realizado en Estados Unidos por la Administración del Código y de la Clasificación. Este órgano dependiente de la industria hollywoodense, basaría la clasificación de películas en cuatro categorías: Para públicos generales (G), para audiencias maduras (M), restringido a menores de 16 años a menos que sean acompañados por uno de sus padres (R), y prohibido a esos menores en todos los casos (X). (Alsina, 1977, pp. 33-34). 510  “La CONCAPA se fundó en 1929 para defender los intereses de las familias , sobre todo en el ámbito educativo de los hijos. Inicialmente sus siglas fueron CCNPF”. Orellana, J. (2004, p. 195). El Correo de Zamora publicaría una reseña sobre esta organización y su revista (23 de febrero de 1937, p. 2). 511  A partir de 1940, la revista se renovó a través de unas cartulinas semanales en las que se incluían fichas recortables (Orellana, 2007, p. 204). 512  Este sistema trataba de asemejarse al realizado en Estados Unidos por la Administración del Código y de la Clasificación. Este órgano dependiente de la industria hollywoodense, basaría la clasificación de películas en cuatro categorías: Para públicos generales (G), para audiencias maduras (M), restringido a menores de 16 años a menos que sean acompañados por uno de sus padres (R), y prohibido a esos menores en todos los casos (X) (Alsina, 1977, pp. 33-34). 333 Cada una de las fichas Filmor (…) constaba de unos datos técnicos básicos, que generalmente, se limitaban al título, director e intérpretes principales. A continuación se incluía un breve comentario en el que se hacía una pequeña sinopsis del argumento, trayendo a colación los aspectos temáticos, técnicos y morales más representativos en cada caso. Por último, en el ángulo superior derecho de la misma, se consignaba la correspondiente letra que cifraba la calificación moral de la cinta. (Sanz Ferruela, 2013, p. 75). La labor de esta censura –privada y católica– fue la de informar a los progenitores, de qué cintas eran toleradas para sus hijos (Vivanco, 1950, p. 4 y Orellana, 2004, p. 204). La Iglesia Católica, en los estados aconfesionales estuvo representada por juntas o comisiones de censura, compuestas estas por algún miembro eclesiástico -en algunos casos dos- designados por el Ordinario del lugar. Estos miembros, poseían derecho a veto en la Junta Censora, es decir, si su voto era negativo, se podría asignar a otro miembro para que visionaria la película. Si la circunstancia se repetía, la película no se proyectaba (González Ballesteros, 1981, p. 31). 4.6. Catálogo de cintas estrenadas en Zamora (1931-1939) Como se ha analizado anteriormente, se pueden distinguir dos periodos bien diferenciados dentro de esta época. El primero –mucho más fructífero– es el que abarca de 1931 a la llegada de la Guerra Civil. En el segundo, debido al conflicto bélico, el número de estrenos descendería estrepitosamente. Tal y como se refleja a continuación513: 513  Para comprobar con mayor detalle los datos analizados, veáse Apéndice 1, Figura 15. 334 Figura 62. Número de películas estrenadas por salas entre 1931 a 1939. Fuente: El Correo y Heraldo de Zamora. Elaboración propia. De las más de 330 películas estrenadas durante 1931, se pasa –en 1939– a apenas doscientas. Esto da cuenta del drástico descenso en la distribución de cintas, debido al conflicto bélico, lo que provocaría la paralización de todo el sistema cinematográfico español. Otro dato relevante fue el monopolio de Sanvicente con la regencia de los dos coliseos. Apenas existen cintas de estreno en otras salas de la ciudad, salvo el caso de Los Luises o alguna proyección esporádica. Por último, es interesante resaltar que, solo durante 1931, el Teatro Principal superará en número de estrenos al Nuevo. Sin embargo, este número cambiará con la llegada de Sanvicente a la regencia de los teatros. El gestor destinará el grueso de sus exhibiciones al Nuevo Teatro, trasladando las representaciones teatrales al viejo coliseo. Las cifras son demoledoras. A partir de 1934, el Nuevo Teatro supera los ciento cincuenta estrenos, mientras que el Principal no llegará a los ciento veinte. En 1938 y debido a la Guerra Civil, el número de películas proyectadas –tanto en una sala como en otra– descendería a los 162, superando el viejo coliseo al Nuevo Teatro en un treinta y tres por ciento. 335 Por otra parte, con la llegada del cine sonoro, se ha querido establecer el número de películas estrenadas en esta primera época del medio parlante. De ahí que el siguiente gráfico arroje datos bastante interesantes514: Figura 63: Número de películas sonoras estrenadas por cine entre 1929 a 1939. Fuente: El Correo y Heraldo de Zamora. Elaboración propia. Al igual que la anterior gráfico, se puede comprobar cómo el número de cintas parlantes fue –durante 1929 y 1931– mayor en el Teatro Principal que en el Nuevo. Sin embargo, esta tónica cambiaría al hacerse cargo Sanvicente de ambos coliseos. Durante 1932, el porcentaje de cintas sonoras –tanto en un teatro como en otro– es similar, llegando a superar el Nuevo al Principal con respecto al número de películas estrenadas a partir de 1934. Estos números, se mantendrían durante toda la década de los treinta. Por último, se debe hacer mención al número total de cintas estrenadas en Zamora: 514  Para comprobar con mayor detalle los datos analizados, veáse Apéndice 1, Figura 16. 336 Figura 64: Número total de películas sonoras estrenadas entre 1929 a 1939. Fuente: El Correo y Heraldo de Zamora. Elaboración propia. Se puede comprobar, cómo el porcentaje de cintas sonoras estrenadas asciende con el paso de los años, salvo en 1935 y 1938. Se supone que en estos años, los datos del descenso son fruto de la crisis de producción sonora –en 1935– y por la paralización de la distribución debido a la Guerra Civil en 1938. Aún así, existe la interesante cifra de casi trescientas películas estrenadas en Zamora durante el primer año del conflicto, lo que constata cómo la vida en la capital seguía ajena a la Guerra, por ser esta una zona en la retagurdia. Por último, hay que destacar el ascenso de cintas sonoras a partir de 1932, en detrimento del arte silente. 339 CAPÍTULO 5. CINE EN ZAMORA DURANTE EL FRANQUISMO (1940-1975)515 5.1. La exhibición cinematográfica en el régimen franquista 5.1.1. Política de fomento de la cinematografía Con la llegada del régimen franquista, el cine conseguiría afianzarse como el espectáculo más popular, presentándose a todo tipo de clases sociales. El cine (…) apareció convertido en el espectáculo preferido del país. Privados de todo lujo y diversión, sumidos en una geografía de escombros y montañas de pena, los compatriotas de la posguerra encontraron en la oscura sala de cine una vía de escape a tanta pobreza. Los españoles pasaron a devorar las películas con todo su hambre atrasada y lograron así dar esquinazo a su situación lamentable. (Román & Blanco, 2002, p. 86). Es en esta época donde se construirían un buen número de salas de exhibición, no solo en la capital, sino también en la provincia, y donde se han podido contabilizar más de cien. El sector de exhibición es el más desarrollado, ya que el cine ha pasado a ser el espectáculo más popular, y la demanda del público exige la construcción de numerosas salas. En unos momentos de gran penuria económica, el mundo de los sueños que es el cine capta con garra al gran público el cual, por otra parte, no se ve premiado, en líneas generales, con un cine propio de calidad. (Vallés, 1992, p. 68). De hecho, Vallés acentúa cómo el cine se convertiría –después de la guerra– en objeto de una protección especial, estableciendo para ello una serie de regulaciones en los sectores de producción, distribución y exhibición. En este contexto, irán surgiendo un sinfín de normativas con el propósito de intervenir en la economía y cuya finalidad será la de autosuficiencia frente al resto de países. Medidas como la obligatoriedad del doblaje al castellano de películas extranjeras516, contención en las importaciones de las mismas, la creación del Sindicato Nacional del Espectáculo, la proyección obligatoria del NO-DO y la cuota de pantalla, serán 515  Para conocer de manera más rápida los cines ubicados en Zamora, veáse Apéndice 9. 516  Aunque la Orden de 23 de abril de 1941 establecía la obligatoriedad del doblaje en castellano, lo cierto es que ya en tiempos de la Segunda República, esta acción de doblar las cintas extranjeras vino impuesta por la falta de afluencia del público, que se negaba a presenciar cintas que no fueran de estrellas de Hollywood. 340 las primeras acciones que imponga el nuevo estado a la cinematografía española (Vallés, 1992, pp. 45-62). Este panorama autárquico, pretendía enaltecer la cinematografía nacional, no sólo a través del doblaje de cintas foráneas, sino estableciendo un control de importación de películas extranjeras. Tras la Guerra Civil, la industria española entra en decadencia, por lo que habría una ínfima oferta de cintas estatales. Debido a ello, al gobierno, no lo quedaría más remedio que flexibilizar los impuestos a las cintas extranjeras. Por lo que, a principios de los años cincuenta, se aplicará un cupo de películas importadas. En este contexto, se debe hacer mención a la llamada cuota de pantalla, cuya misión fue la de garantizar la exhibición de films españoles. De ahí que se impusiera a las distribuidoras, una cuota de una semana de películas nacionales por cada seis extranjeras en 1941517; bajando esta relación a cinco en 1944518. Naturalmente, esta premisa solo afectaba a las cintas de largometraje. El resto de producciones que acompañaban a las cintas anteriores –cortos, documentales o películas animadas- debían ser de nacionalidad española en un cien por cien. Paralelamente a estas imposiciones, se creará el Sindicato Nacional del Espectáculo de Falange Española, Tradicionalista y de las JONS519, dependiente de la Delegación Nacional de Sindicatos, que a su vez dependía de la Secretaría Nacional del Movimiento. Su organización se basa en los componentes corporativistas impulsados por la mentalidad falangista, aunque sin tener que despreciar las aportaciones de la mentalidad católica sobre la cuestión: en primer lugar y sobre todo hay que entender el concepto de jerarquía, como orden natural de las cosas y la OSE subordino (Organización Sindical Española), en segundo lugar sindicación vertical que supone la integración de empresarios y trabajadores dentro de la misma organización. La suma de ambos factores supone en la práctica que la OSE se convierte en un instrumento controlado por la clase empresarial debido al componente jerárquico de la institución; la jerarquía se mantiene debido a que las desigualdades no son producto de unas concretas relaciones de poder, eso sería acercarse al comunismo, sino producto de una decadencia moral que afectó a la burguesía y que mediante su eliminación permitiría que surgiesen los 517  Orden de 10 de diciembre de 1941. 518  Orden de 13 de octubre de 1944. 519  La Ley de 8 de agosto de 1939 promulgó la Delegación Nacional de Sindicatos y posteriormente, el Decreto de 19 de febrero de 1942 que sustituirá a la Subcomisión Reguladora de la Cinematografía, reconociendo como órgano de representación de los intereses económicos de la producción cinematográfica al nuevo Sindicato Nacional del Espectáculo, Grupo de Cinematografía. 341 verdaderos españoles curados de la enfermedad liberal. (Ortego, 2007, p. 2). La representación gráfica del Sindicato se dividía en varios estamentos. El Jefe Nacional era el encargado de coordinar los Sindicatos Provinciales, la Junta Sindical Nacional y los Servicios Sindicales y de Inspección. Esto da cuenta de cómo este entramado de cargos, cumplía la misión de controlar estrictamente los procesos de producción cinematográfica en España. La Junta Sindical Nacional gestionaba los diferentes grupos referidos a una actividad en concreto: teatro, música, circo, toros, deportes y cinematografía. Estos, a su vez, se dividían en subgrupos. En el caso del cine, existieron -durante los años cuarenta- las subsecciones de producción, distribución y exhibición; para –en la década de los cincuenta– ampliarse a estudios, laboratorios, sincronización y doblaje. Del mismo modo, todas las provincias españolas contaban con una Sindicato Provincial, que a su vez contaba con una sección local y las llamadas hermandades. Una de las principales características del SNE fue su carácter de sindicación obligatoria, en efecto mediante una orden de 1949 quienes quisieran trabajar en la profesión debían pasar una serie de pruebas que les permitiese obtener el carnet sindical; esta realidad reflejaba la herencia más corporativista de la organización, inspirándose en el sistema gremial del Antiguo Régimen. Para obtener el carnet el primer requisito era no tener antecedentes penales, ni por causas comunes, ni políticas, para ello el SNE contó con su propio Archivo y sobre todo tenía contactos con la Dirección General de la Seguridad y que esta a su vez tenía su propia sección de espectáculos. (Ortego, 2007, p. 6). En mayo de 1942 se constituirá el Sindicato Provincial del Espectáculo de Zamora (Sección de cines y teatros), sita en el número 5 de la avenida de Requejo (véase Apéndice 1, Figura 17). Su intención era la de agrupar a los trabajadores del sector. Para poder prestar servicios de espectáculos, todos estos profesionales, debían obligatoriamente pertenecer al Sindicato520. Por último, los Servicios Sindicales se componían de secciones como Derechos de Autor, Previsión, y Propaganda. El organigrama lo completaba la Inspección Nacional y 520  Heraldo de Zamora, 19 de mayo de 1942, p. 2 342 Uinespaña, una organización de productores para la difusión del cine español en el mundo. En este escenario sindical, el Grupo de Cinematografía dividía el territorio español en regiones, similares a las que –en décadas pasadas– realizarían las distribuidoras en España. Cada región contaba con una sede y un vocal. La España cinematográfica se dividía en seis zonas: Centro (que incluía ambas Castillas y Madrid) con sede en la capital; Cataluña (junto con las Islas Baleares) con sede en Barcelona; Andalucía (junto con el norte de África y las Islas Canarias) con sede en Sevilla; Levante (regiones de Valencia y Murcia) con sede en Valencia; Norte (País Vasco y Cantabria) con sede en Bilbao; Galicia con sede en La Coruña y Asturias con sede en Oviedo. Figura 65. Mapa Cinematográfico de España. Fuente: Índice Cinematográfico de España de 1941. 343 Siguiendo este modelo, el Subgrupo de Exhibición521 establecería un estudio económico para la apertura de nuevas salas teniendo en cuenta varios datos como el censo de población de la localidad, que el aforo de los locales existentes no superara un diez por cien del censo de población, y por último, la distancia entre los locales de exhibición debía ser de varios metros, dependiendo de la población522. En el caso de Zamora este último requisito no se tenía en cuenta, puesto que la ciudad contaba con menos de cincuenta mil habitantes (Vizcaíno, 1962, pp. 179-180). Cabe mencionar que, tanto en la capital como en la provincia, estas exigencias serán las que –en algunos ocasiones por parte del Gobierno Civil– fueron pasadas por alto para conceder -arbitrariamente- licencias de apertura. El poder de los ayuntamientos, dijera lo que dijera la legislación de 1935, estaba muy sometido al Gobierno Civil durante el franquismo (…). Será el gobernador quien tenga la última palabra en la concesión o denegación de permisos, y por ello, será el personaje al que se intentará agradar o corromper. (…) El hecho de que el gobernador civil, sea además jefe provincial del Movimiento, se relaciona también con lo importante que será en los escritos, remarcar el falangismo y la adhesión al régimen, si bien hacer gala de la fidelidad al movimiento era práctica frecuente al dirigirse a cualquier instancia administrativa. (Pablos, 2013, pp. 74-75). Dentro de este apartado referente a la política de fomento de la cinematografía española, no se puede finalizar sin mencionar la creación del NO-DO523 como vehículo de transmisión de noticias de índole propagandístico del régimen franquista. De hecho, basta con enumerar algunos títulos de sus producciones durante su primer año de existencia: Los viajes del Caudillo, El desfile de la Victoria, La conmemoración del Alcázar de Toledo o El crucero de Juan Sebastián Elcano (Obregón, A., Walls, A., Gómez, L., Montes, E., et al., 1944). 521  En 1943 se publicaría la Orden de 5 de mayo de la Dirección General de Seguridad, sobre la conveniencia o no de autorizar la apertura de nuevos cinematógrafos. Más tarde, se publicaría el Reglamento de 31 de diciembre de 1956. Fue publicado en el Boletín de la Organización Sindical del 19 de febrero de 1957. Carecía de fines especulativos y gozaba de autonomía económico-administrativa y separación patrimonial. 522  Se establecían tres distancias. Una mínima de 400 metros para poblaciones de más de 250 mil habitantes, otra de 250 metros para localidades de entre 100 mil y 250 mil. Por último, en las poblaciones entre cincuenta y cien mil habitantes, la distancia mínima entre los locales de exhibición era de 100 metros. 523  Para más información ver: http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/historia/ 344 Así, en diciembre de 1942 se establecería un monopolio –por parte del Estado– para la realización de reportajes en todo el territorio nacional. Incluso, este severo sistema se trasladaría –no solo a la producción y distribución de reportajes– sino también a su manipulación en los laboratorios. La Vicesecretaría de Educación Popular junto con la Dirección General de Cinematografía y Teatro, producirían un noticiario de carácter semanal, de forma que fuera exhibido obligatoriamente en los todos los cines antes de cualquier otra proyección. A comienzos de 1943 el NO-DO comenzaría su andadura, con el lema “El mundo al alcance de los españoles”. Este noticiario imponía a los exhibidores el pago de una tasa por proyección que, naturalmente, la entidad podía cambiar en cualquier momento. Por lo que, su primitiva política fue la de establecer un precio –como máximo– del tres y medio por ciento de los ingresos brutos del local524, para cambiar –unos meses más tarde– imponiendo un precio mínimo de veinticinco pesetas por cada número del noticiario (Vallés, 1992, pp. 53-55). El noticiario NO-DO cuya proyección se ordenaba además como obligatoria en todos los locales de exhibición, se convirtió, de hecho y de derecho, en un monopolio estatal que implicaba una automática censura legal contra cualquier iniciativa particular en este campo de la información, lo que tendría gravísimas consecuencias para el futuro del cine documental y del cortometraje español. (Gubern, 1981, p. 74). En Zamora, las primeras imágenes del recién inaugurado Cine Barrueco el 7 de febrero de 1943, fueron las del tercer número del NO-DO cuyo coste fue de 84 pesetas525 y proyectadas por imperativo legal anteriormente al film Eso que llaman amor (Wings of the Morning, Schuster y Tryon, 1937). 5.1.2. Régimen Fiscal Durante este periodo (1940-1975), el Estado conferiría un sistema de exhibición cuya finalidad era meramente recaudatoria. Por lo que, el empresario que decidía convertirse en exhibidor e instalar un cinematógrafo, tendría que hacer frente a varios tipos impositivos que el régimen había establecido526. Para instalar una empresa de estas características, el 524  Descontando los impuestos de subsidio y mendicidad. 525  Archivo Familia Barrueco. Diario del Cine Barrueco. Tomo I. (1943-1950). 526  En el citado Diario del Cine Barrueco, vienen reflejados todos estos impuestos. 345 titular de la misma debía hacer frente a tasas como la Contribución Industrial, los Arbitrios Municipales, el Impuesto de Menores, el de Consumos de lujo, y más tarde, en 1958, de un nuevo recargo. Para entender todo el entramado fiscal al que se sometía la exhibición cinematográfica, se debe tener en cuenta el estudio de Vizcaíno Casas (1962) y más concretamente el de Fernández Flores (1963). El primero realiza un compendio de toda la legislación que estaba -en ese momento- vigente en materia de espectáculos. Mientras, el segundo –a la sazón Inspector Técnico del Timbre del Estado– esgrimiría una clasificación adecuada de los diferentes gravámenes satisfechos por los empresarios de cine de la época. Gracias a estos dos estudios, las consultas en los Anuarios de Cine de la Filmoteca Nacional y los documentos del pago de estos impuestos en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, se pueden obtener datos relevantes de los gravámenes a los que estaban sometidos los empresarios de cine en una ciudad de provincias. Los altos y variados porcentajes a los que tenían derecho las distribuidoras por cada película proyectada, junto con la escasa afluencia de público, la aparición constante de nuevas ofertas de ocio y la movilidad que se aprecia en la sociedad a partir de los años sesenta, van a ser los desencadenantes del fin del espectáculo cinematográfico, unas décadas más tarde. Como se ha señalado con anterioridad, el régimen fiscal de la exhibición cinematográfica en España constaba de varios impuestos que afectaban directa o indirectamente al empresario de cualquier cine. Fernández Flores (1963, pp. 41-43) realiza una separación de los primeros en directos –Licencia Fiscal y Contribución Industrial- e indirectos –Arbitrios Municipales, Recargo sobre el precio de las localidades, Impuesto a favor de la obra de Protección de Menores e Impuesto de Lujo527-. Del mismo modo, los impuestos que afectaban indirectamente a los exhibidores tenían que ver con la contribución territorial urbana. Por último, Fernández Flores separa otros impuestos que –aunque no son propios del sector de la exhibición- cualquier actividad empresarial debía afrontar como los que recaudaba la Sociedad de Autores o las tasas por organismos institucionales (Auxilio Social, Sanidad…). 527  El impuesto sobre Consumos de Lujo fue suprimido en 1962. 346 5.1.2.1. Licencia Fiscal y Contribución Industrial En este contexto, se debe hacer mención a las reformas tributarias de 16 de diciembre de 1940 y de 26 de diciembre de 1957528, esta última cambiando la Licencia Fiscal del Impuesto Industrial que todo empresario debía realizar para comenzar su actividad profesional en el sector de la exhibición. La Contribución industrial en España, en su esencia, tiene unos antecedentes históricos que podríamos remontar al siglo xviii, con el tributo denominado de «Tratos y comercios»: pero a su verdadero enfoque con la situación actual (1954) está en la reforma tributaria de 1845, cuya Ley de 23 de mayo la establece en su artículo 6º, haciéndola consistir en un derecho fijo sobre la base de población, y en otro proporcional al alquiler de la casa-habitación del contribuyente y de los almacenes, fábricas y tiendas destinados al ejercicio de su comercio e industria. (Gabriel de Usera, citado por Fernández Flores, 1963, p. 44). Tras la celebración en febrero de 1954 del Pleno del Consejo Económico y Social529 en la Diputación de Zamora, se acordó -entre otras acciones- que se concertaran todos los impuestos existentes sobre espectáculos públicos e imponiendo los porcentajes totales de tributación sobre cine: total de las localidades vendidas, si la entrada no llega a las seis pesetas; ocho por ciento de las localidades cuyo valores fueran de siete a diez pesetas; y por último, establecer un quince por ciento de las localidades cuyo valor excediera de diez pesetas530. Este gravamen imponía dos obligaciones: una general, donde la empresa debía presentar su declaración de alta para ejercer su actividad. Otra, más especial, donde se ingresaba el importe de las cuotas de la Licencia antes de dar comienzo sus funciones, declarando el aforo de la sala. Dicho impuesto, se sustentaba sobre la base de población y clasificación de la sala –según el Reglamento de Policía de Espectáculos de 1935- estimando la cuota a ingresar por todo el año o para el periodo tributario de la actividad, es decir, los días de las sesiones cinematográficas (Fernández Flores, 1963, pp. 61-62). En este contexto, es importante 528  Modificada por la Orden Ministerial de 26 de diciembre de 1961. 529  Formaban parte de este órgano el gobernador civil, el presidente de la Diputación, el delegado de Hacienda, el administrador de Renta Públicas, el secretario provincial sindical, el vicesecretario de Ordenación Económica y el delegado del Ministerio de Información y Turismo. 530  El Correo de Zamora, 19 de febrero de 1954, p.5. 347 mencionar la diferencia de estas actividades que explicaba García-Fresneda (2008, p. 90): Será la reforma impositiva de 1957 –Ley de 26 de diciembre de 1957–, la que le otorga nueva configuración a las Licencias Fiscales. La Licencia Fiscal de Actividades Comerciales e Industriales forma parte del Impuesto Industrial como una cuota mínima que se paga por el ejercicio de dichas actividades. Mientras que la Licencia Fiscal de Actividades Profesionales y Artistas, pasa a formar parte del Impuesto sobre Rendimientos del Trabajo Personal, en el cual existe también una cuota proporcional. De ahí que el artículo 51, indique que la Contribución Industrial se integre –a partir de esa fecha- al Impuesto sobre actividades y beneficios comerciales. La citada Ley de 1957 diferenciaría dos formas de recaudación del impuesto. Por el mero ejercicio de cualquier industria, la empresa exhibidora debía hacer frente a una cuota fija o Licencia Fiscal. El tipo de imposición para los cinematógrafos se realizaba a través de la separación de salas de estreno o salas de reestreno. Para las primeras, se distinguía entre la capacidad del local fuera de más de dos mil localidades –en ese caso se pagaba una cuota fija al año dependiendo de los habitantes de la localidad– o, por el contrario, fueran de menos de dos mil. Aquí, se estimaba un porcentaje sobre el número de localidades. Tomando como referencia, la ciudad de Zamora estaba dentro de este último caso, al no superar ninguna de sus salas de exhibición las dos mil localidades. Por lo que los empresarios de los cines zamoranos debían satisfacer un tanto por ciento del número de localidades. En el caso del Cine Barrueco –con más de mil localidades– la cuota sería de un cincuenta por ciento, mientras que el porcentaje para el Teatro Principal bajaba al treinta por ciento, ya que este se encontraba entre las salas con aforo entre seiscientas a ochocientas localidades (Fernández Florez, 1963, p. 54). La otra forma del impuesto establecía una cuota por beneficios según los rendimientos de la actividad empresarial a partir de 1942531. Este valor impositivo es lo que comúnmente se llamaría Contribución Industrial o Timbre del Estado. Mediante un parte de alta de funciones a celebrar, los empresarios de cine debían satisfacer un porcentaje del aforo total del local532. 531  Tarifas y tablas de la contribución industrial. B.O.E. 10 a 15-IX-1941 y Decreto Ley de 11 de mayo de 1926. 532  En el apartado 3.8. (Impuestos, legislación y censura) de esta investigación, se explica más detalladamente este impuesto. 348 Desde 1933533 esa comisión era del tres por ciento del precio total del aforo- y a partir de 1940 subiría a un seis por ciento534. El sistema consistía en aplicar dos deducciones basadas en porcentajes del total de entradas del aforo del local. Primeramente, se sumaban todas las entradas para establecer el total en pesetas de la recaudación de todas las localidades. A esa suma –conocida como aforo total–, se le aplicaba una deducción dependiendo del tipo de actividad, tomando como referencia la Base 25 número 4º del Decreto Ley de 11 de mayo de 1926. En ella, los cinematógrafos se deducían un veinte por ciento por razón de servicios anejos. Tras restar este veinte por ciento, al resultado -llamado aforo líquido- se le aplicaba el seis por ciento de acuerdo con el artículo 18 de la Ley de reforma tributaria de diciembre de 1940. El resultado correspondía a la cuota que el empresario debía pagar a la administración. Cabe mencionar, que los empresarios, se verían favorecidos por una nueva deducción, gracias al pago anticipado de estas cuotas. Así lo refleja la tarifa 2ª de la citada Orden de 29 de octubre de 1941. Al porcentaje de cuota que el empresario debía pagar, se le aplicaría una deducción, como pago anticipado del número de funciones a celebrar. En la siguiente tabla se plasman estas deducciones que iban desde el veinte al cincuenta por ciento: Figura 66. Tabla de deducciones según el número de localidades. Número de funciones Porcentaje 1 20 De 2 hasta 5 25 De 5 hasta 20 30 De 20 hasta 40 35 De 40 hasta 80 40 De 80 hasta 150 45 Más de 150 50 Fuente: B.O.E. del 11 de noviembre de 1941. Elaboración propia. Para que sirva de ejemplo, en uno de los documentos hallados en el Archivo Histórico Provincial, se puede comprobar el pago del impuesto que Ángel Barrueco debió de hacer frente, en marzo de 1955, cuando ofrecía sesiones de cine en el Teatro Ramos Carrión. 533  Gaceta de Madrid, 5 de enero de 1933. Orden de 3 de enero de 1933. 534  B.O.E., 10 de noviembre de 1941. 349 Como se puede comprobar en la imagen (véase Apéndice 1, Figura 18), a la suma de todas las funciones con el aforo completo se la denominaba aforo total a un precio de 616.905,28 pesetas. A este número se le aplicaba el veinte por ciento con razón de servicios anejos, según el Decreto Ley de 11 de mayo de 1926. El resultado de restar este porcentaje al aforo total, da como resultado el aforo líquido, que en este caso es de 493.524,22 pesetas. Seguidamente a este concepto se le aplicaba el 6% de cuota por Contribución Industrial: 29.611,45. Ese sería el total a pagar. Pero la nueva Orden de 29 de octubre de 1941, dictaba que, a ese resultado se le aplicaría un porcentaje en concepto de bonificación y por el número de sesiones. Como Barrueco ofrecía como pago anticipado más de 150, a las 29.611, 45, se le debía restar el cincuenta por ciento, o lo que es lo mismo, la mitad. La cantidad resultante era la que iba a parar a las arcas del Estado: 14.805,73 pesetas. 5.1.2.2. Arbitrios Municipal y Provincial Siguiendo el ejemplo anterior, el empresario de cine debía de hacer frente a un impuesto local, llamado Arbitrio o Timbre Municipal. Se calculaba estableciendo un porcentaje sobre el valor anterior. Es decir, al pago final que el exhibidor debía ingresar a la Administración del Estado, se le aplicaba una proporción -en este caso- del veinticinco por ciento535 destinado a las arcas del consistorio. Lo que arrojaba un total de 3.701,43 pesetas. Estos impuestos eran recaudados a través del ayuntamiento. Posteriormente, el impuesto municipal sobre el Uso y Consumo536 que gravaba los servicios de representaciones cinematográficas, y que recaía sobre el importe de las localidades de espectáculos de este tipo537, se suprimiría. Con el fin de compensar a los ayuntamientos, el Estado publicaría la Ley de Reforma de Leyes Municipales de 24 de diciembre de 1962. Con ella el gobierno cedía a los consistorios, el noventa por ciento de la Contribución de Territorios, riqueza urbana y de la cuota de Licencia Fiscal del Impuesto Industrial. Del mismo modo, la institución provincial exigía un porcentaje de la cuota líquida. En este caso, el empresario debía pagar un 41% de la cuota líquida, lo que hacía que la recaudación 535  Este porcentaje variaba según la administración municipal, aunque no podría exceder nunca del 32%. 536  Su antecedente fue el Decreto de 9 de noviembre de 1939, las órdenes de 8 de abril y de 29 de septiembre de 1941; y las instrucciones a las Delegaciones y Subdelegaciones de Hacienda para su ejecución. 537  Epígrafe 22 de la Tarifa 5 de la Contribución de Usos y Consumos. 350 obtenida fuera de 6.070,35 pesetas. 5.1.2.3. Timbre del Estado (Documental y por Publicidad) Siguiendo este modelo, el Impuesto del Timbre del Estado se fundamentaba a través del Reglamento de 22 de junio de 1956 y posteriormente con la Ley de 3 de marzo de 1960. Este gravamen era una especial forma de pago de impuestos sobre documentos públicos o privados acreditativos de actos o contratos donde figuraran derechos u obligaciones como libros y documentos de contabilidad, contratos de alquiler de películas, recibos y justificantes de caja, libros de actas, nombramientos de cargos sociales, documentos de asistencia a juntas, documentos liberatorios, nombramientos de empleados, carnets de asociaciones, instancias y documentos de actividad administrativa (Fernández Flores, 1963, pp. 119-169). El artículo 66 del Reglamento de 22 de junio de 1956 impone un tipo gradual de los contratos de alquiler de películas, cuando su cuantía excediera de veinte pesetas. Es fácil imaginar que estos contratos poseían un valor mayor, por lo que se aplicaba una escala de precios según el valor de los contratos que se reflejan en la siguiente tabla: Figura 67. Tarifa número 8 del Reglamento de 22 de junio de 1956. Cuantía contratos (en pesetas) Impuesto (en pesetas) Hasta 1.000 pesetas 3,00 De 1.000,01 a 1.500 pesetas 4,50 De 1.500,01 a 2.500 pesetas 7,50 De 2.500,01 a 4.000 15,00 De 4.000,01 a 10.000 37,50 De 10.000,01 a 20.000 75,00 De 20.000,01 a 37.500 150,00 De 37.500,01 a 50.000 225,00 De 50.000,01 a 100.000 450,00 De 100.000,01 en adelante, 5 pesetas por cada mil o fracción Fuente: Fernández Flores, 1963. Elaboración propia. 5.1.2.4 Recargo del precio de las localidades vendidas 351 Por su parte, a finales de los años cincuenta se impondría el recargo sobre el precio de las localidades, cuyo fin era el de proteger la industria cinematográfica nacional a través de la Ley de 17 de julio de 1958 sobre Creación del Crédito Oficial. Con ello, se pretendía difundir los “valores morales, culturales y sociales”538 para que el cine nacional aumentara tanto en cantidad como en calidad. Este gravamen –incluido en el artículo segundo d– establecía un recargo máximo del cinco por ciento sobre el precio de las entradas y localidades de espectáculos cinematográficos, y exento de otros conciertos. 5.1.2.5. Impuesto a favor de la obra de Protección de Menores Del mismo modo, otro de los tributos que estuvieron presentes durante la vida del cinematógrafo, fue el Impuesto a favor de la Obra de Protección de Menores. De hecho, esta tasa tiene su precedente con la Ley de 12 de agosto de 1904 de «Protección de la Infancia». A partir de ella, fueron numerosos los textos legislativos que reprimían la mendicidad, hasta la Ley de Presupuestos de 29 de diciembre de 1910, la cual –en su Disposición 9ª– pretendía la protección de la infancia y extinguir la mendicidad a través de las Juntas de Protección de Menores. Por lo que en 1914, 1928 y más tarde, en 1933, se crea un impuesto independiente que grava los espectáculos públicos a favor de los menores. El tipo de gravamen era del cinco por ciento sobre el precio de asistencia a los espectáculos públicos. Durante la posguerra, se publicaría el Decreto de 23 de agosto de 1953, por el que se imponía el mismo porcentaje anterior, al tiempo que se regían las obligaciones que debían seguirse por parte de los empresarios de los cines. Es preciso distinguir entre el hecho imponible y el objeto del impuesto. El primero está constituido por la existencia de espectadores públicos –cinematógrafos en nuestro caso– a los cuales se puede asistir mediante el pago de una cierta suma de dinero o signo equivalente. El objeto impositivo está constituido precisamente por ese precio de asistencia al espectáculo. (Fernández Flores, 1963, p. 232). Las entradas, billetes o facturas, acompañadas de las correspondientes relaciones, debían 538  B.O.E., 18 de julio de 1958. 352 ser presentadas para su control, en la Junta Provincial de Menores de la localidad a la que perteneciera el local. Tras recibir los signos de control, estas Juntas sellaban las entradas correspondientes. Para controlar el dinero que debía recibir de cada negocio, la Junta supervisaba todas las entradas que iban a ser expuestas a la venta y en cada una establecía una marca distinta. Después, cuando el espectáculo había finalizado, cada empresario devolvía las entradas no vendidas y la Junta conocía el número de billetes despachados al restar las entradas retornadas a las que inicialmente había sellado. Figura 68. Entradas de un cine con las marcas de control del Impuesto de Menores. Fuente: Archivo Manoli Campano Blanco. Una vez finalizaran las proyecciones, los empresarios debían volver a la Junta para presentar una declaración –por triplicado– la relación de las entradas vendidas y las que no lo fueron539. Se enviaban a Menores y Mendicidad unos billetajes para sesiones sin numerar, a los efectos de su troquelado (…) de tres colores, según fueran destinados a laborables, vísperas o festivos, que servían para días sucesivos, anotando en las matrices las localidades vendidas en cada función media hora antes de terminarse, donde no cabían irregularidades, estando las inspecciones garantizadas en cualquier función y 539  Datos recogidos por las declaraciones de Ángel Barrueco Miranda y los números de la revista Exhibidores del Grupo Nacional de Exhibición. 353 en cualquier día, para comprobar precios y cantidades vendidas. (Rico, 1970, p. 5). El pago se realizaba a semana vencida, de lunes a domingo o en el mismo momento de la presentación en la Tesorería de las Juntas. Para que este gravamen no fuera motivo de fraude u ocultación, las Juntas Provinciales y Locales, poseían Inspectores del Impuesto que se personaban en los cines –sin previo aviso– para cotejar las localidades vendidas. Aunque este era un proceso bastante complejo, lo cierto es que no estaba extenso de pequeños fraudes, como el de cobrar la entrada a los espectadores sin entregarles su billete, lo que permitía al empresario justificar estos como no vendidos ante la Junta Provincial. En el capítulo referente a los cines de la provincia, se hace mención a los inspectores y cómo la picaresca hacía que algunos empresarios sortearan el impuesto (Vizcaíno, 1962, pp. 227-256 y Román & Blanco, 2002, pp. 161-163). 5.1.2.6. Impuesto por Autores Cabe mencionar, la parte que recibía la Sociedad General de Autores por cada proyección. En sus orígenes federales, la organización agrupaba varias sociedades, pero tras finalizar la guerra, asumiría la representación y gestión de los derechos de autor en el país, con la creación de una entidad única llamada Sociedad General de Autores de España. Su misión se recogía en el Reglamento de aplicación –publicado en 1880– de la Ley de Propiedad Intelectual de 1879. Durante la etapa franquista, la Sociedad administraba, recaudaba y hacía efectivo un porcentaje del importe del aforo en concepto de derechos de autor. En la década de los años cincuenta, esta organización publicaría una serie de normas que debían acatar los exhibidores. Entre el decenio de 1955 a 1965, las tarifas de recaudación fueron del 1,10% del importe del aforo, clasificando los cines en tres grupos. En el primero estaban incluidas las empresas cuya antigüedad anterior a octubre de 1945 y cuya tarifa se reducía al 0,30%. La tarifa del segundo grupo era de un 0,55%, cuyas empresas habían sido dadas de alta entre el 1 de octubre de 1945 y el 31 de diciembre de 1954. Y, por último, las nuevas empresas que comenzaron a funcionar en 1955, cuya tarifa fue del 0,80%. Mientras, los cines de verano, se clasificaron como anteriores y posteriores a 1955, por lo que sus tarifas serían de 0,80 y 1,10% respectivamente. 354 5.1.2.7. Otros impuestos Según la Orden de 8 de abril de 1941, los conceptos del antiguo arbitrio denominado “Subsidio” serían gravados como Impuesto de Consumos de Lujo540. El impuesto se cobraba sobre el precio de entrada a la localidad por medio de talones o «tickets». En este caso, era de un 30% según el Artículo 7, Grupo C, Número 22: “Representaciones cinematográficas”. Otra serie de normas a las que se veían obligados los empresarios, eran el pago de tasas a servicios de desinsectación de los locales541 o también a suministros eléctricos542, como establecimientos independientes de las viviendas. Este burocrático panorama, se completaría en 1964 con la Orden de 22 de diciembre543 por la que el Gobierno establecería un sistema de control de los rendimientos de taquilla. Con ello, se obligaba a las distribuidoras a presentar semanalmente –ante Delegación Provincial– una relación de los rendimientos en las entradas. A este método de inspección se llamaría control de taquilla, favoreciendo aún más a las productoras y distribuidoras en detrimento de las exhibidoras. Del mismo modo, la Orden de 9 de mayo de 1957, la relajación fue relativa porque el sistema de vigilancia continuó existiendo por medio de los inspectores. (Vallés, 1992, pp. 127-128). La realidad de las salas cinematográficas de la provincia es muy diferente de la capital. La dinámica de ocio rural no permite proyectar todos los días. También en el mundo rural, al menos hasta los años 60, el consumo es menor debido también a que circulaba menos dinero en efectivo (Pablos, 2013, p. 117). 540  El Reglamento para la Administración y Cobranza del Impuesto de Consumos de Lujo de la Conbtribución de Usos y Consumos, fue aprobado a través del Decreto del 14 de diciembre de 1942 (B.O.E., 1 de enero de 1943). 541  Orden ministerial de Gobernación de 24 de julio de 1962. 542  Orden ministerial de Industria de 25 de abril de 1957 sobre tarifas eléctricas y Decreto de 3 de junio de 1955 sobre condiciones que debían regir las instalaciones en los locales de pública concurrencia según el Reglamento electrotécnico para baja tensión. 543  En base al Decreto de 16 de julio de 1964. 355 5.1.3. Proceso administrativo El procedimiento que se seguía para la instalación de industrias de exhibición cinematográfica en la ciudad y provincia de Zamora, fue similar al resto de ciudades y localidades españolas. De hecho, el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos promulgado durante la Segunda República, seguiría en vigor durante el franquismo544. Así las cosas, el protocolo administrativo que se debía seguir para instalar una industria de cine, pasaba no solo por filtros institucionales o económicos, sino también políticos. Lo primero que debía de hacer el empresario era solicitar –previo pago de tres pesetas y media al Gobierno Civil de la provincia– una autorización junto con el proyecto de obra o adaptación del local para ese tipo de industria. Un arquitecto debía realizar los planos y la memoria en la que se plasmarían las características del espacio: tipo de local según el Reglamento de Espectáculos, materiales de construcción, tipo de sistema eléctrico, aforo, tipo de localidades –butacas, sillas y/o bancos corridos–, propiedades del proyector, pantalla y equipo sonoro; ubicación de la cabina y sus características; pasillos; separación entre butacas; medidas contra incendios de todo el local y dimensiones del mismo. Los trámites no cesaban ahí. Una vez terminadas las obras, el empresario debía adjuntar un certificado médico donde se constataba que el local cumplía con las condiciones higiénicas y sanitarias del mismo (véase Apéndice 1, Figura 19). Se da la circunstancia de que en pequeñas localidades de la provincia de Zamora, junto a la documentación que el empresario aportaba al Gobierno Civil, también se acompañaba un informe del párroco, lo que hace constatar del poder que tuvo la Iglesia en la apertura de los cines (véase Apéndice 1, Figura 20). Al mismo tiempo, el gobernador civil solicitaba al alcalde la localidad, un informe –de carácter reservado– en el que constaban los antecedentes sociales y políticos del solicitante; así como su buena conducta (véase Apéndice 1, Figura 21). 544  “Esta orden sufrirá solo ligeras modificaciones bajo el franquismo en cuanto al artículo 102, sobre composición de la Junta Central, órdenes 11 de junio de 1956, 11 de agosto de 1960 y 29 de diciembre de 1965; y el artículo 103 por Orden 8 de mayo de 1961, que sustituyó las Juntas Consultivas Provinciales por Comisiones Provinciales o Comarcales de Servicios Técnicos” (Pablos, 2013, p. 59). 356 Poco después, el Delegado Provincial de Espectáculos545 emitía –con el asesoramiento del Delegado de Industria y Sanidad546– el correspondiente informe. Las Direcciones Generales de Seguridad y de Industria, facultaban al Sindicato Nacional del Espectáculo a emitir informes económicos sobre la conveniencia o no de autorizar la apertura de nuevos cinematógrafos con arreglo a una serie de pautas: tener en cuenta el censo de población de la zona, que el aforo del nuevo local no fuera superior al diez por ciento del padrón y por último, cuando hubiera más de un local de espectáculos, se debía cumplir una distancia mínima entre ambos, tomando en cuenta de nuevo, el censo de población547. Lo cierto es que, aunque estas normas existieran, no eran motivo para que su riguroso cumplimiento por parte de los empresarios. De hecho, estas condiciones podían ser modificadas cuando el cinematógrafo proyectado, contribuyera al ornato y embellecimiento de la localidad o si la construcción supusiera el enriquecimiento económico de la población (Vizcaíno, 1962, pp. 179-180). Como se ha señalado con anterioridad, el Delegado de Espectáculos, tras comprobar la documentación aportada por el empresario de cine, podía dictar tres procedimientos. Uno sería la denegación por alguna circunstancia como la existencia de otra industria en la localidad. El segundo consistía en la aprobación total del proyecto con las localidades y las características solicitadas. Y la tercera posibilidad era la de aprobar –parcialmente– el proyecto limitando –en algunos casos– el aforo inicial. En otros, el delegado de espectáculos aprobaba el proyecto, siempre y cuando se cambiara un elemento del mismo, como la altura de la cabina de proyección o el equipamiento de extintores en la sala y la cabina de proyección. En este último caso, cuando se aprobaba provisionalmente la apertura del local, el empresario se enfrentaba al pago de una serie de impuestos como los enunciados en el punto anterior: Contribución Industrial, el Timbre del Estado y las regidas por el Decreto 551/1960 de 24 de marzo, sobre Tasas de Reconocimiento y Autorizaciones. Poco después, la Junta Consultiva e Inspectora de Espectáculos, inspeccionaba el local para dar fe de que las condiciones del local –así como su seguridad e higiene– se hallaban tal y como afirmó 545  El Correo de Zamora, 7-V-1943, p. 4. 546  La inspección de los espectáculos públicos estaba recogida en la Orden Ministerial de Educación nacional de 26 de enero de 1948 y, posteriormente, en la Orden de 21 de septiembre de 1962 por la que se regulaba el Servicio de Inspección de Espectáculos Públicos. 547  Este dato ya se explicó en páginas anteriores. 357 el Delegado de Espectáculos. Con ello, se procedía a la autorización definitiva del local (véase Apéndice 1, Figura 22) y su funcionamiento, bajo pago de otra nueva tasa. Cada cierto tiempo o cuando las condiciones del local habían cambiado –proyector, obras, etc. –el Gobierno Civil solicitaba al alcalde de la localidad, la emisión de un informe en el que se reflejara el visto bueno por parte de la autoridad municipal (véase Apéndice 1, Figura 23). A la inspección asistían el alcalde, un profesional de la construcción, un médico y el secretario del ayuntamiento, quien levantaba acta. En algunos casos, todo este rito administrativo –desde la solicitud por parte del empresario– quedaba bajo el amparo del gobernador civil o en su caso del funcionario de mayor rango en la institución. Zamora fue ejemplo de ello. En ella hubo gran movimiento de gobernadores civiles durante el franquismo, por lo que el peso de este tipo de autorizaciones recaería en Porfirio Nafría Collado, a la sazón secretario del Gobierno Civil, quien –en algunos casos– concedería autorizaciones provisionales a empresarios que necesitaban urgentemente la apertura de sus locales o a cinematógrafos ambulantes que se repartían por la provincia. 5.1.4. El sistema de exhibición en Zamora Una vez cumplidos los trámites anteriores, a partir de la década de los cincuenta, los empresarios estaban obligados a solicitar un visado y autorización de sus programas a la Delegación Provincial del Ministerio de Información como exhibidores de películas cinematográficas548. En este contexto, entraría en vigor el 1 de junio de 1953, el Reglamento de Relaciones Comerciales entre empresas Distribuidoras y Exhibidoras, publicado por el Sindicato Nacional del Espectáculo549. Este documento puso encima de la mesa las obligaciones que debían tener ambas partes en el proceso de contratación de películas. Las cintas se debían devolver al distribuidor, al día siguiente de su exhibición y por el conducto ordinario más rápido550. El contacto con las distribuidoras se realizaba mediante carta postal o llamada 548  Orden Ministerial de Información y Turismo de 31 de mayo de 1954. 549  Este Reglamento fue creado el 31 de octubre de 1944. Tuvo su primera revisión el 1 de octubre de 1946, para –posteriormente– pasar por una segunda revisión el 1 de octubre de 1949. Su fuerza obligatoria derivaba de las facultades atribuidas al Sindicato Nacional del Espectáculo por la Ley de Bases de la Organización Sindical y el Decreto de la Jefatura del Estado de 19 de febrero de 1942, por el que se reconoce al citado organismo como Corporación del Derecho público (Medina Pérez, 1952, p. 170). 550  Reglamento de Relaciones Comerciales entre empresas Distribuidoras y Exhibidoras de Películas. 358 telefónica –por conferencia– aunque algunos empresarios como Barrueco o Sanvicente se trasladarían a Madrid –entre semana– para gestionar la contratación de cintas directamente con las distribuidoras. En cambio, otros empresarios como Armando Marsal Monzón del Cinema Arias Gonzalo, poseían una gran red de cines por España, lo que hacía mucho más fácil y económica la adquisición de películas. Sea como fuere, el caso es que los exhibidores estaban obligados a contratar un paquete de películas que ofertaban las distribuidoras. De hecho, durante la década de los noventa del pasado siglo, este sistema de adquisición continuaría entre el distribuidor y los empresarios de las salas de cine: La vinculación de los cines con distribuidoras internacionales, que casi es lo mismo que decir norteamericanas, como la United Internacional o la Warner conlleva la contratación de cintas preconcebidas para no ser exhibidas nunca, aunque la iniciativa sea opción de cada empresario (El Correo de Zamora, 19 de julio de 1990, p. 10). Es decir, el exhibidor nunca podía elegir una cinta determinada y apartando otras. Como ya se realizaba en los años treinta, el sistema exigía la contratación por lote. De tal forma, que dentro del paquete de cintas que el empresario contrataba, se incluían algunas de escasa popularidad, pero que debían ser exhibidas junto a las más célebres. En algunos casos, y dependiendo de la distribuidora, esta también exigía los días exactos de proyección de un determinado film y su tiempo en la cartelera del cine. Por lo que el exhibidor debía correr con los daños y perjuicios del retraso de la cinta ante el distribuidor, un veinticinco por ciento del precio fijado en el contrato551. Esto da cuenta del poder del que disfrutaban las distribuidoras, aunque se les exigía que las cintas estuvieran un día antes de su primera proyección y el cumplimiento del contrato de alquiler552. Esta contratación se realizaba mediante dos formas. Por un lado, estaba el llamado tanto alzado –manera muy poco común en la capital– o a la más habitual, a porcentaje. El contrato a tanto alzado suponía el pago de una cantidad fija, Sindicato Nacional del Espectáculo. 1953, Art. 38-3. 551  Reglamento de Relaciones Comerciales entre empresas Distribuidoras y Exhibidoras de Películas. Sindicato Nacional del Espectáculo. 1953, Arts. 38-4 y 38-5. 552  Si la distribuidora incumplía el contrato de alquiler, esta debía de hacer frente a los gastos que el exhibidor debía afrontar como el pago del Impuesto del Timbre, Derechos reales y demás gravámenes. Reglamento de Relaciones Comerciales entre empresas Distribuidoras y Exhibidoras de Películas. Sindicato Nacional del Espectáculo. 1953, Arts. 38-8 y 39-1. 359 durante un tiempo determinado. Es decir, el empresario alquilaba la película durante una semana, realizando cuantos pases quisiera de la misma durante ese tiempo. Otra modalidad adaptada especialmente por algunas productoras es la de fijar un “royalty” para España. Es decir, que las casas productoras ponen a disposición de nuestro mercado toda su producción anual, consignando una cifra, que suele oscilar alrededor de 200.000 dólares como “royalty” de explotación, se exhiban o no sus películas, y lo mismo que sean una o todas. (Índice Cinematográfico de España, 1941, p. 471). Mientras, el sistema de alquiler a porcentaje, obligaba al exhibidor a proyectar la cinta en los días que se estipulaban en el contrato y, además, al pago de una cantidad sobre las localidades vendidas en cada una de las sesiones. Es decir, que si la cinta había recaudado mil pesetas, la distribuidora se adjudicaba un porcentaje, que generalmente era del cincuenta, sesenta e incluso del setenta por ciento. Es justo señalar que los exhibidores, con ese pequeño porcentaje debían hacer frente a los impuestos –anteriormente mencionados– al mantenimiento del local –luz, calefacción…, etc.– y a la nómina de sus empleados. Por lo que es fácil imaginar que si la película a proyectar, gozaba de gran éxito, habría pingües beneficios para ambas partes. Pero si por el contrario, la cinta no alcanzaba buena acogida en taquilla, la empresa exhibidora no amortizaría el precio de la película553. Así lo reflejaba ya en 1941 el Índice Cinematográfico de España cuando se refería al sistema de distribución de películas: Rara vez se compran las películas a tanto alzado, sino que vienen directamente a la distribución. Este sistema lo arraigaron en España precisamente los norteamericanos (…). Lo que hace el productor extranjero es concertar con una casa española la distribución de sus películas, reservándose un tanto por ciento, que oscila entre el 35 y el 65, del rendimiento neto de la explotación durante cinco años. El distribuidor, por su parte, alquila las películas a los empresarios de los locales, y lleva también su parte (…). Casi siempre el distribuidor se asegura del empresario un mínimo, rinda o no la película, obligándose éste, al mismo tiempo, a proyectarla un número fijo de días o en fecha determinadas (…). Lo que queda corresponde al empresario para pago del local, amortización y gastos, impuestos, etc (…). Estas cuentas se hacen local por local en 553  Este sistema sigue en vigor actualmente. 360 toda España y año tras año. (Índice Cinematográfico de España, 1941, p. 470). Es fácil imaginar que este sistema de porcentajes trajera consigo acciones poco lícitas entre los exhibidores y los controladores de las distribuidoras. Fue una costumbre durante el régimen franquista. El controlador manipulaba los datos del censo de entradas vendidas, para quedarse entre él y el empresario del cine, una parte de los beneficios. Así el exhibidor ganaba un poco más con el precio de las entradas y el controlador tendría un sobresueldo554. También, la ausencia de estos controladores en las pequeñas localidades de la provincia, provocaría que los empresarios ofrecieran pases clandestinos para poder subsistir en el negocio, aún contando con las posibles represalias o denuncias555. Estos dos sistemas –tanto alzado y porcentaje– estuvieron presentes durante todo el franquismo. Se han recogido contratos entre distribuidoras y empresas zamoranas como el Cine Barrueco en los que figuran ambos sistemas. También se tiene constancia de cómo eran dichos contratos –la mayoría a tanto alzado– en la provincia de Zamora. Así lo definirían Montero y Paz (2011, p. 92): Las taquillas recogían su cosecha en dinero contante y sonante: sin esperas, sin créditos, sin avales. A la vez, constituían una posibilidad de evasión de impuestos en un mundo en el que no existía el control en taquilla y en el que, salvo en las salas de estreno y algunas pocas más, se pagaba un tanto alzado por las películas. Era imposible para la Hacienda de aquel entonces controlar los ingresos de los cines. En la mayoría de las salas rurales de la provincia de Zamora, el sistema de distribución era de tanto alzado. En este sentido, se han encontrado contratos de distribución del Cine Azul, de la localidad de Manganeses de la Lampreana, firmados con CEA Distribución y Viñals. En la factura de esta última empresa, se incluye el alquiler de cuatro números del NO-DO para las semanas del mes de julio de 1965, incluyendo los portes de ida y vuelta del material556 y 554  Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda. 555  Reglamento de Relaciones Comerciales entre empresas Distribuidoras y Exhibidoras de Películas. Sindicato Nacional del Espectáculo. 1953, Arts. 47-50. 556  En una comunicación personal que se tuvo con Ángel Barrueco Miranda, este mencionaba que las distribuidoras cobraban el alquiler del saco donde viajaban las latas de películas, llegándose a cobrar un importe por “desgaste” de la cuerda que cerraba el saco. 361 la publicidad de la misma. En el caso de CEA, se fijaba el precio de alquiler de la película, así como ocho fotos en color –fotocromos– a cuarenta pesetas, un tráiler a treinta y cinco; e igualmente los correos, el embalaje e impuestos correspondientes (véase Apéndice 1, Figura 24). Una última forma de contrato de distribución era por medio de la llamada “escala de regulación”. Este sistema era un híbrido entre las dos anteriores. La casa distribuidora establecía un precio fijo de garantía por la exhibición del film. Si la cinta alcanzaba una determinada recaudación neta en taquilla, se aplicaba un porcentaje de esos ingresos, que comenzaba normalmente por un cincuenta. Si la recaudación obtenida, subía de esa cantidad, el porcentaje aumentaba en un punto. Para entender este proceso se adjuntan dos copias de de contratos (véase Apéndice 1, Figuras 25 y 35). Esto da cuenta de cómo las distribuidoras aprovechaban las cintas clásicas –como Ben- Hur– para ofrecerlas de nuevo en el circuito de exhibición, durante finales de los sesenta. Se puede comprobar cuáles eran los porcentajes aplicados según la recaudación. Así, se tiene que para una recaudación de ciento veinte mil pesetas, el porcentaje que se adjudicaba la MGM era del 55% sobre ese precio. Si el cine recaudara de 120.000,01 a 130.000 pesetas, el porcentaje aumentaba en un punto, y así sucesivamente. Como se puede comprobar, este modelo de contratación, fue instaurado por las distribuidoras para impulsar los reestrenos, las cintas clásicas y de animación; y sobre todo el cine B. A parte de los tres sistemas de distribución, para conseguir mayores beneficios, el empresario de cine podría subir el precio de las localidades. Con ello, otra táctica del Gobierno fue la establecer, a través de la Orden Ministerial de 8 de marzo de 1957, el precio de las entradas de los espectáculos audiovisuales. Con ella, se frenaba una arbitraria subida abusiva en los cines, obligando al exhibidor a explicar los motivos de dicho ascenso. Algunos de estos pretextos –por ejemplo–, hacían referencia a los salarios de personal, alquiler del local, tarifas del suministro eléctrico, el pago de impuestos. En la provincia, este método condujo a la picaresca entre muchos empresarios, esgrimiendo sus escasos beneficios ante la administración, para luego engordar el precio de las localidades. En este escenario comercial, 362 el gobierno también impondría el establecimiento de los horarios de los espectáculos públicos a través de la Orden Ministerial de Gobernación de 18 de enero de 1962. Esta prohibía que los cines ofrecieran proyecciones más tarde de las doce de la noche –entre octubre y mayo– y a partir de las doce y media en los meses de verano. Por otra parte, el sector de la exhibición se nutría de profesionales cuya clasificación dependía de su función dentro del negocio. De este modo, según el Reglamento Nacional de Trabajo de Locales de Espectáculos y Deportes de 1950557, existían tres categorías para cinematógrafos: personal técnico, administrativo y subalterno. El personal técnico estaba compuesto por jefe de circuito, jefe de técnicos, jefe de cabina, operadores y ayudantes558. Mientras que, los encargados de la administración lo componían contadores, taquilleros, auxiliares y aspirantes. Por último, se encontraba el personal subalterno, compuesto a su vez por encargados, conserjes, acomodadores, porteros, y servicios de limpieza (Vizcaíno, 1962, pp. 187-206). En la mayoría de los locales de la provincia de Zamora, estas funciones eran realizadas por dos o tres personas, debido a que estas protoindustrias no tenían nada que ver con los cines de las grandes capitales. La poca actividad –la mayoría de las veces un día entre semana– hacía inviable la contratación de personal, por lo que las riendas de las empresas las tomaba el propio empresario, contratando –en la mayoría de las ocasiones– un proyeccionista que venía a la localidad ex profeso, y un acomodador o vigilante del local que, generalmente era un vecino del pueblo. El funcionamiento de los cines de la capital, era bien distinto por la oferta de cintas durante toda la semana. En esta época, además surgen otros espacios dedicados al séptimo arte en la ciudad, con lo que se aumentaron los puestos de trabajo en esta actividad. “Recuerdo que mi padre Joaquín Alcina –de profesión carpintero–para ganarse un dinero extra, trabajaba por las tardes como acomodador para la empresa Sanvicente en el Teatro Principal. Durante más de quince años, llegó a tener más de veinte empleados entre ambos teatros”. (Comunicación personal de José Luis Alcina Luengo). 557  B.O.E. de 15 de mayo de 1950. Orden de 29 de abril. Este Reglamento tiene sus antecedentes en lo que se refiere a los operadores cinematográficos, a los primeros tiempos del cinematógrafo. Donde los propios hermanos Lumière impartían cursos de proyección a los neófitos. También, el Reglamento de Policía de Espectáculos de 1935 es un precedente a este de 1950, ya que para ejercer como operador de cabina, era necesario aprobar los correspondientes exámenes –teórico y práctico- y poseer el carnet del Sindicato Nacional del Espectáculo. 558  Se hará mención sobre los operadores, en la página siguiente. 363 Figura 69. Empleados de la empresa Barrueco cuando esta gestionaba el Cine; y los Teatros Principal y Ramos Carrión. 1955. Fuente: Archivo Ángel Barrueco Miranda. En el caso concreto de las salas de la capital –salvo alguna excepción– el empresario Sanvicente o Barrueco– eran los encargados de dirigir y administrar la explotación del negocio. Pero también se daba la circunstancia de que la empresa de exhibición, contrataba las cintas y nombraba a un administrador, cuyo fin era el de gestionabar la sala y sus empleados. El Cinema Arias Gonzalo –creado en los albores de los sesenta– es un claro ejemplo de ello. Propiedad de Armando Marsal Monzón, esta empresa gestionaba directamente las películas a través de su exhibidora en Bilbao, contratando a un administrador para este cine de Zamora. Volviendo al personal técnico, hay que destacar su gran responsabilidad durante las proyeccióones y de la buena marcha del espectáculo559. Debían velar por la conservación de los aparatos instalados en cabina, no ausentándose de la misma durante la función. Por último, repasaban el programa del día, cuidaban la limpieza de los aparatos, manejaban los cuadros de luz, y embobinaban la película. El protocolo a seguir por parte de estos operarios, era similar al que se explicó en el punto 4.2. de esta investigación, cuando se hacía mención a la 559  La Orden del Ministerio de la Gobernación de 2 de julio de 1956 dictaría las normas del personal encargado de los aparatos de proyección. Esta Orden cambiaba el lugar de los exámenes, que pasaba a ser en Madrid, siguiendo la tónica de establecer dos pruebas, una práctica y otra teórica. 364 distribución y exhibición de cintas durante los años treinta: la cinta de prueba era comprobada por los operadores, rellenando estos un parte de repaso de la película a proyectar, según la tabla de indemnización que se presenta: Figura 70. Tabla de indemnización de películas en mal estado. Fuente: Anuario del Espectáculo 1944-1945. También estos profesionales, hicieron de valedores de la censura durante la posguerra: Las normas que los proyeccionistas debían cumplir eran una lista de anotaciones mecanografiadas, que aparecían escritas en una tarjeta de cartón que acompañaba a la película a modo de licencia de exhibición. Aunque con el paso del tiempo la censura fue relajándose, algunas de las tarjetas elaboradas en los últimos años de la dictadura permiten comprender las limitaciones impuestas al cine durante décadas. (Román y Blanco, 2002, pp. 116-117). Seguidamente, los empresarios redactaban las condiciones del contrato con la distribuidora. “La mayoría de las veces, tanto mi abuelo, como mi padre, como yo, firmábamos los contratos con las distribuidoras sin ningún tipo de condición, por lo que era como firmar un papel en blanco” (comunicación personal de Ángel Barrueco Miranda). El trabajo de los contadores y los taquilleros era el de controlar las localidades vendidas y realizar los partes para la administración: contribución industrial, impuesto de menores, hacienda… 365 Figura 71. Hoja de repaso de una película proyectada. Fuente: Archivo Jesús Casaseca Delgado. Por último, el grupo de trabajadores lo componían el personal de limpieza, los porteros y los acomodadores. Este personal solía cobrar por horas sueltas, de ahí que la casi la totalidad de ellos, tuvieran este trabajo como segunda opción560. En las sesiones donde se preveía gran afluencia de público, las entradas estaban numeradas por el tipo de localidad –ya que en la mayoría de los cines se podía encontrar butacas, sillas y/o bancos corridos– y su ubicación dentro de la sala. Los acomodadores –durante las sesiones numeradas– debían lidiar con espectadores astutos, que ocupaban mejores localidades por las que habían pagado. 560  La retribución de este personal venía establecida por tres zonas dentro del territorio nacional. La primera eran las grandes capitales de provincia, mientras que en la segunda zona se incluían las poblaciones medias. Por último, en la tercera categoría se incluían las ciudades y localidades menos pobladas, como Zamora (Vizcaíno, 1962, p. 209). 366 5.1.5. Legislación y Censura La primera norma censora de la época llegó con la Orden del ministerio de 24 de agosto de 1939, sobre la existencia de menores de catorce años en los espectáculos públicos. El 27 de marzo de 1940 se publicaba una nota en la prensa, del entonces gobernador civil de Zamora –Carlos Pinilla Turiño– para dar cumplimiento a la misma. Mientras se realizaba la clasificación para esa franja de edades, los jóvenes tenían prohibida la entrada a estas proyecciones, salvo en el caso de que fueran producidas por el Departamento Nacional de Cinematografía, o que fueran cintas de tipo documental y/o noticiarios, las de dibujos, y, por último, las especialmente autorizadas por los Organismos de Censura561. Unos meses más tarde, el mismo Gobierno Civil, publicaría las multas que acarrearían las personas que no cumplieran la normativa, no solo por parte de los empresarios, sino también de los padres o tutores de los menores562. Será a partir de ese momento, cuando los distribuidores de la capital, incluirán en las carteleras de la prensa, la leyenda: “apta para menores”. Unos años más tarde, desde el consistorio zamorano, se solicitaría la colaboración ciudadana para que cualquier persona denunciara la asistencia de menores en los espectáculos. Esta vigilancia se trasladaba también a las actividades poco lícitas de algunos exhibidores que proyectaban, cintas clasificadas no aptas en las sesiones infantiles563. En el anterior apartado, referente a los años 1931 a 1939, se comprobó cómo la Iglesia ofrecía un papel de censor de las cintas que se estrenaban en el país. En la ciudad del Duero, el medio que informaba sobre las clasificaciones de las películas fue el Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora564. Ya a comienzos de la Guerra –agosto de 1936– publicaría la encíclica Vigilanti Cura del Papa Pio xi, así como la prohibición de concurrencia de menores a los 561  Heraldo de Zamora, 27 de marzo de 1940, p. 2 562  Heraldo de Zamora, 1 de noviembre de 1940, p. 2 563  El Correo de Zamora, 15 de septiembre de 1953, p. 2 564  En dicha publicación se verían reflejadas algunas leyes y normas del Poder Civil como la mayoría de edad, la prohibición de concurrencia de menores a los espectáculos públicos, el Concordato con la Santa Sede, la Ley del descanso dominical, la nueva Ley de Régimen Local, la Exención del Impuesto de Derechos Reales. También se incluirían circulares propias como la modestia en el vestir (1955) o la pública moralidad de las mujeres durante los meses de verano (1956). 367 espectáculos públicos565 y su recordatorio566. En el Boletín, también destacan las Normas de Moralidad para Asesores Religiosos de Radio y Televisión. En ese documento, se explicaban las funciones de estos consultores. Estos no debían limitarse a la censura de guiones y programas, sino que tenderían “a un verdadero asesoramiento positivo en todo aquello en que la labor de las emisoras pueda influir en la esfera moral y social”567. Esta dinámica de implicación del apostolado seglar en el terreno de la moralización del cine, respondía directamente tanto al interés de la cúpula de la Iglesia, como a la demanda de algunos grupos católicos, que deseaban contar con una guía de carácter moral, que les advirtiese de los posibles reparos de cada película, que recomendase o no su visionado, y que aconsejase una limitación de edad a los espectadores que podían asistir a ella. (Sanz, 2013, p. 70). Tras finalizar la guerra, la Sección Contra el Film Inmoral (CEFI) fue sustituida por el Servicio Informativo de Publicaciones y Espectáculos (SIPE). Este organismo fue ayudado por el Secretariado de Espectáculos de Acción Católica568, así como las críticas en las revistas Filmor, Ecclesia y Signo569, primer antecedente de la futura Oficina Nacional recomendada por la encíclica Vigilanti Cura (Vivanco, 1950, p.4). La dualidad de organismos encargados hasta entonces, con carácter privado, de la calificación moral de los espectáculos, producía notorios inconvenientes en cuanto a las disparidades de criterio que inevitablemente se producían por mucha compenetración que hubiera entre los críticos respectivos. Esto producía la necesaria confusión y desconcierto en el público, que veía a veces calificada de distinta manera la misma película, divergencias aún mayores entre las distintas provincias. (Vivanco, 1950, p. 5). 565  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, número 11 del 28 de septiembre de 1939 (pp.158-163). Haciendo referencia a la Orden del Ministerio de la Gobernación, BOE, 1-VIII-1939. 566  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, número 5 del 2 de mayo de 1958 (p.137). 567  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, número 6 del 5 de junio de 1958 (pp.174-179). 568  Acción Católica Española fue una organización cuyo fin era el de formar y dirigir las actividades del apostolado seglar a los fieles de toda condición, sexo y edad que se ofrecían para ayudar a la Jerarquía Eclesiástica. Durante 1940 ya se recogen sus bases en el Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, número 8 del 30 de agosto (pp. 144-147). A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. 569  Signo: semanario de la juventud. Revista de Acción Católica. 368 Claro ejemplo de la amalgama de calificaciones se produce en 1945, cuando la revista Filmor actualiza su tabla de calificación por colores, quedando esta de la siguiente manera: Figura 72. Tabla de calificación de películas por colores de 1945. Color Significado Blanca Para todos los públicos Azul Para jóvenes y mayores Rosa Para mayores Roja («grana») Peligrosa Fuente: Juan Orellana (2007, pp. 197-198). Elaboración propia. De ahí que se produjeran discrepancias entre estas organizaciones en cuanto a la clasificación de determinadas cintas: Esta dualidad de instrumentos de censura privada se alejaba de los criterios expuestos en la encíclica Vigilanti cura, que recomendaba la constitución de un solo centro nacional de vigilancia. Además, la disparidad de criterios de ambas organizaciones ejercía una influencia negativa en el público, que veía desconcertado cómo Filmor catalogaba una cinta con el color rosa y S.I.P.E. lo hacía con azul (Martínez-Bretón, 1987, p. 37). Si hay algo que puede ofrecer una visión más o menos realista de la situación, es la publicación de un artículo titulado El cine es valioso como amigo y temible como enemigo. Firmado por Nicolás González Ruiz –a la sazón escritor y periodista– en la revista Signo, y que posteriormente sería publicado en El Correo de Zamora. González Ruiz, define al medio como un arma de doble filo: “Es temible si quiere hacernos mal y resulta un aliado inapreciable si quiere nuestro bien” (González Ruiz, 1948, 18 de febrero. El cine es valioso como amigo y temible como enemigo. El Correo de Zamora, p. 4). De hecho, el periodista constata el cada vez más numeroso grupo de gente que sufre trastornos de locura y crisis moral en un país como los Estados Unidos, estableciendo una relación entre estos síntomas y la asistencia del público a las salas de proyección. 369 Por su parte, el Estado era el organismo que más importancia ostentaba para hacer cumplir las normas a través de los gobernadores civiles en cada capital de provincia. Es de destacar, el poder de estos sobre la sociedad y cómo los medios de comunicación afines al régimen, secundaban las acciones de los representantes gubernamentales a través de sus páginas. Así se tiene el ejemplo de una nota recogida en el diario Imperio, informando de poner fin -por parte del gobernador civil- a ciertos excesos durante los espectáculos públicos para favorecer una vida normalizada: El cierre de establecimientos y la terminación de los espectáculos públicos a las horas fijadas, medida que viene a favorecer a la población laboriosa, amoldando a todos a un régimen de vida ordenada que ha de hacer más eficiente el trabajo (…) evitar (…) que grupos de trasnochadores interrumpan (…) ese necesario reposo; terminar de una manera tajante con la costumbre (…) en que han dado algunas personas en convertir las salas de espectáculos en poco menos que merenderos (…)570. Esta campaña –centrada en la moralización de las costumbres– advertía de manera tajante el poder con el que contaba el Gobierno Civil a la hora de sancionar y aleccionar a quienes no se acataran sus normas. Durante el primer lustro de los años cincuenta, periodo en que se consuma jurídicamente la convergencia de intereses Estado-Iglesia, las autoridades eclesiásticas, fieles a su actitud expectante, no bajaron el listón de la vigilancia moral de los españoles. Independientemente de la unidad de destinos, la Iglesia siempre veló armas en torno a las constantes morales del país. (Martínez-Bretón, 1987, p. 72). Debido a esta disparidad de criterios entre las distintas organizaciones, durante esta década de los cuarenta, se pensó en sustituir la tabla de clasificación de colores por otra más eficaz con números, utilizados por las revistas Ecclesia y Signo; y heredadas de los Centros Cinematográficos extranjeros. Estas ideas se materializarían en la primavera de 1949, con la creación de un anteproyecto de normas para la calificación moral de espectáculos, dando a luz la nueva tabla por números, de uso más moderno, breve y sencillo (Vivanco, 1950, p. 7). 570  Imperio, 9 de junio de 1943, p. 3. 370 Dada la evidente necesidad de unificar criterios, Filmor y S.I.P.E. antepusieron el número correspondiente a su propia calificación y se acordó la celebración de reuniones semanales de críticos de las tres organizaciones para fijar por mayoría la calificación de cada película. (Gutiérrez-Lanza, 2000, p. 32)571. Figura 73. Tabla de calificación de películas por números en 1950. Número Significado 1 Para todos 2 Jóvenes (desde los 14 a los 21 años inclusive) 3 Para mayores de 21 años 3R Mayores con reparos (la misma edad que la anterior, pero para adultos con sólida formación moral) 4 Gravemente peligrosa 5 Sin crítica moral Fuente: José Manuel Vivanco (1950, pp. 5-24) y Juan Orellana (2007, p. 198). Elaboración propia. En marzo de 1950, la Comisión Episcopal de Ortodoxia y Moralidad, junto a la Dirección General de Acción Católica, aprobaría las normas para la censura moral de espectáculos (Revista Ecclesia, 4 de marzo de 1950, p. 233). Paralelamente se crearía la Oficina Nacional Permanente de Vigilancia de Espectáculos572, cuya misión era la de aplicar las reglas establecidas para todo el territorio español. 571  Gutiérrez-Lanza, C. (2000). Proteccionismo y censura durante la etapa franquista: Cine nacional, cine traducido y control estatal. En Rabadán, R. (Ed.). Traducción y censura, inglés-español: 1939-1985. Estudio preliminar. León, España: Universidad de León. 572  Posteriormente pasó a denominarse Oficina Nacional Clasificadora de Espectáculos (ONCE). Su reglamento fue recogido por Orellana (2007, pp. 241-248). 371 Para la redacción de dichas instrucciones se habían tenido en cuenta, además de las indicaciones pontificias, las recomendaciones hechas el 20 de febrero de ese mismo año por el Obispo de Sigüenza, D. Luis Alonso Muñoyerro, a la sazón Presidente de la Comisión Episcopal de Ortodoxia y Moralidad, y dirigidas a todas las organizaciones católicas nacionales que efectuaban censura privada de espectáculos. (Orellana, 2007, p. 195). En el caso concreto de Zamora, esta Guía Moral de Espectáculos, no sería publicada en la prensa hasta un año más tarde. Primeramente, sería El Correo quien publicara de forma diaria la tabla de calificación, junto a las carteleras de las películas estrenadas a partir del 4 de enero de 1951. Más tarde, el diario Imperio haría lo mismo y –por último– el Obispado de la ciudad, incluiría las instrucciones y normas en el Boletín Oficial de la Diócesis número 7, de 5 de julio de 1950 (pp. 124-130)573. En los años cincuenta (…) la Iglesia española era muy celosa de vigilar los elementos de moral y costumbres de las películas: la indumentaria , los besos, los vicios, la sensualidad… dando por buena cualquier película que, además de no ir declaradamente contra el dogma, fuera recatada, pacífica, casta y bien hablada. (Orellana, 2007, p. 185). En este escenario canónigo, durante esta época, el nuevo pontífice pronunciaría una treintena de discursos referentes a los espectáculos y al llamado «cine ideal». Es de destacar el discurso que el Papa Pio xii pronunciaría a los autores y artistas, el 26 de agosto de 1945. Misión del Cine y del Teatro era el título de la alocución del Pontífice, cuyas palabras fueron publicadas en el Boletín de la Diócesis zamorana574. También es de destacar la publicación en dicho Boletín, de una carta del entonces obispo de Zamora –Eduardo Martínez González– sobre la firma del nuevo Concordato entre la Santa Sede y el Estado Español firmado el 27 de 573  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. 574  A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, Núm. 13, 15 de diciembre de 1945 372 agosto de 1953575. Con él, se establecieron una serie de privilegios para ambos firmantes576. El desarrollo de los medios de comunicación social del siglo xx ha provocado un problema nuevo (…). Pues ya no se trata del buen o mal empleo que el hombre y la sociedad pueden hacer de estos poderosos medios de acción de que disponen , sino del desmesurado dominio que el instrumento, escapando al control de su artífice, tiende a ejercer hoy día sobre la persona humana… Bajo la presión del dirigismo informativo, mediante la seducción de la imagen (…) logra hoy ya forjar la conciencia del individuo sin que él mismo lo sepa, invade poco a poco toda su actividad mental y determina situaciones que siguen considerándose como espontáneas. (Canals, 1964, p. 21)577. Estas ideas fueron materializadas en 1957, cuando Pio xii publicó la encíclica Miranda prorsus sobre Cine, Radio y Televisión578, que junto a la celebración del Concilio Vaticano II, afianzaría las relaciones de la Iglesia con los medios de comunicación, incluidos el cine. Dentro del Concilio, se votó positivamente junto a otros, un Decreto por el cual se exhortaba a los obispos para que supervisaran y promovieran las obras audiovisuales en sus propias diócesis y, que estas fueran dirigidas por “religiosos exentos” 579. Volviendo a la gestión de la calificación de las cintas, durante los años sesenta, se produjeron una serie de conflictos entre la Conferencia Episcopal de Cine, Radio y Televisión, y la Comisión Episcopal de Ortodoxia y Moralidad580 por hacerse con el control de las valoraciones 575  Sus palabras hicieron referencia a la lucha por el materialismo en el que estaba sumida la sociedad, y a la lucha, no solo con la palabra, sino de los fieles zamoranos a través de buenas acciones. A.Dio.Za. Biblioteca Diocesana. Boletín Oficial de la Diócesis de Zamora, Núm. 10, 5-IX-1953, pp. 296-299. 576  La Iglesia disfrutaría de un nuevo conjunto de privilegios como las exenciones fiscales, subvenciones sobre construcciones, derechos por constitución de universidades y medios de comunicación; y el monopolio sobre la enseñanza religiosa, entre otros. El Estado por su parte, vio favorecido su reconocimiento internacional y la elección del nombramiento de los obispos a través del derecho de presentación, concedido este, solamente a ciertas monarquías europeas. 577  Carta de la Secretaría del Estado y dirigida al presidente de las Semanas Sociales de Francia. Enrico Baragli. Unamità del film idéale, en La Civiltà Cattolica. 17 de diciembre de 1955. En Canals, S. (1964). La Iglesia y el Cine. Madrid, España: Rialp. 578  Es interesante el estudio de Miguel Borrás (2014, pp. 217-244), sobre cómo la Iglesia -durante la etapa franquista- a través de la Seminci utilizaría el cine como un instrumento para transmitir la fe. 579  Decreto sobre los Medios de Comunicación Social (Inter mirifica), 4-XII-1963. Recuperado de: https:// bit.ly/R5XDe8 580  Es de destacar la publicación de la Comisión episcopal española de cine, radio y televisión. (1960) Guía de películas estrenadas: (1939-1959). Madrid, España: Delegación Eclesiástica Nacional de Cinematografía. Fides Nacional. En ella se incluyeron una serie de textos referentes a legislación de cintas, como las normas para la calificación moral, el Reglamento de Policía de Espectáculos, la Junta de Calificación y Censura, la asistencia de menores en dichos espectáculos, así como el Reglamento de relaciones comerciales entre distribuidores y exhibidores. 373 de películas. La influencia de la Iglesia sobre las valoraciones morales de las cintas menguó, gracias al cambio social en la opinión pública. Hasta tal punto que, el clero cambiaría su estrategia de manera radical, valorando de otra manera el séptimo arte (Orellana, 2007, p.187). De hecho, en los diarios Imperio y El Correo, se puede comprobar la relajación –a partir de 1961– de la publicación de las tablas de calificación moral de películas estrenadas en Zamora. Es decir, estas numeraciones dejaron de publicarse escalonadamente en el tiempo, hasta su total desaparición en 1964. Por último, es importante destacar el número de películas clasificadas con el número 4, gracias al estudio que realizó Martínez-Bretón (1987, p. 90). Este autor –a partir de los datos recogidos en la revista Ecclesia– elaboró una tabla en la que detalla el número de películas de estreno en España desde 1948 a 1961, separándolas por el número de censura. Martínez-Bretón destaca que el número de cintas estrenadas y clasificadas con el número 4 fue bajando progresivamente, pasando de 34 en 1948, a cinco en 1961, lo que daba como resultado que el porcentaje sobre el total de films estrenados en España, bajara al mismo tiempo del 12,7 al 1,1 por ciento. La situación se acentuó unos años más tarde, gracias a la redacción del informe de José María García Escudero –a la sazón ex Director General de Cinematografía y Teatro– con motivo de una posible Pastoral en febrero de 1971. A pesar de las intenciones aperturistas del clero durante el Concilio Vaticano II, lo cierto es que García Escudero puso sobre la mesa el carácter «retrógrado» y «oscurantista», de la Iglesia, invitándo a que se dedicara a ser un mero colaborador del Estado, sin reprobar las películas estrenadas en el país. Será el principio del fin de la censura eclesiástica. “Como es fácil imaginar, en el periodo de asimilación del Concilio, que en España se demoró por razones políticas, la censura eclesiástica dejó de tener seguidores sensiblemente” (Orellana, 2007, p.205). Un año después, la Acción Católica suprimiría el Secretariado de Espectáculos, dejando de publicar las fichas Cinematográficas por motivos económicos. Con el mismo pretexto, unos años más tarde, –en 1977– las fichas Filmor siguieron el mismo camino. Un dato muy relevante es que durante esa época, Alsina (1977, p. 26) denunciara el corte de fragmentos de películas estrenadas en España: 374 Lo hace a veces para ahorrarse una discusión con la censura o para conseguir una calificación más benigna, que permita por ejemplo el acceso de niños a la sala. Pero en muchos otros casos se elimina metraje para obtener un film más liviano y más corto, que pueda ser exhibido en cinco y no en cuatro funciones diarias. En 1974 con el nuevo director general de Cinematografía, Rogelio Díez Alonso constituiría -de forma transitoria- las nuevas normas censoras a través de unos preceptos flexibles en el terreno ideológico y de expresión inmediata a la pantalla581. 5.2. Los difíciles años de la posguerra (1940-1959) 5.2.1. El monopolio continúa: 1940-1942 Tras finalizar la Guerra Civil, en Zamora continuaría unos años más el monopolio de la exhibición con el que contaba Alejandro Sanvicente. De hecho, destinaría gran parte de la cartelera cinematográfica al Principal, dejando los espectáculos teatrales al otro coliseo. Durante febrero de 1940, continuaron las proyecciones de Noticiarios LUCE y Noticiarios del Departamento Nacional de Cinematografía, así como otras cintas de la distribuidora Junca Films. El precio de la entrada seguiría siendo similar a años anteriores –entre 1,60 y 2,10 pesetas– con sesiones de 4,30; 6,30; y 9,45. Las cintas más representativas de la época fueron Sopa de ganso (Dick Soup, Leo Mccarey, 1933), La tumba India (Das Indische Grabmal, Richard Eichberg, 1938), El poder invisible (The Invisible Ray, Lambert Hillyer, 1936), Mares de China (China Seas, Tay Garnett, 1935) y Casados a la fuerza (Questi regazzi, Matio Mattoli, 1937); así como las producciones españolas La Farándula (Antonio Momplet, 1935), Frente de Madrid (Carmen fra i rossi, Edgar Neville, 1939) o La tonta del bote (Gonzalo Delgrás, 1939), que cosecharon enormes éxitos en la ciudad. Del mismo modo, entre el 11 y el 17 de marzo, Sanvicente realizaría la gran semana del cine, con la creación de un concurso entre los lectores del Heraldo de Zamora. Estos debían resolver un crucigrama publicado los días 29 de febrero y 1 de marzo, y enviarlo a la redacción del medio. El premio consistía en una entrada gratis en butaca para la sesión de las 581  El Correo de Zamora, 26 de febrero de 1975, p. 5 375 siete durante toda la semana582. Por su parte, como venía realizando en años anteriores al conflicto bélico, el Heraldo de Zamora reservaría una columna con informaciones sobre las películas que se habían proyectado. Esta llevaba el título: “Lo que vimos ayer”. Los coliseos ofrecían producciones americanas y nacionales y los documentales que ensalzaban la labor del ejército alemán como Bautismo de fuego o La campaña de Polonia583. Mientras, otras cintas como Margarita Gautier (Camille, George Cuckor, 1936)584 no sería proyectada en Zamora, al ser esta excomulgada por el obispado de Pamplona585. Durante 1941, Sanvicente constituye una sociedad mercantil limitada junto a su hijo Eugenio-Práxedes Sanvicente Hurtado, adquiriendo586 un solar que lindaba con el Teatro Principal. Su intención era agrupar la casa conocida como “Mesón del Peso Público” para que formara parte de las dependencias del Teatro. Esta construcción, lindaba por detrás con una calle sin salida, conocida con el nombre de Cal de gatos, y que daba acceso al teatro. Por otra parte, los precios de taquilla en ambos coliseos aumentaron hasta llegar a las 2,50 pesetas en butaca de patio. El género587 que más influencia tuvo fue el de aventuras, con cintas como El predilecto (The Irish in US, Lloyd Bacon, 1935), El tigre de Esnapur (Der Tiger von Eschnapur, Richard Eichberg, 1938), Las minas del rey Salomón (King Solomon’s Mines, Stevenson & Barkas, 1937); las románticas, como Ardid femenino (Vivacious Lady, George Stevens, 1938) o Ninotchka (Ernst Lubitsch, 1939). Durante ese año, Sanvicente adquirió un nuevo equipo OSSA “tipo Alta Fidelidad”, cuyo estreno se produjo con documentales de Actualidades UFA y el film María Estuardo (Mary of Scotland, John Ford, 1936). 582  Ese era el primero a cuarto. Luego los quintos a novenos constaban de lo mismo pero para la sesión infantil. La polémica vino porque hubo una errata en uno de los crucigramas, aunque se solucionaría un día después. El resultado se publicó el día 7 con numerosos acertantes, por lo que Sanvicente y el Heraldo se vieron en la necesidad de realizar un sorteo, el cual se publicó el día siguiente, resultando catorce los agraciados. 583  Heraldo de Zamora, 4 de julio de 1940, p. 2. 584  El film -basado en la novela de Alejandro Dumas (hijo) La Dama de las Camelias- narraba la vida de una cortesana y sus relaciones amorosas con grandes personales de la vida social en el París de mediados del siglo xix. 585  Heraldo de Zamora, 23 de septiembre de 1940, p. 3 586  Fue adquirida por treinta y siete mil pesetas a Enriqueta López Rivero. A.H.P.Za. Archivo Alejandro Sanvicente. 587  Durante este primer periodo del franquismo, hubo en Zamora organismos que contratarían los servicios de Sanvicente para ofrecer cintas a sus asociados. Claro ejemplo de ello fue la Obra Sindical de Educación y Descanso de Zamora, quien realizaría una proyección por el “V aniversario del alzamiento salvador de España”; con el film Deber y disciplina (Navy Wife, Allan Dwan, 1935) en el Nuevo Teatro. 376 Advertimos ayer una instalación pura de sonido y un tono que llega con la suficiente intensidad a todas las localidades; sin estridencias y sin baches de sonido tan acuciados hasta ahora, la voz sale limpia y da una sensación de realidad que mejora notablemente la audición (Heraldo de Zamora, 10 de marzo de 1941, p. 2). Durante ese verano, el empresario regalaría la entrada de baile en la pista de patines del Nuevo Teatro, a las personas que adquirieran una entrada en cualquiera de las sesiones de cine que se ofrecieran en cualquiera de los dos coliseos. Será cuando los horarios sufran una variación, estableciendo la sesiones a las cinco; siete y media; y diez de la noche; y una nueva infantil a las tres de la tarde. También se presentaría en el Teatro Principal -en pase privado- Ayer y hoy, Castilla. Zamora. Película sobre la Semana Santa, filmada ese mismo año por Fernando López Heptener y producida por la Junta Pro Semana Santa; y a la que asistieron el gobernador civil; y autoridades municipales y eclesiásticas588. “El documental se convirtió en la película de la Semana Santa de Zamora. Fue la promoción institucional de una Cofradía y de sus procesiones. No es de extrañar que se tomara así en cada uno de los estrenos” (Cebrián, 1994, p. 90). Un año más tarde589, la prensa criticaría al máximo organismo de las cofradías por “deshacerse” de la cinta: La Junta Pro Semana Santa, una vez confeccionada la película, se deshizo de ella, la vendió a una Casa distribuidora y no quiso saber nada más, pues no contaba con medios para su explotación. De ahí que la cinta (…) haya rodado por todos los coliseos y salones cinematográficos de España y haya venido a Zamora, cuando ya nadie se acordaba de ella, que era lo que se trataba de demostrar (El Correo de Zamora, 25 de febrero de 1943, p. 2) También es en este año cuando se impondrá, por parte del Sindicato Nacional del Espectáculo, el emblema de la Delegación Nacional de Auxilio Social, que dependía de la Falange. Esta 588  Heraldo de Zamora, 15 de septiembre de 1941, p. 1. 589  La cinta fue estrenada para el público en general el 16 de febrero de 1942 en el Teatro Principal. La crónica de la prensa relata el gran acierto de Heptener por captar los monumentos y la Semana de pasión de la ciudad. Aunque por otra parte, se criticaba la falta de costumbres zamoranas: “Falta en ella todo lo nuestro, lo más típico, bello y tradicional (…) hay que hacer una gran película que sirva de recreo y añoranza a los zamoranos (…) en cualquier época del año”. Heraldo de Zamora, 17 de febrero de 1942, p. 2. 377 organización intentaba paliar las necesidades que había generado la sublevación y la guerra. Su primera acción fue la apertura de comedores sociales para los niños en situaciones de penuria. Estos emblemas590 consistían en escudos impresos en papel cartulina y se postulaban –obligatoriamente– en las inmediaciones de los locales. Se imponían a todas aquellas personas que asistían a espectáculos públicos, siendo diferentes cada día. Su presentación –junto con la entrada al espectáculo– era requisito sine qua non para poder asistir a las veladas591. Las cuestaciones o postulaciones eran llevadas a cabo por las cumplidoras del Servicio Social de la Mujer o las afiliadas de la Sección Femenina. Consistía en la recaudación quincenal mediante huchas en la vía pública (en cafés, en oficinas, en tiendas, etcétera) de un donativo. Se solicitaba únicamente 30 céntimos a cambio de un emblema. Cada persona debía de ostentar uno sólo que servía para acreditar el cumplimiento de esta obligación social. Giménez Muñoz, 2011, p. 13). Figura 74. Emblemas del Auxilio Social. Fuente: Archivo Ángel Barrueco Miranda. Durante esta época, fueron escasas las informaciones que el Heraldo dedicó a las proyecciones en ambos teatros, debido principalmente a la Segunda Guerra Mundial, permaneciendo las informaciones solamente en el espacio publicitario. De hecho, hasta 590  La Biblioteca Nacional de España en su sección Biblioteca Digital Hispánica, posee una gran colección de estos emblemas con diversos temas: escudos nobiliarios, descubridores, platos de cerámica historia de España… 591  Heraldo de Zamora, 21 de mayo de 1940, p. 2 y 23 de mayo de 1940, p. 2. 378 finales de septiembre, el diario no informará de proyecciones cinematográficas592. Fue a partir de aquí, cuando el medio volverá a dedicar una pequeña reseña al séptimo arte, con el título de “Cine”, firmadas ellas por el cronista Edumosán. Durante diciembre, Sanvicente dotaría de nuevas butacas –tapizadas– que daban a la sala del Nuevo Teatro un aspecto más lujoso. También se reformaron partes del decorado y de la ornamentación interior593. Ya en 1942, se produciría una subida de precios en la entrada de ambos teatros, superando las dos pesetas. La butaca de patio tenía un coste de entre 2,15 y 2,60 pesetas; y los estrenos más representativos de ese año fueron las españolas Sin novedad en el Alcázar (Augusto Genina, 1940), Un alto en el camino (Julián Torremocha, 1941), El difundo es un vivo (Ignacio F. Iquino, 1941), Marianela (Benito Perojo, 1940); así como las cintas foráneas La canción del desierto (Das Lied de Wüse, Paul Martin, 1939) o Alarma en el expreso (The Lady Vanishes, Alfred Hitchcock, 1938). También el 5 de febrero se estrenaría Raza (José Luis Sáenz de Heredia, 1942) para todos los afiliados de FET y de las JONS. Cedida por Sanvicente esta función de gala celebrada en el Nuevo teatro, fue patrocinada por el Consejo de la Hispanidad y la Delegación de Prensa y Propaganda de Falange de Zamora. Durante los días previos, fueron numerososo los espacios dedicados al acto en la prensa local, siendo el Heraldo quien publicara tres páginas durante los días 3 y 4. Es la película de España. En ella, con un argumento imaginario, pero que en cada instancia, reviste el carácter de auténtica realidad, desfilan todas las glorias y todos los valores espirituales de nuestra Patria y de sus hijos594. El estreno de ayer, señala, sin duda, el punto culminante de la producción cinematográfica nacional y es una demostración de nuestras posibilidades. Todo en ella es ajustado y preciso; el argumento resulta tan humano, tan real, dentro de su misma sencillez, que acaba por captar al espectador y tenerle pendiente de su desarrollo con una atención y una entrega que no decaen un solo instante595. En noviembre de ese año, la empresa sustituiría las butacas del patio del Nuevo Teatro por otras más cómodas. 592  Heraldo de Zamora, 25 de septiembre de 1941, p. 2. 593  Heraldo de Zamora, 22 de diciembre de 1941, p. 4. 594  Heraldo de Zamora, 3 de febrero de 1942, p. 4. 595  Heraldo de Zamora, 6 de febrero de 1942, p. 2. 379 5.2.2. La llegada del Cine Barrueco Ha sido la primera y única empresa que ha conseguido reunir a tres generaciones de exhibidores: José Barrueco Seisdedos –su fundador–; los hermanos Alfredo, Carmita, Pepe, Nati y Ángel Barrueco Lozano –hijos del anterior– y Ángel Barrueco Miranda596 –nieto de José e hijo de Ángel–. Y además también fue la única empresa que más salas de espectáculos regentó en Zamora durante el pasado siglo: Cine Barrueco, Teatro Principal, Teatro Ramos Carrión, Cine Pompeya, Cine Cervantes y en Salamanca el Teatro Gran Vía. Durante mayo de 1936, José Barrueco597 –que por aquel entonces regentaba la ruta de coches de línea entre Fermoselle y la capital– decide embarcarse en el negocio del espectáculo. Sixto Robles –a la sazón director del periódico Imperio– dedicaría en sus páginas, un especial dedicado a la carrera profesional que Barrueco había fraguado desde sus comienzos como vendedor ambulante de puntillas hasta llegar a ser un gran empresario de espectáculos: Don José Barrueco es un hombre de memoria prodigiosa. Y de una cultura vastísima adquirida en sus numerosos viajes y no en libros, ya que sus estudios se reducen a los que pudo realizar en la escuela primaria. Es, además, un hombre emprendedor, un hombre de negocios, audaz y valiente para acometer cualquier empresa y hábil para triunfar en todo lo que se propone (Robles, 1954, 21 de agosto. De vendedor ambulante de puntillas a empresario de espectáculos. Imperio, p. 2)598. Uno de los aspectos más importantes a la hora de abordar la historia de esta empresa, es conocer la vida de su fundador. José Barrueco nace en Fermoselle en 1885, un precioso pueblo de los arribes del Duero en la provincia de Zamora. Con doce años emigraría a Oporto, ciudad en la que vivirá toda su adolescencia. Allí, junto a dos de sus hermanos599 se dedicó al negocio de la venta ambulante de puntillas. Con la mayoría de edad y comprobando la ausencia de 596  La Filmoteca de Castilla y León en Salamanca, organizó una exposición entre enero y abril de 2016 con el título: Cines en el Recuerdo. La última sesión. En ella se incluyeron carteleras, fotocromos, programas de mano y fotografías de los desaparecidos cines de Castilla y León, incluyéndose documentos cedidos por Ángel Barrueco Miranda. Gracias a él, se ha recuperado el patrimonio cinematográfico legado por su abuelo y su padre. Recuperado de: http://www.elnortedecastilla.es/salamanca/201602/03/salas-proyectaron-nuestras-vidas-20160203123023. html 597  José Barrueco Seisdedos había estado. 598  Son de destacar el espacio que el fermosellano le dedicaría a su paisano en las páginas de Imperio, los días, 21, 22, 25 y 26 de agosto de 1954. 599  Fueron ocho hermanos en total. 380 beneficios por este negocio, Barrueco aprovechó el poco dinero que tenía para comprar un billete en un barco alemán que hacía la ruta de Europa a Cuba. Allí se dedicaría a la venta de novelas por entrega. Al mismo tiempo, puso la vista en el negocio de las ampliaciones fotográficas, tan de moda en aquella época. Tras un periplo en el Caribe, regresa fugazmente a España, donde vuelve a emigrar, unos meses más tarde, rumbo a Filipinas. Después de unos años por el país insular vendiendo relojes y novelas por entregas, emprendería ruta por Centroamérica, visitando Perú, Nicaragua y Panamá con negocios como la venta de tela blanca. Su último destino volvió a ser Cuba, donde abriría una joyería hasta pasada la Primera Guerra Mundial. En 1919 volvió a España para quedarse, regentando un negocio de venta de pescado y más tarde de automóviles. De hecho, adquirió un vehículo de la marca Ford con dicesiéis plazas, matrícula ZA146. Durante años se dedicará al transporte de viajeros entre la capital y Fermoselle, hasta que en 1927, el Estado le aprueba la concesión en exclusiva de dicha ruta. Esto da cuenta de cómo gracias a su trabajo, Barrueco llegaría a poseer quince coches de línea600. Gracias a la información recogida en el Libro de Gastos601, se puede llegar a la conclusión de que José Barrueco y sus hijos, comenzaron a gestionar la creación de una empresa de espectáculos en la ciudad en 1936. En dicho diario se apuntaban minuciosamente todos los pagos a los que se tuvo que hacer frente, para la construcción y mantenimiento del nuevo espacio de entretenimiento. Queda constatado que el empresario adquiriría el solar conocido como Tennis Club por cerca de veinticuatro mil pesetas. 600  Imperio, 21-VIII, 1954, p.2; 22-VIII-1954, 25-VIII-1954, p.2 y 26-VIII-1954, p.2. 601  Por la forma en la que se escribe (refiriéndose a su padre, José) y gracias a Ángel Barrueco Miranda, se puede afirmar que dicho libro fue escrito por Alfredo Barrueco, hijo y tío de los anteriores. 381 Figura 75. Cartilla profesional de José Barrueco Seisdedos. Fuente: Archivo Ángel Barrueco Miranda. Situado en la avenida de Portugal, el terreno lindaba con la vía del tren, lo que hacía que estuviera bastante lejos del centro, por aquella época602. Ese mismo lugar, durante la década de los veinte, había sido sede del Tenis Club Zamora, una elitista sociedad deportiva que -a parte de ser el centro de la práctica de este deporte- servía como lugar de celebración de reuniones sociales y bailes603. A parte del terreno, este empresario debió de hacer frente a los gastos de escritura de la compra realizada, la contribución y la construcción de un muro que cercara el espacio adquirido, ascendiendo a más de cuatro mil pesetas604. Resulta evidente pensar que el señor Barrueco tenía la intención de construir y gestionar cuanto antes el nuevo negocio. Pero debido a problemas de adquisición de materiales –durante el conflicto bélico– como la falta de hierro y cemento, la construcción del cine se demoraría en más de 602  José Barrueco ya había adquirido otros terrenos anexos a este en el que construyó –durante principios de los treinta- una casa que le servía de vivienda y de garaje para el coche de viajeros de la línea Fermoselle-Zamora. 603  El terreno del Tenis Club, estaba rodeado -en una de sus partes- por la muralla de la ciudad. Constaba de bar con terraza y a él acudían las clases más pudientes de la ciudad. García Rubio, J. M. (2008, 16 de noviembre). Nace “Tenis club Zamora”. La Opinión/El Correo de Zamora, (dominical), p.4. 604  Archivo Familia Barrueco. Libro de gastos 1936-1950. 382 seis años. Los inmensos gastos a los que tuvo que hacer frente fueron dosificados durante la etapa entre 1936 a 1943. De hecho, en 1937, Barrueco destinó sus ahorros a obras públicas, alcantarillado y red eléctrica que demandaba el solar, lo que encareció el coste inicial del proyecto, suponiendo la paralización del proyecto hasta dos años más tarde. En mayo de 1939, el arquitecto Antonio García Sánchez-Blanco firmaría el proyecto605 del cine606 cuyo solar -en forma de trapecio- contaba con más de novecientos metros cuadrados (véase Apéndice 1, Figuras 26 y 27). Fue la primera sala de estas características concebida como tal y el que más aforo poseería en la ciudad: 1.316 localidades. La arquitectura fue estrella y restó protagonismo a muchas películas de cine. Como grandes inmuebles que eran, dedicados en todo su volumen a un uso concreto, se resolvieron con estructuras un tanto especiales en unos momentos en que las técnicas de cálculo, con el empleo de nuevos materiales, se encontraban en continua progresión y cambio. (Martínez Medina, 1997, p. 49). En la memoria de construcción, se clasificaría dentro del grupo 3º y aparatado d, con arreglo al Reglamento de Policías de Espectáculos Públicos. Los materiales utilizados para su construcción fueron la mampostería, ladrillo, hierro y hormigón armado. Las primeras salas de cine propiciaron además la aparición de un nuevo modelo de edificio, orientado en exclusiva a la proyección de películas y bien diferenciado de los recintos teatrales precedentes. Una característica de los locales cinematográficos fue su sencilla estructura. Palcos, plateas y demás divisiones comunes en los coliseos teatrales desaparecieron en los nuevos inmuebles, construidos con una simple división de patio de butacas y general. (Román & Blanco, 2002, p. 48). El edificio constaba de cinco plantas. En el sótano se ubicó el cuarto de calderas con ventana al patio exterior y calefacción de carbón. La planta baja estaba destinada a la entrada del público, gracias a sus tres puertas con terminación semicircular. Constaba de vestíbulo, 605  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 2/26. Solo el Proyecto tuvo un coste de 26.500 pesetas. Libro de Gastos de la Familia Barrueco. 606  En 1986, la entonces Corporación Municipal, sacó adelante por unanimidad un catálogo de edificios y conjuntos protegidos por su interés histórico, artístico o ambiental. El edificio del Cine Barrueco se encontraba en el nivel de protección estructural A, «con estilo y composición relevantes y que constituía un elemento urbano característico de su entorno». De ahí que -en su demolición a principios del siglo xxi- se haya respetado la fachada. El Correo de Zamora, 13 de octubre de 1994, p. 15. 383 taquilla –en el lado derecho– y escaleras de acceso al anfiteatro –en el izquierdo–. Al fondo, en el lado derecho se dispusieron los servicios separados por sexos. La entrada al patio de butacas se realizaba a través de una amplia puerta, aunque en los laterales se incluirían otras tantas entradas para el público. Poseía un aforo de 742 localidades repartidas en trescientas butacas delanteras –filas una a diez–, 420 generales –filas once a treinta y una–; y veintidós butacas para la última fila. En el frente de la sala se emplazó un muro de embocadura en el que asentó la pantalla de proyección, así como un pequeño escenario, con entradas laterales y dos cuartos de descanso. En este sentido, cobra especial atención la forma en que Sánchez- Blanco diseñó esta zona, para la ubicación de las orquestas que amenizaban el cine silente. Aún cuando el cine sonoro, anula este valioso elemento no podemos omitirlo por razones artísticas y por ello se dispone de una caja con nivel inferior a la del suelo de la sala a fin de que no prive de vista al público y por bajo de la visera de escena por si en algún momento fuera necesaria; no siendo por tanto su uso continuado se justifica el que no se disponga de cuarto de fumar para los profesores. (García Sánchez-Blanco, 1939, p. 3)607. Figura 76. Postal del Cine Barrueco. Circa 1943. Fuente: Archivo Ángel Barrueco Miranda. 607  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 2/26. Proyecto del Cine Barrueco. 384 En la planta principal se construyó la tribuna o anfiteatro con palcos con capacidad para 388 espectadores y 88 butacas delanteras. La general la formaban las plazas situadas en el fondo de la sala a una altura superior a la del patio. Estas localidades, conocidas también popularmente con el nombre de gallinero, serán ocupadas la mayoría de las veces por los espectadores más jóvenes, entregados con igual pasión a la visión de la película y a la práctica de la algarabía. (Román & Blanco, 2002, p. 48. Citando a Alba608). En este nivel, se construyó en el lado opuesto a la pantalla, la cabina y sus dependencias. En ella se incluyeron la sala de descanso con servicio, la de embobinado y la de proyección. Esta última construida con materiales incombustibles, dispositivo de ducha sobre los aparatos y tres amplias ventanas que miraban a la fachada principal. Aprovechando la inclinación que este último piso poseía, se diseñó una planta entresuelo que constaba de una sala de descanso, el ambigú o bar y los servicios higiénicos. Por último, en la última planta, unas escaleras de acceso solo al personal, comunicaban todos los niveles del edificio. En ella se ubicaría una sala con los grupos electrógenos del edificio y una última dependencia –sin especificar en el proyecto– en la torre. García-Blanco, diseñó –según el Reglamento– escrupulosamente la anchura de las dependencias, los pasillos y las butacas, así como las salidas de emergencia que debía poseer el edificio. La construcción se completaba con ventanas graduables en la parte del tejado, con el fin de ventilar el edificio. “La belleza de líneas arquitectónicas que ofrece el edificio, dentro de la severidad, sencillez, atrevimiento y vistosidad de las obras modernas, constituye la nota relevante de la manera de construcción zamorana” (El Correo de Zamora, 6 de febrero de 1943, p. 3). Resulta evidente pensar, que el presupuesto inicial de la obra sería sobrepasado por los numerosos detalles e instalaciones especiales que intervenían en la misma, por lo que Sánchez-Blanco tuvo que poner una cifra inicial de trescientas mil pesetas, aunque esta aumentaría a cerca del triple. Esta da cuenta de cómo Barrueco fue construyendo lentamente su cine durante los años 1940 a 1942609. En el Libro de Gastos -anteriormente mencionado- existe un salto de tiempo entre 608  Alba, J. C. (2000). Los teatros y cines de Vitoria. Arquitectura para el espectáculo. Vitoria, España: Ayuntamiento de Vitoria. 609  En el último número del Heraldo se informa que durante la última comisión del ayuntamiento del mes 385 1937 a 1939, debido principalmente a la poca materia prima con la que se contaba –hierro y cemento– durante la Guerra. Tras la entrega del proyecto de construcción al Ayuntamiento, la empresa Barrueco e hijos –que así se denominaría– se desplazaba esporádicamente a Madrid para gestionar la compra de los aparatos de proyección, a parte de realizar las infraestructuras que demandaba el nuevo edificio: alcantarillado, agua y acopio de materiales varios. Un año más tarde, se adquirieron las butacas de madera y el telón de la embocadura por más de 27 mil pesetas. Por otra parte, la cuantía del proyector OSSA, junto con los altavoces ortofónicos, ascendería a 57 mil pesetas. Estos gastos -al igual que el resto de necesidades- fueron liquidados a plazos, tal y como se refleja en el Libro de Gastos. El coste total de construcción y puesta en marcha del Cine Barrueco fue de cerca de seiscientas mil pesetas, aunque durante los primeros meses de su estreno, la empresa seguirá haciendo frente a numerosos pagos, provocados por la liquidación de la obra. Se tiene constancia de que fueron alrededor de ochocientas mil pesetas, los gastos totales de la obra. Una gran inversión para aquella época. Durante diciembre de 1942 y enero de 1943, los equipos de proyección fueron sometidos a numerosas pruebas. Así lo demuestran los alquileres de las cintas de la casa Filmófono: Umbrales de Escocia y Curiosidades mundiales. El Cine Barrueco se inauguró con gran éxito de público el 7 de febrero de 1943 en dos sesiones a las siete y las diez de la noche, con la película Eso que llaman amor primer film estrenado en la capital con el sistema de Technicolor610. Anteriormente611 el cine ofrecería a sus invitados un concierto de la Coral de Zamora612 y las proyecciones del número 3 del NO- DO junto con el corto de dibujos animados Gavilán en la sierra. Desde hoy cuenta Zamora con un nuevo salón de cine en el que, sin que suene a ditirambo, o tenga apariencia de reclamo, se pueden admirar arte, por la perfección de la obra, austeridad en sus detalles, elegancia en su conjunto y todas las comodidades de junio, se autorizaba la instalación del tendido eléctrico a José Barrueco Seisdedos en la avenida de Portugal. Heraldo de Zamora, 30 de junio de 1942, p. 3. 610  Aunque hubo varias versiones del sistema Technicolor, como el sistema bicolor estrenado en Zamora por Alejandro Sanvicente en el Teatro principal durante 1927; lo cierto es que no sería hasta 1932 cuando Hollywood redefina este proceso con tres colores: verde, rojo y azul, dando como resultado un proceso mucho más puro que los anteriores. Recuperado de: https://hipertextual.com/2015/05/technicolor-centenario 611  El cine abrió sus puertas a las cuatro y media de la tarde, invitando a las personalidades provinciales y locales de la ciudad. El Correo de Zamora, 8 de febrero de 1943, p. 2. 612  El Correo de Zamora, 30 de enero de 1943, p. 2 y 5 de febrero de 1943, p. 2. 386 que exige una moderna instalación de esta clase. (El Correo de Zamora, 6 de febrero de 1943, p. 3). La función se dividía siempre en una primera parte, compartida generalmente por los dibujos animados, los del Gato Félix, o los de Popeye, y por los noticiarios, el NODO enseguida, que venía trayendo hasta Zamora los ecos y las imágenes del frente y de más lejos (…). En los años de la guerra y algunos más, teníamos que ponernos en pie todo el público y, con el brazo diestro más o menos estirado, escuchar los himnos atronadores (…) después se volvían a pagar las luces, y venía ya lo serio. (García Calvo, 1997, p. 22). Figura 77. Primer día de apertura del Cine Barrueco. Fuente: Archivo de Ángel Barrueco Miranda. La primera recaudación del nuevo cine fue de 8.077,80 pesetas613, lo que determina el enorme éxito de público que obtuvo Barrueco durante la inauguración. Hay que señalar que si el aforo era de alrededor de mil trescientas localidades y su recaudación total –para el pago del 613  Archivo Familia Barrueco. Diario de ingresos/gastos 1943-1950. 387 concierto para tres sesiones– fue de 8.775 pesetas, puede darse cuenta de la gran recaudación que se alcanzó, máxime cuando algunas de ellas fueron invitaciones a empresarios, amigos y familiares. El precio de la entrada para las sesiones de las cinco era de 1,35 pesetas, mientras que para las otras dos -siete y cuarto; y diez y media- ascendió a 2,70 pesetas614. “Después de un periodo de mucho ajetreo, llegó el momento de la inauguración, que recuerdo como si fuera hoy mismo. Estuvo el «todo» Zamora, como se suele decir. Naturalmente eran otros tiempos y el cine era la diversión preferida, por no decir la única. Recuerdo que venía la gente de los pueblos en carros, bicicletas y otros medios para ver las películas”615. Los primeros éxitos de la sala llegaron con cintas como las americanas Blancanieves y los siete enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, Cottrell y otros, 1937), El séptimo cielo (Seventh Heaven, Henry King, 1937) o El ídolo de las mujeres (The Pride of the Yankees, Sam Wood, 1942); y producciones nacionales como La aldea maldita (Florián Rey, 1942), Mariquilla terremoto (Benito Perojo, 1939), Los últimos de Filipinas (Antonio Román, 1946) o La verbena de la Paloma (Benito Perojo, 1935), esta última con una recaudación de 1.704 pesetas durante su primer día de estreno el 15 de agosto de 1943. Gracias a un convenio con la Asociación de la Prensa y la Sociedad Española de Radiodifusión (Cadena Ser de Zamora), se estrenarían otras míticas cintas. El caso de Currito de la Cruz (Luis Lucia, 1949) fue espectacular. Así lo narraba, Ángel Barrueco Lozano ante los micrófonos de Radio Zamora: “Fue tal el éxito de esta película y otras similares que si hubiésemos tenido en el cine el doble de aforo, igualmente los hubiéramos llenado”616. Miles han sido las anécdotas que sucedieron en este espacio, como la de exhibir una cinta con una bobina menos por error del proyeccionista, perdiéndose el público, casi media hora de exhibición617. En el voluminoso Diario de gastos/ingresos de la empresa Barrueco, se pueden llegar a contabilizar más de veinticinco distribuidoras que surtieron de cintas el cine en la primera década de su fundación: 614  El Correo de Zamora, 10 de febrero de 1943, p. 3. 615  Declaraciones de Luis Ramos Domínguez, primer proyeccionista del Cine Barrueco. En El Correo de Zamora, 18 de abril de 1993, Dominical, p. 15. 616  Declaraciones de Ángel Barrueco Lozano –hijo del fundador– a Cadena Ser Radio Zamora, con motivo de los veinticinco años de actividad del cine. 7 de febrero de 1968. Archivo Familia Barrueco. 617  Declaraciones de Luis Ramos Domínguez, primer proyeccionista del Cine Barrueco. En El Correo de Zamora, 18 de abril de 1993, Dominical, p. 15. 388 Ortiz Films, Viñals, Tobis, Hispano Fox Films, Internacional Films, Selecciones Capitolio, Exclusivas Manzano, Centro Español Cinematográfico, Rafa Films, Exclusivas Floralba, España Films, Cifesa, Distribuidora Castellana, Filmófono, Metro, Selecciones Mavi, Rey Soria Films, Columbia Films, Balesfy Blay, Ufa, Warner Bros., Mercurio Films, Procines y Universal Española. A estas se le sumarían -durante los años cincuenta- Suevia Films, C. B. Films, Confisa, Domingo Sagrado, Vicente Sánchez Marcos, Manuel Aparicio, España Actualidades y Alianza Cinematográfica. El número de películas estrenadas durante 1948 fue de 145, esta cifra conocida gracias a un registro realizado por la empresa para El Correo de Zamora. También se realizó una encuesta entre los espectadores para conocer los artistas y films predilectos de ese año, entre las que destacarían, como mejor película Locura de amor (Juan de Orduña, 1948) y como film extranjero Vivir en paz (Vivere in pace, Luigi Zampa, 1947)618. En 1949 se adquiere un nuevo proyector OSSA619 –por 63 mil pesetas– y se invierte en publicidad en la prensa –Imperio y El Correo– y la radio –Radio Zamora–, tal y como se muestran las más de dos mil cuatrocientas pesetas invertidas para tal fin y apuntadas como gastos en el Diario durante julio de 1950. En ese mismo año, la empresa adquiere el terreno que lindaba con la parte de atrás del cine por 14.657,50 pesetas y 10.710 metros cuadrados. La intención era la de utilizarlo como zona de esparcimiento pública ofreciendo películas de estreno al aire libre durante los meses estivales. El espacio tomaría el nombre de Cine Tenis- Club, en recuerdo a la sociedad deportiva que permaneció en ese lugar durante la década de los veinte. Durante ese verano, se ofrecieron sesiones de cine en sesión continua, desde las nueve y media a dos pesetas la silla620. Ya en 1950, se realizaron obras de mejora en el local y se adquirieron más butacas. Pero el mayor acontecimiento ocurrido en el Barrueco, se produjo un año más tarde con el estreno de Lo que el viento se llevó621 (Gone with the Wind, Fleming y Cukor, 1939) en sesiones de cinco; y nueve y media, a quince pesetas la 618  El Correo de Zamora, 29 de diciembre de 1948, p. 3. 619  El Correo de Zamora, 16 de diciembre de 1949, p. 2. 620  El Correo de Zamora, 22 de julio de 1949, p. 4, 16 de agosto de 1949, p. 2 y 19 de agosto de 1949, p. 4 621  Debido a la duración del film, solía correr una frase muy célebre entre los espectadores de la capital: “Lo que el viento se llevó, lo que Barrueco ganó y lo que el culo aguantó”. Aportaciones de Ángel Barrueco Miranda a esta investigación. 389 butaca. El hecho de que se proyectara once años más tarde de su producción, provocaría una gran acogida y, por ende, un enorme éxito. Si bien esto hizo que Sanvicente -con sus teatros- reaccionara ofreciendo films como Se vende una novia (Bride for Sale, William D. Russell, 1949), destinando un gran espacio publicitario en la prensa junto a la cartelera del Barrueco622. Los sectores falangistas se habían opuesto (…) al despilfarro de divisas que suponía la importación de aquel costoso film, pero Metro-Goldwyn-Mayer consiguió su distribución y autorización tardía (1950) en España en un momento histórico en que los intereses económicos norteamericanos estaban implantándose sólidamente en el país y era inevitable la incorporación de España al bloque occidental bajo liderazgo yanqui. (Gubern, 1981, p. 105). La cinta se proyectó durante cerca de quince días623, batiendo un record de permanencia en la capital, superado dos décadas más tarde por La naranja Mecánica (A Clockwork Orange, Stanley Kubrick, 1971) 624. Figura 78. Programa de mano de Lo que el viento se llevó. Fuente: Archivo de Ángel Barrueco Miranda. 622  El Correo de Zamora, 29 de diciembre de 1951, p. 2. 623  Aunque en el Diario de ingresos/gastos 1943-1950 de la empresa (pp. 272-284), la película estuvo en cartel desde el 14 de septiembre al 13 de octubre, ambos inclusive; la realidad fue bien distinta. La cinta se proyectaría entre el 19 de diciembre de 1951 al 1 de enero de 1952, ambos inclusive (El Correo de Zamora, 20 de diciembre de 1951). Otra de las cintas que permanecería en cartel durante mucho tiempo, fue Currito de la Cruz (32 días). 624  Se proyectó en el Cine Pompeya. 390 Después de la inauguración, comenzarían los nuevos estrenos en sesiones cinco; siete y cuarto; y diez y media la noche. Del mismo modo, los precios se dividirían por tipo de localidad. Para las butacas del anfiteatro situadas entre las filas tres a doce, el importe de la entrada fue de 2,05 pesetas; mientras que para las butacas situadas entre las filas nueve a veintinueve del patio de butacas, el precio ascendía a 4,05 pesetas. Finalmente, para las butacas de patio delanteras –filas una a ocho– la cuantía de las entradas fue de 2,70 pesetas625. Precios estos, similares a los de la competencia. También durante esa época, Barrueco instauró dos sesiones especiales. La sesión fémina se celebraba los martes y en la que, una pareja –un miembro de cada sexo- podía entrar a la sala con la entrada del varón. Así a las mujeres, les saldría gratis. La picaresca hacía que, por las inmediaciones del cine, se juntaran parejas de desconocidos dispuestos a entrar para ahorrarse entre los dos, la mitad de la entrada. La sesión gran fémina, se celebraría los jueves, gracias al gran éxito de público con la que contó la anterior. Este tipo de entrada, era similar a la de los martes, pero estuvo enfocada a parejas de mujeres. Así el empresario se garantizaba la gran afluencia de damas, con el consiguiente reclamo para el público masculino. Las cintas con mayor éxito durante esta década fueron: Sangre y arena (Blood and Sand, Rouben Mamoulian, 1941), El burlador de Castilla (Adventures of Don Juan, Vincent Sherman, 1948), Cleopatra (Cecil B. DeMille, 1934), Gilda (Charles Vidor, 1946), Botón de ancla (Ramón Torrado, 1948), Robin de los bosques (The Adventures of Robin Hood, Michael Curtiz, 1938), La jungla de asfalto (The Asphalt Jungle, John Huston, 1950), Las minas del rey Salomón (King Solomon’s Mines, Bennett & Marton, 1950), El Mago de Oz (The Wizard of Oz, Victor Fleming, 1939), ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946), Un americano en París (An American in Paris, Vicente Minelli, 1951), Los sobornados (The Big Heat, Fritz Lang, 1953); o los films más populares de Tarzán con Johnny Weissmuller, comedias de los hermanos Marx y como no, la película-documental El Duero y sus saltos del operador zamorano Fernando López Heptener, producida por Iberduero626. Fue en ese tiempo cuando un joven Ángel Barrueco Lozano627 –hijo menor del fundador– tomaría las riendas del negocio familiar en 1954 junto 625  El Correo de Zamora, 18 de febrero de 1943, p. 4. 626  El Correo de Zamora, 28 de julio de 1956, p. 6 y 15 de noviembre de 1956, p. 2. 627  Por esa época la empresa Barrueco se haría con la explotación del Teatro Gran Vía de Salamanca, aunque 391 a la explotación de los teatros de la ciudad628. Aunque Alejandro Sanvicente seguía estando al frente de sus teatros, lo cierto es que su gran labor empresarial fuera de Zamora, le obligaría a confiar en la empresa Barrueco, ofreciéndole la explotación de los dos teatros entre 1951 a 1956629. La nueva empresa de Espectáculos Barrueco, ofrecería obras teatrales en el Principal y proyecciones fílmicas al Teatro Ramos Carrión630, gracias a su nuevo gerente: Ángel Barrueco Lozano (véase Apéndice 1, Figura 28). En febrero de 1955, y adelantándose a la inauguración del Cinema Valderrey –que contaba con el estreno otra película en CinemaScope– la empresa Barrueco aceleró la renovación de sus equipos –lentes y una nueva pantalla panorámica– para ofrecer la primera película presentada con ese formato en Zamora. Coraza Negra (The Black Shield of Falworth, Rudolph Maté, 1954) aprovechaba por completo la anchura y calidad de la pantalla, estrenándose el 11 de febrero de ese año a “precios especiales”631. Ayer se estrenó la nueva técnica en el Cine Barrueco, para lo cual se instaló una pantalla gigantesca, 18 metros de longitud, en la que se proyectó la película “Coraza negra”. De éxito colosal puede conceptuarse el sistema, a pesar de que todavía se halla en vías de perfeccionamiento. Sobre todo, los fondos tienen una matización muy adecuada y la visión es impresionante, cobrando el mayor rendimiento las escenas de masas. (Imperio, 12 de mayo de 1955, p. 2). Lo que confería que la imagen fuera tan grandiosa, era que las imágenes captadas en la película, pasaban por dos procesos que usaban lentes anamórficas: en el primero, las imágenes se comprimían en la filmación; y en el segundo, estas se descomprimían durante la proyección. El CinemaScope (1953) desarrollaba un sistema creado por Henry Chrétien en 1929, usando lentes anamórficas (fabricadas por Panavision, Inc.) que se situaban frente fue gestionado por Alfredo Barrueco. 628  Imperio, 1 de septiembre de 1954, p. 2. 629  A.Di.Za. Expediente del Teatro Ramos Carrión. Imperio, 26 de agosto de 1954, p. 2 y 2 de noviembre de 1956, p. 2. 630  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05265 631  Imperio, 9 de mayo de 1955, p. 2 y 11 de mayo de 1955, p. 2. 392 a la cámara de filmación y del proyector de cine. Fue el resultado del compromiso alcanzado entre la producción de cine tradicional, el cine de masas y las técnicas de exhibición. Los exhibidores de las salas del cine y muchos críticos llamaron al CinemaScope el “Cinerama del pobre” (“A poor man’s Cinerama”), pero triunfó. Las razones: una estrategia agresiva de la Twentieth Century Fox para imponerlo… y la prensa, con críticos, como Bosley Crowther, del New York Times, que lo encontraron “similar al Cinerama”. (Mas, 2016, p. 101). Figura 79. Cartelera del Cine Barrueco con el primer estreno en CinemaScope en Zamora. Fuente: Imperio, 11 de febrero de 1955. A Corazana negra, le siguieron Retaguardia (The Command, David Butler, 1954) y Siete novias para siete hermanos (Seven Brides for Seven Brothers, Stanley Donnen, 1954)632. Durante esa época, fueron varios los filmes que se exhibieron con formatos panorámicos, como el caso de la cinta Navidades blancas (White Christmas, Michael Curtiz, 1954) con sistema VistaVision de la Paramount. El VistaVision633 se proyectaba horizontalmente con 632  Imperio, 7 de mayo de 1955, p. 2. 633  Aunque al comienzo, el VistaVision tuvo muy buena acogida, lo cierto es que su éxito fue menguando a medida que el CinemaScope fue ganando en popularidad. 393 ocho perforaciones, lo que se traducía en el disfrute de imágenes el triple de grandes que las de otros formatos. Los precios aumentarían a diez pesetas para la tribuna y a quince para la butaca de patio. Una vez desligada de la explotación de los teatros capitalinos, la empresa Barrueco concedería importancia a su recinto primigenio y al espacio –que unos años atrás– servía como lugar de bailes y alguna proyección esporádica de cine. El Tenis-Club mudó su nombre en el verano de 1957 por el de Cine Avenida Pista Miami. De tal forma que ese mes de julio, la empresa ofrecerá bailes con orquesta y cine al aire libre durante los domingos. También, los viernes y sábados se proyectaban sesiones continuas desde las nueve de la noche a la una y media de la madrugada. Normalmente en estas exhibiciones, se estrenaban cintas históricas junto a cómicas o de aventuras a cinco pesetas la silla634. Otros días, el baile estaba presente toda la tarde –para seguidamente, sobre las nueve de la noche– ofrecer una película por el mismo precio de la entrada del baile. Las evidencias apuntan a que las sillas debían de ser plegables, ya que el espacio del recinto servía como cine y pista de baile. También la empresa, incluyó un servicio de bar, abierto durante las veladas. El Cine Avenida Pista Miami estuvo presente durante los veranos del 57 y 58, ya que –en años posteriores– no se tienen noticias de su actividad635. Durante febrero de 1957, el Cine Barrueco atravesaría por su primera renovación por parte también de Sánchez-Blanco636. Consistió en reformar el patio de butacas, las partes laterales de la tribuna y de la embocadura, debido, principalmente, a las molestias visuales que le ocasionaba la gran pantalla a los espectadores de las primeas filas. En el patio de butacas se anularon los pasillos laterales establecidos al final de la sala, consiguiendo una mayor anchura para las últimas filas. De ahí que se suprimieran los tabiques que daban acceso al bar, desplazando este hasta el vestíbulo. Debido a esta eliminación, la tribuna sufrió también cambios, sufriendo un escalonamiento en el piso de los palcos laterales. Por último, la nueva instalación de la pantalla panorámica trajo consigo la construcción de una nueva embocadura. El aforo total de espectadores también cambió, menguando hasta los 634  Durante la primera sesión continua en el Cine Avenida, se exhibieron Sissi (Ernst Marischka, 1955) y Colorado Jim (The Nacked Sour, Anthony Mann, 1953). El Correo de Zamora, 6 de julio de 1957, p. 2 635  No se ha podido concretar el porqué de su cierre como cine de verano, ya que Ángel Barrueco Miranda, tenía ocho años y posee vagos recuerdos. 636  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 36/20. Proyecto de Reforma del Cine Barrueco. 394 mil espectadores. Por otra parte, la empresa Barrueco decidió en 1959 celebrar un festival de cine durante los meses de febrero, esta etapa del año con menos afluencia de público. Así es como nacería el Festival de Cine Artístico Internacional637. 5.2.3. Sanvicente, un empresario nacional Con la aparición de los cines Barrueco –en 1943– y Valderrey –en 1955– se pondría fin al monopolio que Sanvicente había ostentado durante años. Al finalizar 1948, El Correo publicaría una crónica del balance de espectáculos teatrales que habían desfilado por los dos coliseos, incluyendo las cintas proyectadas en los mismos. Se publicó una relación de los principales estrenos del año, como La Lola se va a los puertos (Juan de Orduña, 1947), Perversidad (Scarlet Street, Fritz Lang, 1945), ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946), El cisne negro (The Black Swan, Henry King, 1942), La calle del delfín verde (Green Dolphin Street, Victor Saville, 1947) y Encadenados (Notorious, Alfred Hitchcock, 1946)638. El 8 de febrero de 1949, Alejandro Sanvicente fue nombrado jefe del Sindicato Provincial del Espectáculo639. Un mes antes, El Correo se haría eco del décimo aniversario del empresario al frente del Teatro Cervantes de Sevilla. Aprovechando este acontecimiento, el diario informaría sobre todas las empresas que gestionaba Sanvicente por toda España: Presentáse (sic.) en nuestra ciudad Alejandro Sanvicente, zamorano, hombre activo y sencillo que es en la actualidad, Presidente del Montepío de Empresarios y de Espectáculos de España y director del Circuito de su nombre, que comprende veintidós teatros, explotando directamente siete locales, tres de los cuales son de su propiedad. (El Correo de Zamora, 4 de enero de 1949, p. 3). Tras permanecer casi un mes en julio de 1949 por el escenario del Nuevo Teatro, la Compañía de Zarzuela de Ases Líricos que interpretaba la obra del insigne Ramos Carrión, 637  Su antecedente fueron las llamadas Galas de prensa, en la que sus socios, elegían un film selecto a proyectar durante un día concreto. En el próximo epígrafe, se analizará la creación del Festival de Cine. 638  El Correo de Zamora, 31-XII-1948, p.3. 639  El Correo de Zamora, 8-II-1949, p.2. 395 Sanvicente decidiría cambiar el nombre del coliseo por el de este dramaturgo zamorano640. De hecho, este empresario llevaba con la idea en su cabeza desde el año anterior, cuando declaró ante los medios que “el cambio de nombre del teatro, yo quiero (…) que se haga con toda solemnidad y que constituya motivo para otro homenaje641 a la memoria de este gran comediógrafo zamorano” (El Correo de Zamora, 1 de octubre de 1948, p. 4). Para ello, el 29 de ese mes, se celebraría en acto conmemorativo en el que –tras la representación de esa compañía– se cambió el nombre en la fachada del teatro. Desde el balcón del coliseo, las autoridades municipales dedicaron unas palabras a los familiares de Ramos Carrión, que asistieron al acto, junto con el director general de Cinematografía y de Teatro; y el resto de autoridades y vecinos de la capital. Por último, se descubrió un busto del comediógrafo – realizado en bronce– obra del escultor Isauro Luengo642. Para finalizar la velada, la banda del Maestro Haedo, obsequiaría a la concurrencia con un concierto en los salones que poseía la Coral Zamora en la primera planta del ya Teatro Ramos Carrión643. Durante ese año se estrenaron cintas como Fort Apache (John Ford, 1948), Sangre y arena (Blood and Sand, Rouben Mamoulian, 1941), Simbad, el marino (Sinba, the Sailor, Richard Wallace, 1947), Robin de los bosques (The Adventures of Robin Hood, Michael Curtiz, 1938) o La senda tenebrosa (Dark Passage, Delmer Daves, 1947)644. En 1948, Alejandro Sanvicente se convertiría en presidente del Montepío de Empresarios y de Espectáculos de España645. Fundado en Madrid en 1924, esta organización estaba formada por miembros de distribuidoras y exhibidoras cinematográficas, cuya finalidad –similar a una mutua– era la de asistir a sus afiliados en caso de enfermedad, jubilación y fallecimiento. El Motepío contaba con delegaciones en la mayoría de capitales de provincia 640  El Correo de Zamora, 21 de julio de 1949, p. 2. 641  Durante 1988 el Instituto de Estudios Zamoranos «Florián de Ocampo» rindió otro homenaje para recuperar y dar a conocer personajes zamoranos. Se celebraron diferentes actividades como una exposición sobre su vida y su obra; y un simposio con la asistencia de varios historiadores. El Correo de Zamora, 22-IX-1988, p.7. 642  Tras realizarlo en 1945 con motivo del centenario del nacimiento de Ramos Carrión, este busto quedaría olvidado en las dependencias municipales, hasta llegar al acto del cambio de nombre del coliseo capitalino en 1949. 643  El Correo de Zamora, 30 de julio de 1949, p. 4. 644  El Correo de Zamora, 31 de diciembre de 1948, p. 3. 645  El Correo de Zamora, 24 de noviembre de 1953, p. 2. 396 del país646. Fue tan buena la gestión de Sanvicente al frente de ella que sería reelegido en años sucesivos647. También y, debido sus negocios de exhibición –repartidos por toda España– el empresario tuvo que delegar la explotación de los coliseos capitalinos a la empresa Barrueco, firmando con esta durante 1951, un contrato de alquiler de cinco años de duración. Para entender la faceta de este gran empresario a nivel nacional, se ha de hacer mención a los numerosos actos en los que se le homenajeó. El 26 de octubre de 1950, en una gala celebrada en el Teatro Ramos Carrión, los compañeros de profesión, ofrecieron una velada en honor a Sanvicente. Al acto acudieron las autoridades, familiares y amigos; así como la compañía de Mariano Ozores. El homenaje consistió en una representación de la compañía, para más tarde hacerle entrega de un diploma a don Alejandro, junto con unas palabras de Heriberto Hernández, a la sazón delegado provincial de la Sociedad Autores: “Zamora está en deuda con Alejandro Sanvicente y esta noche se patentiza que su pueblo sabe contrastar la meritoria obra que ha realizado, y lo que supone dedicar al servicio del público lo mejor de una vida llena de luchas y de afanes” (El Correo de Zamora, 27 de octubre de 1950, p. 4). Para terminar el acto, la hija pequeña de Sanvicente –Mary648–, interpretaría dos danzas españolas. Cuatro años más tarde, el 30 de septiembre de 1954, de nuevo Sanvicente sería homenajeado, esta vez por parte de sus colegas del Montepío y la Mutualidad de Empresarios de Espectáculos de España. El lugar elegido fue la Diputación Provincial y donde el empresario –que en esos momentos era presidente efectivo– se convertiría también en presidente de honor, agasajado con un valioso y artístico pergamino649. Don Alejandro pronunció, con evidente emoción, unas palabras breves y sustanciosas señalando que toda su vida la había entregado a su profesión de empresario de la que había hecho un verdadero culto. “He hecho y haré cuanto pueda siempre -añadió- 646  Según el Anuario de Cinematográfico Español de 1935 (pp. 313-320), las personas que formaban la delegación de Zamora eran, Eduardo Velasco –presidente-, José Miguel Conde, Estanislao García Vidal, José Iglesias del Carmen, Salvador Iglesias del Carmen, Manuel Lozano Campano y Alejandro Sanvicente Llamas. 647  El Correo de Zamora, 27 de marzo de 1951, p. 4 y 30 de marzo de 1953, p. 2. Imperio, 1 de abril de 1953, p. 2. 648  María del Carmen Sanvicente Hurtado es historia viva de este acontecimiento. 649  El Correo de Zamora, 1 de abril de 1954, p. 2. 397 por enaltecer nuestra profesión y tengo la satisfacción de asegurar que si en algún momento o en alguna época ser empresario de espectáculos pudo resultar algo menospreciable, hoy sabemos positivamente que nuestra profesión es tan digna como la que más, porque trabajamos y nos esforzamos por contribuir a la elevación cultural y artística en la medida de nuestras fuerzas”. (El Correo de Zamora, 27 de noviembre de 1954, p. 2 y 1 de octubre de 1954, pp. 2 y 4) A finales de 1956 y tras volver a la explotación de los dos coliseos, Sanvicente se propuso remozar ambos. Como ya sucedería en 1942, en el Nuevo Teatro se volverían a sustituir las viejas butacas del patio por unas nuevas. También se aprovecharía para remodelar las localidades de los palcos para adaptarlas con butacas. Mientras, el teatro Principal se reformó sin afectar su estructura, con dos palcos a cada lado de la cabina de proyección y otros dos en los extremos, al lado de los proscenios. Aun así, este espacio quedaría en segundo plano por el Ramos Carrión y los cines Barrueco y Valderrey, tratando de captar público en sus sesiones matinales e infantiles, las continuas con programas dobles y fémina. Durante esa época, pasaron por su pantalla estrenos como Horizontes de grandeza (The Big Country, William Wyler, 1958), Flecha rota (Broken Arrow, Delmer Daves, 1950), La diligencia (Stagecoach, John Ford, 1939) o Luz que agoniza (Gaslight, George Cukor, 1944). El Principal era cine, únicamente cine, a pesar de los cortes, del rayado de los fotogramas e incluso, más de una vez, del cambio de rollos, lo cual hacía que viéramos el fundido del «The End» con el beso de la feliz pareja media hora antes de la gran cabalgada, del torneo a la sombra del castillo bretón o del duelo a espada en alta mar. (García Lorenzo, 1988, p. 28). Durante los últimos años de la década de los cincuenta, la empresa Sanvicente alquilaría los teatros a Manuel Fernández-Arango. Este exhibidor gestionaba un circuito de salas por el norte del país. 398 5.2.4. Los Luises En los primeros años de la posguerra, los Padres Claretianos permanecieron en esa ubicación, hasta que en el curso 1941-1942, por motivos de espacio, se decidió su traslado a la plaza del Cuartel, ampliando la casa de la Comunidad. La gestión de Los Luises corría aún a cargo de la Congregación: “Los Luises eran los encargados de mantener el cine perfectamente controlado, administrado, corregido y censurado según marcaban los designios de la autoridad” (Ramos, 2002, p. 5). Durante esa época formaban parte de la Congregación quinientos diez varones y setecientas cincuenta mujeres (García Lozano, 2008, p. 420). Al ganar espacio con motivo de la ampliación del colegio, el salón-teatro sufrió una gran reforma, llegando este hasta la fachada de la Plaza del Cuartel. El arquitecto de dicha obra fue Enrique Crespo Álvarez que así exponía su memoria: El solar en que habrá de incidir el edificio proyectado es el que ocupa en que la calle del Santo está adosado al edificio social de la Congregación de Los Luises, respetándose por el momento la estructura de éste y proyectándose solamente en él las obras precisas en su distribución para el debido acondicionamiento de servicios (…). Estimando imprescindible la sustitución del Salón de Actos con que cuenta la Congregación de los Luises –ya que situado en la planta principal del edificio social, no reúne las debidas condiciones de seguridad para las sesiones cinematográficas y veladas que en él se celebran– se ha proyectado, un salón de actos común para el colegio para dicha Congregación en cuyo estudio se han observado casi al pie de la letra las condiciones técnicas que exige el Reglamento de los locales destinados a espectáculos públicos aun cuando el proyectado no reúna las características propias para ser clasificado como tal650. Enrique Crespo destaca además que, la media de edad con la cuentan los espectadores va a ser de 12 ó 13 años, por lo que el espacio entre butacas se reduciría con respecto a una sala común de espectáculos. No podemos establecer el aforo del local, pero según las Memorias de los Claretianos, albergaría entre 350 y 400 localidades distribuidas en bancos corridos. El coste total de la obra ascendió a 197.163 pesetas. Los internos del colegio podían acceder desde el interior, mientras que el resto entraba por una puerta de la calle del Santo. “Los Luises fueron un motor cultural y religioso clave en la 650  A.H.P.Za. Sección Delegación Provincial de la Vivienda. Memoria y planos del Proyecto (28 de febrero de 1940). 399 formación de la juventud de la Zamora de la inmediata posguerra”. (García Lozano, 2008, p. 420). La vida de la calle (…) la llenaba el Salón de Los Luises verdadera hermandad de niños y jóvenes, que se iniciaban en él la escuela de aprender a mirar y ver el séptimo arte sin peligrosidades futuras y donde estaba asegurada la censura más exquisita y los modales más ortodoxos. (Ramos, 1991, 24 de agosto, p. 48). Con la reforma del salón también se adquirió un nuevo proyector de cine para “educar y entretener a los jóvenes entre doce y veinte años y evitar así, que acudan a otros lugares inapropiados”651. El salón poseía dos maquinistas, así como personas especializadas en la proyección cinematográfica. Fueron tiempos en que se proyectaban films autorizados moralmente y en el que se censuraban los besos de final de las películas. “Los Luises, constituyeron algo así como una venturosa tranquilidad para padres y maestros, porque la “censura” del Padre Ariño era fiel a las más rígidas normas morales de nuestra posguerra” (Ramos, 1991, 6 de agosto, p. 40). El control era fácil porque la calificación de las películas era pública y de fácil acceso. (…) el propio párroco hacía las indicaciones oportunas para limpiar escenas según su criterio, en los raros casos en los que alguna película se colaba. (Montero & Paz, 2011, p. 93). El espacio continuó su actividad sobre todo con sesiones de teatro del colegio y de la asociación, pero también como lugar de encuentro de las ferias de ganado, asambleas de agricultores, de la Cámara Sindical, el Frente de Juventudes o la Asamblea Diocesana. No fue hasta finales de 1945 cuando volvería el cinematógrafo a su salón con motivo de la Festividad de San José de Calasanz, Patrón del Servicio Español de Magisterio. La Congregación de Los Luises atravesó en esa época por una profunda crisis debido a las ansias de protagonismo de algunos de sus miembros y el pasotismo de otros, llegando a no cumplir estos con las cuotas ordinarias. Como los gastos de mantenimiento del salón iban en aumento, los Padres Claretianos tuvieron que hacerse cargo de los mismos. Esto generó 651  Según las Memorias de los Claretianos que nos permitió acceder el Padre Francisco Matilla. 400 muchas asperezas entre ambas organizaciones, y así poco a poco de Los Luises solo quedaría su nombre652, ya que el salón pasó a formar parte de la Comunidad Religiosa. En 1950 los Padres Claretianos adquirieron los inmuebles contiguos al Colegio. Concretamente los números siete, ocho y nueve en la Plaza Primo de Rivera, que se unían al número diez que ya poseían. Con el fin de seguir ampliando el colegio, encargaron el proyecto al arquitecto Gabriel Riesco, quien derribó las antiguas casas y construyó un edificio de nuevo cuerpo, uniéndolo con la huerta en la parte posterior. Esta obra no afectó al edificio donde se ubicaba el Salón de cine. Los Claretianos utilizaron el cine como una actividad más del colegio, invitando a las alumnas de los internados de los colegios de San José, Milagrosa y Amor de Dios, así como familias allegadas a la Orden653. En la entrevista que se mantuvo con el Padre Matilla, este recordaba que en el salón, los niños se situaban en un lado y las niñas en el lado contrario. Ya el Gobierno Civil de Madrid dictaría una Orden de 5 de mayo de 1921 por la cual se dispondría la separación de los espectadores en razón de su sexo en las salas de cine. (Gubern, 1981, p. 13). La influencia de esta citada comisión censora no se limitó a las películas y a sus contenidos sino que, por ejemplo, en 1921 se ordenó a los empresarios de los cines de Madrid que las salas de proyección estuvieran divididas en tres espacios separados: uno para las señoras solas, otro para los caballeros solitarios y un tercer espacio para las parejas, éste último iluminado con una luz roja que impidiera o al menos dificultara la creatividad artística que pudiera producirse también fuera de las pantallas, al amparo de una oscuridad cómplice y protectora. (Álvarez Lobato, 2013, s.p.). También Matilla recuerda que “los internos acudían todos al cine y los externos entraban con su recibo del mes, al cual se le recortaba una esquina cada domingo. Los meses que contaban con cinco domingos, ese día, te hacían un agujerito en el medio del recibo. Al mes siguiente, el encargado del cine, pasaba por las clases para cobrar el siguiente”654. 652  En la entrevista con el Padre Matilla, este nos expuso que la Asociación de Los Luises desapareció a finales de los sesenta. 653  Esta fue la tónica que ya desde 1939 realizaba la Congregación durante los actos organizados para festejar la festividad de San Tomás. Heraldo de Zamora, 4 de marzo de 1939, p. 3. 654  Entrevista al Padre Matilla, alumno por aquella época y profesor del Colegio Corazón de María en la actualidad. 12 de junio de 2017. 401 Las declaraciones del Padre Claretiano, son ya parte de la historia del cine en Zamora: “A mí me gustaba mucho el cine. Hasta tal punto de que mis domingos comenzaban en alguna matinal de los cines de la capital. Comía y después me iba a las dos sesiones de cinco y siete de la tarde de Los Luises”655. Por su parte Herminio Ramos –actual cronista de Zamora– recuerda sus vivencias en la sala de los Padres Claretianos: “El cine sobre la conquista del Oeste o el de aventuras, incluidas las españolas de la época, predominaban en los programas de cartelera: la violencia física era sana, daba energía y contagiaba; la abatida inquietaba y despertaba la intrepidez y el arrojo” (Ramos, 2002, p. 5). Aunque este tipo de géneros se convertirían en víctimas de la censura durante las proyecciones. De hecho, Canals (1964, pp. 126-127), ya advertía de la poca moralidad que poseían este tipo de cintas: Se han de lamentar con frecuencia en estos géneros escenas demasiado crudas, de violencia, de brutalidad o de venganza, que despiertan y encienden instintos reprochables. A este peligro moral se añade con frecuencia el de los cuadros lascivos y provocadores, que excitan el sentido erótico e incitan el instinto sexual, favoreciendo, por consiguiente, el relajamiento de las costumbres. A finales de 1958, los Padres Claretianos adquieren el Cuartel Viriato en más de dos millones de pesetas. Durante los cinco años de obras, el antiguo colegio se unió al nuevo edificio a través de un pasadizo aéreo de dos plantas. Esta nueva edificación obra del arquitecto Enrique Crespo Álvarez se construyó a tres alturas (véase Apéndice 1, Figura29). El nuevo salón de cine –situado en la parte derecha del edificio– ocuparía los dos pisos superiores: El ineludible deber de corresponder a la creciente demanda del aumento de matrícula que en progresión geométrica se viene acusando desde su apertura y que hasta el presente se ha paliado con importantes obras de ampliación llevadas a cabo en el edificio actual –que nuevamente resulta insuficiente– ha movido a la Comunidad M.M. H.H. del Inmaculado Corazón de María propietaria del colegio de tal advocación, a adquirir el edificio conocido de todo zamorano por su anterior destino y triste condición de “Cuartel Viejo” ubicado en la Plaza del General Primo de Rivera, en cuyo solar –de tan singulares condiciones que lo hacen único para tal fin– desean construir un edificio de nueva planta destinado a instalar en él las dependencias precisas para 655  Entrevista al Padre Matilla, alumno por aquella época y profesor del Colegio Corazón de María en la actualidad. 12 de junio de 2017. 402 cubrir las necesidades de índole científica y cultural de los alumnos de Enseñanza Media ordenando las de internado y religiosas en el existente656. El espacio –decorado con motivos ornamentales y construido a doble altura– estaba situada en la zona este del nuevo edificio y poseía 46 metros de largo por 13 de ancho, con un total de 385,52 metros cuadrados. El escenario por su parte, constaba de diez metros de anchura, siete de profundidad, más un largo pasillo posterior. Las salas católicas fueron llamadas cines- oratorios o cines educativos, con el propósito de subrayar su función formativa y educativa. Otras denominaciones para este tipo de cines, fueron las salas eclesiásticas, salas familiares, salas religiosas y salas parroquiales (en Italia así se llamaron estas últimas). Su fisonomía jurídica estaba incluida en la instrucción acerca del apostolado cinematográfico dictada por la Sagrada Congregación de Religiosos el 11 de mayo de 1953 (Canals, 1964, pp. 219-249). Figura 80. El nuevo cine de Los Luises. Fuente: Archivo Padres Claretianos de Zamora. En el patio de butacas del nuevo cine, se sustituyeron los bancos corridos de la anterior sala, por más de ochocientas butacas tapizadas en rojo, y un pequeño anfiteatro con capacidad 656  A.H.P.Za. Delegación Provincial de la Vivienda. Memoria y planos del Proyecto (agosto de 1959). 403 para doscientas personas más. Así mismo, se procuró adaptar su construcción a las exigencias de lo dispuesto en el Reglamento destinado a locales de espectáculos públicos. La puerta principal se situaba en la plaza Primo de Rivera (hoy plaza del Cuartel Viejo) e incluso poseía taquilla, ya que se ofrecían espectáculos, tanto a los alumnos como al público en general. 5.2.5. Cinema Valderrey Es el primer cine construido en un barrio de la periferia de la ciudad. En marzo de 1954, el empresario del Bar-Restaurant Valderrey –Luis Martín Junquera– emprendería la construcción de un local de espectáculos en un solar de su propiedad sito en la calle de la Puentica657. Esta vía, pertenecía al marginal barrio de San Lázaro, haciendo esquina con una corredera –que por entonces era– de nueva apertura. Por él (refiriéndose a Luis Martín) la barriada de San Lázaro va a recibir un nuevo impulso y sus numerosos habitantes, que deben acercarse a la decena de millar, van a observar con asombro cómo rompe la monotonía acre de sus edificaciones el manchón alegre de esta edificación moderna, dedicada a cine y teatro. (El Correo de Zamora, 11 de marzo de 1954, p. 2). Para ello encargó la redacción de un proyecto658 de construcción de un cinematógrafo con una superficie de 830 metros cuadrados al arquitecto Enrique Crespo Álvarez. Se planteó un local en el que se pudieran ofrecer esporádicamente espectáculos de variedades, folklóricos y alguna representación teatral. Por la situación del solar, Enrique Crespo plantearía dos salidas para los espectadores, una por cada calle colindante (véase Apéndice 1, Figura 30). El local, construido por la empresa Juan Sánchez Cano, S. A., poseía dos taquillas, una cada lado de la entrada principal. Tras ella se encontraba un vestíbulo de ciento sesenta metros cuadrados, con dos escaleras por cada lado que llevaban a la segunda planta, donde otro hall contenía ambigú y dos entradas laterales para el anfiteatro. 657  Tanto la calle de la Puentica como la calle Nueva, carecían de asfaltado. De hecho, durante los primeros meses de su actividad, los espectadores acudían al cine pasando por las calles embarradas. El Correo de Zamora, 24 de febrero de 1955, p. 2. 658  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Proyecto de Cinematógrafo del Cinema Valderrey. Sig. 27/44; y Anuario de Cine Español 1955-1956 (p. 738). 404 Ese dedicar la tarde del domingo a “ir al cine” suponía frecuentemente merendar en el cine, con toda la variedad de costumbres complementarias que esto supone y con los consiguientes tipos sociales (vendedores de refrescos y alimentos para consumir en los amplios descansos) y lugares asociados (el ambigú o el bar del cine, por ejemplo). (Montero & Paz, 2011, p. 85). Este fue proyectado para albergar ciento veinte localidades. La planta principal constaba de un patio de butacas –con inclinación para buena visualización entre las localidades– y un espacio para representaciones. Contaba con escenario, seis camerinos, aseos y emparrillado de luces. El conjunto lo completarían un equipo sonoro estereofónico –exclusiva en Zamora–, la pantalla de proyección CinemaScope de quince metros de ancho por seis de alto –cuyo coste fue de setenta mil pesetas– y la máquina de proyección OSSA con su correspondiente lente anamórfica, valoradas en 250 y 150 mil pesetas, respectivamente. Las dos plantas del cine poseían servicios higiénicos. De acceso exclusivo para la empresa, se construiría una tercera planta para ubicar el cuarto de embobinado, un almacén, servicios y la cabina de exhibición. Esta fue dotada de la máquina de proyección, cuyo coste fue de trescientas mil pesetas659. La sala poseía con amplios ventanales al exterior y una puerta metálica antincendios. El edificio fue construido en ladrillo macizo y hormigón armado; mientras que el material del tejado fue uralita en su exterior y escayola decorativa en el interior. La construcción del local (…) es de líneas modernas (…) habiéndose tenido en cuenta las últimas condiciones de acústica y visibilidad para que una cosa y otra lleguen con toda perfección al espectador, amén de que los revestimientos de corcho en las paredes aíslan todo ruido del exterior. (Crespo, 1954, p. 2)660. También, en el sótano se ubicarían el foso y almacén en la parte del fondo; junto con la calefacción debajo de la entrada principal. Con su ubicación –en el barrio de San Lázaro- fuera del centro de Zamora, la empresa del cine instalaría una taquilla en el número 4 de la calle Cortinas de San Miguel, para comodidad de los espectadores. Según la documentación encontrada en el Archivo Histórico Provincial, el local poseía un aforo de 961 localidades, 659  El Correo de Zamora, 15 de febrero de 1955, p. 6. 660  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Proyecto de Cinematógrafo del Cinema Valderrey. Sig. 27/44. Enrique Crespo Álvarez. 405 repartidas en 280 butacas para las filas delanteras –una a diez–, 560 butacas para las filas restantes; y 121 butacas para el anfiteatro –denominado Club–661. El coste de las mismas ascendió a 360 pesetas cada una662. El final de la construcción se demoró cinco meses, aunque permitió que la zona del barrio se revalorizara, uniendo esta zona industrial con el centro de la ciudad. El Cinema Valderrey fue inaugurado el 19 de febrero de 1955663, en la sesión de las 7,45, con una gran novedad en Zamora. La túnica sagrada (The Robe, Henry Koster, 1953)664 fue la primera película proyectada con sonido estereofónico en Zamora, ya que el Valderrey era el único –en ese momento– que poseía ese tipo de instalación sonora. Aunque –entre el público zamorano actual– se cree que La túnica sagrada fue la primera cinta estrenada en CinemaScope en la ciudad, lo cierto es que ese hito le corresponde al Cine Barrueco con la cinta Coraza negra. De hecho, en una entrevista a Luis Martín en la prensa665, este informaba de que no tenía la exclusiva de dicho formato, sino un contrato para proyectar trece películas de la distribuidora Hispano Fox Films, entre las que se encontraban la ya citada, Duelo en el fondo del mar (Beneath the 12-Mille, Robert D. Webb, 1953), El capitán King (King of the Khyber Rifles, Henry King, 1953) y El jardín del diablo (Garden of Evil, Henry Hathaway, 1954). Aun así, la noticia del estreno de La túnica sagrada, causaría un gran revuelo en la ciudad: La curiosidad nos ha llevado de nuevo a la calle de la Puentica donde se eleva la elegante estructura de esta gran sala que, por su capacidad y comodidades, ha de conquistar bien en breve el favor del público (…). Ya van disimulados en puntos estratégicos, los veinte altavoces de la instalación del sonido estereofónico que completa esta gran conquista de la ciencia del efecto sin gafas especiales en relieve de la maravilla dimensional. (El Correo de Zamora, 15 de febrero de 1955, p. 6). 661  A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y Arbitrios. Contribución Industrial. 662  Las butacas estaban construidas en madera con 36 muelles y tapizadas. 663  Imperio, 20 de febrero de 1955, p. 7 y El Correo de Zamora, 21 de febrero de 1955, p. 2. 664  Anteriormente a su proyección se pasaría por la pantalla un número del NO-DO dedicado a las Islas Canarias y el complemento La masa Coral de Wagner. 665  El Correo de Zamora, 27 de noviembre de 1954, p. 2. 406 De hecho, el anuncio publicitado en la prensa, rezaba así: “¡No! Usted no ha visto jamás un film en CinemaScope! ¡Relieve sonoro! ¡Pantalla espejo milagroso! ¡… y sin gafas!”. Ciertamente, este sistema -junto con el Cinerama- vinieron a competir con la televisión, medio que se había afianzado durante esa década en los Estados Unidos. Conociendo que la pequeña pantalla, los rectángulos limitados, están llamados a desaparecer definitivamente para dar paso a las imágenes panorámicas, a esas nuevas pantallas grandes, ligeramente cóncavas y metalizadas, en las cuales adquieren las imágenes una mayor luminosidad, el horizonte se ensancha y el espectador se encuentra en un campo visual sin límites, percibiendo un mundo enteramente nuevo, un espectáculo remozado que acaba con las rutinarias proyecciones. (Imperio, 19 de febrero de 1955, p. 1). Figura 81. Anuncio de La túnica sagrada en el Cinema Valderrey. Fuente: Imperio, 19 de febrero de 1955. Bajo el lema «confort y precios baratos», las entradas dependían de la ubicación de las localidades y de la hora de las sesiones. Estos fueron de cuatro, diez y doce pesetas, en las sesiones de cinco y media; y once. Mientras, para la sesión de las ocho de la tarde, los precios fueron de cinco, doce y catorce pesetas. También se instauraría dos sesiones más, una infantil en las tres de la tarde, a un precio de cinco pesetas en localidades sin numerar; y la otra matinal a las doce con los mismos precios. Así narraba la prensa la inauguración del local: 407 “El sábado tuvo lugar la inauguración de este nuevo local dedicado a teatro y cine en la calle de la Puentica, del populoso barrio de San Lázaro (…) no es cine de barrio, sino de centro, y de los mejores”666. El lento correr de los años durante estas dos décadas confirmó la preponderancia del cine como medio de entretenimiento, tanto entre las clases altas como entre las populares. Podía decirse que toda España iba al cine: solo variaba el local, o el día o la hora en que acudían. (Montero & Paz, 2011, p. 83) Entre los lectores de El Correo667 y a través de un número de un cupón, se sortearían dos entradas para acudir a esta primera función. Por el Cinema Valderrey pasaron cintas de Hollywood como La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon, Jack Arnaold, 1954), El príncipe Valiente (Prince Valiant, Henry Hathaway, 1954), Cómo casarse con un millonario (How to Marry a Millionaire, Jean Negulesco, 1953), Duelo al sol (Duel in the Sun, King Vidor, 1946), El tesoro del cóndor de oro (Treasure of the Golden Condor, Delmer Daves, 1953); coproducciones como El cebo (Es Geschah am Hellichten Tag, Ladislao Vajda, 1958), y cintas nacionales como Lola, la piconera (Luis Lucia, 1952). 5.3. Plenitud y degeneración del cine en Zamora (1960-1975) Durante la última etapa franquista, se producirá una expansión de los cines en la capital y la provincia, provocando paulatinamente, la pérdida de espectadores en los años posteriores. 5.3.1. La familia Sanvicente En noviembre de 1961, la familia Sanvicente recuperaría la explotación de sus teatros, una vez que expiró el contrato que la empresa mantuvo con Manuel Fernández-Arango. Así lo reflejaba El Correo de Zamora: Don Alejandro ha vuelto. Y a todos nos produce una profunda satisfacción saber que este hombre incansable, entusiasta de su profesión, figura de máximo prestigio entre todos los Empresarios españoles (…) está otra vez al frente de su despacho, al lado 666  El Correo de Zamora, 21 de febrero de 1955, p. 2. 667  El Correo de Zamora, 23 de febrero de 1955, p. 4. 408 del teléfono y dispuesto a librar, una vez más, la difícil batalla del Espectáculo. (El Correo de Zamora, 4 de noviembre de 1961, p. 3) Sanvicente decidió apostar –junto a su hijo José María– por las reposiciones de las películas más importantes. Durante ese año, el número de proyecciones fue de 242, exhibidas en el Teatro Principal en programas dobles, similares a los del Cine Valderrey. Mientras en el Ramos Carrión, se proyectaron 87 películas de estreno y diecinueve producciones nacionales, entre las que destacaron Con él llegó el escándalo (Home from the Hill, Vicente Minelli, 1960), El último tren de Gun-Hill (Last Train from Gun Hill, John Sturges, 1959) y Un rayo de luz (Luis Lucia, 1960)668. Al contar con escasa afluencia en las sesiones dobles, la empresa decidirá realizar una reforma en el Teatro Principal en 1962669. Consistió en la adquisición de nuevas butacas – todas ellas tapizadas– así como una nueva instalación sonora de la marca Westrex y nuevos altavoces con lenta acústica y equipo norteamericano670. El 8 de marzo de 1962 –después de una larga enfermedad– fallecería el fundador de la empresa: Alejandro Sanvicente Llamas. Al sepelio –que tuvo lugar en Zamora– acudieron autoridades civiles y eclesiásticas, así como amigos y familiares. Fue la persona que más ha aportado al cine y al teatro en Zamora durante el pasado siglo, gracias a su entusiasmo, trabajo y tesón671. Atrás dejaba la explotación de más de veinte locales de espectáculos por todo el territorio nacional, en ciudades como Madrid, San Sebastián, Oviedo, Valladolid y Sevilla. El Correo de Zamora definiría la figura de este gran empresario: Afecto, admiración, amistad, estimación, que el finado había merecido plenamente y había sabido ganarse sin pretenderlo. Fue un gran zamorano, encariñado y entusiasmado con su tierra (…). Así lo recordamos y lo recordaremos siempre. Sentado en su despacho, revisando papeles y contratos, recibiendo visitas, telefoneando a todos los puntos cardinales de España (…). Tenía una fuerza de voluntad indomable, una capacidad de trabajo infinita (…) hasta convertirse en un gran señor de los negocios 668  Imperio, 2 de enero de 1962, p. 5. 669  Imperio, 2 de enero de 1962, p. 5. 670  El Correo de Zamora, 18 de marzo de 1987, p. 6. 671  Aún no se explica cómo la ciudad no tiene una calle con su nombre. 409 teatrales y cinematográficos. (El Correo de Zamora, 12 de marzo de 1962, p. 4) Figura 82. Retrato de Alejandro Sanvicente Llamas. Fuente: Archivo La Opinión/El Correo de Zamora. Durante ese año el Principal volvió a convertirse en una sala de estreno con un total de noventa y tres películas672 entre ambos coliseos, entre las que destacaron Éxodo (Exodus, Otto Preminger, 1960), El rostro impenetrable (One-Eyed Jacks, Marlon Brando, 1961) y Vencedores o vencidos (Judgement at Nuremberg, Stanley Kramer, 1961). A estas se le añadieron el año siguiente noventa y dos estrenos, entre los que destacaron Taras Bulba (J. Lee Thompson, 1962), El mensajero del miedo (The Manchurian Candidate, John Frankenheimer, 1962), Esplendor en la hierba (Splendor in the Grass, Elia Kazan, 1961) y Rocío de La Mancha (Luis Lucia, 1963)673. Durante los primeros años de la década de los sesenta, los precios oscilaban entre las seis y las ocho pesetas, similares a los del Cine Valderrey y la mitad que en el Barrueco. Entre las casas distribuidoras que surtían a la empresa, se encontraban Suevia, S. Huguet, Paramount Films, Jeme Films, S. Fuster, C.B. Films, Atlántida, Ifisa, Izaro Films, Cea, Filmax, Columbia Films, Dipenfa-Filmayer. Con 1966 finalizaría el contrato de explotación de cincuenta años que la empresa Sanvicente – 672  Según un estudio de El Correo de Zamora, tanto en el año 1962, como en el siguiente, se estrenarían novecientas películas/año en la capital (29 de diciembre de 1963, p. 25). 673  El Correo de Zamora, 1 de enero de 1963, p. 4. 410 llamada Sociedad Anónima Nuevo Teatro– firmaría con la Diputación Provincial. Para optar a la nueva adjudicación –esta vez de treinta temporadas– la familia de empresarios debía realizar una gran reforma en el coliseo. Al concurso público se presentaron dos empresas: la actual y la regentada por Rodríguez Conde. Gracias a su mejor oferta, esta última empresa ganaría la explotación del teatro, relegando a José María Sanvicente a ofrecer en el Principal, representaciones teatrales y cinematográficas. 5.3.2. Gran Cinema Arias Gonzalo En abril de 1956, Alejandro Ruiz de la Cuesta Burgo674 y Fernando Fernández Luengo675 contrataron a los arquitectos Juan Pan Da Torre y Salvador Álvarez Pardó para la construcción de un edificio en un solar de su propiedad haciendo esquina a tres vías: calle de San Miguel, plaza de Fernández Duro y calle La Brasa. Dos meses después, el documento se presentaría en el Ministerio de la Vivienda en el que se incluían tres plantas de pisos y varios locales (véase Apéndice 1, Figura 31). La forma del solar provocaría que la parte central del edificio, se dispusiera en forma de cuadrilátero con una sala capaz de albergar a 1.200 espectadores –750 localidades para la planta noble y 450 para el anfiteatro–. La fachada del local poseía catorce metros en frente de la plaza de Fernández Duro, así como un chaflán de más de 300 metros cuadrados para facilitar los accesos al público. Estos accesos se complementan con dos salidas más en las calles laterales. Fue clasificado en el apartado d del artículo 116 del capítulo 14 del Reglamento de Policía de Espectáculos. El acceso al interior del cine se realizaba a través de tres amplias puertas de dos metros de ancho, así como otras dos similares en la calle de San Miguel y otras tantas en la calle La Brasa. El vestíbulo principal fue realizado a base de un derroche de mármoles, molduras, cristales, luces y se incluyó un frontal pintado por Antonio Pedrero sobre óleo y tela que lleva por título El teatro y la farándula676. 674  Prestigioso médico-oftalmólogo. 675  En el Boletín Oficial de la Provincia de Zamora de 6 de noviembre de 1953, la Jefatura de Industria autorizaba instalación en Zamora de este cinematógrafo. Y la comisión municipal del Ayuntamiento, autorizaría su construcción el 17 de diciembre de 1956. El Correo de Zamora, 18 de diciembre de 1956, p. 2. 676  Tras el cierre del Arias Gonzalo en 1994, Antonio Pedrero recuperaría el mural, donándolo a la Diputación Provincial. La institución lo presentó en febrero de 2018, formando parte de una sala del rehabilitado Teatro Ramos Carrión. 411 Figura 83. Vestíbulo principal del Gran Cinema Arias Gozalo. Fuente: Archivo de La Opinión/El Correo de Zamora. La embocadura contenía preciosas molduras, iluminadas con luz indirecta. Las cortinas y el tapizado de las butacas eran de color granate. El suelo fue revestido de sintasol677 blanco veteado, gracias a la empresa zamorana Almacenes Roncero. El Arias fue el primer cine en colocar placas perforadas en el suelo, que contenían luz para su fácil visión en la oscuridad de la sala. También contó con una gran calefacción y un sistema de refrigeración para los meses de verano. Se dotó la cabina con dos proyectores alineados, dos amplificadores, sonido magnético, un tocadiscos y dos rectificadores. Tanto este equipo de la marca Philips como las butacas, fueron instalados por el “Bazar J”, representante de la casa holandesa en Zamora. El Cinema Arias Gonzalo se inauguraría en la tarde del 14 de julio de 1960678 en una sesión privada para autoridades y público con invitación con lleno absoluto (véase Apéndice 1, Figura 32). En la crónica del diario Imperio, se informaba del acto de bendición –por parte del entonces obispo de la Diócesis, Eduardo Martínez González– y donde se proyectaron –junto al NO-DO número 911 y el reportaje en color La Nueva Venezuela; la película-documental sobre la vida española a través de los primeros cincuenta años del siglo xx con el título Otros tiempos (Carlos Fernández Cuenca, 1959). El diario finalizaba su crónica alabando la elegancia del edificio y su gran confortabilidad: 677  El sintasol era –en ese momento– un producto novedoso para el recubrimiento de suelos a base de material plástico. 678  Imperio, 14 de julio de 1960, p. 5. 412 El cine es francamente bonito y sus instalaciones modernísimas ofrecen una proyección y un sonido perfectos. Como por otra parte, su situación -prácticamente en el centrogeométrico de la ciudad- es inmejorable, el éxito de la sala puede darse por descontado a poco que se haga para que la programación resulte a tono con el edificio. (Imperio, 15 de julio de 1960, p. 4) El 15 de julio fue el día elegido para la inauguración comercial del Cinema Arias Gonzalo con la producción española Molokai, La Isla Maldita (Luis Lucia, 1959). Figura 84. Primera cartelera del Gran Cinema Arias Gonzalo en los medios impresos de Zamora. Fuente: Imperio, 15 de julio de 1960 y El Correo de Zamora 14 de julio de 1960. También la prensa dedicaría unas páginas al nuevo local. El diario Imperio679 realizaría un reportaje a doble página, donde se explicaban los detalles de construcción y técnicos del edificio: 679  El diario Imperio realizaría sueltos informativos durante toda esa primera semana de vida del Cine. 413 Ofrece tan bella y hermosa perspectiva que forzosamente ha de enorgullecernos como zamoranos, porque en él todo está estudiado y resuelto hasta en los más mínimos detalles, con unas características de modernidad y confort excelentes y con el tono de elegante y acogedora suntuosidad que Zamora merece. (Imperio, 15 de julio de 1960, p. 6) En la citada crónica se alaba la categoría del inmueble, estando a la altura de los cines más modernos y mejor dotados de las grandes ciudades españolas. De hecho, el propio medio se atrevía a afirmar que en ciudades limítrofes como Salamanca, Valladolid, León o Palencia, no había cine de tal categoría. Por su parte, El Correo también destacaba la gran calidad del recinto, alabando sus cualidades: “belleza, amplitud, comodidad y elegancia” (El Correo de Zamora, 15 de julio de 1960, p. 2). Los precios de los primeros días de actividad del local fueron de diez pesetas la butaca club y de doce la butaca de patio, un cuarenta por ciento más caros que las proyecciones en los coliseos y en el Cinema Valderrey680. En 1961, se proyectarían 77 producciones, de las cuales Ben-Hur (William Wyler, 1959) permanecería en cartel durante veinticinco días y la producción nacional Pasa la tuna (José María Elorrieta, 1960) se afianzaría como el gran éxito de producción nacional681. En febrero de 1963, la Asociación Zamorana de Bellas Artes y la empresa que gestionaba el Cinema Arias Gonzalo, pusieron en marcha el Primer Ciclo de Cine Artístico Internacional, que se convertiría -con los años- en un clásico. La isla desnuda (Hadaka no sima, Kaneto Shindô, 1960)682 fue la cinta que abriría el Ciclo, siendo presentada por Ricardo Gabarrón, presidente del Cine Forum de Salamanca. Durante esta primera edición, el Ciclo de Cine Artístico contaría con cintas como Fresas salvajes (Smultronstället, Ingmar Bergman, 1957), Los golfos (Carlos Saura, 1960), Noches blancas (Le Notti Bianche, Luchino Visconti, 1957) o El año pasado en Marienbad (L’année dernière à Marienbad, Alain Resnais, 1961). A las 680  Imperio, 21 de julio de 1960, p. 5. 681  Imperio, 2 de febrero de 1962, p. 5. 682  El Correo de Zamora, 11 de febrero de 1963, p. 2, 12 de febrero de 1963, p. 2, 14 de febrero de 1963, p. 2 y 15 de febrero de 1963, p. 2. 414 proyecciones asistieron miembros del Cine Club Universitario de Salamanca, que tanta fama estaba teniendo con sus actividades anuales en la ciudad charra683. De hecho, en su publicación de carácter irregular, la propia organización expresaba la importancia de los ciclos para la presentación de films que no tenían ninguna posibilidad en los circuitos comerciales: La organización por ciclos viene a ser, por otra parte, un medio del que han de servirse los cine-clubs para pervivir. Dentro de ellos pueden dar cabida a películas que, careciendo de valores absolutos, sería absurdo proyectar aisladamente, y en cambio, al hacerlo en ciclos, no sólo se justifica su proyección, sino que adquieren unos valores de relación que corroboran cuanto pudiera decir el más hábil presentador o comentarista. (Cinema Universitario, julio de 1958, p. 56). Al no llegar a un acuerdo en 1964 con la Asociación Zamorana de Bellas Artes y celebrar en el Cine Barrueco un nuevo ciclo, el Cinema Arias Gonzalo decidió crear paralelamente un ciclo que rivalizara con el anterior. Así nació el Segundo Ciclo de Cine Artístico Internacional patrocinado por la Asociación de la Prensa Zamorana, siendo invitado los miembros del Cine Club y del Cine Forum de Salamanca684. En 1965, se realizaría una pequeña reforma para incluir unas oficinas en la planta primera cuyas ventanas daban a la fachada principal. Esta obra no afectaría al resto de dependencias del local. En ese momento, la sociedad que explotaba el cine -que también era propietaria del local- traspasaría el negocio a la Financiera de Espectáculos, S. L. Con sede en Bilbao. No se tiene constancia de la fecha concreta, pero se sabe que por la prensa, durante los primeros años de los setenta, esta empresa nombraría a Julián Gutiérrez Sebastián gerente del Cinema Arias Gonzalo. A parte del Ciclo de Cine Artístico, Gutiérrez instauraría el Encuentro de la Juventud durante el mes de mayo, con cintas como Fieras Humanas (Selva Tragica, Roberto Farias, 1964) o Un hombre para la eternidad (A Man for All Seasons, Fred Zinnemann, 1966). 683  El Correo de Zamora, 23 de febrero de 1963, p. 2. Al acto también acudiría José Luis Hernández Marcos, director gerente de la Federación Nacional de Cine Clubs. Imperio, 14 de febrero de 1963, p. 7. 684  El Correo de Zamora, 12 de febrero de 1964, p. 7. 415 Figura 85. Imagen inédita de la construcción de la embocadura del Cinema Arias Gozalo. Fuente: Autor: Quintas. Archivo de Miguel Ares Ruiz de la Cuesta. La programación de las cintas en el Arias Gonzalo venía impuesta desde la dirección de la empresa matriz en Bilbao. Contrataban un paquete de cintas para todas sus salas del norte de España y luego -desde Madrid- salían para sus lugares de exhibición, incluyendo a Zamora. Las sesiones se celebraban a las cinco y media, ocho y once; y los domingos y festivos, se instauraron las sesiones matinales –a las doce de la mañana- e infantiles –a las tres y media de la tarde-. En la entrevista mantenida con Julián Guitérrez685, este nos comentaba que, ya en esa época, los precios de las localidades eran pactados por los exhibidores zamoranos, para no entrar ellos mismos, en competencia. Durante los setenta, el Cinema Arias Gonzalo proyectaría cintas míticas como El Padrino (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972) o infantiles como Había una vez un Circo (Enrique Carreras, 1972). La empresa adquirió la explotación de los teatros Ramos Carrión y –posteriormente– Principal. 685  Entrevista realizada el 12 de julio de 2017. 416 5.3.3. Nuevos espacios, nuevos empresarios El 24 de mayo de 1962 se inauguraba la ampliación del Colegio Corazón de María, junto con el cine con un aforo de mil doscientas localidades. Aunque este local nada tenía que ver con Los Luises, el sitio siguió llamándose vulgarmente así. Su uso fue exclusivo de los domingos y fiestas, ofreciendo tres sesiones. Por tal motivo se adquiriría un nuevo proyector inaugurado en julio de ese mismo año. Los géneros más exhibidos fueron los de comedia y aventuras. Con el transcurso de los años, Los Luises competirían los días de su proyección -domingos y festivos- con los demás cines zamoranos: Valderrey, Barrueco, Arias Gonzalo y los dos teatros. La necesidad de una nueva ampliación del colegio estaba en la mente de los gestores claretianos, por lo que en octubre de 1975, decidieron adquirir una propiedad a las afueras de la capital. Debido a ello, la empresa constructora comenzaría las obras de derribo del antiguo colegio y la construcción de viviendas. En este transcurso de tiempo, los Padres Claretianos alquilarían la sala de proyección a la empresa Barrueco. Por su parte el Cinema Valderrey cambiaría de propietario. Luis Martín Junquera cedería el local y la explotación del cine a la empresa Sánchez Cano. Esta sociedad, en realidad era un conjunto de empresas de harinas, construcción y también de exhibición cinematográfica. Aunque no se ha podido comprobar con exactitud en qué fecha concreta, esta industria dejaría de ser explotada por Luis Martín Junquera, sí que se puede asegurar que fue al comienzo de los sesenta686 cuando la empresa Juan Sánchez Cano687, S. A. tomaría las riendas. La nueva organización instauraría la sesión fémina los sábados con sesión continua desde las cinco menos cuarto688. La importancia de los procesos migratorios, del campo a las ciudades (…) tiene también su correspondencia en lo que se refiere al uso de locales para acudir a ver películas. (…) Alojados en barriadas de aluvión (…) estos cines se ajustaban a sus posibilidades económicas por los precios y también su proximidad física facilitaba el 686  No se sabe con exactitud. Además, en El Correo de Zamora, 18 de diciembre de 1956, p. 2, se publica que en la sesión municipal se deniega la pretensión de Juan Sánchez Cano para la pavimentación de la calle de la Puentica. 687  Juan Sánchez Cano fallecería en un trágico accidente de tráfico en 1960. La empresa seguiría su actividad como Juan Sánchez Cano, S. A., la cual asignaría como representante del Cinema Valderrey a Eugenio Pérez Macías. El Correo de Zamora, 1 de enero de 1963, p. 4. 688  Imperio, 1 de junio de 1963, p. 7. 417 acceso. (Montero & Paz, 2011, p. 137). Unos años más tarde, la empresa Sánchez Cano, arrendaría el negocio al empresario Armando Marsal Monzón, a la sazón exhibidor bilbaíno y gestor también del Gran Cinema Arias Gonzalo, cuyo encargado era Santiago Rodríguez Conde. En 1961, apostaría por la exhibición de películas de reestreno en sesiones dobles o continuas, ya que su clientela prefería cintas con argumentos sencillos, de fácil comprensión y sin complicaciones temáticas. Destacaron las producciones españolas como El Litri y su sombra (Rafael Gil, 1960) o Ahí va otro recluta (Ramón Fernández, 1960)689. En la primavera de 1971, la sociedad de Sánchez Cano decidió la venta del inmueble del cine a la empresa Barrueco, lo que provocaría el fin de la actividad de la gestora bilbaína. En la sesión continua de ese día se ofrecieron las cintas Comandos (Commando suicida, Camilli Bazzoni, 1968) y la coproducción Las siete magníficas (Rudolf Zehetgruber, 1966)690. 5.3.4. Barrueco: la dinastía continúa 5.3.4.1. El local primigenio En 1961 el Cine Barrueco proyectaría 83 cintas de estreno y veintidós producciones españolas. Destacarían Un grito en la niebla (Midnight Lace, David Miller, 1960) y A pleno sol (Plein soleil, 1960), esta última se mantendría en cartel durante doce días691. En febrero de 1962692, fallecería el fundador de la empresa: José Barrueco Seisdedos, aunque ya hacía unos años que el Cine era gestionado por su hijo, Ángel Barrueco Lozano. Ángel Barrueco no descansaba en su ocupación de revisar contratos y conectar por teléfono con distribuidores y empresas para programar las carteleras; ni tampoco en su afán de dotar de los mejores medios técnicos del cine «Barrueco», su cine, tras cumplirse en contrato de arriendo de los teatros «Ramos Carrión» y «Principal». (El Correo de Zamora, 26 de agosto de 1988, p. 8). 689  Imperio, 2 de enero de 1962, p. 5. 690  El Correo de Zamora, 30 de marzo de 1971, p. 8. 691  Imperio, 2 de enero de 1962, p. 5. 692  El Correo de Zamora, 14 de marzo de 1962, p. 2. 418 El benjamín de la familia, adquiriría el total de la empresa del cine, tras pagar a sus hermanos la parte que les correspondía por la herencia de sus padres. También el propio Barrueco Lozano, animará a su hijo Ángel a conocer –con tan solo doce años– el funcionamiento de la empresa. Durante su adolescencia, Ángel Barrueco Junior693 aprendería rápidamente los entresijos del negocio, desde que se solicitaban las películas a la distribuidora, hasta que estas se estrenaban en la sala. De hecho, cuando Junior pudo manejarse por sí solo, su padre delegará en él toda la gestión del cine, viajando a Madrid –para contactar con las distribuidoras– y a los festivales más importantes de cine, como Venecia, Berlín o San Sebastián. Durante ese año, la empresa obsequiaba por la compra del ejemplar del diario El Correo, con una entrada para cualquier sesión de cine de los miércoles694. El Cid (Anthony Mann, 1961) fue la película que batió el record de permanencia en cartelera -tres semanas-, durante 1962. No debió pensar lo mismo Regia Films, casa que distribuía la cinta en España. Molesta porque Barrueco no alcanzó los objetivos pretendidos durante la proyección de la cinta, esta distribuidora anularía su contrato de distribución con Barrueco, ofreciendo las películas a la competencia695. La cifra de estrenos de ese año ascendería a setenta y seis, de las cuales se encontraban Parrish (Delmer Daves, 1961), Una mujer marcada (Butterfield 8, Daniel Mann, 1960) y Canción de juventud (Luis Lucia, 1960). Un año más tarde, la cifra de estrenos llegaría a ciento veinte, la mayoría ofrecidas en programa doble y entre las que destacaron Los pájaros (The Birds, Alfred Hitchcock, 1963), Fedra (Phaedra, Jules Dassin, 1962) y El valle de las espadas (Javier Setó, 1963)696. En ese verano, la empresa remozó el cine a través de unas obras de ampliación del local para la mejora de la visibilidad, el cambio de butacas, la sustitución de los elementos de iluminación y el repintado interior. El germen de las proyecciones de Arte y Ensayo, se encuentra con la publicación de la Orden en 1967, que regulaba los films destinados a públicos minoritarios y que recibían un tratamiento especial por parte de la censura (García Escudero, 1978, p. 236). Estos eran 693  Así sería conocido Ángel Barrueco Miranda entre los distribuidores de Madrid. 694  El Correo de Zamora, 18 de diciembre de 1962, p. 2. 695  Años más tarde, Ángel Barrueco Junior conseguiría un nuevo contrato con Regia films para volver a ofrecer cintas de la distribuidora en los cines Barrueco, Pompeya y Cervantes. 696  El Correo de Zamora, 29 de diciembre de 1963, p. 25. 419 rechazables por el Estado debido a dos motivos: su pertenencia al engranaje capitalista y por sostener su ideología represora (García-Merás, 2007, p. 19). La existencia de auténticas salas de Arte y Ensayo en nuestro país se ha visto amenazada por las maniobras de una censura tan desvergonzada como vergonzante, que ofrecía esta vía de permisibilidad para productos vetados para el español medio. Las grandes casas de distribución -compañías multinacionales han utilizado este canal para explotar cintas que debieran haberse mostrado dobladas y en los circuitos normales. Estos han destinado de forma esporádica algunas salas a la especialidad Arte y Ensayo. Pero ha llegado el momento de la clarificación y con él el peligro de confundir los vicios de funcionamiento con la descalificación de una fórmula. (Fages, 1978). En Zamora, la primera iniciativa de este tipo de proyecciones, se produjo en noviembre de 1968, gracias al Cine-Club de la Asociación Zamorana de Bellas Artes y su homóloga de Prensa. Se solicitaron los permisos correspondientes para la celebración de este ciclo que contó con la presencia de las cintas Repulsión (Repulsion, Roman Polanski, 1965), Mamma Roma (Pier Paolo Pasolini, 1962) e Hiroshima mon amour (Alain Resnais, 1959), proyectadas en el Cine Barrueco697. Debido al poco éxito de este tipo de cintas en la capital, la citada asociación desecharía la idea de convocar otro ciclo de estas características. En esa época, los dos empresarios –padre e hijo– no se ponían de acuerdo en la contratación de cintas no tan conocidas. Así lo explica Ángel Barreuco Junior: “El caso de La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più, Sergio Leone 1965), era una apuesta propia. Mi padre no quería ese tipo de películas, tan poco comerciales. Al final, lo convencí y una vez finalizadas las proyecciones, mi padre se quedó con la boca abierta tras la recaudación obtenida en taquilla”698. De hecho, esta cinta sería un clásico en las reposiciones del Barrueco, durante años posteriores, contando siempre con gran éxito de público. La Semana Internacional de Cine Artístico se convertiría en un clásico, coordinado íntegramente por Ángel Barrueco Junior. De hecho, cada año se preocuparía por ofrecer las mejores cintas de autor como La noche americana (La nuit américane, François Truffaut, 1973), Johnny cogió su fusil (Johnny Got his Gun, Dalton Trumbo, 1971), o El espíritu de la 697  El Correo de Zamora, 17 de noviembre de 1968, p. 9. 698  Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda. 420 colmena (Víctor Erice, 1973). Durante los años setenta, la empresa gestionaría tres salas: Barrueco, Pompeya y Cervantes. De hecho, la actividad los fines de semana y, sobre todo, los domingos, era frenética. “Recuerdo que los domingos no podía parar. A las once y media de la mañana, debía preparar las entradas de las sesiones de la matinal de los cines Barrueco y Pompeya para, a continuación, vender en la taquilla del Pompeya. Durante la proyección me quedaba en el bar. A continuación, debía comer rápidamente porque había que preparar las sesiones de las tres y media en el Barrueco; y seguidamente la del Pompeya de las cuatro de la tarde. Después la cosa era un no parar por las sucesivas sesiones vespertinas entre uno y otro local. Además, la situación se complicaría en 1975 con la llegada del Cine Cervantes”699. Las distribuidoras elaboraban unas listas cerradas por ellas mismas, obligando al exhibidor a contratar “a ciegas” cintas con poco tirón comercial. A través de un catálogo en el que venía una pequeña foto, la ficha técnica y la sinopsis del film, el exhibidor debía contratar un porcentaje de estas cintas que ofrecían las exhibidoras (Apéndice 1, Figura 33). A este tipo de contrataciones ya hacía referencia Medina Pérez (1952, p. 177) en las relaciones entre comerciales que existían entre las empresas distribuidoras y las exhibidoras: Se contrataban las obras sin determinarse claramente, indicándose sólo el título, autor del argumento, artistas y director. Incluso la producción de la películas puede no haber comenzado todavía. Es, pues, un contrato sobre cosa futura (...) si bien cuando una de las partes es empresario de sala. De hecho, la mayoría de las veces, los exhibidores no tenían la posibilidad de ver una première de las cintas a estrenar, con lo que no podían saber si la cinta iba a tener éxito comercial en su localidad. Es más, un claro ejemplo se produjo en 1975 con la cinta El jovencito Frankestein (Young Frankestein, Mel Brooks, 1974). En mayo, tras su visionado en una sala de Madrid, Ángel Barrueco Miranda se pondría en contacto con la distribuidora para que esta accediera a alquilársela para las Ferias y Fiestas de San Pedro. En un principio, la Fox pondría reparos en acceder a las pretensiones del empresario zamorano, ya que las distribuidoras tenían pensado dejar su exhibición para septiembre en Zamora. Pero la 699  Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda, durante la entrevista 10 de febrero de 2018. 421 tenacidad de Ángel, hizo que se llevara la cinta para Zamora, a cien mil pesetas en tanto alzado. La película no tuvo el éxito esperado tras su estreno en esas Fiestas de San Pedro, por lo que su vaticinio no se cumplió. El interés del público por una determinada cinta fluctuaba, no sólo cuando eran distintas las ciudades donde se exhibían, sino en los diferentes locales de una misma ciudad. Figura 86. De izquierda a derecha: Olga Miranda, Ángel Barrueco y José María Sanvicente. Fuente: Archivo de Ángel Barrueco Miranda. Ya durante los setenta, el Cine Barrueco entraría en máxima rivalidad con el Cinema Arias Gonzalo. Destacan títulos como Las sandalias del pescador (The Shoes of the Fisherman, Michael Anderson, 1968), Cabaret (Bob Fosse, 1972), Los tres mosqueteros (The Three Musketeers, Richard Lester, 1973), o Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975)700. 5.3.4.2. Cine Pompeya En el apartado dedicado a los nuevos empresarios, se informaba de que en marzo de 1971 la sociedad Sánchez Cano, vendería el local a la empresa Barrueco. De ahí que la primera sesión ofrecida por la empresa en el ya nuevo Cine Pompeya fuese el 1 de abril de ese año con sesión continua desde las cuatro y media, con pases a las seis y veinte, ocho, diez menos 700  El Cine Barrueco aguantaría estoicamente la crisis del sector, hasta su conversión en multicines en 1996. Aun así, en 2008 cerraría definitivamente sus puertas. 422 cuarto y once y media. En la primera sesión la empresa proyectó la comedia –protagonizada por Manolo Escobar y Concha Velasco– Juicio de faldas (José Luis Sáenz de Heredia) y el western de coproducción hispano italiana Manos torpes (Rafael Romero Marchent, 1970), publicitando la cartelera de este local en la prensa con la frase: “¡Mucha atención a la programación de este cine!” (El Correo de Zamora, 1 de abril de 1971, p. 7). Ángel Barrueco Miranda fue el impulsor de este cine, el cual se encontró con grandes problemas. “El primer día que entré a la sala me encontré con las butacas destrozadas y el equipo de sonido no funcionaba, por lo que se optó por sustituirlo por uno nuevo. También, las butacas se fueron cambiando poco a poco, ya que: “Al comprar el edificio no se disponía del suficiente dinero como para invertir en novecientas butacas. Con lo que su fueron tapizando. Además, el público en aquella época no se comportaba como ahora. Los gritos y golpes al mobiliario de la sala estaban al orden del día. Con el tiempo, conseguí poner orden y que la gente disfrutara de las películas”. (Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda, durante la entrevista del 10 de febrero de 2018). Figura 87. Cine Pompeya. Circa 1972. Fuente; Archivo de Ángel Barrueco Miranda. El Cine Pompeya fue el primer local que se preocuparía por ofrecer las cintas de arte y 423 ensayo, que tan poca afluencia tuvieron –años atrás– en la capital. Gracias al empeño de Ángel Barrueco Junior en febrero de 1976, se ofrecerían este tipo de películas. Para ello, el empresario solicitaría los permisos correspondientes para dotar al Pompeya de sala especial. En la entrevista realizada a Barrueco, este nos explicaba que, “de las más de setecientas cincuenta localidades con las que contaba el cine, solo podían vender quinientas, ya que la ley no permitía la asistencia del cien por cien del aforo a este tipo de películas” (Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda, durante la entrevista 10 de febrero de 2018). Por lo que, la mayoría de las veces, muchos espectadores se quedaban sin entrada y con el correspondiente enfado por saber que había localidades sobrantes. Fueron tiempos en que los carteles de las sesiones continuas agrupaban una película erótica junto a una de artes marciales o del oeste. Manuel Hernández Colino, a la sazón proyeccionista de este cine, narraba a través de una entrevista realizada por La Opinión/El Correo de Zamora, narraba sus avatares durante su estancia en la empresa: La de “carne” se solía poner siempre la primera. Cuando le decías (refiriéndose al espectador) que estaba la erótica te decían que querían ver la otra, pero sacaban la entrada. Yo me fijaba que cuando acababa la erótica se marchaban. Los fui conociendo y cuando preguntaban qué película ponían, le decía «la que usted quiere ver. Tenga la entrada» (risas). (La Opinión/El Correo de Zamora, 21 de julio 2002 [dominical], p. 6) Durante la gestión de Barrueco Miranda, por el Cine Pompeya desfilaron cintas como La muerte tenía un precio, Los diez mandamientos (The Ten Commandments, Cecil B. DeMille, 1965), Lo que el viento se llevó y el record de permanencia: La naranja mecánica701. La sala tuvo su época dorada entre 1976 y principios de los 80. En los últimos años se ofrecerían programas dobles, constituidos, en su mayoría, por películas eróticas y de kárate, aunque también contaba con reposiciones de categoría y matinales con películas de la Disney. (Barrueco, J. A., 1997, pp. 2-3). 701  El Cine Pompeya fue la sala por excelencia de las cintas clasificadas S. Cerraría sus puertas en abril de 1987, cuando la empresa Barrueco vendió el solar a una constructora. El Correo de Zamora, 22 de abril de 1987, p. 13. 424 5.3.4.3. El efímero Cine Cervantes Ya se había hecho referencia a que en 1975, los Padres Claretianos quisieron sacar partido al cine de su centro, hasta trasladarse definitivamente a sus nuevas dependencias en la carretera de Almaraz de Duero. El Padre Movilla –entonces gestor de la organización– arrendaría la sala a la empresa Barrueco, y esta la rebautizaría con el nombre de Cine Cervantes. Al igual que en el Cine Pompeya, toda la explotación recaería de nuevo en Ángel Barrueco Junior. Al joven empresario le sucedería el mismo problema que, años atrás, le había ocurrido en el Cine Pompeya: gritos y malos modales entre los asistentes. Pero el temple del gestor, haría que la sala se convirtiera en la líder en las sesiones continuas de la época. “Era un cine frío, largo y estrecho, con una acústica pésima y unas incómodas butacas. Al principio lo abrimos los fines de semana, para más adelante celebrar sesiones todos los días de la semana”702. La primera película en sesión inaugural del viernes 10, fue la clásica El árbol de la vida (Raintree County, Edward Dmytryk, 1957), aunque ese mismo domingo se estrenaría una sesión continua con dos películas, mezclando aventuras y comedia en una misma tarde. Figura 88. Primera cartelera del Cine Cervantes. Fuente: El Correo de Zamora, 9 de octubre de 1975. 702  Entrevista a Ángel Barrueco Miranda el 7 de abril de 2018. 425 Como era costumbre en otros locales regenteados por la familia, Barrueco ofrecería un lunch de bienvenida a los asistentes en el vestíbulo del local, para posteriormente, proyectar la película703. Esta tarde, a las siete y cuarenta y cinco el “todo” Zamora se dará cita en el cine “Cervantes”, invitado por la empresa Barrueco, que se ha hecho cargo de la sala que hasta ahora se llamó y conoció por “Los Luises”. Para la función de gala de hoy, la nueva dirección ha programado “El árbol de la vida”. Filme con el que se inaugurará la reapertura de este local en sesiones diarias. La selección de películas a proyectar y el aval del prestigio de la empresa Barrueco, son garantía que anticipan el éxito de las sucesivas funciones que ofrecerá la cartelera del cine “Cervantes”. (El Correo de Zamora, 10 de octubre de 1975, p. 2) En esa época, Ángel Barrueco Miranda alquilaba un paquete de películas para sus cines, con el objeto de programar las cintas en los diferentes locales: Barrueco, Pompeya y Cervantes. Pero en la mayoría de las ocasiones, la distribuidora obligaba al exhibidor a que un determinado film se proyectara en la sala de mayor afluencia, no pudiendo trasladar la cinta a otro de los cines que pertenecieran a la empresa. Un claro ejemplo es el contrato que firmaba la distribuidora Regia Films-Arturo González, S. A. con el Cine Barrueco, obligando a una determinada película permanecer en cartel durante un tiempo determinado y fijado previamente por la distribuidora (véase Apéndice 1, Figura 34). Otras veces –para justificar ante las productoras– las distribuidoras obligaban a incluir en contrato, cintas que nunca iban a ser exhibidas. Dentro del contrato se incluían bajo las siglas CS, cobrando un cargo de las cintas sin haberlas proyectado (véase Apéndice 1, Figura 35). Ángel Barrueco Miranda, presume de ser el primero en proyectar el conocido como cine de artes marciales. También contrataría cintas -que a priori- se esperaba que no fueran a tener éxito, pero que después se convertirían en éxitos en taquilla como De profesión invencible (Tian xia di yi quan, Chang-hwa Jeong, 1972), Kárate a muerte en Bangkok (Tang shan da xiong, Wei Lo, 1972) o Furia oriental (Jing wu men, Wei Lo, 1972). “Recuerdo que este 703  El Correo de Zamora, 11 de octubre de 1975, p. 7. 426 tipo de cintas llegaban con un virado verde. Pensaba que el etalonaje de las películas era el correcto, pero con los años me he dado cuenta de que no. Los films venían defectuosos por culpa de sus numerosos pases por los cines de toda España”704. Durante su efímera vida, el Cervantes celebraría tres sesiones diarias, aunque los domingos se sumaría la matinal. Los géneros que más se proyectaron por esta sala fueron el oeste, los musicales y las películas de artes marciales. Cintas contemporáneas como Furtivos (José Luis Borau, 1975), El furor del dragón (Meng Long Guo Jiang, Bruce Lee, 1972) , o Jesuscristo Superstar (Jesus Christ Superstar, Norman Jewison, 1973), se proyectaron junto con clásicos que ya, la empresa Barrueco había estrenado años atrás en su cine de la avenida de Portugal: El halcón y la flecha (The Flame and the Arrow, Jacques Tourneur, 1950), Los diez mandamientos o Lo que el viento se llevó. Un año después, se implantaría la sesión continua desde las cuatro y media de la tarde, todos los días de la semana, hasta julio de 1977, fecha de su desaparición705. 5.3.5. La nueva etapa del Teatro Ramos Carrión En 1966 se cumplirían cincuenta años del contrato de explotación entre la Diputación Provincial y la Sociedad Anónima Nuevo Teatro. Debido a ello, la institución provincial convocaría en febrero un concurso706 para la nueva concesión administrativa, cuya duración iba a ser de treinta años. Hubo dos propuestas. Una fue la de José María Sanvicente Hurtado a partir del proyecto que realizaría Julián Gutiérrez de la Cuesta. La otra fue un proyecto de la empresa de Santiago Rodríguez Conde707, que a su vez pertenecía a las sociedades bilbaínas que gestionaban el Cinema Arias Gonzalo. Esta última oferta, contaba con un presupuesto de más de dos millones de pesetas para acondicionamiento de la nueva sala, que incluían también la adquisición de nuevas butacas, cortinajes y alfombras, “reformando el Teatro para adaptarlo a los gustos de la época”. 704  Declaraciones de Ángel Barrueco Miranda, durante la entrevista 10 de febrero de 2018. 705  El domingo 3 de julio de 1977 se proyectaba la última función continua en el Cine Cervantes: El bengador gusticiero y su pastelera madre (Antonio Fraguas “Forges”, 1977), junto con La armadura invencible (Ying zhao tie bu shan, See-Yuen Ng, 1977). Un mes más tarde el edificio fue demolido para albergar un bloque de viviendas. 706  Boletín Oficial de la Provinca de Zamora, Núm. 19. 14 de febrero de 1966. 707  Santiago Rodríguez Conde era familiar Armando Marsal Monzón, propietario de la sociedad que administraba el Cinema Arias Gonzalo. A partir de ahora se hará mención a ella como Empresa Marsal. 427 Lógicamente, comprobando la gran inversión que la segunda oferta iba a realizar en el coliseo, en junio de ese año, la Diputación adjudicaría su explotación a la Empresa Marsal. Con esta gran reforma, se producirá la destrucción total del interior original del Teatro, aunque se respetaría -afortunadamente - el exterior del local, en la actualidad declarado -junto al Cine Barrueco- edificio protegido por el Ayuntamiento. A partir de ese momento, la familia Sanvicente iniciaría un litigio contra la Diputación. Primeramente, alegarían el fallo del Concurso a través de un recurso708, dirigido a la institución provincial, para más tarde, -en noviembre de ese mismo año - interponer ante la Audiencia Territorial de Valladolid, un recurso contencioso-administrativo contra la resolución en la que se adjudicaba la explotación del Teatro a la competencia. El máximo órgano territorial, falló en abril de 1967 a favor de la institución zamorana, dándole un plazo determinado a la Sociedad Anónima Nuevo Teatro para desalojar el coliseo. En mayo, la familia Sanvicente se vio obligada a abandonar las dependencias del Teatro Ramos Carrión, que tantos años había regentado709. El nuevo concesionario debía abonar a la Diputación ciento cincuenta mil pesetas en concepto de canon anual, incrementándose este en quince mil pesetas trianualmente. Entre los meses de mayo a noviembre, el Teatro Ramos Carrión cerraría sus puertas por la gran reforma que se pretendía realizar. El 17 de noviembre de 1967, la nueva empresa ofrecería una actuación de Manolo Escobar710. Unos días más tarde, se estrenaría la cinta Los héroes de Telemark (The Heroes of Telemark, Anthony Mann, 1965)711, implantando la proyección de películas en formato Todd-Ao. La instalación en el Teatro del sistema de proyección “Todd-Ao”, único que habría en Zamora (…) supondría un bien merecido atractivo para la mejor explotación del local, en la línea del prestigio que se pretende, y cuya instalación quedaría en beneficio del inmueble712. 708  El Correo de Zamora, 27 de noviembre de 1966, p. 4. 709  A.Di.Za. Carpeta Teatro Ramos Carrión y El Correo de Zamora, 3 de mayo de 1967, p. 5. 710  El Correo de Zamora, 16 de noviembre de 1967, p .6 y 17 de noviembre de 1967, p. 7. 711  El Correo de Zamora, 18 de noviembre de 1967, p. 9 y 21 de noviembre de 1967, p. 8. 712  A.Di.Za. Carpeta Teatro Ramos Carrión. Escritura de Adjudicación entre la Diputación y la empresa concesionaria, p. 5. 428 A partir de esa fecha, el teatro se convertiría en cine, salvo en las fiestas de la capital –junio y septiembre– en que se celebrarían representaciones teatrales y de revista. En esos últimos años del franquismo se estrenarían cintas como El violinista en el tejado (Fiddler on the Roof, Norman Jewison, 1971), Gritos y susurros (Viskningar Och Rop, Ingmar Bergman, 1972) o Ataque al carro blindado (The War Wagon, Burt Kennedy, 1967). A mediados de los setenta, debido a la crisis en la exhibición, el teatro comenzó a ofertar películas en sesiones continua y representaciones teatrales durante la época de fiestas. Dos décadas713 más tarde echaría su cierre por su gran deterioro interior: “El Ramos Carrión se tuvo que cerrar por su gran deterioro. Estaba peor de lo que se podía apreciar. Había vigas doble T de hierro, de ochenta centímetros de ancho, que tenían agujeros provocados por la humedad. Debido a ello, la empresa no podía hacerse cargo de la gran reforma que necesita el teatro, por lo que se optaría por su cierre definitivo”714. 5.3.6. Decadencia del Teatro Principal Durante los años sesenta y principios de los setenta, José María Sanvicente gestionaría el Teatro que la familia poseía en propiedad a través de la Empresa Sanvicente, S. L. En esos años, el empresario destinaría el teatro a sesiones de cine, dejando las representaciones teatrales a las ferias de San Pedro y de septiembre715. Con un gran estreno cinematográfico se cierra el ciclo de espectáculos que la Empresa Sanvicente ofrece a los zamoranos en los días de la Feria de septiembre. Se trata de un recientísimo estreno en Madrid, de una película de fuerte impacto, como la ha tenido “El Cerebro” en el Cine Palafox, uno de los más lujosos de Madrid. (El Correo de Zamora, 10 de septiembre de 1969, p. 18). Por aquella época, la dura competencia que existía entre los cines de la capital y el afianzamiento de la televisión, haría que se programaran sesiones continuas desde las cuatro de la tarde. Estas sesiones constaban de un clásico de Hollywood como Mujercitas (Little 713  El Teatro Ramos Carrión cerraría definitivamente sus puertas como sala cinematográfica en enero de 1993. Tras su gran rehabilitación producida en 2011, actualmente luce en todo su esplendor, siendo propiedad de la Diputación Provincial. 714  Declaraciones de Julián Gutiérrez, gerente de la empresa, durante la entrevista del 12-VII-2017. 715  El Correo de Zamora, 8 de septiembre de 1967, p. 14 y 10 de septiembre de 1968, p. 21. 429 Women, Mrevyn LeRoy, 1949) y de las cintas de género del destape o “españoladas” como Pierna creciente, falda menguante (Javier Aguirre, 1970) . Se puede observar cómo la crisis de la exhibición vino provocada por dos causas.La primera fueron los altos porcentajes por cada cinta que imponían las distribuidoras a los empresarios de cine, llegando hasta el setenta por ciento. La segunda, tiene que ver más con el carácter social del propio cine. Durante los setenta, con la llegada de la televisión y demás medios de ocio, el cinema quedó relegado a posiciones, no tan primigenias, lo que provocaría su paulatina baja demanda. (Alcina, 2018, pp. pendientes de edición). Pero la crisis del sector haría mella en la sala, que además necesitaba una reforma para competir con los otros cines de la capital. Tras meditarlo, los hermanos Sanvicente decidieron alquilar la sala en julio de 1975 a la empresa bilbaína de Armando Marsal716. Esta sociedad se convertirá –durante los setenta– en la gestora de los dos coliseos y del Cinema Arias Gonzalo, compitiendo con las otras tres salas que poseía la competencia, los cines Barrueco, Pompeya y Cervantes. Durante ese verano, el Principal pasaría por una pequeña restauración sin afectar la estructura del local: Las butacas han sido tapizadas de terciopelo rojo y del mismo género se están confeccionando las cortinas que cubren la zona alta, ahora inutilizada, así como las que se están instalando, en palcos y plateas. La restauración de la pintura, en ocre y oro, imprime realce así como el cuidado de los pisos del vestíbulo, bar y demás servicios. (El Correo de Zamora, 29 de agosto de 1975, p. 59. Al igual que el Cine Pompeya, el Principal se convirtió en sala especial de Arte y Ensayo, ofreciendo cintas en versión original y sesiones continuas de grandes clásicos, durante sus últimos años de actividad. Tras poseer varias ofertas de compradores a comienzos de los ochenta, la familia Sanvicente entraría en negociaciones para su adquisición por parte del Ayuntamiento. Después de varias reuniones, el consistorio adquirió el coliseo en diciembre de 1983 por sesenta y cinco millones de pesetas717. Tras la venta definitiva, la empresa Marsal dejaría de ofrecer sesiones cinematográficas en dicho local, ya que el contrato de alquiler entre esta y los hermanos 716  R. M. Espectáculos, S. L. 717  El Correo de Zamora, 21 de julio de 1981, p. 4. 430 Sanvicente no tenía validez, una vez el teatro fuese vendido a un tercero. El 31 de marzo de 1984 se bajaría definitivamente el telón del Teatro Principal para las exhibiciones cinematográficas con la película Lili Marleen (R. W. Fassbinder, 1981). A través de una nota de prensa, la familia Sanvicente –que había poseído en propiedad el coliseo durante casi sesenta años–, se despediría del público zamorano: Esta noche, cuando finalice la última sesión, el TEATRO PRINCIPAL de Zamora, bajará definitivamente el telón de su explotación comercial… Se cierra una larga etapa de trabajo, de entrega al público, con aciertos y errores, éxitos y fracasos. Solo pedimos comprensión con la labor que hicimos; en ella pusimos todo nuestro corazón. Al público que durante este tiempo nos ha acompañado ¡gracias! Gracias y hasta siempre. (El Correo de Zamora, 31 de marzo de 1984, p. 25). 5.4. Otras salas En este subapartado, se han querido incluir las salas con fines no comerciales y otras que no llegaron a construirse. 5.4.1. Cines no comerciales Las empresas que explotaban estas salas esporádicas, no perseguían el fin recaudatorio, sino el entretenimiento de su público. Se ha encontrado escasa documentación sobre estos cines, aunque, futuras investigaciones, pueden aflorar más detalles sobre estos locales. 5.4.1.1. Círculo Católico Obrero El Círculo Católico Obrero de Zamora tenía su sede en lo que fue la iglesia de San Bartolomé. Allí se proyectarían cintas desde los años treinta hasta bien entrada la década de los sesenta, ya que se tiene constancia de una reforma de este local para ser convertido en vivienda en diciembre de 1968718. 718  A.H.P.Za. Ministerio de la vivienda. Sig. 102/8. 431 Figura 89. Plano de la sala de espectáculos del Círculo Católico. Fuente: A.H.P.Za. Ministerio de la vivienda. Sig. 102/8. 5.4.1.2. Obra Sindical de «Educación y Descanso» Al amparo de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, se crearía esta Obra Sindical719 cuya finalidad era el disfrute -por parte de los trabajadores- a “todos los bienes de la cultura, la alegría, la milicia, la salud y el deporte”. Por ello, en junio de 1947, se crearía en Zamora este Cine-Club, precedido de la notable contribución que la Obra Sindical venía realizando por la música. Su finalidad fue -como señalaba El Correo de Zamora- la de “instruirnos en la apreciación del verdadero «cine» (…) hacernos sentir gratas emociones ante la belleza de paisajes (…) sin movernos de una butaca” (9 de junio de 1947, p. 2). En el acto inaugural se acompañó junto a la proyección de una cinta francesa, piezas musicales de Shcubert. 719  Ya se tienen noticias de esta Obra Sindical en El Correo de Zamora, 1 de julio de 1944, p. 4. 432 Figura 90. Sede social de «Educación y Descanso». Fuente: A.H.P.Za. 5.4.1.3. Cuartel Viriato Gracias a La Opinión/El Correo de Zamora, se ha podido incluir otro local de exhibiciones cinematográficas. El Cuartel Viriato contaba con bar, churrería y un cine. En él se exhibían cintas que ya habían sido proyectadas en el Cine Barrueco, gracias a un contrato entre la casa distribuidora y el Regimiento de Toledo (Rodríguez, M., 2003, pp. 2-4). Aunque se desconocen más detalles, lo cierto es que este local funcionaría entre las décadas de los cincuenta a setenta del pasado siglo. 5.4.1.4. Asociación Zamorana de Bellas Artes Fundada en 1949 por doscientos socios en la capital720, sus primeros actos fueron conciertos musicales celebrados en el Cine Barrueco. De esta relación surgiría la idea de realizar un Festival Internacional de Cine en 1961 y un Cine-Club en 1963 en el propio local. Como ya se mencionó, en febrero de 1963, la Asociación Zamorana de Bellas Artes y la empresa que gestionaba el Cinema Arias Gonzalo, pusieron en marcha el Primer Ciclo de Cine Artístico Internacional, que se convertiría -con los años- en un clásico. Un fenómeno surgido en muchos casos al amparo de las aulas universitaria como una forma de difundir el cine de autor y unos productos que de otra forma, a causa de su no comercialidad, serían muy difíciles de contemplar. Era el cine de la intelectualidad, de la progresía, el «cine de pensar» del que tanto huía el gran público. (El Correo de 720  El Correo de Zamora, 19 de noviembre de 1949, p. 2. 433 Zamora, 18 de febrero de 1987, p. 28). Tras el éxito cosechado por la primera edición, la Asociación Zamorana de Bellas Artes celebraría una edición anual durante los meses de febrero721. Al no llegar a un acuerdo con el Cinema Arias Gonzalo, y tras largas conversaciones con la empresa Barrueco, se decidiría la celebración –en febrero de 1964– del segundo ciclo en el citado cine de la avenida de Portugal. Mediante una tarjeta sellada por ambas organizaciones, los socios tendrían una reducción del cincuenta por ciento sobre los precios de las localidades. En este segundo ciclo, se proyectaron diecisiete películas entre las que destacó Semilla de maldad y Nuevas amistades722. Gracias los programas de mano hallados en la Biblioteca Pública de Zamora, se pueden enumerar las cintas más importantes que pasaron por el Ciclo de Cine Artístico: Un lugar en el sol (A Place in the Sun, George Stevens, 1951), El violinista en el tejado (Fiddler on the Roof, Norman Jewison, 1971), La conversación (The Conversation, Francis Ford Coppola, 1974), American Graffiti (George Lucas, 1973), La prima Angélica (Carlos Saura, 1974), Un hombre llamado caballo (A Man Called Horse, Elliot Silverstein, 1970), La caza humana (The Hunting Party, Don Medford, 1971), El gato de las nueve colas (Il gatto a nove code, Dario Argento, 1971) o Pequeño gran hombre (Little Big Man, Arthur Penn, 1970). 5.4.1.5. Cine Club de Acción Católica Solo se poseen datos de este Cine Club, gracias a la publicación en la revista de la Universidad de Salamanca: Cinema Universitario (1959, p. 83) donde se hace referencia a las actividades de este club. El Archivo Diocesano de Zamora posee más datos sobre esta asociación, pero la propia institución prohíbe la consulta de documentos referentes a la misma. 721  La mayoría de las ocasiones, el ciclo se celebraría en febrero. 722  El Correo de Zamora, 12 de febrero de 1964, p. 7. 434 5.4.1.6. Universidad Laboral En febrero de 1953 –bajo el régimen franquista– se crea en Zamora la primera Universidad Laboral de España. La Fundación San José (Escuelas Profesionales “José Antonio Girón) fue impulsada por Carlos Pinilla Turiño723. Los Padres Salesianos fueron los que gestionaron el internado donde que incluía dormitorios, clases, cocina, comedores, departamentos, numerosos talleres, bar y teatro. El objetivo básico de la Universidades Laborales puede resumirse en la combinación de formación profesional y preparación cultural, mediante el proceso “permanente de perfeccionamiento integral, en definitiva, formación pero también adoctrinamiento de sus alumnos. (Ruiz Resa, 2015, p. 333). El diario ABC se haría eco de la faraónica construcción, explicando el interior del coliseo: El teatro está previsto para un aforo de unas 1.000 personas y se ha seguido también el sistema constructivo general. La escena está resuelta a base de la muy antigua teoría (…) de fundir la representación escénica con el público. Una triple embocadura cóncava abre sus fauces, abrazando la platea. (ABC, 3 de noviembre de 1953, pp. 7-8). Pero no sería hasta 1957, cuando el teatro se inaugurara con un aforo para 811 espectadores –642 butacas y 169 localidades de anfiteatro– y dotado con los servicios exigidos por el Reglamento de Espectáculos que estaba vigente en esos momentos. A partir de su apertura, fueron muchas las actividades académicas, los actos culturales, así como las sesiones semanales de cine. Al ser tabicada, su bóveda de características similares a la de la capilla del centro, exigiría unas correctas condiciones acústicas acordes con el recinto. De ahí que fueran numerosas las peticiones externas para su uso por parte de diferentes organismos y entidades locales (Sánchez Sánchez, 2006, p. 179). En esa época ya se proyectaba cine para seiscientos alumnos internos; y treinta y siete profesores del centro. 723  El Correo de Zamora, 27 de diciembre de 1972 (suplemento Bodas de Brillante), p. 55. 435 Figura 91. Teatro-Cine de la Universidad Laboral. Fuente: Archivo de La Opinión/El Correo de Zamora. Gracias a la llegada del Padre Constantino Cid Conde en 1961, se le daría mayor importancia al séptimo arte. Este salesiano –especializado en la rama eléctrica– poseía una gran experiencia desde 1950 en el manejo de proyectores y montaje de cabinas en Vigo. Las cintas eran contratadas a las distribuidoras más importantes por el padre Antonio Polo – administrador del colegio– y Alberto García-Verdugo –rector–. De hecho, estas casas exigían el pago anticipado antes del envío de la película. “Algún domingo que no nos había llegado la cinta, debíamos mandar un giro telegráfico a Madrid para que la mandaran lo más rápido posible por Autores”724. Se celebraban dos sesiones los sábados y los domingos. Una de ellas a las cuatro para los alumnos más pequeños, en la que se acortaban para que los niños no se cansaran. La otra sesión se celebraba a las seis de la tarde para los alumnos de mayor edad. Gracias a la entrevista que se mantuvo con el padre Constantino se puede llegar a afirmar que el teatro-cine de la Universidad Laboral contaba con una sala para los rectificadores y la cabina con dos proyectores de la marca Philips, junto a dos amplificadores. El padre Constantino recuerda cómo era el equipo utilizado y la forma en la que se establecía su propia censura: “Al poseer dos máquinas idénticas, se efectuaba el cambio de rollo sin cortar ni un segundo 724  Declaraciones del Padre Constantino durante la entrevista del 10 de enero de 2018. 436 la película. Proyectábamos las cintas en un pase previo de noche con la asistencia del director del centro. A través de destellos con una linterna que poseía, el director me informaba de cuáles eran los planos censurados de la cinta. En Quo Vadis (Mervyn LeRoy, 1951) llegué a realizar once cortes. Después debía de volver a restaurar la película con acetona porque había que devolverla a la distribuidora”725. También bajo el mandato como rector del padre Manuel de Lorenzo se pondría en marcha en 1962 la revista Panorama. Una publicación mensual dedicada íntegramente a los avatares del colegio, redactada e impresa por los propios alumnos, ya que se contaba con una imprenta726. Panorama dedicaría periódicamente una página al séptimo arte, incluyendo críticas a ciertas películas, relatando la historia del cine o informando de los estrenos de las cintas proyectadas en el teatro del centro, cuya columna se titularía: “Pasaron por nuestra pantalla”. Por el teatro- cine de la Universidad Laboral se proyectaron cintas como las épicas Los diez mandamientos o Tierra de faraones (Land of the Pharaohs, Howard Hawks, 1955); las películas de suspense Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) o Testigo de cargo (Witness for the Prosecution, Billy Wilder, 1957); y producciones nacionales como 15 bajo la Lona (Agustín Navarro, 1959), Calabuch (Luis García Berlanga, 1956), o La gran familia (Fernando Palacios, 1962). La cinta que más éxito cosecharía al cabo de los años entre los alumnos de La Laboral fue El tren fantasma (The Ghost Train, Walter Forde, 1941), cuya copia tenían en propiedad. Fue por estos años cuando entre los alumnos se realizaron votaciones sobre los films estrenados, adjudicando notas del 1 al 10 (Panorama, 1962, p. 5). Fruto de ese despertar cinéfilo por parte de los pupilos del internado, se celebraría en abril de 1965, la primera Semana de Cine con cintas como El hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, John Frankenheimer, 1962) o Nido de espías (La valse du Gorille, Bernard Borderie, 1959). Las sesiones de cine en la Universidad continuarían en la década de los setenta hasta la disolución de la institución en 1980: Las actividades artístico-recreativas –el teatro y el cine–, recibieron siempre una gran atención. Como ya se ha indicado, las sesiones de cine eran regulares y en la 725  Declaraciones del Padre Constantino durante la entrevista del 10 de enero de 2018. 726  Dentro de la Universidad Laboral existían las ramas de Maestría, Mecánica, Química, Zapatería, Sastrería, Carpintería, Electricidad y Artes Gráficas. 437 década de los años 70 proliferaron las muestras de autor y los ciclos de cine-club que contribuyeron a crear una excepcional afición de los alumnos por el cine y sobre todo, colaboraron a dar una cultura cinematográfica que acrecentó una visión mucho más crítica del cine, tanto desde el plano técnico como del contenido argumental. (Sánchez Sánchez, 2006, p. 189). 5.4.1.7. Cine Club del Colegio Universitario El 5 de abril de 1973 se crearía en el Gobierno Civil, la Comisión del Patronato para promover la creación del Colegio Universitario Integrado que componían: César Santiago –Decano del Colegio de Abogados–, Venancio Hernández –Procurador en Cortes–, Mariano Sanz y Fernando García –representante de la APA y Director del Instituto Claudio Moyano respectivamente–, Miguel Unamuno –Director de la Caja Provincial de Ahorros–, José María Rubio –Presidente de la Cámara de Industria y Comercio–, Porfirio Nafría –Secretario del Gobierno Civil–, Francisco Santiago Luelmo –secretario de la Diputación– y Felipe Rodríguez Lorenzo, a la sazón Presidente de la Diputación Provincial. El fin del Patronato era el de crear titulaciones universitarias pertenecientes a la Universidad de Salamanca, pero con sede en la ciudad del Duero. Fue aprobado por la Diputación en diciembre del mismo año con un presupuesto de cerca de sesenta millones de pesetas y con un primer Ciclo de Filosofía y Letras inicial de 300 alumnos. Aunque se añadiría también Derecho. El solar –con más de cuatro mil metros cuadrados y cuya valoración era de treinta millones de pesetas– había sido el antiguo Convento de los Padres Trinitarios727. Desde sus comienzos el Patronato celebraría actividades culturales como ciclos de conferencias, audiciones musicales y viajes universitarios. Este Cine Club se convertiría en el más prolífico de la capital. 5.4.1.8. Casa de la Cultura En los años setenta se crearía la Asociación Zamorana de Aficionados al Cine y la Fotografía. Celebraban actos culturales como exposiciones y concursos de fotografía, así como proyecciones de cine en la Casa de la Cultura728. Esta institución ubicada en la plaza 727  Este edificio, posteriormente fue ocupado por la Guardia Civil y más tarde, fue la sede de la Delegación de Hacienda. A mediados de la década de los setenta el local fue cedido por el Ayuntamiento a la Diputación. 728  El Correo de Zamora, 3 de febrero de 1976, p. 24. 438 de Claudio Moyano, era gestionada por el Estado hasta su transferencia en 1986 a la Junta de Castilla y León. 5.4.2. Proyectos En este apartado se han incluido los proyectos de locales destinados a locales de espectáculos cinematográficos en la capital y en la provincia, pero que -por diferentes motivos- nunca se vieron materializados729. 5.4.2.1. Cine Cabañales Joaquín Peñas Martín –propietario de un solar sito en la carretera de Entrepuentes– solicitaría un proyecto de construcción de un edificio en 1950. Enrique Crespo Álvarez sería el arquitecto encargado de diseñar el cinematógrafo730. El empresario pretendía así, ofrecer sesiones de cine a los habitantes de los barrios de la margen izquierda del Duero. De forma rectangular, el edificio contaría con una preciosa fachada y con una única planta. En ella se incluirían vestíbulo, servicios higiénicos separados por sexos y la sala con capacidad para más de doscientas localidades. La cabina iría a una altura de dos metros por encima del vestíbulo. No se disponen más datos de este proyecto, solo que no llegó a materializarse. 729  Existiría otro proyecto de cine en la ciudad de Toro, pero al ser redactado en 1978, no se ha incluido en esta investigación. A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 344/7. 730  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 19/22. 439 Figura 92. Plano de la fachada del Cine Cabañales. Fuente: A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 19/22. 5.4.2.2. Cine en Villanueva del Campo Durante los años cincuenta se haría un intento por ampliar la oferta de cine en el pueblo. Esa idea fue de Francisco Alcalá Burón, quien en mayo de 1958 solicitaría a Antonio Viloria la redacción de un proyecto de una sala de exhibición con el nombre de Cine Alcalá que nunca llegaría a materializarse731. El local iba a ser de nueva construcción ubicado en la calle General Franco con doce metros de ancho y 27 de profundidad, en el que se incluirían 153 asientos y un anfiteatro para sesenta butacas. Completarían las dependencias un bar, taquilla en la parte derecha de la fachada y servicios. Al ser un edificio de nueva construcción el presupuesto ascendería a cerca de cuatrocientas mil pesetas de aquella época, razón por la cual, Francisco Alcalá desistiría del proyecto en noviembre de ese año. 731  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/54. 441 CAPÍTULO 6. EL CINEMATÓGRAFO EN LA PROVINCIA 6.1. La llegada del cinematógrafo a los pueblos 6.1.1. Introducción Después de varias entrevistas a vecinos de la provincia y recogida de información en los archivos, se han podido censar más de noventa y cinco salas de cine durante la época dorada de la exhibición en España, establecida durante la etapa franquista. Con la recogida de información de más de cien cinematógrafos en la provincia, se han creado dos bases de datos. Una de ellas (veáse Apéndices 3 y 4), hace referencia al número de exhibiciones ambulantes que se llevaron a cabo entre los comienzos del espectáculos -en 1898- y hasta el primer tercio del siglo xx. La otra base de datos (Apéndice 5), engloba el número de salas estables de las que se tienen constancia en toda la provincia -incluida la capital-, enumerando el nombre del cine –en algunos casos–, la localidad y comarca donde se asentó, las fechas de comienzo y fin de la actividad empresarial, así como la empresa exhibidora, el arquitecto del edificio y el proyector utilizado. Con estos datos se crearon -por un lado- un gráfico representativo del número de cines asentados en cada comarca (veáse Apéndice 6); y -por otro- un mapa por comarcas dentro de la provincia (veáse Apéndice 7)732. Se ha querido incluir otro plano con el número de cines por comarca. Todos estos datos arrojaron resultados muy interesantes. 732  Se ha incluido en el Apéndice 1 una mapa a mayor tamaño y donde se muestran los diferentes pueblos (véase Apéndice 1, Figura 37). 442 6.1.2. Datos estadísticos El número de cines censados es consecuencia de la evolución de la población en la provincia, de ahí que coincidan las décadas de los años cincuenta y sesenta como los periodos donde más habitantes tuvo Zamora en toda su historia. Esta pérdida de población, común a todas las comarcas y con poca discriminación social aumenta las diferencias socioeconómicas de la provincia con respecto a otras regiones españolas e incluso a países centroeuropeos, donde existió una importante demanda de mano de obra, mientras que una provincia como Zamora, al igual que otras españolas, tenía importantes excedentes. (Morán, 1987, p. 127). Figura 93. Plano de la provincia de Zamora con el número de cines estables durante el siglo XX. Elaboración propia a partir de las fuentes numeradas en cada uno de los pueblos. 443 Gracias a los datos recogidos en el Archivo Histórico Provincial sobre los cines de la provincia, a los censos de población del Instituto Nacional de Estadística, los partes de proyección recogidos en el Archivo General de la Administración (véase Apéndice 10), a las Memorias de la Cámara de Comercio e Industria local y al estudio de Mª Ángeles Morán (1987), podemos establecer un cuadro comparativo del número de cines y la población total de la provincia de Zamora durante el siglo xx: Tabla 94. Evolución histórica de la población y los cines de Zamora en el siglo XX. Año Población Incremento intercensal Número de cines 1900 275.545 ——— 3 1910 272.976 -2.569 4 1920 266.215 -6.761 11 1930 280.148 13.933 16 1940 298.722 18.574 22 1950 315.885 17.163 79 1960 301.129 -14.7560 72 1970 251.934 -49.1950 23 1981 224.369 -27.5650 7 Fuentes: I.N.E., A.H.P.Za. y Mª Ángeles Morán (1987, p. 132). Elaboración propia. Como se puede apreciar, existe una relación entre el número de habitantes y el de cines, aunque el aumento de estos últimos, comienza -como es lógico- unos años más tarde al ascenso en el número de habitantes. Similar situación ocurrirá cuando la población comience a menguar. Aunque las salas de proyección aguantarán el envite de la emigración. Es el caso de la década de los sesenta, donde se muestra un descenso de más de catorce mil habitantes y donde disminuirá –con menos lentitud– el número de locales. Se ha dividido el mapa de la provincia por zonas (veáse Apéndice 7), ya que, dependiendo de su actividad industrial, agrícola y/o ganadera733, esta repercutirá en el número de espacios de ocio. Primeramente, se hace hincapié en las zonas donde el cultivo estuvo presente, que 733  De hecho, ya en la Memoria de la Cámara de Comercio e Industria de Zamora de 1934 (p. 82), se enumeran las múltiples fábricas que se habían consolidado en la provincia: tejidos, embutidos, jabones, cera y velas, muebles, curtidos, de hielo, corcho y alfarería. También el chocolate fue un sector industrial en alza por aquel entonces, con más de quince fábricas repartidas por Zamora capital, Benavente y Toro; y con más de treinta por localidades como Villalpando, Fuentelapeña, Puebla de Sanabria, Bóveda de Toro, Almeida, Moraleja o Muelas de los Caballeros. 444 fueron las que más exhibiciones y locales poseyeron. Eminentemente agrícola nuestra provincia, de la agricultura dependen las industrias, el comercio y en general el desenvolvimiento de la vida económica de Zamora; pudiendo asegurar, si nó (sic.) en absoluto de manera muy aproximada, que salvada nuestra agricultura está salvada la economía provincial, hasta el extremo de que el industrial y el comerciante se hallan pendientes durante todo el año de los éxitos y fracasos agrícolas de cada mes. (Cámara Oficial de Comercio e Industria. Zamora 1936-1941. Memoria, p. 54). 6.1.3. Los primeros cinematógrafos Debido a la oferta de trabajo y a la subida en la densidad demográfica durante la posguerra, estos núcleos de población contaron con un local de cine, pasatiempo preferido por los vecinos de los pueblos. Benavente y los Valles con cerca de veinte locales, será la comarca que más empresas generará durante esa época. La vecina Tierra de Campos, con sus cultivos del cereal –trigo, cebada y avena–, es la segunda zona con más locales de exhibición por habitante. Un dato relevante fue que en algunas localidades como Villalpando o Villanueva del Campo, gracias al regadío, contaron con más de dos cines. Le siguen las comarcas de Toro, Tierra del Vino, La Guareña y Tierra del Pan. En ellas, algunas localidades como Toro, Moraleja del Vino, Fuentesaúco o Manganeses de la Lampreana, contarían con dos cines. Hay que considerar que esta provincia ha sido y sigue siendo fundamentalmente agrícola, pues más de un 70 por ciento de la población económicamente activa, está dedicada a estos afanes, y que, en general, es provincia de agricultura atrasada -todavía se emplea el arado romano-, aunque (…) actualmente en pleno vigor, originda (sic.) (…) con la aparición y multiplicación del número de tractores y otros medios de modernos de cultivo. (Cámara Oficial de Comercio e Industria. Zamora 1960-1965, pp. 11-12). Por último, se han incluido también zonas cuyos habitantes vivían de la ganadería. Industria esta mucho más pobre que la agrícola. De ahí que su densidad de población fuera mucho menor, como se puede comprobar en el mapa adjunto (veáse Apéndice 7). A pesar de todo, hubo espectáculo cinematográfico en las comarcas de Sayago734, con siete cines censados; 734  Para más información sobre esta comarca, ver: García López-Casero & Martínez Pereira. (1986). Sayago: una comarca desfavorecida. En Anuario del I.E.Z. Florián de Ocampo (pp. 117-138). Zamora, España: Diputación 445 Alba y Aliste, con cuatro; y Sanabria, solamente con dos locales. Este primer apartado, sirve de introducción a esas primeras proyecciones que recalaron a principios del siglo xx por la geografía zamorana. El cinematógrafo haría presencia como una atracción dentro del programa de las ferias locales. La unión entre el cine y las fiestas patronales fue un rasgo distintivo de las proyecciones de los pueblos en la primera década de la pasada centuria. Durante esos años, las exhibiciones ambulantes se celebraban gracias a los operadores itinerantes, personas que recorrían varias poblaciones cargadas con su máquina de cine mudo. (Román & Blanco, 2002, p. 24). Son de destacar también las diferentes asociaciones que, gracias al invento, contratarían los servicios de exhibidores para proyecciones esporádicas en sus salones de recreo. Casinos, Círculos, Clubes, Recreos o Sociedades fueron las instituciones con carácter político, literario, recreativo, artístico o profesional, que se interesaron por las imágenes en movimiento. A finales del siglo xix, el número de este tipo de asociaciones en la provincia sobrepasaba las quince735 y junto a las veinte de la capital, se convertirían -a través de sus instalaciones- en las primeras salas estables de cinematógrafo. Por último, los vecinos de los pueblos -trabajadores del campo en la mayoría de los casos- se convirtieron en empresarios neófitos de la industria cinematográfica: No era infrecuente, en las salas de barrio, que los empresario cinematográficos compatibilizaran su explotación con la dedicación a otras actividades empresariales, especialmente en el sector de la construcción (…). Lo mismo ocurría con los mejores cines de las zonas rurales, aunque en este caso la actividad estuviera relacionada con la predominante en la zona. (Montero & Paz, 2011, p. 92). Con cerca de 4.500 habitantes736, Benavente era la localidad más poblada de la provincia a finales del siglo xix737. Durante esa etapa finisecular ya se tienen noticias de que el Provincial. 735  El Grupo de Estudios de Asociacionismo y Sociabilidad publica (pp. 160 y 161) las asociaciones que estaban registradas en la provincia a finales del siglo xix: Alcañices, Benavente, Corrales del Vino, Fuentesaúco, Moraleja del Vino, Puebla de Sanabria y Toro. GEAS. (Ed.). (1998). España en Sociedad. Las asociaciones a finales del siglo xix. Cuenca, España: Ediciones Universidad de Castilla-La Mancha. 736  A.M.Be. Leg. 227/23. Padrón municipal de 1897. 737  Lorenzo Pedrero contaba como un vecino del pueblo, llamado Bena Ortiz, fue ventrílocuo, ilusionista 446 cinematógrafo había hecho su aparición a través de cintas de la casa Lumière como Las pirámides de Egipto, Una Corrida de toros y El puerto de Barcelona. Sería el 13 de febrero de 1898 cuando la compañía Hispano Imperial Japonesa presentaría el prodigioso invento en el Casino Recreo Benaventano a un real la entrada (Mata, 2001, pp. 79, 170 y 173)738. Concretamente en un artículo titulado “El cinematógrafo” aparecido en el semanario local “La Mota” se daba cuenta a los lectores de la llegada del genial y novedoso invento en estos términos: “Estamos admirando en estos días un aparato curiosísimo: El Cinematógrafo que reproduce los movimientos con una precisión tan grande que podemos contemplarnos sin la ilusión enojosa del espejo” (…). También se explica (…) el mecanismo de funcionamiento de tan maravilloso invento. (Mata, 2016, p. 22). Aquel insólito espectáculo, estaba por primera vez al alcance de los habitantes de la villa, despertando este invento por su novedad gran admiración entre éstos. El revuelo que se debió de formar en la sala durante aquellas primeras proyecciones, es de suponer fue mayúsculo, especialmente cuando el cornúpeta salió por la puerta de chiqueros dirigiéndose hacia el público. No sería menor cuando el torero se dispuso a ejecutar la suerte de matar enfilando la espada hacia el patio de butacas o cuando el público se percató de que una humeante locomotora se les venía encima. (Datos aportados por Juan Carlos de la Mata durante la entrevista que se le realizó en marzo de 2018). Se puede afirmar que este cinematógrafo y la compañía con la que llegaron a la Villa, era la misma que se asentó entre los meses de enero a marzo en la ciudad de Zamora y cuyos empresarios no fueron otros que los portugueses Marques y Azevedo. La conclusión y consiguiente apertura de la línea Plasencia-Astorga constituyó sin duda el acontecimiento más importante del final de aquel siglo en Benavente (…). El ferrocarril supondrá un enorme impulso modernizador para la población, generando un evidente favorecimiento y aumento de las posibilidades de negocio para sus y maestro de la imagen, siendo un representante de los espectáculos precinematográficos en los pueblos de la comarca. (1992, 29 de agosto). Cine por los pueblos. En La Opinión/El Correo de Zamora. 738  El Real era una moneda acuñada en los tiempos del Reinado de Isabel II. Su valor era aproximadamente un cuarto de peseta. 447 principales industriales y comerciantes. (Fuentes, 2004, pp. 591-592). Mientras que los jornaleros pasaban apuros durante los duros inviernos, la burguesía de la villa participaba en la vida social, dividida esta entre los tres casinos: Los selectos Círculo de la Rúa y el del Conde con café en su parte baja y la Iberia, este último el más bullente y popular de las clases más humildes que sufren como nadie la crisis pero que, también tratan de divertirse como nadie; eran años en que la fiesta mezclada con encontrados sentimientos de crisis y de regeneración, de resignación y esperanza, se fundieron en Benavente como nunca lo habían hecho hasta entonces. (Fuentes, 2004, p. 613). En los años 1910 y 1911, con motivo de las fiestas de septiembre, el cinematógrafo volvería a la villa. No se tiene datos de quienes fueron los exhibidores que recalaron en Benavente, ni de los precios de las entradas. Lo que sí consta en la hemeroteca de El Correo es que era un cinematógrafo al aire libre instalado en la plaza del Grano y que sus sesiones eran amenizadas por la banda de música municipal, acompañado de figuras grotescas y globos aerostáticos739. “Siempre hubo en esta localidad gran afición al cine y buenos entendidos, que incluso plasmaron en ocasiones sus críticas en los semanarios locales, como el veterinario César Hidalgo Borbujo” (Mata, 2016, p. 25). Durante los años veinte, las sesiones de cine al aire libre continuaron en la plaza del Grano y el paseo de La Mota, con motivo de las fiestas patronales . Vázquez Villarino (1990, p. 239) hace referencia a las proyecciones de Pamplinas, Tomasín y Charlot en la plaza de Canalejas durante 1925. 739  El Correo de Zamora, 6 de septiembre de 1910, p. 2 y 1 de septiembre de 1911, p. 2. 448 Figura 95. Paseo de La Mota, lugar de las primeras proyecciones cinematográficas. Fuente: Antigua postal de Benavente. Propiedad del autor. De igual modo, en la ciudad de Toro el invento hizo su estreno con motivo de las fiestas de San Agustín de 1909. Las imágenes –acompañadas por veladas de teatro y fuegos artificiales– cautivaron al público en el paseo de San Francisco. De hecho en los siguientes años –siempre durante épocas festivas– el cinematógrafo tendría una gran presencia entre los vecinos de la villa740. Gracias a la documentación hallada en el Archivo Municipal de Toro, se tiene constancia del pago de 300 pesetas –en 1908– y de 850 pesetas –en 1912– por parte de la comisión de festejos741 a la empresa que organizaba las proyecciones cinematográficas. En este último año, será la Banda de Música de Toro la que comparta cartel con dos sesiones de cine a diez pesetas cada una (Muñoz, 2017, p. 58). Tras la reforma realizada en el Teatro Latorre en ese mismo año742, sería Alejandro Sanvicente quien –al igual que hiciera por esa época en Benavente– ofrezca sesiones de cinema en el coliseo toresano743. Esta sala pasaría a ser gestionada en 1918 por Ildefonso Cano quien continuaría celebrando números de cine y varietés744. Durante la década siguiente, se ofrecieron abonos para el llamado cine por episodios. Así lo recogía la prensa toresana: 740  A.M.To. Festejos. 286. Sig. 1701-13. El Correo de Zamora, 30 de agosto de 1911, p. 2 y La Defensa, 24 de agosto de 1911, pp. 1 y 3. 741  Aunque no especifica el nombre de la empresa. 742  El Correo de Zamora, 19 de diciembre de 1912, p. 2. 743  El Correo de Zamora, 27 de diciembre de 1917, p. 1. 744  El Correo de Zamora, 23 y 24 de agosto de 1918, p. 4. 449 “Varios señores abonados al cine, se han acercado a esta redacción para que desde estas columnas hagamos constar su protesta por alteración de programas con que la empresa del teatro Latorre viene haciendo en las películas de serie745. Viviendo esa época de adolescente, Román de la Higuera, narra en la prensa la actitud del público ante el llamado cine por episodios, lo que provocaría gran intriga y expectación entre los habitantes de la villa durante la semana: Se pasaban por entonces películas de las llamadas de serie. Eddi Polo y Harry Piel eran los ídolos. Recuerdo de ellas un título “El niño rey”. Se sabía el domingo que comenzaba. De domingo a domingo, duraba el suspense; invariablemente se encendían las luces cuando el episodio se hallaba en el momento más álgido; era el preciso instante de la saturación atmosférica en la sala cuando el director y el guionista nos dejaban en tensión semanal a todo el mundo (…) hasta la hora de reanudarse el film el domingo siguiente; hasta tanto la población vivía en vilo. (Higuera, 1966, p. 6). Figura 96. Paseo de San Francisco, lugar de las primeras proyecciones cinematográficas. Fuente: Antigua postal de Toro. Propiedad del autor. Junto a las cintas, el público disfrutaba de las notas musicales que salían del piano de Luis Santos746. El mismo rotativo informaba en 1925 sobre los estrenos de cine en el Latorre entre los que destacan La rosa de Flandes y Violetas imperiales, ambas de Raquel Meller. También el cambio de empresa gestora del teatro o las primeras apariciones publicitarias, 745  El Toresano, 30 de diciembre de 1923, p. 3. 746  El Correo de Zamora, 12 de febrero de 1965, p. 6. 450 fueron recogidas por los medios impresos747. Fuentesaúco por su parte, sería testigo durante las fiestas de la Visitación de 1908 de las primeras sesiones de cinematógrafo. Estas cintas, se proyectaron en el coqueto teatro de la villa, prácticamente intacto en la actualidad y del que eran dueños los señores García Ferrón y Hernández748. En la comarca de Tierra del Pan se presentaría el moderno adelanto el 19 de junio de 1917 con motivo de las fiestas de Villaralbo. Al aire libre, las proyecciones solían efectuarse con el buen tiempo y el lugar empleado era a menudo alguna céntrica plaza (…). Era costumbre extendida entre quienes acudían a la cita presentarse con sus propias sillas y banquetas bajo el brazo, única manera que tenían de asegurarse el disfrute de la sesión sobre un cómodo asiento. (Román & Blanco, 2002, p.31). Se tiene constancia por el Anuario Cinematográfico 1928-1929 (pp. 417 y 418), de los locales de espectáculos que ofrecían sesiones de cine: Benavente –Gran Teatro y Plaza de Toros–, Bermillo de Sayago, Castroverde de Campos, Fuentesaúco, Moraleja del Vino, Pajares de la Lampreana, Santa Clara de Avedillo749, Tábara, Toro –Teatro Latorre750 y Cinematógrafo del Casino de Recreo–, Villabuena del Puente, Villalpando, Villanueva del Campo y Villarrín de Campos. También, gracias a la rehabilitación del Castillo de Fermoselle a comienzos de la década de los veinte, llegarían las primeras proyecciones cinematográficas: Se trata del mayor pueblo del partido, al que sólo lo excéntrico de su posición priva 747  El Noticiario, 1 de febrero de 1925, p. 3 y 8 de febrero de 1925, p. 3. 748  Era tal la repercusión que estaba teniendo el cine que estos medios se harían eco de proyecciones en pueblos limítrofes con Zamora. Es el caso de Castronuño (Valladolid) donde El Correo de Zamora el 5 de enero de 1909 recogía la siguiente información: “Hace tres o cuatro días hubo sesión de cinematógrafo en la casa consistorial á (sic) la que concurrió numeroso público, ávido de contemplar los cuadros que se anunciaron de antemano, y que efectivamente se exhibieron al respetable. Se exhibieron Sansón con todos los fariseos, La pasión del señor. Con anécdota, ya que algunos del pueblo, gritaron y se comportaron fatal. Lo cual quedó en eso ya que otros miembros del pueblo, mandaron callar”. 749  Según Anuario del Cinematografista para 1930. (p. 233). Madrid, España: Revista Proyección; hubo un Teatro-Cine en la localidad. 750  Según el Anuario Cinematográfico de 1928-1929 (p. 418), las sesiones de cine eran ofrecidas por A. López. 451 de la capitalidad. La provincia de Zamora tiene en él una de sus más populosas localidades con mayores posibles, dada la singularidad de sus cultivos y el continuado trajín emprendedor de sus gentes. (Cortés, 1981, p. 20). La lista de municipios donde se celebraron sesiones de cine durante los años treinta751, se amplió con Carbajales de Alba, Corrales del Vino, Manganeses de la Lampreana, Madridanos752, Morales de Toro, Muelas del Pan, Puebla de Sanabria, Torres del Carrizal753 y Vezdemarbán. Alcañices en 1933, se sumaría a esta lista gracias a los datos recogidos por el Inventario de salas cinematográficas en España754 y al Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950. Este último, publicaría una lista de las salas estables de la provincia: Alcañices, Benavente (2), Fermoselle, Fuentesaúco, Moraleja del Vino, Morales de Toro, Santibañez de Vidirales, Toro (2), Vezdemarbán (2) y Villalpando. Aunque los datos no son del todo exactos, ya que según los documentos encontrados en el Archivo Histórico Provincial, durante 1950 se celebraban proyecciones en la provincia en los cines de Santibañez de Vidriales, San Cristóbal de Entreviñas y Fuentes de Ropel. En el censo que realizó el Anuario del Cinematografista de 1955-56 ya existen 26 salas en Zamora, con un total 9.089 asientos para la provincia, lo que hacía una media de treinta y un habitantes por asiento. Una década más tarde, el número de salas aumentaría a cincuenta755. De esta etapa también se puede destacar cómo los cines rurales -la mayoría protoindustrias- eran ubicados en espacios que –con anterioridad– habían servido como cuadras o establos. Las salas rurales han sido en muchos casos naves para ganado reaprovechadas. El hecho de que se utilizasen estas construcciones y no otras era no sólo por su carácter oblongo, sino también la expresa prohibición que hacían los reglamentos de espectáculos sobre que salas de cinematógrafo no podían tener viviendas, ni habitaciones sobre ellas, siendo obligatorio no tener más de un piso (…). Siendo la única posibilidad reutilizar 751  Anuario Cinematográfico para 1935, p. 620. 752  Cinematógrafo al aire libre durante las fiestas patronales de San Esteban. Heraldo de Zamora, 1 de agosto de 1940, p. 1. 753  Se tiene constancia gracias a los números de marzo de 1931 del Heraldo, que un vecino de la localidad vendía un aparato de cine con motor. 754  Sánchez García & Calvo Mosquera. (2013-2014). Inventario y selección de salas cinematográficas del siglo xx. Instituto del Patrimonio Histórico Español. Recuperado de: http://www.mecd.gob.es/planes-nacionales/ dam/jcr:2854acd5-f1ad-49e0-b969-d4da93f0dd5f/listado-inventario-cines-ipce-2016.pdf 755  Anuario Español de Cinematografía del Sindicato Nacional del Espectáculo de 1962 (p. 830). 452 garajes, naves y cuadras, e incluso iglesias. (Pablos, 2013, p. 83). Esta es la historia de la exhibición cinematográfica en la provincia de Zamora. 6.2. Benavente y Los Valles 6.2.1. Benavente Es la población –después de la capital- que ha contado con más cines en la provincia de Zamora. Ya se hizo mención a los primeros exhibidores, los cuales aprovecharían sociedades -el Círculo de Recreo- o lugares populares -la plaza del Grano u otras-, para proyectar los cuadros de principios de siglo xx. A partir de ahí, serían teatros y más tarde los cines, los locales de exhibición. Teatro del Jardinillo, Cinematógrafo Modelo, Gran Teatro, Cinema Benavente, Cine Coliseum, y Cine Florida fueron los lugares donde los benaventanos disfrutaban del séptimo arte durante el siglo xx. Según el Anuario del Cinematografista para 1928-1929 (p.417), Benavente contaba con 5.821 habitantes y las exhibiciones era celebradas en el Teatro regentado por Lucinio de la Huerga y algunas proyecciones esporádicas en la Plaza de Toros de la villa. En 1930 hubo sesiones de cine en dos espacios: el Gran Teatro que ofrecía sesiones los domingos y festivos durante ocho meses al año a un precio medio de cincuenta céntimos y el Cinematógrafo de Valentín Morán756. El Teatro del Jardinillo –adaptado con los restos del Convento de Santo Domingo alrededor de 1880757– sería la sala donde más proyecciones se celebraron durante el primer tercio del siglo xx. Se tienen noticias por El Correo de Zamora, que ya en las fiestas de septiembre de 1911, Manuel Guerra Hidalgo758 ofrecía junto a otras representaciones, veladas 756  Anuario del Cinematografista de 1930. (p. 232). Revista Proyección. Madrid. 757  “El antiguo convento de Santo Domingo fue fundado en el año 1276, bajo los auspicios del infante Don Sancho el Bravo. Estaba construido en torno a un patio de grandes dimensiones, y de forma cuadrada, rodeado por un hermoso claustro. Hacia dicho patio y en tres plantas se asomaban las celdas de los monjes. Existía además un gran refectorio, tres grandes paneras y bodegas, horno y lagar. Tras su desamortización, sus edificios y dependencias pasaron a ser propiedad de varios vecinos de la villa. En el segundo tercio del siglo xix comenzaron a representarse algunas piezas teatrales, en lo que se conocía como el Jardinillo, probablemente situado en lo que fue el antiguo patio del convento”. (Mata, 2016, p.26). 758  La empresa que gestionaba el teatro era la Sociedad Liceo Cómico-Lírico-Dramática de Benavente. 453 cinematográficas. Tiene Benavente en la actualidad (1903) un bonito y cómodo Teatro, recién construido, en parte de lo que fué (sic.) Convento de Santo Domingo, viéndose en algunas épocas del año bastante concurrido, lo cual demuestra, la gran afición de esta culta villa, profesan al arte de Talía. Tiene además este Coliseo espaciosos Salones y es de admirar el mérito de la boca del palco escénico, que con su elegante Telón, obra toda de un discípulo del Pintor Escenógrafo D’Almonte y Muriel, le colocan á (sic.) la altura de los de cualquiera capital de provincia. (Sánchez Lago, 2003, pp. 121-122). Figura 97. Teatro del Jardinillo. Fuente: Juan Carlos de la Mata, 2001. Alejandro Sanvicente será quien –también durante ferias– en 1916 arrendara el local para proyectar cintas y presentar números de varietés, las cuales tuvieron mucha concurrencia759. Al año siguiente este mismo empresario, estrenaría Christus, cinta que, días antes, se había proyectado en la capital760. Durante 1919 y 1920 se sucedieron las noticias sobre este teatro con las llamadas cintas por episodios como La sortija fatal761 y El conde de Montecristo762, 759  El Correo de Zamora, 9 de septiembre de 1916, p. 2. 760  El Correo de Zamora, 14 de abril de 1916, p. 2. 761  El Correo de Zamora, 21 de octubre de 1919, p.2, 4 de noviembre de 1919, p.1 y 19 de noviembre de 1919, p.2. 762  El Correo de Zamora, 2 de enero de 1920, p. 2. 454 también causaron gran expectación las cintas El rey de los saltimbanquis, Los dos salustianos y El conde de Montecristo763. En el Teatro del Jardinillo durante la proyección de las películas y en los descansos, un piano, un violín y una flauta amenizaban el espectáculo con melodías que estaban de moda por aquellos tiempos del cuplé. (…) disponía en su planta alta de una sala de baile, donde la juventud se divertía especialmente en las vísperas y días de Carnaval. (Mata, 2016, p. 24). La inauguración del nuevo coliseo provocaría el fin de la actividad del Teatro del Jardinillo, por lo que su propietario decidiría su cierre en 1928 y posterior derribo en 1961. Inicialmente en el proyecto de construcción del nuevo teatro se contempló la posibilidad de habilitar este viejo salón una vez en desuso como almacén de escenografía, sin embargo finalmente no se integraría en la nueva construcción, adaptándose a otros usos como edificio independiente. (Mata, 2016, p. 24). Con el derrumbamiento de las paredes del viejo “Teatro del Jardinillo” (…) ha desaparecido el primer teatro-cine que tuvo la Ciudad de los Condes Duques. Y con él, nuestras ilusiones juveniles de los tiempos del cine mudo. (Vázquez Villarino, 1990, p. 205). Se puede llegar a la conclusión, de que hubo un espacio dedicado solamente a exhibición de películas –contemporáneo al Teatro del Jardinillo– con el nombre de Cinematógrafo Modelo. Así lo recoge Juan Carlos de Mata en su estudio sobre Benavente, en el que cita un anuncio recogido en la prensa local sobre las normas del local de espectáculos. La nota informativa fue envidada por los dueños de la sala al semanario El Eco de Benavente, en funcionamiento desde 1909 a 1919. También se hace mención a que el cine poseía plateas y celebraba funciones más de dos días por semana, por lo que se puede corroborar que fue una sala estable en la villa: 763  El correo de Zamora, 28 de enero de 1995, p.10. 455 Los dueños de este culto y moral espectáculo ponen en conocimiento del público, que en lo sucesivo las funciones se celebrarán tan solo los jueves y domingos a las horas y precios que se anuncien en los programas de mano. Ruegan Así mismo al público, que cada cual ocupe su asiento que le corresponda, porque las plateas se venden solamente completas y numeradas, por cuya razón no tiene derecho a ocupar asiento en ellas, el público de las butacas, debiendo cada cual conservar su localidad. (Mata, 2001, p. 199). No se poseen más datos sobre este espacio, ya que tanto en la hemeroteca local, como en el Archivo de Benavente, no existe documentación de su comienzo y/o cese. En 1926 Manuel Guerra Hidalgo, a la sazón propietario del Teatro del Jardinillo, pensó en ampliar el salón para adaptarlo a las necesidades de comodidad, capacidad y ornato que se demandaba por parte del público (véase Apéndice 1, Figuras 36 y 38). Pero al contar con varias limitaciones, decidió construir un nuevo coliseo, aprovechando un salón contiguo al antiguo teatro, el cual también era de su propiedad (Mata, 2016, p. 26)764. El proyecto lo firmaría el prolífico Antonio García Sánchez-Blanco (Herrero Uña, 2006, p. 321)765, que tantos edificios realizaría durante su etapa en Zamora, el cual dudaba a la hora de describir las características de la intervención: “porque evidentemente no es una obra de nueva planta y tampoco es una reforma, pues lo principal de lo antiguo para a accesorio en lo nuevo”766. Si hay una arquitectura en Zamora que mejor representa la corriente ecléctica, es sin duda, la de Antonio García Sánchez-Blanco (…). Dentro de la construcción de Villas o Quintas (…) pasará por distintos registros (…) villas a la manera clásica, villas regionalistas a la manera de chalet suizo, villas con una carga mediavalista con claro arraigo neo-gótico, hoteles a la manera francesa, o villas con elementos modernistas. (Herrero Uña, 2004, p. 47). 764  A.M.Be. Actas Municipales de 5 de octubre de 1926 y de 3 de mayo de 1927. 765  De origen madrileño, Sánchez-Blanco recala en Zamora a principios de los años veinte por una plaza de funcionario interino de arquitecto municipal del catastro urbano, para pasar más tarde a la diputación zamorana. 766  A.M.Be. C-535/11. Memoria de Antonio García Sánchez-Blanco, 1927. 456 El Gran Teatro –inaugurado el 15 de agosto de 1928767– poseía una organización de palcos en herradura con arreglo a la antigua tradición teatral, ocupando la antigua nave de la iglesia. “Tanto en los palcos como en el graderío un antepecho de madera continuo, con una suave convesidad (sic.) hacia el vacío, configuran y caracterizan formalmente la sala”768. Figura 98. Gran Teatro de Benavente. Fuente: Ilustración de Romina Domínguez García para esta investigación. La prensa se haría eco de los estrenos más representativos en este coliseo: Rinaldo Rinaldini (Obal & Dworsky, 1927), El Bandido del siglo, La tía Ramona o Los taxis de la media noche, siendo el empresario Lucinio de la Huerga Morán. La primera máquina de proyección del Gran Teatro fue una Krupp Ernemann por las que pasaron cintas míticas de Buster Keaton, Harold Lloyd, Charlot, las historias de Fatty o Tomasín y el cine por episodios (Mata, 2016, p.24). ¡Y no digamos de aquellas películas de quince o veinte jornadas! (“El hombre león”, “Minerva o la ciudad perdida”, “Maciste”, El hombre de hierro”, etcétera, lo mejorcito del cine mudo). Cada jornada finalizando en un momento de “suspense”, que nos hacía desear que llegase la próxima jornada para volver a chillar y patalear, cual 767  Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950 (p. 590). 768  A.M.Be. C-535/11. Memoria de rehabilitación del arquitecto Francisco Somoza, 1985. 457 potros en pleno campo, cuando el “bueno” galopaba veloz para salvar a su amada que se encontraba en poder del “malo” (…). Cuando esto ocurría, el “gallinero” del teatro hervía de gozo y a toda presión… Todos nos sentíamos “protagonistas”. (Vázquez Villarino, 1990, p. 205). En la relación de cines de España en 1935769, solo se encuentra censado este teatro como lugar de proyecciones en Benavente770, cuyo equipo, ya sonoro era un Klangfilm de la marca AEG, estrenado un año antes con el film Vuelan mis canciones. Más tarde llegaría el color, siendo una de las películas más taquilleras la famosa “Lo que el viento se llevó”, que con sorna y humor aquí fue conocida por el público como “Lo que el trasero aguantó”, sin duda a causa de su excesivo metraje. (Mata, 2016, p. 24). Los precios habituales durante esta época ya ascendieron a dos pesetas la butaca771. De hecho, Vázquez Villarino (1990, p. 205) comentaba que para ver una cinta, el precio de una entrada se podía contar en perras chicas. El Gran Teatro poseía un aforo de 400 butacas para el patio y 476 en anfiteatro. Pasó de ofrecer dos sesiones durante tres días a la semana en el invierno y dos en la época estival en los años cuarenta, a exhibir cintas todos los días de la semana durante las décadas posteriores. El auge del cinematógrafo contribuyó al abandono progresivo de las actividades escénicas y al consiguiente deterioro de una infraestructura escénica de primer orden. Durante décadas el cine fue la actividad preferencial, concentrándose las representaciones teatrales y musicales en temporadas: como eran las ferias de septiembre que tenían lugar en la ciudad. (Mata, 2016, p. 22). Durante los años sesenta, los hijos de Lucinio, Manolo y José María Huerga se unieron en sociedad con los hermanos Carbajo, gestionando ambos cines hasta mediados de la década siguiente772. 769  Anuario del Cinematografista para 1935. (p. 619). 770  La villa contaba con más de seis mil habitantes. 771  Índice Cinematográfico de España de 1941. (p. 369). Aunque en esta publicación, así como la de los años 1942-1943 (p. 245), señalan que el propietario del Gran Teatro era Timoteo Hernando y después su viuda, lo cierto es que no se han encontrado datos sobre ello, pensando que es un fallo del propio Índice. 772  En el siguiente apartado, referente al Cinema, se mencionan los avatares de esta sociedad. 458 Pese a su evidente deterioro, el viejo teatro parecía crujir y estremecerse cada vez que el león de la Metro Golden Mayer asomaba sus fauces por entre un artificioso decorado. Se convertía a veces en una gran caja de resonancias cuando una generalizada protesta, a base de silbidos, se hacía oír al tiempo que se cortaba por la censura el apasionado beso de los protagonistas o la película se interrumpía, haciéndose repentinamente la luz en la sala (Mata, 2016, p. 25). Tras el fin de la sociedad entre ambas familias, el Gran Teatro fue comprado por César Hidalgo y Tollica Hernando. En la década de los años ochenta fue temporalmente sede del Cineclub Fetiche773. Aunque por aquel entonces, el ayuntamiento de la villa, con el ánimo de recuperar el edificio y devolver a los ciudadanos parte de la memoria histórica que poseía, lo adquirió en 1984 para rehabilitarlo y posteriormente inaugurarlo en 1991. Contemporáneo al Gran Teatro, aparece el Cinema Benavente situado en el número 35 de la calle Alfonso xiii774. Valentín Morán Morán –dueño del terreno– solicitaría en 1926 la autorización al ayuntamiento de la villa para la construcción de un salón destinado a cinematógrafo775. En agosto de 1928, se le concedería –por parte del gobernador civil– la autorización provisional después de realizar las obras pertinentes que incluyeron la insonorización de la cabina de proyecciones con las localidades del piso alto y también se modificaron las puertas del salón, para que estas se abrieran hacia fuera776. Durante su trayectoria hasta su cierre en los años ochenta, el Cinema presenció cinco etapas con distintos empresarios. La primera comenzaría a finales de los años veinte hasta su primer cierre durante la Guerra Civil. Durante aquella época, la prensa de la época informaría a cuenta gotas de estrenos como El poder de las tinieblas777, Tempestad en Asia o Los taxis de la media noche. 773  El cineclub Fetiche se refundará con el mismo nombre y notable actividad a comienzos de este siglo, trasladando sus proyecciones a los Multicines Benavente (Empresa Segovia). Más información en: http:// cineclubfetiche.blogspot.com.es/ 774  Durante el siglo xx esta vía pasó a llamarse Capitán Galán, después José Antonio y finalmente calle de la Rúa. 775  A.M.Be. Acta Municipal del 17 de octubre de 1926. 776  A.M.Be. Leg. 342-2. 777  Heraldo de Zamora, 7 de febrero de 1931, p. 2, 27 de agosto de 1931, p. 2 y 31 de agosto de 1931, p. 3. 459 Tras el conflicto, Manuela Morán Arroyo778 solicitó su reapertura a la Junta Provincial de Espectáculos en febrero de 1943. Figura 99. Calle Alfonso XIII, lugar donde se ubicaría el Cine Benavente. Fuente: Antigua postal de Benavente. Propiedad del autor. Ya que el Reglamento de 1935 obligaba a solicitar una nueva autorización bajo previo reconocimiento de la Junta, esta la concedería bajo las condiciones de sustituir la viga de madera ubicada en la cabina de proyección, por otra de hierro, y la colocación de aparatos extintores de incendios779. Un año más tarde, sería Antonio Gardoqui780 quien regentara el negocio hasta comienzos de los cincuenta. Al comprobar la gran afluencia de las sesiones, el empresario decidió instalar un pequeño cafetín en el vestíbulo del cine781. Durante esta época, se instaló un piso nuevo de mosaico en el vestíbulo, se abrieron dos huecos de ventana para la ventilación de la sala, y se adquirieron nuevas butacas782. El Cinema contaba con un proyector AEG y ofrecía sesiones durante cuatro días a la semana. 778  Empresa Hermanas Morán. 779  A.M.Be. Leg. 342-158. 780  Empresa GAES. 781  A.M.Be. Leg. 342/194. 782  A.M.Be. Leg. 342/236. 460 Su aforo era de unas trescientas localidades repartidas en 233 para la planta baja y 84 para el anfiteatro783. Durante 1952, la nueva propietaria, Pilar Morán Morán, adecentaría el Cinema imprimiendo una mana de pintura y cambiando su decoración784. Gracias al proyecto del arquitecto Felipe Moreno, se ha podido comprobar el estado primitivo del cine (véase Apéndice 1, Figura 39). La obra contemplaba el cambio de rasante del patio de butacas y del anfiteatro con el fin de que las localidades dispusieran de las mejores condiciones de visualización. También se cambió la iluminación y el cableado eléctrico de la sala, así como los techos por unos de escayola785. Según consta en el Archivo Municipal de la villa, el encargado del cine era Fernando Manzano de la Cruz, ofreciendo sesiones continuas la mayoría de los días de la semana. Aunque los domingos y festivos, a parte de las dos sesiones, había una infantil786 y bailes. Esta sala era como una pequeña bombonera. Acudir a aquella pequeña sala era como si contemplases la película en un patio de vecinos, codo con codo, mientras el resplandor de la pantalla parecía envolver al espectador un caleidoscopio de sueños. (Mata, 2016, p. 25). La última etapa de este cine transcurrió entre 1959 a 1984, años en los que los hermanos Carbajo compraron el local a su antigua propietaria. Al ser neófitos en la industria del séptimo arte, Luis y Braulio Carbajo, -grandes apasionados del cine- contratarían a una persona que pudiera servir de enlace entre las casas distribuidoras y la empresa exhibidora que recientemente habían creado. En su autobiografía, Luis Carbajo definía la importancia del cine en su vida: Siempre me ha gustado el cine, y mucho más que el teatro. Me implico en el argumento, y vivo las peripecias de los protagonistas. (…) el cine instruye, presenta historias reales, documentales de países exóticos y desconocidos, biografías de personajes famosos, de sabios, investigadores. Realza los valores humanos (Carbajo, 2007, pp. 783  Anuario del Sindicato Nacional del Espectáculo de 1944-1945 (p. 410), Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950 (p.590) y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05265 784  A.M.Be. Leg. 188. Exp. 77. 785  A.M.Be. Caja 16213. Leg. 388. 786  A.M.Be. Leg. 345-4. 461 150-151). Luis Gil Burón787, que por aquella época era administrador de la empresa Carbajo, tomaría las riendas del negocio de la exhibición. Para formarse, viajó hasta Madrid donde se puso en contacto con la Federación de Salas Cinematográficas por un Cine Mejor788 (Fides Centro)789. Esta empresa programaba las cintas que poseía en distribución, por los cines parroquiales de la capital de España. No es ni una cadena de salas ni una entidad distribuidora de películas sanas. Es, simplemente, un servicio técnico de contratación, programación y liquidación, que se realiza conjuntamente en nombre de las salas federadas. Este servicio técnico tiene un incalculable valor pastoral y apostólico. Fides Centro dispone de unos locales dignos y agrupa un total de 172 salas, de las cuales 110 son de 16 milímetros y 62 de 35 milímetros. Solamente durante el año 1960, Fides Centro ha realizado a favor de sus salas la programación de 7.220 películas. En conjunto, la Federación de Salas por un Cine Mejor agrupa hoy en España 596 salas cinematográficas. (ABC, 23 de diciembre de 1960, p. 82). Moisés Olmos, a la sazón gerente de Fides Centro, fue la persona que introdujo al joven Luis en el negocio de la distribución y exhibición de películas. “Debido a la calificación moral y a nuestra ideología católica, nosotros solo programábamos películas autorizadas, llegando hasta las 3R”. Estatutariamente la FIDES tiene un doble objetivo: técnico y apostólico. En cuanto al primero, la misión esencial es la de representar a las salas federadas antes las casas distribuidoras para contratar, programar y liquidar las cintas exigiendo la supresión de las obras calificadas por la Iglesia con los números de 3R y 4. Y de esta acción no sólo se consiguen notables rebajas económicas -al contratar films para cien salas, por ejemplo, ofrecer a los distribuidores una garantía de un volumen tal que puede reclamar una disminución en los precios de alquiler-, sino que la actividad burocrática 787  En la entrevista que se realizó a Luis Gil Burón el 18 de abril de 2017, este comentaba que había sido agricultor hasta los 24 años, para después llevar la administración de los negocios de la familia Carbajo. Tres años después, los empresarios le propondrían la gestión de un nuevo negocio: el Cinema Benavente. 788  Para más información: Larrañaga, Luis. FIDES. Enciclopedia Auñamendi [en línea], 2018. [Fecha de consulta: 15 de febrero de 2018]. Recuperado de: http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/fides/ar-65521/ 789  FIDES nace en Madrid en 1957. Tres años después se agruparía en varias zonas: Norte, Centro, Nordeste, Levante y Noroeste. 462 de las salas, y por lo tanto, tiempo, se ve reducida. (Martínez-Bretón, 1987, p. 141). El sistema de exhibición que el Cinema tenía con Fides era similar al resto de cines con otras distribuidoras. Luis Gil contrataba un lote de películas pagando a la Federación un precio fijo de garantía –unas diez mil pesetas– por adelantado y un porcentaje de los beneficios de la taquilla –que solía ser de un cincuenta, sesenta e incluso setenta por ciento– a final de cada mes. Normalmente la distribuidora contaba con un trabajador que asistía a cada una de las sesiones para cotejar el número de localidades vendidas. Dos años después, la dura competencia que había entre el Cinema y el Gran Teatro se plasmaba por ver quien exhibía un número mayor de cintas de contenido religioso, como Los diez mandamientos. Durante 1961, la partida la ganó el coliseo, ganándose la mayor parte del público de la villa, lo que provocó que el Cinema entrara en una grave crisis económica. Los hermanos Carbajo decidieron entonces unirse en sociedad con los empresarios del Gran Teatro, poniendo al frente de ambos locales a Luis Gil. La primera iniciativa por parte del gestor, fue la de rehabilitar los servicios y el patio de butacas a través de una inyección de un millón y medio de pesetas. Otro gasto del que había de hacer frente eran las tres mil pesetas al mes de alquiler del local del Gran Teatro. Con respecto a las cintas, estas llegaban a través de una empresa de transportes del circuito de distribución del noroeste español, que unía Madrid con Galicia. En contadas ocasiones –debido a las inclemencias meteorológicas– se utilizaba la tarifa de equipaje de Renfe, aunque su coste era más caro. Las cintas se alquilaban durante tres o cuatro días, con una demora de una jornada o dos más. El Cinema ofrecía dos sesiones durante todos los días de la semana, pero la más importante era la de los jueves a las tres de la tarde, ya que la gente de las localidades cercanas aprovechaba las compras en el mercado para finalizar la jornada en el cine. Los precios de las entradas los domingos y festivos oscilaban entre una peseta la general y las seis en butaca. Había sesión infantil los domingos con programa doble de tres a seis. Le seguiría la sesión vermouth, para finalizar con la de la noche. Sin duda alguna aquello jamás regresará, nunca más se volverán a ver aquellas interminables colas a las puertas de un cine de segunda, cuando las entradas había que rifarlas, ni que de un concierto de los Beatles se tratara, donde la gente esperaba 463 ansiosa la entrada a su sala favorita. (Sánchez Fernández, 2014, p. 12). Como en el resto de cines de España, el control de la taquilla se realizaba dependiendo del tipo de impuesto a recaudar. La Sociedad de Autores y el Estado solían contratar a una persona quien velaba por el pago de dichos impuestos en todas la sesiones. También, las propias distribuidoras, solían enviar a controladores para intervenir las localidades vendidas, sobre todo si la película era de gran éxito. El personal del Cinema lo componían dos acomodadores, dos proyeccionistas y una persona en taquilla. Los hermanos Huerga y los Carbajo continuaron su relación empresarial hasta 1974, fecha en la que estos últimos decidirán prescindir de sus negocios audiovisuales. Por un lado, liquidaron el cincuenta por ciento de las acciones del Gran Teatro a los hermanos Huerga y por otro, vendieron el local del Cinema Benavente. “Lo de los cines, cuando empezó la televisión en plan serio, dejó de ser rentable. La transición le hizo mucho daño al cine, además acabábamos de multiplicar por cinco la inversión en la fábrica y no podíamos permitirnos perder más tiempo en un negocio del cual no se obtenía más que la pérdida de tiempo en su gestión” (declaraciones de Luis Gil Burón, 18 de abril de 2017). Con una espectacular sala de casi mil localidades, el Cine Coliseum –vulgo El Coli– fue un duro competidor para el Gran Teatro y el Cinema entre las décadas de los años cincuenta a setenta (véase Apéndice 1, Figura 40). Fue inaugurado en 1954 por el aparejador Felipe Moreno Medrano siguiendo las órdenes de Restituto Alonso San Juan790, propietario y empresario del local791. Esta sala fue todo un hito de modernidad para su tiempo (Mata, 2016, p. 25). En el plano de su construcción se puede observar que el edificio usurpó parte de la calle Sancti-Spiritus en cuanto su alienación. La estructura contaba con dos plantas de viviendas, una entreplanta, y la planta noble. El aforo primitivo contemplaba quinientas localidades para el patio de butacas y trescientas 790  Existen documentos que confirman que en el año 1952 se solicitaría el comienzo de las obras. A.M.Be. Leg. 345-3 y Caja 163.1. Leg. 389. 791  A.M.Be. Leg. 394. 464 para el anfiteatro792. Poseía vestíbulos y servicios higiénicos en ambas plantas, guardarropa, bar y unos balconcillos en los laterales superiores. El acceso a las máquinas de proyección se hacía a través de una puerta independiente y por medio de una escalera secundaria que al mismo tiempo, servía de acceso a la planta semisótano (en ella estaba el cuarto de calderas y calefacción). Esta cabina constaba de una chimenea con ventilación cerrada con red metálica de malla estrecha forrada de zinc y ventana. En la fachada principal –a ambos lados de las taquillas– se dejaron espacios para las carteleras anunciadoras. El edificio fue construido en hormigón armado ciclópeo encofrado junto con ladrillo armado y el suelo fue revestido con tarima para los espacios donde se ubicaban los espectadores y de mármol para los vestíbulos. Los interiores se cubrieron con madera de pino Soria. El aforo del Coliseum –una vez concluida la reforma– fue de unos novecientos espectadores repartidos en 664 butacas y 247 entradas generales en la planta baja y de 56 localidades en el entresuelo. Este anfiteatro constaba de enfermería, almacén, cabina de proyección y cuartos de embobinado y rectificado. En la planta noble se alojaba la sala con 664 butacas y 247 de general, así como los servicios, el vestíbulo y la taquilla. Figura 100. Fachada del Cine Coliseum. Plano. Fuente: A.M.Be. Caja 250-3. Leg. 428-312. 792  Clasificado en el Grupo C del Reglamento de Policía de Espectáculos de 1935. 465 El Coliseum y su competencia –Gran Teatro y Cinema– mantuvieron una disputa por ver quien se quedaba con los derechos de exhibición de las grandes producciones. Generalmente entre las salas de espectáculos de las pequeñas localidades –incluso en Zamora capital– los empresarios, llegaban a acuerdos entre ellos para no exhibir las mismas películas. Así por un lado los exhibidores siempre ofertaban cintas de estreno y por otro, los espectadores se veían favorecidos por la novedad de la cartelera. Pero los empresarios del Coliseum no quisieron llegar a ese acuerdo, y estrenaban films que llegaban al circuito de exhibición del Cinema y el Gran Teatro. Con ello se producía un incremento en el precio de los lotes de películas que llegaban a la villa, pagándose estos a precios de capital provincia793. Lo que provocaría que las cintas que se estrenaban en el Cinema no fueran rentables por su pequeño aforo. “Recuerdo que los cines de La Bañeza alquilaban las mismas películas un 40% más baratas que nosotros (en Benavente), porque los tres locales de la localidad leonesa tenían un pacto para la exhibición y contratación de las mismas”794. En 1972, Felipe Moreno realizaría una reforma de su mismo proyecto de 1954. El espacio que ocupaba el patio de butacas fue escavado para ganar profundidad en la planta semisótano. Allí se ubicaron los cuartos de calderas y la nueva sala de baile. Mediante esta obra, el patio de butacas subiría de nivel, desplazándose unos centímetros más arriba, lo que provocaría que se perdiera espacio entre las localidades generales y el anfiteatro, espacio este que no sufrió modificación en su estructura795. Durante la transición competiría con el Cine Florida hasta su cierre y conversión en sala de fiestas en la década de los ochenta. 793  El porcentaje o precio de alquiler que se pagaba a las distribuidoras iba relacionado con la forma de compra por lote, el aforo, los habitantes de la localidad, si la cinta era de estreno, su exclusividad, pero también con la situación de la plaza, es decir, capital de provincia, ciudad, villa, pueblo… 794  Declaraciones de Luis Gil Burón durante la entrevista realizada el 18 de abril de 2017. 795  A.M.Be. Caja 250-3. Leg. 428-312. 466 Por último, el Cine Florida fue impulsado por el empresario de artes gráficas, Miguel Gangoso Anta, quien en enero de 1975 contrató los servicios de Manuel Calvete Llamas y de José Carlos Martínez-Cubells Cendrá para realizar una obra en la calle Obispo Regueras796. El proyecto presentaba un edificio de viviendas cuya plata baja sería destinada a cine797. Poseía ocho metros de ancho en su fachada y 718 metros cuadrados de superficie de la planta. Contenía enfermería, escenario con pantalla, sala de espectadores con capacidad para 593 espectadores y dos vestíbulos –uno para la planta principal y otro para la entreplanta-. En esta última se encontraban los servicios, el bar, la cabina de proyección. Figura 101. Plano del Cine Florida. Fuente: A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 136/75. Comenzaría su actividad unos meses después al cierre del Cinema Benavente, aunque sufriría la crisis por la que estaban atravesando las salas en España. Gangoso aprovechó los contactos que mantuvo Luis Gil con la Fides Centro, para hacerse con los contratos de exhibición de películas durante las décadas de los setenta y ochenta. 796  Actual calle de Los Herreros. 797  A.H.P.Za. Ministerio de la Vivienda. Sig. 136/75. 467 Antes de finalizar con Benavente, se han recabado datos sobre los cines no comerciales, gracias a las pesquisas de Juan Carlos de la Mata. Don Eustaquio Villar, párroco de Santa María del Azogue habilitó en su centro parroquial durante las décadas de los sesenta y parte de los setenta, para convertirlo en un salón de proyecciones cinematográficas. Todas las semanas se ofrecían –por un módico precio– cintas religiosas, formativas y de sana diversión. A este salón acudían los fieles más jóvenes y donde gracias a sus insignificantes precios en butacas, contaría con una gran concurrencia. Igualmente, con carácter ocasional, se proyectaban películas –preferentemente en Súper 8– en los salones de la Organización Juvenil Sindical (OJE)798 situadas en el edificio conocido como Café del Conde en la calle Carnicerías. Al igual que en el cine parroquial, estas proyecciones se realizaron durante las décadas de los sesenta y parte de los setenta. “Allí los muchachos de la época nos partíamos a carcajadas con aquellas películas de Arthur Stanley y Stan Laurel, más conocidos como el Gordo y el Flaco” (comunicación personal de Juan Carlos de la Mata, marzo de 2018). Por último, a comienzos de la década de los setenta, se proyectaban habitualmente películas en centros educativos de la villa. En el salón de actos del Instituto de Benavente799, las sesiones de cine fueron impulsadas por un grupo de alumnos del centro durante los domingos con el fin de recaudar para el viaje fin de curso. También en el salón de actos del Colegio Santa Teresa800, se proyectaban películas para los alumnos durante los cincuenta y sesenta; y hasta el año 1975, al igual que sucedería en el Colegio Virgen de la Vega, donde incluso se exhibían pequeños cortos sobre las actividades desarrolladas en el centro educativo y películas para los alumnos internos801. 798  Fundada en 1960 por un grupo de voluntarios dependientes de la Delegación Nacional del Frente de Juventudes, dependiente a su vez de la Secretaria Nacional del Movimiento. 799  Vulgarmente conocido como “el femenino”, actualmente es el I.E.S. Los Sauces. 800  Más tarde se llamaría San Mateo, aunque fue conocido como Colegio de Don Manuel Paino, maestro represaliado durante la Guerra Civil. 801  Declaraciones de Juan Carlos de la Mata en marzo de 2018. 468 6.2.2. Camarzana de Tera En la pequeña localidad bañada por el río Tera, Gabriel Panizo Fernández solicitaría en febrero de 1960 la autorización para ofrecer sesiones cinematográficas en un local habilitado para tal fin, gracias al proyecto de Antonio Viloria802 (véase Apéndice 1, Figura 41). Con un presupuesto de cien mil pesetas, de las cuales se incluiría la máquina de proyección, se dispuso en un local situado en la carretera de Benavente. Constaba de una única planta cuyo aforo fue de 108 espectadores dispuestos en bancos corridos, completando la sala con servicio de bar, vestíbulo y patio con fosa séptica. No se tienen más datos sobre este coqueto cine, que probablemente dejó de ofrecer sesiones en 1965, ya que en el informe que redactaría el entonces alcalde durante 1967, reflejaba que el local se utilizaba en ese momento como pocilga de animales de cerda. 6.2.3. Castrogonzalo Es pedanía de Morales del Rey donde depende su ayuntamiento. Allí Guillermo Franganillo de la Fuente le sería autorizada provisionalmente el 11 de septiembre de 1969, la licencia de apertura, siempre y cuando construyese en el plazo de un mes, una cabina en el lugar más adecuado803 (véase Apéndice 1, Figura 42). El local estaba situado en la Plaza General Sanjurjo y poseía una única planta de ochenta y seis metros cuadrados –quince metros de largo por 6,15 de ancho–, y cuyo diseño corrió a cargo del técnico Enrique Fernández Rojas. Contaba con dos puertas de entrada y salida –una de 2,10 metros y la otra de 0,85 metros– y el piso de cemento con bancos corridos –setenta y cinco localidades– situadas a ambos lados del local, dejando un pasillo central. Contaba con una cabina al final del pasillo y proyector de películas para 16 milímetros. Aunque no se realizaron servicios por carecer el pueblo de alcantarillado, lo cierto es que se habilitaría un local anexo a la sala. Se puede afirmar –por los datos recogidos en el Anuario de cine de 1963-1968- que este espacio se llamó Cine Orquesta, ya que estaba incluía dentro del censo que realizó en 1967 el Sindicato Nacional 802  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/56. 803  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/34 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961. 469 del Espectáculo, dentro de la localidad de Morales del Rey. En enero de 1970 se le concedería la autorización definitiva, ofreciendo sesiones de cine los domingos y festivos hasta octubre de 1972, fecha en la que cerró definitivamente. 6.2.4. Fuentes de Ropel Durante los años cincuenta del pasado siglo, esta población contaba con cerca de 1.600 vecinos, la que más tuvo la villa en toda su historia (Osorio, 1993, p.198). Sería Elena Moretón Blanco –viuda de Quijada– y sus hijos quienes –con un pequeño almacén de 105 metros cuadrados que poseían– se llevarían a cabo, en junio de 1950, la instalación de una industria del cine804 (véase Apéndice 1, Figura 43). Antonio Viloria diseñó un espacio cuyo presupuesto ascendería a cincuenta mil pesetas, incluyendo 119 butacas de madera en la planta baja y cincuenta sillas en el pequeño anfiteatro o gallinero. A media altura de este se situaba el cuarto de proyección, mientras que los urinarios se encontraban en un local anexo por falta de alcantarillado en el pueblo. La gestión de Elena Moretón al frente del Ideal Cinema comenzaría en marzo de 1951, generando ciertas polémicas por las continuas denuncias recibidas. Estas fueron interpuestas por un vecino de la localidad, quien alegaba la falta de titulación del proyeccionista, así como la de ofrecer sesiones de teatro y circo sin poseer la licencia correspondiente. En la denuncia encontrada en el Archivo Histórico, se informa también de la asistencia de menores a sesiones de cine no toleradas para ellos. La Guardia Civil, tras investigar el suceso, llegó a desmentir las declaraciones del vecino. Los operadores sí que contaban con la correspondiente licencia, la propietaria había solicitado el permiso para ofrecer teatro y circo anteriormente al periodo ofrecido; y por último, la cartelera sí informaba de la prohibición de menores en películas no toleradas. El local cerraría en 1974 según el informe emitido por el alcalde diez años más tarde. 804  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/13. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 470 6.2.5. Manganeses de la Polvorosa El Gran Cinema fue impulsado por el vecino Heliodoro Manrique Rodríguez, quien deseaba instalar esa industria en un local de su propiedad que estaba autorizado para ofrecer bailes805. Firmaría el proyecto el arquitecto Ángel Hernández Rodríguez en febrero de 1960. Contenía aseos provistos con depósito de bomba y fosa séptica, cabina de proyección, un pequeño cuarto de manipulación y la sala dotada de bancos corridos de madera (véase Apéndice 1, Figura 44). El presupuesto superaría las 140 mil pesetas debido principalmente a que el coste del proyector fue bastante alto, por ser para de 35 milímetros. El cine fue regentado por Heliodoro hasta su fallecimiento a principios de los años setenta. Sería su viuda, María Martínez Baena806, quien se haría cargo del negocio en diciembre de 1972, hasta que la crisis del sector se cebó con la industria, cerrando el local en 1975. 6.2.6. Pobladura del Valle Este pueblo tuvo un salón de cine situado en la avenida de la Purísima, en la carretera próxima a la estación de ferrocarril y contó con dos propietarios807. El primero de ellos fue Julián Domínguez Barrios, natural de Campazas (León), quien en noviembre de 1960 habilitaría un salón, ya construido, para dedicarlo a sesiones de cine “que sirva de distracción a los vecinos de la localidad en la que el único aliciente es el baile, teniendo a ser sustituido por el cine, medio más moderno” 808. En la solicitud que se envía al gobernador civil, el propietario enaltece la exhibición de los Noticiarios para que estos contribuyesen a mejorar el nivel cultural de los espectadores con aquellas películas cuyo fondo era el de tipo moral e instructivo. El local era de una única planta con unas medidas de 18x6 metros y contaba con café y un salón contiguos. La cabina de proyección se encontraba a altura superior a la del patio de asientos, dispuestos estos en bancos corridos de madera y con respaldo. El presupuesto de la obra cuyo arquitecto fue Antonio Viloria, ascendería a cien mil pesetas de las que treinta mil fueron destinadas a la máquina de proyección (véase Apéndice 805  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/14. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 806  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/42. 807  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/33. 808  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/2. 471 1, Figura 45). El Cine El Valle comenzaría su actividad en el verano de 1962 ofreciendo sesiones los domingos y festivos hasta su cierre en 1964. Dos años más tarde, en noviembre de 1966, Esperanza Rapado Martínez –vecina de Morales del Rey– solicitaría la explotación de dicho local, propiedad en ese momento de la Cooperativa San Tomás. No se tienen más datos sobre cuándo tiempo mantuvo dicha explotación pero sí que fue bastante efímera, ya que en abril de 1969 el cine volvería a ofrecer películas gracias a su nuevo propietario, Nicasio Barrios Pérez. A través del proyecto del aparejador benaventano Enrique Fernández Rozas, se sabe que su aforo era de ciento noventa localidades y que poseía un proyector de 16mm. La Junta Provincial de Espectáculos le concedería la apertura con la condición de bajar el número de sus localidades a cien. Se tiene constancia de que el cine debió cerrarse a mediados de la década de los setenta y que la intención fue, durante los ochenta, de su reapertura, aunque nunca se llegaría a producir. 6.2.7. Quiruelas de Vidriales En octubre de 1957, Amadeo Hidalgo González solicitaría la apertura de una industria de cine en un local de la calle La Rúa, cuyo proyecto fue redactado por el técnico Antonio Viloria809 (véase Apéndice 1, Figura 46). Este aprovecharía los 19x7 metros que poseía el local, para incluir 150 localidades dispuestas en bancos corridos. El Cine Goyito poseía una instalación eléctrica de doble circuito con tubo Wergman de 220 voltios para el proyector y de 120 para el resto de aparatos. El presupuesto alcanzó las 80 mil pesetas, de las cuales 25 fueron destinados a la máquina de proyección marca Debrie de formato 16 milímetros. Diez años más tarde el local fue traspasado a Eugenio Cidón Peral, el cual aprovecharía para ofrecer bailes hasta 1972, fecha en la que este decidió su cierre definitivo. 6.2.8. San Cristobal de Entreviñas Antonio García Sánchez-Blanco realizaría en mayo de 1950 el proyecto para el Cine Concha (o Conchi), ubicado en una antigua panera propiedad de Marcelino Fernández Ferrero 809  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/25. 472 y cuya empresa se denominaba Concha Fernández Villar810 (véase Apéndice 1, Figura 47). El local constaba de una sola planta y dos partes bien diferenciadas por las puertas de entrada al edificio. La puerta izquierda era la general de entrada al recinto. Detrás de ella había un pequeño vestíbulo con taquilla y a continuación un hall utilizado como sala en los descansos. Tras él dos puertas. Una de entrada a la sala y otra –situada a la derecha– que comunicaba el cine con un corralón en el que se encontraban los servicios separados para caballeros y señoras. El aforo del local era de 157 butacas repartidas en quince filas –siete de ellas de once asientos y ocho filas de diez asientos–811. Al fondo se encontraba el escenario con pantalla y altavoz. Se construyó una pequeña planta para la ubicación de la cabina –con salida de humos, gases y ducha sobre el aparato proyector–, este de la marca Gaumont y altavoz sonoro de veinticuatro watios de la marca Sonomax. Al lado de la cabina se diseñó un palco para albergar un pequeño número de localidades reservadas a la empresa y sus familiares. Marcelino no tuvo problemas a la hora de la concesión de su permiso para poder instalar la industria de cine, ya que a mayores de todos los permisos con que debía contar, este empresario tuvo el beneplácito del propio párroco de la localidad, el cual envío una carta de recomendación al gobernador civil de Zamora. Funcionaba solo los domingos y festivos. El cine Concha echaría el cierre al principio de la década de los setenta debido a la grave crisis que atravesaba el sector y al fallecimiento de su promotor. Un año más tarde su hija – Alejandra Fernández Villar– intentaría su reapertura a través de un proyecto que realizó José Carlos Martínez-Cubells812 y Cendra. Pero tanto el Ministerio de Sanidad en 1974 como más tarde, la Diputación de Zamora en 1975, denegarían la apertura del mismo. 6.2.9. San Pedro de Ceque Antonio Viloria firmaría el proyecto de reconversión de una panera a cine en septiembre de 1960813. Su dueño era Gregorio Mateos Cifuentes, quien poseía un pequeño local de 56 metros cuadros en la Plaza Mayor de la localidad y donde había invertido 45 mil pesetas 810  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/19 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 811  Según el Anuario de Cine Español de 1955-1956 el aforo era de 170 localidades. 812  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/60. 813  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/61. 473 en una cámara de 16 milímetros. El presupuesto de la obra fue de 70 mil pesetas donde se incluía la creación de un pequeño vestíbulo, sala para 144 espectadores dispuestos en bancos corridos, anfiteatro en la parte superior y cabina (véase Apéndice 1, Figura 48). Aunque en un principio se le denegaría su apertura por falta de extintores, lo cierto es que no sería hasta 1962 cuando comenzaría su actividad. Cuatro años más tarde, el local cerrará por falta de actividad, aunque habría un intento fallido de su reapertura por parte del empresario durante 1969 que no llegó a realizar. 6.2.10. Santibañez de Vidriales En esta pequeña localidad de la comarca benaventana estuvieron ancladas dos salas. Una fue el Cine Principal ideado por Dionisio Ferrero Centeno814 ( véase Apéndice 1, Figura 49) quien en 1943 poseía una casa en avenida del Generalísimo, la cual quería reconvertirla a sala de cine815, aprovechando la posesión de un pequeño aparato816 de los llamados comercialmente de maleta “bombilla” 817. Comenzaría su andadura en agosto de ese año818 con un proyecto de Sánchez-Blanco para 103 localidades819, un escenario para teatro y su funcionamiento era de dos días a la semana (sábados y domingos). Durante noviembre de 1952, Dionisio reformaría el local en el que había ofrecido cine820. La obra consistió en la ampliación de una visera del anfiteatro hasta cinco metros de profundidad para dar cabida a un total de 168 espectadores, 67 más de los que inicialmente había. El piso se desniveló setenta y cinco centímetros para favorecer la visualización de los espectadores, así como el de la planta baja a sesenta centímetros. Ni los servicios ni la cabina sufrieron modificaciones por lo que la Junta Provincial de Espectáculos concedería su apertura menguado su aforo a cien 814  El Anuario del Espectáculo 1944-45. Tomo I. Sindicato Nacional del Espectáculo, destaca (p. 419) la concesión de la licencia de apertura para dicho cine 815  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/64 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 816  Según el Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950 era un proyector Gaumont. 817  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/57. 818  El Anuario Español de Cine de 1955-1956 afirmaba que su apertura fue en abril de 1944. 819  Según el Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950 poseía 63 localidades para butaca de patio y 65 general. 820  Tampoco se sabe si entre los años 1943 a 1952 el cine estuvo todos los fines de semana ofreciendo sesiones de forma continuada. 474 y doscientos personas para las plantas baja y anfiteatro respectivamente. Durante la revisión de los cinematógrafos de 1967, el alcalde de la localidad informaría que el local en esa época ya fue destinado a otros fines. En los años en que Dionisio reformaba su local, otro vecino quiso invertir en esta industria. A pesar de la existencia de este local, David Blanco Delgado821 (véase Apéndice 1, Figura 50), aprovechó su puesto de alcalde de la localidad en 1951, el cual le concedía grandes influencias en las esferas políticas, para que le concedieran una licencia de apertura de cine822. El Sindicato Nacional del Espectáculo tenía la potestad de emitir informes económicos sobre la conveniencia o no de la autorización de apertura de nuevas salas de cine. En los citados informes, se podía conceder la licencia de apertura a otro cine, siempre y cuando las posibilidades económicas de la población supusieran una mayor nivel de vida en su envolvimiento (Vizcaíno, 1962, pp. 179-180). El arquitecto encargado del proyecto fue Viloria, quien proyectó el conocido como Cine Mary para albergar cien personas en la planta baja y otras tantas en el anfiteatro. Durante esa década ambos cines mantuvieron una dura competencia, lo que se tradujo en quebraderos de cabeza para la administración a partir de los años sesenta. El delegado de espectáculos constataba en febrero de 1961 la autorización del primer cine, amparándose en el derecho de prioridad que poseía Dionisio desde 1944, limitando el número de espectáculos en una misma localidad para no incurrir en competencia desleal. Pero el Gobierno Civil contradecía esas afirmaciones, alegando que la sala de Dionisio venía ofreciendo proyecciones de manera ilegal por lo cual se ordenaba la revisión por parte del alcalde, que daba la casualidad de que era el propietario del otro cine afectado. Al igual que el anterior, este espacio ofrecería sesiones los sábados y domingos. A partir de ese año no se poseen más datos sobre esta polémica, ni tan siquiera del destino de la sala. 821  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/38. 822  Según el Anuario Español de Cine de 1955-1956, la apertura está fechada en septiembre de 1951. 475 6.2.11. Santovenia del Esla Evelio Uña García solicitaría en diciembre de 1957 la explotación de un cine en un local de apenas 75 metros cuadrados de la calle de Los Carros823 (véase Apéndice 1, Figura 51). Viloria sería el técnico encargado de realizar el proyecto que contaría con un presupuesto de 55 mil pesetas –para la obra-, con un pequeño anfiteatro y de cuarenta mil para la máquina de proyección. Se supone que esta fuera un modelo tipo Marin de 16 milímetros, tal y como se instalaba en los pequeños cines de la provincia por aquella época. Aunque el delegado provincial de espectáculos denegara su apertura por no cumplir las condiciones mínimas, lo cierto es que en unos meses, tras cambiar el piso de tierra por uno de cemento, la sustitución de las puertas de acceso, y la construcción de una cabina aislada del resto del local, en las que se incluían los extintores en la sala. Se tiene constancia de que durante esos años, fueron innumerables las exigencias que se le pedían al empresario desde el Gobierno Civil: repintado de la sala, divisiones de los bancos y asientos; y el establecimiento de un pasillo central de 1,10 metros, tal y como lo exigía el reglamento de espectáculos. Al fin en 1959 el cine comenzaría a ofrecer sesiones de cine, aunque estas fueron efímeras, ya que en 1962, Evelio abandonaría el negocio, vendiendo el local a otro vecino. Es importante el testimonio ofrecido por Samuel Mezquita –estudioso y vecino del pueblo– en el que da constancia de una segunda sala en la localidad propiedad de Ignacio del Barrio. El Cine Florida (véase Apéndice 1, Figura 52)824 estaba situado en la calle más transitada, compartiendo fachada con el bar Los tres hermanos. Gracias a la fotografía –fechada en 1961– y los datos aportados por Mezquita, se puede afirmar que este local comenzaría su andadura a mediados de los cincuenta y finalizaría su etapa en los setenta. 823  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/39. 824  En M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961; lo denominan como Cine Barrio. 476 6.3. Alfoz de Toro 6.3.1. Toro Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo de Toro poseía 7.819 habitantes, este contaba con el Teatro Latorre –regentado por A. López–, el Cinematógrafo del Casino de Recreo –explotado por José Alonso–, la Plaza de Toros –cuyo empresario fue Domingo Calvo– y el Frontón, estos dos últimos, escenarios de proyecciones al aire libre825. Al igual que a principios de siglo, durante comienzos de los años treinta y durante las fiestas de San Agustín se ofrecían sesiones de cine al aire libre en el Paseo de San Francisco. También durante los festejos del Día del Ejército en octubre de 1931, la banda de música del Cuartel Viriato amenizó las sesiones de cine en la ciudad. Durante la Segunda República, continuaron las sesiones de cine al aire libre en el Paseo de San Francisco durante las fiestas con gran éxito de público826. Al igual que sucedería en la capital durante la Guerra Civil, en Toro –una localidad a la retaguardia– el cine era una forma de abstraerse de lo que acontecía social y políticamente: El cine y el teatro eran dos formas tanto de propaganda como de evasión. El cine servía además para que el deseo de los sublevados de dar una apariencia de normalidad a la retaguardia, que se mostró predispuesta a olvidar las restricciones que sufría o a tener un familiar en el frente. Por otra parte, los que disfrutaban de un permiso o estaban convalecientes podían de este modo olvidar el frente y la guerra evadiéndose a través del entretenimiento. La mayoría de las películas eran norteamericanas, cine español de preguerra y a partir de 1938 comienza la llegada de filmes italianos y alemanes que no gustaron demasiado y que tras los avatares de la II Guerra Mundial fueron desapareciendo de las pantallas. Las exhibiciones de películas eran vistas por quién las podía pagar. “Nosotros los chavales nos colábamos, porque valía 20 céntimos”. Y los contenidos eran de humor, aventuras y películas románticas. “Me acuerdo de la toma de Barcelona […] estábamos viendo Agua en el suelo que era española. ¿Otras películas? Ben-Hur, Capitán de los mares, Petaca, El fantasma del Louvre, etc.” (citando al entrevistado A.V.J.). Y no faltaron tampoco los clásicos Morena Clara o Nobleza Baturra. (Ruiz González, 2011, pp. 632-633). 825  Anuarios del Cinematografista para 1928-1929 (p. 418) y 1930 (p. 233). 826  La Mañana. Diario Republicano, 28 de agosto de 1932, p. 3 y 2 de septiembre de 1932, p. 3. 477 El Teatro Latorre fue construido en 1845 por Agustín Díez Tejada -maestro de obras del Ayuntamiento- por setenta mil reales -incluido un salón de bailes (El Liceo)- sin contar el valor de los materiales. Fue promovido por el Hospital de Nuestra Señora de las Angustias para dar a conocer el ejercicio de la Beneficencia e inaugurado un año más tarde. Está ubicado junto a la Plaza de Toros, que junto al salón de bailes y el teatro sobrevivirían a la desamortización de 1855. Aun así, los tres espacios pasarían a ser propiedad particular en 1861. Plaza, teatro y salón, ambientados en el parque coetáneo de San Francisco, componen un sorprendente conjunto de arquitectura lúdica (…). El teatro se construyó después. Cuando se utilizó el viejo Corral de Comedias, situado en la calle a la que dio nombre y anejo al extinguido hospital del Pecador827. El Latorre es calificado por Navarro Talegón como un “teatro a la italiana” de tipo isabelino, aunque Burillo y Lorenzo (1992, p. 141) -arquitectos que lo rehabilitaron en 1985- lo definían como rural: Se atiene en líneas generales a la estructura o disposición propia del “teatro a la italiana”; su trazado es semicircular, con tres órdenes de palcos que discurren en paralelo hasta el escenario describiendo una U. Las tres galerías apean en rollizos de madera con bases cuadrangulares y zapatas de perfiles engolados, y se compartimentaban en palcos mediante tabiques de cima curva, iguales a los que se mantienen en el piso de plateas. (…) Carece de oropeles este teatro de tipo isabelino, que mantiene prácticamente intacta y en buen estado de conservación su estructura originaria, una estructura cuyas mejores, cuyas únicas galas, son la sobriedad y el equilibrio de las líneas y volúmenes de su trazado funcional. (Navarro Talegón, 1979, p. 8). Se podría definir a grandes rasgos este teatro como una gran construcción simple y elemental, casi agrícola, con unas funciones en su interior que llevan a intentar imitar los lujosos y refinados teatros “a la italiana” en boga en la época de su construcción. Así, el espléndido patio de butacas tiene un aspecto muy entrañable al encontrarse a mitad de camino entre las anteriores “corralas” castellanas y los citados teatros italianos, estando construido con rollizos y tosca labor de carpintería si bien, por medio de la decoración, se intenta modificar y refinar su aspecto con gran pericia y 827  Carta de Navarro Talegón al Presidente de la Diputación Provincial, 3 de abril de 1984. Archivo Navarro Talegón. 478 cariño. (Burillo & Lorenzo, 1992, p. 162). Figura 102. Plano del Teatro Latorre. Fuente: Boletín Informativo Núm. 5 (1982). Diputación Provincial de Zamora. Tras hacer referencia a las proyecciones de principios de siglo xx en el apartado introductorio, el Teatro Latorre fue lugar esporádico de exhibiciones cinematográficas. Ya en los años treinta se han encontrado datos de estrenos de cintas como Loco de atar o El patriota, ambas de la Paramount828 y films nacionales, como Viva Madrid que es mi pueblo, ofrecidas por Carbajosa Benito, empresario este del teatro. De hecho, entre 1933 a 1934829 se tienen noticias de proyecciones de cine sonoro: “Para hoy sábado están anunciadas en el teatro Latorre dos secciones de cine sonoro (sistema Banda) en las que se proyectará la 828  Heraldo de Zamora, 16 de diciembre de 1931, p. 2. 829  Ideal Agrario. Diario de Información. 18 de enero de 1934, p. 4. 479 película hablada en español titulada “Del mismo barro”830. Según el Anuario del Cinematografista de 1935 (p. 619) el coliseo poseía un aforo de setecientas localidades, repartidas en doscientas butacas, sesenta delanteras de galería, cine de galerías, sesenta delanteras de paraíso, doscientas generales y trece palcos platea. También constan en el citado anuario, los días de proyección –domingos y festivos- y los precios que oscilaban entre cuarenta céntimos y las 1,35 pesetas la entrada general. Por último, se tienen datos de que –durante esa época- el propietario del Teatro era Manuel Calvo831 y que la cabina poseía un proyector Ertel con equipo sonoro de la marca Souza, instalado en septiembre de 1933. Durante los actos celebrados en Zamora capital de la Asociación Femenina de Educación Ciudadana, se clausuraron los mismos con un viaje a Toro y una función de cine en el Latorre para los Padres de Familia832. En 1939, sería la empresa Ernesto Berger la que ofreciera sesiones cinematográficas con un nuevo proyector de la marca OSSA833. Por aquella época este coliseo, se convertiría en la sala con más celebridad en la comarca, llegando –en la mayoría de las sesiones- a completar su aforo. Las cintas más populares fueron El misterioso Sr. X, anunciada como “totalmente hablada en español”, Rataplán y La verbena de la paloma834. Al año siguiente, este mismo empresario repartirá folletos por la ciudad anunciando los próximos estrenos de la nueva temporada 1940-1941, entre los que destacaba Vidas rotas. “El señor Berger prepara una atrayente colección de estrenos, todos modernos, muy interesantes y de los que con mayor éxito vienen apareciendo en los principales salones cinematográficos de España” (El Correo de Zamora, 21 de septiembre de 1940, p. 8). Ya en los cincuenta, las sesiones de cine serían ofrecidas, primero por la empresa Hernández y Álvarez, y más tarde por el empresario Valentín Lorenzo Aranda, que se convertirían -con el paso del tiempo- en los propietarios del Cine Imperio, gestionando ambos recintos en 830  Ideal Agrario. Diario de Información. 14 de enero de 1933, p. 4. 831  En el Índice Cinematográfico de España 1942-1943 (p. 246) se incluye como propietarios a Gaspar y Asunción Calvo. 832  El Correo de Zamora, 20 de junio de 1932, p. 2. 833  Índice Cinematográfico de España 1942-1943, (p. 246) 834  El Correo de Zamora, 19 de diciembre de 1939, p. 4. 480 las siguientes décadas. Durante ese tiempo, se sustituyeron las viejas butacas, se instaló una nueva calefacción y se adquirío una nueva pantalla, esta vez de formato panorámico, acercándose público de las vecinas localidades de Tagarabuena, Villavendimio y Morales de Toro835. En ella se estrenarían las cintas Quo Vadis, Johnny el cobarde, Entre hoy y la eternidad, El hechizo de la selva. La reina de la montaña o La cima de los héroes. Valentín Lorenzo –que por los años sesenta ya gestionaba ambos locales, el Teatro Latorre solo ofrecería sesiones los domingos y festivos. Fueron los tiempos de cintas como El último atardecer, Hércules, El casco blanco, El tesoro de los Nibelungos, Botón de Ancla, El rostro impenetrable, Can-Can, El Fantasma de la Ópera, Usted tiene ojos de mujer fatal y las protagonizadas por Manolo Escobar. Una década más tarde, llegaría la decadencia del coliseo, con su cierre a principios de 1976. El Latorre fue olvidado durante tres años, hasta que el historiador y entonces consejero provincial de Bellas Artes en Zamora, José Navarro Talegón denunció ante los medios de comunicación836 y a la Dirección del Patrimonio Artístico, su paupérrimo estado e inmediata recuperación por parte de las instituciones públicas837. Se tiene constancia que durante la década de los años treinta, se produjeron numerosas exhibiciones en el Casino de Recreo838. También, durante esta época –el 5 de diciembre de 1931– se inauguraría el Nuevo Cine que ofrecería sesiones de séptimo arte y varietés. Su dueño, era el director de El Popular, Luis Calderón839 y gracias a los medios impresos, se ha podido averiguar alguno de los films proyectados, como El Conde de Montecristo. En marzo de 1941 los vecinos de Toro Máximo Hernández Martín y Marcelino Álvarez Salgado crearon una sociedad para la creación del primer cine en la ciudad: el Imperio. La parcela estaba situada en el fondo de la calle José María Cid, número 14. Para la construcción del edificio, los empresarios contrataron a Antonio García Sánchez-Blanco y al aparejador Justo de Castro Sobrino. Estos aislaron el edificio de las fincas limítrofes por lo que iba a 835  El Correo de Zamora, 1 de octubre de 1959, p. 4. 836  El Correo de Zamora, 7 de diciembre de 1979, p. 8. 837  En carta dirigida a Javier Tusell, entonces director general de Patrimonio, Archivos y Museos, Navarro Talegón exponía los motivos de su denuncia. 838  Índice Cinematográfico de España 1941 (p. 369). 839  Heraldo de Zamora, 7 de diciembre de 1931, p. 2. 481 tener salida a cuatro calles, es decir, por los cuatro partes del local. Según el Reglamento de la Policía de Espectáculos Públicos de 1935, la nueva edificación pertenecía al grupo 1º apartado C con arreglo a su capacidad, contando con una entrada y salida principal de quince metros a la vía pública840 (véase Apéndice 1, Figuras, 37 y 53). Sus materiales de construcción –la mayoría incombustibles– fueron el hormigón y el hierro forjado. Poseía tres puertas principales, dos de ellas de un metro y medio y la central de dos metros. Era un edificio bastante preparado para la época, ya que poseía enfermería, guardarropa, bar y servicios e inodoros con amplia ventilación directa. La sala contaba con setenta centímetros de desnivel para una perfecta visualización de la pantalla en cualquier ubicación, así como alumbrado eléctrico y calefacción. La capacidad total del cine fue de 796 espectadores repartidos en quinientas butacas, 216 en las gradas, 32 delanteras y 48 en palcos. Tal y como exigía el citado Reglamento, el espacio entre las localidades era de cincuenta centímetros y los pasillos contaban con 1,10 metros –central y final- y 0,75 –los laterales-. A la cabina de proyección se accedía desde fuera de la sala, en la que se instaló una máquina sonora de la marca OSSA841. Su coste fue de diecisiete mil pesetas, íntegramente pagadas en efectivo842. Este espacio iba provisto de chimenea de ventilación y ducha. Junto a él se crearon un cuarto de embobinado y un almacén con servicios para el operador. En el proyecto no se calcularía un presupuesto cerrado, sino que el propio Sánchez-Blanco emitiría una estimación inicial de 300 mil pesetas. En el Archivo Municipal de Toro se encuentra el diario de los comienzos del Cine Imperio desde el 29 de enero de 1942 al 30 de septiembre de 1945. En él están descritos los pagos, gastos e ingresos de la empresa. Destacan los depósitos que había que realizar por adelantado a las casas distribuidoras –mil pesetas a la MGM–, el pago del proyector anteriormente citado o la parte correspondiente a la Sociedad de Autores. Al Imperio llegaban cintas de 840  Grupo 3º, Artículo 116, con arreglo a sus condiciones especiales. 841  Índice Cinematográfico de España 1942-1943 (p. 246). 842  Díez Puertas (2003, pp. 85-86) destaca que desde mediados de los años treinta, las marcas extranjeras de proyectores sonoros, hicieron su gran negocio con los exhibidores españoles, alquilando a estos sus equipos a precios muy por encima de lo que un aumento de taquilla podía permitir: entre 100 y doscientas cincuenta mil. De ahí que, con los años, los exhibidores españoles apostaran por equipos de marcas nacionales como Orpheo- Sincronic (OSSA), cuyos precios por su compra era infinitamente menor. 482 las distribuidoras: MGM, Viñas, Hispano FOX, United Artists, Cepisa, Rodofilms y Germán López. Las películas que más recaudación tuvieron en taquilla fueron Alarma en el expreso, Baños de Nueva York, La casa de la troya, La dama de las camelias, La verbena de la paloma y Ninotcha. Por último, durante esta primera época, las sesiones se ofrecían los lunes, jueves, sábados, domingos y festivos. En estos últimos, la cinta también se proyectaba en el Teatro Latorre, ya que la empresa Hernández-Álvarez gestionaba también ese coliseo. Aunque no se han encontrado datos de los precios, sí que se sabe que el Cine ofrecía sesiones los jueves y los domingos, para más tarde, en la década de los años cincuenta exhibir cintas todos los días de la semana. Luna de miel agitada, El rebelde, Amanecer en puerta oscura, El árbol de la vida, Tamango, Sueños de oro, Horas de pasión. Ana dice sí, Cita en Melbourne; Pan, amor y Andalucía fueron algunos de los films más representativos. También se incluirían cintas de contenido religioso como Lourdes y sus milagros, donde se destinaría un pase especial a las alumnas del Colegio del Amor de Dios, Seminaristas y alumnos de Nuestra Señora de la Merced843. Al igual que se hiciera en el Teatro Latorre, en 1957844 Valentín Lorenzo realizaría reformas en el cine de las que destacan la instalación de una pantalla panorámica y la transformación de la cabina con nuevos equipos de alta intensidad. El aforo sufrió una pérdida por culpa de la supresión de la primera fila de butacas –veinticuatro– por su baja visibilidad. Con ello, el número final de localidades fue de quinientas ocho butacas de patio, sesenta en anfiteatro y trescientas generales, que hacían un total de 88. De ahí que solicitase al ayuntamiento en marzo la subida del precio de las localidades a nueve pesetas la butaca y cuatro la general, ya que antes estaba a a siete y tres respectivamente845. Valentín pagaba setenta y cinco mil pesetas anuales por impuesto municipal de consumo de lujo –antiguo subsidio- en 1957, aumentándose a ciento diez mil pesetas al año siguiente. Esto provocaría su protesta ante la corporación municipal alegando los numerosos gastos con los que corría anualmente en ambas salas. Entre 1956 a 1958, el desembolso al que debía enfrentarse el cine era de unas viente mil pesetas anuales, lo que se hacía insostenible el pago que se le exigía por el impuesto de lujo. 843  El Correo de Zamora, 27 de mayo de 1960, p. 6. 844  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 845  A.H. M. To. Concierto Impuestos de lujo. Sig. 342. 1294-8. 483 Esta acción no sirvió de nada, ya que el ayuntamiento en su afán recaudatorio, continuaría subiendo la cuantía del impuesto al año siguiente a ciento veintidós mil pesetas846. Durante la década de los sesenta, los precios alcanzarían las diez pesetas para los domingos y festivos; y las ocho para el resto de días. Fueron los tiempos de films como El Diario de Ana Frank, Testigo de cargo, ¿Dónde vas Alfonso XII?, Martes de carnaval, Indiscreta, No soy para ti, El halcón del oro, Soñar no cuesta dinero, Molokay, 007 Contra el doctor No, La casa de bambú, Botón de ancla, El rostro impenetrable, Los diablos verdes, Teresa de Jesús, Diego corrientes, Millonario de ilusiones –“realizada en lujoso Cinemascope y tecnicolor” (El Correo de Zamora, 23 de marzo de 1961, p. 4). Figura 103. Fachada del Cine Imperio. Ilustración de Romina Domínguez García para esta investigación. 846  Durante la década de los sesenta, este impuesto seguirá subiendo, alcanzando ciento setenta y cinco mil pesetas por los dos cines. 484 Durante la época de ferias, el Imperio sería el local de exhibiciones cinematográficas, relegando al Latorre a solamente representaciones teatrales: La temporada de verano cinematográficamente hablando marcha de forma excelente para los aficionados al séptimo arte en la ciudad de Toro. Los muchos veraneantes que se encuentran en esta ciudad atestiguan esto que antes decimos al asistir asiduamente a nuestras salas. (El Correo de Zamora, 27 de julio de 1962, p. 3). En julio de 1963, el recinto se reformó a través de la revocación de la fachada y del patio de butacas con sustitución de las mismas por unas más cómodas y modernas. Al igual que en el Teatro, la pantalla también se sustituyó por una Cinemascope –de grandes dimensiones–847. Al igual que en otras localidades, la crisis de la exhibición provocó su decadencia durante la transición española. Valentín Lorenzo cerraría848 el cine a finales de los años ochenta, no antes estrenado cintas como El espíritu de la colmena, Furtivos o Los paraísos perdidos, esta última filmada en la ciudad. 6.3.2. Aspariegos Con tan solo treinta y cuatro; y veintiocho años respectivamente, las jóvenes hermanas Manuela y Ana Silva Morillo poseían en abril de 1958 un solar sito en la calle de la Iglesia cuyo proyecto para conversión en cinematógrafo fue encargado a Antonio Viloria849 (véase Apéndice 1, Figura 54). El local a construir tuvo un presupuesto de ciento cincuenta mil pesetas e iba a tener seis metros de fachada, contando con un aforo para doscientas personas. Más del veinte por ciento del censo de población, que contaba con 900 habitantes. En el 847  El Correo de Zamora, 19 de julio de 1963, p. 6. 848  El Cine Imperio volvería a ofrecer sesiones de cine en marzo de 1992 gracias el empresario vallisoletano José Luis Rojas Sánchez, que pagaba a Valentín Lorenzo por el alquiler, la cifra de cuarenta mil pesetas al mes. Debido a su pésima afluencia, Rojas rebajaría en un 50% los precios de la taquilla a los menores de 14 años en el verano de 1994. También se propuso la celebración de diferentes ciclos de Cine: “Nuestro Cine” de Caja España, “Cine Infantil” (ya en los 80), este último junto con el Barrueco. Pero estas acciones no sirvieron de nada. El cine desapareció definitivamente en enero de 1995. El motivo no fue la escasez de público, sino el alto precio del alquiler de películas que establecían las distribuidoras –entre sesenta y ciento veinte mil pesetas para dos o tres días de proyección–, a parte de incluir una película española que solía ser de mala calidad y que no resultaba atractiva para el público. Por ello, el empresario solicitó al ayuntamiento una ayuda de setenta mil pesetas mensuales, de contraprestación, lo que se traducía en ofrecer la entrada libre para jubilados y un 50% de descuento a niños. Al ser denegada, por no existir precedentes de ningún tipo de subvención, Rojas se vería obligado a cerrar el establecimiento. 849  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/7. 485 informe que realizaría la el SNE se incluían las medidas del local con 5,60 metros de altura y 110 metros cuadrados. La sala del Cine Imperio constaba de bancos corridos con pasillo central para su desalojo. Al carecer el pueblo de alcantarillado, los baños se realizaron a través de un pozo séptico. La máquina de proyección de 16 milímetros tuvo un coste de cincuenta mil pesetas. Ningún dato más se sabe de esta industria que desaparecería en 1964850 para dejar paso a la hostelería, ya que el cine se convertiría en bar. 6.3.3. Morales de Toro Gracias a la ambiciosa política cultural durante la Segunda República, surgieron en la localidad espectáculos teatrales, así como escritores y artistas populares. Amplios sectores de las clases populares habían llegado a identificarse con la idea de la ilustración republicana según la cual, la modernidad y la justicia no se producían per se, sino que se conquistaban de la mano del trabajo inspirado en la cultura y legitimado por la política y la participación en ella. (Palacio, 2009, p. 35). También hay que destacar que la mitad de la población en edad laboral eran pequeños y medianos agricultores dedicados al cultivo de la vid y el cereal. Debido a ello, durante los años cuarenta surgirá el cine como medio de distracción los días festivos. En el acta de aforo encontrado en el Archivo Histórico Provincial con fecha 8 de abril de 1957, la sala constaba de 175 butacas y 75 en general. Según el Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950, se llamaba La Flor851, se inauguró en 1948 y estaba situado en la calle General Franco. Ofrecería sesiones dos días a la semana y su aforo era de ciento cincuenta butacas en el patio y cien para la general. Poseía un proyector Erko IV y estuvo regentado por Honorio Segovia Villar y más tarde por María Sáez García, ofreciendo funciones los días festivos. La última noticia que se tiene de esta sala, es un censo del Sindicato Nacional del Espectáculo en 1967. 850  El Correo de Zamora recogería un anuncio el 7 en marzo de 1964, p. 4, donde las dos hermanas ponían en venta el inmueble. 851  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Cajas 21/05265 y 21/05267. 486 6.3.4. Peleagonzalo En diciembre de 1959 Gerardo Bernal Gajate solicitaría al Gobierno Civil852 la reconversión de la sala de baile a cinematógrafo, denominado como Sala San Miguel (véase Apéndice 1, Figura 55). Se encontraba situado en la Plaza Mayor de la localidad y contaba con 162 metros cuadrados en una sola planta y diecisiete metros de fachada. Contaba con dieciséis filas con capacidad para diez butacas separadas en cuarenta centímetros, dejando un pasillo lateral de un metro de ancho. Era un local bien preparado, ya que contaba con los servicios públicos independientes con lavabos y urinarios, así como una fosa séptica para evacuación de residuos. La cabina de proyección era totalmente independiente del público y contaba con chimenea de ventilación “con ducha para el caso improbable de perderse alguna película”. El proyector era de la marca Maria Mode 65 de lámpara para cinta de 16mm. La pared pintada de blanco hacía la función de pantalla de proyección. El proyecto del cual se haría cargo Antonio García Sánchez-Blanco, ascendería a 175 mil pesetas. No se tienen noticias de su cierre pero sí de que en 1967 el alcalde –Aniceto Salgado Martín– solicitaría a través de un escrito a sus dueños para que acometieran obras de remodelación de los baños. También durante los años setenta, Estefanía Bernal Gajate 853– hermana de Gerardo- solicitaría autorización para ofrecer bailes y sesiones de cine en el mismo local, traspasándose a su nombre en septiembre 1975. 6.3.5. Pinilla de Toro En esta localidad convivieron dos locales dedicados a industria audiovisual: el Cine Ideal y el Salón La Unión. El primero de ellos fue idea del empresario Luis Manso Martín, quien en marzo de 1953854 encargaría a Viloria el proyecto para legalizar su actividad, ya que anteriormente ofrecía sesiones esporádicas en el pueblo (véase Apéndice 1, Figura 56). En la memoria855 del 852  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/32. 853  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/45. 854  Según el Anuario de Cine Español 1955-1956 su apertura la fecha en marzo 1954. 855  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/83. 487 Cine Ideal se contemplaban 120 asientos, aunque una vez visitado el local por parte de la inspección, el aforo menguaría a 95 localidades. A parte de los planos del edificio, nada más se sabe de este efímero cine que cesaría su actividad en diciembre de 1954. Dos meses después, en febrero de 1954, otro empresario, Ángel Matilla Bustillo856, se aventuraría a probar suerte en el negocio del cine, adjudicando el proyecto a Adolfo Bobo de Vega, quien dotaría al local con una capacidad para 150 espectadores857. Aunque en un principio se utilizaría con el suelo de tierra, el delegado provincial de espectáculos solicitó al propietario el cambio por uno de cemento, lo que se llevaría a cabo un mes más tarde. El Cine Matilla o Salón La Unión contaba con servicios higiénicos y cabina de proyección, aunque, por falta de documentación, no se sabe qué tipo de servicios o de proyector se utilizaba. Tras el fallecimiento de Ángel en 1966, Santiago Rodríguez Carrascosa solicitaría el traspaso del negocio a su nombre. Innumerables trámites burocráticos impidieron que este siguiera con el negocio y el Salón La Unión cerraría sus puertas en enero de 1967. 6.3.7. Pozoantiguo Gracias la investigación del doctor José de Castro Lorenzo (2017, pp. 167-168), se puede afirmar que existió -a principios de siglo- una panera de grandes proporciones y en las se celebraban bailes y representaciones teatrales. Es de suponer que algún cinematógrafo ambulante pasara poder esa sala. Más tarde, el propio Castro afirma que presenció películas cinematográficas en el local conocido como Salón de Imelda. Situado al lado del puente –en dirección a la vecina localidad de Matilla la Seca- se encontraba este salón de baile. Poseía escenario, por lo que se realizaron conciertos y representaciones teatrales. Se convertiría -las tardes de los domingos- en un cinematógrafo, gracias a una pantalla improvisada. De hecho, como ocurriría en este tipo de sesiones, cada vecino era el encargado de llevar su propio asiento para contemplar las cintas exhibidas. Por último, Castro recuerda la existencia de otro local dedicado al séptimo arte. 856  Según el Anuario de Cine Español 1955-1956 el empresario era Enrique Gago Gago. 857  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/52. En el acta de aforo firmado el 2 de octubre de 1957, se destaca que el aforo era de 110 butacas y 90 generales. 488 6.3.8. Vezdemarbán Se tienen datos de tres salas diferentes. La primera de ellas fue el Cine La Esperanza y era propiedad de Teresa Miguel. El Anuario del Espectáculo 1944-45 (p. 410) cifra su aforo en doscientas cincuenta localidades, funcionando los días festivos. Aunque otro anuario, el Hispanoamericano de Cine de 1950, destacaría que el aforo era de 115 butacas de patio y de 155 generales. Poseía un proyector Pathé y su propietario era Cándido Miguel Pérez y más tarde su viuda, quienes ofrecían sesiones los días festivos. No se poseen más noticias de este local, pero en el Anuario del Sindicato Nacional del Espectáculo de 1962, ya no figuraba su actividad, por lo que se supone, su cierre años antes. Por el Anuario de Cine de 1943 (p. 673) de la existencia de un local llamado Cinema, con un aforo de 230 localidades y equipo sonoro Rivaton. Gracias al acta de aforo de 1957, se tienen noticias de otro cinematógrafo. El Cine Ramos estaba situado en la calle Ronda de San Miguel, y era propiedad de Ramón Ramos Montoya y posteriormente de su hija, María Sáez García. Poseía 168 butacas de patio, 144 localidades en bancos corridos y ciento cincuenta para general. Funcionaba en días festivos, la inauguración se produjo en enero de 1948858 y se tienen noticias de que -durante los años sesenta- seguía funcionando como tal. 6.4. Tierra de Campos 6.4.1. Villalpando Ya se tienen noticias de que en los años veinte, cuando el pueblo de Villalpando poseía cerca de 2.800 habitantes, este contaba con sesiones de cine en una panera –aun conservada–, sita en la calle de la Amargura cuyo propietario se apellidaba Calderón. Las proyecciones las ofrecía Teófilo Boyano, alias “Tolete”859 utilizando una sábana a modo de pantalla y un arcaico proyector que, posiblemente fuera el de los hermanos Lumière860. 858  Anuario del Cine Español 1955-1956. (p. 739) y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 859  Testimonio aportado por Agapito Modroño Alonso durante la entrevista del 1 de febrero de 2018. Este a su vez recabaría el dato por Dionisio Boyano, nacido en 1915 e hijo de Teófilo. 860  Posiblemente fuera un primitivo proyector Gaumont o Pathé, ya que Agapito relata que constaba de una pastilla incandescente que se calentaba a través de un carburo. 489 Durante la siguiente década, las proyecciones se trasladarían a un nuevo recinto: el Teatro- Cine861. Este local, sito en la Plaza Mayor862 era propiedad de la parroquia de la villa y fue vendido a los hermanos José y Julio Manteca Casas para reconvertirla en teatro, ofreciendo también bailes y sesiones del arte mudo, y cuyo proyeccionista fue Agapito Modroño Chimeno (véase Apéndice 1, Figura 57). En el Anuario de 1943 (p. 673) se especificaba el aforo del local, sus empresarios863 y las características del aparato sonoro que era de la marca Bauer. El espacio poseía 115 metros cuadrados y constaba de gradas, anfiteatro y escenario. Según un acta de aforo del año 1957 encontrado en el Archivo Histórico Provincial, el Teatro contaba con 221 butacas de patio, 75 localidades en delantera de galería y doscientas en general a precios que iban entre la peseta y la peseta y media. Aunque no se puede establecer su fecha de cierre exacta, durante los años cuarenta, la exhibición de cine en esta sala no fue muy continuada864, de hecho, en el Anuario del Espectáculo 1944-45, ya no figura su actividad como industria permanente, aunque los hermanos Manteca seguirían con su local, ofreciendo funciones de teatro, bailes y sesiones esporádicas de cine865. Debido a la emigración de la juventud de los pueblos, en 1968 el local pasaría a ser la discoteca de la Villa866, convirtiéndose en el centro de diversión para la juventud de la comarca. En diciembre de 1942 se inauguró el Cine Unión en la calle Real, siendo el mayor edificio construido en adobe de Villalpando. La empresa estaba formada por la sociedad Concejo, Cañibano y Mazo, y cuyos socios eran Luis Mazo Ortega867, el abogado José María Concejo Núñez y el juez comarcal Ángel Cañibano Mazo868. Encima del escenario estaba colocado un escudo de Villalpando flanqueando a las tres iniciales de la empresa: CCM. El coliseo contaba con 250 butacas de patio, cincuenta delanteras y 220 de general869 y con una máquina de 861  Anuario del Cinematografista de 1930, (p. 233). 862  En la actualidad este edificio forma parte del Ayuntamiento de Villalpando. 863  A parte de los hermanos Manteca, Agapito Modroño afirma que hubo un tercer empresario ofreciendo cine en el Teatro: Eulogio Alonso, alias “Cabrito”. 864  Índice cinematográfico de España 1942-1943. 865  Así lo demuestra el acta de aforo encontrada con fecha 5 de octubre de 1957. 866  Discoteca El abeto rojo. 867  Según el Anuario de Cine de 1943, la empresa era Cañibano. 868  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 869  A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Contribución Industrial de Espectáculos. Aunque en el acta de aforo 490 proyección Supersond. Su actividad se centraba los jueves, domingos y festivos con precios entre la peseta y las dos. En 1957 la empresa decidiría alquilar el cine a Heliodoro Lobato Gil870 y más tarde a José G. Palacios. Hasta que en cinco años más tarde, los socios Concejo, Cañibano y Mazo decidieron vender el local a los hermanos Jacinto y Félix Feliz Burgos871, quienes también regentarían el cine hasta su desaparición. Durante principios de los setenta se realizaría una gran reforma en todo el recinto, cambiando por entero el patio de butacas. Para acceder al mismo se debía pasar obligatoriamente por el Bar Unión872 y un vestíbulo, aunque para llegar al anfiteatro existía una puerta diferente. Ya en la transición se ofrecerían películas de Cine S, y del conocido como destape, tan de moda en aquella época. Es uno de los pocos recintos que aguantaría la crisis de la emigración, aunque en 1986 el local no volvería a ofrecer sesiones de cine873. 6.4.2. Belver de los Montes Faustino Blanco Franco contrataría en noviembre de 1950 a Sánchez-Blanco para la elaboración de un proyecto de cinematógrafo en un local de su propiedad haciendo esquina entre las calles Magdalena y Mira al Río874. Los planos del Cine Blanco incluían un aforo de 212 localidades875 dispuestas en dieciocho filas y un pequeño anfiteatro con capacidad para 60 butacas (véase Apéndice 1, Figura 58). También contaba con escenario de unos cuarenta metros cuadrados y un ambigú. La cabina de proyección se encontraba en la parte de arriba, aunque no se especifica la máquina de proyección. Se incluyeron servicios, aunque con fosa de 5 de octubre de 1957 se afirma que las localidades para general no son 220, sino 150. 870  En el acta de aforo con fecha 20 de enero de 1956 se incluía ya como empresario del cine a Heliodoro Lobato. 871  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961. 872  En la planta superior al Bar Unión se encontraba la Sociedad, un elegante casino destinado a las personas más pudientes del pueblo, siendo míticas las apuestas clandestinas de bacarrá. 873  Aunque se seguirían ofreciendo sesiones de cine no comerciales, con los años el local se cerraría en los años noventa. Fue vendido y derribado en 2016. 874  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/70. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 875  En el acta de aforo del (ver foto) se encuentra que fueron finalmente 228 localidades las permitidas. 491 séptica, ya que el pueblo carecía de alcantarillado. Gracias a un acta de aforo876, se han podido conocer los precios: 3,50 pesetas para las localidades de la planta baja y dos pesetas para el anfiteatro. Durante 1962, Faustino traspasará el negocio a Jesús López de Castro. El procedimiento administrativo obligaba a solicitarlo al Gobierno Civil y el pago de una tasa de 450 pesetas. El nuevo empresario ofrecería sesiones de cine hasta junio de 1965, fecha en que se cierra su expediente por parte de la administración. Según testimonio de Ede González Santos –vecina de la localidad– el Cine Blanco cerraría por la gran emigración que asoló el pueblo durante esa época, pasando de 1.200 a apenas setecientos vecinos. La maquinaria de proyección también marcharía del pueblo rumbo a Marruecos. 6.4.3. Cañizo Luis Pedrero Andrés poseía un local en la plaza de España y en el que en febrero de 1959 encargaría el proyecto de conversión a cine al técnico Dacio Pinilla Olea877 (véase Apéndice 1, Figura 59). El espacio poseía 72 metros cuadrados –dieciséis metros de profundidad y 6,45 de fachada– con una altura total de 5,20 metros, utilizándose también para sesiones de baile. Carecía de servicios ya que se aprovecharon los que poesía el bar anexo en el que se entraba por una puerta interior. La modesta máquina de proyección fue una Debri de 16 milímetros y el aforo total se autorizaría en sesenta localidades. Debido a la cada vez mayor emigración de gente del pueblo a la ciudad, Luis Pedrero decidirá en 1963 el cierre del cine. 6.4.4. Castronuevo de los Arcos Este pequeño espacio comenzaría a funcionar los primeros días de 1957, aunque ya un año antes Antonio Viloria realizaría el proyecto de construcción del Cine Rosi con 15 metros cuadrados y 3 de altura (véase Apéndice 1, Figura 60). El promotor fue Raimundo Hernández Santiago, el cual adquiriría un sencillo proyector de 16 milímetros, que presumiblemente fuera el que se instalaba por la zona de la marca Marin. Tras un año muy fructífero, el propietario decidiría ampliar el local adquiriendo un solar anexo cuya obra proporcionaría el aforo de 75 876  A.H.P.Za. A.M.Za. Administración de Rentas. Acta de aforo 8 de abril de 1957. 877  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/73. 492 localidades. No se tienen más noticias de esta empresa, que seguramente echara el cierre a mediados de los años sesenta. 6.4.5. Castroverde de Campos Se tienen noticias de que a finales del siglo xix y principios del xx durante los 27 de mayo, ya se celebraba la fiesta más importante del pueblo en honor a la Purísima Concepción. En la Feria de la Madera, el ganado y la madera compartían espacio con productos de la montaña, asistiendo gentes de toda la comarca, lo que haría que recalaran otros feriantes con casetas diversas: La Feria de la Madera distribuía las actividades mercantiles por las plazuelas del pueblo (…) en la Plaza Mayor y soportales, la quincalla, el fotógrafo y los caballitos y tómbolas, dejando el centro de la plaza para los bailes y los churreros en los soportales de San Nicolás. (Villar, 2003, pp. 127-128). Durante la década de los treinta, cuando el pueblo contaba con 1.863 habitantes, se ofrecían sesiones de cine en el Teatro Principal regentado por Vicente Daza Corrales878, probablemente hasta 1941 o 1942, ya que el Índice cinematográfico de España 1942-1943 (p. 246) señalaba el cierre del mismo. Aunque el más popular y conocido entre los vecinos fue el Cinema Vencedor regentado por Julio Morejón García879, el cual adaptaría su salón de baile a cine durante 1952. Sánchez- Blanco fue el técnico encargado en dar forma al edificio situado en la plaza de San Juan y que contaría con dos plantas (véase Apéndice 1, Figura 61). En la baja se encontraba las butacas de general con capacidad para 156 espectadores, mientras la parte de arriba poseía un aforo para noventa personas con forma de U880. Al final de este anfiteatro se encontraba el cuarto de proyección que contaba con zona de embobinado y de descanso para el operario. El proyector debía ser de 16 milímetros, ya que en la memoria, el arquitecto lo califica de modesto donde se incluía una ducha contra incendios para la cabina. El local no contaba con 878  (1930). Anuario del Cinematografista. (p.232). Madrid, España: Revista Proyección 879  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/3. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 880  246 localidades según el Anuario de Cine Español de 1955-1956. 493 servicios higiénicos, por lo que se adaptaría un corral anejo al cine. El delegado provincial de espectáculos denegaría su apertura en julio de 1953 por varios motivos: carecer de extintores y botiquín, alumbrado supletorio, lavabos y numeración de las butacas en el anfiteatro. Debido a ello, Julio Morejón realizaría las obras oportunas y durante noviembre de ese mismo año el cine Vencedor abriría sus puertas hasta los últimos días de 1960, fecha en la que el empresario traspasa el cine a Acción Católica. El 15 de diciembre de 1960 en la secretaría de la iglesia de Santa María del Río –local habilitado para centro de la citada organización– se acordaría el concierto de arrendamiento del Cinema Vencedor con su propietario –entonces Julio Morejón García– a favor de Acción Católica local. Durante esa misma reunión se votaría para nombrar la Junta Regidora- Administrativa del Cine, saliendo elegidos: Cayetano Cifuentes Matos –presidente–, Antonio Cuesta Porqueras –secretario-, Jaime Mateos Moreno –Tesorero– y Deodoro Martínez Fernández, Porfirio Manzano Porqueras y Tomás García Vega como vocales; tomaron posesión ante los electores y el Consiliario de Acción Católica Rvdo. D. José María Redondo García. Días más tarde, el 25 de diciembre volverían a reunirse junto al propietario en el domicilio del Consiliario, donde se confeccionaría y se leería ambas partes del contrato de arrendamiento del citado Cine, firmándose el mismo. Se facultaría a todos los miembros de Acción Católica (que firmaron dicho contrato) a cuantos acuerdos estimaran oportunos y cuantas gestiones consideraran para el beneficio de la misma. De todas las gestiones que se llevaran a cabo se informaría a los integrantes de Acción Católica en las reuniones que periódicamente se fueran celebrando. El sistema de decisión de la organización fue por votación de los componentes de la Junta Directiva. En caso de empate, decidiría el presidente de la citada Junta. La responsabilidad era la de velar por los intereses de toda la organización relacionadas con el cine. Se fijarían 1.250 pesetas mensuales como pago de la renta al propietario del local a meses vencidos. Es de destacar que ningún miembro de la Organización de Acción Católica debía excusarse en el cumplimiento de las responsabilidades salvo en casos de fuerza mayor –baja en el empadronamiento-. El último día de 1960, la Junta volvería a reunirse para adjudicar a sus miembros gestiones 494 importantes dentro de la exhibición del cine. Deodoro Martínez se encargaría de la Sección de Propaganda, Porfirio Manzano de la de Contabilidad –también sería el taquillero–, Jaime Mateos de las necesidades del interior del local, Antonio Cuesta de la recepción y expedición de películas y material; y Cayetano Cifuentes, de los trámites oficiales como la petición de películas y relación con las casas cinematográficas –también se encargaría de la portería del piso bajo–. Aunque se haría constar que todos los miembros podrían aportar su criterio en las diferentes actividades. Se acordaría también los cargos durante las proyecciones: taquillero (Porfirio), Portero del piso bajo (Cayetano), Tomás García Vega (portero y acomodador piso arriba) y Deodoro (acomodador para la planta baja). Se nombraría operador con carácter indefinido a Teófilo Morejón Martínez –a quién se dispondría la reserva de la localidad número 8 fila 12 para su novia– y se le manifiesta que en la primera reunión de cada mes se le concedería una gratificación por sus servicios que prestaba voluntariamente como un miembro más que es. Igualmente se nombraría a Isauro Vázquez y Calixto Fernández encargados del bar –este lo explotaba directamente la organización–. El método que tenían para el funcionamiento de las exhibiciones era el siguiente: los porteros debían cortar y reservar la mitad de la entrada que presentara el espectador, entregando estas al encargado para que se controlaran y reservaran en un plazo no máximo de 24 horas, para su posterior comparación con los de taquilla –esta poseía las matrices de las localidades despachadas–. En sus comienzos –enero de 1961– el Cine Vencedor tuvo dificultades a la hora de contratar las películas, ya que el anterior regente y ahora propietario del local, no había satisfecho el importe de exhibición a las distribuidoras; con lo que la Asociación tuvo que hacerse cargo –sin que sirviera de precedente – para la buena marcha del cine. En el libro del cine parroquial se muestran la relación de películas que, a fecha de uno de enero de 1961, el propietario había dejado contratadas881. Destacan las cintas con la calificación 3R –mayores con reparos– entre las que se encuentran: Pablo y Carolina, Agente Especial, Madrugada, Falsa Obsesión, Los hermanos Karamazov, La venganza o La gata sobre el tejado de zinc. Las calificaciones morales cinematográficas son, por tanto, normativas, no sólo para 881  Gracias a este libro localizado en el Archivo Diocesano de Zamora. 495 cuantos se han comprometido con la llamada promesa cinematográfica (ampliamente alabada por los documentos pontificios, en especial por la encíclica Vigilanti cura, que le dedica particular atención), sino para todos los fieles, incluso para los grupos de cultura cinematográfica -según se ha declarado arias veces-, en tanto que se verifiquen los motivos que las determinan, es decir, la ocasión próxima de pecado, el peligro de escándalo y la cooperación positiva a una producción malsana. (Canals, 1964, p. 83). También se ha encontrado un listado de distribuidoras que surtían al cine: Alianza, Columbus, Viñals, Chamartín, Mundial Films, Floralva, Cibeles, As Films, CB Films, Discentro, MGM, Cinedia, Pelimex, Delta, Castilla y CEA. Los precios de alquiler de las cintas vendrían también reflejados, destacando ¿Dónde vas Alfonso XII? o Quo Vadis de las que se pagarían por su alquiler 1.500 y 1.250 pesetas respectivamente. También existe un detallado estudio de los films proyectados en 1960 por el anterior propietario en el que se muestran la fecha de proyección, la calificación moral, si la cinta gustó al público, recaudación en taquilla, el número de expediente, los rollos, cuántos metros, la casa y la distribuidora, así como los portes de ida y vuelta del material cinematográfico. ¿Dónde vas Alfonso XII? –por ejemplo–tuvo una gran aceptación por parte del público, recaudando 2.698 pesetas. Sin embargo, aunque con calificación 3R, la cinta El día de los enamorados, se estrenaría en 1962 con gran éxito de público, aunque no se han conseguido datos de su recaudación. Se acordaría la apertura diaria de la taquilla del cine, media hora antes del espectáculo. Durante los festivos esta daría servicio de doce a una. También se puso en funcionamiento un sistema de abonos que consistían en pagar por adelantado el total de las sesiones del mes, con una rebaja de las mismas (no se incluye). Cada mes se iban cambiando los cargos de taquillero, acomodador y portero. Por último, el NO-DO, cuyo coste ascendía entre las treinta y las cincuenta pesetas, fue proyectado durante todas las sesiones de los domingos y festivos882. Tras la efímera gestión de esta asociación religiosa, Julio Morejón decidiría retomar su actividad en la industria de cine a principios de 1962. No se tienen noticias de más actividad 882  Se proyectarían del número 899 al 929. 496 hasta 1966, fecha en la que el empresario decida presentar una nueva solicitud al Gobierno Civil, la cual sería denegada. La ley obligaba a que se aportara nuevamente un certificado de un arquitecto sobre las condiciones de seguridad del local, tarea que realizaría el técnico Alfonso Crespo Gutiérrez a finales de ese mismo año. El Vencedor volvería a ofrecer sesiones de cine desde 1967 hasta abril de 1971, fecha de su baja de licencia fiscal. 6.4.6. Cerecinos de Campos Blas Anta Anta poseía un edificio sito entre las calles Rosendo Rosado y Sol en el que se proponía instalar una industria de cine en diciembre de 1954. Con un presupuesto de cien mil pesetas, encargaría el proyecto de adaptación de la sala a José Luis Gutiérrez Martínez883, quien diseñaría un espacio de única planta en la que se disponían 120 localidades884 en butacas de madera, con aseos y taquilla (véase Apéndice 1, Figura 62). El Cine Roxi poseía una cabina situada a dos metros por encima de la planta principal con un pequeño anfiteatro destinado a familiares y amigos. Según el pago del impuesto de contribución industrial, el cine comenzaría a ofrecer películas en enero de 1955, un único día por semana, seguramente los domingos. No se poseen más datos sobre la industria, aunque previsiblemente funcionara hasta 1964. El edificio sigue en pie hoy en día transformado en vivienda. 6.4.7. Granja de Moreruela Situado en plena Vía de la Plata, en la carretera de Zamora a Benavente se encontraba este cine creado por Antonio Viloria en 1958 bajo las órdenes de María Dominga Castro Calvo, quien invertiría en la obra cerca de 150 mil pesetas885 (véase Apéndice 1, Figura 63). El local, propiedad de la empresaria, fue destinado para la industria del cine, contando con 130 metros cuadrados y casi seis metros de altura. Los asientos eran bancos corridos de madera, aunque no se tiene constancia de su aforo total. La cabina carecía de chimenea, aunque se había incluido una ventana para renovación del aire. El equipo era de la marca Marin con cinta 883  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/86. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 884  En el acta de aforo del 1 de octubre de 1957, se incluyen 150 localidades. 885  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/92. 497 estrecha de 16 milímetros cuyo precio fue de cincuenta mil pesetas. El cine estuvo abierto cerca de cinco años, cerrando por quiebra en 1963. 6.4.8. Revellinos de Campos En marzo de 1959 el arquitecto Dacio Pinilla Olea redactaría un proyecto para la instalación de un cinematógrafo en el local propiedad de Emigdio Esteban Castro sito en la Plaza Mayor de la localidad886 (véase Apéndice 1, Figura 64). El espacio contaría con 72 localidades, cabina aislada de proyección, instalación aislada mediante tubo, aunque no se incluyeron sanitarios por no poseer el pueblo de abastecimiento de aguas. El presupuesto ascendió a 35 mil pesetas, siendo autorizado su funcionamiento en diciembre de ese mismo año. Sin embargo, su vida fue bastante efímera, ya que en 1964 el alcalde informaría de su cierre. 6.4.9. San Miguel del Valle Asentada en un llano y limítrofe con las provincias de Valladolid y León, esta localidad era conocida por sus cultivos del cereal y la buena elaboración de las harinas. El cine La Flor del Valle propiedad de Juan Díez González se construyó en 1955 en un solar cuya fachada daba a la carretera de la Coruña887 (véase Apéndice 1, Figura 65). Fue otra de las joyas arquitectónicas que nos legó el arquitecto Antonio García Sánchez-Blanco. Constaba de 200 metros cuadrados y un aforo de más de trescientos espectadores formando 19 filas de 16 butacas, de las cuales 150 estaban numeradas888. La planta baja constaba de pasillos laterales y uno central. La planta primera estaba compuesta por tres habitaciones para embobinado de película, descanso de operadores –incluida enfermería– y sala de proyección provista de chimenea para la rápida salida de humos. En septiembre de ese año y con motivo de las fiestas patronales del Santo Cristo de las Aguas, el local fue inaugurado con gran éxito de público. Ya en 1960, Juan Díez lo traspasaría por 450 pesetas al año, a Braulio Carbajo Flórez, vecino de Benavente y cuya familia era 886  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/27. 887  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/20. 888  No se pueden establecer exactamente los datos de aforo de este cine, ya que en un acta de aforo del Ministerio de Hacienda revela que este local poseía 100 localidades de preferencia y 50 en general. 498 conocida en la zona por sus empresas harineras. En el haber de su gestión hay que destacar la numeración del resto de localidades –en los bancos corridos– y la inclusión de luces supletorias en los pasillos y zonas de acceso. Luis Gil Burón, administrador de los cines de Benavente y la fábrica de harinas de Cerecinos de Campos de la familia Carbajo, relata que, durante esos años: “Yo fui un alimentador de cines pequeños, entre ellos La Flor del Valle”. De hecho, este gestor aprovechaba las cintas exhibidas en los cines de la villa para proyectarlas por el mismo precio en otros cines más modestos como este de San Miguel889 durante los domingos y festivos. La última noticia que se tiene del cine es la de su cierre en 1972, gracias a un informe del entonces Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil del puesto de Benavente. 6.4.10. Villafáfila Antonio Viloria realizaría en enero de 1957 el proyecto del cine en esta localidad de la Tierra de campos bañada por sus salitrosas lagunas. Como medio de esparcimiento cultural y recreo de la villa, el edificio propiedad de Benito Fernández Miguélez estaba situado en la esquina entre las calles de la Botica y de la Reja Dorada con una superficie 160 metros cuadrados890 (véase Apéndice 1, Figura 66). La explotación del negocio corrió a cargo de la empresa San Fernando, de ahí que se conociera al cine con ese nombre. Poseía un amplio vestíbulo con bar, taquilla y entrada a los servicios separados por sexos. La cabina estaba situada en una planta alta con dos cuartos para el bobinado y manipulación de la película. La planta baja estaba destinada al público con capacidad para 180 espectadores y con diferentes tipos de localidades: butacas, sillas y bancos. Las 125 mil pesetas presupuestadas fueron repartidas entre el proyector –cincuenta mil–, sistema eléctrico –doce mil–, butacas –treinta mil–, albañilería –25 mil– y pintura –8.500–. Se sabe que el cine continuaría ofreciendo sesiones durante los años sesenta, cerrando la siguiente década. 889  Otros cines que se veían favorecidos de este circuito eran los de Manganeses de la Lampreana, San Cristóbal de Entreviñas y Villafáfila. 890  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/22. 499 6.4.11. Villalba de la Lampreana La panera cuyo propietario era Delfino Heredero Cuerdo sería convertida en cine en enero de 1957. El local estaba ubicado en la calle Concilio y poseía fachadas a las calles Unión y del Través. Sánchez-Blanco fue el técnico encargado en firmar el proyecto que constaba de un local de cuatro metros de altura cien metros cuadrados en un sola planta891 (véase Apéndice 1, Figura 67). El presupuesto del Cine Moderno ascendería a setenta mil pesetas e incluía la construcción de un pequeño bar y una pequeña cabina con máquina de proyección Marin de 16 milímetros. Esta cabina –elevada dos metros sobre el nivel de la sala– constaba de techo de uralita lisa, salida de gases, claraboya para iluminación y ventilación graduables, así como ducha debidamente situada para la prevención de incendios. El espacio podía albergar a 135 personas en butacas de cincuenta centímetros de ancho por cuarenta y cinco de fondo, dejando –como bien señalaba el Reglamento de Espectáculos892- un espacio entre ellas de cuarenta centímetros. Al carecer de agua corriente y alcantarillado se optaría por habilitar un corral anexo a la sala e independiente entre sexos. La Junta Provincial de espectáculos concedería el permiso de apertura en febrero de 1957, bajo la condición de menguar el aforo a 95 personas y la instalación de dos extintores, en sala y cabina. La picaresca haría que, en muchas ocasiones, el aforo se engordara para aumentar la recaudación. El acta de contribución industrial con fecha 9 de agosto de 1957 es claro ejemplo, solicitando el pago del impuesto para 156 localidades para mayores y 48 para niños. Debido al gran éxito que comenzaría a cosechar la sala, su propietario decidiría en noviembre de 1960 ampliar la sala, construyendo una pequeña tribuna para cuarenta y nueve espectadores, con un presupuesto de 67 mil pesetas. Se supone que la máquina de proyección de 16 milímetros fuera sustituida, ya que según testimonios recogidos por vecinos, este local compartía películas con la de Manganases de la Lamprena, la cual contaba con un proyector Supersond de 35 milímetros. Se tienen noticias de que esta industria de Villalba dejaría de funcionar en 1964. 891  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/47. 892  Artículo 116, Grupo A. 500 6.4.12. Villamayor de Campos La única documentación que se ha podido conseguir sobre proyecciones en la localidad, es gracias a un listado de aforos de cine de la provincia elaborado por el responsable de recaudación del Gobierno Civil a finales de los años cincuenta. El empresario era Heliodoro Lobato Gil, a la sazón propietario del Cine Unión en Villalpando893. Este cine tenía un aforo de cine localidades –setenta en bancos y cincuenta para general–. Otro documento encontrado es el cambio de titularidad en marzo de 1962 de un cine –que se supone sea el mismo– entre el entonces propietario Andrés Cañibano García y el nuevo Alfonso Pascual Porrero894. 6.4.13. Villanueva del Campo Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo contaba con 2.649 habitantes, se celebraban proyecciones en la Plaza de Toros895. También, durante diciembre de 1932 El Correo de Zamora informaría sobre un escándalo en un local de exhibición, producido por un altercado entre varios vecinos896. Por datos recogidos en el Anuario de Cine de 1943 (p.673), se ha podido saber, que el recinto se llamaba Cine Capricho, lo regentaba José María González y su aparato sonoro era de la marca Klang-Film. Durante los primeros años de la década de los cuarenta, Vicente Bausela, ofrecería sesiones de cine en el Teatro Municipal con el nombre de Cine Imperial. Las sesiones se celebraban los domingos y festivos a precios que iban entre la peseta y las dos. Pero no sería hasta 1947, cuando se tengan más noticias gracias a las exhibiciones que el vecino Abundio Rubio Martínez897 ofrecería en este coliseo y donde se saben ya datos sobre su aforo: doscientas butacas y un pequeño palco en la parte trasera898. Este Teatro se erigió a mediados del siglo XIX, integrado en el edificio de la nueva Casa Consistorial que se acababa de construir en la plaza mayor de la villa. Se 893  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05265. Aunque en documentos esncotrados en este archivo desvelan que durate 1956-1957, las sesiones eran ofrecidas por Tomás Cañibano. 894  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/68. 895  Ideal Agrario: Diario de Información, 17 de marzo de 1933, p. 4 y Anuario del Cinematografista 1930, (p. 233). 896  El Correo de Zamora, 16 de diciembre de 1932, p. 3. 897  Anuario de Cine Español 1955-1956 (p. 739). 898  Según el Índice cinematográfico de España 1942-1943. Ediciones Marisal. Madrid; el aforo de dicho Teatro Municipal era de 100 generales, 67 delanteras y 216 butacas. 501 englobó en el desarrollo en España del denominado teatro Isabelino, en el que la nueva clase pudiente, la burguesía, buscaba contar con un espacio propio. En él se divulgaba a través de la escena y la representación, las nuevas formas y modelos sociales de corte liberal, imperantes tras la caída del antiguo régimen basado en la monarquía absolutista. Una moda surgida en Francia y su revolución burguesa y a la que Villanueva del Campo también se subió, estando la villa, como en tantas otras cosas a lo largo de su historia, a la vanguardia de cualquier movimiento socio-cultural. (Rubio Pérez, 2012, 21 de octubre). Figura 104. Teatro-Cine de Villanueva del Campo. Fuente: El Ágora de Villanueva del Campo. Según la contribución industrial de 1949, los precios de las entradas eran de 1,5 pesetas la general y tres pesetas la butaca. En el citado documento también se encuentran reflejadas el número de localidades: cien butacas y 270 entradas generales. Aunque por datos que facilita Francisco Rubio actualmente existen 250 butacas en la zona de platea y treinta plazas en el pequeño palco. Dados los documentos de contribución industrial encontrados, se puede llegar a la conclusión de que este propietario estuvo ofreciendo sesiones de cine en dicho teatro hasta mediados de los años cincuenta. Por una copia de solicitud encontrada en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, se sabe que en diciembre de 1960 el Teatro Municipal pasó a llamarse Cine Trianón, regentado por Indalecio López Castellanos e Alfonso Domínguez Escarda, los cuales ofrecerían sesiones 502 de cine hasta mediados la década de los setenta899. Por aquellos años de los sesenta y setenta y casi los ochenta, en Villanueva del Campo vivía mucha gente, pero determinados aspectos se mostraban todavía pelín grises, así que el cine permitía hacer un pequeño viaje en grupo y sin cinturón de seguridad, a través del tiempo y del espacio. Eso sí, de manera virtual, aunque la palabra o el concepto aun no se hubiera inventado900. (Rubio Pérez, 2012, 21 de octubre). Durante los años setenta y ochenta el local pasó por diferentes regentes: Indalecio López Castellanos y más tarde Vicente Cuesta Mayo901 –responsable de un cine en su localidad natal Valderas y en Madrid–. Francisco Rubio Pérez relata cómo la gente se disponía a pedir su entrada en la pequeña taquilla situada en el ayuntamiento y la espera de los espectadores durante los descansos por el cambio de rollo de la película: Dos “parriba”, tres “pabajo” .... ese era el soniquete o letanía juvenil que se oía alrededor de la minúscula taquilla ubicada en los soportales del ayuntamiento, aledaña a la puerta del cine. Lo de la cola en orden y respetar el turno, no era algo que se estilara (sic.) mucho por estos lares, por lo que la compra de entradas era, en la mayoría de las ocasiones, un espectáculo cuasi cómico (…). Ante la falta de un hall adecuado en el interior, la mayoría de espectadores tenían que salir a la calle en el llamado intermedio o descanso, como también se le llamaba. Suponemos que ese pequeño periodo era para que el operador (…) pudiera cambiar el rollo de cinta de la peli, así que la mayoría aprovechaba para fumar, comentar la jugada o comprar algo en aquellos pequeños kioscos que montaban la Tunela y la Bernarda a las puertas del cine. Un par de timbrazos y todo el mundo se reubicaba de nuevo en su localidad. (Rubio Pérez, 2012, 21 de octubre). No se poseen planos del edificio, aunque el Teatro Municipal sigue en pie gracias al esfuerzo del pueblo por mantenerlo vivo y al Proyecto Cultural Ágora. Según declaraciones de su presidente –Francisco Rubio–, el local, seguiría ofreciendo proyecciones hasta la década de los noventa. Por allí pasaron la trilogía primigenia de Star Wars, ya que el empresario, Vicente Cuesta, también regentaba varios cines, por lo que enseguida las películas de estreno 899  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/23. 900  Rubio Pérez, F. (2012, 21 de octubre). Una de romanos... en el cine de Villanueva del Campo [Web log post]. Recuperado de: https://bit.ly/2HSRBdn 901  Se sabe que Vicente fue profesor de instituto en la especialidad de Latín, contrayendo matrimonio con la hija del entonces Delegado de la Juventud y maestro nacional de Villanueva del Campo. 503 recalaban el fin de semana a Villanueva. Incluso a veces, los espectadores debían esperar a que llegase la lata con la cinta del otro cine que tenía el dueño en otro pueblo. El catálogo lo completaron las grandes superproducciones americanas de los setenta y ochenta; y como no, las españoladas de la época902. 6.4.14. Villarrín de Campos Ya se tienen noticias de que en 1930 la localidad que contaba con 1.793 habitantes, poseía un teatro y también un frontón donde uno de los empresarios que ofrecía sesiones de cine al aire libre fue Feliciano Gómez903. No será hasta 1958 cuando la Junta Local de Educación Nacional de Villarrín904 ofrezca sesiones de cine en un local de su propiedad en la carretera de la Tabla. De ahí que encargaran el proyecto a Sánchez-Blanco, quien firmaría una sala de cien metros cuadrados con aforo para cien butacas y valorada en cien mil pesetas (véase Apéndice 1, Figura 68). El entonces párroco de la localidad, vió con buenos ojos la iniciativa, ya que las proyecciones servirían como elemento educador para sus vecinos. La sala de Villarrín, se convertiría en aquella época, en uno de las más prestigiosas de la provincia gracias a su gran pantalla panorámica de 4,5 metros de ancho por 2,5 de alto; y al proyector de 35 milímetros de la marca Hispania, cuyo coste fue de ochenta mil pesetas. Durante esos años el cine contó con la aportación económica de los propios vecinos, así como de las instituciones y la propia Diócesis de Zamora. 902  Entrevista realizada por e-mail a Francisco Rubio Pérez el 24 de enero de 2018. 903  Anuario del Cinematografista de 1930. (p. 233). 904  Esta Junta Local de Educación estaba presidida por el entonces alcalde Ángel Gómez Gómez. 504 6.5. La Guareña 6.5.1. Fuentesaúco La villa fue testigo durante las fiestas de la Visitación de 1908 de las primeras sesiones de cinematógrafo. Estas cintas, se proyectaron en el coqueto teatro, prácticamente intacto en la actualidad y del que eran dueños los señores García Ferrón y Hernández. También se informa de que el proyeccionista era Marcelino Hernández905. En 1911, Manuel Samaniego y Gutiérrez –a la sazón labrador de la villa– solicitaría el arrendamiento del Teatro Municipal durante cinco años, ofreciendo la cifra de quinientas pesetas, pagando estas a trimestres vencidos. El consistorio se lo otorgará siempre y cuando los martes de carnaval se suspendieran por la celebración del baile público. La institución, también obligaría al arrendatario al pago de la luz y a contratar los servicios de la banda municipal para los bailes de carnaval o las ferias de los Santos o la Visitación. Manuel Samaniego pretendía revitalizar el coliseo ya que este se encontraba en esos momentos en estado deplorable –sobre todo el material escénico y el mobiliario de la sala–906 (véase Apéndice 1, Figura 69). Samaniego & Murillo en su estudio sobre Fuentesaúco (2012, pp. 238-240) mencionan que en las actas de acuerdos municipales del Ayuntamiento saucano fechada el 20 de julio de 1912, y en la que el vecino de Toro, Evaristo Ruiz Zorrilla, ofrecía al consistorio un cinematógrafo al aire libre para el disfrute de los vecinos en las próximas fiestas de la Visitación. Se desestima su contratación, ya que el precio del cinematógrafo era de trescientas pesetas y el Ayuntamiento había agotado el presupuesto para esas fiestas. Al año siguiente y con motivo de las ferias de noviembre –con un tiempo desapacible- se estrenaría en el Teatro Municipal –construido en 1855- los films Juana La Maldita y Los fantoches907, cintas llevadas a la villa saucana por el empresario Juan Buenaventura – conocido por dar sesiones de cinematógrafo en la capital–. El teatro, alla italiana, en el pueblo de Fuentesaúco fue escenario vital, recreativo y polivalente de una serie de acontecimientos culturales, musicales, teatrales, 905  Heraldo de Zamora, 8 de agosto de 1908, p. 2. 906  A.H.P.Za. A.M.Fu. 907  Heraldo de Zamora, 7 de septiembre de 1913, p. 1. 505 cinematográficos y lúdicos, que engrandecieron culturalmente a la villa (…). Fue cauce de inquietudes y representó en ciertos momentos el acontecer de esta sociedad rural. (Samaniego & Murillo, 2012, pp. 239?) El 3 de marzo de 1914 se produciría un curioso suceso. En el Teatro Municipal los señores Rodríguez Orduña contrataron las películas Los tirantes indiscretos, Física recreativa, La pradera feliz y otras cintas cortas, aunque la mala proyección –al revés de lo normal– provocaría un desconcierto en el público debido a la mala oscilación y oscuridad en el local908. A comienzos de 1919 el Ayuntamiento de la villa adjudicaría mediante concurso público a José Hernández Espinoso la gestión del Teatro por seis años, quien vaticinaría grandes éxitos cinematográficos durante las nuevas temporadas909. Unos meses más tarde, el Heraldo informaba del nombre de la empresa gestora del Teatro: Rarx, proyectando películas como Una joya fatal, Quo Vadis y otras cintas cómicas y policíacas910. Se tienen noticias de más estrenos cinematográficos en dicho coliseo con la llegada de 1920, donde se proyectarían El secreto del mar, Cuidado con las fieras y El pequeño Sheriff de la casa Gaumont911. Durante la década de los diez un vecino de la villa proyectaría en la Plaza Mayor y a través de una sábana colgada, justo donde se encontraba el local del Café Central. Allí exhibiría vistas tomadas por él mismo de lugares del pueblo como el huerto Gabán o tareas agrícolas912. Durante los felices años veinte el Teatro Hospital Municipal sería testigo de las grandes producciones de Chaplin, Keaton o El Gordo y el Flaco. Según el Anuario del Cinematografista de 1930913, el empresario del local era Ángel Arolés. Susana tiene un secreto (Benito Perojo, 1935) se convertiría en una de las primeras películas sonoras estrenadas en la villa durante los años cuarenta. También durante estos años Felipe Hernández Garrido instalaría una máquina de proyección sonora en el Teatro Municipal bajo la gestión de Dionisio Corrales Cuadrado (Samaniego & Murillo, 2012, p. 908  Heraldo de Zamora, 3 de marzo de 1914, p.1. 909  Heraldo de Zamora, 22 de febrero de 1919, p. 1. 910  Heraldo de Zamora, 6 de diciembre de 1919, p. 2. 911  Heraldo de Zamora, 3 de enero de 1920, p. 2. 912  Sanamiego & Murillo recopilan estos hechos gracias a tradición oral y constatada de gentes de la villa. 913  Anuario del Cinematografista de 1930, (p. 232). 506 239). Aunque el Anuario Cinematográfico de 1943 afirmaría que la empresa explotadora era Felipe Hernández González, propiedad del ayuntamiento y el equipo sonoro era de Zeiss- Ikon Ernemman914. Entre 0,75 y 1,75 pesetas fueron los precios por disfrutar del espectáculo en esta época en una única sesión los domingos y festivos con un aforo que llegaba a los 700 espectadores. Un año más tarde el Teatro se cerraría según el Anuario del Espectáculo 1944- 45 (p. 410), aunque en dicha publicación no se especifica el motivo. Según el Anuario de Cine Español para 1955-1956 (p. 738) el empresario Adolfo Herrero López se haría cargo de la explotación del Teatro Municipal, rebautizándolo en marzo de 1951 como Cine Jim (Cine Ideal915. Poseía cuatrocientas localidades y ofertaba sesiones durante los jueves y domingos. Figura 105. Interior del Teatro Municipal-Cine Jim. Fuente: Julian Prieto González. Según el Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950, esta empresa proyectaba estaba situada en la plaza de Santa María con un aforo para 240 espectadores en las butacas de palco 914  En el Índice cinematográfico de España 1942-1943. (p. 246). Ediciones Marisal. Madrid; se afirma que el equipo sonoro era Baüer. 915  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05265. En 1956 se llamaba ya Cine Ideal. 507 y de 180 en general. Funcionaba los días festivos y poseía una máquina de proyección OSSA. En la década de los sesenta estuvo regentado por Luis Merchán Bajo y –más tarde– por Luis Ramos, a la sazón jefe cabina del Cine Barrueco de la capital. 6.5.2. Bóveda de Toro El vecino de la localidad Evelio Malmierca García, industrial y natural de la Bóveda quiso adaptar un salón de baile de su propiedad916 (véase Apéndice 1, Figura 70). Para ello contrataría a Antonio Viloria quien ejecutaría un proyecto que constaba de 216 metros cuadrados repartidos en dos plantas: el piso bajo –cuyas localidades eran bancos para 150 personas- y el alto –con un pequeño anfiteatro para cincuenta personas- que no se utilizaría para el público general917. La cabina de proyección –cuya máquina era de 16 milímetros- de once metros cuadrados se encontraba en la parte derecha del anfiteatro con acceso directo a la vivienda contigua del propietario. En febrero de 1952 el cine comenzaría su andadura con gran éxito de público, lo que provocaría que su propietario solicitase cinco años más tarde el permiso correspondiente para ofrecer funciones de teatro, con las correspondientes obras de creación de camerinos y la instalación del piso de madera que ascenderían a más de cinco mil pesetas. El aforo también se amplió, dando cabida a 450 localidades en trescientos metros cuadrados918. En la revisión de los locales de cine que haría el gobierno durante 1967 se sabe que el local debió de finalizar su actividad anteriormente por fallecimiento de su propietario. En febrero de 1955, se inauguraría otro local de exhibiciones, cuyos propietarios fueron Marcelino Ávila y José Crespo. El Cine Ideal poseía un aforo para 450 localidades, funcionando únicamente en domingos y festivos. Gracias a una reforma durante 1957, en la que se creó un escenario, la sala se convertiría en teatro. El local continuaría ofreciendo sesiones de teatro y cine hasta 1960, fecha en la fallecería uno de sus propietarios. 916  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/11. 917  Según el Anuario de Cine Español para 1955-1956, el aforo era de 300 localidades. 918  Por el acta de aforo de los días 8 de marzo y 9 de octubre de 1957, se sabe que hubo otra persona, probablemente socia en la empresa: José Crespo Crespo. 508 6.5.3. El Pego El industrial Patricio Monsalve Antón natural de la vecina localidad de Fuentelapeña inició su periplo en la industria cinematográfica en julio de 1960919 (véase Apéndice 1, Figura 71). El proyecto de construcción estuvo a cargo de Antonio Viloria, quien transformaría un coqueto salón en cine gracias a un presupuesto de cien mil pesetas. El nuevo divertimento venía a dotar a estos pueblos de la Tierra del Vino de un medio de difusión de la cultura para que los vecinos aumentaran los conocimientos de geografía, música y producciones literarias. Aunque en un principio el Cine Monsalve estaba destinado para albergar a 150 espectadores, lo cierto es que la licencia de apertura fue concedida para 96. Poseía servicios para ambos sexos, así como una cabina de proyección, esta última situada a dos metros de altura del piso principal. Se encontraba censado en 1962 por el Anuario del SNE. Poco más se sabe de este pequeño cine que, a comienzos de los setenta, cerraría sus puertas. 6.5.4. Fuentelapeña En junio de 1960 Robustiano Paniagua Antón solicitaría el permiso para la instalación de un cine en un local de su propiedad en el número 46 de la calle Claudio Moyano920. El arquitecto Antonio Viloria redactaría el proyecto en julio de 1960 de un local de 140 metros cuadrados disponiendo cien localidades en bancos y sillas921 (véase Apéndice 1, Figura 72). El presupuesto ascendió a 100 mil pesetas, cuya máquina y equipo sonoro iban incluidos. Al tener esta un coste cercano a las treinta mil pesetas, se piensa que era de formato 35 milímetros. Este recoleto cine estaría ofreciendo cintas los fines de semana durante las dos décadas posteriores, convirtiéndose en discoteca en septiembre de 1979. 919  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/17. 920  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/12 y 2/80. 921  En el acta de aforo del 8 de abril de 1957 se detalla que son 200 localidades para entrada general. 509 6.5.5. San Miguel de la Ribera En un local situado en la calle la Iglesia, Adolfo Domínguez Rodríguez ordenar ejecutar el proyecto a Alfonso Crespo Gutiérrez para adaptar un espacio a sala de cine en marzo de 1959922 (véase Apéndice 1, Figura 73). El salón cuyo piso era de madera tenía un aforo de noventa espectadores, todos ellos en bancos corridos. El cine Oriental poseía una cabina de proyección separada del salón por un doble tabique y los servicios estaban conectados con una fosa séptica por carecer el pueblo de alcantarillado. El espacio ofrecería sesiones continuadas de cine durante los fines de semana de las grandes temporadas, aunque ya en a principios de 1967 y debido a la crisis generalizada de la industria cerraría por falta de espectadores. 6.5.6. Villamor de los Escuderos Como en otros pueblos de Zamora durante las décadas de los cincuenta y sesenta, el pueblo contaría con dos cines. Uno fue ideado por Antonio Viloria en mayo de 1957 bajo el mandato de su propietario, Félix Pando Aparicio923 (véase Apéndice 1, Figura 74). Se pretendía adaptar un edificio en la calle la Iglesia ya existente de 120 metros cuadrados a salón de cine con un presupuesto de 125 mil pesetas. Este contaría con vestíbulo, bar, taquilla y cabina de proyección aislada -con máquina de cincuenta mil pesetas-, con dos cuartos más para la manipulación de los rollos. Aunque se sabía de la existencia de otro cine en la misma localidad –el Cine Moderno-, este contaba con alrededor de 150 localidades, lo que no cubría la necesidad de la población en esos momentos que era de 1.400 habitantes. De ahí que el 18 de enero de 1958, la Junta Provincial de Espectáculos emitiera un informe favorable para la apertura del Cine La Palma. El local tuvo problemas por la asistencia no autorizada de menores en las proyecciones no autorizadas para ellos, con lo que en 1961 –apenas tres años- cerraría sus puertas. Paralelamente a la apertura de este cine, Vicente Esteban Rodríguez transformaría en octubre de 1957 su salón de baile en lugar de exhibición cinematográfica924. Por ello, contrataría a 922  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/67 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05265 923  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/49. 924  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/98. 510 Viloria para que realizara un proyecto en una sala de 168 metros cuadrados. El Cine Moderno poseía un aforo para 160 localidades repartidas en sillas y bancos, con dos pasillos centrales y otros dos laterales y cuyo presupuesto fue de 73 mil pesetas y una máquina de proyección marca Derbi para película de 16 milímetros. Cuando se iba a inaugurar la sala en mayo de 1958, el propietario del otro cine, Félix Pando, denunciaría a Vicente por fallos en el suelo del local. Debajo de esta superficie, había construidas bodegas típicas en el pueblo. Aunque la denuncia fue aceptada, lo cierto es que la administración quitaría hierro al asunto, afirmando la seguridad por derrumbe que poseía el local. Este efímero cine causaría baja tres años más tarde, según informó el propio alcalde de la localidad en 1967. 6.5.7. Villabuena del Puente Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo contaba con 1.325 habitantes se habían ofrecido sesiones de cinematógrafo al aire libre en el frontón durante la fiestas patronales925. Fructuoso Hernández Muñoz solicitaría en febrero de 1956 permiso para convertir el salón de baile de su propiedad para ofrecer sesiones de cine926. Para ello en el proyecto que realizó Viloria, el salón constaba de una única planta rectangular con una altura de 3,5 metros y 252 metros cuadrados (véase Apéndice 1, Figura 75). La picaresca hacía que, en la mayoría de los casos, el técnico inflara el aforo, ofreciendo más capacidad de la que en realidad podía albergar el local. De ahí que de las 286 localidades927 que en un principio se proponían, finalmente el Sindicato Nacional del Espectáculo les adjudicaría 141 en mayo de ese mismo año. Cuatro años más tarde, Fructuoso traspasaría el cine y el bar a Sixto de Dios Bayón. Este cambiaría su nombre por el de Cine Norte928. Al no haber cambiado la estructura del edificio, ni las condiciones técnicas de la proyección, el nuevo empresario debía solicitar el informe 925  Anuario del Cinematografista de 1930. (p. 232). 926  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/58. Fue el único local emplazado en la zona norte, según el Sindicato Nacional del Espectáculo. 927  En el acta de aforo del Registro de Hacienda firmado el 25 de junio de 1956, el cine posee 255 localidades. 928  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961. 511 del alcalde, la copia del cambio de titularidad y la solicitud al Gobierno Civil. Sixto decidiría en diciembre de 1965, prescindir de las sesiones de cine, reconvirtiendo el espacio en salón de baile. 6.6. Tierra del Pan 6.6.1. Andavías Esta localidad que contaba en 1958 con más de 950 habitantes pasó de no tener divertimento audiovisual a contar con dos cines en poco menos de un año. El primero aparecería en diciembre del citado año, gracias al empeño de José Malillos Malillos929 quien poseía un local en la calle Pasión, situada esta en la carretera que acercaba la localidad con la vecina Carbajales de Alba. El local poseía 130 metros cuadros y 3,8 metros de altura disponiendo 9 filas de bancos con 18 localidades cada una, unas 290 entradas. El precio final del proyecto –obra de Antonio Viloria– fue de 125 mil pesetas con máquina de proyección incluida: marca Marin de 16 milímetros (véase Apéndice 1, Figura 76). Como en la mayoría de los pueblos por aquellos años, al no existir alcantarillado, los retretes se encontraban ubicados en unos locales anexos. Se sabe que las funciones no solo eran los fines de semana, sino que esporádicamente se realizaban entre semana. El cine continuaría su actividad hasta 1972, fecha en que lo más probable, cerrara según el entonces alcalde. El segundo de los cinematógrafos fue –en sus orígenes– un salón de baile propiedad de Isidro Acebes Fernández, quien solicitaría licencia de apertura en diciembre de 1959930. Sánchez-Blanco fue el arquitecto elegido para su conversión en diciembre de 1957931 (véase Apéndice 1, Figura 77). Su aforo constaba de 128 localidades, taquilla y bar en la planta baja, con 110 metros cuadrados y cinco metros de altura. Se construiría una cabina con cuarto de embobinado en la entrada a dos metros del suelo. El presupuesto fue de apenas 75 mil pesetas y la máquina de proyección se alquilaba para ofrecer sesiones durante los fines de semana. Este efímera cine cesaría de su actividad en 1962. 929  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/6. 930  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/72. 931  Al no encontrar más documentos al respecto, no se puede asegurar si este cine ofrecería sesiones unos meses antes que el de José Malillos, por lo que se ha puesto en segundo lugar, por la fecha en que se le concede la correspondiente licencia. 512 6.6.2. Coreses La desaparición del proyecto de construcción y la escasa documentación del Cine Avenida en el Archivo Histórico Provincial de Zamora932, no han impedido recabar información sobre él, gracias a la aparición de los libros de cuentas y facturas que sus propietarios guardaron en el local y que los nuevos dueños han facilitado para esta investigación933. En marzo de 1956 los empresarios Francisco Vecino Serrano y Jacinto Ortiz Isidro solicitaron a la Delegación de industria de Zamora la instalación de un cinematógrafo en el pueblo. Francisco Arenal Cuesta vendería el solar, sito en la carretera de la estación por veinte mil pesetas y el presupuesto para levantar y acondicionar el edificio fue de 170 mil. A parte de estas sumas, los socios adquirieron un proyector Supersond cuyo coste fue de 70.364 pesetas934. El aforo del local fue de 280 localidades935 para el patio de butacas y 69 asientos para el anfiteatro, ascendiendo todo ello a trece mil pesetas. Por lo tanto, el coste total de la inversión sobrepasó las 275 mil pesetas. Su inauguración se produjo el 17 de junio de 1956 con el film Marcelino pan y vino936, donde se obsequiaría a los asistentes con pastas, licores y limonada. Las cintas llegaban en tren hasta la Estación de Coreses o en el coche de línea a Zamora, donde había que ir a recogerlas y transportarlas al pueblo. Los socios se implicaron en la vida social y religiosa del pueblo. Tanto es así, que costearon la imagen de San Juan Bosco937 –patrón de la cinematografía– para donarla a la parroquia de Coreses. Incluso el párroco dedicaba una misa en honor al santo patrón. Aún así, el primer año de actividad, la empresa arrojaría pérdidas938, motivo por el cual Jacinto Ortiz se deshizo de su parte en abril de 1957, vendiéndola a Gonzalo Aguiar. 932  Solo se ha hallado un acta del aforo con fecha 25 de noviembre de 1957. 933  En este sentido es de destacar la labor de Cecilio Vidales Pérez y Antonio Escuadra Manso por recuperar la historia del pueblo. 934  Entregarían diecisiete mil pesetas al contado y el resto los abonaron en doce letras de 4.447 cada una. 935  En el acta de aforo se expresa que las 280 localidades son asientos, pero tras comprobar los datos, se puede afirmar que estos en realidad eran bancos corridos. 936  El alquiler del film –incluidos los portes de ida y vuelta y la propaganda- ascendió a 1.749,35 pesetas y su recaudación fue de 3.881, gracias a los más de 1.000 espectadores que acudieron al estreno cuyo precio en taquilla fue de tres pesetas y media. 937  Su coste ascendió a 1.360 pesetas. 938  En el Primer Libro de Cuentas se puede ver el balance del año en el que Francisco Vecino expone: “Los gastos del 10 al 24 del corriente (diciembre de 1956) ascienden a 7.488,25 pesetas y los ingresos a 5.304,10 pesetas. No pudiendo cerrar la cuenta por déficit, esta será cerrada el 26 del corriente”. 513 Unos meses más tarde –en noviembre– Francisco Vecino compraría esa parte a Gonzalo, convirtiéndose en el único propietario y empresario del Cinema Avenida939. Las sesiones se celebraban los domingos y festivos, aunque durante los primeros años, también los jueves. También se aprovechaba la buena acogida que había tenido la película ese domingo, para repetir su proyección los lunes por la tarde, antes de ser devuelta a la distribuidora en el tren correo940. Las cintas eran distribuidas por la empresa Movierecord, la cual suministraba producciones de Filmayer, Metro, Viñals, Cifesa, Unifilms, Hispamex, Warner Bros, Mundial, Universal, Procines o Izaro Films. Los géneros más importantes fueron las cintas españolas de géneros musicales, religiosas o patrióticas: El pescador de coplas o El último cuplé. Aunque también tuvieron presencia las cintas de época, aventuras y del oeste americano: Ben-Hur o Tarzán de los Monos. No sería hasta la transición cuando se exhibieran las llamadas españoladas, del destape o también de Cine S: Fin de semana al desnudo o Las señoritas de mala compañía941. Figura 106. Interior del Cine Avenida. 2014. Fuente: Fotografía propiedad del autor. 939  Aunque los primeros años, la empresa no produjo ganancias, lo cierto es que Francisco Vecino apostaría por ella solicitando un préstamo de 200 mil pesetas para seguir con el negocio. 940  Se ha de tener en cuenta que los distribuidores cobraban a los exhibidores un alquiler de la película durante un tipo. De ahí que estos quisieran aprovechar al máximo el número de proyecciones y con ello el aumento en la recaudación. 941  Las cintas que más recaudación obtuvieron fueron: El mayor espectáculo del mundo, Currito de la Cruz y El Cid. 514 La sala poseía una calefacción por medio de dos estufas de carbón y una gloria castellana942 subterránea alimentada también por carbón, así como con carros de leña y traviesas del ferrocarril. Antes de que finalizara 1958 se construyó el ambigú en un local anejo al cine. Según los testimonios de vecinos, en este sencillo bar despachaban durante el inicio y el descanso de las sesiones, gaseosas, refrescos y mistela, así como cervezas, vino, y algunos licores. Por ese tiempo comenzaría una fructífera etapa que duraría hasta el fin de los sesenta. Ya en la década de los años setenta se remodelaría el patio de butacas con la adquisición de 307 butacas943, compradas de segunda mano al Cine Barrueco de la capital por cuarenta mil pesetas. También se adquirió un segundo proyector de la marca Hispania, cuyo coste fue de 27 mil pesetas. En ese tiempo comenzarían a descender el número de espectadores a la sala debido a la despoblación y la expansión de la televisión. De hecho, en 1978 Vecino decidirá suspender las sesiones de verano para ofrecer bailes en el local. Situación que se agravaría a principios de los ochenta, donde solo se proyectaban cintas en la estación de invierno, subarrendadas estas, a la empresa Barrueco. La crisis en el sector fue tan crítica que Francisco Vecino decidió en marzo de 1982 cerrar definitivamente el cine después de más de vienticinco años de vida y 1.863 películas exhibidas en Coreses. 6.6.3. Manganeses de la Lampreana Al igual que en otras localidades, el pueblo albergó dos cines durante las décadas de esplendor del pasado siglo xx: Cine Azul y Cinema Los Ángeles. Lucas Campano Suañez solicitaría en abril de 1953 la autorización para un cine en un local de la calle La Iglesia944. Dos meses antes, el arquitecto José Luis Gutiérrez Martínez realizaría el proyecto que ascendía a setenta mil pesetas de un salón –que anteriormente fue destinado a baile– bautizado como Cinema Azul. El local constaba de 120 metros cuadrados y una altura de siete metros; y aunque en un principio fue desautorizado por el Gobierno Civil por no cumplir las condiciones mínimas exigidas para cine, lo cierto es que un año 942  Para más información: http://tectonicablog.com/?p=63784 943  Lo que daba para 19 filas de 16 butacas cada una. 944  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/36. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 515 más tarde, el arquitecto realizaría un segundo proyecto el cual ascendía a cien mil pesetas. Fue autorizado por el entonces secretario del Gobierno Civil –Porfirio Nafría– en febrero de 1954, con un aforo de 192 butacas, ofreciendo sesiones de cine los domingos945. Unos años más tarde, Lucas campano Salvador –hijo del propietario- solicitaría el cambio de titularidad a su nombre, ya que su padre estaba en avanzado estado de salud y ya le dificultaba atender debidamente el negocio. El férreo protocolo de las instituciones franquistas de la época ordenaba que se emitieran informes favorables del nuevo propietario y/o empresario del local firmados estos por el Jefe de la Comandancia cercana a la localidad. Lucas Campano (hijo) no tuvo problemas en seguir con el legado de su padre, ofreciendo proyecciones y baile durante las décadas de los sesenta y setenta. Durante las fiestas, el cine dejaba paso a los bailes con orquesta, contratada para la ocasión. También desarrollaría su actividad con empresas de hostelería (cafetería) y viajes con autocares de viajeros de la marca Alfa Romeo. Aunque no se han encontrado planos del edificio, sí se ha podido contactar con la nieta e hija de los propietarios, Manoli Campano Blanco946, quien puso mucho interés en esta investigación, ofreciendo fotografías e información valiosa para la misma (véase Apéndice 1, Figura 78). Durante su niñez y adolescencia, Manolita recuerda la rapidez con la que tenían que comer para ayudar junto a sus hermanos947 en los negocios familiares. El cine Azul constaba de patio, ambigú, dentro del cual estaba la taquilla y la sala con capacidad para cuatrocientas localidades. La cabina de proyección estaba en el piso de arriba con un proyector marca Supersond, modelo Universal 70 para cintas de 35mm y lentes anamórficas para proyección de Cinemascope948. Las películas llegaban en tren, compartiendo gastos y películas con el cine de Villalba de la Lampreana. En las facturas que se conservan del pedido de películas, estas se alquilaban junto a la propaganda de la misma, los portes e impuestos correspondientes949. Por el Cine Azul pasaron cintas como Rey de Reyes, El imperio del crimen o las españolas protagonizadas por Manolo Escobar y Lola Flores. 945  392 localidades según el Anuario de Cine Español 1955-1956, (p. 738). 946  Entrevista realizada en la casa de Manolita en marzo de 2017. 947  Uno de ellos regenta en la actualidad un cine en Bilbao. 948  Dicho proyector con un peso de doscientos kilos, se conserva como una joya en las dependencias que Manolita tiene en el pueblo. 949  Como ejemplo existe una factura de la distribuidora Dipenfa S.A., la cual carga los gastos de 160 pesetas por propaganda y embalajes de la película Rey de Reyes en julio de 1967. 516 Paralelamente a la creación de la primera industria, en 1955 Ángel Campano Salvador, a la sazón hijo y hermano de los propietarios del Cine Azul, pone en marcha otro local dedicado al séptimo arte950 (véase Apéndice 1, Figura 79). El lugar elegido estaba mejor situado, en frente de la iglesia, en la plaza de España. Poseía 205 metros cuadrados y dos plantas. La baja albergaba 196 localidades, mientras que la planta de tribuna constaba de 62 localidades. El local incluía una pantalla de cinco metros de ancho por cuatro de alto y un altavoz por detrás de ella. Tras carecer el pueblo en esa época de alcantarillado y agua corriente, se proyectaría un pabellón en el corral con agua de pozo y foso séptico. En la memoria que realizó el arquitecto Antonio García Sánchez-Blanco, ya se puede apreciar el coqueto edificio que el técnico diseñó y que actualmente se puede contemplar enfrente a la iglesia del pueblo. Aunque en un principio el delegado provincial del espectáculo, denegaría la actividad del local por existir otra industria en la misma localidad -el cine Azul-, lo cierto es que unos días más tarde se le concedería la pertinente licencia de apertura. Fue regentado por Idelfonsa Martín Temprano y más tarde, por Antonio Asensio Salvador. En 1963 dejó de ofrecer películas para convertirse en salón de baile los domingos y festivos. Figura 107. Cinema Los Ángeles. Fuente: Propiedad del autor. 950  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/26. 517 6.6.4. Montamarta En esta localidad existieron dos industrias de cine. La primera fue creada por Francisco León Vicente quien en el verano de 1960 adaptó parte de los bajos de su vivienda en una sala de proyección951. El proyecto fue firmado por Adolfo Bobo de Vega para un local de 384 metros cuadrados en la calle Majada952. El empresario se asociaría con un vecino del pueblo, Teótimo Crespo Rapado a la sazón propietario de un proyector. No se construyeron servicios públicos por carecer la localidad de alcantarillado, por lo que se adaptó un corral anexo. El informe que redactó el delegado provincial de espectáculos concedería la licencia a finales de septiembre para 120 localidades en un local de 12x10 metros y altura de 3,5. El cine ofrecería sesiones los fines de semana durante dos años, ya que en octubre de 1962, Francisco León daría de baja la industria. Paralelamente a este cine en septiembre de 1960, otro vecino, Pascual Nieto Martín953 solicitaría permiso para instalar otro situado en la Plaza Mayor. Antonio Viloria diseñó un proyecto para adaptar un salón de baile ya existente “mediante las obras convenientes de apertura de huecos, instalación de cielo raso, construcción de cabina, pavimento, sanitarios, butacas correspondientes y demás obras auxiliares” (véase Apéndice 1, Figura 80). Al local que contaba con 195 metros cuadrados se le incluyeron 160 localidades con un presupuesto de cien mil pesetas con una estructura de armadura con teja curva dispuesta a canal y cobija, cielo raso de planchas de uralita con pavimento afirmado de hormigón y mortero. Es evidente que con la instalación de este pequeño salón de cine se viene a dotar a este pueblo de un nuevo medio de difusión de la cultura y de distracción, apartándoles de los lugares hoy día frecuentados que no son los más convenientes para la juventud954. Al no contar la localidad con alcantarillado, se recurriría a habilitar un patio anejo al cine. La máquina de proyección comprada por el empresario fue de 16 milímetros y cuya 951  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/53. 952  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/15. 953  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961. 954  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/15. Memoria de construcción de Antonio Viloria Villavoa. 518 cabina estaba ubicada en uno de los laterales de la sala, lo que provocaría la corrección de la imagen mediante lentes durante la proyección. Mantendría una dura competencia con el local anteriormente citado. Pero tras su cierre en 1962, la sala de Pascual sería la única en ofrecer cintas en la localidad durante los fines de semana. Diez años más tarde y con la crisis del sector, Pascual traspasaría el negocio a Manuel Ferrero García, convirtiéndolo en café y salón de baile. En la revisión del 67 del SNE sale como nombre del cine: Los Tres Hermanos. 6.6.5. Muelas del Pan Con apenas 750 habitantes955 el campamento de la localidad de Muelas del Pan ofrecía durante principios de los años treinta, proyecciones de cintas para sus empleados. El reciento se llamaba Teatro Orbegozo, en honor al empresario que realizaba la faraónica obra de los Saltos del Duero (véase Apéndice 1, Figura 81). Era, por tanto, un teatro instalado en el Campamento que ofrecería novedades cinematográficas a los obreros y familias que vivían en las inmediaciones de la presa956. Gracias al Anuario de Cine de 1943 (p. 673), se tiene constancia de que su aforo era de 250 localidades. Se tienen noticias que durante la Navidad de 1931 se proyectarían las películas El tesoro de los Incas, Pasiones y Las hazañas, así como la cinta cómica Se acabó el trabajo. Esta efímera sala celebraba sesiones de cine silente durante los domingos ofreciendo películas americanas como Chicago a medianoche, La mujer marcada, El enemigo y las cintas cómicas Una visión al gran mundo y Partido de balompié. Más tarde, durante 1933 se estrenarían films como Trafalgar, Sin escudo ni blasón, Wolga Wolga o Sangre en las olas, Corazones en el desierto. “La empresa de este Teatro dispuesta a proporcionar al contingente obrero de tan importantes obras espectáculos seleccionados y económicos”957. El poblado y el campamento del Esla fueron especiales en la historia de los saltos del Duero. Su estructura y configuración un artículo en la Revista de Obras Públicas (…) por lo novedoso de su concepción. Los pueblos vecinos de la obra no eran capaces de proporcionar, ni de alojar, a la masa obrera necesaria para la construcción del aprovechamiento, y por lo tanto, hubo que levantar un poblado que sirviera de 955  Cámara Oficial de Comercio e Industria de la provincia de, Zamora 1934, p .66. 956  Heraldo de Zamora, 3 de junio de 1933, p. 2. 957  Heraldo de Zamora, 29 de abril de 1933, p. 2. 519 residencia a los obreros y al personal técnico y administrativo. Los edificios (…) provisionales tendrían vida durante los años de la construcción del salto. (Chapa, 1999, p.83). Figura 108. Plano del campamento y del poblado del Esla con el salón de espectáculos. Fuente: Chapa, 1999. El poblado constaba de diferentes construcciones como iglesia, panadería, mercadillo, escuelas, gimnasio, barbería…, incluso salón de espectáculos. Este se denominó Teatro Orbegozo y disponía todo lo necesario para albergar obras de teatro y proyecciones cinematográficas. En el estudio de Álvaro Chapa (1995, p. 84) sobre los saltos del Duero, este incluye las declaraciones de Matías Gallardo, explicando que el Teatro “no tenía nada que envidiar a cualquier cine de los que entonces funcionaban en Bilbao”. El proyecto se realizaría entre mayo y diciembre de 1929 y donde Fernando López Heptener, topógrafo de la obra, se encargaría de las gestiones para la expropiación de las tierras y los edificios que inundaría el valle. Así, fue como la obra contó en abril con más de ochocientos obreros, de los cuales la mitad se asentarían en el poblado. La vida de los obreros llegados de toda España hasta Muelas y Ricobayo, sobre todo, no fue un camino de rosas. Una vez instalados, en patronas, casas alquiladas, pequeños refugios, que al verlos hoy día parecen más destinados a animales que a 520 personas, no todos encontraron trabajo, y los que lo consiguieron , hubieron de hacer frente a las periódicas paralizaciones de las obras, que los dejaban sin trabajo y sin salario (…) las condiciones de vida de buena parte de estos obreros, rayaba (…) en la miseria, viviendo en condiciones totalmente insalubres y durmiendo toda la familia sobre la misma tierra, que hacía las veces de piso, en sus míseras moradas. (Fernández Fernández, 2002, p. 257). Aunque la obra duró cerca de cinco años, lo cierto es que el campamento estuvo asentado tras finalizar la Guerra Civil. En esa época, se tiene constancia de que la sala continuaría sus exhibiciones contando con equipo sonoro Zeiss-Ikon. 6.6.6. Pajares de la Lampreana Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo de Pajares de la Lampreana poseía 1.211 habitantes, este contaba con un cinematógrafo. No sería hasta marzo de 1958 cuando Manuel Salvador Miguel solicitase la apertura de una sala de proyección a través del Sindicato Nacional del Espectáculo, por no existir ninguna en dicha localidad958. La memoria y planos del proyecto fueron encargados a Antonio Viloria, el cual proyectaría un local con capacidad para más de trescientas localidades –34 en preferencia y trescientas en general– (véase Apéndice 1, Figura 82). El Cine Oriente estaba construido con adobe y ladrillos para el exterior, mientras que para el interior se eligieron el mortero de yeso y el enfoscado. La instalación eléctrica se haría por medio de tubo Wergmann con línea monofásica para la luz y la bombilla de la máquina de proyección, así como fusibles con capacidad para veinte amperios. El presupuesto de la obra ascendió a 150 mil pesetas más otro montante de cincuenta mil para la máquina de proyección. La cabina poseía chimenea y una cabina de enrollamiento. Es de suponer que el proyector, por el precio, fuese de sistema 16mm. Se tienen noticias de que Manuel Salvador traspasaría el local a Ursicino Beneitez del Río – vecino de Aspariegos–, el cual fue autorizado por el Gobierno Civil de Zamora en noviembre de 1967. Según el informe de la Comandancia de la Guardia Civil del Puesto de Manganeses de la Lampreana, el local cerraría sus puertas definitivamente en 1969. 958  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/28. 521 6.6.7. San Cebrián de Castro El industrial de Manganeses de la Lampreana, Maximino Temprano Justo fue la persona que en marzo de 1960 implantara el cine en la calle Piedrahita959. Para ello contrataría a Viloria para firmar un proyecto en un local de 162 metros cuadrados y con un presupuesto total que no llegaba a cien mil pesetas contando con un pequeño proyector de treinta mil pesetas. El Cine Temprano960 poseía una capacidad para albergar a 150 personas, aunque el Gobierno Civil menguaría esa capacidad a noventa. Se supone que con la intención de albergar a más espectadores, dos años más tarde, el propio Maximino incluirá una nueva dotación eléctrica al local cuyo presupuesto fue de ocho mil pesetas. También se sustituyó el pequeño proyector de 16 milímetros por otro más profesional, un modelo Supersond de 35 milímetros cuyo precio ascendería a 85 mil pesetas. El nuevo espacio cuyo plano se conserva y del que no se puede afirmar quien era su técnico, contaba con capacidad para 350 espectadores (véase Apéndice 1, Figura 83). La intención de Maximino era la de convertir a ese cine en uno de los más importantes de la comarca. Pero la continua emigración de los habitantes del pueblo a mediados de la década haría que el número de espectadores se redujera tanto que hicieron inviable su mantenimiento. Por lo que el espacio fue clausurado en 1967. 6.7. Aliste, Tábara y Alba 6.7.1. Alcañices Con una población de 1.749 habitantes961 el Cine Avenida –primera sala estable de Alcañices– se inauguraría en plena República, el 10 de abril de 1933. Se tiene constancia de que ya unos años antes, se habían ofrecido proyecciones al aire libre en la villa aprovechando las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque962. Durante los años treinta y 959  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/48 y 2/69. 960  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.002. Caja 13987. Partes de Exhibición Cinematográfica. Zamora. Año 1961. 961  Fuente: Fondo Documental del INE. Censo de población de 1930. Provincia de Zamora. Recuperado de: http://www.ine.es/inebaseweb/treeNavigation.do?tn=92530&tns=98274#98274 962  Anuario del Cinematografista de 1930, (p. 232). 522 cuarenta, los promotores del local fueron Tomás Turiel y José Araujo, siendo más tarde –en los cincuenta– Manuel Lorenzo Calvo el que se haría cargo del mismo. El local elegido fue uno situado en plena calle de la Iglesia y cuya propiedad era de Miguel Osorio y Martos, Marqués de Alcañices. No se conservan planos ni memoria del proyecto, aunque gracias a testimonios de fuentes orales de vecinos de la Villa y a las informaciones recogidas en los Anuarios de Cine de la Filmoteca Nacional, se pueden enumerar las características que poseía la sala de proyección. También son de gran importancia las palabras escritas por Jesús Barros en su obra (2005, p. 163) donde muestra cómo era la distribución del cine: Disponía de un patio, dotado de suficientes y buenas butacas de madera, y de un “gallinero” formado por amplios escalones, también de madera, en el que nos aposentábamos los pequeños, quienes, algunas veces, en invierno, nos colábamos escondidos debajo del abrigo de un mayor, y los que no disponían del dinero suficiente para ir a butaca. El gallinero era el sitio donde se aplaudía, pateaba, silbaba o desde el que salían las voces de protesta cuando había algún fallo en la película o se suponía que la pareja protagonista se iba a dar un beso y cortaban la escena. Según el Anuario Hispanoamericano de 1950, el Cine Avenida contaba con 342 localidades repartidas en 192 butacas de patio y 150 en general963. También la cabina de proyección poseía una máquina de la marca A.E.G. modelo T-3, bastante moderna para la época. Aunque carecía de baños por no haber alcantarillado en el pueblo, el local sí contaba con ambigú, lo que hacía más llevaderas las esperas de los espectadores por los cambios entre rollo y rollo. Los asientos eran butacas de madera numeradas que se apilaban en las orillas del local durante los bailes y otras celebraciones. Los noventa años de los que goza la vecina Asunción González Bermúdez, no han hecho que olvide los filmes más significativos que pasaron por el Cine Avenida: las cintas de El Gordo y El Flaco, de Chaplin o de Marisol, así como La pantera rosa, La canción de Bernadette, Inés de Castro, Marcelino pan y vino, Nobleza baturra, Alba de América, Jeromín, Balarrasa, La 963  Cotejando varios Anuarios en la Filmoteca Española, se puede comprobar cómo los datos sobre aforos suelen fluctuar o no ser fijos. En el caso de Alcañices para la publicación: España Cinematográfica. Anuario 1943. A. Valero de Bernabé. Madrid; el Cine Avenida poseía 312 localidades, mientras que para el Índice cinematográfico de España 1942-1943. Ediciones Marisal. Madrid; serían similares al Anuario Hispanoamericano de 1950. Por su parte, el Anuario del Espectáculo 1944-45. Tomo I. Sindicato Nacional del Espectáculo. Madrid; especifica que el aforo del Cine Avenida era de 362 localidades. Sea como fuere, este local contaba con más de 300 localidades, todo un lujo en aquella época. 523 Lola se va a los puertos, El pequeño ruiseñor, Los ladrones somos gente honrada, La aldea maldita o Los últimos de Filipinas. La nonagenaria –que en su juventud fue taquillera del cine– también relata cómo, en ocasiones, este se encontraba abarrotado de gentes –muy bien arregladas– llegadas de poblaciones cercanas. Para ello utilizaban medios tan rústicos como las caballerizas o los carros; e incluso algunos forasteros llegarían a la Villa por su propio pie. Acudir a una sesión de cine los domingos, era la costumbre después de misa, sobre todo si eran películas religiosas como La mies es mucha, a cuya asistencia se encargaba de que fuera obligatoria el señor párroco, pasando lista. Además, el NO-DO disfrutaba de un gran respeto entre los espectadores, guardando estos un silencio sepulcral en cuanto comenzaba su sintonía de cabecera. Los precios variaban según el tipo de película, aunque generalmente oscilaban entre la una y las dos pesetas. Figura 109. Cine Avenida, ya clausurado, en la plaza de la Iglesia. Circa 1970. Fuente: Antigua postal. Colección del A.H.P.Za. Los films se anunciaban en los soportales de la Plaza Mayor y en la plaza de la Iglesia, a través de un tablón de madera reforzado con tela metálica, donde se situaban los fotocromos y/o carteles de los próximos estrenos964. Las latas que contenían las películas llegaban los 964  Barros (2005, p. 164) relata que el último cartel que se colgó en el tablón, fue el de Lanza rota (Broken 524 sábados y vísperas de fiesta en un coche de línea de la empresa La Alistana dentro de un saco de arpillera, listas para ser proyectadas los domingos y festivos. En muchas ocasiones, las proyecciones fueron canceladas porque la cinta llegaba muy tarde o porque el operador –que entonces venía de la capital– perdía el medio de transporte que lo trasladaba hasta Alcañices. Miguel Rostán (2007, pp. 117-126) destaca que –en muchas ocasiones– las películas llegaban con defectos por culpa del desgaste, proyectándose imágenes dañadas e intercaladas con números. Asunción González cuenta también el gran peso censor que tenía la iglesia en la posguerra. Claro ejemplo fue el de Manuel Palacios, a la sazón párroco de la Villa y natural de Monfarracinos, que se convertiría en el brazo ejecutor de la censura más recalcitrante. Este vigilaba celosamente desde su ventana –cercana a la taquilla del cine– verificando quien o quienes eran las personas que entraban en él965. El semanario S.I.P.E. siguió llevando a cabo una auténtica cruzada contra lo que denominaba «cine que hace daño». Un cine que debía ser combatido por tres frentes. Desde la censura oficial, la censura de los órganos privados y, sobre todo, desde la taquilla, no acudiendo a ella. (Martínez-Bretón, 1987, p. 75). Eran muchos los vecinos que para acudir a una proyección –evitaban pasar por la puerta del cura– dando para ello un rodeo por calles aledañas. Hubo casos en que, a chicas que pertenecían a la Congregación de Hijas de María, las expulsaron de la asociación por haber ido a ver películas que el sacerdote no consideraba edificantes. Incluso se dejaba de dar raciones de comida en Auxilio Social a quienes habían ido a ver películas no especialmente recomendadas. (Barros, 2005, p. 164). También, los carteles de la época desaparecían del tablón anunciador por culpa del sucesor de Palacios al frente de la parroquia alcañizana. Con una desfasada mentalidad, Félix Lance, Edward Dmytryk, 1956), permaneciendo allí, hasta que el paso del tiempo lo hizo caer en pedazos. 965  Rostán (2007, pp. 145-146) destaca que en la celebración de un acto del Domund en el cine en el que asistieron representaciones de infantes y Acción Católica, el clero mandó cubrir las paredes a ambos lados del escenario con sábanas blancas para así tapar los carteles de películas que mostraban siluetas femeninas e imágenes sugerentes. 525 Manteca, cada vez que se topaba con estas carátulas en las que se mostraban besos de la pareja protagonista, este las arrancaba sin piedad porque, según sus principios, no eran dignos de ser contemplados. La Iglesia y sus pastores eran muy conscientes del poder configurador de mentalidades que tenía el cine. Los jóvenes podían aprender, sólo por el hecho de ir al cine, muchas conductas y actitudes consideradas pecaminosas, y sentirse atraídos por ellas. (Orellana, 2007, pp. 185-186). Sin duda, Alcañices era un claro ejemplo de la doble censura que existía durante la posguerra en España. Por un lado, las cintas que llegaban al circuito de exhibición se encontraban plagadas de cortes y empalmes. Y por otro, la iglesia, que ejecutaba su propia censura, prohibiendo ciertas películas por sus ilícitos argumentos966. Ese fue el caso del estreno de La malquerida, cuyo guion contaba la historia de un hombre locamente enamorado de su joven hijastra, mostrando como un amor prohibido, podía generar comportamientos torcidos. Debido a ello y tras su visionado, el sacerdote de la Villa prohibiría a las vecinas más jóvenes acudir a la proyección de la cinta967. “El hecho de que el cine presentara como alternativas atractivas al divorcio, el amor libre, el sexo desinhibido, el aborto… no sólo era una amenaza contra las recomendaciones morales de la Iglesia, sino también contra la cohesión social” (Orellana, 2007, p. 186). A mediados de los años cincuenta llegaría el color y con él la exhibición de cintas americanas, sobre todo, las del oeste. De hecho, la primera película en color exhibida en la villa fue Dodge, ciudad sin ley968. Ese periodo fue el principio del fin para el Cine Avenida. La cantidad de impuestos a los que tenía que hacer frente Manuel Lorenzo, junto al alquiler del local; y las pocas ganancias obtenidas en la recaudación, harían que la empresa no fuera 966  “La coeducación era pecado, y los bailes populares modernos y el que se besaran los novios, y la moda femenina, e, incluso, pintarse. Malo era leer novelas, era mejor no leerlas; el «vicio solitario» acarreaba todos los males; cuidado especial se tenía en los baños en playas y piscinas y los trajes de bao y los novios no debían salir solos, sino acompañados por sus padres”. Sánchez Herrero, J. (2018). La diócesis de Zamora en el siglo xx (p. 1249). En Sánchez Herrero (coord.). Historia de las Diócesis Españolas. Vol. 21. Igleisas de Astorga y Zamora. Madrid, España: Biblioteca de Autores Cristianos. 967  Testimonio aportado por Asunción González Bermúdez, vecina de Alcañices, durante la entrevista realizada el 28 de enero de 2018. 968  Testimonio recogido a Jesús María Lorenzo Más, actual alcalde de Alcañices e hijo de Manuel Lorenzo Calvo, último empresario del Cine Avenida. 526 rentable969. Sea como fuere, lo que está claro es que la llegada de la televisión no fue el problema. Según Barros (2005, p. 167) el declive del Cine Avenida fue las malas intenciones de ciertas personas de poder que veían en el espectáculo cinematográfico un medio libertino: Varias generaciones de hijos de la Villa disfrutaron de aquel espacio de cultura y diversión. Con él no acabó la caja tonta, que aún no había aparecido, sino que acabaron las mentes retorcidas y enfermizas que ven el conocimiento un mal social. Manuel Lorenzo clausuraría el cine entre los años 1957 y 1958970, vendiendo el proyector y parte de las butacas a Serafín Baladrón Antón, a la sazón empresario del cine de Tábara. Aun así, el espectáculo audiovisual seguiría estando presente en la villa, ya que en esos años se tiene constancia, por los vecinos, de proyecciones celebradas en unos garajes situados en la calle de San Francisco, lugar donde se encuentra Caja Rural en la actualidad971. Este cinematógrafo evocaba a los pioneros que habían recorrido las grandes localidades españolas a principios del siglo xx. Su carácter ambulante lo calificaba de original y distinto al cine permanente, ya que el empresario solo ponía la maquinaria y acordaba un local para su exhibición. Mientras, los espectadores, aportaban su asiento y el pago de la entrada, para completar el rito cinematográfico. 6.7.2. Carbajales de Alba En los años cincuenta del pasado siglo esta localidad alcanzaría su máxima cota en cuanto a densidad de población, llegando a los 1.426 habitantes972. Muy cerca de la Plaza Mayor del pueblo haciendo esquina con las calles del Toril y Chapas se levantó este precioso edificio en 1956. Antonio Viloria proyectó según las instrucciones de su cliente, Cándida Ubierna del Campo, un local dividido en dos plantas973 (véase Apéndice 1, Figura 84). En la planta 969  Gran parte del público asistía sin pagar un céntimo por ser policías, guardia civiles o familiares de ambos, por lo que la recaudación no era la esperada. 970  Fecha esta tomada del testimonio recogido por Barros (2005, p. 164) cuando hace mención del último cartel colgado en el tablón de la plaza de la iglesia donde se anunciaba la película Lanza rota (Broken Lance, Edward Dmytryk, 1956). Según el IMDB, esta cinta se estrenaría en Madrid el 9 de abril de 1955, por lo que su estreno en Zamora y en un lugar tan recóndito como Alcañices, sería un año más tarde. 971  Testimonio aportado por Daniel Ferreira Fernández, vecino de Alcañices. 972  Datos del I.N.E. en 1950. 973  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/82. 527 baja se colocaron 200 butacas de madera mientras que en la planta de arriba se diseñaría un anfiteatro para dar cabida a otras 100 personas. En esa misma planta se encontraban la cabina de proyección y el cuarto de embobinado de películas. Mientras que en la planta baja se dispusieron en un pasillo anexo, los servicios higiénicos. Por el Cine Cape pasaron cintas como La isla de la muerte o Barba azul. Nada más se sabe de este cine que echaría su cierre diez años más tarde, pero que aún sigue en pie como podemos ver en la geolocalización. 6.7.3. Tábara Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo contaba con 1.341 habitantes, se ofrecían sesiones en su Teatro-Cine gracias al empresario Modesto Vicente974. Pero no sería hasta noviembre de 1954 cuando Serafín Baladrón Antón975, industrial y vecino de la localidad, quien invirtiera en un salón de su propiedad para ofrecer proyecciones976. No se sabe el coste del proyecto realizado por Antonio Viloria, aunque por los planos se puede averiguar que el presupuesto sería de entre 150 a doscientas mil pesetas (véase Apéndice 1, Figura 85). Las características de la obra –como en la mayoría de las salas de nueva construcción- fueron de adobe y ladrillo, mezclando elementos como la cal, el cemento y el barro. Para el tejado del Cine Moderno, se emplearían tejas curvas, así como mosaicos y armadura de madera aislada con cielo raso de tela metálica. La sala tuvo una superficie de 120 metros cuadrados y cuatro metros de altura, cuya decoración fue en escayola, cristal y focos de luz. La cabina estaba asilada y preparada para escape de gases, aunque tampoco se especifica con qué tipo de proyector se contaba. La obra se completaba con unos pequeños urinarios. Se tiene constancia por Daniel Ferreira Fernández –vecino de Alcañices- que tanto las butacas como el proyector de 35 milímetros de este cine fueron comprados por Serafín al empresario del Cine Avenida cuando este cerró sus puertas. Este recoleto cine estuvo ofreciendo películas hasta 1964. Al año siguiente y debido al vacío dejado por la anterior sala, Joaquín Fuentes Álvarez 974  Anuario del Cinematografista de 1930, (p. 233). 975  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/41. 976  El Anuario de Cine Español 1955-1956 recoge (p. 739) que su apertura fue en marzo de 1952. 528 decidiría apostar por una nueva industria de cine en la localidad977. La sala elegida estaba debajo de lo que era su vivienda –propiedad del ayuntamiento–. Adolfo Bobo de Vega realizaría el proyecto en enero de 1965 diseñando una sala de 100 metros cuadrados para 82 localidades (véase Apéndice 1, Figura 86). El cine no estuvo exento de polémica, ya que un vecino de la localidad se opuso a su apertura debido a los ruidos que podía ocasionar en la localidad por no estar el local insonorizado. De ahí que, tras unas pequeñas obras en las que se colocaron cámaras de aire entre el techo principal y el falso, en mayo de ese mismo año se concediera su licencia. La poca asistencia de público hizo que dos años más tarde el cine dejara de funcionar. 6.8. Tierra del Vino 6.8.1. Casaseca de las Chanas El industrial de Fonfría, Antonio Alonso Vasallo sería el impulsor de la puesta en marcha de un cine en esta localidad durante los primeros días de 1961. Para ello encargaría a Viloria un proyecto de más de cien mil pesetas consistente en el derribo de unas antiguas casas en la carretera de Fuentesaúco978. El solar de cuatrocientos metros cuadrados era de forma rectangular, lo que hizo posible la construcción de un local de más de doscientos metros cuadrados (véase Apéndice 1, Figura 87). Contaba con un pequeño vestíbulo de entrada, tribuna, cabina provista con cuartos de embobinado y descanso, así como la sala principal de la planta baja capaz de albergar a 242 personas sentadas en bancos corridos. Al carecer de alcantarillado y de agua corriente en el pueblo, se optaría por crear dos locales anexos al patio de butacas con foso séptico. El cine estuvo en activo hasta febrero de 1964 y tras no aportar beneficios económicos, su dueño lo alquilaría como local para el Servicio Nacional de Trigo, reconvirtiéndose en silo. 977  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/74. 978  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/51. 529 6.8.2. Corrales del Vino En esta localidad se tiene constancia de la existencia de sesiones de cine, teatro y bailes en el Salón Avenida, aunque puede ser que hubiera sesiones esporádicas durante los primeros años del siglo xx aprovechando el mercado de los sábados, llamado popularmente El baratillo979. La prensa se haría eco de un incendio acaecido la madrugada del 12 de octubre de 1931 y en el que dio la voz de alarma gracias Francisco González, a la sazón médico de la localidad. El fuego se extendería por todo el salón durante tres horas, quedando reducido a escombros así como el mobiliario. Se creyó que fue fortuito debido a alguna colilla arrojada por algún vecino en el corral anejo donde había mucha madera y paja en el suelo. Se produjo después de terminar un baile por la fiesta de la Raza980. Los gestores del teatro eran José Gutiérrez Dávila (presidente), Victoriano Manteca (vicepresidente); y Frutos Gutiérrez, Ángel Martín y Tomás Hernández, como vocales981. En septiembre de 1932 los nueve vecinos del pueblo Julio Paniagua Vázquez, Ana Martín Hernández, Andrés Luelmo Sánchez, Manuel Castaño Ramos, Manuel Jambrina Sánchez, Ramón Gutiérrez Belmonte, Isidro Delgado Rubio, Simón Castaño Delgado y Bernardo Casaseca Costa forman una cooperativa para comprar un terreno sito en el número 9 de la calle Gavia, propiedad de Benita Mena Delgado. Su intención era construir local y explotarlo como industria de cine, así como bailes, teatro o algún acontecimiento importante en el pueblo a excepción de político982. Cuando el recinto estaba ya construido, en agosto de 1933, Manuel Jambrina abandonaría el proyecto, comprando su participación -1.350 pesetas- el resto de socios a partes iguales. En otoño de ese año el Ideal Cinema se inauguró con la cinta Madre alegría983. No se han encontrado ni los planos ni la memoria del proyecto, aunque el edificio sigue en pie y se pudo visitar. El local posee un vestíbulo con baldosín de la época. Dentro, en 979  En el recinto que aun se mantiene en pie, se conserva una pianola similar a las que se poseían en los primeros recintos cerrados de cine para acompañar a las películas mudas. 980  Heraldo de Zamora, 13 de octubre de 1931, p .3. 981  Heraldo de Zamora, 3 de agosto de 1936, p. 2. 982  En la propia escritura de la sociedad así viene reflejado. 983  Testimonio recogido el 8 de noviembre de 2017 a Eladio Casaseca Mena, hijo de uno de los socios del cine: Bernardo Casaseca Costa. Con 6 años Eladio recordaba el título del film, evidentemente en versión muda, ya que el cine sonoro acababa de llegar a la capital y no se disponía aun de esa tecnología en el pueblo. También Eladio recuerda como su hermano –diez años mayor que él- ayudaría a la construcción del edificio recogiendo piedras de la zona y transportando estas en carros tirados por mulas hasta el lugar donde se encontraban los obreros. 530 la parte derecha se encuentra el ambigú y más a la derecha una puertecita para la taquilla. En el interior de ella se accedía mediante escaleras a la cabina de proyección situada en al final del anfiteatro y constaba de una máquina Klangfilm con proyector AEG sonora984. Volviendo al vestíbulo, a la izquierda estaban los servicios separados por sexos, y más hacia la izquierda se encuentran las esclareas de acceso al anfiteatro. En la parte frontal del vestíbulo se accede mediante doble puerta a la sala. Esta contaba con escenario, pianola y equipo de sonido. Poseía 110 metros cuadrados y contaba con un aforo de 220 butacas de palco y 81 general y tres pasillos –uno central y dos laterales–985.A las sesiones acudían gran número de vecinos de otras localidades, siendo Casaseca de las Chanas, el pueblo que aportaba más público al Ideal Cinema. Figura 110. Interior actual del Cine Ideal. Fuente: Fotografía propiedad del autor. 984  Aunque se ha comprobado que con el tiempo, los socios adquirirían otra máquina de la marca Zeiss Ikon Ernemann. Los dos proyectores aun se conservan en el local. Anuario de Cine 1943. (véase Figura XX). 985  El Anuario de Cine Español de 1955-1956 sostiene que el aforo era de 411 localidades y que su apertura fue en febrero de 1932. 531 Durante la Guerra Civil los socios traspasarían el negocio a Paulino Prieto Martín986, a la sazón alcalde de Corrales y apodado como “el cerero”987 (mirar los datos porque fue el alcalde del pueblo y el tiempo que estuvo). Reservándose estos el derecho de poseer por cada sesión de cine, tres pases cada socio. Con el paso del tiempo, las participaciones en el negocio serían nuevos empresarios, quedando aun en la sociedad Andrés Luelmo, Bernardo Casaseca y Simón Castaño como los primitivos socios. Este último sería el que explotara el cine durante esa época a precios que oscilaban entre la peseta y las dos, con dos sesiones –tarde y noche- los domingos y festivos; y una especial los jueves. Durante los años sesenta, la empresa alquilaría el local a Aquilino García Domínguez988 por tres mil pesetas cada cierto tiempo989. Este empresario sería el que ofrecerá proyecciones durante las décadas de los sesenta y setenta. Ya en los años ochenta, se ofrecerían películas acompañadas de jornadas de discoteca, entrando en decadencia por la crisis en el sector990. 6.8.3. El Perdigón Dos cines casi simultáneos compitieron durante los últimos años de la década de los cincuenta en los que la localidad contaba con más mil vecinos y sesenta agricultores –la mayoría con tractor- en el cultivo de la remolacha. Anteriormente esa zona había sido cultivo de la uva, pero cuando se produjo la concentración parcelaria, la evolución hizo que la mayoría de los trabajadores cultivara la planta herbácea991. En diciembre de 1957, Antonio 986  El Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950 explica que este cine de Corrales fue construido en 1932 e inaugurado un año más tarde. Su proyector era un AEG y cuyo propietario era Paulino Prieto Martín. Aunque si se tiene en cuenta el Índice Cinematográfico de España 1942-1943 (p. 246) y el Anuario del Espectáculo 1944- 45 (p.410) estos destacan que el Cine Ideal estaba explotado por la empresa Simón Castaño, cuyo propietario era Manuel Castaño. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 987  Testimonio recogido a Eladio Casaseca Mena, el cual acudía junto a sus amigos a degustar los típicos dulces que Paulino ofrecía en su establecimiento. 988  En el Anuario de 1962 del Sindicato Nacional del Espectáculo existe una errata, ya que publican el nombre de Argimiro en lugar de Aquilino. 989  No se ha podido averiguar el periodo que correspondían con esas tres mil pesetas. 990  El local del Ideal Cinema ruinoso durante aquellos años, estuvo cerrado durante mucho tiempo, hasta que en 199x la Asociación Cultural Taurina de Corrales lo adquirió por ocho millones de pesetas, estableciendo su sede en la actualidad. Las butacas del antiguo Cinema Arias Gonzalo de la capital forman parte de su nuevo local. 991  Datos recogidos en la entrevista mantenida el 27 de enero de 2018 al vecino Félix Marcelo de Pedro, hijo del empresario Félix Marcelo Esteban. También fue, en algunas ocasiones, operador de cine, gracias a su estancia con José Luis Alonso Melgar en el Cuartel de Capitanía General de Valladolid. Aunque en los planos recogidos 532 Pedruelo Manzano, José Perote Luque y Félix Marcelo Esteban formando una cooperativa, emprendieron la tarea para la construcción de una industria de cine. Para ello habilitaron una antigua panera situada en la calle Garcigrande y propiedad de Marcelino de Mena, a la sazón director de correos de la capital, de 230 metros cuadrados para reconvertirla en salón de espectáculos. El proyecto con un presupuesto de 76 mil pesetas, fue encargado a Viloria señalando este que el cine “con su pobreza de medios y recursos técnicos (…) cumplirá una misión cultural y servirá de distracción a los habitantes del pueblo” (véase Apéndice 1, Figura 88). El local poseía 173 metros cuadrados y un aforo de 200 localidades en butacas de madera. Poseía ambigú y una modesta máquina de proyección Marin992 de 16 milímetros cuyo coste fue de 40 mil pesetas. Un mes más tarde el cine recibiría su licencia de apertura, al mismo tiempo que otros dos empresarios solicitaban la apertura de otra industria en la localidad. Esta situación de competencia desleal en la que se veían perjudicados Antonio, José y Félix provocaría que estos denunciaran el caso ante la Oficina de Quejas y Reclamaciones del Gobierno Civil. El Cine Luman o “el de abajo”, tal y como se conocía, conseguiría ganar la partida con su numerosa oferta de cintas célebres y a finales de ese mismo año los empresarios cambian el proyector por uno mucho más profesional para películas de 35 milímetros. A comienzos de 1961, José Perote –que además ejercía de apoderado de la empresa- aprovechó la ausencia de Pedruelo –de viaje a Madrid- para traspasar el negocio a Aquilino García Domínguez993. Lo que provocaría la denuncia de Pedruelo a su socio ante el Gobierno Civil de Zamora en marzo de ese mismo año. La institución redacta un escrito en el que informaría de que la ausencia de Pedreuelo no fue justificada y larga en el tiempo, por lo que el el recaudador de contribuciones no tuvo más remedio que precintar la máquina de proyección. El proceso acabaría en los juzgados, fallando a favor de Perote, el cual vendería la máquina de proyección a Aquilino García Domínguez. Este trasladaría994 las proyecciones a un local en el número 24 en el Archivo Histórico Provincial de Zamora consta en el proyecto de construcción del local como propietario a Antonio Pedruelo Manzano. 992  Para más información sobre el funcionamiento de este proyector ver: https://www.youtube.com/ watch?time_continue=83&v=PfUY06nbVig 993  Regentes del Cine de Corrales del Vino. 994  El edificio sigue en pie en la actualidad almacenando cereal. 533 de la calle General Mola, cambiando su nombre por el de Cine Bahía Blanca. Desde ese año hasta la revisión de este tipo de locales que se realizó por toda España en 1967, no se tienen más noticias995. La otra empresa anteriormente citada estaba explotada por Ángel Ramos Ufano y José Luis Payá Grau, quien convirtieron un salón de baile a cine gracias al proyecto de Sánchez- Blanco en enero de 1958996 (véase Apéndice 1, Figura 89). El espacio contaba con 150 metros cuadrados, 120 localidades997 –ochenta entradas de asiento y cuarenta entradas de general-, un patio destinado a servicio y una cabina situada a dos metros del suelo con un proyector de 16 milímetros. Se da la circunstancia de que José Luis Payá tenía experiencia en el negocio porque hacía unos años que iba con su furgoneta y su equipo de proyección realizando la ambulancia por los pueblos cercanos a El Perdigón sin la debida autorización. Lo que provocaría más de una denuncia por no cumplir la normativa. El Casino –tal y como se le conocía- se mantuvo activo hasta 1961, momento en que la mayoría del público eligiera la calidad de las proyecciones del Cine Luman. 6.8.4. Moraleja del Vino Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo tenía 2.080 habitantes, este contaba con un cinematógrafo regentado por Alfonso Rodríguez998. Debió de ser el conocido como Salón Recreo, sito en la Plaza Mayor donde en enero de 1932 continuaban las sesiones de cine y varietés celebradas por Marcelino Lorenzo Martín. El local poseía 35 butacas de patio y doscientas generales, una máquina de proyección Ernemann y funcionaba solo los domingos y festivos999. Según el Anuario del Cinematografista para 1935, este local continuaba su actividad por aquel entonces. 995  Anuario Español de Cine 1967, Sindicato Nacional del Espectáculo. 996  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/31. 997  Según acta de aforo 10 de abril de 1958, aunque existe otra acta anterior que desmiente este número, ya que afirma que son 120 los metros cuadrados y no 150. A.H.P.Za. Hacienda. Administración de Rentas Públicas. 998  Anuario del Cinematografista de 1930. (p. 232). En la sección de anuncios del Heraldo de Zamora, 11-V- 1940, p.3, consta la venta de un aparato de cine durante el mes de mayo. 999  Anuario Hispanoamericano de Cine de 1950. 534 Posteriormente el Cine Ideal fue regentado en 1941 -según el índice Cinematográfico- por Simón Castaño. Más tarde, el local fue explotado por Alfonso Rodríguez. Poseía 240 localidades, con equipo de sonido Bauer y celebraba una sesión única los domingos1000. En septiembre de 1950 el arquitecto Gabriel Riesco Fernández realiza un proyecto de construcción en un local propiedad de Vicente Eliecer Martín Jambrina, sito en el número 44 de la plaza de la Iglesia1001 (véase Apéndice 1, Figura 90). Este ya había ofrecido películas durante los años cuarenta en el Salón Recreo a precios que iban desde 0,75 a 1,50 pesetas1002. Llamado en un principio como Cine España, lo cierto es que se conocería como Cine Martín. El local poseía tres plantas con un aforo de 376 asientos. La primera constaba de 348 localidades separadas por un pasillo central de 1,10 metros, mientras que la segunda albergaba 28 localidades en su anfiteatro. Las diferentes localidades se repartían en relación a su ubicación y visibilidad, ofreciendo 78 butacas, 140 localidades de preferencia, 28 de anfiteatro, 50 de general y 80 de niños1003. Para finalizar, la tercera planta constaba de un cuarto de manipulación de películas, la cabina de proyección y los aseos divididos por sexos, estos últimos no incluían los retretes reglamentarios por lo que nunca llegaron a usarse al no existir alcantarillado en el pueblo. Después de tres años de construcción, la autorización apertura fue con fecha de 3 de marzo de 1952, aunque las primeras sesiones fueron en diciembre de 1950. A diferencia del resto de salas de la provincia, se han encontrado los precios de las sesiones en un listado de 1956. En él se separan los domingos y festivos de los días laborables, por los que se supone que habría sesiones de cine la mayoría de los días de la semana. En la siguiente tabla podemos ver los precios en pesetas según día y localidad: 1000  España Cinematográfica. Anuario 1943. 1001  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/24 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 1002  Índice cinematográfico de España 1942-1943. (p. 246). Ediciones Marisal. Madrid 1003  Según el Anuario de Cine Español 1955-1956 el cine contaba con un aforo de 250 localidades. 535 Figura 111. Tabla de precios del Cine Martín. Tipo de localidad Domingos y festivos Días laborables Butaca 5,00 3,00 Preferencia 3,50 3,00 Anfiteatro 4,00 3,00 General 3,00 2,00 Niños 1,00 0,50 Fuente: A.H.P.Za. Gobierno Civil. Espectáculos. Carpeta Cine Martín. Hoja Detalle de precios. Elaboración propia. Sin embargo, el 1 de octubre de ese mismo año, Martín decidió subir los precios de las proyecciones durante los domingos y festivos debido a varios factores: * La competencia que mantenía con el otro cine, el Merchán, que hacía que los exhibidores fuera víctima de las casas distribuidoras, ofreciendo estas las películas al mejor postor. * En relación al anterior, debido a la competencia, los empresarios debían de invertir mucho más en publicidad para dar a conocer las proyecciones. * Oferta de programas dobles para así eliminar el lastre de los contratos que obligaban a devolver los filmes en días determinados. Con ello, Martín pretendía amortizar el alquiler de las cintas. * Los impuestos a los que estaban sometidos los empresarios de espectáculos eran voraces: municipal, hacienda, menores y Sociedad de autores. Como dato significativo, el impuesto de menores se cobraba por concierto hasta el 1 de octubre de 1956. Pasada esa fecha, el impuesto se cobraba por control en las localidades, aumentándose –en algunos casos– un cincuenta por ciento. Debido a ello, Martín en un escrito dirigido al gobernador civil de Zamora en marzo de 1957 solicitaría el incremento del precio de taquilla de sus sesiones de cine durante los 536 domingos y festivos, ya que durante los días laborables los precios se mantendrían como hasta ahora. Con ello, la subida de precios llegaría a aumentar en cerca de un veinte por ciento, en algunos casos, quedando de la siguiente forma: Figura 112. Tabla de precios del Cine Martín, con la subida de precios. Tipo de localidad Domingos y festivos Butaca 6,00 Preferencia 4,00 Anfiteatro 5,00 General 3,00 Niños 1,50 Fuente: A.H.P.Za. Gobierno Civil. Espectáculos. Carpeta Cine Martín. Hoja Detalle de precios. Elaboración propia. Se supone que las entradas de preferencia y general eran bancos corridos, mientras que el anfiteatro y la butaca eran las localidades más caras por su mejor visibilidad y comodidad. Durante 1957, el empresario ampliaría el anfiteatro creando dos filas más de butacas. Tuvo una gran competencia con el Cine Merchán, debemos suponer que el Cine Martín estuvo en funcionamiento hasta 1977, año del fallecimiento de su propietario e impulsor, dejando el local a sus hijos Ricardo e Ildefonso Martín Pedraz. Paralelamente al cine Martín, Luis Merchán Bajo, natural de Corrales del Vino, solicitaría la apertura de otro cinematógrafo en el pueblo en agosto de 19541004. Antonio Viloria –que por aquel entonces tenía su estudio en la avenida de Requejo, 11- redactaría el proyecto unos meses antes –febrero- en el que incluiría que este cine no pretendía “competir en su construcción con los de las capitales, pero sí ofrecer al público un local dentro de las normas 1004  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/16, M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267 y El Correo de Zamora, 22 de septiembre de 1954, p. 4. 537 de modernidad actuales”1005 (véase Apéndice 1, Figura 91). El local se encontraba en los soportales de la Plaza Mayor del pueblo y contaba con baños higiénicos, escenario y patio de butacas entre las que se encontraban 150 localidades en bancos, 80 sillas en la planta baja y 56 sillas para el anfiteatro1006. Por último, las localidades las completaban algunos sillones de preferencia, de los cuales no se especifica el número. El local fue de nueva construcción, ya que se derribaron los edificios que ocuparía el local y se explanó el solar. El coste supuso 374.059,16 pesetas. Se tienen noticias de que el este cine terminaría su actividad entre los años 1978 a 1979, gracias a un informe del entonces alcalde del pueblo. El conflicto entre ambos cines merece un capítulo a parte. La dura competencia que establecieron ambos locales durante los años cincuenta a setenta fue similar a la que tuvieron el Teatro Principal y el Nuevo Teatro de la capital durante los años veinte y treinta. Al aparecer en escena en 1954 el Cine Merchán, su competidor Martín que llevaba ya cuatro años con el negocio del espectáculo en el pueblo, denunciaría a aquel ante el Gobierno Civil en febrero amparándose en que él (Martín) poseía ese cine como principal fuente de ingresos para subsistir basándose en dos puntos: el primero era que la densidad de población de Moraleja del Vino1007 –por aquel entonces de 1.800 personas- no permitía la explotación de dos salas de cine, lo que provocaría la división de espectadores y el posterior cierre de ambas industrias. El punto segundo se sustentaba en que la mayoría de la población era agrícola con sueldos realmente precarios, por lo que solo podrían ofrecerse sesiones los domingos y festivos. A pesar de la denuncia realizada por Martín, el cine Merchán fue autorizado para ofrecer sesiones de cine en el pueblo en septiembre de 1954. Lo cierto es que el caciquismo estaba a la orden del día, ya que Merchán poseía muchas influencias entre los sectores políticos y sociales de la provincia, de ahí que consiguiera el permiso para una sala que el propio 1005  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Espectáculos públicos. Proyecto Cine Merchán, p. 2. 1006  En el acta de aforo con fecha 16 de septiembre de 1954 se especifica otros datos diferentes: 96 butacas delanteras y 216 butacas de preferencia para la planta baja, mientras que para la alta había 18 butacas de general y 112 asientos. 1007  De hecho el Cine Merchán se tienen datos de que ofrecería sesiones durante enero de 1954, ya que existe una multa de 1.000 pesetas por admitir en dicho cine a más personas de las que el aforo tenía permitido, instalando a estas en sillas supletorias y de pie en los pasillos. Tras reclamar dicha renuncia amparándose en que las sillas iban destinadas a personas impedidas y a trabajadores del cine, y que de esta situación estaba enterado el alcalde, lo cierto es que Merchán no se libraría de pagar la multa. 538 Sindicato Nacional del Espectáculo prohibía tajantemente (Vizcaíno, 1962, pp. 177-178). A partir de ahí comenzaría una larga disputa entre ambos cines. Merchán destaca la inseguridad del local competidor (el cine Martín) por haber sido necesario evacuar a varias personas con síntomas de asfixia en un baile celebrado en febrero de 1954 y en el que se admitió a más de trescientas o cuatrocientas personas del aforo permitido, lo que generaba una situación anómala y perjudicial para sus intereses. El conflicto terminaría con la emisión –por parte del alcalde- de un informe al Gobernador Civil desmintiendo las palabras de Merchán. En el cine de Martín solo se evacuaría a una mujer y fue porque se asfixió al estar embarazada. Llegado 1959 Merchán volvería a denunciar a Martín reclamándole 10 mil pesetas por daños y perjuicios. Meses después sería la Guardia Civil la que denunciará a Merchán por admitir a menores en la proyección de una película no autorizada para ellos. Durante los años sesenta no se tiene constancia de ninguna disputa entre ambas empresas, ofreciendo tanto películas como bailes en la localidad. Durante diciembre de 1972 sería Martín quien –esta vez- denunciará a Merchán ante el Gobierno Civil alegando que el local de este se había traspasado a terceros y por lo tanto, carecía de la correspondiente licencia. Esta denuncia venía provocada porque –al parecer en los meses de julio- durante la celebración de las fiestas tradicionales de La Magdalena, el cine Merchán ya había ofrecido bailes sin la correspondiente licencia. Martín manifestaba que esta situación durante las fiestas navideñas representaría competencia desleal, causando graves perjuicios económicos en su local. Merchán no tardaría en contestar a Martín enviando un escrito al gobernador civil en el que se defendía adjuntando la correspondiente autorización para ofrecer sesiones de baile desde julio de 1960. También incluía sus credenciales como vocal provincial y miembro de la Asociación de Empresarios de Salas de Baile, del Sindicato Provincial del Espectáculo y de la Agrupación Sindical de Empresarios de Exhibición Cinematográfica. Concluyendo su escrito, Merchán arremetía contra Martín, al manifestar que era este último, el que carecía de las oportunas autorizaciones para las últimas reformas que se habían realizado en el local. El Gobierno Civil pone tierra de por medio desestimando ambos escritos y apaciguando los ánimos entre ambos empresarios. 539 A finales de la década, será el delegado provincial del Ministerio de Cultura quien informe al gobernador civil de las irregularidades que existían en el Cine Merchán: por un lado, se seguían repitiendo la entrada de menores en espectáculos no autorizados para ellos. Por otro, la sala no informaba en su cartelería de la calificación de las películas proyectadas en la sala. Llegado 1979 se cierra la disputa entre ambos locales con la clausura del Cine Merchán. Por aquella época y debido a la crisis del sistema cinematográfico, el Cine Martín debió también de clausurarse, ya que en 1984 a través de un informe del entonces alcalde, este informa al gobernador de la inexistencia de cines en la localidad1008. 6.8.5. Morales del Vino Se tienen noticias por fuentes orales de la existencia de un salón de baile por los años 40 y 50 situado en la calle Zamora, número 31 de dicha localidad y en la que se proyectaban películas. El Anuario de 1943 (p.673) constata las trescientas localidades que poseía el local, regentado por Juan Rivero y con equipo sonoro Rivaton. De lo que se tiene constancia escrita es de que en septiembre de 1957, Ángela Latorre Jové propietaria de un local ya existente en las calles Trascastillo y del Trinquete solicitaría licencia para apertura de un cine1009 (véase Apéndice 1, Figura 92). El espacio poseía una altura de más de cinco metros y sus medidas eran de 19x6,5 metros. El presupuesto de la obra ascendería a más de 98 mil pesetas y contando la sala con una única planta en la que se había proyectado todas las acometidas eléctricas entubadas, así como luces supletorias en las salidas, la cabina, el cuarto de embobinado y los retretes. Se contaba con apliques en paredes y un globo sobre la sala. También poseía un proyector de 16mm -de cuarenta mil pesetas- y un aforo para 120 localidades en cincuenta sillas y setenta bancos. La sala ofrecería sesiones durante los domingos y festivos hasta 1967, año en el que se clausuraría por no cumplir con las obras señaladas: ventilación insuficiente, carecer de agua en los servicios, paredes en mal estado, algunas vigas del local estaban rotas. Entre los recuerdos que se tienen del cine, según 1008  Se tiene constancia de que Luis Ramos Domínguez, a la sazón jefe de proyección del Cine Barrueco desde su fundación en 1943, abandonará su trabajo en 1978 para ser empresario de dos cines en la provincia, uno en Fuentesaúco y otro en Moraleja del Vino. El Correo de Zamora, 18 de abril de 1993, (dominical), p. 15. 1009  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/29. 540 sus vecinos, eran las proyecciones de King Kong o Recluta con niño y también el servicio de “bar con cueros” que ofrecía Gaseosa, Coca-Cola y Mistela. 6.8.6. Sanzoles del Vino Abilio Fiz Gómez que poseía un molino en la carretera de Cañizal pretendía ofrecer sesiones de cine, por lo que pediría a Sánchez-Blanco la realización de un proyecto de adaptación del local en febrero de 1956 por un importe de 111.783,26 pesetas (véase Apéndice 1, Figura 93). En años atrás, la estructura del edificio quedó seriamente dañada debido a un incendio, por lo que se aprovecharía su conversión a sala de proyecciones con el nombre de Cine Salmantino. La superficie fue de poco más de cien metros cuadrados repartidos en dos plantas. La de arriba, compuesta por una pequeña tribuna con bancos corridos -de acceso independiente e inservible para el público1010- y cuarto de embobinado. Al lado se situaba la cabina de proyección con maquinaria OSSA y chimenea con escape de humos para expulsión de los gases producidos por el arco. La planta baja contaba con un aforo para sesenta espectadores y 228 localidades, así como la pantalla con dos altavoces laterales. La dotación del local se completaba con extintores en ambas plantas y cabina, así como servicios higiénicos con dotación de agua de pozo y situados en un patio posterior. Aunque las obras comenzaron en ese mismo año, no sería hasta diciembre de 1960 cuando se le diera el permiso de apertura correspondiente. Este sería otro caso de un efímero cine en la provincia, ya que en marzo de 1965 fue clausurado y convertido en panera. 6.8.7. Venialbo En dicha localidad se asentaron dos espacios dedicados a la proyección de películas. Uno ejerció su actividad en los años cincuenta y del que se ha encontrado solamente una copia de la Contribución industrial firmada por Carlos Ferrrero Muñoz, ofreciendo el pago por adelantado de veintiuna sesiones de cine en un local situado en el número 8 de la calle Larga. Su desaparición se presupone que fue durante principios de los sesenta, ya que en el Anuario 1010  En el proyecto no se especifica su aforo, pero se supone que serían escasas localidades para dar servicio a familiares y amigos. 541 de 1962, del Sindicato Nacional del Espectáculo, ya no figuraba entre la relación de salas. Alfredo González Casares fue el empresario de otro local propiedad de Valentina Paniagua Melgal. Este llevaba ofreciendo sesiones de cine desde 1959, aunque lo solicitaría legalmente al año siguiente. Adolfo Bobo de Vega redactaría el proyecto del cual faltarían algunos aspectos exigidos por el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos1011 (véase Apéndice 1, Figura 94). El edificio –del cual no se sabe si es el mismo en el que Ferrero ofrecía años antes sesiones de cine- constaba de una única planta cuyo aforo sería de 138 localidades sentadas en bancos corridos. La cabina de proyección estaba situada en la parte de atrás a 2,30 metros de altura y constaba de chimenea y un cuarto anexo de embobinado. Al no existir alcantarillado en el edificio, se habilitaría un un corral, utilizado como servicio si fuera necesario. Poco más se sabe de esta industria que en noviembre de 1967 cerraba por su bajo rendimiento. También se tiene constancia de una empresa de cine ambulante con sede social en Venialbo-El Piñero que ofrecería seis sesiones durante el año 1967, gracias al Anuario 1963-1968. 6.8.8. Villaralbo Benito González González –vecino de Astorga (León)– solicitaría permiso ante el gobernador civil y el Ayuntamiento de la localidad en marzo de 1957, para la construcción de un cine en un solar de su propiedad en la calle San Isidro. Para ello contrataría a Enrique Crespo Álvarez1012 quien firmaría un proyecto de un local para albergar a casi quiniestos espectadores -290 butaca de preferencia y doscientos para general– por lo que fue incluido en el grupo 3º del Reglamento de Espectáculos en lo relativo a sus condiciones especiales1013 (véase Apéndice 1, Figura 95). Contaba ventilación directa al exterior en todo el local, así como servicios de enfermería, aseos, cuartos de proyección, embobinado, rectificador y un almacén. Las butacas eran plegables con la debida separación entre ellas. El presupuesto del 1011  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/55 y M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 1012  “Pertenece a la llamada Generación del 25 (…) arquitectos que comienzan a abrazar el Racionalismo promulgado por el GATEPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Proyecto de la Arquitectura Contemporánea) (…) arquitectos vanguardistas que difundirían la moderna arquitectura sobre todo en Cataluña”. (Herrero, 2006, p. 211). 1013  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/46. 542 Cinema Villaralbo ascendió a 386 mil pesetas y su concesión se firmaría en noviembre de ese mismo año. Este espacio no estuvo exento de polémica, ya que en los años setenta y tras la revisión que realizaría la Guardia Civil en todas las salas, se detectó que el local nunca tuvo el correspondiente permiso para ofrecer sesiones de cine, aunque sí para bailes. La causa real de la inexistencia del permiso sería la pérdida por parte de los funcionarios encargados de su custodia en el propio Gobierno Civil. Como en el resto de pueblos durante los años setenta el cine sufriría una profunda crisis que provocaría el cierre del espectáculo en 1975. Actualmente el espacio está destinado a Salón Cultural, propiedad del ayuntamiento. 6.9. Sanabria y Carballeda 6.9.1. Puebla de Sanabria Se tienen noticias que durante los años treinta y cuarenta se proyectaban cintas cinematográficas en la plaza del Castillo1014. A finales de los cincuenta el Cine Victoria fue junto al del Mercado del Puente, de las pocas salas estables de las que se tienen noticias en la comarca de Sanabria. Su promotor fue Guillermo Rodríguez García natural de la localidad onubense de Fradelo quien solicitaría en septiembre de 1958 al Gobierno Civil de Zamora la pertinente autorización de apertura en la plaza de las armas. Un mes antes Antonio García Sánchez-Blanco había realizado el proyecto del cine cuyo presupuesto ascendería a 446.842,40 pesetas1015 (véase Apéndice 1, Figura 96). El local de una sola planta, poseía un vestíbulo, taquilla, cabina de proyección con cuartos –anexo de embobinado y descanso– así como la sala de 164 metros cuadrados, cuyo aforo permitía la entrada a 270 personas repartidas en quince filas de dieciocho butacas. El proyector adquirido fue de la marca OSSA de 35 milímetros junto con pantalla y altavoces. A pesar de la profundidad del local, el técnico Sánchez-Blanco diseñó un recinto con materiales que permitieron una calidad óptica y acústica espectacular: 1014  Índice cinematográfico de España 1942-1943. (p. 246). Ediciones Marisal. Madrid. 1015  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/18. 543 La visualidad de los espectadores está garantizada para una adecuada pendiente de su pavimento, y la acústica por el revestimiento de las planchas de corcho en paredes y techo, a fin de evitar resonancias desagradables, ni eco, dada la longitud de la sala1016. Figura 113. El local de lo que fue el Cine Victoria, 2017. Fuente: Fotografía propiedad del autor. Durante las fiestas de Las Victorias, fue autorizada provisionalmente su apertura gracias al entonces secretario en el Gobierno Civil, don Porfirio Nafría, ofreciendo sesiones los sábados y festivos. Como en todos los cines de esa época durante los sesenta el Victoria pasaría por una revisión por parte de las autoridades gubernamentales, la cual superaría. En 1971 el propietario acometería una profunda reforma en la sala para prevenir incendios. De ahí que encargara la sustitución de los puntos con posibilidad de incendiarse, como la sustitución del techo de madera del cuarto de la calefacción por uno de hierro, y otros apliques. Durante esa década fueron innumerables las cintas que se entrenaron en este bucólico cine. Pero como el resto de cines, la exhibición a finales de los setenta entraría en decadencia y el cine Victoria 1016  A.H.P.Za. Fondo Nuevo. Gobierno Civil. Espectáculos. Memoria del Proyecto redactada por Antonio García Sánchez-Blanco. 544 dejaría de funcionar como tal para convertirse en lugar de celebraciones sociales esporádicas como mítines políticos, conferencias y actos culturales 6.9.2. Mercado del Puente/Galende Por fuentes orales y por datos recogidos de un listado de cines de la provincia, se ha podido saber que los hermanos Julián1017 y Laurentino Sánchez Castro, ofrecían sesiones de cine durante los años cincuenta y sesenta en un local de su propiedad situado en el número 1 de la calle Cañada. También –gracias a su furgón– ofrecerían sesiones de cine ambulante durante las fiestas en las localidades cercanas como Galende o Ribadelago. 6.10. Sayago 6.10.1. Fermoselle Ya se tienen noticias por fuentes orales de que durante la renovación del Castillo con su Casino en 1923, se proyectaban cintas de cine mudo. Así Luis Cortés Vázquez (1981, p.89) narraba cómo era el recinto gracias a los espectáculos y actividades que se realizaban: Todo lo reunía el casino: salones para el café, saletas de tertulia, cine, dancing, y frontón al aire libre, con mesitas de cemento y sus bancos, desparramados bajo los árboles, mirando al Duero y Portugal. Una galería encristalada lindamente, que abría al naciente, fue bautizada, no sin pompa, como Gran Salón de Doña Urraca. En cuanto al de baile, con su estrado para la música, fue elegantemente pintado a pistola, primera vez que tal se hizo en la villa, con decoración cubista y geométrica, a la última moda. (Cortés, 1981, p. 89). Pudiera ser que estas cinta fueran las que ofrecía Pepe Barrueco, hijo de José, a la sazón empresario del mítico cine de la capital. Las sesiones eran grabaciones amateurs, ya que la máquina -una Pathé Baby- servía como cámara y proyector. Eran películas perforadas de 9,5 mm, cuyo coste era un cuarenta por ciento más barato en comparación con otras cintas rivales. Se supone que las sesiones que ofrecía Pepe Barrueco eran grabaciones que él mismo realizaba por las cercanías de Fermoselle e iban destinadas a los niños de la localidad, 1017  Testimonio recogido por su hija Pilar Sánchez. 545 cobrando una perra gorda por la entrada1018. Por su parte, el Teatro-Cine Doña Urraca fue construido en 1932 e inaugurado un año más tarde1019. Es un edificio rectangular con techo de uralita –aún existente1020-, incluido dentro de las ruinas de lo que fue el Castillo. Lo compraron tres socios que habían hecho fortuna en las américas: Francisco Galiana, Antonio Garrido Almendral y Agustín Farizo1021. Aunque según el citado Anuario fue explotado durante los años treinta y cuarenta por el empresario Manuel Luelmo Flores. El Cine Doña Urraca contaba con un aforo para más de trescientos espectadores repartidos en ocho palcos de seis sillas, 162 entradas generales en la parte delantera y 112 butacas en la parte de atrás; y ofrecían dos sesiones los domingos y festivos. También durante las jornadas festivas, el local ofrecería bailes. Figura 114. Local de lo que fue el Cine Doña Urraca, 2018. Fuente: Fotografía propiedad del autor. 1018  Imperio, 26 de agosto de 1954, p. 2. 1019  Anuario del Espectáculo 1944-45, (p. 410). 1020  Aun se encuentran las dos máquinas de proyección de la época. 1021  Aunque Arroyo (1997, p. 171) sostiene que este cine estuvo regentado por la empresa Trinidad Martín Miranda, este dato no se ha podido corroborar. 546 Durante los años cincuenta, Agustín Farizo compraría la parte de los otros dos socios, siendo el propietario de todo el solar del Castillo. Sin embargo, según la contribución industrial de 1955, el cine lo gestionaba Andrés Santos Santiago. Películas: Marcelino pan y vino. Precios: una peseta general y dos las butacas. Y después Adolfo Herrero1022. Como en el resto de poblaciones de Zamora en los sesenta, la villa se vería afectada por una profunda crisis agrícola y por la fiebre de la emigración. De la fortaleza del castillo solo se conservan hoy unos cuantos muros y un solar abierto al turismo. En los años setenta, el empresario fue Argimiro Juan Porrino, “El Catarro”. Y los proyeccionistas eran Pepe “el telegrafista” y Adolfo Catano. Según el vecino Carlos Marcos Garrido1023, durante las proyecciones se producían tres cortes de diez minutos para cambiar el rollo, motivo por el cual los espectadores aprovechaban para tomar un vino en el bar. Películas: las del Oeste, Tarzán, Pancho Villa y las españoladas. Funcionaban en sábados, domingos y festivos en dos sesiones. Se colgaban los carteles en la subida del castillo. Según Francisco Robles1024 –encargado del mantenimiento del Castillo y que vivió la última etapa de la sala– el cine mantuvo su actividad regular hasta finales de los setenta, ofreciendo sesiones esporádicas hasta 1985, fecha en la que se cerraría definitivamente. 6.10.2. Almeida de Sayago En marzo de 1955 en el salón sito en la plaza de España, José Manuel Hernández Hernández tenía la intención de convertir dicho espacio en una sala de cine1025 (véase Apéndice 1, Figura 97). Para ello contrataría a Antonio Viloria, el cual realizaría un proyecto de una sala con 4,5 metros de alturas y 96 metros cuadrados con una capacidad para doscientos espectadores, aunque finalmente, y dadas las pequeñas dimensiones del local, se le concedería un aforo de noventa asientos. El Cine La Perla se encontraba anexo a un bar también propiedad de José Manuel, ofreciendo sesiones los domingos y festivos. La máquina de proyección de 16 milímetros, se encontraba en la cabina levantada ochenta centímetros del piso de la sala y 1022  M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 1023  Entrevista realizada el 10 de febrero de 2018. 1024  Entrevista realizada el 28 de enero de 2018. 1025  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/1. M.E.C.D. A.G.A. Cultura. Legajo ID (03) 049.001. Caja 21/05267. 547 situada en el lado derecho de la misma. Debido a que el modelo de la lámpara era Marin, no se necesitaría construir una chimenea y de otros requisitos de seguridad en la cabina. Así es como en abril de ese mismo año, el cine de Almeida comenzaría a funcionar hasta 1959, fecha en la el mismo José Manuel se daría de baja en la industria1026. 6.10.3. Bermillo de Sayago Ya se tienen noticias de que en 1930, cuando el pueblo de Bermillo contaba con mil trescientos habitantes, este contaba con un cinematógrafo1027. A finales de los años cuarenta, sería Francisco Santos Redondo, natural y residente, quien decidiera instalar un local de espectáculos en su local del número ocho de la calle General Mola1028 (véase Apéndice 1, Figura 98). En la memoria del arquitecto Luis Montero Mateos, el local constaba de 89 localidades -77 para el patio de butacas y doce para el anfiteatro-, destinadas a los vecinos del pueblo que contaban por aquella época con mil habitantes. Aunque se ha encontrado un acta en la que se especifica el aforo1029: sesenta asientos de general, 72 butacas, 35 localidades delanteras para niños y 23 sillas para el entresuelo. Se sabe que el Cine S.R. –tal y como se conocía-, estuvo activo hasta comienzos de la década de los años sesenta, ya que en la revisión de 1967, el alcalde confirmaría su cierre en 1961. Según el Anuario de Cine Español de 1955-1956, el aforo era de 123 localidades, funcionaba los domingos y su inauguración se produjo en octubre de 19501030. Otro segundo local que ofrecería sesiones de cine fue el situado en el número 4 de la calle Teniente Chamarro. José Luengo Garrote –natural de Luelmo y vecino de Bermillo- solicitaría en octubre de 1958 la adaptación de un salón de baile a cinematógrafo1031 (véase Apéndice 1, Figura 99). Viloria sería el arquitecto encargado del proyecto que contaría con 1026  Según documento con fecha 1 de febrero de 1962. A.H.P.Za. Fondo Nuevo…. 1027  Anuario del Cinematografista de 1930. (p. 232). 1028  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/9. 1029  A.H.P.Za. Hacienda. Adminitración de Rentas Públicas. Acta de aforo del Cine con fecha 29 de noviembre de 1957. 1030  En un artículo aparecido en la prensa años más tarde, se constata el cierre de todos los locales de cine. Sesma, T. (1968, 15 de agosto). A lo largo y a lo ancho de Bermillo de Sayago [y 2]. El Correo de Zamora, p. 5. 1031  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/8. 548 un presupuesto de dieciocho mil pesetas –para el local- y de cuarenta mil para la máquina de proyección. La sala poseía 110 metros cuadrados, con casi cuatro de altura. Contaba con un aforo de 134 asientos divididos en ocho filas. Tras el éxito de estos primeros años, su propietario decidiría trasladar –a principio de 1962- el cinematógrafo a un edificio de nueva construcción en el número 17 de la calle Don Ezequiel Eleno. Alfonso Crespo Gutiérrez1032 se encargaría de la construcción del inmueble con un presupuesto de 170 mil pesetas. Contaba con porche, vestíbulo, patio de butacas para 160 localidades, escenario, bodega, así como cabina de proyección con cuartos de almacén y embobinado. Este cine estuvo activo hasta diciembre de 1964. 6.10.4. Muga de Sayago Dos fueron los cines en ambulancia que estuvieron durante el verano de 1957 por la localidad. Así lo demuestran las hojas de contribución industrial encontradas en el Archivo Histórico Provincial, donde constan que Manuel Vidal Martín y Santiago Ledesma González fueron los empresarios ambulantes. Viendo este último la posibilidad de negocio y siendo vecino de la localidad, se aventuraría a convertir un salón de baile en local de proyecciones. Sánchez-Blanco1033 fue el arquitecto que diseñaría el local de apenas 120 metros cuadrados, incluyendo once filas de butacas con capacidad para 155 localidades (véase Apéndice 1, Figura 100). Al año siguiente, el empresario Ledesma traspasará el negocio a Vicente Trufero Blanco, el cual continuaría con el negocio hasta su cierre en 1965. 1032  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/65. 1033  A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Sig.2/30. 551 PARTE 3. APORTACIONES FINALES 1. Conclusiones La presente investigación, que abarca un periodo cronológico, desde finales del siglo xix hasta el último cuarto del xx, ha servido para dar a conocer la vida social y cultural de la ciudad de Zamora. Este periodo analizado, se sumerge en la historia del cine local, a través de los avances culturales y cambios en el consumo del medio audiovisual. Aunque el tema elegido es eminentemente de Zamora y su provincia, se ha podido comprobar cómo las autorizaciones administrativas se regían a través de las instituciones de Madrid, por lo que, la forma de explotación de los exhibidores zamoranos, es completamente extrapolable a cualquier zona del resto de España. Tras la comparación con otros estudios similares –pero de otras zonas del país–, queda constatado que los hábitos de consumo de los espectadores en una Zamora y sus pueblos, han sido también análogos al del resto de localidades del Estado. Esta situación solo se vería alterada por la situación social que atravesaría el país entre 1936 a 1939. Debido a la falta de investigaciones sobre el periodo estudiado –salvo alguna pequeña publicación esporádica– este trabajo pretende situar la historia de la exhibición cinematográfica en Zamora, junto al resto de publicaciones sobre el tema a nivel nacional. Las siguientes conclusiones, hacen referencia a la hipótesis planteada en el inicio de esta investigación: 1. Se afirma que, tal como apuntaba la primera hipótesis, Zamora fue el centro neurálgico de control de las salas de cine de la provincia. Ciertamente, se ha comprobado cómo –a través de las instituciones asentadas en la capital– se establecieron los mecanismos de control de los cines de la capital y de la provincia. Cualquier empresario estaba obligado a cumplir con el férreo control que la administración le imponía a través de impuestos, leyes y mecanismos de control. Como en el resto de España, Zamora no fue un excepción y, estableciéndose un control de los exhibidores por parte de los ayuntamientos, el Gobierno Civil y el Sindicato Nacional del Espectáculos. Aún así, esta hipótesis no se cumple absolutamente. Como se destacó en apartados anteriores, la picaresca entre los exhibidores locales y el gran poder que sustentaba el Gobernador Civil –o en muchos casos el secretario de la institución–, provocaría que los mecanismos de control fueran –en algunas situaciones– pasados por alto, 552 o simplemente obviados. Con lo que esta primera hipótesis –en cierta medida– se cumple. 2. Se confirma que, tal como apuntaba la hipótesis número dos, el cine fue el espectáculo de mayor divertimento durante las décadas de los años cuarenta a setenta, tanto en la capital, como en el resto de la provincia. Queda claro que –a través de los capítulos referentes a este periodo– pasada la Guerra Civil en la ciudad y en la provincia, se asentaron pequeños y medianos empresarios que decidieron investir en este tipo de industrias. La mayoría de ellos –con otra actividad salarial–, obtuvieron sus licencias como una segunda fuente de ingresos. Queda constatado que –en los pequeños pueblos– uno de los vecinos se convertía en un pequeño exhibidor a través de las primeros proyectores de 16 milímetros y una pequeña sala. Con los años, viendo la posibilidad de negocio, muchas de estas empresas invertirían en nuevas tecnologías y locales, creándose un gran parque de salas de cine por toda la provincia, cuyo cénit, lo encontraremos en la décadas de los años cincuenta y sesenta. Solo hay que ver el gráfico incluido en el Apéndice 11, para comprobar cómo en la provincia, el número de salas de exhibición pasaría de veintidós, a comienzos de 1940, a casi ochenta en las dos décadas posteriores. Mientras, en la capital el censo de cines ascendería en un 50%, pasando de los tres locales –en los años cuarenta– a los seis durante las siguientes años (veáse Apéndice 12). De hecho, el cine suplantó a otros divertimentos en la fiestas de los pueblos, dejando de lado al teatro y los bailes. Por tanto, es justo señalar que el espectáculo cinematográfico en Zamora, fue el que más importancia tuvo durante esta época. 3. Del mismo modo, se puede afirmar que, tal como señalaba la tercera de las hipótesis, durante la década de los años setenta, comenzaría la decadencia del medio que –con el paso del tiempo– llevaría a su desaparición en la mayoría de las localidades zamoranas. Ciertamente, con los años setenta, la emigración de habitantes del campo a la ciudad y el surgimiento de nuevos medios de comunicación y divertimento como la televisión y las discotecas, provocaran la falta de asistencia a las salas. Los hábitos de consumo cambian drásticamente y el número de cines desciende estrepitosamente hasta alcanzar las cifras de los 553 años cuarenta y treinta, quedando solo veintitrés salas a principios de los setenta y siete salas tras la finalización de la década. Esto da cuenta de cómo la situación del cine fue decreciendo hasta su completa desaparición en los pueblos de la provincia durante años posteriores. De hecho, en una encuesta de la Agrupación de Empresarios de cine en 19751034, se preguntrían las causas del cierre de las salas de cines. Con un veintitres por ciento, la televisión la principal causa (Montero y Paz, 2011, p. 166) Queda constatado que la década de los setenta fue el punto de partida de la decadencia y posterior evanescencia del cine en Zamora. Se afirma que, tal como apuntaba la hipótesis de partida, la evolución de la distribución y exhibición cinematográfica en Zamora, fue análoga a la del resto de ciudades y pueblos de España. Esta principal teoría no se cumple exactamente. Por un lado, son de destacar las primeras exhibiciones de empresarios ambulantes, cuyo circuito de proyecciones les llevaba con las mismas cintas por ciertas rutas del mapa español. En ese sentido, las diferentes investigaciones sobre estos primitivos cinematógrafos analizan al mismo grupo de empresarios, presentes en Zamora. Sin embargo, por otro lado, con la llegada de las salas estables, Zamora –y más concretamente el Teatro Principal– se convertirá, no sólo en un gran local de exhibición, sino también en el centro neurálgico del circuito de exhibición del noroeste español, ya que su empresario fue el presidente de esta asociación empresarial. Con ello, muchos de los films que se estrenaban en Madrid y Barcelona, recalaban en Zamora antes que en otras capitales de provincia del país, por lo que la ciudad se convertiría en referente de la exhibición. A la vista de estos datos, se puede afirmar que la hipótesis principal es superada por la realidad. Zamora fue un escenario importante dentro de la exhibición cinematográfica española. Es importante destacar que –con la llegada y durante el franquismo– la industria de la exhibición en Zamora capital, no estuvo controlada por una única empresa. La llegada de la familia Barrueco ponía fin a más de diez años de monopolio de Alejandro Sanvicente. De hecho, el Cine Barrueco se convertiría en el primer local construido y pensado como tal. Algunas de las localidades de los dos coliseos, como las plateas y palcos laterales, 1034  M.E.C.D., A.G.A., Cultura. Sindicato Nacional del Espectáculo. Caja 35/214. 554 estaban pensadas para visualizar espectáculos teatrales cuya cualidad era de contar con las tres dimensiones del espacio. Con la llegada a los teatros del espectáculo bidimensional, la visualización de la pantalla de cine en esas localidades fue totalmente diferente, ya que estaban pensadas para representaciones tridimensionales. Gracias a ello y al gran aforo con el que contaba, el Cine Barrueco se convirtió en el referente de la exhibición cinematográfica en la capital hasta bien entrada la década de los cincuenta. Con la llegada de los cinemas Valderrey y Arias Gonzalo en los albores de los años sesenta, se produjo la época de bonanza en la exhibición cinematográfica en Zamora. La capital, con cerca de cuarenta mil habitantes en 1960, contaría con seis salas dedicadas a proyecciones de películas. Sin embargo, en algunas localidades de la provinicia, este relación entre el número de habitantes y el de salas, fue más impactante. Ejemplo de ello fue que, durante la dictadura, Benavente con más de once mil habitantes, contaba con tres salas de cine. Pero hubo pueblos con cerca de mil habitantes, que tuvieron dos o más salas de cine durante esa época. Es el caso de Morales del Vino, Bermillo de Sayago, Vezdemarbán, Pinilla de Toro, Moraleja del Vino o El Perdigón. Por lo que se afianza la hipótesis en la que se defiende que el espectáculo audiovisual fue un referente en la vida social de los vecinos de los pueblos. Por último, hay que destacar la gran perseverancia de la mayoría de los exhibidores zamoranos durante el siglo xx por afianzarse en el mercado cinematográfico local. Por un lado, haciendo frente a los numerosos gravámenes que eran impuestos a la industria por parte del Estado Español en las diferentes épocas. Como se ha señalado en los apartados correspondientes, los exhibidores debían de hacer frente a todo tipo de impuestos, la mayoría basados en los aforos y el número de entradas vendidas. Estos tipos impositivos fueron creciendo en porcentaje y en número, convirtiéndose en una de las causas por las que muchos empresarios abandonarían definitivamente la industria para dedicarse a otros menesteres. Por otro lado, los exhibidores estuvieron supeditados por la cadena de industrias de producción y distribución. Los empresarios zamoranos estaban subordiandos por las distribuidoras, que elegían a su conveniencia qué tipo de cintas había que proyectar, en qué localidad, el cine y, lo que es más importante, qué porcentaje obtenían en la exhibición de las películas. Las productoras también, a través de las distribuidoras, en algunas ocasiones, 555 exigían el pago por adelantado para la proyección de cintas que aún estaban en fase de preproducción. Con lo que los exhibidores se convirtieron, sin saberlo, en productores de films que posteriormente presentaban en sus cines. 1.1. Futuras líneas de investigación La presente tesis doctoral ha arrojado diferentes resultados y por ende, diferentes preguntas para futuros estudiosos e investigadores sobre la historia del cine en Zamora. Seguidamente, se ponen encima de la mesa diferentes nuevas líneas de investigación que tendrán como punto de partida este trabajo: 1. Estudiar los años siguientes de la exhibición cinematográfica, desde 1975 hasta el cierre de todas las salas de exhibición en 1994. Durante esa época, los pocos cines de la provincia desaparecerán, quedando una sala en Benavente, al igual que en Toro. Similar circunstancia sucedería en la capital. Cronológicamente, el Teatro Principal, el Cine Pompeya, el Teatro Ramos Carrión y el Arias Gonzalo cerrarían sus puertas. Solo el Cine Barrueco resisitiría el envite de las nuevas multisalas. 2. En ese sentido, también es de importancia un estudio de los nuevos hábitos de consumo en Zamora a través de las nuevas salas –ahora ya múltiples–, como los Minicines Zamora, Multisalas Valderaduey y más tarde la reconversión del Cine Barrueco en tres multisalas. Al ser un estudio más cercano a nuestro tiempo, se pueden obtener grandes resultados. 3. Otra investigación interesante sería la publicación de un estudio sobre la historia del Teatro Principal y/o del Teatro Ramos Carrión como primeras salas de proyecciones cinematográficas durante el siglo xx. Se antoja un estudio como locales de variedades durante los años diez y veinte del pasado siglo 4. Siguiendo esa línea, Zamora le debe un gran estudio a la obra de Alejandro Sanvicente Llamas, principal exhibidor y empresario de espectáculos durante el pasado siglo en la ciudad y parte de España. 5. También, las diferentes salas que existieron en el siglo xx: Arias Gonzalo, Valderrey/ Pompeya y Barrueco, demandan un estudio más amplio del que se le ha concedido en esta tesis. De hecho, Ángel Barrueco Miranda posee numerosa documentación sobre la empresa 556 familiar, no sólo de la época en la que fue gestor, sino de los tiempos de su padre y su abuelo. 6. Otra futura línea de investigación más osada, sería que la Junta de Castilla y León, creara –dentro de la Filmoteca Regional– un departamento donde se completen todos los estudios inexplorados del cine de la Comunidad. Esta iniciativa ayudaría a despejar las grandes lagunas que existen sobre la exhibición cinematográfica en la Comunidad. 557 2. Coda Tras la finalización de esta tesis, se ha pretendido encender una pequeña vela como aportación a la historia de la exhibición cinematográfica en la ciudad de Zamora y su provincia. Confío en que pueda servir de ayuda a futuros investigadores, profesores y alumnos de la imagen local. Al existir epígrafes más generales, espero que también pueda servir a estudiosos del cine en otras zonas de España y –por qué no– a investigadores de la historia general de Zamora. El fin de la investigación sobre las salas de exhibición, no termina con esta tesis, sino que se pretenden desarrollar nuevas áreas de conocimiento en zonas limítrofes de la ciudad del Duero. Todavía están por realizar estudios sobre la historia de las salas de Valladolid y Salamanca; y sus pueblos. Lo que provocará que se creen nuevos cauces de investigación dentro de Castilla y León, y aportará un mapa más completo de las salas y los espectadores de la región. Además, debemos hacer referencia al carácter de transversalidad que poseen dichos estudios, ofreciendo nuevos procesos y con diferentes enfoques. Debido a ello, considero que el presente estudio no finaliza con la tesis doctoral, sino que va mucho más allá. Es la primera piedra para trabajar como profesor e investigador en alguna universidad, ya que mi intención es seguir profundizando en la historia del cine. Por último, ha sido un gran placer para mí, haberle dedicado estos cuatro últimos años al estudio de lo que más me apasiona: el cine. Madrid, junio de 2018. 559 3. Referencias bibliográficas Acevedo, J. (1962, 2 de marzo). A principios de siglo ya se iba a la Luna. El Correo de Zamora, p. 3. Alcina, J. (2018). Orígenes, evolución y crisis del sistema de exhibición cinematográfica en el Teatro Principal de Zamora: 1897-1984. En Área Abierta. Revista de Comunicación Audiovisual y Publicitaria. Vol. 18, Núm. 2, (pp. páginas pendientes de edición). Madrid, España: Ediciones Complutense. Alsina, H. (1977). El libro de la censura cinematográfica. Barcelona, España: Lumen. Álvarez & Sala. (2000). El cine en la zona nacional (1936-1939). Madrid, España: Mensajero. Álvarez Benito, J. M. (2005). El cine leonés: Un estudio. 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Línea recién inaugurada del tren Plasencia-Astorga. Benavente, 1898. Figura 11. Red de ferroviaria española durante el siglo xix. Figura 12. Planos del Corral de Comedias y el Teatro Principal. Figura 13. Ilustración del Teatro Principal. Figura 14. Instalaciones del Heraldo de Zamora a comienzos del siglo xx. Figura 15. Kinetoscopio de Edison. Figura 16. Cronograma de los cines ambulantes en Zamora capital (1898-1915). Figura 17. Antigua estación de tren de Zamora. Circa 1910. Figura 18. Fotograma del film New York, pont de Brooklyn (Lumière, 1897). Figura 19. Cinematógrafo ambulante Pradera. Circa 1900. Figura 20. Anuncio del Cinematógrafo Odeón. Figura 21. Puestos de las ferias en Zamora. Al fondo, barraca de cine. Circa 1910. Figuras 22 y 23. Tabla y gráfico con el número de películas estrenadas. Figura 24. Plaza de San Gil. Circa 1910. Figura 25. Primer poyecto del Nuevo Teatro. Francisco Ferriol, 1912. Figura 26. Nuevo Teatro. Circa 1916. Figura 27. Proyector de Kinemacolor. Figura 28. Imagen inédita de Raquel Meller en un descanso de la película Violetas imperiales, en el atrio de la Catedral de Zamora. Figura 29. Plano y fachada del Teatro Principal. Gregorio Pérez Arribas, 1924. Figura 30. Revista Gran Luxor Verdaguer. Temporada 1925-1926. Figura 31. Camión de la compañía Belga Chatam en la puerta del Teatro Principal. Mayo de 1927. Figura 32. Anuncio del Proyector Imperato II. Revista El Cine. Figura 33. Anuncio en la prensa zamorana de Metrópolis. Figura 34. Anuncio en la prensa de Amenacer. Figura 35. Despacho de billetes en la plaza de Malcocinado. Circa 1930. Figura 36. Ilustración del Nuevo Teatro. 576 Figura 37. Cartel anunciador de Plastigrama. Figura 38. Un cartel del Nuevo Teatro colgado en la calle Ramos Carrión. Circa 1927. Figura 39. Publicidad del Teatro Principal. Figura 40. Anuncio del “Teatro de verano” en el Nuevo Teatro. Figura 41. Anuncio en la prensa de las veladas en la sala de Los Luises. Figura 42. Cabecera de la página cinematográfica. Figura 43. El profesor Lee De Forest. Figura 44. Reproducción de un trozo de película sincronizada. Figura 45. Equipo técnico de El misterio de la puerta del sol. Figura 46. Kinetófono de Edison. Figura 47. Sistema de proyección Vitaphone. Figura 48. Anuncio de los nuevos equipos sonoros. Figura 49. Tabla de calificación moral de películas por colores. La estrella del mar, 1928. Figura 50. Gráfico de películas estrenadas entre 1916 a 1930 en Zamora capital dividido por salas. Figura 51. Gráfico total de películas estrenadas entre 1916 a 1930 en Zamora capital. Figura 52. Mapa de las regiones cinematográficas en las que se dividía España. Figura 53. Parte de contratación de películas. Figura 54. Anuncio de la inauguración del equipo sonor en el Nuevo teatro. Figura 55. Tabla comparativa de películas estrenadas en distintos países. Figura 56. Anuncio de Gran Hotel. Figura 57. Anuncio del film Sor Angélica. Figura 58. Salón de cine de Los Luises. Figura 59. Publicidad en la prensa de La mujer de mi marido. Figura 60. Columna informativa de cine. Figura 61. Tabla de calificación de películas diseñada por Filmor. Figura 62. Número de películas estrenadas por salas entre 1931 a 1939. Figura 63: Número de películas sonoras estrenadas por cine entre 1929 a 1939. Figura 64: Número total de películas sonoras estrenadas entre 1929 a 1939. Figura 65. Mapa Cinematográfico de España. Figura 66. Tabla de deducciones según el número de localidades. Figura 67. Tarifa número 8 del Reglamento de 22 de junio de 1956. Figura 68. Entradas de un cine con las marcas de control del Impuesto de Menores. Figura 69. Empleados de la empresa Barrueco cuando esta gestionaba el Cine; y los Teatros Principal y Ramos Carrión. 1955. Figura 70. Tabla de indemnización de películas en mal estado. Figura 71. Hoja de repaso de una película proyectada. Figura 72. Tabla de calificación de películas por colores de 1945. Figura 73. Tabla de calificación de películas por números en 1950. 577 Figura 74. Emblemas del Auxilio Social. Figura 75. Cartilla profesional de José Barrueco Seisdedos. Figura 76. Postal del Cine Barrueco. Circa 1943. Figura 77. Primer día de apertura del Cine Barrueco. Figura 78. Programa de mano de Lo que el viento se llevó. Figura 79. Cartelera del Cine Barrueco con el primer estreno en CinemaScope en Zamora. Figura 80. El nuevo cine de Los Luises. Figura 81. Anuncio de La túnica sagrada en el Cinema Valderrey. Figura 82. Retrato de Alejandro Sanvicente Llamas. Figura 83. Vestíbulo principal del Gran Cinema Arias Gozalo. Figura 84. Primera cartelera del Gran Cinema Arias Gonzalo en los medios impresos de Zamora. Figura 85. Imagen inédita de la construcción de la embocadura del Cinema Arias Gozalo. Figura 86. De izquierda a derecha: Olga Miranda, Ángel Barrueco y José María Sanvicente. Figura 87. Cine Pompeya. Circa 1972. Figura 88. Primera cartelera del Cine Cervantes. Figura 89. Plano de la sala de espectáculos del Círculo Católico. Figura 90. Sede social de «Educación y Descanso». Figura 91. Teatro-Cine de la Universidad Laboral. Figura 92. Plano de la fachada del Cine Cabañales. Figura 93. Plano de la provincia de Zamora con el número de cines estables durante el siglo xx. Tabla 94. Evolución histórica de la población y los cines de Zamora en el siglo xx. Figura 95. Paseo de La Mota, lugar de las primeras proyecciones cinematográficas. Figura 96. Paseo de San Francisco, lugar de las primeras proyecciones cinematográficas. Figura 97. Teatro del Jardinillo. Figura 98. Gran Teatro de Benavente. Figura 99. Calle Alfonso xiii, lugar donde se ubicaría el Cine Benavente. Figura 100. Plano del Cine Coliseum. Figura 101. Plano del Cine Florida. Figura 102. Plano del Teatro Latorre. Figura 103. Fachada del Cine Imperio. Figura 104. Teatro-Cine de Villanueva del Campo. Figura 105. Interior del Teatro Municipal-Cine Jim. Figura 106. Interior del Cine Avenida. 2014. Figura 107. Cinema Los Ángeles. Figura 108. Plano del campamento y del poblado del Esla con el salón de espectáculos. Figura 109. Cine Avenida –ya clausurado– en plaza de la Iglesia. Circa 1970. Figura 110. Interior actual del Cine Ideal. 578 Figura 111. Tabla de precios del Cine Martín. Figura 112. Tabla de precios del Cine Martín, con la subida de precios. Figura 113. El local de lo que fue el Cine Victoria, 2017. Figura 114. Local de lo que fue el Cine Doña Urraca, 2018. Figura 115. Gráfico del número de cines en la provincia de Zamora durante 1898 a 1990. Figura 116. Gráfico del número de cines en Zamora durante el siglo xx. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN TESIS DOCTORAL Orígenes y desarrollo del cinematógrafo en Zamora. De la primera proyección al ocaso del franquismo (1897-1975) TOMO 2 – APÉNDICES MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Francisco Javier Alcina Rodríguez-San León Director Profesor Dr. D. Luis Deltell Escolar Madrid, 2018 3 ÍNDICE TOMO 2 Apéndice 1. Relación de figuras excluidas en el texto Figura 1. Plano del Corralón del Hospicio para la construcción del Nuevo Teatro en 1912. A.Di.Za. Figura 2. Impuesto del Timbre sobre los cines de Zamora durante 1910. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Matrícula Industrial. Espectáculos. Figura 3. Impuesto del Timbre sobre las sesiones de cine de Enrique de Nicolás en 1911. A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L-2-197. Figura 4. Primera página constitución Sociedad Anónima Nuevo Teatro. A.Di.Za. Caja 671. Constitución Sociedad Anónima “Nuevo Teatro”. Figura 5. Pago del impuesto del Timbre del Cine Buenaventura. A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y arbitrios. L-2-197. Figura 6. Programas de mano del Nuevo Teatro y del Principal. Años 20. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. Figura 7. Cartel del film Amanecer. Heraldo de Zamora, 10 de mayo de 1928. Figura 8. Programas de mano Nuevo Teatro. Años 20. A.H.P.Za. Figura 9. Acta de aforo de la pista de patines. A.M.za. Propios y arbitrios. Espectáculos. Figura 10. Petición de instalación del Salón Royalty al Ayuntamiento. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. Figura 11. Página cinematográfica. Heraldo de Zamora, 17 de octubre de 1927 Figura 12. Ejemplo del pago de la Contribución Industrial años 20-30. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. Figura 13. Galas Paramount. Heraldo de Zamora, 3 de enero de 1931 Figura 14. Acta aforo Park Alaska Dancing. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. Figura 15. Tabla y gráfico películas proyectadas en Zamora entre 1930 a 1939. Figura 16. Tabla y gráfico películas sonoras proyectadas en Zamora entre 1929 a 1939 Figura 17. Licencia de apertura de un cine por el Sindicato Provincial del Espectáculo. A.H.P.Za. Figura 18. Pago de la contribución industrial del Teatro Ramos Carrión (Empresa Barrueco). Fuente: A.H.P.Za. A.M.Za. Propios y Arbitrios Figura 19. Certificado médico de un empresario de cine. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 20. Informe del párroco explicando la buena conducta del empresario de cine. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 21. Informe del alcalde sobre los antecedentes político-sociales del empresario de cine. A.H.P.Za. 4 Figura 22. Autorización de un cinematógrafo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 23. Informe del Ayuntamiento dando el visto bueno para la apertura de un cine. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 24. Hojas de contratos entre las distribuidoras y un cine de la provincia. Archivo de Manuela Campano. Figura 25. Contrato-Tipo entre MGM y el Cine Barrueco. Archivo de Archivo Ángel Barrueco Miranda. Figura 26. Plano del Cine Barrueco. A.H.P.Za. Ministerio de la Gobernación. Vivienda. Figura 27. Montaje de imágenes del Cine Barrueco. Archivo Ángel Barrueco Miranda, A.Di.Za. y Archivo La Opinión/El Correo de Zamora. Figura 28. Hoja de contribución industrial Cine Barrueco. A.H.P.Za. Hacienda. Fondo Nuevo. Propios y arbitrios. Figura 29. Planos de las dos salas de Los Luises. A.H.P.Za. Ministerio de la Gobernación. Vivienda. Figura 30. Plano de contrucción del Cinema Valderrey. A.H.P.Za. Ministerio de la Gobernación. Vivienda. Figura 31. Plano de contrucción del Arias Gonzalo. A.H.P.Za. Ministerio de la Gobernación. Vivienda. Figura 32. Fotos del Arias Gonzalo. A.H.P.Za. e Imperio Figura 33. Hoja de publicidad de una distribuidora. Archivo de Ángel Barrueco Miranda Figura 34. Contrato de Regia Films con Barrueco. Archivo de Ángel Barrueco Miranda Figura 35. Contrato de CS con Barrueco. Archivo de Ángel Barrueco Miranda Figura 36. Imágenes del Gran Teatro Benavente. A.M.Be. Figura 37. Fotografía actual y cartel de inauguración del Cine Imperio de Toro. A.M.To. Figura 38. Planos Gran Teatro de Benavente. A.M.Be. Figura 39. Planos del Cinema Benavente. Planos. A.M.Be. Figura 40. Planos del Cine Coliseum. Planos. A.M.Be. Figura 41. Plano del Cine de Camarzana de Tera. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 42. Plano del Cine de Castrogonzalo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 43. Plano del Cine de Fuentes de Ropel. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 44. Plano del Cine de Manganeses de la Polvorosa. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 45. Plano del Cine de Pobladura del Valle. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. 5 Figura 46. Plano del Cine de Quiruelas de Vidirales. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 47. Plano del Cine de San Cristobal de Entreviñas. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 48. Plano del Cine de San Pedro de Ceque. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 49. Plano del Cine de Santibañez de Vidirales propiedad de Dionisio Ferrero. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 50. Plano del Cine de Santibañez de Vidriales David Delgado. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 51. Plano del Cine de Santovenia del Esla propiedad de Evelio Uña. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 52. Fotos de la calle donde se encontraba el Cine Florida de Santovenia del Esla. Archivo de Samuel Mezquita. Figura 53. Planos del Cine Imperio. A.M.To. Figura 54. Planos del cine de Aspariegos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 55. Planos del cine de Peleagonzalo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 56. Planos del cine de Pinilla de Toro. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 57. Acta de aforo de los locales de espectáculos de Villalpando. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 58. Planos del cine de Belver de los Montes. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 59. Planos del cine de Cañizo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 60. Planos del cine de Castronuevo de los Arcos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 61. Planos del cine de Castroverde de Campos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 62. Planos del cine de Cerecinos de Campos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 63. Planos del cine de Granja de Moreruela. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 64. Planos del cine de Revellinos de Campos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 65. Planos del cine de San Miguel del Valle. A.H.P.Za. Gobierno Civil. 6 Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 66. Planos del cine de Villafáfila. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 67. Planos del cine de Villalba de la Lampreana. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 68. Planos del cine de Villarrín de Campos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 69. Solicitud de explotación del Teatro de Fuentesaúco. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 70. Planos del cine de Bóveda de Toro. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 71. Planos del cine de El Pego. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 72. Planos del cine de Fuentelapeña. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 73. Planos del cine de San Miguel de la Ribera. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 74. Planos del cine de Villamor de los Escuderos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 75. Planos del cine de Villabuena del Puente. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 76. Planos del cine de Andavías propiedad de José Malillos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 77. Planos del cine de Andavías propiedad de Isidro Acebes. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 78. Foto y entradas del Cine Azul de Manganeses de la Lampreana. Archivo de Manoli Campano. Figura 79. Planos del Cinema Los Ángeles de Manganeses de la Lampreana. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 80. Planos del cine de Montamarta. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 81. Panorámica y detalles del campamento de los Saltos del Duero en el río Esla. Archivo Iberdrola. Figura 82. Planos del cine de Pajares de la Lampreana. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 83. Planos del cine de San Cebrián de Castro. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 84. Planos del cine de Carbajales de Alba. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. 7 Figura 85. Planos del cine de Tábara propiedad de Serafín Baladrón. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 86. Planos del cine de Tábara propiedad de Joaquín Fuentes. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 87. Planos del cine de Casaseca de las Chanas. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 88. Planos del cine de El Perdigón propiedad de Pedruelo, Perote y Marcelo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 89. Planos del cine de El Perdigón propiedad de Payá y Ramos. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 90. Planos del cine Martín de Moraleja del Vino. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 91. Planos del cine Merchán de Moraleja del Vino. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 92. Planos del cine de Morales del Vino. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 93. Planos del cine de Sanzoles del Vino. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 94. Planos del cine de Venialbo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 95. Planos del cine de Villaralbo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 96. Planos del cine de Puebla de Sanabria. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 97. Planos del cine de Almedia de Sayago. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 98. Planos del cine de Bermillo propiedad de Francisco Santos Redondo. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 99. Planos del cine de Bermillo propiedad de José Luengo Garrote. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. Figura 100. Planos del cine de Muga de Sayago. A.H.P.Za. Gobierno Civil. Autorizaciones Administrativas de Espectáculos. Cinematógrafos. 8 Apéndice 2. Listado de películas estrenadas en Zamora (1898-1939) Apéndice 3. Listado de cines ambulantes en Zamora y provincia durante el siglo xx Apéndice 4. Número de salas estables en Zamora y provincia durante el primer tercio del siglo xx Apéndice 5. Listado de las salas estables durante el siglo xx en Zamora y provincia Apéndice 6. Gráfico y tabla del número de las salas estables durante el siglo xx en Zamora y provincia. Apéndice 7. Mapa del número de cines en la provincia de Zamora durante el siglo xx. Apéndice 8. Mapa de los cines ambulantes en la ciudad entre 1898 a 1917 Apéndice 9. Mapa de los cines estables en Zamora capital durante el siglo xx Apéndice 10. Partes de exhibición en la provincia. AGA. Apéndice 11. Gráfica del número de cines en la provincia de Zamora durante 1898 a 1990. Apéndice 12. Gráfica del número de cines en Zamora durante el siglo xx. Apéndice 1 10 Figura 1. Plano del Corralón del Hospicio para la construcción del Nuevo Teatro en 1912. 11 Figura 2. Impuesto del Timbre sobre los cines de Zamora durante 1910. 12 Figura 3. Impuesto del Timbre sobre las sesiones de cine de Enrique de Nicolás en 1911. 13 Figura 4. Primera página constitución Sociedad Anónima Nuevo Teatro. 14 Figura 5. Pago del impuesto del Tiembre del Cine Buenaventura. 15 Figura 6. Programas de mano del Nuevo Teatro y del Principal. Años 20. 16 Figura 7. Cartel del film Amanecer. 17 Figura 8. Programas de mano Nuevo Teatro. Años 20. 18 Figura 9. Acta de aforo de la pista de patines. 19 Figura 10. Petición de instalación del Salón Royalty al Ayuntamiento. 20 Figura 11. Página cinematográfica. 21 Figura 12. Ejemplo del pago de la Contribución Industria. Circa 1920. 22 Figura 13. Galas Paramount. 23 Figura 14. Acta aforo Park Alaska Dancing. 24 Figura 15. Tabla y gráfico películas proyectadas en Zamora entre 1930 a 1939. 25 Figura 16. Tabla y gráfico películas sonoras proyectadas en Zamora entre 1929 a 1939 26 Figura 17. Apertura de un cine por el Sindicato Provincial del Espectáculo.. 27 Figura 18. Pago contribución industrial del Teatro Ramos Carrión (Empresa Barrueco). 28 Figura 19. Certificado médico de un empresario de cine. 29 Figura 20. Informe del párroco explicando la buena conducta del empresario de cine. 30 Figura 21. Informe del alcalde sobre los antecedentes del empresario de cine 31 Figura 22. Autorización de un cinematógrafo. 32 Figura 23. Informe del Ayuntamiento dando el visto bueno para la apertura de un cine. 33 Figura 24. Hojas de contratos entre las distribuidoras y un cine de la provincia. 34 Figura 25. Contrato-Tipo entre MGM y el Cine Barrueco 35 Figura 26. Planos del Cine Barrueco. 36 Figura 27. Montaje de imágenes del Cine Barrueco. 37 Figura 28. Hoja de contribución industrial Cine Barrueco 38 Figura 29. Planos de las dos salas de Los Luises. 39 Figura 30. Plano de contrucción del Cinema Valderrey. 40 Figura 31. Plano de contrucción del Gran Cinema Arias Gonzalo 41 Figura 32. Fotografías del Gran Cinema Arias Gonzalo. 42 Figura 33. Hoja de publicidad de una distribuidora. 43 Figura 34. Contrato de Regia Films con el Cine Barrueco. 44 Figura 35. Contrato de CS con Barrueco. 45 Figura 36. Imágenes del Gran Teatro de Benavente. 46 Figura 37. Fotografía actual y cartel de inauguración del Cine Imperio de Toro. 47 Figura 38. Planos del Gran Teatro de Benavente. 48 Figura 39. Planos del Cinema Benavente. 49 Figura 40. Cine Coliseum. 50 Figura 41. Plano del Cine de Camarzana de Tera. 51 Figura 42. Plano del Cine de Castrogonzalo Figura 43. Plano del Cine de Fuentes de Ropel. 52 Figura 44. Plano del Cine de Manganeses de la Polvorosa Figura 45. Plano del Cine de Pobladura del Valle. 53 Figura 46. Plano del Cine de Quiruelas de Vidirales Figura 47. Plano del Cine de San Cristobal de Entreviñas. 54 Figura 48. Plano del Cine de San Pedro de Ceque. Figura 49. Plano del Cine de Santibañez de Vidirales propiedad de Dionisio Ferrero. 55 Figura 50. Plano del Cine de Santibañez de Vidriales David Delgado Figura 51. Plano del Cine de Santovenia del Esla propiedad de Evelio Uña 56 Figura 52. Fotos de la calle donde se encontraba el Cine Florida de Santovenia del Esla. 57 Figura 53. Planos del Cine Imperio. 58 Figura 54. Planos del cine de Aspariegos. Figura 55. Planos del cine de Peleagonzalo. 59 Figura 56. Planos del cine de Pinilla de Toro. 60 Figura 57. Acta de aforo de los locales de espectáculos de Villalpando. 61 Figura 58. Planos del cine de Belver de los Montes. Figura 59. Planos del cine de Cañizo. 62 Figura 60. Planos del cine de Castronuevo de los Arcos. Figura 61. Planos del cine de Castroverde de Campos. 63 Figura 62. Planos del cine de Cerecinos de Campos. Figura 64. Planos del cine de Revellinos de Campos. 64 Figura 63. Planos del cine de Granja de Moreruela. 65 Figura 66. Planos del cine de Villafáfila. Figura 65. Planos del cine de San Miguel del Valle 66 Figura 67. Planos del cine de Villalba de la Lampreana. Figura 68. Planos del cine de Villarrín de Campos. 67 Figura 69. Solicitud de explotación del Teatro de Fuentesaúco. 68 Figura 71. Planos del cine de El Pego. Figura 70. Planos del cine de Bóveda de Toro. 69 Figura 72. Planos del cine de Fuentelapeña. Figura 73. Planos del cine de San Miguel de la Ribera. 70 Figura 74. Planos del cine de Villamor de los Escuderos Figura 75. Planos del cine de Villabuena del Puente. 71 Figura 76. Planos del cine de Andavías propiedad de José Malillos. Figura 77. Planos del cine de Andavías propiedad de Isidro Acebes 72 Figura 78. Foto y entradas del Cine Azul de Manganeses de la Lampreana. 73 Figura 79. Planos del Cinema Los Ángeles de Manganeses de la Lampreana. 74 Figura 80. Planos del cine de Montamarta. Figura 82. Planos del cine de Pajares de la Lampreana. 75 Figura 81. Panorámica y detalles del campamento de los Saltos del Duero en el río Esla. 76 Figura 84. Planos del cine de Carbajales de Alba. Figura 83. Planos del cine de San Cebrián de Castro. 77 Figura 85. Planos del cine de Tábara propiedad de Serafín Baladrón 78 Figura 86. Planos del cine de Tábara propiedad de Joaquín Fuentes. Figura 87. Planos del cine de Casaseca de las Chanas 79 Figura 89. Planos del cine de El Perdigón propiedad de Payá y Ramos. Figura 88. Planos del cine de El Perdigón propiedad de Pedruelo, Perote y Marcelo. 80 Figura 91. Planos del cine Merchán de Moraleja. Figura 90. Planos del cine Martín de Moraleja del Vino. 81 Figura 93. Planos del cine de Sanzoles del Vino. Figura 92. Planos del cine de Morales del Vino. 82 Figura 95. Planos del cine de Villaralbo. Figura 94. Planos del cine de Venialbo. 83 Figura 96. Planos del cine de Puebla de Sanabria. Figura 97. Planos del cine de Almedia de Sayago 84 Figura 98. Planos del cine de Bermillo propiedad de Francisco Santos Redondo. 85 Figura 100. Planos del cine de Muga de Sayago. Figura 99. Planos del cine de Bermillo propiedad de José Luengo Garrote. Apéndice 2 87 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN TESIS DOCTORAL Orígenes y desarrollo del cinematógrafo en Zamora. De la primera proyección al ocaso del franquismo (1897-1975) TOMO 2 – APÉNDICES MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Francisco Javier Alcina Rodríguez-San León Director Profesor Dr. D. Luis Deltell Escolar Madrid, 2018 Película Año Sala de estreno Artillería española 1898 Teatro Principal Baile de niñas 1898 Barraca de Raimundo Mas Bañistas en Lisboa 1898 Barraca de Raimundo Mas Barco en el mar 1898 Barraca de Raimundo Mas Batalla de nieve 1898 Barraca de Raimundo Mas Botadura del acorazado General Cisnerol (Ferrol) 1898 Barraca de Raimundo Mas Campos Elíseos 1898 Teatro Principal Carga de coraceros 1898 Barraca de Raimundo Mas Carga de un regimiento de caballería española 1898 Teatro Principal Ciclistas militares 1898 Barraca de Raimundo Mas Corrida de toros 1898 Barraca de Raimundo Mas Corrida de toros de Manzzantini y Reverte 1898 Teatro Principal Cuadro religioso de Jerusalén 1898 Teatro Principal Desfile de la Cofradía de Jesús Nazareno (Semana Santa Zamora) 1898 Barraca de Raimundo Mas Diputación asiática 1898 Teatro Principal Duelo a espada 1898 Barraca de Raimundo Mas Duelo de pistola 1898 Teatro Principal El puente de Broolyn 1898 Teatro Principal Góndola de Venecia 1898 Barraca de Raimundo Mas Ir por hora… 1898 Barraca de Raimundo Mas Jardienro sorprendido 1898 Teatro Principal Juego de tresillo 1898 Barraca de Raimundo Mas Jugadores de baraja 1898 Teatro Principal Llegada de un tren 1898 Teatro Principal Mar fuerte 1898 Teatro Principal Mic Arcace (Correo de la Reina de las Reinas) 1898 Barraca de Raimundo Mas Niños traviesos 1898 Teatro Principal Procesión de la Santa Vera Cruz (Semana Santa Zamora) 1898 Barraca de Raimundo Mas Procesión del Santo Entierro (Semana Santa Zamora) 1898 Barraca de Raimundo Mas Puerta de Toledo (Madrid) 1898 Barraca de Raimundo Mas Salida del tren en la estación de Zamora 1898 Teatro Principal Tigres del jardín 1898 Teatro Principal Trabajos de campo 1898 Teatro Principal Vistas de Zamora (1898) 1898 Teatro Principal Zoológico de París 1898 Teatro Principal Aladino y la lámpara maravillosa 1901 Círculo Colombiano (salón) Cazadores de liebres 1903 Barraca de Pinacho Coronación de Su Majestad Don Alfonso XIII 1903 Cinematógrafo Royal Kosmograph El hada de las flores 1903 Barraca de Pinacho La colmena maravillosa 1903 Barraca de Pinacho Los chicos de la escuela 1903 Barraca de Pinacho Madrid y sus fiestas 1903 Cinematógrafo Royal Kosmograph Suiza a la luz de la luna 1903 Barraca de Pinacho Viaje a la Luna 1903 Cinematógrafo Royal Kosmograph Baño de elefantes 1906 Cinematógrafo Pradera Batallón infantil 1906 Cinematógrafo Pradera Caballos y perros amaestrados 1906 Cinematógrafo Pradera Carrera de automóviles (1905) 1906 Cinematógrafo Pradera Cásate y verás 1906 Cinematógrafo Pradera Apéndice 2. Listado de películas estrenadas en Zamora (1898-1939) Nota: para diferenciar las cintas mudas de las sonoras, las celdas de estas últimas se presentan en color gris. 88 Ciclistas y leones 1906 Cinematógrafo Pradera De Damasco a Jerusalén 1906 Cinematógrafo Pradera El abanico mágico 1906 Cinematógrafo Pradera El amor astuto 1906 Cine Odeón EL borracho y la manguera 1906 Cinematógrafo Pradera El cuadro extraordinariamente cómico 1906 Cinematógrafo Pradera El desayuno del gato 1906 Cinematógrafo Pradera El ganso de Navidad (colores) 1906 Cinematógrafo Pradera El gigarro de una cena 1906 Cinematógrafo Pradera El hada de las flores 1906 Cine Odeón El joven que desea casarse 1906 Cinematógrafo Pradera El Kade Walk de los enanos 1906 Cinematógrafo Pradera El más célebre ilusionista 1906 Cinematógrafo Pradera El niño goloso 1906 Cinematógrafo Pradera El paraguas fantástico 1906 Cinematógrafo Pradera El río de oro 1906 Cinematógrafo Pradera El teléfono 1906 Cinematógrafo Pradera El teniente Riaño 1906 Cinematógrafo Pradera Fuegos artificiales 1906 Cinematógrafo Pradera Gracioso viaje a través de lo imposible 1906 Cinematógrafo Pradera Gran colección de monos 1906 Cinematógrafo Pradera Grandes carreras de caballos 1906 Cine Odeón Grandes regalos de balandras en vela 1906 Cinematógrafo Pradera Historia de la célebre aventura de Robinsón 1906 Cinematógrafo Pradera Juan malo o la vuelta al bien 1906 Cinematógrafo Pradera Jura de bandera de los reclutas del Regimiento de Toledo 1906 Cinematógrafo Pradera La alegría de los niños en la noche de Reyes 1906 Cinematógrafo Pradera La cacería en Riofrío 1906 Cinematógrafo Pradera La célebre Fregolina 1906 Cinematógrafo Pradera La cocina maldita 1906 Cinematógrafo Pradera La duda del Ratero 1906 Cinematógrafo Pradera La grúa encantada 1906 Cinematógrafo Pradera La mariposa 1906 Cinematógrafo Pradera La media corta 1906 Cine Odeón La muñeca viviente 1906 Cinematógrafo Pradera La pesadilla de una mosca 1906 Cinematógrafo Pradera La pesca del arenque 1906 Cine Odeón La primera salida de un alumno 1906 Cinematógrafo Pradera La siesta de los niños 1906 Cinematógrafo Pradera La trampa de los lobos 1906 Cinematógrafo Pradera La vendetta 1906 Cinematógrafo Pradera Ladrón de manzanas 1906 Cinematógrafo Pradera Ladrón de niños 1906 Cine Odeón Lago y vistas generales de Ginebra 1906 Cinematógrafo Pradera Lectura de una novela 1906 Cinematógrafo Pradera Little Pirch (excéntrico) 1906 Cinematógrafo Pradera Llegada del presidente Loubet a Madrid 1906 Cinematógrafo Pradera Los dos frailes 1906 Cinematógrafo Pradera Los excéntricos Lacanne 1906 Cinematógrafo Pradera Los pobres importamos 1906 Cinematógrafo Pradera Luis XIV y su corte 1906 Cinematógrafo Pradera Maniobras de Carabanchel 1906 Cinematógrafo Pradera Minué de Reyes 1906 Cinematógrafo Pradera Película Año Sala de estreno 89 Odisea de un campesino en París 1906 Cinematógrafo Pradera Panorama nevado de León 1906 Cinematógrafo Pradera Parque de surtidores de la fuente de Versalles 1906 Cinematógrafo Pradera Paseo de los animales 1906 Cine Odeón Sport de patines en La Coruña 1906 Cinematógrafo Pradera Sport infantil (carreras de bicicletas de madera) 1906 Cinematógrafo Pradera Un drama en el mar 1906 Cinematógrafo Pradera Un furioso enamorado 1906 Cinematógrafo Pradera Un parroquiano impaciente 1906 Cinematógrafo Pradera Un traje improvisado 1906 Cinematógrafo Pradera Un viaje a bordo del trasatlántico 1906 Palacio Luminoso Un viaje a Suiza 1906 Cinematógrafo Pradera Una mala broma 1906 Cinematógrafo Pradera Una mirada en cada piso 1906 Cinematógrafo Pradera Vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo 1906 Palacio Luminoso Vistas de Zamora (1906) 1906 Cinematógrafo Pradera Cintas de las casas Gaumont y Pathé 1909 Cinematógrafo Internacional Les Valery´s Coronación del Rey Alberto de Bélgica 1909 Gran Cinematógrafo Moderno El héroe de la jornada 1909 Gran Cinematógrafo Moderno Industria de cigarrillos 1909 Gran Cinematógrafo Moderno La fuerza del destino 1909 Gran Cinematógrafo Moderno La pasión del Señor 1909 Pabellón Internacional Sansón 1909 Pabellón Internacional Cintas de las casas Gaumont y Pathé 1912 Cine Buenaventura Corrida de toros 1912 Teatro Principal La pared del claustro 1912 Teatro Principal Películas cómicas y de aventuras (no se especifica) 1912 Los Luises Amor y ruido de espadas 1916 Nuevo Teatro Atravesando el Canal de Suez 1916 Teatro Principal Cartera robada 1916 Teatro Principal Charlot en el parque (In the park) 1916 Nuevo Teatro Christus 1916 Teatro Principal Corazón y arte 1916 Teatro Principal Don Juan 1916 Teatro Principal El misterio de una noche de verano 1916 Nuevo Teatro El nocturno de Chopin 1916 Teatro Principal El porvenir del acecho 1916 Teatro Principal Fatty la heredera 1916 Teatro Principal Kinemacolor 1916 Teatro Principal La emboscada 1916 Teatro Principal La llama eterna 1916 Teatro Principal La llave maestra 1916 Teatro Principal La perla del cinema 1916 Teatro Principal La presidiaria 121 1916 Nuevo Teatro Los Vampiros 1916 Teatro Principal Margarita 1916 Teatro Principal Paulina 1916 Teatro Principal Procesión de elefantes en Calcuta 1916 Teatro Principal Una excursión por la bella Escocia 1916 Teatro Principal Visión terrorífica 1916 Nuevo Teatro A la capital 1917 Nuevo Teatro A la caza de un ducado 1917 Nuevo Teatro Alarma en la noche 1917 Salón Royalty Película Año Sala de estreno 90 Ambrosio y la señora Tourand 1917 Nuevo Teatro Christus 1917 Nuevo Teatro Corrida de toros en Valencia (García, Joselito y Belmonte) 1917 Nuevo Teatro Don Juan Tenorio 1917 Nuevo Teatro El coche número 13 1917 Salón Royalty El ferrocarril de la muerte 1917 Nuevo Teatro El guante rojo 1917 Nuevo Teatro El loco de las rocas 1917 Nuevo Teatro El proceso Clemenceau 1917 Nuevo Teatro En la ciudad eterna 1917 Nuevo Teatro En manos del destino 1917 Nuevo Teatro Expedición Submarina 1917 Nuevo Teatro Fascinación 1917 Nuevo Teatro Jou Jou 1917 Nuevo Teatro La corte del terror 1917 Nuevo Teatro La fuga de Pepito 1917 Nuevo Teatro La gran vergüenza 1917 Nuevo Teatro La máscara roja 1917 Nuevo Teatro La pequeña fuente 1917 Nuevo Teatro La rosa de Granada 1917 Nuevo Teatro La vida de Cristobal Colón y su descubrimiento de América 1917 Nuevo Teatro La vida de Cristobal Colón y su descubrimiento de América 1917 Nuevo Teatro Los misterios de Nueva York 1917 Teatro Principal Los últimos días de Pompeya 1917 Los Luises Lucille, la hija del circo 1917 Nuevo Teatro Poder soberano 1917 Nuevo Teatro Quo Vadis 1917 Los Luises Sangre y arena (1917) 1917 Nuevo Teatro Soborno 1917 Nuevo Teatro Sobre el trapecio 1917 Nuevo Teatro Un rayo de sol 1917 Nuevo Teatro Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo 1917 Nuevo Teatro Zigomar contra Nick-Carter 1917 Nuevo Teatro Calígula 1918 Nuevo Teatro Jack, corazón de león 1918 Nuevo Teatro La dama de corazón 1918 Nuevo Teatro Los buitres de París 1918 Nuevo Teatro Revista de actualidad Pathé 1918 Nuevo Teatro Almas de locos 1919 Teatro Principal Amor 1919 Teatro Principal Burbujas de pesadumbre 1919 Teatro Principal Carnavalescas 1919 Nuevo Teatro Charlot entre telones 1919 Teatro Principal Culpa o misterio 1919 Nuevo Teatro Destroyers americanos en aguas británicas 1919 Teatro Principal El almacén de juguetes 1919 Teatro Principal El asombro de Damasco 1919 Teatro Principal El caballero de Casa Roja 1919 Teatro Principal El círculo rojo 1919 Teatro Principal El conde de Montecristo 1919 Teatro Principal El correo de Washintong o La perla del ejército 1919 Teatro Principal El delito de la ópera 1919 Nuevo Teatro El enigma del silencio 1919 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 91 El ministerio de la doble cruz 1919 Teatro Principal El secreto de la condesa 1919 Teatro Principal El vagabundo 1919 Teatro Principal El vate enamorado 1919 Nuevo Teatro En el Tonkin Lao Kay (Pathé Color) 1919 Teatro Principal Enamorado de su vecina 1919 Teatro Principal Fatty se cayó 1919 Teatro Principal Feria Mayor de 1918 en Zamora 1919 Nuevo Teatro Flor empozonada 1919 Teatro Principal Fraternidad 1919 Teatro Principal Harry Wilson 1919 Nuevo Teatro Houdini y el tanque humano 1919 Teatro Principal Intolerancia 1919 Teatro Principal Ironías de la vida 1919 Nuevo Teatro Judex 1919 Nuevo Teatro La abandonada 1919 Teatro Principal La Avenida de la Ópera 1919 Teatro Principal La bala helada 1919 Teatro Principal La casa del odio 1919 Teatro Principal La condesa de Sonmerive 1919 Teatro Principal La emperatriz 1919 Teatro Principal La España trágica 1919 Nuevo Teatro La heroína de Nueva York 1919 Teatro Principal La locura de Nueva York 1919 Teatro Principal La máscara de los dientes blancos o Castillo de fantamas 1919 Teatro Principal La máscara del amor o La sortija misteriosa 1919 Teatro Principal La mujer abandonada 1919 Nuevo Teatro La música suaviza las costumbres 1919 Teatro Principal La pecadora (1919) 1919 Teatro Principal La perla del molino 1919 Teatro Principal La posada del sol 1919 Nuevo Teatro La prometida del sol 1919 Teatro Principal La seductora pitonisa 1919 Teatro Principal La sombra misteriosa 1919 Nuevo Teatro La sortija fatal 1919 Teatro Principal La última ilusión 1919 Teatro Principal La vagabunda 1919 Teatro Principal La zona de la muerte 1919 Teatro Principal Las conquistas de Don Casto 1919 Teatro Principal Las peripecias de Paulina 1919 Teatro Principal Leda sin el cisne 1919 Teatro Principal Lille libertada 1919 Nuevo Teatro Los amores de un fresco 1919 Teatro Principal Los buitres de París 1919 Teatro Principal Los dos pilletes 1919 Nuevo Teatro Los intereses creados 1919 Nuevo Teatro Los miserables 1919 Teatro Principal Los misterios de París 1919 Teatro Principal Los pequeños mártires 1919 Nuevo Teatro Los trabajadores del mar o La lucha del hombre con la naturaleza 1919 Teatro Principal Luz que se apaga 1919 Teatro Principal Marido feliz 1919 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 92 Miseria y Opulencia 1919 Teatro Principal Pepita la gitana 1919 Nuevo Teatro Por la verdad 1919 Teatro Principal Ravengar o el hombre invisible 1919 Teatro Principal Revista Pathé, número 529 1919 Teatro Principal Revista Pathé, número 536 1919 Teatro Principal Revista Pathé, número 543 1919 Teatro Principal Simbad el marino 1919 Teatro Principal Spinelli busca un marido 1919 Teatro Principal Tonni quiere ser cowboy 1919 Teatro Principal Tosca 1919 Nuevo Teatro Trágica persecución 1919 Teatro Principal Una carta urgente 1919 Teatro Principal Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo 1919 Teatro Principal Wanda Warenine 1919 Nuevo Teatro Yo acuso 1919 Teatro Principal ¡Justicia! 1920 Teatro Principal Ambrosio diplomático 1920 Teatro Principal Bartolo y la colegiala 1920 Teatro Principal Broadway Bill o El rey del bosque 1920 Teatro Principal Charlot armas al hombro 1920 Teatro Principal Charlot aventurero 1920 Teatro Principal Charlot en la escuela 1920 Teatro Principal Charlot marinero 1920 Teatro Principal Cómo se hacen las películas 1920 Teatro Principal Cuidado con las fieras 1920 Teatro Principal Doncella, casada o viuda 1920 Teatro Principal El arte de Joselito 1920 Teatro Principal El blanco trágico 1920 Teatro Principal El caballo fantasma 1920 Teatro Principal El enigma del hombre sin mano 1920 Teatro Principal El farol rojo (no se proyectó). 1920 Teatro Principal El final de Otelo 1920 Teatro Principal El guante rojo 1920 Teatro Principal El hijo de la noche 1920 Teatro Principal El ladrón y la ley 1920 Teatro Principal El médico de las locas 1920 Teatro Principal El misterio de la escalera circular 1920 Teatro Principal El monte de trueno 1920 Teatro Principal El naufragio del Oceanía 1920 Teatro Principal El Naulahka 1920 Teatro Principal El oro que mata 1920 Teatro Principal El príncipe Rodolfo 1920 Teatro Principal El reinado secreto 1920 Teatro Principal El rey del circo 1920 Teatro Principal El timo del sombrero 1920 Teatro Principal Elmo el poderoso 1920 Teatro Principal En el Sáhara 1920 Teatro Principal Encanto vendecedor 1920 Teatro Principal Fatty y las estrellas 1920 Teatro Principal Jugar con fuego 1920 Teatro Principal La boheme 1920 Teatro Principal La carrera artística de Mabel 1920 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 93 La dama de las perlas 1920 Teatro Principal La décima sinfonía 1920 Teatro Principal La gran jugada 1920 Teatro Principal La hija ignorada 1920 Teatro Principal La historia de los trece 1920 Teatro Principal La huella del tigre 1920 Teatro Principal La huérfana 1920 Teatro Principal La jaula de oro 1920 Teatro Principal La lucha por los millones 1920 Teatro Principal La madrasta 1920 Teatro Principal La mancha original 1920 Teatro Principal La mancha roja 1920 Teatro Principal La marca de fuego 1920 Teatro Principal La nueva Aurora 1920 Teatro Principal La pequeña atolondrada 1920 Teatro Principal La princesa velada 1920 Teatro Principal La señorita ambición 1920 Teatro Principal La señorita Washintong 1920 Teatro Principal La tragedia de Joselito 1920 Teatro Principal La tragedia de Talavera 1920 Teatro Principal Las estrellas de Gloria 1920 Teatro Principal Las garras del león 1920 Teatro Principal Los arlequines de seda y oro 1920 Teatro Principal Los tres rivales 1920 Teatro Principal Marinas toscanas 1920 Teatro Principal Mirtillo 1920 Teatro Principal Misericordia 1920 Teatro Principal Por amor 1920 Teatro Principal Por una noche nada más 1920 Teatro Principal Revista Pathé, número 18 1920 Teatro Principal Revista Pathé, número 22 1920 Teatro Principal Revista Pathé, número 544 1920 Teatro Principal Romeo y Julieta 1920 Teatro Principal Tih-Minch 1920 Teatro Principal Un día de juerga, por Charlot 1920 Teatro Principal ¡Renunciación! 1921 Nuevo Teatro ¿Por qué no pinta Charlot? 1921 Nuevo Teatro ¿Por qué no pinta Charlot? 1921 Teatro Principal ¿Quién es el ladrón? 1921 Nuevo Teatro A los corazones del mundo 1921 Nuevo Teatro A través de los bajos Alpes 1921 Nuevo Teatro Amor enemigo 1921 Teatro Principal Amor y sacrificio 1921 Nuevo Teatro Amores rojos 1921 Nuevo Teatro Anales de la guerra europea 1921 Nuevo Teatro Astucia femenina 1921 Nuevo Teatro Barrabás 1921 Teatro Principal Basilio ordenanza 1921 Nuevo Teatro Biarritz 1921 Nuevo Teatro Bobby, colegial 1921 Nuevo Teatro Carrera de voituretes 1921 Nuevo Teatro Champagne capricho 1921 Teatro Principal Charlot, campeón 1921 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 94 Charlot, marqués de Guardarropía 1921 Teatro Principal Combate naval aéreo 1921 Nuevo Teatro Construcción y botadura de un buque de Guerra 1921 Teatro Principal Curación radical 1921 Nuevo Teatro Damasco, usos y costumbres 1921 Nuevo Teatro Dandy, hereda 1921 Nuevo Teatro De carne y hueso 1921 Nuevo Teatro De carne y hueso 1921 Teatro Principal De la copa a los labios 1921 Nuevo Teatro Delicias del hogar de Fatty 1921 Teatro Principal Después de la muerte 1921 Teatro Principal Día de campo 1921 Nuevo Teatro Domador domado 1921 Nuevo Teatro Eddie, trasnochador 1921 Nuevo Teatro El águila humana 1921 Nuevo Teatro El amigo de Fritz 1921 Nuevo Teatro El blanco del negro en el amarillo 1921 Nuevo Teatro El cadáver de mármol 1921 Teatro Principal El carro de la alegría 1921 Nuevo Teatro El chico del colmado 1921 Nuevo Teatro El collar de esmeraldas 1921 Nuevo Teatro El crimen de Caín 1921 Nuevo Teatro El dinero habla 1921 Nuevo Teatro El doctor rojo o la mano invisible 1921 Teatro Principal EL dragón misterioso 1921 Teatro Principal El gato salvaje 1921 Teatro Principal El hombre de las tres caras 1921 Nuevo Teatro El jinete silencioso 1921 Nuevo Teatro El lobo del mar 1921 Nuevo Teatro El mensajero de la muerte 1921 Nuevo Teatro El muchacho de la carnicería 1921 Nuevo Teatro El padrino de boda 1921 Nuevo Teatro El perro de mala sangre 1921 Nuevo Teatro El presagio 1921 Teatro Principal El que menos corre, vuela 1921 Nuevo Teatro El reclamo 1921 Nuevo Teatro El reclamo 1921 Teatro Principal El Restaurant de los Tronados 1921 Nuevo Teatro El rey de la noche 1921 Teatro Principal El rey de la noche 1921 Teatro Principal El rostro impenetrable 1921 Nuevo Teatro El teatro de la muerte 1921 Teatro Principal El torbellino 1921 Nuevo Teatro El último figurín 1921 Nuevo Teatro El valle del infierno 1921 Nuevo Teatro El vengador 1921 Nuevo Teatro El ventrílocuo 1921 Nuevo Teatro El veraneo de Robustiana 1921 Nuevo Teatro Entre salvajes 1921 Teatro Principal Esclavitud 1921 Teatro Principal España en África 1921 Nuevo Teatro España en África 1921 Teatro Principal Fatty en el baile de los camareros 1921 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 95 Fatty y su paloma 1921 Nuevo Teatro Fatty, galante 1921 Nuevo Teatro Fuera de la ley 1921 Nuevo Teatro Harold en Turquía 1921 Nuevo Teatro Hielo contra soda 1921 Nuevo Teatro Ilustración Ajuria 1921 Nuevo Teatro La aventurera 1921 Teatro Principal La carrera de Alice 1921 Nuevo Teatro La casa de los escándalos 1921 Nuevo Teatro La casita de cristal 1921 Nuevo Teatro La criada y los tontos 1921 Nuevo Teatro La daga misteriosa 1921 Nuevo Teatro La daga misteriosa 1921 Teatro Principal La dueña del mundo 1921 Nuevo Teatro La dueña del mundo 1921 Teatro Principal La espada de Damocles 1921 Nuevo Teatro La estrella salvadora 1921 Nuevo Teatro La factura de Eva 1921 Nuevo Teatro La guerra en casa 1921 Nuevo Teatro La hija del patrono 1921 Nuevo Teatro La hurí soñada 1921 Nuevo Teatro La hurí soñada 1921 Teatro Principal La isla de madera 1921 Nuevo Teatro La jaula dorada 1921 Teatro Principal La legión de la frontera 1921 Nuevo Teatro La mansión de los muertos 1921 Teatro Principal La máscara de la muerte 1921 Nuevo Teatro La máscara del esqueleto 1921 Nuevo Teatro La montaña sagrada 1921 Nuevo Teatro La muerte viva 1921 Nuevo Teatro La mujer excéntrica 1921 Nuevo Teatro La mujer que los dioses olvidaron 1921 Nuevo Teatro La mujer salvaje 1921 Teatro Principal La niña mimada 1921 Teatro Principal La novia número 13 1921 Nuevo Teatro La obra maestra 1921 Nuevo Teatro La pasión de Tomasín 1921 Nuevo Teatro La pobre rica 1921 Nuevo Teatro La princesa del escabeche 1921 Nuevo Teatro La revolución de enero en Berlín 1921 Nuevo Teatro La risa de Momo 1921 Nuevo Teatro La tenaza humana 1921 Nuevo Teatro La traición de Nicomedes 1921 Nuevo Teatro La viudita alegre 1921 Nuevo Teatro Las partes iguales 1921 Nuevo Teatro Las sombras 1921 Nuevo Teatro Libertad 1921 Teatro Principal Los novios de Mimi 1921 Nuevo Teatro Los tres amores 1921 Nuevo Teatro Los tres corderos 1921 Nuevo Teatro Los vencedores 1921 Nuevo Teatro Los zíngaros 1921 Nuevo Teatro Mancha hereditaria 1921 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 96 Matías Sandorf 1921 Nuevo Teatro Matías Sandorf 1921 Teatro Principal Mi mujer, artista de cine 1921 Nuevo Teatro Micolín va a la escuela 1921 Nuevo Teatro Micolín va a la escuela 1921 Teatro Principal Ninon 1921 Teatro Principal Ojos verdes 1921 Nuevo Teatro Pancho y Quico, venden hielo 1921 Nuevo Teatro Para que Bobli no flirtee 1921 Nuevo Teatro Pasteles caseros 1921 Nuevo Teatro Películas de la marca "Triangle" 1921 Teatro Principal Pesca milagrosa 1921 Nuevo Teatro Pintores y modelos 1921 Nuevo Teatro Por rivalidad 1921 Nuevo Teatro Por senderos tortuosos 1921 Nuevo Teatro Restaurant en quiebra 1921 Nuevo Teatro Robustiana y los salvajes 1921 Nuevo Teatro Rocambole 1921 Teatro Principal Sam, confitero por amor 1921 Nuevo Teatro Sam, confitero por amor 1921 Teatro Principal Sevilla 1921 Nuevo Teatro Sombras 1921 Teatro Principal Timos de un fresco 1921 Nuevo Teatro Todo por un abrigo 1921 Nuevo Teatro Tomasín polizonte 1921 Nuevo Teatro Trabajo 1921 Nuevo Teatro Trabajo 1921 Teatro Principal Tratamiento de epidemias 1921 Nuevo Teatro Un buen perro 1921 Nuevo Teatro Un héroe de cocina 1921 Nuevo Teatro Un hombre rico 1921 Nuevo Teatro Una novia de escopetazo 1921 Nuevo Teatro Una visita de inspección 1921 Nuevo Teatro Vaya una familia 1921 Nuevo Teatro Viaje de Mausque al Bajo Verdón 1921 Nuevo Teatro Viaje de novios 1921 Nuevo Teatro Viaje de S. M. el Rey a Córdoba 1921 Nuevo Teatro Víctima de su maldad 1921 Teatro Principal Vistas de Sistinan 1921 Nuevo Teatro A divertirse tocan 1922 Nuevo Teatro Alumno aprovechado 1922 Nuevo Teatro Brune compra un niño 1922 Teatro Principal Caja mágica 1922 Teatro Principal Carrera inútil 1922 Nuevo Teatro Corrida de toros (García y Belmonte) 1922 Teatro Principal Doctor canino 1922 Nuevo Teatro Doctor tabernero 1922 Nuevo Teatro El amigo de las montañas 1922 Teatro Principal El ángel de la mina 1922 Teatro Principal El atleta invencible 1922 Nuevo Teatro El cinturón de las amazonas 1922 Nuevo Teatro El ladrón 1922 Nuevo Teatro El látigo 1922 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 97 El regimiento de Toledo en Melilla 1922 Nuevo Teatro El rey de la audacia 1922 Nuevo Teatro El rey de la plata 1922 Teatro Principal Exposición canina 1922 Nuevo Teatro GIP 1922 Teatro Principal Guerra de Melilla 1922 Nuevo Teatro Jerusalén 1922 Teatro Principal Los cinco caballeros malditos 1922 Nuevo Teatro Los nuevos ricos 1922 Nuevo Teatro Marruecos 1922 Nuevo Teatro Miradas asesinas 1922 Nuevo Teatro Por qué la mató 1922 Teatro Principal Príncipe y pordiosero 1922 Nuevo Teatro Restaurant "Non plus ultra" 1922 Nuevo Teatro Su primer beso 1922 Nuevo Teatro Tien y el Ping de Dome 1922 Nuevo Teatro Totó cocinero 1922 Nuevo Teatro Valerosa 1922 Nuevo Teatro ¡Bomba va! 1923 Nuevo Teatro ¡Ojo clínico! 1923 Teatro Principal A caza de chicos 1923 Nuevo Teatro A caza de clientes 1923 Teatro Principal A través de Francia 1923 Teatro Principal Actualidades Gaumont 1923 Nuevo Teatro Amigos de infancia 1923 Nuevo Teatro Amor 1923 Teatro Principal Amor fogoso 1923 Teatro Principal Arañas negras 1923 Teatro Principal Aventuras de Boby 1923 Teatro Principal Baby, artista de circo 1923 Nuevo Teatro Batiendo el recort 1923 Teatro Principal Biscotín, encendedor de chispa 1923 Nuevo Teatro Bolsillos vacíos 1923 Círculo de la Unión Casamiento por sorpresa 1923 Teatro Principal Cayetano o el pasante audaz 1923 Nuevo Teatro Charlot dependiente 1923 Nuevo Teatro Charlot marmitón 1923 Teatro Principal Charlot, bombero 1923 Nuevo Teatro Charlot, bombero 1923 Teatro Principal Dios de Venganza 1923 Teatro Principal Dos semanas de vacaciones 1923 Teatro Principal El amor y el dinero 1923 Nuevo Teatro El castigo del cielo o Sodoma y Gomorra 1923 Nuevo Teatro El chiquitín 1923 Nuevo Teatro El corazón de una niña 1923 Nuevo Teatro El crimen de Abel 1923 Teatro Principal El doctor Mabuse 1923 Nuevo Teatro El doctor Mabuse 1923 Teatro Principal El documento robado 1923 Teatro Principal El hijo del pirata (Gaumont) 1923 Nuevo Teatro El jardín de las tullerías 1923 Nuevo Teatro El jardín y plantas de París 1923 Nuevo Teatro El marino 1923 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 98 El niño mimado 1923 Teatro Principal El perro de chicharrón 1923 Nuevo Teatro El puente de los suspiros 1923 Teatro Principal El salto 1923 Teatro Principal El señor gigante 1923 Teatro Principal El señor grande 1923 Teatro Principal El tigre 1923 Teatro Principal El timo de Bartolo 1923 Teatro Principal En las redes de la ley 1923 Teatro Principal Glándulas salvadoras 1923 Nuevo Teatro Harold comediante 1923 Nuevo Teatro Harry piel 1923 Teatro Principal Hombre sin ley 1923 Teatro Principal Ilustración Ajuria nº 43 1923 Teatro Principal Jack, el audaz 1923 Teatro Principal Jacobito Neurasténico 1923 Teatro Principal Juana de Arco o La doncella de Orleans 1923 Nuevo Teatro La boca del león 1923 Teatro Principal La campana de medianoche 1923 Teatro Principal La cárcel en el fondo del mar 1923 Teatro Principal La caza del oso blanco 1923 Teatro Principal La desconocida 1923 Nuevo Teatro La estatua viviente 1923 Nuevo Teatro La mariposilla 1923 Teatro Principal La Nochebuena de Poncio 1923 Teatro Principal La pierna de la lechuguina 1923 Nuevo Teatro La suerte perra 1923 Nuevo Teatro Las arañas negras 1923 Teatro Principal Lombardi limited 1923 Nuevo Teatro Los duendes 1923 Teatro Principal Los dueños del mar 1923 Teatro Principal Los equilibristas 1923 Teatro Principal Los harapos y las pecas 1923 Nuevo Teatro Los harapos y las riquezas 1923 Nuevo Teatro Los herederos del Duque de Torbik 1923 Nuevo Teatro Micolín domine 1923 Nuevo Teatro Monna Wanna 1923 Nuevo Teatro No hay enemigo pequeño 1923 Teatro Principal Odios y sacrificios 1923 Nuevo Teatro Parisette 1923 Nuevo Teatro Planos robados 1923 Teatro Principal Quiero suicidarme 1923 Teatro Principal Roger la Honte 1923 Teatro Principal Sisebuto deportivo 1923 Teatro Principal Tomasín chico del colmado 1923 Teatro Principal Transformaciones de Tikis Mikis 1923 Nuevo Teatro Triunfo de amor 1923 Teatro Principal Un matrimonio aburrido 1923 Nuevo Teatro Valor y corazón 1923 Teatro Principal Vámonos a las carreras 1923 Teatro Principal Zabulón tiene 7 vidas 1923 Teatro Principal ¡Ojo por ojo! 1924 Teatro Principal ¡Se vive! 1924 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 99 ¡Señores… un notición! 1924 Nuevo Teatro A través del país de Gales 1924 Nuevo Teatro Alma de Dios 1924 Teatro Principal Animales… como los hombres 1924 Nuevo Teatro Bajo dos banderas 1924 Nuevo Teatro Calitre en sociedad 1924 Teatro Principal Cesar Borgia 1924 Teatro Principal Chiquilín artista de circo 1924 Teatro Principal Contrabando 1924 Teatro Principal Curro Vargas 1924 Nuevo Teatro De hombre a hombre 1924 Teatro Principal Después del huracán 1924 Teatro Principal El joven Medardus 1924 Teatro Principal El milagro de Lourdes 1924 Nuevo Teatro El milagro de Lourdes 1924 Teatro Principal El oro de los piratas 1924 Nuevo Teatro El oro de los piratas 1924 Teatro Principal El triunfo de la mujer 1924 Nuevo Teatro El triunfo de la mujer 1924 Teatro Principal En el corazón del barrio chino 1924 Teatro Principal En poder de las tinieblas 1924 Los Luises Entre naranjos 1924 Teatro Principal Fatty en sus faenas 1924 Teatro Principal Grata sorpresa 1924 Nuevo Teatro Isabel de Tudor 1924 Teatro Principal Kitty Bristol 1924 Nuevo Teatro La batalla 1924 Teatro Principal La bruja 1924 Teatro Principal La casa de los sustos 1924 Nuevo Teatro La costilla de Pamplinas 1924 Nuevo Teatro La espía 1924 Teatro Principal La hija del hospicio 1924 Nuevo Teatro La hija del hospicio 1924 Teatro Principal La hija del nuevo rico 1924 Nuevo Teatro La hija indómita 1924 Teatro Principal La Iliada de Homero 1924 Teatro Principal La Iliada de Homero o La leyenda del ciego errante 1924 Nuevo Teatro La injusta condena o La casa del misterio 1924 Nuevo Teatro La isla maldita 1924 Teatro Principal La mala pata de Melquiades 1924 Nuevo Teatro La moderna Dalila 1924 Nuevo Teatro La mujer del faraón 1924 Nuevo Teatro La mujer del faraón 1924 Teatro Principal La película sin título 1924 Nuevo Teatro La piedra del diablo 1924 Teatro Principal La portera de la fábrica 1924 Teatro Principal La princesa sin patria 1924 Nuevo Teatro La princesa sin patria 1924 Teatro Principal La Roma de los Papas 1924 Teatro Principal La Roma de Mussolini 1924 Teatro Principal La sin ventura o El caballero audaz 1924 Teatro Principal La tierra de los toros 1924 Nuevo Teatro La tierra de los toros 1924 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 100 La tumba india 1924 Nuevo Teatro La tumba india 1924 Teatro Principal La verbena de la paloma 1924 Nuevo Teatro La virgen de las rosas 1924 Teatro Principal Las aventuras de Robinson Crusoe 1924 Los Luises Las dos huérfanas 1924 Teatro Principal Las mieles de África 1924 Nuevo Teatro Los héroes de la calle 1924 Nuevo Teatro Los nibelungos 1924 Nuevo Teatro Lucrecia Borgia 1924 Nuevo Teatro Maciste, principe aventurero 1924 Teatro Principal Madame de Bavalliere o La corte de Versalles 1924 Teatro Principal Madame Recamier 1924 Teatro Principal Mi amigo el Majarajá 1924 Nuevo Teatro Ojo con el trole 1924 Nuevo Teatro Parsital 1924 Teatro Principal Peor que una suegra 1924 Teatro Principal Petit café 1924 Nuevo Teatro Petit café 1924 Teatro Principal Pintoresco rincón de Francia 1924 Nuevo Teatro Reina por el pueblo 1924 Nuevo Teatro Reina por el pueblo 1924 Teatro Principal Robin de los bosques 1924 Teatro Principal Rosita la cantante callejera 1924 Teatro Principal Señal de amor 1924 Nuevo Teatro Señal de amor 1924 Teatro Principal Sumurum 1924 Nuevo Teatro Teodora 1924 Teatro Principal Tess 1924 Teatro Principal Triquitraque, Comboy 1924 Nuevo Teatro Vacaciones de Maciste 1924 Teatro Principal Veinte años después 1924 Nuevo Teatro Veinte años después 1924 Teatro Principal Viaje de SS. MM. Los Reyes a Cartagena 1924 Teatro Principal Viaje de SS. MM. Los Reyes a Italia 1924 Teatro Principal Violetas imperiales 1924 Teatro Principal ¡Terror! 1925 Teatro Principal 60 horas en zepelín 1925 Nuevo Teatro A 200 por hora 1925 Teatro Principal Ama la vida 1925 Nuevo Teatro Bajo las garras del oro 1925 Teatro Principal Carmen la cigarrera 1925 Nuevo Teatro Charlot, bombero o Charlot, apagafuegos 1925 Teatro Principal Corazón de lobo 1925 Nuevo Teatro Corazón de oro 1925 Teatro Principal Corazón montañés 1925 Teatro Principal David Copperfield 1925 Teatro Principal Defenderse o morir 1925 Nuevo Teatro Diego corrientes 1925 Nuevo Teatro Don Juan Tenorio 1925 Nuevo Teatro Dorothy Vernon 1925 Teatro Principal El alma de Óscar 1925 Teatro Principal El anillo de Keegnismark 1925 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 101 El árabe o La conversión de infieles 1925 Nuevo Teatro El aventurero 1925 Teatro Principal El barranco de la muerte 1925 Teatro Principal El bosque en llamas 1925 Teatro Principal El derecho a la felicidad 1925 Teatro Principal El gato montés 1925 Teatro Principal El herrero de la aldea 1925 Nuevo Teatro El hijo de Flandes 1925 Nuevo Teatro El hijo pródigo o Velarás por tu hijo 1925 Nuevo Teatro El ídolo del pueblo 1925 Teatro Principal El jorobado de Nuestra Señora de París 1925 Teatro Principal El ladrón de Bagdad 1925 Teatro Principal El marino del agua dulce 1925 Nuevo Teatro El milagro de los lobos 1925 Teatro Principal El mimado de la abuela 1925 Teatro Principal El misterio del Radio 1925 Nuevo Teatro El pago que dan los hijos 1925 Teatro Principal El poema del sueño 1925 Nuevo Teatro El prisionero de Zenda 1925 Teatro Principal El secreto de Polichinela 1925 Teatro Principal El señor X 1925 Teatro Principal El valle del lobo 1925 Teatro Principal El valor del silencio 1925 Teatro Principal Enrique el ciego 1925 Nuevo Teatro Enrique el ciego 1925 Teatro Principal Esposas frívolas 1925 Nuevo Teatro Esposas frívolas 1925 Teatro Principal Eugenia Grandet 1925 Teatro Principal Farsa de amor y fortuna 1925 Teatro Principal Genoveva de Bravante 1925 Nuevo Teatro Hollywood 1925 Teatro Principal La alegría del batallón 1925 Nuevo Teatro La amordazada 1925 Nuevo Teatro La amordazada 1925 Teatro Principal La boda de Casimiro 1925 Teatro Principal La camisa de la Lola 1925 Nuevo Teatro La caravana del Oregón 1925 Teatro Principal La casa de la Troya 1925 Teatro Principal La condesa Roberto 1925 Teatro Principal La Dolores 1925 Teatro Principal La gota del rocío 1925 Teatro Principal La granja maldita 1925 Nuevo Teatro La herencia de Juan Rogers 1925 Nuevo Teatro La hija del arroyo 1925 Nuevo Teatro La hija del corregidor o José María "El Tempranillo" 1925 Nuevo Teatro La Java 1925 Nuevo Teatro La lucha por la vida 1925 Teatro Principal La luna de Israel 1925 Nuevo Teatro La Madonna de las rosas 1925 Teatro Principal La mala ley 1925 Teatro Principal La medalla del torero 1925 Nuevo Teatro La modistilla 1925 Nuevo Teatro La novia del Legionario 1925 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 102 La orfandad de Chiquilín 1925 Nuevo Teatro La pimpinela escarlata 1925 Teatro Principal La princesa esmeralda 1925 Nuevo Teatro La princesita del jamón 1925 Teatro Principal La reina de Saba 1925 Nuevo Teatro La reina virgen 1925 Nuevo Teatro La rosa de Flandes 1925 Teatro Principal La señorita del pelo corto 1925 Teatro Principal La sombra de la mezquita 1925 Teatro Principal La torre de Nesle 1925 Nuevo Teatro La torre de Nesle 1925 Teatro Principal La tragedia del Correo de Lyon 1925 Nuevo Teatro La tumba del Rey Amasio 1925 Teatro Principal La venganza de Crimilda 1925 Teatro Principal La voz de la mujer 1925 Teatro Principal Las dos tormentas 1925 Teatro Principal Las mil y una noches 1925 Nuevo Teatro Las seis iris 1925 Nuevo Teatro Las tres edades de Pamplinas 1925 Nuevo Teatro Lecciones de amor 1925 Nuevo Teatro Lola montes o La bailarina del Rey 1925 Nuevo Teatro Los chicos de la escuela 1925 Nuevo Teatro Los cuatro jinetes del apocalipsis 1925 Teatro Principal Los Diez Mandamientos 1925 Teatro Principal Los dos sargentos 1925 Nuevo Teatro Los dos sargentos 1925 Teatro Principal Los enemigos de la mujer 1925 Nuevo Teatro Los generales Min y Max 1925 Teatro Principal Los lobos del mar o El huérfano del marino 1925 Teatro Principal Los misterios de las selvas 1925 Teatro Principal Mancha que limpia 1925 Teatro Principal María del Carmen 1925 Teatro Principal Mater dolorosa 1925 Nuevo Teatro Mater dolorosa 1925 Teatro Principal Max, en el castillo de los fantasmas 1925 Teatro Principal Mesalina 1925 Teatro Principal Mujeres frívolas 1925 Teatro Principal Nathan el sabio 1925 Teatro Principal No más mujeres 1925 Teatro Principal No me olvides 1925 Teatro Principal Nuevo Fantomas 1925 Nuevo Teatro Para toda la vida 1925 Teatro Principal Parsa de amor y fortuna 1925 Nuevo Teatro Princesa Esmeralda 1925 Teatro Principal Ricardito es un as 1925 Teatro Principal Ricardo, corazón de león 1925 Teatro Principal Rin-Tin-Tin, perro lobo 1925 Teatro Principal Ruta gloriosa 1925 Teatro Principal Si las mujeres mandasen 1925 Nuevo Teatro Sobre la blanca nieve 1925 Teatro Principal Sombras en relieve 1925 Nuevo Teatro Sombras en relieve 1925 Teatro Principal Toma de Alhucemas 1925 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 103 Tomasín con vida y sin boda 1925 Teatro Principal Un hombre a la moda 1925 Nuevo Teatro Un problema de oro o Aventuras de un policía alemán 1925 Nuevo Teatro Una mujer en París 1925 Teatro Principal Velarás por tu hijo 1925 Nuevo Teatro Virginio Argumentista 1925 Nuevo Teatro ¡Cuidado, solteros! 1926 Teatro Principal A buen juez, mejor testigo 1926 Teatro Principal A ciegas por los suelos 1926 Teatro Principal Adelante Malacara 1926 Teatro Principal Amapola la gitana 1926 Teatro Principal América 1926 Teatro Principal Amor en esquimal 1926 Teatro Principal Amor y toque de clarines 1926 Nuevo Teatro Aventuras de un niño robado 1926 Nuevo Teatro Bajó el cine 1926 Teatro Principal Boy 1926 Teatro Principal Buda, el profeta de Asia 1926 Nuevo Teatro Canción de amor 1926 Nuevo Teatro Carne de mar 1926 Teatro Principal Como ellas nos quieren 1926 Teatro Principal Corazón intrépido 1926 Teatro Principal Crimen y espiación 1926 Teatro Principal Currito de la cruz 1926 Nuevo Teatro Don Q el hijo del zorro 1926 Teatro Principal El abanico de Lady Windermére 1926 Teatro Principal El abuelo 1926 Nuevo Teatro El amor culpable 1926 Nuevo Teatro El árbitro de la elegancia 1926 Teatro Principal El azote de la humanidad 1926 Nuevo Teatro El caballero de la pesadilla 1926 Teatro Principal El caballo de hierro 1926 Teatro Principal El capitán Alegría 1926 Teatro Principal El conde de Luxemburgo 1926 Nuevo Teatro El despertar de la ciudad 1926 Teatro Principal El encanto de Nueva York 1926 Teatro Principal El estigma o La hija del forzado 1926 Nuevo Teatro El excéntrico 1926 Teatro Principal El famoso Ricardito 1926 Teatro Principal El fantasma de la Ópera 1926 Teatro Principal El hombre de Río Perdido 1926 Teatro Principal El huérfano de París o Un detective de quince años 1926 Nuevo Teatro El jardín de las alegrías 1926 Nuevo Teatro El juramento de La Gardere 1926 Teatro Principal El lazarillo de Tormes 1926 Nuevo Teatro El misterio de los diamantes 1926 Teatro Principal El navegante 1926 Teatro Principal El necio 1926 Teatro Principal El nieto de Don Juan 1926 Nuevo Teatro El niño de las monjas 1926 Nuevo Teatro El pequeño Lord Fauntleroy 1926 Teatro Principal El rey de la audacia 1926 Pista patines Nuevo Teatro El rey de los corsarios 1926 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 104 El rey de los ferrocarriles 1926 Teatro Principal El rey sin reino 1926 Nuevo Teatro El santuario del amor perdido 1926 Teatro Principal El signo del zorro 1926 Teatro Principal En el palacio del Rey 1926 Teatro Principal En las ruinas de Reims 1926 Teatro Principal Espejos del alma 1926 Teatro Principal Extraña aventura de Luis Candelas 1926 Teatro Principal Ferragus 1926 Teatro Principal Garras feroces 1926 Teatro Principal Gigantes y cabezudos 1926 Teatro Principal Gorriones 1926 Teatro Principal Hijas de la noche 1926 Teatro Principal Injusto desprecio 1926 Teatro Principal José 1926 Teatro Principal José Rock en la China 1926 Nuevo Teatro Juventud, divino tesoro 1926 Nuevo Teatro La Bejarana 1926 Teatro Principal La boheme 1926 Nuevo Teatro La canción de la huérfana 1926 Teatro Principal La carrera 1926 Teatro Principal La casa de la Troya 1926 Nuevo Teatro La dama pintada 1926 Teatro Principal La fiera del mar 1926 Nuevo Teatro La fuga de la novia 1926 Teatro Principal La gitanilla 1926 Nuevo Teatro La ley de la hospitalidad o Una manera de burlar la muerte 1926 Nuevo Teatro La mariposa que se quemó las alas 1926 Teatro Principal La mujer Chic 1926 Nuevo Teatro La mujer de lujo 1926 Teatro Principal La mujer más bonita del mundo 1926 Nuevo Teatro La pequeña Anita Rooney 1926 Teatro Principal La piel del maleficio 1926 Teatro Principal La quimera del oro 1926 Teatro Principal La reina de los muñecos 1926 Nuevo Teatro La reina Mora 1926 Teatro Principal La señorita de los labios tristes 1926 Nuevo Teatro La tierra prometida 1926 Teatro Principal La verdad 1926 Teatro Principal Las sirenas de New York 1926 Teatro Principal Lección de amor 1926 Nuevo Teatro Los granujas 1926 Nuevo Teatro Los peluqueros 1926 Teatro Principal Luis Candelas o el bandido de Madrid 1926 Teatro Principal Más allá de la muerte 1926 Nuevo Teatro Mentira amorosa 1926 Teatro Principal Mujer, guarda tu corazón 1926 Teatro Principal Nobleza baturra 1926 Nuevo Teatro Pedro el grande 1926 Teatro Principal Perdida y encontrada 1926 Teatro Principal Por amor 1926 Pista patines Nuevo Teatro Por la puerta de servicio 1926 Teatro Principal Présteme su marido 1926 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 105 Quo Vadis 1926 Nuevo Teatro Raffles 1926 Teatro Principal Raid Plus Ultra Palos Buenos Aires 1926 Nuevo Teatro Raid Plus Ultra Palos Buenos Aires 1926 Teatro Principal Ronda de noche 1926 Nuevo Teatro Rosario la Cortijera 1926 Teatro Principal Santa Teresa de Jesús 1926 Nuevo Teatro Santa Teresa de Jesús 1926 Teatro Principal Scaramouche o Luis-Andrés el justiciero 1926 Nuevo Teatro Su hermana de París 1926 Teatro Principal Todo un hombrecito 1926 Nuevo Teatro Tragedias de amor 1926 Nuevo Teatro Trompicón y dinamita 1926 Nuevo Teatro Un moderno Sherlock Holmes 1926 Teatro Principal Una gran señora 1926 Teatro Principal Una noche misteriosa 1926 Teatro Principal Una novia para dos 1926 Teatro Principal Una reporter modelo 1926 Teatro Principal Vacaciones de cartero 1926 Teatro Principal Viva el rey 1926 Nuevo Teatro Vivir es mejor 1926 Teatro Principal ¡Vaya una enfermera! 1927 Teatro Principal ¿Cómo educar a la mujer? 1927 Teatro Principal ¿Deben tener hijos los pobres? 1927 Nuevo Teatro ¿Dónde estuve yo? 1927 Teatro Principal …! Y supo ser madre! 1927 Teatro Principal A lo que obliga una mona 1927 Teatro Principal Al extremo de Broadway 1927 Teatro Principal Aloma del mar 1927 Teatro Principal Ambición ciega 1927 Teatro Principal Amor a la carta 1927 Teatro Principal Amor de padre 1927 Teatro Principal Amor filial 1927 Teatro Principal Amores de niña 1927 Teatro Principal Aventuras de Colin 1927 Teatro Principal Bajo el cielo de montecarlo 1927 Nuevo Teatro Bandido por sport 1927 Teatro Principal Bartolo mosquetero 1927 Teatro Principal Bautismo de fuego 1927 Teatro Principal Beau Geste 1927 Teatro Principal Berta la costurera o La reina de Nueva York 1927 Teatro Principal Beso de la victoria o La corte de Luis XV 1927 Nuevo Teatro Blanón Lescaut 1927 Teatro Principal Bloqueados por la nieve 1927 Teatro Principal Boy 1927 Nuevo Teatro Carmen 1927 Teatro Principal Celos 1927 Teatro Principal Cenizas de odio 1927 Teatro Principal Charlot aventurero 1927 Nuevo Club Charlot inmigrante 1927 Nuevo Club Charlot presidiario 1927 Nuevo Teatro Chiquilín el hospiciano 1927 Nuevo Teatro Christus 1927 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 106 Con gracias a Porfía 1927 Nuevo Teatro Con gracias a Porfía 1927 Teatro Principal Con la música a otra parte 1927 Teatro Principal Corazones y contratos 1927 Teatro Principal Corrida regia de Cañamero y otros 1927 Teatro Principal Cúmplase la ley 1927 Teatro Principal De carbonero a gran señor 1927 Teatro Principal Destino… 1927 Teatro Principal Días de colegial 1927 Teatro Principal Dick Turpin 1927 Teatro Principal Diego corrientes 1927 Teatro Principal Dik, el guardiamarina 1927 Teatro Principal Dioses vanos 1927 Teatro Principal Don Juan 1927 Teatro Principal Echando chispas (no tengo miedo) 1927 Nuevo Teatro El 13 de la suerte 1927 Teatro Principal El águila del mar 1927 Teatro Principal El águila negra 1927 Teatro Principal El amor de Sonia 1927 Teatro Principal El amor se impone 1927 Teatro Principal El as del deporte 1927 Teatro Principal El asalto al ambulante de correos 1927 Nuevo Teatro El asalto al tren expreso 1927 Teatro Principal El bailarín de mi mujer 1927 Teatro Principal El bandido de la sierra 1927 Nuevo Teatro El cazador furtivo 1927 Teatro Principal El circo de la muerte 1927 Teatro Principal El circo del diablo 1927 Teatro Principal El coche número 13 1927 Teatro Principal El colono de Texas 1927 Teatro Principal El congreso eucarístico de Chicago 1927 Teatro Principal El corsario 1927 Teatro Principal El desierto blanco 1927 Teatro Principal El diablo santificado 1927 Nuevo Teatro El doctor Jack 1927 Teatro Principal El escenario de la vida 1927 Teatro Principal El espejo del alma 1927 Teatro Principal El fin de Montecarlo 1927 Teatro Principal El gran aventurero 1927 Teatro Principal El gran desfile 1927 Teatro Principal El hijo del Caid 1927 Teatro Principal El hijo pródigo 1927 Nuevo Teatro El hombre mosca 1927 Nuevo Teatro El hombre que todo lo enreda 1927 Teatro Principal El hombre sin nervios 1927 Nuevo Teatro El infierno de oro 1927 Teatro Principal El joven príncipe 1927 Teatro Principal El mudo acusador 1927 Teatro Principal El mundo acusador 1927 Nuevo Teatro El murciélago 1927 Teatro Principal El negro que tenía el alma blanca 1927 Nuevo Teatro El nuevo negocio 1927 Teatro Principal El peligro de la inocencia 1927 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 107 El pirata de las praderas 1927 Nuevo Teatro El pirata negro 1927 Teatro Principal El precio de la fama 1927 Nuevo Teatro El precio del desierto 1927 Nuevo Teatro El precio del desierto 1927 Teatro Principal El príncipe del boxeo 1927 Nuevo Teatro El príncipe Sergio 1927 Teatro Principal El que no corre vuela 1927 Teatro Principal El rey del pedal 1927 Nuevo Teatro El Sansón del circo 1927 Nuevo Teatro El sol de medianoche 1927 Teatro Principal El sueño de un vals 1927 Teatro Principal El tesoro de la huérfana 1927 Teatro Principal El tintero mágico 1927 Teatro Principal El último correo 1927 Teatro Principal El vino 1927 Teatro Principal El violinista de Florencia 1927 Teatro Principal En busca de la fama 1927 Nuevo Teatro Error de divorcio 1927 Teatro Principal Es usted un ladrón 1927 Nuevo Teatro Estudiantes y modestillas 1927 Teatro Principal Fausto 1927 Teatro Principal Flor del desierto 1927 Teatro Principal Frescos y caraduras 1927 Teatro Principal Frivolinas 1927 Nuevo Teatro Harry sin miedo 1927 Teatro Principal Honrarás a tu madre 1927 Teatro Principal Hotel Imperial 1927 Teatro Principal Hurra España 1927 Nuevo Teatro Juguete de amor 1927 Teatro Principal Juguete de las mujeres 1927 Teatro Principal La avalancha 1927 Teatro Principal La bailarina del Folies 1927 Nuevo Teatro La barrera 1927 Teatro Principal La bien amada 1927 Nuevo Teatro La boda de Fleta 1927 Teatro Principal La Bohème (Vida bohemia) 1927 Teatro Principal La carta 1927 Nuevo Teatro La chica del gato 1927 Nuevo Teatro La comedia social 1927 Teatro Principal La conquista del amor 1927 Nuevo Teatro La conquista del amor 1927 Teatro Principal La criada del coronel 1927 Teatro Principal La cruz del Gran Duque 1927 Teatro Principal La desdeñada 1927 Teatro Principal La diosa ciega 1927 Nuevo Teatro La gran duquesa y el camarero 1927 Teatro Principal La gran sensación 1927 Teatro Principal La hermana Blanca 1927 Nuevo Teatro La hija del capitán 1927 Nuevo Teatro La huerfanita millonaria 1927 Teatro Principal La igualdad ante el amor 1927 Nuevo Teatro La igualdad ante el amor 1927 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 108 La isla de Cañibalea 1927 Teatro Principal La linda Niniche 1927 Nuevo Teatro La llama del amor 1927 Teatro Principal La loca de la casa 1927 Nuevo Teatro La malcasada 1927 Nuevo Teatro La manicura 1927 Teatro Principal La mano de Dios 1927 Teatro Principal La marca de la vanidad 1927 Teatro Principal La modista de París 1927 Teatro Principal La muñeca de lujo 1927 Teatro Principal La niña de Florida 1927 Teatro Principal La noche del 3 1927 Teatro Principal La novela de Koenigsmark 1927 Nuevo Teatro La novela de una noche 1927 Teatro Principal La octava mujer de Barba azul 1927 Teatro Principal La paz de Marruecos 1927 Nuevo Teatro La peligrosa rebelde 1927 Teatro Principal La pequeña Inge y sus tres papás 1927 Nuevo Teatro La prefiero rubia 1927 Teatro Principal La presa de la muerte 1927 Teatro Principal La Princesa y el violinista 1927 Teatro Principal La princesita de Trulalá 1927 Nuevo Teatro La prueba del fuego 1927 Teatro Principal La que no sabía amar 1927 Teatro Principal La reina del sport 1927 Nuevo Teatro La Rosa de Nueva York 1927 Nuevo Teatro La rosa de París 1927 Teatro Principal La secretaria 1927 Teatro Principal La señorita mamá 1927 Nuevo Teatro La terrible coqueta 1927 Teatro Principal La tragedia de un payaso 1927 Teatro Principal La única mujer 1927 Teatro Principal La viuda alegre 1927 Teatro Principal Las águilas de acero o Los misterios de Tánger 1927 Teatro Principal Las azañas del "Emdem" 1927 Nuevo Teatro Las de Méndez 1927 Nuevo Teatro Las hazañas de Rin-Tin-Can 1927 Teatro Principal Las huérfanas de Hollywood 1927 Teatro Principal Las lágrimas de Niní 1927 Nuevo Teatro Las mariposas de Maxims 1927 Nuevo Teatro Las novias de un soltero 1927 Nuevo Teatro Las perlas del pecado 1927 Teatro Principal Las píldoras de Hércules 1927 Teatro Principal Lazos que unen 1927 Teatro Principal Lentejuelas 1927 Teatro Principal Liwinstone 1927 Teatro Principal Llamas devoradoras 1927 Teatro Principal Llegada de Lindbergh a París 1927 Teatro Principal Los amores de Manón 1927 Teatro Principal Los ángeles del hogar 1927 Teatro Principal Los estudiantes de Heidelberg 1927 Nuevo Teatro Los héroes de La Legión 1927 Teatro Principal Los hijos de París 1927 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 109 Los intereses creados 1927 Teatro Principal Los naúfragos del aire 1927 Nuevo Teatro Los peligros del flirt 1927 Teatro Principal Madame Sans Genere 1927 Teatro Principal Mandrín, un caudillo de leyenda 1927 Nuevo Teatro Mare Nostrum 1927 Teatro Principal Más loca que una cabra 1927 Teatro Principal Mi mujer es un estorbo 1927 Nuevo Teatro Miguel Strogoff o El correo del Zar 1927 Teatro Principal Monsieur Beaucaire 1927 Teatro Principal No disgustes a tu mujer 1927 Teatro Principal Noche de alboradas 1927 Teatro Principal Noche de bodas 1927 Nuevo Teatro Noticario FOX nº 70 1927 Teatro Principal Noticario FOX nº 73 1927 Teatro Principal Noticario FOX nº 91 1927 Teatro Principal Noticario FOX nº 92 1927 Teatro Principal Noticiero FOX número 63 1927 Teatro Principal Noticiero FOX número 70 1927 Teatro Principal Oiga centro 1927 Teatro Principal Pequeña telefonista 1927 Teatro Principal Perdida en París 1927 Teatro Principal Perros y gatos 1927 Teatro Principal Por mandato de su hijo 1927 Teatro Principal Por qué las jóvenes regresan al hogar 1927 Teatro Principal Puños y cascos 1927 Teatro Principal Radiante juventud 1927 Teatro Principal Rectitud y valor 1927 Teatro Principal Redactor fotógrafo 1927 Teatro Principal Resurrección 1927 Teatro Principal Ricardito llega a tiempo 1927 Nuevo Teatro Ricardito tiene buenos puños 1927 Teatro Principal Rin-Tin-Tin perseguido en la nieve 1927 Teatro Principal Rin-Tin-Tin y los lobos 1927 Teatro Principal Rosa del campo 1927 Teatro Principal Rosalía 1927 Nuevo Teatro Sally, la hija del circo 1927 Teatro Principal Sandy 1927 Teatro Principal Sombra siniestra 1927 Teatro Principal Sonrisa de enamorado 1927 Teatro Principal Su alteza el Príncipe 1927 Teatro Principal Su pirmer amor 1927 Teatro Principal Suerte loca 1927 Teatro Principal Susana la detective 1927 Teatro Principal Todos los hermanos fueron valientes 1927 Nuevo Teatro Travesuras de Juanito 1927 Teatro Principal Tres solterones discretos 1927 Teatro Principal Un beso por favor 1927 Nuevo Teatro Un disparo en la noche 1927 Teatro Principal Un muchacha rebelde 1927 Teatro Principal Un novio de altura 1927 Teatro Principal Un solo amor 1927 Teatro Principal Un tiro en el pabellón 1927 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 110 Un viaje en el país de la película 1927 Nuevo Club Una aventura en el metro 1927 Teatro Principal Una mujer ideal 1927 Nuevo Teatro Una novela de solteros 1927 Nuevo Teatro Varieté 1927 Teatro Principal Venganza gitana 1927 Teatro Principal Vestido de etiqueta 1927 Teatro Principal Viaje a la aventura 1927 Teatro Principal Viva la cárcel 1927 Teatro Principal Vivir de milagro 1927 Teatro Principal Y supo ser madre 1927 Nuevo Teatro ¡Adiós juventud! 1928 Nuevo Teatro ¡Adiós, Cachimba! 1928 Teatro Principal ¡Ámalos… y déjalos! 1928 Teatro Principal ¡Así es la vida!... 1928 Teatro Principal ¡Bajo la metralla! 1928 Nuevo Teatro ¡Casémonos! 1928 Teatro Principal ¡Justicia! 1928 Teatro Principal ¡Ojo con las viudas! 1928 Teatro Principal ¡Qué noche aquella! 1928 Teatro Principal ¡Quién mató a mi padre! (reestreno) 1928 Teatro Principal ¡Vaya una chiquilla! 1928 Teatro Principal ¡Venga agua! 1928 Teatro Principal A callar tocan 1928 Teatro Principal A fuerza de arrastrarse 1928 Teatro Principal A gusto de papá 1928 Teatro Principal A orillas del Danubio 1928 Teatro Principal Afortunado en amores 1928 Teatro Principal Al resplandor del incendio 1928 Teatro Principal Alas 1928 Teatro Principal Alicia va de pesca 1928 Teatro Principal Almas salvajes 1928 Teatro Principal Aloma del mar (reestreno) 1928 Teatro Principal Altares del deseo 1928 Teatro Principal Altos estudios 1928 Teatro Principal Amador, matón y dentista 1928 Nuevo Teatro Amanecer 1928 Teatro Principal Amor a gran velocidad 1928 Teatro Principal Aquí estoy, Catalina 1928 Teatro Principal Ardid de esposa 1928 Nuevo Teatro Ballet ruso 1928 Teatro Principal Beau Geste (Reestreno) 1928 Teatro Principal Bellezas de España 1928 Teatro Principal Belphegor o El fantasma del Louvre 1928 Nuevo Teatro Ben-Hur 1928 Teatro Principal Boda de la princesa Ana de Francia 1928 Nuevo Teatro Boda sin amor 1928 Teatro Principal Bodas caseras 1928 Teatro Principal Bodas sangrientas 1928 Nuevo Teatro Carne de carreras 1928 Teatro Principal Casanova, el elegante aventurero 1928 Nuevo Teatro Charlot rapta a la novia 1928 Teatro Principal Como las mariposas 1928 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 111 Confesión 1928 Teatro Principal Corazones comprensivos 1928 Teatro Principal Cristobal Colón (1927) 1928 Teatro Principal Cuando el amor quiere 1928 Teatro Principal Cuando estemos casados 1928 Teatro Principal Cuatro hijos 1928 Teatro Principal Dagfin el patinador 1928 Teatro Principal Diamante azul 1928 Nuevo Teatro Dinamita azul 1928 Nuevo Teatro Domador de mujeres 1928 Teatro Principal Don Quijote de la Mancha 1928 Nuevo Teatro Dos amantes 1928 Teatro Principal El águila azul 1928 Teatro Principal El ángel de la calle 1928 Teatro Principal El as del circo 1928 Teatro Principal El barba azul americano 1928 Teatro Principal El barbero de su villa 1928 Teatro Principal El batallador 1928 Teatro Principal El botín de los piratas 1928 Teatro Principal El boxeador 1928 Teatro Principal El caballero del amor 1928 Teatro Principal El carnaval de venecia 1928 Nuevo Teatro El casero de Cornelio 1928 Teatro Principal El castigador 1928 Nuevo Teatro El circo 1928 Teatro Principal El cobarde 1928 Teatro Principal El colegial 1928 Teatro Principal El delirio del Jazz 1928 Nuevo Teatro El demonio y la carne 1928 Teatro Principal El destino de la carne 1928 Teatro Principal El diamante rosa 1928 Teatro Principal El dos de mayo 1928 Teatro Principal El estudiante 1928 Teatro Principal El exprés de media noche 1928 Teatro Principal El fantasma gris o En el corazón de la Sierra 1928 Teatro Principal El fresco de las trincheras 1928 Teatro Principal El gaucho 1928 Teatro Principal El gavilán de los mares 1928 Teatro Principal El gorila 1928 Teatro Principal El gran combate 1928 Teatro Principal El grito de batalla 1928 Teatro Principal El héroe de la escuadra 1928 Teatro Principal El héroe del batallón 1928 Teatro Principal El héroe desconocido 1928 Teatro Principal El hijo de Agar 1928 Nuevo Teatro El hombre del desierto 1928 Teatro Principal El hombre que se ríe 1928 Teatro Principal El hombrecito 1928 Teatro Principal El jazz-band de Follies 1928 Teatro Principal El judío errante 1928 Nuevo Teatro El juguete de las bellas 1928 Nuevo Teatro El juramento 1928 Nuevo Teatro El ladrón de frac 1928 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 112 El legado tenebroso 1928 Teatro Principal El loco escapado 1928 Teatro Principal El mágico dominio 1928 Teatro Principal El marido postizo 1928 Teatro Principal El médico a palos 1928 Nuevo Teatro El mejor caballero 1928 Teatro Principal El mercader de Venecia 1928 Teatro Principal El mercado del amor 1928 Teatro Principal El miedo a amar 1928 Teatro Principal El molino de los duendes 1928 Teatro Principal El mono doméstico 1928 Teatro Principal El naufragio 1928 Nuevo Teatro El palacio de las maravillas 1928 Teatro Principal El pantano de la muerte 1928 Teatro Principal El pecado de Adán 1928 Teatro Principal El pequeño gran desfile 1928 Teatro Principal El precio de la gloria 1928 Teatro Principal El príncipe encantador 1928 Teatro Principal El Rey de Jauja 1928 Teatro Principal El rey de los cowboys 1928 Teatro Principal El río turbulento 1928 Teatro Principal El sastre Botines 1928 Teatro Principal El sastre desastre 1928 Teatro Principal El señor Huracán 1928 Teatro Principal El séptimo cielo 1928 Teatro Principal El sexo débil 1928 Teatro Principal El sobre vacío 1928 Teatro Principal El tesoro oculto 1928 Teatro Principal El torrente 1928 Teatro Principal El trasatlántico 1928 Teatro Principal El tren desenfrenado 1928 Teatro Principal El último vals 1928 Teatro Principal El último… 1928 Teatro Principal El vagabundo poeta 1928 Teatro Principal El valle desierto 1928 Teatro Principal El vaquero sevillano 1928 Teatro Principal El velero yanqui 1928 Teatro Principal Ello 1928 Teatro Principal En bosque en llamas 1928 Teatro Principal En las garras del deshonor 1928 Teatro Principal En pública subasta 1928 Teatro Principal Entre bastidores 1928 Teatro Principal Entre papás anda el juego 1928 Teatro Principal Error matrimonial 1928 Teatro Principal Errores del divorcio 1928 Teatro Principal Esposas modernas 1928 Teatro Principal Eterna juventud 1928 Nuevo Teatro Fiti, pórtate bien 1928 Teatro Principal Flor de capricho 1928 Teatro Principal Fuego de amor 1928 Teatro Principal Gato en Marte 1928 Teatro Principal Habla el mono 1928 Teatro Principal Haciendo cine 1928 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 113 Hermanos de armas 1928 Teatro Principal Heroes del celuloide 1928 Teatro Principal Hijo mío 1928 Teatro Principal Hojas de parra 1928 Teatro Principal Hombres de acero 1928 Teatro Principal Hotel del Himeneo 1928 Teatro Principal Hula 1928 Teatro Principal Ilusiones 1928 Teatro Principal Información fotográfica del Heraldo de Zamora 1928 Teatro Principal Instituto de belleza 1928 Teatro Principal Irene 1928 Teatro Principal Jaque a la Reina 1928 Teatro Principal Juventud 1928 Teatro Principal Kikí 1928 Teatro Principal Koko pugilista 1928 Teatro Principal La araña de oro 1928 Nuevo Teatro La barraca de los monstruos 1928 Teatro Principal La calumniada 1928 Teatro Principal La cámara blindada 1928 Teatro Principal La campana de alarma 1928 Teatro Principal La casa de los duendes 1928 Teatro Principal La casta Susana 1928 Teatro Principal La cautiva de Shanghai 1928 Teatro Principal La ciudad castigada 1928 Teatro Principal La ciudad del mal 1928 Teatro Principal La colegiala coqueta 1928 Teatro Principal La cruz de la humanidad 1928 Teatro Principal La dama atrevida 1928 Teatro Principal La dama del harén 1928 Teatro Principal La dama misteriosa 1928 Teatro Principal La danzarina de Montmartre 1928 Teatro Principal La desdichada 1928 Teatro Principal La Duquesa de Búffalo 1928 Teatro Principal La enigma de los hombres 1928 Teatro Principal La escuadra hundida 1928 Teatro Principal La esposa comprada 1928 Teatro Principal La estación de los temblores 1928 Teatro Principal La gracia de Alá 1928 Teatro Principal La hermana San Sulpicio 1928 Nuevo Teatro La hija rebelde 1928 Teatro Principal La ilustre fregona 1928 Teatro Principal La Legión extranjera 1928 Teatro Principal La llama mágica 1928 Teatro Principal La luz en la oscuridad 1928 Teatro Principal La merienda de Kokó 1928 Teatro Principal La modelo de París 1928 Teatro Principal La momia del profesor 1928 Teatro Principal La montaña sagrada (1926) 1928 Teatro Principal La mujer que batió record 1928 Nuevo Teatro La mujer que supo resistir 1928 Nuevo Teatro La mujer vendida 1928 Teatro Principal La mujer y el Harém 1928 Teatro Principal La muñeca de madera 1928 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 114 La nieta del Zorro 1928 Teatro Principal La nobleza de un Piel Roja 1928 Teatro Principal La noche misteriosa 1928 Teatro Principal La novela de un pobre joven 1928 Nuevo Teatro La pista de los brillantes 1928 Teatro Principal La presumida 1928 Teatro Principal La princesa de Czarda 1928 Teatro Principal La princesa que supo amar 1928 Teatro Principal La princesita Titina 1928 Teatro Principal La quinta avenida 1928 Teatro Principal La reina de la moda 1928 Teatro Principal La reina del motor 1928 Nuevo Teatro La Rue de la Paix 1928 Teatro Principal La sangre manda 1928 Teatro Principal La terrible Lola 1928 Teatro Principal La tía Ramona 1928 Nuevo Teatro La tierra de todos 1928 Teatro Principal La tragedia de Rusia 1928 Nuevo Teatro La Venus de Venecia 1928 Teatro Principal La Virgen del Amazonas 1928 Teatro Principal La virgen del mar 1928 Nuevo Teatro La vuelta al mundo con un Real 1928 Nuevo Teatro Ladrón de corazones 1928 Teatro Principal Ladrón de Frac 1928 Teatro Principal Las apariencias engañan 1928 Teatro Principal Las chicas del Taxis 1928 Teatro Principal Las mujeres mandan 1928 Teatro Principal Linaje de luchador 1928 Teatro Principal Lo que puede un cigarrillo 1928 Teatro Principal Los cadetes del Zar 1928 Teatro Principal Los espías 1928 Teatro Principal Los huérfanos de la aldea 1928 Teatro Principal Los húsares de la Reina 1928 Teatro Principal Los maestros cantores de Nuremberg 1928 Nuevo Teatro Los niños del hospicio 1928 Nuevo Teatro Los tres relojes 1928 Teatro Principal Los vencedores del fuego 1928 Teatro Principal Maciste en El gigante de los montes 1928 Nuevo Teatro Madame Lucy 1928 Teatro Principal Mademoiselle Modiste 1928 Teatro Principal Magazine Metro 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 10 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 16 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 17 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 20 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 39 1928 Teatro Principal Magazine Metro número 8 1928 Teatro Principal Maldita memoria 1928 Teatro Principal Manón Lescaut 1928 Teatro Principal Maravilla de España 1928 Teatro Principal María de Magdala 1928 Nuevo Teatro Mary, la huerfanita 1928 Teatro Principal Match Uzcudum-Hansen 1928 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 115 Medias cortas 1928 Teatro Principal Metropolis 1928 Teatro Principal Miguelita 1928 Teatro Principal Moulin Rouge 1928 Teatro Principal Mujer, adora los brillantes 1928 Teatro Principal Mutt, jefe en Asia 1928 Teatro Principal Nada de tiros 1928 Teatro Principal Nerón 1928 Teatro Principal New York 1928 Teatro Principal No se lo digas a mi mujer 1928 Teatro Principal Nobleza de corazones 1928 Teatro Principal Noche de Reyes 1928 Teatro Principal Nos veremos en la cárcel 1928 Teatro Principal Noticario FOX nº 4 1928 Teatro Principal Noticario FOX nº 9 1928 Teatro Principal Noticiario FOX número 24 1928 Teatro Principal Noticiario FOX V. 6 1928 Teatro Principal Noticiario no tan serio 1928 Teatro Principal Noticiero FOX V. 3 1928 Teatro Principal Novios en cuarentena 1928 Teatro Principal Odette 1928 Teatro Principal Orgullo de raza 1928 Teatro Principal Oro sin dueño 1928 Teatro Principal Oro sucio 1928 Teatro Principal Papá no comas eso 1928 Teatro Principal Papeles que vuelan 1928 Teatro Principal Paternidad inesperada 1928 Teatro Principal Paternidad inesperada 1928 Teatro Principal Peligros de un conquistador 1928 Teatro Principal Pepe Hillo 1928 Teatro Principal Pobres muchachas 1928 Teatro Principal Por el hijo 1928 Teatro Principal Por mal camino 1928 Teatro Principal Por qué pagar alquiler 1928 Teatro Principal Qué le pasó a papá 1928 Teatro Principal Quince naciones en guerra 1928 Nuevo Teatro Renacer 1928 Teatro Principal Rendición 1928 Teatro Principal Reñido con el jabón 1928 Teatro Principal Reportaje número 12 1928 Teatro Principal Rey de Reyes 1928 Teatro Principal Río turbulento 1928 Teatro Principal Ropa vieja 1928 Teatro Principal Rosa de California 1928 Teatro Principal Rosa deshojada o El milagro de Santa Teresa de Jesús 1928 Teatro Principal Rosa la revoltosa 1928 Teatro Principal Se necesitan dos muchachas 1928 Teatro Principal Secreto de río perdido 1928 Teatro Principal Shanghai 1928 Teatro Principal Su majestad la Modistilla 1928 Teatro Principal Sus primeros pantalones 1928 Teatro Principal Tal suegro, tal yerno 1928 Teatro Principal Tarzán de los monos 1928 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 116 Todo un as detectivesco 1928 Teatro Principal Tomasín y la granjerita 1928 Teatro Principal Tortas a granel 1928 Teatro Principal Tragedias del mar 1928 Teatro Principal Tranvía de la paciencia 1928 Teatro Principal Un beso en un taxi 1928 Teatro Principal Un fresco más 1928 Teatro Principal Un ladrón en el paraiso 1928 Teatro Principal Un momento de apuro 1928 Teatro Principal Un negocio redondo 1928 Nuevo Teatro Un partido de balompié 1928 Teatro Principal Un señor don Juan Tenorio 1928 Teatro Principal Un viaje a la aventura 1928 Teatro Principal Un vuelo en avestruz 1928 Teatro Principal Una aventura en el metro (reestreno) 1928 Teatro Principal Una aventura en el Riff 1928 Teatro Principal Una muchacha protegida 1928 Teatro Principal Una niña a la moderna 1928 Teatro Principal Usted es mi hombre 1928 Teatro Principal Vaya un tío 1928 Teatro Principal Venga alegría 1928 Teatro Principal Volando en silencio 1928 Nuevo Teatro ¡¡Wolga!! ¡¡Wolga!! 1929 Nuevo Teatro ¡Comprometida! 1929 Teatro Principal ¡Esposas alerta! 1929 Teatro Principal ¡Hay que ser insinuantes 1929 Teatro Principal ¡Mío es el mundo! 1929 Teatro Principal ¡Oh, Marquesa! 1929 Teatro Principal ¡Por la patria! 1929 Nuevo Teatro ¡Siervos! 1929 Teatro Principal ¡Vaya niña! 1929 Nuevo Teatro ¡Viva Madrid, que es mi pueblo! 1929 Teatro Principal ¡Wolga! ¡Wolga! 1929 Nuevo Teatro ¿Casarme yo? 1929 Nuevo Teatro ¿Casarme yo? 1929 Teatro Principal ¿Cuál de los dos? 1929 Teatro Principal ¿Por qué mintió Mari? 1929 Teatro Principal ¿Quién asesinó a mister Reci? 1929 Nuevo Teatro A cadena perpetua 1929 Nuevo Teatro A la cárcel por bañarse 1929 Teatro Principal A quien Dios no da hijos 1929 Teatro Principal A toda máquina 1929 Teatro Principal Adiós para siempre 1929 Nuevo Teatro Adoración 1929 Teatro Principal Ajustando cuentas 1929 Teatro Principal Al filo de la medianoche 1929 Nuevo Teatro Alas (reestreno) 1929 Teatro Principal Algo se pesca 1929 Nuevo Teatro Allí fue troya 1929 Nuevo Teatro Ámalos y dale comer 1929 Teatro Principal Amanecer (reestreno) 1929 Teatro Principal Amantes 1929 Teatro Principal Amantes de peso 1929 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 117 Ambición de mujer 1929 Teatro Principal Ambrosio y José Rivales 1929 Nuevo Teatro Amor a tiros 1929 Nuevo Teatro Amor entre nieve 1929 Nuevo Teatro Amor eterno 1929 Teatro Principal Amorosos delitos 1929 Nuevo Teatro Ana Karenina 1929 Teatro Principal Asfalto 1929 Teatro Principal Audacia y Tesón 1929 Nuevo Teatro Bailarín charleston 1929 Nuevo Teatro Bajo el águila imperial 1929 Teatro Principal Bajo la púrpura cardenalicia 1929 Teatro Principal Bajo las nieblas de Asturias 1929 Teatro Principal Ballet ruso (reestreno) 1929 Teatro Principal Barreras destruidas 1929 Nuevo Teatro Beau Sabreaur 1929 Teatro Principal Buenos días, señor juez 1929 Teatro Principal Burlando la ley 1929 Teatro Principal Cadena perpétua 1929 Teatro Principal Cadenas de brillantes 1929 Teatro Principal Cadenas de oro 1929 Teatro Principal Cagliostro, el aventurero 1929 Nuevo Teatro Campeón de amor 1929 Teatro Principal Capitán Sorrel 1929 Teatro Principal Caras olviadadas 1929 Teatro Principal Casado y con suegra 1929 Teatro Principal Cásate conmigo 1929 Teatro Principal Cásate y verás 1929 Teatro Principal Castigo 1929 Teatro Principal Célebre proceso 1929 Nuevo Teatro Charlot en la calle de la tranquilidad 1929 Teatro Principal Charlot, campeón de boxeo 1929 Nuevo Teatro Chófer de su mujer 1929 Teatro Principal Coco charlatán 1929 Teatro Principal Comedia real 1929 Nuevo Teatro Compuesto y sin novia 1929 Teatro Principal Contra el amor nada 1929 Teatro Principal Corazón sincero 1929 Teatro Principal Corazones sin rumbo 1929 Teatro Principal Corredor por fuerza 1929 Teatro Principal Críspulo en su nuevo empleo 1929 Teatro Principal Críspulo pasa las negras 1929 Teatro Principal Cristina 1929 Nuevo Teatro Cruel dilema 1929 Teatro Principal Cuesta para la madera 1929 Nuevo Teatro Cuestión de faldas 1929 Teatro Principal De cocinero a general 1929 Nuevo Teatro De cocinero a general 1929 Nuevo Teatro De malas y enamorado 1929 Nuevo Teatro De mujer a mujer 1929 Nuevo Teatro De punta en blanco 1929 Teatro Principal De telefonista a millonaria 1929 Teatro Principal Desde el abismo a la cumbre 1929 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 118 Después de medianoche 1929 Teatro Principal Detectives 1929 Teatro Principal Deuda salvada 1929 Teatro Principal Día de elecciones 1929 Teatro Principal Diario Metro número 11A 1929 Teatro Principal Diario Metro número 13 1929 Teatro Principal Diario Metro número 26 1929 Teatro Principal Diario Metro número 47 1929 Teatro Principal Dicha paterna 1929 Nuevo Teatro Didier 1929 Nuevo Teatro Dinero 1929 Teatro Principal Diplomacia 1929 Teatro Principal Doctores en vagancia 1929 Nuevo Teatro Dos sujetos para todo 1929 Nuevo Teatro Eddie no quiere morirse 1929 Nuevo Teatro El amor pudo más 1929 Teatro Principal El ángel del hogar 1929 Nuevo Teatro El árabe o La conversión de infiles 1929 Nuevo Teatro El aventurero millonario 1929 Nuevo Teatro El barbero de Sevilla 1929 Teatro Principal El barco rojo 1929 Nuevo Teatro El botín de paz 1929 Teatro Principal El botones 1929 Teatro Principal El botones de Masim's 1929 Nuevo Teatro El boxeador y su prometida 1929 Teatro Principal El caballero de las violetas 1929 Nuevo Teatro El caballero del amor (reestreno) 1929 Teatro Principal EL caballero del ring 1929 Nuevo Teatro El caballero pirata 1929 Teatro Principal El caballo del diablo 1929 Nuevo Teatro El cadete de West Point 1929 Teatro Principal El cameraman 1929 Teatro Principal El capitán borrachón 1929 Nuevo Teatro El capitán Látigo 1929 Nuevo Teatro El capitán Salvación 1929 Teatro Principal El cazador de fieras 1929 Teatro Principal El Cinefón 1929 Teatro Principal El colmo de la velocidad 1929 Teatro Principal El corazón de una nación 1929 Teatro Principal El crimen de Vera Mitzerova 1929 Nuevo Teatro El cuarto mosquetero 1929 Teatro Principal El Danubio azul 1929 Nuevo Teatro El desierto de la sed 1929 Teatro Principal El diamante del Zar 1929 Teatro Principal El diario de Ninón 1929 Nuevo Teatro El duende negro 1929 Nuevo Teatro El enemigo 1929 Teatro Principal El enemigo de las rubias 1929 Nuevo Teatro El espía de Pompadour 1929 Nuevo Teatro El estudiante novato 1929 Teatro Principal El fantasma del hipódromo 1929 Teatro Principal El flirteo a la moda 1929 Teatro Principal El gigante y la caperucita 1929 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 119 El gran Raid 1929 Teatro Principal El gran susto 1929 Teatro Principal El gran transformista 1929 Teatro Principal El heredero de su Excelencia 1929 Teatro Principal El hermanito 1929 Teatro Principal El héroe del río 1929 Teatro Principal El hijo del millonario 1929 Nuevo Teatro El hipócrita 1929 Teatro Principal El hombre del Hispano 1929 Nuevo Teatro El hombre mecánico 1929 Teatro Principal El huésped de la noche 1929 Nuevo Teatro El intrigante 1929 Teatro Principal El jardín del edén 1929 Teatro Principal El Jockey de la Victoria 1929 Teatro Principal El Knockout 1929 Teatro Principal El lobo 1929 Teatro Principal El loro chino 1929 Teatro Principal El magnate ruso 1929 Nuevo Teatro El maquinista de la General 1929 Teatro Principal El mundo marcha 1929 Teatro Principal El novio de la abuelita 1929 Teatro Principal El novio postizo 1929 Teatro Principal El nuevo administrador 1929 Nuevo Teatro El orgullo de Albacete 1929 Nuevo Teatro El paseo del perro 1929 Teatro Principal El pecado sintético 1929 Teatro Principal El pelotón de los torpes 1929 Teatro Principal El pequeño capataz 1929 Nuevo Teatro El pequeño detective 1929 Teatro Principal El perro detective 1929 Teatro Principal El piel roja 1929 Teatro Principal El poder de una mirada 1929 Nuevo Teatro El príncipe estudiante 1929 Teatro Principal El príncipe Juan 1929 Nuevo Teatro El príncipe Stavros 1929 Teatro Principal El pubelo que olvidó a Dios 1929 Nuevo Teatro El que la sigue la mata 1929 Nuevo Teatro El Raid trágico 1929 Teatro Principal El resurgir de España 1929 Teatro Principal El rey de la pista 1929 Nuevo Teatro El rey de los camareros 1929 Teatro Principal El rey de los cowboys 1929 Nuevo Teatro El sargento malacara 1929 Teatro Principal El secreto de Gisela 1929 Nuevo Teatro El secreto de la Zarina 1929 Teatro Principal El seguro de Filomeno 1929 Teatro Principal El soldado 1929 Teatro Principal El soldado de chocolate 1929 Teatro Principal El soldado desconocido 1929 Nuevo Teatro El solterón 1929 Teatro Principal El sonámbulo 1929 Teatro Principal El submarino U-9 1929 Nuevo Teatro El sueño cumplido 1929 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 120 El sultán rojo 1929 Nuevo Teatro El testigo de boda 1929 Nuevo Teatro El tímido 1929 Nuevo Teatro El toque de alarma 1929 Teatro Principal El valle de la plata 1929 Teatro Principal El valle de los gigantes 1929 Teatro Principal El vaquero tímido 1929 Nuevo Teatro El vértigo 1929 Nuevo Teatro El viaje de Sandalio 1929 Nuevo Teatro El viento 1929 Teatro Principal El viking 1929 Teatro Principal En alas del amor 1929 Teatro Principal En las arenas del desierto 1929 Nuevo Teatro En los pantanos de Zanzibar 1929 Teatro Principal En manos de bandidos 1929 Teatro Principal En nombre del amor 1929 Teatro Principal Enanos hacen circo 1929 Nuevo Teatro Enanos hacen circo 1929 Teatro Principal Entre héroes y pilatos 1929 Nuevo Teatro Érase una vez un príncipe… 1929 Teatro Principal Esclava por amor 1929 Teatro Principal Especialista en masajes 1929 Teatro Principal Esposas a puntapiés 1929 Teatro Principal Esta es mi esposa 1929 Teatro Principal Estaba de Dios 1929 Nuevo Teatro Este hombre me gusta 1929 Teatro Principal Exposición Ibero-Americana de Sevilla 1929 Teatro Principal Fantasmas aparecidos 1929 Teatro Principal Fiebre de primavera 1929 Teatro Principal Filibusteros modernos 1929 Teatro Principal Forasteros de Atlantic City 1929 Nuevo Teatro Frágil voluntad 1929 Teatro Principal Garras humanas 1929 Teatro Principal Gente de circo 1929 Teatro Principal Gimnasia moderna 1929 Teatro Principal Glorias ajenas 1929 Teatro Principal Gosete, la niña de Arroyo 1929 Nuevo Teatro Gran Hotel 1929 Teatro Principal Haciendo el indio 1929 Teatro Principal Hay frigoríficos 1929 Teatro Principal Hijo de su papá 1929 Teatro Principal Hijos del divorcio 1929 Teatro Principal Hogar, dulce hogar 1929 Teatro Principal Injusta acusación 1929 Teatro Principal Jim, el conquistador 1929 Nuevo Teatro Joaquín Murieta 1929 Teatro Principal Jorge es un vivales 1929 Nuevo Teatro Jorge II, el esforzado 1929 Nuevo Teatro Jugando y amando 1929 Nuevo Teatro Jugar a las damas 1929 Teatro Principal Jugar con fuego 1929 Nuevo Teatro Juventud descarriada 1929 Teatro Principal Koko autómata 1929 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 121 Kokó en la casa encantada 1929 Teatro Principal Kokó en la guerra 1929 Teatro Principal Kokó en tinta ardiente 1929 Teatro Principal Kokó vence al tiempo 1929 Teatro Principal La araña de oro 1929 Teatro Principal La bailarina indostánica 1929 Teatro Principal La barrera infranqueable 1929 Nuevo Teatro La batalla de los sexos 1929 Teatro Principal La bella de Baltimore 1929 Nuevo Teatro La cabaña del Tío Tom 1929 Nuevo Teatro La cajera número 12 1929 Teatro Principal La casa del horror 1929 Teatro Principal La castellana del Líbano 1929 Teatro Principal La chica del coro 1929 Nuevo Teatro La cigarra y la hormiga 1929 Teatro Principal La ciudad eterna 1929 Nuevo Teatro La condesa María 1929 Nuevo Teatro La dama de armiño 1929 Teatro Principal La dama de las victorias 1929 Teatro Principal La danzarina sagrada 1929 Teatro Principal La esclava Blanca 1929 Nuevo Teatro La familia furiosa 1929 Nuevo Teatro La fortuna y la amistad 1929 Teatro Principal La frivolidad de una dama 1929 Teatro Principal La frontera del amor 1929 Teatro Principal La guardia aérea 1929 Nuevo Teatro La historia de un caballo 1929 Teatro Principal La hora secreta 1929 Teatro Principal La huella del pasado 1929 Nuevo Teatro La Iglesia evangeliza a los salvajes 1929 Teatro Principal La isla de los sueños 1929 Teatro Principal La legión de los condenados 1929 Teatro Principal La ley del Hampa 1929 Teatro Principal La leyenda del castillo 1929 Teatro Principal La liga de Gertier 1929 Nuevo Teatro La magia del baile 1929 Teatro Principal La mamá del tío Tom 1929 Teatro Principal La manzana de Adán 1929 Teatro Principal La marcha nupcial 1929 Nuevo Teatro La mariposa de oro 1929 Nuevo Teatro La moderna Dubarry 1929 Teatro Principal La mujer cautiva 1929 Teatro Principal La mujer del cubilete 1929 Nuevo Teatro La mujer desnuda 1929 Nuevo Teatro La mujer disputada 1929 Teatro Principal La mujer divina 1929 Teatro Principal La mujer divorciada 1929 Teatro Principal La mujer ligera 1929 Teatro Principal La mujer perfecta 1929 Nuevo Teatro La novela de un Mujik 1929 Teatro Principal La odisea de una Duquesa 1929 Teatro Principal La película de la noche 1929 Teatro Principal La pequeña Miss Davis 1929 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 122 La pequeña vendedora 1929 Teatro Principal La que odiaba a los hombres 1929 Teatro Principal La Real Coral Zamora 1929 Teatro Principal La regata del amor 1929 Nuevo Teatro La reina del boulevard 1929 Teatro Principal La rueda 1929 Nuevo Teatro La ruta de Singapoore 1929 Teatro Principal La saeta roja 1929 Nuevo Teatro La señal de peligro 1929 Teatro Principal La señorita sin miedo 1929 Teatro Principal La sierra de los trópicos 1929 Nuevo Teatro La suerte de la fea 1929 Teatro Principal La taberna roja 1929 Nuevo Teatro La tía de Carlos 1929 Nuevo Teatro La tragedia de un payaso 1929 Nuevo Teatro La última noche 1929 Teatro Principal La última palabra 1929 Nuevo Teatro La última pena 1929 Teatro Principal La única salvación 1929 Teatro Principal La venenosa 1929 Teatro Principal La vida para el amor 1929 Nuevo Teatro La vida privada de Elena de Troya 1929 Teatro Principal La viuda de nadie 1929 Nuevo Teatro La voladora de fuego 1929 Teatro Principal Labios rojos 1929 Nuevo Teatro Labios tentadores 1929 Nuevo Teatro Las apariencias engañan 1929 Nuevo Teatro Las cataratas del diablo 1929 Nuevo Teatro Las mentiras de Nina Petrowna 1929 Teatro Principal Las odio a todas 1929 Teatro Principal Las patinadoras 1929 Nuevo Teatro Las piernas más bonitas de Berlín 1929 Teatro Principal Las rubias son preferidas 1929 Nuevo Teatro Las tristezas de Satán 1929 Teatro Principal Legado trágico 1929 Teatro Principal Ley de mujer 1929 Nuevo Teatro Líos reales 1929 Nuevo Teatro Llamas de juventud 1929 Teatro Principal Llévame a casa 1929 Teatro Principal Loca por él 1929 Teatro Principal Loco por los niños 1929 Nuevo Teatro Locos por el deporte 1929 Teatro Principal Locuras de Carnaval 1929 Teatro Principal Los antros del crimen 1929 Teatro Principal Los apuros de un sabio 1929 Teatro Principal Los caballeros las prefieren rubias 1929 Teatro Principal Los castigadores 1929 Teatro Principal Los cosacos 1929 Teatro Principal Los cuatro diablos 1929 Nuevo Teatro Los diablos amarillos 1929 Teatro Principal Los dineros del sacristán 1929 Teatro Principal Los duendes andan sueltos 1929 Nuevo Teatro Los jinetes rojos 1929 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 123 Los millones de Paulina 1929 Teatro Principal Los mosqueteros de Far-West 1929 Nuevo Teatro Los tres papás 1929 Teatro Principal Luna de hiel 1929 Teatro Principal Madame Pompadour 1929 Teatro Principal Mala pesca 1929 Nuevo Teatro Malditos celos 1929 Teatro Principal Mamá, déjame amar 1929 Teatro Principal Manos arriba 1929 Teatro Principal Margarita Gautier 1929 Teatro Principal Medias de seda 1929 Teatro Principal Mister Wu 1929 Teatro Principal Mochales atleta 1929 Teatro Principal Mujer a pesar suyo 1929 Teatro Principal Mujeres a la moderna 1929 Nuevo Teatro Muy confidencial 1929 Teatro Principal Nada, niña, nada 1929 Teatro Principal Nido de buitres 1929 Teatro Principal No le dejes escapar 1929 Teatro Principal No se admiten rubias 1929 Nuevo Teatro Noche de misterio 1929 Teatro Principal Noticiario FOX número 39 1929 Teatro Principal Nueva York de noche 1929 Teatro Principal Occidente 1929 Teatro Principal Ocho cilindros 1929 Teatro Principal Oficios y caninos 1929 Nuevo Teatro Orgullo de raza 1929 Nuevo Teatro Oriente exprés 1929 Teatro Principal Paciencia paternal 1929 Nuevo Teatro Pacto de amor 1929 Nuevo Teatro Pacto de sacrificio 1929 Nuevo Teatro Panik 1929 Teatro Principal Paraíso para dos 1929 Teatro Principal París a medianoche 1929 Nuevo Teatro Partido fútbol Inglaterra-España 1929 Teatro Principal Pelirroja 1929 Teatro Principal Perro detective 1929 Teatro Principal Pintando un vaquero 1929 Nuevo Teatro Por la Patria 1929 Nuevo Teatro Que no lo sepa tu esposa 1929 Teatro Principal Quien fuera hombre 1929 Nuevo Teatro Quien fuera hombre 1929 Teatro Principal Quiero ser actriz 1929 Teatro Principal Quiero ver París 1929 Nuevo Teatro Radio infidelidad 1929 Nuevo Teatro Ramona 1929 Teatro Principal Reclutas bomberos 1929 Teatro Principal Reclutas detectives 1929 Teatro Principal Reclutas por los aires 1929 Teatro Principal Relámpago 1929 Teatro Principal Repique de tacones 1929 Teatro Principal Representante de la ley 1929 Teatro Principal Ricardito detective 1929 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 124 Ríe, payaso, ríe 1929 Teatro Principal Rin -Tin-Tin y el cóndor 1929 Teatro Principal Rinaldo Rinaldini 1929 Teatro Principal Rosa de Madrid 1929 Teatro Principal Rosa de medianoche 1929 Teatro Principal Rose Marie 1929 Teatro Principal Sandalio defensor de la Ley Seca 1929 Nuevo Teatro Sandalio detective por chiripa 1929 Nuevo Teatro Sandalio está de suerte 1929 Nuevo Teatro Sandalio estaba de suerte 1929 Nuevo Teatro Sandalio hombre terrible 1929 Nuevo Teatro Sandalio hombre terrible 1929 Nuevo Teatro Sandalio protector de damas 1929 Nuevo Teatro Sangre en las olas 1929 Teatro Principal Sangre escocesa 1929 Teatro Principal Sangre y arena (1922) 1929 Teatro Principal Se cruzó en mi camino 1929 Nuevo Teatro Se ha perdido una pulga 1929 Teatro Principal Se necesita un ladrón 1929 Nuevo Teatro Sereneta 1929 Teatro Principal Severino, campeón de boxeo 1929 Nuevo Teatro Silencio eterno 1929 Nuevo Teatro Sin escudo ni blasón 1929 Teatro Principal Sobre la pista 1929 Nuevo Teatro Soledad 1929 Nuevo Teatro Su alteza el Gran Duque 1929 Nuevo Teatro Su día de suerte 1929 Nuevo Teatro Su familia política 1929 Nuevo Teatro Su mayor victoria 1929 Teatro Principal Su prisionero 1929 Nuevo Teatro Su único y adorado esposo 1929 Nuevo Teatro Su único y adorado esposo 1929 Teatro Principal Suerte de Doroteo 1929 Teatro Principal Tal para cual 1929 Nuevo Teatro Té para tres 1929 Teatro Principal Teatro siniestro 1929 Nuevo Teatro Tenorios del mar 1929 Teatro Principal Tesoros desconocidos 1929 Teatro Principal Tierra valenciana 1929 Nuevo Teatro Titanic 1929 Teatro Principal Todo a medias 1929 Teatro Principal Tomasín campeón de golf 1929 Nuevo Teatro Tomasín campeón de golf 1929 Nuevo Teatro Tomasín entre rayos 1929 Nuevo Teatro Tomasín se halla una perla 1929 Nuevo Teatro Tómeme el pulso, doctor 1929 Teatro Principal Toni 1929 Teatro Principal Travesuras de Alicia 1929 Teatro Principal Tres horas de una vida 1929 Teatro Principal Tres pescadores 1929 Teatro Principal Trípoli 1929 Teatro Principal Un caballero de París 1929 Teatro Principal Un caso grave 1929 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 125 Un circo original 1929 Nuevo Teatro Un cuento árabe 1929 Nuevo Teatro Un marido y un millón 1929 Nuevo Teatro Un millón por un sombrero 1929 Teatro Principal Un muchacho de la calle 1929 Teatro Principal Un par de marinos 1929 Teatro Principal Un talento enciclopédico 1929 Teatro Principal Un tío listo 1929 Nuevo Teatro Un tipo bien 1929 Teatro Principal Un viaje al Ártico 1929 Teatro Principal Una aventura en China 1929 Teatro Principal Una llama en el cielo 1929 Nuevo Teatro Una llama en el cielo 1929 Nuevo Teatro Una noche toledana 1929 Teatro Principal Una novia en cada puerto 1929 Teatro Principal Uno para todos 1929 Teatro Principal Vacaciones de Alejo 1929 Teatro Principal Ven a mi casa 1929 Teatro Principal Venganza 1929 Teatro Principal Vísperas de exámenes 1929 Teatro Principal Viva el Papa 1929 Nuevo Teatro Vivan los navíos 1929 Nuevo Teatro Volando sobre el acero 1929 Nuevo Teatro Y allí fue Troya 1929 Teatro Principal ¡Expatriada! 1930 Nuevo Teatro ¡Música maestro! 1930 Nuevo Teatro ¡Qué noche! 1930 Teatro Principal ¡Suerte que tiene uno! 1930 Nuevo Teatro ¡Vuela vaquero! 1930 Nuevo Teatro ¡Wolga! ¡Wolga! (reestreno) 1930 Nuevo Teatro ¡Y supo ser madre! 1930 Teatro Principal ¿Quién es el culpable? 1930 Nuevo Teatro ¿Quién la mató? O El crimen de la canaria 1930 Teatro Principal 5.000 dólares de recompensa 1930 Nuevo Teatro A caza de dote 1930 Nuevo Teatro A caza de indios 1930 Nuevo Teatro A las órdenes de su alteza 1930 Teatro Principal A tiro limpio 1930 Teatro Principal Actualidades Gaumont número 22 1930 Nuevo Teatro Adiós mascota 1930 Teatro Principal Aguas de tormenta 1930 Teatro Principal Aguas prohibidas 1930 Nuevo Teatro Águilas 1930 Teatro Principal Al levantar el vuelo 1930 Nuevo Teatro Al margen de la ley 1930 Nuevo Teatro Al servicio de las damas 1930 Teatro Principal Alejandro el grande 1930 Nuevo Teatro Alta traición 1930 Teatro Principal Altos estudios 1930 Nuevo Teatro Amanecer de amor 1930 Teatro Principal Amaneció a destiempo 1930 Nuevo Teatro Amor 1930 Nuevo Teatro Amor anciano 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 126 Amor con sustos 1930 Nuevo Teatro Amor por amor 1930 Teatro Principal Amor siniestro 1930 Nuevo Teatro Amores prohibidos 1930 Nuevo Teatro Amores prohibidos 1930 Teatro Principal Ana Karenina (reestreno) 1930 Teatro Principal Anny de Montparnasse 1930 Nuevo Teatro Ante todo el deber 1930 Teatro Principal Antes que te cases 1930 Nuevo Teatro Aprendiz de detective 1930 Teatro Principal Artistas de ocasión 1930 Teatro Principal Atízale otra 1930 Nuevo Teatro Ave Lima 1930 Teatro Principal Bailarín de La India 1930 Nuevo Teatro Bajo el frac 1930 Teatro Principal Bajo el sol de California 1930 Teatro Principal Bandido por amor 1930 Nuevo Teatro Bandido por amor 1930 Nuevo Teatro Baños de sol 1930 Nuevo Teatro Barcelona Trailer 1930 Teatro Principal Barrio latino 1930 Nuevo Teatro Ben-Hur 1930 Nuevo Teatro Bésame 1930 Nuevo Teatro Besar no es pecado 1930 Nuevo Teatro Brazos vacíos 1930 Nuevo Teatro Broadway Scandals o El escándalo de Broadway 1930 Teatro Principal Buscando un corazón 1930 Teatro Principal Camas gemelas 1930 Teatro Principal Cambiados de papeles 1930 Teatro Principal Caprichosas 1930 Teatro Principal Celos que matan 1930 Nuevo Teatro Champagne 1930 Teatro Principal Chicas de vanguardia 1930 Nuevo Teatro Chicos y grandes 1930 Nuevo Teatro Cielo en la tierra 1930 Teatro Principal Collar robado 1930 Nuevo Teatro Como un geltleman 1930 Teatro Principal Con una mujer me basta 1930 Nuevo Teatro Corazón de acero 1930 Nuevo Teatro Corazón de marido 1930 Teatro Principal Corazones al por mayor 1930 Nuevo Teatro Corazones de acero 1930 Nuevo Teatro Corrida de toros 1930 Nuevo Teatro Críspulo entre caníbales 1930 Teatro Principal Cristina la holandesita 1930 Teatro Principal Cuando ellas quieran 1930 Nuevo Teatro Cuando la aldea duerme 1930 Nuevo Teatro Cuando la ciudad duerme 1930 Teatro Principal Cuidado, peatones 1930 Teatro Principal Cupido en bicicleta 1930 Nuevo Teatro Czarevich 1930 Teatro Principal Dar que decir 1930 Teatro Principal De cabeza al matrimonio 1930 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 127 De cowboy a rey 1930 Nuevo Teatro De lo vivo a lo pintado 1930 Teatro Principal De millonario a periodista 1930 Teatro Principal De padres a hijos 1930 Nuevo Teatro Diamante azul 1930 Nuevo Teatro Diario Metro número 4 1930 Teatro Principal Diario Metro número 6 B 1930 Teatro Principal Doctor por compromiso 1930 Nuevo Teatro Donde las dan, las toman 1930 Nuevo Teatro Donde pone el ojo, pone la bala 1930 Nuevo Teatro Dos amigos y una mujer 1930 Teatro Principal Dos rosas rojas 1930 Nuevo Teatro Duelo a duelo 1930 Nuevo Teatro El amor del diablo 1930 Teatro Principal El amor nos vuelve locos 1930 Teatro Principal El amor y el diablo 1930 Teatro Principal El ángel de las tinieblas 1930 Teatro Principal El ángel pecador 1930 Nuevo Teatro El ángel pecador 1930 Nuevo Teatro El ángel pecador 1930 Teatro Principal El apache 1930 Teatro Principal El arca de Noé 1930 Teatro Principal El aviador 1930 Teatro Principal El ayudante del Zar 1930 Nuevo Teatro El baño turco 1930 Teatro Principal El barrio latino 1930 Nuevo Teatro El batelero de Volga 1930 Nuevo Teatro El beso 1930 Teatro Principal El buzón de Miss Beatriz 1930 Teatro Principal El caballero "vértigo" 1930 Teatro Principal El caballero de hierro viejo 1930 Nuevo Teatro El cabo Catalina 1930 Nuevo Teatro El cacique 1930 Teatro Principal El calvario de un héroe 1930 Nuevo Teatro El cantor de Jazz 1930 Teatro Principal El capitán carretero 1930 Nuevo Teatro El capitán fanfarrón 1930 Nuevo Teatro El capitán sin miedo 1930 Teatro Principal El caso Bellamy 1930 Teatro Principal El caso de Ana Andrevna 1930 Teatro Principal El caso Drake 1930 Nuevo Teatro El casto José 1930 Nuevo Teatro El charlatán 1930 Nuevo Teatro El chico calamidades 1930 Nuevo Teatro El chico de Nemesio 1930 Nuevo Teatro El chico del clavel 1930 Teatro Principal El chico del mono 1930 Nuevo Teatro El cine sonoro y hablado 1930 Teatro Principal El circo trágico 1930 Nuevo Teatro El club de los solteros 1930 Teatro Principal El cobarde 1930 Nuevo Teatro El cohete de Buster 1930 Nuevo Teatro El colegio flotante 1930 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 128 El collar robado 1930 Nuevo Teatro El comparsa 1930 Teatro Principal El conde de Montecristo 1930 Nuevo Teatro El corazón pierde 1930 Teatro Principal El corneta de la academia 1930 Nuevo Teatro El cuerpo poder 1930 Nuevo Teatro El desfile del amor 1930 Teatro Principal El desierto de la nieve 1930 Nuevo Teatro El desterrado de Santa Elena 1930 Nuevo Teatro El desterrado de Santa Teresa 1930 Nuevo Teatro El diablo blanco 1930 Teatro Principal El drama de Mont Cervin 1930 Teatro Principal El error 1930 Teatro Principal El eterno femenino 1930 Nuevo Teatro El fabricante de suicidios 1930 Nuevo Teatro El gordo de Navidad 1930 Nuevo Teatro El gran silencio 1930 Teatro Principal El guardiamarina 1930 Nuevo Teatro El hacha de la clase 1930 Teatro Principal El hijo del muerto 1930 Nuevo Teatro El hombre de la melodía 1930 Teatro Principal El hombre de la rama 1930 Nuevo Teatro El hombre que amo 1930 Nuevo Teatro El huerfanito 1930 Nuevo Teatro El jinete alado 1930 Nuevo Teatro El jinete de las montañas 1930 Teatro Principal El jinete de los llanos 1930 Nuevo Teatro El lampista enriquecido 1930 Teatro Principal El látigo 1930 Teatro Principal El lobo de Wall Street 1930 Nuevo Teatro El mar lejano 1930 Nuevo Teatro El marido prestado 1930 Teatro Principal El matrimonio secreto 1930 Nuevo Teatro El médico rural 1930 Nuevo Teatro El misterio de la Puerta del Sol 1930 Teatro Principal El misterio de Taxis 1930 Nuevo Teatro El misterio del dólar 1930 Nuevo Teatro El misterio del taxi 1930 Nuevo Teatro El mundo al revés 1930 Teatro Principal El mundo contra ella 1930 Teatro Principal El mundo sin mujeres 1930 Nuevo Teatro El nido del águila 1930 Teatro Principal El nuevo casero 1930 Nuevo Teatro El padrino de boda 1930 Teatro Principal El pagano de Tahití 1930 Teatro Principal El país del divorcio 1930 Nuevo Teatro El pan nuestro de cada día 1930 Nuevo Teatro El pan nuestro de cada día 1930 Nuevo Teatro El paraíso imaginario 1930 Nuevo Teatro El parque de atracciones 1930 Nuevo Teatro El patriota 1930 Teatro Principal El pícaro de la suerte 1930 Nuevo Teatro El pilluelo de Madrid 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 129 El piropeador 1930 Teatro Principal El poder de una lágrima 1930 Teatro Principal El primer amor 1930 Nuevo Teatro El primer beso 1930 Nuevo Teatro El príncipe Fazil 1930 Teatro Principal El proceso de Mary 1930 Teatro Principal El promotor de campeones 1930 Teatro Principal EL pueblo del pecado 1930 Teatro Principal El rascacielos 1930 Nuevo Teatro El recluso de Estambul 1930 Teatro Principal El remolque 1930 Teatro Principal El rescate 1930 Teatro Principal El rey del rodeo 1930 Nuevo Teatro El rey del rodeo 1930 Nuevo Teatro El rey que rabió 1930 Nuevo Teatro El romance del oeste 1930 Nuevo Teatro El sol del paraíso 1930 Nuevo Teatro El suceso de anoche 1930 Teatro Principal El sueño de un vals 1930 Nuevo Teatro El supermo ardid 1930 Nuevo Teatro El templo de los gigantes 1930 Nuevo Teatro El terrible Don Juan 1930 Teatro Principal El terrible toreador 1930 Teatro Principal El terror de las Pampas 1930 Teatro Principal El testaferro 1930 Nuevo Teatro El testamento de Nodelkof 1930 Nuevo Teatro El torbellino de París 1930 Nuevo Teatro EL último figurín 1930 Teatro Principal El vals del amor 1930 Nuevo Teatro El vals del amor 1930 Nuevo Teatro El vigía 1930 Teatro Principal Ella es así 1930 Teatro Principal Ella se va a la guerra 1930 Teatro Principal Emboscados 1930 Nuevo Teatro En ausencia del gato 1930 Teatro Principal En el desierto de la nieve 1930 Nuevo Teatro En el mar lejano 1930 Nuevo Teatro Enciclopedia Pathé 50 1930 Nuevo Teatro Entre dos mujeres 1930 Nuevo Teatro Escándalo 1930 Teatro Principal Esclavas de lujo 1930 Nuevo Teatro Esclavos del deber 1930 Nuevo Teatro Esta noche a las doce 1930 Nuevo Teatro Esto es el cielo 1930 Teatro Principal Estrellados 1930 Teatro Principal Estrellas dichosas 1930 Nuevo Teatro Estudiantina 1930 Nuevo Teatro Fanny la corista 1930 Teatro Principal Fantasma del pasado 1930 Nuevo Teatro Fantasmas a las doce 1930 Nuevo Teatro Fantasmas del pasado 1930 Nuevo Teatro Fausto 1930 Teatro Principal Feliz Año Nuevo 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 130 Flor del Hampa 1930 Teatro Principal Fruto de amor 1930 Nuevo Teatro Fuegos artificiales 1930 Nuevo Teatro Garras de lobo 1930 Nuevo Teatro Geraldine 1930 Nuevo Teatro Gesto de hidalgo 1930 Teatro Principal Girls 1930 Teatro Principal Gran revista Mickey 1930 Teatro Principal Gritos de Hollywood 1930 Teatro Principal Guiño fatal 1930 Nuevo Teatro Hacia el abismo 1930 Nuevo Teatro Hambre de amor 1930 Nuevo Teatro Hampa 1930 Teatro Principal Harold, nuevo doctor 1930 Nuevo Teatro Haya paz 1930 Teatro Principal Hermano Silm 1930 Teatro Principal Hijas de Eva 1930 Teatro Principal Hijos del pecado 1930 Nuevo Teatro Hijos del pecado 1930 Nuevo Teatro Hollywood Revue 1930 Teatro Principal Hombres de hierro 1930 Teatro Principal Hombres de hierro 1930 Teatro Principal Ícaros 1930 Teatro Principal Indianapolis 1930 Teatro Principal Infierno 1930 Teatro Principal Intromisión 1930 Nuevo Teatro Jazz-Band 1930 Nuevo Teatro Jimmy el misterioso 1930 Teatro Principal Joan Garber 1930 Teatro Principal Juegos olímpicos 1930 Nuevo Teatro Jugando a vampiresa 1930 Teatro Principal Jugar con el fuego (score musical y efectos de sonido) 1930 Teatro Principal Justicia salvaje 1930 Nuevo Teatro Justos y pecadores 1930 Teatro Principal Juventud 1930 Nuevo Teatro Kokó futbolista 1930 Teatro Principal Kokó gran señor 1930 Nuevo Teatro Kokó huye de la ciudad 1930 Nuevo Teatro Kokó policía 1930 Nuevo Teatro La batalla en el coral 1930 Teatro Principal La bella desnuda 1930 Nuevo Teatro La bestia del mar 1930 Nuevo Teatro La bodega 1930 Nuevo Teatro La borrachera de Periquito 1930 Teatro Principal La canción de Kentucky 1930 Teatro Principal La canción de París (versión muda) 1930 Nuevo Teatro La canción del cosaco 1930 Teatro Principal La cárcel de la redención 1930 Teatro Principal La castigadora 1930 Teatro Principal La chica de la suerte 1930 Teatro Principal La condesa loca 1930 Teatro Principal La confesión de una mujer 1930 Teatro Principal La copla andaluza 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 131 La cosa está que arde 1930 Teatro Principal La culpa es mía 1930 Teatro Principal La curva de la muerte 1930 Nuevo Teatro La dama de las camelias 1930 Nuevo Teatro La dama de Pique 1930 Nuevo Teatro La dama de Piqué 1930 Nuevo Teatro La dama de Sanghai 1930 Teatro Principal La damita del Ritz 1930 Teatro Principal La danza macabra 1930 Teatro Principal La frontera de la muerte 1930 Nuevo Teatro La gloria del colegio 1930 Teatro Principal La gran idea 1930 Teatro Principal La hiedra 1930 Nuevo Teatro La hija de Eva 1930 Teatro Principal La hija del mar 1930 Teatro Principal La horda 1930 Nuevo Teatro La huérfana de Pompeya 1930 Nuevo Teatro La incrédula 1930 Nuevo Teatro La inocencia de Anita 1930 Teatro Principal La isla de los barcos perdidos (1923) 1930 Nuevo Teatro La isla del amor 1930 Teatro Principal La loca orgía 1930 Teatro Principal La lucha por el trofeo 1930 Nuevo Teatro La magia negra 1930 Nuevo Teatro La magia roja 1930 Nuevo Teatro La marca blanca 1930 Nuevo Teatro La marca roja 1930 Nuevo Teatro La marcha nupcial de Chopin 1930 Nuevo Teatro La máscara de hierro 1930 Teatro Principal La máscara del diablo 1930 Teatro Principal La melodía del amor 1930 Teatro Principal La merienda de Homobono 1930 Teatro Principal La midinette Neoyorquina 1930 Teatro Principal La mina de oro 1930 Nuevo Teatro La muchacha de La Habana 1930 Teatro Principal La muchacha de Londres 1930 Nuevo Teatro La mujer del leopardo 1930 Nuevo Teatro La mujer fatal 1930 Teatro Principal La mujer más mala de París 1930 Teatro Principal La mujer sonada 1930 Teatro Principal La patrulla de la frontera 1930 Nuevo Teatro La pecadora (1919) 1930 Nuevo Teatro La pescadora 1930 Nuevo Teatro La plaga de la escuela 1930 Nuevo Teatro La princesa de opereta 1930 Nuevo Teatro La que paga el pato 1930 Teatro Principal La redada 1930 Nuevo Teatro La reporter relámpago 1930 Teatro Principal La rosa de los vientos 1930 Nuevo Teatro La rueda de la vida 1930 Nuevo Teatro La rueda del destino 1930 Teatro Principal La señorita Bibelot 1930 Teatro Principal La señorita Lucifer 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 132 La sinfonía patética 1930 Nuevo Teatro La solterona quiere marido 1930 Teatro Principal La sortija que mata 1930 Teatro Principal La tempestad de Asia 1930 Nuevo Teatro La tierra sin mujer 1930 Nuevo Teatro La tierra sin mujeres 1930 Nuevo Teatro La tigresa y El Rajá 1930 Nuevo Teatro La trampa amorosa 1930 Nuevo Teatro La última cita 1930 Nuevo Teatro La venus de bronce 1930 Teatro Principal La Venus enigmática 1930 Nuevo Teatro La Venus sorpresa 1930 Nuevo Teatro La venus suprema 1930 Nuevo Teatro La víctima de las rubias 1930 Nuevo Teatro La vida de cupido 1930 Nuevo Teatro La vida en los bajos fondos neoyorquinos 1930 Nuevo Teatro La virgen loca 1930 Nuevo Teatro Ladrones 1930 Teatro Principal Ladronzuela de amor 1930 Teatro Principal Las cuatro plumas 1930 Teatro Principal Las joyas del deseo 1930 Nuevo Teatro Las noches de Londres 1930 Teatro Principal Las siete hijas de Eva 1930 Teatro Principal Las vírgenes modernas 1930 Teatro Principal Laureles de pintor 1930 Nuevo Teatro Legionarios en París 1930 Nuevo Teatro Libertad 1930 Teatro Principal Llegando a tiempo 1930 Nuevo Teatro Llegó la escuadra 1930 Teatro Principal Lobos del Sar-West 1930 Teatro Principal Loco perdido 1930 Nuevo Teatro Los amigos del marido 1930 Nuevo Teatro Los amores de una actriz 1930 Nuevo Teatro Los amores del jefe 1930 Nuevo Teatro Los caballeros de la noche 1930 Nuevo Teatro Los cazadores de osos 1930 Teatro Principal Los cosacos 1930 Teatro Principal Los fantasmas del castillo 1930 Teatro Principal Los fugitivos 1930 Nuevo Teatro Los gnomos alegres 1930 Teatro Principal Los muelles de Nueva York 1930 Nuevo Teatro Los naufragos de la vida 1930 Teatro Principal Los once diablos 1930 Teatro Principal Los pecados de los padres 1930 Nuevo Teatro Los reyes del circo 1930 Teatro Principal Los taxis de media noche 1930 Teatro Principal Los tres desertores 1930 Nuevo Teatro Los tres mosqueteros 1930 Teatro Principal Los vericuetos del mal 1930 Nuevo Teatro Luces de Broadway 1930 Teatro Principal Luna de miel 1930 Nuevo Teatro Luna de miel 1930 Teatro Principal Mal de corazón 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 133 Malvaloca 1930 Nuevo Teatro Mandíbulas de acero 1930 Nuevo Teatro Mandrágora 1930 Nuevo Teatro Manolesco 1930 Teatro Principal Marcha fúnebre nupcial 1930 Nuevo Teatro Marianne 1930 Teatro Principal Marido, cuidado con los amigos 1930 Nuevo Teatro Marinos en seco 1930 Teatro Principal Marqués en comandita 1930 Nuevo Teatro Más allá de las sierras 1930 Teatro Principal Más temido que el cólera 1930 Nuevo Teatro Matrimonios a la moderna 1930 Nuevo Teatro Me casó mi madre 1930 Teatro Principal Melodías de Broadway 1930 Teatro Principal Mendigos a la vida 1930 Teatro Principal Mi marido es un embustero 1930 Nuevo Teatro Mi vida en sus manos 1930 Teatro Principal Mickey en la feria 1930 Teatro Principal Mickey labrador 1930 Teatro Principal Mina de oro 1930 Nuevo Teatro Miss Desden 1930 Teatro Principal Nantas o El hombre que se vendió 1930 Nuevo Teatro Negocios de espuma 1930 Teatro Principal Niño del museo 1930 Nuevo Teatro Nobleza pecadora 1930 Nuevo Teatro Noches de Londres 1930 Teatro Principal Noches del Trópico 1930 Teatro Principal Novio a bordo 1930 Teatro Principal Nueva mujer, nueva vida 1930 Teatro Principal Occidente 1930 Teatro Principal Orquídeas salvajes (score musical y efectos de sonido) 1930 Teatro Principal Paraiso imaginario 1930 Nuevo Teatro París 1930 Nuevo Teatro Pasiones 1930 Nuevo Teatro Pasiones de oriente 1930 Teatro Principal Pasiones del Hampa 1930 Nuevo Teatro Pepín quiere un hermanito 1930 Nuevo Teatro Pepones gemelos 1930 Nuevo Teatro Perete tramposo 1930 Teatro Principal Periquito enamorado 1930 Teatro Principal Persecución 1930 Teatro Principal Picadilly 1930 Teatro Principal Policías modelo 1930 Teatro Principal Policías sin esposas 1930 Nuevo Teatro Por el honor 1930 Nuevo Teatro Por ella 1930 Teatro Principal Por encomienda postal 1930 Teatro Principal Por la ruta de los cielos 1930 Teatro Principal Por la Vía Láctea 1930 Nuevo Teatro Por una rubia 1930 Teatro Principal Porasteros en Escocia 1930 Teatro Principal Posesión 1930 Teatro Principal Primavera 1930 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 134 Prisioneros en la niebla 1930 Teatro Principal Puertas cerradas 1930 Teatro Principal Purita la del Follies 1930 Nuevo Teatro Que encanto de criatura 1930 Nuevo Teatro Que no lo sepa mi esposa 1930 Teatro Principal Que viene el mono 1930 Teatro Principal Querer es poder 1930 Nuevo Teatro Quisiera ser abuelo 1930 Teatro Principal Radiomanía 1930 Nuevo Teatro Ráfagas parisinas 1930 Teatro Principal Rapidez asombrosa 1930 Teatro Principal Rasúrate papá 1930 Nuevo Teatro Raza de hidalgos 1930 Nuevo Teatro Recién casados 1930 Teatro Principal Redención 1930 Teatro Principal Reina de mi corazón 1930 Nuevo Teatro Reportaje Verdaguer número 68 1930 Teatro Principal Retorno al hogar 1930 Teatro Principal Revista Miss España 1930 Nuevo Teatro Río Rita 1930 Nuevo Teatro Rivalidad comercial 1930 Nuevo Teatro Rocambole 1930 Nuevo Teatro Ronda nocturna 1930 Teatro Principal Rosario de plata 1930 Teatro Principal Rubia por un día 1930 Nuevo Teatro Ruperto de Hentzau 1930 Nuevo Teatro Salmón y balas 1930 Nuevo Teatro Sandalio bajo cero 1930 Nuevo Teatro Sangre deportiva 1930 Teatro Principal Sangre india 1930 Teatro Principal Se acabó el trabajo 1930 Nuevo Teatro Se casa y lo cazan 1930 Nuevo Teatro Se venden casas baratas 1930 Teatro Principal Sed de cariño 1930 Teatro Principal Sed de juventud 1930 Teatro Principal Semana Santa en Sevilla 1930 Nuevo Teatro Senda gloriosa 1930 Teatro Principal Show-Boat 1930 Nuevo Teatro Silenciosa acuasión 1930 Teatro Principal Sinfonía patética 1930 Nuevo Teatro Sobre las huellas 1930 Nuevo Teatro Solos en una isla 1930 Teatro Principal Sombras de gloria 1930 Teatro Principal Sombras de la noche 1930 Teatro Principal Sombras de sueño 1930 Teatro Principal Su hombre 1930 Nuevo Teatro Su majestad la coqueta 1930 Nuevo Teatro Su majestad La Girl 1930 Teatro Principal Su mayor pecado 1930 Teatro Principal Su mejor carrera 1930 Nuevo Teatro Su perro 1930 Nuevo Teatro Sublime sacrificio 1930 Nuevo Teatro Submarino 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 135 Sueño de amor 1930 Teatro Principal Suxi Saxofón 1930 Nuevo Teatro Tarakanova 1930 Teatro Principal Tempestad en Asia 1930 Nuevo Teatro Tendiendo la línea 1930 Nuevo Teatro Tendiendo la red 1930 Nuevo Teatro Tenorios entre bastidores 1930 Teatro Principal Thunder 1930 Nuevo Teatro Tiembla y titubea 1930 Teatro Principal Titany 1930 Teatro Principal Todo por un beso 1930 Teatro Principal Todo un hombre 1930 Nuevo Teatro Tomasín a sesenta por hora 1930 Nuevo Teatro Torrentes humanos 1930 Nuevo Teatro Trafalgar 1930 Teatro Principal Trece onzas de oro 1930 Teatro Principal Tres fines de semana 1930 Nuevo Teatro Tres hombres malos 1930 Teatro Principal Tres noches de Don Juan 1930 Teatro Principal Troika 1930 Teatro Principal Un beso a cuenta 1930 Teatro Principal Un campeón de tomo y lomo 1930 Nuevo Teatro Un cargamento extraño 1930 Nuevo Teatro Un chico complaciente 1930 Nuevo Teatro Un cierto muchacho 1930 Teatro Principal Un cuento escocés 1930 Nuevo Teatro Un día perfecto 1930 Teatro Principal Un empleado modelo 1930 Teatro Principal Un hombre sin amor 1930 Teatro Principal Un magnífico flirt 1930 Teatro Principal Un mal bailarín 1930 Teatro Principal Un marido para dos 1930 Nuevo Teatro Un novio ideal 1930 Nuevo Teatro Un pájaro de cuenta 1930 Nuevo Teatro Un paleto en Nueva York 1930 Teatro Principal Un par de badulaques 1930 Nuevo Teatro Un perfecto caballero 1930 Nuevo Teatro Un proceso sensacional 1930 Teatro Principal Un punto oscuro 1930 Teatro Principal Una boda accidentada 1930 Nuevo Teatro Una de tantas 1930 Nuevo Teatro Una farsa parisien 1930 Teatro Principal Una hora de locura 1930 Teatro Principal Una mujer en Wall Street 1930 Teatro Principal Una mujer remozada 1930 Teatro Principal Una noche en el infierno 1930 Nuevo Teatro Una panne en el corazón 1930 Teatro Principal Vagabundos en Europa 1930 Nuevo Teatro Valencia 1930 Nuevo Teatro Valiente, maestro en amor 1930 Nuevo Teatro Valiente, maestro en honor 1930 Nuevo Teatro Vaya una herencia 1930 Nuevo Teatro Vecinos pendencieros 1930 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 136 Venganza amorosa 1930 Nuevo Teatro Venturosa aventura 1930 Nuevo Teatro Venus 1930 Teatro Principal Verano 1930 Teatro Principal Viaje al Ártico 1930 Teatro Principal Vieja hidalguía 1930 Teatro Principal Viena llora, Viena ríe 1930 Nuevo Teatro Vírgenes modernas 1930 Teatro Principal Vírgenes modernas 1930 Teatro Principal Viva el amor 1930 Nuevo Teatro Viva el amor 1930 Nuevo Teatro Viva la ambición 1930 Nuevo Teatro Viva Madrid que es mi pueblo 1930 Teatro Principal Viviendo de ilusiones 1930 Teatro Principal Yo quiero un millonario 1930 Teatro Principal Zalacaín el aventurero 1930 Teatro Principal Zamora y su Provincia 1930 Teatro Principal 1980 1931 Teatro Principal ¡Estamos… apres! 1931 Teatro Principal ¡Guerra de hombres! 1931 Teatro Principal ¡Mío serás! 1931 Teatro Principal ¡Música Maestro! 1931 Teatro Principal ¡Señor… hágase tu voluntad! 1931 Nuevo Teatro ¡Troika! 1931 Teatro Principal ¡Viva la vida! 1931 Nuevo Teatro ¿Por qué ser buena? 1931 Teatro Principal 200 revista 1931 Teatro Principal A las órdenes de su alteza 1931 Nuevo Teatro Actualidades Gaumont número 24 1931 Nuevo Teatro Adelante por el Príncipe 1931 Nuevo Teatro Adoración 1931 Teatro Principal Aguiluchos 1931 Teatro Principal Al compás de tres por cuatro 1931 Teatro Principal Al día siguiente 1931 Teatro Principal Alianza de tres 1931 Teatro Principal Alicia la pastora 1931 Nuevo Teatro Alta sociedad 1931 Teatro Principal Alteza yo os amo 1931 Nuevo Teatro Ammy de Momparnasse 1931 Nuevo Teatro Amor audaz 1931 Teatro Principal Amor de hermana 1931 Nuevo Teatro Amor de madre 1931 Nuevo Teatro Amor entre millonarios 1931 Teatro Principal Amor indiscreto 1931 Teatro Principal Amor y deporte 1931 Teatro Principal Amor y toque de clarines 1931 Nuevo Teatro Amores a medianoche 1931 Teatro Principal Amores prohibidos (reestreno) 1931 Teatro Principal Antropófagos 1931 Teatro Principal Aprendiz de bailarín 1931 Nuevo Teatro Así en la tierra como en el cielo 1931 Nuevo Teatro Así es la vida 1931 Teatro Principal Bajo los techos de París 1931 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 137 Buda, el profeta de Asia 1931 Nuevo Teatro Caballería ligera 1931 Teatro Principal Cabaret 1931 Teatro Principal Camino de Santa Fé 1931 Teatro Principal Canción gitana 1931 Nuevo Teatro Cantaré para ti 1931 Teatro Principal Caprichos de la Pompadour 1931 Teatro Principal Cárcel redentora 1931 Nuevo Teatro Cascarrabias 1931 Teatro Principal Casio campeón de Golf 1931 Nuevo Teatro Castigo 1931 Nuevo Teatro Chang 1931 Nuevo Teatro Charlot entre bastidores 1931 Nuevo Teatro Charlot peliculero 1931 Teatro Principal Cita trágica 1931 Teatro Principal Comedia de amor 1931 Teatro Principal Competencia en modas 1931 Nuevo Teatro Con Byrd en el Polo Sur 1931 Teatro Principal Coqueta 1931 Teatro Principal Corazones ardientes 1931 Teatro Principal Corazones en el destierro 1931 Teatro Principal Cuatro de infanteria 1931 Teatro Principal Cupido chófer 1931 Teatro Principal Czarevich 1931 Nuevo Teatro De la misma cuna 1931 Teatro Principal De muy buena familia 1931 Teatro Principal Debajo de la máscara 1931 Teatro Principal Decías tú 1931 Teatro Principal Del mismo barro 1931 Teatro Principal Delikatessen 1931 Teatro Principal Detrás de la máscara 1931 Teatro Principal Día de mercado 1931 Teatro Principal Don Juan (con orquesta) 1931 Park Alaska Dancing Doña Mentiras 1931 Teatro Principal Dos amigos 1931 Nuevo Teatro Drácula (versión hispana) 1931 Teatro Principal Du Barry 1931 Teatro Principal Dulce cabaret 1931 Teatro Principal Dulcísima 1931 Teatro Principal El abanico de Lady Windermére (reestreno) 1931 Nuevo Teatro El acusador de sí mismo 1931 Teatro Principal El amor en el ring 1931 Teatro Principal El amor y el diablo 1931 Teatro Principal El anillo de boda 1931 Teatro Principal El as de la bolsa 1931 Nuevo Teatro El as del circo 1931 Nuevo Teatro El bailarín desconocido 1931 Nuevo Teatro El barbero de Sevilla 1931 Teatro Principal El blanco que hacía de negro 1931 Teatro Principal El buque encantado 1931 Teatro Principal El cadete 1931 Nuevo Teatro El canto del desierto 1931 Teatro Principal El capitán de corbeta 1931 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 138 El caso de Ana Andrevna 1931 Nuevo Teatro EL conflicto de los Marx 1931 Teatro Principal El conquistador 1931 Teatro Principal El cuerpo del delito 1931 Teatro Principal El cumpleaños de Mickey 1931 Teatro Principal El desfile del amor 1931 Teatro Principal El Dios del mar 1931 Teatro Principal El dominó negro 1931 Nuevo Teatro El drama del Monte Cervino 1931 Nuevo Teatro El enemigo silencioso 1931 Teatro Principal El express azul 1931 Teatro Principal El fantasma del honor 1931 Teatro Principal El favorito de las damas 1931 Nuevo Teatro El fresco de las trincheras 1931 Park Alaska Dancing El general Crack 1931 Teatro Principal El gorila 1931 Nuevo Teatro El gran charco 1931 Teatro Principal El gran suceso del circo Rose 1931 Nuevo Teatro El grano de arena 1931 Teatro Principal El halcón de los aires 1931 Teatro Principal El hombre y el momento 1931 Teatro Principal El Hotentote 1931 Teatro Principal El instinto 1931 Nuevo Teatro El instituto de Gaumont 1931 Nuevo Teatro El León de Sierra Morena 1931 Teatro Principal El mercado del amor 1931 Nuevo Teatro El millón 1931 Teatro Principal El mundo infame 1931 Teatro Principal El murciélago 1931 Nuevo Teatro El nene 1931 Teatro Principal El otro y yo 1931 Teatro Principal El patriota 1931 Nuevo Teatro El pavo real 1931 Teatro Principal El pecado de los padres 1931 Nuevo Teatro El pecado de volver a ser joven 1931 Nuevo Teatro El pecado redentor 1931 Nuevo Teatro El pecado redentor 1931 Teatro Principal El pecado sintético 1931 Nuevo Teatro El pelotón de los torpes 1931 Nuevo Teatro El pequeño desfile 1931 Teatro Principal El peregrino 1931 Nuevo Teatro El precio de un beso 1931 Teatro Principal El presidio de Fern-Hill 1931 Teatro Principal El príncipe de los camareros 1931 Nuevo Teatro El profesor de mi señora 1931 Teatro Principal El puerto infernal 1931 Teatro Principal El rey de los gitanos 1931 Park Alaska Dancing El rey del jazz 1931 Teatro Principal El rey vagabundo 1931 Teatro Principal El ring 1931 Nuevo Teatro El robo del diamante 1931 Nuevo Teatro El sargento Grisha 1931 Nuevo Teatro El secreto de Ginebra 1931 Park Alaska Dancing Película Año Sala de estreno 139 El secreto de Times Squire 1931 Teatro Principal El secreto del Doctor 1931 Teatro Principal El seductor 1931 Nuevo Teatro El sobrino de Australia 1931 Nuevo Teatro El tablado de la vida 1931 Teatro Principal El tesoro de los Incas 1931 Nuevo Teatro El toro de la Pampa 1931 Nuevo Teatro El último de los Wolf 1931 Teatro Principal El valiente 1931 Teatro Principal El valle seco 1931 Nuevo Teatro El viudo alegre 1931 Nuevo Teatro El yate de los siete pecados 1931 Teatro Principal El zepelín perdido 1931 Teatro Principal En busca de aventura 1931 Nuevo Teatro En defensa de los débiles 1931 Nuevo Teatro En la corriente 1931 Teatro Principal En nombre de la amistad 1931 Teatro Principal Encadenados 1931 Nuevo Teatro Entre pieles rojas 1931 Teatro Principal Entre platos y notas 1931 Teatro Principal Es mi héroe 1931 Teatro Principal Estrellas de occidente 1931 Teatro Principal Fausto 1931 Nuevo Teatro Feria de corazones 1931 Nuevo Teatro Fox o Minue 1931 Teatro Principal Galas de la Paramount 1931 Teatro Principal Garibaldi 1931 Park Alaska Dancing Granada 1931 Teatro Principal Hollywood 1931 Nuevo Teatro Hombres o diablos 1931 Teatro Principal Hombres sin ley 1931 Nuevo Teatro Huyendo ante el amor 1931 Teatro Principal Impiedad 1931 Nuevo Teatro Incendio de la ópera 1931 Teatro Principal Infierno de amor 1931 Nuevo Teatro Justicia 1931 Teatro Principal La batalla de París 1931 Teatro Principal La calle del azar 1931 Teatro Principal La carta 1931 Teatro Principal La castellana del Líbano 1931 Nuevo Teatro La cautiva de Shanghai 1931 Nuevo Teatro La dependienta 1931 Teatro Principal La dulce Kitty 1931 Teatro Principal La equivocación del serno 1931 Nuevo Teatro La era del jazz 1931 Nuevo Teatro La escuadrilla del amanecer 1931 Teatro Principal La escultora de la paz 1931 Teatro Principal La evadida 1931 Nuevo Teatro La expiación del Dr. Fu Manchú 1931 Teatro Principal La fiera del mar 1931 Teatro Principal La fierecilla domada 1931 Teatro Principal La fuerza del Bluff 1931 Teatro Principal La fuerza del querer 1931 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 140 La incorregible 1931 Teatro Principal La intrusa 1931 Teatro Principal La isla de los barcos perdidos (1929) 1931 Teatro Principal La isla de los naúfragos 1931 Teatro Principal La legión del aire 1931 Nuevo Teatro La locura del Charlestón 1931 Teatro Principal La mona de mi novia 1931 Nuevo Teatro La muchacha del Wolga 1931 Teatro Principal La mujer en la Luna 1931 Teatro Principal La mujer fatal 1931 Nuevo Teatro La nieta del zorro 1931 Nuevo Teatro La novia 66 1931 Teatro Principal La novia de mi amigo 1931 Nuevo Teatro La novia del regimiento 1931 Teatro Principal La nueva generación 1931 Nuevo Teatro La puerta cerrada 1931 Teatro Principal La que odiaba a los hombres 1931 Nuevo Teatro La quimera del oro 1931 Nuevo Teatro La reina de los cabarets 1931 Teatro Principal La reporte relámpago 1931 Nuevo Teatro La señora embajadora 1931 Park Alaska Dancing La suerte de la fea 1931 Nuevo Teatro La tierra del mar 1931 Park Alaska Dancing La última orden 1931 Nuevo Teatro La venus de la velocidad 1931 Nuevo Teatro La vida privada de Elena de Troya 1931 Nuevo Teatro La voluntad del muerto 1931 Teatro Principal Las castigadoras de Broadway 1931 Teatro Principal Las fascinación del bárbaro 1931 Teatro Principal Las hazañas del Emden 1931 Nuevo Teatro Las ingeniuas 1931 Teatro Principal Las lindas perezosas de New York 1931 Nuevo Teatro Las pícaras apariencias 1931 Nuevo Teatro Las princesas del Dólar 1931 Nuevo Teatro Las sirena del Cantábrico 1931 Nuevo Teatro Las tres fuentes sagradas 1931 Teatro Principal Legión fronteriza 1931 Teatro Principal Ley de herencia 1931 Nuevo Teatro Lirios silvestres 1931 Teatro Principal Loca pasión 1931 Nuevo Teatro Locuras 1931 Teatro Principal Los animales de papel 1931 Teatro Principal Los cadetes del Zar 1931 Nuevo Teatro Los cautivos 1931 Teatro Principal Los cocoteros 1931 Teatro Principal Los once diablos 1931 Nuevo Teatro Luces de Buenos Aires 1931 Teatro Principal Luces de gloria 1931 Teatro Principal Mamba 1931 Teatro Principal Martillazos musicales 1931 Teatro Principal Máscara de mujer 1931 Nuevo Teatro Matrimonio en dos etapas 1931 Teatro Principal Me perteneces 1931 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 141 Medianoche en el bazar 1931 Teatro Principal Melodías de antaño 1931 Teatro Principal Merienda de negros 1931 Teatro Principal Mi amigo de La India 1931 Nuevo Teatro Mi tía de Mónaco 1931 Nuevo Teatro Mickey bombero 1931 Teatro Principal Mickey y el gorila 1931 Teatro Principal Miss Desden 1931 Nuevo Teatro Misterios de África 1931 Teatro Principal Misterios de medianoche 1931 Teatro Principal Moulin Rouge 1931 Nuevo Teatro Música a la carta 1931 Teatro Principal Naúfragos del amor 1931 Teatro Principal Nemesio en Hollywood 1931 Nuevo Teatro No, no, Nanette 1931 Teatro Principal Noches de Nueva York 1931 Teatro Principal Nuevos ricos caprichosos 1931 Teatro Principal Obertura de Caballería ligera 1931 Teatro Principal Ojos azules 1931 Nuevo Teatro Oriente y occidente 1931 Teatro Principal Oro y sangre 1931 Teatro Principal Otoño 1931 Teatro Principal Para siempre 1931 Nuevo Teatro Paraíso 1931 Nuevo Teatro Paraíso peligroso 1931 Teatro Principal París 1931 Teatro Principal Paris girls 1931 Nuevo Teatro París se divierte 1931 Teatro Principal Pasión de aventuras 1931 Nuevo Teatro Perdiendo los estribos 1931 Teatro Principal Perfidia 1931 Teatro Principal Piel de tigre 1931 Nuevo Teatro Piernas al sol 1931 Teatro Principal Piernas vencedoras 1931 Teatro Principal Piruletas de la vida 1931 Nuevo Teatro Pistas peligrosas 1931 Teatro Principal Por ley de amor 1931 Teatro Principal Prisioneros de las montañas 1931 Teatro Principal Proclamación del Presidente de la República 1931 Teatro Principal Profesor de melancolía 1931 Nuevo Teatro Qué bello adolescente 1931 Teatro Principal Qué fenómeno 1931 Teatro Principal Ráfagas parisinas 1931 Nuevo Teatro Rapsodia húngara 1931 Teatro Principal Rasputín el diablo sagrado 1931 Teatro Principal Ratón azul 1931 Nuevo Teatro Reina arriba 1931 Teatro Principal Reportaje sensacional 1931 Teatro Principal Retorno al hogar 1931 Nuevo Teatro Reuniones perdidas 1931 Teatro Principal Rosa de Méjico 1931 Teatro Principal Sally 1931 Teatro Principal Sandalio en la Edad de Piedra 1931 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 142 Sangre en las olas 1931 Teatro Principal Scheherazade 1931 Teatro Principal Senderos de traición 1931 Nuevo Teatro Shari, la hechicera oriental 1931 Teatro Principal Siervos 1931 Nuevo Teatro Sígueme, corazón 1931 Teatro Principal Sin novedad en el frente 1931 Teatro Principal Sinfonía oriental 1931 Teatro Principal Sinfonía submarina 1931 Teatro Principal Soldados y mujeres 1931 Teatro Principal Spione 1931 Nuevo Teatro Su éxito 1931 Teatro Principal Su noche de bodas 1931 Teatro Principal Su último amor 1931 Nuevo Teatro Tannehuser 1931 Teatro Principal Tarde y noche en Viena 1931 Teatro Principal Tempestad en el Mont Blanc 1931 Teatro Principal Tontos de capirote 1931 Teatro Principal Trafalgar 1931 Teatro Principal Tras la cortina 1931 Teatro Principal Tres de caballería 1931 Teatro Principal Tres de infantería 1931 Teatro Principal Un ángel con disfraz 1931 Teatro Principal Un ángel que pasa 1931 Teatro Principal Un hombre de suerte 1931 Teatro Principal Un marido, ¡por favor! 1931 Nuevo Teatro Un proceso compliacado 1931 Teatro Principal Una aventura atrevida 1931 Nuevo Teatro Una madre 1931 Nuevo Teatro Una noche robada 1931 Teatro Principal Vacaciones aprovechadas 1931 Teatro Principal Veremundo y su mona 1931 Nuevo Teatro Vida de noche 1931 Teatro Principal Vidas opuestas 1931 Teatro Principal Yo quiero un auto 1931 Teatro Principal Yo quiero un millonario 1931 Teatro Principal Zoorevista 1931 Teatro Principal ¡Ay que me caigo! 1932 Teatro Principal ¡Ganarás tu vida! 1932 Teatro Principal ¿Conoces a tu mujer? 1932 Teatro Principal ¿Cuándo te suicidas? 1932 Teatro Principal A la caza de un millón 1932 Teatro Principal A media noche 1932 Nuevo Teatro Aló París 1932 Teatro Principal Amor rabioso 1932 Teatro Principal Aristócratas del Hampa 1932 Teatro Principal Arriba el telón 1932 Teatro Principal Artemio, cargador de Wolga 1932 Nuevo Teatro Balaclava 1932 Nuevo Teatro Beau Ideal 1932 Nuevo Teatro Bésame otra vez 1932 Nuevo Teatro Cain 1932 Nuevo Teatro Camino del infierno 1932 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 143 Canto Indú 1932 Nuevo Teatro Caprichos de la Pompadour 1932 Nuevo Teatro Carabanas bélicas 1932 Nuevo Teatro Carbon 1932 Nuevo Teatro Carnaval 1932 Teatro Principal Cheri-Bibi 1932 Teatro Principal Cimarrón 1932 Nuevo Teatro Cinemanía 1932 Teatro Principal Claro de luna 1932 Teatro Principal Claudet 1932 Nuevo Teatro Cuatro de infanteria 1932 Nuevo Teatro Cuatro en la tempestad 1932 Nuevo Teatro Cuerpo y alma 1932 Nuevo Teatro Damas de presidio 1932 Nuevo Teatro Danzad, locos, danzad 1932 Teatro Principal De bote en bote 1932 Nuevo Teatro De frente, marchen 1932 Teatro Principal Desamparado 1932 Teatro Principal Desconcierto matrimonial 1932 Nuevo Teatro Desengaño 1932 Nuevo Teatro Dinamita 1932 Nuevo Teatro Diosas de Montmartre 1932 Nuevo Teatro Director de orquesta 1932 Teatro Principal Dixiana 1932 Nuevo Teatro Don Juan diplomático 1932 Teatro Principal Du Barry (mujer de pasión) 1932 Nuevo Teatro El ángel azul 1932 Nuevo Teatro El ángel azul 1932 Teatro Principal El ángel de la noche 1932 Nuevo Teatro El arca de Noé 1932 Nuevo Teatro El capitán Drummond 1932 Nuevo Teatro El cielo robado 1932 Teatro Principal El colegial 1932 Nuevo Teatro El comediante 1932 Teatro Principal El cuerpo del delito 1932 Teatro Principal El demonio del mar 1932 Nuevo Teatro El diablillo de la casa 1932 Nuevo Teatro El expreso de Sanghai 1932 Teatro Principal El fraude 1932 Teatro Principal El gigolo 1932 Teatro Principal El gran charco 1932 Nuevo Teatro El hijo pródigo 1932 Nuevo Teatro El hombre que asesinó 1932 Teatro Principal El jardín de las rosas 1932 Teatro Principal El malo 1932 Teatro Principal El marqués en comandita 1932 Nuevo Teatro El milagro de la fe 1932 Nuevo Teatro El misterio del cuarto amarillo 1932 Nuevo Teatro El muñeco 1932 Nuevo Teatro El nido del águila 1932 Nuevo Teatro El palio de Siena 1932 Nuevo Teatro El pecado 1932 Nuevo Teatro El pecado de Madelon Claudet 1932 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 144 El perfume de la dama enlutada 1932 Nuevo Teatro El pilluelo 1932 Nuevo Teatro El presidio 1932 Teatro Principal El príncipe gondolero 1932 Teatro Principal El proceso de Mary Dugan 1932 Nuevo Teatro El prófugo 1932 Nuevo Teatro El rey de los frescos 1932 Teatro Principal El rey de París 1932 Teatro Principal El rey vagabundo 1932 Nuevo Teatro El secreto del abogado 1932 Teatro Principal El teniente seductor 1932 Nuevo Teatro El terror de las praderas 1932 Nuevo Teatro El tigre del Mar Negro 1932 Teatro Principal El último de los Vargas 1932 Teatro Principal El vals del Danubio 1932 Teatro Principal En cada puerto un amor 1932 Teatro Principal En la boca no 1932 Nuevo Teatro En la quietud del puerto 1932 Teatro Principal En la vieja Alemania 1932 Teatro Principal En silencio 1932 Teatro Principal Enfermeras de guerra 1932 Teatro Principal Entre casados 1932 Teatro Principal Eran trece 1932 Nuevo Teatro Escuadrilla del amanecer 1932 Teatro Principal Esto es el cielo 1932 Nuevo Teatro Estudiantina 1932 Teatro Principal Fatalidad 1932 Nuevo Teatro Fermín galán 1932 Nuevo Teatro Fiel a la Marina 1932 Nuevo Teatro Flip herrero 1932 Teatro Principal Flip Peluquero 1932 Teatro Principal Flip=Flip 1932 Teatro Principal Flor de pasión 1932 Teatro Principal Galas de la Paramount (reposición) 1932 Nuevo Teatro Gente alegre 1932 Nuevo Teatro Hay que casar al Príncipe 1932 Nuevo Teatro Hay una mujer 1932 Teatro Principal Hazte rico pronto 1932 Nuevo Teatro Honor entre amantes 1932 Teatro Principal Horizontes nuevos 1932 Nuevo Teatro Humo de pólvora 1932 Teatro Principal Ilusión 1932 Teatro Principal Ingenuidad peligrosa 1932 Nuevo Teatro Inspiración 1932 Teatro Principal Isabel de Solís, reina de Granada 1932 Teatro Principal Jóvenes de Nueva York 1932 Nuevo Teatro Jugador de bolsa 1932 Nuevo Teatro Juventud dorada 1932 Teatro Principal KISMET 1932 Teatro Principal Kismet 1932 Teatro Principal La araña y la mosca 1932 Teatro Principal La canción del día 1932 Nuevo Teatro La canción del Ritz 1932 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 145 La cantante de ópera 1932 Teatro Principal La comparsita 1932 Nuevo Teatro La confidente 1932 Nuevo Teatro La conquista de papá 1932 Teatro Principal La dama atrevida 1932 Teatro Principal La divorciada 1932 Teatro Principal La doncella particular 1932 Nuevo Teatro La fiesta del diablo 1932 Nuevo Teatro La fruta amarga 1932 Teatro Principal La horda argentada 1932 Nuevo Teatro La incorregible 1932 Nuevo Teatro La legión perruna 1932 Teatro Principal La llama sagrada 1932 Teatro Principal La llamada secreta 1932 Teatro Principal La muchacha de la calle 1932 Teatro Principal La mujer en la Luna 1932 Nuevo Teatro La mujer X 1932 Teatro Principal La nave del odio 1932 Nuevo Teatro La pecadora (1931) 1932 Teatro Principal La rubia del cuento 1932 Teatro Principal La sombra de la ley 1932 Teatro Principal La taquimeca 1932 Teatro Principal La Wally 1932 Teatro Principal Labios sellados 1932 Nuevo Teatro Ladrón de amor 1932 Nuevo Teatro Larón de amor 1932 Nuevo Teatro Las aventuras de Tom Sawyer 1932 Teatro Principal Las calaveras 1932 Teatro Principal Las calles de la ciudad 1932 Nuevo Teatro Las gradas de un trono 1932 Nuevo Teatro Las maletas del señor O.F. 1932 Nuevo Teatro Las peripecias de Skippy 1932 Nuevo Teatro Leoncitos de a bordo 1932 Nuevo Teatro Lo apuesto todo 1932 Teatro Principal Lo mejor es reír 1932 Nuevo Teatro Los fantasmas 1932 Teatro Principal Los que danzan 1932 Nuevo Teatro Luz de montana 1932 Nuevo Teatro Madame satán 1932 Teatro Principal Malas compañías 1932 Nuevo Teatro Manolesco 1932 Nuevo Teatro Marea alta 1932 Teatro Principal Marido afortunado 1932 Nuevo Teatro Maridos errantes 1932 Teatro Principal Marruecos 1932 Teatro Principal Más allá de la victoria 1932 Teatro Principal Melodía del corazón 1932 Nuevo Teatro Mi padre es un fresco 1932 Nuevo Teatro Mi último amor 1932 Teatro Principal Monsieur Madame y Bibí 1932 Teatro Principal Montecarlo 1932 Nuevo Teatro Movietone follies 930 1932 Teatro Principal Mr. Sans Gene 1932 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 146 Mujeres por doquier 1932 Teatro Principal Música de besos 1932 Teatro Principal Nápoles canta 1932 Teatro Principal Naufragio 1932 Teatro Principal Noche de príncipes 1932 Teatro Principal Noche romántica 1932 Nuevo Teatro Noches de París 1932 Nuevo Teatro Novias ruborosas 1932 Teatro Principal Órdenes secretas 1932 Nuevo Teatro Pagada 1932 Nuevo Teatro Papá solterón 1932 Nuevo Teatro Para alcanzar la Luna 1932 Nuevo Teatro Patatrac 1932 Nuevo Teatro Pater Voss 1932 Nuevo Teatro Perdí la bolsa 1932 Nuevo Teatro Periquito y el tío Tom 1932 Teatro Principal Piernas arriba 1932 Nuevo Teatro Pistoleros de agua dulce 1932 Teatro Principal Pobre tenorio 1932 Teatro Principal Politiquerías 1932 Nuevo Teatro Polly, la chica del circo 1932 Teatro Principal Predilecto de los Dioses 1932 Nuevo Teatro Quién la besará 1932 Teatro Principal Radiomanía 1932 Teatro Principal Rango 1932 Nuevo Teatro Redención 1932 Teatro Principal Remordimiento 1932 Nuevo Teatro Resurrección 1932 Teatro Principal Río Rita 1932 Nuevo Teatro Roba corazones 1932 Nuevo Teatro Salga de la cocina 1932 Nuevo Teatro Sed de amar 1932 Teatro Principal Sevilla de mis amores 1932 Nuevo Teatro Solo te he querido a ti 1932 Teatro Principal Sombras del circo 1932 Nuevo Teatro Su gran noche 1932 Nuevo Teatro Su novia con barba 1932 Teatro Principal Su última noche 1932 Teatro Principal Tabú 1932 Teatro Principal Tentación 1932 Teatro Principal Tierra madre 1932 Nuevo Teatro Tirando a dar 1932 Teatro Principal Toda una vida 1932 Nuevo Teatro Todo Madrid lo sabía 1932 Teatro Principal Todo por el aire 1932 Teatro Principal Tomasín y los guardias 1932 Nuevo Teatro Tonto de capirote 1932 Nuevo Teatro Trader Horn 1932 Nuevo Teatro Trenzas doradas 1932 Nuevo Teatro Tres muchachas francesas 1932 Teatro Principal Trío fantástico 1932 Teatro Principal Un caballero de frac 1932 Teatro Principal Un caso policiaco 1932 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 147 Un chico encantador 1932 Teatro Principal Un error de los gordos 1932 Teatro Principal Un magnífico flirt 1932 Nuevo Teatro Un modelo chico 1932 Teatro Principal Un par de tíos 1932 Nuevo Teatro Un plato a la americana 1932 Nuevo Teatro Una mujer de experiencia 1932 Nuevo Teatro Universidad perruna 1932 Teatro Principal Vacaciones 1932 Nuevo Teatro Vals de amor 1932 Teatro Principal Veinticuatro horas 1932 Teatro Principal Vidas atormentadas 1932 Nuevo Teatro Vidas nocturnas 1932 Teatro Principal Volando voy 1932 Teatro Principal Whoopee 1932 Nuevo Teatro Wu Li Chang 1932 Nuevo Teatro Y la princesa se enamora 1932 Teatro Principal Yate de cupido 1932 Nuevo Teatro 1980 1933 Nuevo Teatro ¡F.1. No contesta! 1933 Nuevo Teatro ¡Hola bombero! 1933 Nuevo Teatro ¡Qué vale el dinero! 1933 Nuevo Teatro ¡Quizá… tal vez! 1933 Teatro Principal ¡Uy, qué miedo! 1933 Nuevo Teatro ¡Vaya mujeres! 1933 Teatro Principal ¿Qué vale el dinero? 1933 Nuevo Teatro 14 de julio 1933 Nuevo Teatro África indomable 1933 Teatro Principal Agente secreto 1933 Teatro Principal Al Capone, el bandido de Chicago 1933 Nuevo Teatro Al despertar 1933 Teatro Principal Al este de Borneo 1933 Nuevo Teatro Amargo idilio 1933 Teatro Principal América indomable 1933 Nuevo Teatro América salvaje 1933 Nuevo Teatro Amor en venta 1933 Teatro Principal Amores de medianoche 1933 Nuevo Teatro Así es Nueva York 1933 Nuevo Teatro Audaz y galante 1933 Nuevo Teatro Avidez de tragedia 1933 Nuevo Teatro Aviones y fieras 1933 Teatro Principal Bailando a ciegas 1933 Teatro Principal Bajo el cielo de Cuba 1933 Teatro Principal Bajo falsa bandera 1933 Nuevo Teatro Bajo la falsa bandera 1933 Nuevo Teatro Bandido chapucero 1933 Nuevo Teatro Barrio chino 1933 Nuevo Teatro Ben-Hur 1933 Nuevo Teatro Besos al pasar 1933 Teatro Principal Billy The Kid 1933 Nuevo Teatro Buenos días 1933 Teatro Principal Cabalgata 1933 Teatro Principal Caballero por un día 1933 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 148 Cadetes 1933 Nuevo Teatro Calles de Nueva York 1933 Nuevo Teatro Camarotes de lujo 1933 Nuevo Teatro Canarias 1933 Nuevo Teatro Carceleras 1933 Teatro Principal Centinela del amor 1933 Teatro Principal Chandu, el mago 1933 Nuevo Teatro Chica bien 1933 Nuevo Teatro Chofer con faldas 1933 Teatro Principal Con el agua al cuello 1933 Nuevo Teatro Con el frac de otro 1933 Teatro Principal Conducta desordenada 1933 Nuevo Teatro Congorila 1933 Nuevo Teatro Corazones valientes 1933 Nuevo Teatro Crepúsculo rojo 1933 Nuevo Teatro Cueva de badidos 1933 Nuevo Teatro De hombre a hombre 1933 Teatro Principal De parranda 1933 Teatro Principal De pura sangre 1933 Teatro Principal Deliciosa 1933 Teatro Principal Después que te fuiste 1933 Nuevo Teatro Destino de un caballero 1933 Teatro Principal Dilema 1933 Teatro Principal Don Quijote 1933 Nuevo Teatro El amante improvisado 1933 Nuevo Teatro El beso redentor 1933 Teatro Principal El caballero de la noche 1933 Nuevo Teatro El camello negro 1933 Teatro Principal El camino de la vida 1933 Teatro Principal El carnet amarillo 1933 Nuevo Teatro El caserón de las sombras 1933 Nuevo Teatro El crepúsculo rojo 1933 Teatro Principal El creso de de Burgos 1933 Teatro Principal El Danubio azul 1933 Nuevo Teatro El doble asesinato de la calle Morgue 1933 Teatro Principal El doctor Frankestein 1933 Teatro Principal El doctor X 1933 Nuevo Teatro El eterno Don Juan 1933 Teatro Principal El farol del diablo 1933 Teatro Principal El favorito del regimiento 1933 Teatro Principal El hacha justiciera 1933 Nuevo Teatro El hijo del amor 1933 Nuevo Teatro El hijo del destino 1933 Nuevo Teatro El hijo del milagro 1933 Teatro Principal El hombre que se reía del amor 1933 Teatro Principal El hombre y el monstruo 1933 Nuevo Teatro El huesped nº 13 1933 Nuevo Teatro El ídolo 1933 Teatro Principal El impostor 1933 Nuevo Teatro El incendio de la ópera 1933 Nuevo Teatro El malvado Zaroff 1933 Nuevo Teatro El mancebo de botica 1933 Teatro Principal El mercader de Arena 1933 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 149 El misterio del pijama rojo 1933 Nuevo Teatro El monstruo en la ciudad 1933 Nuevo Teatro El monte de los muertos (Luz azul) 1933 Teatro Principal El niño de las coles 1933 Teatro Principal El sabor de la gloria 1933 Nuevo Teatro El secretario de Madame 1933 Teatro Principal El solitario de la montaña 1933 Teatro Principal El temerario 1933 Nuevo Teatro El testigo 1933 Nuevo Teatro El trío de la bencina 1933 Nuevo Teatro El triunfo de Chan 1933 Nuevo Teatro El último varón sobre la tierra 1933 Teatro Principal El valle de las sorpresas 1933 Nuevo Teatro Embajador sin cartera 1933 Teatro Principal Emma 1933 Teatro Principal En baja forma 1933 Nuevo Teatro En el hospital 1933 Teatro Principal En nombre de la ley 1933 Nuevo Teatro Esclavas de la moda 1933 Teatro Principal Esclavitud 1933 Teatro Principal Espérame 1933 Teatro Principal Esta edad moderna 1933 Nuevo Teatro Estufefacientes 1933 Nuevo Teatro Fantasma 1933 Nuevo Teatro Farsa contra farsa 1933 Teatro Principal Flota volante 1933 Nuevo Teatro Fra diabolo 1933 Teatro Principal Grand Hotel 1933 Nuevo Teatro Hacia Siberia 1933 Teatro Principal Hacienda misteriosa 1933 Teatro Principal Haciendo de las suyas 1933 Nuevo Teatro Hampa 1933 Teatro Principal Héroes de tachuela 1933 Nuevo Teatro Hipnotizados 1933 Nuevo Teatro Hollywood al desnudo 1933 Teatro Principal Honor mancillo 1933 Nuevo Teatro Huellas dactirales 1933 Nuevo Teatro Huérfanos de Budapest 1933 Teatro Principal Humanidad 1933 Nuevo Teatro I.F.1. No contesta 1933 Teatro Principal Justa retribución 1933 Teatro Principal Karamasoff 1933 Teatro Principal La alcaldesa 1933 Nuevo Teatro La amante indómita 1933 Teatro Principal La amargura del general Yen 1933 Teatro Principal La casa de la discordia 1933 Teatro Principal La casa es seria 1933 Teatro Principal La cruz del sur 1933 Nuevo Teatro La estrella del cinema 1933 Nuevo Teatro La feria de la vida 1933 Teatro Principal La hija del dragón 1933 Nuevo Teatro La hora del cocktel 1933 Teatro Principal La huerfanita 1933 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 150 La irreflexiva 1933 Nuevo Teatro La ley de Harlem 1933 Teatro Principal La mujer pintada 1933 Teatro Principal La oculta providencia 1933 Nuevo Teatro La ópera de Quat Sous 1933 Teatro Principal La reina draga 1933 Nuevo Teatro La sombra de Pancho Villa 1933 Nuevo Teatro La tuve en mis brazos 1933 Teatro Principal La urraca 1933 Nuevo Teatro La venus rubia 1933 Teatro Principal La vida es un azar 1933 Teatro Principal La zarpa del jaguar 1933 Teatro Principal Las dos huerfanitas 1933 Nuevo Teatro Las ocho golondrinas 1933 Teatro Principal Lejos de Broadway 1933 Nuevo Teatro Liebelei 1933 Teatro Principal Limpieza general 1933 Nuevo Teatro Los nibelungos 1933 Teatro Principal Los titanes del bosque 1933 Nuevo Teatro Los tres amigos 1933 Nuevo Teatro Madame Satán 1933 Nuevo Teatro Malvada 1933 Nuevo Teatro Mam Zelly Nitouche 1933 Teatro Principal Mamá 1933 Teatro Principal Manos culpables 1933 Nuevo Teatro Mar de fondo 1933 Nuevo Teatro Marido y mujer 1933 Teatro Principal Marino tenorio 1933 Nuevo Teatro Marius 1933 Teatro Principal Mata-Hari 1933 Nuevo Teatro Mater Dolorosa 1933 Nuevo Teatro Melodía en azul 1933 Teatro Principal Mensaje secreto 1933 Teatro Principal Mercado de mujeres 1933 Nuevo Teatro Mi mujer y la máscara 1933 Nuevo Teatro Mi padre 1933 Teatro Principal Mi tía Javiera 1933 Teatro Principal Muchachas de uniforme 1933 Teatro Principal Music-Hall 1933 Teatro Principal Nada más que un gigoló 1933 Nuevo Teatro Nicoles y su virtud 1933 Teatro Principal Niña rita 1933 Nuevo Teatro Noche de fantasmas 1933 Nuevo Teatro Noche de gran ciudad 1933 Teatro Principal Noches de Port Said 1933 Nuevo Teatro Nostalgia porteña 1933 Teatro Principal Noticiario FOX número 19 1933 Nuevo Teatro Noticiario FOX número 41 1933 Nuevo Teatro O todo o nada 1933 Teatro Principal Obras de los Saltos del Esla en Zamora 1933 Teatro Principal Papá piernas largas 1933 Nuevo Teatro Papá por afición 1933 Teatro Principal Pareja de baile 1933 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 151 Pasado mañana 1933 Nuevo Teatro Peregrinos 1933 Teatro Principal Petit café 1933 Teatro Principal Pimienta y más pimienta 1933 Teatro Principal Piratas 1933 Teatro Principal Pompoff y Thedy y familia 1933 Teatro Principal Porque te quiero 1933 Teatro Principal Primavera en otoño 1933 Teatro Principal Prohibido 1933 Nuevo Teatro Quería un millonario 1933 Teatro Principal Quick my clown 1933 Teatro Principal Quién mal anda… 1933 Nuevo Teatro Rascacielos 1933 Teatro Principal Rebeca 1933 Teatro Principal Recién casados 1933 Teatro Principal Redimida 1933 Nuevo Teatro Revista Paramount 9905 1933 Nuevo Teatro Revista Paramount 9914 1933 Nuevo Teatro Revista Paramount 9919 1933 Nuevo Teatro Rivales de la pista 1933 Teatro Principal Salvad a las mujeres 1933 Nuevo Teatro Salvada 1933 Nuevo Teatro Sangre joven 1933 Teatro Principal Se ha perdido una rubia 1933 Nuevo Teatro Seis horas de vida 1933 Teatro Principal Siempre adiós 1933 Nuevo Teatro Su majestad el amor 1933 Teatro Principal Sueño dorado 1933 Teatro Principal Susan Lenox 1933 Teatro Principal Susana, tiene un secreto 1933 Teatro Principal Tarzán de los monos 1933 Nuevo Teatro Teresita 1933 Teatro Principal Testigo sorprendente 1933 Teatro Principal Titanes del cielo 1933 Nuevo Teatro Trágico secreto del mar 1933 Nuevo Teatro Un ex soltero 1933 Nuevo Teatro Un hombre de mundo 1933 Teatro Principal Un janki en la corte del Rey Arturo 1933 Teatro Principal Un perro con pupila 1933 Teatro Principal Una aventura de Sherlock Holmes 1933 Nuevo Teatro Una aventurera 1933 Nuevo Teatro Una canción, un beso, una mujer 1933 Teatro Principal Una dama en el 13 1933 Teatro Principal Una hermanita caprichosa 1933 Teatro Principal Una hora contigo 1933 Nuevo Teatro Una morena y una rubia 1933 Teatro Principal Una noche en el Gran Hotel 1933 Teatro Principal Una tragedia humana 1933 Nuevo Teatro Una viuda romántica 1933 Teatro Principal Vaya mujeres 1933 Nuevo Teatro Victoria y su húsar 1933 Teatro Principal Vidas truncadas 1933 Nuevo Teatro Yo… y la emperatriz Mercedes 1933 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 152 ¡Gol! 1934 Nuevo Teatro ¡Muchacha!... ¿Cara o cruz? 1934 Nuevo Teatro ¡Oro! 1934 Nuevo Teatro ¡Quién es el asesino! 1934 Teatro Principal ¿Es esto amor? 1934 Teatro Principal ¿Milagro? 1934 Teatro Principal 20.000 años en Sing-Sing 1934 Nuevo Teatro A la brava 1934 Nuevo Teatro A la luz del candelabro 1934 Nuevo Teatro A la sombra de los muellles 1934 Nuevo Teatro Abnegación 1934 Teatro Principal Actualidades Ufilms 1934 Nuevo Teatro Acusado 1934 Nuevo Teatro Aeropuerto central 1934 Nuevo Teatro Águilas rivales 1934 Nuevo Teatro Alias, terremoto 1934 Teatro Principal Alma aragonesa 1934 Nuevo Teatro Almas de acero 1934 Nuevo Teatro Ámame esta noche 1934 Teatro Principal Amanece esta noche 1934 Teatro Principal Amigo enmascarado 1934 Nuevo Teatro Amor peligroso 1934 Teatro Principal Anuncios por palabras 1934 Nuevo Teatro Aquí sobra uno 1934 Teatro Principal Así es Broadway 1934 Teatro Principal Así son los maridos 1934 Teatro Principal Atlántida 1934 Teatro Principal Austria 1934 Nuevo Teatro Baile en la pista 1934 Nuevo Teatro Bajo nuestros pies 1934 Nuevo Teatro Betty bamboleos 1934 Nuevo Teatro Betty se divierte 1934 Nuevo Teatro Boliche 1934 Nuevo Teatro Bombas en Montecarlo 1934 Teatro Principal Camino de Damasco 1934 Nuevo Teatro Caramba con la marquesa 1934 Teatro Principal Carolina 1934 Teatro Principal Carrera infernal 1934 Nuevo Teatro Catalina de Rusia 1934 Nuevo Teatro Caza de ballenas 1934 Nuevo Teatro Central park 1934 Teatro Principal Champ, el campeón 1934 Nuevo Teatro Chófer con faldas 1934 Nuevo Teatro Cinco caballeros malditos 1934 Teatro Principal Compensación 1934 Nuevo Teatro Con música y astucia 1934 Nuevo Teatro Con pasión 1934 Teatro Principal De cara al cielo 1934 Teatro Principal De Eva para acá 1934 Nuevo Teatro De mutuo acuerdo 1934 Nuevo Teatro De Nueva York a San Francisco 1934 Nuevo Teatro Déjame pasar la noche contigo 1934 Nuevo Teatro Desfile de candilejas 1934 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 153 Diablos celestiales 1934 Nuevo Teatro Díme quién eres tú 1934 Teatro Principal Diplomático de mujeres 1934 Teatro Principal Doble sacrificio 1934 Nuevo Teatro Dorado oeste 1934 Nuevo Teatro Dos corazones y un latido 1934 Teatro Principal Duro de pelar 1934 Nuevo Teatro El adivino 1934 Teatro Principal El águila y el halcón 1934 Nuevo Teatro El alma de la fiesta 1934 Teatro Principal El amuleto 1934 Teatro Principal El arrabal 1934 Teatro Principal El asesino diabólico 1934 Nuevo Teatro El asno de Buridán 1934 Nuevo Teatro El beso ante el espejo 1934 Nuevo Teatro El botones del Hotel Dalmace 1934 Teatro Principal El cantar de los cantares 1934 Nuevo Teatro El centenario 1934 Nuevo Teatro El cofre misterioso 1934 Nuevo Teatro El congreso se divierte 1934 Teatro Principal El corresponsal de guerra 1934 Nuevo Teatro El crucero Emden 1934 Nuevo Teatro El desierto de la muerte 1934 Nuevo Teatro El diamante Orlow 1934 Teatro Principal El dinero tiene alas 1934 Teatro Principal El embrujo de Sevilla 1934 Nuevo Teatro El expreso de la seda 1934 Nuevo Teatro El fantasma de Crestwood 1934 Nuevo Teatro El fiscal vengador 1934 Nuevo Teatro El frente invisible 1934 Nuevo Teatro El fugitivo de Chicago 1934 Nuevo Teatro El gran domador 1934 Nuevo Teatro El hijo improvisado 1934 Teatro Principal El hombre invisible 1934 Nuevo Teatro El hombre león 1934 Nuevo Teatro El marido de la Amazona 1934 Nuevo Teatro El marido de mi novia 1934 Teatro Principal El mundo cambia 1934 Nuevo Teatro El niño se las trae 1934 Teatro Principal El ocaso del terror 1934 Nuevo Teatro El pan comido en la mano 1934 Teatro Principal El pequeño gigante 1934 Nuevo Teatro El potro indomable 1934 Nuevo Teatro El proceso Dreyfus 1934 Nuevo Teatro El profesor ideal 1934 Teatro Principal El rancho dinamita 1934 Nuevo Teatro El retador 1934 Teatro Principal El rey de la plata 1934 Nuevo Teatro El rey de los fósforos 1934 Teatro Principal El rey de los gitanos 1934 Teatro Principal El salto mortal 1934 Nuevo Teatro El sargento X 1934 Nuevo Teatro El signo de la cruz 1934 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 154 El terror del Hampa 1934 Nuevo Teatro El terror del regimiento 1934 Nuevo Teatro El vencedor 1934 Teatro Principal El vengador 1934 Nuevo Teatro El… es ella 1934 Teatro Principal Elixir del amor 1934 Nuevo Teatro En Capri nació el amor 1934 Teatro Principal Enemigos inseparables 1934 Nuevo Teatro Entre dos esposas 1934 Teatro Principal Entre la espada y la pared 1934 Nuevo Teatro Escándalo en Budapest 1934 Nuevo Teatro Escándalos romanos 1934 Teatro Principal Escuela de millonarias 1934 Teatro Principal Espías en acción 1934 Teatro Principal Esta es la noche 1934 Teatro Principal Estrella de Valencia 1934 Nuevo Teatro Fugitivos 1934 Nuevo Teatro Granaderos del amor 1934 Nuevo Teatro Greifer, entre estafadores de frac 1934 Nuevo Teatro Guerra de valses 1934 Teatro Principal Ha entrado un fotógrafo 1934 Teatro Principal Hola hermanita 1934 Nuevo Teatro Hombre sin nombre 1934 Nuevo Teatro Hombres sin miedo 1934 Nuevo Teatro Hoopla 1934 Nuevo Teatro Jimmy y Sally 1934 Teatro Principal Justicia de fuego 1934 Nuevo Teatro Katiusca 1934 Teatro Principal King-Kong 1934 Nuevo Teatro La aventura de Túnez 1934 Nuevo Teatro La cabeza de un hombre 1934 Nuevo Teatro La calle 42 1934 Teatro Principal La casa de los muertos 1934 Nuevo Teatro La casa de Rothschild 1934 Teatro Principal La chica del guardarropa 1934 Teatro Principal La ciudad de cartón 1934 Teatro Principal La ciudad de Oviedo después de los sucesos revolucionarios 1934 Nuevo Teatro La condesa Mariza 1934 Teatro Principal La dama de Maxims 1934 Teatro Principal La estrella del Moulin Rouge 1934 Teatro Principal La garra del gato 1934 Teatro Principal La herencia 1934 Nuevo Teatro La India habla 1934 Nuevo Teatro La isla del misterio 1934 Teatro Principal La ley del Talión 1934 Nuevo Teatro La máquina infernal 1934 Teatro Principal La marca de los cuatro 1934 Nuevo Teatro La máscara del otro 1934 Teatro Principal La matanza 1934 Teatro Principal La miss más miss 1934 Teatro Principal La momia 1934 Teatro Principal La muerte negra 1934 Nuevo Teatro La mujer acusada 1934 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 155 La mujer desnuda 1934 Nuevo Teatro La mujer manda 1934 Nuevo Teatro La mundana 1934 Nuevo Teatro La nave del terror 1934 Nuevo Teatro La novia de la suerte 1934 Teatro Principal La pipa de oro 1934 Nuevo Teatro La prometida de mi marido 1934 Nuevo Teatro La segunda juventud 1934 Teatro Principal La señora no quiere hijos 1934 Nuevo Teatro La señorita de Chicago 1934 Nuevo Teatro La venganza de Tom 1934 Nuevo Teatro La vida privada de Enrique VIII 1934 Teatro Principal La vuelta al mundo 1934 Nuevo Teatro Las forjas 1934 Nuevo Teatro Las girls del Music-Hall 1934 Teatro Principal Las monedas de Claudett 1934 Nuevo Teatro Lasca del río Grande 1934 Nuevo Teatro Lo que sueñan las mujeres 1934 Teatro Principal Lobos pastores 1934 Nuevo Teatro Los conquistadores 1934 Nuevo Teatro Los crímenes del museo 1934 Teatro Principal Los gangsters del aire 1934 Nuevo Teatro Los tres mosqueteros 1934 Nuevo Teatro Luces de la ciudad 1934 Nuevo Teatro Luces del bósforo 1934 Teatro Principal Madame Butterfly 1934 Teatro Principal Madame Dubarry 1934 Teatro Principal Madame Julie 1934 Nuevo Teatro Mamá 1934 Nuevo Teatro Manikíes neoyorkinos 1934 Teatro Principal María 1934 Teatro Principal Marido de la Amazona 1934 Nuevo Teatro Matando en la sombras 1934 Nuevo Teatro Medio millón y una novia 1934 Teatro Principal Melodía de arrabal 1934 Nuevo Teatro Mercado de escándalos 1934 Teatro Principal Mi debilidad 1934 Teatro Principal Milady (Los tres mosqueteros II) 1934 Nuevo Teatro Mis labios engañan 1934 Teatro Principal Moral y amor 1934 Nuevo Teatro Nagana 1934 Nuevo Teatro Nido de amor 1934 Teatro Principal No dejes la puerta abierta 1934 Teatro Principal No seas celosa 1934 Teatro Principal Noche de venganza 1934 Nuevo Teatro Noticiario FOX número 47 1934 Nuevo Teatro Noticiario FOX número 52 1934 Nuevo Teatro Odio 1934 Teatro Principal Paddy o lo mejor a falta de un chico 1934 Teatro Principal Paprika 1934 Nuevo Teatro París Mediterráneo 1934 Teatro Principal París-Montecarlo 1934 Teatro Principal Pasto de tiburones 1934 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 156 Pathé Journal 9 1934 Nuevo Teatro Pequeño desliz 1934 Nuevo Teatro Pescada en la calle 1934 Teatro Principal Pícaros amigos 1934 Nuevo Teatro Poder y gloria 1934 Nuevo Teatro Por el mar viene la ilusión 1934 Teatro Principal Por la libertad 1934 Nuevo Teatro Reina el amor 1934 Teatro Principal Revista Paramount 59 1934 Nuevo Teatro Robinson moderno 1934 Teatro Principal Romanza húngara 1934 Teatro Principal Ronny 1934 Teatro Principal S.O.S. Iceberg 1934 Nuevo Teatro Se ha fugado un preso 1934 Nuevo Teatro Se necesita un rival 1934 Nuevo Teatro Seamos optimistas 1934 Teatro Principal Secretos 1934 Teatro Principal Semilla 1934 Nuevo Teatro Si yo tuviera un millón 1934 Teatro Principal Sobre el cieno 1934 Teatro Principal Soñadores 1934 Nuevo Teatro Soñadores de gloria 1934 Nuevo Teatro Soy un fugitivo 1934 Nuevo Teatro Soy un vagabundo 1934 Nuevo Teatro Su alteza la vendedora 1934 Teatro Principal Su recompensa 1934 Nuevo Teatro Su última pelea 1934 Nuevo Teatro Su único pecado 1934 Nuevo Teatro Suburbios 1934 Nuevo Teatro Suerte de marino 1934 Nuevo Teatro Tarzán, potro salvaje 1934 Nuevo Teatro Te quise ayer 1934 Teatro Principal Tenor de cámara 1934 Nuevo Teatro Toda una mujer 1934 Nuevo Teatro Torbellino de sociedad 1934 Teatro Principal Torero a la fuerza 1934 Nuevo Teatro Tres caballeros de frac 1934 Teatro Principal Tres vidas de mujer 1934 Teatro Principal Tu vida no me importa 1934 Teatro Principal Tumultos 1934 Nuevo Teatro Un capitán de cosacos 1934 Teatro Principal Un cierto señor Grant 1934 Teatro Principal Un hombre de paz 1934 Teatro Principal Un ladrón en la alcoba 1934 Nuevo Teatro Un par de frescos 1934 Teatro Principal Una cana al aire 1934 Nuevo Teatro Una cliente ideal 1934 Nuevo Teatro Una mujer perseguida 1934 Nuevo Teatro Unidos en la venganza 1934 Nuevo Teatro Vampiresas 1933 1934 Teatro Principal Verónica 1934 Teatro Principal Viaje de novios 1934 Teatro Principal Vida azarosa 1934 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 157 Vidas íntimas 1934 Teatro Principal Violetas imperiales 1934 Teatro Principal Viva la libertad 1934 Teatro Principal Vuelan mis canciones 1934 Teatro Principal Yo de día, tú de noche 1934 Teatro Principal Yo soy Susana 1934 Teatro Principal Yo, tú y ella 1934 Nuevo Teatro Yo, y la emperatriz 1934 Nuevo Teatro Zaragoza 1934 Nuevo Teatro ¡Ojo solteros! 1935 Teatro Principal ¡Vaya niña! 1935 Teatro Principal ¿Campeón?... ¡Narices! 1935 Nuevo Teatro ¿Quién mató al Dr. Crosby? 1935 Nuevo Teatro A mí los valientes 1935 Nuevo Teatro Abisinia, El imperio del Negus 1935 Nuevo Teatro Adiós a las armas 1935 Nuevo Teatro Ahora y siempre 1935 Nuevo Teatro Alicia en el país de las maravillas 1935 Nuevo Teatro Amor de estudiante 1935 Nuevo Teatro Amor y alegría 1935 Nuevo Teatro Amor y cuartillas 1935 Teatro Principal Amor, honor y camándulas 1935 Nuevo Teatro Amores de un día 1935 Nuevo Teatro Anda que te ondulen 1935 Teatro Principal Ángel del arroyo 1935 Nuevo Teatro Angelina o el honor del brigadier 1935 Teatro Principal Atlantic Hotel 1935 Nuevo Teatro Audiencia imperial 1935 Teatro Principal Aventura en el Sud-Expres 1935 Teatro Principal Bandolero de Texas 1935 Nuevo Teatro Bolero 1935 Nuevo Teatro Broadway por dentro 1935 Nuevo Teatro Buque sin puerto 1935 Nuevo Teatro Bylly 1935 Nuevo Teatro Caballeros de capa y espada 1935 Nuevo Teatro Caballeros rústicos 1935 Nuevo Teatro Canción de primavera 1935 Nuevo Teatro Capricho imperial 1935 Nuevo Teatro Caprichos 1935 Nuevo Teatro Capturados 1935 Nuevo Teatro Caravana 1935 Nuevo Teatro Carita de ángel 1935 Nuevo Teatro Carlomagno 1935 Nuevo Teatro Casada por azar 1935 Teatro Principal Casi casados 1935 Teatro Principal Catolicismo 1935 Nuevo Teatro Cedo gabinete 1935 Nuevo Teatro Chico millonario 1935 Teatro Principal Chu-Chin-Chow 1935 Nuevo Teatro Chucho el roto 1935 Nuevo Teatro Civismo 1935 Teatro Principal Cleopatra 1935 Teatro Principal Clive en La India 1935 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 158 Con trabajo 1935 Nuevo Teatro Crisis mundial 1935 Teatro Principal Cuando el amor muere 1935 Nuevo Teatro Cuesta abajo 1935 Teatro Principal Curvas peligrosas 1935 Nuevo Teatro Dama por un día 1935 Teatro Principal Déjame quererte 1935 Teatro Principal Deuda de honor 1935 Nuevo Teatro Deuda saldada 1935 Nuevo Teatro Dick Turpín 1935 Nuevo Teatro Diez días millonaria 1935 Nuevo Teatro Dinero maldito 1935 Nuevo Teatro Doble secuestro 1935 Nuevo Teatro Doce hombres y una mujer 1935 Teatro Principal Domador de almas 1935 Nuevo Teatro Don enredos 1935 Nuevo Teatro Doña Francisquita 1935 Teatro Principal Dos buenos camaradas 1935 Nuevo Teatro Dos mujeres y un don Juan 1935 Nuevo Teatro Doy mi amor 1935 Nuevo Teatro Dueño del mundo 1935 Nuevo Teatro El 96 de caballería 1935 Nuevo Teatro El abuelo Curro 1935 Teatro Principal El abuelo de la criatura 1935 Los Luises El agua en el suelo 1935 Teatro Principal El alma del bandoneón 1935 Teatro Principal El amor a cara o cruz 1935 Nuevo Teatro El aparecido 1935 Nuevo Teatro El brindis de la muerte 1935 Teatro Principal El buque del misterio 1935 Nuevo Teatro El caballero de Folies Bergere 1935 Teatro Principal El capitán disloque 1935 Nuevo Teatro El chico de las coles 1935 Los Luises El chico millonario 1935 Teatro Principal El círculo rojo 1935 Nuevo Teatro El club de medianoche 1935 Nuevo Teatro El conde de Montecristo 1935 Nuevo Teatro El corredor de Marathon 1935 Nuevo Teatro El correo de Bombay 1935 Nuevo Teatro El crimen del siglo 1935 Nuevo Teatro El desaparecido 1935 Nuevo Teatro El diablo se divierte 1935 Nuevo Teatro El encanto de una noche 1935 Teatro Principal El expreso de Oriente 1935 Nuevo Teatro El fantasma del oro 1935 Nuevo Teatro El guapo 1935 Nuevo Teatro El hijo de King Kong 1935 Nuevo Teatro El húsar negro 1935 Teatro Principal El jinete justiciero 1935 Nuevo Teatro El juramento de Lagardere 1935 Nuevo Teatro El lago de las damas 1935 Teatro Principal El lobo feroz 1935 Nuevo Teatro El maestro detective 1935 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 159 El misterio de la Quinta Avenida 1935 Nuevo Teatro El modo de amar 1935 Teatro Principal El monstruo de acero 1935 Nuevo Teatro El negocio ante todo 1935 Nuevo Teatro El niño de las monjas 1935 Nuevo Teatro El noveno huésped 1935 Nuevo Teatro El noveno mandamiento 1935 Teatro Principal El novio de mamá 1935 Teatro Principal El pacifista 1935 Nuevo Teatro El pan nuestro de cada día 1935 Nuevo Teatro El pequeño Rey 1935 Teatro Principal El río Escarlata 1935 Nuevo Teatro El secreto de una vida 1935 Nuevo Teatro El soltero inocente 1935 Teatro Principal El teniente del amor 1935 Teatro Principal El terror de las montañas 1935 Nuevo Teatro El vuelo de la muerte 1935 Nuevo Teatro En la gloria 1935 Nuevo Teatro Enanos en el bosque 1935 Teatro Principal Entre dos fuegos 1935 Teatro Principal Fascinación 1935 Nuevo Teatro Fidelidad 1935 Nuevo Teatro Gloria y hambre 1935 Nuevo Teatro Gólgota 1935 Los Luises Gracia y simpatía 1935 Teatro Principal Gran atracción 1935 Nuevo Teatro Guillermo Tell 1935 Nuevo Teatro Hollywood conquistado 1935 Teatro Principal Hombres del mañana 1935 Nuevo Teatro Hubo que casarlos 1935 Nuevo Teatro Idilio en El Cairo 1935 Nuevo Teatro Ilusiones de gran dama 1935 Teatro Principal Imitación de la vida 1935 Nuevo Teatro Infierno en vida 1935 Nuevo Teatro Juego de pillos 1935 Teatro Principal Julieta compra un hijo 1935 Teatro Principal Justicia inesperable 1935 Nuevo Teatro Ken Maynard 1935 Nuevo Teatro La batalla 1935 Nuevo Teatro La chica de las montañas 1935 Teatro Principal La comedia de la vida 1935 Teatro Principal La condesa de Montecristo 1935 Nuevo Teatro La diosa del fuego 1935 Nuevo Teatro La doncella de postín 1935 Teatro Principal La fruta verde 1935 Teatro Principal La hermana Blanca 1935 Los Luises La hermana San Sulpicio 1935 Teatro Principal La isla de las almas perdidas 1935 Nuevo Teatro La maternal 1935 Nuevo Teatro La modistilla de Luneville 1935 Teatro Principal La mujer de mi marido 1935 Nuevo Teatro La mujercita de un gran señor 1935 Nuevo Teatro La nave de Satán 1935 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 160 La novia de Escocia 1935 Nuevo Teatro La novia de Frankestein 1935 Nuevo Teatro La novia universitaria 1935 Teatro Principal La onda mortal 1935 Nuevo Teatro La papirusa 1935 Teatro Principal La pequeña coronela 1935 Teatro Principal La portera de la fábrica 1935 Nuevo Teatro La pradera roja 1935 Teatro Principal La princesa de la Zarda 1935 Teatro Principal La princesa se divierte 1935 Nuevo Teatro La sombra misterio 1935 Nuevo Teatro La sombra que mata 1935 Nuevo Teatro La taquimeca en casa 1935 Teatro Principal La traviesa molinera 1935 Nuevo Teatro La vida en broma 1935 Teatro Principal La Virgen de la Roca 1935 Nuevo Teatro La vuelta del perseguido 1935 Nuevo Teatro Lady Lou 1935 Teatro Principal Las fronteras del amor 1935 Teatro Principal Las noches moscovitas 1935 Nuevo Teatro Los desaparecidos 1935 Nuevo Teatro Los diablos de la cumbre 1935 Teatro Principal Los pellizcos 1935 Teatro Principal Los tres cerditos 1935 Teatro Principal Los últimos 20 años 1935 Teatro Principal Luna de miel para tres 1935 Nuevo Teatro Mademoiselle Zaza 1935 Nuevo Teatro Madrileña bonita 1935 Teatro Principal Mandalay 1935 Teatro Principal Marinero en tierra 1935 Teatro Principal Mercaderes de la muerte 1935 Nuevo Teatro Mi amigo el Rey 1935 Nuevo Teatro Mi chica y yo 1935 Nuevo Teatro Mi vida para ti 1935 Nuevo Teatro Mujeres de postín 1935 Nuevo Teatro Mujeres olvidadas 1935 Teatro Principal Muñeca fingida 1935 Teatro Principal Muñecos del destino 1935 Nuevo Teatro Música y mujeres 1935 Teatro Principal Nada más que una mujer 1935 Teatro Principal Neblina 1935 Nuevo Teatro No te ofendas, Beatriz 1935 Teatro Principal Noche tras noche 1935 Nuevo Teatro Nochebuena 1935 Teatro Principal Noches en los bosques de Viena 1935 Nuevo Teatro Ojos cariñosos 1935 Teatro Principal Oro y marfil 1935 Nuevo Teatro Palacio flotante 1935 Nuevo Teatro Papá bohemio 1935 Nuevo Teatro Parace que fue ayer 1935 Nuevo Teatro Paraíso recobrado 1935 Nuevo Teatro Paramount 1936 1935 Nuevo Teatro Paz en la Tierra 1935 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 161 Pelirrojo 1935 Nuevo Teatro Qué tío más grande 1935 Los Luises Rancho dinamita 1935 Nuevo Teatro Rapto 1935 Nuevo Teatro Rayo de acero 1935 Nuevo Teatro Remo Satán 1935 Teatro Principal Satanás 1935 Nuevo Teatro Se fue mi mujer 1935 Teatro Principal Se ha robado un hombre 1935 Nuevo Teatro Secuestro 1935 Teatro Principal Señora casada necesita marido 1935 Teatro Principal Sin rumbo 1935 Nuevo Teatro Sinfonía de amor 1935 Teatro Principal Sinfonías del corazón 1935 Nuevo Teatro Sobrenatural 1935 Teatro Principal Su primer amor 1935 Nuevo Teatro Sucedió una noche 1935 Nuevo Teatro Tango Bar 1935 Teatro Principal Tarzán de las fieras 1935 Nuevo Teatro Tarzán de los monos 1935 Los Luises Te quiero, Anita 1935 Teatro Principal Todo lo condena 1935 Nuevo Teatro Trench, el romance de un gran amor 1935 Nuevo Teatro Tuya para siempre 1935 Nuevo Teatro Un amor en España 1935 Teatro Principal Un crimen en la noche 1935 Nuevo Teatro Un disparo al amanecer 1935 Nuevo Teatro Un hijo de América 1935 Nuevo Teatro Un perro que trae cola 1935 Nuevo Teatro Un secuestro sensacional 1935 Nuevo Teatro Una amiguita como tú 1935 Teatro Principal Una aventura nupcial 1935 Nuevo Teatro Una avería en la línea 1935 Teatro Principal Una semana de felicidad 1935 Nuevo Teatro Una vida por otra 1935 Nuevo Teatro Valor del chino Chang 1935 Nuevo Teatro Viuda habaneras 1935 Teatro Principal Vivamos de nuevo 1935 Nuevo Teatro Volando hacia Río de Janeiro 1935 Teatro Principal Volga en llamas 1935 Nuevo Teatro Wonder Bar 1935 Teatro Principal Ya se tu número 1935 Teatro Principal ¡Qué semana! 1936 Nuevo Teatro ¡Quiéreme siempre! 1936 Teatro Principal ¡Rápteme usted! 1936 Teatro Principal ¡Viva el amor! 1936 Nuevo Teatro ¿Qué hay Nellie? 1936 Teatro Principal 39 escalones 1936 Nuevo Teatro 50 dólares una vida 1936 Nuevo Teatro A través de la tormenta 1936 Nuevo Teatro Abdul-Hamid, El sultán maldito 1936 Nuevo Teatro Acabé con las mujeres 1936 Teatro Principal Adorable 1936 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 162 Ahí viene el novio 1936 Teatro Principal Al compás del corazón 1936 Teatro Principal Al este sin rumbo 1936 Teatro Principal Alas en la noche 1936 Nuevo Teatro Alas sobre el charco 1936 Nuevo Teatro Alegría estudiantil 1936 Nuevo Teatro Alias tú 1936 Teatro Principal Ambición 1936 Teatro Principal Amenaza 1936 Nuevo Teatro Amo a este hombre 1936 Nuevo Teatro Amor en ruta 1936 Nuevo Teatro Amor sublime 1936 Teatro Principal Anita la pelirroja 1936 Nuevo Teatro Ann Vickers 1936 Nuevo Teatro Asegure a su mujer 1936 Teatro Principal Atención señoras 1936 Teatro Principal Ayer… 1917 1936 Nuevo Teatro Ba Boona 1936 Teatro Principal Bajo presión 1936 Nuevo Teatro Bandera de papel 1936 Nuevo Teatro Barcarola 1936 Teatro Principal Barcelona F.C. - Real Madrid 1936 Nuevo Teatro Bodas de despecho 1936 Nuevo Teatro Bosambo 1936 Teatro Principal Cabo de Java 1936 Teatro Principal Cachorro de mar 1936 Teatro Principal Camino de la horca 1936 Nuevo Teatro Campamento salvaje 1936 Nuevo Teatro Campeones olímpicos 1936 Nuevo Teatro Canción de cuna 1936 Teatro Principal Capullos de azahar 1936 Teatro Principal Cargamento salvaje 1936 Nuevo Teatro Casa internacional 1936 Nuevo Teatro Casino de mar 1936 Teatro Principal Casino de París 1936 Teatro Principal Charlie Chan en Egipto 1936 Nuevo Teatro Charlie Chan en París 1936 Nuevo Teatro Charlie Chan en Sanghai 1936 Nuevo Teatro Cocktail musical 1936 Teatro Principal Compañeros de viaje 1936 Nuevo Teatro Contra el imperio del crimen 1936 Nuevo Teatro Contrastes 1936 Nuevo Teatro Crimen y castigo 1936 Teatro Principal De Vigo al frente de Mérida 1936 Teatro Principal Dejada en prenda 1936 Teatro Principal Desfile de pelirrojas 1936 Teatro Principal Diablos del aire 1936 Nuevo Teatro Diplomacias 1936 Teatro Principal Doble alarma 1936 Nuevo Teatro Domando fanfarrones 1936 Nuevo Teatro Don Quintín el amargao 1936 Nuevo Teatro Donde la ley no existe 1936 Nuevo Teatro El 113 1936 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 163 El alma del bandoneón 1936 Los Luises El ángel del arroyo 1936 Teatro Principal El barón gitano 1936 Teatro Principal El caballero 1936 Nuevo Teatro El cacique 1936 Nuevo Teatro El capitán odia el mar 1936 Nuevo Teatro El Cardenal Richelieu 1936 Nuevo Teatro El caso del perro aullador 1936 Nuevo Teatro El collar de esmeraldas 1936 Teatro Principal El crimen de vanities 1936 Nuevo Teatro El crimen del avión 1936 Nuevo Teatro El cuervo 1936 Teatro Principal El cura de aldea 1936 Teatro Principal El Currito de la Cruz 1936 Nuevo Teatro El delator 1936 Nuevo Teatro El derecho a la felicidad 1936 Teatro Principal El diablo embotellado 1936 Nuevo Teatro El dictador 1936 Nuevo Teatro El duque de hierro 1936 Teatro Principal El embrujo de Manhattan 1936 Nuevo Teatro Él es inocente 1936 Teatro Principal El fantasma vengador 1936 Nuevo Teatro El hijo del cuatrero 1936 Nuevo Teatro El hijo perdido 1936 Teatro Principal El hombre del bosque 1936 Nuevo Teatro El hombre qe volvió por su cabeza 1936 Teatro Principal El hombre que sabía demasiado 1936 Teatro Principal El jinete alado 1936 Nuevo Teatro EL legado de la estepa 1936 Nuevo Teatro EL lirio dorado 1936 Teatro Principal El lobo humano 1936 Nuevo Teatro El misterio de Edwin Drod 1936 Nuevo Teatro El monstruo al acecho 1936 Nuevo Teatro El negro que tenía el alma blanca 1936 Nuevo Teatro El nuevo Gulliver 1936 Nuevo Teatro El paso del ocaso 1936 Teatro Principal El perro de Flandes 1936 Teatro Principal El primer amor 1936 Teatro Principal El rayo de plata 1936 Teatro Principal El rayo mortifero 1936 Nuevo Teatro El Relicario 1936 Los Luises El rey soldado 1936 Teatro Principal El secreto de Charlie Chan 1936 Nuevo Teatro El sueño de una noche de verano 1936 Teatro Principal El templo de la moda 1936 Teatro Principal El templo de las hermosas 1936 Teatro Principal El último millonario 1936 Teatro Principal El último rodeo 1936 Nuevo Teatro El valle del infierno 1936 Nuevo Teatro El vaquero millonario 1936 Teatro Principal El vengador de la frontera 1936 Nuevo Teatro El viajero solitario 1936 Nuevo Teatro El vidente 1936 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 164 En derecho propio 1936 Nuevo Teatro En el frente de Asturias 1936 Teatro Principal En pos de la aventura 1936 Teatro Principal En un rancho de Santa Fé 1936 Nuevo Teatro Enemigos íntimos 1936 Nuevo Teatro Entérate mundo 1936 Nuevo Teatro Es hora de amarnos 1936 Teatro Principal Es mi hombre 1936 Nuevo Teatro Escándalos 1935 1936 Nuevo Teatro Estigma liberador 1936 Nuevo Teatro Estrella de medianoche 1936 Nuevo Teatro Estrictamente confidencial 1936 Nuevo Teatro Falsa acusación 1936 Nuevo Teatro Fiesta en palacio 1936 Teatro Principal Francisquita 1936 Teatro Principal Fuga apasionada 1936 Nuevo Teatro Garras y colmillos 1936 Nuevo Teatro Gente de arriba 1936 Nuevo Teatro Gigolette 1936 Nuevo Teatro Gólgota 1936 Nuevo Teatro Hembra 1936 Teatro Principal Hermano contra hermano 1936 Nuevo Teatro Horror en el cuarto negro 1936 Nuevo Teatro Hoy o nunca 1936 Teatro Principal Ignonimia 1936 Nuevo Teatro Intriga china 1936 Nuevo Teatro Jaguar, el alma de un caballero 1936 Nuevo Teatro Justicia serrana 1936 Nuevo Teatro Juventud triunfante 1936 Teatro Principal La alegre divorciada 1936 Teatro Principal La alegre mentira 1936 Nuevo Teatro La bailarina del conjunto 1936 Nuevo Teatro La ballerina del conjunto 1936 Nuevo Teatro La bandera (Legionarios del Tercio) 1936 Teatro Principal La barra mendocina 1936 Nuevo Teatro La canción del crepúsculo 1936 Teatro Principal La canción del dolor 1936 Teatro Principal La chica del coro 1936 Nuevo Teatro La coqueta atrevida 1936 Teatro Principal La cucaracha 1936 Teatro Principal La feria de la vanidad 1936 Teatro Principal La fiesta de la bandera 1936 Teatro Principal La gran duquesa y el camarero 1936 Teatro Principal La hiena 1936 Nuevo Teatro La hija de Juan Simón 1936 Nuevo Teatro La hija del penal 1936 Nuevo Teatro La hora maldita 1936 Nuevo Teatro La inglesa sevillana 1936 Teatro Principal La legión blanca 1936 Teatro Principal La ley del Oeste 1936 Nuevo Teatro La llamada de la patria 1936 Teatro Principal La lotería del amor 1936 Nuevo Teatro La madrecita 1936 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 165 La mala compañía 1936 Nuevo Teatro La mina fantástica 1936 Nuevo Teatro La muerte de vacaciones 1936 Nuevo Teatro La mujer que he creado 1936 Nuevo Teatro La ninfa constante 1936 Teatro Principal La patrulla perdida 1936 Nuevo Teatro La señorita de Trévelez 1936 Teatro Principal La simpática huerfanita 1936 Nuevo Teatro La sublime mentira 1936 Nuevo Teatro La tienda de antigüedades 1936 Teatro Principal La última senda 1936 Nuevo Teatro La venganza del mar 1936 Nuevo Teatro La venus del oro 1936 Teatro Principal La verbena de la paloma 1936 Nuevo Teatro La verbena de la paloma 1936 Teatro Principal La vestida de rojo 1936 Nuevo Teatro La vida comienza a los cuarenta 1936 Nuevo Teatro La vida es sabrosa 1936 Nuevo Teatro La viuda soltera 1936 Teatro Principal Las cruzadas 1936 Teatro Principal Las cuatro hermanitas 1936 Nuevo Teatro Las nuevas aventuras de Tarzán 1936 Teatro Principal Los caballeros nacen 1936 Nuevo Teatro Los dioses se divierten 1936 Teatro Principal Los millones de Brewster 1936 Teatro Principal Los misterios de París 1936 Nuevo Teatro Los peques en alta mar 1936 Nuevo Teatro Los seis misterios 1936 Nuevo Teatro Los últimos días de Pompeya 1936 Teatro Principal Luis Candelas 1936 Nuevo Teatro Mademoiselle Spabl 1936 Nuevo Teatro Madre alegría 1936 Nuevo Teatro María de la O 1936 Teatro Principal María Elena 1936 Teatro Principal Mártir del honor 1936 Teatro Principal Más fuerte que un toro 1936 Nuevo Teatro Melodía en primavera 1936 Teatro Principal Mi jaca 1936 Nuevo Teatro Mi marido se casa 1936 Teatro Principal Mi mujer, hombre de negocios 1936 Nuevo Teatro Mi vida entera 1936 Teatro Principal Mía serás 1936 Teatro Principal Miní 1936 Teatro Principal Monte criollo 1936 Teatro Principal Morena clara 1936 Nuevo Teatro Motín en alta mar 1936 Nuevo Teatro Música muchahos 1936 Nuevo Teatro Música sobre las olas 1936 Teatro Principal No es pecado 1936 Teatro Principal No soy ningún ángel 1936 Nuevo Teatro Nobleza baturra 1936 Nuevo Teatro Nobleza obliga 1936 Teatro Principal Noche de mayo 1936 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 166 Noches de Buenos Aires 1936 Teatro Principal Noticiario FOX número 30 1936 Nuevo Teatro Nuestra hijita 1936 Teatro Principal Nuevas aventuras de Tarzán 1936 Nuevo Teatro Ojo por ojo 1936 Teatro Principal Oro en llamas 1936 Nuevo Teatro Orquídeas para ti 1936 Nuevo Teatro Os presento a mi esposa 1936 Nuevo Teatro Otra primavera 1936 Teatro Principal Papá por ilusión 1936 Teatro Principal Pecador a medias 1936 Teatro Principal Peter 1936 Teatro Principal Piernas de seda 1936 Teatro Principal Pigmalion 1936 Teatro Principal Pimpinela escarlata 1936 Teatro Principal Pistas secretas 1936 Teatro Principal Poderoso caballero 1936 Nuevo Teatro Por derecho de honor 1936 Nuevo Teatro Por mal camino 1936 Teatro Principal Por tu amor 1936 Teatro Principal Por unos ojos rojos 1936 Nuevo Teatro Princesa O'hara 1936 Nuevo Teatro Princesa por un mes 1936 Teatro Principal Princesita 1936 Nuevo Teatro Que vienen los húsares 1936 Nuevo Teatro Rataplán 1936 Nuevo Teatro Renegados del Oeste 1936 Teatro Principal Reunión en Viena 1936 Nuevo Teatro Roberta 1936 Teatro Principal Rosa de Francia 1936 Teatro Principal Rosas del sur 1936 Teatro Principal Rumba 1936 Teatro Principal Rumbo a Canadá 1936 Teatro Principal Rumbo al Cairo 1936 Nuevo Teatro Sangre en la nieve 1936 Nuevo Teatro Sangre gitana 1936 Teatro Principal Santa Juana de Arco 1936 Teatro Principal Se necesita un protector 1936 Teatro Principal Secreto que quema 1936 Teatro Principal Sesenta horas en el cielo 1936 Nuevo Teatro Siempreviva 1936 Teatro Principal Siete mujeres 1936 Teatro Principal Sin familia 1936 Teatro Principal Su majestad el Jalifa y el pueblo musulmán 1936 Teatro Principal Suena el clarín 1936 Nuevo Teatro Te amo con locura 1936 Teatro Principal Trece mujeres 1936 Nuevo Teatro Treinta y nueve escalones 1936 Teatro Principal Triple venganza 1936 Nuevo Teatro Truco genial 1936 Nuevo Teatro Tú gitano, yo gitana 1936 Teatro Principal Turandot 1936 Teatro Principal Un hombrecito valiente 1936 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 167 Un mal peso 1936 Nuevo Teatro Un marido en apuros 1936 Nuevo Teatro Un par de detectives 1936 Teatro Principal Un tipo fresco 1936 Nuevo Teatro Una mujer de su casa 1936 Nuevo Teatro Una mujer en peligro 1936 Nuevo Teatro Una mujer para dos 1936 Teatro Principal Una noche de amor 1936 Teatro Principal Valses del Neva 1936 Teatro Principal Vampiresas 1936 1936 Teatro Principal Venganza de sangre 1936 Nuevo Teatro Vía Láctea 1936 Teatro Principal Viaje de placer 1936 Teatro Principal Vicio y virtud 1936 Nuevo Teatro Vivamos esta noche 1936 Nuevo Teatro Vuelan mis canciones 1936 Los Luises Vuelta ciclista a Francia 1936 Nuevo Teatro Yo he sido espía 1936 Teatro Principal Yo te doy mi corazón 1936 Teatro Principal ¡Arriba España! 1937 Teatro Principal ¿Quién la raptó? 1937 Nuevo Teatro 20.000 duros 1937 Nuevo Teatro 24 horas 1937 Nuevo Teatro A casarse muchachas 1937 Nuevo Teatro A las doce en punto 1937 Teatro Principal A las siete en punto 1937 Nuevo Teatro A toda velocidad 1937 Nuevo Teatro A todo gas 1937 Nuevo Teatro Actualidad UFA (Japón, Alemania e Italia) 1937 Nuevo Teatro África indomable 1937 Nuevo Teatro Alias la Condesa 1937 Nuevo Teatro Ámame esta noche 1937 Nuevo Teatro Amantes fugitivos 1937 Teatro Principal American Bluff 1937 Teatro Principal Anny Anny 1937 Teatro Principal Aquí viene la Armada 1937 Teatro Principal Asedio y toma de Málaga 1937 Nuevo Teatro Así es Nueva York 1937 Teatro Principal Así se escribe la historia 1937 Nuevo Teatro Bella Adelina 1937 Teatro Principal Brindemos por el amor 1937 Nuevo Teatro Broadway y Hollywood 1937 Nuevo Teatro Buscando fieras nuevas 1937 Teatro Principal Caballería ligera 1937 Nuevo Teatro Calamidad con suerte 1937 Nuevo Teatro Campamento España 1937 Teatro Principal Carnaval de la vida 1937 Nuevo Teatro Carne de escándalo 1937 Teatro Principal Casanova 1937 Teatro Principal Caza graciosa 1937 Nuevo Teatro Cena a las ocho 1937 Nuevo Teatro Central Park 1937 Nuevo Teatro Christus 1937 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 168 Cinco muchachas 1937 Teatro Principal Cinemanía 1937 Teatro Principal Clemencia (El traidor) 1937 Teatro Principal Como gustéis 1937 Teatro Principal Como Italia salió de Abisinia 1937 Teatro Principal Compañeros de juerga 1937 Nuevo Teatro Compañeros indómitos 1937 Nuevo Teatro Conoce a tu hijo 1937 Nuevo Teatro Consejero del Rey 1937 Teatro Principal Contra la corriente 1937 Nuevo Teatro Czarda (Sangre roja) 1937 Nuevo Teatro Damas de presidio 1937 Teatro Principal David Copperfield 1937 Nuevo Teatro De Berlín a Barcelona en ocho horas y media 1937 Nuevo Teatro De la sartén al fuego 1937 Teatro Principal Desbanque en Montecarlo 1937 Nuevo Teatro Desfile de primavera 1937 Nuevo Teatro Deuda de sangre 1937 Nuevo Teatro Diplomanías 1937 Nuevo Teatro Divina 1937 Teatro Principal Do, re, mi, fa, sol, la, si 1937 Teatro Principal Doncella particular 1937 Nuevo Teatro Dos fusileros sin bala 1937 Nuevo Teatro Dos soldaditos 1937 Teatro Principal Duro y a la cabeza 1937 Teatro Principal El acorazado misterioso 1937 Nuevo Teatro El agente secreto 1937 Nuevo Teatro El amuleto 1937 Nuevo Teatro El asesino invisible 1937 Teatro Principal El bailarín y el trabajador 1937 Nuevo Teatro El baile de Savoy 1937 Teatro Principal El billete de mil 1937 Teatro Principal El campeón ciclista 1937 Nuevo Teatro El cantante de Nápoles 1937 Teatro Principal El cerco y bombardeo de Madrid 1937 Nuevo Teatro El conquistador irresistible 1937 Nuevo Teatro El crimen del casino 1937 Teatro Principal El desfile del amor 1937 Nuevo Teatro El difunto Cristopher Bean 1937 Teatro Principal El diluvio 1937 Nuevo Teatro El Ejército de la Italia Fascista 1937 Nuevo Teatro El emperador de California 1937 Nuevo Teatro El enemigo público número 1 1937 Nuevo Teatro El errror de los padres 1937 Teatro Principal El escándalo del día 1937 Nuevo Teatro El estudiante mendigo 1937 Nuevo Teatro El gato y el violín 1937 Nuevo Teatro El huésped desconocido 1937 Nuevo Teatro El lobo 1937 Nuevo Teatro El marido de la novia 1937 Nuevo Teatro El más audaz 1937 Nuevo Teatro El misterio del acuarium 1937 Nuevo Teatro El misterioso señor X 1937 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 169 El nido deshecho 1937 Nuevo Teatro El octavo mandamiento 1937 Nuevo Teatro El país de las fiestas 1937 Nuevo Teatro El paraíso del amor 1937 Teatro Principal El pasado de Mary Holmes 1937 Nuevo Teatro El payaso del circo 1937 Nuevo Teatro El poderoso Barnum 1937 Teatro Principal El presidente fantasma 1937 Teatro Principal El profesor Alba 1937 Teatro Principal El rey de los Campos Eliseos 1937 Teatro Principal El rey del bataclán 1937 Nuevo Teatro El secreto de Ana María 1937 Nuevo Teatro El sobre lacrado 1937 Nuevo Teatro El solitario 1937 Teatro Principal El trío de la fortuna 1937 Nuevo Teatro El tunante 1937 Teatro Principal El tunel de Gibraltar 1937 Nuevo Teatro El valiente de Arizona 1937 Nuevo Teatro El vendedor de pájaros 1937 Teatro Principal Ella o ninguna 1937 Nuevo Teatro En el viejo Kentucky 1937 Nuevo Teatro En persona 1937 Teatro Principal Enamorados 1937 Teatro Principal Entrada de empleados 1937 Nuevo Teatro Entre dos corazones 1937 Nuevo Teatro Entre el amor y la muerte 1937 Nuevo Teatro Esposados y desposados 1937 Teatro Principal Estaba escrito 1937 Nuevo Teatro Felipe Derblay 1937 Nuevo Teatro Fiel a una mujer 1937 Teatro Principal Fiesta en Hollywood 1937 Teatro Principal Frasquita 1937 Nuevo Teatro Grato suceso 1937 Nuevo Teatro Guerra sin cuartel 1937 Nuevo Teatro Había una vez dos hombres 1937 Nuevo Teatro Hacia la Nueva España 1937 Nuevo Teatro Honrarás a tu padre 1937 Teatro Principal Húsares de la muerte 1937 Nuevo Teatro Ídolo de las mujeres 1937 Teatro Principal Ilusión 1937 Nuevo Teatro Imperio 1937 Teatro Principal Justicia 1937 Nuevo Teatro Knock-out 1937 Teatro Principal La bien pagada 1937 Teatro Principal La cabalgata de la rendición 1937 Nuevo Teatro La canción del sol 1937 Teatro Principal La carga del diablo 1937 Teatro Principal La carretera del infierno 1937 Teatro Principal La cena de los acusados 1937 Nuevo Teatro La desconocida 1937 Teatro Principal La dolorosa 1937 Nuevo Teatro La edad indiscreta 1937 Nuevo Teatro La escuadrilla deshecha 1937 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 170 La estropeada vida de Oliverio VIII 1937 Nuevo Teatro La fugitiva 1937 Teatro Principal La gran jugada 1937 Nuevo Teatro La hija de nadie 1937 Teatro Principal La horda maldita 1937 Nuevo Teatro La inquebrantable amistad Italo-Alemana 1937 Nuevo Teatro La insaciable 1937 Nuevo Teatro La intrépida 1937 Teatro Principal La irlandesita 1937 Teatro Principal La isla del tesoro 1937 Nuevo Teatro La kermesse heróica 1937 Nuevo Teatro La liberación del Alcázar de Toledo 1937 Nuevo Teatro La máscara de carne 1937 Nuevo Teatro La mejor amiga 1937 Teatro Principal La mujer que sabe lo que quiere 1937 Nuevo Teatro La novena sinfonía 1937 Nuevo Teatro La novia secreta 1937 Nuevo Teatro La pequeña aventura 1937 Nuevo Teatro La pícara música 1937 Teatro Principal La reconquista de Málaga 1937 Teatro Principal La reina del amor 1937 Teatro Principal La reina del barrio 1937 Nuevo Teatro La reina y el Caudillo 1937 Teatro Principal La sed de escándalo 1937 Nuevo Teatro La tela de araña 1937 Nuevo Teatro La traviesa juventud 1937 Nuevo Teatro La Vendimia 1937 Teatro Principal La venus de bronce 1937 Nuevo Teatro La víctima del dragón 1937 Nuevo Teatro La vida empieza 1937 Nuevo Teatro La vida es dura 1937 Teatro Principal La voz de la selva 1937 Teatro Principal La voz que acusa 1937 Nuevo Teatro Labor civilizadora de Italia en Etiopía 1937 Teatro Principal Las mil y dos noches 1937 Nuevo Teatro Las mujeres del Rey Sol 1937 Teatro Principal Las siete llaves 1937 Nuevo Teatro Lecturas de un estudiante 1937 Teatro Principal Liberación de Gijón 1937 Teatro Principal Los aguafiestas 1937 Teatro Principal Los cinco del Jazz-Band 1937 Nuevo Teatro Los cuatro bohemios 1937 Teatro Principal Los defensores del crimen 1937 Nuevo Teatro Madison Square Garden 1937 Teatro Principal Magia de la música 1937 Nuevo Teatro Mamá se casa 1937 Teatro Principal María Luisa de Austria 1937 Nuevo Teatro Maridos errantes 1937 Teatro Principal Marietta la traviesa 1937 Teatro Principal Más leal que galante 1937 Teatro Principal Mascarada 1937 Teatro Principal Mi ex mujer y yo 1937 Nuevo Teatro Mi novia está a bordo 1937 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 171 Miss Incógnita 1937 Teatro Principal Misterio del cuarto amarillo 1937 Nuevo Teatro Nadando en seco 1937 Teatro Principal Nagana 1937 Nuevo Teatro No me dejes 1937 Teatro Principal No sé por qué 1937 Nuevo Teatro Noches en venta 1937 Teatro Principal Nuevas rutas. Viajes por España 1937 Teatro Principal Ondas musicales 1937 Teatro Principal Oro en polvo 1937 Nuevo Teatro Oviedo la mártir 1937 Teatro Principal Pecadores sin careta 1937 Nuevo Teatro Perdone señorita 1937 Nuevo Teatro Por la vida de su rival 1937 Teatro Principal Por nevadas sendas 1937 Nuevo Teatro Potencia Naval Italiana 1937 Nuevo Teatro Prisionero del odio 1937 Teatro Principal Procesado de mi vida 1937 Nuevo Teatro Puerto nuevo 1937 Teatro Principal Queremos cerveza 1937 Nuevo Teatro Rebelde 1937 Nuevo Teatro Rivales 1937 Nuevo Teatro Rosario la Cortijera 1937 Nuevo Teatro Rosas negras 1937 Nuevo Teatro S Vengali 1937 Teatro Principal Sábado de juerga 1937 Teatro Principal Sábado, domingo y lunes 1937 Teatro Principal Sangre de circo 1937 Teatro Principal Secretos de la policía de París 1937 Nuevo Teatro Sigamos la flecha 1937 Nuevo Teatro Simpatía por España 1937 Nuevo Teatro Sin patria 1937 Nuevo Teatro Soldado profesional 1937 Nuevo Teatro Sombrero de copa 1937 Teatro Principal Sor Angélica 1937 Nuevo Teatro Su mayor éxito 1937 Teatro Principal Sublime engaño 1937 Nuevo Teatro Sucídate con música 1937 Nuevo Teatro Sueño de una noche de verano 1937 Nuevo Teatro Sueños de juventud 1937 Teatro Principal Superstición 1937 Teatro Principal Tango en Broadway 1937 Nuevo Teatro Tarzán y su compañera 1937 Nuevo Teatro Te quiero con locura 1937 Teatro Principal Tempestad sobre las islas de Halling 1937 Nuevo Teatro Tirando planchas 1937 Teatro Principal Torbellino 1937 Nuevo Teatro Traidores 1937 Nuevo Teatro Un mal paso 1937 Nuevo Teatro Un millón de gracias 1937 Teatro Principal Un perfecto caballero 1937 Teatro Principal Una mujer caprichosa 1937 Teatro Principal Una mujer que sabe lo que quiere 1937 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 172 Vals real 1937 Nuevo Teatro Velada de ópera 1937 Nuevo Teatro Venganza de mar 1937 Nuevo Teatro Viaje en Zepelín 1937 Nuevo Teatro Vidas en peligro 1937 Teatro Principal Vuelo nocturno 1937 Nuevo Teatro Yo canto para ti 1937 Teatro Principal Yo fui Jack Mortimer 1937 Teatro Principal ¡Ay que me caigo! 1938 Teatro Principal ¡Música muchachos! 1938 Teatro Principal ¡Si yo tuviera un millón! 1938 Teatro Principal ¡Vivir! 1938 Teatro Principal ¿Hombre o ratón? 1938 Teatro Principal A las órdenes del Caudillo 1938 Teatro Principal Agua en el suelo 1938 Teatro Principal Aladino 1938 Nuevo Teatro Alas milagrosas 1938 Teatro Principal Alta escuela 1938 Nuevo Teatro Amores en Hollywood 1938 Nuevo Teatro Anatol, la ciudad trágica 1938 Nuevo Teatro Año XVI de la era fascista 1938 Nuevo Teatro Así es Hollywood 1938 Teatro Principal Ave María 1938 Teatro Principal Aventura oriental 1938 Nuevo Teatro Bailando a ciegas 1938 Nuevo Teatro Basta de mujeres 1938 Teatro Principal Canción de amor 1938 Nuevo Teatro Casta diva 1938 Teatro Principal Castellón para España 1938 Teatro Principal Catalina de Rusia 1938 Teatro Principal Centinela de bronce 1938 Nuevo Teatro Charlie Chan en la pista 1938 Nuevo Teatro Cinco cunitas 1938 Teatro Principal Condenado 1938 Teatro Principal Contrabandistas del aire 1938 Teatro Principal Czadas 1938 Nuevo Teatro De tren a tren dos horas 1938 Teatro Principal Déjame soñar 1938 Teatro Principal Donde menos se piensa 1938 Teatro Principal Duvalles estafador 1938 Nuevo Teatro El amor de uniforme 1938 Teatro Principal El ángel de las tinieblas 1938 Nuevo Teatro El barbero de Sevilla 1938 Teatro Principal El barrio chino 1938 Nuevo Teatro El cantor del río 1938 Nuevo Teatro El cura de aldea 1938 Teatro Principal El deporte y el soldado 1938 Teatro Principal El día que me quieras 1938 Teatro Principal El doble del Rey 1938 Nuevo Teatro El emblema de Licfforio 1938 Teatro Principal El fantasma va al oeste 1938 Teatro Principal El fascismo es vida 1938 Teatro Principal El favorito de la emperatriz 1938 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 173 El fresco de la flota 1938 Nuevo Teatro El gato montés 1938 Nuevo Teatro El hijo del carnaval 1938 Nuevo Teatro El irresistible 1938 Teatro Principal El monte atronador 1938 Nuevo Teatro El mundo sin careta 1938 Nuevo Teatro El novio misterioso 1938 Teatro Principal El rastro del asesino 1938 Teatro Principal El rey de la suerte 1938 Nuevo Teatro El robo de la Monna Lisa 1938 Teatro Principal El secreto de Madame Blanche 1938 Nuevo Teatro El soberano 1938 Teatro Principal El soldadito del amor 1938 Nuevo Teatro El tango de Broadway 1938 Teatro Principal El último contrabandista 1938 Nuevo Teatro El último vals de Chopín 1938 Teatro Principal El único Congreso de Nuremberg 1938 Teatro Principal El wagón de la muerte 1938 Teatro Principal Episodio 1938 Nuevo Teatro Federica 1938 Teatro Principal Fiel a su consigna 1938 Nuevo Teatro Grandes ilusiones 1938 Teatro Principal Hacia Madrid 1938 Teatro Principal Identidad desconocida 1938 Teatro Principal Incertidumbre 1938 Teatro Principal La buena ventura 1938 Los Luises La calandria 1938 Nuevo Teatro La calentura del oro 1938 Nuevo Teatro La ciudad sin ley 1938 Teatro Principal La destrucción del Hampa 1938 Nuevo Teatro La fiera de la baza 1938 Nuevo Teatro La flor de Hawai 1938 Teatro Principal La gran duquesa Alejandra 1938 Nuevo Teatro La gran llamada 1938 Teatro Principal La hija del barrio 1938 Nuevo Teatro La incomparable Ivonne 1938 Teatro Principal La liberación de Bilbao 1938 Nuevo Teatro La novia alegre 1938 Teatro Principal La Pimpinela escarlata 1938 Teatro Principal La ruta de los cielo 1938 Nuevo Teatro La señorita de los cuentos de Hoffmann 1938 Teatro Principal La toma de Castellón 1938 Nuevo Teatro La toma de Lérida 1938 Nuevo Teatro La vendedora de pájaros 1938 Teatro Principal La verdadera España y la otra 1938 Teatro Principal Lady Lou 1938 Teatro Principal Las mil y una noches 1938 Nuevo Teatro Las quiero a todas 1938 Nuevo Teatro Limpia, fija y da esplendor 1938 Nuevo Teatro Los calaveles 1938 Nuevo Teatro Los claveles 1938 Nuevo Teatro Mares de China 1938 Nuevo Teatro Mazurka 1938 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 174 Nido de águilas 1938 Nuevo Teatro Noticiario LUCE 10 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 13 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 22 1938 Nuevo Teatro Noticiario LUCE 25 1938 Nuevo Teatro Noticiario LUCE 26 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 27 1938 Nuevo Teatro Noticiario LUCE 28 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 29 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 30 1938 Nuevo Teatro Noticiario LUCE 33 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 34 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 35 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 36 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 37 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 38 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 39 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 40 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 41 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 42 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 43 1938 Teatro Principal Noticiario LUCE 44 1938 Teatro Principal Ojos negros 1938 Teatro Principal Ópera Mickey 1938 Nuevo Teatro Patricio miró una estrella 1938 Nuevo Teatro Por tierras del Cid 1938 Teatro Principal Procesiones del Viernes Santo en Zamora 1938 Nuevo Teatro Quién me quiere a mí 1938 Nuevo Teatro Quiérame usted, telefonista 1938 Nuevo Teatro Raffles 1938 Teatro Principal Rápteme usted 1938 Teatro Principal Reconquista Noticiario LUCE 1938 Nuevo Teatro Regina 1938 Teatro Principal Reportajes de España 1938 Nuevo Teatro Riachuelo 1938 Nuevo Teatro Rocambole 1938 Teatro Principal Romance de estudiantes 1938 Teatro Principal Sensación en Lisboa 1938 Nuevo Teatro Señales en la noche 1938 Teatro Principal Sinfonía del corazón 1938 Teatro Principal Sola contra el mundo 1938 Teatro Principal Soldados Tormenta 1938 Teatro Principal Solo soy un comediante 1938 Teatro Principal Sorrel e Hijo 1938 Teatro Principal Stradivarius 1938 Nuevo Teatro Sucedió en Nueva York 1938 Nuevo Teatro Te quiero y no sé quien eres 1938 Teatro Principal Tito Schipa 1938 Teatro Principal Truxa 1938 Teatro Principal Un aventurero audaz 1938 Teatro Principal Un lío de familia 1938 Nuevo Teatro Una aventura en Polonia 1938 Teatro Principal Una aventura oriental 1938 Teatro Principal Película Año Sala de estreno 175 Una Carmen rubia 1938 Teatro Principal Una doncella en peligro 1938 Nuevo Teatro Varietés 1938 Nuevo Teatro Venecia 1938 Nuevo Teatro Viaje a Italia de Hitler 1938 Teatro Principal Vida mía 1938 Teatro Principal Vidas rotas 1938 Nuevo Teatro Violines de Hungría 1938 Teatro Principal Viva el amor 1938 Nuevo Teatro Zafarrancho de combate 1938 Teatro Principal Zapatos al sol 1938 Nuevo Teatro 30 segundos de amor 1939 Nuevo Teatro A arma blanca 1939 Nuevo Teatro A espaldas de la pista 1939 Nuevo Teatro Adán sin Eva 1939 Teatro Principal Al llegar la primavera 1939 Nuevo Teatro Alarma en Pekín 1939 Nuevo Teatro Alondra 1939 Nuevo Teatro Amoores en Hollywood 1939 Nuevo Teatro Amor en Húsar 1939 Nuevo Teatro Amor en ruta (reestreno) 1939 Nuevo Teatro Amor sublime 1939 Nuevo Teatro Ámote solo a ti 1939 Nuevo Teatro Arsene Lupin 1939 Nuevo Teatro Ases de la mala pata 1939 Nuevo Teatro Asesinato en la terraza 1939 Nuevo Teatro Aventura trasatlántica 1939 Nuevo Teatro Bajo aristocrático disfraz 1939 Teatro Principal Callejón sin salida 1939 Nuevo Teatro Caravana 1939 Teatro Principal Carnada de tiburón 1939 Nuevo Teatro Charlie Chan en la ópera 1939 Nuevo Teatro Cogido en la trampa 1939 Nuevo Teatro Condesa redentora 1939 Nuevo Teatro Congo 1939 Nuevo Teatro Corazones rotos 1939 Nuevo Teatro Cuando el diablo asoma 1939 Teatro Principal Cuando hace falta un amigo 1939 Nuevo Teatro Cuando me siento feliz 1939 Nuevo Teatro Cuatro revoltosas 1939 Teatro Principal Deseo 1939 Nuevo Teatro Diego Corrientes 1939 Nuevo Teatro Don Enredos 1939 Teatro Principal Dos y medio 1939 Nuevo Teatro El 18 de julio 1939 Nuevo Teatro El abogado defensor 1939 Nuevo Teatro El ángel negro 1939 Nuevo Teatro El asesino de Mr. Medland 1939 Nuevo Teatro El cantante de Viena 1939 Nuevo Teatro El canto del ruiseñor 1939 Nuevo Teatro El capitán Tormenta 1939 Teatro Principal El centauro de Cheyenne 1939 Teatro Principal El cepo 1939 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 176 El club de las suicidas 1939 Nuevo Teatro El corsario negro 1939 Nuevo Teatro El cuarto número 39 1939 Nuevo Teatro El desfile triunfal en Barcelona 1939 Teatro Principal El desquite 1939 Nuevo Teatro El diablo se divierte 1939 Teatro Principal El escuadrón blanco 1939 Teatro Principal El gran desfile de la Victoria en Madrid 1939 Nuevo Teatro El héroe público número 1 1939 Teatro Principal El hombre que sonríe 1939 Nuevo Teatro El primer hijo 1939 Nuevo Teatro El retorno de Raffles 1939 Nuevo Teatro El secreto de vivir 1939 Nuevo Teatro El sueñor de una noche 1939 Nuevo Teatro El tigre de Esnapur 1939 Nuevo Teatro El valor de Charlie Chan 1939 Teatro Principal El velo pintado 1939 Teatro Principal En alas de la muerte 1939 Teatro Principal En la estratosfera 1939 Nuevo Teatro En los tiempos del vals 1939 Teatro Principal Escipión el Africano 1939 Nuevo Teatro Escuadrilla infernal 1939 Nuevo Teatro Eskimo 1939 Nuevo Teatro España heróica 1939 Nuevo Teatro Esta noche es nuestra 1939 Nuevo Teatro Esta noche, a las 11 1939 Nuevo Teatro Experimento de amor 1939 Teatro Principal Fuegos de artificio 1939 Teatro Principal Fugitivos de la Isla del Diablo 1939 Nuevo Teatro Furia 1939 Nuevo Teatro Hogueras en la noche 1939 Nuevo Teatro Hombres de blanco 1939 Teatro Principal Hombres sin nombre 1939 Teatro Principal Huérfanos del destino 1939 Nuevo Teatro Jaque al Rey 1939 Teatro Principal Jettatore 1939 Teatro Principal La amenaza infernal 1939 Nuevo Teatro La batalla del Ebro 1939 Teatro Principal La chismosa 1939 Teatro Principal La cita del muerto 1939 Nuevo Teatro La Ciudad Universitaria 1939 Teatro Principal La corrida de toros de La Victoria 1939 Nuevo Teatro La espía número 13 1939 Nuevo Teatro La esposa de su hermano 1939 Teatro Principal La estatua vengadora 1939 Teatro Principal La estrella de la medianoche 1939 Nuevo Teatro La familia Dressel 1939 Nuevo Teatro La flecha del terror 1939 Nuevo Teatro La fuga de Tarzán 1939 Nuevo Teatro La gran aventura de Silvia 1939 Nuevo Teatro La gran concentración de la Sección Femenina en Medina del Campo1939 Teatro Principal La gran victoria de Teruel 1939 Nuevo Teatro La hermana María 1939 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 177 La liberación de Barcelona 1939 Nuevo Teatro La liberación de Madrid 1939 Teatro Principal La llama eterna 1939 Teatro Principal La llave de cristal 1939 Nuevo Teatro La locura de Shangai 1939 Teatro Principal La maravillosa tragedia de Lourdes 1939 Nuevo Teatro La marca del vampiro 1939 Nuevo Teatro La mentira de la Gloria 1939 Nuevo Teatro La mentira piadosa 1939 Nuevo Teatro La novia que vuelve 1939 Nuevo Teatro La pequeña vigía 1939 Teatro Principal La pesca del salmón 1939 Teatro Principal La princesa encantadora 1939 Teatro Principal La quimera de Hollywood 1939 Nuevo Teatro La reina mora 1939 Nuevo Teatro La rosa del rancho 1939 Nuevo Teatro La sirena del puerto 1939 Teatro Principal La sombra de la duda 1939 Teatro Principal La sombra del Hampa 1939 Nuevo Teatro La toma de Gerona 1939 Nuevo Teatro La tumba india 1939 Nuevo Teatro La última avanzada 1939 Nuevo Teatro La última rosa 1939 Nuevo Teatro La última venganza 1939 Nuevo Teatro La vida de la Boheme 1939 Teatro Principal La vida en la isla de Islandia 1939 Teatro Principal La viuda negra 1939 Teatro Principal La voz irresistible 1939 Nuevo Teatro La voz seductora 1939 Teatro Principal Las manos de Orlac 1939 Teatro Principal Las pupilas del señor Rector o Romance portugués 1939 Nuevo Teatro Llegada de la Patria 1939 Teatro Principal Lorencino de Medici 1939 Nuevo Teatro Los piratas del aire 1939 Nuevo Teatro Lucha contra la muerte roja 1939 Nuevo Teatro Luisiana 1939 Teatro Principal Mademoiselle Doctor 1939 Nuevo Teatro Madres de artistas 1939 Teatro Principal Marcha triunfal 1939 Nuevo Teatro Margarita Gautier 1939 Nuevo Teatro María Galante 1939 Nuevo Teatro Marieta 1939 Nuevo Teatro Melodía gitana 1939 Nuevo Teatro Misión secreta 1939 Teatro Principal Muchacha reporter 1939 Teatro Principal Muchachada de a bordo 1939 Nuevo Teatro Muñecos infernales 1939 Nuevo Teatro Noche en El Cairo 1939 Nuevo Teatro Noches moscovitas 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 10 1939 Teatro Principal Noticiario Español nº. 11 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 12 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 13 1939 Nuevo Teatro Película Año Sala de estreno 178 Noticiario Español nº. 15 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 16 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 18 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 19 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 20 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 23 1939 Teatro Principal Noticiario Español nº. 4 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 5 1939 Teatro Principal Noticiario Español nº. 6 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 7 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 8 1939 Nuevo Teatro Noticiario Español nº. 9 1939 Nuevo Teatro Noticiario FOX número 19 1939 Nuevo Teatro Noticiario FOX número 34 1939 Nuevo Teatro Ojos que matan 1939 Nuevo Teatro Paddy o lo mejor a falta de un chico 1939 Nuevo Teatro Pánico en el aire 1939 Nuevo Teatro Paz en la guerra 1939 Nuevo Teatro Por la Patria 1939 Teatro Principal Port Arthur 1939 Nuevo Teatro Prosperidad 1939 Nuevo Teatro Quiéreme siempre 1939 Teatro Principal Revista a la Escuadra Española por el Generalísimo Franco 1939 Nuevo Teatro Romancero marroquí 1939 Nuevo Teatro Rose Marie 1939 Nuevo Teatro Secretos de Australia 1939 Teatro Principal Sequoia 1939 Nuevo Teatro Shangay 1939 Nuevo Teatro Su primera escapada 1939 Teatro Principal Sublime mentira 1939 Nuevo Teatro Sucedió sin querer 1939 Teatro Principal Suicídate con música 1939 Nuevo Teatro Tienda de antigüedades 1939 Nuevo Teatro Todo corazón 1939 Teatro Principal Tras la cámara 1939 Nuevo Teatro Tres anclados en París 1939 Nuevo Teatro Tribu 1939 Nuevo Teatro Un par de gitanos 1939 Teatro Principal Un paseo por Boulogne sur mer 1939 Teatro Principal Una chica bien 1939 Nuevo Teatro Una chica de provincias 1939 Nuevo Teatro Una mujer fue la causa 1939 Nuevo Teatro Una noche con el Emperador 1939 Nuevo Teatro Una noche en la ópera 1939 Nuevo Teatro Una pareja invisible 1939 Teatro Principal Vaya niña 1939 Nuevo Teatro Yo vivo mi vida 1939 Teatro Principal Película Año Sala de estreno Apéndice 3 180 Empresa de explotación Época Situación Localidad Comarca Fuente Marques y Azevedo 1898 Casino Recreo Benaventano Benavente Benavente y Los Valles Juan Carlos de la Mata (2001) Marques y Azevedo 1898 Teatro Principal Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Raminudo Mas 1898 Plaza del Hospital Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Isidro Pinacho 1903 Corralón del Hospicio Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Antonio Sanchís (Cinematógrafo Royal Kosmograph) 1903 Corralón del Hospicio Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora PrimiQvo Vidal 1906 Corralón del Hospicio Zamora Zamora El Correo de Zamora Agar y Minuesa 1906 Corralón del Hospicio Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Manuel Tola 1907 Corralón del Hospicio Zamora Zamora El Correo de Zamora Desconocida 1908 Teatro Fuentesaúco La Guareña Heraldo de Zamora Pabellón Internacional 1908 Corralón del Hospicio Zamora Zamora Heraldo de Zamora Desconocido 1909 Ayuntamiento Zamora Zamora El Correo de Zamora Cinematógrafo Internacional Les Valery's 1909 Corralón del Hospicio Zamora Zamora El Correo de Zamora Gran Cinematógrafo Moderno 1911 Corralón del Hospicio Zamora Zamora El Correo de Zamora Desconocida 1917 Desconocida Villaralbo Tierra del Pan Heraldo de Zamora Hermanos Pradera 1906-1907 Corralón del Hospicio Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Cine Odeón 1906-1907 Calle La Reina Zamora Zamora El Correo de Zamora Isidro Pinacho 1906-1907 Calle Cárcaba Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Desconocida 1909-1935 Paseo de San Francisco Toro Alfoz de Toro Heraldo de Zamora, A.M.To. y Anuarios Cine Desconocida 1910-1911 Plaza del Grano y otras Benavente Benavente y Los Valles El Correo de Zamora Cine Buenaventura 1912-1916 Varias ubicaciones Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Salón Royalty 1917-1918 Plaza de San Gil Zamora Zamora Heraldo y El Correo de Zamora Desconocida Años 20 Plaza de Canalejas Benavente Benavente y Los Valles Vázquez Villarino (1990) Pepe Barrueco Lozano Años 20 Desconocida Fermoselle Sayago Sixto Robles Farizo, Imperio Desconocida Años 20 CasQllo Fermoselle Sayago Anuario del Cinematografista para 1928-1929 Teófilo Boyano Años 20 Calle Amargura Villalpando Tierra de Campos Agapito Modroño Alonso (vecino) Desconocida Años 20 Salón Avenida Corrales del Vino Tierra del Vino Vecinos de la localidad Desconocida Años 30 Frontón Villabuena del Puente La Guareña A.H.P.Za. Autorizaciones AdministraQvas Desconocida Años 30 Plaza del CasQllo Puebla de Sanabria Sanabria y Carballeda Índice Cinematográfico de España 1942-1943 Desconocida Años 30 Frontón Villarín de Campos Tierra de Campos Anuario del Cinematografista 1930 LaurenQno y Julián Sánchez Castro Años 40 y 50 Desconocida Mercado del Puente (y varias) Sanabria y Carballeda Hijos de Julián Sánchez Castro Manuel Vidal Marcn Años 50 Desconocida Muga de Sayago Sayago A.H.P.Za. Contribución Industrial SanQago Ledesma González Años 50 Desconocida Muga de Sayago Sayago A.H.P.Za. Contribución Industrial Desconocida Años 60 Calle de San Francisco Alcañices Aliste, Tábara y Alba Vecinos de la localidad Desconocida Años 60 Desconocida Venialbo Tierra del Vino Anuario de Cine de 1963-1968 Apéndice 3. Cines ambulantes en Zamora (capital y provincia) durante el siglo xx 1 Apéndice 4 182 Comarca Número de Salas Alfoz de Toro 1 Aliste, Tábara y Alba 1 Benavente y Los Valles 3 La Guareña 2 Sanabria y Carballeda 2 Sayago 4 Tierra de Campos 2 Tierra del Pan 1 Tierra del Vino 2 Zamora 16 Alfoz de Toro Aliste, Tábara y Alba Benavente y Los Valles La Guareña Sanabria y Carballeda Sayago Tierra de Campos Tierra del Pan Tierra del Vino Zamora Comarca Número de Salas Provincia 18 Zamora 16 Provincia Zamora Apéndice 4: Número de salas estables en Zamora y provincia durante el primer tercio del siglo XX 1 Apéndice 5 184 Comarca Localidad Nombre del Cine Comienzo Fin Empresa de explotación Técnico o arquitecto del proyecto Proyector Alfoz de Toro Aspariegos Cine Imperio 1958 1974 Manuela y Ana Silva Morillo Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm Alfoz de Toro Morales de Toro Cine La Flor 1957 1968? Honorio Segovia Villar y María Saez García –– –– Alfoz de Toro Peleagonzalo Cine San Miguel 1959 1975? Gerardo y Estefanía Bernal Gajate Antonio García Sánchez-Blanco Maria Mode 65 (16mm) Alfoz de Toro Pinilla de Toro Salón La Unión/Cine Matilla 1955 1967? Ángel Matilla Bustillo Adolfo Bobo de Vega –– Alfoz de Toro Pinilla de Toro Cine Ideal 1953 1954 Luis Manso Martín Antonio Viloria –– Alfoz de Toro Pozoantiguo Salón de Imelda 1960? 1970? Desconocido –– –– Alfoz de Toro Toro Cine Imperio 1941 1994 Hernández-Álvarez, Valentín Lorenzo Aranda y Rojas Sánchez Antonio García Sánchez-Blanco OSSA (35mm) Alfoz de Toro Toro Casino Recreo 1930? 1940? Sociedad Círculo de Recreo –– –– Alfoz de Toro Toro Teatro Latorre 1912? 1988 Varios Agustín Díez Tejada y José Mª Pérez Varios Alfoz de Toro Vezdemarbán Cine 1942? 1943? Desconocido –– –– Alfoz de Toro Vezdemarbán Cine La esperanza 1943? 1961? Teresa Miguel –– Pathé (16mm) Alfoz de Toro Vezdemarbán Cine Ramos 1957 1969? Ramón Ramos Montoya y María Saez García –– –– Aliste, Tábara y Alba Alcañices Cine Avenida 1933 1958? Turiel, Araujo y Lorenzo –– AEG (35mm) Aliste, Tábara y Alba Carbajales de Alba Cine Cape 1956 1967 Cándida Ubierna del Campo Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Aliste, Tábara y Alba Tábara Cine Moderno 1954 1964 Serafín Baladrón Antón Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Aliste, Tábara y Alba Tábara Cine 1965 1967 Joaquín Fuentes Álvarez Adolfo Bobo de Vega –– Benavente y Los Valles Benavente Teatro del Jardinillo 1898? 1928 Manuel Guerra Hidalgo –– –– Benavente y Los Valles Benavente Cinematógrafo Modelo 1909? 1920? Desconocido –– –– Benavente y Los Valles Benavente Cine Coliseum 1954 1988? Restituto Alonso San Juan y María Luisa San Julián García Felipe Moreno Medrano –– Benavente y Los Valles Benavente Gran Teatro 1928 1984 Lucinio de la Huerga Morán Antonio García Sánchez-Blanco AEG Klangfilm y otras Benavente y Los Valles Benavente Cine Florida 1975 1995 Miguel Gangoso Anta Manuel Calvete Llamas –– Benavente y Los Valles Benavente Cinema Benavente 1926 1984? Morán, Gardoqui y hermanos Carbajo ¿Antonio García Sánchez-Blanco? –– Benavente y Los Valles Camarzana de Tera Cine 1960 1965 Gabriel Panizo Fernández Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm Benavente y Los Valles Castrogonzalo Cine Orquesta 1969 1972 Guillermo Franganillo de la Fuente Enrique Fernández Rozas 16mm Benavente y Los Valles Fuentes de Ropel Cine Ideal o Ideal Cinema 1950 1974 Elena Moretón Blanco Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Benavente y Los Valles Manganeses de la Polvorosa Gran Cinema 1960 1975 Heliodoro Manrique Rodríguez y viuda Ángel Hernández Rodríguez 35mm Benavente y Los Valles Pobladura del Valle Cine El Valle (2ª época) 1966 1984? Esperanza Rapado Martínez y Nicasio Barrios Pérez Enrique Fernández Rozas –– Benavente y Los Valles Pobladura del Valle Cine El Valle 1962 1964 Julián Domínguez Barrios Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Benavente y Los Valles Quiruelas de Vidriales Cine Goyito 1957 1972 Amadeo Hidalgo González y Eugenio Cidón Peral Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Benavente y Los Valles San Cristobal de Entreviñas Cine Concha 1949 1973? Marcelino Fernández Ferrero Antonio García Sánchez-Blanco Gaumont (16mm) y 35mm Benavente y Los Valles San Pedro de Ceque Cine 1960 1969 Gregorio Mateos Cifuentes Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm Benavente y Los Valles Santibañez de Vidriales Cine Principal 1943 1967? Dionisio Ferrero Centeno Antonio García Sánchez-Blanco 16mm Benavente y Los Valles Santibañez de Vidriales Cine Mary 1951 1961? David Blanco Delgado Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Benavente y Los Valles Santovenia del Esla Cine Florida 1955? 1970? Ignacio del Barrio –– –– Benavente y Los Valles Santovenia del Esla Cine 1957 1962 Evelio Uña García Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm La Guareña El Pego Cine 1960 1972 Patricio Monsalve Antón Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– La Guareña Fuentelapeña Teatro Municipal 1952 1979 Robustiano Paniagua Antón –– 35mm La Guareña Fuentesaúco Teatro Municipal/Cine JIM/Cine Ideal 1908 ??? Adolfo Herrero López y Varios –– 16mm y 35mm La Guareña La Bóveda de Toro Cine Ideal 1952 1959 Evelio Malmierca García Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm La Guareña San Miguel de la Ribera Cine Oriental 1959 1967 Adolfo Domínguez Rodríguez Alfonso Crespo Gutiérrez –– La Guareña Villabuena del Puente Cine 1956 1965 Fructuoso Hernández Muñoz Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– La Guareña Villamor de los Escuderos Cine La Palma 1957 1961 Félix Pando Aparicio Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– La Guareña Villamor de los Escuderos Cine Moderno 1957 1960? Vicente Esteban Rodríguez Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Sanabria y Carballeda Mercado del Puente-Galende Cine 1957 ??? Laurentino y Julián Sánchez Castro –– –– Sanabria y Carballeda Puebla de Sanabria Cine Victoria 1958 1980? Guillermo Rodríguez García Antonio García Sánchez-Blanco OSSA (35mm) Sayago Almeida de Sayago Cine La Perla 1955 1961 José Manuel Hernández Hernández Antonio Viloria Marin Sayago Bermillo de Sayago Cine 1930? 1940? Desconocido –– –– Sayago Bermillo de Sayago Cine 1958 1964 José Luengo Garrote Viloria (1958) y Crespo (1962) 16mm Sayago Bermillo de Sayago Cine SR (Santos Redondo) 1949 1961 Francisco Santos Redondo Luis Montero Mateos –– Sayago Fermoselle Cine Doña Urraca (Castillo) 1932 1985? Galiana, Almendral y Farizo –– –– Sayago Muga de Sayago Cine 1957 1965 Santiago Ledesma González y Vicente Trufero Blanco Antonio García Sánchez-Blanco –– Sayago Muga de Sayago Cine (ambulante) 1957 1957 Manuel Vidal Martín y Santiago Ledesma González –– –– Apéndice 5. Listado de las salas estables durante el siglo xx en Zamora y provincia 185 Tierra de Campos Belver de los Montes Cine Blanco 1951 1965 Faustino Blanco Franco y Jesús López de Castro Antonio García Sánchez-Blanco –– Tierra de Campos Cañizo de Campos Cine 1959 1963 Luis Pedrero Andrés Dacio Pinilla Olea Debri (16mm) Tierra de Campos Castronuevo de los Arcos Cinema Rosi 1956 1964 Raimundo Hernández Santiago Antonio Viloria Marin (16mm) Tierra de Campos Castroverde de Campos Teatro Principal 1930? 1945? Vicente Daza Corrales –– –– Tierra de Campos Castroverde de Campos Cinema Vencedor 1952 1972 Julio Morejón García y Acción Católica Antonio García Sánchez-Blanco 16mm y 35mm Tierra de Campos Cerecinos de Campos Cine Roxi 1954 1964 Blas Anta Anta José Luis Gutiérrez Martínez –– Tierra de Campos Granja de Moreruela Cine 1958 1963 María Dominga Castro Calvo Antonio Viloria Gómez-Villavoa Marin (16mm) Tierra de Campos Revellinos de campos Cine del Valle 1959 1967 Emigdio Esteban Castro Dacio Pinilla Olea –– Tierra de Campos San Miguel del Valle Cine La flor del valle 1955 1972 Juan Díez González y Hermanos Carbajo Antonio García Sánchez-Blanco 35mm Tierra de Campos Villafáfila Cine 1957 ??? Benito Fernández Miguélez Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Tierra de Campos Villalba de la Lampreana Cine Moderno 1957 1964 Delfino Heredero Cuerdo Antonio García Sánchez-Blanco Marin (16mm) y 35mm Tierra de Campos Villalpando Teatro Principal 1930? 1944? Hermanos Manteca, Vicente Méndez y Amadeo Fernández –– –– Tierra de Campos Villalpando Cine Unión 1942 1989? Concejo, Cañibano y Mazo. Hermanos Feliz. –– 35mm Tierra de Campos Villamayor de Campos Cine 1957 1963? Heliodoro Lobato Gil y otros –– –– Tierra de Campos Villanueva del Campo Cine Capricho 1932 1945? José María González –– Klangfilm 35mm Tierra de Campos Villanueva del Campo Teatro Municipal/Cine Imperial 1940 1980? Bausela, Rubio y Cuesta Mayo –– –– Tierra de Campos Villanueva del Campo Cine 1958 1958 Francisco Alcalá Burón Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Tierra de Campos Villarín de Campos Cine 1958 1966 Junta Local de Educación Juvenil Antonio García Sánchez-Blanco –– Tierra del Pan Andavías Cine 1958 1972 José Malillos Malillos Antonio Viloria Gómez-Villavoa Marin (16mm) Tierra del Pan Andavías Cine 1959 1962 Isidro Acebes Fernández Antonio García Sánchez-Blanco –– Tierra del Pan Coreses Cine Avenida 1956 1982 Francisco Vecino Serrano y Jacinto Ortiz –– Supersond (35mm) Tierra del Pan Manganeses de la Lampreana Cinema Los Ángeles 1955 1963 Ángel Campano Salvador y otros Antonio García Sánchez-Blanco –– Tierra del Pan Manganeses de la Lampreana Cine Azul 1953 1980 Empresa Gallego José Luis Gutiérrez Martínez Supersond (35mm) Tierra del Pan Montamarta Cine Plaza Mayor 1960 1972 Pascual Nieto Martín Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Tierra del Pan Montamarta Cine 1960 1962 Francisco León Vicente y Teótimo Crespo Rapado Adolfo Bobo de Vega –– Tierra del Pan Muelas del pan Teatro Orbegozo 1931? 1936? Empresa Saltos del Duero –– –– Tierra del Pan Pajares de la Lampreana Cine Oriente 1959 1969 Manuel Salvador Miguel y Ursicino Benéitez del Río Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Tierra del Pan San Cebrián de Castro Teatro Principal 1960 1966 Maximino Temprano Justo Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm y Supersond (35mm) Tierra del Vino Casaseca de las Chanas Cine 1961 1964 Antonio Alonso Vasallo Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Tierra del Vino Corrales del Vino Cine Ideal o Ideal Cinema 1932 1985? Varios socios –– AEG y Enermann (35mm) Tierra del Vino El Perdigón Cinematógrafo El Casino 1958 1961 Ángel Ramos Ufano y José Luis Payá Grau Antonio García Sánchez-Blanco –– Tierra del Vino El Perdigón Cine Luman/Cine Bahía 1957 1961 Pedruelo, Perote y Marcelo Esteban Antonio Viloria Gómez-Villavoa Marin (16mm) y 35mm Tierra del Vino El Perdigón Cine Luman/Cine Bahía 1951 1970? Aquilino García Domínguez Antonio Viloria Gómez-Villavoa 35mm Tierra del Vino Madridanos Cine 1940 1940 Desconocido –– –– Tierra del Vino Moraleja del Vino Salón Recreo 1930? 1936? Marcelino Lorenzo Martín –– –– Tierra del Vino Moraleja del Vino Cine Ideal 1941 1945? Simón Castaño y Alfonso Rodríguez –– –– Tierra del Vino Moraleja del Vino Cine España/Cine Martín 1950 1977 Vicente Eliecer Martín Jambrina Gabriel Riesco –– Tierra del Vino Moraleja del Vino Cine Merchán 1954 1979? Luis Merchán Bajo Antonio Viloria –– Tierra del Vino Morales del Vino Cine 1940 1955? Juan Rivero –– –– Tierra del Vino Morales del Vino Cine 1957 1967 Ángela Latorre Jové y Ángel García Vicente Antonio Viloria Gómez-Villavoa 16mm Tierra del Vino Sanzoles del Vino Cine 1956 1965 Abilio Fiz Gómez Antonio García Sánchez-Blanco OSSA (35mm) Tierra del Vino Venialbo Cine (ambulante) 1967 1967? Desconocido –– –– Tierra del Vino Venialbo Cine 1954 1961? Carlos Ferrero Muñoz –– –– Tierra del vino Venialbo Cine 1960 1967 Alfredo González Casares Adolfo Bobo de Vega –– Tierra del Vino Villaralbo Cinema Villaralbo 1957 1975 Benito González González Enrique Crespo Álvarez –– Zamora Zamora Teatro Principal 1897 1983 Sanviente, Barrueco y varios Eugenio Durán? Varios Zamora Zamora Teatro Ramos Carrión (Nuevo Teatro) 1916 1993 Sanviente, Barrueco y varios Francesc Ferriol i Carreras Varios Zamora Zamora Cine de Los Luises/Cervantes 1912 1979 Congregación de Los Luises, PP Claretianos y Familia Barrueco Enrique Crespo Álvarez Preguntar a Barrueco Zamora Zamora Cinema Valderrey/Pompeya 1955 1979 Luis Martín Junquera, Marsal y Familia Barrueco Enrique Crespo Álvarez Preguntar a Barrueco Zamora Zamora Gran Cinema Arias Gonzalo 1960 1993 Marsal Juan Pan Da Torre y Salvador Ávarez Pardó Preguntar a Antonio Multicines Zamora Zamora Cine Barrueco/Cines Barrueco 1942 2008 Familia Barrueco Antonio García Sánchez-Blanco Philips y OSSA Zamora Zamora Cine Cabañales (Proyecto) 1955 1955 Joaquín Peñas Martín Antonio Viloria Gómez-Villavoa –– Comarca Localidad Nombre del Cine Comienzo Fin Empresa de explotación Técnico o arquitecto del proyecto Proyector Apéndice 6 187 Comarca Número de Salas Alfoz de Toro 12 Aliste, Tábara y Alba 4 Benavente y Los Valles 19 La Guareña 8 Sanabria y Carballeda 2 Sayago 7 Tierra de Campos 18 Tierra del Pan 10 Tierra del Vino 17 Zamora 6 Total 103 Alfoz de Toro Aliste, Tábara y Alba Benavente y Los Valles La Guareña Sanabria y Carballeda Sayago Tierra de Campos Tierra del Pan Tierra del Vino Zamora Apéndice 6. Número de salas estables en Zamora y provincia durante el siglo XX Apéndice 7 189 Apéndice 7. Mapa del número de cines en la provincia de Zamora durante el siglo xx. Apéndice 8 191 Apéndice 8. Mapa de los cines ambulantes en la ciudad entre 1898 a 1917 Apéndice 9 193 Apéndice 9. Mapa de los cines estables en Zamora capital durante el siglo xx Apéndice 10 195 Apéndice 10. Partes de exhibición en la provincia. Apéndice 11 197 1898 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 Número de salas 1 3 4 11 16 22 79 72 23 7 2 Número de salas Apéndice 11. Número de salas estables en la provincia durante el siglo xx Apéndice 12 199 1897 1912 1916 1925 1943 1955 1960 1984 1992 Cinematógrafos 0 1 2 3 4 5 6 5 2 Cinematógrafos Apéndice 12. Número de salas estables en la capital durante el siglo XX Tesis Francisco Alcina Rodríguez-San León TOMO 1. AGRADECIMIENTOS PROEMIO PERSONAL RESUMEN ABSTRACT ÍNDICE GENERAL PARTE 1. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN 1. INTRODUCCIÓN 2. MARCO TEÓRICO 3. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN PARTE 2. INVESTIGACIÓN SOBRE EL CINEMATÓGRAFO EN ZAMORA (1897-1973) CAPÍTULO 1. LA ZAMORA FINISECULAR DEL SIGLO XIX CAPÍTULO 2. ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DEL CINEMATÓGRAFO EN ZAMORA: 1897-1915 CAPÍTULO 3. CINEMATÓGRAFO Y VARIETÉS EN ZAMORA: 1916-1930 CAPÍTULO 4. CINEMATÓGRAFO EN TIEMPOS DE REPÚBLICA Y GUERRA CIVIL: 1931-1939 CAPÍTULO 5. CINE EN ZAMORA DURANTE EL FRANQUISMO(1940-1975) CAPÍTULO 6. EL CINEMATÓGRAFO EN LA PROVINCIA PARTE 3. APORTACIONES FINALES 1. CONCLUSIONES 2. CODA 3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 4. RELACIÓN DE FIGURAS INCLUIDAS EN EL TEXTO TOMO 2- APÉNDICES APÉNDICE 1 APÉNDICE 2 APÉNDICE 3 APÉNDICE 4 APÉNDICE 5 APÉNDICE 6 APÉNDICE 7 APÉNDICE 8 APÉNDICE 9 APÉNDICE 10 APÉNDICE 11 APÉNDICE 12