UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE MEDICINA Departamento de Cirugía TESIS DOCTORAL Uso de toxina botulímica paravertebral para detener la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados: la columna vertebral como sistema de tensegridad MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Álvaro González Miranda Directores Óscar Gabriel Riquelme García Francisco del Cañizo López Pedro García Barreno Madrid, 2017 © Álvaro González Miranda, 2016 FACULTAD DE MEDICINA Departamento de Cirugía USO DE TOXINA BOTULÍNICA PARAVERTEBRAL PARA DETENER LA PROGRESIÓN DE ESCOLIOSIS EN POLLOS PINEALECTOMIZADOS: LA COLUMNA VERTEBRAL COMO SISTEMA DE TENSEGRIDAD Álvaro González Miranda Madrid, Octubre 2015 T E S IS D O C T O R A L 2 Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía USO DE TOXINA BOTULÍNICA PARAVERTEBRAL PARA DETENER LA PROGRESIÓN DE ESCOLIOSIS EN POLLOS PINEALECTOMIZADOS: LA COLUMNA VERTEBRAL COMO SISTEMA DE TENSEGRIDAD TESIS DOCTORAL ÁLVARO GONZÁLEZ MIRANDA Licenciado en Medicina Dirección de Tesis: Prof. Dr. D. Óscar Gabriel Riquelme García Prof. Dr. D. Francisco del Cañizo López Prof. Dr. D. Pedro García Barreno Madrid, Octubre 2015 4 Uso de toxina botulínica paravertebral para detener la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados: La columna vertebral como sistema de tensegridad. Á González Miranda Imagen del autor Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein (1879-1955) 6 D. Óscar Gabriel Riquelme García, Profesor Asociado del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, D. Francisco del Cañizo López, Profesor Titular del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, D. Pedro García Barreno, Catedrático del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, directores de la Tesis presentada por D. Álvaro González Miranda CERTIFICAN Que D. Álvaro González Miranda ha realizado bajo su dirección y tutela el trabajo para optar al grado de Doctor en Medicina titulado: “Uso de toxina botulínica paravertebral para detener la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados: la columna vertebral como sistema de tensegridad”, cumpliendo todos los requisitos necesarios para su presentación como Tesis Doctoral. Madrid, Octubre 2015 Óscar Gabriel Riquelme García Francisco del Cañizo López Pedro García Barreno 8 Informe de Director de Tesis (1) Originalidad: La tesis aporta nuevas posibilidades para un tratamiento ampliamente utilizado en ortopedia infantil, la toxina botulínica, utilizada de forma rutinaria para el manejo de patología musculoesquelética, como en el caso de los pacientes espásticos. Definición Objetivos: Se exponen los objetivos de forma ordenada y concisa. El número de objetivos es limitado y adecuado al diseño del estudio. Metodología: Claramente definida. Permite una fácil reproductibilidad del experimento. Cuenta con la aprobación del Comité de Experimentación Ánimal pertinente y la correspondiente autorización de la Consejería de Sanidad y Medioambiente de la Comunidad de Madrid. El procesamiento de datos y análisis estadístico se adapta al tamaño muestral, la selección de test es adecuada. Relevancia de los resultados: Resultados muy interesantes que permiten plantearse nuevos estudios para trasladar su uso a la práctica clínica. Discusión y conclusiones: Las conclusiones se encuentran en el texto enumeradas y redactadas de forma concisa. Están en relación estricta a los objetivos planteados en el estudio y no concluyen aspectos más allá de lo investigado. Se han reservado para la discusión otros planteamientos surgidos a raíz de la investigación y que presentan un interés especial, como puede ser el uso de los modelos de tensegridad para el estudio de las patologías del aparato locomotor. También se han discutido de forma suficiente los distintos aspectos relacionados con la metodología y los resultados obtenidos. Madrid, a 13 de Octubre de 2015 Fdo.: Dr. Óscar Riquelme García Informe de Director de Tesis (2) El proyecto presentado trata de establecer la posibilidad de la utilización de toxina botulínica para el tratamiento de las escoliosis. El trabajo es muy original y tremendamente relevante, ya que supone el establecimiento de un tratamiento alternativo de las escoliosis mucho más llevadero para el enfermo y que retrasaría o evitaría otros tratamientos, como el quirúrgico o los corsés. El modelo animal seleccionado, el pollo, es también muy original y poco frecuente, aunque muy adecuado para este tipo de investigación. La hipótesis y los objetivos son claros, concretos y evaluables con la metodología utilizada. La metodología es muy completa y está claramente descrita. La discusión incluye un apartado importante sobre la columna como modelo de tensegridad que aclara muchos aspectos de la fisiopatología de las escoliosis. Las conclusiones responden adecuadamente a los objetivos planteados. Madrid, a 7 de Octubre de 2015 Fdo.: Juan F. del Cañizo 10 Informe de Director de Tesis (3) La tesis presentada es un ejercicio intelectual de sinergia de campos científicos que pocas veces encuentran un espacio común con la Medicina, como son la Arquitectura, las Matemáticas y la Ingeniería Estructural. No cabe duda de la originalidad del proyecto. A pesar de lo diverso y novedoso de los conceptos expuestos en el trabajo, se han conseguido interrelacionar de manera sencilla aspectos tan dispares como la deformación elástica, la tensegridad y la columna vertebral escoliótica. El diseño del estudio es adecuado a la disponibilidad de recursos existente y cumple con el rigor estadístico necesario, que permite obtener conclusiones válidas a partir de sus resultados. La discusión se desarrolla de manera argumentada, en base a una búsqueda de literatura suficiente y actual. La iconografía del trabajo ilustra correctamente los temas tratados en el mismo. Se puede considerar, de forma global, una tesis apta para optar a la obtención del título de Doctor correspondiente. Madrid, a 13 Octubre de 2015 Fdo.: Dr. Pedro García Barreno DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS La amabilidad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver. Mark Twain (1835-1910) 12 A la Medicina y a la Ciencia. A mi madre y a mi padre. A mi hermana y a mi hermano. A mis amigos. A las Rosas de mi vida. (y no necesariamente por ese orden…) 14 Nací en un hospital, como la mayoría de la gente hoy en día supongo. Pero a diferencia de la mayoría, sin un hospital no hubiese seguido viviendo poco tiempo después de nacer. Me operaron a vida o muerte a las pocas horas de llegar a este mundo y he pasado gran parte de mi infancia y adolescencia en contacto con los hospitales. Y, como quiera que haya sido, el roce ha debido de hacer el cariño y ahora trabajo en ellos. Supongo que este primer agradecimiento tiene que ir a la Medicina, con mayúsculas, que día a día otorga una segunda oportunidad a muchas personas. Y, aunque no es capaz de sacar adelante a todas, nunca se cansa, no se rinde, no huye. Siempre busca nuevas formas de sobreponerse al pasado y enfrentar el presente con las ideas del futuro. En segundo lugar, les debo la vida a mis padres, Mari Luz y Pedro, y no sólo por concebirme, sino por conocer a una tercera persona. Y es que mi familia, en ese sentido es un poco extraña, pues no son dos si no tres los padres que me sacaron adelante aquel día que conocí por primera vez un quirófano. Mi madrina Carmen Martín, una leyenda del madrileño Hospital Universitario La Paz, fue providencial para que hoy pueda estar escribiendo estas líneas. Gracias a los tres por la vida. Pero no sólo con la vida puede uno llegar a construir un proyecto como es esta tesis doctoral. Para ello hacen falta muchas cosas, por las que tengo que dar las gracias a muchas personas. De nuevo a mis padres, por educarme en total libertad (o al menos habérmelo hecho sentir así). A mis hermanos, Alonso y Carmela (por orden de llegada) por enseñarme que en el mundo uno no está solo, que tiene que compartir y sólo así valora lo que tiene. A mis amigos, porque soy vuestro espejo para lo bueno que tenéis y lo sois vosotros para lo malo que tengo. Así es imposible no estar obligado a ser mejor persona. 16 Al Dr. D. Pedro García Barreno, mi maestro y mentor, por sembrar en mí la semilla de la curiosidad científica y regarme sin parar con su buen hacer humano. Esta tesis empezó por su culpa, cuando todavía era estudiante de Medicina y él un faro en el cielo. Al Dr. Del Cañizo López y al Dr. Riquelme García, por dirigir esta tesis y hacerla tan fácil. Al Dr. Casado Pérez, mi actual jefe, y al resto de mis compañeros del Hospital La Paz, por animarme a terminar la tesis antes de jubilarme… lo habéis conseguido. Al mejor equipo de investigación que haya podido encontrarme: Gabi, Carlota, Agustín, Pedro, Pablo… y todos los que habéis experimentado junto a mí. A otras tantas personas que, en algún momento de mi vida, la habeís cambiado a mejor. Marisa GB (gracias por insistir), Dr. Mariño Espuelas (gracias por trabajar aquel día), y otro sinfín de nombres que saben lo importante que son para mí. A Rosa Mondaray, porque “eres de lo que no hay”. Y tengo la suerte de compartir un precioso barco contigo, llamado “La Corporación”, que es más que un barco, más que un mar y más que un océano. Es un mundo sublime, donde todo es posible. Te quiero. Y a mi abuela Rosa, la persona a la que quizá más ilusión haga esta tesis, aunque no la entienda del todo. Sin su “presión“ y su cariño, quizá nunca la habría terminado… ABREVIATURAS, ACRÓNIMOS Y SIGLAS Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho. Quevedo (1580-1645) 18 Abreviaturas o = grados (grado sexagesimal, unidad de medida de ángulos) et al. = et alii (y otros) Fig. = Figura gr = gramos (unidad de masa) h = horas (unidad de tiempo) N = Newton (unidad de fuerza) Pág. = Página sem = semanas (unidad de tiempo) U/kg = Unidades/Kilogramo (dosis de toxina botulínica en función del peso corporal) Acrónimos y Siglas EI = Escoliosis idiopática EMG = Electromiograma, electromiografía o electromiográfico PNX = Pinealectomía RAE = Real Academia Española TxBt = Toxina Botulínica 20 ÍNDICE DE CONTENIDOS El envoltorio puede ser importante, el contenido debe serlo. Paco de Lucía (1947-2014) 22 RESUMEN ESTRUCTURADO 1 RESUMEN 3 ABSTRACT 7 I. CONCEPTOS PRELIMINARES 9 I. 1. MECANICA BÁSICA 11 I. 1.1 TENSIÓN (MECÁNICA) 11 Elementos de tensión, tracción o tirantes 11 I. 1.2 COMPRESIÓN (MECÁNICA) 13 Elementos de compresión 13 I. 1.3 PANDEO 14 I. 1.4 DEFORMACIÓN ELÁSTICA 16 I. 1.5 DEFORMACIÓN PLÁSTICA 16 I. 1.6 LÍMITE ELÁSTICO Y TENSIÓN DE ROTURA 16 I. 1.7 ESTRUCTURAS RETICULARES 17 I. 2. TENSEGRIDAD 19 Nota lingüística 19 Nota aclaratoria (1) 20 Nota aclaratoria (2) 20 I. 2.1 EL CONCEPTO DE TENSEGRIDAD 21 I. 2.2 EL ORIGEN DE LA TENSEGRIDAD 23 I. 2.3 TENSEGRIDAD COMO PRINCIPIO ESTRUCTURAL 29 I. 2.4 INDICIOS DE TENSEGRIDAD EN LA NATURALEZA Y APLICABILIDAD 33 I. 3. MODELOS DE ESTUDIO DE ESCOLIOSIS 37 I. 3.1 REVISIÓN HISTÓRICA Y METODOLÓGICA 37 I. 3.2 EL POLLO COMO MODELO ANIMAL DE ESCOLIOSIS 42 24 II. INTRODUCCIÓN 47 II. 1. ESCOLIOSIS IDIOPÁTICA EN NIÑOS: DEFINICIÓN, EPIDEMIOLOGÍA Y PRESENTACIÓN CLÍNICA 49 II. 2. ETIOPATOGENIA, HISTORIA NATURAL Y OPCIONES DE TRATAMIENTO 51 II. 3. ESCENARIO PARA LA INVESTIGACIÓN 56 III. JUSTIFICACIÓN 57 JUSTIFICACIÓN 59 IV. HIPÓTESIS 61 HIPÓTESIS 63 V. OBJETIVOS 65 V. 1. OBJETIVO PRINCIPAL 67 V. 2. OBJETIVOS SECUNDARIOS 67 VI. MATERIAL Y MÉTODOS 69 VI. 1. ANIMALES, PUESTA A PUNTO Y GRUPOS EXPERIMENTALES 71 VI. 1.1 Fase de obtención de datos del efecto a medir y puesta a punto de la técnica quirúrgica 71 VI. 1.2 Fase de desarrollo del estudio 72 VI. 2. PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS 72 VI. 3. PROCEDIMIENTOS NO QUIRÚRGICOS INVASIVOS 75 VI. 4. PROCEDIMIENTOS NO QUIRÚRGICOS NO INVASIVOS 78 VI. 5. ANÁLISIS ANATOMOPATOLÓGICOS 79 VI. 6. ESTABULACIÓN Y TRASLADO DE ANIMALES 80 VI. 7. CUIDADOS POSTOPERATORIOS Y SACRIFICIO DE ANIMALES 80 VI. 8. MÉTODOS ALTERNATIVOS Y GARANTÍAS 81 VI. 9. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 82 VII. RESULTADOS 83 VII. 1. SUPERVIVENCIA, PROCEDIMIENTOS Y DISTRIBUCIÓN DE LOS DATOS 85 VII. 2. VALORES DEL ÁNGULO DE COBB Y LATERALIDAD DE LA CURVA 87 VII. 3. DESARROLLO PONDERAL 93 VIII. DISCUSIÓN 97 VIII. 1. OBJETIVOS DE LA TESIS 99 VIII. 1.1 OBJETIVO PRINCIPAL 99 VIII. 1.2 OBJETIVOS SECUNDARIOS 99 VIII. 1.2.1 Capacidad escoliógena de la toxina botulínica paravertebral 99 VIII. 1.2.2 Determinación de la dosis óptima de toxina botulínica 100 VIII. 1.2.3 Influencia de la toxina botulínica sobre el desarrollo ponderal 101 VIII. 1.2.4 Investigación traslacional y aplicabilidad clínica 102 VIII. 2. LIMITACIONES METODOLÓGICAS 103 VIII. 2.1 TAMAÑO MUESTRAL 103 VIII. 2.2 ESTUDIOS DE IMAGEN 104 VIII. 3. ELECCIÓN DEL MODELO 105 VIII. 3.1 RESULTADOS DE LA PINEALECTOMÍA EN LA LITERATURA Y COMPARACIÓN CON EL TRABAJO ACTUAL 105 VIII. 3.2 LA PINEALECTOMÍA COMO MODELO DE ESCOLIOSIS IDIOPÁTICA 109 VIII. 4. TOXINA BOTULÍNICA 112 VIII. 4.1 USO DE TOXINA BOTULÍNICA EN EL POLLO 113 VIII. 4.2 USO DE TOXINA BOTULÍNICA EN EL SER HUMANO 114 VIII. 5. BIOMECÁNICA Y TENSEGRIDAD 116 VIII. 5.1 BIOMECÁNICA DE LA COLUMNA VERTEBRAL 116 VIII. 5.2 COLUMNA VERTEBRAL Y SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO COMO ESTRUCTURAS DE TENSEGRIDAD 125 VIII. 5.3 INFLUENCIA DE LOS TENSORES: EL PAPEL DE LA MUSCULATURA PARAVERTEBRAL EN UN SISTEMA DE TENSEGRIDAD 133 VIII. 5.3.1 Evidencia favorable 133 VIII. 5.3.2 Evidencia desfavorable 138 IX. CONCLUSIONES 143 BIBLIOGRAFÍA 147 26 ANEXOS 169 PUBLICACIONES Y PONENCIAS 173 PUBLICACIONES 175 PONENCIAS 175 ÍNDICE DE TABLAS 177 ÍNDICE DE FIGURAS 181 CONFLICTOS DE INTERÉS Y AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN 189 CONFLICTOS DE INTERÉS 191 AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN 191 1 RESUMEN ESTRUCTURADO Todo se debería simplificar al máximo, pero no más. Albert Einstein (1879-1955) 2 3 RESUMEN Introducción La escoliosis idiopática infantil no tiene un tratamiento satisfactorio que permita reducir la importante morbilidad y mortalidad asociada a los casos más severos y progresivos de la enfermedad. Independientemente de su origen, se postula que las curvas de escoliosis presentan una debilidad estructural de partes blandas en el lado de la convexidad de la curva. Trabajos previos subrayan la capacidad de la pinealectomía en pollos de experimentación para producir escoliosis, como modelo de estudio de la enfermedad. Por otro lado, la toxina botulínica se ha usado ampliamente con resultados satisfactorios y un perfil de bioseguridad demostrado en la población pediátrica. Objetivo El objetivo principal del estudio es valorar la influencia de la toxina botulínica, inyectada de forma unilateral en la musculatura paravertebral de la concavidad de la deformidad, en la progresión de las curvas de escoliosis de pollos pinealectomizados. Material y Métodos Se han utilizado 52 pollos Broiler hembra, en los que se ha practicado pinealectomía para producir escoliosis progresiva. Se ha comparado la 4 evolución de la deformidad entre un grupo control y un grupo intervención asignado a recibir toxina botulínica paravertebral a dosis adecuadas, en la concavidad de la curva, bajo control electromiográfico. Se han realizado estudios radiográficos y anatomopatológicos de los animales para evaluar los resultados. El grado de deformidad de la escoliosis se ha medido utilizando el método del ángulo de Cobb. Resultados Cinco animales no han sobrevivido al estudio (uno en el grupo control y cuatro en el grupo de intervención). En el grupo control se ha observado una deformidad media de 32,92 grados (n= 25) y en el grupo intervención de 18,84 grados (n=22), encontrándose diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). El 36,17% de las curvas fueron de convexidad izquierda (17 animales), frente al 63,83% (30 animales) en que fueron derechas. Conclusiones El uso de toxina botulínica, administrada de forma unilateral en la concavidad de la curva de escoliosis de pollos pinealectomizados, frena la progresión de la deformidad. La toxina botulínica, utilizada en estos términos sobre la musculatura paravertebral de pacientes que padecen escoliosis idiopática progresiva, podría resultar de interés como terapia alternativa para controlar la progresión de la 5 enfermedad en estos niños. Su empleo podría evitar los inconvenientes derivados de los tratamientos actuales y posponer la cirugía definitiva, cuando fuese necesaria, al momento de madurez músculo-esquelética. Son necesarias nuevas investigaciones para determinar la aplicabilidad clínica de esta terapia. Palabras Clave Escoliosis idiopática, toxina botulínica, pinealectomía en el pollo, musculatura paravertebral, estructuras de tensegridad 6 7 ABSTRACT Background Severe and progressive idiopathic scoliosis has no satisfactory treatment since high rates of morbidity and mortality are associated. Regardless of its etiology, it´s assumed that scoliosis curves show a soft tissue structural weakness at the convexity side. Previous works highlight pinealectomy as a reliable method to induce scoliosis in chickens, as an animal model to study such disease. On the other hand, botulinum toxin has been widely used with satisfactory results and a proven biosafety profile in children. Objective The main objective of this study is the assessment of botulinum toxin influence, injected unilaterally in the paravertebral muscles of the deformity´s concave side, in the scoliosis curve progression in pinealectomized chickens. Methods Surgical pinealectomy was performed in 52 Broiler chickens to induce progressive scoliosis. We compared the scoliosis progression between a control group and an intervention group assigned to paravertebral injection of botulinum toxin electromyographycally assisted. Conventional x-ray and anatomopathologic studies were 8 conducted. Cobb angle method was used to measure spine deformation. Results Five animals died (one in the control group and four in the intervention group). Mean scoliosis values observed were 32´92 degrees (n= 25) and 18,84 degrees (n= 22) for control and intervention groups respectively (p<0.05). Regarding convexity, 36´17% of all curves were left (17 animals) and 63´83% (30 animals) were right. Conclusions Paravertebral injection of botulinum toxin restrains scoliosis progression in pinealectomized chickens. Such use of botulinum toxin in paravertebral muscles of patients suffering idiopathic progressive scoliosis could be interesting as an alternative therapy to control disease progression in these children. It´s application might prevent from experiencing disadvantages of current therapies and postpone definitive surgery, when it was required, to the end of musculoskeletal maturity period. Further studies are necessary to determine clinical applications of this therapy. Key Words Idiopathic scoliosis, botulinum toxin, chicken pinealectomy, paravertebral musculature, tensegrity structures 9 I. CONCEPTOS PRELIMINARES Las cosas son percibidas, los conceptos son pensados, los valores son sentidos. Max Scheler (1874-1928) 10 11 I. 1. MECANICA BÁSICA I. 1.1 Tensión (mecánica) 1. Estado de un cuerpo sometido a la acción de fuerzas opuestas que lo atraen. (RAE) 2. Fuerza de tracción a la que está sometido un cuerpo. (RAE) Elementos de tensión, tracción o tirantes Son aquellos elementos de una estructura que trabajan bajo fuerzas de tracción. Particularmente suelen ser cables, cuerdas, gomas o similares. En el caso del cuerpo humano son ligamentos, tendones, músculos y fascias. Las fuerzas de tensión se aplican a los extremos del elemento, en sentido opuesto divergente. Tienden a estirar y estrechar el elemento, pues su masa no varía (efecto Poisson). Característicamente sólo son capaces de trabajar de forma axial (Fig. 1), de modo que si se desplaza el punto de aplicación de la fuerza de uno de los extremos, el elemento seguirá dicho desplazamiento hasta reorientarse en el eje de las fuerzas y reafirmar su forma recta y lineal. Además, sólo soportan esfuerzos de tracción, ya que si las fuerzas son opuestas pero convergentes, el material se deforma sin oponer resistencia (Fig. 2). Como veremos más adelante, los elementos de tensión no sufren pandeo. 12 Figura 1. Elementos de tensión (1). Trabajan de forma axial respecto al eje de las fuerzas (flechas rojas) de tracción aplicadas. (Imagen del autor, Autodesk®3dsMax®2015) Figura 2. Elementos de tensión (2). Si las fuerzas (flechas rojas) son convergentes, como en el caso de la compresión, el elemento se deforma sin oponer resistencia. (Imagen del autor, Autodesk®3dsMax®2015) 13 I. 1.2 Compresión (mecánica) 1. Esfuerzo a que está sometido un cuerpo por la acción de dos fuerzas opuestas que tienden a disminuir su volumen. (RAE) 2. Acción y efecto de comprimir. (RAE) Elementos de compresión Son aquellos elementos de una estructura que trabajan bajo fuerzas de compresión. Particularmente suelen ser barras, prismas, columnas o similares. En el caso del cuerpo humano son huesos. Las fuerzas de compresión se aplican a los extremos del elemento, en sentido opuesto convergente. Tienden a acortar y ensanchar el elemento, pues su masa no varía (efecto Poisson) (Fig. 3). Figura 3. Elementos de compresión (1). Trabajan de forma axial y no axial. Si las fuerzas (flechas rojas) no son axiales los elementos incrementan su posiblidad de sufrir pandeo, pero oponen resistencia. (Imagen del autor, Autodesk®3dsMax®2015) 14 Característicamente son capaces de trabajar de forma axial y no axial, de modo que si se desplaza el punto de aplicación de la fuerza de uno de los extremos el elemento puede mantener su resistencia. También son capaces de trabajar a tracción, ya que oponen resistencia tanto a fuerzas opuestas convergentes como divergentes (Fig. 4). Como veremos a continuación, los elementos de compresión sí pueden sufrir pandeo. I. 1.3 Pandeo 1. En la construcción, flexión de una viga, provocada por una compresión lateral. (RAE) 2. Acción y efecto de pandear. (RAE) Figura 4. Elementos de compresión (2). Tanto si las fuerzas (flechas rojas) son convergentes (de compresión) como divergentes (de tensión) los elementos oponen resistencia. (Imagen del autor, Autodesk®3dsMax®2015) 15 El pandeo es un fenómeno de inestabilidad elástica que puede darse en elementos comprimidos. Se manifiesta por la aparición de desplazamientos importantes transversales a la dirección principal de compresión, que se produce principalmente de forma axial al elemento (Fig. 5). En ingeniería estructural el fenómeno aparece principalmente en pilares y columnas. Los tirantes o elementos sometidos a tracción no sufren pandeo, puesto que se trata de un fenómeno característico del soporte de cargas sobre estructuras de compresión. Figura 5. Elementos de compresión (3). Fenómeno de pandeo que puede aparecer en elementos comprimidos. (Imagen del autor, Autodesk®3dsMax®2015) 16 I. 1.4 Deformación elástica También denominada deformación reversible o no permanente. En ella el cuerpo recupera su forma original al retirar la fuerza que le provoca la deformación. El material varía su estado tensional y aumenta su energía interna en forma de cambios termodinámicos reversibles. I. 1.5 Deformación plástica También denominada irreversible o permanente. En ella el cuerpo no regresa a su forma original después de retirar la carga aplicada. En este caso, el material varía su estado tensional y aumenta su energía interna en forma de cambios termodinámicos irreversibles. I. 1.6 Límite elástico y tensión de rotura Se entiende por límite elástico al máximo valor de la fuerza aplicada sobre un objeto para que su deformación sea elástica. En cambio, la tensión de rotura hace referencia al máximo valor de la fuerza aplicada sobre un objeto que, más allá de su deformación plástica lo lleva a su fractura o rotura. En el diseño mecánico es el límite elástico el que presenta mayor importancia y es el que se adopta como variable de diseño, 17 particularmente en mecanismos. Una vez superado el límite elástico aparecen deformaciones plásticas (que son permanentes tras retirar la carga) comprometiendo la funcionalidad de ciertos elementos mecánicos. I. 1.7 Estructuras reticulares En ingeniería estructural, una celosía es un ejemplo de estructura reticular, formada por barras rectas interconectadas en nodos formando triángulos planos (en celosías planas) o pirámides tridimensionales (en celosías espaciales). En muchos países se las conoce como armaduras o reticulados (truss en inglés). El interés de este tipo de estructuras es que las barras trabajan predominantemente a compresión y tracción presentando comparativamente flexiones pequeñas (Fig. 6). Como veremos más adelante, las estructuras tensegríticas son reticulares, ya sean cúpulas geodésicas o estructuras pretensadas. 18 Figura 6. (Arriba) Primer tren sobre el puente del ferrocarril del río Papaloapan, Méjico, 31 de Octubre de 1902. El puente se mantiene hasta la actualidad y está construído a base de celosías planas, un ejemplo de estructura reticular. (Abajo) Detalle de un plano de construcción del puente, publicado en 1902. (Imágenes tomadas del blog Veracruz Antiguo, www.aguapasada.wordpress.com) 19 I. 2. TENSEGRIDAD “- What´s Tensegrity? - Food for thought.” Jörg Schlaich (1934-) Nota lingüística El término tensegridad no está aceptado, al menos hasta el día de hoy, en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Tampoco lo están sus derivados, como pudiera ser el término tensegrítico, para hacer referencia a un elemento con propiedades estructurales derivadas de su naturaleza de tensegridad. Sin embargo, la máxima autoridad reguladora en la lengua inglesa, la Oxford University (a falta del equivalente a la RAE en los países angloparlantes), sí incluye en su diccionario el término tensegrity, del cual deriva tensegridad. La palabra original tensegrity, acuñada por Richard B Fuller, proviene de la contracción de otras dos: tensional integrity. La traducción al castellano de ese binomio debe hacerse como integridad tensional y no confundirse con tensión integral, tal y como se explica más adelante. Por lo tanto y a pesar de esta última anotación, parece lógico pensar que el término análogo en castellano fuese tensegridad, para favorecer la similitud fonética y respetar el orden de las palabras propio del inglés. 20 Nota aclaratoria (1) Como se ha mencionado no se debe confundir integridad tensional con tensión integral. Si bien el primer concepto hace referencia a la tensegridad como principio estructural, el segundo lo hace a la tensegridad como principio místico y ritual. En este último caso tensegridad es la versión moderna de ciertos movimientos llamados “pases mágicos”, desarrollados por chamanes indios que vivieron en Méjico en tiempos previos a la conquista española. Con ellos buscaban conectar con el mundo de lo onírico y visionario. Actualmente existen agrupaciones de personas que practican de forma reglada la tensegridad así entendida. Consideran que es un vocablo sumamente apropiado, ya que es la mezcla de los dos términos, tensión e integridad, que mejor denotan las dos fuerzas impulsoras de esos “pases mágicos”. Nota aclaratoria (2) Una vez dilucidados estos aspectos semánticos y culturales, en adelante se utilizará el término tensegridad y sus derivados sin letra cursiva, como uno más de los que componen esta tesis doctoral. 21 I. 2.1 El concepto de tensegridad La tensegridad es un principio estructural relativamente novedoso (con apenas 50 años de antigüedad) basado en el empleo de elementos comprimidos aislados entre sí e inmersos en una red continua traccionada. Esto significa que las piezas sometidas a compresión (normalmente barras) no se tocan entre sí y están unidas únicamente por medio de los componentes tensados (habitualmente cables), que son los que delimitan espacialmente al sistema así conformado. Este principio de “tensión continua - compresión discontinua”, ha sido aplicado también para explicar fundamentos básicos de la naturaleza. Así lo demuestra el famoso artículo The architecture of life publicado en 1998 por Donald E Ingber, biólogo celular de Harvard, en el que se aplica la tensegridad al citoesqueleto celular, como herramienta para explicar la transducción de señales a nivel histológico (relación células - matriz extracelular) 1. O las referencias al campo de la Anatomía de Stephen M Levin en 1982, en su trabajo Continuous tension, discontinuous compression: A model for biomechanical support of the body 2. Ambos ejemplos no son más que la prueba de una creciente producción científica entorno a la aplicación de la tensegridad en las Ciencias Naturales o Biotensegridad. 22 En cambio, lo más llamativo para la persona que ve una estructura tensegrítica por primera vez (Fig. 7), es el impacto que produce una incomprensible estabilidad que mantiene a las barras unidas entre sí únicamente por cables, sin contacto directo entre ellas. Esa imagen conduce de manera inconsciente a la siguiente pregunta: si los cables están intentando atraer las barras, tirando de sus extremos, ¿qué es lo que impide que el sistema colapse y se concentre todo en el centro del mismo? Hasta el día de hoy son estructuras poco conocidas debido a que su difusión está bastante limitada por la escasa aplicabilidad que presentan fuera de círculos de conocimiento muy especializados sobre Figura 7. Needle Tower, Hirshhom Museum and Sculpture Garden (Washington DC, Estados Unidos). (Imagen tomada del libro Kenneth Snelson; Art & Ideas, 2013.) 23 el tema. De hecho, probablemente lo más conocido de la tensegridad no sean sus fundamentos técnicos ni su potencial funcionalidad, sino la controversia generada en torno a la autoría de su descubrimiento. El trabajo de Valentín Jáuregui profundiza de manera detallada en todos estos aspectos 3. I. 2.2 El origen de la tensegridad Alrededor del origen de este novedoso principio se encuentran tres hombres considerados como los inventores de la tensegridad: Richard Buckminster Fuller (diseñador, arquitecto e inventor estadounidense; 1895-1983), David Georges Emmerich (arquitecto e ingeniero húngaro; 1925-1996) y Kenneth Snelson (escultor y fotógrafo estadounidense; 1927-). Emmerich puso de manifiesto que el primer prototipo de sistema tensegrítico, conocido como Gleichgewichtkonstruktion, fue creado por Karl Ioganson en 1920 (Fig. 8). Sin embargo, puntualiza que esta protoforma era muy similar a la estructura de tres barras y nueve tirantes que él había ideado, con la diferencia de que la suya estaba pretensada, característica esencial de los sistemas tensegríticos de la que carecía el modelo de Ioganson. Pero más polémica ha sido, sin lugar a dudas, la controversia mantenida durante más de 30 años entre Fuller y Snelson, que aún Figura 8. "Structure- Sculpture" de Ioganson. (Imagen tomada de www.tensegridad.es) 24 Figura 9. “Structure autotendante” de Emmerich, 1962 (Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Pompidou, Paris). (Imagen tomada por Michel Carlué) llega hasta el día de hoy. Durante el verano de 1948 Fuller trabajó como profesor sustituto en el Black Mountain College (Carolina del Norte, EEUU), a cuyas clases acudió Snelson, que por aquella época era un estudiante de artes plásticas de la Universidad de Oregón. Snelson quedó fascinado por las enseñanzas recibidas en aquellas clases de modelos geométricos y durante el siguiente otoño comenzó a estudiar diversos modelos tridimensionales para sus esculturas, lo que finalmente acabó generando un nuevo tipo de estructura hasta entonces nunca concebida, una estructura de tensegridad. Paralelamente y sin conocer lo que sucedía al otro lado del Atlántico, David Georges Emmerich, quizá inspirado en la estructura de Ioganson, empezó a investigar en Francia diferentes tipos de configuraciones, que definió y patentó como "structures tendues et autotendantes" (estructuras tensadas y auto-tensadas) (Fig. 9), muy similares a las 25 esculturas sobre las que trabajaban Snelson y Fuller, que se apresuraron a registrar en la Oficina de Patentes de Estados Unidos (Fig. 10) 4,5. Aunque al principio Fuller mencionara a Snelson como el autor del descubrimiento, él mismo acuñó el término tensegrity que más adelante se fue popularizando, lo que aprovechó para insinuar sutilmente al mundo que el invento era suyo. Fuller siempre defendió la idea de que si no fuera porque él impulsó el descubrimiento de Snelson, la tensegridad nunca se habría convertido en lo que es, sino que se habría relegado a una simple tipología escultórica de peculiar equilibrio interno. Se podría concluir, como bien señala Jáuregui, que Figura 10. (Izquierda), Tensile-Integrity Structures (United States Patent Office, 3.063.521, RB Fuller, 13 Nov 1962) (Derecha), Continuous Tension, Discontinuous Compression Structures (United States Patent Office, 3.169.611, K Snelson, 16 Feb 1965). (Imágenes extracto de los documentos respesctivos de la Oficina Estadounidense de Patentes) 26 la invención de las tensegridades como estructuras corresponde a Snelson, mientras que el descubrimiento de la tensegridad como principio estructural es atribuible a Fuller. En los años siguientes continuó la evolución de los estudios sobre la tensegridad de ambos personajes, y con ellos la pugna. Mientras Fuller entraba en una espiral de obsesión en la que trataba de aplicar los principios de la tensegridad al funcionamiento del Universo, Snelson desarrollaba de forma intuitiva nuevas esculturas tensegríticas, prescindiendo de los complejos cálculos matemáticos y geométricos que iban publicando diferentes autores que se especializaron en el tema, como René Motro (Topologie des structures discrètes. Incidence sur leur comportement mécanique. Autotendant icosaédrique, 1973), Anthony Pugh (An introduction to tensegrity, 1976) o Robert Burkhardt (A practical guide to tensegrity design, 1994). Sirvan como ejemplos de la deriva de ambos autores las siguientes citas: "Todas las estructuras, propiamente entendidas, desde el sistema solar hasta el átomo, son estructuras tensegríticas. El Universo es integridad omnitensional… Este esquema estructural de esferas de compresión aisladas, cohesionadas por la atracción de sus masas únicamente, también caracteriza a las integridades estructurales del núcleo atómico. Los descubrimientos acerca de la tensegridad introducen nuevos y muy diferentes tipos de principios estructurales que parecen ser aquellos que gobiernan toda la estructura del Universo, bien macroscópico o microscópico." Del libro Synergetics (RB Fuller, 1975) 27 “Yo, sencillamente, me encontré con que el Universo es compresivamente discontinuo y traccionadamente continuo. La integridad estructural del Universo es tensional, tal y como Kepler descubrió. Y le di a este fenómeno el nombre de tensegridad” Extracto de la correspondencia con Robert Burkhardt (RB Fuller, 1982) "Sí, Fuller declaró que todo en el universo era tensegridad. Las estructuras tensegríticas son estructuras pretensadas endoesqueléticas - y esta restricción deja fuera una incontable cantidad de casos-. Como ya dije en una ocasión, si todo es tensegridad, entonces la tensegridad no es nada en particular; luego, ¿qué sentido tiene usar esta palabra?” Extracto de la correspondencia con René Motro (K Snelson, 1990) En la misma línea de pensamiento que comenzara Fuller, aparecen otros autores que postulan esta estrategia de “tirar y empujar” para explicar el comportamiento de algunos seres vivos. Es el caso de Wilken en su libro A Gift Tensegrity (2001), que describe diversas clases de relaciones vitales basadas en la tensegridad: en radiación- fotosíntesis, donde las hojas de las plantas están continuamente tirando para crecer mientras el sol empuja de forma discontinua debido a la rotación terrestre y los cambios climáticos; en presa-depredador, donde la presa está continuamente atrayendo a los depredadores mientras que éstos solo tienen hambre de forma ocasional, con lo que presionan de forma discontinua sobre la población de presas; o en el sistema nervioso central, donde las neuronas sensitivas están siempre 28 percibiendo información (continuamente recibiendo), mientras que las neuronas motoras sólo ocasionalmente están implicadas en acciones motrices (discontinuamente emitiendo). Jáuregui ha resumido de forma muy concisa los orígenes de la tensegridad, íntimamente ligados a la escultura. Seguidamente, estuvieron relacionados con la mecánica y las matemáticas; más tarde con la ingeniería y la arquitectura, con la persistente búsqueda de aplicaciones en el campo de la construcción. Sin embargo, paralelamente se ha intentado hallar en la tensegridad la respuesta a fenómenos presentes en las Ciencias Naturales, a los principios básicos del universo y, en última instancia, a la búsqueda de la estructura de la Naturaleza. Por tanto, se pueden englobar un sinfín de fenómenos bajo el epígrafe de tensegridad dependiendo de la definición que se le atribuya. Es decir, estructuras, sistemas, esculturas, organismos anatómicos, relaciones e interacciones entre diversos elementos del medio son susceptibles de ser considerados tensegridades. Sin embargo, no corresponde a esta tesis realizar tales ejercicios conceptuales, por lo que se acotará el campo de la tensegridad al que la define como un principio estructural. 29 I. 2.3 Tensegridad como principio estructural No es la intención del autor demostrar complejas fórmulas matemáticas y propiedades relacionadas con la Ingeniería y el diseño de estructuras puesto que, ni pertenecen al campo de su conocimiento ni son el objeto de discusión de esta tesis. El objetivo de este apartado es introducir al lector en la comprensión de las características básicas de las estructuras de tensegridad, para facilitar posteriormente una discusión conceptual argumentada sobre la columna vertebral como estructura tensegrítica. Como se ha mencionado anteriormente, se trata de un principio estructural basado en el empleo de elementos comprimidos aislados entre sí e inmersos en una red continua traccionada. Las características más relevantes de estas estructuras de compresión flotante (término que acuñaría uno de sus creadores, Kenneth Snelson) (Fig. 11) se pueden resumir de la siguiente forma: 1. Se componen de elementos de compresión (más bien rígidos e inelásticos) y elementos de tensión (más bien flexibles y elásticos), representados fundamentalmente por barras y cables respectivamente. 2. Los elementos de compresión se encuentran aislados entre sí, discontinuamente comprimidos e inmersos en una red continua de 30 Figura 11. Sleeping dragon, Exhibición de George Rickey y Kenneth Snelson en 2006, Jardines del Palacio Real (París, Francia) (Imagen tomada del libro Kenneth Snelson; Art & Ideas, 2013.) elementos de tensión, que están permanentemente tensados en alguna medida (son estructuras pretensadas). 3. Su equilibrio depende solamente de las fuerzas de tensión y compresión que se producen a lo largo del eje de cada componente. 4. No existen fuerzas de torsión (o dichas fuerzas se descomponen en vectores axiales a los elementos que conforman la estructura). 5. Los componentes se encuentran conectados dinámicamente, de forma que cualquier fuerza aplicada a uno de ellos se transmite de forma instantánea a la estructura entera. Resultan inherentes a estas características una serie de cualidades, que otorgan a estas construcciones ciertas peculiaridades. A continuación se describirán las más relevantes de cara a su aplicación en el campo del sistema musculoesquelético: 31 1. La discontinuidad de los elementos de compresión permite que realicen su trabajo sobre todo de forma local. Debido a que no tienen que transmitir cargas a lo largo de largas distancias, son menos susceptibles de colapsar por pandeo, permitiendo un diseño más esbelto de dichos elementos sin sacrificar la integridad de la estructura. 2. La respuesta conjunta de todos los elementos a la acción de cargas externas se sigue de la recuperación en bloque de la forma inicial una vez cesan las cargas. Esta cualidad de resiliencia es también diferencial con respecto a otras tipologías estructurales 6. 3. No existen (o se reducen al mínimo) los elementos redundantes, lo que proporciona ligereza a la estructura. 4. No dependen de la gravedad, ni necesitan un punto de anclaje o fijación para funcionar. Son sistemas estables en cualquier posición. 5. Figuras tensegríticas más elementales se pueden ensamblar entre sí para dar lugar a configuraciones mayores y más complejas, sin perder las propiedades del sistema. 6. Son estructuras sinérgicas, por lo que la respuesta del conjunto no es predecible a partir del comportamiento individual de sus elementos 3. La descripción presentada hasta ahora hace referencia a una tipología concreta de estructuras de tensegridad: las estructuras pretensadas. Sin embargo, pertenecen a un conjunto más amplio de construcciones englobadas bajo el término de tensegridades. Todas ellas comparten una estructura reticular, completamente triangulada y 32 Figura 12. Cúpula geodésica de la Biosphère, Museo del Agua y el Medioambiente de Canadá. El edificio era el antiguo pabellón de los EE.UU en la Expo de 1967 en Montreal. La concepción es obra de RB Fuller. (Imagen del autor) con una distribución de cargas por el conjunto de la armadura siempre en forma de tensión o compresión, sin rozamiento, con momento de fuerza cero en sus articulaciones o puntos de unión. En el plano, el reticulado más sencillo es el triángulo. Con él se pueden formar hexágonos (a su vez compuestos por triángulos de vértice concéntrico), que de forma sumatoria pueden crear una red más amplia. En el espacio tridimensional, es el icosaedro la estructura básica reticular. La suma de doce icosaedros genera un nuevo icosaedro que a su vez se puede unir con otro, como si de una estructura de esferas colindantes se tratara. En definitiva, las estructuras tensegríticas son reticulares, ya sean cúpulas geodésicas, estructuras pretensadas u otras (Fig. 12). 33 I. 2.4 Indicios de tensegridad en la naturaleza y aplicabilidad “… el Libro de la Naturaleza puede ser escrito con los caracteres de la geometría.” Galileo Galilei (1564-1642) Conocer todas las partes de una compleja máquina no significa comprender cómo funciona. En otras palabas, identificar y describir el puzle molecular de cada componente aislado servirá de poco si no se comprenden las reglas que rigen su forma de ensamblarse. El hecho de que la naturaleza aplique reglas comunes de ensamblaje a distintos niveles (desde la escala molecular a la macroscópica) está implícito en la recurrencia de ciertos patrones de conformación, como las espirales, los pentágonos o los triángulos. Estos patrones aparecen desde en estructuras cristaloides altamente regulares hasta en proteínas asimétricas y diversos organismos como virus, plancton o humanos. Después de todo, tanto la materia orgánica como la inorgánica están hechas con los mismos ladrillos: átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y fósforo. La única diferencia es cómo estos átomos están organizados en el espacio tridimensional. Es más, las moléculas y células que forman nuestros tejidos están en constante recambio. Y es el mantenimiento del patrón y la arquitectura del tejido lo que Ingber ha venido a llamar “la vida” 1. 34 Este fenómeno de organización, en el que cada componente se junta con otros para formar una estructura mayor y estable, con nuevas propiedades que no eran predecibles a partir de las características de cada componente aislado, se conoce como auto-ensamblaje. Se puede observar a diferentes escalas de la naturaleza. En el cuerpo humano, por ejemplo, las macromoléculas se auto-ensamblan en organelas, que a su vez se auto-ensamblan en células, que a su vez se auto-ensamblan en tejidos, que a su vez se auto-ensamblan en órganos. El resultado es un cuerpo organizado jerárquicamente, como una pila de sistemas dentro de sistemas. Por lo tanto, si queremos comprender a fondo de qué forma los seres vivos se crean y funcionan, necesitamos desvelar estos principios básicos que guían la organización biológica. La tensegridad es el modo más eficiente y económico de construir a cualquier escala. Es posible que las estructuras trianguladas tensegríticas hayan sido seleccionadas a lo largo de la evolución por su eficiencia estructural: alta resistencia mecánica utilizando el mínimo material. La flexibilidad mostrada por las estructuras tensegríticas pretensadas sería ventajosa, porque permite a las estructuras adoptar diferentes formas según las necesidades. Las estructuras tensegríticas son omnidireccionales, estables en cualquier dirección e independientes de la gravedad. Por ejemplo, si dos barras opuestas y paralelas de un sistema no tensegrítico son empujadas o traccionadas, se desvían localmente, tendiendo a deformar la estructura de forma asimétrica. En el caso de un sistema tensegrítico, las barras no actúan de forma independiente, sino de forma concertada con toda la 35 estructura, lo que permite una mejor adaptación al entorno. Las estructuras de tensegridad se encuentran principalmente bajo tensión o tracción, por lo que su tendencia es más a expandirse que a colapsarse. Explosionan más que implosionan. Además, en lugar de romperse por su propio peso cuanto más grandes y más subdivididas son, más resistentes y proporcionalmente más ligeras se hacen. Este fenómeno es lo que habría permitido al brontosaurio desarrollar huesos de tamaño gigante sin colapsarse, que se hacían más resistentes a medida que aumentaban en tamaño, a pesar de mantener la misma densidad. Según la ley cuadrático-cúbica de Galileo, cuando un objeto se somete a un aumento proporcional en tamaño, su nuevo volumen es proporcional al cubo del multiplicador y su nueva superficie lo es al cuadrado del multiplicador; si la envergadura de un animal aumentara de forma considerable, su fuerza muscular relativa sería muy reducida, ya que la sección transversal de sus músculos se incrementaría solo por el cuadrado del factor de escala, mientras que su masa se incrementaría por el cubo. Como resultado, funciones vitales como las cardiovasculares y respiratorias, se verían gravemente comprometidas y, como consecuencia, su vida seriamente amenazada. No cabe duda de que este principio aplicado a las Ciencias Naturales, relativamente novedoso, requiere de mucha investigación todavía. Hoy en día, siguen siendo la Ingeniería y la Arquitectura sus principales motores. Sin embargo, cada día se pueden encontrar más sinergias entre las diferentes disciplinas del conocimiento que lo manejan: por ejemplo, los principios estructurales de la tensegridad 36 aplicados a la columna vertebral han permitido diseñar nuevas propuestas en el campo de la robótica. (Fig. 13) 7 Figura 13. (Arriba) Diseño de columna articulada de tensegridad, compuesta por tetraedros conectados entre sí por ocho tirantes. (Abajo) Prototipo TetraSpine. (Imágenes extraídas del artículo de Mirletz et al., Design and control of modular spine-like tensegrity structures. The 6th World Conference of the International Association for Structural Control and Monitoring. 2014.) 37 I. 3. MODELOS DE ESTUDIO DE ESCOLIOSIS I. 3.1 Revisión histórica y metodológica La aparición espontánea de escoliosis congénita y no congénita entre las distintas especies animales es relativamente rara, más aún la de naturaleza idiopática 8,9,10,11,12. Ésta última se demuestra así como un fenómeno casi exclusivo del ser humano. De hecho, el único modelo cuadrúpedo que presenta con cierta regularidad escoliosis espontánea es el perro Cavalier King Charles spaniel, acompañada de malformaciones tipo Chiari 13. Por esta razón, se han realizado grandes esfuerzos para conseguir un modelo de escoliosis animal válido. Durante los últimos 50 años, se han desarrollado cerca de 200 modelos diferentes, con una gran heterogeneidad de métodos y resultados obtenidos. El animal más investigado ha sido el pollo, seguido del conejo, la rata y el ratón. También se han realizado experimentos con primates, cabras, ovejas, cerdos, vacas, ranas, perros y peces, entre otros 10,11. En general, la mayoría de las técnicas para generar estos modelos utilizan animales que no han alcanzado la madurez esquelética, lo que refleja la creencia de que la escoliosis está íntimamente ligada al crecimiento, debido a su naturaleza de proceso dinámico y evolutivo. La primera 38 referencia sobre un modelo animal de escoliosis data de 1888, cuando Von Lesser trataba de obtener dicha deformidad mediante la disección unilateral del nervio frénico en conejos. Diversos estudios genéticos han sugerido la predisposición a padecer escoliosis idiopática (EI), con múltiples genes localizados en diversos cromosomas ligados a su herencia. Por ejemplo, se han realizado extensos análisis del genoma humano y del ratón en busca de secuencias génicas similares (fenómeno conocido como sintenia) relacionadas con procesos de escoliosis, que han llevado con éxito a identificar mutaciones idénticas en el síndrome VACTERL (ligado a alteraciones vertebrales entre otras) y modelos murinos de la enfermedad. Se han desarrollado infinidad de modelos animales de naturaleza mecánica, ligados a sistemas o dispositivos tanto externos como internos. Característicamente en casi todos ellos se hace imprescindible dañar la columna vertebral y/o sus tejidos circundantes. En 1961 Langenskiöld trató de sistematizar las técnicas disponibles para inducir escoliosis en animales cuadrúpedos: (a) la exéresis o denervación local de musculatura, (b) la resección de costillas y (c) la fusión de vértebras o costillas. Según él, cada uno de estos procesos servía para crear una asimetría en la columna o sus tejidos circundantes sin alterar la propia estructura de los cuerpos vertebrales. Defendía que el desarrollo de curvaturas en estos modelos animales cuadrúpedos concordaba con la evidencia clínica de que los pacientes 39 con encamamientos prolongados y, por tanto, en posición horizontal y perpendicular al eje de bipedestación, podían desarrollar escoliosis, por lo que la acción axial de la fuerza de la gravedad no era un requisito necesario para producir el proceso. Hasta la fecha, la mayoría de los experimentos para producir modelos animales de escoliosis han seguido estos principios, aunque con diferente éxito 14. Por ejemplo, la resección unilateral de costillas, llevada a la práctica clínica por Piggot et al. 15, se ha demostrado inconstantemente eficaz en primates 16,17. Los modelos que han conseguido la mayor incidencia de escoliosis son los que inducen una asimetría de origen mecánico mediante cerclajes o tensores 8. Este tipo de modelos se ha utilizado con éxito para probar novedosas técnicas alternativas de corrección de la deformidad, como la implantación de un alambre metálico con memoria para restaurar la conformación rectilínea de la columna de forma progresiva, descrita por Sánchez-Márquez et al. 18 (Fig. 14). Otras teorías se han basado en el crecimiento asimétrico de las vértebras para generar escoliosis, como en el modelo propuesto por Beguiristain et al. mediante epifisiodesis selectiva del cartílago neurocentral de cuatro a cinco vértebras consecutivas en el cerdo 19. Recientemente se ha descrito un modelo “espontáneo” de escoliosis en la naturaleza con importantes similitudes con la EI infantil. Se trata de la especie Poecilia reticulata, comúnmente conocida como olomina, un pequeño pez que se encuentra en arroyos, originario del noreste de Sudamérica. Ha sido desde principios del siglo XX un modelo de estudio para investigación ecológica, evolutiva y genética. 40 Sin embargo, la línea curveback para el estudio de escoliosis se ha desarrollado en 2003, a partir del cruce endogámico de especímenes curvados y no curvados en laboratorio. Al igual que en la EI infantil, presenta deformidades más severas y mayor incidencia en el sexo femenino, diferentes edades de inicio, tasa de progresión y magnitud de la curva. Además la progresión de la deformidad ocurre sólo durante el crecimiento, se estabiliza con la madurez sexual e incluso se Figura 14. (Arriba) Columna vertebral de una rata con escoliosis previamente generada, con un alambre de nitinol anclado a las apófisis espinosas. (Abajo) Radiografías dorsoventrales seriadas, antes de implantar el alambre de nitinol, en el postoperatorio inmediato, a las 72 h y a las 2 semanas de la cirugía. (Imágenes del artículo de Sánchez-Márquez et al., Modulación del crecimiento de columnas escolióticas en animales de experimentación mediante el uso de barras de metal inteligente, Rev Esp Cir Ortop Traumatol. 2013; 57:310-7. Cortesía del Dr. J. M. Sánchez-Márquez.) 41 han descrito regresiones de algunas curvas antes de la madurez esquelética. Por el contrario, presenta evidentes inconvenientes como modelo animal para escoliosis, siendo el principal que la deformidad se produce más bien en el plano sagital que en el coronal (Fig. 15) 20. De gran relevancia para el desarrollo de esta tesis ha resultado la comunicación realizada por Indahl et al. 21 en Abril de 2006, durante el XI Simposio Internacional Phillip Zorab, en Oxford. En ella se establece la incapacidad de la toxina botulínica (TxBt) utilizada sobre la musculatura paravertebral del cerdo para generar un modelo válido de escoliosis. Sin embargo, el diseño del estudio presenta deficiencias, como un escaso tamaño muestral (tan sólo seis animales) y, lo que es Figura 15. Poecilia reticulata u olomina como modelo “espontáneo” de escoliosis animal. (Arriba) Hembra adulta no curva de la especie curveback. (Abajo) Hembra adulta curva de la especie curveback. (Imagen extraída del artículo de Gorman et al., Structural and micro- anatomical changes in vertebrae associated with idiopathic-type spinal curvature in the curveback guppy model. Scoliosis. 2010; 5:10.) 42 más importante, la ausencia de monitorización electromiográfica para garantizar una correcta y uniforme administración de la sustancia dentro de los músculos deseados. I. 3.2 El pollo como modelo animal de escoliosis Como se ha mencionado, el animal más utilizado ha sido el pollo. En 1968 Rigdon et al. comunicaron la existencia de escoliosis espontánea en este animal 22. Los primeros experimentos se realizaron en el campo de la genética, mediante cruces endogámicos de líneas con y sin escoliosis, con el fin de descubrir patrones de herencia de la enfermedad aplicables a la clínica 23. Sin embargo, casi diez años antes del descubrimiento de Rigdon, Thillard comunicó las primeras pinealectomías (PNX) en pollos con la consiguiente obtención de escoliosis 24. Fueron necesarios más de treinta años para que el modelo se popularizase a través de los trabajos de Machida et al. sobre la etiopatogenia de la escoliosis en pollos pinealectomizados y la posible influencia de la melatonina (Fig. 16) 25,26,27. Deguchi et al. demostraron primero la capacidad escoliógena de la resección costal en el pollo y más tarde la utilizaron para corregir la escoliosis progresiva producida sobre pollos pinealectomizados 28,29. Con el tiempo, este modelo ha ido perdiendo vigencia debido a que no se ha podido reproducir con éxito en otras especies 30, particularmente en animales superiores y primates 31, lo que prácticamente lo ha invalidado para el estudio de la 43 etiología y patogenia de la EI infantil. Hay razones que pueden esclarecer el fracaso a la hora de reproducir el modelo en otros animales o de encontrar analogías en la especie humana. Por ejemplo, el pollo posee muchos receptores de melatonina ampliamente distribuidos en el organismo, incluyendo el bulbo raquídeo y la sustancia gris dorsal de la médula espinal, a diferencia de los primates. Además, dichos receptores presentan diferentes mecanismos de interacción en los humanos. En cualquier caso, a día de hoy la disputa sigue en pie, con multitud de estudios que siguen apuntando al papel de la melatonina en la génesis de la EI 26,32,33,34 y otros tantos que se postulan en contra 35,36,37,38,39,40,41,42. No es el objeto de esta tesis el estudio de la etiología de la EI infantil, ni mucho menos el del posible papel de la melatonina en su desarrollo. Como se describirá más adelante, el objetivo es analizar la influencia de la TxBt en la progresión de la deformidad como posible terapia Figura 16. Diferencia en la columna vertebral entre (izquierda) pollo sometido a simulación de pinealectomía y (derecha) pollo pinealectomizado. (Imagen extraída del artículo de Machida et al., Pathologic mechanism of experimental scoliosis in pinealectomized chickens. Spine. 2001; 26:17.) 44 alternativa al arsenal de tratamientos disponibles hoy en día. Para ello, se ha considerado el modelo como el más óptimo debido a tres características fundamentales: 1. Su capacidad de generar escoliosis progresiva sin manipular la columna vertebral ni sus tejidos circundantes. 2. Su potencial de crecimiento, puesto que los animales multiplican su peso por 50 aproximadamente en tan sólo 8 semanas. 3. Su disponibilidad y consumo de recursos (espacio, alimento, traslados, etc…), que nos ha permitido desarrollar una “n” suficiente para valorar los efectos estudiados. Por último, cabe reseñar algunas particularidades anatómicas del modelo elegido. El pollo presenta 39 vértebras (a diferencia de las 33 del ser humano), 13 cervicales, 7 torácicas, 14 lumbo-sacras y 5 coccígeas. Las articulaciones intervertebrales presentan importantes diferencias, ya que en lugar de discos intervertebrales se encuentra de forma variable una articulación diartroidal sinovial o una articulación cartilaginosa sin hendidura articular. Esta característica, junto a la progresiva fusión de las primeras vértebras torácicas para formar el hueso notatorio, proporciona más rigidez a la columna, imprescindible para el movimiento de las alas. La sexta vértebra torácica es libre. La séptima y última vértebra torácica se halla fuertemente unida al segmento lumbo-sacro, que se encuentra fusionado en bloque junto con la primera vértebra coccígea, dando lugar al sinsacro. Las últimas vértebras coccígeas se hayan fusionadas formando el pigostilo, una 45 Figura 17. Particularidades de la columna vertebral tóraco-lumbo-sacra del pollo. (Imagen elaborada por el autor) osificación que sostiene las plumas y la musculatura de la cola de las aves. (Fig. 17). En cuanto a la musculatura, presenta un sistema muy similar al humano en cuanto a componentes pero con algunas particularidades. La región cervical se encuentra hipertrofiada con respecto a la tóraco-lumbar, debido a la diferente demanda de movilidad de cada segmento. En cuanto a las fibras musculares, en las aves poseen una mayor densidad de miocitos y menos tejido conectivo que en mamíferos. La grasa intramuscular es más escasa y el color del músculo depende de la región corporal 43. 46 47 II. INTRODUCCIÓN La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Eduardo Galeano (1940-2015) 48 49 II. 1. Escoliosis idiopática en niños: definición, epidemiología y presentación clínica La escoliosis idiopática (EI) infantil y del adolescente se define como una deformidad estructural tridimensional, consistente en una curvatura lateral o desviación de la columna vertebral de más de 10 grados, asociada a una rotación vertebral y de etiología desconocida en un niño por lo demás sano. Se trata de un diagnóstico de exclusión, al que se llega sólo cuando se han descartado otras causas de escoliosis, como malformaciones vertebrales, trastornos neuromusculares u otros procesos. En función de la edad de presentación, se divide en EI infantil (de 0 a 3 años), juvenil (de 3 a 10 años) y del adolescente (mayor de 10 años), con diferentes características clínicas y epidemiológicas para cada grupo. La EI infantil representa menos del 1% de los casos de EI y es más frecuente en varones en una proporción 3:2, con tendencia a resolverse en la mayoría de los casos de forma espontánea. La EI juvenil supone cerca del 20% de los casos, con mayor afectación femenina, en torno a 3:1, que tiende a aumentar con la edad. Debido a que se trata de un periodo de crecimiento espinal lento, son lentamente progresivas. Sin embargo, debido a su inicio temprano tienden a convertirse con más frecuencia en deformidades severas que aquellas que se instauran en la adolescencia, exhibiendo además menor respuesta a los tratamientos conservadores. La EI del adolescente supone cerca del 50 Figura 18. Caso clínico de niña de 14 años con escoliosis idiopática del adolescente. (Izquierda) Fotografía que demuestra ápex torácico derecho con elevación de hombro ipsilateral. (Derecha) Radiografía posteroanterior que demuestra deformidad severa superior a 60o. (Imagen extraida del artículo de El-Hawary et al., Update on evaluation and treatment of scoliosis. Pediatr Clin North Am. 2014; 61:6.) 80% de las EI y presenta una incidencia estimada del 1-3% entre la población de niños entre 10 y 16 años, con predominio en el sexo femenino en una proporción aproximada de 6:1 (FIgs. 18 y 19) 44,45. El tamaño de la curva tiende a incrementarse a lo largo de la vida, pero el grado de progresión depende de muchos factores. Los más importantes son la madurez del paciente (edad en el momento del diagnóstico, madurez sexual y crecimiento esquelético restante), magnitud de la curva y localización del ápex de la misma. Diversas publicaciones coinciden en apuntar a las curvas con ápex torácico 51 como las de mayor riesgo de progresión (Fig. 20). Así mismo, la probabilidad de progresión se incrementa a mayor inmadurez sexual y esquelética, así como a mayor grado de deformidad en el momento del diagnóstico 46,47,48,49. De hecho, se han desarrollado fórmulas para cuantificar el riesgo de progresión en cada caso determinado, que pueden resultar de utilidad, tanto al especialista como al paciente, para tomar decisiones a la hora de plantear posibles tratamientos 50,51. II. 2. Etiopatogenia, historia natural y opciones de tratamiento A pesar de las múltiples publicaciones y teorías, su origen y etiopatogenia siguen siendo desconocidos o, cuando menos, apuntan a un origen multifactorial sobre el que existe poco conocimiento 52. Parece evidente que posee un importante componente genético, si bien su patrón de herencia resulta complejo. Se ha descrito ligado a Figura 19. Giba costal asociada a deformidad escoliótica, más evidente durante la realización de la prueba de Adam, en la que la paciente se inclina hacia adelante. La giba coincide con el apex de la curva. (Imagen tomada de www.eurospine.org) 52 Figura 20. Diferencia entre escoliosis torácica (izquierda) y lumbar (derecha). La primera presenta mayor riesgo de progresión debido a su localización. (Imagen tomada de www.eurospine.org) diversos cromosomas e incluso con carácter autosómico dominante en determinadas familias 53. Sin embargo, su penetrancia incompleta y expresión variable apuntan a la implicación de más de un gen y la influencia de otros factores. Existe abundante literatura que relaciona la EI con trastornos del sistema nervioso, con las hormonas y el metabolismo, con el crecimiento esquelético, con factores biomecánicos y con factores ambientales y de estilo de vida 54. La deformidad escoliótica se puede apreciar también asociada a diferentes patologías bien descritas, como la osteogénesis imperfecta 55, la distrofia muscular de Duchenne 56, el síndrome de Marfan 57, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth 58, el síndrome de Prader-Willi 59 o la enfermedad de Ehlers-Danlos 60, entre otras. De particular interés resulta la elevada prevalencia de deformidades severas que requieren cirugía en los casos de neurofibromatosis tipo I 61. Como se ha indicado anteriormente, no todos los casos acaban desarrollando deformidades severas, por lo que pueden llegar a 53 permitir una calidad de vida adecuada sin precisar tratamiento. Para ello, una buena comunicación médico-paciente y un buen entendimiento de la historia natural de la enfermedad y sus implicaciones es fundamental 62. Globalmente se ha encontrado una buena adaptación social e integración de los pacientes con EI, si bien en algunos casos se pueden ver afectados desde el punto de vista funcional, del dolor y cosmético. Sin embargo, son los casos más progresivos y con deformidad más severa los que muestran mayor interferencia con las actividades de la vida diaria y diversas comorbilidades asociadas, fundamentalmente de tipo respiratorio 63. Por tanto, aunque la mayoría de los casos (sobre todo los no progresivos) no precisan intervención 44, la historia natural de la EI Figura 21. Corrección quirúrgica de escoliosis idiopática en niña de 12 años. Proyecciones radiológicas posteroanteriores y laterales. (Izquierda) Imágenes preoperatorioas de escoliosis torácica de apex derecho. (Derecha) Imágenes postoperatorias tras corrección quirúrgica mediante artodesis instrumentada y costoplastia. (Imagen tomada de www.madridscoliosiscenter.com, cortesía del Dr. O. Riquelme García.) 54 puede conducir a la necesidad de tratamientos quirúrgicos agresivos (Fig. 21), con importantes secuelas funcionales y complicaciones no despreciables, como la pérdida masiva de sangre, el daño accidental de órganos, la infección del material implantado con su posterior fracaso y retirada o el síndrome de la arteria mesentérica superior. Se ha descrito una tasa de complicaciones, neurológicas y no neurológicas, que varía entre el 5,7-13,4% según los estudios, llegando a ser letales en el 0,03% 64,65. No es infrecuente la necesidad de realizar trasfusiones sanguíneas tras alguno de los procedimientos quirúrgicos, con los riesgos asociados que ello conlleva 66,67. Adicionalmente, los tratamientos de fusión vertebral conducen a la pérdida de movilidad de segmentos del raquis, lo que en los casos más severos tiene un impacto negativo en el desarrollo de algunas actividades. En cuanto al manejo conservador mediante el uso de corsés, existe controversia en cuanto al resultado de su uso en comparación con la cirugía, tal y como se refleja en las recientes revisiones Cochrane realizadas por Bettany- Saltikov et al. 68 y Negrini et al. 69, sobre todo en los casos más límite, donde las curvas de escoliosis superan los 40º de deformidad. En cualquier caso, el uso de dispositivos ortésicos para frenar la progresión de la curva supone un impacto importante en el desarrollo normal de la vida diaria del niño, debido al elevado número de horas que requiere su uso para poder resultar efectivo en el mejor de los casos 70 (Fig. 22). 55 El coste asociado a los procedimientos de fusión espinal se ha incrementado considerablemente en los últimos años. Según Vigneswaran et al. más del 90% de los procedimientos se han pasado a realizar mediante abordaje posterior y, tanto el uso de matrices óseas recombinantes, los sistemas de navegación quirúrgica y la calidad de los implantes, han supuesto un notable aumento de los gastos derivados de estas intervenciones. En una década, en E.E.U.U se ha duplicado el coste asociado al tratamiento quirúrgico de la EI, pasando de 75.000$ en 2000 a 150.000$ en 2010 aproximadamente 71,72. Por todo ello, se ha llegado a sugerir la posibilidad de que un screening precoz sobre EI infantil y del adolescente podría disminuir el gasto sanitario dedicado a esta enfermedad, sobre la base de que las medidas conservadoras instauradas de manera temprana podrían llegar a disminuir la necesidad de cirugía en los casos más graves 73. Figura 22. Corsés para frenar la progresión de escoliosis. (Centro izquierda) Spinecor. (Centro derecha) Cheneau. (Derecha) Cheneau ligero. (Imagen tomada de www. early-onset-scoliosis.com) 56 * Se puede encontrar una descripción más detallada y exhaustiva sobre el modelo dentro de este trabajo, en el capítulo de Conceptos Preliminares, dentro de la sección Modelos de escoliosis, en el apartado El pollo como modelo animal de escoliosis (Págs. 66-69). II. 3. Escenario para la investigación Trabajos previos demuestran la capacidad de la pinealectomía (PNX) en pollos de experimentación para producir escoliosis como modelo de estudio de la enfermedad* 25,36,74,75,76. Por otra parte, el uso de toxina botulínica (TxBt) para distintos trastornos del sistema musculoesquelético ha sido establecido en estudios previos, mostrando criterios de seguridad y eficacia adecuados 77,78,79,80. Independientemente del origen de la EI, en este trabajo se postula que las curvas de escoliosis presentan una debilidad estructural de partes blandas en el lado de la convexidad de la curva, que podría compensarse mediante la aplicación de TxBt paravertebral a dosis adecuadas en el lado de la concavidad. De esta forma, se podría restablecer el equilibrio de las fuerzas que influyen sobre la conformación de la columna vertebral y su desarrollo. En este escenario, se presenta este proyecto de investigación para analizar el efecto de la TxBt aplicada de forma unilateral en la musculatura paravertebral para frenar la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados, como posible alternativa terapéutica en el manejo de la EI juvenil y del adolescente. 57 III. JUSTIFICACIÓN El fin no puede justificar los medios, por la simple y obvia razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines producidos. Aldous Huxley (1894-1963) 58 59 Justificación Las consecuencias producidas por el desarrollo de escoliosis idiopática (EI) en niños y su práctica clínica actual dibujan un escenario particular y poco favorable para el paciente. Por un lado, las medidas para evitar la progresión de la enfermedad suponen una importante interferencia en la autonomía del niño y no están exentas de cierta controversia en cuanto a su efectividad. Por el otro, los procedimientos quirúrgicos para corregir y mantener la deformidad estable se asocian a diversas complicaciones, elevados costes y consecuencias funcionales no despreciables, puesto que el objeto de la columna vertebral es la movilidad y no la rigidez. En este contexto, parece pertinente cualquier estudio sobre nuevas terapias encaminadas a solventar o, cuando menos mejorar de forma razonable, las carencias existentes en este campo de la medicina. 60 61 IV. HIPÓTESIS La intensidad de la convicción de que una hipótesis es verdadera no influye nada en si es cierta o no. Peter Brian Medawar (1915-1987) 62 63 La influencia de las partes blandas (músculos, tendones y ligamentos) en el equilibrio estructural del aparato locomotor comienza a ser un relevante objeto de estudio, más allá de la consideración de las mismas como meros motores-estabilizadores del sistema esquelético. Hipótesis La administración unilateral de toxina botulínica a dosis adecuadas en la musculatura paravertebral de la concavidad de la curva de escoliosis en pollos pinealectomizados es capaz de detener la progresión de la deformidad. 64 65 V. OBJETIVOS No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige. Arthur Schopenhauer (1788-1860) 66 67 V. 1. Objetivo principal Valorar la influencia de la toxina botulínica inyectada, de forma unilateral en la musculatura paravertebral de la concavidad de la curva, en la progresión de escoliosis de pollos pinealectomizados. V. 2. Objetivos secundarios 1. Valorar la influencia de la toxina botulínica inyectada, de forma unilateral en la musculatura paravertebral del pollo, en relación al desarrollo de escoliosis de convexidad homolateral al lado inyectado. 2. Determinar la dosis de toxina botulínica más efectiva capaz de influir en el desarrollo de la deformidad escoliótica en pollos. 3. Evaluar los posibles efectos del uso de toxina botulínica en el crecimiento normal de los animales estudiados. 4. Ampliar los conocimientos para la investigación traslacional sobre el uso de terapias alternativas en el campo de la escoliosis idiopática (EI) infantil. 68 69 VI. MATERIAL Y MÉTODOS No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer. Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) 70 71 VI. 1. Animales, puesta a punto y grupos experimentales Se utilizaron pollos Broiler hembra de la estirpe Cobb de un día de edad. Debido a la ausencia de datos previos en la literatura sobre los efectos considerados en el estudio propuesto (administración de toxina botulínica [TxBt] en musculatura paravertebral en pollos), se diseñó el proyecto en dos fases, con el fin de optimizar el uso de los animales atendiendo a los principios establecidos por Russell y Burch para experimentación animal. El tamaño muestral se estableció mediante la calculadora GRANMO (Versión 7.12, Abril 2012, disponible en línea en www.imim.cat/ofertadeserveis/software-public/granmo/). VI. 1.1 Fase de obtención de datos del efecto a medir y puesta a punto de la técnica quirúrgica El objetivo de esta fase preliminar fue alcanzar una curva de aprendizaje razonable en relación a dos procedimientos poco frecuentes (pinealectomía [PNX] e inyección paravertebral con control electromiográfico [EMG]), especialmente en pollos. En ella se utilizaron un total de 23 animales, repartidos en dos ramas: ‐ 15 animales para obtención de datos sobre el efecto de la TxBt administrada a diferentes dosis bajo control EMG, divididos en 3 grupos de 5 animales cada uno (grupo 1: 0U/kg; grupo 2: 5U/kg; grupo 3: 10U/kg). Esta fase permitió determinar la dosis de 10U/kg 72 como la más eficaz a la hora de producir un desequilibrio en la columna vertebral del pollo sano, con tendencia a la deformidad de la columna de convexidad en el lado inyectado y sin efectos letales sobre el animal (Figs. 23 y 24). - 8 animales para puesta a punto de la técnica quirúrgica de PNX. VI. 1.2 Fase de desarrollo del estudio En esta fase se utilizaron 52 animales, a los que se les practicó PNX para producir escoliosis progresiva. Se asignaron de forma aleatoria (mediante software informático en línea, disponible para acceso general en www.randomization.com) 26 animales a cada grupo experimental, a saber, un grupo control y un grupo intervención asignado a recibir TxBt paravertebral a dosis adecuadas en la concavidad de la curva, bajo control EMG (Fig. 25). VI. 2. Procedimientos quirúrgicos La PNX se realizó a las 48‐72h de vida del animal, bajo anestesia general inhalatoria (Sevorane® Abbvie Farmacéutica S.L.U.) mediante inducción en cámara al 8% y mantenimiento al 3,5%, vaporizado en O2 a 1L/min, analgesia (Meloxicam® Boehringer Ingelheim España S.A) 0,2mg/kg vía oral y con magnificación microscópica (OPMI pico Zeiss®). Se colocó al animal en decúbito prono, con la cabeza y el tubo de ventilación situados hacia el cirujano (Fig. 26). Se practicó una 73 Figura 24. Animales de la fase de obtención de datos del efecto a medir a las 6 semanas. Toxina botulínica paravertebral a dosis de 10UI/kg. Se aprecia deformidad leve de la columna, superior a 10o. (Imagen del autor, radiografía simple y aplicación del Software Meazure 2.0®) Figura 23. Animales de la fase de obtención de datos del efecto a medir a las 6 semanas. (Izquierda) Suero salino fisiológico paravertebral (sin toxina botulínica). (Derecha) Toxina botulínica paravertebral a dosis de 5UI/kg. En ambos casos se aprecia ausencia de deformidad. (Imágenes del autor, radiografía simple y aplicación del Software Meazure 2.0®) 74 Figura 25. Plan de aleatorización de los animales a cada grupo de estudio, generado mediante la plataforma www.randomization.com. (Imagen del autor) incisión longitudinal de unos 2cm con bisturí sobre la piel del cráneo centrada en la confluencia de los senos durales (visibles en el cráneo cartilaginoso del animal). Retracción lateral de colgajos cutáneos y nueva incisión en "U" sobre la calota expuesta, siguiendo transversalmente la línea de la sutura frontoparietal y longitudinalmente a través de los huesos frontales (Fig. 27). Dicha incisión se realizó mediante pinza bipolar para evitar el sangrado profuso que puede producirse, sobre todo en línea media por la 75 presencia del seno venoso longitudinal. Despegamiento de colgajo de calota de base posterior y duramadre adherida, para exposición de glándula pineal a nivel de la confluencia de los senos venosos. Resección de glándula pineal y su tallo. En este punto, se debe evitar la manipulación del tejido encefálico, que se muestra como una masa friable con alta tendencia al sangrado. Reposicionamiento de colgajo de calota sin fijación y sutura absorbible de piel (Vicryl®4/0 Ethicon Endo‐Surgery Europe GmbH) (Fig. 28). VI. 3. Procedimientos no quirúrgicos invasivos A las 2 semanas de vida, los 15 animales destinados a la obtención de datos sobre el efecto a medir, recibieron una única administración de solución salina o TxBt a distintas dosis, mediante inyección directa sobre musculatura paravertebral unilateral, bajo control EMG (Cadwell Sierra® EMG/EP) con aguja monopolar con luz para administración directa sobre músculo (Ambu Neuroline Inoject® 27G/35mm). Se utilizó la misma anestesia que la descrita para procedimientos quirúrgicos. Los animales del grupo 1 de la fase de obtención de datos recibieron solución para inyección estéril de cloruro sódico de 9mg/ml (0,9%), en dosis de 0,2mL (equivalente al volumen administrado de TxBt reconstituida a dosis de 10U/kg en un pollo de peso medio de 250gr a las 2 semanas de vida); Los animales de los grupos 2 y 3 76 Figura 28. Cierre de abordaje de pinealectomía: reposición de colgajo de calota sin suturar y cierre directo de colgajos cutáneos con sutura continua reabsorbible. (Izquierda y Derecha) Detalle de animales en periodo postoperatorio inmediato. (Imágenes del autor) Figura 26. Colocación de los animales para los procedimientos quirúrgicos (Izquierda) Una vez dormido, se fija el animal junto con el tubo de ventilación en posición mediante gasas, para protegerlo del contacto directo con el pegamento del esparadrapo. (Derecha) La cabeza del animal y el tubo de ventilación quedan del lado del cirujano. (Imágenes del autor) Figura 27. Abordaje quirúrgico para pinealectomía (Izquierda) Incisión longitudinal sobre piel del craneo y retracción lateral de colgajos cutáneos. (Derecha) Marcaje de colgajo en “U” de base posterior sobre calota. (Imágenes del autor) 77 recibieron TxBt tipo A (Botox® Allergan S.A), reconstituida en solución para inyección estéril de cloruro sódico de 9mg/ml (0,9%), en dosis de 5U/Kg y 10U/kg respectivamente (Nota: 50U se reconstituyeron en 4mL de solución para inyección estéril de cloruro sódico de 9mg/ml; 1U de TxBt tipo A equivale a 4mg de sustancia). Durante la fase de desarrollo del estudio, a los animales del grupo intervención asignados a recibir TxBt, se les administró la sustancia en dosis de 10U/kg, de forma paravertebral bajo control EMG, en la concavidad de la curva de escoliosis incipiente valorada mediante estudio radiográfico simple a las dos semanas de vida (Fig. 29). Cinco casos precisaron estudio radiográfico adicional a la semana por falta de evidencia de deformidad en el momento del estudio inicial. Figura 29. Procedimientos no quirúrgicos invasivos: inyección de toxina botulínica paravertebral mediante control electromiográfico a las dos semanas. (Izquierda y Centro) Detalle de la técnica de inyección. (Derecha) Actividad muscular paravertebral basal registrada mediante aguja monopolar con luz, que permite la inyección de toxina botulínica y el registro muscular de forma simultánea. (Imágenes del autor) 78 VI. 4. Procedimientos no quirúrgicos no invasivos Se realizó estudio radiológico simple de la columna vertebral a las 2, 4, 6 y 8 semanas de vida. Este procedimiento se realizó bajo anestesia general inhalatoria, de la misma forma descrita para los procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos invasivos. Se utilizó el método del ángulo de Cobb para medir la deformidad de la columna, lo que se determinó informáticamente mediante software apropiado (Meazure 2.0® C Thing Software). Debido a la limitada disponibilidad de recursos, el procedimiento de imagen radiográfica convencional se realizó solamente a 16 animales. Éstos fueron seleccionados para dicho procedimiento durante la realización del estudio radiológico simple mediante fluoroscan (Fluoroscan InSight™ mini C-arm Hologic, Inc.), que se practicó a todos los animales. El criterio de selección para realizar la radiografía convencional, prueba de imagen de mayor resolución, fue la observación de ángulos de Cobb representativos de cada grupo de estudio (Fig. 30). También se registró el peso de los animales a las 48h y 2, 4, 6 y 8 semanas (aprovechando la anestesia inhalatoria de los procedimientos descritos para facilitar la medida sin distorsiones) y la lateralidad de la curva de escoliosis. 79 Figura 31. Glándula pineal de pollo, estudio con Hematoxilina-Eosina. (Imagen del autor) VI. 5. Análisis anatomopatológicos Se realizó estudio microscópico con Hematoxilina‐Eosina tras fijación en formalina del tejido extraído tras la PNX para confirmar el procedimiento (Fig. 31). Figura 30. Procedimientos no quirúrgicos no invasivos: Estudio radiológico simple de la columna vertebral de un animal de la fase de obtención de datos. (Izquierda) Imagen obtenida mediante fluoroscan. (Derecha) Imagen obtenida mediante radiografía convencional correspondiente al mismo animal. (Imágenes del autor) 80 VI. 6. Estabulación y traslado de animales Las aves se alojaron en baterías en una nave experimental (Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Veterinaria, Departamento de Producción Animal, nº de registro ES280790000118), en condiciones de temperatura, humedad, renovación de aire e iluminación controladas automáticamente (24oC, humedad relativa 45%, ciclos luz‐oscuridad de 12h). Los procedimientos se llevaron a cabo en el Laboratorio de Cirugía Experimental del Hospital Universitario La Paz (nº de registro ES280790001941). Los animales se trasladaron entre los centros en las condiciones apropiadas y según lo dispuesto en el artículo 5 del Real Decreto 1201/2005, tal y como se refleja en la autorización otorgada al estudio por la Dirección General de Medio Ambiente de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid (Anexo 1). VI. 7. Cuidados postoperatorios y sacrificio de animales Los animales expuestos a procedimiento quirúrgico recibieron analgesia postoperatoria (Meloxicam® Boehringer Ingelheim España S.A), en dosis de 0,1mg/kg vía oral durante los 3 días siguientes y se revisó la herida quirúrgica de forma periódica para descartar signos de infección u otras alteraciones (hematomas, dehiscencias, etc…). Los 81 animales se vigilaron cada 8h durante los 3 días siguientes a cada procedimiento quirúrgico y/o invasivo, en busca de signos de dolor o alteraciones del comportamiento. Se valoraron aspectos como apariencia del animal, alteración en hábitos alimenticios y signos de postración o sufrimiento (aislamiento, ausencia de movilidad habitual, etc…). Los animales se sacrificaron en campana de CO2 y se retiraron a través de un Gestor de Planta de Transformación autorizado por la Comunidad de Madrid (CIF B28218816). VI. 8. Métodos alternativos y garantías Hasta la fecha, no se han encontrado métodos alternativos para valorar los efectos del estudio propuesto, debido a la ausencia de modelos no animales válidos para reproducir el desarrollo progresivo de escoliosis y a la necesidad de valorar la respuesta dinámica del organismo vivo al efecto que produce la TxBt intramuscular sobre el conjunto del aparato neuromusculoesquelético en desarrollo. Además, tal y como se ha señalado previamente, la PNX en el pollo es el único método descrito para crear un modelo animal de escoliosis sin intervenir directamente sobre el área de la columna vertebral. Los protocolos descritos se llevaron a cabo de acuerdo a la normativa existente en relación a la experimentación animal, reflejada en la Directiva Europea 2010/63/UE, la Ley 32/2007 y el Real Decreto 82 1201/2005. Se obtuvo la aprobación previa del Comité de Experimentación Animal de la Universidad Complutense de Madrid (Anexo 2). VI. 9. Análisis estadístico Los datos se almacenaron informáticamente mediante una base de datos en formato .xlsx (Microsoft Excel®). El procesamiento de datos y posterior tratamiento estadístico se realizó con el software SPSS versión 20.0 (IBM SPSS Statistics®). Se consideraron diferencias estadísticamente significativas aquellas que presentaron una probabilidad de error menor del 5% (p <0,05). La variable principal del estudio es de tipo cuantitativo (los grados de deformidad de la columna medidos mediante el método del ángulo de Cobb) y se describió como media y desviación estándar. Se realizó análisis de la distribución normal de los valores obtenidos para cada grupo con el test de Shapiro‐Wilks y la comparación de datos se realizó mediante pruebas paramétricas, utilizando la prueba de la t de Student. 83 VII. RESULTADOS Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta. Aristóteles (384 a.C – 322 a.C) 84 85 VII. 1. Supervivencia, procedimientos y distribución de los datos La supervivencia observada fue del 90,38% (cinco animales no han sobrevivido al estudio, uno en el grupo control y cuatro en el grupo intervención; cuatro de ellos no superaron el postoperatorio inmediato de la pinealectomía [PNX], el quinto falleció a las 6 semanas durante el traslado). El tiempo medio del procedimiento de PNX fue de 37 minutos (26-94 minutos) y el de inyección de toxina botulínica (TxBt) bajo control electromiográfico (EMG) de 5 minutos aproximadamente. Los cuatro animales que no sobrevivieron al postoperatorio inmediato sufrieron un fenómeno de sangrado masivo durante el procedimiento de PNX, si bien otros tres animales que sí sobrevivieron padecieron eventos similares, aunque de menor intensidad. Los cuatro animales que no sobrevivieron fueron intervenidos durante la primera mitad de la serie. La exploración de los datos demostró una distribución normal para ambos grupos de estudio (Fig. 32). 86 Figura 32. Representación gráfica de la distribución normal de los valores obtenidos para el ángulo de Cobb (o) en ambos grupos de estudio. (Arriba) Grupo control, sometido a pinealectomía. (Abajo) Grupo intervención, sometido a pinealectomía e inyección paravertebral de toxina botulínica. (Imágenes del autor) 87 VII. 2. Valores del ángulo de Cobb y lateralidad de la curva El valor medio del ángulo de Cobb para los animales del grupo control (PNX) fue de 32,92o (17,8o-47,7o) y para los del grupo intervención (PNX y posterior administración paravertebral de TxBt en la concavidad de la deformidad) fue de 18,84o (10,8o-31,2o), encontrándose diferencias estadísticamente significativas con valor de P<0,05 (Figs. 33 y 34). El 36,17% de las curvas fueron de convexidad izquierda (17 animales), frente al 63,83% (30 animales) en que fueron derechas (Tablas 1 y 2). Todas las curvas se localizaron en el segmento torácico-lumbar de los animales. 88 Figura 33. Comparación de los valores del ángulo de Cobb. A la izquierda se observan los valores del grupo control (sometido a pinealectomía), a la derecha los del grupo intervención (sometido a pinealectomía e inyección paravertebral de toxina botulínica). (Imagen del autor) 89 Figura 34.a. Comparación de los valores del ángulo de Cobb. En esta imagen se observa radiografía simple a las 8 semanas de un animal del grupo control, sometido a pinealectomía. Medición del ángulo de Cobb mediante software informático sobre imagen digitalizada. Escoliosis izquierda de 32,4o. (Imagen del autor) 90 Fig 34.b. Comparación de los valores del ángulo de Cobb. En esta imagen se observa radiografía simple a las 8 semanas de un animal del grupo intervención, sometido a pinealectomía e inyección paravertebral de toxina botulínica. Medición del ángulo de Cobb mediante software informático sobre imagen digitalizada. Escoliosis derecha de 12,1o. (Imagen del autor) 91 T a b la 1 . R e g is tr o d e d a to s d e lo s a n im a le s d e l e st u d io : g ru p o c o n tr o l ( p in e a le c to m ía ). S e m u e st ra n r e su lt a d o s e n c u a n to a s u p e rv iv e n c ia , e v o lu c ió n p o n d e ra l, la te ra lid a d d e la c u rv a y m a g n it u d d e la m is m a s e g ú n e l m é to d o d e l á n g u lo d e C o b b . C o n ti n ú a e n p á g in a s ig u ie n te . (E la b o ra c ió n d e l a u to r) 92 T a b la 2 . R e g is tr o d e d a to s d e lo s a n im a le s d e l e st u d io : g ru p o i n te rv e n ci ó n ( p in e a le c to m ía y t o xi n a b o tu lín ic a ). S e m u e st ra n r e su lt a d o s e n c u a n to a s u p e rv iv e n c ia , e v o lu c ió n p o n d e ra l, la te ra lid a d d e la c u rv a y m a g n it u d d e la m is m a se g ú n e l m é to d o d e l á n g u lo d e C o b b . (E la b o ra c ió n d e l a u to r) 93 VII. 3. Desarrollo ponderal El desarrollo ponderal de los animales del estudio fue el esperado para la edad de sacrificio, con valores que oscilaron entre los 1.683gr y los 3.102gr 81 (Fig. 35). No se encontraron diferencias en este sentido entre los animales del grupo control y del grupo intervención, a excepción del animal No 22 del grupo intervención, que quedó notablemente por debajo de dichos valores, con un peso final de 870gr (Fig. 36). Al evaluar el grado de escoliosis en relación al peso alcanzado por cada animal, estableciendo un punto de corte en 2.400 gr, se observó una tendencia a mayores ángulos de deformidad en aquellos animales más desarrollados ponderalmente (Fig. 37). Algunos animales presentaron tendencia al sueño durante las tres primeras semanas del estudio, que desapareció posteriormente. Ningún animal presentó reacciones adversas registrables tras la administración de TxBt. 94 Figura 35. Evolución de la ganancia ponderal. En verde (rombos) el valor medio esperado para pollos Broiler hembra de la población general. En azul el valor medio (estrellas) y los valores reales (dispersión de círculos) de los animales del estudio. (Imagen del autor) 95 Figura 36. Evolución de la ganancia ponderal, comparativa entre grupo control e intervención. En morado el valor medio (estrellas) y el valor real (dispersión de circulos) del grupo control. En azul el valor medio (trébol) y los valores reales (dispersión de círculos) del grupo intervención. En rojo la línea del valor del animal no 22 perteneciente al grupo intervención, muy por debajo del peso esperado. (Imagen del autor) 96 Figura 37. Relación entre desarrollo ponderal de los animales y grado de escoliosis observada. A la izquierda se observan los valores del ángulo de Cobb para los animales por debajo de 2.400 gr (n= 23). A la derecha los valores del ángulo de Cobb para los animales por encima de 2.400 gr (n= 24). (Imagen del autor) 97 VIII. DISCUSIÓN El objeto de toda discusión no debe ser el triunfo, sino el progreso. . Joseph Joubert (1754-1824) 98 99 VIII. 1. OBJETIVOS DE LA TESIS VIII. 1.1 Objetivo principal El objetivo principal del estudio fue valorar la influencia de la toxina botulínica (TxBt) inyectada de forma unilateral, en la musculatura paravertebral de la concavidad de la curva, en la progresión de escoliosis de pollos pinealectomizados. A la vista de los resultados obtenidos, se puede afirmar que dicha toxina se demuestra efectiva en el modelo estudiado para frenar el desarrollo de deformidad o, al menos, ralentizarlo. VIII. 1.2 Objetivos secundarios VIII. 1.2.1 Capacidad escoliógena de la toxina botulínica paravertebral Existe una asociación más débil con respecto al objetivo de valorar la capacidad escoliógena de la TxBt en el pollo sano, puesto que no ha sido el foco principal de la investigación y, por tanto, el diseño del estudio se ha centrado en optimizar los recursos para alcanzar conclusiones con relación al objetivo principal. La “n” utilizada para este objetivo secundario es a todas vistas insuficiente y no permite establecer una relación causa-efecto con significación estadística. Ahora bien, sí se ha encontrado una clara tendencia a iniciar una escoliosis de convexidad en el lado inyectado, de mayor intensidad 100 cuanto mayor dosis de toxina administrada (ver Figs. 23 y 24 del capítulo Material y Métodos, pág. 99). Dicha capacidad es el fundamento del tratamiento planteado con TxBt. O dicho de un modo más gráfico: si la toxina es capaz de iniciar una convexidad ipsilateral a su inyección, podría compensar una concavidad cuando se administra en el lado de la misma. Como se discutirá más adelante, tanto los resultados observados para el objetivo principal como para este objetivo secundario, concuerdan con el modelo biomecánico de columna vertebral que se propone en este estudio. VIII. 1.2.2 Determinación de la dosis óptima de toxina botulínica En cuanto a la dosis de TxBt administrada, se ha establecido como 10U/kg la más adecuada para alcanzar los objetivos del estudio. Dicha dosis se ha demostrado en la fase de obtención de datos del efecto a medir y puesta a punto de la técnica quirúrgica como la más efectiva a la hora de iniciar una deformidad en el plano coronal de la columna vertebral del pollo sano. Sin embargo, de los datos derivados de esa fase no se puede establecer una asociación causa-efecto con significación estadística, por las mismas razones comentadas en el punto anterior. Si bien en ningún caso se ha logrado detener por completo el desarrollo de escoliosis en ningún animal, también es cierto que la dosis óptima real para este propósito es desconocida. La limitada disponibilidad de recursos y la obligación ética de disminuir al mínimo el número de animales implicados en estudios de 101 experimentación han impedido profundizar en este sentido. Por estas razones, se han comparado en la fase preliminar el placebo (suero fisiológico) con dosis crecientes de TxBt (5U/kg y 10U/Kg). Se ha tomado como óptima una dosis de 10U/kg, extrapolada de la práctica clínica habitual 77,80,82 y contrastada con un número muy reducido de animales. Aunque se ha mostrado como la dosis óptima entre las comparadas, no se puede descartar que sea una dosis insuficiente para observar resultados de mayor alcance. Es controvertido el diseño de nuevos estudios en animales con tal fin, puesto que el objetivo final es el tratamiento de la escoliosis progresiva en humanos y, por lo tanto, la dosis óptima debería explorarse en ese ámbito. VIII. 1.2.3 Influencia de la toxina botulínica sobre el desarrollo ponderal Analizar la posibilidad de que el uso de TxBt pudiera influir en el crecimiento normal de los animales ha sido otro objetivo secundario del trabajo. Para ello, se han registrado los distintos pesos que cada animal ha ido presentando cada dos semanas, coincidiendo con la realización de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos, hasta su sacrificio. De los datos obtenidos, se pueden destacar dos hechos. En primer lugar, el conjunto de animales del estudio, ya sea del grupo control o del grupo intervención, ha presentado un crecimiento cercano al esperado 81, con una curva siempre progresiva, aunque algo más atenuada en las última semanas (ver Fig. 35 del capítulo Resultados, pág. 120). Por tanto, la pinealectomía (PNX), procedimiento 102 común a todos los animales del estudio, no parece influir de forma llamativa en dicho crecimiento. En segundo lugar, se aprecia una superposición, con valores casi idénticos, de la evolución ponderal de los animales del grupo control y del grupo intervención (ver Fig. 36 del capítulo Resultados, pág. 121). En este caso, el uso de TxBt con la dosis, vía y momento de administración utilizados en este estudio, tampoco parece influir en la ganancia ponderal de los animales. La única excepción observada ha sido el animal nº 22 del grupo intervención, que ha quedado sensiblemente por debajo de los demás valores, con un peso final de 870gr. Por todo lo demás, dicho animal no ha presentado otras alteraciones observables y su comportamiento ha sido similar al resto del grupo. Aunque no ha sido un objetivo del trabajo, se ha encontrado una tendencia a mayor grado de deformidad cuanto mayor desarrollo ponderal del animal, lo que podría estar en relación a un mayor potencial de crecimiento. VIII. 1.2.4 Investigación traslacional y aplicabilidad clínica Finalmente, a la vista del efecto obtenido, es razonable plantear el diseño de nuevos estudios que confirmen la hipótesis planteada en este trabajo, sobre todo de carácter traslacional, para evaluar las posibilidades de esta terapia en los niños afectados por escoliosis idiopática (EI). De hecho, la TxBt se ha usado ampliamente con 103 resultados satisfactorios y un perfil de bioseguridad demostrado en la población pediátrica 83. El desarrollo de un tratamiento efectivo con TxBt para detener, incluso de forma parcial, la progresión de la deformidad en EI infantil y del adolescente, ampliaría el arsenal terapéutico existente para tratar este padecimiento. Podrían llegar a evitarse los inconvenientes derivados del uso de corsés o cirugías practicadas durante el desarrollo del niño, posponiendo la cirugía definitiva, cuando se necesite, al momento de madurez musculoesquelética. Son necesarias nuevas investigaciones para determinar la aplicabilidad clínica de esta terapia. VIII. 2. LIMITACIONES METODOLÓGICAS VIII. 2.1 Tamaño muestral Se ha calculado un tamaño muestral necesario para establecer diferencias significativas (asumiendo un riesgo alfa de 0,05 y un riesgo beta de 0,2) sobre un efecto (TxBt sobre la musculatura paravertebral del pollo) del cual no existen datos previos en la literatura. Se ha asumido una desviación típica de 10 puntos, una proporción de pérdidas previstas del 5% y una diferencia mínima a detectar de 8 puntos. Se trata de valores arbitrarios, ajustados a la limitada disponibilidad de recursos y la necesidad de utilizar el mínimo número de animales para experimentación. Aunque evidentemente, en otras 104 circunstancias, se podría haber determinado un tamaño muestral diferente, el diseño actual ha permitido establecer unas conclusiones válidas con un nivel de fiabilidad suficiente y un consumo de recursos razonable. VIII. 2.2 Estudios de imagen Se realizó estudio radiológico simple de la columna vertebral a las 2, 4, 6 y 8 semanas de vida. Sin embargo, debido a la limitada disponibilidad de recursos, sólo se obtuvo imagen radiográfica convencional de 16 animales. La selección de éstos se llevó a cabo durante la realización del estudio radiológico simple mediante fluoroscan, que se practicó a todos los animales. El criterio de selección para realizar la radiografía convencional, prueba de imagen de mayor resolución, fue la observación de ángulos de Cobb representativos de cada grupo de estudio. Si bien las imágenes obtenidas mediante fluoroscan permiten una estimación adecuada de la medida (Fig. 38), la resolución superior exhibida por la radiografía convencional facilita el uso del software de medición de ángulos y otorga valores más precisos. Resulta pertinente señalar esta limitación, aun cuando no parezca probable que haya podido influenciar de forma significativa en los resultados de la variable a estudio, a saber, los grados de deformidad de la escoliosis medidos según el método del ángulo de Cobb. 105 Figura 38. Estudios de imagen de un mismo animal, realizados en el mismo momento. (Izquierda) Imagen de proyección posteroanterior de fluoroscan, (Derecha) Imagen de proyección posteroanterior de radiografía simple. Se observa una buena correlación entre pruebas, con mayor resolución para la radiografía simple. (Imágenes del autor) VIII. 3. ELECCIÓN DEL MODELO VIII. 3.1 Resultados de la pinealectomía en la literatura y comparación con el trabajo actual En relación al procedimiento de PNX en pollos, se encuentran diferencias en algunos aspectos al compararlos con otros trabajos publicados en la literatura. Con respecto a la incidencia de escoliosis, la presente investigación concuerda con otros estudios, ya que la 106 incidencia esperada para pollos Broiler pinealectomizados es de 93- 100% 75,84,85,86. Sin embargo, existe una mayor variabilidad, en torno al 52-100%, cuando la especie utilizada es White Leghorn 25,26,30,38,39,42,74,87 u otras, como la Steggles utilizada por Fagan et al.39. También existe cierta diferencia en cuanto a la supervivencia de los animales pinealectomizados, que aparece más reducida globalmente en la literatura. Este fenómeno puede encontrar su explicación debido a la diferencia de los procedimientos quirúrgicos utilizados, como se describe a continuación. Resultan llamativas las descripciones publicadas sobre la técnica quirúrgica, que en algunos casos ponen en duda si realmente se realiza un abordaje adecuado de la glándula pineal, una correcta manipulación de los tejidos y, en última instancia, del animal. La mayoría se basan en las descripciones comunicadas en los trabajos de Machida et al. 25,26 y de Wang et al. 74. Las más detalladas son las de éste último, en las que precisamente se ha basado el trabajo actual. Tras la fase preliminar de esta tesis, sorprende al autor que, en la práctica totalidad de los estudios, no se mencione la necesidad del uso de medios de magnificación para realizar el procedimiento. Éste tiene una extrema tendencia al sangrado masivo encefálico y meníngeo cuando la manipulación es grosera, en unos animales que se encuentran en un periodo muy vulnerable durante la primera semana de vida. Durante la fase de puesta a punto se intentó realizar el procedimiento con gafas lupa de 2.2 aumentos, idea que se desechó debido a la falta de la 107 precisión necesaria para manipular los tejidos cráneo-cartilaginosos, meníngeos y encefálicos del pollo de 24-48h de vida (su peso medio oscila entre los 35 y los 50 gr). En adelante se realizó todo el estudio con la ayuda de microscopio quirúrgico, con un aumento medio de 4.5 magnitudes, lo que permitió una hemostasia extrema. Por otra parte, en muchos de los artículos no se realiza ningún tipo de comprobación para demostrar la extirpación de la glándula pineal del animal. Dicha glándula tiene un tamaño que apenas llega a un milímetro, con un tallo prolongado y de consistencia muy friable. Debido a su localización es fácil confundirla con fragmentos de los senos venosos desgarrados durante una manipulación poco fina. Incluso algunos trabajos demuestran la génesis de escoliosis sin necesidad de retirar la glándula pineal directamente, ya que, simplemente el despegamiento y reposición agresivos del colgajo de calota, producen un sangrado profuso subdural que parece ser el responsable de lesionar la glándula, que en el ave se encuentra superficial, entre los lóbulos frontales y parietales, en la línea media. Algunos estudios ni mencionan cómo hacen la técnica 42, o hacen referencia sobre la técnica quirúrgica a artículos que no la describen y a su vez citan a otros artículos, acabando todos en los mismos de Wang y Machida 33, 36,37,88. El único estudio más detallado, con referencia a magnificación, análisis histológico de la glándula pineal y una descripción metodológica más precisa es el de Fagan et al. en 2009 39. En él se describe una incidencia de escoliosis del 75% aproximadamente, aunque la especie utilizada no es Broiler sino Steggle. Reconocen dos patrones fundamentales de 108 escoliosis, una curva más progresiva y suave, más parecida a la de la EI infantil (el más frecuente) y otra que definen como escoliosis angular, más brusca y menos progresiva, a veces entre dos niveles vertebrales (menos frecuente). Conviene subrayar, como ya se ha hecho anteriormente, que la resolución de nuestras imágenes, por la limitada disponibilidad de recursos, ha podido llevar a sobreestimar de algún modo los efectos de la PNX. A pesar del uso de software para la medición del ángulo de Cobb, la realidad es que las curvas por debajo de 15o son difícilmente medibles, pues un mínimo cambio en la inclinación de las líneas produce cambios significativos en el ángulo. Quizá sería interesante utilizar un observador externo para medir nuevamente los valores, lo que podría modificar los resultados. De todos modos, en la totalidad de los casos se han visto diferencias entre las columnas de los animales pinealectomizados y las de los animales sin pinealectomizar utilizados como control en la fase preliminar. Por otro lado, también resulta de interés resaltar que en muchos trabajos no se enseñan las pruebas de imagen, en ninguno se enseña nada en relación al procedimiento quirúrgico y en los que salen radiografías, muchas no están alineadas (la quilla, equivalente al esternón humano, debe quedar centrada sobre el eje principal de la columna para confirmar ausencia de rotación del animal a la hora de realizar el estudio de imagen) (Fig. 39). En ese sentido, el trabajo presentado ha tratado de ser más riguroso. El uso del fluoroscan se ha mostrado 109 Figura 39. Error de proyección radiográfica. El eje de la columna (en rojo) y el de la quilla (en azul) se deben superponer para realizar una correcta evaluación de la deformidad lateral de la escoliosis. (Izquierda: imagen original tomada del trabajo de Fagan et al., Pinealectomy in the chicken: a good model of scoliosis?. Spine 2009; 18:1154-9. Derecha: elaboración del autor) ventajoso a tal efecto, pues ha permitido repetir las proyecciones inadecuadas sin mayor problema. Adicionalmente, para alinear al animal en el momento del estudio de imagen, se han utilizado esponjas moldeadas a medida para los diferentes tamaños de los especímenes en cada fase del estudio, con el fin de reproducir una posición “erguida” y disminuir los sesgos debidos a una proyección inadecuada. VIII. 3.2 La pinealectomía como modelo de escoliosis idiopática El modelo seleccionado para la realización de esta investigación presenta ventajas e inconvenientes. Dentro de las primeras, cabe destacar el hecho de que es el único modelo en el que, para generar una escoliosis, no se interviene de forma quirúgica directamente sobre 110 la columna vertebral ni sus tejidos circundantes. A juicio del autor, ésta es una característica fundamental, ya que lo contrario puede generar factores de confusión e interferencias en la evaluación de cualquier terapia encaminada a corregir la escoliosis, como inflamación, efecto volumen, efecto tensión de tejidos cicatriciales, pseudocápsulas alrededor de implantes, entre otros. Es decir, si bien cualquier intervención sobre esa zona puede generar estos efectos, no parece conveniente duplicarlos, una vez para generar el modelo y otra vez para corregirlo. Por otro lado, el potencial de crecimiento de los animales (multiplican su peso por 50 aproximadamente en tan sólo 8 semanas) permite desarrollar los estudios en corto plazo de tiempo, facilitando una estrecha monitorización de los cambios acontecidos durante su crecimiento. Adicionalmente, los bajos costes de obtención, estabulación, alimentación, manipulación y traslado asociados a este animal, son sin duda un elemento clave para poder desarrollar investigaciones de estas características en un contexto de escasez de recursos. Sin embargo, el modelo no está exento de inconvenientes. Parece que la escoliosis mediada por PNX en el pollo se alcanza mediante una degeneración acelerada de las articulaciones intervertebrales, una osteoporosis incrementada de hueso esponjoso y una alteración de la osificación endocondral, hechos que no se han demostrado en la EI infantil y del adolescente 76,86,85. El trabajo de Wang 74 encontró similitudes con la EI en cuanto a desarrollo de curvas simples y dobles, grados y estabilidad de la curva, número de vértebras implicadas, 111 dirección de la rotación y características de la progresión. El mismo autor señaló como diferencias la variabilidad de las vértebras afectadas y el acuñamiento vertebral que se produce. El estudio de Fagan et al. 39 subraya también otras diferencias con la EI en niños, como la ausencia de discos intervertebrales en la columna del pollo, observando en su lugar una articulación diartroidal sinovial o, en algunos casos, una articulación cartilaginosa sin espacio articular físico. Por otra parte, describe que cerca de la mitad de las curvas producidas fueron de tipo angular y cortas, con un importante acuñamiento vertebral e incluso subluxación o luxación de los cuerpos vertebrales, a diferencia de las curvas de la EI infantil y del adolescente, más largas y progresivas. Estos hechos obligan a tomar precauciones a la hora de extrapolar los resultados obtenidos en experimentos realizados sobre este modelo de escoliosis al ámbito de la investigación clínica. Finalmente, el pollo no es un mamífero, aunque sí un vertebrado. Y, aunque es un animal bipedestante, no se podría afirmar que su posición estática o dinámica sea erguida, como la del ser humano. Sin duda, se trata de factores que podrían limitar de manera importante la interpretación de cualquier estudio con intención traslacional pero, desde el punto de vista del autor, podrían presentar menos relevancia de la esperada 89 (Fig. 40). Como se discutirá más adelante, la consideración de la columna vertebral y sus tejidos circundantes como una estructura de tensegridad, sometida a sus principios, podría minimizar la trascendencia de estos hechos. 112 VIII. 4. TOXINA BOTULÍNICA Se han discutido ya, en el primer punto de éste capítulo VIII, los aspectos relativos a la determinación de la dosis, la influencia sobre el crecimiento y el perfil de bioseguridad de la TxBt. Sin embargo, conviene resaltar algunos detalles de interés adicionales. Figura 40. Grabado de anatomía comparada. (Imagen extraída del libro de Pierre Belon du Mans, L´Histoire de la nature des oyseaux, avec leurs descriptions et naifs portraits retirez du naturel. Ed. Chez Guillaume Cauellat, París, 1555) 113 VIII. 4.1 Uso de toxina botulínica en el pollo Existe abundante literatura en cuanto al efecto de la TxBt en los pollos 90,91,92,93,94. En cambio, no parecen existir estudios previos que describan su uso con fines similares a los de este trabajo, a saber, la administración percutánea intramuscular, en el animal vivo, con el objeto de debilitar temporalmente determinados grupos musculares. La TxBt pertenece a un grupo de sustancias denominadas bloqueantes de la placa motora. Su mecanismo de acción consiste en la inhibición de la liberación de acetil-colina al espacio sináptico de la placa motora, mediante su unión a la sinaptobrevina presente en la superficie de las vesículas del neurotransmisor, lo que estabiliza la estructura de ésta y le impide participar en el proceso de liberación (Fig. 41). Por tanto, es indispensable la existencia de la placa motora y todos sus componentes para que la toxina pueda tener efecto. Este es el caso de las aves, aunque a diferencia de los mamíferos, que tienen músculos de inervación focal (cada fibra sólo posee una sinapsis), presentan músculos de inervación multifocal, con varias placas motrices en cada fibra. La consecuencia de ello es que estos últimos responden con una contractura a la activación de los receptores colinérgicos por acetilcolina u otros agonistas. Los resultados obtenidos en esta investigación concuerdan con estos hallazgos. 114 Figura 41. Acción de las toxinas botulínicas sobre los mecanismos de liberación de la acetilcolina. (Imagen extraída del libro de Florez J. Farmacología Humana, capítulo 13 Transmisión colinérgica. Fármacos agonistas colinérgicos, pág 215, 3º edición, Masson S.A, 1997) VIII. 4.2 Uso de toxina botulínica en el ser humano La utilización de la TxBt como terapia alternativa para controlar la deformidad escoliótica en humanos podría contar con algunas ventajas relevantes. En primer lugar, su efecto es “reversible” o, mejor dicho, no 115 permanente. Aunque la necesidad de repetir periódicamente su administración es, a priori, incómoda para el paciente y el especialista, esta característica permitiría modular su administración en función de los resultados que se van obteniendo durante el tratamiento, incluso llegando a suspenderlo en caso necesario. El inicio de los efectos tras su administración es casi inmediato, de tres a cinco días, y se prolonga durante unos cuatro meses 77. En segundo lugar, se puede aplicar sin necesidad de ingreso o utilización de quirófano, puesto que la monitorización electromiográfica (EMG) para su administración más precisa se puede realizar en régimen ambulatorio 83. Por el contrario, existe controversia acerca de los efectos de la TxBt en su utilización a largo plazo 95. Podría provocar una atrofia o disfunción muscular por su uso repetido. Y, en relación al tratamiento propuesto, podría conducir a una debilidad generalizada de la musculatura paravertebral, puesto que se debilitaría la concavidad en una columna donde se asume que la convexidad es ya débil. Diversas publicaciones se muestran favorables acerca de la ausencia de efectos deletéreos 96,97,98,99, aunque también hay otras que, si bien no se muestran contrarias, recomiendan precaución en cuanto a su uso en periodos prolongados 100,101. Sin duda, la estrecha monitorización de los pacientes con EI infantil en un entorno hospitalario facilitaría el control de los eventuales efectos adversos que pudieran producirse. Por último, cabe subrayar el uso clínico experimental, a modo de terapia de uso compasivo, que tanto Nuzzo et al. 102 en 1997 y Patatoukas et al. en 2014 103 han hecho de la TxBt paravertebral para 116 tratar algunos casos de escoliosis paralítica, con resultados favorables. Sin embargo, la búsqueda de nuevas referencias sobre el tema no ha dado resultados. No ha sido posible localizar ninguna otra propuesta en la literatura para generalizar el uso de TxBt con los fines descritos ni ningún otro estudio experimental al respecto, a parte del trabajo de Indahl et al. 21, que presenta importantes deficiencias como ya se ha señalado (ver capítulo Conceptos Preliminares, sección Modelos de estudio de escoliosis, apartado Revisión histórica y metodológica, págs. 65-66). VIII. 5. BIOMECÁNICA Y TENSEGRIDAD VIII. 5.1 Biomecánica de la columna vertebral Un gran número de artículos sobre modelos de escoliosis hacen constante referencia a la importancia de la bipedestación y la acción de la gravedad sobre la disposición de la columna vertebral, llegando incluso a forzar dicha posición en animales de experimentación que de forma natural son cuadrúpedos 8,104. Se sugiere que ambos factores son casi indispensables para explicar el desarrollo de escoliosis. Este axioma se repite una y otra vez en la literatura y, en la mayoría de los casos, no se sustenta en demostraciones científicas o, al menos, no aparecen reflejadas. 117 La asunción del raquis como una estructura de soporte de compresión axial exclusivamente es controvertida, como lo demuestran algunos estudios biomecánicos sobre los discos intervertebrales, en los que se demuestra presión trasmitida no sólo por compresión, sino también por tensión y torsión 105,106. El modelo biomecánico tradicional considera la columna vertebral como un mero pilar, donde múltiples elementos apilados (las vértebras), articulados por unas almohadillas que les proporcionan cierto grado de movilidad (los discos intervertebrales) y estabilizados por unos anclajes semi- rígidos (los ligamentos y cápsulas articulares), se puede mover gracias a la conexión con un aparato motor (los músculos). Si la columna vertebral se comportase como un pilar compuesto de múltiples piezas, la fusión de uno o varios niveles de los mismos no debería afectar a los otros. Sin embargo, algunos estudios existentes parecen coincidir en que dichas fusiones conducen a la degeneración acelerada de las articulaciones adyacentes, aunque con repercusión clínica variable 107,108. Las articulaciones son curvaturas resbaladizas en las que no puede existir el rozamiento (o éste es mínimo), lo que contrasta con el hecho de que, para transmitir cargas de forma lineal, las fuerzas deben ser por lo general perpendiculares a una superficie. Mientras que los pilares soportan las cargas desde arriba, la columna vertebral puede hacerlo desde cualquier dirección, con los brazos y piernas colocados en cualquier posición. Igualmente, la mayoría de las descripciones sobre los problemas biomecánicos de la columna se han realizado mediante diagramas de 118 cuerpo libre, como los utilizados en física para describir las fuerzas que actúan sobre un sistema aislado. Éstos diagramas simplifican el análisis de los sistemas y proporcionan teorías razonables sobre la fisiopatología de algunos procesos, como la rotación vertebral asociada a la escoliosis progresiva (Fig. 42), que según Adam et al. 109 se relaciona con la fuerza de la gravedad, mientras que Millner et al. 110 postulan que es debida a la inestabilidad de las vértebras torácicas inherentes a su forma. Valga como ejemplo la articulación del codo, tradicionalmente representada como un brazo de palanca con punto de giro en la articulación y la inserción del bíceps en el antebrazo como motor de la flexión (Fig. 43) 111. Sin embargo, este tipo de modelos presentan deficiencias relevantes. En el ejemplo propuesto, el bíceps es un músculo que cruza la articulación glenohumeral, lo que crea un segundo momento de fuerza en el hombro. Ésta articulación se estabiliza mediante musculatura antagonista como el tríceps, que a su vez tiende a extender el codo, creando un bucle de retroalimentación con el bíceps, que no se tiene en cuenta en el modelo. Es más, la articulación glenohumeral se conecta al tronco mediante la escápula, que queda suspendida en la pared torácica mediante diversos músculos que deben estabilizarla y, a su vez, deberían entrar de alguna forma en la ecuación al generar sus propios ciclos de retroalimentación agonista-antagonista. Las cargas calculadas utilizando diagramas de cuerpo libre con frecuencia superan la capacidad de los tejidos. Por ejemplo, la musculatura espinal es capaz de resistir cargas de 2.000- 4.000N pero, según los cálculos tradicionales, durante ejercicios de 119 Figura 42. La columna vertebral como modelo tradicional de columna. (A) Columna recta; las fuerzas de compresión trabajan en línea con el eje y. (B) Columna curvada en un plano, el xy en este caso; las fuerzas de compresión inducen una curvatura unidimensional sobre el plano. Es el caso de las cifosis- lordosis fisiológicas. (C) Columna curvada en el espacio, tanto en el plano xy como en el yz; las fuerzas de compresión producen una curvatura bidimensional y rotación asociada en xz. (Imagen original extraída del artículo de Adam et al., Gravity-induced torque and intravertebral rotation in idiopathic scoliosis. Spine 2008; 33:30-7, modificada por el autor) 120 Figura 43. Diagramas de cuerpo libre sobre modelos de biomecánica tradicional, clases de palanca. (Imagen extraída de la web Washington Ergonomics, Washington, EE.UU., disponible en línea en www.washingtonergonomics.com) 121 levantamiento de peso dichas cargas pueden sobrepasar los 16.000N 112. Si se calculan las cargas considerando el cuerpo una barra o una palanca, el modelo linear Newtoniano crearía fuerzas de torsión que desgarrarían músculos, romperían huesos y agotarían la energía disponible (Fig. 44). Parece que la bioarquitectura necesita modelos no Newtonianos y no Hookeanos, que sean más adaptables a los seres vivos. Estudios previos han demostrado la importancia de la trasmisión axial de cargas en los cuerpos vertebrales para aumentar la resistencia de la columna 113,114. Es decir, debido a la configuración de lordosis- cifosis fisiológicas de la columna, el plano trasversal de los cuerpos vertebrales (y los discos intervertebrales) no siempre es perpendicular a la vertical del suelo y, por lo tanto, tampoco lo es a la fuerza de la gravedad. Sin embargo, la acción de la musculatura y el resto de tejidos blandos permite que las fuerzas de compresión que sufre la columna de forma segmentaria se transmitan de forma prácticamente axial. Este tipo de cargas se han denominado “follower loads”, en virtud de su capacidad de seguir el eje longitudinal de la columna (Fig. 45). Parece existir un importante papel neuromuscular en la disposición de la columna vertebral, con influencia de las estructuras viscoelásticas (discos, cápsulas articulares y ligamentos) sobre el componente motor muscular estático (tono) y dinámico (contracción), como sugiere el trabajo de Holm et al. 115 en cerdos de experimentación (Fig. 46). Langenskiöld y Michelsson 116 ya apuntaron al desequilibrio 122 Figura 44. Diagrama de cuerpo libre sobre modelo tradicional de la columna vertebral. (Imagen extraída de la web Washington Ergonomics, Washington, EE.UU., disponible en línea en www.washingtonergonomics.com) Figura 45. Representación de las “follower loads” y la importancia del papel muscular para la estabilización de la columna. (Imagen extraída de la web Muskuloskeletal Biomechanichs Research Laboratory, Illinois, EE.UU., disponible en línea en www.windycitylab.com) 123 musculoligamentoso como posible causa responsable de escoliosis progresiva. En este sentido, surgen múltiples preguntas entorno al desarrollo de esta patología, la relación entre distintas especies, el papel de la columna vertebral y, por ende, la influencia que las partes blandas puedan tener en el aparato musculoesquelético, no sólo como meros apéndices motores, sino también como piezas clave en la estática y el desarrollo correcto del mismo. A continuación se enumeran algunas de las más relevantes: “¿Por qué todos los vertebrados, independientemente de si bipedestan o se desplazan a cuatro patas, e incluso aquellos que flotan en el agua, tienen una columna vertebral que conserva prácticamente intactos sus componentes esenciales filogenéticamente?” “¿Es válido un modelo tradicional de cargas axiales compresivas sobre la columna vertebral (y otros huesos del organismo) o existen otras fuerzas implicadas en el equilibrio estático-dinámico musculoesquelético?” “¿Cómo sería posible el movimiento de los astronautas en órbita, sin la influencia de la gravedad, en un sistema dependiente de compresiones de origen externo al mismo?” “¿De qué forma podría un paracaidista en caída libre realizar cualquier movimiento sin contar con un punto de apoyo estable?” 124 Figura 46. Ilustración sobre la hipótesis de un sistema reflejo para la estabilización motora segmentaria de la columna. Existen vías aferentes desde las terminaciones nerviosas de los discos intervertebales, las cápsulas articulares y los ligamentos, que influyen en el las vías aferentes motoras. (Imagen extraída del artículo de Holm et al., Sensorimotor control of the spine. J Electromyogr Kinesiol 2002; 12:219-34.) 125 VIII. 5.2 Columna vertebral y sistema musculoesquelético como estructuras de tensegridad El propósito de un pilar es la estabilidad, mientras que el objetivo de la columna vertebral es la flexibilidad y el movimiento. Las estructuras biológicas son móviles, flexibles, altamente eficientes en el consumo de energía y funcionalmente independientes de la fuerza de la gravedad. La mayoría de los estudios de biomecánica se basan en la premisa, nunca demostrada, de que el cuerpo es una estructura de carga axial y resistencia compresiva. Sin embargo, uno de los principios de la tensegridad es la sinergia, definida por Fuller como el comportamiento del sistema de forma integral, no predecible por los comportamientos aislados de sus componentes tomados por separado. Por ejemplo, no se pueden predecir las propiedades de la sal a través de las propiedades aisladas del metal sodio y el gas cloro. Por lo tanto, muchos estudio de elementos aislados como vértebras, discos, ligamentos, movilidad de segmentos acotados, etc… deberían ser replanteados. A modo de ejemplo, todo el sistema de soporte de la extremidad superior es un sistema de tensión basado en la musculatura entrelazada de la columna, el tórax y el brazo, de forma que la escápula no presiona el tórax y la clavícula actúa más como una barra de compresión, como lo haría en un modelo de tensegridad. Característicamente, la escápula no produce una impronta relevante 126 en la pared torácica a pesar de las fuerzas que soportamos con los miembros superiores y, sin embargo, la mera presión directa que ejerce un expansor o prótesis mamaria es capaz de socavar dicha pared, incluso llegando a erosionar huesos. En el caso de la articulación sacroilíaca, la columna está anclada mediante potentes ligamentos, capaces de trabajar sólo a tracción. Se podría decir entonces que el sacro y, por consiguiente todo lo que está por encima de él, “se cuelga” de la pelvis y no depende tanto de fuerzas axiales compresivas. Los músculos, como elementos de tensión de una armadura reticular tensegrítica, actuarían al unísono más que como antagonistas. Y las cargas aplicadas sobre un punto de la estructura se distribuirían, de forma conjunta, a través del sistema de tensión y del de compresión, del mismo modo que las cargas sobre el punto de contacto de una rueda de radios se distribuyen por los radios y la llanta (a diferencia de la rueda de carro, donde la carga sobre el punto de contacto se concentra como fuerza de compresión sobre ese punto) (Fig. 47). Incrementar el tono de los elementos de tensión podría incrementar la rigidez de la estructura, del mismo modo que acortarlos o alargarlos podría alterar su forma o capacidad de movimiento. Las fuerzas de compresión sobre las articulaciones se trasmitirían a través de la tensión de las partes blandas. En el cuerpo humano así entendido, las extremidades no son elementos rígidos ensamblados en el cuerpo. Son segmentos discontinuamente rígidos y no lineales (huesos), interconectados por articulaciones no lineales y viscoelásticas (cartílagos, cápsulas y ligamentos) e integrados con un sistema motor 127 Figura 47. Diferencias en el mecanismo de distribución de cargas entre dos tipologías distintas de rueda. Las flechas rojas representan el peso del eje y las marrones la resistencia del suelo. (Izquierda) Rueda de carro: debido a su rigidez, trabaja fundamentalmente sometiendo a compresión (flechas azules) el radio más inferior. (Derecha) Rueda de radios: la elasticidad de la llanta (flechas amarillas) relaja los radios más inferiores y somete a tensión progresiva (flechas verdes) a los más superiores. (Imagen elaborada por el autor) activo no lineal y viscoelástico (músculos, tendones y tejido conectivo). Los órganos viscerales se integran también dentro de este sistema, trabajando principalmente a compresión dentro de cavidades en tensión, como lo hacen las partículas de aire en el interior de un globo. Por lo tanto, no hay fronteras definidas que aíslen por completo territorios corporales y la estructura trabaja igualmente en posición erguida, tumbada, en el mar, en la tierra, en el aire o en el espacio. Este enfoque resuelve muchas de las incongruencias de los modelos tradicionales. Levin ha aplicado los mismos conceptos a la biomecánica de la columna vertebral y ha mostrado su desacuerdo con el modelo 128 tradicional, que la considera un pilar 117. Según él, el peso ejercido por la cabeza en los movimientos de flexión y lateroflexión, debería romper una estructura de este tipo debido al excesivo momento de fuerza que se produciría en la columna cervical. De hecho, el problema de este tipo de construcciones es que son unidireccionales, lo que en caso de pandeo generaría torsiones que superarían con creces la resistencia de los materiales biológicos. Es más, las fuerzas necesarias para equilibrar una columna vertebral cuyo centro de gravedad está constantemente cambiando serían incalculables. Un pilar necesita una base fija y una conformación rígida para mantenerse estable, por lo que no puede ser considerado un modelo válido para explicar las propiedades biomecánicas de la columna vertebral. Por lo tanto, ésta se podría considerar como una estructura de tensegridad (Fig. 48), en la que un conjunto de elementos de compresión dispuestos de forma discontinua (vértebras) interacciona con un conjunto de elementos de tensión dispuestos de forma continua (músculos y ligamentos). Los discos intervertebrales jugarían un papel más como articuladores (sometidos a presión variable) para permitir movimiento que como puros trasmisores de carga axial. Es decir, las partes blandas no son sólo apéndices motores, sino que forman también parte de la estructura 118,119. Se podrían establecer tres principios básicos en este nuevo modelo: (1) Los ligamentos están bajo tensión continua. Los estudios de Nachemson 120, Tkaczuk 121 y Kazarian 122 han demostrado el estado de “pre-tensión” del ligamentum flavum (ligamento amarillo), el ligamento longitudinal anterior y el ligamento longitudinal posterior cuando la 129 Figura 48. Prototipo de columna vertebral como modelo de tensegridad propuesto por Tom Flemons, de Intension Designs. (Imagen extraída de la web Intension Designs, Saltspring Island, Canadá, disponible en línea en www.intensiondesigns.com) 130 columna está en posición neutra. En ningún momento el conjunto de estos ligamentos está completamente relajado. Es más, el trabajo de Kazarian encontró que cuando los cuerpos intervertebrales están unidos sólo por los discos, tras cortar los ligamentos longitudinales anterior y posterior, la columna vertebral se expande, como se esperaría en un sistema tensegrítico si alguno de los miembros a tensión es seccionado. (2) Se pueden predecir ciertas configuraciones, puesto que los reticulados de tensegridad utilizan un ángulo de 60o para coordinarse (más eficiente desde el punto de vista estructural), en lugar de un ángulo de 90o. Estudios anatómicos de las fibras del annulus del disco intervertebral muestran esta interrelación de fibras próxima a 60o 123 (Fig. 49). (3) Aunque algunos de los componentes rígidos de un sistema de tensegridad pueden llegar a tocarse, eso no significa que se encuentren uno contra otro a compresión. De acuerdo con esta nueva perspectiva, los datos experimentales recogidos en el presente estudio parecen justificables. La administración de TxBt paravertebral en la concavidad de la curva de escoliosis, produciría una debilidad estructural en los componentes de tensión del lado inyectado. Como consecuencia de ello, resultaría un restablecimiento del equilibrio del conjunto de la estructura de tensegridad, que se transmitiría a todos sus componentes, en forma de corrección de la deformidad (Fig. 50). 131 Figura 49. Modelo tridimensional de elementos finitos de un segmento de la columna vertebral. Se aprecia el entramado de las fibras del disco intervertebral, con ángulos próximos a 60o. (Imagen extraída del artículo de Hussain et al., Reduction in disk and fiber stresses by axial distraction is higher in cervical disk with fibers oriented toward the vertical rather than horizontal plane: a finite element model analysis. J Manipulative Physiol Ther 2010; 33:252-60.) 132 Corrección tras toxina botulínica La toxina botulínica induce una debilidad en los elementos de tensión del lado de la concavidad, favoreciendo el restablecimiento del equilibrio de tensión-compresión de toda la estructura La consecuencia es la tendencia del sistema a recuperar una conformación más simétrica, similar a la de la columna vertebral sana Concavidad de la curva de escoliosis Se postula que existe una debilidad comparativa en los elementos de tracción del lado de la convexidad con respecto a los de la concavidad, que induce pérdida de tensión de los mismos y la progresión de la deformidad La concavidad de la curva es el lugar indicado para la inyección de toxina botulínica paravertebral bajo control electromiográfico Figura 50. Simulación tridimensional de la columna vertebral como estructura de tensegridad. (Arriba) Situación pre-tratamiento. (Abajo) Situacion post- tratamiento. (Simulación e imágenes elaboradas por el autor, Autodesk®3dsMax®2015) 133 VIII. 5.3 Influencia de los tensores: el papel de la musculatura paravertebral en un sistema de tensegridad El origen de la EI en niños es desconocido, como lo demuestran las más de 1.500 publicaciones que resultan a día de hoy de la búsqueda de los términos idiopathic scoliosis etiology (etiología de la escoliosis idiopática) en PubMed. Se postulan múltiples teorías genéticas, biomecánicas, metabólicas, etc… que apuntan, como ya se ha señalado, a un probable origen multifactorial. Al margen de las posibles causas, en esta investigación se ha sugerido la existencia de una debilidad estructural de los tensores de la convexidad de las curvas de escoliosis, que favorece la progresión de la deformidad dentro de un sistema de tensegridad de la columna vertebral. En este último apartado de la discusión se exponen algunos datos de la evidencia científica existente, tanto a favor como en contra, sobre esta teoría. VIII. 5.3.1 Evidencia favorable Pincott et al. demostraron la capacidad del virus de la poliomielitis de producir escoliosis en monos al inyectarlo sobre la médula espinal. Postularon que el mecanismo de producción de la deformidad fue la debilidad asimétrica de la musculatura paravertebral, debida a la 134 pérdida de inervación propioceptiva secundaria al virus 124. Más adelante, confirmaron su hipótesis con un nuevo trabajo, mediante rizotomías selectivas de las raíces dorsales de la médula. La escoliosis resultante se localizó con la convexidad en el lado operado y la intensidad de la curva se relacionó con el número de raíces cortadas 125. En la misma línea de la afectación neuromuscular se encuentran otros muchos autores. Por ejemplo, Indahl et al. subrayaron que existe una estrecha interrelación entre el sistema osteoarticular de la columna y la musculatura circundante, con un relevante papel de la propiocepción y la señalización aferente-eferente 126. Garrosa et al. demostraron importantes cambios histopatológicos en la musculatura paravertebral en relación a procesos escoliogénicos 127. Werneck et al., mediante su modelo experimental en conejos, han sugerido que estos cambios puedan responder a procesos de denervación o a miopatías de oriden isquémico 128. Smith et al. encontraron un fuerte incremento de la deformidad, creada mediante cerclaje en un modelo de escoliosis en conejos, cuando producían una disfunción neuromuscular en el lado de la convexidad de la curva. Según los autores, dicha disfunción parece jugar un papel fundamental para resistir el colapso mecánico de la columna, hecho que podría llegar a ser un factor fundamental a la hora de diferenciar curvas severamente progresivas de otras más moderadas 129. Estudios experimentales en conejos han demostrado como la activación unilateral de parte de la musculatura paravertebral y accesoria de la columna produce una curva de convexidad contralateral al lado estimulado, con rotación de los cuerpos 135 vertebrales hacia dicha convexidad 130. De nuevo, se observa un patrón de hiperactividad muscular relativa ligado a la concavidad de la curva. Whalen et al. 131 analizaron mediante electroforesis las características de la musculatura paravertebral de 13 pacientes con EI. Sorprendentemente encontraron que, en cinco de ellos, sólo coexistian fibras musculares con isoformas rápidas y lentas de las proteínas contráctiles (cadenas ligeras de miosina y subunidades TN-C de troponina) en el lado de la concavidad de la curva, mientras que en la convexidad sólo las isoformas lentas fueron detectadas. Por otro lado, MacEwen ha revisado estudios EMG realizados sobre la musculatura paravertebral que son de gran interés 9. Al comparar los resultados obtenidos entre controles sanos, pacientes con escoliosis progresiva intervenidos mediante artrodesis y pacientes con escoliosis progresiva sin intervenir, se han encontrado patrones de actividad eléctrica asimétrica sólo en el último grupo. Dichos patrones reflejaron un aumento de la actividad en el lado de la convexidad, que se incrementaba con las posturas que requerían más esfuerzo. Se ha postulado que dicho aumento responde a un intento de respuesta compensatoria, característica del estado de fatigua muscular o de ciertos estados de debilidad, ya que los músculos afectos tratan de reclutar mayor número de fibras para lograr el mismo efecto. Es decir, la amplitud y frecuencia de los potenciales registrados reflejan el esfuerzo que realiza el músculo, pero no la fuerza que desarrolla. Los trabajos concluyen que la EMG podría ayudar a planificar los 136 Figura 51. Estudio gammagráfico de paciente adolescente de 15 años, con osteoma osteoide localizado en el lado izquierdo de la vértebra T12. Concavidad ipsilateral de la curva reactiva. (Imagen extraída del artículo de Sapkas et al., Undiagnosed osteoid osteoma of the spine presenting as painful scoliosis from adolescence to adulthood: a case report. Scoliosis 2009; 4:9-13.) tratamientos de los pacientes con EI, ya que podría detectar los casos más susceptibles de progresividad. Son llamativos diversos trabajos sobre escoliosis secundaria a osteoma osteoide y osteoblastoma en la columna vertebral. La presencia de este tipo de lesiones produce una escoliosis de concavidad ipsilateral secundaria a espasmo muscular, provocado por dolor en el lado de la afección (debido a cambios inflamatorios producidos en la musculatura adyacente) 132 (Fig. 51). Ambos tipos de lesiones son las que con más frecuencia producen una escoliosis reactiva por dolor. Característicamente, cuando la tumoración es de localización central en la línea media, no se produce escoliosis en ningún caso. Es más frecuente la aparición de escoliosis por este mecanismo cuando la lesión se localiza en la región torácica o lumbar. Y dentro de la región cervical, más frecuente en la zona cervical inferior que en la superior. Se postula la posibilidad de que la mayor 137 movilidad de la columna en zonas altas puede conducir a trastornos más bien de rotación (tipo torticollis), que de latero-desviación, que son más habituales en zonas más bajas por su menor dinamismo 133. Otros autores señalan que, la reacción inflamatoria que se produce alrededor del osteoma osteoide en la espalda, conduce a miolisis de la musculatura circundante, con sustitución del músculo por tejido fibrograso no funcional. El espasmo muscular que conduce a la deformidad podría ser producido por musculatura secundaria ipsilateral, para proteger y disminuir el dolor de la miolisis 134. Una vez eliminada la lesión, desaparece la inflamación y la escoliosis mediada por dolor 135. Desde el punto de vista etiológico, se ha postulado que la disfunción neuromuscular podría tener un papel relevante a la hora de iniciar la EI infantil, que se volvería progresiva durante el pico de crecimiento de la adolescencia debido a factores biomecánicos 136. Los modelos animales que generan escoliosis mecánicamente mediante cerclajes o tensores, colocados de forma asimétrica en el tronco 104,137,138,139,140, de alguna forma reproducen la respuesta de un sistema de tensegridad a las fuerzas del crecimiento. De manera artificialmente inducida, parte de los elementos de tensión de ese sistema tienen una muy alta resistencia (debida al tensor o cerclaje), obligando a la estructura a reequilibrarse por otra vía, lo que generaría la escoliosis. Es más, la retirada de estos tensores añadidos pueden conducir a la regresión de la deformidad e incluso su completa desaparición 141. El concepto de Nottingham descrito por Burwell et al. en 1992 142 apunta también al 138 relevante papel de la disfunción neuromuscular en la patogénesis del proceso, en la que también influirían el crecimiento y las fuerzas soportadas por la bipedestación. En el fracaso de algunos modelos de experimentación también se pueden encontrar indicios de la relevancia de las partes blandas a la hora de inducir curvas de escoliosis. Por ejemplo, la resección unilateral de costillas se ha demostrado inconstantemente eficaz en primates 16,17. Si se analizan los trabajos más detalladamente, el abordaje utilizado en el estudio de Robin, que no consiguió desarrollar ninguna deformidad, fue paravertebral. Este hecho permitió respetar la musculatura circundante, muy potente en los primates por su postura semierguida, lo que podría explicar el efecto estabilizador de la misma y el fracaso del experimento. Otro ejemplo se puede observar en los experimentos de Langenskiöld 14, donde hay procedimientos de resección unilateral de partes blandas que no producen escoliosis o es mínima. Sin embargo, no se debe olvidar el tejido cicatricial, que ofrece resistencia, madura con el cuerpo en un intento de suplir lo dañado y trabaja como un elemento de tensión, lo que podría justificar los resultados. VIII. 5.3.2 Evidencia desfavorable McIntire et al. compararon la fuerza de rotación de la columna vertebral entre controles sanos y adolescentes con EI. Encontraron una asimetría de contracción, pero con mayor debilidad hacia el lado de la concavidad. Sin embargo, discuten los probables mecanismos que median éstos resultados sin llegar a conclusiones definitivas. Por 139 ejemplo, subrayan que la musculatura paravertebral sólo contribuye en torno a un 5% en el movimiento de rotación estudiado, por lo que dicha asimetría se puede deber a la compensación de otros grupos musculares, como los oblicuos 143. En el campo de la neurofisiología, existen estudios comparativos entre controles sanos y pacientes con EI del adolescente que no han encontrado diferencias significativas 144. Estos resultados contrastan con los presentados en el apartado previo en relación a la EMG. No son pocos los autores que postulan que la escoliosis es un fenómeno casi exclusivo de los humanos, debido a la bipedestación y las cargas axiales verticales que soporta la columna 145. Estos hechos generarían fuerzas de cizallamiento dorsal en el raquis, características solamente en el ser humano por su postura, que además inducirían un crecimiento óseo asimétrico, responsable de la deformidad 10,146 (Fig. 52). Ouellet y Odent 11 subrayan también la ausencia de escoliosis espontánea en la naturaleza y el hecho de que los modelos inducidos experimentalmente en ratas presentan mayor incidencia de deformidad cuando se diseñan con el animal en bipedestación forzada. Según los autores, las cargas soportadas por la columna en animales cuadrúpedos actuarían como lo hacen en un puente colgante, exponiendo menos al raquis a desarrollar deformidades rotacionales y protegiéndolo de padecer escoliosis. La postura completamente erguida del ser humano, que sitúa su centro de gravedad encima de la pelvis, favorecería la acción de las descritas fuerzas de cizallamiento dorsal. 140 Figura 52. Demostración esquemática de las fuerzas de cizallamiento dorsal generadas en la columna vertebral del ser humano. (Imagen extraída del artículo de Janssen et al., Experimental animal models in scoliosis research: a review of the literature. Spine J 2011; 11:347-58.) 141 Éstas serían inexistentes en otros vertebrados bípedos, que mantienen una postura con las caderas y rodillas más flexionadas, permitiendo un centro de gravedad más adelantado. Finalmente, la contribución del principio de Hueter-Volkmann a la generación de la EI en niños, si bien no contradice la teoría tensegrítica del modelo, añade algunos matices. Este principio establece que la carga o compresión asimétrica de la placa de crecimiento en el lado cóncavo de la curva, inhibe el desarrollo óseo unilateral y conduce a un acuñamiento del cuerpo vertebral. Estas diferencias de altura en los cuerpos vertebrales son las que resultarían en una escoliosis, que se convertiría en progresiva debido a la existencia de un bucle “compresión - inhibición del crecimiento – deformidad”, cada vez más acentuado. El uso de corsés de descarga permitiría atenuar la compresión sobre las placas de crecimiento de la concavidad, favoreciendo así su normal desarrollo y deteniendo la progresión de la escoliosis. Sin embargo, existe cierto consenso en desaconsejar estos corsés en aquellas curvas que no consiguen corregir al menos un 20% con su uso 147. En cualquier caso, el principio de Hueter-Volkmann tampoco explica el origen primario de la enfermedad, ni contradice la consideración de la columna vertebral como un modelo de tensegridad. 142 143 IX. CONCLUSIONES La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes a partir de datos insuficientes. Samuel Butler (1835-1902) 144 145 1. La administración de toxina botulínica paravertebral en la concavidad de la curva de escoliosis de pollos pinealectomizados frena la progresión de la deformidad de forma estadísticamente significativa. 2. Existe una tendencia favorable al efecto escoliogénico de la administración de toxina botulínica paravertebral en pollos sanos, con curvas de convexidad hacia el lado inyectado y de mayor intensidad cuanto mayor dosis de toxina administrada. 3. La dosis de 10U/kg de toxina botulínica se ha demostrado como la más eficaz, durante la fase preliminar de este trabajo, para influir sobre la conformación de la columna vertebral del pollo. El diseño del estudio no permite afirmar que dicha dosis sea óptima, ni tampoco extrapolable a la práctica clínica. 4. La administración de toxina botulínica, según la dosis, vía y momento de administración propuestos en esta investigación, no parece influir sobre el desarrollo ponderal de los animales estudiados. 5. El uso de toxina botulínica, administrada sobre la musculatura paravertebral de la concavidad de la curva de la deformidad de pacientes que padecen escoliosis idiopática, podría resultar de interés como terapia alternativa para controlar la progresión de la enfermedad en estos niños. Su empleo podría evitar los 146 inconvenientes derivados de los tratamientos actuales y posponer la cirugía definitiva, cuando fuera necesaria, al momento de madurez musculoesquelética. Son necesarias nuevas investigaciones para determinar la aplicabilidad clínica de esta terapia. 147 BIBLIOGRAFÍA Cuanto más hacia atrás puedas mirar, más lejos puedes hacerlo hacia adelante. Sir Winston Churchill (1874-1965) 148 149 1. Ingber DE. The architecture of life. Scientific American. 1998;278(1):48-57. 2. Levin SM. Continuous tension, discontinuous compression: A model for biomechanical support of the body. Bulletin of Structural Integration. 1982. [Internet. Disponible en: www.biotensegrity.com]. 3. Jáuregui VG. 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En ese sentido, aprendo de él. Ralph Waldo Emerson (1803-1882) 170 171 ANEXO 1. Autorización de la Consejería de Medioambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid para la realización del procedimiento. 172 ANEXO 2. Aprobación del Comité de Experimentación Animal (CEA) de la Universidad Complutense de Madrid para la realización del proyecto de investigación. 173 PUBLICACIONES Y PONENCIAS El hombre no ha sabido organizar un mundo para sí mismo y es un extraño en el mundo que él mismo ha creado. Alexis Carrel (1873-1944) 174 175 La presente tesis doctoral ha permitido elaborar las siguientes publicaciones y ponencias: Publicaciones 1. González-Miranda Á Riquelme García Ó, Moyano Ortega G, Viveros Montoro A, Largo Aramburu C, García Martín A. Abstracts of the 20th Congress of the Spanish Society for Surgical Research, October, 2014, Albacete, Spain. The British journal of surgery. 2015;102 Suppl 3:6-7. Ponencias 1. González-Miranda Á. Uso de toxina botulínica paravertebral para detener la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados. 49º Congreso de la SECPRE, Granada, España, 2014. GALARDONADO CON EL PREMIO NACIONAL DE RESIDENTES PATROCINADO POR MENTOR. 2. González-Miranda Á. Uso de toxina botulínica paravertebral para detener la progresión de escoliosis en pollos pinealectomizados. 20º Congreso de la SEIQ, Albacete, España, 2014. 176 177 ÍNDICE DE TABLAS La vida es breve, el arte largo, la ocasión fugaz, vacilante la experiencia y el juicio difícil. Hipócrates (460-370 a.C) 178 179 ÍNDICE DE TABLAS CAPÍTULO VII. RESULTADOS Tabla 1. Registro de datos de los animales del estudio: grupo control (pinealectomía) 91 Tabla 2. Registro de datos de los animales del estudio: grupo intervención (pinealectomía y toxina botulínica) 92 180 181 ÍNDICE DE FIGURAS Un filósofo casado es, para decirlo claro, una figura ridícula. Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844-1900) 182 183 ÍNDICE DE FIGURAS CAPÍTULO I. CONCEPTOS PRELIMINARES Figura 1. Elementos de tensión (1) 12 Figura 2. Elementos de tensión (2) 12 Figura 3. Elementos de compresión (1) 13 Figura 4. Elementos de compresión (2) 14 Figura 5. Elementos de compresión (3) 15 Figura 6. (Arriba) Primer tren sobre el puente del ferrocarril del río Papaloapan, Méjico (Abajo) Detalle de un plano de construcción del puente 18 Figura 7. Needle Tower, Hirshhom Museum and Sculpture Garden 22 Figura 8. "Structure-Sculpture" de Ioganson 23 Figura 9. “Structure autotendante” de Emmerich 24 Figura 10. (Izquierda), Tensile-Integrity Structures (Derecha), Continuous Tension, Discontinuous Compression Structures 25 Figura 11. Sleeping dragon, Exhibición de George Rickey y Kenneth Snelson 30 184 Figura 12. Cúpula geodésica de la Biosphère, Museo del Agua y el Medioambiente de Canadá 32 Figura 13. (Arriba) Diseño de columna articulada de tensegridad (Abajo) Prototipo TetraSpine 36 Figura 14. (Arriba) Rata con escoliosis con un alambre de nitinol anclado a las apófisis espinosas (Abajo) Radiografías dorsoventrales seriadas 40 Figura 15. Poecilia reticulata u olomina como modelo “espontáneo” de escoliosis animal (Arriba) Hembra adulta no curva de la especie curveback (Abajo) Hembra adulta curva de la especie curveback 41 Figura 16. (Izquierda) Pollo sometido a simulación de pinealectomía (derecha) Pollo pinealectomizado 43 Figura 17. Particularidades de la columna vertebral tóraco-lumbo-sacra del pollo 45 CAPÍTULO II. INTRODUCCIÓN Figura 18. Caso clínico de niña de 14 años con escoliosis idiopática del adolescente 50 Figura 19. Giba costal asociada a deformidad escoliótica 51 Figura 20. Diferencia entre escoliosis torácica (izquierda) y lumbar (derecha) 52 Figura 21. Corrección quirúrgica de escoliosis idiopática en niña de 12 años 53 185 Figura 22. Corsés para frenar la progresión de escoliosis 55 CAPÍTULO VI. MATERIAL Y MÉTODOS Figura 23. Animales de la fase de obtención de datos del efecto a medir a las 6 semanas. (Izquierda) Suero salino fisiológico paravertebral (sin toxina botulínica). (Derecha) Toxina botulínica paravertebral a dosis de 5UI/kg 73 Figura 24. Animales de la fase de obtención de datos del efecto a medir a las 6 semanas. Toxina botulínica paravertebral a dosis de 10UI/kg 73 Figura 25. Plan de aleatorización de los animales a cada grupo de estudio 74 Figura 26. Colocación de los animales para los procedimientos quirúrgicos 76 Figura 27. Abordaje quirúrgico para pinealectomía 76 Figura 28. Cierre de abordaje de pinealectomía 76 Figura 29. Procedimientos no quirúrgicos invasivos: inyección de toxina botulínica paravertebral mediante control electromiográfico 77 Figura 30. Procedimientos no quirúrgicos no invasivos: Estudio radiológico simple de la columna vertebral 79 Figura 31. Glándula pineal de pollo, estudio con Hematoxilina-Eosina 79 186 CAPÍTULO VII. RESULTADOS Figura 32. Representación gráfica de la distribución normal de los valores obtenidos para el ángulo de Cobb (o) en ambos grupos de estudio 86 Figura 33. Comparación de los valores del ángulo de Cobb 88 Figura 34. Comparación de los valores del ángulo de Cobb. Radiografía simple a las 8 semanas 89 Figura 35. Evolución de la ganancia ponderal 94 Figura 36. Evolución de la ganancia ponderal, comparativa entre grupo control e intervención 95 Figura 37. Relación entre desarrollo ponderal de los animales y grado de escoliosis observada 96 CAPÍTULO VIII. DISCUSIÓN Figura 38. (Izquierda) Imagen de proyección posteroanterior de fluoroscan (Derecha) Imagen de proyección posteroanterior de radiografía simple 105 Figura 39. Error de proyección radiográfica 109 Figura 40. Grabado de anatomía comparada. 112 Figura 41. Acción de las toxinas botulínicas sobre los mecanismos de liberación de la acetilcolina 114 187 Figura 42. La columna vertebral como modelo tradicional de columna 119 Figura 43. Diagramas de cuerpo libre sobre modelos de biomecánica tradicional, clases de palanca 120 Figura 44. Diagramas de cuerpo libre sobre modelo tradicional de la columna vertebral 122 Figura 45. Representación de las “follower loads” y la importancia del papel muscular para la estabilización de la columna 122 Figura 46. Ilustración sobre la hipótesis de un sistema reflejo para la estabilización motora segmentaria de la columna 124 Figura 47. Diferencias en el mecanismo de distribución de cargas de las rueda 127 Figura 48. Prototipo de columna vertebral como modelo de tensegridad propuesto por Tom Flemons 129 Figura 49. Modelo tridimensional de elementos finitos de un segmento de la columna vertebral 131 Figura 50. Simulación tridimensional de la columna vertebral como estructura de tensegridad 132 Figura 51. Estudio gammagráfico de paciente mujer de 15 años, con osteoma osteoide localizado en el lado izquierdo de la vértebra T12 136 Figura 52. Demostración esquemática de las fuerzas de cizallamiento dorsal generadas en la columna vertebral del ser humano 140 188 189 CONFLICTOS DE INTERÉS Y AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés. Jacinto Benavente (1866-1954) 190 191 Conflictos de interés El autor declara no tener ningún conflicto de interés en relación a la investigación presentada. Ayudas a la investigación El presente trabajo ha obtenido una beca de investigación competitiva de la GEER (Sociedad para el Estudio de las Enfermedades del Raquis) en 2014, cuyo importe se ha dedicado íntegramente al desarrollo del proyecto. 192 193 … Paz y Bien. Pedro García Barreno (1943-) 194 195 196 TESIS DOCTORAL 2015 - 2016 Tesis Álvaro González Miranda PORTADA DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS ABREVIATURAS, ACRÓNIMOS Y SIGLAS Abreviaturas Acrónimos y Siglas ÍNDICE DE CONTENIDOS RESUMEN ESTRUCTURADO RESUMEN ABSTRACT I. CONCEPTOS PRELIMINARES I. 1. MECANICA BÁSICA I. 1.1 Tensión (mecánica) Elementos de tensión, tracción o tirantes I. 1.2 Compresión (mecánica) Elementos de compresión I. 1.3 Pandeo I. 1.4 Deformación elástica I. 1.5 Deformación plástica I. 1.6 Límite elástico y tensión de rotura I. 1.7 Estructuras reticulares I. 2. TENSEGRIDAD Nota lingüística Nota aclaratoria (1) Nota aclaratoria (2) I. 2.1 El concepto de tensegridad I. 2.2 El origen de la tensegridad I. 2.3 Tensegridad como principio estructural I. 2.4 Indicios de tensegridad en la naturaleza y aplicabilidad I. 3. MODELOS DE ESTUDIO DE ESCOLIOSIS I. 3.1 Revisión histórica y metodológica I. 3.2 El pollo como modelo animal de escoliosis II. INTRODUCCIÓN II. 1. Escoliosis idiopática en niños: definición, epidemiología y presentación clínica II. 2. Etiopatogenia, historia natural y opciones de tratamiento II. 3. Escenario para la investigación III. JUSTIFICACIÓN Justificación IV. HIPÓTESIS Hipótesis V. OBJETIVOS V. 1. Objetivo principal V. 2. Objetivos secundarios VI. MATERIAL Y MÉTODOS VI. 1. Animales, puesta a punto y grupos experimentales VI. 1.1 Fase de obtención de datos del efecto a medir y puesta a punto de la técnica quirúrgica VI. 1.2 Fase de desarrollo del estudio VI. 2. Procedimientos quirúrgicos VI. 3. Procedimientos no quirúrgicos invasivos VI. 4. Procedimientos no quirúrgicos no invasivos VI. 5. Análisis anatomopatológicos VI. 6. Estabulación y traslado de animales VI. 7. Cuidados postoperatorios y sacrificio de animales VI. 8. Métodos alternativos y garantías VI. 9. Análisis estadístico VII. RESULTADOS VII. 1. Supervivencia, procedimientos y distribución de los datos VII. 2. Valores del ángulo de Cobb y lateralidad de la curva VII. 3. Desarrollo ponderal VIII. DISCUSIÓN VIII. 1. OBJETIVOS DE LA TESIS VIII. 1.1 Objetivo principal VIII. 1.2 Objetivos secundarios VIII. 1.2.1 Capacidad escoliógena de la toxina botulínica paravertebral VIII. 1.2.2 Determinación de la dosis óptima de toxina botulínica VIII. 1.2.3 Influencia de la toxina botulínica sobre el desarrollo ponderal VIII. 1.2.4 Investigación traslacional y aplicabilidad clínica VIII. 2. LIMITACIONES METODOLÓGICAS VIII. 2.1 Tamaño muestral VIII. 2.2 Estudios de imagen VIII. 3. ELECCIÓN DEL MODELO VIII. 3.1 Resultados de la pinealectomía en la literatura y comparación con el trabajo actual VIII. 3.2 La pinealectomía como modelo de escoliosis idiopática VIII. 4. TOXINA BOTULÍNICA VIII. 4.1 Uso de toxina botulínica en el pollo VIII. 4.2 Uso de toxina botulínica en el ser humano VIII. 5. BIOMECÁNICA Y TENSEGRIDAD VIII. 5.1 Biomecánica de la columna vertebral VIII. 5.2 Columna vertebral y sistema musculoesquelético como estructuras de tensegridad VIII. 5.3 Influencia de los tensores: el papel de la musculatura paravertebral en un sistema de tensegridad VIII. 5.3.1 Evidencia favorable VIII. 5.3.2 Evidencia desfavorable IX. CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA ANEXOS PUBLICACIONES Y PONENCIAS Publicaciones Ponencias ÍNDICE DE TABLAS ÍNDICE DE FIGURAS CONFLICTOS DE INTERÉS Y AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN Conflictos de interés Ayudas a la investigación