UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FILOSOFÍA Departamento de Metafísica y Teoría del Conocimiento Crítica y libertad: el problema de la metafísica en el pensamiento kantiano MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Nuria Sánchez Madrid Director Juan Manuel Navarro Cordón Madrid, 2016 ISBN: -978-84-608-6869-9 © Nuria Sánchez Madrid, 2000 .~ D~c=b.4Ci~i. OJ~Q4r-N. Secretario del Tdbunat cali ft 3cador de la Tesis D otoral do ~ ~ d~rÉgida por el Dr. D ~ &b CERTIFICO: Que la. Prsente Te3is ha sido defendida en ci día de la fecha ante el. Tribunai nombrado al efecto. habiendo ob- ten¡do la caflfkecion ce -..t0±~ 0fr~ • enMaJrid¿<~-IO~L4trit4~incaL~#vrw -. ay EL PTE. DEL TRIBUNAL Vi p¿t¿ c4~: Críticay libertad: elproblemadela metafisicaen el pensamientokantiano Tesisdoctoralpresentadapor: NURIA SÁNCHEZMADRID Director deltrabajo: CaL Dr. Don JUAN MANUEL PCI VARROCORDÓN DepartamentodeMetafísicay Teoría del Conocimiento(Filosofía 1) FacultaddeFilosofía UNIVERSIDAD COMPLUTENSEDE MADRID e e u u u e u e u u e u e e e e e u u u e e u e e e u e u u e e e e u u e u e e u u u e e e u e u e e e u u u e u e u u u u Índicee u Introducción. Loscaminoskantianosde la libertad 1 La libertadcomotarea de/pensaru e LI La libertad como posibilidaddel pensar: el idealismotranscendental como la decisión crítica • de la razón quediseña elmarco ontológico necesario para salvar la libertad 7 u • LI.] Primer momento del descubrimiento deuna virtualidad del idealismo transcendentalpara • habilitar elpasoa lo inteligible e 11.2Segundo momentodel descubrimientode una virtualidad del idealismo transcendental para • habilitar elpasoa lo inteligible 21 u • 12 Avertencia preliminar a la solución de una apariencia dialéctica entre naturaleza y libertad en • tanto que presentación indirecta del idealismotranscendental como doctrina de la idealidad de los objetos de los sentidos 23 a 13 Del establecimiento de los límites de la razón pura: el idealismo transcendental como concepto doctrinal de la experiencia del límite 30. U 13.1El limitecomovacio delamano delnoí~menocomoconceptoproblemático 36 e • 13.2El limite señalado desdeuna “tópica transcendental“: la tabla de la nada comocoronación de la Anfibolia de los conceptos de reflexióny el anunciode la tareade un estudio del pensaren clave modal 48u • 13.3El límite desde la Dialécticatranscendental:la perspectivade la apariencia transcendental • (transzendentaler Schein) 73 e 13.4 El limite desde elIdeal transcendentaly el principio de omnímodadeterminación. del a flindamentode la totalidadde las cosasal orden delmundo 84 e • 13.5Cl limite desdela relación simbólica: el antropomorfismosimbólico 98 8 ¡.3.5.) Las condiciones deun lenguaje simbólico: el nuevouso de la analogia que defiende 8 Kant 101 u 13.5.2Las reglasy limites de lo analoglo: la utilidad crítica de los ‘Diálogos sobrela religión • natural” de DavidHume 107 e • 13.5.3La constitucióndeun lenguaje en el limite(aufderCrenze)de la Razóncomolo especarrancar lasraíces», observaciones que pueden ponerse en relación con las palabras de D. Hume acerca de lo inevitable del delirio filosófico—vd Tratadosobre la naturalezahumana,cd. de • Selby-Bigge, libro 1, parte IV, secc. segunda, p. 218 y secc. séptima, pp. 268-271—. lId. Proleg., A 3 y A 189; cfr. op. cit, §4, A 39: «LosProlegómenosdeben,por el contrario [a diferencia de la • Crítica de la razón pura], ser ejerciciosprevios (Vorarbeiten); debenmásbien mostrar lo quese debehacerpara traer una cienciaa la realida4 cómoseaposible,queexponerla cienciamisma».Es la falta de estaciencia lo que inquieta al pensar, pues, si la metafisica Ibera ya una realidad, estuviera ahí delante o «sísepudieradecir: aquíestá • la metafísica, no necesitáismás que estudiarla, sería la pregunta ¿es, en general, posible la metafisíca? • znnecesaria»,vd op. cit., §4. A 32. ~La correspondencia entre Kant y los primeros recensores de su primera Crítica denuncian la ceguera que anula la fuerza renovadora de su propuesta, id carta a Garve, 7-VIII- 1783: « Tengaustedla amabilida4 solamente,deechar aún una mirada superficial sobreel todo y notar que no es, en modo alguno, una metafísica lo que se ha • confeccionadoen laCrítica, sino una cienciapor completonueva,y, hastaaquL no intentaaa a saber, la Crítica de • una razón que juzga a priori»; cfr. la aproximación a la idea de una buenametafísicaen los Proleg., en la medida en • que la metafisica posible por la crítica deberá desmarcarse debidamente del proceder de la metafisica escolar, vi op. dL, A 210: «Deafirmacionesmetafísicasestáhartoel mundo;sequieresaberquese estudialaposibilidadde esta ciencia, lasfuentes,de lascualespuedederivarse la certezade la mismay se deseatener criterios segurospara • distinguir la apariencia dialécticade la razónpura, de la verdad». En este sentido el prudente silencio que ha • elegido el público instruido de toda una época para responder a] campo de batalla (Kamfplatz) en el que se ha • convertido la metafisica no puede parecerle a Kant más que positivo, en la medida en que será síntoma de la • suspensión del juicio e indicio del sopesamiento ex principíis de un problema para el que no resultan aplicables los patrones ya conocidos. u • ‘II u u u u e e estructuralde la obra crítica, reduciéndolaa una investigaciónmásacercade los matenalesy mediosde la razónen sus afirmacionestranscendentes,y así, a un estudioanalítico—en el más plano y lánguido de sus sentidos—de la misma, incapaz de ampliar su conocimiento, se permaneceráciegoa la auténticanovedaddel proyectokantiano, a saber,el situarseen algún lugar exterior a la metafisicamisma —pudiendo así cultivar una suertede mnetafisica de la metafisíca’—,con el propósitode poderdeterminarsu crecimientocomo un todo articulado2. Con este propósitoKant confesarácalibrar la calidad y profundidad de los ensayossobre metafisicaque llegan a sus manossopesandola capacidadde los mismos pararespondera la preguntaacercadel avanceque le hayanpodidoocasionaren su caminohaciala ciencia,lo que le distanciaráde aquellosentresusdetractoresque sostienenpoderjuzgarla obra críticacon ayuda de patronesde conocimientoobtenidosex datis, y, en esamedida,sobradamenteconocidos,por suorigenhistóricoy no exclusivamenteracional,los cuales,enrealidad,no conduciránmásquea ver portodasparteslo ya antesconocido.Estaserá la distinciónque separea un reflexionaren (iii) la metafusicay a otro que se detengasobre (iiber) ella, puesaunquetodos los hombres reflexionanen la misma—desdeel momentoen que sus cuestionesno puedendejarde interesar a todarazónhumana—,no todos reflexionan—con la deseadadistanciadel espíritu crítico— sobre ella, antesde decidir si exaltano no su objeto3. El rechazo de comenzara pensarpor aquello que invita, inquietay mueveal pensamiento—comoes el caso de la libertad—, en beneficio de pautasanalíticasdel pensary de la argumentaciónpertenecientesa la metafisica tradicional,podríahallarunarápidaeutanasiasilos pensadoresdedicaranuna pequeñaparte de sutiempo a cultivar una historia filosofantede la filosofla, dondeun manejo suficientemente diestrodel material conceptualempleadoy una concienciasuficientede la distinción entreel procederdel pensamientofilosóficoy delmatemáticopodríanelaborarunasuertede arqueología filosófíca, pormediode la extraccióndelosfacía de la naturalezaracionalhumana.Sin embargo, la búsquedadeamparoen la historiadel pensamiento-en un conocimientohistórico—atrofiará progresivamenteel usodelJuicioqueestállamadaa desarrollarla razónhumana,y queconvierte a la épocadel propio Kant en la era de la Crítica, puessólo esecamino quedaabierto, tras el fracasodel inmovilismodogmáticoy de la dispersiónescéptica.La ausenciade las condiciones del diálogo filosófico —que ocuparánun puesto de decisiva relevanciaen el pensamiento kantiano— y de la madurez intelectual para comprenderlas verdaderaspretensionesde la investigacióndel conocimientotranscendentalque defiendeel idealismotranscendentaldeberá paliarse,en la medidade lo posible,apoyándoseen un trabajointelectualcomo el humeano.En efectoestepensadoramantedel autoconocimientode la razón, dejó latente una llama que, sí resultabien empleaday ampliadaa todos los conceptoscon los que el entendimientopuede conocera priori, podrárevitalizarla posibilidadde la metafisicay hacerlaprogresaren cuanto ciencia.La preocupaciónhumeana,no tantoporel valor y el usode la relaciónde causalidaden la vida práctica—en todo casosiemprea salvoen virtud del efecto sanadorgarantizadopor la naturalezacon respectoal delirio filosófíca—-, cuantoporel origende la misma,la convertiráen lId. cartaaM.Herz, 11-V-1781,X,p.269. 2 lId VorarbeixenundNachtráge,XXIII, p. 57: «Yomehe colocadoenrealidadenel exterior, enunpinto de vista desdeel cual podríajuzgar acercade la posibilidadde la metafisicamisma»; ésta será la clave para distinguir el estado de los interlocutores del proyecto critico, como observamos en Proleg., A 211; asimismo la improductividad del método analitico en metafisica es señalada en KrV, Infrod., VI, p. 23. lId. Rfl. n04984, XVIII, p. 51. En la nota anterior vimos como los Vorarbeitendel apéndice de los Prolegómenos retrataban la voluntad kantiana de, a diferencia del recensor, no permanecer en el campo de batalla de la metafisica, sino de intentar desplazarse hacia un afuera de ésta —en tanto que metafisica dogmática, y no reformada—, a partir de donde se pudiera juzgar mejor acerca de su posibilidad como ciencia. IV U u U U U el despertadorde la somnolenciadogmática,al representarla primerachispade luz acercade los • presupuestosdel proyectocritico1. Anunciamosun pocomásarribacómo la importanciade los problemasplanteadospor la metafisica,en tantoquedisposiciónnaturalde la razón,ocasionabaen ella mismala necesidady exigencia(l3edzirfnis) de sondearla Razónhumanamedianteun trabajocritico que recogieraunu archivocompletode todos susconceptospurosa priori, así comode las posibílídadesde ofrecer una respuestasuficiente sobre el estatutotranscendentalde los mismos, y, por último, una exigenciade alcanzarun Juicio maduroacercade las cuestionesen juego. No sonpocos los textoskantianosen los que sepropondráun esbozohennenéuticocomométodode comprensión • del estadoactualde la metafisicacomociencia.Las observacionesacercade suaspectode campo • de batalla (Katnpfplatz) irán desdeel Prólogo a la primera edición de la primeraCrítica (1781) • hastael opúsculosobrela Verkñndigung(17%). En estaúltima serealizaunarápidarevisióndel • edificio en minasqueconstituyela totalidadde las elaboracionesde la razónpura habidashasta • el momento,en cuyo campose identificarán los diversosejércitos en liza —no tan diferentes • como ellos piensan—,y que resultan ser, por un lado, los dogmáticos ——de cuya parte se • encontraráKant sólodesdeel puntodevista formal—,unasuertede habitantessedentariosde un • suelo al que intentanasegurary fructificar haciendouso de principios que sobrepasanlas • posibilidadesy condicionesdelterrenomismo——que no esotro que el dela mismaexperiencia— • por el otro, los escépticos,nómadastemerososa los que encontramosmagníficamentedefinidos • en los Prolegómenoscomo aquéllosque hacenestallaren la costasus navíos, por miedo a • perderseen la inmensidaddel océano,de modo que no lograránmásquebotinesperentoriosy • transitorios,a los que sucederánpenosasépocasde hambruna.Estanarraciónde una lucha, de u una crisis esencial y permanentede la metafisica, será el punto de partida que permita • comprenderen todo sualcancela tareade unaanatomíade la razón, así comola decisiónde la • razón que proponeun idealismotranscendentaly su cuestióndirectriz, a saber, ¿cómoson u _____________ • ‘ En la segunda sección de la Disciplina de la razón pura de la primera Crítica, A 74MB 773, se atribuirá al • «propósitode hacer avanzara la razón en el camino de su autoconocimiento»el motivo del socavamiento de la confortadora y útil convicción humana de que «su conocimientoracional bastabapara afirmar y obtenerun conocimientodeterminadodeun ser supremo»,en tanto que única razón suficiente de conducir a tal determinación • al impasible Hume, «hombrerealmentecual¿ficadoparael equilibrio deljuicio». Debemos a M. Puech un detallado • y exhaustivo trabajo —ya citado por nosotros a] inicio de esta introducción, por cuanto lleva a cabo una • investigación de los origenes del Criticismo en el activo debate de la intelectualidad alemana del siglo XVIII que • podría actuar como necesario pendantde la que aqui presentamos— en el que se persigue el interés de la comunidad científica contemporánea de Kant, distinguida en sus diversas corrientes principales, por la entonces candente • discusión acerca de la cuestión de la validez objetiva de la relación causal, el cual amplía notablemente el alcance de • la discusión Kant-Hume sobre el estatuto de esta conexión dinámica. 2 Vi KrV, A 703/B 731-A 704/B 732: «Teniendoen cuentaque no hay modode acabar una discusiónsi no se • descubrela verdaderacausade una ilusión quees capazde engañaral másjuicioso; teniendoen cuenta, además, que la descomposiciónde todo nuestroconocimientotranscendenteen suselementos(encuantoestudiodenuestra • naturalezainterior) poseeun valor nadainsign¿ficantepor simismo,a la vezqueconstituyeinclusoun deberparael • filósofo; teniendoencuentaqueeranecesarioindagarminuciosamentetodasestasvanaselaboracionesde la razón • especulativahastasusfuentesprimeras. Ydadoqueen estecasola ilusión dialécticano sólo esengañosaen lo que • se refiere al juicio, sino quees, además,tentadoray natural —comolo será siempre—incluso en lo que tocaal interéspuestoenestejuicio, mehaparecidoaconsejableredactardetalladamentelasactasde esteproceso,por así decirlo, y archivaríasen la razónhumanacon el fin deprevenirerroresde estaclaseen el futuro». Por esta via • podremos esperar de la crítica «el plan completo, bien probadoy garantizado,y hasta todos los mediosde • realizaciónensL por loscualesdebeserrealizadala Metafísicacomociencia;por otroscaminosy otrosmedioses • imposible»,vi Proleg., A 189. El vacío que la matemática, la ciencia natural, las leyes, las artes y la moral misma (1) dejan en el ánimo, permite oir de una manera más clara el eco de la apelación de la razón que solicita la satisfacción de sus intereses, arquitectónico, especulativo y práctico; vi Proleg A 218.u u • V u u u u u u posibles losjuicios sintéticosa priori? Si las atinadasobservacioneshumeanassirvieron para comenzarahacertambalearla confianzakantianaenel métodoanalíticode la metafisicaescolar, un conflicto como el antinómico no será menosen la elaboracióndel proyecto critico, y precisamenteen el seno de su discusión la razón recogerálos frutos de una crítica del conocimientopuro a priori de la razón en relación al reconocimientode una pluralidad de órdenesy legislacionesquesacaráa la luz por primeravez las condicionesontológicasque el idealismotranscendentalpodia ofrecerpara la salvaguardade la libertad’. Si nos detenemos brevementeen las seccionesconclusivasacercadel aprendizajeque la razónpuedeganarde sí mismaen el conjunto de sus cuatro conflictos antinómicos—en el respectoteórico— habrá ocasión de observarcómo ésta pareceentrar en ellos en relación con sus más elevadas expectativas,enunasuertedejuegodeguerraentreargumentosy contraargumentos,del cualno puedeevadirseparacontemplarlocomo un espectadormásy cuyapaztampocopuedeanunciar rápidamente,sin haberextraídola verdaddel zarandeo.Paraello se requeriráigualmenteuna disciplina, noción cargadade contenido pedagógico,que enseñaráa sustituir ese estado de naturalezaque esla guerrapor la imparcialidadcrítica del tribunal de la Razón y su peculiar modo de solución de los problemas,a saber,el proceso, así como a renunciara perentorias victorias,a las quetardeo tempranosucederála inseguridadde un armamentoindiscriminadode ambosejércitos, temerososde un ataquepor sorpresadel contrincante,las cualesquedarán desarmadasantela intemporalidadde la sentencia,que afectaal origen mismode las disputas2. De esta manera—unavez que una lógica de la apariencia se hayaocupadode denunciarla erranciadel procederdogmáticoen metafisica-—-semuestraque sólo quedaráabierto el camino critico en las discusionesmetafisicas,el cual procederáa una localización del origen de la Vd carta de Garve, 21-XI-1798, XII, p. 257: «Mi puntodepartidanofuela investigaciónde la existenciadeDios, de la inmortalidad,etc., sinolaAntinomiade la razónpura [.j fueella laquemedespertaríaporprimeravezdela somnolenciadogmáticay me empujaríaa la crítica de la razón mismapara ponerfin al escándalode una contradicciónaparentede la razónconsigomisma»;cfr. KrV, A 673/B 701: «Nada nosimpide asumir esasIdeas comoobjetivase hipostáticas,exceptuandola cosmológica,enla cual la razónchocacon una antinomiaal intentar desarrollarla»; cfi’. el elogio de este conflicto en KprV, A 193: «[La] antinomiadela razónpura, queserevelaensu dialéctica, suponede hechoel error másbeneficiosoen el quepudierahaber incurrido la razónhumana,puestoque nosempujafinalmentea buscar laclaveparasalir de estelaberintoy, unavezencontrada,esaclave nosdescubre lo queno se buscabaperosíseprecisaba,cual esunaperspectivasobreun ordende cosasmáselevadoe inmutable enelqueyaestamosahoray alquepodemosatenemosenlo sucesivo,conformandoasínuestraexistenciamediante preceptosdictadospor el excelsodestinoque determina la razón»; para la recolección de los tres tipos de Antinomias de la razón pura y su común indicación de un sustrato suprasensible de los fenómenos será decisiva la segunda observación del § 57 de la KU. 2 Vd. KrV, A 7511B 779. J.-F. Lyotard ha mostrado un especial interés en la particularidad que reviste a la solución de las antinomias dinámicas de laKrV, en las que el juez suple las faltas de los &ndamentos de derecho (Mangelan Rechtsgrunde),que habian permanecido ocultos a ambas partes, recordando la presencia en el hombrede un respecto fenoménico y otro nouménico, y así, sin necesidad de aplazar la vista de las causas de ambas panes —como era el caso en las antinomias matemáticas—, concluye una sentencia que da satisfacción (Genugtuung)a las dos, en lo que el pensador francés reconoce uno de los argumentos filosóficos que con mayor razón podria señalarse como antecesor de un conflicto lingúistico-ontológico que denomina diferendo;vd Le différenct Notice Kant (1, 2, 4) y L ‘enthousiasme.La cnt¡quehantiennede 1 ‘histoire, pp. 42-4, ambas incluidas en nuestra bibliografia; vi KrV, A 529/B 557-A 530fB 558 «Ahoraqueavanzamoshacia losconceptosdinámicos del entendimiento,enla medidaen que debenacomodarsea la Idea de la razón, cobra importanciaesta distinción [entresíntesis matemática y dinámica de los fenómenos], abriéndonosun nuevohorizonterespectodel litigio en quela razónse halla envuelta Estelitigio fue antesrecusado por basarseensupuestosfalsosporamboslados. Peroteniendoencuentaquetal vez tengaahoralugarenla antinomiadinámicaun supuestocapazdecoexistirconlaspretensionesdela razóny queel juez suple las deficienciasde losfundamentosjurídicos quehabíansido ignoradaspor ambaspartes, se puede, teniendoestopresente,llegara una avenencia entrelasdos,cosaquela antinomiamatemáticanopermitía». VI u e e u e • discordiamásescandalosadela razónconsigomisma,surgidaen tomoa problemastalescomosi el mundotieneun comienzoo si suextensiónconocealgúnlimite en el espacio;si hayen alguna • parteun obstáculoirreductiblea la división o todo esdivisible en el mundo; si somoslibres en nuestrasaccioneso estamosomnímodamentedeterminadospor la causalidadnatural como el restode los agentesy, por último, si existe algunacausasupremadel mundo, o bien el orden naturales la última referencialegítimade nuestraindagación,proposicionestodasconcernientes aunarepresentaciónpretendidainenteobjetivaacercade la totalidadde lascosasqueel idealismo transcendentalse niega a sí mismo, a la esperade un rendimientopositivo de esta pesarosa renuncia.Perola esperano tardarámucho tiempoen darsusfrutos,puessi bien el sometimiento a la crítica de talesdiscusionesdará comoresultado,por lo que respectaal primer grupo, la • inviabilidadde susolución,a] pasarpor alto la limitación de las facultadeshumanasde conocer, por lo que respectaal segundoadvertirá de que tesis y antitesisdomicilian cadauna en una • facultaddistinta,pensandodesdeel puntodevistadelnoúmenoo del fenómenorespectivamente, • de modo que, una vez que se haya manifestadoque la discordia se debía a un simple • malentendido,puedainaugurarse«un tranquilo y duradero gobierno de la razón sobre el • entendimiento». El desplieguedel núcleode problemasquealbergala antinomiadela razónpura • daráocasiónde descubrirtodaunaseriede interesesde la razónen eseconflicto, una suerte de • inevitable patologíade la razón—impulsaday articuladaen último término por un interés • práctico2—que solicita la intervencióndel Juicio. Así pues,la célebreimagende un tribunal de • la Razón representarála manifestaciónmás fundamental,y si se prefiere, primigenia,de la • facultadde juzgar kantiana, de suerte que tras sucesivasformas igualmente ilegítimas de • habérselasconalgoasícomola metafisica—las cualesseocupade archivarunahistoriajurídica • de la razón—,llegaráel momentodeljuicio madurode un siglo —cuyaposibilidad,sin embargo, • perteneceya siemprea un pasadoremoto, imposible de datar—,el cual decidiráavanzar,en un • principio, por la únicavía quepuedemedirsecon los diversosejércitosen liza, denunciandosu • no pertenenciaa ningunode ellos, a saber, el ínc4ferentísmo,que amputeel órganodel que • proveníanlaspresuntasproposicionesracionalesy, amodo detrinchera,al menospongafin a los • pretendidossaberesilusorios.En sentidopositivoestejuicio reclamade la razón: u • «que de nuevo emprenda la más dificil de todas sus tareas, a saber, la del autoconocimiento y, por otra, 1<] que instituya un tribunal que garantice sus pretensiones legitimas y que sea capaz de • terminar con todas las arrogancias infundadas, no con afirmaciones de autoridad, sino con las leyes • eternas e invariables que la razón posee»3. u • Todadecisiónquesetomeconrespectoa la imposibilidado posibilidadde unametatisica • comocienciatendráquecontarasíconel basamentojurídico proporcionadopor el tribunal de la • razón,el cualdecidiráacercade laspretensioneslegitimasde ésta,dedondedeberánextraerselos • frutos de unarazónquesedescubrecomodiscípulade símisma,en la determinacióncompletay • segurade la amplitudy los limites de suuso4.En virtud de sumismanaturaleza,unacríticade la e • 1VdKrV,A465/B493. 2 Vd op. dL, B Xxxii; A 4661$ 494; A 8041$ 832-A 8051$ 833; cfr.GMS, RA 38, nota y RA 122, nota; cfr. KprV, A 141, A 216-7, A 259,nota. • ‘ Vd KrV, A XI-XII: «dasbeschwerlichsteoller ihrer Geseháfie,námlich dasder Selbsterkenntnisaufs neue ni • ,jbernehmenund einen Gerichtshofeinzusetzen,der sie bei ibren gerechtenAnspruchensichere,dagegen aher alíe U grundloseAnmafiungen.n¡ch¡ durch Machtspruche,sonden:nach ilzren ewígen und unwandelbaren Gesetzen, • abfertigenkónne,unddieseristkeinandereralsdicKritik der reinen Vernunft selbst». ~Con respecto a laexploración del estado de la metafisica como lamentosa Hécuba en los tiempos de la crítica puede acudirse a KrV, A VIII, así como a B XIV donde se ensaya una conftontación de la reina de las ciencias con losu u • VII u u u u u u razónno podrácontarcon unaextensiónmuy larga,puesno seocuparáde los objetosde ésta— — cuyavariedadseñainfinita—, sinomásbien de la razónmismay de los problemasque surgenen su interior1. El conflicto antinómicoresultará,así,unabuenaocasiónparaponerde manifiestolos rasgos que distinguían al saber del límite de la razón del resto de pretendidossaberes especulativos—de ahí que hayamoscomenzadocon su estudio la exposición del concepto doctrinal del idealismotranscendentalcomomarcoontológicoque habilita la salvaguardade la libertad—, el cual no podrá considerara ningunade las preguntasrelativas a objetos que la conciernancomoinsoluble,y así tampocoampararseen pretextosque remitana una ignorancia inevitable o a una insondableprofundidaddel problema,en la medida en quecuentacon las divisionestranscendentalesapropiadasparadisolverlas malascomprensionesde la convivencia en la razónde dos legislaciones.El hechode quelas cienciaspurasde la matemáticay la fisica, fuentesde conocimientossintéticosapriori, seanseñaladascomoejemplosde la vía segurade la ciencia no indicaráen modo alguno una identificación de la metafisicacon ellas, sino que el discursocrítico apuntaráa que se trata de otra ciencia,que recurrea las ya existentescomo un modeloanalógico,basadoen la relaciónque guardanen ambaslos fundamentos—presupuestos de la investigación—y las consecuencias2—los resultadosdela investigación—.De esterecurso analógicotampocoparecelibrarse el tribunal, que tendrá que repararen el modo en que el científico se comportaante la naturaleza,como un juez que lleva en una de sus manos los principiosúnicamentepor mediode los cualespodrá legislarsesobrelos fenómenos,y en la otra el experimentoproyectadode acuerdocony a la luzde estosprincipios.De estamanerala crítica sedescubriráa sí mismacomoun tratado delmétodo,quetrazaráel perfil enterode la metafisica, tanto por lo que respectaa sus límites (Grenzen)—que no limitaciones (Reschránkungen)— como a su articulación interna,dos presupuestosesencialesen unacienciabuscada,en la que á como en un cuerpoorganizado—la razónmismaalbergaunaestructuraarquitectónica—cada miembro trabaja a favor de los demásy éstos en beneficio del primero, de suerte que todo principio hayade serconsideradoen surelaciónglobalconel usopurode la razóntUn texto de los Fortschritte, que se las habrá con la preguntaacercade los progresosrealizadosen una paradigmas racionales, representados por los saberes que han hallado el camino seguro de la ciencia. Este estado de constante vaciJación sólo puede sufrir un giro radical en virtud del planteamiento de la pregunta central de la crítica, a saber, la que inquiere por la posibilidad de los juicios sintéticos a priori, de modo que «una cosaescierta: quien ha probadouna vez la critico, sienteya siemprerepugnanciapor la charla dogmática,con la cual antes,por necesidad,se contentaba»,vd Proleg., A 190. Semejante estado de cosas tiene que golpear especialmente la aj sensibilidad del filósofo transcendental, de lamisma manera en que en el báthosde la experiencia éste se maravillaba de la adecuación (Schicklichke¡t)del conjuntode los conceptos empíricos a la formación de un sistema lógico, como señala una de las cartasdirigidas aM. Pien, 11-V-1781, X, p. 269: «aquélquehasidogolpeadopor el estadoenque sehalla la metaf¡sica, no solamenteennuestrosdios, sino enel queseha hallado siempre»,será el único capaz de interesarse por el proyecto critico. 141. KrV B 23. 2 Vd. op. cit., B XIJI-XIV. La posibilidad propia de la metafisica de abarcar el todo del campo del conocimiento, que señala como un momento critico la elección del punto de partida y la distingue como una Wissenschafiespecial, a diferencia de la matemática y la fisica, nos remite a varios pasajes de la obra crítica kantiana, vd Proleg., A 190-1: «Pueses una venraja con la cual puede contar con confianzala metafísica,entre todas las cienciasposibles, quepuedaser llevada hastasu total terminacióny a un estadopermanente,de tal ¡nodo que no deba cambiar másni sea susceptiblede aumentoalgunopor nuevosdescubrimientos;puestoque la razón no tiene aqui la frente de su conocimientoen los objetosy ensu intuición [..], sino en si misma [.1. [L]a perspectivasegurade un sabertan determinadoy completo,trae consigoun encantoespecial,aunprescindiendodetodautilidad de la cualtodaviahe dehablar»; acerca de la estructura arquitectónica de la razón puede acudirse también a .Proleg., A 19-20 y Fortschr, XX, p. 321; cfr. li}ber emeEntdeckung..,VIII, p. 235: «la critico hapresentado[.1 un sistematotaly de hecho completode talesjuicioscomoverdaderosprincipios»; cfr. KrV, B XXIV y B XXX. VIII u u u u u cienciacomo la metafisica,a saber,un «mar sin riberas, en dondeel progreso no deja huella • alguna» , seconvertiráen un ensayosobre el problemaque estacienciaplanteapara la razón, • ensayandounasoluciónen clave dogmático-prácticaparala cuestióndel tránsitode lo sensiblea lo suprasensible.De acuerdoconla definiciónqueestemismotextonosproporcionaacercade la metafisica,en tanto que ciencia encaminadaal tránsito del conocimientode lo sensiblea lo suprasensiblepor principios, deberárepararseen que lo sensible—en una muestrade claridad arquitectónica—no se referirá unilateralmentea lo directamenterelacionadocon los sentidos, U sinoque se extenderáa lo consideradoen relacióncon el entendimiento—«aunquesólo en el e caso de que los conceptospuros de ésteseanpensadosen su aplicación a los objetosde los • sentidos,esdecir, a favor de una experienciaposible»2—.Así, la ontología, a saber,aquella U parte de la metafisica que constituye un sistema de todos los conceptosy principios del • entendimiento—en la medidaen que éstospuedenseracreditados(belegt)por la experiencia— no toca <2’erñhn) lo suprasensible,fin final de la razón, sino queejerce de propedéutica,de • pórtico(Halle) o atrio (Vorhoj) de la metafisicapropiamentedicha3.El desconocimientode estos • límites y el empecinamientoen conoceralgo de las Ideasfacticias de lo suprasensibleen • nosotros,depuésde nosotrosy encimade nosotros—en un orden analítico.— tenninarápor • convertirel edificio de la metafisicaen un barril de las Danaides,cuya constantepérdidasólo • podráserremediadamediantela limitación de esosobjetossuprasensiblesal uso prácticode la • razón4.De suerteque la filosofia transcendental,elaboradapor la lógica de la verdadde la • primeraCrítica, prestaráa la antiguametaphysicaspecialisel armazón(Zuriistung) conceptual 5 • necesario,modificandoasí la determinaciónde la esenciade ésta.Contrariamentea lo que • podría dar a pensareste abandonodel método analítico del dogmatismo,el crítico no se • enfrentaráal procederdogmáticode la razón en el conocimiento,en la medida en que toda • ciencia,o bien se abstendrádel juicio, o bien albergarácertezasapodícticas—la razónnunca • opina—, debiendo demostrarcon rigor a partir de principios a priori, sino más bien al • dogmatismoque considerapoder avanzaren el conocimientopor merosconceptos,sin haber • legitimado previamenteel procedimientopor el que los ha alcanzado,incrementandoasí sus • haberesde un modomeramentetécnico,es decir, por simple agregación,al carecerdel rigor de u ______________ • Vd. Fortschr., XX, B 294-5; cfr. Vorarbeiten iii Uber den Gebrauch XXIII, p. 75: «Me he atrevido, por • consiguiente,a lanzarmemejoralocéanosinriberasdelasIdeas». 2 PU Fortschr., XX, p. 290. Se trata, por lo tanto, de una investigación de las Ñentes y limites de todo nuestro conocimiento a priori, y en esa medida será filosofiatranscendental—vdKrV, A 11-121B 25 y A 56$ 80-1—. Los Fortschr —4 pp. 260, 273 y • 310— afirmarán que la filosofia transcendental está llamada a firndar (grunden) una metafisica, cuyo fin final sea la • ampliación (Erweiterung) del limite de lo sensible hasta el ámbito de lo suprasensible, en virtud de un paso • transcendente (Oberschriti9,que para no constituir un salto peligroso (gefíihrlicher Spn¿ng)deberá apoyarse en una • diligencia extrema, que ftene el progreso ilegitimo, en lo que concierne al establecimiento del limite de ambos territorios; vd Krl> A 850/li 878-A 851$ 879: «Metafisica es lo que corona el desarrollo (Kultur) de la razón humana,esunfinfinaLpues,indispensable»;cfr. op. dc,A. II/B 25. • ~ Vd. Forschr., XX, p. 309-310: «Sólo cuandolas leyesmoraleshan develadolo suprasensibleen elhombre:la • libertaj cuyaposibilidad no puedeexplicar la razón,pero si probar su realidaden esasdoctrinas dogmático- • prácticas, sólo entoncesha exigido la razón el conocimientode lo suprasensible, pero restringidoal uso en el respectodogmático-práctico,dondese muestraahora unaciertaorganización& la razónpurapráctica: en primer lugar, el sujetodela legislaciónuniversalcomoautordel mundo;en segundolugar,elobjetode la voluntadde los • seresdel mundocomofin final a ellosconforme; y en tercer lugar, el únicoestadode estosseresen el queson • capacesde alcanzartalfirrn. Vd. M. Heidegger, Kanty elproblemadela metafisica, p. 21, donde encontramos un pasajereferido al texto de los Fortschr., XX, p. 316 en el que se señala la presencia de un interés de la razón más alto que el teórico que permite emplear el armazón gurtismng)apanado por la ontologia con vistas a la fUndación de una metafísica. u • IX u e u u u u unidad que aporta la Idea. Sin embargohabrá toda una serie de hilos conductoresde la argumentaciónque el filósofo crítico no podrápasarpor alto en la elaboracióndel sistema,si es queno quiere convertir su trabajoen un juego, la certezaen meraopinión y la filosofia en filodoxia. Nosreferimosasí al sentidoconcretoy formal queguardala recuperaciónkantianadel métodointroductordel espíritu de rigor conceptualenAlemania,queno esotro queel wolffiano, conel propósitode la promociónde unametafisicarigurosa,que habráde desarrollarsepor un procederdogmáticoy sistemático,lo cual presuponeun ordenadoestablecimiento(Feststellung) de principios, unadeterminacióndistinta (deutlicheBestimmung)de los conceptos,la búsqueda del rigor en las demostraciones(Strengeder Beweise)y la prevención(Verhútung)de los saltos atrevidos(kiihne Spri2nge).Más allá de la finne adopciónde estaspautasformales,la filosofia crítica, lejos de pretenderconstruir sistemasmeramenteconceptualesa diestroy siniestro, al modo del dogmatismo,tampocoinvertirá el conjuntode susfuerzasen destruirlos,como es el casodel escepticismo,así comopondráigualmentecuidadoen no obrarcomoel moderantismo, queconstruyeun techo sin casacomo único resguardopara una transitoria residencia,por el contrario,supuntode partidaserála tareade hallar los limites y la esferadel alcancetotal de la razónhumana,lo que la alejarátanto del hablarpor hablarcomode los pseudo-razonamientos (ms Blaise hmneinvernz2nftelnd)’.Así, frente a la edadinfantil que representael dogmático,el escépticodaráun pasohaciala madurezintroduciendola censura(Tadel) de la razón,esdecir, la duda acercade todo uso transcendentede los principios, que pondrá de manifiestoun Juicio escarmentadopor la experienciaPero seránecesarioaún un tercerpaso,propio de un Juicio maduro,quesometaa examen,no a los hechosde la razón, sino a la Razónmisma,de manera 2 quela censurasetransformeen crítica . Perosueleocurrirle a la razónhumanael queacabecon premurael edificio de su especulación,para examinarúnicamentedespuésla firmeza de los cimientos3.La críticaviene, sin embargo,a anunciary justificar la necesidadde avanzaren el camino inverso,para el quenuncaes tarde, pero cuyatardanzadificultará, sin duda alguna,el trayectoa cumplir. El punto de partidabien podríasuministrarlola distinción crítica entrelas nocionesde limitación (Schranke)y limite (Grenze)—a la queya hemoshechoalusiónen esta introducción—,donde la primera se refiere a una adquisición de conocimientomeramente empírica,en la queningunaoperaciónde medidafundamental(GrundmaJi)es llevadaa caboy así sólo la experienciapermitiráalejaraún un pocomas la líneadel horizonte,mientrasque la segunda,en cambio, señalaráen dirección a la demostraciónde la validez a priori de los principios del conocimiento,lo que hará necesariala determinaciónde las condicionesde posibilidadde la experiencia.No en vano la Introducción a la Crítica de la razón pura había tranquilizadolos ánimos,inquietosaúnante la novedady complejidadde la preguntacrítica, ______________ e ‘PU caita a KAstner, 5-VIII-1790, XIII, p. 278: «Permitidmedecirosque mis esfuerzoshasta aquí dirigidos a la crítica nopretenden,de ningúnmodo, a pesarde lo quepudiera parecer,trabajar contra la filosojYa deLeibniz- Wolff mepareceque hacemuchotiempoqueéstahasidoabandonada;nopretendomásque alcanzarel mismofin, peropor un rodeoquesegúnmi pareceresosgrandeshombresconsideramnsuperfluo—haciendouso delmismo caminodeprocedimientoescolar,peropor la ligazónde lafilosofla teóricacon la práctica—, en una intenciónque se manifestará con más claridad si vivo el tiempo suficiente para instaurar la metafisica en un sistemabien enlazado,taly comomepropongo». 2 Vd KrV, A 760$788. 141 op. cit., Introd, III, B 9; cfi’. Proleg., A 5: «Pero,precisamente,no esalgo inaudito que, despuésde mucho estudiaruna ciencia,atandosepiensacon admiración lo muchoque se haavanzadoen ella, se le ocurra a alguien preguntarsi tal cienciaesposible,y engeneral,cómoesposible.Puesla razónhumana estan constructivaque, con frecuencia,despuésdeacabadala torre, la haderribadodenuevoparaversi el cimientomismoestábienfabricada Nuncaesdemasiadotardeparahacerseracionaly sabio, sin embargo,estantomásdifícil ponerel conocimientoen caminocuantomástarde éstellega». X u u u u u • advirtiendo que todas las previsionesdesechabanque la obra adquiriese una dimensiones desalentadoramentegrandes.Paraello resultabaespecialmenteútil la metáforadel geógrafo: u «Si me represento la superficie de la tierra como un plato (según su apariencia sensible) me es imposible saber hasta dónde se extiende. Pero la experiencia me enseña que, a dondequiera • que vaya, siempre veo un espacio a mi alrededor que me permitirá seguir avanzando. Reconozco • pues, las limitaciones de mi conocimiento efectivo de la tierra, pero no los limites de toda posible • descripción de la misma. Si, en cambio, he llegado a saber que la tierra es una esfera y que su superficie es esférica, puedo conocer, partiendo de una pequeña parte de ella, por ejemplo, de una U magnitud de un grado, el diámetro de la esfera, lo cual me permite, a su vez, conocer según U principios apriori y de un modo determinado todos los límites de la tierra, es decir, su superficie. • Y aunque ignoro los objetos que esta superficie pueda contener, no sucede lo mismo respecto del • contorno donde se hallan contenidos, así como respecto de la magnitud y límites de tal superficie» El avancepor el caminocritico en el estudiode la razónseráel únicoque puedaaportar el trazadode un limite que dejeal descubierto,al mismo tiempo que la vertientenegativaque implica el inevitable estrechamientodel uso especulativode la razón a los limites de la experiencia, una vertiente positiva, al habercimentado,de esamanera,las condicionesdel sostenimiento(Erhaltung) y del avio (Einrdumen) del espacioen el que puedeasentarsela • legislaciónprácticade la razón,demodoqueéstano quededesplazadani reprimida(verdrúngq. • La limitación del conocimientoteórico al campo de los fenómenosaparecerá,asi, como • condiciónde posibilidadde una distribuciónde legalidades,a saber,las de la naturalezay de la • libertad,de maneraque no seentrometanla unaen la esferade la otra y quequedegarantizadala • cohabitaciónde lo diferenteen unamismaresidencia2,usodoblede la razóncuyo descubrimiento • representaráel punto de partidade las posibilidadesde que la metafisicaexistapor primeravez • como ciencia.En cambio, la metafisicadogmáticaanulabael alcancemismo al que la ciencia • buscadaestabadestinada,impidiendola ampliaciónprácticade la razónespeculativa,parala cual • eranecesariosuprimir (aujheben)el saber(Wissen) para dejarsitio a la fe (Glaubenf . Sólo el u Vd KrV, A 759/B 787: «Wennichmir elle Erdflctiche (demsinnlichenScheinegemdfl)als einenTellervorsíelle,so kannich nichíwissen,wieweitsiesicherstrecke.Aherdaslehrl mich¿Ile Erfahrung:dafl, wohin idi nur komme, ich • immereinenRaumummichsehe,dahin ichweiterfortgehenkbnnte;mithin erkenneich Schrankenmeinerjedesmal • wirklichenErkunde,ahernicht die Grenzenaller moglichenErdheschreibungRin ich aberdoch soweitgekommen, • ni wissen,dafídie Erde emeKugel unelihre Flcttche emeKugelflóchesel, so kann ich anch tuis einemkleinen Temí • derselben,z.B. der Grófle emesGrades,denDurchmesser,unddurchdiesen,die vollige BegrenzungderfArde, di? ¿hre Oberfiache,bestimmt¿mdnach Prinzípien a priori erkennen; unel ob ich gleich in Ansehungder Gegenst¿>inde, • die dieseMacheenthaltenmag, wrwissendhin, sobin ich esdochnicht in AnsehungdesUmfanges,der sieenthdlt, • der Grófie undSchrankenderselben»;cfr. op. cii., A 762/R 790: «Nuestrarazón no es una especiede llanura de • extensiónindefiniday de limites conocidossólodemodogeneral,sino que másbienha desercomparadacon una • esferacuyoradio puedeenconirarsepartiendode la curvaturade su superficie(partiendode la naturalezade las proposicionessintéticasa priori); desdeahi podemosigualmente señalarcon seguridadel volumeny los limites de la esfera». • 2 Lejos de la propuesta del fisiólogo Locke, de reconducir «nuestrospensamientosy razonamientosa cosasqueesten • proporcionadasa su capacidad»,vd Ensayo, PróL, §7, se trata de escuchar la voz de una razón que «barrunta • objetosquecomportanparaella elmayor interés))—KrV, A 796¡B 824—, y así de habilitar el espacio para un saber negativo, lindante con las Ideas de la razón, que supone la privación del derecho a un auténtico conocimiento desdeu el punto de vista teonco, pero que al tiempo será ocupado por el mundode la libertad, en una decisión del pensar que • 1,ermitirá escapar a todo materialismo, naturalismo y fatalismo. • Esta es la enseñanza de la siguiente imagen kantiana, aplicada en este caso a la en otras ocasiones tan elogiada • filosofla platónica y su constnscción de elevadas torres en torno a las que suena mucho el viento, lo que lleva a abadonar el salubre y fructífero báihos de la experiencia, vd l’ZrV, 13 9: «La ligerapaloma, que sientela resistencia delaire quesurcoal volar libremente,podria imaginarsequevolaria muchomejoraúnenelespaciovacio».u e • XI u u u e u u régimende proporciónentrelas distintasfacultades—entreentendimientoy razón—,sabiamente apropiado(weislichangemessen)conrespectoal fin final de todo desarrollo(Kultur) de la razón humana,suministrarála autorizaciónquepermitala entradade un principio inteligible comola libertadentrelos objetosdel pensamiento,comola másrelevantey decisivaentrelasIdeasde la razón: «Ni siquiera puedo, pues, aceptar a Dios, la libertad y la inmortalidad en apoyo del necesario uso práctico de mi razón sin arrebatar, a la vez, a la razón especulativa su pretensión de conocimientos exagerados. Pues ésta última tiene que servirse, para llegar a tales conocimientos, de unos principios que no abarcan realmente más que los objetos de la experiencia posible. Por ello, cuando, a pesar de todo, se los aplica a algo que no puede ser objeto de experiencia, de hecho convierten ese algo en fenómeno y hacen así imposible toda ampliaciónpróctica de la razón pura»1 El pasaje kantiano advieyte de que la renuncia en este territorio indeterminado al conocimientono implica el abandonode todo sentido,sino que másbien proporcionarála base conceptualnecesaria—suministraráel acceso(den Bahn schaffen)—para la elaboraciónde un á discursocritico acercade la flmdaciónde la moral en un principio al queal menosla razónpodía ya referirsecomoIdea transcendental,y en esesu primer sentidocomo un auténticoprincipio analíticode la razónpuraespeculativa’.Seráposible,por lo tanto,unaampliación(Erweiterung) de la razónpura desdeun puntode vistapráctico,sin queello suponga,al mismotiempo, la del conocimientoen su uso teórico3. Tomandocomomotivo director la definición de la libertad como aquelloquees capazde franqueartodo limite preestablecidoÚede angegebeneGrenze i~bersteigen)recorreremosaquellostextosde la primeraCritica en los cualesseprestaatencióna ui la determinaciónde un espaciovacío, con el quevendríaa delimitarse (begrenzen)la esfera legislativadel entendimiento.Puestoquela doctrinade la idealidaddelespacioy el tiempopuede considerarsetambiéncomo la doctrinade los noúmenosen sentidonegativo4habráque recoger aquellospasoscríticosqueinformendel desplieguedel mododepensarconsecuentequela razón muestraen la exposicióndel conceptodoctrinal (Lehrbegrfi) sobreel quesefundala ontologiao filosofia transcendental,que no es otro queel idealismotranscendental,de maneraque todos ellos enconjuntonospermitandelinear,por un procedimientoindirecto,el perfil completode los limites de la razónpura. Este interéspor mostrarque semejantemodo de pensar seencuentra fecundadopor el impulsoracionalhacialo incondicionadonosconducirá,en primer lugar, a los pasos por los que el discurso kantiano pone fin a una analítica del entendimientopuro, á restringiendolas pretensionesde la sensibilidadde constituirel únicoordendesentidopormedio de un concepto-limite(Grenzbegrfi) comoesel de noúmeno.Proseguiremosdeteniéndonosenla riquezaontológicade una aparentementeinocuaobservaciónañadidaal apéndicede la analítica del entendimiento,asaber,la Anfibolia de los conceptosde reflexión,dondeunaversiónen clave reflexiva de la investigacióntranscendentalacercade la validez objetivade los conceptospuros Vd KrV, B XXX: «]ch kann also (lott, Freiheit und Unsterblichkeit non Be/mfdes notwendigenpraktischen Gebrauchsmeiner Venmnft nicht einmal annehmea wenn ich nicht der spela.’lativen Vernunfi zugleich ihre AnmafiungñberschwenglicherEinsichtenbenehme, weil sie sich, um ni diesenni gelangen.solcher Grunelsiltre bedienenmu]), die, indemsie in der Tat blo]) aufGegenstandemóglicherErfahrungreichen,wennsiegleichsvohlauf dasangewandtwerden,wasnicht ciii GegenstanelderErfahrungseinkann,wirklich diesesjederzeitin Erscheinung verwandehn,¡¿pielsoalíe praktische Erweitenmg der reinen Vennunftfi¡r unmóglich erkklren». 2 Vd.KprV,A84. Vd el anuncio del hallazgo de dan relevantes para el progrese de la razón hacia lo incondicionado en la esfera práctica de la razón en KrV, 13 XXI y la confirmación de la validez de este paso en op. cii?, E XXVfl-XXIX; cfr. KprV, A 241-255 ~ Vii. KrV, 13307. Xn u u u u u • del entendimientoculmmaráen la presentaciónde una tabla de la nada, en la que quedarán • estratégicamentecolocadasaquellasestructurasformalesde la Crítica apartirde las cualespodrá • franquearseel pasohaciaotro ordende racionalidad,que, por el momento,para la razónen su uso teórico no podrán sino aparecercon toda consecuenciacomo unanada. Por otra parte, el discursoacercade la aparienciatranscendental(transzendentalerSchein), a saber,un fondo de e erranciainevitableque acompañaa la razón a lo largo de su enterodesplieguecognoscitivo,u proporcionamteresantesobservacionesacercadel límite con el queha de medirseuna razón comola nuestra,habitadapor algoqueno puedeconcebir(begre~fen)ni domeñarnuncadel todo, u de suertequelas expectativasdel pensarhumanono puedanversesatisfechasmedianteun parcou y pragmáticodeletreode la experiencia.En susenosurgiráunadiscusióncomola antinomiade la razón, la cual, si las proposicionesenfrentadasson entendidasy localizadasen su ámbito de u sentidocorrespondiente,representarála ocasiónmás propiciapara indicar, en el interior de la u legislaciónteórica,el trabajoconceptualquequedaráen manosde la razónpráctica. u Es muy natural que la razón,por su parte, considerepoderrecogerla inteligibilidad de u todo lo quehaypor la víacortaqueconsisteen sometera la totalidadde las cosasa un principio • transcendentalcomoel de omnímodadeserminación,de maneraquela determinacióndistributiva U propiadeljuzgardel entendimientoseasustituidapor unadetenninacióncolectivapor partede la • razón, mediantela cual sin embargotodos presuntosfrutos intelectualesse nos convertirán • nuevamente,y, en el mejor de los casos,en una nada, en la manifestaciónde una facultad • racionalqueno ha sidosometidaaúna unacríticasuficientequelocalizarala funciónparala que • estádestinada.En estesentidoel productoconceptualmáspreciadode la razónteórica,asaber,el • Ideal transcendental,terminarápor disolverseante el mero recuerdode la limitación de las u condicionesde la Estética transcendental—auténticacontrapartidade esta personificación • ilegítima de un productode razón—en lo únicoquela Crítica puedesalvarde él, a saber,en la • exigenciade unagarantíadel ordende las cosasdelmundoqueen el fondo le hadado lugar.Así, u su aspecto exterior dogmáticoy envarado ocultará en realidad un interés arquitectónico u irrenunciablede la razónpordotarsede los mediosconceptualesquepermitanreunir al conjunto • de susconocimientosen la proporciónmásadecuadaa susfines máselevados(hbchsteZwecke), • si bien quizáshayaqueesperara un discursoacercadel ordende la naturaleza,en su nivel más • material,para estaren condicionesde respondercon toda autoridad a la cuestiónlingoistico- • ontológicadel sentidodel mundoque conocemos,así como a la elaboraciónde un discurso • propio de la razónprácticapara la completadeterminaciónde los fmes de la razón humana. • Comoúltimo pasode estasuertede presentaciónindirecta de las coordenadasde sentido del idealismotranscendentalnosdetendremosen el caráctersimbólicode un lenguajeen el límite de la razónmedianteel que,sin abandonarel planode lo sensible,nuestrarazónpuedadeterminarel • espaciode sentidoqueestarádestinadoa llenarlo suprasensible,querepresentasu fin final. Estos • ejesdemarcaránel planteamientoconel quehemosprocedidoatematizarlacienciade los límites de la razón que nos parecedevuelve el sentido del idealismo transcendental,en tanto que conceptodoctrinal quepiensala viabilidad de un tránsito de lo sensiblea lo suprasensiblepor principios. Perola mismafidelidad a dicho planteamientoexigirá intemarseigualmenteen las u superestructurasde esemismosaberdellímite, de maneraque un detenimientoen lo positivodel usoregulativode las Ideasde la razóny un estudiodel autoanálisisde la razónconrespectoa su u mismacapacidadintelectualvengana ampliarla perspectivaacercade lo suprasensiblequeel u entendimientopodíaalcanzarmediantesu aparatoconceptual.Finalmenteel índice de sentido • enarboladopor las Ideasde la razónterminarárebosandola legislaciónteóricade la razónpara hallar en la fe racional y su modo de tenerpor verdadero(FIirwahrhalten) la estructuray • modalizacióndel pensarmásapropiadaparaque la razónpuedaorientarseen el campode lo u e • XIII u u u u u u suprasensible,suministrandoasilosútiles conceptualesen clave subjetivaparahabérselasconla demasíay la superaciónde todo limite preestablecidoquecaracterizaala libertad.Conestemodo depensar(Denkungsart),que albergaposibilidadessin dudaprometedorasparala viabilidad de la metafisica,inauguramosuna línea directriz—visible en el ordenamientoexternode nuestro trabajo—,a lo largode la cualhemosintentadorecogeraquellosmovimientosy decisionesdel pensarmediantelos cualesésteintentaponersea la alturadel principio inteligible que le apelae impulsa,el cualsolicita las condicionesderealizabilidadde suobjetototal, asaber,el sumoBien (hóchstenGut). Si, de acuerdocon d’Alembert, la metafisicapudieraconsiderarsecomo un dar cuentaracional de determinadasprácticas’,la crítica kantianavendríaentoncesa ensayaruna suertede metafisicade la metafisica,cuyo proyectoestructuralnos parecequedarrecogidoen unaMetodologíade la razón pura, la cual deberáocuparsede archivarlos diferentespasosy decisionesde la razónen su usoespeculativo,comopasoprevio a la determinaciónde aquello que persiguela razónhumana,de la estructuray organizaciónde los principiospurosa priori y de los objetosconcernientes,distinguiendoigualmenteel modo de procederdel filósofo en relaciónal empleadopor el saberhistórico o ex datis2.Kant encuentraantesí una cienciaque, desdehacíaya bastantetiempo, venia siendomenospreciaday vilipendiadaen el seno de la mismacomunidadcientífica,cuyo estudioretomacon el propósitode traera la luz los motivos por los que una investigación acercade los primeros principios a priori del conocimiento humano3 habría de considerarsedecisiva para la razón humana. El reconocimientode la ignoranciade la razón allí dondeno encuentreante si la intuición pura del tiempo, lejos de apuntarhacia una imposible satisfacciónescépticade la razón consigo misma,másbien la espolonearáparaemprenderun estudiode su facultadcompleta(ganzesVerm5gen).A raíz del Según d’Alembert la inetafisica sería «la ciencia de las razonesde las cosas. Todo tiene su metafisica y su práctica: la práctica sin la razónde la práctica, y la práctica sin el ejercicio, noformanmásque una ciencia imperfecta. Interrogad a un pintor un poeta un músico, un geómetra.y le formáis a dar cuentade sus operaciones,es decir, a desembocaren la metafisica desu arte»,en el articulo Metafisica de la Encyclopédieon dictionnaireraisonnédessciences,desartsel demétiers,Paris, 1751-1780, 5 vol, en 25 t., 2/3<, p. 440. 2 La Metodologíade la razónpura tlxndamentará asi la distinción esencial del saber filosófico con respecto al histórico, que no es otra sino la de que el primero procede ex principtis. pudiéndose atribuir entonces al sujeto la autoría de sus tesis y argumentos, mientras que el segundo lo hace exdatis—vd KrV, A 835/B 863-A 836/B 864; Nachrich:, A 5-7—, es decir, desconociendo y desentendiéndose de los fundamentos reflexivos de sus proposiciones. Se trata de una distinción clásica, si bien Kant le dotará de un nuevo sentido, que nos remonta en realidad a Descartes y a Wolft vii. el enunciado de la regla III de las cartesianas Reglaspara ladireccióndel espiritu, A.T., 3<, p. 366: «Acercade los objetospropuestosse ha de buscarno sólo queotros hayan pensadoo lo que nosotrosmismos conjeturemos,sino lo quepodamosintuir clara y evidentementeo deducir con certeza;pues la ciencia no se adquiere de otra manera»; cfr. op. cit, p. 367, donde encontramos el siguiente pasaje, en el que en un tono significativamente semejante a las observaciones kantianas acerca de lo baldío del mero conocimiento histórico, se dirá lo siguiente: «[N]unca llegaremos a ser matemáticos,por mucho que sepamosde memoria todas las demostracionesde otros, a no ser que también nuestro espiruu sea capaz de resolver cualquier problema, ni llegaremosa serfilósofos, aunquehayamosleido todoslos razonamientosde Platóny Aristóteles,si no podemos emitir un juicio firme sobre las cuestionespropuestas:puesde estemodopareceríaque hemosaprendido no ciencias,sinohistorias»;cfr. Descartes, Recherchede la vérité, Al’., 3<, p. 502: «¡jD]eseoque subrayela diferencia quehay entrelascienciasy lossimplesconocimientosque se adquierensindiscursoalgunode la razón, comolas lenguas,la historia y la geografky generalmentetodo lo quedependede la meraexperiencia»;cfr. Philosophia rationalissive logica, Discursuspraeliminarisdephilosophiain genere,§3: «Cognitio eorumquaesuntalquefiuní, sive mundomateriali, sive in substantiisimmaterialibusaccidans, historica a nobis appelatur»; §6: «Cognitio rationis eorum,quaesunt, ve!fiuní, philosophica dicitur»; cft. Meier, Auszugausder Venunfilehre,Halle, 1752, § 17-18. Vii. las observaciones kantianas acerca del sentido de lo a priori en KrV, B 2-3; Iuilber den Gebrauclt..,VIII, PP. 183-4yMetaphysikLi«viet POlitz), XXVIIII/1, p. 309. XIV u u u e u • beneficiosoconflicto de la razónconsigomismaque suponela antinomia,seimpondrála tareade abordarlas distincionesnecesariasparaqueel pensamientode un inicio por libertaden una serie de fenómenosdejede sercontradictorioconel ordennatural, defendiendoasí la convivenciaen un mismo campo de objetosde dos órdenesdistintos de inteligibilidad. Por este camino el entendimientoseverá abocado,en la medidaen que la razónse siente llamada (sichberufen)u hacia la posibilidad de un primer comienzo y acoge (aufnehmen)el interés que encierra la proposiciónde la tesis,a redelimitarsusconfinesconel objetode franquearel pasoa la solución en el píanoteóricode un problemaen el quelos sigloshantrabajadoinútilmentey querepresenta la auténticapiedra de escándalo(Ste¡n desAnstofies) de la filosofia’. Tomandoapoyo en la u aperturade un d?ferendoentreentendimientoy razónde la manode la terceraantinomia,o si se u prefiere, impulsándosesobre el reconocimientode unadualidadde órdenesontológicosqueel u juez imparcialdel conflicto —sobreponiéndosea la falta de fundamentosde derecho.—sacaráa • la luz, la razónprácticapodrácomenzara edificar suedificio, unavez que la razónen su uso • teórico le ha librado de las discusionesy dudasteóricasquepodríanencallar su avance2.Sin • despejarpreviamenteun sitio (Platz) para la libertad y para su apelación(Aufn 1/) a la razón • medianteel lenguajeprácticoal que pertenecela ley moral, es decir, sin aprovecharel espacio • vacio ~eerer Raum)que el trazadodel limite (Grenze)de ¡o sensibleha debidoincorporara su • propio discursocomoel concepto-límite(GrenzbegqfJ)de lo problemático,la razónno podría • procedera realizarunafenomenologíade la libertaden el senodel ánimo humanoque contará • como su resultadomás relevantecon el reconocimientode la ley moral comoun fakrum de la • razón. Unavistade conjunto (Úbersicht) de los ejessobre los que sesosteníala metafisicanos • recordabala presenciaentreellosde la libertadcomoun conceptofundamental(Grundbegrq59, • llamadoa ocuparel lugar de unapiedra angular (Grundsíein),así como, al mismo tiempo, de • unaclavedebóveda(Schlufistein)del sistemade la razónpura, quedebíaserdotadode realidad • objetiva.De estamaneraseanunciabaqueel principio a priori de la libertadhabríade constituir • unpuntofijo (festerPunkí)sobreel que el filósofo podría finalmentefundarde un modo seguro • la moral 3, así como un princLpio vital (Lebensprinzip/capazde dar sentidoy valor al ser del • hombre —es una modalizaciónde su ser en la que el concepto doctrinal del idealismo • transcendentalreparaencontadasperodecisivasocasiones—,guiándoleen suabrirsepasoen el • mundo, conformea su destinación (Bestimmung)más elevada. Era necesario,pues, poner • especialcuidadoen subrayarla estrecharelaciónexistenteentrelos dosejesde la metafisicay en • atenderal respectode un conceptofundamentalcomola libertad comounatarea(Aufgabe)del • pensamiento.El ensayode enunciarproposicionessignificativasacercadel mundocomo una totalidadsistemáticaincondicionadanosbrindarála oportunidadde enfrentamosal límite de la • legislaciónnaturaldel entendimiento,de suerteque el ordenmecánicodel mundosolicitedesde sí mismo poderpensaruna espontaneidadabsoluta,en tantoque comenzarpor uno mismo un estadode cosas.Esa decisióndel pensamientoperfiladaen tomo a la solución de la primera antinonijadinámicasuministraráel andamiajeconceptualy la estructurainternapor los quehabrá de regirseuna suertedefenomenologíade la libertadquemuestrela atestiguación(Bezeugung) de estapeculiarcausalidadde la voluntadhumana.Esta, al acogery hacersuyosla facultadde desearla ley de la libertad—dela quetenemosnoticia comounfalctwn rationis—y sumandatou (Gebot),demostrarásucapacidaddellevar acabounaacciónoriginariamenteconfonnea lo que u _____________ • ‘Vd KrJ~, A 448/B 476. • 2Vd.GMS,BAJI6. Vd VornehmenTon, VIII, p. 403. • Vd. Verkíindigung,vm, p. 417.e u • xv u u u u u u de nouménicohay en ella. De estemodo vemosconvertirsea la libertad en la únicaIdea de la razón que piensa —como apunta una enjundiosanota de los Prolegómenos— la relación (Verhñltnis)entreunacausainteligible y un efectofenoménico,y así,entrelo suprasensibley lo sensible.Esarelación,en la que consisteel tránsito que necesariamentehabráde pensarel fin final del desarrollo(Kultur) de la razónhumana,no podráatribuirseni ala acciónininterrumpida (unaulbórliche Handlung)de la materiani a la inmanentede la divinidad por lo que no seráde extrañarsi conellael filósofo transcendentalconsiderahaberdadocon (treifen) el problemade la metafisica.Asi, esperamosiluminar suficientementeque la liberación (Freigabe) del principio que rige lo metafisicopropiamentedicho en el sistemakantiano,que la “política” tejida por la Crítico y sus decisionestranscendentaleshabilita, deberáa la finitud de la razón el poder proponerun nuevorégimende sentidode la existenciahumana.Tal principio inteligible —cuya realidadobjetiva constituiráel segundoeje sobre el que habráde sostenerseel edificio de la metafisica—habráde servirasimismocomo pauta(Richtschnur)de todo usopuro de la razón, incluidasu tareacrítica. En virtud de esteprevio aviar un espaciolibre paraotro uso porpartede la razónen su uso teórico, la investigaciónde la capacidadtotal de la razónprocederáa aislar aquello en lo queconsistala dignidad (WiÁrde) del ser racional, de suerte que, partiendo del análisisdel conceptode debery del modo práctico de procedera la identificacióndel hombre comofin en sí ~Zweckan sichselbst,), puedallegar a reconocerseen esemismo seruna facultad capazde serporsi mismapráctica,queno seráotraquelarazón: «Ahora bien, el hombre encuentra en si realmente una facultad por la cual se distingue de todas las demás cosas y aun de si mismo, en la medida en que es afectado por objetos, y esa facultad es la razón. Esta, como pura espontaneidad, es incluso más elevada que el entendimiento en esto: en que, si bien éste es también espontaneidad y no contiene, como el sentido, meras representaciones que brotan sólo cuando uno es afectado por cosas (esdecir, cuando es pasivo), sin embargo no puede producir a partir de su actividad otros conceptos que los que sirven meramente para someterrepresentacionessensiblesa reglasy,de este modo, unificarías en una conciencia, sin el cual uso de la sensibilidad él no pensaría nada. En cambio, la razón muestra, bajo el nombre de las Ideas, una espontaneidad tan pura, que, a través de ellas, va ampliamente más allá todo lo que la sensibilidad puede entregarle, y prueba así que su negocio más noble es el de distinguir el mundo sensible y el mundo inteligible uno de otro, para de este modo dibujarle de antemano al entendimiento mismo sus limitaciones »~ Un análisis detenidoen la producciónde la razón humanade una cierta especiede discursoselaboradosen tomo a un Sollen serásólo el inicio de un estudioacercadel lenguaje propio de la praxis en sentidokantiano,el cual nos serviráde guíay de ratio cognoscendide la presenciadel principio de la libertad en nuestrarazón, en condicionesde ser por si misma práctica.Encontraremosunabuenaayudaparaello en un particularmodode decir que la razón aceptay hacesuyo, que no seráotro que el imperativo categórico,expresiónlingúistica del ¡‘Ql. GMS, RA 107-8: «Nunfindet der Menschin sich wirklich ein Vermogen,dadurcher sich vonalíen andern Dingen,ja von sich selbst,sofern er durch Gegenstandeaff¡ziert wird. unterscheidet,und dasist ¿he Xlemunft. Diese, als reine Selbstt¿.itigkeit, isí sogar darin noch iiber den Verstand erhoben: dafi. obgleich dieser auch Selbstt¿itigkeitist. unú nicht, wie der Sinn, blofl Vorstellungenenth¿ilt. die nur entspringen,wennman von Dingen aff¡ziert (mithin leidend) ist, er dennochausseiner T¿itigkeit keineandereBegiiffe hervorbringenkann, als die, so blo]? dazisdienen,umdie sinnlichen Vorstellungen unter Regeln ni bringen ¿md¿Ile dadurchiii einemBewufltseinni vereinigen,ohne welchenGebrauchder Sinnlichkeit er gar nichtsdenkenwñrde, da hingegendie Vernunft unter demfi/amen der ¡deen emeso reine Spontaneiritzeigt, dafl sie dadurchweit uber alíes, was ihr Sinnlichkeit nur liefern kann, hinausgeht,und ihr vornehmstesGeschqftedarin beweiset,Smnnenweitund Verstandesweltvon einanderzuunterscheiden,dadurchaherdem VerstandeselbstseineSchrankenvorzuzeichnen»;cfr. Kpry,Smi., A 29-32. XVI u u u e • deber,encuantoexigenciaracionalmediantela cual tenemosnoticia de la libertad en nosotros. La complejarelaciónentrenuestrasensibilidady el darsede la ley comofaktum rationis quedará • plasmadaen la profundidadde la reververaciónsentimentaldel motor(Triebfeder)querepresenta la ley moral,a saber,el respeto(Achtung),un sentimientoqueadvertiráensumismaconstitución acercade la imposible presentaciónestética—y, de ahí, sometidaa las condicionesde las intuicionespuras—de la magníficay gloriosaapertura(herrliche Eroffnung) que inaugurala libertad, o si se prefiere, de la incomunicabilidadentre los modos de inteligibilidad de la exposición (Darstellung) estéticao sensibilización—esquemática,mediante la imaginación transcendental,o simbólica,en virtud de la aplicaciónde la reflexión— y de la voz (Stímme) racional.Asimismoestetrabajosepropondrásubrayar,de la manode la mismapresentaciónde las coordenadasde sentidodel conocidoformalismo moral, aquellosconceptosestructuralesde estaconcepciónde la moralidadconsecuentecon el idealismotranscendentalque planteanuna • necesariaproyecciónmaterialde sucontenido,queno esotro que la libertad.De un modo que • viene a anunciaresasuenede cosmologíapráctica, una exposición de las categoríasde la • libertad —en el fondo declinacionesmodalesde unamismacategoría,la de la causalidad—y • una típica de la razón práctica se ocuparánde sentar las bases de pensabilidadde una • implantaciónmundanalde la libertad’ desdeel interior de la analítica de la razónpráctica, y en • concretoen la partede la misma correspondientea la determinaciónde su objeto. La misma • evocaciónmundanal caracterizará,nos parece, a la doctrina de los postuladosde la razón • práctica,cuya recuperaciónde los objetosde la metatisicaespecial-en la forma de libertad, • inmortalidaddel almay existenciade Dios— tendrácomopropósitoproporcionara la labilidad • del hombreun índice de inteligibilidad suficienteparasostenersu trabajoprácticoen el mundo. • Resultabiensignificativo el hechode que la únicade entrelas Ideasde la razónquerecibirá el • aspectomundanalde una resfacti tiene que poder aparecerpara el ser fmito racional como • autocracia, esdecir, en tantoque facultadde alcanzary encamaren la mismavida terrena-en • tantoquearbitrio libre, puespuedeserdeterminadopor la razónpura—las condicionesformales e de la moralidad2, llegando a adquirir la suficiente fortaleza de ánimo para disciplinar las • tendenciase inclinacionesque seoponganal mandatode la ley práctica.Por ello, la educación • práctica—unade las tareasmáscomplejasdel génerohumano,junto con la del gobierno,según • el d¡ctum kantiano—habráde interveniren la taitade habilitar y facilitar el accesodel ánimo a • la recepciónde la voz (Stimme)de la razóny de susheraldosprácticos,puesla experienciade la • libertad deberáser reiteraday ratificada de continuo medianteuna intención moral en lucha • (moralischeGesirmnungim Kampfef.Hastael momento se habránsentadolas basespara la u ______________ • ¡ La lectura de la cuestión de la libertad en el pensamiento kantiano que presentamos en este trabajo ha sido • orientada en buena parte —un repaso a la organización del indice servirá de muestra— por el camino marcado por la • expresión referida a su “implantación mundanal”, de modo que todo estudio transcendental-metaflsico de la misma requiera, en una necesidad y exigencia impulsada por el mismo principio inteligible que es la libertad, un detenido análisis de la riqueza de su respecto sensible. Para un tratamientomás detenido del lugar arquitectónico que la • mencionada expresión ha de ocupar en un estudio acerca de la libertad en el pensamiento kantiano enviamos al • trabajo de J.M. Navarro Cordón, Kant:Sendasde la libertad, pp. 16-31, si bien debemos añadir que la localización • de la cuestión de la implantación mundanal y de la dimensión existencial de la libertad en nuestro trabajo nos remite al marco más amplio de los cursos de licenciatura y doctorado impartidos por el autor durante los aflos de realización de mis estudios de Filosofia en la Facultad de Filosofla de la Universidad Complutense de Madrid, con especial • mención, en virtud de lo que nos ocupa en estas paginas introductorias, del curso de doctorado “Metafisica de la • libertad” (1991/99),en el que se analizó detenidamente la inseparabilidad de ladimensión expedencial de la libertad • en relación a su respecto transeendental-metafisico. 2 Vd Fortschr.,XX, p. 295. 3Vd4rnV,A151. u • XVII u u u u u exposición —garantizada por la proporción sabiamenteadecuada(weislich angemessene Propon ion) de las facultadesde conocerparasu determinaciónpráctica—,de la convivenciay autonomía simultáneas de dos esferas del conocimiento humano, correspondientesal conocimientoy la moralidad,pero seguramenteel primer acontecimientointernoa los avatares de la libertadquenosconduzcaa padecerrealmentesupasocomoalgo realmenteexistenteseael reconocimientodel origenracionaldel mal. Podríaparecerunaoperaciónmásastuta,con vistasa la construccióny edificación de un edificio de altos vuelos como la tradición ha venido caracterizandoa la metafisica,el reducir lasmanifestacionesdel mal en sentidomoral a unamera ausenciao privación de bien, pero el propósitode una renovacióncritica de la metafisicaserá biendiferente,comoseapreciaen el hechode queno ahorreningunaocasiónparaqueel ánimo humanopuedarepararen el fondo salvajey embrolladoque le constituye. Las observaciones kantianassobreel mal no podránconducira la gananciade su comprensióno conocimientoen cuantoacciónpor libertad. El hombrehaceel mal de cuyo origen no puededar razón, de la misma maneraen que tampoco estará en condiciones de violentar la insondabilidaddel fundamento(Grun4) de la libertad. La realidadefectiva del mal atestiguael alcancedel fondo irreductibley abismáticocon que la libertad esdadaa la razón y ejercida por ella. Sólo un voluntario y racional desequilibriosalvarádel peligro de un maniqueísmoinmovilista, y ése radicaráen la representaciónde la esperanza(Hoffnung)en el trabajoy la vida de la razón’, de suerte que el reconocimientode la capacidadracional para hacer el mal no sea tanto una vergonzantemanchapútridaquevengaa afladirseal espírituhumano,sinomásbien la pruebade haberllegadolejos en la bajadahacialos infiernos del autoconocimiento,auténticodebermoral paraconuno mismoenel caminohaciala virtud. Una rigurosainvestigaciónacercade la pluralidad de facultadesy legislacionesde la razón, como la que constituye el proyecto critico, devolverá medianteel procedimientode Ilustración(Aufklárung)de la mismala necesariaescisiónde sucapacidadlegislativaen dos usos queposibilitaráotra historiadel hombre,“otra” con respectoa aquéllaquedeterminael progreso de la cultura y el orden de lo técnico, mediantela que la Razón demuestresu intervención efectivaen la Naturalezaconvistasa la realizaciónde sufinfinal2. Pero,paraqueesteordendel estudiode las relacionesentreMetafisicay Libertaden el pensamientokantianopuedasalira la luz, seráobligadorepararen el hecho de que los discursoscríticos acercade la posibilidadde pensar—sin contradicciónconel mecanicismonatural—un comienzoincondicionadoen una seriefenoménica,y, en estesentido,depensarel esquemaconceptualal que serefierala relación (Verhdltnis)en la que consistey quemientael términolibertad,así comoaquéllosconcernientes a unacapacidadde actuardeterminadapormotivosimpulsoresmorales(moralischeTniebfedern) —escuchandoy acogiendola apelación(Auftuj) de la voz de la razón—de la voluntadhumana, encubren,sin embargo,a pesarde señalarcon firmeza en la direcciónde unaobra de la libertad, todo un estadiode manifestaciónde éstaen el senodel ánimoportadorde repercusionessobresu principio vital, queúnicamentepodrádesembozarel ejerciciolibre de la reflexión. Precisamente con este fin, paraabrir el pasoa este corte de profundidadque revisa los bajos fondos del Criticismo kantiano,harávaler su utilidad un análisisde la bellezay los juicios con los que es proclamada,desde el momento en que con toda probabilidad la complacencianecesaria (notwendigesWohlgefallen) que acompañaa estos enjuiciamientos remite hacia algo más ‘lid Tránme,II, pp. 349-350. 2 lid KrV, A 807/B 835: «Asípues,la razónpuranocontieneensu usoespeculativoprinc¡piosde la posibilidad de la experiencia, a saber, principios de aquellasaccionesque, de acuerdo con ¡os preceptosmorales, podrían encontrarseenla historia de la humanidactperosiloscontieneen un cierto usopráctico, estoes,moral. En efecto, si la razónordenaque talesactossucedan,hadeserposiblequesucedan». xVnI e e e u e decisivo y relevanteen sí que esamismapropiedadno real de las cosasde la naturaleza.La • peculiareconomíasubjetivade las facultadesquetendrálugar en la reflexión nos devolveráal nivel de manifestaciónde un principio transcendental-subjetivopropio del Juicio en suejercicio reflexionante,en el que, de un modoqueafectaa la vertienteprácticay cosmológicade la entera legislación de la razón, se nos dará noticia (Anzeigegeben) de una novedosamanerade aprehendery adoptara lo libre comoperspectiva(Aussicht).Estavez no setrataráde plantearla cuestión del tránsito a partir de meros conceptosy de distinciones transcendentales, desencarnadaspor abstractas,sino de remover y desenterrartodo un espaciode juego de la libertad,quesin la profl.mdidadtautegóricade la reflexión manifestadaen los juicios de gusto habría permanecidodesconocidopara nosotros.En este sentido, la precisalocalización del e problemadel Juicio y su determinacióntranscendentalentrelas esferasde la teoríay la práctica • explicará, nos parece, el hecho de que el libre juego (Ile ies Spiel) de las facultadesde • representación—quetienelugaren el todavía-no-juzgardel enjuiciamientoacercadelo bello, y • así en la pre-tensiónexigidaparatodo conocimiento—tengacomo efectola explicaciónde un • sentidocomúnestético(Cemernsinn),querevela la existencia,no solamentede una ética del • pensamiento,sino tambiénde una relevantepráctica inherenteal mismo. La Crítica del Juicio • nos parecerecoger,de esta manera,el testigo de la tarea de una razón quedebey no puede • renunciara legitimarsuproducciónde efectosen el mundo—suimplantaciónmundanal—en un • ensayoque irá de la mano de un estudiotranscendentalen clave subjetivade la exigenciade • universalidadporpartede la complacenciaque proclamanlos juicios de gusto. Así, el análisis • transcendentaldel modo de enunciarpeculiarque constituyenlos juicios de gusto —en el que • reconocemosunaversiónreflexiva de la investigacióndel métodopor el quela metafisicapodría • existircomociencia—conduciráa traera la luz la proyecciónprácticay comunitariainherentea • todo pensar,quedeterminaráel hechode que el ejercitarel pensamientose produzcaya siempre • con los otros y ante los otros. En efecto, en la bella fenomenologíade este todavía no —de un • preferir nojuzgar aúnen sentidoteórico—la Razónhumanadescubre,del hilo de la soluciónde • la cuestiónde la obra de la libertad en el mundo, másquenuncaunaexigencia(Zumutung)de • comunidadque la habitay la forja, de maneraque cobre la fuerza y el arrojo (Mut) para • abandonarlos recintosde la escuela,llevando hastael final el propósito de consagrarsea la • actividadintelectualde relacionarel conjuntode los conocimientospurosa priori de la razóncon • los fines esencialesde la razónhumana,con especialatencióna su destinación(Bestímmung) moral.No en vanoen el elementorepresentadoporel sentidocomúnestéticola Razónadviertela estrecharelaciónexistenteentrela críticaala quedebesometerse—siesque pretendeconocerel trazadoexhaustivode suslímites—y la reflexiónsobrequé seaen propiedadlapolítica, no tanto en el sentidode que vengaa defendernecesariamentetal o cual modo de constitucióncivil en concretode la manode unadoctrinadel derecho—y en estesentidonos parecequeel elogio kantianode la constituciónrepublicanatienemásquever con lasconsecuenciaspolíticasde una crítica de la razónque con un rastreoempírico-antropológicode los modosde constituirsela sociedad civil’—, sino en el de que la Ilustración de la razón conduce, evidenciandola consecuenciade su proceder, a la determinaciónde qué pueda ser la Ilustración como acontecimiento,a saber,el hechode quehayaen propiedadmundoy comunidadsólo allí donde hay libertad, proposiciónque únicamenteadquirirásentido—puessólo él poseela facultadde a recibirla y acogerla—parael serracionalfinito que esel hombre,capazademásde reconocerlae presencialatente—al rechazartoda exposiciónestética—de eseprincipio invisible en ciertos 1 Precisamente en esta dirección avanza la obra de F. Proust Kant, le Ion de l’histoire, cuya lectura ha resultado dee gran utilidad para laelaboración de la presente tesis doctoral. u • XIX u a e u e facta mundanales. Nos parece que pocas veces la reflexión kantiana se detiene en la existencialidadde la libertad—serlibre esel modode ser propiode la existenciahumana—con tantaprofundidadcomoenla determinaciónde queel ejerciciodel pensarconlíevaunaaperturay remisión de la subjetividadindividual hacia los otros, como un reconocimientode la facticidad del pensamientoqueprecedeya siemprea todaposicióncognoscitivay a todacreencia,por citar los dos modos de tensión facultativa mediante los que se despliega—pues habilitan las condicionesde esedespliegue—la multiplicidad de órdenesdelo real en el Criticismo. De nuevoseráun beneficiosoconflicto antinómico,estavez concernienteal gusto,el que brinde el impulsonecesarioparaemprenderun estudiotranscendentalacercade la profundidad quecaracterizaal Juicio,entantoqueuna de las facultadessuperioresde conocer,de la que será un llamativo indicio el hecho de que pueda considerarsea la belleza como símbolo de la moralidad,desdeel momentoen queseobservaráunaanalogíaentrela síntesispensadaen los juicios de gustoy en el juicio prácticoacercadel sumoBien (hóchstenGut),en cuantounióndel Bien supremo(oberstesGut) o virtud y el máximo bien que un ser sensiblepuedeesperar,a saber,la felicidad Si bien la Crítica delJuicio estéticoforja un tramodecisivoen la respuestaa la cuestióndeltránsito (CJbergang)entrelas esferasde la naturalezay la libertad,entrelas queel discursocrítico habíaabiertoun profundoabismo(Kluft), éstaexigiráun ulterior tratamientoque superela perspectivaanalógicadeljuicio de gustoconrespectoa las dimensionesde la reflexión estéticay de la moralidad.Veremosasí cómounalecturareflexionantede la naturalezaen clave teleológicaserála mejor manerade introducir en la partemetodológicade una Crítica del Juicio teleológicounameditaciónacercade la única pruebaaceptableacercade la existenciade Dios, cuya elaboraciónen sentidopráctico dotaráal espíritu honradoy recto (rechtschaffene)de la garantíade que su trabajo moral no habrá sido en balde (umsonst),sosteniendola final y asintóticaadecuaciónde la naturalezaparaun reino de los fines-el fin final de la libertad—, conla tareade cuyaimplantaciónseencuentravinculadotodo serracionalporel merohechode serlo. Conestaúltimareflexiónacercade la viabilidaddel tránsitoentrenaturalezay libertad—la cual ademásalcanzaráuna mayor profundidaden la cuestión—,que culminaráen una ético- teologíapodríamoscerrarel circuito principal en torno al quese articulanuestrotrabajo,que avanzadesdela determinaciónen el primer capitulo del mismo de la necesidadde conceder aquellazonade lo suprasensiblea la queno puedeaccederel conocimientoa la fe racional y continúacon el estudiode aquellasguías de sentidoe índices de sostenimientodel trabajo prácticode los seresracionalesfinitos en el mundoque constituyenlos postuladosde la razón práctica. Si conseguimoscerrar este caucetemáticoesencialpara cualquier estudio que se propongaclarificarla relacióndel cuestionamientokantianode la metafisicaconel problemade la libertad habremoslogradoal menosdar un aspectoacabadoa estatesis. Peroya el primer capitulode éstaincluía algunasindicacionesdignasde atenciónacercade lo útil que parauna fenomenologíade la libertad podía representaruna reflexión acercade la nada, la cual era localizaday estructuradaen distintosmomentossegúnel hilo conductorde las categoríasal final de la analítica del entendimientopuro de la primeraCrítica. Con ello pretendemosúnicamente anunciar,como por otra parte no podríamoshacer sin superarel sentido y alcancede esta introduccióna nuestro trabajo, que el tránsito inteligible pensadoy tematizadoal final de la Crítica del Juicio teleológico y retomadoen la Observacióngeneral a la teleología deberá seguramentetomaren consideraciónla regulaciónque parasupropioesquemade soluciónaporta la reflexiónacercade la libertady nuestrosaberde ella en unaanalíticade lo sublime.En efecto, en esta parte a modo de “apéndice” de la Crítica del Juicio estético el ánimo humanose enfrentaráante determinadosespectáculos—a los que resultaráimposible aplicar la synthesis speciosa—conel desembozamientoen susenode una infraestructurasensibleparala moralidad, XX u e u u u • de suerteque unanaturalezatosca o en bruto (rohe Natur) actúecomoréplica“objetiva” de una • fenomenologíaradical de la disposición(Anlage) parala moralidaden el hombre,que no podrá • producir placermás quede un modo indirecto,a saber,cuandoel ánimo reflexiona acercadel elevadomensajeque contieneel sacrificio (Aufopferung)de una imaginaciónincapazde llevar adelantesu trabajotranscendental.La experienciade lo sublimedevolverámedianteun giro que • representael sacrificio de la sensibilidad—a la que, en definitiva, pertenecela imaginación transcendental—la evidenciadel ngurosorégimende heterogeneidadde las legislacionesteórica y prácticade la razón, de modo que bien pudierarecordársenosdesdeestaparte de la tercera Crítica la prohibición transcendentalde introducir diferencias conceptualesen la intuición, mostrándosedesdeun nuevo—y de mayor alcancey sistematicidad—punto de iluminación la extremaconsecuenciaentrelos ejesquesustentanla metafisicasegúnel conceptodoctrinal del idealismo transcendental.En una línea muy semejanteel fenómeno de las contrapartidas incongruentes—de la no superposiciónde los simétricos,que da el golpe de graciaal principio • leibnizianode los indiscernibles-manifestaráunadetenninacióntal de loscuernosen el espacio que no puedaexplicarsemásque por la presenciade un espacioabsoluto—con lo quevendráa • convocarsede nuevo, en clave crítica, la discusión Leibniz/Clarke—, o, en un sentido más • precisoen el marcodel pensamientokantiano,de unaforma de la intuición pura, de un espacío • pre-extensivo,queen sumismadenominaciónseñalaya un límite que la razónhumanano puede • transgredirmásque enla intimidaddela reflexióny en un horizontede actividaddel pensaren el • que comienzana multiplicarselas reververacionessentimentales-en una transgresiónque no • viene a desembocarsino en una aceptaciónreforzadade los límites de la razónpura—. Parece, • pues,inevitableque aquellasposturasqueno respetenla idealidadtranscendentaldel espacioy • del tiempo permanezcanciegasal ordendel sentimientoen el pensamientokantiano,así como a • la funciónqueéste—delcual la atencióndedicadaa la peculiartensionalidady templedel ánimo • queconstituyela fe racionalen el trabajo quepresentamoscomenzaráa dar algunanoticia— • desempeñaen la investigaciónacercade la posibilidadde la metafísica.En efecto, seráen el planosentimentaldondeel ánimoadquieraunaexperienciadelfaktumde la ley —de unamanera sorprendentementecoherente con la convivencia de los dos ejes de la metafísica que mencionábamosun poco másarriba—, que enriquecenuestracomprensióndel orden de lo • sensible-estéticoen la crítica kantiana. Así, lo máselevadopara nosotros,lo suprasensibleen nosotros,requeriráunaperipeciaquenos interneen la matriz estéticadel ánimo,y que, al mismo tiempo,pongade manifiestola unidadde los dos órdenesirreductibles de inteligibilidaden los que consisteel ser finito racional. Creemosque la experienciamás acabadade esta compleja constituciónla proporcionalo sublime. Nos parece que este puede ser el recorrido mínimo -que habrá que experimentar inevitablementeen cadauno de suspasos—,por la estructuracon la quehemosconcebidoeste trabajo.Si nospropusiéramos,paraterminarestaspáginasintroductorias,un rápidorepasodelos aspectosprincipalesa los que hemosatendidodel tratamientokantianode la libertadpodríamos mencionarespecialmente,en primer lugar, el discursode la apariencia(Sehein)transcendental, sin cuyo fondo de sentido—abiertoya desdela primera Crítica— los caminosde la libertad quedaríanobstruidosantesde poderiniciar su camino; en segundolugar, la autonomíade la voluntad comoel pnncípíosupremode la moralidaden el que la libertad cobra todo el brillo (Pracht)de supotenciapráctica,asícomoplanteapor primeravez la cuestiónde la realizaciónde suobjetototal, el sumoBien; y por último, la virtualidad de una reflexiónlibre para iluminar la nquezade sentidoencerradaen unaNadaque,desdesurigurosadeterminaciónsegúnel ordende las categorías,constituye,en susdiversosrespectoscríticos sencialmenteconcentradosen la Crítica del Juicio—el aspectoexternoy cuasi-objetivode la experienciainterior de la libertad,e u u ‘ca u e u e e u que requiereuna meditaciónacercade la viabilidad y efectiva realización de su proyección mundanal. Todos estas estacionescontribuirán a trazar el avance en la experienciade una cuestión,la libertad, queno podrádejarde inquietary conmoverlos cimientosde nuestropensar, si bien la última nos parecetematizar,en unavertienteespecialmenterica en consecuencias,el problemaclaveparala metafisicaquesuponela realizacióndelfin final de la libertad. De estamanera,nospareceque la estructuraen tomoala cual se haconstruidoel presente trabajo puedereconocersecomo un ensayopor responderal problemade la metafisicaen el pensamientokantianodesdeel impulsoincesantede un principio inteligible, como esla libertad, queno dejade remitir constantementeel brillo especulativode la razóna sucombinaciónconlo empírico. Emprendersemejantetarea nos abocó a plantearuna lectura de la fundamentación kantiana del idealismotranscendentaly del trabajo crítico integral -en tanto que estudio transcendentalde las tresfacultadessuperioresde conocer—en cuantodecisiónfilosófica en la quemuchoteníaque ver unanoción comola de reflexión, de suerteque puntosclave de nuestra argumentacióntalescomola tópica transcendentalpresentadaenla Anfibolíade los conceptosde reflexión, el discursode lafepráctica que proponea lo largo de las trescríticasunasoluciónen clavesubjetivo-prácticadel pasotranscendentede lo sensiblealo suprasensible,la postulaciónde unanecesidad(Bedzirfnis)del pensar-en la que éstedescubreen su intimidad la exigenciade publicidad de su ejercicio— que sólo permite descubrir y desembozarun estudio critico- transcendentaldel sentimiento,comoes el sensuscommunisaestheticusy, por último —como colofónde esterecorrido iniciado desdeaquellanoción de caladotranscendental-subjetivo——,la experienciade lo sublime, remiten a la reflexión y despliegansus múltiples y decisivas derivacionescriticas,de suerteque la soluciónacercadeltránsitode lo sensiblealo suprasensible por principiosno podrádejarde encomendarlela piedrade toque(Grundstein)de suedificación. Por ello nuestrotrabajoteníaantesí la tareade emprenderun recorridopor losbajos fondosde la crítica, pero tambiénquedaráa las puertasde una investigación,cuyo interésno han dejadode apuntarlas siguientespáginas,a saber,la que habríade ocuparse—unavez quela reflexión y su caráctertautegóricohayan reconocidolos ejes de unapolítica del pensar— de qué deberá entendersepor realizaciónen el mundo de la obra de la libertad. Por ello no podemosdejarde sentir cierta desazónpor no haberpodido dedicar el espacioque hubiera sido deseablea la doctrinadel derechoy al pensamientokantianode la historia, los cuales,sin embargo,no han dejadode dirigir desdesupresencialatentebuenapartede los argumentosquepresentamos—la bibliografia final puededar buenacuentade ello—. Perotodo proyecto de estudioacercadel tratamientokantianode un tematanamplio comoel de la libertaddeberenunciarinevitablemente a presentarexhaustivamentela totalidad de sus respectos—si es que ademásestuvieraen nuestrasmanosel reconoceromnímodamenteeseconjunto ideal—. Nosotros,por nuestraparte, hemoshecholo posibleparaqueesasausenciasno seconvirtieranen defectosde estructura.Así, seha intentadosubrayarespecialmenteel hechode que la perspectivaacercade la libertad que devuelveel hallazgodel hilo de un sensuscommunisaestheíicusde toda unavirtualidad práctica del pensamientonos pareceestrecharlos enlacesentrepensary habitar en un mundoy merecer hoy en día—si esque fuéramoscapacesde ello— unameditacióna la alturade nuestrotiempo. Estaproyecciónde los resultadosde nuestratrabajohacia la cuestiónque inquierequésign • esforzarseen perseguiry alcanzarlas siempremáselevadaso másprofundasvetasde sentidoque • eseprincipio inteligible le indica, convirtiendoa esemottoen la directriz racionalde todo hacer mundo. Por último, nosquedapor dedicaralgún espacioaunasbrevesadvertenciasconcernientes a la traduccióncastellanade ciertostérminosalemanesrecurrentementemencionadosa lo largode la presentetesisdoctoral.Por lo general,nos hemosbasadoen la rica y muy válida laborde traducciónde las obraskantianasen lenguacastellana,que permiteelegir en la mayoríade los casos entre varias posibilidadesen relación a un mismo término, pero igualmente han determinadola elección tomadaen cadacaso los largosy fructíferosdebatesacercadel justo sentido que encierranalgunos términoskantianosemprendidosen los cursos de doctorado impartidos por el Prof D. JuanManuel Navarro Cordón en la Facultadde Filosofia de la • UniversidadComplutensede Madrid. Nos detendremosespecialmenteen aquellasnocionesque a mayoresdificultadeshayan ocasionadocon vistas a decidir unaversión castellanasatisfactoria, ya fuera por la dificultad del mismo término, ya fuera ante la presenciade varias opciones • atendiblesparasu traducción,por lo que no estaráde másintroducir una brevejustificaciónde u nuestraelección. Así, en la versión de términosdel vocabularioontológico tradicional como • wirklich y Wirklichkeit hemos insistido en la medida de lo posible en su traduccióncomo u efectivamentereal y realidadefectiva,frente a la nociónconcernienteala essentiao possibilitas • de algo, que recoge sus notasconstituyentes,de Realitát, traducidacomo realidad a secas’. • Vertiremos términos metodológicos como Darstellung por exposición, atendiendo a su U traducciónlatina por exhibitio; Erórterung como examen,en contrapartidaa Erldárung como • explicación —para la contraposiciónde los dos últimos resultan útiles las observaciones • kantianascontenidasen el §105 de la Logik-Jásche,KrV, A 7271B 755ss.y el §78 de KU—, así • comoencontraremostraducidoa Erláuterung como elucidación o aclaración. Ante la tareade u darcon un equivalentecastellanodel enjundiosotérminoBedñrfnisnos ha parecidoconveniente • subrayarla referenciaqueéstealbergahaciael fenómenode unaindigenciay menes¿’erosidadde u la razón, si bien respetamosy, con los consabidosmatices,compartimosla traducciónmáse extendiday clásica—desdeel trabajode GarcíaMorente— por exigencia,a la queen alguna • ocasión—con el fin de no forzar demasiadola sintaxis del texto con la recargadaexpresión • anterior—hemosacudido,si bien reforzándolaconla menciónde la necesidadcon la quetiene • lugar. La caracterizaciónkantianadel espacioen el quetienencabidael conjuntode facultadesy • se fraguanlas diversasrepresentacionescomoGemidserátraducido comoánimo, término que consideramosmás fiel a la naturalezadel término crítico2. El decisivotérmino Stimmung— u _____________ • Acercade la pertinenciade estadistinciónentrelos dostérminos,presenteen la filosofla antesde Kant, remitimos • a las observacionesde J.M. Navarro Cardánen la Nota sobrela traducción de su edición de los Escritossobre • estéticade Sehiller en Tecnos, p. L-LI, así como a la nota de F. Martínez Marzoa en su edición y traducción castellanadelaReligióndentro delos limitesde lamera razón,Notasdel encargadodela edición, nota36,p 245. • 2 Nosdesmarcamos,por lo tanto,tantode las propuestasdetraduccióndeM. GarciaMorentequeelige un espíritu, • afin al espritde la traducciónfrancesade laprimeraCrítica por Tremesayguesy Pacaud,como de la de P. Ribaspor u psiquismo,en cuya referenciaa un conjunto de actosy procesosmentalescreemosque se pierde la relevancia u ontológica del término, y, por último, de la de F. Montero como mente,cercanaa las intencionesde estudiosos anglosajonescomo R.P. Wolff —autor de Kant s Theory of Mental Activity; CambridgeiMass..Harvard U.P.,u 1963— y W. Waxman—en suKantsModel ofMmd,New York, Oxford U.P., 1991—, quepretendecubrir los • respectostanto delo sensiblecomode lo intelectualy sugierela raízanimicade la queprocedenlas actividadesdel • sujeto—remitimos igualmentea la explicaciónmásdetenidaal respectodel autoren susaclaracionesal inicio del • Prólogo a su Mentey sentidointerno en la Crítica de la razón pura—. Conviene,sin embargo,que señalemos • especialmentelos elocuentesmotivos de esteúltimo estudiosokantianopararechazaruna traduccióncomo la de ánimo, no aconsejableen suopinión, «puessubrayaríaunasconnotacionesdetipo afectivoo sentimental, op. cii., p. 9, desdeel momento en que nuestralectura de la obra kantianaaspira precisamentea avanzarpor unavía queabra nuevasperspectivasacercade la existenciade toda unahistoríade las tonalidadesafectivasdel pensary delos templesy tensionalidadesdeánimo quesostieneel edificio de la crítica. 1 Con respectoa la versiónde estostérminosremitimosa la citadaNotasobre la traducciónde la ediciónde los EscritosdeestéticadeSchillerpor J.M. NavarroCordón,p. L, 2 F. Duque, si bien manteniendoen su trabajo la clásica propuestade GarcíaMorentepara la traducciónde este término, ha proporcionadouna serie de interesantesrazones,fieles en su originalidad a la misma economia conceptualcrítica, acercadela posibilidaddeverter Urteilskraftcomofuerzadejuzgar, quizásla facultadquepodría definir de unamaneramás exactael caráctery la modalizacióndinámicade la existenciadel hombre, véaseal respectola obra del autorLa era de la crítica, p. 125, nota 225: «De modoque el entendimientoes “demasiado poco” para definir al hombre, y la razón es “demasiado” para ello. En cambio, la ‘fuerza de /uzgar”, el Juicio, define exactamenteal serhumano:no esrealmente,pues, una ‘facultad”, sino la esenciadelhombre. ElJuicio es antropógeno:el “lugar” del hombre.Algz¡ienqueno estéen su ‘juicio” nopuede,obviamente,serjuzgadopor sus acciones(querealmenteno sonentoncessuyas,sinoqueprovienen& ‘fuerzas”: instintos.pulsiones,naturales)». Valgan estasbreves observacionespara mostrar la profunda meditacióny reflexión en lo que seala existencia humanaa la que invita el términoJuicio y cómola tareade su traduccióndelatasiempreunadeterminadatoma de rosturaacercadela respuestaquedesdeel Criticismopuedadarsea la cuestión¿Quéeselhombre? Término también elegido por R. RodríguezAramayo para la traducción de Gesinnung,contraviniendolas indicacionesde JM. Palacios,queproponeverterlo por la de disposiciónde ánimo, término que en nuestrouso de los términos kantianosremitiría más bien al de Anlage; vd al respectola nota a la edición en Sigueme de la traduccióndeM. GarcíaMorentede la KprVpor J.M. Palacios,así comoel apanadoII del Estudiopreliminarde R. RodríguezAramayoa surecientetraducciónde lamismaobraen Alianza. XXIV paraaquellasprescripcionesespecíficamentemorales.Los términos Wille y Willkñr aparecerán traducidoscomo voluntad y albedrío o arbitrio respectivamente,vertiendo las mencionesde aquellasaccionesrealizadasnachBelieben—bien distintaserála intervencióndeestapalabraen la definiciónde la facultadde haceru omitir segúnconceptos—medianteel adjetivopotestativo o la locución adverbiala voluntad El término Nótigung será trasladadoal castellanocomo consfricción cuandode refieraa la determinaciónde la voluntadpor la razónpráctica,si bienes tambiénhabitualencontrarlotraducidocomocoerción—comoocurreen la versióncastellanade Cortinay Conilí de la Metafisicade las costumbres—,mientrasque en suapariciónde la mano de los impulsos,tendenciasy apetitossensiblesnoshemosdecididopor el términocompulsión. Atendiendoa las observacionesfilológicas kantianasal inicio de la Dialéctica de la razón práctica acercade la distinción del Bien en supremumy comsummatum,hemostraducidoa la virtud comosupremoBien (oberstenGut) y a la uniónsintéticaentreéstay la máximafelicidad pensadacomoobjetototal de la razónprácticacomosumoBien (hochstenGut),alejándonosde la traducciónde GarcíaMorente de hóchstenGui por Bien supremoy de oberstenGut por el deficienteBien máselevado.Trasladaremosel término Tnebfedergeneralmentepor la clásicade motor, si bien en algunasocasioneshemosempleadola traducciónpropuestapor F. Martínez Marzoade motivo impulsor, puesnos pareceque representala versiónque mejor se ajusta al término alemán,así comoBestimmungsgrundpor fundamentode determinación’.Se traducirá asimismo Wohl y ti/bel por provecho y perjuicio, para distinguirlos —según la indicación kantiana—del bien (Gut) y el mal (Bose)en sentidomoral. Los términos fundamentalesen el ensayosobreel mal radical que constituyela primerapartede la obrasobrela religión, a saber, Anlage y Hong, serán venidos respectivamentecomo disposición y propensión, tal y como aparecenen la traducciónde MartínezMarzoade dichaobra, si bien1-long serátraducido como tendenciacuandosetratede caracterizarel impulso(Trieb) de la razónparapensarsobreobjetos que tienenparaella una graninterés,comoobservamosenel Canon de la primeraCrítica. Otros términos relevantespertenecientesa la razón práctica serán los de Eigenliebe,que hemos decididotraducir poramorde si, en lugar del ambiguoamorpropio de la traducciónde García Morente, y Eigendt¿nkel, para el que hemos mantenido la versión clásica de éste como presunción.Por otraparte, los fundamentosde los principios prácticosmateriales,entrelos que cabedestacara las inclinacionesy apetitosapareceránrespectivamentecomotraduccionesde los términosalemanesNeigungy Begierde.Ante la oposicióndeLusty Unlust hemosoptadopor la traducciónde los mismoscomoplacery displacer,puesutilizar parala última la versióndedolor (Schmerz)hubierasupuestorecurrira un término que remite másbienal de deleite(Vergnñgen) como su opuestoreal. Bastenestasindicacionesparajustificar el trabajo de traducciónque necesariamentetiene queacompañaraun trabajocomoel presenteconcernienteal pensamiento kantiano. No apreciamos,quizáspor la costumbrede manejar la mencionadatraducción,las dificultadesqueobservaen la misma R. RodríguezAramayo,al hacerusode un genitivo paraverteral castellanounapalabracompuestaen la lenguaalemana,giro que interpretamosnecesarioen la traslaciónal castellanode términos cuya lenguaoriginal permiteconstruccionesaglutinantesquela nuestrasóloentiendemediantedescomposicionespreposicionales. XXV u u u u e u ej u’ UD .3 o ID ID u e ID ID u ID u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u e u u u u u u u u u u u u u e u u u u u u e L La libertadcomotareadelpensar «Hay dos ejes sobrelos que gira [la metafisica]: en W primer lugar, la doctrinadela idealidaddel espacioy el tiempo • [.. •], en segundolugar, la doctrinade la realidaddel concepto ej de libertad»,Fortschr., Ak, XX, p. 311. e «[Su puedo 1..] concebir la libertad; es decir, su representaciónno encierra en si contradicciónninguna si se U admite nuestra distinción crítica entre los dos tipos de O representación(sensiblee intelectual)y la limitación que tal distinciónimplica en los conceptospurosdel entendimiento,así como también, lógicamente, en los principios que de ellos derivan»,KrV, B XXVIII. u • La preocupaciónpor elaborarun espaciodiscursivosatisfactoriopara la cuestiónde la • libertaddeterminade un modoinnegableel desarrolloy presentaciónfinal de lo que viene a ser • un pensarque seposicionaen la historiade la filosofia como idealismotranscendental.Aunque • tambiénpodríamoscomenzara la inversa—señalandounavíaqueseprometemásdilataday rica • en consecuencias—,presentandoa esteconceptodoctrinal comoel únicocapazde proporcionar u las coordenadasconceptualesnecesariasparasalvar a aquélla.Con ello adelantamosunapauta u expositiva principal de nuestrotrabajo, queno esotra que la de introducir el problema de la UD libertaden Kant desdeel únicomarcode comprensibilidadquetenemosadisposición,a saber,la u teoríade la idealidadde los objetosde los sentidos,así como la de profundizaren el hechode u quehablarde la posibilidadtan sólo lógicade la libertad implique descenderhastala piedrade • toquede la Crítica, y explicarcon la claridaddeseablequéesy cómoprocedela decisióncrítica u del pensarque es el idealismotranscendental.Quizás lo más llamativo de ésta última con u respectoala suertede la metafisica,por lo que no podemosdejarde mencionarloen semejante u momentointroductorio,seael habilitar —partiendode unavirtualidad presenteen suspropios • conceptosontológicos—el espacionecesariopara que un conceptointeligible como el de la u libertad halle en él su asiento.Habilitación de un espacioque solicita, al mismo tiempo, una u diversidady unamultiplicidadde estructurasracionales,de órdenesde lo real,en virtud de los u cualespuedaabandonarseel callejónsin salidade las disputasdogmáticasacercadel métodode la metafisicaespecialy susobjetos. Comenzaremosmostrandocómo un concepto doctrinal (Lehrbegr¡jfj) como el del idealismo transcendentalpresenta,en las definiciones centrales que del mismo hallamos u diseminadas—aunqueestratégicamentedispuestas—a lo largo de la obracrítica, una distinción y unadistribuciónde tareasentrelas diferentesfacultadescognoscitivasdel hombre,graciasa la cualel trabajode unadeellasresultaatraídopor las posesionesde otra,y cadaunaindagacuriosa quémotivospuedenhaberconducidoa supobrezade resultadosen un ámbito determinado,o del u mismo modo, el impulsodirigido a conseguirunamayor extensiónde unapermiteprepararel terrenoa la laboriosidadmucho menosamplia de miras de otra. En el fondo, se gestionala u fundaciónde la Razóncomoel espacioen el quesemueveny desarrollansusfuerzasdiferentes • exigencias, en el que puedencomunicarsesus interesesy resultados sin temor a resultar • reprimidaso privadasde su derecho a la expresión,de donde resultaun escenarioque el • magnifico escenógrafoque tambiénes el filósofo transcendentaldebesaberaplicar al hombre. • Estabrevedescripciónde la escenaracionalnospermitecomenzarahablarde la apariciónde una cuestióncomola de la libertaden el pensamientokantianodesdeel horizontede sentidodel uso • especulativode la razón,entredos facultadesindiscutiblementehumanas,el entendimientoy la u u u u u u u e u u’ razon. Desdeun determinadopunto de vista, podríaestablecersesin demasiadosproblemas— siempreque nos abstuviéramosde habérnoslascon las preguntasmetafisicasque acucian a nuestrarazón,estadoquenuncapuededurardemasiado—que no somos,que no consistimosmas queen entendimiento,y de abi en unacapacidadparaordenary conocertodo aquello—totalidad queobservamosy determinamosen sentidodistributivo y nuncacolectivo—que senos enfrenta bajo losmodosde donacióndelas formasde la intuición del espacioy el tiempo. Una lecturaque se atuviese a las apariencias no tendría por qué descubrir, limitándonos siempre a los u’ u’movimientosen la esferade nuestroconocimiento,que un abismo,que una enormecargade profundidad,nos separade esavisión. Pero la discusión filosófica que durantesiglos giró en tomo aestaconsideraciónde aquelloquepuedennuestrasfuerzascognoscitivas—y quealcanza u’ por lo menos,de un modo quizásexcesivamenteesquemático,perosin traicionara la percepción u’ de Kant del desarrollo de su pensamiento,hasta Hume y su Investigación acerca del u’ entendimientohumano— carecióde sensibilidadpara reconocerlos limites del trabajo del u’ entendimientoy no escuchóla voz conla quesolicitabaayudaparadelimitar de un modo digno u’ susposesiones. u’ El entendimientotendráprecisamentecomo origen de las exigenciasque superansus u’ posibilidadesinternasla definición racional de sistema, conforme a la cual el conjunto de u’ nuestrosconocimientosno debendistribuirse en una mcm rapsodia,sino constituir bajo el gobiernode unaIdea de la razónunaunidadsistemática,dondetantoel alcance(Umfang)de la u’ pluralidadde conocimientos,como el lugar » spekulativenoderpraktischenGebrauchehetrachten;dennsie verlangtddeabsolute • To¡alitctit derBedingungenni einemgegebenenBedingten, und dieseIcan» schlechterdingsnur in fingen an sich selbstangeiro/fenwerden [...] entspringr ein unvermeidlicherSchein mssder Anwendungdieser Vernunftídeedere Totali¡at der Bedingungen(mit/un destinbedíngten)aufErseheinungen,alsvdiren sie Sachenan sích selbst[...] der ‘3 [Schein]aher niemalsals trtiglich bemerktwerden wurde, wenn er sichnichí durch cinen Widerstreitder Vernunfl ‘3 mit sich selbst, in der Anwendung ¡Ares Grundsatzes,das Unhedingle ni allem Bedingten vorauszusetzen,auf • Erscheinungen selbstverriete. Hiedurch wird aherdde Vernunft genotígt,diese>»Se/emenachzuspíiren,worauser entspringe,und wie er gehobenwerden kbnne, welchesnicht anders, als durch emevollst¿’mndigeKntilc desganzen ‘3 reinen Vernunftvermogens,gesehehenkann; so dafi die Antinomie der reinen Vernunft. dic in ihrer Díalelctik U offenbar wird, in der Tat die wohltdtigste Verirrung ist, in die dde menschlicheVernunft je hat geratenkñnnen, ‘3 ¡tide>» sie uns zuletztantreibt, den Schlñsselni suc/en, mssdíesemLabyrmnt/e herauszukommen,der, wenn es • gefundenworden, noc)i dasentdeckt,wasman nichí suc/teund doch bedarf nómlich emeAussic/t in eme/0/ere, unveranderlíche Ordnung der Dinge, in der wir sc/ion jetzt sin4 unv it, der unser Dasemn der hochstenu Vernunftbestímmunggemáfifort.zusetzenwir durch bestimmteVorschr¡ften nunme/irangewiesenwerdenkñnnen». ‘3 2 Vd KrV, A 423/E451-A 424/E452; cfr. op. cit, A 484/E Sl2ss.,unospasajesmásadelanteIcant presentaráel ‘3 resultadopositivo de la aplicaciónde esteproceder,vii op. cít., A 485/E 513: «Medianteestemétodopodemos u deshacemos,con unos costosmuyreducidos,de una infinidad deelementosdogmáticosponiendoen su lugar una critica sobria, una critico que, comoverdaderocatártico, el¿mmar4qfortunadamente, las ilusionesvanasy su consecuencia,lapresuncióndesaberlotodo». u e II u U u u u e falsedadsaltaa la vistamásen la aplicacióny consecuenciasque generaque en suconsideración abstractay aislada.En esteplanteamientopuedecontarsecon la sobriacrítica comocatárticode las ilusiones vanas (Wahn) y de su consecuencia,a saber, la presunción de saberlo todo (VielwissereQ. La representaciónde los conflictos cosmológicosde la manode un métodoescépticose muestradel todo consecuenteconlos principios en los que se basael idealismotranscendental, que hemosvenido enumerandoen las páginasanteriores,ahorabien —como esperamosque quededemostradoen la misma exposición—,no extraerátodas las consecuenciasposiblesde semejanteconceptodoctrinal por lo queconciernea la salvaciónde la libertad y de un orden suprasensiblede cosas.Ejerceráuna labornecesariay primariaqueconsisteen el alejamientode la pretendidaseriedad(Ernshafte) y tono elevado (vornehmer Ton) de los defensoresde las cuestionescosmológicasacercadel mundo y la naturaleza,de maneraque unavez conseguido esto, pueda descubrirseen la misma estructuradel conflicto (Widerstreit) una distinción especialmentebeneficiosaparala constitucióny necesidadesde la razón.Así, estalabornecesaria denunciaráel hecho de la inconmensurabilidad,por excesoy por defecto, de los conceptos cósmicosy transcendentalesde la naturaleza—segúnuna distinción que únicamentecobrará sentidoen el segundomomentode solucióndel conflicto— conlos conceptosdelentendimiento, desarregloquevaciaráde significado a los primeros,ya que los objetosde los que hablanno puedenresultardetenninadossegúnlas funciones lógicas del juzgar. De esta manera,estos conceptostranscendentalesqueconciernenal mundoen su totalidad,resultantesdeunaextensión injustificada de los conceptosdel entendimiento,embrujadospor cl tamaño de los dichos y máximasde la razón,enredan(verwickeln)a éstaen una antinomia.La aplicacióndel método escépticoa las diferentestesis y antítesisque vanpoblando,conformea la tablade las categorías, el escenariodela luchapúblicade la razónrevelaráqueunaafirmacióncomola de «el mundono tiene un comienzo»resultademasiadogrande parael conceptoque de él poseemos,y que no puedesinoconsistiren un regresosucesivoincapazde alcanzartodala eternidadpasada,mientras que la defensade algoasícomo«el mundo tiene un comienzo»tieneentremanosalgo demasiado pequeñoen relación con el conceptoen el necesarioregreso empírico, pues la ley del uso empírico del entendimiento,un uso que procededistributivamentey nuncacolectivamente,se encargaráde preguntartrascadacomienzopor otro anterior,sin hallar en ningún momentodel regresoWI comienzono subalternoconel queponerfin a la investigación.El resultadoalcanzado estaráestrechamenterelacionadoconunamalacomprensiónde la doctrinaestéticadel idealismo transcendental,de dondeen realidadprovendráestailusión de una doblerespuestaacercade la magnitud (Grófie) del mundo, pues la defensade su carácter infinito e ilimitado será excesivamentegrandeparanuestroconcepto,mientrasque la afirmaciónde su carácterfinito y limitado serásuperada(úbersteigen)por el uso empírico del entendimiento,quenunca puede ponerlimites, sinoquesehalla limitado en suaplicacióna los objetossensiblesdadosmediante las intuicionespurasdel espacioy el tiempoy consisteenunafunciónciega—desdeel puntode vista de la magnitudde la razón—queno halla nuncaun miembro final de la serie. De este modo,lo incondicionado—en tantoque conceptoinmanentedel entendimiento—se comporta como mcta necesariapara la totalidad absolutade la síntesis empírica’. El segundoconflicto Ya se hapuestoderelievela importanciadeunacorrectacomprensiónde ladoctrinade la idealidadtranscendental y de la realidadempíricadel espacioy del tiempopara la disolucióndel conflicto en juego,peroquizáspuedasurgir de la manode estaprimeraantinonilauna cuestiónquenosparecede gran relevanciaparala clave de lecturaque aquí estamosadoptando.Dehecho,dadala definición de las formaspurasde la intuicióncomomagnitudesinfinitas dadas,algo así como un espaciovacio no podrá serun correlatode las cosassubsistentepor sí mismo,ni una condiciónen la quepodamosdetenemos,ni muchomenosuna condición empíricaque constituyaunapartede la 12 ID e ‘3 u • devuelveun resultadoidéntico,pues,si seafirmaque la materiade los fenómenosen el espacio estácompuestapor partes infinitas, el regresode las partesserádemasiadograndeparanuestro • concepto;mientrasque si se defiendeque la división cesaráen un miembrosimple(einfach),el • regresoacabarádemasiadoprontoparael entendimiento,quetiene antelos ojos la promesade la Ideade lo incondicionado,lo quele conduceaexigir siempreotromiembromas. El pasoa los conflictos producidosen torno a lo que serán,ya no conceptoscósmicos, u sinoconceptostranscendentalesde la naturaleza’evidenciarámásadelantequela exposiciónquenos ocupasólo denuncia,por así decirlo, el contenidodogmáticode las afirmaciones,mientras queunicarnentela observaciónacercadela diferenciaentreantinomiasmatemáticasy dinámicas podrá introducir una nueva perspectiva acercadel conflicto. Retomandoel orden dc los conflictos, por lo que conciernea la derivacióntotal y completade los acontecimientoscon respectoa suscausas,si sostenemosque la únicaderivaciónposiblees la de la causalidadnatural, ‘3 la afirmaciónresultarádemasiadogrande,puesel entendimientosólo hallarácausassubsidiarias ‘3 que impidanal regresodetenersefinalmenteen subúsquedade una causasupremaen unacausa • incondicionadapor otro lado, si defendiésemosla producciónde acontecimientospor libertad, ‘3 no podríamosevitar queel entendimientosedesentiendade estelimite y sigapreguntandopor ‘3 unacausaanteriorsegúnuna inexorableleynatural,pasandopor encimade aquélcomosi trazara • un trayecto demasiadopequelio. Por último, en lo que conciernea la dependenciade los U fenómenosen cuantoa suexistencia,la suposiciónde un Serabsolutamentenecesario—ya sea U comocl mundomismo,como algoen el mundosuperiora él o comola causadel mundo—,no • comola presenciade algointeligible entrelos fenómenos—queeramásbien lo queocurríaen el • casode la libertad—, sino como un auténticoensextramundanum, presuponeuna existencia • inaccesibley demasiadograndepara nuestroconceptoempírico, a la que nunca podríamos • alcanzaren nuestroregresoempírico continuado. • La exposiciónescéptica(skeptischeVorstellung)de los conflictos antinómicosrevela— • comodecíamosmásarriba—quelas afirmacionesallí enjuegosono biendemasiadograndes,o • bien demasiadopequeñas,siempredesdela perspectivadel entendimiento——que es la que debe • adoptarsesi sequierealejartodo peligrode unacaídaen el dogmatismo—,un entendimientoque • seencuentraafanadoen la búsquedade lo incondicionadoque le manday ordenala razón.Por • ese camino esta facultad prudentey generalmenteconscientede los límites de su trabajo, • cuestionael resultadofinal de los materialescognoscitivosqueacumula,y asíseentrometeenun trabajoque por sí solano puedellevar a caboy queexige un recordatoriode los principios del u idealismo transcendental,pero, al mismo tiempo, descubreque, empleandouna distinción transcendentalaplicablea la ontología,puedeganarseunanovedosavisión acercadel conflicto antinómico. La elección de un conceptoempírico posible como criterio (Richtmafi) para la exposición y enjuiciamiento del conflicto se muestra enteramenteconsecuentecon lo que • persiguela Crítica en estemomento,a saber,establecerlos términosadecuadosde la relación experienciaposible.Precisamentepor ello encontraremosa las formaspurasde la intuición, en tantoque formasy no U objetosquepuedanser intuidos, comouno de los miembrosde unatabla de la nada. Nos parecequeestamisma ‘3 tablaocupaun lugardecisivoen la comprensiónkantianadel rendimientometafisicode la noción de límite, por lo u quequizásno estaríade másapuntarque la preguntaqueencontramos,contodorigor en la argumentación,enKrV, A 4871B 515, «¿Puesquiénpuedeteneruna experienciade lo absolutamentevacío (Schlechthinleeres)?»puede U encontrarnuevasvías de discusiónacercade la posibilidadde esaexperienciaen la analíticade lo sublime de la • terceraCrítica. Sólo el ulterior desarrollodel trabajo podrájustificar las relacionesqueaquí estamosestableciendo, • por el momentobasteconla importantenotade A 429/B457 para preveniracercade la erranciaantinómica:«El • espacioesmeramentela formade la intuiciónexterna(intuiciónformal), no un objetoefectivamentereal, quepueda serintuido externamente». ‘ViiKrV,A4201B447-S. u • 13 u u u u u u entreentendimientoy razón,sin convertira la segundaen la fuentede patronesy modelosideales que nos harían olvidar, al obligar a cambiar el plano de densidad ontológica, su inconmensurabilidadconrespectoa cualquierafirmaciónde la experienciaposible,la únicaque, en el fondo,puedeotorgarrealidadobjetivaa nuestrosconceptos.Por el contrario,si sehubiera tomado la decisiónde elevara la Idea en modelo, algo que quizás sí ocurrirá en zonasdel Criticismotalescomola analíticade lo sublimey los escritosacercade la historia, la exposición que hemosresumidoquedaríainvertida, de modo que en las primerasposicionesel supuesto quedaríademasiadopequefioparael conceptoempíricoy en las segundasdemasiadograndepara el mismo. De estemodo,seacabadacargandolas culpasdel conflicto a la menesterosidadde la regresiónempírica,lo que supondríaabandonarun esquemade coordenadasintuitivo-discursivas comoes el idealismotranscendentaly modificar radicalmentesurelacióncon lo inteligible1. De ahí, la importanciaqueotorgaremosacapítulosgoznede la Crítica de la razónpura, en los que el limite protagonizael discurso,puestoque en ellos setematizaunarelaciónde lo sensiblecon lo inteligible queno puededejarde abordarel pensardel quenosocupamos. Abandonamosasí la presentaciónpreliminar necesariapara encauzarcríticamentela soluciónde lasantinomiascon el resultadode una fundadasospechade que las disputasentre Ideas cosmológicassebasenen un conceptovacío y sólo imaginarioacercade cómo senosdan los objetos. Pero esto quedará más claro de la mano de una decisión crítica (kritische Entscheidung)aplicadaa esteconflicto de la razónconsigomisma. La secciónde la Antinomia de la razónpura que seocupade estudiarlos pasosdadospor la razónmisma pararesolverel conflicto que amenazacon destruirla, profundiza en las posibilidadesinternas del modo de fenomenalidadde las cosas que ha asentadola ontología o analítica del entendimiento,que permitensacara la luz la fazconque la razóny susprincipiospuedeninterveniren la última sin provocar catástrofes.En principio el fundamentode la enteraAntinomia de la razón es el argumentodialécticoquediceque si lo condicionadoestádado,tambiénestádadala enteraserie de todaslas condiciones.Puestoque en suseguimientola razónentraen conflicto (Widerstreit) consigomisma,habráquecorregiry determinarlos conceptosqueintervienenen él. El postulado lógico de la razón «si estádado lo condicionado,se nos plantea comotarea (aufgegeben)un regresoen la serie de todassus condiciones»es,en realidad,una proposiciónanalítica,con la cual la razónmandaal entendimientoperseguirla conexión(Verknúpfung) con sus condiciones tan lejoscomo seaposible.El idealismotranscendentaladvertiráenestepunto que esemandato seríadel todo deseabley realizablesi tanto lo condicionadocomo sus condicionesfuesencosas en sí, caso en el cual, una vez dado lo condicionado,el regresoa las últimas no quedaría meramenteplanteadocomo tarea,sino queestaríarealmentedado——cualquierobstáculopara alcanzarestedatoestaríaprovocadoporuna deficienciadenuestroconocimientode las cosas—. Nos las habríamos,así, con una nueva forma de detenninardel mero entendimiento,que representaríaa las cosas tal y como son, sin repararen si y cómo podemosalcanzarun 2conocimientode las mismas.Sin embargo,hablamosde unasíntesisde fenómenos,esdecir, de meras representaciones,que no son para nosotrosa no ser que lleguemosa conocerlos,y precisamenteparaconocerlosnecesitamosque esténdadosmediantelas formas de la intuición. Por lo tanto, no podrádecirseen el sentidoanteriorque, silo condicionadoes dado,también lo estarántodaslas condiciones—comofenómenos—del mismo,ni queestemosen condicionesde Nos encontraríamoscon un casosemejanteal ijustradopor Kant en A 490/B 518, en el que invertiríamosel orden de razonesy consideraríamosal hombredemasiadograndeparael trajey no al traje comodemasiadopequeñopara el hombre. 2 Vd KrV A 4981B 526-7. 14 e e e E. <3 • concluir la absolutatotalidad de la serie de las mismas,pueslos fenómenosconsistenen una síntesisempíricaen el espacioy en el tiempoy sólopuedendarsemedianteésta’.Porello mismo, el resultadoprimero de estacorreccióndel significadode los conceptosutilizadosconduciríaa lo • siguiente: «Por lo que no sesigueque, si lo condicionado(en el fenómeno)es dado,tambiénesté presupuestay dada(milgegeben)la síntesis,que constituyesu condición empírica,sino que ésta • sólotienelugarenel regreso,y nuncasin él»2. u ‘3 Una vez señaladaesta limitación, vinculada al modo de donación de las cosas que ‘3 conocemos,podremosextraer un estatutoaceptablede la máxima de la razón, si es que • consideramosque ésta,por una parte, ordena(gebieten) o planteacomo tarea (anfgeben)un • regresohacialas condiciones,regresoque cobrala formade unasíntesisprogresiva(forígesetzte) • porel lado de éstas,mientrasque, por otra parte,garantizaque no falten nuncacondicionesque u seandadasen virtud de esteregreso.La aplicaciónindiscriminadadel postuladológico de la • razón,del que nosocupamos,a objetosde laexperienciaposibleincurriráenel errordialéctico • denominadosophismaJiguraedictionis, una ilusión totalmentenatural de la razónen la que la • mayor tomalo condicionadoenel significadotranscendentalde unacategoríapura,abstrayendo de las condicionesde su única aplicaciónposible, y la menor lo considerabajo el significado • empíricode un conceptoaplicadoa meros fenómenos.Medianteesteengañopresuponemos, cuandose nos da algo como condicionado,las condicionesy la seriede éstas(en la mayor), • amparadosen la exigenciameramentelógicade suponerpremisascompletasparaunaconclusión dada,de maneraque la búsquedano seveaenprincipio limitadaporningún ordentemporal,pues las condicionesy la seriede las condicionesson consideradascomodadasal mismotiempo3. Pareceráigualmentenatural el suponeren la menora los fenómenoscomocosasen sí mismasu que no necesitandarse mediante una síntesis empínca, pero, en este punto, el filósofo transcendentalhallará la ocasiónparaaplicar una correcciónque ya había sido introducidaen teoría. La mayor se ocupabade una síntesisde lo condicionado y la entera serie de sus condicionesque no seveía limitadapor el tiempo,estoes, por la sucesiónen la que se realizala • síntesis,pero aquéllaque tiene que realizarseen las condicionesen el fenómenohabráde ser • necesariamentesucesivay sólose daráprogresivamenteen el tiempo.De maneraque, dadoque ‘3 los miembros de la serie sólo son posiblesmedianteel regresosucesivo,la menor no podrá • presuponerloscomo dadosindependientementede condición temporal alguna, puesno podrá ‘3 suponer,comola mayor,la totalidadabsolutadela síntesisy la serierepresentadamedianteella4. ‘3 Una vez que se ha señaladola falta, el paso en falso (Fe/iltria) en que incurre el • argumentobásicoy comúnde las afirmacionescosmológicas,podránrechazarsecon derecho • ambaspartesdel conflicto —un nuevohorizontedel enfrentamientose abrirá cuandola razón u descubraque es posiblejuzgaracercade sus problemasen ausenciade fundamentosjurídicos, • asuntoque correspondea la segundaparte del desarrollode la cuestiónque aquí nos ocupa—, u _____________ • ‘VdKrV,A499/B527. • 2 Vd op. cit, A 499/E 527: «lVunfolgtesgar nicht, dafi, wenndasBedingte (in der Erschelnung)gegebenist. auch • die Synthesis,die seine empiriseheRedingungausmacht,dadurch mitgegebenund vorausgesetztsei, sonderndiese findetallererstim Regressus,undniemalsohnedenselben,statfr. • Vd op. dL, A 499/E527-A500/E528. • ~ Jf op. cit., A 500/E 528; cfr. A 416-7/E 444: «[E]n el caso de losfenómenos,encontramosunapeculiar • limitaciónenelmodosegúnel cualsenosdan lascondiciones.& efecto, éstasse nosdan a travésde la sucesiva • síntesisde la multiplicidadcontenidaen la intuición, síntesisqueha de ser completadaen su regreso. El quetal • completitudseaposible en el piano de lo sensibleconstituyeotro problema De todasformas, la idea de esa completitudsehalla en la razón, seao noposible ligar a ella conceptosempíricosdemodoadecuado». u • 15 e u u u u u puestoque no basan sus exigenciasen ningún título que las acredite Pero el conflicto pennaneceráhastaque ambaspanes—visto que puedenrefutarsetan bien mutuamente—se disuadande que discutenacercade nada,de que una cierta aparienciatranscendentalles ha dibujadounarealidadobjetivadondeno hay en realidadninguna,lo que únicamenteocurrirá en una total libertadde discusión,en el enfrentamientocarentede obstáculosde unosargumentos con otros. En una escenasemejante,Kant esperapoder obrar al modo de Zenón de Elea, reduciendoal absurdoel núcleode la discusiónen luegoparalas dosposicionesenfrentadasal demostraralternativamentela verdadde unay otra. Paraello resultasignificativamenteútil la estructuradeljuicio infinito, criterio de reconocimientode lasoposicionesfalsaso dialécticas— por ejemplo«todo cuerpohuelebien o no huelebien»——y de las verdaderaso analíticas—del tipo «todo cuerpo huele bien o no huele (non suaveolens)».En el primer caso la oposición pretendeenglobartodaslas combinacionesposibles,sin repararen que la auténticaoposición real, que el ensayoprecríticosobre las magnitudesnegativasnos ha enseñadoa discernir,pasa entrelascosasquehuelenbien y las quesencillamenteno huelenanada,cuyaexpresióncorrecta sólo la proporcionael juicio infinito, envirtud de sunegación,no de la cópula,sinodirectamente del predicado—negaciónque suponeunadeterminaciónpositivadel sujeto—.Estaestructuraes susceptiblede ser transferidaa los conflictos cosmológicos,dondela pretendidaoposiciónentre «el mundo es infinito (unendlich)» y «el mundo es finito (endlich)» resulta falsa, desdeel momentoen que la segundaproposición consideraal mundo como determinadoen sí mismo según su magnitud, al no eliminar simplementela infinitud del mundo, sino al añadir una determinaciónde éstecomocosaen sí, la cual no nosesalcanzableen la síntesisempírica.Pero el mundono senosda enabsolutocomounacosaen sí,por lo queno podemosafirmar,envistas de ello, que seafinito ni infinito desdeel punto de vista de su magnitud2. Sin embargo,algo distinto ocurre cuando se enfrentan las dos posiciones siguientes «el mundo es infinito (unendlich)»y «el mundoes no-infinito (non est infinitus)», pues, en este último caso, si la primeraproposiciónresultafalsa, sucontrariatendráque ser verdaderaal negarsimplementeel predicado“infinito” que afirmabaaquélla,sin poner en su lugar el de “finito”. Se tratade una oposiciónque, al basarseen la negación,no de la cópula,sinodel predicado,sedejaráexpresar 3conmayorfacilidaden lengualatina,comoindicaKant. Aprovechandoesta introduccióndel juicio infinito en la discusiónantinómica,con sus efectosbeneficiosospara la consecuciónde una avenencia(Genugtuung),podemosestablecer que la categoríade limitación —que se ajustaperfectamente,en cuantoa la forma, al juicio infinito— constituye el lugar sistemático del concepto de límite (Grenze) en el idealismo transcendental.Medianteesaclasede juicio segúnel momentode la cualidadno ponemosuna pura y simple negación(A no esE), sino que le añadimosunadeterminaciónpositiva,puesal indicar unaesfera infinitamente limitada en la que es posible hallar a “A”, y que es “no-E”, determinamosya de algúnmodola esferadel predicado,al limitarlo, de modo queéstetermine por indicaralgo positivo: El ejemplo aportadopor Kant vienea sermáso menosel siguiente:enuna disputaacercadesi Dios, o el Universo, o el Mundo, sehallao no permanentementepresenteen un Jugar,esdecir, de si sehallaen movimiento,o desi más bien,no modifica nuncasu lugar, es decir, no se mueve,el critico —queen estecasocoincidecon el escéptico— deberáintervenir,poniendode manifiestoque,segúnel conceptoempleado,a saber,una Idea de la razón,todoslos lugaresse hallanen Dios, o en el Universo, o en el Mundo, con lo que éste no podrásometersea determinaciones fenoménicastalescomo el estaren un lugar. Así, tampocopodrádecirsequeesePrincipio supremoy último sea semejanteo desemejantea ningunaotracosa,con Ja quepudieracompararse,al comprenderya él todolo queexiste, 2VdKrV A 504/E532. Vd. Lógica, §22,Mm 3, A 162. 16 e e ID ID ID «El juicio infinito no muestrasolamentequeun sujetono estácontenidobajo la esferade un predicado,sino queyaceen algún lugar en la esferainfinita quese haJíafUera de la esferadel • mismo; consiguientementeeste juicio presenta la esfera del predicado como delimitada • (beschr¿inkt). [jI Aunque la exclusión (Ausschliefiung) es una negación; sin embargo, la • delimitacióndeun conceptoesunaacciónpositiva. Deahí,quelos limites (Grenze)seanconceptos positivosde objetosdelimitados»’. • A diferenciade la limitación (Sc/iran/ce),el limite (Grenze)expresasiemprela positividad • de un espaciodetenninado,si bien no podamosaún determinarel contenido del mismo. La • limitación, en tanto que establecimiento de un limes, denota siempre una falta en la u detenninaciónde algo; mientras que el limite (terminus) puede vincularse más bien a la U completudode Iafilosofia transcendentaldelos antiguos,al hallazgodel primermiembrode una u seriecomoconceptusterminator (Grenzbegrfjj,nocionesqueguardanunaestrecharelacióncon • las nocionesgriegasde t~Xoq y ~tspagcomoindicadorasde aquello que termina,completay • proporcionaa cada cosa su individualidad. Con respectoa esta distinción transcendental • fundamentalpara la Crítica y el planteamientode la metafisica,el juicio infinito se manifiesta • como una particularidadmuy útil provenientede una distinción meramentelógico-formal, u aunquecuriosamentesólo adquirirárelevanciaparael filósofo transcendental,al poseerun alto 2u interésparala comprensióndela metafisicacomocienciadel/imiteu Dejandoa un lado la digresiónacercade la naturalezay alcancedeljuicio infinito paralo u queaquí estamosdiscutiendo,habráqueconcluir con respectoa los conflictos cosmológicos, u que, dado que el mundono existe en si —independientementede la serie regresivade mis • representaciones—,por lo queni existecomoun todo (Ganzes)infinito ni comofinito en sí, sólo • podremoshallarloen el regresoempíricode la seriede fenómenos3.El diagnósticoquela Crítica • dicta acercade la primera Idea cosmológica—que conciernea la absolutatotalidad de la • magnituden el fenómeno—puedeextendersea todaslas demás,puesla máximasegúnla cual la seriede las condicionesdebehallarsesóloen la síntesisregresiva,no en el fenómenoconsiderado • comodadoconanterioridada todo regreso,esválidaparatodas.La imposibilidadde dictaminar si las partesde un fenómenodadosonfinitas o infinitas, ya que ésteno esnadaexistenteen sí y las panesúnicamentese dan medianteel regreso de la síntesisdescomponente—que nunca u puede darse completo o entero—, se extenderáasí, por ejemplo, a la serie de las causassubordinadasunasa otras,del mismomodo queal ascensodesdelas existenciascondicionadas hastaunaexistenciaincondicionadanecesariamente,que tampocopodránconsiderarsesegúnsu • Vd K,V A 161:«Das unendlicheUrteil zeigtnicht bloflwz, da]? ein SubjektunterderSpháreemesPródikatsnicht • enthaltensel, sondernda]? esaujier derSp/taredesselbenin derunendlichenSphtireirgendwoliege;folglichstellt u diesesUrteil die SpharedesPrddíkatsalsbeschrÑiktvor Ii] Obgleich nun die Ausschlie]?ungemeNegationist: so u ¡stdoch dieBeschrankung emesBegr~ffsemepositiveJ-Iandlung. Daher sindGrenzenpositiveBegriffe beshcrdnkter • Gegenstande»;cfi’. Prolegómenos,§59, A 181: «un límiteesalgopositivo»;KrV, §9, A 72/E 97-A 73/E 98. 2 En relacióna lo decisivode la distinciónentrejuiciosnegativose infinitosparala edificaciónde la metafisica.Kant • diráqueesadistinción,quepasainadvertidaparala lógica general,quesólo seocupade los juicios abstrayendoel • contenidodel predicado,aunqueseanegativo,y teniendoencuentasólo si éstese atribuyeal sujetoo seJeopone,es • muy relevantepara la lógica transcendental:«puesla aquí ejercidafunción del entendimientopuedeser quizás • importanteenelcampode suconocimientopuroa priori», XrY A 73/898. En virtud desu directarelacióncon este detenimientoen la nociónde límite como unanocióndirectriz delo quepuedasermetafisicaen Kant remitimosa un u trabajoque ha influido en buenapartelos comentariosque introducimosaquí, se tratadeJ articulo de F. Chiereghin • Die Uetaphysik als Wissenschajtund Erfahrung der Grenze. SymboUsches Verhtiltnis ¡md praktische • SelbstbestimmungnachKant, contenidoen eJ volumen colectivoMetaphysiknach Kant?, citado en la bibliografia • final. Vd. KrV, A 505/E533: «[E]) mundono es,porlo tanto, un todomncondicionado,ni existecomola) todo, ni con una u magnitudiqfinita, ni conunafinita».u e • 17 u u u u u u totalidadcomoinfinitas o finitas en sí,puesen tantoqueseriesde representacionessubordinadas consistiránsóloenel regresodinámico——en los últimos doscasos—de las mismas,al no existir como una serieconsistenteen si. De dondeextraemosla enseñanzadel carácterdialéctico y de conflicto de unaaparienciaque rodeaa la Antinomia, en la medidaen queseha aplicadola Idea de totalidad absoluta——condición de las cosas en sí— a fenómenos,que únicamenteson representacionesnuestrasy si constituyenunaserie lo hacenen un regresosucesivo,puesno puedenexistir deotro modo’. De la manode su exposiciónescépticase han perseguidolos anclajesdogmáticosde la aparienciaantinómica,pero Kant apuntará,como una enseñanzaaún más importante que la Crítica debeponerde relieve,a la utilidad críticay doctrinal de esteconflicto, en la medidaen queéstey el agumentodialécticoen el que seapoya——aplicaciónindiscriminadade unamáxima meramentelógicacomoun principioconstitutivoa los fenómenos—puedenfuncionarcomo una demostraciónindirecta de la idealidad de los fenómenos,y así comoun complementopara la demostracióndirectacontenidaen la Estéticatranscendental.La presenciade estecomentarioen el mismoargumentokantianoacercade la resolucióncrítica del conflicto nosparecesignificativo con respectoa la clave de lectura que aquí nos proponemosaplicar, y que no pretendesino mostrar la productividad discursiva de ciertos capítulos y pasajes límite, presentes preferentementeen la primera Crítica, con respectoal problemade la libertad en Kant, y a la salvación de ésta como posibilidad del pensamiento.Esta demostraciónindirecta parda del dilema siguiente: si el mundo es un todo existente en si, entoncesseráo bien finito, o bien infinito. Pero un análisis que tenga en cuenta las distinciones transcendentalesdel crítico terminarápor evidenciarque ambasproposicionesson falsas,de dóndedeberáser tambiénfalsa la presuposiciónde que el mundo—comocompletitudde todos los fenómenos—seaun todo existenteen sí. El adagiocritico repetiráque los fenómenosen generalno son nadafuerade nuestrasrepresentacionesy que su única constitucióncognosciblees sensible,lo que indicamos mediantesuidealidadtranscendental. Unavez aplicadala críticay descubiertoel carácterdialécticodel argumentoracionalen el que sebasabanlas propuestasantinómicas,el principio lógico del que partentodos los pasos en falso y suposicioneserróneasdejaráde ser un axioma,a saber,un principio sintéticoa priori inmediatamentecierto, a pesarde abstraerde su insoslayablerealizacióntemporal—la filosofla no contieneningúnprincipio de estaclase,al serun conocimientoracionalpor conceptos,no por construcciónde los mismos—,no paradesaparecercomoun puntode vistade la razóncarentede utilidad alguna,sino para pasara convertirseen un problema planteadopor la razón parael entendimiento,es decir, parael sujeto,paraqueemprenday prosigael regresoen la síntesisde las condicionesde un condicionadodado2. De este modo, aprenderemosa descubriren ese principio de la razónunaregla que imponeen la seriede condicionesde fenómenosdadosun regresoal que nuncale estarápermitido detenerseen un incondicionadoabsoluto.Anteriormente semostróci pasoen falso en queincurríanlos argumentosantinómicosal tomarcomomodeloy criterio al conceptode mundo,mientrasqueahoraes un principio racional—que no seráun principio de posibilidad de la experienciay del conocimientoempírico, ni un principio del entendimiento,que tampocoseráun principio constitutivode la razón que permitaampliar el conceptode mundo sensiblemás allá de toda expenencia—el que actúe como princ¡~io regulador en las Ideas cosmológicas,de maneraque, en primer lugar, nos haga proseguir (fortsetzen)y ampliar (erweitern) lo másposiblela experiencia,sin permitir que detengamosla ‘Vd KrV, A 506/E534. 2 ~¡ op. dL, A 508/11536. 18 e e ‘3 u e • búsquedaen ningún limite empirico consideradocomo límite absoluto, y, en segundolugar, • postulelo quesetienequehacer,sinanticiparlo queestádadoen el objetoantesde todo regreso. Habráquerepararen las consecuenciasque parala habilitaciónde un pasotranscendente a lo inteligible desde el idealismo transcendentalcontiene la distinción entre principios , es conectodecir «no ceseis • nuncadeprolongarla»,puestoquesiemprepodremoshacerlo hastael infinito. En estoscasosla u razón no necesitala representaciónde unatotalidadabsoluta,al no suponerlacomo condicióny • comodada(datum,),sinocomoalgomeramentedahile. En los casosen los que, sin embargo,esté u en juegoel regresodesdelo condicionadohastala seriede las condiciones—si me remonto • desdeun hombrequevive actualmentehastala seriecompletade sus antepasados,o si parto • desdeel miembrode unaserieen un regresoquemehabráde llevarhaciala totalidadabsolutade • las condiciones—,nos las habremoscon un regresoindeterminado,de suertequeúnicamente • podremosafirmarque,pormuy lejosqueéstealcance,nuncahallaremosun flmdamentoempírico u u _____________ u ‘Vd.KrV,A509/B537. u 2 Siguiendo las indicacionesde O. Lebwn —en Kant et la fin de la métaphysique,obra citada en nuestra • bibliografla— en este punto, resultaríaútil recordarbrevementela distinción cartesiana—cuyos conceptosno u atiendena la diversa densidadde los planos ontológicos,de lo sensibley lo suprasensible,como lo hacenlos u conceptospurosdel entendimientoy la deduccióntranscendentaldelosmismosen Kant— entrelo indefinido, comounno ver límites a la regresión(«essuficienteno tenerrazónalgunapor la quesepuedaprobar que tiene límites», • diráDescartesenunacartaa Cbanut.6-VI- 1677),y lo infinito, entantoquever unaregresiónilimitada(basadoen el • hechode que«no notamosningún límiteensusperfecciones,comotambiéna causade queestamossegurosde que u no puede tenerlos», observa en los Principia, T, 27, Pp. 37-8). Nos interesade las definicionescartesianassu independenciacon respectoa la operaciónde regresión,para provenir más bien de una suspensióndel juicio amparadaen la debilidad y limitaciones de nuestroconocimiento.Porello mismo, en primer lugar, la regresiónu espacialemprendidapodráconcluirsin mayorproblemaen el campode lo indefinido, al no concebirimposibilidad u alguna—error en el incurría la mayordel principio lógico de la razón— en divisar al infinito la extensión.En u segundolugar, el juicio de indefinición parece provenirde la imposibilidadde concebir clara y distintamentela verdado no delas preguntascosmológicas,por ejemplo, y el filósofo racionalistaseguardala cartade introducir la u determinación de una decisión divina, apelando a la incomprensibilidadde Dios, fundamentoque termina • maquillando la existenciade una Antinoinia. De estemodo, los juicios cartesianosacercade lo infinito y lo u indefinidono tendránnadaqueverconla progresióninfinitao indefinida,y a juicio de las coordenadasconceptuaJes • del idealismotranscendentalse presentancomoun modoengañosodc evitarel conflicto antinómico,al dejarintacto su fUndamento,a saber, la indeterminación,o mejor dicho, el desconocimientode la auténticarelación entre lo sensibley lo inteligible.u u • 19 u u u u u e que permitaconsiderara la seriecomolimitada enalgún punto1.Peroen amboscasosla seriede las condicionestendráquedarseen el regreso,puesno setrata,unavez más,de cosasen sí, sino de fenómenos.Introducidaestadistinción,ambasproposicionescaerándel mismolado cuandoel análisiscritico adviertaen el uso regulativode un principio racionalque la cuestiónenjuegono es la finitud o la infinitud de la serie, pueséstano esnadaen sí misma—estácompuestapor fenómenosparalosque unay otrason o demasiadopequeñaso demasiadograndes—,sino cómo disponer(anstellen) el regresoempírico y hasta dóndeproseguirlo (fortseí:en). La regla del progresodictaráque, si el todo estádadoempíricamente,seráposibleretrocederhastael infinito en la seriede sus condicionesinternas—siemprehabrámásmiembros empíricosdadosque podamosalcanzaren el regreso—, pero, si el todo no está dado, sólo podremos seguir retrotrayéndonoshaciacondicionesmáselevadas,y así continuaravanzandosiempre,al no hallar un miembro dado de modo empírico que seaabsolutamenteincondicionado. En el primer ejemplocontamosconunapercepción—de acuerdoconel procederconstructivodelmatemático, no determinadapor los principios del entendimiento—que limite el regresoempírico de manera absoluta,queno puedeconstituirunapartede la serieobjetivadel regreso,en virtud delprincipio meramentelógico de que el limite debeser distinto de lo limitado por él. En el segundono tendremosuna percepciónque limite el regreso empírico de modo absoluto,con lo cual no podremosconsiderarlonuncacompleto.En uno y otro casoel motor delavanceserábien distinto, puesenel primerplanteamientode la totalidady el regresohaciaella toparemoscon la necesidad de encontrar(antreifen) más miembros de la serie, mientrasque en el segundonos veremos espoloneadospor la necesidadde seguirpreguntando(fragen) por másmiembros,al no cenar ningunaexperienciala serieentérminosabsolutos. El desenmascaranúentode la inaplicabilidaddel principio de razónacercade la relación de lo condicionadocon suscondicionesmuestra,así, como suderivaciónpositiva, la validezde aquél en cuantoquereglade prosecución(Fortsetzung)y magnitud(Grófie) de una experiencia posible.Pues,si puedeconfinnarseque eseprincipio de la razóndetermina,segúnsusignificado subjetivo,el mayorusoposibledel entendimientoen la experiencia,entoncessepresentarápor un caminomuy diferenteal dialéctico,casi comoun axioma—algo imposiblepara la razónpura— quedeterminea priori a los objetosen si mismos,con lo que seterminarátransformandoa un ¡ Kant ilustraráladistinciónentrelos dostiposde síntesiscon variosejemplos.Un textode JaKrV puedeservimos de ayudaparadeterminarmejorel alcancede estadiferencia,A 417/E445-A 418/E446: «De dosmodospodemos pensar[lo] incondicionado:bien comoformadoporla serieenteraen laque,consiguientemente,soncondicionados todoslosmiembros,sinexcepción,siendosólo su totalidadlo absolutamenteincondicionado,y entoncesel regreso se llama infinito; o bien, lo absolutamenteincondicionadoes sólo una partede la serie, una parte a la queestán subordinadoslos demásmiembrosde esaserie, y queno depende,por su lado, de ninguna ofra condición En el primer caso. la seriees a partepriori ilimitada (sin comienzo),esdecir infinita a pesarde lo cual estádada por entero. Pero el represonunca es en ella completo.Por ello sólo vuedellamarse potencialmenteinfinita. En el segundocaso,hay unprimeroenla serie [...]», [subrayadonuestro],y eseprimerodela serierecibirá losnombresde las tesisdelos conflictosantinómicos,en los quese ponefin a la síntesisdemasiadopronto. Así, la división de una materiacorporal dadaentreunos límites irá hastael infinito, puesnuncahallaremosun miembro incondicionado, indivisible y simple, sino que cada condición será la parte de una parte en una remisión sin fm, pero lo incondicionadoseráel conjunto de esaspartestomado como un todo, de maneraque inclusolos miembrosmás alejadosestarándadosantesde emprenderla división. Distinto seráel resultadode la síntesisen el casode la serie completadelos antepasadosde un individuo dado—quesirve de ejemplodelos conflictoscósmicos—,puesal no hallar nuncaun límite empíricoquepuedaexponerun miembrocomo absolutamenteincondicionado,dadoque los miembrosquepudieranofreceresacondiciónno se hallanenla intuiciónempíricaantesde completarel regreso—Jo que sí encontrábamosenel casoanterior—,el regresono irá hacia el infinito, sino haciauna lejaníaindeterminable (unbestimmbareWeite),en labúsquedademásmiembrosde los dados,que siempresedancomocondicionadosa su vez, vd op. cit., A 512/11540ss. 20 e u e e u • principio dialécticoen uno doctrinal, y así la razónconcordará(zusammenstimmen)finalmente • consigomisma,dadoquesólo unaincorrectainterpretación(Mzfideutung)originabael conflicto. Porlo tanto,la cuestiónno serála de determinarla magnitudabsolutade las seriesen el mundo sensible,o la de discutir acercade su carácterlimitado o ilimitado, sino la de hasta dónde podemosremontamosen el regresoempírico,si no queremosdivagar,sinoatenemosal objetoy a lo quela razónpuederegular conrespectoaéste.De estamanera,la apariencia(Schein),como selbst:sowiirden die Bedingungenmil denRedíng¡enjederzeitalsGliederni einer ¡md derselbenReihe ge/itTen, raid daraus auch in gegenwartígenFalle die Antinomie entspringen,dic tillen rderung)no directamenteentrela naturalezay la libertad,comosi setratarade dosmotores causalessometidosal mismo régimende sentido,que seencontraranen oposiciónreal —como podríaocurrir entrehabilidady disciplina—,sino entrela primeracomo fenómenoy los efectos de la segundacomo fenómenoenel mundosensible2. contrario, losfenómenosnopasanmásquepor lo quesonde hecho,a saber,no cosasen símismas,sino meras representaciones,queestánconectadasinterdependientementesegúnleyesempíricas,entoncesellosmismostienen queteneraúnfundamentosqueno sonfenómenos». lId. Prolegómenos,§53, A 152, nota; Fortschr, XX, p. 272-273: «Lafilosofo transcendentaLeJ la doctrina acerca de la posibilidadde todo conocimientoa priori en general,que es la crítica de la razónpura y cuyos elementoshansidoahoracompletamenteexhibidos,tiene comofinpropio lafundaciónde una metafisica,cuyofin, a su vez, en cuantofin final de la razón pura, seproponeampliar el límite de lo sensiblehasta el campode lo suprasensible,yésteesunpasotranscendente(Oberschritt)que,parano serunsaltopeligroso—dadoquetampoco es un procesocontinuo dentro del mismo orden de Principios— hace necesariauna extrema diligencia en el ~establecimientodell limite deambosterritorios,paraponerfrenoa/progreso». lId KU FmI., IX, A LLI-Lffi/B LIV-LV: «Solamente,sílosfundamentosdedeterminacióndela causalidadsegún el conceptode libertad(y la reglapráctica quecontiene)no estándados(belegen)enla naturaleza,y lo sensibleno puededeterminara lo suprasensibleen el sujeto: es más bien posible lo contrario (no en consideracióndel conocimientode la naturaleza,sinodelas consecuenciasderivadasde la primerasobrela última), y contenidosya en el conceptode unacausalidadmediante(durc/i) libertad, cuyoefectodebeacontecerenelmundoconformea sus leyesformales, aunque la palabra causa, utilizada por lo suprasensible,sólo signq2cael fundamento,para determinarla causalidadde las cosasnaturalespara un efecto, conformea suspropias leyesnaturales, pero al mismo tiempoconformecon elprincipio formal de las leyesde razón, cuyaposibilidad no puedeserpenefrado (eingesehen).pero la objeción de una supuesta contradicción, que se hallarla aqui, puede refutarse suficientemente»;puedeacudirseigualmentea la nota explicativaquecontieneel famosopasajeal quenoshemos a a26 e o o o u • El carácterregulativo de los principios del entendimientopor lo que conciernea la existenciadelosobjetospermiteasimismointroducir unadobleperspectivaenormementevaliosa • para la salvación de la libertad, y es que la atribución de una causalidadpor libertad a un fenómenono implica enmodo algunonegarsudeterminaciónen el tiempo,sino contarcon ella • y, en todo caso,distinguir entrela existenciade una cosacomo fenómeno,determinablesegún • leyesnaturales,y la existenciadeesamismacosacomocosaen sí, determinablepor la ley de la libertad.Pero,al mismotiempo,esa“cosa~~no puedesermásqueel hombre,al quehabrá,por lo tanto,queaplicarelmencionadomodelo: • «Si se quiereatribuir libertad a un ser cuya existenciaestádeterminadaen el tiempo: • entoncesno se le puedeexceptuar,en esamedidaal menos, de la ley de la necesidadnatural de • todoslos sucesosensu existencia,de la necesidadnatural,por tantode susacciones;pueseso seria • tanto como entregarlo al ciego azar. Pero como esta ley concierne inevitablementea toda cansalidaddelas cosasenla medidaenquesuexistenciaesdeterminableen el tiempo,entonces,st éstefuera el modo en el que también hubieraque determinarla existenciade estascosasen si • mismas,la libertad tendríaquedesecharsecomoun conceptonuloe imposible.Consiguientemente, • si se quieresaNarla libertad, no quedaotro caminoque atribuir la existenciadeuna cosaen la • medidaen quees determinableen el tiempo, y con ella la causalidadsegúnleyesde la necesidad • natural, meramentealfenómeno,peroat¡ibuir la libertad precisamenteal mismosercomocosaen sim¡smw>’ - u • La necesidadde plantearla posibilidadde la causalidadpor libertaden el interior de la • realidadfenoménica,en sus efectosen el mundosensibleregidosegúnleyesnaturales,junto con • la carenciade principiosconstitutivosquenospennitanalgoasícomoconstruirla existencia,son • dos consecuenciasinternasa la doctrina de la idealidad de los objetos de los sentidos que • aprestanel marco ontológicoen el que seráposibleintroducir a la libertad, como un principio • generadorde efectosen el mundo, de modo que una obra como la tercera Crítica pueda • profundizaren las condicionesnecesariasparaque la realizaciónefectivade talesefectossea • viableen la naturaleza,y, así, ocuparsede la realizacióndelfin final. De estemodo nos parece • que la primera Crítica dibuja el modelo ontológico habilitadopor un estudiodel límite de la • razón—desdeel osoteórico de la misma—,quedeberlaalejar,porun lado,todopeligro de un • naturalismo escéptico,por el otro, la consideraciónde los fenómenoscomocosasen sí, y en • particulardelespacioy el tiempo como determinacionesde las cosasen sí mismas,caminoeste • ultimo que convertiría a un Dios creadoren autor de todo lo que aconteceen el tiempo, • perspectivadesdela cual no sepodrásino elogiarla consecuenciade Spinozacon respectoa los u • referidodirectamente,id ibid: «La resistencia(Widerstand)oelfomento(Befbrderimg)no esentre la naturalezay • la liberta4 sino entre laprimera comofenómenoy losefectosdel último comofenómenosen el mundosensible;y • justamente la causalidadde la libertad (de la razón pura y práctica) es la causalidadde una causa natural subordinada a aquélla auch dasDaseinan sichselbstvorzustellenbdtte, ganzlich iii einerfremdenBatidangetroifenwird~>. a a28 UD u o o u existencia inteligible de éstos. Como conclusión de este recorrido por aquellos textos del • proyecto crítico en que se muestracon especial claridad la obligacióny deber del filósofo transcendentalde señalary marcar con rigor los límites entre las distintas jurisdicciones u, facultativas y sus lenguajes podemosafirmar que un conocimientoteórico acercade lo u, suprasensiblehubieraconstituidounadecisión fatal parael destinode la metafisica—de cuya posibilidadse ocupael discursocritico—, puescuandomenos,a raíz de esepasose anularlaun saber sútil, de trazo débil y apenas perceptible, menos para la sensibilidad del filósofo transcendental,aquél quesepreguntapor la nadade los entes,que indagaacercade la naturaleza de la noción de límite, saberque proporcionael necesariohilo conductordel pasoo tránsitohacia lo suprasensible,un pasajeque debeatravesarpor el descubrimiento y estudiode otro ámbito u legisladorde la razón, distinto del especulativo,que no es otro sino el práctico. Por lo tanto, • discursodel límite comoinvestigaciónde las condicionesdel tránsitohacialo suprasensibley • estudiode la proporciónde las facultadesde conoceradecuadaa la destinaciónpráctica del • hombreseñalanlos dos polosde unarevoluciónenelmododepensarquela Crítica pretendeser, • como salvaguarda,al mismo tiempo, del concepto metafisico de libertad, clave de bóveda • (Schlufistein)del sistemade nuestrosconocimientosapriori. u u u e e e u u u u u u u u u u u u u e e e e e u u u e u u e u x • 2 lId. op. cit,, A 762/E 790: «Nuestrarazón no es una especiede llanura de extensión indefinida y de límites • conocidossólo de modo general, sino que más bien ha de ser comparadacon una esferacuyo radio puede • encontrarsepartiendode la curvaturadesu superficie(partiendode la naturalezade lasproposicionessintéticasa priori); desdeahípodemosigualmenteseñalarcon seguridadel volumenylos límitesde la esfera.Fuera de ésta(el campode laexperiencia)nadahayque seaobjetodela razón». u e • 33 u u u e u u podamosconcluir ya seasu validez o su aparienciadialéctica, dado que la mera censurase mostraráincapazde acabarconla disputa(Streitigkeit)acercade los derechos(Rechtsame)de la razónhumana: «Enefecto,todoslos conceptos,e inclusotodaslas cuestiones,que la razón nospresenta descansan,no en la experiencia,sino sólo en la razón.Tiene queser, pues,posible resolverlosy entenderlosen relacióncon su validezo nulidad. Tampoconoses licito rechazarestosproblemas como si su soluciónresidierarealmenteen la naturalezade las cosas, con el pretextode nuestra incapacidad,ni negarnosa seguiranalizándolos,ya que si sólo la razónha producidoen su seno talesIdeas.a ella correspondedar cuentade su validezo de su aparienciadialéctica4subrayado nuestro]1. El conflicto antinómiconos proporcionabaya una seriede notasacercadel procederdel critico ante estas disputasque la razón generapara si misma, así comodel tipo de solución inmanentequedebehallarseparaellas.Allí, el filósofo transcendentalrecurríaalos límitesde las facultadescognoscitivas,establecidosen la analítica transcendental,para distinguir lo que pudiera haberde mal uso del entendimientoen los conflictos —de lo que se ocupabauna representaciónescépticade esasdisputasantinómicas—,y procurabadeterminarla función positiva que podía desempefiarel principio de razón, que era en el fondo el detonantedel conflicto—comomuestrala seccióndedicadaa la decisióncrítica de la razónen el conflicto—, así comoquéconceptosy distincionestranscendentalescontenidosen la analíticarevelabanen el campo de juego de la razón una perspectivanovedosaque abonabael terreno para la implantaciónde un nuevousode la razón2. Kant se servirá del ejemplo proporcionadopor Hume,paradeterminarla distanciaqueseparaal escepticismo,meramenteinstructivoen relación con los conflictos dialécticos,de la crítica, que solicita una solución satisfactoriapara esos problemasde la razón. E] desconocimientohumeanode los enlacesapriori entrelos conceptosy otras cosas, que presentaen un sistema ordenadola lógica transcendental, desemboca,a entenderde Kant, en la confusiónde la contingenciade nuestradeterminaciónsegúnla ley con la contingenciamismade la ley, asícomoen la conversiónde unprincipio de afinidad, que reside en el entendimientoy estableceunaconexiónnecesaria,en una meraregla de asociación,basada en la imaginaciónreproductora,cuyasrepresentacionesserántodas contingentes3.Unafalta en comúndel escepticismocon los dogmáticosquedan piea los errores(Verirrungen) dialécticoses la de no haberacometidoun estudiocompletoy sistemáticode todos los principios de la síntesis a priori del entendimiento,sin lo cual, por un lado, se restringe(einschrÉinken)a éste,pero no se lo delimita (begrenzen)propiamente,y seterminadisolviendoen una desconfianzagenerallo que lId. KrV, A 763/E791: «Denn, einmalliegenalíeBegr~ffe,ja alíe Fragen, welcheunsdiereine Vernunfi vorlegt, nicht etwain der Erfahrungsondernselbstwiederumnur in der Vernunfi,undmússendaherktinnenaufgelósetund ibrer Gii ltigkeit oderNichtigkeitnachbegriffenwerden.Wir sindauchnicht berechtigt,dieseAufgaben, ais lage ibre Aufiósungwirklich in der Natur derDinge, dochunterdem VonvandeunseresUnvermógensabzuweisen,¿mduns ihrer weiterenNachforschungzu weigern. da die Vernunftin ihrem Schq)eallein dieseIdeenselbsterzeugtbat, von derenGiiltigkeit oderdialektischemScheineswalsoRechenschafini gebengehaltenist». 2 Vd op. cit, A 477/E506: «[S]ostengo que lafilosofia transcendentalse distingueentre todoslos conocimientos especulativospor lo siguiente: ningunapreguntareferentea un objeto dadoa la razónpuraesinsolublepara esta misma razónhumana y ningún pretextobasadoen una ignorancia inevitable o en una insondableprofundidaddel problemapuedeeximirdela obligaciónderesponderlarigurosay completamente.En efecto,el mismoconceptoque nosponeen disposiciónde hacer una preguntadebecapacitamostambiénperfectamentepararesponderla,ya que el objeto (comoocurreenel casode lo legitimoydelo ilegitimo) no se encuentrafuera delconcepto». Vd op. cit., A 766/E 794: «En la lógica transcendentalhemos visto [...] que, si bien nunca podemosir inmediatamentemásallá delcontenidodel conceptoquesenosda, sipodemosconocera priori la leyde suconexión con otrascosas,aunquesóloen relaciónconuntercero, a saber, la experienciaposibley. por tanto, a priori, al finy al cabo». 34 u, u, e e u, e podríahabersidouna orientaciónbiendeterminadatanto en el terrenode la experienciacomoen el de aquelloque inexorablementeno nos espermitido conocer,De hecho,sin haberrealizado o previamenteun cálculo completode toda la capacidadde la razón, seriapretenciosonegarlelavirtualidad de ampliar (erweitern) su conocimientoa priori, y así la posibilidadde contarcon • juicios sintéticosapriori’. Por otro lado, el descuido de esalabor sistemáticaque reúna al • conjuntodeconocimientossintéticosapriori impide distinguirentrela dimensiónde las reglasy conceptosdel entendimientoy los de la razón2,si bien los ataqueshumeanosestarándirigidos a ésta última. A falta de esta labor propia del agrimensor y del geógrafo la razón no se . La razónesgrimidaparareferir u necesariamenteel significadoy la aplicacióndelos conceptospurosapriori a la intuición empíricaes la mismaque u encontramosen los textospertenecientesa la Observ.generalal sistemade losprincipios —tambiénlos parágrafos • de la segundaparte de la deducción transcendental de las categoríasavanzabanpor esta vía—, principios (Grundstaze)de la posibilidad de la experiencia,a los que han de referirsecomo a su fundamentotodas las proposicionessintéticasa priori U • 39 u u u u e e Lasproposicionessintéticasen general—pueslas analíticasno afladennadaal concepto del sujetoque no estéya contenidoen él—, funcionaránde hechocomopiedrade toqueparala demostracióndel imposible uso transcendentalde las categorías,puesun enlacede conceptos quecarezcande afinidadlógica(analitica)sólopodráestarflindanientadoen relacióna un tercer elemento,la experienciaposible,es decir, al uso empfrico del entendimiento.Admitir como evidentesproposicionessintéticassin transitarpor el momentode su deducciónsupondríauna violación esencialdel sentidoinauguradopor la Crítica, de sumisma concepciónde la razón, segúnla cual «en unaproposicióndondese añadesintéticamenteuna determinacióna priori al conceptode una cosa, debeacompañarleineludiblemente,si no una demostración,si al menos una deducciónque legitime esaproposición»’. La inicial separacióntranscendentalentre los datos entregadosmediante la intuición y la determinaciónde esosmismos datos mediante categoríasdeacuerdoconlas funcioneslógicasdeljuzgaranuncia,al mismotiempo, la esencial remisión de ambas frentes del conocimientoentre si, si es que pretendencontar con un significadoy contribuira la adquisiciónde conocimientos—por lo queno habrájuicios sintéticos a priori purosy libres de todo lo queseasensible(sinnenfrez)—.La Crítica dicta de estamanera una sentencia, que disuelve las estructuras judicativas meramenteconceptualesde los dogmáticos,así como las dudas escépticasacercade la capacidadcognoscitivaa priori de nuestrasfacultadesde conocer,decisiónde la que no dejaremosde extraerlas consecuencias altamentepositivas para una cuestión de todo o nada como es la metafisica. Pero no nos detendremosÚnicamenteen lo decisivode quenuestroconocimientoseproduzca,tengalugar,en la conexiónde la sensibilidady el entendimiento,de la intuición (empírica) y el concepto,sino queiremosun pocomásallá parapresentarunadistinción paralelaaésta,concretamenteaquélla quemediaentrela posibilidad(Móglichkeit) y la realidadefectiva (Wirklichkeit),bien diferentes paranuestroentendimientodiscursivo, incapazde inferir de la posibilidad de algo su realidad efectiva2.Sinduda,setratade unadistinciónligadaíntimamentea lo que venimosexponiendoen páginasanteriores,así comolasexplicacionescontenidasen los Postuladosdelpensarempírico resultaránimprescindiblespara captar las líneas directrices de la discusión en la que nos introduciremos3.La distanciatranscendentalentreposibilidad lógica y posibilidadreal de una cosa—de la mano del capitulo Fenómenosy noúmenos—quedaráclarificadaen general,si reparamosen que apelara que el no-ser (Nichtsein)de una cosano se contradicea sí mismo, suponeremitir a unacondiciónque, aunquenecesariaparael concepto,no essuficientepara derivar su posibilidad real, pues para ello necesitaremos,ademásde una concordancia ¡ Ud KrV, A 233/E 286; la peculiaridadde los principios de la modalidadresideen que no se presentancomo objetivamentesintéticos,sinoquealiadenal conceptode algodadola relaciónconla facultadcognoscitivade la que surgey en la que seasientatal concepto,por lo quesonsubjetivamentesintéticos,vd ibid; cfr. op. cit, A 231/E 284. 2 La presentacióndel principio deunidadsintéticadela apercepcióncomounprincipio él mismoanalítico —a pesar de habilitar la unidadsintéticacomo condiciónde todopensar—serviráde preámbuloparaun excursoacercade la finitud del entendimientohumanoen los§§ 16 y 17 de la deduccióntranscendentalde las categouiasde la primera Crítica; vd KW, §17, fi 138-9: «Aquelentendimiento,mediantecuyaautoconcienciase diera al mismo tiempo la multiplicidaddela intuición, un entendimiento,mediantecuyarepresentaciónexistieranal mismotiempo losobjetos de estarepresentación,no necesitaríaun actoparticular de la sintesisde la multiplicidadpara la unidadde la conciencia, del que si ha menesterel entendimientohumano, que solamentepiensa, no intuye. Emperopara el entendimientohumanoesinevitableelprimer principio, de modoque inclusono puedehacerseel menorconcepto de otro entendimientoposible, nide uno tal que intuyeraél mismo,o que,aunposeyendouna intuición sensible, la poseyerade otra especieque la que se basaenelespacioy el tiempo»;cfr. op. cit., §16,8 135. Acercade lafinitud cornounfaktum puedeacudirseaop. cit., §21,8 145-6y A 556/E584. ~ Ud. op. cit especialmenteA 232-3/8285; A 234/E287. 40 e gp e e u) • (Zusammenstimmung) con las condiciones formales de la experiencia, una conexión • (Verknñpfung) con alguna percepción. La revisión de los resultados de la analítica transcendental que venimos de exponer,ya nos había puestosobreaviso acercade que una o definiciónde posibilidad(Mtgl¿chkeit),existencia(Dasein)y necesidad(Notwendigkeit)a partir delentendimientopurosólopodiaconduciratautologias’.Conviene señalar que en la tercera Crítica hallaremos igualmente un retomo, una fundamentalrevisiónen clavesubjetivade las líneasdirectricesde la ontología,rebautizadapor Kant comoanalíticatranscendental2.El caso no es de extrañardesdeel momentoen que los juicios estéticosreflexionantesy su deducciónsiguenformando parte de la preguntapor la posibilidaddelos juicios sintéticosa priori. Perola ya aludidanotaexplicativa queconstituyeel §76 de esaobra tendráquever másbien con el estatutode inteligibilidad quepodráatribuirsea unaconsideraciónreflexionantede los organismosnaturalesdesdela noción críticadefinalidad interna, así comocon su localizaciónen relaciónal sistemade legislaciones,cuya estructuray e organizaciónocuparáa unaCrítica delJuicio, sin quesudiscursocritico vengaa establecerseen • ningún lugar determinadoen él. En una confrontación entre el fundamento explicativo • mecanicistay el finalista acercade la naturaleza,Kant introduce,pues, la distinción entre • posibilidad—en tanto que posición (Position) de la representaciónde unacosacon respectoa • nuestroconcepto,comofacultadde pensarlo—y realidadefectiva—comoposición (Setzung)de • una cosao de ciertasdeterminacionesen si mismas—necesariaparael entendimientohumano, • queno essino un entendimientodiscursivo3.Se tratade unadistinciónqueno afectaa las cosas, • sino a nuestracapacidadde conocerlas,la cual es responsablede la imposibilidadde inferir u directamente de la posibilidad la realidad efectiva. La pertenencia de esa distinción • transcendentala la constituciónpeculiar de nuestroentendimiento,nos conduciráa realizarun • pasoya ensayadoen momentosanterioresde este apanado.Si bien reconocemosel límite de • nuestroconocimientoacercade objetosy la imposibilidadpara nosotrosde avanzarpor meros e conceptosde la posibilidada la realidad,precisamentela concienciade eselimite, nospermitirá • situarnossobre (auj) él para vislumbrar la coincidenciade ambosconceptosen un ser cuyo • pensamientoconstituirá una exigenciade la razón, aunquepara nosotros permanecerá,sin • posibilidad de avance alguno, en el estatuto de un algo indeterminado—pues nuestro e entendimientocarecede conceptoalguno,así comode modo de representaciónadecuadoa esta • Idea—, como algo quepodemosdenominarprimerfundamento(Urgrund), que nuestrarazón • piensa y se representaúnicamentecomo posible. Pero tal suposiciónno ocuparáun lugar relevantesóloen la soluciónde la Antínomiateleológica,sinoquetambiénel conceptode un ente absolutamentenecesariocomoimprescindibleIdea de la razón, si bien conceptoproblemático inalcanzableparael entendimientohumano,albergaráun importanteusoregulativoparanuestra facultadde conocer.Desdesuuso práctico, la razóndabaun pasosemejanteal presentepor loe que concerníaa la consideraciónteórica de la naturaleza,al suponerla Idea de la necesidad incondicionadade una causa absolutamenteprimera, al presuponersu propia causalidadu incondicionada—en consideraciónde la naturaleza—,en la medidaen queesconscientede su mandatomoral (moralischesGebot).Asimismo,la representaciónde la ley moral comomandato, y de lasaccionesquerespondena ella comodeberes,la expresiónde su necesidadpara la razóne _____________ Ud KW, A 244/E 302: «En unapalabra; sí prescindimosde la intuición sensible(la única que tenemos),no • podemosjustificarningunodeestosconceptosni, consiguientemente,mostrarsuposibilidadreal. Nonosqueda,en • estesupuesto,másquela posibilidadlógica,esdecir, laposibilidaddel concepto(pensamiento).Perola cuestiónno • esésta,sinola desi el conceptoserefiere a un objeto,y consiguientementesignjficaalgo». • 3UdKU,§76,A336/B340. e e u 4’ e e e u u e como un deber-ser(Sein-Sollen),y no como un mero acontecersometidoúnicamentea leyes naturales,dependeránestrechamentede la constitución (Beschaffenheit) subjetiva del uso práctico de nuestrarazón, puestodasesasparticularidadesdesapareceríansi la razón fuera consideradaexclusivamentecomocausaen un mundointeligible,y no comoportadorade efectos en el sensible. Si ésefuera el caso, si nuestrarazón no se hallara inscrita en un mundo de fenómenos—si sólo hubieraseresracionalesen general,y no seresracionalesfinitos—, ésta se mostraríasiempreconcordantecon la ley moral y, de la mismamanera,no habríadistinción algunaentredeber (Sollen) y hacer (Tun). Sin embargo,a pesarde tratarsede un concepto transcendente(ñberschwenglich)paranosotros,nos serviráde principio regulativo,que, si bien no determinaráobjetivanientela constitución de la libertad, como forma de la causalidad, convertirá las reglas de las accionessegúnaquella Idea en mandatospara cualquiera.En la decisióncrítica entre la explicaciónmecánico-naturaly técnico-finalistade la naturalezanos encontramosen una posición semejante,al exigir tambiénen estecasola razónunaunidad y legalidadenla combinaciónde las leyespanicularesde la naturaleza—de esemodo,lafinalidad (Zweckmóssigkeit) aparecerácomo la legalidad de lo contingente (Gesetzmdssigkeitdes Zufalligen)—, perodadala imposibilidadde derivar (ableiten)a priori las leyespanicularesde las universales—enconsideracióndelo contingentequecontienen—,mediantela determinación del conceptodel objeto, la finalidad actuarácomo principio regulativo y no constitutivopara nuestroJuicio, aunqueparezcatratarsede uno objetivo. Volviendoa la discusióninicial que nos llevó a introducirnos en esta distinción transcendentalentre posibilidad y realidad efectiva, podemosrecuperarel hilo conductormedianteel siguientetextokantiano: «El pensares la acción de referirunaintuición dadaa un objeto. Si esaclasedeintuición no es dada,entoncesel objeto es meramentetranscendental,y el conceptodel entendimientono tieneotro usoqueel transcendental,a saber,cornounidaddel pensamientode unamultiplicidad en general.Consiguientemente,ningúnobjeto es determinadomedianteunacategoríapuraen la que se prescindade toda condición dela intuición sensible,que es la únicaposibleparanosotros.Lo que se expresamedianteesacategoríaes simplementeel pensamientode un objeto en general según modos diferentes.Ahora bien, el uso de un concepto conilevaotra función del Juicio mediantela cual un objeto es subsumidobajo ese concepto.Es decir, conlíeva, al menos,la condiciónformal requeridaparaquepuedadársenosalgo en la intuición. Si faltaesacondicióndel Juicio (esquema),desaparecetoda subsunción,ya que no se da nada qué subsumirbajo el concepto» El meropensamientode un objetosegúnunade las formaslógicasdeljuzgarno garantiza el ejerciciode unasegundaoperacióndelJuicio, que implica la subsunciónde algúnobjetobajo el concepto, subsunción habilitada por el procedimiento peculiar de la imaginación transcendentalque esel esquema.Porlo tanto, los modoscategorialesde determinarlos objetos no puedengarantizarpor sísolossuproductividadcognoscitiva,la cualdependedela disposición 1 Ud. KrU, A 247/E304: «DasDenkenist die Ilandlung, gegebeneAnschauungaujeinenGegenstandni beziehen. fst che Art dieserAnschauungaujkeiner¡ei Weisegegeben.so ist der (Segenstandblofl transzendental,und der Verstandesbegflffhat keinen andan, als transzendentalenGebrauch, nttm¡ich die Jiinheit des Denkensemes Manniglaltigen úberhaupt. Durch eme reine Kategorie nun, in welcher von aller Bedingungder smnnlichen Anschauungalsder einzigen,die unsmoglíchist, abstrahiertwird, wird alsokeinObjekt bestimmt,sondernnurdas DenkenemesObjektsñberhaupt,nachverschiedenenModis,ausgedrtickt.Nunge/iOnzumGebraucheemesBegr4ffr noch eme Funktion der Urteilskrafi, worauf ein Gegenstandunter ihm svbsumiertwir4 mithin die wenigstens formale Bedingung, unter der etwas in der Anschauung gegebenwerden kann. Fehlt diese Bedingung der Urteilskraft (Schema),sofctillt alíe Subsumtionweg;denneswird nichtsgegeben,wasunterdenBegr¡ffsubsumiert werdenkonne». 42 u u, u, u, u>e de datossensibles’,quela synthesisspeciosaseocupade adaptara las condicionesexigidaspor la síntesisintelectual del entendimientopuro. Casi en la línea de la Dissertatjo, los sentidos presentanlas cosastal y comose man!/)estan,y el entendimientolas representatal y comoson, aunquedesdeel horizonte critico debemosentenderesta última afirmación sólo en sentido O empírico, puesseguimosdesconociendolo que sean los objetosfiera de su relacióncon una O experienciaposibley somosincapacesde alcanzarsemejanteconocimientotranscendente.Sin embargo,los conceptospurosdel entendimientocontienenunaaparienciadificil de evitar, en la medidaen que ID • «[diesde el puntode vistade su origen las categoríasno sebasanen la sensibilidad,como • lasformasde intuición, espacioy tiempo, por ello parecenaplicablesa objetosque se hallen fuera • del alcancede los sentidos.Porotra parte, las categoríasno sonmásqueformasdelpensamiento • que contienen simplemente la capacidadlógica de unificar a priori en una conciencia la multiplicidad dadaen la intuición»2 Sin embargo,a pesarde la aparienciaquealbergasuelevadoorigen, los conceptospuros • del entendimientoposeenincluso menossignificado (wenigerBedeutung)que las formas puras • de la intuición, pues—comoleemosen los preámbulosde la deducción transcendentalde las u categorías—al menossabemosque medianteéstas últimas nos son dadoslos objetosde la • experiencia,por lo que no solicitarán una pruebadeductiva,sino más bien una exposición • transcendental.Petono sólo la consideraciónabstractadel origenlógico de nuestrascategorías, • sino la mismadeterminaciónde quéseanlos fenómenos,la denominaciónde ciertosobjetos— e susceptiblesde ser determinadospor categorías—como tales, implica ya —al distinguir su • idealidadtranscendentalde surealidaden sí,de la que nadasabemos,así comosuposibilidadde • su realidadefectiva—laguarda de un espacioen nuestropensamientopara entesmeramente • posiblesqueno puedenser objetos de nuestrossentidos,los cualesoponemosa éstosúltimos • comoentesinteligibles (Verstandewesen)o noúmenos.Unavezabiertoy aviado (eingerc’iumt)tal e espacio,seráunapreguntanatural de nuestroentendimientoaquéllaque indagueen la relación • posible,si esqueéstalo esrealmente,entrenuestrascategoríasy la representaciónde un objeto • en si mismo,cuestióna la quela investigacióncríticaayudaráa responderdistinguiendoentrela e capacidaddel entendimientoparahacerse,junto ala representaciónde un fenómeno,y desdeun • puntode vistaexternoa éste,la de un objetoensí, y la de poderpensarun conceptode semejante • objeto3. En unapalabra,pensar no requierelas mismascondicionesde posibilidadqueconocer, e _____________ • Ud, KrV, B 305-6; fi 309; cfr. la definición de las categoríasenel §14, fi 128, en tantoqueconceptosde unobjeto • engeneral,mediantelos cualesse detenninala intuición deeseobjeto deacuerdocon una de las funcioneslógicas u del juzgar. El repaso de los ejes principalesde la primera partedel desarrollode la versión B de la deducción Iranscendenialen el §20 recuerdael carácterde las categoríascomo funcioneslógicas del juzgar; ‘.‘ci. op. ch?, §21, Obs., fi 145: «[Las categorías]sonsolamentereglasparaun entendimientocuyaenterafacultadconsisteenpensar, estoes, enla acciónde llevar a launidaddelaapercepcióna la sintesisde la multiplicida4 quele hasidodadade • otro lugar en la intuición, que, por lo tanto, no conocepor si mismo nada, sitio que sólo combinay ordenael • materialparoel conocimiento,la intuición, que tiene que serle&,ít medianteel objeto». 2 Ud KrU, 8 305-6: «Die Kategorien grtinden s¡ch ihrem Iirsprunge nach nicht auf Sinnlichkeit, wie die Anschauungsformen,Raum uná Zeit, scheinenalso emetiberalíe Gegenstándeder Sinne erweiterteAnwendungni verstaiten. Aflein sie s¡’nd ihrerseits wiederum nichts ab Gedankenformen,die lilofl das logische Vermógen • enthalten,dasMannigfaltigein der AnschauungGegebenein einBewufitseina priori ni vereinigen»;cfr. op. cit., A • 248/8304-5: «másallá de laexperienciaposible nopuedehaberprincipio sintéticoa priori alguno»; vii. op. cii., A • 258/E314yA51/B75;cfr. op. cii., §23,B 148-9. Una vez habilitadoel espacíoparaalgo así comoun objeto no fenoménico,no concordanteconlas condicionesde la experiencia posible, «[fla cuestiónque entoncesse presentaes la de si nuestros conceptospuros del e e e u u u e u u comorecuerdaunacélebrenotadel Prólogo a la segundaedición de la Crítica de la razónpura. Sin contar con una materiasensibleque puedandeterminar,nuestrosconceptossólo podrán suponerel conceptoindeterminadode un ente inteligible, comoun algo en generalexteriora nuestrasensibilidad.A la luz de esta suposición,las distincionestranscendentalesde la analítica nos sitúan de lleno en la expresióndel vacio que puedenhabilitar, como pieza esencialpara pensary resolverel problemadel tránsito desdeun ordensensiblede cosasa uno inteligible, haciala que señalala noción de conceptoproblemático(problematischerBegrff’. Semejante conceptose nos presentacomo una estructuravacíade significado,pero plena de sentido,que habilita el espaciode inteligibilidad minimainentenecesarioparapensarla posibilidad de los objetos inteligibles, sin integrarlos —tarea imposible, por otro lado— en nuestro archivo cognoscitivo.Se trata de unanoción esencialpara el futuro y el destino (Bestimmung)de la cienciade la razón,a saber,la metafisica,que,a suvez, formarápartedel trabajode delimitación (Begrenzung)de losconceptospurosdel entendimiento.Deesamanerala Crítica exigequeno se considereposible paranosotrosmásque una intuición sensible,pero a la vez previene de la conversióndel tiempoen el únicoprincipio explicativode lo queaconteceen el mundo,pues,por el momento,al menospodemosadelantarquela libertadcontaráconefectosen éste,de ahí que no seencuentrecontradicciónalguna,ni hayanadailícito, en la suposiciónde doblesnegativos de la intuición y del fenómeno.Habráqueempezarpor admitir que la intuición sensiblesólo alcanzaa los objetosde nuestrossentidos,no a todas las cosas en general,de modo que el entendimientopuedaconsiderarabiertala puerta,ya queaúnquedaun sitio (Platz úbrig bleibt), entendimiento, no pueden tener sign¿ficación con relación a estosnoñmenos, si no pueden ser un tipo de conocimientode losmismos»,vd op. ciÉ, fi 306; asimismoencontramosuna magníficadescripcióndel sentidodel doblepuntodevista quedebeadquirirla mismaanalíticatranscendentalconrespectoa susobjetosen op. ch., 8 306- 7: «Desdeel comienzose observaaquíuna ambiguedadcapazdeprovocarun gravemalentendido:que,cuandoel entendimientollamamero fenómeno(PhÉnomen~a un obietodesdeun puntode vista, sehace.a la vez,desdefuera de esepuntode vistaunarepresentaciónde un objetoen sí mismo. creyendoasí quepuedehacerseigualmenteun conceptodesemejanteobjeto:perocomoelentendimientonosuministrootrosconceptosque lascategorías,supone que,al menosa travésde estosconceptospurosdel entendimiento,ha de serposiblepensarel objeto enel sentido de objeto en sí mismo.Pero con ello cae en el error de considerarel conceptode un ente inteligible, que es enteramenteindeterminado,en cuantoalgoexterior a nuestrasensibilidad,como un conceptodetenninadode un entequepodríamosconocerde algiM modomedianteel entendimiento»[subrayadonuestro]. Con respectoal establecimientode qué seaestapeculiar noción decisivapara la metafisica son relevanteslos siguientes pasajesen Ki-V, A 254/8 310: «Doy el nombre de problemático a un concepto que carece de contradicción, que se halla, como delimitación (fiegrenzung)de conceptosdados, en conexión con otros conocimientos,pero cuyarealidadobjetiva (objektiveRealitát)noes en modoalgunocognoscible»,así como en la observacióna laAnfibolia de los conceptosde reflexión, otro apanadode la primera Crítica relevanteparanuestra lectura, A 286/fi 343-A 287/8 344: «TEl concepto de noúmeno es problemática es decir, consiste en la representaciónde una cosa.cuyaposibilidadno podemosni afirmar nr negar ya queno poseemosotra intuición que la sensible, como tampocoposeemosotra clase de conceptosque las categorias,y ninguno de estosdos instrumentos cognoscitivoses adecuadofrente a los objetos suprasensibles.No podemos, pues, ampliar positivamenteel campode losobjetosdenuestropensarsobrepasandolascondicionesde nuestrasensibilidad[.1 Aunqueelpensamientono esensi mismoproductodelossenadosnisehalla, por tantolimitado (eingeschránkt)por ellos, tampocoposeeinmediatamenteun usopropio y puro, sin ayuda de la sensibilida4ya que, de ser así, careceríade objeta Tampocopodemosllamar noi»nenoa tal objeto, ya queel primerosign(flcaprecisamenteel conceptoproblemáticode unobjetoparauna intuicióncompletamentedistintadela nuestray paraun entendimiento tambiéndistintodel queposeemos,que,pues,esunproblema(Problem)en símismaElconcentodenoúmenono es . por tanta el conceptode unobieto. sin-o la tarea inevitablementelifada a la limitación (Einschránkungidenuestra sensibilidaddesabersi nonuedehaberobietosdel tododesligados(Qanzentbundetfldeesaintuición» [subrayado nuestro]. a u44 e e u? u? u> paraotro tipo de intuición y paraaquellascosasque pudieransernosdadasa través de ella’. Suposiciónen la quereconocemosla otra caradel establecimientodel límite, si bienno podemos penetrarlani conocerlaen modo alguno,por lo quepermaneceráparanosotrosen el estatutodel UD sabernegativoy de la ampliaciónnegativadel conocimiento.Así, advertimoscómola función del estatutoproblemáticodel noúrnenointervieneen la anal¡Ocaantela necesidad,subrayadapor O la crítica,de no extenderdesprejuiciadamentela validezde la intuición sensiblea las cosasen si mismas—de las que quizássí puedaocuparseotro usode la razón—,por lo tanto, comoindice de la limitación de la validezobjetivadel conocimientosensible.El noúmenoes introducidode u> esta maneraen la demostraciónde la posibilidad de los juicios sintéticos a priori como un • problema en sí mismo, pues no interesaa la razón en tanto que concepto de un objeto determinado,sino fundamentalmentecomoel problema—concerniente,como venimosdiciendo, • a la tareade la limitación (Einschránlcung)de nuestrasensibilidad—desi puedehaberen general • objetosqueno nosseandadosmediantenuestraintuición. Noslas habemosasí con unacuestión U quehade quedarnecesariamenteindeterminada—el acontecimientode la apertura,el trazode la • incipiente posibilidad será el gesto más interesantepara la arquitectónicadel razón—, si • recordamosuna vez más el carácterdel conceptoproblemático,al que no se puede negar U absolutamente—el tiempo no esunacondiciónomnímodadeldarsede los ob)etos—.peroal que • tampocopuedeafirmarse directamentea falta de unacategoríaapropiada.El entendimiento e muestraasí su capacidadde rebasarproblemáticamenteel ámbito de los fenómenos,pero sin • aportarpor ello otra clasede intuición que permitieraafirmar asertóricamenteun conocimiento e efectivode los objetosinteligibles que habiteneseespaciosuprasensible—no habráampliación e positiva (positiv erweitern),pues,del campode los objetoscognosciblesmásallá de los límites • de la sensibilidad—.Correspondeaestedoblepasounaexpresióndeterminadaen la estructurade • la crítica, que serála de concepto-límite(Crenzbegr¿fj),con lo que finalmenteel entendimiento • adquieresu figura completaentantoque matrizde los conceptospurosdel entendimiento,de los • conceptosde reflexióny de los conceptos-limite.Se tratade unanociónquerecibeel encargode • poner coto a la sensibilidad en sus exageradaspretensiones,limitando sus expectativasy • esperanzas.El entendimientorestringe,por un lado,a la sensibilidad,advirtiéndole(warnen)que • no puedeconcernira las cosasen sí mismas,sino únicamentea fenómenos,pero, por otro lado, concibela posibilidade inclusonecesidad—si se quiereevitar la ilusión naturalista—de pensar e comopolo objetivo de referenciade nuestrasrepresentacionesalgo tan indeterminadocomoele objeto transcendental,a saber, la causano fenoménicade los fenómenos,al que no puede atribuirse ningún conceptosensible—magnitud, realidad, sustancia—,por lo que tampoco podemossabera ciencia ciertasi se encuentraen nosotroso fuera de nosotros,si se anula (aufgehobenw¡rd) al suprimirselas condicionessensibles,o si puedecontinuarexistiendouna vez desaparecidaséstas.Kant afirmará quesomos muy libres de denominarnoúmenoa esta representaciónvacía(leere Vorstellung),en la medidaen quesirve para indicar (bezeichnen)los e _____________ • ‘ Vii. KrV, A 286/B 342-3: «Si [..j sóloentendemospor objetosinteligibleslosquesonpropiosde una intuiciónno • sensible[...] y de los que,consiguientemente,no podemostenerconocimientoalguno (ni intuición ni concepto), • entonceshay que aiim>¡ir noúmenosen el sentidopuramentenegativo.Estosno indica,z en efecto,más que lo siguiente:nuestromodode intuir no alcanzaa todaslas cosas sino sólo a objetosde nuestrossentidosy por lo tanto, su validezobjetivasehalla delimitada(begrenzt),deiandoasíun lugar restantea otro tinodeintuicióny,por • ello mismo,a cosasencuantoobjetosdeella» [subrayadonuestro]. 2 Vd KrV, A 287-8/8 344: «(Diado que la intuición sensible no llega a todas las cosassin distinción (ohne • Untersohiedípuedasitio (PlatzÚbri2 bleibel para objetosdiferentesy másnumerosos,por lo queno se lespuede negarde mododefinitivo,pero tampocoafinnais afalta (in Ermangelung) de unconceptodeterminado(puestoque ningunacategoríaseadecúaa ellos), comoobjetosdenuestroentendimiento»[subrayadonuestro). e • 45 u e e e e e limites de nuestroconocimientosensible,así como paradejarun espaciorestante(einenRaum abrig lassen), que no puede llenarse ni mediante la experienciaposible ni mediante el entendimientopuro. Si bien desdeel punto de vista de la fundación (Ergriindung) de las condicionesde posibilidadde la experiencialascondicionesde significaciónde las categoríasresultaban,por sí solas,muchomáspobresquelas de la intuición, mediantela que al menoserandadosobjetos,— con lo cual,convistasal conocimiento,la sensibilidad sehallabaen un lugarmásseguropor lo querespectaa su demostraciónquela facultadde los conceptos2—,ahora,cuandoprecisamente estáenjuegoel problemade la metafisica—noshallamosaún en el umbraldel conceptode la misma—,es el entendimientoel que se extiende(sich weiter erstreckt)problemáticamentemas allá de los fenómenos—siguiendounatendenciainevitable,si esquepretendeofrecerunafigura completade sus posibilidades—,es decir, es él mismo el que realiza la experienciade esa transgresión,aprovechandoel espaciode inteligibilidad de los conceptosque queda vacía, sin determinar,trassuaplicaciónempírica3.El concepto-limiteno designa,pues,tanto una realidad incognoscible,cuanto la necesidadpara un entendimientodiscursivo-categorial—que no se sunlinistraa si mismo los objetosa conocer,sino que necesitaque éstosle seandadosen la intuición empírica—, de ponersecomo problemaqué puedaser un entendimientointuitivo, del 1 Vd. §rV, A 288/8344-5: «Segúnlo dicho,el entendimientolimita (begrenzt)la sensibílida4sinpor ello ampliar (erweitern)su propio campo, y. como adviertea ésta que no pretendareferirse a cosas en si mismas, sino únicamentea fenómenos,concibeél un objetoen si mismo,pero solamentecomoobjeto transcendental,quees la causadelfenómeno(sin serél mismofenómeno.por tanto),y quenopuedeserpensadoni comomagnituctni como realidt4 ni como sustancia,etc. (porque estos conceptosrequieren siempreformassensiblesen las cuales determinanun objeto); sin saber si se halla en nosotroso fuera de nosotros,si quedasuprimido (aufgehoben werden)al eliminar (wegnehmen)la sensibilida4o si permaneceríaaún (nochúbrig bleibt»>. F. Duque,en La era de la crítica, obraincluida en nuestrabibliografia —p. 68, nota 84—, ha advenidoacercade la necesariadistinción en el texto kantianoentreel objeto transcendental,a saber,un andamiajevacio de todo objeto, que actuarlacomo correlatoobjetivo delas representaciones;la cosaen sí, concepto-limitepuramentenegativo,con el que se delimita el territorio de validezde la intuiciónempírica;y, por último, el noúmeno,que en tantoqueconceptoproblemático albergaun sentido positivo, como objeto representativode un orden de inteligibilidad no legible en términos temporales. 2 Pensamostndamentalmenteen la línea de lectura inauguradapor M, Heideggeren Kant y el problemade la metafísica,y a sucargade las tintaspor lo queconciernea la facultaddominanteen la constituciónde la objetividad del lado de la sensibilidady la imaginación. No estaríademásrecordaren estepuntolo apuntadoenKW, A 256/8312: «[E]l conceptode nuámenotomadoen sentidosimplementeproblemático, no sólo siguesiendo licito (zulássig),sino queen cuantoconceptoquepone limitacionesa la sensibilidad(ein dic Sinnlichkeit in SchrankensetzenderBegrift), esinevitable».Nospareceque la posibilidad siemprepresentede esta transgresiónpara el entendimientoes comprendidapor Tieflrunk, que en su correspondenciacon Kant comunicalo siguiente, 5-YO- 1797, XII, p. 218: «Puedohacermeal menosel concepto negativode una experienciaque no sea experienciahumana,de un entendimientointuitiva Pero, incluso este concepto simplementeproblemáticoseria imposible si las categoríasmismasy en si constituyesensolamente experiencia.Mediantela experienciano meseriaposiblesuperarla experiencia,lo queacontece,por lo tanto,por losconceptosde la unidady la síntesisengeneral [...] En conclusión,si el entendimiento(en suscate?orías)fiera puray simplementeel entendimientodela experiencia,elpasaiea lo prácticosería imposible,puesallí sonsimples pensamientossin intuición losquedeterminanleyes,conceptosy objetosparala voluntadSe confundela esferade aplicaciónde lascategoríasconla esferade susfuncionescomoformaspurasde la apercepciónengeneral. Como no tomamasconcienciade ellas másquepor la aplicación en la experiencia(puestoquesupuestaenjuego no es posiblemásqueenla experiencia,en la concienciaempírica), sepiensaa partir deahíqueno seelevanpor encima de la esferade suaplicación» [subrayadonuestro].Una virtualidadsemejantenosparecedecisivaparael tránsito a lo inteligible del queaquí intentamosrendir cuenta, es decir, para comprenderla entradaen el juego critico de la libertad, cuyoconceptocontieneya ensi paraKant elproblemadela metafísica. e- e46 e u e e ‘1 • queno podemoshacemosla menor representacion.El resultadode la Crítica, más allá de su • trabajode determinaciónde las condicionesde posibilidadde la experiencia,no será,pues,el 2 u> granresultado”de un “nuevocampode objetos”,ademásdelos fenómenos,ni el de un acceso o directo al mundo inteligible, sino que conduciráa la noción de límite y a la tarea de su localización,que la ontologíano debedescuidarantesde abandonarsu puestoy dar pasoa la metafisica.Aproximarsehacialo quevenimosllamandoexperienciadel límite por partede lau . razónno debeaminara íncurnren una inversióndel ordende las relacionesinterfacultativas, como ocurre en el uso transcendental de las categorías,sino más bien a distinguir <3 cuidadosamenteel objetogeneralin abstracto,queseñalanlas funcioneslógicasdeljuzgarcomo el foco de su referenciaobjetiva, de la exigenciadel entendimientode pensarun pendant del fenómeno,de maneraqueasí podamossuponerun modo de existir (existieren) del objetoen sí, prescindiendode la intuición sensiblelimitada a nuestrossentidos3.Por un caminomucho más • fructífero que el del meroerror que suponeel uso transcendentalde las categorías,mediantela • proyecciónde un entendimientointuitivo comoun conceptusterminator, que circunscribea la e sensibilidady la restringe a las cosas en tanto que son dadas,es decir, a los fenómenos,el • entendimientova másallá de suaplicaciónempírica,de susignificado,perounavez realizadoel U paso,se limita, a suvez,así mismo,al carecerde apoyosensibledetenninableen el campode lo • inteligible,de modoque, al carecerde algo que puedadeterminarsey conocerse,lo piensacomo U un algo desconocido(ein unbekanntesEtwas/. Como no podemoscavilar (ersinnen) otromodo • en el quepudieransernosdadoslos objetos,seacualseasunaturaleza,quela intuiciónempirica, • el pensamientoreservaráen clave problemáticaparaellosun espacioabierto porél, que servirá U pararestringir (einschrtinken)como un espaciovacio a los principios empíricos, sin por ello • conteneren sí ni señalara otro objeto de conocimientofuerade la esferadel fenómeno—clave • del sentidode la ampliación negativade nuestroentendimiento—.La respuestanegativaa la • preguntaacercadela posiblerelacióndeterminanteentrenuestrosconceptosy el noúmenocomo • objeto inteligible —la negaciónde un uso transcendentalde las categorías—encontraráen el e mismoentendimientola virtualidadinherentea un conceptoproblemáticocarentede pretensión e cognoscitivaparaactuarcomocondiciónpreviade la eclosiónde unapluralidadde legislaciones • —de vocesy de proposiciones—de la queescapazla razónhumana5. u _____________ • Vd ¡;cfr. op. ciÉ, A 280/8336. La distincióntranscendental,estoes,de origeny contenido,entreintuición y concepto,sensibilidady entendimiento, nosremitea op. ciÉ, A 44/8 61-2; KU, FE, VIII, Obs., pp. 40-1; cfr. la crítica al racionalismocon respectoa la difuminacióndeestadistinción enDiss., §7, A 10;Ak.-Ausg.JI, pp. 394-5. 2 Vii Prolegómenos,§39, A 1234;es relevanteasimismola observaciónde Hegelen la Cienciade laLógica acerca del estatutodelosconceptosreflexivosdecomparaciónquehallamoscomo apéndicea la analítica transcendentalde la primeraCritica, a los que localiza entreel ser (intuición) y el concepto(entendimiento),en el espaciohabilitado e precisamentepor la reflexión: «Por lo que concierne,enprimer lugar, a aquella relacióndel entendimientoo del e conceptoconel estadio(Stuffe) que se le presupone,dependede cúal seala cienciaquese trataparadeterminarla formade aquelesíadiaEn nuestraciencia, comola lógicapura, estosestadiosson Ser (Seyn)y Esencia(Wesen) [.3 En la Fenomenologiadel Espíritu, comoladoctrinade la conciencia,se ascendiómediantelos estadiosde la concienciasensibley despuésde la percepciónhastael entendimiento.Kant le antepone (vorausschicken)el e sentimientoy la intuición Cómoconocer la incompletitudde estaguía de estadiosloproporciona él mismo,al e añadir como apéndice (Anhang) a la lógica transcendentalo doctrina del entendimientoaún un tratado (Abhandlung)sobrelos conceptosde reflexión (Reflexions-begriffe):unaesfera,quese hallaentre la intuiciónyel entendimiento,o entreel Sery el ConceptaAcercade la cosamismahayqueseñalarantesquenada, queaquella e configuración (Ciestalten) de intuición y representacióny similares pertenecenal espíritu autoconsciente e (selbstbewuflterGeist), quecomotal noes tomadoen consideraciónen laciencialógica », vi WL, fl, (3W, Xl], 19, 49. 52 e e e u, •1 • presuponeya siempre una relaciónsintética, pero, una vez sefialada esta condición de todo • análisis,lasoperacionespropiasdel uso lógico del entendimientopodránelaborarel conjuntode w los conocimientosde muy diverso modo.TambiénLeibniz considerabaalgo propio de la mente humana la búsquedaracional de semejanzasy diferencias por comparación,aunque esta • investigaciónse llevaríaa caboconvirtiendoen distinto lo confuso,sometiendoa análisis cada unade nuestrasrepresentaciones.Desdela perspectivadel idealismotranscendentallos actosde comparación,dirigidosa la búsquedadel fundamentológico último detodojuicio, no convertirán enclarolo confino,sinoquemásbienengendraránla formamismade la generalidadconceptual. La formacióndeconceptosy la búsquedade fundamentosparasusubordinaciónprovendráasíde la triple actividad de comparación,reflexión,abstracción’,y si las dos primerasparejasde los O conceptosde comparacióndesempeflaránuna función constitutivapor lo que respectaa la • elaboracióndeljuicio segúnsucantidady cualidad,las dossegundasactuaránregulativaniente— ID segúnunadistinciónqueya ha sido introducidaen la discusión—en relaciónalos momentosde la relacióny la modalidad.De ahí que unaparejacomola de interior/exterior parezcafundarla • mismaforma del juicio, regidapor la cópula,regulandola comparaciónsegúnla identidady la distinción,el acuerdoy el conflicto, en la medidaen quelaforma deljuicio —la cópulaen la que • se piensala relación de la asercióncon su condición—determinasu materia—los conceptos • enlazados—.La erróneainterpretacióndel sentido y función de esas parejasde conceptos • convierte al apéndicedel que nos ocupamosen una estupendaoportunidadpara resaltar la • distanciatranscendentalque separaal pensamientokantianodel leibniziano,adoptandoun tono • quevolveráa emplearseen la discusiónconGarvey Eberhard,sin detrimentode que, al mismo • tiempo,el desarrollode la causailusoria de la anfibolíade los conceptosde reflexión seade gran • utilidadparadeterminary asegurarde modofiable los límites delentendimiento.La estructurade • los elementosdel entendimientosegúnla críticasurgey sejustificaoponiendosusrazones,de un • modototalmentelibre que sóloel marcode la Crítica puedeproporcionar,al intelectualismode • estirpeleibniziana2.Así comola concepciónintelectualizadade identidady cftferenciacondujoa u Si recorremosel orden del procesodela manodel ejemplokantianomásconocidoal respecto,el de la formación • del conceptodeárbol mediantelosconceptosde pino, saucey tilo, observamosqueeljuicio silencioso—como lo denomina8. Longuenesseen su estudioacercade la función del Juicio en la analiticakantiana—queprecedea la • formación del concepto —recordemosla expresión kantiana <([a]ntes de formular cualquier juicio objetivo, • comparamoslosconceptos...»—puedeanalizarsesegúnlosconceptosde comparaciónde identidady diferencia— • los objetosse diferencianen virtud de cienoscaracteres,perotambiénsonidénticospor muchosde ellos, como el • tronco, las ramas,las hojas, tomadosen su generalidad—,o segúnlos de acuerdoy conflicto, Logik-Jñsche,§ 6, Anm.1, A 146:«Parahacerconceptosa partir derepresentaciones,debepodersecomparar,reflexionary abstraer, puesestastres operacionesdel entendimientosonlas condicionesesencialesy universalespara la producciónde • todoconceptoengeneral Yoveo,por ejemplo,unpino, unsaucey un fila Desdeel momentoenqueantesquenada • comparoestosobjetosentresi, observoquesediferencianen consideracióndel tronco, de las ramas, de las hojas • etc.;peroentoncesreflexionoúnicamenteacercade aquelloque tienenencomúnentresi, el tronco, las ramas, las hojasmismasy hagoabstracciónde la magnitud,de lafigura delasmismas,etc.;asialcanzoel conceptodeárbol». • 2 Sonmuy diferenteslas lecturasde estepequeñoapéndicequeponefin a la analíticatranscendental,y nosparece quesegúnel apoyomostradoa unau otrala comprensiónde la relación entreontologíay nietafisicaen Kant severá • notablementemodificada.Algunasde ellas encuentranenestospasajeslos reductosde unaelaboraciónmuy inicial • del proyectode la primeraCritica, por lo quese introduciríanalgunoscriteriosno propiamentetranscendentales, sinomásbienlógicos—comoseráel casode la mencióndelas razonesmeramentelógicasparala autodisolucióndel nihil negativumensu concepto—.Nosotrosintentaremosavanzarpor otro ladoy descubrirenla presentacióndeeste • cuadro de conceptosel resultadode una investigación lógico-reflexivaque amplia y completala comprensión • categorialdel objeto,asícomodela relaciónquepuedevincularal entendimientoconlos objetosqueconoce.Quizás • esteestudiosubjetivodel entendimientohabilite lascondicionesparaqueestafacultadpuedahabérselasconlanada, • y a partirde ahí, paraunacomprensiónde la temporalidadno coincidenteconla formadel tiempo—como intuición u, formal—sintetizadapor un efectodel entendimientosobrela sensibilidad.8. Longuenesseda noticiade unalectura u • 53 u u u e u u Leibniz al principio de los indiscernibles,la erróneacomprensiónde la parejaconcernientea la cualidad del juicio, el acuerdo y el conflicto, desembocaráen un criterio de oposiciónentre conceptosmeramentelógico, del todo insuficienteparadescubrirla nocióntranscendentalqueen el fondo estáen juego. En el primer caso, únicamentela abstracciónde las condicionesde la intuición, por ejemplode la posiciónen dosregionesdistintasdel espaciode doscosasidénticas por el restode sus determinaciones,permitiráconsiderarlasnumeroeadem.En segundolugar, comoconsecuenciade unacomparaciónmeramentelógicaentreconceptos,Leibniz afirmaráque si dos de ellos no estánen conflicto lógico, las cosasque piensentampocolo estarán,de modo quesus determinacionesno se anularánreciprocamente.Ahora bien, del mismo modo en que cosasidénticaspuedendistinguirsepor su dimensiónsensible,dos cosasque no se contradigan lógicamentepuedenhallarseen conflicto respectoa susdeterminacionessensibles,bajo la forma de una oposición real (tea/e Entgegensetzung),que les conduzcaa anular mutuamentesus efectos.A diferenciadelcasode dosdeterminacioneslógicamenteopuestas,dosdeterminaciones realmente opuestaspueden coexistir en un mismo sujeto, anulando recíprocamentesus consecuencias Aplicandola distinciónque introducíamosun pocomásarriba,si las dosprimerasparejas de conceptosde reflexión se dirigían a la extensióny a la comprehensiónde las relaciones conceptualesparala formacióndejuicios, la parejaformadapor interior y exteriorremitirá a las relacionesde subordinaciónposibles entre los conceptos,que puedenreunirseen tomo a la relación de atribución basadaen una condición. Sin embargo,recuperandolo que veníamos diciendo, una no desdefiabledificultad surge en este momento, al detenerKant la lista de correspondenciasentrelos conceptosde reflexióny las formaslógicasdel juzgarprecisamenteen el momentode la relación,si bien en textos anterioresy postenorespareceapuntarcon toda claridadquesetratadel momentopertenecientea la distinción interior/exterior2: «Cuando nuestra reflexión es simplementelógica, comparamosúnicamente nuestros conceptosentresi enel entendimiento,parasabersi dosconceptoscontienenla mismacosa, si se contradiceno no, si algunacosaestácontenidainteriormenteenel conceDto.o si se le añade;o aún quedescubreunaposibleinspiracióndel apéndicekantianoen el intentode reconstruirel pensamientoleibuiziano desdela concepcióndel juicio como comparacióny reflexión en laLógica deReimarus,queconsideraa la reflexión como actodel entendimientohumanopor el queéstediscierne,comparandolas cosasrepresentadas,si sonidénticas o secontradicen. ‘No puededejardeseñalarsequeun opúsculocomoNeg Gr (1763)representael textokantianodondesereivindica de una maneramás central la irreductibilidad de las oposicionesreales —ilustradasfundamentalmentepor las oposicionesdefuerzas—a las merascontradiccioneslógicas,afirmandola realidadpositiw¡ —a confrontarcon los resultadosde la Teodicealeibniziana—del sufrimiento o del mal moral. Acerca de la confrontaciónLeibniz-Kant sobrelaoposicióndefuerzasy susimplicacionesmetafisicas,vd M. Gueroult,Leibniz,pp. 168-171.8, Longuenesse opina que la comparaciónsegún el acuerdoy el conflicto debegobernarel nacimiento de conceptosy juicios empiricos;asi el juicio «todoslosA sonB» comportaráunareflexión segúnel acuerdo,mientrasque«algunosA son 1?» implicarála reflexiónsegúnel conflicto, puestoque algunosde los X pensadosbajo A recibiráncaracteresque repugnena8 y los suyoscorrespondientes.De estemodo, la tesisdeestaestudiosavienea seralgo asi como que nuestrosconceptosse forman por un acto de comparaciónbajo condición sensible, a excepciónde los juicios practícos y matemáticos,en los que se comparano bien conceptospor la razón práctica, o bien conceptos construidos,estosúltimos formadosen la intuición sensible,pero en los que la comparaciónno gobiernaya la formacióndeconceptos;cfr. KprV, Pról, A 14, notayKrV, A 234/E287. 2 Estemomentodenuestrapresentaciónde lacuestiónenjuego en el apéndicededicadoa losconceptosdereflexión se amparaen buenaparteen el estudioque8. Longuenessededicaa los mismosen la segundapartede su op. cii? — Lasformaslógicasdeljuicio comoformasdereflexión—,Pp.75-215. 54 u e • cuál de las doses dada, y cuál no tiene valor sino como manerade pensarel concepto dado» [subrayadonuestro]. • El texto nos asegurala continuidadentrelas formas lógicasdeljuicio y el momentode • relación de los conceptosde reflexión, pero esa correspondenciano queda desarrollada • ulteriormente.Si mantenemosala vista la frase«si algunacosaestácontenidainteriormenteen • el concepto, o si se le añade»y recordamosla constituciónde los juicios segúnla relación, • comprobaremosqueel juicio categóricoseenunciabajounacondición interior al sujetodel que • se predica; mientrasque el juicio hipotético, en el mismo caso,puede enunciar la relación • atributivaen virtud de una condición que es añadidaa esemismo sujeto. De dóndepodemos • derivarsin demasiadosproblemasque lá distinciónformal entrejuicios categóricose hipotéticos u, se fundamentaen la distinciónentrecondicióninterior (nulla adjectaconditione)o exterior(su!, • adjectaconditione) a la predicación.Este es el marco meramentelógico de unacuestióncuyo • alcancedebe encontrarun espaciomás apropiado—la reflexión transcendental,sirviéndose • operativamentede los conceptosde comparación—,si esquequiereemplearsepararealizaruna • críticasuficientementefortalecidadel intelectualismoleibniziano.Efectivamenteel sistemade la • monadologíaprovendrá,desdeestepunto de vistaen el que nosencontramos—la reducciónde • las relacionesentre objetos a una mera relación conceptual—,de la creencia de que el u, entendimientopuedaencontrarpor si solo todos los predicadosquepuedanseratribuidosa un • conceptoanalizadocualquiera.Desdeesta consideraciónracionalistatoda detenninaciónde un • conceptose resolveráen una determinacióninterna, pues su razón podrá encontrarseen el concepto-sujetomismo,sin necesidadde recurrira relaciónexterioralgunaparaampliarnuestra informaciónacercade él, de modo que todojuicio hipotético serásusceptiblede reducirsea un juicio categórico.En este sentido,Kant proporcionauna descripciónde la concepciónde la sustancia tal y como propone el intelectualismoleibniziano, a saber,como presenciade una u sustanciasingular,encuyo análisisintegralpuedenhallarsetodossuspredicadosposibles:e • «Desdeel puntode vista de los merosconceptos,lo interior esel sustratode todaslas • relacionesy de todaslas determinacionesexteriores[...] Pareceresultarde ahí queen toda cosa • (sustancia)hay algo que es absolutamenteinterior, y que precedea todas las determinaciones exteriores,haciéndolasantes que nadaposibles, en consecuenciaeste sustratoes algo que no contieneen él relacionesexteriores»2.u • Si las relacionesconceptualesconstituyeranúnicamenteun trabajo del entendimiento, • toda relaciónexterior de la predicaciónpodría reducirsea unacontenidaanalíticamenteen el • sujetodel quepredicamosalgo. La exhaustividaddel análisisserála responsabledequepodamos • percibirlo conmayoro menorclaridad,pero in abstractoal menosésaes la escenaantela que • nos encontraremos.Así, las relacionesentreobjetos/sustanciasserian reductiblesa relaciones • conceptuales,pensadasdesdeel modelo de la predicacióninterior. La Crítica presentará,sin • embargo,un orden de razonesdel todo distinto, desdeel momentoen que sólo aceptaráuna u ______________ • Fd, ¡(rl”, A 279/E 335: «Wennwir blofl logisch reflektieren,so vergleichenwir lediglich unsereBegnifeunter • emnanderim Verstande,ob beideebendasselbeenthalten, ob sie s,chwidersprechenoder nicht, ob e*was in deni • Regr4ffeinnerlichenthaltensei odermí ibm hinzukomme,undwelchervonbeidengegeben,welcberabermualseme Art, dengegebenenni denken,geltensollx’, cfr. op. cii?, A 261/E317, dondeinterior/exterior sonlocalizadoscomo • relacionesposiblesdelosconceptosenun estadodel ánimo. • 2 Vd. op. cii?, A 282/B 338: «Nachbloflen Begr¿ffen¡st das !nneredas Substratumaher Verh4ltnis oderLiufleren • Bestimmungen[...] Da scheint es mm, esfolge daraus: it; jedemDinge (Subsranz)sei etwas, was schlechthin ¡nnerlich ist, ¡md alíen aufleren Bestimmungenvorgeht, indemes sie allererst móghich mac/U; mithin sei dieses Substratumsoetwas,daskeinetiuflere Verhaltnisseme/mrita sich enthcLfb>u e • 55 u u u e u u substantiaphdnomenon,estoes, unasustanciadonde la distinción interior/exteriorse encuentre relativizada—en el sentidode que no caeúnicamentedel lado de lo intelectual—,por lo que no puedeconteneren símismala razónde susdeterminaciones: «La materiaes substantiaphaenomenon.Lo quele correspondainteriormentelo buscoen todaspartesdel espacioqueocupay en todoslos efectosqueocasionay que, naturalmente,sólo puedenser fenómenosde los sentidosexternos. No poseo,pues, nadaque seaabsolutamente interior, sino sólo algo comparativamenteinterior, algo queconsta,a su vez, de determinaciones exteriores.De todosmodos,lo absolutamenteinterior de la materiatampocoes,desdeel puntode vistadel entendimiento,másqueunaquimera;pues la materianuncaes objeto del entendimiento puro.El objetotranscendentalquepuedamotivar el fenómenoquellamamosmateiiaesun simple algo del que no comprenderiamoslo que es ni siquiera en el caso de que alguien pudiera decirnoslo. Puestoqueno podemosentendermásque lo que conlíevaen la intuición algo que correspondaa nuestraspalabras[...] [l]as preguntastranscendentalesquedesbordanla naturaleza nuncapodríamoscontestarlascon todosesosmedios, ni aun suponiendoque se nos revelarala naturalezaentera,ya que ni siquieranosesdadoobservarnuestropropioánimo con otraintuición que la de nuestrosentidointerno. En efecto,es en el ánimo donderesideel secretoacercadel origendenuestrasensibilidad»’, á Suponerque en el entendimientose encuentrantodas las clavesparadistinguir entrelo interior y lo exterior—estoes, desconocerlas coordenadasde orientaciónsuministradaspor el idealismotranscendental—conduciráa la ilusiónde lo simplecomoel fundamentode lo interior en las cosasen si mismas.La distincióncríticaentrerelacionesdeconceptosy de fenómenos,por un lado, y entre dos fuentesde conocimiento,por el otro, señalará,por el contrario, que la constituciónde nuestroánimo nosobliga—puesparanosotrosnuestrapropiaconstituciónfinita esun misterio—areconocerlos estadosinternosa partir y mediantelasrelacionesexternasen las queéstospuedanentrar—éste seráel núcleo argumentalde la Refutacióndel idealismo—.En virtud de esasdistinciones críticas Kant opondráal sistemade la armoníapreestablecidael sistemade las influenciasfisicas de las sustanciassegúnla categoríade comunidad2.Entramos en contactoconobjetosque sehallanfuera de nosotrosen virtud de nuestrossentidosexternos, condiciónque determinael hechode que talesobjetos,los fenómenos,no puedanhallar la razón Vd KrV, A 277/E333-A278/8334: «Die Materieisí substantiaphaenoznenon.Wasihr innerlich zukomme,suche idi ita a/len TeilendesRaumes,dei> sk einnimmt,und inalíen Wirkungen,die sie ausiibt, titad diefreilich nur immer Erscheinungen¿luflerer Sínnesein ktinnen lch habe also zwar nichtsSchlechthín-,sondern lauter Komparativ- innerliches,dasselberwiederummisóufleren Verhúltnissenbesteht.Allein, dasschlechthin,demreinen Verstande nach, Innerliche der Matehe ist auch eme blofie Grille; denn dieseist tiberalí kein Gegenstandflir den reinen Verstand, dastranszendentaleObjekt aher, welchesder Orutad dieser Erscheinungsein mag, eñe wir Materie nennen,ist ein MoflesEtwas,wovonvárnicht einmal verstehenwñrden,wasessei, wennesunsauchjemandsagen kónnte.Den>; wir Icónnennichis versiehen,als wasein unserta lforten Korrespondierendesin der Anschauungmil sichfiihret [.1 JenetranszendentaleFrage aher, die aherdie Natur hinausgehen,wurdenwir bel allemdemdoch níemalsheantwor¡enkónnen,wenn utasauch el/eganzeNatur aufgedecktwcYre, da es utas nichí einmalgegebenist, unser eigenesGemúí mii einer anden;Anschauung,als der unseresinneren Sinnes,ni beobachten.Denn in demselbenliegt dasGeheimnisdesUrsprungsunsererSinnlichkeit». 2 Cfr. op. cii?, A 278/E 334-A 279/E 335: «Lo que convierte a estacrítica de las conclusiones,extraída de los simplesactosdereflexión, enalgotanextraordinariamenteútil, es,por unaparte, queponedemat4fiestolanulidad de toda inferenciarelativa a objetasqueúnicamentesoncomparadosentresi en el entendimientoy por otra, que confinna, a la vez, lo quemáshemosrecalcado:que, si bien es cierto quelosfenómenosno secuentanentre los objetosdel entendimientocomo cosasen si, son ellos los únicosobjetoscapacesde ofrecer realidadobjetiva a nuestroconocimiento,esdecir, losúnicosdondehayuna intuiciónquecorrespondaa losconceptos»;cfr. op. cit., A 285/8 341: «La única cosaque conocemosde la materia son merasrelaciones(aquello quedenominamossus determinacionesinterioresno es interior másquecomparativamente);pero hayentre ellasalgunassubsistentesen símismasypermanentes,porlas quenosesdadoun objetodeterminado». 56 e u u e • de susdetenninacionesen si mismos,sino en las relacionesque son capacesde mantenercon • otrosobjetosen el espacio—mediantelas quedeterminansumodode estaren éste—,de ahíque • todassusdeterminacionesinternas no puedanser más que relaciones.El desconocimientode • estea priori relacional entre los fenómenosen el espacio,del que da buenacuentala tercera • analogíade la experiencia,conduciráasimismoa percibir el aspectoy el ordendel mundomás u, comoun milagro o un don de provenienciadivina, como muestrala propuestaleibnizianade u, mtroducir una armonía preestablecidaentre sustanciaspuramenteinteligibles, simples e u, indivisibles. u, Unavez perseguidoel sentidode lo exterior —en sentidológico e intuitivo— pareceque podremossubsanarel vacío de explicitaciónquehallamosen el texto kantianoafirmandoque la razon lógica de la subordinación—atribución—entreconceptosseencuentraen la parejade conceptosdecomparacióninterior/exterior, que de estemodosemuestrantambiéndeterminantes en relación a otros conceptosde la misma clase—las dos primeras parejascomparativas—. Aunque repararemosrápidamente—la misma lógica general lo muestra así— en que esta u, conexiónsubordinanteno seríaposiblesin la presenciade unaestrucí’ura decomparaciónaúnde mayoralcancepor lo queconcierneanuestrasrepresentacionesy suconstituciónconceptual,que • es precisamentela que presentaa la forma como lo determinante y a la materia como lo • determinable.No seránecesarioavanzarmucho más allá para sospecharen este binomio de u conceptosde comparaciónla antesalao la presentaciónen clave subjetivadesdeel marcode la u analítica transcendentalde una cuestiónde gran caladopara la ulterior marchade la Crítica, • comose observaráen la estrecharelaciónentrelas cuestionesqueaquí se pondránenjuegoy la • dificultosaintroducciónde la reflexión en la explicacióndel orden del mundo. En un primer • momento,la parejaforma/materia nosremite a nocionesontológicasclásicas—Aristóteles será • el pensadormás citado cuando se las mencione—, así como en el seno del idealismo u transcendentala la relaciónde las formasde la intuición del espacioy del tiempoconrespectoa • los objetosque nos son dadosmedianteellas, perobastelo siguienteparadotarlade un alcance u, muchomásambicioso: u, u, «Sondos conceptos,quese hallan a la basede todaotra reflexión, tan inseparablemente u, ligadosestán a todo uso del entendimiento.El primero significa lo determinableen general,el segundosu determinación...»’. u Habráqueindagarel sentidode estehallarsea la basede todareflexiónque caracterizaa U los conceptosdecomparacióndeformay materia,de modoque quedesuficientementeclaro qué • puedasignificar y qué consecuenciaspuedaalbergarel hechode que las accionesde nuestro • ánimo con vistas al conocimiento,ya provengande la receptividado de la espontaneidad, • determinenla materiasobrela quese ejercen.En un primer momento,nos encontramos—como • advieneel mismo texto kantiano—conel modo de dársenoslos objetosmediantela intuición, • primeraocasiónde enfrentamientocon Leibniz desdeel horizontede estecuartomomentode la • comparaciónlógica. Mientrasqueparael pensadorracionalistaespacioy tiempo sonconcebidos u como el orden adoptadopor sustanciasinteligibles, del que constituirían una representación u, confusa,el idealismotranscendentalpasaráaconsiderarloscomola formaa priori, irreductiblea • todo orden inteligible, bajo la que nuestrasensibilidad presentalos fenómenos2•El registro u _____________ u, ‘Vd KrV, A 266/E 322: «DiesessitadzweiBegnffe, welche allerandemReflexion nata Grunde gelegtwerden,so • se/irsitadmitjedemGebrauchdesVerstandesunzertrennlichverbunden». u, 2 Lo esencialde estatesis, establecidacomo principio en la Estéticatranscendentalde la KrV lo encontramosya anunciadoen la secc.II de la Diss., §14, A 14; Ak.-Ausg.II, 398: «1. Idea temporisnon oritur, sedsupponitura u • 57 u, e e e u, u fenoménico subrayaasí un primadode la forma sobre la materiaque desconoceel pensador intelectualista: «El filósofo intelectualistano podia soportarque la forma debieraprecedera las cosas mismasy determinarsu posibilidad,y setratabadeun rechazodel todojusto,desdeel momentoen que él admitía que intuimos las cosastal y como son(aunquecon unarepresentaciónconft¡sa). Perocomola intuición sensiblees unacondiciónsubjetivadel todopanicular,que sirveapriori de fundamentoa toda percepción,y cuya forma es originaria: la ferina es dada solamentepor st misma,y bien lejosde quela materia(o las cosasmismasqueaparecen)debaservir de fUndamento (como deberíajuzgarse por simples conceptos),su posibilidad supone, por el contrario, una intuición formal (el espacioy el tiempo)como dada» La obligadajerarquíaentre ambosconceptosde comparación-reflexiónimpedirá que podamospercibir lo que sean las ferinaspuras de la intuición en sí mismas,de las que no tendremosrepresentaciónobjetiva más que medianteel trabajo sintetizadorde la síntesis speciosa,efecto del entendimientosobrela sensibilidad,que constituyela primeraaplicación (Anwendung)de las categoríassobreobjetosde la intuición posibleparanosotros.En todo caso, la imposible exposiciónobjetivade las formas purasde la intuición serviráde recuerdode una particularidadde nuestroentendimientodiscursivoque queremosresaltarcuidadosamente,en la medida en que la única aprehensiónlegal y sintetizadade las formas de la sensibilidadque habilita la imaginacióntranscendentalvolveráaresultarde importanciade la manodel tercerode los momentosde la tabla de la nada, dondeeste conceptofundamentalde la ontología y la metafisicasaldráa la luz de la manode unavirtualidad albergadaprecisamenteen estospares conceptuales,operadoresde la reflexión, no en las determinacionesde un objeto en generalque significan las categorías.Materia y forma no parecenser, segúnlas palabrasdel mismo Kant, conceptosque regulen un aspectoen concretode la comparación,sino que caracterizanel ejercicio del pensaren general,de modo que éste resulteser en todo momentoal menosla determinaciónde una materia (lógica) por una forma (lógica)2. Frente a ello, el filósofo racionalistaconsideraráquetodo pensamientoesexhaustivamenteanalizableen el intelecto,que puededescomponerlohastarevelarlos elementosúltimos de su materia lógica, siendolaforma el resultadode las diferentescombinacionesposiblesque adquierenesasesenciassimples, de modoqueuna relaciónmateria/formapuramenteintelectualindicaráel carácterde la relaciónen las cosas.El texto kantianoparte,sinembargo,de la irreductibilidaddela forma de lo sensiblea toda forma intelectual,así comodel hechode que en lo sensiblela materiano determinaa la sensihus»;cfr. op. ciÉ, A 18; AIc-Ausg. II, p. 402: «5. Tempusitaque est principium formale Mundí sensibilis absoluteprimum»;cfr. op. ciÉ, § 15, A 19; Ak.-Ausg.II, p. 402: «A. Conceptus.spatiinon abstrahitur a sensationibus externis»;cfr. ibid: «C. Conceptusspatii aaqueest Intuituspurus; cuin sit conceptussingularis, sensationibusnon conflatus, sedomnis sensationisextemaeforma fundamentalis»;cft. op. ciÉ, secc.11. Corolario, A 22-3; Ak-Ausg ~, PP. 405-6. Remitimos igualmentea aquellostextosconcernientesa las notas caracteristicasdel tiempo y el espacioen la KW, §§2-3 y §§4-6. PU KrV, A 267/E 323-A 268/B 324: «Der Intellektualphilosophkonntees nicht leiden: dafl die Fonn vor den Dingen selbst vorhergehen,und dieser ibre Móglichkeit bestimmensolíte; emegataz richtige Zensur, wenn er annahm,dafl wir die Dingeanschauen,wie sie sind (obgleichmit verworrenerJ/orstellung).Da ahersie sitanliche AnschauungemeganzbesonderesubjektiveBedingungist, welchealler Wahrnehmunga priori zumGrunde liegt, utadderenForm urspriinglich ist. so ¡st die Formfiar sichallemn gegeben, und. weitgefehlt,dafl die Materie <‘oder die Dinge selbst,welcheerscheinen)zumGrundeliegensolíte(wie man nao’» bloflen Begr¡ffenurteilen múfite), so setztdieMóglichkeitderselbenvielmehreineformaleAnschauung(Zeit undRau»»)alsgegeben voraus». 2 Ambosconceptosestaránpresentesen cadauno delos gradosde complejidadcrecienteen la experienciasintética de las formas del pensamiento,vd Logik-idsche,§2, §18, §57; en relación a la forma de unaciencia en general pensadaenunaMetodologíageneral,vd §96. 58 e u, u u u • forma,sinoala inversa.Es más,el primadode lo formaldeberáhacerseextensivoal registrodel u, mismo ejerciciodel pensar—recordemosqueambosconceptosestáninseparablementeligadosa u todo uso del entendimiento—,de lo que daránbuenacuentalos postuladosdel pensarempírico, • en tantoquelos juiciossintéticosmáselevados,cuya formatendrásu origenen la función lógica de los juicios segúnel momentode la modalidad.Por lo que conciernemás concretamentea la actividaddel pensaren general,éstesuponeen susoperacionesla idearegulativade unamateria u, u, logica compuesta por conceptos, cuya forma sistemática presentará el conjunto de u, especificacionesy enlacesde los mismos—conlo que la primeraestaráespecificaday unificada por lo que respectaa su forma—. Kant retoma,así, el binomio aristotélicoen cuestión y su carácter relacional, inscribiéndolo de un modo del todo novedoso —en principio nada aristotélico—en el registrode la reflexióndel pensarsobresí mismo. Un rápido repasoacercade • la hermenéuticafilosófica de esteparde conceptosnos conducea lo siguiente:e u «Unavez los lógicosdenominabanmateriaa lo general,y forma a la diferenciaespecífica. • Entodojuicio puedellamarsematerialógica(del juicio) a losconceptosdados,y forma del juicio a u, la relación de los conceptos(por medio de la cópula). En todo ser, suselementosconstitutivos (essentialia)son la materia;la maneraen queesoselementosestánunidosen unacosaes la forma esencial.Tambiénen relacióna las cosasen general,la realidadilimitadaera consideradacomola • materiade toda posibilidad,mientrasque, por el contrario, su limitación (como negación)era la • formapor la queunacosase distinguedeotrapor conceptostranscendentales»! u, u, De la manode estetexto, podemosafirmar que losejemplosconcernientesal juicio y a la u, relacióndel ser con sus essentialiaalberganun origen exclusivamentelógico. De hecho, los u, caracteresesencialesde una cosa son definidosen las leccionesde Lógica comoaquéllosque u, siemprepuedenencontrarseen la cosarepresentaday quele convienencomoprincipios de otros u, de suscaracteres.Desdela Crítica, la esencia no puedeser real, sino lógica, con lo que las u, definicionespresentesen el pasajecitado, tan cercanasa los manualeswolffianos, escapanal u, peligro de una ontologia racional, que confundiría el establecimientode las condicionesde u, posibilidadde nuestroconocimientocon el conocerlo que seanlas cosasen sí mismas.Por otro • lado, los dos ejemplosproporcionadosen último lugar conciernenmás bien a la enjundiosa u, cuestióndel sistema,de modo que el principio, segúnel cual debenanteponersea unamateria u, genéricasusespecificacionescomoforma,continuarásiendoválido parala concepcióncríticade la forma del sistemaqueejerceráde horizontereguladorde todacomparacióny reflexión. Ahora u bien, el riesgo apuntadopor estanoción reside en que seaconsideradacomo una realidaden u, sentido ontológico, no como la simple forma lógica de la integridad de los posibles que u formularíala mayorincondicionadade un silogismodisyuntivo,exigenciade unarepresentación u, necesariapara la razón. Con ello nos introducimosen una cuestiónde larga maduraciónen el pensamientokantiano,cuyo arco dedesenvolturapodemostrazardesdeunaobra precriticacomo el Einzig Beweisgrundhastala terceraCrítica. Sin pretenderextendernosdemasiadoen una direcciónqueno pertenecea la linea directrizde estetrabajo,apuntaremosbrevementequeen la u, primerade las obrasque hemoscitadoseestablecerá,de hecho,quelas condicionespor las quee Vd KrV, A 266-7/11322: «Die LogikernanntenehedemdasAllgemeinedie Materie, denspezú*schenUnterschied aberdie Form. In jedem Urteile kannman die gegebenenBegrfffe logischeMaterie (zum Urteile), das Ver/id¡mis • derselben(vennittels¡der Kopula)die For»» desUrteils nennen.In jedemWesensinddie Bestandstiickedesselben • (essentialia)die Materie, dde Art, wie sie in eme»»Dinge verkniipfi sin4 dde wesenthcheFor»». Auch wurde in u, Ansehungder finge tiberhaupt unbegrenzteRealitátals die Materie atíer Móglichkeit, Einschrankungderselben u, aher (Negation)alsdiejenigeForn» angesehen,wodurchsich ein Ding vomandernnach transzendentalenBegr~ffen unterscheidet».u u, u, u, u, e u u, unacosaesen generalposible,estoes,pensableo concebible,en principio reunidasentornoa las rúbricasde condiciónformal —queobedezcaal principio de no contradicción—y condición material —los data que habilitan que sea pensadarealmente una cosa—, se muestran estrechamentedependientesdel hecho de que existaun Ser que contengatoda la realidad, en tanto que fundamentosuficiente de la totalidad de lo pensable,lo que en el fondo, vendríaa constituir la única pruebafilosóficamenteaceptableacercade la existenciade Dios’. G. Lebrun invita a repararen la importanciay originalidadque para la suertede la metafisicaresideen el hechode queKant dejede considerara lo posiblecomoun ser,parapasaraconcebirlomásbien como un plexo de sign~ficaciones,de modo que la existenciadel etas realissimumn puedaser deducidacomocondición de significación de los conceptosen general,como condición de la realidadobjetiva de todo lo posible, lo que suponeuna evidenteruptura con la ontologia wolff¡ano-leibniziana,para la que la realidadcontinuarádesignandomás bien una perfección 2 inscrita en la esencia. Nos pareceque, por lo que llevamosrecorrido hastael momento,es manifiestoel hechode queel apéndicea la analinca transcendentalobliga a acudirparasu mejor comprensióna la Dialéctica transcendentaly a las explicacionesallí incluidasen torno al Ideal transcendental3.El apéndiceque nos ocupa pareceadelantarsea la inminente lógica de la aparienciaen el sefialamientode un principiocomoel de omnímodadeterminación,partiendode la denunciadc la nociónracionalistade un totum realitatis, comoun todo ilimitado de la realidad Vd.EinzigBew.,1 Abt., Obs. 1-2,A 1-25. 2 Cft. O. Lebrun, op. ciÉ, pp. 130-4 y Leibniz, Monadologia, §54. Acerca de la transformaciónde una noción dialécticacomo es la del ensreaiissimum, en la formade una omnimodadetenninación,que toda reflexión debe presuponercomo guía de sus movimientos,E. Longuenessereproduceen una ponenciapresentadaen el octavo CongresoInternacionalsobreKant —cuyasActascitamosen bibliografla—, p. 532, unade las Rey?. kantianas—la it 6289,XVIII, pp. 558-9—,en la queesaformaes comparadaconlas formaspurasdela intuición, casi como si se tratasededospolosnecesariosparanuestrasfacultadesde conocer:«Nopuedeseguirsequealgo seareal (wirklich), porque seaposible de acuerdo con un conceptouniversal. Pero que algo sea efectivamentereal, porque este omnimoáamentedeterminadomediantesu conceptocompletamenteposible,y distinguidocomo uno (als emes)de todo loposible, sign~fica lo mismoque: no se trata yade un conceptouniversal, sino de la representaciónde una cosa singular omnimodanentedeterminadapor conceptosen relación a todo lo posible. Esta relación con el conjuntodetodolo posiblepor elprincipiodeomnimnodadeterminacióneslo mismo,por conceptosderazón, que el enalgún lugaryetaalgúnmomento(irgendwound irgendwenn)por condicionesdela intuiciónsensible [...] De aquí se siguequeel ensrealissimumdebaser dadoanteriormenteal conceptorealde todaposibilidad (zu dein realen Begriffe aller Móglichkeit vorher gegebensein músse).Y como el espaciono puedeserprimero pensadocomo posible, sinoque tiene queserdado,no comoun objetoefectivamentereal en si mismo,sino comouna meraforma sensible,en la quepuedenser intuidos objetos,de la mismamanera, el cas realissimumdebeserdadono comoun objeto, sino como la meraforma de la razón, parapensar la d~ferenciade todo enteposibleen su omnímoda determinación;debeser dado como una Idea que es efectivamentereal subjetivamente,antes de que algo sea pensadocomoposible;perodedóndeno sesiguequeel objetodeestaIdeaseaefectivamentereal». Nospareceque la relevanciadela tesisaquí expuestajustificabaofrecerel núcleoargumentativode estareflexión. Debemosseñalarde nuevoen estepuntode nuestraexposiciónla relevanciaqueadquiereen el trabajo de E. Longuenesseel estudiodel tratamientokantianodel Idealtranscendentalparala comprensiónde la obracríticaensu conjunto,de modoquepodemosdistinguir tresmomentosen el trayectotrazadoal respectopor esta estudiosa.En primer lugar, laconsideraciónde la presenciaen la mismadialéctica transcendentaldelaKrV de un usoaceptabley de otro aparentey dialécticode la noción del totumrealitatis y su posible fUnción determinanteo reguladoraen relaciónal conjuntode la experiencia;en segundolugar, unaconfrontaciónde la criticaal ensrealissimumllevadaa caboen la dialécticatranscendentaly enel apéndicede laanalítica transcendentalen el que nosdetenemosen estos momentos,paradeestemodoiluminar, entercerlugar, la estrechaunidadquese da entreladoctrina transcendental del Juiciode laprimeraCritica y la fundamentacióndel juicio reflexionanterealizadaen la tercera.Estostrespasos hanresultadodecisivosparala elaboracióndenuestrotrabajo—se encuentranexpuestoscon extraordinariaclaridad en la citadaintervenciónde Longuenesseen el octavoCongresoInternacionalsobreKant—, peroen virtud de la estructurapropiadeésteno las encontraremosplanteadasenesteordenenel mismo. 60 u u, u, u u • en el que culmina la fábrica de ilusionesque representala metafisicaracionalista.El hechode u, quenuestrarazónsedé a si mismala materiadetodaposibilidadcomounasuposiciónno implica u, unahipostatizaciónde esameraforma en el conceptodel ens realissimum, que proporcione u, nuevasesperanzasa los defensoresde las demostracionesfilosóficas acercade la existenciade u, Dios. El argumentode la Anfibolía acercade la mera forma lógica no autorizaen ningún u, momentola suposiciónde una materialógica dadaefectivamentepor puros conceptos,ni la u, determinacióndesdeesasuposiciónde la naturalezay consecuenciasde la relaciónmateria/forma u, en los fenómenos.Es más,de procedermediantemerosconceptos,la materiaresultaríaanteriory determinantecon respectoa la forma, con lo que los génerosseríande derechoanterioresa las diferenciasespecíficas,obtenidasporunacombinatoriade conceptossimples.En la mismalínea, u, el conceptoseríaanterioralas relacionesmediantelas que se inscribe en juicios, los essentialia precederíanal ente, así como el ens realiss¡mum —como conjunto ilimitado de esencias posibles— resultadaanterior en relación a todas las determinacionesy limitaciones del U pensamiento.Descubriendola erranciade la anfibolía propiade los conceptosde reflexión,Kant ha opuestoa un determinablepuramenteinteligible, cuya determinaciónconsistiríaen enlaces u, meramenteintelectuales,comomateriade los fenómenos,un determinablesensible,a saber,la e multiplicidad sensiblede la intuición empírica,que cuentancomoforma conunadeterminación igualmentesensible,conlas formasapriori del espacioy deltiempo, sólo intuiblesellas mismas u unavez ordenadaspor los esquemascategoriales.La maduraciónde la quehablábamosantes U conduceasí —nos parece—a sustituir la suposiciónprecrítica del Entendimientoinfmito de • Dios, comomaterialógico-ontológicade todaslas posibilidades,por la forma de la experiencia u posible. Desde el momento en que el ser posible de algo no nos introduce ya en largas y u enrevesadasdiscusionesontológicas,sinoqueremitea supoderserrepresentado,esdecir,a que u, el conceptodel casoconcuerdecon la forma universalde la intuición sensible,sólo podremos e conocerla determinaciónde un ente fenoménicomedianteun acto de representación.De todas u, manerasesde esperarque el alcancede esteparreflexivo quedemásfundamentadocuandonos • ocupemosun pocomásadelantede otra vía de accesoa lo quevenimosllamandola experiencia u, del limite, justamente—comoapuntábamos—la dirigidapor la representaciónde la totalidad y u, por el Ideal transcendental,comofigura necesariaparael principio deomnímodadeterminación. u, Las consideracionesacercade los conceptosde reflexión resultantambién un marco u, idóneoparaseflalarunaestrecharelaciónentreel fugazapuntepresenteenlos mismosacercadel u, ejerciciomeramentereflexionantedel Juicio y su aislamientopropiamentedicho en la tercera u, Crítica’. No nos proponemosllevar a caboen estepunto un detenidoanálisisde estarelación, u ______________ • ‘ Conrespectoal estatutodela cuestiónen la terceraCrítica, quizáspuedaresultarreveladorel siguienteteno,LE, u y, Pp. 27-8: «Informa lógica de un sistemaconsistesimplementeen la divisiónde conceptosuniversalesdados(tal u, y comolo es aquíel de una naturalezaengeneral),permitiendopensarsegúnun principio loparticular (aquí, lo u, empírico),consu diversida4comocontenidobajolo universaLPeroello requiere,siseprocedeempíricamentey si se asciendede lo particular a lo universal, una clasificaciónde lo diverso: se comparaentre sí muchoscasos, • colocándosecadauno bajoun conceptodeterminado,y cuandoestáncompletassegúnun caráctercomún,se las • subsumebajo clasesmáselevadas(géneros),hastaquese alcanzael conceptoquealberga el principio de toda u, clas¿ficación(y constituyeel génerosupremo).Si, por el contrario, se comienzapor el concepto universalpara descenderhastaelparticularpor mediode una división integral, estamanerade actuarse denominaentoncesla espec~2caciónde lo múltiplesegúnunconceptodado [...] Nosexpresaríamoscon todarectitudsi [...] sed¿ieramás • bien: se especificael conceptouniversal al conducir lo múltiple bajo él. En efectoel género (considerado u lógicamente)es,por asidecir, lamateriao el sustratobrutoquela naturaleza,medianterepetidasdeterminaciones; u, elabora en especiesy subespeciesparticulares. Así puededecirse que la naturalezase especificaa si misma u, siguiendoun cierto principio (o la idea de un sistema)por analogíacon el usode estetérmino entre losjuristas, u, cuandohablande la espeqilcacióndeciertasmateriasbrutas*. u, u, 61 u, u, u, e u u sino, por el contrario,sólo señalarlacomo un pasodeterminantemásen la decisióncrítica con quenosparecequeel filósofo critico habilita el espaciodejuegode un principiointeligible como es el de libertad. La discusiónacercade la reflexión en el corazónde la primera Crítica se traducirámástardeen el descubrimientoen la razón de un ejercicio del Juicio que se muestra como solamentereflexionante.Este último no desembocará—en cuantoesfuerzopor reflexionar conceptosa partir de lo sensible—en un concepto correspondienteal libre acuerdo entre imaginacióny entendimiento,sentidocomoplacerestético—con todaprobabilidadel concepto de perfección—,ni en la formaciónde un conceptode causalidadfinal quedeterminala finalidad que descubrimosen los organismosnaturales.Sin embargo,tal procederpareceindisociablede unadimensiónreflexionanteoperanteen la aplicaciónempíricade lascategorías,de maneraque cadaunade las funcioneslógicas del juzgarconstituirá antesque nadaunaforma de reflexión sobre lo sensible, regulada por los conceptosde comparación-reflexión,los cuales no se encaminana la representacióndel objeto según su constitución,sino a «la comparaciónde representacionesen toda su diversidad, queprecedeal conceptode cosas».En esta segunda dimensión o alcancedel mismo ejercicio la operación reflexionantese muestra,al mismo tiempo, determinante,pues desembocaen la aplicación empirica de los conceptos,cuya estructuraformalprecisamenteéstosrepresentan.Las categoríaspodránaplicarseunavezque los juicios empíricosformadospor la reflexióngeneralizadorasereconozcanen suvalidezuniversal. Así, en el casodel conceptopurodel entendimientoquees la causalidadnecesitaremosejercerla reflexión segúnla forma deljuicio hipotético,antesde poderaplicar la categoría—recordando igualmentela definición de los conceptospuros del entendimientoen el §14 de la Crítica de la razónpura—, por lo queno hallamosincompatibilidadalgunaentreel uso reflexionantey el determinantedel Juicio, sinoquemásbien el primero semostraráindispensableen el procesode formación del último en tanto quedeterminaciónde un fenómenomedianteunacategoría.La Primeraintroducción ala terceraCrítica volveráa recordarla dualidadde ejerciciospropios de la facultaddejuzgar,exponiendoel procederdeterminantede la mismacomotendenciaal juicio en general—dondeaquélla se muestra al mismo tiempo reflexionantey determinante—,de maneraque, por lo queconciernea las leyesuniversalesde la naturaleza,no necesitarádarseun principioparticularparasureflexión,al proporcionarleel entendimientolas directivassuficientes de acuerdoconlas cualespuedeesquematizaría,trazandoasíen lo sensiblelas formasdel objeto= X susceptiblesde serreflexionadasen conceptosempiricosy así de subsumirsebajo categorías. Pero,porotro lado, cuandosetrate de pensarla unidadcompletade los conceptosempíricosen unared inacabablede génerosy especies,nuestrafacultadde juzgarsí tendráque darsea sí misma el principio de unanaturalezaqueespecificasusleyes universalesen leyesempíricas,en conformidadcon la forma de un sistemalógico, como única “suposición transcendental”que permitapensarla homogeneidadde las leyesnaturalesy su posibleunificación en un sistema2 Pero e] caso anterior es el que nos interesamás por el momento y justamentela analítica transcendental,desdela deduccióntranscendentalhastael sistemade losprincipios, demostrará que,enconsideracióna las leyesuniversalesdela naturaleza,el Juicioesquematizasureflexióna priori, lo queconstituyeel objeto de una doctrina transcendentaldel mismo. Proponemos,por otro lado,repararen el paralelismopresenteen los dos apéndicescorrespondientesa la analítica y a la dialéctica de la primeraCrítica, de maneraque,mientrasque en el primerose atribuirá la *Th escuelaaristotélicaha llamadotambiénalgéneromateria,ya la diferenciaespecificalaforma». El casoquedaexplicadopor Kant conparticularclaridadenel § 20 delosProlegómenos. 2 Nosocuparemosdela necesidaddel Juiciodedamea sí mismoun principio a priori en el apartadoVI. 1 denuestro trabajo. 62 e u, u, m u, • Ideaaparentedel ensrealissimuma unasuertede inercia delentendimiento,quela alcanzaen su • cursomásallá de suuso legitimo, asaber,el referidoúnicamentea lo sensible—en la superación u, de esainercia se disuelveesaIdea ilusoria a favor de la primacíaen la experienciade la forma u, sobrela materia—,el segundoexpresala necesidadde esaIdea y del correspondienteIdeal, no u, por la inerciadel entendimiento,sinoenvirtud de la mismadinámicade la razón(Longuenesse), u, querequieresupresuposicióny la suposiciónde suobjeto,no sólo paralograrel mayorgradode u, sistematicidaddel conjuntode susconocimientos,sino también,incluso con mayor interés,para u, beneficiode suuso práctico.Pero,en amboscasos,los apéndicesparecencumplir un papel que conducea lo meramenteregulativo en el conocimiento,y que remitirá, en último término,al conocimientode los limites del usoempíricodel entendimiento1,tantocomoal usoprácticode la razóny a suspostulados. Perolos conceptosde reflexión no permitirándescubrirúnicamenteun ejercicioreflexivo u, en el origende nuestrosconceptos—por lo tantotambiénde las categorías—,lo que autorizarála u, excavaciónde un segundonivel de cimentación,en clave subjetivaestavez, de la pruebade la • objetividad de los conceptospurosa priori del entendimiento,sino que nos abriránademásla u, perspectivade un ordende inteligibilidad parael que la nada—el “objeto” correspondienteauna u suerte de anti-categorías—se alza como polo de referenciaposible. Su mera comprensión • requerirá, nos parece, la ampliación subjetivade una facultadcomo el entendimiento,cuyas • consecuenciascon respectoa las condicionesde posibilidad de la experienciadictadaspor la • analítica transcendental (ontología) y su utilidad para lo que puedavenir a ser la metafisica • habráqueintentardeterminar. Lasbrevesconsideracionesacercade unatabla de la nada, cuyos u, enunciadosconciernenradicalmentea la constituciónde una ontologia,seránintroducidasantes U de abandonardefinitivamentela analítica transcendental,como una adición que, si bienno será u, “de especial relevancia”, sin embargo será exigida para la terminación del sistema • (VollstóndigkeitdesSystems),en la línea del gustokantianopor tratarcuestionesdeterminantes • en apartadosque muchasvecespuedensercalificadosde marginales2.Por lo tanto, el contenido • de estatabla deberáalbergaralgo decisivo paraque el conjunto de nuestrosconocimientosno u, constituyaun mero agregado,sino másbien un sistema,quedeterminea priori el alcancede los • múltiplesconocimientos,así comoel lugarde laspartes—de modoqueel todo quedearticulado u, (gegliedert) y no meramente amontonado (geháufi), y crezca internamente (per intus u, susceptionem),no externamente(per appositionem)—, favoreciendoy fomentandolos fines u • B. Languenesseno ha dejadoderepararen lacercaníaentreel trabajoqueconciernea la KU y la reduccióncrítica del Ideal transcendentala unaaparienciatranscendental,en el sentidode queambostextosindaganacercade cómo u, podemos suponer de antemanoque lo que está dado empíricamentepara nuestro conocimientotenga una u, homogeneidadtal quepermitael despliegueefectivo del conocimientobajo conceptosy leyesempíricos.La tercera u, Crítica responderácon un principio que el Juicio adoptaparasu uso reflexionante,segúnel cual no habrá en la naturalezadiversidadde leyesempiricasni heterogeneidadde formasnaturales,sino másbien unaafinidadde sus leyesempíricasbajo leyesuniversales,quepermitaquela experienciaseaun sistemaempírico,afinidadque,por otrau parte, pretendíafundamentalel Idealdela razónpura (KrV, A 572/B 600, nota). Estaestudiosaconsideraque la u, analitica transcendentalde la KrVy suapéndiceya semuestransuficientesparaofrecerunavisiónde sistematicidad u, denuestrosconocimientos,queademásno incurre enuna ilusión dialéctica.Lo quela terceraCrítica vendráa añadir u, a estaperspectivaserála evidenciade la cooperaciónentredeterminacióny reflexión, al ocuparseprecisamentede aquellosjuicios exclusivamentereflexivos, que nuncallegan a ser determinantes,haciendode ellos el lugar de u articulaciónentrelas legislacionesde la razónmediantelos conceptosdenaturalezay delibertad—por lo quequizás u, la KU puedaserconsideradapor el mismo Kant comoun trabajoen el fúndamento(Grund) de lo suprasensibleen u, nosotrosqueesla libertad—. u, 2 ¡~¡~ KrV, A 290/B 346; cfr. KU, §76, dondeKant introduce—en lo queya nos hemosdetenido—la necesaria u, distinciónparanuestroentendimientodiscursivoentreposibilidad (Móglichkeit)y realidad(Wirklchkeit). u u, 63 u, u, u, u, u, u esencialesde la razónhumana. Másconcretamente,la tablaa la quenosreferimospertenecea la constelaciónde la capacidadde conocerhumana,precisamentea su tópico transcendental,en tanto que enjuiciamiento (Beurteilung) del lugar que correspondea cada conceptosegún la diversidad de su uso e indicación y determinaciónde aquél según reglas2. En propiedadel conceptode nada (Nichts) no se opondráal de ser—cuyo opuestoserámás bien el de nihil negativum—-,en tantoque posiciónde unacosao de ciertasdeterminacionesen si mismas,sinoal de algo (Etwas) —como el leeresEtwas al erfidítes Etwas—,punto de partida en el que se encontraránclarasreferenciasala Metaphysicade Baumgarten.Se tratade unadivisión que,a su vez, presuponeun conceptosuperior,queno seráotro que el de un objeto en general,tomado problemáticamente,es decir, sin decidir que seaalgo o nada3.Contribuiráa cimentarel alcance ontológicode estasconsideracionesreflexivas la confrontaciónconla determinacióncuatripartita del concepto que nos ocupa, en consideracióna lo posible y lo imposible, en la filosofla transcendentalde los antiguos,concretamenteen la inetaphysicageneralis de la metafisica escolarde los siglosXVII y XVIII. La Philosophiaprima sive ontologia de Wolff comienzasus explicacionespropiamentemetafisicascon la exposiciónde los conceptosde possibiley de impossibile—tomadade Bayle y de Leibniz—, de los que el segundoremitirá al conceptode nihil, de modo que ambos—impossibiley nihil— apareceránvinculadosen el ejemplode una Ud KrV, Arquitectónicade la razónpura, A 832/B 860-A 833/B 861. Conrespectoa la función deJa tabla de la nadaen relacióna la completituddel sistemade nuestrosconocimientosa priori no podemosolvidar que la razón puraespeculativa«poseeunaauténticaestructura enla quetodoesórgano> estoes,una estructuraenla queel rodo estáal serviciode cadapartey cadaparte estáal serviciodel todo;por lo quela máspequeñadebilidad,seauna falta (error) o un defecto, tiene quemanifestarseineludiblementeen el uso», vd op. cit., fi XXX\~fl-XXXVIII, sistemacon respectoal que«quedamuchoquehacerenla exposición»(ibid). 2 Ud KrV., A 268/fi 324. Ud op. cit, A 290/fi 346: «El conceptomáselevado,a partir del quesuelecomenzarunafilosofiatranscendental, esen generalla división en lo posibley lo imposible.Ahora bien, dado quetoda divisiónpresuponeun concepto dividido, debeseñalarsetodavía otro concepto superior, quees el de un objeto en general (tomado en sentido problemático,sin decidir si es algo o nada)»; cfr. al respectola partededicadaa la Ontologíade la Metaphysik Mongrovius,Ak.-Ausg.XXIX1.2, pp. 743-940,dondela determinaciónde la posibilidady la imposibilidady algunos títulos de los futuros conceptosde reflexión (coincidenciay diferencia; materiaforma) son expuestosjunto con categorías(posibilidad, causa)y predicables(simple, compuesto,finito) como las nocionesfundamentalesde toda exposiciónde la ciencia del ser del ente. La MetaphysikL2 .—Ak-Ausg.XXVIII.2J, Pp. 525-610——, en su parte dedicadaa la ontologia comenzará,siguiendoloscánonesdela filosofia wolfliana, conla distinción de lo posibley lo imposible,vd. op. cit, Pp. 20-79, cfr. MetaphysikK3 (Arnoldt),AkAusgXA§VHJ2?1, Pp. 817-838,cuyaOntología proponeunaparticular división de la tabla de la nada —vd. op. cii., PP. 960-1009—,en la que se advierte la ausenciaaúndeunaclara aceptacióndel hilo conductorcategorialen la determinaciónde susmiembrosy en la que podemosdistinguircinco miembros,a saber,un nihil logice tale s. logicums. negativum;un nihilprivaíivum, al que no correspondanadaexistente;un conceptusinanis o conceptovacíoal queno puedecorresponderningúnobjeto en la intuición; un meroconceptoformal, al queIhíte todo el materialqueconflevala intuición, y porúltimo, unanada imposible (unmóglichesNwhts),en la queno descansaningún conceptoni pensamientoy que se reconoceen la contradicción,de suertequeeste último título —enunaexpresiónqueserámantenidaen la KrV—, se daráallí donde un pensamientose anule(auflieben)a sí mismo o un conceptoseadestruido(zerfallen)por unacontradiccióninterna; cfr. Logik-.Jásche,§6; 2 Anm., A 147; cfr. Baumgarten,Metaphysica,§ 7, cap. 1, sec. 1, parte1, dondela nada(nihíl) quedaexplicada como imposible, esto es, como aquello que se contradice a si mismo, y en esa medidaes irrepraesentabilee impensabile:es isí nichis (nihil) und isí nich¡ (non esí). AA que se oponeen el §8 el nonnihil, presentadocomo repraeseníabile,aquelloquepuedeserpresentadocomo siendo,como algoposible,perodondeen todo casonosinteresarepararen el hechode quetanto la determinaciónde nihil como la de nonnihil partendel primero; cft. Rfl. nt 5762 (Ak.-Ausgabe,XVIII): «Todo objetodel pensamientoes o bienalgo o nada. O bien no correspondeal objeto ningúnpensamiento,es decir, el pensarmismo no es nada, se contradice, o bien no correspondeningúnobjeto (nadaen la intuición) alpensamiento(queno se contradice) [1. únicamentecuandoel pensarsecontradice,eselpensamiento,y deahi suobjeto, nada(nichts). y ambossonanulados.Dondepermanece aúnunpensamiento,entoncesel objetoessegúnel análisisproblemático». á 64 e u, u, u, u • figura encerradaentredos lineasrectas(geradlinigesZweieck biblineum rectilineum),que más u, tardeseráretomadoporKant, ocasionandono pocasdificultadeshermenéuticas.Seráa partir del u, conceptode unanada, cuya merarepresentación(noho) encierrauna contradicción—pero que • aun así pretendeconstituir un algo (aliquid)—, desdedondepuedaconcebirseel conceptode u, possibilee impossibile,y a partir del primero el de en?. En virtud de estepaso, la metafisica u, escolaralemanamodifica el canonescolástico,relacionandoestrechamente—enunadirecciónen la que,sin embargo,sólopodráavanzarla Crítica—unanocióncomola de nadaconel horizonte u, modernode la certezasubjetiva,desdeel cual la primerapreguntaacercadel serno serásino la de «¿porquéhayalgo en lugarde la nada?»2.La presentaciónde los diferentesrespectosde este concepto ontológico fundamental seguirá el orden indicado por las categorías,los únicos conceptosqueserefierena objetosen general—si recordamossudefinicióncomoconceptosde un objetoengeneral,mediantelos cualesla intuiciónde ésteesdeterminadade acuerdocon una de lasfuncioneslógicasdel juzgar3—, que puedendeterminar,por lo tanto, si correspondeo no unarealidadobjetivaa lo representado.El primer respectode la nada nos remitirá a los entia U rationis o conceptosvacíossin objeto,pertenecientesa la categoríasde cantidad—asikeinesserá u el opuestoreal deltríptico alíes,vielesy eins—,a los queno corresponderáningunaintuiciónque • puedaproporcionarun objeto. En semejantegrupo de objetosen general podemospensara u «ciertasfuerzasfundamentalesquesepiensansin contradicción»4,pero queno puedencumplir u, lascondicionesdel primerpostuladodel pensarempírico,y así tampococontarcon un objetoen • la experiencia,si bien podemosreferimoscon un objeto en generala todo lo que pertenezcaal u, noúmenoen sentido positivo5. En segundolugar, de la mano de las categoríasde cualidad, u, encontraremosel ni/id privativumo conceptovacíode un objeto, que podemosconsiderarcomo u, la ausenciade algo que tengarealidad,como«conceptode la ausenciade un objeto, comola u, sombray el frío»6. La representaciónde cadasensacióncomounamagnitudintensiva—de la u, manode las anticipacionesde la percepción—,divisible en diversosgradoshastaalcanzarel u, u, u, ‘Ud Wolff, Ontología,§79 seq.,p. 62 seq.:«Impossihile k~itur, quicquidcontradictioneminvolvit», asícomo ensu u, explicación, ibid.: «E gr. Rilineum rectilineum contradict,oneminvolvit, cum supponatducir lineas rectos inter eadem puncta contineri posse, quod contradicit propositioni verae, inter duo puncta nonnisi rectam unica u, contineri»; acercade la referenciade lo impossibileal concepto de nihil, vd op. cít., §§ 57-8; así como parala • determinacióndel ensdesdelo possibile,vd. op. cit., §§ 133-135.De estamanera,Wolff se enfrentaa la tradición u, provenientede Tomás de Aquino, que define al ens como «illud autem quodprimo intellectus concepit quasi • notissimumet iii quoomnesconceptionesresolvit, estens»,en Quaestionesdisputataede veritate, qu. 1. art. 1, res.; cfr. Deenteetessentia,1 et al.; definición quenosremite, a su vez, a la metafisicade Avicena, dondeencontramos lo siguiente: «essenotius est quam non esse. Esseenimcognosciturper se. Non essevero cognosciturper esse u aliquo modo». Desdeestaúltima línea de concepcionesel horizonte sefialadopor la nada (nihil, non esse)será u, interpretadosólo desdeel ensy el esseen susdiferentesderivaciones.Acercade estasuertede giro copernicano, u, habilitado por los pensadoresde la Schulphilosophie,del que Kant sabrá extraer las consecuenciasmás determinantes,puedeacudirseal trabajodeE. Vollrath KantsDieseuberdasNichts, citadoenbibliografla. u 2 Ud. Leíbniz,Principiosde lanaturalezay delagracia, §7. u UdKrU, §14, A 94/8 128. • ~Ud op. cit, A290/B 347. 5 u, E. Fink se ha ocupadode estudiar—en Alíes ¡md Nicht& Em Umwegnr Philosophie, citado en nuestra bibliografia—el tratamientokantianodel primermiembrodela tabla,asícomode defendersu inclusiónenésta—al final de la analíticatranscendental—comounacriticaa la metafisicaescolarquecreepoderavanzaren el mundo • inteligible pormerosconceptosintelectualese Ideasderazón,en todocasoel trabajo partedeunavisión muchomás u, reducidaque la que nosotrospresentamosaquí, al basamosen análisis más amplios dedicadosa esta misma • cuestión,perobastecitarlacomounadelas primerasadvertenciasenlosestudioskantianosacercadel sentidooculto u, decisivodela tabladela nada. 6UdKrU.A291/8347. u, u u, 65 u u, u u, u, u, cero , abríael pasoa la concepciónde la posibledesaparicióntotal de aquélla,dandolugara la ausenciao la falta de la misma.Desdela perspectivade las categoríasde relaciónencontraremos en la tabla de la nadael momentocorrespondienteal ens imaginarium o intuición vacía sin objeto,respectode la nadaqueno puedeconstituirun objeto,peroque perteneceindudablemente a éstecomocondición estéticade su posibilidad. Las condicionesformalesde la intuición no constituiránobjetos,en la medidaen que éstosestaránya siempreintuidos,a suvez, bajo esas mismasformas.Podemosrelacionarestemodo denegaciónde la realidadobjetiva, propiode las formas de la intuición, con la definición de las mismas como magnitudesinfinitas dadas, característicade la queintentaránextraerconsecuenciasun buennúmerode textos de la primera Crítica, que no podemos dejar de vincular al surgimiento de los conflictos cósmicos matemáticos,así como al mismoplanteamientodesdela analíticade lo sublimede la imposible percepciónde unamedidajúndamental(Grundmafi) que sobrepasaríay anularíalas condiciones detodasíntesisempinca Nosveremosobligadosadetenemosconbastantemáscuidadoen el cuartorespectode la tablade la nada,quenosconduceal ni/u negativumu objetovacíosin concepto,algo así comoel objeto de un conceptoquesecontradicea sí mismo,y en esamedidasetraduceen unanada— amparándonosen su significaciónclásicacomoalgo imposible—,cuyo ejemplomásrepetidoen el interior de la primeraCrítica serála figura rectilíneaencerradaentredosrectas(geradeliniges Zweieckf.Con ello, el apéndicedel que tratamosseleccionael ejemplo más frecuentede la Ud KrU, A 167/fi 209-A 168/fi 210. 2 Ud op. cit., A 292/11349. A continuaciónseñalaremosel conjunto de textosquenosparecenmásrelevantespara mostrarel extensoalcancequeunadecisióncríticacomola dela idealidadtranscendentalde las formasdel espacioy el tiempoalbergaparael conjuntodeunaCríticade la razónpura; así,puedeacudirseenprimerlugara la definición de las mismasen la Estética transcendental,A 25/11 39 y A 32/ B47-8; unanota pertenecientea la pruebade la antítesisde la primera antinomia se muestraestrictamenteconsecuentecon esadefinición estética,vd op. cit ,A 429/B 457: «El espacio es solamentela forma de la intuición externa (intuición formal), pero no es un objeto efectivamentereal, quepudieraser intuidoexternamente.El espacio[...], bajoel nombre delespacioabsoluto,no es más que la posibilidad de fenómenosexternos [...] La intuición empirica no está, por lo tanto, compuesta (zusammengesetzt)a partir defenómenosy del espacio(de la percepcióny de la intuición vacía). Lo uno no es correlato de la sintesisdel otro, sino queambascosasse hallan unidas en una misma intuición empírica como materiay forma En cuantoqueremosponeruno de losdosfactoresfueradel otro (el espaciofuerade todos los fenómenos)surgen toda suerte de vacias determinacionesde la intuición externa,pero que no constituyen percepcionesposibles».Estetexto debecompararsey ligarse estrechamentea la nota incluida en el § 24 de la deduccióntranscendentalde las categoríasde la KrU, 11 160-1.Asimismo podemosrecordartextosen los queya nosdetuvimosal principio de estetrabajo, en los que se tratadirectamentela imposibilidad de alcanzaralgo así como unamagnitudinfinita dada—en definitiva, el respectodela nadaen el que nosencontramos—medianteuna síntesisempírica, es decir, temporal, wi. A 416-7/B 444; A 500-501/11 528-9. En relación igualmentecon la definiciónde las formasdela intuiciónen la Estéticatranscendentaly el ensayodepresentaresamagnitudpor parte de la tesisde la primeraantinomia,podemosapuntaral textode laAnfibolia que serefiere a la paradojadel sentido interno como el asientodel misterio (Geheimnnis)del origen (Ursprung) de nuestrasensibilidad,vd op. cit, A 278/11334. Otraconsecuenciade la definicióndel espacioy el tiempoapareceen la imposibilidadde conoceresas formassi no se encuentranya unificadaspor un actodel entendimiento,como esla síntesisspeciosaqueconstituye el objeto de discusiónen el § 24 ya citado de la deducción transcendentalde las categorías.La lectura fenomenológicade la primera Critica por M. Heideggerse resiste a aceptar esta aprehensiónsiempre ya intelectualizadade las formasde la intuición —la distanciaentrela presentaciónde la formade la intuición en la Estéticay en laAnalítica, estavez como intuiciónformal es señaladapor fi. Longuenessecomo la quemedíaentre unaformapotencialy unaformaactualizada—,descubriendoenel momentoexclusivamenteestéticouna síntesis peculiary propia, la syndosis—vd. GA., vol. 25, §9—, no subsidiariadel entendimiento,que podráresultarde enormerelevanciacuandonosocupemosdelaanalitica delo sublime. Ud. KrU, A 291/11348: «El objeto de un conceptoque se contradicea sí mismo esnada,ya que el conceptoes nada, lo imposible, como, por ejemplo, la figura rectilínea de dos lados»; cfr. Wolff, Philosophiaprima sive 66 e u, u, u, u, • nulidad(Nichtigkeit) de algo parala metafisicaescolar,nulidadqueresultaseruna imposibilidad u, en virtud de su carácterconceptualcontradictorio.Sin embargo,una imposibilidadmeramente u, conceptualtraicionarialos presupuestosdel idealismotranscendental,parael queéstano puede u, residir tanto en los conceptosmismos, cuantoen su imposible construcciónsintética en el u, espacio: «El queenun concepto[...] no secontenganingunacontradicciónesunacondiciónlógica • necesaria;peroello no basta,ni delejos, en relaciónconla realidad objetivadel concepto,es decir, u con la posibilidadde un objeto como el pensadomedianteel concepto.Así, el concepto de una u, figura encerradaentredos rectasno implica contradicciónalguna,ya que los conceptosde dos u, rectasy su cruce no implican la negaciónde ninguna figura; la imposibilidad no descansaen el conceptocomotal, sino en la construccióndetal figuraen el espacio,es decir, en las condiciones del espacioy de la determinaciónde éste;ahorabien,estascondicionesposeen,a su vez, realidad U objetiva, es decir, se refieren a cosasposibles,por contenera priori en sí mismasla forma de la u experienciaengeneral»’. u, • Nos parece que la Anfibolía presuponenecesariamentelas observacionesde los u, Postuladosdel pensar empfrico, si bien el orden del discurso no es ya en aquélla el de la • constituciónde las condicionesde posibilidadde la experiencia,comoes el casodel texto que u, acabamosde citar, sino—de acuerdoconel sentidodel apéndicede la analítica transcenden¿’al— u, el de las estructurassubjetivasque nospermitenreconocery enfrentamosa algo en general,sin u, determinaraúnsu existenciareal o no. Nospareceque podríaponersefin a un buennúmerode • polémicasen relacióna la cuartafigura de la nada,en tanto que un conceptoque se anulaa sí u mismopor la contradicciónqueimplica, si sela leyeradandopor sentado—comodecíamosmás arriba— lo establecidode la mano de aquellospostuladosdel pensarempírico en el sentido u, apuntado,de manera que solamentela construcciónpudiera revelar la imposibilidad del u, concepto.Desdeesta perspectiva,el conceptode una figura encerradaentre dos rectasserá u posible lógico-conceptualmente,pero no seráposibleexponersu realidadobjetiva, es decir, el u, objetode tal concepto,por lo que setratade un conceptoque, desdeestehorizontemásamplio, u, se anula a si mismo. La presenciade dos niveles de imposibilidad en la obra kantiana, lau u, Ontologia, §79; p. 62. G. Martin se haocupadode estudiarla relaciónentrela imposibilidad lógicay ontológicaen • Kant de la manode esteejemploen su articulo DasgeradelinigeZweieckEm olfener Widerspruchin der KW— u, acercade nuestrodesacuerdocon algunasde las conclusionesa las que llega esteautor nos detendremosmás u, adelante—,contenidoen Tradition undFortschritt Festschnftfiar R Zocher,pp. 229-235, citadoen bibliografla. El origendel ejemplonosremitea losElementosde Euclides,dondeencontramosla siguientedefinición: «figura eslo comprendido(rodeado)por un limite opor varios» —n0 14—, a partir de lo cual toda figura rectilínearequeriráal • menostreslados queseansuslímites, de hecho, la definiciónn0 19, al enumerarlas figurasrectilíneas,comenzará u, con las triláteras.Así, la definición de la figura rectilínearechazael predicadoquesele adscribe,a saber,el tener u, doslados,en lo quesuponeunaaplicacióndel principio decontradicciónenel interior deun solojuicio. Ud KrK A 220/E267-A 221/E268: «Dafi in einem[...] Begr¿ffekein Widerspruchenihalten seinmtisse, ist zwar emenotwendigelogischeBedingung;aber nr objektivenRealitátdesReg~ffs,di. der Móglichkeitemessolchen u Gegenstandes,alsdm-chdenBegr¡ffgedachtwird, bei weitemnicht genug.Soist iii demBegrjffeeinerFigur, die an • zweigeradenLinien eingeschlossenist, kein Widerspruch,denndie Begr¡ffe vonzwe¡ geradenLinien und deren • Zusammenstofiungenthaltenkeine Uereinigung einer Figur; sondern ¿he Unnoglichkeitberuhí nicht auf dem u, Begrfffean sichselbst,sondernder Konstruktiondesselbenim Raume,di. denBedingungendesRaumesundder Bestimmungdesselben,dieseaher wiederumihre objektiveRealitót,di. sie gehenaufmóglicheDirige, weil siedie u, Form der Erfahrung tinberhaupta priori in sich enthalten»;cfr. Heidegger,La tesisde Kant sobreel ser, in: • Wegmarken,incluido en nuestrabibliografia. Elprincipio decontradicciónnosremite al libro f dela Metafisicade u, Aristóteles—3, 1005b lSss.;cfr. libro A, 12, 1019b 24ss.—,dondela contradicciónsepresentacomo el efectode u, que el logosoculte y encubraen lugar de patentizar,de maneraque la estructuracontradictoriadel logosmismo u, aparezcacomolo adynatos—sindejarde recordarla presenciade otros textosen losque se distinguelo imposible u, de lofalso,comoen el libro 0,4, 1047b l2ss.—;cfr. Peri hermeneias,17 b16-18a12y22 a39-b28. u, u, 67 u, u, u, u, u, u meramentelógicay conceptual.y la real, provenienteéstaúltima de la inviabilidad de la síntesis empírica,ha conducidoa un buennúmerode intérpretesa atribuir la redaccióndel texto de la tablaa un momentoinicial de redacciónde la primeraCrítica, así comoa descubriren ella una notableinfluenciade la metafisicaescolar’,sin embargocreemosque la distinción crítica entre las dosnocionesno es puestaen dudapor las observacioneskantianasen la tablaquenos ocupa. Másbien,el cuartomomentode la tablade la nadadebemantenersu independenciay no resultar subsumiblepor el nihil privativum o el ensrationis -como hanintentadollevar a caboalgunos comentaristasdel logicismode la tablade la nada—,lo que facilitaráel atender,como deciamos, al hechode quela imposibilidadsintéticade un concepto—segúnpalabrasdel mismoKant— va de por sí más allá de una imposibilidad sólo lógica y nos remite necesariamentea la imposibilidad de presentarloen la intuición, de acuerdocon la doctrinade los postulados2.A primeravista, ciertamentepuedeafirmarseque el nihd negativumes un conceptovacío qeer) porqueseanulaa sí mismo en virtud de sucaráctercontradictorio—en él el conceptoseanula a símismo(sich selbstaufrebt)—,pero habráquejustificar, al mismotiempo, el hechode queesa imposibilidadlógicaimpide queestéasimismoen relacióncon unaintuición percibida.Podemos avanzaren estecaminoponiendode relieve que el pesode la imposibilidadontológicaen el cuartomiembrode la tablade la nadano caedel lado de lo puramenteformal de la contradicción lógica, sino que reside en las condiciones mismas del espacio y en las condiciones de construibilidadde una figura en el mismo3. Las condicionesdel espacioy de su determinación contienenen sí, pues,la forma de la experienciaen generaly son las que hacenim-posibleque existaalgo así comoun objeto vacio sin concepto,que, sin embargo,pretendeser construido4. Así, el ni/ii! negativumaparecemásbien comoel exponentede una Nada quecarecede toda conexiónconla experiencia,puestoque rechazapresentarsebajo las formaspurasde la intuición —lo queestrechala relaciónentrelos títulos dinámicosde la tabla de la nada—,con lo que O. Martin consideraen este sentido que la presenciadel nihil negativrnn en la tabla de la nadaproviene directamentedel conceptoleibniziano-wolffianodeposibilidad, mientrasque la doctrinade los postuladostrataría acercade la posibilidad de los objetos de la experiencia,con lo que ambos niveles textualesno resultarían comunicablesentresí, ni la tabla vendríaa ocuparun lugar relevantepara la constituciónde la ontología.Esta posiciónsostieneasimismola estrecharelación de la lecturade la imposibilidad lógica del cuarto miembro de la tablacon su imposibleexposiciónen la experienciacomo la reducción del mismo o bien al nihil privativum, puestoque«el objetoqueesimposible,aunquesu conceptoseaposible,esAxO:nihil privatiwm, non ens»,vd Rfi. n0 5725,XVIII; cfr. n0 371 1 y n0 4399 enXVII—, o bien a un ensrationis, puesel conceptoal queno corresponde ningúnobjeto carecederealidad objetiva.Observacionesquenosparecenno respetarlo peculiardela definición del nihil negativum,en tanto quevacío de pensamiento,posibilidad de la reflexión queserá de granutilidad cuando menospara la determinacióndel andamiajeconceptualde lo quepuedaresultarfinalmentela metafisica;cfr. O. Granel,Remarquessur lenihil negatiwmdunssonsenskantien,incluido ennuestrabibliografla, 2 K. Reichremiteen su introducciónal EinzigBew. —ed.Fbi losophischeBiblio¡hek deF. Meiner— a la siguiente afirmaciónde Kant, quepuedeservir para clarificar el asuntoy alejar la sospechadel alcancemeramentelógico formal y no transcendentaldel cuartomiembrodela tabladela nada,wi. Rfl. 6270;XVIII, p. 540: «la imposibilidad sintética no sepuedeconcebir(begreifen),por ejemplola de unafigura en la queno se halle de antemano una síntesisen nuestraintuiciónsensible,de dondeel objetoestédado apriori respectivamentea nuestra sensibilidad». En estamisma líneapodríamosincluir el recuerdode la imposibilidadlógica quecaracterizaal nihil negativum introducidoen la presentacióndel carácterdialécticodel conflictoantinómicoen losProlegómenos,§52b,A 147. Ud. KrU, A 220/E268; cfr. Rfl. n0 4480,XVII, p. 567: «Laposibilidaddel conceptodescansasólo en elprincipio de contradicción. La de la síntesisen la experiencia»;cfr. n0 3991, p. 379. Pueses en las condicionesde la experienciadonde se realiza la función sintética productorade la objetividad, dondese detenninaen sentido transcendentalal tiempo. Acercade las formaspurasdel espacioy el tiempocomo la condiciónestéticade la posibilidadde la experiencia, en paralelo a la cual la unidad sintéticaoriginaria de la apercepciónconstituirá la forma intelectualde toda experienciaposiblepuedeacudirseaKrV, A 110 y §17,11136. 68 e e u, e e • invertimos la relación anterior. Será esta imposibilidad ontológica la que conduzca a una u, contradicciónlógicay así a la supresióndel objeto por sí mismo,dandolugar a la Nada.Este u, ultimo pasonosparecequedarbastantemásclaro si entendemospor la expresiónsin conceptoen • «objeto vacío sin concepto» que no hay concepto presente, por lo tanto, tampoco uno u, contradictorio, pues el objeto problemático en juego carece de todos los momentos que u, constituyenla posicionde unacosasegunlas categonasde modalidad,tantopor lo queconcierne a la referenciaa la percepciónintuitiva comopor lo que conciernea la mismaconceptualidad. u Noshallaríamos,así, frente a lo que podríadenominarseen sentidotranscendentaldasnichtige u, Nichts,imposiblede representarsesegúnlos momentosdela tesisposicionaldel ser,tanto por lo querespecta-como deciamos—al material perceptivo-intuitivocomoen relacióna la forma u, conceptual.Nos pareceque la salvaguardade la originalidadde la tareade la tabla de la nada • dependede queno pasemospor alto la pertenenciade todossusmomentosal lógos mismo,por la • vía de un procedercontrapuestoal que conducea la determinaciónde lo posible, lo real y lo • necesario.En efecto, el objeto im-posibleno carecede estructuralógico-inteligible, sino que • respondeaun modode inteligibilidaden el que no secumplenlas condicionesde posibilidadde • la experiencia.La pruebade ello reside en que, al intentar pensarlo y representárnoslo,el • conceptose destruyea si mismo1.La conclusiónde nuestrotrabajoestarádedicadaa ponerde • relieveque la analíticade lo sublimerepresentala mejor oportunidadcríticaparareconocereste u, importanterendimientode la tabla de la nada. Valga como adelantopor el momento que la • sintesisimposiblealli ensayadadará lugar a unanovedosalectura del tiempoque no podráser • sino unanada paranosotros,en tanto que seressensibles,esencialmentelimitados por nuestra u, capacidadde representar,peroqueconstituirá,porotro lado,lo mássublimesi nosconsideramos u, Nos interesaen estesentidola lecturaaplicadapor E. Mayz Vallenilla a la tabladela nada,y muy en particular al u, momentodel nihil negativum.queocupatodo el capítulocuartodesu obra,Elproblemade la Nadaen Kant, citada • en bibliografia. Podemoscitar por la claridadquepuedenaportara lo quediscutimosenestosmomentosel siguiente • pasaje,pp. 244-5: «Lo im-posiblesign4/ica asíun algoo fenómenoque sepresentao compareceante el ámbito de • objetivaciónde la experiencia,pero que, al no cumplir con las condicionesdeposibilidadqueserequierenpara • quedar constituidocomo posible (o eventualmentecomo real o necesario),asume la forma de un ente, algo o fenómeno,cuyaestructurarevelauna deficienciaontológicay re/msasertenidocomoun correlatodela experiencia • encuantotal. En tanto lo imposibleacusaestaJalla desu objetivacióncon respectoa lascondicionesdeposibilidad U de la experiencia,y entantoella esconsideradacomoelámbitoontológicopor antonomasia,aquello im-posiblees • reputadocomoun No-Ser[•1 [e]ntanto que el lógos del Serconstituyala estructurainteligible de losobjetosdela • experiencia,lo im-posibleresulta caracterizadocomo un objeto “sin concepto”».Lo másoriginal de la lecturade Mayz Vallenilla resideen apuntaral hechode que si el tiempo ejerceuna función flindanientalen la constituciónde la experiencia,consideradacomo desplieguede la presenciaen distintosrespectos,el tiempode la tablade la nada • seráunasuertede significativo Tiemposinpresencias,el tiempode la ausencia,entendidano como desaparición, • sino como patenciade la nada, veS. op. cit, p. 261, nota. Lo imposible no mienta, así, únicamenteunanegación • ontológica, sino que«exhibelapositiva negatividadde la verdad»,op. cit, p. 264. Eso es lo queesteestudioso denominala posibilidad transcendental,que trasciendela meraposibilidad ontológica y el mundo fenoménico, conduciendoa la distinciónentreel lógosde la experienciay el de la merarazón: no habrá contradicciónentrela • tesisquedice que lo imposible no tienesignificaciónontológica y la que le adscribeunanegatividadpositiva, en 43 tanto queposibilidadtranscendental,ixi KrU, A 562/B590. Pero,deestamanera,Vallenilla viertetodo el pesodela • peculiar temporalidaddel nihil negativumhacia la razón y el eris extramundanum, que protagoniza la cuarta antinomia,con lo quela nadaterminasiendoexpresiónde la negatividadabstractadela razón.Con ello, únicamente . It. Malter apuntahacia la necesidadde distinguir el uso transcendentalde las categorías(inmanente)de la apariencia transcendental (transcendente),la cual, a su vez, no debeconflindirsecon laaparienciasensible(óptica) —Sinnensehein----,ni con la meraapariencia lógica, en tantoquemodosnegativosdel error,si esquese pretendeextraerunalecturacoherente de estapartedelaprimeraCrítica. a á 74 e u u e e • Deestemodopretendemosintroducirla tesisde que la Dialécticatranscendentaltieneen • Kant, porun lado, la función de desencubrirlos modosde producciónde conocimientosfalsos • bajo la aparienciade verdady, así,de denunciarel usoabusivo,no sólo la imitaciónfraudulenta, de un proceder lógico, que corre el peligro de transformarel canon del uso empírico del entendimiento—la analítica transcendental—en un organon, esdecir, en un instrumentode U conocimientode las cosasen general,mientrasque,porotro, habráque reservarun espaciolibree paraacepcionesde ladialecticamasncasy prometedorasparael porvemrde la metafisica,en las quehabráque detenersemásadelante.La analítica sedetuvoya en la necesarialimitación de la lógicaformal conrespectoa ladeterminacióndela verdadde las proposiciones,revelandoasíla u insuficienciacognoscitivade las merasreglas lógico formales,que, de no mantenerseen su espaciolegitimo, daríanlugar inevitablementeal error. Pero, al mismo tiempo, anunciócon • honradezque habíaalgo seductoren la ilusión depoderencerrara las condicionesde la verdad • transcendentaltansóloennuestrosconceptos: u • «No obstante,hay algo de tentadoren la posesiónde esearte ficticio que suministraa • todosnuestrosconocimientosla forma del entendimiento,a pesarde serquizásmuypobrey vacio • su contenido,en queaquellalógica general,que constituyeun canon destinadoa enjuiciar, sea igualmenteempleadacomoorganondestinadoa la producciónefectiva,al menosenapariencia,de afirmacionesobjetivas»’. u • Un uso semejantede la lógica —un exceso de confianza en sus posibilidades • cognoscitivas—representaen primerlugarun abuso(M¡fibrauch) de la misma,que nosconduce • al artesofistico de disfrazarla ignorancia y las ficcionescomoverdad,imitandoel rigor de la • lógicageneral,en cuyatópicasebasaráparadarconsistenciaa susvacíaspretensiones.Unavez • adentradaen estecamino,que tomaa la lógicacomoel métodonaturalde la cienciadel seren • tantoqueser,la metafisicaclásicano hapodidoprestarsuficienteatencióna enquécondiciones • los conceptospuedentenerun sentido,y asítampocoa la necesidadde llevar a cabouna tópica • transcendentalde sus conceptos,reflexión sin la cual no señaposible pensarcorrecta y • consecuentementecon ellos. Justamentepor ello la obra precritica kantianaabundaráen • conclusionesextraídasde una investigacióny análisisde las significacionesde los conceptos— • contenidas,porejemplo,en el EinzigBew. por lo que conciernea laposibilidadreal—, de un • estudiode lassignificacionesmaterialescomométododirectivode la filosofia —enel textopara • el concursoacadémicode 1764 Deutlichkeit—,que, como observamosen los Sueñosde un • visionario,señalaránlo injustificado deproyectarfuerade nuestramente,en la realidad,el punto • focal en quedesembocanrepresentacionesdel todo imaginarias,de maneraque acontecimientos • corporalessemetamorfoseenen cosasrepresentadas2.Paraevitar ilusiones semejantes,bastará • con queelpensadorrecuerdelos términosdel establecimientode los limites de significadode las u _____________ • 1 Vd KrV, A 60- lIB 85: «Gleichwohl liegt so etwas Verleitendes in dem Besitze einer so sche¡nbaren Kunst, alíen • unseren Erkenntníssen ¿líe Form des Verstandes zu geben, ob man gleich it> Ansehung des Inhalis derselben noch • se/ir leer und ant> sein mag, dafi jene alígemeine Logik, ¿líe blofl ein Kanon zur Beurteílung ist, gleichsam wie ein • Organonzur wirklichen Hervorbringung wenigstens mm Blendwerk von objelctiven Behauptungen gebraucht,>; cfr. op. cit, A 59-601B 84: «Pues aunque un conocimiento esté enteramente de acuerdo con la forma lógica, es decir, aunque no se contradiga a sí mismo, puede seguir estando en contradicción con su objeto. Por consiguiente, el • criterio meramente lógico de verda4 a saber, la conformidad de un conocimiento con las leyes universales y • formales del entendimiento y de la razón, constituye la conditio sine quanon, esto es, una condición negativa de • toda verdad: la lógica no puede ir más allá, y carece de criterios para descubrir un error que no concierna a la forma, sino al contenido». • 2 Vi Tráume, II, Pp. 346-7; cft. Deutlichkeit, II, Pp. 289-290.u u • 75 u u u u u e categonas,y, en esamedida,con que seatengaa las condicionesdel esquematismocomo las únicasque habilitaránla aplicación de los conceptospuros del entendimientoa objetosde la experiencia,es decir, que harán posible su significación. Como resistenciaal logicismo infatigable de los dogmáticos,cuyos aún pobladosbastionesencabezanGarve y Eberhard, la Crítica denunciará,bajo los conceptosontológicosy los principios metafisicosde esatradición, la presenciade operaciones y reglaslógicasa las que se ha atribuido un alcancedesmedido’. Precisamente,cuandono sehaseñaladopreviamentecon suficienterigor el estatutoformal que correspondeaunaproposición,secreerápoderaplicarlaa las cosasen general,pasoen falso en el quehabríanincurridolos prestidigitadoresde la metaflsica,que consideranpodertransformar directamente,sin necesidadde recurrira las condicionesde nuestrasensibilidad,una estructura lógica,comoesla formadeljuicio hipotético,enunacategoría,comoesla causalidad,aplicable a los datossensiblesque se nosdan mediantelas intuiciones de espacioy tiempo2. Por este conjuntoderazones,en lugarde considerara la ontologiacomocienciaencargadade elucidarla ontologíanatural3 queescapazde elaborartodo entendimientocomúnhumano,seríamuchomás recomendableinvestigarla relaciónentrelos conceptosespontáneay naturalmentevividos como objetivos y las nociones formales que únicamente poseen sentido como reglas lógicas, contraponiéndolosa las condicionesde la objetividad, es decir, emprender, así, tras la determinaciónde cuáles sean los conceptosoriginarios del entendimiento,una deducción transcendentalde los mismos,comoel único caminofiable parapasarde un mero examende conceptosa unaposiblelegislaciónconceptualsobrecosas. Pero las ilusionesevitablesno consumanel trazadode la silueta de una facultad que fabricaaparienciasinevitablementecomoesla razón.Permitirácompletarnuestroanálisisacerca de su función distorsionante—enrelaciónal lenguajeutilizado porel entendimientoen suuso empírico—, la distinción entre el sentido de transcendentaly de transcendente4aplicado a ‘Esteesel sentidode la denunciapresenteenuna de las cartasenviadasa Reinhold, 12 de Mayo de 1789, Ak. XI, p. 36:«En general, todo elcapitulo de la esencia, los atributos, etc> pertenecen puray simplemente, no a la metafísica (donde Baumgarten, con muchos otros, la ha situado), sino a la lógica Porque, descomponiendo todo lo que pienso en mi concepto, encuentro fácilmente la esencia lógica, a saber, lo que forma los primeros constituyentes de un concepto dado, o los atributos comofundados lógicamente en la esencia», desdedondeno puedeavanzarsehaciala esencia realdelacosa. 2 Vi ibid: «Ocurre solamente que losprestidigitadores de la metafisica realizan su giro a hurtadillas sin que pueda advertirse, pasan delprincipio lógico de razón alprincipio transcendental de causalidady admiten que éste ya está contenido en aquél»; cfr. Fortschr., XX, p. 277: «[C]on toda esa elaboración suya [la tilosotia leibniziano- wolffiana] sigue estando, sin saberlo, en el campo de la lógica, sin haber conseguido dar paso alguno hacía la metafisica y menos aún dentro de ella, probando con ello que no tenía clara noción de la diferencia entre juicios analíticos y sintéticos». Nos interesa seflalar especialmentelo inadvertido del logicismo, que únicamente el idealismotranscendental,ensu irreductibilidadde la existenciaal concepto,parecesercapazde desmontar,aunque si llega ahacerlocompletamenteo no esunacuestióndelaquehabráocasiónde ocuparsemásadelante, > Vd Wolff, Ontologia, §§ 21 y 23. 4inhuducixemoscon vistas a la deteiniluaciónde estadistinción crítica una serie de textospertenecientesa la dialéctica transcendentalquenosparecenmásrelevantesal respecto.Podemoscomenzarconunaseriede pasajes pertenecientesa la Introd. a la dialéctica transcendental de la KrV, como A 295-6/B 352: «Llamaremos a los principios, cuya aplicación se mantiene en las limitaciones (Schranken)de la experiencia posible, inmanentes; mientras que a aquellos que sobrepasen esos limites (Grenze)transcendentes.No entiendo bajo estos últimos principios el uso transcendentalo abuso de las categorías, que es un simple error del Juicio, al no ser convenientemente refrenado mediante la crítica y por no prestar una atención suficiente a los limites del terreno sobre el que puede actuar el entendimientopuro; sino principios efectivamente reales que nos incitan a derribar todos lospost esfronterizosy a adjudicarnos un territorio nuevo que no admite demarcación alguna. Transcendental no es, pues, lo mismo que transcendente»;cfr. op. cit, A 298/B 355: «Hay, pues, una natural e inevitable dialéctica de la razón pura, no una dialéctica en la que se enredo un ignoranteporfalta de conocimiento o que haya inventado 76 u u u u u • conceptosy principios del entendimientoy de la razón.Antes que nadahabráque recordarun • principio transcendentalno tendrásentidomásqueen relacióna la posibilidadde la experiencia —transcendental mientaenefectola posibilidad del caráctera priori de un conocimientopuro, de cuyo alcancey límites en el caso de la facultaddel entendimientoseocuparáuna analítica transcendental—,de sueneque la ontologia crítica no podrá admitir sin más que el sentido transcendental de las categorías —su sentido meramente lógico— autorice su usou transcendental, en la medidaen que aún habrátoda una ríquezatranscendentalde aquéllasque carezcade productividadontológica. La ilusión derivadade la ausenciade estadistinción será dificil de desenmascararse,perono resultaráinevitable,atributocon quesedefinirá,sin embargo, a la apariencia transcendental de las Ideasde la razón.En esesentido,el ejercicio saludablede la e reflexión transcendental,tal y como lo proponeel apéndicede la Anfibolía. puedeprevenirlo,a u diferencia de lo que ocurre con aquellos conceptospuros que no son dados en ningunau experienciaposible. Lo másrelevantey peculiarde la lógica de la apariencia, que sucedea la constitución • estructuralde unaontologiay sulógica de la verdad,residiráen que,adiferenciade lo queocurre • en laaparienciaproducidaporel uso transcendentalde las categorías—dondeel entendimiento • incurreen el error víctimade suinercia—,o en las aparienciasópticas—productosde un engaño • de la imaginación—,no sederivade un defectodel conocimiento,de la intervenciónde razones • insuficientes que desemboquenen la mera probabilidad’. No deberá confundirnos su • manifestación—como citábamosmás arriba— medianteun desapercibidoinflujo de la • sensibilidadsobreel entendimiento,por el que tomamos—en una desgraciadadesviación— • fundamentossubjetivosporobjetosreales,de modoquelo redujéramosa los ejemplosanteriores, U puesmásbienseanclaráen principios, cuyo usono descansaen laexperiencia-casoen el que • al menoscontaríamoscon una piedrade toquede sucorrección—,al conducirmás allá del uso • empírico de las categonasy entretenemoscon el espejismo(Blendwerk) dc una ampliación • imposible para el entendimientopuro. Esos principios transcendentalesde la razón que • desorientanal piloto criticoensuitinerariopodráncontar,asuvez, con un usotrascendente,que • transgredalos limites de la experiencia,o bien inmanente,si es que decide contribuir a que el u conjunto de los conocimientosempíricosdel entendimientoconformenel másperfectoedificio • que seaposible’. Los motivosy las consecuenciasde eseusotranscendentepodrándescubrirse, u • arq/icialmente algún sofistapara confundir a lagente sensata, se trata, más bien, de una dialéctica que inhiere de • forma inevitable en la razón humana y que, ni siquiera después de descubierto su espejismo, dejará suspretensiones de engaño ni sus constantes incitaciones a las errancias momentáneas, los cuales requiere>; una continua corrección». Podemoscontinuarcontextosdela secciónLasIdeastranscendentales, pertenecienteal primerlibro de • ladialéctica,vd op. cii,, A 326-7/B383: «La razón siempre se refiere aluso del entendimiento [.1para prescribirle • una proyección hacia cierta unida4 de la que el entendimiento no tiene ningún concepto [...]. De a/ii, que el uso u objetivo de los conceptos puros de razón sea siempre trascendente,mientras que el de los conceptos puros del entendimiento tiene que ser, según su naturaleza, siempre inmanente,ya que se limita meramente a la experiencia posible»; cfr. op. cii., A 238/B 297-8; acercade la vinculación entrelas Ideas transcendentalesde la razóny una u ampliaciónilimitada (unbegrenzt) de los conceptosdel entendimientoqueconduciríaa la aparienciatranscendental vuedeacudirseal §45 de losProlegómenos. • Vd. KrV, A 29MB 351-2: «Nuestra tarea presente no consiste en tratar de la ilusión empírica (la ilusión óptica, por • ejemplo) con la que nos encontramos en el uso empírico de reglas, que, por lo demás, son correctas, del entendimientoy a través de la cual elJuicio es desviado por influjo de la imaginación». • 2 Comocomplementodela notaanterioracercadela distinción entretranscendentaly transcendente,remitiremosa • los siguientespasajesconcernientesal establecimientode los distintos usos que se puedendar de las Ideas • transcendentales,en losque se subrayalaposibilidadde unusopositivo deunaestructurasiempreexcesivadesdela • perspectivade la ontologia, va’. op. cít, A 643/B 671: «Es, pues,desuponerque las Ideas transcendentales tengan un uso apropiado y, por consiguiente, inmanente,por más que, en el caso de que se desconozca su sign4ficadou u u 77 u u u u u u peronuncaeliminarsedel todo -como decíamos—,puescon ello perderíamos,si esque con todo fuera posible, una peculiaridad necesariade nuestra razón, o dicho de otro modo, perderíamosmás de lo que ganaríamoscon la mutilación de nuestrasensibilidad hacia la apariencia. Por ello, no nos equivocaremossi afirmamosque nuestrarazón contiene reglas fundamentalesy máximasde su uso que tienen exactamenteel aspectode principiosobjetivos, así comoque permiteque la necesidadsubjetivade unacierta conexiónde nuestrosconceptosa favorde nuestroentendimientoseatenidapor objetiva,comodeterminaciónefectivade las cosas. La razónalberga,así, una ilusión natural e inevitable que habráque distinguir con rigor de los sofismassolubles,distanciaqueilustrará ladiferenciaentrelas facultadesdel entendimientoy la razón,a saber,la facultadde la ontologíay la de la metafisicaespecial.De hecho,pocascosas resultande tantautilidad paralametafisicacomocienciaqueel siguientepaso: «La distinción de las Ideas,esdecir, de los conceptospurosde razón, de las categorías,o conceptospuros del entendimiento,como conocimientosde tipo, origen y uso completamente distinto, es una partetan importantepara la fundamentaciónde una cienciaquedebecontenerel sistemadetodosestosconocimientosapriorí, quesin unasemejanteabstracciónla metafisicasería imposible, o todo lo más un intento menesterosocarentede reglasde componerun castillo de naipes,sin conocimientode los materialesde losquese ocupani de su capacidadpara esteo aquel fin determinado.Si la Crítica de la rp. tan sólohubieraproporcionadoeso, poner antelos ojos antesquenadaestadistinción, habríacontribuido medianteello mucho mása la clarificaciónde nuestrosconceptosy de la direcciónde la investigaciónenel campode la metafisica,quetodoslos esfuerzosinfructuososdedarsatisfacciónalas tareasde la r.p. [.1 sin atisbarqueuno sehallabaen un campobien distinto queel del entendimiento,y de ahí, se denominóde un solo trazoconceptos del entendimientoy de la razón,justocomo si fuerandeunamismaclase»1. (Bedeutung)yse las tome por cosas reales, puedan ser de uso transcendente, y, por ello, engañosas. Pues no la Idea en si mis-ma, sino su uso es el que puede, o bien traspasar toda la experiencia posible (uso transcendente),o bien respetar los límites de ésta (uso inmanente),según que la Idea sea aplicada directamente a un objeto que se supone le corresponde, o sólo al uso del entendimiento respecto de los objetos de los que trata»; cfr. op. cit., A 308/B 365: <4L]os principios que se derivan de este princ¡»io supremo de la razón pura serán transcendentesen relación con todos los fenómenos, es decir, jamáspodrá hacerse de él un uso empiricamente adecuado. En consecuencia, será completamente distinto de todos los principios del entendimiento (cuyo uso es por completo inmanente,ya que poseen como único tema la posibilidad de la experiencia)»; observandola distinción entre conceptosde razón cosmológicos y transcendentes, como pasodel conflicto antinómicoal Idealdela razón,puedeacudirsea op. cii?, A 565/E593: «Mientras los conceptos de razón no posean otros objetos que la totalidad de las condiciones del mundo sensible y lo que puede servir a la misma razón con respecto a ella, nuestras Ideas son cosmológicas,aun siendo transcendentales. Pero tanpronto como situemos lo incondicionado [..] en aquello que se halla totalmente fiera del mundo sensible y, consiguientemente,fuera de toda experiencia posible, las Ideas se convienen en transcendentes». Vd Prolegomena, §41, A 127-8: «Die Untersc/ieidung der Ideen, di. der reinen Vernunftbegr~(fe, von der Kategorien. oder reinen Verstandesbegrif/en, als Erkenntnissen von ganz verschiedener Art, Ursprung una’ Gebrauch, ist ein so wic/itiges Stiick zur Grundlegung einer Wissenschafi. welc/ie das System aller dieser Erkenntnisse apriori ent/ialten solí, do]? o/me eme solche AbsonderungMetap/iysik schlechterdings unmtglichoder /iOchstens ein regelloser sttimperhafier Versuc/i ist, ohue Kenntnis der Materialien, womit man sic/i beschafiigt, una’ i/irer Tauglichkeit ni dieser oderjener Absichí ein Kartengeblinde zusammenzuflicken. Wenn Kritik dr. Y auch nur das geleistet hótte, diesen Untersc/iied zuerst vor Augen ni legen, so halle sie dadurch sc/ion me/ir zur Auflclarung unseres Begruffs und der Leiiung der Nachforsc/iung im Felde der Metaphysik beige tragen, als alíe fruc/itlose Hemii/iungen, den transzendenten Aufgabender r. y. ein Gniige ni tun 1..] ohnejemals ni wóhnen, da]? man sich it; einem gatt andan Felde befúnde, als dem des Verstandes, und daher Verstandes- una’ Vernunftbegriffe, gleich als ob sie von einerlei Art wúren, in einem Siriche /iernannte», A estadistinción de su alcance,sentidoy uso debia acompañartambién una aclaraciónterminológica, quepusiesefin al uso indiscriminadode la palabraidea para referirsea todarepresentaciónde nuestrasfácultadescognoscitivas;vi KrV, A 3 191B 376-A320/E377. Un estudio en profUndidad acercadel sentido enteramentepositivo de la Dialéctica transcendentalpara la transformación kantianade la metafisicalo encontramosenDer Ursprung der Metaphysik in der reinen Vernunfl... de R. Malter, en J. Kopper& W. Marx 200 Ja/re KrV, citado en bibliografia, PP. 169-210;vi especialmentepp. 175-183,dondese 78 u u u u u • El destino final que puedatener la tareade estudiarcon la exhaustividaddeseableel • alcancey los límites de nuestrasfacultadescognoscitivas,de manenque resulteposiblereuniral • conjunto de nuestrosconocimientosa priori en un sistema,dependeráasí estrechamentedel análisisde las diferentesarticulacionesintelectualesdel entendimientoy de la razón,con vistasa determinarel conocimientoa priori de que escapazcadaunade ellas. En consideracióna este • pasopodemoscontemplarahorael sentidode anteponera la comprensióndel problemaracional del limite comoapariencia,la consideraciónde éstecomoespaciovacíoy comonada,a la que dabaaccesola reflexión,puessólo el establecimientode un sistemacenadode conceptospuros del entendimientopodíaevidenciarla necesidadde distinguir por contenido y origen entredos tipos de conceptosa priori, o si seprefiere,sólo un discursoquetomaraen serio las distinciones u transcendentalesy que denunciarala meraapariencia lógica -como observamosen laAnjibolia u de los conceptos de reflexión— podíadescubriralgoasícomounaapariencia transcendental. En principio, el trazadode la distinción entreentendimientoy razón y sus conceptos u correspondientesno parecepoderdecidirsede un modonatural, de modoquela Crítica llegaráa u preguntarseacercade si realmentese trata de dos facultades,que suministrencoordenadasde • inteligibilidad distintas,o bien si no seestaráhablandode diferentesintensidadesdel Juicio,que • sólo sedistinganporsuestructurade fundamentación’.Porel momentono estaráde másrecordar • la preguntafundamental,planteadaen el Prólogo A de la Crítica de la razón pura, que inquiere • «¿Qué y cuánto pueden conocer el entendimiento y la razón con independencia de toda • experiencia?» (A XVII), la cual, lejos de interpretarsecomo un añadidomeramenteretórico, • deberáconsiderarsecomo la clave parano malinterpretarlas relacionesentreambasfacultades. u Unanotapertenecienteal Prólogo 8 de la obra citada(E XVIII) afirma,en la mismalínea,que la u metafisicapuedeacometer«un experimento con conceptosy principios supuestosa priori», con u respectoa los cualesserá posible adoptardos puntos de vista diferentes«[plor una parte, u organizándolos deforma que tales objetos puedan ser considerados como objetos de los sentidos u y de la razón; porotra,como objetos meramente pensados, como objetos de una razón aislada y • que intenta sobrepasar todos los límites de la experiencia». El reto de hacer la experiencia de un u conocimientoque vaya másallá de los limites de la experienciaconciernea la razónhumana u • analizamásde cercala clave de la distinción entreentendimiento y razón, asi como la diferenciaentreel uso formal • y el uso real dela última.Vd KrV, A 408/E 435-A 409/E436, texto correspondienteal Sistema de las Ideas cosmológicas, dondecon • respectoa la presentaciónde éstehabráque observarlo siguiente:«los conceptos puros y transcendentales sólo pueden surgir del entendimiento; [...] la razón no engendra conceptos, en sentido propio, sino que, a lo más, liben el concepto del entendimiento de las inevitables limitaciones (Einschránkungen)de la experiencia posible, • intentando extenderlo hasta más allá de los limites (Grenzen) de lo empfrico, aunque siempre en conexión con ello»; u cfr. op. cii?, A 407/E433 y A 299/E356; A 673/E701: 0 Estetexto abre el pasohaciael Ideal transcendental de la razón pura, que nos pareceun auténticopunto de inflexión de la filosofia crítica, a partir de cuyas observacionespuede sefialarse y denunciarsela hipostatización de un principio regulativo de la razón —un Entendimientoarquetipoo supremo—,al sentenciarque,de lamanode la investigaciónsubjetiva de la razón que representala enteraDialéctica transcendental, que el conceptode un Ser supremodesciende—si bien siguiendounos pasosen los que estetrabajono puededetenerse como podríaesperarse—de esenciasupremay culminantede la ontoteologíadogmáticaa mera condición subjetiva de sentido, en virtud de la cual mis productos y elaboraciones (Bearbeitungen) cognoscitivospodránconformarun todo lo másunificadoy sistemáticoposible2. La soluciónnecesariaparaun conflicto comoel planteadopor el Idealde la razón,esencialmente ligadoa la alianzade la quehablábamosen el apartadoanteriorentrela razóny la imaginación,a saber,parael problemade poderpensar,como estandoahí delante,un horizontetotalizadorde todaslas cosasqueno resulteproductode un pasodialéctico,exigirá tomaren serio la siguiente exigencialógico-racional: «Enrelacióncon lo queno se halla contenidoen él, todoconcepto es indeterminadoy está sometido al principio de determinabilidad, según el cual sólo uno de cada par de predicados opuestosentresí contradictoriamentepuedeconveniral concepto,que se basaen el principio de contradicción, y de ahí es un principio meramentelógico, que abstrae de todo contenido cognoscitivoy no atiendemásquea la forma lógicadel conocimiento»3 Una ilustraciónmásextensade esteprincipio lógico de la razón, que afectay concierne inevitablementea la lógica transcendental,la encontramosen las leccioneskantianassobre lógica, en las que la determinación resultarádefinida como especificación, es decir, como un Ud KrV, A 582/B 610: «[l]st nichis fur unscm Gegenstand, wenn es nicht den Inbegr¡ffaher empirischen Realitál als Bedingungseiner Móglichkeit vorausse¡zí. Nach einer natiirlichen Jhlusion sehen wir mm dínflir cinen Gn¿ndatz an, der von alíe,, Dingen ñberhaupt gelten mñsse, welcher eigen¡lich ímr von denen gui. dic als Gegenstánde unserer Sinne gegeben werden. Folglich werden wir das empirische Prinz¡jp unserer Begr¿ffe der Móglichkeit der Dinge, als Erscheinungen, durch Weglassung dieser Einschrúnkung, ff4 cm traíszendentales Prinzip ¿lcr Méglichkeit der Dinge tiberhaupt halten», Podemosconfrontarestetexto plenamentecritico con las anteriores descripcionesde estaaparentementeinevitableoperacióndela razónhumanaen Rif n0 4582: «La exigencia de la razóíí de conocer el Ser supremo es la de una hipótesis necesaria de su uso»; cfr. Rfl. n0 6290: «El ensrealissimum debe ser dado con anterioridad a toda posibilidad; de ahí que, igualmente que cl espacio, no pueda ser pensado como posible, sino como dado. Pero el espacio no es dado como un objeto real en si, sino como una simple forma solamente en la cual los objetos pueden ser intuidos; igualmente el cns reahissimum no debe pensarse como objeto, sino como la simpleforma de la razón para pensar en su determinación completa ¡a dorerencia de todo lo posible, por lo tanto, como Idea; de donde no se sigue que el objeto de esta Idea, en si, sea real». 2 lectura —en su Théorie kantienne de Uhistoire— acerca Estamosplenamentede acuerdocon la de A. Phílonenko de la distanciade la comprensiónde lo queestáen juego enun discursoteológicoen el Emnzig Beweist y en la KrV En efecto el primero ofreceráunasuenede critica ontológica de la ontologia —o comonosotrosproponemosuna critica oííto-ícológica de la ontología—, mientrasquela Dialéctica transcendental de la primeraCritica pondráde manifestola apariencia transcendental quealbergael discursoteológico de la ontologíaclásica,vd A. Philonenko, op. cit., cap.XIII, p. 212, nota 7; cfr. F. Alqulé, Le cartésianisme de Malebranche, Pp. 501-2. Ud. KrV, A 571!B 599: «Einjeder Begriffist in Ansehung dessen, was in ihm selbst nicht cnt/zallen ist, unbestimmt, und steht unter dem Grunds¿itze ¿lcr Bestimmbarkeit:da]? nur cines, voíí jeden zweencinander kontradiktorisch- entgcgcngesetzten Prúdikaten, ihm zukommen kóníie, welcher aufdem Satze des Widerspruchs beruht, und daher ciii bloil logisches Prinzip ist, das von allem Inha¡te der Erkenn¡nis abstrahiert, und nichís, als dic logische Form derselben von Auge hab>. 86 u e e e u • procesomedianteel cualafiadimossucesivamenteal conceptoinicial delcasoun carácterqueno estéanalíticamentecontenidoen él, de modoqueprogresivamentevayadelimitándosesualcance • (Umfang). Sin embargo,si bien seráposiblehallar un conceptum summum paraseriesdadasde • conceptossubordinados,más allá del cual no se puedacontinuarel procesode abstracción,la distincióntranscendentalentreintuicióny concepto,entresensibilidady entendimiento—sóloen • cuya síntesispodrátenerlugar el conocimiento-,impedirá que puedadarsealgo así como un u conceptum ínfimum o una especieínfima, puesmásbien sólo los entes individuales en rigor, asaber,las intuicionesformalesdel espacioy del tiempo, resultaránplenamentedeterminadosen su singularidad,al constituir la determinaciónsensibleirreductible de las cosas. La cuestión U parecerámucho más sencilla para un leibniziano, para el que bastarála presenciade una U representacióntotalmente determinada—sin especificación de su naturaleza intuitiva o u conceptual—para concederleel lugar de una ultima species, un concepto omnimodamente determinado,pero kantiananientesemejanterepresentación,recordandono sólo las condiciones • establecidasenla Estética transcendental de la primeraCrítica, sinotambiénlo dichoen relación • auna tópica transcendental, sólo podráser,en todo caso,una intuición2. La únicarepresentación • completamentedeterminadatendráque referirse,pues,en todo casoa la intuición,con lo que los • objetosse hallaránigualmentedeterminados,en tanto que objetos singulares, en la medidaen quesetratede objetosdadosmedianteaquélla3.Perode la manode lamáximalógicapresentada • por el pasajeanterior,la razón humanageneraráde un modo natural un principio que ya no U tendráun aspectomeramentelógico, sino másbientranscendental,incurriendoenuna apariencia • que habráde sercuidadosamentedesmontada,si esque sequiereiluminary dejara la vista,tras • suaspectodialéctico,el nivel de inteligibilidad querealmenteocuparáen la Crítica, desdedonde • sea posible investigar cuál puedaser la presuposiciónlegítima que cimente y garanticeel u ejerciciode ladisyuncióntranscendentalde los conceptos.Paraello habráqueconvencersede lo • inadecuadode la siguientevía corta: e u «Perotodacosa sehalla igualmente,desdeel puntodevista de su posibilidad,sometidaal principio de omnímoda determinación,segúnel cual tiene que convenirle uno de cada par deu predicadosopuestos,en la medidaen quehayansido confrontadoscon sus contrariostodos los U predicadosposibles de las cosas. [...] El principio de omnímodadeterminaciónafecta,pues, al • contenido y no sólo a la forma lógica [...] El mismo principio contiene una presuposición • transcendental,esdecir, dela materiade toda posibilidad, la cual debecontenerapriori los datos delaposibilidadparticulardecadacosa»4. u ______________ Puedecompararsela distinciónentre el principio lógico de determinabilidad y el transcendentalde omnímoda U determinación en la segundaseccióndel Ideal transcendental de la razón pura con lo expuestoen Ial ogik-Jasche • enrelacióna la determinación, ensuoposicióna laabstracción, y los limites de las mismas,vd. §11,Aiim., A 150-1; • ~15,A153-4. - B. Longuenesseconsidera—vi su ya mencionadaintervenciónen el octavo Congreso Internacional sobre Kant— queKant modifica del siguientemodola ley de continuidad leibniziana:no sólo no hayproxima species, puestoque U entredosespeciessiempresedaunaespecieintermedia,sinoquetampocohay iqfzma species, esdecir, no es posible • unaespecificaciónúltima medianteconceptos. 3 • Hacemosabstracciónpor el momentode la indeterminaciónen la quepermanecenlas multiplicidadessensibles hastaqueno recibenla determinaciónintelectualde los conceptospurosdel entendimiento,conformea unade las u funcioneslógicasdeljuzgar;vi KrV A 20/B 34; A 249. Habrá,pues,dosmodosde determinaciónenla doctrinadel • idealismotranscendental,unasingulare intuitiva, otra distributivamedianteconceptosdel entendimiento. u ~ Ud. op. cit., A 571/II 599-A 573/B 601: «Em jedes Ding aber, seiner Mbglichkeit nach, steht noch unter dem • Grundsñtze der durchgángigenBestimmung, nach welchem ihm von alíen móglichen.PrcYdikaten der Dinge, so feríz • sie mit ihren Gegenteilen verglichen werden, emes zukommen mufl. [...] Das Principium der durchgángigen Bestimmung, betr4f/t also den Inhalt und nicht blo]? die logische Eorm [.1 enthált eme transzendentale e U 87 u u e u u El texto anunciauna presuposicióntranscendentalde la que, porel momento,podremos salvar la siguienteafirmación,a saber,aquello que permitirádeterminarcompletamentea cada objeto singularserá su poder sercomparadocon todo otro objeto de la experiencia,pero esa posible comparación,en abstracciónde las condicionesde las formas de la intuición, queda reducidaa una mera reglade ordenaciónlógica de nuestrasrepresentaciones.Precisamentesu caráctermeramentelógico no haránecesariosuponerla actualidad de la totalidad de predicados posibles,en el Entendimientoinfinito de Dios, para afirmar que cadacosa sehalle positiva o negativamentedeterminadaen relaciónatodoposiblepredicado,sino que bastarácon demostrar que nuestroentendimientodiscursivodeterminacadacosaindividual, positiva o negativamente, en relacióna todaslas subesferasposiblesde unacomún,queesseñaladapor las condicionesde posibilidad de la experiencia.Dicho de otra manera, convencersede lo inadecuadodel planteamientode un principio transcendentalcomo el de omnímoda determinación no significa que un conceptodoctrinal como el idealismo transcendentalpuedaprocedera una entera abstraccióndel problemade fondo haciael que señalaesaapariencia transcendental, es más, habráque aprendera descubriren estareviviscenciade la razónlos desarreglosproducidospor unanuevaexigenciaestructuralquesolicitasalir a la luz’. Comenzaremosseñalandoque el Ideal de la razón sepresenta,de estamanera,entanto quesuposícionnecesariade la aplicacióna todas las cosasdel principio de omnímodadeterminación,como herederodel principio de razón determinante, que Kantrecogede la tradición escolar,manifestandomuy prontola insatisfacción —que le ponedel ladode Crusius—con la denominaciónsuficiente, queserámásrecomendable - 2sustituir por la de determinante . Este principio requiere detenninarlas condiciones de operatividad del principio de tercero excluido, base lógica precisamentedel de razón determinantey fundamentode sentido de los razonamientosdisyuntivos, donde «todos los miembros de la disyunción reunidos, salvo uno, forman el opuesto contradictorio de este uno»3. Sin llegara consideraral principio de omnímoda determinación como unasuenede corolario del principio supremode todoslos juicios sintéticos,fundamentadoen la Crítica de la razón pura, si nospareceque podemosadscribira esarepresentaciónde un fotum realitatis cierta relevancia como una mcta (Ziel) que la razón pone al entendimiento,para su progresoy la ulterior sistematizaciónde susconocimientos.A diferenciade la versiónanfibólicaquelos racionalistas hanofrecidode esarepresentaciónideal, el filósofo transcendentalno deberápensarlacomoalgo actualmentedado, lo que únicamentedesembocadaen la aparienciade la metafisicaracional, sino como una presuposiciónderivadade un entendimientosensiblementecondicionado.De ciertamanera,el uso distributivo del entendimientopresuponeen sureflexión la representación lógica de una unidadcolectivade la experiencia4,pero habráque afinar enormementelo que se Vorausse¡zung, namlich dic der Materie zu aller Móglichkeit, welche a priori dic Data zur besonderenMtglichkeit jedesfinges enthalten sol!». 1 En un giro interpretativoquesin dudaha influido en la elecciónde la estructuradel presentetrabajo,O. Lebrunha insistidoen su obraconsagradaal tratamientoy la concepciónde la metafisicaenKant, especialmentea la luz de la conclusión del proyecto critico con una Crítica del Juicio, en la vinculación entre este escollo critico y el reconocimientodela facultaddejuzgarcomo unatercerafacultadsuperiordeconocer. 2 Ud Nova Dilucidatio, sección11, definición, prop. IV, Pp. 422427. Ud Logik-Jósche, § 77, Anm. 1, A 203; cfr. Deutlichkeit, V consideración.,§ 3, A 90-1; cfr. KrV, §11, B 111-2; asi como el intento leibnizianocontrario de subordinarel principio de razónal de contradicción,de lo que se seguiria unademostraciónanalítica,al menosdederecho,detodaslas proposicionesde la lógicageneral,vd. Phil. Schr, VII, Pp. 199-200. ‘~ Ud KrU, A 5811B 609: «[P]regunto: ¿cómo llega la razón a considerar toda posibilidad de las cosas como derivada de una únicaposibilidad, que se halla en su fundamento, es decir, la de la realidad suprema, e igualmente a presuponerla como contenida en un Ser supremo (Urwesen)particular?. La respuesta sc ofrece de por si apartir 88 u U U u u • afirme en estesentido, puespoco despuésdel texto que citamosen la nota inmediatamente • anterior,Kant criticará la subrepcióndialécticaque significaríala transformaciónde la unidad U distributiva del entendimientoen una unidad colectiva, propiadel razón,es decir, la sustitución del marco categorial —meramente discursivo— por uno colectivo, considerado como efectivamentedadoen la experiencia,con respectoal cual cadacosaparticular(besonder) seria U unade sus limitaciones.En virtud de la reducciónde la relación que el ens realissimum mantiene con las realidadeslimitadas, finitas, a la relaciónde unasuertede Idea regulativa de la razóncon los conceptosdel entendimiento—relaciónesta última sin objeto, puessu conceptoprincipal carecedereferenciaobjetivaalguna—,la presuposicióncosmogónicaprecriticade unaexistencia suprema,que sostendríala posibilidaddetodaslas cosas,se transformaráen la determinaciónde unaforma , tal y comoquedabaanunciadoen laA nfibol ¡a de los conceptos de reflexión. Peroal lado de la engañosanecesidadque presentanuestrarazónde pensarun principio u lógico último con anterioridada cualquier operacióndeterminante(forma) —inversa pero • complementariaala anterioridadde la representaciónde la forma conrespectoa la materiaen los U conceptosde reflexión, descubiertaen la analítica transcendental como unaestructurabásicade • nuestrareflexión,por lo tanto,de nuestraelaboracióndeconceptos—,y al ladode la idealización • de un ens realissimum como condiciónde posibilidaddel ejercicionuncaobstaculizadode la • disyuncióntranscendental,la obrakantianacontieneun buennúmerode textosenlos queestáen U juegootra representaciónsupremade determinaciónque concierneal estatutode la comunidad U que conformanunascosascon otras—la conexiónen la que se encuentrantodos los elementos • constituyentesde la materiadel pensar—,lo queconduciráarepensardesdeun marcototalizador • los presupuestosreflexivosde la terceraanalogíade la experiencia.Podemoscomenzarpor esta U nuevadirección quetoma el mismo problema—el establecimientode unanociónno dialéctica U de totalidadcomolimite denuestrasoperacionesintelectuales—trasladándonosa unaobracomo • la Dissertatio de 1770, en la que sedistinguiráentrela totalizaciónmero arbitrio o por mera u comparacióny la totalización nexu, distinción a la que se volverá repetidasveces en las u reflexiones, y que anuncia la que media entre matemático/dinámicoy composición e (Zusammensetzung)/conexíón (Verknñpfung). Si avanzamosun poco más,observaremosque la u distinción mencionadano separadoselementoscoordinados,sino queel segundoactúacomo • condiciónde posibilidaddel primero.Asi, en ciertomodo,podremoshablarde todos los entessin • excepciónporquesupondremosyasuposiblecomunidad,comouna suertede concepto-límite,de • maneraqueno los consideremoscomoun conjuntode partesindiferentes,sinode elementosque • sehallanen relaciónrecíproca.Nosfalta poraveriguar,sin embargo,con respecto a qué sehallan • en esadisposición1.En relacióncon estapresuposiciónnecesariaKant criticaráa partir de la U u • de lo tratado en la analítica transcendental. La posibilidad de ¡os objetos de los sentidos es una relación de los mismos con nuestro pensamiento, en el que algo (asaber, ¡aforma empírica) puede serpensado a priori, mientras que aquello que constituye lamateria, la realidad en elfenómeno (lo que corresponde a ¡a sensación), tiene que ser U dado, sin lo cual nisiquierapodría serpensado y con ello, no podría representarse su posibilidad Ahora bien, sólo U puede determinarse omnímodamente (durchgángig)a un objeto de los sentidos si es comparado con todos los • predicados de/fenómenoy representadopositiva o negativamente mediante losmismos». Ud Dissertatio, § 2, A 5; .41c-Ausg. II, p. 390: «En efecto, reuniendo juntas muchas cosas se puede hacer sin U d~ficultad un tododerepresentación,pero no por lo mismo la representacióndeun todo.Por la misma razón, si por • acaso se dan todos de sustancias, no ligados entre si por ningún vinculo, su conjunto, por el cual la mente reduce U una multitud de mundos abrazados por un únicopensamienta El nexo empero, que constituye laforma esencialdel • mundo, es considerado como el princ¡~io de los influjos posiblesde las sustancias que constituyen el mundo [...] • Porque para la identidad de un todo no basta la identidad de las partes, sino que se requiere la identidad de la composicióncaracterística», de dóndesólo el conocimientodel nexus —mododecombinaciónde lo heterogéneo, e e 89 u U U e u u Nova Dilucidatio la tesis leibnizianade la espontaneidadinterna de las sustancias,en cuanto tributariade unadefinición arbitrariade la fuerza,de modo que la interacciónentresustanciasno deberáinterpretarse—desdela perspectivade una determinacióncompletade esasmismas sustancias—como un efecto aparente,sino que esaexhaustivadeterminaciónunilateral nunca podrá dar cuenta suficiente de los cambios, de las modificaciones sufridos por aquéllas1. Finalmente, el planteamientoelegido por la Crítica sostendráque los predicadosque nos permiten reconoceruna cosa (esencia lógica) son bien distintos de los acontecimientos contingentesquela afectan,esdecir,distinguiráentreel ordenmeramenteconceptualy el de la existencia.La acciónrealrecíproca(Gegenwirkung) entrelas sustancias,unaconexióndinámica, será,así, el fundamentoque nospermitacomprenderlas modificacionesde las mismas,de las que tendremosnoticia segúnla formade unasucesiónacontecidasegúnreglas—comoadvienen los principios del entendimientopuro—. De esta manera, el tiempo de la Crítica, cuya esquematización—desdeuna dirección expositiva inversa a la que estamossiguiendoaquí-- serviráde basede significacióny aplicaciónparanuestrascategorías,dandolugara los principios del entendimientopuro —como los juicios sintéticos a priori supremos(ob criste)—, no se presentaya como una imagende la eternidad,en sentidocasi platónico, sino como un operador clavede eseordendelcosmosque resultatan dificil identificar,el cualsólocontarácon sentidosi es que seda unacomunidadde sustanciasque sehallen vinculadasentre sí y que actúenunas sobreotraspor el merohechode ocuparun mismoespacio.Sin la presenciade esaconexión a priori, la forma que tomarían las cosasen general el hechode que se muestrencomposibles unascon respectoa otras—no podríaaparecerantenuestrosojos másque como un maravilloso azar en el texto interconectadode la experiencia,que la sabiduríasupremahabría decido donamos,caso en el que la soluciónleibnizianade la armonía preestablecida representaríauna honrosasoluciónparala explicaciónde la concordanciaque observáramosen el mundo2. Esta última se manifiesta—desdeel horizonte de enjuiciamientoque aportala Crítica— como una suertede garantíateológicapara evitar el desorden,pero no deja de necesitarser fundaday revisadaa cadamomento,al no constituirningunaestructuraa priori, esdecir,al no asegurarque cadapredicadode una sustanciay cadaacontecimientodel mundoseansiemprecompatibles queno concordantes—de por sí conel resto—lo quepermitenlascondicionesde posibilidadde la experiencia—,y de ahí no podrápretendersustituira la tareacríticade dar con la constitución de un campode universalidad,dondepuedareducirsea priori la natura inaterialiter ispectata a leyes. Desdeestepunto de vista critico tanto el sistemade la armonía preestablecida como el ocasionalismo reabsorveránen la noción inteligible de Providenciael determinismoaparentedel mundo,suspendiendoasí lanecesidadnatural—quemásbienhabráquepensarreflexivamentea partir de las estructurascognoscitivasde nuestro ánimo— en aras de una decisióndivina, de modoque las leyes, en virtud de suorigen en unaintervencióndel Deus ex machina, no dejarán de representarun puntode vistaabstractocon respectoal ordende las sustanciasindividuales.En segúnunaconocidanotaal principio de Jaanalítica de losprincipios, vd op. cit., KrU, B 20 1-2— pennitiráque nos representemosel mundocomo unatotalidad. Ud. Nova Dilucidatio, sección111, prop. XII, 1 Elprincipio de sucesión, p. 489: «Si, por lo tanto, una sustancia está en relación con otras, pero esta relación no se modifica, no habrá ningún cambio en su estado interno. También en un mundo privado de todo movimiento (porque el movimiento es el fenómeno de los cambios de relación,), no se observará la menor sucesión en el estado interno de las sustancias; con ello sucesión y tiempo desaparecerían». 2 Ud .Einzig Bew., II, p. 109 y 112; cfr. Leibniz, Phil. Schr, VI, p. 595: «IÁ necesario reconocer que habría cometido un gran error al objetara los cartesianos que el acuerdo que Dios mantiene inmediatamente, según ellos; entre alma>’ cuerpo, no constituye una verdadera unión, puesto que seguramente mi armonía preestablecida no sabría hacerlo mejor». 90 e e u U u estegrupode amigosde la ignava ratio habráqueincluir también—deunmodoconsecuentecon el discurso kantiano— a los metafisicos newtonianos,cuya “ingenua” teoría coloca a un e ordenadorsupremoen la cumbrede las cosas,lo que no hará más que desplegaruna enorme U distancia entre la naturalezay sus causas,de modo que «esta apelación a una voluntad todopoderosa ordena a la razón investigadora detenerse en un respetuoso silencio» Contrariamenteal efectodeseado,el metafisicoincita a abandonarla investigaciónde las leyes naturalesy sus efectos,al asignarun fin únicoteológicoatodaslasproduccionesde la naturaleza, u revelandoasí —en un manejo aún pre-crítico del discursoontológico y del teológico— un U profundodesconocimientodel usolegitimo de principiosteleológicosenla tilosofia. Enoposiciónaestatendenciatan“natural”,Kant propondrádesdeel periodoprecritico— u como muestrauna obra como la Theorie des Himmels— acompañaral investigadornatural (Naturforscher) en su seguimientode las relacionesconstantesque seobservanen la naturaleza u —de lo que siguendandobuenacuentalos prólogosaambasedicionesde la primeraCrítica—, u imitándoleen su despreocupaciónhacia las posiblesdisposicionesde la sabiduríadivina como U principio determinantedel objeto de estudio, camino por el cual aquél tendrá que acabar • reconociendoque las leyesque recogey archiva le devuelvenlo más parecidoa un orden no u humano—de un modo más fiable que todareferenciaa la Providencia—,en lamedidaen queel u ajustey la integraciónentrelas panesresultarátan admirableque ningunafinalidad artística • siemprelimitadaaesteu otro fin determinado,incapazde construiralgoasí comoun sistemade U fines— podría haberledado lugar. A diferenciade Newton, para el cual la regularidadnatural • resultatan llamativa quedebesuponersetrásella la manodivina —puesserádel todo imposible u explicarmecánicamentela formación,por ejemplo,del sistemaplanetario—,Kant reconoceráen u el ordendel mundola presenciade unaseriede imperfeccionesque revelanque setrata,no tanto e de unaperfectacreación,contodo lo queello pudieraconllevar,como de un mundocohesionado • —esmás,si la clave estribaseen suorigen divino, ¿cómojustificar entoncesla existenciaen el • mismode llamativasirregularidades?—3. • En virtud de un thaumazeín aúnteológicoNewtonabandonarála teoríacartesianade los • torbellinos,quesupuestamenteenlazaríana los planetasy sostendrála existenciade un vacío,por • lo que las revolucionesplanetariasno podránadscribirsea ningunacausamecánicaactual. Kant • responderá—enel períodocritico- a estatesiscon la suposición,nadatranscendente,de que las • diversasregionesdel espacíono hayanestadonuncavacias,de modoque las moléculasdispersas • que sehallaríanenellashabríanpodido guardary mantenersumovimiento tras la formaciónde los planetas,sobrecuya baseserá posible remitir a la gravitaciónla fuerzatangencialde los U U ‘Ud EinzigBew., II, p. 127. • Podemosacudir al respectoa Iii d Himmels, una obra precritica cuya importanciano nos parece haber sido valoradaen sujustamedidaen la historia de los estudioskantianos,dondeKant resistecon vehemenciacontrala adscripciónde losresultadosde la observacióna unadeliberacióndivina: «Se reconoce la mano de la naturaleza en U lafalta de precisión de las relaciones que ella se esfuerza por establecer. ¿Si fuera mejor que las órbitas de los • planetas estuvieran situadas en un área un poco máshomogénea, porque no lo están exactamente? [...] Si es verdad • [ •] que Dios ejerce continuamente la geomefría, y si ello aparece también en las vías de las, leyes universales de la naturaleza, debería esperarse encontrar esta regla plenamente respetada en las obras inmediatas de la voluntad U todopoderosa y deberían mostrar toda la exactitud de la perfección geométrica», vd op. cit, 1, p. 337. Pero U precisamenteestaausenciade regularidadtotal, como deciamos,constituyeun punto de apoyo esencialpara la U defensadeunaateologiadel ordennatural:«Esta analogía, lejos de mostrar un motivo de conveniencia, es más bien, • la causa de una cierta perturbación que seria suprimida por una libre variación de las órbitas planetarias; pues las atracciones de losplanetas obstaculizan de un cierto modo la uniformidad de su movimiento y no se solaparian las unas sobre las otras sino se produjeranexactamente según el mismo plan», vd op. cit., 1, 336.e e U 91 u u U U u U planetasy suvelocidadadquirida’. Deestemodo, el planteamientohorizontal kantianodenuncia lo ilegítimo de todaexplicacióndemiúrgicaen la naturaleza,así como la paradojade que el nacimientode unafisica científicasea incapazde deshacersede ciertosprejuiciosmitológicosy caminehacia atrás—con respectoa la epagogé crítica— en el pasoque emprendedesde la naturalezaa la Creación.Newtonapareceasí como el prototipo de estedesarrollode la nueva jhica, a la vezracionalismoexperimentaly teísmoempírico, dondela filosofia natural introduce en la explicaciónde la unidadsistemáticadelmundoun principio queel mecanismono contenía, a saber,la armoníafenoménicaen la que Dios manifiestaconstantementesu podery sabiduría. Desdela crítica no puedehaber,pues,distinción de origen y contenidoentrelas posicionesde Leibniz, Clarke o Newton. Aunque el segundodenuncie la ateologíadel prímerotLeibniz se ocupamuy biende señalarel abismo,queningunaanalogíapodrácubrir, existenteentrelas obras de manufacturadivina y los productoselaboradosporlas manoshumanas,matizque suscríticos fueron incapacesde observaren sujustosentido.Porotro lado, contralo que podríaparecer,la revoluciónnewtoniana,al sustituirla imagende un Dios planificadorpor un Dios demiúrgico,no terminabade discutir la imagendel Diosartista. Con esterecorridopretendíamosponerde manifiesto,preferentementede la manode los mismostextoskantianos,quela comprensiónkantianade la totalidad,en generalde todo aquello quepuedesignificar enel campode la Crítica el preocuparsepor los horizontestotalizadores-- de nuestrosconceptos,de la determinaciónde las cosas--,intentarálocalizaradecuadamenteel sentidode la necesidadde las leyes, camino en el que Kant presentauna originalidad que la confrontacióncon las obrasde sus interlocutoresno hacesino acentuar3.Paraestalocalización resultarádecisivohablarde mundo, enlugarde Creación, conceptotranscendenteesteúltimo del que ningún uso inmanentees posible,ni en el uso especulativode la razón ni en el práctico. A partir de aquí la únicaconcesiónal teísmoresidiráen la aceptaciónde la creaciónde la materia, peroel orden de la misma--suconstitucióncomomundo,y no másbiencomonada—no podría serotro queel quees,conlo quecareceráde todo sentidosuderivaciónde unadecisiónarbitraria divina (Descartes),del cumplimientodel principio de lo mejor(Leibniz) o de la benevolenciade un Sersupremo(Newton),solucionestodasqueencubrenelfaktum de queel mundocuentecon un orden propioy que aparezca,no tanto como el productode unaarquitectónicasobrehumana, Ud. Einzig Bew., II AN., 3. Breve esbozo del modo probable en que un sistema planetario ha podido forinarse mecánicamente, A 164-172. 2 Ud. Clarke, lére. Écrn a Leibniz, §4 y Sé,ne. Ecrit áLeibniz, §§iio-116; Leibniz, 2¿nne. Lera á Clarke, §8 y SAnie, Écrit a Clarke, §§ 18-9. Ademásde las disputasque hemosrecorrido, Kant se referirá al mismo paso en falso por parte del conocido principio de mínima acción deMaupertuis,segúnel cual «cuando ocurre algún cambio en la naturaleza, la cantidad de acción necesaria para ese cambio es la máspequeña que sea posible». Maupertuiseleva a garantiade la validez de este principio a una causasupremadel universo, que podemosreconocer en virtud de «una conexión (Zusammenhang)tan general entre las naturalezas más simples de las cosas, porque ella proporcionará un fundamento mucho más válido [...] que toda percepción de combinaciones contingentes y variables debidas a leyes especiales», vd. Einzig Bew., II parte, la consideración,2, A ó2ss. En general,resultamuy dificil hallar entre las teorías fisicas y cosmológicasde los siglos XVII y XVIII una justificación ateológica del orden natural tan consecuenteen este sentido como el análisis kantiano —incluso entre los ilustrados oficiales, DAlembert consideraráquela materiaabandonadaa si mismapermitíadeducirlas leyesdela mecánica,perosiemprecomouna verdad necesaria, subordinadaa la libre eleccióndel Creador—,de estadiscusiónnosparecequepmporcionauna informaciónmuyvaliosael citadotrabajodeG. Lebrun.De estemodo, la debilidaddel argumentode Maupertuis— el principio de minima acción seráunapruebade la intervencióncontinuadade Dios en un mundo queno puede regularsepor si mismo, con lo que se abrirá el pasoa la “falsa fisica” leibniziana—radica en que nos aleja infinitamentede la intenciónkantianapor lo que respectaal pensamientodel ordendel mundo,queno esotra quela deencontrarun fundamentoapriori dela fisica, comoun logro del usoapriori de la razónespeculativa. 92 e U U U u U sino comoexpresiónde un determinismo natural que inquieta en su regularidadmaterial --la • legalidadde lo contingente(Gesetmql3igkei¡ des Zufalligen)— a la reflexión crítica. Así, la • repetidaobservaciónde la naturaleza,más que convencemosde la grandiosidaddivina en sus • obras,nosllevaráa asombramosantelos pompososdiscursosde aquellosque consideranhaber dado con proposicionessignificativasacercade Dios, en lo que supone,nos parece,una de las enseñanzasde la exposicióndel tercertipo de inferenciasdialécticasque nuestrarazóngenera que más deberíantenerseen cuentaen la lectura de la primera Crítica. De lo que sí puede convencerla observaciónnaturales la ausenciade escisiónentreel mundoy su orden,entreun hechoy lo que le haceinteligible --nosabemosnadaacercade una presuntaimposicióndivina de las leyesnaturalesal mundo, lo que sí sabemoses que las leyesdesplieganla expresióndel U mundo,de lo quedarábuenacuentala filosofia transcendental—,como si cadauno perteneciera a órdenesontológicosdistintos.La ley sehallará,de estamanera,presenteen el mundocreado, perosuinteligibilidadno presupondráun actodecreación,con lo queseconsumarála liberación • de la ciencia fisica de todo fundamentoteológico --la legalidad del mundo pertenecea los U fenómenos,y además,lejosde Newton,no manifestaráya la libertadcreadorade un Serdivino— U En todo caso,Dios podráactuara lo largode la obracrítica como causa moral del mundo, esto U es, del orden del mundoconsideradodesdeuna perspectivasuprasensible,como sefialan los U textosquevandesdeel Canon de la razón pura, pasandopor la doctrina de los postulados de la U razón práctica hasta los parágrafosfinales de la Crítica del Juicio, pero su voluntad no U intervendráde ningunamaneraen el orden del mundo,o si seprefiere—con el Einzig Bew. U esaCausasupremano se comporta—las reglasde juego de la ontología lo impiden— con • respectoa la naturalezacomo un legisladorhumanolo haceen sureino. Un pasotan sutil, pero U tan cargadode consecuenciascomo éste,separabaa Descartes,Leibniz y Newton del camino u crítico en lo querespectaala reflexióncosmológica.En virtud de él, podremosaventuramospor • otra senda posible pertenecientea la misma cuestión. Desde el momento en que el U desposeimientoprogresivo de Dios del gobierno del mundo desde la obra de 1763 --la • comunidadde las esenciasno es producidapor él, en todo caso se halla en él- -comienzaa u señalarsu ausenciacomo ftindamentorector del ordendel mundo, estamosconcernidospor la • necesidaddejustificarestaausenciade suflmción tradicionalen la onto-teología,quedarápasoa U sumantenimientoen el discursofilosófico sólo como un nombre, comouna estructura-límitede • sentido,paralelaal concepto-limiteque el entendimientoconstituyeen beneficio de sus propias • operaciones,comohorizontemáximode regulaciónde las mismas. U En primer lugar, la justificación de dichaausencianospermitirádesembozarhorizontes U de sentido novedososdonde antes ni siquiera cabía sospecharlos’.Una de las primeras consecuenciasde esaaperturala encontraremosen el reconocimientodel fenómenode la belleza U comoun acontecimientoindependientedel conocimientoy susgradosde perfección.Deun modo • significativo, Leíbníz habíadescubiertoa éstaúltima allí donde se presentabauna llamativa concordancia,y dondeno seobservabauna necesidadgeométricaen las leyesque Dios había U elegido para producirla, por lo que el efecto “belleza” no debía adscribirsemás que a una u ignoranciao confusión, así como debía situarseentre la necesidady lo arbitrario, entre los ambitosde lo confusoy lo distinto. Frenteaestavisión de lascosas,ya laobraprecríticakantiana —donde la Th. D. Himmels ocupa un lugar nunca suficientementesubrayado--suministra U interesantesindicacionesacercade la presenciade una aparienciade finalidad en la naturaleza, U : que se traduciráen admiraciónante una naturalezaespontáneamentecreadorade orden, que Un desarrollomucho másexhaustivode lo queproponemosen las páginasquesiguenpuedehallarseen la obra citadade O. Lebrun,cap.VI, ~ PP. 170-181. U e U 93 U e u U u e terminapordisolvertodo lo quede maravillosadisposiciónpudierahaberen ella. No seránbellos los milagros,por otro ladoincomprensiblesparaun entendimientodiscursivocomo el humano, sino másbien la disposiciónnaturaldel mundocomoph9sis. De ahí el que quizáslos esfuerzos de la razónpor proponery hacervalertesistranscendentesacercadel mundo,que en su conjunto conformanla cosmología racional, debieranemplearseen la meraobservacióndel ordennatural, de la que goza el naturalistaen sus estudiosexperimentales,pues esa contemplaciónbien orientada—en unaorientaciónquehabilitaráelJuicio teleológico-encierramássaber —que no ciencia- -quetoda una teoría de la aparienciatranscendental.La crítica kantianaa lo que consideratorcida fundaciónde la nueva ciencia, por lo que conciernea la reflexión, estructura subjetivaque—comohemosvisto- acompañaineludiblementea todaconstrucciónconceptual, defiende asi que la naturalezaposee un orden legible para nosotros como finalidad, que presuponela elaboración—a medio caminoentre la fisica de los principios del entendimiento puro y las cienciaspositivas—de un conceptode necesidad,a la vez arquitectónicoy no- teológico,basadoen la idea de un orden sin ordenador --anunciadacon frecuenciaen los ejemplosde autorregulaciónenla obrade 1763 y los escritosacercade la geografiafisica—. Con independenciadel recursoa la benevolenciadivina y asu insondablesabiduríahabráque hallar, por lo tanto, un accesoa la sabiduría de la naturaleza, ganandoun punto de vista que permita integraren un monogramaracional las incoherenciasy los desastresnaturales,parael cual toda queja acerca del maltrato que la naturaleza nos reserva con su irregularidad sonará a antropocentrismo.Si ello esasí, si éstees realmenteel caminokantiano—lo que deberádejar huellasevidentesa lo largode laobracrítica—,seobtendrá,cuandomenos,unamodificaciónde la ideade ciencia,unaamplificaciónde suconcepto,por mediode una distinción,queno serála de apodíctico/empírico,sino más bien la de arquitectónico/técnico,con la que se aleja toda posibleidentificaciónde lo científico con el sersusceptiblede matematizacióny que abreel paso (den Bahn eróffnet) a lo que puedaser lo racional en general, sin necesidadde un soporte teológico para mantenerseen pie. La profundizacióny el uso de estaidea de cienciadaráun nuevo impulsoa la metafisica,puesen ella la Idea de Dios permanececomo una merasombra, aunquecomo signo suficiente para que la crítica no pierda de vista una concepciónde la racionalidadque sólo proporcionaun pensarpor conceptos, no un pensarpor construcciónde conceptos—de carácter matemático- o un conocimiento histórico, cuyo contenido pueda aprendersesin necesidadde recurriraun procederex princ¡~íis. Hasta el momento la filosofia precríticakantiana nos ha puestosobrela pista de un conceptode divinidad que cumple los requisitosrequeridosa priori poraquelloque puedaser contenido del pensamientoen general, en tanto que fundamento formal de todos los pensamientos,de lamismamaneraen que ejercede basede apoyodel principio de determinación completaque permiteel desplieguedeterminantede la razón.En último lugarreparábamosen las decisivasconsecuenciasde la función desempeñadapor el ens realissimum con respectoa la posible integracióntotal de los componentesen una comunidad,opuestaéstaa una totalidad sintética(cotnpositum), que conducea quealgunavezsela comparecon las totalidadesanalíticas o continuasdel espacioy el tiempo,de modoque, como cadaespacioesunadeterminacióndel espacioinfinito, cadapartedel mundo seráposiblecomo una determinacióndel todo. En esta o,nnitudo todaslas realidadesestaríandadasconjuntamente,y la relaciónque puedanmantener con la realidad supremaserá la de una consecuenciacon respectoa su fundamento—no se comportarána la Spinoza como sus parteso modos—.Porotro lado, no puedepasarsepor alto que, en virtud del principio de oposición real, encontraremosen ese Ser—en lo que entiende propiamenteel dogmatismocomotal- -unaseriede ausenciasy supresiones,comoresultadosde conflictos, bien diferentesde las meras negaciones.Atribuyendo la completitud de todos los 94 e U u u u U contenidosposibles a un individuo singular, que no será otro que el Ideal transcendental, U transformandoasí la unidaddistributivapropia del entendimientoen una unidadcolectivapropia e de la razón~1comoun todo de la experienciaen el que concebimosuna cosaparticular que U contieneen todala realidadempírica,parecequepuedeasignárselemásfácilmenteel conjunto de las realidadessin distinción —en lo que radica la ilusión esencialal teísmo—. Las vías de U determinaciónde un fundamentode la totalidad de las cosasque suministra la ontoteología e clasíca, desdela clave de su lecturakantiana,ya seacomo un ínfimto cualitativo --tieneen U común con el todo que constituyenlos cuerposorgánicosel hechode que escompletoporque u znterminatum—, ya seacomoun Dios personal—concebidocomoel sermáselevadodela escala de los entes,al quepensamoscomo carentede terminacióny al que atribuimospredicadosde U contenido moral--, se traducirán en formas de una misma apariencia. Por otra parte, u kantianamenteresultaráimposiblesostenerque la sumade las perfeccionespositivasy la suma • de los contenidosrealesseanequivalentes--envirtud de lo expuestodel hilo de la existenciade • las magnitudes negativas—. Por lo cual, la indeterminacióndel ens realissimum no seráindicio U de una plenitud de realidadpara la crítica, sino que más bien su mera Ideaprovienede un • argumentoontológico ilegítimo, que no integraentre sus conceptosel pensamientoacercade la • realidadefectivade anulacionesrecíprocasentrefuerzasy principios, esdecir, queno habilita un U espacioparapensarla oposición real’. Así, tampocoseremoscapacesdedeterminarnadade esa • Realidadsuprema,porquelos predicadosanalíticosqueseidentifican con el conceptoontológico U de necesidad,talescomoinmutabilidad,incorruptibilidad,eternidady simplicidadde la sustancia U no puedenactuarcomodeterminaciones,y en todo juicio idéntico—como esel caso de Dios 2 U existe— no cabesuprimirel predicadomanteniendoel sujetoe U «Cuando suprimo el predicadoen un juicio idéntico y mantengoel sujeto surgeuna U contradicción,a partir de lo cual sostengo:aquél correspondede maneranecesariaa éste.Pero sisuprimoel sujetojunto conel predicadono surgeningunacontradicción;puesno hay ya nada aloe que se pudiera contradecir. Ponerun triángulo y así eliminar los tres ángulosdel mismo es • contradictorio;pero suprimir al triángulo junto con sus tres ángulos no es una contradicción. U Exactamentelo mismoocurreconel conceptodeun serabsolutamentenecesario.Si suprimimossu • existencia,suprimimosla cosamisma con todos sus predicados[...] [S]i decimosque Dios no existe no se da ni omnipotenciani ningunode suspredicadosrestantes,ya quetodoshan quedado U suprimidosjuntamentecon el sujeto, por lo cual no apareceen este pensamientocontradicción u alguna1.-.] [N]o puedohacermeel menorconceptode unacosaque,unavez suprimidacontodos • suspredicados,dejaratras si unacontradicción,y sin ésta,con merosconceptospurosa priori, no U poseocriterioningunoqueindiquela imposibilidad» 3 U _____________ U ‘Vd Neg. Gr, U, p. 198: «Se da siempre un gran malentendido al idenq/Ycar lasuma de la realidad con lamagnitud • de la perfección; hemos visto más arriba que el displacer es tan positivo como el placer; por lo que, ¿quién ¡o • denominaria una imperfección?» - 2 Vd Fortschr., XX, Teologia trascendente, p. 304: «[E]s sencillamente imposible indicar con determinación el u concepto de un ser de naturaleza tal que origine una contradicción cuando lo suprimo en el pensamiento (in • Gedankenauthebe).aun suponiendo que lo admitiera como suma total de la realidad Pues una contradicción no ha • lugar en un juicio sino cuando suprimo (aufbebe~un predicado en él manteniendo empero en el concepto del sujeto e algo que es idéntico a ese predicado;pero no ha lugar a contradicción si suprimo la cosa juntamente con todos sus predicados y afirmo, por ejemplo, que no hay ser realísimo»; cfr. con el punto de vista opuestode Spinozaen el u Tratado breve, l~ parte,cap. II, §2, nota. • ~Vd. KrV, A 594/B622-A 59MB 623: «Wenn ich das Pr¿idikot in einem identischen Urteile azjjhebe undbehalte das U Subjekt, so entspringt e¡n W.’derspruch, und daher sage ich: jenes kommt diesem notwendiger Weise zu. Hebe ích • aber das Subjekt zusamt dem Prúdikate auf so entspringt kein Widerspruch; denn es ist nicht mehr, welchem widersprochen werden kñnnte. Linen Triangel setzen und doch die drei Winkel desselben aujheben, ist u widersprechend; aher den Triangel samt semen drei Winkel aí4heben, ist kein Widerspruch Gerade eben so ist es U e U 95 u U u u u u El Dios de lametafisicaespecialsemuestra,de estamanera,como un concepto vacio, que comprendeen teoría todo lo real, pero lo real in abstracto, es decir, en ausenciade toda determinación,por lo que resultaser un conceptosupremo(hochster Begr¡fj) «del que no se puede abstraer nada Ms sin que el concepto entero desaparezca» , puessi suprimimossu existenciasuprimiremostambiénese sujeto con todos sus predicados.Nos hallamosante una situaciónqueHegel supodiagnosticarperfectamente,puesen estascircunstanciasel puro ser es la pura nada2. Empleandoel vocabulariode escuela,el sermásreal pasaa serel másabstractode los entia universalia, como conclusiónde la identificaciónde la determinacióncompleta—Dios como la Ideade un ens omnimodo determinatum— de la sumaideal de predicadosde un su~jeto, con la abstracciónde todadeterminaciónreal, y, así,con la indeterminaciónpor excelencia~.La investigacióncríticade nuestracapacidadde conocera priori conduciráa unarigurosaatencióna la constitucióndiscursivade nuestroentendimiento,la cual concluye que para nosotroslo puramenteafirmativo que puedancontenerunosconceptosindeterminadosse convierteen nada si no nosesdadoen unaforma, condiciónnecesariade que algo se nosaparezcay manifieste como un objeto reconocible4.Podría decirse—con Lebrun- -queesta suerte de ateología kantiana,cuyasbasesde apoyoestamosrecorriendo,se traduceen un espinozismoinvertido. No en vano el conceptode infinito conservaen el Criticismo el mismo sentidoque en Spinoza,si biense rechaza,en un gestodecisivo,uno de susprincipiosbásicos,a saber,aquélque afirma que dos positivos no puedenexcluirse --tal y como establecela introducción de la noción de oposición real—, rechazo del que se extraerántodas las debidasconsecuencias5- Siendo la infinitud tal nociónabstracta,nuestrafinitud puededejarde pareceruna confesiónde debilidad, parapasara serconsideradamásbiencomoel hallazgode la siguienteparadoja,a saber,queel infinito es el contenido supremode los conceptosque, en virtud de su abstracciónde toda referenciaintuitiva, senos transformaen una no-cosa,por lo que, permaneciendodentrode los limites de nuestrarazón,de nuestrasfacultadesde conocimiento,responderemosmejora nuestra condiciónde seresfinitos racionales.Lo que vincula a ambospensadores,aKant y a Spinoza— comoseránecesariorecordarde la manode la libertadpráctica—,serásu oposiciónala hipótesis mit dem Begr~ffe emes absolutnotwendigen Wesens bewandt. Wenn ihr das Dasein desselben aufliebt, so hebt ihr das Ding selbst mil alíen semen Prñdikaten auf [...] Wenn ihr aher sagr: Gott ist nicht, so ist weder die Allmacht, izad> irgend ein anderes seiner Pr¿idik.ate gegehen; denn sie sind alíe zusamt dem Subjekte aufgehoben, und es zeigt sich iii diesem Gedanken nicht der mindeste Widerspruch. [.1 [l]ch kann mir nicht den geringsten Begriff von cinen> Dinge machen, welches, wenn es mit alíen semen Pródikaten aufgehoben wiirde. einen Wíderspruch murñck liefle, und ohne den Widersprnch habe ich durch Mofle reine Begr¿ffe apriori, kein Merkmal der Unmóglichkeit». 1 ~ Logik-Jósche, IX,p. 97. 2 Vi el inicio de la Ciencia de la lógica, así como Enz., §§ 36 y 49: «Para el entendimiento, toda determinación, contrariamente a lasimple identidad,es solamente un limite, una negación en cuanto tal; asi resulta que la realidad total sólo se puede entender como ilimitada, es decir, como indeterminada,y Dios, en cuanto compendio de todas las realidades o como el ente realísimo, deviene un algo abstractosimplepara cuya determinación sólo resta entonces la detenninidad también simplemente abstracta: el ser. Identidadabstracta (que aquí [enestelugar de la filosofia kantiana]también se llama concepto) y serson los dos momentos cuya unión es lo que la razón busca; esta unión es el ideal de la razón». Vi Wolff, Ontologia, §§ 226-7; cfr. § 230: «Ens universale est, quod omnímodo determinatum non est, seu quod tantumm.-xjo continel determinationes intrínsecas communes pluribus singularihus exclusís is, quae iii individuis diversae sunt»; cfi’. flaumgarten,Metaphy., §158:«Enscuius essentía non estparsalterius, est Ens completum». La transgresiónde estascondicionesconduciría a un sistemacomo el racionalistade la escuelaleibniziano- wolffiana, en el que nuestros conceptos nunca encontrarian nada heterogéneoa su densidad ontológica, encontrándonos,segúnla imagende losForschr, XX, p. 282: «[en] un mundo hecho de pura luzy sombra, si,, tener en cuenta que para colocar un espacio en la sombra hace falta que haya ahí un cuerpo, o sea, algo real que resista a la luzy la impida penetrar en el espacía’>. Vd Lebrun,op. ctt., cap. VII, y, Pp. 203-7. 96 e e U u u u creacionista,por lo queéstaalbergade incómodomisterio,directamenterechazadopor Spinoza, • y cuyo sentidoresultaráneutralizadopor la posicióncrítica kantiana,en la medida en que «la U creación concierne a su existencia [la de los agentescreados]inteligible, pero no a la sensible, y U no puede ser considerada fundamento de determinación de los fenómenos»’. Pasar por alto U semejantedistinción,asentadapor la primeraCrítica, entreel fenómenoy la cosaen sí misma, e generaríagrandesdificultadescon vistasapensarla relaciónexistenteentreel ens realissimum ylos entesmundanos,que de esemodo pasariana ser tenidoscomo homogéneosentresí2. Por el U contrario,laCrítica de la razón pura prohíbealgoasí como unaontologíacomúnalo infinito y a lo creado—en ello nos detendremosen el siguiente apartado—,y así no habrá mayores dificultadesen queparanosotroslo quela tradiciónonto-teológicaha consideradocomototalidad u se transforme en una nada, así como que lo positivo se convierta en vacio y carezcade U productividad.El filósofo transcendentalseve obligado,porun lado,a reconocerunacoherencia U arquitectónicaen el defensordel monismo ontológico, en comparacióncon la desmesura • dogmática,pero, por otro, en virtud de su esencial finitud, la razón humanano procederá U reconociendola existenciade lo que la supera,sino que, en la medidaen que sereconocecomo U criatura,no seencontraraya encondicionesdelanzarhipótesisalgunaacercade sucreaciónni de • su Creador. En oposición al espinosismo,habitamos el espacio de inteligibilidad que ha u proporcionadola fundación (Ergrñndung) de las fuentesy límites de nuestro conocimientoa • priori, de modoque podemosrepresentamosa nosotrosmismoscomounafinitud rodeadade un u espacioinfinito, lo que tendrá que ver con el posible uso inmanenteen la ontología de la U determinaciónde un límite de la razónquepresentamúltiplesrespectos.Desdeel marcoen elque • nos encontramos,estaríaplenamentejustificado el compartir la opinión de Schelling, que u encuentraen la exposicióndelIdealde la razónpura un punto de inflexión de la Críticaquenos u permiteintroducir la mismatareade ésta,como trazadode los limites de aquéllay rupturacon el • métodoanalíticode la metafisicaescolar3.El productoconceptualdel ens realissimum revelará • una cierta fidelidad aún a la metafisica de lo infinito, al representarsecomo lo otro de las • criaturas,pero a medida que la teología se encierrey disuelvadentro de las directricesque e suministrala ontología, la presenciade cabezasque hablancon entusiasmoy convencimiento U acercade presuntasverdadesdivinasno podrádejarde asombramoscomo un verdaderomilagro. • El puntoen que nos abandonala exposicióndel tercertipo de aparienciadialécticade la razón u Ud KprV, Aclaración crítica.., A 182-3: «[E]l espinosismo . aparte de ¡o absurdo de su idea fundamental, e concluye, sin embargo, con mucho más rigor de lo que puede hacerlo la teoria de la creación, ya que en ésta los seres, aceptados como substancias y existentesen si en el tiempo, son considerados como efectos de una causa U suprema, y, sin embargo, al mismo tiempo, como no pertenecientes a ella y a su acción, sino por sí como U substancias»; del mismo modo la hipótesiscreacionistaquedatijera de juego en la Religión, III parte, Observ. U general,PP. 215-6: «Pero es absolutamente inconcebible para nuestra razón cómo debe>; ser creadosseres con • vistas al libre uso de susfuerzas; pues según elprinc;~io de causalidadno podemos atribuir a un ser que aceptamos como producido ningún otrofundamento interno de sus acciones que aquel que ha puesto en él la causa productora,u por el cual (por lo tanto por una causa externa) estaria entonces determinada toda acción de tal ser, con lo que éste U no seria libre. Así pues, la legislación divina, santa, que concierne, por lo tanto, sólo a seres libre& no se deja • conciliar por nuestra inteligencia racional con el concepto de una creación de tales seres, sino que es preciso e considerar a éstos como seres libres va existente& que no son determinados mediante su dependencia natural por virtud de su creación, sino por una compulsión meramente moral, posible según leyes de la libertad esto es: una U vocación a la ciudadanía en el Estado divina AsL la vocación a este fi>; es moralmente del todo clara, si bien para U la especulación laposibilidad de estos llamados es un misterio impenetrable» [subrayadonuestro]. • 2 Vía queproponeSpinozaen su Tratado breve, parte1, cap. II, § 9; cfr. definición de sustancia,modoy atributoen u laÉtíca, 1, definicionesu-y. Ud Schelling, Phil. Myth.. p. 283, nota; cita proporcionadapor O. Lebrun,que sostieneque el Ideal puedeactuaru comouno delosposiblesprefaciosa laCrítica dela razón pura, op. cii?, cap.VII, y, p. 206. U U U 97 u U u u u U señalaquehabráque encontraruna víaparaadmitir lo suprasensiblesin pretenderconocerlo,vía que podemosadelantarcomo la solución del antropomorfismo simbólico, ensayadaen los Prolegómenos,capazde aunaren un mismo discursolos dos momentosde esaexigenciay prohibición. Reducidoa su máxima purezaconceptual,el Ideal planteade hecho el problema abierto por una necesariapresuposiciónpara la ciencia. En otras palabras,lo divino, como estructurade sentidocuya legitimación se ocupade investigarunaDialécticatranscendental,se muestranecesarioparadescubrirel perfil total de los límitesdel conocimientoapriori de nuestro entendimiento.La totalidad pre-critica y el Ideal crítico plantean ambos, en el nivel más abstracto,de los merosconceptosde la razón que carecende aplicación empírica posible, la cuestiónde un ordenque quizás sólo las cosasbellaspuedanmanifestar,como una suertede escriturade lo inaparente.En semejanteorden la libertad hallarálo que su origen dialéctico cosmo-teológicopermitía vislumbrarsólo de un modo confuso, a saber, algo así como la vinculación de la realizaciónde su objeto con la disposición misma de la naturalezaparasus acciones,como condiciónde posibilidadde la realizacióndel fin final en el mundo. Quizásla totalidadde los metafisicosde escueladebíaconvenirseen una nada—ensrationis— para,a partir de ella, como nadade los conceptos,sin aplicaciónempíricaalguna,aunqueposeedorade un importante sentido --queha habido que determinarcuidadosamente—,abrir paso a la posibilidaddel conceptode la libertad—clave de bóveda (SchluJ3stein)del edificio critico—, portadorde efectosrealesen el mundo. En virtud de esaprevianadificación,cuandointentemos llevar a cabo algo así como una fenomenologíade semejanteconcepto —desde el uso especulativode la razón,no desdesuuso práctico,que en realidadno puedecomenzarcon esa tarea fenomenológicasi no es de la mano de un ente determinado,que no es otro que el hombre—nos encontraremoscomo anteesosdibujos chinosen los que el trazo másdelicado resultael másrico en significado,enseñanzaestéticade lo simple (Einfalt) de la que darásobrada cuenta una analítica de lo sublime. La crítica parece manifestar con este procedimiento minimalista, frente a la exhuberanciay barroquismodogmáticos,que, si queremosaprendera reconoceralgo así como la libertad, deberemosborrar antesque nada el rastro del método conceptualde la metafisicadogmáticade la infinitud, trascuya operaciónde borradoquedarán unostrazosapenasvisibles, pero decisivospara la sensibilidaddel crítico, casi convertidoen crítico de arte.Que sin abandonode la metafisicaescolarno habríalugar algunoparaalgo así como lo que setraeráentremanosunaCrítica delJuicio, esalgo que casi va de suyo,pero nos pareceque en algo profundizamosen este estadode cosassi enlazamosestrechamenteeste caminocon la exigenciade unafenomenologíade la libertad,cuyaaperturahabilitanlas mismas matizacionesy operacionescriticasrealizadascon los conceptosy principiosdel usoteóricode la razon. 1.3.5. El límite desdela relaciónsimbólica:elantropomorfismosimbólico. En virtud de los pasosquenuestrarazónseve obligadaadar, si esqueno quierefomentar una suertede sistemaen el que la determinacióntranscendentaldel tiempo en el esquematismo señaleel único régimen de sentido,así como para salvaralgo así como la posibilidad de la libertad,pareceque habráque sacara la luz toda una familia de conceptos,giros y expresiones que se refieran metafóricay simbólicamenteal estadiode lo suprasensible,determinando,de algunamanera,la perspectivaprovechosaque pensarnuestrarelaciónconéstepuedereportamos. En vista de ello, nos pareceque conciernedirectamentea la comprensiónkantiana de la metafisicalapresenciade un lenguajesimbólico,sin el queesacienciabuscadaestaríacondenada a constituir un mero conocimientode lo general in abstracto,al no poderrecurrir como el matemáticoala figuraciónsensibleo a la construcciónqueexponedirectamentelos conceptos 98 e u u u U e como hace aquél con respectoa las proporciones entre magnitudes--enla intuición, en • definitiva, al carecerde una importante simplificación operatoriaque permite a otros poder e servirse de signos singulares,en lugar de conceptosdeterminantesde las multiplicidades sensibles’.Si, por el contrario, siguiendopropuestaspronunciadaspor la sectanómadade los U empiristas,sometiésemosel discursode la metafisicaa las mismascondicionesde formalizaciónde tipo matemático,todo el espaciode sentidodel que se nos habladel hilo de la dialéctica e transcendentalse perdería2.Justamentepara evitar la vacuidad a la que quedaríacondenado u entoncesel lenguajefilosófico, surgetodo un intento de legitimación del simbolismo3,del que U resultaparadigmáticoel casorepresentadopor el único discursocríticamenteválido acercadel Sersupremo,del cual no conocemos,en realidad,los supuestosefectosque tengaen el mundo fenoménico--adiferenciade lo queocurrecon la libertad,exponibleporaccionesmoralesen el U mundo-—, desdeel momento en que, comoya vimos, la noción de creaciónes enteramente U intelectual.Nos referimosa un discurso,pues,queno nospenniteconocerni determinarnadade • los fenómenosmismos, ni puedeser expuestoen un ejemplo, pero que, al mismo tiempo, U tampocodesembocaen un verbalismovacio,sino que másbieninducea averiguarcuálesseanlas U condicionesdel uso correctode la analogía,medianteel queal menospodamosconocernuestra U relacióncon lo que nos inalcanzable.La necesidady utilidad especulativade estavirtualidad U semánticade nuestrasfuerzas cognoscitivasviene indicada en la primera Crítica —como U adelantode lo quenosva aocuparen las próximaspáginas—por el tratamiento,en laDialéctica • de la misma,de una Inteligenciasupremacomoesquemade un conceptoen general,que «no U sirve más que para lograr la mayor unidad sistemática posible en el uso empfrico de nuestra u Razón»4, medianteel cual no indicamosqué seaun objeto semejante,sino cómohay que buscar u u Ud KrU, Disciplinade la razón en su uso dogmático, passitu; cfi’. Deutlichlceit, II, pp. 278-9. 2 Porejemplo,la filosofla del lenguajedeLockeestablecequeel signoJingoisticono serefierea unaentidadrealque • el nombrevendriaa significar, sino que,en realidad,representalas ideasdel espíritu, vd. Ensayo.§§ 44, 45 y 49; • criticaqueseráretomadamástardepor Condillac.el cual ensuEnsayosobre el origendel lenguajedenunciaráque confrecuenciase refieransignosa realidadesdelas queno se tienenmásque ideas.Asimismo,en suArte depensar, U el mismo autorsostienequelaspalabrastienenqueser paralas ideascientíficaslo quelas cifras sonpara las ideasdela antmetrca.Con la rupturacon estatradición tendrá mucho quever unaobra como la Crítica del Juicio y su U carácterdecisivoparaunapreguntacomo¿quésignificapensar?Dela manode las afirmacionesqueapenashemos u sobrevolado,el empirismo desatiendela auténticanaturalezadel signo, al contbndir a éstecon la imagen y al • postular,así,quelas palabrassonimágenesdealgo,paradesenmascararqueno sonsignosdenada,como essiempre • el casode la metafisica.Sin embargohay expresionesquedebemoscomprender,y quesólopodemoselaborarcon referenciaa realidadeso cosastranscendentes,que no somos capacesde mostrar. Locke considerauna ilusión U presenteenalgunosdiscursosfilosóficos,quealcanzarianincluso a lafedoctrinal,el postularsin razonessuficientes • enellos quea la significacionesempleadaslescorrespondenobjetosreales.De esemodo, no habríasignificaciónsin U designación,ni comprensiónsin visión,al respectopuedeacudirseal EnsayodeLocke, III, cap.6, §§ 15 y 33. Hume u reivindicará,por su parte,el análisisfilosófico del alcancede los argumentosdel entendimientohumano,con el fin de determinarsu campo legitimo de acción, como prevenciónde dificultadesy antinomiasque obstaculicensu avance,vd Enquiry, cap. 8, p. 103: «Feliz ella [la filosofia] si fueraconsciente de su propia temeridad cuando U escudriiia estos misterios sublimes y, abandonando un escenario tan repleto de oscuridades y perplejidades, vuelve U con la modestia debida a su verdadera y debida esfera, el examen de la vida común, donde encontrará suficientes e dificultades para ocupar sus investigaciones sin lanzarse a un océano tan ilimitado de duda, incertidumbre y contradicción». • Cuandoen el § 59 de la KU se elaboreun cuadro sistemáticode los diferentestipos de presentaciónde los U conceptos,del entendimientoy dela razón,seexcluiráde la listaa loscaracterismas,caracteres(Bezeichnungen)de U conceptospor signos(Zeichen)sensiblesqueles acompañan,peroqueno contienennadapertenecienteala intuición del objeto,ya se tratedepalabrascomodesignosvisibles(algebraicoso mímicos);cfr. definicióndecaracteresen la • Anthrop. §38. ~ Ud. KrU, A 670/B698, U U u 99 e U u U e U —en un sentidoregulativo,pues—el enlacede los objetosen generalbajo la direcciónde un concepto. Puestoque coneseesquemala razónúnicamentenosproporcionala Ideade algoque sirve de basea launidadmáximade todarealidadempírica,quesólopodemosrepresentamospor analogíacon un sustratorealqueseacausade todaslas causas,ocurrirálo siguiente: «Sucede,pues, que, al suponerun Ser divino, no poseemosel menor conceptode la internaposibilidadde su perfecciónsupremani de la necesidadde su existencia,pero si podemos respondera todas las demáscuestionesrelativasa lo contingentey suministrara la razón la más completasatisfacciónen lo referentea la máximaunidadquepersigueen suusoempirico, aunque 2 no en lo referenteala presuposiciónmisma» Con estaconsideraciónde la ordenacióndel mundocomo si procedieradel propósitode un intellectusarchetypus,se abriránnovedosasperspectivaspara la razón acercade un enlace posiblede las cosasdel mundoconformea fines,quepermitaalcanzarla máximaunidadposible, de maneraque,dadoqueel horizontede investigaciónqueabreestehilo conductoresde carácter regulativo,los resultadosde la experienciapodrán,en todo caso,corregirlo,peronuncasocavarlo en su fundamento. Es digno de atenciónel hechode que el tipo de exposición(Darstellung) propiade estaIdea regulativaseasimbólico,esdecir, que procedapor analogía,por lo quesera propuestacomo un objetoen la Idea,no en la realidad.Como mencionamosun pocomásarriba, la Idea de unidad sistemáticadel mundo como análogo de un esquemade esa unidad no se referiráa un ser distinto de aquél,sino quede esefundamentonos interesaexclusivamentecómo debemosemplearloparasatisfacerlas exigenciasde totalidad cosmológicade nuestrarazón,y así: «no nos es lícito suponer,más allá de la naturaleza,un serdotadode tales propiedades, sino sólo basamosen la Idea del mismo, con el fin de considerar los fenómenoscomo sistemáticamenteligadosentresi, por analogíacon la determinacióncausal»3. El Apéndicea la Dialécticatranscendental de la primeraCrítica nos suministra,como vemos, un rico armazónde conceptosregulativos, de Ideas, que actúan como análogosde esquemas,comoexpresioneslingúisticas--“darseun objetoen la Idea”, “suposiciónrelativa la modo de pensar”--quepretendencolaboraren la habilitaciónde un espaciodesdeel que sea posiblepensara las leyesdel entendimientocomo unaunidadsistemática,unidadque tiene que ser presupuestaparapoderconcebirel mismo uso cognoscitivo de esa facultad. Por el contrario,si —comoya apuntábamosun pocomásarriba—sometiéramosa la metafisica—en la línea de las propuestasdel Ensayode Locke- -alas mismascondicionesde formalizaciónquela matemática,todoel ámbitode sentidodel quesenoshabladelhilo de la unidadsistemáticade las leyes de la experienciase perdería irremediablemente.La regulacióny la misma tarea de determinaciónde los límites de la razón pura, la convicción de que éstapuede resolver los VdXrV,A673/B 701. 2 Ud. op. ch., A 675/E703-A 676/E704: «DahergeschichI ‘s nun, da]), wenn ich ein gÉittliches Wesen annehme, ich zwar weder von der inneren Móglichkeit seiner hóchsten Vollkommenheit, noch von der Notwendigkeit seines Daseins, den mindesíen Begriff habe, aber alsde¡uí doch alíen anderen Fragen, dic das Zufñllige betreifen, ehz Genuge tun kann, und der Vernunfi die vollkommenste Befriedignng in Ansehung der nachzuforschenden grofiten Einheit in ihrem empirischen Gebrauche, aber nicht in Ansehnng dieser Uorausssetzung selbst, verschaffen kant»>; cfr. secc.VII deElIdeal transcendental, en op. ciÉ, A 631/E659 yProleg., § 57, A 171-2. Ud, KW, A 700/E728: «[W]ir nichí berechtigt waren, ein Wesen tiber die Natur von den gedachten Eigenschaften anzunehmen, sondern die Idee desselben zum Grunde ni legen, um nach der Analogie einer Kausalbestimmung der Erseheinungen als systematisch unter einander verkniipft anzusehen». 100 e e U U u e problemastranscendentesque surgenen su seno,no hallaríanningún espíritu receptivoen las sedesdelescepticismomásresistenteal diálogo. u L3.5.l. Lascondicionesdeun lenguajesimbólico:el nuevousodela analogíaquedefiende U Kant u U Precisamenteel final de la Dialectícatranscendenalcontieneun diálogo imaginadoque puedeconstituir una buenaintrodución a la cuestiónde la que pasamosa ocupamosen las u siguientespáginas,que no esotraquela de las condicionesdel establecimientode algoasí como e un lenguajesimbólico, el cual nospermitaabandonarla provisional indigenciadel silenciocon u respectoa lo suprasensible: • «Si alguien(conla vistapuestaenuna teologíatranscendental)pregunta,enprimer lugar, • si hay algo distinto del mundoque contengael tbndamentodel ordeny cohesiónde este mismo • mundo, la respuestaes la siguiente:sin duda. [...] Si, ensegundolugar, la preguntaes si eseseres • sustancia,de la mayor realidad, necesario,etc., respondo:estapreguntano tiene significado alguno,ya quelas categoríasmediantelascualestratode hacermeun conceptode semejanteobjeto no poseenotro usoqueel empírico,careciendode sentidocuandono sonaplicadasa objetosdela U experienciaposible,esdecir, al mundosensible[...] Si, entercerlugar, sepreguntafinalmente:¿no • podemos al menos pensar ese ser distinto del mundopor analogía con los objetos de la • experiencia?,la respuestaesdesdeluego,perosólo comoobjeto en la Idea, no en la realidad»’. u El pasajecitado que despliega,a lo largo de tres pasos,lo que al final del apanado anteriordenominábamosla necesidadde hallar un lenguajequereunieraen sí la obligaciónde pensarun Sersupremocomocausadel mundoy la imposibilidad de conocerlo,sirve de algún u modo de apoyo textual de esavía buscadapor el filósofo transcendental,que nos parece suministraruna renovaciónde la tradicional noción de la analogía.No se halla en juego la posibilidadde formular una hipótesispolémicacontrael ateoy el escéptico,que confundenla ausenciade pruebasempíricassuficientescon la demostraciónde la imposibilidad de cualquier U prueba,ni de pensarlas condicionesde posibilidaddel sumo Bien en el mundo, en tantoque • objetototal de la ley moral,cuyo fomentoserádeberparanosotros,sino másbienel poderpensar • —sin recurrir a otra ayudaque no seainherentea nuestrasfacultadesde conocimiento—con • sentidoen un orden del mundo,es decir,la viabilidad de una suposiciónnecesariaparanuestro pensar.No setratade que la IdeadeDios haga,sin másapreciaciones,inteligible esteorden U cuyacomprensión,por otro lado, dependede la investigaciónnatural--,sino de que me asegure U queal emplearexpresionesdeltipo “odendelmundo”o “unidadsistemática”no estaréutilizando • expresionesvacías.Si bien puedencalificarsede expresionesinconcebibles(unbegre Y/esen haben mag des~sen Begr¿(fselbst aufler allerErkenninis hegt, deren wir innerhalb der Weltfahig sein». 2Vd.,ibid. • ~Un pasajede la Religión definecon claridad, del hilo de las descripcionesreligiosas—puessomosincapaces de • pensaralgún valor mora] en las accionesde alguien sin, al mismo tiempo, representamosa esapersonao su • manifestación—,enqué sedistingueun “esquematismodela analogia”de un tosco“antropomorfismo”,wL, II parte, u 81, nota.Vd. Prolegómenos, § 33; cfr. KrV, A 248/E305. u • 121 e e u e u e lugar, por esto, no se transportará,pues,la razón, como una propiedad, al ser primero, sino solamentea lasrelacionesdel mismoconel mundode los sentidos,y, porconsiguiente,seevitará, por completo,el antropomorfismo»’. Lejos de atenuarde esta manerael juicio ya dictado acercade la imposibilidad de conocimientoalguno acercadel objeto suprasensibleque representaDios, la conclusiónde los Pro/egómenosterminaráde romperamarrascon todoposibleacercamientoen clave teóricaa la 2existenciadivina . En estesentidono nosserviremosde la propiedadde la razónparapensara un entesuprasensible,creadordel mundo, sino parapensara ésteúltimo como un pasonecesario para alcanzarel uso de la razón más completoposible segúnprincipios~. Para ello, como veíamos,recurríamosal significado transcendentalde nuestrosconceptos—en concretode la categoríade causalidad—,perosin incurrir en un usotranscendentalde los mismos,de modoque pudiéramospensarel mundocomo si proviniera (abstammen)de una razón suprema,segúnsu existenciay determinacióninterna, hallandoen la relaciónde la causasupremacon el mundoel fundamentode la constituciónde ésteúltimo, de su forma racional. Insistimosnuevamenteen queal realizarestacomparaciónanalógicaentrela causalidaddel Sersupremoy la de la razón humanacon respectoa sus productos,no penetramos(einsehen)enmayormedidala naturaleza de esacausasuprema,sino quesolamentecomparamosun efectoquenosesconocido—el orden delmundoy suconformidadracional—con los efectosque conocemosde la razónhumana: «Diré, pues: la causalidadde la causasupremaes, con respectoal mundo, lo que la razón humanaesconrespectoa susobrasdearte.Con esto,siguesiéndomedesconocidala naturalezade la causasupremamisma: comparosolamentesuefectoconocidopara mi (el ordendel mundo)y su racionalidad,con los efectospor mi conocidosde la razón humana, y despuésllamo a aquélla razón, sin atribuirla, por eso, lo mismo que conciboen el hombrebajo esaexpresión,o, en otro caso,algo suyoconocidopormí comosupropiedad»4. 1/el Proleg., § 58, A 177-8: «Denn wenn man uns nur anfangs (wie es auch Hume in der Person des ¡‘hilo gegen den Kleanth in semen Dialogen tul). als eme notwendige I-Jypo¡hese, den deistischen Begnff des Urwesens einr¿iumt, iii welchem man sich das Urwesen durch lauter ontologische Pr¿idikate, der Substanz Ursache, etc... denia [.1. so kan» uns nichí hindern, von diesen, Wesen eme Kausaluaí durch Vernunjl in Ansehung der Welt ni prtklizieren, ¡md so zun> Theismus iiberzuschreiten, ohne e/gen genótigt ni sein, ihm diese Vernunft an ihm selbst, als eme Dm> anklebende Eigenschafi, beizulegen. Den,,, was das erste betr(fft, so ist der eznz¡ge mogliche Weg, den Gebrauchder Vernunfi, iii Ansehung oller móglicher Erfahrung, nr der Sinnenwelt durchgóngig mit sich eínstinnnig arz! den hochsten Orad ni treiben, wenn man selbst wiederum eme h¿’ichste Vernunfi alseme Ursache aller 1/erknt¿pfungen mn der Welt annimmt: ein solches Prinz¡p mu]? ihr durchgangig vorteilhqfi sein, kann ihr aher nirgend in ihrem Naturgebrauche schaden. zweitens aher wird dadurch noch die Vernwzfi nicht als Eigenschaft aufdas Urwesen at¡ sich selbst Uberiragen, sonder,, nr aufdas Verhdltnis desselben nr Smnnenwelt und also der Anthropomorphism f2nzlich vermieden». En estepuntoresidenlasdificultadesqueO. Lebrunencuentraenla interpretacióndeO. Martin —enProNemeder Prinz¡pienlehre in die Philosophie Kant, articulo incluido en nuestrabibliografia—, segúnel cual, el razonamiento analógicoserviríadeocasiónparareconducira Kant a la tradiciónfilosóficaanterior,demodoquelas atribucionesa Dios segúnanalogíadeunacausalidad,de existenciao voluntad,se habríanderivadoen relacióncon las categorías mismas,entendidascomosignificacionesoriginalesy, disminuyendola equivocidad,Kant no bariamásque«volver a los viejos caminos de la analogia». 1/el Prolegómenos, § 58, A 178: «Mediante ello [la inferenciapor analogía]se evita que nos sirvamos de la propiedad de la razón, para pensar mediante ella a Dios, sino al mundo, como es necesario, para tener el uso más amplioposible de la razón en consideración de éste según un principio». ~ 1/el op. cit., ibid., A 179, nota: «¡oir werde sagen: die Kausalitót der obersien Ursache ist dasjenige in Ansehung der Web, was menschliche Vernunft nr Ansehung ibrer Kunstwerke ist. Dabei bleibt mir dde Natur der obersten Ursache selbsí unbekannt: icir vergíelohe mr ihre mir hekannte Wirkung (die Weltordnung) ¡md deren Vernunftmqfligkei¿ mit den mir bekannten Wirkungen mensoirlicher Vernunfi, und nenne daher jene eltre Vernunft, 122 e u e e u • La explicaciónkantianamanifiesta,así,porsi pennaneciesealgunaduda,que el discurso • analógicoadoptadono transgredela máximalógico-transcendental,segúnla cual no hay un • génerocomúnparael Sersupremoy los productosnaturalesy humanos,sino queúnicamentenos • permitecompararefectos,no penetrarnaturalezas,y muchomenoslas inteligibles.De estemodo vienen a disolverselas dificultades planteadaspor el teísmo, pues vinculamos al principio humeanode noconducirel usodela razónmásalládel campode la experienciaposiblecon otro • principio desconocidoparaHume,quenosdiceque no debemosconsiderara la experienciacomo • algo quesedelimite por sí sola a si misma,sin ayudade la razón. Una atenciónsemejantea los maticesdel uso que realizamosde los conceptosy unatal ampliacióndel modode pensarenel campode la experienciacomola que requiereel establecimientode un conocimientodel limite, u debecontarcon una utilidad notable en consideracióndel fin final de nuestrarazón, que es la u metafisica.Precisamentela justificación de semejantediscursolimítrofe coronala exposiciónde lasposibilidadesde la razónen clavesubjetiva—casicomoun estudio“antropológico”queha de u quedarfuera del sistema,segúnpalabrasde Kant—, dejandoaún en el aire la digna tarea de descubrirlos fines naturales(Naturzwecke) a los que se dirige su disposición (An/age) para conceptostranscendentales,desdeel momentoen que todo lo que reside en la razón se halla u incorporadoconvistas a un propósitoútil’. El caminodesembozadoseráel impulsadopor las • Ideas de la razón, las cualesedifican lo que entendemospor metafisica, en su aspiracióny u esfuerzo(Bestrebung) porsuperarlas limitacionesde la experiencia,Ideasque encontramosde la • manode unadisposiciónnatural (Naturan/age)de nuestrarazón,destinadaa liberar (befreien)a • nuestrosconceptosde las cadenasde la experienciay de las limitacionesde la meraobservación • natural. Por estavía seabriráel pasohaciael campo(Fe/d) de objetosdel entendimientopuro • que no podemosdeterminarcomo aquellosque nos sondadosmediantela intuición empírica, • peroque permitequeprincipios,necesariose indispensables(unumgángl¡ch)parala Razónensu • usopráctico,se extiendan(ausbreiten) hastaalcanzarla universalidad(Allgemeinheit) requerida. u En virtud de estaampliaciónde nuestraperspectivaacercadel mundo,las Ideaspsicológicas, • cosmológicasy teológicas nos librarán del materialismo,del naturalismoy del fatalismo • respectivamente,proporcionandoun espacioquelasIdeasmoralesseocuparánde llenar,másallá • del campode la especulación2.Como la utilidad prácticaque una ciencia especulativapueda • tenercaenecesariamentefuerade los límites de la misma,al modode un escolio, y no pertenece • a ella como una de sus partes,la utilidad prácticadel usoteóricode la razónno perteneceráa la • exposicióndel sistema, si biensí residirádentrode los limites de la filosofia, con mayorrazón • dentrode aquéllosqueella trazaa partirde fuentesracionalespuras,dondeelusoespeculativode • la razónen metafisicatieneque contarcon una unidadnecesariacon el prácticoen la moral3. • Justamenteporello la dialécticainevitablede la razónpurano eraúnicamenteunaaparienciaque debíaserdisuelta,sino unadisposiciónnaturalconformea un fin, cuyo verdaderoalcancehabía • que determinar.Asimismo podemosconsiderarcomoun segundoescolio,másrelacionadocon el contenidode la metafisica,la exposiciónde ciertosprincipios—enel Apéndicede /a Dialéctica transcendentalde la primera Crítica— que determinana priori el orden de la naturalezay e • o/rite darum eben dasselbe, was idi am Menschen unter diesem Ausdruck verstehe, oder sonst etwas mir Bekmmtes ¡¿1r als ihre Eigenschaft beizulegen». 1/el Proleg, § 60, A 183-4; cfi. Idea, prop. 1; cfi. KrV, A 747/E 775-A 748/E776. • 2 1/el Proleg., §60, A 186. • Vd KrV, A 840/E 868: «La legislación de la razón humana posee dos objetos, naturaleza y libe rta4 y • consiguientemente, incluye tanto la ley de la naturaleza como la ley moral, primero en dos sistemas distintos y, • finalmente, en un único sisten¡aflloso7fico. Lafilosofia de la naturaleza se refiere a todo lo que es~ lafilosofla moral solo a lo que debeser». u • 123 u u u e u u posibilitan la mayorunidadsistemáticaviable delentendimientoy sus conocimientos,tareaque les encomiendanuestrarazóncomo inicio de la constituciónde una historia natural sistemática, quehabríaquedadosin soluciónsin ellos’. A modo de conclusiónde la exposiciónquehemospresentadoen las páginasanteriores, acercade la función y el sentidocon que el antropomorfismosimbólico puedecontaren relación a la constituciónde unametafisica,que,a suvez,contarácomoclavedebóvedacon un concepto comoel de libertad,un conceptocunosamente,él mismo semánticay estructualmenterelacional, podemosextraertrespuntosque nosparecenesencialesal respecto.Ante todo,debesefialarse,de la manode estasoluciónantropomórtica,la estrechavinculaciónentre una noción como la de puntodevista(Standpunkt)y la cienciaqueaspiraaserla metafisica.Dealgunamanera,el saber del /ími¿e aparececomo el hallazgode una perspectivadesde la cual podemosconsideraral mundo sensiblecomo un todo delimitadoy subeneficiosafunciónpara el destinode la crítica como desplieguede la multiplicidad de órdenesfacultativos se observaráde un modo más completocuandonosdetengamosen la gloriosaaperturaque la ley moralproporcionaal ánimo. En segundolugar, convienerepararen el usoque seha realizadode unacategoría,como la de causalidad,en susignificacióntranscendental,comobasede la relaciónestablecidaentreun Ser suprasensible=Xy el mundo sensible,con lo que sejustifica el tomarcomo punto de partidaal deísmo,entantoquepensamientode un sermediantepredicadosontológicos,queaprovechanla virtualidad no empírica, sino transcendental,de los conceptospuros del entendimiento2. Desprovistade suusoempírico, la categoríade causalidad,como posición del efecto B por la causaA, permitetematizar,mediantela merafunción lógica del juzgar,la relacióny referencia del mundo en su totalidad (We/tganz) a un principio que habríapodido crearlo, con lo cual, emplearemosdicha categoríaateniéndonosa su sentidotranscendental,carentede aplicación empírica.El dogmatismode Hume residia,por lo tanto, a la vista del argumentokantiano,en confundirlo incognosciblecon lo inefable,disyuncióndisueltaporKant, al indicar la posibilidad, no de queel Sersupremoestédemostradoporsusobras,sino de queseael ordende la naturaleza el que nosparezcadivino3. De estemodo, no seráde extraflarque el teísmo,bienentendido,no seauna afirmacióndogmática,sino una hipótesisnecesariade la razón,que buscaactuar de acuerdocon susexigenciasy sus aspiraciones—como leemosen algunasde las Reflexiones kantianas—,pues,enprimerlugar,habíaquevaciaral Dios teórico desucontenidoespeculativo, si es que se quería hacerun uso metafórico del mismo. En tercer y último lugar, el Dios antropomórficoen sentidosimbólico setraduciráen una garantíareflexivaparapoderpensarel mundo desdeel punto de vista de la finalidad. Si bien el Dios precritico, pensadocomo fundamentode la totalidad de lascosas,incluso en su posibilidad lógica—tal y como apuntaba laNovaDilucidatio— garantizabael nexomecánico-fisicode las cosasdel mundo,el Dios como entefuera del mundo=xgarantizaráel nexusfínalis de aquéllas,con vistasa alcanzarla unidad sistemáticamásgrandeposible—la «unidadformalsupremas>—, ennombrede la cualpodamos enlazarlas cosasentre sí segúnleyesteleológicas.Podríamoshacemosuna idea de la distinta comprensióndel rendimientode la Idea de Dios a lo largo de la evolución del pensamiento kantianode la manode la tibia atenciónque el único sentidoque aquéllaseguirámanteniendo 1/el Proleg. §60, A 187-88. 2 1/el op. cii., § 58, A 177: «aquellos predicados [losempleadosen el conceptodeístadeun Sersupremo]sonmeras categorzas, que no proporcionan ningún concepto detenninado, pero tampoco un concepto [detal ser] restringido a las condiciones de la sensibilidad». O. Lebrunplanteala cuestiánbajoel siguientemono:«La imposibilidadde conocerestá, por lo tanto, estipulada en elpermisopara comprender» enop. cit., cap.VIII., vi, p. 225. 124 e u e u u • trassu maduracióncrítica mereceráen unaobra comoel Einzig Bew.’. En la obra de 1763 se • aconsejabano atribuir al ordenartísticofenómenosquepudieranconsiderarsecomoefectosde • leyesgenerales,ni renunciara la explicaciónporéstasantesdehabermostradosu imposibilidad2, mientrasque en la primeraCrítica seatinnaráque la presuposiciónde la finalidad no podrá • perjudicarnuncaal estudiode la naturaleza,y, si esverdadquepodemosexplicarel achatamiento de la tierra en forma esférica «por el equilibrio de la primitiva masa líquida que formaba la úerra»,no lo habríamosdescubiertosin la hipótesisde una disposiciónsabiaque noshubiera u puestosobresu pista. Si bien podemosconfundimosen la atribuciónde un nexusfinalis a uno meramentemecánico,si bien seaposibleconvenceral anatomistadeque ha cometidoun error al referir algúnmiembrode un cuerpoanimala un fin determinado,del queen realidadaquélno seu sigue, ello no implica que sea posible hallar una disposiciónnatural que contengauna total 3 ausenciade fines Así, desde el mirador de la crítica, podemosconsiderarcomo tesis prácticamente • intercambiablesla afirmaciónde quela sabiduríadivina lo haordenadotodoconformeasusfines supremosy de que una sabiduríasupremasirve de hilo conductor,como un símbolooperativo parala investigaciónnatural y comoprincipio de la máximaunidadsistemáticay teleológicade • la naturalezasegúnleyesuniversales,esdecir, quesehalla al serviciode la razónfinita humana, • inclusoallí dondeno advirtamosrealmenteesaunidad4.Identidadaúnimposibleparala obrade U 1763, donde la primerade las tesis hubieradado lugar a un Dios antropomórfico,cercanoal • demiurgoplatónico,mientrasque la segundahubieraresultado,si bien condificultades,la única • realmenteaceptable.Paulatinamentela finalidad técnica se irá conviniendoen un simbolo u necesario para la comprensiónracional, lo que alberga —como veremos— importantes • consecuenciaspara el aspectoque tome finalmenteun estudiode la libertad. La operaciónde • comparar la racionalidad del orden del mundo con los efectos de la razón humanaque • conocemos,asi como la atribución a la disposiciónsistemáticadel primero de una razón en • sentido analógico, con el fin de alcanzarun sentido y un punto de vista suficientemente • determinantede su legalidad,si bien carentede intención cognoscitiva,se muestracomo la • extracciónde unnúcleode la teologíaracional,porun lado,demasiadosubjetivoy antropológico • comoparadeterminarefectivay empíricamentea Dios, y, porotro, demasiadoabstractocomo • paraserunameraconstrucciónconceptualhumana.El lenguajedel limite nosproporciona,así, • una suertede razónflotante, entreel cielo y la tierra, en la que observamoslos pasosde la u ‘ 1/el Einzig Rew., enel quese introduce—comodecimos—comoelementosecundariola auténticapiedradetoque de la única significación teórico-reflexivaqueseguirámanteniendoDios al final de la primera Critico y de los u Prolegómenos: «Se puede, por analogio con lasacciones humanas, representar cómo un serpueda ser la causa de • algo reaL pero jamás cómo aquél contenga el fundamento de posibilidad interna de otras cosas, como si este • pensamientofuera demasiadoalto para que una criatura ¡mdiera alcanzarlo» [subrayadonuestro];¡IT, pp. 152-3;cfr. • Fortschr, XX, p. 294: «Tenemos pues un concepto de una teleologia de la naturaleza, y un concepto a priori, pues en otro caso no nos esíaria permitido hacerlo entrar en nuestra representación de objetos de la naturaleza, sino u únicamente ex traerlo de ésta, como intuición empfrico, y la posibilidad a priori de un tipo tal de representación • que no es aún conocimientoalguno— estáflrndada en el hecho de que percibimos en nosotros mismos una facultad • una capacidad de conexión según fines (nexusfinalis»>; cfr. O. Lebrun,op. dL, pp. 228-9. • 21/d.EinzigBew.,fl,pp.114y136. 1/rl Kr1/, A 688/E716. • “ Vd. op. cit., A 699/E727: «[I]ncluso en los casos en que no la percibimos [launidad sistemáticade la naturaleza] • tiene que dar exactamente lo mismo decir que Dios lo ha querido asi en su sabiduria o que la naturaleza lo ha • dispuesto asi en su sabiduria. En efecto, fue precisamente la máxima unidad sistemática y teleológica que la razón u impuso como principio regulador de toda investigación de la naturaleza la que le dio derecho a basarse en la Idea de una inteligencia suprema como esquema del principio regulador. Cuanta másfinalidad se descubra en el mundo, de acuerdo con tal principio, tanto másquedará confirmada la legitimidadde esa idem>.u u • 125 u u u e u e disoluciónde unacomprensiónde Dios como“esquema”de la totalidadde lascosasenunarazón limítrofe, que se expresacomo la fundamentacióny explicación que—al menosde un modo provisional—la critica estáen condicionesde ofreceracercadel ordenracionaldel mundo. La razónhumanadespliegadeestemodosupotencialidadparamirarsedesdeun afuerade si, no con el fin de considerarsecomo unacriaturasiempresubsidiariade un géneroontológicoexcelente, de sueneque todo saberdebieraterminar por reconocersecomo teología, sino másbien para romperdefinitivamenteconesa“imagendel pensamiento”y sentarlas basesrequeridasparaque la tareade la reflexiónen lacomprensiónde quésignifiquepensar,de cuálesseanlas condiciones de ejercicio del uso de la razón, puedadesarrollarse,proyectocritico desdeel que bien podrán esperarsenuevosimpulsosparala metafisica.Poneren marchaesteplan—la renovaciónde la preguntapor la metafisica como ciencia— requeríaacometeruna arqueologíafilosófica sin parangónen el horizonte intelectual kantiano, cuyos primeros frutos reconoceremosen la discusióncontenidaenestaprimerapartede nuestrotrabajo. 126 e u e u u • ¡.4. El acabamientodeuna Crítica dela razónpura como “metafísica inmanente”: la tarea de • una deduccióndelas Ideasdela razón. u Ya tuvimosocasiónenanterioresapartadosde repararenalgunasde las peculiaridadesde la razóny susproductos,las ideas—las cualesfuncionancomoprincipios del conocimientoa • priori humano—, especialmentecuando nos detuvimos en los puntos significativos que caracterizan al entendimiento y la razón como dos facultades superiores de conocer U independientes. Entonces señalábamosque, además de su función metodólogica, lo zncondicionado (das Unbedingte)actuabacomo unacondujo sinequa non parael procederde la ciencia,en la medidaen quelleva a cabounapetición inacabablede premisas,comoseobserva • .1 con todaclaridadenla sugerenciakantianade identificar a la razóny lapreguntaporelpor que. De esa manerasu función reguladorano reducía a la facultad de los principios a un uso puramenteformal, sino que,si bien susproductosquedabanvacíoscomocontenido,almostrarse como el pendaní de lo dadoen la experiencia,permanecíacomo modelo ideal en el que debe • mirarseel conjuntode la realidad.La inclusión de una nuevadensidadintelectual,que serála • propia de la razón, deberáhallarse —dada la naturalezaarquitectónicade la razón— en • consonanciacon la posible y necesariaconsideraciónde todos nuestrosconocimientoscomo • pertenecientesa un sistema racional, en el que encuentrensatisfacciónel conjunto de los • interesesde la razónhumana2.Un signodeestasucoherenciainternalo descubrimosenel hecho • de queellamisma proyectamediantesusIdeasla realidaddeunentequenospermitealcanzarun • nuevo punto de vista acercade las cosasdel mundo, que no es otro que el de una unidad • sistemáticaindispensablepara la subsistenciade la razón y beneficiosaparael usoempíricodel • entendimiento3.Otro signo de esaconcordancialo hallamosen la integraciónde la triadaque • componenesasIdeas en la dinámicade la razón y en su exigenciade sistematización,que • constituye su principal propósito4, pues —como leemosen el §56 de los Prolegómeno&-- • «expresanel destinopropio de la razón, a saber, serun principio de unidadsistemáticapara el • uso del entendimiento». • Volviendoa la amplituddeun puntode vistaquepermitiríanlas Ideasde razón,éstasson • definidasporKant comoalgoa lo que no correspondenadadadoenla experiencia5,carácterque, u _____________ • 1 Vd. KrV, A 488/a 516: «Si admitimos, en algunoscasos,acontecimientosnroducidospor si mismos, esdecir • producidospor libertad entonces nos sigueacosandoel por mié, segiinuna inevitableley natural, y nosobligaa • rebasarestepuntopara ir másallá de acuerdocon la lev causalempírica. encontrándonoscon quesemejante totalidad de interconexiónes excesivamentepequeñaen relación con nuestro necesarioconcepto empfrico» ~subrayadonuestro]. • 141. op.cit., A 474/a 502: «La razón humanaes arquitectónicapor naturaleza, es decir, consideratodos los • conocimientoscomopertenecientesa unposiblesistemayporello pennitetansóloaquellosprincipiosquealmenos • no impidenqueel conocimientoquesepersiguepuedainsertarseen el sistemajunto a los otros»; cfr. op. cit., A 804/B 832. • ~¡41 op. cit, A 68 lIB 709: «Larazónes incapazdepensartal unidaddeotro modoquedandoun objetoa su Idea perounobjetoqueningunaexperienciapuededarnos;pueséstanonosofrecenuncaun ejemplodeperfectaunidad • sistemáticaUn entede razón(ensrationis raciocinatae)deestetipo esunameraIdeay, consiguientemente,no es • admitidoen términosabsolutosy en sí comoalgo real, sino comofundamentoen sentidoproblemático(puestoque • ningúnconceptodel entendimientonospermitellegar a él,>, con elfin de considerartoda conexiónde lascosasdel mundosensiblecomo si se basaraneneseentederazón,perosólo seadoptala hipótesiscomoobjetodefundaren U dicho ente aquella unidad sistemáticaque puedeser indispensablea la razón y favoreceren todo caso el • conocimientoempíricodel entendimientosinpoder, encambio,obstaculizartal conocimiento». ~Ecl op. cit., A 797/B 825. Ecl op. cit,, A 327/B 384: «Losconceptospurosde razón[...] son [..] transcendentalesy rebasanel limite de toda experiencia,encuyocamponopuedehallarsenuncaun objetoqueseaadecuadoa la Idea transcendentaLCuando e • 127 u u u e u e lejos de condenarlasa constituir algo vacio, ficticio o sin importancia, nos trasladaa una perspectiva,segúnla cual seránindispensablementenecesarias(unumg¿inglichnotwendig) para el ejercicio de nuestrasactividadesintelectualese igualmente«la condición indispensablede todo uso práctico de la razón» (A 328/E 385), entendiendoporpráctico todo aquello que es posible por libertad, todo aquello que se basaen ella’. La presenciade las Ideas pone en evidenciaque la naturalezade nuestrarazón no puede conformarsecon el hallazgo de las condicionesde la objetividad, desdeel momentoen que «nuestrafacultad de conocimientosiente una necesidad mucho más elevada que el deletrear los fenómenos según una unidad sintética, con el fin de leerlos como experiencia» (A 314/E 371). Por todo ello, la razón serácapazde reflexionaracercadel pensary sus condicionescon una profundidad de la que el proceder mecánicodel entendimiento—que «representaa las cosas tal y como son, sin considerar si y cómo podemos obtener conocimiento de ellas»2— no es capaz.Así como la facultad de los conceptoscarecede mediosparalucharcontrala imposiciónde la realidad,cuyalegalidad nos devuelve,la razónexponela fuerzainteligible de las Ideasparasobreponerseala facticidadde lo dadoy elaborara partir de ello unarealidadantesinexistente.En estesentido,sólo un estudio acercade la libertad, en virtud de su esencial pertenenciaal hombre, podrá ponemos en condicionesde pensaresatransformaciónqueel pensamientoexigeconrespectode la realidad,a lo quevolveremosmástardede lamanode lanecesidadde trazarunahistoria de la razón. Sin olvidar el sentidopositivo que ya introducelo inmediatamenteanterior,en tanto que productosbasadosen la naturalezade nuestrasfuerzas,las Ideasde la razóndebenserconformes a fin y contar con un buen uso posible, con una determinaciónbuena y final (gzae und zweckmdfligeBestimmung),basadaen la disposiciónnaturalde nuestrarazón: «Las Ideasde la razónpuranuncapuedenser en si mismasdialécticas,sino que el uso inadecuadode las mismastienequeproducirel que de ellassurja unailusión dialéctica;puesestán planteadasporla naturalezade nuestrarazón,y es imposiblequeestetribunal supremodetodoslos derechosy pretensionescontenga,por suparte, engañose ilusionesoriginarios.Es de suponer pue, que las Ideas poseanen la disposición natural de nuestrarazón su finalidad adecuaday apropiada»>. El texto citadoapuntaa la necesidadde acometerel estudiode un uso inmanente dc las Ideas,las cuales,cuandoselas toma por conceptosde cosasefectivamentereales,recibenuna aplicacióntranscendentey resultanengañosas.Es el usoquelas Ideaspuedenrecibir, no lo que sonpor ellasmismas,el que puedereconocersecomo inmanente(einheimisch)o transcendente (ñberfliegend), segúnsedirija al uso empíricodel entendimientoo a un objeto supuestamente transcendente.En virtud de estaúltima referenciaal entendimientoen suusoempírico, la razón se nombra una 1de4 se dice muchísimodesde el punto devistadelobjeto(encuantoobjetodelentendimientopuro), pero poquisimodesdeel puntode vista del sujeto (es decir, en relación con la realidadde eseobjeto bajo condicionesempiricas).precisa.’nenteporque tal Ideanuncapueded.arseen concreto, en cuantoconceptode un maximuni. de modo que tenga correspondencia».‘va KrV A314/B 371; vd. op. cit, ASOO/B 828. 2 ~ op. cit, A 498/E 526. Éste es el aspecto moderado con que la razón y sus preguntas observan a la facultad que legisla sobrela naturaleza. Vi op. oit., A 669/E 697: «Die Ideen der reinen Vernunfl konnen nimmermehr ff1 stclz selbstdialektischsein, sondernihr bloflerMíflbrauch mu]? esallein machen,da]) uns vonihnenein trtiglicher Scheinspringt: dennsie sind unsdurch dde Natur unserer Vernunft aufgegeben,unddieser obsersteGerichtshofaller Rechteund Anspriiche unserer Spekulationkann unmoglich selbs¡ urprungliche Táuschungenund Rlendwerkeenihalten. Vernsutlich werdensie also ihre gisteundzweckm4fligeBestimmungin der NaturanlageunsererVernnnfi haben»;cfr. op. cit., A 642/E 670-A 643/E 671. 128 e e e u e e no produce (whafft) ningún conceptode un objeto, sino que más bien ordenarálos que el entendimientole poneyade antemanoa disposición,proporcionándolesla deseaday desconocida unidad—estaúltimafacultadlleva a la unidadde la apercepcióntranscendentalala multiplicidad e sensible, ocupándoseúnicamente de una unidad distributiva—, a saber, unificando la multiplicidad de los conceptosmediante las estructurasmodélicas que son sus Ideas, y U posicionandouna unidad colectiva como meta de los actosdel entendimiento.En este uso regulativo,excelente(vortreffiich) y necesariamenteindispensable(unentbehrlichnottvendig), la razóndirige el entendimientoa unaciertameta,en consideraciónde la cual las lineasdirectrices de las reglasde este último desembocantodas en un mismo punto, que aunquesólo una Idea, U representaráun punto que sehalle fuera de los conceptosdel entendimiento,más allá de los U limites de la experienciaposible,comounfocusimaginarius quesirva paraproporcionaraaquél la máximaunidadjunto con la máximaextensión(Ausbreitung)’.Esadirecciónsetraduciráen el e alcancede lo que puedaser lo sistemáticodel conocimiento,esdecir, que ésteno constituyaun • agregadocasual,sino un sistemaconectadosegúnleyesnecesariasy constituidoconformea un U principio. Con ello se alcanzadauna unidadracional que presuponela Ideade la forma de un • todo de nuestrosconocimientos,la cual precedea las partes y contienelas condicionespara • determinara priori el lugar de cadauna y su relacióncon las demás,esquemasegúnel cual U interrogamosa la naturalezay consideramosmenesterosoa nuestro conocer si no resulta U adecuadoaaquellasIdeas,cuyoongenseencuentraen la razón. U La presentaciónde la unidadsistemáticapensadapor las Ideascomounfocus imaginarius • setraduce,así, en una unidadproyectada,que no podráconsiderarseen ningúnmomentocomo U algo dado, sino como un problema que sirve para encontrarun principio unificador para lo u múltiple que proporcionael uso empírico del entendimiento,de la misma manenque para e dirigirlo en aquellos casos que aún no están dados, conectándoloscon los conocimientos U anteriores.Enconformidadconel dobleusode la razón, lógico y real,del quenoshabla Kant en 2• la introducciónde la dialéctica transcendental de la primeraCrítica , y teniendopresentelo que • sedijo en estemismotrabajoenel apartado1.3.4 en relacióna los principios de determinabilidad • y omnímodadeterminación,la unidadracionalsemanifiesta,en primerlugar, como un principio e lógico, que intervieneallí dondeel entendimientono alcanzapor sí solo a proporcionarreglas, • ofreciendoa la diversidadde susconceptosuniformidadbajo un principio sistemático,llegando • en semejanteconexión (Verknñpfung) tan lejos como seaposible. Por otro lado, el mismo • principio adoptaráel aspectode un principio transcendental, que hará necesariaa esaunidad • sistemáticano sólo subjetivay lógicamente,en un sentidometódico,sino tambiénen sentido • objetivo, lo que, al mismo tiempo, servirá de hilo conductorparael posteriorensayo de su deduccióntranscendental3.Podemosvalemosdel mismoejemploofrecidoporKant paraexponer u Setratade unade las imágenescitadaspor O. Deleuzeen su exposiciónde las ideasen el pensamientokantiano como problemasde la razón, desdeun planteamientode la cuestiónque retorna en buenaparteclavesde lectura leibnizianas—vd. cap.cuartodesuobraDiferenciay repetición—;cfr. JO~ A 644/B672. • 2 Vd. KrV, A 299/B 3 55-6: «Dado queaquíla razónsepresentadividida enunafacultadlógica y transcendental, U tieneoyebuscarseun conceptomáselevadode estafuentecognoscitiva,queabarque los dosconceptos,mientras e tantopodemosesperar,envirtudde la analogiaconlos conceptosdel entendimiento,queel conceptológico nosdé tambiénla clave del transcendentaly que la tabla defuncionesdel primero nosproporcioneigualmenteel árbol fenealógicode losconceptosde razón».Vd op. cii., A 648/E 676: «[puede decirse], consiguientemente,que todos los posiblesconocimientosdelentendimiento(entreellos losempiricos) tienenunidadde razóny se hallan bajoprincipios comunes,de los que puedend.erivarseesosconocimientosindependientementedesu diversidad:sabertodoestoconstituiria un principio transcendentalde la razón, que convertirla en necesariala unidadsistemática,no sólo subjetivay lógicamente, comométodo,sino objetivamente»;cfr. op. cH., A 654/E 682: «De acuerdocon esteprincipio transcendentalseu u • 129 e u u U u e el procederde tal presuposicióntranscendental,oculta bajo la reflexión filosófica tradicional acercadel sistemade los conocimientos,queno esotro que el del descubrimientode unafacultad absolutamentefundamentalpor comparaciónde otras menorescon facultadesfundamentales relativas. Gracias a una máxima lógica, que disminuirá todo lo posible la diversidad de manifestaciónde las facultades,seirá descubriendola identidadescondidade todasellas,en una revelaciónque satisfaceen buenamedidaal procedery ejercicio de nuestrafacultad racional’. Perono debepasarsepor alto el hechode que estaunidadracionales meramentehipotética, a saber,que no esnecesarioencontrarlade hecho,sino que debemospresuponerlay buscarlaa favor de la razón(ni Gunstender Vernunft),con vistasa la edificaciónde ciertosprincipios y a! ahorroen ladisposiciónde los mismos,comounaley internade la naturaleza. La antesalalógica de este principio transcendentalpodemos encontrarla,según la indicaciónkantiana,en las máximasde escuela por las que tradicionalmentesehan guiado los filósofos, articuladasen una serie de presuposicionesque tienen en común el habilitar las condicionesexigidas para el uso lógico de la razón y sus inferenciasde lo universal a lo particular,buscandoen todo momentola subsunciónde las especiesbajo géneroscadavez más elevados.En primer lugar, encontraremosla regla escolástica,enunciadabajo la fórmula ockhamiana«entia praeter necessitatem non esse multiplicanda», que se remontaa la vieja polémicadel nominalismoy estableceque la multiplicidad, en principio infinita, hallableen la naturalezano tienepor quéimpedir sureduccióna unidadsobrela basede un pequefiogrupode proposicionesfundamentales,regla que identificamos con el principio de uniformidad de lo múltiple bajogéneroscadavezmáselevadosoprincipio de homogeneidad.Esteprincipio lógico, que defiende la unidad genérica,presupone,como clave para su aplicación a la naturaleza. necesanamente un principio transcendental,segúnel cualsepresupongauna homogeneidaden la multiplicidad de la experienciaposible,sin la queel másagudoentendimientono seríacapazde encontrarla menor semejanzaentre los fenómenosal compararlosentre sí2. En carenciadel mismo no habríaley lógica de los géneros,así como tampocouso empíricodel entendimiento, debidoa laobligadareducciónde expectativasque sufriríanlos conceptosuniversales,enlos que consiste el negocio del entendimiento,por lo tanto, en una inferencia legítima, tampoco experienciaalguna. Kant ofrecerá la siguiente justificación transcendentalde este principio lógico, homólogode la “navajade Ockham”: «Si hubiera una diferencia tan grande entre los fenómenos, que se nosoftecen,no diré de la forma (pues desde este punto de vista pueden ser semejantes entre ellos), sino del contenido, es decir,segúnla multiplicidad de entes existentes, de forma que el más agudo entendimiento humano presuponenecesariamenteuna homogeneidaden la diversidadde una experienciaposible (si bien no podemos determinara priori cuál es su grado), ya que, de no existir tal homogeneida4no serian posibleslos conceptos empiricosni, consiguientemente,experiencianinguna»;cfr. op. cM, A 663$ 691-A 664$692. 1 Vd. KrV, A 648/a676-A649/a677. 2 La presuposicióntranscendentalnecesariadeesteprincipio lógico laencontramosen op. cit., A 651/a 679-A 652/a 680: «Quetoda la multiplicidadde lasdiversascosasno excluyesu identidadde especie; oyedebemosconsiderar las distintas especiescomo diferentes determinacionesde unos pocos génerosy éstos, a su vez, como determinacionesdeclasesaúnmáselevadas,etc.; oyehay,consiguientemente,oyebuscarcierta unidadsistemática de todoslosconceptosempiricosposiblesenla medidaenqueseanderivablesdeotrosmáselevadosy universales; todoello constituyeuna regla deescuelao principio lógicosin el cualno habríausoalgunodela razón[.1 Quetal unidadse halla tambiénen lanaturalezalosfilósofoslo presuponenen la conocidaregla escolástica,segúnla cual no hay que incrementarinnecesariamentelos principios (entia praeternecessitateninon essemultiplicanda). La regla quieredecir quela naturalezade las cosasmismasofrecemateriaa la unidadde la razóny que la aparente diversidadinfinita no tienepor qué impedimossuponerdetrás de tal multiplicidad una unidadde propiedades básicasquenospermitanderivar esamismamultiplicidadconsimplesdeterminacionesdiversas». 130 U U u u U ftese incapaz de encontrar la menor semejanzaal compararlosentre si (un caso que es U perfectamenteimaginable), entoncesno existiria la ley lógica de los géneros,como no habría u tampococonceptoalgunodegéneroni conceptosuniversales,incluso no habría ni entendimiento, U puesto que el único quehacer de éste son talesconceptos.Porlo tanto, el principio lógico de los U génerospresuponeuno transcendental[...] [s]egúnel cual sepresuponeen la multiplicidad de una u experienciaposibleuna homogeneidadnecesaria(sin que podamosigualmentedeterminara priorisu grado), porque sin la misma no seria posibleningún conceptoempírico, con lo que tampoco • ningunaexperiencia»’. u • La regla que venimos de exponerse ve complementadapor otra máxima reconocida U históricamente,que —en unareferenciano explícita al sistemade la naturalezapensadopor • Linneo—puedeenunciarsecomo«entiumvarietates non temere esse minuendas», en la que la U atenciónsedirigirá estaveza lasdiferenciasentrefenómenos,másquea la unidadde las mismas • en un mismo género,lo que requeriráigualmenteun principio transcendernalde espec¼cación U que garantice su sentido y aplicación, imponiendo al entendimientoel deber de buscar • subespeciesparacadaespecieque nos seapresentada.Con ello daríamoscon el polo opuestoy u complementariodel anteriorprincipio —si no hubieraconceptosinferiorestampocolos habría u superiores—,quenospermitirápensarla experienciacomoun todo2. En virtud de esteprincipio U transcendental,el ejerciciodel entendimientoseveráprovistode un notablemotor,queexigirá en • todos susactosel hallazgode diferenciascadavez menosnotables,«aunqueno se revelena los u sentidos»,en lo que se verá favorecido el mismo sistemade la experiencia,queasí alcanzará • mayor extensión.Tras estos principios fundamentales,en orden a la sistematizaciónde toda • experiencia,Kant observala labor de la razón para prepararleel terreno al entendimiento • (bereitet sein Fe/df, trabajoqueconduciráfinalmentea un génerosuperior(hohere Gauung), comopuntocentraldetodoslos conceptos,hastaalcanzarun génerosupremo(hochsteGattung), U comohorizonteuniversaly verdaderoqueabarquetoda la variedad,y que encontrarásu final en una ley de afinidad de todos los conceptos,que—retomandoel conceptoleibniziano de una U escalacontinuade las criaturas, utilizado mástardepor Bonnet—garanticeun tránsitocontinuo 2 Vd KW, A 653$ 681-A 654$ 682: «Wdre unter den Erscheinungen,die sich unsdarbieten, eme so grofle 5 Verschiedenheit, ich will nicht sogender Eorm(denndarin mogensieeinander¿ihnlichsein.L sonden:den,Inhalte, U di. der Mannigfaltigkeit existierender Wesenna.ch, &zfl auch der allerschibfstemenschlicheVerstand durch U Vergleichungder eínenmit der anderennichtdie mindesteAhnlíchkeitausflndigmachenkñnnte(ein FaIl, der sich • wohldenkenlúfit), sowurdedaslogmscheGesetzder Gattungenganzundgar nicht staqfinden,undes wurdeselbst • keinBegriffvon(attung,oderirgendeinalígemeinerBegr(ffja sogarkein Verstandstaqfinden,alsder eslediglich mit soichenmí tun hat, Das logische Prin.z¡p der Gattungensetzteisa ein transzendentalesvoraus [...] [n]ach demselbenwird in demMannigfaltigeneinermóglichenErfabrungnotwendigGleichartigkeitvorausgesetzt(ob wir U gleich ihren Creda priori nicht bestimmenkónnen),weil ohne dieselbekeine empirischeBegriffe, mithin k.eine • Erfahn¡ngmóglich 2 Cfr. Logzk-Jtfzsche,§§ 8-14,A 148-153. También esta segunda ley requerirá una flindanientación transcendental, vd KrV, A 656/a684-A657/a685: «Seveclaramenteque tambiénestaley lógicaquedaríasinsentidoni aplicaciónsi no contara a su baseconuna ley transcendentalde especificación,quesin embargono exige una infinitud real en U consideraciónde lasdiferenciasde las cosas,quepuedenser nuestrosobjetos;puesel princí~io lógico, quesólo U afirma la indeterminacióndela esferalógica enconsideracióndelaposibledivisión, no dapie a tal conclusión[.1 • Estaleyde espec¿t2caciónnopuedetampocoderivarsede la experiencia,»zoyeéstaes incapazde revelarnostal amplitud La espeqficaciónempíricapronto se para en la diferenciaciónde lo múltiple, si no ha sido dirigida mediantela anterior ley transcendentalde espeq/icación.comounprincipio de la razón, quehacequebusquemos • diferenciasy oyesospechemosque existenaunqueno se revelena los sentidos.Para descubrir oyelas tierras U absorbentessonde clasesdistintas(calcáreasymuriáticas)haciafaltaprimerouna regla de razónoye, dandopor • supuestoque la rioyezanatural estangrande,quecabepresumirdiferencias,propusieraal entendimientola tarea de buscarlas». 3VdKrV,A66418692. u • 131 U u U U u u de unaespeciea otra medianteunagradaciónde la multiplicidad, una vez que la interrelación (Zusammenhang)sistemáticaentreellosha sido culminadaen la Idea, en virtud de los dospolos extremosde los génerossuperioresy las especiesinferiores. Invirtiendo el orden con el que venimos exponiendolos diferentes principios racionales, semejanteley de afinidad será presupuestapor un principiodel tipo «non datur vacuumformarum»,que establecequeno puede haber génerosoriginariosaisladosy separados,pues, más bien, el conjunto de la naturaleza constituyeun contínuumformarum,asaber,un todo sistemáticoy entretejidoformalmente,en el cual cualquierdesplazamientoimplicaráel obligado recorridode distintasespecies1.Como ya habíaafirmadoLinneoy comolo recordaránsus discípulosno existensaltosen la naturaleza,por lo quesepodráponerala basede los sistemasvegetalesy animales,tal y comoson expuestosen la Philosophíabotanica de aquelnaturalista,el principio filosófico segúnel cualnatura nonfaca sa/tus.Perola continuidadde las distintasespecies,consecuenciade aquéllaque hallamosen la naturaleza,debíaencontrartambiénun fundamentode caráctertranscendental,que proporciona un aspectode aprioridadaunaley que,deotro modo,seguidasiendomeramenteempirica: «Esta ley lógica del continui specierum (formarum logicarum) presupone una transcendental(¡ex continui in natura), sin la cual el uso del entendimiento mediante aquella prescripciónsólo habríasido conducidoerróneamente,desdeel momentoen quequizástomaríaun camino opuesto a la naturaleza. Por lo tanto esta ley debe descansaren fundamentos transcendentales y no empíricos. Pues en el último caso llegaría después que el sistema;cuandoha sidoprecisamentela quehaproducidolo sistemáticodel conocimientonatural»2 Estostresprincipiossistemáticosde la razóndebenserconsiderados,pues,convistas a la comprensióndel ensayode sudeduccióntranscendental,como máximaso principios subjetivos, desdelos que podamosdivisar el conjuntode las leyes propiamenteobjetivasde la naturaleza comoun todo3. No en vano el apéndicekantianoa la Dialéctica transcendentalde la primera Crítica ejemplificala unidadsistemáticaquehabilitan los tres principios lógicos considerandoa cadaconceptocomoel horizonte que un espectadorposeecomo su punto de vista, como el alcancede las cosasquepuedenservistasdesdeél, de modoque puedapensarseen un horizonte común a los diversoshorizontes(géneros),desdeel cual divisar, comoel punto central que representael géneromás elevado,la multiplicidad de géneros,especiesy subespecies.A suvez, Una breve exposición de la poderosainfluencia con la que las Ideas de razón han contado en los procesos calsificatoriosrealizadospor los naturalistasla hallamosenKrV, A 646/E674: «Seadmitequees dificil encontrar tierrapura,aguapura,airepuro,etc. Sinembargo,noshacenfalta talesconceptos(quenoproceden,pues,enlo que a suplenapurezaserefiere, másquedela razón) a la hora dedeterminaradecuadamentecuál esenelfenómenola partedebidaa cadauna deesaspartesnaturales.Yasísereducentodaslas materiasa la tierra (comomeropeso), a sales, combustibles(comoenergía)y, finalmente,a aguay aire como vehículos(comomáquinas,mediantelas cualesoperanlasentidadesanteriores),conelfinde explicarlosprocesosquímicosdelasmateriassegt~nla ideade un mecanismo». 2 Vd op. cit., A 660$ 688: «DieseslogischeGesetzdescontinui specierum(formarum logzcarum)setztaber ein franszendentalesvoraus(¡ex continui in natura), ohne welchesder (SebrauchdesVerstandesdurchjene Vorschr4fi nur irre gelei¡et werdenwurde, indemsie vielleichteinender Natur geradeentgegengesetztenwegnehmenwurde. Es mufl also diesesGesetzauf reinen transzendeníalenund nicht empirischenGrtinden beruhen. Denn in dem letzteren Falle wurde es spater kommen, als die Systeme; es bat aber eigentlich das Systematischeder Naturerkenntniszuersthervorgebracht>. La definición de losprincipios regulativosde la razóncomo máximasque revelan un interés doble de la misma en la especulación~ el cual puede estar dirigido bien a la multiplicidad, bien a la unidad, según la adhesión (Anhánglichkeit)del científico a una ley u otra, trae a la luz la relatividad de la defensa de ambas posturas, que no encuentrasu origen en fundamentosobjetivos—un mayoro menorconocimientodel objeto—, sino en razones subjetivas;wl. op. cM, A 666$694-A667/E695. 132 U u u u U • podránseifalarsedentrode esehorizontegeneralunaseriede puntoshastael infinito, cadauno de U los cualescontarácon su propio horizonte,puesel másgeneralconsistiráen otros de cadavez U menoralcance,no en individuossin alcancealguno. No en vano, la razónpuedeprepararleel terrenoal entendimientoporque «es la facultad de ver másallá hacia unaperspectiva,es la • facultadqueforma el horizonte»,esdecir, aquellacuyo interésestádirigido a aunary recogerla • mayormultiplicidad posibleen la unidadmáselevadaposible’. Las tres leyesquela razónpone antelos ojos del filósofo transcendentalconstituiránprincipios orientativosen la multitud de U génerosque presentala experiencia,así comomediosde prevencióncon respectoal peligro de unarestriccióninjustificadade esariquezaa unaseriede principiossupremos,quelleve aolvidar el trabajode la especificación.Nos parecejustificado introducir aquí un texto pertenecienteal U Prólogo de la Critico del Juicio, dondede la mano de la necesidadde una investigacióndel u Juicio parala terminacióndel enteronegociocritico, seresumirádel siguientemodoel resultado de la ocupaciónde la primenCrítica con unade las facultadessuperioresde conocer,que no es U otra queel entendimiento: U U (’ ha reparado, en una observación que merece nuestra atención, en lo intempestivo de esta introducción de la noción de finalidad en el apéndice a la lógica de la apariencia de la KrV —dondeesanoción no ha encontradoaún su origen en un principio apriori de la facultad de juzgar—, enlazándola con el posterior ensayo acerca de la teleologia contenidoenla segundapartedeKUcasi segúnla mismarelaciónquevinculaa laDissertatiode 1770 y la ACrE, vd. op. ciÉ, especialmentepp. 392-5; cfr. S Marcucci, Studi kantiani 1, Pp. 43-73, ambasobrascitadasen nuestra bibliografla. Setratadeapuntarunacuestiónquerequeriráun detenimientomayordela manodela lecturadelas dos introduccionesa la terceraCrítica. a138 u u u e u siguede ahí, es completamenteimposibleencontrarunadisposiciónnatural, sea la que sea, queu demuestreunaabsoluta ausenciade fines»’ u • La perspectivateleológica,comodiámetrodel uso transcendentallegitimo de la razón, • poneasí de manifiestoque es sólo el mal uso (Mífibrauch) de las Ideasregulativas,empleadas • comosi fueranconstitutivas,el quelleva a incurrir en aparienciasdialécticas,en lasque la razón • nadaavanza,sino en las que se hundey enredatristemente,hastaque resurgeequipadacon la • ganancia del autoconocimiento,del que la regulación, como la otra faz de su renuncia u cognoscitiva,constituyeunaparteprincipal. El uso de ¡a Idea de causalidadfinal de la última • Causa,comosi (als ob) setratarade la causadetodo conformeal propósitomássabio, esdecir, u su restriccióna una función reguladoraserála única función para la que esté autorizada.Sin u embargoes natural en la razón humanael adscribirsederechosque no le son propios, como • observamoscuando emplea Ideas—como la de un Ser supremo—en tanto que principios • constitutivos. Mediante ese uso es fácil dar por terminada la investigación de un modo • inusualmenterápido,cediendoa la amenazade la ignavaratio, en la que la razóndescansacomo • si hubierapuesto fin a su negocio (Geschúft), amparadaen el dogmatismode un sistema • teológico de la naturaleza(fisico-teologia), o, en el caso del espiritualismodogmático, en la • pretensiónde poderampliarnuestroconocimientoacercadel sujetomediantela Ideapsicológica. Por el contrario,el principio regulativode la unidad sistemáticade las cosasde la naturaleza medianteunaconexiónteleológicano debeservirde excusaparala detenciónde la investigación • empírica, sino queel trabajode seguimientode las conexionesfisico-mecánicassegúnleyes universalestendráque actuarcomohilo conductoren todomomento,dadaslas peculiaridadesde nuestrasfacultadesde conoceAPorotro lado,la atribucióndogmáticade fines a la naturaleza,en u la que«se[le] imponenfines [...] deformaviolentay dictatorial, en lugar de buscarlosmediante la investigaciónfis ica de esta mismanaturaleza», derivadade la hipostatizaciónde la realidadu u ______________ • ‘ VeS. KrV, A 688/E716: «Denn, obzwarein Zerglíedereremeslrrtumesiiberfthrt werdenkann,wenner irgendein • GliedmafiemestierischenKorpersaufeinenZweckbezieht,von welchemmandeutlich zeigenkann, dafi er daraus n¡cht erfolge:soist esdochganzlichunmóglich,in einemFalle it, beweisen,dafi eme Natureinrichtung. es magsein welche es wolle, ganz und gar keinen Zweck habe».En relaciónal deslindamientoprogresivodel ordeny sucarácter • final con respecto a su supuesto creador —recordemos lo expuesto en 1.3.4 de este mismo trabajo— merece una • especial mención, nos parece, una obra precritica como Vi. D. Himmels,de la que podemosremitir al siguiente • pasaje, A 194-5: «Seconocerámásdecercaa la naturaleza cuanto más se conozca que los modos de ser universales • de lascosasnosonextrañoslosunos a los otros ni están separados. Uno se persuadirá suficientemente de que éstas cuentan con afinidades esenciales, mediante las cuales se adecúan por sí mismas para darse mutuo apoyo en la u edWcación de estructuras perfectas, y la acción recíproca de los elementos para la belleza del inundo material e • incluso, al mismotiempo,para beneficiodel mundoespiritual,asícomo de que las naturalezas individuales de las • cosas en general constituyen unas con otras en el campo de las verdades eternas, por así decirlo, un sistema;se • tomará igualmente conciencia de que la afinidad les es propia por la comunidad de origen de la que han sido creadas en conjunto sus determinacionesesenciales»;cfr. asimismoun texto de Z ew.F.,en elqueKant sostieneque u se debeabandonarla idea, habitual en las discusionesescolares,de una intervención o cooperación divina para U producirefectosen el mundosensible,vel op. cii., Primer suplemento, Garantía de la paz perpetua, VIII, p. 361; cft. • Vorarbeit it, ti!berdenGebrauch...,XXIII, p 75 2 VeS. KrV, A 691/E719-A692/E 720 «Sí [. 1 convertimosa [la] unidad sistemática de la naturaleza en una unidad • completamente universalen relación con la Idea de una Inteligencia suprema, entonces puede evitarse el error En efecto,en estecasonosapoyamosen unafinalidadconformea leyesuniversalesde la naturaleza,de lasqueno se • ha exceptuadoningunadisposiciónespecial;simplementese hadestacadoporsu mayoro menorcognoscibilidad • Tenemosasíun principio reguladordela conexiónteleológica,la cualno nuedeser determinada de antemano, sino • que únicamentenos es permitido nersepuir, esperandoencontrarla, la conexión Asico-mecánicaseeúnleves uníversales.Puessóloasípuedeservirnoselprincipio dela unidadteleológicapara ampliarel usode la razóncon respectoa laexperiencia,sinperjudicaresteusoenningúncaso»[subrayadonuestro]. e • 139 u e u e e e a a a a efectiva del principio de unidad final, es decir, de la determinaciónantropomórficade la Idea reguladorade un Ser supremo, conduciría al error de la perversa ratio. Ambos errores ¡¡ desconocenque la discusiónque nos ocupa incumbe,en rigor, no a las cosasque podamos conocer,sino másbien a la naturalezade la razón,lo que certifica supertenenciaa la críticaen a tantoqueestudiode su constitucióninterna’. Comoya se anuncióde la manode la constitución de un lenguajeeny del límite de la razón,que no eraotro sinoel antropomorfismosimbólico,la a razónnosaboca,arrastradapor susmáselevadosintereses,apreguntasy problemas,en losque la a posibilidad de pensarlosy concebirlos debe ir unida inseparablementea la prohibición de conocerlos.Semejanteambigliedadestarápresenteen la exposición del diálogo que la razón mantieneconsigomisma,que se nos ofreceal final del apéndiceala Dialéctica transcendental, a En primer lugar, la razónno hacesinosatisfacersusansiasinterrogativascuandoconsideraque a debesuponerseun fundamentotranscendentalparala sumade fenómenosque puedeconocerel entendimiento.Ahora bien, introduciéndonosen el segundopaso del diálogo, careceráde sign~cadoel pretenderconsideraraesefundamentoo razónsupremacomounasustancia,y, así, comola máximarealidad,si setiene en cuentala restricciónde las categoríasdel entendimiento discursivoa suusoempíricoy lo aparentede suusotranscendental.Sin embargola facticidadde esta prohibición, de esta negación, debe combinarse—como decíamos—con el empleo productivode la riquezaqueencierrael sentidotranscendentalde las mismas,en la medidaen quepodremospensaraeseSer supremo,exterioratodo lo mundano,comoun objeto en la idea, a en analogíacon los objetosde la experiencia,puestoquesetratade un sustratodesconocidode la a finalidad,unidady ordendel mundo,quela razónseencargade convertiren principio regulador desuinvestigaciónnatural.La aceptaciónde un matizadoantropomorfismovienea apoyarseen el hechode que setratade unaIdea que no serefiere directamentea un Serdistinto del mundo, a sinoal principio regulativode la unidadsistemáticade la naturalezamedianteel análogode un a esquemade la misma2.Por nuestraparteno necesitamosni podríamossaberlo que esen sí este abismo (Ungrund) de un fundamentooriginario (Urgrund), que la razón pone ante nuestro a entendimiento,sinoqueúnicamenterequerimosla Ideadel mismorelativaal usosistemáticode a la razónen consideraciónde las cosasdel mundo. La seguridadcon la que podemosemplear á estos principios reguladoresque la razón nos ofrece, proporcionadapor la deducciónde los mismos, a cuyos pasos hemos asistido y en la que reconocemosun momento de autoconocimientode la razón comparableal que atraviesaal investigar los conflictos que amenazancondestruirla,descubrela internaunidadentrela presuposiciónde un ordenfinal en la naturalezay el progresode la razónen susdeterminaciones,comoponede manifiestoel siguiente pasaje,pertenecienteal final de laDialécticatranscendentalde laprimeraCrítica: a «[E]n los casosen que la percibís[la unidad sistemáticay teleológicade la naturaleza] tiene que daros exactamente lo mismo decirqueDios lo ha queridoasí de un modosabio o que la naturaleza lo ha dispuesto así de un modo sabio»3. a a a Vd KrV, A 695/E 723; cfi’. op. cit, A 703/E 731. 2 Vd op. cit., A 697/E 725-A 698/E 726: «[TJJnicamente hemospensadoun Ser desconocidopara nosotrospor analogía con una inteligencia(un conceptoempirico),esdecir, sóloenrelación conlosfinesy laperfecciónqueen él se basany comodotadoprecisamentede aquellaspropiedadesque, de acuerdocon las condicionesde nuestra razón,puedencontenerelfi¡ndameníode tal unidadsistemática.Asípues,por lo querespectaal usocosmológicode nuestrarazón,estaideaestáplenamentefundada». 1/dl op. cii., A 699/E727: «[E]s muj3 euch&z wo ihr sie wahrnehmt,vóllig einerlei sein, it, sagen:Gott bat es weislichsogewollt,oder. VeS. op.ch., A 3/li 7; cfr. op. ch., A 338/E394. Vd op. ciÉ, B XX: «Puesaquello que nos impulsa (íreibt) a ir másallá necesariamentede los limites de la experienciaeslo incondicionado, lo cual exige la razón en las cosasen si mismasnecesariamentey con todos derechopara todo condicionado,y medianteello la seriede las condicionescomoalgo completo»;cfr. op. ch., A 324/li 380. 1/dl op. ciÉ, A 796/E824. 142 a e u e u • mediosapropiadospara encontrar siquiera un apoyo subjetivo en el territorio desconocidoen el • que se aventura,hastaque la apropiadapruebatranscendentalasientey cimentela existenciade otro usode la razón,queno seráotro queel práctico.Así, cuandoestafacultadsevea abocadaa tomarunadecisiónacercade unapreguntaquealberguegran interésparaella, estarátotalmente • justificadaparadecantarsepor aquelloque mejor satisfagasu menesterosidad,que entraráen escenaprecisamentecuando se carezcade razonessuficientespara esgrimir la existenciao inexistenciade un objeto,quepasaráentoncesa llamarseproblemático1.El origen plenamente u racionaly apriori de esanecesidady exigenciaracionalesseapoyaráen la elecciónde todo un vocabulario de naturalezajurídica para darle forma —permiso (Erlaubnis), autorización a (Befugn49, justificación iheoretisches(suspensioludicil) einfreten, vonwelchenersierenesfast allein aufdenNamen U ankommt,mit demwir dieseModalitilí unsersFiirwahrhaltens belegen,damiter flir emesoloheAbsicht nicht ni u wenig(wie bei dem bloflenMeinen). aher doch auch nicht ni viel (wie bel demFÑr-wahrscheinlich-annehmen) enihalte,undsodemSkeptikergewonnenSpielgebe».Acerca de la diferencia entre la suspensióncríticadel juicio, como la que dirigía la representación escéptica de los conflictoscosmológicosen la primera Critica, y la baldíadel U U 147 U U u U U U Esta mismadivisión de tareasanunciaque la detenninacióndel interés práctico de la razónrequiereunadistinciónclarade dosórdenesde lo real,dedoslegislacionesracionales,que no se entrometeránla una en la otra, si es que se quiere evitar la falsa elecciónentre una metafisicadogmáticay el escepticismo.Esta distinción irá de la mano de la certezade una acomodación,tansabiacomoinescrutable,de nuestrasfacultadesa la determinaciónmáselevada a la que puedenaspirar,que no esotra que la práctica’. La razónprácticarepresenta,en efecto, unavía decisivade accesoalo suprasensible,mediantela fundaciónde un espaciode legalidado esferaexcéntricaa la naturaleza,quedescubreen la forma de la ley moral un nuevomodo de validez,principio de los fines de la libertad, comouna suenede ayudapara salir (hinaushelfen) del mundo de los sentidos,proporcionando«conocimientosde un mundosuprasensibley un enlaceconelprimero». La leymoral encontrarásurazóndeser,su ratio essendi,comodeclarará la segundaCrítica, en la libertad, sin cuya realidadcareceríamosde esepaso transcendente ((jTberschritt) ansiadohacialo suprasensible,lo que,al mismo tiempo, nos condenaríao bien a una pérdidairremediablede esamagnífica perspectiva, o bienaun presuntoacercamientomístico de dudosovalor a la misma: «La filosofla como doctrinade la sabiduríatiene la ventajasobrela filosofia comociencia especulativade habersido derivadade la pura facultadde la razónpráctica,esdecir, de la moral, dadoqueha sido derivadadel conceptode libertad comoPrincipioque, aunquesuprasensible,es prácticoy cognoscibleapriori>A. Losobjetosconcernidosporel propósitofinal (Endabsicht)de la razónespeculativaserán lasmismasIdeasde la razón,de lasquevenimosde comentarsupruebatranscendentallegítima, lascualesno sólo sontranscendentes(transzendent),desdela perspectivadel Canonde la razón pura, encuantoexigenla completitudde los principiosapriori del usoprácticode la razón,sino que careceránde uso inmanente,adiferenciadel que el final de la Dialéctica transcendentalles concedía,dadoqueestapartemetódicade la primeraCrítica no seocuparáya de ningúnensayo de metafisicainmanente,sinoque pretendeoftecerunapresentaciónprimera,desdeun horizonte extranjero,detodo lo que esposiblepor libertad,esdecir, de lo práctico3.El texto del Canon de la razónpuramuestraun plenoconvencimiento(Clberzeugung)de quela libertadpráctica«puede escéptico puedeacudirsea Logik-J¿ische,Introd , A 113-5.Estepasosuponeasimismoel desplieguede la sentencia crítica de KrJ’ B XXX, «Tuvequesuspenderel saber, paradejarsitio a la fe». ltd. KprV, A 266: «Asi, pues,podríatan,biénserexactolo quenosenseñael estudiodela naturalezay del hombre suficientemente,yesque la sabiduriaimpenetrable,por laque nosotrosexistimos,no esmenosdigna deveneración en lo quenosha negadoqueen lo quenosha concedido»;con lo que no es de extrañar que desde la Crítica del Juiciopuedaanunciarseel siguienteresultado,Introd , II, RAXVIII: «Laposibilidad depensarsincontradicción la convivencia(Zusammenbestehen)de ambaslegislacionesy de lasfacultadesa ellascorrespondientesen el mismo sujeto, la demostróla Crítica dela razónpura, enla medidaenqueredujoa nadalasobjecionesencontramediante el descubrimientodela aparienciadialéctica». 2 Ud Fortschr., XX, p. 301: «DiesenVorzughat die Philosophieals Weisheitslehre,vor ihr als spekulativer Wissenschaft,vonnichtsanderm,alsdemreinenprakiischenVernunftvennógen,d.i. derMoral, sofernsie misdem Begr. 2 Ud op. cii?, A 810/11 838; cfr. ibid: «Ahora bien, comola leymoralobligaa cadauno, enel usoquehagade su libertact aunqueotros no se comportende acuerdocon esa ley, ni la naturalezade las cosasdel mundo ni la causalidadde lasmismasaccionesy surelación con la moralidaddeterminancuál esel vinculoexistenteentre las consecuenciasde talesaccionesy lafelicida4 comotampocoesposibleconocermediantela razónel mencionado lazo necesarioentre la esperanzade serfelizy la incesanteaspiraciónde hacersedigno defelicidad si sólo nos apoyamosenla naturaleza,sinoqueúnicamentepodemosesperarlo,si tomamoscomobaseuna razónsuprema,que nosdicte normasde acuerdocon leyesmoralesy quesea,a la vez,causadela naturaleza»;cfr., por lo querespecta al estatutoinmanente delas tesisde la teologia transcendental, op. cii?, AS 16/11 844y A 819/11 847. Vd Religión dentro de los límitesde la merarazón,Prólogo a la primera ed., pp. 1V-VIII; cfr. Logik-Jdsche, Introd., IX, A 104, nota. 4Vd 4,rV,A257. 150 e U U U U • escrito acercade las supuestasdificultadespara conciliar las exigenciasde la teoría y de la • práctica, los puntos de vista distintos que sostienenel entendimiento,receptorde un faktum • racional,que esla ley moral,y la razón,quereconocesuestructuraenla fundadamoralidad1.Es la limitación de si mismo que el hombreconocela que le poneante los ojos una indigenciay menesterosidadproducidaenél moralmente(in ihm mora¡ischgewirk¡esBediirfnisf que solicita • y exigepensarel fin final, quereúnabajosí el conjuntode los fines, comoresultadoy fin de su acción.Tal necesidadhallarásuasientoen la razón,a la que, comohemosintentadomostrara lo largode estaspáginas,no le puedeserindiferentela preguntaacercadel resultadode suacción, del mismo modo que la que se ocupade haciadóndepodríamosdirigir nuestrohacery omitir, para, por lo menos, intentar que lo realizadoconcuerdecon ello, y se manifestarácomo menesterosidaddeunavoluntadqueseextiendemásallá de lascondicionesde la observacióny u cumplimientode las leyesmorales. e No hemospretendidoserespecialmenteexhaustivosen la determinacióndel contenidoy e alcancedel interés práctico de la razón, en el que vienen a desembocarel resto de sus u pretensiones.Tansólo hemosdibujadominimamentela naturalezade esasexigenciasracionales, • tantopor lo querespectaa la esferadela naturalezacomoa la de la libertad,conel fin de contar u conun accesoestructuralsuficienteal sentidode laelaboraciónde unadoctrinade los postulados • de la razón práctica,desdeel momentoen que los conceptosde motor e interés sehallarán U indisolublementeunidosen todoser fmito3, en lo que reconocemosla expresiónmásevidentede U nuestroderechoracional a perseveraren lo mandadopor la ley moral, sin decaerpormotivosy • circunstanciasexternos,y, así, en la prosecuciónde la instauraciónde un mundomejor, si bien U también es de esperarque no observemospersonalmentelos frutos de nuestro esfuerzo4. • Apoyándonosen estabase,intentaremosaproximamosa la hermenéuticade los postuladosde la U razón prácticacomo las condicionesdel sostenimientodel trabajo práctico en el mundo, en • cuantoactividademprendidae impulsadaporel respetoa la ley, puestoque, lejosde postularla • existenciade algúnobjeto, se refierenúnicamentea unamáximao regla de la acciónde un U U ‘Pareceque en la segundaCrítica Kant abandonadefinitivamenteciertasafirmacionesy relacionesentreconceptos • queno resultancompatiblesconla esenciadel formalismomoral —si bien establecerJa verdado no deestatesisno compete a estapartemeramenteexpositivade nuestro trabajo—, como, por ejemplo, la consideraciónde la felicidad U cornomotorparala observanciade la ley moral. El sumo Bien, en tanto quegarantíade la felicidadproporcionada a U la acción moral, no jugará ya ningún papelen la solucióndel princ¡pium executionísde la acciónmoral, sino que la U mismaley deberáproporcionardesdesi el motivo impulsor (Triebfeder)necesarioparala realizacióndesu mandato. • Podemosremitir, paraobservarcon mayor claridad estadistancia,a laKrV, donde se afirma la inseparabilidad de Dios y dela vida futura conrespectoalaobligatoriedadde larazónpráctica,vd op. oit., ASí 1/8 839; de la misma maneraenque en la misma obra las leyesmoralesseconsideranmandatos(Gebote)porque estánligadosa priori a U ellasconsecuenciasapropiadas,a saber, porqueimplicanpromesas(Verhe48ungen)y amenazas(Drohungen),que U residen (liegen) enúltimo términoen un Sernecesario,a saber,el sumo Bienoriginario,condicióndeposibilidaddel u sistema final que representa la moralidad, que sólo graciasa él «constituyeun sistema»,en la medidaen quesólo • aquélpuedecontenerlascondicionesdel sumoBien derivado,vd op. oit., A 811/8 839; cfr. Religión, Prólogoa laprimera ed, p. VIII, nota.Frentea la elevadaposición que el fin de la moralidadadquiereen el anunciode la U moralidaden el Canon,unaobracomolaGMSafirmaráel siguienteordenderazones,wL BA 15-16: «Nopuedeser U otra cosaque la representaciónde la ley en si misma, que tiene lugar Librementesólo en un emeracional, la que • constituyaun bientanpreferible,enla medidaenqueellg noel efectoesperado,eselfundamentodedeterminación • (Bestimmungsgrund)de la volunto4 quenosotrosdenominamosmoral, quejo estápresenteenla personamisma, queactúa segúnella, pero queno puedeesperarseantes que nada a partir del efecto». Cfr. estos textoscon Fortschr.,XX, p. 307; Th.Pr., pp. 279-280y passim;¡-‘ornelimen Ton, p. 397; nota,p. 401, nota;MS, Tugendl.,pp. U 436-7. 2 Ud. WhDo?,VIIi, p. 139, nota. 3Vd. KprV, A 142. U ~Ud op. cii?, A 207-8;cfr. KU, § 85; cfr. Fortschr.,XX, p. 294. e • 151 u U U e U U sujeto1. Parala lecturaacercade la posibilidad de la metafisicaen la que nos hallamos,que encuentraalgunasde susclavesen los pasajeskantianoscitados,resultarádecisivacon respectoa la comprensióndel tránsito de la naturalezaa la libertad la fundacióny mostraciónen la obra críticadelejerciciode un mododepensarconsecuente,del queya ha hechogalala razónpura, al escindircuidadosamentelos resultadosconcernientesal conocimientotranscendentalacercade los objetoscon respectoal espacioquequedabavacíoparasuusoespeculativo,no sometidoyaal ordentemporal2. Si no secomprendela ligazón de ambosusossegúnla proporciónadecuadaal fin final que proponela versióndel tránsitode lo sensiblea lo suprasensiblede la que da la clave la fe racionalse renunciaráa obteneruna visión de conjunto del enteroproyectocritico como proyectometafisico,el cual podríamuy bienconfundirseentoncescon unameracoacervatiode conocimientos.Por el contrario, la limitación (Einschrdnkung) especulativade la razón y la ampliación (Erweiterung) práctica de la misma dotan a la razón pura de la proporción de igualdad (Verht?iltnisder Gleichheit) apropiadaparaquepuedadesplegarel usomásconformea sus fines, y, así, para que puedadesarrollardel modo más completoy sistemáticoposible su tendenciametafisica. ¡.5.2El modo de pensarconsecuente de la razón en su doble aso: acerca de una proporción de lasfacultades de conocer sabiamente apropiadapara la destinaciónprácticadel hombre. La Dialéctica transcendentalde la segundaCrítica nos enseñaa reconocer que la aparenteinsuficienciade nuestrasfacultadescognoscitivasparahabitary moversecon seguridad y pasofirme por purosconceptosen el mundosuprasensibleno oculta,en realidad,másque una apropiadaproporción(angemesseneFroportion), pues,de la mismamaneraen quela restricción de la aplicacióny uso de los conceptospuros del entendimientoa lo empírico reservabaun espaciovacio, en la esperanzade que, más tarde, otro uso de la razón podría determinarlo suficientemente,ahorauna disposicióndesigualde nuestrasfacultadespermitiráque sc dé una lucha entre la disposiciónmoral de nuestroánimo y sus inclinaciones,mediantela cual, tras repetidasderrotas,se adquiera la fortaleza moral del alma requeridapara hacersecon una personalidad, cuyo gérmen desde siempre albergamos. Sin este escenario de lucha no encontraríamosel faktum de la ley moral en nosotros, sino que, en virtud de una distinta disposiciónde nuestrasfacultades,contemplaríamosfrenteafrenteaDios y a la eternidaden su terrible majestad, encuentro del que desconocemoslas posibles consecuencias.Con ello seguramenteseevitadala transgresión,es decir, lo mandadopor la ley sedarealizado,pero la naturalezahumanano se vería obligadaa progresaren su moralidad, movimiento en el que consistesegún su más elevado interés, ni tendría por qué acumular fuerzas que opusieran resistenciaa las inclinaciones, sostenidacomo estanaen su caráctermoral —no habría autonomía, pues—por la representaciónviviente de la dignidad de la ley. De esa manera, intentandoimaginarel aspectoque tomaríaun mundosuprasensiblesemejante—comoreverso necesariode aquélal quepertenecemospornuestrocarácterinteligible—, la mayorparte de las accioneshumanasserealizaríanpor temor,segúnel dictum kantiano,pocasporesperanza—que ya no seríasubsidiariade unafalta conocidaporel interésprácticode la razón—y ningunapor deber,o lo que es lo mismo,careceríanen su conjuntode valor moral, el cual dependede la presenciade una intención moral (‘moralische Gesinnung),que no puedeser inculcadaen nosotrosbajo la égidade un mandatoexterior a la ley moral. De estamanera,el individuo ‘Vd Verkiindigung,1, a, p. 418, nota. 2 Vd,. KprV, A 218-9. 152 e u U U U • quedaríareducido,en su facultad de obrar por libertad, a la figura de un mero automaton • spirituale, y suaparienciade libertadsedala denominada«libertaddel asador»,pues: U «el comportamientodeloshombres[...] setranformariaenun mero mecanismo,donde,comoen el U juego de las marionetas,todoseriaun gesticularcorrectamente,perodondeno podríaencontrarse U ningunavida en lasfiguras»1. U U Por el momentonos interesaseñalarla estrechaunidadque estableceel pasaje,junto con U el enteroapanadoal quepertenece,entrela moralidady la vida de los hombres,puessólo la • ultima —capacidadde actuarsegún la representaciónde leyes— posibilita el crecimiento y U desarrolloen su seno de una disposición,como es la de la personalidad,que garantizala • imputabilidad de nuestrosactos. La vida, entendidasiempredesdeel marcoconceptualdel • pensamientokantiano, no parece identificarse, así, en modo alguno con un ejercicio de • autotransparencia,sino másbiencon la concienciade nuestrafinitud, que no nospermiteprever • con claridadnuestrocomportamiento,a pesarde todos los esfuerzosque invirtamosen ello, ni • nospermiteexponerintuitivamentela existenciamajestuosadel regidordel mundo—así como U _____________ • 1 Vd Jc7prV, A 265: «Das Yerhaltender Mensehen,[jI wurde also in einern Moflen Mechanismusverwandel¡ U werden, wo, wie im Marionettenspiel,alíesgut gestikulieren.aber it> denFiguren doc)> kein Leben anzutreifensein • wúrde». Una argumentacióncompletacontra el automatonspirituale leibniziano la hallaremosen la Aclaración critico de la misma obra, A 174; cfr. definición del mismo en Baumgarten,Me¡aphy., §729; cfr. MetaphyPóltíz, XXVIII, p. 267. Estadiscusiónnosremite, casi demanerainevitable,al ensayode fundamentacióndel conceptode U libertad llevadoacaboen la obra precriticaNoraDilucidatio, dondeKant, sin abandonarmuchasde las nocionesde U laphilosophiapractica universalisde Wolff, se pondrá del lado de las recentiorumpartes, y especialmentede • Crusius. La estrecha unión que establecerá en esta obra entre la comunidadentrelas sustancias—Ja futura tercera • analogíade la experiencia—y los cambiosde las mismasconduciráa denunciarel desconocimientowolffiano del principiumsuccessionis,vd. op. cii?, secc.111,1, prop. XII, p. 488, 491. Si bien Kant siguefundandola espontaneidad en un princzpium internum, rechazará la tesis wolffiana según la cual todos los cambios internos del alma se U derivaríande un principio activitatis interno, con lo que el principio de sucesión—antecendenteprecritico de la • analogíade la experienciaantesapuntada—se opondrá al sistemade la annoniaprestablecida,vd. p. 495. La • posición kantiana sostiene asimismo que todo cambio sustancial presuponeunaconexión(Verlo#ipfung)externacon otrassustancias,hastael punto de quela existenciaefectivadel cuerpose atribuyea un efectode éstesobreel alma, U p 493, lo quese enfrentaclaramentea la imagende la mónadasin ventanas.También se mantendráen la Nora U Dhlucidatio la noción wolffiana de alma como sustancia«vi repraesentativauniversi praedita»—cfr. op. cii?, p. U 495—, si bien abrirá nuevasperspectivaspor lo que respectaa la relación cuerpo/almadesdeel horizonte del • principium coexsistentiae—prop Xlii, p. 497—, en el quese admitequeunaacción realmenteopuesta,segúnlas magnitudes negativas, entre sustancias,acontezcasegúnun esquemapresenteen el entendimientodivino, y se la u oponetanto a cualquier influxusphysicuscomo al sistemade la armonía preestablecida. Si bien la función del U Entendimientodivino o arquetipono hahallado aúnsu lugar propiamentecritico, conforme alo cual desempeflará U una función no ontológica ni pertenecienteal sistema,sino reflexiva, el primer intento kantianode elaboraruna • teoría de la espontaneidadqueresultemásconvincenteque la ofrecidapor Leibniz en la Teodicease basaen Ja certezade un mutuumcommerciumentresustancias,quereflhtala doctrinade laaccióninternade las sustancias— U tengansealavistaen estepunto loscomentarioscontenidosen el apartado1.3.4 deestetrabajo—vd op. cit., p. 507: U «[p]uede decirse con el mismo derecho [que los sistemasdefendidos por Leibaiz y Malebranche]que las U mod¿ficacionesexterioressonproducidasmediantecausaseficientes[...], conlo queseatribuirá lo queaconteceen • el interior a unafuerza internade lasustancio,aunquesu efectividadnatural nopuedamenosquebasarse,como U aquel apoyode las relacionesexternas,en el sustentodivino». Con ello Kant esperahaberofrecido un sistemaacercade la comunidadde las sustancias mejor fundado que el leibniziano, el de los ocasionalistase inclusoaquél que introduzca la hipótesis del influjo fisico, extrayendode su princzpium successionisconsecuenciasque se U enfrentanala tesisleibniziano-wolffianaacercadeunaarmoniauniversaldelas cosas,apesardequela terminología • empleadapermanezcaaúndel lado de estaescuela.Másinformaciónacercade estaprimera fundamentaciónpre- críticadel conceptode libertaden Kant la hallamosenunaponenciapresentadaporP. Pimpinellaen el T Congreso U InternacionalsobreKant, cuyasActas incluimosen bibliografia, PP.31-40. U U U 153 U U U U U U tampocoofreceruna definición real de las muchomás modestascategorias—y, sin embargo, escuchaen su interior la voz(Stimme)de una ley moral, la cual no nos prometeni nos amenaza con nada,exigiendosolamentesu reconocimiento,queen nosotrosno puedesinoderivaren un efectosublime,como seráel de un respetodesinteresado.Nuestrafinitud abreasí, aunquecon miradadébil, perspectivaspreciadasen el campode lo suprasensible,en las que puedey debe apoyarsela razónparadeterminarel tránsitohaciaeseorden final de inteligibilidad, de suerteque la limitación quenos afecta sea,al mismo tiempo, condiciónde posibilidadde una verdadera disposiciónmoral de ánimo en nosotros,consagradainmediatamentea la ley, que habilita la dignidad querecibeuna criaturaracionaldel hechode participardel Bien supremo1.Peroesta feliz correspondenciaentrelo que nos ha sido concedidoy lo que nosha sido negado,envirtud de la cualexistimos comoseresfinitos, resultaimpenetrable(unerforschlich)paranosotros,que la encontramoscomounfalaum.La adecuaciónsabiade nuestrasfacultadesdaráexplicaciónde fenómenosde tal relevanciapara la segundaCrítica comoel denominadoenigmade la Crítica, a saber,el hechode que la razónprácticaconcedarealidadobjetivaa las categoríasen un uso suprasensiblede las mismas,en concretoa la de causa,de la quepartirála tablade categoríasde la libertad —carente de toda significación desdeel uso especulativode la razón—, como estructuraconceptualdedeterminaciónde un acto libre de la razónpráctica.Un botóndemuestra de semejantelibertad del pensamientolo observamosen el efecto que el interésprácticode la razónen la posibilidady realidadefectivade sus Ideasmorales—envirtud del esencialprimado de la razón práctica— produce en las relaciones interfacultativas, pertenecientesa dos legislacionesque hallan su origen en la misma razón, de maneraque la especulaciónllegue a aceptary admitir en su seno tesis que no han crecido en su suelo, yermo para ese tipo de productos,peroqueesténplenamentejustificadasconrespectoal sostenimientoy habilitaciónde la validezde otro uso2. La consecuenciade la razónensudobleusonosobligaa remontamosa los inicios de esta primera parte de nuestrotrabajo, impelidos por el deseode señalar,cuandomenos,la interna unidaddelos dosejesenunciadosdelidealismotranscendental,a saber,la idealidaddel espacioy el tiempoy la realidaddel conceptode libertad.El esfuerzokantianomásacabadoporestablecer la viabilidad de la metafisicacomocienciadel tránsito dogmático-prácticoa lo suprasensiblelo encontramosen los Fortschritte, dondeel sometimientoa la críticadel marsin riberas,en el que el progresono deja huellaalguna3,que es estaciencia buscadacomo disposiciónnatural, nos devuelvea la ontologíacomoaquella partede la metafisicaque constituyeun sistemade todos los conceptosy principios del entendimiento,en la medidaen que éstospuedenseracreditados Un estudiomonográficoacercade la cuestiónde la libertaden la obra kantianaquela eniazaestrechamentecon el seguimientodetodaslas estructurasde la finitud en el Criticismo nos parece laobrade A.-M. RovieJioL ‘institution kantiennede la liberté,queincluimosen bibliografia. 2 Al respectonosdice lo siguientela GMS, Infrod, BA XIV: «[P]aro la Crítica de una razónpurapráctica exijo que, si ha de ser completa, [...] debepoderser expuestasu unidadcon la especulativaen un principio comúno ambas,porquealfin y al cabono puedensermásqueunay la mismarazón, quetienequedistinguirsesólo en lo aplicación»;cfr. KrV, Arquitectónica,A 840$ 868. Vd KrV, B 294-5; cfi’. Vorarbe¡t tu Uber den Gebrauch..: «[P]referí, por consiguiente,aventurarmeen el inconmensurableocéanosin riberas de las Ideas,>, XXIII, p. 75. Dado el carácterde disposición natural de la metafisicay suspreguntas,de las queparticipaen mayor o menor medida toda la humanidad, no dejamos de dar vueltasen tomo aellas como si setratande la piedrade Sísifo, vd Dissertatio,secc.V, §23, A 29;Ak.-Áusg.II, p. 411: «Ahora bien, siendoasi queen nuestro tiempo no estádifundidopara estaciencia otro métodosino el que prescribela lógica en generalpara todaslas ciencias,y siendoasiplenamenteignoradoel quees conformeal peculiar espíritudela metofisíca.porestono esextrañoquelosqueseocupanconestainvestigación,dandovueltas eternamentea supiedradeSisífo,parezcaquehastaahoraapenashan logradoalgúnprogreso». 154 e U U u U • (belegt)por laexperiencia,y que,justamentepor sudedicacióna lo sensible,no llegaa tocarlo • suprasensible,fin final de la metafisica,sino que ejerce de propedéutica,de pórtico (Halle) o u atrio (Vorhoj) de la metafisicapropiamentedicha1. Pero, de cualquiermodo, todo conducea U pensarque la suertede la segunda,comometaphysicaspecialis,dependeestrechamentede cada uno de los pasosemprendidosenla fundamentaciónde la primera,comometaphysicageneralis2. Los caminosdeambostramosde unamismaciencia—como la críticade cadausolegislativode la razón—,procedende modos muy distintos, puesmientrasque en la elaboraciónde una U gramáticade la experiencia—el deletreohumillantede la naturalezaen la opinión del Platón U kantiano—,la aplicaciónefectivaa lo empírico, será el criterio de la validezobjetiva de los conceptosa priori del entendimiento,en la metafisicalo mas ansiadoserála obtenciónde un U patrón,de la unidadde medida (RichtmaJS)necesariaparapensaralgo «quepuedefranquear e siemprecualquier límite asignado».La ausenciade un trabajosemejanteconduciráa errancias paralas quecomenzamosa carecerde justificación,en la soledadcon nosotrosmismosy nuestra a finitud —en la situaciónmenesterosade quien no cuentacon apoyosni en el cielo ni en la • tierra—en la quenosdejala crítica: U U «Les bastaba[a los antiguos metafisicos que confundían las matemáticas con la U metafisica] con que, además de la matemática, también la ampliacióndeJconocimientoa priori por U u U ______________ U Se trata, por Jo tanto, de una investigación de las fuentes y limites deJ conjunto de nuestro conocimiento a priori y, • en esa medida, será unafilosofia transcendental—4. KrV, A 1 l-12/B 25; A 56$ 80-1—. También en Jos • Fortschritte—pp. 273 y 310— se dirá que la filosofla transcendental está llamada afundar(grunden)unametafisica, • cuyofin final serála ampliación(Erweíterung)del límite de lo sensible hasta el ámbito de lo suprasensible, en virtud de un paso trascendente(Uberschritt) que, para no constituir un paso peligroso (gefdhrlicher Sprung), deberá apoyarse en una diligencia extrema—que freneel progresoilegítimo de la una a la otra—, en lo que concierneal u estabJecimiento del limite de ambos territorios, lo que caracteriza —desde una historiafilosofantedelafilosofia— al • ultimo paso del desarrollo de la razón pura como doctrina de la sabiduria, que contiene una disciplina dogmático- • práctica.Parala metafisicacomoflnfinal de la razónvd KrV, A 850$ 878-A 851$ 879: «Metafisicaes lo que corona el cultivo (Kultur) de la razón humana, es unfin final, pues, indispensable».cfr. Fortschr, XX, p. 260; Proleg., §§57-60.Conrespectoalos planes kantianos para fundar un sistema de conocimientos a priori quepueda U denominarsemetafisicaremitimosa la ponenciade M. Caimi en el 70 CongresoInternacionalsobreKant, Kants U Metaphysik.Zu KantsEntwurfeiner metaphysicaspecialis,del mismo modo que a la obra del mismo autor, La • metafisica deKant. Reconstrucciónde la argumentacióndel escritodeKant “Los Progresosde la metafisicadesde lostiemposdeLeibnizy Wolff”, citadosambosenbibliografla. U 2 En estesentidola cuestiónya te planteadaconclaridadpor M. HeideggerenKantyelproblemade la metafisica, U dondeleemos lo siguiente,p. 21: «La ontologíase considera,por primera vez, comoproblema. Desaparecela • vaguedady el tono de natural conviccióncon los que la metaphysicageneralis trataba, hasta entonces,de la u generalidad”del ens commune.El problemade lafundamentaciónerige, por primera vez, claridadacercadel mododela generalizacióny,por ello, acercadel carácterdeltraspasarqueel conocimientode la constitucióndel ser implica. El sabersi Kant mismologra aclarar perfectamenteelproblemaes unacuestiónde ordensecundario. U Rastacon quehaya reconocidosu necesidady, sobretodo, con quela haya expuesto.Pero, a la vez, seponede U man~fiestoquela ontologíano se refiere, enprimera instancia, a la fundamentaciónde las cienciaspositivas. Su u necesidadysupapelsefundanen un “interés másalto”, que la razón humanalleva en si mismavPero comola metaphvsica 2eneralis orestaa la metaohvsicasoecialisel “armazón” necesario,asítambién,enla fundamentación de aquélla, se transformala determinaciónde la esenciade ésta» [subrayadonuestro]. Con lo cuaJ Heidegger se • refiere explícitamente a un pasaje esencialde losFortschr., XX, p. 316: «Por lo querespectaa esteusodela razón U nuncase hubieraparadomientes,pues,en la metafisicacomocienciaseparadasi la razón no hubiera encontrado U enella un interésmásalto, parael cual la indagacióny elenlacesistemáticode todoslosconceptoselementalesy e principiosqueestán a priori a la basedenuestroconocimientode los objetosde la experienciano constituíanmás queel armazón(Zurústung»>. U • 155 u e e e U U meros conceptos, y el que éste contuviera verdad, fueran al parecercosasprobadas por la concordanciadetalesjuiciosy principios conla experiencia»’. El pasaje denunciala confusiónsecularentrematemáticay metafisica,a saber,pensarpor construcciónde conceptoso pensarpor conceptos,distinción que podráser tomadacomo hilo conductorde una reductio ad absurdumdel planteamientodogmáticocon respectoa la ciencia buscada.El empecinamientoenconoceralgoespeculativamenteacercade las Ideasfadilcias que constituyenlos tresobjetosmáspreciadosde la razón,renunciandoa la disposiciónasimétricade las facultadeshumanas,de modoque allí dondeunapuedeconocer,la otra habráde suspender sabiamenteel juicio, conviertea la metafisicay susensayosen el temidobarril de las Danaides ——del quequierealejamoscon enconounaobracomolos Prolegómenos—,donde la constante pérdidasólo puedeserremediadaa travésde una limitación de aquéllasal uso prácticode la razón2.Empleandola metáforacartográficade los Progresos,la razón cumplirácon el hallazgo de susIdeas uno de susprincipalesanhelosde completitud,al poderdescribirsu horizontede sentido,en el que la libertad actuarácomo la auténticaclave de bóveda(Schlufistein),pero el trazadodel círculo de sus competenciasno logra proporcionarpor sí solo realidadobjetiva al enterogénerosuprasensiblede objetos,quedebecomprehenderensuavance,de modo quepara ello deberáintervenirun grupodepostulados,comounasuertede andamiajeteórico—setrata de proposicionesteóricasno demostrablesen cuantotales,pero incondicionalmenteválidasa priori envirtud desudependenciade la ley moral—, que permitiráque el sumoBien, objeto total que tiene que pensarnecesariamenteuna voluntad, sea prácticamenteposible. La indeterminación objetivay la riqueza subjetivade estasproposiciones—auténticocontenidode la necesidady exigenciapropiade la razón——que indicany danseñalesacercade la encamaciónde la razón,se apoyany basanen la relaciónconformea fin de nuestrasfacultades—no otro esel mensaje,que podrásermáso menosmatizado,de unadoctrinacomoel idealismotranscendental—de manera que no producirátantasorpresala evidentecorrespondencia(Eintreffung) de las proposiciones másimportantesde la razónprácticaconlas de la razónespeculativa: «Séame sólo permitido 1>] llamar la atención sobre una cosa, a saber, que todo paso que uno da con la razón pura, incluso en el campopráctico1...] seajusta, sin embargo, tan exactamente y, a la verdad, por si mismo,atodoslos momentosdela crítica del razónteórica,queparececomo si cada uno de éstos fuese meditado con deliberado cuidado sólo para proporcionar esta confinnación,Tan [.1 exactacorrespondenciade las proposicionesmás importantesde la razón prácticacon las observaciones[...] de la critica de laespeculativasorprendey sumeen admiración y fortalece la máxima, ya conocida y alabada por otros, de proseguir en toda investigación científicacontodalaposibleexactitudy franquezaimperturbablementesu paso,sin volversehacia ‘Vd. Fortschr., XX, p. 262: «Genug,Erweiterungder Erkenntnisa priori, auchaufierder Mathematik,durchMofle Regr~e,unddafl sie Wahrheitenthalte,beweisetsich durchdie Ubereinstimmungsolcher Urteile und Grundsdtze mit der Erfahrung», lo querecuerdalamenesterosidadqueproduceel desconocimientode la distinción entre Ideas delarazóny conceptospurosdel entendimiento,vd Proleg., §51;cfr. Fortschr., XX, p. 319. 2 Vd. en relacióna las Ideasfacticias,Fortschr, XX, p. 295; cfr. Logik-Jñsche,lix, p. 93; cfi’. KrV A 337$ 395, nota.Por lo queconcierneasu restricciónal uso práctico dela razónremitimosal siguientepasajede losFortschr., XX, Pp. 309-310:«Sólocuandolas leyesmoraleshan develadolo suprasensibleen el hombre:la liberta4 cuya posibilidad no puedeexplicar la razón,pero síprobar su realidaden esasdoctrinasdogmático-prácticas;sólo entoncesha exigido la razónel conocimientodelo suprasensíble,pero restringidoal usoen el respectodogmático- práctico, dondesemuestraahorauna ciertaorganizaciónde la razónpurapráctica: en primerlugar, elsujetode la legislaciónuniversalcomoautordel mundo:en segundolugar, el Objetodela voluntadde losseresdel mundocomo finfinal a ellosconforme;y entercerlugar, elúnicoestadodeestosseresenelqueéstosson capacesdealcanzartal fin»; Verkundigung,VITI, pp. 418-9. 156 e U u U u • aquellocontralo quepudiesequizáschocaiella fuerade su campo,sino llevándolaa cabo por sí sola, encuanto se pueda, de un modo verdadero y completo»’. U No en vano la Arquitectónicade la razónpura anunciarála intencióncríticade favorecer • en todo lo posiblela conversióndel conjuntorapsódicode nuestrosconocimientosenun sistema, U donde éstos estaránsometidosal gobierno de una Idea, que sostengay fomente los fines • esencialesde la razón. Así, podremosdistinguir dos partes fundamentalesen ese sistema U filosófico, en primer lugar, la metafisica especulativao metafisica en sentido estrecho, en U segundolugar,la doctrinade las costumbres(Sittenlehre),pertenecienteigualmenteal particular • tronco del conocimientohumano y filosófico (besonderer Stamme menschlicher¿md zwar U philosophischerErkenntnis) derivado de la razón’. La consecuciónde la máxima unidad de u ambaslegislacionesracionales,sin caeren ningúnmomentoen la subsunciónde algunade ellas U por la otra, deberáactuarcomouna metaarquitectónicapara la razón, que es amantede las U construcciones(baulustig),desdeel momentoenquela magníficaapertura(herrlicheEróffizung), • que la autoridad(Befugnis)de lo prácticopermite,mostraráqueel edificio de la metafisica,que • aspiraaconocerlos objetostranscendentesde la metafisicaespecial—comoun sistemacompleto u fuera del cual no hay nada, bajo la forma de una metafisicapráctico-dogmática—,depende • estrechamentede la colaboraciónentre la razón teórica y práctica, y así, de algún modo, • estabilizalapocaseguridadquepuedeesperarla especulaciónen mediode un mundosin apoyos u empíricoscomo esel suprasensible,puessin alguna teoría, aunctuetengalugaren un respecto U práctico-dogmático,no seráposiblealcanzarelfin lina! de la razon. U u U e e _____________ U ‘ lid. KprV, A 190-1: «Nuraufemesseiesmir erlaubt[jj nochcmfinerlcsamzismachen,namlichdafl jederSchritt, U denmanmit der reinen Vernunftbit, sogarim praktischenFelde [.1 dennochsic)> sogenanundzwarvonselbsían • alíeMomenteder Kritik der theoretischenVernunftanschliefle,alsobjedermit tiberlegter Vorsicht, blofl umdieser Bestctitigung zu verschaffen,ausgedachtwáre. Eme solche [.1 genauefintref/bng der wichtigsten &itze der U praktischen Vernunft, mit denen jj..] Bemerlcungender Kritilc der spelculativen uberrascht und setzt in • Verwunderung,und best¿firkt die sc/ion von anden»erkannteundgeprieseneMaxime, in jeder wissenschafihichen U Untersuckungmit aher móglichenGenauigkeitundOffenheitsemenGangungestortfortzusetzen,ohnesic)¡ azdas • ni kehren,wowidersie aufler ihremFeldeetwaverstoflenmdchte,sonden»sieflir sic)> allein, so vielmankann. wahr undvollstandigni vohlfúhrem>. Vd KrV, A842/B 870; cfit A832/B 860yA838/B 866. • ‘ Vd op cit, A 840$868;cfr. op. cit., B XXI; la presenciaenKant deunametafisicano meramenteinmanente,tal y • como podría considerarse desde el apéndice a la Dialéctica transcedentalde la primera Crítica, ni práctica—los u Fortschriue matizan que la investigaciónmetafisica que acometenno contieneproposicionesmatemáticas,m u «doctrinasprácticasde la razónpura, sino teóricas,queestána la basede [la] posibilidad [deambas]»,p. 261nosconduceespecialmentea estaúltima obra, nl op. cit, p. 294: «Esteobjeto de la razón [el sumoBien] es • suprasensible;progresarhacia él comofin final es un deber; asípues, tiene quehaber sin duda un estadiode la U metafisicaen el quese de estepasotranscendentey seprogreseen él. Pero ello es imposiblesin algunateoría; U puestoqueelfin final no estápor enteroen nuestropoder, tenemosquehacernos,por consiguiente,un concepto teóricode lafuentede queaquélpuedebrotar. Noobstante,una teoríasemejantenopuedetener lugar conformea aquelloquenosotrosconocemosenlos objetos,sinoentodocasoen conformidada aquelloquenosotroscolocamos allí, dadoqueelobjetoes suprasensible».La riquezainterpretativaa que da lugar estepasajeha sido tomadaen • seriopor N. Fiseher,en su obraDie Transzendenzin der Transzendentalph¡’losophie...,citadaenbibliografla; vd op. • c¡t., p 14 «Enestesentidoresidiría la relevanciagenuinamenteteológicadel tercerpostulado,no enlapostulación U efectivade la existenciade Dios, sino en la apertura. dada medianteel postulado, de laposibilidadde situar la preguntaespeculativaacercadeDiosenelfi,ndamentode lafilosoflapráctica»; cfr. M. Caimi, op. cit.. U U 157 U e U U u U L5.3 Elprimado de la razón pura práctica en su enlace (Verbindung) con la especulativa y la doctrina de los postulado& La Arquitectónicade la razónhumanadesempeñalas funciones,nosparece,de unasuerte de apéndicemetódicode laprimeraCritico acercade la lógica internaquedebecaracterizaraun «sistemade todoel conocimientoracionalpuro de las cosasmedianteconceptos»’,en tanto que definición formal de lametafisica.Si bien el equilibrio entrelos ejesfundamentalesdel concepto doctrinal,entomoal que tomaforma y se desarrollael pensamientocrítico kantiano,impide que esadeterminaciónapriori del aspectoy organizacióninternadel trabajo del que es capazla razónen sus diferentesusosintervengaexplícitamenteen cadauno de los pasosconstitutivosde la objetividadteóricay de la fundamentaciónde la moralidad—éstaúltima representativadel alcancemáximode la razón—,en tantoquefacultadde la determinaciónde fines aquéllahabita en el cuerpocrítico comounaIdea quenuncapuededejarde actuarcomo metade la actividad sintéticade nuestrasfacultades.En estesentido, una suerte de pequeñoapéndiceaclaratorio tendráqueserañadidodesdela segundaCrítica ala partemetódicade la quehablamos,el cual se ocupede subrayarel estrechovinculo existenteentrela doctrinade los postuladosde la razón prácticay la coherencialógicade unaCrítica de la razónpura2, encuantosoluciónaportadaala salvaguardade suspromesas.Estaligazónhabíasidoya observadaen el apartadoanterior,dado que el mismo edificio de la moralidad requería la realizabilidad, la alcanzabilidad (Erreichbarkeít) del fin final que mandala ley moral, en principio aseguradapor la creencia, entendidacomo «una confianza(Vertrauen)de poder alcanzar un propósito (Absicht), cuyo fomento (Befórderung) es deber (Pflicht), pero la posibilidad de cuya realizabilidad (Ausfúhrung)no es cognoscible(nicht einzusehensein)para nosotros»3.El discursopropio de los postuladosnaceasí de unaexigenciay necesidadfundadaen un deber,a saber,el de trabajar parala realizacióndel sumoBien,queesincondicionado,porqueno solamentequeremosjuzgar, sinoque tenemosquejuzgar4,a la vistade que,por un lado, la tendenciahumanaquenosarrastra como una Bedurfnis a ponemos cuestionesmetafisicas como problemasno tiene un fin previsible,y, por el otro, estemomentode desarrollonatural debesuperarseparaprocedaa la conversiónen ciencia de un motor que no puederebajarsea un meroe infructuosodeseode conocer(Wij3begierde). El establecimientode las condicionespara una ampliación (Enveiterung) del alcance cognoscitivo de la razón en su uso práctico tiene como fin evitar, al menosen un primer momento,la contradicciónde la razónconsigomisma,la cual de producirseimpediríacualquier desarrolloulterior. Pero,enun segundomomento,expresarálaventajareal del interésdel primer uso,entantoque principio queencierrala condiciónbajola que resultafavorecidoel ejerciciode una facultada la que estásometidoel resto,puesla razónes por si mismapráctica,tal y como manifiestala concienciade la ley moral5. Porquelos fines de la moralidadson los más elevados lid Fortschr., XX, p. 317. 2 lid 3. Rousset,queen su obraLa doctrinekantiennede 1 ‘objectivité, citadaen bibliografia interpretael interésde la razóncomo«interéslógico»,p. 549, como«elinterésdela razónpor supropiaracionalidad»,p. 546. lid ¡; vd ibid.: «Lo posibilidadde U suponer[aquelloqueexigeel conceptodeBien supremo]no puedeen absolutosermandada,yningunaintención • (Qesinnung)practica exige (fodern)quela admitamos(einráumen), sino quela razón especulativadebeconfesarla • sinrequerimiento(ohneGesuch)». 5lid op. cit,A255-6. U U 159 U u U u U u unacondicióncompletade la posibilidadde aquél.En estesentido,los epicúreoshabríanobrado conmétodoconsecuenteal rebajareseBien en proporcióna la pequeñezdel principio disponible, sin esperarunafelicidad mayor que la que la prudenciahumanapodríaproporcionar.Por otro lado, los estoicoshabrían acertado en la determinacióndel principio supremopráctico, al localizarloen la virtud comocondicióndel simio Bien, pero extendiendo,al mismo tiempo, la facultadmoni del hombremásallá de todoslos limites de la naturalezay dejandoa un lado al Ideal de la imaginación, que es la felicidad, a la que no se concederáel valor de un objeto particulardela facultadde desear,esdecir, convirtiendoal supremoBien, a saber,la virtud, en el sumoBien,porel queentendemosla perfectaconjunciónde virtud y felicidadmáximas. Seráel principio de la moralidad,que haquedadoexpuestoy deducidoen unaanalíticade la razónprácticay no constituyeun postulado,sino una ley que determinainmediatamentela voluntad,el origen del sentidode estasproposicionesnecesarias,que la razón requierecomo condicionesparaasegurar,con unadeterminacióncompleta—comola que sólo puedeexigir la facultadde las Ideas—,la observanciade supreceptoWorschra0.Estosproductospropiamente críticos no ensanchan,en realidad, el conocimiento especulativo, sino que, más bien, proporcionanrealidadobjetiva a las Ideasde todarazón en generalmediantesu referenciaa lo práctico,autorizandola formulaciónde conceptosque sin esepasonadalegitimaríaafirmar. El respetohacia la ley moral en su obligadareferenciaa una totalidadpráctica,que representael sumo Bien,nosconducea conceptosque parala razónespeculativasólo erantareasque no pudo resolvercon suspropiosmedios,cayendo,asi, en inferenciasdialécticas,exceptoenel casode la primeraantinomiadinámica,en la quesí fue posibleconcluirla no contradiccióncon la legalidad natural de la suposicióndc una causalidadpor libertad,pero cuya transcendenciasólo el uso prácticode la razón transformarápositivamenteen inmanencia1.La pensabilidadde derechode unaarmoníaentrela felicidad que podríaderivarsedelcumplimientode la ley y la dignidadque se adquieregraciasa ese comportamiento—derechoque hará valer también su carácterde representaciónnecesaria—requiere,no otro mandato(Gebol),paraleloal de la ley moral, sino tomar una decisión acerca de la posible armoníaentre las leyes naturalesy las leyes de la libertad, algo que la razón teórica era incapazde resolvercon certezaapodíctica.Dada una limitación subjetiva de nuestrarazón, que conciernea nuestradificultad para concebir una conexión entre dos sucesosdel mundo que ocurren según leyes distintas, si bien no pueda demostrarsepor causasobjetivas la imposibilidad de esa finalidad según leyes naturales universales,el curso natural del mundo no nos permitirá esperaruna felicidad exactamente correspondienteal valor moral, por lo que la posibilidadde algo así como el sumo Bien sólo resultaráadmisiblebajo la presuposiciónde un Creadormoraldel mundo.Peroun fundamentode decisión(Entscheidungsgrund)de otra especieentraráen juegoparaponerfin aestaoscilación, al afirmar que el mandatode fomentareseobjeto supremode la moralidadestáobjetivamente fundadoen la razónpráctica,así comoque su posibilidadsehalla objetivamentefundadaen la Vd ¡;cfr. op. ciÉ, A 781/B 809: «Lo que la razónpurajuzga a.sertóricamente,debe(comotodo loque la razónconoce)sernecesariamenteo biennadaenabsoluto.Puesella no contienede hechoninguna opinión (Meinung)»; cfr. ¡Esteobjeto de creenciamandadoobjetivamente en respecto práctico por la razón humana funcionará asimismo, desde la perspectiva incondicionadade éstaúltima, comoprincipio supremode todaslas leyesmoraleso postulado,a saber,ni conocimientoespeculativoni opinión, sino suposición(Annahme)impuesta(auferlegt) y mandadacomo deber (verpflichtet), en cuanto condición de realizacióndel fin final de la libertad.Dios y suexistenciapuedenserválidosde estemodocomocosasdeft, peroel objeto de un conceptosemejanteno resultaráválido como hecho,pues,aunquela necesidaddel deberes evidentee innegableparacualquierserracional,el alcancetotal delfin final no estáen nuestras manos—pero ha de suponerseen favor del desplieguedel uso prácticode la razón—,no será, a á Hegel dará lugar a una lectura bien diferente de la menesterosidad(Bedúrfizis)quekantianamenteconciernea la razón en su interés más elevado, al incluir a las necesidades(Bedtirfnis) y los impulsos(Trieb) como los ejemplos más próximos de lafinalidadinternakantiana(KU, §§64-6), entendiendo que aquéllos realizan de un modo evidente las notas especulativasde la noción de fin, que habría sido desaprovechadapor Kant en la exterioridadde la reflexión. La definición hegelianade la necesidado menesterosidadla encontraremosen Enz., §204, nota, como «contradicciónsentida,que tiene lugar en el interior mismo del sujetoviviente»,queseñalael pasode lo inerte a lo viviente, de lo inorgánicoa lo orgánico,y representala estructuramáselementalde la subjetividad,dondese verifica el que «un ser capazde teneren sí mismola contradicciónde siy de soportarlaes el sujeto; eso constituyesu infinitud», vd Enz., §359, nota. Sus característicasfundamentalespodemosresumiríasmuy brevementecomo la presentación de la unidadde si del viviente y de su contrario determinado,a saber,la privación que conllevanlas necesidades;la ausenciade estatismo,pues la necesidadse manifiesta como una actividad que se distingue constantementeendoslados,el subjetivoy el negativodel sujeto; setratadeun universalconcreto,pues en cuanto unidad no vacía, sino activa, resulta la unificaciónde algo múltiple queno recibenadadel exterior, sino que se determinadesde si. Por todo lo cual, a pesar de su inherentemenesterosídadpuede considerarsecomo una manifestaciónde la libertad, desdeel momentoen que sin el viviente y su capacidadde relación las cosasque calmansusnecesidadesle seriandel todoindiferentes.LaBedñrfnisinherentea la necesidad se constituye,así, como unamenesterosidadactivao, si seprefiere,comola actividadmisma de la falta que setransformaenel impulsopara subsanaría—wL ZumMechanismus,Chemismus,WL, II, p. 280—, a diferenciadelo queocurreen la vida, proceso infinito, no limitado y finitizado por algo exterior, como sucedeen la necesidady el impulso, que hallan su lugar sistemáticoen la teleología.De estemodo la concepcióndela Bedtirfnisde la razónen Kant, de la que provieneel modo de aquiescenciade la creenciamoral, contribuyeinevitablementea delimitar cuál seala esenciadela razón, no tanto en ladelimitaciónde¡os limites de ésta,paralo queesmuy recomendablerecorrerlos capítulosmediadores entrelos estadiosde lo sensibley lo suprasensibleen la primeraCrítica, sino en la consideraciónde su vida, de los movimientosy procedimientosque lacaracterizanensu relacióncon lo suprasensiblequeconstituyesufin final. De aid que,no solamenteen opúsculoscomo WhDo?, sino tambiénenla doctrinadel métodode la KrV, especialmente de la manodela Disciplinay del Canon, sepersiganestosmodosde procederque le sonpropios, cuya cercania en cuantoa la eleccióndel objetoa ciertastesisdeHegelno vendrásino a recalcaraún másla distanciade unaCritico de la razónpura conrespectoa una Cienciade hi lógica. Un estudiopormenorizadode la relaciónestablecidapor Hegel,desdesu obra de juventud, entre la presentaciónde los finesnaturalesen la terceraCrítica kantianay las nocionesde necesidade impulso lo encontramosen el trabajo de F. ChiereghinFinalitá e idea della víta La recezioneitaliana della teleologiadiKant, especialmentela parte IV, DalIa teleologiaoíl’ ideo della vita, pp 201- 229, cfr. F. Duque,La objetividadcomo acto lógico de traducción de la zeologíaen la ciencia moderna,8 Lo inanidaddeldeseoenHegel. La especulaciónde la.tndigencia,Pp. 151-3,ambosincluidosenhibliografia. e168 u u e e u • pues,en el mismo sentidoque el deber,necesarioen sentidopráctico.Dicho de otra manera,el • fin final o efectototal de la libertadhumanano seráel fundamentodel deberqueresideen la ley • moral, la cualmandacategóricamenteen cuantoprincipio prácticoformal,conindependenciade • cualquiermateria posible del querer. Así, debido a la constitución formal de mis acciones • morales,podréhacerabstracciónde sunecesanomomentopráctico y de la realizabilidadde sus fines concretos,al no estaréstosenteramenteen mi poder,parasólo repararen la naturalezade mi hacery ocuparmede cumplir conla imposiciónque memandafomentarel fin final de todos los seresracionales,a saber,la felicidad máximaen plena concordanciacon el supremoBien (oberstenGut) de la virtud. Peroesaabstracciónno podrádurar mucho tiempo, por lo cual sin recurrir a los conceptossuprasensiblesde Dios y la inmortalidad,basadosellos mismosen la realidadde la libertad,no podremossuponerla realizabilidad(Ausfúhrbarkeit)de nuestrobuen comportamiento,de suerte que la naturalezanos acabaríaconvenciendode que aquella representaciónesuna esperanzabienintencionada,pero, en el fondo, infundaday nula, lo que conduciría—si se tuvieraenteracertezade esteapesadumbradojuicio— a la reducciónde la ley • morala un meroengaño(Nofie Táuschung)de nuestrarazónensuusopráctico.Peroya la misma • razónespeculativaaportóunaseriedemediosútiles paraproporcionarseunaestanciaseguraante la esperade otro uso de si, convenciéndoseenteramentede que el absurdoanterior—que la • llevaríaaunacontradicciónconsigomisma—no puedeocurrir, asi como de que la Ideade sumo • Bien, cuyo objeto seencuentramásallá de la naturaleza,puedepensarsesin contradicciónpor • una existencialábil como la humana,por lo que habráque reconoceral menossu realidad • (Realitt2t) en sentidomoral. • La creenciao la fe en sentidokantianosemuestra,así,como el mododepensarmoral de • la razónal tener-por-verdaderoaquelloque es inalcanzableparael conocimientoteórico, pero • que nos interesacomohabitus(héxis),es decir, comodisposición(Anlage)estructural,másque • comoacto o acción(práxis). En efecto, la presuposiciónde las condicionesnecesariaspara la • posibilidaddel fin final máselevadoo supremo,cuyaposibilidadno podemos,repetiremosuna • vez más,penetrarcognoscitivamentede ningúnmodo,actuará,asi, comoun principio constante • del ánimo (beharrlícherGrundsatzdes Gemúts)~‘, que le proporcionaestabilidad,al menosde • derecho,en el trabajo moral. En su ya mencionadadiferencia especificacon respecto al • conocimiento teórico, la creencia no constituirá una frente particular de conocimiento • (besondererErkenntnisquell),ni se distingue por el gradode la opinión, sino, más bien, por la • relaciónque estableceentreconocimientoy acción,pueses requeridapor la acción(Handeln), • comoobjeto subjetivamentenecesarioparaunabuenavoluntaden la consecuciónde sus fines. • Tampocodará muestrasel ánimo humanode que puedahallarseun término medio entre la • adquisición(Erwerbung)de un conocimientomedianteexperiencia(aposteriori) y mediantela razón(aprior¡), sino,en todo caso,entreel conocimientode un objeto y la merapresuposición del mismo, especialmenteen el campo práctico. Tal será el caso de la presuposiciónde la • posibilidaddel sumoBiencomoobjeto del arbitrioy de suscondicionesde posibilidad,como un • favor necessitatispara un casus extraordinarius, que se opone a todo aquello que pueda obstaculizarel fin de la moralidad2.Unavez descubiertaen suestructurainternacomohábitoy señaladasudistancia,por lo que conciernea la modalidadlógicaconrespectoal conocimiento,la creenciase presenta,en cuanto a su contenido,como confianza(Vertrauen) racional en la consecuciónde un objetivo cuyo fomentoes deber,pero la posibilidadde cuya realizaciónno resultapenetrableparanosotros.Unaconfianzaqueserámoral cuandorecaigaenobjetosqueno u 1 VdKU,~91,A456/B462-A458/B463. • 2 Vd. Logik-J(ische.Introd , 15<4 A 101-104. e e • 169 u e u e u u lo sonni del saberni de la opinión,sinode un objetivo según leyes de la libertad,que no pueden mandarun objetototal sin prometer,al mismo tiempo,la alcanzabilidaddel mismo.Sin estelibre tener-por-verdadero,que suponemosen favor de la razónprácticae indudablementeenriquece nuestracomprensiónde la relación entreel pensary la dimensiónde los templesde ánimo en Kant, volveríana surgir un buennúmerode conflictos desconocedoresdel método critico, de maneraqueel modode pensarmoraloscilaríaentrelos mandatosprácticosy las dudasteóricas,y se alzaríancon el predominio o bien una descreenciadogmática(dogmatischer Unglaube), incapazde convivir conunamáximamoral, o bienunasuenedejeescéptica,parala que la falta de convicción mediante fundamentos de la razón especulativaconstituiría la fuente de innumerablesescollos.Pero,dadoqueDios, la libertady la inmortalidaddel almaconstituyenlas tareasque acechansin descansoa la razón humanay con vistas a cuyasolución seencauzan todos los preparativosde la metafisica,parecemásfácil —segúnla sentenciakantianaal final de los Prolegómenos—que los hombresinterrumpieranenalgúnmomentosu respiraciónparano inhalar aire impuro que esperarel abandonode la búsqueda,tan estrechamentelirada a la existenciahumana,de una solución satisfactoriaparatalescuestionestranscendentes. En este sentido,el parágrafofinal de la terceraCrítica previenedel ensayodogmáticoque consideraa la doctrinade la libertadcomocondiciónmeramentenegativade la filosofia práctica,mientrasque aquellasrepresentadaspor Dios y la constitucióndel alma, pertenecientesa la teórica,podrían tratarseseparadamente,para sólomás tardeconectarsecon la ley moral y dar lugar, así, a una religión. Se tratade un intento condenadoal fracaso,puesno podemoshacemosel conceptode un Sersupremodeterminándoloúnicamenteconpredicadosque sólovalenparaconocerobjetos de la experiencia,y mucho menospor merosconceptosontológicosde cosasen general. Esa determinaciónnecesariadeberátramitarsemedianteun usoanalógicolegitimo de los conceptos puros del entendimiento,los cuales,ademásde su aplicabilidad a objetosde la experiencia, albergan un sentido transcendentalde más elevado alcance. Pero, más detenidamente,la determinaciónde conceptostalescomoDios o el almadeberáprocedermediantepredicadosque, si bien son posibles por fundamentossuprasensibles,puedandemostrarsu realidad en la experiencia.Apuntamosasí a algo que sólo podráhabilitar el conceptode libertad del hombre bajo leyesmorales,junto conel delfin final que prescribepor mediode éstas,actuandocomola clave desdela que la condición ideal de los dos conceptosindeterminadosanterioresserá solicitaday cimentadaen su legitimidacf. Todo camino teórico fracasa,pues, en su intento de proporcionara partir de meros conceptosde razónun conocimientode lo suprasensible,conocimientoque, sin embargo,puede alcanzarsedesdeel puntode vistapráctico,dondelo suprasensiblequesehalla a la base,asaber, el conceptode libertad,proporcionamedianteunaley determinadade causalidad,que surgede él mismo,no sólo materiaparael conocimientodel restode lo suprasensible—el fin final moral y lascondicionesde su realizabilidad—,sino tambiénunaexposición(Darstellung) efectivade su realidad(Realitát) en acciones,precisamenteaquelloquepermitía integrarloentrelas resfacti. Mediante esta capacidadexpositiva, digna de observación,la libertad se muestracomo el conceptosuprasensiblequepuedehabilitar la conexión(Verlcnñpfung)de los dosrestantesconla naturaleza,así como la contribuciónde las tresa unadoctrina de la religión. De esemodo,nos Ud. KrJ~, A 337$ 395: «Por fin, notamos que entre las mismas Ideas transcendentalesse vislumbro (hervorleuchte) cierta conexióny unida4 y quepor mediode ellas la razónpura reduce a sistema todos sus conocimientos.Es tan naturalpasardel conocimientode símismo (delalma) al conocimientodel mundoy desde ésteal ser originario, queparecesemejanteal pasológico de la razóndesdelaspremisasa la conclusión»,~d también ibid., nota; cfr. Proleg.,A 192-3; cfr. KU, §91; A 459/B464;cfr. Fortschr., XX, pp. 260 y 272-3. 2 Ud KU, §91; A 459/B 464-A 461$ 466. 170 u u u u u u serviremosde la Idea de libertad —como deberáponer de manifiestoeste trabajo— como • principio paraalcanzarunconocimiento,si biensóloposibleen respectopráctico,de la Ideade lo u suprasensibleen nosotrosy fuera de nosotros,ampliandoasí la razónmásallá de sus limites en • los que todo conceptonatural debería,sin la eclosiónde lo práctico,permanecerlimitado sin • esperanza: u «Aqui estálo quenecesitabaArquímedes,peronoencontró:un puntoestable,enel quela u razónpuedaapoyarsu palanca,y ademássinatribuirlo ni a un mundopresenteni a uno por venir, • sino solamentea su Idea internade libertad, quepresentamediantela inquebrantableley moral • como cimiento seguro, para mover a la voluntad humanamisma mediantesus principios en • resistenciade la enteranaturaleza.Pero abi resideun misterio, que sólo puedehacersesensible medianteel trabajo, tras el lento desarrollode los conceptosdel entendimientoy de principios u cuidadosamenteprobados.No estádadoempíricamente(impuestoa la razón parasu solución),sino • a priori (como penetraciónreal dentro de los límites de nuestra razón) y amplia incluso el • conocimiento racional, pero sólo en respectopráctico, hastalo suprasensible:no medianteun • sentimiento,que flindara conocimiento (el mistico), sino mediante un conocimientodistinto, que • generaefectosenelsentimiento(elmoral)»1. u Hemoselegidoestepasajeparaponerfin a esteimportanteapartadode nuestrotrabajo— • decisivopor lo quetienede incursión in mediasres enrelacióna la cuestiónde la que seocupa, queno esotra que la libertad comoconceptomediadorentre lo sensibley lo suprasensible—, • puestoque pertenecea la toma de posturakantianaantela disputadel panteísmo,en la que se u lleva a caboun pasoesencialpara la relaciónentresabery creenciay parael modo de pensar • metafisico,con vistasal cual deberáproporcionarsea la fe su lugary derechoracionallegítimos. • La consecuenciamás inmediata del espíritu visionario será la irremediablepérdida de un • entendimientodiscursivoenla incomwiicabilidad,contrariaal trabajodelconcepto—yavimosal • inicio que la comunicabilidadde los conceptosapareciacomo uno de los criteriosbásicospara • distinguir la convicción de la persuasión—,de modo que la invitación para filosofar u poéticamentedeberáacogersedel mismo modo quelo haráun comercianteal que se propusiera • escribirsuslibros de cuentasen versos2.El conceptode un mundointeligible, principiadopor la • Idea de libertad,constituirá,antesque nada,un punto de vista que nuestrarazónnecesitatomar • —mostrandosu faz más dinámica—para pensarsea sí mismacomo práctica.Se trata de una • nuevaperspectivaque, contrariamentea lo quepodríapensarse,no ofrece un nuevo ámbito de • objetoscognoscibles,pero quejustifica y autorizael salto (Sprzmg)quedeberárealizarseentre 1 Ud VornehmenTe»>, VIII, p. 403: «Hier ist nundas, wasArchimedesbedurfie,ahernichtfand:einfesterPunla, u woran die Vernunfi ihren llebel ansetzenkann, undzwar, ohneihn wederan die gegenwñrtige,nocheme¡<¡inflige • Welt, sondernblofl an ihre innere Idee der Freiheil, die durch dasunerchiitterlichemoraliseheGesetzals sichere • Grundíagedarliegt, anzulegen, um denmenschlichenWillen selbstbeim Widerstandeder ganzenNatur durchihre • Grundsótzeni bewegen. Das ist nun das Geheimnis,welchesnur nach langsamerEntwickelungder Begr«fedes VersíandesundsorgfrultiggeprúftenGn¿ndsólzen,alsonur durchArbeit fi¡hlbar werdenkann. Es ist nicht empirisch (der Vernunfi mr A uflósung aufgestellt), sondern a priori (als wirkliche Rinsichí innerhalb der Gránze unserer • Vernunfi) gegeben und erweitert sogar das Vernunflerlcenntn¡fi, aher mr in pralaiseher Rñcksicht, bis tu,» • Obersinnlichen:nicht etwadurch ein Geflihí, welchesErkenntn¡fi begrtindete(das mystische),sonden,durch ein • deutlichesErkenntnil3, welchesaufGeflihí (dasmoralische)hinwirkt». 2 Ud VornehmenTon, VIII, p. 405, nota. En una carta dirigida a Haniann el 6-IV-1774, en referencia a la recepción del escritode Herder,El documentomásantiguodel génerohumano,Kant afirmarálo siguiente:«Puesyosoyun • pobrehijo de la tierra no organizadoparala lenguadivina de la razónintuitiva. Lo queno se mepuededeletrear • por comunesconceptossegúnuna regla, no lo alcanzoaún..», lo que anunciasu reiteradapermanenciaen los • limites deun entendimientodiscursivoy enel báthosdelaexperiencia—comoencontramosen los Prolegómenos—, • antelas invitacionesa divagarsin ningún instrumentaladecuadoenel mundosuprasensibleque le dirigen los amigos delo vísionano. u • 171 u e u u u u dos limites fronterizos,lo que implica el hechode que en la esferaprácticasurjancosasque no son alcanzablespor el entendimiento—referido como está al mundo sensible—, sino que aparecenen un contextoen el quepodemosinterpretarlascomo objetos de nuestraacción libre, puesno tenemosuna representaciónteórica de la libertad, sino que nosotrossomoslibertad’. Algo acercade estadimensiónexistencialde la libertadveníananunciandoalgunasimportantes observaciones,casi marginales,de la primeraCrítica2. Nosotros,pornuestraparte,hemoscreido necesariodedicarestaspáginasa la consideraciónkantianade la creenciamoral, en tanto que temple (Stimmung)de ánimo que despliegaen clave subjetiva la riquezadel trabajocritico que establecela dualidadde principios, usosy legislacionesde la razónhumana,comouna vertiente afectiva—entendiendoaqui por afecto los avataresy peripeciasdel pensarque nos ocupa,algo así como el objeto de una patología superior—, de la que una reflexión que se proponga determinarel modode realizacióndel tránsitode lo sensiblea lo suprasensibleporconceptosno puededesentenderse. ¡ Recordemosa] respectola conocidaobservaciónde Descartesen Jos Principia, 1, § 39: «La libertadde nuestra voluntad se conocesin prueba; basta la experienciaque de ella tenemos»;cfr. igualmente las interesantes reflexionesdeJ.-P. SartreenLaliberté cartesienne,trabajocitadoen nuestra bibliografia. 2 Ud. KrV, §25,B 157,nota;cfr. op. cit., A 343$ 401; cfr. op. ciÉ, B 422-3; cfr. J.M. NavanoCordón, Kant: Sendas de la libertad, 8. Existencialidadde la libertad, PP. 24-6, 172 u u u u u • L6 La Metodología de la razón pura y la determinación de la esencia y los límites de la razón • humana u La doctrina transcendentalde los elementosde la primera Crítica ofrece un cálculo • aproximado(Clberschlag)de los instrumentosde construcción(Bauzeug),asi como determinaa • partir deellos la alturay la solidezdel edificio que permitiránconstruir. Vimos en los apartados • precedentescómoespecialmenteen la despedidade la analítica transcendentalcomenzarona prodigarselas llamadasa la prudenciay al reconocimientode la regiónde nuestrarazón que se intentabadelimitar exhaustivamente,pero simultáneamentesereservabaun lugar de descansoy provisional latencia para aquellos objetosy principios que transcendíanlas condiciones de u posibilidadde los objetosde la experiencia.Esteresultadorepresentabae! primerfracasode las u expectativasdespertadaspor la Ideadirectriz —cuyapresenciadescubrimosmediantela atenta mirada dentro de nosotrosmismos—que animaa erigir un edificio constituidopor todos los conocimientosde la razónpuraespeculativa,puesla construcciónqueestamosen condicionesde u elevar sólo se mostrará suficientementeespaciosasi pennanecemosen la llanura de la • experiencia(aufder Ebeneder Erfahrung gerdumige Wohnhause).Quizás la única promesade • ampliaciónquepuedatransmitimosprovengade sualtura,al serlo suficientementeelevadapara • divisar (iibersehen)el conjuntode asuntos(Gescháfte)de la razón. El propósitocritico de ofrecer • la siluetade los límites de la razónmanifiestaque, si bien setrata de la viviendade unarazón • finita, que, por lo tanto, no puedesobrepasarlos límites de su conocimiento posible — • demarcadospor la naturalezadiscursivadel entendimiento—,no puedeterminarse,alcanzarla • completuddeseada,sin la dirección supremade un discursoque contiene las condiciones • formalesde un sistemacompleto(volístandigesSystem,)de la razónpura, a saber,una doctrina • transcendentaldel método’, que vienea ocuparel lugarhastaentoncesocupadopor la lógica • práctica escolar,quenadapuededeterminardesdeel puntode vista transcendental.La primera • de esascondicionesformales nos remite a una disciplina de la razón pura, entendidacomo • constricción(Zwang),en un estadode oposiciónreal con respectoa la cultura (Kultur), que sí • suponeuna contribución positiva a la formación de un talento, tarea desempeñadapor la • instrucción (Unterweisung)2.El propósito de semejanteparte metódico-transcendentalserá la • determinaciónde la capacidadtotal de la razónen todoslos respectosen queesarrastradaporsu • tendencianaturalmás allá de su legislaciónpropia, a saber,en sucarácterde conocimientopor • conceptos,en su carácterpolémico,ensu usoestratégicode hipótesistranscendentalesy en sus • demostraciones.Por cuantose trata de un pasajede alcancegeneralen relacióna estascuatro • perspectivasremitimosal siguiente: u «La razón pura tiene que sometersea la crítica en todas sus empresas,y no puede oponersea la libertad de estacrítica sin peijudicarsey sin despenaruna sospechaque le es • desfavorable.Puestoque nadahay tan importante, desde el puntode vista de suutilidad, nadatan u _____________ • ‘En virtud del caráctermetódicode estapartede la KrV—reparandocuidadosamenteen lo que Ja comprensiónque • se extraigadeesteadjetivopuedadetenninaracercadel mododepensarpropiamentecritico—, casi ala sombrade la • partepropiamenteexpositivay constructivade la obra, compartimosplenamenteel comentariode E. Marty, en su artículoLaméthodologietranseendentale,2éme.partie dela KrV, citadoenbibliografia,p. 30: «[La metodologia]se conformacon indicar cómoleer lo que leprecede.No tiene otro objetivo, en consecuencia,quepermitir captary ajustar laactitudcritica. Noallade nadaesencial,porquemuestralo esencial». • 2 Acercade Jadistinciónentredisciplinaeinstrucción, comopartesnegativay positivarespectivamentedeun mismo • procesoeducativo,en estecasoconcernientea la educaciónde la razón,que debeabandonarsusciegastendencias naturalespara adoptarla marchafirme de unaciencia,puedeacudirsea KrV, A 709$ 737, nota, así como a la Pedagogía,editadapor Rink en 1803,ml especialmenteIntrod, A 1-3 y A 22. u u 173 e e u u u u sagrado,que pueda eximirse de esta investigación comprobadoray de inspección, de una investigaciónque no reconoceprestigiospersonales.Sobretal libertadsebasala mismaexistencia de la razón, la cual carecede autoridaddictatorial, sino que su dictado nunca es más que el consensode ciudadanoslibres, cada uno de los cualestiene que poder expresarsin temor sus objecionese incluso su veto. Aunquela razón nuncapuedenegarsea la crítica, tampocotiene motivos paratemerla»’- La capacidadde crearaparienciasque albergala razónen suuso puro requiere,como su única prevención (Abhalíung) y freno (Búndigung) proporcionados,una legislación negativa (negative Gesetzgebung),concernienteexclusivamenteal método y, así, al modo de pensar empleadoen cadacaso, en tanto que edificación (Errichtung) de un sistemade la prudencia (Vorsichí) y del autoexamen(Selbstprz2fung),provenientede la mismanaturalezade la razóny de los objetosde su usopuro,que sirva de guía firme acercade la esferaracional en la que nos encontramosen cadamomento2.De estamanera,observaremosque es la razón la que ejerce (ausí¿ben)la disciplina, sin permitir (gestanen)otra censurapor encimade la que ella misma representa,puesesla únicaprotagonistade la historia de suverdady suapariencia,así como de susdeseosde llevar hastael final suanhelode sistematicidad.En efecto,sabede antemanoque, allí donde seencuentre,ya sea en la esferade la naturalezao en la de la libertad, pedirá la totalidad incondicionada o un incondicionado último de la serie de acontecimientos condicionadosen el mundo,esdecir, sabeque el conceptoque ofrecela medidamáspropia de ella misma eslo incondicionado(das Unbedingte/.La razóncuentacon los medios requeridos para distinguir en todo momento, aunquelo olvide en el curso de sus viajes, las diversas legislacionesde queescapaz,por lo queno sólo severácaracterizadapor la funciónmeramente Ud. KrU, A 738$ 766-A 739$ 767: «Die Vernunfi mu]? sic!; in alíen ifiren linterne/imungender Kritik unterwerfen,undkant>derFreiheit derselbendurch kein VerbotAbbruch tun, ohnesic!; seibsíni schadenundeinen ihr nachteiligenVerdachtaufsic!; ni ziehen.Da ist nunnichtsso wichtig, in AnsehungdesNutzens.nichtso heilig, dassic!; dieserprqfendenuna’ musterndenDurchsuchung.die keinAnsehender Personkennt,entziehendtirfie. Auf dieser Freiheit beni/it sogar die Existenzder Vernunfi, dde kein diktatorischesAnsehenfiat, sondern deren Ausspruchjederzeitnichtsals die EinstimmungfreierBiirger ist, derenjeglicher seineBedenklichkeiten,ja sogar sein Veto, ofine Zuriickhalten mu]? ¿iuflern konnen. Ob nun aher gleich dde Vernuqñsic!; der Kritik niemals verweigem kann,sofiat sie doc!; nichtjederzeitUrsache, sic!; zu scheuen». ‘Parala definicióndemétodo, vd KrU, A 855$ 883: «Paraquealgopuedarecibir el nombrede métodotiene que ser unprocedimientodeacuerdoconprincipios»; cfr. la definición del término en las Regulaede Descartes,A.T.,, X, regla ~v.PP. 371-2: «Así pues, entiendopor métodoreglas ciertasyfáciles, mediante las cuales el que las observeexactamenteno lomaránuncanadafalsopor verdadero,y, no empleandoim»ilmenteningt~nesfuerzode la mente,sinoaumentandosiempregradualmentesu ciencia, llegaráal conocimientoverdaderodetodoaquellodeque escapan>; cfr. las observacionesde M. Heideggeracercade estacomprensiónmodernadel métodoen Die Frage nachdemDing, p. 79, obracitadaen bibliografia. Acercade la necesidadde la razónde verrefrenadasu fabricade apariencias,vd op. cit., A 710/B 738-A 71 L/B 739: «Nohacefalta unacrítica de la razónpuraensu usoempírico, puestoquesusprincipiosse hallan sometidosa una ininterrumpidapruebaen la piedrade toquede la experiencia [..1Perodondeno hay intuición, ni empiricanipura, queretengaa la razónsobreun carril visible, esdecir, en su usotranscendental,en virtudde merosconceptos,necesitahastatal puntounadisciplinaquerefrenesu tendenciaa extendersemásallá de los angostoslímitesde la experienciaposibley que la aparte de las extravaganciasy del error, quetodalafilosofla dela razónpura no intentaotra cosaqueprestaresteservicionegativo.Lasdesviaciones aisladassepuedencorregir con la censuray sus causas,con la crítica. Pero cuandoexistetodo un sistemade engañose ilusiones bien trabadosentresíy aunadospor principios comunes, como ocurre con la razón pura, parecenecesariauna legislaciónpropia, negativa,queconstruya,bajo el titulo dedisciplina, una especiedesistema deprevisiónyautoexamenquepartade la naturalezade la razónyde losobjetosdesuusopuro, un sistemaanteel cual ningunailusión erróneaysofisticapuedesubsistir,sinoque tengaquedescubrirseinmediatamente,seancuáles seanlosargumentosconquese encubra». > Ud op. cit.,B XX. 174 u u u u u u negativade una disciplinapara la determinacióndel limite (Disz¡plin zur Grenzbestimmung), • caminoquehemosintentadorecorrerlo más fielmenteposibleenesteprimercapítulodenuestro • trabajo,sino comodirectrizparala realizacióndel tránsitode lo sensiblea lo suprasensiblepor • principios, es decir, como capazde ampliación (Erweiterung), en cuanto Canon, a saber, un • conjuntode principiosa priori del conectousode ciertasfacultadescognoscitivas,concernientes al uso práctico de la razón. Al respectoes fundamentalinterpretarcorrectamenteel problema • planteadopor una razón que barrunta (ahndet)objetossuprasensiblesqueguardanparaella el u máselevadointerés,abriendo,así,unadistanciaentreel diámetrointeligible detalesobjetosy la tendenciairresistible e irrenunciable a alcanzarlosque sólo puede ser cerraday cubierta modÁficandoel registrode nuestrosconceptos,introduciéndonosen el único camino o senda (PVeg)queaúntendremosantenosotros,a saber,elpráctico. Por otro lado, continuandoconla exposiciónde las condicionesformalesde un sistema u completode la razónpura,éstaúltima habráde encontrarla medidaen si en la crítica, en tanto u que investigación de su alcance y limites en el campo del conocimiento, por lo que la u Arquitectónica, la descripciónde su estructura sistemática,se traducirá en una suerte de u esquematismode las ideas, que en su naturalezade arte oculto, nunca del todo reveladoal u entendimiento,ejerceráde motorconstanteparalos pasosde la razónen suautoconocimientoy • serála exposicióndel únicomodode procederdignode la razón—de la estructuraideal que de • ella conocemos—,sin que podamosidentificar ni colocar en el mismo lugar al contenido u (materia)y al método(forma) de nuestroconocimientoa priori, puesello significaría,si no la • autodestrucciónde la razón,al menosla permanenciaen una suertede peligrosoabderitismo • ontológico.Estrechamentevinculadaa la existenciade unaIdeaparala realizacióndel sistemade u la razón,encontraremosa la historia de la misma,queproporcionará,no un estudiopropiamente u histórico de los diversosensayosfilosóficos en metafisica—al estilo de unaobra de encargo • comolos Fortschritte—,sinomásbien un recuerdosistemáticodel trabajogeográfico-topológico • de la doctrinatranscendentalde los elementosqueseconvieneen una suertede archivode los u diversospasos,de las decisionescríticas,que la razóndebeconsumar,si esquepretendeabrir • nuevassendasal pensar.La imagenopuestaa estapromesade progresoracionalhaciaunaobra • final será la del defensordel naturalismopor lo que respectaal métodode la razónpura, que • vendráa ser la de la sentenciadel satiristaPersio,«quodsapiorallo enmihi; non ego curo, esse • quodArcesilasaerumnosiqueSolones»,en la quese aprecianlas perniciosasconsecuenciasdel • imperio del sentidocomún,que anulael mismo ejercicio e implantación fáctica de la razón • humana.Por otra parte,el ensayoacercade la posibilidadde presentarla metafisicacomoun • sistemadoctrinal que representanlos Fortschritte señalaráque el impulso (Trieb) hacia esa cienciano habríaexistidojamás «si la razónno hubieraenconfrado en ella un interéssuperior», • parael cual la investigacióny el hallazgodel enlacesistemáticode los conceptoselementalesy • principios, con los que conocemosa priori aquellosrasgosformalesen los que debanconsistir los objetosde la experiencia,no representabannadamás que los preparativos(Zuríistung)’. El u método seguidopor esta obra era el de unahistoria filosofantede la filosofla, una suertedeu versiónhistóricao inclusoarqueológicade la crítica,quedebíateneren cuentala necesidadpara estaúltimadetrazarun planoorientadoracercade los posiblespoderesde la Razón,conrespecto alos cualesel descubrimientodel puntode apoyoadecuadopermitidael desplieguecompletodel trazadode su circulo entero.El procedimientovendríaa serel quenos indica el siguientepasaje de la obraa la que nosvenimosrefiriendo:u u u ‘Ud Fortschr., XX, p. 316.u u • 175 u u u u u u «Ahora bien, para teneruna regla de medida de lo recientementeacontecido en la metafisicahay quecompararlo,de unaparte, con lo que ha sido hechoantesy, de otra, hay que compararambascosascon lo que hubieradebido hacerse.Podemosconsideraremperocomo progresola nieltaatrás, meditaday deliberadasegúnmáximasdel modo de pensar,aunqueseaa titulo negativo,porquesólo con quea sutravésse lleguea la supresiónde un errorarraigadoy de tanampliasconsecuenciasse habríaefectuadoalgoaltamentebeneficiosoparala nietafisica» Un conocidotexto de la Introducción de la Metafisicade las costumbresnos pone sobre aviso de la importancia,al mismo tiempo que de la dificultad, de tomar una decisiónacercadel punto de apoyoinicial, a partir del cual habráqueprocedera construirel sistema,comoun todo entrecuyasparteshabríaunaperfectacontinuidad: «La deducciónde la división de un sistema,es decir, la pruetade su integridad, como tambiéndesucontinuidad—esdecir,que el tránsitode los conceptosdivididosa los miembrosde la división se realice en la serie completade las subdivisiones,sin ningún salto (divisio per saltum,P—esunadelas condicionesmásdificiles quehade satisfacerel constructordeun sistema»2 Semejanteprocedercorresponderáa la hermenéuticacríticade unacienciaque, envirtud de su naturalezade todo o nada,debeesbozarsede un solo golpe,tomandola figura de un todo acabado,en el que de riada sirven los fragmentosaislados,y que proporcionaráal lector una visión general (CJberblíck) de la anatomíade la razón, a cuya cartografiadedicauna especial atenciónunaobra como los Prolegómenos.Peroes precisamenteen el Prólogo a la segunda edición de la KrV dondeencontramosla siguientedescripciónde la arquitectónicade la razón humana. «Esta[la razónpumespeculativa]poseeunaauténticaestructuraarticuladaen la que todo esórgano,estoes,enla queel todoestáa] serviciode cadapartey cadaparteestáal servicio del todo, a partir de lo cual, la máspequeñadebilidad, seauna falta (error) o un defecto,tiene que delatarseineludiblementeen el use.Estesistemase reafirmaráen esteestadode invariabilidad, segúnespero,en el fUturo. No es la presunciónla quemeinspiratal confianza,sinosimplementela evidenciaqueofreceel comprobarla igualdaddel resultado,tanto si se partede los elementosmás pequeñosparallegar al todo de la razónpura, como si seretrocededesdeel todo (yaque también ésteestádadopor si mismo a travésde la intención final enlo práctico)hacia cadaparte,desdeel Vd op. cit., XX, p. 261: «Um nun einenMaj?stabsu demni haben,wasneuerdingsiii der Metaphysikgeschehen ist, mu]? mandasjenige,wasin ifir vonjehergetanworden, bedesabermit demvergleichen,wasclarín hñttegetan werdensollen. Wir werdenaberden uberlegtenvorsatzliclienRuckgang,nachMaxnnemder Denkungsan,mit zum Fortschreiten,di. als einennegativenFortgangin Anschlagbringen kñnnen.weíl dadurcl,, wennesauchnur die Auflrebungemeseingewurzelten,sich it> semenFolgenweitverbreitendenIrrtumeswdre,doc!; etivaszumRestender Metaphysikbewirkt werden».Cfi’. RJII n<’4458: «La metafisicaes comoun paísdesconocidosobre cuyaposición vacilamosy del cualhemosbuscadodeantemanoconcuidadoel lugar yel acceso.Seencuentraenla semiesferade la razónpura; hemostrazadosu contorno~ marcado)allí dondeestaisla de conocimientoestáligadaporpuentes alpaísdela experiencia,allí dondeun marprofundola separadeall¿ hemosdibujadoasíelcontornoy conocemos, por asi decir, sugeografia, perono sabemosaún lo quepuedeser hallado en estepaís, quealgunostienenpor inhabitablepor loshombres,mientrasqueotroshanvistoenél su verdaderaresidenciaTrasestageografiageneral de estepaísdela razónqueremosconsiderarsuhistoriageneral». 2 Vd MS, Introd, ffl, p. 218, nota: «Die Deduktion der Einteilung emesSystems:dt der Beweis ihrer Vollstandhgkensowohl,alsauchder Stetigkeit,da]? námlichder UbergangvomeingeteiltenBegnjffezumGliededer Einte¡lungin der ganzenReiheder Untereinteilungen durch k.einenSprung(dtvisioper saltum)geschehe,ist emeder ,wL op. cii., A 5. Vd. KW, A 842/E 870: «Esist von der ¿iu]?erstenErheblichlceit,Erlcenntnisse,die ihrer Gattungund Ursprunge nachvonandernunterschiedensind, ni isolieren,undsorgfaltigni verhuten,da]? sw nichímit andern,mit welchen sie im Gebrauchegewdhnlichverbundensind, in ein Gemischezusammenflieflen» 186 u u u u u • conocimientosy de utilizarlos como instrumentos (als Wekzeugebenutzen) para fomentar • (befórdern) los fines de la razónhumana.Puestoque esosfines puedeny debenreducirsea la destinaciónmoral del hombreno habrádemasiadosproblemasparaafirmar que no podráhaber másque unasolaunidadsistemáticade la razón,determinadaen último términopor la filosofia moral1. Por otro lado, no puededejarde sefialarsela estrechadependenciadel hallazgode los • fines de nuestrarazón y su disposiciónarquitectónicacon la definición de su esencia,en la medidaen quelos pnmerosnos permitendescubnr«las leyeseternase invariablesquela razón • 2 posee», caminoqueabrela Crítica, un tratadodel método,queavanzasegúnel principiode «nil actumreputans,si quidsuperessetagendum»,y extraey devuelveel perfil completode aquélla, enrelacióna suslímites (Grenze)y a suarticulacióninterna(innerer Gliederbau/,por lo que el filósofo actuarácomoun auténticolegislador(Gescízgeber)de la razónhumana.Estedesarrollo u correspondeasimismo a la definición cósmicade la filosofia, como conceptuscosmicuso WeItbegrjff queconducea considerara la metafísicacomola terminación (Vollendung)de la u cultura (Kukur) de la razón, puesal detenninarlos fines esencialesde la razón determinará • igualmenteel alcanceo lugarpropiode los fines subsidiariosdel restode las ciencias.De hecho, • el estudiode la razónsegúnsuselementosy principiossupremoscumpleunafunciónesencialen • relaciónala mismaposibilidady usode algunasciencias,cimentandola viabilidad y el progreso u de la comunidadcientífica e impidiendoque las posesionesqueéstavayaadquiriendose alejen U (sich entfernen)del fin principal, a saber,la felicidad universal4.Las condicionesde posibilidad • de la experienciafundamentadaspor la filosofia transcendentalu ontología,queno puedendejar • de sentir (fúhíen)y barruntar(ahnen) comosu mcta final la constituciónde un conocimiento • doctrinal a priori, solicitan la ayuda, en tanto que proyectoracional subjetivo, de un modelo • objetivo para su enjuiciamiento,que, sin embargo,sólopodrámantenerseen el estadode una • Idea inexponible, que, en definitiva, dará mucho que pensar?,conforme a la cual —que • consideramoscomo efectivamentereal— alcancemoscada vez mayor claridad acercade la • unidadsistemáticade nuestrosconocimientos6. u u • L62 Pensarla historia dela razón:la decisióncrítica acercadelmododepensarcomo • contenidodelconceptocósmicodelafilosofía. u • Nosespocohabitualquelos estudiosacercadel proyectocrítico kantianoolvidenque no • hay descripcióndel alcancey límites de la razónpura sin estudiode su historia. Estamostan habituadosa concebirlos estudioshistóricoscomola recolecciónde un conjuntode documentos, más o menos elaborados, en los que quedan recogidos y archivados determinados acontecimientosdel mundo,quenosolvidamosde la intervenciónarquitectónicade la historiaen ‘Vd.KrV,A84018868. 0 2 Vd op. ciÉ, A VII. u >Vdop.cit,BXXIfl • ~Ydl op. cit ASSl/B 879. Vd. KU, §49;A 190/E 192-3:«El espíritu,ensignificadoestético,designaelprincipio vivificador enel ánimo [.1 Ahora afirmo queesteprincipio no esotra cosaque lafacultaddela exposiciónde Ideasestéticas,-emperopor una Idea estéticaentiendoaquella representaciónde la imaginación queda muchoquepensar, sin quepuedaserle • adecuadoningúnpensamientodeterminado,es decir, ningún concepto,y queen consecuencianingún lenguaje • alcanzaenteramenteypuedehacercomprensible». 6 V¡. KrV, A 737/fi 765-A 738/B 766: «[E]l métodopuedesersiempresistemático.Puesnuestrarazón espor sí • misma (subjetivamente)un sistema,pero en su usopuro, por medio de merosconceptos,es sólo un sistemade investigaciónsegúnprincipiosde unidad,parala quesólola experienciapuedesuministrarla materia». u u 187 e u U u u u el pensamientokantiano. Sin embargo,la razón,comoveremostambiénde la manode laclavede bóveda(SchluJisteín)de su conocimientoa priori, a saber,la libertad, tiene una historia, que avanzapor distintospasos y gestos que la crítica debesaberreconocer.En amboscasosse trata de una historíaque fundamentalmentegeneraefectos (bewirken),si bien sus operadoressean aparentementetanabstractoscomolasdecisionescríticas,los ideales,las luchaspolémicaso las magnitudesnegativas.Pero, para poder reconocersu arraigoy pertenenciaen todo modo de pensarque reflexione sobre sí mismo y sus condicionesde ejercicio, debemosreconocer,en primer lugar, la multiplicidad de modos que la historia tiene de representarse,así como de ejercitarla previsión(Vorhersagung)de que es capazla razón,ya seconsideresusíntesiscomo acabada,ya setomecomohilo conductorla Ideacosmológicade unahistoria universal.1De este modo,surgiráfundamentalmenteun enfrentamientoentreel dogmático,queafirmala declinación constantede la humanidadhaciael día del Juicio (dies irae), y el escépticoo empirista , que sostienequela humanidadseperfeccionade maneraindefinida,oscilandoregularmenteentrelas regresionesy los progresossucesivos.Se trata de un enfrentamientoque conduciráa la opinión pública a tomar al respecto—comoya ocurríacon el campode batalladc la metafísica—una posiciónintermediao sincrética,segúnla cual el hombreno es ni buenoni malo,pues bienesy malesterminanpor compensarsey neutralizarse,violando así el principio critico de oposición real, quehabilita la existenciade las magnitudesnegativas.En principio, nadapodráreprocharse a quien tome semejantedeterminación,que expresauna reacción proporcionadaal engaño sufrido, al ver transformadoel mundoen un teatrode marionetasen el queel hombreno puede reconocerla vida de su razón, pues es la mismaprudencia, pasoprevio a la decisión de autoconocimientode la misma, la que aconsejaser íncftferenteen metafísica,latitudinario en moral y abderitista en historia2,invocando,al mismotiempo,a invertir todoslos esfuerzosen la renovacióno reformade esamenesterosa(bediirftig) ciencia. 1.6.2.1 Una historia dela razóndebetenerencuentala naturalezapolémicadeésta. El presentede la razón,en su uso teórico y práctico, es siempreun campode batalla de discusionessin fin (KampfplatzendioserStreitigkeiten),perode la razónmismahande provenir las decisionescríticas quepermitanpensarsin contradiccióncuestionestan debatidascomola libertad—tal y como intentaronexponerlas primeraspáginasde este trabajo—, de todas las cualessehavenidoelaborandoun archivo,en tantoquetutelade sumismahistoria. Dogmáticos y escépticos—comovimosentonces—empleanla razónde diversamanera,la cual, empeñada ensalir del escolloque suponeel encontrarconclusionesopuestasa partir de la mismafacultad porel caminodel autoconocimiento,despiertadel letargoy convocaa los diferentesinteresesen juego, cuyo envitele conducirána desgarrarseenmúltiples posicionesenfrentadas,puesesella misma la que albergauna virtualidad dogmáticay escépticacuando no hace sino seguir acríticanientesus inclinacionesmásdesconocidaspor acostumbradas,cuandopermaneceen su estadode disposiciónnatural(Naturanlage,): «Hay cierta thita de nitidez en la naturalezahumana,que al final, como todo lo que proviene de la naturaleza,tiene que conteneruna disposición para fines buenos, es decir, una It!. Streit, vm,3, p. Slss. 2 ~ KrV, A 5<; cfr. E. Proust,op. cit, p. 281-2. 188 u u u U u • inclinacióna disimularsusverdaderasintencionesy a mostrarficticiamenteotrasque setienenpor buenasy honrosas»1. u Desdeel puntodevista de susurgimientola naturalezadialécticadela razónescapaa las u reglasdel derechocrítico, puesla aplicación de ésteno podríaevitar el conflicto, sino que, en u todo caso,ofrecedirectricesparala consecuciónde la paz perpetuade la razón, pero éstano permanecesino comoun horizonteregulativo,que nuncallegaráa alcanzarsede hecho.En esta • líneapuedeafirmarseque la razónesanalíticay dialécticade un solo trazo, que, por unaparte, u caedel lado de la experiencia,y, por la otra,conduceala aparienciadialéctica;de ahí, quesin un • cuidadosoanálisis de ambosrespectosno pueda conocersesu perfil completo. La vertiente u polémicade la razónconciernefundamentalmenteasuusoespeculativoy el conflicto antinómico • significará un impulso hacia la reforma crítica sin igual entre el resto de apariencias • transcendentales,pero no podemosolvidar sureapariciónen el senode la determinaciónde en • qué consista el Bien supremo; igualmente en materia de religión, donde se enfrentarán • inútilmentelos defensoresde la bondady la maldadhumanasrespectivamente,quedesconocenla • inhabitaciónde unapropensiónal mal junto a una disposiciónal bien en nuestranaturaleza;así u comoen la historia,de la manode la espinosacuestiónacercade si el génerohumanosehalla en u un progresoconstantehacialo mejor. En el primerconflicto cosmológicodinámicoel escéptico • muestrasuconfusióno desconocimientocon respectoal origende la polémicaconcernientea la • libertaden sentidotranscendental,al creerquesetratade una luchapor la verdad.Al no extraer • provechoalgunodel combatelo considerarávano y denegarácon demasiadarapideza la razón • humanatodo derechoa conocerapriori y a dirimir medianteunacríticadeaquéllataleslides.En • contraposicióna estacensura,el filósofo crítico procederáa adentrarse,anteel mismo caso,en los ensayosexperimentalespropiosde la razón,a partir de lo cual sabernosque al menospodrá derivarsela posibilidadde pensarla causalidadpor libertadal ladodela meramentenatural: u «La razóntranscendentalno admite,pues,otra piedrade toqueque la consistenteen el intento de establecerunaunificaciónde susafirmacionesy, antetodo, portanto,de la competición .2 U libre y sinobstáculosdelas mismasentresí»u • El punto de vista crítico muestra, así, la necesidadde abandonar las expectativas • dogmáticasy escépticasen un conflicto semejante,comoobstáculosqueno permitenquela razón • progresehacia la consecuciónde su fin final, en la habilitación de un tránsito hacia lo • suprasensiblepor principios.Estaadopciónde distanciaen el mismocampode batalladetermina • el surgimientodel fenómenode problematización,para mostrarel cual deben recorrersecon • anterioridadtodoslos respectosdeun discursodel limite, comodecisiónpreviaa la cimentación • de otro usode la razón.Éstapolemiza,proponehipótesis,no comotesispertrechadasde verdad, • sino como armasdeguerra—nosinteresael valor estratégicode estosinstrumentosde la razón, • no sus resultadoscognoscitivos—queno sirvenparafundarun derecho,sino más bien para defenderlo3.Puestoque «todo cuanto la naturalezadisponees buenopara algúnfin» debemos u Vd KrV, A 747/B 775-A748/B 776: «Esgibí emegewisseUnlauterkeitin dermenschlichenNatur, dic wn Ende • doch, wie alíes, was von der Natur komm¡, emeAnlageni guienZweckeneníhaltenmufl, namlichemeNeigung, seinewaizre Gesinnungentu verhehlen,undgewissegenommene,die manfin’ gut ¡md ruhmlich hólt, nr Schau tragen». • 2 Vd op. ciÉ, A 425/B 453: «Die transzendentaleVernunfl also verstattetkeinenanderenProbierstein, als den • Versuchder Vereinigungihrer Behauptungenunter sicli sebst, und mit/rin zuvor desfreien und ungehmnderten • Wellstreits derselbenuntereinanden>. ~Vd op ciÉ, A 777/B805. u • 189 u e e e u u aprendera reconoceren las batallasen las que se interna la razón un doble carácterque las presentacomo venenoy, al mismotiempo, como remedio,pueses la razónla que planteacomo tareaslas objecionescontralas persuasionesy presuncionesde una razónespeculativaque cree que suusoesel único autorizado. Precisamentepor ello esnecesariodara estafacultadsuperior plena libertad (in vñllige Freiheit versetzen)como investigadoray examinadora,paraque dé satisfaccióna susintereses,tantoponiendolimitaciones (Schrankensetzen)asus especulaciones, comoampliandosuperspectivahaciaotro uso cuandoello searequerido,comoresultadode una decisiónautónoma,no impuestaporagentesextrafios. La clave del litigio, en suutilidad parala razón, no residirá, pues,en la cosa(Sache),sino en el tono (Ton), lo que tendrámuchoque ver con el abandonodel lenguajedel saber(W¡ssen)por el de una creenciafirme (¡esterGlauben).El tono de la crítica remite, en efecto, al estatuto de problema/soluciónque caracterizaa las aparicionespúblicasde la razón,las cualessatisfacenun interéspopular. Las decisionescriticas toman necesariamenteel partidodela libertady ello implica el preámbulode la tareade trazarlas condicionesquehaganviablesespaciospúblicosde discusión,acercade cuestionestalescomola distinción transcendentalentreel fenómenoy el noúmeno,la irreductibilidadde la intuición al concepto,o el accesode nuestrasfacultadesde representacióna algo así como la Nada, pues precisamenteen eseespaciode discusiónsurgirála posibilidadde algo así como la libertad,que de tarea del pensamientopasaráa convertirse en posibilidad —en tanto que orden de inteligibilidad no contradictorioconel natural—e Idea transcendental. L6.2.2 La historia de la razóncomoarchivodelos modosdeplantearsustareas. Comose dijo al principio, no se llegaráa comprenderla significaciónde una historia de la razon pura, si se la sigue concibiendocomo un archivo más o menosminucioso, así como razonadoy justificado documentalmente,de las diferentesteoríasy doctrinasque se hayan sucedidoa lo largode un espaciode tiempo.Pueslo que encontraremosesbozadoen susescasos pasajescríticos no será una historia cronológica,ex datis, de la filosofía, sino una historia filosófica que intenta localizar en ese sucederselos distintos planteamientosque recibe la estructuradc las diferentesfacultadesde conocersuperior—siguiendola conversióncríticade la ontologíaclásicaen unaanalíticadel entendimientohumano-,preocupándose,así,porcómo las diferentes escuelasy figuras individuales han planteadoel alcance de estas facultades, determinandolos auténticoslimites de susexperiencias: «Estetitulo figura aqui únicamenteparadesignarun lugarque quedaen el sistemay que tendrá que ser llenado en el futuro. Me conformo, desde un punto de vista meramente transcendental,esdecir,desdela naturalezadela razónpura, conlanzarunasuperficialmiradaa la totalidadde las elaboracionesde la mismaproducidashastaahora,queefectivamentesepresentaa mis ojos comoun edificio, perosólo enminas»t El conflicto antinómico poseíaimportantesventajaspara descubriresta capacidadde experimentaciónde la razón, al fructificar lo cimentadoa priori en la ontologíacon respectoa nuestracapacidadde conocerlos objetos de la experienciacon independenciade todo lo empírico,medianteuna suertede experimento(Experiment)de la razón en su propia facultad Vii KrV A 852/8 880: Dieser Titelstehtnur hier, umemeSielleni bezeichnen,die im Systemiibrig bleibt, und kunft¡gausgefulletwerdenmu]?. Ich begniigemich. miseinemblo]? transzendentalenGesichtspunkle.nñmlich der Naturder reinenVernunfi, emnenfluchtigenBlicA auldasGanzeder bisherigenBearbeitungenderselbenzu werfen, welchesfteilichmeinemAugezwarGebaude,ahernur ir, Ruinenvorstellt». 190 u u u e u • (Vermógen)~‘. Peroel conjuntode estos experimentosemprendidospor la razónpertenecea un • registro subjetivo, como no puede ser de otra manera, tratándose del espacio de su autoconocimiento.Ello no empeceel que debamos aventurarnos por diversos caminos, conducentesa variadas formas de la erranciatranscendental——de otro modo, la razón se convertiríaen un campoyermo y estéril—, y que podamoscomponerun archivo, máso menos exhaustivo,de las decisionesdelpensar,enel cualla decisiónacercade la posibilidaddederecho o no de la libertad constituiráuna auténticapiedra de escándalo(SteindesAnstofies)para la filosofia, para los caminosque ha ido trazandoen su avancehaciasu meta final, a saber, la metafisica.La mismadefinición de la Crítica dela razónpura comotrazadode los límitesde su capacidadde conocera priori suponela investigaciónde la auténticamedidade susfuerzas,lo que conducirá a experimentarel sobrepasamientode sus límites, para observar desde ese novedosoespaciola figura final, el perfil completoy sistemáticode la analítica transcendental. u En estahistoriasobresalenlos errores,las confusionesde experienciasmeramentesubjetivascon • tesis objetivaso dogmáticas,del mismo modo quese delata el desconocimientoque la misma • razónsufrecon respectoa la magnitudde susproposicionesy la imposibleaplicaciónde éstasen la experiencia,desconocimientoque conduciráal encubrimientode sudimensiónregulativa.Por • todo ello, lo realmentedañinoparala razónno seráel estadode andaratientas(herumtappen)en • el que seencuentra,sinoel tomaren serioesteestadoy no la demoray el estudiode suscausas, quediagnostiquela necesidadde la crítica2• • Segúnel pasajearriba citado, la historia de la razóndesignaúnicamente«un lugar que • queda libre en el sistemay que tendrá que ser llenado en el futuro», en una expresión U enigmática,quepareceseñalarel único modo en que el análisis estructuralde la crítica puede • concebirun progresode la razón,comoprogresomodal-sincrónico,no diacróniconi cronológico, • sino portador de su propia e independientetemporalidad——el tiempo de la razón y sus U experimentos—.El apartadoseresuelveenunascuantaspáginasy el caminohistóricoes apenas u relevante3,puestendráque ser fiel fundamentalmentea la estructuraformal de cadamovimiento u de la razón.En efecto, resultamuy dificil deslindarel desplieguedistributivo de las operaciones • del entendimientode la necesidadde unaaparienciatranscendental,así comoestablecercuál de • ellos precedaal otro. La merajerarquíaeditorial se ve prontodesmontadapor una visión de • conjuntode la obra,arquitectónicamentecompuesta,donde,lejos de quecadamomentoexplique • el anterioren la cadenalógica de un desenvolvimientodialéctico,el puntode partidaresultará • esencialy se desvinculade la responsabilidadque supondríarepresentarun acabamientoo • terminaciónen el sentidomástécnicodeltérmino. No nosocupamostantodel progresomaterial • en un saberdel que lo que nos interesapropiamentees el método,no la conversiónen un todo • sistemático,que si bien suponeunalaboradyacentemuy deseable,no distingue,en realidad,a la crítica de la metafisicaescolar.Precisamenteestegiro del punto de interéses el que permitirá afirmarque«hastalafilosofla crítica, todas lasfilosoflas no se distinguenen lo esencial»4.A la U Vd Fortschr, XX, p. 291: «Asipues, la antinomíade la razón pura conducede nuevo inevitablementea esa • constituciónde nuestro conocimiento,y lo que antes habia sido probadoa priori de maneradogmáticaen la U analitica viene a ser confirmado sin contradicciónposible aqui, en la dialéctica, mediante una suerte de • experimentode la razónqueéstainstituyeensupropiafacultad[y capacidad]». 2 Vii KrV, A 747/8 775: «A la razón le hacemuchafalta esaluchay seriadeseablequese hubiesedesarrollado antesy conilimitaday públicaautorización.Puestanto máspronto hubiesesurgidouna crítica madura, ante cuya • aparición tienenquedesaparecerpor si mismastodasestasdisputas,ya que los quediscutenen ellas descubren • entoncessu ceguera y prejuicios, que les han separado». QuizástengaunafUnción masrelevante,envirtud delos objetivosimpuestosdesdefUeraal mismotexto, el ensayo sobrela metafisicaquesuponenlosFortschr., id. por ~emplop. 273. ‘ Vii Fortschr., XX, p. 335; wii también,op. ciÉ, p. 310; cfr. KW, E XXXV. u • 191 U u U e u U historiacrítica de la razónno le interesael pasadoni la provenienciade la razón,sino que cada acción (Handlung)de éstarequieredemodoinevitableserversadoen geografia,puessuponeel trazadode un espacioen unaesfera,la de la razónpura,dondelanaturalezadel trazodelataráel tipo de experimentollevadoa cabo,ya seadogmático,escépticoo crítico. Precisamentepor ello estapartede la doctrina del métodode laprimeraCrítica no puedesino afirmarque «el camino crítico es el único quesigue abierto»’, puesesel único que pone las condicionesque permiten que el pensamientoeclosione en su libertad, develando la naturaleza de sus acciones, persiguiendola geografiade susmovimientos.El descubrimientode esemodode procederde la razón —que no permanecesiempreen el mismo registro ontológico, en el mismo orden de inteligibilidad— semuestracomo una auténticarevolucióndel modo de pensar,no tanto por su emmendatioy reforma de tradicionespasadas,cuyas construccionesconceptualesdebanser sustituidas por otras más valederas, lo que revelada, antes que nada, una insuficiente comprensiónde los conflictosdialécticos,sino pordesembozarcaminosentrelas obrasen minas quelos habíanocultado,en los que la razónsedescubriráa sí mismacomofacultadde conocera priori. En estesentido,el únicoprogresoviableparala metafisicadeberápartir de la reflexión del pensamientosobresí mismo,sobresupropiaconstitución,como un volver tautegóricamente sobresuspropios pasos,paraacabardescubriendopormediode eseprocederunaperspectiva,ya no aparenteo dialécticaen la esfera de la razón, aunquedel mismo modo que la lucha, el conflicto, la apariencia,permanecerácomo una sombra siemprepresente,indestructible— reconociblepero inaprehensibleen suconstitución—parael geógrafode la razón, a menosque recaigaen las unilateralidadesdel dogmatismoy el escepticismo.Asi, la historia de la razón se pondráde manifiestocomounahistoriacritica o historiafilosofantede lafilosofla2,que no tiene lugar empíricao cronológicamente,sino a priori, desdeel momentoen que manejafactaque no toma de la narraciónhistórica, sino de las leyesinvariablesde la naturalezade la razónhumana, cuyos principios y modo de procederquedanregistradosen una arqueologíafilosófica. Así, desdeel punto de vista señaladopor la crítica, la historía de la razón no será la ocasiónpara reunir las diversas figuras de la razón en una final aglutinante,sino para ejercerel talento filosófico, esdecir, la capacidaddepensarpor princz~ios,cuyosdata no invitan a la elaboración de unahistoria empírica,puesno setrata de meros objetos,sino de actí, accioneso actosde la razón pura, constituyentesde la vida de nuestroánimo, que el historiador crítico debesaber reconocery radiografiaren su complejaestructura.Por todo ello, nosatrevemosa reconoceren estahistoria filosofante no un archivode los diversossistemasfilosóficos conocidospor una comunidadintelectualo, al menos,no sólo eso,sino de las manerasen que el pensamientoha ejercidosulibertada lo largodesuexistencia,proponiendoy experimentandomodosde tránsito (Clbergang) a lo suprasensible,al que le vincula grany principal interés,en tanto que es el espaciode acogiday fundaciónde las Ideaspracticas. 1 Vd. KrV, A 856/8884. 2 v~ Fortschr., XX, p. 341: «Una historiafilosofantede lafilosofía no esposible, a su vez,de manerahistóricao empírica, sino racional, esdecir, a priori. Pues,aunqueestablezcafactade la razón, no los tomaprestadosde la narraciónhistórica, sinoque losextraede la naturalezade la razónhumanaa titulo dearquealogiafilosofica.[Eso es] lo quehapermitidoque, deentre loshombres,fueran lospensadoresquienesrazonaransobreel origen, inetay fin de lascosasdel mundo.Pero, ¿cuálhasido supuntodepartida: lofinalistico [presente]en el mundo,o la sola cadenade causasy efectos,o acasoel fin propiode la humanidadmisma?»;parala función queocupala expresión arqueologíafilosofica en la lectura de G. Lebrun acerca del lugar ocupado por la Crítica del Juicio en la determinaciónkantianadel futuro de la metafisica,ni, op. cit, pp. 18-9. Vii Forschr,XX, p. 343: «Unahistoria delafilosofía[...] [no es] la historia delasopinionesquevayansurgiendo aquío allá contingentemente.sitio de la razón,quese desarrollaa partir de conceptos. No se trata de saber qué cosase raciocina, sino quése consigneconraciociniospor merosconceptos.A la filosofía hay queconsiderarla 192 u u u u u • Un pensarquerepareen la indigenciay menesterosidad(Bediirfnis) de la razón,en la que • reconozcauna manifestaciónde la libertad—bien distinta de la lecturade Hegelal respecto— • que le impulsa,animay mueve,quearticulasuvida misma,seré,de la misma manera,unpensar u de la libertad, en el doblesentidodel genitivo,esdecir,un pensarqueplanteaestacuestióncomo unade sustareasfundamentalesy habilitalas condicionesparasuintegraciónentrelos conceptos de la razón, tal y como muestrasu primera manifestacióncritica como una de las Ideas transcendentales.Debe, pues,repararseen cómo la apropiadaproporciónde las facultadesde conocer para la destinaciónpráctica del hombre proporcionala clave para reconoceruna importantecorrespondenciaentreun modo de pensarencamadoen la creenciaracionaly el abrir un espaciode pensabilidadparala libertadcomoconceptodotadode realidad,de modoque,una vez más, haya que señalarla compenetraciónontológica de los dos ejes sustentadoresde la metafisicasegúnel conceptodoctrinaldel idealismotranscendental.Kant pone,así,antenuestros u ojos la d’., 11, p. 312. Remitimosigualmentea la recomendaciónde A. Philonenko—enLa théorie kantienne de 1 ‘histoire— de atendera los escritos kantianosde geografla fisica con el fin de obteneruna suficiente • comprensióndel lugarqueocupala reflexión históricaen suobra. Un pensadorcomo M. Foucaultha reconocidola U deudacon el pensamientokantianoen virtud de la operatividadde unapreocupaciónpor la geografiaen su propio • recorridointelectual,de suertequeel análisisde las formaciónde los discursosy lagenealogiadel saberterminarán remitiendoa un estudiodetácticasy estrategiasdepoderque sedesplieganen unasuertede geopolítica—caminoen el tambiénavanzael trabajode P. Virilio—, vd Preguntasa M Faucaultsobrelageografía,p. 326: «Lageografía u debeestarpor tanto enel centrode loquemepreocupa»,entrevistaincluidaen nuestrabibliografia. • 2 Remitimos,por lo decisivode sulecturaparalo quecomentamosen estemomentode nuestrotrabajo,a la op. cii. • de F. Proust,p. 301: «Alhacersetopógrafo,elgeógrafodesantropologizatotalmentesu objeto,porqueno seinteresa • por los “caracteresempíricos”(sociales,económicos,mentales)del espacioy aquelloquellenelugar en él, sino que estáatentoal “carácterinteligible” del espacioabierto, esdecir, a todoslosposiblessurgidospor las vibraciones, wspensiones,torbellinos, producidos en un espacioo lugar dado. Cuandosurge un acontecimiento,el espacio • comienzaa burbujeary a hendirse,comienzaa generartorbellinos.Puntosdesconocidose inimaginablessurgen,y u otrospuntos,alrededory enlos limitesdeestazonade turbulencia,comienzana aparecer,a desplazarse». • Vii. Trtfiume, II, 2 parte,cap.III, Pp. 344-7. Vii. KrV, A 644/B 672; A 658/B 686-A659/B 687. u • 195 u u u u u u inteligible, en la medidaen que solamentea partir de ellasnos pareceque puedecomprenderse, adquirirun sentido,la preocupacióncríticapor la libertad,comola piedrade toque(Probier~é’ein) de lo que la razón humanaanhelay persigue(bestreben)como su construcciónmás perfecta, como su fin final. Por lo tanto, paradescubriralgo así como una espontaneidadabsoluta y una causalidadlibre no seránecesariotrasladamos& la Jacobíy & la Mendelssohnatrasmundoso a fundamentos abismáticos, sino que bastarácon permanecerdonde siemprehemos estado, modificando,esdecir, revolucionando,el punto de vistaque seteníaacercade nuestroseren el mundo.Por estemotivo, desdeel miradorde la historia crítica, el restode historiasno podían sino parecersedemasiadolas unasalas otras. Ese gesto tan sutil, tan a primeravista carentede importancia,serála clavede la distinción,de la decisióncrítica que abrenuevasposibilidadesde experimentaciónparael pensar L6.Z4Lahistoria geograficadela razónpura comouna crítica delpresente. El trabajo conjunto de imaginacióny razón que apoyany favorecen las consideraciones kantianasacercade la historiasecentrará,en unapreferenciallamativay dignade consideración, en acontecimientospresentes,en los que habráque localizarprecisamenteel signo, la huella, de una causalidadtranscendental—que sólo puede indicar y señalarhacia la libertad—, que garanticela realidadde un progresoconstantehacialo mejor,en el que se cumpleun plan secreto de la naturaleza. Con respectoa la propia época—la concernidapor la cuestiónacercade qué sea la Ilustración, qué significa y qué consecuenciastiene un pretendido inicio total, una espontaneidadabsolutade la razón en un mundo de fenómenos—habrá que elaborar una auténticaanalítica que la describaobjetivamente,que determinelos limites de su territorio, sus condicionesde posibilidad,así como unadialéctica que localicey muestrelas posibilidadesque albergael presentecon respectoa un tránsito hacia lo suprasensible,que es la libertad, que pronostiquesu causalidadtranscendental1.Ésta última reconocerá,a su vez, mediantela guía ejercidaporesacausalidad,determinadosacontecimientosque son capacesde despertarnuestro entusiasmo,poniendoenguardiaa la capacidadde reflexionaracercade las Ideasracionalesmás allá de su validez regulativa inmanente,desplegandoasí lo que esos sucesoscontienen de propiamentecritico, de fractura(Abbruch)de lo sidoy de inauguracióny apertura(Eróffnung) de nuevas sendas(Wege),rasgospor los que podránserconsideradoscomohitos de unahistoriade la libertad,de una auténticainscripción y escrituramundanade ésta,en tanto que resfaczi2. En El trabajohermenéuticode H. Arendt emprendidocon el prop45sitode devolverla polhicaa una función directriz, con respectoa la tradicionalprimacíade la theoria sobrela práxis, nospareceatenderigualmentea la necesidadde esedoble pasocritico, en lo quevendriaa serunaanalítica dela acciónhumana,de suscondicionesdeposibilidad, y unadialéctica de la misma,queestudieenprotndidadlos distintosmodosde coartary desvirtuarel vivir y actuar con y antelosotros, análisisquecontienenun ensayocomoel dedicadoala revolucióno los volúmenesconsagrados a los origenesdel totalitarismo.Conrespectoaestehilo decomunicaciónentreKant y Arendtnospermitimosremitir a nuestrotrabajoLa ex-posiciónde la comunidadConsideracionesacercade la relaciónentrepolíticay mimesisen ArendtyHeidegger,RevistadeFilosofía, 3S época,XI (1999), n0 22, Pp. 201-253. 2 ~ M. Foucault,¿Quées la Ilustración?,cursoenel Collegede France, 1983,p. 35 (trad. castellanap. 199): «En resumen,meparece que el texto de Kant deja traslucir la cuestióndel presentecomo sucesofilosofico al que perteneceelfilósofoque lo ¡ematizaSise consideraa lafilosofía comounaformapráctica discursivaquetiene su propia historia, meparece quecon este texto sobrela Aufklárung se ve a la filu~ofía —y pienso que no fuerzo demasiadolas cosas si afirmo que es la primera vez que esto ocurre—problematizarsu propia actualidad discursiva:actualidadqueesinterrogadacomosuceso,comosucesodel quelafilosofíadebeexplicitar elsentido,el valor, la singularidadfilosoficay enlo cual tienequeencontrara lavezsuprcqña razóndeserelfimdamentode lo que lafilosofíadice. Deestemodovemosqueparael filósofoplantearla cuestiónde supertenenciaa estepresente yano consistiráenabsolutoenreclamarsepartede una doctrina o de una tradición, ni tampocode una comunidad 196 u u u u u • sus siempre sugerentesobservacionesacerca del tratamiento kantiano del presentehistórico Foucaultcifra lo esencialde su planteamiento,en cuantoinauguraciónde una ontología de la • actualidad,en la preguntaporaquelloque somosen un precisomomentohistórico,con lo quela filosofia , modificandoy modalizandoconformea suconceptocósmicosu modode pensar,pasa a serpolítica e histórica,interesándosenecesariamentepor la adscripciónfilosófica de estasdos • disciplinas’. Un pocomásallá podemosobservaren la posibilidadde explicitary desplegarestas preguntasun efectode la libertad,puesúnicamentela demostraciónde que no hay razonespara considerara ésta última como Idea transcendentalen contradiccióncon los principios del u entendimientopuro señalaráel comienzodel caminoque hará posible que el método crítico puedaconsiderarde interésel interrogarsepor el lugarque ocupamosen la historia,comoocurre u en el opúsculode ¿Quées la Ilustración? o acerca del sentidoque lleva consigouna revolución. La críticanosdevuelve,porlo tanto,unahistoriarazonada,laverdadde la historia,sin someterel acontecerhistórico-empíricoal concepto—pues,«laforma histórica no tiene ningúnfundamento .2en la razon»—, sino,adoptandoun procederbienlejano de toda teodicea,avanzandomediante • el frágil pero contundentereconocimientoen cienosacontecimientos,con independenciade su • integraciónen un cursopolítico, de la huellade un nuevomodode pensar,parael quela libertad ocupael lugarde un concepto(Grundbegrfi]’) y de una medidafundamental(GrundmaJj).En este • sentido, la preocupaciónpor extraer un diagnóstico transcendentalde los acontecimientos U históricosdará a la luz e] proyecto de una arqueología transcendentalque, más allá de sus • determinacionesempíricas,saquea la luz las condicionesde posibilidad de los mismos que U nuncapodrándescenderal campodejuegohistórico, participandoen él comounoscontrincantes • más,dadoque constituyeuna reglafundamentaldel juegode la crítica el que aquelloen lo que U consistela validez,en estecasodel hechohistórico, no puedatenerlugar ónticamente.Por todo u humanaengeneraL sinoenplantearsupertenenciaa un determinado“nosotros’, a un nosotrosquese enraizaen U un conjuntocultural caracteristicodesupropiaactualidad»;cfr. el postfaciodel autora P. Rabinow/H.Dreyflis, M. U Foucault: másallá del estructuralismoy la hemernéntica,p. 234: «Al final del siglo XVII] Kant escribió, en un • diario alemán [•..] un breve texto.El titulo era Was heisstAufklárung? 1...]. Por primera vezunfilósofopropuso • comotareafilosóficaanalizar no sóloel sistemao losfundamentosmetafísicosdel conocimientocientjfico, sino un acontecimientohistórico —un acontecimientoreciente, incluso contemporáneo—[...]. Cuando en 1784 Kant U preguntó. WasheisstAujklarung?, queríadecir ¿Quéestápasandoahora? ¿Quénosestápasando?¿Quées este • mundo, esta época, estepreciso momentoen el que estamosviviendo? [•.4 Compáreseesto con la pregunta • cartesiana¿Quiénsoyyo? ¿Yo, comosujetoúnico,pero universaly ahistórico? Yo, paraDescartes,escualquiera, • en cualquierparte, en cualquier momento[...] La preguntade Kant aparececomoun análisis tanto de nosotros mismoscomode nuestropresente».Acerca de lo oportunoqueseríapara estadeterminaciónde la pertenenciadel U pensar a un “nosotros” la referencia a la fenomenologíacritica deun sensuscommunisaestheticnshablaremosenel U cap. VI de nuestrotrabajo, por el momentopodemosremitir a las interesanteobservacionesde Foucaultacercade • unapráctica comunitariadelpensar, queen la crítica kantianaactúacomo un auténticoprincipio transcendental- • subjetivo,en What is Enlightenment?,incluido junto con los anteriorestrabajosen nuestrabibliografia, PP. 351-2: «La ontologia crítica de nosotrosmismosse ha de considerarno ciertamentecomouna teoria, una doctrina, ni u tampococomoun cuerpopermanentede saberqueseacumula; esprecisoconcebirlacomouna actitud, un éthos, • una vudafilosoficaenla quela critica de lo quesomoses,a la vez,un análisishistóricode los limitesquesenoshan • establecidoy un examendesufranqueamientoposible[..].No sési hoyendíahacefalta decirqueel trabajocrítico • implica aún lafe en la Ilustración; consideroquesiemprenecesitael trabajo sobrenuestroslimites, es decir, una laborpacientequedaformaa la impacienciadela libertad’>. U Un trabajo preocupadopor la suertede las “ciencias humanas”en el pensamientoactual es el que el prof C. U FernándezLiria vienedesarrollandodesdehaceaiiosen la Facultadde Filosofia dela 13CM., y con respectoal cual • podemosremitir a su recienteobra El materialismo—incluida en nuestrabibliografia—, que también puede • considerarseunaexcelenteinterpretacióndelacríticakantiana—comorenovaciónde la esterilidadsocrática—y sus nuncasuficientementesubrayadasconsecuenciaspráxicas,vdop. cit., 13. Materialismoe historia, pp. 299-328. U 2 ~ Rfl. n0 2225;XVI, p. 277. u u • 197 u u u u u u lo anterior, nos pareceque la sobriedady austeridadde los apunteskantianosque ponenfin a la primeraCrítica no songratuitos,puesla historiade la libertady su seguimientorequiereatender, antesque nada,a lo microscópico,precisamenteel estadoen el que se halla el esquemade la razón como sistema de conocimientosa priori segúnla Arquitectónica, aunque también, al mismo tiempo, solícita que reconozcamosaquellos acontecimientosmás cargados de consecuencias.Serájustamentelasencillez(Einfalt), laapariencia(Schein)con la que lo sublime elige manifestarse,el modo de figuración quemás se adaptea las condicionesde la libertad, un conceptocargado,sin embargo,con las mayores consecuencias,producto del trazo de una decisióncrítica del pensar,de una distinción transcendentalque revolucionanuestromodo de pensar.En estesentido, la libertadmodifica con sus manifestacionesnuestrapercepciónde las magnitudes,o mejor dicho, la invalida, revelandotodala importanciade la eleccióndel puntode vistaen relaciónal problemade la metafisica.De hecho,tambiénlos escritoskantianossobrela historiaseránaparentementepequeñosy escuetos,pero en ellosel pensar,la razónmisma, dará pasosde gigante,viniéndosea ocuparde un enteronivel de posibilidaden sentidotranscendental. Porello mismoy conel fin de ahorrarerrores,el planteamientocritico-transcendentalaconsejará a todoaquelque seaventurea estudiarla historia en clave filosófica quecoordinelos momentos de la atención(Achtung),encuantodescubrimientode posibilidadesdesconocidasparael análisis meramenteempírico,de la precaución(Behulsamkeit),consideradacomo guía del uso adecuado de la razónen su vertienteproyectivay reguladora—conectandoel trabajode éstacon el de la imaginación—,y de la previsión (Vorsicht), como una particularprudenciaque reflexiona y sopesalos datosempíricos.De ello se deriva una importanteenseñanza,válidaparatodo tiempo presente,quenos invitará a ser topógrafosde nuestro tiempo, de sus encamacionespolíticasy comunitariasmásrelevantes,por lo tanto,aagudizarnuestrasensibilidadtranscendental,en tanto quesensibilidadparareconocerlo sublimecomoun modode causalidadlibre, en lo más simple, en lo más irrelevanteen apariencia,en relacióna las posibilidadesque aquéllasalbergany cuya encamaciónfácticael ordenpresenteno permitirá.Esainvitación, queseentonasimultáneamente como una invocación,como una obligación y un deberpara todo ser racional,prescribeque seamostambiénarqueólogosde los acontecimientosdenuestropresente,de maneraqueestemos en condicionesde extraer los rasgos principales del orden inteligible que encierran sus configuracionesempíricas.Estegestopodráser repetido siempreque se quiera—no debeser tanto recordadoy celebrado,como ensayado—,puesel pensarno esfundamentalmentemásque laposibilidad inherentea la razónhumanade dar inicio auna reflexión libre acercade lo quenos rodea, reflexión paranadasolitaria, sino ejercidaen el escenariode la contienda(Btihne des Streits)’. Mereceespecialatenciónel hechode que, en algunasocasiones,es posible que el Desde el principio kantiano de que todas las disposiciones(Anlage) naturales se encuentrandeterminadas (bestimmt) y llamadasa desarrollarsecompletamentey conforme a un fin —vii. Ideas, Ja prop.— y desdela comprensióninmanentede los problemasde la razón,cuyasolucióntieneque ser posibleenel senode estaúltima, puedehallarseunacierta semejanzacon el juicio marxista, quenos transmiteO. Lebrun: «Una forma social no desaparecejamásantesdequese hayandesarrolladotodaslasfuerzasproductivasqueella puedacontener».De ahí que las condicionesmaterialesde las nuevasrelacionesde producciónsuijan siempreen el seno de la sociedad que las ha precedido,y, de ahí, quela humanidadno se puedaponerjamásmásqueproblemasquepuederesolver. Nos pareceque un planteamientosemejanteno está muy lejos de la exigenciaplanteadaen los textoshistóricos kantianosde extraerde los hechostodaslas virtualidadesquepuedanencerrarcomo modo critico de habilitar la mundanizaciónde un acontecimientointelectual como es la Ilustración. Esa labor topológica y arqueológica devolveráuna interpretacióndel presentequeno podrá resultarindiferenteparala relación de ifierzas—sociales, antropológicas,económicas,politicas—que le constituyen.Comenzarpor saberlo que se desconocese convierte, asi, en la critica kantianaen unaauténticadirectriz práctica,que despliegatodoun proyectopolítico, parael queel peculiar templey tensionalidadde las facultadesque constituyeel sensuscommunisaestheticusno careceráde 198 U U u u u • contenidode posibilidad transcendentalcontenidoen un solo acontecimientoalcancetal grado, • tal intensidad e incandescencia,que el trabajo del filósofo se vea facilitado, e incluso • espoloneado,con el fin de archivar y registrarpúblicamenteel sentido y alcancede esa • experienciaparala razón,y así, podemosafirmar—desdeel mirador que proporcionala obra u kantiana— que los acontecimientossublimesdesempeñaránuna función motriz de la razón,encuantoacicatesparael ejerciciode las capacidadessuperioresde conocerdel ánimo. Hablar de una historiade la razónnospareceexigir, así,el traera la luz lo quepuededecirla crítica acerca de una sensibilidad transcendentalde (von) la libertad, hacia (ni) la libertad y para (fi»-) la u libertad,quecuriosamenteno nosconduciráexclusivamenteni en primer lugaral capítulode la segundaCrítica concernientea los motores (Triebfedern) de la razón práctica, sino a los opúsculosy reflexionesacercade la historia, en tanto que historia de la libertadhumana’ historia de la encamacióny desplieguede una Ideatranscendentalen un mundoefectivamente u real—, fenómenoqueno puededescuidarsereconociendoúnicamenteunahistoria empírica,una historiografia,esdecir, cediendoa la tentaciónde procederexdatis y no exprincipiis. Una vez u más la crítica kantiana afirmará que semejantediscurso no podrá sostenersesin decisivas u particiones transcendentales,que no han de introducirse azarosamenteaquí y allá, sino precisamenteen los lugares necesariospara la salvaguardade la arquitectónicaracional del • sistema. Del mismo modo en que comienzaseñalandouna obra como La contienda de las U facultades, mediantela experienciano podremosaveriguar si la humanidadse halla en un U constanteprogresohacialo mejor, sino quecon el fin deaveriguarlodeberáaplicarseel puntode • vista correspondiente,a saber, el transcendental,que indagueacercade las condicionesde • posibilidad de un factum, así como localizarseun acontecimiento(Begebenheit)capazde ser U sometidoa un análisis 2.EI trabajodel topógrafo-arqueólogopermitirápercibir en la • pura apariencia (Schein) transcendentalde los acontecimientoshistóricos una ocasión de U Ilustración (AuJklárung),que, unavez quehayasido vislumbrada,no seolvidarájamás—no es u empírica—,y recordarála posibilidadsiemprepresentede iniciar algototalmentenuevoen el • mundo —siguiendoa H. Arendt—, esdecir, de la manifestaciónde la libertaden la historia. u Justamenteporello, por y a favor de un conceptofundamentalparala metafisicacomoesel de • libertad,el único caminoque quedaabiertoesel de la crítica y su distinciónapropiadaa un fin • prácticode doslegislacionesde la razónhumana. u • importancia.Acercadela insatisfaccióndeDeleuzecon la soluciónregulativakantianapuedeacudirseal cap.cuarto • de Diferenciay repetición. Remitimosen relación a unalinea de investigaciónquepersigueelementosde relación entrelas basesteóricasde la criticade Kant y el “laboratorio teórico” al queMarx someteal capital a la obra ya mencionadadeC. Fernández-Liria. • ‘ Estas observacionespodrían servir para señalar la clara localización y pertenenciaracional de las nociones U estéticas,que aparecenen los textos kantianos acerca de la historia (entusiasmo,reconocimiento de signos u históricos...),dondenuncase encuentraunadefensade la contemplación“indiferente” a la acción,sinounaauténtica llamadaa la realizacióndeésta. U 2 Vd Streit, VIII, Pp. 83-4:«Quizásdependede nuestra eleccióndelpuntodevista, tomadade un modoincorrecto, desdela queobservamosel curso de las cosashumanas(den LaufmenschlicherDinge), el que ésteparezcatan U contradictorio. Losplanetas,vistosdesdela tierra, marchantanpronto haciaatrás, tanpronto se detienen,y tan • pronto avanzan.Pero desdeel puntode vista adoptadodesdeel soL lo quesólo la razónpuedehacer,prosiguen continuamentesumarchasegúnlashipótesiscopernicanas.Sinembargogustaa algunos,por otro ladono carentes de sabuduria insistir tozudamenteensu clasede explicacióndelosfenómenosy en elpuntode vista que tomaron U tina vez:seenredará»acercadeellosenciclosticónicosy epicicloshastael absurdo.Perojustamentela desgracia, U cuandose tratadela predicción(Vorhersagung)deaccioneslibres (freierHandlungen),esqueno somoscapacesde • colocamosen estepuntodevista». Estaposiciónpesimistadeberásercompensadacon la localización—expuestaen • estamisma obra— de un acontecimientohistórico que reúna las condicionesrequeridaspor una causalidadpor libertad. U u • 199 u U u u u u II. La libertad transcendentaLIntroduccióna la libertadcomoIdeatranscendentaldesdela delimitacióndesuplanteamientotranscendentalcon respectoal meramentepsicológico. d’uestoque expliqué la libertadcomo la facultadde comenzar un acontecimientopor uno mismo,di justamentecon el conceptoquees el problema de la metafisica», Prolegómenospara toda metafisica finura, A 152. Antes de procedera establecercuál seael marcoontológicoadecuadoque puedadecidir acercade la posibilidad o no de una propiedad(Eigenschafl) como la libertad —algo que ha venidopreparandolaprimerapartede nuestrotrabajo—,seimponeel análisisdel enfrentamiento y la lucha autorizadaentre un planteamientotranscendentalde la misma con las razones sostenidaspor la mera observaciónpsicológica.No debeentendersepor esta declaraciónde intencionesque busquemosarrebatarsin más —si es que pudiéramoshacerlo—, el título de filosófico al tratamientopsicológico de las accioneshumanascomo si se tratarade una fácil decisión, que, una vez resuelta,nos daríavía libre para hablar de algo, en un principio tan intangible y —comoveremosen repetidasocasiones—taninexplicable,como la libertad.Porel contrano, no son pocas las propuestas del pensamiento que han tomado ese camino, considerándoloel más coherente,al que nosotrosañadiremospor nuestraparte —desde el miradorde la crítica—los atributosde superficialy unilateral.Lo quenosproponemosconducirá más biena la definición de una doctrinafilosófica, articuladapor un modo de pensarque toma decididamenteel partidode lapensabilidaddel principio filosóficoqueesla libertad. Esta,en sus múltiplesrespectosy configuraciones,señala,en todocaso,la riquezade lo posibleextraída,casi siempreintempestivamente,a la merapresenciainerte de lo que hay, extracciónque tiene lugar en unaacciónen la queadvenimosel buscadoacontecimientodel pasoo tránsito de lo sensiblea lo suprasensibleen el que consistela metafisica.Por ello quizásno seagratuito que apuntemos, en estosmomentos que aún no han alcanzadoel ecuadorde nuestrotrabajo, que la historia transcendentalde la libertad, que en él nos proponemosdibujar, culminaráen una encarnación sensible—que perfectamentepuedeserhistórica—---, la cual recibe el nombrede sublime, en la quereconocemosunainvitación arevisarcuidadosamentelas condicionesde figurabilidadde los objetosestablecidasen la Estética transcendentalde la primera Crítica, así como en la que encontramosun hilo conductorsignificativo de una red de no-presentacionesde la nada, proporcionadapor la misma facultadde los conceptos,que nospermitiráampliar los caucesde reconocimientode la irreductibilidad crítica de la presencia objetiva de las cosas y del acontecimientoprácticodel respetohaciaalgo más elevadoque la naturaleza.Perohastaque alcancemosestemomentoculminantede la exposiciónseñalaremosque sólo unaaproximación transcendentalal problemaplanteadoporunacuestióncomola libertadpermitirácomprenderel perfil de su figura carente de esquema, conociendo (erkennen) su indispensabilidad (Unentbehrlichkeiá’) como concepto problemático, así como, al mismo tiempo, su incomprensibilidad (Unbegre~flichkeit’), en tanto que actuará como la clave de todos los principiosprácticosde lamoralidad,aunque,al mismotiempo—comoapuntala conclusiónde la Fundamentación de la metafisica de las costumbres—,no seamos capaces de concebir (begre4fen) la necesidadpráctica incondicionada de su mandato moral. En todo caso, concebiremossu incomprensibilidad, comoel único trabajofinal que puedesolicitarsede una filosofia que aspiraa los limites de la razón humanaen principios (sireben bis zur Grenzeder menschlich~nVernunfi in Prinzipien)’, expresiónparadójicaque expone la heterogeneidady ‘VJ OMS, BA 128. 200 u u u U u • convivenciasimultáneasdedosórdenesde sentidopertenecientesala naturalezahumana. El empiristapierde de vista estedoble pasoque recoge,en su aparentesimplicidad, la • riquezade unaIdeaqueconstituyela clavedebóvedadel sistemade la razónqueproporcionala obra crítica, al persistiren la pretensiónde que el conocimientode un entendimientodiscursivo no sedistinguede un conocimientode las cosasen sí mismas,lo que le conducirá,comoen el casode Hume, a «inferir la contingenciade la ley de la contingenciade nuestra determinación U segúnla ley»’. Semejantepasoequivaldríaasustituir(unterschieben)la necesidadobjetiva, única u basede un acuerdonecesariouniversal (notwendig aligemein Einsíimmung),por la necesidad subjetivao costumbre,es decir,vendríaaser la negaciónde que la razón puedajuzgara priori acercade objetos,o lo que viene a serlo mismo —en palabrasde Kant— «comosi alguien quisiese demostrar por la razón que no hay razón»2. En efecto, apoyándoseen aquélla identificación,el pensadorempirista sostendráque existe un curso regularde las acciones u humanas,del mismo modo en que otro semejanterige en el mundo natural, por lo que U pretendidosfenómenosobjetivos,comoel azaro la indiferencia—puesparael defensorde la • antítesissuspensiónde la ley seidentificarácon ausenciade la misma—,sólo serianfrutosde la menesterosidaddel juicio humano,en virtud de un incompletoconocimiento,y sedisolverían • comouna futil aparienciaen la correctaintelecciónde las cosasmismas~.Desdeestaperspectiva U la afirmaciónde la libertadhumanase deberáa la dificultad del entendimientohumano para • conocersus limitaciones,asícomoa la falsasensaciónde poseerunalibertadde indiferencia,a la U que seatribuye tanto crédito que seconsiderarápruebasuficientede la existenciade ésta.Pero U una observaciónmás fina desmontaríasin dificultad esailusión, al sercapazde inferir nuestras U accionesa partir de los motivosy circunstanciasque las alumbran,en los que, a primeravista, 4 • nosresistimosen reparar. Amparadoenuna visión unilateralde la realidad,Humeconsideraque u • ‘Vi KrV, A 766/B 794. • 2La mencióndela validezobjetiva (objektive. La unilateralidadde la explicación psicológica-naturalanuladay destruiríala magnífica perspectivade la quenoshacepartícipes(wide¡f¿ihrt) la razónprácticamediantela ley moral, a saber,la aperturade un mundointeligible (Eróffiuungeiner intelligibelen Welt), lo que acabaría suprimiendo—en virtud del basamentode la libertadprácticaen la Idea transcendentalde la misma— tambiénla ley moral, carentede sentidoen un mundo en el que todo se redujeraa explicacionesfisico-naturales.Contraestailusión empirista,no habrámejor fármacoque ponga de manifiestola enterabanalidaddesu superficialidad(die ganzeRiofie seinerSeichtigkeit)que ¡ 141 KprV, A 172-3. 2 Vd. KrV, A254/B 310. Vd. op. cit, A 548/B 576: «Esmógennoei> sovielNaturgríandesein,die miel,zumWollen antreiben,noei> soviel sinnlicheAnreize, sokonnensie nicht cts Sollen hervorbringen,sondern¡mr ein noei> lange nicht notwendiges. sonden,jederzeitbedingiesWollen,demdagegendasSollen, das¿e Vernunjt ausspricht,Maft und Ziel, ja 1/erbot undAnsehenentgegensetzt». 204 U U u u u • emplearla virtualidadbrindadapor la distinción críticaentreobjetosdeterminablesenel tiempo, • esdecir, dadosen la intuición, y las cosasen sí mismas,conel objetivo de unificar enun mismo • ente,el hombre,unacausalidadsegúnleyesnaturalesy unacausalidadpor libertad, de modoque la primera conciernasolamentea su existenciadeterminableen el tiempo, mientras que la • segunda correspondaa su carácternouménico1.De ahí que, adelantandoargumentosque deberemosperseguirmás de cerca, la clave de la solución del primer conflicto antinómico dinamicohayaresididoen el pasopor el que se distinguendosplanosde inteligibilidad en el mismofenómeno2,comoúnicasalidasi sequiere salvarla posibleunificación (Vereínigung)de dosconceptos,naturalezay libertad, que se contradicenmutuamente(einander widenvartige U Begrdjfef . Las dificultadesque surgirán fundamentalmenteen la aplicación de estemodelo se U disolveránsi serecuerdael trabajorealizadoal respectopor la Crítica de la razónpura, en la que U —comoveremos—a la presentaciónde un modeloracionaldesolucióndel conflicto seguiráuna u aplicaciónen la experienciay unarecoleccióndelas conclusionesqueconduciránala solución:u U «Ahora bien, para suprimir la aparentecontradicciónentreel mecanismonatural y la • libertadenunay la mismaacción, en el casoexpuesto,hay querecordarlo dicho en la crítica de la u razón pura, o lo que se sigue de ello: que la necesidadnatural, que no puedecoexistir con la libertaddel sujeto, sólo conciernea las determinacionesde la cosaque se hallanbajo condiciones detiempo,por consiguiente,solo a las del sujetoqueactúacomofenómeno,y que,así pues,en este • sentidolos ibndamentosdedeterminaciónde todaacción del mismo yacenenlo queperteneceal • tiempopasadoy noestáensupoder[...]. Peroprecisamenteel mismo sujeto,que,por otraparte,es • tambiénconscientede si comocosaen sí misma,consideratambiénsu existencia,en cuantono se halla bajo lascondicionesde tiempo;se consideraemperoa sí mismo comodeterminablesólopor leyesqueél sedaa si por la razón»4. U u U _____________ • Vi Proleg., § 53, A 150-1: «Silosobjetosde lossentidosfueran tomadoscomocosasen símismas,y las leyes • naturalesproporcionadasarriba como leyesde las cosasen si mismas,la contradicciónseria inevitable [..]. U Empero,si la necesidadnatural esreferidasolamenteafenómenos,y ¡a libertadsolamentea cosasensimismas,no • surgeningunacontradiccióncuandoseadmitenambasespeciesdecausalidad,o se reconoce,por difícil o imposible • quepudieraser, hacerconcebiblela delaúltimaespecie». Vi KprV, A 170: «Sise quiereatribuir libertada un ente, cuyaexistenciaestádeterminadaen el tiempo:no se • puede,por lo menos,excluirlodela leyde lanecesidadnatural detodoslosacontecimientosensu existencia,conlo • cual tambiénde susacciones;puesello seria tanto como abandonarloal ciegoazar»; cfr. la indicaciónde los • Prolegómenosen la introducciónde las Ideas cosmológicassegúnla cual pasarpor alto tal distinción conducirá irreversiblementeal conflicto antinómico,§ 52; A 144-5: «Sinosotros,comoacontecepor lo habitual, pensamoslos U fenómenosdel mundo de los sentidoscomocosasen sí mismas,si suponemoslos pflnc¡piosde su enlace como • principios universalesde cosasen sí mismasy no como merosprincipios válidos de la experiencia, como es • habituaL inclusoinevitablesin nuestra crítica: entoncesapareceun conflictono sospechado,quenuncapuedeser • demostrado(beigelegt)por elcaminodogmáticoacostumbrado». Vi KprV, A 170-1. • “Vi op. cit., A 174-5: «UmnundenseheinbarenWiderspruchzwischenNaturmechanismusundFre¡heit in eín und U derselbenHandlungan demvorgelegienFalle aufzuheben,mu]? man sic),an daserinnern, was iii der Kritik der U reinen Vernunftgesagtwar, oderdarausfolgt: da]? ¿eNaturnotwendigkeit,welchemit der Freiheit des Subjelcts • n¡cht zusammenbestehenkan¡í, blo]? denBestimmungendesjenigenDingesanh¿ingt, ¿tis unter Zeitbedingungen steht,fo¡glich nur denendeshandelndenSubjektsalsErscheinung.da]? also soferndie Restimmungsgrundeeiner jedenJlandlungdesselbenin demjenigenliegen, wasmr vergangenenZeitgehón,undnicht mehr in seinerGewalt • [ •1. Aher ebendasselbeSubjekt,dassich anderseitsauchseiner,als Dingesan sichselbst,bewufit ist, betrachtet U auchseinDasein,so fem esnicht unterZeitbedingungensteht, sichselbstaher ¡mr als bestimmbardurch Geseize, • die es sichdurchVernunfíselbstgibt». La persistencia,apoyadapor el sentidocomún,enconsiderarla existenciade las cosasenelespacioy enel tiempocomo si fiera la de cosasen sí mismas,dificulta enormementelaaceptaciónde estemodelo,como se observaenop. cit, A 179-180. U U U 205 u e e u u u El pasoprevio a la aceptaciónde estemodelo remite a una hipótesis de trabajo ya ensayadaen el capitulo de la primera Crítica dedicado a la distinción entre fenómenosy noúmenos.Así, si fuésemoscapacesde otra mirada (emes andern Blick), es decir, de una intuición intelectualacercadel sujeto—si nuestrasfacultadesde representaciónno estuvieran sometidasa las condicionesde la finitud del entendimientodiscursivo—,podríamospenetraren su capacidadde actuarpor libertad,ensuespontaneidad,con lo quepodríasernosconocido—al modo de las razonesesgrimidasen la primeraEnquiry deHume—todo motorde suvoluntady, de esemodo, calcularcon seguridadla futura conducta(Verhalten) del mismocomo un eclipse de sol o de luna, sin dejar,por ello, de afirmar la libertaddel hombre1.Pero,replicaráel crítico, entoncesla supuestaconcienciade la espontaneidadseríaun mero engaño,y, en el fondo, en último término, la razón de sus accionessehallaríaen un Ser supremo,con el que todo sujeto adquiriría una relaciónde dependenciaque le convertiría en un autómatapensante(denkendes Automate). Debe atenderseal hechode que «en de/ecto (in Ermangelung)de esta intuición, asegúranosla ley moral esta diferencia de la relación que refiere nuestras acciones, como fenómenos,al ser sensiblede nuestrosujeto, de aquella otrapor la cual esteser sensiblemismo es referido al sustrato inteligible en nosotros mismos», de dónde podemos derivar la imposibilidad de salvar la libertad sin restringir las accionesdel hombrepertenecientesa su determinacióntemporal en cuanto determinaciónfenoménica,producto de la doble atribución queejercede indicio denuestrafirátud. Si retomamosa unatesisqueseñalóel puntode partida deestetrabajo—a saber,quela demostraciónde la posibilidadde la libertadpuedetraducirseen una demostraciónindirectadel conceptodoctrinaldel idealismotranscendental—,la teoríade la idealidadtranscendentaldel espacioy el tiempo permitiráque podamosimputar a un sujetosus acciones,haciendoenteraabstracciónde las circunstanciasnaturalesquele hayanpodidoinducir a actuar3.Sin estedecisivopunto de partida,al que nadapuedeaportaruna noción inteligible como la de creación, la caídaen el fatalismo sería inevitable, contralo que nadapodrán las sutilezasde Mendelssohn—mediantelas que intentaintroducir ad hoc la imputabilidadde las accionestras haber aceptadoúnicamenteun concepto comparativo de libertad—, pues la afirmaciónde la realidadtranscendentalde las formasde nuestrarepresentaciónsensible,queno sonotrasquelasdel espacioy el tiempo,conduceinevitablementeal espinosismo,dondepasarán a considerarsecomo determinacionesesencialesde un Ser supremoy las cosas,incapacesde constituirsustancias,seránreducidasaaccidentesinherentesaEl. En una aplicación del planteamientohistórico-geográficopropio de la crítica, Kant denunciarála deshonestidadde los maestros-artíficesde la metafisicaescolarcon respectoal escollorepresentadoporla libertad,al habercreídoque,al pasarrápidamente,como de puntillas, sobreel problema—al estilo de la pretendidadisoluciónhumeanade la libertaden merascausas naturalesintegradasen untejido másamplio-, éstedejaríade generardificultades,conlo queen realidadse inhabilitaba el descubrimientode una magnifica perspectivareferente al orden inteligible. Pero,en contrade la meraexplicaciónpsicológicade los actossupuestamentelibres, encontramosanraigadoen nosotrosmismos,precisamenteen nuestrarazón,un impulso (Trieb) quenosconducea buscarlo incondicionadoparatodo condicionadodado,caminoque, una vez emprendido,nos permitirá alcanzarla Idea de una espontaneidadabsolutade las causascomo comienzoincondicionadodeunaseriede fenómenos,serieque sedespliega,por otro lado, según ‘Vi KprV, A 177. 2 v~ op. cit., A 178. Vi op. ciÉ, A 178-9. Remitimosen este punto al ejemplo kantianode la capacidadracional del hombre para suspenderlos condicionamientosdel ordendeterminantenaturalenKrV, A 554/E 582-A 555/E583. 206 u u e u e • leyes naturales,y abarcauna totalidad entre las causasde una seriede fenómenosque no es accesible desde la explicación natural’. Así, queda confinnada la existencia de una menesterosidad(Bedíirfluis) natural a la razón como evidenciala apelación (Berufung) a un • primer comienzopor libertad, que incluso habríanconsideradonecesarialos filósofos de la Antigoedad,a excepciónde Epicuro, que —contrariamentea la seguridadhumeana—habría reducidode modo coherentecon sus principios el alcancedel conocimientohumano2.De esta manera,seadscribirála misma“naturalidad” que los empínstasdefiendenparasus argumentosa laobligaciónen la que seencontraronla mayoríade los pensadoresde la Antigt¡edadde suponer u un primermotorparala explicación(Erklárung) de los movimientosdel mundo,que consistíaen unacausaqueactuabalibremente(freihandeindeUrsache)y comenzabala seriede estadoscomo un comienzoprimeroinconcebibledesdelameranaturaleza. u De estemodo,hemosintentadoseguircon la mayor fidelidad posiblelas razonespor las u cualesKant consideraa la Ideatranscendentalde libertad comopiedra de escándalo(Stein des u Ansto/des) de la filosofia, pues encuentra insuperables dificultades (uníiberwindliche Schwierigkeiten) paraseradmitida(einrdumen)como unaespeciede causalidadincondicionada, • admisión que -como hemosvisto- implica una radical sustitución de la unilateralidadde • nuestraexplicaciónacercadel mundo, segúnlos principios del entendimientopuro, y amplíala U perspectivacon la que nos acercamosa los mismos acontecimientos(Ereignisse). Conviene U repararen que la Idea de un primer comienzoen una seriede fenómenosresultaindispensable U (unentbehrlich), incluso exigible (erforderlich) para la concebibilidad (Begreflichkeit) de un U origendel mundo,cuyosestadossubsiguientes(nachfolgendeZustánde)aconteceránsegúnleyes U naturales,pues, si bien este origen segúnel tiempo no es el tematizadopor la libertad • transcendental,la exigenciaracionalque encarnasi resultaráde interésparanuestradiscusión, • como adviertela observacióna la tesisde la terceraantinomia3.Por estavía obtenemosuna • demostracióno prueba(Beweis),de la únicaclaseque nos interesaen estosmomentos,a saber, • subjetiva y crítica, de que mi razón requiere, como conceptoque satisfacesus exigencias • intelectuales,suponer—aunqueno podamosinteligirla— unafacultad (Verméigen)de comenzar • enteramenteporuno mismo (ganzvonselbst)una serieenel tiempo,con la que nos referimosa • un comienzoabsolutamenteprimero,no segúnel tiempo(derZeil nach),sino segúnla causalidad • (der Kausalitát nach). Precisamenteesa facultad es la que muestrael ejemplo kantiano concernientea mi decisión (Enrschliefiung) y mi acto (Tal) de levantarmede una silla de un modo enteramentelibre, sin atendera determinacionesnaturales,con los que introduzcoen el mundo una nueva serie en términosabsolutos,aunquedesdeel punto de vista temporal— • correspondienteala determinaciónsegúncausasnaturales—podemosintegrartal acontecimiento U 1 Los Prolegómenospresentanesteconflicto, el másnotablede la razón,subrayandoespecialmentela denominación • del mismocomocosmológico,de modoque la Idea cosmológica—llamadaasí porquetoma su objeto del mundo sensible—amplia la conexiónde lo condicionadoconsucondición,demaneraquenadasensiblela puedaalcanzar, al serjustamenteuna Idea, cuyo objeto no seránuncaadecuadoa la experiencia;vdl op. ch., §50; A 142-3; cfr. U asimismolos comentariosde B. Carnoisacercadel origencosmológicode la cuestiónde la libertad en la primera • partedesu op. cii,, Liberté el nature. • Introducimosestaobservacióndesdeel horizontedel comentariokantianoacercade la consecuenciamostradapor el epicureísmoen sudeterminacióndel supremoBien (obersíen(ha)parael hombre,queno seráparaél otro que la felicidad, al limitar enproporcióna éstelaelevacióndelprincipio moral,vd I4orV, A 228. U Vd la siguienteobservacióncrítica a la tesissostenidapor el dogmáticoenel tercerconflictoantinómico,KrV, A U 448/E476-A 450/8478: «Sin embargohemosmostradoestanecesidadde un primer comienzode una serie de • fenómenospor libertad, enpropiedadsólo en la medidaen quees exigibleparala comprensibilidadde un origen del mundo, mientras que todos los estadossubsiguientespuedenconsiderarsecomo una secuenciasegúnmeras leyesnaturales» U • 207 U U u u U u •1 en una serie anterior como su consecuencia.Así, el acontecimiento(Erdugnis) impulsadoe iniciado por libertad seguirá (fo/gen) a determinadascausasnaturales,pero no se seguirá (erfolgen)-como una Begebenheil—,de ellos. Parajustificar enteramenteesteesquemahabrá queacudira la siluetade la solución racionaldel conflicto, queKant anteponea su aplicación efectiva en la experiencia.Semejantecaminopermitirá disolver las objecionesescépticasque atribuyena la libertad, en tanto que sedesprendede todadeterminaciónnatural y se muestra independientede ella, el carácterde una ausenciade legalidad (Gesetzlosigkeit),desde el momentoen que «la libertad (independencia)con respectoa las leyesde la naturalezaesdesde luego una liberación(Befreiung)de la coacción(Zwange),pero tambiéndel hilo conductorde todas las reglas», tesis que podría encontrarperfectacorrespondenciaen las observaciones humeanasqueapuntábamosal principio de esteapartado2.La críticadeconstruirála pretendida baseprobatoriade esteargumentode la antítesisescépticaadvirtiendode que el ordennatural permite tejer un contexto que nos autoriza a localizar y determinarel lugar de cada acontecimientomundanal (Weltbegebenheií),pero ello no significa que se trate de la única especiede legalidadpresenteen él, por lo que careceráde sentidoreducirdesdeel principio la libertad transcendentala un mero ente de razón (Gedankending). El empirista con su escepticismoreprime las solicitudesy requerimientosde la razón, haciendocaso omiso a la invitación a un diálogo fructífero con el entendimiento,precisamentepara permanecerpara a siempre en la unidad continua y conforme a ley de la experiencia (durchgángige und gesetzmáfiigeEinheit der Erfahrung), que suniinistrala Analítica transcendentalde la primera Crítica. Tal renunciadevelaalgo tan importantecomoel desconocimientode los caminosque toma el entendimiento,el cual renunciaprovisionalmenteal hilo conductorde las reglas,en el que produciráuna quiebra(Abbruch), precisamenteparapermitir la entradade una legalidadno fenoménica,no legible en términos naturales-fenoménicos,que amplia notablementenuestra perspectivacon respectoal mundo sensible,sin aniquilar o siquiera alterar la validez de la legalidadnatural. El argumentoempiristareducepeligrosamentela novedosaperspectivade la libertad transcendentalal triste espectáculode la libertad psicológica, reconociendoen todo pretendido inicio causal absoluto el efecto de un conocimiento menesterosode nuestro entendimientoy de nuestrarazón,así como de sus mutuasrelaciones,lo que setraducirá,a su vez, en la incapacidadde reconoceruna distinción clave parala salida del escolloantinómico, como es la que distingue a lo matemático de lo dinámico en la síntesis operadapor las 3 categorías. En ausenciadeestadistincióntranscendental,la ciegacreenciaen la omnipotenciade la naturaleza(4llvermógenheitder Natur), enunasuertede fisiocraciatranscendental,conducirá a no poder introducir nuncaun estadodel mundoabsolutamenteprimerocomo punto de reposo para la imaginación(Einbildung), que pongaa priori límites (Grenzen)a la naturaleza—desde un desconocimientoacercade la distinción entre limitación y trazadode los límites de una facultad legisladora que sufre igualmente el escéptico—,sino a aceptar simplemente la homogeneidaddel ordennatural como un enigma de la naturaleza(Naíurrátsel), pues,de otra Vi KrV, A 450/8478. 2 Vi op. cit., A 447/E475;cfr. tesis de Humeenel Tratado, II, 111, 1. Si bienHume«propiamenteempezótodoslosataquescontra losderechosde una razónpura, ataquesquehicieron necesariauna investigacióncomplezade los mismos»,KprV, A 88. Con respectoa su desconocimientode las diferenciasqueseparana los interesesy el alcancedel entendimientocon respectoalos de la razón,puededecirselo siguiente, vi KrV, A 768/8 796: «Hume tampoco establece diferencia entre las fundadasdemandasdel entendimientoy laspretensionesdialécucasde la razón, a pesarde quesusataquesvanprincipalmentedirigidos contra éstas»;acercadel desconocimientode la distinciónmatemático/dinámicopara el empirista,vi op. oit, A 449/E477;cfr. igualmenteel apartado1.1.2de estemismotrabajo,Pp. 21-23. 208 u U u u u • manera, nos vedamos obligados a rechazar (verwerfen) muchas propiedades sintéticas • fundamentales,que no podemosinteligir plenamente,pero que tampocopodemosdejar de consideraratendiblesy adoptar como hilo conductor, si es que queremosevitar que la • interdependenciay la interconexión(Zusammenhang)de los fenómenossegúnleyesuniversales sevengaabajocomo un castillode naipes,arrebatándonostodocriterio deverdadtranscendental • que nos permita distinguir entre la verdady el sueño.Las razonesdel escépticose mezclan además,en estepreciso caso, con una deficiente comprensióndel sentido y alcancede la determinaciónde la objetividad fundamentadaen la Deduccióntranscendentalde las categorías de la primeraCrítica, que dependedirectamentede la ignoranciade la tareade trazarlos límites del conocimientoa priori de nuestrasfacultades.Todo ello conducea una escenaen la que naturalezay libertadse muestranla una como el ejemplocontrario (Widerspiel) de la otra, es más,en la que la posibilidadde la unapasanecesariamentepor la anulaciónde la otraen tanto que espejismo(Blendwerk)’. Ésteesel punto de partidaque fomentay permiteel asentamiento de algo asi como una consideraciónde la libertad como conceptopsicológico, subsuimible • mediantelos principiosy leyesque rigenlos sucesosnaturales,y queennadaaumentao amplía • la profundidadde la miradaque podemoslanzarsobrela naturalezaen suconjunto. A pesarde • las dificultadespeculiaresque presentaa nuestrasfacultadescognoscitivasparala comprensión • de la libertad,provenientesde la certidumbrede que allí dondefinaliza la determinaciónsegún U leyes naturales termina también toda posible explicación (Erklñrung), podrá sostenerseel U siguienteargumentocomohipótesisválidaencuantoarmadedefensa(Verteidigung)contraslas • objecionesescépticas: e • «Sólo se les puedemostrar que la contradicción supuestamentedescubierta[en la • suposiciónde la libertad] no consistemásque en lo siguiente:puestoque,parahacerválidala ley natural en consideración de las acciones humanas, tuvieron que considerar al hombre necesariamentecomo fenómeno,y puestoque ahora,cuandose les exige que lo piensencomo U inteligenciatambiéncomocosaensi misma,siguenconsiderándoloaúncomo fenómeno,dedonde U la abstracciónde su causalidad(estoes, de su voluntad) de todaslas leyesnaturalesdel mundo • sensible en uno y el mismo sujeto resulta contradictorio; lo cual cae, empero, si quisieran reflexionar,y, como esjusto,confesar,que detrásde los fenómenostienenquehallarsea su base las cosasen sí mismas(aunqueocultas),de cuyasleyeseficientesno puedeexigirsequeseandel • mismotipo deaquéllasbajo las queseencuentranlos fenómenos»2. u • La Analítica transcendental de la Crítica de la razón pura suministra los medios u necesariosparaadvertir la ausenciade perjuicioque la suposiciónde la causalidadpor libertad • reportaa la naturaleza,desdeel momentoen que aceptarla posibilidadde la libertad no impide que la necesidadnatural permanezcavigente, del mismo modo en que la legalidad natural • tampocopeijudicaen ningún sentidoa la libertad, al no alcanzarel estadiode las cosasen si U U ______________ U ‘Vd.KtV,A451/B479. • 2 Vd. OMS, BA 121: «Man kann ihnen nur zeigen,da]? der vermeintlichvon ihnendarin entdeclcteWiderspruch • n¡rgendandersliege, alsdarin, da]?, da sie, um dasNaturgesetzin AnsehungmenschlicherHandJungengeltendtu machen,denMenschennotwendigalsErscheinungbetrachtenmufiten, undnun, da man von ihnenJoden,da) sie din als Intelligenz auch als Ding an sich selbstdenkensollten sie din immer auch da noch als Erscheinung U betrachten,wo dennfreilich die Absonderungseiner Kausalitdt (di. seinesWillens) von alíen Naturgesetzender • S¡nnen-weltin einemunddemselbenSubjeIcleim Widerspruchestehenworde, welcheraber wegfdllt, wennsie sich • besinnen,un4 wie billig, eingestehenwollten,da]? hinterder Erscheinungendochdie Sachenan sichselbst(obzwar verborgen)zumGrundeliegenmñssen,vonderen Wirlcungsgesetzenman nicht verlangenkann, da]? sie mit denen e¡nerleiseinsolíten,unterdenenihreErscheinungenstehen». U U • 209 u U U U U U mismas’. Es curiosamenteel encuentro del entendimiento,la facultad que proporciona el contextoconceptualen la síntesisde nuestroconocimiento,con la razón, como facultadde los horizontesmáximos en relación al carácterdistributivo de conocimientosque proporcionala primera—cuyo origennos remite a la guarda,desdela misma analíticatranscendental,de un espaciovacío parala determinacióntemporalde las categorías—,el que habilite un modelo de soluciónquepongafin al espejismodel escépticoy permitaestablecerlas condicionesen las que la defensade la tesis dogmáticapuedey deberesultarválida. El abandonode la discusiónen clave meramentepsicológicaindicaráque con estacuestiónnos las habremoscon los gestosy decisionescon los que nuestrarazón gestionasueconomíainterna, abriendopasoa estructuras diversas,pertenecientesa distintos órdenes,que conviven en un mismo espacio,a saber,el mundodelos fenómenos. La libertad como Idea transcendentalproporcionará la noción de una absoluta espontaneidadde la acción,que se manifiesta,al mismo tiempo que como satisfacciónde una exigencia del impulso totalizador de la razón, como el fundamento de la imputabilidad (]mputabilitdt) de aquéllaal serracional finito que la ha llevadoa cabo,lo quevienea ponerfin a la piedrade escándalode la filosofia en la que sehabíaconvertidoesacuestión.Sin decisión ontológicaa favor de la libertad,sin historiade la razónque aboneel terrenoparaalgoasí como la posibilidadestructuraldesdelas coordenadasde laontologíade unaespontaneidadabsoluta,se anularía, se vendríaabajo tambiénla libertad práctica2. Recordandoun motto kantianoque concierneal motivo porel que comenzamosnuestrotrabajocon una exposiciónindirecta del idealismotranscendental,si cedemosal engaliodel realismo transcendentalno nosquedaráni naturalezani libertad3.En efecto,silos fenómenosfuerancosasen sí mismasno habríasalvación (Retíung)de la libertad4, pueséstaseapoyaen la posibilidadde pensarel efectoen el mundo, comofenómeno,de la causalidadinteligiblede la Ideatranscendentalde la libertad5.El conflicto cosmológicoquedaráocasióna esasalvaciónconfundedosestratosde sentidode la libertad,por un lado, la libertad en sentidocosmológico,como «capacidadde comenzardesdeuno mismo (von selbst)un estado,una causacuyacausalidadno está,a suvez, sometidasegúnla leyde la 6naturalezaa otra quela determinesegúnel tiempo» , por el otro, la libertaden sentidopráctico, como«independenciadel arbitrio de la compulsión(Nótigung)por los móviles (Antriebe)de la sensibilidad»7.En cuantoIdea pura transcendental,la libertad no contienenadaextraído de la experiencia8,su objeto no puede estar determinadoen ninguna experiencia9,y posee la peculiaridadde serun conceptoquela razónseha dadoa sí misma,parasolucionarun problema desuusointerno,desdeel momentoen que una de las leyesque permitenconstituirla legalidad transcendentalde la experiencia,a saber,la ley de causalidad,resultaincapazde alcanzaruna lid. Proleg., § 53; A 154-5. 2 lid KrV, A 534/8562. Vd op. cii?, A 543/8571. ~Vd op. cii?, A 536/8564. lid op. cit., A 533/8561; cfr. Proleg., §53,A 152,nota, 6 lid. op. cii?, A 533/8561. ~lid. op. cii?, A 534/8562. lid. GMS,BA114-5. lid KrV, A 558/8586: «Aquíse trata a la libertadsolamentecomouna Ideatranscendental,mediantela cual la razónpiensainiciar (anheben)la seriedelascondicionesenelfenómenomedianteloabsolutamenteincondicionado sensiblemente(dasSinnlichbedingteschlechthin),conlo queseenreda(sich verwickelt) en una antinomiaconsus propias leyes,queprescribeal asoempíricodel entendimiento»;cfr. op. cii?, A 532/8 560; asimismoencontramos en OMS, HA 120: «Pero la libertad es una mera Idea, cuyarealidadobjetiva no puedeser expuesta(dargetan werden)deningunamanerasegiMleyesnaturales,conlo quetampocoenuna experienciaposible». 210 u U U u u U totalidadque, sin embargo,la razón no puededejarde exigir1. En sentidopráctico,la libertad u contieneunareferenciaexpresaa ciertacausaque seencuentraenel mundofenoménico,que no seráotraqueel arbitrio o .Mediante esta invención la razón cimenta las condicionespara que pueda desplegarsela riquezay heterogeneidaddesu dobleuso. U 2 lid. MS,Introd,1, p. 213. U lid diferenciainternaa un arbiírium sensitivum,esdecir, patológicamenteafectado,como esel humano,entre U arbitrium brutum, determinadopatológicamentepor la sensibilidad,y arbitrium liberum, que albergaunacapacidad • de determinarsepor si mismoa la acciónenKrV, A 802/8830;cfr. MS,Introd, 1, p. 213. lid. KrV, A 534/8562: «Mansiehetleicht, da]?, wennalíe Kausalitót in der Sinnenweltblo]? Natur wáre, so wurde jede Begebenheitdurch eme andere iii der Zeil nach notwendigenGeseizenbestimmtsein, und mithin, da che • Erscheinungen.sofern sie die WillkiJr bestimmen,jedeHandlungals ihren nattirlichen Erfolg notwendigmachen U mi4íen, sowiirde die A ufiuebungder transzendentalenFreiheil zugleichalíe praktischeFreiheit vertilgen. Denn • diesesetztvoraus,da]?, obgleichetwasnicht geschehenist, esdochhabegeschehensolien, unU seineUrsacheinder • Erscheinungalsonicht so bestimmendwar, da]? nicht in unsererWillkiir emeKausalitatliege, unabhdngigvonjenen NaturursachenunU selbstw¡der ¡hre Gewalt und EinjIu]? etwashervorzubringen,wa.s in der Zeitordnungnach • empirischenGesetzenbestimmtist, miíhinemeReihevonBegebenheitenganzvon selbstanzufangen». • lid OMS,HA 115-6: «Peroesimposibleescapara esacontradicciónsi el sujetoquesefigura libre sepensaraen • el mismo sentidoo en la mismarelacióncuandose llama libre quecuandosesabesometidoa la leynatural, con • respectoa una y la mismaacción. Por eso es una indeclinable tarea (unnachlal3licheAufgabe)de la filosofia especulativaelmostrar, almenos,quesu ilusión respectodela contradicciónreposaenquepensamosal hombreen U • 211 u U U U U U la ontología en su conjunto, en cuantoestablecimientoy trazado del mapa completode las condicionesde posibilidad de la experiencia,quedaríacomo un bonum vacans que podría aprovecharel fatalista —humeanoo no— para expulsara la moralidad, detentoradel más elevadointerésde la razónhumana,de supretendidapropiedad1. a It) El origencosmológicode la libertad transcendental:la causalidadcomohilo conductor del descubrimiento de la posibilidadde pensarla libertady la nocióndeacción(Handlung) comoconceptocausalgen¿frico ensentidoteóricoyprúcfico. No puedemenosquedejarperplejos,al menosen un primermomento,el hallazgode que una cuestióndel caladode la libertad,junto con e] plexode respectosque conlíevay despliega, encuentresu primer actode presenciaexplicito en la obra crítica subrayandosu surgimientoa partir de unadiscusióncosmológica,si bienposeaun origenracionalquela separade la legalidad 2natural . El primery necesarioensayodeltránsitode lo sensiblea lo suprasensiblequeconstituye esencialmentela libertad requería la constitución de un marco de convivencia, de no contradicción,entrelos principiosdinámicosquerepresentanlas condicionesde posibilidadde la experiencia,entre,por decirlo de unamaneracontinuistaconla tradiciónmetafisicasobrela que crece el criticismo, la cosmologíacrítica —que tendrámucho que ver con la fundamentación transcendentalde laflsica newtoniana—,y unanuevaeconomíadinámica,concernienteal orden de lo nouménico. De estemodo se conseguíaun marco ontológico suficientepara pensarla actividad, posibleo efectivamentereal, de un principio inteligible en un mundocompuestopor fenómenos,principio quesi no queríapermanecer,comolas supuestasdivinidadesdeconstruidas porel escepticismohurneano,aisladoen suinmanenciay ajenoa toda efectuación (Bewirken), debíapresentarsesegún las conexionesdinámicasque un entendimientodiscursivo pudiera concebir.Peroantesde calibrar,con la profundidadque lacuestiónmerece,los movimientosque nosconducenaestepaso,serácuandomenosoportunorecordar,desdeel tratamientolateralque únicamente puede ofrecerle nuestro trabajo, las lineas directrices que conducen a la fundamentaciónde la relacióndinámicacausal—segúnla que seestablecenrelacionesentrelos fenómenos—,como unade las tres especiesde analogíasde la experiencia,que constituyenlas únicas conexiones posibles entre percepciones,cumpliendo con uno de los requisitos transcendentalesbásicosparaquepuedadarsealgoasícomola expenencia La segundaanalogíade la experienciaformará,así, partede un trabajoque tiene como propósitoelaborarunafundamentaciónfilosófico-transcendentalde lacienciafisica, tareaque,de cumplirse,subsanaríauno de los principalesescollosde la cosmologíaracional wolffiana. De hecho,éstaúltima teníacomopropósitola exposiciónde lanaturalezadel mundo,con vistasa la muy diferente sentidoy relación cuando le llamamoslibre que cuando le consideramoscomo pedazode la naturaleza,sometidoa las leyesde ésta,y queambos, no sólo puedenmuybien compadecerse,sino que deben pensarsetambiéncomonecesariamenteunidosen el mismosujeto:porque,si no, nopodría indicarsefundamento alguno de por qué íbamosa cargar la razón con una idea que, si bien se un¿fica sin contradiccióncon otra suficientementeestablecida,sin embargo, nosenredaen un asuntomedianteel cual la razónes reducidaa gran estrechezen su usoteórica Estedeberse imponeemperoa la filosofia especulativa,paradejar campolibre a la práctica(fteie Bahnschaffen)». lid. op. cit., BA 116: «[La filosofla práctica]exigede la razónespeculativaquepongatérmino al desconcierto (Uneinigkeit)enqueseenredoella mismaencuestionesteóricas,paraqueasíla razónprácticagocededescamoy deseguridadfreniea ataquesexterioresquepudierandisputarleel sueloenqueella quiereedifican>. 2 lid H. Heimsoeth, Zum kosmotheologischenUrsprung der Kantischen Freiheitsantinomie,que incluimos en bibliografla. 212 U u U u u • cual se descomponíanlos cuerposnaturalesen sustanciassimples,denominadaspor Wolff • elementa,que segúnunadescripciónfiel al espírituleibnizianono seríanátomosmateriales,sino más bien puntos metafisicos, carentesde extensión,de figura y de magnitud1, los cuales mantendríanentreellos relacionesarmónicas,graciasal nexuselementorumque les vincula. A U pesarde que estenexometafisicodeberíaactuarcomofundamentode unaconexiónpresenteen las cosas, el sistema,que hadescendidohastalos nexosde los elementos,pero semuestracapaz de ascenderde nuevo desdeellos hacia el orden de cosas,es decir, de ascenderdel orden U metafisicodel mundoal tisico, pareceincapazde pasaro transitardel uno al otro, de ofrecerun U argumentoconvincenteacercade la fundamentacióndel uno por el otro que está en juego2. U Frente a este escollo en el que desembocael pensamientowolffiano, el planteamiento U transcendentalkantianoseproponefundamentarun principioa priori de la experiencia,segúnel cual tengan lugar todos los acontecimientos,estableciendouna relación transcendentalde U fundamentaciónentreel conjunto de reglaspanicularesque nuestraexperienciaempíricapuede U acumular,así comosuconfirmaciónfácticade la relaciónde la causaal efecto,y el principio a • priori quedetenninalavalidezobjetivade semejanteconexión.Recordaremosúnicamente,antes • de iniciar el breve recuentode los pasosdadosen estatarea,que Hume habíaidentificado la U contingenciade las primeras—de las primeras.—con la que supuestamentetambiénafectaríaal • segundo—el principio transcendentalque rige la relación causal—, impidiendo así la U fructificaciónde un estudiocritico de la razóny los limitesde suconocimientoposible. U Nuestraexperienciaempíricanosmuestraqueen aquelloqueprecede,en sentidocausal U que no temporal, a un acontecimientodado deberáhallarsela condición de una regla, que • podemos enunciar de acuerdo con la forma de un juicio hipotético3, según la cual el U acontecimientose sigue (erfolgt) necesariamentede una causa. En todo sucesonatural u encontraremos,así,el cumplimientode una regla, que se producirásegúnla forma del juicio U hipotético, como, por ejemplo, según la conocidanota de los Prolegómenos,en el casode la • proposición«elsol calientala piedra»4. La diversaenunciacióndel principio concernientea la u segundaanalogíade la experienciaen las dos edicionesde la Crítica de la razónpura manifiesta • la convivenciade dosniveles de sentidode la relacióndinámicaen cuestión,que han de ser u tenidosen cuenta.La primeraplasmacióndel principio lo enunciadel siguientemodo, a saber, • «todo lo que acontece(comienzaa ser)presuponealgo, a lo quesucedesegúnuna regla»,en la • que nospareceadivinar la mencióna las reglasempíricasque nosayudana descubrirnuestras • percepciones.Sin embargo,la segundaredaccióndel principio nos devuelvela proposición,más u cuidadosacon la naturalezatranscendentalde la misma, segúnla cual, «todaslas alteraciones acontecensegúnla leyde la conexiónde la causacon el efecto»,queelevala segundaanalogíaa u condiciónde posibilidad de toda experienciaposible,en tanto queafirma la presenciade una u u lid Wolff, CosmoL Gen., §§ 187-190y *184. Acercade estainestabilidadcosmológicapresenteen el sistemawolffianopuedeacudirseal amplio y minucioso trabajode M. Puech,Kantet la causalité,quecitamosenbibliografla, dondeseproporcionaun rigurosomapade las U cuestionesmetafisicasqueocupabanal horizonteintelectualalemándel tiempode Kant; vd especialmentecap. 2, • 22.6,Pp. 89-91 y cap. 7. 6, Pp. 378-390. • B. Longuenessesostieneen su obraKant et le pouvoir de juger, Y parte, cap. 10, Pp. 399414 —como una manifestaciónmásde la tesisdirectrizde la misma,a la queya noshemosreferidoalgunavez enestetrabajo—que la articulación en la reglauniversalo principio del entendimiento,que es la conexióncausal, de una regla de la • síntesissensible(irreversibilidadde la sucesiónsubjetiva)y la forma deljuicio hipotético,como regladiscursiva,no U podriahabertenido lugar sin la presuposiciónde la conformaciónde la constituciónlegal del objeto a unade lasu funcioneslógicasdel juzgar,que en estecasoes hipotética.Sólo a partirde esaadecuacionseriaposible reflexionar unareglaintuitiva denuestrasíntesisdeaprehensión. ~Vd Proleg, § 20, A 83, nota.u e • 213 u U U U U U sucesiónobjetivaen las síntesissensibles(especiosas)de nuestraspercepciones,síntesisquenos representaremosnecesariamentecomoirreversibles.Un primer pasoque inicia la demostración sintéticade tal principio nosconduciráal ejemplo propuestopor Kant, concernientea nuestra percepciónde un barconavegandorío abajo. Semejanteejemplo nospermitirá distinguir en la percepcióndel mismo la presenciade una irreversibilidaddel ordende constituciónde nuestra síntesisqueno seobservará,porejemplo,en lapercepciónde una casa1.En efecto,enel avance de mi percepcióndel barco observaréque la sucesiónsubjetiva (subjektiveFolge) de mi aprehensiónpresuponeuna sucesiónobjetiva (objektive Folge) de los fenómenos,pero esta constataciónalamanodecualquiersíntesisespeciosa,requeriráun pasoulterior, medianteel que se extraigaexclusivamentela regla a priori en la que consisteel principio del entendimiento. Sabemosque el conjunto de nuestrasaprehensionesy de nuestrassíntesisespeciosasdeben producirsedeacuerdocon unaregladel entendimientopuro2,pero,aunquela secuenciatemporal seael único criterio empíricocon el que contamosparaconocerla relaciónentre la causay el efecto, la meraafirmaciónde su necesariapresuposiciónen todo sucesono desempeñarála función que sólo una prueba transcendentalpuede proporcionar. La oportunidadpara la explicación de este segundopasola brindarála confusión empíricade la temporalidadque inevitablementeacompaña a la relación causal con su dimensión de regla ontológica, precisamenteaquéllaque la elevaa principio del entendimientopuro. Por lo general,se advierte unamarcadasucesióndel efectocon respectoa la causa,pero rara vez se reparaen que, como advieneKant enel texto correspondientea la segundaanalogíade la experiencia,el factorcausal debeestarpresenteno sólo con antelaciónal efecto, sino todo el tiempo que ésteempleapara producirse,así como en que la mayor partede las causaseficientesson simúltaneasa sus efectos3.Pero,apesarde dichasimultaneidad(Zugleichsein)enel tiempo, lo que nosinteresade la relaciónobjetivaquevinculaacausay efectoesenpropiedadel ordentemporal (Zeitordnung) que rige su relación, no el cursodel mismo (Zeitablauj) en el que se produce. Es, pues,el momentode los conocidosejemplos de la estufaencendidaque causael calentamientode la habitación,de la bolade plomoquedejaun hoyo en una almohada,así como de las paredesdel Vd KrV, A 192/B237: «Veo,por ejemplo,un barconavegandorio abajaMi percepciónde la posiciónqueocupa másabajo siguea la percepciónde la posiciónque ocupabael mismo másarriba en la corriente del rio, y es imposiblequeenla aprehensiónde estefenómenoel barcofuerapercibidoprimeroabajoy despuésmásarriba de la corriente. El ordenenla sucesiónde laspercepcionesen la aprehensiónestáaquí, por lo tanto, determinado,y éstaseencuentraligadaa eseorden». 2 Remitimosal respectoal § 26 de la Deduccióntranscendentaldelas categorías,donde mediante los ejemplosde nuestrapercepcióny síntesisde aprehensiónde una casay de la congelacióndel aguase describe la necesaria correspondenciade las síntesisde la imaginacióntranscendental(especiosa)con respectoa las reglasde la síntesis intelectual,de la que son—segúnlas modificacionesde la segundaedición—, en el fondo, efectos(Wirkungen); vdop.cii., B 162-3. Vd op. ciÉ, A 203/B 24W «Lamayorparte delascausaseficientesenla naturalezaessimultáneaa susefectos,y la secuenciatemporaldelos últimoseshabilitadasolamenteporquela causanopuedeproducir todosuefectoen un instante.Pero en el instanteen quesurgeel efectopor primeravez, essiempresimultáneoa la causalidadde su causa,porque,si la causahubiesedejadodeexistir un momentoantes,ésteno se hubieraproducidaPerohayque observaraquíquese toma en consideraciónel ordendel tiempo,y no el cursodel mismo;la relación (Verháltnis) permanece,aunqueno haya transcurridotiempo.El tiempoentre la causalidaddela causay suinmediato efecto puedeser fúgaz(verschwindend)(por lo tanto,sersimultáneos),perola relacióndel unoconel otropermanecesin embargosiempredeterminable,segúnel tiempo». Texto tras el cual se proponeel ejemplo más conocidode la exposiciónde la segundaanalogiakantiana,concernientea la simultaneidadentrela presiónde la boladeplomo y la marcaqueproduceen unaalmohada,a pesarde cuya peculiaridadtemporal la relacióncausa/efectoentreambas permaneceráinalterable. 214 U U e U U 1• vidrio comocausadel curvamientode la superficiedel liquido quecondene.Decíamosun poco más arriba que sólo la secuenciatemporal entre la causay el efecto pennitía que nuestro entendimientodiscursivocaptarala realidadefectivade unarelacióncausal,de dondeprovendrán también—comoveremosmásadelante—nuestrasdificultadesparaconocerla constituciónde un • organismocon los únicosmediosexplicativosmecánicosquetenemosa nuestradisposición,pues la peculiarreciprocidadenqueseencuentrancausasy efectosque le caracterizaalejala especie de causalidadallí presentede cualquier relación causal conocida para nosotros2.Pero el conocimientode unaconexióndinámicacomouna de las analogíasque ejercende condicionesa priori de la experienciano podráser,en tantoque principio transcendental3,subsidiariode unu criterio empírico.Esteargumentoseñalaráen el pensamientokantianoel abandonodefinitivo de un principio de razón,queno lo esen propiedadni de laexistenciade sustanciaso cosas,ni de su ser o esencia—comopretendíala Nova Dilucidatio—, pararealizarel tránsito de la doctrina metafisico-dogmáticade la Realgrunda la nociónde reglade la síntesistranscendentalen la que U consistela experiencia. U Perolo que seguramentemásnos interesade esteargumentodemostrativokantianoseala • presenciaenél de una nocióncomola de acción (Handlung),términoresponsablede una suene • de reuniónde los miembrosde la relacióncausaly queactuaría,a la vez, comocriterio empírico U suficiente de la sustancialidad4.En general, el pensamientocúfico kantiano concedeque U 1 Kant afirma quetras la primeraafirmaciónde quela reglacausales fundamentode posibilidadde la experiencia, u deberáatendersea unanuevadificultad, a saber,el extendidocasodela ausenciadela secuenciatemporal(Zeitfolge) • entrecausay efectoy, asi, de la simultaneidadde ambas.De estadificultad surgirántresejemplosilustrativos,vd. U KrV, A 202/B 248-A204$ 249: «Por ejemplo:hay en la habitaciónun calor queno hallamosal aire libre. Busco • la causade estehechoy encuentrouna estufaencendida.Aquíno tenemos,pues,sucesióntemporalentrecausay • efecto, sino queambosson simultáneos[...] Si considerocorno causa la bola quese halla sobre una almohada produciendoen ella un pequeñohoyo, entoncesla causaes simultáneacon el e,fectov Solamentelos distingo U mediantela relación temporalde la conexióndinámicaentreambos.Pues, si pongola bola sobrela almohada,el U hoyoseguiráa su anteriorformalisa; perodel hechodeque la almohadatengaun hoyo (ignorandoyoelpor qué) • no sesigue quehaya una bola deplomo[ji El vasoes la causade quesubaelaguapor encimade su superficie • horizontal, aunqueambosfenómenosseansimultáneos.Pues, tan pronto comosacoaguade un recipientemayor con el vaso, algose sigue,a saber, se modglcael estadohorizontal queel aguaposeíaen dicho recipientepara U adoptarlaforma cóncavaqueadoptaenel vaso».A diferenciadeestafundamentacióncríticadela conexióncausal U como principio transcendentaldel entendimiento,el escepticismohumeanosólo salvará la posibilidad de una U “conexión” suministradapor el archivo experiencialde la imaginación,cuyo origen será, como era de esperar, • meramenteempírico;vi la primeraEnquiry, sea.7, pp 75-6: «¿Quécambioha ocurrido aquípara dar lugar a estanuevaideade conexión?Exclusivamentequeahora sienteque esosacontecimientosestán conectadosen su imaginaciónyfácilmentepuedepredecirla existenciadel wroporla aparicióndelotro». • 2 Unanota del § 65 de laKU observaráquequizássólounacausalidadpropiadela acción libre, y de unaacciónpor U libertad realizadaen común,es decir, politica, como es la transformación(Umbildung) de un puebloen un Estado, u rdñaconsiderarseanálogaa la quetienelugarenel organismo,vi loc. ciÉ, A 290$294. Acercade la definicióndeunprincipio transcendentaly deun principio metafirico vi KU, Introd, V, A XXVII/B XXIX- U ~Señalamosenestasegundapartedel capitulo, enel quedamoscabidaal marcocausalelegidoparadarrazónde la U libertad como necesidadracional, la deudade nuestraaproximacióncon la lectura heideggerianadel tratamiento • kantianode la libertad, contenidaesencialmenteenel tomo 31 de la Gesamtausgabe —Dela esencia de la libertad humana(Introduccióna la filosofia)—, en la que la caracterizacióndel horizonteontológico del problemade la libertad en su determinacióncomo unaespeciede causalidadseestructuraen torno a dos pruebas,en las que la U relación causales consideradacomo determinaciónde las cosascomo presencia(Anwesen)y ser-ante-los-ojos • (Vorhandensein).La primera de ellas se centrará en la sucesión(Folge) como modo temporal ilustrador de la • causalidadsegúnel ejemplode la simultaneidad(Zugleichsein)de la causay el efecto.La segundapruebade esta orientación conduciráal concepto de acción (Handlung), en cuanto concepto consecuente(Folgbegr4fj) de la conexión (I-’erknupfung) causal- Basándose en este origen ontológico-causalde la cuestión cosmológicade la U U • 215 u u u U U U podamosreconoceren dichanociónel acontecimientoporel quelas causasdan lugara efectos,si bien setratade un conceptoprotagonistade unalargahistoriaen el senode tal pensar,que nos conducidaen buenapartea la obra precrítica. En efecto, en una obra como los Traume se afirmaráque la acción poseeel mismo rango ontológicoque la sustancia,puesen tanto que conceptofundamental(‘Grundbegrdi) de las cosascomo causasu determinalas relacionesen las queseencuentranlas cosasentresí y esuno de los conceptosquepermitenanalizary simplificar fenómenoscomplejos en representacionesmás elementalesy simples, como un concepto mediador(Mitíelbegr¡fj) que comunicaentresí a lacausay el efecto,cuyo alcanceserámayoro menorsegúnel númerode accionesque,a suvez, las cosascontengan2.Los textosde la primera Cr¡tica en los que Kant nos hablade acción se referiránal acontecimientode efectuar(Vorgang des Bewirkens)o del causar,que produce (hervorbringen) un acontecimiento(Begebenheit),o bien aaquellomediantelo cual acontecealgo (wodurch etwasgeschiehí,Y.En efecto,todo objeto de nuestraexperienciaposible se halla sometidoal «principio de relación causal»4, y en el campode los fenómenosy la legalidadnaturalsólo habrácambiosy modificaciones,nuncase daráalgosemejantea unacreaciónexnihilo, esdecir,no habrácreaciónen el sentidoabsolutode Schópjiingsino másbienen el de Erzeugung,comoseobservaen la denominaciónde la segunda analogíade la experienciasegún la primera edición, donde el principio de causalidadse denominaprincipio de producción(Erzeugungj.Es bienconocidoel pasajeque conducedesde la causalidadal conceptode acción, de ésteal de fuerza, y, de estaforma, al conceptode susíancia,en una cadenaanalíticaquerecogelas distincionesde los manualesde Baumgarteny Meier, por la quesedemuestrala sustanciamedianteun criterio empírico,no ya siguiendolaguía de la constancia(Beharrlichkeit) que caracterizaa la acción en tanto que relación dinámica (conexión) que mantienenlos fenómenosen el tiempo6. Todo lo que acontecehallará su fundamentoen la noción de acción,que no en vano actúacomo el primer fundamentode todo cambioen los fenómenos,encuanto«relacióndelsujetode la causalidadconel efecto»7,por lo libertad, Heideggerafirmarála ausenciaen Kant de un pensamientodel ser-librede lo libre en propiedad,no como ser-ante-los-ojos,sino en su peculiaridadtemporalcomo problemametafisico. Nuestrotrabajoseproponemostrar, como esperamosevidenciar de la mano de respectosde la libertad en Kant no comentadoso apuntadospor Heidegger,la estrechezqueconlíevaestavisión de la cuestión,si bien lo fundadode la presentaciónde la libertad transcendentaldesdeel marcode la relacióncausalnosha llevado a basamosen su recorrido para la redaccióny desarrolloque aquí proponemos.Acerca de los beneficios que una lectura del pensamientoheideggeriano,y especialmentedel conjunto de problemas, cuestionesy replanteamientossurgidosen este pensar que se suele denominar“segundoHeidegger”, puedereportarparala reflexión sobreel modode serde lo libre en Kant y, así, para la comprensióndeuna fenomenologíadel respeto,remitimosal excelentetrabajodeM’ JoséCallejo Hernanz, Primadode la presenciao experienciade la libertad—incluido en nuestrabibliografia—, quevienea señalaruna rometedorasendadeinvestigaciónacercade la interpretacióndeambospensadores.PU. Trelume, II, Pp. 360-370. y. Gerhardtrecuerdaen sutrabajoHandlungals VerhdltnisvonUrsacheund Wirkung,citado en bibliografia, que la mencionadatesisacercade la mayoro menorcomplejidadde unaacción, en la medidaen que éstase compone comounaespeciede continentedeotrasacciones,tambiénseencuentraen elNenesOrganondeJ.H. Lambert: «La acción, que prescribe la solución de una tarea práctica, está compuestaen su mayor parte por acciones individuales,querealizanfinalmentelopropuesto.Estasaccionesindividualestomadasensu conjuntoconstituyen un concepto,que es idéntico conel conceptode la acción [...] hastaelpuntode quepodría tomarsea aquéllasen lugar deésta». ¡U. KrV, A 543$ 571 y A 544/E572. ¡U. op. cM, A 202$247. ~PU. op.cit.,A202/B247yA206/B251 6 ¡‘cl op. cii., A 204$ 250; cfr. el ensayode F. Duque, Causalidady teleologíaenKant, en el volumencolectivo editadopor J. Muguerzay R. RodríguezAramayo,KantdespuésdeKant, pp. 285-307. Vd op. ciÉ, A 205$ 250. 216 u U U U U • que,igualmente,todo lo queacontezcaestarásometidoa la conexióncausal.De estamanera,el • arco que va de la causalidada la sustanciaestarámediadopor el conceptode acción, que como • un «criterio empíricosuficiente»probarálasustancialidadde un acontecery permanecede forma U constanteen la sucesiónde los fenómenos,incluso cuandoesasucesiónno es conocida.En el • plano fenoménico,decíamostambién,debeexcluirsela intervenciónde todacreación,junto con el inicio temporalabsolutoquepresupone,y todo acontecimientotendráque someterse,así, a la • figura de una produccióncontinua(kontinuierlicheEaeugung)a partir de causasempíricas.Si cualquierprocesodel mundoha de serconcebidocomoacción,tambiénpodrásercaracterizado, pues,comoesarelacióndel sujetode la causalidadal efecto,de la que hablábamosun pocomás U arriba,de modoquela causaeficiente(wirkendeUrsache)genuinaresulteoperativadurantetodo el tiempo en el que seproduceel cambio1,esdecir, que el sujetoestépresentetodo el tiempo necesarioparaproducir el efectoen cuestión,en lo que consistela ley de continuidadde todo U cambio (Gesetzder Kontinuitát jeder Veránderung).Esta función de fundamentaciónde lo U constante(dasBeharrliche) semanifestaráde manenespecialmenteclaraen la acciónen la que • la sucesióntemporalde dosacontecimientosseconviertaen un solo acto,bajo la condiciónde unaconexióndinámicaqueesla relacióncausal.La acciónsepresentaasícomo la expresióny la • exteriorizaciónde lo queenella pemianece,a saber,la sustancia,proporcionandoel únicomodo U de captaciónsensiblede ésta.Portodo ello, un sujeto dotadode espontaneidady capazde traer • accionesproducidasporlibertadal mundoquedaráexcluidocomocausaeficientede estaespecie U de conexiónfundamentalnatural2, dando lugar, sin embargo,a una especiede acción bien U distinta, que será la acciónpor libertad El horizonte de sentidoy de legalidadde la acción U ontológica,tal y comoquedadefinidaen la pruebade la segundaanalogíade la experiencia,nos U presenta,por lo tanto, un marcoen el que, al menosa primeravista, no tendrácabidaun inicio U absolutoen sentidocausalacontecidopor libertad.Comoyaseapuntóal inicio de estetrabajo,de U la manode las virtualidadesde la solucióndel conflicto antinómico surgido al respectopara U habilitar las condiciones del tránsito de lo sensible a lo suprasensible,una distinción U transcendentalque recurrea uno de los ejes de la metafisicasegúnla doctrina del idealismo u transcendental,a saber,a la idealidadde las condicionesdel espacioy del tiempoen la intuición, u serála únicacapazde proporcionarunaampliación(Enveiterung)necesariaparaquela cuestión u de la libertaddejedeserla piedrade escándalo(SíeindesAntojies) de la filosofia. Mientrastanto • el siguientepasajepuedeilustrar la perplejidadque producela suposiciónde un inicio absoluto • de una seriede condicionadosen un mundode fenómenosconectadosmedianteuna legalidad u natural: u U «Que algo acontezca,es decir, algo o un estadoque antes no existía, no puedeserpercíbudoempincamente,dondeno antecedemngún fenómenoqueno contengaen si mismo este U estado;puesuna realidadefectivaque siga a un tiempo vacio, por lo tanto, un brotar, al queno U antecedaningún estadode cosas,estan imposible de aprehendercomo el tiempo vacío mismo. • Todaaprehensiónde un sucesoes,por lo tanto,unapercepción,quesiguea otra»3. U Uu ¡‘cl KrV, A 208$ 253: «Ademástodo cambio (Veranderung)tiene una causa, que demuestra(beweiset)su causalidaddurantetodoel tiempoenqueaquélseproduce». 2 Vd V. Gerhardt,op. ciÉ, Pp. 119-120. • ~ ¡‘di Rif, A 191$ 236-A 192/E237: «Dafi eíwasgeschehe,diL etwas,oderein Zustandwerde,der vorher nicht U war, kannnicht empirischwahrgenommenwerden,iw nicht emeErscheinungvorhergeht, welchediesenZustand • nichtin sichen¡h¿ilt; den,,emeWirklichlceit, die aufemeleereZeitfolge,mithmn einEntstehen,vor demkeinZustand derDinge vorhergeht,kannebensowenig,alsdie leereZeit selbstapprehend¡ertwerden.JedeApprehensioneiner U Begebenheitist alsoemeWahrnehmung,welcheaufemeandere folgt>. U • 217 u U u u U U El modelo de soluciónde la terceraAntinomia reflejaráque la acciónlibre ha de dibujar su contornosobreel marcode sentidocimentadoparael acontecernatural mecánico-causal.De estamanera,las accionesde los hombres,en tanto queaccionesposiblespor libertad, no dejarán de ser, por un lado, acontecimientosmundanos,es decir, fenómenos,que como tales son acontecimientos(Vorkommnisse)integradosen una naturalezau.Desdeestepunto de vista su capacidadde actuarno le acreditacomo una causaagentedistinta de la naturaleza,sino, por el contrario, como pertenecientee integradaen ésta,en tanto que contexto relacional mediante accionescontinua?. Puesto que todo lo que aconteceen la naturalezase caracterizapor producirsemediantela acción, va de suyo que esteconceptopor sí solo no será capaz de conducimosmásallá del orden natural, sino que, másbien, una diferenciatranscendentalque afectaal planode las conexionesdinámicasdeberáproveerlede un nuevosentido.De ahí resulta tambiénsignificativo el hechode que el tercerconflicto antinómicosurja precisamentecuandola razón se pregunta por la «derivación (Ableitung) de los acontecimientos mundanos (Weltbegebenheiten)a partir de sus causas»3,concretamenteacerca de si son posibles únicamente causas fisicas, o también se dan causas libres en la determinaciónde un acontecimiento.De hecho,en la denominaciónde un acontecimientoposiblepor libertad como acción libre (freie Handlung), la denominaciónde “libre” conciernea una causa,que, si bien debealbergaralgúntipo de princ¡pium internum—segúnel lenguajede los escritosprecríticos— impulsorde aquélla,no dejade serunaacciónquecuentacon efectosen el mundosensibley, así, «encadenada(verkettet) con la naturalezaen una depedenciainseparable (unzertrennlich)de todassusacciones»4.Parece,pues,evidenteque el tercerconflicto antinómicono sebasaráen la distinción entreacontecimientosnaturales,por un lado, y accioneshumanas,por el otro. Por el contrario,en unaconocidaocasiónKant salvaráde todaen los Prolegómenosdudala coherencia internaentrelo establecidoen la segundaanalogíade la experienciaacercade la acción y la nuevaperspectivaque brinda la terceraAntinomia, al negara la accióncontinua (unaujhñrliche Handlung)que caracterizaa la materia—aunquesederivede un principio interno—la propiedad de la libertad,quemásbienconsistiráen la relación (Verhúiltnis)queseestableceentreunacausa inteligible y un efectosensible,esdecir, en la admisiónde la intervenciónde causasinteligibles en las accionesnaturales5.La clave del conflicto tampocopodrá residir en una distinción entre fundamentosde determinaciónpsiquicosy fisicos, puestambiénlos primerosposeenun carácter plenamenteempíricoy se integranen una legalidadnatural,a diferenciade las determinaciones internas (innereBestimmungen,)quedenotanun carácterinteligible y caracterizana la causalidad por libertad, mediantelas que el hombrecomienzaa sabersepertenecientes a dos órdenes de lo real6. Todas las acciones humanasseguirán y se cumplirán según la legalidad natural, consideradasen tanto que acontecimientosfenoménicos,hastacl punto de que, si nos fuera posibleinvestigarlos motivosde la voluntadhastasu último fundamento,no habríauna sola de nuestrasaccionesque no pudiéramosconocera partir de sus condicionesprecedentes7.De este modo, sin embargo,la libertadencuantoprincipio de la acciónsedisolveriaen una investigación ¡‘di KrV, A 552/E580. 2 elfenónueno de.su carácter y¡‘di op. ciÉ, A 549/E 577: «[T]odas lasaccionesdel hombreen apaflir empirico de lasdemáscausasconcurrentesestándeterminadassegñnel ordendela naturaleza». ¡‘di op. cit., A 632/E660. ‘ ¡‘di op. cit., A 545/E573; cfr. op. ch., A 557/E585 y A 541/E569. Nos referimosa la nota,ya mencionadaen otrasocasionesen estemismo trabajo,del § 53 delosProlegómenos. 6 ¡‘<¡~ KrV A 546/E574. ¡‘di op. cM, A 550/E578. 218 U U U U u • antropológicade las causasmotricesde las accioneshumanas.Pero si, por el contrario, nos • detenemosen las mismasaccionesen relación a la razón, descubriremosun nuevo orden de u determinacióndotadodeefectosfenoménicos,estavez pertenecientesal campode lo inteligible, • que nos permitirá suponery admitir que las Ideas de la razón cuentancon una causalidad U realmenteefectivaen consideraciónde las accioneshumanascomo fenómenos.Las mismas U accionesque puedenserobservadascomo continuamentedeterminadasdesdela perspectivadel • entendimiento,podrán, así, consíderarsedesdeotra como producidaspor la causalidadde la razón.Pero,en todo caso,la noción de acción se mantendrásiempre,en cuantounidadde un u mismo procesoempírico,como conceptogenérico,con respectoal cual la acción por libertad señaun casoparticular’.La relaciónfisico-naturalcausalefectosemuestra,porlo tanto,como la U estructuraformal más adecuadade comprensiónde una capacidadracionalhumanade hacery U omitir a su albedrío,que fundamentadesdeel uso teórico de la razónuna Idea transcendental. U Sabemosa priori que cadavez que acontezcaalgo fisico podremosconcebirlocomo efectode U una causa,pero lo peculiar es que causasinteligibles, que pertenecena una consideración práctica,no observadora(beobachtend),seanposibles.Enestasúltimasla causalidadde la razón no funcionacomo explicaciónde la acción—recordemosque todaexplicación desaparecede U consunocon la detenninacióntemporal—,sino comocausaproductora2,de modoque unacausa U inteligible se manifiestacomo un objeto transcendentalque noshacemosmás concebible,más • cercanoa nuestrasfacultadesde conocer,medianteel hilo conductorde la conexióndinámica causal3.Si sepretendeafirmar algo másacercade ella deberáabandonarsela perspectivadel U observadory considerarnosa nosotrosmismoscomo causa,concebirnoscomo actuandocomo U tales,transitandode la observaciónpasivaaadoptarla perspectivapropiadel creador(Urheber) U activo. Las consecuenciasde estamodificación del punto de vista en la consideraciónde la U sustanciasegúnel esquemade la constanciaresultaránevidentesen la explicaciónde la causa U inteligible en la discusiónsurgidaen torno al tercerconflicto antinómico de la primeraCrítica. • Así, la comprensiónde unacausalidadincondicionadapresuponeunafacultadde comenzarporsi U mismouna seriede estadossucesivosen el tiempo,del mismo modo en que el sujetode una • «facultaddecomenzarpor sí mismounaserie en el tiempo»es activo y debeponer<‘seten,) un 4u comienzoabsolutamenteprimero. Púestoque unasustanciadotadade la facultadde actuarpor • libertad no podrásercomprendidasuficientementesegúnla analogíacon un objeto constante, U Kant introduciráseguidamente,bajo el disfrazdel dogmático, la consideraciónde uno mismo u comocaucede un cambiode planoontológico: u «Si ahora(por ejemplo),de un modo enteramenteUbre, y sin el influjo necesariamente determinantede las causasnaturalesme levanto de mi silla, entoncesinicia absolutamenteuna nueva serie en esteacontecimiento,juntoa susconsecuenciasnaturalesal infinito, aunquesegúnel • tiempoesteacontecimientoes sólola continuaciónde unaserieanterior.Puesestadecisióny acto • no consisten en absoluto en la derivación de meros efectos naturales y no son una mera • continuaciónde las mismas, sino que, con respectoa esteacontecimientolas causasnaturales e _____________ • ‘ Ve!. Metaph. POlitz, XXVIII, 2/1, p. 565: «Actuar (agere) puedecontenertodo ¡o posible, con respectoa lo • razonadoen la acción.La actio tienelugar cuandosurgede ella un efectoreal. Hacer«acere)sign~2caactuarpor • libertad».Desplegarlos múltiples respectos,en sentidoteóricoy práctico,de la nocióndeacciónen el pensamiento kantiano,es el objetivo principal de la obra de C. Innerarity, Teoría kantianade la acción (la fundamentación • transcendentalde la moralidad), citada en bibliografla, a la que hemosrecurrido en buenaparteparaajustar la U redaccióndeestaspáginas. U 20dKrV,A550/B 578. ~VJ op. cit., A 494$ 522-A495/E523. U ~Ve!. op. ciÉ, A 448$476 y A 450/E478, U U 219 U U u u u U determinantescesanpor completo fluera de los mismos, el cual sigue a estascausasnaturales, aunqueno se siguedeellas» - El sujetoque actúa por libertadsemuestraasí en analogíacon el si mismodel hombre, que se concibe como siemprepresentey constituyentede su decisióny de la realizacióndc ésta, en cuanto responsablede un acto. La sustanciacomo sujeto de la causalidadpor libertad se 2 convierte, así, en una sustanciaactuante,en un thútiges Wesen —en una distinción internaa la propiaontología,pórtico de la metafisica,entrelo teóricoy lo práctico—,esdecir, en un sujeto espontáneo (selbsttdtig) en sentido pleno, desvinculado interna y externamente de determinacionesnaturalesy detentorde un arbitrium liberum, propiedadno atribuible al ser animal.Así las cosas,tanto la causa natural o fenoménica como la inteligible necesitanacudiral conceptomediadory unificadorde causay efectoque esla acción3. Si Kant hubieseconcebido dosconceptosde accióndistintos,en lugarde dosdeterminacionesdel mismo, la soluciónde la antinomia de la libertadhabríasido una mera quimera,pues la acciónempíricapodríaexplicar acontecimientosnaturalesy quedadaplenamentereferidaal mundo empírico, mientrasque la acción libre perteneceríaa un orden de razonesbien distinto y no podría producir nada concernientea los sucesosdel mundo. Estaríamosante el escenariotemido de la nota de los Prolegómenos,a la que nos hemosreferido ya en repetidasocasiones,dondese señalabacomo carentesde libertad,tantoa la accióncontinuade lamateria,comoala accióninmanentede Dios, casoésteúltimo en el queseríanecesarioacudira la hipótesisdeunaarmoniapreestablecidapara garantizarla referenciade la causainteligible al mundo de los fenómenos4.Pero,de un modo bien diferente,parecequeen el pensamientokantianode la libertad sólo se encontraráun único conceptode acción —predicable de la categoríade causalidad—que encontraráun papel fundamentalen el conocimiento de la naturalezay en la comprensióndel propio actuar del hombre,cuya diferenciareside,no tanto en la estructuraconceptualde la acción, como en el carácterde la causa,y así en el sujeto de la acción, ya sea sujeto a la medidade los demás objetos,esdecir, un objeto másentrelos objetos,ya seacomosujetoespontaneo,queseconcibe a sí mismo como causade un efecto, lo que únicamenteesposibleporque quiere el efecto,es decir, porque albergauna facultad de desearque permite que tengalugar el acontecimiento práctico de la decisión(Entschliejiung). ¡‘e!. Krfr A 450/8478: «Wennichjetzt(zumBeispiel) vóllig fre¿ une!ohneden notwendigbesíimmendenEinflufi der Naturursachen,von meinemStuh¡c aufstehe.sofúngtin dieserBegcbenheit,samtderennatiirlichenFolgen ms Undendliche,cine neueReiheschlcchthinag obgleichder Zeit nachdieseBegebenheitnur dic Fortsetzungciner vorhcrgchendenRedieisí. Den,>dieseEntschliefiungund Tat ¡iegtgar nichí in der Abfolgeblofier Naturwirkungen, undist nicht cincblofleFortsetzungderselben,sonderndic bestimmendenNaturursachenhórenobcrhalbderselben, in AnsehungdieserEráugnis gal;: auf die zwaraufjenefolgt,aberdarausnichíerfolgt». 2 Ve!. estaestrechaunión entrela acción y la actividad(Thun/Thátigkeit)y la libertadenop. ciÉ, A 541/E569. Ve!. y. Gerhardt,op. oit., p. 124: «Esterendimientodel conceptode acciónno se oponedeningunamaneraa su transferenciaa la causalidadno empírica Mediantelas causasinteligiblesno se alterael conceptodel acontecer naturalfáctica La causalidadmediantelibertad indica solamente,que sepuede>;pensarsin contradicción1ambién unidadeseficientesde otra especiepara la unidadcausa/efectoen el mundode la experiencia,quenospermiten comprendercl conceptodeun inicio engeneralIncluso,sino enlazamosla seriecausa/efectomeramenteen si, sino que queremosconcebirloscomototalidad, necesitamosla Ideade una causainteligible, a la quecorrespondeel todo comosu efecto». ¡‘di Y Gerhardt,op. cit., p. 128: «Parapoderconcebirengenerallo quesignifica “causalidadpor libertad” Kant necesitaun concepto,queproduzcala relación entreefectividady sustancia.En la accióncomo “actio’ tiene ese conceptodesdeel principia Solamentenecesitaponerlo, e;; correspondenciacon la definición, como miembro mediadorentreel sujetoactuantelibre ysu efectaPor lo tanto, endependenciadesustanciaycausalidadla acción esantesquenadatambiénen respectoprácticouna comprensiónquehaceposibleun concepto(transcendental)». 220 U U U U u • 11.2 Elproyectoestructural de la solucióndela terceraAntinomia. U u La solucióndel conflicto entrenaturalezay libertadque protagonizala terceraantinomia u de la Crítica de la razónpura —que denunciael desconocimientode una decisivadistinción U transcendental—tomarácomopunto de partida la presentaciónde un modelo completode la u causalidadde un fenómeno,que representaráel primer acercamientoa la consideraciónde una causainteligiblecomoprincipio capazde aplicaciónen lo sensible,unadefiniciónen principio— unicamentesecuentacon la determinaciónde la objetividad de los fenómenoscontenidaen la analítica transcendental—dificil y oscura,pero que se aclararámediantela aplicación del U modeloelegido,quenospermitiráaceptarlo quesenecesitaba,a saber,la posibilidadde quealgo puedasercausaen una seriecondicionadafenoménicamentey, al mismotiempo, sercausafuera de esa serie, si bien los efectossubsiguientessiemprese integraránen aquélla’. Un epígrafe pertenecienteala solución, bajoel significativo titulo de «Posibilidad de la causalidadmediante U libertad en unVicación con la ley universal de la necesidadnatural»2, suministra una silueta U (Schattenrl/j) del modode procederde la razónenestesuconflicto, que precederáa la ejecución • de la solución. En efecto, para poder pensarjunto (neben) a la causalidadempírica y simultáneamentecon ella otro modo de causalidadsuponeun pasoineludible la definición de U inteligible3—que recuerdaen buenamedidael tratamientode lo problemáticoen el capitulofinal U de la analítica transcendental—,al permitir pensaresanoción unaexterioridadconrespectoa los • fenómenosy una temporalidadajenaal tiempoy abrir, así, una distanciaentrela causalidady la U acciónpor (von) libertady la causalidadsegún(nach) leyesnaturales.En virtud de la definición • mentadaganaremosla posibilidadde pensarunafacultado potencia(Vermógen)enel fenómeno, U que no seráobjeto de intuición sensible,ni siquierade una intuición pura, esdecir, que no será u fenoménica,lacual,sin embargo,puedesercausade los fenómenos,porlo tanto,obtendremosla U posibilidaddeconsideraral fenómenocomosujetocapazde causalidaddesdeun doblerespecto4. u La suposiciónde una causalidadinteligible pertenecientea un fenómenorepresentará,por lo U tanto, un primer resultadoesencial para la discusiónque aquí nos ocupa, al aportar con el u aislamientode unaintervencióninteligible causalenel mundoun pasoesencialparael problema u de la metafisicay su tratamientodesdeel idealismotranscendental,que nos autorizaa concluir u que una acción (Handlung) puedeser inteligible, propia de una cosaen sí, mientras que, al u mismotiempo,susefectos(Wirkungen)seanfenómenosenel mundo. U El trazado de un concepto-límite por parte del mismo entendimiento,que permite u vislumbrartrasde sí un espacioabierto,perovacio, debeseraprovechadoparaabrir nuevasvias de accióny discusiónal conflicto de naturalezay libertad. Esteespacioproblemáticoservirá a u nuestrarazónparaacudira unahipótesisalternativaa la del adversario,que por lo menosanule —en el sentidode una oposiciónreal— la fuerzade la negacióndogmáticade la existenciade En estadistinciónestaráenjuego también la exterioridadde la razóncon respectoal tiempocomo sucesión,para u pasar a adscribirse más bien una permanencia(Beharrlichkeit) y una presencia(Gegenwart) constante,que U significativamenteya no seránlas quecaractericenal modode serdelas cosas.Posibilidadquerequiereasimismo U que,ademásde la diferencia critica empirico/transcendentalpuedaintroducirsela de empirico/inteligible, lo cual • exigeunaciertadiscusiónpreviaacercade ladiferenciaentrelo doctrinaly lo critico presenteenla KU, EE, 1-II; cfr. • op. ch., §§76y79. 2 Ve!. KW, A 538/E566-A 541/E569. Ve!. op. cñt, A 538$ 566: «Llamo inteligible a aquello en un objeto de los sentidosque no es ello mismo U fenómeno». ~ Vd op. ciÉ, ibidl: «[Pjuede considerarsela causalidadde esteente [tras la definición de lo inteligible] desdedos lados;comointeligible (intelligibel) segúnsu acción, comocausalidadde una cosaen si misma,y comosensible u (sensibel) segúnlosefectosdel mismo,comola de unfenómenoenelmundodelossentidos». U U 221 U U U u u U una causalidadpor libertad. Paracomprenderen su sentidocompletoel instrumental empleado por la razónen estepunto de su conflicto no estaráde másremitir a lo queen en primercapítulo de estetraba~ose mencionéy discutió acercade carácterdel materialbélico adscritopor Kant a las hipótesis . Esteesel sentidoen el que el usopositivo de lanociónde límite, tal y como quedó establecido,por ejemplo,en el capítulofinal de laAnalítica transcendental,permite avanzaren la defensade un doble punto de vista —la causalidadde un fenómenono esúnicamenteni siempre sólo fenoménica—,que evite la contradicciónde unacausalidadpor libertadcon las condiciones de la experienciaposible. La soluciónde la primera antinomia dinámica se acerca,en un gesto muy semejante,a la cuestióndel doble punto de vista en la consideraciónde la causalidaddel fenómeno: (; embargoenteramenteaceptablesparaen todo casoúnicamentedefenderlas;estoes, no enel uso dogmático,sinoen el usopolémico»;cfr. este texto con el rendimientonegativode las hipótesistranscendentales—usodeunaIdea dela razónenunaexplicaciónnatural—en tanto quesuponenun fomentode la ignavaratio, en op. cit., A 772/8800-A 773/8801 y A 781/8 809; cfr. GMS, BA 121. 2 Ud. Krlt A 538/8566-A 539/8567: «Fine solchedoppelteSeite, das VerméigenemesGegenstandesderSinnesich ni denken, widerspriclut keinem von den Begriffen, die vdr uns von Erscheinungenuná von einer móglichen Erfahrungzumache>;hahenDen>;, da diesen,weil sie an sichkeine Dingesind, ein transzendentalerGegenstane! zum Grunde liege;; mg?, der sic als blofie Vorsíellungen bestimmt, so hinderí nichts; daj? vár diesen; traí;szendentalenGegensíande,aufler der Eigenschafi.dadurch er erscheint, nichí auch emeKausalitát beilegen sollten, die nichí Erscheinungist, obgleichPire Wirkungdennochi>; derErscheinungangetroifenwird». 222 U U U U u • (VermñgeneinenZustandvonselbstanzufangen,?.Envirtud de estadistincióncrítica, uno de los • requisitosparala determinaciónde la causalidadde un fenómenopor un carácterinteligible de u aquéllaserá,por un lado, la ausenciade sometimientoa las condicionestemporalesporpartedel • sujetoactuante(handelndesSubjektf. Porotro, en virtud de suasientoy origen en la nociónde u límite, el carácterinteligible de una cosa,que no podemosconocer(kennen),al ser incapacesde • percibirlo (wahrnehmen),tendráque serpensado(gedachtwerdenmufi) de acuerdo(gemq/3)con el empírico,del mismo modo en que considerábamosposible pensarun objeto transcendental como fundamentode los fenómenos,aunqueno podíamossaberlo que fueraen si mismo3. La acción libre ni surge(entstehen)en un momentodado ni perece (vergehen),es decir, no está U sometidaa las mismascondicionesqueaquelloquemodifica suestadosegúnel tiempo, comolas sustanciasy conexionesfenoménicas.Pero,amparándonosen unaoperaciónmetódicapropia del idealismotranscendentalpodremosutilizar la causalidadempíricacon la que el agenteoperaen el mundocomo una suenede esquemasensiblede su causalidadinteligible. De estamanera, U asistimosa la escisióno partición de la causalidaddel sujetoen dosplanosde sentido,que le caracterizaráncomofenómeno,es decir, como partedel mundo sensible,como tal sometidoa U leyesnaturales,y como noúmeno,a saber,exentode todadeterminacióntemporaldinámica,y U por ello mismo,independientey libre (unabhdngigundfre;/. Vislumbramosigualmenteque la • función lógica del juzgara la queseamolda,tomandosuformalógica, la categoríade causa,que • no es sino el juicio hipotético, actuarácomo el hilo conductorparaabrir el espaciode juego • requeridoparapensarunacausalidadintelectual,a la queremiteel carácterintelectualdel sujeto. u Recogiendolos beneficiosqueparala distinciónentrelo sensibley lo inteligible puedenreportar • ciertasdecisionescriticas expuestasa lo largode la fundaciónde la ontologiacrítica, el juez del U conflicto fructificará todas las consecuenciasposibles del hecho de que en los conflictos U dinámicosseaposibleseñalaruna diferenciadeestructurasausenteen la síntesishomogéneade U los matemáticos,donde la disputase mantieneen el terrenode las condicionesen el fenómeno, • puesla indicaciónde esa heterogeneidadsubsanarála falta que se sufre de fundamentosde u derecho (Mangel der Rechtsgrñndef.Una de las primeras consecuenciasderivadasde la U • La definición de ambasespeciesde carácter la encontramosconcretamenteenKrV, A 539/8567, dondemediante un carácter empirico las accionesde un sujetodel mundo sensible«se hallarían, comofenómenos,de manera U continuae>; mutuarelación Co>; otrosfenómenossegúnleyesnaturalesestables,ypodríanderivarsede ellas como • ~uscondiciones,ypor lo tanto, en combinacióncon éstas,serianmiembrosde una únicaserie del ordennatural»; U mientrasquemedianteel carácter inteligible, «sibienesla causadeaquellasaccionescomofenómenos,emperono • seencuentraél mismobajoningunacondicióndela sensibilida4y élmismonoes unfenómeno».2 La determinaciónde esaausenciade sometimientoa las condicionestemporalesde las que,sin embargo,no puede U librarseningúnfenómenonosremite fundamentalmentea trespasospresentesen KrV A 539/8 567-A 541/E 569: • «Enél [enel sujetoactuante]no surgida(entstehen)o terminaría(vergehen)ningunaacción [.1 puestoqueenél, en U la medidae>; queesnoúmeno,nadasucede,ilinguna alteraciónquerequierauna determinacióntemporaldinámica • ni, consiguientemente,ningunaconexiónconfenómenosen cuantocausas,este seractivo (tátigesWesen)seriaen susaccionesindependientey libre de toda necesidadnatural,ya queéstasólose halla en el mundode lossentidos. Seríaperfectamenteconectodecir que eseser inicia por si mismo sus efectosen el mundosensible,sin que la U accióncomie¡;ceenél mismo». U Vd. op. cM, A 540$ 568. U 4Vd.op.cit.,A541/B569. Vd. op. ciÉ, A 529/E 557-A 530/8 558: «Emperoahora, puestoqueavanzamos(fortgehen)hacia conceptos dinámicosdel entendimiento,en la medidaen quedebenacomodarsea la Idea de la razón, cobra importancia U aquelladistinción [entresintesisdelos fenómenosmatemáticay dinámica],y nosabreunaperspectivaenteramente U nuevarespectodel litigio, e>; que la razón se halla envuelta,el cualfue antesrecusado(abgewiesenwerden), al • basarseen presuposicionesfalsaspor amboslados; ahora, teniendoen cuentaque tal vez tenga lugar en la antinomiadinámicaunapresuposiciónquepuedacoexistircon la pretensiónde la razón,desdeestepuntode vista, ypuestoqueeljuezsuplela deficienciadelosfirndamentosjurídicos, quehabíasidoignoradapor ambaspartes,se u U 223 U U U u U U distincióncrítica deljuez serála distinción entrecomenzary principiar. Dicho con la corrección debida,un serindependientey libre comenzaráaccionespor él mismo,perono en él mismo,algo a enlazardirectamentecon laobservaciónen la que nos detuvimosun poco másarriba, segúnla cual la acción libre ni surgeni perece. La explicación natural-fenoménicade una acción por libertad será,pues, la única explicaciónplausible, en el fondo, de la misma, por la que se insertaráen un tejido dinámicocausal,peroel principio de esaacciónpuedetenerlugar sólo por libertad. Estas son las únicas condiciones en que podemos encontrar una acción legal, concordantecon la necesidadnatural, y, al mismo tiempo, pertenecientea un orden de inteligibilidad suprasensible,esdecir,en quepodemosencontrarunacoexistenciasin conflicto de naturalezay libertaden unamisma accióny con respectoal sujetoactuante1.Así pues,la silueta de la solucióncritica del conflicto, introducidacon anterioridada éstaconel fin de alcanzaruna visión global (Uibersicht) del proceder(Gang) de la razónen el mismo, suponeuna partición, transcendentaly metafisica,de dos órdenesdel mundo, no materialmentedistintos, sino sólo heterogéneospor lo que conciernea susfundamentosdedeterminación,encuantodosmodosde consideraciónde la actividad(Tátigkeit) de un fenómenocomo producción(Hervorbringung) de efectossegúnlas leyesnaturales,esdecir, comopoíesis,y consideradaen sí misma,en tantoque práxis, en la quenadaaconteceni semodifica, en la medidaen que la acción inteligible ni surge ni perece.Ahorabien,lo querealmenteseráde valor de caraala metafisicay su posibilidadesel planteamientoen esteesbozoparticular de la relación (Verháltnis) entreestosdos órdenesde inteligibilidad y determinaciónde nuestroactuarquedefineal conceptode libertad,cuestióna la cual—comonosproponemosmostraren partesposterioresde estetrabajo—volveremosdesde sutratamientoen unaobracomola Crítica de/Juicio. Por lo que llevamosvisto deestaconsideraciónestructuralprevia,el conflicto antinómico hallará solución atendiendoa las coordenadasdel mapa ontológico que traza el idealismo transcendental,algo que descubreel filósofo transcendentalde la mano de aquel escollo que habilita el mismoordenfenoménicode cosas.En efecto,un mismoacontecimientopuedeacoger un fundamentosuprasensiblede sudeterminacióncausal,si bien sudespliegueno contradiráen ningún momentoel procederde las leyesnaturales.Éstaes la clave del siguientepasajede la primeraCrítica: «Si los efectos son fenómenos¿sigue siendo empero igualmente necesarioque la causalidadde su causa,la cual (esdecir, la causa)es, a su vez, fenómeno,seaexclusivamente empirica?¿No será másbien posibleque,aunquese exija paratodo efecto en el fenómenouna conexióncon su causasegúnleyesde la causalidadempírica,estacausalidadempíricamismasea, sin interrumpiren lo másmínimo su relaciónconlas causasnaturales,sin embargoun efectode unacausalidadno empírica,sinointeligible?»2. puedellegara unaavenencia(Genugtuung)entrelasdos, ¡oquela antinomiamatemáticanopermitía»;cfr. op. cit., A 531$ 559: «Ahora bien, por el hechode que las Ideasdinámicaspermitan (zulassen)una condiciónde los fenómenosexteriora la seriede los mismos,es decir, una condiciónque no seaella mismafenómeno.sucedealgo completamentedisti>¡to del resultadode la antinomia».¿LP. Lyotardhacolocadoen un puestodehonor desu teoría del diferendo a la soluciónkantianade las antinomiasdinámicas,en tanto que franquíahacia unaavenenciaentre razonesy discursos no conmensurables,sino resuelta en el seno de la heterogeneidadde dos órdenes de inteligibilidad biendistintos, que se muestraestrictamenterespetuosacon la diferenciaque les separade un posible géneroúnico, pueslosusosdela razónserándosy no podránreducirsea uno superior. Al respectoremitimosa su obraLedifférend,concretamenteal cap.Le genre. lanonne,Pp. 193-196,queincluimos en bibliografia. Vil. KrV, A 541/E569. 2 Vd. op. cit., A 544/E572: «‘st es den>; aber auchnotwendig,da]?, wenndie WirkungenErscheinungensind, die .Kansalitútihrer Ursache,die <‘namlích ursache,)selbstauch Erscheinungist, lediglich empirischsein míisse? Und ist es nicht vielmehrmóglích, da]?, obgleich ni jeder Wirkung in der Erscheinungeme Verkntipfungmit ihrer 224 U U U U U • La primerapartedel proyectode solucióndel conflictoantinómicodinámicosuministrael • resultadode que la libertadcomo fundamentode determinaciónde la causalidadde las cosas • naturales,de acuerdocon un principio formal de la razón,no implica en absolutocontradicción • algunacon la legalidadnatural, cuyaposibilidadconjunta o convivencia(Zusammenbestehen) • quedademostradaen laprimeraCrítica, como será recordadoen momentosulteriores,al anulary reducir a nada (vernichien) las objecionesen contra,apuntandosimplementelas razonesdel • surgimiento de una apariencia dialéctica’. Ese será el auténtico espacio de sentido de la causalidadinteligible al que se referirá el idealismo transcendental,y en cuya pensabilidad invertirá todos sus esfuerzos,para evitar todadicotomía,todaseparaciónradical de densidades U ontológicas—que reclaniaraposteriormentepara su sostenimientoun sistema de armonía U preestablecida—,enbeneficiode la fundaciónde una convivenciade lo diferente,de diferentes ordenesde inteligibilidad, de voces,de facultades,de proposiciones.De estemodoseadvertirá U un importante progreso ; de la prueba de Mendelssoh>;.,B 423, nota; cfr. op. ch., Obs. general concernienteal tránsito de la psicologíaracional a la cosmología,11 429-432,vd. B 431: «Supuesto,empero,queseenco;ntaraen lo que signe,no enla experiencia, si>io en ciertas[.1 leyesdel usopurode la razón, la ocasiónparapresuponemoscomolegisladoresenteramentea priori en consideraciónde nuestrapropia existencia,se descubriráde esemodo una espontaneidadmediantela cual nuestrarealidadefectivaseria deíermi>zable,si>; requerirparaello las condicionesde la intuición empírica[...]. Si bientendríamedia>;teaquellamaravillosafacnltadquesólo merevela(offenbart) la concienciadela ley moraL un principio de la determinaciónde mi existencia,que es puramente intelectuaL ¿mediantequépredicados?No medianteotros que los queme tienenqueserdadosen la intuiciónsensible»;cfr. op. ci>., A 546$ 574-A 547$ 575. 2 Vil op. citó, A 547/B 575; cfr. Proleg., §53, A 153. Vil op. cir, A 548$ 576. Vil. op. dh&, A 549/8 578: «[T]odas lasaccionesdel hombreenelfenómenoa partir desu carácterempíricoy de las otras causasconcurrentesestá»determinadassegúnel orden de la naturaleza»;cfr. op. cii., A 554$ 582-A 555$ 583: «En todo estoseprocedecomoen cualquier investigaciónde la serie de causasdeterminantespara un efectonaturaldadaAu>;que sepiensequeelacto estádeterminadode estasuerte,nopor ello se dejadereprobara su hacedor,y noprecisamentea causadesunatural desafortunadoni de lascircunstanciasquehan influido enéL tampocopor el tipo de vida quehaya llevado a>;tes, puessepresuponequesepuededejar etíteramentea un lado cómo hayasido esetipo de viday la seriede condicionestranscurridacomono ocurrida [,,.], comosi el agente comenzaraconello completame>;tepor simismouna seriedeconsecuencias». 226 (erzeugen),obtendríamosotrareglay orden,ya no naturales1,indicadajustamenteporel So//en, inexplicablesporun seguimientorigurosode la explicaciónnatural: «Sinembargo,a vecesencontramos,o por los menoscreemosencontrar,que las Ideas de la razónhan demostradoefectivamentecausalidadenconsideraciónde las accionesdelos hombres, como fenómenos,y queéstashanacontecido,no porqueestuvierandetenninadasmediantecausas empíricas,no, sinomediantefúndamentosde la razón»2~ Este hallazgosospechadoesjustamenteel de una causalidadde las Ideasde razón en relacióna las accioneshumanas,de las que,a pesarde su legalidadfenoménica,no puedepasarse por alto quehanacontecidomediantefundamentos(Grúnde)de la razón.Estaresistenciaracional a la explicación unilateral natural se resolveráigualmenteen la imposibilidad de dar con un primerfundamentodeterminantede la moralidado no de la elecciónde nuestrasmáximas,pues lo contrarioequivaldríaa explicarcómo la razón puedaserpor sí misma práctica,es decir, a partir de ello, cómo sea posible la libertad, con lo que automáticamentela diluiríamos en naturaleza3.Por estasimportantesrazonesni sabemosni podemosaventurarnosa sabercómo podríahaberdeterminadola razónde otra maneraa los fenómenos,puespreguntarseporalgo semejante,no sólo supera(ñberschreiten) con mucho toda capacidadde respuestade nuestra razón, sino que equivaldríaa algo así como cuestionarpor qué nos son dadoslos objetos únicamentemediantelas formasde la intuición del espacioy el tiempo,esdecir, a preguntarnos por el origen de nuestrafinitud4. Más bien la tareaque se proponíala solución del conflicto cosmológicodinámicoentrenaturalezay libertadera indagaren la posiblecohabitaciónen la misma materia, a saber, las accionesfenoménicas,de dos fundamentosde determinación distintos,pero de ningúnmodo penetraren el ordende razonesdesplegadopor una causalidad inteligible, que una distinción transcendental,habilitada por las mismas herramientasde la analíticatranscendental,permitió reconocer,lo cual nos introduciria irremediablementeen una legislacióndistinta de aquéllaen la que nos encontramosahora. En esa medida,el carácter empírico, objeto de estudiode las cienciashumanas,se torna sólo un índice significantedel carácterinteligible de la razón, comounasuertede esquemasensible(sinn/ichesScherna)de la determinaciónracionaldel último. La temporalidadnouménicade la acción se ilustrará en analogiacon la permanencia (Beharr/ichkeit) de la sustancia,en cuantocondición permanente(beharrlicheBedingung) de todas las accionesefectivasde los hombres,en contraposicióna la mediateznecesariaparala determinaciónen el tiempo, de modoque sólo el carácter empfrico del agentepuedadeterminar ‘Vd ¡ígder HandlwzgendesMenschen,als Erscheinungen.bewiesenhaben, unóda]? sie darumgeschehensind, >;icht weilsiedurchempirischeUrsachen,nein, sondernweilsie durch0>-linde der Vernunfi bestimmtwaren». Vil op. cit., A 551$579; vil op. cit., A 557/8585: «Por lo tanto, sólopodemosalcanzarconel eíúuiciamientode accioneslibres, en consideraciónde su causalidad, hastala causainteligible, pero no podemosir más allá de la misma»; cfr. OMS, BA 120; cfr. Religión, p. VIII, nota. El fUndamentoracional de la elecciónde una máxima permanecerá—como ilustran los dos pasajesmencionados—desconocidopara nosotros,que sólo podremos ascenderde una máxima a otra. De otro modo, si la decisiónresultaraexplicable medianteel único género de explicacióndel queescapaznuestroentendimientodiscursivo,a saber,unaexplicaciónnatural,habriamosterminado por reducir la libertad y su causalidada naturaleza.Volveremosa ocupamosde esteaspectoesencial de la concepciónkantianade la libertaden cl capitulo de estetrabajoquededicaremosa pensarla capacidadde la libertad humanade negarsea si misma,deelegirel mal en susmaximas. ~Vd. KrV, A 556/8584-A 557/8585;cfr. op. ciÉ, Deduccióntranscendentalde lascategorías,§21,11 145-6 227 U U U U U U U U U U U U U U U e U U U U u U U U U U U U U U U U U U U U U U U U U u e U U U U U U U U U U e U U U U U de esamaneramediataalgo de la intemporalidadde la razón, en la que no podremosdistinguir tramostemporales,así como tampocodeterminarsu inicio y su final1. Esta aclaraciónacercade las únicas condicionesposiblesde presentaciónmediatade la acción por libertad invitan a recogerun primer sentidode la misma,como capacidad(Vermógen)de comenzarpor sí misma (von selbst) una serie de acontecimientos(cine Reihe von Begebenheiten),sin que éstos comiencenen ella2, permaneciendocomo la condición incondicionada(unhedingleBedingung) de toda acción posible por el arbitrio (Willkñr). La aplicación de la solución del conflicto antinómicono duda,pues,en sefíalarla importanciade pensarla relaciónexistenteentrela razón —en cuantofundamentode determinaciónde ciertasacciones—y el tiempo, en la línea de la defensade la permanenciaque ya hemosapuntado.La acciónpor libertad, posiblepor conceptos de razónen suuso práctico,nosconduce,así, aunadimensiónpobladapor instantes,portadores de unapermanencia(Beharrlichkeit)y presencia(Gegenwart)que no resultansubsumiblespor la esquematizacióntemporal fundamentadaen la analíticade los principios. Como determinante último de cierto tipo de accionesrelevantespara la moral, la razón es una suertede presente eterno,queentantoquefundamentooculto —no explicablepor razonesnaturales—haceposible que los sucesosdispersosde una vida se reúnany conformen,bajo la guía de esa suertede decisión suprema,de modo que den lugar a un carácter, a una personalidad, adscribiblesa nuestrosernouménico3,de los que somosconscientesdesdeel momentoen que nos sabemos seres racionales finitos —sabemosque somos personalidady que nos podemosdar un carácter sólo imputable a nosotros mismos—, pero en los que no podemos penetrar (cinsehen) ulteriormente—conel fin de saberqué somoscomotales—,puesello supondríaunaviolaciónde la relación final, en consideraciónde los interesessupremosy usos legítimosde la razón,que mantienennuestrasfacultadesde conocimiento.En efecto, la limitación inherentea nuestros mediosde determinaciónconceptualnos impedirá acometercualquierensayo de explicación teórica de la posibledeterminaciónracionala la acción,por lo que sólo podremosadscribirlaal uso práctico de nuestrarazón, que vincula dc maneraabsolutaa todo ser racional, pudiendo proporcionarla siluetade supersonalidad.Así, a la vistadel esbozoconceptualpropuestoparala 1 Vil. ¡;ente (beharrlicheHedingung)de todaslas acciones arbitrarias, bajo lasqueapareceelhombre. Cadauna deellasestádetermi>¡adae» elcaracterempíricodel hombre antesde que acontezca.E>; consideracióndel carácter inteligible, del que aquél es el esquemasensible,>10 i’ale ningún antes, o después,y toda acción, i>;dependientementede la relación temporalen la que está con otros fenómenoses elefectoinmediato del carácter inteligible de la razón pura, que, así, actúa libremente,si» estar determinadadinámicamenteen la cadenade las causasnaturales, medianterazonesexternaso internas, pero antecedentessegúnel tiempo»;cfr. op. ciÉ, A 555/11 583-A 556/8584: «La razó»mismano se mod~fica (verándere sich nicht) [.1 está presentey es única para todaslas accionesde los hombresy en todas las circunsía>;cias temporales,pero ella mismano estáe>; el tiempo,ni pasaa un estado;;uevo, en el queantesno se enco;;traba;es determinante(bestimmend),perono determinable(bestimmbar)e>; consideracióndeesemismoestado». 2 Vil. op. cit., A 554/8582y A 541/B 569; cfr. Proleg.,§53, A 152. Vil. Krf< A 556/8584;cfr. KprV, A 177: «Puesla vida sensibletiene enconsideraciónde la concienciainteligible de su existe>;cia(de la libertad) la absolutau>;idad de unfenómeno,que, e>; la medidae>; quecontienesolamente fenómenosde la intención (Gesinnung)que co>;cierne a la ley moral (del carácter), no tiene queser eqjuiciada según la necesidad>;aturaL que le correspondecomofenómeno,si>;o según la absolutaespontaneidadde la libertad». La definición y primer tratamientodelapersonalidaden la obrakantianalos encontramosen la Religion, 1, Pp. 15-9. La capacidadde nuestroobrar moral de labrarnosun carácterdeterminado,un aspectomoral que nos caracterizaen propiedad,pareceun motivo de herenciagriega;cfr.Aristóteles,EN, 1, 1098 a 11-20; 1100 b 11-22; 1101 a 14-16; cfr. tambiénP. AubenqueLa prudenceche:Aristote, cap. ITI, L anthropologiede la pn¿dence,PP. 106-177. 228 U U U U U U solucióndel conflictodinámicoentrenaturalezay libertad, el mentiroso podrásermuchascosas • ademásde alguienqueobracontradeber,porejemplo,un enfermomental,una víctima social,un U ignorante, pero sabemosde antemanoque como ser racional un contrato originario, donde • originario mienta una rigurosaexterioridadal tiempo, le vincula a la racionalidadcomo orden U inteligible de cosas,observaciónque salvaguardael acontecimientoposiblede algo así comola • decisión,algo que «estáinmediatamentebajo e/poderde la razón»,cuyacausalidadcarecede U sometimientoa las condicionestemporalesfenoménicas~, por lo que resultaindependientede todocálculopragmático. U 11.4Resultadodela solucióndelprimerconflicto cosmológicodinámico: la pensabiidaddela libertad. U U El proyectoestructuralde soluciónpensadoparael primerconflicto dinámico,en el que U estáen juego la salvación de un conceptoclave para la realizabilidadde cualquierproyecto U concernientea la saludo enfermedadde la metafisicacomoes el de la libertad, parecehaber U logradomostrarque la aparienciade conflicto del casoresidíaen la presentacióny defensade la U contradicción(Widerspruch)de dosconceptos,que,en realidad—introduciendouna distinción U transcendentaldecisivaquemostraríala distinciónde la síntesisfenoménicapensadaen las Ideas U cosmológico-dinámicascon respectoa la de las matemáticas—,eransusceptiblesde unificación • (Vereinigungí.El desmantelamientodel cúmulo de conksionese ignoranciasque dabanpasoal U conflicto dialécticonosconduciráapoder (k5nnen)considerar a algunasaccionescomolibres en U el origen de sudeterminación,al mismo tiempo que como naturalesen su acontecer,desdeel U momentoen queno sedarárazónontológicaalgunaparaque la causalidadlibre seaincompatible • con un conceptoriguroso de naturalezay tenga que contradecira la legalidad natural. El U resultadode la solución de la terceraantinomiasuponeasí el colofón de una serie de ensayos, U esencialesparael desplieguecompletodel conceptodoctrinalqueesel idealismotranscendental, U en los que selograbaseñalare indicaren el límite de la legalidadnaturalel horizontede un tipo • de determinaciónpuramenteracional,concernienteal campode lo nouménico.Ahora es en el U senoOrn Schofi,) del mundofenoménicodondereconoceremosen ciertas de las accionesen él • acontecidaselefectosensibledeunacausalidadinteligible, sin que, sin embargo,podamosllegar • a conocer,pormotivosqueya mencionamos,qué seapropiamenteesacausalidadcomo libre, ni • por qué el carácterinteligible produceunosfenómenosdeterminadosy no otros. • Con la independenciae inmanenciaque caracterizaa los gestosde la razónespeculativa • en la soluciónde sus conflictos,éstaselimitará a defenderen el casoque nosocupaque pueda U darseuna determinacióninteligible de lo empírico, sin obstáculoo daño (Eintrag) subsiguiente U ninguno para la exhaustivadeterminaciónempírica de ese mismo fenómenosegún leyes U naturales.En este sentido,ya vimos cómo pretenderaveriguarel modo en que seproducela • ‘ Vil KrV, A 556/11 584; cfr. Proleg., §53. A 156: «Puesla relación de la acción confundamentosracionales U objetivosno es una relación temporal», por lo que la argumentacióny la pruebade la relación causalcomo un U principio del entendimientopuro tenia que adelantarla perplejidadque representaríapara este elementode la • legalidadmecánico-naturalla presenciadeun inicio absolutamenteprimero,parael cual el tiempo, comoformapura de la intuición, seráenprincipio incapazde aportarun esquemaadecuado.Habráquerepararposteriormenteen las relacionesentre tiempo y libertad, lo queharemosfundamentalmentede la manode la invitación quepara ello U suponela analíticade lo sublimeen la Critica del Juicio. H. Arendt ha reconocidoa lo largo de suobracon enorme U sagacidadla necesidadde celebrarestecontratoa-temporal—quevinculaa los hombrescomunitariamentecon su U razón—mediantela aportaciónde accioneslibres en el mundo,con lo queno hacemossino celebrarel nacimiento • ~orel quevinimosa éste. Vd Proleg, §53, A 150. U U 229 U U U U U U determinacióninteligible del fenómenoconduciríaa leersubrepticiamenteesecarácterinteligible y su ejercicio segúndeterminacionestemporales,es decir, sensibles,con lo que acabaríamos integrandoen la seriedel tiempo a un miembro que no le pertenece—heterogeneidadque se ocupabade subrayarla solucióndel conflicto—, violandoenconsecuenciatodaslas distinciones críticas que precisamentenos habíanpermitido abrir un espacioa esta legalidad inteligible exterior al tiempo y, así, destruyendotanto la naturalezacomo la libertad, que sesostienenen virtud dc la imposibilidadde un conocimientotranscendente,esdecir,de las cosasen sí mismas, paranosotros.Con ello no pretendemossino ponerde manifiestola extremaconsecuenciaque alberganlas decisionescríticas a las que estamosasistiendo,desdeel momentoen que, sin la rigurosa demarcaciónentre la no contradicción de la causalidadpor libertad y la causalidad natural y el posible conocimientoespeculativode esa causalidad,correría peligro la misma distinciónentrela idealidadtranscendentaldel espacioy el tiempo, como formasde la intuición posibleparanosotros,y la realidadtranscendentalde los objetoscomocosasen si. Los pasosrealizadospor la razón especulativaque hemosido exponiendono han sido capacesde demostrarla realidadefectiva(Wirklichkeit) de la libertad como causade fenómenos —más bien se ha apuntadoen alguna ocasión,desde el examen de la libertad en sentido transcendental,su total abstraccióncon respectoa todo aquello que pudiera facilitar su representacióno exposición—, perotampocoeratal su misión: «No es potestativopara el filósofo levantar la aparentecontradiccióno dejarla intacta; puesen esteúltimo casoquedala teoríasobreestepuntocomoun honumvacwís,en cuyaposesión podría con razón instalarseel fatalistay expulsartoda moral de esapropiedadposeidasin titulo alguno. Sin embargo,no puedeaún decirsequecomienceaquí el limite de la filosofia práctica. Puesesasupresióndel conflicto no le competea la filosofla práctica, sino queéstaexige de la razónespeculativaquepongatérmino al desconciertoen que se enredaella mismaen cuestiones teóricas,para queasí la razónprácticagocede descansoy de seguridadfrente a ataquesexteriores quepudierandisputarleel campoenqueella quiereedifican>’. Dehecho,desdela experiencia(ausder Erfahrung~ no podráconcluirsenadaque no sea susceptiblede explicarsesegúnleyes naturales,teniendoen cuentaque el único conceptode experienciacon el que contamospor el momentoesel de la experienciateórica, puesaún nos hallamosen un trabajode remociónde los cimientosde la ontologíaquepermitala fundaciónde algo así como una experienciapráctica. Por ello, tampoco podremos afirmar sin más en propiedadque la solución del conflicto debaidentificarsecon la exposiciónde la posibilidad (MÉig/ichkeie)de la libertad,desdeel momentoen que no estáa nuestroalcanceconocerningún fundamentoreal (Realgrunde)ni unacausalidadpor merosconceptosa priori. Lo que sehabrá conseguidomostrar, en efecto, como recordará en su inicio la Crítica de/ .Iuicio, es la coexistencia(Zusamrnenbestehen)sin contradicciónalgunade ambaslegislaciones,a saber, la natural y la inteligible, así como de las capacidadesy facultadesque les correspondenen un Vd, GMS, RA 116: «Alsoist es nicht in das BeliebendesPhilosophengesetzt,ob er denscheinbarenWiderstreit hebe,;, oder ihn unangertihrtlassenwill¿ denn im letzterenFalle ist die Theoriehieriiber bonumvacans, in dessen Besitzsich der Fatalist mit Grunk setzenundalíe Moral aus ihrem o/me Titel besessenenvermeintenEigentum verjagenkan>;. Doch kannma>; hier nochnicht sagen,dafldie Grenzeder praktischenPhílosophieanfange.Denn lene Beilegungder Streitigkeitgehñrt gar nicht ihr zu, sondernsie fodertnur von der spekulative; Vernunft, daJJ diesedie Uneinigkeit, darin sic sich in theoretischenFragenselbstverwickelt, ni Ende bringe, damit praktische Vernunfi Ruheund Sicherheitflir tiufiere Angnffehabe,die ihr denBoden, ivoraufsie sich anbauenwilL streitig machenkón>;ten». Un anunciode la función que correspondedesempeñara la razón especulativaen relación al sistemacompletode la razón lo encontramosen ¡;gungenin da Erscheinungdurch das S’innlichunbedingteschlechthinanzuhebendenkt,dabei sic/i U aber 1>; cine Antinomie mit ihren eigenen Gesetzen,welchesic dem empirischcn Gebrauchedes Versta>;des • vorschreibt, verwickelt.Dafl nundieseAntinomieaufeinembloflen Scheineberuhe,un4 dafl Natur derKausalitcfit • ausFreiheit wcnigstensnicht ‘widerstreite, das war das cinzige, was ‘..vir leistenkonnten,undworan es uns auch einzigundalíeit; gelegenwar». U ~No en vanose expresade estemodo la exposición, más popular que la emprendidaen la primera Crítica, de las • antinomiasofrecidaen losProlegómenos,vil §54; A 158: «[S]e requiere[parala soluciónde las antinomias]queel • lector retomeuna vez más la deducciónde todo nuestro conocimientoa priori y la prueba del mismo, que he U proporcionado,paraalcanzaruna decisiónacercadel asuntaNoenjonadamás:pues,consóloquehayapensado con la suficie>;te profundidaden esta ocupaciónen la naturalezade la razónpura, ya le seránfamiliares los U U 231 U U U U U U Más adelante,en lo que representauna confirmación del trabajotranscendentalllevadoa cabopor la primeraCrítica, la Crítica de la razónpróctica denominaráa la Ideatranscendental de libertadentantoqueespontaneidadabsoluta,en el momentode la deducciónde los principios de la razónpráctica,un principio ana/frico de la razón especulativa,estrechamentedependiente de la máxima racional que pide lo incondicionadopara todo condicionadodado. Bajo este respecto,el conceptode libertadaparecerácomounprincipio regulativo de/arazón,quepermita defender(verteidigen) el pensamiento(Gedanke)de una causaque actúalibremente,aplicando ese modelo de causalidada la experiencia,a un ser fenoménicosegúnlo que en él hay de inteligible, a saber,el hombre,al eliminar el obstáculo(dasHindernis wegnehmen)que el orden natural pudieraoponera la libertad. Con ello la razón especulativaabríaun espaciopara ella totalmentevacio, a saber, lo inteligible, del que habríade ocuparseotro de sususos,pero sin poderrealizar (realisieren) esepensamiento,transformándolo(verwandeln,)en el conocimiento de un serque obraracomocausainteligible. Sólo el descubrimientode que la razónesporella mismaprácticapermitirá que la razón especulativa,detenidaen un movimiento revestidode provisionalidad, reciba, si no una ampliación (Erweiterung) cognoscitiva o un crecimiento (Zuwachs)imposibles,sí el aseguramiento(Sicherung)del conceptoproblemáticode libertad’, en una seriede pasosque no nos conciernedetallarpor el momento. De estamaneranos parece haberdejadosuficientementecimentadala estructurade unaprimera senda(Weg) de la libertad en el pensamientokantiano—cuyapreparación,al serel primerrespectoanalizadoy, asuvez, el basamentoy apoyode los demás,no podía sino prometerselargay compleja—,que lejos de remitirnos porel momentoa surealidadefectiva(Wirklichkeit), o mismamentea su posibilidad <‘Alt g/ichkeit,) —lo que no dejade sersorprendente—,nosconducea la indicación(Nachweis)de la posibleunificación (Vereín¿gung)de naturalezay libertadcomo salvación(Rettung)de ambas en sucontextualidad.La cuestiónse presentóapartir del inquietanteasombroantela virtualidad de que un mismo fenómenopudieraserdeterminado,al mismo tiempo, segúnnaturalezay por libertad,así como desdela indagaciónde suunificación como doblecausalidadde un fenómeno. Con estefin seelaboróuna silueta (Schattenrzj/3)de la solución (Auflñsung)de la libertad como problematranscendental,que permitierareconocercon claridadlos pasosdadospor la razónpara alcanzarla,a lo que sucedióun tratamientomás concretodel problemamediantela aplicación (Anwendung)auno de los fenómenosdel mundosensible,queno podíasersino el hombre.Pero el descubrimientode algo en el hombreque no esnaturaleza,a saber,de un estratonouménico, sometidocomo tal a otro tipo de determinaciónque la natural,no tiene por qué excluir que la conexióndinámicafundamentalcon el queseaperfiladoseadeterminadacomorelacióncausal2. conceptos,solo mediantelos cualesesposible la solucióndel conflicto de la razón, circunstanciasin la cual yo mismo»opuedoesperaruna aprobacióncomplezani siquieradepartedel lector másatento». Vil KprV, A 84-5, 2 Este es precisamenteel sentidoen el que a Heideggerle pareceráque la críticakantianade la metafisicano es radical, al no poderplantear—dadoel marcoontológico seleccionado—con todo el rigor quemerecela pregunta por el Ser de los entes(die Seinsfrageausdem Grunde stellen). En su opinión habráque separarradicalmenteel origen de la preguntakantianapor la libertaden la cuestiónde la conexióncausal—el examen kantianoestará limitado por la ligazón (Bindung) que estableceentreambos—y el fundamento(Grund) de estaremisión, bajo la disyunciónacercade si la libertades un problemadecidiblepor la meracausalidad,o si al revés sólo la libertad como conceptofundamentalestaráen condicionesde dar razón de algo así como la causalidad.Heideggerserá partidario—como esbien sabido—de la segundaopción, peronosparece—y así lo intentarámostrary defender nuestrotrabajo— queKant ha vislumbradoya el carácterexterior dela preguntapor el fundamentode la libertad (GrundderFreiheit) con respectoa suexpresióncausal,comobien muestrala terceraCrítica y losescritosacercade la historia, por lo queno podrásostenersequeestacuestiónno permaneciósin examinarpor estepensador.Puede acudirseenrelacióna estejuicio a la conclusiónde la interpretaciónfenomenológicade laKrVporM. Heidegger— 232 U U U U e • La coaliciónen el agenteracionalde ambascausalidadesserealizarácomo «un caso de • un¼cacióndeterminadacosmológicamente»’,lo que mencionala provenienciacosmológicade • la problemáticametafisico-transcendentalde la libertad,que brotaen lanadaestáticarelaciónque • unea entendimientoy razón. Comodecíamosantescon respectoa la distinciónde la tareade la • primera Crítica en relación a la encomendadaa la Fundamentación,no se acude en estos momentosal hombrecomofundamentode demostracción(Beweisgrund)parala construccióndel • argumento,sino que,porel contrario,la localizacióndel problemaen relaciónal mismo suponía sólo una aplicaciónsensibleo intuitiva, que ayudabaa resolver como ejemplo una disputa 2resolublepormerosconceptos. Podemosavanzarporel momentoque hastaque no estemosen U condicionesde comprenderlo específicode la segundasendade la libertad no se captaráen U plenitudla problemáticaintegralde la primera,ni el porquéde lamesuraobligadade sualcance, U a pesarde la independenciacon la que operanla unay la otra, como seflalael anunciode la U Dialéctica transcendentalde la primeraCrítica acercade la fundaciónde la libertadprácticaen U la libertad transcendental.Si bien la primera aproximacióna la cuestiónse las verá con la • pensabilidadde la libertadcomorelacióncausal,no con la libertadefectivamentedeterminadaen • elhombre,el establecimientode la libertadcomocausalidadde un ente,en tantoque poseedorde un carácter inteligible, no implica aquéllacon la que rozaríamoslos extremoslimites de la • filosoflapráctica, a saber,la quepreguntaporcómoesposibleesalibertad,lo quenostrasladada • a la tareadeunafenomenologíadeéstaúltima. Cuandollegue esemomento,la atestiguaciónde • la libertadya no podráampararseen la construcciónproblemáticade unahipótesiscomoarmadc • guerraque la deconstrucciónescépticaseráincapazde refutary que sirva, así, paradesmontar • una aparienciade contradicciónentre dos tesiscosmológicasdinámicasenfrentadas,sino que • habráque presentarun hechoincontrovertibleque proporcionerealidadobjetivaaeseconcepto • problemáticocon el que la razón completaba(ergánzen)su necesidadde totalización, lo que • permitiría aceptar su existenciaasertóricamente.La refutación de la negación, impulsada • especialmentepor el sentidocomún,parececonstituir un necesariopreámbulopara la libertad • como conceptopositivo, que sólo podráponerantelos ojos la razónpráctica,de modo que — • comoleíamosen los Prolegómenos—la aplicaciónde un modelo conceptuala la realidad—ya U en el volumen 25 de la G.A.—,que lleva significativamentepor título La dimensiónpropiamenteontológica dela • libertad El arraigo (Verwurzelung)de la preguntapor elSeren la preguntapor la esenciade la libertadhumana. • Libertadcomofundamento(Grun4) de la causalidadRemitimosigualmentea la tesis doctoral inédita de M’ José • Callejo Hernanz,RazónySer(EstudioenIIeideggeryKant), donde—formandopartede unaestructuramucho más • compleja,queno acertaríamosa recogeren toda suriquezaenunaobservacióncomo ésta—seacudea un desarrollo del conceptoheideggerianode ErÉirterung, como indicación y atenciónal lugar (Ort) y como preguntapor la U localidad (Ortschaft) en su carácterde principio, con el fin de alcanzaruna comprensiónintegral de la filosofla U críticaque la toma en serio comotópica transcendentaly querequiereespecialmenteunarelecturade la Crítica del • Juicioquedescubrasuauténticolugarenla fundamentacióndel ordendelo transcendental-subjetivo,así comotodas las consecuenciasqueestaversióntautegóricay reflexiva de laRazónmedianteel Juicio reportaparala comprensión de la Nietafisicacrítica, vil especialmenteII parte,Razóny Juicio. Lafenomenologiakantianade la libertad (El lugar y la sign~1cacióndela libertaddelJuicioenelmapakantianode la libertady la virtualidad del conceptode • libertadcomohilo conductorparaunaapropiacióndela unidadde lafilosofiacrítica), entodocasosetratade una • linea de investigacióncontinuadaen otros trabajospor la autora, como muestrael ensayoanteriormentecitado Primado de la presenciao experienciade la libertad, a lo que debemosafladir largasdiscusionesacontecidasen cursosy seminarioscelebradosen laFacultaddeFilosofiade la U.C.M. delas que,sin dudaalguna, la tesisdoctoral U queaquí presentamosno dejade serdeudora. • ‘ Vd Heidegger,op. cit, p. 246;cfr. op. cit, Pp. 244-6 y 259, 2 Vil Proleg., §53, A 154: «Lo queyoexpongoaquívalesólocomoejemploparamejorcomprensión,ynopertenece • necesariamentea nuestracuestión,lacual debeserresueltaapartir demerosconceptos,independientementede las propiedadesqueencontremosenel mundoefectivamentereal» U U 233 U U U e U U introduciday ensayadaenla soluciónde la antinomiade la libertad—, si bien habráservidocomo ejemploparala comprensibilidad(Verstúndlichkeiú,desde el horizontemáximo del sistema,no serámásc~ue una ayudacomplementadaconcedidaa unapreguntaquedebedecidirsemediante conceptos It 5 El USO delprincipio dela conexióncausalen la defensadela liberaid transcendentalno implica una ampliación cognoscitiva más allá delas condiciones de posibilidadde la experiencia Así pues, la misma distinción clave para que algo así como una causalidad libre sea pensableen un mundo pobladonadamás que por fenómenos,a saber, la que distingue a los fenómenosde las cosasen sí mismas,es aquellaque nos impide conocer(einsehen)la libertad comola propiedadde un sersometidoa leyesmorales,al que atribuimose imputamosefectosen el mundosensible.En contrapartidade ello, sí podremospensar(denken)paranosotrosmismos la libertadcomo una espontaneidadabsoluta,respetandola limitación (Eirzschrdnkung)que la distinción entre lo sensible y lo intelectual introduce en los conceptosy principios del entendimientopuro. De estedoblepaso,anunciadoya en el Prólogo a la segundaedición de la Crítica de la razón pura, ha dado ya muestrasel modelo aportadopor la razón en su uso especulativopara la solución del conflicto antinómico. Si la razón hubiera demostradola imposibilidad de pensar la libertad hubiera sentenciado—en la inevitable absorciónde toda legalidad por partedel mecanismonatural— la supresión(Aujhebung) de la moralidad, que necesitael establecimientoprevio de su pensabilidadpara introducir principios prácticos originarios y a priori, que habilitan el desplieguede su uso. Podemos,pues,convenircon E. Carnois, cuyaobra acercade la coherenciainterna de la doctrina kantianade la libertad ha constituido una importantereferenciapara la realizaciónde estetrabajo, en que la suposición presentadaen el prólogo a la segundaedición de la primeraCrítica contiene una tesis del todo ficticia, desdeel momentoen que la moralidadno requiereparasubsistirque el entendimiento transgredalas condicionesde posibilidadde la experiencia,sino, másbien, el hallazgode un punto de convivencia,de ausenciade contradicción (Widerspruch) —la pensabilidadde la libertadsin necesidadde una intelección(Einsicht) posterior—,entrela legalidadnaturaly la ley de la libertad en un mismo campode fenómenos2.No otro seríael sentidodel motto «tuveque suprimir el saberpara dejar sitio a la fe», ftente al cual la ilusión del logicismo—el progreso presuntamentegarantizadode nuestrosconocimientospor meros conceptos—,constituirá la fuenteverdaderade toda incredulidaden conflicto con la moralidad(die wahreQuellealíesder Moralitát widerstreitendenUnglaubens/. La razón práctica proporcionará realidad objetiva indudable —práctica, nunca cognoscible teóricamente—al concepto de libertad, asegurandoasi el estatuto meramente problemáticoen el que la dejabala teórica,llenandoel vaciode determinaciónqueindicabala no Vd. GMS, BA 116;cfr. notaanterior. 2 Setratade la cuestiónqueabordanlos siguientespasajes, vil KrV, A 543/B 571: «En estoresidelapregunta:si, cuandose reconoceen la serie enterade todos los acontecimientosuna evidentenecesidadnatural, es también posible, considerara la mis-maquees, por un lado, meroefectonaturaL por el otro, comoefectopor libertad, o si entreestasdosespeciesde causalidadse encuentrauna directacontradicción»;cfr. Proleg., §53. A 154: «Puedo decir sin contradicción: todas las accionesde seres racionales,por cuantoson fenómenos(son halladas en cualquierexperiencia),sehallan bajo lanecesidadnatural, perojustamentelas mismasacciones,sólo conrespecto al sujetoracionaly a sufacultaddeactuarsegúnla merorazón,sonlibres». Vd KW, B XXX. 234 u u e e u • contradiccióndel pensamientode la libertad transcendentalmedianteuna ley de causalidad • determinanteen un mundo inteligible, que no será otra que la ley moral1. Esta operación de • ocupaciónde un terrenovacíono exigirá llevar a caboun uso transcendentaldel conceptode • causalidad,extendiendola aplicacióndel mismomásalláde los objetosdela experiencia,paralo cualhabíaquemostrarpreviamentela operatividaddel usosintéticode unarelaciónlógicacomo la que vinculaal fundamentocon la consecuenciaaplicadaa unaintuición no sensible,sino queel • usoquede esteconceptohacela razónpráctica,paraponerel fundamentode determinaciónde la causalidadhumanacomo fenómenoen la razón pura, podrá hacerentera abstracciónde su • aplicacióna objetosparael conocimientode los mismos2.Deesamaneraempleamosun concepto que se encuentraen el senode nuestroentendimiento—que es un conceptopuro a priori del entendimientohumano—,paradeterminaruna causalidadprácticaque nos trasladaa un orden inteligiblede cosas.La razónconocerá(erkennen)de algúnmodoesacausalidadinteligible, perou no necesitará—ni puede,por otro lado—hacerloteóricamente,en cuantoconocimientoteórico de una existencia suprasensible.La significación de la causalidad práctica se dará significativamentemediantela ley moral, no mediantesuaplicacióncomoestructuralógicaa la experiencia,en una distincióndecisivaparacaptarel diversoalcancede la deducciónen el caso • de las categoríasy de los principiosprácticosde la razón. • En la descripciónde qué significadar un pasomásallá de la doctrinaescépticade Hume • en metafisica,Kant tomará—comoes bien sabido—como hilo conductorla noción de causa, U cuya relaciónsededucirácomo uno de los conceptosa priori del entendimiento,operandocon • ella sin tomar fuentesempíricas.La validezde la conexióncausalparael conjuntode los objetos • de la experienciacontribuiráa que aquelloque senosenfrentapuedaasumirel aspectode un • entramadoracional,inteligible paranuestracapacidadde conocer.Ahora bien,aprovechandoun • pasoimplícito en la determinaciónde la validezobjetiva de nuestrosconceptospor partede la • ontología—pues«ademásde la relación en quesehalla el entendimientoconlos objetos(en el • conocimientoteórico), tiene también una relación con la facultad de desear, quepor eso se • llama voluntad»3—podremosreferirnosa un serque cuentecon una causalidadnouménica,a • saber, el carácterinteligible del modelo de solución de la tercera antinomia, vinculando • (verbinden) el conceptode causalidadcon el de libertad, autorización (Befugnis) que nos u ______________ U Vd KrV, B XXIX: «Empero,puestoqueno necesitopara la moral nada másque la libertadúnicamenteno se • contradigaa si misma,ysepuedapensarpor lo menos,sin tenernecesariamentequeinteligirla ulteriormente,por • lo tanto, que no interponganingúnobstáculoenel caminoal mecanismonaturaly a la mismaacción (tomadaen otra relación): así afirma la doctrinade la sensibilidadsu lu2ar. y la doctrinanatural tambiénel suyo,queno hubiera tenido lu?ar si con anterioridad la crítica no nos hubiera adoctrinado acerca de nuestro inevitable • desconocimientoenconsideraciónde lascosasensímismasy no hubierarestringidotodolo auevo¿emosconocer • ensentidoteóricoa losmerosfenómenos»[subrayadonuestro]. 2 KL KprV, A 85-6: «El conceptomismode causalidad[.1 no lo amp4/Ycala razónpráctica, de tal modoqueella extiendamásalía de los límitespensadoselusode eseconcepto.Pues, si viniera a parar ahL tendríaquemostrar cómola relación lógica del fundamentoy la consecuenciapuedeser usadasintéticamenteen otra especiede • intuiciónque la sensible,es decir, cómoseaposiblela causanoumenon;lo cual ella no puedellevar a cabo,y lo • cual, además,comorazónpráctica, tampocotomaenconsideración,parcuantoella tansóloponeel fundamentode • determinacióndela causalidaddel hombre,comoserde lossentidos(que estádada).en la razónpura(quepor eso • se llama práctica), y asL pues, usa el conceptomismo de la- causa, de cuya aplicación a objetospara el conocimientoteórico ella puedehacer abstracciónaquícompletamente[...], no para conocerobjetos, sinopara • determinarla causalidadenconsideraciónde los mismosengeneraL enningún otro sentido,por tanto, que en el • práctico,ypor esopuedetrasladarelfundamentode determinaciónde la voluntadal ordeninteligible de lascosas, • confesandoal mismotiempode buengradono entendernadade la determinaciónqueel conceptodela causapueda • tenerparaelconocimientodeestascosas». ~Vil op. cit., A 96. e • 235 u e e e u u e e e e correspondeen virtud del origen intelectualpuro, no sensible,del conceptode causa,del que hacemosun uso práctico. Se trata de un paso,por otro lado, extensibleal resto de categorías, siempre que éstas se encuentrenen una relación necesaria(notwendige Verbindung) con el e fundamentode determinaciónde una voluntad pura, esdecir, con la ley moraL La ventajaque revestiráa las categoríasde la libertad,de las quenosocuparemosen sudebidomomento,reside fundamentalmenteen que pueden designar, como meras formas del pensar, objetos indeterminadospara la intuición posible para nosotros,en la medida en que se dirigen a la determinación del arbitrio libre y cuentana su base con conceptoselementalesprácticos, derivadosde la formade unavoluntadpura,en lugarde las formasdela intuición delespacioy el tiempo,en las quetendremosoportunidadde observarla exposiciónsistemáticade unaespeciede causalidadno sometidaa fundamentosde determinaciónempíricos1.Estaampliación,entendida en sujusto sentido, de una categoríadel entendimiento,dependeráestrechamentede un paso decididoen la primeraCrítica, sin el cual sólo contaríamoscon un conceptoteóricamentenulo, en la estelade los pasosde Hume, cuyo escepticismoimposibilitabatodaposiblesignificación atribuiblea un conceptocomo el de relacióncausal,al reducirlo auna nadade significación2.Tal esel contextoen el queacontecelo quevienea llamarseel enigmade la crítica en la Crítica de la razónpráctica, dondela aceptaciónde la legitimidad de un usosuprasensiblede las categorías en consideracióndel objeto de la razónpráctica,operaciónque habíasido rechazadaenel uso teóricode ésta,serviráparasubrayarel modo de pensarconsecuentede la Crítica especulativay de la distinciónfundamentalentrefenómenosy cosasen si, decisiónquehabilita la posibilidadde queun objeto problemático,únicamentepensadocomo posibleen un régimenlegislativo, pueda constatarsecomo real medianteun faktum en otro. En consideracióna las condicionesde significaciónde nuestrascategoríasen la filosofia transcendentalhabráquerepararigualmenteen que la unificaciónde lacausalidadlibre y la natural,determinablesrespectivamentemediantela ley moral y las leyes naturales,en un único y mismo sujetoexigiráadoptarun doble punto de vista, de maneraquela primeraserefieraa éstecomo cosaen si (Wesenan sichselbst),mientras que las segundaslo determinaráncomofenómeno,presentándoloasíen unaconcienciapurao en una empírica,en una dobleperspectivasin la quela razón severíaabocadaa una contradicción consigo misma que amenazaríacon destruirla3. Las primerasobjecioneslanzadascontra el proyecto crítico desconocieron—así lo manifiestaKant en algunas ocasiones—la peculiar consecuenciacon queconceptosy principiosquehallaronun usodeterminadoen la razónteórica, recibíanen el usopráctico un sentidoy un alcancedistinto. De ahí que la segundaCrítica se e ocupe,como una ayudanecesariaparafacilitar el tránsito de una legislacióna otra, de volver a recordarlos límiteslegítimosdeconceptospertenecientesa partesdel sistemayaasentadasporel e trabajocrítico,comomodode perfilar la auténticaconexióny articulaciónde dosusosdela razón á que habráque analizaren su complejidad,«dandoa conocefl en suexposiciónreal., conceptos queallí sólopodíanser representadosproblemáticamente». En el apartadoanteriorrecogíamospreferentementeenfonnade notasa pie, casicon una e injustificada premura, lo esencial de la crítica heideggerianaacercade la estrechezde la aproximaciónkantiana a una cuestióndel calado metafisico de la libertad. En efecto, la causalidadforma parte de todos aquellosprincipios del entendimientopuro en los que se despliegael Canondel ejerciciodetenninantedel Juicio, quearticulanla legalidaddel conjunto ‘Vd. KprV, A 115-6 2 Vd. op. ch?, A 98-9. Esteesel sentidoexactode la notadeop. ch.,A 10; cfr. GMS,BA 114-5. e ~ Vd.KprV, A 12. 236 e u u e u • de los fenómenosbajoel aspectoy mododeserque aquelpensadorglosócomolopresenteante- • los-ojos (Vorhandensein)y fundamentanla objetividad del objeto, sin cuestionarcon mayor radicalidadla concepcióndel serde los entesen la filosofia transcendental1.Estamosdeacuerdo u con Heidegger—no podríamosentenderestetrabajosobreel pensamientokantianodesdeotro • puntode partidaque elestadoenel quenosdejala laborhermenéuticade estepensador—en que esa relación entre causalidady libertad no podría sin embargotener lugar sin la función u desencubndora,reveladora,de la libertad2.Perodesdela perspectivadelhorizonteen el quebrota la Ideade libertad,que no esotro queel representadopor la relación—en la quenos detuvimos en el primer capítulo de esta tesis doctoral— entre entendimientoy razón, pareceque era necesarioacudir,comopunto de partida,a unacategoríasin la que nadapuedepensarse,queen nuestrocasodebíaser la de causalidad,la cual, si bien requiereuna intuición sensibleque le u asegurela basematerialsuficienteparacontarcon una realidadobjetiva,envirtud desucarácter deconexióndinámica,permiteconvertirentranscendenteun momentode la síntesisquetramita, U poniendo,así, lo incondicionadocomocausade lo condicionadoen el mundo sensible.De ese modo,unamismaacciónpodríaalbergarcomosufundamentounacausalidadcondicionaday, al • mismotiempo,otra incondicionada,poder que la razónprácticaseencargaráde transustanciaren U ser,mediantela aportaciónde un hechotanesperadocomoirreductibleatérminosteóricos.Debe repararseasimismoen que la causalidadporlibertad,queno esen propiedadun fenómeno,sino • una cosa en sí, tendráque suponersecomoteniendoefectosque sonellos mismos fenoménicos. U Así obtendremosunanuevafigura relacionalen el espaciocomúnal entendimientoy a la razón, • en la que naturalezay libertadresultaránatribuiblessin la menorcontradiccióna la mismacosa, U queseráel hombre3,desdeel momentoen queresultaráposiblela unificación(Vereinigung)de la U libertadtranscendentaly la necesidadnaturalenel mismosujeto,si bienno en la mismarelación, U comoevidenciala distinción entrecomenzaren el tiempo—uncomienzosiempresubalterno—y • un comienzoabsolutamenteprimeroen sentidocausalen una seriede fenómenos4. u U u u u u U u u u u u u u u Un decisivotrabajo heideggerianoacercade la doctrinakantianade los principios del entendimientopumcomo U doctrinamodernade la objetividaddel objetoen cuantolo Vorhandenes¡o encontramosenLapreguntapor la cosa, U citadoenbibliografia. • 2 lId Heidegger, Das Wesender menschlichenFreiheit, p. 303: «Libertad es la condiciónde posibilidad de la • revelacióndelserdelente,de la comprensióndelSen>;cfr. OMS,RA60-1. Vd. .Proleg.,§53, A 152-3 y A 156-7. ~lId. op. cit., loc. cil., A 156. e • 237 e u U U U u a u u u u III. La atestiguacióndela libertadpor la autonomía de la voluntad Acerca de una e fenomenologíadela voluntadcomopresuposiciónestructuralnecesariapara el tránsito hacia la fundacióndela razónpráctica u «[E]sta coacciónen oposiciónreciprocay el hechode queseainevitabledana conocerla inconcebiblepropiedadde la libertadmisma»,Metafísicadelascostumbres,p. 379, nota U e 4N]o concebimos,ciertamente,la necesidadpractica incondicionadadel imperativo moral; pero concebimos,sin embargo,suinconcebibilidad,y estoestodo lo que,enequidad, puedeexigirsede una filosofia que aspiraa los límites de la razónhumanaenprincipios», Fundamentaciónde la metafisíca U de las costumbres,BA 128. u e En el capitulo anteriornos detuvimosen la recepciónde la libertadcomouna necesaria Idea de la razónen la Dialéctica transcendentalde la primeraCrítica, puesno en vano allí se suministrabael marco conceptualnecesariopara no abandonara las cosas del mundo a su determinacióncomo fenómenosen el tiempo, determinacióntemporal que, de ser la única posible,conducidaal fatalismo. En lo que siguepasaremosa ocupamosde lo que podnanios denominarla aplicacióny localizaciónde esaespontaneidadabsolutaen un modode serpractico, que se denominarávoluntad, camino que, en caso de ser recorrido en toda su extension, conduciráen último término,a unaantropologíapráctica. En efecto, la libertadcareceríade una suficientey completadeterminacióntranscendentalsi no contaraconla necesariacimentaciónde una filosofia moral pura, es decir, limpia de todo rasgo empírico o pertenecientea la antropología,en la que quededemostradala capacidadprácticaa ella inherente.Paraello habra U que llevar a término todos los trabajos previos necesariospara constituir una ciencia que contengaun conocimientoapriori por conceptospuros de un objeto, en este caso, ya no la naturaleza,sino una voluntad buena’. La filosofia —recordaráKant— expone en ciencias U separadas,esdecir,de un modoarquitectónico—a diferenciade la generalísimafilosofia practica a universal—,lo queel conocimientovulgar concibemezcladoy confuso,puesparticularmente estaúltima mescolanzaenmoral contribuiríaamenoscabary corromperlascostumbres(Sitien)2 U Frenteal estudiodel querer (Wollen) en generalque la cienciamoral wolffiana representa,Kant U propugna la necesidadde emprenderlos trabajos preparatoriosde una metafis¡ca de las U costumbres,unasuertedelógicatranscendentalde la ontologíaen sentidopráctico,que estudiee U investiguela idea y los principios de unavoluntadpura. Esostrabajospreparatoriosquedaran U recogidos en una Fundamentaciónde la maafls¡ca de las costumbres,donde la palabra U Grundlegungmentarála elaboraciónprevia del cimiento (Vorarbeutungder Grundiage), que U debedistinguirsecuidadosamentede la metafisicade las costumbrespropiamentedicha.Debidoa u ______________ u lid. MS,Introd ,II, p. 216. U 2 lid GMS, RA IX-X: «Una metafisicade las costumbreses,pues, indispensable,necesaria,y lo es, no sólopor razonesde orden especulativopara descubrirel origen de losprincipiosprácticosqueestán a priori en nuestra razón, sinoporque las costumbresmismasestán expuestasa toda suertede corrupciones,mientrasfalte esehito conductory norma supremade su exacto enjuiciamiento»;cfr. op. cit., RA 32: «Pero esta metafisicade las costumbres,totalmenteaisladay sin mezclaalguna de antropología, ni de teología, ni defisica o híperfisíca,ni U menosazM de cualidadesocultas—quepudiéramosllamar hípofisica—,no es sólo un indispensablesubstratode todo conocimientoteóricoy seguramentedeterminadode los deberes,sino al mismotiempo un desideratumde la mayorimportanciaparala verdaderarealizaciónde suspreceptos». e 238 e e u e o u e u e e e e • la peculiaridadpropia de la moral —no es tanto unaadquisicióncultural,cuantouna capacidad • pertenecientea todo ser racional— es de esperarque alcance un grado de popularidady acomodaciónpara el entendimientonotables, que le permita desempeñarla función de • pedagógicopreámbulode la inevitablesutilezaque rodeaa los fundamentos. La primeratareaquehallaráantesí el filósofo moral serála investigación(Auftuchung)y cimentación(Festsetzung)del principio máselevadode la moralidad—como negocio aislado, completoen supropósito—,cuya facilidad en el uso (Leichtbarkeit ¡tu Gebrauche)y aparente suficiencia(scheinbareZukingl¡chkeit)parael entendimientocomúnno proporcionanunaprueba u totalmentesegurade suexactitud,sinoqueincluso despiertansospechasacercade su legitimidad u cuando no se investiga debidamenteel origen del mismo’. El método elegido para esta e aproximaciónal fundamentode la moralidadseráanalítico,esdecir,partiráde la suposiciónde la realidad efectiva de la voluntad pura, de la autonomía de la misma, para regresar epagógicamenteasuscondicionesde posibilidad2,a lo queintentaremosaproximamoscomouna u fenomenologíade la libertad, en cuantoprincipio último, tan insondable(unerforschlích) como • inconcebible(unbegre~/lich),delas estructurasformalesqueirán desplegándose.Elfenómenodel quepartiráestetrabajode fundamentaciónhabráde ser una buenavoluntad (giner Wille) —al • alcancedel conocimientomoral vulgar—, comolo único buenosin restricciónen el mundo y U fuera de él, por encimadel carácter,en cuanto peculiar constitución(Besohalfenheit) de las • cualidadesque la naturalezanos ha swninistrado,del mismo modo que por encimade las • cualidadesdel temperamentoo los dones de las fortuna, por los que podemosentenderla • satisfacciónde nuestrasnecesidadesmaterialesen general. Más bien todasestas propiedades U (E¡genschaften)o posesiones(Guthaben)de nuestroespíritu no podránsino hacerdependersu • valor (Wert) de la existenciade unavoluntadbuena,quees buenamediantesu querery cuyo • fundamentode determinaciónno serásinoposiblepor libertad, adelantandoasí,impacientemente • por nuestra parte, el resultado de un largo camino que habrá que reconer mucho más • pausadamente.Paraempezar,no podríaexplicarsede otro modo la observaciónkantiana,según • la cual si, supuestoun enconodel azaro el equipamientolamentable(karglicheAusstattung)de • una naturalezamadrastra,esa voluntad no pudiera llevar a cabo su aspiracióny propósito • (Bestrebung)—en una hipótesisque sirve en realidadcomo armadefensivade un derecho • racional—y sólo permanecieseuna voluntad buena como acopio (AuJbietung) de todos los • mediosen nuestropoder,ésta seguidaresplandeciendocomounajoya brillante por si misma, • «comoalgo queen si mismoposeesupleno valo&. Comoheraldodel principio inexplorable u • ‘ J/¿ OMS, BA XV: «Ciertamentequemisafirmaciones sobre esta importante cuestión principal y hasta hoy no • dilucidada (erúrtert> ni con mucho satisfactoriamente, ganarían en claridad mediante la aplicación del mismo • principio al sistema todo y obtendrlan notable rat~ficación haciendo ver la suficiencia que se deja observar por • todos lados, pero tuve que renunciara tal ventaja, que en elfondoseria más de amor propio que de general utilida4 • porque lafacilidad en el uso y la aparente suficiencia de un principio no dan una prueba enteramente segura de la exactitud del mismo; más bien despierta cierta sospecha de parcialidad elno investigarlo por si mismo, sin atender • a las consecuencias, y sopesarlo con todo rigor.» • 2 Vd Proleg, §5, A 41-2 y A 46-8; cfr. Logik-Jósche, VIII, p. 143. En virtud de su procedimientoanalítico la • Fundamentación guardasimilitud conlosProlegómenos, si bien—diremosconD. Henrich en su “27w Deduction of Moral Law “, citado en bibliografla, vd p. 108— ésta última obra suponeuna introducciónex postJacto, mientras que la primera albergauna significancia semejantea todas vistas a la KrV. Asimismo puedeacudirsea las • observacionesacercade la distinciónde un procedimientoanalítico y sintético en las Vorlesungen uber Ethik de • Tugendbat,wi bibliografia, pp. 101-2,así cornoa las de y. Delbos,La philosophie pratique de Kant, p. 258, nota; • cfr. los comentariosde M. Caimi acercadel método analítico empleadoen los Prolegómenos, en sentidoestricto bastael §23, ensuedicióndeestaobraenIstmo, quecitamosennuestrabibliografla,pp. 74-77. 3VdGMS,BA3. e • 239 e e e e e e (unerforschlich)que esla libertad algode extraño(Befremdliches)parece rodear,en principio, a la Ideade un valor absolutode la voluntad,por lo queno tardaráen surgir la sospechade que se trate de una 2, tensionalidadsentimental no proveniente de la receptividad (Empfdngen,),sino espontáneamenteoriunda (selbstgewirkt)de un concepto de razón,quesentimosantela representaciónde la ley en sí misma,comodeterminanteobjetivo de la voluntadque sólo encuentracaucesparasuoperatividaden el ser racional,y antela actividad (TÉitigkeit) de una voluntaddeterminadapor esaley. En efecto, en la elecciónde una máxima, acto posible por libertad en el que repararemosulteriormente,el respetono será sino «la concienciade la subordinación(Unterordnung)de mi voluntadbajo la ley, sin la mediaciónde otros influjos en mi sentido»3,por lo que semostrarácomo efectode la determinaciónde mi voluntadpor la ley, no comosucausa.La segundaCrítica seocuparáde presentarcomohechoa estaley, que «nosimponemosa nosotrosmismosy, sin embargo,comonecesariaen sí»4, en lo que observamosunaexplicitaciónde estamismacomoestructurainteligible quepuede(kéinnen) y tieneque (mu]?) determinarala voluntad,de modoque sin ella el deberresultaríaserunayana ilusión (ein leerer Wahn) y un conceptoquimérico(ein chimñrischerBegrftJ)). Si recolectamos ahoralos trespasosrecorridosen unamínimaarticulaciónde los mismos,observaremosque el deberhaaparecidoa lo largo de ellos comoel conceptocentralde nuestrafenomenologíade la moral, pues no en vano es la condición de una voluntad buena en si y está constituido (ausgemacht)por la necesidadque recibenmis accionesporel purorespetohaciala leypráctica. El hallazgode esteprincipio del conocimientomoral hastaen la razóndel hombremásvulgar seráel índicedela superioridadde la facultadde enjuiciamiento(Beurteilungsverm¿igen)práctica e conrespectoala teóricadelentendimientocomúnhumano: a «Y aquí puedeverse,no sin admiración,cuánsuperioresla facultadprácticadejuzgarcon respectoa la teóricaen el entendimientocomúnhumano.En estaúltima, cuandola razóncomúnse atrevea salirsede las leyesde la experienciay de las percepcionesde los sentidos,cae en meras imcomprensibilidadesy contradiccionesconsigo misma, al menosen un caosde incertidumbre, oscuridady vacilaciones.En lo práctico,empero,comienzala facultad de enjuiciarmostrándose antetodomuyprovechosa,cuandoel entendimientocomúnexcluyede las leyesprácticastodoslos motoressensibles[.1 puede[.. .1 abrigar la esperanzade acertar[acercadel valor de las acciones], ni másni menosqueun filósofo, y hastacasiconmásseguridadqueesteúltimo, porqueel filósofo no puededisponerde otro principio que el mismo del hombrecomún;pero, en cambio,puede -- a á seranimal y como sermoral, bien comodeberes hacia los demás,ya seanconsideradoscomohombres—de los que forma parteel deberde beneficencia como uno de losdeberesdeamor—, ya seaatendiendoa suestadoy al respeto quese les debecomo seresracionales.La exposicióntriádicade la fórmula del imperativo categóricoofteceráuna nuevaocasiónpararepararenestasignificativarelaciónentrela Fundamentacióny la Doctrina dela virtud Setratadeuno de los primerosanunciosde la distinciónentrearbitrio (Willldir) y voluntad, 2 Vd GMS,RA 14. Conrespectoa la introducciónde la nociónde respetodesdeel estudiodel respectosubjetivodel obrarpor deberpuedeacudirseaKprV, A 134:«[E]l respeto hacia la ley no es motor para la moralidac¿ sino que es á lamoralidad misma considerada subjetivamente como motor», a Vd OMS,BA 16, nota. <~ Vd op.cit., ibid 242 e e e e e u u e e oscurecerfácilmentesujuicio mediantemultitud de consideracionesextrañasy ajenasal asuntoy apartarloasí de la direcciónrecta»1. u Perola sabiduríamoral (moralische Weisheiu)requierede la cienciaparaproporcionara su precepto(Vorschr lauter Unbegre4flichlceiten und Widersprtiche mit sich selbst, wenigstens ir> ein Chaos von • Ungewflheit, Dunkelheit und (Jnbestand. Jm praktischen aber f?ingt die Reurteilungslcrafl denn eben allererst s¡ch recht vorteilhafl ni zeigen, wenn der gemeine Verstand alíe sinnliche Triebfedern von pra.ktischen Gesetzen ausschl¡eflt [ 1 kann [ ] s,ch eben so gut Hoffnung machen, es recht ni treifen, als es sich immer ein Philosophu versprechen mag, ja ist beinahe noch sicherer hierin, als selbst der letztere, weil dieser doch kein anderes Prinzip • als jener haben, sein Urteil aber, durch eme Menge fremder, nicht zur Sache gehóriger Erwagungen, leichí • verwirren und von der geradenRichtung abweichend machen kann»; cfr. KrV, A 3 18-9/B375. 2 Señalamosen estepuntoqueunalectura,influida por la fliosofia analitica, como esla de Tungendhatrecorre,en susLecciones de Etica —incluidas en nuestrabibliografla—, los pasosemprendidospor la breve obra quees la • Fundamentación, quequizássea«lo másgrandioso que haya sido escrito en la historia de la ética», vd op. cit p. u 98, en plena convicciónde que, salvo pequeñassalvedades,no traicionanel métodoanalítico de las dos primeras u secciones.Así, la afirmaciónde la buenavoluntadcomo lo únicobuenosin restricciónenel mundo—con un sentido • gramáticoabsoluto(grammaíischabsolutenSinn)—equivaldría el descubrimientodeunacaracterísticaflrndamental detodaconcienciamoral,a partirdela cualresultaránel conceptodedeber,como implicado lógicamenteen ella,vd U op. cit, PP. 108-9,y el despliegueanalíticodesu sentidocomonecesidadde una acciónporrespeto hacia la ley, vd u op. cit, p. 129. La tareaulterior quedebemostrarcómoun sersensiblecomo el hombretienequepoderdeterminarse • en susaccionespor la razónpurarequerirá,como bien observaTugendhat,un tercermiembroqueasocieel sujeto • (hombTe)y el predicado(razónpurapráctica),queno seráotro quela libertaden susentidopositivo (autonomía),id op. cit, Pp. 158-9,comonosproponemosponerdemanifiestoenlas siguientespáginas. e • 243 u u u u u u conducido—a entenderde Kant— a muchosfilósofos a negarla intervenciónde una intención moral (moralischeGesinnung)en las accioneshumanas,dejandotodo principio de la acciónal alburdelegoísmodelamorde sí (Seibsiliebe),sin ponerporello en duda,contrariamentea lo que se pensaba,lo conectodel conceptode moralidad,sinomás bien elevandoquejasacercade la incapacidadde la naturalezahumanaparacumplir preceptosqueella misma se propone.Algo que, sin embargo,sí atañea la frnitud de nuestraconstitucióncomo seresracionalesserá la experienciade que, a pesar de poder obrar moralmente,es decir, por deber —en cuyas condicionestendremosque profundizar—,nuestraexperienciainterna, limitada comoestáen sus explicaciones (Erkldrungen) al campo fenoménico, no podrá asegurarni mediante el más penetrante autoexamencuál haya sido la auténtica causa determinante (die eigeníliche bestimmendeUrsache)de la voluntad1,por lo quemásbiense requeriráunafenomenologíade lo invisible, puesno otra es la tareaque exige la libertad, que estáa la base de los principios internosde las acciones.La consideración,en arasde un pretendidohumanismo,del debercomo un conceptode experienciarepresentaríaun favor brindado al empirismo, que en realidad consideraa la moralidadcomo un fantasma(Hirngespinst)creadopor una imaginaciónhumana que excedea sus propios límites (einer sich selbst í¿berstiegendenmenschlichenEinbildung). Precisamente,contra aquel nuevo humanismo,la popularidad filosófica y su interés deben subordinarseal trabajocimentadory fundantede la doctrinade lascostumbresen unametafisica, pues el camino inverso daría lugar a una insoportablemescolanza,con la que no podría constituirseningunamoral filosófica2. Sin embargo,el descubrimiento—en la primerasección de la Fundamentación—del conceptode deber,lejosde remitir a la experiencia,nosconducíaa una causalidadde la razón, que manda lo que debe suceder, independientementede que acontezcao no efectivamente,cuyacompatibilidadcon un conceptoriguroso de la legalidad naturalera la conclusiónde la discusiónen la Dialéctica transcendentalde la primeraCrítica acercade la libertadtranscendental,la cual debíaresolversepormerosconceptos.La modalidad ontológicade lo mandadopor el debery del respetoa la ley moral pertenecerá,como ya podía anunciarel uso teórico de la razón, al ordendel Sollen, exterior pero no contradictoriocon la legalidadnatural,en tantoque remitea lo que el hombrepuedetraeral mundo por su libertad3. Vd OMS, RA 26: «Es, en realidad, absolutamente imposible determinar mediante experiencia y con absoluta certeza un solo caso en que la máxima de una acción, conforme por lo demás con el deber, haya tenido su asiento exclusivamente en fundamentos morales y en la representación de su deber Pues es el caso, a veces, que, a pesar del máspenetrante autoexamen, no encontramos nada que haya podido ser bastante poderoso con excepción del fundamento moral del deber, para movernos a tal o cual buena acción o a este tan grande sacrt/icio: pero no se puede concluir de ello con seguridad que algún impulso secreto del amor de si haya sido en realida4 tras el mero espejismo de aquella Idea, la auténtica causa determinante de la volunta4 por lo que nos preciamos entonces con gusto de algún fundamento motriz, lleno de nobleza, pero que nos atribuimos falsamente, de hecho, no podemos nunca, incluso mediante el examen más riguroso, llegar por completo hasta los más recónditos motores, porque, cuando se trata de valor moral no importan las acciones, que se ven, sino aquellos principios internos de las mismas, que no se ven». 2 Vd op. cii., RA 31. Remitimosenestepuntoal trabajorealizadopor la primeraCritíca conrespectoa la causalidadatemporal,aunque implantadaen un mundode fenómenos,de la razón,cuyapensabilidadte habilitadapor la constituciónsensible- inteligibledeun fenómeno,quees el hombre,vd A 551/R 573 y A 553/B 581 y A 55S/B 583s.;cfr. GMS,RA 27-8: «rN]ada nos guardará de la plena caída de nuestras Ideas del deber y permitirá conservar un respetofundado ante la ley en el alma como la convicción clara de que aunque no haya habido nunca acciones emanadas de tal es fuentes puras, no se trata aquí de si sucede esto o aquello, sino que la razón, por si misma e independientemente de todo fenómeno, manda lo que debe suceder, de ahí, algunas acciones, de las que el mundo quizás no ha dado todavía ningún ejemplo, incluso de cuya realimbilidad puede dudar mucho quien todo lo funde en la experiencia, sin 244 u u u u u • Así, el debermandará,a partir de fundamentosapriori, serun amigoleal, aunquehastahoy no • hayahabido,en realidad,ningunoen el mundo,mandatodel que tendremosplenaconvicción • (li’iJberzeugung)—y no merapersuasión—,pues, como veremos,la libertad es para Kant un u faktumrationis. El significadoamplio (ausgebreiteteBedeutung)de la ley del deberla convierte u en válida, de un modo absolutamentenecesario,paratodo ser racionalen general,con lo que• recuperamosy fructificamosel espaciode inteligibilidad conque la primeraCrítica perfilabala u siluetade la solución de la antinomia de la libertad como problematranscendental’,pues labúsquedadel principio de la moralidadnostrasladaa lo inteligible2. La ideade perfecciónmoral u —cuyo estadioadquiriblepor el serracional finito no podrásermásque la virtud— contaráconun origen estrictamenteracional, pueses la razón la que la esboza(entwerfen)a priori y lau conecta(verkni¿pfen)conel conceptode unavoluntadlibre3. En virtud de suadscripciónracional los principios a priori de la moralidad,a saber, los conceptosdel deber, deben exponerse (vortragen)en general~inabstracto),en tantoque suconocimientofilosófico ha de distinguirse del vulgar y común,dandolugara unametafisicade lascostumbres:u • «Portodolo dichoseilumina: quetodoslosconceptosmoralestienensu asientoy origen, u completamentea priori, en la razón,y ello en la razónhumanamás común tanto como en la • especulativaen másalto grado;queno puedenserabstraidosde ningúnconocimientoempíricoy, por lo tanto, meramentecontingente;que, en esapureza de su origen resideprecisamentesu dignidadde servirnosde principios prácticossupremos;quesiemprequeuno afladealgo empírico sesustraeotro tantode sulegítimoinflujo y del valor ilimitado de lasacciones»4. u • Una metafisicade las costumbresdeberáseñalarlos pasosnecesariospara alcanzarla • fimdación sólida de los principios morales,así como de la aplicaciónde los mismospor reglas • prácticas para toda naturalezaracional, mientrasque una teoría moral que mezcle motores • provenientesde sentimientosy tendenciassensiblescon conceptosracionalesdejará oscilar • (schwanken)al ánimo entrecausasmotorasde ningunamaneraunificables (vereínbar) bajoun • mismoprincipio —no habrá,pues,soluciónsincréticaen moral—. Solamenteuna aproximación • filosófica y crítica tomarála determinaciónontológicade aislar al debery surepresentaciónpura • comoel máspoderosoinflujo sobreel corazónhumano,franqueandoen esasu decisiónel paso • porel que la ley moral puedadevenirdueñadel restode motores.Esteesel sentidocon el que Kant responderáa lasobjecionesde Sulzeracercade la escasaeficaciade las teoríasde la virtud • y acercade la distancia insuperableentrela teoríay la práctica, remitiendoel origen de tales • quejasa la ausenciade la suficientedepuraciónde los conceptosmorales,a los que algunos embargo son ineludíblemente mandadas por la razón»; cfr. MS, Rechtst, Obs. general, 2, 1, p. 332: «Porque sí U ~rece lajusticia, carece ya de valor que vivan los hombres sobre la tierra». • VdKrV,A538/B566. 2 No hayexperienciaquepermitainferir la posibilidadde leyesapodícticascomo las quedeterminanla voluntad de un serracional en general;vd. OMS, RA 29: «¿Cómoíbamosa considerar las leyesde determinación de nuestra voluntad como leyes de determinación de la voluntad de un ser racional en general y, sólo como tales, valederas para nosotros, sifueran meramente empíricas y no tomaran su origen enteramente apriori a partir de la razón pura u ~ráctica?». u Vd op. cit., BA 30: «[N]o hay verdadero principio supremo de la moralidad que no haya de descansar sólo en la razónpura; independientemente de toda experiencia». ‘~ Vd op. cit., RA 34: «Aus dem Angefiihrten erhellet: dafi alíe síttlíche Begr¡ffe vollíg apriori in der Vernunfl ¡hren • Sitz und Ursprung haben, und dieses zwar in der gemeinsten Menschenvernunfi eben so’.vohl, als der im hóchsten • Mafie spekulativen; da]? sie von keinem empirischen und darum blo]? zufalligen Erkenntnisse abstrahiert werden u k/innen¿ dii]? ir> dieser Reinigkeit ihres tirsprungs eben ihre «‘Urde liege, um uns zu obersten praktischen Prinzipien • ni dienen; da]? man so viet als man Empirisches hinzu tut, so viel auch ihrem echten Einflusse und dem uneingeschrÉinkten «‘efle der Handíangen entziehe». u • 245 u u e u u e intentanfortalecerenbaldereuniendoel mayornúmerode causasdeterminantesdel bienmoral, de modo que«para hacer enérgicala medicina,la echan a perder»’. Frente a ello habráque indagaren sus fuentesa priori y disposicionesoriginarias cuálessean los conceptosy leyes moralesde la razónpura, paraexponerlospurosy sin mezclaempíricaalguna,determinandoel alcance(Umfang), que sólo la crítica estáen condicionesde determinar,de todo conocimiento prácticopuro y derivandosus principios del conceptouniversal de un enteracionalen general. Sin estainvestigaciónpurapreliminarno se daráaplicaciónantropológicalegítima de la moral, proyectoque, sin embargo,anunciala Metafisicade las costumbres,es más, éstano podría «fundamentarlas costumbresen susprincipios verdaderos»ni inculcar (einzupfropfen)en los ánimos las intencionesmorales puras (reine moralische Gesinnungenf.De este modo no pretendemossino atendercon la máxima fidelidad posible a la tarea kantiana de exposición (Darstellung)de la facultadracionalpráctica,a partir de sus reglasde determinaciónuniversales (aligemeineBestimmungsregel)hastaallí dondebrota(entspringt) el conceptode deber3. 111.2 Segundopasohacia el desembozandentodela libertad comofundamentoestructuralde losprincipiospuros dela moralidad: la voluntadcomofacultaddela causalidadpor libenat Constituye una observaciónfundamentalde la crítica y del espíritu del pensamiento kantianola que sostienequetodo en la naturalezaobra (wirkt) segúnleyes4. Éstaspuedenno ser conocidaspornosotrosen todo momento,pero ello no significaque puedaencontrarseen algún rincón de la naturalezaunaausenciatotal de reglas(Regellosigkeit),reflexión que exponecon todaclaridad,nos parece,uno de los fundamentosdel idealismotranscendentalkantianoy de su comprensiónde la prácticaque lleva consigotodo pensar,y a la que no escapasudoctrinade la libertad.Ésta,en cuantofundamentointeligiblede un determinadomodode obraren el mundo lo único que, por el momento,podemosexplicitar de ella—, no se identifica, como querríael escéptico,con una ausenciade leyesy la consiguientedesorientaciónde nuestroentendimiento enel mundo,sino quemásbien—y éseseráel hilo conductorde sureconocimiento—proclama la existencia de una facultad de actuar (handein), propia de los seresracionales, por la representación(Vorstellung) de leyes, es decir, la existenciade la voluntad (Wille) —cuya relaciónconel arbitrio (Willkí¿r) en el hombrehabráqueinvestigar—comosenode lacausalidad inteligible de la razónpráctica5.Peroel reconocimientoy la indicaciónde un modode obrarpor libertad, que de derechopuedeadscribirsetodo serracional,no implica que eseactuarsin más seaexpresiónde sunaturaleza.Más bien el hombredeberáconvertirel obrarpor libertad en una naturaleza parasi mismo,de modoqueen unaobracomo la Religiónno sorprendala abundancia de atributos derivadosdel adjetivo “natural” predicadosdel trabajo que el sujeto racional ha realizadoconsigomismo,esforzándoseen convertirasudisposiciónal bien (AnlagezumGuten) en una propensiónal bien (Hangzum Guien). Desdela perspectivaaún estrechaen la que nos encontramos,seda en la voluntadhumanauna distancia,auténticaexpresiónde nuestrafinitud, entrelo quemandala razóny los motivos impulsoresde otro orden,patológicosen general,que nos llevana considerarlasaccionesdel debercomosubjetivamentecontingentes.Esadistancia,a saber, la no coincidenciaplena entre unapotenciacausal y una ley formal, se expresaen la manifestaciónde la voz de la razón como una constricción (Nótigung), que señala,de ser 1 Vd OMS, RA 33, nota. 2vd MS, Introd ,II, p. 217; wL OMS, RA 35, cfr. op. cii., RA 61. Vd OMS,RA 36. ~Vd op. cii., RA 36;wt Logik-Jósche, Introd., 1, A 1 141. KprV, A 16,nota;cfr. MS, Introd., 1, p. 211. 246 u u e u u • atendidaconvenientemente,el inicio de unaluchaporcumplir (erfiillen) lo mandadopor la forma de la ley, de modo que puedaalcanzarseel estadovirtuoso, que, en el fondo, es el máximo de moralidadal que puedeaspirarel hombre’, para lo que se requierealimentaruna receptividad • (Empfúnglichkeit) en la que mucho puedeayudar la pedagogíapráctica—la estéticade la libertad, de la que hablaremosmásadelante—.Una voluntadcomola humanase representará inevitablementeeseprincipio objetivo, queno podrásino ser constrictivo (néiíigend) paraella, como mandato(Gebot), cuya fórmula no será otra que el imperativo categórico. Con ello avanzamos,de modosin dudaapresurado,el caminoque habráde seguirnuestraexposición.Si u recordamosel inicio de este breve epígrafe,advertiremosque la posibilidad, defendidaen la primeraCritica, de una ley de causalidadpor libertad,comomodo de actuarpertenecientea lo u que en el hombreno es fenoménico,sino inteligible, abre el espaciojusto de aplicaciónde la u libertad comoprincipio de una experienciaposibley representa,al mismo tiempo, el punto deu apoyosobreel que seyergueel lenguajeconstrictivode algoasícomoun imperativocategórico, u a saber,unaproposiciónprescri{,tivapropia de la libertad que los seresracionalesposeencomo u «una propiedad inconcebible». Así, se pone de manifiesto que la libertad, en la única • encamaciónde la que es capaz,en principio, en el mundofenoménico,es decir, medianteel U cuerpoconceptualque le sumiistrala categoriade causalidad,no desenvuelveni despliegapor • el momentosuobranecesaria,sino que fundamentalmentehabla, empleaun lenguajedepurado • de sureduccióna meroútil parainvocar (aufrufen) y despertar(erwecken)unaparteen nosotros • no pertenecienteni determinableúnicamentepor motivos impulsores sensibles,por lo tanto, U tampoco legible en términos temporales-fenoménicos,cuya expresiónmás acabadaserá la • voluntad. Sin la mediación de ese lenguaje no habría acciones posibles mediante su • representaciónpor la facultadde desear,puesno en vano resultael único elementocapazde • comunicaren la distanciael carácterimperativode la ley y la infraestructuramoral del ánimo u humano.De estamaneraseanunciatoda unasemánticaprácticadel mandato,desconocidapara • las explicacionesmecánicasde la naturaleza,queresultade un nuevouso legislativode la razóny u despliegaasimismoun nuevomodode existenciaparael serracionalfinito. e • 111.3Tercerpasohaciael desembozamientodela libertadcomofundamentoestructuralde los • principiospurosdela moralidad: el imperativocategóricocomola sintaxis deldeber(PflichO. u La relaciónde unaley objetivade la razóncon unavoluntada la queesaleyno determina necesariamenteseexpresa,en el pensamientokantiano,medianteun imperativo,queen sumisma estructurasintácticaexponela distanciaque separaa nuestraconstituciónsubjetiva—que no puedeser determinadaexclusivamentepor la representacióndel bien— de lo objetivamenteu 3 bueno.Por estemotivo, si el imperativoresultaindicador (Anzeiger), comovenimosdiciendo, de estadistancia—queno puedetransformarseenun abismo—,suestructuracareceráde sentido parauni voluntadsanta. Peroconcederáespecialrelevanciaal efecto que en el pensamientokantianopudierantenerla lectura de los Memorabilia de Jenofontey el retrato de Sócratesqueproporcionan.En particularreparaHinske en el hechode quelas premisassiguientes,a saber,que,en primer lugar, el conceptode felicidades la Idea deun todo absoluto,por lo tanto, un conceptoindeterminado,que sólo puededelimitarsepor medio de elementosempíricos;que, en segundolugar, los bienesquedeterminanese conceptototal puedenser buenoso malosen su uso,así como parecefiera del alcancehumanola previsiónde las consecuenciasde los mismos,de las que resultala ausenciade un imperativo con respectoa la felicidad —a la que sólo conciernenconsejos quedejanintactala libertad dedecisióndel individuo acercadesusfuturassatisfacciones— recuerdanen mucho las razonesempleadaspor Sócratesen el diálogo que mantienecon Eutidemo en la obra jenofontianaantescitada. Allí, en efecto,se apuntaráque la mayoria de los bienesque conocemos—riquezas, belleza,fortaleza—hacendependerdel usoque de ellos serealicela felicidad o infelicidad quereportanal hombre, asícomo que el único bien indiscutiblepor deseable,la eudaimonia,sólopodráalcanzarsepor adiciónde losbienes dudososantesnombrados,lo quedapie a unanotabledificultad, a saber,quela felicidadcomo supremamcta vital (Lebensziel)sólo puedecaracterizarsemedianteelementostomadosde la experiencia.Hinske consideraque la lecturakantianade la felicidad favorecela fundamentaciónde la moralidad, desdeel momentoen quedisminuyeel efectode sacrificio (Aufopferung) de la sensibilidady susrazonesen arasde la ley, pues,unavez que el hombrese ha convencido de que debe dar su felicidad ti fonds perdu, el horizonte de las oscilacionesdel estado y representaciónde la felicidadactuarácomo un medio fortalecedordel propósitofirme de cumplir lo mandadopor el deber.Acercade la deudakantianaconla éticade la Antigtiedadpuedeacudirsea la obra clásicade K. Reich,Kant und die Griechen,y al trabajo de 1’. Aubenque,La prud.ence chez Kant, en el quenosdetendremosmás adelante, amboscitadosenbibliografla. 2 Vd. KprV, A 108. Vd. Ánthrop., §63, RA 180. ‘~ Vd. O. Reboul,op. cit., p. 249: «Se es afortunado ck ser elautor de lapropia felicidad» 250 u u u u u • deberde derecho,por lo tanto, estricto,mientrasque su fomentocorresponderáa un deberde • virtud, amplioe imperfecto’. En claro contrastecon los imperativoshipotéticos,de fácil solución2,habráque indagar en la radicalidadconqueel imperativocategóricocomunicasu mandato,al serel únicoque«se • expresacomo una ley práctica»3 —radicalidadque concierneigualmenteal respectode la libertadque revela—, y en la constricciónque implica para nuestravoluntad,interrogandolas condicionesde su posibilidad lógica, dejandoa un lado, por el momento, la realizabilidad (Vollziehung)de la acciónquedetermine.Quedafuera de duda, por lo que llevamosvisto, que nadapodráaportarla experienciaconrespectoa la posibilidadde esteimperativo, en todo caso u proporcionarunadireccióny un hilo conductorquehande tomarseparaconseguir—encasode decidirse por él— un propósito determinado, mientras que el mandato incondicionado (unbedingtesGebol)no dejapreferencia(Belieben)algunaconrespectoal objetoala voluntad4y • debeser investigado(untersucht)enteramenteapriori. Con la estructuraimperativanostopamos por primeravez con la voz de la libertad encarnadacomo mandato,queparanosotroses una • proposiciónsintéticaa priori, es decir, conectael acto (Tal) necesariamentea priori con la U voluntad,sin introducir ningunacondiciónprovenientede la inclinación, desdeunaIdeade razón que es capazde aduefiarsey convertir en nada—reducir a cero— el conjunto de las causas u subjetivasimpulsorasala acción5.El imperativocategóricoconecta,así,la voluntadhumanacon • el quererunaacción,queno seencuentracontenidoanalíticamenteen la primera,puesno setrata • de una voluntadsanta,sino másbien de unavoluntadque lucha sin descansopor arraigaruna • íntenciónmoral y abogaren si la libertad parael mal. En esaconexiónsesospechay adivinala • presenciade un tercero,queno esotroquela libertad,en la línea de unamanifestaciónindirecta • que éstava a hacerpropia en la investigaciónde la razónpráctica,por lo quequizás un análisis • másvenidoenla semanticidaddel mandatoimperativopuedasernosde interes. • El mandatoabsoluto(absolutes Gebot)del imperativo—un principio objetivo que dice • que lasmáximasde nuestrasaccionesdebenconformarseala ley— sedespliegaen unatramade u fórmulas, complementariasy relacionadasentresí, en las que reconocemosdiversasmanerasde • expresarel sentidoy alcancede esarequeridaconformidad(Gem&fiheiQ,que semanifiestacomo • una de las expresionesmásacabadasde nuestraflnitud6 y, así, comounaguía paradeterminar • una división provisional—al menoshastala redacciónde la Metafisicade las costumbres—del e ‘Pci MS, TungendL,Jntrod., VyVU, pp. 386-8y390-4. 2 Estecontrasteadquieremayorclaridada la luz de OMS, RA 44,y de las observacionescontenidasen KU, EF, 1, nota,pp. 11-14. Vi OMS, RA 49-50. • ~ Dado que nos ocupamosen estosmomentosde lo que venimosllamando unafenomenologia de la voluntad • estamosperfilandouna relaciónentrela ley moral, como expresiónde la libertad, y la voluntadmarcadapor el ideal • de la autonomía,mástarde profundizaremos—desdeel espacioabierto por la no coincidenciade la voluntad humana,quetambién es arbitrio, con el cumplimientode la ley— en el pasodecisivo medianteel cual el arbitrio acoge,haciendousodesulibertad,las máximasquecumplenla ley moral. • Vi la siguientedescripcióndel mandatodel imperativocategóricoy del enlacea priori que realizaen op. cit, RA • SO, nota: «Conecto con la voluntac¿ sincondición presupuesta apartir de inclinación alguna, el acto, a priori, y, por u tanto, necesariamente (aunque sólo objetivamente, esto es, bajo la idea de una razón que tenga pleno poder sobre U todas las causas motrices subjetivas). Es ésta, pues, una proposición práctica, que no deriva analíticamente el querer una acción de otra anteriormente presupuesta (pues no tenemos voluntad tan perfecta), sino que lo conecta • con el concepto de la voluntad de un ser racional inmediatamente, como algo que no está contenido en ella». • 6Nopodemosdejardededicarunasobservacionesala nocióndefórmula enel contextodela moralkantiana.Como • tantasotrasdesusnocionesimportadasdeotroscamposdel saber,fundamentalmentedel campodela matemática,la defórmula sebasaenel modoen que la toma el matemático,como proyectode todo lo requeridopara llevara cabo unatarea,id KprV, A 14, nota. U u • 251 u U u u U u conjuntode los deberes.A partir de la fórmula inicial —«obrasólo segt~nuna máximatal que puedasquereral mismo tiempoque setorne ley universalde la naturaleza»—podránderivarse como de un principio todos los imperativosdel deber,con lo cual habráque analizarlocomo un primery sustanciosoindicio de que no carecede respuestasignificativala preguntaacercade qué pensamosal pronunciarel deber,de queésteno esunaconstrucciónconceptualvacía.Kant hace uso de ejemplosreferidos a algunosdeberesperfectos,que no admitenexcepcióny por ello puedenserellosmismosfines—comose verámástardeen la Doctrina de la virtud—, como el conservarla propia vida, el mantenery cumplir las promesas,el desarrollode las facultades racionales,el ejerciciode la beneficiencia,que seamoldansin mayoresdificultadesal mandato imperativo, a saber, que pueda quererse (wollen kónnen) que las máximas adoptadasse conviertan en una ley universal,canonde su enjuiciamientomoral. Algunos casos,como la entregade la propiavida al goce(Cenuft)o la negaciónde ayudaa quienatraviesadificultades, en cuantotrangresionesde deberesmeritorios (verdienstlich),puedenpensarsecomo ley natural universal,pero de ningún modo podránquerersecomo tal por una voluntadhumana,mucho menos deberánconvenirseen aquélla. La exposicióndepuradadel deber hace preferible emprenderel análisisde situacionesen las que la voluntad no puedecumplir (befolgen) la ley másque renunciandoa satisfacerlas inclinaciones sensibles,estrategiaexpositivaque, de no entendersede esamanera,puedecontribuir al surgimientode inexistentesconflictos entrerazón prácticay sensibilidad.La divergenciaobservableentre la consideraciónde una accióndesdeel puntode vistade la razón,porejemplo,comoobjetivamenteválida en cuantoqueley universal,y desdeel punto de vista de una voluntad afectadapor la sensibilidad,para la que no valdrá subjetivamentecomo tal, no implica, contrariamentea lo que podríapensarsea primera vista, contradicciónalguna,sino másbienresistencia(Widerstand)quela inclinaciónoponeal precepto (Vorschrlfi) de la razóny unaexpresióndenuestrafinitud’. Oimos la apelaciónde la libertaden nosotroscuando reconocemosla validez del imperativo, si bien nos permitimos—nuestro arbitrio lo permite—algunasexcepcionesa favor deotrosmotoresde la acción. Hastael momentonos hemosdetenidoen el conceptode debercomo un principio con significadoy fuerzalegisladoraen relacióna nuestraacciones,que encuentrasuúnicomedio de expresiónen la antirretoricidadde un imperativocategórico,cuyo contenidoha sido puestode manifiestoensugeneralidad,si bienno sehaalcanzadoaúnel puntoen el que puedademostrarse a priori que tal imperativoexistarealmente,a saber,que hay una ley que mandapor si misma absolutamentee independientementede todo motor. Con el objetivo de acompañarel análisis lógico-semánticocon uno de índole transcendental,será necesariorepararen que la realidad (Realit ¿it) del principio de la moralidad, por la que podemosentenderla primerafómula del imperativo,no es susceptiblede derivación de la naturalezahumana,de la que únicamente podríamos extraer un principio subjetivo de la acción, nunca una necesidad práctica incondicionada (praktisch-unbedingteNotwendigkeit). Es más, como ya se advirtió con anterioridad,cuantomayorseala resistenciaimpuestaporlos motoressubjetivos,mejorsepodrá observarla dignidadinternadel mandatoenun deber(innere Wiirde desGebotsin einerPflicht). Ya el procedimientode aislamientodel deber,al inicio de estaterceraparte de nuestrotrabajo, anunciabaque el origen de éstetenía que serpuramenteracional,por lo que la razón «debe Este es el tenor mostradopor algunasenjundiosasobservacionesde la Crítica del Juicio, introducidascomo respuestaa las objecioneslanzadashacia la libertad transcendental.Segúnestaúltimasparecieraque la naturaleza contaracon la fuerzanecesariatanto para fomentarcomo paraquebrantary resistira la libertad, como si hubieraun influjo directoentreellas, a lo queKant responderáque la oposiciónse encuentraen realidad no entrenaturalezay libertad, sino entre la primera comofenómenoy los efectosde la segunda,consideradoscomofenómenosellos mismos;vd KU, Introd , IX, A LII-LIII/B LV, nota, 252 e u u u u • mostrar supurezacomoguardianadesusleyes»,nuncacomoheraldode una naturalezatutora. Esta soledady pérdidatotal del respaldode apoyosexternosen la que se encuentrala razón • indica,al mismotiempoy en lamismamedida, la inmensidadde laaperturade su usopráctico, en cuantosedede principios a priori que mandanimperativamente’.Por ello, únicamenteuna metafisicade las costumbresestaráen condicionesdedecidir acercade la conexiónenteramente a priori del imperativo categóricocon una voluntad racional en general, en cuantoaquélla sunniistraleyesprácticasobjetivasconcernientesa lo que debesuceder(gesehehensolí).aunque nuncahayasucedidoni vayaa sucederprevisiblemente. Daremosun segundopasoenesteestudiosemánticodel mandatodel debersi reparamos en que la voluntad, como facultadde determinarsepor si mismo a la acción conforme a la U representaciónde ciertasleyes, obra proponiéndosefines, a saber,fundamentosobjetivos de su o autodeterminaciónque pueden descansaren meros resortes, que los convertirán en fines • subjetivos,o bien en motores impulsoresválidos para todo ser racional y, así, como fines u objetivos.Mientras quelos fines propuestoscomoefectosdela acciónserántodosrelativos,será • posible aislarun fin en sí mismo, a saber,algo cuyaexistenciaposeaen si un valor absoluto, como es el caso del hombrey todo serracional en generalsometidoa leyes morales(unter • moralischenGesetzenf. Así, comola Ideade lo incondicionadode la razónen suusoteóricoera • signo del esfuerzoy aspiración (Bestrebung)racionalespor hacerde sus conocimientosuna • unidadsistemática,en lasegunday terceraCríticas tambiénseráíndice de las actividadespropias • de la razón.En efecto,en la Crítica de la razónpráctica lo Incondicionadoserá la ley moralen • su validez inconmensurable con ninguna constitución (Beschaffenheit) objetiva, • independientementede que fueraposible—que no esel casoen el Criticismo—estableceruna u distinciónatendibleentre lo creadoy los increado,así comoen la Crítica delJuicio el principio U deenjuiciamientode un fin incondicionado,al quesepuedenreferir comoa sucondiciónel resto u de fines de un serracional libre. Para una mayor clarificación de esteasunto remitimos al • siguientepasaje: u • «Es un juicio al que no puedeescaparel entendimientomás común,cuandoreflexiona acercade la existenciade las cosasen el mundoy la existenciadel mundomismo: quejustamente U todaslas múltiples criaturas,por muygrandequeseasu equipamientoartificial y por muyvariada, • final y mutuamentereferida que seasu relación, incluso la totalidad de muchossistemasde los • mismos,quedenominamosde maneraincorrectamundos,no seriannada,si no hubierahombres U U ______________ • ¡ Pci GMS, BA 60-1: «Vemos aquí, de hecho, a lafilosofia en un punto de vista desgraciado, que debe ser firme, sin • que, sin embargo, se apoye en nada nipenda de nada en elcielo ni sobre la tierra Aquí ha de demostrar su pureza • como detentora de sus leyes, no como heraldo de las que le insinúe algz~n sentido implantado o quién sabe qué • naturaleza tutora; los cuales en conjunto, aunque son mejores que nada, no pueden nunca proporcionar principios, • porque éstos los dicta la razón y han de tener su frente totalmente a priori y con ello su autoridad imperativa: no esperar nada de la inclinación del hombre, sino esperarlo todo de la suprema autoridad de la ley y del respeto U debido a la misma, o, en caso contrario, condenar al hombre a despreciarse a si mismo y a la vituperación interna» u cfr. op. cit, BA 30. La adscripcióndel origen de la ley a unadivinidadterminaríaanulandola moralidad,pues un • sistemamoral basadoen Dios como su legislador resultaríadel todocontrario a la moral; vd. E. Weil, Raides kantiens, vci bibliografia, p. 99: «Li moral debe seguir siendo una moral de la libertad; una moral impuesta por una autoridadexterna seria inmoral». • 2La introducciónde los finesreveladenuevola no coincidenciade la voluntadconsigomisma,carácteresencialque U nosremitea textoscomo KprV, A 48 y GMS,BA 15-6, 36 y 63. En MS, Tugendí., Introd, 1, p. 381, encontramos • una definiciónde fin comoobjeto del arbitrio, por el queéstesedeterminaaunaacciónparaproducirtal objeto,así comola explicacióndeun fin queseaal mismo tiempoun deberen sí mismo,acercade lo quetrataránlosapartados Uy ifidel loc. cH., pp. 384-5. U • 253 U U U u U u (entesracionalesengeneral)enellos; esdecir, quesin loshombresla enteracreaciónseriaun mero desierto,enbaldey sin fin final»’. Contrariamentea lo que podríaparecer,el fin último (letzterZweck)de la naturalezano serála felicidad,sino la cultura, desdeel momentoen queel valorde lavida humanano resideen lo que el hombrepuederecibir, sino en lo quehacey, antesquenada,en lo que quiere,sendaen la que nuncaencontraráel sinónimode reposoabsolutoo simplementede muerteque seria la satisfaccióncompletaconsigo sí mismo2. Pero,al mismotiempo, debetenerseen cuentaque el reconocimiento(Anerkennung)de la exigenciaimperativade la ley moral en nosotroscalifica al ser racionalcomounfin final (Endzweck)de la creación3.Sin estaautodeterminacióncon la que contamosen tanto que seresracionales,reduciríamosnuestraexpectativasa las del resto de animalesde la tierra, hastael momentoen que una ampliatumba nos absorvieseen su senoy devolvieraal enmarañadocaossin fin de la materia,sin quepudiéramosdecir quehemoshecho de nuestravida algo más grandeque lo que recibimos deella al venir al mundo4. La relación imperativacon la ley descubreal hombre,por medio del sometimientode su voluntada leyes morales,un modode relacionarseconsigomismodesconocidoen la experienciay, así,una víaen la que se encontraráen condicionesde ganar su sí mismopropio (eigentlichesSelbst),de decidirsey tomar partido por él. De ello dependeráque seaposibleaprehenderen su máxima generalidad, así como en su respecto mas diáfano, a la libertad, como imputabilidad (Zurechenharkeit) de la acción. Si no fuera posible hallar fines que fueran,al mismo tiempo, segúnsu concepto,deberes,el imperativocategóricose vendríaabajojunto con todo ensayode elaborarunadoctrinade las costumbres5,puesla posibilidaddeaislaralgo así comounfin en sí mismoconstituyela materiaen la quearraigae implantasusentido.En estascondicionesel único ser que podrá considerarsecomo fin en sí mismo seráel hombre, que deja en cuanto tal su impronta en la segundade las fórmulas del imperativo —«obra de tal modo que uses la humanidad,tanto en tu persona,como en la personade cualquierotro, siemprecomo un fin, nuncasolamentecomoun medio»6—.Comoocurríaen el casoprecedente,la fórmula podráser empleadacomopiedrade toqueparala derivaciónde los deberes,en unaaplicaciónque sinduda resultacomplementaríapara su argumentoexpositivo. Así, quien pretendacometersuicidio o realizarunafalsapromesasetratarlainevitablementeasi mismoy al prójimocomomeromedio. Ud. KU, §86, A 405-6/B 410: «Es ist ein Urteil. dessen sich selbst der gemeinste Perstand nicht entschlagen kann, wenn er uber das Dasein d.er Dirige in der Welt und die Existeriz der Welt selbst nachdenkt: dafl naml,ch alíe die mannigfaltigen Geschópfe, von wie gr4fier Kunsteinrichtung urid wie mannigfaltigem, zweckm4flig auf einander bezogenen Zusammenhange sie ¿mcli sein mogen, ja selbsí das Ganze so vieler Systerne derselben, die wir unrichtiger Weise Welten nennen, ni mc/ns da san i~4Jrden, wenn es in ihnen nicht Menschen (vernulnflige Wesen t¿berhaupt) g¿ibe; di., dafi oline den Menschen, die ganze Schñpfung cine blofle Wiiste, umsonst urid oline Endzweck sein wuirde». 2 Vct. KU, §83, A 392/B 396, nota, §84, A 395/B 400; §86, A 406/B 411 y A 408/B 412-3; i’d Anlhrop., §61,RA 175-6y §66. Vn Rfl. n0 7205,XIX, p. 284: «Moral es la ciencia que contiene a priori losprincipios de la unidad de todos los fines posíbies de los seres racionales»; cfr. Rfl. n0 6977, XIX, p. 218; cfr. GMS, BA 77; cfr. KU, §84, A 393-4/B 398. Vd. KU, §87,A 423/B427;cfr. §88, A 427/li 432. Vd. OMS, BA 65-66: «[P]ero si todo valor fiera condicionado, y de ahí, contingente, entonces no patria encontrarse ningiinprincipio práctico supremo para la razón»; cfr. MS, Tugendl., Introd , m, p. 385: «Porque si no hubiera fines semejantes, y puesto que ninguna acción humana puede carecer de fin, todos losfines valdríanpara la razón práctica sólo como medios para otrosfines. y sería imposible un imperativo categórico;lo cual ;vi OMS,RA 108-9. Vi KprV, A 265;KU, §89, A 436/E441-2.B. Carnoisnosremite—enop. cit., p. 126, nota 1—conrespectoa este U mismo escolloa unaobservaciónde Jaspers,vi op. cii. en bibliografla, p. 247: «Que no nosseaaccesibleelser de • la transcendencia por ningún saber, experiencia, conocimiento acabado, impresión subjetiva ni mística alguna, lo U convierte en algo así como un lenguaje de la divinidad pero un lenguaje indirecto. Si pudiéramos poseer un saber • al respecto nuestra libertadse hallaríaparalizada. Parece como si la divinidadhubiera querido crear para nosotros lo que hay de más elevado —el ser por si mismo de la libertad— pero que, para hacerlo posible, se haya visto forzada a ocultarse ella misma»; cfr. E. Weil, op. cit., pp. 44,68 y 94. u • 259 U u u U U U arbitrio libres, distinguiremos en la voluntad humana una vertiente legisladora, es decir, autónoma,por la que se sabe miembro de un reino de los fines, y asimismouna vertiente ejecutivano determinadanecesariamentepor la ley, que nos remite al espaciode heteronomía que abre el arbitrio, cuya relacióncon la ley seráexpresadanecesariamentepor el imperativo categórico. En estadistanciaapreciamosla misma aperturaexistenteentrelo dado (gegeben)por la experiencia y sus condicionesde posibilidady lo planteadocomo tarea (aufgegeben)por la razón, ahorarepresentadaentre la voluntad inteligible —la buenavoluntad— y la voluntad afectadaporlo sensible—un arb¡trium patológicamenteafectado,pero liberum—,largo camino por el que podemosdevenirla racionalidadque en el fondo, si bien en germen,nuncahemos dejadode ser.La voluntadcomoideal paranuestroarbitrio, expuestoa fragilidadesy debilidades irreductiblesen un serlábil, apareceráen tantoqueobjetode respetocomo trabajoporrealizar: «Nuestrapropiavoluntad,en cuantoqueactuasesólo bajo la condiciónde unalegislación universalposiblepor susmáximas,estavoluntadposibleparanosotrosen la idea, es el auténtico objetodel respeto,y la dignidad de la humanidadconsisteprecisamenteen estacapacidadde ser legislador universalmente,aun cuando con la condición de estar al mismo tiempo sometido justamentea estalegislación»2. Puestoquecon frecuenciala negaciónde sí que la libertadlleva consigopermiteadvertir paradójicamentecon mayor finura suinvisible estructura,diremosquela relaciónimperativaque mantiene la voluntad con la ley moral se mantendráincluso en el acto de su transgresión (tilbertretung),puesel delincuenteno podráevitar el reconocer(anerkennen)la autoridadde la ley, y el respetoque le debecomo serracional,enunadeuda(Schuld) imposiblede saldar,en el mismomomentoen que la transgrede(¡ndemer esíibertrittf . Luegoesarelaciónextrema,cuyas traduccioneslingtiísticas son con frecuencia recibidas con el apelativo de rigoristas, deja curiosamenteen poderdel hombretodaunaobra,en principio el darsea si mismo un bueno mal caráctermoral,de modoqueseacualseael resultadoseráél el responsable,en unaimputabilidad cuya posibilidad deberáremitirse, en último término, a la distinción entre la determinación temporal de los fenómenosy su determinacióninteligible como noúnienos,recordadaen el importante episodio medial de la segundaCrítica que es la Aclaración crítica (kritische Beleuchtung)de suAnalítica como clave parala salvacióny salvaguardade la libertad de las amenazasdel automatismo. En segundolugar, señalaendireccióna laobrahistórico-políticade convertir la naturalezay el conjunto de la cultura que podemosconstruiren ella en un espacio queacojaen sí la inscripciónde la libertad,trabajoque,comoel personal—la constituciónde la personalidada partir de la disposicióna la misma—poseeunaestrechaligazónconel destinode la metafisica,en tantoquetránsitodelo sensiblea lo inteligible porprincipios,o de la naturaleza a la libertad y el fin final de ésta.Hastaaquí la labor analíticade la Fundamentación,pero el Vd MS, Introd., IV, p. 222: «Cl imperativo es una regla práctica, por medio de la cual se hacenecesaria una acción en si contingente. Sedistingue de una ley práctica en que ésta representa la necesidad de una acción, pero sin tener en cuenta si ésta en si misma se encuentra ya presenteinteriormentede modo necesario en el sujeto agente (en un ser santo, por ejemplo) o es (como en el hombre) contingente; porque en el primer caso no hay imperativo alguno. Por consiguiente, el imperativo es una regla, cuya representación hacenecesaria una acción subjetivamente contingente; así pues, representa al sujeto como uno que tiene que ser obligado (necesitado) a concordar con esta regla»; cfr. Hegel,Filosofía del derecho, §27. 2 Vd GMS, RA 86-7: «Unser eigener Wille, so fern er, nur unter der Bedingung einer durch seine Maximen moglichen alíegemeinen Gesetzgebung, handel,, wñrde, dieser uns mógliche Wille in der Idee, ist der eigentliche Oegensrand der Achtung, und die Wñrde der Menschheit besteht eben iii dieser Fdhigkeit, alígemein gesetzgebend. obgleich mit dem Beding, eben dieser Gesetzgebung zugleich selbst un¡erworfenzu sein». 3Vdop.cit,BA 113, 260 u u u e u • sentido de la proposición sintética a priori que representael imperativo categórico, como • principio de la autonomía,requiere que demos un paso más allá de la metafisica de las • costumbres,en la que tan sólo hemosexpuesto,de la mano del desarrollodel conceptode • moralidad,que la autonomíade la voluntaddebíaestara su base,sin la cual aquélseconvertiría • en una idea quimérica. En efecto, la autonomíaes la clave de la solución para los juiciossintéticos que se derivan del imperativo categórico,pero para resolversuficientemente—en u sentidotranscendental,y no sóloconvalidez parala concienciamoralcomún—el problemaqueesterepresentaesnecesariodemostrarque hay efectivamenteun uso sintético de la razónpura práctica.La tercerasecciónde la obrapresenta,así, el proyectode unaCrítica de la razónpurau prácticaque investigueel origende la convicciónhumanaacercade la validezde la ley, esdecir, u que opereun desembozamientode la basetranscendentaldel principio supremode la moralidad u —con el que se alcanzaránlos extremos límites de la razón práctica—, cuya conclusión U conduciráa un discursoacercade la incomprensibilidadde la libertad.La riquezaontológicaque prometeesaaparenteparadojasolicitaráqueel procederanalíticocedael pasoa unaCrítica de la razonpráctica, quedescubraun uso sintéticoposiblede la razónpuraprácticay demuestreque el u Imperativocategóricoy la autonomíade la voluntadsonverdaderosy necesarioscomoprincipios U apriori de la moralidad’.LasegundaCrítica, ademásde partir de un hecho(faktum),fundadorde • una nueva legislación racional y de un nuevo régimen de inteligibilidad, que es nuestra • concienciade la ley moral, adquiriráunavisión de conjunto (CJbersicht)de las legislaciones U racionalesde la que carecíala Fundamentación,de modo que encontrará,de modo plenamente U autorizado(mit Befugnis),modosdecooperaciónentreproposicionesteóricasy el interéspráctico U que nospermitiránampliarconsiderablementenuestraperspectiva(Aussicht)de la libertad,a lo U que ya nosreferimos,atendiendoa la funciónestructuralde la exigenciaprácticade aceptarla • realidadobjetivadeciertasproposicionesteóricasindemostrablesenesesu espaciode origen,en • el apartado¡5 deestemismotrabajo. u u u U _____________ U ‘Esteestudiodeun posibleusosintéticodela razón purapráctica permitiráun acercamientoal principio insondable • e incomprensiblede la libertadquealcanzalosextremos limites de toda filosofia práctica y queasimismoserviráde • presuposiciónnecesariaparaque la segundaCrítica puedaserlode una razónpráctica—vd KprV, A 30—, cuya • realidadya hasido confirmada.Un estudiodetenidoen las metódicamentedistintasinvestigacionesde la moralidad en la OMSy la KprV lo encontramosen The DeductionofMoral Law de O. Henrich, vd. bibliografia, Pp. 303-316. El autorsostieneque la justificaciónde la validezdel imperativoen la OMSen la reflexión moral seve oscurecida por las dificultadesqueencuentrala terceraseccióny supone,al mismo tiempo, su limitación cognoscitiva,puesde U algún modo,lo queganamosensentido,lo perderemosenjust1 noch • e¡níger Vorberei¡ung>. 2 1’d. KprV, A 167-8: «[Sji se conociese la posibilidad de la libertadde una causa eficiente, se conocería también no • sólo la posibilidad, sino hasta la necesidad de la ley moral, como ley suprema práctica de seres racionales a ¡os cuales se atribuye libertad de la causalidad de su voluntad; porque ambos conceptos están unidos tan inseparablemente que se podría definir también la libertadpráctica como la independencia de la voluntadde todo lo U que no sea solamente la ley mora! Pero la libertad de una causa eficiente, sobre todo en el mundo sensible, no U puede ser conocida de ningún modo, según su posibilidad; felices nosotros, si podemos estar suficientemente • seguros de que no tenga lugar prueba alguna de su imposibilidad.»; cfr. op. cit. §7, Obs., HA 55-6: «Se puede denominar a la conciencia de esta leyfundamental un hecho de razón [...] que se imponepor sí misma a nosotros como proposición sintética a priori [...] aunque sería analítica si se presupusiera la libertad de la volunta4 para lo u • 263 U u u u U U Puessi bien la distinción entrela determinaciónde los fenómenosen el tiempo y como cosasen sí mismasparecealgo demasiadopobreparalos deseosde inteligir (cinsehen)un modo de sery actuarinteligible sólopeculiardel hombre,laamenazadepérdidade lagloriosaapertura (herrliche Erdffnung) de lo práctico, si no nos atenemosal cauce abierto por la razón especulativa,se transformaráen irremediable estadode hecho, de modo que ese equilibrio consecuenteentreresultadosdel trabajode la razóngeográficamentedisparesnosrecuerdaqueel estudiode la relaciónentrerazón y libertad ha de quedarmuy lejos de una transgresiónde los ejesbásicosde la analíticatranscendentaldel entendimientopuro. 111.6.2 Análisis delvínculo entrelibertady razón Dado que el obrar moralmentees ley para nosotros, seres racionalesfinitos, que carecemosde las condicionesprácticasde una voluntad santa, surgirá como una exigenciade todo derechola concernientea la demostraciónde la libertad, en cuantofacultad de obrar con independenciade todo móvil extraño,comopropiedadprácticade todos los seresracionales.No ayudará en esta tarea ningún ensayo que pretendaexponerla amparándoseen supuestas experienciasatribuiblesa la naturalezahumana,sino únicamentesudemostracióna priori como predicadode la autoactividad(Selbsttátigke¡t)de los seresracionalesen general,dotadoscomo estánde voluntad’.Bastaráporel momentocon estaadmisión(Annehmung)de la libertadcomo fundamentoen la Idea (in der IdeezumGrundegelegt)de las acciones(Handlungen)de sujetos racionales,admisiónque no implica en modo algunola imposibledemostración(Beweis)de la libertaddesdeun puntode vistateórico2.Podemosafirmar, de estamanera,quetodo serracional, dotadode voluntad,obrarábajo la Idea racional de libertad,por lo tanto, será la manifestación fenoménicade unalibertadpráctica,generadoradeefectosen un mundoqueaspiraa convertiren un mundo de los fines. Intentardemostrarla existenciay la pervivenciade una razón que, en lugar de mostrarsecomo autolegisladora,se dejasedeterminaren sus juicios por elementos extraflosa su atención,como los provenientesde ciertosimpulsosy apetitos,equivaldríaa algo así comolo queKantafirmaal principio de la segundaCrítica, asaber,«comosi alguienquisiese demostrarpor la razónqueno h~ razón»3.Peromásbien éstatendráqueactuarcomola autora (Urheberin) y guardiana de sus principios, haciendo plena abstracción de todo influjo heterónomo,y, como tal, seconsideraráa sí mismacomo libre4. Una muestrade ello esque ni siquiera—siguiendoun ejemplocaro a Kant— el peor bribón podráacallar los efectosde la libertad en él, que involuntariamentele conduciráa pensarsecomo un posiblemiembro de un cual, empero, como concepto positivo, se exigiría una intuición inteleaual, que no sepuede admitir aquí de ningún modo». ‘141 OMS,BA 100. 2 Vd op. cit, RA 100,nota,cfr. MS, Introd, IV, p. 221: «Cl concepto de libertades un concepto puro de la razón que, precisamente por ello, es transcendente para la filosofo teórica, es decir, es un concepto tal queno puede ofrecerse para él ningún ejemplo adecuado en cualquier experiencia posible; por tanto, no constituye objeto alguno de un conocimiento teórico, posiblepara nosotros, y no puede valer en modo alguno como unprincipio constitutivo de la razón especulativa, sino únicamente como uno regulativoy, sin duda, meramente negativo». 3Vd.KprV,A23;cfr. OMS,RA 112. ¡‘<1. OMS, HA 101: «Pues en tal serpensamos una razón que es práctica, es decir, que tiene causalidad respecto de sus objetos. Mas es imposible pensar una razón que con su propia conciencia reciba respecto de sus juicios una dirección procedente de alguna otra parte, pues entonces el sujeto atribuiría, no a su razón, sino a un impulso, la determinación del Juicio. Tiene que considerarse a sí misma como autora de sus principios, independientemente de influjos ajenos, por consiguiente, como razón práctica o como voluntadde un ser racional debe considerarse a si mismo como libre». 264 u u u u u U reinode los fines. Si bien el serracionalesel único quepuededarsea sí mismola propialey de u susaccionesy someterse,así,a unalegislaciónautónoma,la sutil distanciaabiertaentrerazóny • libertad,dondela segundaejercedefundamentoabismáticode la primera,habilita que el arbitrio —lavoluntadfenoménica—puedadecidirvolverselibrementecontrala ley propia(eigen), hecho contra el que, por ser un acto de libertad (Actus der Freiheit), en un sentido estrictamente • ontológico, ningún observadorimparcial, conocedor de la naturalezahumana, tendrá, en principio, nadaque objetar’. La transgresiónde la ley seraun hechoposibilitadopor la misma U articulación de los conceptosque constituyen la ontologíacritica práctica anunciadapor la Fundamentación,que en cuanto posibilidad legítima de un ser racional finito no podrá U vituperarse,sino quesolicitaque sesaquea la luz suestirperacional.A ello volveremoscon más U detenimientoen el capituloquintode estatesisdoctoral. u 111.6.3Sentidoy alcancedela libertadcomoconceptoclavedelafundamentacióndel U principio supremodela moralidad U Al final de la segundasecciónde la Fundamentaciónla autonomíasedefinirá como la U imposición (Auferlegung)de la voluntad a sí misma de una ley universal que dieta la aptitud U (Pauglichkeit) de sus máximasparaconvertirseen ley universal,en abstracciónde todo interés, U pasajeen el que nos parecedescubrirla función implícita de un concepto,a saber,la libertad, • comotérminomedioen un razonamientoconcernientea la nociónde autonomía,queoperaentre U los extremosque representanlas máximasy la ley2. Hasta el momentonuestrotrabajo se ha • detenido en el modelo propuestopor la primera Crítica para pensarsin contradicción una U causalidadpor libertad, así comoen la atribuciónpor partede la concienciamoral comúnde la U libertada todoslos seresracionalescomomotor de susacciones,peroenmodoalgunohabíamos U podidodemostraresaespecie(Art) decausalidadcomoalgo efectivamentereal (wirklich) en la • naturalezahumana.Más bien la habíamospresupuestoparapoderpensarel conceptode un ser U racional,autorde accionesquele sonimputables,y, así, parapoderatribuir a todoserdotadode • razóny voluntad la propiedaddedeterminarsea obrarbajo la determinaciónde la Ideade razón • queesla libertad3.Deestaatribuciónha resultadola concienciade unaley parala acción(Gesetz • zu handeln),que dieta que las máximas de una voluntad autónomadeben poderseconvertir U siempreen leyes universales,es decir, en principios moralesobjetivos, componiendoasi una • legislación universal, que en su reverso material aparecerácomo un reino de los fines. Es • evidenteque nuestrarazóntomaráalgún interésen la consecuciónde esosresultados—todo el u esfuerzode la GMS resultade ello—, puesen ellos estáenjuego nadamenosque el poderser u racionalen sentidopráctico,lo queparalos seresracionalesfinitos setraduceen la inextinguible u concienciadeldeber4: U U U U U ‘ Vd. KprV, A 62: «[S]i alguno ha fundado sus principios únicamente sobre su propio provecho, no tendrías la U menor cosa que alegar contra esaforma de proceden>. • 2 Vdú falsche Spitzfind, 11, 58-59: «un concepto distinto (deutlich) sólo es posible mediante un juicio, pero uno • completo (vollstándig) sólo puede serlo mediante un silogismo»; cfr. el detenido estudio de B. Hoegernann • consagradoala OMS,Die IdeederFreiheit unddasSubjekt,Pp.233-7,incluidoennuestrabibliografia. Va OMS,BA 101-2. Vd. op. cit., BA 102-3. u U 265 U U U u U u «Parece,pues,como si en la Idea de la libertad sólo presupusiéramospropiamentela ley moral, a saber, el principio mismo de la autonomíade la voluntad, sin poder demostrarpor si misma surealidady objetiva necesidad» a De esta manerase alcanzael importantepaso para la fundamentacióndel principio a supremode la moral que representala determinacióndel principio legítimo y auténtico(edites Prinzip) con la máximaprecisión(Genauigkeit)posible,si bien no podemosadelantarcon ello un a solo pasoen lo concernientea su validez y a la necesidadpráctica—a la constricción—de sometersea él, dificultad que ya se encontróal sostenerla necesidadde resolver a priori la validez del imperativo categórico,en cuanto expresiónde la autonomíade la voluntad. El fundamentodela validezuniversalde la leymoral, condiciónlimitadora de nuestrasacciones,así a como del elevadovalor de estaley de nuestroactuar,serásin dudael responsabledeque nuestra razón ponga en ella un interés tan alto, hasta el punto de dejar a un lado, como algo a específicamentedistinto, el estadofisico de su existenciay las necesidades(Bedñrfnisse)del mismo. La aproximacióna la libertad, en cuantoconceptocimentador(ergrñndend)de la vida a moral, solicitará que reparemosen la peculiaridadde la razón humanafinita, que le permite tomar interésen una constituciónpersonal(persónlicheBeschaffenheit)—casi podríamosdecir a en la constitución de la personalidad—,que, sin embargo,no conlíeva un interés por la satisfacciónde sus necesidadesfisicas ni por el bienestarde su estado(Zustand), lo que no impide que la posesión—quesiempreseráen estecasoadquisición(Erworbenheit)— de aquella constitucióno modo de sernoscapacite(fáhigmachen),por dignidad,parala participaciónen un a estadode felicidad. Sin la libertad,que nospermitedejara un lado todo interés,y sin las leyes a morales derivadasdel gesto de nuestrarazóna favor (zumBehuJ) de lo libre no seríaposible el juicio anterior, que tampococlarifica (erkiuterí), ni puedehacerlo, cómo nosdesprendemosde todo interésempírico,decidiendosometemosaciertasleyesmorales,actoy resoluciónporel que descubrimosen nosotrosun valor supremoque subsanatoda pérdidafisica. Dicho de otra a manera,el reconocimientode un principio como la libertadnosabrela perspectivade un valor supremopresenteen nosotros,queningún estadofisico podrádisminuir ni menoscabaren lo más minimo con su compulsión. Por el contrario, incluso el bienestarfisico más perfecto que fuésemoscapacesde pensarquedadaensombrecidoen su magnitud y poder a manos del conceptode dignidad (Ji/Urde), pero por este cauce no penetraremosaún en cómo ello sea posible, por lo tanto, en porqué la ley moral nosobliga (verbinden)2,limitación que en estos lid. OMS, RA 103: «Es scheint also, als setzen wir iii der Idee der Freiheit eigentlich das moralische Gesetz, númlich das Prinzip der A utonomie des Willens selbst, nur voraus, unil k¿innten seine Realitát und objektive Noiwendigkeií nichtfiir sich beweisen». 2 Una notade MS —Tugead!, Introd., 1, p. 382, nota— ponede manifiestoel centrasteentrelas dosrazonesque convergenen lanaturalezahumana,a saber,las de la sensibilidady las de la razón.La moralidady la determinación a la acciónpor deberno implica de por si ningunanegacióndela adscripciónsensibledel hombre—contrariamente a lo quese ha convertidoen lugarcomúnde tantascriticasal formalismokantiano—, másbien habráqueatenderen lo necesarioal bienestarfisico parano verseobstaculizadoinnecesariamenteen el cumplimientodel deber.El pasaje de la nota mencionadaexponecon gran claridad la oposición, que casi podríamostildar de estética, entre inclinacionesy deber,hastael punto de afirmar que sus respectivascondicionesde manifestaciónse embozany ocultanentre si: «Un hombrees tanto más libre cuanto más puede ser coaccionado moralmente (por la simple representación del deber) y menos fisicamente. Asi por ejemplo, aquel que posee una resolución suficientemente firme y un almafuerte como para no renunciar a una diversión que se ha propuesto, por muchos que sean losdaños imaginables que pueda atraer sobre si, pero que, sin embargo, renuncia a su propósito sin vacilar, aunque a disgusto, cuandopiensa que con ello descuida obligaciones a su cargo o desatiende a su padre enfermo, demuestra precisamente su libertaden sumo grado al no oponer resistencia a la voz del deber». 266 momentosde la fenomenologíaprácticade la libertad nos recuerdalas condicionesde la finitud quenosfranquearonel pasohaciala magníficaperspectivade la moralidad. La Fundamentaciónadvertirá,en un primermomento,de la distinciónentrelos aspectos legislativo y ejecutivode la voluntadhumanacomouna suertede circulo vicioso,enel quenos suponemos(annehmen)como libres enel orden de las causas,parapensarnos,inmediatamente después,sometidosa las leyesmoralesen el orden de los efectos.Lo que el trabajorealizado hastaelmomentopermitiráafirmaracercade estecírculo aparenteserála intercambiabilidadde los conceptosde libertad y sometimientoa la ley moral en su común constitución de la autonomía,lo que representaunaclara dificultad paraexplicarel uno como el fundamentodel otro —ambosdesembocanen el mismoprincipio práctica—,dificultad que nosremite siemprea la distancia—propia de una voluntadque no secaracterizatanto por darsea si misma la ley comopor representárselay apropiárselacomotal—, existenteentrela libertadcomoratio essendi del fa/aiim de la ley moral y la ley como ratio cognoscendidel principio insondablede la libertad’. 111.6.4Lasolucióndelcirculo entreactividadlegisladoray sometimientoa la leydesdela aperturadeotropuntodevistaapartir delconceptodelibertad La aparenteoposiciónentrenuestracondiciónde sereslibres enel ordencausaly nuestro sometimientoa leyesmoralesen el ordenfinal, dosconsideracionesacercade un mismo sujeto que hallabansuunidadenel conceptode autonomía,vuelvea remitimosal modelo de solución aportadoen la discusiónacercade la primeraantinomiadinámicay su siluetapreliminar.Parece necesariorecordaresemodelo,enel quenosdetuvimosenel capítuloII de nuestrotrabajo,desde el momentoen quecuandonospensamossegúnnuestracausalidadcomo enteslibres,adoptamos un punto devistadistinto del quenospermiterepresentamoscomo efectos,integradosen series de estadossometidosa la legalidadnatural. Quizás la solución de estepequeñoescollo,pero cargadode consecuencias,propuestaal final de la Fundamentaciónpaseporatendera lasolución crítica de la Antinomiade la razónpráctica: «Enla antinomiade la razónpura especulativaseencuentraun conflicto semejanteentre la necesidadnatural y la libertad, en la causalidadde los sucesosen el mundo. Fue suprimido demostrandoqueno eraun conflicto verdadero,si seconsideraa los sucesosy al mundomismoen que ellos acontecen1..] sólo como fenómenos;en efecto,uno y el mismo ente agente,como fenómeno (aun ante su propio sentidointerno) tiene una causalidaden el mundo sensibleque siemprees conformeal mecanismonatural,emperocon respectoal mismo suceso,en la medidaen quela personaagenteseconsideraal mismotiempocomonoúmeno (comointeligenciapura, en su existenciano determinablesegúnel tiempo), puedecontenerun fundamentode determinaciónde aquellacausalidadsegúnleyesnaturalesqueestéa suvez libre detodaley natural»2. lid OMS,RA 104-5; cfr. la distincióndela voluntad~ quedictalas leyes, y el arbitrio, responsablede las máximas, enMS, Introd, IV, p. 226. A.-M. Roviello consagraun interesanteapartadodesu op. cit. a estenivel dedificultades que despliegauna fenomenologiade lo invisible, como esel casode la libertad, quepartade la naturalezade sus representantesen la naturalezahumana,comoes el casode la ley moral, vd. op. ciÉ, cap. II, § 2, Lo ley como Idea o como representación, pp. 95-100. 2 lid KprV, A 205-6: «It, der Antinomie der reinen praktischen Vernunft findel sich ein ¿ihnlicher Widerstreit zwischen Naturnotwendigkeit und Freiheit. in der Kausalitctit der Begebenheiten in der VVeIt. Sr wurde dadurch gehoben, da]? bewiesen wurde, es sei kein wahrer Widerstreit, wenn man die Begebenheiten, und selbst die Welt, darin sie sich ereignen [.1 nur als Erscheinungen betrachtel; da ein und dasselbe handíende Wesen, als Erscheinung(selbst vor seinem eignen innern Sinne) eme Kausalitdt in der Sinnenwelt ¡uit, die jederzeit dem Natumechanism gemó]? ist. in Ansehung derselbenBegebenheil aber, sofern sich die handelnde Person zugleich als 267 U u u u e u U U U U U U u u U U u u U U U U u U U U U U U U U U U U u e u U e U U u U U U u U U U u U U U u U u U u Recuperamosde estemodo la distinción criticaentrefenómenoy cosaen sí, queya seha venidomostrandodeterminanteen repetidadocasionesen nuestraaproximacióna la cuestiónde la libertad, subrayadaen la analítica transcendentalde la primera Crítica, dondela cosa en si actuabacomo signo de un fundamentodesconocidode los fenómenos,que sí podemosconocer, y, así, de un fundamentoinvisible que nuncaestaremosen condicionesde inteligir (einsehen), dadala limitación inherenteanuestrarazóncomofacultadsuperiorde conocer.Siguiendoel hilo conductorque proporcionaestadistinción críticade caladometafisico,podremosaplicarla,como era la intención de la tercera antinomia, a nosotrosmismos, que sólo por la presuposición (Voraussetzung)de la libertad, no de nuestrasfacultadessensiblesde conocimiento,podemos concebimos como autores de acciones con total independenciaen sus fundamentos de determinacióncon respectoa las leyesnaturales.El desconocimiento(Verkennung)del operador critico que habilita esedoble punto de vista, a saber,el diferentesentidoy relacióncon el que pensamosal hombrecuandole llamamoslibre y cuandole consideramoscomo uno másde los fenómenos,integradoen un tejido interconectadode seriesde estadosy acontecimientossegún leyes naturales,como respectosnecesanamenteenlazadosen un mismo sujeto, conduciríade modo inevitable a una incompatibilidad y contradicción (Widerspruch) entre naturalezay libertad, en la que se aniquilaría (aujheben) la función clave que la libertad desempeñaen relaciónal principio supremode la moralidad.Al mismotiempo, el métodocrítico revelaque la Idea de un mundo inteligible actúaigualmentecomoheraldode una nuevaestéticapropia de la libertady, así,comoportadorade nuevaspropuestasde examenparaunaconstrucciónconceptual comoel imperativocategórico,que, como un principio legitimo, habilita (veranlq/3t) la síntesis queenél tienelugar1. 111.6.5El motivodeldoblepunto devistacomoclavepara determinarnosólola posibilidad lógica, sino tambiénla posibilidadtranscendentaldel imperativocategórico En virtud de nuestradoble pertenencia,por un lado, en cuanto seresque buscanla felicidadcomosumáximadeterminación,al mundosensible,y, porotro, en cuantoserescapaces de moralidad, al mundo inteligible, consideraremos,en una actitud consecuentecon esa distinciónrepresentativade nuestrafinitud, a la ley de la libertad,quecontiene(enthált) la ley del mundo inteligible, es decir, lo suprasensibleen nosotros,como imperativo y a las acciones conformesa eseprincipio prácticoobjetivo comodeberes.Dicho en otraspalabras,el concepto de un mundointeligible, contenidoy albergadoen el conceptopositivode libertad—comoindica su primeraapariciónen la Dialéctica transcendentalde la razónpráctica—,seráel responsable de la síntesisentrela voluntady la ley moral: «Y, asi, son posibleslos imperativoscategóricos,porquela Idea dela libertadhacede mi un miembro deun mundointeligible, de dóndesi yo fuerasolamentetal, todasmis accionesseria,; siempreconformesa la autonomiade la voluntad; pero como al mismo tiempo me intuyo como miembrodel mundosensible,deben serconformesa dichaautonomia>? Noumenon betrachtet (als reine Jntelligenz, in seinem nich¿ der Zeit nach bestimmbaren Dasein), einen Bestimmungsgrund jener Kausalitát nach Naturgesetzen, der se/bM von al/em A1aturgeselze frei ist, enthalten kÉinne». Vd y. Delbos,op. ciÉ, p. 317. 2 lid. OMS,BA 111: «Und so sind kategorische Imperativen móglich, dadurch, da]? die Idee der Freiheit mich zu einem Oliede einer intelligibelen Welt mac/it, wodurch, wenn ich solches allein wáre, alíe meine Handíangen der Autonomie des Willensjederzeit gema]? sein wúrden,da ich mich aber zugleich als Glied der Sinnenv.’elt anschaue, gemó]? sefli sollen»;cft. Carnois,op. ciÉ, p. 90. 268 U U u U u u El conceptoprácticoque mejor define la aptitud e infraestructuramoral de la finitud u humana,a saber,el deberencierra,pues,toda la riquezade la concepciónkantianade lapraxis, U de modoqueel quemis accionesno puedanserinmediatamentey en todomomentoconformesa la autonomíaexpresala validez de un deber categórico,en la medida en que sobreviene u (hinzukommen)a nuestravoluntadsensiblementeafectadasupertenenciacomo razónprácticaa un mundointeligibley unadeterminaciónde la voluntadlibre ejercidapor sí misma sobrenuestra u naturalezasensible,análogaa la de la multiplicidad sensiblemediantelos conceptospuros a U priori del entendimiento,resultaráser unaproposiciónsintéticaa priori, carácterque poseeel U imperativocategórico1.En este sentido,nuestrarazón,en cuanto razónpráctica,nos permiteynos obliga a la vez a consideramosdesde un punto de vista muy diferente al orientadopor U nuestros apetitos (Begierde)2, en el que la idea de deber mantendrá una excelencia U (Vorzfiglichkeit) y al que ñnpulsa y constriñe (nótigen) la Idea de libertad, presuposición necesanay ratio essendidel imperativo. Si bien no podremospenetrar(einsehen)cómo la U libertad misma seaposible,sin queello significarairremediablementeuna transgresiónde los cauceslegítimos del equilibrio que la analíticadel entendimientopuro establecióentre las a facultadesde conocer, su estatutode presuposiciónoriunda del uso práctico de la razón e fundamentadaen la efectiva matriz de discursosex princ¡piis, que es la indigencia y • menesterosidad(Bedñrfnis)que la razónencuentraen la reflexión sobresí misma—pareceuna U ínestimableratio suff¿cienspara la validez del imperativo categóricocon que se expresael U mandatomoral. Con ello se advierteel imposibleembozamientono aparentede la concienciade U una buenavoluntad, que actúacomo indicadory recuerdode la ley de la libertad para una U voluntadsometidaa todo tipo de influjos sensibles,concienciaque nos permite reconocerla U transgresióneimputarlas accionesa los agentesresponsables. U U 111.6.6La inconcebibilidad(Unbegrejflichkeit)dela libertady la determinacióndel tremo u límite (diedussersteGrenze) delafilosofia práctica U U La libertadcon la quelos hombressepiensancomoagentesinteligibles,propiedadqueva • de la manode su razón,no podríarebajarsea un conceptoempírico,másbien sususpensiónde las determinacionestemporales—comoexpresael sollenen los discursosprácticos—ejerceráde u recuerdoconstantede lo que deberíasucedero haber sucedido,aunquela realidadefectiva • amenaceo incluso haya impedidola realizaciónde los fines de ciertas accionesposiblespor u libertad3. Podríaobjetarseque tampocola necesidadnatural contienenadaempírico, pues el • sentidodel conocimientotranscendentalconciernea la reflexión acercade cómoconocemoslos • objetos de la experienciay, por lo tanto, como señalaKant en una conocida nota de los • Prolegómenos,secaracterizaporpreceder(vorhergehen/a la efectividadde aquélla,si biensólo U 1 Vd OMS, RA 111-2. U 2 Acercade los pasajesmásrelevantessobrela presentacióndenuestrapertenenciaa un mundointeligible en cuanto U seresdotadosde libertad; vd. OMS,RA 110: «[C]uando nospensamos como libresnos colocamos como miembros U en un mundo inteligible»; op. ciÉ, RA 111: «[S]on posibles los imperativos categóricos porque la Idea de libertad U hace de mi un miembro de un mundo inteligible». Kant responderáa una objecioneslanzadaspor Kiesewetter, U concernientesa la aclaraciónde la relaciónentrelibertady ley moral desdeel par ratio essendi/ratiocognoscendi,quela libertadconocidacomocausalidadde la voluntaddelosseresracionalesy la ley moralincondicionadasondos U determinacionesreciprocasdela Ideacosmológicade la libertad, dela espontaneidad absoluta contenidaen ella; vd. U carta a Kiesewetter, 20-117-1790, Briefwechsel, II, p. 152. U ~ 17<1 KrV, A 547/B B 575: «Eldeber(Sollen) expresa una especie de necesidad y conexión con fundamentos que, de U otro modo, no aparece en la entera naturaleza»; cfr. op. ciÉ, A 5341B 562y A 550/B 578ss. U 17<1 Proleg, A 204, nota. U U 269 U U U U u U en lo empíricopodrá contar con una aplicación (Anwendung).Pero,mientrasque la legalidad naturalen suformalidadprovienedel entendimientoy su realidad(Realitút) esdemostradaen su valideza priori en ejemplosde la experiencia,la libertadtansólo aparecíaal final de la solución de la primera antinomia dinámicacomo una Idea de la razón, pensable,pero cuya realidad objetivaparecíaen si dudosa.Comoya ha sido indicadorepetidasvecesa lo largode estetrabajo, sin el paso dado por la filosofia especulativaa favor de la posibilidad de una unificación (Vereinigung)de naturalezay libertaden el mismo campode objetos,no seríaposible para la razónprácticagarantizarni cimentarla fundamentaciónde la libertadcomoel único sendero (Fufisteig) en el que resulta posible hacerun uso real y constitutivo de la razón1. Pero el establecimientode una ausenciade contradicciónno estáen condicionesde indicar el límite (Grenze)de la razónpráctica,que requiereesetrabajoprevio de la razónen su uso especulativo paragozardeseguridadfrentea los ataquesexterioresque pretendendisputarleel campodonde quiere edificar (anbauenf. Recordemosla solución aplicada en la tercera antinomia para introducir aisladamentelo que acercade la libertad ha podido extraersea partir de la razón comúnhumana,encuantoque ratio essendide la moralidady su ley. Los resultadosal respecto han sido, hastael momento,que el hombretiene concienciade su posible independenciadel conjuntode las causassensibles,por lo quepuedeconcebirsecomo inteligencialegisladoraen un ordeninteligible, dondelos fundamentosdedeterminaciónson de otraespeciequelos sensibles sin que puedahallarsecontradicciónalgunaen el hecho de que una cosaen el fenómenoesté sometidaaciertasleyesy que,al mismotiempo,desdeotro respecto,semuestreindependientede las ~. Asi, medianteel conceptodeunmundointeligible la razónponeel primercimiento (Grundíage)parapoderpensarsecomo práctica4,y de ahí,paragarantizarla autoconcienciadel hombrecomointeligencia,esdecir, comocausaeficientelibre (frei wirkendeUrsache),algoque no podríadarsesilos influjos sensiblesresultarandeterminantes,sin interrupciónposiblede su circuito natural,paranosotros.En estaconcienciade sí se encuentrael origen de la pretensión (Anmafiung) del hombrede conoceruna voluntadque en nadaes determinadapor apetitos e inclinaciones,de cuyasaccionesesresponsablecomointeligencia,segúnprincipiosde un mundo nouménico, cuya descripción pormenorizadahallamos en la segunda Crítica5. Si bien el establecimientode la no contradicciónentrenaturalezay libertad no alcanzabael límite de la razónprácticay, tomandoprestadalaexpresiónkantiana,tendremossuertesi con eseresultadose ha señaladosuficientementeel inicio de la tareaque quedaen manosde unacrítica de la razón pura práctica, el pensarnoscomo miembros de un mundo inteligible tampoco lo transciende (ñberschreiten),sino queesepeligrosopasoseproducirámás biencuandouno pretendaintuirse (hieinschauen)y sentirse(hineinempfinden),enunaefectivapertenenciay arraigo,en esemundo. Lo primero constituyeun pensamientomeramentenegativocon respectoa lo que conocemos acercadel mundo sensible,que como tal no proporcionaráninguna ley a la razón para la determinaciónde la voluntad, y sólo se muestrapositivo en la medidaen que la libertad en sentidonegativoestáconectadacon unafacultadpositivay con unacausalidadde la razón,que se expresaen la voluntad. Peropretenderconocerel objeto de esavoluntad, en tanto que causa 1 Vd OMS,RA 115; cfr. 10-Y, A 543/11571. 2 ¡~¡~ OMS, BA 116. 3Vdop.citJBAll7. 4Vdop.cit,BAíí9. Esainteligenciaes lo queconstituirásu auténticoyo (e¡gentliches SeIbsO, por lo que el ordende las tendenciase impulsos sensiblesno tendrá la fuerzasuficientepara anular esadeterminaciónracional, si bien cadauno en si mismo será responsable(verantwortet) de la complacencia(Nachsicht) que les dediquey de la influenciaque les toleresobresusmáximas,en perjuiciode las leyesobjetivasde la razón;vd. OMS,RA 118. 270 a U U u U u U motnz provenientedel mundo inteligible, transgrederíasus límites, al aspirar a conocer • (erkennen)algo de lo que nada sabe (wissen) —lo que nos remite a una de las principales U enseñanzasde herenciasocráticade la Dialéctica transcendentalde la razónpura, a saber,el U conocerlo que no sesabe1—.Si la razón pretendieraexplicar cómo la razónpura puedeser u prácticaincurriríaen la imposible tareade averiguarcómoseaposiblela libertad,de modo que transcenderíacon todaseguridadsulimite extremo,olvidando fatalmenteel estatutopeculiarcon U que sepresuponíanecesariamentela libertad,en cuantofundamentode unaproposiciónsintéticaapriori comoesel imperativocategórico,a saber,comounameraIdearacional,cuya relación U objetiva no se puedeexponer(dartun) según leyes naturales,por lo que tampoco en una U experienciaposible. Carecemosde cualquierejemploo analogíaque nospermitieraconcebirla U (begrefen)o penetrarla(einsehen),pues,cuandodejande regir las determinacionessegúnleyes U naturales,perdemosde vistacon ellas las explicaciones(Erklárungen)y sólo contamoscon la U fuerzasubjetivade la defensa(Verteidigung),esdecir, con el rechazo(Abtreibung)legitimo de las objeciones procedentesde los que pretenden (vorgeben), despuésde haber intuido presuntamentela esenciade las cosas,que la libertad es imposible2,es decir, de aquéllosque, U despuésde anular los ejes fundamentalesde la metafisicasegúnel idealismotranscendental, u consideranal hombre desdeun único registro, a saber, como fenómeno sometidoa leyes • naturales. U Otradelas limitaciones,estrechamenteligadaala anterior,quedeterminany restringenel U alcancede nuestrarazónserála quenos impidahacemosconcebibleel interésporel que la razón • sehacepráctica,el queel hombretomaen las leyesmorales3,puesparaqueello fuera posible • para comprenderque nos interese la universalidadde la máxima como ley, esto es, la U moralidad—habríaque poderconcebira priori lapotenciacausalde la razón,capazde producir U (hervorbringen) una sensaciónde placer o de dolor que acompañeal cumplimientoo a la U transgresióndel deber4.La respuestaa la preguntapor la posibilidadde un imperativocategórico • indicará,de estemodo, cuál seael único estatutoen el que la libertad resultaposible,a saber • comopresuposiciónnecesariaparael usoprácticode la razón,pero la preguntapor la posibilidad U de esapresuposiciónno podrásolucionaría,a suvez, ningunarazónhumana5.La presuposición U de unalibertadparael arbitrio (Willkñr) no estásóloplenamenteautorizada,comodejó asentado • la primera Crítica, sino que se muestradel todo necesariapara la fundamentaciónde una • voluntadlibre. Pero,a pesarde esanecesariahipótesis,la razónhumanano puedeexplicarcómo U ella esporsí mismapráctica,o lo quevienea serlo mismo,cómopuedeproporcionarun motory • producirun interésmoral, puesello implicaríaque conocierala posibilidadde la libertad como causalidadde unavoluntad6.El hechode que contemosconla Ideade un mundointeligible no • ímplica una revolución de nuestrasfuerzas cognoscitivas,de modo que podamosllegar a • conocerlo,sino que más bien servirá de eje desdeel cual elaborarun discursoacercade la admirableconformidada fin de la proporción entre nuestrasfacultadesde conocer.La razón U alcanzóeseconceptointeligible en un pasoanálogoal realizadoen la primeraCrítica, a saber,mediantela limitación del campode los motoressensibles,mostrandoqueel tiempo no es el únicoprincipio de inteligibilidad de lascosasdel mundoy reservandoun espaciovacío, del que se habránexcluido todos los fundamentossensiblesde determinaciónde la voluntad,paraun U ‘VdKrVA47O/B498. U 2YdOMS,BA121. U 17<1 op. cit, HA 122,nota. ~Vd. op. cit, ibid Vd. B. Hoegemann,op. cit, pp. 289-290. 6Vd GMS,BA 125. U U 271 e U U e u U fundamentoúltimo de los fenómenosque no conocemos. El establecimientode un limite (Grenze)semejanteen la investigacióncontribuyeadetenerala impacienterazónen subúsqueda dialécticaen el mundosensiblede una causamotriz (Bewegursache)y de un interésconcebible por ella,así comoa convencerlade queabandonesudesorientadodivagaren el espaciovacíode conceptostranscendentes,sin poderavanzarun solo pasoen su camino’. Al mismo tiempo, la Idea de esemundo inteligible, un conceptosuprasensible,esutilizable (brauchbar) y permitida (erlaubt)paraunaferacional (vernñnftigerGlauben),a pesarde quea suspuedastodo conocer ha de perderla esperanzade poderavanzarun solo paso,donde se explicita que la finitud de la razónhumanaquizástengaque sercomplementadapor las condicionesde realizacióndel sumo Bien3. La limitación (Einschránkung)de la razón difiere, así, su satisfacciónen la constante solicitaciónde las condiciones4,de modoque seacabeencontrandosuficienteel hallazgode un conceptoque puedacorrespondera esapresuposición(Voraussetzung)de lo incondicionado.A pesardel comprensiblereproche(Vorwur/) lanzadoa la razónhumanaen general,al no poder concebirla necesidadincondicionadade la ley práctica,la deduccióndel principiosupremode la moralidad,a saber,la autonomía,serállevadaa cabo,puessi bien «no concebimos,ciertamente, la necesidadpráctica incondicionadadel imperativo mora¿ [...] concebimos,en cambio, su inconcebibilidad>0, rendimiento de esperarde una filosofla que aspira (streben) a llevar a principios los límitesde la razónhumana.De modoque seráde esperarque las dificultadespara comprendery aceptarel sentidodel mandatodel imperativocategóricoprovenganen su mayor partedel intentode conciliar el “privilegio” de sercapazde unaIdeacomola de libertadcon las «orgullosaspretensionesde la razón especulativa»,que solicitan la intelección de lo que sin embargosobrepasael alcancede las explicacionesnaturales.Se observaaquí la impotenciade unarazónteórica,tancapazenotrosámbitos,querecelosaincitaa los aliadosde la omnipotencia de la especulación—en otras ocasionessus enemigos—a oponerresistenciay combatira esa Idea6. La libertad intervieneen la deduccióndel imperativo categóricocomo presuposición necesana,a pesarde inconcebible,en virtud de lo cual la segundaCrítica podrárecordamosen su inicio quesetrata de la raúo essendide la ley, sin que estaobraseveaobligada,a su vez, a emprendernuevamenteel proyecto deductivo ensayadoen la Fundamentación.Más bien el estudiode la concienciamoral realizadoen estaprimera obra moral serviráde trabajo previo (Vorarbeitung)parala presentaciónde la concienciade la ley moralcomofaktumen la Crítica de la razónpráctica, de modo que lo quela Fundamentacióndenominaráaún deducción,a saber, 17<1 OMS, BA 125-6. Hoegemanndistingue una determinaciónnegativade los limites extremosde la razón práctica,queno puedeexplicarenquéconsistesu serpráctica,deunadeterminaciónpositiva, puestoqueel hechode no poderconcebirlanecesidadabsolutadel imperativocategóricono peujudicaa la deduccióndel principio supremo de la moralidad,a saber, la autonomiade la voluntad, vi op. ciát, p. 290ss.Acerca del sentidoque adquiereuna deduccióndel imperativo categóricoen la OMSy suéxito,vd op.cit., p. 291, nota. 2 Vi OMS,BA 126. 14, op. cit, BA 126-7: «rLla Idea de un mundo intelieible puro, como un conjunto de todas las inteligencias, al que nosotros mismos pertenecemos como seres racionales (aunque, por otraparte, al mismo tiempo como miembros del mundo sensible) sigue siendo una Idea utilizable y pennitida para el fin de una fe racionaL aun cuando todo saberhalla su término en los limites de ella» [subrayadonuestro];cfr. las observacionesacercade estepasajeen V. Delbos,op. cit, pp. 321-336. ~ 17<1 OMS, BA 128: «[La razón] busca sin descanso lo incondicional-necesario y se ve obligada a admitirlo, sin medio alguno para hacérselo concebible: harto contenta cuandopuede hallar el concepto que corresponde a esa ~resuposición». 17<1 op. cii?, ibid 6 17<1 MS, Tugendl.,Pról, p. 378. 272 U u U U u u quela comprensiónde la posibilidadde la libertadde la voluntadconduzcaa la necesidadde la • ley prácticaparatodo ser racional, ya no recibirá ese nombreen la segundaCrítica’. Peroel • finale consagradoa la demostraciónde la fundaciónde la moralidaden y por la libertad,que, al • mismo tiempo,ha de admitir nuestrainconcebibiidadde la misma—lo contrarioequivaldríaa • integrarun conceptosuprasensibleen unaexplicaciónteórica—,reiteraráque el principio de la • autonomía,lejos de designarunaautotransparenciay coincidenciaperfectade la razónconsigo • misma,en una suertede dominio de su propioorigen—quebien podría impedirleel decidirse U por el mal—, se encuentrahendidasin remedioentre sí misma y la ley que ella misma se • proporciona.Por ello las dificultadeshalladasen la deduccióncapazde mostrarla necesidad U absolutadel imperativocategóricopara la razónhumanano constituiránobjeciónalgunaparasudeducción2.Por otro lado, si nos estuvierapermitido penetraresanecesidadabsolutade modo que el imperativo fuera analíticopara nosotros, lo habríamosconvertido en uno más de los u imperativoshipotéticos,y la representaciónde la ley ya no seríauna ley de la libertad. La definiciónde la facultadde desearcomofacultadde determinarsea uno mismo a obrarsegúnla U representaciónde ciertas leyes ya indica que la mediación representativaseráel único hilo U conductorconquecontamosparareconocemoscomodotadosde libertadpráctica.Subrayamosla U presenciade semejanteguíadesdeel momentoen que la concienciadeposeerunavoluntadno es idéntica con la concienciade la libertad, que conocemossolamentecomo presuposición • necesaria. Con anterioridadhemosseñaladola coherenciadel tratamientokantiano de este U conceptoremitiendoaun texto pertenecienteal segundoprólogodela primeraCrítica, en el que U se advierteque sin el trabajode la razónespeculativaen la solución de los problemasque la • acosan—la unificabilidad de naturalezay libertadcomo fundamentode determinaciónen un U mismofenómeno—,la moralidaddeberíacedernecesariamenteel puesto(Fíat) queocupase,en U tanto que unapropiedad(Eigenschaft)que perteneceríaa la especiede causalidadde nuestra U voluntad,al mecanismode la naturaleza3.De estamaneraKant introduceunahipótesisabsurda, U desdela visión global que permitela familiaridadconel enterorecorridode la críticakantiana, U dadoque el hallazgopróximo de la ley moral comofaktumde la razónasegurarála imposibilidad U de disolverla moralidadcomounaquimeraen la causalidadnatural4.Sin embargoesteartificio • contieneunasabiaconsecuencia,que ilumina la necesidady exigenciade cimentaren primer u lugar la posibilidadde la libertad,demostrandoal menosqueno eraunahipótesiscontradictoria, • hasta el momento en que la segundaCrítica pueda poner de manifiesto que el camino U 1 B. Hoegemannsubraya—en la tesisdoctoralanteriormentecitada—el empellode buenapartede la investigación kantianaen descubriren la OMS lospasosdeunadeducciónquehabríasido abandonadapor imposibleen KprV— U los trabajosal respectodeKonhardt,Praussy Henrichavanzaríanpor estecamino—,vd op. cit, p. 290, nota.Contra una opinión que se remontaa Paton,en Pie categorical Imperative, y recogidapor flting, en Der naturalistiche U Fehlschlufibel Kant —enRehabilitierung derpraktischen Philosophie,M Riedel (cd.), Pp. 113-130—,Forschner,en U OesetzundFreiheit, p. 223 y 292 y Henricb,enDer Begr(ff da sitilichen Einsicht, p. 247, todostrabajoscitadosen • nuestrabibliografiafina], Hoegemanndudadel sentidoquepuedatenerparaKant el procedera unadeducción,es decir, a unapruebadel modoen queconceptosa priori serefierena objetos,concernientea la determinaciónde la U voluntadqueexpresael imperativocategórico.Másbientrasla parteanalíticade OMS,en la quecomprendemoscon • claridadlapresenciadel debery su mandatoen nosotros,paracuyavalidezpresuponemosel conceptodelibertad— U la ley como ratio cognoscendi de la libertad—, la partesintéticade la última secciónsedirigirá a mostrarla función • de la libertadcomo ratio essendide la ley moral, puesúnicamentesu presuposicióny lo queconllevo,a saber, la pertenenciaa un mundo inteligible y la adopciónde su punto de vista, explicarála posibilidad del imperativo U categórico,sin queseamoscapacesde penetrar,a su vez, la posibilidaddeesepasosubjetivo; wL Hoegemann,op. U cit., p. 271, nota 113 y p. 289. • 217<1 OMS,BA 128. • 17<1 Carnois,op. cU.,pp. 92-3. En efectolamoralidadessólo posiblepor la libertad, ‘~‘d WhDo?,VIII, p. 139. e • 273 u U U u U u emprendidopor la razón especulativaera el correcto, al refrendarlo mediante la estructura peculiarde un hecho de razón . La decisióncrítica fundamentalde la Crítica de ¡a razónpura, que representael idealismo transcendental,es, así, condición de que nuestra constitución subjetivay la economíainternade las facultadesse muestrereceptivaa algo queesunfaktumde nuestrarazón,y, comotal, portadorde unascondicionesde darsea conocerdesconocidaspara unaAna/frico transcendentaldel entendimiento.La distancia,que no debedejarde sefialarse, entre las dos obrasconcernientesa la fundaciónde la moralidadexpone,nos parece,la misma distancia,recogidaal inicio de la Crítica de la razón práctica, entre la libertad como ratio essendide la ley moral y la ley como ratio cognoscendide la primera. Si no serespetaraesa relación, irreductible a la identificación,encontraríamosalgo cercanoa la eutanasiade toda moral, su muertedulceen el desconocimiento(Verkennung)de lo que puedeel ánimo (Gemid) humano2.Como conclusióndel cauce(Bahn) de fundamentaciónde la moralidadpreparadopor la Fundamentaciónseñalaremosque,desdeestepuntode nuestroestudio,tantoel uso teóricode la razón, comoel práctico, remitena un saber del límite comoúnico medio parahabilitar la relaciónentre lo empírico y lo nouménico.Desdeesta perspectiva,quedesdeel comienzoha elegidoestetrabajocomomotivo impulsor, la razónteóricaconducíaen la determinaciónde sus limites a un saberen el límite (aufderGrenze),cuyaexpresiónmáscaracterísticaveníaa ser la teología natural sobre la base de un antropomorfismosimbólico, centradoen la conexión (Verknñpfung)de lo que conocemoscon lo que no conocemosni nuncapodremosconocer.Por otro lado, la razónprácticaparecealcanzarsu extremolimite con el imperativo categórico,en cuantoexpresiónformal de la ley práctica,un auténticoconceptoen el límite (aufder Grenze), queconectalo desconocidoe insondableparanosotros,asaber,la libertad,con lo queconocemos efectivamente,a saber,el actuarbajo leyesnaturales.Esteúltimo, encuantolímite, representael tránsito (Ubergang)en sentidoprácticode una causano empíricahaciaun efectoempirico, es decir, de la libertada la acción.Ambaslegislacionesracionalescompartenel mismo limite, pero mantienenunarelacióndistinta con él3, pues,mientrasque la razón en suuso teóricopiensael tránsitode lo sensiblea lo inteligible sin poderlodeterminarporconceptos—tenemosnoticiade los conceptosde un mundo inteligible y de un Ser supremo,pero éstos carecende significado para nosotros, por lo que no alcanzamosa determinar la causalidadefectiva de una causa noumenonen lo empírico—, la razón práctica posee un concepto acerca de la eficacia y rendimientoefectivodeunacausainteligible, a saber,el imperativocategórico,de modo que la relación que mantiene con su límite se encontraráal menos determinadaconceptualmente medianteel conceptoprácticode un deber incondicionado.Con el fin de evitar todo génerode dudas en tomo a la presuposiciónde la libertad como fl~ndamento del imperativo, lo cual derribaríalos fundamentosde la moralidad,Kant afinnaráque setrata de una presuposición,no solamenteposible, sino necesaria—como condición de todas las accionesposibles por el arbitrio— paraun serracional,esdecir, conscientede sucausalidadmedianterazón (Kausalitát a durch Vernunft),queno esotra que la que defme a su voluntad4. La Observaciónfinal de la 1 17<1 Philonenko,Ji oeuvredeKant, t. 1, pp. 333-4,citadoenbibliografía. 217<1MS, Tugendt,Pról, p. 378. 17<1 W. Vossenkuhl,“Von der ¿Iuflersten Orenze aller praktische Philosophie ‘, en O. HÓffe (ed.), OMS. E»; kooperativer Kommentar, Pp. 299-313. La libertadactúacornounacondiciónquesostieney justifica lavalidez(Giiltigkeit) del imperativocategórico,pues no en vano setratade un conceptoanaliticamentecontenidoen aquél,wI OMS,BA 98;cft. op. cii?, BA 124; cfr. R. Brandt, Der Zirkel im dritten Abschnitt von Kants Grundlegung mr Metaphysik der Sitten, en O. Seel (cd), Kant, Analysen Probleme — Kritik, citado en bibliografía . La subordinaciónanalitica del principio supremode la moralidada la libertad ha sido duramentecriticada por O. Prauss—vd Kant uber Freiheit undAutonom¡e, p 99, 274 U u u U U • Fudamentaciónmanifiestala distinta relaciónque la razónprácticamantienecon su límite, con • respectoala teórica,desdeel momentoen queéstalo alcanzaal encontrarla «absolutanecesidad de alguna cosa como causasupremadel mundo», mientrasque la primera lo halla en la U «absolutanecesidad,pero únicamentede las leyesde las accionesde un ser racional»’. La U eficaciacausalde una causasupremadel mundopennaneceinevitablementeindeterminada,sin • embargola eficacia de la voluntad cuentacon un concepto,el imperativo categórico2,que • garantizasu determinación.Los doscaminosemprendidospor ambaslegislacionesde la razón • exponen una característicaunitaria de la razón humana, a saber, su búsqueda de lo incondicionado(Unbedingt),la cual no encuentranuncafin y, en caso de alcanzarlo,descubre que no puedeconcebirlo(begrefen).Por estemotivo la experienciade la libertad suponeestar U siempreen camino,decaminode la razónhaciasi misma,haciael fundamentoo razónde si queu 3 se muestraincapazde sometera susconceptos, con lo que todaposibleobjecióncon respectoa U esecontinuadofracasocorresponderádirigirse a las limitacionesinherentesa la razónhumana, U no al plan de deduccióndel principio supremode la moralidad. De un modo significativo la U inconcebibilidaddel imperativoconque sedespidela Fundamentaciónya no pondráen peligro suvalidezobjetiva,sino su efectividad(Wirksamkeit)en cuantoley práctica,inexplicableporel unico medio con el quecontamos,a saber,las leyesnaturales.Más adelante,a pesarde que la U libertadsigasiendoun principio insondable4,lasegundaCrítica ensayaránuevasvíasde accesoa U la realidadde su implantaciónmundanal,medianteel reconocimientode surealidadobjetiva en • virtud de su ratio cognoscendipara nosotros, la ley moral. Pero —como veremos—serála U Crítica delJuicio la obracríticaencargadaconla misión de sentarlas condicionesde posibilidad • de que la libertad seauna resfacti, y así, la única Idea de la razónque seencuentreentrelos U hechos(Tatsache/.Si bien la causalidadefectivaseguirásiéndonosinconcebiblee insondable,se U encontraráentre los scibdia, desdeel momentoen que su realidadcausalpodráser expuesta • (dartun) en accionesreales(wirkliche Handlungen)en el mundo6, lo que, a su vez, manifiesta U que la indeterminaciónde lo suprasensibleconciernesóloal punto de vista teórico7.La libertad u como resfacti demostraráque la causalidadefectiva de la libertad, en cuanto especie de U causalidad(Art derKausalitát) en el mundo,no debesolamenteserpostulada,sinocomprenderse • como un acontecimientoefectivamentereal en éste. Esta tarea (Aufgabe) conducirá, como u intentaremosjustificar en la última partede nuestrotrabajo,a una suertede nuevarevolucióndel • modode pensar(Denkungsart)en la Crítica delJuicio, que afectaráal mismoconceptodoctrinal U del idealismotranscendental—cuyamanifestacióncomodoctrinade la idealidadde los objetos u citadoen nuestrabibliografía—, bajo la objecióndequesignificaríaqueKant no podríapensarsin contradicciónla U razónprácticacomolibertaddela voluntad,sin incluir a la moralidadcomosu ley, con lo que la posibilidaddel mal U radical quedaríacarentede explicacióncoherente.Por nuestraparte,nos pareceque en la objeción de Praussse • observauna confusiónentrelas condicionesde fundamentaciónde un respectode la libertadcomoautonomia de la voluntad —fundamentotranscendentaldel arbitrio— con la posibilidad de su aniquilación y negaciónlibre en la U adopciónde una máxima mala por partedel arbitrio. Por otro lado, el dar razóndel mal es tan inconcebible • (unbegreiflich) como el dar razóndel bien,puesambosresidenen la elecciónsubjetivade las máximas,expresión • de la libertad insondableparanosotros. U 117<1 OMS, HA 127. U 2 w~ Vossenkuhlapuntala imposibilidad de algo asi como una constatación categórica en el dominio de ¡arazón teórica,v<1 op. cit, p. 311. 317d.OMS,BAI2S. U 417dKpr17,A241. u ‘va KU, §91, A451/B 457. 6 17<1 op. cii?, ibi<1 • ~1/<1 op. cii?, §89,A 436/B441. U u U 275 U U U u U u de los sentidosencuantofenómenosdeberásercompletadaporun idealismode la finalidad en la naturalezay en el arte—,así comomodificarásupercepcióndel límite1, en lo que reconocemos la indicación de una ambiciosatarea que queda en manos de la razón práctica—una vez repensadasy modificadassus líneasdirectricesporel trabajoreflexionantede la terceraCrítica-- que no es otra que la historia, en cuanto inscripción en el mundo de la ley de la libertad, desplieguey realizacióndel propósitofinal del conceptoque expresaen sí mismoel problemade la metafisica,a saber,la libertad en cuantorelación de una causainteligible con sus efectos fenoménicosen el mundo. 17<1. KU, §91, A 462/B 467-8: «[E]l concepto de libertad (como conceptofundamental de todas las leyesprácticas- incondicionadas) puede ampliar a la razón por encima de aquellos limites, dentro de los cuales todo concepto natural (teórico) tenia que permanecer limitado sin esperanza»; cfr. KrV, A 317/B 374. 276 U u U u u U IV, La libertady la exigenciadeun lenguajeddimitadordela razónpráctica:elformalismo U moral kantiano. u «Ne mea dona tibi studio dispostafideli, intellecta U prius quamsit, contemtarelinquas», Lucrecio. u U «La libertad es la concienciade la ley», Miguel de • Unamuno,El sentimiento trágico de la vida, II, p. 263. U Los capítulosanterioresde este estudio en la obra kantiana han intentadoreflejar lo U decisivo que un modo de ser como la posibilidad y su cimentación representanpara la detenninaciónde un conceptodelcaladometafisicode la libertad.Por estarazónpartimosde un u despaciosorecorridoporaquellaszonasexpositivasdel idealismotranscendentalquepermitían calibrar con mayor densidady nitidez la integraciónen la ontología kantiana—la filosofla u transcendental—de un pensarde lo incondicionado,con respectoal cual la libertaddetentael honor de ser el motivo matricial. Reconocimosentoncesque la primera Crítica seocupabade allanarlos caminosde una reflexiónfilosófica sobrela concienciamoral y de la flmdación de la • legislaciónprácticade la razón,concluyendoque podemosserlibres, puesen el nivel de los U merosconceptosel métodocritico salvaa la naturalezay la libertadde la contradicción.Peroya • entoncesel recursoa la aplicación—la>& unsdiesesaufdie Erfahrung anwenden—no podía U postergarse,dadoquela revoluciónde un modode pensarno aspirasinoa apostarde la manera • másfiel por los hechos—la razónpretendemostrarla integraciónde susconocimientose Ideas U en unamismafigura conlo empírico—,comoesun hechola realidadde la ley moralen nosotros. U Precisamenteel desenvolvimientode la noticia y conocimientode estaestructuraen el ánimo U humano nos ocuparáen las siguientespáginas,en lo que hemosdenominadodelimitación • (Begrenzung)del uso prácticode la razón,pueselfaktumde la ley comoratio cognoscendide la • libertadconstituyeel principalmotoren el queesnecesarioanclarun estudiode éstaúltima, tanto U máscuandosetratade surespectopráctico. • Veremoscómoel procesode destilaciónde la leymoral quecontienela segundaCrítica • kantianaavanzaráprogresivamente,por un métodosintético, tomandocomopunto de partidael • conceptode un ser racional,dotadode inteligenciay voluntad,cuyasmáximassólo resultarán • universalizablessi esquecontienenun fundamentode determinaciónsegúnla forma de la ley • práctica.Estaafirmación,queintroduceel sentidode un discursoformal comoesel propiode la moral kantiana,sebasaráen la facultad(Vermógen)de la razónde serpor ella mismapráctica’, U esdecir,depoderdeterminarla voluntadmediantela mctaformade una reglapráctica,punto de • partidaque fortalecerálos cimientosde un nuevomodode alcanzarconocimiento,que, en lugar de partir de datos suministradospor la experiencia,tendráque desencubnrla existenciade • principios prácticosa priori2, esdecir,de unacausalidadpor libertad.La inversióndel punto de partida de nuestroconocimientodenotaráespecialmentela peculiaridaddel nuevo camino a U trazar,enel quela leyprecedea la voluntadcomo unaexigenciatranscendentalquela constituye, al tiempo que la voluntadno puede dejar de alumbrarella misma esaexigencia—la misma u exigenciafundadoraconquela autonomía fue definidaen la Fundamentación—.La ausenciade U una coincidenciatotal entre la naturalezade la voluntad y la ley que le pertenecequedará U primeradebehacersede la última —gestoque expresadaen la necesariarepresentaciónque la u U ‘17<1 KprV, A 44-5;cfr. op. cii., A 48. 17<1 op. cit,A 160. U U 277 U u U U U u interviene en toda definición kantianade la voluntad— como la operaciónque señala, al representamosa la ley como principio, la entradaen vigor’ de la misma,así como su posible subordinación,en cuanto motivo impulsor (Triebfeder), al orden de las inclinaciones, a consecuenciade unadecisióndel arbitrio porla quesabemosquela libertaden nosotros,lejosde constituirunanaturaleza,invita a la accióny a la responsabilidadde los resultadosobtenidos,así comoqueunamala elección en las máximaspuedesumergirnosen la densidadinmóvil de la negación. Dicha necesidadde la representación(Vorstellung) impedirá que la ley pueda identificarsecon un meroproyectohumanoo con una transcendenciapura, sino, en cualquier caso,con la tarea (Aufgabe)de autoconstituciónde nuestranaturalezaracional como razón práctica,a saber, la autonomía,impulsadapor la pertenenciay sometimientode la razón a la forma de la ley, la insondabilidadde cuyo fundamentosuperalos límites de todaintrospección. Un discursocrítico deberáproporcionarunapruebasuficientetanto de la operatividadde una Idea,a saber,la libertad,en cuantoratio essendide la autoinstituciónde la razónpurapráctica,y así de la autonomiaque seafirma en la representaciónde la leymoral, comode la presentación de la última comoúnico modo de actualizaciónracionalde una posibilidadinherentea la razón misma,cuyo origentranscendentaltransciendesusdominios Procedientoa introducir conceptosen cuyajustificación tendremosque detenernos,una Crítica de la razónpráctica tendrácomopropósitoproporcionarlos principios de posibilidadde la razónpráctica,así comoel alcancey límites de los mismos,de maneracompletay sin relación concreta,por lo queconciernea suconstitucióncomo fundamentodedeterminaciónde la acción, con la naturalezahumana2.El eje que sostendráel avancede dichotrabajo seráel hechode la razón que constituyela ley moral, el cual expone (dartun) por sí mismo la existenciade una razónpráctica,conlo cualno seránecesarioprocedera la críticade la facultad,paraaveriguarsi la razónsobrepasa(abersteigen)consuspretensioneslegisladoraslo que le estápermitido en el campopráctico. De esemodo seanunciael estatutode la ley moral como acreditacióno prueba suficientede la existenciade la razónpráctica,la realidadde cuyosconceptosprácticosquedará demostradapor esehecho (Tat)3. Puesla ley moral manifestará(offenbaren)la Ideade libertad, 17<1. OMS, HA 14-5: «Solamente aquello que estáconectado meramente comofundamento, pero nunca como efecto, con mi voluntad, aquello que no sirve a mi inclinación, sino que la domina, almenos la descarto por completo en el cómputo en la decisión, esto es, la mera ley por st puede ser un objeto del respeto y de a/ii, un mandato»; cfr. op. cii?, HA 15-6: «[S]ólo la representaciónde la ley en si misma, que, desdeluego,no tiene lugar másque en el ser racional, en cuanto que ella y no el efecto esperado es el fundamento de determinación de la volunta4 puede constituir ese bien tan preferente que llamamos moral»; cfr. op. cit., HA 36: «Sólo un ser racional tiene la facultad de actuar según la representación de las leyes, esto es, segiM princ¡~ios, o una voluntad Puesto que para la derivación de las acciones apartir de leyes se exige razón, la voluntadno es otra cosa que razón práctica»; cfr. op. cii?, HA 63: «La voluntad se piensa como una facultad de determinarse a si misma a actuar conforme a la representaciónde ciertasleyes»; cfr. KprV, A 225: «Un ser quees capazde accionesseginla representación de leyes es una inteligencia(ser racional) y la causalidad de un tal ser segiM esta representación de las leyes es una voluntaddel mismo». 2 Estaafirmacióndebeentenderseensujustamedido,pues,si bien la fundamentaciónde la facultadde lamerarazón como fundamentode determinación formal de las acciones requiere necesariamentela abstracciónde todo fundamentomaterialde las mismas, unadoctrinade la moralidad(Sittenlehre)únicamentealcanzarásu despliegue completo en el reconocimientodel respectode la libertad como autocracia, indice de una antroponomia, que demuestrala aplicación de la filosofla moral al hombre. Sin duda la confusión de los diferentes momentos que intervienenen la constituciónkantianade la moralidadha conducidoa presentarlacomoun conjunto de fórmulas excesivamenteformalesy carentesdevertientey aplicabilidad empirica. Baste esto, por el momento,paraseñalarel tratamientodelibertadcomo libertadhumanaenla obrakantiana. 17<1. L.W. Beck, Das Faktum der Vernunft. Zur Rech la U respectiva validez de las pretensiones. Manda (gebietet)a laspretensiones prohibiéndolas ofrecerse (darbieten).No U arma a laspretensiones para darles fuerzas; las desarmay carga con un peso absolutamente pesado. No despierta, • no eleva, no excita, ni siquiera de manera indirecta, sino que rebaja y entierra». 2 Vd. MS, Introd., 1, p. 213: «Lafacultad de desear según conceptos se llamafacultad de haceru omitir a sualbedrio, U en lamedida en que elfundamento de si, determinaciónpara la acción se encuentra en ella misma, y no en elobjeto. • En la medida en que estafacultad está unida a la conciencia de ser capaz de producir el objeto mediante laacción, • se llama arbitrio [...]. La facultad de desear, cuyo fundamento interno de determinación —y, por tanto, el albedrío • mismo— se encuentra en la razón del sujeto, se llama voluntad Por consiguiente, la voluntad es la facultad de desear, considerada, no tanto en relación con la acción (como el arbitrio), sino más bien en relación con el fundamento de determinación del arbitrio a la acción; y no tiene ella misma propiamente ningún fundamento de u • 281 u u U U U u Del lado de los príncipiosprácticosempiricos, la imposibledeterminacióna priori de la ligazón de una representacióndadacondeleite (Vergnñgen),dolor (Schmerz)o ausenciade los mismos, impedirá que ningún supuestoprincipio basado en la condición subjetiva de la receptividad (Empfanglichkeit) del placer o displacerpuedaproporcionaralgunavez una ley práctica.Acercade aquéllospuededecirsequela cualidadde la indeterminaciónapriori que les caracterizahabilitala reducciónde todoslos principiosprácticosmaterialesal principio del amor de si (Figenliebe)o de lapropia felicidad’,así comoconfirmasucomúnpertenenciaa la facultad inferior de desear(unteresBegehrungsvermógenf. Estaúltima pertenencia,queatañeal conjunto de aquellosprincipios que suponganla existenciade un objeto y el agradoque se esperadel mismo como fundamentode determinaciónde la acción,no podrámodificarseporqueel origen de la representaciónde lo placenterose adscribaal entendimientoo a los sentidos,puesel sentimientode placer (Gef¡2h1 der Lusí) es siemprede una misma especie en sus diversas gradaciones3—la presuntaenseñanzade Epicuro a entender de Kant—, no sólo porque únicamentetenemosnoticiade él empíricamente,sino porqueafectaa unay la mismafuerzavital (Lebenskraft),quesemanifiesta(áufiern)en la facultadde desear.En estesentido,ya se partade representacionespertenecientesal entendimientoo a la sensibilidad,los principios materiales sólo suministraránuna cantidadmáso menosgrandedeplacer—noen vano remitenal ideal de la imaginaciónque esla felicidad—, esdecir, lejosde expresarun deber,el sujeto sepreguntará acercade ellos «cuántoy cuángrandedeleiteproporcionanpor el mayortiempo»(wie viel und groBesVergnúgensie aufdie lúngsteZeit verschaffen).Antesde detenemosen la relaciónque conectaa la sedede los principios moralesy al ámbito del amorde sí (Selbstliebe), repararemos en la potenciade la tesiskantianaqueafirma apodícticamentela imposibilidadde determinarlos mediosde adquisiciónde la felicidad por medio de una ley, de modo que sólo la experiencia permitaconoceresefundamentomaterialde determinación: «Es [.. -] sorprendenteque,porqueel anhelode felicidad seauniversaly, porconsiguiente, tambiénla máxima mediantela cual cadauno lo ponecomo fundamentode determinaciónde su voluntad, haya venido a la mentede hombres de entendimientotenerla por una ley práctica universab4. El título comúnde felicidadparala totalidadde fundamentosde determinaciónmateriales contieneen efecto algo engañosode por sí, al pareceranunciarque fueraposible en sentido prácticodarconuna ley de su adquisición(Erworbenheit).En realidad,lejosde determinaralgo específico,esadenominaciónseñalatodo lo mása unatarea(Aufgabe)5,a saber,la dedescubrirsi puedeesperarsedeleitey placer y en qué medida,al seguiruna cierta inclinación, que por su multiplicidad y variabilidadesincapazde aceptarla determinaciónde leyesobjetivas. Así, el determinación ante si, sino que, en cuanto ella puede determinar el arbitrio, es la razón práctica misma»; cfr. loa ciÉ, p. 225: «Elprincipio que convierte en deber determinadas acciones, es una leypráctica La regla del agente que él toma como principio por razones subjetivas, es su máxima;de ahí que, respecto a una misma ley, las máximas de los agentes puedan ser, sin embargo, muy diferentes»; cfr. loc. ciÉ, p. 226: «La leyes proceden de la voluntad; las máximas del arbitrio». Vd. KprV, §3 Teorema II, A 40. 2 Vd op. ciÉ, §3 Teorema II, Consecuencia, A 41. Vd. op. cit., §3 Teorema JI, Obs. 1, A 41-2,43. ‘ Vd op. ciÉ, §4, Obs., A 50: «Es ist [.] wunderlich, ide. da die Begierde mr Gliickseligkeit, ¡nithin auch die Maxime, dadurch sich jeder diese letztere zum Bestimmungsgrunde seines Willens setzt, alígemein ist, es verstand¡ gen Mannern habe in den Sinn kommen kiinnen, es darum fur ein alígemein praktischesGesetz auszugeben». ‘vd op. cit., §3 Teorema JI, Obs. II, A 46. 282 U u u u u u inestablesuelode las inclinaciones,por otro lado,tanrico en reglas—cadacual la suya—carece de la constituciónnecesariaparala formade la legalidad(Form derGeserzmúfiigkeit),lo que en nadaempeceel queun estudioancladoen el sentimiento(GefuhI) como la Crítica delJuicio dé • plenaviabilidad aunaconsideracióntranscendentaldel ordenafectivodel ánimohumano.Perola manifestaciónde este nuevo respectorequierey aguarda,por paradójicoque parezcaen un • principio, el efecto de embozamientoy reduccióna cero que experimentanlas inclinacionesy apetitosantela fundación(Ergrúndung) de un discursoacercade la validezincondicionadade la ley moral’. Sí seráposiblereunir una seriede reglasuniversalesde la habilidad, esdecir, de U índolepráctico-técnica,índicesde la multiplicidadde modosde llevar a cabounaacciónposible, U que, sin embargo,nadadicen acercade la determinaciónde la voluntad,sino quepresentanun u enlaceanalíticoentreel efectoy sucausa,si bien la resoluciónde losproblemaspodrátenerlugar U segúnproposicionessintéticas—lo que les hacetan teóricos como la segundaanalogíade la • experiencia—.A diferenciade éstas,los principios del amor de sí, a pesarde contenerreglas U comolas anteriores,seránincapacesde adquirirvalidezuniversal,al descansarsu fundamentode U determinaciónenel sentimientode placery displacer,cuyatensionalidady reververación,como U señalóHume con la imagen de la pantallaafectiva,varia irremediablementede unossujetosa U otros. De todos modos,y paraevitarmalentendidos,aunquela felicidad no friera un ideal de la U imaginación2,sino la misma representaciónparatodos los sujetosracionales,en virtud de una U semejanteconstituciónpatológicade éstos,dicha coincidenciahumanaen el modo de adquirir • felicidad no podríatampocosuministrarunaley prácticani elevarse(sich erheben)de principios • subjetivosa leyesprácticas,sino entodo caso,constituirconsejos(Anratungen)favorablesa los • anhelosde los apetitos(Begierde). Se alcanzaasí,nuevamente,la tesis de que la únicarelación • aceptableentresemejanteeconomíade las inclinaciones(Neigungen)y una facultadsuperiorde • desear(oberstesBegehrungsvermtigen)—real si esde los medios para conseguirla constituye toda la tarea de la razón». t/d. KprV, §3 Teorema II, Obs. 1, A 44-5. U u U 283 U U U u U e aniquilaría(vernichten)la dignidad (Wúrde)y rígor (Nachdruck)inherentesa la razónpráctica, hastael puntoque el origen de las quejasdirigidascontrala aridezde la ley deberáatribuirse,en realidad,a un oculto odio haciala misma. Esarelaciónsubordinanteserá,por lo tanto, la únicaen condicionesde dirimir de un modo consecuentelo que de otro modo sería una lucha sin fin previsible entre fundamentosde determinaciónincomunicablesy específicamentedistintos (spezWschunterschjeden)’. Dadoqueningúnprincipio materialpuedeserelevadoa principio prácticoobjetivo,pues se ha mostradola absolutaimposibilidadde encontrar(ausfindigmachen)una ley que rija las inclinaciones en su totalidad bajo una condición que las convirtiera en coincidentes2,será únicamenteuna ley práctica universal la que está en condicionesde determinara la voluntad según la forma. El discursosintéticoqueconduzcaa unavoluntadsolamentedeterminablepor la mera forma de la ley —a diferenciadel métodoanalítico de las dos primerasseccionesde la Fundamentación,dondela formalidadde la ley sederivabade un análisissemántico-prácticodel imperativocategórico—se detendráen la presuposiciónde que unavoluntad tal deberáestar dotadade libertad,en el sentidonegativode la misma,asaber,comoindependenciade las leyes naturalesen tantoque fuentede posiblesresortesparala acción3.En efectola constricciónque la formade la ley y sumandatorepresentanparala voluntadde unarazónfinita, en lo concerniente a lo que hacemosde nosotrosmismosal elegir (wáhlen) la determinaciónde esa ley formal en nuestrasmáximas,correspondea un actuarlibre de la voluntad, por lo que forma legisladora (gesetzgebendeForm) y voluntad libre (¡reier Wille) serán dos conceptosque se requieran mutuamente, sosteniéndosee] uno al otro4, afirmación que, como veremos, encierra un importantepasoen esteprogresosintéticohaciala ley moral. Desdeel principio del idealismo transcendental,queafirmalo infructuosode emprenderuna luchacontrala razóndesdela razón misma,podemosafirmar que, del mismo modo en que somosconscientesde poseerprincipios purosteóricos de conocimiento,lo queprobabaunaAnalítica transcendental, descubrimosen nuestrarazón la presenciade leyespurasprácticas,de cuyanecesidadtenemosconcienciaen virtud de su sostenimientoen abstracciónde todo lo empírico. Dado que no podemosadquirir Kant muestrade la manodel ejemplo del depósito,quemanifiestaque mi codiciano puedecalilicarsecomo apta para una legislación universal, sino que más bien la inclinación (Neigung) tiene que abandonarel ordende lo patológico y plegarse(aufreibenmufi) a la forma de una ley universal, que los fundamentosde determinación empiricosno sonsusceptiblesde Legislaciónuniversal,ni exterior ni interior —pueslas inclinacionesno sólo varian segúnel sujeto, sino en los diferentesestadosdel mismo sujeto—; vii op. cit., §4, TeoremaIII, Obs., A 49-50.P. Aubenque—en su ya citado trabajo, La prudence chez Kant— apuestapor la revalorizaciónde una sabiduría pragmáticaal lado de la moral como únicamanerade solucionarel problemaconcernientea la mediaciónefectiva entreteoría y práctica, entrenaturalezay libertad, intento negadoradicalmentepor Kant, en palabrasde este estudioso,mediantela «linearidad inflexible del deber, que, perfectamente univoco, escapa a toda interpretación», p. 180,a diferenciadel círculo hermenéuticovislumbradopor Aristóteles,queadmite que las circunstanciasde las accionessoncapacesde revenir sobrela ley quedebedeterminarlas.Desdeestepunto devista, que observaen la moral kantianauna teoría «másapa para la dominacióntécnica del mundo», p. 181, Aubenqueconsideraal decisivoepigrafede KprV consagradoa la justificaciónde derechode lo mandadopor la ley práctica,a saber,a la típica de la razónpráctica, comounamediaciónlógicaentreenunciados—entrela ley y las máximasparticulares—, no como unamediaciónreal entrenaturalezay moralidad, planteamientocon el queno puedeestarde acuerdola lecturadel formalismokantianoqueaqui proponemos. 2 La conclusióndel estudiode los fundamentosmaterialesde determinacióna la acción desembocaen lo siguiente, vii KprV, §4, Teorema III, A 48: «Si un ser racional debe pensar sus máximas como leyes prácticas universales, puede sólo pensaríascomo principios tales que contengan elfundamento de determinación de la voluntad, no según lamateria, sino sólo según lafonna». 141. op. cli., §5, Tarea 1, A 51-2: «W]a voluntad, a la que solamente la meraforma legisladora de la máxima puede servir de ley, es una voluntad libre». ~Vii op. cit, §6, Tarea II. Obs., A 52. 284 u u u U u • concienciainmediatadeunconceptosuprasensiblecomoel de libertad,suprimerconcepto —y e] únicoconocidodirectamente,no derivado—seránegativo,con lo quetampocohabrámodode identificar ley incondicionada,razónprácticay conceptopositivo de libertad. Sin embargo,la • investigaciónavanzaráen arasde un hechopropio de nuestrarazón, que no es otro que la ley moral —cuya conciencia inmediata (unmittelbar) es indicio (Anzeiger) de su aplicación • apodíctica—,a saber, un fundamentode determinaciónincondicionadocon respectoa toda condiciónsensible,que conduce,envirtud de la conexiónsintéticaquecontiene,al conceptode libertad.De modoquela auténticarelaciónde nuestrosconceptosdemoralidad,esdecir, de ley moraly libertad,seráunasubordinación—enel planoenel quenosencontramos,dela libertada su ratio cognoscendi—,confirmada(bestátigen)por la misma experiencia,en un vinculo que encierraimportantessemejanzascon la relaciónentrelibertadtranscendentaly libertadpráctica:e U «[C]omo conel conceptode la libertadnadapuedeserexplicadoen los fenómenos,sino U que aquí siempretiene que constituir el hilo conductorel mecanismonatural, como ademásla • antinomia de la razónpura, cuandoésta se quiereelevara lo incondicionadoen la serie de las • causas,se enredaen incomprensibilidades,tanto en uno como en el otro concepto,como, sin embargo,el último (el mecanismo)por lo menostieneutilidad en la explicaciónde los fenómenos, U uno nuncasehubieraatrevidoa introducir la libertaden la cienciasi no hubieraintervenido la ley • moral,y conella la razónprácticay no noshubieraimpuestoesteconcepto»’- e • De seguidoKant aportaráun conocidoejemplocon el que buscaponeren evidenciala u ratificación por parte de la experienciade este orden de razones.En él se sostieneque un individuo al que se amenazaracon la horca tras haber gozado de un determinadoplacer • reconocería,nadamásqueen virtud de unaluchaentrepasiones,asaber,la búsquedade placery el miedo a la muerte,que le esposiblerenunciara unade las necesidadesde susensibilidad,sin elevarpor ello la estimaque sedebea sí mismo, lo contrario de lo que le ocurridaa un sujeto • que, en casode no sucumbira las terroríficasamenazasde un hombrepoderosoque le ordenara U darun testimonioen falso,sí veríaradicalmenteelevadala dignidadde supersona—o másbien, advertirácómoéstaúltima pasaríaa convertirseen el elementopredominantede suidentidad pues,enel último caso,sabequepuederesistir—independientementedel estadoenque sehallen sus fuerzasfisicas—, en cuantoser dotado de razón, a todaslas presionesque le impulsenal U incumplimientode un deberdel queesconscientemediantela leymoral, concienciapor la que ademásse sabelibre. Un texto ciertamentesemejantede la Metafisicade Ia~ costumbresapunta U al espaciode comprensibilidadabiertoporel descubrimiento(Entdeckung)de la leymoral, donde lo indemostrable(unerweislich)de los principios prácticosirá de la manodel carácterapodíctico U de los mismos,un indicio másde que el conceptosuprasensibleque los sostieneen su validez universalno esotroqueel delibertad: u U «La simplicidaddeestaley encomparacióncon las grandesy múltiplesconsecuenciasque U puedenextraersede ello, así como su autoridadcomo mandatoa pesar de no llevar consigo U ostensiblementeun motor, debeciertamenteextrañaralprincipio. Perosi, enestaadmiraciónhacia U 1 v~ KprV, §6, Tarea II, Obs., A 53: «[D]a mis dem Begr~e der Freiheit in den Erscheinungen nichts erkkirt werden kann, sondern hier immerNaturmechanism den Leiffaden ausmachen mufl, úberdem anch die Antinomie der U reinen Vernunft, wenn sie zum Unbedingten in der Reihe der Ursachen aufsteígen wilL sich, bel einem so sehr wie U bei dem andern, in Unbegre~/hchkeiten verwickelt, indessen da]? doch der letzrere (Mechanism) wenigstens U Brauchbarkeit iii Erklarung der Erscheinungen hat, man niemals ni dem Wagsttickegekommen sein wtirde, Freiheit U u, die Wissenschaft einzufúhren, wdre nicht das Siuengesetz und mit ihm praktische Vernunft dazu gekommen, und halle uns diesen Regruff ¡tic/it aufgedrungen»; cfr. la relaciónde la libertad transcendentaly la libertad prácticaen U KrV A 533/B561-A534/B562. U U 285 u U U U u u la facultad denuestrarazónde determinarel arbitrio mediantela mera ideade la aptitudde una máxima para la universalidad de una ley práctica, se aprende: que precisamenteestas leyes prácticas(las morales)son las que primero dan a conoceruna propiedaddel arbitrio, a la que mngunarazónespeculativahubierallegado [...], a saber,la libertad: resultaentoncesmenosextraño encontrarestas leyes de modo indemostrabley, sin embargo,apodíctico,como los postulados matemáticos,y ver, empero,abiertoantesí a la vez todoun campode conocimientosprácticos,allí donde la razón, con esta misma Idea de libertad y con cualquier otra de sus Ideas de lo suprasensible,tienequeencontraren lo teóricotodocompletamentecerradoantesí »‘. Se trata de una observación “antropológica” que pone de manifiestoel ritmo de un pensarporprincipios,no meramenteexdatis, así comola coherenciade la doctrinakantianade la libertadallí dondepodríaparecermásen peligro.Kant pone,en efecto,un extremadocuidadopor manifestarla coordinaciónde razóny experienciaen la determinaciónde la relaciónentremoral y libertad,subrayandola importanciade la introspeccióny las conversacionescon uno mismo, de modoque los hallazgosen los ejemplosaportadosde posibilidadesde accióndeterminadaspor un motivo (Bewegungsgrund)racionalobjetivo, suponganel descubrimientode la capacidad,que todo ser racional posee,de hacer de sí mismo una persona, identidadque le permite hacer completaabstraccióndel restode elementosdeterminantes,exceptode la racionalidad,sin la cual sudignidad(WÑrde)sederrumbaríacomoun castillode naipes,porcuantoque la ley moralesel auténticoíndicede la realidadde esaexistenciaprácticaposibleparanosotros,y así del sentido de la irpa~tq y la modalizaciónpráctica de la ontologíaen Kant. Mediante la ley tenemos concienciade lo que debemoshacer,de la deudaexistencialque nos liga irreductiblementea la misma, y reconocemos(anerkennen)en nosotrosla libertad, que de otro modo nos hubiera permanecidodesconocida. Dadaslas característicasde la mismaquesehan ido adelantando,podráafirmarseque la leymoral,en cuantoprincipio supremodel deber,mandará—sin tomarnadade la experienciao de otra voluntadexterior— que la máxima de la acciónpuedavaler, al mismo tiempo, como principio de una legislaciónuniversal,lo que conducepor un métodoestavez progresivoa la determinacióndel imperativocategórico.Todo lo extraño(befremdlich)que puedarodeara la presuposicióndeunalegislaciónuniversalapriori seirá disolviendodesdeel momentoen que la concienciade esaley supremasenosda como un hecho(faktum) de la razón,imponiéndosenos comounaproposiciónsintética.No en vano, dadoque nuestravoluntad no essanta(hed¡g), su relaciónconla ley tampocopodráseranalítica—necesitaríamosparaqueasí fuerauna intuición intelectualde la libertaden sentidopositivo—,por inderivable(unleitbar)de datosantecedentes de la razón.Mediantesemejantefaktumla razóndacon el incontrovertiblepuntode partidapara inaugurardefinitivamenteotro cauce (Bahn) de su historia, al anunciarse(ankúndigen)como onginaríamentelegisladora(urspríinglichgesetzgebend)—«sic ‘rolo, sic iubeo»—,en el que la formade la ley representaráun nuevomododeestaren elmundoy de reconocersea si mismo— Vd. MS, Introd., IV, 225: «Die Einfachheit dieses (Jesetzes in Vergleichung mit den grofien und mannigfaltígen Folgerungen, die daraus gezogen werden konnen, imgleichen das gebietende Ansehen, ohne da]? es doct, sichthar eme Triebfeder hei sichfiihrt, mu]?freilichanfanglich befremden. Wenn man aher, in dieser Verwunderung aher ein Vermtgen unserer Vernunft, durch die blofie Idee der Qual¿t2kation einer Maxime zur Allgemeinheit emes praktischen Gesetzes die W¡lkur zu hestimmen, helehrt wird: da]? ehen diese praktischen Geseize (die moralische) eme Eigenschafi der Wdllcur zuerst kund machen, auf die keine spekulative Vernunft [.1 geraten hatte [1 die Freiheit: so wird es wen¡ger befremden, diese Gesetze, gleich mathematischen Postulaten, unerweislich ¡md doch apodiktischni finden, zugleich aher eínganzesFeId von praktischen Erkenntnissen vor sich eróffiiet tu se/ini, wo die Vernunfi mit derselben Idee der Freiheit, jajeder anderer ihrer Ideen des Obersinnlichen im Theoretischen alíes schlechterdings vor ihr verschlossenfinden mu]?». 286 U u U u u • la razón semuestrapor sí mismapráctica’— y dondela autolegislaciónde la voluntad, que la • Fundamentaciónconsideróprincipio supremode la moralidad, requeriráuna nueva Estética U transcendentalen la queel fakiumde la razónprácticapasea ocuparel lugarantesocupadopor2las formas de la intuición pura. Lejos dar caucey franquearel paso(die Bahn schaffen)a un conocimientosuprasensibleen aras de una suertede sentimiento intelectual, que vendríaa u llamarseleymoral,éstaúltima seráel heraldode un puntode apoyo(festerPunkt),queno esotro• quela libertad, capazde determinarpor susprincipiosa la voluntadhumana,«aun en oposicióna la naturaleza entera». En el seno de lo indemostrabley de lo que, sin embargo —u significativamenteparala fundamentaciónde un régimende sentidodistinto del teórico—,posee u certezaapodíctica,la libertadesseflaladaporKant como misterio (Geheimnis)que, en lugarde encomendara una muertede la filosofia en el sentimiento,obliga a un rigurosoy lento trabajo por parte del entendimientodiscursivo—si bien generaefectos llamativosen la receptividad U (Empfcinglichkeit) de nuestroánimo, que requierennuestraatención—,puesno contamossino con las facultadessuperioresde conocerpara comprendersemejanteconceptoclave para el • tránsitoal conocimientopráctico:e U «Me aqui un misterio, quesólopuedesersusceptiblede sentirsetrasun lentodesarrollode U los conceptosdel entendimientoy por principios cuidadosamenteexaminados;por tanto, sólo e medianteel trabajo. No estádadoempíricamente(puestoantela razónparasu resolución),sinoa priori (como conocimientoreal dentro de los limites de nuestra razón), e incluso amplía el U conocimientoracional, pero sólo en respectopráctico, hastalo suprasensible:no medianteun • sentimiento quefl~ndaraun conocimiento(el místico), sino medianteun conocimientodistinto que U obrasobreel sentimiento(moral)»3. U • La concienciamoral debeacudir,pues,enayudadel trabajodel concepto,queconfirmará • la innegabilidad(Unleugbarkeit) delfaktum ratificadapor el juicio prácticode los hombres,en • vista de que por muy variadasy múltiples que seanlas razonesde la inclinación, la razón, • incorruptible (unbestechlich)y obligadapor sí misma (durchsich selbsrgezwungen),comparará • consigocomovoluntadpura (reiner Wil¡e) la máximaadoptadaporel arbitrio (Willkñr) en una • acción,reconociéndosecomorazónprácticaapriori. De estamanera,elfaktumseráel modo de • expresióny explicaciónde sí de la razón práctica,y junto con el imperativo categóricoque • despliegatrazaráel límite (Grenze)de lo quepodemoscomprendery cumplir, lo que, al mismo U ‘Vii KprV, §7, Leyfundamental de la razón pura práctica, Cons., A 56. 2 ~ loe. cit. K. Konhardt—en su artículoFaflum der Vernunft? Zu Kants Frage nach dem “eigentlichen Selhst’ des Menschen, en O. Prauss (ed.), Handlungstheoríe und Transzendentalp/iílosophie, que incluimos en U bibliografla— sostienequecomprenderlinguisticamentelaexigenciadela razónsuponeentrarenunarelaciónmuy U determinadaconsigomismo, justamenteaquellaque conducea reconocersecomoautonomia,comodestinatariode u la ley, puesla ley incondicionadaseidentificaconla autoconcienciadeuna razónpurapráctica,vii op. cit, pp. 176- 7; comoratificación de la ligazón que estableceentrela concienciade la ley moral y el auténticosi mismodel hombre—serracionalsuponeserun posiblereceptorde la ley moral—,sin dudaanunciadoenla última secciónde • GMS, incluye la siguientereflexión de O. Funke—en Kants Satz aherdie praktischeFreiheit, que citamos en U bibliografla—,p. 49: «Elhecho de que exista un deber (Sollen)fonnapartede la razón práctica, que justamentepor • ello se distingue de la teórica. Este deber presenta (daratellen)un hecho (Tatsache)que surge (aufkommend)con la misma razón». Vii Vorne/imen Ton, VIII, p. 403: «Das ist nun das Geheimn46, welches nur nach langsazner Entwickelung der U Begr«fe des VerMandes und sorgfóltig geprúflen Grundscflzen, also nur durc/i Arbeit, flihibar werden kann. Es ist U nicht empirisch (der Vernunft zur Auflósung aufgestellt), sondern a priori (als wirkliche Einsic/it innerhalh der • Gr¿Inze unserer Vernunft) gegeben und erweitert sogar das Vernunfierkenntm]?, aher nur in praktischer Rúcksícht, his zum Obersinnlichen: nicht etwa durch ein Gefi~hl, welches Erkenntn¡fi begriandete (das mystische), sondern durc/i ein deuthches Erkenntnif3, welches aufGeflihí (das moralische) hinwírkt». u • 287 e U e U U u tiempo, revelarála posibilidad máselevadade nuestraexistencia. Por ello mismo, la razón declarará(erkláren)esefundamentoformal supremode la determinaciónde la voluntadcomo ley para todos los seresracionales,en cuanto seresinteligentesdotadosde voluntad, a saber, la facultaddeobrarporla representaciónde reglas,luegotambiénpor principiosprácticosapriori’. En el casode la voluntadfinita del hombrela relaciónquela vinculaa la ley moral sólopodráser de obligación(Verbindlichkeit),esdecir, unaconstricción(NÉitigung) haciauna acción,que sera denominadadeber(Pflicht/. Estarelaciónpresupone,comodecimos,la experienciade la finitud de nuestrarazón práctica, para la que la santidadde la voluntad (Heilig/ceit des Willens) funcionarácomoIdeaprácticay modelo(Urb ilde) al quedeberáaproximarseal infinito mediante el progresoen la virtud (Tugend).De estamanera,lo más elevadoque nuestrarazón estaráen condicionesde efectuar(bewirken)con respectoal afianzamientoy fundaciónde un caracter moral será la seguridad«delprogresoen el infinito (ms Unendliche)desus máximasy de la inmutabilidad(Unwandelbarkeit)de las mismaspara un progreso ininterrumpido (bestándiges Fortschreiten)haciadelante»3,por lo tanto,elpropósitofirme (¡ester Vorsatz)en el seguimiento (in Befolgung)de la ley. Lo que la razón nos comunica(milteilen) mediantesu faktum no es otra cosa que el principio supremode la moralidadque la Fundamentaciónderivabaen un regresohacia las condicionesde posibilidadde la figura meramenteconceptualque se denominabauna buena voluntad,a saber,laautonomíade la voluntad,«el únicoprincipio de todas las leyesmoralesy de losdeberesconformea ellos»4.Comoprincipio supremode la moralidadconsistirá(bestehen) en la independencia(Unabhángigkeit)de todamateriade la ley y, así,de todacompulsiónde los resortessensibles—lo quesedenominósentidonegativode la libertad—y, al mismotiempo,en la determinacióndel arbitrio mediantela meraformalegisladorauniversal,en la quedebepoder convertirselamáxima—libertaden sentidopositivo5—.Si la materiainterviniese(hineinkommt), siquierade un modo inadvertido,en la ley práctica,en tantoque objeto de un apetito (Begierde) que se enlazara(verbinden)con ella, se incurriría inevitablementeen una heteronomiadel arbitrio, es decir, en unadependenciacon respectoa la ley naturalcon el propósitode seguirun impulsoo inclinación determinados,con lo cual la voluntadsólo sedaríaa sí mismapreceptos (Vorschrfien) para el seguimiento(Befolgung) de leyes patológicas,cuyas máximas no sólo serán incapacesde elevarsea la forma legisladora universal, sino enteramentecontrarias (entgegen) a la intención(Gesinnung)moral, por muchoquela acciónsemostrarasegúnla letra comoconformea ley (gesetzmúfiig).A diferenciade las reglas y preceptosprácticosmateriales de la felicidad, cuyas condicionespertenecensiemprea la esferaempírica,la necesidadque recubrea las leyesprácticasy les confiereautoridadno esmecánico-natural,sino que consistirá másbienen las condicionesformalesde la posibilidadde unaley en general,lo cualno significa que el principio supremodel querercomoprincipio objetivo carezcade objeto—ésteconstituye un momentonecesariode toda máxima, si bien no es fundamentode sudeterminación—,sino queesla ley la que seencargade limitar (einschránken)y de delinearel perfil de esamateria6. Así, elevar el principio del amor de sí o de la búsquedade felicidad a fundamento de determinaciónde la voluntadcontradiceno sólo lógicamentea nuestroincipienteconocimiento en estaesfera,sino tambiénensentidopráctico,puesacabaríadestruyendo(zumGrunderichten) ‘Vd KprV, §7,Leyfundamental de la razón pura práctica, Ohs., A 57. 2 Vd. MS, Introd , IV, pp. 222-3. Vii KprV, §7,Leyfundamental de la razón purapráctica. Ohs., A 58. ‘ lid. op. ciÉ, §8, TeoremaW A 58. Vii op. ciÉ, §8, Teorema IV, A 58-9. 6 ~ op. cit., §8, Teorema IV, A 61. 288 U u u e u las basesmismasde la moralidad.Sin embargo,no debemosolvidar la observaciónkantianade U que esla misma experienciala que confirma (bestátigt) el orden de razonesdefendidoen la U segundaCrítica, de suerte que la hipótesisanterior se vea desechadapor el carácterdistinto(deutlich) e irrebasable(unñberschreitbar)de la voz de la razón (Stimme der Vernunft), u perceptible (vernehmbar) hasta para los hombres menos cultivados —su mandato nos correspondeen tanto que seresracionales,sin que la cultura en generalpuedamodificar tal principio ontológico— y ante cuya voz celestial (himmlische Stimme) únicamente la U desorientaciónen vertiginosasdiscusionesy especulacionesde escuelapodráhaceroídos sordos U zumachen): (sichtaub • «La experienciainternay el sentimiento(que en si esempíricoy, por tanto, contingente) • sólo seexcitanpor la voz dela razón(dictamenrationis), quea todoel mundohablacondistinción • y escapazde un conocimientocientífico; emperono introducemedianteel sentimientouna regla • prácticaparticularparala razón,lo queesimposible:pues,delo contrario, aquéllanuncapodriaser universal.Tienequepoderpensarsea priori quéprincipio habráy puedehacermejoreshombres,si sólo sefija de un mododistinto e incesanteen sualma y guardaatencióna la poderosaimpresión U quetienesobreella. Ahorabien,cadahombreencuentraen surazón la ideadel deber,y tiemblaal • oir su férreavoz, cuandosedespiertanen él inclinacionesquele tientana la desobedienciade ella. • Estáconvencidode que,aunquelas últimas reunidasen sutotalidadconspirasencontraaquélla,la majestadde la ley, que su propia razón le prescribedebeprevalecer,sin embargo,sin reparo y tambiénsu voluntadha deser,por tanto,capazdeello»’. U • Por lo tanto, la razón nos hablaconunavoz propia,quees la de la ley moral, unaley que • nos mandael deber. Si en lugar de haceracopiode fuerzasparaser fieles a nuestradignidady u cumplirla hiciéramosvaler los motivos y resortesmúltiples de la materia,encubriríamosla • percepcióndeesavoz en nosotros,pero sin llegarnuncaa destruirla—lo que impide que sedé • algoasí como un rechazoy renuncia(Verzicht)rebelde(rebellischenveise)de la ley en nuestras • máximas—,pues se trata del límite con el que medimos nuestro sí mismo y que constituye • nuestroauténticoser.Por esemotivo, o bien, romperemosen risaso retrocederemosllenos de u horror—o, másbien, la dignidad en nosotroslo hará— anteun presuntoamigo que intentara • justificar el haberprestadoun juramentoenfalso mediantecálculosa favorde la propiafelicidad, • asícomopensaremosquequien nosrecomiendacomoadministradora un individuo queno busca U másque el propioprovecho,sin importarlelos mediosescogidosy poniendoextremocuidadoen • no ser descubierto,o bien ha perdido la razón, o bien nos engafía,pues los límites entre la moralidady el amor de si sehallantan claramentetrazadosy recortados(abgeschnitten)que la diferenciaentreuno y otro no puedepasardesapercibidaparala miradamáscomún.La distinción U entremandato(Gebot)por debery consejo(Anratung) parael beneficiode nuestrafelicidad, esdecir, entreaquelloa lo que estamosobligados(wozuwir verbindlichsind) y aquelloquesenos U aconseja(wozumanuns anrárig ist), radicafundamentalmenteen que lo segundono atestigua U ‘ Vii Vornehmen Ton, VIII, p. 402: «Die innereErfahrung und das Geflahí(welchesan sich empirischund hiemit U zufdilhig ist) wird allein dure)> die St,mme der Vernunfl (dictamenrationis), die ni Jedermann deutlich spricht und • einer wissenschafllichen Erkenntn¿flf¿ihig ist, aufgeregt: nicht aher etwa durchs Gefiihl eme besondere prakusche u Regelflir die Vernunfl eingefrhrt, welches unmoglich ¡st: weil jene sonst nie allgemeingtiltig sein kñnnte. Man mu].? also a priori einsehen kdnnen, welches Prinzip hessere Menschen machen ktinne und werde, wenn man es nur deutlich und unahlássig an ihre Seele bringt undaufden ¡n¿ichtigen Eindruck Achí giebl. den es aufsie machÉ A/un U flndetjeder Mensch iii seiner Vernunftdie Idee der Pflicht und zittert heim Anhóren ihrer ehernen Stimme, wenn sic)> • in ihm Neigungen regen, die ihn zum Ungehorsam gegen sie versuchen. Er ist ñherzeugt: da]?, wenn auch die letztern • ¡nsgesamnit vereinigt sic)> gegen jene verschworen, die Majestúl des Gesetzes, welches ihm seine e¡gene Vernunfl vorschreibt, sie doch alíe unhedenklich tiherwiegen mñsse, undsein Wille also auch dan vermógend sei»; cfr. lQirV, U A 141-2. U U • 289 u U u u U U (bezeugen)ningunaposibilidadextremadenuestraconstituciónracional,a saber,descubrimosa nosotrosmismoscomopersonascapacesdedejara un lado e interrumpirel régimende nuestras necesidadessensiblespara obrar solamentepor deber’. Por otro lado, la univocidad de lo mandadopor la ley según el principio de la autonomíade la voluntad es fácil de conocer (einsehen),como decíamos,hastapara el entendimientomenos ejercitado, sin necesidadde meditar (bedenken)mucho sobre ello —manda a cada uno el cumplimiento más puntual (pñnklichsteBefolgung)de la ley—, en clarocontrastecon la dificultad de establecerlo quehaya que hacer bajo la heteronomíade ese mismo arbitrio, que exige una especia! habilidad y conocimientodel mundo,esdecir, haberentradoen e! juegodel mismo. Sin embargo,justamente por la rigurosidady puntualidadcon que los limites se encuentrandelineadosen el ánimo humano,nadapodremosobjetaral USO libre quecadauno realicede sulibertad, en virtud de lo cual el arbitrio podráelegir una regladeconductadirigida solamentea su propiaventaja,en un usolegitimo, perodel quey de cuyasconsecuenciasseráenteramenteresponsable2. En unaexpresiónhabilitada(veranlajit) porel modelode soluciónde la terceraAntinomia de la razónpurael mandatocategórico(daskategorischeGebote)de la moralidadestaráen todo momento(zualler Zeit) en el poderdecadacual (in jedesGewalQ,adiferenciade lo que ocurre con la satisfacciónde la prescripciónempíricade felicidad, parala queserequiereel control de muchasvariables3,entre las cualesseencuentranla fuerzay la facultadfisicas requeridaspara traera la realidadun objetodeseado,en cuyasuficienciareparael arbitrio. Frentea estoúltimo, ~,que se 2 muestracomoíndice de unaintenciónvirtuosa . La afirmacióncontenidaenel Canonde la razón pura, segúnla cual la libertad prácticapuedeser demostradapor experiencia(durch Erfahrung bewiesenwerden),apuntaa unaregulaciónde la Ideade libertad—que no setomaen susentido transcendental—ejercida sobre el conjunto patológico que constituye el amor de sí (Fingenliebe),que deberáconfrontarsecuandomenoscon la exigenciade subordinaciónde ese ordenmotora la leymoralquerecorrela Crítica de la razónpráctica: ‘Vii KprV §8, Teorema IV Obs. II, A 70. 2 Vii MS, Tugendl.,§53, p. 484; Rel,1, p. 11; vii la defensadel formalismomoral kantianopor partedeO. Reboul, enKant el leproblémedu mal, pp. 69-70,desdeladistincióndeun rigurosoordenderazones,segúnel cual lasobras criticasno seocupantantodedetenninarlo que debeo no hacerse,cuantodeestablecerlo queconstituyeel principio firndamentaldela moral. 292 u u U u U u «La libertad práctica puede demostrarsemediante experiencia. Puesto que no sólo determinaal arbitrio humanolo queestimula,esdecir,lo queafectainmediatamentea los sentidos, U sino quetenemosunacapacidaddesuperarlas impresionesrecibidaspornuestrafacultaddedesear U sensiblemediantelas representacionesde lo quenoses provechosoo peijudicial, inclusode forma u remota» u Nuestrafacultadde desearposeela capacidadde subordinarel conjuntode la sensibilidad • y susresortesal imperativode la ley, y estaposibilidadsiempreviable paraelyo nouménicoque U somosaseguraque lo realizadoa modo de condena,ademásdel fruto engañosode un presunto humanismo, carecerá de valor íntimo —y, en cuanto tal, universalmente comunicable u subjetivamentea todo serracional—,lo que conduciráa que, en lugarde amarel deber,se haga lo posibleporhuir de él. Porello unaascéticaética, parteintegrantede unadoctrinade la virtud, U deberáejercitar la virtud fomentandolas disposicionesdel ánimo valerosoy del ánimo alegre2. U Con estasaclaracionesquiere seflalarseque,a pesarde su ausenciade los principios del deber, U los sentimientosmorales,talescomola benevolencia(Wohltdtigkei¿),la gratitud (Dankbarkeit)o U la simpatía(teilnehmendeEmpfindung),no seexcluyenen modo algunode la moral, a la que U enriqueceny a la que podránaportarfuerzascomplementarias,bajo la condición de que estén U sometidosal controlde la razónprácticay nopretendanlegislarensulugar, por lo que podremos • decir, con O. Reboul, que «lo que es descartadopor la reflexión crítica, puedemuybien ser • integradoen elnivelde la moralidadconcreta»3. u • IV.). 1 La determinacióndela libertaddesdeelhecho(faktum) dela razónpráctica: la “nulo U essendi”dela leymoraL u u Medianteel faktum de la ley moral se expone(dartun) que la razón es práctica por sí u misma,esdecir, queescapazde detenninarla voluntada la acción de maneraindependientede u todo móvil material—lo que se denominóautonomíaen el principio de la moralidad—,de este • modo un hecho,no solamenteligado a la concienciade la libertad, sino que viene a seruna u misma cosacon ella, nos trasladaa lo prácticocomoun orden inteligible de cosasen el que u somosconscientesde nuestraexistenciasegúnciertasleyesdinámicas«quepuedendeterminar u U _____________ • ‘ Vd KrV, A 802/B 828: «Die pralaische Freiheit kann durch E,fahrung bewiesen werden. Denn, nichí blofi dos, • was reizt. iii. die Sinne unmitielbar affiziert, bestimmt die menschliche W¡lllcur, sonden> wir hube,> ein Vermógen, durch Vorstellungen von dem, was selbsí «uf en(ferntere Art ni2tzlich oder schadhch ¿st, die Eindriicke «uf unser s¡nnliches Begehrungsvermógen zu tiberwinden». F. Montero Moliner —en el ensayoLibertad y experiencia, U recogido en el volumen Kant despuésde Kant, pp. 2342, que citamosen bibliografia— señalaque la aparente U contradicciónentreel sentido regulativo de la libertad como Idea cosmológica,justificado en el Apéndicea la U Dialécticatranscendental,en cuantocapazdeordenarel repertoriode inclinacionessensibles,y sucontraposiciónal dominiode las tendenciasy apetitosen .KprV. En su opinión, esadoble relaciónquedarecogidaen la proposición inauguraldel citadopasajedel Canon,de modoque,desdeel modelo de soluciónaportadopor la primeraCriti ca, • podrá decirse que la libertad en su uso regulativo-pragmáticoregula los impulsose inclinaciones,ayudandoa u sometersu sucesióntemporala los dictadosde unamoralidadftindadapor la razónpráctica,vii especialmentePP. • 36-42.Colaboraciónentreel nivel pragmáticode la libertad y el propiamentemoralqueno nos parecelibre, pesea las intencionesde sistematicidadque impulsana dichalectura,de seriasdificultades;cfr. al respectoel articulo deR. U Rodríguez,La libertadpráctica Unproblema de la raz¿n pura, citadoenbibliografia. • 2 Vii MS, Tugendl.,§53, p.484. U Vd O. Reboul,,p. 70; cft. M.-A. Bloch, Lestendancesde la vie morale, en la partedela obradedicadaa Kant, • cap. 1, II y III, afirmaráque, si bien las tendenciasy los sentimientosjueganel papel de obstáculosa venceren la • fundamentaciónde la moralidad,puedenconvertirse,si sonutilizadoscorrectamente,en unaenergiaqueayudea la voluntadinclusoenlaproposicióndefines;dr. MS, Tugendl.,Introd, XIla y XLIc; §3 Ib y §34. U u 293 u U U u U U sucausalidadenel mundode los sentidos»1.Un estudiocomparativodel punto de partidade la moralidad en tanto que hecho con el orden del exameny deduccióntranscendentalde los principios en la ontologíateóricapermitiráadquiriruna familiaridadcon lo que poneenjuegola estructuraformal de la ley y el hechode que unacritica de la razónprácticatengaque partir del a examende ésta. Es bien sabido que la crítica de la razón especulativadebía partir de las condicionesde posibilidad de las cosasen el espacioy en el tiempo, cuyo material sensible quedabadeterminadopor las categoríasdel entendimientosegúnalgunade las funcioneslógicas del juzgar, declarandoasí lo absurdode proposicionessintéticaspor meros conceptosy sin referenciaa la intuición. Sin traicionar la aplicación sensiblede los conceptosa priori del a entendimiento—que permitirá que en algún momento se incluya al entendimientoen la denominaciónde lo sensibleen general—,la razón en su uso teórico satisfacíasu exigenciay necesidaddepensarotro régimenlegisladorde las cosasreservando,así,un espaciovacioparalo inteligible, bajo el nombrede noúmeno,en el que comenzabaa arraigarla Idea transcendental cosmológicade una espontaneidadabsolutaen sentidocausal,a buen resguardode objeción algunaen relacióna su sospechadaincompatibilidadcon las leyes de la necesidadnatural. Al amismo tiempo, la suposiciónde una espontaneidadpor libertad implicaba que no podíamos contar con visión (Aussicht) ni esquemaalguno de tal objeto suprasensible,pues nuestro conocimientosólo alcanzaa los fenómenos.Tras eseresultadoespeculativo,la investigacióndel fundamentoracional de la moralidaden nosotros,a diferenciade estetrayecto teórico hastael límite (an derGrenze)con lo suprasensible,nosautorizaráa afirmar que la ley moral, si bienno constituyeuna nuevaperspectiva,comola queinaugurarásin embargola libertad,proporcionaun faktum —«absolutamenteinexplicable (unerklárlich) a partir de todos los datos (Datis) del mundosensibley del enteroalcance(Umfang~de nuestrouso teóricode la razón»2~, el cual da noticia (Anzeigegebe~de un mundopuramenteinteligible, incluso determinadopositivamente, del que al menos conocemoscon certezaapodícticaesa estructura de sentido, a saber, la expresiónde la razónque esla ley moral. Comoconfirmación(Bestátigung)de su usopráctico la razón,que seha trasladadode densidadontológica,en relación a su función precedentecomo legisladorade la naturaleza,tieneque aportardirectamenteestegestoimperativo,queremite aun principio irreductible a toda explicación,por ser una figura total e inmodificable—como el caráctermoral que proporciona—.En efecto la comprensiónlingúística de la ley y su fórmula imperativa—la asimilación del «si debes,puedes»—implica ella misma la acreditacióndel hecho de que, desde esta expresión límite como es la verdad imperativa de la ley, nos á reconocemoscomoabsolutamentelibres, es decir, reconocemosque serracionalequivalea ser unavoluntadlibre, capazde autonomía,lo que acabarádemostrandoque la razónpuraes por si misma práctica3. De ahí que el comienzo de la exposicióncon un principio supremode la moralida& enun métodosintético,supongaprocederaunacrítica de la razónpráctica, no auna critico de la razónpurapráctica,puestoque la ley moral exponede un solo trazo, en un solo gesto, que si ella esun hecho,también lo será la razón práctica.Una nuevalegislaciónque conciernea una nuevamodalizaciónde la existenciahumana,marcadapor la realidad de la libertad,debíarevolucionaro invertir las condicionesquehastael momentohabíancaracterizado al darsede los objetos.El objeto de la razón prácticaenvíacon anterioridada sí mismo la forma que,comocriterio de todoprincipio prácticoobjetivo,determinarásucomprensión. a 1Vii KprV, A 72 2 Vii op. cii., A 74. > Vii op. cii., PróL, A30-1. a a 294 a a é U U u u U Unavezintroducidaasí la relaciónentreley moraly razónpráctica,podemosafirmarque, u sirviéndonosde la definición de la naturalezacomoexistenciade las cosasbajo leyes(Existen: • derDinge unterGesetzen),la primeraintroduceen éstala forma de un mundointeligible, de una U naturalezasuprasensibleque no quebrante(abbrechen) el mecanismode aquélla, es decir, U introducela realidadde unaexistenciasegúnleyesinteligiblesque formanpartede la autonomía U de la razón pura, de modo que una naturaleza según leyes morales (natura archetypa) determinaráa nuestravoluntada conferiral mundo sensible(natura ectypa) la forma de un todo U de seresracionales(Ganzesverní¿nftigerWesen).La experienciadel imperativocategóricoen sus u tresfórmulascanónicasaprehendeel mandatode estaley y la subordinaciónde naturalezasque U conlíeva.El hechode que mi máximadebapoderconvertirseen ley universalde la naturalezadelatala operatividadde la Idea de unanaturalezasuprasensiblecomobosquejoo esbozoprevio (Vorzeichnung)para las determinacionesde nuestravoluntad. En efecto, la naturalezareal y empírica,objeto de la experiencia,el orden del ser es incapazde proporcionamosel índice del mandato(Gebot)que prescribequepodamosquerer(wollen kéinnen)convertir nuestrasmáximas en leyesuniversalesde la naturaleza,sinoque únicamenteenvirtud de la presencialegisladorade U la razónen nosotrospodremosconferir realidadobjetiva,en un sentidopráctico,a unanaturaleza U posiblepor libertad,quedebemossercapacesdeconvenirenrealidadmediantenuestravoluntad U libre, y donde el motor de la “re-creación” será la presenciaimperativa de la ley y su • determinacióncon respectoa nuestrasmáximas1.La distinción rigurosaentrelas diversastareas, geográficamenteplanteadas,de la razónse muestracomo un pasoesencialparala comprensión U de la coherenciay consecuenciade la misma en el cumplimiento de sus fines, a saber,el • conocimientoa priori de los objetosde la ex ilenciay el serun fundamentode detenninación U incondicionadode la voluntad en su actuar’. La primera tareaconcluíacon la limitación de U nuestro conocimiento a priori a la experienciaposible, es decir, en la restricción de la U determinacióntranscendentalde los conceptosde nuestro entendimientoa la multiplicidad U sensibledadamediantela intuición pura. En la concernientea la segundaCrítica el principal U objetivo serádeterminarcómo puedela razóndeterminara priori a la voluntady susmáximas, U cómopuedeserportadorade la ley deun ordensuprasensible,endefinitiva,cómopuedela razón U serpráctica.Lo queenestosmomentosdenuestroestudiode la libertaden Kant nosinteresaesla • soluciónde estatarea,no tanto el éxito o fracasode una voluntad libre3, encuantofaz material • del régimenformal de determinaciónde la voluntadque aquíseestájustificando.En un camino • necesariamenteinverso al emprendidopor la crítica de la razónteórica—lo que constituyela • paradojadelmétodode la segundaCrítica, ala quehabráquevolver parauna debidacuentade la U libertad práctica—,la Crítica de la razónpráctica, en lugar de comenzarpor intuiciones,lo ha • hecho,comovenimosde observaren los epígrafesanteriores,por la determinaciónde principios • prácticospurosy de surealidadefectiva,los cualescuentana subase,no con intuicionespuras, sino conel conceptode libertad,sin el cualcareceríandevigenciay operatividad—setratade su U ‘ Vii KprV, A 76; cfr. op. cit., A 82, dondela ley moral es denominadaley de la posibilidad de una naturaleza U suprasensible,del mismo modoen quela ley naturallo esdeuna naturalezasensible:«Lo ley moral es de hecho una U ley de la causalidadpor libertad y por lo tanto, la posibilidad de una naturaleza suprasensible, así como la ley U metafisica de los acontecimientos en el mundo sensible era una ley de la causalidad de la naturaleza sensible, y • aquélla determina, por consiguiente, lo que lafilosofía especulativa tenía que dejar indeterminado, es decir, la ley para una causalidad cuyo concepto en la última era sólo negativo, y le proporciona, por lo tanto, en primer lugar u realidad objetiva»; cfr. op. cd., A 85. En efecto la convivenciade dos causalidadesen un mismo campo de U fenómenoserala conclusióndel modelode soluciónpropuestopor la razónespeculativapara la terceraantinomia, U básicoparala comprensióndela relaciónentrenaturalezay libertada lo largo de la obracrítica. 2 ~ op. cit., A 77;cfr. GMS, Pról, BA y-VII. U ~Vii KprV, A 79. U • 295 U U U u U U ratio essendi—.Por estavía sólo estamosen condicionesde afirmar, en relacióna la fundación de un nuevouso de la razón,que la concienciade la ley moral es una y la misma con la de la a libertad,sin poderpenetrarmásen profundidaden la posibilidad de esa conciencia,puescon respecto al conocimiento teórico de un concepto suprasensiblecomo el de libertad nos encontramosen el mismopuntoque nosdejó la primeraCrítica, esdecir,setratatansólo, en este respecto,de una Idea transcendental,cuyaadmisibilidad(Zulássigkeit), sin embargo,debemos defender—no en vano nosreferimosa uno de los ejesde la metafisicasegúnla crítica—. Con ello ponemosfin a la exposición (Exposition) del principio supremode la moralidad, en su aislamientocomo principio independientede todo rasgoempíricoy en su distinción del restode principiosprácticos.Sin embargo,la deducción(Deduktion) del mismo,en tantoquejustificación (Rechtfertigung)de su validezobjetiva y universal,no puedeprometeruna marcha(Gang) tan productivacomotuvo en el casode los conceptospurosdel entendimiento,referidosa objetosde a la experienciaposible. Un pasajede calado metódicoy arquitectónicode la segundaCrítica a subrayael novedosoordencognoscitivoal que remiteelfaktumde la ley moral: «Esteprincipio [de la razón práctica] no necesitaemperoninguna búsquedani ninguna invención;haestadolargotiempoen la razónde todoslos hombrese incorporadoa su ser, y es el principio de la moralidad. Porconsiguiente,aquellacausalidadincondicionaday la facultaddela misma,la libertad, con ésta,empero,un ser (yo mismo), queperteneceal mundosensible,no sólo es, como perteneciente, al mismo tiempo, también al inteligible, indeterminada y a problemáticamentepensado(cosa que la razón especulativaya pudo encontrarhacedero),sino conocido asertóricamentey determinado con respecto a la leydesucausalidad»’. a La deducciónde la ley moral no concernirá,pues,a ningún conocimientoacercade la constituciónde los fenómenos,sino aun conocimientoquepuedeserfundamentode la existencia a (Existen:) de los objetosmismos,en la medidaen que la razón poseecausalidaden un ser a racionalcomorazónpráctica2.En estepuntoconvienetenerencuenta,y así lo señalaráel orden a de razoneskantiano,quecarecemosde las condicionesnecesariasparapenetrarla posibilidadde a la existencia de fuerzas fundamentales (Grundkráfte) o facultades fundamentales (Grundvermtgen),«cuyaposibilidadno podemosconcebirmediantenada»,del mismomodo en a que debesubrayarsequeéstasno puedeninventarseo suponersearbitrariamente.En el casode la razónteórica la experienciaaportabadatosque fortalecíanel derechode aceptarlas(annehmen), a recursoausenteparala facultadprácticade la razón,dondeel único tipo de pruebaa disposición será una deducción a partir de las fuentes del conocimiento a priori. La ley moral, en comparacióncon el resto de pruebasracionales,reviste la peculiaridadde ser, por así decirlo (gleichsam),un hechode la razónpura,del quesomosconscientesa priori y del que conocemos sucertezaapodíctica,si bienpodemosestarigualmentesegurosde que la experienciano indicará nadaafavor de surealidadobjetiva3,peculiaridadque condicionaun modo de acercamientobien distinto al emprendidoporcualquierdemostracióndeductivateóricade surealidadobjetiva: a Vii KprV, A 188: «Dieser Grundsatz aber bedarf keines Suchens und keiner Erflndung; er ist kingst in aller Menschen Vernunjí gewesen und ihrem Wesen einverleibt, ¿md ist der Grundsatz der Sittlichkeit Also ist jene unbedingie Kausalitút und das Vermógen derselben, die Freihei¡, mit dieseaber ein Wesen (ich selber), welches nr Sinnenwelt gehórt, doch zugleich als nr intelligibelen gehórig nicAn blofl unbestimmt ¿¿ml problematisch gedacht (welches sc/iondie spekulativeVernunfl als tunlich ausmitteln konnte), sondern sogar in Ansehungdes Gesetzes ihrer Kausalitótbestimmtundassertorisch erkannt». 2Vdop.cit,ASO-l. Vii op. cit.,ASI. 296 U U U U U «[L]a realidad objetiva de la ley moral no puedeser demostradamedianteninguna U deducción,mediantetodo el rigor de la razón teorética,especulativao empíricamenteapoyada,y, u por lo tanto, aunquese quisierarenunciara la certidumbreapodictica, tampocoser confirmada • mediantela experienciay, así, serdemostradaa posteriort sin embargo,se mantienefirme por sí • misma» U De la manodel modoen quela ley moral nos esdada,nuestrarazónadquiereel permiso • (Befugnis)paraunaampliación(Erweiterung)másallá de los límites del mundosensible,cuyo sentidodeberáquedarclarificado en lo posible,conobjeto de salvar el edificio sistemáticode la u razón en su doble uso. El avancesintético del discursode la segundaCrítica ha procedidoa instalar (aufsíellen)en el lugarcorrespondienteal principio supremode la moralidadunaley de U causalidad,cuyo fundamentode determinaciónesindependientey heterogéneoen relaciónatoda U condición sensible,así como ha pensadoa la voluntaddeterminadamedianteuna ley que no forma partede las leyesnaturalesdel mundosensible.Esecamino (Weg) —subrayandoahora, U comoprometíamos,la combinación(Verbindung)conformea fin de los dosusosracionales—ha U sido posible porque una Crítica de la razón pura, en su decisión a favor del idealismo U transcendental,ha distinguido entrelas condicionesde aplicabilidadde los conceptospurosdel U entendimiento—de la experienciaposible—y las de su sentidotranscendental,de modo que a U falta de las primerassiempreresteel segundode esosconceptos,quepuedeemplearsepara la U determinación,en un sentidopuramentepráctico —atendiendoa la relación del entendimiento U con la facultadde desear—,de objetosinteligibles, sin producir, a partir de ahí, conocimiento U alguno2.Así, nuestrasfacultadesdeconocernosautorizanapensarla causanonmenonde un ser U _____________ U ‘ Vii KprV, A 81-2: «[K]ann die objektive Realitctit des moralischen Gesetzes durch keine Deduktion, dure» alíe U Anstrengung der theoretischen, spekulativen oder empirisch unterstiitzen Vernunft, bewiesen, ¿¿ml also, wenn man • cinc» aufdie apodiktische Gew4úheit Verzicht tun wollte, durch Erfahrung bes¡ótigt ¿¿ml so a posteriori bewiesen ‘.,verden, undstehtdennochftirsichselbstfest».Ci. Prauss,en su obraKant Uber Freiheit als Autonomie, citadaen nuestrabibliografia, vii p. 67, considera el Faktum-Lehrstúclccomo el fracaso fbndamentalkantiano en un U acercamientoal conceptopositivo de libertad—cfr. HE. Allison, Kant~vTheoryofFreedom—,encuantopropiedad U cognoscibledela voluntad, cuyarealidaddeberíaquedardemostradaenunadeducción,segúnel proyectoanunciado U en OMS. Ya expresamosnuestrodesacuerdocon estaextendidalecturade la mano de la obrade B. Hoegemannal final del capitulo precedente.El núcleode su crítica —vii. también del mismo autor Fur sich selberprakrische Vernunfl, pp. 253-263, en O. HÓffe, OMS. Em kooperativer Kommentar, op. cit.— estribaen no haber sido U suficientementeaclaradoen la segundaCrítica kantianael hechode que la practicidadde la razón ya quedaba U demostradacomo autoconcienciaen suuso teórico, algoqueKant sólo apuntaen referenciaa aquelloscasosen los • que la razónprácticaesconscientede ella misma,por lo queno adviertelas consecuenciascompletasdel carácter prácticode la subjetividady no puedederivar la ley moral a partir de esalibertad de la espontaneidadteórica. U Nosotros,por nuestraparte, nospreguntamossi estalíneade lectura—cfr. K. Konhardt,op. cU.; O. Schwemmer, U Das Faktum der Vernunfí und die Realitdt des Handelns, en O. Prauss (cd.), Iclandlungstheorie und U Transzendentalphilosophie, Pp. 271-302,obraincluida en nuestrabibliografia—permanecefiel a lo incomprensible U e inconcebiblequehabitaen el senodeun conceptocomo el de libertad, o másbienno dejadeencontrarobstáculos en la Crítica kantianaa la supuestapresentaciónde la libertadcomounarealidad,casi vorhanden,másen el mundo. U Deahí queenestosmomentosdeexposicióndela libertaden Kant hayaqueextremarloscuidadosenla coherencia U del usode conceptosdotadosdeun dobleuso,teórico y práctico.En el casode un conceptosuprasensiblecomo la • libertadlaviabilidad de unadeduccióncomo la delas categoríasdestmiriael ordende legislacionesque reconoceen • laprimerala clavede bóvedadeun sistemade la razónpura. 2 Vii. J3 U U _____________ • ‘ Vii AprV, A 144: «Der Begrq’f der Pflichtfodert also an der Handlung, objektiv, Ubereinstimmungmit dem U Geserze, an der Maxime derselben aher, subjektiv, Achtungftirs Gesetz, als ¿he allenuge Bestimmungsart des Willens U durch dasselbe. Unddaraufberuht der Unterschied zwischen dem Bewu]?tse¡n, pfiichtmaf3ig una’ sus Pfiicht, iii. mss U Achtungftirs Ciesetz gehandelt ni haben»; cfr. op. cit, A 126-7.2 v~ op. cit, A 128;cfr. el establecimientode la mismaimposibilidadenla soluciónde la terceraantinomiaenKrV, U A 56/8584, asícomoel final del §21 deladeduccióntranscendental de las categorias. U Vii KprV, A 129: «[Kjlonnen wir apriori einsehen, da]? das moralische Gesetz alsBestimmungsgrund des Willens U dadurch, ¿ti]? es alíen unseren Neigungen Eintrag tut, ein Gefiahí bewirken mñsse, welches Schmerz genannt werden U kann, und hier haben wir nun den ersten, vielleicht auch den ernz¡gen Falí, da wir aus Begr4ffen a priori das Verhñltnis emes Erkenntnisses (des llieoretischen und Praktischen) ist es nicht eme plan-oder gar U fabrikenniái3ig (zum Be/mf des Staats) eingerichtete willkiarliche Formgebung. sonden» eme vor aller das gegebene U Object handhabende Manufactur, ja o/me einen Gedanken daran vorhergehende fl46ige und sorgsame Arbeit des • Subjects, sein eigenes (der Vernunft) Vermogen aufzunehmen undin vdi rdigen». Vii Re!, 1, pp. 18-9;cfr. KprV, A 154-5. u U 311 U U U u U U medidaspedagógicasparaaclarar(erkiutern)porconceptos,esdecir, filosóficamente,el sentido y alcancede la ley moral en nosotros,por ejemplo personificando—proporcionandouna representaciónestética—a la razónprácticalegisladora,paranosotrosimperativa(gebietend), como la diosaIsis cubiertapor un velo (verschleierteGóttin), antela que nos inclinamosen su ilesamajestad(unvcrletzlicheMajestát),a sabiendasde que el uso de semejantesexposiciones (Darstellung) sensiblesanalógicas,con el propósitode vivificar (beleben)la Ideade libertad, corre siempreel peligro de caeren lo visionario, a saber, la muerte de la filosofia (Todder P/zilosophief.Peroal ánimohumanorequiereun cierto cultivo (Kultur) y fomento(Befórderung) de sunaturalsensibilidadparalas Ideasde razón,si esque quiereapreciary reconocerel brotar de un sentimientosublime,el cual, lejosdecomunicamosnuestrasantidad,nos remiteal trabajo quequedaparadisminuir la falta de conformidad(MangelderAngemessenheit),enel sentidodel ni/u privativum,de nuestrocomportamiento(Verhalten)con respectoa la ley. Huelgadecirque la manifestaciónde unapertenenciasuprasensible,cuyo merosignificado (Bedeutung)aniquilay suprime(aujheben)todapresunción(Ei~endñn/cel),se muestra«naturalyfácil dc observaraun para la razón humanamás ordinaria» , pues, como la experienciabien indica, en el mismo momentode transgresión(tibcrtretung) de la ley no podemosdejarde sentir el efecto de un respetohacia algo completamenteotro que una cierta concepciónhabitual y arraigadaen el sentido común de la vida, a saber, la modalizaciónontológicade ésta como dignidad, en comparacióncon lo cual ésta con todo su agrado pierde de inmediato su entero valor, reconocimientoquecareceríade sentidosin la cuidadosaseparacióndel deber(Pflicht) y del goce de la vida (Lehensgenujd)perseguidaen el epígrafeanterior.La proximidade inmanenciaen el ánimo de la ley, que nosofreceun conocimientode nosotrosmismosque ningunaantropología podría entregar, toma así la forma de lo siniestro (Unheimlichkeit) que no cesade asediar (heimsuchen)e intrigar a nuestra razón, en una inquietante extrafleza (Bcfremdlichkeit), precisamentepor tratarsede aquelloque por próximo somosincapacesde dominar nunca del todo. El trabajovisible del principio invisible en nosotros,queesla libertad,intentareducir,así,a la ley —que encuentrapor sí misma un accesoen el ánimo (von selbst im GemineEingang findet)—a un espaciofamiliar —a un ~&o; en su sentidoclásicocomomorada—,cuyacalma nuncaestásalvaguardadadel todo,por lo que sehallasiempredispuestaa la lucha3.La versión afectiva de semejanterelación subordinante,interna al ánimo humano—pues lo sublime se encuentrasolamenteen nuestroánimo, permitiéndonosserconscientes—no tenerexperiencia 1 v~ Vornehmen Tan, VIII, p. 405; cfr. KU, §49, nota. 2 v~ KprV, A 156 ~J.-L. Nancy,especialmenteen susensayosLe katégoreinde l’excés,pp. 7-32y La vérité impérative,pp. 89-112— incluidos en L ‘impérat4fcatégorique, citado en bibliografla— estudia el imperativo. el lenguajede la ley moral, como un significantequeformapartedel paisajedomésticodela razón,peroque noterminanuncade integrarseen la economíaque ftecuenta,porlo queno nosencontraremosen el imperativo,quesiguesiendoun mandato(Gebor) y seefectúacomoconstricción(Nñtigung)necesaria,sino quepermanecemosbajo éste;cfr. XV, §27,A 95/B 96: «El sentimiento de la incapacidad de nuestra facultad para alcanzar una Idea que es ley para nosotros es respeto (Achtung)».Nancy interpretael sentidodela ley moral como una ley quedejapor definición lo Iberade la ley fuera de si misma,una característicacorrespondientea un heraldode la libertad, no al derecho.Pues,la ley jurídica no podrá, por así decirlo, negarsea si misma, no dice: actúa, no manda, sino quedicta unareglay sometelos casos, salvo en el de supropio origenlibre, a esaregla.El imperativotiene, sin embargo,quediferir necesariamentede la orden, al menossi entendemosa éstacomo E. Canetti —en Masseund Mac/it, p. 335—, en tanto que el gestoo relacióncuyaforma primitiva seríAla amenazade muerte por la quela fiera ordenalahuidadelos quela rodean.A diferenciadeello, el imperativono contieneni amenazani promesa,puessu esenciaconsisteen nocontenerningún motor extraño.Obedecerpor deberimplica obedecerporel mero interésen el debermismo,obliga a si mismo,a su umversalidadqueesla legalidadde la ley, el ser-leyde la ley. 312 U u u U U u de—de la superioridadde la razónpordelantede cualquierotro ordenmotriz’—, nosdevuelvela • peculiarmagnitudinexponiblede un deberque él mismo no esuna magnitud,pero tambiénla • fúerza(Mac/it) sublime de una facultad(Vermógen)medianteuna ley que reducea la nadael • trabajo de las inclinacionesque trabajanya sea a su favor o en contra,por lo que podemos u afirmarque lo sublimeresideen laesenciaracionaldel hombre,siendola expresiónmásacabada de la destinaciónmetafisicade surazón,quese nosmanifiesta,al mismo tiempo, como finitud2. El descubrimientosublimede la facultadprácticade la razónsemuestra,pues,como un efectodela libertad, por lo que careceráde manifestacionesexteriores,luego de forma y presentación u sensiblealguna.En efecto, la imposición (Eindringen) de la razónen cuantopotenciapráctica nos sobreviene(iiberkommen)comoun hecho,comounfaktumrationis que carecede sujeto, loqueobstaculizae impide todainvestigacióngenética.La no transcendenciapor la quela razónda noticia de su libertaddispone,comohemosvisto, a las relacionesentresensibilidad(intuición) y U ley en unacomponendamuy peculiar, en la que la ley moral da noticia de si comofaktwn en U ausenciade todo apoyointuitivo —por lo que, másquenoticia compuestade materiasensibley U forma inteligible, se trata del trazoformal de si misma—,de aid que, en virtud de eseacceso • (Eingang)en el ánimo humano,obligueal conjuntode las inclinacionesa anularse,a suspender sufuerzamotriz, dandopasoal sentimientode respeto,queen cuantotransposicióninteligible de • lo sensibleennosotrosconstituyeunasuertede efectosublime(erhaben)del deber.En el senode • la razónsurge,así,unafactualidadinconmensurableparaella misma3,tanacostumbradaa lidiar • con los hechos,queno puedesino obligarla, factualidadque se manifiestacomounaauténtica U condiciónestéticade la razónpráctica,y que compartecon las formasde la intuición purauna U posiciónderivaday no originaria. Estehechonosremitea la peculiaridadde unarazónque no se • presentaella mismacomo la capacidadoriginariadesupraxis,sinoque,por el contrario,éstale U es prescrita,le es dadacomo lo son los objetosde la intuición pura. El don queexcedetoda U posiciónde si de la razón,toda representacióny dominio de sí misma,es de una anterioridad u irreductible. Ése es el estilo prácticoen el que la razón se afecta a si misma,de modo que • descubrasu carne al ser tocada (beríihrt), presionada(gedrt¿ckt), invocada (aufgerufen), • sorprendida(i¿berrascht) e impulsada(getrieben) por la libertad. Esamanerade la razón de u devenirprácticasetraduciráasimismoen la superación en el imperativode la oposiciónreal • entre lo activo y lo pasivo, entrelo espontáneoy lo receptivo,puesse halla obligada,no por • efectode unaordenautoritariaexterna,sinode supropiaconstitución.De suertequeasí comoel • entendimiento ordena representaciones,proyecta tablas categorialesy esquemas,con la U • Vii KU, §28, A 1 04/B 105: «Por lo tanto se llama aquí a la naturaleza sublime, solamente porque eleva la • ¡maginación a la exposición de aquellos casos, en los cuales el ánimo puede hacerse sensible (tbhlbar) la propia U sublimidad de su determinación, incluso por encima de la naturaleza»; cfr. ¡oc. cii?, A 108/8 109: «Por lo tanto lo • sublime no está en ninguna cosa de la naturaleza, sino solamente contenido en nuestro ánimo, en la medida en que U rdemos ser consci entes de la naturaleza en nosotros y, de ahí, también de la naturaleza fuera de nosotros ». Vii H. Birault, Heidegger et 1 ‘expérience de lapénsée, p. 127: «Puesto que lafuente del deber no puede hallarse ni • sobre la tierra ni sobre el cielo, habrá siempre algo enigmático en la determinación de su origen. Por ello, la U prosopopeya kantiana se termina con una cuestión condenada a permanecer sin respuesta. Por ello, también la • naturaleza no nos ha hecho dignos de ser felices, sino solamente libres para trabajar nosotros mismos para esa • dignidad El hombre más admirable no es aún un hombre estimable. Para ello es necesario que adquiera libremente su propia dígniáa4 al darle la naturaleza solamente aquello desde lo que puede hacerse digno de ser digno»; • cfr.A.-M. Roviello, L ‘institution kantienne de la liberté, p. 76: «En el sentimiento de lo sublime se manjfiesta la • des tinación metafisica del ánimo humano, su libertad con respecto a lo sensible, pero se man4#iesta U ~aradójicamente,al mismo tiempo, como fin flua5>. Vii Gramont, Kant et la question de 1 ‘affectivité, p. 221: «Eldon así mismo de la ley moral suscito en el hombre la U misma impresión que el don del mundo como Naturaleza salvqe». u U 313 U u U U U U inestimableayudade la imaginacióntranscendental,exponiendoen los archivosde unadoctrina transcendentaldel Juicioy de unaanalíticade los conceptoslo que da de sí suespontaneidad,la razónnoshabla, siendosumensajeespecificoel mandatoquetomala estructuradel imperativo categórico,el cual debeserformulado,puesel deberes un modo de lenguajeque da noticia de algo que nos sobrepasa(uns iibersteigt), a saber, la libertad. La orden permanece,por el contrario, del lado de acádel lenguaje—para qué la enunciación,si la lucha, el combatese realizacontrala presenciasensiblede la carne—,mientrasque la ley hablarádesdemásallá de -‘1 él, empleándolocomosumediode expresíon. Así lascosas,no serágratuitala inversiónde la exposicióndel discursocritico acontecida en la Crítica de la razónpráctica con respectoa la primera, si bien, dadala referenciaa una misma razón,eranecesanomantenerel andamiajeconceptualde aquélla.El hechode que el capítulo dedicado a los motores de la razón práctica se consagrea estudiar el efecto prácticamenteproducido(praktischgewir/a’) de un sentimientomediantela ley moral, esdecir, el efecto de un faktum inexcrutable—portadorde unascondicionesestéticasin-esquematizables paranosotros—sobrenuestraconstituciónsensible,precisamentesobreaquellapartede la misma que nuncapodrá devenir conocimiento, como es el sentimiento, presentaun aspectobien semejanteal descubrimientode lo sublime en la impotenciay fracaso de nuestrassíntesis speciosas, puesprecisamenteen el fracasoy reduccióna cerode esetrabajosedespiertay surge un sentimientoen nosotros,que parecepermitimosaprehenderlo suprasensible(en nosotros),a saber,la libertad.Con estepropósitoeranecesarioampliarlas condicionesde nuestrapercepción hastaquepudieraaprehenderalgo así como la nada—desdeuna comprensiónde la diferencia ontológicaplenamentekantiana—,no en vano asistimosen estaspáginasal experimentode una materiaquequieredevenirforma,o a la quela formaobliga y constrifleaasimilarseaella, lo que suponeel descubrimientode nuevasposibilidadesdesconocidasparala sensibilidad.Es decir, el hechode queyo, que soymateriasensible,ademásde razón,puedaoír la voz de la libertaden mi interior —la voz libre del hombre—,produceen mí una experienciasublime, a saber, la de sabermesuperiora lo quepuedeel conjuntode mis fuerzasfisicas.Esemismoefectoseráel de lo siniestro,en efectoprovienede algopertenecientea la casao moradade la razón,algo así como la expresiónmás acabadade su lenguajepráctico(la ley moral), que precisamenteimpide la hegemoníade cualquierplantécnico-pragmático,asícomoqueconsideremoscualquiermomento presentecomo el último, puesel fin final de la creaciónno esotro que el individuo bajo leyes morales.Justamenteeseefectosiniestro—vertidocon los sugerentesspaesanteen lenguaitaliana y unheimlich,en alemán—nos comunicaque somosproyectode la libertad, que serracional implica la experienciade la libertad, la cual obliga a no sentirsenuncadel todo en cada,en un estarencaminoqueno puedeencontrarnuncafinal. Vii J.-L, Nancy,Le katégoreinde 1 excés, en L ‘impérat4fcatégorique, p. 18: «Eldeber no es un modo de ser al menos en el sentido clásico de ese término—, sino un modo del lenguaje — aunque quizás en un sentido inédito de ese términa Lo que debo puede muy bien ser presentado en una efectividad no lingílística, pero que yo lo debo, eso sólo puede ser dicha En fin, que yo lo debo, eso no puede sino serme dicha Debe serme dirigido (adressé): “Actúa... “»; cfr. op. cii?, p. 17, en la quese cita la siguienteobservaciónde E. Canetti, a la queya hemoshecho referenciaen las páginasanteriores:«La ordenesmás antigua que el lenguaje, a falta de lo cual los perros no podrian comprenderla» - 314 u U U U U • IV1.3 La típica de la razón práctica y la aplicabilidad “de derecho” de lo mandado por la ley moraL Primer acercamiento a la libertad como “res fact!”. u Nos pareceque el carácterdecisivo del estudiocritico del quepasamosa ocupamosa continuaciónsólo podrá calibrarse en su sentidopleno a la luz del desplieguecompletodel U problemade la libertaden la obrade Kant, especialmenteenel puntodel sólidoengarceentresu pertenenciaa una concepcióncósmicade la filosofia —como Weltbegrqj”— y su proyección necesariaen la Ideade mundo.Trasunadetenidalecturade la Crítica de la razónpráctica resulta U imposiblenegarque el discursocrítico acercade la realidadobjetivade la libertad,condiciónde la fundaciónde una nuevalegislaciónde la razón,contieneimportantesapuntesacercade las condicionesde realizabilidaden el mundode unaobraposiblepor libertad. No podemosolvidar la elocuenciade lasexpresioneskantianas,segúnlas cualesla razón, «por muyrazón que sea» (sosehrsic auch Vernunfl ser)2tieneplenacertezade que«todo el esplendor(die ganzePracht) U de [sus]afirmacionessólo en sujuntura (in Verbindung) con lo empfrico [puede] brillar u (hervorleuchten)»3.La mismaintervencióndela ficultaddejuzgaren la soluciónde esacuestión y la estructuray mensajede las fórmulas del mandatodel deber, a saber, del imperativo • categórico,reiterany ratifican quela concepciónformal de lapraxis quenecesitabala fundación • de la moral requiere,como un momentoesencialparasumismo sentidoy eficacia,asentarlas U condicionesde implantaciónde su obra inteligible en una legalidad natural, lo que recogela U siguienteafirmaciónde Ideapara unahistoria...: u U «Se tengael conceptoque se tenga de la libertad de la voluntad en un propósito • metatisico, los fenómenosdel mismo, las acciones humanas,están detenninadossegún leyes universalesde la naturaleza,al igual quecualquierotro acontecimientonatural»4. Pero la dimensióncosmológicay mundanalde las intencionesdel formalismo moral u kantiano encuentrano pocas dificultadesen lo que atañe a la exposición (Darstellung) in U concretodeunaIdeacomola libertaden un casodel mundosensible,esdecir, a la implantación U de algosuprasensible,paralo queenesesucarácternopuedehallarsenadacorrespondienteen la U intuición sensible,pero que necesitaemprenderuna búsquedade ejemplos (Exempel)5que U confirmenla factibilidad (Tunlichkeit)de la acciónpropuestapor unamáximadeterminadaen la • naturaleza.Hemosobservadoen los apartadosprecedentesque la ley moral adoptabael aspecto • de un faktumde la razón,esdecir, de un hechotranscendentalque resultapara sí mismo su • propioesquema—estamosen la esferade la espontaneidadpráctica—,pero a la vez la misma • estructurade su forma requeríael hallazgode los ejemplosantesmencionadoscon el propósito U de demostrary exponersu realidadobjetivamedianteaccionesefectivamentereales(wirldiche U Handiungen)en el mundo,puessuauténticoDarstellenha de tenerlugarenel hacer(tun)y enel U _____________ U Vii Logik-Jfische, Introii, III, A 24-5; cfr. KrV, A 838/li 866-A 839/8 867. Remitimos a las interesantes • observacionesde E. Proust acercade la estrechaunión entreel conceptocósmico de filosofla y la capacidad U problemáticay experimentaldel pensamiento,como un pensar libre de la libertad, vii op. cii?, cap. IV, Itcus • ¡maginarius, pp. 132-8; cfr. apanado1.6.2 de estetrabajo. 2 Vii KrV, A 549/li 577. U Vii op. cii?, A 463/8491. u ‘~ Vii Idee..., VIII, p. 17: «Was man sich auch in metaphysischer Absicht fur einen Begr~ff von der Freiheit des • Willens machen mag: so sind doch die Erscheinungen desselben, dde menschlichen Handlungen, eben so wohl als • jede andere Naturbegebenheit nach alígemeinen Naturgesetzen bestimmt». Apelamos a la nada menospreciabledistincióncontenidaen MS, Tugendl., Doc ¡rina ética del método, p. 479, nota, entre tomar un ejemplo (Exempel) y citar un ejemplo (Reispiel). e U 315 e u U U U U actuar (handeln),que debenacontecersegúnleyes1.El Juicio prácticoseencargaráde subsumir accionesque debenserrealizadas,por su concordanciay coincidenciade letra y espiritucon la ley práctica, operación enjuiciante contenida en la misma enunciación y pronunciación (Ausspruch) del imperativo categórico en un caso panicular. En estas circunstanciasse encontrarándificultadesen buenaparteya conocidasparael Juicio determinantedel usoteórico de la razón,si bien esteúltimo pudo mostrarla posibilidadde un procedimientomediadorentre los conceptospuros del entendimiento y las multiplicidades sensibles que sensibilizaba (versinnlichen)a los primeros,denominadoesquema,capazde constituir una suertede lenguaje medialentreambos—cuyasintaxisquedaríatejidapor la formadel sentido interno,a saber,el tiempo—. Pero una obra como la Fundamentaciónya había localizado el fundamentode la moralidad,a saber,la libertad, en el espaciode lo inconcebible (unbegrqflich) para la razón humana,así como en el de aquelloque debepresuponerse(voraussetzen)necesariamente,por cuantocuantoprocedede un serconscientede su voluntad,negandoel accesoaaquéllafuera de unaderivaciónracional,pormerosconceptos,enausenciade cualquierejemploo analogía: «[Nio podemosexplicar nadasino reconduciéndoloa leyes, cuyo objeto puedadarseen algunaexperienciaposible.La libertad, empero,es unameraIdea, cuyarealidadobjetiva no puede exponersedeningunamanerasegúnleyesnaturalesy, por lo tanto,en ningunaexperienciaposible; por consiguiente,puestoqueno puedeponérselea la basenuncaun ejemplosegúnalgunaanalogía, no puedeserconcebidani aúnsóloconocida»2 No esbaladírecordarel estatutoracionaldela libertadconvistasa la mejorcomprensión del momentode la segundaCrítica enel que nosencontramos,donde, en la mismalíneaqueel anteriorpasaje,seafirmaráque lo buenoen sentidomoral (dassittlich-Gute)essegúnsuobjeto algo suprasensible(Ubersinnliches),a lo que,enconsecuencia,no puedecorresponderninguna intuición sensible3.Lo quehabráqueaveriguar,sin embargo,essi seráposibleparael Juicio en su ejercicioprácticodeterminarunaestructuramedial, semejanteo análogaa la ensayadaen la razónteórica,parala ley de la libertad, que demuestrelo que no puededejarde interesara la metafisica,a saber,la aplicabilidadde la misma a accionesefectivamentereales(wirklich), en cuantoacontecimientos(Begebenheiten)acaecidosenel mundosensible4,tarea(Aufgabe)antela cual el crítico muestratodo su optimismo,puescuentacon razonesde pesoparasostenerque «aquívuelvea abrirsede nuevounaperspectivafavorableparael Juiciopuropráctico»5.Dado que la razónno ha de ocuparseen estosmomentosdel éxito (Erfolg) o fracaso(M4Ofall) de la acciónrealizadapor libertad,sino de ladeterminaciónde la voluntad(Willensbestimmung)por la ley moral —lo que suponeun uso y unaaplicación del conceptode causalidadque no coincide F. Proust—en su op. cii?— proporcionavaliosasobservacionesacercadel carácterpeculiardel ejemploquetoma forma en las fórmulas del imperativocategórico,ejemploqueseproduceen ausenciade cualquier Vorbildung,en cuantoacciónmotriz de algún propósitodeterminado,de algunaprevisión,así como de todaNachbild, por lo que tiene de imitación de unaUrbild (p. ej., la ley) impresentable,realizadacon un fin pedagógico, pues setratamás bien de unaBild originaria, del ejemploen cuantoafirmacióny posiciónde la Idea; vii op. cii?, cap. IV, Lescas exemplaires, Pp. 115-138. 2 Vii GMS,HA 120: «[W]ir kónnen nichts erkláren, a¡s waswir aufGesetze zuriickfñhren l0nnen, deren Gegenstand in irgend einer moglichen Erfahrung gege ben werden kann. Freiheit aber ist eme blojie Idee, deren objektive RealittIt auf kemne Weise nach Naturgesetzen, mithin auch nicht in irgend einer móglichen Erfahrung dargetan werden kann, die also darum, weil ihr selbst niemals nach irgend einer Analogie ein Beispiel unterlegt werden mag niemals begr(ffen, oder auch nur eingesehen werden kann». Vii KprV, A 120. ~ Vii op. ch., A 120-1. Vii op. cit.,A121. 316 u u U U U u con las condicionesde la conexióncausalnatural—, la preocupacióndel Juicio práctico se • dirigirá, enprimerlugar,haciacómo la ley práctica,en tanto quetítulo acreditador(Kreditiv) de la libertadde nuestravoluntad,determinaefectivamentea la voluntadensucapacidadde actuar, • ensegundolugar, dadoquela ley no cuentacon ningunaintuición correspondientea su basem, • porel momento,conesquemaalgunoquejustifxquesuaplicacióniii concreto,sedirigirá, no ya a la imaginación transcendental,sino hacia la labor mediadora que puede desempeñarel entendimiento,al estaréste en condicionesde proporcionaral Juicio, no un esquemade la U sensibilidad,sino unaleyparala Ideade la razónque esla libertad,coincidenteformahnentecon las leyesde la naturalezay quesedenominarátipo de la leymoral. De hecho,serála legalidad u (Gesetzmqf3igkeit)la noción quesirva de enlacey tránsitoentrelos dos términosheterogéneos1, U haciendocomosi la legislaciónnaturalfueracomúnaambos,de modoqueel Juicio pueda—ya U que no esquematizar—al menostipificar a priori en su ejercicio subsumidor, cuya regla U fundamentalvendráadecirlo siguiente:«pregúntatea ti mismosi la acciónquetepropones,si U debieraacontecersegúnuna leyde la naturaleza,de la cual tú mismofuerasunaparte,podrías u considerarlacomoposible mediantetu voluntad»2. Dicha comparación(Vergleichung)de la U máxima de las accionescon una ley natural universal,lejos de constituir un fundamentode u determinaciónde la voluntad—enrealidad,sólopuedeserloel respetohaciaelfaktumde la ley U moral, y no es lo que aquí viene al caso—, se mostrarácomo la garantíade derechode la U aplicacióny realizabilidadde aquélla,lo que resultadel empleode un tpo en el enjuiciamiento U quepermitecribarlasmáximassegúnprincipiosmorales. U Observamosen estetrámitedelJuicio prácticoqueunanormaprácticaextrema,comoes U la ley moral,por falta de apoyosmaterialesque faciliten la ejemplificaciónde su determinación U de la voluntad, requiereun procedimiento,extremo a su vez, capazde extraerdel concepto u habitual parael entendimientomás comúnquees la ley de la naturaleza,su carácterde tipo, U estratode inteligibilidad análogoal esquematismopor el que habilitamoslas condicionesde • aplicabilidadefectivade aquella ley, principio práctico supremode la moralidad,mediantela U noción de «la forma de la conformidada una ley en general»(die Form der Gesetzmáfiigkeit • riberhaupt) a la quedeberánpodertraducirsetodaslas máximas,unavez supuestala existencia • de un géneroley,delcual las leyesnaturalesy la ley de la libertadsedanespecies: u • «Es así, pues, permitido emplearla naturalezadel mundosensiblecomo tipo de una naturaleza inteligible, mientras yo no transpongaa estaúltima las intuicionesy lo que de ellas U depende,sinosólo le refieralaformadela legalidaden general(cuyoconceptotambiéntiene lugar U _____________ U ‘El ensayode S. Goyard-Fabre,L ‘exemplantéméthodologiquedu concept de légalité —en O. Hóffe, OMS. Fin • kooperativer Kommentar, pp. 117-129— considerala eleccióndel conceptode legalidad, presenteen las tres U fórmulasimperativas,comoel primerpasoenel caminohaciala moralización,señalandoendirecciónal tránsitode u la naturalezaa la libertad. La inclusióndeun apartadodedicadoa laderivaciónde un tipodela razónprácticaviene a ser desde esta perspectiva una ratificación de que «el Sollen mismo, ya fuera considerado en una acción u simplemente conforme al deber, es un desafio a la tesis que querria que enfre la naturaleza y la libertad por lo U tanto, entre la legalidad y la moralida4 se abriera un abismo infranqueable», p. 126. El concepto de legalidad, en U cuantoíndice operatorioy metodológicode un pensarparael que todaslas cuestionesmetafisicasfundamentales • desembocanen la pregunta¿quées el hombre?, subrayaque la finitud de la naturalezahumanano significa pasividad—juntoconconceptoscomolosdemagnitudnegativaymalradical manifiestauna“virtud dialécticaYdel pensamientokantianoque invita a adoptarun puntode vista distinto al de la sumisiónal ordennatural—, sinoque U dirige —recordemosquelafinalidades la legalidaddelo contingente—la tareareflexiva quedebedemostrarquela U naturalezaeselpuntodeaplicaciónde la libertad,y conello, quela obradela libertadesunproyectoa realizarenel • mundo. 2 Vii KprV, A 122; cfr. OMS, BA 52: «[O]bra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, mediante tu volunta4 ley universal de la naturaleza». U • 317 U u U U U u enel usomáscomúnde la razón,perono puedeserconocidodeterminadamentea priori enningún otro respectomás que para el uso puro práctico de la razón). Pueslas leyes, como tales, son idénticas,tomende dondequieransusfundamentosdedeterminación»~, En cuanto procedimientosimbólico —no hay más procesode exposicióno exhibitio (Darstellung) en la críticaqueel esquemáticoo el simbólico— el tipo de la leymoral suponeuna hipotiposis,en la que el Juicio refiereen primer lugar el conceptoa un objeto de la intuición sensible,para despuésaplicar (anwenden)la mera reglade la reflexión a la intuición de otro objeto,del queel primero seráel símbolo . Nos referimoscon ello a lo que aconteceen la típica, dondeel Juicio refiere, en un primer momento,el conceptode legalidada lo sensible—como legalidadnatural—,paraposteriormenteaplicarla merareglade la reflexión,a saber,el concepto del entendimientode unaconformidada ley en general,a las accionesposiblespor libertad.La mediaciónsensibilizadora(versinnlichend)se fundamenta,así, en la identidadformal entredos relacionesque carecende relaciónentresi, de modo que seala analogía la que permita—por seguirun ejemplokantianoen el queesun conceptodel entendimiento,y no unaintuición, lo que sensibilizaa la Idea—, la simbolizaciónde una comunidadjustamediantela ley newtonianade reciprocidadde accióny reacción3,desdeel momentoenque la proporciónentrela ley fisica y la organizaciónde los cuerposnaturalesresulta formalmenteidéntica a la que se da entre la comunidadde derechoy la organizacióndel cuerpocívico. Bajo la direcciónde estasreglasse tramitaráel procedimientotranscendentalde la típica, consagradoa pensarlas condicionesde posibilidadde la libertaden cuantoresfacti, esdecir,de corporalizarla(embody/e incorporarla como legalidad operanteen la naturaleza,y destinadoasí a recordarleque el tránsito de lo sensiblea lo suprasensiblepor principios está destinadoa emprenderun camino de vuelta, trazandounanuevalegalidad—queno conllevecontradicciónalgunacon la natural—,de modo que por fin la razónhumanapuedareclamarla autoríay producción—querequierejunto a esta palabrala presenciade la obra (opus, Werk)—de un mundo, al que no solamentehay que conocer,sino además,comose dice en el Prólogo de la Antropologíaen sentidopragmático, entrarensujuego(mitspielen). Con ello quiere decirseque la típica no aumentará—al no estaren condicionesde suministrarunaintuición a las Ideassuprasensibles—nuestroconocimiento,en plenacoherencia conla ampliaciónen el respectoprácticode la razónpura,puesel tipo, dadoque mundosensible y mundointeligible no puedenpensarseligadoscomodoselementoshomogéneos—sino en todo Vii KprV, A 124: «Es ist also auch erlaube, die Natur der Sinnenweltals Typus einer intelligibelenNatur zu brauchen, so lange ich nur nicAr die Anschauungen, und was davon abhangig ist, aufdiese ubertrage, sondern blofi die Form der Gesetzmáiligkeitíiberhaupt(deren Begr~auch im gemeinsten Vernunjkgebrauche stattfindet, aber in keiner anderenAbsicht, als blofi zum reinenpraktischen Gebrauche der Vernunft, apriori bestimmt erkannt werden kann) darauf beziehe. Denn Gesetze, als solche, sind so fern einerlei, sie mogen ihre Bestimmungsgrund.e hernehmen, woher sie wollen». La naturaleza en sentido formal, en cuanto«conformidad a ley de todos los objetos de la experiencia», conformidad necesaria,puestoque esconocidaa priori, nosremiteaProleg, § 17, A 75; cfr. KrV, A 418/E 446, nota; cfr. Proleg., § 14, A 71: «Naturalezaes la existencia de las cosas, en la medida en que está determinada según leyes universales»; cft. §36, A 113; §17, A 76-7. 2 Vii KU, §59, A 251-2/E 255y A 253/E 256; cfr. las observacionesincluidas en estemismo trabajoacercade la hipotiposis simbólica en 1.3.6.1, especialmentep. 102, nota2 y p. 103, nota 2. Vii op. ciÉ, §90, A 444-5/E 450-1. H. 1. Patonpresenta—en su Tite Categorical Imperative,obraque incluimosen bibliografia—a la típica de la razón práctica como un problemameramentetécnico,a saber,elde proporcionarun cuerpo(embody)a la ley moral y el de la exhibicióndelosconceptosenel casoparticulardel conceptodebien moral, sin reconocerenesteapartado progresoalgunoconrespectoa las fórmulasdel imperativocategóricoy al esbozodecasuisticamoral ensayadaen la Fundamentación, vii op. ciÉ, pp. 7Sss y 148-150. 318 U U U U U • casoconectados(veknÑpft)en un enlacecausal,segúnel par de los conceptosde reflexión de U materiay forma, comodos elementosheterogéneos,a saber,una causainteligible y un efecto • fenoménico—,nos ayudarásimplementea discernirbajo quécondicionesunaacciónempírica • correspondea unaacciónpor deberen el mundointeligible. No noshallamos,en modoalguno, U antela tareade realizarunaverificación empírica,algo quedesdela atalayade la segundaCrítica conllevaríaimportantesdificultades,sino antela dehacerla prueba(Lachelier)de la eficaciay operatividadmundanalde la ley, en un esfuerzopor hallar los criterios de reconocimientoin concretode las accionesque encarnanel deber.No hallamosmejor demostraciónde que este U procedimientoestápresenteen la mismainstituciónde la legislaciónprácticade la razónque en U la determinacióntípicaquealberganlastresfórmulasdelimperativocategórico,desdeestepunto de vista, unasuertede especificacionesdel tipo generalpresentadoen el segundocapítulode la U Crítica de la razón práctica. Si nos detenemosen la bien conocida primera fórmula, e observaremosquesumodode procederescasi idéntico,inclusoen la ocurrenciade ejemplos— U mentira,suicidio, indiferenciaantelasdesgraciasajenas—,al operarde la típica, asaber,en ella setransponela acciónpropuestapor la máximaen ley natural,conel fin de comprobarsuvalor • moral, lo que ha conducidoa algunosintérpretesa considerara la típica como el fundamento • reflexivo de las fórmulas del imperativo categórico1.La primera fórmula del imperativo no U parecepresentarasi dificultadesen surelacióncon la formulacióndel tipo de la ley moral, pero U contamoscon sobradasrazonespara considerarque ese paso reflexivo resulta también U plenamenteviableenlas dosrestantes.Enla segundafórmula—concernienteal objetoaproducir U por la voluntad— el imperativo mandael comportamientomoral en relación a los demás, U situándonosante unaencrucijada(Scheidewege),pues, por un lado, nuestrasaccionespueden U considerara la humanidad(Menschheit) de la personaen cuestióncomomedio al serviciode • ciertasnecesidadese inclinaciones,esmás,buenapartede lasaccioneslibresno irán másallá de • la consideraciónpragmáticadel otro —a diferenciade tantos de suscríticos, Kant teníaplena U concienciadel mundoen el quehabitaba,es decir, supensamientotenía en cuentaal mundo—, • mientrasque,por el otro, la dignidad (Wñrde) a la que nos destinay determina(bestimmen)la • formade la ley moral noshacesaberquedebemosconsiderarla,en cuantopertenecientea un ser • racional,comofinensí. Puestoqueel comportamientopragmático(pragmatischesVerhalten)del U hombretienelugar segúnleyes,y hemosconvenidoa la meralegalidadenel hilo conductorde • un primer abordajede la cuestiónde la libertad en cuantoresfacti, serádificil evitar, que no • reconocer,la confusiónde razonesqueenarbolael denominadoempirismodel Juiciopráctico,al • defenderque la búsquedade felicidadpuedeservircomotipo al bienmoral, a condiciónde que • aquéllase elevea ley universalde unanaturaleza.Sin embargoestaescuetaobservaciónacerca del peligro eudemonistapara la moral encierraunadecisivaapreciación,dadoque, en un cierto • sentido,aquélqueadmitacomopropósitode susmáximasel fomentode la felicidadde todoslos hombres—en el sentidode unafelicidadmoral—,convertiráaesefin —junto conel fomentode la propiaperfección—enunode los dosejemploskantianospararetratara losfinesqueresultan U u VP. Marty—en su enjundiosoensayoLo typique¿tijugementpratique¡mr, citado en bibliografla— afirma que,a • pesarde la relación efectiva entre las fórmulas del imperativo categóricoy la tipica de la razón práctica, la Fundamentaciónno podíarelacionarla comparaciónquealberga,a saber,«actúa comosi la máximade tu acción U debieraerigirsepor tu voluntadenley universaldela naturaleza»,conel principio genéricodel esquematismo,pues U sebuscabaentoncescómo la máxima de la voluntad de cadacual podia seral mismo tiempo una ley práctica, • mientrasqueenel apanadoconsagradoa la tipica Kant se sitúaenel puntodevistadel individuoquedeliberaacerca • de unaacciónconcreta,a partir de la cual—dela acción proyectada—,y no a partir de la máxima,seconstituyela fórmula. U U 319 U U U U u U al mismotiempodeberes’.En la solicituddel tratamientodel fin subjetivode la acción como si setratasede uno universalmenteválido parael restode seresracionales,quepodríamosformular como«Pregúntatesi la acciónque teproponesusa la humanidad,tantoen tu persona,comoen la de cualquierotro, siemprecomofin en sí mismo,nuncasólo comoun mero medio»—que recuerdaenmuchola segundafórmula del imperativocategórico—,se observala distinciónentre el tratamientode lahumanidadcomosi se tratarade la referenciaobjetivade la segundaanalogía de la experiencia—relaciónanalógicaprovenientede la determinaciónde la categoríade causa medianteun esquema—y comofin ensi —del que somosconscientesenvirtud deldoble punto de vista al que conducela presenciade la ley moral en el ánimo-—, distinción que recogela intervenciónde la legalidadengeneralcomotipodel bienmoral. La naturalezasensibleo ectypa podrá funcionar como tipo de la suprasensibleo arquetípica siempre que se tome en consideraciónala primeraen cuantoa la forma—al menospor lo queconcierneal primer tipo y al segundo—,de modo que dos puntos de vista distintos acercade la universalizaciónde las accionesdaránlugar,en cuantoabstraccióndel procedimientoreflexivo que sehallaa subase,a las dosprimerasfórmulasgenéricasdelimperativocategonco. Perode la uniónde estasdosperspectivassurgiráunatercerafórmula, justamenteaquella que definea la voluntadcomouniversalmentelegisladora,la cual, a diferenciade las anteriores, seocuparádel actomismo de determinaciónde la voluntad, que la típica bien podríavenir a traducirde la siguientemanera,asaber,«Eregúntatesi en la acción queteproponestu voluntad empírica (del ser racional-sensible que eres) es universalmentelegisladora». Desde esta formulación,semejantevoluntadautolegisladoraactuaríacomotercertipo de unavoluntadpura, a la que la voluntadfenoménicao arbitrio decadacual no puedeexponerdirectamente,puessu carácterde autonomíaseguirásiendoun Ideal inexplicable (unerklárlich) paratoda teoría e impenetrable(unerforschlich)parael ánimo humano.Creemosestaren lo ciertoal afirmar que las fórmulas del imperativocategórico,concernientesa la aplicacióna los casosconcretosdel bien moral, cuentancomo fundamentoimplicito con el procedimientoreflexivo expuestoen la típica de la razónpráctica,puesla analogíaexistenteentrela validezde la voluntad,comola de una ley universalparaaccionesposibles,y la conexiónuniversalde la existenciade las cosas según leyes universales (lo formal de la naturaleza) conducirá a la fórmula genéricadel imperativo,a saber,«actúasegúnmáximasqueellasmismaspuedantenerseal mismotiempopor Vii MS, Tugendl.,Introd , IV, B, pp. 387-7: «Parala naturaleza humana es inevuable desear y buscar lafelicida4 es decir, la satisfacción con la propia situación, en la medida en que hay certeza de que perdurará, pero precisamente por eso no es unfinque sea a la vez un deber [.. ] cuando se trata de lafelicida4 de aquella que debe ser para mí un deber fomentarcomounfin mio, entonces tiene queser la felicidad de otros hombres, cuyo fin , vii op. cit, p. 94. CreemosqueKrúgerse dejallevar excesivamentepor el conceptodederecho,en cuantoreguladordel usoquepuedohacerde la humanidad enrelaciónalotro, considerandoque,al tratarsedeunconcepto determinadoen el mundode las relacioneshumanas —«el verdadero esquema del concepto de un uso racional del derecho humano [.1 es el otro en tanto que otro, es decir, el mundo de las relaciones humanas (Mitwelt)», op. cit., p. 93; cfi. MS, Rechtst,Introd, §E, pp. 232-3—, podriaservir detipo de la ley moral,de maneraqueel otro entanto queotro, como esquemadel derechoy por la legalidadcomúnque le enlazaa losdemásseresracionales,pudieratipificar la finalidad dela acciónmoral.Mientras queKant piensala relaciónentredosnaturalezas,la sensibley la inteligible, Krúgercreepodersuperarestemarcode argumentaciónintroduciendoel mundode las relacioneshumanas,con lo quemásbien parecequemedimosa la exigenciasdevalidezdela moralidadconel raserodelasabiduriapragmáticao, como mucho,meramentelegal. 320 u u u u u • leyesuniversalesde la naturaleza»’.Se tratade un trabajo teórico, necesariodesdeel punto de • vista práctico, desdeel momento en que el principio inteligible de la libertad,a pesarde la diferenciaespecíficaque le separade las determinacionesempíricas,requierefórmulas que le • aproximen(náhern)a la intuición, habilitandoun desplieguesintácticoy semánticodel mandato del deberen el mundo. La ley moral no podíasolucionarla cuestiónde su aplicabilidad de derechomásque medianteun racionalismodelJuicio, que «no tomade lo sensiblenada másque lo quepuede pensartambiénpor sí la razónpura, es decir, la conformidada la ley»2, de suerteque no incurriráen la desmesurade esquematizardirectamenteaquelloquesirva desímbolo,poniendoa la basede la aplicaciónde los conceptosmoralesintuicionesefectivamentereales—si bien no sensibles—,en lo que seda un misticismode la razónpráctica. Mucho menosse dejaráel procedimientoefectuadoen la típicaenmanosde los conceptosempíricosde lo buenoy malo en • sentidomoral —un egorque destruidael debery la moralidad,quetienensu fundamentoen la • ley práctica—, reduciéndoloa recogerlas consecuenciasde la experienciay su fomento o • perjuicio de la felicidad,puesentoncesseincurridaen el empirismode la razónpráctica, conel • inevitableabandonoy negaciónque ésteconlíevadetodaestructuramoral: u • «Por lo demás,comode todolo inteligible absolutamentenadamásque la libertad (por • medio de la ley moral) tiene realidad para nosotros, y aun sólo en cuanto aquélla es una presuposicióninseparablede ésta, y ademástodoslos objetos inteligibles a los cualespudiera quizás la razón conducirnossegúnla guía de esaley, no tienena su vezparanosotrosninguna realidadmásqueconrespectoaesamismaley y al usodela razónpurapráctica,ésta,empero,está • justificaday constreflidaa usarlanaturaleza(segúnla formapuradel entendimientodela misma) • comotipo del Juicio: por lo tanto,la presenteobservaciónsirve paraprevenirquelo quepertenece • sóloa la típicadelosconceptosseaatribuidoa losconceptosmismos>0. Si bienunavoluntaddeterminadaporel amor des4 quehubierahechode supresunción (Eingendúnkel)unaley universalde la naturaleza,podríaservir—desdela perspectivacomúnde la legalidad—«de tipo del todo adecuadopara el bien moral»4 —riesgo inevitable dado el concepto común a la búsquedade felicidad y a la producción de accionesmorales de • conformidada ley—, nuncaseñaidénticaconél. Por el contrario,comohemosvisto, la típicaes un procedimientosimbólico requeridopor lo único inteligible que tiene realidaden nosotros,a • saber,la libertad,en cuantoratio essendide un datodel quesí tenemosefectivamentenoticia, la • leymoral. Sin lacertezade la realidadde estaúltima, con la queseencuentrainseparablemente • ligada (unzertrennlicheverbunden),la representaciónde la libertad,junto conla de todo objeto • suprasensible,careceda,a su vez, de realidadparanosotros,por lo quesólo la primeraestará • justificada (berechtigt)y constreñida(benótigt) a hacer uso (gebrauchen)de la naturaleza,en • cuantoforma de la legalidadque el entendimientodeterminaen ella a priori, como tipo del • Juicio.Mientrasqueel esquematismode los conceptospurosdel entendimientoeraun producto u _____________ • ‘Vii GMS,BASI-2. • 2ViiKprV,A125. Vii op. cit • A 124 «(Jbrzgens, da von allem Intelligibelen schlechterdings nichts als (vermittels des moralischen Gesetzes)die Freihezt, vmd auch persona tiene que serlesagrada»;cfi. Prólogo de E. MartinezMarzoaa la ed. castellanade laReí.,pp. 7-18. Lo queno impidequeen Reí.y enlaDoctrina dela virtudKant defiendaqueconsideremosal conjuntodenuestrosdeberescomo si setratara de deberesdivinos, firndamentalmentecomodefensacontrael predetenninisnio;wL Reí.,p. 138, nota. La oposicióny debatekantianocon los distintosaaanques“fenomenológicos”,que fueron dirigidos a modo de objecionescontrael Criticismo, se aprecia,demaneraespecialmenteordenada,enel escritoderespuestaa Eberhard, 322 u u u u u • pensamientokantianoseráel mantenimientode un propósitofirme en el cumplimientode la ley • moral, anclado en las nociones prácticas de conciencia moral (Gewissen)y personalidad • (Persánlichkeit),es decir, el acercamientoa unaperfeción inmanente,en la que la inmanencia • apuntaaunapurificaciónontológicade posiblesdeudasteológicas,religiosas,o lo quepodríaser muchomásdañino,psicológicaso humanistas,de la edificaciónde la moralidad.Nos hacemos personasanosotrosmismos,puesdecidimosacadamomentode nuestravida moral la figura y el carácterque queremosadquirir o mantener,en un pasoconquistadopor la razón teórica y garantizadopor el heraldoprácticode nuestrarazón, a saber,el faktum de la ley práctica.La rnmodificabilidad (Unwandelbarlceit) e inquebrantabilidad(Unverletzbarkeit) de la ley, su u caráctersuprasensibleen nosotros,por suorigen libre, suponela presenciade una instancialo u suficientementeelevada como para perteneceral mundo inteligible, y lo suficientemente u nuestra”comoparapertenecer,al mismo tiempo, al sensible.La libertadno dejade apuntara u estarelaciónmedialen la que consistimos,queremitea latareade habérnoslasconlo inteligible u desdey con los mediosde lo sensible,tareaque encuentrasu expresiónen la acciónempirica comoposibleman~festaciónfenoménzcadela libertad,necesariacomorespectopertenecienteala • fundaciónde la moralidadconel que seproduceel tránsito conformea fin de la moralidada la • historia—la ley moral esde por si intemporal—,de maneraque la típica aparecerácon pleno • derechocomola otracaradel formalismomoral kantiano’. • La argumentaciónemprendidaen estaparte de la segundaCrítica ilumina el hecho de • que, puestoque no podemospensarsin categorías—aquella que mejor permitirá pensarel u u u • Uber eme Entdeckung, donde se discute acercade la imposibilidad, desdelos límites establecidospor el idealismo • transcendental,dedeterminarlaexistenciadelo simpleen la serietemporaly en el espacio;la presenciadeunaparte no-sensibleenlas intuicionesempíricas,comopartedela representacióndelaqueno seríamosconscientes;asícomo acercade la reducciónde la distinciónentresensibilidady entendimiento,del mismomodo queentrefenómenosy • noúmenos,a una inviabledistinción lógicay de grado,y de pretender fbndanientarla solucióndela posibilidad de • losjuicios sintéticosapriori mediantereglasde la lógica general. ‘E. Marty apunta,en su ya mencionadotrabajo acercade la típica de la razónpráctica, quemediantesemejante operaciónracionalKant proporciona,noun enlaceesencial,sino un modeloútil parahabilitar la implantaciónde la u acciónposiblepor libertadenel mundosensible, en lo quereconoceal mismo tiempoel límite dela moralkantiana • —«La acción humana no es simplemente uno de losprocesos de series causales que constituyen el Universo. Es un • gesto,esdecirel signodel hombre>, op. dL, p. 82—. Debeseñalarsequetras las dificultadesqueel autorobservaen • esteepígrafe de la segundaCrítica se encuentrasupeculiar lecturade la típica desdeel modo de unacorporalidad pura—expresadaen laconcienciadel cuerpo propio—ysulenguaje,entanto quemediadoraentreel serespiritual y su signo sensible,a saber,el cuerpopropioempírico. Marty consideraqueel conocimiento intencional podríaocupar • el lugar de la intuición intelectual imposible para nosotroa,de modo que, a sabiendaso no, deshaceel marco • estructuralpor el cual tiene sentidoensayaruna metafisicade la libertad, queno es otro que la idealidad de los • objetos de los sentidos comofenómenos. Su propuesta de lectura nosconduciría, así, a un Ideal de encarnación para el queno habríagestocorporal queno fueraun signodel ánimo, ni intenciónespiritualqueno se significaseen el cuerpo, haciaunasuertedemetafísica de la persona en la queel cuerpohumanoya no seríaconsideradocomo un • objeto más, sino como símbolo de un espíritu inaccesible.Acercade la imposibilidad de semejanteconocimiento • intuitivo desdelas coordenadasontológicasde la obra crítica remitimos al ensayode 1’. Ricoeur, Sympathíeet • respect, consagradoa un estudiode la segundapersonadesdeel conceptokantiano de respeto,para el queeste acercamiento fenomenológicono salemuy bien parado; vii p. 397: «Nopuede encontrarse más que decepción en toda tentativa de sustituir el consentimiento de la voluntad por alguna ‘percepción” del otro o alguna intuición del • corazón; al poner la realidad del otro, el respeto la protege contra la yana curiosidad del saben>; así como al u trabajo de J. M. PalaciosDel conocimiento de si mismo en la filosofía transcendental de Kant, que citamos en • nuestrabibliografia. Nos permitimosrecomendar,como unasuertede curahennenéutica,la lecturade trespasajes elocuentescon respectoa estacuestión,con los que esteúltimo autor del mencionadotrabajo pone fin a sus reflexiones; wL GMS,BA 26; KrV, A 551/E579, notayMS, Tugendi.,§13.p. 439, nota. u • 323 u u u e u u a a conceptode vista relacionalque exige la libertadserála de causa1—, sin abandonarel ordende la cuestiónplanteadapor la típica, habráque sefialar la relación~ueesaoperaciónde la razón á prácticamantieneconel denominadoenigma(Rátsel)de la crítica y la elaboraciónde unatabla a 3 de las categoríasde la libertad , tablaquecuentacomopropósitocon «someterla multiplicidad a de los deseos(Begehrungen)a la unidaddela concienciade unarazónprácticaquemandaen la ley moral»4, dondese contiene—en una suertede sistematizaciónlógica de las fórmulas del a imperativocategórico—el pasode la simple máximasubjetivaal enunciadoconcretode la ley a moral, pues la forma de una naturalezasometida a leyes se muestra como el modelo indispensablede la causalidadpor libertad. Si tomáramoscomopunto de partida el conceptode lo bueno(Guten),antesde sabersi el principio de la moralidadesunaley puraquedeterminea priori la voluntad, no sólo sedaríapor concluidauna tareaen realidadinacabada,sino que se pondríadirectamentecomoúnicofundamentode determinaciónde la voluntaduno empírico,de a maneraqueúnicamentela coincidencia(t/bereinstimmung)del objetoconnuestrosentimientode placero displacer,quesólo determinarála experiencia,seríala piedrade toque (Probierstein)de lo buenoy de lo malo. Si, porel contrario,sehubieraprocedidoa un estudioanalítico, sehabría halladoque la ley moral es la única capazde determinarel conceptode bien, en efecto, sólo a desdesuaccióndeterminanteapriori para la voluntadpodemosderivar los objetosde la razón práctica que sonel bien y el mal en sentidomoral, los cualesno sereferiránoriginariamentea objetos,comolas determinacionescategorialeslo dadoen la intuición de acuerdocon una de las a funcioneslógicas deljuzgar, sino que serán«modosde una única categoría»5.En virtud de la a cuidadosadistinción entre sentido transcendentaly uso empírico de las categoríasestamos autorizadosaaprovecharlo quede inteligible albergala categoríade causa—lo queexigeaislar al entendimientoen su desnudez,dejando de considerarlo sólo como lo sensible de los Fortschritte— para representamosla efectividad y aplicabilidadde lo mandadopor la ley prácticacomo úrico fundamentode determinaciónde nuestravoluntad6. Recordandola doble pertenenciadenuestrasacciones,a saber,por lo que respectaasuorigen,aun carácterinteligible a de susagentesen tantoquenoimienos,y, por lo querespectaasu producción(Hervorbringung), aun mundosensible,la cualnospermiteafirmar queha acontecidoalgo enéstepor libertadque puede entrar en relación y conexión con otros sucesos (Begebenheiten)naturales, las a ______________ a Vii KprV, A 185: «Comprendo pronto que, ya que nada puedo pensar sin categoría, ésta tiene que ser buscada en a primer lugar también en la Idea racional de la liberta4 con la que yo me ocupo, categoría que aquí es la de a causalidad,y comprendo pronto que aunque al conceptode razónde la liberta4 comoconceptotrascendente, no puede sometérsele ninguna intuición correspondiente, sin embargo, al concepto del entendimiento (la causalidad), para cuya síntesis el de la razónexige lo incondicionado, tiene que serle dado antes una intuición sensible por la cual le es asegurada, ante todo, la realidad objetiva». 2 Esdecir, la estupefacciónantela realidadconcedidaen respectopráctico a un usosuprasensiblede las categorías 2uete rechazadopor la razónteórica;vii KprV, A 8-9. Remitimos,por ¡o queconciernea la íntimapertenenciaqueaquídefendemosdela tjpica dela razónprácticay de lascategorías de la libertad al pensamiento kantianodela libertad, al trabajodeJ. M. NavarroCordón,Kant:Sendas a de la libertad, especialmentea su epígrafe7, Implantaciónmundanal de la liberta4 trabajo que incluye unavisión a arquitectónicadel problemade la libertaden Kant y unapreocupaciónpor exponerel trazadocritico que vincula a estrechamenteun conceptointeligiblecomo es la libertadcon el mundoy la experienciasensibles—planteamiento a sin duda descuidadoen la larga historía hermenéuticadel pensamientocritico kantiano—,de las que el plan de a lecturaqueaquí presentamosno puededejarde sentirsedeudor. ‘~ Vii KprV, A 115. Vii op. cit.,A114. a 6 Vii op. cit., A 118: «Pronto se advierte aquí que en esta tabla la libertad es considerada como una espec¡e de a causalidad que no esta sometida, empero, a fundamentos de determinación empíricos, en consideración de las acciones posibles mediante ella, comofenómenos en el mundo sensible». a a 324 a a a a a a u u u u u • determinacionesde la razón práctica estánllamadasa tener lugar en relación a esemundo • fenoménico. No tendrán el propósito de conocer los sucesosdel mismo en cuanto objetos, llevandola multiplicidad de una intuición a priori a unaconcienciatranscendental,a saber,la unidad sintéticade apercepción,por lo tanto, no con un propósitoteórico, sino con el fin de sometera priori (apriori unterwerfen)la multiplicidadde los deseos(Begehrungen) a la unidad de concienciade la razónpráctica,que manda(gebietend)mediantela ley moral o unavoluntad • pura. Concretamenteuno de los conceptospurosdel entendimiento—aquelqueha sido elegido paralocalizarel sentidocosmológicode la Ideade libertad—poseeunamodalidadque autoriza la comparacióndel uso legitimo del mismo en la constituciónde la experiencia—determinando la multiplicidadsensibleproporcionadaporla intuición—,conel queposeeparala aprehensióny conocimientode las diferentesmáximasquela voluntadpuedeproponerseobjetivamente,desde dondeeslegitimo concluir que nuestroconocimientode principios posiblesde la acción opera medianteconceptospurosdel entendimiento,enparticular,el de lacausalidadlibre. En suacción u determinanteteórica las categoríasrequierenla colaboraciónde las formas de la intuición del u espacioy el tiempo para la constitución de la experiencia,mediante las que reciben una • multiplicidad sensibleque debenllevar a la unidadde la conciencia,mientrasque en cuanto • categoríasde la libertad determinany dana conocerla forma de una voluntadpura, desdeel • momentoen quela razónlegisladirectamentey el entendimientoescapazde conocerlas formas quepuedeadquiriresalegislaciónmedianteunasíntesisapriori —unarelacióndialógicaentreel • entendimientoy la razónque la Dialécticade la razónprácticaconvertiráenun monólogode la • razónconsigomisma—.Medianteestasúltimascategoríasno conoceremosaccionesquepuedan • resultarenjuiciadas(beurteill) en todo momentocomo tramosde unacadenacausalmecánico- • natural, sino más bien la relación de las máximasde nuestrasaccionescon la Idea de una • voluntad libre. La concienciaque cadauno poseede su libertad,esdecir, la concepciónde sus u acciones como dependientesde la causalidadde su pura razón, acontecerásegún las • determinacionescategorialespor las que se enlazarátoda acciónen generala esacausalidad, • alcanzandojuicios inmediatosacercade la forma de los principios de susacciones,entantoque u determinadapor la razónpráctica.Estaes la ventajavisible (augenscheinlicherVorzug)de las • categoríasde libertad, a saber,que los conceptosprácticos a priori no necesitenaguardarla • materiasuministradapor la sensibilidadparacontarcon un significado,en virtud de la notable • razónde que ellosmismosproducen(hervorbringen) la realidadefectivade aquelloa lo que se • refieren1.Por lo que respectaa la relaciónde la forma de las máximascon la autonomíade la • voluntad dichas categoríaspermitirán que las enjuiciemos según varios momentos, que • correspondena los representativosde las funcioneslógicasdeljuzgar. Así, el momentode la cantidadenjuiciarála forma de las máximasbien comoválida paraun único individuo, en la medidaen que serefiera a inclinacionesmeramentesubjetivas,comoobjetivamenteválida para • algunoshombresque resuelvanproponerseun fin determinado,o igualmentepodráconsiderarla válidaapriori parael conjuntode seresracionales,en la medidaen quese funde en aquelloque esidénticoy rige paratodo sujetoracional,asaber,el principio supremode la razónprácticao la ley moral. El momentode la cualidad —con la que en la filosofia transcendentalfinalizan las categoríasmatemáticas,a saber,determinantesde lo dadoen la intuición2—descubriráque las máximaspuedenproporcionarsegún la configuraciónde su forma un precepto(Vorschrft), u formular una prohibición (Verbot) o adoptar excepciones(Ausnahmen)para algunos casosu e • ‘Vd.AprV,A116. 2 La distinción entrecategoríasmatemáticasy dinámicasremite al menosa los siguientespasajesde la primera Crítica, vii KrV, §11, B 110; cfr. op. cit., A 160/8 199 y A 162/8 201-2,nota. e • 325 u u u e u u a a a a a particulares,expresandosegúnesterespectolamodalidadde la relaciónque proponenentrelas accionesy susobjetos.Las categoríasdinámicas,queen el uso teórico de la razóndeterminaban la existenciadel objeto ensurelacióncon otrosobjetos,o bien la relaciónde suconceptocon las facultadesde conocer,continúandeterminandoen el casode la razónprácticala forma de las máximas, que el momento de la relación distingue, según su referenciaa la noción de personalidady de su fin —en un estrechovínculo con la segundafórmula del imperativo categórico—,en aquellasque remitana la disposiciónmoral a la personalidad,al estadode la persona(ZustandderPerson),o biena las relacionesque puedainiciarunapersonacon el estado de otras,recordandola categoríade comunidad,en virtud de la acciónrecíprocade los objetos porel hechode compartirun mismoespacio.Porúltimo, el momentode la modalidadenjuiciará las máximassegúnla maneraen que la máximaconstituyauna exigenciapara la razón y se relacionecon el sujetoquela considerareglao ley, de estemododistinguiráentrelo que la razón US autoriza(erlauben)y lo queprohíbeen aquellasaccionesquepuedanresultarconformesal deber a (pflichtmq/3ig),entrelo queprescribe(vorschreiben)directamenteen tantoque acciónpordeber S (ausPflicht) y lo que contradicea ésteensuprincipios (pfiichtwidrig), e igualmenteentrelo que constituyeun deberestrictoparala razóny aquelloque encierrauna ciertacontingencia,propia de la experienciaparticulary de la imprevisibilidadde la realizaciónde los fines prácticos.La tabla que con gran premurahemosintentadopresentaraquí buscael establecimientode una relaciónentre la moralidadde las accionesy las diferentescategoríasque permitenenjuiciarías (beurteilen).Así, los ejemplosconcernientesa las categoríasde cantidadpermitirántransitaren el plano de las reglastécnicasdesdelos imperativosproblemáticamenteprácticosa los asertóricos, hastaalcanzara los apodicticamenteprácticos, tal y como éstos quedaronexpuestosen la Fundamentación,lo que conducea prever la tarea de unacasuísticadel actuarpor libertad (handeinausFreiheit), quellegaráde la manode unadoctrinade la virtud. En efecto, la tabla completaproporciona«de una ojeada todo el plan de lo que se ha de hacer, incluso cada cuestiónde lafilosoflaprácticaquehayquecontestasy al mismotiempo, el ordenqueseha de á seguir»’. Las categoríasde cualidadseñalabanla distancia que separaa los preceptosque provienende la ley moral,a la prohibiciónque atañea la omisiónde determinadasacciones—en oposiciónreal con lo efectivamentemandadoen las fórmulas imperativas—y a las reglas de excepcióncon las que la razónhumanadirige sucomportamientopragmáticoen el mundo,que sólo podrán alcanzarel estatuto de consejosde la prudencia. Las categoríasde relación contemplabanel tránsito desdeaquellasmáximas que definen un acto por su relacióncon la voluntad universalmentelegisladoradel sujeto, como observábamosen la primera y tercera fórmulasdelimperativo,pasandopor máximasquetomanen consideraciónla materiadel querer, encuantocondiciónobjetivo-materialdeesaautonomía—constituyendoel nutrido grupode los debereshacia uno mismoy hacia los demás2—,hastaaquéllasque contribuyana instituir entre las personasun reino de los fines, encorrespondenciaconel tercermomentodefinidorde toda máxima,queno esotro que suomnímodadeterminacióndesdeel horizonteracionalde un reino a de los fines3. Por suparte, las categoríasde modalidadpermitiránpasarde unadeterminación meramentenegativade las accionespropuestaspor las máximas en relación a la razon — a meramentenegativaporquelo permitido no eslo prescritopor la ley—, a una determinación racional más precisa,donde se distinga lo que debehacersede lo que quedaestrictamente KL KprV, A 119. 2 Vi MS, TugendL,1, §§1-22y §§ 23-48. Vd, OMS,BA 74-5 y RA 84-5, Conrespectoa la presenciaen todamáxima de los momentosdefonna,materia y omnimodadeterminación, vi op. cit, EA 80, a a 326 a a a u u u e e • prohibido, hasta alcanzaruna determinación completa y acabada—los dos sentidos de • vollkommen—de la medida de nuestrosdeberes,en cuanto deberesamplios o estrictos1. Suministrandoestatablaexhaustivade las máximassegúnla formade las mismasse habilitará, • no sólo el establecimientode las líneasdirectricesde unadoctrinade la virtud, sino del mismo derechoen cuantodeterminaciónde la meraconformidadde las accionesconla ley, sin tomaren consideraciónlos móvilesde las mismas,inaugurandoasí,al permitir distinguir la naturalezadel enlacede accionespuramentemoralescon la razónprácticay el gradode exigenciaque solicita, el espaciode la legalidad. Tal espacioencuentratambiénsuorigen en la libertad,justamenteen surespectode libertad legal, a saber,en tantoque regulaciónde la convivenciade las libertades individualesconformea unaley universalen unasociedadcivil2, cuyo Idealde constitución,una u federacióncosmopolitade repúblicasdespierta(erwecken) nuestrasensibilidadhacia las Ideas, así comoreafimiael proyectopropiode la libertaden sus múltiplesrespectos,queno serásino lae producción(Hervorbringung)de un mundomásjusto—que sólo puededeterminarel principiointeligible dela libertad—,allí dondela injusticia ha pretendidoelevarseenley universal. e • IV.1.4 Cómo proporcionar acceso e influencia a la ley ¡nora! en el ánimo humano: acerca de una pedagogía para la libertad o una estética de las costumbrese • Las lecciones kantianas sobre Pedagogía, en cuya docencia los profesoresde las • universidadesde Prusiaen laépocade la Ilustración(im ZeitalterderAuJklárung)acostumbraban • a alternarse,comienzanafirmando que «el hombre es la única criatura que tiene que ser • educada»3, manifestando un notable optimismo acerca del desarrollo que la educación • proporcionaráa la naturalezahumana,de un modoacordeala humanidaden ella, y acercade la • perspectivaqueaquéllainauguraráde un género(Gattung)humanofeliz en el futuro4. Dadoque • su caminopartirá comoarte (Kunstf —puesal inicio quedaráfuera de su alcanceel seruna u ______________ • Acercadela matizaciónen la distinciónde lopermitido(erlaubt) y lodebido(pflichtig), vii KprV, A 20,nota;MS, • Tungendí, Introd, VII-VIII, pp. 390-4. No debenconflindirse las categoríasde libertad segúnla modalidad,que enlazanla razón prácticacon las diferentes formas que puedenadquirir las máximas, con la modalidad del u imperativo categóricocontenidaen OMS, dondese refieren las máximas,no a la causalidadde la libertad, sino a • nuestrafacultadde desearengeneral. • 2 Vii MS, Rechtst,§46, p. 413: «Los miembros de una sociedad semejante (societas civilis) —es decir, de un • Estado—, unidos con vistas a la legislación, se llaman ciudadanos (cives) y sus atributosjurídicos, inseparables de su esencia(como tal), son los siguientes: la libertad legal de no obedecer a ninguna otra ley más que aquella a la que ha dado su consentimiento...»; cfr. definición de ZewF, VIII, p. 350: «[la libertad legal] esla facultadde no • obedecerninguna ley exterior sino en tanto en cuanto he podido darle mi consentimiento»; en Th.Pr. será definida, • por otro lado,como la independenciaen la proyeccióny búsquedade la propia felicidad, vii op. cit., VIII, p. 290: • «[e]s licito a cada uno buscar su felicidadpor el camino quemejor leparezca, siempre y cuando no causeperjuicio • a la libertadde los demás para pretender un fin semejante, libertadque puede coexistir con la libertad de todos segzin una posible ley universal (esto es, coexistir con ese derechodel otro)»; cfr. con respecto a esta doble • definición el trabajodeN. Bobbio,Deux notionsde la libertédanslapenséepolitique de Kant, en E. Weil (cd.), La • philosophiepolitique de Kant, pp. 105-118,obraincluida en nuestrabibliografia. El usode una ley fisica, comola • ley newtonianade acción y reacción—MS,Rechtsl.,Introd., §E, pp. 232-3—,no tanto como simbolo, sino como construcción matemática del conceptode libertad legal —exposiciónde la mismaen una intuiciónpuraapriori-- señala,además,que la detenninaciónde la libertadpor el derechoserealizamedianteun procedimientomatemático, imposibleparala moralidad. • 3ViiP&LAI u 4Vdop.du.,A9. • Vii op. cit., A 14; cft. ladistinción delartecon respectoa la naturalezay a la artesania,segúnla cualúnicamenteel primeroseriaarte libre, enKU, §43. u • 327 u e e u e e a a a a a ciencia—, la pedagogíareposaráen la contingenciaradical a la que el principio invisible a (unsichtbar)de la libertadcondenaal hombre,haciendode él el únicoserque originariamenteno es nada’, desplegándosecomo disciplina (Zucht), instrucción (Unterweisung) y formación (Bildung),con el fin de haceral individuo libre, maestrode sí y mayorde edad,capazdejuzgary elegir de modoautónomo.De ahí que se trate de uno de los problemasmásdificiles y de éxito menospredecible,junto con el representadopor el gobierno,que se hayaplanteadonunca la razónhumana,en la medidaen que atañeno solamentea la libertadde cadauno, sino a la de la comunidadhumanaentera,y, sin embargo,debeconvertirseen ciencia si esperarepresentarun esfuerzocoherenteno sometidoa los vaivenesde las distintasgeneraciones2.Antes que nada, debesefíalarseque la disciplinanegativacon la quecomienzala laborpedagógicano suponeun fin en sí misma,sino quepreparalas basessobrelas que seasentarála disciplinaintelectualy la moral que coronasu tarea.Peropuestoque conceptoscomoel debery la autonomíano cuentan a con un accesoinmediatoen el ánimo del infante,la vida moraltendráque comenzarpropiamente porel desarrollode la habilidad(Ceschicklichkeit),cultivando(kultivierend) conel ejemploy el ejerciciolaadaptacióndel cuerpoy del espíritua todo tipo de fines,así comopor laprácticade la prudencia(Klugheit), que preparaal individuo paraelegir por sí mismo sus propósitos en la sociedadcivil, es decir,paraadquirir un estadocivilizado (zivilisiert), sirviéndosede otros, sin dejarde respetarlas leyesjurídicas,hastaqueel educandoalcanceel gradode madurezy mayoría de edad(Mñndigkeit) requeridoparael asientode la moralidad(Sittlichkeit) en él, quepermitirá el desplieguede su ser más propio, en cuanto dotado de razón3. La estructuraacordeque adoptaránestos tres estadosposiblesparael hombremanifiestaque, allí donde la animalidad (Tierheit) noshacefrágiles (gebrechlich),la humanidad(Menschheit)nos fortalece,aunqueno puede impedir la presencia de la impureza (Unlautbarkeit) de nuestras intenciones (Gesinnungen),constantementeasediadaspor interesesde diversaíndole, la cual puedederívar á finalmenteen una malignidad (Bósartigkeit), que la personalidad(Persónlichkeit) nosdescubre comofruto de laelecciónracionalen la mismamedidaquela virtud. á La educaciónmoral contarácomotareacon la cimentacióndel carácterdel individuo, a a saber, de su capacidadde actuar segúnmáximas, cuya introduccióntempranaen los planes a educativospermitiráqueel infantese acostumbrea hacerusode suarbitrio libre frete Willkíir/, y no a actuar movido por resortes ciegos o por las peculiaridadesde su temperamento. Fundamentalmentela experienciaaportaráuna seriedc consejosacercade los caucesparala mejor adquisición (Erwerbung)de un carácter moral, como, por ejemplo,el ejercicio de la autonomía,de modo que se enseñeal niño a actuar según máximas sobre las que haya reflexionado, a las que él mismo considerejustas5, del mismo modo que la práctica de la veracidad(Wahrhaftigkeit)—dadoque la mentira(Llige) reduceel valor (Wert) del sujeto a un gradoaún inferior al de una cosa,destruyendotodo carácter—,y de la sociabilidad,en cuanto instinto susceptiblede favorecerla apariciónde la moralidad, al fomentaren el individuo el tránsitodel egoismoala atencióna los otros,primerosolamentecomomedios,y mástardecomo a fines en sí. Según los apuntesproporcionadosen la Antropologíapráctica, la propiedadde un a 1 Vd. estudiointroductoriodeA. Philonenkoa las Reflexionssur ¡ ‘éducation,Kantet leproblémede 1 éducatwn, que incluimos en nuestrabibliografia. a 2 Vii 9o4., A 17. Sedaunacorrespondenciaentredisposicionesnaturales,estados,nivelesdel mal y cualidadesdel hombre,que O Reboulrecogeenunatablaen su op. ch., p. 231. a 4Vd.Pad.,Aíl6;cfr.prakt.Anthrop.,pp.110-113’. Acerca del trabajo como escuelade autonomia,en la medidaen que enseñala obedienciavoluntaria, vii A Philonenko,op. ch., pp. 37ss. y 58. a a 328 a e e e a a u u u e u • carácterconsistefundamentalmenteen el dominio (Beherrschung)de las máximasy «en una • lealtad inquebrantablehacia los princ¡pios»i —se basa en la libertad del ser humano cuya • personalidadconfigura—, con vistas a cuyo arraigo resulta muy útil ejercitarse en el • cumplimiento(Erfñllung) de las promesas,dirigidas a uno mismoy a los demás,esdecir, evitar la mentira,por lo queno habráque extrañarseporque hagasu apariciónsólo en los añosde madurez.La observanciay cumplimiento invariablede los principios (Grundsdtze)y la fimerza • (Festigkeit) en su aplicación,junto con la representación(Vorstellung) de la disminución por debajode cero del valor de la humanidaden la mentira, colaboran,pues,en la foja de un carácter.El hábito de la reflexión y la discusiónacercade cuestionesmorales,junto con las característicasque acabamosde nombrar, a saber,la solemneadopciónde principios —en un renacimientofilosófico que implica el abandonode la determinaciónpor los instintos— y el cuidado por mantenerlosinviolables —ser guardiánde uno mismo—, constituyenel respecto moral de la educaciónbasadoen principios, los únicos disponiblespara el hombre en la adquisiciónde un buen carácter,comouna ayudahumanaal buenuso de la libertad, que no • puede,sin embargo,sustituiral gruesodel trabajoindividual de cadauno2. En estamisma línea, • deberáeducarseal infante de modo que aprendaa trabajaren su moralidadde una manera • desinteresada,por lo que, superadoel períodode disciplina seevitarátodo usode la recompensa y del castigo, como modos de incentivación de la adopciónde máximas morales3. Así, el • educadorhabráde poneral discípuloen presenciade sumóvil (Triebfeder),pero le estarávedado • ir más allá, al tratarsedel límite (Grenze) de la educaciónmoral, incapazde sustituir a la • conversióny a la aceptaciónautónomade los principios de cadacual. De hecho,convertir a un • infanteen un adultono significadotarle de un buencarácter,asícomotampocoel individuo que • debetodasu virtud a la educación,comprendidaen su sentidode prácticaexterna—adquirida • meramenteexdatis—,a saber,comounaseriede hábitosadquiridossin serrealmenteaceptados • como propios e interiorizados,seráauténticamentevirtuoso.El cultivo de la propiaperfección, • deberparacon uno mismo segúnla doctrinade la virtud’, semuestra,en estesentido,como un • pasointransferiblede la razónhumana,ya que la educaciónprácticapuedeconvertiral educando • en alguiencapazde elegir, pero seráincapazde elegir en sunombre,como si setratarade un • automatonspirituale5. La inflexibilidad en la ejecuciónde un propósitoadoptadosuponeuna • disposiciónnatural muy favorable al carácter,pero para la constituciónde éstese requerirán • ademásmáximasque procedande la razón y principios prácticosmorales.Constituye,así, una • característicadecisivade la pedagogíaquedefiendeel Criticismokantiano,el que,en cuantoarte e • 1 Vii praia. Anthrop., pp. 111 -2. • 2 Cfr. los consejospragmáticosqueaparecenen la Antropologiaensentidopragmático,A 270/B 268; cfr. op. cit., II • parte, III. Del caráctercomo modo de pensar (Denkungsart),A 266/B 264-A 272/B 270. Desdeel horizontede esta • obra tener un carácter significa tener«aquellapropiedad (Eigenschafl)de la voluntad, seguin la cual el sujeto se vincula (sich bindet)a principiosprácticos determinados, que se haprescrito invariablemente por su propia razón», de modo que, aunqueesos principios puedanser falsos o defectuososlo formal del querer (das Formelle des • Wollens) poseeensi algoestimabley dignodeadmiración,que esla basedeaquelloqueel hombrepuedehacerde si • mismo,vd. Pctud, A 6. • >VdPóii,A129. ~Vii MS, Tugendl.,Introd , V, A, p. 386. La preservaciónde la libertaddel individuo y de la imputabilidadde sus actoscondenaráasí a toda imitación u (Nachahmung), exceptoal empleoinevitabledela mismaen losprimerospasosde la educaciónmoral, entanto que • ejemplo aleccionador;vd prag. Anthrop., A 2681B 266; vd MS, Tugendl. §52, p. 479: «El medio experimental • (técnico) para educar en la virtud es para elmaestro mismo el buen ejemplo (que se conduzca de un modo ejemplar) • y para los otros el ejemplo aleccionador; porque la imitación es para el hombre todavia inculto la primera determinaciónde la voluntadpara aceptar máximas que adopta en lo sucesivo». e • 329 u u u e u u a para aprenderel uso correcto de la libertad, la educaciónno debecaer del lado de la mera pragmáticay educaral individuo con vistas a su adaptaciónmás beneficiosaen la sociedad civilizada a la que pertenece—y así a sus reglassociales,a sus reglaseconómicas,de lo que tanto sabe el horizonte civilizado de nuestro siglo—, sino con el propósito de favorecerel e progresofuturo del génerohumano,progresoque suponepara un ser racional un debery una esperanza’.Precisamentepor esta razón, Kant mostrarásu preocupaciónante la distancia a irreductibleentreel hechodel progresohumano,en el desarrollode la culturay lacivilización,y la tareade moralización,que requiereel usolibre de la libertad, por lo que se preguntaráen ¡a Antropologíapor cómo distinguir entrela moralizaciónauténticay la falsa,es decir, por cómo sortearel peligro de la hipocresíatras el cumplimiento de la ley. Perofundamentalmentela presenciaindestructibledel mal radicalen la naturalezahumana,en cuantopropensiónlibremente adquirida—a cuyo estudiodedicaremosel próximo capítulode estetrabajo—,serála causade que la educaciónmoral del génerohumanopermanezcaen el estadiode lo problemático,de modo que semejantetareatermine por ser esperada(gehofftwerden) —sin que esaesperanza a disminuyaen nadao vengaa sustituir de algúnmodoel trabajo de los hombressobrela tierra— en la Providencia(Vorsehung).Puesdadala fragilidadde la naturalezahumanay la contingencia de las circunstanciasque favorecen (begúnstigen)tal estado, la razón humanarequiere la intervención de la esperanza(Hoffnung) en un progresodesdeuna sabiduríaque provengade arriba hacia abajo (von oben herabf, es decir, en una Providencia,invisible para nosotros, recursosuprasensibleque resultade la menesterosidad(Bedñrftigkeit)de la razónhumana,pero queno impide que seael hombreel quedesplieguela moralidadde la quees capazy sehagaasí acreedorde la felicidad anhelada.Contrariamentea lo que pudieradar a pensarla exposición anterior, la educación (Erziehung), los ejemplos (Beispiele)y la enseñanza(Belehrung) no pueden producir de maneraprogresiva la firmeza y la constancia(Beharrlichkeit) en los principios,sino solamentea modode unaexplosiónquesigueal hastío(tJberdrufi) resultantedel estadofluctuante del instinto. La razónpareceencontrarse,así, anteel hechode que intentar á hacerdel hombrealguienmejor de maneraparcial seriaun intento condenadode antemanoal fracaso,pues «la fundación (Grúndung)de un carácter es la absolutaunidad del principio interno de la conductavital (Lebenswandel)en general»3, en una severacrítica dirígida a la tendenciade los filósofos de presentarla virtud sólo en fragmento,nuncaíntegramenteen la bellezadesufigura4.Perono seráposibleadmirarla figuracompletade la virtud si no atendemos al trabajocomplementarioque la Metodologíade la razónpráctica lleva a caboen relacióncon e el capítulode esaCrítica consagradoa la determinacióndel motoro los motoresmorales.No en vano, aquellapartede la obra críticaexponeel modoen que puedeproporcionarse(verschaffen)a las leyes de la razón prácticaacceso(Eingang) en el ánimo humano,así como influencia e (Einflufi) sobre las máximasdel mismo, estudiandoasí el modo en que la razón prácticaen sentidoobjetivo seconvierteen prácticaen sentidosubjetivo,distinción“pedagógica”ausentede ______________ e Vd A. Philonenko,op. cit, p. 29ss. 2 Vd Streu,VIII, p. 92-3; vdprag. Anthrop., A 326/E324s.;acercadel estatutoproblemáticoen el que permanecela contribucióna la libertadde la educación,vd. prag. Anthrop., A 324-5/E322. Vii PaLI, A 6; la vida sensible(Sinnenleben,)cuentaen relación a la concienciainteligible de la existenciacon la unidad absolutadeun fenómeno,quedebeserenjuiciadasegúnla absolutaespontaneidadde la libertad; cfr KprV, A 177 y KrV, A 546/E 574;A 553/E S8lyA 556/E584. Cfr. definición platónicade xaibs{’a como movimiento quenos remuevey transformaen nuestracondición de hombres (7tcpwxyoy4~Xty tfjq M~xfl’q), en lo queconciernea nuestropropio ser y naturaleza(r~v i¶jiEtEpav p6mv); vii República, libro VII, 1, 514 a 1-2; cfr. M. Heidegger,PlatonsLehrevon der Wahrheit, en Wegmarken, p. 215, ambasobrascitadasen nuestrabibliografia. e 330 e e e e e e u u u u e • laAnalítica de la razónpráctica,dondela estética,en cuantoestudio,no de una capacidadde la intuición (Anschauungsfúhigkeit), sino de la sensibilidadcomo sentimiento(Gefñhl) —estáen • juego un fundamento subjetivo del desear—, justificaba que la ley moral determinase inmediatamentela voluntad,encuantoúnico motorde la voluntad’. Si los únicosfundamentosde determinaciónde la voluntadqueconviertenen moraleslas máximas,segúnel espíritu, no fueran representadosen e! ánimo humanocomomotorespropios de la acción, nosencontraríamosante el automatonspirituale leibniziano, de modo que la ley seria respetadasólo en el propio provecho,o bien se cumpliríasu letra, pero en el fondo seriadespreciaday hastaodiada,en un u ejercicio de pura hipocresía (Heuchlichkeit).Para evitar el peligro de una destrucciónde la moralidaden virtud de su pobrearraigoen el ánimo habráque proceder,por lo tanto, a mostrar u —en un ejerciciopreliminar (Vori¿bung)de lo quevendráa seruna doctrinade la virtud—que la receptividadde éstea un puro interésmoral constituyeel motor máspoderosoy, en cuantoa la e duración(Dauer) y puntualidad(PíinklichkeU) en la observancia(BefoIgung~de las máximas • morales, el único motor (einziger Triebfeder) posible. Semejanteproyecto invitará al • aprovechamientode la tendencia(Hang)de la razóna emprendergustosamentesutilesexámenes acercade cuestionesprácticasque se le planteen2.En efecto la educaciónprácticadel individuo • debeafianzareljuegodelJuicio,que puedehabersidoemprendidopor el niñode motupropio en • la consideraciónde ciertasaccionescomo dignasde alabanzay censura,mediantela enseñanza • conejemplosy disposicionesde los deberes,quesedebencumplira partir de la naturalezade las • cosas.Paralo cual resultaráde gran utilidad la redacciónde un catecismodel Derecho3,que • permita asentarpor medio de análisis casuísticoslo meritorio (verdienstlich) e incluso lo • supermeiitorio(ñberverdienstlich)quepueblalas accionesnoblesde las novelassentimentales— • quedesdela épocade Kant hansufrido unarevoluciónaudiovisual—de lo debido (ausPflichí’), • de modo que la presuntuosaimaginación de lo meritorio (die eigenliebigeEinbildung des • Verdienstlichen)no sehalle en condicionesde expulsar(verdrángen)el pensamientodel deber4. • Resultaespecialmenteelocuenteun ejemplosuministradoporKantparasubrayarla autonomíae • independenciade todo móvil sensiblepropia de la moralidadpura (reine Sittlichkeit), segúnel • cual antela resistenciaopuestaporalguien,amenazadocon serreducidoal estadode pobrezasi e no calumniaa una personainocente,a las razonesesgrimidaspor sus potencialesverdugos,lo • quede racionalhabitaen el espectadorde la escenaalcanzaráuna admiración(Bewunderung)y • un anhelo (Bestrebung) de asemejarse(zur .4hnlichkeit) al carácter de aquel individuo, • precisamentepor la medidade la moralidaden él que proporcionael alto coste de la virtud • (Tugend),que únicamentepuedeprovenir de la presenciaen él de un principio moral puro,el cual adquirirámayor fuerzaen el ánimo del espectadorcuantomásseretire de éstetodo motor • extraño,tomadode lapropiafelicidad.Así, a la representaciónde unaaccióncomonoble(edel)y • generosa(grofimzuig), por ejemplo,el arriesgadorescatedeunosnaúfragoso el sacrificio de la vida por la patria, le faltaráel respetoa la ley paraadquirir«la plenafuerza de un modeloy el • agujón para la imitación (Antrieb zur Nachahmung»0,un ingredientenecesario para la moralidadde las acciones,sin el cual el valor de la vida sucumbiríahastala máxima nulidad u 1Vd.KprV,A269. lId. op. cit,A 275. vii KprV, A 275ss. • Vii P&I, A 118-122; • ~Vii KprV, A 276-7,nota;cfr. op. cit., A 279-280:«[El/deber y no elméritoeselquehade tenersobreel ánimo no • sólo la influencia más determinante,sino, si él está representado en la verdadera luz de su invulnerabilidad • (Unverletzlichlceit),la máspenetrante(eindringendsten»>. Vii op. cii?, A 282. e • 331 e u u u u u pensable.Esaesla enseñanzaque el filósofo transcendentaldescubreen la sabiduríadel satírico Juvenal: <(Esto bonus miles, tutor bonus, arbiter idem Integer; ambiguae si quando citabere teMis Jncertaeque rei, Phalaris licet imperet, uf sis FaI.su.s, et admoto dictel penuria lauro: Summum crede nefas animam praeferre pudorí, Fíproptervitam vivendi perdere causas» Los versosdel poetalatino permitensentir(empfindenlassen)con vivezaal lector,en una tensióncreciente,la fuerzadel motor (die Kraft der Triebfeder) que encierrala ley prácticadel debercomotal, puesseríainjusto preferir la vida al honor y destruirasí, a causade la vida, el 2 fundamentodel valor de la misma . La antropologíaprácticao moral puedeayudaral hombre,en cuantoestudiode las disposicionessubjetivasque nos permitentomarcomo únicomotora la ley moral, a lucharcontralos obstáculosque encuentreen el cumplimiento del deber,sin embargo Kant se enfrentarácon durezaal humanismo de su tiempo, que, al pretender sustituir la representaciónárida y severade! deber (trockneund ernshafteVorstellung der Pflicht) con blandenguería sentimental o pretensionesvanidosasy de alto vuelo, marchita(welken) el corazón,en lugarde fortificarlo. En realidad,laantropologíaprácticapocotendráquevercon ese contraproducentehumanismo—másbienaportaun material queserviráde basecon la quedebe operarla pedagogíapráctica—,y en cuantoestéticade las costumbres3,seráreivindicadacomo complementometódicode unadoctrinade la virtud, en cuantoexposiciónsubjetivade la misma, encargadadeseñalarcuálesseanlas facultadeso capacidadesquehabilitanque las máximasdel individuo correspondana la ley moral y hagande ellasumóvil, de modoqueel principio práctico objetivoseconviertaen subjetivo. La Introducciónde la doctrinade la virtud presentaráalgunas nociones que actúan como ~, en KprV, A 281, y nuestrarazónreconoce(anerkennt) el debercomosumandato(Gebot), vii op. cii?, A 283. • 2 El ejercicio del enjuiciamientoestético produce una conciencia de la armonia de nuestras&cultades de • representación,a las quefortalece,produciendoun placercomunicablea losdemás,peroindiferentea la existencia • del objeto en cuestión,es decir, desinteresado,lo que sentenciala distanciaabierta entreel interéspráctico de la • KprVy el desinterésestéticodeKU; cfr. KprV, A 285; cfr. KU, §§59-60. > Vd MS, Tugendl., Introd., II, p. 383; cfi-. Fortschr., XX, p. 295; cfr. KprV, A 287. u • 333 u u u u u U impedir (abhalten) la penetración(Eindringen) de impulsos(Antriebe) innoblesy corrompidos1. La estéticaque acompañaal formalismomoral kantianodejafuerade dudas——la misma relación que establececon la educaciónlo señala—la distanciaentrela comprensiónde la pedagogíaen Kant y en Schiller, queen suescritoSobrela graciay la dignidaddenunciarála cegueraestética y ontológicadel rigorismokantiano,desdela certezade que la moral expresadaen el imperativo categóricose detiene en un innecesarioy doloroso conflicto entre la vertientesensibley la inteligible del hombre. El núcleo de las objecionesschillerianas—recordadasy discutidaspor Kant en una conocidanota de la Religióndentro de los límites de la mera razón—se dirigen especialmentecontra lo que consideranseparaciónsubjetiva de aquello que la naturalezaha unido, de modo que la verdadera moralidad no debería constreñir (nOtigen) ni someter (unterwerfen),sino másbien reconciliardos aspectosdestinados(besti¡nmt)a encadenarseen la naturalezahumana,cauceporel que seobstaculizae impide algoasí comoel acontecimientodel efectosublime de suspensióny embozamientode las razonesde la sensibilidadque producela determinaciónde la voluntad por la ley. La asimilación del modo de pensarmoral como naturaleza,que defiende Schiller, garantizarála moralidad mediante una reconciliación de opuestos,en la fusión de las inclinaciones y del deber, en la que se reconocerála belleza espiritual, estadode la libertad estética,una suertede temple(Stimtnung)intermedio —ausente del discursomoral kantiano—,en tanto q 2ue armonizacióny concordanciaentredos impulsos contrarios,asaber,el sensibley el racional . Pero,si seesperapermanecerfiel a la letra y espíritu del estudiocritico kantianoacercade las condicionesde la moralidad, lo realmentefructífero y fértil de su concepción residirá en la irreductibilidad de la falla insondable entre nuesta constituciónnatural —objeto de estudiode una antropologíaempírica—y lo que hacemosde nosotroscuandoescuchamoslaapelación(Anruj) y seguimos(befolgen)la voz (Stim,ne)de la ley moral, y, así, de la razónpráctica.De ahí, el hechode que la educación,si bien constituyeun valoradomedio de accesoa la moralidadparaun ser finito como esel hombre,encuentreun implacable límite en la distancia observadaentre el enjuiciamiento de una acción como moralmentebuenay la adopciónde lo mandadopordebercomomotorsubjetivo de la voluntad, tránsitoen el queconsistela piedradel sabio(SteindesWeisesf,sólo posiblepor libertad.Frente a una autocomplacientemiradaal interior de uno mismo, el dominio (Herrschafi)que la moral kantianaenseñaavalorarcomobienadquiridopor uno mismo,por lo tantorevestidode un doble 1 Vii KprJ< A 288. Frentea la libertad externa del derecho,el conceptode deber amplíael conceptode la misma haciaunalibertad interna, en cuanto facultaddeautocoaccionarse(selbstzwingen) mediantela razónpráctica,que se diferenciadel obrar conformea derecho,a saber,del deberjurídico estricto,en su proposiciónde finesde obligación amplia; vii M.5 Tugendí.,p. 396. 2 Vii J. Chr. E. Schiller, Cartas sobre/a educación estética del hombre, XIX, p. 171; XX, p. 173 y nota, p. 174: «Ese temple intermedio, en el cual el ánimo no está constreñido ni fisica ni moralmente, y, sin embargo, es en ambas esferas activo, merece con preferencia llamarse libre; y si llamamos fisico al estado de determinación sensible, y lógico y moral al estado de determinación racionaL habrá que denominar estético este estado de determinabilidad real y activa»; y p. 174, nota: «La libertadestética se distingue de la necesidad lógica del pensar y de la necesidad moral del querer, sólo por lo siguiente: que las leyes coqforme a las cuales procede el ánimo, en lo estético, no son representadas y —puesto que no encuentran resistencia— no aparecen como una construcción»; remitimos asimismo al estudio preliminar de J. M. Navarro Cordón a su edición de los Escritos de estética de Schiller, Repensar a Schiller, especialmente al epígrafe II, De la belleza y de la libertadestética, pp. XXiIX-XXXVIL dondese recorrey comentael acercamientoa la dimensiónlibre del hombredesdeel Idealestéticoschilleriano. Vd. Von? Ethik, p. 54: «Cuando eqinicio mediante el entendimiento que la acción es moralmente buena, aún falta mucho para que yo realice (tun) la acción, de la que he juzgado así Pues elentendimiento puedejuzgar, pero el dar a este juicio del entendimiento una fuerza, el que éste devengo un motor para mover (bewegen) a la voluntad, para realizar (ausúben) la acción, eso es lapiedra del sabio». 334 u u u U U • valor, sólo puedeconsistiren unaautocoacción(Selbstzwang)’, apoyadaen su respectomaterial • por un buennúmerode fines, queconstituyenasimismodeberes,comosonel autoconocimiento, • la escuchade la sentenciade la concienciamoral, el fomentode la propiaperfecciónmoral, que sirvena su vez de hilo conductorparael descubrimientode otras tantas virtudes, en cuanto deberesde cumplimientoamplio, en estecaso paracon uno mismo. A estasalturasde nuestro • trabajo,no seráde extrañarque la relaciónque la presenciade la ley moral comofaktumde la razónabocaamantenercon las razonesde los afectosy tendenciassensiblesseránecesariamente la de una subordinación(Unterordnung)derivadade la facultady del propósitoreflexionadode U superarmedianteesedominio el estadode naturalezasalvaje,en un dominio de la razóntantomásvisible y evidentecuantomayoresseanlos obstáculosa vencer2,que sin embargono puede U detenerseenningúnmomento,sino permanecersiempreencontinuoprogreso: U «La virtud está siempreprogresando y, sin embargo,tambiénempiezasiemprede nuevo. • Lo primero se siguede que,objetivamenteconsiderada,seaun ideal e inalcanzable,pero que, no • obstante, seaun deberaproximarsea él continuamente.Lo segundose flindamenta,subjetivamente, • en la naturalezadel hombre, afectadapor inclinaciones,bajo cuyainfluencia, la virtud, con sus máximas tomadasde una vez por todas, nuncapuededescansary detenerse,sino que, si no progresa,se hunde inevitablemente;porque las máximas morales no puedenffindarse en la U costumbrecomo las técnicas(ya queesto forma partedela constituciónfisicade la determinación U de suvoluntad),sino que, si su ejercicio se convinieraencostumbre,el sujetoperderíacon ello la U libertad al adoptarsusmáximas;lo quees,sin embargo,el carácterdeunaacciónpor deben». U • Ningún templeintermediodel ánimoo feliz proporciónalgunade las facultadeshumanas se encontraráencondicionesdegarantizaral individuo la firmezade suvoluntaden la adopción de máximasmoralmentebuenasy en el efectivocumplimientode lo admitido como móvil, es decir, de darporcerradala historia moral del hombre,más bientodaslas nocionesde la moral e kantianaapuntanhaciael ideal no alcanzado,a la tareaque quedaporhacera un serque al venir al mundono esnada,en tanto queserracional.La comprensiónde la determinaciónmotriz que la Ideade libertadestádestinadaa realizarsobrela voluntadhumana,aunen unaresistenciatotal u ¡ Vii MS, Tugendl., mirad., pp. 379-3 80; losescritossobrefilosofla políticay dela historíakantianossubrayarancon frecuenciala necesidadde un dueñoo señorquepresentala naturalezahumana,presuposiciónestrechamenteligada U al mantenimientodeunalegalidad;vii Idee,prop.VI, VIII, p. 23. • 2 La virtud indica unaconstitución(Beschaffenheit) en la que el hombrese convieneen dueño de sí mediantela • razón; MS, Tugendi, Introd., II, p. 383: «El deber de la virtud difiere del deber juridico esencialmente el; lo • siguiente: en que para este último es posible moralmente una coacción externa, mientras que aquél sólo se basa en una autocoacción libre»; cfr. op. cii., Tugendí., Introd, IX, , p. 394: «Todos los deberes encierran el concepto de U una coerción por la ley; los éticos implican una coerción para la que sólo es posible una legislación intenta, U mientras que los deberesjurídicos encierran una coerciónpara la que también es posible una legislación externa; • una coacción, por tanto, en ambos casos, sea autocoacción o coacción ajena»; cfr. op. cit. Tugendl.. mirad, XIII, La virtud en general, p. 405: «[L]a virtud es lafortaleza moral de la voluntad de un hombre en el cumplimiento de su deber,que es una coerciónmoral de su propia razón legisladora, en la medida en que ésta se constituye a si misma como poder ejecutivo de la ley>. U Vii MS, Tugendl.,Introd., XVI, Obs., p. 409: «Die Tugend isí immer im Fonschreiten und hebí doch auch immer • von vornean.—Das erstefolgt daraus; weil sie, objektiv betrachtet, ein Idealund unerreichbar gleichwohl aher sich ibm bestdndig zu n¿ihern dennoch Pflicht ist. Das zweite griindet sich, subjektiv, aul der mit Neigungen alfizierten Natur des Menschen, unter deren Einflufl die Tugend, mit ihren einmalfiar allemal genommenen Maximen, niemals U vich in Ruhe und Stillstand setzen kann, sondern, wenn sie sich in Steigen ist. unvermeidlich sinkt; weil sitiliche U Maxime>; nicht so, wie technische, auf Gewohnheit gegriindet werden 1; dieses gehñrt ni physischen • Beschaffenheit seiner Vtillensbestimmung), sonden;, selbst wenn ihre Austibung zur Gewohnheit wñrde. das Subjekt • damit die Freiheit an Nehmung seinerMaximeneinbúflen wtirde, welche doch der Charakter einer Handlung Pflicht ist». u U 335 U U U u u U de la naturalezadel hombre,pasaráporun lento trabajodel entendimiento,que despliegueen un conocimientodistinto (deullichesErkenntn¡j/3) la relacióncomplejaentremoralidady sentimiento, quenecesariamentehabráde obrar(hinwirkí) sobreesteúltimo, en cuantosentimientomoral’. IV. 2 La libertadcomoclavedebóveda(Schlujfstein)de la metafísica:eltránsito delo sensible a lo suprasensibledesdela Crítica dela razónpráctica. Ya nos detuvimosen IV.l.í en el tratamientokantiano de la libertad en cuantoratio essendide la ley moral, comoprincipio insondablede la razónprácticaque sólo podíaconocerse negativamente.Si bienla mismafundamentaciónde la moralexigíanecesariamente(bedtirfen)la presuposiciónde la misma en sentido positivo, que veremos retomar de la mano de los postuladosde la razón práctica.Entoncesnos detuvimosen la peculiarrelaciónque enlazabaa ley moral y libertad como raño cognoscendíy ratio essendirespectivamente,relación que quedaríareducidaal segundoaspectoen el casode que fuéramoscapacesde inteligir (einsehen) la posibilidadde esapeculiarcausaeficiente,al alcanzarun miradordesdeel cual fuera posible comprenderigualmente la necesidadde la ley moral. Sin embargo, nuestras facultades cognoscitivasnosobligana respetarla irreductibilidaddel doblecamino,de suertequela libertad sea la ratio essendide la ley moral, del mismo modo en que habráque desplegarel sentidode que la ley moral seala ratio cognoscendide la libertad,con lo queseadvierteel estrechovínculo existenteentre libertad y ley práctica,hastael punto de que estamosautorizadosa definir a la primeracomo la independenciade la voluntadcon respectoa todo lo que no sea la ley moral, principio supremode la moralidad,enunasingularunión de la definición negativay positiva de la libertad2. En lo que sigue nos proponemosextraertodas las conclusionesde las que seamos capacesde la afirmaciónkantianasegúnla cualla libertadseríala clave de bóveda(Sehiufistein) del entero edificio del sistema de la razón pura, incluyendo la especulativa,que, podemos adelantar,nos remitirán —señalandoun horizonte más amplio, si cabe,que el anteriormente indicado— a una cuidadosarevisión de los puntos fundamentalesque convierte al idealismo transcendentalen una apuestateóricapor la salvaciónde la libertad. En efecto,la concesióna la libertadde eselugarelevadoy arquitectónicamentedeterminadopareceel resultadode un modo de pensarconsecuentepor el que avanzaese conceptodoctrinal, que se empleaen trazar los límites de la razón pura —que hemosintentadoperseguira lo largo del apartado1.3 de este trabajo—,mediantela distinciónen el sujeto de una causalidadnatural y de otrapor libertad, de un carácterempíricoy de otro inteligible, estrechamenteligada a la separaciónimpuestaentre fenómenosy cosasen sí mismas3,conel fin de ganarun espacioprovisional paralo suprasensible y de queésteúltimo no quedarareducidoauna meraficción (Erdichtung).El carácterprovisional y la esperaconsiguienteencontraránsu fin cuando la razón práctica,por si sola, proporcione (verschaffen)realidada un objeto suprasensiblede la categoríadecausalidad,asaber,la libertad, demostrándolamedianteun hecho(faktum),cuyo fundamentosólo podráseresaIdeade la razón, de modoque no seráde extrañarque el discursoacercade la libertad presentadoen la segunda Crítica supongaunaexposiciónindirectade la idealidadde los objetosde los sentidosen cuanto fenómenos4.Por esta razón, dicha obra crítica procederáa una revisión de conceptos,ya establecidosy justificados en la crítica del uso teórico de la razón, comparandoel uso de los ‘Vii Vornehmen Ton, VIII, p. 403. 2 Vd. KprV, A 167-8. Vii KrV, B XXVII-XXIX yA 546/B 574-A 557/B 585;cfr. KprV, A 10, nota;cfr. Proleg., §53, A 154-7. ‘Vii KprV, A 9-10; cfr. op. cii., A 190-1. 336 U U u U U • mismos en otra esferalegisladorade la razón, conel propósitode distinguir suficientementea • ambosy de descubrirla relación (Zusammenhang) internaen virtud de la cual conviven.Este • recuerdo (Erinnerung) concerniráfundamentalmenteal conceptode libertad, que el trabajo crítico ha logrado delimitar (begren:en)comoproblemade la razónentre los extremosde la • indispensabilidad(Unentbehrlichkeit)que lleva consigo,comoconceptoproblemático,y de la • completa inconcebibilidad(Unbegre~lichkeit)que salvaguardasu carácter inteligible. Por un lado, quedó justificado (gerechtfertigt) en cuantoconcepto de causalidadpor libertad en la U primeraCrítica, pero, al mismotiempo, se negabatoda posibleexposiciónempírica(empirische u Darstellung) de la misma—serála típicade la razónprácticala queaportela viabilidadde ésta U medianteun giro reflexivo—, porotro, la segundaCrítica seencargademostrar,en unalínea ya U avanzadapor la fenomenologíade la dignidadhumanaqueconstituíala Fundamentación,queesa especiede causalidadpertenececomopropiedad(Eigenschaft)a la voluntadhumana.Semejante u conceptoseráel objetoprincipal de unaaclaracióncrítica (kritíscheBeleuchtung),quelaanalítica U de la razónprácticaacogecomouna suertede epígrafecomplementario,que recibe la tareade u investigar(untersuchen)y justificar (rechtfertigen)la razónpor la cual la exposicióny deducción del principio supremode la razón práctica, a saber, la ley moral, tiene que tomar la forma U sistemáticaque le caracteriza1.Un esbozocomparativodel uso realizadode la categoríade • causalidaden la razónteóricay en la práctica,en cuyaarticulaciónresideel enigmade la crítica, U ya fue ensayadoen los apartadosfinales de la analíticade la razónpráctica.El estudiode la • libertad contenido en este epígrafemetacrítico deberásacar a la luz el fundamentode la U diferencia entre los usos respectivos,señalando,en primer lugar, que la primera parte de la U segundaCrítica estructurael alcance(Umfang)total de las condicionesdel usoprácticode modo • análogoal del usoteórico,peroen un ordeninversocon respectoa éste2.Puestoque setratadel • estudio de la razón pura, la división aconteceráde modo semejante a un silogismo U (Vernunftschluj.9,pasandodesdelo universalen la mayor —el principio moral—, mediantela U subsunciónde accionesposibles, valorables moralmente, en la menor, hasta alcanzar la U conclusión,en cuanto determinaciónsubjetiva de la voluntad3, aspectoformal que delata la U esperanza(Hoffnung) racionalde poderlograr algúndía un conocimientotal de la unidadde la • facultadde la razónpura, en cuantocapazde unalegislaciónteóricay otrapráctica,que pudiera • derivarsede un único principio, esperanzaque surge de acuerdo con una nienesterosidad • (Bedi¿rfnis) irrenunciablede nuestrarazón, la cual no descansahastaconseguirdar con esa • unificacióncompletamentesistemáticat • En la estelade estaesperanzaarquitectónica,el esfuerzoracional por dar razón de la • libertad en cuanto fundamento de nuestrasaccionesmoralmente relevantesconducirá al u establecimientode unadistincióntanexacta(píhiktlich) comopenosa(peinlich) —al hallarseen el campode los merosconceptos—entrela doctrinade la felicidady lade lascostumbres,donde, si bien no encontraremosel asientoproporcionadoporintuicionesque pudierancolocarsecomo materiadeterminablede los noúmenos,contaremoscon la ventajade poderdistinguir, de modo análogoa un experimentoquímico,el fundamentode determinaciónmoral puro del empírico5, descubriendoa la ley moral comoúnico fundamentode determinaciónmoral de una voluntad U empíricamenteafectada.El largo camino hacia el reconocimientode la libertad como unu U ‘Vii KprV, A 169 U 2Vd.op.cit.,AIÓI. U Cfr. KrV, A 304/8360-1; cfr. Logik-Jc?ische,§§56-8; A 187-9; cfr.falscheSpitzfind, AS —explicaciónreal del • silogismo—y A 29 —explicacióndel silogismocomoconceptocompleto(volistóndigerBegr¡f>5—. u “VIflrVAÓ2; cfr. KrV, A 15/E 29y A 840/8868. u U U 337 e U U U u U principio efectivoen el mundo seha visto abocadoa combatir denodadamentecon la ilusión (Blendwerk)del empirismo escéptico,el cual lleva a galael reducira aquéllaa una propiedad psicológica—con lo que toda comprensiónde la libertad pasa a ser comparativa—,para garantizarla salvación(Rettung)de la libertad,de cuyo enfrentamientoseráparadigmáticala oposiciónreal entrela magníficaapertura(herrlicheEróffizung)hacialo inteligible, queaportala ley moral, elementobásicopara habilitar el tránsito (L’ifbergang) que piensala metafisica,y la superficialreducción—puesno advienela profundidadde un ordenneuniénicoal quepertenece también la naturalezahumana—de toda causalidadpor libertad a la legalidad natural. La distanciaentreambasexplicacioneshallaráen buenapartesu sentidoen la cadenade distinciones transcendentalesque abrieronpasoa la aceptaciónde la posibilidad—en cuantonegaciónde su caráctercontradictorioe incompatiblecon un conceptoriguroso de naturaleza—de la libertad transcendentalcomoespontaneidadabsolutaen sentidocausal.Entreellasrecordamos,en primer lugar, la distinción en un mismo fenómenode una determinacióntemporal al lado de una determinaciónnouménica,siendoevidenteque solamentela última podráreferirsea la libertad, en su respectode comienzoabsolutopor uno mismo de una serie de acontecimientos—la elección de otro orden de cosasconduciríaa la imposibilidad de unificar (vereinigen) la causalidadpor libertadcon la ley de la necesidadnatural’—. La soluciónpropuestapor la crítica de la razón especulativaal conflicto aparenteentreel mecanismonatural y la libertad en una mismaaccióngirará,pues,sobrela basede la referenciadel primeroal fenómenoen el sujeto determinableen el tiempo—, mientrasque la segundacorresponderáa lo inteligible en éste determinablepor leyesque sedaa si mismomediantesurazón—,partición crítica por la cual 2podremosimputarle(zurechnen)susacciones. La presenciade la concienciamoral (Gewissen)en la naturalezahumanase muestra asimismo como una pruebanotable de la realidadefectiva (Wirklichkeit) de la libertad en nosotros,no en vano la doctrina de la virtud la consideraráuno de los conceptosprevios (Vorbegr¿Ijfe)estéticosqueconcierneny desplieganla receptividad(Empfñnglichkeit)del ánimo parael conceptode deber3.Perolo queen estosmomentosmásnospuedeinteresarde ella es su conclusión,consecuentecon la distinción especulativaanterior, según la cual la concienciadel sujeto agentede que susacciones,en el momentode realizarlas,se encontrabanen supoder,es decir, en su capacidadde tomarresoluciones(entschlieJien),no le librará del ejercicio de la autocrítica(Selbsttadel)y del reproche(Verweis) amargoque dirigirá a sí mismo, por muy enterradosque sehallenenel ánimo del sujeto.Comportamientocon uno mismoquemanifiesta la actividady la efectividadde la razóncomofundamentode determinación(Bestimmungsgrund) de la voluntad, que crealas condicionesnecesariasparaque, en completaabstracciónde toda detenninacióntemporal,preguntemossi la acciónencuestiónpertenecea unadecisiónmía—y, así, si «me pertenececomo acto» (mir als Tat angehiiren) y puede serme imputada (zugerechnet)—.Pues la causalidad racional por libertad y su espontaneidadabsoluta proporcionana nuestravida sensiblela forma de un fenómeno(Ehanomen)unitario4, en el que carecende sentidolas determinacionestemporales,o si se prefiere,la concienciade la libertad nospennitealcanzaruna perspectivaintegral con respectoa nosotrosmismos,en cuantoseres fenoménicos,al mismo tiempo que personasy miembrosde un posiblereino de los fines. Esa posibilidad de la vida moral de cada cual depende,como no nos cansaremosde señalar, VdAorV,A169-170. 2 Ud. op. oir., A 174-5. Vii MS, Tugendl., Introd., XII, pp. 400-1; cfr. G. Lehmann.,ZurAnalysedesGewissens in Kants Vorlesungen tiber Moralphilosophie, en Kants Tugenden, pp. 27-58, obra que incluimos enbibliografla. “Vii KrV, A 546/8 574; A 553/8581; A 5S6/B 584, 338 U U e U U u estrechamentede la limitación de nuestro conocimiento teórico, de suerte que, a falta Qn • Ermangelung)de unaintuición intelectualde nuestrafacultadde desear,elfaktumde la ley moral • seael ~ue nos asegure(versichern) esadoble referenciade nuestrasacciones,a saber,a la necesidadnatural y a la libertad, como acontecimientosnaturalesque, al mismo tiempo, • permaneceninexplicables(unerkldrlich) en virtud de su pertenenciaa la libertad’. La separación U y cuidadosaabstracción(Absonderung)realizadapor la Crítica de la razónpura entrelas formas purasde la intuición y la existenciade las cosasen sí conduciráinevitablementea la certezade que la libertad resultamuchomásdificil de conciliar con un sistemacomoel espinozista,en el quela existenciade las cosasen el espacioy enel tiemposerájuzgadacomo la existenciade las cosasen sí mismas,que con la doctrinadel idealismotranscendental.Estacircunstancia,que pasamosa justificar, «da al mismotiempola esperanzade un feliz resultadopara la afirmación U de la libertad» (gibt doch zugle¡ch Hoffnung zu einemfúr die Behauptungder Freiheit noch a glñcklicheAusgangef. Sin embargo,a pesarde que el métodogeométricospinozistatrasladeel u orden ontológico-cognoscitivoa un espacioen el que la razón humanano sea ya capaz de U distinguir su conocimiento—en su sentido rigurosamentetranscendental—de la génesis u geométricamenteregladadel mismo,por lo que entoncesel progresode nuestrosconceptosno U podrásino avanzarcomola verdaderateología,a saber,justamentela quearrebateel preciado u objeto que constituye la fertilización cognoscitivade los meros conceptosa las religiones, U Spinozatuvo al menosla honradezintelectualde ahorrarnoslas intrigantespiruetascon las que U ciertos defensoresde la convivenciaentre ontología y teología proyectanaunar la noción U transcendentede creación(Schópfung)conla de libertad.Pues,en efecto,suponerque Dios ha U sido la causa de la existenciade las sustanciasimplica a su vez elevarlo a fundamento U determinantede las accionesdel hombre,las cualesterminaríanpor hallarsefuera del poder U (aujier Gewalt)deéste,quecobraríael aspectode la conocidaimagenkantianade la marionetao U el autómatade Vaucanson,puestoen marcha (aufgezogen) y construido (gezimmert)por un • Supremo maestro de todas las artes, que convertirá en quimérica a toda conciencia de • espontaneidady libertad.A diferenciadel defensorde la scientiamoregeometricodemonstrata, • el creacionistadesconocequeel conceptoclave de sustesisconciernesólo a noúmenos,nuncaa • la representaciónfenoménicade las cosasdel mundo.El rechazodel espacioy del tiempocomo • determinacionesfenoménicasde las cosasdesembocaráanteso despuésen elfatalismo,al queno u puedeescaparel sincretismodeMendelssohn,que,a pesarde considerar—en un curiosoensayo • fenomenológico—a las determinacionesde la intuición comopertenecientesa las cosasen si • mismas,pretendeatribuirlas,sin embargo,a los entesfinitos y dependientesde lo Increado,no a • un Ser primero infinito3. Se trata, por lo tanto, de una distinción totalmentead hoc y u _____________ U ‘Vii KprV,A 178. • Vii op. cit.,A179-180. Enla discusiónconlosorgullosos“humanistas”de sutiempo,el criticismo kantianosiemprese pondrádel ladodel U representantede la consecuencia,si bien muchasvecesésteseainconscientede ello. Tal es el casodel fatalista U Priestley—en su Doctrine ofPhilosophical Necessity— frente a Mendelssohn,el cual, trashaber negadoen los U hechos(iii der Tat) la libertad, pretendeafirmaría inútilmente con las palabras;cfr. Rec.zu Schulz,en cuya obra u Ensayode una introducción a la doctrina moral Kant reconoce unfatalismouniversal corno principio director,que conviertetodo hacer y omitir humano en un mero juego de marionetas,que anula la noción de obligación u (Verbindlichkeit), asi como, con el propósito de conservarnocionescomo deber y ley práctica, introduce la U causalidaddivina en cuantofundamentodenuestrasacciones,absorviendode esemodoen un uso indebidode la U especulaciónal usoprácticode la razón,quedesembocaen lo visionado(úberschwenglich),vii XII, pp. 776-8. Sin • embargo,vemos aparecerigualmenteen esta recensiónuna intervenciónde la naturaleza—en su respectode d,aedala rerum, con la que nos la presentaZewF—, pueshasta el másdecidido fatalista, cuandose entregaa U disquisicionesespeculativas,se veráobligado,enel momentode actuar,a comportarsecomosi fuera libre, unaIdea u U 339 u U U U U U contradictoriaen sí misma, desdeel momentoen que Dios podrá considerarsecausade la existenciade las cosas,pero no del tiempo en el que necesariamenteéstasnos vienen al encuentro, lo que vendríaa introducir serias contradiccionescon respectoa su infinitud e independencia,por citar dos de sus predicados,pues nadaen él conducea concebir que el desplieguede su creaciónacontezcaen y segúnel transcurrirtemporal,lo que nadatendráque vercon la consecuenciamostradaporel pensadorholandés,al distinguir éstela existenciadivina —existenciade un ser en sí mismo— de la existenciadel mundo sensible—existenciade las cosasen el fenómeno—y sostenerla dependenciade las cosascon respectoa Dios —cuyas determinacionesesencialessedanel Espacioy el Tiempo—,en cuantoaccidentesaÉl inherentes, la ratio essendide cuyaexistenciatemporaldevuelvesiemprea aquél’. Supondríaunaflagrante contradicciónel dar la razónaMendelssohnen sudefensade nuestroconocimientode Dios como creadorde un mundopobladoporfenómenosy, así, comocausade las accionesproducidasen el mundosensible.Kant consideraquela astuciade los maestrosdogmáticosde la metafisicavenció en ellos a la sinceridady veracidad—decisiva virtud para la constitución de un discurso científico en el pensamientokantiano—,de modoquesilenciaronlo decisivodel principio de la idealidadde los fenómenosen el espacioy en el tiempo, con la esperanzade quetal omisión no generanconsecuencias.Perolo contrarioesel caso,y másbien constituyeun momentocumbre en la investigaciónde laexperienciadel pensarqueesla libertadel recuerdoordenadodeltrabajo critico realizadopara queel tiempo no fuera encumbradocomo determinaciónomnímodade todaslas cosas—preocupaciónespecialmenterelevanteenla conclusiónde los Prolegómenos—, conel fin de quefueraposiblesalvarun espaciovacíoqueotro uso de la razónvendríamástarde a fructificar e inauguraren unagloriosaapertura2. Esteesel horizontecon el que la ontologíateóricasientalas basesparapensarla libertad, a saber,el únicoconceptosuprasensiblequedirige y abanderala ampliaciónprácticade la razón, recogiendoel testigo de los conceptos-límitedel entendimiento,que, si bien resultaronde una utilidad insustituiblepara el acabamientoy delimitación de la ontología representadapor la filosofia transcendental,eran incapacesde efectuar,al perteneceral campode lo problemático, tránsitoefectivoalgunode un estadiode legislacióna otro, quebrándosecomo una figura huera en el momentode ensayartal pasotranscendente,como evidenciaronlos recorridos por las diferentesapariencias(Schein)de la razón pura. Remitiendo al empleo de la distinción que resultaútil al modelo de solución de la terceraantinomia,a saber,la relativaa las categorías matemáticasy dinámicas—contienenrespectivamenteuna síntesisde lo homogéneoy de lo quecomportaun hecho(Pat) queúnicamenteeseproductoracionalpuedeaportar;vii op. cit., pp. 777-8; cfr. KrV, A 475/8 503-A 476/8 504, donde, a modo cartesiano,Kant expresa,tras la presentaciónde los cuatro conflictos antinómicos,su convencimientode que la aparenteindiferencia, con la quejuega fundamentalmenteel empirista cuandose tratade discutir acercade cuestionesespeculativas,desaparececomoun sueñocuandollega el momento del hacery omitir, casoenel cual el sujetoelegiránecesariamentesusprincipiossegúnun interéspráctico. Vii Kprk A 182-3: «[E]l espinozismo, aparte de loabsurdo de su ideafundamental, concluye, sin embargo,con mucho más rigor que puede hacerlo la teoría de la creación, ya que en ésta los seres, aceptados como sustancias y existentesen si en el tiempo, sonconsideradoscomo efectosde una causa suprema, y, sin embargo, al mismo tiempo, como nopertenecientes a el/ay a su acción, sino por si como sustancias». 2 Precisamente la aclaracióncritica de KprV albergaunadeclaraciónde intencionesdel filósofo critico que tiene muchoencomúnconla definicióndela Crítica comocienciadelos limites de la ra2ónpuraen laDisciplina deKrV, nosreferimosal siguientepasaje,op. cit., A 184-5: «Si sedebeayudara una ciencia, hay quedescubrirtodas las d¿ficultadesy hasta buscas aquellas que secretamente se hallen en su camino; pues cada una de ellas requiere un remedio que no puede encontrarse sin proporcionar a la ciencia un crecimiento, sea en extensión o en determinación, por donde, pues, los obstáculos mismos llegan a ser medios defomentar la solidez de la ciencia En cambio, si las 4ficultades se ocultan intencionadamente o se resuelven sólo con paliativos, estallan, tarde o temprano, en males incurables que hunden a laciencia en un escepticismo completo». 340 U u U u U • heterogéneo—,Kant glosa el resultadode tal inversión de fuerzascomo comprensiónde la u libertadcomounpoder (konnen)adscribiblea unaaccióndeterminadamecánicamente,en cuanto • pertenecienteal mundo sensible,precisamenteel de tener a su base, como fundamentode u determinación,unaespontaneidadabsoluta,quepennitellamarlolibre. El recorridoquellevamos andadopor la segundaCrítica y el descubrimiento,medianteel faktwn de la ley moral, de una facultadde la razónpura de serella misma el único fundamentodedeterminaciónmoral de las accioneshumanasennquecennotablementeesacomprensióncon la aportaciónde un ser (Sein)’, demostrable(beweisbar)por esecasoreal (wirkliche Falle). Puestoque el métodocritico pone sobreavisode que el sernoesun predicadoreal,sino másbienla posición(Position;Setzung)deuna cosao de ciertas determinacionesen si m¡smasty la definición de lo realrnená’e efectivou (wirklich) como uno de los postulados del pensarempírico sefiala una conexión con las U condicionesmaterialesde la experiencia,serádeesperarel hallazgode unarelación o conexión U (Zusatnmenhang)del ser que es la libertad, como concepto inteligible, con un principio incontrovertible (unwidersprechlicher Grundsatz), que sea fundamento de determinación U suprasensible—no empíricamentecondicionado—,así como que cuente con una objetividad U demostrada.Lo cualnosconduceinevitablementea la ley moral, encuantofaktwnde la razónen U su usopráctico,que semanifiestacomoel espacio/tiempoo la únicabase“intuitiva” de aquélla, quejustifica y demuestrala realidadobjetivadel nuevouso3. El resultadode esterecuentode U resultadosde la analítica de la razón práctica,en cuanto exposiciónsintética del principio U supremode la moralidad,constituye la superación,por así decirlo, de la indeterminabilidad U (Unbestimmbarkeft)y carácterproblemáticoen los que se traducía la admisibilidad de la U causalidadpor libertad en la Crítica de la razónpura, medianteun conocimientoasertóricoy U una determinación (Bestimmung)en consideraciónde la ley de su causalidad,como una • determinación inmanente,por práctica, de la realidad efectiva (Wirklichkeit) del mundo u inteligible. La libertad,encuantolo suprasensibleen nosotros,tendrála ventajade proporcionar U un enlaceo conexión(Verknúpfung)conel que solucionarla necesariacuestióndel tránsitoentre • dos regímenesheterogéneosde legislación,medianteelfaktumde la ley, que coloca (versetzen) u al sujetoen un mundointeligible, ademásde sudeterminaciónsegúnel tiempocomo fenómeno. U El principio práctico y cognosciblea priori de la libertadsuminístra,pues,sin abandonarsu u carácterde propiedadinexplorable(unerforschlich)e inconcebible(unbegre¿flich)teóricamente, • a la razónla facultad(Vermogen)y la autoridad(Befugnis)pararealizarel tránsito, en el sentido • depasotrascendente(Clberschritt),de lo sensiblea lo suprasensible: u «El conceptodelalibertadeslo únicoquenospermiteno tenerquesalir fueradenosotros U para encontrarlo incondicionadoe inteligible paralo condicionadoy sensible.Pueses nuestra U mismarazónla quemediantela supremae incondicionadaley, se reconocecomoel serquecobra U conciencia de esta ley (nuestra propia persona) en cuanto perteneceal mundo puro del U entendimientoy, por cierto, hastacon determinacióndel modo con que él, como tal, puedeser u activo.Mi sepuedecomprenderpor qué,entodala facultaddela razón,sólo puedeserlapráctica aquellaquenosayudaa salir del mundo sensible,y nosproporcionaconocimientosde un orden suprasensibley una conexiónque,poresomismo,no puedenserextendidosmásqueprecisamente U hastadondeseanecesarioparaelpunto devista puropráctico»4. u U ‘Vii KprV, A 187. U 2ViiKrV,A598/B62& u 3ViiÑrV,AISS. ~Vii op. cit., A 189-190: «Der einzige Begrff1 der Freiheit verstattet es, d.aflwir nicAn aufler uns hinausgehen diirfen, • umdas Unbedingte undlntelligibele ni dem Bedingten und Sinnlichen zufinden Denn es ist unsere Vernunft selber, kdnne, welches uiu Uber die Sinnenwelt hinaushilft. ¡md Erkenntnisse von einer iibersinnlichen Ordnung ¡md Verkntépfung verschaffe, die aber eben darumfreilich nur soxveit, als es gerc¡de flir dde reine praktische Absichtnñtig ist, ausgedehnt werden kónnen»; cfr. GMS,RA 107-108. ‘El argumentoempleadoen la aclaracióncrítica essintético, sólo así se entiendeque encontremosenprimer lugara la libertad, raho essendi de la ley moral, lo único —esto último— que en realidad podemosconocer; vii la restricciónde nuestroconocimientode lo suprasensiblea lo práctico en Fortschr, XX, p. 310: «Sólo cuandolas leyes morales han develado lo suprasensible en el hombre: la libertad cuya posibilidad no puede explicar la razón pero si probar su realidad en esas doctrinas dogmático-prácticas, sólo entonces ha exigido la razón el conocimiento de lo suprasensible, pero restringido al uso en el respecto dogmático-práctico, donde se muestra ahora una cierta organización de lapura razón práctica: en primer lugar el sujeto de la legislación universal como autor del mundo; en segundolugarelobjetode la voluntad de los seres en el que estos son capaces de alcanzar talfin: en el respecto práctico, Ideas autoproducidas (selbstgemacht) mas no susceptibles de ser establecidas en el respecto teórico»; cfr. op. cit., p. 295; cfr. exposición de las tres Ideas que constituyen el conjunto de cuestionesde la tradicional metaphysica specialis en Kr Y, A 337/8395, nota; cfr. .Proleg., §5, A 41, nota. 2 Nosreferimosa posturascomo la de HE. Allison, queejemplificamosensu consideración—en su Kant s Theory of Freedom— de queunaobra, decisivapara la configuraciónde nuestrotrabajo, como la de B. Carnoissobrela 342 U U u u U u defensoresdel carácterforzadode la presentacióncrítica de la libertad comopostuladode un u decisivopasajede laDialécticatranscendentalde la primeraCrítica, segúnel cual, «libertad es lo quepuedefranquear(tkbersteigen)todo límite dado»’. En efecto,comovienea serhabitualen los discursosde las dialécticas,esde medidasde lo que se trata,a saber,de averiguarlo que u puedeproporcionarun conceptollevadoal límite de lo quepuede,ya setratede un conceptopuro del entendimientoo de unaIdeade la razón,porlo quepodemosafirmar que el tratamientode lalibertadcomounpostuladode la razónpráctxa, en nadahade negaro contradecirsucarácterde U hechode la razón, sino que más bien ofreceel indice de inteligibilidad que debesatisfacery U cumplirsuobra—la producciónde un mundoen el queeseprincipio racional hayaplasmadosu U huella—,sin poderaportar,sin embargo,—deahí su“fragilidad” ftentea la potenciaconceptual de la Crítica del Juicio— los mediosy caucespor los que eseproyectopropio de la libertad U puede acontecer.La segunda Crítica avanza por este camino, es decir, en la defensa (Veríeidigung) de la pertenenciaa la arquitectónicade la enterarazónde estapartede la obra, U aconsejandola recuperaciónde unade las antiguassignificacionesde lafilosofla, a saber,como U una doctrina del sumoBien (Lehre vom hóchstenGut), que la razón procuraelevar hastala U ciencia2.Del mismo modo en que la Dialéctica transcendentalde la primeraCrítica no añadía U nadaa las condicionesquehacíanposiblela objetividad del objeto, la Dialéctica de la razón u práctica, encuantotransposicióna la voluntadde la estructurade acabamientode la razón,no • añadiráningún elementodoctrinal a la experienciay deduccióndel principio supremode la U moralidad3.Resultainsoslayableen estepunto la distinción entreel tratamientointegral de la U libertad—quenosremite en último términoal estadoenquequedala cuestiónen la Crítica del • Juicio— y el nivel formal del estudiode la misma en el que seencuentranla autonomíay la U cosmologíapráctica. Estas últimas serán trazadasrespectivamenteen una analítica y una U dialéctica de la razónpráctica,que —comoya ocurríaen la Crítica de la razónpura— no se U despliegansucesivamente,sino más bien de manera simultánea,pues —por una esencial U limitación del serracionalfinito, a saber, su necesidadde considerarel nexuseffectivusde la U accióncomo nexusjinalis— pensarla ley moral y su determinaciónformal exigirá, al mismo u tiempo, pensarlas condicionesde posibilidaddel objeto apropiadoy adecuadoa aquélla,con lo u que la libertad en sentido práctico resulta iluminada por lo menos en un doble respecto u indivisible, a saber,como objetode un sabery comopostulado,esdecir, como objeto de unafe u racional(rationaler Glauben/.Sin la preexistenciade problemasnecesarios,generadoresde una u u existenciadeunadoctrinakantianade la libertad, a pesarde constituiruna referenciadeconsultaútil y pretenderde buenafe presentarun panoramalo másamplioposiblede eseprincipio, caelamayorpartede las vecesenun trabajo U depatchwork,queahonalas dificultadeseincompatibilidadesentrelostextos,vii Allison,op. cit., Introd, nota2. p. U 250. Quizásno podamosescapara las objecionesde unaopinión tan autorizadacomo ladel estudiosoanglosajón, U pero sidefenderemosquela estructuraquehaadquiridonuestrotrabajointentareflejardel modo másfiel posiblela u coherenciade la comprensiónkantiana de la libertad, desde su introducción en la obra critica como Idea u transcendental,pasandopor sudeterminacióncomorañoessendide la ley moral, hastadetenemos,enlaúltimapartede estatesisdoctoral, en las condicionesde posibilidadde la realizabilidadde hechode su obra, como finfinal, U estructuraqueremiteal ordenderazonesqueproponemosy defendemosenlaIntroduccióndenuestrotrabajo. U ‘Vd.KrV,A31718374. 2 ~ KprV, A 194; cfr. Fortschr., XX, p. 301, dondese especificala provenienciade esadoctrinade la sabiduría,en u manto determinantedel Bien supremo,de un principio prácticocognosciblea priori que es la libertad, con unaindigenciay menesterosidad(Bedtfrfnis)quesemuestracomolegal (gesetzlich);cft. KprV, A 7. U ~Vii P. Ricoeur,Le Conflit desinterprétations, especialmentepp. 406-415. U ~Esa simultaneidadseobservaenKprV, A 197, puesdesdela perspectivaqueproporcionala razónel sumoBien U puedeconsiderarsecomofundamentode detenninaciónde la razónpura,dadoquela ley moral se halla integradaen u eseconcepto—no dejaporello de haberautonomía—.El desconocimientodeesteordendeconceptos,asi comodel u doblepuntodevista tambiénposibleen lamoralidad,conducea reconocercontradicciones—porejemploen el caso U U 343 u U U e u u aparienciatranscendentalen el senode la especulación,como el de un ser absolutamente necesario,no habriaalgo así comoexigenciay necesidadsubjetiva(Bediirfnis) de la razónpura alguna, sino únicamentede la inclinación (Neigung)’, pero un conceptocomo el de deber,al exigir que la voluntadconviertaal sumo Bien en objeto de su voluntad y que lo fomentecon todassusfuerzas,exigequeel sujeto2presupongaunaseriede objetos,problemáticosparael uso teóricode la razón,comopostulados. Lanecesidadde unarazón que penetrasu menesterosidad en el campoque concierneal más elevado de sus interesesde presuponer(voraussetzen)las condicionesdel sumoBien no pretendeenmodoalgunocimentarni darapoyoo firmezaexpost facto al motivo impulsor (Triebleder)que es la ley práctica,sino que respondea la búsqueda, puestaen marchapor la razón,de un objeto a la medidade una voluntadpura, cuyarealización las circunstanciasexternasno parecenfavorecer. Precisamentela ; K. Dúsing opina, de acuerdo con lo que expresanestaslineas kantianas,que el sumo Bien no interviene en la fundamentaciónde la moral, sino en el desplieguede la doctrina de la concienciamoral finita; Das Problem des hóchstenGuts in Kantspraktischen Philosophie, p. 28, que incluimosenbibliografla. ~ Ud. litE>’., VIII, p. 288; cfr. observacionesde E Proust acerca del sentidode los postuladosen el pensamiento kantiano,enop.cit, cap. IV, Expérimentatlonsetproblématisations,Pp. 127-132;cfr. 1.5.3 ennuestrotrabajo. A diferencia de lo sostenidopor H. Cohen —en su Kan¡s Begrñndungder Ethik, p. 312—, la Dialéctica transcendentalde KprV no se reducea una suertede apéndiceteológico, deudorde la tradición de la metafisica especial,sino que parecequeunacuestiónbuscaday discutidadesdeel mundogriegorecibeun nuevosentidoenesa obra. 344 u u U u U u libertadexige comopropósitoracional la soluciónde la realizabilidadde derechode su objeto u total, localizado en el sumo Bien en cuanto unidad sintética de felicidad y virtud, donde u curiosamentela primeraactúa intensive,por lo que respectaal gradode la satisfacciónrecibida, u extensive,en la medida en que conciernea la reunión total de inclinacionesque supone,y u protensive,en virtud desuaperturahaciael futuro, debidoa la imposibilidaddecerrarsemejante u ideal de la imaginación—por lo que carecede esquematemporal—,en unaversiónconceptual del deseototal,que enel fragmentode un catecismomoral ofrecidoporKant en la Metafisicade las costumbressetraduciráen quetodo—representaciónde la Ideacosmológicade mundocomo espaciodel comportamientopragmático—resultesiempresegúnel deseoy voluntaddel sujeto Esesumo Bien secomponede la virtud, encuanto«intención(Gesinnung)conformea leyporrespeto la ley»2y de la felicidad,entanto que«estadode un ser racional enel mundoal queen u todasuexistenciale va todo segunsudeseoy voluntad»3,de modo quela relaciónde ambosserá U la del fundamento(Grwzd) consuconsecuencia(Folge), dondela virtud actuarácomoel bonum U supremum,condicióndel sumoBien realizado(bonumconsummatwn).Lo primero ha quedado U demostradoen la analíticade la segundaCrftica, pero la realidadde lo segundoimplica la entrada en escenade la felicidad,por lo que la Ideade sumoBien aparececomo la necesariamediación de la formalidad de la ley con la tendenciadel hombre a la felicidad, lo que suponeuna u ampliaciónmaterialdel sentidodel imperativocategórico,en tanto quedesplieguecompletode la u doctrinade unaconcienciamoral finita4. Habíaquedeshacersede unarepresentacióningenuade u felicidad,la cualdebía,a suvez,depurarseal máximo,paramostrarsuauténticaestructura5,cuyo u primerpasofue suausenciade la fundamentacióndel principio supremode la moralidad,donde U sela identificabacon el amorde sí (Eigenliebe).Ahora, la dialécticade la razónprácticavuelvea U traera colacióna la felicidad con el propósitode introducirla en el horizontetotal de la obra U humanaposiblepor la libertad,no en el sentidode una meraadición de deseosy apetitos—nos U parecedel todo acertadala observaciónal respectode Ricocur, por la que consideraa este u Verlangen kantiano de la razón como indice de revelacióntranscendentaldel sentido del u ~rV,A234. 2 Vii MS, Tugendl.,Conclusión, La doctrina religiosa, como doctrina de los deberes hacia Dios, se encuentra más allá de los limites de lafilosofia moral pura, p. 490; cfr. op. cit., pp. 488-9. H. Birault compara —en op. cit., pp. 152-3— al soldadodel deberkantianocon el caballerode la fe kierkegaardiano.puesno conoceni puedeconocerla recompensade su renuncia,porlo que el contentoresultantede la realizacióndel deberno constituirápropiamente felicidad, ademásdequeesecontento,entantoqueecosensiblede lasublimidaddenuestranaturalezainteligible, no debeconsiderarsecomoprincipio determinantede nuestroacción;cfr. O. Reboul,op. ciÉ, p. 251: «lafelicidadesde hecho una realidad religiosa» cfr. KprV, A 235: «La esperanza de la felicidad no comienza más que con la religión». Vd. KprV, A 75; A 203 y A 219; cft. Th.Pr, VIIi, p. 279s.y Fortschr, XX, p. 294. La obrade J. R. Silber, cuyos trabajosmás relevanteshemos incluido en nuestabibliografia, ha contribuido en buenapartea la rehabilitación progresivade la coherenciade la presenciadeun estudioacercadel sumoBien en la éticakantiana,reconstruyendo asimismola recuperaciónde estacuestióndesdela tesis radical del neokantismoy su lecturacientifista. Así, en Kant ‘s Conceptionof the Highest (Joodas Jmmanent and Transcendent repara en la unidad presente enel contenido normativodeesaIdeadela razónprácticaentreun mandatodelfomentoy de la realización,quepermiteobservaren el objeto del sumoBien unanorma constitutivainmanente de la ley moral, medidade la apreciacióndel carácter moral del individuo, así como un principio regulativo, al proporcionarunareglasegúnla cual la voluntad puede apreciarla dimensióndel principio inteligible de la libertad. Por otro lado, The metaphysicalImportanceof the Highest Goad as The Canon of Pure Reason in Kant ‘s Philosophy presenta dicho problema corno resultadodel esfuerzodela razónparalograrlaunidadsistemáticade susfines,bajo la condicióndeunaomnímodadeterminación queessimultáneaa subúsquedade un fundamentoformaldenuestrasaccionesy alesfuerzopor realizarlo mandado por la ley. Comomotor de la constitucióndel sumoBien y como problemadigno de sersolucionadopor la misma razón,la libertadejercedepostuladosin el quelosotrosdosno serianposibles. 346 u u U u u u ley produciráen el mundouna conexiónnecesariaentrevirtud y felicidad, si quieredemostrar u que no lo esabsolutamente,tendráque atendera los problemasplanteados,por un lado, por la u exigenciade realizarel sumoBien medianteun obrarracional,porel otro, por la incapacidaddel u serracionalfinito de hacersecargoporsí solodeestaexigencia,desdeel momentoen que«elser u racional agenteno esal mismotiempocausadel mundoy de la naturalezamisma»•.El defensor de la antítesisdesconoceque toda conexión entrecausay efecto como consecuenciade una determinaciónde lavoluntadsiempretendrálugarcomoun acontecimientonatural,sin atenersea u las intencionesmoralesde aquélla,de sueneque bien podríaocurrir que nuestrafuerzasnunca u llegarana producir la esperadaconexiónsintética,es decir, vuelvea desoírla distinción entre U fenómenosy cosasen sí. El conflicto hallarásusoluciónmediantela introducciónde la figura del u postuladoracionalen la filosofia práctica,pero, si bien la Dialécticade la razónprácticadicedel U fomentodel Bien supremoque setrata de un objeto necesarioa priori de nuestravoluntad,el U modelode solución aportado,a saber,los postulados,nos será capazde tematizaren primer u términola posibilidaddel tránsito de la Ideaa la realidadefectiva,sino que las condicionesde la u existenciade Dios y de la inmortalidaddel alma sostendránla creenciay la esperanzade un U estado (Zustan¡J) de virtud y felicidad máximas. Nos hallamos ante un planteamiento transcendentey propio del sistema,con respectoal inmanentey crítico ensayadopor la Cnt¡ca U del Juicio —en el que nos detendremosen la última parte de estetrabajo—, que concibe la u relaciónentreambaslegislacionesde la razón desdeun primado (Primat) de la razónpráctica U sobrela teórica,subordinaciónquesejustificaráenvirtud del interésmáselevadoquealbergala u primera.Perolos problemasconcretosa los queda lugar eseprimadodel interésprácticode la u razón sólo encontraránla meditación que merecenen el descubrimientoy estudio de una u teleologíade la naturaleza,un nuevo criterio, estavez reflexivo, para la determinaciónde la U relaciónentreambosusos,con la que sesatisfacela necesidadracionalde alcanzaruna unidad 2u sistemáticade sus principios, articulada como el camino de vuelta del pasotranscendente u (Uberschnitt)enel queconsistela metafisica,a saber,un caminodearribaabajodesdela unidad u sistemáticade todos los fines en el mundointeligible hastala unidadde todas las cosassegún u leyes universalesde la naturaleza.La Idea prácticade un mundo moral, en el que coincidan u virtud y felicidad,debetenernecesariamenteinflujo en el mundosensible,que tieneque poder u aproximarsetantocomoseaposiblea dicha Idea, en unaexigencia,queconmueveala razón,de • queel segundoseconfigureen un mundoconformadopor la libertad,con lo quequedailuminada • la decisivafunciónejercidaporla teleologíaentrelos principiostranscendentales—ausenteen la u segundaCrítica, en la que la Idea de sumo Bien se desarrollade la mano delfaktum de lo u incondicionadoqueesel debermoral3—. u Es evidenteque la cimentación(Grundlegung)del conceptode autonomíapráctica,en cuantoprincipio formal de la legislación incondicionadade la voluntad pura, solicitaba una u abstracciónde la orientaciónmaterialde la buenavoluntad,así comode la cuestiónrelativa al u ‘VdÑrV,A224. u 2 Por su parteel Canonde la razón pura sí se ocuparáde la tareade realizaciónde la Idea de sumoBien bajo u condicionescontingentesdela realidadempírica;vii KrV, A 804/E832-A 819/E847. El puntodevista elegidoserá u el de la esperanzadeque, si me comportodeunamaneradignaconrespectoami caráctermoral, serémerecedorde • participardela felicidad; vii op. cit., A 808/E836-A809/E837, enlazandoasíesaesperanzaconel pensamientode unarazónsuprema,quemandasegúnleyesmorales,id. op. ciÉ, A 810/E838;cfr. op. ciÉ, A 815/E 843-A 816/E u 844; conrespectoa la conexiónde estetratamientodel problema,en el queaúnno intervienenlos postuladosde la u razónpráctica,conlaconsideracióndel mundocomoun sistemade los fines (fisico-teologia),vii Fortschr., XX,, PP. U 2934. u K. Dúsingestudia,ensuop. ciÉ, la presenciaen la obracrítica delas dosconcepcionesacercade la determinación U del fin final posiblepor libertad, vii op. oit, pp. 15-16y p. 17, nota 52. U U 347 u u u U U u a a a éxito y la eficaciadel actuarracional,paraculminaren la concepcióndel darseinmediatode la ley moralcomofaktumde la razón1.Porotra parte,las observacionesdel Canonde la razónpura animanuna solución “teológica” a las relacionesentre la determinaciónde la voluntadpor la libertad prácticay la implantaciónde su obra, de modo que sin Dios y un mundo esperado (gehoffteWelt) las Ideasde la moralidadseríansin dudaobjetosde admiracióny de aplauso,pero a vendríaa serbastantemásdudosomásdudosoqueéstasseconvirtieranen motoresdel propósito (Vorsatz) y el ejercicio (Ausñbung)2.Peroel planteamientode la segundaCrítica apuntará a explícitamenteque, lejosde que la Ideade sumoBien actúecomomotivo impulsorde la acción moral, la leymoral comohechode la razónproporcionaráde por sí la estabilidadrequeridapara el aseguramiento(Sicherung)de un usoprácticode la razón. La preocupaciónpor fundamentar que la razónes por si misma prácticasustituirá inevitablementela perspectivade unificación (Vereinigung) de las dos esferas(Ge/siJete) que han sido sucesivamenteaisladas,a saber,la naturalezay la libertad, cuestióna la que seconsagrarála última Crítica en su totalidad, de amaneraqueel repartode tareas,defendidoporKant comoconformea fin, de la razón,obligó, en primer lugar,a la necesidadde una fenomenologíadelfaktum de la moralidad,cuyo desarrollo ensombrecela consideraciónde las consecuenciasdel obrarmoral en el mundo,ásí como de la — relacionabilidaddel principio de la moralidadcon la teleologíanatural del serracionalfinito. Sin embargo,la ausenciade un tratamientoin concretode la implantaciónmundanalde la libertad, que, en el fondo,comoseverá, resultaimposible paraun conceptodoctrinal comoel idealismo transcendentalsin el descubrimientode un principio de la heautonomíadel Juicio, no significa una pérdidatotal del horizonte del objeto total de la autonomíade la voluntad, sin el que el edificio de la razónprácticasetambalearíapeligrosamente.La Dialéctica de la razónpráctica a ilumina y fundamentael reconocimientode la razón prácticade la incapacidadracional de posponery ocultarel humanoapetito(Begierde)de felicidad, lo cual no menoscabael hecho de a que el conceptodebien resulteindependientede toda referenciapreviaa la en principio infrnita multiplicidadde fines subjetivos.El conflicto antinómicoenel queseencuentraatrapadala razón en estaexigenciade totalidaddesdeel puntode vistaprácticonoprovendrádel choqueproducido a entrela defensadel bien en si frente a la multiplicidad de deseossubjetivos,sino de una razón a que razona(rOsonierend)e intenta,al mismo tiempo. poneren duda el conceptode autonomía con lo indispensablede la búsquedade la felicidad. Como veremos,la Crítica delJuicio abrirá a el caucede una mediaciónentre teoríay prácticaque no seconformarácon los comentarios dialécticos de las dos primerascriticas para resolversu orientaciónen lo suprasensible,ya culminen en el espaciode la fe doctrinal o práctica,de modo que —desdeuna perspectiva a doctrinal, que siempreensombrecelos descubrimientosexclusivamentecríticos— un concepto a teórico,empleadoen respectopráctico,contribuiráa salvarel tránsito (liilbergang) entreambos usos de la misma razón, a saber,el principio de finalidad (Zweckm4Bigkeit/.Poderpensarla naturalezadesdeunaperspectivateleológica,no comoun meroagregado,sino comoun sistema de relacionesde finalidad externa,requeriráalgo así comoel conceptode un fin último de la a naturaleza,que únicamentepuedesatisfacerla culturahumana,con el matizde queésta,comose a Vii KprV, A 79: «Sólo se trata de la detenrnnactón de la voluntad y del fundamento de determinación de la máxima de la volunta4 como voluntad libre, mas no del éxito»; cfr. op. ciÉ, A SSs. y A 81. 2 Vii KrV, A 813/E841. Recordemosque, en el espaciode la reflexión moral prefilosófica, la Fundamentación presentala necesidad especulativade franquearel límite de la razóncomúnhumanahaciael campodela filosofia práctica,con el fin de soportarlos envites de las máximas quedescansanen la necesidady la inclinación y la consiguientedialéctica naturalquesurgede ellas; vd. GMS,EA 23. 4Vd. KU, Introd, II, AjE XIX! AB XX y IX, A LIB/HL Vs. 348 u u u u u • repetiráacercade la cultura del gusto, preparapara un dominio en el que la razón ejerceráel U poder’, puesla culturano essino un medio paraunateleologíaorientadaen sentidopráctico.La cimentaciónreflexiva de la teleología aparecerácomo la definitiva destrucción del enlace • dogmáticoentreteologíay teleología,queen la primeraCrítica actuabaaún comomotor secreto del tránsitodel Ideal del sumo Bien a la investigaciónteleológicade la naturaleza,de modo que la consideraciónsubjetivoapriórica del hombreen el mundoy el lugar que ocupaen él —el hombresometidoa leyesmoralesseráelfin final (Endzweck)del mismo— ya no requerirála fe decididaen la existenciade Dios, sino que lajustificacióny necesidadde éstesedeberáen último lugar a un interés práctico en la realizacióndel fin supremo2. La aplicación del ejercicio reflexionantedel Juicio a la cultura de la habilidad y de la disciplina —en una reflexión teleológico-práctica—subordinaráasí la finalidad de la cultura al fomento del fin final de la libertaden el mundo, con lo que finalmenteseconseguiráel anheladoconceptode una teoría, • iluminadoen respectopráctico,comomuestrasurelaciónconel mandatodel fomentoprogresivo • del sumoBien en el mundo, lo cual darála medidadel proyectode tránsitoal que asistiremosen • la Crítica delJuicio3. U Pesea estecasi atropelladoanunciode un modelo de tránsitoque aúnnosaguarda,o que U másbien aguardamosimpacientemente,que seráfranqueadocuriosamentemedianteunarigurosa U revisiónde los resultadoscriticos acercade las facultadeslegisladorasdel entendimientoy la • razón, insistimosen no restarimportanciay significado a la salvacióndel objeto total de la • voluntadlibre en la Dialécticade la razónpráctica, puesseráprecisamenteéstala quenosseñale U la medidainteligible que deberespetare intentar alcanzarla libertad en su avancemundanal • como res facti. Los discursoscríticos acercade la apariencia(Schein) suponensiempre el U momento más idóneo para recordar que las distinciones transcendentalesentre intuición y U concepto,sensibilidady entendimiento,fenómenoy cosaen sí misma, representanjustamenteel U marcoontológicoquepermite quelas cosassalgana nuestroencuentro.La acciónque solicitae • implica la libertadprácticaconlíevaen buenaparte,lo hemosvisto, un recuerdode esaestructura • que objetivamenteno es nada, la cual permitía que conociéramoslos objetos. Pero la • realizabilidadde suobraprácticainvitaráavolver a internarsesigilosamenteenlas proflmdidades • del ánimohumanoparadescubrirla actividadlegisladorade unanuevafacultad,a raízde lo cual • el pensamientokantiano sentaráde nuevo las basesde lo que puede una revolución del • pensamientoy de lapertinenciamundanaldeunaobrapolítica comoesla terceraCrítica. e • 1144La libertaddeun serlábil: la libertadcomopostulado.Segundaaproximacióna la • fe moral como modo de orientarse en lo suprasensibla u Los postuladosde la razónprácticarepresentanuna suertede hitos de un ordende cosas aunporvenir, a cuyarealidadefectivanosconsideramosapeladosa contribuirpor la dignidadde la que nos hacemosacreedorescon nuestroobrar moral, por lo que no será de extrañarsi su discursosiempreseexpresaen tiempofuturo, si biensuineludibilidadparael sentidoy confianza (Vertrauen)quetomemosennuestrasaccioneslo convertirásiempreya en un futuro anterior.Por u Con respectoa la exposiciónde la naturalezacomo un sistemateleológicoremitimosaKM §§ 67 y 82; la cuestión delfin último (letzterZweck)de la naturalezase fijndamentay discuteen op. ciÉ § 83, vd especialmenteA 390-1/E U • 2 v~ op. ciÉ, §84. • Vienea colación la reflexióndeDasEndealler Dinge, VIII, p. 332, segúnla cual cuandoel progresode la cultura humana,del talento, de la habilidad y del gusto, avanzamás deprisaque el desarrollo de la moralidad, las u necesidadescrecenconmayorvelocidadque el mododesatisfacerlas.u U u 349 u e u U u U medio de ellos se ensayala síntesisde un objeto suprasensible,sostenidopor conceptostales comola libertad,la existenciadeDios y la inmortalidaddel alma,el cual no resultamerecedorde unaampliación(Erweiterung)o crecimiento(Zuwachs)del conocimiento—lo quesupondríauna caídaen el fatalismo o en una locuravisionariareligiosa—, sino que vehicularáuna apertura (Eróffnung) por la que seincorporaal pensamientocrítico una filosofia de la esperanza.Este era justamenteel mododepensarquepresentamosen la primerapartedel trabajocomo fundamento de orientaciónen el campode lo suprasensible,con el que el uso teóricode la razónintentaba encontrarzonasde anclajeenunespacioparael que susconceptoscarecíande aplicación.En el casode la libertadhabíaque esperarla llegadade la Ideacosmológicade un mundo inteligible y de nuestraexistenciaen él’. Setratade la únicaIdeade la razónquepodemosinteligir (einsehen) sin percibirla (wahrnehmen),en tanto que condición de la ley moral, de la que, en cambio, sí tenemosnoticiay que esobjeto de un conocimientoprácticoasertórico2.Graciasa ella las otras dos Ideas racionalesrecibirán realidad objetiva y autoridad (Befugnisf, pues su fecundidad (Fruchtbarkeit) será la que permita ir másallá (ñber hinaus), en el movimiento en el que se decidela posibilidad de la metafisica, de los limites de la experienciaposible4.La libertad se manifiesta(sich offenbaren)en el ánimohumanomediantela ]ey moral y en el mundomediante accionesreales—esunaresfacti—,proporcionandoasímateria(Stofj) parael conocimientodel fin final moral y de las condicionesde su realización (Ausfñhrbarkeit)5,es decir, de lo suprasensibleen nosotrosnos permite determinarlo suprasensiblesobre nosotros(Dios) y despuésde nosotros(inmortalidad del alma)6. Además de como libertad interior, es decir, conciencia de poder convertimos en autocracia, la libertad está destinada(bestimmt) a manifestarsenecesariamenteenla naturaleza,puesesprecisamenteenestemundoen el que debe hacerefectivamenterealel fin quele impone suley, realizandoel Bien supremo.La razónde que un conocimientode lo suprasensiblesea factible por un caminomoral, como conocimientodel conceptode libertad,resideen que en estecaso«lo suprasensiblequese halla ensufundamento expone(dartun)surealidadcomohecho(Tatsache)en acciones».En efecto,su estatutocomores factí lo debeprecisamenteal hechode ser el único conceptosuprasensibleque demuestrasu realidadsubjetivaen la naturaleza,porlo quetambiénseráel únicopertenecientea los scibilia, a diferenciade las otras dos Ideas de la razón,que constituyenel conjuntode cuestionesde la metafisica, pertenecientesa las res Jidei o credibilia. Pero la segundaCrítica trazará un acercamientodistinto del que conduzcaal respectode la libertad como resfacti, puessera partiendodel conceptopositivode la misma,a saber,de la libertadde unabuenavoluntad—una libertadquepuede(Ricoeur>—comoseatiendaal hechode que estállamadaa hacermundo,a constituirlo, en cuantoobra posible por libertad o reino de los fines, exigenciaque subrayala presuposiciónde una continuación(Fortsetzung)de nuestraexistenciasegúnla determinación racionalsuprema,desplegadaenel segundopostulado7. Vii KprV, A 239-240. 2 v~ op. ciÉ, A 188. Vi op. ciÉ, A 6; cfr. op. cii., A 124; vii Logik-J¿tsche, A 101; cfr. B. Camois,op. cii., p. 1 Ns.. Vii KrV, B XXI; vii KprV, A 185. Vá, KU, §91, A4611B467. 6 v~ Fortschr, XX, p. 295; vii KprV, A 189. Vii KprV, A 193:«[L]a antinomiade la razónpura [...] es, en realidad, el error más beneficioso en que hapodido jamás incurrir la razón humana,puesque nos empujafinalmentea buscar la clave para salir de este laberinto: y esa clave, una vezhallada, nos descubre, además, lo queno se buscaba,y sin embargo,se necesita,a saber:una perspectivaen un orden de cosas más elevado, inmutable, en que estamos ahora, y en quepodemosen adelante atenemos,según preceptos determinados, a continuar nuestra existencia, en conformidadcon la suprema determinaciónde la razón». La esencia de la fe prácticano remitirá a la institución por Dios de otro mundo, 350 u u U u U • La doctrinade los postuladosrespondea las cuentasque la Crítica debesaldarconsigo • misma,si es que pretendeasegurarsu coherenciainterna,así comosalvaguardarsuspromesas, • comoseobservaen la necesidadde que el edificio de la moralidadgaranticela alcanzabilidad • (Erreichbarkeit) del fin fmal que mandala ley moral’. El pasode la hipótesisal postuladose caracterizarápor la intervenciónde unamenesterosidad(Bediirfnis) fundadaen el deber,a saber, el de trabajarpara la realizacióndel sumo Bien incondicionado,puesno solamentequeremos • juzgar, sino que tenemosque juzgar2. En cuanto postuladola libertad pasaa constituir una creenciaracional (Vernunftglaube),adscribiblealas Glaubensachen—lo quereiterauna vezmás la independenciadel repartode tareasplanteadaspor la razóna cadauna de las facultades—,por lo que no podrápretendersumismarealidadindudableprobadaporla ley práctica,sino másbien unacautacertidumbremoral3. Pero, al mismotiempo, mantieneel sentido de una libertad de acción,a saber,apuntahaciaunalibertadque puedehacerde sí mismaunafacultad(Vermogen) en cuantofacultadde seguirconunaintencióninquebrantablelo mandadopor la ley moral —la capacidadlegisladoraque detentasu sentidopositivo—, al tiempo quees capazde decidir en u contra de la determinación de la voluntad mediante la ley moral, conviniéndoseen una U U u U sustraidoal tiempo y a las imperfeccionesdela naturalezasensible,sinoa un Dios quedejaqueseasu criaturala que • implanteprogresivamenteun ordenmásjustoenun mundotemporal.La fe en Diosnossostieneen la creenciaen la fertilidaddenuestroesfuerzosy enelprogresodel mundohacialo mejor; vii J. Havet,Kant elleproblémedii temps, 188. O ~>ViiKU, §91, A 457/B 463: «La creenciaesla confianza (Vertrauen)depoderalcanzar(erreichen)unpropósito U (Ahsicht), cuyo fomento (Befórdening)es deber (Pflicht), pero laposibiludadde cuya realización (Ausflihrung) noes u penetrable (nicht cinzusehen ist) para nosotros (consiguientemente tampoco la de las únicas condiciones pensables • para nosotras)». B. Rousset ha interpretado—enLa doctrine kantienne de l’objectivité, p. 546 y 549— el interésde la razón como«interés de la razónporsupropia racional¡dadñ y como«interés lógico». tina Bedñrfnisde la razón u queexpresala exigenciade detenninacióntotal y de no contradicciónconstitutivade su esencia,por lo que seráu logicae inmanente,conduciráa la afirmaciónde existenciastranscendentes,perono estaráanimadapor la exigencia • específicade una realidadtranscendente:no sebuscatanto un objeto como la coherenciaen el pensamientode las • condicionesdel objeto que la razón debeproducir; id B. Rousset,op. ciÉ, p. 546; cfr. una interpretaciónbien semejantede la indigenciay menesterosidaddela razónen A. Philonenlco,Introd a la trad. fl’ancesade WhDo?,pp. U 70-2. Según Rousset «[a] la “reducción teórico” de nuestras representaciones sucede lógicamente una “reducción • práctica”, según la cual las Ideas metafisicas no son sino los medios necesarios que permiten a una autonomía • consciente de sus limites pensar su éxito y de ah4 darse la fuerza para realizarse en tanto que autonomía que se • realiza objetivamente en el mundo», vii op. cil., pp. 552-3. 2 Vii WhDo?, VIII, p. 139. Vii KrV, A 829/B 857;cft. y. Delbos,op. ciÉ, p. 400; E Alquié, La moraledeKant, pp. 99-101; P. Ricocur, Le U conflit des interprétations,p. 409. J. Havet sostieneque los postuladosse introducenporel actopráctico, quemees • dado a su vez por una concienciainmediata,id op. ciÉ, p. 187: «Si lospostuladosde la razón práctica no pueden u ser probados por la razón teórica y menos ser utilizados por una extensión de su conocimiento,es que, lejos de • fundar el acto práctico, son dados en él y por él; si la unión de la virtud y de lafelicida4 si la existencia de Dios son el objeto de una fe práctica, es que reposan sobre mi propia determinación, que me es dada en una conciencia • inmediata, de alguna manera, cuando venzo las tendencias empíricas, quiero que Dios exista, quiero que una U felicidad proporcionada venga a recompensar mi virtud; pero nada puede asegurarme que todo aquello sea • verdadero en sí. Sería del todo ilegitimo tomar apoyo sobre estafe práctica para enunciar el mito transcendente de • un juicio y de una beatificación fuera de este mundo: lafilosofla no sabría uswpar el dominio de la religión». K-M. Roviello se refiere en op. ciÉ al postuladode la libertad como aquello que nospermite comprenderlo que en lo empíricotransciendelo empírico,puessin la presuposicióndeun principio que abragloriosamenteun nuevousode U la razón el imperativo categórico careceráde sentido; vd p. 113a.; cfr. Bulletin de la SociétéfranQaise de • Philosophie, sesión27-X-1904, citado en bibliogratia, dondey. Delbos afirma —p. 5—, que la libertad como • postulado expresa «lafe en la facultad que tenemos de producir aquí abajo la virtud, y de ahi de preparar el acontecimiento del sumo Bien », así como que merecería el nombre deautocracia. u • 351 u U u e u u incapacidad(Unvermógen)’.Porestareferenciaa la ambigúedadpresenteen el arbitrio (Willki2r), viene siendo habitual sostenerque la libertad postuladanos devuelveel respectode ésta en cuantoautocracia o capacidadde la voluntadde llevar a caboen la vida terrenal la moralidad, entendidacomoconjuntode accionesconcordanteconaquélla2.Por lo tanto,la libertadentendida como autocracianos remite a la tareamoral que competeal hombreen este mundo,ejercida durantesuvida terrestre,sin que parezcanecesarioaúnpensaren los medios por los que podrá realizarsesemejantetarea,sino másbiencontribuyendoa la aplicaciónde los principiosprácticos puros a un ente particular, como es el hombre,aplicación que pondrá de manifiestoque lo indestructiblee iinerradicabledel mal comoelecciónposibleparael arbitrio humanosolicita una doctrinade la virtud, no unadoctrinade las costumbresdirigida aseressantos.Por estavía cobra un aspectocadavez másnítido —no olvidemosqueel caminoquenosconduceaella no esotro que la fundamentacióndel idealismotranscendental—la ideade que la libertadno es un don, sino un trabajoatribuibleal hombre,éseserá precisamenteel sentidoapuntadopor las páginas finalesde la Dialécticade la razónpráctica y el mencionadotrabajoy propiedadde la moralidad en nosotroshabilitaráel espacioadecuadopara algo así como una doctrinade los postulados. Pues,dehecho,lapostulaciónnospermitepensaruna libertadmilitante (Delbos),afectadapor la lucha de la que resultael fruto de la virtud, mostrandoresistenciaa la otra decisiónsiempre posible, a saber, la que conducidaa pervertir el orden moral de los motores de la acción. Mediante esalucha nos convertiremosen maestrosde nosotrosmismos,al ser portadoresde tendenciascontrariasa la moralidadde la que somoscapaces—en cuantoseresracionalesnos encontramosbajo el mandatoque prescribe«si debes,puedes»—.Pero la imagende nosotros mismosqueelaboramosen virtud de nuestravida moral,tienesu origen no sólo en un hechode la razón—la presenciade la ley en nosotros—,sino,por lo que ataSea surealizaciónde hecho, en una creencia racional, puessin el apoyode éstano estaremossegurosde poderreunir las fuerzassuficientesparacumplir el deberen todacircunstancia,dudaque de prosperarprovocada quetodo el edificio de la moralidadsetambalearay derrumbara4.Podemosreconoceren el resto de postuladosuna auténtica determinaciónsemánticade una libertad segz~n la esperanza (Ricoeur), a la luz de la cual aquella doctrina parece una suerte de esquematismode lo suprasensible,en el interior, por encima y después de nosotros5. La postulaciónde la inmortalidad del alma, finalmente alejada, en virtud del trabajo critico realizado en los paralogismos,de cualquiertesis sustancialistao dualistaá la Mendelssohn,parecedesarrollaren estesentidolas implicacionestemporalesde la libertad, en tanto que Idea racional presentey Vii MS, Introd., IV, p. 227; cfr. KprV, A 238: «[El postuladode la libertad]consideradapositivamente(como la causalidad de un ser en cuanto pertenece al mundo inteligible) [.. .1 se deriva [...] de la necesaria presuposición de la independencia del mundo sensible y de la facultad de la determinación de su volunta4 según la ley de un mundo inteligible, es decir, de la libertad»; cfr. el ensayo de N. Fiseher, Derformale Grund der bosen Tat, pp. 35-44, que incluimosen bibiliografia. ‘La libertadcomoautocracianosremitea unospasajesdecisivosdeMS, Tugendí..Introd , II. p 383;Fortschr, XX, 295 y Verkñndigung, VIII, p. 418. Vii KprV, A 151. No nosresistimosa apuntarla interesanterelaciónquevincula al pensamientonietzscheanode la transvaloración con el Criticismo kantiano, vía de investigaciónqueha ocupadoa estudiososcomo J. Simon, X’. Gerhardt,F. Kaulbach y O. Reboul —vii 1. Simon (cd.), ATietzsche und die philosophische Tradition, Kóningshausen& Neumann, Wúrzburg, 1985; J. Simon, La verdad como libertad; F. Kaulbach, Nietzsches Idee einer Erperimentalphilosophie, BOhlau, KÓln/Wien, 1980 y Kant und Nietzsche im Zeichen der kopernikanischen Wendung: Km Beitrag mm Problem der Modernitat, O Rebaul, N,etzsche, critique de Kant, los cuatro últimos citadosennuestrabibliografía—. Vii Reí.,p. 81,nota. 352 U U U U U • activaennosotros,la cualexigeparala realizaciónde suobratotal un progresohaciael infinito, • que, lejosde darse,esperaremos(hoifen)encontrar’.Estanovedosadimensióntemporalesperada • (gehofft), introducida en el discurso práctico en virtud de una menesterosidad(Bedí¿rfnis) • puramenteracional,recuerda—peseaciertasdificultadesqueimpidenque las identifiquemosdel todo— a la duratio noumenon,la cual escapaa la determinaciónen una síntesisspeciosa,así • comosedistinguede la imagendel tiempocomounalíneaprolongadahaciael infinito, pues,por el contrario,con ella ocurrecomocon el peculiarsentimientodel respetohacia la ley, a saber, • quenospermiteadvertir lagrandezainigualabley sublimede algototalmenteotro quela vida entendidacomo el campode juego de proyectospragmáticos—,en el caso de esa “duración nouménica”de «una magnitudno comparablecon el tiempo, de la queno podemosformarnos conceptoalguno (fuera del meramentenegativo)»2. El tiempo, comoforma de la intuición, teje en colaboraciónconnuestrosconceptosla difícil tramade la nada—esosonlas formaspurasde la intuición cuandosepretendeconcebirlascomoobjetos,a saber,entia imaginaria o figuras de la nada—,quepenniteque los fenómenossalgananuestroencuentro,pero ahorala esperanzaen U la que se basala realizaciónde la obra de la libertadexige que esaestructurade la nadase U conviertaen un índice de inteligibilidad de lo suprasensible,al solicitar la razón práctica la U producciónpor partede la razónhumanade objetostotalesy límites extremos,entrelos que se encuentraunaduracióninfinita, puestoque «la razón [...] dice que la duracióndel mundotiene • un valor en tantoquelos seresracionalesseconformanalfin final desuexistencia;pero si éste • no seha de alcanzar, la creación lesparecesinfinalidad»3, en cuantoproductosque la razón • legisladorapone a nuestroalcancepara que los relacionemosdebidamentecon los principios U morales. • Una de las condicionesde realizabilidaddel sumo Bien exigido por la libertad será,en • efecto, la fe racionalen un progresoinfinito (unendlicherProgressus)que nospermiteal menos U el pensamientode unaadecuaciónfinal de nuestravoluntady suobjetototal a la ley moral, lo que • presupone,al mismo tiempo—setrata de un problemaque solamentepuedeserresueltoen la U eternidad(Ewigkeit)—,unaexistenciay personalidadduradera(fortdauend)en lo infinito (ms • Unendliche),comouna proposiciónteórica inseparablementeunidaa una ley práctica,y sóloen • estaconexiónválida incondicionadamentea priori. Ni podemos,pues,avanzarhaciael estadode • santidad (J-Ieiligkeit), en cuanto ideal de una voluntad plenamentecoincidente con la ley, • unicamentepor mediosnaturales,ni estamosautorizadospara rebajar el estatutoracional de • santidadde la ley, puesamboscaminosprivarian de valor al trabajoracionalqueinvertimosen la • conversión(Ánderung)de nuestromundoen un mundomásracionaly concordantecon un reino • de los fines, esdecir, al esfuerzoincesante(unauJhórlichesStreben)haciala observanciapuntual U _____________ U ‘ P. Ricocur—en Le conflit desinterprétations,p. 411— interpretaestepostuladocomoel desplieguedel aspecto • temporal-existencialdel postuladode la libertad, dimensión de esperanzade la libertad misma. Remitimos • igualmente al excelente trabajo de Ch. Bouton, Que m est-il pennis desperer: le probléme de lafinitude dii temps chezKant etHeidegger,queincluimos enbibliografía, dondeseanalizajustamentela semejanzade decisionesenel U tratamiento kantianodel postuladodela inmortalidaddel almay el heideggerianoser-para-la-muerte. U 2 Vii Ende aller Dinge, VIII, p. 327. Además de la esperanzade que con el tiempo nuestravoluntad concuerde • plenamentecon la ley, la razónhumanatendráquesuponer—por muy terrible y aniquilantequele parezca,al ser • sólo conscientede su existenciaen el tiempo,puesparapoderpensarsea sí mismo se ve obligadoa reflexionar,lo cual sólo aconteceen el tiempo— la llegadade un final de todas las cosas(Endealler Dinge), queconlíevaun U cambiode su estado,tanto físico comomoral; vd. op. ciÉ, pp. 3345;cfr. la terribilidad de estapérdidade todaslas • coordenadasde orientaciónsensiblesrecuerdaenmucho,al menosen el estilo estéticodela descripción,al ejemplo U de terror noble que puedeproducirunacompletasoledad,de la manodealgunosfragmentosdel sueñode Carazan, • vii Beobachtungen, A 6, nota. ~Vii op. ciÉ, p. 331; cfr. op. ch., pp. 332-3. U U 353 U U U e U U y completa(pi¿nktliche unddurchgdngigeBefolgung)del mandatode la razónpráctica’. Lo que desdela duratio noumenon,en cuanto supresión(Aujhebung)de todas las determinaciones temporales,aparececomoel todo de esaadecuacióny comointuición intelectualde la existencia de los seresracionalesbajoel aspectode la santidad,la razónsólo serácapazde representárselo como la infinidad de su duración(UnendlichkeitseinerFortdauer)2. Si bien el valor probatorio de estepostuladoesdébil, sin dudaalguna—encomparacióncon las pruebasdeductivasaquee! método crítico nos tiene acostumbrados—,su fortalezaresidirá en su valor práctico, ya que albergala condiciónen sentidoprotensivedel ejercicio de una libertadlaboriosay militante, que no essino la inmortalidaddel almaencuantogarantíadel progresoperpetuohaciauna santidad indisociablede la ley moral. Comodeciamosun pocomásarriba,porprimeravez la inmortalidad del alma (Unsterblichkeit der Seele) no se funda en consideracionesconcernientesa la simplicidadde aquéllao a la inmutabilidaddel Dios creador,sino en los motivos del desarrollo de lavida moraly susexigencias3.Porestarazóncreemosqueno esdesacertadala consideración del postuladode la inmortalidadcomoun epilogo de la virtud —presupuesto,por lo tanto, en la doctrinade estaúltima—, en cuantopunto máselevadode la moralidadque puedealcanzaruna razónfinita, quenosconducea ahondarenel tiempoy ainiciar unareflexiónmásprofundaen la temporalidadde nuestradestinación (Bestimmung),cuestión kantiana que nos parecepoco trabajaday comentadahasta el presente.1. Havet nos ha enseñadoa repararen la estrecha relaciónlatenteentrela temporalidadimplicadaen el postuladode la inmortalidaddel almay el fenómenode la conversión,por el que el individuo es capazen todo momentode superarel estadode maldadal que le conducensuspeccataderivativay de hacerde si mismo un hombre nuevo.Es el tiempode la razónprácticay de la vida moral el queestáen juego en estasescasas páginasde la segundaCrítica, que, lejos de constituiruna síntesishomogéneadeduraciones,se verá interrumpido y sorprendidoen múltiples instantes,en los que el hombredecidedejarse arrastrarporsu inherentefragilidad o labilidad, o bien respondera la apelaciónracionalque le recuerdasupertenenciaa un reino de los fines, en lo que se observael desarrollode unavida, esencialmentemoral, acontecidasobreel fondode la creenciaracionalen una duracióninfinita, de la quenuncavislumbraremosel final. La última de las proposicionesteóricasempleadascon un propósito práctico,a saber,el sostenimientodel trabajo práctico en el mundo, se referirá a la existenciade Dios (Dasein ‘Vd KprV, A 221. 2 P. Ricoeur—enFinitude etculpabilité, 1. L ‘hommefaillible, p. 455— denomina, en este sentido,a la libertad un «arte de la duración». Vd. H. Birault, op. ciÉ, pp. 158-9; cfr. J. Havet, op. ciÉ, pp. 191-2: «¿Lo quepermanecede este argumento[del postuladodela inmortalidaddel alma] esla intuiciónprofundade la temporalidadde nuestra destinación. El hecho de que sea finita o infinita en el tiempo, poco importa. Lo que nos parece esencial es que en cada uno de sus instantes se dé esta exigencia de una superación de si mismo, de una marcha hacia un ideal; que cada paso hacia delante seauna razón nuevapara tener confianza en nuestra capacidad de enmienda; que lafinitud de nuestro ser se exprese,no en un ciertogrado de perfección o de imperfección —dado de una vez por todas—, sino en lafacultad de reconocernuestrafragilidad, al referirla a un ideal de santidad, y de superarla de esemodo en un progreso». P. Ricoeurha defendidola tesissegúnla cual la presentacióndela regeneraciónen Rel. volveria a tematizar,como su contenidomismo, la libertadsegúnla esperanza; de modoque la auto-negaciónde la libertad en la adopción de máximasmalasconstituiriaun 4raudeenla obra de la totalización»; vd. Le conflul des Interprétations, pp. 413-5, desdeestalecturamal y esperanzase opondráncomo las magnitudesnegativas—Ricoeurenlazade estamanerala posibilidad del mal y la esperanzacon el estadolábil que caracterizaal hombre;vi L ‘hommefaillible, pp. 149- 162—. Si bien nosotrosenmarcaremosmásbien la cuestióndel maldesdela perspectivade la elección del arbitrio —como se verá en el próximo capitulo—, no desdela exigenciaracional de totalidad provenientedel principio insondableque impele y conmocionaa nuestrarazón,estetrabajo debemuchoa la mencionadaobservacióndel pensadorfrancés. 354 U U U e U • Gotíes), que en la Crítica de la razón práctica seráun Dios de santidad,de justicia y de • recompensa,y, en estesentido,másmoral y divino que el Dios de los filósofos de la primera • Crítica. Puestoqueaquínoshallamosde nuevoenla sedede un discursoredactadoen la clave de • la creenciapráctica,mientrasque la existenciade la ley eraapodíctica,comohechode la razón, la del Dios moral será, en coherenciacon el espaciode certidumbreque ocupa,asertórica y subsidiariade la primera.De estemodo, descubriremosa la divinidad como objeto de una fe racional,por lo tanto de carácterestrictamentepersonal1e interior, que descansaen intenciones morales(moralischeGesinnungen),prestandoayudaconsuelevadocaráctera la incapacidadde nuestrasfuerzasparaproducirlo quela moralidadno puededejardeexigir,a saber,unavida feliz en proporcióna la renunciay sacrificio, personificadosen la virtud, a unavida simplementefeliz —dondela felicidad seaconcebidacomola recolecciónde lo que la experienciaproporcionaen U forma desperdigaday no de lo que nosotrosmismos,medianteel trabajomoral, noshacemos dignosde merecer—.Esacreenciano representaun estadioinferior delconocimiento,sinoque se edificasobreun no-sabercierto, queva másallá del saber,pero no lo contradice—la fe racional U kantianano esparadójica2—,esdecir, no seenfrenta,sino queesenteramenteconsecuente,con U las condicionesde herenciasocráticade la severadistinciónentresabere ignorancia.La inclusión U de la existenciade Dios comounamásde las condicionesdel sumoBien respondedirectamentea «unasimplerelación moral en mí» y semanifiestacomo el efectode unapersonalizaciónde la • ley moral, luego de la libertad —objeto de una fe racional asertórico-subjetiva,carentede • aproximaciónintuitiva—, quenosobligaclaramentea modificar la perspectivarelacionalde esta U última que inaugurabauna conocidanotadel §53 de los Prolegómenos,puesahorasetrata de U asegurarel carácterinteligible de la obra que la libertad puedetraeral mundo, paralo que U resultaráextremadamenteútil considerarlos mandatosdel debercomo si setratarade mandatos U divinos. U Una vez calibradoy establecidoel estatutode creenciaracionalpara la vida moral del U ultimo de los postulados,podemosafirmar que éstese encuentraen el origende una sintesisque U no se encuentraen nuestropoder—«esla causaadecuadaa esteefectoque seman¼estaa • nuestravoluntadcomosu objeto entero, a saber, el sumoBien »—, comorazóno fundamento • (Grund) de la interrelación(Zusammenhang)de los componentesde eseobjeto total3.La filosofia • moral engendra,de estamanera,necesariamentela filosofia de la religión, al advertir que el • conceptofundamentadorde la cuestión¿quédebohacer?, a saber,la libertad en tantoque ratio • essendide la ley moral, solicita, desdeella misma, la fundamentaciónde un derechoa la U esperanza,que garanticeel sentidodel trabajopráctico de un ser racional finito en el mundo, • sentido que quedarecogido en el problema de la razón que se enunciacomo ¿qué me es U permitidoesperar?,significativamenteteóricoy prácticoala vez: U «La ley moral mandaque hagapara mi del sumo Bien posibleen un mundo el objeto último de todocomportamiento.Pifo yo no puedo esperarrealizar esto, más que mediantela U coincidenciade mi voluntad con la de un creadordel mundo santoy bueno Ii..]. De ahí, que la • moral seatambién, no propiamentela doctrina de cómo nos hacemosfelices, sino de cómo • debemoshacemosd4gnosde la felicidad. Sólo entonces,cuandola religión sobreviene,sepresenta U U _____________ • ‘ Vii KrV, A 829/B 857; cfr. el trabajode R. RodríguezAramayo,Postulado/Hipótesis.Lasdosfacetas del Dios U kantiano, y A. Cortina, Die Auflósung des religiósen Gottesbegrfffs im Opus Postumum Kants, ambos citados en • nuestrabibliografla. 2 v~ H. Birault, op. cii., pp. 160-1. U Vii KprV, A 229,nota. U U 355 U U U e U U tambiénlaesperanzade serun dia partícipesde la felicidad, enla medidaenquehemostratadode no serindignosdeella»’. La ley práctica no contiene ningún fundamento (Grund) que permita determinarla conexiónsintéticaentremoralidady felicidadquele correspondecomoobjeto adecuado,puessi bien setratade la vozde la razónde un serlibre,éstees,al mismotiempo, finito. A pesarde que la analíticatranscendentalde la razónprácticasehayaexpresadoen los términosde unamoral de la frnitud, el sercapazde hacersea sí mismo virtuosono reúne las condicionessuficientespara procurarsela felicidad que coincida con la purezade sus principios prácticos, lo que hace necesariala postulaciónde una causade la enteranaturaleza,distinta de ésta, que ejerzade fundamentode esaconexión,es decir, de la coincidenciaexacta(genaueUbereinstimmung)de felicidad y moralidadpor entendimiento(Verstand)y voluntad (Wille). Deberemosremitir esta necesariaampliación (Erweiterung) de una proposición teórica a la auténtica delimitación (Begrenzung)de un conceptocomoel deber,con lo quecobraráun sentidoenteramentepráctico, puesla existenciadeeseCreadordel mundosehallaráenlazada(verbunden)con la concienciade lo que debemos(wllen) y, así, en lugar de una pretendidaextensión(Ausdehnung)de nuestros conocimientos,encontraremosuna fe que manade una fuente puramenteracional2. Sin este recursoa la fe práctica,la razónhumanaquedariadesprovistade cualquiermediode orientación en lo suprasensible,apartir de dondeseexplica—a entenderde Kant— el fracasode las escuelas griegasen la solución del sumo Bien, al anclarsus discursosúnicamenteen los mediosque la naturalezahapuestoa disposicióndel hombre. Si bien los estoicosacertaránen el método de fijación (Festsetzung)del principio de la moral comodeterminaciónde la voluntadpor la mera razón,creyeronquese tratabade la condicióncompleta(ganzeBedingung)de la posibilidadde suobjeto, descuidandoy abandonando(weglassen)el segundoelementoconstituyentedel sumo Bien, asaber,la felicidad,que quedabaabsorvidaen la concienciade un modo de pensarmoral (sittliche Denkungsart).La fe o creenciacríticaresultará,pues,del afán(Sucht)de mostrarsetodo lo consecuenteque seaposiblecon las exigenciaspropiasde nuestranaturalezafinita —«seestá obligadoa admitir algo cuyoconceptono se tienedepor 4 parapoderseformar un conceptode laposibilidadde aquelloquese tienea la vista>0—, sin atribuimosdotes dignasde un Dios, de dondepartela críticakantianadirigida a los compiladoresde manualesmetafisicosde la virtud, los cualesjuegana serHérculesarmadoscon ridículos arsenalesde armasespeculativas4.La insatisfaccióncon las solucionesclásicasdel problema contrasta,sin embargo,con el elogio dirigido a la doctrina del cristianismo, en cuantose concluyeque éstaaseguray cimenta la Vii. KprV, A 2334: «Das moralische Gesetz gebietet, das hóchste mogliche Gut in einer Welt mir zum letzten Gegenstande alíes Verhalten ni machen. Dieses aber kann ich nichí ni bewirken hoflen, als nur durch die /bereinstimmung meines Willens mit dem emes heiligen und glitigen Welturhebers [.1 Daher ist auch die Moral nicht eigentlich die Lehre, wie wir uns gliicklich machen, sondern wir wir der Gltickseligkeit wúrdig werden sollen. Nur denn, wenn die Religion dazu kommt, trllt auch die Hoffzung ein, der Glñckseligkeit dereinst in dem Mafle teilhaftig zu wenden, als wir darauf bedachí gewesen, ibrer nicht unwñrdig ni sein». Cfr. las pregnantes observacionesde Unamunoacercade la fe comounasuertede ratio essendi dela esperanza,y de la esperanzacomo una suene de ratio cognoscendi de la fe, en Del sentimiento trágico..., cap. 9, p. 190-1: «ysi es lafe la sustancia de la esperanza, ésta es a su vez la forma de la fe. La fe antes de darnos esperanza es una fe informe, vaga, caótica, potencial, no es sino la posibilidad de creer, anhelo de creer Mas hay que creer en algo, y se cree en lo que se espera, se cree en la esperanza. Se recuerda el pasado, se conoce el presente, sólo se cree en lo porvenir Creer lo ~e no vimos es creer lo que veremos. Lafe es, pues, lo repito fe en la esperanza; creemos lo que esperamos». Vii KprV, A 226-7; cfr. apartado1.5 deestemismotrabajo. Vii op. cit., A 249-250. Vii MS, Tugendl. Pról., p. 376. 356 a U U U U • promesadeldon’, esdecir,de queaquelloque la naturalezahumanano puedeproporcionarsepor • 51 sola, mediantesuobrarmoral, le vendrádadoporotras fuentes.Lavirtud, en cuantointención U conformea ley por respetoa la ley (gesetzmúfiigeGesinnungaus Achtungfñrs Gesetz)es U consciente,por su estadode constante lucha, de que le perteneceuna propensión (Hang) merradicablehacia la transgresión(Ubertretung)del mandatode la ley práctica,al menosuna tendenciaa la impureza(Unlautbarkeit),debidaa la mezclaen el ánimodemuchosfundamentos de determinaciónauténticos,concienciaque nosdescubreunaestimaciónde sí (Selbstschatzung) unida a la humildad (Demut), es decir, un carácterlábil, que nos viene dado por la misma libertad. Comenzamospresentandoel respectode la libertad que exponíala postulaciónde la libertadcomoel de una libertad positiva, en caminohacia su determinacióncomo autocracia, U paralo que solicitabaayudas,externasa sus propiasfuerzasfacultativas,que no a surazón capazde creer(glauben)y, así, de procurarsenuevascoordenadasde sentidoparasus objetos U máselevados—.Sin embargo,el mismodesarrollodel texto kantianonosdapermisoparaseñalar quela doctrinade los postuladosse elaboraen tomoa unafalla esenciala la naturalezahumana, U por la que, en lugar de santidad(J-Ieiligkeit), sólo podremosesperar(hoifen; erwarten) un U progresoal infinito (Fortschritt ms Unendlichefhacia ésta, pues el hombre se encuentra U escindido(entzweiet)entre su sery la ley de su ser,que es incapazde integrarplenamenteen sí mismomásque en en el proyectode unatrayectoriainfinita. Veníamosa pararaquí, porquees • precisamenteel cristianismoel que,en el argumentokantiano,subsanay cubre la mencionada • falla mediantela representacióndel mundocomoun reinode Dios,dondetodaslas voluntadesse U consagren(sich weihen)finalmentea la ley moral3.De estemodosecompletala falta (Mangel) U que sufrela autonomíade lavoluntadcon respectoal objetototal posiblepor la libertad, sin que U llegueenningúnmomentoel discursocritico a abandonarsea la teología—lo quesupondríauna U cesión decisivaa la heteronomía—,así como resistiendoa la eutanasiade la moral a que U equivaldríala adopcióndel eudemonismoo doctrina de la felicidad. Resultaráalgo curiosoy U digno de atenciónel hechode que la manifestaciónde esta carenciapropia de la voluntad U supongael tránsitode la moral a la religión, quenos remite al Prólogo de la Religióndentrode U los límites de la mera razón, en cuanto auténtico fundamentode un discursoacercade la • esperanza,gracias al cual podrá denominarsea la doctrina moral también doctrina de la • felicidad4. La fe vienea afirmar, comoheraldode la religión, que la autonomíade la voluntad • tiene que poderestarde acuerdo(einstimmenktnnen)con aquelloa lo que el sujetode la ley U moral debesometerse(sich unterwerfensolí). La doctrinade los postuladosno recoge,así, las • conclusionesde nuestrapenetración(Einsicht) en el campopráctico, sino sólo autorizaciones • (Befugnisse),quesenosconceden(nachsehen)y querequierenunarecomendación(Empfehlung) 5 • provenientede otra parte,paraquehagamosun bueny útil usode ellas. En este sentido, seria de interés confrontar el discurso del hombre honrado (der • Rechtschaffene), traído a colación por Kant en sus argumentacionesacercade la validez • subjetivaprácticade los postulados,con el anhelode inmortalidadpresenteen la obra de M. de • Unamuno,desdeelmomentoen que en ambosseadviertela emergenciadel deseoo querencia U 1 Vii Ricocur,Le conflit des interprétations, p. 411: «[La existenciadeDios] manifiestala libertad existencial como equivalentefilosofico del don». 2Vd.KprV,A231. • Vd. KrV, A 812/B 840; vii la defensadela unidadsistemáticade los fines en un mundode inteligenciasen op. cii., U A815/B843. • 4VdR~rV,A232yA235. Vii op. cit.,A251. U U 357 U U U U U U de queexista un Dios, personale intransferible,que sostengala falta —quesignificativamentese reconocey no seignora—inherentea la capacidadnaturalhumanaen la consecucióndel sumo Bien. El hombrehonradokantianotiene noticia (Kundehaben),por la presenciaenél de la ley moral, dc la necesidadde que eseobjeto supremocuentecon realidadobjetiva,a la que se sabe sometido,de modo que querrá (will) que su existenciaen un mundo fenoménico,ademásde encontrarseintegradaen un mecanismonatural,formepartede un mundoracionalpuro,esdecir, desearáquesu duraciónseainfinita, puesconocela medidade sus fuerzasfisicas y no le está pennitido (nicht dñrfen) descuidar(nachlassen)su interésen la moralidad1.El individuo que descubría,en la aplicación (Anwendung)del esbozo(Schattenr¿/3)de soluciónpropuestopor la razón para el tercer conflicto antinómico, que él mismo elaborabadiscursosconstituidos y estructuradosentomo al Sollen2, conoceráapartir deahi el derechoy, al mismotiempo,el deber que le constriñe (néithigt) a presuponer(voraussetzen)esasproposicionesteóricas llamadas postulados,que lejos de ser presuntuosasconstruccionesde una encumbradaignorancia,hacen público su carácterlegítimo, subsidiariocon respectoa la libertad de la autonomía.No en vano pertenecenal ámbito de unanecesidady menesterosidadracional,en el que son posiblestantoel conocimientocomosunegación,y donde,si bien la razónhumanano estaráen condicionesde contestarde un modoapodícticoa esascuestiones,tampocoestarápennitidooponerles(entgegen stellen)desdela atalayade un presuntoconocimientoabsolutoy omniabarcanteotras aparentes (scheinbar).La posibilidadde unaconexiónsubordinantede felicidady virtud pertenecerá,pues, a un ordensuprasensiblede cosas,queno podemosconocerpor leyesde la experiencia,a pesar Es sorprendentecómo el discursokantianoacercadelos postuladosdela razón, en tanto quediscursoacercade la labilidaddela libertadhumana,llegaa concordarconla fertilidad delsentimientotrágico unamuniano,que, en lineas muy generales,consideraal dolor sustanciade la vida —«quienno sufre, no vive, es un “lógico y congelado’ ens realissimumo primum movens,quecomola categoriano sufre ni vivecomopersona»—y raiz de la personalidad, actuandocomoprincipio explicativodela conciencia,queno seresignaa serun fenómenoobjetivomás del universo ni a la soledad,y en su tendenciaa la personalizacióny animacióndetodo el universodescubrefinalmentea Dios. Como en el origen de los postuladosla existenciade Dios es para Unamunoresultadode la búsquedade una finalidad, de un por qué que dé sentidoal Universo. Sin concienciano habria creenciaen un Dios personaly consciente,quea su vez secrearádecontinuo ennosotros—somossualimento,la basedesu voluntad——;vii Cómo se hace una novela, p. 203: «luchando, civilmente, ahondando en mí mismo como problema, cuestión para mí, transcenderá de mi mismo y hacia adentro, concentrándome para irradiarme, y llegará al Dios actual, al de la historia»; cfr. Del sentimientotrágicode la vida, cap. 8, p. 178 y cap. 9, p. 184. Sin dudaque la Dialéctica de la razón práctica kantiana nos parece,conmás razónque la doctrinade la virtud, el lugar en el que la libertad de la voluntadhumanamanifiestacon mayorrigor y sinceridadla oquedadde sus faltas, asi como la fUnción motriz que esaausenciaejerceen la determinaciónde las proposicionesteóricasque pudieransubsanarías.A pesarde las evidentesdiferencias,nosinteresaresaltaren el pensamientode Unamunoel rechazofrontal del aniquilamientodel yo enDios, lo queconstituiríauntedio prolongadoal infinito —laduratio noumenon—,queprivaria delplacerde la consc¡enc,a, consistente en su propio acrecentamiento,al adquirir nuevos conocimientos, en el constante descubrimientode la verdad, es decir, nos interesa subrayarsu oposicióna que la concienciadejede sentirseen algún momentoactiva—recordemosqueplacer paraKant era la representaciónde la coincidenciadel objeto o accióncon las condicionessubjetivasde la vida, como causalidadde unarepresentaciónen consideraciónde la realidadde su objeto—.Estadefinición devida nospareceatribuible,sin demasiadasdificultades,a ambosautores: así, el placer es la coincidenciade nuestrasaccioneso de cienosobjetoscon el trabajo anhelantede nuestra conciencia,creemosqueadmitidaUnamuno,perotambiénnosparecequeparaKant la acciónde postularmuestra unaplacenteraconcordanciacon nuestranaturalezade seresracionalesdotadosde voluntad. Así, habríaquedejar unapuertaabiertaa la investigación—a la queprecisamenteapuntaE Ricoeur en su texto ya citadoLa libertad segúnla esperanza— acerca del lugar que la libertadcedea la doctrinade los postuladosen la determinacióndel sumoBien, asícomo acercade la relaciónentreesegestodenuestrarazón,realizadoen arasdel primadode la razón práctica, y una reververaciónsentimental del mismo, que bien podría constituir el sentirnos efectivamenteuna voluntadcapazdemodificarun estadofenoménicode cosas. 2 Vii KrV, A 546/B575-A 547/B 576. 358 U U U U U • de la efectividad(Bewirksamkeit)y consecuenciasprácticasqueestádestinadaa generaren el mundosensible.Por esarazón tendremosque exponerlos fundamentosde esaposible sintesis, • en primerlugar, por lo queconciernea lo que sehalla en nuestropoder,y en segundolugarcon • respectoa lo «que la razón nosofrececomocomplemento(Ergánzung)de nuestra incapac¡dad • (Unvermógen)para explicarla posibilidaddelsumoBien, queno estaen nuestropoder» • Apreciamos,de estemodo, un llamativocontrasteentreel caráctertranscendente-racional de las proposicionesdefendidasen los postulados—que superantodas las fuerzasde nuestras e facultadescognoscitivas—,así comoel propósitoprácticocon el que son introducidas,por un U lado, y la cimentaciónde una libertad encarnada,que puededenominarsecon total justicia U humana,una vez superadoel momentocorrespondientea la descripcióny exposición de la U libertadcomo razón de serde la autonomíade la voluntad,por el otro. Lejos de franquearun U tranquilodescansoparala voluntad,suministraránlas condicionestranscendentesque impulsany U posibilitan, comolimite alcanzableal infinito, la conversiónprogresivade la naturalezaen un U reinode los fines2. A partir de aquí la cuestióndecisivaestribaráen si no habrámás bien que U volver, con el propósitode surevisióncritica, a las condicionesde posibilidaddel conocimiento establecidasen la Analítica transcendentalde la primeraCrítica, conel fin de averiguarsi acaso no sehubierapasadopor alto entoncesun novedosoprincipio a priori, correspondientea una • facultadsuperiorposeedorade una autonomíatambiéndescuidada,quenos permitiera adoptar U una nuevaperspectivade la naturaleza,especificadaen sus leyesempíricas—lo que supondría U una concretizaciónde su legalidad, pues la finalidad es la legalidad de lo contingente U (ZweckmúfligkeitdesZufálligen)—, así comouna primeraaproximaciónreflexiva a algunosde • susproductos,a saber,los organismos,auténticosfinesnaturales(Naturzweck)—queno fines de U la naturaleza(Zweckeder Natur)—. Tomandoeste estudio,dotado de una nueva carga de U profundidad,acercade la naturalezatranscendentalde nuestroconocer—queviene a concluir • que la doctrina de la idealidad de los objetosde los sentidosen cuanto fenómenosdebe ser • complementadapor un idealismo de la finalidad de la naturalezay del arte— como fuerza • impulsora,quizáspuedaabrirseuna nuevavía hacia la únicateologíaquepuedetenercabidaen • un pensamientocrítico, habilitadaporunanuevarelaciónde nuestrarazóny nuestrafacultadde e juzgarconla realidadpersonificadaen la divinidad. Por otro lado,si la doctrinade los postulados • daba respuesta,suficienteal menosen clave subjetiva, a una libertad que evidenciabalas • carenciaspropiasde su manifestaciónencarnada,no seráotra aquéllade la que seocuparáuna • obracomola Crítica delJuicio, en la quela libertaddelpensarhacia laqueseñalala libertaddel • juegomantenidoentrelas facultadesde conocimiento,y la libertadsublime,que representauna • quiebra (Abbruch) radical de las condiciones de constitución de toda síntesis speciosa, constituirán los respectos(Absichten) de aquélla que nos aproximen a la cuestión de la realizabilidadde hechodel fin final de la libertad en un mundode fenómenos,por lo tanto, a la • compleja,pero innegable,dimensiónhistórica de la libertad.La libertad como postuladopone, así, antenuestrosojos el carácterlábil de lanaturalezahumana,peroalmismotiempodesencubre la perspectivamagníficaque sumiistrala fe racional,al desplegarla posibilidadinherentea la voluntad de hacerdel mundo un reino de los fines, poniendode manifiesto—como señalará Ricoeur—queel individuo albergaunaconstituciónmixta deafirmaciónoriginariay de negación transcendental,que no essino expresiónde la falla que le convierteen mediadorde la realidad U U • ‘Vd4rV,A2iS. 2 Diremos con M. de Unamuno que setrata de «unanormade la acción» y de < un faro de altas hazañas», vd. Del sentimiento trágico, cap. II, p. 257. U • 359 U U U e U U externaa él’, en unaoperaciónella misma frágil. Por ello no esbaladíqueestapartede la Crítica de la razónpráctica nosposicioneen el lugar apropiadoparaadentramosen la libertad del y para el mal, que asi paradójicamente—supondrála pruebade fuego queratifiqueaquellode lo quelos conceptosyanoshabíanconvencido,a saber,que la libertadcuentacon efectosreales en el mundo. ¡ Vd. Ricoeur,L ‘hommefaillible, pp. 156-7; remitimosen estepuntoal trabajode J. M. NavarroCordón,Existencia y libertad: sobre la matriz ontológica delpensamiento de Paul Rícoeur, citado en nuestra bibliografia, especialmente a la lecturadel apanadocuartodel mismo—Existenciay libertad—; cfr. P. Ricoeur,Le conflit desinterprétations.p. ¡69, obraen la que,entreotrascosas,el pensadorfrancésmanifiestasu deudacon J. Nabertpor lo que conciernea la comprensiónde la relación entreel deseode ser y los signosen los que éstese expresa:«[N]o hayproblema de sentido si los signos no son el medio, le milieu. le médium, gracias al cual un existente humano busca situarse, proyectarse, comprenderse, por otra parte, en sentido inverso: no hay aprehensión directa de si por st ni apercepcióninterior, apropiación de mi deseo de existirpor la víacorta de la conciencia, sino solamente por la vía larga de la interpretaciónde los signos. En breve, mi hipótesisde trabajo filosófico es la reflexión concreta, es decir, el Cogito mediatizado por todoel universo de signos». Esta matriz ontológica-existencialdel lenguaje, en el que el hombreencuentrasu sentido—vd. NavarroCordón,op. cit, p. 173— planteaun proyectodetrabajoque nos trasladaa una obra como Si mismocomo otro —proyecto de reflexión renovadaacercadel Cogito cartesiano, mediatizadopor el universode los signos—,el cual no nosparecedemasiadolejano de la función desempeñadapor los postuladoscon respecto a la pervivencia y sostenimientode la concienciamoral individual, que —como esperamoshaberjustificado—, en cuanto discursoracional acercadel derechoa la creenciay a la esperanza,nos proporcionala medidade la falla estructuralen la queconsistimos,en la quela libertad, que «como«modode ser» de un existente : es un nivel estrictamente ontológico, «la cuestión sobre el ser de la libertad»» —NavarroCordón, vd. op. cit., p. 175—. Esta reflexión ontológicasobre la libertad se muestracomo fUndante con respectoa la consideraciónpsicológico-antropológicade la misma, igualmentecon respectoa la libertadcomo realizaciónen una tareamoral y política, en un plexo histórico determinado,e inclusocon respectoa la libertad segúnla esperanzaen la quenoshemosdetenidoa lo largodeesteúltimo apartado. 3 6Q e e e e e • y. La libertadpara elmal. Lapartidónoriginaria dela voluntaden “Wllle”y “WlllkUr”. u «El hombrecon todas susfaltas/esmejorque lahordadelosángelescarentesde voluntad»(Haller). • «[S]ólo descender a los infiernos del • autoconocimientoabre el camino a la apoteásis» (Hamann). Puedeparecer,almenosal pnncípio,atrevidalaafirmacionde queel ongeny la raiz de la u capacidad—capacidad(Vermógen)que,comoveremos,medianteun gestosólo imputablea la razón se resolveráen una incapacidad(Unvermógen)—parahacerel mal anidaen la misma definición de la libertad transcendentalen cuanto capacidadde iniciar por sí mismo absolutamenteun estadoen el mundo. Peronospareceque esamismagenealogíacorroborala coherenciacon queKant seaproximaalprincipio invisible, peroefectivodirector(fiihrend) de su pensamiento,que es la libertad. La peculiarrelación fundanteentre razóny libertad, en cuyo mutuoapelarsehabitay creceel pensarquenosocupa,conducea quela primerano seconvierta enunaclaray nítida instauraciónde sulegalidadpráctica,sino a que,envirtud de sufinitud, se • hallecondenadaa verseacompañadain infinito porunasombrairreductible, taninexplicablepara • ella comosu devenirprácticay sucompromisocon un interéspráctico, lo que, al mismotiempo que la aleja de cualquierideal de autotransparencía—la razón constituyeun problemay una • frente de aparienciastranscendentalespara si misma—, complejiza significativamentesu • proyecciónmaterial en el espaciode la historiay el encauzamientode la dificil huella que la • libertaddebedejarenél. Tantoel modoen quela razón,medianteelfaktumde unaley, dominay • seaduefla (beherrsc/u)de todos los motivos impulsoresmaterialesque se le puedanoponer, • comoel predominioquelos motivos de la sensibilidadpuedanadquirirporencimade esarazón • legisladora,resultaabsolutamenteinexplicable (unerkkirlich) e incomprensible(unbegre~fiich) • paranosotros,pero ha de señalarseque esteobstáculoa la penetraciónintelectual(Einsicht) es • precisamentelo quepromuevey desazonaal pensar,puesesdepreverqueen un mundoenel que • todoacontecieraconformeal precepto(Vorschrift) de la ley, no admitiríadistinción posibleentre • naturalezay libertad—serialaviva imagende un paraísoterrenalen el quea los hombresno les • quedadamástareaque la de recordary exponercon susaccionesy gestosla comunidadperfecta • quesiemprehansido y quenuncadejarándeser,a saber,una Iglesiavisible—,y —lo queseña • verdaderamenteterrible parala razónhumana—«anadiese le ocurriría siquierapreguntar la causa»2.La cuestióndel mal comorealidadpositiva—no meraausenciadel bien— por la que e _____________ • Recordemossimplementealgunospasajesrelevantesal respectoenKprV, A 128: «[C jómopuedauna leyconstituir • por si mismae inmediatamenteunfundamentodedeterminaciónde la voluntad(lo cual resultaesencialpara toda • moralidad) esunproblemainsolubleparala razónhumanay equivalea plantearse:cómoesposibleuna voluntad libre», y en GMS, BA 121-2: «La imposibilidadsubjetivade explicar la libertadde la voluntades idénticaa la • imposibilidadde encontrary hacerconcebibleun interésqueel hombrepudiera tomaren las leyesmorales;y, sin • embargo, toma efectivamenteun interésen ellas»; vd. op. cit, RA 124-5: «[T]oda razón humana es, empero, • totalmenteimpotente(unvermógend)para explicar cómoella, sin otros motores,vengande dondevinieren,pueda • serpor símismapráctica,estoes, cómoel meroprincipio de la universalvalidezde todassusmáximascomo leyes [.], sinmateriaalguna(objeto)dela voluntadenla cualpudieradeantemanotomarsealgñninterés,puedaciarpor • sí mismoun motory producir un interés quese llamaría moral puro, o, con otraspalabras: cómo la razónpura Fuedaserpráctica. Todoesfuerzoy trabajo queseempleeenbuscarexplicaciónde estoestaráperdido». • Vi Rel., II, p. 71,nota. El pasajekantianoapuntaa la necesidadde pensarla libertad, y de ahí el problemacentral • de la metafisicaquerepresenta,a saber,el tránsitode lo sensiblea lo suprasensiblepor principios, como un estar siempreen camino, en ningún momentocomo un resultadoacabadoque simplementetuviera que exponerse,y u • 361 u u u a u e apuestael Criticismo permitirá que, por primera vez en el tratamientotranscendentalde la cuestiónmetafisicapor excelenciaque esla libertad,encontremosque esacapacidadinteligible de un serracional finito, por lo demássometidocomoel restode fenómenosen el mundoa la necesidadnatural,tiene efectosenel mundo,puesel mal, lejosde invitar a un debate espiritual, es una realidadefectivay un hecho innegabledel mundo, cuya razón de ser será, además, puramenteracional,esdecir, setratade algoasí como el primersigno sensible,a modode una magnitudnegativa,de la implantaciónde la libertad’. Nos pareceque únicamentesobrela base de estasobservacionespreviascobrarásentidola redacciónde un ensayosobreel origenracional de] mal radicalen la naturalezahumana,comounasuertede fundamentocritico de la historiade la destruccióny aniquilaciónresultantede la perversión(Verkehrheit)que puedeelegir (wáhlen) el arbitrio libre (frele Willkí¿r) en la adopción(Annehmung)de susmáximas.Mucho más dificil será la redacción,en el fondo imposible parael discursocritico, de unahistoriaquenarranlos progresosy los retrocesosde la instauraciónde la libertaden el mundo, puesen éstase da inevitablementeun peculiar entrelazamientocon la realidadefectivadel mal, que ratifica la divergenciacon la que debe contar toda voluntad en el momento de tomar una resolución (Entschliej3ung)práctica.Creemosno traicionardemasiadola letra del kantismo, si afirmamos que el tratado sobre el mal radical desempeñala función de una suerte de refutación del idealismode la libertad, que aleja de sí un espiritualismoque siempregeneramonstruos,e impulsala tareacritica de profundizaren una nadaoriginal quesolicitadevenir figura y ponede manifiesto la realidaddel mal, por el que la razón misma—a diferencia de lo que pueda significar hacery construir mundo,esdecir, una unión civil comocomunidadpolítica de seres racionales—se hunde y abismaen una nadificación de si misma que acabapor destruir y aniquilar la intenciónbuena(guteGesinnung),si bien no la potencialidadhacia el bien que la articula, a saber,el germendel bien (Keirn desCutes).Así, en sumanifestaciónmás inicial, a saber, como libertad del arbitrio (Freiheit der Willkz2r,), la libertad se explicita como una propiedado facultadcapazdetraerefectosal mundo,aunqueseaadentrándoseenlas simasde su poder (kónnen)paradar lugara lanegaciónpositivade si mismaqueesel mal2. Lejosdeun ideal justamentelo que pone en camino el pensamientode ese concepto es lo incomprensible,la realidad que por inexplicablenosdaquepensar.Se tratadeun motordel pensamientoqueposeeuna fecundahistoria, quesegúnlas claves hermenéuticasque proporcionaO. Deleuzeen La imagendel pensamiento—cap. 3 de su Diferencia y repetición,vd. pp. 180-192—nosremitehastaPlatón,República,VII, 523 b SS: «—Temostraré,si miras bien, que algunos de los objetos de las percepciones no incitan a la inteligencia a un examen, por haber sido juzgados suficientemente por la percepción, mientras otros sin duda la estimulan a examinas al no ofrecer a la percepción nada digno de confianza —Es claro —<4/o Glaucón—que hablas de las cosas que aparecen a lo lejos y de las pinturas sombreadasv —No —repliqué-—no has dado con lo que quería decir». A lo quesucedeunaaclaraciónde Sócratesquerecuerdaenormementela comprensiónkantianade los conflictosantinómicos,a cuyo estudioconfiesa Kant —enunaconocidacartaa Garve,21-XI- 1798—deberel impulso parala redaccióndeunaCrítica de la razón pura, que pusiera fin al escandalode una contradicciónaparentede la razón consigo misma, que amenazacon destmirla.Veamosel pasajeplatónico:«Los objetos queno incitan sonlos quenosuscitana lavezdospercepciones contrarias. A los que si las suscitan los considero como estimulantes, puesto que lapercepción no muestra más esto 7ue lo contrario, sea que venga de cerca o de lejos» (ibid.) - Defendiendola pertenenciade la libertad de y para el mal al tratamientotranscendentalde este concepto metafisicokantiano,mostramosnuestropleno acuerdocon A,-M, Roviello —vi op. cit, p. 102, nota 19—, que considera,ftentea la opinióndeE. Weil enProblémes kantiens, p. 150, que la analíticatranscendentaldel sermoral del hombreno secompletamásqueconla obrasobrela religión. 2 v~ KprV, A 187. H. Birault, afirma —en op. ch., p. 107— queninguna filosofla ha podidojamásreducir la libertadhumanaa unaconcepciónúnicamentepositivade la misma, puessiempresemostrabanecesarioy obligado reservarde algún modo un espacioclandestinoa la negaciónposiblede la libertad. Precisamentela ausenciade fundamentoquecaracterizaal hombrese manifiestaparadójicamentecomo exigenciaincondicionadade darsea si 362 u e e e e • de autotransparencia,la razón práctica se encuentraescindida entre ella misma y la ley, • principiandouna distanciaen la que arraiga la partición (Scheidung)entre la autonomíade la voluntadpura,quepone (setzt) la ley, y la libertaddel arbitrio, que puededecidir separarsede su • mandato,la cual renuevatodo acto (Tat) de decisión(Entscheidung)1.Nos pareceque no hay • mejor manerade expresarque la naturalezano ha hechoal hombrerespetuosode la ley moral, sino que ha dispuestosuvoluntadde suertetal que sólo ellapuedaadquirir (erwerben)el modo de ser (Beschaffenheit)del arbitrio libre que Kant denominael buencarácter(giner Charakter), por lo quehabráque distinguirnecesariamenteentreserbuenopornaturalezay estardestinadoa hacersey serbuenopor uno mismo,y sóloesteúltimoseráel casode la naturalezahumana2. Si intentamosrastrearla presenciaen la obrakantianadeestaescisióninternaa la facultad de desear(Begehrungsverm6gen),recordaremosque en la primera Crítica se introducíaa la estructuraconceptualde unaespontaneidadpor libertad comoun principio analíticode la razón puraespeculativay enel Canonde la razónpurasecontemplabaun conceptode libertadpráctica queincluía a la libertadpragmática.En cuantocapacidadde elecciónintemporalde las máximas, • conformeso contrariasa la ley, la libertad transcendentalvolverá a apareceren la aclaración • crítica de la Crítica de la razónpráctica y en la obra sobre la religión. La Fundamentación • identificabaa la libertad humanacon la Wille, a saber,una voluntadque quiere (will) por si • mismala ley, así comodenominabaa la posibilidaddeno cumplir la ley, atribuidaala debilidad • de un ser sensiblecomoes el hombre,heteronomia,de modoque el arbitrio (Willkñr) quedaba • definitivamenterelegadoa unaconsecuenciasuperablede la finitud humana.La segundaCrítica • presentabauna definición doblede la libertad,contemplandoun sentidonegativode la misma, U como independenciade las leyes naturalesy sumisión de la voluntad a la ley, y un sentido • positivo, como autolegislacióny autonomía,en definitiva, todo ejercicioespontáneode la razón • prácticasolicitabaigualmenteun momentode receptividadcapazde acogerel sometimientoa la • ley. La Metafisica de las costumbresse ocupabaasimismodel respectode la libertad como • autocraciao capacidaddelhombredehacersevirtuosoa si mismoy progresarincesantementeen u hacersedignodel sumoBien. En estepanoramaproporcionadopor las obrasmoralesla Religión • dentro de los límites de la mero razón supondráun cambio de perspectivacon respectoa la • facultadde desear,al preocuparsede la partición internaque desgarraa la voluntad humanay • seráexpresiónde sumismalibertad3.Puesla libertad,en cuanto«predicadotranscendentalde la e • mismosu propio fundamento,enun caminoquepuededirigirse haciala aniquilacióndeaquellapropiedadcausalde • la voluntad;cfr. A.-M. Roviello, op. ciÉ, p. 100. Vd, OB., XXI, p. 470: «Libertad es la propiedad de un hombre en cuanto noúmeno. Arbitrio, en cuanto fenómeno». • 2 1’d. RU., II, Obs. General, p. 122. • El ya clásico trabajo de y. Delbos intentaponer remedioa lo que denorninacontradicciónentreuna libertad • responsable del bieny el mal, capazde elegir, pues,y la libertadde unavoluntadsometidaa la ley moral aplicando el métodohistórico—que,a suvez, impide calibrarla riqueza dela doctrinakantianade la libertaden sutotalidady síncronia—,de modoque ambasdefinicionesperteneceríanadosmomentosdistintosdel pensamientokantiano,vd • Delbos,op. cit, p. 193. Segúneste proyectoevolutivo, la KrV seflalaria la supresiónde la distanciaentre las • nocionescriticas de una libertad práctica, o independenciade la voluntad con respectoa la experiencia,y una • libertad transcendental,en cuantoproblemateóricodepensarla causalidadinteligible de un yo nounlénico,puesen virtud de lasegundadescubrimosa la primera,quesostienea su vezel sentidodeaquélla.Pero,al mismo tiempo, la libertad no se encuentraaún determinadacomo ratio essendide la ley moral, sino como posiblepor la razón • especulativa.La Fundamentaciónrepresentaríaalgo así como la presentaciónde la libertad como autonomia,vi • Delbos,op. ciÉ, p. 377,de modoqueserlibre equivaldráa escapara la heteronomiay a obrar por deber,calificando • a las máximaspara una legislaciónuniversal, punto de vista para el que el mal provendráde la complacencia • mostradaenrelacióna las inclinaciones,sin indagarulteriormenteen su fundamento.La KprV yuxtaponela libertad ensentidonegativoy positivoy suaclaracióncrítica albergaun interesanteanálisisdela responsabilidaddela falta U • 363 u u u e e U causalidadde un serqueperteneceal mundo de los sentidos»puedeexpresarsede dosmaneras, bien comoarbitrio (WillkUr), biencomovoluntad(Wille). Aunque la facultad de desear (Begehrungsvermógen)—la facultas appetítiva de los leibnizianos—resultacomúnal hombrey al animal,sólo alcanzasunivel propiamentehumano conel albedrio(lubítus;Belieben),y la definiciónde la facultaddedesearsegúnconceptos,en la que se encuentrael fundamentode determinación(Bestimmungsgrund)de la acción,y no en el objeto, se denominaráfacultad de hacer y de omitir a voluntad’. En tanto que unida a la concienciade sercapazde producirel objeto mediantela acciónsellamaráarbitrio (Will/&r), sin la presenciade cuyaconcienciasetrataráde un merodeseo(Wunsch),mientrasque la voluntad (Wille) serála facultadde desearconsideradaen relaciónconel fundamentodedeterminacióndel arbitrio a la acción,que se encontraráen la razóndel sujeto,encuantorazónpráctica.El arbitrio libre puedeser,a su vez, animal (arbítrium brutum,), si se dejadeterminarpor una tendencia sensible,o bienel propiamentehumano(arbitriurn liberum), si actualizasupotencialidadde ser determinadopor la razónpráctica,demodoque seencuentreantela disyuntivadeseguirla voz de la razóno desoiría2.Mientrasque el arbitrio libre sedarámáximaso principios subjetivosde la acción,quepuedenser,a suvez,buenaso malas,la voluntadsedeterminaráporla leypráctica, sometiendocadamáximaal criterio de la universalidady objetividad de la ley moral3, pero el primerosólo seráverdaderamentelibre si llega a identificarsecon la facultadlegisladorade la voluntad,pues“arbitrario” kantianamentesereferirá en generala algo que haya sido elegido, donde la razón seacondiciónpermanente,mientrasque aquelloque sueleentendersepor una “maxima arbitraria”, a saber,productode un merodejarsearrastraren su decisiónpor motivos externosa la razón,viene a ser emeMaximeder beliebigenWahlt Una vez establecidoslos términosde la distinción internaa la humanafacultadde desearenarbitrioy voluntad, podemos procedera determinarla relación que les une, sin que sea demasiadodificil prever que el moral y del remordimiento,remitiendo a la libertad transcendentalcomo estructuraconceptualque habilita la facultaddeelección.La Re! afirmarála realidaddel misterio libre quees la eleccióninteligible del mal, vd Delbos, op. cii., pp. 454-5,de modoquedescubraquebajo el nombrecomúnde libertadse hallancontenidasal menosdos nocionesbien diferentes,a saber,la que identifica lo libre conel cumplimientodel deberquemandala ley, y la que garantizala responsabilidade imputabilidadde nuestrasacciones,ya se hayaelegidoel bien o el mal. Pero,másallá de la perspectivahistoricista,nosparece que esayuxtaposición de sentidosde la libertad acompañaa todo el pensamientokantianode la libertad.El mismoDelbosobservasu sincroníaenla fórmula«Estalibertadquedebeser dadapor fundamento a todas las leyes morales y la imputación según esas leyes»; vd. Delbos,op. cii., p. 455, así como cita la conocidacartaa Kiesewetterde 1790, dondese dice que la libertad conocidacomo causalidadde la voluntad de los seresracionalesy la ley moral incondicionadaconstituyendosdeterminacionesreciprocasde la libertadtranscendental;vd Delbos,op. cit., p. 391, nota 1. Vd. MS, Introd, 1, p. 213. Hemos decidido traducir la expresiónnach Belieben, que encuentraciertamente dificultadesen su traduccióncastellana,por a volunta4 tras un períodode indecisióncon respectoa la traducción castellanade A. Cortina -en su ediciónde MS—como albedrío,queobligaríaa recordarde continuo al lector la distinciónentreBeliebeny Willktir, a saber,albedríoy arbitrio, términosqueescomenteencontrarcomo sinónimos en nuestralengua, si bien en las ocurrenciasde Beliebenen las que este sustantivoaparezcacomo elemento integrantede la facultadsuperiordedesearhemostendidoa traducirlopor albedrío. 2 Vd op. cii., ibíd: «El arbitrio que puede ser determinado por la razónpurase llama libre arbitria El que sólo es determinable por la inclinación (impulso sensible, stimulus) sería arbitrio animal (arbitrium brutum). El arbitrio humano, por el conU-ario, es de tal modo que es afectadociertamente por los impulsos, pero no determinado;y, por tanto, no es puro por sí (sin un hábito racional adquirido), pero puede ser determinado a las acciones por una voluntadpura La libertaddel arbitrio es la independencia de su determinaciónpor impulsos sensibles; éste es el concepto negativo de la misma El positivoes: la facultad de la razón pura de serpor si misma práctica»; cfr. KrV, A 802/B 830. Vd.MS, Introd., IV, p. 226. ~kW. KW, A 553/B 581; cfr. KprV, A 228. 364 arbitrium liberumestádestinado,encuantofacultadde elección,a identificarsecon la autonomia de la voluntad,un auténticoideal a realizar. Si bien la posiciónincondicionaday la necesidadprácticade la ley resultafuerade toda duda,la finitud humanahacede nuestraobedienciaa ellaalgosubjetivamentecontingente,por lo quela imposición (Eindringen)de la ley nosetraducirádirectamenteenunasumisiónlibre aella o, lo que viene a ser lo mismo, en el hombreconviven dos formas de libertad, a saber, la autonomíamoral y la libertadde elección,que no tienenpor qué coincidir. Así, el albedrío o Beliebenseñalará,aplicadoa Willkñr, la contingenciaqueafectaa la acciónde un serquetienela posibilidadde hacer(tun) y deomitir (lassen),asi comode adoptartal reglade la acciónenlugar de otra1; sin embargo,aplicado a Wille indicará más bien la libre necesidadcon la que la voluntad autónomada la ley —la cual puedeconstituir un principio de determinacióndel Willkiir—-, esdecir, la dictay prescribe,.Por un lado,la segundaCrítica haconformadola figura ideal de una voluntad pura legisladora,que pone la ley moral como principio formal de determinaciónde la acción,pero,porotro, la voluntadpropiamentehumana—a la quedeben poderaplicarselos principiosprácticosapriori— sehallaafectada(affiziert) por la sensibilidad, por lo que no seráde extrañarsi la descubrimos«situadajusto en el medioentresuprincipio a priori, que esformal, y sumóvil a posteriori, queesmaterial»,o si la encontramos«cornoen la bfurcaciónde dossendas»(gleichsamaufeinemScheidewegef,desdeel momentoen que la determinaciónsensibledel Willkñr implica unaresistenciade ésteal ordende la voluntadpura, evidenciandouna escisiónya evidenciadapor el imperativo categórico, que mandabasu subsanación3.La doble consideracióncon respectoal hombrea que da lugaresa partición, en cuantomiembrode un mundosensibley de uno inteligible, pondráde manifiestoque en cuanto hornonaumenon,aquélestarásometidoa unaleyquesedaa si mismo,siendospeciediversusdel hombresensible(hornophaenomenon)quehay en él4. Deestamaneracomienzaa tomarformala escisióninternadelavoluntadentresurealidady suIdea,esdecir,la voluntaddebeserlo quees, lo ha sido desdesiempre,a saber,unavoluntadpura—laautonomíacobraelaspectode unatarea (Aufgabe)—,de modo que la libertad se toma a sí misma como objeto y buscaasentarlas condicionesde surealización,o lo queviene a serlo mismo,comomeraIdea la voluntadcomo Wille resultael origen transcendentalde la voluntadcomo Will/a2r’ —suexpresiónmásacabada Nos detenemosen estepunto pararemitir a las excelentesconsideracionesde J.L. Villacañasacercadel término kantiano Willkiir, las cuales, si bien son introducidascon ocasión de un ensayoconcernientea la Rechislebre kantiana,resultandilucidatoriasconmotivo denuestroestudiodel arbitrio desdeel problemadel mal. Reproducimos por ello los siguientespasajesde su ensayoRepublicanismoenKant, incluidoenel volumencolectivoeditadopor J. Echevarría,Del Renacimiento a la IlustraciónII, 2 —vi nuestrabibliografla—, Pp. 313-314: «El arbitrio es tanto una forma objetiva de deseo como unaforma activa de relacionarnos con el mundo. Lo importante es que cuando el arbitrio se determina, no inmediatamente por el deseo que integra, sino por la razón que media, tenemos una voluntad. [.1 [‘A]rbitrio” es una palabra inacabada.Habla de la relación entre una acción y un objeto de su inclinación, pero no dice cómo el sujeto se plantea la acción De ahi que el arbitrio puede ser libre o animal o humano. Animal es un arbitrio que se determina por la mera inclinación, esto es, por un interés constante observablepor el entendimiento, de tal maneraque la acciónno realiza el rodeo deformas voluntarias en las que el sujeto se expresa. Es arbitrio racional puro si laacción viene determinada por la razón pura, esto es, si el sujeto es liberado de toda determinaciónde la inclinación y determina el arbitrio por la voluntadpura Pero el arbitrio que a nosotros nos interesa es el humano, en elcual la inclinaciónafecta, produce un objeto de deseo y mueve a la acción, rro no determina la acción». kW. GMS, RA 14;cfr. MS,Tugendl., Introd , 1, p. 379, nota;cfr. P. Ricoeur,Lizommefaillible, p. 91. Vi MS, Introd,, IV, pp. 221-2. Vi op. ciÉ, Tugendl., §13, p. 439, nota. Vi Re!, 1, p. 15, nota: «Pues del hecho de que un serposea razón no se sigue en absoluto que éste contenga una facultad de determinar el albedrio incondicionadamente. mediante la mera representación de la cual4ficación de las 365 a— e e U e e e e e e e e e u e e e e e e U e e e e U U U e e e e e e e U U U e e e U e U u e U e U e e e e e U e e U e serála libertadcomopostulado,encuantoideal efectivo de la acciónmoral—. No contaremos con un signosensible(sinnlichesZeichen)másnítido del progresoen el trabajode conversiónde la Willkiir en Wille que laautocoacción(Selbstnótigung),resultadodel trabajomoraldel hombre, queconsisteen avanzaren la tareade determinara la voluntadporla solarazóny reivindicarasi su independencia(Unabhángigkeit)con respectoa móvilessensibles Unavezpresentadala cuestióndel mal en el pensamientokantianoa partir de la escisión que caracterizaa la voluntad finita del hombre,seguiremosel consejode B. Carnois,segúnel cual esnecesariodistinguir entrela estructurapropiadel arbitrio libre y el uso (Gebrauch)que ésterealicede sulibertad.Antesquenadael arbitrio libre representael espaciode acogidade las máximas,a saber, los principios subjetivosde la acción que denotancómo quiereobrar el agente2,los cualespuedendecidirconfonnarsea principiosprácticosobjetivosy, así, elevarseen ley prácticauniversal,o bien, transgredir(ñbertreten)—nuncasin cierto pesarinterno—a esta última. Porotro lado, sabemosquela voluntadhumanano concuerdade modoinmediatocon la ley moral, por lo quepodráadoptarcomocausamotriz (Bewegursache)de una acciónuna regia de la razón,del mismomodo querechazarla,esdecir,sabemosqueunavoluntadqueno coincide completamentecon la ley —que no está determinadainmediatamentepor el objeto y su 3 representación—puedeelegir el mal en sus maximas.Paraque un objeto devengamóvil — principio subjetivo de determinaciónde la voluntad—, hacefalta que hayasido admitido con antelaciónen la reglade la acciónde la voluntad4,puesno hay motordeterminantesin máspor él mismo, sino que es siempreel hombreel que, medianteun acto de su libertad, proporciona alcancedeterminantea uno u otro, lo que representael aspectomás elementalde la libertad humana,por el que toda educaciónprácticaha de comenzar,a saber,acostumbrandoa actuar conforme a principios prácticoslibremente adoptados,y no por meros resortessensibles.La cuestióndel ma] en Kant requiere,por lo tanto, que nos remontemoshastael momentomás inicial de la libertadhumana,a saber,hastala adopcióny libre elecciónde una causamotriz determinante,algo sólo posible por libertad, la cual en cuanto principio inexplorablee inconcebiblesupondráun obstáculoparala investigaciónfilosófica y subúsquedaincansablede razones.Estamoslimitados, pues,a conocerla libertad del arbitrio como libertad negativa,es máximas de éste para la legislación universal, y por lo tanto de ser por si misma práctica; al menos en cuanto nosotrospodemosinteligir»; cft. A.-M. Roviello, op. cit, p. 103. La escisióninternade la voluntad humanahasido intepretadapor nopocosautorescomo ladistinciónentreun poderlegislativodela libertady uno ejecutivo;vd L.W. Beck, A Commentaryof.., Pp. 176-181 y PP. 198-9,p. 202; cfr. la distinciónentreunavoluntadlegisladoray una voluntad arbitraria enP. Ricceur,Le conflit des interprétations,p. 429. Como facultadejecutivade la voluntad — vi MS, Introd., 1, p. 213—, el arbitrio libre se manifiestacomo una resfacti, pero no puedeser un conceptode experiencia;vi Re!, 1, p. 58, nota: «Que el concepto de libertaddel arbitrio no precede a la concienciade la ley moral en nosotros, sino que solamente se deduce de la determinabilidad de nuestro arbitrio mediante esa ley como mandato incondicionado, de esopuede uno convencersepronto si uno se pregunta si es consciente de modo seguro e inmediato de unafacultad de poder vencer mediante unfirme propósito todos los motivos —por grandes que sean— que impulsan a la transgresión (Phalaris licet imperd,ut sis falsus,et admotodictet peijuriatauro). Todoel mundo tendrá que confesar que no sabesi, llegado el caso, no vacilaría en su propósito. Sin embargo, el deber le manda incondicionadamente, a saber: que él debepermanecer fiel a ese propósito; y de ello concluyeél con razón que tiene que podertambién y quepor lo tanto su arbitrio es libre». Vi A.-M. Roviello, op. cii?, PP. 134-5. 2 Vi MS, Introd, IV, p. 225: «[L]a máximaes el principio subjetivopara obrar, que el sujeto mismo toma como regla (es decir, cómo quiere obrar)»; cfr. op. cii?, p. 226; cfr. definición de máximacomo principio subjetivo del quererOMS, BA 15, nota;cfr. op. cii?, BA 51, nota y KprV, A 35. Vi KprV, A 105. ‘~ Vi Re!, 1, Pp. 11-2: «[L]a libertaddelarbitrio es de una constitución tan particular que no puede determinarse a la acciónpor ningi~nmotor, a menosqueel hombrelo hayaadmitido(aufgenommen)ensu máxima». 366 e e e e e • decir,comoindependenciaenconsideracióna móvilesdeterminantescontrariosa la ley, peronos • seráincomprensiblela resistenciaqueescapazde oponera los resortessensibles,de por sí no • calificados ni como buenosni como malos. A diferencia del arbitrio animal —únicamente • determinadopor móviles sensibles—,el arbitrio libre humano«puedeser determinadopor e móvilesqueno sonrepresentadosmásquepor la razón»1,de modoqueserálibreal «[poder] ser2determinadopor la razonpura» . De estemodo, la libertad del arbitrio, en cuantolibertad de e elección,permitiráafirmarque el hombrepuedeelegir las modalidadesde suheteronomía,pues, a diferenciadel arbitrium brutum,el liberum propio de nuestrafinitud seencuentrasolamente influido, perono determinadopormóvilessensibles.Porlo cual,si éstesedeterminaporel móvil de mayor influenciaserá porquehayadecidido de antemanoconcederleese puesto,concesiónque,junto con susefectos,le seráimputableporsu libertad.Pero,en cuantopoderlegislativo, la U voluntadno tendrádudaalgunaacercade lo quedeberíahacersecuandohablala ley practica3,de u modo que esaobediencia(Gehorsam)vengaa hacerolvidarpor un momentola escisiónde la U voluntaden Wille y Willkñr. U Entre el arbitrio animal y la voluntad divina, el hombremuestraposeerun carácter • hibrido,pues,encuantoserracionalseencuentradotadode una«facultadde elegirpor él mismo U supropia conducta(sich selbstemeLebensweiseauszuwáhlen)y de no estar ligado comolos 4 otrosanimalesa una conductaúnica (anemeeinzige)» , y en cuantosersensiblecuentaconuna • voluntaddotadadela facultadde elegir unamáximaconformeo contrariaal principio moraly no U Inmediatamentedeterminada,como enel casode un serdivino, a seguirnecesariamentela ley U moral5. De hecho,una voluntaddivina, en la que fiera imposible distinguir entre arbitrio y • voluntad,resultaríaincapazde adoptarunamáximaqueno fueraal mismotiempoley objetiva,al • serentoncesunavoluntadsantaparalaquecareceríande sentidolosconceptosde móvil, interés U y máxima6~ Desdeestepunto de vista el arbitrio que elija unamáximaconformea la ley moral • restaurarásu libertadoriginariay desplegarála libertadde la voluntadlegisladora—actolibrey, • por lo tanto,contingente,jamásnecesario—,mientrasqueaquélqueelija unamáximacontrariaa • la ley moral optaráporconvertir su libertaden una incapacidad(Unverm¿figenf.El alejamiento • de la ley moral posibleparael arbitrio no implicará en modoalguno indeterminismo,puessea • cual seasu decisiónla voluntad humanase determinasiempreen función de motivos—«la • intencióndel hombreen relación a la leymoral no esjamásind0—. Así, la ley mora] • seráparanosotrosun motor (Triebfeder)positivo (+a), demodo que quienadopteunamáxima U ‘Vd KW, A 802/B 830, 2 Vd MS, IntroaS , 1, p. 213. U Vd. KU, §5, AB 16: «Pues donde habla la ley moral no hay objetivamenteninguna elección libre acerca de lo que U haya que hacen>. U ~Vd Muth. Anfang, VIII, p. 112; cfr. Proleg, §53, nota e Vd GMS, BA 36-7.La supuestalibertad total o plena de la voluntaddivina, de lavoluntaddeun serperfecto,no e serála dela autonomíay el trabajoque éstaconlíeva,el gradomás elevadode libertady moralidadparanosotros, sereslimitados en la medidaen que la constituciónsubjetivadenuestroarbitrio libre no coincide(ubereinstimmen) por ella mismaconla ley objetiva dela razónpráctica;vd KprV, A 141. J. Nabert—~en L expérienceintérieurede la • liberté, obracitadaen bibliografia— afirma quela posibilidaddel arbitrio libre expresala libertad de un ser finito • sensible,queno tendránadade positivo en relacióna la causalidadde la razón,puesrepresentaantesquenadala e capacidadde resistira la razón.6 La Religióndentrode los límitesde la merarazónpresentaráunaconciliaciónde la libertadcon la Ideade Dios U como sernecesario—vd Re!, 1, Obs. general,pp. 58, nota—,desdeel momentoen que la noción de autonomialo U tome como ideal de la razónpráctica,perodesdeel puntode vista de la libertaden tanto que resfactí la libertad U divina carecedela riquezade posibilidadesqueoftecela libertadhumana. e 7VdMS,Introd., IV, p. 227. 8 Vd. Re!,1, p. 24, e U 367 U e U e U U contrariaa la ley (—a) sedeterminaráporun motivo impulsor opuestoy su arbitrio libre será malvado.La libertadde indferenciaseráequivalentea la negaciónde la libertad,por lo cual no podrádefinirsela libertaddel arbitrio simplementecomoun poderparael que fuerapotestativo actuarconformeo en contrade la ley, como si fueraposiblehacerloen independenciade todo motivo determinante,pues,de ahí, en realidad,no puederesultaracciónalguna’. No debemos, pues, confundir la naturalezainteligible del arbitrio libre con la manifestaciónempíricade su libertad, dado que la elecciónexpresala libertad, pero no puedeexplicarla (erkkiren). La definiciónkantianade la libertadcomo facultadrequiereinevitablementetomaren consideración una incapacidad(Unverméigen) de la que seremos igualmente responsables,pero donde la segundasuponeunamanifestaciónempiricade la primeraqueno debemenospreciarse.Desdela analíticade la razón prácticaquedóclaro que sin la existenciade la ley moral, la libertadde elección seria meramenteilusoria, en la medida en que todas nuestrasdecisionespodrían explicarsesegúndeterminacionesnaturales,así como que sin la elecciónlibre la autonomía dejadadeseruna metadel ánimovirtuoso paraconstituirel desplieguenecesariode una esencia (automatonspirituale), másallá de lo cual no podemossabernada,al tratarsede la libertad, a saber, la única Idea especulativacuya posibilidad conocemosa priori, sin alcanzarnuncaa 2 comprenderla. Comosehaanunciadoun pocomásarriba,lo establecidoenel opúsculoprecriticoacerca de las magnitudesnegativasrepresentala baseteóricanecesariaparael tratamientodel ma] como unarealidadpositiva, al dejardeconsiderarlounamerafalta o ausencia,en el sentidodel ni/id privativum, pues,como ocurre con la pasión (Leidenschafl), el mal uso de la libertad puede derivaren la aniquilacióndeéstacomoespontaneidadabsoluta.De estemodo, la únicarelación moralmenteaceptableentrevoluntady arbitrio serála subordinaciónde la segundaa la primera, si bienno debemosolvidarquetenemosnoticiaempíricadenuestroactuarporlibertaden virtud de la libertad del arbitrio —el modo imperativode darnoticiade sí de la ley mora] inauguraun modo de serprácticoimposiblede explicardesdela especulación—,mientrasque la libertadde lavoluntad,ademásde no poderexplicarseapartir de datosfenoménicos,tampocopuededecirse libre o no libre, al no remitir directamentea las acciones,sino a las máximasde éstas,para elevaríasen lo posiblea universalidad—«deahíqueseatambiénabsolutamentenecesariay no seaella mismasusceptiblede constricciónalguna»3—.En efecto,esel arbitrio libre el quepuede decidir a favor o encontrade la ley, de lo que la experienciaproporcionanumerososejemplos. Incluso al transgredirla ley enbeneficio de las inclinacionesno seencuentradeterminadopor éstas,sino por las máximasqueél mismo adoptalibremente,las cua]escontienenesaequivocada subordinación,puesapartede ellasno se encuentraningún principio determinantedel arbitrio ‘Vd MS. Introd , IV, p. 226: «Perola libertaddel arbitrio nopuede definirsecomo lafacultad de elegir (Vermógen derWahl) actuarafavor o en contra de la ley (libertasindifferentiae)—como algunos han intentado ciertamente—, si bien el arbitrio, en tanto que fenómeno,ofrece frecuentes ejemplos de ello en la experiencia»; cfr. OP.,XXI, p. 470: «La libertad del arbitrio libre en vista de la elección de lo legaly lo ilegal es mera espontaneidad relativa: es libertas phaenomenon.La de la elección de máximas de las acciones es espontáneamente absoluta: libertas noumenon»;cfr. Re!, 1, pp. 32-3: «Aunque la existencia de estapropensión al mal en la naturaleza humana puede hacerse presente mediante pruebas empiri cas del antagonismo, efectivamente real en el tiempo, del arbitrio humano con la ley moral, sin embargo estas pruebas no nos enseñan la auténtica constitución de tal propensión y el fundamento de este antagonismo; por el contrario, este modo de ser (Beschaffenheit),puesto que concierne a una relación del arbitrio libre (por lo tanto de un arbitrio cuyo concepto no es emp frico), tiene que ser conocido a priori a partir del concepto del mal, en cuanto éste es posible según leyes de la libertad (de la obligación y la susceptibilidad de imputación)». 2 Vd KprJ/, AS. Vd MS, Introd , IV, p. 226, 368 e e e e e 1libre. De estemodo, la heteronomiatendrásu fundamentoen la máxima por la que el sujeto decideactuarsegúnciertosresortessensibles—susceptiblesderecogerseen tomoa la rúbricadel e amorde sí—, en lugarde segúnel interésmoral, puesel arbitrio libre no recibe las máximasde2• algún lugar externoa él, sino que las admite (azjfnehmen)libremente,en lo que reside lo insondable(unerforschuich)de ¡a libertad. Es precisamentela vertienteempíricamanifestadapor la libertaddel arbitrio la quecondujoa fervienteslectoresde laobracríticakantiana,comofue ela caso de Reinhold, a establecerentre arbitrio y voluntad una subordinacióncontraria a la e establecidaporKant, demaneraque la libertadresidiría,másqueen la autonomíade la voluntad, en la independenciade la personacon respectoa la constricciónde la razónpráctica,como si la e transgresiónde la ley denotaseun gestomáscaracteristicode la libertadque el cumplimientode lo mandadoporaquélla,lo quedestruiríade raízla relaciónimperativaentrelibertady razónque • definenuestrosermáspropio3. Un texto de la Metafisicade las costumbrescontienela réplica U kantianaaesaincipientelecturade suobra: e • «La libertaddel arbitrio, empero,no puededefinirsecomo la facultadde elegir actuara • favor o encontrade la ley ~iberias indifferentiae) —como algunoshan intentadociertamente—,sí • bien el arbitrio, entantoquefenómeno,ofrecefrecuentesejemplosdeello en laexperiencia.Porque sólo conocemosla libertad (tal y como se nos manifiestaantesque nadamediantela ley moral) comounapropiedadnegativaen nosotros,es decir, la propiedadde no estarconstreñidosa obrar por ningún fUndamento de determinación sensible [...]. Sólo podemos comprenderbien lo U siguiente:que,aunqueel hombrecomosersensiblemuestra,segúnla experiencia,una facultaddee elegir no sólo de acuerdocon la ley sino también en contrade ella, no puededefinirse asi, sin embargo,su libertad como ser inteligible, porquelos fenómenosno puedenhacercomprensible ningúnobjeto suprasensible(comoel arbitrio libre), y quela libertadjamáspuedeconsistiren que U el sujetoracional puedaelegir tambiénen contrade su razón(legisladora),aunquela experiencia U demuestrecondemasiadafrecuenciaqueasíocurre(de lo queno podemosconcebirla posibilidad). • —Porqueuna cosaes admitir una proposición(de la experiencia),otra convertirla en principio • explicativo(del conceptodearbitrio libre) y en característicadistintiva generalj...], —La libertad, en relaciónconla legislacióninternadela razón,essólo unafacultad;la posibilidadde apartarsede • ella es una incapacidad.¿Cómopuedeentoncesexplicarseaquélla a partir de ésta?.Es una • definición queañadeal conceptoprácticotodavíasu ejercicio,tal como lo enseñala experiencia, • unadefinición bastarda(definitio hybrida), queexponeel conceptobajo un punto de iluminación e falso»4. u 1 Kl. Reí.,1, p. 7, nota; cfr. MS,Introd., 1, p.2l3. 2 Vd Re!, 1, p. 43. Cfr. O. Reboul, op. ciÉ, pp. 140-8,el cual distingueentrela libertadcomo ley y la libertadcomo elección, dos instancias tan opuestascomo complementarias;vd. Th.Pr, p. 282: «[P]referir un estado de • determinación de la voluntadfrente a otro es simplemente un acto de libertad (resmeraefacultatis, comodicenlos U juristas), en el que no se toma en cuenta para nada si esa determinación de la voluntad es buena o mala en si y,por U tanto, resulta indiferente a este último respecto». e Citamoslo esencialde la tesisde Reinhold por O. Reboul, op. cit, p. 144, quea su vez recogelas citas de y. Delbos,op. cit., p. 456: «La acción de la razón práctica es únicamente involuntaria (unwillkúrlich) [.1. En el e querer moraL la razón práctica no actúa en ella mismay por si misma ni másni menos que en el querer inmoral; en • los dos casos ella establece la ley [...]. [La libertad] está en la independencia de lapersona incluso en consideración • de la constricción de la razón práctica». Porotro lado, Ruyssen—en su Quid de natura et origine mali senserit e Kantius, quecitamosen bibliografla—consideraqueel métodocritico kantianohaseparadoa la libertaddeun modo equidistantetantodela naturalezacomode la razón,desuerteque la eleccióndelbien resultetaninexplicablecomo la del mal y la buenavoluntadtan caprichosacomo la malvada,siendo la libertadcomo un pénduloque oscilaría U entrelosextremosdel bieny elmal; vd op. ciÉ, p. 86. • “vd MS, Introd, IV, pp. 226-7: «Die Freheitder Willktir aber kann nicht durch das Vermogen der Wahl, flir oder • zuwider das Gesetz zu handeln (libertas indifferentiae), deflníert werden — wie es wohl einige versucht haben—, obzwar die Willlciir als Phanomendavon inder EYfahrung hilufige Beispiele gibt Denn die Freiheit (so wie sie mis durchs moralische Gesetz allererst kundbar wird) kennen wir mu als negativeEigenschafi in uns, ndmlich durch U • 369 e e e e e e Las objecionesplanteadasporReinholddelatanuna deficientecomprensióndel estrecho vínculo existenteentre el conceptodoctrinal del idealismotranscendentaly la doctrina de la libertad,puesel hechode la inconcebibilidadde la libertadparanosotrosno autoriza—indica expresamenteKant— apensarque seasumanifestaciónfenoménicael conceptosupremode una metafisicade las costumbres.Por el contrario,constituyeunade las leyesfundamentalesde una filosofia transcendentalla imposibilidadde que un hechode experienciasirva paradeterminara priori lo que seaun principio inteligiblecomo la libertad—lo que desembocadaen la aporíaex pumiceaquam—,demodoqueserámásbienesteúltimo el queactúecomocriterio de distinción de un arbitrio siervo o libre. La innegabilidadproporcionadapor la experienciade que con frecuenciaelegimosel mal no implicará que esamalaeleccióntengaque sernoscomprensible, puesen cuantoconsecuenciade una acción por libertad se encuentrasometidaa la misma prohibición de conocimiento que las accionesmoralmente buenas. Defender lo contrario supondríaincurrir en una falta ya vislumbradapor U. Cohen, a saber, en la conversióndel carácterempírico del sujeto agenteen el modelo y del carácter inteligible del mismo en su reproducción’. La experienciainternade la libertad —comunicable,por otra parte,a cualquier otro serracional finito— nosponeen conocimientode que esla presenciade la ley moral en nosotrosla quenospermitereconocerque somoslibres —sin la ley moral la libertad nos seria desconocida—,y ese reconocimientose produce con respecto a la facultad de resistir (widerstehen)con firmezaal miedomásterrible—ya actualicemosesacapacidadde resistenciao no—, tantocomo en relacióna la culpa (Schuld)quenosadscribimossi cedemoslo másmínimo a la extorsióno al chantaje,con toda la intransferibleresponsabilidadque ello conlleva2.Pues todamáxima,inclusoaquellaquetransgrede(ñbertreeen)la ley, no dejade mantenerunarelación esencialconésta—enel fondo setrata de «la regla delagenteque él toma comoprincipio por razonessubjetivas»3—,aunqueseaparanegarla.De ahí, quela culturaprácticadel infante,como decíamosal principio de esteepígrafe,tengaquecomenzarpor la adquisición(Erworbenheit)de la costumbrede decidir mediante la adopciónde máximas por uno mismo, y no por la compulsión de ciertos resortes,pues sólo desdeesabase comprenderámás adelanteque la moralidadde sus accionesdependede que esasmáximasseansusceptiblesdeelevarsea ley. keine sinnlicheBestimmungsgrtinde zum h’andeln genótigtni werden [.1. Nur das konnen wir wohl einsehen: dafl, obgleich der Mensch, als Sinnenwesen, der Erfahrung nach ein Vermógen zeige, dem Geseeze nicht allein geniaB, sondern auch zuwiderzu w¿ihlen, dadurch doch nicht seine Freiheit als intelligiblen Wesendefiniertwerden kÉinne, weil Erscheinungen kein Ubersinnliches Objekt (dergleichen doch diefreie Willkiir ist) verstúndlich machen kónnen, und &ifi die Freiheit nimmennehr darin gesetzt werden kann, dafi das verniinftige Subjekt auch eme wider seine (gesetzgebende) Vernunfe streitende PVahl treifen kann. wenn gleich die Erfahrung oft genug beweist, &ifl es geschieht (wovon wir die Moglichkeit nicht begreifen kónnen). —Denn ein anderes ist, einen San (der Erfahrung) einrdumen, ein anderes, ihn zum Erklárungsprinzip (des Begnffs der freien Willkñr) und alígemeinen Unterscheidungsmerlcmal machen [.1. —Die Freiheit, in Beziehung aufdie innere Gesetzgebung der Vernunft, ist eigentlich allein ein Vermogen; die Móglichkeit von dieser abzuweichen, ein Unvermógen. Wie kann nun jenes aus diesem erkkirt werden? Es ist eme Definition, die ñber den praktischen Begr~noch die Ausúbungdesselben, wie sie die Erfahrung tehrt, hinzutut, eme flastarderklarung(‘definitio hybrida,), welche den Begr«f im falschen Lichee darstellt». kW. H. Cohen,Kanes Begrimndung der Ethik, p. 275. 2 Vd KprV, A 54; cfr. F. Alquié, La Morale de Kant, p. 107: «La experiencia moral que prueba la libertad no es solamente la de la buena voluntad, sino también la de la mala conciencia La experiencia moral es a la vez la experiencia de la leyy la experiencia de no someterse a la ley»; cfr. comentariosde O. Reboulal respecto,op. cit., pp. 146-7. Vd. MS, Introd., IV, p. 225. 370 a e e e e Kl Losinfiernosdelautoconocimiemo:el origen racionaldelmal radicaL U Si dejamosaun lado las Consideracionessobreel optimismo(1759),escritode juventud a marcadopor la teodicealeibniziana—la únicaobrade la que, hastadondesabemos,suautorseU arrepentiráen sumadurez—,hastala obraacercade la religiónKant abordarála cuestióndel mal de una maneraindirecta,con ocasiónde la aclaraciónde otros problemas,comopuedenser la U justificación del conceptode magnitudnegativa,la determinacióndel principio del imperativo U categóricoo el esbozode una filosofia de la historía caracterizadapor el progreso.El ensayo U precriticode 1763 consagradoala introducciónenla sabiduríamundanade la nociónmatemática • de magnitudnegativa estableceque, si la ley moral no fuera un móvil con fuerza de • determinaciónsobreel arbitrio libre, habríaque explicarla realidadefectiva del mal como una U merafalta (Mangel) de un motor moral. Sin embargo,dadoque la ley constituyeun principio U positivo y un motor en nosotros,sólo podráluchar y sobreponersecontra(wider) esteprincipio U un móvil antagonista,en condicionesde destruir la consecuenciade un principio positivo’. De • ahí, que haya que concluir que la falta de concordanciadel arbitrio con la ley moral será • solamentela consecuenciade unadeterminaciónrealiter opuestaal arbitrio, es decir, de una U resistencia(Widerserebung)efectivaa este (—a) medianteun arbitrio malo —recordemosque U una acción moralmenteindiferente seria resultanteúnicamentede leyes naturales—.Por otro • lado,constituyeunpasodeterminanteen la fundamentacióndelimperativola intervenciónde una U dudametódicaacercadel valor moral de las acciones,con respectoal cual es fácil engaffarse2,a U partirde la que seconcluyeque,aunquetodaslas accionesempíricasfueranmalvadas,la Ideade • debersubsistiría,pues—como leemosen la Religión—la tesis del mal radical, innato en la e naturalezahumana, carece de relevanciaen la dogmáticamoral, cuyos conceptosseguirán • manteniendola mismafuerza. Observamosasimismounapresenciatangencialdel mal en la e afirmación de la segundaCrítica, segi~n la cual la voluntad humana no puede alcanzar la • perfecciónde unavoluntadplenamenteconformeala ley3, i~u~do unadistanciairreductible u que señalatoda la riquezadel trabajode la moralización.En estrecharelacióncon la defensade • la realidadefectiva del mal con la que comenzábamoseste capitulo, los opúsculoskantianos • acercade la historiasubrayanla colaboracióndemal y progreso—comoesel casodeideapara una historia...—,el primero especialmentevisible en el ordende los individuos, y el segundo e concernientea la sociedaden general,en el senode las comunidadeshumanas,cuyo principio másevidenteseráel de la insociablesociabilidad,sin la que todos los talentospermanecerian e como gérmenessin desarrollary la existenciahumanatendríalugar en un transcurrirplácido, • pero improductivo4,de maneraque la unidad rivalizanteen la envidia, la codicia de honores • (Ehrsucht),la avidezde lucro (Habsucht)y el ansiade dominio (Herrsucht),responderíana una e sabiduríanatural que sabemejor que nosotroslo que nos conviene. Por otro lado, con unapersonallecturade la narraciónbíblica del Génesis,Kant interpretael pnmerpecado,no como veníasiendohabitual,a saber,comocaídao alienaciónparcialo total de la libertadoriginal5, sino U U Vd Neg Gr., 1* secc.,A 13; cfr. Re!, p. 9, nota; cfr. MS, Introd, IV, p. 223: «Unaacción que no estáordenada ni e prohibida, está simplemente permitida,pero con respecto a ella no hay ley alguna que limite la libertad (permisión) ni, por tanto, deber alguno. Una acción semejante se llama moralmente-indiferente (ind¿fferens, adiaphoron, res meraefacultatis)». U 2Vd.GMS,BA26. • 3VdÑirV,A49, e ‘~ Vd. Idee,prop.IV, p. 20-1; prop.fi, p. 17;prop. VII, p. 25. Estaoriginal lecturacon respectoa la tradición interpretativala encontramosen Muth. Anfang, VIII, Pp. 110-6; acercade la caida (Verfalí) como pérdida remitimos a Malebranche,Rech. de la venté,IV, aclaración;cfr. M.e e • 371 U e e e e U comounaconquistalibre de la razón,quedevieneporprimeravezconscientedeellamismay se libera del sometimientooriginal al instinto, de suerteque el pecadooriginal se traduzcaen un auténticodespertarque traigaconsigo unaliberacióny una conquista—envirtud del destinode la sociedad,no de unaintervenciónredentoradivina, la falta original podráentendersecomofelix culpa—. Sin embargo,no será hastauna obraenteramenteconsagradaa la religión, y de aid a la preguntaala vezespeculativay práctica¿quémeespermicidoesperar?,cuandosetome en serio el estudiode unasuertede «antropologíade la vida moral» (Krúger) —si bien pertenecientede lleno a la determinacióny estudiotranscendentalde un problema metafisico como es la libertad—,el cual pondráde manifiestoque lo propio de la concienciareligiosano estanto el reconocimientodela existenciadeDios, y de laúltima consecuenciadel imperativocategórico,a saber,la inmortalidad,sino el del abismoqueseparala exigenciade la ley y nuestravoluntad,es decir, la tomade concienciadenuestracapacidadparael mal. Si bien la existenciade éstees de una certezaindemostrable,comono podia serde otra forma tratándosede un respectode la libertad, Kant se alejará con nitidez de cualquier posición maniqueístaque sostengaun paralelismode fuerzasentreel bien y el mal, puesel imperativocategóricoseguirávigente, aunqueel conjuntode los individuosviviesenenel mal, de la misma maneraen queel mal, que debesurealidadefectivaa una máximaque seha decidido por libertad,«nace con elpecado; desaparececon la santidad»1,pero suorigentendráque serbuscadoen una excepciónhechaa favor de nuestrainclinación, es decir, no en fuentesdeterminantesdel egoísmo2.Eliminadala posibilidadde una soluciónconciliadora,a saber,la propia de los latitudinarios, por la que el hombreno seriani buenoni malo en sentidomoral,Kant reivindicaráel rigorismo, segúnel cual el hombreserá,o bientotalmentebueno,o bientotalmentemalvado,sin que seaposiblesaltarde continuode un estadoa otro, puestoda máxima,ya seabuenao mala, es adoptadapor una decisión inteligible, intemporal, que conciernee implica al conjunto de nuestraexistencia. Rechazandoatribuir al mal un origen espacio-temporal—por ejemplo, en el senomaterno,al estilo de algunosteólogoscomoel profesordel Collegiuni FridericianumJ. H. Schulz—,Kant sostendráque másbien resultacontemporáneode nuestrarazón, en cuantoestácon nosotros desdeel comienzodel usode nuestralibertad,por lo tanto su existenciaviene a constituir algo imputable, una culpa original (ursprñngliche Schuld) —como veremos no susceptiblede heredarse—,al ser la máspersonalde todaslas deudas(allerpersónlichseen),asaber,una deuda de pecado(Szindenschuld),que dificulta (erschweren)—en una dificultad que no impide el trabajomoral,sino quelo inipulsa—la victoria (Sieg) final del principio buenosobreel maloen el hombre,que cuentacon un probadoderecho(Recht) a esepredominio3.Peroel argumento Gueroult,Los cinco abismos de la Providencia en Malebranche, t. III. p. 225s., citadosambosen bibliografía. La Re! recuperará,sin embargo,la doctrinacristianadela caída—vd op. ciÉ, pp. 44-5—, cornomodelo del discurso acercadel mal radical en la naturalezahumana, si bien concierneal pasode la inocencia(Unschuld) al pecadoen virtud dela caída,mientrasqueel discursokantianoffindamentatodaadopcióndemáximasmalasenunapropensión (Hang) librementeadquiridapor nosotros. Vd. J. L. Bruch,La philosophie religleuse de Kant, p. 64, obraincluida en nuestrabibliografía; cfr. OP., XXI, p. 290, dondesemuestrala resistenciakantianaa admitircualquieratisbode simetríaentreel bieny el mal: «Hayen el hombre un buen principio, la voz del imperativo categórico; pero no hay en élprincipio malvado, porque eso seria contradictorio». 2 Vd. OMS,BA 57-8. ~ 1-Ql. Re!, II, pp. 94-5. El mal radical ensombreceparasiemprela imagenmoral que obtengamosde nosotros mismos,peroello no quieredecirquepor su accióndevastadoradesaparezcaaquelloresponsablede quemerezcala penala vida sobrela tierra, a saber,la justicia y lo quehacede sí el hombrebajo leyesmorales.Recordemosal respectolos comentarioskantianoscon motivo de unaspalabraspronunciadasen el discursode un parlamentario 372 e e e U Ue decisivo esgrimido por el rigorista contra el término medio entre una buena y una mala • disposicióndel espíritu nos remitiráa lo asentadopor el ensayosobrelas magnitudesnegativas. No otra cosamásque el desconocimientode la distinción entre fenómenosy noúmenospudo conducira Leibniz a desatenderla oposiciónreal de dos realidadesen un mismo universode • conceptos—por otro lado, teológicamentesostenidoen su racionalismo—,permaneciendoen una realitas nou¡nenonpara la que carecede sentido el par de conceptosde reflexión de U concordancia(Einstirnmung) y oposición (Widers¿’reit)’. Peroel principio lógico leibniziano, U segúnel cual las realidadesnuncaseoponenrealmente,careceráde sentidofuerade unarelación U puramenteconceptual,pues en el mundo de los fenómenos(realitasphaenomenon)opera la oposiciónreal entre sustanciasy sus respectivosefectos—lo que trasladadoal ámbito moralsuponela oposiciónreal de la virtud (+a) al vicio (—a)——, de modo que unapuedesuprimir el U efectode la otra,unaoperacióncuyascondicionessólo encontramosen la sensibilidad2. U Frenteal latitudinarismo,el rigoristasostieneque la elección(Wahl) del hombrese ha U inclinadodesdeel principio haciael mal3, por lo que su fundamentoo razónde serno deberá indagarseen un instinto natural, sino solamenteen una reglaprácticaque el arbitrio libre seha e forjadoél mismo,puesesde un innatismolibrementecontraído(zugezogen). El fundamentodel U mal no podrá hallarse,pues,en la sensibilidad y en las inclinacionesnaturales,en realidad U carentesde relacióndirectaconel mal y que másbienpuedenservirparaperfilar, en virtud de la U resistenciaopuestaasufuerzamotriz, el trabajode la intenciónmoral, que,adiferenciade lo que U ocurrecon el mal como propensión,no puedensernosimputadas—nodebemosresponderde su • existencia—,a raízde lo cual serálícito afirmar con plenacontundenciaque el hombreno esun • ser bestial”. Señalaademásel discursokantianoque haconducidocon frecuenciaa error el no U haberreparadoen que, si bienel mal no pareceencontraren la sensibilidadsuverdaderoorigen, U sí puedeconsiderarlasu asiento,pues, lejos de admitir la existenciaen el hombre de una U naturalezapecadora,Kant apuntaráa la realidadde unasituaciónpecadora,de la que haceusoun • actoincomprensiblede libertad,con lo queel mal no residiráen las inclinacionessensibles,sino • en la complacencia(Nachsicht)que les confiere el arbitrio. En esteúltimo gesto se muestra • ocultándoseel verdaderoenemigode la intenciónbuena,cuya invisibilidad (Unsichtbarkeit)— u U inglés, vd. op. ciÉ, ~, PP. 38-9: (10 SC da en ninguna parte una virtud para la cual no pueda encontrarse un grado de tentación e (Versuchung)capaz de derribarla, si el que nos gane para su partido el espíritu bueno o el malo depende sólo de • quien ofrezca más y efectúe el más pronto pago, entoncespodria ser universalmente verdadero del hombre lo que dice el Apóstol: «No hay aquí diferencia alguna, todos son sin excepción pecadores, —no hay ninguno que haga el • bien (según el espíritu de la ley), ni siquiera uno»»; cfr. KprV, A 178-9. U ‘Vd.KrV,A264/B320-A265/B321. e 2 Vd. op. ciÉ, A 273/B 329-A274/B 330. Los Fortschr. contienenun resumende la críticakantianaal racionalismo leibniziano,segúnla cualel origendelas dificultadesdeLeibnizprovienendequeéstehaignoradosistemáticamente la ifinción de la sensibilidad,y cuandola reconoce,la intelectualiza,por lo quesu fundamentacióndel principio de U razónsuficientetendrácomo consecuenciala consideracióndelas cosascomo compuestosderealidad y negación, U siendola negaciónla ausenciaderazónparaponeralgoquetengarealidad;vd op. ciÉ, XX, PP. 282-3; vd definición • del mal enLeibniz, Theod, 1, n032-3 y rí, n0 153. Vd Muthv Anfang, VIII, p. 115: «La historia de la Naturalezacomienm por el bien, pueses la obrade Dios; la historia de la libertadcomienzapor elmal, pues es obradel hombre»;cfr. Re!, II, p. 68, nota. U ~Vi Re!., 1, pp. 31-2; cfr. op. cU., 11, p. 69: «Las inclinaciones naturales son, consideradasen si mismas,buenas, U esto es: no reprobables, y querer extirparías no solamente es vano, sino que sería también dañino y censurable; más • bien hay que domarías para que no se consuman las unas a las otras, sino que puedan ser llevadas a concordar en • un todo llamadofelicidad». El horizontede la felicidad será,pues,el horizontede sentidodel conjuntode nuestras inclinaciones. u e 373 U U e e e e invisible como la libertadde la que proviene—contrastaclaramentecon la mostraciónfrancay carentede disfrazde las inclinacionesnaturales,un fundamentoexplicativoque suelemantenerse siempreencubiertoy que la expresiónde enemigoinvisible (unsichtbarerFeind) pretendehacer representable(vors¿’ellig)comotal sólo parael usoprácticode la razón1.Porotro lado,tampoco seráposiblehallar ese fundamentoen una razónque decidaliberarsede si misma,en la medida enquesedesprendadelvínculo esencialquela liga a la ley moral, lo quehariade ellauna razón maliciosa (boshafi) —una voluntad absolutamentemala—, que elevada el antagonismo (Widerstreit)a la ley al rango de motor (Triebfeder).Se tratadade una corrupción(Verderbnis) de la razón moralmente legisladora, en la creencia de que podría obrar libremente desprendiéndosedel vínculo que la une a la ley moral, que haríade nosotrosseresdiabólicos (teuflichesWesen),atribuciónque tampocoparececorresponderal hombre2. Se llamará,pues, “malvado”a un hombre,no tantoporquerealiceaccionesmalas(contrariasa la ley moral), sino porqueéstasseantalesque dejenconcluir máximasmalasen él. Dado que resultaimposible observarel fundamentode las máximas3—inclusolas de uno mismo,puestoque nosmostramos especialmentedispuestosa faltar a la verdadcuandose trata de dejar en buen lugar nuestro caráctermoral—,el juicio quesentenciela maldaddel autor(Táter) de ciertasaccionesno podrá basarseconcertezaen la experiencia,puestoqueparaconcluir esecarácterhabríaqueextraera priori de algunasaccionesconscientementemalasde aquélun fundamentode todaslas máximas moralmentedeleznables,fundamentoque seráa su vezunamáxima.Esefundamentosubjetivo de la adopcióndemáximasseráinevitablementeun actode libertad(AclusderFreiheit),pues,si setratarade un meroimpulsonatural,podriaexplicarsemediantecausasnaturales,de modoque, puestoqueel primerfundamentode las máximasno resideen la experiencia,el bieny el mal en el hombreserállamado innato (angeboren),«en el sentidode que espuestoa la baseantesde todousodela libertaddadoenla experiencia»4.Porlo tanto, el amorde sí (Selbstlíebe),esdecir, las razonesde la sensibilidado las inclinacionesrepresentanla fuente (Quelí) del mal sí son tomadascomo principio de determinaciónde todas nuestrasmaxmias. Si ese amor propio permaneciera,sin embargo,subordinadoen nuestramáxima al sentimientomoral podría ser bueno. Así, la parte inteligible del hombrese convierteen la escenafundamentalen la que se originatanto el bien comoel mal y esteúltimo no tendrásu origenen la naturalezafenoménica Vd Re!, II, pp. 68-72; vd op. cit., p. 68, nota: «Las inclinaciones solamente d4ficultan la ejecución(Ausfiihrung) de la máxima buena opuesta; el mal auténtico, en cambio, consisle en que uno no quiere resistir a aquellas inclinaciones cuando le incitan a la transgresión, y esta intención es propiamente el verdadero enemigo»; cfr. op. ciÉ, pp. 70-1: «[Nlo tiene por qué extrañar que un Apóstol represente este enemigo invisible, cognoscible sólo por sus efectos sobre nosotros, corruptor de losprincipios, como exterior a nosotros y precisamente como espiritu malo: «No tenemos que combatir contra carne y sangre (las inclinaciones naturales), sino contrapríncipes y poderosos — contra espíritus malos»». 2 ~¡, op. ciÉ, 1, p. 32; cfr. prag. Anthrop., II, A III, De las cualidades que se siguen meramente de que el hombre tenga un carácter o carezca de él, A 269/B 267. Vd. Reí., 1, pp. 6 y 7, nota; cfr. op. ciÉ, II, p. 78: «mncluso la experiencia interna del hombre en él mismo no le permite penetrar (durchschauen)las profundidades de su corazón de modo que pudiese alcanzar por autoobservación (Selbstbetrachtung)un conocimiento totalmente seguro acerca delfundamento de las máximas que reconoce como suyasy acerca de lapurezayfirmeza de las mismas»; cfr. op. ciÉ, p. 87. ~Vd. Re!, 1, p. 8; cfr. op. ciÉ, Pp. 7-8: «Asípues, si decimos: el hombre es por naturaleza bueno, o bien: el hombre es por naturaleza malo, esto sign~ica tanto como: contiene un primerfundamento (insondable para nosotros) de la adopción (Annehmung)de máximas buenas o de la adopción de máximas malas (contrarias a la ley), y lo contiene de modo universal en cuanto hombre, por lo tanto de modo que mediante las mismas expresa a la vez el carácter de su especie». 374 e e e U e • del hombre, sino más bien en su ser metafisico,en su ser libre’. La manerade pensarque e considerala ausenciade vicio como una conformidadde la disposiciónmoral a la ley ya se • muestracomounaperversiónradical del corazónhwnano,al detenerseen la consideraciónde la • ley segúnla letra,de modoque la mentiraconcernientea las intencionesde la acción—porotro e lado, siempreprobable,dado que las intencionesprofundasdel individuo permanecenocultas e hastaparaél mismo—supondráel verdaderoimpulsoparala misma2y la tendenciaa cargarseauno mismo con falsasinterpretacionesacercade la ley moral será fundamentocapitaldel mal3. Comola introspecciónno essuficienteparaconocerlas auténticasintencionesdel individuo —no habrásaberprivilegiadoacercade las propiasintenciones—,resultaráfácil engaflarseal respecto,porque«no seabusajamástan fácilmentecomoquienfavorecela buenaopiniónquese tienedesímismo»4.Es el sujetoel que pretendepresuntuosamentecolmarla indeterminaciónoriginal de su intención (Gesinnung) con la aparentecerteza acerca de la bondad de esta última, desprendiéndoseasí del deber irrenunciablede mejorary perfeccionarsede continuo, siendo e víctima de un enga5oo ilusión que aspira a hacer olvidar la distanciaentre la libertad U transcendentaly la concienciasubjetiva a la que se manifiesta, aspiraciónque conlíeva la U admisiónde una intuición intelectual—autointuiciónenestecaso—del origen de las máximas U que es la libertad,a pesarde que la razónmisma esconscientepor sí misma de su incapacidad U para satisfaceresanecesidadde determinarel valor moral de sus acciones5.E! fanatismo— • pretendidaexperienciainterna del caráctermoral de nuestrasmáximas— la superstición U pretendidaexperienciade una confirmaciónexternadel valor moral de las mismas— y la • iluminación —las luces que puedatenerel entendimientoen relación a lo sobrenatural—,en U cuanto desviaciones de una razón que franquea airosa sus límites, suponen diversas U manifestacionesde este autoengañoque conciernea la actitud moral. Como una suerte de • pendantde la aparienciatranscendentalespeculativa,la locura práctica (prakíischer Wahn) e representa,en tanto que una de las sofisticacionesde la razón, una de las manifestaciones • originariasdel mal6. Este, como la libertad a la que pertenece,renacebajo los aspectosmás • insospechadosy de la maneramásladina,quecadaindividuo debearchivarparasí —comoparte • de sutareade autoconocimiento—mientrasqueel filósofo transcendentalseocuparáademásde • determinarsusmúltiplesaparicionesenel escenariode la historia7. Peroel estadoo constitución e (Beschaffenheit) que mejor podrá definir nuestra relación con el mal que producimos e e e U 1 Vd y. Delbos, op. cit, p. 618, señalaque la moral kantianaguarda«delracionalismosocrático,platónico y U le¡bniz¡ano, esta idea de que la voluntad del hombre no puede jamás perseguir deliberadamente el mal por elmal»; U cfr. O. Reboul, op. ciÉ, PP. 94-6. 2 Vd Reí., 1, p. 36; cfr. A.-M. Roviello, op. ciÉ, II, §6, La invisibilidad de la libertad fundamento de la • Selbsttáuschung,Pp. 136-143. Vd Re!, 1, p. 45, nota. U 4Vd.op.cit.,II,p.87. U Vd op. ciÉ, 1, p. 63,nota. 6 Vd op. ciÉ, Ii!, p. 68: «[A]quellos hombresesforzados desconocieron a su enemigo, el cual no ha de ser buscado en las inclinaciones naturales, meramente indisciplinadas pero que se presentan abiertamente y sin disfraz a la conciencia de todos, sino que es un enemigo en cierto modo invisible, que se esconde tras la razón y es, por ello, U tanto máspeligroso» U Vd GMS,RA 23,cfr. op. ciÉ, RA 25-6,dondese apuntala posibilidadde un autoengailocon respectoa la propia U moralidad,quesólo sedesarrollaráenel texto sobrela religión—vdRe!,1, p. 61— y semuestracomo unacoartada • denuestraconcienciaparatransgredirel respetoquedebemosa la ley. El espaciode la filosofia teóricareservadoa un estudiosemejanteserála Dialécticatranscendental. U e 375 U U U e e U (hervorbringen) por libertad será el de una propensión (1-king)~‘, 6. Nada más lejano a estaconcepcióndel origen del mal que la hipótesisde un pecado original quehubieraacontecidoenel inicio de los tiemposo en un cienomomentode lavida de cadaindividuo, puescon ello sedaríalugara la yadenunciadacontradicciónde buscarun origen temporalde las accioneslibres en cuantotales,así como de la constituciónmoral del hombre, puestafueradejuego desdela discusiónacercade la libertadtranscendental,desdeel momento en que cualquieraque hayasido sucomportamientoanterior,ésteseráen todo momentolibre y 1 Acerca de la distinciónentrela propensión(Iclang) y la disposición(Anlage),4 Re!,1, p. 21; cfr. asimismoop. tít., 1, p. 20, nota, dondeseestablecenlas notasquedistinguena la propensión—que puedesernaturalfisica o moral— de la inclinación, el instinto y lapasión; ¿fi. prag Ánthrop., III, §73. 2 Vi Re!, 1, p. 25. Vi op. cit., 1, p. 27. Vi op. ciÉ, 1, pp. 25 y 46. 6 Vd Reí., 1, Pp. 25-6: «[V]ersteht man unter dem Begrfffe emes Hanges einen subjektiven Bestimmungsgrund der Willkiir, dervot}eder Tat vorber gebt,muhinselbstnochnichí Tal isí; da denniii demBegrifle, emesblojien Hanges zum Bosen ein Widerspruch seúl wñrde. wenn dieser Ausdruck nicht etwa in zweierlei verschiedener Bedeutung, die sich beide doch mit dem Regrifle der Freiheit vereinigen lassen, genommen werden kñnnte. Es kann aber den Ausdruck von einer Tat uberhaupt sowohl von demjenigen Gebrauch der Freiheit gelten, woa’urch die oberste Maxime (dem Gesetze gemafi oder zuwider) in die W¡llkur aufgenommen, als auch von demjenigen, da cte Handlungen selbsí (ihrer Materie nach, di. cte Objekte der W,llkúr betreffend) jener Maxime geinófl ausgeñbt werden. Der Hangzum Bosen ist nun Tat it, der ersten Bedeutung (peccatumoriginarium)und zugleichderformale Grnnd alíe gesetzwidrigen Tat im zweiíen Sinne genommen, welche der Molerte nach demselben wÉderstreitet und ¡iaster (peccatumderivativum) genannt wird [...]. Jene ist intelligibele Tat, bloj? durch Vernunft ohne alíe Zeitbedingung erkennbar; diese sensibel, empirisch. in der Zeit gegeben (factum phaenomenon)»;cfi. op. ciÉ, p. 40 y 42; cfi. Muth. Anfang, Viii, p. 123. e e376 e U U e U • no estarádeterminadonecesariamentepor ningunarelación mecánica-causalen sus acciones, e Aquél que abuse(m48brauchen)desulibertad,en un acto inteligible que seráresponsablede los e facta phaenomenasubsiguientes,rechazalibrementehacerun uso (Gebrauch)del arbitrio libre e parael bien,actualizandolaposibilidadinherentea la libertadde aniquilarsea si mismay renegar e de si, en lugar de contribuir a la realizaciónde su objeto total, inversión acercade la que la e experienciatienemuchoquedecir,lo quepermiteahorrarunapruebaprotocolaria.El origenlibre e del mal suponela fuente de su incomprensibilidadpara nosotros—incapacesde explicarlo, e puesto que, como es bien sabido, solamentelos acontecimientosque sucedensegún el mecanismonaturalson susceptiblesde explicacióndesdeel puntodevistacrítico—,de hecho,suU elecciónesun actointeligible (intelligibele Tat), que no puededarseen la experiencia,sino que U la precede, proporcionando el perfil moral de nuestro carácter, de nuestra constitución (Beschaffenheit) moral, de sueneque podamosconcluir que somos incapacesde explicar U (erklñren) la razóno fundamentointeligible de nuestrasaccionesmalas,al no poderindicar lacausade una propiedadfundamental(Grundeigenschaft)que forma una parte inextirpable de U nuestranaturaleza.Por quétienenlugaraccionesprovenientesde máximascontrariasa la ley U volveremosa la inocuidad de los resortes sensiblesen su manifiestamaterialidadante la U perversióninaprehensibledel uso de la libertadparael mal— esalgo que no podemosexplicar, U pero lo quesí estaremosencondicionesdeafirmar con contundencia,desdela autoridadquenos U confiere la Ideaprácticade libertad, será que, aunquela experiencianosproporcionaun buen U númerode datosqueconfirmanla efectividadde la facultadhumanade elegir en contrade la ley, • la libertadjamáspodráconsistiren ello, esdecir,jamásestaremosautorizados—comoveíamos U másarriba—ainvertir las tomasdel discursomoraly convenirlas manifestacionesfenoménicas 2 U de la libertaden nosotrosenel indice de inteligibilidaddeéstacomo Ideade la razónpráctica. U En este sentido,el mal será denominadoradical porquecorrompeel fundamento(Grund) de U todaslas máximas3,perosetrata de un fundamentoél mismocarentede fundamento(grundlos), U puescarecemossiquierade uno concebible(begreflicherGrund) del que pudieraderivarsela U realidaddel mal4. La propensión(Hang) al mismocomportará,a entenderde Kant, tres grados U —constituyentesde algo así como laforma a priori de la pecabilidad—.a saberla fragilidad U (Gebrechlichkeit)o debilidad (Schwúche)—ineptitudparacumplir en la prácticala ley moral, U ______________ • Ud P. Ricocur, Le con/lit des interprétations, p. 425: «El mal dejaría de ser el mal si dejara de ser ‘una manera de U ser de la libertad que le viene de la libertad’. El mal no tiene, por lo tanto, origen en el sentido de causa e antecedente: “toda acción mala, cuando se busca el origen racional, debe ser considerada como si el hombre e hubiera incurrido en ella directamente del estado de inocencia ~ Todo reside en ese “como si “, que es elequivalente filosofico del mito de la caida; es el mito racional del surgimiento, del tránsito instantáneo de la U inocencia al pecado: como Adán (más bien que en Adán) comenzamos el mal»; cfr. J. Nabert, 11 ‘expérience U mntérieure de la liberté, PP. 211-2; B. Carnois nos proporcionaen su op. ciÉ una cita del teólogo K. Rarth, U Dogmatique,XVIII, PP. 149-150,que subrayaque el hombrevive en unapropensiónal mal, por lo queno hay e tiempoen el que fuera totalmenteinocente,pues de un modoincomprensiblese encuentraya siempreligado por libertad al mal, hastael punto de que «porque es, la transgresión se produce: contra él mismo, sin duda, pero U siemprepor él mismo, en virtud de la negación y de la pérdida de su libertad, la cual es su libertadpara Dios y el U prójimo, y nada más; pero el camino de la servidumbre alque ha dado impronta de hecho resulta de su acción, de U su ser». e 2 Ud O.P., XXI, p. 471;cfi. MS, Introd, IV, p. 226; cfi. MS, Rechts!,Y parte, l~ sea., Obs. A, p. 321, nota; cfi. op. ciÉ, Tugendl.,Introd., 1, p. 379. U ~3. Bohatec—ensulite Religionsphilosophie Ko.nts..., p. 269, queincluimosennuestrabibliografia—consideraque U dicha denominaciónprovienede Baumgarten,si bien éstesitúael principio del mal en un conocimientopráctico, U mientrasqueKant lo haceen la elecciónincognoscibledelas máximas. e Ud Re!, 1, p. 35 y 47; cfi. P. Ricocur,Historiay verdad,p. 262 y B. Carnois,op. cit., p. 165: «No conocemos el e suelo en el que el mal raiga, es en esefondo abismal donde la realidad del mal arraiga». e e 377 U e e e U U que la voluntad ya ha acogidoen su máxima—,la impureza(Unlautbarkei¡) —en virtud de la cual lavoluntad,en lugar de adoptaren la máximade su arbitrio únicamentela ley moral como motor suficiente,escuchay atiendea otros móviles para determinarsea actuarconformeal deber—y la malignidad (Bósartigkeit) o corrupción(Verderbheit)del corazónhumano—una perversión(Verkehrheit)que invierte (umkehrt)el ordenmoral en consideraciónde los motivos impulsoresdel arbitrio libre—, enunaexplicitaciónprogresivade una mismapropensiónen tres momentosestrechamenteligadosentresí, dondeel segundoparecesuministrara la primera el apoyo de un contenidoy la tercerapermite cobrarconcienciadel fenómenode la perversión presenteen la impurezade las intenciones(Gesínnungen).No esalgopoco habitualni ilegitimo en la filosofia transcendentalkantianael procedera la descripciónde un dato de conciencia, antesde haberestablecidolas condicionesde la realidad(Realitdt)del mismo,como ocurrióen el avancemedianteun métodoanalíticoporpartede la Fundamentación,donde,antesde probar la objetividaddel conceptode deber,seobservabaun intento de analizarla noción tal y como se muestraal Juicio práctico del entendimientohumano,así como en los Prolegómenos,donde, antesde afirmar lascondicionesde posibilidadde la experienciaposible,seaceptabala realidad efectivadel faktumciencia,elecciónque,como esbien sabido,seriainterpretadade un modo particularporel neokantismo.Puesbien,sostenemosquealgosemejanteocurriráenla obrasobre la religión, en la que, antesde afirmar la existenciadel mal radical en todo hombre,seprocede —para sorpresade algunos—a indagaren el fondode la concienciahumanaconel propósitode descubrirlo queéstasabede la propensiónal mal que pareceanidaren ella1. Unaconsideración másdetenidade los gradosde la propensióndel hombrehaciael mal permitiráreconocerque, sin embargo,en virtud de la autonomiade la voluntady de la disposiciónoriginariaal bienque en ellahabita, la ley moral seencuentraennosotroscomo motivo impulsor (Triebfeder)parahacer el bien,dedondedebepartir todareflexión moral,si bienconstataremosigualmenteque no pocas vecesincumplimos la llamada de esaapelación(Anrujf. En segundolugar, la observación Dos importantesestudiososde la obrakantianasobrela religión, O. Reboul y J.-L. Bruch han mostradoseñas reticenciascon respectoa estemodo de proceder,vd Reboul, op. ciÉ, Pp. 90-2; especialmentep. 92: «Parece que hay una contradicción; Kant nos dice, por una parte, que no se tiene derecho para concluir a partir de un acto malvado el carácter malvado del agente; pero, por otra parte, se arroga el derecho y se apoya sobre ciertos actos empíricos para probarel carácter malvado de todo el género humana Ji -L. Rruch responde al respecto que no hay simetría entre elacto virtuoso y el acto malvado en su relación con la intención y con la cualidad moral del agente: si bien el acto exterionnente bueno puede no ser más que un remedo, «no se remeda el mal, no se puede sino llevarlo a cabo» (p. 64)»; J.-L. Bruch,por suparte,afirmaen suop. ciÉ, pp. 66-7,que-. Leibniz, Theod., II, §154,que interpretala siguientefrasede la Medeade Ovidio comola posibilidad de U queel mal se disfracedebien moral: «Video melioraproboque, deteriora sequor». • 1 Vd.MS, Tugendl.,§§14-5,pp.441-2. 2 Ud. Re!, 1, pp. 33-4: «[DIado quede modonatural acoge ambas cosas [la ley moral y motivos impulsoresde la • sensibilidad]en su máxima, dado que además encontraría cada una de ellas —si estuviese sola— suficiente para la determinación de la volunta4 así, si la diferencia de las máximas dependiese meramente de la diferencia de los motivos impulsores (la materia de las máximas), a saber, de si es la ley o el impulso de los sentidos lo que U proporciona elmotivo impulsor, entonceselhombre seria a la vez moralmente buenoy moralmente malo; lo cual se U contradice [.1. Por lo tanto, la diferencia —esto es: si el hombre es bueno o malo— tiene que residir no en la • diferencia de los motivos que él acoge en su máxima (no en la materia de la máxima), sino en la subordinación(la forma de lamáxima): decuál de losdosmotivoshaceel hombrela condicióndel oto». U U 379 U U e e e U la naturalezahumana’.Porotro lado, el mal serátan universalcomocontingentedesdeel punto de vista de la legalidadnatural, en virtud de su inherenciaa nuestralibertad, y, a pesardel profundoarraigode esapropensiónen el arbitrio libre, quenos obliga a considerarlopartede la mismanaturalezadel hombre,nosseráimputado(zugerechnetf, puesno en vanoapelaa nuestro carácterinteligible, esdecir,a nuestracapacidadcausalde comenzarabsolutamenteun estadoen el mundo.La corrupcióndel mejorde los hombrespartiráde la certezade que la creenciaen la purezade su intención—desdeel momentoen que su acción se muestreconformea la ley moral— puedeestarocultando en el fondo la más solapadade las maldades,por lo que el fariseísmo,a saber,el creerjustificadaslaspropiasobraso el tomar la no culpabilidadexterior por inocencia,que demuestraque el hombresabementir a su propia conciencia3,será un buen hilo conductorde la concepciónkantianadel mal y supresenciainnataen la naturalezahumana. La identidadaparentede un hombrede buenascostumbres(benemoratus)y moralmentebueno (moraliter bonus)en lo que competea la concordanciade las accionescon la ley dificulta aún másla distinciónde las accionesimpulsadassólo por la ley moral de las que únicamentesiguen su letra. Intentando una suerte de revisión de lo que hemos discutido hastael momento, sefialaremosque el origen del mal es insondable (unerforschlich)—como una disonancia (Vers¡immung)del arbitrio que provocamoslibremente4—.Lo que, sin embargo,sí sabemosy cuyasconsecuenciaspodemosindagar esque el principio del mal no puedehallarseni en la sensibilidadni enunaoscuraperversiónde la razón—sino másbien enunadesconocidasíntesis de ambas—,pues,por un lado, las inclinaciones sensiblesno son ni buenasni malas—se encuentranen nosotrossin que lo hayamosquerido—,pudiendoservir, entonces,tanto parael bien como para el mal, mientrasque el mal es por nuestravoluntad y por nuestralibertad, precisamentepor lo cual nos es imputado(zugerechnet/.Por otro lado, tampocoseráposible 1 Vd Reí.,1, p. 23. No habrácontradicciónalgunaentrelo afirmadoen estetextocitadoy la atribucióndel mal a todo el génerohumano por naturaleza—como sostieneBruch, op. ciÉ, p. 62—, sino que la con-upcióndel “mejor hombre”constituyela pruebaafortiori dela del restode la humanidad.Si el mejor ha caldo en la auto-aniquilación de sulibertad, quiendel restopodráescapara esainternay arraigadatendenciaa la inversióndela moralidad.Según Reboulsetratade un métodoque permiteunadescripciónsingularmenteprofbnda y modernadel mal moral —vd. op. ciÉ, p. 93—,lo que le enftentaa la lecturade G. Krtiger—vd op. ciÉ—, queconsideraqueKant titubeaen este puntoentreunadefinición del mal como un actode razón y otratomadade la experiencia,en cuantoimpotenciade la virtud antela fragilidady la impureza. 2 Vi MS. Rechts!, Obs. General, A, p. 320, nota: «Cualquier transgresión de la ley puede explicarse del siguiente modo y no puede explicarse de ningún otro: que la transgresión surge de una máxima del delincuente (la máxima de darse a sí mismo tal crimen como regla); porque si la deriváramos de un impulso sensible, no la habria cometido como un ser librey no podríamos imputársela». Vi Reí., 1, p. 45, nota.La perfidia (Tiicke) o dolus malus, entanto queculpapremeditadapor el hombre,consiste precisamenteen engañarsea uno mismo acercade las propiasintenciones,sin inquietarselo más mínimo por la intenciónpropiaen el casode quelas accionesno produzcannadamalo, sinomásbien utilizandoestoúltimo como pruebade sujustificación;vi op. ciÉ, 1, pp. 37-8.En estemismosentidoaquelloquemuchoshombresconsiderany denominansufeo creencia —dondeKant indagaprecisamentela existenciadeejemplosdemalafe—, si no se ha investigadosuficientementeen el Ibero interno de cada cual, puedeocultaruna de las mentirasmás ineptasante Aquél para el queningúncorazónestáoculto, y al mismo tiempo, la máscriminal, como es el casode la queM. de Unamunodescribemagistralmenteen sunovelaSan ManuelBueno, mártir. ~Vd. Re!, 1, pp. 46-7. En algún lugar, entreuna disposicióninocentey una pasión devastadora,se halla el mal radical,desconocidopara todaobservaciónpsicológica;wL P. Ricoeur,L ‘hommefaillible,p. 132: «Lapsicologíano me muestrajamás elnacimiento de lo impuro». Vi GMS, BA 118: «[El hombre]no responde de sus apetitos e impulsos (y por tanto, la naturaleza entera del mundo sensible) y no los atribuye a su verdadero yo, esto es, a su voluntad aunque si es responsable de la complacencia (Nachsicht)que pueda man(festarles siles concede influjo sobre sus máximas, con perjuicio de las 380 e e U e e e exagerar las cosasy localizar el origen del mal en una perversión(Verderbnis) de la razón • legisladora, lo cual supondría introducir la sospechade que la razón pudiera destruir la • legislaciónmoral que ella mismaha puesto(setzen)y erigido (errichen),hipótesisabsurdaque e caepor supropio peso—puesnuncala Tazónpodráservir parademostrarque no hay razón e con lo que se estaráautorizadoa afirmar con seguridadque ningún ser libre será capaz de e transgredir(iaberíreten) la ley moral, cuyacondiciónes la libertad,en una suertede espíritu de e revuelta (rebellischerwezse). Un ser que se concibieracomo libre, pero, al mismo tiempo, e carentede relación imperativa con la ley, supondríaalgo así comopensarla actuaciónde unacausaen ausenciade toda ley, lo cual contradiceel mismo uso lógico de nuestrasfacultades u superioresde conocer,desdeel momentoen quela noción de causalidadconducedirectamentea U la de leyes2.Por lo tanto, podemosderivardel análisis anteriorque si sepretendelocalizar el fundamentode lo malo en sentido moral en el hombre, la sensibilidad siempre contiene U demasiadopoco —seconsideraríaal hombreun sermeramentebestial—,mientrasque la razón conlíevaconsecuenciashiperbólicas,como que el hombre se convinieraen un ser diabólico, U cuandoen realidadlo peculiarde lo humanoconsisteen no serni bestiani demonio,sino en la U capacidadlibre parahabilitarla conexiónde unacausainteligible con un efectofenoménico,así U comoparanegardesdesí esamismafacultad3.Dirigida al animal o a! serdiabólico, la atribución de maldadmoral resultaríacontradictoria,únicamenteel lugarmedial habitadoporel hombrese U mostrarácoherentecon lo afirmadoacercade la libertad,a decirde Kant, el conceptoquemejor U encamael problemade la metaf¡sica4.De la mismamaneraque un Creadorsupremo,poseedorde • la mayorbondady sumoBien originario—en suaccióninmanente—,y la legalidadnatural,un U ser diabólico,contrapartidaexactadel primero, tambiénquedaráfuera de las condicionesdel U conceptode libertad. Además,como hemosseñalado,una razónmaligna (boshafie Vernunfl) • constituyeuna suposicióncontradictoriaen sí misma,puesse refiere aalgo así comounarazón U liberada (befreií) de la ley moral que ella misma pone (se¡’z¡’) respondiendoa su esencia e negandocon ello la universalidadde esaley, legisladoraparatodos los seresracionales-—,una e razón,pues,desnaturalizadao un intentardemostrardesdey con los mediosde la razónmisma e que no hay razón.Luegopareceque hemosdadocon un límite de la libertadparael mal, al no ser e potestativo(beliebig), esdecir, al no dejarseal albedrío(nachBelieben)del ser libre el poderse e desvincular(embinden)dela ley, dadoqueesasupuestaliberación(Befreiung)representaríaenel • fondo una renunciaa la propia esenciaracional que de ningunamanerapodrá convertirseen e fundamentode determinación(Bestimmungsgrund)de un arbitrio libre. Ello quieredecir que e incluso en su capacidadde elegir la peor de las heteronomiasla facultadde desearno dejaráde e serlegisladoray, de ahí, receptora(Empfdnger)de la imputación(Zurechnung)de susacciones e —un ser diabólico no seráun interlocutorposible, no es ni naturalezani libertad, sino una e hipérboleconcebidapornuestrarazónque destruyea ambas—,esdecir, autónoma,al menosen • potencia,puestoque,al elegir la heteronomía,no seda a sí mismauna ley que seopongacomo e U leyesracionalesdesu voluntad»; cfr. Re!, 1, Pp. 31-2; cfr. Fortschr, XX, p. 346; acercadel reconocimientode uno • mismo comomiembrodeun mundointeligibleal quenosconducela libertad, id OMS,HA 112-3. U Vd. Re!,1, p. 33.2 Vd. OMS,HA 97-98. • Vd. B. Carnois,op. ciÉ, p. 168. 4NosparecequeB. Carnoishareparadodeun modoespecialmenteatinadoenunacuestiónquesurgeal abrigode la U relación existenteentrelibertad y mal, como se manifiestaen las observacionesque introducepor el interrogante e interpuestopor dospreguntas,a saber,¿puede un ser diabólico estar dotadodelibertad? y ¿ puede un ser dotadode • libertadconvertirseendiabólico?,vd. op. cit., PP. 169-172,cuestionesquetambiénnosotrosdeberemosresolveren las páginassiguientes. e • 381 U U e e e U una magnitud negativaa la ley práctica, «sino solamenteel precepto (Vorschrift) de una observanciaracional de una ley patológica» -—no niega, por lo tanto, frontalmente la ley prácticauniversal,sino que muestraque es libre para no cumplirla—. No habrácontradicción, pues,sino un vinculo insondable,entrela autonomíade la voluntady la eleccióndel mal radical, porque incluso en la transgresión(Úbertretung) todo ser racional continúa reconociendola autoridad(Ansehen)de la ley moral,y no habráhombretandepravadoqueno sientaen símismo, en el momento del incumplimiento,una resistencia(Widerstand)—que, como evidenciael estudiode lo sublime,suponeuno de los modosde unapresentaciónnegativade lo inteligible en nosotros—e inclusoun odio (HaJS) que conducirána que la no observanciade esa ley interna tengalugara disgusto(ungern:á contre-coeur)2.Nuestrocarácterinteligible siempreserebelará contra la violación de suscondicionesde posibilidad,si bien el fenoménicopuedepresentarun aspectobien diferente,fomentandoy aplaudiendola acción inmoral. Así pues, la voluntad humana—como leemosen la Fundamentación—se encuentraante una diatriba(Scheidewege), puesno esni absolutamentebuena(schlechterdingsgui) ni absolutamentemala (schlechterdings bóse),justamenteporque eslibre, así, en principio puedeacogeren sus máximasdos motivos impulsoresheterogéneos,asaber,el de la ley moraly el de las inclinacionessensibles,pero,al no poder reconocerseirracional —no debeconfundirsela debilidad del corazónhumano con el absurdode la irracionalidad—,el motivo impulsorde la ley sele impondrásiempre,a poco que avanceen el conocimientoprácticode sí, y no podráser excluidoni desaparecertotalmentede sus máximas3.El mal se introduceenel mundocomorealidadpositiva medianteunaequivocada subordinaciónde motores,cuyo ordenmoral se invierte (umkehrí) y pervierte (verkehr0,por ejemplo cuandose subordinael mandatode la ley moral al amorhaciauno mismo erigido en principio determinantede la voluntad—lo que daríalugara la malignidad,tercerestadiode la propensiónhacia el mal— en una decisióna partir de la cual no seobservará(befolgen) la ley másque si puederesultarfavorablea la satisfacciónde las inclinacionessensibles—en lo que reconoceremosun corazónimpuro—. De esa manera, la obedienciaincondicionadaa la ley quedarárebajadasubjetivamenteal rangode unameraobedienciacondicionada,si bienconviene no olvidar que esla razónmismala que admite subordinarel valor incondicionadode aquéllaa un interéssensible4.El principio buenoy el malo inhabitan (einwohnen),pues,en la naturaleza lid. KprV, §8, Teorema IV, A 59. 2 lid. op. ciÉ, A 59; vd OMS, BA 57-58: «Si ahora atendemos a nosotros mismos, en cada transgresión de un deber, hallaremosque realmente no queremos que nuestra máxima deba ser una ley universal, pues ello es imposible, sino que más bien lo contrario es lo que debe mantenerse como ley universal de la misma: nos tomamos la libertad de hacer una excepción(Ausnahme)para nosotros (o aun sólo por esta vez), en provecho de nuestra inclinación»; vd OMS, HA 113; vii MS. Tugendl., Introd., 1, p. 379, nota: «Pero el hombre como ser moral se descubre a la vez (cuando se contempla objetivamente, a lo cual está determinado por su razón pura práctica (atendiendo a la humanidaden su propia persona)) lo suficientemente santo coMo para transgredir la ley interna a disgusto;porque no hay ningún hombre tan perverso que no sienta en si una resistencia y un odio hacia si mismo con esta transgresión, con lo cual tiene que coaccionarse a si mismo»; cfr. la tesiscontrariadeCi. Deleuzeen La philosophie critique de Kant, p. 44. Vii KprV, A 136:«Dice Fontenelle:Ante un ilustreme inclino,masmi espírituno se inclina. Yopuedoañadir: Ante un hombre de condición baja y ordinaria, en el cual percibo una rectitud (Rechtschaffenheit)de carácter en una cierta medidade la que yo no tengo conciencia de mi, inclinaré mi espíritu, quiera yo o no, y aunque llevase la cabezaaltapara no dejarle olvidar mi superioridad».Kant criticará con su comprensióndel mal el axioma ético cartesiano,segúnel cual «la voluntadseconduce voluntaria y libremente (pues ello pertenece a su esencia), pero nunca infaliblemente, al bien que le es claramente conocido», vd. Descartes,Principia, 1, §§37-38,PP. 42-44; cfr. op. ciÉ, A 137;vii Birault, op. cit., p. 100. ~lid. B. Carnois,op. ciÉ, p. 172: «iJE]) cambio por losensible se produce en la elera misma de lo inteligible»; cfr. 3. Nabert,Essai sur le mal, pp. 77-8: «[E]l arbitrio libre, relativo a la dualidad de la razón y de la sensibilidad, deja 382 e U U e e • humana,pero, mientrasque el primeropertenecea la esenciade unarazónpurapráctica,en una e necesidadde jure, el segundo,simplementea la vista de una consideraciónempíricade la naturalezahumana,secaracterizaráporconstituirunanecesidaddefacto.Porello, lanegaciónde la libertad que es el mal radical no tiene másremedioque intentarsuplantarengañosamenteel • lugar fundantedel principio del bien (gutesPrinzzjp,),simulandosometersea suley, peronegando en susenomismola verdadimperativacon la que seimpone anuestroánimo, abortando,así, el • proyectode fundaciónde lo humanoen general,encuantoactualizaciónde lo que albergauna e disposicióna la personalidad(AnlagezurPerstinlichkeit,>, y devolviéndonoslo quevendríaa ser una imitación (Nachahmung)de la persona,una mentiradel individuo con respectoa la relación efectiva que le vincula al principio que funda la humanidaden él, a saber, el imperativo U categórico1.Desdeestepuntocreemosque puedecobrarunaespecialrelevanciael enconocon el queKant combateel engañoo ilusión (Tduschung)quesederivade la invisibilidad de la libertad y del desconocimientodel rastrode sombraquela razónsiempreguardaenalgunamedidaparasí U misma—algotendráestoquever con la imposibilidad crítica de una génesisde las condiciones de posibilidadde unfaktumque la razónencuentraen susenopráctico—,lo que le conduciráa e rechazaralgoasí comoun presuntoderechoa mentirporfilantropía,enel que,cargadodebuenos U propósitos, se acudaa la retórica paraintentarconciliar (iii Einklang bringen) a la humanidad U (Menschheit)con aquelloquela destruyee imposibilita suexistencia,a saber,la mentira(Lúge). • Sin embargo,por lo que respectaal ordende los afectos,si bien seha desechadoya el papel • dirigentey responsabledel ordensensibleen el mal, la pasióndesempeñaráuna función mucho U máspeligrosaque laemoción,pues,adiferenciade la segunda,la primerapiensa(denkt) y en su U duración—esel apetito(Begierde) sensibleconvertidoeninclinación(Neigung)permanente—: e • «nosdejareflexionary permite al ánimo forjarse principios al respectoy, de estemodo, • cuando la inclinación conduce a lo contrario de la ley, permite incubarlos, arraigarnos profimdamentey adoptar,asi,(deliberadamente)elmal enlapropiamáxima»2. U Lo que diferenciaa la pasióndel restode apetitos (Begierde)que tienensuorigen en la U facultad de desear (Begehrungsvermógen),del mismo modo que las representaciones (Vorstellungen) en el ánimo (Gemid), es que la primera quiere (will,) y tiene propósitos (Absichten),a saber,los de la inclinación—ya seael prestigiosocial,el lucro o el poder—por lo que no suspendela razón,comohacela emoción,sino que seencuentrasiempreasociadaa ella como una aijada astutay solapada(hinterlis¡ig und versieckt)3que conducea elegir en las U U U intacta en el pensamiento de Kant la verdad superior de una libertad adecuada a la razón». Sin embargo,lo U insondablede la negación de la libertad por la libertad misma que es el mal radica] solicita un relato para • representamossu surgimiento,queKant tomaráde la narraciónbíblica del Génesis,un ejemplotomadoen préstamo • a la religión revelada,en el que el origen del mal se remontaa una seduccióntras la cual se produceunacaída (Verfalí), imagenqueintentarecogerel carácterabismáticode la incomprensibilidadde aquél,vd Reí, 1, p. 47. El • mal esradical, perono absoluto,original, perono originario, lo que no hacesino subrayaraún mássupertenenciaa • la libertad. ¡ lid. A.-M. Roviello, op. ciÉ, p. 142: «131 malradical es,porlo tanto, esta negación en la libertadde la legalidad en la cual la libertadencuentra el lugar de suflindación, pero una negación que nopuede expresarse más que como el simulacro de una referencia a estamisma fl¿ndación~. • 2 Vd MS, Tugend!. Introd, XV, p. 408 «¡jL]afit tiberlegung tu undverstattet dem Gemut sich dartiber On¿ndsátze U ni machen undso, wenn die Neigung aufdas Gesetzwidrigefúllt, ñber siezu brtiten, sie tiefzu wurzeln und das Bóse • dadurch (als vorsútzlich) inseineMaxi,’ne aufzunehmen»; cfr. prag. Anthrop., §§ 80-1. e ~Vii prag. Anthrop., §73; cft. Lecciones de metafísica —citamospor Bohatec,p. 246, nota—«[c]uando los móviles e (stimuli) no obstaculizan solamente la libertad, sino que la dominan, se denominan pasión»; cfr. el estudioacercade U • 383 e e e e U U máximaslos propósitos antesmencionados.Con respectoal estudiokantiano de las pasiones ligadasa la vida social,asaber,la codiciade honores(Ehrsucht),el ansiade poder(Herrsucht)y la avidezdelucro y posesiones(1-labsuchí),suscribimoslas palabrasde P. Ricoeur,el cualafirma que trasesetriple afán (Suc/it) se encuentrael motorde una búsqueda(Suchen)nadaaparente,a saber, precisamentela de una humanidadconstituyentede la praxis humana’, que sin las orientacionesde estosmovimientosdel ánimo (BewegungdesGemiits)nosseñadesconocida.En la obra sobre la religión Kant apuntaráque las pasionesmás tenibles provienen de una disposiciónoriginaria, natural y, en cuanto tal, inocentey buena—con lo que comienzana evaporarselas sospechasquepretendieranconvertirlaen raízde nuestramalignidad—,lo que, sin embargo,endureceel juicio que recaesobreaquéllas,al pervertir lo que la naturalezaha puesto como un fin buenoennosotros,esdecir,al constituirunaocasióninigualableparala realización del mal. Porello convienerepararenel justo sentidode la denominaciónde las pasionescomo cáncerespara la razónpráctica <‘Krebsschúdenfúr diepraktischeVernunft,),puessucarácterles convierteenauténticosángelesde la oscuridadpertenecientesal mismolinaje de aquelloa lo que amenazan,al provenir del fuero internode la razón,de la partede la misma que éstano puede comprendery, porlo tanto,controlardel todo. Unapruebamásde ello esel hechode quetienen lugarentrehombres,no conciernenanuestrarelacióncon las cosas.Sólo un serinteligentepodría captarel mensajey la fuerzade la pasión,el motorapetitivointernoa surazónqueamenazacon volverladelrevés y, así, condestruirla.El hombre,queno esni bestiani demonio,poseeun carta de ciudadaníainteligible, pero, al mismo tiempo, ha tomadoya el partidode someterel motor moral de la ley a las razonesde la sensibilidad—así define la antropologíapragmáticala propensión,como posibilidad de que surja un cierto apetito antesde la representaciónde su objeto—,es decir, ha contraídoun estadodecantadohaciael mal —propensoa éste—,parael que,empero,siemprecabela posibilidaddecambiarel rumbohacialo mejor,lo que encuentrasu mejor expresiónen el, a primeravista tan ajenoa los problemasefectivosdel hombreen el mundo,postuladodela inmortalidaddel alma.Esasdosfrentesde la acción,el principiobuenoy el malo, no secompondrán(verbinden)ni semezclarán(ermischen)nunca,sino que habitarán unaal lado de la otra (nebeneinander)comomagnitudesnegativasen la naturalezahumana.Es cierto que, puestoque la propensiónal mal guardaráuna anterioridaden sentidotemporalcon respectoa la disposiciónhaciael bien, la bondadtendráque resultarobtenidaa partir de la superaciónde la caída(Verfail), de dondela relevanciade la conversióncomo expresiónde la libertad en su doble posibilidad, a saber, como propensión al mal (Hang zum Bósen) y disposiciónal bien (Anlage zum Guten)2.Kant celebraen el segundocapítulo de la segunda Crítica la distinciónde dossentidosde la palabra“mal” en lenguaalemana,a saber,que,por un lado,comoperjuicio (6/bel) se refiereal mal sufrido, mientrasque,porel otro, comoBóse,alude al mal cometido,de modo que el primero,en cuantosufrimiento, no serámásque un estado empírico,en contrasteconel segundo,quecomoel bien (Gute) «indica siempreuna relacióncon la voluntad, entantoqueéstaestádeterminadapor la ley de la razón,a darsealgunacosacomo laontologíadelosafectosen el pensamientodeD. Humede F. Duque,contenidoenDe la libertaddela pasión a la pasión de la libertad, trabajoquecitamosenbibliografia. lid. P. Ricocur, L ‘hommefaillible,p. 127.A pesarde las apariencias,el sustantivoSuchty el verbosuclien no son sino dosfalsosamigosdela lenguaalemana,pues,siguiendolas observacionesdeO. Reboul,vii op. cit., p. 75, nota, la etimologíadel primeroremite a la familia de palabrasprocedentedelos verbosseuchen(apestar),del que resulta Seuche(peste), y siechen(estarenfermo).Peroello no empeceen absoluto,nosparece,la profUndidady el acierto delasobservacionesdel pensadorfrancés. 2 En estesentido,J. Havetafirmaráacercade la dobleposibilidaddela libertadhumanaque«[t)odo el sentidode la moral kantianareside en que el mal está hecho,mientras que el bien está porhacen>,vd op. ciÉ, p. 198-9. 384 U- U e e U e objeto»’. El mal, lejos de remitir al estadoafectivo (EmpJindungs:ustand)de la persona,se e referirá a acciones emprendidaslibremente, por lo que únicamente la manera de actuar e (Randlungsart)podrá ser tildada de buena o mala en sentido moral. En conclusión, debe u atendersea que el mal radical imputable a la naturalezahumana,en cuanto éstaposeeuna • propensiónnaturala la inversiónde motivos impulsorespor partede suarbitrio libre, no puede e exterminarse(vertí/gen)por medio de las fuerzashumanas,sin embargo,al mismo tiempo la racionalidaden nosotroscomunicala certezade que ha de serposiblequeunadisposiciónal bien U prevalezcasobreesapropensión.Por estarazón la malignidad (Bñsartigkeit) de la naturaleza U humanano ha de serllamadamaldad,en tanto intención(Gesinnung)—principio subjetivode la U acción—de acogerlo malo en cuantotal como motivo impulsor en las máximas—lo que seria U una intención diabólica—, sino más bien una perversidad(Verkehrheit) del corazóno mal u corazón(frisesHerz), el cual, debidoa la fragilidad de la naturalezahumanay a su impureza,a u pesar de contar con una buenavoluntad en general, sólo se ocupa de que sus accionesse • produzcanconformeala ley, no de quesederivenefectivamentede ellay cumplansuespíritu,un mododepensarque sedesentiendede las consecuenciasde sus accionesy dapasoa una radical perversiónenel corazónhumano(radikale Verkehrheitim menschuichenI-Ierzenf. Si bienen sus • dos primerosgradosestaculpa innata (angeboreneSchuld; reatus)puedeconsiderarsecomo U impremeditada(unvorsútzlich),ello no ocurrirácon respectoal tercero,resultantede unacierta U perfidia (Tñcke)del corazónhumano(dolus malus). La deshonestidady la falta de sinceridad U (Unredlichkeit) paracon uno mismo seconvierten,así, en la auténticamanchapútrida (fauler U Fleck) que impide queel germendel bien (Keim desCuten)se abrapasoen el ánimo humano, • convirtiendoel ordende la virtud (Tugend)en el de los vicios (Laster) y embozandola facultad U propiadecadaserracional finito de seguirun propósitofirme ([ester Vorsatz)en la observancia U (Befolgung)del deber,con respectoalo cualno habrátentación(Versuchung)capazde derribarlo U (‘diitzen). La filosofia moral wolffiana creía dar soluciónal problemadel mal, sosteniendoel e fenómenode unamezclade resortessensiblesjunto con los motoresde la razónen la voluntad e humana,entrelos que surgianevidentementeconflictos3.El rechazokantianode estaexplicación e mecanicistapropiadel racionalismologicista,basadaen la creenciade quela razónpermanecería • intactatras el peccatumoriginarium y no sumergidapor la presiónsensible,denunciaque la • concepcióndelmal porpartedeWolff y delos teólogosdesutiemporemiteel origendel pecado e o de la faltaa unaceguera,fruto del desconocimientode unaperfeccióno de la voluntadde Dios, • ambos reconocidosprincipios prácticos materiales,que queda explicada por medio de un • predominio (superpondium)casi mecánicode los móviles sensiblessobre los racionales,de • maneraqueesapérdidatransitoriade la distinción(Deutlichkeit)de la razóny del entendimiento, • como un oscurecimientoy desorientacióndebidosal influjo de la confusión(Verworrenheit)que lleva consigolo sensible,terminaríaporarrebataral hombretodaresponsabilidadenesteinflujo. e Si bien los racionalistashabíanalejado,de estemodo, suficientementela hipótesishiperbólica, • propiadel geniomaligno,de unavoluntaddiabólica,desconocieronla presenciade un principio positivo del mal en la facultadapetitiva, librementeadoptadopor el hombreen sus máximas. Precisamentefrente a las deficientesexplicacionesteológicasde la aetaskantiana, subsidiarias de innumerablesdistincionesad hoc, Kant recordarácon elogiosla representaciónbíblica del U origendel mal en la naturalezahumana,queexpresaensunarraciónhistóricala inconcebibilidad (Unbegreflichkeit)del origen racional de la adopciónde máximas.La narracióncomienza,en U e U ‘lidflrnli,A105. e lid. Re!, 1, pp. 35-6. lid. Wolff, ¡Vletaph., §§ 692-3. e U 385 e U e e e e efecto, con el pecado(Si¿nde),en cuanto transgresión(liilbertretung) de la ley moral como mandamientodivino, con respectoal cual puededecirseque mutatonomine de [nobis]fabulo narratur’, con la diferenciade que en los hombresse suponeya de antemanouna propensión innataa la transgresión—por lo que éstaserepresentarácomoconsecuenciade unamalignidad innataen la naturalezade los mismos—,mientrasque en el primero de ellos sepresuponeun estadode inocencia(Unschuld)conanterioridadala acciónmalaen sentidomoral,por lo quela transgresiónparaél constituiráunacaída(Verfalí). La tesisdel mal innato (angeborenesBosen) significaráen ascéticamoral—no en supartedogmática,sino enla queseocupadeproporcionar accesoe influenciaa los principiosmoralesen la subjetividad—quedeberemoscomenzarcon la presuposición(Voraussetzung)de una malignidad(Bosartigkeit) del arbitrio en la adopciónde sus máximasen contra (zuwider) de la intenciónmoral original, y puestoque setrata de una propensión inextirpable (unvertilgbar) habrá que empezarpor actuar con el propósito de reaccionarsin pausacontrala misma(mit derunablñssigenGegenwirkunggegendenselben)2,en una incesantelucha (Kampj) pormantenerla firmeza de los propósitos(Vorsútze)moralesa los quelanaturalezanosha dispuesto. ¡42 Análisisde la estructurade elección(Wahl) de las máximas como fundamento de la imputación (Zurechnung) de las acciones. Al elegir (wáhlen) una máxima,el ser racional dotadode un libre albedrío que es el hombre«seda a sí mismo»unciertocarácterinteligible y determinaasí—esresponsablede— la ley de causalidadde suquerer.Esaelecciónconstituyeunadecisión(Entscheidung)¿tica,por lo tanto, carentede términos medios —primer fundamentode una admisión de máximas que concierneal usoenterode la libertad—, que comprometela figura total de nuestraexistencia, puesto que el insondable(unerforschlich) acto de elección de la máxima suprema(oberste Maxime) determinarála elecciónde todaslasmáximassecundarias3.Sin embargo,acabamosde advertir la incapacidadde nuestrasfacultadesde conocimiento para penetrar (einsehen)esa máximasuprema,pues,en casodequeno cometiéramosel error de atribuir sufundamentoa un instinto natural o a cualquier otro posible resorteprovenientede la naturaleza—intentando obcecadamentereducir el origen inteligible de nuestrasdecisionesa uno temporal—, nos encontraríamosremitidosde unamáximaa otra sin posiblevislumbramientode una densidad ontológicadistinta4.Estaes la principal razónde que la libertad nos defina comopersonas,es decir, como seresa los que se les puedenimputar (zurechnen)las accionesde las que son responsables,definición que nos remite a una dimensión indestructibleen cadaindividuo que transciendesu serfenoménico,esdecir, al «ser metafisícode la subjetividad»y a un «origen 5 inteligible del sujeto humano» y, deestamanera,a la fructificaciónde una gananciapreparada (vorbereitet)por la Crítica de la razónpura. De hecho,el resultadotranscendental-teóricoque supone la libertad transcendentalhabilitó que el sujeto racional pudieraconsiderartodo su pasadocomono acontecidoenel momentode la decisión,dotándolede un poderde suspensión —deepokhé—,que debesuponerseen el origende todaacción,si esque sepretendeimputaría (zuree/inen)a suagente.O si seprefiere,no hay actode libertad <‘A ctus derFreiheu) sino como cortocircuitoy suspensióndel implacableencadenamientotemporaly paralelairrupción de una liii Re!, 1, pp. 44-5. 2 lid. op. cit., 1, p. 60. lid op. ciÉ, 1, p. Ny p. 6, ‘~ 1/ii op. cit, p. 7, nota,p. 25 y 61;cfr. KrV, A 556/B584. ‘Vii A-hl Roviello, op. cit,, p. 115. 386 e e U e U • alteridadradical en el senode la necesidadnatural’. Con objeto de cimentar,ya que no una e realidadobjetivaaúnlejana, al menosla posibilidady la ausenciade contradicciónde pensarla libertad como causaeficiente en el mundo, el modelo de solución propuestopor la tercera antinomiainvitará a distinguir en todo sujetoracionalun carácterempírico,que secompadece consunaturalezafenoménicay, en cuantoya erasuyoantesde quehubierapodidoelegirlo,no le será imputable, así como un carácter inteligible, por el que se reconocerácomo una causa incondicionadae intemporalen la seriedeacciones.Así, la constanciaobservadaen el carácter U empírico será concebidacomo manifestaciónde la constancia(Beharrlichkeit) del carácter inteligible,esdecir,de la adopciónlibre de unanaturalezaporlo quede racionalhay enel sujeto, de modo que podráconsiderarseal primeroel signosensible(vinnlichesZeichen)o esquemadel 3U segundo. Nuestraespontaneidadcuenta,por lo tanto, con la peculiaridadde seraprehendidaenU una concienciainseparablede su ejercicio, ya seacomo una intuición empíricaindeterminada, comoel sentimientode unaexistenciasin el menorconceptoo comofaktumde la razónpráctica, U permitiendoque nos reconozcamoscomo determinadosen un orden inteligible de cosas,en U ausenciade intuicióndeterminadadel mismo4.Nadamás lejosde las intencioneskantianasquela U conciliación leibnizianade naturalezay libertad, segúnla cual, a pesarde que todo ente se • encuentreperfectamentedeterminadopor causasinteriores, sus accionespuedenconsiderarse U libres,desdeel momentoen queseproducenpornuestrasfuerzas: e U «Buscaruna escapatoriapretextandosimplementeque el modo de los fUndamentosde • determinacióndesu causalidadsegúnla ley natural secompadececonun conceptocomparativo de • libertad(segúnel cual a veceses llamadoefectolibre aquelcuyo fUndamentonatural determinante e • Vii Krli, A 554/B 582-A555/B 583. La doctrinadela idealidadde los objetosen eí espacioy enel tiempoimplica • necesariamentela unicidadde la intención (Gesinnung) moral —pci Bruch,op. ciÉ, p. 66: «falsus iii uno, laísta in omnibus»—.Nadamáscontrarioa estaposicióny defensatranscendentalde la inauguraciónpor partedel hombrede un nuevoestadode cosasdesdeel puntodevista inteligible que el ejemploleibnizianodel asno de Buridán, el cual U —segúnargumentael racionalista—,situadoa unadistanciaequidistantededos sacosde avena,no sabría, en una • total ausenciade razonesdeterminanteshaciaunadirecciónu otra, por cuál decidirse,lo queparaLeibniz vendríaa • serla hipótesisabsurdadeuna indiferenciaabsoluta;vii lIteod, 1, n0 49,p. 122; 111, n0 303 y 307, p. 312 y p. 314; cfr. C. Roldán,La salida leibniziana del laberinto de la libertad, Introduccióna G.W. Leibniz, Escritosen torno a la e libertad, elazaryel destino,Madrid,Tecnos,1990, pp. 1X-XXVII, En efecto,la reducciónteibnizianade las fUentes U del conocimientoal ordende los conceptosy la consiguienteconsideraciónde los fenómenoscomo cosasen sí no U acertabaen distinguir ontológicamenteentreresortessensiblesy fUndamentosracionalesde determinacióna la e acción,los primerossometidosa la mismaexplicaciónquecualquierotra causanatural, y los segundoscapacesde e implantarunanuevalegalidad,posiblepor libertad, en el mundo.Merecela penaconfrontarel discursokantianode la libertad transcendental con el pre-criticoacercade la mismade la Nova Dilucidatio —como ya hemos intentado U en algunaocasiónen estamismatesis doctoral,vii 1.5.2, p. 153, nota 1—, vii prop. IX, 1, p. 458: «Cuantomás U determinado esté el hombre, una vez puestos todos los motivos del querer, tanto más libre es» y p. 460: «esto no e quedasin duda excluidopor la ley de la razón determinante». • Vii KrV, A 539/B567. Vii op. ciÉ, A 546/B 574. • ‘~ lid 4rV, A 172; cfr. Proleg, § 46. Otrasaparicionesen la críticadel modoen el queaprehendemosnuestrapropia U existencia, estanciamedial entrenaturalezay libertad, son KrV• 8 ¡57, nota; B 422, nota y 8 428430;cfr. las • consideracionesdeJ. Havet, op. ciÉ, acercade la deudade la cuestióndel mal con lo establecidoen la soluciónde la • terceraantinomia, especialmentepp. 183 y 196-7; cfr. O. Reboul, op. ch., pp. 122-135, dondeel autor exponela presuposiciónde las condicionesde imputabilidadde las accionesdesdeuna lecturade los resultadosde la tercera antinomia—cfr. N. Fischer,DerformaleGrundder bosen Tat, citado en nuestrabibliografia—, esdecir, desdela • distinción entrecarácter empirico —ley de causalidadpor la que mis accionesson siempreresultadode causas • naturalesanteriores—e inteligible —fUndamentoontológicode la elecciónintemporal—, así como repasala falsa • conciliación leibniziana de naturalezay libertad mediante la unión meramentepsicológica del determinismo e universalconla voluntadlibre, definidacomo espontaneidadinterior, en loquenosotrostambiénnosdetendremos. e • 387 e e U e U U resideen el interior del agente,como cuando se utiliza la palabralibertad para lo quehace un cuerpo lanzadocuando estáen movimiento libre, porquemientrasdura su trayectoriano se ve impulsadopor nadadesdefUera,o comollamamostambiénmovimientolibre al de un reloj porque hace avanzar él mismo sus manecillassin que seanempujadasdesdefUera, de igual modo llamamoslibres a las accionesdel serhumano,aunqueseannecesariaspor sus fUndamentosde determinaciónprecedentesen el tiempo, porque las representacionesinterioresproducidaspor nuestraspropiasfUerzasdan pie a deseosconformesa circunstanciasocasionalesy, por lo tanto, sonaccionesproducidasa nuestravoluntad)esun recursomiserable»’. Un recursomiserabley mezquinoenopinión de Kant, pues,cuandosesostieneque mis representacionesdeterminantesson anterioresen el tiempo al acto en cuestión,éstecesaráde estaren mi poder,y la conexiónde mis ideassehallaráentoncessometidaa un mecanismotan determinadocomo el natural,siendoigualmentetemporaly empírico,lo que nos devuelvela imagendel automatonspirituale o de las marionetasde Vaucanson.Sin embargo,pareceque no es tanto a la posición de Leibniz —donde la determinaciónpor motivos internos escaparáal ordentemporalenvirtud de supertenenciaa unafinalidad—comoala interpretaciónrecibidade los defensoresde lametafisicaleibniziano-wolffiana,enconcretoa la de Baumgarten,contrala que sedirigen las palabraskantianas,lo que comprometeal menosa la comprensiónpre-crítica kantianade la libertaddesdeel principio lógico de razóndeterminante.Estehabíainsistidoen su Metaphysicaen el carácterlibre de todos nuestrosactos, incluso de aquellosque realizamos contranuestroplacer(contra omnemlib Uum) y de los involuntarios,concluyendola curiosaregla segúnla cual todos los actosvoluntarios seríanlibres, pero no todos los actos libres serian voluntarios.Deestemodo, inclusolos actoscometidosbajoconstricciónexteriorseríanlibres,en la medidaen que los cometiéramosa voluntadnuestra(nachmeinemBelieben)—sin que haya diferenciaalgunaentreaccionesinvoluntarias,esdecir,no determinadaspor la facultadsuperior de desear,y las voluntarias,siendo las primeras late dictum irnputabile2—, rasgoque define propiamentela espontaneidadde las accioneshumanas,así comoque las pasionesnuncaserán libres, silo serála acciónque dependade un principio determinadointerior al agente.No nos pareceen absolutodesacertadala propuestade O. Reboul.el cual consideraque, en el capitulo metódicode la segundaCrítica queessu Aclaración crítica (kritischeBeleuchtung),Kant ajusta cuentasconsupropiacomprensióndel leibnizianismoen los años50, contenidaespecialmenteen suensayode conciliaciónde la libertad con el principio lógico universalde razóndeterminante en la NovaDilucidatio. Precisamenteallí afirmó, en respuestaa Crusius,que los actosque nos parecenindiferentesa toda razóndeterminantesólo los elegimosen apariencia,puesen realidad se encuentrandeterminadospor la preponderanciade una representaciónoscuray extraña— imposiblede percibir a la luznatural—anuestraespontaneidad.Los actoslibresprovendrían,así, de una necesidadaún másrigurosaque la de los fenómenosfisicos, pero interior (innerlich) a nosotrosmismos,una necesidadinterior que generaríaefectosen dosniveles,a saber,en las ‘Vii K.prV, A 171-2: «Fine Ausflucht darin suchen, da]? man blo]? die Art der Bestimmungsgnsnde seiner Kausalitat nach dem Naturgesetre einem komparativenBegnffe von Freiheit anpaflt (nach welchem das bisweilen fteie Wirkung he’flt, davon der bestimmende Naturgrund innerlich im wirkenden Wesen liegt, z.B. das, was ein geworfener Korper verrichtet, wenn er infreier Bewegung ist, da man das Wort Freiheit braucht, weil er, wdhrend da]? er im Buge ist, nicht vom auflen wodurch getrieben wird, oder wie wir die Bewegung einer ti/ir auch emefteie Bewegung nennen, weil sie ihren Zeiger selbst treibt, der also nicht ¿iuflerlich geschoben weráen darf eben so die Handiungen des Menschen, ob sie gleich, durch ihre Bestimmungsgrimnde, die mn der Zeit vorbergehen, notwendig sind, dennochfrei nennen, weil es doc)> innere durch unsere eigene Kr¿ifie hervorgebrachte Vorstellungen, dadurch nach veranlassenden (Jinstúnden erzeugle Begierden und mithin nach unserem eigenen Belieben bewirkte Handlungensind) ist ein elender Behelft’; cfr. Leibniz, Theoii, 1, n0 51 y 75. 2 Vii Baumgarten,Metaph., §§ 721-2. 388 e e e e e accionessurgidasde la pura espontaneidaddel alma y en las determinadasconforme a la e representaciónde lo másdeseable.De estemodo, toda acciónno habrásido inevitable, lo que U conduciríaa mayoresdificultades, pero si infalible, al provenir de una tendenciadel arbitrio determinadapor las circunstanciasen las que se encontraba.Como puedeapreciarse,resulta llamativala adaptaciónde la críticalanzadaporel anteriortexto kantianoa la soluciónde estirpe e leibniziano-wolffianadelproblemade la libertadaalgunasde sustesisen laNovaDilucidatio. El U descubrimientode quesólo puedetenersenoticiade la libertadpor la ley moral—quepasaa seT su ratio cognoscendi—trazarála línea de distanciafundamentalentreel Kant critico y suse predecesores.Leibniz, para el cual la libertad venia a ser la espontaneidadde una mónada e inteligente, admitía que, desde el punto de vista del hombre, los actos libres se muestran e ímprevisiblesy parecensufrir una cierta contingencia,desdeel momentoen que las razones internasinclinan sin obligar’, pero presuponia,al mismotiempo, tras esarelatividadel punto de U vistadivino, parael quela necesidadfisica no sedistinguede la geométrica,de maneraqueen el campode lo absoluto el orden de los pensamientoscorresponderíatérmino a término, more • spinozista,al orden de los movimientos corporales2,y seránuestraignoranciaacercade la • predeterminacióndivina la que otorgue algún sentido a conceptoscomo los de deber y • responsabilidad,de validez únicamenterelativa. El hombre conocería,así, únicamentesu U voluntadantecedente,esdecir,las leyesgeneralesdel bien,con lo queestadacondenadoa actuar U segúnéstas,peroen ignoranciade suvoluntadconsecuente,que regularátodo segúnel principio U de lo mejort cuya lógica permitehaceruso—medianteun procedimientosabiodel que nada U sabemos—de hechosmalvadosparaproducir el mayorbienposible. Desdeestaperspectiva,los • conceptosde bien y mal en sentidomoral no corresponderána realidadobjetiva alguna — U tampocopodránoponerseen sentido real—, sino que más bien habráque confiar en que un U análisisal infinito mostradaquenuestraelecciónessolamenteuna ilusión,así comoel mal moral 4e un medio queridoporDios porsucarácterindispensableparaalcanzarel mejorde los mundos. e ContraLeibniz, Kant admitirá la validezuniversaldel determinismoparatodos los fenómenos, e señalando,sin embargo,que la libertad nos abre la magníficaperspectivade una decisión e inteligible —que demuestrala convivenciade dos órdenesde determinaciónen un mismo • mundo—,parala que sonposiblestanto el bien comoel mal, de modo que tanto el acto que • conducea laculpao deuda(So)>uid) comoel que garantizala recuperacióndel buencarácter—la e regeneracióno conversión—trazan el perfil completo del fundamentoinsondablede la vida e moral, a saber,la libertad, que da sentidoal «dramaconcretode mi existenciaen el tiempo» e (Reboul).Emprenderunaexplicaciónde ladecisiónmoralequivaldríaa anularlascondicionesde la elecciónlibre y dela imputación—lo que contienela clave paradistinguir a laspersonasde las e cosas5—,de suerteque para nosotrosla adopciónde una máxima—que remitea una razón determinante, es decir, a un fundamento de determinación, pero no determinable temporalmente—señalaráel límite de la investigaciónespeculativa. La conciencia moral U _____________ U Vd Leibniz, Tbeod,1, n0 43ss.;III, n0 288. • 2 Vii Leibniz, op. ciÉ, 1, it 62, n079, n0 58. Vii Leibniz, Monad. , art. 90. ~Vii Leibniz, Theod., 1, it 35. • Vii MS, Introd, IV, p. 223: «Personaes el sujeto, cuyas acciones son imputables.La personalidad moral,por U tamo, no es sino la libertadde un ser racional sometido a leyes morales [.1 de donde se desprende que una persona U no está sometida a otras leyes más que las que se da a si misma [...]. Una cosaes algo que no es susceptible de • imputación Todo objeto del libre arbitrio, carente él mismo de libertad, se llama, por tanto, cosa (rescorporalis)»; • cft. op. cit, p. 227: «Imputación(imputatio)en sentido moral es el juiciopor medio del cual alguienesconsiderado como autor (causalibera) de una acción, que entonces se llamaacto(factum)y estásometida a leyes».e U • 389 U e U e e U (Gewissen)seráel índice irrebasablede la imputabilidadde las acciones,en cuanto instancia interior —esun Juicio moral que sejuzgaa sí mismo (vich selbs richtende Urteilkrafi)— que señalacon dedoacusadorla culpa (Schuld)y semanifiestacon especialclaridadcuandola razón pragmáticaintentajustificar ciertas accionesmoralmentemalas,transponiendorazonamientos propios de la legalidadnaturalal campomoral’. Perola presenciade estetribunal interior, que acredita la libertad en nosotros, evidencia al mismo tiempo la limitación de nuestras indagaciones,determinadocomo estátodoserracionalfinito a detenerseen el carácterempírico —sólo Dios puedesondearlo que alberganlos corazones,es decir, penetraren el carácter inteligible de los hombres—2.Si unaMetafisicade las costumbresno recogiera«un sistemade conceptosracionalespuros, independientesde toda condición de la intuición, es decir, una metafisica»3,si seocuparade presentarunaantropologíapragmáticade lo que podemoscon las fuerzasque la naturalezanosha suministrado,seguramenteseriade esperarque el juicio penal expuestoen laRechtslehresólo seocuparade prevenirla falta (nepeccetur),y no de sancionaral autor (quia peccatur), pero esa expectativa olvida que el hombre culpable (schuldig.), precisamentepor la cargade profundidadque le otorgael hacerseportadorde esafalla que le llena de sentido,quele hacepersona,puedey debeconsiderarsecomo un fin en sí, de modoque, en el fondo, el principio de toda sanción penal no pueda ser sino la ley del talión (Wiedervergeltungsrecht),segúnla cual habráque castigar(strafen)en quienhayacometidoun crimencon intención(vorsátzlich),la calumniacon el deshonor,el asesinatoconla muerte4.Pero la intervenciónde ese tribunal humano,que actúaen virtud de su autoridad(Befugnis)para examinarun actoculpabley la intenciónque serefiere al mismo,sólo tendrásentidosi el juez cuentaa su disposicióncon legítimos signossensiblesde un carácterinteligible5, pues,sin la presuposiciónde que todo lo que resultadel arbitrio de alguien, incluso de un niño, tiene su fundamentoen la libertad, no se le podrían imputar sus acciones malvadas. El crimen (Verbrechen;dolz¿s) sediferencia,por lo tanto, de la transgresióninvoluntaria (Verschuldung; culpa) porsucarácterintencional(vorsatzlich),esdecir,porhabersido cometidocon conciencia de ser una transgresión6.Teniendo en cuenta estas necesariasdistinciones, el grado de la imputabilidadde las accionesdeberáser apreciadosubjetivamente,atendiendocon especial interésa la magnitudde los obstáculos,de maneraque cuantomayor seael obstáculonatural y menorel moral, tantomásseimputarácomomérito la acciónbuena.El tribunal interiorizadode la concienciamoral no seráel Juiciopráctico—lejosdedictar lo que deboo no hacer,enunciará lo quehacefalta o lo que habríasido necesarioevitar—, sino la certezade que, por ejemplo,la Vii KprV, A 176-7; 4 definición de la concienciamoralen Reí,IV, p. 288. 2 Vii KrV A 55 l/B 579, nota;cfr. Reí,1, p. 7 y p. SS, nota;cfr. MS, Tugendí, §13, p. 439, nota. Vii MS, Tugendí., PróL, p. 375. Vii op. ciÉ, Rechtsl., II, E, Pp. 332-4; vii op. ciÉ, p. 335: «Nadie sufre un castigo porque lo haya querido, sino porque ha querido una acciónpunible;en efecto, cuando a alguien lesucede lo que quiere, no hay castigo alguno, y es imposible querer ser castigado.—Decir que quiero ser castigado si asesino a alguien no significa sino decir que me someto junto con todos los demás a las leyes que de un modo natural serán también leyes penales [...]. Yo como colegislador que decreta la ley penaL no puedo ser la misma persona que, como súbdito, es castigada segi~n la ley, porque como tal, es decir, como criminal, no puedo tener un voto en la legislación (el legislador es santo). Por tanto, cuando yo formulo una ley penal contra mi, como criminal, es la razón pura juridi co-legisladora en mi (horno noumenon)la que me somete a la ley penal a mí, como capaz de cometer crímenes, por consiguiente, como otra persona(hornophaenomenon)junto con todaslasdemásen una sociedad civil». Vii KrV, A 546$574; cfr. Re!, II, p. 95; enKprV seinsisteen la persistenciadel carácterempírico a travésde los cambiosfenornénicos,A 177; cft. Leccionesde ética—citadopor Bohatee,op. ciÉ, p. 281—: «Es imputabletodo lo re pertenece a la libertad, incluso si no se deriva directamente de la libertad». Vii MS, Introii, p. 224; cfr. KprV, A 178-9 y Re!, ~, PP. 22-3, la ftagilidad y la impurezaserán involuntarias (culpa), mientrasque la malignidadseráundolusreal. 390 e U e U e e acciónque cualquierotro se dispongaa realizar no seainjusta, certezaque en su forma es e infalible, encuantojuicio querecaesobreuno mismo,esdecir,del quepodemosestarsegurosde • que hayainterrogadoel valor y el sentidodeaquélla,por lo que —enestrechacolaboracióncon e el principio transcendentalde veracidad—«la concienciaesnuestrasinceridad».Por estarazón, habráque evitaren lo que estéen nuestrasmanostodo favorecimientodel engañoparacon uno e mismo,sometiéndoseaundesdoblamientointerno,porel que imaginamoscomojuez de nuestras accionesa alguien distinto de nosotros. Así, el veredicto de la concienciase reduciráa un • satisfecito a unacondena,dondela absoluciónno significará,en modo alguno,la felicidad, que sólo puedeacompañaral ejercicio de la virtud, sino «el contento(Frohsein)de habereludido el peligrodeserconsideradoculpable»’.El conceptode mérito (Verdienst)sin embargono recibirá U ningún sentidorelevanteen la intimidad de la concienciamoral, como medidapara evitar el U arraigo del fariseísmoy de la justificación indebida—que la representaciónpresuntuosadel mérito acabeporocultaren el ánimola representacióndel deber—,de suerteque reconoceréel mérito de los quemehayanayudadoy hayanactuadosólo pordeber,prohibiéndomedirigirme a mí mismotal reconocimiento,esdecir,que elmérito sólo concerniráa los otros,en unaasimetría que demuestraque mi yo nouménicome es inaccesible.Sabemosque el mal provienede la facultad(Vermógen)parala libertadqueesnuestrarazónpráctica,libre hastaparahacerde sí una incapacidad(Unvermogen),pero su eficacia en la produccióndel mal, la génesisde éste, permaneceráinexplicableparanosotros2.Sin embargo,sí conocemosnuestraconciencia,algoasí • como la voz de Dios en nosotros3,y —segúnestablecela Antropología pragmática— la U veracidad(Wahrhaftigkeít)enel fuero internode las confesiones(Bekenntnisse)que cadacual se U hacea sí mismo,elevadaen máximasuprema,representarála únicapruebade que existeen el U hombreun carácter, es decir, un modode pensar,moral, puesel actuarsegúnprincipios es lo U mínimo que puedeexigirsea un serracional—seencuentraal alcancede la razónhumanamás • común4—y lo máximoque puedeesperarsedel valorintrínsecodel hombre. U Este recuerdode la limitación esenciala nuestroenjuiciamientoprácticonos obliga a U remitimos a los resultadostranscendentalespresentadosen la discusión acercade la tercera U antinomia, con el propósito de reforzar y cimentarla tesis kantiana,segúnla cual resulta e imposiblededucirel fundamentosubjetivoprimerodel usode la libertaddealgúnactoprimero e del arbitrio libre acontecidoen el tiempo (ersíen Zeit-Actus der Freiheit) —se trata de una e adquisición(Erwerbung)intemporalde la queescapaztodo hombreporel usodesulibertad—. e De modo que la intención(Gesinnung)vendríaa considerarseuna constitucióno modo de ser • (Beschaffenheít)que le es natural al sujeto racional finito y puede denominarseinnato • (angeborene),donde este adjetivo mienta la intemporalidaddel acto inteligible por el que • elegimoslibrementelamáximasupremade nuestrasacciones,de dondehabráqueafirmarque la e tendenciaal bien seráadquirida (erworben)y la tendenciaal mal contraída(zugezogen)5.La e propensiónhaciael mal (HangzumBOsen),en cuantotendencianaturalaun apetito,remiteasíal e carácterinteligible del sujetoque ésteseda a sí mismo porun actode libertad,puescuandose U _____________ U Vii MS, Tugendl., § 13, p. 440. e 2 Vii Reí, Dl, Ol,s. General, p. 218, nota: «[E]ntendemos muy bien qué es libertad en el respecto práctico (si se trata • de deber), pero en unamira teorética, por lo que toca a su causalidad (en cierto modo, a su naturaleza), ni siquiera ?odemospensar sin contradicciónen querer comprenderla».Vii MS,loe. ciÉ, pp. 438 y 440. U ~Vd. prag. Anthrop., II, De las cualidades que resultan de que elhombre tenga un carácter o carezca de él, A 272/B • 270;cfr. la facultaddejuzgarcomogusto encuantofacultad de enjuiciar lasensibilización de Ideas morales, enKU, • § 60, quenosremitea la relaciónanalógicadebellezay moralidad,delaquenosocuparemosen el último capítulo. e ~Vii ReL,I,pp. i4,21 y40. U U 391 U U e e e e hablade carácter«no setrata de lo quela naturalezahacedel hombre,sino de lo queel hombre hacedest mtsmo»’.En cuantoinnatay no adquiridaen el tiempo,la Cesinnungescapaal sentido del arbitrio (Willkúr) consideradomeramentecomola facultadde no seguirmásquelos dictados del amor de sí, siendo algo así como la parte del sujeto más antigua que el sujeto mismo, condición de posibilidadde su identidadfenoménica2,que, por lo tanto, podemosdenominar naturalezapara éste,y al que somosincapacesde analizarulteriomente,puesen él sejuega la relación de lo transcendentalcon lo empírico, «lo que sequiere comprendery que nunca se comprenderá»(was man einsehenwill und nie einsehenwird)3. A diferencia de la persona empírica,que puedeprogresaro retrocederen sumoralidad,la personalidadserá«la dimensión inmutablede la persona»—unasuertede encamaciónde un “pasadotranscendental”postulado por la razón práctica4—y, como la libertad transcendentalen la que se asienta,no se vera sometidaa las variacionestemporales. Esaparte de nosotrosmismosmás antiguaque nuestraidentidadfenoménica,que nos parecementadaen la disposiciónpara la personalidad,se gestará,en cuantobuencarácter parael que la ley moral seade por sí un motor suficientedel arbitrio—, apoyándoseen dos elementosde la determinación(Bestimmung)del hombreque conciernena la facultaddedesear del mismoy al usode suarbitrio, a saber,las disposiciones(Anlagen)a la animalidad(Tierheit), en cuantoser vivo que debecuidar de su propia supervivenciay de la de su especie,y a la humanidad(Menschheit,),en cuantointeligenciapragmáticaque debeaprendera vivir en el seno de una cultura. La disposicióna la personalidad(PersÉinlichkeit)le singularizará,sin embargo, como el único ser fenoménicocapazde introducir en el mundo algo de un orden totalmente distinto a la legalidadmecánico-naturalque rige en éste,a saber,la obra de la libertad. Esta últimadisposición,encuantoreceptividad(Empfánglichkeit)del respetohaciala ley moralcomo un motivo impulsor, suficientepor sí mismo, del arbitrio, intervendránecesariamenteen una doctrina dela virtud comoun conceptofundamental,si bienno constituirápor sí solaun fin de la disposiciónnatural,sino másqueen lamedidaenqueseconviertaen efectivomotordel arbitrio5, lo queserásolamenteposiblesi el arbitrio libre tomaa la leymoral comoprincipio determinante ensu máxima: «A la sola ideade la ley moral, con el respetoquees inseparablede ella, no se la puede llamar legítimamenteunadisposiciónparala personalidad;ella es la personalidadmisma(la idea de lahumanidadconsideradade modototalmenteintelectual).Peroel fundamentosubjetivode que 1 Vd prag. Anthrop., II, A III, Del carácter como modo de pensar, A 267$ 265. Mientrasque la propensión define lo que el hombrehace de sí mismo por libertad, la disposición forma partede «la posibilidadde la naturaleza humana»;vii Re!,1, p. 19. 2 Vii A.-M. Roviello,op. ciÉ, p. 120. Vd. Reí.,1, p. 58, nota. Acercadel sentidode la palabranaturalezaen estaacepción,como esenciadel hombre,que, más allá de las discusionesteológicasal respecto,es el producto de una elección intemporal nouménica,puede acudirsea Bmch, op. cii., p. 71 y a M. Gueroult,Nature humaine et état denature chezRousseau,Kant et Fichte, p. 3s.,ensayoincluidoennuestrabibliografia. ~ Ud. A.-M. Roviello, op. ciÉ, p. 123; cfr. O.P., XXI, p. 14: «Entre todas las cualidades que convienen a un ser pensante, la primera consiste en ser consciente de sí como de una persona. según la cual el sujeto, según el idealismo transcendental, se constituye a sí mismo como objeto a priort no como dado en lofenoménico [...], sino como un ser que se funda y se crea así mismo en tanto que personalidad Yo soy —como hombre soy por mí mismo un objeto sensible en elespacio y el tiempo y, almismo tiempo, un objeto de razón. Soyunapersona,por lo tanto, un ser moral, que cuenta con leyes». Vd Re!, 1, pp. 18-9; cfr. MS, Tugendí. Introd., XIla, pp. 399-400. 392 e e e e e e e e e e e e e U e e • nosotrosadmitamoseste respetocomo motivo impulsor en nuestrasmáximasparece ser una añadiduraa la personalidady, deahí,merecerel nombredeunadisposiciána favor deella»’ En su conjunto se trata de disposicionesoriginales (ursprñnglich) e indestructibles (unvertilgbar),quedisponenparael bien—no sonsólonegativamentebuenas—,en lamedidaen que fomentan(befórdern)y favorecen(begunstigen)laobservancia(Befolgung)de lo quemanda • la ley moral. Si bien las dos primeras pueden ser utilizadas de forma contraria a fin U (zweckwidrig),sobrela tercerano podráhabersido injertado(gepfropftwerden)nadamalo, pues esprecisamentela que habilitaque el hombreseacapazde admitir y adoptar(aufnehmen)en sus U máximasel respetohacia la ley moral como fundamentode determinación,es decir, que las U fuerzasdel ánimo seanreceptivasa la moralidad. Por lo tanto, comomedio de implantación U mundanalde la libertadno tendráque contradeciru oponersea la naturalezay sus razones,sino U más bien superary transcenderlo empírico,actualizandomedianteun Actus der Freiheít una U potencialidadya inscrita en la naturalezahumana,a saber, que a la disposición al bien U constitutivade la mismaseañadaunapropensiónal bien (HangzumGuten), lo queresultaríaser U un indicio dequee] arbitrio (WII.lkñr) ha resuelto(eníseblie/Jen)convenirseen voluntad (Wille). e Con ello quieredecirseque del hecho de que el hombrealbergueunadisposiciónal bien no se U seguiráque seabuenomoralmente,sino queello sólo seráposiblesi admitepor unalibre elección • (freie Wahl) en sus máximaslos motivosimpulsorescomprendidosen estadisposición,esdecir, • si bienel hombreesbuenopordisposiciónnatural, no estádichoquelo seadehecho(der That e nachf. El pasajearribacitadomostrabaque esnecesariodistinguir, pues,entrela receptividad e haciael respetoo el sentimientomoraly la efectivaconversiónde esesentimientoenmotordel e arbitrio libre, así,la Ideade la ley moralno se denominarádisposiciónparala personalidad,sino • que viene a identificarsedirectamentecon la personalidadmisma,y el hechode que el hombre • puedaacogery hacersuyo ese sentimientomoral comomotor de sus accionesseráel añadido e (Zusatz)que la personalidadesperaba,constituyendouna disposicióna su favor (Anlagezum • Behufdesselben),sin la cual seriamosincapacesde respetaren efecto la ley, lo que disminuida radicalmentela confianza(Verírauen)que depositamosennosotrosmismos.A diferenciade la • disposición(Anlage),la propensión(Hang) deberásernosimputada(zugerechner),comonuestro acto(That) propio,dotadode un carácteroriginarioquele permiteprecederatodo hechoo acción empincasiemprepostenor,y como unaeleccionintemporal,«por la cual la máximasuprema(conformeo contraria a la ley) esacogidaen el arbitrio libre»3, por lo que no nos será sólo imputable(zurechnungsfdhíg),sinoquefundarátodoslos juicios de imputabilidad: U «Hay casos en que los hombres,bajo una educaciónprovechosapara quienes eran U educadosal mismo tiempo,muestran,sin embargo,desdesu infancia unamalicia tan precoz,que e Vii Re!, ~, PP. 18-9: «Die Idee des moralischen Cesetzes allein, mit der davon unzertrennlichenAchtung, kann man nicht fíaglich eme Anlagefiar die Persónlichkeitnennen; sie ist die Persñnlichkeit selbst (die Idee der Menschheit ganz intellektuell betrachtet). Aber dafi wir diese Achtung zur Triebfeder in unsere Maximen aufnehmet der • subjekriven Grund hierzu scheint ein Zusatz mr Persónlichlteit zu sein und daher den Namen einer Anlage U Behufderselben zu verdienen». 2 Vii op. ciÉ, 1, pp. 48-9 y 49, nota; qfr. MS, Introii, TV, p. 223: «[L]a personalidad moral no es otra cosa que la • libertadde un ser racional sometido a leyes morales»; cft. KprV, A 155: «[La raíz del deber estáen] la personalidad, es decir, la libertad e independencia respecto del mecanicismo de toda la naturaleza, considerada ciertamente, al mismo tiempo, como una facultad de un ser que se halla sometido a leyes prácticas puras peculiares, es decir, U proporcionadaspor su propia razón, quedando la persona, en cuanto perteneciente al mundo sensible, sometida a • su propia personalidad en la medida en que, simultáneamente, forma parte del mundo inteligible»; cfi’. Y. Delbos, • op. cit,p. 494. Vd. Re!,!, p. 25, cft.op. ciÉ, pp. 43 y 48-9. e • 393 u e e a U U luego va creciendoconellos hastasu madurez,que se les tienepor malvadosnatosy plenamente incorregiblesen lo queconcierneal modode pensar,a pesarde lo cual se les juzgapor suhacery omitir y se les reprochansuscrímenescomo culpas, e inclusoellos mismos(los niños) encuentran esosreprochestan bien fundadoscomo si, pese a esadesesperanzadaconstituciónnatural de su ánimo que se les atribuye, siguieransiendotanresponsablescomo cualquierotro hombre. Estono ocurridasi nosotrosno presupusiéramosque todocuantobrotade su arbitrio (como sin dudatoda acción cometidadeliberadamente)tiene por fundamentounacausalidadlibre, que expresadesde una tempranajuventud en su carácteren sus fenómenos(las acciones),quienesa causade la uniformidad del comportamientohacenreconocibleuna interrelaciónnaturalque,empero,no hace necesariaesamaliciosa constituciónde la voluntad, sino que es más bien la consecuenciade principios malose inalterablesadoptadosvoluntariamente,loscualessólole hacenmásreprobable y merecedordecastigo»’. Como hemosapuntadoun poco más arriba, la imputabilidadevidenciael límite que la libertad impone a nuestrosanálisis e investigacionesen el campo moral, pues la afirmación acercadel caráctermalvadode un individuo determinadoimplicaría que pudiéramoscaptarla intenciónprofundaquese encuentraen la raízde todaslas accionesmalasque hubierarealizado, algo imposible para quien, como nosotros, carezcadel conocimiento del auténtico motivo impulsoradoptadoen la máxima—lo queexplicaa suvezel fracasode todoensayoexplicativo de la libertady susmanifestaciones—.Es verdadque sabemos(wissen)a priori quetodo sujeto racional es responsablede sus actos,pero no podremossabersi es o no realmenteculpable (schuldig) cuando lleva a cabo una acción exteriormentemala, es decir, mientras que la imputación en general queda plenamentejustificada por la arquitectura de los conceptos prácticos,éseno esel casode las imputacionesconcretasquedirigimos a los demásy a nosotros mismos. De cualquiermodo,estasúltimas serán explicacionesfenoménicasencubiertas,pues sólo estaránencondicionesde referirseal carácterempírico,no al inteligible de los agentes. Si biencontamos—comoapuntael textokantiano—conun mayor númeroderazonesparaatribuir un carácterma]vadoa quienhayadadopruebasde él durantemayortiempo,pudiéndoseremontar los ejemploshastasu infancia,y, en efecto, la causalidadpor libertadtiene efectosenel campo fenoménico,la imputaciónperteneceineludiblementea un carácterinteligible que no podemos concluir del anterior.Puededarseinclusounaoposiciónentreambos,porejemploqueel carácter empírico se comportecomo si fuerabueno en algunos casos,mientrasque el inteligible sea radicalmentemalvado,y a la inversa3.En una distinción sólo habilitadapor la soluciónde la Vii KprV, A 178-9: «Es gibt Falle, wo Menschen von Kindheit taj selbst unter einer Erziehung, die, mit der ihrigen zngleich, andern erspricj?lich war, dennoch so friihe Bosheit zeigen. und so bis in ihre Mannesjahre ni steigen forffahren. dafl man sie flir geborne Bósewichter, und gúnzlich. was die Denkungsart betr4/fi, fiar unbesserlich MIt, gleichwohl aher sic wegen ihres Tuns undLassens eben so richtet, ihnen ihre Verbrechen eben so aL Schuld verwciset, ja sic (dic Kinderj selbst diese Verweise so ganz gegriandetfinden, als ob sie, ungeachtet der ihnen beigemessenen ho.ffnungslosen Naturbeschaffenheit ihres Gemías, eben so verantwortlich blieben, als jeder andere Mensch. Dieses wñrde nicht geschehen kdnnen, wenn wir nicAn voraussetzen, dafi alíes, was mis seiner WillkÍir entspringi (ifle ohne ZwerV,A175. 2 Volvemosa observarlo decisivodelas distincionestranscendentalesparalasdecisionesdel pensamientocritico, es e decir, la extremacoherenciaconqueKant ponecomocolofóndela redacciónde losFortschr. un Apéndiceparauna e vísion de conjunto, p. 311, en el que se afirma quelos dosejessobrelos quegira la metafisica,concebidadesdeelmétodocritico, son la doctrinadela idealidaddel espacioy del tiempo, y la doctrinade la realidaddel conceptode U libertad; cfr. KprV, A 180: «Si se nos concede asimismo que el sujeto inteligiblepuede ser libre con respecto a una U acción dada, aunque como sujeto perteneciente también al mundo sensible esté condicionado mecánicamente con e respecto a ella, parece que se tendria que aceptar igualmente, aladmitir que Diosen cuanto ser originario universal e sea también la causa de la existenciade la sustancia [...]: que las acciones de los seres humanos tienen sufundamento dc determinaciónen aquello que se hallapor completofueradesu poder, es decir, en la causalidad de U un ser supremo distinto de él, del cual depende completamente la existencia del primero y la entera determinación U de su causalidad». • Nodamospie a ningunanovedadhermenéuticaconestaafirmación,puesla mismasolucióndela terceraantinomia • acababacon las disputascosmológicasaparentesmedianteuna convivenciade regímenesde sentido,quealejabael peligro escépticodel empirismoy el dogmáticodel espíritu visionario. La libertad en sentidotranscendental,en u cuantocomenzarpor si mismo unaserie fenoménicadeacontecimientos,suponeunacausalidaddela razónpura, a U la quese caracterizadel siguientemodo; vii KrV, A 55 l/B 579: «La razón pura, comounafacultadmeramente U inteligible, no está sometida a laforma tiempo y, de a/ii, tampoco a las condiciones de la sucesión temporal»; cfr. • op. ciÉ, A 553/B 58!: «Lo razón es, por lo tanto, la condición permanente (beharrlicheBedingung)de todas las acciones del arbitrio, bajo las que aparece (erscheint)el hombre. Cada una de ellas estó determinada con U antelación en el carácter empírico del hombre, antes aún de que acontezca. En consideración del carácter U inteligible, del que aquélla es sólo el esquema sensible (sinn]ichesSchema),no rige ningún antes,o después,y cada U acción [...] es el efecto inmediato del carácter inteligible de la razón pura, que actúa libremente, sin estar e determinado dinámicamente en la cadena dc las causas naturales, mediante fundamentos antecedentes externos o e internos, pero según el tiempo». U U 395 e U e d U U e e e e e mapa que permite reconocer la eficacia positiva y negativa de la libertad— aleja la e inaccesibilidadal carácter inteligible de alguien de lo que podría denominarseuna fértil e ignorancia, desdeel momentoen que esaignorancia,que estamosobligadosy acostumbradosa reconoceren cuantoseresfinitos, no noscondenaa recordarreligiosamentequeunavez fuimos libres, sino quemásbien nosimpulsa a aprendera lucharcon las determinacionesy obstáculos empírico-naturales,para implantarpor libertad en el mundo una nuevalegalidady un nuevo ordende cosas,lo másparecidoposiblea un reinode los fines’, El escenariopropio de la libertad ti transcendentalno será,por lo tanto,la despreocupadaduratio naumenondeElfinal de todaslas cosas,sino queenriqueceránuestraconsideracióndel tiempocomo formapurade la sensibilidad e —comoveremosmásde cercaal detenemosen la analíticade lo sublime—,al enfrentamosal problema de un tiempo in-esquematizable,libre de contradicción alguna con el mundo fenomémcoque constituyesusuelo (Baden),quenuncaexpone—en unaimposiblepresentación ti que elevael ánimo-—suespontaneidadinteligible contantaclaridadcomocuandoemprendeuna luchasublimecon la legalidadnatural,en la que lo contrarioa la finalidad (zweckwidrig)—que ti sólopuedellegara valorarcomoun signopositivoel serracionalfinito, el únicoquepuedeobrar por leyesde libertad—y el forzamientode la sensibilidadproducenunaelevación(Erhabenheit) de la consideraciónquenos merecenuestraconstituciónracional2.Precisamenteporquenuestra ti decisiónno estásometidaa las determinacionestemporalespodremoselegir en cadainstanteel SI cursoquequeremosdara nuestravida, siendola libertad del arbitrio la expresiónempírica—el esquemasensible—de la libertadinteligible. El actode la resolucióny decisión(Entschliefiung) ti representaasí un acontecimiento,especialmenterelevantepara la concepciónkantianade la ti metafisica,en el que la libertad humana—lo inteligible o suprasensibleen nosotros—viene a SI implantarseen el mundosensible,exponiendola estructuraapuntadapor una conocidanota de SI los Prolegómenos,según la cual la Idea de libertad tiene lugar en la relación (Verhdltnis) SI acontecidaentreuna causainteligible y un efectofenoménico.De maneraque segúnla doctrina SI del idealismotranscendental—conceptodoctrinal claveparala renovaciónde la cienciabuscada e queesla metafisica—la imputaciónde lasaccioneslibresno dependeráde unaauténticay única e e e lid. B. Carnois,op. ciÉ, Pp. 158-9: «Si mi elección se hubiera llevado a cabo con anterioridad al tiempo, mi esse estaría plenamente determinado por él, no seriaya libre actualmente, no habría sido libre más que en el instante de elecciónpor el que se ha constituido a si mismo». El usoque hemosintroducidode la expresiónfértil ignorancia ti remitedirectamentea la lecturadela distanciaentreel compromisodel pensardefendidoen la filosofla crítica y el sostenidopor el proyectoidealistaexpuestapor C. FernándezLiria en El materialismo—que citamos en nuestra e bibliografla—; vii especialmentecaps. 10 y 11. 2 j• Havetintervino tambiénenestedebateacercadelas consecuenciasde la concepciónkantianade la temporalidad ti de la elecciónpor libertad, asi en su op. ciÉ —vii pp. 175-6— mostrarásu acuerdocon lo defendidopor L. SI Brunschvicg—en L ‘idee critique et le Systéme kantien, PP. 184-5, citado en nuestrabibliografla— en lo que conciernea la acusaciónqueéstedirige al recursoa unacausalidadintemporal de la decisiónpor lo que tiene de retomo al falso dinamismoleibniziano. Si el yo auténticopertenecieray quedarafijado en la inmutabilidadde un carácterintemporal,se cumpliríalaamenaza,señaladapor Kant, dela libertaddel asador,puestantosi aquélffiera el efecto de una elecciónque ha precedidoal enterocurso temporalo expresiónde una decisión que dominaray determinasela vida enteradel individuo, el carácterinteligible vendriaa traducirseenunasospechosainmutabilidad SI —a raiz de lo cual podría admitirse que «la aceptación del carácter inteligible sign~flca la muerte de la buena voluntad>»—. Postura que parecehacer oídos sordosa la cuidadosay fundamentadadistinción kantianaentre fenómeno y cosa en s4 así comoa la peculiaridaddel hombre, quedescubresu capacidadde componerdiscursos annadosentorno al Sollen, esdecir, posiblespor libertad. La atribuciónkantianadela libertada unacausalidadde la SI razón pura no ahogao embotaen modo alguno la potencial riquezaactuantedel individuo, sino que pone de ti manifiestola peculiarfacultadde éstepararelacionardosdensidadesontológicasbien distintas,pudiendomodificar e así conformea un mundointeligible el estadode cosasenel quehabitay desarrollapor lo generalsuvida en cuanto e inteligenciapragmática. e SI 396 SI e SI a e SI e e U e U e e decisiónque habríaacontencidoen el inicio de los tiempos, sino que se fundamentaráen la • posibilidad del hombrede convertirseencadamomentoen otro —abandonandoal hombreviejo e paravestir las galasdel hombrenuevo—,actualizandola libertad que le acompañaen cada e momentode su existencia.Por ello mismo,porquela elecciónintemporalno nosabandonaal e determinismodel pasado—lo que impedidaentenderel fenómenomismo de la regeneración—, e estaráentodomomento(zuaherZeit) en el poderde cadauno el dar satisfacciónal mandatode la moralidady el consecuenteabandonode la propensiónal mal’. Existe, por lo tanto, una conexióndirecta de cadaacción fenoménicarealizadapor el hombrecon la libertad —«cada e acciónpuedeser concebidasub spccieaetemitatis0—,como subrayaclaramenteel ejemplo kantiano,segúnel cual el hombreque miente(lñgt) se hacea si mismoculpable(whuldig) en el U mismo momento(in demAugenbhick)en que produceel hechode la mentira,sin que ninguna U razón disuasoriapueda postergar la imputabilidad de ese acto, ejemplo que ratifica la U simultaneidadde la elecciónnoumemcay la realízacionfenomenica,quehabíhtala encarnacion U efectivade un principio inteligible como la libertaden un mundopobladopor fenómenos3.El U actode la decisióny la imputaciónque conlíevaproporcionan,de estemodo, unaperspectiva U novedosacon respectoal yo mismo,convistasala cualconvienerecordarque la primeraCrítica U manifestabapor mediodel sentidointerno la imposibilidadde queel sujetoalcanzaranuncaalgo U así como el fundamentode sí mismo. En aquellaobra el yo piensoconstituíaalgo así como la U representaciónmás pobre del yo noum¿nico, que permanecía en todo caso como un U desconocido=x,comoreflejabael quela representación(Vorstehlung)de la apercepciónno fuera U más que la referencia de todo pensamientorelatione accidentis y así nada más que ~ sublimede Lyotard—, amboscitados ennuestra • bibliografia; cfr. Bruch,op. ciÉ, cap. IV, ¡la grace et lajust0. Esteestrechovínculo seobservaen la exigenciade universalizaciónde las U máximasconformeal tipo de las leyesnaturalesqueconstituíala clavedel imperativocategórico, U de modo que una máximainmoral secaracterizaría—comomásadelanteconfirmaráHacía la pazperpetua—porserinconfesablee inexplicable.Porestarazón, laveracidad(Wahrhaftigkeit) u u _____________ u Vii KrV, A 748/B 776-A 750/B 778: «Esgibt eme gewisse Unlauterkeit in der menschlichen Natur, die am Ende U doc),, wie alíes, wa~ vot> der Natur kommt, eme Anlage xii guten Zwecken enthalten mufl. naml¡ch eme Neigung, • .seine wahre Gesínnungen zu verhe/ilen, und gewisse angenommene, die man fur gut ¡¿md ruhmlzch halt, mr Sc/iau u tragen. Ganz gewiss haben die Menschen durch diesen Hang. sowo/il sich zu ver/iehlen, als auc/i eznen ihnen vortemíhafien Schein anzune/imen, sich nicht blofl zivilisiert, sonden nach md nach, in gewtsser Ma/le, moralisiert u 1.4. Es tut mir leid, eben dieselbe Unlauterk.eit, Verstelhung mmi Heuchelel sogar in den Aufierungen der U spelculativen Denkungsart wa/irzune/imen, worin doch Menschen, das Gestñndnis i/irer (3edanken billiger Ma/len • offen und unver/iohlen xv entdecken, weit weniger Hindernisse und gar keinen Vorteil haben [.1. [S]ich mit dep • A bsicht, eme gute Sache xii behaupten, in der Welt wohl nichts tibler, als Hinterlist, Verstellung ¡¿md Betnug vereinigen lasse. Dafl es in der Abwiegung der Vernunftgrtinde einer blofien Spekulation alíes ehrlich zugehen U mñsse, ist wohl das wenigste, was man fordern kann. Kónnte man aber auc/i nur aufdieses wenige sicher rechnen, U so ware der Streit der spekulativen Vernunft, uber die wichtigen Fragen von Gott, der Unsterblíchkeit (der Seele) • und der Freiheit, entweder lóngst entsc/iiedenen, oder wiirde se/ir bald zu Ende gebracht werden. So steht ófters die u Lauterkeit der Gesinnung im umgeke/irten Verhaltnisse der Giitartigkeit der Sache selbst, und diese hat vielleicht mer/i aufrichtige und redliche Gegner, als Verteidiger». En definitiva, la crítica partede la certezade que la U sofisteríano abre nuevasposibilidadesde sentido,sino quetraicionala única labor irrenunciablede la razónen el U mundo, a saber,comprenderlo que en él se juega, en el plano tanto especulativocomo pragmático.Cfr. el único U modode ficción permisibleparafavorecerel arraigode la moralidad,enprag.Ant/imp..§ 69, Elgusto encierra una u tendencia afomentar exteriormente la moralidad, HA 191-2;cfr. KU, § 41. 2vd. O.P.,XXI,p. 103. U u 409 u u U u u U supondrá«el trazoprincipal y lo esencialde un carácter»1,y la mentira,sudestrucción,puesto que conducea tratar al otro como un simple medio, haciendo,así, del hombreun objeto de desprecioy menoscabandoel respetoy la confianzaque cadacual deberíatenerpara consigo mismo2, lo cual desembocaen la reducciónde su valor por debajode las cosas,de las que al menos puedeesperarsealgo con seguridad,en virtud de su caráctervorhanden.Mediante la mentira el hombrehacedel fin en si mismo que es, por la humanidadque le constituye,una parodia,a saber,cometeunasuertedecrimencontrasupropiapersona3—y asi de suicidio de su personamoral—. La dificultad del culpablepara descubrire identificar el origen de su mala accióny lo injustificable de éstacontribuye,a suvez, a fortalecerla raíz inextirpabledel mal, enterrandoen nosotrosel germendel bien (Keim des Guten). Por el contrario, la veracidad constituye una suertede referenciafundadorade lo humano—y, en cuantotal, un principio fundamentalo ley transcendentalde comunicación—,quela mentiraseocupade negar,imitando las condicionesde la comunicaciónveraz —en ese fingir que se las respetareside lo que denominamos la ironia del mal—, así como aniquila del modo más perverso la Idea transcendentalde un acuerdoracionaloriginario entrelos hombres4.Deestemodo, la prohibición dementir seráradical puestoqueprovienede un principio fundador,debiendodistinguir con todo rigor en el acto de mentir la injusticia concretaque puedaresultarpara otro y la injusticia principial cometidacon él con respectoa toda la humanidaden la personade un individuo determinado,de ahíquela expresión«tenerun derechoa la verdad»constituyaun enunciadosin sentido,puesla verdadno esunaposesiónquepudieraotorgarseauno y negarsea otro,sino que el hombretieneun derechoa supropiaveracidad(veracitas),esdecir,a laverdadsubjetivaen su persona,que, guesto que la idea de deberes inseparablede la derecho,como deber será incondicionado. Deberáexigirse,por lo tanto, un rigor radicalen lo que concierneal principio, por lo que sedenunciarácomoengañosailusión la creenciade poder introducir en el principio mismolo queno puedesino destruirlo,a saber,la excepcióna suuniversalidady la introducción de elementosempíricosen lo que debeserdefinido a priori. La mentira se convertirá,según Kant, en el origende un buennúmerode vicios y demásobstáculosa la moralidad,de los quese harámenciónen la doctrina de la virtud. Tal esel casode la falsahumildad (Kríechereí)moral (humilitasspuria), por cuantoalberga,bajo unaaparenterenunciadel individuo a la pretensión de tenerpor sí mismoalgúnvalor, comosujetode unarazónpráctico-moral,el deseode alcanzar un fin oculto,en un intentode adquirirel favorde otro medianteunadegradación(Herabsetung) del propio valor moral que se opone al debermismo y nadatiene que ver con la verdadera ‘Vd Pací., A 107-8. 2 Vii op. cit, A 120. Vii J.-L. Bruch,op. cit., p. 48: «Sólo la mentira es imperdonable, porque al minar la veracidad, la arnuina. Es suficiente que el hombre mienta alguna vez para que la confianza que le tenemos se vea irremediablemente comprometida». ~ Vii las objecionescontra la imitación, consideradacomo síntomade una ausenciade caráctermoral en prag. Anthrop., 11 parte, III, A 268¡H 266ss.;cfr. el estudiode A.-M. Roviello acercadel lugar decisivo queocupael principio de la veracidaden la doctrinakantianade la libertad, en op. cit., cap. II, § 7 El deber incondicional de veracidad —el “rigorismo” kantiano. Vii vermeintes Rec/it, VIII, pp. 424-5y 428. 6 E. Weil pasade largodeestaimportantedistinción kantianacuandoconsideraque,en el casode la mentiraemitida anteun asesino,el hombredebuencarácterno tendríanadade quépreocuparse,puesaquélya sehabriaencargado con antelación de romper el contrato que vincula a cadahombrecon la humanidaden él, de modo que podría afirmarseque,allí dondela violenciaha negadoya toda legitimidad, carecede sentidohablarde comportamiento legitimo, lo quenospareceun ejerciciodemaquiavelismoilegitimo enel interior del kantismo,y unareducciónde la moral política a la merapragmática;cft. al respectola imposibilidad de hacerde la máxima de realizar falsas promesasuna ley universalquemandaramentirenGMS,HA 19-20. 410 a u U u U u humildad, que resultade la sinceracomparacióndenuestraconstituciónfenoménicacon la ley • moral (humilitas moralis)’. Asimismo, con el principio transcendentalde veracidad se u fundamenta—lo que contribuyea subrayarsu importanciaarquitectónicaen una doctrinade la • virtud— el deberdel hombreparaconsigomismo,consideradocomosu propio juez innato, es • decir,comoportadorde unaconcienciamoral. En efecto, si el hombreincrementarael númerode ilusionesquepadecepor la fragilidadde supropiaconstituciónmoralcon engañosconscientesen su fuero interno,abortadael sentidode suautorizadodesdoblamientoen un hornophaenomenon • y un hornononmenon,en cuantonumeroidem,perospecie diversus.La concienciamoral, por el u contrario, se muestraextremadamenteescrupulosaen sus juicios —no hay concienciamoral u anchay exige un profundoconocimientode sí—, lo que quieredecirque susdisputasno podrán terminar con una solución amigable (per amícabilemcornpositionem),sino que habrán de u resolversecon el rigor del derecho.Por otro lado, las limitacionesinherentesa la naturaleza U humanaimpiden que puedarepartir premios (Belohnung)—en todo caso permitiráel contento u (Zufriedenheit) de haber escapadoal castigo—, sino que su propósito serámás bien el de a absolver(lossprechen)o condenar(verdammenfal agente.Porotro lado, entrelos deberespara conlos demáspor el respetoqueles debemosse incluirá un rechazofrontal a la murmuración U (Nachreden; obstrectatio) y a la maledicencia(Aflerreden) —que competena la ética, a U diferenciade la difamación—, así como la costumbrede espiar los usos ajenos (allotrio- U episcopia),por lo que tiene de curiosidadofensiva para la humanidady de violación de la U dignidad de los demás,incluso la tendenciaa propalar (Verbreitung; propalatio) algo que u menoscaba(schm¿ílern) el honorajeno,aunquepuedaserverdad.Unavezpreveniday alejadala U prácticade estosvicios, haciéndosecargola razónprácticadel hombredesu deberde conocerse U y juzgarsea sí mismaen nombrede lo inteligible en él, el ejercicio reflexivo de la conciencia u moral no dejaráde presuponeruna tarea infinita, reguladapor el rigor del principio de la U veracidad,que, lejos de conducira un quietismo de la razón práctica, se opondrá,con una U exigencia que es un postulado —que sabe que no puede concluir en una certeza—, al U probabilismo,parael quebastala opinión de queunaacciónpuedaserbuenaparaemprenderla. U Un conocidoejemplokantianoponede manifiesto,de un modoespecialmenteacertado,que la u investigaciónacercadelajusticiamoraldeunaacciónnoacabanuncaparalos hombres: U • «Supóngasepor ejemplo un inquisidor, firmemente apegadoa la exclusividadde su fe u estatuaria,hastael martirio quizás,que tienequejuzgara un presuntohereje(por lo demás,buenciudadano)acusadode incredulidad,preguntoyo: si en el casode que lo condenea muerteuno U puededecirquehajuzgadoenconformidadconsuconcienciamoral (la cualciertamenteyerra)o si U uno puedemás bien culparlo sencillamentedefalta de concienciamoral, hayaerradoo haya u obradode modoconscientementeinjusto,puesse le puedeecharen caraque en un casosemejante 3• nuncapodríaestartotalmenteciertodeno obrardeun modoquizásinjusto» u U _____________ U Vii MS, Tugendl., § 11, pp. 434-6;cfr. KprV, A 139-140;A 130y A 132. u 2 ~ MS. Tugencíl., § 13, pp. 437-44ff u l’ii Rel. IV, Pp. 288-9: «Man nehme z.B. einen Ketzerrichter an, der an der Alleinigkeit seines statutarischen u Glaubens bis allenfalís xum Múrtyrertume fest /ióngt uncí der einen des Unglaubens verklagten sogenannten Ketzer {sonst guten Biirger) xi, richten /iat, und nunfrage ich: ob, wenn er ihm zum Tode venurteilt, man sagen kñnne, er U /iabe seinem (obzwar irrenden) Gewissen gemáJJ gerichtet, oder ob man ibm vielme/ir schlechthin Gewissenlosigkeit U schuld geben kónne, er mag geirrt oder mit Bewufitsemn unrec/it getan haben, weil man es ihm aufden Kopfzusagen u kann, da]? er in einen solohen Falle me ganx gew¡fl sem konnte, er tve hienunter nicht vielleicht unrecht»; cfr. A,-M. U Roviello, op. cli., p. 156: «Fundar lamoral sobre la idea del deber implica la necesidad de una luchapermanente contra el mal, pero igualmenteel reconocimiento del hec/io irreductible del mal»; cfr. op. cit, pp. 158-161. U • 411 u u u u u U El ejemplodel inquisidor que seatrevea condenara muerte al presuntohereje sirve de motivo paradenunciary recordarque el peligro de Selbsttóuschungno abandonanuncaa la concienciamoral humana—que hará del juicio final el arquetipo (Urbild) de sus juicios fenoménicos~—, impulsándolade continuo a proseguirsu trabajo. Sin duda, este freno que nuestrafinitud oponea las pretensionesde instituir un tribunal moral humano sobrela tierra pennite observaren el tantasvecesdenostadorigorismokantianoel auténticofundamentode una actitud de tolerancia2 —por otro lado, elevar la tolerancia(Toleranz) a principio de acción resulta±íaa ojos kantianostambiénalgo pretencioso—,arma con la que la razón se defiende frente al fanatismopseudo-ilustradoque sostieneque el mal es un accidenteque puedeser extirpado,porejemplo,mediantela educación,y, al mismo tiempo, frenteal prejuicio puritano quepretendeeliminary arrancarla raízde lamaldaden la naturalezahumana,cuandomásbien se trata de una fundamentalmanifestaciónde la libertad, que introduce una incertidumbre principial en el fundamentode la moralidad.Perola tendenciaa la imitación (Nachahrnung),el gustoporel disfrazy lo irresistibledel autoengafloque resideen la naturalezahumanano agotan todo lo que podría decirseacercade la mentira, sino que nos pareceque su complejidady extremacoherenciacon los ejesque sostienenel conceptodoctrinal del idealismotranscendental vanbastantemásallá. Podemoscomenzarrecordandoque la Crítica de la razónpura,encargada de fundamentarla ontologíasobrela basede dosfuentesdel conocer,a saberla sensibilidady el entendimiento,impedíadesdesu inicio —con la salvedadde una mencióntan misteriosacomo fructífera al final de su Introducción a una “desconocidaraíz común” de las mismas—la posibilidadde que los conceptospurosdel entendimientosuministraranellos mismosla materia intuitiva legítimamenteproporcionadasólopor la sensibilidad,haciendoindispensablela mirada al mundoparasuperarel estado“natural”de ignoranciay reconociendoen el trabajoconjunto cuyo conceptomássignificativo seráel de síntesisa priori— de ambasfuentescognoscitivasel caminohaciala producciónde saber(Wissen).Puesbien,precisamenteen la transgresiónde estas reglasde la lógica transcendental,sencillasperocargadasde consecuencias,vienea manifestarse otro respectofundamentalde la mentira,derivadaestavez, no tantodel espíritucarnavalescodel espíritu humano,especialmentedominadopor los quese erigen en presuntosdefensoresde “lo humano”,sino de su pretensiónde eludir la ignoranciade la que le obliga a partir su propia finitud, resistiéndoseasía reconocerla seriedadde la incertidumbreala queestásometido: «Unamentira,empero,ya seainterior o exterior,es deunadobleespecie:1) cuandouno dapor verdadero aquellode lo que,sin embargo,es conscientecomo no verdadero;2) cuandouno dapor cierto algo de lo queesconscientecomo subjetivamenteincierto»>. Aquellamisma obracríticanosenseñabaque, si bien la creenciaen una fertilidad de la ignoranciaconduciriaa la destrucciónde la razón y a la muerte de toda filosofia (J’od der Philosophie), los ataquesde ciertos contrincantesen la especulación—peligrososno por los absurdosquedefienden,sinopor los bienesquepuedenarrebatara supasoa la razónhumana—, Vii ReL, 1, p. 40. 2 v~ WiA?, VIII, p. 40, dondeKant afirma queun príncipequeno considereindigno de si el abstenersede prescribir nadaa los hombresenel campode la religión, dejandomásbien enteralibertada sussúbditosen esamateria,y que incluso decline el pretenciosonombrede toleranciapara definir su comportamiento,será él mismo ilustrado, y mereceráserrecordadoy alabadopor haberpuestofin a la minoría deedaddel génerohumanoen lo querespectaal ~obierno. Vii Verki¿ndigung, VIII, Pp. 421-2: «Eme Liige aber, sie mag innerlich oder aufierlich sein, ist zwe4facher Art: 1) wenn man das frr wabr ausgiebt, dessen man sich doch als unwahr bewufit ist, 2) ivenn man etwas frr gewifi ausgiebt, wovon man sichdoch bewufit ist subjektiv ungew¡fi ni sein». 412 u U U U U U por ejemplo,los del escéptico,autorizan(Befugnisgeben)al filósofo transcendentala presentar u comounaevidenciaapodícticaalgo de lo queno setengaplenacerteza,peroque sí constituyael u objeto de una fe moral, reconociendo,así, el buen empleo de ciertas estrategiasen la • argumentacióny el uso de elementossofisticos con el fin de neutralizarlos sofismasdel u adversario. Kant —que trazaráun limite a este permiso en la argumentaciónespeculativa • mediantela suposiciónde que los lectores «no quieran que una buena causasea defendida u injustamente»—autoriza,por lo tanto,el derecho~at’ &vSpo7tov—queno icar’ &Xij»síctv— • de utilizar las mismasarmasdeguerraqueel oponente1.Sin queesterecursotengaqueentraren contradiccióncon la distinción antesapuntadaentre un orden principial-transcendentaly otro u empírico, que sustentala prohibición de la mentira, el pensamientokantiano tiene a bien • reconocerquela mentirapuedeser un mediomuy eficaz para la consecuciónde lo justo, lo que • no dejade tildaríade medioinjusto en sí,queporello mismojamáspodríaconstituirun derecho o un debery, así, tampocouna ley en la que el hombrepudiera hallar el pnncípíopara la u instituciónde suhumanidad.La razónhumananosproporcionatodoslos mediosnecesariospara distinguir entrela luchaespeculativacontraciertos oponentes,dondeel manejode argumentos relativosen cuantoasucertezatienecomofin oponerarmasde guerrasuficientementefuertes— esoseránlas hipótesisde la razónen la definiciónkantiana,armas de guerra—,en condicionesU de frenar el perniciosoavancedel enemigo,y la prohibiciónde la mentiradesdela exigencia U racionalde unafundaciónde lo humano.Estadistinciónratificaráel hechode queel mal radical comienzapor la consideraciónde la bondadde nuestrasintenciones,de la que, a pesarde las • apariencias,en el fondo puedenno estarrevestidas,querepresentaun fortalecimientoilusorio del U carácterde las mismasque aumentarálas posibilidadesde quesetransgredala leymoral, De ahí que el primer mandatode todos los deberespara uno mismo, incluido en una doctrina de la U virtud, seael socrático“conócetea ti mismo”, puesel autoconocimientobeneficiaráel estado U moral del individuo, a pesarde constituir un deberimperfecto y sin término visible, desdeel U momentoen que el fundamentoúltimo de las accionesnos es inaccesible2.Pero, así como el U ejerciciode la mentiracontrauno mismo resultafácil de constatar,es,sin embargo—encuanto U actoen el queintervienela libertad,aunqueseaparanegarsea sí misma—,dificil de explicar. La u misma narración bíblica, que en tantos casos—como en el relato del pecadoorigina]— ha U acertado,a entenderde Kant, a señalarlo insondablede la libertad humana,consideraa la U mentira—no al fraticidio—comoel primerdelito porel queel mal entróen el mundo, si bien la U razón carece de fundamentoalguno para penetraresa originaria propensión (Hang) de los U hombresa la hipocresia(Gleisnerei:espritfourbe),pues,comodecíamos,setrata de un acto de u _____________ U Vii KrV, A 749/E777-A 750/E 778; cfr. KU, § 53, A 213/E216 y A 215/E 217, nota,dondeseobservaacercade U la elocuencia (BeredtheiO.definida como arte de engañarpor una bella apariencia,que, al intentar negar la U personalidaddel interlocutor,reposaenla negacióndela libertad. Quizásse encuentretraseseentraren el juego del u oponente,defendidoen la disciplina de KrV como un medio para alcanzarla verdad, el deber de respetaral u entendimientodel otro, queprohibe el despreciodirigido a los motivos enarboladospor el contrincanteen unadiscusiónen tanto que comportamientocontrario al deber;vii MS, Tugencíl., § 39, Obs., p. 463: «Sobreesto [el U respetodebidoa otros hombresencuantotales]sefundaun deberde respetar al hombre mismo en el uso lógico de U su razón: no censurar sus pasos en falso calfficándolos de absurdo, de juicio disparatado y cosas similares, sino u más bien presuponer que algo tiene que ser verdadero en tal juicio y entresacarlo; pero descubriendo a la vez con u ello la apariencia engaflosa ~o subjetivo de los fundamentos de determinación del juicio que, por error, seconsideró como objetivo), de modo que, al explicar laposibilidad de errar, se conserve en él todavía el respeto por U su entendimienta Porque si usando aquellas expresiones se niega al oponente todo entendimiento en un U determinadojuicio, ¿cómo se le va a dar a entender después que se ha equivocado? »; cfr. op. cit., loc. cit., § 9, p. • 429. 2 Vii MS, Tugendl.,§ 14, p. 441;cfr. KrV, A 557/E585; cfr. Reí.,p. 7, nota. U U 413 u U u U u u libertadqueno sesometea los mismoscaucesexplicativosque un acontecimientofisico’. Pero podemosafirmar que,en esecaso,el hombre,en cuantosernouménico,sesirve de si mismo sólo comoserfenoménico,como si se tratarade una máquina,haciendo de su logos un instrumento, no decomunicaciónefectiva,sino de traicióndel pensamiento.Al destruirel principio en el que sefundamentatoda la vida moni, a saber,la sinceridad(Redlichkeit),no seriade extrañarque la mentira haga perder al hombre todo carácter y engendre todos los vicios. Las inmensas consecuenciasde la transgresión(Úbertretung)de la veracidadno tardaránen hacersesentiren el espacioen el que la libertadproyectasu obra, a saber,en la unión y convivenciacivil de los hombresconformea un cuerpocoercitivo de leyes, cuya constituciónmás deseableserá la republicana,basadaen la libertad legal —conformea la cual puedenregularseen justicia los diferentesarbitrios—, y la igualdade independenciaciviles. Un ensayocomo Hacia la paz perpetua reconoceráen la publicidad (Óffentlichkeit), en el hecho de la exposición y exponibilidad pública de las tesis, la esenciadel conceptotranscendentalde derechopi~blico, sobreel que seasientala fundaciónde un Estado,poniendoasí fin a un presuntopredominiode iure del maquiavelismoy su casuísticaen política mediantela exposiciónde las condiciones propuestaspor la misma razón— para que moral y política puedanhallar una unanimidad (Einhelligkeit)enaquelconceptotranscendental.Así, unamáximaperderásuvalorjurídicodesde el momentoen que semuestrequeno essusceptiblede serdeclaradapúblicamentesin perder todas las posibilidadesde realizar su propósito,pues lo que no se puedepublicar y divulgar (lautwerdenwerden) en el planojurídico y lo inconfesableen el ético convergenen su común pertenenciaa la mentira,en cuantodestrucciónde principio de toda comunicaciónverdaderay expresiónde la perversióndelcorazónhumano: «Si abstraigode todamateria delderechopúblico, tal comosuelenconcebirlolosjuristas, (según las diferentesrelaciones, empíricamentedadas,de los hombresen el Estado o entre Estados),aún me queda la forma de la publicida4 cuya posibilidad está contenidaen toda pretensiónjurídica, porque sin ella no habría justicia (que sólo puede ser pensadacomo públicamenteman4/iesta),ni tampocoderecho,que sólo se otorga a ésta [ji. Despuésde una abstraccióntal detodolo empírico,quecontieneel conceptode derechopolítico y degentes(como lo es, por ejemplo, la maldadde la naturalezahumana,quehaceprecisala coacción), se puede denominarfórmula transcendental del derecho público a la siguienteproposición:«Soninjustas todas las accionesreferidasal derechode otros hombres, cuyas máximas no soportan ser publicadas»[...]. [P]ropongootro principio transcendentaly afirmativo del derechopúblico, cuya fórmulaseria:«Todaslas máximas9uenecesitan lapublicidad(parano perdersu fin) concuerdana lavez conelderechoy la poíitica»» Vii MS, Tugencíl., § 9, Obs., p. 431. 2 Vii ZewF, VIII, pp. 381: «Wenn ich von aher Materiedes tiffentlichen Rechts (nach den verschiedenen empirisch- gegebenen Verháltnissen der Menschen im Staat oder aucli der Staaten unter einander), so wie es sich die Rechtslehrer gewñhnlich denken, absirahire, so bleibt mirnoch die Form der Publicitát ñbrig, deren Mñglich.keit cm jeder Rechtsanspruch in sich enthtilt, weil o/inc jene es keine Gerechtigkeit (die nur als óffentlich kundbar gedachí werden kan,,), mithmn auch kein Recht, das nur von ihr ertheilt wird, geben wúrde [.. 3. Nach einer solchen A bstraction von allem Empirischen, was der Begr¡ffdes Staats- und Vñlkerrechts ent/uIlt (dergícichen das Bósaflige der menschlichen Natur ¿st, welches den Zwang notwendig machO, kann man folgenden Satz die transzendentale Fonnel des qifenilichen Rechis nennen: «Alíe aufdas Recht andererMenschen bezogene Handlungen, deren Maxime sich nicht mit der Pubhicitat vertragt, sincí unrecht~>; cfr. op. cit., p. 386: «[S]chlage ich ein anderes, transscendentales und bejahendes Princíp des óffentliches Recht vor, dessen Formel diese sein wñrde: «Alíe Maxímen, die der Publícítat bedúrfen (um ihren Zweck nicht ni verfehíen), stímmen mit Recht undPolillA vereinigt zusammen»». 414 s U u U U u U No es demasiadodificil reconoceren la fórmula del principio supremodel derecho u público, en cuantocriterio paraaveriguarsi una ley esjusta o no, un necesariovinculo con el • derechoa la libertad de expresión1,en cuantoadmisiónlegal de un espaciopúblico en el que u puedan intercambiarselibremente los pensamientos,a distinguir cuidadosamentede las • pretenciosasopiniones,y salvaguardarseasí la Ideade derechode su amenazaen la realidady en u la prácticajurídico-política.En efecto,dichoprincipio ideal seopondráradicalmentea la censura u despótica,que medianteun cuerpo de leyes, de controlese intervencionesimpide tanto el u surgimiento como el asentamientode la auténticapublicidad, a diferencia de un Estado U republicano,en el que la formade éstaponede manifiestoque el conjuntode los ciudadanosse retiranen su individualidad, pero haciendoabstracciónde sus interesesprivados,conel fin de u permitir la aparición de la cosamisma, a saber,en estecaso,la respublica —la republicanaeslaunicaconstituciónqueprovienede la Ideade un contractusoriginarius y lo renueva2—.En este U sentido,un gobiernoque tome sobresus espaldasla tareade la Ilustracióndeberáprotegerla U libertadpúblicaen la que creceel pensamiento,regulandola emancipaciónde espaciospúblicos U de toda tutela estatal,en los que, ya se trate de un espacio institucional —las facultades U superiores,enpalabrasdeKant— o no institucional—lasdiferenteságorasque seconvoquenen U la sociedadcivil—, la comunidadintelectual puedaproducir libremente un sabercapaz de U regularsea sí mismo,de sersupropiapiedrade toque,lo que sólopuedeocurrir en un saberque U tracesuspropios límitesy distingala ignoranciade las condicionesde su progresocognoscitivo. U Se trata de defenderuna ética del pensarque garanticela libertad de su ejercicio, que en su necesariaproyecciónprácticaadviertade que la política tiene que transcendersus propósitos U meramentepragmáticosparaatendera la éticacomosuhorizontetranscendental.Recordaremos U en estepuntoquela representaciónfilosóficadel triunfo (Sieg)del principio buenosobreel malo • en la obrakantianasobrela religión semanifiestacomo la fundaciónde un reinode Dios bajo • leyes¿ticas,considerandoal conceptode unacomunidadéticacomoel de un pueblode Dios bajo U leyes¿ticas,es decir, comouna Iglesia—algoopuestoa lo que vendríaa serunabanda(Rotte) U del principio malo quetiene como fin la extensióndel mal3—, a lo que deberemosvolver más U adelante.Puestoque la ironía del mal produceno solamenteterriblesconsecuenciaspor lo que U concierneal estadode moralidadde cadauno,sino tambiénunalentadestrucciónde la política y U la función que estádestinadaa realizaren el mundo,no estaráde másque procedamosa reparar • minimamenteen lo que kantianamenteresultanlos dos modos fundamentalesdel rendimiento • político del mal, a saber,porun lado, la versiónpragmatista,parala que la justiciasuponeuna • Idea transcendentale inaccesibleparala prácticapolítica, que vienea ser tambiénuna postura u ¡nmovilista,que mide la Idea de la moral y del derechoa partir de la merarealidadempíricay u estatutaria;porel otro, el moralismo despótico,que sostieneque ha llegado el momentoparala • instauraciónde unasuertedereinode Dios sobrela tierra,independientementedelas condiciones • empíricas. u Lejos de reconocerla legitimidad de estas ideologías,Kant recurrirá de nuevo a la u distinción entrelo empíricoy lo transcendentalpara sostener,mediantela analogíadel orden u cosmopolitafundadosobrela ley “natural” del equilibrio entrelas nacionescon la endeblecasa u U 1 Vd. WhDo?, VIII, p. 144-5; cfr. WiA?, VIII, pp. 36-7.Remitimosasimismoparaun tratamientomásenprofirndidad de estacuestión—si bien deberemosvolver a ella en la última partede estatesisdoctoral—al excelentetrabajo, U tanto al nivel hermenéuticocomo de investigación,de N. Hinske, Perchéil popolo colto rivendica con tanta • insistenza la libertá di stampa (pluralismo e libertá di stampa nel pensiero di Kant), que incluimos en nuestra U bibliografia. 2 Vi ZewF,VITI,p. 3SOyp.350. Vi Reí.,m, pp. 137-140. U • 415 U U U U U U de Swift1, ladestruccióndel derechopolítico en virtud de sureduccióna un meroarteo técnica. Por el contrario, resultadamás beneficiosopara la razón humanapresuponeruna suertede astuciade la naturaleza—como vemos en Idee—encargadade conciliar la búsquedade la satisfacciónde los interesesdecadacualy el biencomún. El peorde los malesen política negará de forma determinantela función de los principios a priori en el derechoprecisamentecomo medio para ocultar la injusticia y violencia en que un régimen alejado de las fórmulas fundamentalesdel derechopúblico inevitablementeincurre2, ya seamediantela reduccióndel principio transcendentalde la fundación de una repúblicaa una quimera—lo que venimos denominandoSelbsttáuschung—,ya seafingiendo sometersea ese principio, mientrasque en realidadescapaconastuciaal mismo.Sin embargo,estadefensade la subordinacióndel derecho a los interesesde un individuo o grupodeterminado,si bien encierrala traducciónpolítica más temible del mal, es incapazde mostrarla posibilidadde unacomunidadpolítica instituidasobre la basede la Rechílosigkeit, en virtud del papeltranscendentalque el derechoestádestinadoa desempeñar3. En lugarde descansarantela elevadaposiciónde esteconceptotranscendental,el filósofo crítico —haciéndosecargo de las tareas y preocupacionesdel político moral— deberá desenmascararla maldad que encierra la extendidaopinión, fortalecida por toda clase de sofismas,segúnla cual la debilidad de la naturalezahumanajustifica las transgresionesdel SI Vii Th.Pr, VflI, p. 312: «Lo naturaleza humana en ninguna otra parte se muestra menosdigna de ser amada que en las relaciones mutuasentre pueblos. No hay un Estado que se encuentre segurofrente a otro, nipor un momento, en lo que respecta a su independencia o a su patrimonio. Siempre existe en el uno la voluntadde sojuzgaral otro o de reducir sus posesiones; y lospertrechos defensivos, quefrecuentemente hacen a lapaz todavia más agobiantey ruinosa para el bienestar interior que la propia guerra, nunca disminuyen. Ahora bien: contra esto ningún otro SI remedio es posible —por analogia con elderecho civil opolítico de los hombres tomados individualmente— salvo el de un Derecho internacionalfundado en leyes públicas con el respaldo de un poder, leyes a las cuales todo Estado tendrÉ> que someterse, pues una paz universal duradera conseguida mediante el llamado equilibrio de las potencias en Europa es una simple quimera, igual que la casa de Sw¡fi, tan perfectamente construida por un arquitecto de acuerdo con todas las leyes del equilibrio que, alposarse sobre ella un gorrión, se vino en seguida abajo»; cfr. SI ZewF, VIII, p. 375, nota. SI 2 Frentea esteataquede los realistaso pragmatistasunaobracomo ZewF, tienequedecir lo siguiente,VIfl, PP. 3 75-6: «De todos estos circunloquios de una doctrina inmoral de la prudencia, con elfin de llevar a los hombres del estado natural de guerra al de paz, se desprende, al menos, lo siguiente: que los hombres no pueden prescindir del SI concepto de derecho en sus relaciones privadas ni en laspúblicas, y que no se atreven a fundar públicamente la SI política en medidas de prudencia, ni a rescindir, pues, toda obediencia al concepto de un derecho público (lo que es llamativo, sobre todo, en el derecho de gentes), sino que le tributan todos los honores debidos, aunque deban inventar cientos de excusas y escapatorias para eludirlo en lapráctica y atribuir al artero poder la autoridadde ser el origen y la unidad de todo derecho (...], bien estará pensar en la quimera con que se engañan y engañan a los demás»; cfr. A.-M. Roviello, op. cit, pp. 207-215. SI Vii ZewF, VIII, p. 355: «A propósito de la maldad de la naturaleza humana, que se man dem weit U gefóhrlichern lñgenhafien undverratherischen, aber doch verniinftelnden, che SclrwÚ.che der menschlichen Natur mr • Rechtfertigung aller liilbertretung vorspiegelnden bosen Princip in uns selbst iii die Augenzu sehen und seineArglist zu besiegen»; cfr. Rel., IV, p. 292, nota; cfr. las observacionesde A.-M. Roviello acercade lo que denomina un uso U indebidoe ideológicodel conceptodefinitud humanaa manosdelospragmatistasenop. cii., pp. 210-3;vd. p. 213: U «Al invocar lafinitud humana parajusnficar el quietismofrente a las injusticias existentes o a las imperfecciones de U la justicia establecida, se pervierte, por ese poder sofista que es un poder “natural” de la razón humana, el sentido • transcendental de la finitud en una categoría empírica; se transfonna la finitud en un dato positivo, en una propiedad “natural” del hombre, y correlativamente, se transforma en una división positiva la división originaria de lo transcendentaly de lo emp frico, cuya línea de demarcación no es ninguna parte. Así elpragmatismo político se U acompaña de un uso dialéctico de la razón: elpragmatismo es indisociablemente un pensary una prácticafundados U sobre la con tradicción de la libertad humana, una contradicción que reposa ella misma sobre ¡a obnuvilación de la u división originaria de lo empírico y lo transcendental». 2 Vii KrV, A 316/B373-A 317/E374. u U 417 U U u U U U cosmopolita»’.Pero,sin duda, algunael peligro más temible que estadenegacióndel carácter público de la libertad lleva consigoestribaen que las falsasexpectativasdel político pragmático acercade la naturalezahumanaacabenproduciendoefectivamenteunahumanidada la medidade esosprejuicios,asaber,unasuertede masade ciudadanospasivosqueobraríanmaquinalmente: «Por mucho que los moralistaspolíticos reflexionensobreel mecanismonaturalde una masahumanaqueentraen la sociedad,a la quedebilitarianaquellosprincipios y cuyo propósitose frustraría; y por mucho que intentendemostrarsusafinnacionescon ejemplosde constituciones mal organizadas, de viejos y nuevos tiempos (por ejemplo, de democraciassin sistema representativo),no merecenseroidos;sobretodo, porquetal teoríaperniciosaproduceel mismo mal quepredice,segúnel cual se arroja al hombrea una misma clasecon las demásmáquinas vivientes,a las quese les podríacrearla concienciadeno serlibres,paraque se considerasenen su propiojuicio los seresmásmiserablesdel mundo»’. Estaspalabraskantianasencierranuna terroríficaverdad—no sabemosbien si por la seriedadde su amenazao por la persistenciade su imposición— acercade la realidad y la prácticapolítica en nuestrassociedadesoccidentales,hastael punto de que nos pareceapuntar precisamenteal escollo,insuperablepor otros mediosque no seanlos filosóficos, por el que la renovaciónarendtiana—porpartede unamagníficalectorade la obrakantiana—de la política y de la acción no encuentracaucesefectivos de expresióny realizabilidad.Un buen moralista político siempre podrá encerrar a un conjunto de hombres libres en una “sociedad del espectáculo”,políticamenteestéril, de modo que únicamenteun político moral sea capazde denunciary desentrañarcríticamente,sorprendiendoy despertandoel recelode susartífices,los mediosy estrategiasde la estructurade aquellaretencióny represióndel rendimientopolítico que acompañaa todo ejercicio del pensar. Resulta muy significativo para la amplia visión que esperamosobtener,a lo largo de estetrabajoque presentamos,del problemade la metafisicaen Kant el hechode que un capítulo que decidimosdedicara presentary analizarel alcancedel problemadel mal con respectoa su concepciónde la libertad haya desembocadoen estas observacionesacercadel estatutotranscendentaldel derechoy de las consecuenciaspolíticas de la Selbsttduschungque deniegahipócritamentela capacidadparala libertad de los ciudadanos. De estamanerahemosconseguidolocalizar en los mismos textoskantianosuna denunciadel procedergeneralque sigue la ideología,la cual comienzaportratar a los hombrescomo meros mediosy propagarestavisión del mundo, adquiriendoel podery la aparienciade legitimidad suficientescomoparaterminarporgeneraruna sociedadqueseconsideraa si mismaincapazde modificar sus condicionesde vida mediantelibertad —por la que, en su justa comprensión kantiana,debemosentenderla indisociabilidadde unalibertaddel pensamientoy una libertadde la acción—.Ante semejanteespectáculoel filósofo transcendentaldiagnosticaráquelaobrade la libertadha resultadoabortadaen su mismo espaciode juego, limitando a partir de entoncessu Vii prag Anthrop., II, Principios de la descripción del carácter de la especie humana, A 331; cfr. MS, Rechtsl., § 54, p. 344; cfi’. observacionesde F. Proustacercadel sentidode la constituciónrepublicanacomouna experiencia ?úb¡icadela libertadenKant, vii op. cit, cap.VI, pp. 200-221. Vii ZewF, VIII; p 378 «Nun mogen dagegen politische Moralisten noch so viel uber den Naturmechanism einer in Gesellschaft tretenden Menschenmenge, welcher jene Grundstflze entkraflete und ibre Absicht vereiteln werde, verntinfieln, oder auch durch Beispiele schlecht organisirter Verfassungen alter und neuer Zeiten (z.B. von Demolcratien ohne Reprctisentationssystem) ihre Behauptung dagegen zu beweisen suchen, so verdienen sie kein Gehor; vornehmlich da eme solche verderbliche Theorie das tibel wohl gar selbst bewirkt, was sie vorhersagt, nach welcher der Mensch mit den ubngen lebenden Maschinen in eme Classe geworfen wird, denen ¡mr noch das Bewufltsein, da]? sie nicht freie Wesen sind, beiwohnen diirfte, um sie it> ihrem eigenen Urtheil ni den elendesten unter alíen Weltwesen ni machen». 418 U U u U U u manifestacióna la concienciadesdichadade un individuo al quele han sido arrebatadostodoslos u mediosde control sobresuvida y de decisiónrelevanteen la misma. Perola definiciónde lo que • deba ser una sociedadcivil en opinión de Kant no se limita a su definición en negativo, • subrayando—como hemoshecho— el contrastecon el pragmatismo,sino que el proyecto • positivo acercade cómo debaser un espaciopúblico y de cuálessean sus condicionesde • posibilidaddeberáperseguirseprecisamenteenunaCrítica delJuicio —quesuponeunaauténtica culminación de la reflexión metafisicaacerca del tránsito ((ifbergang) de lo sensible a lo • suprasensibleporprincipios—, en la cual habráque explicary justificar por quéla preocupación kantianaporel destinode la presuntacienciaque esla metafisicadesembocanecesariamenteen u lo que podemosdenominarsin ambagesun estudio sobrela política y el ser en común. Nos • pareceque el material proporcionadopor el mal, a nivel individual y colectivo, constituyesin dudauna inmejorableintroduccióna semejantetarea,a saber,la de cómohacermundoy cómo constituir una comunidad,desdeel momento en que evita que olvidemos la realidadde la autoaniquilaciónde la libertadinclusoen susmáselevadastareasy proyectos. U u U U U U U U U U u U U u U u U u U u U U u U U U u U u U u U u U 419 u U U U u U VI. La “Crítica del Juicio” conw el “otro Inicio” delpensamientokantiano de la libertad: la necesidadde una historia esencial de la libertad desde el Juicio reflexionantepara la determinación de las condicionesderealizacióndelfin final de la libertad en el inundo. «Hay metafisicaapartir del momentoen que, cesando de vivir en la evidenciadel objeto—se tratedeobjeto sensorial o de objeto científico—, apercibimos indisolublementela subjetividadradical de toda nuestraexperienciay su valor de verdad»(Merleau-Ponty,Lo metafisicoenelhombre). Desdeel primer momentonosocupamosde señalarcomo propósito de estetrabajo el contribuir a traeralgodeclaridad—si es que lo atractivoy tentadorde lo intrincadodel camino trazadono constituyerarealmenteel principal motivo impulsor—al pensamientokantianode la libertad,acercadel cualno nos faltanestudiosy análisisconcernientesa lo que nos atrevemosa recogerbajo la rúbricade respectometafisico-transcendentalde la cuestión.Lejosde alejamosde la responsabilidadde tratar en su debidoy merecidoalcancedicho respectode la concepción kantiana de la libertad —nadamenos que los primeroscinco apartadosde esta tesis están consagradosadar cuentade nuestraocupacióncon la libertadtranscendental,la libertadpráctica y la libertadparael mal—, lo que planteamosdesdelas primeraspáginasde estatesisdoctoral conducíaal inevitabledeltadel Criticismorepresentadopor la “Crítica delJuicio “, en el que con renovadobrío las relacionesen las que entranlas facultadesde conocerhumanasnosmuestran una virtualidady un respectode lo libre antesimposible de atisbar,al quedarinevitablemente embozadapor la seriedadde la legislaciónsobreobjetos.La libertad, cuyasocurrenciasen el camino de la crítica nos han conducido a analizar su introducción tan inesperadacomo indispensablecomo Ideade la razón,sufunciónde sostenimientocon respectoal enteroedificio de la razónpráctica,así comodeclave de bóvedadel enterosistemade la razón, y la demasía propiade aquelloque es capazde franqueartodo limite predeterminado—demasiaque puede venir a concluir en la hybris del mal—, solicita con la misma insistenciaque reclamanparasi estosmomentosapenascitadosel trazadode una suertede “historia esencial”de sí misma,de la queseesperanimportantesresultadosen relacióncon la suertefinal de la cienciabuscadaqueno dejade ser la metafisicaen el pensarkantiano.Las complejas,pero fructíferas,relacionesentre Razóny Libertadque caracterizanal idealismotranscendentalnoshanorientadoa lo largode la realizacióndeestetrabajo.A partirdeellasalgoasí comoel tránsito —yaresultepensadocomo pasotranscendente(Clberschritt) dogmático-prácticoo comotránsito (liilbergang) crítico— de lo sensiblea lo suprasensiblepor principios no deja el gusto de quien es conscientede haber abandonadodefinitivamentelos territorios de laphysisparaperderseporprometedorasbrumas suprasensibles,sino que más bien la reflexión acercade las condicionesde su realización demarcanlaseriedad(dasErnshafte) deun pensarquesetopay semide con sumismolímite, sin que ninguna de sus coreografias conceptualesolviden la necesariareferencia de toda representaciónconceptuale inteligibleal baihosdela experiencia.Creemosno exagerarni cargar injustificadamentelas tintas si afirmamosque una obra como la terceraCrítica y el espaciode reflexión acercade la libertadque brinda al lectoratentonoshablande la dobletarea, llena de sabiduríafenomenológicaporun lado,arduaporel otro, de gustarde la libertaddel mundoy de hacermundomediantela libertad, de modoqueenellaquede,si no plenamentedemostradopara los másexigentes,al menosindicadoy trazadoun caminoo sendaque estrechecon fuerzalos vínculosentreel llevar el pensarhastalos principios másoriginariosque lo acogen,en los que 420 U U U U u u habitay crece—quéotracosapodríaserenprincipio el sentidocomún,quetansabiamentesabe • disimular el empaquede su función bajo el aspectodel inadvertidoefecto de un juegoentre u facultades—,y la exposición(Darstellung) del compromiso,ineludible para una cienciaque • pretendeconectarel conjunto de nuestrosconocimientoscon los fines de la razónhumana,del • proyecto crítico kantiano con la implantación mundanal de un flmdamental y estratégico u principio puroapriori de la razón,a saber,la libertad. Dicharelacióndelimitaráel avancede la lecturaqueproponemosde la “Crítica delJuicio “, partiendode la víaabiertapor la libertadcon • que manifiestaoperarel Juicio reflexionante.Estaobra crítica, de la que nosocuparemosa lo largodeesteúltimo capitulode nuestrotrabajo,recogeel testigo de la enjundiosatareade ofrecer unasoluciónsuficientea un problemaderivadode la Crítica de la razónpura. Precisamenteesta U ultima, en cuantopresentaciónde una cienciaencargadade establecerlos límites de la razón U pura’ —quedefineel conceptodoctrinal de la experienciadel limite de la que hablábamosen el U apartado1.3—, habíahabilitado desde la perspectivadel entendimientoun espaciodestinado U desde el principio a ser determinadocomo una especiede validez distinta de la teórica, estableciendode esamanerala estructuraformal necesariaparaun repartode legislacionesde U nuestrarazón,envirtud delcual no tuvierancabidaposibleni injerenciasni intromisionesmutuas entredosesferasdistintas,a saber,la de la naturalezay la de la libertad2.Peropor esemismo u camino venia a abrirse paso un abismo inabarcable(unúbersehbareKluft) que impedía la • realizaciónde un tránsitoposibledesdeel usoteórico de la razón,incapazde contarcon influjo U algunoen la legislaciónpráctica,si bien la razónprácticano dejabade exigir la implantaciónde U un sumoBien enel mundofenoménico: U U «El conceptode libertaddeberealizarenel mundosensibleel fin propuestopor susleyes; • y la naturaleza,por tanto, tienequepoderpensarsede tal modo que al menos la legalidadde su formaconcuerdeconla posibilidadde los finessegúnleyesde la libertadquese handerealizaren ella»3.u • Puestoquemuchosejuegala razónhumanaen laviabilidad y realizaciónde ese gesto, U adelantamosque habrá que agudizar las facultadese invertir buená parte de las fuerzas U disponiblesenel rastreode sefiales(Winke)y huellas(Spuren)que denpruebasefectivasde la U unidadqueen profundidadha de vincular a ambaslegislacionesde la razón.Esemismotrabajo U permitirála entradaenjuegode unafacultaddestinadaa llevara términoel proyectocrítico, que u no esotra que el Juicio, a cuyo pasoel motivo de la construcciónde puentes,de pasajes,de U pasarelasinterfacultativas,viene a convertirseen un justificadohilo conductorpara pensarel u u u u ‘ Vii KrV, A 758/B 786-A769/8797. 2 Vii KU, Einl., IX, A LI-LII!B LIII-LIV: «El conceptodela libertad no determina nada referente al conocimiento teórico de la naturaleza. el concepto de la naturaleza, igualmente nada referente a las leyesprácticas de la libertad: y, en tal sentido, es, pues, imposible lanzar un puente de una a otra esfera»; <3. Deleuzeinterpretade la siguiente U manerala funciónmediadoradela facultadde juzgaren el senodel proyectocritico kantiano:«[E]s precisopensar • que eljuicio reflexionante en general hace posible el paso de la facultad de conocer a la facultad de desear, del interés especulativo al interéspráctico, y prepara la subordinación del primero al segundo, al mismo tiempo que la finalidad hace posible el paso de la naturaleza a la libertad o prepara la realización de la libertad en la U naturaleza», enLaphilosophie critique de Kant, Pp. 95-6. • Vii KU, Einl,, II, A XIX-XX/A XIX-XX: «[N]amlich der Freiheitsbegr4ff solí den durch seine Gesetze • aufgegebenen Zweck in der Sínnenwelt wirklich machen; una’ die Natur mu]? folglich auch so gedachí werden • kñnnen. da]? die Gesetzm4fligkeit ihrer Form wenigstens mr Mógtichkeit der in ihr ni bewirkenden Zwecke nach Freiheitsgesetzen zusammen.stimme». U U 421 U u u u U u problemade la metafisicaen el pensamientokantiano’. El proyectoirrenunciablede la razón sometidaal krinein kantiano,a saber,la modificación de una estadode cosaspor obra de la «causalidadde la autodeterminacióndel sujeto para conciencia de su personalidad»2,no atentaráen absolutocontra la sentenciaacercade la plenaindependenciade ambasesferasde legislación segúnsus leyes esenciales.En efecto, la relación entre una causainteligible y un efectosensiblequecaracterizaal principio de la libertadtendrálugaren el mundofenoménico,el único territorio (Boden) de la experienciay el único espacio de juego apropiadopara la implantaciónde la libertad: «El efectosegúnel conceptode libertad es ci fin final, que(o su fenómenoen el mundo sensible)debeexistir, para lo cual la condiciónde la posibilidad del mismo en la naturaleza»—no puedendeslindarsede ciertosconocimientosteóricos,comoel que representala siguienteproposición,a saber,«enestadodeequilibrio la longitudde los brazoses inversamenteproporcional a las fuerzas».En estoscasosel arbitrio, el cual intervieneen el mismocumplimientocompletode eseenunciadoteórico,«tomaprestadoa la teoríasuprincipio para poder traer a realidad la representaciónde un objeto», de maneraque sus accionesse apoyenen principiosempíricos.En segundolugar, ademásde las proposicionesreferentesa la parteprácticade las ciencias,en las proposicionesque denominamospragmáticas, las cuales segúnsudefiniciónsedirigenal cuidadode la felicidad,aconsejandolo que debahacerseen cada casoparaalcanzarla,no serepresentanotracosaquela posibilidadde producirciertasrealidades mediantela facultaddedesearencuantocapacidadde obrarsegúncausasnaturales2. La primeraversiónde la introduccióna la terceraCrítica incluirá en ima notafinal de su primerapartadouna enmiendade la denominaciónde los imperativoshipotéticosreferidosa un propósito posible, como es el caso de aquellos implícitos en las reglas de la habilidad (Geschicklichkeit),mediantela rúbricadeproblemáticos,lacualsustituiráporla de técnicos o del arte. Los consejosde la prudencia,que mandanun fin efectivamenterealy necesarioen sentido subjetivo,formaránparte,así,de las proposicionestécnico-prácticas,desdeel momentoen que la prudencia(Klugheit) podráreducirsea la habilidadparautilizar paralas propiasintencioneslas disposicionesnaturales e inclinaciones propias de hombres libres. De este modo, las proposicionesde la diplomacia(Staatsklugheit),la economíapolítica (Staatwirtschafl),las reglas de la economíadoméstica(Haushaltungsregeln)y las de la etiqueta,destinadasa hacerposible un efecto segúnleyes causalesde la naturaleza,perteneceránal uso teórico de la razón, al ocuparsede aquello que esposiblepor naturaleza,no por libertad. Sin embargo,mientrasque esasproposicionestécnicassólo tienenantesi la resolucióndelmodo de realizaciónde un fin ya detenninadode antemano,las pragmáticasnecesitarándeterminarenquéconsistael fin buscado —la felicidad—,lo cualintroduceunaclaradiferenciaentreambasateneren cuenta.A pesarde ello, las reglasy leyesde la naturalezano despliegantodo lo quepuedela capacidadprácticade 1 Nos permitimosremitir por lo que respectaal tratamientode estanoción en el pensamientokantiano al apartado inicial del capítulo quintodeestemismotrabajo. 2 Kant habíahabladoyaen otrolugar, concretamenteenla segundaseccióndeOMS,BA 39-44,de la distinción entre la conexiónsintéticaque lleva consigo el imperativo categórico y la meramenteanalíticaque caracterizaa los imperativoshipotéticos,los cualesmandanuna acción por cuanto es buenacomo medio para algunacosaque aparecerácomo un propósitoposible,y entoncesel imperativo serátécnicoo problemático—denominaciónesta última que será posteriormentedesechadapor el mismo Kant—, o bien como un propósitoreal, de modoque el imperativopasaráa serpragmáticoo asertórico. 425 U U U u u • un ser racional finito, a cuya voluntad libre se referirán las proposicionespráctico-morales • fundadasen el conceptode libertad,dadoa conoceren la ley moral, la única que, por lo tanto, autorizaa ir másallá de laesferade legislaciónteórica: U <(En general, las proposicionesprácticas(ya seanpurasa priori o empincas),cuando u afirman inmediatamentela posibilidad de un objeto mediantenuestro arbitrio, forman parte U siempredel conocimientode la naturalezay de la parteteóricade la filosofia. Sólo aquéllasque • exponen directamentecomo necesariala determinación de una acción simplemente por la • representaciónde su forma (según leyesen general), sin tomar en consideraciónlos mediosde produccióndel objeto,puedeny tienenquetenersuspropiosprincipios(en la Ideadelibertad)»’. U La distinciónde principiosy contenidos—si esel conceptode naturalezao el de libertad el que da la reglaa la causalidadde la voluntad—, y no del modo de representacióno de las U consecuenciasquepuedanteneren la realidad,seráel fundamentode laescisiónde la filosofia en U generalen teóricay práctica.La denunciade la pretendidaadscripcióna la prácticade un grupo de proposicionesque dependenprincipialmentedela teoríavendráa constituir,así,el preámbulo U parael nuevouso de un vocabloya existente,a saber,el de técnica, acercadel cual nos interesa U muchorecogerla siguientedeclaraciónde intenciones: u U «Nos serviremos,empero,en el fUturo, de la expresióntécnica también alli donde los • objetosdela naturalezasona vecesenjuiciadossolamentecomosi suposibilidad sefi~ndaraen el • arte,casosen losque los juiciosno sonni teóricosni prácticos(enel sentidose?ialadopor último), ya queno determinannadadela hechuradel objeto ni del modo de producirlo,sinoquepormedio u de ellosla mismanaturalezaes enjuiciada,peromeramentesegúnla analogiaconun arte, y además U en relación subjetivaconnuestrafacultadde conocer,no en relaciónobjetiva conlos objetos.No • llamaremostécnicosa los juicios mismos, sino a la facultad de juzgar en cuyasleyes ellos se u fUndan, y en conformidad con ella también a la naturaleza, técnica que, al no contener proposicionesobjetivarnentedeterminantes,tampococonstituyeunapartede la filosofla doctrinal, u • Si bientodo lo quepuedadecirseacercadel Juicioy suprincipio apriori pertenece,desde U el miradordel sistema,a la legislaciónteóricade la razón, aquí la crítica, que decide sobrela U legitimidadde las pretensionescognoscitivasdecadaunade las facultades,tieneantesí un nuevo U principio transcendentalque desembozar,el cual generaráimportantesconsecuenciaspor lo que U respectaa la estructuradel sistema de conocimientospuros de la razón y de sus partes U u _____________ • ¡‘Q/. KU, EF, 1, Aiim., p. 13: «Oberhauptgehóren die praktischen Sátze (sie mógen rein a pr¡or¿ oder empirisch U seun,), wenn sie unmittelbar die Móglichheit emes Objekts durch unsere W¡llkur aussagen, jederzeiz nr Kenntnis der • Natur und den theoretischen Teile der Philosophie. Nur die, welche d¡rekt die Bestnrnnung einer Handlung. blofl durch ¿he Vorstellung ibrer Form (nach Gesetzen ñberhaupO, ohne Rucksicht auf die Mittel des dadurch ni u bewirkenden Objekts, als notwendig darstellen, konnen vmd mussen, ihre eigenttunliche Prinzzpien (in der Idee der • Freheit) haben». • 2 Vd op. cit, loc. cit, p. 14: «Wir werden aber ktinftig des Ausdrucks der Technik aucA, bedienen, wo Gegenstánde • der Natur bisweilen blofl nur so beurteiltwerden, als ob ¡Aire Moglichkeit s¡ch mil Kunst grtinde, in welchen Fallen die Urteile weder IheoretiscA, noch pralctisch (in der ruletzt angefiihrten Bedeuíung) sunct ini/em sie nichts von der Beschaffenheit des Objekts, noch der Art, es hervorzubringen. bestimmen,sonden wodurch die Natur selbst, aber U blojJ nach der Analogie mit einer Kunst, unid zivar in subjektiver Beziehung av,f unser Erkenntnisvernnógen nicht iii U objektiver aufdie Gegenstánde beurte¡lt wird Hier werden wir nun die Urteile selbst zwar nicht technisch, aber U doch die Urteilslcraft, aufderen Gesetre sw sic?> grunden, und íhr gemdfl auch die Natur, technisch nennen, welche • Technik, cki sie keine objekt¡v bestumnende Satre enthalt, auch k.e¡nen Teil der doktrinalenPhilosoph¡e, sondern der Kriñk unserer Erkenntrnsver,nógen ausmacht». U • 429 u u U u U u constituyentes’.Porel momento,la introducciónquecorresponderáal Juicioen el sistemade las facultadescognoscitivaspuras seráde carácterenciclopédico,en cuanto «introducciónde la teoríamismaen un sistemaal quepertenececomoparte» —presuponela Ideade un sistemaque sólo quedarácompleto (vollstándig) con su integración en el mismo—, y la crítica en clave transcendentaldel gusto que realizaabrirá«unaperspectivasorprendentey prometedoraen el sistemacompletode todas lasfacultadesdel ánimo»,que permitiráclarificar desdeel discurso critico la relacióndel conjuntode esasfacultadescon susustratosuprasensible2.En el apartado 1.3.3 de este trabajo establecimosya la estrecharelación entre la mención del ejercicio reflexionantedel Juicioen la Anfibolía de los conceptosde reflexión y el aislamientodefinitivo de dicha vertientede estafacultad que se hacíaesperarhastala terceraCrítica. La reflexión condujo a la tabla de las categoríasa un miradorque permitíadivisar y detenninaren clave subjetivaun conceptopertenecientea la división máselevadaentrenocionesopuestasde que es capaz el entendimientohumano,a saber, el de nada, cuya determinaciónsegúnlos cuatro momentosdeterminadospor la tablalógica de los juicios corre en paraleloa la constitucióny exposiciónde los principios de la síntesisa priori que ha de presentaruna Crítica de la razón pura. Dela mismamanera,el deberde la reflexión impulsaa meditaracercade las condiciones de posibilidadde la experienciacomo un sistemade leyesempíricas,no segúnla clave de la unidadsintéticade los fenómenos,esdecir, segúnlos principios querigentodaaplicaciónde las categoríasa una multiplicidad empírica,sino segúnlo que esosconocimientosempíricostienen en común,esdecir, segúnunaunidadanalítica de la experiencia.En lugarde las categoríasy su función determinante,requerirá ahora toda la atención del proyecto crítico la finalidad o adecuaciónde lo contingentede la naturalezacon respectoa nuestrafacultad de captacióno aprehensión(Fassungskraft),que,en lugardedeterminarde modoobjetivo la unidadsintéticade las representaciones,suministra principios en sentido subjetivo que sirven de guía para la investigaciónnaturalsistemática.Unanuevatópico transcendental,estavezoperanteenel seno de la facultad de juzgar, cuya estrechacolaboracióncon el entendimientohablaconducidoa denominara esteúltimofacultaddejuzgar (Vermógenzuurteilen), enlazará—comoocurríaen suprimernivel de estudio—la tareade retrotraer(zuríickfiihren) la unidadsintéticadistributiva de la facultadde pensara las condicionesde posibilidadde la posiciónde objetividad con una suertede fenomenologiade lapresencia,a la luz dela cualla división estructuralplanteadapor la tablade lanada deberáserrecuperaday repensada. Quizás podamoscomenzara indagarel alcancede la profundidadtranscendentalque sondeauna Crítica del Juicio tomandocomo punto de partida dos imágenesespecialmente acertadasacercade la función que desempeñaen el senodel proyectocrítico y de la nueva perspectivaque abre en relaciónal problemade la metafisicaen el pensamientokantiano. En ¡“cl. KU~ Einl., 111, A XiXflh/B XXV: «Así pues, aunque lafilosofiasólo puede dividirse en dos partes principales, la teórica y la práctica, aunque todo lo que podamos tener que decir sobre los principios propios del Juicio debe contarse en su parle teórica, es decir en el conocimiento racional según conceptos de naturaleza: sin embargo, la crítica de la razón pura, que debe, antes de emprender aquel sistema, y afavor de su posibilidad, establecer todo aquello, consta de tres partes: la crítica del entendimiento puro, la del Juiciopuro y la de la razón pura, facultades que son denominadas purasporque son legisladoras a priori»; cfr. op. cit, ¡oc. cit, IX, A LIV-LV/B LVI-LVII: «El concepto del Juicio de una finalidad de la naturaleza pertenece también a los conceptos de naturaleza, pero solamente como principio regulativo de lafacultad de conocer». 2 La presenciadeesesustratoseráanunciadaen diversosmomentosa ¡o largodeunaobracomola Crítica delJuicio, cobrandomayorimportancia,como veremos,a partirde laDialécticadelJuicio estético,en cuantopunto de llegada de la génesis transcendental de la necesariacomplacenciaquellevan consigo los juicios de gusto, iniciadaen la deduccióntranscendentalde los mismos, investigaciónde origen que conduciráa repensarla relación entre los discursosdelavalidezteóricay práctica. 430 U u U U U • efecto,lacuestióndel tránsitode lo sensiblea lo inteligible porprincipios quemantieneenvelaa • éste se coronacuriosamentecon una remocióndel fundamentode la metafisicamisma, que • conduciráa unamaneranovedosay al mismotiempo fontanal de fundar, un fundarque, lejosya • del elevadocarácterque le caracterizabaen las legislacionesteórica y prácticade la razón, tomarálos caminosdeljuego: u Puessi un sistemasemejantehade llegaralgunavez a constituirsebajo el nombregeneral U de metafisica(queesposiblerealizaren su completaintegridady esaltamenteimportanteen todo U sentidoparael usode la razón), debela críticahaberexploradoantesel suelo paraesteedificio • hastala profundidaden dondeestáel primer cimiento de la facultadde principios independientes U de la experiencia,para que no venga a hundirse por alguna parte, lo que produciría tras sí, inevitablemente,lacaídadel todo» U El texto proporcionaunaprimera imagen que aspiraa diagnosticarla relación existente entre los posiblesactualesde la metafisicay su posible venidero,en cuyadeterminaciónel filósofo deberácomportarsecomoun buenarquitectoo ingeniero(technites),en el sentidode que • tendráque sercapazde asegurarun suelo para la fundación, viéndoseobligado a sondear, U excavary prepararel terreno,en unasuenede búsquedadel primercimiento (ersteGrundíage) que conduciráa un problemaque la naturalezaha enredadonotablementey así oscurecidoen U buenaparte.Una segundaimagen ya nos es suficientementeconocidaen nuestrotrabajo, se • refierea la obraarquitectónicay de ingenieríaencargadadehabilitarel tránsito ((ilbergang) enel U abismoquesepanalasdoslegislacionesde la razónsegúnlos principiosde la naturalezay de la U libertad2.El proyectocrítico sebasa,por lo tanto, en unacartografiadel conjuntode lo que hay • en la naturalezasegúnla suficienciao insuficiencia(Zuldnglichkeity Unzulánglichkeit)de las • facultadessuperioresde conocerparadeterminarlo.De acuerdocon estepropósito, la primera U preguntaquecabráhacerseacercadel Juicioserála de si podremosencontrarprincipiosa priori 3 U del mismo —en una carta dirigida a Reinhold’ se anunciaráel trabajo avanzadoen que se u U Vd KU, Vorrede, RA VI: «Denn, wenn ein solches System unter dem aligemeinen Namen derMetaphysik emmal rs • Stande kommen solA (welches ganz vollstdndíg ni bewerkstelligen moglich undfiir den GebraucA, der Vernunfi iii aller Beziehung hochst wichtig isO: so mufl die K.ritik den Baden ni diesem Geb¿?iude vorher so tief als dde erste U Grundíage des Vermogens von der Erfahrung unabhángiger Prinzipien liegt, erforscht haben, damit es nicht an • ¡rgend eínem Teile sinke, welches den Einslurz des Ganzen unvenneidlích nach sic?> ziehen wiirde»; cfr. Tugendt, U Pról., p. 375. 2 Se tratade dosmetáforascon las que 3. Derrida, en el apanadoLe parergon de suLa vérité en peinture, que U citamosen bibliografia, emprendesu interpretaciónde la Crítica delJuicio comosi setratarade unaauténticaobra dearte,intentandoasíelaborarun discursoque formeparteél mismo, quese inscriba,en la estmcturadel desinterés queKant atribuyea los juicios estéticosdereflexión. Así, sedirá, dela manode la lecturadeambasversionesde la U introduccióna la obra y de su presentacióndel lugar y alcancetranscendentaldel Juicio, que en estepunto del • proyectocrítico la filosofia necesitaproveersede un arte del filosofar quesaquea la luz —formandopartede un intentodedarexplicacióntranscendentaldeun afectopuro— supropio deseoy pulsión (7’rieb) haciael fundamento, • ~or ir al fondodel sueloenel quesefundale metafisica. De esamanerapodremoshablardeuncampo(Feíd) cuando nuestrosconceptosserelacionencon objetos sin tomar • en consideraciónsi un conocimientode losmismosesposible,de un territorio (territorium; Baden)parareferimosa U aquellapartedel campoen la queesposibleun conocimientoparanosotros,deunaesfera(ditio; Gebiet)en relación • conla partedelterritorio en la queesosconceptosy las facultadesdeconocera las quecorrespondenpuedenlegislar, finalmentedeun domicilio (domicilium; Aufenthalt) parareferirnos a losconceptosde laexperiencia, cuyo territorio seencuentraencHa, perono sonlegisladores.A. la vistade estemonograma,nuestrafacultadde conocertendrádos • esferas,a saber,la delosconceptosdenaturalezay la del conceptodelibertad, peroel tenitoriosobreel queejercerá • suacción legisladoraseráel mismo: el conjuntodeobjetosdela experienciaposible.Porotraparte,el Juicio, si bien • nopodráposeerunaesferapropia, si tendráalgún territorio y unaciertapropiedaddelmismoenelquesu principio u subjetivoapriori seavaledero;cfr. KU, Einl., 11-111. u U 431 e u U e U u encuentrauna Crítica del gusto,a la que seprevemás pobre en principios de determinacióna priori que lasotrasdosfacultadessuperioresdel ánimo—y si, a suvez, éstosseránconstitutivos o regulativos.Por su parteel Prólogo de la Crítica del Juicio afirmaráque sin un estudiodel Juicio en su ejercicio reflexionanteuna crítica de la razón pura quedaríaincompleta,pues precisamentedesdeel accesode la reflexión el pensarmismo seráconducidoal elementoenel quevive y arraiga,esdecir, seretrotraerá(zurñckfz2hren)a sulibertad2.Así, el estudiodel Juicio contribuiráal autoconocimientode la razón,poniendodemanifiestoque,antesde constituirel fin final de la razónque esla metafisica,habráque haberexploradocon anterioridadel territorio (Boden)sobreel queseedificaráesaconstrucción«hastala profundidaden dondeestáelprimer cimientode la facultaddeprincipiosindependientesde la experiencia,para queno vengaasía hundirsepor algunaparte, lo que produciría tras s¿ inevitablemente,la caídadel todo». Al mismo tiempo,esetrabajode remocióny búsquedadel suelo firme paralos “altosvuelos”de la metafisicaseconvertirá,de la manodel nuevoplanotopológicode la reflexión, en unasuertede fenomenologíade la presencia,que vendrá a desplegaruna serie de discursos latentes y replegadosen los discursoslegisladoresde la razón3. Como terceraapreciaciónacercade lo peculiar del Juicio reconoceremosen esta facultad una nueva instanciatranscendental,pero carentedeposesiónen el sistema,pues—a diferenciadel entendimientoy de la razón—no tiene esferaque detenninar.De hecho,sus principios no puedenconstituir una parteespecialde la filosofia pura, entre los teóricos y los prácticos, sino que en todo caso serán referidos ocasionalmentea unos y a otros, haciendogala de una función mediadora(vermittelnd)que mostrarásu auténticoalcancedesdeel horizontedel conflicto antinómicoque surgeenel gusto. Así, la facultaddejuzgardel ánimohumanoseocupará,porun lado,de determinarla subsunción de multiplicidadessensiblessegúnlos conceptospurosapriori del entendimiento—sacrificando su independenciapara servir como mediadora la facultad de los conceptos—,por el otro, demostraráqueescapazde darsea sí mismaun conceptoquele sirva de regla,en lo queradicael ejercicio de suheau¿’onomía.Todasestascaracterísticasque lleva consigola facultadde juzgar deberáncompadecersecon la conocidaafirmaciónkantiana,queen referenciaa una crítica del gustosostieneque«aquíla crítica sirvede teoría»’~. Las fructíferas conclusionesque el sometimientoa critica del Juicio reportaraa nuestra consideracióndel pensarmismo seránanunciadaspor la primeraversiónde la Introduccióna la terceraCrítica, en la que se contribuye a la indagaciónde la posibilidad y viabilidad de la Vd. cartaaReinholddel 28/31-3<11-1787. 2 Nos haresultadomuyútil parala comprensióndeestanuevatareacrítica la lecturadela primerapartede la op. cit deA.-M. Roviello, L ‘institutionde lapenséeensonautonomie,Pp. 12-88,enlaqueademásse conectael estudiode laaparienciatranscendentalenlaDialécticadeKrVconeldescubrimientode la libertaddelpensarenKU. Suscribimosplenamenteenestesentidolas palabrasdeJ. deGramont—en Kant etla questionde1 affedhvité,que incluimos en nuestrabibliografia— segúnlas cuales«[c]on la Crítica del ]uicio Kant habrá escrito,por tanto, su verdadera introducción a laMetafisica», p. 142, puesno en vanoel discursoen clave reflexiva acercade la belleza libre nosintroducedelleno en lacuestióndela donaciónlibre delo quehaycomonaturaleza,preparadamediantelas notasde desinterésy desprendimientode la objetividad característicasdel juicio de gusto. Gramontafirmarámás adelanteenla mismaobraque«[u]na misma historia eleva alhombre hacia la tarea del pensar y la inminenciade la libertad, pero esos comienzos no son los mismos», p. 264, comopruebade la fidelidadde la críticaa la finitud de la razón humana,que no puedecontemplarla naturalezaen su estadonaciente,como physis,y, al mismo tiempo, experimentarsupropia libertad. “En estesentidopuedeacudirsetambiénal final del § 79,el primerode laMetodologíadel Juicio teleológico,donde leemoslo siguiente:«La teleología noformaparte, en tanto que ciencia, de ninguna doctrina, sino únicamente de la crítica, y, por cierto, de la de una facultad particular de conocer, a saber, del Juicio», A 361/8 366; cfr. la observaciónenop. cit., § 74, A 325/8329 acercadela distinciónentreun procederdemododogmáticoy critico con un concepto. 432 u u u u u • clasificación en nuestrosconocimientosde la naturaleza,de modo que unas leyes menos • generalesseansubsumidasbajo otrasmásgenerales,es decir, a la investigacióntranscendental • que garanticequeencontremossiempreunaafinidad suficienteentreleyes,de la mismamanera • en queuna analíticadel entendimientopuro hadeterminadounaseriedeleyesconcernientesa la afinidadtranscendentalentrelos fenómenos.En casode no realizarsedichatarea,la amenazade • un desordencualitativoal nivel del contenidoempírico,acabaríainhabilitandolas condicionesde • posibilidadde la experiencia,así comoel procederdel entendimiento,esdecir, de la posibilidad mismade pensar’.En efecto,sin la consideracióndel agregadodeexperienciasparticularescomo un sistema,segúnuna conexiónsistemáticade las leyesempíricas,el ejercicio subsumidordel Juicio de lo particularbajo lo general,hastaalcanzarleyessuperiores,correríael riesgode verse interrumpidoen algún momento,de modo que en ausenciade aquellapresuposiciónquedaría fuera del alcance del ánimo humano el trazado de una conexión legal completa. La u irreductibilidadde semejanteduda—de no sersolucionadapodría venir a dar a posteriori la u razónal escepticismo—obligaráa descender,no sin sorpresaparael filósofo transcendental,a u las profundidadesdel estudiocrítico de la natura materialiter spectata.Como manifestarála PrimeraIntroducciónala terceraCrítica, la fisica de Newtony la clasificaciónnaturalde Lineo u no remiten al mismo tipo de procedimientoracional ni se constituyenen el mismo nivel u transcendental,es decir, no noshallamosanteel estudiode regionesontológicashomogéneas, sino que más bien la segundaexigirá el estudiode aquelloque para la primerano resultaba • problemático,lo que obligará a un descensohacia el suelo de la metafisica. La analíticadel • entendimientopuroconcluíael carácterlegisladorde un sistemade principios transcendentales • para la experiencia,a partir de los cualespodíaderivarsea priori la referenciade los juicios • objetivosa la unidadsintéticadeapercepción,la cual nodebíateneren cuentala multiplicidad y • heterogeneidad,en principio infinita, de los objetospresentesen la experiencia2,Es más, el u • ‘La obra deF. MartínezMarzoa,Releer a Kant, dela que nosinteresasu bien interesantepropuestadelecturade la • la primeraCrítica como unaontología—enrelacióncon lacual el discursoconsagradoa la Dialéctica, tan decisivo • para la constitucióndel discursoque aquí defendemos,constituiría algo así como el despliegue,no productivo • ontológicamente,de un concepto-limite,quewittgensteinianamentepodríamoscolocarbajo la rúbricade “aquello • queno conocemos,porlo tanto, delo queesmejorcallar”— hareparadoen la necesariainscripciónde la posibilidad de la conceptualizaciónen el centrode lo constitutivo, 4 op. ch., p. 116: «[jN]o hayfin alguno, pero sí hay • finalismo en general.Yesto, ciertamente,no tiene carácter meramente regulativo ni es un «como si», porque es ni • más ni menos que el que toda la diversidad de lo empirico haya de poder ser expresada en conceptos, exigencia de • la que precisamente acabamos de decir que no sólo no es «regulativa» ni «como si», sino que está en el centro mismo de lo constitutivo,más «en el centro»incluso que las condiciones de laposibilidad de un determinado modo de validezdel discurso».Posturaque se enfrentaclaramentea la consideraciónde Cassirer,en su Filosofla de la Ilustración,segúnla cualunaobstaculizacióno imposibilidadenun momentodadodeprocedera la generalizacióny • especificaciónde los conocimientosno tendría por qué convertir a la naturalezaen un caos, pues, si bien la • interrelaciónentreobjetosseharíamuchomásdificil, uno contaríaaúncon al apoyodelas leyesdel entendimiento • puro y, aunqueno observaríamosun ordena priori al nivel de los contenidosempíricos,seguiríasiendoposibleel conocimientode la naturalezacon arreglo a su legalidadformal. Sin embargo,lo que pretendemostrarnuestra lectura del texto deKrV y KU desestimanecesariamenteestaúltima propuesta,puesto que la organizaciónfinal • formal de la naturalezaactúa ex post facto corno una presuposicióntranscendentalnecesariapara el mismo • establecimientode las condicionesde la experienciaposible. Justamentepor ello nos pareceacertada—si bien no • desprovistadeobjecionesy matizaciones—la observaciónde(1. Lebrun,4 op. ch., Pp. 234-5,acercadelaEAdela KU comounanuevaversióndel Apéndicea la DialécticatranscendentaldeKrV, paratndamentarlacual acudea la cartaa Beck de lS-VIII-1793, en AL-Ausg.,XI, p. 441, queapuntaa lo particulary extrafio que lleva consigola • presuposicióndeunatécnicadela naturaleza,segúnla cualéstaespecifiquesusleyesempíricasde modoconformea • nuestrasfacultadesdeconocer. 2 De entre los pasajesde ambasintroduccionesa KU que subrayanla prelaciónde lo que será el principio transcendentaldel Juicio con respectoal ordende la experienciaestablecidoen la filosofia transcendetalde laKrV, u • 433 u u u e u u concepto de un sistema según esas leyes empíricas debería resultar totalmente ajeno al entendimiento,el cual, en todo caso, esperaríaa que la razónpreparaseel terrenoa la unidad sistemáticade sus leyes,alcanzadasdistributivamente.Estafunción preparatoriadel sistemapor partede la razónremitea unatareaya ensayadaen la Dialéctica transcendentalde la primera Crítica, quelograríadesencubrirun usoinmanentede los conceptostranscendentalesde la razón o Ideas destinadoa proporcionaruna dimensiónde globalidady sistematizaciónal conjuntode los conocimientosempíricosde la experiencia.Sin embargo,la suertede arqueologíadel saber quepareceensayarla Crítica delJuicio en susinicios daráun pasomásallá del usoinmanentede las Ideasracionales,al localizar en la finalidad descubiertaen la naturaleza—en un estadiode transcendentalidadque conciernea la unidadanalíticade las representacionesen que reparael Juicio reflexionante— el principio que señalehacia una presuposiciónimplícita en todo conocimiento. Pero,antesde adentramosen lo quelos caminosde la reflexiónnospermitendescubriren el senode la organizaciónconforme a fin de la naturaleza,convendráque nos detengamos brevementeen la función que caracterizaal Juicio a la luz de la pruebacentral de la primera Crítica, esdecir,precisamenteaquellaque fundamentala validezapriori de los conceptospuros del entendimientoo categoríascon respectoa los datosde la sensibilidad.Justamenteestaprueba deductiva(quidjuris?) mantieneen un segundoplanola investigaciónacercade la posibilidadde pensar (Vermógenzum denken)para subrayarla importanciade la demostraciónde que el entendimientopuedeconocercon independenciade la experiencia,tal y como anuncianlas dos definicionesquese incluyenenaquellaobraacercadel conocimientotranscendental’.A la luz de lo demostradopor estapruebalegal, unaDoctrina transcendentaldelJuicio, puesal fin y al cabo esla facultaddejuzgarensuejerciciodeterminantela quehabilita la aplicaciónde las categorías a las percepeionesempíricas,presentaráa estafacultadcomo la capacidadde subsumirbajo reglasproporcionadasporel entendimiento—y así «dedistinguir si unacosa cae o no bajo una regla dada(casusdataelegis)»—,atendiendoal canonque representaparala misma el sistema de los principios del entendimiento2.Con respectoa esta función determinantedel Juicio la Analítica de losprincipiosdela primeraCrítica incluirá unaseriede notasantropológicasacerca elegimos,en virtud de sutratamientoexhaustivodeJ asunto,el siguiente,pertenecientea LE, IV, p. 21: «Hemosvisto en la Crítica de la razónpuraque la naturaleza entera,como la completitud (Inbegriff) de todos los objetos de la experiencia constituye un sistema según leyes transcendentales, es decir, tales que el entendimiento mismo proporciona a priori [...]. De aquí no se sigue, empero, que la naturaleza sea también un sistema aprehensible (fái3lich) para la facultad de conocimiento humano, según leyes empiricas~ y que la interrelación sistemática completa de sus fenómenos en una experiencia y, con ello, ésta misma como sistema, sea posiblepara los hombres. Porque la multiplicidad y heterogeneidad de las leyes empíricas podría ser tan grande, que aunque nos fuera posible en parte conectar percepciones en una experiencia según leyes particulares descubiertas ocasionalmente, nunca podríamos, empero, reducir nunca estas leyes empíricas mismas a la unidad de la afinidad bajo un principio común, en el caso, perfectamente posible en sí (al menos por lo que el entendimiento puede discernir a priori), de que la multiplicidad y heterogeneidad de estas leyes, así como de sus formas naturales correspondientes, fuera infinitamente grande y se mostrara en ellas un agregado caóticoy bruto, que no presentara la más mínimahuella de un sistema, aunque debemos presuponerlo según leyes transcendentales»; cfr. KrV, A IQOs., A 103 y 110, textos pertenecientesa la primeraexposicióndela pruebaacercade la validezobjetivade las categoríasquemuestrancómo esetrabajo probatoriono sustituirála investigacióntranscendentalpropuestaal inicio de la terceraCrítica, asípor ejemplo, la ley de reproducción de la imaginación de la que hablaA 100 subrayaque, desdeun punto de vista meramentefonnal, losfenómenossehallansometidosaunasecuenciareglada,sin lacual la imaginaciónni siquiera podría serdescubierta,sino que pennaneceríaoculta en nuestroánimo, privadacomo estadade ocasiónpara su ejercicio. Vd. KrV Prólogo a laprimera edición, A XVT-XVIL. 2 Vd. op. cit, A 132/8 171. 434 u u e u u • dedichafacultad,queno permitiránavanzardemasiadoensuestudiotranscendentalcon respecto • a lo que la Antropologíaen sentidopragmáticopodríaaportar,al sopesarlacomo la aptitud o • habilidadparaencontrarel casoadecuado,unavezquela reglaha sido proporcionada,tareaque • podrárealizarconmenoro mayoraciertosegúnque el ánimo poseael buensentidoo el ingenio deseablespara ello, así como en cuantosagacidado don natural de juzgaranticipadamente • (iudicium praevium), 9ue, en esa medida, sabrá dóndedebe buscara partir de los menores indicios de parentesco. De alii, que la capacidadde juzgar sea incluida entre los talentos naturales,inalcanzablesmedianteenseñanzaalguna—en tantoque liberalidadde la sensibilidad en la recíprocacomunicaciónde pensamientos—,pues,si así friera, «tendríaque haberreglas generalesconformea las quepudieradiscernirsesi algo eso no esun casode la regla, lo que implica un regresoal infinito» En contrastecon estasconsideracionesmás o menossuperficialesdel Juicio —si las comparamoscon la profundidaddel puesto que ocuparáentre las facultadessuperioresde conocer—,la PrimeraIntroduccióna la Crítica delJuicio partirádel hallazgode un espaciode u sentidoprevio al conocimientode toda regla,al que apuntarántodaslas figuras críticasde la • reflexión, que tematiza las condicionesde posibilidad del pensarantes de su aplicación u cognoscitiva,en un estudio que traerá importantesconsecuenciaspor lo que conciernea la • cuestiónde la unidadsistemáticade nuestrosconocimientos.Habráquecomenzarporanunciarla • autonomíade una virtualidad no determinantedel Juicio, que tendrá que presuponersey • colocarsea la basedel ejerciciodeterminantedel mismoque recogeunaDoctrinatranscendental • delJuicio: • «Con respectoa los conceptosgeneralesde la naturaleza,sólo bajo los cualesengeneral • es posibleun conceptode la experiencia(sin determinaciónempíricaparticular),la reflexión tiene ya su guíaen el conceptode unanaturalezaengeneral,estoes,en el entendimiento,y el Juicio no requiereningúnprincipio particulardela reflexión, sinoque la esquematizaapriori y aplicaestos esquemas,sin los cualesno seriaposibleningúnjuicio de experiencia,a cadasíntesisempírica. • Aquí el Juicio en su reflexión es, a la vez, determinante,y el esquematismotranscendentaldel u mismo le sirve, al mismo tiempo, como regla, bajo la cual se subsumenintuicionesempíricas dadas.Pero paraestos conceptosquedebenencontrarseen principio para intuicionesempíricas u dadasy que presuponenuna ley particular de la naturaleza,sólo segúnla cual la experiencia u particular es posible. el Juicio necesitaun principio propio e igualmentetranscendentalde su • reflexión; y uno no puederemitiría de nuevo a las leyesempíricasya conocidasy convertir la • reflexión enunameracomparaciónconformasempíricasparalas queunoya tieneconceptos» 3. u 1 Vi prag Anthrop., 1, § 56, Asimismo en los §§ 42-44, dondese afirma queun entendimientojusto, en cuanto facultad delas reglas,un Juicioejercitado,en cuantofacultadde descubrirlo panicularcomoun casode estasreglas u —cfr. KU, AmI., V— y unarazónprofundaconstituyenalgo así como el desplieguemáximo de la capacidadde • conocerdela razón,relaciónenlaque el Juicioselimita a acompañaral sanoentendimientoy a habilitar la unión del • mismo conla razón.Allí se definetambiénal ingenio como la facultadde dar conlo universalquecorrespondea lo u panicular; cfr. §§ 54-59, en los que se afirma acercadel genio que se trata de una capacidadpara asimilar u representacionesheterogéneas,a las queaparentementeune,segúnuna ley de la imaginación,es decir, como«unapeculiar facultad de asimilación que pertenece al entendimiento (como facultad del conocimiento de lo universal), • en cuanto subsume los objetos bajo determinados géneros. Necesitaademás deljuiciopara determinar loparticular • bajo lo universal y aplicar la facultad de pensar al conocer»,BA 153. Así entendimientoy Juicio, en su • colaboracióncon el fin de alcanzarconocimiento,parecenseguirdoscaminosdiferentes,demodoque, mientrasque • uno seencauzaal hallazgodediferenciasen lo quepareceidéntico,el otro sedirige al encuentrode lo idéntico enlo diferente, aunqueel talentomáselevadoen ambasestribaráenla capacidadde observarlas menoressemejanzasy • desemejanzas,llevando hastalos másextremoslimites el tejido degeneralizacióny especificaciónmáximaqueya • habíaestablecidocomoproblemael texto del Apéndicea la DialécticatranscendentaldeKrV. 2 Vi prag.Anthrop.,§42;cfr. KW,A 133/8 172. ~ Vi KU. EF, V, pp. 25-6: «In Ansehung der alígemeinen Naturbegr¡ffe, unter denen úberhaupt ein Erfahn¡ngsbegruff (ohne besondere empirische Bestimmung) allererst móglich ist, batdie Reflexion im Begr,que habráque distinguir cuidadosamentede aquellosjuicios • que no recogenmeramentela actuación o afecciónde un objeto exterior sobre alguno de nuestros sentidos, ya sean los exteriores o el interno, sino que reflexionan sobre una • representación,refiriéndolaúnicamenteal sentimientovital (Lebensgeftihl)del sujeto,esdecir,de losjuicios estéticosreflexionantes(?isthetischeReflexionsurteile,).Se trata de una distinción que seasientasobrela basede quelo únicosubjetivoenunarepresentaciónquenuncapodrállevarse a conocimientoseráel sentimientodeplacer o displacer,en la medidaen queésteno determina u nadade los objetos,sino que precedeal conocer,y, así, surgeen el senodel juegoen el que U entran las facultades de conocer antes de colaborar legalmente en la consecución del U conocimiento,cuandoel ánimono sedetieneen lo que unacosasea,sino enla conformidadafin u que manifiestanciertosobjetos.Daremosun pasomás haciadelantesi reparamosen lo que una • obra—tuya utilidad crítica ya nos fue reveladaen relación al estatutoontológico del mal—, U comoesel Neg. Gr., puedeaiíadir acercadel par de términosplacer (LusO y displacer(Unlus). • Las consideracionesallí contenidasnosparecenbiendignasde teneren cuenta,a pesarde queel • horizontede sentidoen el que seinscribenseintegraaún enlapsicologíaempírica—tomola que • se apreciaen el hilo conductorde las Beobachtungen—,por un estudioque buscahabilitaruna U nociónquímicamenteaislada(Lebrun)de placery displacer.De surelacióndarábuenacuentael • conceptode oposiciónreal, de modoque el displacerno vengaa constituir una falta o ausencia U de placer —lo que nos conduciríamás bien a una suerte de afasia sentimental—,sino un • principio tanpositivocomoesteúltimo, cuyasconsecuenciaspuedenanularserecíprocamente: U • «Por tanto, el displacerno es simplementeuna falta de placer, sino un fundamento • positivoquesuprimetotal o parcialmenteaquelplacerquetiene lugar a partirde otro fundamento y, por eso, lo denominoplacer negativo.La falta, tanto de placercomode displacer,en la medida en quehayqueexplicarlapor laausenciade motivos,se llama indiferencia(indifferentia).La falta, • tanto de placer como de displacer,en la medidaen que es unaconsecuenciaque dependede la • oposiciónrealentremotivosigualesse llamaequilibrio (aequilibrium): ambassoncero,la primera, • empero,es una negación y la segundauna privación. El estadodel ánimo en el que, ante la oposiciónde agradoy desagradodesiguales,quedaun resto de una de ambassensaciones,es la preponderanciadel placero del displacer(suprapondinin voluptatis vel taedi¡j)»3. U ¼‘d.KU,EE,XI,pp.64-5. 2 Dicho ejemplo, que hallamosen el § 3 de ¡(U, nos parece decisivo para comprenderla evolución de ciertas • ramificacionesde la fenomenologíahusserliana,como la representadapor la ética material de los valoresde M. Scheler,parala que precisamenteconstituyeun motivo impulsor la disconformidadcon el análisis kantianodel sentimiento, al que se consideraobstacutizantede otros cauces de adquisición de conocimiento—como el u ?rovinientedela intuiciónmaterial—. • Vd. Neg. Gr., § 2, A 23-4: «Esist demnach die Unlust nicht blofi ein Mangel der Lust, sondern ein positiver Grun. U U 445 u e U U u U En lugar de entehderla representaciónestética como un estadiopre-conceptualen relaciónal conocimiento,habráque proceder,pues,a aislarun placerde la reflexión—pormedio del Juicio— con respectoa un placer de los sentidos, es decir, tiene que ser posible el reconocimientoy la delimitaciónde un placerpuro (reineLust) —a diferenciade un mero goce (GenuJS)o deleite (Vergníigen)—,siguiendoel hilo conductorque proporcionóel aislamiento práctico de una doctrinade la libertadcon respectoa la búsquedade la felicidad. Ya desdeel apartadooctavode la PrimeraIntroduccióna la Crítica delJuicio seadviertelaclaraconciencia de queno todos los juicios son lógicos, esdecir, de que no todos seencuentrannormativizados por la lógica, lo que favorece y abre paso a algo así como los juicios estéticos,a saber, enjuiciamientos—puestoque únicamentepertenecenal ejercicioreflexionantedel juzgar—que nadanuevodeterminancognoscitivamenteacercade los objetos,peroque sí concerniránal sujeto y susentimíentovEnunacartaaReinholddel 28/31-5(11-1788—un año despuésdela publicación de las importantesmodificacionesacercadel nivel de transcendentalidadde la estéticaen cuanto crítica del gusto—,Kant anunciael avanzadoestadode elaboraciónen el que seencuentrael gruesode la terceraCrítica, al tiempo que confiesahaberdescubiertouna nueva especiede principios a priori, cuya posibilidadhabíapermanecidodesconocidao habíasido negadahasta 2esemomento—fundamentalmentede la manode las Beobachtungen—, en la teleología,que parecedestinadaa completarel espectroconceptualde la obra crítica. La comprensiónkantiana de lo subjetivopareceserya lo suficientementeclaracomoparapoderrechazarcualquierensayo que pretendaconsiderar“estéticos” a determinadosjuicios, únicamenteporque en ellos se determinaun objeto medianteun conceptoconfuso.Con ello estaráconectadoel absurdocrítico de una representaciónsensiblede la perfección,en cuantoconceptoque deberíadeterminarlo quetiene que serun objeto. En efecto,la filosofía transcendentaladviertecon rigor crítico que «nuncadebeconsiderarsea las cosas comoespec[/¿camentedistintasporque una cualidadse transformeen la otra por el mero aumentoo disminuciónde su grado», puesla distinción ancladaenelbinomio distinción/confusiónde losconceptosadolecede caladotranscendental.De estaobservaciónpodráderivarseque paraencontrarperfecciónen algunacosa se requiere la intervenciónde la razón, mientrasque paraencontraralga agradablebastael mero sentido,asi comoparareconoceralgocomobello seexigela reflexiónacercade unarepresentacióndada,en ausenciade todaaccióndeterminantede los conceptos.Comienza,así, a abrirsepasola ideade quela estéticano esalgoasi comola denominacióngenéricade cienosconocimientos,sino una dimensiónoriginal del ánimo,cuyafuentedebeindagarseen éstey no en una presuntafacultad En virtud de esta distinción huelga decir que no podemosincluir entre las representacionesexclusivamente referidasal sujeto el conocimiento que obtenemosde nosotrosmismos mediante el sentido interno. Dicha experienciainterna sehallarásometidamásbien a las condicionesde la estéticatranscendental—de la que, como veremos,se alejarádefinitivamenteuna investigacióndel sentimiento—,conindependenciade todo conocimientoy sentirpráctico;cfr. KW, B 68-9, 2 Vd.Beobachtungen, A 1: «Las diferentes sensaciones de contento o disgusto obedecen menos a la condición de las cosas externas que las suscitan, que a la sensibilidad peculiar de cada hombre para ser grata e ingratamente impresionado por ellas»; cft. D. Hume, La norma del gusto, así como el magnifico estudio de O. Brunet, Philosophie et esthétique chez D. Hume. Les fondements de 1 ‘esthétique de Hume, ambos incluidos en nuestra bibliografía. Vd. KU, EF, VII, nota,p. 40; cfr. KrV, A 44/B 61: «LafilosofiadeLeibniz y Wolff ha introo’ñcido, pues, un punto de vista totalmente equivocado en todas las investigaciones sobre la naturaleza y sobre el origen de nuestro conocimiento, al considerar la diferencia entre sensibilidad y lo intelectual como puramente lógica, siendo así que es evidentemente transcendental. Tal diferencia no afecta sólo a la forma de la claridad o conjl¿sión, sino al origen y contenido de los conocimientos»; cfr. igualmente los textos de la Anfibolía de los conceptos de reflexión, especialmentela (lbs. de la mismaquele pone fin, por lo queconciernea la reflexión transcendentaly a la tarea esencialpara la críticadeunatópicatranscendental;cfi’. apartado1.3.2en estemismo trabajo. 446 U U U U U • inferior de conocer.Otro pasoadelantedeberíarepresentaraquélque demostrarasuficientemente • la existenciade un placerpuroo una forma superiorde sentimiento(Deleuze),desmax-cándolo • definitivamentede lo placentero,que gusta(gefdllt) y produceinclinación (Neigung),y del goce • (Genuj?),a saber,algoasí comolo interiordel deleite.Los últimos no dependeránen absolutode • nuestrosjuicios,sinoqueselimitaránapedirciegamentecadavez másplacer1,sin queen ningún • momentonosproporcionennadarelevanteacercade un sentimientodeterminablea priori, capaz de inaugurarun nuevonivel de transcendentalidad.Un pasajedel últimoepígrafede la Primera Introduccióna la terceraCrítica caracterizadel siguientemodo lo peculiardel enjuiciamiento reflexionante: «Peropuesto que, cuandoeste sentimiento[de placer y displacer]acompañasólo a la U representaciónsensibledel objeto,esdecir, a la sensacióndel mismo,el juicio estéticoes empírico, • y, si bien requiereunareceptividadpanicular,no, empero,un juicio panicular,puestoqueademás, • si éstetera consideradocomo determinantetendría que tenera su baseun conceptode fin, la finalidadencuantoobjetivanotienequeserenjuiciadaestéticamente,sinológicamente:por ello, el Juicio estético,en cuantofacultad especial,no comprendenecesariamentenadamás queel Juicio • reflexionante,el sentimientode placer 1<.] no tieneque ser consideradocomo dependientede la • sensaciónen una representaciónempíricadel objeto, ni tampoco del conceptodel mismo, por U consiguiente,sólo de la reflexióny su forma (la acciónpeculiardel Juicio), por medio de la cual U avanzade intuicionesempíricasa conceptosen general,y con la cual estáconectadosegúnun principioa priori»2. U Así pues,entrelo quegustameramenteen el enjuiciamientoy lo que deleita,a saber,lo U que gustaen la sensación,hay unadiferenciaesencial,desdeel momentoen que el segundose • refiere al sentimientode fomento de la vida del hombre,incluido su bienestarcorporal, con U respectoa lo cual siempreconvienerecordarla coherenciaepicúreaal sopesarel conjuntode los • deleitescomosensacióncorporalo derivadosde ésta.Encontramosun significativo paralelismo • en la obracríticakantianaentreel deslindamientodel conceptode deber—basadoen definitiva • en el concepto de libertad— con respectoa la doctrina de la felicidad y el posterior • procedimientopor el quese intenta aislar algo así como un placero afectopuro. Del mismo U modo,nos parecequelo quevendráa denominarseclave (Schlússel)de una crítica del gusto,en • la quesejuegael establecimientode la prelaciónde la reflexióny del enjuiciamientoacercade la • finalidad formal de unacosaconrespectoal sentimientode placerque podamossentiren ello, • concuerdatambiénestructuralmentecon la denominadaparadoja del métodode la segunda • Crítica, segúnla cualel principio formal dela moralidaddebíaantecederatodadeterminaciónde e _____________ U 1 Vd. KprV, § 3, Ohs. 1, A 41: «[N]ingán hombre,cuando lo que le interesa es sólo el agrado de la vida, prepinta si • las representaciones son del entendimiento o de los sentidos, sino sólo cuántoy cuán grandees el placer que le U proporcionanpor el mayortiempo».La incomunicabilidadentredebery felicidadnosconducea unadiscusiónya • sostenidaendiferentesmomentosenlos capítulosterceroy cuartodeestatesisdoctoral. 2 lId. KU, FE, XII, p. 65: «Weil aher, wenn dieses Gefiihl hlofi die Sinnenvorstellung des Objekts, d.i. die U En¡pfindung desselben begleitet, das ¿ísthetische Urteil empirisch ist und zwar eme besondere Rezeptivitat, aher • keine besondere Urteilskraft erfordert, weilferner, wenn diese als bestimmend angenommen wiirde, ein Begriff von • Zwecke zum Grunde liegen mufite, die Zweckmúfligkeit also als objektiv nicht ¿tsthetisch. sondern logisch beurteil! • werden mu/he: so wird unter der ósthenschen Urtedskraft, als einem besondern Vermógen, notwendig keine andere. als die reflektierendeUrteilskraft, das Ge,fohl der Lust [...] nicht als der Empfindung in einer emp¡rischen U Vorstellung des Objekts, auch nicht als dem Begriffe desselben, folglich nur als der Reflexion und deren Form (die U eigenttñmliche Handlung der Urteilskrafl), wodurch sie von empirischen Anschauungen ni Begr¿ffen uberhaupt U strebt, anhtingend und mit ihr nach einem Prinzip apriori verkniipfi, angesehen werden miissen»; cfr. op. ci!., Finí., • VII; cfr. el modoen que (1. fleleuzereparaen la delimitaciónde un sentimientopuroconrespectoa cualquierafecto • patológico,enLaphilosophie critique de Kant, III, pp. 67-8. U U 447 U U u U u U los conceptosde buenoy maloensentidomoral. Las delimitacionesnegativasdel sentimientoen generalpor la vía del respeto se veránsustituidasen la Crítica del Juicio por una adscripción positivade esesentimientopanicularal ánimo, puestoqueel estadoen que escolocadoéstepor una voluntaddeterminadade algúnmodoesya en si un sentimientode placer,queno sesiguede aquélcomoefectosuyo.El parentescoinnegableentreambasmodalidadesdel sentimiento—que estaránaul cihnlicher Weise hewandt—,o mejor, entre un sentimiento puro y su análogo intelectual,residirájustamenteen la analogiaexistenteentrela identidaddel placerprácticocon el respectosubjetivode la determinaciónmoral de la voluntad,y la del placer estéticocon la reflexión que se detieneen la finalidad de la forma de un objeto determinado.De estemodo, amboscompartiránla identidaddel placer—ya seaprácticoo estético—conun estadoen el que el ánimo seponeél mismo,en virtud de unapermutaciónentrefacultades,que en el primer caso estarádeterminadapor el primadoprácticode la razóny enel segundosepresentarácomolibre: «Que la representaciónde un objeto estévinculada inmediatamentecon un placer no puedepercibirsemásqueinteriormentey, si no se quisieraindicarnadamásqueeso,no daríamás queun juicio meramenteempírico.Puesno puedovinculara priori conrepresentaciónalgunaun sentimientodeterminado(deplacero dedolor), salvo en el casode queala basehayaun principio a priori en la razónque determinela voluntad; porque, en efecto, el placer (en el sentimiento moral) es la consecuenciade ello; precisamentepor ello no puedecompararsecon el placeren el gusto,puestoqueaquélexigeun determinadoconceptodeuna ley: en cambio,éstedebeserunido inmediatamentecon el meroenjuiciamientoantesdetodoconcepto.De ahí, quetodoslos juicios degustoseantambiénjuicios individuales,porquevinculan supredicadode la satisfacción,no con un concepto,sinoconunaúnicarepresentaciónempíricadada» Dicho tratamientoaisladodel sentimientopuro habráde partir de la constataciónde la distanciaque separaal sentimientode la facultad de conocery desear,puesmientrasque las representacionesde estasúltimas comportanunareferenciaal objeto, el primero se referirá únicamentea la capacidaddel sujetode recibir unamodificación. La conexión del placercon el restode facultadesrequiereque el placerpuro no se funde en merosprincipios empíricos,sino que poseatambiénprincipios apriori, unaposibilidad de derechoque irá cobrandorealidad efectivaa medidaque un análisisde las facultadesdel ánimo en generalsuministre,comoun elementoindependientede la facultadde desear,la gananciatranscendentalde un sentimientode placer,que puedeinclusollegara constituirel fundamentode determinaciónde sí mismo3. Todo ello señalala necesidadde emprenderunacrítica del sentimientode placer y displacerque desplieguesintéticamentela relacióndel Juicio conesesentimientoy demuestreque le determina ¡ La discusiónacercade la complejarelaciónentreel ordendela moral y el sentimiento,cuyosresultadosafectarána buenapartede KU, especialmenteen la cuestióndel simbolismomoral de lo bello y de lo sublimedinámico,nos remitena las observacionesrelativasal epigrafeIV. 1.2.2deestetrabajo. 2 lId KU, § 37, A 147/B 149-A 148/B 150: «Dafl die Vorstellung von einem Gegenstande unmittelbar mit einer Lust verbunden sei, kann nur innerlich wahrgenommen werden, und wtirde, wenn man nichts weiter als dieses anzeigen wollte, ein bloJJ empirisches tirteil geben. Denn a priori kann ich mit keiner Vortellung ein bestimmtes Gefrhl (der Lust oder Unlust) verbinden, aufler vio ein den Willen bestimmendes Prinzip a priori in der Vernunfi zum Grunde liegt: da denn die Lust (im moralischen Geflihí) die Folge davon ist; eben darum aher mit der Lust im Geschmacke gar nicht verglichen vierden kann, weil sie einen besti,nmten Begnffvon einem Gesetze erfordert: da hingegen .jene unmittelbar mit der blofien Beurteilung, vor allem Begriffe, verbunden sein soll. Daher sind auch alíe Geschniacksurteile einzelne Urteile, weil sie ihr Pradikat des Wohlgefallens nicht mit einem Begrifle, sondern mit ciner gegebenen einzelnen empirischen Vorstellung verbinden». lId ¡. U U Esteúltimo escollopara la comprensióndel alcancetotal de unafilosofia transcendental • sólopodíasuperarseadoptandounpuntodevistamáselevado,lo quesegúnReinhold,en unade • sus cartasa Kant3, les faltabaa todas las teoríasdel placerde Wolff a Helvétius. La esperada • modificación del punto de vista será aportada por un planteamientotranscendentaldel • sentimiento,cuya clave encontramosen una decisivanota —conservadasignificativamenteen • ambasversionesde la Introduccióna la terceraCrítica4—,queanunciarequerir una definición del placer que no tenga en cuentasi éste acompañaa una sensación,a la reflexión o a la determinaciónprácticadela voluntad,esdecirunadefinicióntranscendentalque,comosumismo nombreindica, precedaa todaexperiencia.En la elaboraciónde la mismaKant confesaráseguir fielmente en este caso el ejemplodel matemático—la imitación de cuyo método carecede utilidad filosófica, a diferenciade la aplicaciónefectiva de algunasde sus proposicionesa los objetosde la filosofia—, el cual dejaindeterminadoslos datosempiricos de suproblema,paraU dirigir la atencióntan sólo a la síntesisde los conceptosque intervienenen él, de modo quegeneralizaasí la soluciónde losconceptosde la aritméticapura. Y esquetambiénen la filosofia, U _____________ U ‘vd.Ku,EE,vrn,p.43;xu,p.64y op. cit.,§ 12. 2 ~¡ KrV, A 80l/B 829: «Alíepraktische .Begr~e gehen auf Gegensitinde des Wohlgefallens, oder M¿Bfallens di. • der Lust und Unlust, mithin wenigs¡ens indirelct, auf Gegenstánde unseres Gefiihls. Da dieses aher keine Vorstellungslcraft der finge ist, sonder aufler der geswnten Erkenntniskraft liegt, so gehórten die Elemente unserer Urteile, so fern sie sich auf Lnst oder Unlust beziehen, míthin der praktischen, tiche it den lnbegr4ff der U Transzendentalphilosophie, welche lediglich mit reinen Erkenntnissen apriori ni tunhat». • Precisamentela del 19-1-1788,Ak-Ausg.,X, p. 524,cfr. observacionesdeO. Lebrunal respectoenop. cii., p. 307. • Nosreferimosa la segundanota de la Ol,s. al epígrafeVIII de CEdela ¡ ibrer Reflexion Acht bat, habe ich, nach Anleitung der logischen Funktionen zu urteilen, aufgesucht (denn ím Geschmacksurteile ¡st immer noch eme Beziehung aufden Verstand enthalten). Die der Qualitcfit habe ich zuerst in Betrachtung gezogen, weil das ¿ssthetische Urteil úber das Schone aufdiesezuerst Rucksicht nimmt». ji 2 va KU, §23, A 74/B 75. ji 466 u U u u u • sentidoacuiladopor los Fortschr.—,semuestracomo unapalabrademasiadorica o demasiado • pobreparaserproferida’. • De estamanera,el juicio de gusto da lugar a unaimportantemodificaciónen la relación • queenlazaa la imaginacióny al entendimiento,queensuenlaceparaconocimientolos acordaba • segúnreglas,si bienesamodificacióndel enlaceno impediráque puedatomarsecomoguíaa las • funcioneslógicasdel juzgar.En efecto,por muy original queseaun juicio, no dejade constituir • una estructurapredicativay veritativa, aunqueen el casodel juicio de gusto éstaserá ante- • predicativay ante-veritativa,que comotal referiráunarepresentacióna algo, en el casoque nos • ocupa,al sujetoy susentimientovital, por lo quesufundamentodedeterminaciónserásubjetivo. Por lo tanto, el estudiode los diferentesmomentosde análisisdel juicio estéticoreflexionante partirá desdela lógica general,que limita suexamena la diferenciaentre los juicios desdeel puntode vistade la simple forma,lo quepermitirádescubriren un principio los cuatromomentos principalesde la cualidad, cantidad,relación y modalidad—segúnel ordenexigido por los juicios de gusto-,queanunciaránla determinaciónde otrastantasespeciesdiferentesdejuicios, • 2en los quedescubriremoscuatromanerasdiferentesde unir representacionesen unaconciencia La filosofia transcendentaldistinguiráentreuna unidadmeramentesubjetivay otra objetiva de • las representaciones,de modo que, así comoun juicio de percepción(Wahrnehmungsurteil)no • seráaún un juicio de experiencia (Erfahrungsurteil), en la medida en que carecede una • referenciaa las condicionesde universalidadde las que se ocupael entendimiento,un juicio estéticode los sentidosno serátampocoun juicio de gusto—y adiferenciade lo queocurreenel • primer caso,nuncapodráserlo, ya que el juicio de gustono implica, como lo haceel juicio de • experiencia,un procesohaciala objetividad,sinoque acogelamanifestaciónmástransitoriade la • libertad—, puesto que el primero careceráde las condicionesde universalidaden sentido • subjetivo, es decir, de la validez universal subjetiva (AllgemeingidtigkeU) y de la necesidad • ejemplar(exemplarischeNotwendigkeitf , en todocasoa priori, sobrelas que sefundaeljuicio U estéticodereflexión. Así pues,del mismomodoenquelas categoríashacenusode las funciones • lógicas del juzgar, dotándolesde una aplicaciónobjetiva, para conocerobjetosdadosen la u Vd. H. Birault, op. cii., p. 211: «Es de todopunto importante que eljuego de la imaginación libre en tanto que tal • se dé como estando quizásunida al entendimiento. Unión necesariay necesariamente hípotétice. ¿Por qué? Porque el entendimiento dice el sentido que hay en la belleza como un florecimiento de sentido en lo sensible. • Presentimiento de un sentido que no debe serjamásfijada Emergencia de un sentido, quizás del Sentido, es decir, • de la verdad más secreta de la cosa y del mundo al que pertenece. Pero no es necesario que podamos saber alguna • vez cuál esel sentido». En lugar de partir de la contribuciónde la reflexión al sentimientode placery displacer, • puedepartirsedel juicio lógico, objetivo, para mostrarcómo éstepuededesembocaren el desbordamientode un placerde la reflexión,tal y como lleva a caboArendt en la XII conferenciade su obrasobrela filosofla politica de • Kant —vd nuestrabibligrafia—. p. 106; cft. O. Chédin,op. cit, p. 45: «Es sólopor analogía que puede hablarse de • un “juicio estético de reflexión “, puesto que en rigor no hay juicio, sino una reflexión que se experimenta como un • juicio: no conoce launida4 encierra una annonia». 2 Vd Logik-Jósche, §§ 19-20; cfr. Proleg. § 22, A 188. La insatisfacciónkantianacon la definición escolardejuicio, en cuantorepresentacióndc unarelaciónentredosconceptosqueno indagaenel fundamentodela misma,denuncia u fundamentalmentela indeterminaciónen la que se deja a estarelación.Una serie de textospertenecientesa la • Deducción de las categorías, en sentido metafísico y transcendental, puede clarificar el camino elegido para • modificartal definición—cfr. § 10, A 79$ 104, § 14, B 128—,queculminaráenla convicciónde que el juicio ya • no es una acción propia y exclusivadel entendimiento,sino de la subjetividadfinita, en tanto que synolon de intuición y concepto; va § 19, B 141: «[O]bservo que un juicio no es más que la manera de reconducir conocimientos dados a la unidad objetivade apercepción. A ello apunta lacópula “es” de los juicios, a establecer • una dQ’erencia entre la unidad objetiva de representaciones dadasy la unidad subjetiva. En efecto, la cópula designa • la relación de esas representaciones con laapercepción originaria y la necesariaunidadde las mismas, aunque el • juicio mismo sea empírico y, por tanto, contingente»; cfr. M. Heidegger,La tesis de Kant sobre el ser. • 3VdProleg.,§lS;vdKU§§8y18 u • 467 u u U U u u experiencia,la reflexión libre retomaráa estasúltimascon el propósitode adscribirlesunanueva significación, esta vez en clave subjetiva, iniciando una ocupaciónarmónica (harmonische Beschúftigung)con el entendimientoque revertirá fundamentalmentesobre el sujeto y su principio vital, si bien al mismo tiempo esa unanimidad (Ein-hell-igkeit) entre ambos nos capacitaráparaalcanzarla experienciade un Claro (He!!) de las cosasque las permiteserlo que sony da fe del trabajofenomenológicoquela Crítica delJuicio estéticoponeenjuego . Porotra parte,lo queen unarepresentaciónde un objetodadosepresentacomosumodode sero hechura (Beschaffenheit)serájustamentelo que en ella se refiere al sujeto, a diferenciade su validez lógica (Gñltigkeit),a saber,lo que la representacióndeterminaacercadel objeto. En vistade lo anterior, habrá un sentido de lo estético —que ya venían preparandolas distinciones transcendentalesquecomentamosal inicio deestecapitulo-que escapea aquelloque, enunión con unaanalíticadel entendimientopuro,constituyelas leyestranscendentalesde la experiencia. - Tal reducto subjetivo,que no seráotro que el sentimientode placer y displacer, encontrará inteligibilidad sólo en la medidaen que vengaa determinarsesegúnlas funcioneslógicasdel juzgar, por lo que a su forma serefiere, y, así, cadamomentode la definición de la belleza sumimstraráun elementoconclusivode su determinaciónen referenciaa una característicadel sentimiento, a saber, se trata de hacer presentable(vorstellig machen)2 el desinterés,la universalidadsin concepto,la finalidad sin fin y la necesidadsubjetivadel juiciQ de gusto, un procesoque másadelantehabráque recorrercon respectoa la satisfacciónen lo sublime.Esta concordanciamostradapor la representaciónporpartede la imaginaciónen relaciónal negocio del entendimiento,a saber,el establecimientode las condicionesde universalidad,permitirá a esteúltimo recuperaruna presenciade “lo subjetivo” dotadade un caráctercontemplativoy albergantede sentido,quepasarádel lado de la iniciativa de la facultaddejuzgar,bajoel aspecto quenuncadejódetener,pormuyembozadoque estuviera,a saber,el reflexionante3. En la medidaenquela facultaddejuzgar,teniendoencuentaen sureflexión a la función lógicadel juicio de limitación —aquélenel que nos detuvimosen el apartado1.3.1 de nuestro trabajo,envirtud de suutilidad parapensarel conceptoproblemáticode noúnieno-,sedirigea 1 E. Esceubas,en su ¡mago mundí, reparaen la interesanterelaciónentrela concepciónmásoriginariade la verdad transcendentalquese observaen la KU y algunasnocionesacuñadasen estaobra para exponery justificar a los juicios estéticosde reflexión, como Einhelligkeit, Einfalt, Stimmung,las cualesremiten,asu vez, a unasuertede Offenheít,la nada quepermiteel venir a manifestaciónde todoslos objetos,queconstituiiia el espacioontológico propio deestaterceraCrítica, franqueadopor la facultadde la imaginación,que,por lo tanto,no estaráde mástildar defacultaddelaDqerencia ontológica ensentidocritico, va Imago mundi, PP. 67-8. 2 va KU, § 24, A 78$ 79. Consideramosapropiadoremitir en estepuntoal estudiointerpretativode L. Guillermit, L ‘elucidation critique dá jugement de goñtselon Kant, queincluimos en nuestrabibliografla, p. 88; cfr. KU, § 15, A 474$ 48: «En cambio, si se quisiera dar el nombre de estéticos a conceptos confusos y al juicio objetivo que en ellos sefunda, tendríamos un entendimientoque juzga sensiblemente, o un sentido que representa sus objetos mediante conceptos, ambas cosas cotradictorias entre st La facultad de los conceptos, sean confusos o claros, es el entendimiento, y aunque el entendimiento tiene también parte en eljuicio de gusto comojuicio estético (como en todos losjuicios), la tiene, sin embargo, no como facultad del conocimiento de un objeto, sino como facultad de determinación del juicio y su representación (sin concepto), según la relación de la misma con el sujeto y el sentimiento interior de éste, y en cuanto este juicio es posible según una regla universal»; va KU, Ein¡., VII, A XL/B XLII-A XLIIIB XLIV, donde encontramosla argumentaciónde queel juicio estéticoreflexionanteno es ningúnjuicio de conocimiento,mediante el deslindamientode la forma de la finalidad de los objetos—descubiertapor la reflexión— con respectoa la fenomenicidaddeéstossegúnlasformaspurasapriori de laEstética transcendental; asimismo—enop. cit., § 15, A 45$ 45-6-—, encontraremosunadistinciónentreel enjuiciamientodela finalidadobjetiva delas cosasy “lo formal” en la representaciónde una cosa, en cuanto concordanciade la multiplicidad para la unidad, una unidad indeterminada. 468 U U U u U U la forma delobjetoen la queconsistela delimitación(Begrenzung)del mismo,con lo quedecide • suindependenciaconrespectoa la mctasensacióny al conceptodeterminado,el momentode la U cualidad seráel primero que habráde teneren cuentael juicio de gusto, pues su partidade U nacimientono esotra que el desinteréscon respectoa la existenciadel objeto. Nosproponemos • justificar la decisiva función que atribuimos a la terceraCrítica en relaciónal problemade la metafisicaen el pensamientokantianodesdela firme creenciade que el descubrñnientode la forma bella por parte de una economíade facultadesmuy determinadase compadececon el hallazgode la libertadde la manifestaciónde las cosas,en virtud deunasuertedefenomenología de las cosashabilitadapor el procesohaciaatrás,por el desandaTy desvíncularse(ent-binden) emprendidopor las facultadesque configuran el libre juego, que impulsa una actitud de u desinterés.A la vistade los resultadossuministradosporunaCrítica delJuicio con respectoa la U comprensiónde las condiciones del tránsito de lo sensiblea lo suprasensible,no deberá U confundirsea la Schopenhauero a la Boschestaausenciade vinculaciónde lo objetivo por parte U de la reflexióncon unameraindiferencia,sino que másbien habráque ponerloen relacióncon un ahondamientoen las posibilidadesoriginariasde la forma,siguiendo,una vez más,el ejemplo • del critico que se disponea deslindarunadoctrinade la felicidad de la doctrina de la libertad. • Recordemosque lo que conducíaa esetrabajode químicono eraningún ascetismoético, dado U quela mortificacióndela carneno tiendea la virtud ni al sinceroarrepentimientomoral, sino un • deseode traer a la luz la diferencia entre conceptosy principios provenientesde fluentes U heterogéneas.La presenciade todo inter-esseremitiráa unasatisfacciónvinculada(verbunden)a U la existenciade un objeto.En efecto,un juicio de gustoenel que participael másmínimo interés, • seráparcial (parteilich) y no puro: u • «Cadacual tieneque confesarque el juicio sobrebellezaen el que se mezclael menor • interéses muy parcial y no es un juicio de gusto puro.No hay queestarpreocupadoen lo más minimo de la existenciade la cosa,sino permaneceren esterespectototalmenteindiferente, para llevarel papeldejuezencosasdegusto» u • Este pasajepuedeservirnosde tránsito para tratar más de cercalas posibilidadesque • albergala pura contemplacióndesinteresaday la satisfacción(Wohlgefallen)a ella unidacon U respectoa la vinculadaa un interésque únicamentepuedereducirsea dos clases,a saber,lo U agradabley lo bueno.Y esqueno esposibleenlazardirectay universalmenteunasatisfacciónde U la sensacióncon un determinadoplacer,puesello equivaldríaa unaequiparacióndel sentidoy U alcancede las impresionessensibles,determinantesde la inclinación, de la ley de la libertadque • determinala voluntady de la reflexión sobrela forma final de un objeto que realizael Juicio, a u saber,vendríaa negarque podamos,en nuestrarelacióncon las cosas,salir del circuito que nos • lleva a apreciarlas(schátzen)segúnel valor ((Wert) que prometen.Frentea estadesprejuiciada u nivelación, la Crítica había aisladode la definición amplia de la sensaciónun sentimientode u placer y displacer—en lo que nos detuvimosen VI. 1.1—, por medio del cual y su carácter • tautegóricoel objeto (Gegenstand),que en sí puedeser objeto de conocimiento,esconsiderado • como un objeto (Objekt) ya no susceptiblede conocimientoalguno. Así, cuandoes la mera • sensación,y no la reflexión, la quedeterminami relaciónconel objetoy surepresentación,por la • que lo declaroagradable,la satisfacciónahí sentidapresupondrála relaciónde la existenciade U _____________ • va KU, § 2, HA 6-7: «Finjeder muj? eingestehen, dafi dasjenige Urteil Líber Schonheit, worin sich das mindeste • Interesse mengt. sehr parteilich und l.rin reines (5eschmacksurte¡l se,. Man mu]? nicht im mindestenfur die Existenz der Sache angenommen, sondern in diesem Betracht ganz gle¡chgult¡g sein, um in Sachen des Geschmacks den Richter zu spielem>. u • 469 u U U e U U aquél con mi estadofisico —lo que evidentementedesembocaen algúntipo de interés—,de modo que no encontraremosen la representaciónde la cosagusto (Geschmack),sino másbien deleite(Vergniigen),ni mostraremosaplauso(Be4/al!) haciael juicio de la misma,sinomásbien inclinación (Neigung). La inclinaciónal goce (GenujS) que encierra el deleite anulará, así, la determinaciónde todojuicio, enunamismaquiebradeljuzgarque alejarála definicióndeljuicio de gustode la presenciadel encanto(Reiz) y la emoción(Rñhrung).La sensaciónque obtenemos por el contacto de alguno de nuestrossentidoscon un objeto no podrá ser universalmente comunicable,ni, por lo tanto, podráaspirara contarcon ningunavalideza priori, esdecir,con ningúnsentidocomúnque nospermitasuponerque podemoscompartiresasensacióncon todo ser racional finito, algo en lo que sedetiene precisamentela pruebaque decideacercade la valideza priori de los juicios de gusto: «Cuandola sensación,como lo realdela percepción,es referidaal conocimiento,llámase sensaciónde los sentidos;y lo especificode su cualidadsólose deja representardemodocompleto como comunicablede idéntico modo si se admite que cadacual tiene un sentidoigual que el nuestro:esto no se puede,empero,presuponer,deningúnmodo,de unasensaciónde los sentidos. Asi, a quien falte el sentidodel olfato, no podrácomunicarseesaespeciede sensación;y. aunque no le falte, no se puedeestarsegurode quetengaexactamentela misma sensacióndeuna flor que nosotrostenemosde ella. Mucho másalejadosaúndebemos,empero,representamosa los hombres en consideraciónal agrado o desagradode la sensacióndel mismo objeto de los sentidos, y es totalmenteimposibleexigir que el placer,en talesobjetos,seacompartidopor cadacual. El placer deestaespecie,ya quevieneal ánimo medianteel sentidoy en él estamos,pues,pasivos,puede llamarseplacerdel goce»’. Por otro lado, cuandodeclaramosque algo es bueno,ya seacomomedio paraalgo desdela mezapragmática—,ya seacomoun fin en si mismo—desdeunaperspectivamoral—, la satisfacciónqueconseguimoscon ello no deberáser confúndidacon un mero placerdel goce (Lust der Genufl), pues se trata de un placer experimentadoen la propia espontaneidad (Selbsttátigke it) y su conformidad con lo que mandala razón —en lo que viene a ser una finalidad legal (gesetzliche Zweckmáfiigkeit)—,la cual le convierte en algo universalmente comunicable2.Lo agradableduradero,es decir, la satisfacciónpatológicamentecondicionada, mediantela actuaciónde estímulos(Anreize)y lo bueno,en cuantosatisfacciónpurapráctica,no podrán coincidir sin más, pues para que lo primero se denominarabueno tendría que ser conducido, medianteel conceptode un fin, bajo principios de la razón3. Sin embargo,lo agradableno sehaceesperary place siemprede manerainmediatay, con frecuencia, lo que deleitade esemodo,consideradoinmediatamentepor la razón,másbiendisgusta(rn4l3fttillt). Pero, a pesarde lasdiferenciasquelas separan,ambasespeciesde satisfacción,a saber,lo agradabley ‘Vd. KU, § 39, A 151$ 153: «Wenn Empfindung, nís das Reale der Wahrnehmung, aufErkenntnis bezogen wird, so heflt sie Sinnenempfindung; und das Spez~/2sche ihrer. Qualitát lqtt sich ,mr durchgángig aufgleiche Art mitteilbar vorstellen, wenn man annimmt, da]?jedermann eme gleichen Sinn mit dem unsrigen habe: diese lúflt sich aber von einer Sinnnenempfindung schlechterdings nicht voraussetzen. So kann dem, welchem der Sinn des Geruchs fehlt, diese Artder Empf,ndungnicht mitgeteilt werden; und selbst wenn er ihm nicht mangelt, kann man doch nicht sicher sein, ob er gerade die namliche Empfindung von einer Blume habe, die wir davon habenv Noch mehr unterschieden mússen wir uns aher die Menschen in Ansehung der Annehndichkeitoder Unannehmuichkeitbei der Empfindung eben desselben Gegenstandes der Sinne vorstellen, und es ist schlechterdings nicht tu verlangen. da]? die Lust an dergleichen Gegenstanden vonjedermann zugesianden werde. Man kann die Lust von dieser Art, weil sie durch den Sinnin das Gemid kommt ¿md wir dabeí also passiv sin4 die LustdesGenussesnennen»; cfr. KW, Anucípaciones de laspercepción. B 207-8;cfr. MS, Jntroa , 1, p. 212. 2 va xu, § 39, A 152$ 154. Vd. op. cit.,§4,BA12. 470 U U U U U • lo bueno,comportanuna vinculaciónconalgún interés,que las incapacitaparahacersecargode u una fimción fenomenológicacomoes la del dejar-serque desempeñael Juicio en su reflexión • libre. Por ello, entreambosvendráa interponerseel gusto,como huelladel pasadocomún de • ambas,perono identificablecon susrespectivasexigencias,que, sin pertenecerconcretamentea • ninguna de las esferas legislativas de la razón~, contará, sin embargo,con significativas • consecuenciasen relaciónal vinculo establecidoentreambas,en cuantopartesteóricay práctica de la razon. El placerde la reflexión (Lusíder Reflexion),por el contrario,acompaña(begleiten),en ausenciade todo fin o principio director, la aprehensión(Auffassung)de un objeto mediantela • imaginaciónen un juego libre con el entendimientoquehabilita un proceder (Verfahren)del Juicio,a saber,suejerciciodeterminante,de modoque nuestroánimo (Gemid)no puededejarde sentir(empflnden)con placerun semejanteestadode representación(Vorstellungszustandf. Lo que el Juicio lleva cabo más bien será un enlace (Verbindung) de la hechura del objeto, u enjuiciadoa-cognoscitivamente,conel sentimientode placerdel sujeto.No sedirigirá, pues,ni a u conceptos,ya queno pretendealcanzarconocimientoalguno,ni a la meraafecciónde nuestros U sentidospor las cosas. Si recordamosun importante pasoexpuestoun poco másarriba, la U definición transcendentaldel placer y el displacerhacía abstracciónde su relacióncon lo U agradable,lo bello y lo bueno, puesse trataba,como vimos, de remitir las manifestaciones u empíricasdel placera una facultadsuperiorde conocer.Entre ellas, sin duda la que mejor se u dirige al hombre consideradono sólo en cuantoser racional finito, sino en cuanto hombre • (Mensch), seráel placer sentido (empfunden)en lo bello, en el que la facultad de juzgar • (Urteilskrafi) semuestracomounasuertede puntode concentraciónde las diferentesfuerzasque U constituyenlo humano,entrelas tendenciassensibles,quedan fe de sunaturalezafenoménica,y U la apelación(Aufrul) asudestinaciónsuprasensiblemoral,y, así,comoespaciode manifestación U de los plieguesy desplieguesde la imaginaciónen los quesentimosel transcurrirde nuestra • existencia. • Las observacionescon las que hemosprocedidoa distinguir las diferentesespeciesde U satisfacciónconciernena lo que el descubrimientode la bellezay los juicios de gustotienende • necesarioestudiosubjetivo,sin embargo,desdeun respectode alcancemás fenomenológico, u encontramos—si lo enlazamoscon el recorrido que llevamoshecho—, en el retorno de la • reflexióna las condicionesde posibilidadde todaErscheinung,algo asícomounaredelimitación • de la verdad transcendental,en cuanto develainiento de posibilidades fenomenológicasque u permanecíanembozadasdesde la perspectiva teórico-cognoscitivade la razón3. Si este u ______________ • 1 ~ Lebrunhareparado,deunmodoquenosparecetotalmenteacertado,en las afirmacioneskantianasdel gusto— • en unadenominaciónparadójica—comounamoralidadde la aparienciaexterna,vd. op. ciÉ, p. 317: «La libertad de U indiferencia del sujeto estético, si se la juzga moralmente, no es más que alienación en apariencia:«Se podria • denominargustoa lamoralidaden laaparienciaexterna,aunqueestaexpresión,tomadaa la letra, seacontradictoria» [prag. Anthrop., § 69]. Tomada a la letra Entendamos: en relación a la ética, en la que el hombre, noproviniendo u más que de dos mundos, debe elegir entre uno y otra Pero el hombre del “mero placer~’ se sustrae a estas dos U jurisdicciones, ni ángel ni bestiay aún inconsciente de esta disyunción [KU, § 5]»; cfr. con la significativadefensa • schillerianadel uso moral de la apariencia estética en Canassobre la educación estética del hombre, XXVL —.ed. • citadaenbibliografla—,pp. 205-7. 2 y~ KU, § 39, A 1537B155. Precisamenteel placer de la reflexión es el elementoen el queHeideggerencuentrael anunciode una cuestión—como seráel replanteamientode la jerarqulade las facultadessuperioresde conocer— quesólo encontrarásoluciónen laAntinomia delJuicio estético. U Creemosque merecerlala penaemplear las coordenadasinterpretativasde M. Heideggeracercadel Criticismou kantianoparapensarprecisamenteaquelloqueestamagnifica laborhermenéuticadejó impensado.Sin duda,y para • empezar,algunosde los parágrafosdeKU queaquíprocedemosa analizarseriansuficientesparaapuntarhaciauna u • 471 U u u u U U replanteamiento,remocióny ahondamientoen la fundacióncritica de la verdadtranscendentalno fuera tal, careceríade sentido la revalorizaciónkantiana de la verdad estéticao poética, en relación con la de carácterlógico, con respectoa la cual habráque especificarla manerade acogersussignose interpretaraquelloque sugieren: «Se tienepor costumbreoponerla verdadlógicaa la verdadestética(la de lospoetas),por ejemplo,el cielo representadocomounabóveday el ponersedel sol comounacaida de ésteal mar. Paraestaverdadestéticasólo se requierequeel juicio tengacomoprincipio la apariencia(Schein)a la que todoslos hombresestánacostumbradosy, en consecuencia,el acuerdode las condiciones subjetivasdel juzgar» Las observacioneskantianas acercade la reflexión estética,que volverán a cobrar protagonismode la mano de lo sublime —que pondrá de relieve la peculiar facultad de la realidad de lo real que es la imaginación—, apuntanel carácterficcional del gusto, del enjuiciamientoestético,comose advierte en la decisivadefinición segúnla cual la naturaleza bellaesunanaturalezaqueparecearte,asícomoun artebellaseráaquellaque no podamos,por másquelo queramos,distinguir, pormediodel meroenjuiciamiento,de la naturaleza,advirtiendo con ello que hemos sido atrapados,que nuestroánimo ha quedadoatrapado,en una doble fascinación(Bezauberungí,fenómenodigno de un profundo estudio antropológico. En el reconocimientode algo como bello el enjuiciamiento desinteresadopermitirá que no nos acerquemosa lascosasen cuantofines, pues,másbien, a lo que darálugarseráal hechode que nuestrareflexión se demore (weilt), de una maneraespecialmentelibre de obstáculos,en la contemplacióndeadornos,ya setrate de flores, dibujos á la grecque,letrasbellamenteescritas, hojarascao trazosquesecruzansin intenciónalguna,esdecir, queno significan nada,a los que, a diferenciade cualquier otro objeto, no podemosatribuir fin alguno, al no dependerde la dirección de ningún concepto.Precisamentepor ello representanla únicaexposiciónposible comouna nadade conceptoy de fin— del libre juegode nuestrasfacultadesde representación que vivifica el ánimo, brindándolenuevasposibilidadesde hacerexperienciade sí. Si tuviera algún sentidoparala filosofia transcendentalkantiana,que no esel caso,hallar un grupode objetos apropiadopara el ejercicio del libre juego de la imaginacióny el entendimiento,se trataríajustamentede aquellosque acabamosde mencionar3.Perono estáen juegola fundación necesariarelecturade un trabajocornoLo tesis de Kant sobre el ser. Nosparece,a ello hemosconsagradola entera estructuradeestecapitulofinal de nuestrotrabajo, quedebenvolvera tomarseen consideración,en estesentido,las tesis que apoyan la pertenenciakantianaa una ontologia moderna—desdela historia del Ser planteadapor Heidegger—~, pues no seria de extrañarque la imaginación,cuyas prometedorasposibilidadesontológicas se perdieronde vistaen la segundaversiónde la deduccióntranscendental,volviera a aparecerdela manode la última Critica como unasuenede facultadde la Diferencia ontológica —vd. apartado1 de nuestraConclusión—.El testigo de estatareaque apuntamosal inicio de estanotaha sido recogidopor un buennúmerode estudiososque aún hoy sigueen aumento.Nos referimosa autorestalescomoO. Chédin,E. Escoubas,J. Rogocinski, Ph. Lacoue-Labarthe, J.-L. Nancy,R. Legros, D. Lañes,A.-M. Roviello, J. deGramonty F. Proust, acercade los cualespuedeacudirsea nuestrabibliografia, asi comoa un útil trabajode H. D’Aviau de Ternay,quecitamosen bibliografla, queproyecta un recorridopor estoscaminosinterpretativos,conabundanciadecitasy referenciasa losautoresmencionados,cuyo resultadoprincipalreconoceen la propuestade considerara la Analítica de lo sublime comoel lugar másadecuado raramostrarla resistenciacríticaa lo especulativoenel pensamientokantiano.Vd Cartaa Reinhoid, 19-V-1789. 2 vaprag.Anthrop., § 13, BA4I. Remitimosenestepuntoal lugardecisivoqueocupanconrespectoa la redaccióndeestaspáginasla interpretación fenomenológicarealizada por J. Taminiaux, en su La nostalgie de la Gréce... y por M. Richir, en L ‘origine phénoméno¡ogique de lapensée en La liberté de 1 ‘esprit, ambosincluidosen nuestrabibliografla; cfr. el siguiente pasajede Taminiaux,dondese reparaen el doble movimiento,negativoy positivo, queatraviesala exposicióny 472 U U U U U • de un nuevotipo de discursoóntico quepodríamosdenominarestético—nohayestéticaen Kant, • como el avanzadoestadoactual de los estudiossobreesteautor ha contribuido a generalizaren • las discusionesacadémicas—,sino el dificil uso de unaperspectivamásoriginaria,ni teóricani • práctica,sobrelas cosasde la naturaleza,quequizásnospermitaobservara éstacomoel espacio • apropiado—no sólocomoel únicodisponible—parala obrade la libertad. En estepuntode nuestraexposiciónpareceque el terrenocomienzaa estarpreparadopara recibiry registraren los archivoscríticos lamostraciónde unaprimerasefial(Wink) concerniente al vínculo entreel discursokantianoacercade labellezay el trabajofenomenológicohaciaunamanifestaciónpre-prácticade la libertad.Habráquerepararasimismoen quecuriosamentetodas las nocionesen las que hemos ido deteniéndonosincluían a modo de aclaraciónpeculiar el adjetivo libre. Así, hemoshabladode una libertad de la satisfacción,a saber,aquella que U proporcionael desinterés,en la quereconocíamosun librefavor (freteGunst)—a mediocamino entrela inclinacióny el respeto—,que no podemoshallar en el encuentrocon un objeto de la U inclinación o con la ley práctica,los cualesno nos dejan libertad alguna (lassenuns keine U Freiheit) parahacerde algoel objeto de un desinteresadoplacer.Introdujimos igualmentealgo asícomouna libertaddel Juicio en suejercicio reflexionante,unasuerte de fondo oscuro,pero U fundante,de surespectodeterminantey esquematizador.Un pocomásadelantenosocuparemos de la libertaddeljuego,en cuantorelaciónconformeafin entrelas facultadesde conocerquenos • permitirájugar conlos objetosde la satisfacción,sin quetengamosqueadherimosaellos,la cual • nosdarápie a atenderaaquellosmomentosen queadvertimosla actuaciónde la imaginaciónen • su libertad (Einbildungskraftin ihrer Freiheit), un momentode alta densidadontológicaen el U senodel ánimohumanoqueno puedeadscribirseningunaotra de las facultades.Denunciandolo U erradode una interpretaciónheredadade Schopenhauer,unascélebrespáginasde M. Heidegger • quintaesenciancon una simplicidadasombrosael alcanceontológicode la estructurareflexiva U kantianadel desinterésen lo bello, señalandosu relación esencial—nunca suficientemente • apuntadacon igual brillantez en otra parte de su obra— con una comprensiónoríginaria de la • libertad’. Sin dudaalgunanosapoyaremosen buenapartede sus apreciacionesparaesclarecerel U u justificación kantianadel desinterés—en el que también se han detenido D. Lañes y J. de (3ramont en sus respectivasobrascitadas—,de maneraque, enun pnmermomento,se haránecesarioun cuidadosodeslindamiento de lo bello conrespectoa lo queno lo es,mientrasque,en un segundomomento,se tratarádeofrecerel resultado • fenomenológicorealmentepositivo de esaacciónen op. ciÉ, pp. 43-4: «[L]a puraforma eslo queessin materia o U sin contenido. Puraforma, la cosa bella parece entonces reducirse a la insignfficancia misma, izo revela nada. Pero • esta noción negativa de laforma no define elmodo de serpositivode la cosa bella [.1. Lo bello no estásometido ni • a tendencias empíricas, ni al concepto, y esforma en la exacta medida en que se sustrae a sus facultades. Pero es exactamente esta sustracción la que confiere a la forma un sentido positivo, y lo que solidariamente afecta con un indice negativo las actitudes correspondientes a lo agradable, lo útil o lo perfecto. Lo que siempre escapa a estas • actitudes es lo que sin cesar ellas recubren u omiten, es la man(festación misma de la cosa, la eclosión de su • aparecer, su libre surgimiento. Más que un vacio, una falta de contenido, una inesencialida4 el concepto deforma • designa entonces de manerapositiva la libertad inicial de lafenomenalidad, en tanto que antes que nada ella es sin • gorqué, sinfin, sin determinación». Vd M. Heidegger,Nietsche L p. 127: «Sólo Schiller ha comprendido lo esencial en relación a ladoctrina kantiana U de lo bello y del arte; pero también su conocimientofue sepultadopor las doctrinas estéticas del siglo XIX [ ] [L]a • interpretación kantiana de la reflexiónpenetra en el estadofundamental del ser-hombre en el que éste alcanza por • primera vez la plenitud fundada de su esencia. Es aquel estado fundamental que Schiller ha concebido como la condición de posibilidad del Daseinhistórico fundador de la historia, del hombre». Quisiéramospuntualizaren • relacióna estetexto que,si bienel pensamientode Schiller no podríacomprendersesin la lecturade unaobracomo • KU y a pesardehacersuyoel vocabulariokantiano,lo poneal servicio, nosparece,no deunalibertaddel juego,sino U de la fundaciónde un estado estético, con lo queterminaperdiéndose,entreotrascosas,la aportacióndecisivade la • terceraCritica a la comprensióndelpensaracercadela historíaenKant, en cuantoguardadeunadistanciaqueno se puedecolmarlegítimamenteenningúnmomento.Esemismotonosublimelo reconocemoscuandoHeideggerseñala u • 473 e u u e u U e e e que consideramosauténticosentidodel rechazokantianodel interésen el enjuiciamientode lo bello. Si el término interésremitieraa la expresiónlatinamihí interest, esdecir, al me importa algo de una cosa,entoncesla solicitaciónde un desinterésen relacióncon los objetosbellos se e referidaa unaindiferencia(Gleichgialtigkeit) en la queno pondríamosnadade nuestravoluntad, de modo que un tomar interésen algo implicaría un quererteneralgo para sí, es decir, una propiedada nuestradisposicióny uso—el interéssurgea estaluz comounaVorhabeque impide un auténticodejar ser a las cosas—.Así, cuandoencontramosbello algo en concretoque nos viene al encuentro (Begegnendes),la relación que trabamos con él estaránecesariamente caracterizadapor la ausenciade interés,de modo que lo que salgaa nuestro encuentro,sin determinarseaúncomotal o cualobjeto—esdecir,sinconstituir aúnun objeto(Gegen-stand)—, se dejaráser puro (rein) en su propia condición (Rang) y dignidad (Wñrde)’. En esa actitud eliberamos(freigeben)propiamenteal enteen lo que es,dejándoloestary guardando(gónnen)lo que le pertenece(zuhóren) y lo que nos brinda (zubringen).La epokhéy suspensiónde todo interés,pues,lejosde prohibir todarelacióncon el objetoal que se atribuyela belleza,denotala más esencialvinculaciónde la que el hombrees capazcon respectoa un ente,al captarel aparecer(Erscheinen)de ésteenel parecer(Schein)de supatencia(Vorscheinf, que presupone todaunaliberación(Freigabe)críticadel nivel de “lo subjetivo”.Mediantela reflexiónelhombre transforma ficcionalmente lo que ve, alcanzandoalgo así como un concepto ampliado de naturaleza, no concernientea nuestro conocimiento de ella, que albergaun giro desde la ti consideraciónde la misma comomecanismohaciasu contemplación(Betrachtung)comoarte. Cuandoaccedemos,medianteel Juicio estéticoreflexionantey la referenciaque éstecontieneal sentimientode placer,al conjuntode lo quehay,experimentamosun acontecimientoque excluye ti todo tipo de aproximacióny caracterizaciónvivencial y que poseeuna peculiar causalidad, ti e que Schiller ha concebidoel estadofundamentalestéticocomo la condición de posibilidad del Daseinhistórico fundador dela historia, del hombre. Nosotros,por nuestraparte,intentaremostrasladarlosejesde esainterpretación del momentofundamentalde la actitudestética,demodoquealcancemosunacomprensióndela contribucióndeKU ji al pensarkantianoacercade la políticay la historia, en la queestaúltima no puedavenir a flindarsecomo si se ji trataradel último estadio de desarrollode un circuito técnico-cultural, pues,de esa manera,desequilibraríamos fatalmentetodo el andamiajefacultativokantiano. 141 M. Heidegger,Nietzsche 1, p. 129: «Lo que eljuicio: esto es bello, nos exige no puede ser nunca un interés. S Esto quiere decir: para que algo nos parezca bello tenemos que dejar venir ante nosotros lo que sale al encuentro mismo puramente como ello mismo, en su propio rango y en su dignidad No nos es licito tomarlo en cuenta por anticipado con la mirada puesta en algo distinto, como nuestros fines y propósitos, a la expectativa del posible e disfrute y ventaja. El comportamiento respecto de lo bello en cuanto tal, dice Kant, es el libre favor; tenemos que poner en libertad lo que sale al encuentro en cuanto tal, en lo que es, dejarle aquello que lepertenece a ello mismo y re se nos ofrece, yfavorecerlo con ello». O Vínculo que sorprendentementea Heideggerle sigue pareciendoinscrito en un marcaontológico moderno,de ji maneraque el sentimientoestéticoquedaríaaúnsometidoa la estructuradel tipo sujeto-objeto,que, sin embargo, saltaríaporlos airesa manosdeNietzschey la entradatempestuosadelaembriaguez(Rausch) en la culminaciónde la metafisicaconla voluntadde poder,vd NietzscheI~ p. 145. A pesardeello, su lecturadirige nuestraatenciona la O identidad estructuralentre la defensa nietzscheanadel encantamiento(Entztacken),de carácterreflexivo, no ti identificablesin más,por lo tanto, con el encanto (Reiz) kantiano propio del juicio estéticode los sentidos. El ji encantamiento, en cuantoarrebatoo conmociónpor el hechode quehayamundo,pareceencerrar,en efecto,una interesanterelaciónconel placerdela reflexiónen suremisióna unasuperaciónde nuestraslimitacionessubjetivas, con el fin de queparaalcanzarla plenitud denuestrafacultadesencial(ti/ber-uns-weg-Steigenin der Fulle unseres Wesensvermógens),estadoestético fundamentalque representaun acorde (Gestimmheit)—en el sentido de la destinación(Bestimmheit) máselevaday apropiada—,queHeideggerremite, enun tono marcadamentesublime,a la ji fundaciónde un mundo,quesólo decaeráa raízde loscomentariosdela poesíade Hólderlín de los años‘40 y de la tomade concienciadela importanciadeunanocióncomodie Weile. a 474 ti e ti e ji ji e U U U u U • generadorade una forma particular de a-temporalidad,a saber, el transcurrir de los ritmos • facultativosdel ánimoen lademora(Weile,): u «Este placer no es de ningúnmodo práctico,ni como eí queprovienedel fundamentou patológicodel agrado,ni como el queprovienedel fundamentointelectualdel bien representado. • Tiene, empero,una causalidaden si, a saber,conservarel estadode la representaciónmismo y la • ocupación de las facultades cognoscitivas sin ulterior propósito. Nos demoramos en la U contemplaciónde lo bello, porqueestacontemplaciónse fortalecey reproducea si misma;la cual u es análogaal aquietamiento(pero no se identifica con él), cuandoun encantoen la representación del objeto despiertarepetidamentela atención,en lo queel ánimoespasivo»’.u • Demora que habilita el desplieguede la libertad del juego en la que imaginación y U entendimientoseentretieneny sostienen(unter-halten)mutuamente,en un espacioprevio pero propiciadorde toda verdad transcendental,que nos obliga —como ocurre de la mano del • esquematizarsin concepto—a aprehenderel momentoen que ambasfuerzasde representación U jueganentresí conformea fin, antesde que generenun productosintéticoválido objetivamente, U esdecir, capazde convertirseen reglaparaun númeroen principio infinito de casos.De este • modo, hemos intentado mostrar la auténtica dimensión del alcancede lo estético en el U pensamientokantiano,a saber,no comoun saberque recaigasobreun tipo determinadodeentes, • sinocomounarelecturade la mismanaturalezaqueel entendimientoha determinadoconformea • sus leyes,en la queéstacobraun carácterdistinto queel asumidoen el senode la especulación, U que exige, al mismo tiempo, un nuevo tratamientode la libertad desdeuna vertiente pre- • discursiva,comolibertaddel juego. Si la metafisicade laSchulphilosophiehabíaconsideradoala • bellezacomo una suerte de anticipaciónconfusa—a la medida de nuestramente— de la • perfeccióndel cosmos,embrollandoel discursode unateologíaracional,la Crítica del Juicio se • ha desprendidodeesavisión de las cosasparadesembozarel verdaderomotivo quedesentierray • poneen marchaa la reflexión y libera el plano de lo subjetivoen el conjuntodel Criticismo, a • saber,el Ihaumazeinanteel hecho de que hayamundo, al que volveremosde la mano de la • Crítica del Juicio teleológico. Así, podremosdecir con Lebrun que ni la teología ni la • antropologíaestaránencondicionesde restituir la razóna suelementopropio, sinoquemásbien u delgadasestructuras—por suausenciade materíalidady arraigoformal—, como la libertad del • juego,elsensuscommunisaestheticusy la forma de la finalidaddelobjeto,de la quepasaremosa u ocupamosen lo siguiente,nosdaránla medida(Majistab)del espaciode sentido—preobjetivoy • presubjetivo—sobreel que se construyentodos los discursosde la razón. Peropareceque este • equilibrio no ha de durar demasiadoen la mismaestructurainternade la terceraCrítica, cuya • segundaparteculminarácon un reencuentrode la teología (Lebnm) desdeuna indigenciay u menesterosidad(Bedarfnis)puramentepráctica,del que aquínoscomprometemosa dar debida cuenta. Recapitulandolas reflexiones anteriores,hasta el momento hemosreparado en las condicionesde posibilidad de algo así como una crítica del sentimiento—que dará lugar al estudiode la bellezalibre y de lo sublime—yde unacrítica delpensarquejuntasabriránel paso a unasuertede Crítica de la libertadpura(Gramont),consagradaameditaracercade suaspecto u U ‘ Vd. KU, § 12, BA 37: «Diese Lust ist auch auf/ceinerlei FVeise praktisch, weder, wie die aus dem pathologzschen • Grunde der Annehmhchkell, noch die mis dem intellekiuellen des Vorgestellien Cuten. Sie hat aher doc)> eme • Kausalitdt it, sic),. namlich den Zustand der Vorstellung selbst und die Besch/ifligung der Erkenntniskrúfle ohne U weitere Absicht ni erbalten. Wie weilen bei der Betrachtung des Sehónen, weil diese Betrachtung sich selbst st/irla u und reproduziert; welches derjenigen Verweilung analogi sc)> (aher doc)> mit ihr nichí einerle,) ist, da ein Reiz in der Vorstellung des Gegenstandes die Aufmerksamkeit wiederholentlich erweckt, wobei das Gemñt passiv ist». u U 475 U U U U u U másinicial, concernidoporsudefrnicióntranscendentalencuantocomienzoabsolutoen sentido causaldeun estadode cosas,aspectoque semostrará,por lo que respectaa surespectoobjetivo, en el surgimientodel mundo,y por lo querespectaal subjetivo,enun estadode ánimo libre ante el acontecimientode la belleza . Esacrítica de la libertadavanzará,a su vez, en dos cortesde profundidad,enprimer lugar, la epokhéde todo interésanteel objeto y su existenciafranqueará un espaciomáslibre parala aparición(Erscheinung)del mismo,al quesólo el enjuiciamientode gusto estaráen condicionesde acceder.Pero, en un segundomomentoeso que llamamosun espaciomáslibre de fenomenicidadharáactode presenciamedianteun movimientooscilantedel ánimo que va de la suspensión(Hernmung) inicial de sus frenas vitales al desbordamiento (Ergiefiung) posteriorde las mismas,unavezqueseha ganadoun estadoen el que lascosasde la naturalezapuedenvemra manifestarsecomo en su primer dia2. Lo sublime nosacercaráde un modo especialmentesugerentea estemomento fenomenológicamenterelevantepara nuestro estudio.Peroello nosocuparámásadelante. VLJ.3.2Observar y notar unaforma de lafinalidad: la bellezalibre, Como ya anunciabael epígrafeanterior,buenapartede las indicacioneskantianasacerca del carácterdela formaquereconocemoscomobellapresentanel aspectodeunaenumeraciónde característicasnegativas,de maneraquehablamosentoncesde unapuraforma sin materiay sin contenido,que no revelaen principio absolutamentenada,manteniéndoseobjetivamenteen el nivel de aquellaque resistetoda interpretación,de lo indescifrable.Pero por el lado de los resultadospositivos,que prometíaestaradical fenomenología,la forma de la finalidad apuntaa algo así como la patenciaoriginaria del ente,en tanto que aun permanecesin porqué, sin determinación3.Si pretendemosaccedera esa riquezafundamentalhabráque fijar la atención nadamásque en la delgadaestructurade unaformafinal, atendiendoa la libertad de la que es portadora.En estesentidoun pasajede la últimaCrítica nospuedeserde utilidad: «Todaforma de los objetosde los sentidos(de los externoscomotambiénmediatamente del interno)es, o figura, o juego; en el último caso, o juego de figuras(en el espacio,mimica y danza)o merojuego desensaciones(enel tiempo)»4 El texto nos sitúa ante dos modos, igualmente formales, de llevar algo múltiple a conformidadparala unidad,donde la figura pareceserprecisamentela configuración de los elementosconstituyentesde alguna cosaque permitey habilita su manifestacióny aparecer, 1 Vd O. Chédin,op. cit, p. 279. 2 Estemovimientooscilantenosremitea KU, § 14, RA 43 y § 23, A 74/11 75.J.-L. Nancy ha reflexionadoacercade del momentode pérdidaque sedetectaen estemovimiento, a la quesucedeel mandatode discurrir, quetendrá continuaciónen su lectura de lo sublimecomo un “sentimiento del límite” o “sincopedel sentimiento”,vd Dv sublime, p. 65. Estegestodirigetambiénel tránsitodela sustraccióna laadiciónqueE. Escoubasreconocea lo largo de la reflexión estéticakantiana,vd Imago mundi, pp. 52-4; cfr. por último O. Chédiny su lecturade esteproceso comounareduccióndel ánimo al merojuego de las facultadesderepresentaciónquepermiterecogermás tardelos frutos deunamanifestaciónmásoriginadade la libertad, op. cit., p. 282: «Pero esas negaciones (sin regla, sin ley, sin forma, sin concepto>.) no hacen más que señalar, sin llevarlas a cabo, las refundiciones necesarias [.1 su versión estética quedapor establecen>. ~1/ti ejemplode la rosadeAngelusSilesiusenM. Heidegger,Der Satz vomGn¿nd pp. 77-8. ~1/ti KU, § 14,BA 42: «Alle Form der Gegenstónde der Sinne (der auflern sowohl als mittelhar cinc)> des innern) ist entweder Gestalt,oder Spiel; im letzternFalle entweder Spiel der Gestalten (im Raume, die Mimik und der Tanz,); oder blofies Spiel der Empfindungen (in der Zeit)». 476 e U e u U • encerrándolaen sus limites propios1, el segundo,a saber, el juego, proyectaun esquemade • permanencia(Bestdndigkeit)en el senodelmovimientoy del cambio,queactúacomouna suene • de manifestaciónde la libertaden obra2.En amboscasos,a saber,en la figura y en el juego, la • imaginaciónensulibertadsemanifiestacomola únicafacultadcapazde trazarel horizontede la nadaque rodeatodaaparicióndel ente,y sólo desdela cual éstesemuestra,es decir, como una • suertedeparergontranscendentalqueva abriendoel pasoa la comprensiónde la facultadde la realidadde lo real (Escoubas)que nos parecela facultadde las imágenescomo el centrode la reflexiónkantianaacercade la diferenciaontológica.Los dibujosa la grecque,la hojarascapara marcoso los papelespintadosno significannada, no representannada,precisamenteporello el juicio de gustoque los proclamacomo bellosserápuro,al no incluir el conceptode ningún fin que limite la libre figuración que elaborala imaginación3.Sonnumerososlos pasajeskantianos en los quese tematizala correspondenciaentrebellezay libertad, dondeadquiereprotagonismo la nociónde bellezalibre, que subrayaquela forma bella seráexpresiónde una libertaden cuya figura de lanadael libre juegode las facultadesencontraráun espacioadecuadoparasudemora4. a Dadoslos requisitosdel reconocimientode lo bello medianteel ejercicio de la reflexión, es de esperaralgo así comoqueel juegode las figuras y sensacionesen el espacioo enel tiempo, de U un modo libre, es decir, sin fundamentoalguno, no exista más que en el momento de su • contemplación,de suerteque el libre juego interfacultativoy la forma de la finalidad de los • objetosdesemboquenen ella, es decir, en la reflexión libre, sin que, al menosen un primer U momento,el análisis sea capazde deshacerel circuito por el que la forma bella brinda a la • imaginaciónla oportunidadde su libre actividad(freie Beschájtigung),y, al mismo tiempo, la U imaginaciónsostieneala formalibre quecontempla. • Terminábamosel epígrafeanterior anunciandolas peculiaridadesfenomenológicasque • caracterizabana labellezalibre, en la quela imaginacióncontemplaen plenalibertadla forma de • un objeto sin reglamentaríasegúnun concepto—a diferenciadel casode la bellezaadherente,en • la quela merapresenciade la cosarecuerdalo que éstapuedao debaser—.Porello resultarán • tan apropiadascomo ejemplosde “cosas bellas” aquellasformasque dificilmente podríamos U tildar de objetivas o utilizables para algún fin que no seasu misma patencia.La mesurada • armoniade unaslíneassobreunasuperficiesirve, así,de muestraadmirablede algoenel mundo • que recuerdael aspecto de éste antes de que hubiera cosas, fines, incluso conceptosy • clasificaciones.La contemplaciónde las mismasnos entretieneenel atisbo,parael que ya no • existeel tiempo,delnacimientode intuición y concepto.Ante el espectáculobellonuestramirada • se libera de prejuicios,de maneraque seacapazde experimentarla maravilla del venir a la luz u _____________ • W. Biemel en su ya clásico estudio,Die Bedeutungvon Kants Begrtindung der Asthetik —incluido en nuestra U bibliografla— seflala que la forma pareceser paraKant el elementoresponsablede la fundacióno instauración • (Stjtung) y del sostenimiento(Erhaltung) de la unidadde la cosa,permitiendoasí el puroresplandecer(prágen) de • suesencia. 2 1/él. W. Biemel, op. cit., § 8, b, Lafinalidadde laforma, especialmentepp. 57-8.No abandonamosestaintuición si nos adentramosen el estudio también clásico de Taminiaux, ya citado por nosotros, cuya lectura de esta • fenomenologiaconducea observarenel mismo textokantianola referenciaa un movimientoindeterminable,puesto • que libre, de manifestación,concernientea la forma, la cual, si antesse nos antojabapobre en su delimitación • ?urameníenegativa,llegaasi aparecerensu esenciaunjuego. 1/él. KU, § 16, A 49/B 49-50. u 141 op. cii., § 14, BA 42; § Sí, A 208-9/B 211 y § 54, A 221-VB 224-5. E. Escoubas—en su magníficay, en • muchosaspectos,pioneraobra, Imago mundi, queincluimosen nuestrabibliografia— se detieneen la importancia • del hechodequeunadisposicióndel ánimo,a saber,el libre juego de susfacultadesderepresentación,aporteel hilo • conductorparaunaexposiciónde lo bello en cuantoformaqueno obedecea determinaciónalguna,vti op. cit, PP. u 57-64. e U 477 u U U U u e del mundo, la donaciónde los fenómenosen su forma, la cual no resulta del trabajo del entendimiento,desdeel momentoen que la acomodacióna síntesisque muestralo formal en la representaciónde la cosabella permaneceen el ámbito del juegoy feliz proporciónentre las facultadesde conocimiento’.La bellezaadherente(pulchritudo vaga) tendrálugar, sin embargo, cuandode lacontemplaciónde un productode la naturalezasepasea pensaren la producciónde la naturalezacomo tal o cual forma bella, es decir, cuandose consuma,renunciandoa la 2Stimmungdel juego,el tránsitode la formay de lo formal en la representaciónhaciael concepto. Perotodo objetode bellezaadherentepodrádar lugaramomentoso instantesde bellezalibre, de suerteque tanto la belleza libre como la belleza adherenteapuntena esa suspensiónde la presencia—encuantopropia de lo Vorhandenes—en el estratoformal y final del merojuego,si bien las dos,a saber,lo que esdadomeramenteensuformay lo queespensadoen un concepto3, suministrandosmodosdistintosdeunificaciónde unamultiplicidad dada,asaber,lo formal en la representacióny el concepto,dondelo primeroserefiere a un llevar a unidadindeterminadalo múltiple en el fenómeno,mientras que el segundoconcierne a la combinación de una multiplicidad sensiblesegúnunade las funcioneslógicasdeljuzgar.Contemplary demorarseen labellaformaexcluirá,así,el pararseapensarla,puesello significaríaconsiderarlabajoel prisma de algunaintención,esdecir, de algún interés,paraacoger(aufnehmen)esasíntesisoriginaria, que—comoveremos—mientalo formal en la representaciónde un objeto, mediantela que se presentala forma bella, en cuya constituciónnuestroánimo casi no adviene ni percibe su intervención.De estamanera,pretendemosponerde manifiestoque la distinción entredostipos distintos de belleza no puede referirse tanto a una clasificación de objetos —no habrá propiamenteobjetosbellos,decíamosun pocomásarriba—,comoa nuestromodo de tomarlos en consideración.Así, unainvestigaciónfenomenológicaconduciráa reconocerel fenómenode la bellezacon independenciade la presenciade un concepto,pero, al mismotiempo, los objetos acogidosde esemodooriginario, queconstituyenla bellezalibre, puedenprestarseulteriormente al ejercicio de una conceptualizacióny someterseal principio de razón, de modo que sera perfectamenteposible que el científico reconozcaen la flor un fm natural, mientrasque su enjuiciamientocomo bellezalibre remita a una verdadmásoriginaria que la pertenecienteal conocimientocientífico y objetivo, concernientea supuroaparecer,es decir, a la manifestación del fenómenoen cuantotal4. Laformal y la unidad formal de la que se noshablaen la terceraCrítica ya no pareceremitir a las condiciones estéticastranscendentalessegúnlas cualesaprehendemoslos fenómenos,sino a la fenomenalidadconcretade tal o cualfenómeno,demodoquealgoasi comola formadetodoobjeto de la intuiciónpuradebeserinscritaen el objeto mismo, podemosdecir de la manode las tesisde M. Richir, en su ya citadoL ‘origine phénoménologique de ¡a pensée, vti p. óSs.: «He ahi~ lo que nos aleja del campo de la primera Crítica, puesto que, lo presentimos, los fenómenos no son ya considerados bajo la mismafonna de sufenomenalidad: no se trata ya de lafonna pura de la intuición sensible en general, sino de la forma del objeto de la intuición, es decir, ya no, por así decir, de la fenomenalidad universal de todo fenómeno cualquiera posible, sino de la fenomenalidad concreta de tal o cual fenómeno, al que corresponde un objeto en la intuición». Un solo objeto puedereunir las clavesnecesariaspara recordarensumerahechuraalgoasícomo el estadonacientedel mundo. 2 1/ti KU, § 16, A 51-521B 52. Recordemosel conocidoejemplode la flor bella,cuyaorganizaciónconocebien el botánico,quepor ello puedeconsiderarlacomo unfin natural (Naturzweck),perode la queha de abstraerquien la enjuiciecomobella,cfr. op. cit., loc. cii,, A 48/B 49. Comoocuniaconel tratamientodel mundointeligiblecomo un puntodevista necesarioparaun serracional,la reflexiónnospermitereconocerel mundocircundanteconotrosojos, queno sonya losde la apercepcióntranscendental. 1/ti op. cii., Einl., VII, A XLIIIB XLIV y § 16, A 49/1149-50. Encontramosun sugerenteestudioacercade la distinción kantianaentrebelleza libre y bellezaadherenteen el articulo deR. Legros,La “beanté libre” et lephénoméne en tant quetel, queincluimosenbibliografla, Pp. 605-611; cfr. J. de(3ramont,op. ciÉ, p. 90, nota. Seriaenormementeinteresante,con el propósitode procedera un tratamiento 478 U u U U u • La posibilidadde que no medieunaoposiciónentrebellezalibre y bellezaadherente,sino • de que másbien se trate de un asunto de punto de vista (Standpunlct) implica, a su vez, una • quiebraen el circuito medios-finesen el quehabitamospragmáticamente,de maneraqueciertas u funciones puedansercalificadasde bellas.En virtud de ello podráintegrarse,con el beneplácito de Kant, enel campode lo susceptibledebellezaal conjuntode todo lo que viene a llamarse u pinturaen sentidoamplio, a saber,papelespintados,molduras,un bello mobiliario, los objetosa la moda y los tocados,los cualesvivifican y espoloneanel juego de la imaginacióncon sus u formas. En efecto,la reunión de taleselementosen unafiesta podrá llegar a constituir parala vista un espectáculosemejantea un cuadro,queexistiráúnicamenteparala vistay la reflexión,e en el que la imaginaciónse entretendráen un libre juego con ideasestéticas,de modo que el enjuiciamientoseencuentreocupadosin un fin determinado.Kant cifraesavirtualidadlibre de la bellezaadherenteen el hechode queunaflmción puedaquedartanpocodeterminaday fijadapor los conceptosa cuya realizaciónseadhiereque resultecasi tan libre comola bellezavaga. La pruebade estoúltimo exigeque introduzcamosjustamentela nociónde aquelloque sediferenciae específicamentede labellezalibre, a saber,el idealde la belleza: U «Un ideal de bellasflores, de un bello mobiliario, de unabella perspectiva,no se puede • pensar. Pero tampoco déjaserepresentarideal alguno de una belleza dependientede un fin e determinado,por ejemplo,deunabella casa,un bello árbol, un bellojardín; probablementeporque los fines no estánsuficientementedeterminadosy fijados por su concepto,y, en consecuencia,la finalidad es casi tan libre como en la bellezavaga. Sólo aquélquetieneen sí mismo el fin de su • existencia, el hombre, quepuededeterminarsea si mismo sus fines por medio de la razón,o, U cuando tiene que tomarlos de la percepciónexterior, puede, sin embargo, ajustarlos a fines • esencialesy universalesy enjuiciardespuésestéticamentetambién la concordanciade ellos: este e • mucho más pormenorizadoque el que aquí podemosemprenderacercade KU, profundizaren las objeciones dirigidas por F. MartínezMarzoa—enDesconocida raíz común, cap. 7, Pp. 67-82y cap. lO, Pp. 95-99— a la lectura de la estéticakantianapor partede H.-G. Gadamer—en Verdad y método, parte1, 2. Subjektivierung der Ás¡hetik • durch die Kantische Kritik, pp. 48-61—, que consideramosen gran parteplenamenteacertadas.Comentaremos • brevementelos puntosclave de su desarrollo,en virtud de su alcancecon respectoal hilo conductorde nuestro • propio trabajo.La posiciónhermenéuticade (3adamerparecehaberadoptadocomo patrónkantianode la distinción entre las dos especiesde belleza—o más bien, entre los dos modos de alcanzarlapor caminos distintos—la u presencia o ausencia de conceptos en laproducciónde los objetosa losquelas atribuimos,demaneraque la belleza • libre seráreducidaa aquellosobjetosque,como hemosvisto,no significannada,mientrasquecadavez quese ponga U enjuego unconcepto—lo que ocurreno sólo en el casodela poesía,comosostieneGadamer,sino detodaslas artes • representativas—nosencontraríamoscon unabellezaadherente.Así las cosas,Kant habríanecesitadorehabilitar la bellezadel artemediantela teoríadel arteque introduceen la deducciónde losjuicios de gusto—a cuyapresencia nosotros daremosun sentidobien distinto—. En esta línea, el autor de WuAI pretendehallar el quid de la • comprensiónkantiana de la belleza en una adecuaciónde la imaginación al concepto, de modo que «sin • contradecirse, Kant puede considerar también como una condición just¿flcada del placer estético el que no surja • ninguna disputa sobre la determinación de objetivos». Nospareceque, en virtud de un desplazamientosemejante, u estepensadorincurre en dosfUndamentaleserrores,a saber,en primer lugar, toda intervenciónde conceptosen la producción(Hervorbringung)del artebella impediria a éstainseribirseen la definición propiade la belleza—en • contradiccióncon el auténticoalcancede la definiciónde la bellezadel § 45,a saber«ya se tratede bellezanatural o • del arte bella eslo que place en el mero enjuiciamiento»—, y, en segundolugar, desviaprogresivamenteel vínculo u dela bellezalibre con la verdad,enel sentidode alétheia,haciasu sentidocomo mctaadecuación.Deahí, el interés • gadamerianoen las explicacionesconcernientesal ideal dela belleza,queprecisamenteconstituyeun ensayoacerca delo queconconceptospuedehaciersede la belleza.Un último punto de la distanciaquenosseparade la lecturade U Gadamersereferirá a que la expresiónmoral, queno seala del hombre,no puedeser inmediata,sino en todo caso • prestadapor la interpretación(Ausdeutung) quenosotrosle damos (§ 42), lo quenospermitirásalvarla posibilidad • de un interés intelectual en lo bello natural, desdeel momentoen que las bellasformas de la naturalezapueden • oftecermuestrasde esetránsitoentrelas leyesde lanaturalezay la ley de la libertadpropugnadopor el IX dela Cml. alaKU e e 479 u e u u u e hombre es, por lo tanto, el único, entretodoslos objetosen el mundo, capazde un ideal de la belleza, así comola humanidaden su persona,comointeligencia, es lo único capazde un ideal de perfección»’. Así pues, la bellezafijada por un conceptose referirá a la exhaustivay omnímoda determinaciónde un singulardadopor un concepto,algo únicamenteposiblemedianteunaIdea de la razón, y en cuantoeste ideal —ese singulardeterminado—se encuentrereferido a su representacióny exposiciónsensible—no a su existencia como cosa—, cuya posibilidad respondedirectamentede un concepto,se tratará de un ideal de la imaginación. Ya nos detuvimosen estemismotrabajo,de la manode la lecturade la Fundamentación y de la segunda Crítica, enel hechode que precisamenteésteerael aspectoque la felicidad tomabaentre los conceptospragmáticosanalizadospor Kant, como un auténticopendaníde la dignidad del hombre bajo leyes morales, que, sin embargo, avanza según las mismas exigencias de inteligibilidad. Nos pareceque algoasi como lo que la cultura podríaterminarhaciendocon el arteresumela enseñanzadeesteparágrafokantiano,si esquedejamosqueaquélquedesometido a lascondicionesy prescripciónde unaverdadentendidacomo adaecquatiorei. Mientrasquela Idea normalde lo bello esdescritacomoun términomedio que sirve de medidacomúna todas las imágenesde un génerodeterminado,el ideal de la bellezasólo serásatisfechopor la figura humana,el tmico ser del mundo que puede darse a sí mismo un carácter directamente determinadoporsurazón.Así, veremosquela culturaen suobsesiónadecuacionistase serviráde la moralidaddel hombre,reduciendola esenciadel arte a un antropomorfismo,que viene a ser una merailusión cultural y nos conducea deformarel auténticohorizontedel gusto2.En este sentido,la regularidaddelos adornos,enlos jardineseinstrumentosartísticosen general,tenderá a perjudicar el entretenimientodemoradoen la contemplación,obstaculizandomedianteun excesode legalidad, sólo apropiadaal entendimiento,la libertad de la imaginaciónen su alejamientode todo sometimientoreglado —libertad que puede llegar a lo grotesco-—. Lo regular-rígido (Ste~fRegelmqfJiges),si no estádirigido al conocimientoo a algún fin práctico, convierte la posibilidad de demora (Weile) en la contemplación y el entretenimiento (Unterhaltung)de las facultadesentresi en lange Weile, a saber,en fastidio o aburrimientode la facultadde las figuras,cuyapotenciacierratodas las sendasde sulibertad.De ahí,que resulten másdignosde bellezaaquellosespectáculosa los quela imaginaciónno secansanuncade mirar, al renovarsesiempreen ellos la sorpresaantelo novedoso.Un ejemploespecialmenteadecuado paraestacuestiónresultaserel comentariokantianoalas reflexionesdel viajero Marsden: 1/ti KU, § 17, A 54/8 55-6: «RinIdeal schóner Blumen, cines sehonen Ameublements, ciner schonen Aussicht láflt sich nicht denken. Aber auch von einer bestimmten Zwecken anhangenden Schñnheit, z.B. einem schonen Wohnhause, einem schonen Baume, schonen Ganen u.s. w. láflt sich kein Ideal vorstelíen; vermutlich weil dic Zwecke durch ihren Begr(pffnicht genugbestimmt undfixier¡ sino’, folglich die Zweclanafligkeit beinahesofrei ist, als bei der vagenSchdnheit. Nur das, was den Zweck seiner Existenz in sich selbst hat, der Mensch, der sich durch Vernunfi seine Zwecke selbst bestimmen, oder, wo er sie von der ¿iuflern Wahrnehmung hernehmen mu]?, doch mit wesentlichen uno’ alígemeinen Zwecken zusammenhalten, uno’ die Zusammenstimmung mit jenen alsdann auch ?isthetisch beurteilen kann: dieser Mensch ist also emes Jdeals der Schónheit,so wie die Menschheit in seiner Person, ais Intelligenz, des Ideals der Vollkomxnenheit,unter alíen Gegenstónden in der Welt alleinfáhig». 2 v~ op. ciÉ, loc. ciÉ, A 52/8 53: <4./o puede haber regla objetiva alguna del gusto que determine, por medio de conceptos, lo que es bello. Pues todo juicio emanado de aquellafrente es estético, es decir, que su fundamento de determinación es el sentimiento del sujeto, y no un concepto de un objeto. Buscar un principio del gusto que ofrezca el criterio universal de lo bello, por medio de conceptos determinados, es un esfuerzo infructuoso, porque lo que se busca es imposible y contradictorio en símismo». 480 e e U U e «Marsdenen su descripciónde Sumatraobservaque las bellezaslibres de la naturaleza u rodeanal espectadorsiemprelas mismas por todos lados, y, por tanto, tienen para él ya poco • atractivo: en cambio,un huertode pimienta, dondelas estacasalrededorde las cualescrece esa U plantaformanavenidasen lineasparalelas,al encontrarloen medio deun bosque,tuvo paraél un • gran encanto,y, de aquí, concluyeque la bellezasalvaje,al parecer sin reglaalguna, sólo place, • por el cambio,a quien estáya saciadode bellezaregular.Perocon quehubierahechola pruebade permanecerun día en subuenodepimientase hubieraapercibidode que,cuandoel entendimiento u seha sumido,mediantela regularidad,en el templeparael ordenquenecesitapor todaspanes,el U objeto ya no le distrae,y, másbien,haceunaviolencia incómodaa la imaginación: en cambio, la • naturalezaqueallí espródigaenmultiplicidadeshastala exhuberancia,y queno estásometidaa la u violenciadereglasartificiales,podríadara sugustoun alimentoconstante»’. La distanciaque estableceel texto entre la bellezanatural y los productosartificiales e anunciaya el interésintelectualque sólo podremostomaren la bellezaqueofrecelibrementela naturaleza,en cuyas formas finales —al suministrar representacionesque desbordantoda e representaciónconceptual—advertiremosuna refigurabilidad en otra naturaleza,como una suertede pre-estructurareflexivaquerevela lo apropiadodel mundopararecibir la implantación de algo así comoun reino de losfines2.Lo interesantede la bellezalibre, que, segúnel ejemplo U anterior, resultarámás fácil de reconoceren la ausenciade obstáculoslegales de las formas U naturales,brindarála oportunidadde entre-tenerse,y en esamedidade sentirsea uno mismo U como movimiento y vida, en una nada de objetos,que una Analbica del entendimientopuro U incluíacomoapéndicede suconstitucióndela objetividad: e • «Labellezanatural independientenos descubreunatécnica de la naturaleza,que se hace • representablecomoun sistemasegúnleyes,cuyo principio no encontramosentoda nuestrafacultad del entendimiento,a saber,el deuna finalidad respectivaal uso del Juicio en consideraciónde los fenómenos,de tal modo que éstosno tienen queenjuiciarsesolamentecomo pertenecientesa la • naturalezaensumecanismocarentedefines,sinotambiéncomo pertenecientesa laanalogíacon el U arte. Por lo tanto, no amplia realmente nuestroconocimientode los objetosnaturales,pero si • nuestroconceptode la naturaleza,a saber,comomeromecanismo,hacia el conceptode la misma • comoarte: lo cual invita a profundasinvestigacionessobrela posibilidaddeunaformatal»3. e • 1/o’, KU, § 22, Allg. Arnn., A 71/8 72: «Mandenin seiner Beschreibung von Sumatra macht die Anmerkung, da]? U dicfreien Schñnheiíen der Natur den Zuschauer da.selbst uberalí umgeben uno’ daher wenig Anziehendes mehr flir • ¡hn haben: dagegen ein Pfeffergarten, wo die Stangen, ano’o’enen sic)> dieses Gewctichs rankt, in Parallellinien A lleen • zwischen sich bilden, wenn er ihn mitten in einem Walde antraf fur ihn viel Reiz halle; una’ schlie,,Bt daraus, da]? wilde, dem Anscheine nach regellose Schónheit nur dem zur Abwechselung gefalle, der sich cm der regelmqfligen, satí gesehen hal. A 11cm er durfie nur den Versuch machen, sich einen Tag bei seinem Pfeffergarten aufzuhalten, uno’ ¡nne zu werden, da]?, wenn der Verstand durch dic Regelmcfzfligkeit sic)> in dic Síimmung mr Ordnung, die er U allerwcfirts bedarf versetzt hal, ihn der Gegenstano’ nichí lúnger unterhalíe, vielmehr der Einbildungskrafl eme • kisiigen Zwang antue: wogegen, die dort an Mannigfaltigkeiten bis zur (iTppigkeit verschwenderische Natur, dic u keinem Zwange kíinstlicher Regein unterworfcn ist, seinem Geschmackefiar bestándig Nahrung geben kónne».2 Acercade la conexiónpresenteen el mismo discursokantianoentrela posibilidaddetomarun interésintelectualen • lo bello y el discursode la finalidad natural,esdecir,entreestéticay teleología,por lo queconciernea lasoluciónde • la cuestióndel tránsitodelo sensiblea lo suprasensiblepor principiosdesdeuno y otro miradorpuedeacudirsea y. • Zanetti,op. cii., cap. IV.2.4, Beauté naturelle etéveil o’u sentimení moral, pp. 215-223. ~ 1/o’. KU, §23, A 76-7/8 77: «Dic selbstandige Naturschónheit entdeckt uns eme Technik der Natur, welche sie als cm Systcm nach Geseizen, deren Prmnzip wir in unscrn ganzen Versíandesvermógen nicht antreifen. vostcllig machi, • númlich dem ciner Zweckm4fiigkeiL respektiv aufden Gebrauch der Urteilslcraft inAnsehung der Erscheinungen, so U da]? diese nichí bIci]? als mr Natur in ihrem zweckloscn Mechanism, sondern auch als zur Analogie mit der Kunst • gehñrig, beurteilí werden mñssen. Sie erweitert also wirklich zwar nicht unsere Erkenntnis der Naturobjekte, aber • doc)> unsern Begr¡ff von der Natur, námlich als bloflen Mechanism, ni dem Begr~(f von ehen derselben als Kunst: welches ni tiefen Uníersuclmngen Uber die Móglichkeit ciner solchen Form cinladel». u • 481 u U e e U U e e e e Partiendodel análisis de este primer nivel topológico del Juicio que constituye la e posibilidadde la bellezalibre —peroque deberásercontinuadosin dudaalgunadesdela mirada en clave teleológicaquepodemoslanzaral mundoy sureferenciaineludiblea un entendimiento e arquetipo, asi como desde la revolución de las condicionesde toda síntesisspeciosaen la experienciade lo sublime— y apoyándonosen el texto recién citado, no advertimos una ampliación(Erweiterung)de la familia crítica, sino másbienunaprofundización—queconsuma unasuertedepasoatrás—,en laposibilidadde aquelloque se suponíaya establecidode unavez por todas,a saber,la objetualidadde los objetosy la autonomíadel sujeto, como muestrael habitualusoa-terminológicoqueobservamosen la terceraCrítica de las nocionesde naturaleza y libertad. Hasta el momentose babia introducido lo que de positivo aporta al tratamiento Sé kantianode la bellezala nuevafigura críticade la bellezalibre, conarregloa la cual se han ido recogiendolas ocurrenciasdispersasde acontecimientosy procedereslibres producidosen el Si senodel ánimo humano.Emplazamoshastaestemomentoel aislamientotranscendentalde una forma final (zweckmúfiigeForm), con respectoa la formasensiblede la intuición puraexpuesta en la Estéticatranscendentalde la primeraCrítica, asi comoconrespectoa la formaintelectual de la espontaneidad(Selbsttútigkeit)de la Analítica del entendimientopuro de la misma obra, lo que se realizaráde la manode la explicaciónde por quéel fundamentode determinaciónde un juicio de gustono puedeserunamerasensación,ni tampocoun concepto,sino quetiene queser posible observar(beobachten)y notar (bemerken)una finalidad sin ponera subaseun fin como Sé materiadel nexusfinalis’, esdecir, exluyendotodopropósitode traerloa la realidadcomo algo Sé existentey todo fundamentoque pretendaexplicar su posibilidad, pues—a decir del propio Sé Kant— «no tenemossiemprenecesidadde considerarcon la razón (segúnsu posibilidad) Sé aquelloqueobservamos»(§10). La formadel nexusfinalisserálo formal en la representaciónde unacosa,a saberla coincidenciade lo múltiple dadoparauna unidadque,sin embargo,quedará Sé indeterminadaella misma,en un gestoque la imaginaciónaprehenderáen la meracontemplación y queserácaptadoporlo efimerodel enjuiciamiento: Sé Sé «Lo formal en la-representacióndeunacosa,esdecir, la concordanciade la multiplicidad para Uno (sin determinarqué deba ser éste), no da por si a conocer absolutamenteninguna finalidad objetiva~ porque,como seha hechoabstracciónde esteUno comofin (lo quedebaser la cosa), no quedaen el ánimo del que intuye nada más que la finalidad subjetiva de las Sé representaciones,que si bien indicaunaciertafinalidaddel estadode representaciónen el sujeto,y en ésteuna facilidadsuyapara aprehenderen la imaginaciónuna forma dada,no indica, empero, e 2 perfeccióndeobjetoalguno,queno se piensaaquí medianteningúnconceptodeun fin» . _____________ Sé Definido en clave de la aristotélicacausafinal en el § 10 de ¡ de una cosa con un modo de ser (Beschaffenhcit) de las cosas; que sólo esposible por conceptos»; cfr. op. ciÉ, § 15,A 44-Sm45: «Para juzgar la finalidad objetiva necesitamos siempre el concepto de un fin, y —si esa finalidad ha de ser, no externa (utilidaa9, sino interna— el concepto de un fin interno que encierre el flendaniento de la posibilidad interna del objeta Ahora bien: asi como fin, en general, es aquello cuyo conceptopuede ser considerado como e/fundamento Sé de la posibilidao’ del objeto mismo, asi también, para representarse una flnalido.d objetiva de una cosa, tendrá que Sé recederla cl concepto de lo quela cosadebaser». 1/ti op. cit., § 15, A 45/845-6: «Das Formale in der Vorstellung cines Dínges, ti,, ¿he Zusammcnst¡mmung dc’ Manniglaltigen zu Einem (unbestimmt was es sein solle) gibt, fiar sic)>, ganz uno’ gar keine objektivc Zweckmúfiigkcit zu crkenncn; weil, da von dicsem Eincm, als Zweck (was das Ding 5cm sol/e) abstrahiert wird, nichts als die snbjektivc Zweckmáfligkeit der Vorstellungen im Gemute des Anschaueno’en Ubrig bleiht, ivelche wohl eme gewissc Zweckmáffigkeit des Vorstellungszustandes im Subjekt, uno’ in diesem cine Behaglichkeit desselben, eme gegebene Form in der Einbildungsfcraft aufzufassen, aher ke¡ne Vollkommenheit irgendemes Ob]ekts, das hier durch keine Begriff cines Zwecks gedacht wird, angibts>; cfr. la definición de la forma de la intuición en KrV A 22/B 36 y dela Sie e 482 Si Sé Sé Sé e e U U e u u e Cuandola reflexión de la imaginaciónen la meraaprehensiónseatienea la meraforma • del nexusfinal is, prescindiendoenteramentede la materiadel mismo,se detieney entretieneen e unaconcordancia(Zusammenstimmung)de lo múltiple (Manniglaltigen)paralo Uno Grunde lidie; und da]? diese Affektibilitót doch bisweilen mangeln kann, obgleich der • Sinn ubrigens, was semen Gebrauch mm Erkenntnis der Objekte betrqffi’, gar nicht mangelhaft, sondern wohl gar • vorziiglichfein u U 485 u u U u U U tensionalidadesanimicas.En esta última estáen juego el carácterbello de ciertosjuegos de sensaciones,si bienla rapidezde las vibracionesde la luz y el sonido,así como la proporciónde las divisionestemporalesque sufren no parecenpermitir la intervenciónde algo así como la reflexión, lacualmediaen la recepción(Empfángen)de las impresionessensibles,demaneraque podamosdescubriren nosotrosmismosuna capacidadreceptora(Affektibilitát), con frecuencia ausentede órganos,por otro lado, perfectamentesanosen su uso cognoscitivoo comomeras fuentesde goce: «Cuandose meditasobrela rapidezde las vibracionesde la luz o, en el segundocaso,del aire, queverosimilmentesobrepuja,con mucho,toda nuestrafacultaddeenjuiciar imnediataniente en la percepciónla proporciónde la división del tiempopor las mismas:sedeberíacreerquesólo el efecto de estasvibracioneses sentidoen las parteselásticasde nuestrocuerpo,peroque la división del tiempopor las mismasno se nota ni se er}juicia, y, por tanto,que concoloresy sonidossólova unido agrado,no bellezadesu composícion» A pesarde las reticenciasal respectohay,sin embargo,varios indicios queseñalanhacia la posibilidadde unaconsideraciónreflexivade esassensaciones,desdeel momentoen que, en primerlugar,esposibleestableceralgomatemáticoacercade la proporciónde las vibracionesen el enjuiciamientosobreunabellacomposiciónde sonidos,comoocurreen el casode la música; en segundolugar, si bien hay individuosprovistosde un sentidomuy agudoque no hanpodido percibiresefino juego,habráotroscapacesde recibircualidadescambiantes,no sólo encuantoal grado, sino en las diversastensionalidadesde la escalasonoray cromática, de modo que la diferenciaentreambosno vengaa residiren la impresiónsensibley suscaracterísticas,sinomás bien en el enjuiciamientode la forma en el juegode las sensaciones.Queda,porotro lado, aún por dilucidar silos coloresy sonidos,en cuantosensaciones,contienenalgo susceptiblede ser aprehendidoporla imaginaciónensulibre juegoconel entendimiento2.Se trataría,enel casode darse algo parecido, de algo imperceptible para la experiencia normativizada por el entendimientoque tiene lugar en el senomismo de lo sensible,en cuantoaptituda forma que únicamentela imaginación liberadade su servicio al entendimientoestaráen condicionesde captal?. Ello exigiría lanzar al medo polémico la hipótesis de que la imaginación esté en 1/ti ¡. 506 e u e e u • identidadde condicionescognoscitivasquepuedenexigirseen todos los hombresy reunírsebajo • la rúbrica de lo subjetivo, cuyapresenciaapenasadvertimos,en virtud del embozamientoque • paralas mismassuponeel Juiciodeterminante,peroqueen todocasojustificarála pretensiónde • universalidadsubjetivade aquelloque secalifica comobello’. Segúnlasobservacioneskantianas • esefondosubjetivo de todoconocerconsistirá,enprimerlugar, en la presuposiciónentodos los hombresde las mismasreglasformales de enjuiciamiento,las cuales,lejos de constituir reglas meramentelógicas,seidentificaráncon las sentenciasdel Juicioprovinientesdel descubrimiento del principio transcendentalpor el que la naturalezase especificaen sus leyesempíricas.En • segundolugar, concerniráigualmentea la identidaden todos los sujetosracionalesde las reglas subjetivas del Juicio, por cuanto se refiere a la relación de las facultadesde conocer,que garantizala comunicaciónde representaciones.En último lugar, habráque presuponerque el enjuiciamientoestéticodel casoserefiera meramentea dicharelación—a la condiciónformal u del Juicio—, sin mezcíarseni conconceptosdel entendimientoni con sensaciones,encuantoun fundamentode determinaciónque no dejaráde regir—no sesuprimirála autoridad(Befugnis)en generalque le pertenece—cuandoresultetransgredido,del mismo modo en que la subsunción • falsadeljuicio lógico no hacetambalearsea las condicionesde posibilidadde la experiencia.Una U vez aceptadala presuposiciónválida paratodo hombrede las mismascondicionessubjetivasdel • Juicio, seráfácil advertirquetodojuicio de gusto se fundamenta(grñndetsich) en la condición formal subjetivade unjuicio en general,a saber,de lafacultaddejuzgar (Vermógenzu urteilen), U cuya baselegal (Rechtsgrund),en cuantoconcordanciade dos facultadesde representación,ha U perseguidola deducciónde los juicios de gusto,bajo el hilo conductorde la forma lógicade los U juicios. De aqui seseguirátambiénsin dificultadesque la coincidencia(Clbereinstimmung)de U unarepresentacióncon esascondicionessubjetivasdel Juicio debepoderser admitidaa priori • comovalederaparacadacual, lo que, en definitiva, viene a desembocaren lo que se intentaba • probaral principio, a saber,la exigencia(Ansinnen)dederecho(mit Recht)válidaparacualquiera • de un placero finalidadde la representacióndelcasorarala relaciónde las facultadesdeconocer • en el enjuiciamientode un objeto sensibleengeneral.El contenidopropiode la enunciaciónde U la bellezaabre,así, la perspectivade un estadioanterioral conocimiento,en el que arriesgamos, • al mismo tiempo, el franquearel pasoa la verdadtranscendentaly la gananciade unanueva U consideraciónde la naturaleza,anunciadaya medianteel tratamiento transcendentalde la a cuestiónrelativa a la multiplicidad, en principio infinita, de sus leyes empíricasy de las a dificultadesque presentabasucaptacióno asimilaciónporpartedel ánimohumano.Mediante la • pruebamencionadaquedarádemostradala autonomíadel Juicio estéticoque, a diferenciadel U lógico,convienela relaciónde un objetocon el gustoen el predicadode las cosasde unacierta • especie,al tiempo que acontecemediantejuicios particularesque, sin embargo,exigen una • adhesionuniversal,comosi setratarade un juicio objetivoapoyadoen fundamentosdeconocere • impuestopor fundamentosde demostración.La exclusión de un principio objetivo en las u cuestionesde gusto avanzará,pues,haciael desencubrimientode un curiosofak.tumde la razón u _____________ • ¡‘cl KU, §38,A 148/E 150-A 149/E 151: «Ahora bien, como el Juicio, en consideración de las reglasformales del • enjuiciamiento, sin materia alguna (ni sensación de los sentidos ni concepto), no puede ser referido más que a las u condiciones subjetivas del uso del Juicio en general (que no se ajusta ni a la especie particular del sentido ni a un concepto particular del entendimiento); por consiguiente, a lo subjetivo que se puede presuponer en todos los hombres (como exigible, en generaL para el conocimiento posible), resulta que la coincidencia de unau representación con esas condiciones del Juicio debe poder ser admitida a priori como valedera para cada cual. Es • decir, que elplacer ofinalidadsubjetiva de la representación [...] podrá exigirse con derecho a cada cual». 2 Una conclusiónquenadatendráquever conuna teleologíaque se preguntansi es posibleadmitir a priori que la naturalezaseautoconstituyeenun sistemade objetosdegusto;vd. KU, §39, A 152/E 155-A 153/E156. u U 507 U u U U e e —nosdejaa las puertasdel mismo—, concernienteesencialmenteal Juicio, que no pareceser otro que el sentidocomúnque descubrimosinvestigandolas condicionessubjetivasdel juzgar reflexionantepresentesen todo hombre, de modo que la fuerza de los juicios de gusto no provengade fundamentode prueba(Beweisgrund)alguno,sino másbien de la reflexión que el sujetoemprendesobresupropioestado,conexclusiónde todopreceptoo regla’. Vi1.5.2La libertaddelpensary el replanteamiernodela relaciónde teoría y prácticadesdeel complejoestatuto,entreelfaktumy elpostulado,del “sensuscommunisaestheticus”. En los epígrafesdependientesdel apartado VI. 1.3 vimos que el desinterés que se introducíaen el primer momentode exposiciónde los juicios de gustodabapasoa un riguroso estudio fenomenológicoen el senocrítico —quenos parecíaequiparableen importanciaa la preguntapor la constituciónde laobjetualidaddel objetoen laprimeraCrítica—,el cual,lejos de encerrarseen la singularidadde los juicios de gusto, traía a la luz —bajo nuestrosjuicios y conceptos—unasuertede planosubjetivocomúnatodos los hombres,quepodemosdenominar, especialmentea la vista de los resultadosde una deducciónde aquellosjuicios, unaauténtica disposicióncomunitariade enunciación,en la que esmucholo quepodemosaprenderacercade la constitución subjetiva de nuestrasfacultadesde conocer. En las páginas que siguen nos proponemosreconducirel respectoque denominamosmás originario de la libertad,a saber,en cuantolibertaddeljuego—en el fondo todala secuenciade signos(Zeichen)y señas(Winke)de la libertad que pueden recogerse gracias al descubrimiento de la facultad mediadora (vermittelnde)del Juicio-—, al senode un principio oculto en el ánimo,y sin duda de dificil acceso,comoesel sentidocomúnestético.Si logramos,manteniendola fidelidad deseablea los mismostextos kantianos,dar ese pasoy exponeresaconexión,no solamentecimentaremosel punto de partida elegido para emprenderla presentaciónde nuestralectura de la Crítica del Juicio, a saber,la consideracióndel hallazgode la facultaddejuzgarcomounafacultadsuperior de conocer—a la luz del cuestionamientode la relaciónentreconocimientotranscendentaly conocimientosempíricosque tematizabadirectamentealgo así como qué sea el pensar—,sino que nosveremosconcernidospor la relaciónentrela presenciade la libertad en el espaciodel pensar,cuyo principio a priori creemosqueseráel sentidocomúnestético,y lascondicionesde la realizacióndelfin final de la libertad,en cuantoprincipio inteligible capazde franqueartodo límite predeterminado,enla naturaleza.Deestemodo,nosquedaríapordesarrollaraúnun último giro, sin duda sorprendente,en el estudiode las condicionesdel tránsito de lo sensiblea lo inteligible por principios, conel queKant caracterizaa la metafisica,que curiosamentevierte la complejidadde la cuestióndeltránsitoen el senodel ánimohumano,sedetantode la experiencia de la libertaddeljuegode las representaciones,comode la libertadsublime,entantoqueactade una síntesis imposible en la que descubrimos nuestra disposición originaria hacia lo suprasensible.Si nuestroscálculosno fallan y estecaminocuenta,como esperamosdesentrañar, conel suficienteapoyoen los mismostextos kantianos,entoncescomenzaráaadvertirse,con una claridad meridiana, la culminación de la articulación crítica de las tradicionalescuestiones metafisicasen su reunión,necesariamentereflexiva, en la preguntafinal ¿qué es el hombre?. Peroel caminohaciaestasnadadespreciablesconsecuenciasde la voz (Stimme)de lo subjetivo de la razón con relacióna la enteraarquitectónicaracional deberápartir inevitablementede ¡ ¡‘cl. KU, §34, A 141/E 143. 508 a U e U U U aquelloque sedeclarade la bellezadesdeel momentode la cantidad,en cuantoobjeto de una • satisfacciónuniversal(allgemeinesWohlgefallen): U «Estaexplicaciónde lo bello puedededucirsedela anteriorexplicacióndel mismo como U objeto dela satisfacción,sin interésalguno.Puescadacual tieneconcienciade quela satisfacción • en lo bello se da en él sin interésalguno,y ello no puedeenjuiciarlonadamásquediciendoque • tienequecontenerun fundamentodela satisfacciónparacualquiera,pues, no fundándoseésta en • una inclinación cualquieradel sujeto (ni en cualquier otro interésreflexionado), sino que, en cambio,el que juzga se siente completamentelibre con relacióna la satisfacciónquededica al objeto:no puedeencontrar,comobasede ésta,condicionesprivadas,de las cualessólo su sujeto • dependa,y, por lo tanto, tiene queconsiderarlacomo fundadaen aquello que puedepresuponer • también en cualquierotro; por consiguiente,tienequecreercontarcon un fundamentoparaexigir • unasatisfacciónsemejanteacualquierotro»’. a El sujetoqueproclamala bellezade un objeto determinadoo de su representaciónexige, a pues,tenerconsigo,en sujuicio de gustoy enel usodel lenguajeconcernidoporéste,un acorde • (Stimme) universal, por lo tanto, creecontarcon fundamentopara exigir (zumuten)—en una • exigenciaque albergamuchode una suertede anunciotranscendental-subjetivode la dignidad U del serracionalfinito— laadhesión(Beitritt) de cualquierotro —unavezquehayasuspendidoel conjunto de sus intereses—a una complacenciaen ausenciade todo concepto. Con esta postulaciónde un acordeuniversalno setiene a la vista la aprobacion(Emnst¡mmung)sin más a condicionesde cualquiera,sino que seexige (ansinnen)de cualquierotro sujeto enjuicianteesa U aprobacióncomoel casode unaregla,cuyaconfirmaciónno vienedadapor conceptos,sino por U la adhesióndelos demás.Deestamanera,eljuicio de gusto,envirtuddesuaspiracióndevalidez para todo hombre, según una de sus condiciones formales, parece, pues, retrotraemos • (zurñclcfiihren) aun espaciode sentido,ya no conceptual,envirtud desuprelaciónconrespectoa U todoconocimiento,queseñalaunaampliacióndel métodoepagógico2de la críticaen un nivel de .3a profundidadmayorque el representadopor las condicionesde posibilidadde la expenencía.La • validez que albergadicho espaciono estarárelacionadacon el objeto y su conocimiento,sino U másbien con laesferatotal de posiblessujetosde enjuiciamiento,demodoquela predicaciónde U bellezaen el juicio de gusto no enriqueceráen nadala realitasdel objetoal queserefiere,como U si setratarade una cualidadmás de los objetos,sino que encerraráuna información decisiva U acercadel lugar desdeel que se enunciantalesjuicios. En estamedida, pareceque el juicio a ¡‘cl KU, §6, BA 17: «Diese Erklárung des Schónen kann mis der von gen Erklárung desselben, als emes U Gegenstandes des Wohlgefa¡lens ohne alíes Iníeresse, gefolgert werden. Denn das, wovon jemand sich bewuflt isí, • da]) das Wohlgefallen an demselben bei ihm selbst ohne alíes interes.se set das k.ann derselbe nicht anden; also so U beurteilen, da]) es einen Grund des Wohlgefallensfiirjedermann enthalten miisse, denur da es sic/u nicht auf irgend • eme Neigung des Subjekts (noch auf irgend ein anderes iiberlegtes Interesse) gniindet, sonden» da der Urteilende sic/u in Ansehung des Wohlgefallens, welche dem Gegenstande widmet, vOllig ftei fu/uit: so kann en keine Privatibedingungen als Grumnde des Wo/ulgefallens auffinden, an die sic/u sein Subjekt allein hinge, und mu]) es daher U als iii demjenigen begrúndel ansehen, was er auch bei jedem andern voraussetzen kann; folglic/u mu]) en glauben • Grund zu haben. jedennann ein ¿i/unlic/ues Wo/ulgefallen zuzumuten». 2 Nosparecequeéstaesla primeraocasión—quizás,por si hubierahabido algún descuidopor nuestraparte,unade las primeras—en la que hacemosuse de estaenjundiosanoción —provenientedel sustantivoepagogé—, que recogemosy utilizamosen el sentidodefendidopor F. MartínezMarzoaen De Kant a Hólderlin —así como en la u partededicadaa Kant de suHistoria delafilosofia, vd obradeesteautoren nuestrabibliografia—.a saber,comoel U título metodológicobajo el queavanzala filosofia transcendentalkantiana,en cuantoinvestigaciónacercade las U condicionesde posibilidad de la experiencia,a partir de las cualessin embargono estamosautorizadospara • desplegargenéticamente todala riquezaánticaensentidoteóricoy práctico. Vd KU, §8,BA23-4. u U 509 U U U u U e estéticodereflexión no podráidentificarseni conunahabilidadtú con unapropiedad’,de los que algún afortunadopudieraenorgullecerse,sino que plantearáun auténticoestudiodel pensaren clave modal, al aportarel signo y ejemplode un lenguajeque no seidentifica ni siquieracon el depuradolenguajede las verdadescientificas—encuyaelaboracióntampocoestápermitidoque intervengannuestrosintereses—,puessetratamásbiendel fondooriginario quehabilita el hecho de que hayaalgoasí comoconocimiento,esdecir,del lenguajecifradoquenosgarantizaquehay orden y mundo. Aquí radicarála clave de la exigencia(Zwnutung)que planteatodo juicio de gustopuro,a saber,laexistenciade unavirtualidaddelJuicioquepuedeexigirselegítimamentea todosujetoracional.En el §8 de la Crítica delJuicioseafirma que la pretendidauniversalidadde un juicio estético, en cuanto validez universal de un juicio individual, ha de sorprender necesariamentepor su aspectoparadójico, algo que asimismo debía inquietar al filósofo transcendental(§31), de la mismamaneraen que extrañaba,en un principio, la posibilidadde un ordenmaterialde las leyesempíricasde la naturaleza,o, lo quevienea serlo mismo,del hecho de quesiempreseaposiblela conceptualizaciónparaordenaraquelloqueencontramosa nuestro paso.No convienetampocoolvidar que estaparadojaprovienedel socavamientoy posterior cimentacióndel suelo (Baden)de la crítica, tareade la que se encargala Crítica del Juicio, de maneraque,así,puedaprevenirsetodaamenazadecaídaen el edificio de la metafisica. La complacenciauniversal que acompañaa los juicios de gusto, a la que el cuarto momentode suexplicaciónañadiráuna necesidad,no tematizala posibilidadde un acuerdoo - acorde empíricos entre juicios individuales —acerca de cuyo carácter irremediablemente psicológicoya se hablóen el epígrafeanterior—,sino que apuntaráa la tareade investigarel origendequeun tal acuerdointersubjetivo puedaalcanzarel lugar ideal quele caracteriza.Porel momentosabemosque la validezuniversalde los juicios de gustopurosseñalaen direcciónal espaciodeunalibre adhesiónque setraducey encarnaenel efecto (Wirkung) del libre juegode las facultadesde conocerque esel principio del sentidocomún(Gemeinsinn).El acuerdoo voto universal (alígemeineStimme) postuladopor el gusto no debeidentificarse,pues,ni con una coincidencia(Cfbereinstimmung)entreopiniones—comola que observamosen la definiciónde la verdad en la lógica transcendental—,ni tampoco con el consentimiento o concierto (Einstimmung)al que aspiratodo intercambiode argumentos,sino que másbien setratarádel templeo tono (&immung)que distiendelas fuerzasdel ánimo,trazandoa supasoalgoasí como la delimitación del espaciode una comunidadiSin embargo,quedarátotalmentefuera de la misión de una crítica del gusto algoasí como el proporcionarlas coordenadasde una suertede polesisde la comunidad.Por el contrario, la necesidadotorgadaa los juicios de gusto purosno seráen principio sino ejemplar(exemplarisch),en cuantose trata de ejemplosde una regla universal que no puedeexplicitarseo enunciarse3.De ella solamentesedeclarano se alegan casos(Falle) o ejemplos(Bei-spiele,),quesuscitanla aprobación(BeWll) o asentimiento(Bei- stimmung)de un público —aquelpúblico, tantasvecesembozado,al que comunicamosnuestros pensamientosy con el que intercambiamosconocimiento,auténticoprotagonistaen la sombrade buenapartede la obrakantiana—.En definitiva, las únicasmuestrassentimentalesde sucarácter ejemplar. No apoyadaen una necesidadconceptual ni derivada de la experiencia, esa desconocidaregla-raízuniversal-común,tomaráal aspectode la idea transcendentalde sentido 1 Seriainteresanteprofundizarenla propuestadeR, Brandtde estableceruna relaciónentrela función desempeñada por Ja noción depertenencia a uno mismo en la enunciaciónde un juicio de gustoy en un juicio de propiedad, tematizadoesteúltimo en MS’, Rec/utst, en cuantomodode delimitar las caracteristicasdel juzgarestético;vd Zur Logik des ¿Isthetisclien Urteils enKantsÁst/uetik, volumencolectivoqueincluimosennuestrabibliografia. 2 ¡‘cl. F. Proust,op. cit, pp. 257-8. Vi KU, §19, A 62/E 62-3. 510 U a U e U • común, a distinguir este último, en cuanto sensuscommunisaestheticus,tanto del sensus • communislogicuscomodel sensuscommunisa secas,queoperaporconceptos.Demaneraquela • enunciaciónsingularde cadajuicio de gusto renovaráy celebraráalgo así como un contrato • originario quevinculael ejerciciode la razónencadaindividuo conla enterarazónuniversal,es • decir, en el gusto, antesque nada, la Razóntoma una decisión,de naturalezaespeculativay U política, por la cual planteade un modomuy determinadosu relacióncon el mundoen el que se u asientay enraíza1.Nosencontramos,así,antela tareadedesentrañarel alcancetranscendentalde ese peculiarfaktum “estético” —que podría considerarseuna suerte de pendantdel faktum racionalde la ley moral—, que no seidentifica con sentidoexternoalguno, paramostrarsemás U bien —comoya hemosanunciado—comoel efectodel libre juegode las facultadesde nuestro animo. Se trata de un faktumparacuyacorrectacomprensiónresultaesencialel sentimiento dichaconcordanciano puedeserdeterminadade otro modo2—.Porotro lado, parecetratarsede una normameramenteideal, cuyasolapresuposicióndemuestrala pretensiónde una necesaria universalidadpor parte de los juicios de gusto,o si seprefiere,de la dimensiónpública de la U belleza.Nosparecequelo quetienede político el gustoy lo querealmenteconvertiráa la Crítica • del Juicio en la “política” kantianaes precisamentesu resistenciaa la disolucióndel espacio U público en una seriede reglaso en un cuerpolegal que habríaque procederinmediatamentea • aplicary obedecer—no es precisamenteen la Doctrina del derechodondeencontraremoslas observacioneskantianasmás relevantesy sugestivasacercade lo político—, para más bien garantizarla eficacia de un respetableprincipio de la razón, el cual nos impulsa y apela a U producir en nosotrosesesentidocomún para fines más elevados,es decir, que nos invita a • ejercitarun modo de pensaren y de lo público. De esemodo,advertimosque la cuestióndel U sentidocomúnno pondráenjuegoni un saberni unaprácticapuros,sino quemásbien sedetiene • en el cruce (Scheidewege)entreambos, del que recogeuna reververaciónsentimentalen el u Acerca de la presenciade estecontrato originario en otros lugaresde la obra kantianapuedeacudirsea ZewF., • VIII, p. 351: «[L]a voluntad de un pueblo se expresa en un contrato originario que es el fundamento de todos los U demás»; cfr. Th.Pr., VIII, p. 295: «Se denomina contrato originario a esta ley fundamental que no puede nacer más • que de la voluntadgeneral (unidad) del pueblo»; cfr. MS, Rechtst, p. 3 lis. F. Proust,en op. cit., haestablecidouna interesanterelaciónentrela idea del contrato originario y la defensakantianade unaconstitución republicana, que, en todocaso,se encuentraen la misma linea del estrechovinculo que intentamostrazaraquí entrelas decisiones críticas del pensamiento,desdela determinacióndel idealismotranscendentalcomo un saberdel limite hastael • descubrimientode un sentidocomúnestético,y la comprensiónkantianade la politica. En estesentidoProust U consideraque la política republicanasuponepara el Criticismo el ensayode unapolítica o una prácticapura, es • decir, ni dogmáticani escéptica,sinotranscendentaly originaria,vd op. cit., p. 212. Cfr. ZewF, VIII, p. 350, donde seafirmaque la constituciónprovenientedela Ideadeun contratooriginariono es otraquela republicana,a saber,el modooriginario en quelas voluntadescontractualizan.puesno sela entiendecomounasíntesisy ligazónmecánicau U orgánicade lo diversoorganizado,sino quemásbien habráde verse—en una línea interpretativainauguradapor • Arendt— como un mosaicode pequeñosenlaces,continuamenterenovados,o de alianzasftagmentarias,ftagiles • como su mismo origen; vd ZewF., VIII, p. 356. Así, la res-publicavendríaa ser la única expresiónposiblede la aperturaoriginariade lo público, la cual llegaenelúltimo momento,a pesardeserlo originarioy único queno deja de volver, de resistiry de afirmarseen eseespaciocomún,vd. Proust,p. 219. No ha de olvidarseque la forma de U todos los fenómenosacogidosal derechoes la publicidad (Offentlichkeit), en cuantofórmula de la Idea que • constituyeel Derechomismo, vii ZewF., VIII, p. 381,la cual debeactuaren cuantomodeloo arquetipodirector de • las accionespolíticas.La fuerzade looriginario—el contratooriginario—seexperimentará,en último término,enel fin, a saber,el derechocosmopolita.Remitimosigualmenteal trabajodeII. D’Avxau de Teniay, Relationda sensus communisdujugement esthétique avec le contrat originaire de l’/uumanité, enel volumencolectivoeditadopor H. U Parret—ya citado enestetrabajo—Kants ..4sthetilc, pp. 557-563. • 2 Vii KU, §21, A 65/E 66; cft. el título del §22, ibid.: «La necesidad de la aprobación (Beistimmung), que es u pensada en un juicio de gusto, es una necesidad subjetiva, que es representada como objetiva bajo lapresuposición de un sentido común». u • 511 U u U a U e animo. En efecto,el pensary el razonarrequierenpensarpor uno mismo,de maneraautónoma, perojuzgar requiere ademásque seamoscapacesde situamosen el lugar de cualquierotro, asentando,así, las condicionesde un comerciolibrey vivo de discursospúblicos.A diferenciade lo queocurreen otrasfacultades,en las que puededistinguirsea los conceptosde suaplicación, el Juicio no existefuerade suuso, y el gusto,siempreejemplificadode modo singular,apelaa lo subjetivoque debepoderpresuponerseen todo hombre,con lo que no devuelveun escenario democrático y consensuado, sino la unanimidad (Einhelligkeit) —en cuya riqueza fenomenológicaya nos detuvimos—,anterioren sentido transcendentala todo consenso,de las condicionesdel lugardecualquierotro en las que debesituarseaquelque enjuicia’. De manera que la exigenciade aprobacióny adhesiónno irá precedidade debatesni argumentos,sino que, antesque ningunode ellos, el sentimientoreclamaráy apelaráa la Idea indeterminadade lo suprasensibleen nosotros—«el conceptode lo quepuedeser consideradocomo el sustrato suprasensiblede la humanidad»2—,dandoexpresióna un tránsito de caráctermetafisicoen el mismo ánimodesdeel estadiosensible-sentimental—sentimos(empjinden)la actividadfinal de las facultadesde conoceren aquél—hastaun sustratosuprasensible.La necesidadde los juicios de gusto no señala,por lo tanto, en direcciónal juicio de otro, sino a una «relación en la que nuestrasfacultadessuperioresde conocerseponen de acuerdo antre st>3, a algo que ni es conocido en propiedad,puescarecemosde intuición que pudiera exponerlo,ni es del todo desconocido,puestoque el sentimientode placer es signo de su existencia,a saber, de la existenciadel acuerdo(Zusammenstimmung)interfacultativovinculadocon algo enel sujeto y fuera de él queno esni naturalezani libertad,peroque seencuentraconectado(verknñpft)con el fundamento(Grund) deestaúltima. Si recuperamosdesdeaquíel hilo conductortrazadoun pocomásarribaque relacionaba la libertaddelpensary unpensamientode la libertad, con especialatención—dadala partedel trabajo en la que nos encontramos—al pensamientode algo así como una comunidad, afirmaremosque el hallazgodel peculiarfaktum—denominaciónmeramenteprovisional aún del sentidocomúnencierratodaunapolítica y una¿ticareplegadasenel tratamientokantianodel Juicio, quedesempeñael papelde fundamentodel ejerciciomismodel pensar4.De ellosofrecen 1 1/ii F. Proust,op. cii., p. 263. 2 Vd.KU, §57, A235/B238yA234/B237. Vd. op. cii., §59, A 255/11258. ‘. 2 Vii A.-M. Roviello, op. cii?, p. 66; cfr. op. cii?, p. 69: «Cl amor de la verdad puede, por tanto, ser siempre nada más que un amor de sí camuflado; el amor más interesado puede tomar la figura del amor más desinteresado, que no estájamás a salvo de una perversión del juicio». Acerca de las dificultadesen su aplicación y del peligro representadopor el autoengaflopuedeacudirsea Traume, A 73-4. Del egoismosólosederivaunacacofoníadediscursosquese cortanlos unosa losotros,encerradoscomoestánen suEigensinn; por otro lado, uno de losmodosdelocuraserála del sensus privatuspresenteen aquelqueha perdido todo sentidodecomunidad,vii la observaciónkantianaquerecuerdaun buennúmerodecitasclásicasen Trúume,A 58: «Cuando los hombrestienencadauno supropio mundo hay quepresumir que sueñan»; cfr. A.-M. Roviello, cap. 1, § 10, Fondements pon,’ une éthiquede la pensée, Pp. 64-70.El Auszug mss der Vernunfllehre de Meier, manualde lógica deKantdurantemásdecuarentaaños,contieneun brevecatálogodeprejuicios, el segundode los cualesserá justamenteel egoísmo lógico; cfr. prag. Anthrop., §2, RA 6-7. ~Con respectoa esteúltimo punto,Lyotard haapuntadoa la comunicabilidadcomo unasuertede ratio cognoscendi de la purezadel enjuiciar,de la mismamaneraen queéstaseríaunasuertederatio essendide aquélla;cfr. KV, §40, A 1 571B 159: «Pero aquí no se trata de la facultad del conocimiento, sino del mododepensar,para hacer de éste un uso conforme afin; por muypequeños que sean la extensión y elgrado adonde alcance la dote natural del hombre, muestra, sin embargo, un hombre amplio en el modo de pensar, cuandopuede apartarse de las condicionesprivadas subjetivas del juicio, dentro de las cuales tantos otros están encerrados, y reflexiona sobre su propiojuicio desde un puntode vista universal(que no se puede determinar más que poniéndose en el punto de vista de los demás)»; cfr. prag. Anthrop., §59,BA 164-7; cfr. ~t7zA,VIII, passim; cfr. Logik Phil,ppi, XXIV, p. 428,cfr. Rfl. n0 903, XV, p. 395; cfr. Logik Blomberg,XXIV, p. 1 SOs..<3. Agamnben persiguela conexiónentremodode pensarampliado y experienciadela comunidadhastael averroísmolatinoy el De monarchia deDante, vii suForma di vita, enPolitica sé 516 u u u u u • la medidade lo posible,de la materiadel estadode representacióny atendiendosolamentea las • característicasformales de la representacióno de un estado de representación,se habrán • consumadotodos los pasosrequeridospara pensar desde el lugar de cualquier otro. El • sentimientode una dependenciade los propiosjuicios con respectoal entendimientohumano u universal —cuyahistoria podríaremontarsehastala filosofia eclécticade la primeraIlustración u alemana—no deja de estar presenteen buenaparte de la reflexión lógica y antropológica • kantiana,dondees tratadocomo un impulso natural-final a compararnuestrosjuicios con la razónhumanauniversal,de modo que el juicio concretode los otros sea interpretadocomoel u análogode unjuicio universalyapreexistente—enla medidaen quebuscamosen él, no un mero u acuerdo empírico, sino de principio—, del mismo modo que como una auténticaobligación u moral, que coincide con el deber de todos los hombres de autoperfeccionarseen el conocimiento.El tomar la universalidadde la razón como piedrade toque —ocupándosedel u juicio posible eincluso del real de cualquierotro como un votumconsultivum—de los propios u juicios alejaráasimismola amenazade un error absoluto—una suenede análogológico de lo queseriael absurdode unanaturalezadiabólicaen el hombre—,puesdel mismomodoen queno u puedehaberun rechazorebeldehaciala ley, tampocohabráalgo así comoun error total para la u razónhumana—paraello tendríamosque suponerla existenciadel absurdode «unaforma de u pensarcontraria al entendimiento»—.De ahi, el enconomostradopor Kant en la defensadel u derechode la libertad de prensa—medio parapresentara los otros los resultadosde la propia u reflexiónescapandoa la exclusiónde determinadosgruposde potencialesinterlocutoresque se u producehabitualmenteen el diálogo,dondeuno puedeelegir “libremente” a quienesdebatancon • el2—, en cuantonecesariamedidaexternaquegarantizarála realizabilidadde un modode pensar u • —vii nuestrabibliografia—, p. 113: «[L]a filosofía politica modernano comienza con elpensamiento clásico, que • había hecho de la contemplación, del bios theoreticós,una actividad separada y solitaria (“el exilio de uno en uno ), sino sólo con el averroismo, es decir, con el pensamiento del entendimiento único posiblepara todos los hombres, y señaladamente, en el punto en que Dante, en el De Monarchia,1, 3-4, afirma la inherencia de unau multitudoa su potencia de pensamiento». u Estasdosnotasconcernientesal pluralismo inherenteal ejercicio del pensarnosremiten,enprimer lugar, al estado u de la cuestiónenel pensamientowolff¡ano, vii distinciónentreegoístasy pluralistasen Verminfi. Geáanken,§2, p.u 2; cfr. al respectovii Kant, Rfl. n0 5398, XVIII, p. 171;n0 5980,XVIII, p. 414;Metaph. Politz, XXVIII, p. 205s.;cfr. N. Hinske, Pluralismo e libertá di stampa nel pensiero di Kant, p. 294: «Como el concepto de egoísmo 1<] se • remonta a Wolff y a su escuela, el concepto de pluralismo se remonta a Kant». Conrespectoal primer puntode su • tratamientovii Trilume, A 40s.; cartaa Lambert, 31-XII-1765, en la queKant se refiere a la concordanciade los • métodosde amboscomounapruebalógica deque lospensadoresconsultanen susinvestigacionesla razónhumana • universal,X, p.55;cf”. WienerLogik, XXIV, p. 874. Acercadelaprácticadel pluralismocomounaobligaciónmoral puedeacudirsea LogikPhilippi, XXIV, Pp. 388: «No se puede sino investigara posteriori si una proposición, que u alguno pretende haber enunciado en el respeto de las reglas universales del entendimiento, no tenga adhesión • también por parte del entendimiento de cualquier otro»; p. 390: «No podemos permanecer indiferentes cuando u alguien no nos da su aplauso»; p. 391: «Por lo tanto, se debe presentar de buen grado elpropio juicio a los otros u paraexaminarlo»;paraobservarla relacióndeestadiscusiónacercadel modode pensarcon la críticadel gustoque aquí nosocupacf”. P. Giordanetti,Nuovi documenti sulla genesi dell ‘estetíca kantiana: il volume XXV della Mc - u Ausg., incluidoenbibliografia. u 2 N. Hinske,en su Pluralismo e libertá di stampain Kant, p. 298, introduceunasinteresantesobservacionesacerca u de la publicación de los pensamientoscomo un medio aún más fiable que el diálogo para garantizarla libre • conftontacióncon los juicios ajenos:«Donde los participante del desarrollo de la discusión pública resultan elegidos seggn la verdadera o la falsa conciencia, donde se advierte una exclusión por principio de determinados u grupos o argumentos, ahí comienza al mismo tiempo la consolidación del error y del inmovilismo. El precio por el • aislamiento del individuo o de un sistema es, al final, su incapacidadpara satisfacer las exigencias de la realidaii • La historia, pero también elpresente, es rica de ejemplos que atestiguan la verdad de esta frase. La libertad de u prensa es, por tanto, algo más que un bello ornamento del orden social individualista. Es la presuposición • indispensableparaun gradualperfeccionamientodel conocimiento». Convieneatendera la funciónde losprincipios e • 517 u u u u e u ampliadoen una comunidadde seresracionalesfinitos. La Crítica de la razón pura nos ha proporcionadoen su Disciplina un magnifico ejemplo acercade cómo incluso los nivelesmás elevadosde la especulacióndebenensayarel caminoreflexivo querefierasustesise hipótesisal únicojuez autorizadoque representala enterarazón humana(gesamteMenschenvernunfi),así comoresolvercuestionesy dudasque unasolacabezano puededirimir conayudade esarazón universal’. Por lo tanto, yadesdeel horizontede la primeraCrítica —e incluso en algunasobras precríticas—se adviene en el pensarkantiano que la libertad para comunicar los propios pensamientosno es sóloun derechoquetoda sociedadcivil deberágarantizar,sinounaauténtica condición del perfeccionamientogradual del conocimiento.Pero un detenidoestudiode las máximasdel entendimientohumanocomún,queno pertenecenpropiamentea la críticadel gusto, conduceademása la siguientereflexión: «[Fil gusto puede ser llamado sensus communis con más derecho que el sano entendimiento,y el Juicio estético puede llevar el nombre de sentido común mejor que el intelectual, si se quiereemplear la palabrasentido para un efectode la merareflexión sobreel ánimo:pues,entonces,porsentidose entiendeel sentimientode placer.Podriaseinclusodefinir el gustocomofacultaddeenjuiciaraquelloquehaceuniversalmentecomunicablenuestrosentimiento enuna representacióndada,sin mediacióndeun concepto»2. Parece,pues,evidenteque aquelloque estáproduciendoel sentidocomúnesjustamente algo así como la coyundade libertad y ley, expresadaen la libertad del juego, que permite comunicaruna representación«no comopensamiento,sino comosentimientointerior (inneres GefÚhI) de un estadode ánimo conforme a fin (zweckmál3igerZustanddes Gemúts»2.Nos hallamos,así,anteun sentimientointerno que no remite a una meravivencia interna,como la comunicabilidadtampocoremite a unaexteriorización,sino a lo tautegórico—en lo que ya nos detuvimosen epígrafesanteriores—de la reflexión, esdecir, a la concienciadel propio estado, dondelo queadvienea presencia(anwesen)esla pre-tensiónde un conocimientoen general. Aquí estásin dudaenjuego la localizacióncrítica del sentidode lo público, acercade lo cual mucho se ha avanzadoen unaAnalítica de lo bello aislandoun grado cero de sociabilidad mencionadosen el ejerciciode todopensar,especialmenteconel propósitode desenmascararel usoperversoque todoslos regímenestotalitarios, ya seanreligiososo políticos, realizandel Gemeinsinn, vii Roviello,op. cit,, p. 63, nota 58;cfr. Trctiume, A 90. Vii KrV, A 752/fi 780; cf”. Proleg, A 7; cfi.Uber eme Entdeckung, p. 218, nota. A. Philonenkoconsideró—en su introduccióna la cd. ftancesade WhDo?, Paris, 1988,pp. 43-4—— estatesisdel Criticismo como la defensade un cogito plural, que supondríael descubrimientomás revolucionariode estepensamiento,al tiempo que el más descuidadopor la investigaciónacadémica,posturaquecompartimosplenamente. 2 Vii KU, §40, A 1 58/fi 160: «[D]er Geschmack mit mehreren Rechte sensuscommunisgenannt werden kónne, als der gesunde Verstand; und da]? die ci sthetische Urteilskrafi eher als die intellektuelle den Namen emes gemeinschafilichen Sinnes flibren kónne, wenn man ja das Wort Sinn von einer Wirkung der blo/Jen Refiexion auf das Gemut brauchen will: denn da versteht man unter Sinn das Geflihíder Lust. Man kónnte sogar den Geschmack durch das Beuríeilungsvermñgen desjenigen, was unser Geflihí an einer gegebenen Vorstellung ohne Vermittlung emes Begr((fs alígemeinmitteilbarmac/it, definieren». M. Savi, op. cit., p. 54, nota50, advierteuna localizacióndel placeren lo bello partiendode las condicionesdeun pensary un sentir comunitarios,vii lecciónde psicologíaen Metaph. LI, ‘?secc.de las Vorles. de laAk. Ausg., XXVIII, p. 242: «Lo que place en base a la concordancia con el sentido común es bello [~ 1. ¿Pero cómopuede un ser humano pronunciar unjuicio según el sentido común desde el momento en que considera el objeto según el propio sentir privado?. La comunidad entre los hombres nace de un sentir comunitario que rige para cada cual. Quien, por lo tanto, no entra en alguna comunidad no tiene ningún sentido comunitario. Los seres humanos pueden distinguir lo bello y lofeo sólo en cuanto y hasta que están en común. Si, por tanto, legusta a alguien algosegún un sentido comunitario y comúnmente válido, éste tendrá gusto». Vii KU, §40,A 159/fi 161. 518 u u e u u • (Lebrun),cuyaexpresiónseránlas bellasformas de la naturaleza,antesquecualquierámbitoen • el quelasdoxaicirculenlibremente.El Gemeinsinnsurgecomoefectodel estadode ánimoen el • que la imaginaciónensulibertaddespiertaa un entendimientoquevivifica y concuyalegalidad • concuerda,que,a la vistade lo anterior, identificaremoscomoel origen de un modo de pensar • acrecentadoy ampliado,un pensar,pues,quehaalcanzadoprecisamenteel ensanchamientode su • ejercicioqueda lo libre. Dicha ampliación(Enveiterung)no la proporcionabala meraadiciónde • juicios individuales,ni la ausenciade delimitación,sino—comohemosvisto— la localización, • por mediode un cuidadososeguimientodel origentranscendentalde la necesidadde los juicios u de gusto,deunaestanciaen la quese encuentrande antemanotodos los hombresen cuantoseres finitos racionales.Estelugar,desdeel que sepiensay seenunciauniversalmente—no en vanose trata del lugarde cualquierotro—, habráde ser el fundamentoreflexivo de toda comunidad, precisamenteen la medidaen queen él hemosencontradoalgo asícomo la intimidaddelpensar. Todo pensares ya, por lo tanto, en su fundamento reflexivo, exigencia y pretensiónde u comunidad,de alt, la necesidadde defenderlas coordenadasy ejesde un conceptodoctrinal que determinalascondicionesdenuestraexperiencia,a saber,el idealismotranscendental,desdeuna investigacióndel cimientoreflexivo de la razón.Así, seencontraráunacorrespondenciaentrelos u ejesque sostienenla metafisicasegúnla crítica—las formas purasdel espacioy del tiempoy la • realidadobjetivadel conceptode libertad— y un modo de pensarampliado—una suertede u ahondamientoen las basesreflexivas del primero—, que nos autorizaa consideraral sensus • communisaestheticusla efectividad que el pensarexpone en su inmediata aperturaa la • dimensiónde un afectopuro,cuyasustanciaserála libertaddel librefavor, asaber,la libertadde • un amorentendidono patológicamente,sino como modo de pensarque se atienepor medio del • Juicioal lugarde cualquierotro. u Denominamosfaktum al descubrimiento de las reglas de la comunicabilidad • transcendentalqueseperfilabana la luz del sentidocomún,en la medidaen que encerrabanel • alcancepropio de la libertaddel Juicio, que estállamadoa desempefiaruna importantefunción • conrespectoa lajerarquíatotal de lasfacultadesde la razón.No estamosautorizadosatildarlo ni • de datode la experienciani deIdeade la razón,sinoqueentodo casodebemosreconocerlocomo • un datumtranscendental’,el cualexplicaqueen cadajuicio degustoseencierreunaexigenciade u universalidad,unaexigenciatranscendentalde comunicabilidad,con la queaquél se dirige al • topos en el que la humanidadseha dadoa sí misma su propio fundamento.Las máximasdel • entendimientocomún humano (gemeinerMenschenverstand)—introducidas,no como parte • integrantede la críticadelgusto,sinocomounacontribuciónala aclaración(Erlduterung)de sus • principios—no sereducen,comohemosvisto, a unasuenede reglasdel consenso,sinoquemás • bien traerána la luz las decisionestranscendentalestomadaspor el pensamientoque vienena • constituir la subjetividaddel sujeto.En cuantofakíumel sentidocomúnsepresentaen ejemplos • de unareglauniversal,queno es sino la Ideatranscendentalde comunicabilidad,que arraigaen • la razónhumanafinita y queel Juicio reflexionanteexplicita2. Estenuevofaktumcontarácon la u u _____________ • 1 Vii A.-M. Roviello, op. cit, pp.49-52. 2 Vii A.-M. Roviello, op. ciÉ, p. 55: «Volvemos a encontrar aqui el razonamiento kantiano por excelencia: la comunicación entre los humanos es un hecho; es un hecho que todo juicio particular comporte una exigencia de u adhesión por parte de los otros; si queremos que esas actitudes humanas flindamentales tengan un sentido, que no • se deriven de un purofantasma, entonces tenemos que presuponerun pacto originario en el que la humanidad se ha u comprometido consigo misma sobre la base de esta comunicabdidad universal»; cf”. op. ciÉ, pS8:«en el seno del u sentimiento estético se mantfiesta una comunicabilidad universal “más antigua “, más primitiva que la del • conocimiento, que encuentra ella misma sufundamento en esta comunicabilidad primera: el sentido común es “la u u 519 u e u u u u peculiaridadde albergarél mismo su fundamento—a diferenciadelfaktumdel conocimiento, que precisabade toda una analítica del entendimiento puro para que su validez quedara demostrada,así como del faktum de la razón práctica, ratio cognoscendidel verdadero fundamentode la moralidad,a saber,la libertad—, es un faktumheautónomoy, así, remiteal Juicio reflexionantey a la heautonomíadel mismo, en lo que seadvierteal mismo tiempo su poder—lleva hastasu límite máximola extracciónde las consecuencias“prácticas” del pensar— y su fragilidad—sefundamentaen un contratooriginario siempresusceptiblede sernegado-—. Pero que el hombre en su individualidad pueda negar y desentendersede esa exigencia transcendentalde comunicabilidad—cuyas consecuenciasen el ámbito político habrá de desentrafiarHacia lapazperpetua—no implica queesaexigenciatengaquereducirse,al modo escéptico,a una ilusión. Más bien el individuo estarávinculadoy comprometido,en cuantoser capazdemoralidad,deconocimientoy lenguaje,a determinarsemediantereglas,queen virtud de su mismalibertad podráincumplir, sin por ello llegar a destruirlasnuncadel todo, del mismo modoen queresultaráimposibledesconstruiro disolverla ley moral o la ley de comunicabilidad mediante la apelación —la única posible— a la razón misma1. Nos interesa resaltar especialmenteque en la versiónprofundade la crítica que nos ocupalas condicionesdel pensar muestrande un modo extraordinariamenteclaro su necesidady exigenciade ser llevadasa la realidad,es decir, de ser implantadasefectivamenteentre los hombres,evitandocaer en la perversiónde la facultaddejuzgarque representael juicio ideológico,el cualolvida producirsu propioprincipio regulador,transformándose,así, necesariamenteen unacertidumbreapodictica. Desdelos Traume,pasandopor la Metodologíade la Crítica de la razónpura2,hay en la crítica kantianatoda unaética del pensarque seriainjusto calibrar como un inofensivo apéndicedel ejercicio del pensamiento,de modo que esaautorregulaciónética tomará inevitablementeel aspectode unapolítica delpensar,cuyo estudiopresentabael trazadode los limites y alcancedel conocimientoa priori de la razón pura en la primeraCrítica, pero que la Crítica del Juicio desarrollamostrando,del hilo de los juicios de gusto, que la razón humanaproyecta,en una auténticatendencianatural, las condicionesde posibilidad de todo ser-en-común.La decisión querepresentay por la que avanzaunaCrítica de la razónpura no implica, pues,únicamentela inauguraciónde un nuevoperíodoen la historia del pensamiento,sino tambiénde un modo de pensarla acción,poniendode manifiestouna estrecharelaciónentreambosqueculminaráen la terceraCrítica4. Pero, lejosdeconstituir la fundaciónefectivade unacomunidad—tareapráctica deun pensarilustrado—,quecorreríael seriopeligrodeprocedera unareducciónapolesisde la condición necesaria de la comunicabilidad universal de nuestro conocimiento que debe presumirse en toda lógica y en todo princ¡~io de conocimiento que no sea escéptico”». Vii A.-M. Roviello, op. ciÉ, p. 60. 2 Nos permitimosremitir a las reflexiones quenos merecieronesaspáginasen el apanado 1.6 de estetrabajoque presentamos;cf”. KrV, A 820/B 848; cfi’. LogikBlomberg, XXIV, p. 94;LogikPhilippi, XXIV, p. 395; cf”. M. Savi, op. cit, pp. 59-60. La mismarepresentacióndel juicio erróneoen la Introd. a la Dialéctica transcendentaldeKrV, empleandoel modelo físico de un cuerpocuyo movimiento rectilíneosufre la acción de otra fuerzaqueactúa en direcciónopuesta,afirma que la razónsiemprepuederemontarsea la causadel error,dondeanalizaremoseseefecto complejoen suscomponentessimplesdel entendimientoy de la sensibilidad;cf”. KrV, A 295/B 351, dondese nos diráque el errores el indicio de que,renunciandoa las leyescríticamenteestablecidasquedistinguenel saberdela ignorancia,intentamoshacervaler como verdaderolo queúnicamentevale segúnlas leyesde la sensibilidad;cfr. Logik-Jdsche, Introd., VII, A 77. Nos pareceque un anuncio de estatarea,siempresubterráneay difícil de traer a la luz, se encontrabaen la introducciónde la mano de las Ideas transcendentalesde la razónde unassugerentesconsideracioneskantianas acercadesulecturadela RepúblicadePlatón. ~Vii F. Menegoni,L ‘apriori delsenso comune..., p. 41. 520 u u u u u • práxis, esteproyectono terminaránuncade hacersedel todo, sinoque másbieneslo quemejor • define la dimensiónpública de nuestropensar,en una aperturainfinita en la que moramosy • crecemosen cuantolos seresfinitos quesomos,en cuyasmanosquedael trabajode habilitar la • implantaciónmundanalde la libertad. La indeterminaciónprincipial en la quedesembocaesta • tarea no supondrásino un constantemotivo impulsor para el ejercicio de la razón y una • interpelaciónde la libertadal único seren condicionesde llevar cabosuproyecto1.Por lo tanto, comoanunciaun conocidopasajede la terceraCrítica, quizásel sentidocomúnno lo hayasino • en la necesidadde producirlo (hervorbringen). Así, entreelfaktumy elpostulado,el Gemeinsinn • representaráel principio de la facultadsuperiorde conocerque mejor defina al hombre,no sólo en la medida en que se refiere a lo mínimo que, en sentido subjetivo, puede exigirse del entendimientode cualquiera,sino también en virtud de su propio carácter dinámico, cuyas e accionesbrindanal sujetola oportunidadde experimentarseasi mismoen el oscilarde plieguesy desplieguesen que consistesu imaginación.El máximo nivel de profundidaddel estudiodeu nuestrarazón,en cuantofacultaddel pensar,nosha conducido,comosin embargoerade esperar, aun espacioimproductivodesdeel puntode vista legislativo,pero,sin duda,enormementeeficaz en lo queconciernea la determinacióndel elementodesdeel queesposiblela teoríay la acción, a saber,la irreductibilidadde una apertura—unanadapara la representación—por la que nos u sabemoslibrese impulsadosaconocer,proyectary actuar,que,por lo tanto,sientael fundamento • transcendentaldeunahistoriatejiday decididapor seresracionalesfinitos. • A propósitode la exigenciade producirunaunanimidaden el modode sentirqueencierra • el sentidocomún,quizásresultende utilidadalgunasconsideracionesacercade la relaciónentre • el gusto y el genio, que hemospostergadohastaeste momento de nuestro trabajo. Ha sido • apuntadaconfrecuenciala posibletensiónexistenteentrelas observacioneskantianasdedicadas, • por un lado, al gusto y a la contemplaciónde la belleza2,y por el otro, a la teoríadel genio, • directamenteemparentadaéstaúltimaconel estudiodelarte,la cual tendríaquedarcuenta,no ya • de la contemplación,sino de la producciónartística. Sin dejar de reconocerla riqueza de • sugerenciasy material de trabajo legadopor un buen número de análisis consagradosa la • complejarelaciónentre gusto y genio, intentaremoscomprender,por nuestraparte, los motivos u que condujerona Kant a preferir las exigenciasde un sentido comúnestético frente a una • producción,que no debeserrestringidani obstaculizadaen ningúncaso,pero si localizadaen su • justo lugar, reconociendo,así, la razónen ella aquellosterritoriosen los que seasombraráde si • misma—algo así como su territorio salvaje,quizásparael que aúnno se hanencontradolas • reglas—. Si tomamosen consideraciónel arte en generaldesdeel paradigmade la finalidad u técnica,estoes, allí dondeel procesode creaciónescomprendidoa partir de la proposiciónde • ciertos fines que deben ser cumplidos,advertiremosque paraello se requierenuna seriede • conocimientosalos quehabráquedaraplicación.Si en estoconsistierael secretodel genio que • guíayprotege3,hubierabastadolo establecidoen la PrimeraIntroducción de la terceraCrítica u • ‘Nos parecequeésteesel puntode partidadela lecturakantianadeH. Arendt, cuyotrabajohermenéuticoacercade • la práctica y la política replegadasen los ejes reflexivos del discursokantiano ha resultadoesencial para el • progresivo interés de los estudiosospor este ámbito de problemas; vii A. Masullo, L ‘universo del!‘illimitata • communicahilitñ nelí progetto kantiano dell emancipazione, enA panire di Kant: 1 ‘ereditá della KprV, A. Fabris y L. Baccelli (eds.),pp. 69-103,incluido ennuestrabibliografía. 2 Podemosapuntarfundamentalmentea las obrasde W. Biemel,3. Taminiaxy G. Deleuzequerecogemosennuestra • bibliografía. • Vii ¡ ohne • Zwang der Regeln mitteilen 148ft. ‘Aprovecharemosestepuntoparaseflalarla necesariarevisiónde lasconclusioneskantianasacercade las relaciones entregustoy genio desdela lecturade las consideraciones,de ampliasconsecuenciasfenomenológicas,acercadel U ordende sentidoquepudieraabrir la manifestacióndel conjuntode la naturalezacomo tosca o enestadobruto (roh), • entodocasoremitimosa la lecturadela conclusióndeestetrabajo, dondeesperamospoderreunir las consecuencias • queparauna lecturadel tratamientode la libertaden el pensamientokantianosupondrála introduccióndeun nuevo nivel de estudioenclavefenomenológicacomonosparecelaAnalítica delo sublime. • 2 Vii prag. Anthrop., §67, BA 187: «El ju¡c¿o sobre un objeto por medio del gusto es un juicio sobre la eterna • armonía o lucha de la libertad en eljuego de la imaginación y de la legislación del entendimiento, y afecta, por • ende, tan sólo a laforma de enjuiciarestéticamente (esta ¡indicación de las representaciones sensibles), no de hacer • brotar productos en los cuales se perciba aquélla, puesto que eso seria el genio, cuya fogosa vitalidad necesita • frecuentemente ser limitada y moderada por lapudiciadelgusto». e • 525 u e u u u u función de disciplina de la imaginación desbocada,el gusto se encargará,por un lado, de reconducir las Ideas dispersasy fulgurantes,prometedorasde mundos muy variados, a la animación y vivificación mutua de las facultades,que tiende a perpetuarse;por el otro, a proporcionar una validez subjetiva a esas Ideas, lo suficientementeduradera y universal, mediante su confonnación a esa mínima, pero decisiva, estructura transcendental de comunicaciónque es el gusto comounaespeciede sentidocomún. Sólo así los productosdel genioseránejemplosparaotros quepuedanrecogerel testigode esacreaciónpura, conlo que terminaráninscribiéndoseen el progresode la cultura’. El caminode esadisciplinano seráfácil para ningunade esasfacultades,por ello seguramenteseade algunautilidad recordaren este punto el enlacehipotético que caracterizóal enjuiciamientode belleza, segúnel cual, para distinguir si algo era o no bello, había que referir la representacióndel caso, no medianteel entendimientoal objeto, sino mediante la imaginación—quizás unida al entendimiento—al sentimientode placery de dolor. Esteespaciode sentido,esencialmentepoéticoy libre —no en vano nos hallamosrecorriendolos diversoshitos de unahistoria de la libertad habilitadapor la imaginación,por la facultadde las imágenes—,deberámantenerpor mediodel Juicio eseestado dejuegono regladocon la facultadtutelar de todo significado si esque quierevenir a ser algo universalmentecomunicado.Entoncesla obrade arteno seráel máselevadode los productosde consumo(Lebrun),sino,por el contrario, la intemipciónde un mito antropológico-socialque ha cortocircuitadopor lo general la estrecharelación entre una reflexión política esencialque representala normaideal del sentidocomúny el ejerciciodel pensamiento. VLI.5.3La soluciónde un conflicto queafectaal tríbunal dela Razónpura y el reconocimientodelidealismodela finalidaddela naturalezacomoprincipio de determinabilidadde la raíz desconociday común delo teóricoy lo práctico: la bellezacomo símbolodela moralidad. El estadodel estudioacercade la Crítica del Juicio en el que nos encontramosy la preguntadel origen que esta obra contiene con respectoa la complacencianecesariaque acompaliaa los juicios de gusto nos obligan a detenemosen el ambiguoestatutocon el que se caracterizaal principio que deberíaexplicaresanecesidad: «Estanormaindeterminadadeun sentidocomúnespresupuestarealmentepor nosotros:lo demuestranuestrapretensiónde enunciarjuicios de gusto. ¿Hay, en realidad,un sentido común semejantecomo principio constitutivo de la posibilidad de la experiencia?O bien, ¿hay un principio de la razónmáselevadoque imponesolamentecomo principio regulativoen nosotrosla necesidadde producir, antetodo, en nosotros,un sentimientocomúnparamásaltos fines?¿Esel gusto, por tanto,una facultad quehay que adquirir aún, artificial, de tal modo queun juicio de gustono seria,en realidad,con su pretensióna unaaprobaciónuniversal,másqueunaexigenciade la razón, la de producirunaunanimidadsemejantedel modode sentir,y que el deber,es decir, la necesidadobjetiva de que el sentimientode otros corra juntamentecon el de cada uno, no significaríaotracosamás quela posibilidaddellegar aquí a esteacuerdo,y el juicio de gustono seriamás que un ejemplo de la aplicación de ese principio?. Eso, ni queremosni podemos investigarlo ahoraaquí, sino quesólo tenemos,por ahora,queanalizarel juicio de gusto en sus elementosparaunir éstosdespuésen la ideadeun sentidocomún»2 Vii KU, §50, A 201/fi 203. 2 Vii op. cit., §22, A 66/fi 67-A 67/fi 68: «Diese unbestimmte Norm emes Gemeinsinns wird von uns wirklich vorausgesetzt: das beweiset unsere Anmaflung, Geschmacksurteile ni fallen. Ob es in der Tat einen solchen Gemeinsinn, als kontitutives Prinz¡p der Móglichkeit der Erfahrung gebe, oder ein nocA, haberes Prinz¡p der 526 u e u u u • El texto kantianointroduce asíen la mismaexposiciónde los juicios de gusto un debate • acercade] verdaderoalcancede la normaindeterminada—el sentidocomún—que talesjuicios • ejemplifican,de modoque,si no setratamásquede una tareaquenosmandala razónconvistas • a fines máselevados—cuyadeterminaciónrequeriráunaprofunday detenidainvestigación • entoncesla exigencia(Zumutung)de unaparticipaciónuniversalseráde hechosólounaexigencia • de razón (Vernunftforderung)para la producciónde tal unanimidad(Einhelligkeit) del modo de • sentir,de la mismamaneraen queel deber(Sallen) implicado por los juicios de gustosereferirá • a la necesidadobjetivade la confluencia(Zusaminenfliefien)del sentimientodecadacual con el de los otros. Estas coordenadasde discusión apuntana la necesidadde procedera una demostracióny legitimacióndela pretensión(Anmaj3ung)de validez universaly necesariade los • juicios de gusto que no tendrá como propósito la dilucidación de dicho juicio, sino el desentrañamientodel lugarqueocupasuprincipio en la familia de las legislacionesde la razón, en lo que reconoceremosuna localización transcendental de lo estético en el pensamiento kantiano.Ya vimos un poco másarriba que e] reconocimientode que los juicios de belleza u descansaransobreun principio a priori les arrogabaunanecesidadque, al mismo tiempo, les alejabadefinitivamentede la psicologíaempíricaen la que tradicionalmentehabíanencontrado su lugar, convirtiéndolosen objetosde estudiode la filosofia transcendental’,que plantearáqué lugartranscendentalcorrespondade iure al fundamentode derechode los juiciosde gusto, lo que • viene a iluniinarlo igualmentecomo un problemaft¡ndamentalpor lo que respectaal tribunal a (GerichtshofRichtsstuhle)mismode la razón.La necesidadqueacompañaal gustono serála de unjuicio teórico, pero, sin embargo—enello nos detuvimosde la manode la deducciónde los • juicios de gustopuros—,exigimosel placerquesentimosen la formabellaa cadacual, como si • la bellezafueraunapropiedadreal del objeto. Con respectoa la misteriosaprocedenciade una • necesidadqueno serefierea la constitucióndel objeto ni a la de la subjetividaddel sujetocomo • voluntad,el §9 de la Crítica delJuicio emplazabadichaexposición(Erorterung)de la necesidad • de losjuicios de gustohastalos resultadosde unadeducciónde los mismos2,parteintegrantedel • trabajocritico queestállamadoa resolverla pregunta¿cómosonposibleslosjuicios sintéticosa • priori? • El último de los parágrafosdedicadosa la analítica del gusto, en cuanto exposición u transcendentaldel juicio de belleza,introduce,comohemosvisto, la Idea de un sentidocomún e como condiciónbajo la que un juicio estéticoreflexionantepuedeser necesario,cuyo estatuto • entre el restode principios a priori de la Razón sigue siéndonosindeterminado.El discurso • kantianovolverá,tal y comoél mismo anunciaba,a las preguntasarticuladasenaquel pasajeuna e vez obtenidos los primeros resultadosde una deducción del Juicio estético, a saber, del • reconocimientode estafacultadcomofacultadsuperiordelplacery del displacer.En esteretomo • a cuestionesdejadasa un lado en un momentoaún preparatoriode la obra se afirmaráalgo que e • Vernrn?/i es uns nur nim regidativen Prinnp mache, allererst einen Gemeinsinn ni hohern Zwecken in hervornibringen: ob also Geschmack ein ursprungliches oder natíirliches, oder nur die Idee von einem noch ni erwebenden und lciinstlichen Vermogen sei. so dafl ein Geschmacksurteil, mit seiner Zumutung einer aligemeinen U Beistimmung, in der Tat nur eme Vernunftforderung sei, eme solche Einhelliglceit der Sinnesart hervorzubringen, • und das Sollen, di. die objektive Notwendigkeit des Zusammenfliej.?ens des Geflihís vonjedermann mit jedes seinem • besondern, nur die Mogl¡chke¡t, hierin eintrctichtig ni werden, bedeute, ¡md das Geschmacksurteile nur von Anwendung dieses Prinz4os ein Beispiel aufstelle: das wollen ¡md kdnnen wir hier noch nicht untersuchen, sondern haben var jetzt nur das (Seschmacksvermógen it, seine Elemente aufzulÉisen, ¡md sie zuletzt in der Idee emes • Gemeinsinns ni vereinigen». • Vii KU, §29, A 111/B 112-A 112/B 113; cfr. op. cit, loe. cit., Allg. Anm.,A 128/8 130-A 129/B 131; cfr. op. cit., • EE,X,p. 53; VIII, pp. 38y43;cft. op. cit.,Einl., VII,AXLIV/BXLVI. 2 v~ op. cii?, §9, BA 30;cfr.§36;cft.§8, BA 26;cfi’. §22, A 66/B 67-A 67/B 68; cfr.op. cii?, Fin!, IV, BA XLIV u U 527 u u e U u e a a a nos interesaespecialmenteen este punto, a saber, que, si se pudiera admitir que la mera comunicabilidad(Mitteilbarkeit) universaldel propiosentimientollevaya consigoun interéspara nosotroslos hombres,entoncespodría explicarsedesde dónde se reclama (woher zugemutet werde)acualquierotro un sentimientocomo deber(Pflicht)’. Deestemodo sehacereferenciaa la cuestión del origen del gusto como auténtico hilo conductor que encamine nuestra investigacióntranscendentalacercadel principio del Juicio, con lo que cerramosel análisis estructuraldel contenido de la bellezapara trasladamosa la preguntapor su función. Se procederáa un análisis,pues,quehabráde decidirseanteuna inevitabledisyuntiva,a saber,la queseparaunagénesisimpura de la belleza—quevendráa considerarladesdeun puntode vista histórico-antropológico,conectándolacon la tendenciahumanaa la convivenciasocialy, en esa medida,convirtiéndolaen un medio máspara la organizacióndel consenso2—,de unagénesis pura de la belleza,la cual la pondrámásbienen relacióncon laestructurade las legislacionesde s la razón partiendode la exigenciauniversal con la que se la proclama,descubriendoasí un d significativo inter¿v intelectual en lo bello3. Lejos de que la aceptacióncrítica del tomar un interés intelectualy moral en la bellezadesdiganingunade las característicasque le ha adscrito su exposición,másbien lo que apreciamosen estemomentoavanzadode la Crítica del Juicio estéticoesun intentode fidelidad al lemade la filosofia en sentidomundano,asaber,de fidelidad a la tareade conectarnuestrosconocimientose investigacionescon los fines supremosde la naturalezahumana.Precisamenteen estavía seintegraun estudiocrítico acercadelgusto,la cual no nos interesa en cuanto una disciplina óntica más que podría formar parte de la a Menschenkunde,sino por aquello queaportaa un estudioreflexivo en profundidadde la razón humana,de modo que contribuyaa determinarel tránsito de lo sensiblea lo suprasensibleen el queseha cifrado la posibilidadde un sistemade conocimientosapriori que es la metafisica.En principio, desdeel horizontede la merapresentaciónde la existenciade un interésintelectualen las bellas formasde la naturaleza,podráadelantarseque el interésque todo ser racional finito experimentaen el desinterésdel placer de los juicios de gusto puros se compadececon la necesidady exigencia(Bedíirjhis) de la razón de que sus Ideas prácticascuentencon realidad á objetiva—lo quevuelvea confirmarla relevanciaparala terceraCrítica de la cuestióncon la que seintroducíaestaobra,queno esotra quela realizacióndelfin final de la libertad—,aunqueésta se produzcabajo el aspectode signo (Wink) o huella (Spur) que apunteal fimdamentode la concordanciay coincidencia(tilbereinsummung)del ser—enel aparecerde sus productos—y del pensar,fundamentoen el que debeasentarseel principio de la libertad. En este “tomar interés”nos parecequeesla razónmismala quesebrinda la posibilidad—la Crítica del Juicio a confieretodo el protagonismoque semerecea la vida subjetivade la razón—de contemplarsu a pasadoesencial justamenteen las bellasformasdel mundovegetal,en la graciade las formas a animales,en la supremabellezade las cristalizacionesminerales,talescomolos espatos,la piedra hematites,los cristalesde hielo, esdecir, en el espacioen el quehabráde afincarel proyectode un mundo inteligible cuya magníficaperspectivaabre la ley moral, el cual desprendede si un estrato de finalidad formal que constituye el primer indicio acerca de su adecuacióny a 1 lId. op. cit., §40, A 159/8 161. 2 lId. op. cit, §41; cfr. L. Amoroso,Sensoe consenso, p. 187,obraincluida ennuestrabibliografla. Vii op. cii?, §42; cfr. carta a Reichardt, 15-X-1790; XI, p. 228: «Me he contentadocon mostrar que, sin el sentimiento moraL no habría para nosotros nada bello ni sublime, que ahí arriba se finida lapretensión, por asi decir legal a la aprobación y que lo subjetivo de la moralidad en nuestro ser —insondable bajo el nombre de a sentimiento moral—, es el gusto mismo, por relación al cual no juzgamos según conceptos objetivos de la razón, tal S y como es requerido en eljuicio según leyes morales; el gusto no reposa por tanto de ningún modo en lo contingente de la sensación, sino en un principio apriori (no discursivo, ciertamente, pero intuitivo)»- a 528 a a a a a a u u u U u U convenienciaa semejanteefectointeligible.. Comopreparaciónde estapoéticavisión la razónse • vio obligadaaretrotraersehaciael nivel critico enel que seforjabael sentidoy la conceptualidad • en general,lo quevimosdel hilo de un procederfenomenológicoqueconducíaa retrocederen el • encuentrocon los enteshastapoderdeclararque éstese manifestabaen su completadesnudez • conceptual.Entoncesla reflexiónya no permitíareconocerobjetos,sino bellasformaselaboradas • en virtud de este profundoejercicio subjetivo,de modo que la pertenenciaquedelatana un • particularestadode ánimoy de la relaciónentrelas facultadesde conoceradscribeal placercon el que las enjuiciamosuna validez subjetiva universal.Pero ahorael procedercrítico nos conduciráun poco más allá, puesya no estaráenjuegotanto la recolecciónde la consistencia estructuralde una miradacapazde descubrirel modo de ordenarsereflexivamenteel mundo,cuantola formulaciónde la utilidad quepuedareportaral fin prácticode la razónla experiencia —acercade la cualdeberánrealizarsealgunasbrevesconsideraciones—de un ordenpre-humano del mundo, o si se prefiere, habrá que determinarla relación del Juicio con la razón y sus U expectativasprácticas.De estemodo,la preguntapor la funcióndeljuicio de gustoha conducido aunarelecturainteresadadeéste,desdelacualel correlatoideal deljuicio estéticoreflexionante u será la bellezalibre y la finalidad sin fin, y, deahí, la naturalezabella o aquelloque nosotros u tengamosporésta—comoocurrecon la bellezaartística,segúnla definicióndel §45—,de la que u estamossegurosde que no esefectode unaintenciónni productode un artífice inteligente.En • segundolugar,el paisajenaturalenel quela razónseinteresaserácasi un paisajeirreal, demodo U que casi podría decirse que la fundamentaciónfilosófica de la ciencia matemáticade la U naturaleza,al conseguirdesconectarlas ideologíasasociadasal conceptode creación,nos permite U alcanzarunaexperiencialibre y originariade lanaturalezaencuantophysis’. Enúltimo término, • de un modo significativo esen soledad(Einsamkeit)cuandopodemosrecogerla enseñanzadel • interésmoral cuandocontemplamoslas bellezasde la naturaleza2,comosi sólo enausenciade la • sociedad(Gesellschaft)pudiéramosatendera las condicionessubjetivasde nuestropensarque • constituyenlas coordenadas,en las que nosdetuvimosen el epígrafeanterior, de unaauténtica U eticadelpensamiento.Estapreferenciay ventaja(Vorzziglichkeit) mostradapor la bellezanatural • no deberáutilizarse paraexcluir a la bellezadel artede la determinaciónde la belleza.Por el u contrario, la bellezadel arte aportamuchoa la comprensiónde la bellezay a la búsquedadel U origendel principio delJuicio,planteándolo,no desdeelenjuiciamientode lo bello, sino desdesu • producción,y de ahi, desdela produccióndel sentidocomúnmismo.Los parágrafossituadostras u la deducciónde los juicios de gustoy la cuestióndel interésintelectualen lo bello compondrán • unateoríadelarte en sentidocrítico, a saber,aquellaque seocupede mostrarel modoen quelas • obrasde artebella civilizan, creanunasólidatradición sin conceptoy fomentany reinstituyenla • comunicabilidad3,así comode plantearla paradojade la reglainespecificablede la naturaleza, • que no se resuelvesatisfactoriamentemásque cuandomiramosmásallá del gusto,apuntandoa • una relaciónentregusto y razónprácticaque,si biensorprendedesdela elucidaciónestructural U ______________ • 1 lId. G. Lebrun,op. cii?, p. 381: «Noes nada sorprendente que la decripción de la ‘creación” sea un aniropomorfia • negativa, si el sentimiento de lo bello nos conduce a un lugar que no visitaránjamás ni hombres ni dioses: es en este • vacío en el que surgen «las drusas de espato y la hematites roja» [.1 Para que la referencia tecnicista fuera • alejada del concepto de “naturaleza “, era necesario —condición previa— que lafisica de lossabios (determinismo) hubiera reemplazado la de los ingenieros (mecanicismo). Ciertamente los newtonianos fueron finalistas; pero se ha visto que, desde laTh. DesHimmels, la tarea de Kant había consistido en disociar del determinismo la demiurgia U que se lesuperponía. De ahí que lanaturaleza deviniera pensable como una libre “physis” que llene por ella misma • susleyes; unafuerzaproductiva la habitaba nuevamente». 2 Vii KL.?, §42, A 164/8166-A 165/8167;cft. G. Lebrun,op. cii?, pp.361 y 383-7. Vii KU, §32, §§46-7,§49,§53,§60. e • 529 U U u U u u del juicio de gusto, no deberíahacerlo desdela indagacióndel deber(Sollen) con el que se pronunciala necesariacomplacenciade aquellosjuicios. Precisamenteestosejemplosdel Juicio reflexionantedaránlugara un conflicto—al queyanos tieneacostumbradosla razónhumana—, en el que,siguiendounaconocidaobservaciónheideggeriana,seencuentrala esenciadel placer de la reflexión, de modo que podemosesperarque a partir de este escollo peculiar—como veremos—se dé pasoala localizaciónde la esenciade la bellezay de la libertad del juegocon respectoala libertadpráctica,por mediode unaanalogíasimbólicaentrebellezay moralidad.El conflicto que anunciamosno esotro que unaAntinomia, en estecaso, concernienteal discurso subjetivodel gusto, la cual tiene lugar en el enfrentamientode aquellosque consideranque el juicio de gusto no puedebasarseen conceptos—de otro modo sepodríadiscutir sobreél— con aquellosquesostienenque esejuicio ha de descansarnecesariamenteen conceptos,si esquese pretendealcanzar algún acuerdo sobre él. Bajo el aspecto de un conflicto únicamente concernientea si el juicio de gustopuedecontaro no conun principio objetivo, seesconderá,sin embargo,unacuestiónqueobliga a ahondaren las condicionesde posibilidadde un discurso crítico en general, y de ahi, en los ejes del idealismotranscendentalque un trabajo como el nuestroha tomadocomomarcode sentido.La soluciónde la Antinomiavendráasí a establecer que no hay una inconmensurabilidadabsolutaentre los discursos,queallí dondeno cabeuna disputatio, bien puede ocurrir que se den las condiciones para dirimir racionalmentelas diferencias,esdecir,quequepaaúndiscutiry litigar (streiten).A raízde estaafirmaciónsaldrána la luz lascondicionesen las queun discursoqueno versesobreobjetos,sino sobrela razóny su naturaleza,puedetenersentidoy solicitarun acuerdovinculante—estableciendolas condiciones de un sentidocomún—, puesla terceraespeciede Antinomia conciernea los principios del pensarracional,esdecir, a las condicionesde posibilidadde la razónmismay de sudiscurso,y, así, a la definitiva tomadeconcienciade la finitud humana’.En estamanifestacióndel conflicto antinómico no observaremosel mismo procedimiento resolutivo que en sus apariciones anteriores,dondesemostraba—por lo querespectaa las resolublesantinomiasdinámicasde la primeraCrítica— lo inadecuadodel desacuerdoen el usodistinto quetesisy antítesishacíandel mismo concepto,de maneraque ambaspudieran ser simultáneamenteaceptables,o bien se rechazacategóricamenteunade las proposicionesy seaceptala otra bajo ciertascondiciones como ocurre en la segundaCrítica—, sino que más bien se acudiráa un conceptode lo suprasensible,al que ya apuntaban los dos mecanismos críticos anteriores, cada uno respondiendoa sus necesidades,pararesolverun enigmaque conciernea las condicionesmás fundamentalesde la discursividad.La Dialécticadel Juicio estéticocontieneuna variacióncon respectoa la lógica de la aparienciade la primeraCrítica y guardaalgunasemejanzadignade señalarcon lo que ocurre en la Dialéctica de la segunda.Estaúltima se harácargo de una relaciónsintéticaentredoselementosheterogéneos—uno conceptualy otro empírico,a saber, virtud y felicidad—, de acuerdocon cuyas exigencias,la Dialéctica de la razón práctica no deberálimitarsea denunciarla fuentede la aparienciani a recordarlos límites del conocimiento 1 Hemos de sefialar la utilidad de que nos ha sido el valioso trabajo —pionero en muchos aspectos—de A. Philonenko,StreitenundDispntieren:1 antinomiedujugementdii goñt, queincluimos en bibliografia, segúnel cual en la Antinomia del gustose poneen cuestiónla posibilidadde Crítica misma,vii pp. 228-9 desdeun principio transcendentalde comunicabilidady la determinaciónde la razón en su mayor complejidad,en cuanto razón encamaday concreta,vii p. 235: «Sólo después de haber superado la Crítica de la razónpura y la Crítica de la razón práctica en la Crítica de la facultad de criticar se pueden comprender dos cosas. En primer lugar, elhombre no es para el concepto y la ley, sino que el concepto y la ley son para él. En segundo lugar. estas palabras de Schiller están llenas de sentido: «Der Mensch spielt nur, wo er in vollerBedeutung des Worts Mensch ist, und er ist nur da ganz Mensch, wo erspielt»». 530 u u u u u ‘•1 u humano,sinoqueestablecerálas condicionesde unacosmologíaracionalpractica , en la que se • piensela realizabilidaddel sumoBien, en cuantoobjetonecesariode una voluntaddeterminada u moralmente.Nos parecequealgo semejantetendrálugaren laAntinomiadelgusto,conla que se u completala deduccióndel fundamentode la necesariauniversalidadsubjetivadeljuicio de gusto, u en la que vemosenfrentarseel punto de vista empirista, que sostieneque el gusto es un u sentimiento privado y el propio del racionalista, el cual —pretendiendosalvaguardarla u posibilidadde un consensouniversal—presuponeun principio objetivo comofundamentodel • gusto.Estavez, siguiendounapautacaracterísticade las solucionesdel conflicto antinómico,se • pondrá de manifiesto que ambas proposicionesutilizan el término concepto en sentidos diferentes,a partir de lo cual la primeraproposiciónseráinsostenibledesdelas coordenadasdel gusto, al tomar la agradabilidad(Annehmlichkeit) como fundamento de determinacióndel U mismo2. Por otro lado, la segundaproposición o antítesis,que defiendela existenciade un U conceptoa la basedel gusto,serásólo parcialmentefalsa—comoocurrecon la antitesisde la Crítica de la razón práctica—, siendo necesariomatizardebidamentela naturalezade ese concepto,quepasaráa sertal que«conél no seconocenada,ypor tanto, no proporcionaprueba U algunapara eljuicio degusto»3.El conflicto serádirimido en virtud del descubrimientode que • ambasproposicionesasignanal conceptosignificadosdistintos, de modo que no vengana U contradecirse,descubrimientohabilitado por un conceptoindeteminadoe indeterminableque • coincidecon el principio de unafinalidad subjetivade la naturalezacon respectoal Juicio. El U procederadoptadocompartirácon la soluciónde los conflictosantinómicosen generalel servirse U de la falsaoposiciónque produceel conflicto paracontribuir al abandonode la presuposición • natural que sostieneque los objetos son cosas en sí mismas,con el fin de hacerlosvaler U unicamentecomo fenómenos4.Perola antinomiadel gusto pondráademásal conjuntode los • fenómenosbajo un substrato inteligible, del que no hay conocimientoposible por medio del U conceptoindeterminadoantescitado, el cual se convierteen la clave de salida de la disputae U implicarála asunciónde un idealismode la finalidadde la naturalezaque buscael criterio del U Juicio estéticoen nosotrosmismosy miraa la naturaleza,no paraaveriguarquéfin se propone • estacon respectoa nosotros,sino cómola acogemos(aufnehmen)en nuestrosjuicios’. De este u modo, apreciaremoslo acertadode la observaciónde la segundaCrítica, a decirde la cual la • antinomiaesel error másbeneficiosoparala razónhumana,en la medidaen queabreel pasoa la • perspectivade un ordensuperiore inmutablede cosas6,puesla Crítica delJuicio nos recuerda u nuevamentelo ineludiblede estepasohacialo inteligible —el gustonosobligaa mirar másallá • de lo sensibley la antinomiadel mismo se ocuparáde buscaren lo suprasensibleel punto de • unión de todas las facultadessuperiores’—.Lo que tiene nuevamentede peculiarel conflicto u antinómicodel gusto,queconcierneal mismotribunal de la razón,seráqueno bastará—como • en la Crítica de la razónpura—conindicar el sustratosuprasensibleque serviráde fundamento • para la universalidad subjetiva de los juicios de gusto puros, sino que habrá que probar u ______________ U 1 Vii R.Brandt,Analytic/Dialectic en NewPerspectives on Transcendental Arguments andCritical Philosophy, pp. U 179-195,cfr. asimismoapartadoIV.3 denuestrotrabajo. 2 lId KprV, A 204; M. Savi consideraquelas objecionesplanteadasa la tesisde la Antinomia del gusto encierran • una críticadirecta a Burke, vii op. cii?, p. 117, nota 50; cfr. C. La Rocca, II soggettoe il sublime.Esteticae soggettivitátraBurkeeKant, PP. 123-172,incluidoennuestrabibliografla lId KU, §57, A 233/8236;cfr. KprV, A 206. • Vii KU, §57, (9hs. II, A 240/8243. • Vii op. cii?, §58, A 249/8252. • 6Vd,KprV,A193. Vii KU, §57, A 236/8239. U U 531 u U U u u u suficientementela realidadobjetivadelprincipio quegarantizalacomunicabilidadapriori de sus enjuiciamientos.Dicho conceptoseráfundamentalparala enteratarea de la última Crítica, a saber,establecerlas condicionesde realizacióndel tránsito (Clbergang) entre el reino de la naturalezay el de la libertad, el cual será pensadoen la Idea de lo suprasensible,en cuanto principio de la finalidad subjetivade la naturalezaparanuestrafacultadde conocer,que, pesea no proporcionarconocimientoalguno,sí permiteencambiodardeterminabílidadal conceptoque habilita el tránsito1.De estemodola dialécticadel Juicio estéticodescubreunarelacióndel gusto con la Ideade un sustratosuprasensiblede la naturalezaquejustificarála necesidadde susjuicios y advertiráuna contribucióndel mismo—graciasal trabajo de la reflexión—, en cuantoserá también, de un modo signif¡cativo,unafacultadde enjuiciar la sensibilizaciónde ideasestéticas (ein Beurteilungsvermñgender Versinnlichungsittlicher Ideen)2,a la realizacióndel fin final mandadopor la libertad.Nos enseñaasimismoa hacerun uso conformea fin de las facultades superioresdel ánimo de acuerdocon la Idea de libertad3, unaorientaciónde la que tenemos noticia pormedio de un sentimientoque reúneen un espacioa priori —el sentidocomún—a todos los hombres,en el que reconocemosel efectode un principio racional aún máselevado, que nos mandade un modoregulativoproduciren nosotrosun sentidocomún en vistade fines máselevadosque el gusto mismo. Observamosasí,a la luz del final de la primerapartede una Crítica delJuicio, un estrechovínculo, al que sólo el filósofo transcendentalpuedesersensible, entreunaexigenciadeuniversalidadsubjetiva,lapresuposiciónde un sentidocomúnestéticoy el formalismomoral del lenguajede la razónprácticatquehabrádeserulteriormentedesarrollado en estemismo trabajo,conduciéndonosa un nuevo retornoa la determinacióncrítica de la fe racionaldesdeunaCrítica delJuicio. A la luz de las observacionesanterioresquizásseael gusto, cuyo principio ha sidoyadeducidoy quehaquedadoestablecidocomo facultadcomunitariay en parte desconocida,aquello que falte para alcanzar una deducción completa del sustrato suprasensible,no en vano suprincipio, a saber,el idealismode la finalidad de la naturalezay el arte actúacomo fundamentode unasuertede deducciónde la unidadde las reflexionesque las dosobrascríticasanterioresconsagrarona lo suprasensible: Vii op. cii?, Fin!, IX, A LIV/B LVI. Justamenteen referenciaa dichacuestiónvital parael destinode la metafisica encontramosa lo largo de la obracritica kantianatres Ideas,de las cualesla primera constituyeel conceptode un sustratosuprasensibleen cuantosustratode todoslos fenómenosen generaly la terceraserála libertaden cuanto ratio essendide la ley moral, imposiblede representarenla intuición, demodoque,pesea quela incomunicabilidad entrelos dostipos de validezprohibequehayaalgo así como un conocimientoteóricodel principio moral, «debe haber unfindamento de la unidad entre lo suprasensible que está comofundamento de la naturaleza y éste que el concepto de libertad contiene en sentido práctico», vii op. cii?, Rin!, II, RA XX, unidad que puede pensarse mediantela Ideade lo suprasensiblecomoprincipio dela finalidad subjetivadela naturalezaparanuestrafacultadde conocer(ibii). 2 Vii op. cii? §60, A 260/8263. Vii KrV, A 816/8845;cfr. Rfl.n04904,XVIII, p. 25. ‘ Vii M. Savi, op. cii., p. 132: «Elproblemade las relaciones entre sentido comi~n yfllosofia debe por tanto volver a plantearse en el más amplio programade reforma de la metafisica que Kant concibe en función de la Bestimmung moral del hombre»; cfr. A. Philonenlco, Sireiten und Disputieren..., p. 225: «En la Crítica de la facultaddejuzgar la antinomia es trágica porque concierne, como se ha visto, no solamente al objeto, sino también al hombre. Si meditamos sobre esta expresión lógica de la antinomia del gusto, vemos que debe ser completada. Debemos suponer que el contenido es lo panicular y que la forma es lo universal.La antinomia del gusto es, por lo tanto, la puesta en cuestión de la relación de lo particular y de lo universa! En consecuencia su problema es el problema de la metafisica. De dónde se observa también cómo esta antinomia es específicade la razón humanafinita: para un entendimiento divino, para un entendimiento intuitivo, esta antinomia no tendría sentido, en la medida en que un entendimiento infinito pone el objeto, el contenido, lo particular al mismo tiempo en que se lo representa en la universalidad», 532 u u u U U u «[S]i se admiteal menosquenuestradeducciónva porel buencamino,aunqueno se haya hecho aún en todas sus panes bastante claridad, entoncesaparecen tres Ideas: primero, la de lo suprasensibleen general,sin otra determinación,como sustratode la naturaleza;segundo,la del • mismo comoprincipio de la finalidad subjetiva dela naturalezaparanuestrafacultad de conocer • tercero, la del mismo como Pnncirio de los fines de la libertad y principio de la concordanciade u éstaconla naturalezaen lo moral» U Demaneraqueel proyectode llevar a cabounadeducciónde la posibilidadde losjuicios u sintéticosapriori en las trescríticashadesembocadoenel aislamiento,en primer lugar, de una u Ideade lo suprasensibleen general,comosustratode la naturaleza;en segundolugar,de la idea de lo suprasensiblecomo principio de la finalidad subjetiva de la naturalezacon respectoa nuestroJuicio; en tercerlugar, de la ideade lo suprasensibleen cuantoprincipio de los fines de la libertad,a saber,la Ideade un reinode los fines y principio de detenninacióndel Bien supremo u originario,en el queconcordaránnaturalezay libertad.Podemosidentificar a la primeraconuna cierta enunciaciónde lo que la razónteóricapodíaafirmaren sentidonegativoacercade la cosa U en sí, así comoa la última con el enunciadode la posibilidad del Bien supremoen la tierra — U Bien supremoderivado—quela libertadmanda(gebietet)alcanzara todo serracional.Habráque estudiarde qué modo la segundaIdea, a saber, la concernientea la finalidad subjetivade la naturalezaparanuestrafacultad de conocer,venga a desempeflarla función de intermediario u entreuna estructurade moralidad,queproporcionala segundaCrítica, y lo que la Crítica de la razonpura dejóasentadoacercade un sustratointeligible de la naturaleza.El principio a priori U del Juicio ofreceuna referenciadeterminadade la raízcomúnde la escisiónde los usosde la • razón,por lo que no serápropiamenteni naturalezani libertad,aunquese encontraráconectado U conel fundamentode estaúltima,a saber,conel sustratosuprasensibleo la raízcomúnen la que • seencuentranvinculadosde un mododesconocidoy comúnlas facultadesteóricasy prácticade U la razón. Justamenteal carácterde esta mediaciónseráa lo queapuntela adjudicaciónde un U simbolismomoral ala belleza2,envirtud de la analogíade estructurasentreun modode validez U y un ejercicio de la reflexiónquelo es,al mismotiempo,de la síntesispensadaen el principio del • idealismo de la finalidad de la naturalezay en el sumo Bien, la cual explica la conexión • (Verknúpfung)entreambos.Este modo de tomar en consideracióna la belleza es un modo • posiblede pensarlopor partede un ser finito racional,apeladopor su razónpráctica, la cual le • encomiendala realizacióndeunaseriede deberes,pero no puedeidentificarsecon la naturaleza • intrínsecade lo bello. Másbien, lo queunaantinomiadel gustoha contribuidoa traera la luz es u queperteneceal gusto, comosu posibilidad más propia —queanunciael ordeninteligible de • cosasenquearraigalapeculiarnecesidadde susjuicios—,unamiradamásalláde uno mismo: U «Es lo inteligible hacia donde [.1 mira el gusto,en él concuerdannuestrasfacultadesde conocer superiores,y sin él se alzarían puras contradiccionesentre la naturalezade éstas, U comparadacon las pretensionesdel juicio del gusto.En estafacultad no se ve sometidoel Juicio, • como, por lo demás, en el enjuiciamiento empírico, a una heteronomiade las leyes de la u _____________ • ‘ Vii KU, §57, Obs. JI, A 242/8 245: «RAumtman[.1 unserer Deduktion wenigstens soviel ein, dafi sie aul dem • rechten Viege geschehe, wenn gleich noch nicht in alíen Stucken helí genuggemacht sei, so zeigen sich drei Ideen: • erstlichdesUbersinnlichen úberhaupt. ohne weitere Bestimmung als Substrats der Natur; zweitenseben desselben, als Prinz¡ps der subjelctiven Zweckmafi,gket der Naturfur unser Erkenntnisvermogen: duíttens eben desselben, als Prinzips der Zwecke der Freiheit und Pr¡nz¡ps der Ubereinstimmung derselbenmit jener un Sittlichen» - • 2 Vii KU, §59, A 254/8 258; cfr. F. Chiereghin,II problemadella libertá in Kant, p. 156, que, enuna apreciación U que serámuy valiosapara la última partede estecap. VI de nuestrotrabajo, sostendráque la bellezaapuntaa la • posibilidad de «un acto de libertad no separado y opuesto a la sensibilidad, sino operante en su interior y • susceptible de man0. La razón,pues,admitirá la reuniónde toda la perfecciónque nos sea cognoscibleen el inundo en unacausaúnica, en virtud de la satisfacciónsubjetivaqueproduceen el Juicio, a raíz de lo cual se anuncia —en un diálogo entabladopor Kant con su misma posición crítica semejanteal tono mantenidoen el apéndicefinal de la Dialéctica transcendentalde la primera Crítica4— una particular tarea crítica, con vistas a favorecerun mejor uso de la razón. La En lJberdasMifllingen...seconsideracondenadoal fracasoesteintentodeencontrarla intención final de Diosen el mundo,desdeel momentoenque la ley naturaly la ley de la libertadexigenprincipios enteramentedistintos,vii op. cit, VIII, p. 256, nota y p. 264. 2 La inteligenciahumanase reconoceincapaz,tras el sometimientoa la crítica,de penetrarla relaciónexistenteentre el mundo que conocemospor experienciay la sabiduríasupremaque lo ha creado, como señala(iber das Mifilingen..., VIII, p. 263. Como apuntaestaobra, si bien en referenciaexclusivaa la cuestióndel mal, debemos atenernosa lo quela ley moral manda,cuyascondicioneshabráqueasegurardesdeunadoctrinade los postuladosy la fe práctica, de modo que la interpretaciónque una razónpráctica imperativa concedea la creaciónpueda considerarsecomo la declaracióny la voz directa de Dios, mediantelo cual Éste da un sentido al texto de la naturaleza,vii op. cit, p. 264, En estesentido se integra la actitud de Job, queno se apoyamásque en una fe fundadaexclusivamenteen la moral, sin adentrarseen disquisicionesteóricas,de modo que sólo será auténticala interpretaciónque se atenga al conocimientodirecto de la voluntad del legislador, en este caso,de la moral en nosotros,vii op. ciÉ, pp.265-7. Vii KU Allg. Aiim. TeleoL, A 469/E 475-A 470/E 476: «1/ir schliefit aus der grofien Zweckmúfligkeitder Naturformenund ihrer VerhtriltnisseaufemeverstóndigeWeltursache;aberaufwelchenOrad diesesVerMandes? [...] aber íhr werdeteuchbescheiden,da]? diesesnur komparativfi»’ eure FassungskrafiBedeutungbat [...]Nun gelangtihr dadurchzukeinembestimmten,flir emeTheologietauglichen,Begr(ffeemesUrwesens;denndieserkann nur in demder Alíheil der mit einemVerstandevereinbanenVollkommenheitengefundenwerden,wozuauch blo]? empiríscheData gar nicht verbelfenkónnen [...]Nun kann maneszwar ganzwohl einrdumen,da]? ihr (da die Vernunfi nichtsGegrtmndetesdawiderni sagenhat) willlciirlich hinzusetzt:wo so viel Vollkommenheitangetroifen wird, mógeman wohl alíe Vollkommenheitin einereinzigenWeltursachevereinigtanne/imen,weil die Vernunfl-mir einemzo bestimmtenPrinzip, theoretisch¡mdpraktisch, besserzurechtkommtAber iii>’ konnt denn doc), diesen Begr~ des (Jrwesensnicht als von euch bewiesenauspreisen, da ihr iii,, nur mm Be/mf emesbessern Vernunfigebrauchsangenommenhabt». ~En el apanadode esecitado apéndiceconsagradoa la determinacióndel propósitofinal de la dialécticanaturalde la razónserecordarála enseñanzadelas antinomias,a saber,quetodaslas preguntasplanteadaspor la razónhande poderseresponderpor suspropiosmedios,pues,lejosde concernira la naturalezade las cosas,concerniránmásbien a la naturalezade la razóny su equipamiento,tareaquequedarádefinidamedianteun sucedersede preguntaspor 558 u e U e U • búsquedade los cimientosde la decisión crítica que autoriza a pensaren una Inteligencia U supremacomocausadel ordendel mundo solicitarámantenera la vista las condicionesde la • justificación de un uso analógico de las categoríasdel entendimientocon vistas a la • determinaciónde la causalidadde la voluntadhumanal,así comoa la determinaciónprácticade • Dios, en el que ya nos detuvimosen estemismo trabajo—remitimosnuevamenteal apartado • 13.5 del mismo—. De estamanerase permitíaa nuestroentendimientoprocedera la atribución de la cualidadde primer motor a un Sersupremomediantela categoríade causalidad,si bien atendiendosiempre,no a la detenninaciónpositiva del mismo, sino a la relación que ese Ser • pudieratenercon el mundo,elaborandoasí unasuerte de lenguajeen el límite de la razón,del • que constituyeel ejemplomás acabadoel antropomorfismosimbólico de la conclusiónde los Prolegómenos.En el momentode la terceraCrítica en el que nosencontramos,unaObservación generala la teleología indicará que los conceptospuros del entendimientono nos permiten U conocernadaen propiedadde lo suprasensible,perosi estaránen condicionesde declinarun útil lenguajedel y enel límite de la razón,cuyo contenidoserestrinjaa determinarla relaciónque el fundamentode la ordenacióndel mundomantienecon el conjuntode los fenómenos,de suerte • 2que un procederanalógico le ahorre las molestias representadaspor la intuición Pero una • teleologíamoral seocuparáde corregir los erroresy subsanarlas faltasde la teleologíafísica. llegandoa fundar una teología moral, queproporcionarálas condicionesnecesariasy exigibles para que una teología puedasostenerse,suministrandoun conceptodeterminadode la causa U supremacomocausadel mundosegúnleyesmorales3,desuenequenuestrarazónpuedaavanzar U desdela moral a la teologíamoral, y de la moral a la religión, comobien anunciabael primer • prólogode la Religióndentrode los límitesde la merarazón. Si biensedijo desdeel principio de • la presentaciónde la razónprácticay sulenguajeformal que la libertadera una propiedadde la U voluntadde los seresracionales,de la que quedabanexcluidos,en principio, tanto la divinidad U comola ciegamateria,ello no excluíaque,en virtud de unafinitud atribuiblea lascircunstancias u y a la limitación intrínsecade la voluntad de desearhumana,necesitemosrepresentamoslas U garantíasdel éxito de nuestrasacciones4.Deahí el quela proposiciónqueconvierteal sumoBien U en el mundoen un fin final tuvieraque sernecesariamenteunaproposiciónsintética—en cuya U partedeKant —muy semejanteal pasajecitadoarriba—, dondeseterminarádefendiendoel caracterdeobjetoen la • Ideaparacaracterizaral Sersupremodistintodel mundo,vd.KrV, A 695/E723-A702/E730. • ‘Acercadel usode la causalidadparaladeterminaciónde la actuacióndeunavoluntadpura vii KprV, A 84-87 y A • 94-100;parala exposiciónde lascategoríasdelibertadvii op. ciÉ, A 114-8 2 Un pasajede la Allg. Anm. Teleol. en la KU recogemagnificamenteestegesto al que se autorizaal pensar analógico,vii A 474/E 480: «[C]uando piensoun ser suprasensiblecomoprimer motor, por tanto, mediantela categoríade lacausalidad,en consideraciónde esamismadeterminacióndel mundo(el movimientode lamateria), U entoncesno tengoquepensareseser ensitio algunodelespacio,ni tampocotengoquepensarloexterno;esmás: no • tengoderechoa pensarloenel tiempoy encoexistenciacon otros.Así, pues,no tengodeterminacionesalgunasque • pudieran hacermecomprensiblela condición de la posibilidad del movimientomedianteese ser como base. Consiguientemente,no le conozcoen lo másmínimo,porsí, medianteelpredicadode la causa(comomotor), sino quesólo tengola representaciónde algoqueencierra la basede losmovimientosen elmundo,y la relación de esa • base con aquelser, como su causa, deja totalmentevacío el concepto de éste, puestoque esa relación no me U proporciona,por lo demás,nadaquepertenezcaa la constituciónde la cosaqueescausaElmotivo de ello esque, • conpredicadosqueno encuentransuobjetomásque enel mundode lossentidos,puedo,bien,pasara la existencia de algo quedebecontenerel fundamentode esemundo,pero no puedopasara la determínacionde su concepto comosersuprasensible,pueseseconceptorepele todosesospredicados»;cfr. loa ciÉ, A 475/E481-A476/E482: U «Yasíocurretambiéncontodaslascategorías,quenopuedentenersignfficaciónalgunaparael conocimientoenel • sentidoteóricosi nosonaplicadasa objetosdeexperienciaposible». Vii op. ciÉ, §86,A410/B415;cfr.tlberdenOebrauch...,VIII, pp. 182-3. Vii 7kPr, VIII, p. 279, nota;Reí,Pról., 1V-OC y IX, nota. u u 559 U u u U u U síntesisreconocimosen VI.1.5.2. una analogíacon la pensadaen los juicios de belleza—, introducidapor la misma moral y su nociónde deber1. Pesea las lógicas reticenciasque una razón crítica puedaoponeral señalamientode un ser supremocomo sustentoontológico del trabajomoral de los hombres,la doble legislaciónde la razóny el primadode la razónpráctica que ha establecidoprecisamenteuna Crítica de la razón no pueden sino reconocer que únicamentela moral podráservir de cauceparala religión, en la medidaen que la convicción prácticade la existenciade un Sersupremoprocederáde las Ideasmoralescon una convicción profunda—no envanoestudiadaen las partesmetodológícasde la primeray la terceracríticas—, que habrá que distinguir categóricamentede la coacción (Zwang) y la sumisión forzada (abgenéitigte Unterwerfungí. El primer motivo digno de atención que conduzca al ánimo hwnanohastala presuposicióncon fines prácticosde la existenciade un Sersupremopartirá de aquellas experienciasen las que sentimos, ante el espectáculode una bella naturaleza,la necesidadde mostrarnuestroagradecimiento(Dankbarkeit) por ello, del mismo modo que la necesidadde pensarque hemos obedecidoa un soberano,y en las que experimentamosla humildadde no poderacallar la voz de la concienciamoral en nuestrointerior, de modoque los tres ejemplosden noticiade una disposiciónpropiadel hombreparael deber,lacual impulsa,al mismo tiempo que a sucumplimiento,a proyectarla presuposiciónde un Objeto elevadoa la medidade lo mandadoporaquelladisposiciónsubjetiva3. Si la perspectivateóricaacercade la necesariapresuposición de la existencia de un Ser supremo debía contentarsecon la Vii KU, §91. A 455/E461; cfr. op. ciÉ, §87, A 418-9/E 423: «La leymoraL comocondiciónracionalformaldel usode nuestralibertad, nosobligapor sísolg conindependenciade cualquierfin, comocondiciónmaterial; pero nosdeterminaigualmente,yademása prioú unfinfinal, obligándonosa alcanzarlo:y ésteesel sumoBienposible por libertaden la tierra». El enfrentamientoconel predeterminismojustifica el hechode queen algunospasajesde Reí.y del OP. Kant animea considerarlos mandatosdela ley moralcomo si setratarade mandatosdivinos,puesen Dios no hay sucesióntemporal, lo quedisolveríael principal escollopropuestoa la moral por esemodode pensar, que amenazaconarrebatara nuestropoderlas accioneslibres; vii Reí.,1, p. 58, nota; cft. KprV, A 171-4 y A 180-1; cfr. KrV, A 813/E841. 2 v~ KU. Allg. Aiim. TeleoL, A 472/E 477-8: «[SJi el alto aprecio por la ley moral no representadel todo libremente,segúnpreceptodenuestrapropia razón, elfin final de nuestradeterminación,admitiremosen nuestros puntosdevistamoralesuna causaqueconcuerdeconély consu realización, llenosde la verdaderaveneraciónque sedistinguetotalmentedel miedopatológico,y nossometeremosvoluntariamente»;cfr. op. ciÉ, §87, A 420/E425: «Estaprueba,quesepuedefácilmenteacomodaren la formade la precisiónlógica, no quiere decir quesea tan necesarioadmitir la existenciadeDios comoreconocerla validezde la leymoral;pues,de otra manera, el que no pudieraconvencersede la primerapodríajuzgarsedesligadode lasobligacionesqueimponela segunda.¡No! Sólo lapersecucióndelfin final quehayquerealizarenelmundopormediode laaplicacióndela leymoral[...]debería entoncessersuprimida. Todoserracionaldebería, sinembargo,seguir reconociéndoseestrechamenteligadopor el preceptode la moralidad,pueslas leyesde éstasonformalesy mandanincondicionalmente,sin referenciaafines (comomateriadela voluntad).Perola exigenciadelfinfinal, tal comola prescribela razónprácticaa losseresdel mundo,esunfinirresistible,puestoen los seresdel mundopor su naturaleza(comoseresfinitos),fin quela razón quieresometersólo a la leymoral, como condición inviolable, universalizarlosegúnella; y, ast la razónhacede la búsquedade la felicidad, en concordanciacon la moralidad, el fin final Ahora bien, la ley moral nosordena perseguirestefin final en cuanto ello estéen nuestrafacultad(cosa que se refiere a los seresdel mundo), el resultadoque tenga eseesfuerzopuedeser el quequiera. El cumplimientodel deber consisteen la formade la voluntadhonestay no enlosmediosdeotro». La Bedifrfnismoral purade la existenciadeun Serque,al menossegúnnuestrarepresentación,favorecela moraly la realizaciónde sufin, hallarásuorigenen «la disposiciónmoral(moralischeAnlage)ennosotros,comoprunc¡~io subjetivopara no contentarse,en la consideracióndel mundo, con la finalidad de éste, mediantelas causas naturales,sino someterel mundo a una causasupremaquedomina la naturalezasegúnprincipios morales»,vii KIJ, §86, A 413/E 417, nota, apelaciónde la razónqueno podemosdesconocer(verkennen).«Si bien el temor ha podidoproducirprimero dioses(demonios),la razón, en cambio,por mediode susprincipios morales,hapodido producir laprimerael conceptode Dios»,vii loc. cit., A 413/E418. 560 U u U U U • presuposiciónregulativade un entendimientosupremoordenadordel mundo,habráotro puntode U vista, aún másnecesario,a saber,el práctico,que autorizaráa pensarenesaCausasuprema«no U sólo comoInteligenciay legisladoraparala naturaleza,sino tambiéncomojefe legislador en un • reino moral de losfines»’. De suerteque,pormediode unaanalogíaconnuestroentendimiento, • cuyo procedertécnicosíconocemos,estaremosautorizadosa presuponerun sersuprasensible,no • con el propósitode ampliarnuestrafalta total de conocimientoacercadel mismo,sinoen cuanto • jefe legisladorde un reino de los fines que garanticeun propósitomoralmentenecesario,en su totalidadinejecutable(unausfi¿hrbar)paraseressensibles.Así pues,la teleologíafisica preparará la presuposicióny lacomprensióndeunfinfinal de la creación(Schópfung)haciendosensiblela necesidady exigenciade unaTeología(dasBedñrfniseiner Theologiefñhlbarmachen)2.Éstees el único caucepor el que el ánimo humanopuedecomprenderla necesidadde introducir una teología(moral)conel fin de mantenerla consistenciadel sistema—las leyesmoraleshande ser cumplidaspor el hombrey, enesamedida,debencontarcon unefectoobservableen el mundo—, de maneraqueuna feliz proporcióny colaboraciónentremediosconceptualesteóricosy prácticos U habilitaráunaético-teología.Conla esperanzade concretarmejorla mediaciónque la teologíaen U sentidoprácticoproponeentrela esferade la naturalezay la esferade la libertad,Kant observará en el §87 que la teleologíamoral seencuentraenlazada,por un lado, con la nomotétícade la libertad, por el otro, con la de la naturaleza3.La primera no tendránecesidadalguna de la U existenciade una causa inteligible, en la medida en que puede explicar su organización suficientementemediantela finalidad interna, tampoco la moral —en sentido doctrinal, no • ascético—requeriráde la teologíapara sostenersea si misma, pero la teleología moral nos U concierneen cuantoque seresmundanos,tematizandoal mismo tiempo la relaciónde nuestra • libertadcon el sistemade los fines naturalesy con la esperanzade poderrealizarel fin final que U la ley de la libertadnos manda.De modo que, si bien la representaciónen clave subjetivo- U prácticade la Ideade un legisladordivino, omnipotentey justo,no podráfundaralgoasí comoel U deber—setrataríaentoncesde unanadacrítica ética teológica—,sí serviráparagarantizarla U posibilidad del fin final en un sistemade fmes, que no será solamenteel hombrebajo leyes u morales4,sino tambiénel objeto total —cl sumo Bien— que éste puede traer al mundo5, • formandoasípartede lo pensadoenunafepráctica. Éstaconstituiráno tantoun actus comoun u habitus,y en esamedidaalimentarála confianza(Vertrauen)en la consecuciónde un fin, al que • es deber tender, pero cuya posibilidad el uso especulativo de la razón desconoce • inevitablemente6.Así comoel Juicio reflexionanteteórico sólo podíapensarcomo un concepto u en el limite de la razónla existenciade unacausainteligentedel mundo, el Juicio retiexionante • prácticamentedeterminadoalcanzaráajustificar la suposiciónde esamisma causamedianteel • conceptode fin final, hilo conductordel contenido de la Idea de una destinaciónmoral del U hombre,de maneraque seaesanoción la encargadade habilitar el tránsito del plano de lo • sensibleal de lo suprasensible,proporcionandorazonesde pesoparala admisiónde unaprueba moral de la existenciadeDios —válidaen clavepráctico-subjetiva—,la únicacuyavalidezpara U u • ‘ Vii KU, §86. A 409/E413-4. Acerca del estatutodel ser finito racionalcornomiembro(Glied) de un reino de los u fines(ReichderZwecke),vdGMS, BA ~ u >Viiop.cíÉ,§87,A415/E420. • ~Vii op. ciÉ, loc ciÉ, A 416/E421. U ‘Nos permitimosremitir en estepuntoa las consideracionesqueen estemismotrabajo serecogieronen tomo a la • doctrinade lospostuladosy a surelaciónconla libertaddeun ser lábil comoel hombre,en IV.4. 6 ~ KU, §92,A466/B462. U • 561 U U u U U U el Juicio puedereconocerlaRazónsegúnconceptosprácticos1.El trazadode estaampliación de la moralidaddesdeel pasotranscendente(Úberschritt) que seha dadohacia la teología,por lo que respectaa la realizaciónde los fines de la primera, no podrádesdeciren modo alguno el trabajoganadopor la autonomíaen tanto que principio supremode la moralidad,sinoque más bien defenderáuna propuestade tránsito de lo sensiblea lo suprasensibleconciliadoracon la historiadel problemamentadopor la metafisica.No en vanoun texto de ejerciciohermenéutico como el escrito sobre los progresosde la metafisicadesdelos tiempos de Leibniz y Wolff representael texto kantianodondequizáspuedaobservarsede un modomásclarola viabilidad de estepasotranscendente.De nuevoun ejemploconcernienteal consecuenteSpinozaservirápara ponerde manifiestola magníficaperspectivaqueel hombrehonradopierdeen surechazode la ético-teologíay dela consolacióndeunadoctrinadelos postulados: «Podemos,pues,suponerun hombrerecto(como, verbigracia,Spinoza),que se encuentra firmementeconvencidodequeno hayDios ni vida futura(yaque,en consideracióndel objeto de la moralidad, va a parar a la misma consecuencia).¿Cómova a enjuiciar su propia e interior determinaciónfinal por medio de la ley moral, que él, con su actividad, reverencia?Por el cumplimientode esaley no pide él provechoalguno parasí, ni en este ni en otro mundo; sólo desinteresadamentequiere fundar el bien, para lo cual esasanta ley da la dirección a todas sus fuerzas. Pero su esfuerzoes limitado, y si bien puedeesperarde la naturaleza,de cuando en cuando,un concursocasual,no puedeesperarnuncaque se realiceunaconcordancialegaly según reglasconstantes(como son y debenser interiormentesus máximas),con el fin que se siente obligadoy empujado,sin embargo,a realizar.El engaño,laviolenciay la envidiaandaránsiempre a sualrededor,aunqueél mismo searecto, pacífico y benévolo.Y los otroshombresjustosqueél encuentraademásfuerade sí mismo estarán,sin embargo,sin que se considerecuándignossonde serfelices,sometidospor lanaturaleza,queno se preocupade eso,a todoslosmalesde la miseria, delasenfermedades,deunamuerteprematura,exactamentecomo losdemásanimalesdela tierra, y lo seguiránestandohastaquela tierraprofundalosalberguea todos(rectoso no, queeso,aqui, es igual) y losvuelvaa sumir, a ellos, quepodiancreerser el fin final dela creación,en el abismodel caosinformedela materiadedondefueron sacados»2. 1 v~ KU, §88, A 427-8/8 433: «Estono esaún concluir de la teleologíamoral a una teología, es decir, a la existenciade un creadormoral del mundo,sino sólo a un fin final de la creación, que es determinadode esa maneraAhora bien, queparaesacreación,es decir, parala existenciade las cosasconformementea un fin final, debaseradmitido, primero,un ser inteligente;segundo,un ser, no sólo inteligente(comoello esnecesariopara la posibilidad de las cosasde la naturalezaque nos vimosobligadosa juzgar como fines), sino, al mismo tiempo, moral, comocreadordelmundo,por tanto, un Dios, esoesuna segundaconclusiónqueestáconstituidade tal modo que seveque seha traído a colación sóloparaelJuicio, segúnconceptosde la razónprácticay, comotal, para el Juicio reflexionantey noparael determinante». 2 Vii op. ciÉ, §87, A 422/8427-A423/E428: «Mr kOnnenalso einenrechtschaffenenMann (wie etwadenSpinoza) annehmen,der sichfestuberrede¡hált: es sei Icein Gott, und (weil es in AnsehungdesObjektsderMoralitñt auf einerleiFolge hinausl¿iufi)auchkeinldinftigesLeben;wiewird er seineeigene innereZweckbestimmungdurch das moralischeGesetz,welcheser tc2tigverehrt, beurteilen?Er verlangtvonBefolgungdesselbenftirsic/ukeinen Vorteil, wederin diesernoch in einer andern Welt; uneigenn¡itzigwill er vielmehrnur dasCutest; cfr. 3. de Graniont,op. cit., pp. 91- 2. u 3Vd.KU,§23,A75/876. U Acercade la anterioridadfenomenológicade lo sublimeconrespectoa lo bello vi E. Escoubas,op. ciÉ, p. 39 y F. u Proust,op. ciÉ, p. 158. Vi E. Escoubas,op. ciÉ, pp. 43-6. e • 577 u e u e e e espectadorexperimentael sentimiento de impotencia (Ohnmacht) de su imaginación para presentarla Ideadeltodo, de modoque la facultadde las imágenesalcanceel máximode lo que su comprehensiónpuedey termineabismándoseen sí misma. La experienciaque la imaginación sufreenvirtud del choqueque suponela entradadel peregrinopor primeravez en la iglesia de San Pedrode Romao la primeramiradalanzadaporel viajero a las pirámidesde Egipto no se repetirájamás’,y el recuerdode las mismaspuedeidentificarseconelestupor(Bestt¿rzung)o con laespeciedeperplejidad(Verlegenheií)sentidolaprimeravezen que sealcanzófugazmenteuna impresiónoriginariade ellas. Entoncesno contábamosaún con una detenninaciónintuitiva de sus dimensiones,sino que apresábamosapenase] instantefrágil de una concienciaa] bordedel entusiasmo,pero de la que sabíamosque seguramentecon el pasodel tiempo dejadapasoal reconocimientode lo bello. En la fugacidadde eseinstanteharemosexperienciade algoasícomo la franquía(Offenheit)de lo que hay2,a saber,la condiciónsupremaque brindala manifestación de lascosas,comoobjetosy formasbellas,a la que tendremosaccesoúnicamentea raízde una radicalidadfenomenológica,pues,que no puedesino forzar al máximo nuestrasfacultadesde conocer,y generarimportantesconsecuenciasen el conocimientode ciertas infraestructuras sensiblesdenuestroánimo. 1) Pensarla libertad en su matriz estética: la imposiblesíntesisde la nada como hilo conductor de la man~festaciónde la imaginación comofacultad tematizadorade la diferenciaontológicaen sentidokantiano. Recogemosahorael testigode lo queanunciamosal principio de esteapartadoconclusivo de nuestrotrabajo,asaber,la tareade partirdel estudiodel lugarquela imaginacióndetentaen la ontologiakantiana,entantoqueauténticocorazónde constituciónde la objetividad, conel fin de averiguarsi albergarealmenteunavirtualidad,ocultaparael Juicio determinante,paratransitar de lo sensiblea lo inteligible. A esterespectoespecialmentela primeraversiónde la deducción transcendentalde las categoriasevidenció cómo la imaginaciónllevabatoda la cargade la demostraciónde la unidadde sensibilidady entendimiento,de intuición y conceptoen la síntesis veritativa, debiendomediarasí entrela sinopsisde la sensibilidady la unidadde la apercepción originaria,proporcionando«cohesiónesencialy estructural»3al conocimiento.Incluso podemos afirmar que, a pesarde su sometimientoa la guíay determinaciónde la síntesisintelectualen la segundaversiónde la prueba,la imaginación,en cuantofacultaddondese forjan los esquemas Vd ¡unto con este conflicto subjetivo-reflexivo aquél que separa a la • imaginacióny al tiempo . La comprehensióndela imaginaciónpara la unidadde la medida(che U Komprehensionder Eínbildungskraftzur Einheit desMajies), la cual en su propia definición • excluyela síntesissucesivade las magnitudes,conduciráaesano-imagende la Nadaparala que • ya no valen los números: «En la estimación lógica de las magnitudes,la imposibilidad de alcanzarla absoluta totalidadpor medio de laprogresiónde la medidade las cosasdel mundosensibleen el tiempoy el u espaciofue conocidacomo objetiva, es decir, comouna imposibilidaddepensarlo infinito como U totalmentedado,y no como meramentesubjetiva, es decir, como incapacidadde aprehenderlo, • porqueaqui no se atiendeparanadaal gradode comprensiónen una intuición como medida,sino quetododependedeun conceptodenúmero;peroen unaestimaciónestéticade las magnitudes,el O conceptode númerotiene que desaparecero ser cambiado,y la comprensiónde la imaginación • para la unidad de la medida(por lo tanto, con exclusión del conceptode una ley de sucesiva U produccióndelosconceptosenmagnitudes)espor si solaconforme afin»2 U En efecto,encontraremosejemplosde lo sublimematemáticode la naturalezaen la mera U intuición en aquellascosasque dana la imaginación,no un conceptoenormementegrandede • número,sino queobligan a transgredirestemodo de estimaciónen direccióna la aprehensión U meramenteestéticade unagranunidadde medida.Algo propiode lo sublime-dinámicopodráya ser apuntado,a saber,que el retorno en clave fenomenológicahaciael marco ontológico más remotopara la imaginación,el último registro de sentidodesdeel queéstapuedeimpulsar su u propio ejercicio —procedimientoparalelo a un progresoconstantehacia unidades cadavezu mayores, facilitado por la división sistemáticadel edificio del mundo— desembocaráen elu espectáculode unanaturalezaquedesaparece(verschwindet)frentea las Ideasde la razón. Pero u estaconclusiónsólo seráposible si tiene lugar la siguienteconexiónentre la facultad de las u imágenesy la facultaddelas Ideas: u «Ahorabien, el ánimo oye en si la voz de la razón,queen todaslas magnitudesdadas, • incluso en aquéllasque, aunqueno puedannuncaser totalmenteaprehendidas,son, sin embargo • (en la representaciónsensible)enjuiciadascomo totalmentedadas,exige totalidad, y, por tanto, • comprensiónen una intuición, pide unaexposiciónparatodosaquellosmiembrosde unaseriede númerosen progresióncreciente,e inclusono exceptúade esaexigencia lo infinito (espacioy u superatoda medidade lossentidos»;cf’. op. cit, §26, A 91/li 92: «Lo infinito, empero,esabsolutamente(no sólo comparativamente)grande.Comparadocon él, todo lo otro (magnitudesde la mismaespecie)espequeño.Pero U (estoeslo másimportante)elpodersolamentepensarlocomoun tododenotaunafacultaddel espírituquesupera • todamedidadelossentidos,puesparaello serianecesariauna comprensiónqueof’ecieracomounidaduna medida • que estuvieracon el infinito en una relación determinadaindicable en números,lo cual es imposible.Pero, sin embargo,parapodersólopensarel infinito dadosin contradicción,seexigeenel espírituhumanounafacultadque • seaella mismasuprasensible». U ‘ Vd op. cii?, §26,A 86/887. 2 Vd KU, §27, A 99/li 100-A 100/8 101: «In der logischenOrtfienschctitzungwurdedie Unmogl¡chke¡t,durch den • ProgressusderMessungderfinge der Sinnenweltin ZeitundRaumjemalszurabsolutenTotalit¿it ni gelangen,flir objektív,di. emeUnmñglichkeit,dasUnendlichealsblofi gegebenni denken,undnicht alsblofi subjektiv, di? als • (invermógen,es zu fassen,erkannt:weil da aufdenOrad der Zusammenfassungin emeAnschauung,alsMafl. gar • nicht gesehenwird, sonden>alíesaufeinenZahlbegruffankommi?Allein in einer?.5sthetischenGrofienschútzungmu]? • der Zahlbegr¡ffwegfallenoder verdndertwerden, und che Komprehensionder Einbildungskrafl zur Einheit des • Mafies(mithinmit Vermeidungder Begriffe voneinemGesetzeder sukzessivenErzeugungder Grófienbegriffe». U u 585 u u U u U u tiempopasado),sino quehastahaceinevitable el pensarlo(en el juicio de la razóncomún) como totalmente(segúnsutotalidad)dado»’. Creemosque, unavez alcanzadoestepunto de la exposición,es posibleconsiderarlos parágrafosde laanalíticade lo sublimeconsagradosa lo sublime-matemáticocomounaimplícita y latenterepeticiónde la Estéticatranscendentalde la primera Crítica1 La mismadefiniciónde lo sublime-matemáticohacenecesariala introducciónde la exposiciónde la forma espacio,cuya magnitud absoluta exige, al mismo tiempo, una interrupción del flujo del tiempo, de su transcurrir. La imagenelegidade la primeravisita de la Iglesia de SanPedro de Roma subraya que el efectosublime sólo podrátenerlugar en eseprimer encuentrocon la majestuosidaddel edificio —tras lo cual, previsiblemente,el ánimo puedareconoceren la construcciónmomentos de bellezalibre—, asícomocuandoel espectadorolvida el tiemponecesarioparael acercamiento a aquél. Sin embargo,lo que podrá resultar enormementeinteresantepara el ánimo es la detenciónde un instantede aprehensiónmáxima sin tiempo, dondeunas magnitudesa duras penasmensurablesseconvienenen signode lo inconmensurable,produciendounaemociónque ningunaestimacióno evaluaciónmatemáticade lasmagnitudesestaráen condicionesde suscitar3 Pues,si estádemasiadocerca,el ojo requerirácierto tiempo paraacabarla aprehensión desdela basehastala cúpula,de suertequelas primerasaprehensionesvayan descolgándosedel esfuerzosintéticoantesde quelas últimas hayanpodidosercaptadas,y así la comprehensiónno llegaráa ser nuncacompleta4.De suerteque una magnitudespacialdevieneel emblemade la magnitudabsoluta,o si se prefiere,la percepciónde un espacioabsolutamentegrande,parauna estimaciónestética,esquematizaa un infinito que sólo puedeseñalaren direccióna la razón. A partir de este punto podría procederse—contamoscon numerososejemplos de la literatura académicaactual sobreKant queapuntanen estadirección—adesarrollardesdela analíticade lo sublimetodo un lenguaje—con unafonética,sintaxisy semánticapropios—estéticoqueviniera a erigirse en una suenede lenguajede Dios. Pero si recordamosaquelloque nos ocupóen el apanadoVI.1.5.2 de estetrabajo,el pensamientokantianono admitemáslenguajeque aquelcon que los hombresrenuevany celebranla esenciacomún de su mismarazón, de suerteque la reflexióny la normaideal del sentidocomúndevenganlos únicostranscendentalessubjetivosde un estudiocritico de la Razón humana.Una vez realizadaesta necesariapuntualización,que distancia nuestra propuesta de lectura de algunos excesosa los que todo estudio de la imaginaciónestáexpuesto,creemosque, másque engolfamosen un análisisde aquello que la experienciano puededevolvemos,ni por la más remotaanalogía,a saber,la traducciónanti- Vd. Xli!, §26, A 90/li 91-A 91/B 92: «Nunaher hort dasGemutin sich aufdie Stimmeder Vernunfl,welcheni alíen gegebenenGrófien, selbstdenen,die zwar niemalsganzaugefafitwerden Icónnen,gleichwohlaher (in der sinnlichen Vorstellung) als ganzgegeben beurteilt werden, Totalitat fordert, mit/un Zusammenfassungin eme Anschauung,undftir alíe jeneGlieder einerfortschreitend-wachsendenZahireiheDarstellungverlangt, undselbst das Unendliche (Raumund verflosseneZeit) von dieser Forderungnicht ausnimmt, vielmehr es unvermeidlich macht,sichdasselbe(in dem Urteile dergemeinenVernunfl) alsganz(seinerTotalitút nach)gegebenni denken». 2 Nos apoyaremosa esterespectoen las consideracionesde O. Chédin .—vd op. cit., p. 261s.—,en cuyaobra lo sublime-matemáticoesconsideradocomoun avancehaciael «focoestéticooriginario de la estéticatranscendental», caminopor el que, segúnesteautor, podría encontrarseel origen estéticode una sensibilidadpura, antesde su institucióntranscendental,de modoqueel espacio,en tantoque formapuraa priori de la intuición, y en cuantotal, insensible,devendríasensibleen lo sublime;vd. op. cii?, p. 262; cfi. J. Moreau, fin problématiquekantienne,p. 38: «El espacio,forma a priori del sentidoexterno,traducea la concienciadel sujetofinito su relacióncon el infinito quele rebasa; el tiempo,formaa priori del sentidointerno, marcasurelación conla infinitud dela tarea que esta condiciónle impone»;cf’. E. Escoubas,Imagomundí,p. 46. Vd KU, §26, A 85/li 86-A 86/887. Vd. op. cii?, §26, A 87/li 88. 586 u e U U u U finitista y —digámoslocon piedad—casi visionariade las formas purasde la intuición en datos • sensibles,la analítica de lo sublimebien mereceque reparemosen la resistenciaque el ojo • humanooponeen el Augenscheinal transcurrirdel tiempo,dandolugara unasuspensiónde éste, • de la que dabuenacuentael siguientepasajekantiano: u «Medir un espacio(comoaprehensión)es, al mismo tiempo, describirlo, y, por tanto,es U un movimientoobjetivo en la imaginacióny una progresión(progressus);la comprensiónde la U pluralidaden la unidad,no del pensamiento,sino de la intuición, por tanto,de lo sucesivamente • aprehendidoen un momento,es, por lo contrario, una regresión(regressus)queanulaa su vez la u condiciónde tiempoen la progresiónde la imaginacióny haceintuible la simultaneidad.Es, pues • (puestoque la sucesióntemporales una condición del sentido interno y de toda intuición), un movimientosubjetivode la imaginación,medianteel cual éstahaceal sentidointerno unaviolencia u quedebesertanto másnotablecuantomayorseael quantumquela imaginacióncomprendeenunau intuición. Así pues,el esfuerzode recibir enuna intuición únicaunamedidaparamagnitudesque • exija para aprehenderseun tiempo notablees una especiede representaciónque, considerada • subjetivamente,es contraria a fin, pero objetivamentees necesariapara la estimaciónde las magnitudes,y, por tanto, conforme a fin; en lo cual, sin embargo,esamisma violencia que ha sufrido el sujeto mediante la imaginación es enjuiciada como conforme a fin para la total U determinacióndel ánimo»’, u u Así, cuandonuestroánimoretiene la magnitudabsoluta.del espacio—un maximumde la u aprehensiónparala imaginación—en unaúnica intuición estética,a la queesextrañotodofluir y u transcurrir—el minimum de la imaginación—,experimentalo infinito en un solo instante,lo que • setraduceen unaviolenciaejercidasobreel sentido interno,que, al mismotiempo,abreun gran • quantumde percepción—yano estético,sino racional—que le proporcionaun grancontento.En • estesentidonosparecequela experienciade llevar a la imaginaciónhastael limite de lo que es • capazde comprehender,en lugar de remitir a un entendimientoarquetipo y a una intuición • intelectual,proponeun modeloposible—el de una exposiciónnegativa—por el que el ánimo advierte la presenciade una infraestructurapara la moralidad en él. En el fenómeno del • regressus,el ánimo pierde el saberde sí que habilita el hilo conductordel tiempo, ahora • suspendidoy retenido,nadamásque el espaciode tiempo—cuyotranscurrirno podrámedirse— • que tardeen despertarse(erwecken)estéticamentela disposiciónmoral en él, lo que vendráa u constituir la condiciónestéticanecesariaparaque seproduzcaunanuevamanifestaciónde lalibertad en el senoestético,esta vez como sacr¼cio(Aufopferung) y no comojuego entre facultades.Perounavez que la libertadha obtenidoesaratificaciónsensible,el ánimo volveráa sentirel transcurrirel tiempoenél, estavezinclusoconmásfuerzay vitalidadqueantes2.En ese U ______________ • ‘¡41. KU, §27, A 98/li 99-A 99/8 100: «MessungemesRaums(als Auffassung)ist nigleichBeschreibungdesselben, U mithinobjektiveBewegungin der Einbildungunáein Progressus;die Zusammenfassungder Vielheit in die Einheit, • nicht desGedankens,sonden>der Anschauung,mithin desSulczessiv-aufgefafltenin einenAugenblick,ist dagegen • ein Regressus,der die Zeitbedingungim Progressusder Einbildungskrafl wieder aujheb4 unddas Zugleichsein anschaulichmac/it. Sie ist also (da die ZeijfolgeemeBedingungdesínnern SinnesundeinerAnschauungist) eme subjektiveRewegungder Einbildungskrafi,wodurchsie dem innern SinneGewaltantul, die destomerklichersein U mu]?, je grojler dasQuantumist, welchesdie Einbildungskraftin emeAnschauungzusammenfa]?t.Die Restrebung • also, en;Ma]?fin Grá%Benin emeeinzelneAnschauungaufzunehmen,welchesaufzufassenmerklicheZeiterfordert, • ¡st eme Vorstellungsart, welche, subjektiv betrachtet, zweckwidrig, objektiv aber, als zur Gr4Benschdtning erforderlich, mithin zweclcmÉiflig ist: wobei aber doc)> eben dieselbe Gewal4 die dem Subjekte durch die Emnbildungskraflwiderftihrt,frr dic ganzeBestimmungdesGemútsalszweclanqfiigbeurteiltwird»; cf’. losvaliosos U comentariosdeJ. Rogocinskya estepasajeenop. cii?, pp. 191-3. • 2 Vd. KU, §23, A 74/li 75; cf’. las observacionesdeE. Proustacercade estaaprehensióndel tiempocomo comienzo • enlo sublime,vd op. cii?, cap. 111, Pp. 79-109;cf’. 1. deGramont,op. cit., p. 124: «Sihayuna intuición kantianadel • tiempopuro, es en estemomentodondehay quebuscarla: no en la imaginaciónde la eternidado en el imposibe U • 587 u U U e u U tiempoqueseretieney, mástarde,se libera, nuestroánimotendrála sensaciónde asistira algo así como el origen o al nacimiento del mundo —dando lugar a una novedosa lectura cosmológica—-,del tiempoy de sumismaconstitucióncomosujeto, una contemplaciónque, en virtud de su originariedad,no puededejarde producir violenciaen la subjetividad,de modo que unaoscilaciónde rechazo(Abs/o/den)y de atracción(Anziehen)nosvincule a los objetos que la hacenposible.Al ánimo,y precisamenteaun ánimoapeladopor la libertad—comodemuestrala libertaddeljuego—,ha de interesarleinevitablementeel poderdescubriry hacerexperienciade estaNada, que, lejos de constituir un accesoal espíritu visionario y a la muerte de la filosofia, nos parececonvertirseen la auténticaclave de una Introduccióna la metafisicakantiana.Lo visionario (schwdrmerisch)radicaen la pretensiónde ver algo másallá de las condicionesde la sensibilidad,algo asícomoun soñarsegúnprincipios y un delirio (Rasen)de la razón1.Nadamas lejos del estadosublimede la imaginación,la cual quieresabery experimentarpor sí mismala verdadde la razón,asaber,quemásallá de las determinacionessensiblesy temporalesno puede ver nada, precisamenteparasacriticarsea favorde esafacultadde la quecon unplacer negativo seconvierteen instrumento(Werkzeug).Nosinteresaasí la descripciónkantianadela posibilidad de la imposibilidadde la síntesisspeciosa,no con el propósito de ampliar ilegítimamentelas condiciones de nuestro conocer, sino más bien para habilitar un tránsito posible entre lo condicionadoy lo incondicionadoque tiene lugaren la facultadmásrepresentativade la finitud humana.Sin dudaalgunaque la distanciaentrela experienciasublime y su uso visionario es corta, especialmentecuandosetransgredesu estatutomeramentereflexionante,encerrandola fugazpresentaciónimposiblede la Idea en un resultado,por lo quehabráqueponer especial cuidado en distinguir la contrafinalidadsublime de las manifestacionesde lo monstruoso (Ungeheuer)—quellegaa anularel fin queconstituyesuconcepto—y lo colosal—quesedice de aquella exposición, cuyas dimensionesamenazancon impedir toda exposición—. Una distanciaquehabráque tenerencuentatambiénde la manodel sentimientode entusiasmohacia un acontecimientode la libertadcomoes la revolución,desdeel momentoen que estaúltima en tanto que exigenciade implantaciónde la libertad aquí y ahora,de cuyo peligro advirtió la lectura kantiana de Arendt— puede convertirseen el impulso hacia el peor de los mundos posibles.Si dejamosaun lado,porun momento,lasderivacionesvisionariasquela libertad de la imaginación siempre lleva aparejadas,podremosatendera la enseñanzaontológica que esta facultad,forjadorade la realidadde lo quehay,alberga.En esesentido,la claveno estribarátanto sentimientodel transcurrir ilimitado del tiempo(puestoqueno sentimosjamásmásque elpresentey lo quepasa), sinomásbienenesteinstante,enprimer lugar, fueradel tiempoquemarcasinembargoel incipit de una duración, lo queabre la contemplaciónEl instantecomo ceroy como comienzaComoesemomentode lo sublimequese desprendedel tiempo (violencia), antes de darle lugar como tiempo de la contemplacióny del placer. Este nacimiento del tiempo no deja más huella en nosotros que esta sucesiónprimera de la violencia y de la contemplación,la del sufrimientoy del placer, ritmo sublime en el que se da el tiempo puro». J.-L. Nancy, especialmenteen su ya citado trabajoL ‘offrandesublime,proponeuna lecturade la experienciade la temporalidad en el sacrificiodela imaginaciónen lo sublimecomo el aislamientodealgoasi comoel infinito del comienzo,quees mucho másque lo contrariodel acabamiento,y que la simple inversiónde unapresentación—lo que le distancia tanto de la lecturaque sostienela repeticiónde la estéticatranscendentalcomo de la interesadaen los caucesde presentaciónde lo impresentable,estaúltima nosremite a la obrade Lyotard—, vil. op. cit., p. 171-2: «La totalidad sublimeno es en absoluto la totalidadde lo infinito concebidocomo algunacosadistinta de lasformasfinitas y bellas—yqueapartir deaig daría lugar a una estéticasegunday especialqueseria la de lo sublime—,la cualno es másque la totalidadde un infinito que sería la sumade todaslasformas—y que ¿¡aria de la estética de lo sublimeuna estética“superior “y “total”-.—. Ella esla totalidadde lo ilimitadoen tantoqueilimitado, estámásallá (o másacá) de todaformayde todasuma, entantoqueestá,en general,másallá del limite, esdecir, aún más allá del maximum». ‘Vil. KU, §29,Allg Aiim., A 124/li 125;cf’. KrV, A 5/88-9. 588 u u U u u U en qué contemplar,en qué gananciaónticavaya a obtenerse—como si un nuevo campo de U objetosestuvieraesperandoser descubierto—,sino másbien en cómo dirigir la mirada — • recordemosque el cambio del punto de vista era una noción decisiva para la defensade la • libertaden la Fundamentación—,de suenequedejemosde observarel cielo sobrenosotroso un • océanoborrascosoal modo de los naturalistas,a saber,comounarealidadónticadetenninada • más~, para procedermásbien a desembozarla dimensión ontológica que esquematizanpor • negación,con respectoa la que sedeterminantodos los fenómenos.La analítica de lo sublime • elige de un modo significativo a estos espectáculosde nadie, ni humanosni divinos2, sino • propios de unaNaturalezacuyas fuerzasse ejercen con anterioridada cualquier elaboración • previa, como los signos de aquella nada que devuelve a la imaginación a un pasado transcendentalen el que fue posibleparaella adquirir un compromisocon la ley moral, que a partir de entoncessólopodrárecordarcomofaJaum. Si la bellezaseñalabaendirecciónhaciauna u analogíaen la síntesispensadaen el juicio de gusto y en el juicio práctico, que se traducirá u finalmenteen la virtualidad de un simbolismomoral en la belleza, lo sublime abandonaráel U lenguajede la analogíaparaapuntaren direcciónhaciauna aparienciade continuidad,entrela U imaginacióny las Ideas de la razón,que, en realidad,seráexpresiónde una ineludible quiebra u entreel planode la sensibilidady el dela razónpráctica—la falla en la queconsistimos—. U La acciónde las fuerzasde la naturalezasalvajesólosedejarásentiren las modificaciones u alasquesometealascosasdela naturaleza,pues,si nadaseles resistiera,el ánimo seriaincapaz • de notar (merken)suactuación.Peroprecisamentecuandoparecíaque la naturalezaamenazaba, u comounanaturalezamadrastra,conautodestruirse,conviniéndoseen un meroagregadocaótico, • en unamultiplicidadde manifestacionesquenuestroánimo señaincapazde aprehender,el ánimo • —tras la experienciasacrificial de la imaginación—reconoceen esaamenazaalgo que le gusta, • algo así como«unaforma latenteen el senode lo informe»3,en lo quetienelugarunasuenede • pruebasensiblea favor de la implantacióndelfin final de la libertad en el senomismo de lo U salvaje y lo contrafinal (zweclcwidrig). Puesentoncesel ánimo tiene noticia, no de un faktum U rationis, sino de la reververaciónsensiblede la determinaciónpor la ley moral, por las Ideas U morales. La pérdida de imágenescon que la imaginación se abismaen sí misma con un • placenterodolor encierrala complejadualidadde una identidaden la quesesabeque tras la U sensibilidad—cuyo másallá viene señaladopor el máximo la aprehensiónestética—se cuenta u con la ley de la razón, así como que seguramenteel doloroso esfuerzode renunciardesdela u sensibilidad misma a sus productosy a la legalidad natural no tenga otro propósito que u desencadenar—puessetratade una auténticarevolución,comoocurríaen el casodel cambio de u corazón,que no se olvida jamás— unaexperienciainterior de la libertad. Pero, repetiremos • desdela posiciónde facultadde la d’. u La aparición en este texto de la paradójicaexpresiónde placer negativo, referido al a Geistesgefúhíde lo sublime2,viene a engrosarel conjuntode usosa-terminológicosde algunas U nocionesbien conocidaspara el enteroproyectocrítico, entre las quehemosdestacadolas de • naturaleza y libertad, pero en las que podemosintegrar las expresionesfinalidad sin fin, • universalidadsin conceptoo esquematizarsin concepto. Con el fin de desentrafíarlas raíces estéticasde la disposiciónoriginariahaciala moralidadqueseencuentraentodos los ánimos,la • razóntomaráa la imaginacióncomoinstrumento—en unaoperaciónque podríacompararsecon • la realizadaen la típicade ¡a razónpráctica, en la que serecurríaa la legalidaddel entendimiento U parahabilitar la realizabilidadde iure de lo mandadopor la leymoral—, al que obligaa alcanzar U suabismo(Abgrund),dandolugara unasituaciónquerechazaráy atraeráal mismotiempoa esta U facultad3.El Juicio estéticopresentade estamaneraeljuegosubjetivo,armónicoen sucontraste, U ______________ U ‘ 141 KU, §27, A 100/8 101: «Wenn nun eme Gro/fr beinahe das Áuflerste ¡¿meres Vermtigens der U Zusammenfassungin eme Anschauungerreicht, und die Einbildungskrafi doch durch Zahígroflen (fin’ die wir • unseres Vermogensals untegrenzt bewuflt sine!) zur ¿1sthetischenZusammenfassungin eme grofiere Einheit u aufgefordertwird, sofuhíenwir unsim Gemíaalsdsthetischin Grenzeneingeschlossen,aberdie Unlustwird doch,mn Hmnsicht aufdie notwendigeErweiterung der Einbildungskrafi zur Angemessenheitmit dem, was in unsermu Vermógender Vernunftunbegrenzt¡st, namlich der Idee desabsolutenGanzen,mithin die Unzweckmúfligkeitdes • Vermógensder Einbildungskrafidochfiir Vernunftie!eenundderen Erweckungals zweckm¿ifligvorgestellt. Eben U dadurchwird aber das¿isthetischeUrteil selbstsubjektiv-zweckmdfligfur die Vernunft, als Quelí der Ideen, die, U einer soichenintellektuellenZusammenfassung,flir cte alíes ¿isthetischeklein ¡st; und der Gegenstane!wird als erhabenmit einerLustaufgenommen,die nurvermzttelsteiner Unlustmóglichist». U 2 Kant se refierea lo sublimecomo un Geistesg~fiihl,en cuantouseconformea fin dealgo quedesuyono presenta • esecarácter,sino másbien el contrario, ve! K« EF, XII, p. 66; ve! op. cii., Einl., VII, A XLVI/B XLVIII, entanto u que se referiría a unaexperienciade lo libre quetiene lugar en lo espiritual en el hombre,puesesel conceptode libertadel quehabilita el enjuiciamiento.En el restodeloscasosKant optarápor unametonimia,denominandoa ese sentimientopor laelevación(Erhebung)queprovocaenel ánimo. u Una imagensemejantela obtenemosen DasEndeaherfinge, VIII, p. 327: «Es una expresióncorriente, sobre • todoen el lenguajepiadoso,elhablardel tránsitode un moribundodel tiempoa la eternidad[...]Estepensamiento • encierraalgo de horrible: porquenosllevaal borde de un abismode cuya simanadie vuelve[...]y sin embargo, • tambiénalgodeatrayente:pnesno sepuededejar devolvera él la miradaasustada[ ] Es terrible-sublime,enparte u porcausadesuoscuridad,puesenéstasueleobrar la imaginaciónconmásfuerzaquea plenaluz. Finalmente,ha de estar entretejidocon la razónhumanauniversal:porquenostopamosconél en todoslospueblos,en todaslas U épocas, ataviadode una manerao de otra. Sin embargo,si seguimoseste tránsito del tiempoa la eternidad(al • margende que esta Idea, consideradateóricamente,como ampliacióndel conocimiento,tenga o no realidad • objetiva), comohacela razónmismaen sentidomoraL tropezamoscon el fin de todaslas cosasen cuanto seres • temporalesy objetosde posibleexperiencia:fin que, en el orden moral de los fines, es el comienzode una u • 593 u U u u u U de imaginacióny razón, las cualesen su oposicióny enfrentamientoproducen(hervorbringen) una finalidad subjetivade las frenasdel ánimo,que ocasionaráun sentimientoindicadorde la purezae independenciadel ordende la razón, cuyafuerzaimpulsorasólo podráadvertirseen el planoafectivocuandoel fracasode un excesoexpositivofracase.La imaginaciónes empujadaen la realizaciónde una síntesisparala queno haytiempo,o conmásacierto,en la queel sujeto se quedasin tiempo, haciaun campotranscendente(ñberschwenglich)en el quequedaa la deriva, abismándoseen unacaídade la queúnicamenteserárecogidaen virtud del descubrimientode la razónde la conformidada su ley, a saber,la leyde la libertad, de semejanteacontecimiento.De estemodo, la representaciónarmónicade un contraste(Kontrast) entre facultades,estavez, la imaginacióny la razón,desencubrela existenciade unanuevavinculacióndesconocidaentrela constituciónsensibledel hombrey sudestinaciónmoral’. Por lo tanto, individuoshonradoscomo el filósofo Spinoza, los cuales niegan las únicas condicionesde carácter suprasensible apoyadastodasen la presuposiciónde un Sersupremo—quepodríangarantizarla realizacióndel sumo Bien en el mundo,perdiendode esamaneraunamagníficaperspectivaque únicamenteel alzar la mirada hacia lo inteligible puededevolver,bien podríancomenzara descubriren si mismoslos cimientosdeunadisposiciónmoral y el efectode unaexigenciaracionalconrespecto a la sensibilidad, de donde debería—por un camino que no abandonael bathos de la sensibilidad—derivarseunaampliacióndel modode pensar(Erweiterungder Denkungsarí)que conduzca a la realización del tránsito. Con ello únicamentequeremos conceder especial relevancia en estos momentos finales de nuestro trabajo a la pertenenciade la suene de hermenéuticadel sí mismo que ensayala analítica de lo sublime al trazadocrítico de una metafisica,quenecesariamenteha de ocuparsede la realizaciónde los fines de la libertad: «La disposicióndel ánimo para el sentimientode lo sublime exige una receptividaddel mismo paraIdeas.,puesjustamenteenla inadecuaciónde lanaturalezacon estasúltimas,por tanto, sólo bajo la suposicióndelas mismasy de una tensiónde la imaginaciónpara tratar la naturaleza corno un esquemade ellas,se dalo atemorizantepara la sensibilidad,lo cual, al mismo tiempo,es atractivo, porque es una violencia que la razón ejerce sobre aquélla sólo para extenderla adecuadamenteasu propiaesfera(la práctica)y dejarle vermásalláde lo infinito, queparaaquélla perduracióncomoseressuprasensibles~que no se hallanbajo lascondicionestemporales,y que,por tanto, al ¿gual quesuestado,tampocopuedensercapacesde otra determinaciónde su condiciónque lamoral»; cfr. trabajode J.- L. Nancy,Dies Jrae, en Lafacultédejuger, pp. 9-54 —que incluimos en bibliografia—, en el que se encuentran interesantesobservacionesacercadela destinaciónprácticadel Juicio. O. Deleuzehasubrayadoconinsistencia,en unalecturadel pensamientokantianoquepartepreferentementede la Crítica del Juicio, la profundidadde la relación de concordantediscordanciaconque se caracterizala relación de imaginacióny razón en lo sublime,ve!. Crítica y clínica, Sobrecuatro fórmulaspoéticasquepodrían resumir la filosofía kantiana, especialmentelas pp. 52-4; cfr. E. Proust, Une histoire de la Stimmung,“Exercises de la patiénce”, incluido en nuestrabibliografia. Reproducimosa continuaciónun pasajebien interesantepara nuestra lecturaacercadelas consecuenciasde la analítica delo sublimepara la comprensiónkantianade la libertadde J.-L. Nancy,pertenecienteaL offrandesublime,en op. cii?, p. 187: «Ello [lo sublime] no quieredecirquela libertadesel contenidooel objetodeljuicio delo sublime,ni queesella la quesehacesentirenelsentimientodelosublime.Eso notienequizásningúnsentido,la libertadno esun contenido,si esqueesalgunacosa.Hacefalta comprenderesto: quela ofrendosublimeeselacto—olamoción,o la emoción—de la libertad En el doblesentidode quela libertad es lo queofrecey la libertades lo quees ofrecido —comola palabra oftendadesignaya el gesto,ya lo presente ofrecido—.En sublime,la imaginación,entantoquelibrejuegode lapresentacióntocasu limite, queesla libertad, o másexáctamente,la libertadmismaesunlímite, sesostienesobreel límite, porquesuIdeano solamentenopuede seruna imagen,sinoqueella nopuedeser tampocounaIdea—apesardel vocabulariodeKant— (queessiempre algoasícomouna hiper-imageno una imagenimpresentable):esnecesarioqueella seauna ofrenda». 594 U u U e u U es un abismo.En realidad, sin desarrollode Ideas morales, lo que nosotros,preparadospor la u cultura, llamamossublime,apareceráal hombrerudo sólocomo atemorizante» U Sólo un ánimo acostumbradoa la recepción(Aufizehmen;Empfángen)de Ideas morales estarácapacitadopararecordarconocasiónde un conjuntode acontecimientosdesmesuradosel contratooriginario que le vincula a la moralidad,portadorade otro orden de razonesque el natural y de otra relación con el tiempo. Algo semejanteexperimentael ánimo al adquirir un u carácter, de suertequea modode unaexplosiónse condeneal pasadoal períodoen el que los instintosreinabanenél, pasandoadeterminarse,a partir de esemomento,a la acciónconformea u máximas reflexionadas2.Un tal procedimiento,medianteel cfue el individuo se adueñade sí • mismopormediode surazón,bienmereceunpendantestético: u U «Rocasaudazmentecolgadasy, por así decirlo, amenazadoras,nubesde tormentaque se • amontonanen el cielo y se adelantancon rayos y con truenos, volcanesen todo su poder U devastador,huracanesquevan dejandotrasde sí la desolación,el océanosin límites rugiendode ira, una cascadaprofunda en un rio poderoso,etc., reducennuestrafacultad de resistir a una insignificantepequeñez,comparadacon su fuerza. Perosu aspectoestanto másatractivocuantou mástemible,con tal de que nosencontremosnosotrosen un lugar seguro, y llamamosgustosos U sublimes esos objetos, porque elevan la robustezdel alma por encima de su término medio u ordinario y noshacendescubriren nosotrosuna facultadde resistenciadeunaespecietotalmente distinta,quenosdavalorparapodermedimosconel Todo-poderaparentede lanaturaleza»3. Lo decisivo—comoyaapuntamosal inicio de estaconclusión—,en lo sublime,entanto que sentimientopertenecienteal campo de la reflexión, no seráel descubriraquel grupo de objetos capacesde despertarlo,bien por su magnitud o por su fuerza, sino el aprendera U contemplara la naturalezadesdeun punto de vista —en este sentidodeben interpretarselas U observacionesacercadel Augenblick—muy determinado,que requiereen primer lugar el libre • ejercicio de la reflexión en una situaciónde seguridad.El tenorque experimentamosante la u U Ve!. KU, §29, A 109/B 110: «Die StimmungdesGemmsmmGeflihíder ErhabenenerfordertemeEmpfctinglichkeit desselben¡¡ir Ideen; denn ebenin der Unangemessenheitder Natur ni den letztern, m¡thm nur unter der Voraussetzungderselben,undder ,4usspannungder Einbildungskraft,die Natur alsein Schemafur die letzternzu U behandein,bestehtdasAbschreckendeflirdie Sinnlichkeit,welchesdochzugleichamiehene!ist; weil esemeGewalt U ¡st welchedic Vernunfi aufjeneaustibt, ¡sur um sie ihrem eigentlichenCrebiete (dempraktischen)angemessenni • erweitern,undsic aufdasUnendlichehinaussehenzu lassen,welchesflirjeneein Abgrund U 2 Ve! prag. Anthrop., fl parte,Característica,A, A 270/B 268-A 271/B 269: «Cl hombreque tiene concienciadetenercarácteren su manerade pensar no lo tiene de la naturaleza,sino quedebehaberlo adquirido.Sepuede U admitir tambiénque lafundaciónde estecarácter,a la manerade un renacimiento,constituyeuna cienopromesa U solemnequeel hombrese haceasímismo [...]. Estafirmezay estapermanenciaen losprincipios, ni la educación, • ni los ejemplos, ni la enseñanzaen generalpuedenproducirlas paulatinamente,sino solamenteuna suertede • explosiónqueresultade un sologolpe de unasaciedaddel estadofluctuantede los instintos»;cfr, op. cii?, A 266/B 264: «Tenersimplementeun caráctersignificaestapropiedadde la voluntadpor la cual el sujeto se vincula a si U mismo a princ¡~iosdeterminadosquese ha prescritoinalterablementea símismopor mediode su razón»;cfr. F. U Proust, op. cii?, cap.III, pp. 95.6. Ve!. KU, §28, A 102-3/B 104: «Kí¿hnetiberhdngene!egleichsamdrohendeEchen,am Hímmelsích aufitirmende • Donnerwolken,mit Blitzen une!Kracheneínherziehen4Vulkanein ihrer ganzenzerstórendenGewalt, Orkanemit ¡hrer zurackgelassenenVenvústung,der grenzenlosenOzean, in Empórunggesetzt,cm hoher Wasserfall emes u máchtigen Flusses u.d.gl. machen unser Yermogen ni widerstehen, im Vergleichungmit ihrer Mac/it, ni U unhedeutendenKleinigkei? Aber ihr Anblick wird ¡sur um destoanziehender,je furchterbarerer ist, wennwir uns • nur in Sicherheitbefinden;une! wir nennendieseGegenstándegern erhaben, weílsie die Seelenstarkeuiber 1/ir • gewdhnlichesMittelmafi erhohen,une!cm Vermogenni widerstehenvonganzandererArt in unsentdeckenlassen, u welchesunsMut mac/it, unsmii derscheinbarenAllgewaltderNatur mssenzu kñnnen». u • 595 u U U u U U exposiciónaun granpeligro, lo cual ocasionaríaen lo sublime el mismoefectocontraproducente que el encanto(Reiz)y la emoción(‘Rñhrung) suponíanparael juicio de gusto puro, deberáser puestofiera dejuego—comoindicael pasajecitado—,puesen el casode quenos libráramosde esasituaciónaterradora,no extraeríamosde ella unavaliosaenseñanza,sinoquesólo tendríamos la inamovible resolución de no exponemosnunca mása nada parecido,observaciónque ya contabacon una densatradición en la reflexión estéticaprekantiana1.Si, a partir de aquí, intentáramosaunarlos resultadosobtenidosacercade la relaciónentrerazóne imaginaciónen lo sublime-matemáticoy lo sublime-dinámico,observaremosque si, por un lado, el ánimo descubríala existenciade unamedidaracionalparala quelasmagnitudesnuméricassequedaban pequeñas,anteel espectáculodel Todo-poder(Allgewalt) e irresistibilidad (Unwiderstehlichkeit) de la naturalezatendránoticia,al ladode su impotenciafisica, en tanto que ser patológicamente afectable,de una facultaddejuzgarseindependientede las fuerzasde aquélla—queconstituyen la máximaplasticidadde su legalidadmecánica—y de unasuperioridad(Uberlegenheit)sobre ella: «Puesasícomo enla inconmensurabilidaddela naturaleza,y enla incapacidadde nuestra facultad paratomar una medidaproporcionadaa la estimaciónestéticade las magnitudesde su esfera,hemosencontradonuestrapropia limitación, y, sin embargo,también,al mismo tiempo, hemosencontradoen nuestrafacultad dela razónotramedidano sensiblequetiene bajo sí aquella infinidad mismacomo unidad,y frente a la cual todo en la naturalezaes pequeño,y, por tanto,en nuestroánimo,unasuperioridadsobrela naturalezamismaen su inconmensurabilidad;del mismo modo la irresistibilidadde su fuerza, queciertamentenos da a conocernuestraimpotenciafisica, consideradosnosotroscomo seresnaturales,descubre,sin embargo,una facultad de enjuiciarnos independientesdeella y unasuperioridadsobrela naturaleza,en la que sefundaunaindependencia de muy otra claseque aquellaque puedaseratacaday puestaen peligro por la naturaleza,una independenciaen la cual la humanidaden nuestrapersonapermanecesin rebajarse,aunqueel hombretengaquesometersea aquelpoder»2. Si bien lo fenoménicoen nosotrostendráque rendirsey sometersea la fuerzadel todo- poderde unanaturalezadesencadenada,el mismopasodevastadorde lo natural y susreglas cuyo sólo acontecerya despiertael afán comparativoen el ánimo— apelará (aufrufen), en su diferenciaesencialcon respectoa la libertad en nosotros,a una fuerza inteligible, capazde empequeflecery trasladara un segundoplano al conjuntode losbienesque constituyennuestra vida, incluidaéstamisma,de modoqueningúnser finito racionalpuedarendirel conjuntode sus facultadesa unafuerzaque no eslegitimoconsiderarcomouno de losmáselevadosprincipios de la razón. Dicha apelacióndesembozaráasí una destinación(Bestimmung)de nuestrafacultad espiritual(Geistesvermñgen),que sólopodráadvertirla facultaddejuzgar: ‘En estesentidoresultaesencialel testimonioaportadopor Burke, ve!. Indagaciónfilosoficat..,parte1, secc.VII, PP. 92-3 y parteTV, secc.y, p. 201, incluidaennuestrabibliografla. 2 Vd KU, §28, A 1 03/B 104-5: «Denn, sowie wir zwaran der Unermeflhic/ikeitderNatur, undder Unzukinglichkeit unseresVermógens,einender asthetischenGróflenschátzungihres GebietsproportioniertenMafistabni ne/imen, unsereeigeneEinschránkunggleichwohlaberdochauchan unsermVernunftverméigenzugleicheinenandernnicht- sinnlichenMafistab, welcherjeneUnendlichkeitselbstalsEinheit unter sich /iat, gegendenalíesin der natur klein ist, mit/rin iii unsermGemiiteeme Úberlegenheittiber die Naturselbstin i/irer Unermefllichkeiífanden:sogibtauc/i die (Jnwidersiehlichkeitihrer Mac/it uns,alsNaturwcsenbetrachtet,zwarunserephysischeOhnmachtni erkennen, aber entdecktzugleichein Vermógen,und als von ihr unab/utingi’g ni beurteilen, une!ein Uberlcgenheituberdie Natur, woraufsichemeSelbsterhaltungvonganzandrerArt grtindet,als diejenigeist, chevonder Natur aufieruns angefochtenune! in Gefahr gebrachtwerdenkann, wobei die Menschheitin unsererPersonunerniedrigt bleibt, obgleichderMenschjenerGewaltunterliegenmñfite». 596 u e u U u • «Así, pues, la naturalezase llama aquí sublime, porque eleva la imaginación a la exposiciónde aquelloscasosen los cualesel ánimo puedesentir la propia sublimidad de su determinación,inclusopor encimade la naturaleza» u • Resultaráde interés repararen la introducción en este punto de la admiración que U despiertael hombreguerreroparalos hombresen general,ya setratede un hombresalvajeo bien U de un individuo civilizado,no en vanoel discursokantianopareceapuntaren unadirecciónsegún • la cual lo temible del comportamientode estaclasede hombres,la decisióncon la quehacen • frente a los peligrosy miden sus fuerzascon elementosmuchomás poderosos,esquematizade • algún modo para el ánimo el modo en que la espontaneidaddel sujeto introduceaccionespor • libertaden un mundode fenómenos.Algo semejanteocurrirá conla consideraciónkantianade la u guerrade gabinete,«cuandoesconducidacon ardeny respetode los derechosciviles», puesen • sudesarrollodejarátrasluciren las accionesde los sujetosbeligerantesunaapelación(Aufrufl, • que su ánimo hará, a aquello que en ellos no es precisamentefenómeno, sólo bajo cuya • presuposiciónreun~n la fortaleza suficiente —la que da un modo de pensar elevado • (erhaben)— para llevar adelantesus misiones2.Esta clave para la contemplaciónde ciertas U accioneshwnanasdeberáextenderse,con especial importancia, a la interpretaciónde los u acontecimientosrevolucionarios,en los que la eclosión de la libertad alcanzatal fuerza y concentraciónque dejade podersercontroladoporsusagentesoriginarios.Pero,en todo caso,el • despenarde un sentimientosublime antelas manifestacionesfenoménicasde unadisposición• preparadaparala moralidadrequeriráun cultivo delJuicio estéticoy de las facultadesdeconocer que están a su base,tanto como una receptividadpara Ideas, de maneraque la violenciau contempladay, a] mismo ejercida —por e] esfuerzo(Bestrebung)imposible que solicita esa contemplación—,sobrela imaginaciónno vengaa considerarsecomoalgodesesperante,sinoen u tanto que expresiónde la propuestade un uso que de ella —en tanto que lo sensibleen el U hombre—ha de hacerla razón, con el propósito de extenderlaa su esferapráctica3.De esteu ______________ • ‘ Vi KU, §28, A 104/B 105: «A¡sohe¡fit die Natur hier erhaben, blofl weil siedic Einbildungshraftni Darstellung U derjenigenFalle erhebt, in welchendasGemiddie cigeneEr/iaben/ieit seinerBestimmung,selbstuberdie Natur, • s¡chfiihlbarmachenkann»;cfr, J.-F. Lyotard,LeQonssurlanalytiquedii sublime,4.4, Pp. 145-152. 2 Remitimosacercade las consideracioneskantianassobrela guerra,especialmentecon motivo del escritoSobrela pazperpetuaa los siguientestrabajode F. Duque,Naturadaedalarerum, Pp. 191-215 —vi especialmentep. 207, U dondese intenta reconciliara los diferentestratamientosdel conflicto bélico por partedel pensamientokantiano: U «[E]lfilósofo —eseespectadordesinteresado—seveprecisadoa «pensarpor añadidura»,o sea, a reflexionarsobre • eseextrañoefectode retroalimentaciónexpansiva,atribuyéndoloa un Planocultode laNaturaleza«libre»paraque el hombre, reforzadoy templadopor esas«tempestadesdeacero»,no recaigaensu estadonatural,ferino, sino que e asciendaa lasregionesdelaculturay dela legalidadjuridicg ypor sumedio,a lasupremaesferade lamoralidad U Sólo asipueden explicarsealgunospasajeskantianosque, sacadosde contexto,darianpie a lecturastodo caelo u distintasde las intencionesdel deKonigsberg»—y J.L. Villacailas, La guerraen elpensamientokantianoantesde • la revoluciónfrancesa:laprognosisen los tiemposmodernos,pp. 217-237,ambosin: R. RodríguezAramayo, J. • Muguerza y C. Roldán, La paz y el ideal cosmopolitade la Ilustración; cfr. C. Cesa, Guerra e morale. Considerazionisu un hago di ‘Alía paceperpetua”, Archivio di Filosofia, n0 63, 1995,pp. 351-360.Remitimos asimismoa la publicaciónde las JornadasdeFilosofla de la UniversidadJaume1 de Castellóndedicadasa Hacia la U pazperpetuacon ocasión del SegundoCentenariode su publicación,V. Martínez Guzmán(cd.), Kant: La paz • perpetua,doscientosañosdespués—incluido en nuestrabibliografla—, con trabajosde K.-O. Apel, A. Cortina, 1. • Conilí y C. Innerarity. Vd KU, §39, A 1 521B 154: «El placer en lo sublime de la naturaleza,comoplacer de la contemplaciónque u razona, pretende, es cierto, también ser universalmentecompartido: pero, sin embargo, presuponeya otro U sentimiento,a saber: el de la determinaciónsuprasensibleque,por muy oscuroquesea, tiene unprincipio moraL U Pero no tengoderechoa suponerabsolutamentequeotros hombrestendránesoen consideracióny sentiránen la • contemplaciónde las grandezassalvajesde la naturalezauna satisfacción»>. 600 e e u e u • naturalen la discusióncrítica acercade la libertad transcendental—,del mismo modo que las • condicionesde realizabilidad de suobjetopropio, a saber,elfin final en el mundo—lo que, nos U parece,viene a tematizary plantearuna Crítica del Juicio—. El corte en profundidadqueesta• ultima Crítica realizasobrela razónhumananos devuelvetodo un nivel de lo transcendentalen sentidosubjetivo, cuyo propósitono será otro que mostrar la esencialligazón entre la razón humanay el habitar de los hombresen un espaciolibre y común para la libertad —como • quintaesenciael sensuscominunisaestheticusy la complejidadde su estatuto—.Solamenteen eseenlacepodrá fundarseel sentidodel proyecto (Entwurj) y tarea (Aufgabe)de salvaguardar conceptualmentela libertad —paralo que se propondráun determinadoconceptodoctrinal,el U idealismotranscendental—,y con ello, la viabilidad de la metafisica comocienciadel tránsito (CJbergang)de lo sensiblea lo suprasensible,lo que en el discursokantianoviene a traducirse, nosparece,en el señalamientode que la devolucióndelpensara suelementomáspropio, en el quesenutrey crece—la libertad—,constituiráel requisitoprevio paraalcanzarel t¡nicof¡nfinal que puedeconcernir a los seresfinitos racionales,a saber, la transformaciónde la realidad fenoménicaconformeasurazon.e u U U u U u U u U U e U a U U U U u e e U u U U e e u u U U u U U 601 U U U e U e Bibliografía Notasobrelas re/brenciasy citas Por lo que respectaa las citas de obraskantianasnos hemosbasado,por lo general, en las versionescastellanasexistentesquecitamosmásadelante,modificandolevementela traduccióncuandolo hemoscreídonecesarioy adoptandounaseriede normaspor lo querespectaa la versión castellanade algunos términos que especificamosal final de la Introducciónde este trabajo. Cada cita de pasajes kantianosintegradaen el texto delmismo se acompañaen notaa pie por el original alemán,adaptandola modernizaciónde laortografiay puntuaciónpropuestaporW. Weischedel—vd elapéndicedel autora su edicióndelaobrakantianaenelvolumenXII dela Werkausgabe,PP. 819-836—.Conrelacióna las obras de otros autoresde hablano castellananosotrosmismoshemostraducidolos pasajescitados.Allí donde más de un articulo o trabajopertenezcaal mismo volumencolectivo se ha optadopor recogerla cita bibliográficade la obracolectiva,conel fin de no recargarcon innecesariasrepeticionesel repertorio de obras. Sistemade referencias —Lasreferenciasde las obraskantianassiguen la edicióndela AcademiaPrusianade las Ciencias y de W. Weischedelen Suhrkamp,incluyendola indicacióndel tomo y páginaen el casode la primeray de páginade laediciónA y de la B, si fiera necesario,en el casode la segunda.Los títulos Se citaránsegún las indicacionesde abreviaturasindicadasal inicio deestatesisdoctoral. —Lasreferenciasa obrasde otros autores—todascontenidasen las notasa pie de páginadel trabajo-- incluiránelnombredel autor,titulo, tomo—si fiera necesario—y página,señalandoen lamayorpartede las ocasionessi se trata de una obra incluida en bibliografla. Allí dondese ahorre estaobservaciónse indicarálareferenciabibliográficacompletadelaobra. a) ObrasdeKant Los textosde Kant son citados—exceptoelLosesBlatt Leningrady la Vorlesungliber Ethik— segúndosfuentes: la edición original de las obrasque proporcionala edición de Weischedel—citada comoA y B— y laedicióndelaAcademiadeCienciasde Berlín (Ak-Ausg.). —Kant‘s gesammelteSchrfien, Ak.-Ausg.,Berlin, deCiniyter, 1902-... —Kant.Werkausgabe,W. Weischedel(edj, Frankfurta.M,, 1974, 12 vals. *Con el fin de facilitar la lecturadel trabajoreproduciremosacontinuaciónel mapacompletode las obras kantianasque hemosutilizado y citadosegúncadaunade dichasediciones,explicitando en cadacasoen cuál nos hemosapoyado,asi comoincluiremoslatraduccióncastellanade lasmismasen aquelloscasosenquela calidaddel trabajo de traducciónasi lo exija. *Akademie..Ausgabe: —Alc 1? Gedankenvon der wahren Schátzung¿ter lebendigenKrúfte...(1747), pp. 1-181 (Pensamientos sobre la verdaderaestimaciónde lasfuerzasvivas, trad. y comentariode J. Arana, PeterLang, Bern, 1988). 602 e u u u U • —AL II. Untersuchungliber die Deutlichkeitder Grundsáízeder natíarlichen Theologie und der Moral • zurBeamwortung¿terFrage welchedie kónigt Akodemie¿ter Wissenschaftenni Berlin aufdasJahr 1763 aufgegebenbat, pp. 273-301. • Von demersten Crunde des Untersehiedes¿ter Gegendenim Raume(¡768), pp. 377-384(Del • primer fundamentode la ¿ftferenciade las regionesdel espacio,trad. cast.de A. Domínguez,in: KANT, u 1., Opúsculosdefilosofla natural, Madrid, Alianza, 1992, pp. 165-177. u u —AL IV MetaphysischeAnfangsgriinde¿ter Naturwissenschafi(¡786), pp. 465-565 (Principios • metafisicosde la ciencia de la naturaleza,trad. cast. y estudiopreliminarde J. Aleu Benítez,Madrid, • Tecnos,1991). U —AL Vi. Die Metaphysikder Sitten (1797), pp. 203-493 (Metafisica de las costumbres,trad. de A. • Cortina y 3. Conilí, Madrid, Tecnos,1989).u u —AL VII Der Streit¿terFakultúten(1798),pp. 1-116 (trad. cast. deReplanteamientosobrela cuestiónde u si elgénerohumanose halla en continuoprogresohacia lo mejorporC. RoldanPanaderoy R. Rodríguez u Aramayo, in: KANT, 1., Ideaspara una historia... , Madrid, Tecnos,1987, pp. 79-100; trad. cast. deLa U contiendade lasFacultadesdeFilosoflay Teologíapor R. RodríguezAramayo,con un estudiopreliminar de J. GómezCaifarena,Madrid, Debate/C.S.I.C.,1992—reinipr. Madrid, Trotta, 1999—). u —AL VHf Ideezu einer alígemeinenGeschichtein weltbíirgerlicherAbsicht (1784), Pp. 15-31 (Ideas para unahistoria universalen clave cosmopolita,trad.de C. RoldanPanaderoy R. RodríguezAramayo, u Madrid,Tecnos,1987,pp. 3-23). e u Beantwortung¿terFrage: Wasist Aujkltirung? (1784), pp. 33-42(¿Quées Ilustración?, trad. de • A. Maestre,Madrid, Tecuos,1989) U • BestimmungdesBegr4lft einerMenschenrace(1785),pp. 89-106(Definición de la razahumana, u trad.de E. Estiú, in: KANT, 1., Filosofla de lahistoria, BuenosAires, Nova, 1964,Pp. 68-87). • MuthmasslicherAnfangder Menschengeschichte(¡786), pp. 107-123 (Probable inicio de la • historia humana,trad.deC. RoldánPanaderoy R. RodríguezAramayo,in: KANT, 1., op. cit., pp. 57-77). u • Was he~Jt sich ini Denken orientiren? (1786), pp. 131-147 (¿Quésignfica orientarse en el • pensamiento?,trad. R. RoviraMadrid, Fac.F8 , U.C.M., ExcerptaPhilosophica,1995). u • Finige BemerliungenzuL.H. Jakob‘s Pri4fung¿terMendelssohn‘schenMorgenstunden(1786), pp. u 149156. • (iber emeEnt¿teckung,nach¿ter alíe neueKritik derreinenVernunfi¿turch emealtere entbehrlich U gemachtwerdensolí(1790), pp. 185-251. u u Ober das Misslingen aller philosophischenVersuchenin ¿ter Theodicee(1791), pp. 253-271 • (Sobre el fracaso de todo ensayofilosófico en la teodicea,trad. de R. Rovira Madrid, Fac. F0, U.C.M., • ExcerptaPhilosophica,1992). u Ober den Gemeinspruch:Das mag iii der Theorie richtig sein, taugt aber nichtflir die Praxisu (¡793), pp. 273-313 (En tomo al tópico: “tal vez esosea correcto en teoria, pero no sirve para la • Contamosconotra traduccióncastellanadeC. Másmela,Madrid, Alianza, 1989.u u u 603 u u U e u e práctica”, trad. deMF. PérezLópezy R. RodríguezAramayo, in: KANT, 1., Teoríay práctica, Madrid, Tecnos,1986,Pp. 3-60). DasEndeaher Dinge (1794), Pp. 325-339(El fin ¿te todaslas cosas,trad. cast. de E. Imaz, in: Filosofla ¿tela historia, México, F.C.E., 1979,Pp. 123-147). Zume’wigenFrieden(1795),pp. 341-386(Hacia lapazperpetua.Un esbozofilasófico,trad. cast. dei. Muñoz,Madrid, BibliotecaNueva,1999). Uberein vermeintesRechtausMenschenliebeni lÑgen (1797), Pp. 423430 (Sobre un presunto derechoa mentirporfilantropía,trad. de f.M. Palacios,in: KANT, 1., Teoríaypráctica, Madrid, Tecnos, pp. 61-Sf —ALXKantsBriejivechsel(1747-1788). —ALXl KantsBr¡efwechsel(1789-1794). S —ALXII KantsBrieflvechsel(1795-1805). —AL XVII y XV2 Reflexionenzur Anthropologie,pp. 55-980(trad. cast.—selección—in: op. cM, pp. 113-118). —AL XVI Reflexionenzur Logik, pp. 1-872 (trad. cast. —selección—de R. RodríguezAramayo, in. KANT, 1., Antología,pp. 149-154). —ALXVIII ReflexionenzurMetaphysikl,pp. 227-745(trad. cast.—selección—itt: op. cit., pp. 119-124). —ALXVII] ReflexionenzurMetaphysikII, pp. 3-725(trad.cast.—selección—in: op. cii., pp. 125-148). —AL XIX Reflexionen(aher Moralphilosophie,Rechtsphilosophie¿mdReligionsphilosophie,pp. 5-317; pp.443-613;615-654. —AL XXPreisschr. U • UNAMUNO, M. de, Delsentimientotrágicodela vida, Madrid, Alianza, 1994 (40 reimpr.). Cómosehaceunanovela, Madrid, Alianza, 1995 (20 reinipr.).u • En tornoal casticismo,Madrid, Alianza, 1986. U U WOLFF,Chi., GesammelteWerke,Hildesheim/NewYork Olms, 1962ss. U U • c) Obrasde otrosautorescitadasomencionadas U Ofrecemosacontmuac¿on—en unadivisiontematica—labibliograflacorrespondienteaaquellos trabajoscuyalecturaharesultadoútil enmayoro menormedidaparala elaboracióny redaccióndela tesis • doctoralquepresentarnos.Conel fin de facilitar elmanejodelainformaciónquecontienehemosdecidido U dividirla en apartadosque,por lo general,puedenidentificarseconlos diferentescapítulosqueconstituyen • nuestrotrabajo.En virtud de sus frecuentesocurrencias,citaremoslos trabajospertenecientesa los Kant- • Studien,ala RevueInternationalede Philosophie, a la Zeitschr¡fifrr philosophischeForschungy a la • Revuede Métaphysiqueet de Morale con las abreviaturasKS, 1?. Intern. philos., Zph.F. y 1iMM • respectivamente. U U e U • 611 u U U U U U • Críticay metafisica ADORNO, Th. W., Dialécticanegativa,Madrid,Taurus,1975. KantsKritik derreinenVemunfi (NachgelasseneSchriften, Abt. IV,4), cd. R. Tiedemann, Frankftirt aM., Sulirkamp, 1995. Akten des 4. 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Del establecimiento de los límites de la razón pura: el idealismo transcendental como concepto doctrinal... I.4. El acabamiento de una Crítica de la razón pura como “metafísica inmanente “: la tarea de una deducción de las Ideas... I.5. La encamación del saber del límite en la fe racional como solución crítica a la necesidad de orientarse en el... I.6. La Metodología de la razón pura y la determinación de la esencia y los límites de la razón humana II. La libertad transcendental. Introducción a la libertad como Idea transcendental desde la delimitación de su planteamiento transcendental con respecto al meramente psicológico II.1. El origen cosmológico de la libertad transcendental: la causalidad como hilo conductor del descubrimiento de la... II.2. El proyecto estructural de la solución de la tercera Antinomia II.3. Aplicación al hombre del modelo del doble carácter de la causalidad de un fenómeno 11.4 Resultado de la solución del primer conflicto cosmológico dinámico: la pensabiidad de lalibertad II.5. El uso del principio de la conexión causal en la defensa de la libertad transcendental no implica una ampliación... III. La atestiguación de la libertad por la autonomía de la voluntad acerca de una fenomenología de la voluntad... III.1. Primer paso hacia el desembozamiento de la libertad como fundamento estructural de los principios puros ... III.2. Segundo paso hacia el desembozamiento de la libertad comofundamento estructural de los principios puros de la... III.3. Tercer paso hacia el desembozamiento de la libertad como fundamento estructural de los principios puros de la... III.4. Paso preliminar a la autonomía como principio supremo de la moralidad: la voluntad entre la autolegislación... III.5. El principio de la autonomía de la voluntad como conclusión del análisis semántico estructural del imperativo... III.6. Conclusión del ensayo de una fenomenología de la voluntad: la libertad como fundamento invisible (unsichibar)... IV. La libertad y la exigencia de un lenguaje delimitador de la razón práctica: elformalismo moral kantiano IV.1. La forma de la ley moral como reglafundamental del lenguaje de la praxis en clave kantiana lV.2. La libertad como clave de bóveda (SchluBETAstein) de la metafísica: el tránsito de lo sensible a lo... IV.3. La cuestión del sumo Bien y sus condiciones de posibilidad: la cosmología práctica como consideración formal... IV.4. La libertad de un ser lábil: la libertad como postulado. Segunda aproximación a lafe moral como modo de... V. La libertad para el mal. La partición originaria de la voluntad en “Wille “y “Willkür" V.1. Los infiernos del autoconocimiento: el origen racional del mal radical V.2. Análisis de la estructura de elección (Wahl) de las máximas como fundamento de la imputación (Zurechnung)... V.3. La libertad en acto: el fenómeno de la conversión o cambio de corazón (Herzensúnderung) y la revolución... V.4. La ironía del mal: el poder destructor de la mentira en cuanto negación del contrato originario fundador de la humanidad VI. La “Crítica del Juicio” como el “otro Inicio” del pensamiento kantiano de la libertad: la necesidad de una... VI.1. Reinterpretación de una “tópico transcendental": el descubrimiento de un principio transcendental del Juicio... VI.2. La Crítica del Juicio teleológico como preámbulo de un modo de pensar moral (moralische Denkungsart)... Conclusión. La fundamentación de la metafísica desde un pensar de la libertad Propuesta de lectura... Bibliografía GCHK: