UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS
Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica II
LA MEZCLA TURBULENTA POR CONVECCIÓN
GRAVITATORIA: MODELIZACIÓN EXPERIMENTAL Y
APLICACIÓN A SITUACIONES ATMOSFÉRICAS
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
PRESENTADA POR
Pilar López González – Nieto
Bajo la dirección del doctor
José Leandro Cano Marchante
Madrid, 2005
I ISBN: 978-84-669-2554-9 © Pilar López González–Nieto, 2004
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS
Departamento de Física de la Tierra, Astronomía y Astrofísica II
(Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera)
LLAA MMEEZZCCLLAA TTUURRBBUULLEENNTTAA PPOORR
CCOONNVVEECCCCIIÓÓNN GGRRAAVVIITTAATTOORRIIAA::
MMOODDEELLIIZZAACCIIÓÓNN EEXXPPEERRIIMMEENNTTAALL YY
AAPPLLIICCAACCIIÓÓNN AA SSIITTUUAACCIIOONNEESS
AATTMMOOSSFFÉÉRRIICCAASS
PILAR LÓPEZ GONZÁLEZ-NIETO
Madrid, Abril del 2004
A Elena, mi madre, de quien aprendí la capacidad de trabajo, la
constancia, la multidisciplinariedad
y el amor por la naturaleza.
A Ramón, mi padre, de quien aprendí el orden, el sentido de la belleza y el
interés por el conocimiento.
A Mariado y a Paco, por su amor y su amistad infinitos.
A Francisco, por su inteligencia llena de bondad, por ser el hombre que es.
Agradecimientos
Al Dr. D. José Leandro Cano Marchante, que me dio la oportunidad de investigar, por
su dirección continua, sosegada y optimista que ha sido esencial para la finalización del
presente trabajo. Agradecerle su implicación profunda durante el largo desarrollo de las
investigaciones en las que se basan este trabajo, el buen concepto que de mi labor tiene
y su ayuda en los momentos críticos.
Al Dr. D. José Manuel Redondo Apraiz, Departamento de Física Aplicada de la
Universidad Politécnica de Cataluña, por haber proporcionado los primeros
instrumentos que permitieron la construcción de los propios, por sus ideas y enseñanzas
tanto teóricas como experimentales, por su ayuda en el aprendizaje de la utilización del
digitalizador DigImage y por el seguimiento del presente trabajo que ha realizado a lo
largo del tiempo.
Al Dr. D. Julio Tijero Miquel, director del Departamento de Ingeniería Química, por
permitir la utilización de sus instalaciones e instrumentos que han posibilitado la
fabricación del gel de sodiocarboximetil celulosa así como el estudio de su
comportamiento reológico.
Al Dr. D. José Agustín García García del Departamento de Física de la Universidad de
Extremadura por su valiosa labor en la obtención de los sondeos termodinámicos de la
baja atmósfera realizados en el entorno de Almaranz.
Al Dr. D. Gregorio Maqueda Burgos (Departamento de Física de la Atmósfera,
Astronomía y Astrofísica II) y al Dr. D. Carlos Yagüe Anguis (Departamento de Física
de la Atmósfera, Astronomía y Astrofísica I) por sus opiniones, sugerencias e ideas que
han proporcionado siempre que se les ha requerido su ayuda.
Al Dr. D. Gabriel Álvarez Galindo (Departamento de Física Teórica II) por analizar los
planteamientos y desarrollos teóricos relacionados con algunas de las magnitudes físicas
utilizadas en el presente trabajo.
A los Talleres de Apoyo a la Investigación de la Universidad Complutense de Madrid,
especialmente a Onofre Martínez Gómez (Taller de Electrónica) y a Florentino Zapatera
Aragón (Taller Mecánico) por el excelente trabajo realizado en la construcción de parte
de los instrumentos necesarios para el desarrollo experimental del presente trabajo.
A Enrique Alonso Melquizo por su valiosa colaboración en la etapa inicial del montaje
experimental.
Al Departamento de Física Matemática y Fluidos de la Universidad Nacional de
Educación A Distancia por permitirme utilizar sus instalaciones, y especialmente al Dr.
D. José Carlos Antoranz Callejo y al Dr. D. Juan Medina por iniciarme en el proceso de
digitalización de los experimentos.
Al Departamento de Física Aplicada I (Termología) de la Universidad Complutense de
Madrid por permitirme la utilización de sus laboratorios.
Al Departamento de Física Aplicada III (Electricidad y Electrónica) de la Universidad
Complutense de Madrid por facilitarme el uso de sus osciloscopios durante el tiempo
que ha sido preciso.
Al Aula de Informática y Artes Gráficas de la Facultad Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid, especialmente a Fernando Ripoll Molines
(Director) y a Emilio Oliveros Méndez (Responsable Técnico) por permitirme la
utilización de sus instalaciones y de sus digitalizadores.
La Universidad Complutense de Madrid ha subvencionado parcialmente este trabajo
mediante el proyecto “Complutense” PR 181/96-6757-96.
v
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
iii
PRESENTACIÓN
ix
CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN
I.1 INTRODUCCIÓN 1
I.1.1 La Capa Superficial Atmosférica
4
I.2 MOTIVACIÓN Y OBJETIVOS 8
I.2.1 Observaciones en la naturaleza 12
CAPÍTULO II TEORÍA DE LA MEZCLA FLUIDA POR TURBULENCIA
II.1 LA TURBULENCIA FLUIDA 18
II.2 LA TURBULENCIA ATMOSFÉRICA 21
II.2.1 Mezcla Turbulenta por Convección y por Cizalla 25
II.2.2 La Turbulencia en la Capa Límite Planetaria 27
II.2.3 El Análisis Teórico de un Flujo Turbulento 30
II.2.4 La Ecuación de la Energía Cinética Turbulenta 35
II.3 EL FENÓMENO DE LA MEZCLA ENTRE FLUIDOS
II.3.1 La Mezcla Fluida 44
II.3.2 La mezcla turbulenta fluida bajo las condiciones de una estratificación
estable 47
II.3.3 La mezcla turbulenta fluida bajo condiciones de estratificación inestable
50
II.3.3.1 La Inestabilidad de Rayleigh-Taylor 51
II.4 LA CONVECCIÓN 58
II.4.1 La Convección Libre con Variaciones de Concentración 62
II.4.2 Los Fenómenos Fluidos Convectivos 66
II.4.2.1 Los Penachos Turbulentos 68
II.4.2.2 La Corriente de Gravedad 75
II.4.3 Los Fenómenos Convectivos de la Capa Límite Planetaria 77
II.5 CARACTERÍSTICAS TEÓRICAS ASOCIADAS A LA SITUACIÓN
EXPERIMENTAL
80
APÉNDICE II.1. El Sistema de Ecuaciones de un Flujo Turbulento 83
vi
CAPÍTULO III EL MÉTODO EXPERIMENTAL
III.1 INTRODUCCIÓN 85
III.2 EL MODELO DE LABORATORIO 88
III.2.1 El Modelo Experimental 88
III.2.2 El Material de Laboratorio 93
III.2.3 El Procedimiento Experimental 101
III.2.4 La Red de Distribución para la Succión de las Sondas de Conductividad 114
III.2.4.1 El Tubo Venturi 115
III.2.4.2 El Conector Múltiple 122
III.2.4.3 El Vaso Regulador del Flujo 126
III.2.5 Reología del Gel de Sodiocarboximetil Celulosa 132
III.3 LOS DATOS EXPERIMENTALES
III.3.1 Descripción de los Datos Experimentales 142
III.3.2. La Medida Experimental de la Densidad 144
III.3.2.1 La Sonda de Conductividad Por Succión 145
III.3.2.2 El Conductivímetro Multicanal 148
III.3.2.3 El Calibrado del Conductivímetro Multicanal 151
III.3.3 El Registro de las Imágenes Experimentales 161
III.3.3.1 La Digitalización 163
III.3.3.2 El Análisis de las Imágenes Digitalizadas 166
III.4 TIPOS DE ANÁLISIS 175
CAPÍTULO IV DESCRIPCIÓN CUALITATIVA DE LOS PROCESOS DE MEZCLA
PARCIAL TURBULENTA
IV.1 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN INESTABLE DE DENSIDAD
177
IV.1.1 Las Digitalizaciones del Proceso de Mezcla Parcial con una
Distribución Inestable de Densidad 210
IV.1.2 Influencia de la Interfase Estable de Densidad 218
IV.2 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN ESTABLE DE DENSIDAD 220
IV.3 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN NEUTRA 227
CAPÍTULO V LOS PARÁMETROS EXPERIMENTALES CARACTERIZADORES
DEL PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
V.1 INTRODUCCIÓN 240
V.2 LOS PARÁMETROS EXPERIMENTALES 241
V.2.1 El Número de Atwood 242
vii
V.2.2 La Altura de la Capa Mezclada 244
V.2.3 El Concepto de Eficiencia de Mezcla 245
V.3 LA EFICIENCIA DE MEZCLA 247
V.3.1 Influencia de una Altura Inicial en la Capa Fluida Densa 252
V.3.2 Equivalencias en el Sistema Fluido 256
V.3.3 La Eficiencia de Mezcla bajo Condiciones Iniciales Inestables 259
V.3.4 Influencia del Estrato de Gel CMC 273
V.3.5 La Eficiencia de Mezcla bajo Condiciones Iniciales Estables 277
V.3.6 La Eficiencia de Mezcla bajo Condiciones Iniciales Neutras 285
V.4 LA ADIMENSIONALIZACIÓN DE LOS PARÁMETROS
EXPERIMENTALES 290
APÉNDICE V.1 Análisis del Proceso Sin Mezcla 294
APÉNDICE V.2 Análisis del Proceso de Mezcla Completa 296
APÉNDICE V.3 Comparación de los Tres Procesos de Mezcla 299
CAPÍTULO VI ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES INESTABLES
VI.1 EL ANÁLISIS GLOBAL DE LOS EXPERIMENTOS ASOCIADOS A UNA
DISTRIBUCIÓN INESTABLE DE DENSIDAD 303
VI.2 COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA DE LA CAPA MEZCLADA 305
VI.3 COMPORTAMIENTO DE LA EFICIENCIA DE MEZCLA 311
VI.4 EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL PROCESO DE MEZCLA PARCIAL 325
VI.4.1 Evolución Temporal de los Perfiles de Densidad 327
VI.4.2 Evolución Temporal de la Altura de la Capa Mezclada 346
VI.4.3 Evolución Temporal del Frente Convectivo de los Penachos Turbulentos 355
APÉNDICE VI.1 Tablas de la Pendiente correspondiente a los Ajustes Lineales
asociados a los Perfiles de Densidad de los Experimentos con Distribuciones
Inestables de Densidad 366
CAPÍTULO VII ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES ESTABLES Y NEUTRAS
VII.1 EL COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA Y LA EFICIENCIA DE
MEZCLA 372
VII.2 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LOS PERFILES DE DENSIDAD 378
VII.3 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LA ALTURA DE LA CAPA MEZCLADA 389
VII.4 EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL FRENTE CONVECTIVO DE LOS
PENACHOS 396
viii
CAPÍTULO VIII ANÁLISIS DE LAS SITUACIONES ATMOSFÉRICAS
VIII.1 INTRODUCCIÓN 410
VIII.2 DESCRIPCIÓN DE LOS DATOS ATMOSFÉRICOS 412
VIII.3 INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA DE LA SEMEJANZA ENTRE UN
MODELO EXPERIMENTAL Y UN FENÓMENO REAL 416
VIII.3.1 La Semejanza Hidrodinámica en la Convección 417
VIII.3.2 La Semejanza entre el Modelo de Laboratorio y el Fenómeno
Atmosférico 422
VIII.4 LOS ESTRATOS ATMOSFÉRICOS 425
VIII.4.1 Criterios de Selección 429
VIII.4.2 Analogía entre la evolución del sistema fluido experimental y la de los
estratos atmosféricos 439
VIII.4.3 Los Desplazamientos de Thorpe 447
VIII.5 EL PROCESO ATMOSFÉRICO 456
VIII.5.1 La evolución de los macroestratos atmosféricos 458
CAPÍTULO IX RESUMEN Y CONCLUSIONES
IX.1 RESUMEN Y CONCLUSIONES GENERALES 470
BIBLIOGRAFÍA 477
PP RR EE SS EE NN TT AA CC II ÓÓ NN
La mayor parte de los flujos de fluidos geofísicos que existen en la naturaleza
son turbulentos. Desde la capa límite de la atmósfera terrestre o capa límite planetaria
hasta las corrientes en chorro de la alta troposfera o las nubes del tipo cúmulo, casi
todos los fenómenos atmosféricos poseen movimiento turbulento. Análogamente, las
corrientes de agua bajo la superficie de los océanos son turbulentas. El flujo laminar es
una excepción en la dinámica de los fluidos de la naturaleza que sólo aparece si las
dimensiones o las velocidades son pequeñas o las viscosidades altas.
Sin embargo, es difícil dar una definición precisa de la turbulencia, que se
describe en función de las características de los flujos turbulentos. Y este objetivo es
aún más complicado si cabe en el caso de la turbulencia atmosférica, y más necesario
por el control que sobre la difusión del calor, la humedad o la contaminación
atmosférica ejerce la mezcla turbulenta o su ausencia.
Desde esta perspectiva podemos constatar la importancia de cualquier estudio
teórico, experimental o numérico que sobre la mezcla turbulenta fluida, y en particular
la atmosférica, se realice. Y dentro de este enfoque se sitúa el presente trabajo que es de
carácter eminentemente experimental y cuyos principales objetivos son la consecución
en laboratorio de una mezcla turbulenta generada bajo condiciones de estratificación
inestable, el análisis de esta mezcla y la comparación de los resultados así obtenidos con
los del análisis realizado a las medidas de campo correspondientes a situaciones
atmosféricas semejantes.
Por último, cabe destacar que el presente trabajo se enmarca dentro de la línea de
investigación del Grupo de la Capa Limite Planetaria del Departamento de Astrofísica y
Ciencias de la Atmósfera, y que su realización ha supuesto la creación de un modesto
laboratorio de mecánica de fluidos geofísicos así como la ejecución colateral de
prácticas experimentales para los alumnos de licenciatura.
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I Introducción
1
I.1 INTRODUCCIÓN
Los sistemas fluidos son capaces de desarrollar un fenómeno propio de
carácter impredecible que es la turbulencia porque estos sistemas dinámicos están
gobernados por ecuaciones de movimiento no lineales. Este régimen fluido también
es propio de los fluidos geofísicos como la atmósfera y el océano.
La turbulencia, que es una propiedad de los flujos y no de los fluidos, se
define en función de una serie de características distintivas como son la irregularidad,
la difusividad que provoca una mezcla rápida y aumenta los ritmos de transferencia
de momento, calor y masa, los valores altos del Número de Reynolds, la presencia de
vorticidad, la disipación y la continuidad del fenómeno.
La turbulencia surge en los fluidos como consecuencia de la evolución de una
inestabilidad de un flujo inicialmente laminar. Dicha inestabilidad está apoyada por
el aumento de la velocidad, la presencia de obstáculos o la viscosidad o la densidad
del propio fluido. Por ello, es un flujo caracterizado por la aparición de movimientos
secundarios dentro del flujo principal que producen mezcla en el fluido.
En general, la turbulencia fluida se ve favorecida por la presencia de
inestabilidades hidrodinámicas de diversos tipos, tales como las de Kelvin-
Helmholtz, de Rayleigh-Taylor, de Rayleigh-Bénard o de Taylor-Couette. Existe una
situación particular en los sistemas fluidos, importante en el caso atmosférico, que
puede desembocar en la aparición de la turbulencia que es la convección, entendida
en un sentido amplio como la traslación de las partículas fluidas debida a diferencias
de densidad que pueden estar producidas tanto por variaciones de temperatura como
por variaciones de concentración directamente relacionadas con la estratificación
fluida.
Nuestro interés se centra en la atmósfera, en particular en la baja atmósfera,
que es un fluido geofísico en movimiento predominantemente en régimen turbulento.
La turbulencia atmosférica es la principal responsable de los procesos de
transferencia de las diversas magnitudes físicas importantes en el estudio de la
atmósfera, tales como la humedad, el calor, la masa, el momento o la concentración
de cualquier contaminante.
El origen de la turbulencia atmosférica está en la unión de las causas
siguientes que son la fricción de las capas atmosféricas inferiores contra la superficie
terrestre, el flujo sobre los obstáculos propios de la orografía terrestre y el
CAPÍTULO I Introducción
2
calentamiento solar de dicha superficie y de la misma atmósfera. Este fenómeno es
disipativo y es capaz de mantenerse debido a la influencia de dos factores esenciales,
también presentes en su origen. Uno de estos factores es la cizalla del viento,
producida por el retraso del movimiento de unas capas atmosféricas respecto de otras
y cuyo origen último es la fricción entre la atmósfera y la superficie terrestre. El otro
es la convección térmica a todos los niveles, generada por el calentamiento de origen
solar y terrestre tanto de las capas atmosféricas como de la superficie terrestre.
La estratificación es otra de las características esenciales de la atmósfera que
es un fluido estratificado a gran y pequeña escala. Un fluido es estratificado cuando
existe en su seno una variación vertical de la densidad, siendo constante en planos
horizontales. La estratificación está muy presente en la baja atmósfera que es la zona
más cercana a la superficie terrestre, donde juega un papel fundamental en la
evolución de los fenómenos atmosféricos al gobernar el desarrollo de la difusión de
las magnitudes físicas. El principal origen de esta estratificación atmosférica reside
en la acción del calentamiento de orígenes solar y terrestre. Sin embargo, en general,
la estratificación fluida puede deberse tanto a variaciones de temperatura como de
concentración de un soluto o de sedimentos. La cuestión más importante relacionada
con la estratificación de cualquier fluido, y en particular de la atmósfera, es averiguar
cómo es el comportamiento de la turbulencia bajo los diferentes tipos de
estratificaciones que pueden existir y sus implicaciones sobre la mezcla.
Las fuerzas de flotabilidad están directamente relacionadas con la presencia
de estratificación en un fluido y son resultado de la acción de la gravedad sobre las
variaciones de densidad existentes, generando una gran variedad de movimientos
fluidos directamente influidos y causados por las mismas. En particular, destacan los
fenómenos fluidos resultantes de una distribución inestable de densidad englobados
bajo el nombre de convección por flotabilidad, que son el objeto de estudio del
presente trabajo. También son muy importantes los diversos mecanismos productores
de mezcla cuando la estratificación es estable.
El primer capítulo es una introducción descriptiva que permite situar el
presente trabajo en el contexto objeto de nuestro interés. Además, plantea la
importancia de los estudios sobre mezcla turbulenta e introduce las motivaciones que
sustentan el presente estudio así como los objetivos a alcanzar.
El segundo capítulo proporciona el esqueleto teórico del presente trabajo. Se
inicia con una breve descripción de la turbulencia fluida y, posteriormente, se
CAPÍTULO I Introducción
3
particulariza al caso de la capa superficial atmosférica. Se introduce la convección
fluida describiendo algunos flujos convectivos relacionados con el desarrollo de los
experimentos de mezcla turbulenta.
El tercer capítulo presenta el modelo de laboratorio y el procedimiento
experimental utilizados, realizándose una descripción detallada tanto del montaje
experimental como de los instrumentos empleados. Este capítulo describe el tipo de
medidas experimentales realizadas y los tipos de análisis a que han sido sometidas.
El cuarto capítulo presenta una descripción cualitativa de los procesos de
mezcla turbulenta que se han generado experimentalmente con distribuciones
iniciales de densidad que son inestables, estables y neutras.
El quinto capítulo introduce las magnitudes físicas que se estudian en el
presente trabajo y se deducen las expresiones teóricas correspondientes a una de esas
magnitudes que es la eficiencia de mezcla. Finalmente, se exponen las técnicas de
adimensionalización y normalización de las diferentes magnitudes empleadas en esta
memoria.
El capítulo sexto desarrolla el análisis de los datos experimentales según un
estudio global y un análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla. Se
presentan los resultados correspondientes relativos al comportamiento de diversos
parámetros físicos como la altura de la capa mezclada y la eficiencia de mezcla. El
análisis presentado en este capítulo corresponde exclusivamente a los experimentos
realizados bajo condiciones inestables.
El séptimo capítulo presenta el análisis de los datos experimentales
correspondientes a experimentos realizados bajo condiciones estables y neutras
aplicando los dos métodos introducidos en el capítulo sexto.
El octavo capítulo muestra la selección de las situaciones atmosféricas que
pueden asemejarse hidrodinámicamente a la situación experimental analizada en los
capítulos precedentes. Se establecen las características de dichas situaciones reales,
los criterios para seleccionarlas y el análisis de los datos de campo a ellas asociados.
La memoria finaliza con la presentación de un resumen de la misma con las
conclusiones más destacadas.
CAPÍTULO I Introducción
4
I.1.1 LA CAPA SUPERFICIAL ATMOSFÉRICA
El presente trabajo tiene por objetivo último el estudio de la mezcla
atmosférica a nivel micrometeorológico y la aplicación de los resultados obtenidos a
situaciones atmosféricas semejantes hidrodinámicamente a las planteadas en el
laboratorio y que pueden estar presentes en la capa superficial atmosférica. La capa
superficial es un estrato situado en el fondo de la capa límite planetaria en el que
tanto los flujos turbulentos como las tensiones varían menos de un 10%. En esta
capa son significativos los procesos de transferencia turbulenta de masa, humedad,
calor o cantidad de movimiento.
La capa límite planetaria que tiene una gran importancia por sus especiales
características y por su influencia en la vida. Alcanza una altura aproximada de 1
km., abarcando alrededor de un 10% del espesor de la troposfera, y su movimiento
predominante es el del régimen turbulento. El concepto de capa límite planetaria se
fundamenta en el concepto general de capa límite propio de la Mecánica de Fluidos1.
La capa límite planetaria es una capa límite de régimen turbulento que se forma
como consecuencia de la interacción entre la atmósfera y la superficie terrestre tanto
sólida como líquida sobre la que circula. Por tanto, es aquella parte de la troposfera
que está directamente influida por la presencia de la superficie terrestre y que
responde a su influencia con escalas de tiempo inferiores a una día. Dichos
forzamientos externos pueden ser la topografía de pequeña y gran escala, la
evaporación, el calentamiento térmico, la transferencia de calor o la emisión de
contaminantes que influyen directamente sobre esta capa y cuyos efectos son
eficazmente transmitidos mediante el fenómeno de la mezcla turbulenta (Schlichting,
H. 1972; Stull, 1994; White, 1979).
La turbulencia es una característica intrínseca de la capa límite planetaria y
constituye el proceso de transporte más importante dentro de la misma, siendo
mucho más efectiva que la difusividad molecular por varios órdenes de magnitud.
Esta turbulencia permite que la capa límite planetaria responda con relativa rapidez a
1 Las capas límites son estratos fluidos de pequeño espesor que se forman próximos o a lo largo de los
contornos de los cuerpos sólidos. En estas capas los efectos de la viscosidad son importantes y
aparecen por el hecho de que los fluidos viscosos no pueden deslizar sobre los sólidos ("no-slip
boundary condition"). El efecto principal de la viscosidad es crear una fuerza de arrastre representada
por medio de una tensión viscosa de cizalla y cuyo resultado global es una deformación continua del
fluido en la dirección del movimiento.
CAPÍTULO I Introducción
5
los forzamientos externos y que sus efectos se transmitan eficazmente al conjunto de
la atmósfera aunque con una menor intensidad o en una escala temporal mayor. Por
tanto, la mezcla turbulenta es un fenómeno de vital importancia.
La capa límite planetaria pasa a través de distintos estados a lo largo del ciclo
diurno. Los dos estados fundamentales son el correspondiente a la capa límite
convectiva y el de la capa límite estable. La capa límite convectiva se forma a lo
largo del día y alcanza su mayor espesor a última hora de la tarde. La capa límite
planetaria puede convertirse en una capa estratificada establemente en cuanto la
superficie terrestre esté más fría que el aire situado encima de ella, como sucede
durante el período nocturno, o bien, cuando exista advección de una masa de aire
cálido sobre una superficie más fría. Se constituye entonces la capa límite estable
(Stull, 1994).
La capa límite planetaria se distingue claramente de la atmósfera libre. La
capa límite presenta una turbulencia casi continua en todo su espesor y una mezcla
turbulenta eficaz tanto horizontal como verticalmente. La atmósfera libre presenta
turbulencia esporádicamente que se restringe a pequeñas capa de aire o a nubes
convectivas, y en ella predomina la difusión de origen molecular, así como la
advección realizada por el viento medio.
La capa superficial ocupa la décima parte de la capa límite planetaria y es la
más cercana a la superficie terrestre. Su límite inferior está aceptablemente bien
definido, pero no el superior que es difícil de establecer. Dada su cercanía respecto
de la superficie terrestre, esta capa es susceptible de estudio directo mediante
diferentes técnicas instrumentales (torres meteorológicas, globos cautivos y libres).
Los fenómenos de mezcla turbulenta que son el objetivo último a analizar se
producen en la capa límite planetaria, y, por tanto, también en la capa superficial. No
obstante, dependiendo del sondeo atmosférico utilizado nos situamos
preferentemente en una u otra.
La capa superficial es un estrato presente tanto en la capa límite convectiva
como en la estable. La capa superficial inestable presenta una primera zona, o
microcapa, en la que tiene lugar un rápido decrecimiento de la temperatura, lo que
conlleva la aparición de fuertes gradientes que son los que mantienen los procesos de
transporte molecular predominantes en esta zona. El resto de esta capa superficial
inestable presenta una disminución vertical suave de la temperatura hasta alcanzar un
valor casi nulo en la cima de la misma, cuyos gradientes generan procesos de
CAPÍTULO I Introducción
6
difusión turbulenta realizados por remolinos turbulentos de tamaño pequeño. Entre
los fenómenos atmosféricos presentes en la capa superficial inestable destacan las
estructuras térmicas de pequeña escala como los penachos verticales o las corrientes
de polvo (Stull, 1994).
La capa superficial se caracteriza por poseer importantes gradientes
verticales de las diversas magnitudes físicas propias del estudio de la atmósfera, lo
que conlleva la generación de los mayores intercambios de dichas magnitudes
(momento, calor, humedad, masa o contaminantes) que se realizan físicamente
mediante los flujos correspondientes. La existencia de estas variaciones verticales en
las magnitudes es debida a la presencia de los forzamientos de origen superficial que
tienen su máxima influencia sobre esta capa, que sirve de conexión con el resto de la
atmósfera. En el caso de la capa superficial, dichos flujos permanecen
aproximadamente constantes a través de toda su profundidad y son de carácter
turbulento (Stull, 1994).
La consideración de la capa superficial como capa de tensión constante
implica que dicha capa presente una serie de características notables. Bajo
condiciones de estabilidad indiferente (z/L=0), el perfil vertical de velocidad es
conocido como el perfil logarítmico.
Otra característica adicional de la capa superficial es la presencia de
turbulencia a diferentes escalas tanto espaciales como temporales. En concreto existe
una turbulencia a pequeña escala muy efectiva e intensa denominada
microturbulencia que es la principal responsable del intercambio turbulento de
momento, calor, humedad o masa desde y hacia la superficie terrestre. Esta
microturbulencia está generada tanto por la fricción del aire contra la rugosidad
superficial como por la convección térmica. La transferencia final de las magnitudes
físicas implicadas en los fenómenos atmosféricos de mayor escala depende, en
último término, de esta microturbulencia. Debido a esta particular característica, el
análisis de la capa superficial requiere un enfoque micrometeorológico. Y, por ello,
uno de los objetivos fundamentales del presente trabajo es aportar un nuevo
procedimiento para el estudio de la microturbulencia, colaborando al entendimiento
de las condiciones bajo las que se puede generar dicha turbulencia de pequeña escala.
Por tanto, la mezcla turbulenta es un fenómeno esencial en la baja atmósfera,
importancia que ha aumentado en los últimos años debido al problema de la
contaminación atmosférica en el que el comportamiento de la turbulencia es
CAPÍTULO I Introducción
7
fundamental para la dispersión de los contaminantes. La mayor parte de las fuentes
de contaminación están situadas en la superficie terrestre y, por ello, las mayores
concentraciones de contaminantes se producen en la capa superficial en la que la
contaminación queda atrapada.
El fenómeno de la mezcla turbulenta posee dos orígenes, uno térmico y otro
mecánico. La mezcla turbulenta de origen térmico es generada principalmente por
procesos de convección atmosférica a todas las escalas, y su causa última es la acción
del calentamiento solar. La mezcla turbulenta de origen mecánico es generada por la
acción de la cizalla vertical del viento. Ambos tipos de mezclas turbulentas poseen
sus propias características diferenciadoras, siendo posible la existencia de mezcla de
origen mecánico sin la presencia de turbulencia térmica como, por ejemplo, en la
ruptura de las inversiones térmicas nocturnas (Yagüe, 1992).
CAPÍTULO I Introducción
8
I.2 MOTIVACIÓN Y OBJETIVOS
El objetivo fundamental que ha motivado el presente trabajo es contribuir al
estudio de la microturbulencia. Los estudios de microescala intentan conocer mejor
la estructura de la microturbulencia atmosférica por sí misma y mejorar su posible
aplicación a los modelos teóricos existentes sobre la capa superficial atmosférica.
Los motivos por los que se ha decidido desarrollar un tema de investigación
relacionado con la turbulencia de pequeña escala son varios. En primer lugar, por el
conocimiento en sí mismo de este fenómeno fluido así como su relación con la
microescala atmosférica. En segundo lugar, continuar y ampliar la línea de
investigación relacionada con la mezcla turbulenta atmosférica iniciada por los
profesores Dr. José L. Cano Marchante, Dr. Gregorio Maqueda, Dr. José Manuel
Redondo y Dr. Carlos Yagüe en el Departamento de Astrofísica y Ciencias de la
Atmósfera. En tercer lugar, plantear nuevos procedimientos experimentales para el
estudio de éste y otros fenómenos asociados. En relación con este motivo, el montaje
experimental planteado genera un conjunto de penachos turbulentos que destacan
como productores de mezcla bajo condiciones inestables en una estratificación
fluida. Finalmente, otro motivo del presente trabajo es particularizar la línea de
investigación de la microturbulencia al estudio de la turbulencia de pequeña escala
que se genera bajo condiciones inestables en la estratificación fluida.
Por ello, el objetivo principal de la presente memoria es la modelización
experimental y el estudio de la mezcla turbulenta generada bajo condiciones de
estratificación inestable en el sistema fluido construido para tal fin. Así pues, se
intenta realizar una modelización experimental de la mezcla turbulenta de tipo
convectivo consecuencia de una estratificación inestable que podría considerarse
como si fuese de origen térmico a pesar de que en el procedimiento experimental no
se hace uso alguno de variaciones térmicas sino de variaciones de concentración
salina. Sin embargo, la convección puede entenderse en un sentido amplio como la
traslación de partículas fluidas producida por variaciones de densidad que pueden
generarse tanto por cambios de temperatura como por cambios de concentración
como es el caso del presente trabajo. Por todo ello, prestaremos especial atención a
las características de la convección en el capítulo II.
Como consecuencia de las condiciones inestables del sistema fluido se
obtiene una mezcla de tipo convectivo que se desarrolla experimentalmente a través
CAPÍTULO I Introducción
9
de diversas estructuras convectivas entre las que destacan los penachos turbulentos
forzados, entre otras. La mezcla generada por los penachos turbulentos es importante
en numerosas aplicaciones tanto geofísicas como industriales1. Los penachos
generados por fuentes aisladas de fluido de diferente densidad – situación que se
presenta en este trabajo- existen en un gran número de circunstancias naturales o
industriales. Dentro de los flujos abiertos tenemos el caso de las nubes generadas por
una erupción volcánica, los fuegos forestales y los desagües de aguas residuales
(Caulfield, 2000; Stothers, 1989). Pero los penachos turbulentos también pueden
generarse en espacios cerrados como es el caso de los incendios domésticos, las
fugas de gases o el calentamiento y el enfriamiento por aire (Caulfield, 2000). En
relación con este fenómeno hay que prestar especial atención a las siguientes
situaciones: el efecto de la variación no monótona de la densidad debida a una
expansión térmica, el efecto de una estratificación ambiental variable como sucede
en el caso de la atmósfera y el efecto de los flujos finitos de masa y momento
procedentes de una fuente situada en un especio cerrado, que es la situación
experimental del presente trabajo. De hecho, la convección generada por un
calentamiento local2 es la fuente típica que origina movimientos convectivos en
fluidos geofísicos. En la actualidad, los flujos inestables convectivamente son centro
de interés al estudiarse los efectos de un calentamiento local. Estos flujos son
importantes en la convección profunda oceánica y en la convección intensa
atmosférica.
Por otra parte, la mezcla generada por penachos turbulentos es el fundamento
de nuevos modelos de convección en los núcleos estelares, desplazando a la clásica
teoría de la longitud de mezcla y postulando que en las condiciones estelares el
transporte convectivo es principalmente realizado por penachos turbulentos. Además,
existe un notable interés en comprender el transporte turbulento y la mezcla que se
generan por movimientos convectivos dentro de las estrellas y que son los
responsables de la redistribución de muchas propiedades físicas que afectan a su
estructura (Bonin & Rieutord, 1996; Rieutord & Zahn, 195; Yin-Ching &
Schatzman, 1997).
1 Por ejemplo, la dinámica de la mezcla en los penachos gobierna el impacto medioambiental de las
chimeneas. Los penachos hidrotérmicos del océano medio juegan un importante papel en la mezcla
del océano profundo y en el equilibrio químico y térmico de los océanos.
2 Este punto se generaliza al hablar de fuentes localizadas que proporcionan variaciones de densidad
que pueden ser debidas a variaciones de temperatura o de concentración.
CAPÍTULO I Introducción
10
De esta forma, se pretende dar paso hacia la investigación de procesos de
mezcla turbulenta bajo situaciones inestables más genéricas. Este objetivo
fundamental se lleva a cabo mediante el análisis cualitativo y cuantitativo de la
evolución de los procesos de mezcla turbulenta experimental presentados en esta
memoria. De esta forma, el conocimiento de los mecanismos que dan paso a la
turbulencia y de las propiedades de la mezcla permite conocer y parametrizar la
distribución de diversas magnitudes físicas presentes en el fluido como la humedad,
el calor o los contaminantes.
Adicionalmente otro motivo es discernir la utilidad y adecuación de los
modelos de laboratorio para el estudio de ciertos fenómenos atmosféricos. El
presente trabajo se sustenta íntegramente en el planteamiento de un modelo de
laboratorio y en su realización práctica así como en el análisis de los datos
experimentales de él obtenidos y su comparación con situaciones atmosféricas
hidrodinámicamente semejantes.
Los modelos de laboratorio permiten la simulación de procesos geofísicos a
escalas temporales y espaciales diferentes, y bajo condiciones más sencillas y
controlables que las reales. Permiten el estudio aproximado de aquellos fenómenos
reales cuyo análisis directo en la naturaleza no es posible por su complejidad, como
por ejemplo, los fenómenos convectivos, la mezcla turbulenta o la microturbulencia.
Por tanto, el modelo experimental es una herramienta imprescindible en el estudio de
los fenómenos naturales que complementa tanto a los modelos numéricos como a los
análisis teóricos.
La modelización de los fenómenos turbulentos es muy complicada y el
desarrollo del conocimiento de estos fenómenos necesita de la evidencia
experimental que valida una hipótesis, una teoría o un resultado analítico a la vez que
proporciona las escalas características del fenómeno y los órdenes de magnitud de las
propiedades físicas que intervienen en el mismo. Dado que los flujos turbulentos no
son una característica de los fluidos, sino que lo es de la dinámica de los mismos, es
posible el estudio de los fenómenos turbulentos sin considerar en esencia el tipo de
fluido para ello utilizado lo que supone un apoyo para la utilización de modelos de
laboratorio.
Todas estas consideraciones son especialmente válidas en el caso de los
fenómenos atmosféricos, puesto que la atmósfera es un laboratorio inalcanzable en el
sentido de que no podemos modificar ni controlar nada de lo que en ella sucede, a
CAPÍTULO I Introducción
11
diferencia de lo que sucede en un laboratorio estándar. Esto nos ha impulsado a la
utilización de modelos experimentales para intentar representar situaciones
atmosféricas reales. Esta elección obliga a establecer una relación entre el estudio
experimental y el análisis de medidas de campo correspondientes a dichos
fenómenos atmosféricos, empleando para ello las teorías de la física de la atmósfera
y las de la semejanza hidrodinámica. Es necesario establecer dicha relación porque
resulta interesante analizar la adecuación o no del modelo de laboratorio como
representante del fenómeno atmosférico en base a los resultados obtenidos.
CAPÍTULO I Introducción
12
I.2.1 OBSERVACIONES EN LA NATURALEZA
El apartado precedente ha planteado que uno de los objetivos del presente
trabajo es el análisis de los fenómenos de mezcla turbulenta a pequeña escala bajo
condiciones inestables desde el punto de vista de la estratificación. Por tanto, esto
implica una dificultad notoria para la observación directa en la naturaleza de tales
situaciones inestables dada su tendencia inherente a desaparecer aunque consideramos
que este tipo de situaciones gravitacionalmente inestables pueden generarse tanto en la
atmósfera como en el océano.
El estudio del comportamiento de la estratificación atmosférica requiere el
análisis de la evolución temporal de los perfiles verticales de temperatura como la que
muestra en la figura I.1. Al observar dichos perfiles se ve que no son monótonos y en
reiteradas ocasiones aparecen cambios bruscos en la variación vertical de la temperatura
respecto del comportamiento global que presenta su respectivo perfil.
8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0 12.5 13.0 13.5 14.0 14.5 15.0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
6:00 h
7:00 h
8:00 h
9:00 h
11:00 h
15:00 h
16:00 h
z (m)
T (ºC)
Figura I.1. Evolución temporal del perfil vertical de temperatura correspondiente al día 25 de
Septiembre de 1995. La evolución abarca desde las 6:00 horas hasta las 16:00 horas. Datos de campo
obtenidos mediante un sondeo vertical con globo cautivo realizado en Almaranz.
CAPÍTULO I Introducción
13
8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5
200
400
600
800
1000
z (m)
T (ºC)
Figura I.2 Perfil vertical de temperatura correspondiente al día 25 de Septiembre de 1995 basado en
datos de campo obtenidos mediante un sondeo vertical con globo cautivo realizado en Almaranz. Se
marca con líneas punteadas la zona en la que se modifica la monotonía del perfil.
9.6 9.7 9.8 9.9 10.0
360
370
380
390
400
410
420
z (m)
T (ºC)
Figura I.3. Selección y ampliación de una parte del estrato delimitado en la figura I.2 presente en el
perfil vertical de temperatura correspondiente al día 25 de Septiembre de 1995.
CAPÍTULO I Introducción
14
La figura I.1muestra un conjunto de perfiles verticales de temperatura potencial
en su evolución a lo largo del día. Las figuras I.2 y I.4 muestran un único perfil vertical
de temperatura correspondientes a diferentes sondeos. En todas estas figuras se destacan
mediante líneas punteadas algunos estratos que no siguen la pauta del comportamiento
global de su respectivo perfil térmico y hacen que éste no sea todo lo monótono que
debiera. Estos estratos los vamos a denominar inestabilidades aisladas presentes en la
estratificación atmosférica. Estas situaciones atmosféricas pueden presentarse a
cualquier hora del día aunque si aparecen a primeras horas de la mañana, intervalo
temporal en el que predomina globalmente la estabilidad atmosférica, su presencia es
más marcada.
Hay que resaltar que no nos referimos sólo a las inestabilidades de origen
térmico, que se desarrollan cerca de la superficie terrestre conforme actúa directamente
sobre ella el calentamiento solar a lo largo de la mañana y en las horas centrales del día
– esta situación atmosférica está adecuadamente representada a nivel experimental por
una inestabilidad de Bernhard -, sino que las mencionadas inestabilidades aisladas de
estratificación están separadas entre sí por zonas de estabilidad como muestran las
figuras I.3 y I.5. Estas representaciones muestran la ampliación de los estratos
seleccionados mediante líneas punteadas en las figuras I.2 y I.4 que se representan
aparte para su mejor observación. De esta forma, se observa claramente que dichos
estratos se caracterizan por presentar un primer tramo inestable, luego una zonas estable
y un tramo final inestable de nuevo. Por ello, su identificación se realiza en base a la
comparación entre el gradiente adiabático del aire seco α y el gradiente térmico vertical
γ correspondiente al perfil térmico. Si el primero es mayor que el segundo tendremos un
tramo atmosférico con características estables, mientras que si el primero es menor que
el segundo el tramo será inestable (Morán, 1984).
Respecto a la presencia de estas inestabilidades aisladas de estratificación
creemos que podrían jugar un papel notable en la evolución posterior del perfil vertical
de temperatura, por lo tanto en el comportamiento de la estratificación atmosférica,
porque posibilitan el paso hacia una situación de indeferencia atmosférica.
Por otra parte, se pueden presentar otro tipo de ejemplos de inestabilidades en la
estratificación atmosférica que se basan en una idealización del comportamiento global
del perfil térmico cuyo procedimiento de obtención se describirá en el capítulo V. La
figura I.6 muestra una inestabilidad global en la estratificación de un perfil térmico.
CAPÍTULO I Introducción
15
18.4 18.6 18.8 19.0 19.2 19.4 19.6
360
370
380
390
400
410
420
z (m)
T (ºC)
Figura I.5. Selección y ampliación de una parte de uno de los estratos delimitados en la figura I.4. que
permite observar la estructura de una inestabilidad aislada en la estratificación atmosférica.
14 15 16 17 18 19 20 21
200
400
600
800
1000
z (m)
T (ºC)
Figura I.4. Perfil vertical de temperatura correspondiente a las 10:00 horas del día 25 de Septiembre
de 1995 basado en datos de campo obtenidos en Almaranz. Se marca con líneas punteadas la zona en
la que se modifica la monotonía del perfil.
CAPÍTULO I Introducción
16
18 20 22 24 26
200
400
600
800
1000
1200
1400
Perfil Térmico Vertical
Estrato Global
z (m)
T (ºC)
Figura I.6.Estrato global con las características de una inestabilidad aislada en la estratificación
atmosférica y que ha sido obtenido a partir de la idealización del comportamiento de una parte de un
perfil térmico vertical.
Por otra parte, es lógico pensar que en el océano también existan este tipo de
situaciones gravitacionalmente inestables asociadas a distribuciones inestables de
densidad. La turbulencia es fundamental en las capas más superficiales del océano que,
de algún modo, serían las equivalentes a las capas atmosféricas más cercanas a la
superficie terrestre. Esta turbulencia gobierna la mezcla turbulenta vertical entre masas
de agua con diferentes propiedades, y, de esta forma, indirectamente ejerce una
importante influencia sobre las corrientes oceánicas. Además, la mezcla turbulenta
oceánica es un factor determinante para la realización de los intercambios entre la
atmósfera y el océano porque gobierna las características de las aguas oceánicas
superficiales.
La capa superficial oceánica posee una microestructura compleja como se
deduce del análisis de los perfiles de salinidad obtenidos a partir de medidas de campo
en aguas oceánicas. Una de sus características más típicas es la presencia de una
estructura escalonada constituida por interfases abruptas tanto de densidad como de
temperatura que separan masas de agua con distintas propiedades.
Otra de las características destacables de la estructura de la capa superficial
CAPÍTULO I Introducción
17
oceánica es la presencia de una termoclina con un ciclo anual. Durante el verano se
constituye una estratificación de densidad estable que está limitada superiormente por
una delgada capa de mezcla producida por el viento. Durante el otoño y el invierno el
enfriamiento de la superficie da lugar a una distribución inestable de densidad que es un
gravitacionalmente inestable y que lentamente va destruyendo la estratificación estable
mediante movimientos convectivos. De esta forma, la capa de mezcla penetra en las
aguas estratificadas establemente y, a la vez, crece al ir incorporando fluido proveniente
de las mismas. Ambas zonas están separadas por una interfase de densidad bastante
abrupta conocida como termoclina estacional, cuya profundidad varía entre los 200 y
los 1000 metros. La convección producida por la inestabilidad gravitatoria de origen
térmico domina frente al efecto producido por el viento en el desarrollo de este
fenómeno. Por tanto, en este proceso oceánico encontramos otro ejemplo de una
distribución inestable de densidad.
No obstante, hay que destacar que la mezcla turbulenta oceánica, aunque
comparte las características propias de todo proceso de mezcla por turbulencia, presenta
algunas propiedades diferenciales. La turbulencia que se genera en el océano suele ser
intermitente como consecuencia de los procesos de doble difusión o doble convección.
Esto significa que aunque la estratificación de densidad es estable de forma generalizada
en las aguas oceánicas, de modo que la turbulencia está inhibida, la estratificación
térmica sí puede generar inestabilidades convectivas que localmente producen esa
mezcla turbulenta oceánica de carácter intermitente.
CAPÍTULO II
TEORÍA DE LA MEZCLA FLUIDA
POR TURBULENCIA
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
18
II.1 LA TURBULENCIA FLUIDA
La turbulencia fluida comenzó a ser estudiada a finales del siglo XIX por
Osborne Reynolds. A principios del siglo XX, Prandtl investigó los flujos fluidos
alrededor de cuerpos sólidos e introdujo el concepto de capa límite. La teoría de la
capa límite postula que el flujo de un fluido alrededor de un cuerpo sólido puede
dividirse en dos regiones con distinto comportamiento dinámico: la región de la capa
límite y la región externa a la misma. La capa límite es una zona de pequeño espesor
situada próxima al cuerpo sólido en la que la viscosidad es influyente. La región
externa se caracteriza por la escasa importancia que en su dinámica juega la
viscosidad, pudiéndose despreciar en ella la fricción viscosa. La teoría de la capa
límite supuso un hito muy importante en la Mecánica de Fluidos.
En el caso de los fluidos geofísicos, tanto el concepto de capa límite como su
teoría correspondiente son muy importantes. De hecho, en el caso atmosférico la
introducción de dicho concepto es fundamental para entender el comportamiento
dinámico de las capas atmosféricas más cercanas a la superficie terrestre, pues‚ éstas
constituyen una capa límite sobre la superficie terrestre que representa el papel del
cuerpo sólido. La teoría de la capa límite atmosférica se ha desarrollado durante el
siglo XX persiguiendo dos objetivos fundamentales. Uno es la comprensión de la
turbulencia atmosférica, sobre todo a pequeña escala o microturbulencia. El otro
objetivo es la investigación de las magnitudes medias asociadas a los flujos
turbulentos atmosféricos.
La turbulencia fluida es un fenómeno muy complejo, esencial para la
comprensión del comportamiento de los fluidos. El problema fundamental, aún uno
de los problemas sin resolver de la física clásica, es entender el porqué y el cómo un
fluido en régimen laminar, con un movimiento ordenado y definido según unas líneas
de corriente, pasa a ser un flujo turbulento con movimientos aleatorios1.
La turbulencia fluida es un fenómeno de difícil definición y compleja
1 Un flujo fluido laminar puede tener una transición hacia la turbulencia constituida por varias etapas.
La etapa primera se caracteriza por la presencia y desarrollo de inestabilidades hidrodinámicas
primarias bidimensionales que son capaces de producir movimientos secundarios tridimensionales e
inherentemente inestables, que, a su vez, generan las denominadas inestabilidades secundarias. La
segunda etapa viene determinada por el desarrollo y amplificación de las inestabilidades secundarias,
lo que provoca la aparición de capas fluidas con gran cizalla. En la etapa final tiene lugar la aparición
aleatoria espacial y temporalmente de regiones turbulentas, que se desarrollan rápidamente e
interaccionan de forma tal que el resultado final es la aparición de un flujo plenamente turbulento.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
19
fenomenología, pero con una perfecta diferenciación en base a un conjunto de
características muy peculiares (Stull, 1994; Tennekes & Lumley, 1972).
La turbulencia fluida es irregular y aleatoria, fuertemente dependiente de las
condiciones iniciales y de contorno. Por estos motivos, la turbulencia es un
fenómeno de muy difícil predicción, resultando adecuado una descripción estadística
de la misma.
La turbulencia es tridimensional en el sentido de que el campo de la velocidad
de un flujo turbulento es tridimensional, siendo muy variable espacial y
temporalmente. Además, es un flujo con carácter rotacional cuyo campo de
vorticidad también es tridimensional.
La turbulencia fluida es difusiva. Es una de las característica más importantes
y definitorias de los flujos turbulentos. Su gran difusividad implicará que estos flujos
poseen una gran facilidad para mezclar las diferentes propiedades fluidas, siendo
responsable de la eficiente difusión de masa, momento, calor, humedad y
contaminantes lo que resulta de gran importancia en situaciones atmosféricas. La
difusividad turbulenta es una característica del flujo, a diferencia de la difusividad
molecular que lo es del fluido, siendo varios órdenes de magnitud menor. Por ello, en
todo proceso de mezcla por turbulencia la difusividad turbulenta es esencial. En el
caso atmosférico, la difusividad turbulenta se caracteriza mediante la determinación
de los coeficientes de intercambio turbulento asociados a las diferentes magnitudes,
cuyo comportamiento se analiza en función de las distintas condiciones presentes en
la estratificación atmosférica.
La turbulencia es disipativa lo que implica que por sí misma tiende a
desaparecer a menos que exista una fuente que la genere de modo continuo. Es decir,
la turbulencia actúa de modo que se elimina a sí misma. Esta característica es debida
a la disipación constante de la energía cinética turbulenta por efecto de la viscosidad,
transformándose en calor o en energía interna. Por ello, para que un flujo turbulento
se mantenga es preciso suministrarle energía mediante algún mecanismo térmico o
mecánico.
La turbulencia fluida se presenta en multitud de escalas representadas por
remolinos turbulentos ("eddies") que son estructuras fluidas definidas que surgen en
los flujos turbulentos. Los remolinos turbulentos de mayor tamaño son los
encargados de la transferencia energética desde el flujo medio hasta el turbulento,
mientras que los menores se encargan de la disipación viscosa de la energía cinética
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
20
turbulenta. Por tanto, ha de existir una transferencia continua de energía turbulenta
desde las escalas mayores a las más pequeñas.
Otra característica notable de la turbulencia fluida es la aparición de una
tensión exclusiva de este régimen conocida como tensión turbulenta o de Reynolds,
representada matemáticamente por el tensor de Reynolds (− ′ ′ρu ui j ) cuyas
componentes representan cada una un flujo turbulento de momento.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
21
II.2 LA TURBULENCIA ATMOSFÉRICA
La turbulencia es una característica intrínseca de la atmósfera, que se genera,
principalmente, en las capas más cercanas a la superficie terrestre al recibir
directamente el efecto de los forzamientos por ella producidos. Estas capas inferiores
se engloban en lo que se conoce como capa superficial contenida dentro de la capa
límite planetaria, como se expuso en el capítulo I.
El registro de cualquier magnitud física relacionada con la atmósfera muestra
la presencia y características de la turbulencia. Los valores de dicha magnitud varían
de modo irregular, casi aleatorio. Sin embargo, es posible estimar un valor medio
para la magnitud en cuestión, lo que sugiere que la turbulencia no es un movimiento
totalmente aleatorio. Este hecho permite descomponer los valores instantáneos de las
magnitudes en dos partes: el valor medio y la perturbación turbulenta superpuesta a
la anterior. Esta descomposición en parte media y turbulenta se aplica a todas las
variables instantáneas de las ecuaciones de un flujo turbulento. Por otra parte, la
magnitud no toma valores indefinidos, sino que varía dentro de un cierto intervalo y
se considera que dichas variaciones están directamente causadas por la turbulencia,
luego son una medida de la misma. Por ello, se define la intensidad turbulenta como
la varianza1 o dispersión de los valores de la magnitud, con lo que se hace uso de
conceptos estadísticos como herramientas para el estudio de la turbulencia (Stull,
1994).
La turbulencia atmosférica, como la que se presenta en la capa límite
planetaria o en la capa superficial, tiene principalmente dos orígenes, uno de tipo
térmico y el otro de tipo mecánico.
La turbulencia de origen térmico se genera por el calentamiento de la
superficie terrestre, de las capas de aire más próximas a dicha superficie y de la
misma atmósfera. Mediante este calentamiento, estas capas de aire se hacen más
ligeras y ascienden generando con su movimiento ascensional turbulencia y mezcla.
En este caso, el calentamiento de la superficie terrestre actúa como un forzamiento
externo (Stull, 1994; Yagüe, 1992).
La turbulencia de origen mecánico se genera por la fricción de las capas
atmosféricas inferiores contra la superficie terrestre, de modo que aparece un
1 El promedio del cuadrado de la perturbación turbulenta de una magnitud se interpreta como una
varianza.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
22
gradiente vertical en la velocidad del viento o cizalla que favorece la transferencia
turbulenta entre las capas adyacentes que tienen distintas velocidades. En general,
siempre que exista cizalla en la velocidad del viento producida por la causa que sea,
es posible la generación mecánica de turbulencia.
La turbulencia térmica presenta características propias que la diferencian de
la mecánica. Entre estas diferencias podemos resaltar que la turbulencia mecánica
predomina sobre la térmica en las capas más bajas de la atmósfera y durante la noche
o en situaciones de ausencia de calentamiento solar (por ejemplo, en las grandes
inversiones térmicas de la Antártida (Yagüe, 1992)), mientras que la turbulencia
térmica se presenta en la parte media y alta de la capa límite planetaria y es
predominante durante el día debido al calentamiento solar.
La característica esencial de la turbulencia fluida, luego de la atmosférica, es
su gran capacidad difusiva, es decir, de producción de intercambio y mezcla de las
diversas magnitudes físicas tales como la masa, el momento, el calor, la humedad o
la concentración de contaminantes. Lógicamente, esta propiedad es transcendental
para la atmósfera, y aún lo es más para las capas de aire cercanas a la superficie
terrestre en las que la inhibición o no de la mezcla turbulenta origina fenómenos y
situaciones bien distintas. Por ejemplo, bajo condiciones de fuerte estabilidad en la
estratificación atmosférica se inhiben los movimientos verticales y la mezcla
turbulenta, entonces el aire queda estancado y si la zona presenta contaminación, la
misma no se difunde creando una situación potencialmente grave. Y al contrario, si
la estratificación atmosférica y las condiciones generales favorecen la mezcla
turbulenta, se produce un activo intercambio de las diferentes magnitudes entre las
masas de aire de forma tal que se consigue homogeneizar la capa atmosférica. Estos
procesos de mezcla turbulenta se llevan a cabo por medio de los denominados flujos
turbulentos, distintos de los flujos advectivos cinemáticos.
El concepto de flujo como la transferencia de una magnitud por unidad de
área y unidad de tiempo es muy importante en el estudio de la capa límite planetaria.
Si la anterior definición la dividimos por la densidad del aire obtenemos los
denominados flujos cinemáticos. Dada la descomposición de las diferentes
magnitudes en parte media y parte turbulenta, podemos descomponer los flujos en
una contribución media o flujo medio y otra turbulenta o flujo turbulento. El flujo
medio es el flujo asociado al viento medio relacionado con la advección, por lo que
el flujo medio es conocido como flujo advectivo (Stull, 1994).
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
23
Los flujos turbulentos en su definición matemática son análogos a los
advectivos, pero se diferencian en la aparición de las perturbaciones turbulentas de
las magnitudes en lugar de sus valores medios. Además, es necesario promediar para
obtener el efecto neto del flujo turbulento, que suele tener un valor pequeño pero
significativo (Stull, 1994).
A través de la mayor parte de la capa límite planetaria la componente vertical
de la velocidad del viento es prácticamente nula. Esto implica que los flujos
verticales advectivos son despreciables comparados con los flujos verticales
turbulentos. Por otra parte, la componente horizontal del viento tiene un valor
importante, tanto como la turbulencia, por lo que los flujos horizontales advectivos y
turbulentos son del mismo orden de magnitud.
Durante el día los flujos turbulentos son mayores y presentan una variación
casi lineal con la altura. Durante la noche, la turbulencia es menos intensa y los flujos
turbulentos son más débiles y, en general, negativos. Esto hace que otros efectos
como la advección, la radiación o la subsidencia se vuelvan más efectivos a la hora
de generar cambios en las magnitudes físicas.
Una de las magnitudes más importantes en el estudio de la turbulencia en la
capa límite planetaria es la energía cinética turbulenta media que se define en la
forma siguiente (Stull, 1994):
[ ]e u v w= ′ + ′ + ′
1
2
2 2 2 (2.1)
Esta expresión se obtiene a partir de la definición de la energía cinética por
unidad de masa tras la sustitución en ella de la descomposición en parte media y
turbulenta del módulo de la velocidad. La energía cinética turbulenta será analizada
con más detalle en el apartado II.2.4 del presente capítulo.
La energía cinética turbulenta presenta una evolución temporal típica a lo
largo del ciclo diurno y alcanza los mayores valores en las horas centrales del día
porque el calentamiento es mayor, luego son mayores los efectos convectivos
productores de turbulencia de origen térmico. Por otra parte, la energía cinética
turbulenta presenta distintos comportamientos verticales en función del tipo de
estratificación. En una situación inestable, como la correspondiente a la capa de
mezcla convectiva, los efectos verticales del empuje por flotabilidad son los más
importantes de modo que el término ′w 2 es el de mayor valor. Si la estratificación es
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
24
aproximadamente neutral, tanto la cizalla vertical del viento como el movimiento
sobre obstáculo son los fenómenos productores de turbulencia cerca del suelo, cuya
intensidad disminuye gradualmente con altura, de modo que las componentes
′ ′u y v2 2 son las que tienen un valor mayor. Si la estratificación es estable, existe un
rápido decrecimiento de la energía cinética turbulenta con la altura hasta que la
turbulencia queda inhibida. Bajo estas circunstancias la turbulencia se genera cerca
de la superficie terrestre por efecto de la cizalla del viento (Stull, 1994).
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
25
II.2.1 MEZCLA TURBULENTA POR CONVECCIÓN Y
POR CIZALLA
La turbulencia atmosférica tiene dos orígenes fundamentales: el térmico y el
mecánico. En función del tipo de causa productora de la turbulencia, la mezcla
turbulenta puede ser generada por convección para el caso de la turbulencia térmica
o por cizalla para la turbulencia mecánica. Por otra parte, es preciso tener en cuenta
que la mezcla turbulenta posee una dependencia temporal, y, más concretamente,
depende del ciclo diario del calentamiento solar. Durante el día, la mezcla turbulenta
es producida fundamentalmente por los fenómenos convectivos asociados al
calentamiento solar tanto de la propia atmósfera como de la superficie terrestre.
Durante el período nocturno, la mezcla turbulenta es generada exclusivamente por el
efecto de la cizalla vertical del viento dada la ausencia del efecto solar (Stull, 1994;
Yagüe, 1992).
Sin embargo, la distinción entre ambos tipos de mezcla turbulenta o la
determinación de su rango de acción es un problema complicado. El parámetro
turbulento conocido como la Longitud de Monin-Obukhov L permite conocer de
forma aproximada la altura de la capa en la que predomina la mezcla generada por
efecto de la cizalla, conocida como subcapa de influencia dinámica. Por encima de la
altura L de esta subcapa, la mezcla turbulenta generada por efectos termicos es la que
tiene mayor importancia.
El origen de la convección atmosférica es el calentamiento tanto de la
superficie terrestre como de la atmósfera por efecto de la radiación solar,
especialmente de las capas inferiores. Este calentamiento directo o indirecto del aire
atmosférico produce una inestabilidad térmica en el sentido de que al aumentar la
temperatura de las capas de aire más próximas al suelo éstas se hacen más ligeras y
ascienden. No obstante, éste no es el único origen, siendo también posible la
aparición de convección atmosférica producida por calentamientos locales debidos a
diversos fenómenos naturales (erupciones volcánicas o incendios) o de origen
antropogénico (isla térmica urbana). La intensidad de la convección atmosférica
permite realizar la siguiente clasificación (Yagüe, 1992).
La convección poco profunda que es aquélla que presenta células de
convección con alturas del orden de 1 kilómetro y está caracterizada por una notable
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
26
regularidad en los patrones que genera (estructuras o células de tipo hexagonal
semejantes a las que se obtienen experimentalmente en la convección producida por
la inestabilidad de Rayleigh-Benard). La convección poco profunda tiene lugar
cuando corrientes de aire frío se desplazan sobre un océano cálido (Yagüe, 1992).
La convección profunda aparece cuando se extiende a través de la altura de la
troposfera. Este tipo de convección tiene diversas escalas horizontales mientras que
en la dimensión vertical puede alcanzar la altura de la troposfera. En función de la
dimensión horizontal se distinguen varias estructuras: la célula convectiva
individual, las tormentas de varias células y las tormentas de supercélula. En general,
los procesos de mezcla turbulenta son muy importantes e intensos durante la fase de
formación de la célula tormentosa, aunque aún hoy no se conoce con exactitud el
papel que juegan. Uno de los principales problemas es averiguar el grado de mezcla
entre el aire ascendente, que penetra en la célula desde las capas atmosféricas más
bajas, y el aire que constituye dicha célula, es decir, el problema es saber si dicho
aire asciende sin mezclarse hasta la capa superior de la célula (Yagüe, 1992).
Respecto a la mezcla turbulenta por cizalla hay que decir que es la principal
causa productora de mezcla turbulenta en situaciones de ausencia de influencia solar.
Por ello, durante el período nocturno la mezcla turbulenta es casi exclusivamente de
origen mecánico (Yagüe, 1992). En estas circunstancias la cizalla del viento es la
única fuente de turbulencia, que, por tanto, será la única causa capaz de debilitar e
incluso destruir las inversiones nocturnas creadas por el enfriamiento de las capas
bajas de la atmósfera (situación que se ve favorecida si hay poco viento y las
condiciones meteorológicas son anticiclónicas, generándose un gradiente de
temperatura estable).
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
27
II.2.2 LA TURBULENCIA EN LA CAPA LÍMITE
PLANETARIA
La capa límite planetaria presenta una evolución temporal a lo largo del ciclo
diurno. A partir del amanecer se inicia la formación de la denominada capa límite
convectiva o inestable, cuya profundidad crece a lo largo de la mañana alcanzando su
valor máximo a última hora de la tarde. Esta capa límite convectiva está constituida
por tres subcapas que son la capa superficial inestable, la capa de mezcla y la zona de
entrañamiento. A partir del atardecer comienza a formarse la capa límite estable
(Stull, 1994).
El mecanismo dominante que produce turbulencia en la capa límite inestable
es la fuerza de flotabilidad cuyo origen principal es la distribución térmica
atmosférica. Esta turbulencia de origen térmico presenta una serie de características
particulares. No es completamente aleatoria sino que presenta cierta organización y
se muestra a través de estructuras reconocibles como son las térmicas y los penachos.
Además, esta turbulencia presenta el fenómeno de entrañamiento a diferentes
escalas. En particular, hay entrañamiento lateral producido por pequeños remolinos
turbulentos y dirigido hacia los laterales de las térmicas, entrañamiento vertical en la
escala de las térmicas y que afecta a toda la capa de mezcla, y, finalmente,
entrañamiento en la cima de la capa de mezcla.
La capa de mezcla se caracteriza por presentar una intensa mezcla turbulenta
vertical que tiende a generar perfiles casi constantes con la altura de las diferentes
magnitudes. Sin embargo, dichos perfiles no son constantes en sentido estricto
porque el proceso de mezcla turbulenta no es instantáneo y porque dicha mezcla es
parcialmente contrarrestada por forzamientos externos existentes en la cima y la base
de la capa de mezcla. La convección es el proceso dominante que genera turbulencia
en la capa de mezcla. Por tanto, la turbulencia producida en esta capa es de origen
térmico El intervalo temporal que emplea una masa de aire en desplazarse por efecto
de la flotabilidad desde la superficie terrestre hasta la cima de la capa de mezcla es
del orden 20 minutos y se denomina escala convectiva de tiempo t*. No obstante,
incluso cuando la turbulencia convectiva es dominante existe una pequeña
contribución a la generación de turbulencia por parte de la cizalla del viento en la
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
28
cima de la capa de mezcla1. Por tanto, la mezcla turbulenta característica de la capa
de mezcla se genera por los dos mecanismos descritos en el apartado II.2.1 son la
cizalla de la velocidad del viento y la convección térmica (Stull, 1994).
La zona de entrañamiento se caracteriza por presentar un conjunto de
estructuras térmicas turbulentas provenientes de la capa de mezcla y que están
incrustadas dentro del aire no turbulento y estable estáticamente de esta zona. Estas
estructuras son las que proporcionan turbulencia en esta capa en la que se producen
períodos intermitentes de turbulencia. En esta zona de entrañamiento están presentes
una gran variedad de pequeñas escalas turbulentas que producen una dispersión casi
despreciable del aire procedente de la capa de mezcla (Stull, 1994).
Respecto a la capa límite estable, estado característico de la capa límite
planetaria durante el período nocturno, es principalmente una capa no turbulenta,
existiendo un balance entre la generación mecánica de turbulencia y su disminución
por efecto de la estabilidad en la estratificación, característica esencial de esta capa.
En general, los movimientos verticales turbulentos están suprimidos por el efecto de
la estratificación estable, pero pueden aparecer oscilaciones en la misma que generan
ondas de gravedad y que están producidas por las fuerzas de flotabilidad. Si la
estratificación estable es débil, entonces la turbulencia puede llegar a ser fuerte y
estar presente de un modo continuo a lo largo de toda la profundidad de la capa
límite estable. Si la estratificación estable es fuerte la turbulencia es débil y poco
uniforme de modo que la capa límite estable no es turbulenta durante todo el tiempo
ni en toda su profundidad durante el período de promedio. Bajo estas circunstancias
es característico la aparición ocasional y repentina de ráfagas turbulentas conocidas
como turbulencia intermitente. Este fenómeno es producido por la aparición de
cizallas importantes en las capas no turbulentas, que pueden ser suficientemente
grandes como para provocar un estallido de turbulencia que genera mezcla vertical y
hace disminuir dichas cizallas (Stull, 1994).
En general, la turbulencia promediada sobre largos períodos de tiempo
presenta una disminución suave con la altura en la capa límite estable. Sin embargo,
si nos fijamos en un instante del tiempo, la turbulencia instantánea existe y puede
aparecer en delgadas capas de aire con un carácter no uniforme, pudiendo surgir
penachos turbulentos que generan una mezcla vertical turbulenta que es esporádica.
1 La cizalla existente cerca de la superficie terrestre es más importante que la que se produce en la
cima de la capa de mezcla a la hora de generar turbulencia.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
29
Por todo ello, concluimos que una de las principales características de esta capa es la
presencia de una gran variedad de situaciones turbulentas2. En el caso de que exista
turbulencia su origen predominante es el mecánico, es decir, no existe la turbulencia
térmica en esta capa estable sino que está generada por la cizalla del viento. Esta
cizalla puede aparecer en las proximidades de la superficie terrestre debido a la
fricción entre ésta y la atmósfera, y también puede surgir como consecuencia de las
variaciones en altura de la velocidad del viento (por efecto de la pendiente del
terreno, el flujo del aire alrededor de obstáculos y en las cercanías del jet nocturno
cuando se forma).
El tiempo que tardan los forzamientos superficiales en transmitirse a través de
todo el espesor de la capa límite estable por medio de la turbulencia oscila entre las 7
horas y las 30 horas. Por tanto, la escala temporal de la turbulencia de la capa límite
estable es mucho mayor que la correspondiente a la capa límite convectiva, que es
del orden de 15 minutos. Por ello, se dice que la débil turbulencia de la capa límite
estable no está en equilibrio con los forzamientos superficiales (Stull, 1994).
2 Se definen las escalas de longitud para indicar el grado de supresión de los movimientos verticales
turbulentos debido a la estabilidad estática predominante en esta capa límite estable. Los valores
típicos oscilan desde menos de un metro para la turbulencia débil en una estratificación fuerte hasta un
par de cientos de metros para una estratificación estable débil.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
30
II.2.3 EL ANÁLISIS TEÓRICO DE UN FLUJO
TURBULENTO
El estudio teórico de un flujo turbulento, como por ejemplo los existentes en
la capa límite planetaria, se inicia a partir del planteamiento del sistema de
ecuaciones que gobierna dicho movimiento turbulento.
El conjunto de ecuaciones que describen el movimiento de un fluido, tanto en
flujo laminar como en régimen turbulento, son la ecuación de estado, la ecuación de
continuidad deducida a partir del principio de conservación de la masa bajo la
aproximación de incompresibilidad, la ecuación del movimiento o de conservación
del momento lineal deducida a partir de las ecuaciones de Navier-Stokes bajo la
aproximación de Boussinesq y de Reynolds, y la ecuación de conservación de la
energía deducida a partir del segundo principio de la termodinámica. En el caso
concreto del estudio de la turbulencia en la capa límite planetaria se ha de considerar
adicionalmente la ecuación de conservación de la humedad neta, dada la importancia
que la presencia de agua en todas sus fases tiene para la evolución de la atmósfera.
Finalmente, si en el flujo turbulento existe una magnitud escalar influida e
influyendo en el mismo (por ejemplo, los contaminantes atmosféricos, los
sedimentos en las aguas oceánicas o un soluto en las disoluciones experimentales), se
ha de añadir una sexta ecuación que describa el comportamiento de dicha magnitud
escalar representada por su concentración c. Este sistema de ecuaciones se describe
en el Apéndice 1 (Stull, 1994; Yagüe, 1992).
En principio, dadas las condiciones iniciales y de contorno correspondientes
al flujo turbulento y al mencionado sistema de ecuaciones cabría pensar que es
posible obtener las características del movimiento del fluido. Sin embargo, en el caso
de un flujo turbulento esto no es posible debido a la presencia de términos no lineales
en dicho conjunto de ecuaciones (heredados de las ecuaciones de Navier-Stokes),
que posibilitan que las perturbaciones del movimiento se amplifiquen e interaccionen
con otras perturbaciones. Ahí radica la dificultad de la descripción teórica y del
cálculo de todo movimiento turbulento. Además, la presencia de los mencionados
términos no lineales crea otro inconveniente que consiste en que el número de
ecuaciones es menor que el número de incógnitas con lo que el anterior sistema no es
matemáticamente resoluble. Esta situación es conocida como problema del cierre
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
31
turbulento. La única solución a esta compleja situación de irresolubilidad es la
búsqueda de métodos alternativos que, en ningún caso, logran la resolución exacta
del sistema de ecuaciones descrito (Stull, 1994).
Por tanto, la no linealidad del sistema de ecuaciones que gobierna un flujo
turbulento impide su resolución y obliga a la búsqueda de nuevas técnicas para
describirlo bajo ciertas condiciones. Los métodos normalmente empleados para el
análisis de los problemas de turbulencia atmosférica tienen como fundamento la
parametrización de determinadas magnitudes físicas relevantes. Las teorías existentes
para la resolución del problema de cierre de un flujo turbulento son variadas,
pudiendo ser clasificadas de la forma siguiente:
TEORIAS DE CIERRE LOCAL
Cierre de Orden Cero
Teoria de Semejanza de Monin Obukhov
Cierre de imer Orden
a Teoria K o de la Difusividad Turbulenta
b Teoria de la Longitud de Mezcla
Teorias de Cierre de Ordenes Superiores
TEORIAS DE CIERRE NO LOCAL
Teoria de la Transicion Turbulenta
Teoria de la Difusividad Espectral
1
2
3
1
2
º . :
º . Pr :
.
.
º .
º .
º .
−
− −
−
−
−
−
⎧
⎨
⎪
⎪
⎪
⎩
⎪
⎪
⎪
−
−
⎧
⎨
⎩
La aplicación del conjunto de ecuaciones que gobiernan un flujo fluido al
caso de un flujo turbulento es bastante compleja. Las variables que aparecen en
dichas ecuaciones son variables instantáneas, y bajo un régimen turbulento sufren
variaciones espaciales y temporales irregulares. Por ello, se hace necesaria la
realización de diversas simplificaciones como son el análisis de escala, la
modificación de los términos advectivos, la aproximación hidrostática, la
aproximación de Boussinesq y la aproximación de la homogeneidad horizontal
(Stull, 1994).
La primera modelización matemática de un régimen turbulento se apoya en la
hipótesis fundamental de que este movimiento puede descomponerse en una
fluctuación de tipo turbulento que se superpone a un flujo medio. Esta
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
32
descomposición se aplica a todas las magnitudes presentes en las ecuaciones básicas
lo que permite descomponer las variables físicas instantáneas en una componente
media y una componente perturbada (hipótesis de Reynolds). La componente
perturbada es la manifestación de la existencia de la turbulencia y representa la
perturbación turbulenta de la parte media.
Aplicada la hipótesis de Reynolds a todas las variables instantáneas del
sistema de ecuaciones introducido y considerando el promedio de Reynolds, se
obtiene el conjunto de ecuaciones que gobiernan el estado medio del régimen
turbulento o ecuaciones para la predicción de las magnitudes medias del movimiento
turbulento (Stull, 1994):
0=
∂
∂
j
j
x
V
(2.2)
( )
j
ji
j
i
io
kjijk
o
i
j
i
j
i
x
uu
x
V
x
pV
T
Tg
x
V
V
t
V
∂
′′∂
−
∂
∂
+
∂
∂
−Ω−−=
∂
∂
+
∂
∂
2
2
11
3
12 υ
ρ
εδ (2.3)
( )
j
j
p
p
j
j
pjj
j x
u
C
EL
x
Q
Cxx
V
t ∂
′′∂
−−⎟
⎟
⎠
⎞
⎜
⎜
⎝
⎛
∂
∂
−
∂
∂
=
∂
∂
+
∂
∂ θ
ρρ
θθ
ρ
µθθ *
2
2 1 (2.4)
El anterior sistema de ecuaciones tampoco tiene una solución general que se
pueda obtener mediante métodos analíticos, por lo que, de nuevo, es precisa la
utilización de métodos alternativos que proporcionan soluciones aproximadas.
La comparación de las ecuaciones para las magnitudes medias de un flujo
turbulento con las correspondientes ecuaciones básicas para las magnitudes
instantáneas permiten establecer las principales diferencias. En primer lugar, las
variables que aparecen en las primeras son variables medias que poseen un
comportamiento suave con variaciones lentas. En segundo lugar, la aparición de un
término que representa el efecto producido por la existencia de la turbulencia. Este
efecto es el transporte turbulento de las diferentes magnitudes. Y en tercer lugar, en
las ecuaciones para las magnitudes medias se pueden hacer nuevas simplificaciones
en virtud del análisis de escala porque no todos sus términos son del mismo orden de
magnitud1.
1 En concreto, se pueden despreciar el término debido a la difusión molecular viscosa (despreciar la
aceleración producida por las fuerzas viscosas), despreciar los términos en los que intervienen
únicamente variaciones horizontales dado que en el estrato atmosférico más próximo a la superficie
terrestre no son comparables en magnitud con las variaciones verticales (aproximación de la
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
33
Sin embargo, la principal diferencia de todas es la aparición de los términos
de transporte turbulento o términos de divergencia de los flujos turbulentos
( ′ ′ ′ ′u u u ci j i, ) que son, desde el punto de vista estadístico, varianzas y covarianzas de
las perturbaciones turbulentas de las diversas magnitudes físicas. En el caso concreto
de la ecuación del movimiento medio este término del transporte turbulento se
expresa en función del tensor de Reynolds τ. Estos términos de transporte turbulento
no se corresponden con ningún otro presente en las ecuaciones básicas, y son
inicialmente desconocidos. Esto implica que el anterior sistema de ecuaciones
promedio tiene más incógnitas que ecuaciones y no es matemáticamente cerrado o
resoluble. Es el problema del cierre turbulento que es la gran dificultad que impide
obtener una teoría general de la turbulencia (Stull, 1994).
La presencia de estos términos tiene como importante consecuencia que la
turbulencia debe ser considerada en el estudio y predicción del comportamiento de la
capa límite planetaria o de un flujo turbulento cualquiera, incluso si únicamente se
quieren pronosticar las magnitudes medias. Es decir, los flujos turbulentos plantean
un importante problema, más aún en el estudio de la capa límite planetaria, puesto
que han de ser previamente conocidos si se quieren utilizar las ecuaciones del flujo
medio. Y sólo existen dos alternativas, evaluar estos flujos turbulentos
experimentalmente u obtener ecuaciones adicionales para su pronóstico.
Teóricamente, la resolución de esta problemática situación requiere centrarse
en el análisis del estado turbulento del flujo fluido caracterizado por las desviaciones
turbulentas de las diferentes magnitudes. Sin embargo, el objetivo es la
determinación de las varianzas y covarianzas, bien mediante su evaluación
experimental, bien mediante la deducción de ecuaciones adicionales para predecirlas
o ecuaciones de pronóstico. Las varianzas proporcionan información acerca de la
intensidad turbulenta mientras que las covarianzas representan los flujos turbulentos.
Por ello, en principio, el objetivo importante sería la obtención de las ecuaciones de
pronóstico de los flujos turbulentos porque de esta forma habrá tantas ecuaciones
como incógnitas y se podrá determinar el estado medio del flujo fluido (por ejemplo,
el de la capa límite planetaria). Sin embargo, estas ecuaciones para los flujos
turbulentos contienen nuevas incógnitas, lo que conlleva que el problema del cierre
homogeneidad horizontal) y la estacionariedad. También se puede despreciar el término de la
aceleración de Coriolis.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
34
turbulento ha sido desplazado a un orden superior. De esta forma, se concluye que
para obtener una descripción completa de la turbulencia es necesario un número
infinito de ecuaciones, y si se utiliza un número finito la descripción del flujo
turbulento no será completa (Stull, 1994).
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
35
II.2.4 LA ECUACIÓN DE LA ENERGÍA CINÉTICA
TURBULENTA
La energía cinética turbulenta e es una de las variables más importantes en el
estudio de un flujo turbulento, en especial, en la capa límite planetaria, por los
siguientes motivos. Esta magnitud es una medida de la intensidad de la turbulencia y
está directamente relacionada con el transporte turbulento de momento, calor,
humedad y contaminantes a través de dicha capa por lo que constituye la base de los
estudios de difusión turbulenta.
La energía cinética turbulenta promedio y por unidad de masa se define
mediante la expresión siguiente (Stull, 1994):
( ) ( ) ( )[ ]222
2
1 wvue ′+′+′= (2.5)
que representa la mitad de la suma de las varianzas de las componentes del campo de
la velocidad.
El análisis de la energía cinética turbulenta se basa en su ecuación de balance
cuyos términos describen aquellos fenómenos físicos que destruyen o generan
turbulencia, luego energía cinética turbulenta. Dichos procesos están en un equilibrio
relativo que viene a indicar el comportamiento del flujo. Es decir, según sea el
balance se determina la posibilidad de que el flujo mantenga o no la turbulencia, o
bien se vuelva o no turbulento. Además, los términos de esta ecuación de balance
constituyen la base para la definición de algunos parámetros y números
adimensionales que describen el comportamiento del flujo fluido.
La ecuación de balance de la energía cinética turbulenta promedio viene
dada por la siguiente expresión (Stull, 1994):
( ) ( )∂
∂
∂
∂
δ
θ
θ ∂
∂
∂
∂ ρ
∂
∂
εe
t
V e
x
g u u u V
x
u e
x
u p
xj
j
i i i j
i
j
j
j
i
i
+ = ′ ′ − ′ ′ −
′
−
′ ′
−3
1 (2.6)
donde los diferentes sumandos tienen los siguientes significados. En el primer
miembro, el primer sumando representa la tendencia o variación temporal local de la
energía cinética turbulenta mientras que el segundo es la advección de esta energía
producida por la velocidad media. Respecto al segundo miembro, el primer sumando
es un término de producción o consumo de energía cinética turbulenta por efecto de
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
36
la flotabilidad. El que sea de generación o de pérdida depende del signo del flujo de
calor. En el caso de la capa límite planetaria, dicho flujo es positivo durante el día y
negativo por la noche. El segundo sumando representa la producción o el consumo
de energía cinética turbulenta por efecto de la cizalla de la velocidad media. En el
caso de la capa límite planetaria, el flujo de momento tiene, generalmente, signo
opuesto al de la cizalla del viento medio y, por tanto, este sumando sería de
producción y proporcionaría una contribución positiva a la energía turbulenta. El
tercer sumando representa el transporte turbulento de la energía cinética turbulenta,
es decir, describe cómo esta energía es transportada por los remolinos turbulentos
′uj . El cuarto sumando es el término de correlación de la presión que describe cómo
la energía cinética turbulenta es redistribuida por las perturbaciones de la presión. El
quinto sumando describe la disipación viscosa de la energía cinética turbulenta
mediante su conversión en calor (Stull, 1994).
Respecto al último sumando, siempre es un término de pérdida que existe en
cualquier lugar en el que la energía cinética turbulenta sea no nula. Esto implica que
la turbulencia es disipativa y tenderá a disminuir con el tiempo y desaparecer
finalmente si no es generada o transportada por diferentes tipos de procesos (medios
o turbulentos). Esto implica que la capa límite planetaria será turbulenta sólo si
existen determinados procesos físicos generadores de turbulencia.
Dada una altura fija sobre la superficie terrestre el valor de la energía cinética
turbulenta varía temporalmente de forma importante. A lo largo de un ciclo diurno,
la energía cinética turbulenta tiene un gran incremento a primera hora de la tarde lo
que representa la existencia de un almacén de esta energía en la atmósfera. En el
transcurso de la tarde, la energía cinética turbulenta decrece con el tiempo debido a
que los términos de disipación exceden en valor a los de producción de turbulencia.
Sobre la superficie terrestre, el orden de magnitud de este término de variación local
de la energía turbulenta oscila entre 5.10
-5
m2.s-3 y 5.10
-3
m
2
.s
-3
(Stull, 1994).
El término de la advección de la energía cinética turbulenta producida por el
viento medio es poco conocido. En general, se supone que el término advectivo es
despreciable, porque la variación horizontal a gran escala de la energía turbulenta es
pequeña. Sin embargo, a menor escala, este término puede ser importante.
A continuación se analiza el segundo miembro de la ecuación de balance de la
energía cinética turbulenta. En primer lugar, tenemos el término de producción o
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
37
consumo de energía cinética turbulenta por efecto de la flotabilidad que viene
determinado por el flujo vertical turbulento de la temperatura potencial, ′ ′w θ . El
valor de este flujo indica cuándo este término es de producción o de consumo de
turbulencia. Este sumando representa la contribución del empuje por flotabilidad por
lo que es muy importante en situaciones de convección libre y, además, se usa para
adimensionalizar el resto de los términos de la ecuación de balance de la energía
cinética turbulenta. Otra característica importante de este término es que actúa
exclusivamente en la dirección vertical y, por tanto, sólo afecta a la componente
vertical de la ecuación de balance de la energía turbulenta. Por ello, es un término
anisótropo, existiendo otros términos denominados "de regreso a la isotropía"
responsables de la transferencia de parte de la energía cinética turbulenta vertical
hacia las direcciones horizontales. Como se ha mencionado, este término representa
una pérdida de energía turbulenta cuando toma valores negativos lo que ocurre en
condiciones de estratificación estable que tiende a suprimir la turbulencia, es decir, a
consumir energía cinética turbulenta. Dichas condiciones aparecen por la noche en la
capa límite estable o a cualquier hora si la superficie terrestre está más fría que el
aire situado sobre ella. Además, esta situación de pérdida de energía cinética
turbulenta también aparece en la cima de la capa de mezcla por el entrañamiento de
aire cálido procedente de la atmósfera libre (Stull, 1994).
A continuación, tenemos el término de generación mecánica o por cizalla de
la energía cinética turbulenta. Este término representa la interacción entre la
turbulencia (el flujo turbulento de momento) y el viento medio que tiende a generar
más turbulencia, es decir, a producir energía cinética turbulenta. Se trata de una
contribución positiva porque el flujo suele tener signo opuesto al de la cizalla del
viento medio que viene acompañada por una pérdida de la energía cinética del flujo
medio. Este término toma los mayores valores en la capa superficial donde la cizalla
del viento medio es mayor. Un segundo máximo en la producción de energía cinética
turbulenta por cizalla, sucede, a veces, en la cima de la capa de mezcla debido a la
variación del viento a través de la zona de entrañamiento. Por encima de la capa
superficial, en el resto de la capa de mezcla, el viento medio varía poco con la altura,
luego la cizalla es casi nula y este término de producción de energía turbulenta es
casi cero. Concretamente, las cizallas más grandes están asociadas a las variaciones
verticales de las componentes horizontales U y V , lo que implica que la producción
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
38
de energía cinética turbulenta por cizalla es mayor en la dirección horizontal, es
decir, es anisótropa igual que sucedía con el término de producción por flotabilidad.
La diferencia reside en que mientras la cizalla produce turbulencia en las direcciones
horizontales principalmente, la flotabilidad crea turbulencia en la dirección vertical
(Stull, 1994).
Por tanto, los dos primeros términos del segundo miembro si son productores
de energía cinética turbulenta contribuyen a la turbulencia, pero lo hacen de modo
distinto. Es diferente la turbulencia generada por el efecto de la flotabilidad que la
creada por el efecto de la cizalla, lo que permite clasificar la convección en función
del tipo de contribución predominante. La convección libre surge cuando la
contribución del término de producción por flotabilidad es mucho mayor que el de la
cizalla media. La convección forzada aparece cuando la turbulencia se genera
exclusivamente por el efecto mecánico de la cizalla media. La convección forzada
aparece en días con viento, en situaciones con cielos cubiertos, durante la noche
sobre la superficie terrestre y siempre que el terreno esté más frío que el aire situado
encima suyo. En la mayor parte de las situaciones reales, ambos factores contribuyen
a la producción de turbulencia (Stull, 1994).
El siguiente término a analizar es la divergencia del flujo turbulento de la
energía cinética turbulenta ( ′u ej ) que representa el transporte turbulento de dicha
energía. Este término es destacable por su variación vertical más que por su valor. A
escala local, puede ser tanto de producción como de pérdida. Si hay convergencia en
el flujo, entonces la energía cinética turbulenta aumentará. A escala global, si
consideramos el conjunto de la capa límite planetaria, este término es nulo, es decir,
ni crea ni destruye energía cinética turbulenta sino que se redistribuye de un punto a
otro. Este efecto neto se obtiene porque la energía turbulenta producida cerca del
suelo es transportada hacia arriba, hasta la mitad de la capa de mezcla, antes de ser
disipada (Stull, 1994).
El término de correlación de la presión describe cómo la energía cinética
turbulenta es redistribuida por las perturbaciones de la presión, a menudo asociadas
con oscilaciones en el aire. No obstante, se conoce muy poco acerca del
comportamiento y los valores de este término.
Finalmente, el último sumando es un término de pérdida de energía cinética
turbulenta que representa la destrucción de los movimientos turbulentos producida
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
39
por la disipación viscosa molecular, tanto mayor cuanto más pequeña sea la escala
turbulenta o el tamaño de los eddies. Durante el día este término presenta los valores
más grandes cerca de la superficie terrestre y se mantiene constante con la altura
dentro de la capa de mezcla. Más allá de su cima, la disipación decrece rápidamente
hasta el valor cero. Durante la noche la disipación decrece rápidamente con la altura,
registrándose los valores mayores cerca de la superficie terrestre (Stull, 1994).
Hay que mencionar que no existe un balance perfecto entre el ritmo de
disipación y el de producción de la energía cinética turbulenta debido a la presencia
de los diversos términos de transporte. No obstante, existe una relación notable entre
la producción de turbulencia o energía cinética turbulenta y su disipación: cuanto
más turbulencia se produzca, más disipación habrá. Por otra parte, el término de
disipación tiene los mayores valores para los remolinos turbulentos de menor tamaño
para los que los términos de producción son casi nulos. Dichos términos de
generación de turbulencia por cizalla y por flotabilidad corresponden a los eddies
más grandes, luego la energía cinética turbulenta no se disipa en estas escalas
mayores.
Por tanto, se concluye que la producción y la disipación de la energía cinética
turbulenta no acontecen en las mismas escalas, siendo ésta una de las características
importantes de la turbulencia atmosférica. Dado que la producción aparece
predominantemente en la escala de los remolinos turbulentos mayores y la disipación
actúa sólo en la escala de los eddies más pequeños, esto implica que ha de existir un
transporte de energía turbulenta desde donde es generada hasta donde es disipada, es
decir, a través de los remolinos turbulentos de tamaño intermedio con un ritmo que
ha de ser igual al ritmo de disipación de energía en las escalas menores (Stull, 1994).
Los flujos fluidos pueden evolucionar de diversas maneras existiendo
numerosos factores que influyen en ellos. Algunos de estos factores provocan la
inestabilización del flujo mientras que otros producen una tendencia hacia la
estabilidad. Cuando el efecto de los primeros excede al de los segundos, aparece la
turbulencia. Estos factores pueden interpretarse en función de los términos de la
ecuación de balance de la energía cinética turbulenta.
El análisis de la influencia de los diferentes factores introducidos se puede
abordar mediante dos procedimientos. El primero consiste en la utilización de
parámetros adimensionales obtenidos al emparejar un factor desestabilizador con
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
40
otro estabilizador, expresando su relación en forma adimensional. Entre estos
parámetros tenemos el Número de Reynolds, el Número de Richardson, el de Rossby
o el de Rayleigh. El segundo procedimiento se basa en la utilización de parámetros
no adimensionales, entre los que destaca la Longitud de Monin-Obukhov.
El estudio del comportamiento de un flujo fluido tiene uno de sus
fundamentos en el análisis de su respuesta ante diversas situaciones a las que se vea
sometido. El concepto de estabilidad estática representa la posibilidad de que se
produzca convección libre por efecto de la flotabilidad. Este tipo de estabilidad se
denomina estática porque no depende del campo de la velocidad del viento. Una capa
fluida es estáticamente inestable cuando el fluido menos denso (por ejemplo, aire
más cálido y/o húmedo), y, por ello, con más flotabilidad, se sitúa debajo del más
denso. Entonces, la respuesta a esta inestabilidad es la producción de circulaciones
convectivas (por ejemplo, las térmicas) que permiten al fluido inferior ascender y así
estabilizar la situación.
En el caso atmosférico, la definición tradicional de estabilidad estática se
fundamenta en el gradiente adiabático local (Morán, 1984):
γ Adiabatico
p
dT
dz
g
c
K
m
= − = =
0 98
100
' (2.7)
siendo, por tanto, una definición local que, a menudo, no se cumple en la capa límite
convectiva, donde los movimientos del aire (por ejemplo, las térmicas) dependen
más de su exceso de flotabilidad que del comportamiento térmico del ambiente
circundante.
Por todo ello, la medida dada exclusivamente por el gradiente adiabático
local es insuficiente para determinar la estabilidad estática en situaciones
atmosféricas. Entonces es necesario o bien conocer el perfil vertical completo de θ, o
bien medir el flujo turbulento ′ ′w θ para así proporcionar una definición no local. En
este último caso, si ′ ′w θ >0 tendremos una capa inestable o convectiva porque las
parcelas de aire desplazadas se alejan cada vez más de su posición inicial; si ′ ′w θ <0,
tendremos una capa estable porque las parcelas de aire desplazadas regresan a su
posición de equilibrio, mientras que si ′ ′w θ =0 tendremos una capa neutral.
El concepto de estabilidad estática se ve ampliado por el de estabilidad
dinámica que tiene en cuenta el efecto del campo de velocidad. La consideración de
este nuevo factor se debe a que la cizalla del viento es capaz de generar turbulencia
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
41
incluso si el aire es estable estáticamente1.
Es interesante destacar que tanto en la inestabilidad estática como en la
dinámica el fluido reacciona de manera que tienda a desaparecer la causa de la
inestabilidad. En general, el resultado de la inestabilidad es la producción de
turbulencia, y los mecanismos utilizados por el flujo fluido para destruir la causa de
la inestabilidad, destruirán la turbulencia. Si como consecuencia de una situación de
inestabilidad estática surge un proceso de convección, el flujo desplaza el fluido con
mayor flotabilidad hacia arriba, estabilizando así la capa inicialmente inestable. Si
como consecuencia de una situación de inestabilidad dinámica surge turbulencia de
origen mecánico, este flujo turbulento tiende a reducir las cizallas de la velocidad,
estabilizando también la capa fluida.
Por tanto, se concluye que la turbulencia actúa de modo que se elimina a sí
misma porque una vez estabilizado el flujo fluido, la turbulencia disminuye2. Esto
implica que si existe turbulencia en un flujo durante un período de tiempo importante
(por ejemplo, en la capa límite planetaria), entonces ha de existir algún fenómeno o
forzamiento externo que esté desestabilizando dicho fluido durante ese intervalo
temporal. Para la capa límite planetaria, el forzamiento externo capaz de mantener
una inestabilidad estática es el calentamiento solar, mientras que el fenómeno que
mantiene una inestabilidad dinámica son los gradientes de presión producidos por los
fenómenos de escala sinóptica.
Dada la importancia que tiene el comportamiento de un flujo fluido en
función de las condiciones en las que se desarrolla es preciso definir diversos
parámetros de estabilidad entre los que destaca el número de Richardson en sus
diversas formas y la longitud de Monin-Obukhov (Stull, 1994).
El número de Richardson representa la relación existente entre diferentes
términos de la ecuación de balance de la energía cinética turbulenta. Este parámetro
se caracteriza porque no proporciona información alguna acerca de la intensidad de
1 Este es el caso de la denominada inestabilidad de Kelvin-Helmholtz que es estudiada
experimentalmente en el laboratorio donde se simula la cizalla mediante la superposición de dos capas
fluidas con estratificación estable y con una cierta velocidad relativa entre ellas. Esta inestabilidad de
Kelvin-Helmholtz produce con cierta frecuencia ondas en capas estables de aire.
2 Dada una inestabilidad en un fluido éste reacciona de manera que tienda a desaparecer la causa de la
inestabilidad. El resultado probable de una inestabilidad es la producción de turbulencia y ésta va a
ser el mecanismo utilizado por el flujo para destruir la causa de la inestabilidad. Por ejemplo, la
convección tiende a desplazar el fluido con mayor empuje por flotación hacia arriba estabilizando así
una capa inestable.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
42
la turbulencia sino de la presencia o no de la misma. Bajo este nombre genérico se
esconden tres parámetros diferentes que son el número de Richardson de flujo, el
número de Richardson de gradiente y el número de Richardson de masa.
El número de Richardson de flujo estima cuándo un flujo fluido puede
volverse dinámicamente inestable. Representa la relación entre un factor
desestabilizador y otro estabilizador de un flujo y, más concretamente, compara las
magnitudes del término de producción de turbulencia por cizalla y el término de
consumo de turbulencia por flotabilidad. Esta comparación es útil por describir
adecuadamente situaciones en las que en una capa con estabilidad estática existen
movimientos verticales turbulentos que actúan en contra de la gravedad que sería la
fuerza restauradora. De esta forma, el empuje por flotabilidad tendería a suprimir
dichos movimientos turbulentos y sería un término de consumo de energía cinética
turbulenta, mientras que la cizalla de la velocidad tendería a generar turbulencia y
representaría el término de producción.
La relación entre los dos términos mencionados es (Stull, 1994):
( )
R
g w
u u U
x
f
i j
i
j
=
⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
′ ′
′ ′
θ
θ
∂
∂
(2.8)
donde el denominador es el resultado de la suma de 9 términos. El número de
Richardson de flujo toma un valor crítico en 1 cuando se produce un balance entre el
consumo y la producción de energía cinética turbulenta.
La utilización del número de Richardson de flujo plantea el siguiente
problema. Este parámetro sólo puede calcularse para flujos fluidos turbulentos
porque requiere obtener los flujos turbulentos tales como ′ ′w θ . Es decir, este
parámetro sólo permite averiguar si un flujo turbulento se volverá menos turbulento e
incluso laminar, pero no al revés.
Según la Teoría K o de la difusividad turbulenta los flujos turbulentos son
proporcionales a los gradientes medios de las respectivas magnitudes. Tras realizar
dicha sustitución se obtiene una nueva relación que es el número de Richardson del
gradiente:
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
43
R
g
z
U
z
V
z
i =
⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
⎛
⎝
⎜
⎞
⎠
⎟ +
⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
⎡
⎣
⎢
⎢
⎤
⎦
⎥
⎥
θ
∂θ
∂
∂
∂
∂
∂
2 2
(2.9)
Si en la expresión (2.9) aproximamos las cizallas de la velocidad media, así
como el gradiente de la temperatura por sus respectivas expresiones en la forma de
incrementos finitos se obtiene otra relación que es el número de Richardson de masa:
( ) ( )[ ]R g z
U V
B =
+
∆ ∆
∆ ∆
θ
θ
2 2
(2.10)
Respecto a la Longitud de Monin-Obukhov es un parámetro no adimensional
útil en aquellas capas fluidas en las que la magnitud de los flujos turbulentos varía
menos de un 10% (por ejemplo, la capa superficial). Su expresión es:
( )L u
kg w
S
=
−
′ ′
θ
θ
*
3
(2.11)
La Longitud de Monin-Obukhov es un parámetro proporcional a la altura de la
capa atmosférica respecto de la superficie terrestre en la que la producción mecánica
de turbulencia por efecto de la cizalla domina a la producción por efecto de la
flotabilidad.
A partir de la Longitud de Monin-Obukhov se define otro parámetro de
estabilidad, que es:
ξ =
z
L
(2.12)
cuya magnitud no está directamente relacionada ni con la estabilidad estática ni con
la dinámica, sino que sólo su signo guarda una relación con la estabilidad estática de
modo que si ξ<0 hay inestabilidad estática, si ξ>0 hay estabilidad estática y si ξ=0
hay neutralidad. Este parámetro sólo puede calcularse para regímenes turbulentos.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
44
II.3 EL FENÓMENO DE LA MEZCLA ENTRE FLUIDOS
II.3.1 LA MEZCLA FLUIDA
La mezcla entre fluidos es uno de los fenómenos más característicos y
definitorios de la dinámica de un determinado estado de la materia que es el estado
fluido (los sólidos no se mezclan). Es uno de los procesos más complejos que
existen en la naturaleza y uno de los más importantes por las consecuencias de
diversa índole que de ella se derivan. Por medio de la mezcla fluida tienen lugar los
intercambios entre las magnitudes físicas presentes en el fluido, controlando la
evolución dinámica posterior del mismo según que la mezcla se vea favorecida o
inhibida. Por ello, la mezcla fluida es determinante cuando los fluidos son
geofísicos, tanto en la atmósfera como en el océano.
Existen dos clases de mezcla fluida que son la mezcla molecular y la mezcla
turbulenta.
La mezcla molecular es consecuencia de un proceso de difusión a nivel
molecular. Por ello, este procedimiento de mezcla se ve favorecido cuando el flujo
fluido se produce en régimen laminar o está en reposo, generando una transferencia
de magnitudes físicas caracterizada por su lentitud y pequeña intensidad. El proceso
de mezcla molecular aparece con dificultad en las situaciones geofísicas normales a
menos que las velocidades sean muy pequeñas o la viscosidad sea grande.
La mezcla turbulenta es una consecuencia y, a la vez, una propiedad
esencial de la dinámica de un flujo turbulento. Por tanto, este mecanismo de mezcla
se favorece cuando un flujo fluido se vuelve turbulento, es decir, para números de
Reynolds grandes. Como se mencionó en el capítulo I, una de las características
más sobresalientes de un flujo en régimen turbulento es su capacidad para generar
procesos de difusión con mezcla que son de gran efectividad e intensidad. De
hecho, en comparación con la mezcla molecular ésta se ve prácticamente anulada
porque los coeficientes de intercambio para las diferentes magnitudes físicas son
varios órdenes de magnitud mayores en el caso de la mezcla turbulenta (Yagüe,
1992)).
El problema que supone el estudio y comprensión de la mezcla turbulenta se
ha abordado desde diversos enfoques como son el puramente teórico, la
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
45
modelización numérica y la modelización experimental.1 En general, la realización
de pruebas de laboratorio es fundamental para el entendimiento de las
características de la mezcla turbulenta. Y en particular, la experimentación sobre
mezcla turbulenta es imprescindible para el análisis de la turbulencia atmosférica
dado que el estudio directo de la atmósfera es complicado.
Prandtl (1925) fue uno de los primeros físicos en postular una teoría que
describiera el mecanismo de la mezcla turbulenta por analogía con el de la mezcla
molecular2. Este investigador postuló que la mezcla turbulenta se realiza de forma
semejante a la molecular donde el papel jugado por las moléculas estaría
representado por unos volúmenes fluidos que son los encargados de realizar la
transferencia después de haber recorrido, sin interacción alguna, una distancia
conocida como longitud de mezcla. Tras recorrer este espacio, estos volúmenes de
fluido realizarían la transferencia en la nueva posición y se mezclarían con el fluido
ambiente si los valores de las propiedades transportadas por los paquetes fluidos
son diferentes de los del fluido circundante. Dicho intercambio conlleva la
aparición de fluctuaciones turbulentas en los valores de las propiedades físicas del
fluido. La transferencia turbulenta tiene lugar exclusivamente en la dirección en que
decrece el valor de la magnitud en cuestión, mientras que el movimiento de los
volúmenes fluidos tiene lugar en todas las direcciones del espacio aleatoriamente.
Este es el fundamento de la teoría de la longitud de mezcla cuya expresión más
destacada es (Yagüe, 1992):
z
uw
z
uvu
∂
∂
=′
∂
∂
−=′=′
l
l
(2.13)
donde l es la longitud de mezcla anteriormente definida. En el caso particular de la
capa límite planetaria, la longitud de mezcla depende de su espesor y de su
estratificación térmica.
Los fenómenos productores de mezcla turbulenta en un fluido cualquiera,
geofísico o no, tanto uniforme como estratificado, se enumeran a continuación. La
1 El caso de la modelización experimental incluye las medidas de campo que se realizan en
situaciones geofísicas, es decir, atmosféricas y oceánicas, para conocer el comportamiento de la
turbulencia asociada.
2Según la teoría cinética de los gases, la transferencia molecular de las distintas magnitudes físicas
se realiza por medio de la colisión entre las moléculas del fluido, que previamente habrán recorrido
una cierta distancia conocida como recorrido libre medio.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
46
existencia de un gradiente de velocidad que al actuar sobre una cierta región fluida
es capaz de generar la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz3 (Faber, 1995). En
situaciones atmosféricas, el gradiente vertical de velocidad es conocido como
cizalla del viento. Otra causa es la existencia de un gradiente vertical de densidad
que puede ser producido tanto por variaciones de temperatura como por cambios de
concentración debidos a modificaciones en la composición, presencia de
sedimentos, solutos o contaminantes. Si este gradiente genera una distribución
inestable de densidad entonces aparecerá una inestabilidad de Rayleigh-Taylor en la
región fluida correspondiente cuyo desarrollo producirá la mezcla turbulenta
(Faber, 1995; Sharp, 1984). Los fenómenos de doble difusión o doble convección,
generados como consecuencia de los diferentes órdenes de magnitud de los
coeficientes de difusión térmica y salina, son procesos transcendentales para el
desarrollo de mezcla turbulenta en el caso del océano. Finalmente, la topografía de
la superficie sobre la que fluye el fluido puede ser causa de generación de
turbulencia como en el caso atmosférico la es la orografía de la superficie terrestre.
3 Los fenómenos producidos por la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz pueden aparecer en el origen
de la turbulencia en cielo despejado.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida por Turbulencia
47
II.3.2 LA MEZCLA TURBULENTA FLUIDA BAJO LAS
CONDICIONES DE UNA ESTRATIFICACIÓN ESTABLE
El proceso de mezcla turbulenta posee características diferenciadoras y
genera situaciones distintas dependiendo del tipo de estratificación del sistema fluido
en el que tenga lugar.
La mezcla turbulenta bajo las condiciones de una estratificación estable posee
un gran interés por diversos motivos. Por una parte surge la variedad y complejidad
de los fenómenos producidos bajo estas condiciones, y, por otra, aparecen las
implicaciones que sobre la difusión de contaminantes tiene la presencia de una
estratificación estable en situaciones atmosféricas siendo capaz de reducir e incluso
puede inhibir la mezcla turbulenta lo que hace de esta situación un tema de gran
importancia (Redondo, 1987; Yagüe, 1992).
La estratificación estable hace referencia a sistemas fluidos, tanto
experimentales como geofísicos, en los que el fluido de mayor densidad se sitúa
debajo del de menor densidad. Desde el punto de vista de la estabilidad estática, esta
situación es gravitacionalmente estable en el sentido de que toda partícula fluida
separada de su posición de equilibrio tenderá a regresar a la misma bajo el efecto de
la fuerza de flotabilidad.
La existencia de mezcla turbulenta en un sistema fluido estratificado
establemente requiere la generación previa de turbulencia mediante algún
procedimiento térmico o mecánico que será natural en situaciones geofísicas y
artificial en el laboratorio (Redondo, 1987; Yagüe, 1992). La consecuencia de la
actuación de la mezcla turbulenta bajo estas condiciones es el debilitamiento de la
estratificación estable inicial que tenderá a desaparecer si la mezcla es lo
suficientemente intensa como para generar una estratificación indiferente. No
obstante, la evolución de los procesos de mezcla turbulenta bajo las condiciones de
una estratificación estable es variada y hasta contrapuesta. Por un lado, el resultado
puede ser la ruptura y destrucción de dicha estratificación estable, obteniéndose
como resultado final la homogeneización del sistema fluido como se acaba de
mencionar (Yagüe, 1992). Sin embargo, éste no es el único resultado posible sino
que también puede existir el opuesto, es decir, la relaminarización e intensificación
de la interfase estable de densidad .
A nivel experimental, se han realizado numerosas investigaciones sobre la
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida por Turbulencia
48
mezcla turbulenta en un sistema fluido con una estratificación estable. Estos estudios
se han basado en la construcción en el laboratorio de una interfase de densidad
estable que, posteriormente, es erosionada y destruida por efecto de la mezcla
turbulenta que aparece como consecuencia de la generación de turbulencia mediante
diferentes procedimientos mecánicos (Redondo, 1987; Yagüe, 1992). En general,
estas investigaciones analizan un importante parámetro que representa el
comportamiento energético global del proceso y que se conoce como la eficiencia de
mezcla.
Existe otro importante fenómeno relacionado con el proceso de mezcla
turbulenta a través de una interfase estable de densidad que es la generación y
ruptura de ondas internas en dicha interfase. Estas ondas internas se propagan
lateralmente por la interfase disipando una cierta cantidad de energía que es
directamente proporcional a la diferencia de densidad existente a través de dicha
interfase (Redondo, 1987; Yagüe, 1992). Esto implica que cuanto más tiempo se
mantenga sin erosionar una interfase estable que está siendo destruida mediante
algún procedimiento, tanta más energía se disipará. Una mayor generación de ondas
internas, retrasa la mezcla y da lugar al comportamiento característico de la
eficiencia y el tiempo de mezcla frente al número de Richardson (Yagüe, 1992).
A nivel geofísico, las estratificaciones estables están presentes continuamente
tanto en la atmósfera como en el océano. En el caso de la atmósfera, una de las
estratificaciones estables más notables son las inversiones térmicas de diversos tipos,
que constituyen interfases naturales que ejercen una importante influencia sobre la
mezcla atmosférica. En el caso oceánico, la interfase estable de densidad más
importante es la termoclina, constituida por aquella región del océano en la que la
variación vertical de la temperatura es máxima. Tanto en la atmósfera como en el
océano existen los mecanismos adecuados para la generación de turbulencia, luego
de mezcla turbulenta, que son capaces de destruir en distinto grado las
estratificaciones estables naturales mencionadas y, de esta forma, tienden a
homogeneizar el fluido geofísico correspondiente.
El estudio de la mezcla turbulenta bajo condiciones de estratificación estable
es muy importante en el caso de la atmósfera. En particular, el proceso de mezcla
turbulenta a través de las inversiones térmicas es un fenómeno de importancia
transcendental en las situaciones de contaminación atmosférica. Durante el período
nocturno tiene lugar la aparición e intensificación de una inversión térmica radiativa
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida por Turbulencia
49
que sólo puede ser erosionada por la acción de la turbulencia generada por la cizalla
vertical del viento. Al iniciarse el efecto de la radiación solar surge una nueva fuente
de turbulencia, de modo que a partir de ese momento la convección térmica también
interviene como generadora de turbulencia. Bajo la combinación de estos dos
factores, la altura de la inversión térmica asciende mientras que en su parte inferior
se genera una capa de mezcla que irá creciendo a lo largo del día debido al efecto de
la convección térmica. El ritmo de crecimiento de la altura de la capa de mezcla
depende del ritmo de calentamiento y del de entrañamiento de aire de diferentes
propiedades a través de la interfase estable que constituye el límite superior de la
misma y que es la inversión térmica. La modelización de la región de entrañamiento,
situada en el límite entre la capa de mezcla y la base de la inversión térmica, es
trascendental, y, por ello, la importancia de todo estudio experimental cuyo objetivo
sea el análisis de los fenómenos físicos implicados en dicha zona (Deardorff et al.
1969; Yagüe, 1992). Por tanto, con este ejemplo de fenómeno atmosférico queda
puesto de manifiesto la importancia de los estudios experimentales de mezcla
turbulenta a través de interfases estables de densidad como los realizados por el
profesor Dr. D. Yagüe (Yagüe, 1992) y el profesor Dr. D. Redondo (Redondo,
1989/87), así como el interés de las conclusiones que de ellos se deriven de cara a la
comprensión de la evolución de la capa de mezcla atmosférica.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
50
II.3.3 LA MEZCLA TURBULENTA FLUIDA BAJO
CONDICIONES DE ESTRATIFICACIÓN INESTABLE
Las características de un proceso de mezcla turbulenta son diferentes en
función del tipo de estratificación que presente el sistema fluido en el que tiene lugar.
La mezcla turbulenta bajo las condiciones de una estratificación inestable puede
aparecer en cualquier situación en la que se invierta la disposición estable de los
fluidos, ya sea en una extensión o localmente (Dillon, 1982; Itsweire, 1984; Linden
& Redondo, 1991).
La estratificación inestable se corresponde con sistemas fluidos
experimentales o geofísicos en los que el fluido de mayor densidad se sitúa encima
del de menor densidad o el de menor temperatura sobre el de mayor. Desde el punto
de vista de la estabilidad estática, esta situación es gravitacionalmente inestable en el
sentido de que toda partícula fluida separada de su posición de equilibrio tenderá a
alejarse de la misma bajo el efecto de la fuerza de flotabilidad.
La presencia de mezcla turbulenta en un sistema fluido estratificado
inestablemente no requiere la generación previa de turbulencia mediante ningún
procedimiento térmico o mecánico porque esta situación tiende a generar turbulencia
al ser inherentemente inestable. La consecuencia del desarrollo de la mezcla
turbulenta bajo estas condiciones es la desaparición de la situación inestable inicial y
la homogeneización del sistema fluido que pasa a ser estable o indiferente.
A nivel experimental, se han realizado diversas investigaciones sobre la
mezcla turbulenta en un sistema fluido con una estratificación inestable. Estos
estudios se han basado en la construcción en el laboratorio de una interfase de
densidad estable que es acelerada adecuadamente de forma que se inestabiliza el
sistema fluido (Cole & Tankin, 1973), o bien en la construcción directa de una
distribución de densidad que sea inestable que representa una inestabilidad de
Rayleigh-Taylor, que teóricamente es el representante por excelencia de una
estratificación inestable (Linden & Redondo, 1991; Linden, Redondo & Youngs,
1994; Sharp, 1984).
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
51
II.3.3.1 LA INESTABILIDAD DE RAYLEIGH-
TAYLOR
La inestabilidad de Rayleigh-Taylor está presente siempre que en un sistema
fluido exista una situación inestable gravitacionalmente desde el punto de vista de la
estratificación fluida y es una de las principales causas productoras de mezcla entre
fluidos de diferente densidad tanto en fenómenos naturales como en los derivados de
aplicaciones tecnológicas1(Linden & Redondo, 1991; Linden, Redondo & Youngs,
1994; Read, 1984; Sharp, 1984). Existe un amplio rango de fenómenos en los que
esta inestabilidad está presente y que se extienden desde los procesos de vuelco que
ocurren durante el colapso del núcleo de una estrella masiva hasta los procesos de
microturbulencia en fluidos, en particular geofísicos, bajo los cuales subyace esta
inestabilidad2. Otros ejemplos de fenómenos naturales en los que puede jugar un
papel importante son la formación de chorros en nubes de gas en rotación en un
potencial gravitacional o los procesos de la ionosfera (Arnett, 2000; Bernhardt,
1982).
La inestabilidad de Rayleigh-Taylor es una inestabilidad hidrodinámica que
acontece cuando la disposición de los fluidos de diferente densidad es tal que la
presión es mayor sobre el fluido menos denso (Linden & Redondo, 1991; Read,
1984; Sharp, 1984). De esta forma, la interfase de densidad que separa a los fluidos
está sometida a un gradiente de presión perpendicular a la misma siendo esta
inestabilidad consecuencia de la actuación de este gradiente de presión sobre las
variaciones de densidad. Como resultado se produce una aceleración diferencial entre
los fluidos que es capaz de provocar turbulencia. Si adicionalmente los fluidos son
miscibles, la aparición de turbulencia genera mezcla hasta el nivel molecular. En
general, la inestabilidad de Rayleigh-Taylor ocurre en cualquier situación en la que
el producto escalar del gradiente de presión y el gradiente de densidad sea negativo
(Youngs, 1989):
0. <∇∇ ρp (2.14)
1 Por ejemplo, los procesos de fusión por implosión electromagnética y por láser.
2 Otros ejemplos los proporciona la física del plama, la evolución de las galaxias y las explosiones de
las supernovas.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
52
El caso más sencillo de inestabilidad de Rayleigh-Taylor es el conocido como
salto o escalón de densidad. Esta situación se corresponde con la de dos fluidos de
diferente densidad que están superpuestos en un campo gravitacional y están
separados por una interfase de densidad que es horizontal, de forma tal que la
densidad disminuye en la dirección de la gravedad. Bajo estas condiciones el fluido
más denso queda situado encima del más ligero y la interfase de densidad que los
separa está en una configuración de equilibrio inestable de forma que al ser
perturbada se desarrolla según la inestabilidad gravitacional de Rayleigh-Taylor.
La inestabilidad Rayleigh-Taylor ha sido estudiada ampliamente en las
últimas décadas. Las primeras investigaciones de tipo teórico se centraron en el
crecimiento de una perturbación en el régimen lineal (Taylor, 1949). Bajo estas
consideraciones la zona mezclada se incrementa con el tiempo. Los estudios
posteriores se centraron en la realización de experimentos utilizando fluidos
inmiscibles para obtener proporciones de densidad grandes. Por ello, estos
experimentos empleaban cubetas experimentales que se aceleraban con el objetivo de
hacer despreciable el efecto de la tensión superficial (Cole & Tankin, 1973). La
mezcla molecular estaba inhibida en estos experimentos. Posteriormente se iniciaron
simulaciones bidimensionales y tridimensionales (Tryggvason & Unverdi, 1990;
Youngs, 1984; Youngs, 1991), así como los experimentos con fluidos miscibles
(Linden & Redondo, 1991; Linden, Redondo & Youngs, 1994). Las simulaciones ya
tienen en consideración el alto grado mezcla a pequeña escala consecuencia del
desarrollo de una inestabilidad Rayleigh-Taylor si los fluidos son miscibles. El ritmo
de crecimiento tridimensional es mayor que en el caso bidimensional, que
proporciona una estimación del crecimiento global de la zona mezclada. En el caso
tridimensional de mezcla turbulenta entre fluidos miscibles, la gran disipación de las
fluctuaciones de la velocidad y de la densidad actúa en contra del crecimiento de las
estructuras de gran escala.
El desarrollo dinámico de la inestabilidad de Rayleigh-Taylor tiene lugar por
medio de una variada fenomenología en la que destaca la formación de unas
estructuras en forma de ganchos (“spikes”). Su evolución hace que en sus laterales
se desarrollen inestabilidades de Kelvin-Helmholtz. Los ganchos corresponden al
movimiento de caída del fluido más denso. Además, se forman otras estructuras
conocidas como burbujas ("bubbles") resultantes del ascenso del fluido menos denso
al ser perturbada la interfase de densidad. Adicionalmente, tienen lugar procesos de
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
53
unión entre los ganchos y las burbujas, y también se generan fenómenos de
entrañamiento ("entrainment") y de mezcla turbulenta (Sharp, 1984).
Toda esta compleja evolución dinámica puede describirse a través de una
serie de etapas (Sharp, 1984). La primera etapa se caracteriza por la presencia de
perturbaciones iniciales en la interfase de densidad, plana y horizontal, que separa a
los dos fluidos constituyentes del sistema fluido. Dado el pequeño tamaño de dichas
perturbaciones, el crecimiento inicial de este tipo de inestabilidad se analiza haciendo
uso de la forma lineal de las ecuaciones que gobiernan el comportamiento fluido. En
tal caso, el resultado es un crecimiento exponencial con el tiempo de la amplitud de
esas perturbaciones.
La segunda etapa se caracteriza porque en ella tiene lugar un crecimiento no
lineal de la amplitud de la perturbación hasta un tamaño del orden de la longitud de
onda λ asociada a esa perturbación. Este desarrollo está muy influido por el valor del
número de Atwood A (ver apartado V.2.1). Si este parámetro es menor o del orden de
la unidad, entonces el fluido más ligero se mueve dentro del más denso formando
unas burbujas con la cima redondeada y de sección aproximadamente circular. Por su
parte, el fluido más denso se desplaza formando unos ganchos situados entre las
burbujas. Si dicho parámetro es del orden de cero, aunque mayor, el comportamiento
es semejante al de dos conjunto de burbujas interpenetrándose.
La tercera etapa está caracterizada por el desarrollo de la estructura de los
ganchos, así como la interacción entre las burbujas. Respecto al primer fenómeno
está en relación con el desarrollo de la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz en los
laterales de los ganchos, efecto que es más pronunciado para valores bajos del
número de Atwood. Respecto al segundo, existen evidencias experimentales de un
proceso de amalgamación o mezcla entre las burbujas por el que las más grandes
absorben a las más pequeñas, volviéndose mayores y más rápidas.
La cuarta etapa desemboca en el estado final y en ella tiene lugar la ruptura de
los ganchos ya desarrollados3, la penetración de las burbujas a través de láminas de
3 Respecto al fenómeno de ruptura de los ganchos se conoce con poco detalle y para comprenderlo se
recurre a una analogía entre el gancho de fluido denso cayendo y la caída de un chorro líquido con el
objetivo de que el análisis de la estabilidad y atomización del jet pueda ser adaptado al caso del
gancho. Cabe destacar como una de las causas de la ruptura la presencia de la inestabilidad de Kelvin-
Helmholtz en los laterales del chorro, lo que produce una zona de mezcla turbulenta que se extiende
hacia el interior del mismo. La comprensión del comportamiento de esta zona de mezcla (Artiñano,
1988) podría acercarnos al proceso de ruptura del gancho.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
54
fluido de espesor finito, así como otros fenómenos más complicados cuyo resultado
global es la mezcla turbulenta entre los dos fluidos.
Existen numerosos factores que influyen en el desarrollo de la inestabilidad
de Rayleigh-Taylor como la tensión superficial, la viscosidad, la compresibilidad,
los efectos de la geometría, la variación temporal de la aceleración a que está
sometida la interfase de densidad o todo tipo de heterogeneidades existentes en el
sistema. Estos efectos modifican el desarrollo de las estructuras asociadas a esta
inestabilidad (Sharp, 1984).
La teoría lineal de Taylor es la primera que presenta una explicación del
desarrollo de esta inestabilidad. Según esta teoría, una perturbación sinusoidal inicial
presente en una interfase de densidad con una condición de equilibrio inestable,
crecerá exponencialmente mientras que la amplitud de la perturbación sea pequeña
comparada con su longitud de onda (régimen lineal). Este crecimiento inicial es
simétrico. A continuación, esta situación deja de verificarse y la perturbación se
desarrolla de forma no simétrica mediante la formación del gancho y de la burbuja.
Posteriormente, la inestabilidad de Kelvin-Helmholtz se desarrolla en el lateral y la
parte frontal del gancho.
La etapa inicial de la evolución de esta inestabilidad es la más analizada
porque se puede hacer uso de la forma linealizada de las ecuaciones de la dinámica
de fluidos. A continuación, introducimos brevemente algunos resultados del análisis
lineal de la inestabilidad de Rayleigh-Taylor. Se considera el caso de una geometría
plana, es decir, una interfase horizontal que separa a dos capas fluidas de extensión y
profundidad infinita y que están constituidas por fluidos ideales e incompresibles,
como se muestra en la siguiente figura II.1.
Como se ha mencionado anteriormente, el caso más sencillo de inestabilidad
de Rayleigh-Taylor es el escalón de densidad en el que dos fluidos de diferente
densidad están superpuestos en un campo gravitacional y están separados por una
interfase de densidad que es horizontal. Por tanto, la densidad disminuye en la
dirección de la gravedad y la situación inicial del sistema fluido corresponde a la de
una estratificación inestable, es decir, el fluido superior es más denso que el inferior.
En general, el sistema fluido puede estar sujeto a dos tipos de aceleraciones: la
aceleración de la gravedad que siempre está presente, y otra aceleración externa
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
55
cualquiera que puede o no existir4. Por ello, el sistema fluido está sometido a una
aceleración efectiva constante y dirigida normalmente a la interfase que viene dada
por la expresión ( )kG ga −= (Sharp, 1984).
Figura II.1. Representación esquemática de una interfase de densidad que es inestable y que está
separando un fluido denso situado encima de un fluido más ligero respecto del primero.
Esta situación es la correspondiente a los instantes temporales previos a la
perturbación de la interfase plana (z=0) de modo que los fluidos están inicialmente
en reposo. En el instante de tiempo t=0 se modifica esta configuración de forma que
para tiempos t>0 la interfase está perturbada y adquiere otra forma según la figura
II.1 que se corresponde con la expresión:
( ) ( ) ( )kxtatxz cos, = (2.15)
que representa una interfase perturbada constituida por un conjunto de crestas y
valles paralelos a un eje perpendicular al plano de la figura II.1. Puede demostrarse
que la amplitud de esta perturbación verifica la siguiente ecuación (Sharp, 1984):
4 La aceleración externa está presente en algunos experimentos en los que se acelera verticalmente
hacia abajo una interfase estable, generándose así este tipo de inestabilidad (Cole & Tankin, 1973).
x
z
Interfase de densidad no
perturbada: z=0
g
Fluido Denso de
densidad ρD
Fluido Ligero de
densidad ρL: ρD > ρL
Interfase perturbada
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
56
( ) ( ) ( )tak
dt
tad 2
2
2
α= (2.16)
donde
( ) 32 k
LD
k
LD
LDGk ⎟
⎟
⎠
⎞
⎜
⎜
⎝
⎛
+
−⎟
⎟
⎠
⎞
⎜
⎜
⎝
⎛
+
−
=
ρρ
σ
ρρ
ρρ
α (2.17)
siendo σ la tensión interfacial. A partir de la ecuación (2.17) se deducen las
siguientes conclusiones (Sharp, 1984):
1º.- Si σ=0, G>0 y ρD > ρL entonces α es real y la interfase es inestable
respecto a pequeñas perturbaciones, cuyo ritmo de crecimiento no está limitado en
ausencia de tensión interfacial según la teoría lineal.
2º.- Si σ=0, G<0 y ρD > ρL entonces α es imaginario y la interfase es estable,
obteniéndose ondas de gravedad.
Sin embargo, los fluidos reales tienen tensión superficial σ que estabiliza
aquellas perturbaciones cuya longitud de onda es menor que una cierta longitud de
onda crítica λc dada por la siguiente expresión (Sharp, 1984):
( )
2
1
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
−
=
LD
C G ρρ
σλ (2.18)
Además, existe una perturbación con una longitud de onda característica λm
que es la más inestable en el sentido de que es la que crece más deprisa y viene dada
por la siguiente expresión (Sharp, 1984):
Cm λλ 3= (2.19)
Por otra parte, si el sistema fluido con estratificación inestable está formado
por fluidos incompresibles, miscibles y con viscosidad despreciable, se desarrollará
una zona mezclada cuya anchura crece en proporción a t2 verificando la siguiente
relación (Read, 1984):
( ) 2
21 gtf ρρδ = (2.20)
donde ρ1 es la densidad del fluido más denso y ρ2 la del fluido más ligero. La
anterior expresión se concreta en la siguiente (Linden & Redondo, 1991; Linden,
Redondo & Youngs, 1994; Youngs, 1989):
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
57
22
21
21
1 Agtgth α
ρρ
ρρ
α =
+
−
= (2.21)
donde h1 es la profundidad a la que la capa mezclada penetra en el fluido más denso,
A es el número de Atwood (apartado V.2.1) y α es una constante, que no depende de
la relación de densidades y cuyo valor es del orden de 0.07. Este resultado asume que
se ha perdido por completo la memoria de las condiciones iniciales y que la
dependencia de la viscosidad, la tensión superficial u otros factores es despreciable.
Estas condiciones son difíciles de obtener experimentalmente.
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
58
II.4 LA CONVECCIÓN
Es indiscutible la importancia teórica y práctica de aquellas situaciones en las
que existe una variación espacial de la temperatura o de la concentración de alguna
substancia presente en un fluido como un soluto, un sedimento o un contaminante, o
de ambas simultáneamente. En estas condiciones se generan fuerzas de flotabilidad
como consecuencia de la acción de la gravedad sobre las variaciones de densidad
generadas (Tritton, 1999; Turner, 1973). En particular, es de destacar el predominio
de tales situaciones en el ámbito geofísico, es decir, en los procesos atmosféricos, los
oceánicos o los del manto terrestre.
La variación espacial y temporal de la temperatura es el factor predominante
en los fenómenos de la baja atmósfera porque determina el comportamiento de las
masas de aire, pero no el único. A él se le han de añadir los procesos generados por
la concentración de los contaminantes (principalmente, de origen antropogénico)
productores de variaciones de densidad, cuya comprensión es necesaria en cualquier
análisis de la contaminación atmosférica dentro de la gestión medioambiental.
En los fenómenos oceánicos, además de la temperatura, la variable salinidad
del agua oceánica es dinámicamente importante, y junto con aquélla da lugar a otra
serie de fenómenos característicos conocidos como procesos de doble difusión o
doble convección. En este caso, también sería destacable el papel que pudiera jugar
la concentración de los contaminantes vertidos al medio marino.
Los movimientos que tienen lugar en aquellos fluidos con variaciones de
temperatura que son introducidas externamente se conocen con el término de
convección, mientras que los correspondientes a variaciones de concentración son
conocidos con el nombre de transferencia de masa. Sin embargo, durante el
desarrollo del presente trabajo utilizaremos el término convección en un sentido más
amplio, como la modificación de la posición de las partículas fluidas como
consecuencia de las variaciones de densidad que pueden ser producidas tanto por
cambios de temperatura como de concentración.
Estos dos tipos de factores, la variación de la temperatura y la de la
concentración de una substancia, generan fuerzas del mismo tipo en el seno del
fluido lo que permite que su estudio sea análogo. Tanto es así que es normal la
utilización de variaciones de concentración en un fluido para investigar los efectos
derivados de variaciones de temperatura, y viceversa. Un ejemplo es el presente
CAPÍTULO II Teoría de la Mezcla Fluida Por Turbulencia
59
estudio experimental. En general, se suele desarrollar la teoría de los flujos fluidos
con variaciones térmicas, a partir de la cual se plantea por analogía la
correspondiente a los flujos con variaciones de concentración (Tritton, 1999).
Las ecuaciones básicas que gobiernan los procesos de convección producidos
por variaciones térmicas bajo la aproximación de Boussinesq son las siguientes
(Tritton, 1999; White, 1979):
1º - La Ecuación de Continuidad.
0. =∇ u (2.22)
donde u es el vector velocidad.
2º - Las Ecuaciones de Navier-Stokes.
Tp
Dt
D
∆−∇+∇−= βν
ρ
guu 21 (2.23)
donde ρ es la densidad del fluido, p es la presión, ν es la viscosidad
cinemática, g es la aceleración gravitatoria, β es el coeficiente de expansión
térmica y T es la temperatura.
El último término de la ecuación (2.23) representa la fuerza generada por
efecto de la flotabilidad que aparece debido a los cambios de densidad
(∆ρ ≠ 0 ) producidos por las variaciones de temperatura que se relacionan de
la forma siguiente:
To∆−=∆ βρρ (2.24)
La presencia de este último término conlleva la aparición de efectos
significativos incluso si se verifica que ∆ρ ρ/ o << 1. Esto significa que todas
las aceleraciones implicadas en el flujo fluido son pequeñas comparadas con
la de la gravedad (es decir, gu <
r1 , esto implica que la diferencia de
presión entre los puntos 1 y 2, (∆p)VENTURI, es negativa, es decir, la presión en el
estrechamiento es menor que en el resto del venturímetro en consonancia con una
caída de presión.
La velocidad de succión, expresada en la forma de caudal de succión, es una
magnitud fundamental en el desarrollo de las pruebas experimentales. Por una parte,
es uno de los datos que es necesario aportar en el calibrado del conductivímetro
multicanal (apartado III.3.2.3). Por otra, controla la succión de las disoluciones
salinas que intervienen en el proceso de mezcla turbulenta y que es realizada por las
cuatro sondas de conductividad. Esta succión ha de ser aproximadamente igual para
las cuatro sondas y juega un papel importante al evitar la formación de una capa de
estancamiento en el interior de las sondas, posibilitando la detección correcta del
proceso de mezcla (Redondo, 1987). Por ello, es necesario caracterizar dicha succión
mediante la obtención de su caudal Qsucción. El procedimiento experimental para
calcular del caudal de succión Qsucción se esquematiza en la figura III.30. El método
consiste en la medida directa con un cronómetro del tiempo tsucción que tarda en
succionarse un volumen Vsucción de 20 ml1 de un fluido contenido en una bureta a
1 El volumen succionado no es exactamente 20 ml, sino algo inferior (19.460 ml) debido al volumen
fluido desplazado por la sonda de conductividad introducida en la bureta. Este último valor es el que
se ha considerado en los cálculos para la obtención del caudal de succión.
CAPÍTULO III El Método Experimental
119
temperatura ambiente. Tras cada medida experimental se repone un volumen fluido
idéntico al succionado de modo que la superficie libre esté siempre en el mismo
nivel, es decir, las condiciones de medida son siempre las mismas. Por tanto, el
caudal de succión tendrá la expresión siguiente:
succión
succión
succión t
VQ = (3.3)
Figura III.30. Detalle del montaje experimental utilizado para la obtención del caudal de succión
individual de cada una de las sondas de conductividad por succión que se conectan directamente al tubo
venturi. Se tiene que S es el área de la sección de la bureta, ρa es la densidad de fluido utilizado, Patm es
la presión atmosférica, V1 es la velocidad, p es la presión y S es la sección en la garganta del tubo
Venturi.
ρd
1: V1, S1, p1
Patm
×
TUBO VENTURI
BURETA
SONDA DE CONDUCTIVIDAD
S
: SENTIDO DEL FLUJO
Tubo de Plástico Flexible
CAPÍTULO III El Método Experimental
120
En el interior de la bureta se introduce una sonda de conductividad que se une
directamente mediante un tubo de plástico flexible al venturímetro -que está
conectado al vaso regulador del flujo que es alimentado con agua proveniente de un
grifo- y, por tanto, no se ha utilizado el conector múltiple. Esto implica que mediante
este método experimental se obtiene el caudal de succión individual correspondiente
a cada una de las sondas y, de hecho, el procedimiento descrito se ha utilizado por
separado con cada una de las cuatro sondas de conductividad. Por tanto, no se ha
analizado la succión simultánea de las mismas (apartado III.2.4.2) sino la succión
individual.
Otra característica de este montaje experimental es la existencia de dos
distribuciones en los elementos que constituyen el vaso regulador del flujo (apartado
III.2.4.3) que, teóricamente, proporcionan dos velocidades de salida del mismo
diferentes, luego dos velocidades de succión. La distribución denominada como
mitad se caracteriza por una altura efectiva H’ de 16 cm, mientras que en la
distribución denominada doble o completa dicha altura efectiva es de 25 cm. Como
resultado del análisis de los datos experimentales obtenidos, se concluye que las
diferencias en la velocidad de succión producidas por las dos distribuciones del vaso
regulador del flujo no son significativas (tabla III.1).
Con el objetivo de obtener un valor del caudal de succión individual lo más
libre posible de errores aleatorios se han tomado 10 series compuestas por 10
medidas experimentales para cada una de las sondas de conductividad y con cada una
de las distribuciones del vaso regulador del flujo. Los resultados obtenidos se
muestran en la siguiente tabla:
SONDA SONDA 1 SONDA 2 SONDA 3 SONDA 4
POSICIÓN VASO
REGULADOR
FLUJO
MITAD DOBLE MITAD DOBLE MITAD DOBLE
MITAD DOBLE
CAUDAL
PROMEDIO
SUCCIÓN
INDIVIDUAL,
Qsucción (cm3/s)
0’17±0.02 0.16±0.01 0’18±0.03 0.17±0.02 0’17±0.01 0.18±0.04 0’17±0.02 0.16±0.01
TEMPERATURA
MEDIA FLUIDO,
T ±0.1 (ºC)
27’2 25.5 25’5 25.5 27’2 27.2 27’2 25.5
Tabla III.1. Valores del caudal de succión individual promedio Qsucción correspondientes a cada una de las sondas
de conductividad succionando individualmente bajo las dos distribuciones del vaso regulador del flujo.
CAPÍTULO III El Método Experimental
121
En general, el caudal de succión no ha de ser excesivamente pequeño porque
entonces la velocidad del fluido succionado sería baja y podría producirse un
estancamiento del mismo en la punta de la sonda desvirtuando así las medidas del
proceso de mezcla. Pero tampoco puede ser muy alto porque entonces la velocidad
sería lo suficientemente grande como para que se succionara fluido de una zona
lejana a la punta de la sonda, que es el lugar en el que se realizan las medidas de
conductividad. En concreto, para caudales mayores que 50 ml/mnt comienza la
succión de fluido de zonas no cercanas a la punta de la sonda alterándose las medidas
de densidad (Redondo, 1987).
Los valores del caudal de succión Qsucción obtenidos en el desarrollo del
presente trabajo son del orden de 10.30 ml/mnt. La velocidad de succión
correspondiente a otros trabajos experimentales en los que también se emplean
sondas de conductividad por succión está comprendida en el intervalo (10, 40)
ml/minuto (Yagüe, 1992; Redondo, 1987) dentro del cual nos situamos. No obstante,
el caudal de succión empleado en las pruebas experimentales que sustentan el
presente trabajo resulta ser un poco pequeño, siendo cercano al límite inferior del
intervalo de valores anteriormente mencionado. Sin embargo, no hemos observado
ninguna alteración en las medidas experimentales por ello. La configuración de la red
de distribución para la succión de las sondas de conductividad y, más concretamente,
la geometría del tubo venturi no son modificables motivo por el que no hemos
podido variar dicho caudal de succión.
CAPÍTULO III El Método Experimental
122
III.2.4.2 EL CONECTOR MÚLTIPLE
El análisis del proceso de mezcla por turbulencia necesita detectar la
variación de la concentración salina, luego de la conductividad y de la densidad, que
se lleva a cabo por cuatro sondas de conductividad. Resulta imprescindible que todas
las sondas realicen la succión simultáneamente y con una velocidad de succión
aproximadamente igual. Por ello, es necesaria la utilización de un instrumento
intermedio, que es el conector múltiple, que permite la conexión simultánea de las
cuatro sondas de conductividad al mismo tubo venturi, que es el encargado de
provocar la succión. Este es el objetivo que cumple el conector múltiple (figura
III.12) que está construido en metacrilato, tiene sección circular y sus dimensiones se
muestran en la figura III.31.
El diseño horizontal de este instrumento, como muestra la figura III.31, se
debe a que el conector múltiple ha de tener una geometría tal que no introduzca
diferencias de presión entre las sondas a él conectadas cuyas entradas han de estar a
la misma presión en cada instante para que la succión sea idéntica, además de
simultánea.
El apartado III.2.4.1, que describe el tubo venturi, pone de manifiesto la
importancia de la velocidad de succión que caracteriza la succión que realizan las
cuatro sondas de conductividad y así evitar la formación de una capa de
estancamiento en el interior de las mismas, posibilitando la detección correcta del
proceso de mezcla.
Por ello, es necesario caracterizar a nivel experimental esta velocidad de
succión expresada en la forma de caudal de succión mediante la realización del
montaje de laboratorio que se esquematiza en la figura III.32. El procedimiento es
semejante al realizado para obtener el caudal de succión individual de cada sonda de
conductividad (apartado III.2.4.1), pero se diferencia en la utilización simultánea de
las cuatro sondas que están conectadas al tubo venturi mediante el conector múltiple.
Por tanto, este montaje experimental permite determinar el caudal de succión
simultáneo de las cuatro sondas cuya media aritmética proporciona el valor del
caudal de succión de cada sonda más cercano a la realidad.
CAPÍTULO III El Método Experimental
123
Figura III.31 Características geométricas del conector múltiple para cuatro sondas de conductividad
(vista frontal). La notación es la siguiente: R es el radio del orificio de salida del conector (2 mm); r es
el radio de los orificios de entrada al conector (1 mm); S, área de la sección del orificio de salida y s,
área de la sección de los orificios de entrada; VA=VB=VC=VD=V es la velocidad del flujo fluido en el
interior del conector. El espesor del metacrilato del orificio de salida es de 4 mm y el de los orificios de
entrada 8 mm. La longitud total del conector es de 114 mm y la separación entre los orificios de entrada
es de 30 mm. La altura del orificio de salida y la de los orificios de entrada es de 15 mm.
El método consiste en la medida directa del tiempo tsucción que tarda en
succionarse un volumen de 200 ml de un fluido contenido en un recipiente con
reposición de volumen fluido succionado después de cada medida. El caudal de
succión simultáneo tendrá la expresión siguiente:
succión
succión
succión t
V
Q = (3.4)
2 r
2R
2 r 2r 2 r
: SENTIDO DEL FLUJO
4: V, S
A: VA, s B: VB, s C: VC, s D: VD, s
ORIFICIO DE SALIDA PARA
CONEXIÓN AL TUBO VENTURI.
CAPÍTULO III El Método Experimental
124
El fluido experimental utilizado es agua a temperatura ambiente que está
contenida en un vaso de precipitados de 2000 ml. En el interior de este vaso se
introducen las cuatro sondas de conductividad que se unen mediante un conjunto de
tubos de plástico flexible al conector múltiple. El conector se une al venturímetro que
es alimentado por el vaso regulador del flujo con agua proveniente de un grifo. Por
último, este procedimiento experimental se ha empleado exclusivamente con la
distribución completa del vaso regulador del flujo, caracterizada por una altura
efectiva H’ de 25 cm. Esta elección se sustenta en los resultados obtenidos en el
apartado III.2.4.1 en el que se concluía que las diferencias en la velocidad de succión
producidas por las dos distribuciones del vaso regulador no eran significativas. Se
opta por la distribución completa porque teóricamente proporciona una mayor
velocidad de salida del vaso regulador, luego una mayor velocidad de succión.
Con el objetivo de obtener un valor del caudal de succión simultánea con
menos influencia de los errores aleatorios se han tomado 10 series compuestas de 10
medidas experimentales para el conjunto de las cuatro sondas de conductividad. El
caudal promedio para la succión simultánea es del orden de 5.12 ml/mnt. Los
resultados obtenidos se muestran en la siguiente tabla:
SONDA SONDA 1 SONDA 2 SONDA 3 SONDA 4
CAUDAL PROMEDIO
SUCCIÓN SIMULTÁNEA,
Qsucción (cm3/s)
0.09±0.02 0.08±0.01 0.08±0.03 0.09±0.02
TEMPERATURA MEDIA
FLUIDO, T ±0.1 (ºC)
27’2 25’5 27’2 27’2
Tabla III.2 Valores del caudal promedio de succión simultánea Qsucción correspondientes al conjunto de las
cuatro sondas de conductividad funcionando simultáneamente al estar conectadas al mismo tubo venturi
mediante el conector múltiple.
CAPÍTULO III El Método Experimental
125
Figura III.32. Esquema gráfico que representa el montaje experimental para la determinación del caudal de
succión simultánea para el conjunto de las cuatro sondas de conductividad. Se tiene que S es el área de la
sección del vaso de precipitados, h’ es la altura que ha descendido la superficie libre del agua en el interior de
las sondas tras la succión de un volumen de 200 cm3 y patm es la presión atmosférica.
Patm
×
TUBO VENTURI
CONECTOR
MÚLTIPLE
VASO DE
PRECIPITADOS
SONDA DE
CONDUCTIVIDAD
P
S
: SENTIDO DEL FLUJO
h’
CAPÍTULO III El Método Experimental
126
III.2.4.3 EL VASO REGULADOR DEL FLUJO
La presencia de un vaso regulador del flujo viene motivada por la necesidad
de controlar las variaciones aleatorias del caudal de agua del grifo con el que debería
ser alimentado directamente el tubo venturi si no existiera dicho vaso regulador. La
importancia de este control radica en que dichas perturbaciones afectan a la
velocidad de succión del tubo venturi si éste se conecta directamente al grifo. Por
tanto, este nuevo elemento de la red de distribución tiene como objetivo estabilizar el
caudal de agua que entra en el venturímetro, proporcionando un valor
aproximadamente constante.
El vaso regulador del flujo utilizado en el montaje experimental ha sido
construido en metacrilato de espesor 4 mm y tiene sección circular. Su geometría y
dimensiones se muestran en la figura III.33. Este instrumento está constituido por
dos cilindros concéntricos de diferentes alturas, abiertos en su parte superior y unidos
en la inferior por una base común. El cilindro interior actúa como un desagüe para el
excedente de agua contenido en el vaso regulador del flujo y se prolonga más allá del
nivel de la base por medio de un pequeño tubo en posición vertical, marcado como 2
en la figura III.33. Respecto al cilindro exterior se prolonga mediante la utilización
de otros dos pequeños tubos marcados como 1 y 3 en la figura III.33. El 3 actúa
como tubo de alimentación para el vaso regulador del flujo y se conecta por medio de
un largo tubo de plástico a un grifo que proporciona el suministro de agua. El tubo 1
constituye el orificio de salida del vaso regulador en el que se determina la velocidad
de salida Vsalida de dicho vaso siendo, además, el punto de unión con el venturímetro
al que se conecta por medio de un pequeño tubo horizontal de plástico semirígido.
El vaso regulador del flujo utilizado en el presente montaje experimental tiene
una característica innovadora respecto de los vasos estándar. Esta modificacion
consiste en que tanto el cilindro interno como el externo son desmontables,
pudiéndose añadir a los mismos piezas de diferentes longitudes que, teóricamente,
proporcionarían distintas velocidades de salida del vaso regulador. Por motivos
técnicos, en el presente montaje experimental sólo ha sido posible emplear dos piezas
de diferente tamaño (una para cada cilindro). La utilización o no de dichas piezas
CAPÍTULO III El Método Experimental
127
proporciona dos distribuciones distintas del vaso regulador del flujo. La presencia o
no de estas piezas modifica el valor de la altura efectiva o altura de la capa fluida
situada sobre el orificio de salida que determina la velocidad de salida del vaso
regulador según la ecuación de Torricelli1 deducida a partir de la ecuación de
Bernoulli. Si dichas piezas no se emplean, tenemos la denomina distribución mitad
caracterizada por una altura efectiva Hvaso de 16 cm. Si las piezas adicionales se
utilizan, tenemos la distribución completa en la que la altura efectiva Hvaso es de 25
cm. Dado que la altura efectiva de la segunda respecto de la primera es mayor eso
implica que, teóricamente, la distribución completa genera un aumento de la
velocidad de salida del vaso regulador del flujo.
A nivel experimental es importante analizar aquellas magnitudes que afectan
al caudal de succión producido por el tubo venturi. La velocidad de salida Vsalida del
vaso regulador del flujo es una magnitud importante porque coincide con la
velocidad del flujo entrante en el venturímetro, luego su valor condiciona la succión.
El objetivo del vaso regulador del flujo es proporcionar una velocidad de salida Vsalida
del mismo aproximadamente estable, cuya expresión teórica pasamos a plantear.
El conducto de salida del vaso regulador del flujo representado por el tubo 1
en la figura III.33 constituye un orificio en pared gruesa. El análisis de los orificios
en pared gruesa se basa en el estudio del comportamiento de la vena fluida, que
puede ser de dos tipos en función de que exista o no separación de la misma respecto
del contorno interno del orificio. Si la velocidad de salida es reducida como podría
ser en el caso del vaso regulador del flujo, el movimiento es bastante regular y existe
una importante influencia de la viscosidad cuyo efecto es adherir la vena fluida a las
paredes internas del orificio. Bajo estas condiciones se puede demostrar que la
velocidad de salida del vaso regulador del flujo en la sección contraída σc vendría
dada por la expresión siguiente (White, 1979):
vasosalida gHV 23'1= (3.5)
Y el caudal de salida a través del orificio real de sección σ de dicho vaso regulador
sería:
1 La relación existente entre la velocidad de descarga a través de un orificio y la altura de la superficie
libre del fluido situado sobre él es V≅(2gh)1/2 suponiendo que el flujo es estacionario y sin fricción.
CAPÍTULO III El Método Experimental
128
vasosalidac gHVCQ 2..81'0.. σσ == (3.6)
donde Cc es el coeficiente de contracción que proporciona la relación existente entre
el área de la sección del orificio real σ y la de la sección contraída σC. El vaso
regulador del flujo utilizado tiene la sección contraída a una distancia de 1.95 cm del
mismo con un área de 0.823 cm2.
La magnitud característica del vaso regulador del flujo es su velocidad de
salida Vsalida cuya determinación experimental es posible mediante el correspondiente
montaje de laboratorio que se esquematiza en la figura III.34.
El procedimiento experimental consiste en la medición con un cronómetro del
tiempo tllenado que tarda en llenarse con agua el volumen υllenado de un vaso de
precipitados colocado a pie del vaso regulador del flujo. Dicho volumen es de 2000
ml. A partir de estas dos medidas experimentales directas, se deduce la altura h
correspondiente al descenso que sufriría el nivel de la superficie libre del agua
contenida en el vaso regulador si éste no fuese continuamente alimentado:
vaso
llenao
S
h
υ
= (3.7)
donde Svaso representa el área de la sección del vaso regulador cuya expresión es
(figura III.34):
⎥
⎥
⎦
⎤
⎢
⎢
⎣
⎡
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛−⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛=
22
22
dDSvaso π (3.8)
siendo su valor de 18’69 cm2 .
El conocimiento de la altura h permite calcular la velocidad de descenso del
nivel del agua contenida en el vaso regulador del flujo Vvaso mediante la expresión:
llenado
vaso t
hV = (3.9)
CAPÍTULO III El Método Experimental
129
Figura III.33. Características geométricas y dimensiones del vaso regulador del flujo (vista frontal). La
notación tiene el siguiente significado 1 es la salida del vaso regulador que sirve de conexión con el tubo
venturi 2 es el desagüe y 3 es la entrada al vaso regulador que se conecta a un grifo.
: SENTIDO FLUJO DE AGUA
224 mm
4 mm
1
2 3
215 mm
13 mm
13 mm 13 mm
20 mm
20 mm 25 mm 12 mm
80 mm
16 mm
63 mm
CAPÍTULO III El Método Experimental
130
Figura III.34. Esquema gráfico del procedimiento experimental utilizado para la medida directa de la
velocidad de salida Vsalida del vaso regulador del flujo. La notación es la siguiente>υllenado es el volumen
llenado en el tiempo t conocido, Vsalida es la velocidad de salida del vaso regulador del flujo, Vvaso es la
velocidad de descenso en el vaso regulador, Hvaso es la altura efectiva del vaso regulador del flujo y Z1 es la
altura del vaso regulador respecto del nivel de referencia.
Hvaso
z1
Vsalida
Vvaso
υllenado
z=0
d
1
2
D
CAPÍTULO III El Método Experimental
131
Esta velocidad de descenso Vvaso es necesaria para la obtención de la
velocidad de salida Vsalida del vaso regulador que se obtiene mediante la aplicación de
la ecuación de continuidad entre los puntos 1 y 2 marcados en la figura III.34:
1
1 S
S
VVSVSV vaso
vasosalidasalidavasovaso =⇒= (3.10)
donde S1 es el área de la sección correspondiente al orificio de salida del vaso
regulador del flujo cuyo diámetro d1 vale 13 mm. Sustituyendo las expresiones
correspondientes a las distintas magnitudes se obtiene que experimentalmente la
velocidad de salida del vaso regulador del flujo es:
2
1
4
dllenadot
llenado
salidaV
π
υ
= (3.11)
expresada en función de medidas experimentales.
Mediante este procedimiento se han obtenido un conjunto de 20 series
experimentales con 10 datos para cada una de las distribuciones del vaso regulador
del flujo (mitad y completa). Los resultados obtenidos se muestran en la siguiente
tabla:
DISTRIBUCIÓN DEL VASO
REGULADOR DEL FLUJO
MITAD COMPLETA
VELOCIDAD SALIDA PROMEDIO
Vsalida (cm/s)
1.23±0.02 1.53±0.04
TEMPERATURA AMBIENTE,
Tambiente (ºC)±0.1
25.5 26.5
Tabla III.3 Valores de la velocidad de salida promedio Vsalida del vaso regulador del flujo
correspondientes a cada una de las dos distribuciones del mismo.
CAPÍTULO III El Método Experimental
132
III.2.5 REOLOGÍA DEL GEL DE SODIOCARBOXIMETIL
CELULOSA
El apartado III.2.1 del presente capítulo describe las características distintivas
del modelo de laboratorio destacando la presencia de un estrato de gel de
sodiocarboximetil celulosa o gel CMC (conocido como goma celulósica) que separa
la capa fluida ligera de la capa densa. El gel CMC es un fluido no newtoniano de
gran viscosidad, y por lo tanto, es necesario caracterizar sus propiedades reológicas.
La reología estudia la respuesta en forma de deformación o de movimiento de
la materia fluida bajo la acción de una fuerza, lo que implica la determinación de su
resistencia al flujo representada por la viscosidad. Esta magnitud representa la
fricción interna de un fluido consecuencia de los rozamientos internos y de la
atracción molecular y que es la responsable de que dicho fluido se resista a fluir. El
estudio reológico de un fluido ha de considerar tanto los aspectos dinámicos,
representado por la tensión de cizalla, como los cinéticos representados por la
velocidad de deformación. Dependiendo de la relación existente entre estos dos
factores así será el comportamiento del fluido.
La representación gráfica de la velocidad de deformación en función de la
tensión de cizalla se conoce como diagrama reológico y sirve para clasificar los
fluidos. Si existe una relación lineal entre la tensión de cizalla aplicada y el ritmo o
velocidad de deformación producido entonces el fluido es newtoniano y la
viscosidad dinámica µ es una constante independiente del tiempo y de la velocidad
de deformación3 (excluyendo la dependencia de la presión y la temperatura). Sin
embargo, puede existir una relación no lineal entre la tensión de cizalla y la
velocidad de deformación. Entonces el fluido se denomina no newtoniano, en cuyo
caso la viscosidad dinámica µ no es constante, sino que es una función del ritmo de
deformación. Además, la viscosidad dinámica depende de otros factores,
principalmente, de la naturaleza del fluido y de las condiciones experimentales de
medida. Por ello, dicha viscosidad dinámica µ no es una viscosidad absoluta como lo
3 Para un fluido newtoniano la representación gráfica de la tensión de cizalla frente a la velocidad de
deformación es una recta que pasa por el origen y cuya pendiente es la viscosidad dinámica µ. La
mayor parte de los gases y los líquidos simples presentan este comportamiento.
CAPÍTULO III El Método Experimental
133
es en el caso de los fluidos newtonianos, sino una viscosidad aparente µa. Esto
implica que este tipo de fluidos son más difíciles de caracterizar experimentalmente.
Bajo la denominación de fluidos no newtonianos se incluyen diversos
comportamientos fluidos caracterizados por la forma en la que la viscosidad varía
con el ritmo de cizalla y con el tiempo bajo condiciones de cizallamiento constante.
Los fluidos no newtonianos se clasifican en dos grupos según sean o no dependientes
del tiempo (Brookfield, 1990).
Los fluidos no newtonianos independientes del tiempo son aquellos en que,
como su nombre indica, las propiedades del flujo son independientes del tiempo4.
Este tipo de comportamiento aparece siempre que la viscosidad aparente es
independiente de cualquier proceso de cizalla previo, que se conoce como historia
del fluido.
Por otra parte, los fluidos no newtonianos dependientes del tiempo se
caracterizan porque las propiedades del flujo son dependientes del tiempo y la
viscosidad aparente µa depende del proceso previo de cizallamiento o historia del
fluido, dependiendo no sólo de la velocidad de deformación sino también del
intervalo temporal durante el cual se aplica la tensión de cizalla. Ciertos fluidos no
newtonianos dependientes del tiempo se degradan, es decir, se vuelven menos
viscosos como resultado de un cizallamiento prolongado, mientras que otros se
muestran más viscosos bajo condiciones semejantes. Esto permite clasificar los
fluidos no newtonianos dependientes del tiempo en dos grupos: los fluidos
tixotrópicos, que presentan una disminución de la viscosidad con el tiempo, y los
fluidos reopécticos, en los que la viscosidad aumenta con el tiempo (Brookfield,
1990). El gel CMC utilizado es un fluido no newtoniano con comportamiento
tixotrópico.
La caracterización de los fluidos no newtonianos dependientes del tiempo se
realiza por medio de dos tipos de pruebas. En el primer tipo, la muestra de fluido se
somete a una secuencia de velocidades de cizallamiento crecientes y luego
decrecientes hasta regresar al valor inicial. Bajo estas condiciones la representación
del ritmo de cizalla en función del esfuerzo cortante produce una especie de ciclo de
histéresis con una curva ascendente y otra descendente. Este comportamiento se
4 Es decir, la velocidad de deformación en cualquier punto del flujo fluido es función exclusivamente
de la tensión de cizalla existente en dicho punto, pero no del tiempo.
CAPÍTULO III El Método Experimental
134
produce por la disminución de la viscosidad al aumentar el tiempo de acción de la
cizalla. Si el fluido es independiente del tiempo, ambas curvas coinciden mientras
que si es dependiente dichas curvas no se superponen. La posición de la rama
ascendente respecto de la descendente indica el tipo de fluido: si a la primera le
corresponde una mayor viscosidad que a la segunda, el fluido es tixotrópico, y a la
inversa, reopéxico. En el segundo tipo de prueba se mantiene una velocidad de
deformación constante y se observa la variación del esfuerzo cortante con el tiempo
(Brookfield, 1990). La figura III.35 representa cualitativamente el comportamiento
de los dos tipos de fluidos no newtonianos dependientes del tiempo descritos por
medio de la gráfica de la tensión de cizalla frente frente al tiempo.
Existen numerosos factores que afectan a las propiedades reológicas de un
fluido, entre las que destacan la temperatura, la historia previa y las condiciones de
medida. De entre todos ellos, el que más influye sobre el comportamiento reológico
de un fluido es la temperatura. La viscosidad disminuye con la temperatura en la
mayoría de los fluidos. En el caso de los fluidos no newtonianos dependientes del
tiempo, la historia previa es un factor muy influyente, destacando que el método de
preparación del fluido y las condiciones de almacenamiento se han de elegir de modo
que produzcan un efecto controlado sobre el fluido. Por último, las condiciones
experimentales de medida pueden ejercer algún efecto sobre la viscosidad. Entre
dichas condiciones destacan el tipo de viscosímetro a usar y sus accesorios, el
τ
Tiempo
Tixotropía
Reopexia
Figura III.35. Comportamiento cualitativo de los dos tipos de fluidos no newtonianos dependientes del
tiempo. Los fluidos tixotrópicos se representan por una línea continua y los fluidos reopéxicos por una
línea discontinua.
CAPÍTULO III El Método Experimental
135
método de preparación de la muestra fluida y la homogeneidad de la misma siendo
deseable que sea lo más uniforme posible (Brookfield, 1990).
El gel de sodiocarboximetil celulosa es una sal derivada de la celulosa5 y está
disponible en forma pura, técnica y semirrefinada. En el presente estudio se ha hecho
uso de su forma comercial en polvo, luego semirrefinada. Esta sal es soluble en agua
tanto fría como caliente, y posee cierto grado de incompatibilidad respecto a las sales
de metales pesados6. Esto implica que la elección de la disolución salina que
constituirá la capa densa que atraviesa el estrato de gel CMC ha de poseer dos
características que son la falta de reacción con el gel y la facilidad de penetración a
través del estrato de gel CMC. Por ello, se seleccionó la sal de cloruro sódico (NaCl)
como más adecuada para constituir la capa densa (por ejemplo, se desechó el uso del
sulfato de cobre por su reacción con el gel).
Otro de los motivos de la elección de este gel es que presenta un amplio
rango de viscosidades, desde los 10 mPa.s hasta valores superiores a 50000 mPa.s
(ASTM Standards, 1989). Sin embargo, el inconveniente de este gel es que existen
numerosos factores que influyen sobre su viscosidad dinámica, tales como su
composición, el pH de la disolución (la viscosidad de los geles altamente viscosos
presenta un máximo para un pH situado entre 6 y 77), la velocidad de deformación, la
temperatura (la viscosidad disminuye según aumenta la temperatura), la historia
previa, las condiciones de medida o el método de preparación de la muestra,
dificultando su determinación experimental.
Las propiedades reológicas de las disoluciones de sodiocarboximetil celulosa
dependen de la concentración de ésta substancia, su uniformidad y el ritmo de
cizalla, siendo capaces de presentar comportamientos fluidos muy diferentes, desde
los de un fluido newtoniano hasta los de uno tixotrópico. Para cizallas muy
pequeñas, estas disoluciones se comportan aproximadamente como un fluido
newtoniano. Los geles de moderada a alta viscosidad pueden presentar un
comportamiento independiente del tiempo del tipo pseudoplástico, siendo algunos
geles sólidos que se vuelven fluidos bajo la acción de una fuerza cizalla, o
5 El gel CMCes un polímero basado en un éter de celulosa.
6 El gel CMC reacciona y forma precipitados en forma de sales insolubles y complejas con los iones
de los metales pesados y los de los elementos de tierra alcalinos, entre otros.
7 Si el pH es menor o igual que 4 tiene lugar un aumento significativo de la viscosidad, y por debajo
de 2 aparece la insolubilidad. Si el pH es mayor que 10 tiene lugar una ligera disminución de la
viscosidad (ASTM Standards, 1989).
CAPÍTULO III El Método Experimental
136
dependiente del tiempo del tipo tixotrópico, en función de su estructura interna
(ASTM Standards, 1989).
El gel CMC se obtiene preparando una disolución acuosa de
sodiocarboximetil celulosa mediante un agitador-dispersor Miralles bajo velocidades
comprendidas entre las 1000 r.p.m y las 1500 r.p.m. pertenenciente al Departamento
de Ingeniería Química de la Facultad de Ciencias Químicas de la U.C.M. y cuya
utilización ha sido posible gracias a la colaboración del Dr. D. Julio Tijero. La
concentración de esta disolución se determina de forma tal que se obtenga una
densidad adecuada a la de la capa ligera y que entre ambas se constituya una
interfase estable de densidad (apartado III.2.1).
El procedimiento de obtención del gel consiste en lo siguiente. En un
recipiente de acero inoxidable se vierte un volumen de 4 litros de agua y se sitúa en
el pie del agitador-dispersor ajustándolo. Se introduce la varilla agitadora hasta casi
el fondo del recipiente. Se conecta el agitador-dispersor y se ajusta la velocidad de
rotación de la varilla a 1000 r.p.m. El polvo de sodiocarboximetil celulosa se añade
muy lentamente porque si es añadido con demasiada rapidez el polvo se aglomera y
no es posible su completa disolución. Tras la adición del polvo, se deja que la
disolución se mezcle durante 10 minutos. Finalizado este proceso, se obtienen
aproximadamente 2 litros de gel CMC en los que, como consecuencia del proceso de
agitación y dispersión, existe un gran número de pequeñas burbujas. Dado que uno
de los factores que afectan a la viscosidad es la uniformidad de la muestra fluida, es
precisa la eliminación de dichas burbujas. Esto se realiza de forma natural dejando
reposar el gel CMC un tiempo cuya duración oscila entre los 5 días para los geles
poco viscosos y las 2 semanas para los muy viscosos.
Existen numerosas técnicas para medir la viscosidad en función del tipo de
fluido. Los principales tipos de viscosímetros son los capilares y los rotacionales.
Estos últimos se clasifican en viscosímetros de cilindros coaxiales y de cono-placa8.
En el caso de los fluidos no newtonianos, como el gel CMC, es preciso determinar la
viscosidad para diferentes velocidades de cizalladura por lo que es el viscosímetro
más adecuado es el rotacional (Brookfield, 1990).
8 Cada uno de estos tipos de viscosímetros rotacionales puede subdividirse en dos grupos según que
se construyan considerando el principio Searle o el de Couette. La diferencia radica que en el primero
el elemento exterior es fijo y el interior es rotativo, mientras que en el segundo principio ocurre a la
inversa. La mayoría de los viscosímetros utilizan el principio de Searle porque es más sencillo su
diseño y uso.
CAPÍTULO III El Método Experimental
137
Los viscosímetros de rotación someten a la muestra fluida a una tensión
tangencial producida por el giro de uno de los elementos del sistema, denominado
spindle o husillo, originándose una distribución de velocidades. En particular, los
viscosímetros rotacionales de cilindros coaxiales someten al fluido, situado en el
espacio anular existente entre dos cilindros, a la acción de una tensión de cizalla
producida por el giro de uno de los cilindros con una velocidad de rotación constante
mientras el otro permanece en reposo. Se produce así un gradiente de velocidad
proporcional a la velocidad de giro. El fluido opone una resistencia al cizallamiento
que es proporcional a su viscosidad, generando un momento angular en el rotor a
partir del cual se determina dicha viscosidad (Brookfield, 1990).
La determinación experimental de la viscosidad dinámica del gel CMC se
realiza mediante un viscosímetro rotacional digital Brookfield Modelo DV-II. El
principio físico de medida en el que se basa el viscosímetro rotacional Brookfield
consiste en determinar el par de torsión necesario para hacer girar el spindle
sumergido en el fluido. El husillo se mueve por medio de un rotor síncrono al que
está conectado mediante un resorte de berilio-cobre (figura III.36). La deflexión de
este resorte nos indica el valor del par de torsión preciso para el movimiento del
spindle. La viscosidad es inversamente proporcional a la velocidad de giro del
husillo y la tensión de cizalla está relacionada con el tamaño y la geometría de dicho
elemento.
A continuación, se describe escuetamente el procedimiento experimental
empleado para la medida de la viscosidad del gel CMC. El proceso de medida se
inicia con el calibrado del viscosímetro. Tras la calibración, se selecciona el spindle
más adecuado para la determinación de la viscosidad. El husillo es de acero
inoxidable (serie 300) y tiene una geometría cilíndrica definida. A continuación, se
enrosca el husillo en el eje del viscosímetro. Finalmente, se introduce el gel en un
recipiente especial adaptado para la medida con pequeñas muestras fluidas, cuyo
volumen es de 16 ml, y que se acopla al viscosímetro (figura III.36). Este contenedor
de pequeño volumen para la medida de la viscosidad del gel CMC tiene geometría
cilíndrica y se sitúa de forma coaxial respecto del husillo (Brookfield, 1990).
CAPÍTULO III El Método Experimental
138
Figura III.36. Estructura interna y componentes del viscosímetro rotacional Brookfield, Modelo DV-
II
El proceso de inmersión del spindle en la muestra fluida ha de realizarse con
mucho cuidado porque este elemento ha de estar en contacto completo con el gel y
no se han de producir burbujas de aire. Por ello, el husillo se introduce lentamente
inclinado o por un lateral para desplazarlo despacio y horizontalmente hacia el
centro. Además, no se ha de modificar la estructura reológica del gel y se ha de evitar
el fenómeno de la canalización del fluido.
El viscosímetro Brookfield posee 8 velocidades de rotación para el spindle
(0.30, 0.60, 1.50, 3.00, 6.00, 12.00, 30.00 y 60.00 r.p.m.) y al ser digital proporciona
directamente las medidas de viscosidad dinámica y con un error absoluto de ±2000
mPa.s. Debido a que los viscosímetros Brookfield operan con pequeñas velocidades
de rotación, es poco probable que se produzca turbulencia y, además, cuanto mayor
sea la viscosidad como sucede en el caso del gel CMC menor es la probabilidad de
aparición de tal régimen fluido. La turbulencia incrementa el valor real de la
viscosidad.
El gel se somete a un gradiente de cizalla creciente, que se obtiene
aumentando la velocidad de rotación del spindle desde su valor más pequeño hasta el
máximo permitido. De esta forma, se genera la curva ascendente o “up curve” del
CAPÍTULO III El Método Experimental
139
ciclo de histéresis. Posteriormente el gel se somete a un gradiente de cizalla
decreciente al disminuir la velocidad de rotación hasta el valor inicial, generándose
la rama descendente o “down curve”. De esta forma, se determina
experimentalmente el comportamiento de la viscosidad en función del gradiente de
cizalla o velocidad de deformación.
Las figuras III.37 y III.38 representan el comportamiento de la viscosidad
dinámica del gel CMC µG en función de la cizalla o “shear rate” para los dos geles
utilizados en los experimentos.
0 1 2 3 4 5 6 7
0
50000
100000
150000
200000
250000
300000
350000
400000
Up Curve
Down Curve
µ G
(c
ps
)
Shear Rate (s-1)
Figura III.37. Comportamiento tixotrópico del gel de sodiocarboximetil celulosa. Evolución de la
viscosidad del gel µG en función del gradiente de cizalla o “shear rate” para el gel menos viscoso.
La figura III.37 muestra el comportamiento del gel menos viscoso cuando se
le somete a una secuencia de velocidades de rotación creciente y después decreciente
hasta regresar al punto de partida. Se observa que la rama ascendente y la
descendente prácticamente están superpuestas. La figura III.38 muestra el
comportamiento del gel más viscoso cuando se le somete al gradiente de cizalla
variable. Se hace notar que, en este caso, la curva ascendente y la descendente no
coinciden debido a la disminución de la viscosidad con el tiempo y, de hecho, trazan
un pequeño ciclo de histéresis. A partir de estas figuras se deduce que el gel CMC
utilizado es ligeramente tixotrópico.
CAPÍTULO III El Método Experimental
140
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000 Up Curve
Down Curve
µ G
(c
ps
)
Shear Rate (s-1)
Figura III.38. Comportamiento tixotrópico del gel de sodiocarboximetil celulosa. Evolución de la
viscosidad del gel µG en función del gradiente de cizalla o “shear rate” para el gel más viscoso.
Tras finalizar la determinación del comportamiento de la viscosidad del gel
CMC en función de la variación de la velocidad de rotación, la muestra de gel
empleada se elimina porque, debido a sus características no newtonianas, su
viscosidad depende de la historia previa, no siendo apta para la siguiente medición.
Por ello, se toma otra muestra del mismo tipo de gel que es sometida a un gradiente
de cizalla constante correspondiente a una velocidad de rotación de 30 r.p.m. Bajo
estas condiciones se toman medidas de la viscosidad cada minuto durante un
intervalo temporal de 15 minutos. De esta forma, se obtiene la figura III.39 que
muestra la evolución temporal de la viscosidad del gel CMC sometido a un
cizallamiento constante.
CAPÍTULO III El Método Experimental
141
0 200 400 600 800 1000 1200
12000
16000
20000
24000
28000
32000
36000
40000
44000
48000
µ G
(c
ps
)
t(s)
Figura III.39. Comportamiento tixotrópico del gel CMC. Evolución temporal de la viscosidad del gel µG para el
gel más viscoso (•) y para el menos viscoso ( ).
La figura III.39 muestra que la disminución de la viscosidad del gel CMC con
el tiempo es de pequeño valor en el caso del gel más viscoso y prácticamente
inexistente para el gel menos viscoso. Este resultado está en consonancia con lo
obtenido en el análisis de la viscosidad en función del gradiente de cizalla en el que
se concluía que sólo en el caso del gel más viscoso la rama ascendente no coincide
con la descendente y es visible el ciclo de histéresis asociado.
CAPÍTULO III El Método Experimental
142
III.3 LOS DATOS EXPERIMENTALES
III.3.1 DESCRIPCIÓN DE LOS DATOS
EXPERIMENTALES
El conocimiento de cuáles son las magnitudes que se miden directamente por
medio de los instrumentos de laboratorio y cuáles se obtendrán de forma indirecta es
esencial en un trabajo experimental. Además, es preciso planificar el números de
experimentos a realizar que es un dato importante desde el punto de vista económico
y temporal.
Todas las magnitudes que describen las características iniciales y finales tanto
geométricas (altura), másicas (masa y volumen) como térmicas (temperatura) del
sistema fluido se miden directamente. El potencial que el conductivímetro multicanal
asocia a las cuatro sondas de conductividad también es una medida directa en cada
instante del tiempo (apartado III.3.2.2). De la misma forma, la viscosidad del gel
CMC también se mide experimentalmente mediante el empleo de un viscosímetro
rotacional (apartado III.2.5). Por último, aquellos procedimientos que requieren una
medida directa del tiempo éste se obtiene mediante la utilización de un cronómetro
manual o mediante un digitalizador de videos. El resto de las magnitudes presentadas
en este trabajo son medidas indirectas obtenidas a partir de los datos experimentales
medidos directamente.
El presente trabajo se basa en un total de 200 pruebas experimentales
seleccionadas de entre un total de 1100 repartidas entre dos geles de diferente
viscosidad y 10 valores distintos del número de Atwood que proporcionan las
diferentes condiciones experimentales iniciales. Para cada conjunto de condiciones
iniciales dadas por los valores del número de Atwood y la viscosidad del gel, se
realizaron entre 5 y 15 pruebas con el objetivo de reducir los errores sistemáticos y
permitir el promedio de los valores de aquellas magnitudes, directas o indirectas,
obtenidas bajo las mismas condiciones experimentales. Para ello se hace uso del
promediado de conjunto que utiliza sucesivas series de datos experimentales los
cuales son sumados punto por punto dividiendo la suma obtenida para cada punto por
el número de series experimentales realizadas. El promediado de conjunto mejora la
CAPÍTULO III El Método Experimental
143
relación señal/ruido al aumentarla en un factor igual a la raíz cuadrada del número de
series experimentales lo que permite extraer con mayor claridad la señal con
información a partir del ruido. Este tipo de promediado se ha utilizado en numerosas
ocasiones en el presente trabajo, en particular para obtener el promedio de los valores
de las magnitudes obtenidas directa o indirectamente bajo las mismas condiciones
experimentales iniciales (la eficiencia de mezcla, el caudal de succión individual y
simultáneo, la altura de la capa mezclada o la viscosidad entre otras).
Por otra parte, la obtención de la evolución temporal de la densidad en las
posiciones correspondientes a las cuatro sondas de conductividad requiere el uso del
promediado por grupos para que dicha evolución sea más suave. El promediado por
grupos supone que el promedio de un número pequeño de puntos adyacentes es una
medida mejor de la señal que cualquiera de los puntos individuales.
Finalmente, el presente trabajo ha utilizado otra fuente de datos
experimentales que son los procedentes de las imágenes obtenidas a partir de la
grabación mediante una cámara de video de los procesos de mezcla turbulenta y su
posterior digitalización. Este tipo de datos será analizado en el apartado III.3.3
CAPÍTULO III El Método Experimental
144
III.3.2 MEDIDA EXPERIMENTAL DE LA DENSIDAD
Los estudios, como el presente, basados en la comparación de perfiles de
densidad antes y después de un proceso de mezcla (Redondo, 1987; Yagüe, 1992)
requieren la utilización de instrumentos adecuados capaces de obtener medidas
experimentales de la densidad con precisión. El motivo es que todo el análisis
posterior consistente en el cálculo de diferentes magnitudes como la variación de la
energía potencial o la eficiencia de mezcla, entre otros, depende de dichas medidas
de la densidad.
Un procedimiento experimental fácil y fiable para medir la densidad de un
fluido es por medio de la medida de su conductividad eléctrica (Redondo, 1987;
Yagüe, 1992). Para ello es necesario que dicho fluido sea conductor, y lo más fácil es
elegir una disolución salina. Este tipo de medida es la que realiza una sonda de
conductividad por succión, que será descrita en el apartado III.3.2.1. Hay que
destacar que este instrumento lo que realiza es la detección del fenómeno físico que
es la variación de la conductividad eléctrica producida durante el proceso de mezcla
turbulenta entre dos disoluciones salinas de diferente densidad.
La señal eléctrica así detectada es transmitida a un conductivímetro
multicanal donde es transformada adecuadamente para ser posteriormente
comunicada a un convertidor analógico-digital que está conectado a un ordenador
portátil que controla al convertidor y almacena las medidas experimentales.
Las sondas de conductividad por succión han sido construidas por la
doctorando bajo las indicaciones del Dr. D. Redondo y con ayuda de los Talleres de
Apoyo a la Investigación de la U.C.M.
El conductivímetro multicanal ha sido construido en los Talleres de Apoyo a
la Investigación de la U.C.M (Taller de Electrcidad) siguiendo un diseño de John
Mumford del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge
(Redondo, 1987).
CAPÍTULO III El Método Experimental
145
III.3.2.1 LA SONDA DE CONDUCTIVIDAD POR
SUCCIÓN
Una sonda de conductividad funciona de modo semejante a una celda
electroquímica en el sentido de que se basa en el mismo principio físico y mide la
misma magnitud física, siendo la principal diferencia la geometría. Por ello, a
grandes rasgos, puede definirse como un circuito que capta la corriente eléctrica que
circula entre dos electrodos sumergidos en un fluido conductor que, en nuestro caso
es una disolución salina. Las sondas de conductividad constituyen células de
conductividad situadas en una de las ramas de un circuito eléctrico semejante a un
puente de Wheatstone situado en el conductivímetro que posibilita la medida de la
conductividad del electrolito contenido en la célula.
El principio físico en el que se basa el funcionamiento de una sonda de
conductividad por succión es que todas las líneas del campo eléctrico atraviesan el
pequeño orificio que constituye la punta de la sonda. La principal ventaja de una
sonda de conductividad por succión es la fiabilidad de las medidas que proporciona
dado que éstas se realizan exclusivamente en el entorno del orificio de succión,
dejando de tener importancia los electrodos en sí mismos dado su gran tamaño en
comparación con las dimensiones de dicho orificio (Redondo, 1987).
El principal inconveniente presente en este instrumento deriva del tipo de
corriente eléctrica a emplear. Si se utiliza corriente continua la polarización
producida por el desplazamiento de los iones positivos hacia el electrodo negativo
hace que la resistencia de la célula varíe con el tiempo. El proceso de ionización
puede formarse en la punta de la sonda. La polaridad así adquirida por el fluido
afectaría en gran medida a la facilidad de paso de la corriente a través de la célula de
conductividad. Por tanto, dado que los experimentos con corriente continua generan
reacciones químicas en los electrodos o electrolisis, es necesario emplear corriente
alterna en los estudios sobre conductividad en fluidos. Entonces es posible
comprobar que la célula de conductividad llena de la disolución del electrolito
obedece la ley de Ohm y, por tanto, es posible asignar a estas células una resistencia
y una conductividad de la misma forma que a un conductor metálico.
CAPÍTULO III El Método Experimental
146
Existen numerosos tipos de sondas de conductividad caracterizadas por su
diferente geometría y por los diferentes materiales que utilizan (Redondo, 1987)1. En
el caso concreto de nuestros experimentos se han utilizado sondas de conductividad
por succión semejantes a las empleadas en otros trabajos experimentales sobre
mezcla turbulenta (Redondo, 1987; Yagüe, 1992). A través de la sonda de
conductividad, el fluido se succiona con un caudal muy pequeño mediante el empleo
de un tubo Venturi ( apartado III.2.4.1).
El hecho de disponer de sondas de conductividad con succión del fluido cuya
conductividad se quiere conocer es importante. Si el fluido contenido en la punta de
la sonda de conductividad no se succiona de forma continua, se produciría una región
de estancamiento en dicha punta que desvirtúa las medidas experimentales. Es decir,
si no se reemplaza constantemente el fluido contenido en la sonda se estarían
generando medidas erróneas de la densidad local, luego de la evolución del proceso
de mezcla.
Las sondas de conductividad por succión se caracterizan por poseer dos
electrodos concéntricos con simetría cilíndrica. En el caso del presente trabajo
experimental uno de los electrodos constituyente de la sonda es un tubo cilíndrico de
acero inoxidable de diámetro interno 4 mm y cuyo grosor es de 1 mm. El segundo
electrodo es otro tubo cilíndrico de acero inoxidable con diámetro interno 1 mm y
situado de forma concéntrica en el interior del primero. Ambos electrodos están
aislados eléctricamente a lo largo de toda su longitud gracias a que el interno se
recubre con un tubo de silicona. Además, el electrodo interno termina constituyendo
una punta por la que se succiona el fluido que está construida con un pegamento
aislante y forma un ángulo de 90º respecto del electrodo externo. Esta punta de la
sonda tiene forma cónica con un orificio de entrada cuyo diámetro es de 1 mm. La
sonda de conductividad ha de tener una resolución en salinidad mayor que 10-4 y una
resolución espacial de entre 1 y 2 mm (Redondo, 1987).
Una sonda de conductividad situada a cierta altura en el interior del sistema
fluido que se creará en la cubeta experimental proporciona una medida local de la
densidad en el entorno de la misma. Por otra parte, un conjunto de varias sondas de
conductividad situadas a diferentes alturas y midiendo simultáneamente proporciona
la evolución temporal de la densidad del fluido en varios puntos, que, a su vez,
permite la obtención de la evolución temporal de un perfil vertical de densidad.
1 Por ejemplo, sondas con un electrodo pequeño de hilo y otro electrodo grande en forma de lámina.
CAPÍTULO III El Método Experimental
147
Además, las sondas de conductividad descritas son aptas tanto para medidas en
reposo como en movimiento lo cual resulta útil para la obtención de perfiles
verticales de densidad (Yagüe, 1992).
Los experimentos de mezcla turbulenta en los que se fundamenta el presente
trabajo han utilizado cuatro sondas de conductividad por succión que se conectan a
un conductivímetro multicanal con un canal por cada sonda. Una descripción
detallada de los componentes y el funcionamiento del conductivímetro multicanal se
realiza en el apartado III.3.2.2. Una mayor información se suministra en la tesis del
Prof. Redondo (1987).
CAPÍTULO III El Método Experimental
148
III.3.2.2 EL CONDUCTIVÍMETRO MULTICANAL
Los instrumentos analíticos modernos se caracterizan por presentar un
detector que transforma una señal analítica en una señal eléctrica, que es procesada
de diversos modos para ser posteriormente mostrada mediante un dispositivo de
lectura. El conjunto formado por las cuatro sondas de conductividad y el
conductivímetro multicanal constituye un método instrumental que capta una
propiedad física no detectable directamente y la transforma en una señal analítica
comprensible y analizable. En el caso de este instrumento, la propiedad física es la
conductividad eléctrica de un fluido experimental y se transforma en un potencial
eléctrico. Por tanto, el conductivímetro multicanal puede considerarse como un
instrumento de potenciometría.
La detección experimental del proceso de mezcla turbulenta ha sido posible
gracias a la utilización de cuatro sondas de conductividad por succión conectadas a
un conductivímetro multicanal con cuatro canales cada uno de los cuales constituye
un conductivímetro individual. Por motivos técnicos, se han construido cuatro
conductivímetros individuales contenidos en un mismo aparato y sin que compartan
ningún componente electrónico. Este aparato ha sido construido en el Taller de
Electricidad y Electrónica de la Universidad Complutense de Madrid (Talleres de
Apoyo a la Investigación) siguiendo el diseño original de John Mumford
(Departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge) presente en la tesis
del profesor Redondo (Redondo, 1987).
El conductivímetro multicanal, como todo método instrumental, posee cuatro
componentes esenciales que son el generador de señales, el detector o transductor de
entrada, el procesador de señales, y, finalmente, el dispositivo de lectura o
transductor de salida1.
En el caso del conductivímetro multicanal el detector de entrada está
constituido por el par de electrodos que constituyen cada una de las cuatro sondas de
conductividad. El transductor de entrada es un dispositivo capaz de convertir un tipo
de señal o energía en otro. La mayor parte de los detectores convierten las señales
analíticas en una corriente eléctrica, un potencial. En nuestro caso la corriente
eléctrica que circula entre los electrodos que constituyen las sondas es la señal
1 El transductor de salida puede ser un medidor de escala, un registrador gráfico o un registrador
digital.
CAPÍTULO III El Método Experimental
149
analítica. Posteriormente, el transductor de entrada la transforma en la señal
transducida que es una corriente eléctrica continua que se introduce en el siguiente
elemento que es el procesador de señales.
El procesador de señales modifica la señal transducida procedente del
detector de entrada con el objetivo de que sea la adecuada para el dispositivo de
lectura y lo accione. La modificación de esta señal se realiza mediante diferente
procesos que, en nuestro caso, son realizados por el conductivímetro multicanal,
según se desprende de los esquemas de los circuitos eléctricos correspondientes a un
único conductivímetro (Redondo, 1987). Las principales partes constituyentes de un
conductivímetro son un amplificador diferencial, un puente compensador de la
resistencia de la sonda, un rectificador; un filtro y un oscilador. Por tanto, el
conductivímetro constituye el procesador de señales. Una de las modificaciones
principales que realiza este instrumento es la amplificación que consiste en
multiplicar la señal transducida por una cierta constante mayor que la unidad.
Además de la amplificación existen otras modificaciones como el filtrado de la señal
para reducir su ruido o la rectificación para dar una señal de corriente continua.
Y, por último, el dispositivo de lectura es un transductor que transforma la
señal modificada por el procesador de señales en una señal comprensible y
registrable, la señal de lectura. En el caso particular del montaje experimental
presentado el transductor de salida es el convertidor analógico-digital que transforma
la señal transducida en una digital almacenada en un ordenador portátil. Al respecto
hay que destacar que el valor de la señal transducida, es decir, el del potencial de
salida del conductivímetro, ha de mantenerse por debajo de cierto valor límite que es
de 2'5 V que es el potencial crítico por encima del cual se podría dañar el
convertidor. Con vistas a controlar que el potencial de salida del conductivímetro no
supere el valor de 2'5 V, cada uno de los canales del conductivímetro posee un
reductor de tensión de modo que dicho potencial de salida se encuentra comprendido
en el rango (0, 2'5) V.
El principio físico en el que se basa el funcionamiento de un conductivímetro
es semejante al de un puente tipo Wheastone. Cada uno de los canales del
conductivímetro multicanal posee una resistencia variable Rc, denominada resistencia
compensadora, que puede tomar los valores 0, 1, 2, 5, 10, 20 y 50 kiloohmios. Esta
resistencia es la encargada de compensar la resistencia de la sonda de conductividad
llena del fluido experimental (de la célula electroquímica) que está situada en la otra
CAPÍTULO III El Método Experimental
150
rama de este circuito semejante al de un puente de Wheatstone. La selección de la
resistencia compensadora Rc más adecuada se realiza por medio de un calibrado del
conductivímetro como se explica en el apartado III.3.2.3.
La caracterización del comportamiento del conductivímetro como aparato de
medida es fundamental en el presente trabajo al ser éste de naturaleza experimental.
El tipo de respuesta del conductivímetro se determina mediante una doble calibración
como se mostrará en el apartado III.3.2.3.
Una medida experimental sin ruido nunca puede obtenerse en un laboratorio.
Por ello, la caracterización del funcionamiento de cualquier instrumento se
fundamenta en el análisis de la relación señal/ruido que ha de tener un valor
importante porque de lo contrario es un factor limitativo para la precisión de la
medida experimental. El ruido invariablemente presente en las medidas
experimentales de cualquier instrumento de laboratorio como el conductivímetro
multicanal, se denomina ruido instrumental y está asociado a cada uno de los
componentes que constituyen el aparato que producen una mezcla compleja de
diversos ruidos no siempre identificables. Además, existen otros tipos de ruidos
importantes como el ruido térmico, el ruido de disparo, el ruido de parpadeo y el
ruido ambiental. Las medidas obtenidas por el conductivímetro multicanal están
afectadas por estos tipos fundamentales de ruidos.
CAPÍTULO III El Método Experimental
151
III.3.2.3 EL CALIBRADO DEL CONDUCTIVÍMETRO
MULTICANAL
La realización del calibrado del instrumento que proporciona las medidas
experimentales es siempre un parte fundamental de toda investigación basada en los
resultados obtenidos en el laboratorio. El calibrado consiste en la obtención de la
curva de calibrado del instrumento que representa la respuesta del mismo bajo las
condiciones experimentales de medida. En concreto, mediante el calibrado se analiza
cuándo la respuesta es lineal y cuándo deja de serlo.
La curva de calibrado del conductivímetro multicanal proporciona una
información esencial para el análisis de los experimentos de mezcla turbulenta
porque de él se deduce la relación empírica existente entre el potencial de salida del
conductivímetro y la densidad del fluido experimental1 (Redondo, 1987). Sin esta
información no sería posible, por ejemplo, el cálculo posterior de la variación de la
energía potencial durante el proceso de mezcla o la obtención de la evolución
temporal de los perfiles de densidad, es decir, el análisis del proceso de mezcla
turbulenta. El proceso de calibración del conductivímetro multicanal tiene dos partes,
requiriendo un procedimiento experimental propio y se realiza previamente al
desarrollo de las pruebas sobre mezcla turbulenta. Este proceso de calibración se
lleva a cabo a la temperatura ambiente.
El análisis del comportamiento del conductivímetro consta de dos calibrados
diferentes. El primero de ellos es en función de la resistencia compensadora Rc
mientras que el segundo calibrado es en función de la densidad de la disolución
salina utilizada tras haber seleccionado la resistencia compensadora más adecuada
(Redondo, 1987). El objetivo que se pretende lograr mediante el primer tipo de
calibrado es averiguar cuál de las resistencias compensadoras proporciona una mejor
respuesta lineal del conductivímetro y con cuál existe un límite de detección mayor.
Respecto al segundo tipo de calibrado proporciona la relación empírica entre el
potencial de salida del conductivímetro multicanal (en mV) y la densidad de la
disolución salina (expresada en partes por mil) para un valor fijo de la resistencia
compensadora Rc previamente seleccionado.
1 Los fluidos experimentales son disoluciones salinas cuya densidad ha sido medida previamente
mediante un refractómetro.
CAPÍTULO III El Método Experimental
152
Los dos tipos de calibrados utilizan el mismo procedimiento experimental,
siendo la única diferencia que en el primero se varía la resistencia compensadora
mientras que en el segundo se mantiene fija. Dicho procedimiento experimental
consiste en la introducción simultánea de las cuatro sondas de conductividad en un
conjunto de 33 disoluciones salinas homogéneas diferentes cuyas densidades son
previamente medidas con un refractómetro. Todas las muestras empleadas se
mantuvieron el tiempo suficiente para que alcanzasen el equilibrio térmico. El
conjunto de las cuatro sondas de conductividad está conectado a la red de
distribución para la succión. El montaje experimental asociado consta del
conductivímetro multicanal que está conectado al convertidor analógico-digital y éste
al ordenador portátil, quien finalmente registra los valores del potencial de salida que
el conductivímetro asigna a cada una de las disoluciones de calibrado. Como se ha
mencionado con anterioridad, es necesario controlar que el potencial de salida del
conductivímetro no supere el valor de 2'5 V. La diferencia principal existente en el
montaje experimental para el calibrado del conductivímetro radica en que las sondas
de conductividad se sitúan todas en el mismo nivel en el interior de un recipiente de
2000 ml que contiene a la disolución salina de calibrado, y no a diferentes alturas en
una cubeta experimental.
El procedimiento correspondiente al primer tipo de calibrado consiste en
medir el potencial que proporciona el conductivímetro para cada una de las 33
disoluciones salinas utilizadas y con cada una de las 7 resistencias compensadoras de
la sonda de conductividad que el conductivímetro posee y cuyos valores son 0, 1, 2,
5, 10, 20, 50 kΩ. De esta forma, se obtienen 33 curvas de calibrado para cada uno de
los canales del conductivímetro correspondientes a cada disolución y modificando la
resistencia compensadora. Sin embargo, debido a la dificultad de la representación de
las 33 curvas de calibrado en una misma figura, se ha optado por representar
exclusivamente 12 de ellas como se observa en las figuras III.40 a III.43. El
procedimiento asociado al segundo calibrado es el mismo con la salvedad de que
ahora se ha seleccionado una única resistencia compensadora y se varía la densidad
de la disolución de calibrado. Por ello, se obtienen 4 curvas de calibrado, una por
cada canal del conductivímetro, como se observa en las figuras III.44 a III.47.
Con vistas a obtener un conjunto suficientemente amplio de datos de
potencial con los que realizar un análisis estadístico, para cada valor de la resistencia
compensadora y cada disolución salina el tiempo de registro es de 2 minutos, con lo
CAPÍTULO III El Método Experimental
153
que se obtienen 120 datos dado que la frecuencia de muestreo es 1 Hz. Esta
frecuencia se ajusta por medio del software que controla el convertidor analógico-
digital. El promedio correspondiente se considera como representativo del potencial
de salida suministrado por el conductivímetro multicanal.
El resultado del calibrado descrito es la obtención de un conjunto de pares de
puntos formados por el potencial de salida asociado a cada disolución de calibrado y
su densidad correspondiente. Esta serie de datos se analizan realizando un ajuste por
mínimos cuadrados cuyo resultado es una relación empírica entre el potencial de
salida del conductivímetro multicanal y la densidad del fluido experimental, que
denominamos curva de calibrado y cuyo error disminuye más cuanto mayor sea la
linealidad de dicha relación empírica. La resolución, entendida como la capacidad de
distinción de los valores del potencial correspondientes a densidades diferentes, es
mejor cuanto mayor sea la pendiente del ajuste lineal realizado en cada intervalo de
densidad y cuanto más diferentes sean las pendientes de los ajustes. Por ello, es
conveniente no realizar un único ajuste lineal a todos los datos, sino varios ajustes en
distintos tramos de salinidad en función de su mayor linealidad como se observa en
la figura III.48.
Las figuras III.40 a III.43 representan el resultado del primer tipo de calibrado
realizado a cada canal de conductivímetro. De esta forma, se posibilita la elección de
la resistencia compensadora necesaria para que el conductivímetro responda
linealmente en un intervalo de densidad lo más amplio posible. Cada una de las
gráficas está compuesta por 14 curvas correspondientes a cada uno de los valores de
la salinidad de las distintas disoluciones salinas. Cada curva representa le potencial
de salida en función de la resistencia compensadora Rc. De esta forma, se muestra el
efecto de la modificación de la resistencia compensadora sobre el potencial de salida
y sobre la respuesta lineal del conductivímetro para las diferentes disoluciones
salinas. Se observa que según aumenta el valor de la concentración salina disminuye
la resistencia Rc a la que tiene lugar la ruptura del comportamiento lineal del
conductivímetro.
A partir de este primer calibrado en función de la resistencia compensadora
Rc se obtiene como principal conclusión que se considera que la resistencia
compensadora de 2 kΩ es la más adecuada para la práctica experimental, fijándose
este valor tanto para el segundo tipo de calibrado como para la realización de los
experimentos sobre mezcla turbulenta.
CAPÍTULO III El Método Experimental
154
Las figuras III.44 a III.47 muestran las curvas de calibrado individuales
correspondientes a los cuatro canales del conductivímetro resultantes del segundo
tipo de calibrado en el que la resistencia compensadora se ajusta a 2 kΩ y se
modifica exclusivamente la densidad de las disoluciones salinas utilizadas. Esta
calibración permite obtener una relación empírica entre el potencial de salida del
conductivímetro y la concentración salina.
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
0 10 20 30 40 50 60
Rc
V
Agua Destilada
Agua Grifo
Disolución 1%
Disolución 5%
Disolución 10%
Disolución 15%
Disolución 20%
Disolución 25%
Disolución 30%
Disolución 35%
Disolución 50%
Disolución 70%
Disolución 80%
Disolución 100%
Disolución 125%
Disolución 155%
Figura III.40. Curvas del calibrado en función de la resistencia compensadora RC (kΩ) para el canal 1 y
16 disoluciones salinas.
CAPÍTULO III El Método Experimental
155
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
0 10 20 30 40 50 60
Rc
V
Disolución 1%
Disolución 5%
Disolución 10%
Disolución 15%
Disolución 20%
Disolución 25%
Disolución 30%
Dislución 35%
Disolución 50%
Disolución 70%
Disolución 80%
Disolución 100%
Disolución 125%
Disolución 155%
Figura III.41. Curvas del calibrado en función de la resistencia compensadora RC (kΩ) para el canal 2
y 14 disoluciones salinas.
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
0 10 20 30 40 50 60
Rc
V
Disolución 1%
Disolución 5%
Disolución 10%
Disolución 15%
Disolución 20%
Disolución 25%
Disolución 30%
Disolución 35%
Disolución 50%
Disolución 70%
Disolución 80%
Disolución 100%
Disolución 125%
Disolución 155%
Figura III.42. Curvas del calibrado en función de la resistencia compensadora RC (kΩ) para el canal 3
y 14 disoluciones salinas.
CAPÍTULO III El Método Experimental
156
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
0 10 20 30 40 50 60
Rc
V
Disolución 1%
Disolución 5%
Disolución 10%
Disolución 15%
Disolución 20%
Disolución 25%
Disolución 30%
Disolución 35%
Disolución 50%
Disolución 70%
Disolución 80%
Disolución 100%
Disolución 125%
Disolución 155%
Figura III.43. Curvas del calibrado en función de la resistencia compensadora RC (kΩ) para el canal 4
y 14 disoluciones salinas.
Respecto al segundo tipo de calibrado se realiza variando exclusivamente la
densidad de las disoluciones salinas. Se observa que las curvas de calibrado
correspondientes presentan a grandes rasgos dos ramas, donde la primera posee una
mayor pendiente que la segunda. La primera rama proporciona los valores del
potencial de salida que mejor se distinguen. Por contra, la segunda tiene una
pendiente próxima a cero, lo que implica que apenas sí se distinguen los potenciales
de salida correspondientes a diferentes disoluciones situadas en esta zona. Por ello,
trabajar en esta rama exclusivamente es algo complicado. Sin embargo, dados los
valores de potencial tan diferentes que proporcionan ambas, la elección de cada uno
de los fluidos que constituyen el sistema fluido experimental en una rama de la
curva de calibrado parece la más acertada y la que podría suministrar mejores
resultados. Por ello, se selecciona el fluido que constituye la capa ligera en la primera
rama mientras que la disolución de la capa densa corresponde a la segunda rama.
La figura III.48 representa la curva de calibrado conjunto correspondiente al
conductivímetro multicanal como aparato. La curva de calibrado conjunto muestra la
CAPÍTULO III El Método Experimental
157
relación empírica promedio existente entre el potencial de salida del conductivímetro
y la concentración de la disolución salina con la resistencia compensadora ajustada a
2 kΩ. Esta curva es la que posteriormente se emplea para la obtención de la densidad
correspondiente al potencial asociado al desarrollo de un proceso de mezcla
turbulenta.
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
V
S
Figura III.44. Curva de calibrado en función de la concentración salina S (‰) para el canal 1. RC=2
kΩ.. El potencial de salida V está en mV.
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
V
S
Figura III.45. Curva de calibrado en función de la concentración salina S (‰) para el canal 2. RC=2
kΩ.. El potencial de salida V está en mV.
CAPÍTULO III El Método Experimental
158
La curva de calibrado conjunto se obtiene aplicando un promedio de conjunto
a las curvas de calibrado individuales asociadas a cada uno de los canales del
conductivímetro. Es decir, se realiza un promedio de los valores del potencial dados
por cada canal para una misma disolución salina, siendo estos valores promedio los
que constituyen la curva de calibrado conjunto. La curva de calibrado mantiene una
respuesta aproximadamente lineal hasta una concentración salina del orden del 20‰.
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
V
S
Figura III.46. Curva de calibrado en función de la concentración salina S (‰) para el canal 3. RC=2
kΩ.. El potencial de salida V está en mV.
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
V
S
Figura III.47. Curva de calibrado en función de la concentración salina S (‰) para el canal 4. RC=2
kΩ.. El potencial de salida V está en mV.
CAPÍTULO III El Método Experimental
159
Según aumenta la salinidad, es decir, la densidad, la curva de calibrado se hace más
horizontal entrando en su segunda rama que se extiende hasta el 60‰ de salinidad.
Posteriormente, por encima del 60‰ y hasta el 160‰, se observa que los
valores del potencial que se obtienen son poco diferentes para las distintas
densidades dado que el ajuste correspondiente es mucho más horizontal. Esto implica
que el conductivímetro no es capaz de distinguir disoluciones salinas de gran
concentración. Entonces, se dice que el conductivímetro ha llegado a la zona de
saturación. Por otra parte, las regiones con comportamiento lineal representan las
zonas de máxima sensibilidad del conductivímetro que será más grande cuanto
mayor sea su pendiente. Por ello, estas zonas son consideradas como los intervalos
para el funcionamiento óptimo del conductivímetro multicanal.
Otro factor importante tanto en el desarrollo del calibrado del
conductivímetro multicanal como en el de las pruebas experimentales es el caudal de
succión de las sondas de conductividad, que suponemos aproximadamente constante.
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
V
S
Figura III.48. Curva del calibrado conjunto que muestra la relación empírica promedio existente entre
el potencial de salida V (mV) y la concentración salina S (‰) para el conductivímetro multicanal
como instrumento (válida para los cuatro canales). Se muestran los ajustes lineales realizados a cada
trama de salinidad en que se divide la curva: rama 1 entre 0‰ y 20‰ (⎯), rama 2 entre 20‰ y 60‰
(⎯) y rama 3 entre 60‰ y 160‰ (⎯).
CAPÍTULO III El Método Experimental
160
La succión simultánea de las cuatro sondas se ha descrito en el apartado III.2.4.2.
Como se mencionó entonces, el caudal de succión no ha de ser ni excesivamente
pequeño, porque se produce estancamiento en la punta de la sonda, ni grande porque
se succiona fluido procedente de zonas alejadas.
Otro factor adicional es el efecto de la temperatura respecto al que cabe decir
que la conductividad depende de esta magnitud, luego influye sobre la respuesta del
conductivímetro. Dicho efecto se manifiesta por un desplazamiento de la ordenada
en el origen de la curva de calibrado. Por otra parte, al medir las densidades grandes
la dependencia con el cambio de la temperatura ambiente es menor que al medir
densidades pequeñas (Redondo, 1987). Un análisis más detallado del efecto del
caudal de succión y de la temperatura en el calibrado del conductivímetro puede
consultarse en la tesis del Dr. D. Redondo (Redondo, 1987).
Finalmente, se concluye que los resultados del primer tipo de calibrado del
conductivímetro multicanal limitan el valor de la resistencia compensadora a utilizar
para que este instrumento responda linealmente en un intervalo de densidad lo más
amplio posible. El valor seleccionado como el más adecuado es de 2 kΩ. Por otra
parte, el segundo tipo de calibrado limita las densidades que se pueden emplear en
función del mayor o menor grado de distinción que exista entre las medidas de
potencial correspondientes. Al respecto la mejor opción es seleccionar la disolución
de la capa ligera en el primer intervalo de densidad (0, 20)‰ mientras que la
disolución de la capa densa pertenezca al segundo tramo (20, 60)‰ o al tercer tramo
(60, 160)‰.
CAPÍTULO III El Método Experimental
161
III.3.3 EL REGISTRO DE LAS IMÁGENES
EXPERIMENTALES
La obtención de algunas magnitudes físicas a utilizar en el presente trabajo
requiere un análisis de las imágenes del proceso de mezcla turbulenta. Entre dichas
magnitudes se encuentran el número de penachos turbulentos generados
experimentalmente, el tiempo y la velocidad de descenso de dichos penachos así
como la evolución temporal de su frente convectivo o el comportamiento temporal
de la altura de la capa mezclada que se constituye al final del proceso de mezcla.
La grabación en video de las pruebas experimentales se ha realizado con una
cámara Sony Handicap en cintas de 8 mm. La visualización directa de los
experimentos se consigue mediante la técnica básica de fluorescencia inducida por
luz (LIF). La utilización de este método requiere añadir una substancia coloreada a la
capa densa que es la fluoresceína sódica. Esto permite observar directamente el
desarrollo de los flujos fluidos que se generan y, además, mejora la observación
mediante la técnica de “shadowgraph” que es el otro método de visualización
utilizado. Por otra parte, con vistas a mejorar la visualización, se utilizó un papel
plástico negro que se pega a dos de los laterales de la cubeta experimental. El
objetivo es obtener un mejor contraste porque el empleo de dicho papel produce un
fondo más obscuro de lo que se podría obtener apagando exclusivamente la
iluminación del laboratorio y recubriendo externamente el tanque experimental con
cualquier otro material negro. De esta forma, al ser mejor el contraste mejorará
también el tratamiento posterior de las imágenes grabadas.
Las secuencias de imágenes que muestran el desarrollo del proceso de mezcla
turbulenta se obtienen a partir de la digitalización de los videos experimentales. El
proceso de digitalización de dichas grabaciones se ha realizado mediante la
utilización de tres digitalizadores diferentes. El aprendizaje del uso básico de un
digitalizador, así como las primeras imágenes procesadas, se han realizado con el
Screen Machine II gracias a la colaboración de los profesores Dr. Antoranz y Dr.
Medina del Departamento de Física Matemáticas y Fluidos de la U.N.E.D.
Posteriormente se aprendió el uso del DigImage que es un digitalizador
especialmente diseñado para el análisis de fenómenos fluidos. Esto fue posible
gracias a la colaboración del profesor Dr. Redondo Apraiz del Departamento de
CAPÍTULO III El Método Experimental
162
Física Aplicada de la Universidad Politécnica de Cataluña. La imposibilidad por
motivos económicos de tener un DigImage en nuestro departamento, hizo necesario
buscar un digitalizador básico y asequible. Gracias a la información suministrada por
los señores D. Ripio Molines, director de las Aulas de Informática y Artes Gráficas,
y D. Oliveros Méndez y D. Domínguez. responsables técnicos de las Aulas de
Informática y Artes Gráficas de la Facultad de Ciencias de la Información de la
U.C.M., se adquirió una tarjeta digitalizadora de video Miro DC Series junto con el
software digitalizador Adobe Première 5.0. Con este equipo se ha realizado el
procesado de imágenes consistente en la captura de secuencias temporales de
fotogramas que son posteriormente analizados manualmente para la obtención de las
medidas espaciales y temporales requeridas. Por tanto, el digitalizador Adobe
Première 5.0 suministra exclusivamente las herramientas básicas para el
procesamiento de las imágenes a diferencia del DigImage que proporciona opciones
más sofisticadas como se describirá en el apartado III.3.3.1.
CAPÍTULO III El Método Experimental
163
III.3.3.1 LA DIGITALIZACIÓN
El presente trabajo ha utilizado tres digitalizadores diferentes que son el
Screen Machine II, el DigImage y el Adobe Première 5.0 como se ha comentado en
el apartado anterior. A continuación, se describirán brevemente las características
básicas del proceso de digitalización realizado por cada uno de ellos. Antes de dicha
descripción, se presentan algunas consideraciones generales para cualquier
digitalización.
El error de paralaje no representa un problema importante para el análisis de
las imágenes puesto que la cámara de video está lo suficientemente alejada de la
cubeta experimental en relación a su anchura.
La mejora del contraste en la visualización de los experimentos mejora el
resultado de la digitalización de las correspondientes imágenes grabadas. Por ello, se
utilizó un papel plástico negro adherido a dos de los laterales de la cubeta
experimental que producen un fondo más obscuro de lo que se podría conseguir
mediante otros procedimientos.
El número de fotogramas proporcionados por un proceso de digitalización
depende del intervalo temporal seleccionado a partir de la duración total de la
grabación de video y de la separación temporal ∆t existente entre los fotogramas que
es impuesta por el software del digitalizador antes de la obtención de la secuencia de
imágenes.
El Screen Machine II permitió aprender los fundamentos básicos del uso de
un digitalizador de imágenes y los conceptos principales asociados. Entre estos
destacamos el tamaño del fotograma o resolución, la profundidad de bits, la
proporcionalidad del aspecto y la importancia de la calidad de la presentación y la
calidad de la captura de las imágenes que se mejoran acondicionando el entorno de la
grabación incluido el video. Tras el proceso de digitalización será preciso convertir
los fotogramas a un formato adecuado en el sentido de que la profundidad de color y
la resolución sean buenas y que ocupe la menor cantidad posible de memoria1.
Durante la digitalización es preciso considerar el escalado de las imágenes obtenidas
manteniendo la relación de proporcionalidad entre la dimensión vertical y la
1 El presente trabajo ha hecho uso de imágenes en formato .jpg. Se ha de encontrar un compromiso
entre la cantidad de memoria requerida y la calidad de la imagen. Las imágenes de gran calidad y en
color necesitan una importante cantidad de memoria.
CAPÍTULO III El Método Experimental
164
horizontal de la imagen (“aspect ratio”). Además, es posible seleccionar un área de
interés dentro de una imagen.
El digitalizador DigImage es una herramienta que ha sido específicamente
desarrollado para el análisis de flujos fluidos lo que le distingue claramente de los
otros digitalizadores utilizados. Este instrumento está compuesto por un video, una
televisión y un ordenador con el software adecuado incorporado. Una de las
características fundamentales del análisis de un flujo fluido es que la variable tiempo
es esencial. Éste es uno de los puntos principales en los que el DigImage destaca al
permitir la obtención rápida de series temporales de imágenes.
El digitalizador DigImage ofrece numerosas técnicas estándar de procesado
de imágenes tales como la aplicación de filtros, la realización de contornos o la
mejora de las imágenes mediante la corrección de inhomogeneidades, así como otras
técnicas más específicas como el “particle tracking”.
El primer paso de todo proceso de digitalización es la adquisición de una
secuencia temporal de fotogramas correspondientes a la evolución temporal del
experimento de mezcla turbulenta grabado. A partir de este momento el DigImage
proporciona una serie de facilidades para el procesamiento de la información
contenida en las imágenes capturadas. La separación temporal ∆t entre fotogramas
sucesivos es el parámetro que determina el número total de fotogramas. La
digitalización realizada con el DigImage ha considerado dos valores para esta
magnitud que son 0'020 segundos y 0'1 segundos.
En una primera etapa se analiza el problema de la iluminación del fondo que,
en principio, se supone que no sufre variaciones con el tiempo. Para asegurarnos de
la suavidad de la imagen y con vistas a eliminar el posible ruido, se aplica un filtro
paso bajo que actúa reemplazando la intensidad de un píxel en un punto por una
combinación lineal de su propia intensidad y la de sus píxeles vecinos. Sin embargo,
a pesar de esta corrección es posible la existencia de inhomogeneidades en la
iluminación del fondo que hay que corregir. Para ello se selecciona un fotograma que
contenga exclusivamente el fondo sin ningún fenómeno fluido y se le aplica una
función de mejora de la imagen. De esta forma, se corrige la imagen debido a las
variaciones en la intensidad de la iluminación del fondo. Esta corrección se basa en
la hipótesis de que dada una concentración de fluoresceína sódica ésta absorbe una
fracción constante del haz de luz que atraviesa el sistema fluido independientemente
de la intensidad del haz.
CAPÍTULO III El Método Experimental
165
Uno de los objetivos importantes de la digitalización es la obtención de un
mapa de contornos de intensidad correspondientes a contornos de igual
concentración, luego de igual densidad, de un fotograma dado.
Respecto al digitalizador Adobe Première 5.0 es una aplicación informática
que permite grabar, crear y reproducir vídeos así como la obtención de secuencias
temporales de los mismos. El primer paso es la captura del video original para su
posterior edición. Este proceso permite leer el código de tiempo visible en el vídeo
que se está capturando. Además, se puede poner un límite de captura, es decir,
introducir un período de tiempo en segundos para limitar la cantidad de vídeo que se
captura en una sola sesión. Posteriormente se creará una secuencia de imágenes fijas
sobre las que se realizan las mediciones de tiempo y espacio. La obtención de esta
secuencia crea una serie de fotogramas cada uno de los cuales se guarda en un
archivo independiente. Estos archivos se numeran de forma automática y su número
de orden está en relación con su posición temporal en la secuencia de imágenes.
Existen algunas diferencias entre las secuencias temporales de imágenes
obtenidas mediante el DigImage y las correspondientes a la digitalización hecha con
el Adobe Première 5.0. El primer digitalizador proporciona fotogramas de tamaño
fijo que no son modificables por otras aplicaciones, en escala de grises y dispuestos
en un montaje fotográfico predeterminado. Por el contrario, los fotogramas obtenidos
con el Adobe Première son en color y de tamaño variable a voluntad, pudiendo ser
colocados en cualquier tipo de disposición.
CAPÍTULO III El Método Experimental
166
III.3.3.2 EL ANÁLISIS DE LAS IMÁGENES
DIGITALIZADAS
Este apartado presenta los distintos análisis que se han realizado sobre las
imágenes digitalizadas o fotogramas, así como sus objetivos. Se han llevado a cabo
tres tipos de análisis. En primer lugar, se ha estudiado la evolución temporal de la
altura de la capa mezclada obtenida como resultado del proceso de mezcla
turbulenta. En segundo lugar, se analiza el desarrollo del frente convectivo de los
penachos turbulentos así como la velocidad de descenso de los mismos. Estos dos
estudios se han realizado a partir de la digitalización obtenida con el Adobe Première
5.0. En tercer y último lugar, se muestran los análisis asociados a la digitalización
obtenida con el digitalizador DigImage consistentes en la realización de contornos de
intensidad y la obtención de ondas internas.
El número de fotogramas disponibles depende del intervalo temporal
seleccionado y de la separación temporal ∆t entre fotogramas. Para el caso del
digitalizador Adobe Première 5.0 dicha separación es ∆t=0'04 s. Por otra parte, el
número de fotogramas a analizar es variable y se selecciona arbitrariamente para
cada prueba experimental digitalizada en función de su tipo de desarrollo.
En primer lugar se describe el procedimiento de obtención de los datos que
permiten el análisis del desarrollo de los frentes convectivos de los penachos
turbulentos generados experimentalmente. Este análisis del avance temporal del
frente convectivo se realiza exclusivamente durante los primeros segundos del
fenómeno y antes de que el flujo fluido alcance el fondo de la cubeta por primera vez
para eludir medidas afectadas por la presencia del contorno de dicho tanque.
El objetivo que se pretende lograr con este análisis es averiguar el tipo de
comportamiento de dichos frentes, en concreto, si existe o no un crecimiento
cuadrático en los mismos. Por ello, se busca el tipo de relación existente entre la
posición del frente convectivo de los penachos y el tiempo. Por tanto, es preciso
obtener medidas del desplazamiento del frente convectivo δ generado
experimentalmente y del tiempo t, lo que se consigue mediante la digitalización de
los videos experimentales.
En primer lugar, se selecciona el denominado fotograma de referencia en el
que no existe ningún fenómeno fluido y que sólo muestra la cubeta experimental con
CAPÍTULO III El Método Experimental
167
el sistema constituido por el estrato de gel CMC separado de la capa ligera por la
interfase estable de densidad, las sondas de conductividad introducidas en sus
respectivas posiciones y la iluminación de fondo como se muestra en la figura III.49.
Además, se anota el instante temporal correspondiente al fotograma de referencia.
Este tiempo es posible determinarlo porque la digitalización asigna un número de
orden a cada fotograma que está en relación con el instante temporal al que
corresponde.
Este fotograma de referencia permite anotar la posición de la interfase inferior
del estrato de gel que se considera como el origen de espacios δo. Es decir, todas las
medidas espaciales han de referirse a ésta primera en la forma (δ-δo). Este fotograma
de referencia proporciona un origen de tiempos para la secuencia de imágenes
digitalizadas aunque no es el origen temporal al que se referirán el resto de los
fotogramas que se utilizan en el análisis del comportamiento del frente convectivo de
los penachos turbulentos.
Figura III.49. Fotograma de referencia de un proceso de mezcla turbulenta en el que se muestra el
estrato de gel CMC situado encima de la capa ligera así como el sistema de cajas móviles que
contienen a la capa densa que se está depositando sobre el gel.
A continuación, se selecciona el denominado fotograma de inicio en el que
comienza el desarrollo de los penachos turbulentos, los cuales son numerados de
izquierda a derecha por orden de aparición. Entonces se anota la posición del borde
CAPÍTULO III El Método Experimental
168
del frente convectivo de los diferentes penachos. Este proceso se realiza con cuantos
penachos turbulentos bien definidos se puedan identificar. El tiempo correspondiente
a este primer fotograma se considerará como el origen de tiempos (to=0) al que se
referirán el resto de los fotogramas seleccionados para este análisis. Es decir, las
medidas temporales de la evolución de los frentes convectios se refieren a este origen
en la forma (t-to). La figura III.50 muestra un ejemplo de fotograma de inicio en el
que se observa el inicio del crecimiento de algunos penachos turbulentos que son
numerados consecutivamente.
Figura III.50. Fotograma de inicio en el que se observa la aparición de algunos penachos turbulentos
que inician su desarrollo.
La distinción existente entre el fotograma de referencia y el fotograma de
inicio se describe a continuación. El de referencia es el primer fotograma de la
secuencia de digitalización completa y se corresponde con el instante temporal en el
que comienza a caer la capa densa sobre el estrato de gel CMC1. El fotograma de
inicio es aquél en el que aparecen los primeros penachos turbulentos y proporciona el
origen temporal del análisis del frente convectivo.
Posteriormente se seleccionan sucesivos fotogramas en los que se anota la
posición del borde del frente convectivo de los penachos, tanto de los ya
1 El fotograma de referencia no coincide con la primera imagen grabada con la cámara de video pero
se conoce la separación temporal existente respecto de ésta.
CAPÍTULO III El Método Experimental
169
identificados como de otros nuevos que puedan surgir, junto con el tiempo del
correspondiente fotograma que se habrá de referir al fotograma de inicio. El número
de medidas espaciales por penacho depende no sólo del número de fotogramas a
analizar sino sobre todo de la existencia perfectamente delimitada del mismo. En
cuanto un penacho turbulento empieza a interaccionar y mezclarse con los de su
entorno, dejan de tomarse medidas de su frente convectivo al dejar éste de ser nítido
y perder el penacho su individualidad. En la figura III.51 se muestra el desarrollo de
un conjunto de penachos observándose su unión lateral, así como la formación de un
frente convectivo común aunque no continuo junto con la aparición de nuevos
penachos (6, 7 y 8). Este fotograma es la evolución en el tiempo de la figura III.50.
Se observa que los penachos 2 y 3 de la figura III.50 han desaparecido en la figura
III.51.
Figura III.51. Evolución temporal posterior de los penachos turbulentos mostrados en la figura III.50.
Se observa la interacción lateral entre los penachos.
La siguiente figura III.52 esquematiza gráficamente las características del
procedimiento de medida que se acaba de describir. En ella se muestran las
magnitudes básicas que se manejan tanto en el proceso de medida como en el análisis
posterior de dichas medidas. Dichas magnitudes son la altura total del fotograma L,
CAPÍTULO III El Método Experimental
170
la posición de la interfase inferior del estrato de gel zINFERIOR y la posición del frente
convectivo del penacho es δ que son medidas realizadas sobre un fotograma. Por otra
parte, el desplazamiento real del frente es z.
Figura III.52. Esquema gráfico que representa el tipo de medidas realizadas sobre un fotograma a
partir de la digitalización.
El otro objetivo que se pretende lograr mediante la digitalización de los
videos grabados a los experimentos es el análisis de la evolución temporal de la
altura de la capa mezclada hm que se obtiene al final del proceso de mezcla
turbulenta.
El estudio del crecimiento de la altura de la capa mezclada hm requiere
obtener medidas del tiempo y del desplazamiento vertical del espesor de la capa
mezclada cuyo valor es la altura hm. Esto es posible gracias a la digitalización de los
videos grabados a los experimentos de mezcla turbulenta que ha sido realizada con la
aplicación Adobe Première 5.0.
El análisis del comportamiento temporal de la altura de la capa mezclada se
realiza a partir de los fotogramas correspondientes a la etapa final del proceso de
GEL
L
0
Penacho turbulento en evolución
zINFERIOR
δo
δ
z
CAPÍTULO III El Método Experimental
171
mezcla parcial, es decir, se consideran sólo los últimos segundos de la secuencia de
digitalización. Dichos fotogramas muestran la capa mezclada en estado de
crecimiento junto con numerosas ondas de gravedad que sufren procesos de ruptura,
destacando la intensa microestructura turbulenta existente en esta capa mezclada
durante su proceso de formación.
El número de fotogramas implicados en el análisis es variable, dependiendo
del tipo de desarrollo que tiene lugar durante el proceso de mezcla, de la duración del
mismo y de la separación temporal entre dichos fotogramas. El número de orden de
un fotograma dentro de la secuencia de la digitalización nos proporciona el instante
temporal al que corresponde.
La medida de la posición vertical del límite superior de la capa mezclada o
altura hm en cada fotograma plantea una serie de problemas que condicionan el
procedimiento utilizado. Dicho límite se caracteriza por no ser horizontal – dado que
existe un proceso de crecimiento de la capa mezclada - y por ser físicamente
continuo. Esto implicaría que es preciso realizar un número infinito de medidas para
determinar la posición de este límite y esto no es posible. Dado que las medidas son
discretas es preciso elegir en qué puntos del límite superior de la capa mezclada se
realizan. Con este fin se dibuja una malla que se superpone a cada uno de los
fotogramas en los que se tienen que realizar las medidas de la altura hM. Esta rejilla
está constituida por 10 líneas verticales separadas una distancia de 2 cm y no tiene
líneas horizontales. Tras superponer esta rejilla, se buscan sus puntos de intersección
con el límite superior de la capa mezclada y se mide el valor de su posición vertical.
Puesto que la malla es siempre la misma eso implica que dichos puntos de
intersección estarán siempre en la misma posición horizontal. Por tanto,
horizontalmente se marcan siempre los mismos puntos separados una distancia
constante de 2 cm para todas las digitalizaciones hechas. Por otra parte, la posición
vertical variará en función del crecimiento de la capa mezclada y representará la
evolución temporal de la altura hm de la capa mezclada.
La aplicación del procedimiento de medida descrito se inicia por el último
fotograma de la secuencia de digitalización, es decir, se procede en el sentido
contrario de la evolución temporal. El motivo es la existencia de un mejor contraste y
una mejor identificación de los puntos de intersección en el último fotograma en el
que la capa mezclada está plenamente constituida y su límite superior es nítido. Este
último fotograma de la digitalización muestra la cubeta experimental con el sistema
CAPÍTULO III El Método Experimental
172
fluido en su estado final constituido por la capa mezclada separada de la capa ligera
que no ha sufrido mezcla por una interfase estable de densidad. Encima de la capa
ligera se sitúa el estrato de gel CMC. Además, se observan las sondas de
conductividad en sus respectivas posiciones como se muestra en la figura III.53.
Este último fotograma no proporciona el origen de tiempos. El denominado
fotograma de referencia anteriormente descrito es el que proporciona dicho origen
temporal al que se referirán el resto de los fotogramas utilizados para determinar su
tiempo correspondiente.
Por tanto, tras la digitalización de un experimento y la obtención de la
secuencia temporal correspondiente, se selecciona el último fotograma de la misma y
se le superpone la rejilla vertical. Entonces se identifican los puntos de intersección y
se numeran de izquierda a derecha. A continuación, se miden sus posiciones
verticales y se anota el instante temporal al que corresponden según el proceso de
digitalización.
Las medidas de la posición vertical de los puntos de intersección han de
referirse a un origen espacial. Los fotogramas proporcionados por el proceso de
Figura III.53. Último fotograma de la digitalización correspondiente a una prueba experimental
realizada con el gel menos viscoso y número de Atwood A=0.037. Se observan las sondas
conductividad y se identifican la capa mezclada y la interfase estable de densidad. Prueba 164.
CAPÍTULO III El Método Experimental
173
digitalización tienen como origen de espacios la parte superior derecha del fotograma
como se muestra en la figura III.54. Sin embargo, este origen no es adecuado para
determinar la posición de la altura de la capa mezclada hM dado su significado físico,
siendo más natural situar el origen de espacios en la parte inferior del fotograma que
se corresponde con el fondo de la cubeta experimental. Dado que ambos orígenes
espaciales no coinciden, es preciso realizar una transformación consistente en restar a
la altura total del fotograma L la medida obtenida para la posición vertical del límite
superior de la capa mezclada como se aclara en la figura III.54. El resultado de dicha
diferencia es la altura hM referida a su origen espacial situado en el fondo de la
cubeta experimental.
Figura III.54. Representación esquemática de un fotograma correspondiente a un estado intermedio
del proceos de mezcla parcial. Se indica el origen espacial que impone la digitalización (0) y el
origen de alturas seleccionado para medir la posición de la interfase estable de densidad (zo). La
altura total del fotograma es L y zDIGITAL es la medida dada por la digitalización de la posición vertical
de la interfase estable de densidad. Entonces, L-zDIGITAL es la altura física de la capa mezclada en
formación.
A continuación, se selecciona el penúltimo fotograma aplicando el mismo
procedimiento, es decir, se anota la posición vertical de los mismos puntos de
GEL
L
x
0
x x x x x
x x
x
L - zDIGITAL
zDIGITAL
Interfase estable de densidad en
evolución
Capa mezclada
formándose
zo
CAPÍTULO III El Método Experimental
174
intersección junto con el tiempo del correspondiente fotograma -referido al del
fotograma de referencia-. Y así se procede sucesivamente yendo hacia atrás en el
tiempo hasta alcanzar un fotograma en el que se hacen las últimas medidas y cuya
elección se realiza en función del grado de nitidez de la capa mezclada cuya altura se
desea conocer.
El número de medidas espaciales de la altura de la capa mezclada hM es de 10
siendo el mismo para cada fotograma analizado, es decir, para cada instante del
tiempo elegido. Esto permite realizar un promedio de estos 10 valores que suministra
el valor medio de la altura hm en el instante temporal correspondiente al fotograma
analizado. De esta forma, se obtiene la evolución temporal promedio de la posición
de la capa mezclada.
CAPÍTULO III El Método Experimental
175
CAPÍTULO III El Método Experimental
175
III.4 TIPOS DE ANÁLISIS
Los estudios realizados a partir de los datos experimentales del proceso de
mezcla turbulenta generado en el laboratorio se clasifican en dos grupos. El primero
corresponde a los estudios globales sobre dicho proceso de mezcla. El segundo grupo
hace referencia a estudios sobre la evolución temporal del proceso de mezcla. A
continuación, se describen brevemente las características de cada uno estos dos tipos
de estudios.
El análisis global del proceso de mezcla turbulenta considera exclusivamente
la situación inicial de partida , representada por la capa ligera, el estrato de gel CMC
y la capa densa constituyendo un sistema fluido inestable (figura III.23), y la
situación final resultante tras la mezcla que está caracterizada por la aparición de
una capa mezclada (figura III.23). Este tipo de estudio no considera los pasos
intermedios que constituyen dicho proceso de mezcla ni los fenómenos fluidos
asociados. El estudio global de la mezcla tienen como principal objetivo analizar la
eficiencia de mezcla y la altura final de la capa mezclada resultante del proceso. El
procedimiento experimental necesario para la obtención de los datos en los que se
basa el estudio global es el descrito en el apartado III.2.3 del presente capítulo.
El análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla tiene como
objetivo estudiar el comportamiento en el tiempo de la densidad y permite conocer
los perfiles de densidad en un instante intermedio del proceso de mezcla turbulenta a
diferencia del análisis global. Por ello, se realiza un análisis más minucioso de la
mezcla entre los fluidos y se tienen en cuenta los efectos producidos por los
fenómenos fluidos que se desarrollan durante la mezcla turbulenta. El procedimiento
experimental necesario para obtener los datos que utiliza el estudio sobre la
evolución temporal del proceso de mezcla es el mismo que el empleado para el
estudio global, es decir, el procedimiento descrito en el apartado III.2.3. No obstante,
existen otros procedimientos para la consecución de este mismo fin en los que se
utilizan montajes experimentales distintos con otros instrumentos adicionales. Entre
ellos destaca por su manejabilidad y por sus resultados el posicionador de sonda
móvil que es un dispositivo que mueve verticalmente una sonda de conductividad por
succión y hace que recorra a cierta velocidad la altura del sistema fluido obteniendo
los perfiles verticales de densidad (Yagüe, 1992). Los motivos de la no elección de
CAPÍTULO III El Método Experimental
176
este utensilio en el presente trabajo es la falta de medios materiales para su
construcción por lo que se ha optado por un procedimiento de tipo algorítmico para
la obtención de los perfiles de densidad a partir de los datos experimentales de
potencial.
CAPÍTULO IV
DESCRIPCIÓN CUALITATIVA DE
LOS PROCESOS DE MEZCLA
PARCIAL TURBULENTA
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
177
IV.1 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
INESTABLE DE DENSIDAD
El desarrollo del proceso de mezcla parcial correspondiente a experimentos
realizados con una distribución inicial de densidad que es inestable se describe
cualitativamente en este apartado. La identificación y descripción de los diversos
fenómenos fluidos que se generan en este proceso de mezcla se fundamenta en los
resultados cualitativos obtenidos por medio de la observación del experimento que se
ha realizado mediante su visualización directa – fluorescencia inducida por luz - y
también mediante la técnica de “shadowgraph”. Para facilitar la observación de los
experimentos todos han sido grabados con una cámara de video, y posteriormente se
han digitalizado.
Según el procedimiento experimental descrito en el apartado III.2.3, una vez
que la capa fluida ligera y el estrato de gel CMC han sido colocados en la cubeta
experimental, se sitúa en su interior el sistema de cajas móviles inicialmente en
posición cerrada (figura III.20(a)) y se introduce en el mismo la capa densa. A
continuación, el sistema de cajas se pone en la posición abierta (figura III.20(b)) y
comienza la deposición local de la capa densa sobre el estrato de gel, según se
muestra en el siguiente fotograma.
Figura IV.1. Inicio de un experimento de mezcla turbulenta con una distribución inestable de
densidad. Se distinguen la capa ligera situada en la parte inferior de la cubeta experimental y el estrato
de gel CMC situado encima de dicha capa. Se observa la deposición de la capa densa por medio de
diversos chorros.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
178
El proceso de penetración de la capa densa a través del estrato de gel está
influido de forma determinante por la viscosidad del gel νG y tiene una duración
temporal del orden de 0.04 segundos – aunque puede ser mayor para el gel más
viscoso-. Durante este proceso tiene lugar una reducción de la velocidad, luego de la
energía cinética, de los jets entrantes por efecto de la fricción viscosa con el gel,
fenómeno que será analizado en el apartado V.3.4.
La interacción entre la capa densa y el gel durante el proceso de penetración
da lugar a dos comportamientos claramente diferenciados en función de la viscosidad
de gel µG que pasamos a describir. Si la viscosidad del gel µG es grande tiene lugar la
formación de una o varias estructuras que denominamos protuberancias de gel que
son consecuencia de la deformación del volumen del gel al recibir a la capa densa
puesto que su tensión superficial debida a su viscosidad es suficiente como para
contrarrestar la energía de la capa densa y detenerla momentáneamente. Las
protuberancias pueden presentarse aisladas o con penachos turbulentos
independientes. La protuberancia de gel crece lentamente al irse llenando del fluido
de la capa densa según éste se deposita. Una vez que se supera el efecto de la tensión
superficial, la protuberancia estalla liberando el fluido que contenía por medio de
algunos penachos turbulentos con distintas inclinaciones respecto de la vertical. De
esta forma, la capa densa entra en contacto con la capa ligera.
La figura IV.2(a) corresponde al inicio de un experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel más viscoso y número de Atwood A=0.130. Se
observan los chorros de capa densa introduciéndose en el estrato de gel. Se marca el
nivel hipotético en el que podría situarse la capa densa. La figura IV.2(b),
correspondiente al instante t=0.60 s, muestra el inicio de dos protuberancias en el
interior del estrato de gel, marcándose la situación aproximada de la capa densa en el
interior de dicho estrato. La figura IV.2(c), correspondiente al instante t=1.01 s,
muestra el desarrollo posterior de una de las protuberancias, mientras que la otra ha
sufrido la ruptura generándose un penacho turbulento que posibilita el paso de la
capa densa y su interacción con la ligera. Se sigue marcando la presencia de la capa
densa. Finalmente, la figura IV.2(d), correspondiente al instante t=1.61 s, muestra
que la protuberancia que aún no había roto se une a la más desarrollada debido a un
desplazamiento de la capa densa retenida hacia el lugar por el que fluye hacia el
exterior del estrato de gel. Se aprecia la incipiente formación de nuevas penachos
turbulentos que romperán la protuberancia por otros puntos.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
179
Los fenómenos fluidos hasta ahora mencionados, es decir, las protuberancias
en el estrato de gel y los penachos turbulentos, no son excluyentes como demuestra
el conjunto de fotogramas de la figura IV.3. Los penachos pueden tener dos orígenes:
pueden generarse como consecuencia de la ruptura de una protuberancia de gel como
acabamos de describir, o bien pueden generarse como primer fenómeno fluido al
atravesar directamente la capa densa un estrato de gel con menor viscosidad.
La figura IV.3(a), correspondiente al tiempo t=0.32 segundos, muestra el
inicio de un experimento de mezcla turbulenta en el que se observa la formación
incipiente de algunos penachos turbulentos independientemente del inicio de una
ligera deformación en el estrato de gel que formará posteriormente una
protuberancia. Se marca el nivel hipotético en el que podría situarse la capa densa.
La figura IV.3(b) , correspondiente al tiempo t=0.64 segundos, muestra el desarrollo
simultáneo de los penachos e independientemente el crecimiento de la protuberancia
de gel, marcándose la situación aproximada de la capa densa en el interior del estrato
de gel. La figura IV.3(c) , correspondiente al tiempo t=1.00 segundos, muestra una
evolución plena de los penachos turbulentos que empiezan a perder su individualidad
como consecuencia de la interacción lateral existente entre los mismos. Además, se
observa que la protuberancia tiene mayor volumen y se ha iniciado su ruptura
mediante la generación de otro penacho turbulento mucho menos desarrollado que
los anteriores. La figura IV.3(d), asociada al instante t=3.32 segundos, corresponde a
un estado bastante avanzado en la evolución del proceso. Se observa que los
penachos turbulentos que se formaron desde el primer momento han desaparecido
como tales y en su lugar tenemos una masa fluida con una notable turbulencia con
microestructura fina en la que está teniendo lugar la mezcla. Por otra parte, se
observa claramente que la protuberancia de gel está decreciendo y que surgen de ella
varios penachos que favorecen su ruptura y desaparición posterior.
Por el contrario, si la viscosidad del gel CMC es pequeña tiene lugar
predominantemente la formación simultánea y en distintos puntos de varios penachos
turbulentos forzados constituidos por el fluido de la capa densa (apartado II.4.3.1),
como se muestra en la secuencia de fotogramas de la figura IV.4. La figura IV.4(a),
asociada al instante t=0.24 segundos, muestra cómo aparecen varios penachos
independientes en distintos puntos del sistema fluido. La figura IV.4(b),
correspondiente al instante t=0.32 segundos, muestra el inicio del desarrollo vertical
de los mencionados penachos. La figura IV.4(c), asociada al instante t=0.52
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
180
segundos, muestra que conforme se desarrollan los penachos éstos entran en contacto
con la capa ligera y se genera el proceso de mezcla entre los fluidos presentes.
Además, el crecimiento de estos penachos dispuestos en una pequeña extensión
implica su interacción lateral como consecuencia de que su desarrollo necesita del
fluido de la capa ligera cuyo volumen es finito. La figura IV.4(d), asociada al
instante t=0.64 segundos, corresponde a una situación de interacción lateral
generalizada entre los penachos turbulentos que, como tales, han perdido su
individualidad. Como consecuencia, aparece un frente convectivo único, que se
extiende aproximadamente en toda el área de la cubeta experimental y que presenta
numerosas inhomogeneidades en el sentido de que no es horizontal.
Por tanto, se concluye que al disminuir la viscosidad del gel CMC la
probabilidad de que inicialmente se formen protuberancias de gel disminuye y
aumenta la probabilidad de generación de penachos turbulentos independientes en
varios puntos a lo largo de la extensión de la cubeta experimental.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
181
(b)(a)
(d)
Penachos nuevos.
Ruptura protuberancia
(c)
Capa Densa
Gel deformándose: inicio de la
protuberancia
Capa Densa
Capa Densa
Nivel hipotético de la capa densa
Protuberancia
de Gel
Figura IV.2. Evolución temporal de un proceso de mezcla parcial realizado con el gel más viscoso y número de Atwood A=0.130.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
182
(d)
(a) (b)
(c)
Inicio de
penachos
turbulentos
Gel
deformándose Protuberancia de
gel
Protuberancia de
gel
Capa Densa
Capa Densa
Figura IV.3. Evolución temporal de un proceso de mezcla parcial realizado con el gel menos viscoso y número de Atwood A=0.037.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
183
Inicio simultáneo de
varios penachos
turbulentos
Desarrollo vertical de los
penachos turbulentos
Crecimiento de los penachos
con interacción lateral
(a) (b)
(c ) (d)
Frente
Convectivo Único
Figura IV.4. Evolución temporal de un proceso de mezcla parcial realizado con el gel menos viscoso y número de Atwood A=0.130.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
185
Una vez que la capa densa ha atravesado el estrato de gel CMC, los procesos
que tienen lugar a partir de este momento dependen del número de Atwood A. Este
parámetro adimensional representa la flotabilidad inicial existente en el sistema
fluido como consecuencia de la diferencia de densidad entre los fluidos
constituyentes del mismo. Cuanto mayor sea el valor de este parámetro, más grande
será la intensidad de la flotabilidad, mayor su efecto y mayor la mezcla. La serie de
fotogramas correspondientes a las figuras IV.17 a IV.22 muestra la evolución
temporal de diferentes procesos de mezcla turbulenta correspondientes a distintas
condiciones experimentales iniciales. La modificación de estas condiciones se realiza
variando el número de Atwood, es decir, las distribuciones de densidad, que son
todas ellas inestables, y la viscosidad del gel CMC usado. Estas series de fotogramas
permiten apreciar cualitativamente las diferencias de comportamiento existentes
debidas a la influencia de la viscosidad del gel CMC y del número de Atwood. El
comportamiento descrito en el caso de que la viscosidad del gel sea grande, es decir,
la generación y desarrollo de protuberancias se muestra en la serie de fotogramas
asociados a las figuras IV.20 a IV.22 con valores del número de Atwood A entre
0.014 y 0.130. Si la viscosidad del gel es pequeña, el comportamiento
correspondiente, es decir, la generación casi exclusiva de penachos turbulentos, se
muestra en la serie de fotogramas correspondientes a las figuras IV.17 a IV.20 con
valores del número de Atwood A entre 0.019 y 0.134.
Al final del presente apartado se muestran los fotografías en las que se
observan las evoluciones temporales correspondientes a los procesos de mezcla
turbulenta asociados a las condiciones experimentales mencionadas. La serie de
fotogramas de la figura IV.17 muestra un proceso de mezcla parcial con
visualización directa –los colores son naturales-. La serie de fotogramas de la figura
IV.18 muestra un proceso de mezcla parcial visualizado con la técnica del
shadowgraph y colores naturales. El resto de las figuras, desde la IV.19 hasta la
IV.22, muestran fotogramas correspondientes a procesos de mezcla turbulenta
realizados con shadowgraph y mostrados en escala de grises.
Tras el proceso de penetración de la disolución densa a través del estrato de
gel CMC y su contacto con la disolución ligera, se desarrolla el proceso de mezcla
propiamente dicho. Este proceso puede esquematizarse suponiendo que
está constituido por tres etapas: inicial, intermedia y final.
La etapa inicial es aquélla en la que tiene lugar o bien la formación y el
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
186
desarrollo inicial de los penachos turbulentos cuya descripción teórica se ha realizado
en el apartado II.4.3.1, o bien, la formación y desarrollo de algunas protuberancias de
gel. Por tanto, si el gel es poco viscoso esta etapa se extiende desde el primer
contacto entre la capa densa y la ligera (fotogramas de las figuras IV.17(2) a
IV.17(5)) hasta que los penachos comienzan a interaccionar lateralmente entre si
(fotogramas de las figuras IV.17(5) a IV.17(7)).
Si el gel es muy viscoso esta etapa inicial se extiende desde el inicio de la
formación de la protuberancia y hasta que se observa la parte frontal de los penachos
que romperán dicha protuberancia. En la siguiente serie de fotografías se puede
observar claramente la formación de una protuberancia y cómo la capa densa queda
retenida en el interior del gel formando dicha estructura (figuras IV.5 y IV.6).
Finalmente, se observa cómo la protuberancia es rota mediante la aparición de un
penacho turbulento de capa densa (figura IV.7).
Figura IV.5. Inicio de la deformación del estrato
de gel CMC debida a la deposición de la capa
densa.
Figura IV.6. Formación de la protuberancia de gel
CMC con la capa densa retenida en su interior.
Figura IV.7. Rotura de la protuberancia de gel CMC mediante un penacho escasamente turbulento
(número de Reynolds pequeño).
Es destacable que como consecuencia de la interacción entre los penachos
aparece un proceso de unión lateral entre los mismos de forma tal que algunos de
ellos pierden su individualidad (fotogramas de las figuras IV.18(3) a IV.18(9)) hasta
llegar a constituir un frente convectivo único (fotogramas de las figuras IV.18(8) a
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
187
IV.18(10)). El fundamento físico de esta situación es la lucha por el fluido ambiente,
que es la capa ligera, del que se alimenta el penacho para seguir desarrollándose.
Los penachos turbulentos producen dos efectos fundamentales. El primero es
producido por su velocidad de descenso que genera un movimiento ascensional de
recirculación en el fluido más ligero con lo que se favorece la mezcla. El segundo
efecto es el entrainment o entrañamiento lateral que consiste en el movimiento del
fluido ligero hacia los bordes o laterales de los penachos, la absorción a través suyo y
la posterior mezcla en el interior del penacho quedando así incorporando al mismo y
contribuyendo a su crecimiento (apartado II.4.3.1).
La etapa intermedia del proceso de mezcla se caracteriza por el desarrollo de
la mezcla turbulenta propiamente a partir de la evolución de los penachos
turbulentos, tanto los generados directamente – caso del gel menos viscoso – como
los que aparecen como consecuencia de la ruptura de las protuberancias de gel – caso
del gel más viscoso -. El desarrollo de la mezcla está basado en varios fenómenos
que pasamos a describir. Los penachos turbulentos se desarrollan por completo en la
dirección vertical hasta donde les permiten los contornos físicos de la cubeta
experimental (fotogramas correspondientes a las figuras IV.17(2) a IV.17(9))
manteniéndose a la vez la interacción lateral entre los mismos. Una vez que los
penachos alcanzan el fondo del recipiente experimental se inicia por la parte
posterior de dicha cubeta la formación de una corriente de gravedad sobre superficie
horizontal como muestran los fotogramas de las figuras IV.8 a IV.16 en vista frontal.
Figura IV.8. Los penachos turbulentos,
desarrollados e interaccionando, se
acercan al fondo de la cubeta
experimental.
Figura IV.9. Los penachos turbulentos
toman contacto con el fondo de la
cubeta experimental.
Figura IV.10. Los penachos
turbulentos comienzan a expandirse
sobre el fondo de la cubeta
experimental según van llegando.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
188
Figura IV.11. La mayoría de los
penachos han alcanzado el fondo de la
cubeta experimental y se inicia el
frente de la corriente de gravedad.
Figura IV.12. La corriente de gravedad
se desarrolla y avanza horizontalmente
por el fondo de la cubeta experimental
ocupando cada vez mayor parte de la
capa ligera.
Figura IV.13. El avance de la corriente
de gravedad hace que se extienda por
todo el fondo de la cubeta
experimental.
Figura IV.14. La corriente de gravedad
alcanza la parte frontal de la cubeta
experimental y comienza a chocar
contra ella.
Figura IV.15. La corriente de gravedad
rebota tras haber alcanzado la parte
frontal de la cubeta experimental, y se
le impide desplazarse horizontalmente.
Figura IV.16. La corriente de
gravedad, como consecuencia del
rebote con la parte frontal de la cubeta,
no se desarrolla como tal.
La aparición de este fenómeno fluido es consecuencia de dos características
del montaje experimental. La primera es la presencia de los contornos físicos del
recipiente que contiene al sistema fluido y es una característica propia de todo
experimento en mecánica de fluidos. La segunda es la velocidad finita de retirada del
plástico interpuesto entre los fondos de las cajas constituyentes del sistema de cajas
móviles. Siendo estos dos factores importantes, hay que destacar la influencia
decisiva del segundo que provoca que la capa densa no atraviese simultáneamente
todos los orificios de salida del sistema de cajas, sino que según se muestra en la
figura III.20, el fluido más denso sale antes a través de aquellas filas de orificios que
son descubiertas por el plástico en primer lugar (las filas 1 y 2 de la figura III.20(b)).
Por tanto, existe un pequeño desfase temporal en la aparición de los penachos
turbulentos que dependerá del tiempo que se tarda en retirar la lámina de plástico y
que es menor de 3 segundos. Hay que destacar que la presencia de la corriente de
gravedad horizontal, siendo importante para el proceso de mezcla global, es una
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
189
consecuencia, quizás no deseable, del procedimiento experimental utilizado para la
deposición de la capa densa (apartado III.2.3), siendo importante en la microfísica
del fenómeno. La velocidad finita de retirada del plástico Vplastico es decisiva para su
aparición.
Tras su formación, la corriente de gravedad avanza y se desarrolla por el
fondo de la cubeta experimental, teniendo lugar este proceso simultáneamente con
los anteriormente descritos. Conforme la corriente de gravedad se desarrolla y se
extiende por la cubeta experimental tiene lugar su interacción con los penachos
turbulentos en plena evolución (figuras IV.10 a IV.15). La extensión horizontal de la
corriente de gravedad constituye el sustrato en el que se formará la futura interfase
estable de densidad, que es la característica distintiva de la etapa final del proceso de
mezcla (figura IV.16). Esta interfase se empieza a vislumbrar durante la fase
intermedia (figuras IV.17(15), IV.18(13), IV.19(19), IV.20(14), IV.21(14) y
IV.22(16)).
Se concluye que la presencia de los distintos fenómenos descritos - los
penachos turbulentos desarrollados, el entrañamiento lateral convectivo por ellos
generados y la interacción con la corriente de gravedad - producen el proceso de
mezcla turbulenta en el seno de la capa ligera. La combinación de estos fenómenos
genera turbulencia con una notable microestructura fina (fotogramas de las figuras
IV.18(17), IV.19(20), IV.20(20), IV.21(16)). Al transcurrir el tiempo y desarrollarse
este conjunto de fenómenos constituyentes del proceso de mezcla, la diferencia de
densidad entre las distintas capas fluidas disminuye, la microestructura turbulenta
decae y el proceso de mezcla entra en su etapa final. Esto permite observar la
formación incipiente de la interfase estable de densidad que cada vez se muestra con
mayor nitidez y eleva su posición (fotogramas de las figuras IV.17(19), IV.19(21),
IV.20(21), IV.21(17), IV.22(18)).
La etapa final del proceso de mezcla se caracteriza por la formación definitiva
de la interfase estable de densidad que separa la capa mezclada del resto de la capa
ligera que no ha participado en el proceso de mezcla (figuras IV.17(21), IV.18(20),
IV.19(23), IV.20(22), IV.21(18) y IV.22(20)). El efecto de la presencia de la
interfase estable será abordado muy brevemente en el apartado IV.1.2 aplicando
algunos de los numerosos resultados existentes sobre comportamiento de interfases
estables y mezcla a través suyo (Yagüe, 1992). Una vez que la interfase estable de
densidad aparece, empieza a ser recorrida por ondas internas que se amortiguan con
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
190
el tiempo. Se supone que no existe ruptura de las ondas que recorren la interfase
estable. Dicha ruptura produciría un mecanismo adicional de mezcla que, por tanto,
descartamos.
Un experimento de mezcla turbulenta se da por concluido cuando la
microestructura turbulenta ha decaído lo suficiente como para no ser visible mediante
la técnica del shadowgraph y la interfase estable está aceptablemente definida. Tras
analizar todas las pruebas experimentales realizadas se deduce que el tiempo de
grabación correspondiente varía entre los 5 y los 10 minutos, donde éste último
límite corresponde al tiempo de grabación de un experimento realizado con el gel
más denso y el número de Atwood menor, condiciones que dan lugar al proceso de
mezcla más lento observado. En principio, no se ha esperado a que las ondas internas
se amortigüen por completo para finalizar tanto la grabación en video como el
registro de los datos de potencial.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
190
Figura IV.17(1). Sistema fluido
experimental con una distribución de
densidad inestable (t= 0 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(2). Penachos turbulentos
incipientes que surfen tras atrvesar el
estrato de gel que apenas se deforma
(t= 0.2 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(3). Desarrollo vertical de
los penachos turbulentos
perfectamente individuales (t= 0.28 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(4). Evolución posterior
del conjunto de penachos turbulentos.
No ha aparecido ninguna
protuberancia en el estrato de gel (t=
0.4 s). Características: ρGel=1.02 g/cm3
y A=0.019.
Figura IV.17(5). Inicio de la
interacción lateral entre los penachos
turbulentos (t= 0.56 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(6). Aumento de la
interacción lateral entre los penachos
turbulentos (t= 0.8 s).Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(7). Los penachos
turbulentos han perdido su
individualidad por efecto de la
interacción mutua. Aparición del
frente convectivo único y claramente
no uniforme (t= 1.16 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(8). El frente convectivo
único avanzan a través de la capa
ligera con los penachos turbulentos en
plena interacción (t= 1.44
s).Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(9). El frente convectivo
único alcanza el fondo de la cubeta
experimental (t= 1.76 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
191
Figura IV.17(10). El frente convectivo
único se extiende por el fondo de la
cubeta experimental formando la
corriente de gravedad (t= 2.36 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(11). Se observa
claramente el frente de la corriente de
gravedad formada sobre superficie
horizontal (t= 3.16 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(12). El frente de la
corriente de gravedad avanzan por el
fondo de la cubeta experimental (t=
3.96 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(13). El frente de la
corriente de gravedad alcanza la parte
frontal de la cubeta experimental (t=
4.76 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(14). El frente de la
corriente de gravedad rebota por
efecto de la parte frontal de la cubeta
(t= 5.76 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(15). Interacción general
entre todas las estructuras fluidas. El
proceso de mezcla es generalizado (t=
6.76 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(16). El proceso de
mezcla está extendido pero no se
observa la microestructura porque la
visualización es directa (t= 8.36 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(17). El proceso de
mezcla ocupa el volumen de la cubeta,
observándose la capa mezclada ya
constituida (t= 11.96 s) .
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(18). El proceso de
mezcla comienza a disminuir. La capa
mezclada sufre numerosas
perturbaciones (t= 13.96 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
192
Figura IV.17(19). La disminución del
proceso de mezcla se realiza a la vez
que la relaminarización de la capa
mezclada (t= 25.96 s)Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura IV.17(20). El proceso de
mezcla turbulenta ha finalizado casi
por completo. No hay estructura fina.
Se observan ligeras ondulaciones en la
capa mezclada (t= 41.96 s)
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Figura IV.17(21). Estado final que
alcanza el sistema fluido experimental
tras el proceso de mezcla turbulenta.
Se observa la capa mezclada (t= 94 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.019.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
193
Figura IV.18(1). Sistema fluido experimental con una
distribución de densidad que es inestable (t=0 s).
Características experimentales: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.134.
Figura IV.18(2). Inicio del desarrollo simultáneo
de varios penachos turbulentos (t= 0.2 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(3). Desarrollo vertical de los penachos
turbulentos individualmente (t=0.24 s). Características :
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(4). Evolución posterior del
desarrollo inicial de los penachos axilsimétricos
(t=0.28 s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.134.
Figura IV.18(5). Crecimiento de los penachos
turbulentos que comienzan a interaccionar lateralmente
(t= 0.32 s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(6). Desarrollo vertical e interacción
lateral de los penachos (t= 0.36 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
194
Figura IV.18(7). La interacción lateral entre los
penachos turbulentos comienza a generalizarse (t= 0.44
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(8). Pérdida de individualidad de los
penachos turbulentos como consecuencia de la
interacción lateral mutua (t= 0.52 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(9). Aparición del frente convectivo único,
no horizontal, como resultado de la unión lateral de los
penachos (t= 0.64 s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A=0.134.
Figura IV.18(10). El frente convectivo avanza
de forma no uniforme (t= 0.72 s) . Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(11). El frente convectivo único alcanza el
fondo de la cubeta experimental (t= 0.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(12). El frente convectivo se extiende
por el fondo de la cubeta experimental (t= 1 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
195
Figura IV.18(13). El frente convectivo único rebota
contra los contornos de la cubeta experimental (t= 1.28
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(14). Extensión a toda la cubeta de la
interacción con los contornos físicos. Los
penachos han desaparecido por completo (t= 2.08
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(15). La microestructura turbulenta
comienza a ser visible (t= 2.88 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(16). El proceso de mezcla turbulenta
con estructura fina ocupa toda la cubeta (t= 3.88
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(17). La microestructura turbulenta es de
gran intensidad (t= 6.68 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(18). El proceso de mezcla comienza
a disminuir y la microestructura decae (t= 10.68
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
196
Figura IV.18(19). El proceso de mezcla turbulenta ha
finalizado casi por completo. No hay estructura fina. Se
observa relaminarización en la capa mezclada (t= 36.68
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
Figura IV.18(20). Estado final que alcanza el
sistema fluido experimental tras el proceso de
mezcla turbulenta (t= 96.64 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A=0.134.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
197
Figura IV.19(1). Sistema fluido
experimental con una distribución
inestable de densidad (t= 0 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(2). Varios penachos
turbulentos pueden vislumbrarse
antes de iniciarse (t= 0.24 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(3). Incipiente
desarrollo de los penachos
turbulentos y de una protuberancia
de gel (t= 0.32 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(4). Desarrollo vertical
de los penachos turbulentos (t= 0.4
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3
y A= 0.037.
Figura IV.19(5). El crecimiento de
los penachos turbulentos y de la
protuberancia de gel es lento (t= 0.44
s). Características: ρGel=1.02 g/cm3
y A= 0.037.
Figura IV.19(6). Inicio de la
interacción lateral de los penachos
turbulentos mientras la protuberancia
crece (t= 0.56 s).Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(7). Interacción lateral
entre los penachos turbulentos ( t=
0.64 s).Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(8). Inicio de la ruptura
de la protuberancia de gel mientras el
frente convectivo único evoluciona
(t= 0.80 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(9). Nuevos penachos
turbulentos que se originan a partir
de la protuberancia de gel cuando se
rompe ( t= 0.88 s).Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
198
Figura IV.19(10). Desarrollo de los
penachos turbulentos procedentes de
la ruptura de la protuberancia de gel
(t= 0.96 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(11). Interacción lateral
entre los penachos iniciales y los
procedentes de la protuberancia de
gel (t= 1.12 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(12). Aparición de un
nuevo penacho turbulento
procedente de la protuberancia de gel
(t= 1.32 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(13). Evolución de todas
las estructuras fluidas: a la derecha,
el frente convectivo único y los
penachos (t= 1.64 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(14). Evolución
conjunta del frente convectivo único
y de los penachos (t= 1.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(15). Aparición de un
nuevo penacho turbulento
procedente de la protuberancia de gel
(t= 2.04 s).Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(16). Interacción
generalizada de todas las estructuras
fluidas presentes en la cubeta
experimental (t= 2.64 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(17). Las diferentes
estructuras fluidas se extienden por
el fondo de la cubeta experimental
(t= 3.24 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(18). La microestructura
turbulenta del proceso de mezcla
comienza a ser evidente (t= 3.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
199
Figura IV.19(19). El proceso de
mezcla turbulenta comienza a ser
intenso (t= 6.84 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura IV.19(20). El proceso de
mezcla turbulenta con estructura fina
ocupa toda la cubeta (t= 12.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(21). El proceso de
mezcla comienza a disminuir y la
microestructura decae (t= 22.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(22). El proceso de
mezcla turbulenta ha finalizado casi
por completo. No hay estructura fina.
Se observa relaminarización en la
capa mezclada (t= 42.84 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
Figura IV.19(23). Estado final que
alcanza el sistema fluido
experimental tras el proceso de
mezcla turbulenta (t= 82.84 s)
Características: ρGel=1.02 g/cm3 y
A= 0.037.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
200
Figura IV.20(1). Sistema fluido experimental con
una distribución de densidad que es inestable (t= 0 s).
Características experimentales: ρGel=1.03 g/cm3 y
A= 0.092.
Figura IV.20(2). Se inicia una ligera deformación del
estrato de gel y se vislumbran los futuros penachos
como pequeñas burbujas (t= 0.52 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(3). Estado inicial en el desarrollo de un
penacho turbulento con su típica estructura. El
estrato de gel se deformar más (t= 0.64 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(4). Desarrollo del penacho turbulento
junto con la aparición de dos posibles protuberancias
en el estrato de gel (t= 0.92 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(5). Crecimiento conjunto del penacho
turbulento y de las protuberancias de gel (t= 1.32 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(6). Continuación del desarrollo del
penacho turbulencia. Formación de una única
protuberancia en el estrato de gel CMC (t= 1.72 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
201
Figura IV.20(7). El penacho turbulento alcanza el
fondo de la cubeta experimental. Se inicia la ruptura
de la protuberancia de gel (t= 1.84 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(8). La protuberancia de gel se rompe
mediante la aparición de varios penachos turbulentos
inclinados (t= 1.96 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(9). Desarrollo de los penachos
turbulentos originados en la protuberancia de gel (t=
2.12 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(10). Crecimiento de los penachos
turbulentos procedentes de la protuberancia de gel
junto con su disminución de volumen (t= 2.72 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(11). Los penachos turbulentos
originados en la protuberancia de gel alcanzan el
fondo de la cubeta experimental (t= 3.52 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(12). El frente convectivo de los
penachos turbulentos originados en la protuberancia
se extiende por el fondo de la cubeta (t= 3.92 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
202
Figura IV.20(13). La mezcla entre las diversas
estructuras fluidas comienza a ser importante. Se
observa la aparición de un nuevo penacho que rompe
la protuberancia de gel (t= 4.32 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(14). Desarrollo de los penachos
turbulentos originados en la protuberancia de gel (t=
5.12 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(15). Los nuevos penachos pierden su
indivdualidad al interaccionar con el resto de las
estructuras fluidas en pleno proceso de mezcla (t=
8.72 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(16). Se identifica la futura capa
mezclada en la parte inferior sufriendo numerosas
perturbaciones (t= 11.72 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(17). La futura capa mezclada sufre un
intenso proceso de mezcla con gran estructura fina
turbulenta (t= 12.12 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(18). Aparición de un nuevo penacho
rompiendo la protuberancia de gel que interacciona
con la capa mezcla ya formada (t= 13.32 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
203
Figura IV.20(19). El último penacho turbulento
aparecido va lentamente perdiendo su individualidad
y entrando a formar parte de la mezcla global (t=
15.72 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=
0.092.
Figura IV.20(20). Se identifica la futura capa
mezclada en la parte inferior sufriendo numerosas
perturbaciones (t= 23.72 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A= 0.092.
Figura IV.20(21). El proceso de mezcla turbulenta ha
finalizado casi por completo. No hay estructura fina.
Se observa relaminarización en la capa mezclada (t=
41.52 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=
0.092.
Figura IV.20(22). Estado final que alcanza el sistema
fluido experimental tras el proceso de mezcla
turbulenta. Se observa nítidamente la capa mezclada
delimitada superiormente por la internase estable de
densidad (t= 81.52 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A= 0.092.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
204
Figura IV.21(1). Sistema fluido experimental con
una distribución de densidad que es inestable (t= 0
s). Características experimentales: ρGel=1.03 g/cm3
y A=0.130.
Figura IV.21(2). Ligera deformación del estrato de
gel CMC e incipiente formación de un penacho
turbulento (t= 0.4 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(3). El único penacho axilsimétrico se
desarrolla verticalmente mientras el estrato de gel
se deforma (t= 0.48 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(4). Aparición de nuevos penachos
turbulentos. Se adivina una protuberancia en el
estrato de gel (t= 0.56 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(5). Crecimiento simultáneo de varios
penachos turbulentos y de una protuberancia en el
estrato de gel CMC (t= 0.68 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(6). Inicio de la interacción lateral
entre los penachos mientras la protuberancia de gel
aumenta de volumen (t= 0.88 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
205
Figura IV.21(7). Pérdida de individualidad de los
penachos por su interacción lateral (t= 1.08 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(8). Los penachos turbulentos han
dejado de existir como tales. La protuberancia de
gel está a punto de estallar (t= 1.32 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(9). Ruptura de la protuberancia de gel
mediante la aparición de nuevos penachos que están
inclinados (t= 1.48 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(10). Interacción general entre los
penachos de distintos orígenes (t= 1.64 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(11). Las diferentes estructuras fluidas
sufren el efecto del fondo de la cubeta experimental
(t= 1.92 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.130.
Figura IV.21(12). El fluido rebota por la presencia
del fondo de la cubeta experimental (t= 2.24 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
206
Figura IV.21(13). Extensión a toda la cubeta de la
interacción con los contornos físicos (t= 3.04 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(14). La microestructura turbulenta
comienza a ser visible (t= 3.84 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(15). El proceso de mezcla turbulenta
con estructura fina comienza a extenderse por la
cubeta (t= 7.24 s). Características: ρGel=1.03 g/cm3
y A=0.130.
Figura IV.21(16). El proceso de mezcla es intenso
por su notable estructura fina y la protuberancia de
gel se vacía lentamente (t= 15.24 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(17). El proceso de mezcla comienza a
disminuir junto con la microestructura. Hay
fenómenos de relaminarización. Se mantiene la
deformación del estrato de gel por la protuberancia
formada (t= 23.24 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
Figura IV.21(18). Estado final que alcanza el
sistema fluido experimental tras el proceso de
mezcla turbulenta. Se observa claramente la
interfase estable de densidad que delimita a la capa
meclada (t= 95.16 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.130.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
207
Figura IV.22(1). Sistema fluido
experimental con una distribución de
densidad que es inestable (t= 0 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(2). Ligera deformación
del estrato de gel observándose a través
suyo los futuros penachos turbulentos
(t= 0.64 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(3) Inicio del desarrollo
simultáneo de varios penachos
turbulentos que atraviesan el estrato de
gel deformado (t= 1.04 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(4). Desarrollo simultáneo
de varios penachos y de una
protuberancia del gel (t= 1.24 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(5). Desarrollo vertical de
los penachos turbulentos (t= 1.44 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(6). Crecimiento de la
protuberancia de gel que permite
vislumbrar más penachos en su interior
(t= 1.64 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(7). Evolución conjunta de
los penachos turbulentos y de la
protuberancia de gel (t= 2.24 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(8). Inicio de la
interacción lateral entre algunos de los
penachos turbulentos (t= 2.84 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(9). El penacho turbulento
principal, en primer plano, alcanza el
fondo de la cubeta experimental (t=
3.64 s).Características: ρGel=1.03 g/cm3
y A=0.014.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
208
Figura IV.22(10). El penacho principal
se extiende por el fondo de la cubeta
experimental tras chocar contra él (t=
4.84 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(11). El resto de los
penachos turbulentos alcanza el fondo
de la cubeta experimental (t= 6.44 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(12). Inicio de la
formación de la corriente de gravedad
sobre una superficie horizontal (t=8.44
s). Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(13). El frente de la
corriente de gravedad avanza sobre el
fondo de la cubeta. Ruptura de la
protuberancia de gel por varios
penachos (t= 10.44 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(14). El frente de la
corriente de gravedad alcanza la parte
frontal de la cubeta experimental (t=
14.44 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(15). Rebote de la
corriente de gravedad contra la parte
frontal de la cubeta. No se observa la
microestructura turbulenta porque la
visualización es directa (t= 16.44 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(16). Interacción entre
todos los fenómenos fluidos presentes
en la cubeta experimental. El proceso
comienza a disminuir (t= 18.44 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(17). Se observa que la
capa mezclada ya está constituida pero
sufre variaciones debidas a la presencia
de ondas internas (t= 28.44 s).
Características: ρGel=1.03 g/cm3 y
A=0.014.
Figura IV.22(18). Ondulaciones de la
internase estable de densidad que
delimita superiormente a la capa
mezclada (t= 38.44 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.014.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
209
Figura IV.22(19). El proceso de mezcla
turbulenta ha finalizado casi por
completo. No hay estructura fina
turbulenta (t= 58.44 s). Características:
ρGel=1.03 g/cm3 y A=0.014.
Figura IV.22(20). Estado final que
alcanza el sistema fluido experimental
tras el proceso de mezcla turbulenta. Se
observa nítidamente la capa mezclada
y los restos de las protuberancias de gel
(t= 98.56 s). Características: ρGel=1.03
g/cm3 y A=0.014.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
210
IV.1.1 OTRAS DIGITALIZACIONES DEL PROCESO DE
MEZCLA PARCIAL CON UNA DISTRIBUCIÓN
INESTABLE DE DENSIDAD
Este apartado presenta algunos resultados cualitativos adicionales que hacen
referencia a las características de los fenómenos fluidos implicados en el proceso de
mezcla parcial con una distribución inestable de densidad. Esta descripción es
posible realizarla gracias a la utilización de las digitalizaciones de los vídeos
experimentales realizadas con la aplicación DigImage (Dalziel, 1994). Estas
digitalizaciones se centran en tres aspectos del proceso de mezcla parcial, que son su
evolución temporal, el desarrollo del frente convectivo de los penachos turbulentos y
el comportamiento de una columna fluida. El digitalizador DigImage realiza un
proceso de digitalización que proporciona la obtención y grabación de secuencias
temporales de fotogramas como las de la figura IV.23.
Figura IV.23. Primera parte del montaje fotográfico compuesto por 9 fotogramas obtenido con el
DigImage a partir de un experimento realizado con visualización directa. Esta secuencia de imágenes
se extiende desde el inicio de un experimento hasta aproximadamente la mitad del proceso de mezcla.
Características experimentales:
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
211
Las secuencias temporales de fotogramas permiten alcanzar dos objetivos. El
primero es que estas series representan la evolución temporal del proceso de mezcla
parcial y, por ello, constituyen una descripción más completa del desarrollo de los
penachos turbulentos y de otros fenómenos fluidos. El segundo objetivo es que
posibilitan el análisis del desarrollo del frente convectivo y de la velocidad de
descenso de los penachos turbulentos. Las figuras IV.23 y IV.24 presentan una de
estas secuencias temporales de fotogramas tal y como es obtenida por el digitalizador
DigImage.
El parámetro que determina el número de fotogramas seleccionados es la
separación temporal ∆t entre fotogramas sucesivos. La digitalización realizada con el
DigImage ha considerado dos valores para esta magnitud, que son 0'020 segundos o
0'1 segundos.
Figura IV.24. Segunda parte del montaje fotográfico compuesto por 9 fotogramas y obtenido con el
DigImage. Esta secuencia de imágenes se extiende desde la mitad hasta aproximadamente el final del
proceso de mezcla. Las características experimentales son las mismas que las de la figura IV.23.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
212
El DigImage permite observar el desarrollo del frente convectivo de los
penachos turbulentos desde otro punto de vista. Una de las funciones del DigImage
permite obtener el comportamiento de la densidad del sistema fluido, más
concretamente de la concentración salina existente, por medio de la evolución de un
conjunto de isolíneas de intensidad. El valor de la intensidad se muestra mediante
una escala de grises. Esta utilidad proporcionada por el digitalizador DigImage
permite realizar una representación bidimensional de los contornos de igual
intensidad, que también lo son de igual densidad, a partir de la selección de algunos
fotogramas de la secuencia temporal. Las intensidades que son representadas en
dichos contornos han sido previamente introducidas a través del software del
digitalizador. No obstante, se desconoce la relación analítica entre la intensidad y la
densidad, es decir, se desconoce a qué densidad corresponde cada uno de los
contornos de intensidad (Dalziel, 1994).
Estos contornos bidimensionales de intensidad suministran información sobre
la estructura del campo de densidad. De esta forma, es posible observar el desarrollo
de los penachos mediante una serie de contornos de intensidad que, además, indican
en qué regiones existe una mayor o menor densidad.
La serie de fotogramas correspondientes a las figuras IV.25 a IV.27 muestra
el crecimiento del frente convectivo de los penachos turbulentos mediante una serie
de representaciones bidimensionales de los correspondientes contornos de igual
intensidad y que se asocian a la variación de la concentración salina del sistema
fluido. Las figuras marcadas como (a) muestran los fotogramas asociados el
fenómeno fluido real mientras que las figuras marcadas como (b) muestran el
contorno bidimensional de concentración salina correspondiente.
Las figuras IV.25 (a) y (b) muestran el inicio del desarrollo de los penachos
turbulentos individuales de fluido denso. Se observa el comienzo de la penetración
en la capa ligera de los frentes convectivos asociados. Debido a que las
características del procedimiento experimental, se crean simultáneamente varios
penachos por lo que inicialmente no existe un frente convectivo único y continuo,
sino un frente por penacho creado.
Las figuras IV.26 (a) y (b) muestran el desarrollo de los penachos turbulentos,
observándose su interacción lateral, y la evolución temporal de sus frentes
convectivos.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
213
Figura IV.25 (a). Inicio de la formación simultánea
de varios penachos turbulentos.
Figura IV.25 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes a los
penachos de la figura IV.25 (a).
Figura IV.26 (a). Desarrollo vertical e interacción
lateral de los penachos turbulentos
correspondientes a la figura IV.25 (a).
Figura IV.26 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes a los
penachos de la figura IV.26 (a). Se observa
claramente la interacción lateral entre los mismos.
Figura IV.27 (a). Pérdida de individualidad de los
penachos correspondientes a la figura IV.25 (a) e
inicio de un frente convectivo único.
Figura IV.27 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes a la figura
IV.27 (a). Se observa la pérdida de individualidad
de los penachos y la formación del frente
convectivo único.
Como consecuencia del desarrollo e interacción de los penachos turbulentos,
finalmente, aparece un frente convectivo único que no llega a extenderse en toda la
longitud de la parte frontal de la cubeta experimental como muestran las figuras
IV.27 (a) y (b). A partir de estas digitalizaciones se observa que el flujo fluido
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
214
desarrollado exhibe diversas estructuras espaciales, destacando que la concentración
salina, luego la densidad, es siempre mayor en el interior de los penachos que en su
contorno. Esta característica se mantiene aproximadamente durante el desarrollo
vertical de los penachos e implica la existencia de un núcleo no mezclado en su
interior.
A continuación se muestra con mayor detalle el crecimiento de un único
penacho turbulento mediante sus correspondientes representaciones bidimensionales
de los contornos de intensidad asociados.
Figura IV.28 (a). Formación de un penacho
turbulento que surge a partir de una protuberancia de
gel CMC. Se observa la presencia de penachos
incipientes en el interior de dicha protuberancia.
Figura IV.28 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes al penacho
de la figura IV.28 (a). Aparecen delimitados los
futuros penachos.
Figura IV.29 (a). Desarrollo vertical del penacho
turbulento correspondiente a la figura IV.28 (a).
Figura IV.29 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes al penacho
de la figura IV.29 (a).
Figura IV.30 (a). Desarrollo del penacho
correspondiente a la figura IV.28 (a).
Figura IV.30 (b). Contornos bidimensionales de
concentración de la figura IV.30 (a).
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
215
Figura IV.31 (a). Desarrollo del penacho
correspondiente a la figura IV.28 (a) que alcanza el
fondo de la cubeta experimental. Se inicia un nuevo
penacho por la parte izquierda.
Figura IV.31 (b). Contornos bidimensionales de
concentración salina correspondientes a la figura
IV.31 (a). Se observan los dos penachos, uno
plenamente desarrollado y otro iniciándose.
El digitalizador DigImage tiene incorporadas otras utilidades que permiten
obtener la evolución temporal de una columna fluida que ha sido seleccionada
previamente en uno de los fotogramas de la secuencia temporal. El comportamiento
de una columna fluida permite observar la aparición y evolución de las ondas
internas que se generan en el seno del fluido según aumenta la estratificación durante
el proceso de mezcla. Las figuras IV.32 y IV.33 muestran las evoluciones temporales
de dos columnas fluidas en las que se observan claramente dichas ondas, así como su
atenuación con el tiempo.
Figura IV.32. Evolución temporal de una columna fluida seleccionada dentro de la capa ligera del
sistema fluido experimental en la que tiene lugar el proceso de mezcla parcial. Se observa claramente la
presencia de ondas internas y su amortiguamiento con el tiempo.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
216
Figura IV.33. Evolución temporal de una columna fluida seleccionada dentro de la capa ligera del
sistema fluido experimental en la que tiene lugar el proceso de mezcla parcial. Se observa la presencia de
ondas internas más irregulares que en el caso de la figura IV.32.
La figura IV.33 muestra claramente la superposición de diferentes ondas
internas que presentan distintas evoluciones temporales.
El tercer estudio realizado con el DigImage es la representación
tridimensional de la intensidad asociada a la evolución temporal de una columna
fluida. También es posible obtener los contornos de intensidad correspondientes a
secciones horizontales y verticales obtenidas a partir de dicha evolución temporal.
Figura IV.34. Representación tridimensional de la intensidad asociada a la evolución temporal de la
columna fluida mostrada en la figura IV.32.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
217
Figura IV.35. Representación tridimensional de la intensidad asociada a la evolución temporal de la
columna fluida mostrada en la figura IV.33.
La figura IV.34 muestra la representación tridimensional de la intensidad
asociada a la evolución temporal de la columna fluida mostrada en la figura IV.32,
observándose la evolución del movimiento de las ondas internas. La figura IV.35
corresponde a la representación tridimensional de la intensidad asociada a la
evolución temporal de la columna fluida mostrada en la figura IV.33. En este último
caso se observa un patrón mucho más irregular como corresponde a la evolución de
la figura IV.33.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
218
IV.1.2 INFLUENCIA DE UNA INTERFASE ESTABLE DE
DENSIDAD
En el apartado IV.1 se ha descrito cualitativamente las características
esenciales del proceso de mezcla parcial realizado en un sistema fluido experimental
con una distribución inicial de densidad que es inestable. En dicha descripción, el
proceso de mezcla se ha supuesto dividido en tres etapas que son inicial, intermedia
y final.
La última de estas etapas se caracteriza por la formación de una interfase
estable de densidad que separa la capa mezclada de la capa ligera que no ha
intervenido en la mezcla (figuras IV.17(21), IV.18(20), IV.19(23), IV.20(22),
IV.21(18) y IV.22(20)). Dado que tenemos una interfase estable de densidad, los
resultados relacionados con el comportamiento y mezcla a través de interfases
estables pueden ser aplicables a la situación presente en la etapa final del proceso de
mezcla parcial.
Durante el proceso de mezcla tienen lugar dos fenómenos importantes que a
continuación introducimos brevemente. El primero es que la aparición de los
penachos turbulentos genera en la capa ligera una zona o volumen en el que no es
posible la mezcla (apartado VI.2). El segundo es el aumento de la estratificación
estable en el seno de la capa mezclada. La conjunción de ambos fenómenos
desemboca en la aparición de la interfase estable de densidad que delimita
superiormente la capa mezclada estratificada. Por ello, parte de la energía puesta en
juego se emplea para realizar un trabajo en contra de las fuerzas de flotabilidad que
puede generar ondas internas (Linden, 1979). Dichas ondas de gravedad recorren la
interfase estable y se amortiguan con el tiempo.
En general, las ondas internas distorsionan una distribución de densidad dada
pero no son capaces de modificarla de modo permanente a menos que se rompan.
Entonces su ruptura produce turbulencia constituyendo un mecanismo adicional de
mezcla (Derbyshire y Redondo, 1990; Yagüe, 1992).
La energía disipada por las ondas internas que se propagan lateralmente por
una interfase es directamente proporcional a la diferencia de densidad que existe a
través de dicha interfase (Redondo, 1987; Yagüe, 1992). Por tanto, cuanto más
tiempo se mantenga una interfase estable sin ser erosionada, mayor cantidad de
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
219
energía se disipará. Esta conclusión tiene que entenderse en el contexto de una
interfase estable de densidad que está siendo destruida mediante algún mecanismo.
Esto no se corresponde con nuestra situación experimental en la que dicha interfase
estable se está creando y no se está destruyendo.
Según se ha descrito en el apartado IV.1, el final del proceso de mezcla
turbulenta se caracteriza por presentar un aumento de la estratificación estable en el
estado final del sistema fluido experimental. Este resultado es consecuencia, por una
parte, del hecho de que la capa mezclada es estratificada y, por otro lado, de que el
proceso de mezcla es parcial por la influencia de los penachos turbulentos. El
aumento de la estratificación estable se verifica mediante la presencia de las ondas
internas que tiene lugar para valores mayores que 1 del número de Richardson
(Yagüe, 1992). Bajo estas circunstancias, empiezan a actuar las fuerzas de
flotabilidad asociadas a la estratificación estable y la mezcla comienza a decrecer1.
Esta conclusión es importante porque implica que si el proceso de mezcla turbulenta
no fuera parcial y no surgiera una estratificación estable - no se formara la interfase
estable de densidad- como resultado del mismo, la eficiencia de mezcla sería mayor.
La verificación de esta conclusión se realiza en el apartado VI.2 en el que se han
calculado las eficiencias de mezcla correspondientes a una capa mezclada
homogénea y una capa mezclada estratificada. A partir de la comparación de estas
eficiencias se obtiene que la primera siempre es mayor que la correspondiente al
segundo caso, verificándose la descripción cualitativa que se acaba de proponer.
Por tanto, se concluye que existen varias cuestiones básicas que caracterizan
el comportamiento de la etapa final del proceso de mezcla parcial: la existencia de un
proceso de mezcla que es parcial, la aparición de una estratificación estable en el
sistema fluido experimental constituida por una capa mezclada que está delimitada
superiormente por una interfase estable densidad y la generación de ondas internas
en dicha interfase.
1 Las fuerzas de flotabilidad limitan el tamaño mayor que se permite para los remolinos turbulentos
más eficientes en la producción de mezcla. A partir de este momento, la generación de inestabilidades
de pequeña escala provocadas por zonas en las que hay fluido denso situado por encima del fluido
más ligero ("overturning") decrece e incluso puede llegar a cesar (Dillon, 1982; Itsweire, 1984).
Como consecuencia disminuye la mezcla y, por ello, la eficiencia de mezcla será menor.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
220
IV.2 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
ESTABLE DE DENSIDAD
Este apartado presenta la descripción cualitativa del comportamiento del
proceso de mezcla parcial realizado bajo condiciones iniciales de una distribución de
densidad que es estable. El motivo de la existencia de pruebas experimentales
realizadas con estratificación estable es completar el rango de valores del número de
Atwood y tener en cuenta las diferentes condiciones experimentales existentes.
El procedimiento experimental utilizado es el mismo que el empleado para
los experimentos con una distribución de densidad inestable (apartado III.2.3). No
obstante, existe una gran diferencia en el comportamiento dinámico y en el
desarrollo del proceso de mezcla que depende de la relación de densidades existentes
entre la capa densa y la ligera, es decir, del número de Atwood A. Si las condiciones
experimentales son las correspondientes a una estratificación estable, el número de
Atwood (apartado V.2.1) es negativo porque la hasta ahora denominada capa densa
tiene menor densidad que la capa ligera y que el estrato de gel CMC:
0<⇒< ALD ρρ (4.1)
El hecho de que la capa densa tenga menor densidad que la ligera implica que
cuando entren en contacto durante el proceso de mezcla las fuerzas de flotabilidad
asociadas no lo favorecerán porque se opondrán al movimiento relativo de estos dos
fluidos. Entonces podría deducirse que no existe proceso de mezcla dado que la
energía procedente de la flotabilidad es negativa y los fluidos ni siquiera deberían
entrar en contacto. Sin embargo, esta conclusión es equívoca como lo indican los
fotogramas de las figuras IV.36 a IV.40 que muestran un proceso de mezcla parcial
realizado con una distribución inicial de densidad que es estable. El proceso de
mezcla es posible gracias a la existencia de una energía potencial inicial añadida al
sistema fluido por la altura Ho a la que se sitúa la capa densa como se describe y
analiza en el apartado V.3.1 del presente capítulo.
A continuación, se muestran una serie de fotogramas correspondientes a la
evolución temporal de un experimento de mezcla parcial realizado en un sistema
fluido experimental que tiene una distribución inicial de densidad que es estable.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
221
Figura IV.36. Sistema fluido experimental con una
distribución de densidad que es estable. Este
fotograma constituye el origen temporal de la
secuencia de digitalización (t=0 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.37. Inicio del proceso de mezcla
turbulenta con el desarrollo de un penacho
turbulento (t= 0.48 s). Se observa una ligera
deformación en el estrato de gel CMC.
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.38. Desarrollo vertical del penacho
turbulento de la figura IV.37. Mantiene aún su típica
estructura (t= 1 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.39. Desarrollo vertical del penacho
turbulento (t= 1.4 s). Apenas es perceptible la
microestructura fina. Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-
0.015.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
222
Figura IV.40. Evolución del penacho turbulento
cuya estructura típica comienza a deteriorarse (t= 2
s). El penacho comienza a ser frenado por las fuerzas
flotabilidad Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.41. Finalización del desarrollo del penacho
turbulento, que ha perdido su estructura. Las fuerzas
de flotabilidad sobrepasan al empuje del penacho (t=
2.72 s). Se observa una notable microestructura fina
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.42. El penacho como tal ha desaparecido y
el dominio de las fuerzas flotabilidad opuestas al
movimiento descendente es completo (t= 3.16 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.43. La estructura fluida resultante de la
desaparición del penacho se eleva por flotabilidad
negativa. Existe turbulencia con microestructura fina
(t= 3.88 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
223
Figura IV.44. La estructura fluida resultante cada vez
se eleva más y se desarrolla menos (t= 6.36 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.45. La estructura fluida comienza a
desaparecer según se va extendiendo y la
microestructura fina disminuye (t= 10.24 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.46. Desaparición de cualquier estructura
fluida. La turbulencia decae lentamente (t= 22.24 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura IV.47. Estado final del proceso de mezcla
turbulenta (t= 102.16 s). Se observa una estrecha
capa mezclada situada debajo del estrato de gel
CMC. Experimento de mezcla turbulenta realizado
con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
224
Según se observa en la serie de fotogramas de las figuras IV.36 a IV.47, la
capa densa comienza el experimento penetrando a través del estrato de gel CMC y
entrando en contacto con la capa ligera. Este proceso se realiza preferentemente a
través de la generación de penachos turbulentos forzados antes que mediante la
formación de protuberancias (figuras IV.37 a IV.40). Se destaca que el número de
penachos que puedan formarse es bastante inferior si lo comparamos con el caso
inestable (figura IV.4). Estos penachos, como el de la figura IV.37, se desarrollan
gracias a la energía inicial que posee la capa densa. Según se consume esta energía el
efecto siempre presente de las fuerzas de flotabilidad, que son contrarias al sentido
del movimiento del penacho porque se tiene una distribución de densidad que es
estable, comienza a actuar (figura IV.41). De esta forma, en primer lugar, se frena el
crecimiento del penacho. Posteriormente, la estructura del penacho es deformada y
se observa que su frente convectivo es aplastado (figuras IV.42 y IV.43). Según
transcurre el tiempo, el efecto de la flotabilidad negativa es dominante destruyéndose
el penacho que queda reducido a una estructura fluida alargada que es elevada
lentamente (figuras IV.44 a IV.46). Finalmente, todo queda reducido a la aparición
de una delgada capa fluida situada debajo del estrato de gel CMC, que es la capa
mezclada. Esta es una de las características distintivas de los experimentos realizados
bajo una estratificación estable: la capa mezclada se constituye debajo del estrato de
gel CMC, en contacto con el mismo, y por encima de la capa ligera no mezclada. Por
tanto, la interfase estable de densidad delimita inferiormente a la capa mezclada a
diferencia de lo que pasaba en el caso inestable. Estos resultados están en relación
directa con el efecto de la flotabilidad que impide que el fluido denso penetre una
gran profundidad en la capa ligera.
Los fluidos constituyentes del sistema fluido con una distribución estable de
densidad poseen densidades distintas por lo que sí existe un proceso de mezcla en el
sentido clásico del término. Esta mezcla se realiza principalmente durante el
desarrollo del penacho turbulento, pero también tiene lugar durante la transformación
del penacho en la estructura fluida indefinida a juzgar por la presencia de la
microestructura turbulenta visible en los fotogramas (figuras IV.42 a IV.46).
Dado que la intensidad de la flotabilidad existente como consecuencia de la
diferencia de densidad entre los fluidos se representa por el número de Atwood A
sería de esperar que cuanto mayor sea el valor de este parámetro adimensional, más
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
225
grande debería ser la virulencia del proceso de mezcla. A partir de la observación
cualitativa de la digitalización de las pruebas experimentales bajo condiciones
estables se deduce que la intensidad turbulenta y, de hecho, la microestructura
turbulenta parecen no aumentar al incrementarse el número de Atwood. Por tanto,
podría concluirse que otra de las diferencias de los experimentos con distribución de
densidad estable es la menor intensidad de la mezcla por efecto de la flotabilidad
contraria al proceso.
La división del proceso de mezcla en tres etapas como se ha hecho para el
caso inestable no es tan práctica en el presente caso por la dificultad existente en la
diferenciación de las sucesivas etapas. En concreto, la etapa inicial se extendería
desde el primer contacto entre los dos fluidos hasta que se generan algunos penachos
turbulentos que se desarrollan verticalmente aunque su movimiento de descenso es
frenado por la flotabilidad negativa. Esto hace que apenas se produzca recirculación
en el fluido de la capa ligera en el que penetran los penachos. La gran diferencia de
la etapa inicial en el caso estable es que la interacción entre los penachos es más
difícil y, de hecho, no alcanzan el fondo de la cubeta experimental debido al efecto
contrario de las fuerzas de flotabilidad. Como consecuencia no se genera ninguna
corriente de gravedad horizontal por la parte posterior de la cubeta.
La etapa intermedia comienza con el retroceso evidente de los penachos
generados y se extiende hasta que se empieza a vislumbrar la futura capa mezclada
junto con una incipiente interfase estable de densidad que la delimita inferiormente.
La principal diferencia de esta etapa es la deformación de los penachos generados
hasta que pierden por completo su estructura característica y dejan de existir como
tales. No se genera turbulencia de gran intensidad ni una gran microestructura fina,
pero existen.
Al disminuir la diferencia de densidad entre la capa densa y la mezclada, la
turbulencia decae y se aprecia la formación de la interfase estable con nitidez. La
etapa final del proceso de mezcla bajo una distribución estable de densidad es
aquélla en la que se constituye definitivamente la interfase estable de densidad que
separa la capa mezclada del resto de la capa ligera que no ha participado en la mezcla
y que se sitúa debajo suyo. A partir de la observación de las digitalizaciones no se
concluye que existan ondas internas recorriendo la mencionada interfase estable
aunque teóricamente sería de esperar.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
226
Por otra parte, existe una ligera diferenciación en el comportamiento del
fenómeno en función de la viscosidad del gel µG. A nivel cualitativo se puede decir
que los dos comportamientos distintivos del caso inestable, que son el predominio de
la formación de protuberancias si la viscosidad es grande o el predominio de la
generación de penachos forzados si la viscosidad es menor, no son tan evidentes si
existe una distribución de densidad que es estable. Por tanto, el factor determinante
de los fenómenos fluidos que se desarrollan en este caso son las fuerzas de
flotabilidad y no tanto la viscosidad del gel.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
227
IV.3 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
NEUTRA DE DENSIDAD
Este apartado presenta la descripción cualitativa del comportamiento del
proceso de mezcla parcial realizado bajo condiciones iniciales de una distribución de
densidad que es indiferente. Este tipo de pruebas con estratificación neutra se han
realizado para tener en cuenta otras condiciones experimentales posibles y completar
el rango de valores del número de Atwood, igual que sucedía en el caso estable.
El procedimiento experimental utilizado es el mismo que el empleado para
los experimentos con una distribución de densidad inestable (apartado III.2.3). La
única diferencia reside en que ahora la capa densa y la capa ligera tienen la misma
densidad, de hecho, son la misma disolución salina. Por otra parte, la densidad de la
capa densa es ligeramente mayor que la del estrato de gel CMC por lo que no se ve
impedida a atravesar dicho estrato por efecto de la flotabilidad. A pesar de que el
procedimiento experimental es el mismo, existe una gran diferencia en el desarrollo
del proceso de mezcla.
Si el sistema fluido presenta una distribución de densidad que es indiferente,
el número de Atwood (apartado V.2.1) es nulo:
ρ ρD L A= ⇒ = 0 (4.2)
El comportamiento dinámico y la evolución del proceso de mezcla depende
del número de Atwood A en el sentido de que su valor nulo indica que las fuerzas
flotabilidad correspondientes no impiden ni favorecen el movimiento relativo de los
fluidos. Dado que el número de Atwood es nulo y no se modifica para el caso neutro,
la viscosidad del gel νG tendrá una influencia mayor lo que permite que exista una
ligera diferenciación en el comportamiento en función del gel. Los geles CMC
utilizados son los mismos que en el caso inestable y estable.
El número de Atwood A ha sido hasta ahora considerado como una medida
indirecta de cómo será la intensidad turbulenta desarrollada durante el proceso de
mezcla parcial porque dicha turbulencia es en parte consecuencia del efecto de la
flotabilidad inicial representada por A. Si la situación experimental inicial tiene una
distribución de densidad que es neutra, entonces este parámetro adimensional es
nulo, y, según lo anterior, podría concluirse que no existe efecto de la flotabilidad ni
existiría turbulencia por ella generada. Sin embargo, esta conclusión es errónea
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
228
porque en el caso neutro la turbulencia y el proceso de mezcla están directamente
relacionados con la energía potencial inicial adicional debido al efecto de Ho y no
tanto con la flotabilidad inicial consecuencia de la diferencia de densidad entre los
fluidos que en este caso no existe. El movimiento entre los fluidos tiene lugar gracias
a esta energía potencial adicional mientras que la flotabilidad inicial no favorece ni
impide este movimiento.
Por tanto, si el sistema fluido tiene inicialmente una distribución de densidad
que es indiferente las fuerzas flotabilidad correspondientes no impiden ni favorecen
el proceso de mezcla entre los fluidos. Esto implica que no existe contribución
energética por parte de la flotabilidad inicial y que existe otra fuente energética: el
proceso se realiza exclusivamente gracias a la energía potencial inicial adicional
existente porque la capa densa se sitúa a una altura Ho respecto del estrato de gel
CMC.
Por otra parte, si la distribución de densidad es indiferente el proceso de
mezcla que tiene lugar no es el proceso típico en el sentido siguiente. Al ser una
situación neutra los fluidos constituyentes del sistema poseen la misma densidad y
esto implica que no existe variación de la densidad durante el proceso de mezcla que
podría describirse como un proceso de entremezcla de fluidos de igual densidad.
Como consecuencia la capa mezclada resultante posee la misma densidad que la capa
ligera y la densa.
Los fenómenos fluidos característicos de la situación indiferente abarcan
desde la ausencia de los mismos hasta la generación tanto de penachos turbulentos
como de protuberancias de gel que eran ambos propios del caso inestable. La
diferencia reside en que en el presente caso se generan con mayor dificultad debido
al déficit energético existente, su desarrollo es menor y más lenta su evolución. Sin
embargo, puede afirmarse que estos fenómenos son más probables que en la
situación estable.
A continuación, se muestran una serie de fotogramas correspondientes a la
evolución temporal de un experimento de mezcla parcial realizado bajo la condición
de una distribución inicial de densidad que es indiferente.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
229
Figura IV.48. Sistema fluido experimental con una
distribución inicial de densidad que es indiferente.
Este fotograma constituye el origen temporal de la
secuencia de digitalización (0 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3
y A=0.
Figura IV.49. Inicio del proceso de mezcla turbulenta
mediante la aparición de un penacho turbulento (t=
0.32 s). Experimento de mezcla turbulenta realizado
con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.50. Desarrollo vertical del penacho
turbulento de la figura IV.49 y aparición de un nuevo
penacho (t= 0.44 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.51. Desarrollo vertical de los penachos
turbulentos con su típica estructura (t= 0.48 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
230
Figura IV.52. Evolución de los penachos turbulentos
que comienzan a interaccionar lateralmente (t= 0.64
s). Formación incipiente de nuevos penachos.
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.53. Evolución de los penachos turbulentos
con interacción lateral (t= 0.72 s). Formación inicial
de una protuberancia de gel. Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.54. Evolución de los penachos turbulentos
y de la protuberancia de gel (t= 0.92 s). Los primeros
penachos han desaparecido como tales. Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02
g/cm3 y A=0.
Figura IV.55. Interacción lateral generalizada entre
los penachos turbulentos (t= 1.52 s). La protuberancia
de gel comienza a romperse a través de la formación
de varios penachos. Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
231
Figura IV.56. La protuberancia de gel se rompe
generando varios penachos turbulentos que
comienzan a desarrollarse (t= 2.32 s). Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02
g/cm3 y A=0.
Figura IV.57. Interacción generalizada entre todos los
penachos turbulentos desarrollándose en el interior de
la capa ligera (t= 3.72 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.58. Desarrollo pleno del proceso de mezcla
con turbulencia generalizada. Los penachos
turbulentos han desaparecido y se inicia la formación
de la capa mezclada (t= 7.92 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3
y A=0.
Figura IV.59. Mezcla generalizada en el interior de la
cubeta experimental. La microestructura fina
comienza a disminuir. Aún se observan zonas de
origen de penachos (t= 11.32 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3
y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
232
Figura IV.60. Disminución de la turbulencia, luego
de la mezcla. La microestructura fina prácticamente
ha desaparecido y la capa mezclada ya es
identificable (t= 14.92 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.61. La capa mezclada ya formada y tras
rebotar en el fondo de la cubeta experimental se eleva
lentamente (t= 36.92 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.62. Movimiento de ascenso de la capa
mezclada (t= 48.52 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura IV.63. Estado final del proceso de mezcla
turbulenta bajo condiciones neutras (t= 57.88 s). Se
observa una capa mezclada de espesor variable
situada debajo del estrato de gel CMC. Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02
g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
233
La figura IV.48 muestra el inicio de un experimento de mezcla turbulenta con
una distribución inicial de densidad que es indiferente. Este inicio coincide con la
caída de la capa densa sobre el estrato de gel CMC. A continuación, la capa densa
atraviesa el estrato de gel y entra en contacto con la capa ligera que tiene su misma
densidad (figuras IV.49). Se observa claramente que se generan penachos turbulentos
cuyo desarrollo e interacción (figuras IV.50 a IV.57) dan lugar al proceso de mezcla
turbulenta que se extiende a todo el volumen de la cubeta experimental. Hasta este
momento el experimento de mezcla es semejante al que se produce en el caso de la
distribución inestable de densidad, salvo por el menor número de penachos
turbulentos formados. El desarrollo de los penachos turbulentos y de la mezcla tiene
lugar mientras existe suficiente energía potencial inicial suministrada por la altura
Ho de la capa densa.
La diferencia más notable se observa hacia el final del proceso de mezcla. Las
figuras IV.58 a IV.63 muestran que según se constituye la capa mezclada ésta
asciende. Este ascenso es consecuencia del rebote de la capa mezclada contra el
fondo de la cubeta experimental. De nuevo, el efecto de las fuerzas de flotabilidad
asociadas a la situación indiferente son las que determinan el comportamiento
posterior. Hacia el final del proceso, la energía inicial se ha consumido lo que
provoca que la capa mezclada tras su ligero ascenso quede suspendida en el fluido
ambiente, que es la capa ligera, sin apenas desarrollo posterior como se observa en
los últimos fotogramas. Entonces, el proceso de mezcla parece quedar congelado.
Como consecuencia, la capa mezclada que se constituye tiene una extensión irregular
y se sitúa debajo del estrato de gel sin alcanzar el fondo de la cubeta experimental.
Por ello, la interfase estable que separa la capa mezclada de la capa ligera que no
interviene en la mezcla no es horizontal sino que puede presentar ondulaciones.
En general, la intensidad de la microestructura fina y del proceso de mezcla
están, en este caso, directamente relacionados con la energía potencial inicial, y no
tanto con la flotabilidad consecuencia de la diferencia de densidad existente entre los
fluidos que como tal no existe.
La división del proceso de mezcla en tres etapas es semejante a la realizada
en la situación inestable. La etapa inicial se correspondería con la formación,
desarrollo vertical de los penachos turbulentos (figuras IV.49 a IV.54). Su
movimiento de descenso no es ni favorecido ni inhibido por la flotabilidad respecto
del fluido ambiente, generando una ligera recirculación en el fluido de la capa ligera
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
234
e iniciando así la mezcla. La etapa intermedia se correspondería con la interacción
lateral de los penachos turbulentos generándose así otro mecanismo de mezcla
(figuras IV.55 a IV.58). No se desarrolla una gran microestructura fina, luego la
turbulencia no es de gran intensidad. Durante esta fase intermedia comienza la
formación de la futura capa mezclada. Al decaer la turbulencia comienza a apreciarse
la interfase estable con nitidez. La etapa final es aquélla en la que se constituye
definitivamente dicha interfase estable que limita inferiormente la capa mezclada y
así la separa del resto de la capa ligera que no ha participado en la mezcla (figuras
IV.59 a IV.63).
A continuación, se muestran otra serie de fotogramas asociados a la evolución
temporal de un experimento de mezcla correspondiente a una distribución neutra de
densidad realizado con el gel más viscoso. El número de Atwood es el mismo que en
la serie de fotogramas correspondientes a las figuras IV.48 a IV.63 puesto que es
nulo y no hay variación del mismo de unas pruebas a otras. Esta nueva serie permite
apreciar cualitativamente las pequeñas diferencias de comportamiento existentes
entre experimentos realizados con distintos geles CMC.
Figura IV.64. Sistema fluido experimental con una
distribución inicial de densidad que es neutra. Este
fotograma constituye el origen temporal de la
secuencia de digitalización (t= 0 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=0.
Figura IV.65. Inicio del proceso de mezcla
turbulenta. La capa densa no es capaz de atravesar el
estrato de gel CMC y queda retenida en él. Inicio de
la formación de una protuberancia (t=1.08 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
235
Figura IV.66. Crecimiento de la protuberancia
generada en el estrato de gel CMC (t= 1.64 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.67. Evolución de la protuberancia de gel
CMC. Se observa la capa densa retenida en su
interior (t= 2.2 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.68. La capa densa contenida en el interior
de la protuberancia de gel comienza a concentrarse
en una zona (t= 9.48 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.69. La protuberancia de gel adquiere una
forma más redondeada mientras la capa densa de su
interior presiona por salir (t= 27.08 s). Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
236
Figura IV.70. La protuberancia de gel se rompe y la
capa densa comienza a fluir sin forma definida
entrando en contacto con la capa ligera (t= 47.88 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.71. Continúa la ruptura de la protuberancia
de gel. La capa densa fluye lentamente sin la
aparición de ninguna estructura fluida (t= 53.48 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.72. La capa densa se extiende a lo largo de
la cubeta experimental sin la aparición de ninguna
estructura fluida (t= 81.48 s). Durante este proceso
tiene lugar la mezcla Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.73. La protuberancia de gel comienza a
perder su forma característica (“se desinfla”) al
vaciarse de la capa densa (t= 97.68 s). Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
237
Figura IV.74. La protuberancia de gel continúa su
proceso de vaciado. La capa densa fluye a través de
una estructura en forma de chorro que no es capaz de
desarrollarse por las condiciones de estratificación
(t= 122.28 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura IV.75. La protuberancia de gel prácticamente
ha desaparecido y tiende a recuperar su estado
original dentro del estrato de gel. La capa mezclada
ya está constituída (t= 166.68 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=0.
Tras la deposición de la capa densa (figura IV.64) y nada más iniciarse el
experimento se observa la primera diferencia: no se forma ningún penacho turbulento
sino que la capa densa queda retenida en el interior del estrato de gel apareciendo la
consiguiente protuberancia (figuras IV.65 a IV.67). Al ser frenada de esta forma la
Figura IV.76. Estado final del proceso de mezcla
turbulenta (t= 202.68 s). Se observa una estrecha capa
mezclada situada debajo del estrato de gel CMC.
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
238
capa densa eso significa que su energía total inicial no es suficiente como para
vencer la fuerza viscosa que ejerce el gel al ser atravesado.
Los fotogramas sucesivos desde la figura IV.68 hasta la figura IV.70
muestran que el experimento evoluciona de forma tal que el único fenómeno que
tiene lugar es el aumento del volumen de la protuberancia de gel. Este crecimiento
continúa hasta que la presión ejercida por el fluido denso es superior a la tensión
viscosa del gel, momento en el que tiene lugar la ruptura de la protuberancia como se
observa en las figuras IV.70 y IV.71. Como consecuencia de esta ruptura no aparece
ningún penacho turbulento como sí sucedía en el caso inestable. En su lugar, la capa
densa emerge en forma indefinida, es decir, sin ninguna estructura fluida reconocible
(figuras IV.71 a IV.73).
Una vez que la estructura fluida ha emergido se encuentra con el fluido
ambiente, que es la capa ligera, respecto del cual presenta una estratificación neutra.
Por esta razón, la estructura fluida no se ve favorecida ni tampoco impedida en su
desarrollo y movimiento. En principio, no debería moverse pero sí lo hace debido a
la energía adicional que le suministra la altura real Ho de la capa densa que es la
única fuente energética presente en este caso. Por este motivo la evolución de esta
estructura fluida es bastante lenta (figuras IV.73 a IV.76), tendiendo a mantenerse
aproximadamente en el mismo nivel en el que aparece y sin ningún tipo de desarrollo
vertical sino horizontal. Como consecuencia, la capa mezclada resultante es de
pequeño espesor y se sitúa debajo del estrato de gel CMC y encima de la capa ligera
que no ha sufrido mezcla alguna.
A partir de la comparación de las dos series de fotogramas se deduce que las
características y el desarrollo del proceso de mezcla turbulenta son muy diferentes en
función del gel utilizado. Si la viscosidad del gel es la menor entonces sí puede tener
lugar la formación de penachos turbulentos y la evolución del proceso es más
parecida a la que tenía lugar en el caso inestable. Si la viscosidad del gel es mayor, el
desarrollo del proceso cambia radicalmente, no se forman penachos turbulentos y los
efectos derivados de la viscosidad gobiernan el fenómeno.
Por otra parte, se concluye que la diferencia principal de los procesos de
mezcla turbulenta realizados bajo una distribución inicial de densidad que es neutra
es el predominio del efecto de la energía potencial inicial asociada a la altura Ho de
la capa densa respecto del estrato de gel y la no existencia de flotabilidad aunque sí
tiene un efecto. En relación con estas características surge otra de las propiedades
CAPÍTULO IV Descripción cualitativa de los procesos de mezcla parcial turbulenta
239
distintivas de estos experimentos que es la situación de la capa mezclada tras el
proceso de mezcla parcial. Dicha capa se constituye de forma poco homogénea, se
extiende en el interior de la cubeta experimental mientras tenga energía hasta quedar
situada debajo del estrato de gel CMC (figura IV.76). Por todo ello, la interfase
estable de densidad, que delimita inferiormente a la capa mezclada, no es horizontal
y es poco nítida, presentando numerosas heterogeneidades.
CAPÍTULO V
LOS PARÁMETROS
EXPERIMENTALES
CARACTERIZADORES DEL
PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
240
V.1 INTRODUCCIÓN
El Capítulo V presenta las herramientas analíticas que permitirán el estudio
cuantitativo de los experimentos descritos en el Capítulo IV. El objetivo es estudiar
el desarrollo del proceso de mezcla turbulenta bajo diferentes condiciones iniciales
en la estratificación de densidad, que ha sido preferentemente inestable. Las pruebas
experimentales se clasifican en dos grupos. En el primer grupo se sitúan los
experimentos realizados bajo condiciones iniciales de estratificación inestable, que
constituyen la mayor parte de los experimentos realizados. El segundo grupo
corresponde a los experimentos realizados bajo condiciones iniciales de
estratificación estable e indiferente, con un número mucho menor de pruebas que se
han hecho con el fin de completar las condiciones de estratificación. Los estudios
realizados a partir de los datos experimentales son de dos tipos: un análisis de las
características globales del proceso de mezcla y un estudio de la evolución temporal
del proceso.
El análisis global del proceso de mezcla se caracteriza por estudiar la mezcla
turbulenta en su conjunto, sin tener en cuenta los fenómenos intermedios. Para ello se
considera exclusivamente el estado inicial del sistema fluido (figura III.23) y la
situación final que resulta tras el desarrollo completo de la mezcla (figura III.23). Las
magnitudes que caracterizan globalmente el proceso de mezcla son el número de
Atwood A, la eficiencia de mezcla η y la altura de la capa mezclada hM.
El estudio de la evolución temporal del proceso de mezcla consiste en
analizar algunas de las características del proceso de mezcla en distintos instantes del
tiempo. Entre estas características están el desarrollo de la altura de la capa
mezclada, el del frente convectivo o la velocidad de descenso de los penachos
turbulentos VD.
Recordemos que según el procedimiento experimental descrito en el Capítulo
III el estado inicial consta de tres capas fluidas en reposo empleándose un estrato de
gel CMC para separar la capa densa de la ligera. En la parte inferior de la cubeta
experimental se sitúa la capa ligera y encima de ella se coloca el estrato de gel CMC,
constituyéndose entre ambos fluidos una interfase estable. Por encima se sitúa la
capa densa. El estado final del sistema fluido consta de una capa mezclada
estratificada separada por una interfase estable de la capa ligera no mezclada. El
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
241
estrato de gel CMC se ha elevado ligeramente respecto de su posición inicial y
permanece por encima de la capa ligera sobrante.
V.2 LOS PARÁMETROS EXPERIMENTALES
Las magnitudes que se obtienen a partir de las medidas experimentales son el
número de Atwood A, la altura de la capa mezclada hM y la eficiencia de mezcla η.
Además hay que considerar que la altura de la capa mezclada hM es una medida
experimental directa a diferencia de los otros dos cuya obtención es indirecta. Los
siguientes apartados describen más detenidamente cada uno de estas magnitudes.
Respecto al número de Reynolds Re, como se describe en los apartados
dedicados a la convección del Capítulo II, no es un parámetro adecuado para la
descripción de fenómenos asociados a la convección libre porque no es
independiente del número de Grashof y el de Prandtl, parámetros que están
directamente relacionados con este tipo de convección (Tritton, 1999). Respecto al
número de Rayleigh Ra no resulta ser un parámetro apropiado para la descripción de
la situación experimental porque no existe convección térmica.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
242
V.2.1 EL NÚMERO DE ATWOOD
El número de Atwood A es un parámetro adimensional que representa la
relación de densidades existente en el sistema fluido. Esta magnitud se define
mediante la siguiente expresión:
A D L
D L
=
−
+
ρ ρ
ρ ρ
(5.1)
donde ρD es la densidad de la capa fluida densa y ρL la de la capa ligera. El número
de Atwood tiene un límite teórico superior porque no puede ser mayor que 1. Si fuera
mayor que la unidad, se tendría que:
A D L
D L
L> ⇒
−
+
> ⇒ >1 1 0 2ρ ρ
ρ ρ
ρ (5.2)
desigualdad que es imposible de verificar dado que la densidad es una magnitud
positiva. Sin embargo, el número de Atwood puede valer la unidad si ρ L = 0, es
decir, cuando la disolución ligera no exista pero esta situación no es real y, además,
en ningún experimento se verifica el límite 0→Lρ .
Los experimentos mayoritariamente se han realizado bajo condiciones
iniciales de estratificación inestable y, por tanto, se verifica que:
ρ ρD L A> ⇒ > 0 (5.3)
es decir, el número de Atwood siempre es positivo si la estratificación es inestable lo
que constituye un límite inferior para este parámetro. Por tanto, el número de
Atwood sólo toma valores comprendidos entre 0 y 1 si la distribución inicial de
densidad es inestable.
Por otra parte, no todos los experimentos corresponden a condiciones
iniciales de estratificación inestable, sino que se han realizado también experimentos
con estratificaciones estable e indiferente. La definición del número de Atwood
(ecuación 5.1) es la misma bajo cualquiera de estas situaciones. La estratificación
indiferente se caracteriza porque la capa densa tiene la misma densidad que la ligera
ρD=ρL, y, por tanto, el número de Atwood será nulo. La estratificación estable es
aquélla en la que la denominada hasta ahora capa densa tiene menor densidad que la
ligera, luego el número de Atwood será negativo.
En resumen, para estratificaciones iniciales inestables el número de Atwood
sólo toma valores comprendidos entre 0 y 1; si la estratificación es indiferente este
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
243
parámetro es nulo y si la estratificación es estable toma valores negativos. Por tanto,
para cualquier tipo de estratificación fluida el número de Atwood puede tomar
cualquier valor por debajo de la unidad, que es la única cota teórica. Delimitado el
rango de valores que puede tomar el número de Atwood, se analiza cómo afecta el
mismo a la elección de las densidades de las disoluciones que constituirán la capa
densa.
Existe otro límite de tipo experimental para la densidad de la disoluciones
salinas que viene impuesto por la solubilidad del cloruro sódico en agua fría, que es
de 35.7 gramos por 100 cm3 a 0ºC1. De hecho, densidades del orden de 1.400 g/cm3 o
superiores no son posibles en el presente trabajo aunque se deduzcan imponiendo
determinados valores al número de Atwood. Por ello, existe de una cota superior
experimental para el número de Atwood en el presente trabajo que es del orden de
0.13 para los experimentos con el gel más viscoso y 0.14 para los realizados con el
gel menos viscoso. A este límite le corresponde una disolución salina de densidad
1,357 g/cm3 a 0ºC. Sin embargo, en la práctica de laboratorio podría superarse este
valor dado que los experimentos se han realizado a temperaturas ambiente superiores
(en promedio 23ºC). No obstante, se ha elegido como densidad máxima para la
disolución constituyente de la capa densa el valor de 1.350 g/cm3.
Adicionalmente, la disolución de menor densidad que se puede emplear
corresponde al agua destilada. Por motivos técnicos (dificultad de obtención de este
tipo de agua ) se ha optado por una disolución de densidad 1.010 g/cm3 que será
como la capa densa en un sistema con estratificación inicial estable. Si las pruebas
experimentales son con una estratificación inicial indiferente la denominada capa
densa ha de tener la misma densidad que la de la capa ligera, cuyo valor está en
función de la densidad del gel CMC utilizado. Finalmente, si el valor de la densidad
de la capa densa es mayor que el de la capa ligera las condiciones corresponderán a
las de una estratificación inestable siendo el número de Atwood menor que 1.
1 En agua caliente la solubilidad del cloruro sódico es de 39.12 gramos por 100 cm3 a 100 ºC.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
244
V.2.2 LA ALTURA DE LA CAPA MEZCLADA
La altura de la capa mezclada hM representa la altura a la que se sitúa la
interfase estable de densidad que separa la capa mezclada del resto de capa ligera que
no ha participado en el proceso de mezcla (figuras III.23 y V.6). Por tanto, está en
relación directa con el comportamiento del proceso de mezcla y es una evaluación
alternativa del mismo, pero no de tipo energético. Por ello es de esperar que aquellos
experimentos en los que tenga lugar una mayor mezcla, generarán una altura hM
mayor.
La altura de la capa mezclada hM se mide directamente sobre la imagen del
estado final del sistema fluido experimental suministrada por el shadowgraph. Al
finalizar el experimento, se espera a que la mezcla decaiga y que la interfase estable
de densidad se estabilice. Entonces se realiza la medida de la posición de esta
interfase o a altura de la capa mezclada hM en varios puntos aproximadamente
equidistantes y situados sobre dicha interfase de densidad. Posteriormente, se obtiene
un valor medio para la altura hM realizando un promedio aritmético sobre todos los
puntos.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
245
V.2.3 EL CONCEPTO DE EFICIENCIA DE MEZCLA
El análisis del comportamiento de la estratificación fluida se realiza a través
de la ecuación de la energía cinética turbulenta e (ecuaciones 2.5 y 2.6) que permite
estudiar su evolución. En esta ecuación aparecen los términos que representan la
producción de flujos, los términos generadores de energía cinética turbulenta
(fuentes) y los que destruyen dicha energía (sumideros), así como los términos de
disipación viscosa. Los denominados términos de flotabilidad pueden ser tanto
productores como destructores de energía cinética turbulenta dependiendo del tipo de
estratificación presente en el sistema fluido. Si hay una estratificación estable son
sumideros de energía cinética turbulenta mientras que para una estratificación
inestable son fuentes (Redondo,1989).
El estudio del comportamiento de los sistemas fluidos estratificados se realiza
por medio del número de Richardson de flujo. Este parámetro adimensional
representa la relación existente entre los términos de producción de energía cinética
turbulenta P y los de su disipación mediante los procesos de mezcla εm (Redondo,
1989):
t
e
wg
P
R m
f
∂
∂
′′−
==′
2
1
ρ
ρε
(5.4)
que es un número de Richardson de flujo local.
Por tanto, el número de Richardson de flujo Rf se define como aquella
fracción de la energía cinética disponible que se utiliza para la mezcla mientras que
el resto es disipada por los efectos viscosos (Linden, 1980; Redondo, 1987; Yagüe,
1992). Por ello, esta definición es equivalente al concepto de eficiencia de mezcla,
entendido como la relación entre la variación de la energía potencial del sistema
fluido por unidad de tiempo y masa y el flujo de energía suministrado al mismo
(Redondo,1989). Esto implica deducir un número de Richardson de flujo global
definido a lo largo del proceso de mezcla en toda el recipiente experimental como se
representa por la doble integración de la siguiente expresión (Redondo, 1989):
∫ ∫ ∆
∆
=′=
H
T
ff Ec
EpdzdtRR
0
0
.. (5.5)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
246
La eficiencia de mezcla η es un parámetro adimensional que proporciona
información sobre el rendimiento del proceso de mezcla. Debido a su significado
energético es esencial en el estudio de todo proceso de mezcla. Esta magnitud
representa aquella fracción de la energía total suministrada al sistema fluido que se
emplea para producir mezcla turbulenta en el mismo. Existen numerosas expresiones
basadas en esta definición y adaptadas a diferentes procedimientos experimentales
que permiten la obtención de la eficiencia de mezcla asociadas a procesos de mezcla
tanto bajo condiciones estables, por ejemplo, a través de interfases estables de
densidad, como inestables, mediante una inestabilidad de Rayleigh-Taylor, que
constituyen los precedentes analíticos de la relación deducida en el presente trabajo
(Linden & Redondo, 1991; Yagüe, 1992).
La eficiencia de mezcla η será analizada en profundidad en el apartado V.3
del presente capítulo en relación con el modelo de laboratorio planteado en este
trabajo, planteándose su definición y deduciéndose su expresión analítica.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
247
V.3 LA EFICIENCIA DE MEZCLA
Un sistema físico emplea una parte de la energía disponible para realizar un
trabajo en contra de los rozamientos y las fricciones viscosas, resultando que
idealmente podría realizar más trabajo que es el trabajo motriz, Wdisponible, del que
realmente hace que es el trabajo útil, Wútil. Por ello, se define el concepto de
eficiencia que representa aquella energía utilizada por un sistema para la realización
de un determinado trabajo.
En el presente estudio se analiza un sistema fluido constituido por 3 fluidos
homogéneos y de distinta densidad. El resultado del trabajo realizado (no lo recibe,
lo realiza) por dicho sistema es la mezcla turbulenta entre dos de los fluidos que lo
constituyen. Por ello, la eficiencia de mezcla η representará aquella fracción de la
energía suministrada al sistema fluido que se emplea para producir mezcla en el
mismo.
La eficiencia de mezcla η es un parámetro adimensional basado
exclusivamente en factores energéticos. La cuantificación del balance de energía
representado por este parámetro se realiza mediante el cálculo de la energía potencial
asociada a los estados inicial y final, que caracterizan globalmente la evolución del
sistema fluido. La energía potencial de un fluido se evalúa mediante la siguiente
expresión (Linden & Redondo, 1991; Redondo, 1989; Yagüe, 1992):
( ) dzzzgSEp
h
...
0
ρ∫= (5.6)
donde S es el área de la superficie sobre la que se depositan los fluidos, h es la altura
de la capa fluida y ρ(z) es el perfil vertical de densidad correspondiente a dicha capa.
Las capas fluidas existentes en los experimentos realizados han sido siempre
homogéneas, lo que implica que el perfil de densidad es una constante que puede ser
extraído de la integral. La única excepción es la capa mezclada obtenida al final del
proceso de mezcla y que está estratificada establemente, existiendo, por tanto, una
variación vertical de la densidad que afecta al proceso de integración.
La variación total de la energía potencial producida durante la evolución del
sistema fluido es la diferencia entre la energía potencial del estado final y la energía
potencial del estado inicial. Según la anterior definición (5.6), esta variación de la
energía potencial se obtiene a través de la comparación de los perfiles de densidad
antes y después del proceso de mezcla. Dado que la situación experimental inicial es
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
248
inestable desde el punto de vista de la estratificación de densidad, la variación total
de la energía potencial es negativa,∆Ep < 0 , es decir, durante la evolución del
fenómeno la energía potencial disminuye.
La variación total de la energía potencial es la energía de que dispone el
sistema fluido porque experimentalmente no existe ninguna aportación externa de
energía. Por tanto, esta es toda la energía de que dispone el sistema fluido y que se
utiliza para el desarrollo de diversos fenómenos, que son:
a.- Generación de energía cinética, que se manifiesta desde el cambio de
posición del centro de masas o reordenación de las distintas capas fluidas hasta la
formación y desplazamiento vertical de los penachos turbulentos.
b.- Generación de mezcla turbulenta entre los fluidos miscibles.
c.- Pérdida de energía por efectos viscosos, es decir, en forma de trabajo
realizado para vencer las fricciones viscosas tanto en el gel como en las disoluciones
salinas, incluyéndose el trabajo de deformación del estrato de gel CMC al ser
atravesado por la disolución densa.
d.- Generación de ondas internas en la interfase estable de densidad que limita
superiormente la capa mezclada formada al final del proceso de mezcla.
e.- Generación de vorticidad en el transcurso de los movimientos fluidos.
Por tanto, sólo una parte de la variación de la energía potencial se emplea
para producir mezcla turbulenta entre los fluidos miscibles, que es el trabajo
realizado por el sistema fluido que nos interesa analizar y es uno de los objetivos
principales del presente estudio. Por ello, se define el coeficiente de eficiencia de
mezcla como aquella fracción de la energía total suministrada al sistema fluido que
se emplea para producir mezcla turbulenta, siendo el rendimiento del trabajo de
mezcla realizado por el sistema fluido.
A partir de la definición de la eficiencia de mezcla se deduce que es preciso
evaluar la energía máxima que idealmente podría recibir el sistema fluido. Sin
embargo, la determinación directa de esta energía es complicada. La máxima
cantidad de energía que podría suministrarse al sistema fluido coincide con la
máxima variación que la energía potencial podría sufrir. En el Apéndice V.1 se
demuestra que el proceso sin mezcla, característico de fluidos inmiscibles, posee una
variación de la energía potencial ( )∆Ep SIN que es el máximo cambio que dicha
energía podría sufrir en un proceso de mezcla semejante al analizado El proceso sin
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
249
mezcla es aquél en el que los fluidos intercambian sus posiciones sin producirse
mezcla alguna (figura V.13). Por tanto, la máxima cantidad de energía que podría
suministrarse al sistema fluido coincide con la variación de la energía potencial
asociada a un proceso sin mezcla (Apéndice V.1).
El proceso real de mezcla es un proceso de mezcla parcial que se caracteriza
porque la mezcla entre la capa densa y la ligera no es completa. El motivo es la
aparición de los penachos turbulentos que generan dentro de la capa ligera un
volumen cónico en el que no es posible la mezcla con la capa densa. Como
consecuencia, siempre existirá una parte de la capa ligera que no participa en el
proceso de mezcla. Esto genera la aparición de una capa mezclada estratificada
separada por una interfase estable de la capa fluida ligera no mezclada, como se
observa en la serie de fotogramas de las figuras IV.17 a IV.22 y en la figura V.6.
Esto significa que sólo una parte de la energía total suministrada al sistema es
utilizada para producir mezcla fluida, siendo esta fracción la energía útil para el
trabajo de mezcla. El resto de la energía no utilizada para la producción de mezcla
entre los fluidos miscibles se emplea en el desarrollo de los restantes fenómenos
descritos.
Concluimos que el análisis del fenómeno experimental requiere el estudio de
tres procesos de mezcla diferentes, unos reales y otros ideales. Por una parte,
tenemos el proceso de mezcla parcial que es el que acontece en la realidad; por otra
parte, está el proceso de mezcla completa que es ideal. Y, finalmente, el proceso sin
mezcla correspondiente a la utilización de fluidos inmiscibles. En el apartado V.3.3
se analiza el proceso de mezcla parcial bajo condiciones inestables, en el Apéndice
V.1 se aborda el proceso sin mezcla y en el Apéndice V.2, el proceso de mezcla total.
Como se ha descrito en los apartados III.2.1 y III.2.3 es notablemente difícil
en la práctica experimental establecer una interfase de densidad directa entre la capa
densa y la capa fluida ligera, que se correspondería con la situación de una
inestabilidad de Rayleigh-Taylor. Por tanto, el modelo de laboratorio que sustenta el
presente trabajo no representa o modeliza dicha inestabilidad. Sin embargo, la
definición de la eficiencia de mezcla η que permite analizar el proceso de mezcla
tiene su fundamento teórico en los conceptos de la inestabilidad de Rayleigh-Taylor
(Linden & Redondo, 1991; Linden, Redondo & Youngs, 1994).
La obtención de la expresión de la eficiencia de mezcla requiere la
identificación previa de la energía máxima que se podría suministrar al sistema
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
250
fluido, Wdisponible y la energía utilizada por el mismo en el proceso de mezcla fluida,
Wútil.
Según se demuestra en el Apéndice V.3, la energía máxima de que podría
disponer el sistema fluido es la variación de la energía potencial asociada a un
proceso sin mezcla:
(5.7)
Y la energía de la que realmente dispone el sistema fluido es la variación de
la energía potencial correspondiente al proceso de mezcla parcial real:
( )W Eputil PARCIAL= ∆ (5.8)
Utilizamos para nuestro trabajo una expresión genérica de la eficiencia de
mezcla en la que se sustituyen los anteriores resultados y se tendrá que (Linden &
Redondo, 1991; Linden, Redondo & Youngs, 1994):
( )
( )
( ) ( )
( )
( )
( )SIN
PARCIAL
SIN
PARCIALSIN
SIN
PARCIAL
disponible
util
EXP Ep
W
Ep
WEp
Ep
Ep
W
W
∆
∆
−=
∆
∆+∆
−=
∆
∆
−=−= 111η
(5.9)
El numerador de la expresión (5.9) de la eficiencia de mezcla experimental
representa la energía utilizada por el sistema fluido para generar la mezcla entre los
fluidos miscibles, que como se ha mencionado es una fracción de la energía de que
dispone el sistema, ( )∆Ep PARCIAL . El denominador de la expresión (5.9) es la máxima
energía que idealmente podría suministrarse al sistema fluido, la correspondiente al
cambio de la energía potencial en un proceso sin mezcla.
En la deducción de la expresión (5.9) de la eficiencia de mezcla se ha hecho
uso de la siguiente relación que será demostrada en el apartado V.3.3:
( ) ( ) ( )∆ ∆ ∆Ep Ep WPARCIAL SIN PARCIAL= + (5.10)
que muestra que la variación de la energía potencial correspondiente al proceso de
mezcla parcial puede expresarse en función del cambio de esa misma energía en el
proceso sin mezcla.
El significado físico correspondiente al término ( )∆W PARCIAL se deduce de la
comparación entre el proceso de mezcla parcial y el proceso sin mezcla. El proceso
real de mezcla se caracteriza por la existencia de una mezcla parcial entre los fluidos,
verificándose la siguiente desigualdad cuya demostración se da en el Apéndice V.3:
( ) ( )∆ ∆Ep EpPARCIAL SIN< (5.11)
( )SINdisponible EpW ∆=
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
251
o equivalentemente,
( ) ( ) ( )∆ ∆ ∆W Ep EpPARCIAL SIN PARCIAL= − > 0 (5.12)
En el proceso real de mezcla parcial entre los fluidos, parte de la variación de
la energía potencial que tiene lugar se utiliza en la reordenación de las capas fluidas y
en la generación de mezcla entre los mismos. En cambio, en el proceso sin mezcla,
toda la variación de la energía potencial se emplea exclusivamente en cambiar la
posición de las masas fluidas. Por tanto, observamos que la única diferencia existente
entre ambos procesos está en relación con la mezcla entre los fluidos, que se
manifiesta como una diferencia energética que representamos por ( )∆W PARCIAL y que
ha de tener el significado de la energía utilizada para mezclar los fluidos.
El apartado V.3.3 presenta la deducción de la expresión analítica concreta
correspondiente a esta definición de la eficiencia de mezcla. Según esta definición
(5.9) el cálculo se reduce a la obtención de la variación de la energía potencial tanto
en el proceso sin mezcla como en el de mezcla parcial (proceso experimental).
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
252
V.3.1 INFLUENCIA DE UNA ALTURA INICIAL EN LA
CAPA DENSA
El apartado III.2.3 del Capítulo III describe el procedimiento experimental
destacándose la utilización de un conjunto de cajas móviles cuyos fondos están
agujereados (figuras III.4, III.5 y III.20). Como se explicaba entonces, la necesidad
de la utilización de estas cajas deriva de la dificultad práctica para colocar la capa
densa sobre el estrato de gel al existir entre ellos una interfase inestable de densidad.
La presencia de este sistema de cajas móviles hace que la capa fluida densa posea
una altura inicial Ho (figuras III.23 y V.6) que en condiciones ideales no tendría,
entendiendo por tales aquéllas en las que la capa densa está situada en contacto
directo sobre el estrato de gel. Otra consecuencia de la utilización del sistema de
cajas es que la capa densa queda inicialmente extendida sobre un área SC distinta del
área S de la cubeta experimental en la que se colocan la capa ligera y el estrato de
gel. Además, la capa densa tiene un espesor hD’ diferente del espesor hD que
ocuparía si estuviera situada en la cubeta experimental.
La influencia de la altura inicial Ho de la capa densa se analiza
exclusivamente para el proceso de mezcla parcial. La consecuencia final de esta
situación experimental resulta ser un aumento de la energía potencial inicial y de la
variación de la energía potencial del sistema fluido asociada al proceso de mezcla
parcial. La altura Ho no afecta a la formulación de la energía potencial final.
El efecto de la altura inicial Ho de la capa densa sobre la energía potencial
inicial viene representado por la aparición de un término adicional en su expresión
correspondiente. Esto implica un incremento en dicha energía respecto a la que se
tendría en la situación ideal en la que no existiera el sistema de cajas móviles, luego
no existiera la altura Ho. La energía potencial inicial correspondiente al estado inicial
del sistema fluido experimental real (figura V.6) es:
Ep m g h m g h e m g h e H h
o L
L
G L D L o
D= + +⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
+ + + +
′⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟2 2 2
(5.13)
Si en la práctica experimental se hubiera podido prescindir del sistema de
cajas móviles y se hubiera podido depositar directamente la capa densa sobre el
estrato de gel (figura V.1), entonces la energía potencial inicial correspondiente
tendría la siguiente expresión:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
253
Ep m g h m g h e m g h e h
o L
L
G L D L
D= + +⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
+ + +⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟2 2 2
(5.14)
Figura V.1. Situación inicial ideal correspondiente al caso en el que la capa densa se coloca
directamente sobre el estrato de gel CMC sin la intervención de ningún mecanismo que perturbe el
estado inicial (no se utiliza el sistema de cajas móviles). Notación: hD , espesor de la capa fluida densa
si está contenida en la cubeta experimental; hG, espesor del estrato de gel; hL altura inicial de la capa
fluida ligera.
La principal diferencia entre las expresiones (5.13) y (5.14) es la presencia en
la primera de un término adicional m gHD o que representa el efecto de la altura
inicial Ho de la capa densa sobre la energía potencial inicial. Existe otra diferencia
entre ambas expresiones que también es consecuencia del procedimiento
experimental. Como se ha descrito anteriormente, la capa densa está inicialmente
extendida sobre un área SC y tiene un espesor hD’. El efecto de esta última
característica experimental está representado por la diferencia entre los términos
m g
h
G
D′
2
de la expresión (5.13) y m g h
G
D
2
de la expresión (5.14). Finalmente, el efecto
CAPA DENSA, mD
CAPA LIGERA, mL
ESTRATO DE GEL, mG
hD
hG
hL
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
254
global sobre la energía potencial inicial derivado del procedimiento experimental o
de las características experimentales de la capa densa viene representado por el
término siguiente:
m g h h HG
D D
o( )′ −
+
2
(5.15)
Por tanto, la presencia de este término supone un aumento de la energía inicial de
que dispone el sistema fluido y, por ello, las propiedades globales que caracterizan el
fenómeno como, por ejemplo, la eficiencia de mezcla η o la altura de la capa
mezclada hM están influidas por la altura de la capa densa Ho. Por estos motivos se
realizaron experimentos de mezcla turbulenta con un nuevo procedimiento
experimental en el que el sistema de cajas móviles no se utiliza. A partir de ellos se
deduce que el desarrollo físico y dinámico del proceso no está influido de forma
esencial por el uso del mencionado sistema de cajas móviles. El desarrollo del flujo
fluido sólo está influido por las características físicas iniciales de las capas fluidas (el
número de Atwood, la viscosidad del gel y las alturas de dichas capas).
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14
7.5x10-3
8.0x10-3
8.5x10-3
9.0x10-3
9.5x10-3
1.0x10-2
1.1x10-2
δEp/Epo
A
Figura V.2. Icremento relativo de la energía potencial inicial δEp/Epo e función del número de Atwood,
A.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
255
Como se acaba de demostrar, el efecto de la altura del sistema de cajas
móviles que contienen a la capa densa Ho se manifiesta por medio de un incremento
promedio de la energía inicial de que dispone el sistema fluido que se define como
δEp=EpO-(EpO)*, donde (EpO)* es la energía potencial inicial del sistema fluido si no
existe la altura HO mientras que Epo es la correspondiente al caso en el que sí existe
dicha altura. La figura V.2 muestra el incremento relativo de la energía potencial
inicial, δEp/EpO, en función del número de Atwood A. Se observa claramente que el
incremento δEp depende de este parámetro adimensional y, en promedio, es del
orden del 1.5%
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
256
V.3.2 EQUIVALENCIAS EN EL SISTEMA FLUIDO
La capa densa real está situada a una altura Ho respecto del estrato de gel
CMC (figura III.23) como consecuencia de estar contenida en el interior del sistema
de cajas móviles según el procedimiento experimental planteado. Como se ha
descrito en el apartado V.3.1, esto implica que la capa densa real se extiende en un
área SC que no es el de la cubeta experimental y tiene un espesor h’D distinto del que
tendría en la mencionada cubeta, hD. De esta forma, las magnitudes Ho, h’D y SC
intervendrán en las ecuaciones de las variaciones de la energía potencial, luego de la
eficiencia de mezcla, complicando sus expresiones. Para evitar la presencia de estas
magnitudes se pretende sustituir la capa densa real por una capa densa virtual que
esté situada en contacto directo sobre el estrato de gel CMC y extendida en el área S
de la cubeta experimental (figura V.3) igual que sucede con la capa ligera y el estrato
de gel CMC. Por tanto, desaparecen la altura Ho y el área SC.
La realización de esta sustitución requiere que ambas capas sean
energéticamente equivalentes, es decir, la energía potencial inicial de la capa densa
virtual ha de ser la misma que la de la capa densa real porque la energía potencial es
la magnitud fundamental de cara al proceso de mezcla. Por tanto, una de las hipótesis
de partida es la conservación de la energía potencial inicial. La otra hipótesis es la
conservación de la masa, es decir, la capa densa real y la virtual tienen la misma
masa.
A partir de la figura V.3 se deduce la energía potencial inicial del sistema
fluido si está presente el sistema de cajas:
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ′
++++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
D
oGLD
G
LG
L
Lo
hHhhgmhhgmhgmEp (5.16)
La expresión de la energía potencial inicial del sistema fluido sin el sistema
de cajas (figura V.3):
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
*
** D
GLD
G
LG
L
Lo
hhhgm
h
hgmhgmEp (5.17)
Igualamos las dos anteriores expresiones para que se cumpla la conservación
de la energía potencial inicial:
*
oo EpEp = (5.18)
simplificando se deduce que:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
257
( )
*
*
* 2
2
D
GLD
D
oGLD
D m
hhmhHhhm
h
⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
+−⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ′
+++
= (5.19)
Y según la hipótesis de conservación de la masa, finalmente, se obtiene:
DoD hHh ′+= 2* (5.20)
de donde se deduce que la altura de la capa densa virtual es diferente del espesor real
de la capa densa y que, además, está influido por la altura inicial Ho.
Puesto que se verifica la conservación de la masa se tiene que:
*
DD mm = (5.21.a)
**
DCDDD hShS ρρ =′ (5.21.b)
luego
( ) CDo
DD
D ShH
hS
′+
′
=
2
* ρ
ρ (5.22)
A partir de la anterior expresión (5.22) se deduce que la conservación de la
densidad es imposible. Es decir, la capa densa virtual tiene una densidadρ D
*
diferente de la densidad ρD de la capa densa utilizada en el experimento.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
258
Figura V.3. Comparación del estado inicial del sistema fluido experimental (a) capa densa con una altura inicial Ho y espesor hD’; (b) capa densa sin altura inicial Ho y
espesor hD*. Se observa la situación de la denominada capa densa virtual. Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hG, espesor de la capa de gel CMC; Ho, altura
inicial de la capa densa real; h’D, espesor inicial de la capa densa real contenida en el sistema de cajas móviles; h*D, espesor inicial de la capa densa virtual contenida en
la cubeta experimental.
GEL GEL
CAPA LIGERA CAPA LIGERA
CAPA DENSA REAL
hL
hG
h’D
CAPA DENSA
hL
hG
Ho
h*D
(a) (b)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
259
V.3.3 LA EFICIENCIA DE MEZCLA BAJO CONDICIONES
INICIALES INESTABLES
En este apartado se deduce la expresión analítica de la eficiencia de mezcla
según la definición expuesta en el apartado V.3 (ecuación (5.9)) del presente trabajo.
Según esta definición, el cálculo de la eficiencia de mezcla se reduce a la
obtención de la variación de la energía potencial que sufre el sistema fluido bajo
diferentes procesos (el proceso de mezcla parcial y el proceso sin mezcla) que conducen
a distintos estados finales. Para ello se utiliza la expresión general de la energía
potencial dada por la ecuación (5.6). En el caso de que el sistema fluido esté
estratificado discretamente, es decir, esté constituido por capas fluidas homogéneas, la
densidad ( )ρ z presente en la definición de la energía potencial es una constante que
puede extraerse de la integral facilitándose el proceso de cálculo.
La variación de la energía potencial que sufre el sistema fluido es:
∆Ep Ep Epf o= − (5.23)
donde la energía potencial inicial Epo siempre tendrá la misma expresión dado que las
condiciones experimentales iniciales son comunes a todos los procesos, mientras que la
obtención de la energía potencial final Epf depende de los distintos estados finales que
podrían alcanzarse como resultado del desarrollo de uno u otro proceso de mezcla
(parcial, o sin mezcla).
El proceso de mezcla parcial se esquematiza en las figuras V.6 y V.7 en la que
se muestran la características derivadas del montaje experimental. Al iniciarse un
experimento, la capa densa no está en contacto con el estrato de gel CMC porque está
contenida en el sistema de cajas móviles mediante el cual es depositada (apartado
III.2.3). Como consecuencia, dicha capa está situada a una altura Ho respecto del estrato
de gel, adquiriendo una energía potencial inicial adicional. Además, el área Sc sobre la
que se extiende la capa densa es diferente del área S correspondiente a la cubeta
experimental. Por ello, el espesor real de la capa fluida densa contenida en el sistema de
cajas móviles es ′hD , mientras que si estuviera depositada en la cubeta experimental el
espesor que ocuparía sería hD. La influencia de estas características de la capa densa en
la energía potencial inicial ha sido evaluada en el apartado V.3.1.
Todas estas características experimentales han de ser tenidas en cuenta a la hora
de evaluar las energías potenciales. Sin embargo, como se ha descrito en el apartado
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
260
V.3.2, es posible sustituir la capa densa real por una capa densa virtual con igual
energía potencial inicial (figura V.3). De esta forma las anteriores peculiaridades
experimentales quedan “ocultas”, es decir, quedan eliminadas las magnitudes ′hD y Sc
simplificándose las expresiones de la variación de la energía potencial. Por ello, a partir
de este momento se hará uso de las equivalencias en el sistema fluido descritas en el
apartado V.3.2.
Atendiendo a la figura V.6(a) y aplicando la expresión (5.6) y las mencionadas
equivalencias, la energía potencial inicial del sistema fluido se expresa en función de
los datos experimentales iniciales en la forma siguiente:
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
*
** D
GLD
G
LG
L
Lo
hhhgm
h
hgmhgmEp (5.24)
en función de las masas de las capas fluidas.
Según la figura V.6(b), la energía potencial final correspondiente al estado final
del proceso de mezcla parcial suponiendo que la capa mezclada es homogénea es:
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +′++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ′
+′+=
222
)( G
LMG
L
ML
M
MPARCIALf
h
hhgmhhgmhgmEp (5.25)
en función de las masas fluidas.
El cálculo de la energía potencial correspondiente al estado final del proceso de
mezcla parcial puede realizarse en función de distintas variables. En la expresión (5.25)
se ha hecho uso de las variables que caracterizan a la capa mezclada, es decir, su altura
hM y su masa mM (o su densidad ρ M ). Por otra parte, la aparición de dicha capa
mezclada es consecuencia de la mezcla parcial entre toda la masa fluida densa y una
fracción f de la masa ligera. Este punto de vista es el que se representa gráficamente en
la figura V.4. En esta figura se muestra en la parte inferior y en color verde la capa
densa mientras que la fracción de capa ligera que interviene en el proceso de mezcla se
sitúa inmediatamente encima (en color negro). El resultado de la mezcla de estas dos
capas sería la capa mezclada (en color rojo). Dada esta disposición de las capas fluidas,
recalcamos que este esquema gráfico no corresponde a un proceso sin mezcla sino que
es una representación de la descripción teórica propuesta que intenta explicar la
formación de la capa mezclada.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
261
A partir de la representación gráfica de la figura V.4 se deducen las siguientes
relaciones de las que se hace uso en el obtención de la expresión de la energía potencial
final:
( ) ( )
′′ = ′′ =
′ = − ′ = −
= + = +
m fm h fh
m f m h f h
m m fm h h fh
L L L L
L L L L
M D L M D L
1 1
(5.26)
donde f es la fracción mezclada de capa ligera.
Según la figura V.4 se deduce que la energía potencial final correspondiente al
proceso de mezcla parcial si se considera la capa mezclada homogénea es:
CAPA
MEZCLADA
hM, m
ESTRATO DE GEL, ρG
CAPA LIGERA NO MEZCLADA, ρL
m’L
FRACCIÓN CAPA LIGERA MEZCLADA, ρL
m’’L
CAPA DENSA MEZCLADA, ρD
hD
h’’L
h’L
hG
hL
Figura V.4. Estado final del proceso de mezcla parcial suponiendo que la capa mezclada sea homogénea.
Diferenciación de los dos constituyentes originales de la capa mezclada: la capa densa y la fracción de
capa ligera que interviene en el proceso de mezcla parcial. Notación: ρG, densidad del gel, hG espesor del
estrato de gel, ρL densidad de la disolución ligera, ρD densidad de la disolución densa, hL altura inicial de
la capa ligera, h’L altura de la fracción de capa ligera no mezclada, h’’L altura de la fracción de capa ligera
mezclada, hD altura inicial de la capa densa si está contenida en la cubeta experimental, hM altura final de
la capa mezclada, m’’L fracción de masa de la capa ligera que interviene en la mezcla, m’L fracción de
masa de la capa ligera que no interviene en la mezcla.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
262
( ) ( ) ( ) ( ) ( )
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++
+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ −++−+
+
+=
2
2
11
2
G
LDG
L
LDL
LD
LD
HOMOGÉNEA
PARCIALf
hhhgm
hffhhgmffhhgfmmEp
(5.27)
que está expresada en función de las características de las masas fluidas que intervienen
en el proceso de mezcla parcial, y no de las de la capa mezclada resultante.
Considerando las expresiones (5.24) y (5.27) se tendrá que la variación de la
energía potencial correspondiente al proceso de mezcla parcial es:
( ) ( ) *
o
HOMOGENEA
PARCIALf
HOMOGÉNEA
PARCIAL EpEpEp −=∆ (5.28)
( ) ( ) ( )DLLD
D
GLD
D
DGLD
HOMOGENEA
PARCIAL hmhmgfhhhgmhgmmmghEp −+⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
222
*
*
(5.29)
La expresión (5.29) es la que se utilizará en la deducción de la expresión
analítica de la eficiencia de mezcla experimental si la capa mezclada es homogénea.
Esta expresión de la variación de la energía potencial para el proceso de mezcla
parcial con capa mezclada homogénea se compara con la correspondiente para el
proceso sin mezcla (Apéndice V.1). Se observa que los tres primeros sumandos de la
relación (5.29) coinciden con la expresión de la variación de la energía potencial para el
proceso sin mezcla. Esto nos permite rescribir la expresión (5.29) en la forma siguiente:
( ) ( ) ( )DLLDSIN
HOMOGENEA
PARCIAL hmhmgfEpEp −+∆=∆
2
(5.30)
donde el último sumando representa la energía empleada para mezclar el fluido denso y
el ligero, según se describió en el apartado V.3. Por tanto, se tiene que:
( ) ( )DLLD
HOMOGENEA
PARCIAL hmhmgfW −=∆
2
(5.31)
Considerando las siguientes relaciones:
( )
m Sh
m Sh
h fh h h h f h
D D D
L L L
L L L L L L
=
=
= = − ′ = − −
ρ
ρ
∆ 1
(5.32)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
263
la expresión (5.31) correspondiente a la energía utilizada para realizar la mezcla parcial
entre los fluidos denso y ligero se expresará en función de densidades y alturas en la
forma siguiente:
( ) ( ) 0
2
>−
∆
=∆ LD
L
D
HOMOGENEA
PARCIAL
hgShW ρρ (5.33)
donde ∆hL representa la variación del espesor de la capa ligera al pasar de su estado
inicial al final.
En virtud de la definición general de la eficiencia de mezcla:
( )
( )
( )
( )SIN
PARCIAL
SIN
PARCIAL
Ep
W
Ep
Ep
∆
∆
−=
∆
∆
−= 1η (5.34)
se deduce que se necesita conocer la energía utilizada para la mezcla parcial entre los
fluidos miscibles, cuya expresión (5.33) se acaba de deducir, y también se necesita la
expresión de la variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin mezcla,
cuya expresión se presenta en el Apéndice V.1:
( ) ( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
22
*
* D
GLD
D
DGLDSIN
hhhgmhgmmmghEp (5.35)
Dado que hemos supuesto como hipótesis de partida que la capa mezclada es
homogénea, la definición de la eficiencia de mezcla asociada será:
( )
( )
( )
( )SIN
HOMOGÉNEA
PARCIAL
SIN
HOMOGÉNEA
PARCIAL
HOMOGÉNEA Ep
W
Ep
Ep
∆
∆
−=
∆
∆
−= 1η (5.36)
Sustituyendo las relaciones (5.33) y la de la variación de la energía potencial del
proceso sin mezcla en la expresión (5.36), y después de operar, obtenemos la siguiente
expresión para la eficiencia de mezcla experimental si la capa mezclada es homogénea:
( ) ⎥
⎥
⎦
⎤
⎢
⎢
⎣
⎡
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++
−
∆=
2
2221
1
***
D
GL
D
DD
GGLLDD
DL
LHOMOGÉNEA hhh
h
hhhh
h
ρ
ρρρ
ρρ
η
(5.37)
A partir de la anterior expresión (5.37) se deducen las siguientes conclusiones:
a.- Si no existe mezcla, se verifica que:
f hL= ⇒ =0 0∆ (5.38)
lo que implica que la eficiencia de mezcla es nula:
0=HOMOGÉNEAη (5.39)
b.- Si la mezcla entre los fluidos es completa, se verifica que:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
264
f h hL L= ⇒ =1 ∆ (5.40)
entonces la eficiencia de mezcla toma su valor máximo cuya expresión es:
( ) ⎥
⎥
⎦
⎤
⎢
⎢
⎣
⎡
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++
−
=
2
2221
1)(
***
D
GL
D
DD
GGLLDD
DL
LMAXIMAHOMOGÉNEA hhh
h
hhhh
h
ρ
ρρρ
ρρ
η
(5.41)
Por tanto, la eficiencia de mezcla experimental si la capa mezclada se considera
homogénea, toma valores en un rango que oscila entre 0 y el valor correspondiente a la
expresión (5.41). Es decir, la eficiencia de mezcla nunca alcanza el valor 1, ni siquiera
el valor 1/2, sino que siempre es menor.
La eficiencia de mezcla ηHOMOGÉNEA y la variación de la energía potencial del
proceso de mezcla parcial ( )HOMOGÉNEA
PARCIALEp∆ que acabamos de presentar se han deducido
bajo la hipótesis de que la capa mezclada es homogénea. Sin embargo, las medidas
experimentales directas e indirectas indican que la capa mezclada es estratificada. Por
ello, a continuación deducimos las expresiones correspondientes a la variación de la
energía potencial asociada al proceso de mezcla parcial ( ) ADAESTRATIFIC
PARCIALEp∆ y a la
eficiencia de mezcla ηESTRATIFICADA si la capa mezclada está estratificada.
El problema que se plantea es incluir la presencia de la estratificación real de la
capa mezclada en la expresión de la energía potencial final del sistema fluido. A través
de medidas experimentales directas de la densidad realizadas con un refractómetro
óptico se verifica que la capa mezclada está estratificada. Esta característica puede
representarse, en primera aproximación, como una estratificación de densidad del tipo
escalón o salto de densidad cuya expresión sería:
ρ
ρ
ρM
b M
a M M
si z h
si h z h
=
≤ ≤
< ≤
⎧
⎨
⎩
0 2
2
/
/
(5.42)
Sin embargo, no se descarta que la estratificación real de la capa mezclada sea
de otro tipo, es decir, con un mayor número de capas. El motivo es que sólo se han
realizado medidas experimentales en dos puntos en el interior de la capa mezclada, en
su fondo y a la mitad. Por tanto, la expresión anterior (5.42) es una primera
aproximación adaptada a las medidas de que disponemos.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
265
La figura V.5. representa gráficamente el estado final del sistema fluido
experimental distinguiéndose con diferentes colores las distintas capas o subcapas que
intervienen en el proceso de mezcla:
hM
GEL, ρG
CAPA LIGERA NO
MEZCLADA, ρL
CAPA MEZCLADA, ρM
Lm′
hG
hD mD
h”L,
m”L
mb, ρb, hM/2
ma, ρa, hM/2
Lh′
Figura V.5. Estado final del proceso de mezcla parcial suponiendo que la capa mezclada está estratificada.
Esta estratificación está formado por dos capas fluidas (en azul). También se muestra los dos constituyentes
originales de la capa mezclada (en rojo): la capa densa y la fracción de capa ligera que interviene en el
proceso de mezcla parcial. Notación: ρG, densidad del gel; hG espesor del estrato de gel; ρL densidad de la
capa ligera; ρM
es la densidad de la capa mezclada; Lh′ altura de la fracción de capa ligera no mezclada, Lh ′′
altura de la fracción de capa ligera mezclada; hD altura inicial de la capa densa si está contenida en la cubeta
experimental; hM altura final de la capa mezclada; Lm ′′ fracción de masa de la capa ligera que interviene en
la mezcla; Lm′ fracción de masa de la capa ligera que no interviene en la mezcla; mD es la masa de la capa
densa; ma y ρa es la masa y la densidad del primer estrato que constituye la capa mezclada; mb y ρb es la masa
y la densidad del segundo estrato constituyente de la capa mezclada.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
266
Se considera un procedimiento teórico semejante al utilizado anteriormente en el
caso de la capa mezclada homogénea. Como ya se ha descrito, la capa mezclada es el
resultado de la mezcla entre la capa densa y una fracción f de la capa ligera (que se
muestran en rojo en la figura V.5). Anteriormente se dedujeron las siguientes relaciones
(figura V.4):
LDLDM
DLDLM
LL
LL
fmmmmm
hfhhhh
hfh
mfm
+=′′+=
+=+′′=
=′′
=′′
.
.
(5.43)
Por otra parte, experimentalmente se obtiene que la capa mezclada está
estratificada y se supone que está constituida por dos capas (que se muestran en azul en
la figura V.5). El estrato inferior, de densidad ρb y masa mb, se extiende desde el fondo
de la cubeta experimental hasta la mitad de la capa mezclada. El estrato superior, de
densidad ρa y masa ma, se extiende desde la mitad de la capa mezclada hasta la altura
final de esta capa. Luego, la masa de la capa mezclada será:
baM mmm += (5.44)
A partir de las expresiones (5.43) y (5.44) se deduce que:
m m m fma b D L+ = + (5.45)
La anterior representación gráfica refleja fielmente la situación experimental
final en el sentido de que siempre se verifica que:
h h
D
M<
2
(5.46)
dado que hD=0’69 cm y el menor valor de hM encontrado es de 4 cm. Esto implica que
el estrato inferior de la capa mezclada, cuyas características son mb, ρb, hM/2, siempre
contendría a la capa de espesor hD. Por tanto, el estrato de masa mb estará constituido
por la masa de la capa densa mD y una fracción fM de aquella parte de la capa ligera que
interviene en el proceso de mezcla Lm ′′ . Esto permite concluir la siguiente relación:
m m f mb D M L= + ′′. (5.47)
Luego el estrato de masa ma será:
( )m f ma M L= − ′′1 (5.48)
Dado que:
′′ =m fmL L (5.49)
entonces, se deduce que:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
267
( )
( )
m m f fm
m f fm
b D M L
a M L
= +
= −1
(5.50)
donde
L
LL
h
hhf
f
′−
=
≤≤ 10
(5.51)
Por analogía se deduce que:
f
h
h
fh
fh
fh fh h
fh
fh h
fhM
L
h
L
L
h
L
L
L D
L
L D
L
M M
=
′′−
′′
=
−
=
−
+⎛
⎝⎜
⎞
⎠⎟
=
−2 2 2
2
(5.52)
10 ≤≤ Mf (5.53)
Descrita la situación experimental, la energía potencial inicial es la misma que la
de la expresión 5.24 porque no se ve afectada por el hecho de que la capa mezclada sea
estratificada o se considere homogénea. Sin embargo, la energía potencial final sí tiene
una expresión diferente en función de que la capa mezclada se considere homogénea o
estratificada. De hecho, la expresión para la energía potencial final correspondiente al
proceso de mezcla parcial si la capa mezclada es estratificada y considerando las
equivalencias descritas en el apartado V.3.2 es:
( ) ( ) ( )[ ] ( )
( ) ( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++⎥⎦
⎤
⎢⎣
⎡ −++−+
+
+
−+=
22
11
4
23
G
LDG
L
LDL
LD
LMLD
ADAESTRATIFIC
PARCIALf
h
hhgmhffhhgmf
fhhgmfffmmEp
(5.54)
Por tanto, la variación de la energía potencial asociada al proceso de mezcla
parcial si la capa mezclada es estratificada es:
( )
( ) ( )
4
2
4
3
42
24
2
*
*
LD
LM
LD
L
L
D
L
L
DLDGDL
D
GLD
D
D
ADAESTRATIFIC
PARCIAL
fhhgmfffhhgfmhgfmhgmf
ghfmghmghmhhhgmhgmEp
+
−
+
++−
−−++⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−=∆
(5.55)
Si comparamos esta expresión (5.55) de la variación de la energía potencial para
el proceso de mezcla parcial con capa mezclada estratificada con la correspondiente
para el proceso sin mezcla (Apéndice V.1), se observa que los cuatro primeros
sumandos de la anterior expresión coinciden con la variación de la energía potencial
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
268
para el proceso sin mezcla menos el término 4
Dh
D gm . Esto nos permite rescribir la
expresión (5.55) en la forma siguiente:
( ) ( ) ( ) ( )
( )
4
2
24
3
4
LD
LM
L
D
LD
LDL
D
SIN
ADAESTRATIFIC
PARCIAL
fhhgmff
hfhfhhgfmhfhgmEpEp
+
−
⎥⎦
⎤
⎢⎣
⎡ −−
+
+−+∆=∆
(5.56)
El conjunto de los últimos tres sumandos representa la energía empleada para
mezclar parcialmente el fluido denso y el ligero (apartado V.3) en el caso de que la capa
mezclada se considere estratificada. Por tanto, se tiene que:
( ) ( ) ( )[ ]
4
2243
4
D
D
LDLMLLDLLDLLD
ADAESTRATIFIC
PARCIAL
hgm
fhhmfhfmhmfhhmhmfgW
−
−+−−−++=∆
(5.57)
Aplicando la definición general de la eficiencia de mezcla (5.9) a esta situación
en la que se considera la estratificación de la capa mezclada se tendrá que:
( )
( )
( )
( )SIN
ADAESTRATIFIC
PARCIAL
SIN
ADAESTRATIFIC
PARCIAL
ADAESTRATIFIC Ep
W
Ep
Ep
∆
∆
−=
∆
∆
−= 1η (5.58)
Sustituyendo la expresione (5.56) y la de la variación de la energía potencial del
proceso sin mezcla en esta última expresión, y tras operar, obtenemos la siguiente
expresión para la eficiencia de mezcla experimental si la capa mezclada es estratificada:
( )
( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++
⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
∆
−+−∆
∆
−=
2
22
)(2
22 **
* D
GL
D
D
DDDGGLL
L
DD
LDML
D
L
LHOMOGENEA
ADAESTRATIFIC hhh
h
hhhh
h
hfhhfh
hh
ρρρρ
ρρ
η
η
(5.59)
A partir de la expresión (5.59) se deducen las siguientes conclusiones:
a.- Si no existe mezcla, se verifica que:
f hL= ⇒ =0 0∆ (5.60)
lo que implica que, de nuevo, la eficiencia de mezcla es nula:
0=ADAESTRATIFICη (5.61)
b.- Si la mezcla entre los fluidos es completa, se verifica que:
f h hL L= ⇒ =1 ∆ (5.62)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
269
entonces la eficiencia de mezcla toma su valor máximo cuya expresión es:
( )
( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++
⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
−+−
−=
2
22
)(2
22
)(
)(
**
* D
GL
D
D
DDDGGLL
L
DD
LDML
D
L
LMÁXIMAHOMOGENEA
MÁXIMAADAESTRATIFIC hhh
h
hhhh
h
hhhfh
hh
ρρρρ
ρρ
η
η
(5.63)
Por tanto, la eficiencia de mezcla experimental si la capa mezclada se considera
estratificada, toma valores en un rango que oscila entre 0 y el valor correspondiente a la
expresión (5.63).
Por tanto, la eficiencia de mezcla tanto en el caso de capa mezclada homogénea
como en el de capa estratificada nunca alcanza el valor 1, ni siquiera el valor 1/2, sino
que siempre es menor.
El presente apartado finaliza mediante el planteamiento de algunas críticas
respecto a las hipótesis implícitas en las que se basan la obtención de la eficiencia de
mezcla. Dichas hipótesis son las siguientes:
a.- Se supone que el espesor del estrato de gel no varía, es decir, es el mismo en
el estado final que en el estado inicial: hGo=hGf=hG. Sin embargo, esta hipótesis no es
real porque según la disolución densa atraviesa el estrato de gel, éste se va deformando
(siendo dicha deformación superior en el gel más viscoso al requerirse un mayor trabajo
por parte de la capa densa para vencer las fuerzas viscosas). Además, según transcurre
el tiempo el gel CMC se diluye en la disolución ligera lo que acarrea el aumento de su
espesor y la descomposición del estrato de gel.
La influencia del primer fenómeno se analiza en los apartados V.3.4 y VI.2, y se
considera incluida en la obtención de la eficiencia de mezcla η realizada en el presente
apartado.
Respecto al segundo fenómeno se propone un tiempo límite de referencia, que es
del orden de 10 minutos, por debajo del cual el proceso de dilución del estrato de gel
puede despreciarse porque, además, esta dilución sería molecular, que es muy lenta y en
cualquier caso mucho menor que la mezcla turbulenta. Es decir, aunque la duración de
un experimento sea superior en cuanto al registro experimental y a la grabación de
imágenes, en principio, sólo consideraremos como válidos los primeros 10 minutos.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
270
Este tiempo límite es un valor promedio, siendo menor para el gel menos viscoso y
mayor para el más viscoso.
b.- Se supone que toda la masa inicial de la capa densa (500 cm3) atraviesa el
estrato de gel y participa en el proceso de mezcla parcial con la fracción f de la capa
ligera. Sin embargo, en la práctica experimental existe un pequeño volumen de
disolución densa que queda retenido tanto en el estrato de gel como en el sistema de
cajas móviles y que, por tanto, no se utiliza en el proceso de mezcla parcial. Este hecho
podría ser importante en la evaluación teórica posterior de la densidad promedio ρM de
la capa mezclada. Por tanto, se acepta como una aproximación razonable que todo el
volumen de la capa densa participa en el proceso de mezcla parcial.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
271
hL
hG
Ho
hD’
Figura V.6. Representación esquemática de las condiciones experimentales de un proceso de mezcla parcial. (a) Estado inicial del sistema fluido experimental. (b) Estado final al
que llega el sistema fluido después del proceso de mezcla. Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hL’, espesor final de la capa ligera; hD’, espesor inicial de la capa densa;
hG, espesor del estrato de gel CMC; hM, espesor de la capa mezclada; Ho, altura Inicial del sistema de cajas móviles respecto del estrato de gel; Hf, altura final del sistema de cajas
móviles respecto del estrato de gel; ∆hG, elevación de la capa de gel respecto de su situación inicial.
(a) ESTADO INICIAL (b) ESTADO FINAL
GEL
GEL
CAPA LIGERA
CAPA LIGERA
CAPA MEZCLADA
CAPA DENSA
hM
hL’
∆hg
HF
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
272
Figura V.7. Representación esquemática de las condiciones experimentales de un proceso de mezcla parcial. (a) Estado inicial considerando las equivalencias del sistema fluido
experimental. (b) Estado final al que llega el sistema fluido después del proceso de mezcla. Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hL’, espesor final de la capa ligera; hD*,
espesor inicial de la capa densa; hG, espesor del estrato de gel CMC; hM, espesor de la capa mezclada; ∆hG, elevación de la capa de gel respecto de su situación inicial.
GEL
GEL
CAPA LIGERA
CAPA LIGERA
CAPA DENSA VIRTUAL
hL
hD*
hM
h’L
∆hg
(a) ESTADO INICIAL
(b) ESTADO FINAL
hG
CAPA MEZCLADA
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
273
V.3.4 INFLUENCIA DEL ESTRATO DE GEL CMC
El modelo de laboratorio propuesto en el apartado III.2.1 incluye la colocación
de un estrato de gel CMC en el sistema fluido experimental. Según se ha descrito en el
Capítulo IV, la presencia de este gel influye en la etapa inicial del desarrollo del
experimento de mezcla turbulenta. Este apartado presenta un breve estudio relativo a la
influencia de este estrato de gel CMC. El procedimiento utilizado para analizar cuál es
la influencia del gel ha sido la realización de experimentos de mezcla turbulenta sin la
presencia del mencionado estrato de gel CMC. La figura V.8 muestra esquemáticamente
el estado inicial correspondiente al sistema fluido experimental sin el gel CMC. Por
tanto, el procedimiento experimental usado es el mismo que en el caso de los
experimentos realizados con una distribución inestable de densidad, con la excepción de
que ahora no se coloca ninguna capa de gel en el interior de la cubeta experimental.
Figura V.8. Estado inicial correspondiente al sistema fluido experimental con una distribución inestable
de densidad y sin el estrato de gel cMC.
CAPA DENSA
CAPA LIGERA
hL
h’D
Ho+ hG
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
274
Respecto al estado final al que llega el sistema fluido es el mismo que se obtenía
en los experimentos con gel, es decir, aparece una capa mezclada en la parte inferior de
la cubeta experimental y delimitada superiormente por una interfase estable de
densidad. La única diferencia es que, al no existir el estrato de gel, lógicamente, éste no
sufre ninguna elevación durante el proceso de mezcla. Hay que recalcar que en este caso
en el que no se usa el gel, la distribución inicial de densidad también es inestable.
Por otra parte, el desarrollo del proceso de mezcla es ligeramente diferente en el
caso de que no esté presente el estrato de gel en el sistema fluido. La diferencia es que
bajo las nuevas condiciones experimentales no se forman protuberancias de gel sino
exclusivamente penachos turbulentos que también son distintos porque su radio es
menor y su desarrollo lateral también siendo menos turbulentos.
El objetivo de la realización de este nuevo tipo de experimentos es tener medidas
directas de las alturas y densidades de las capas fluidas que intervienen en los mismos, y
así poder evaluar el comportamiento de la eficiencia de mezcla y de la altura de la capa
mezclada en el caso de que no se haya utilizado el estrato de gel CMC. De esta forma,
se podrán comparar los nuevos resultados con los obtenidos en los procesos de mezcla
con distribuciones inestables de densidad en los que se utilizaba el estrato de gel CMC.
Esta comparación se realizará en los apartados VI.1 y VI.2.
A continuación, se presenta la expresión de la energía potencial inicial
correspondiente al nuevo estado inicial y teniendo en cuenta las equivalencias descritas
en el apartado V.3.2:
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++=
22
*
* D
GLD
L
L
GELSIN
o
hhhgmhgmEp (5.64)
La energía potencial final correspondiente al estado final sin gel en el proceso
sin mezcla viene dada por la siguiente expresión:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
22
L
DL
D
D
GELSIN
SINf
h
hgm
h
gmEp (5.65)
Por tanto, la variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin
mezcla que tiene lugar en el sistema fluido sin el estrato de gel CMC es la siguiente:
( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−+=∆
22
*
* D
GLD
D
DDL
GELSIN
SIN
hhhgmhgmghmEp (5.66)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
275
La energía potencial final correspondiente al estado final del sistema fluido sin
gel después del proceso de mezcla parcial es:
( ) ( ) ( ) ( ) ( )
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++−+
++−+
+
+=
22
1
4
31
4
LL
DL
LDLM
LD
LMD
GELSIN
PARCIALf
fhh
hgmf
fhhgfmf
fhh
gmffmEp
(5.67)
Por tanto, la variación de la energía potencial correspondiente al proceso de
mezcla parcial que tiene lugar en el sistema fluido sin estrato de gel CMC es la
siguiente:
( ) ( )
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−
−⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +−⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ −+
+
+=∆
2
2
1
2
1
24
*
* D
GLD
MDMLL
LD
DDL
GELSIN
PARCIAL
hhhgm
fhffhgmffhhgmghmEp
(5.68)
A partir de las anteriores expresiones es posible calcular la eficiencia de mezcla
correspondiente cuyos resultados y comportamiento se describen en el apartado VI.2.
Respecto a la altura de la capa mezclada se mide experimentalmente en el estado final al
que llega el sistema fluido sin el estrato de gel CMC, y sus resultados se presentan en el
apartado VI.1.
El análisis de la influencia del estrato de gel CMC podría completarse
estudiando la reducción que sufre la energía cinética de la capa densa descendente al
atravesar el estrato de gel. El gel origina un frenado en el movimiento de los chorros de
capa densa debido al efecto de su viscosidad, νG, Es decir, si los chorros de capa densa
inciden sobre el estrato de gel con una velocidad Vo, emergerán con una velocidad VS
menor1. Los efectos básicos que determinan este frenado de la capa densa son la
fricción viscosa y la deformación del estrato de gel.
El frenado de la capa densa al atravesar el estrato de gel CMC puede
considerarse situado entre dos situaciones extremas. La primera situación, asociada a la
presencia del gel menos viscoso, está en relación con el frenado de los chorros debido a
1 La velocidad con la que un chorro atraviesa el estrato de gel es variable desde su valor máximo
correspondiente a la velocidad de entrada Vo hasta su valor mínimo que es el de la velocidad de salida VS,
que puede llegar a ser cero si la capa densa es detenida en el interior del gel. La velocidad es variable
porque al irse depositando la capa densa sobre el estrato de gel, disminuye la altura de dicha capa.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
276
la fricción viscosa del gel y sin considerar las pérdidas energéticas asociadas a la
deformación del gel y a la fuerza de tensión superficial2. La segunda situación, asociada
a la presencia del gel más viscoso, corresponde al frenado de la capa densa a su paso por
el gel debido a la fricción viscosa y a la pérdida energética que sufre como consecuencia
de la deformación en la capa de gel (apartado IV.1). Esta protuberancia del gel es capaz
de sostener o contener en su interior a toda la capa densa durante un cierto intervalo
temporal tras el cual la capa densa emergerá en forma de penachos turbulentos por la
base del estrato de gel. No obstante, no se ha considerado necesario proseguir esta línea
de investigación dado que se han realizado experimentos sin la presencia del estrato de
gel CMC que nos proporcionan directamente la eficiencia de mezcla y la altura de la
capa mezclada asociadas a esta situación.
2 El efecto de frenado de los chorros de capa densa debido a la fricción viscosa del gel exclusivamente,
sin considerar la deformación del estrato de gel, es un frenado de tipo viscoso que podemos suponer que
es proporcional a la velocidad de paso (λVE) del chorro a través del gel.
277
V.3.5 LA EFICIENCIA DE MEZCLA BAJO
CONDICIONES INICIALES ESTABLES
La mayoría de los experimentos realizados corresponden a situaciones con
una estratificación inicial inestable con un amplio rango de valores del número de
Atwood. Para completar dicho rango y tener en cuenta las diferentes condiciones
experimentales existentes, se realizaron un conjunto de experimentos con
estratificación inicial estable. Estas situaciones con estratificación estable se
caracterizan porque la densidad de la anteriormente denominada capa densa es
menor que la de la capa ligera, luego les corresponden números de Atwood
negativos según su definición (ecuación 5.1):
0<⇒< ALD ρρ (5.69)
El presente apartado tiene como objetivo la obtención de las expresiones
correspondientes a las variaciones de la energía potencial asociadas tanto al proceso
de mezcla parcial como al proceso sin mezcla en el caso de que la estratificación sea
estable. Si se analiza un proceso de mezcla parcial bajo una estratificación inicial
estable mediante las expresiones correspondientes al caso de la estratificación
inestable, se obtendrían valores negativos de la eficiencia de mezcla, que no tienen
sentido porque este parámetro posee el significado físico de un rendimiento.
Además, las magnitudes (∆W)parcial y (∆W)total también toman valores negativos lo
que, de nuevo, constituye una inconsistencia dado su significado físico. Estos
resultados se explican por la forma en que se determina experimentalmente la altura
de la capa mezclada hm que en la situación estable no coincide con el procedimiento
empleado en situaciones con estratificación inestable, como se muestra en la figura
V.9.
Figura V.9. Situaciones experimentales finales resultantes de dos procesos de mezcla realizados bajo
diferentes condiciones iniciales. (a) Proceso de mezcla correspondiente a una distribución inestable
de densidad. (b) Proceso de mezcla correspondiente a una estratificación inicial estable.
0
(b)
ESTRATO DE GEL
CAPA PSEUDOLIGERA
CAPA MEZCLADA
hM
CAPA PSEUDOLIGERA
ESTRATO DE GEL
CAPA MEZCLADA
0
hM
(a)
278
Como se acaba de mencionar, la distribución estable de densidad se
caracteriza porque la densidad de la hasta ahora denominada capa densa es menor
que la de la capa ligera . Por este motivo y con el objetivo de recordar este
peculiaridad, las denominaciones de dichas capas fluidas aparecerán en cursiva en el
presente apartado. Además, se denotarán como capa pseudodensa y capa
pseudoligera en las figuras de este apartado.
La diferencia esencial entre la situación estable y la inestable es el
comportamiento dinámico del sistema fluido que afecta al proceso de mezcla
turbulenta entre los fluidos constituyentes del mismo. Si la estratificación es estable
eso implica que una partícula fluida alejada de su nivel inicial tiende a regresar al
mismo. Por tanto, las fuerzas de flotabilidad impiden que la capa densa –que ahora
es la más ligera- penetre una gran profundidad en la capa ligera –que ahora es la
más densa-. Los experimentos realizados muestran este comportamiento nítidamente
en las masas fluidas de disolución densa que intentan mezclarse con la capa ligera
(figuras IV.36 a IV.47). Por ello, la capa mezclada, en general de pequeño espesor,
se sitúa en la parte superior de la cubeta experimental e inmediatamente debajo del
estrato de gel CMC (figura IV.47). El pequeño espesor que suele tener esta capa
mezclada permite suponer que es homogénea.
Bajo las condiciones de estratificación inicial estable la mezcla producida
entre los fluidos tiene algunas características coincidentes con las del caso de
estratificación inestable. Existe variación de la densidad durante el proceso dado que
los fluidos son de distinta densidad y, por ello, existe mezcla debida a la energía por
efecto de la flotabilidad inicial. Además existe cambio en la posición de las
diferentes capas fluidas. Por otra parte, e igual que en cualquier otra situación
experimental, parte de la energía inicial de la que el sistema fluido dispone se utiliza
en la generación de otros fenómenos fluidos diferentes de la mezcla turbulenta
mientras que el resto suministra la energía con la que la capa densa entra en contacto
y se mezcla con la ligera (apartado V.3).
Por todo ello, ha de existir un valor no nulo, pero pequeño, de la eficiencia de
mezcla η y un valor de la fracción de mezcla f también pequeño, pero no inexistente
dado que la mezcla entre los fluidos es pequeña porque las fuerzas flotabilidad se
oponen a la misma. Esto implica que se tiene que consumir cierta cantidad de energía
279
porque existe mezcla en concordancia con la existencia de una pequeña eficiencia, y,
por tanto, las magnitudes (∆W)parcial y (∆W)total han de tener valores positivos.
Respecto al comportamiento del sistema fluido bajo la condición de una
estratificación inicial estable cabe hacer las siguientes puntualizaciones. El efecto de
la viscosidad del gel CMC es oponerse al movimiento a través suyo de la capa densa
–que ahora es la más ligera-, fenómeno también presente en el caso inestable. Por
otra parte, la densidad de la capa densa ρD es menor que la del gel CMC ρG, luego
existe una interfase estable entre ambos fluidos lo que dificulta más aún que aquélla
atraviese el estrato de gel. Este fenómeno es parcialmente contrarrestado por la
existencia de la energía inicial adicional asociada a la altura Ho de la capa densa.
Esta situación no tiene lugar en el caso de la estratificación inestable, sino que es
propio de la estratificación estable.
Si la estratificación inicial es estable al depositarse la capa densa, el gel CMC
se comba en mayor o menor grado (figuras IV.37 y IV.38), y no mantiene su espesor
constante como se ha supuesto hasta ahora. Este fenómeno es debido a la energía
asociada al momento inicial con el que se deposita dicha capa densa por su altura
inicial Ho. El estrato de gel CMC absorbe la mayor parte de esta energía y frena la
caída de la capa densa de menor densidad. Sin embargo, a veces, el estrato de gel
deja pasar una fracción de disolución densa que será la que sufra el proceso de
mezcla con parte de la capa ligera (figura IV.37). Posteriormente, al finalizar el
proceso de mezcla, el estrato de gel CMC recupera su forma y espesor originales,
pero conteniendo en su interior un cierto volumen de disolución densa que no se ha
mezclado y habiendo dejado pasar a través suyo el resto de dicha disolución que es la
que habrá sufrido el proceso de mezcla con cierta fracción f de la capa ligera –que en
este caso es la más densa-. La inclusión de las peculiaridades y características reales
del proceso de mezcla bajo estas condiciones de una estratificación estable podría
representarse analíticamente mediante un coeficiente fD, que es la fracción de la capa
densa que se mezcla con la capa ligera. Sin embargo, esto no se ha realizado
finalmente porque no supone una gran mejoría en los resultados y porque en
promedio una buena parte de la capa densa participa en el proceso.
Las características del comportamiento del sistema fluido experimental con
una distribución estable de densidad que se acaban de describir se muestran en los
dos esquemas gráficos de la figura V.10.
280
A continuación, mediante la utilización de la definición de la energía
potencial (5.6), se obtienen las expresiones de las variaciones de la energía potencial
asociadas al proceso sin mezcla y al de mezcla parcial correspondientes al caso de
una distribución inicial de densidad que es estable y que, por tanto, impone las
condiciones recogidas en la expresión (5.69).
La situación experimental inicial es la misma bajo todas las condiciones de
estratificación, sea ésta inestable, estable o neutra, como se muestra en la estado
inicial de la figura V.12. Considerando las equivalencias del sistema fluido
experimental descritas en el apartado V.3.2, la expresión de la energía potencial
inicial es:
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
*
** D
GLD
G
LG
L
Lo
hhhgm
h
hgmhgmEp (5.70)
A partir de la figura V.11, la energía potencial final del proceso sin mezcla
bajo condiciones estables tiene la siguiente expresión:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
G
LDG
D
LD
L
L
ESTABLE
SIN
h
hhgm
h
hgm
h
gmEp (5.71)
Figura V.10. Esquema gráfico del desarrollo del proceso de mezcla parcial bajo la condición de una
estratificación inicial estable. (a) Estado intermedio del proceso en el que se observa cómo se comba el
estrato de gel al depositar sobre él la capa densa, que es la más ligera. (b) Estado final del proceso en el
que se observa la capa mezclada situada debajo del estrato de gel. Además, se observa aquella parte de
la capa densa que no ha conseguido atravesar dicho estrato de gel.
hM
CAPA PSEUDOLIGERA
CAPA PSEUDODENSA
hL
hG ESTRATO DE GEL
CAPA PSEUDOLIGERA
CAPA MEZCLADA
hG
hD
ESTRATO DE GEL
hL’
CAPA PSEUDODENSA NO
MEZCLADA
281
Luego, la variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin
mezcla si la estratificación inicial es estable será:
( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=∆
22
*
* D
GLD
D
LDDG
ESTABLE
SIN
h
hhgm
h
hgmghmEp (5.72)
1
La deducción de las expresiones de la energía potencial final y de la variación
de la energía potencial correspondientes al proceso de mezcla parcial bajo
condiciones estables se basa en la figura V.12. En esta figura se presenta la capa
mezclada final, cuya altura es hM, y simultáneamente la capa densa, cuya altura es
hD, y la parte de la capa ligera, cuya altura es Lh ′′ , que interviene en la mezcla
generando dicha capa mezclada. A partir de este esquema gráfico se deducen las
siguientes relaciones:
⎩
⎨
⎧
=′′−=′
=′′−=′
LLLL
LLLL
fhhhfh
fmmmfm
LigeraCapa
)1(
)1(
(5.73)
donde las expresiones relacionadas con la capa ligera han sido descritas en el
apartado V.3.3 y donde f es la fracción mezclada de la capa ligera.
Por tanto, se deducen las siguientes relaciones para las características de la
capa mezclada bajo la condición de estratificación estable descrita:
Figura V.11. Disposición de los fluidos en el estado final resultante tras un proceso sin mezcla bajo la
condición de una estratificación inicial estable. A diferencia de la situación inestable, la capa densa –
actualmente, pseudodensa- queda situada debajo del estrato de gel CMC y encima de la capa ligera –
actualmente, pseudoligera- porque tiene menor densidad que ésta última.
CAPA PSEUDODENSA
CAPA PSEUDOLIGERA
hG
hD
hL
ESTRATO DE GEL
282
DLM
DLM
mfmm
hfhh
+=
+=
(5.74)
La energía potencial final del proceso de mezcla parcial bajo condiciones
estables viene dada por la siguiente expresión:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++′+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +′+
′
′=
222
G
MLG
M
LM
L
L
ESTABLE
PARCIAL
h
hhgm
h
hgm
h
gmEp (5.75)
Tras operar, se obtiene la siguiente expresión:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ −++=
222
1
22
G
DLG
D
LD
D
L
L
L
ESTABLE
PARCIAL
h
hhgm
h
hfgm
h
gfm
h
gmEp
(5.76)
Respecto a la variación de la energía potencial del proceso de mezcla parcial
su expresión es la siguiente:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛
++−⎥⎦
⎤
⎢⎣
⎡ +⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ −++=∆
222
1
2
*
* D
GLD
D
LDDG
D
L
ESTABLE
PARCIAL
hhhgmhhfgmghmhgfmEp
(5.77)
Considerando la expresión de la variación de la energía potencial
correspondiente al proceso sin mezcla bajo condiciones estables (5.72), se tiene que:
( ) ( ) ( )LDDL
ESTABLE
SIN
ESTABLE
PARCIAL hmhmfgEpEp −+∆=∆
2
(5.78)
La definición de la eficiencia de mezcla correspondiente al caso estable es
(Redondo, 1987; Yagüe, 1992):
( )
( )ESTABLE
SIN
ESTABLE
PARCIAL
ESTABLE Ep
Ep
∆
∆
=η (5.79)
que también representa una comparación entre la energía real de que dispone el
sistema fluido y la energía utilizable.
Sustituyendo en ella las expresiones anteriormente deducidas para las variaciones de
la energía potencial, se obtiene la siguiente expresión para la eficiencia de mezcla
correspondiente a un proceso de mezcla parcial con una distribución inicial de
densidad que es estable y capa mezclada homogénea:
283
⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛
++−++
−
∆
+=
2
222
)(
1
1
**
* D
GL
D
D
DGGLDDD
DL
LESTABLE
HOMOGÉNEA hhh
h
hhhh
h
ρρρρ
ρρ
η
(5.80)
donde el segundo sumando es bastante parecido a la expresión (5.37) de la eficiencia
de mezcla asociada al proceso de mezcla parcial realizado con una distribución
inestable de densidad y capa mezclada homogénea.
A partir de la expresión (5.80) se deduce que si no existe mezcla
( 00 =∆⇒= Lhf ) la eficiencia de mezcla es la unidad. Si la mezcla entre la capa
densa y la ligera es completa ( LL hhf =∆⇒=1 ), la eficiencia toma su valor
máximo. Es decir, la eficiencia de mezcla bajo estas condiciones estables, y capa
mezclada homogénea, toma valores entre 1 y el valor máximo.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
284
Figura V.12. Representación esquemática de las condiciones experimentales de un proceso de mezcla parcial. (a) Estado inicial del sistema fluido
experimental con una distribución de densidad que es estable. (b) Estado final al que llega el sistema fluido después del proceso de mezcla.
Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hL’, espesor final de la capa ligera que no ha intervenido en la mezcla; hD’, espesor inicial de la capa
densa; hG, espesor del estrato de gel CMC; hM, espesor de la capa mezclada; Ho, altura inicial del sistema de cajas móviles respecto del estrato de
gel.
h’D
Ho
hG
hL
CAPA DENSA
GEL
CAPA LIGERA CAPA LIGERA, m’L
h’L
hM
GEL
(a) ESTADO INICIAL (b) ESTADO FINAL
hG
CAPA MEZCLADA
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
285
V.3.6 LA EFICIENCIA DE MEZCLA BAJO
CONDICIONES INICIALES NEUTRAS
Como se ha mencionado con anterioridad, la mayor parte de los experimentos
se han realizado bajo la condición de una distribución de densidad que es inestable.
Sin embargo, se han realizado también un conjunto de experimentos con una
distribución inicial de densidad que es neutra por idénticos motivos que los descritos
en el caso de la estratificación estable.
La distribución de densidad que es indiferente se caracteriza porque la
densidad de la capa densa es igual que la de la capa ligera lo que implica que el
número de Atwood es nulo según su definición (ecuación (5.1)):
ρ ρD L A= ⇒ = 0 (5.81)
El primer objetivo del presente apartado es la obtención de las expresiones
correspondientes a las variaciones de la energía potencial asociadas tanto al proceso
de mezcla parcial como al proceso sin mezcla en el caso de que la distribución inicial
sea neutra. El segundo objetivo es la obtención de la expresión de la eficiencia de
mezcla correspondiente a un proceso de mezcla realizado bajo la condición de una
estratificación indiferente.
La principal diferencia entre la estratificación neutra y la inestable es el
comportamiento dinámico o la evolución del sistema fluido que determina las
características del correspondiente proceso de mezcla turbulenta entre los fluidos. La
presencia de una estratificación indiferente implica que una partícula fluida por sí
sola no tiene tendencia a alejarse de su posición inicial de equilibrio, luego cualquier
nivel es de equilibrio para dicha partícula. Por tanto, en este caso las fuerzas de
flotabilidad asociadas a este tipo de estratificación ni impiden ni favorecen el
movimiento fluido. En particular, si el sistema fluido presentado en este trabajo
posee una distribución de densidad que es indiferente eso implica que ni se favorece
ni se impide que la capa densa penetre tanto en el estrato de gel CMC como en la
capa ligera. Por este motivo se dice que no existe energía por flotabilidad en el
sistema fluido.
Sin embargo, el anterior comportamiento no se observa ni en la visualización
de los experimentos con estratificación inicial neutra ni en su posterior
digitalización. De hecho, es posible observar que, a veces, la capa densa penetra una
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
286
profundidad notable dentro de la capa ligera y, por ello, es precisa una explicación
(figuras IV.49 a IV.57). Si la estratificación es neutra no existe energía por
flotabilidad, pero dada la configuración del sistema fluido existe una energía
adicional que es la asociada a la capa densa por estar situada a la altura Ho respecto
del estrato de gel CMC. La posición de la capa densa hace que a este fluido se le
imprima un momento inicial. Parte de esta energía añadida es absorbida por el estrato
de gel mientras que el resto suministra la energía con la que la capa densa entra en
contacto con la ligera y modifica el comportamiento propio de una estratificación
indiferente.
En conclusión, la presencia inicial de una distribución de densidad que es
neutra implica que los fluidos constituyentes del sistema tienen la misma densidad y
no existe energía por flotabilidad. Por tanto, no habrá variación de la densidad
durante el proceso de mezcla, es decir, la capa mezclada resultante tiene la misma
densidad que la capa densa o la ligera. Podría, entonces, concluirse que no existe
mezcla entre los fluidos y que la eficiencia de mezcla ha de ser nula. Sin embargo,
esta conclusión no es del todo cierta.
El desarrollo del experimento bajo condiciones indiferentes permite observar
la aparición de una región coloreada y de dimensiones variables situada debajo del
estrato de gel CMC (figuras IV.63 y IV.76). Esto implica que sí existe una
entremezcla de los fluidos denso y ligero, puesto que aparece una dilución del color
proporcionado por la fluoresceína sódica introducida en la capa densa. Sin embargo,
no se produce un proceso de mezcla en el sentido clásico descrito en el caso de la
distribución de densidad inestable, sino que existe una entremezcla entre los fluidos
generado por el momento inicial de la capa densa. La entremezcla de los fluidos
consiste en el cambio de posición de las partículas fluidas tanto de la capa densa
como de la ligera por efecto de la energía adicional y no como consecuencia de una
diferencia de densidad que no existe.
Por tanto, en el caso de la distribución de densidad indiferente la capa
mezclada es la región en la que se han entremezclado los fluidos sin variación de
densidad en el sistema fluido. Esta capa mezclada está notablemente influida por las
condiciones iniciales, siendo su espesor variable y con un límite superior no bien
definido.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
287
Respecto a la parte de la energía adicional que es absorbida por el estrato de
gel hay que decir que al tener los geles viscosidades diferentes, absorberán una
fracción diferente del momento inicial (de hecho, la dilución del color proporcionado
por la fluoresceína sódica es más evidente en los experimentos realizados con el gel
menos viscoso). En concreto, el gel más viscoso absorberá más cantidad de energía
de ese momento inicial que el menos viscoso. Por ello, en el caso del gel más viscoso
la capa densa llegará a la capa ligera con menos energía, penetrará menos y se
entremezclará menos, luego la fracción f de capa ligera que interviene en el proceso
será menor como se obtiene tras el análisis de los datos experimentales. Por el
contrario, el gel menos viscoso al absorber menos momento inicial deja que la capa
densa pase con más energía, luego penetra y se entremezcla más, obteniéndose
experimentalmente valores de f mayores, cercanos a la unidad. Por tanto, existe una
diferenciación clara en el comportamiento en función del gel utilizado.
El proceso de mezcla asociado a la distribución de densidad indiferente se
analiza mediante las expresiones correspondientes al caso de la estratificación
inestable con capa mezclada homogénea aplicándoles las restricciones derivadas de
la neutralidad que se mostrarán a continuación. El motivo es que las medidas
experimentales se realizan con el mismo procedimiento utilizado en el caso de la
estratificación inestable. En particular, la altura de la capa mezclada se mide con el
mismo origen de espacios (figura V.9).
Las condiciones derivadas de la presencia de una distribución de densidad
que es neutra son las siguientes:
DLDL
DL
mm
A
=⇒/=
=⇒=
ρρ
ρρ 0
(5.82)
Adicionalmente, tenemos las siguientes relaciones:
m Sh S m
h
m Sh S h m m h
h
L L L L
L
L
D L D L C D D L
D
L
= ⇒ =
= = ′ ⇒ =
ρ ρ
ρ ρ
(5.83)
Las equivalencias del sistema fluido si la distribución inicial de densidad es
indiferente quedan en la forma siguiente tras imponer las anteriores condiciones:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
288
( ) CDO
DL
D
L
D
LDD
DOD
ShH
hS
h
h
mmm
hHh
′+
′
=
==
′+=
2
2
*
*
*
ρ
ρ
(5.84)
A continuación, se presentan las expresiones de las variaciones de energía
potencial asociadas al proceso sin mezcla y al de mezcla parcial correspondientes al
caso de una distribución de densidad que es neutra. Su obtención se realiza
sustituyendo los anteriores resultados (5.84) en las expresiones de la energía
potencial inicial, final y la de su variación correspondientes al caso de la
estratificación inestable.
La energía potencial inicial correspondiente a la situación con una
distribución inicial de densidad que es indiferente es:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++=
222
*
* G
LG
D
GL
L
DL
LNEUTROO
h
hgm
h
hh
h
hh
gmEp (5.85)
El proceso sin mezcla realizado hipotéticamente bajo las condiciones de una
estratificación neutra tiene la siguiente energía potencial final:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++=
222
2
G
LDG
L
DL
DL
NEUTRO
SINf
h
hhgm
h
hh
hgmEp (5.86)
Y su correspondiente variación de energía potencial tiene la expresión
siguiente:
( ) ( )
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
−
−
+=∆ G
DD
L
D
LDG
NEUTRO
SIN h
hh
h
h
gmghmEp
2
*
(5.87)
Respecto al proceso de mezcla parcial realizado experimentalmente para una
distribución de densidad que es neutra, la energía potencial final correspondiente es:
( ) ( ) ( ) ( ) ⎥
⎦
⎤
⎢
⎣
⎡
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++−+
+
+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
2
11
22
2
L
D
L
LD
L
G
LDG
NEUTRO
PARCIALf
h
fhf
h
fhh
gm
h
hhgmEp
(5.88)
Y su correspondiente variación de la energía potencial durante el proceso de
mezcla parcial es:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
289
( ) DG
L
G
L
DD
DL
NEUTRO
PARCIAL ghm
h
h
h
hh
ghmEp +⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
−
−
=∆
2
*
(5.89)
de donde se deduce que:
( ) ( )
( ) 0=∆
∆=∆
NEUTRO
PARCIAL
NEUTRO
SIN
NEUTRO
PARCIAL
W
EpEp
(5.90)
La última expresión implica que la energía suministrada por la cantidad de
movimiento inicial de la capa densa situada a una altura HO es empleada en el
cambio de posición de las diferentes masas fluidas presentes en el sistema, pero no
en el cambio de sus densidades a través de la mezcla. Por tanto, la fracción de
energía utilizada para producir la mezcla entre los fluidos es nula.
La definición general de la eficiencia de mezcla es:
( )
( )NEUTRO
SIN
NEUTRO
PARCIAL
NEUTRO Ep
Ep
∆
∆
−= 1η (5.91)
Sustituyendo las expresiones anteriormente deducidas para las variaciones de
la energía potencial del proceso de mezcla parcial (5.89) y del proceso sin mezcla
(5.87), se obtiene que la eficiencia de mezcla correspondiente a un proceso de
mezcla parcial bajo condición de una distribución de densidad neutra es nula puesto
que dichas variaciones son iguales:
0=NEUTRA
HOMOGÉNEAη (5.92)
resultado que puede interpretarse como que no existe mezcla en el sentido descrito
en los apartados V.3 y V.3.3. Por tanto, la eficiencia de mezcla bajo condiciones
neutras toma un único valor nulo.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
290
V.4 LA ADIMENSIONALIZACIÓN DE LOS
PARÁMETROS EXPERIMENTALES
La comparación de la evolución de diferentes experimentos con distintas
condiciones iniciales sólo es posible si se realiza una adimensionalización de las
magnitudes físicas implicadas en los mismos. Esta adimensionalización, a veces, se
acompaña de una normalización.
La adimensionalización es un procedimiento mediante el cual una magnitud
física deja de tener dimensiones. La razón física en la que se fundamenta la
realización de una adimensionalización es que las leyes físicas son dimensionalmente
homogéneas lo que permite expresarlas en forma adimensional tras escalar las
magnitudes en ellas involucradas por las escalas convenientes. La normalización es
un procedimiento matemático que permite que los valores de una magnitud oscilen
entre 0 y 1. El proceso de normalización no implica necesariamente una
adimensionalización. Sin embargo, la adimensionalización puede dar lugar a una
magnitud adimensional y, además, normalizada.
Existen diversos motivos por los que resulta necesario trabajar con
parámetros adimensionales y no con magnitudes dimensionales. El proceso de
adimensionalización representa una simplificación notable en el análisis matemático
del fenómeno físico al reducir el número de variables que intervienen en el mismo.
Por otra parte, los parámetros adimensionales son independientes del sistema de
unidades utilizado, lo que facilita la comparación entre resultados de distinto origen.
Otro motivo a destacar es el amplio rango de valores que las magnitudes físicas,
como la energía potencial, la altura o el tiempo, presentan en los diferentes
experimentos. Por ejemplo, en el caso particular del presente trabajo si se usan los
valores absolutos de una magnitud cuando la inestabilidad inicial sea grande la
energía potencial o su variación será mayor que para aquellos experimentos con
inestabilidades iniciales menores porque tanto la energía potencial como su variación
son proporcionales a la diferencia de densidad existente inicial y finalmente entre los
fluidos que constituyen el sistema fluido y que se mezclan. Por tanto, la
adimensionalización de las magnitudes físicas relevantes en un fenómeno físico
permite obtener unos comportamientos más nítidos de forma que la comparación de
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
291
los mismos será más fácil y eficaz de realizar, siendo éste un motivo fundamental
para el uso de este técnica.
Por todo ello, el uso de parámetros adimensionales está muy extendido en la
mecánica de fluidos, siendo utilizados tanto en los trabajos experimentales como en
estudios teóricos cuyo objetivo es la descripción, comprensión y parametrización de
los fenómenos fluidos, en particular de la turbulencia fluida.
Los parámetros adimensionales pueden agruparse en dos grupos. En el
primero están aquellos parámetros que por su definición física o matemática son
directamente adimensionales y no requieren ningún tipo de manipulación posterior.
Este es el caso de los parámetros adimensionales propios de la mecánica de fluidos
como el número de Reynolds, el número de Grashoff o el número de Atwood.
Además, en este grupo se incluyen otras magnitudes también son por definición
adimensionales, pero que no son parámetros estándar de la mecánica de fluidos,
como, por ejemplo, la eficiencia de mezcla. En el segundo grupo se encuentran
aquellos parámetros procedentes de la adimensionalización de magnitudes físicas
con dimensiones. Este es el caso de las alturas (por ejemplo, la altura de la capa
mezclada), el tiempo o la energía potencial.
Expuestos los motivos por los que es importante el uso de parámetros
adimensionales directos y la adimensionalización de las magnitudes físicas
implicadas en la descripción del fenómeno físico que se desarrolla en los
experimentos, pasamos a describir la adimensionalización de aquellas magnitudes
concretas que lo requieren.
La altura de las diversas capas fluidas presentes tanto en el estado inicial
como en el final del sistema fluido es una magnitud física medida directamente,
luego con dimensiones. Las alturas de las capas ligera, densa, el estrato de gel, la
altura HO de la capa densa respecto del gel o la altura Lh′ de la capa ligera no
mezclada no es necesario utilizarlas en forma adimensional. Sin embargo, la altura
de la capa mezclada hM sí es preciso adimensionarlizarla dado su significado físico.
Esta altura es proporcional al volumen del fluido mezclado, es decir, representa la
fracción del volumen fluido total (el volumen de la capa densa más el de la ligera)
que se ha mezclado. Este volumen de fluido mezclado diferirá notablemente de unos
experimentos a otros, es decir, aquellos experimentos que generen una gran mezcla
tendrán asociada una altura hM grande frente a otras pruebas experimentales en las
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
292
que la mezcla sea menor, luego hM también. Por todo ello, la comparación de los
resultados obtenidos en experimentos con distinta evolución será más fácil si se
realiza previamente una adimensionalización de la mencionada altura.
La adimensionalización de la altura de la capa mezclada hM se realiza
dividiendo esta magnitud entre la suma de las alturas de la capas ligera hL y densa
Dh′ , que puede considerarse como la altura total del sistema fluido miscible (sin
incluir el gel CMC que no sufre ningún proceso de mezcla). Por tanto, la altura
adimensional de la capa mezclada resulta ser:
( )DL
M
M hh
hh
′+
=* (5.93)
La densidad de las diferentes capas fluidas constituyentes del sistema fluido
se determina indirectamente a partir de la salinidad de las mismas, que es la
magnitud que se mide experimentalmente. Una posible adimensionalización de la
densidad podría venir dada por el cociente de la densidad de la capa ligera y la de la
capa densa. Sin embargo, desde el punto de vista físico, es preferible utilizar como
adimensionalización la diferencia entre dichas densidades dividida entre su suma, es
decir, el número de Atwood A. El motivo es que este parámetro adimensional
representa la flotabilidad inicial del sistema fluido (apartado V.2.1). Además, la
elección de esta adimensionalización para la densidad hace que el parámetro
resultante esté normalizado, es decir, siempre tomará valores entre 0 y 1 para los
experimentos realizados con una distribución inicial de densidad que sea inestable.
La eficiencia de mezcla η es un parámetro adimensional en virtud de su
definición física (apartados V.3). Esta magnitud representa la fracción de la energía
de que dispone el sistema fluido que se utiliza para realizar la mezcla turbulenta y se
expresa mediante un cociente de variaciones de energía potencial.. Por tanto, este
parámetro no necesita ser adimensionalizado. Además, por su definición, está
normalizado porque siempre toma valores entre 0 y 1.
La adimensionalización del tiempo se obtiene dividiéndolo entre un tiempo
de referencia τ. Existen varias escalas temporales que pueden utilizarse para tal fin.
Una posible escala de tiempo τFRENTE es el tiempo promedio que el frente
convectivo de los penachos turbulentos tarda en descender hasta el fondo de la
cubeta experimental que viene dado por la siguiente expresión:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
293
gA
hL
FRENTE 2
=τ (5.94)
donde hL es la altura inicial de la capa ligera y A es el número de Atwood.
Otra escala temporal es τGEL que representa el tiempo de penetración de la
capa densa a través del estrato de gel CMC o tiempo característico de ruptura de la
capa de gel cuya expresión se obtiene mediante análisis dimensional (Redondo,
comunicación privada):
( )
3
1
2 ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
′
=
g
G
GEL
ντ (5.95)
donde νG es la viscosidad cinemática del gel CMC y g’ es la gravedad reducida.
La cuarta escala de tiempo está en relación con la frecuencia de Brunt-
Vaïsällä N cuya expresión es la siguiente:
S
MÁXIMA
d
g
z
gN
ρ
ρ
ρ
ρ
∆
≈⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
∂
∂
−=
2
1
(5.96)
donde ∆ρMÁXIMA es la diferencia máxima de densidad existente entre dos sondas de
conductividad contiguas y dS es la distancia vertical de separación entre las
mencionadas sondas. Esta escala comienza a tener importancia entre la mitad y el
final del proceso de mezcla.
La adimensionalización del tiempo puede realizarse dividiéndolo entre
cualquiera de las escalas temporales anteriores. En concreto, si se elige como tiempo
de referencia la escala τFrente la adimensionalización del tiempo se realiza mediante la
siguiente expresión:
Frente
tt
τ
=* (5.97)
donde t es el tiempo transcurrido entre el instante inicial t=0 y el instante intermedio
seleccionado. Físicamente este parámetro adimensional representa la fracción del
tiempo que ha transcurrido hasta el instante t. Dada esta adimensionalización para
t=0 se tiene que t*=0 y para t=τFrente se obtiene t*=1 para los diferentes grados de
inestabilidad inicial1.
1 El grado de inestabilidad inicial es la diferencia de densidad que existe inicialmente entre los fluidos
del sistema fluido cuya disposición es tal que el más denso se sitúa por encima del más ligero. Este
grado de inestabilidad inicial se puede representar por el número de Atwood A.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
294
APÉNDICE V.1. ANÁLISIS DEL PROCESO SIN MEZCLA
El proceso sin mezcla se caracteriza por la ausencia de mezcla entre los fluidos,
de forma tal que en el estado final dichos fluidos han intercambiado sus posiciones sin
mezclarse como muestra la figura V.13. Este proceso sin mezcla no es un proceso ideal
en sí mismo puesto que es posible realizarlo en la práctica experimental mediante la
utilización de fluidos inmiscibles. Sin embargo, de cara al proceso de mezcla parcial se
considera como una situación límite.
Dado que las condiciones experimentales iniciales no se modifican respecto del
proceso de mezcla parcial, entonces las equivalencias asociadas al sistema fluido son las
mismas. Por tanto, la energía potencial inicial es:
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
*
** D
GLD
G
LG
L
Lo
hhhgm
h
hgmhgmEp (5.98)
Según la figura V.13 la energía potencial final correspondiente al proceso sin
mezcla expresada en función de las diferentes masas fluidas es:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
G
LDG
L
DL
D
DSINf
hhhgmhhgmhgmEp (5.99)
Por tanto, la variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin
mezcla es:
( ) ( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
22
*
* D
GLD
D
DGLDSIN
hhhgmhgmmmghEp (5.100)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
295
GEL
GEL
CAPA LIGERA
CAPA LIGERA
CAPA DENSA
hL
hD
hL
∆hG HO
Figura V.13. Representación esquemática de las condiciones experimentales de un proceso sin mezcla. (a) Estado inicial del sistema fluido experimental. (b) Estado final al que
llega el sistema fluido después del proceso sin mezcla. Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hD’, espesor inicial de la capa densa contenida en el sistema de cajas móviles;
hD, espesor de la capa densa contenida en la cubeta experimental; hG, espesor del estrato de gel CMC; Ho, altura inicial de la capa densa respecto del estrato de gel; ∆hG,
elevación de la capa de gel respecto de su situación inicial.
CAPA DENSA
hD’
hG
(a) ESTADO INICIAL (b) ESTADO FINAL
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
296
APÉNDICE V.2. ANÁLISIS DEL PROCESO DE MEZCLA
COMPLETA
El proceso de mezcla total se caracteriza porque la mezcla entre los fluidos es
completa, es decir, todo el fluido denso se mezcla con todo el ligero, luego la fracción
de fluido ligero que interviene en el proceso de mezcla es f=1.. Por ello, en el estado
final correspondiente aparece una única capa mezclada homogénea, según se muestra en
la figura V.14. Respecto del proceso de mezcla parcial se considera como un proceso
ideal que no es posible de obtener en la práctica experimental. Por tanto, se trata de otra
situación límite junto con la representada por el proceso sin mezcla.
Dado que las condiciones experimentales iniciales no se modifican respecto del
proceso de mezcla parcial, entonces las equivalencias asociadas al sistema fluido son las
mismas. Por tanto, la energía potencial inicial es:
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
+++⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
222
*
** D
GLD
G
LG
L
Lo
hhhgm
h
hgmhgmEp (5.101)
Según la figura V.14 la energía potencial final correspondiente al proceso con
mezcla completa expresada en función de las diferentes masas fluidas es:
( ) ( ) ( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ ++=
22
G
MAXMG
MAXM
MTOTALf
hhgmhgmEp (5.102)
Según la expresión (5.26) y dado que f=1 se deduce que:
( )h h hM MAX L D= + (5.103)
Es decir, la altura máxima que puede alcanzar la capa mezclada es la altura que alcanza
en el proceso de mezcla completa no es un dato medido experimentalmente, sino que se
obtiene en función de otras magnitudes como se muestra en la anterior expresión.
Por otra parte, dado que la mezcla entre el fluido denso y el ligero es completa,
eso implica, según el principio de conservación de la masa, que la masa mezclada será:
m m mM L D= + (5.104)
donde
( )m S h
m Sh
m Sh
M M M MAX
D D D
L L L
=
=
=
ρ
ρ
ρ
(5.105)
habiendo supuesto que la capa mezclada es homogénea, es decir, su densidad ρM es
constante y podría obtenerse teóricamente a partir de la siguiente relación:
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
297
( ) ( )
( ) ( )
ρ
ρ ρ
M
D O D L o L
o D o L
V V
V V
=
+
+
(5.106)
Sustituyendo las anteriores relaciones en la expresión (5.102), se tiene que la
energía potencial final es:
( ) ( ) ( )
⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ +++
+
+=
22
G
DLG
DL
DLTOTALf
hhhgmhhgmmEp (5.107)
Finalmente, la variación de la energía potencial correspondiente al proceso de
mezcla completa es:
( ) ( ) ( )DLLD
D
GLD
D
DGLDTOTAL hmhmghhhgmhgmmmghEp −+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛
++−++=∆
2
1
22
*
*
(5.108)
Si comparamos la expresión (5.108) con la correspondiente al proceso sin
mezcla, se observa que los tres primeros sumandos coinciden con la variación de la
energía potencial en dicho proceso sin mezcla. Este resultado nos permite escribir la
expresión (5.108) en la forma siguiente:
( ) ( ) ( )DLLDSINTOTAL hmhmgEpEp −+∆=∆
2
(5.109)
donde el último sumando representa la energía utilizada para realizar la mezcla
completa entre los fluidos, es decir,
( ) ( )DLLDTOTAL hmhmgW −=∆
2
(5.110)
Por otra parte, recordando que la energía utilizada para mezclar los fluidos en el
proceso de mezcla parcial es:
( ) ( )DLLDPARCIAL hmhmfgW −=∆
2
(5.111)
Comparando las dos últimas expresiones (5.110) y (5.111), observamos que la última
coincide con la anterior si consideramos que f=1, como se ha supuesto para el proceso
de mezcla completa. Si el proceso es de mezcla parcial entonces se verifica que f<1.
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
298
GEL
GEL
CAPA LIGERA CAPA MEZCLADA
CAPA DENSA
hL
Ho
h’D
(h M)max
∆hG
(a) ESTADO INICIAL (b) ESTADO FINAL
Figura V.14. Representación esquemática de las condiciones experimentales de un proceso con mezcla completa. (a) Estado inicial del sistema fluido experimental. (b) Estado
final al que llega el sistema fluido después de un proceso con mezcla completa entre la capa ligera y la capa densa. Notación: hL, altura inicial de la capa ligera; hD’, espesor
inicial de la capa densa; hG, espesor del estrato de gel CMC; (hM)max, espesor de la capa mezclada; Ho, altura Inicial del sistema de cajas móviles respecto del estrato de gel; ∆hG,
elevación de la capa de gel respecto de su situación inicial.
hG
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
299
APÉNDICE V.3. COMPARACIÓN DE LOS TRES
PROCESOS DE MEZCLA
1º COMPARACIÓN ENTRE EL PROCESO SIN MEZCLA Y EL PROCESO DE
MEZCLA TOTAL
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin mezcla es,
según el Apéndice V.1, la siguiente:
( ) ( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
22
*
* D
GLD
D
DGLDSIN
hhhgmhgmmmghEp (5.112)
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso de mezcla total
es, según el Apéndice V.2, la siguiente:
( ) ( ) ( )DLLD
D
GLD
D
DGLDTOTAL hmhmghhhgmhgmmmghEp −+⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛
++−++=∆
2
1
22
*
*
(5.113)
Comparando ambas expresiones, se deduce que la última puede expresarse en la
forma siguiente:
( ) ( ) ( )
( ) ⎯⎯⎯ →⎯
−+∆=∆
∆ TOTALW
DLLDSINTOTAL hmhmgEpEp
2 (5.114)
El objetivo es averiguar si la variación de la energía potencial en el proceso sin
mezcla es mayor o menor que la correspondiente al proceso con mezcla total,
considerando que ambas variaciones son negativas. Esto implica estudiar si el signo de
(∆W)TOTAL es positivo o negativo. La expresión de (∆W)TOTAL, es:
( ) ( ) ( ) LDLDDLDLLDTOTAL quedadohShghmhmgW ρρρρ >>−=−=∆ 0
22
(5.115)
donde se han hecho las siguientes sustituciones:
DDDLLL ShmShm ρρ == (5.116)
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
300
Por tanto, se obtiene que ( )∆W TOTAL > 0 y dado que, por las condiciones del
sistema fluido experimental, se verifica que
SINTOTAL
EpW ∆<∆ entonces se deduce
que se verifica la siguiente condición en módulo:
( ) ( )∆ ∆Ep EpSIN TOTAL> (5.117)
recordando que ambas variaciones de energía potencial son negativas. Por tanto, el
valor absoluto de la variación de la energía potencial del proceso sin mezcla es mayor
que el correspondiente al proceso con mezcla total, lo que significa que el proceso sin
mezcla suministra una mayor cantidad de energía.
2º COMPARACIÓN ENTRE EL PROCESO SIN MEZCLA Y EL PROCESO DE
MEZCLA PARCIAL
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin mezcla es,
según el Apéndice V.1, la siguiente:
( ) ( ) ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
22
*
* D
GLD
D
DGLDSIN
hhhgmhgmmmghEp (5.118)
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso de mezcla
parcial bajo condiciones inestables es, según el apartado V.3.3, la siguiente:
( ) ( ) ( )DLLD
D
GLD
D
DGLDPARCIAL hmhmgfhhhgmhgmmmghEp −+⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
++−++=∆
222
*
*
(5.119)
Comparando ambas expresiones, se deduce que la última puede expresarse en la
forma siguiente:
( ) ( ) ( )
( ) ⎯⎯⎯⎯ →⎯
−+∆=∆
∆ PARCIALW
DLLDSINPARCIAL hmhmgfEpEp
2 (5.120)
Por tanto, para averiguar si la variación de la energía potencial en el proceso de
mezcla parcial es mayor o menor que la correspondiente al proceso sin mezcla tan solo
es preciso averiguar el signo de (∆W)PARCIAL, considerando que ambas variaciones de la
energía potencial son negativas.
La expresión de (∆W)PARCIAL puede escribirse de dos formas distintas:
(5.121)
( ) ( ) ( )LD
L
DDLLDPARCIAL
hgShhmhmfgW ρρ −
∆
=−=∆
22
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
301
donde se ha hecho uso de las siguientes relaciones:
LL
LLL
LLL
DCDDDD
hfh
hhh
Shm
hSShm
∆=
′−=∆
=
′==
ρ
ρρ
(5.122)
Considerando la segunda forma se tiene que:
dado que:
(5.123)
para los procesos de mezcla realizados con una distribución inicial de densidad que sea
inestable. Por tanto, se obtiene que ( ) 0>∆ PARCIALW y dado que, por las condiciones del
sistema fluido experimental, se verifica que
SINPARCIAL
EpW ∆<∆ entonces se deduce
que se verifica la siguiente condición en módulo:
( ) ( )SINPARCIAL EpEp ∆<∆ (5.124)
donde tanto la variación de la energía potencial correspondiente al proceso sin mezcla
como la del proceso de mezcla parcial son negativas. Por tanto, el valor absoluto de la
variación de la energía potencial del proceso sin mezcla es mayor que el
correspondiente al proceso de mezcla parcial, lo que significa que el proceso sin mezcla
suministra una mayor cantidad de energía.
3º COMPARACIÓN ENTRE EL PROCESO DE MEZCLA TOTAL Y EL PROCESO DE
MEZCLA PARCIAL
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso de mezcla
parcial bajo condiciones inestables es, según el apartado V.3.3, la siguiente:
( ) ( ) ( )
( ) ⎯⎯⎯⎯ →⎯
−+∆=∆
∆ PARCIALW
DLLDSINPARCIAL hmhmgfEpEp
2 (5.125)
La variación de la energía potencial correspondiente al proceso con mezcla total
es, según el Apéndice V.2, la siguiente:
( ) 0
2
>−
∆
LD
L
D
hgSh ρρ
( ) 0
0
2
>−⇒>
>
∆
LDLD
L
D
hgSh
ρρρρ
CAPÍTULO V Los parámetros experimentales caracterizadores del proceso de mezcla parcial
302
( ) ( ) ( )
( ) ⎯⎯⎯ →⎯
−+∆=∆
∆ TOTALW
DLLDSINTOTAL hmhmgEpEp
2 (5.126)
Por tanto, para averiguar si la variación de la energía potencial en el proceso de
mezcla parcial es mayor o menor que la correspondiente al proceso con mezcla total, es
preciso analizar cuál de los dos términos, ( ) ( )PARCIALTOTAL WyW ∆∆ , es mayor. Teniendo
en consideración que 0− DLLD hmhm se concluye que:
( ) ( )1
2 2
g m h m h f g m h m hD L L D D L L D− > − (5.127)
es decir,
( ) ( )∆ ∆W WTOTAL PARCIAL> (5.128)
donde ambas magnitudes son positivas y, por las condiciones del sistema fluido
experimental, además se verifica que
SINPARCIAL
EpW ∆<∆ y
SINTOTAL
EpW ∆<∆ . Por
tanto, se concluye que se verifica la siguiente condición en módulo:
( ) ( )∆ ∆Ep EpTOTAL PARCIAL< (5.129)
Por tanto, el valor absoluto de la variación de la energía potencial del proceso de mezcla
parcial es mayor que la correspondiente al proceso con mezcla total.
Finalmente, se concluye que el proceso sin mezcla es el que suministra
teóricamente la mayor cantidad de energía al sistema fluido porque su variación de
energía potencial en valor absoluto es mayor que la que tiene lugar durante el proceso
de mezcla parcial y también que la correspondiente al proceso de mezcla total.
CAPÍTULO VI
ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE
MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES INESTABLES
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
303
VI.1 EL ANÁLISIS GLOBAL DE LOS
EXPERIMENTOS CORRESPONDIENTES A UNA
DISTRIBUCIÓN INESTABLE DE DENSIDAD
El análisis global del proceso de mezcla parcial se caracteriza por considerar
exclusivamente las características del estado inicial del que parte el sistema fluido
experimental y del estado final al que llega (figura V.3). Por tanto, en este tipo de
estudio no se tiene en cuenta la evolución temporal de la mezcla ni los fenómenos ni
características de los estados intermedios. Las magnitudes representantes del análisis
global son la altura de la capa mezclada hM y la eficiencia de mezcla η.
El presente apartado analiza cuantitativamente el comportamiento global de
estas magnitudes físicas, que se han descrito en los apartados V.2.2, V.3 y V.3.3. Se
muestran las relaciones existentes entre estos parámetros, que representan la
evolución de las magnitudes asociadas al proceso de mezcla, en función de
parámetros relacionados con la flotabilidad inicial. Por ello, se estudia la relación
empírica de la altura de la capa mezclada hM y de la eficiencia de mezcla η en
función del número de Atwood. Adicionalmente, se analizan las relaciones mutuas
existentes entre la eficiencia y la altura de la capa mezclada.
Una parte de los resultados cuantitativos que se presentan están basados en el
registro de los datos experimentales de potencial mediante el conductivímetro
multicanal y el convertidor analógico-digital como es el caso de la densidad
(apartado III.3.2).
Respecto a estas magnitudes hay que puntualizar que el número de Atwood se
obtiene en base a las características iniciales presentes en el sistema fluido
experimental antes del inicio del proceso de mezcla. La eficiencia de mezcla η se
calcula mediante las ecuaciones (5.37) si la capa mezclada es homogénea y (5.59) si
la capa mezclada es estratificada para el caso inestable, y la altura de la capa
mezclada hM es una medida experimental.
Los experimentos se han realizado siempre bajo las mismas condiciones de
contorno. Respecto a las condiciones experimentales iniciales han sido modificadas
de la siguiente forma. Se han realizado experimentos con 3 estratificaciones distintas:
inestable, estable e indiferente. No obstante, el 90% de las pruebas experimentales se
han realizado bajo la condición de una distribución de densidad que es inestable. Los
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
304
experimentos con una estratificación inicial inestable modifican sus condiciones
experimentales variando el gel CMC utilizado y la densidad de la capa densa. De
hecho, se han usado 2 geles con distinta densidad y viscosidad, y 10 disoluciones
densas diferentes lo que implica 10 valores del número de Atwood. Se obtienen así
distintas condiciones iniciales de flotabilidad o distintos grados de inestabilidad
inicial. Adicionalmente y con el objetivo de controlar la variabilidad propia de todo
experimento, se realizaron entre 5 y 10 repeticiones bajo las mismas condiciones
experimentales (iniciales y de contorno) para cada proceso de mezcla diferente.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
305
VI.2 COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA DE LA CAPA
MEZCLADA
El estado final al que llega el sistema fluido experimental tras el proceso de
mezcla turbulenta se caracteriza por la presencia de una estratificación estable que
aparece porque la capa mezclada está separada de la capa ligera no mezclada por una
interfase de densidad que es estable (figura V.3). La altura de la capa mezclada hM es
una de las principales características de este estado final porque representa la altura
final a la que se sitúa la interfase estable de densidad que delimita superiormente la
capa mezclada y, por tanto, es una medida indirecta del grado de mezcla. De hecho,
esta altura es proporcional al volumen del fluido mezclado, es decir, representa
indirectamente la fracción del volumen fluido total que se ha mezclado. Finalmente,
la altura de la capa mezclada hM es una magnitud que se mide directamente para cada
prueba experimental.
Según se ha descrito en el apartado V.4, para analizar la altura de la capa
mezclada hM es necesario adimensionalizarla para obtener relaciones entre
parámetros adimensionales y comportamientos más nítidos. La adimensionalización
de la altura de la capa mezclada hM se realiza dividiéndola entre una altura de
referencia o escala longitudinal que es la suma de las alturas de la capas ligera hL y
densa Dh′ , es decir, la altura total del sistema fluido miscible, según expresa la
ecuación (5.93) que representa la altura adimensional de la capa mezclada. De esta
forma, el rango de valores de la altura de la capa mezclada queda automáticamente
normalizado y varía entre 0 y 1.
El proceso de mezcla está influido por dos factores. El primero de ellos es la
flotabilidad inicial del sistema fluido que se representa por el número de Atwood A.
El segundo es la viscosidad del gel CMC que se representa por la propia viscosidad
µG y que también podría representarse por un número adimensional asociado. La
influencia de estos dos factores obliga a analizar el comportamiento de la altura de la
capa mezclada hM en función del número de Atwood A y de la viscosidad del gel.
Cualitativamente, la altura de la capa mezclada hM debería aumentar
conforme el número de Atwood A es mayor. La explicación física se basa en que el
aumento del número de Atwood A implica que el efecto de la flotabilidad inicial es
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
306
mayor. Entonces, el fluido de la capa densa tendrá una aceleración convectiva
relativa mayor y la turbulencia será de mayor intensidad. Por ello, la mezcla debería
ser mayor y el volumen mezclado también, luego la capa mezclada ha de tener mayor
altura. La figura VI.1 muestra claramente este comportamiento de crecimiento de la
altura adimensional *
Mh en función del número de Atwood
-0.02 0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.40
0.45
0.50
0.55
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
h*
M
A
La figura VI.1 muestra también el efecto de la viscosidad del gel CMC
utilizado. Para las pruebas experimentales realizadas con el gel menos viscoso la
altura hM es siempre mayor que la correspondiente a los experimentos hechos con el
más viscoso. Por tanto, la altura de la capa mezclada hM aumenta al utilizarse un gel
menos viscoso. Una razón que explica este comportamiento es el mayor número de
penachos turbulentos que aparecen cuando la viscosidad del gel se reduce, es decir,
el estrato de gel es penetrado por un mayor número de chorros de fluido denso que
generarán posteriormente los penachos. De esta forma se favorece el proceso de
mezcla, luego la aparición de una capa mezclada de mayor altura como corrobora la
figura VI.1. Otra razón es el incremento de la velocidad descendente de los penachos
Figura VI.1. Evolución de la altura adimensional de la capa mezclada *
Mh en función del número de
Atwood A para los experimentos realizados con el gel CMC más viscoso (Curva 1, •), y con el gel
menos viscoso (Curva 2, ). La figura muestra además los ajustes lineales realizados.
2
1
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
307
turbulentos que genera una mayor cizalla en sus contornos lo que favorece la mezcla
y, por tanto, aumenta la altura de la capa mezclada.
Este comportamiento también podría analizarse más detenidamente mediante
la representación de la altura hM en función de la viscosidad del gel CMC o de un
parámetro adimensional asociado, debiendo observarse con nitidez que cuando el gel
es menos viscoso la altura hM aumenta.
Respecto al número adimensional G que podría asociarse al efecto de la
viscosidad del gel, podría plantearse como un cociente entre dos escalas temporales
características del sistema fluido experimental según la siguiente expresión
(Redondo, comunicación privada):
τ
τ GG = (6.1)
donde τG es el tiempo que tarda la capa densa en atravesar el estrato de gel CMC y τ
es el tiempo que el frente convectivo de un penacho tarda en descender hasta el
fondo de la cubeta experimental. La escala temporal τ, dado su significado físico, se
define mediante la siguiente expresión:
gA
hL
2
=τ (6.2)
donde hL es el espesor de la denominada capa ligera en la que se desarrollan los
penachos turbulentos, g es la aceleración de la gravedad y A es el número de
Atwood. Respecto a la escala temporal τG, que es el tiempo característico de la
ruptura del gel, su definición se deduce a través del análisis de dimensiones
resultando la siguiente expresión:
( )
3
1
2' ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
=
g
G
G
ν
τ (6.3)
donde νG es la viscosidad cinemática del gel y g’ es la gravedad reducida.
Por tanto, el número adimensional G tendrá la siguiente expresión:
6
1
3
2
2 ⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
=
L
G
gAh
G ν
(6.4)
La potencia sexta del número adimensional G proporciona otro parámetro
adimensional que es proporcional al inverso del número de Grashof.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
308
1
Puesto que los experimentos de mezcla turbulenta se han realizado tan solo
con dos geles de diferentes viscosidad, no se considera oportuno realizar una nueva
representación gráfica con tan sólo dos valores. Por tanto, se concluye que la figura
VI.1 representa adecuadamente el comportamiento en función de la viscosidad
dinámica del gel CMC, µG.
A partir del comportamiento de la figura VI.1 se deduce que el estrato de gel
CMC consume cierta cantidad de energía procedente del flujo descendente de la capa
densa. Esta energía consumida se emplea en realizar un trabajo en contra de la
tensión viscosa del gel y en deformar el estrato de gel CMC. Como se describe en el
apartado V.3.4, para determinar experimentalmente el efecto que la presencia del gel
tiene se realizaron experimentos bajo las mismas condiciones experimentales
iniciales de la figura III.23 pero sin el estrato de gel CMC. De nuevo, la altura de la
capa mezclada se mide experimentalmente y, como era de esperar, se obtiene que es
siempre mayor respecto de los experimentos que incluyen la capa de gel como se
muestra la figura VI.2.
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.35
0.40
0.45
0.50
0.55
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
1.00
h*
M
A
(a)
2
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
309
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
1.00
h*
M
A
Figura VI.2. Comportamiento de la altura adimensional de la capa mezclada *
Mh en función del número
de Atwood A. (a) La curva 1 corresponde a experimentos realizados con el gel más viscoso y la curva 2
a experimentos hechos sin el estrato de gel. (b) La curva 1 corresponde a experimentos realizados con
el gel menos viscoso y la curva 2 a experimentos hechos sin el estrato de gel.
La altura de la capa mezclada disminuye en un 18% para los experimentos
realizados con el gel menos viscoso y en un 44% para los realizados con el gel más
viscoso si la comparamos con los valores obtenidos en los experimentos realizados
sin gel. Este resultado está de acuerdo con la idea de que el gel absorbe una parte de
la energía.
El análisis cuantitativo de los comportamientos anteriormente mostrados para
la altura adimensional de la capa mezclada *
Mh se muestra a continuación. El
objetivo es obtener ajustes empíricos entre esta magnitud física y los parámetros
adimensionales como el número de Atwood. En concreto, se elige un ajuste lineal
porque representa adecuadamente la tendencia de crecimiento global de esta altura
con el número de Atwood. Las figuras VI.1 y VI.2 muestran los ajustes empíricos
realizados con los datos experimentales de la altura adimensional de la capa
mezclada *
Mh . Las expresiones de los ajustes de la figuras VI.1 son:
(b)
2
1
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
310
70.010.1
2
*
50.090.0
1
*
+=⎟
⎠
⎞⎜
⎝
⎛
+=⎟
⎠
⎞⎜
⎝
⎛
AMh
AMh
(6.5)
donde el subíndice 1 hace referencia al gel más viscoso y el 2 al menos viscoso. El
primer ajuste tienen un nivel de confianza del 90% mientras que el segundo del
95%. Estos niveles de confianza han sido deducidos a partir de los coeficientes de
regresión que son r1=0.64 y r2=0.80.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
311
VI.3 COMPORTAMIENTO DE LA EFICIENCIA DE
MEZCLA
La capa densa y la capa ligera no se mezclan completamente como se ha
descrito en el apartado IV.1. Esto implica que el proceso de mezcla es sólo parcial
siendo caracterizado por su eficiencia de mezcla η. La importancia del estudio de la
eficiencia de mezcla η reside en su significado físico (apartados V.3 y V.3.3). Este
parámetro tiene un significado energético al representar aquella fracción de la
energía disponible que es empleada para producir mezcla entre los fluidos
constituyentes del sistema fluido.
La eficiencia de mezcla se obtiene a partir de la variación de la energía
potencial que tiene lugar durante el proceso de mezcla. Este cambio de la energía
potencial se deduce a través de la comparación de los perfiles de densidad
correspondientes al estado inicial y final del sistema fluido. Estos perfiles de
densidad se miden experimentalmente. La eficiencia de mezcla η se obtiene
mediante las expresiones (5.36) si la capa mezclada es homogénea y (5.58) si la capa
mezclada es estratificada, y siempre a partir de las características experimentales del
sistema fluido en el caso de una distribución de densidad que sea inestable, que es el
que se considera en este apartado.
El proceso de mezcla turbulenta, y, por tanto la eficiencia de mezcla η, está
influido por el efecto de la flotabilidad inicial del sistema fluido y por la la presencia
del estrato de gel CMC. El efecto de la flotabilidad viene representado por el número
de Atwood A, mientras que el del gel se representa por la propia viscosidad del gel
µG. Por estos motivos el comportamiento de la eficiencia de mezcla η se estudia en
función de estos dos efectos o de sus correspondientes parámetros adimensionales.
La eficiencia de mezcla η se analiza bajo dos hipótesis en la estratificación de
la capa mezclada, que sea homogénea o que esté estratificada establemente con dos
capas.
La capa mezclada resultante del proceso de mezcla real está estratificada
establemente, como se ha demostrado experimentalmente. Las medidas realizadas
permiten suponer que la capa mezclada está constituida por dos capas fluidas. Esta
hipótesis de trabajo es una primera aproximación a la estratificación real de dicha
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
312
capa, que podría estar constituida por un mayor número de estratos que no hemos
sido capaces de medir experimentalmente. Por estos motivos se analiza la eficiencia
de mezcla si la capa mezclada está estratificada establemente con dos capas cuya
expresión es la ecuación (5.59), deducida de la definición de la eficiencia
considerando las características particulares del experimento. Si la capa mezclada se
considera que es homogénea –no real-, la eficiencia de mezcla correspondiente viene
dada por la ecuación (5.37).
La figura VI.3 compara gráficamente la eficiencia de mezcla correspondiente
a una capa mezclada considerada homogénea y la eficiencia de mezcla asociada a
una capa mezclada que tiene una estratificación con dos capas. Se observa que,
independientemente de la viscosidad del gel, la eficiencia asociada a la capa
mezclada estratificada es siempre menor que la eficiencia correspondiente al caso
homogéneo, es decir, la eficiencia disminuye si hay estratificación en la capa
mezclada. La razón es que según la estabilidad de la estratificación aumenta, una
parte de la energía se emplea en contrarestar el efecto de la flotabilidad negativa y en
generar ondas internas en lugar de ser empleada en mezclar los fluidos.
En la figura VI.3 se observa que la eficiencia de mezcla η aumenta conforme
el número de Atwood A crece. Además, este crecimiento de la eficiencia tiene lugar
para los dos geles CMC utilizados. El aumento del número de Atwood significa que
la diferencia de densidad del sistema fluido es mayor, luego el efecto de la
flotabilidad también lo es y la aceleración convectiva crece. Por ello, se genera una
turbulencia más intensa y de mayor microestructura fina. La mezcla generada por
esta turbulencia es mayor y la eficiencia de mezcla aumenta.
A partir de este momento se considerará exclusivamente la eficiencia de
mezcla correspondiente a la capa mezclada estratificada con dos estratos fluidos
porque es el caso representativo de la situación experimental real. En la figura VI.4
se representa la eficiencia de mezcla asociada a la capa mezclada estratificada en
función del número de Atwood del sistema fluido. De nuevo, se observa que la
eficiencia aumenta según el número de Atwood es mayor. Este incremento también
se muestra en otros trabajos científicos relacionados con la mezcla entre fluidos bajo
otras condiciones experimentales. En concreto, experimentos realizados sobre
mezcla turbulenta generada por la inestabilidad de Rayleigh-Taylor muestran que su
correspondiente eficiencia de mezcla es pequeña para números de Atwood bajos,
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
313
aumentando posteriormente hasta estabilizarse aproximadamente alrededor de un
valor del orden de 0.35 para números de Atwood altos (Linden & Redondo, 1991;
Linden, Redondo & Youngs, 1994).
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.00
0.05
0.10
0.15
0.20
0.25
0.30
η
A
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.00
0.05
0.10
0.15
0.20
0.25
0.30
η
A
Figura VI.3. Comportamiento de la eficiencia de mezcla media η en función del número de Atwood A
considerando la capa mezclada homogénea (curva 1, ) y la capa mezclada estratificada con dos estratos
(curva 2, ). (a) Experimentos realizados con el gel CMC más viscoso. (b) Experimentos realizados con
el gel CMC menos viscoso.
(b)
1
2
(a)
1
2
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
314
La diferencia entre este comportamiento y el mostrado en el presente trabajo
es que en la figura VI.3 el mencionado incremento parece bastante más marcado. Sin
embargo, es el tipo de representación el que proporciona esta impresión errónea y el
comportamiento global es análogo. Además, ha de tenerse en cuenta que el modelo
de laboratorio presentado no reproduce una inestabilidad Rayleigh-Taylor y, por
tanto, los valores de la eficiencia correspondientes a esta inestabilidad son sólo una
referencia. Respecto a los valores de la eficiencia de mezcla hay que decir que, de
acuerdo con otros investigadores, es importante centrarse más en su comportamiento
global en función del número de Atwood que en sus valores numéricos exactos
(Linden, 1979; Linden, 1980).
Los valores de la eficiencia de mezcla obtenidos son pequeños si se comparan
con los correspondientes a una inestabilidad de Rayleigh-Taylor que se desarrolla a
partir de una distribución inestable de densidad representada por una interfase
inestable pura. Hay dos causas que están influyendo en este resultado. Por un lado,
tenemos el efecto del estrato de gel CMC que disminuye la eficiencia en un 40 %
respecto de los experimentos realizados sin gel, en promedio.
Sin embargo, el efecto del estrato de gel no es suficiente para explicar los
pequeños valores de la eficiencia de mezcla siempre y cuando los comparemos con
los correspondientes experimentos de la inestabilidad Rayleigh-Taylor. El factor que
determina estos valores es la presencia del conjunto de penachos turbulentos que
producen un volumen cónico que no se mezcla y está en el interior de la capa ligera.
De esta forma, al existir un volumen menor para la mezcla, la eficiencia disminuye
notablemente.
El crecimiento de un único penacho axilsimétrico se caracteriza por una
dispersión o aumento de su radio que realiza a costa del fluido ambiente en el que se
desarrolla. Este fluido ambiente es incorporado lateral y frontalmente al penacho
turbulento (apartado II.4.2.1). Bajo estas condiciones el penacho podría crecer
indefinidamente a menos que se lo impida la estratificación ambiente o la existencia
de contornos físicos.
El proceso de mezcla turbulenta generado experimentalmente se caracteriza
por la aparición de un conjunto de penachos axilsimétricos que se desarrollan en el
seno de la capa ligera. Por tanto, existe un impedimento al crecimiento de estos
penachos que es la cubeta experimental. Además, la presencia de varios penachos
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
315
también dificulta su desarrollo puesto que todos han de alimentarse del mismo fluido
ambiente que es la capa ligera cuyo volumen es finito. Por estos motivos los
penachos turbulentos entran en contacto y existe una distancia h a partir de la cual
interactúan lateralmente. Antes de alcanzar esta profundidad los penachos se han
desarrollado individualmente. Esta profundidad h determina la existencia de una
región dentro de la capa ligera en la que no existe mezcla y que, por tanto, genera un
volumen no mezclado. La existencia de este volumen de capa ligera que no
interviene en el proceso de mezcla determina que la mezcla entre la capa ligera y la
capa densa sea parcial como se ha especificado anteriormente. Además, también
determina que los valores de la eficiencia de mezcla sean pequeños si los
comparamos con otros procesos de mezcla con distribuciones inestables de densidad.
Figura VI.4. Representación esquemática del crecimiento inicial de un conjunto de penachos
axilsimétricos contenidos en la cubeta experimental. El radio de los conos que representan a los
penachos es R mientras que h es la profundidad a partir de la cual comienza la interacción entre los
penachos y hL es el espesor de la capa ligera. La zona punteada corresponde al volumen no mezclado de
la capa ligera.
h h h h
R RR R
hL
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
316
A continuación, se presenta un breve planteamiento teórico en el que se
muestra la influencia de este volumen no mezclado de capa ligera. La figura VI.4
esquematiza la situación de un conjunto de penachos axilsimétricos que se
representan idealmente por un conjunto de conos. Se supone que todos los penachos
inician su interacción lateral mutua a la misma profundidad h momento en el que
tienen un radio R y un diámetro D. Adicionalmente, se considera como hipótesis que
el volumen de la cubeta experimental que es rectangular se aproxima por el volumen
de un conjunto de cilindros coaxiales con los conos o penachos. Estos cilindros
tienen radio R y diámetro D.
A partir de la figura VI.4 se deduce que el volumen total en el que se
desarrollan los penachos turbulentos, que sería el de la capa ligera, si se aproxima
por el volumen de un conjunto de n de cilindros coaxiales a los n penachos tiene la
siguiente expresión:
LTOTAL hRnV 2π= (6.6)
Por otra parte, a partir de la profundidad hL-h la mezcla está asegurada pero
no ocurre lo mismo antes de ese nivel. Por tanto, existe un volumen en el que puede
o no producirse mezcla. El volumen en el que es seguro que se produzca mezcla es:
( )hhRnV LMEZCLA −= 2π (6.7)
El volumen de los penachos considerando que se aproximan por conos es:
hRnVPENACHOS
2
3
1 π= (6.8)
Por tanto, se deduce que el volumen que no participa en el proceso de mezcla
tiene la siguiente expresión:
hRnhRnhRnV MEZCLADONO
222
3
2
3
1 πππ =−= (6.9)
que puede normalizarse dividiéndolo entre el volumen total VTOTAL:
L
MEZCLADONO h
hV
3
2* = (6.10)
Por otra parte, el volumen que sí participa en el proceso de mezcla es:
( ) ⎟
⎠
⎞
⎜
⎝
⎛ −=+−= hhRnhRnhhRnV LLMEZCLADO 3
2
3
1 222 πππ (6.11)
que puede normalizarse dividiéndolo entre el volumen total VTOTAL:
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
317
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
−=
L
MEZCLADO h
hV
3
21* (6.12)
Considerando algunos valores para la razón de alturas puede deducirse que el
volumen mezclado oscila entre el 86% si h=hL/5 hasta un 66% si h=hL/2. Una mejor
comprensión del fenómeno que está teniendo lugar se consigue si representamos
gráficamente la ecuación (6.12) como se muestra en la figura VI.5.
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
V *
M EZCLADO
h/h
L
Figura VI.5. Representación gráfica del comportamiento del volumen mezclado V*MEZCLADO en
función de la razón de alturas h/hL.
La figura VI.5 muestra claramente la disminución del volumen que participa
en la mezcla conforme aumenta la relación entre la altura h en la que los penachos no
interactúan entre ellos y la altura de la capa ligera hL porque bajo estas condiciones
los penachos alcanzan una mayor profundidad sin interaccionar. Por tanto, los
mayores volúmenes mezclados se obtienen cuando los penachos interaccionan
pronto. Y se concluye que lógicamente se espera el comportamiento inverso para el
volumen no mezclado cuyo valor influye en la eficiencia de mezcla como veremos a
continuación.
El volumen mezclado VMEZCLADO está directamente relacionado con la altura
de la capa mezclada hM y puede representarse por ella dado que el área de la cubeta
experimental siempre es la misma. Luego, el volumen no mezclado VNO MEZCLADO está
inversamente relacionado con la altura hM. Por tanto, si se analiza el comportamiento
de la eficiencia de mezcla η en función de la altura de la capa mezclada hM estaremos
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
318
estudiando también el comportamiento de la eficiencia en función del volumen no
mezclado.
La figura VI.6 muestra la eficiencia de mezcla η en función de la altura
adimensional de la capa mezclada h*M para los experimentos realizados con los dos
tipos de gel. Se observa que los ajustes lineales son aceptables (coeficientes de
correlación r=0.71 y r=0.87) y, que por tanto, las variaciones de la altura de la capa
mezclada, que representan las del volumen no mezclado, pueden relacionarse con
cambios en la eficiencia.
0
0.02
0.04
0.06
0.08
0.1
0.12
0.14
0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9
h* M
η
Figura VI.6. Representación del comportamiento de la eficiencia de mezcla η en función de la altura
adimensional de la capa mezclada h*M.
Por tanto, las variaciones en el volumen mezclado, o en el no mezclado, dan
lugar a cambios en la altura de la capa mezclada luego en la eficiencia de mezcla.
Dado que el volumen no mezclado oscila entre el 14% y el 34% éste produce una
disminución de la eficiencia que puede corregirse añadiéndole un valor obtenido a
partir de la aplicación de dichos porcentajes a la eficiencia calculada que se muestra
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
319
en la figura VI.7. En promedio, se obtiene que el factor de corrección oscila entre
0.009 y 0.02. Al añadir este valor medio a la eficiencia calculada corregida por el
efecto del gel se obtiene una eficiencia cuyo valor está más próximo a los obtenidos
en experimentos de mezcla por la inestabilidad Rayleigh-Taylor (Linden & Redondo,
1991; Linden, Redondo & Youngs, 1994).
0 . 0 0 0 . 0 2 0 . 0 4 0 . 0 6 0 . 0 8 0 . 1 0 0 . 1 2 0 . 1 4
0 . 0 0
0 . 0 2
0 . 0 4
0 . 0 6
0 . 0 8
0 . 1 0
0 . 1 2
0 . 1 4
η
Ε
A
Figura VI.7. Comportamiento de la eficiencia de mezcla promedio ηE en función del número de Atwood
A considerando la capa mezclada estratificada para experimentos realizados con el gel CMC más viscoso
(curva 1, •) y para los experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso (curva 2, ). Se
muestran los correspondientes ajustes empíricos.
La curva 2 de la anterior figura VI.7 muestra el valor de la eficiencia de
mezcla ηE asociada a experimentos realizados con el gel menos viscoso. Se observa
que esta eficiencia es siempre mayor que la correspondiente a los experimentos
realizados con el gel más viscoso que se muestran en la curva 1 de la mencionada
figura. Este mismo comportamiento puede observarse en la figura VI.3(a) y (b). Este
resultado está en concordancia con la explicación física del aumento de la eficiencia
de mezcla con el número de Atwood y que estaba basada en la intensidad de la
turbulencia generada convectivamente, que aumenta al crecer el número de Atwood.
Adicionalmente, la eficiencia de mezcla aumenta al utilizar un gel menos viscoso
1
2
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
320
porque entonces la capa densa atraviesa el estrato de gel mediante un mayor número
de chorros que generarán posteriormente los penachos turbulentos al contacto con la
capa ligera lo que favorece el proceso de mezcla. Este mayor número de penachos
turbulentos que aparecen cuando se reduce la viscosidad del gel -comparar las
figuras IV.2 y IV.4- es debido a la disminución de la tensión superficial del estrato
de gel CMC.
Un análisis más detallado de este comportamiento de aumento de la eficiencia
de mezcla si la viscosidad del gel disminuye es posible mediante el estudio y la
representación de la eficiencia de mezcla ηE en función de la viscosidad del gel µG o
de su parámetro adimencional asociado G. Sin embargo, como ya se ha mencionado
anteriormente, dado que sólo se han utilizado dos geles diferentes, se descartó
proseguir esa línea de investigación.
En relación con el tema de la influencia del estrato de gel CMC, el apartado
V.3.4 describe los experimentos realizados sin la presencia del estrato de gel CMC
en el sistema fluido con el objetivo de analizar su influencia. Bajo estas nuevas
condiciones, se obtiene la eficiencia de mezcla correspondiente tanto si la capa
mezclada se considera homogénea como si es estratificada a partir de las respectivas
variaciones de la energía potencial (5.66) y (5.68). Esto permite analizar el
porcentaje de variación de la eficiencia de mezcla, en promedio, comparando la
eficiencia con y sin gel.
La figura VI.8 muestra el comportamiento de la eficiencia de mezcla
deducida para los experimentos sin gel ηSG y se compara con la eficiencia asociada a
los experimentos con el estrato de gel y con una capa mezclada estratificada. En
primer lugar, se verifica que la eficiencia sin gel ηSG también presenta el
comportamiento típico de aumento con el número de Atwood que acabamos de
describir. Por otra parte, se observa que la eficiencia de mezcla para el caso sin gel
es siempre mayor que la correspondiente a los experimentos realizados con el estrato
de gel. De esta forma, se verifica que efectivamente el estrato de gel CMC absorbe
cierta fracción de la energía inicial de que dispone el sistema fluido y que, por tanto,
hay menos energía para realizar la mezcla entre los fluidos constituyentes como se
mencionó en el apartado V.3.4. La figura VI.8 implica que el resultado final de la
absorción de energía por parte de la capa de gel es una disminución considerable de
la eficiencia de mezcla. Sin embargo, hay que destacar que los experimentos
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
321
realizados sin el estrato de gel presentan valores pequeños de la eficiencia de mezcla
si los comparamos con los obtenidos en la mezcla por inestabilidad de Rayleigh-
Taylor. Por tanto, podemos concluir con más contundencia que no es la presencia del
gel sino la generación del conjunto discreto de penachos la característica
determinante que influye sobre la eficiencia de mezcla. Por ello, podemos decir que,
en principio, la inestabilidad de Rayleigh-Taylor es capaz de generar una mezcla
mayor que la producida por un conjunto de penachos turbulentos axilsimétricos en
interacción mútua.
0 .0 0 0 .0 2 0 .0 4 0 .0 6 0 .0 8 0 .1 0 0 .1 2 0 .1 4 0 .1 6
0 .0 0
0 .0 5
0 .1 0
0 .1 5
0 .2 0
0 .2 5
0 .3 0
η
A
0 .0 0 0 .0 2 0 .0 4 0 .0 6 0 .0 8 0 .1 0 0 . 1 2 0 . 1 4 0 .1 6
0 .0 0
0 .0 5
0 .1 0
0 .1 5
0 .2 0
0 .2 5
0 .3 0
η
A
Figura VI.8. Comportamiento de la eficiencia de mezcla promedio en función del número de Atwood.
(a) Experimentos realizados con el gel CMC más viscoso. (b) Experimentos realizados con el gel CMC
menos viscoso. Notación: , experimentos realizados con el estrato de gel CMC considerando la capa
mezclada estratificada; •, experimentos realizados sin el estrato de gel.
(b)
(a)
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
322
Un análisis que aclara más la influencia de la presencia del estrato de gel
CMC se consigue mediante la representación gráfica de la eficiencia correspondiente
a experimentos realizados con la capa de gel en función de la eficiencia asociada a
pruebas hechas sin el estrato de gel como muestra la figura VI.9.
0 .0 4 0 .0 6 0 .0 8 0 .1 0 0 .1 2 0 .1 4 0 .1 6 0 .1 8 0 .2 0
0 .0 0
0 .0 2
0 .0 4
0 .0 6
0 .0 8
0 .1 0
0 .1 2
η
C o n G e l
η
S in G e l
Figura VI.9. Comportamiento de la eficiencia de mezcla correspondiente a experimentos hechos con el
estrato de gel o eficiencia con gel ηConGel en función de la eficiencia sin gel ηSinGel tanto para
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso (•) como para pruebas realizadas con el gel CMC
menos viscoso ( ).
A partir del anterior estudio se deduce que para los experimentos realizados
con el gel menos viscoso, la eficiencia de mezcla pierde del orden del 30% respecto
del valor de la eficiencia sin gel. Para las pruebas experimentales hechas con el gel
más viscoso se tiene que la eficiencia de mezcla disminuye su valor del orden de un
50% respecto de la eficiencia sin gel. Es decir, la variación máxima de la eficiencia
entre el caso con gel y el caso sin gel corresponde a los sistemas fluidos
experimentales que poseen entre sus fluidos constituyentes al gel más viscoso.
Anteriormente se ha mencionado que si la capa mezclada se considera que es
homogénea, la eficiencia de mezcla correspondiente toma la expresión dada por la
ecuación (5.37). Si, además, la mezcla entre la capa densa y la capa ligera es
completa el proceso de mezcla correspondiente tiene asociada una eficiencia que es
la máxima.
Dadas las condiciones bajo las que se obtiene la eficiencia máxima, para su
deducción se considera la expresión (5.37) correspondiente a la eficiencia de mezcla
asociada a una capa mezclada homogénea. Dado que la capa densa se ha de mezclar
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
323
con toda la capa ligera entonces se verifica que 0=′Lh . Además, se simplifica la
deducción considerando que no existe el estrato de gel, luego hG=0, es decir, la capa
densa se sitúa en contacto directo sobre la capa ligera. Finalmente, se obtiene un
valor de 0.5 para la eficiencia máxima. Este resultado está en concordancia con otros
trabajos científicos que postulan que la eficiencia de mezcla máxima se alcanza
cuando el perfil final de densidad está totalmente mezclado y es homogéneo, siendo
su valor aproximadamente 0.5 (Linden & Redondo, 1991; Linden, Redondo &
Youngs, 1994). Si el perfil final estuviera estratificado, como en nuestro caso,
entonces no se podría obtener el anterior valor máximo sino otro diferente.
Dado el significado energético de la eficiencia de mezcla, es importante
analizar qué porcentaje de la eficiencia de mezcla máxima alcanza el modelo
experimental presentado en este trabajo. Por ello, se analiza la relación entre la
eficiencia de mezcla y su valor máximo cuyo resultado se muestra en la figura VI.10.
Se observa que las eficiencias de mezcla reales son, como mucho, del orden del 20%
de la eficiencia de mezcla máxima. Además, la relación entre la eficiencia de mezcla
η y la eficiencia de mezcla máxima ηMAX es superior para los experimentos
realizados con el gel menos viscoso.
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14
0.11
0.12
0.13
0.14
0.15
0.16
0.17
0.18
0.19
0.20
0.21
0.22
η /η
max
A
Figura VI.10. Relación entre la eficiencia de mezcla η y la eficiencia de mezcla máxima ηMAX en función
del número de Atwood A. (a) Experimentos realizados con el gel CMC más viscoso (•). (b)
Experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso ( ) .
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
324
El análisis cuantitativo del comportamiento de la eficiencia de mezcla se basa
en la obtención de ajustes empíricos entre esta magnitud física y los parámetros
adimensionales propuestos, que es el número de Atwood A. Observando la evolución
de la eficiencia de mezcla en las figuras VI.3 y VI.7, se nota que la eficiencia tiende
hacia un valor límite, es decir, podría tener un comportamiento asintótico cuando el
número de Atwood A tiende a su máximo valor (apartado V.2.1). Por ello, se
propone un ajuste empírico de tipo exponencial para el comportamiento de la
eficiencia de mezcla como se muestra en la figura VI.7. Las expresiones
correspondientes son las siguientes:
)1(10.0003.0
)1(20.0004.0
)10.0/(
2
)20.0/(
1
A
A
e
e
−
−
−+=
−+=
η
η
(6.13)
donde el subíndice 1 hace referencia al gel de mayor viscosidad y el 2 a los
experimentos hechos con el gel menos viscoso. El análisis estadístico muestra que
este modelo de ajuste explica alrededor del 98% de la variabilidad de la eficiencia de
mezcla.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
325
VI.4 EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL PROCESO DE
MEZCLA PARCIAL
El análisis global del proceso de mezcla turbulenta se ha planteado en los
apartados VI.1, VI.2 y VI.3. Este estudio global no facilita información sobre la
evolución temporal del proceso de mezcla, sino que suministra información sobre la
globalidad del proceso al considerar exclusivamente los estados inicial y final del
sistema fluido.
El presente apartado muestra un estudio relativo a la evolución temporal del
proceso de mezcla parcial realizándose un análisis más minucioso de los fenómenos
fluidos que tienen lugar durante la mezcla de los fluidos. Este análisis considera los
estados intermedios que se suceden desde el estado inicial del sistema fluido hasta la
obtención de la capa mezclada en el estado final asociado a la mezcla parcial
realizada bajo condiciones inestables. Este estudio se centra principalmente en
analizar el comportamiento temporal de los perfiles de densidad durante el transcurso
del proceso de mezcla, y las evoluciones temporales de la altura de la capa mezclada
y del frente convectivo de los penachos turbulentos.
Desde el punto de vista del procedimiento experimental no existe ninguna
diferencia entre el análisis global del proceso de mezcla y el análisis de su evolución
temporal (apartado III.2.3). Es decir, los resultados de una misma prueba
experimental se utilizan tanto para el estudio global como para el estudio de la
evolución temporal del proceso. La diferencia entre ambos tipos de análisis radica en
el posterior uso de los datos experimentales que han sido obtenidos de la misma
forma en ambos análisis.
No obstante, el análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla
podría realizarse mediante un procedimiento experimental diferente del planteado en
este trabajo, como se ha realizado en otros estudios experimentales (Yagüe, 1992).
Este procedimiento experimental diferente supone una modificación importante en la
adquisición de los datos que posteriormente se emplearán en el estudio de la
evolución temporal. Dicha modificación consiste en la utilización de una sonda de
conductividad móvil y con desplazamiento vertical. El registro de datos de esta
sonda móvil proporciona directamente los sucesivos perfiles de densidad asociados a
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
326
la evolución temporal del proceso de mezcla. Cuanto mayor sea el tiempo de mezcla,
mayor será el número de perfiles intermedios que se podrán obtener (Yagüe, 1992).
Este procedimiento experimental supone una notable diferencia respecto del
análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla parcial planteado en el
presente trabajo. En nuestro caso, no ha sido posible utilizar una sonda de
conductividad móvil por falta de medios técnicos, económicos y temporales. Por este
motivo, se plantea un método teórico alternativo que permite obtener los
mencionados perfiles de densidad, así como su evolución temporal. Las pruebas
experimentales, cuyo primer objetivo es facilitar información global sobre el proceso
de mezcla parcial, permiten obtener un conjunto de datos que representan la
evolución temporal de la densidad en un punto fijo que coincide con la posición de
alguna de las sondas de conductividad. Dado que tenemos cuatro sondas, tendremos
cuatro evoluciones temporales de la densidad correspondientes a cuatro alturas
diferentes.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
327
VI.4.1 EVOLUCION TEMPORAL DE LOS PERFILES DE
DENSIDAD
El estudio de la evolución temporal del proceso de mezcla parcial requiere el
conocimiento de los perfiles verticales de densidad, así como de su comportamiento
en el tiempo.
El método de análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla
planteado en este trabajo difiere del de otras investigaciones (Yagüe, 1992). Dicha
diferencia radica en la obtención teórica, y no experimental, de los perfiles verticales
de densidad mediante la utilización de un procedimiento algorítmico. Este
procedimiento selecciona los valores de la densidad correspondientes a un mismo
instante temporal y diferentes alturas asociadas a las posiciones de las sondas de
conductividad. Dado que tenemos cuatro sondas, tendremos cuatro evoluciones
temporales de la densidad correspondientes a cuatro alturas diferentes. Entonces,
elegido un instante temporal se seleccionan los valores de la densidad asociados a la
altura de cada sonda y con estos datos se construye el perfil vertical de densidad
correspondiente a ese instante temporal.
Este procedimiento teórico presenta como ventajas que no hemos de
preocuparnos por la forma de obtener el mayor número posible de perfiles verticales
de densidad, al no ser un método experimental. De hecho, ofrece la posibilidad de
obtener tantos perfiles de densidad como instantes temporales seleccionemos hasta
que se alcance el tiempo final del experimento tF, que es el tiempo que realmente
dura una prueba experimental o tiempo total de registro. Otra ventaja adicional es el
poder obtener perfiles de densidad correspondientes a los mismos instantes del
tiempo en todas las pruebas experimentales lo que no sucede si se usa una sonda
móvil que introduce un desfase temporal entre los perfiles.
El principal inconveniente de este procedimiento teórico reside en el pequeño
número de puntos que constituyen cada perfil vertical de densidad, tan sólo cuatro
puntos puesto que sólo se han utilizado cuatro sondas de conductividad. Es, por
tanto, un inconveniente de tipo experimental, antes que teórico. En el presente
estudio, las limitaciones experimentales nos han restringido a cuatro pares de puntos
de densidad y altura separados por una distancia de 3 cm. Esta es la diferencia más
significativa del proceso de obtención de los perfiles verticales de densidad respecto
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
328
de otros procedimientos que presentan perfiles con un mayor número de puntos
separados por una pequeña distancia (Yagüe, 1992).
El primer perfil vertical de densidad es el correspondiente al instante inicial
to=0, es decir, es el perfil existente en el momento en el que se inicia un experimento,
y, que, por tanto, representa las condiciones iniciales del mismo (figura III.23). Este
perfil inicial se caracteriza por presentar varios tramos de densidad constante
correspondientes a cada una de las capas fluidas constituyentes del sistema fluido
como se muestra en la figura VI.10.
Figura VI.10. Perfil vertical de densidad correspondiente al instante inicial t=0 s en el que se inicia
un experimento de mezcla turbulenta. Notación: ρG, densidad del estrato de gel CMC; ρL, densidad
de la capa ligera; ρD, densidad de la capa densa; z1, altura de la sonda 1; z2, altura de la sonda 2; z3,
altura de la sonda 3; z4, altura de la sonda 4.
z
ρ ρLρG ρD
Z1
Z2
Z3
Z4
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
329
A partir del instante to=0 se inicia el proceso de mezcla parcial y se obtienen
los perfiles verticales de densidad, así como su evolución temporal en la forma
descrita. Este proceso se realiza hasta el instante que se crea oportuno.
A continuación, se muestran diferentes evoluciones temporales de los
perfiles verticales promedio de densidad correspondientes a experimentos realizados
tanto con el gel más viscoso como con el menos viscoso bajo diferentes grados de
inestabilidad inicial1 asociados a valores pequeños, medianos y grandes del número
de Atwood A. Las representaciones gráficas se presentan en orden creciente de
número de Atwood, apareciendo primero las figuras correspondientes a experimentos
realizados con el gel más viscoso y posteriormente las del gel menos viscoso.
1 Por grado de inestabilidad inicial se entiende la inestabilidad que tendría el sistema fluido si
idealmente tuviera la estructura de una inestabilidad de Raylegih-Taylor pura, es decir, si la capa
densa estuviera situada de modo uniforme y en contacto directo con la capa ligera.
Figura VI.11. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.005.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
330
Figura VI.12. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A= 0.014.
Figura VI.13. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.024.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
331
Figura VI.14. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.033.
Figura VI.15. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.050.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
332
Figura VI.16. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.071.
Figura VI.17. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.092.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
333
Figura VI.18. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC más viscoso y número de Atwood A=0.130.
En las anteriores representaciones gráficas se muestran el conjunto de puntos
de densidad y altura que constituyen los perfiles verticales de densidad junto con sus
respectivos ajustes lineales. El motivo por el que se hacen estos ajustes es la
aglomeración de puntos que apareccen en la evolución lo que no permite ver el
comportamiento del conjunto. De esta forma, la evolución temporal de un perfil de
densidad durante el proceso de mezcla se observa y viene representada por la
evolución del comportamiento a lo largo del tiempo de los mencionados ajustes.
Los perfiles verticales de densidad corresponden a valores promedio
realizados cada 60 segundos. Por tanto, el perfil inicial corresponde a t=0 s, el primer
perfil a t=60 s, el segundo perfil a t=120 s y así sucesivamente.
Las figuras VI.11 a VI.13 muestran la evolución temporal del perfil de
densidad correspondiente a números de Atwood pequeños, las figuras VI.14 a VI.16
están asociadas a valores intermedios de este parámetro adimensional mientras que
las figuras VI.17 y VI.18 corresponden a valores grandes del número de Atwood.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
334
El perfil de densidad correspondientes al instante inicial t=0 s es inestable. En
alguna de las figuras puede observarse que en los primeros instantes de la evolución
temporal aparecen perfiles que son inestables en el sentido de que la densidad
aumenta con la altura, es decir, aún está presente la inestabilidad inicial. Los perfiles
de densidad que son inestables se asocian con pendientes positivas en el ajuste lineal
correspondiente. Conforme pasa el tiempo y transcurre el proceso de mezcla se
observa que los ajustes lineales asociados van modificando su pendiente que cada
vez es más negativa. Esto significa que el perfil de densidad se está volviendo
estable, es decir, la densidad es mayor en la parte inferior del perfil. Por tanto, el
comportamiento temporal de los perfiles de densidad se caracteriza por su evolución
desde un perfil inestable hasta uno claramente estable para todos los valores del
número de Atwood como muestran las anteriores figuras.
A continuación, se muestran diferentes evoluciones temporales de los perfiles
verticales promedio de densidad correspondientes a experimentos realizados con el
gel menos viscoso asociados a distintos valores del número de Atwood A.
Figura VI.19. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.010.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
335
Figura VI.20. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.019.
Figura VI.21. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.028.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
336
Figura VI.22. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.037.
Figura VI.23. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.055.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
337
Figura VI.24. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.096.
Figura VI.25. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos realizados con el gel CMC menos viscoso y número de Atwood A=0.134.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
338
A grandes rasgos la evolución temporal de los perfiles verticales de densidad
asociados a los experimentos realizados con el gel menos viscoso es análoga a la
presentada en las figuras VI.11 a VI.18 correspondientes a los experimentos hechos
con el gel más viscoso. De nuevo, los perfiles verticales de densidad corresponden a
valores promedio realizados cada 60 segundos. Las figuras VI.19 a VI.21 muestran la
evolución temporal del perfil de densidad correspondiente a números de Atwood
pequeños, las figuras VI.22 y VI.23 están asociadas a valores intermedios de este
parámetro adimensional mientras que las figuras VI.24 y VI.25 corresponden a
valores grandes del número de Atwood.
Los perfiles de densidad correspondientes a los primeros instantes de la
evolución representados en algunas de las figuras son inestables y los ajustes lineales
asociados tienen pendientes positivas. Según transcurre el proceso de mezcla, los
ajustes lineales correspondientes a los perfiles de densidad modifican su pendiente
que pasa de ser positiva a negativa. Por tanto, el comportamiento temporal de los
perfiles de densidad se caracteriza, de nuevo, por su evolución desde un perfil
inestable hasta uno claramente estable.
La comparación de la evolución de los ajustes lineales correspondientes a los
perfiles verticales de densidad obtenidos bajo diferentes condiciones experimentales
– número de Atwood y gel - es más adecuada realizarla por medio del estudio de la
evolución de las pendientes asociadas a dichos ajustes. La tabla VI.1 del Apéndice
VI.1 muestra los valores de las mencionadas pendientes correspondientes a los
ajustes lineales hechos a los perfiles de densidad obtenidos en experimentos
realizados con el gel más viscoso. Por otra parte, la tabla VI.2 del Apéndice VI.1 es
equivalente a la anterior en el sentido de que aparecen las mismas magnitudes pero
ahora los valores corresponden a los perfiles de densidad obtenidos en experimentos
realizados con el gel menos viscoso. De nuevo, se muestran los valores de las
pendientes asociadas a los ajustes lineales junto con el tiempo adimensional
correspondiente a la posición de cada perfil de densidad.
El análisis de la evolución temporal de los perfiles de densidad pasa por el
estudio del comportamiento a lo largo del tiempo de las pendientes asociadas a los
ajustes lineales hechos a los perfiles de densidad, que se muestran en las tablas
anteriores. El estudio de este último comportamiento se realiza mediante la
representación gráfica de la pendiente del ajuste en función del tiempo adimensional.
Si representásemos de esta forma todos los datos mostrados en las dos tablas
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
339
anteriores, la gran acumulación de puntos impediría apreciar ningún comportamiento
global con claridad. Por ello, se seleccionan sólo 3 valores del número de Atwood de
cada tabla, es decir, por cada gel. A continuación se representan sus pendientes C
respectivas en función del tiempo adimensional t/t* para cada valor del número de
Atwood y a estos datos de las pendientes se les aplica un nuevo ajuste empírico lineal
con vistas a entender mejor el comportamiento que tiene lugar. Respecto al tiempo
adimensional t/t* decir que esta adimensionalización se obtiene dividiendo el tiempo
t asociado al transcurso del experimento entre la duración temporal máxima
correspondiente al conjunto de pruebas realizadas con el mismo número de Atwood.
El tiempo adimensional t/t* permite la comparación del comportamiento obtenido en
procesos de mezcla realizados con diferentes números de Atwood.
La tabla VI.3 muestra los valores de la pendiente para experimentos
realizados con el gel más viscoso y los 3 valores del número de Atwood elegidos. Y
la tabla VI.4 muestra los valores correspondientes para las pruebas hechas con el gel
menos viscoso y los 3 valores seleccionados del número de Atwood. Los valores
elegidos del número de Atwood pretender cubrir todo el rango experimentalmente
utilizado y, por ello, se selecciona una valor pequeño, uno intermedio y otro grande.
La primera columna muestra el número de Atwood A seleccionado, la segunda
representa el número de orden que da la posición temporal del perfil de densidad, la
tercera es el tiempo adimensional t/t* correspondiente al perfil de densidad y la
cuarta y última columna es la pendiente C asociada a los ajustes lineales que
representan a los perfiles de densidad.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
340
NÚMERO DE
ATWOOD, A
NÚMERO DEL
PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL, t/t* PENDIENTE, C
0.014 1 0.063 -6000
0.014 2 0.125 -3000
0.014 3 0.188 -6000
0.014 4 0.25 -6000
0.014 5 0.313 -3000
0.014 6 0.375 -3818.182
0.014 7 0.438 -3000
0.014 8 0.5 -2228.571
0.014 9 0.563 -1909.091
0.014 10 0.625 -1909.091
0.014 11 0.688 -1909.091
0.014 12 0.75 -1909.091
0.014 13 0.813 -1764.706
0.014 14 0.875 -1800
0.014 15 0.938 -1909.091
0.014 16 1 -1728.814
0.071 4 0.364 -970.588
0.071 5 0.455 -163.648
0.071 6 0.545 -122.392
0.071 7 0.636 -125.936
0.071 8 0.727 -125.936
0.071 9 0.818 -117.698
0.071 10 0.909 -120.97
0.071 11 1 -79.388
0.111 1 0.083 -6000
0.111 2 0.167 -6000
0.111 3 0.25 -1200
0.111 4 0.333 -145.46
0.111 5 0.417 -122.183
0.111 6 0.5 -100.007
0.111 7 0.583 -91.354
0.111 8 0.667 -91.774
0.111 9 0.75 -91.774
0.111 10 0.833 -83.381
0.111 11 0.917 -83.381
0.111 12 1 -66.721
Tabla VI.3. Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución inestable
de densidad y con el gel más viscoso. Selección de tres valores del número de Atwood,
A:0.014, 0.071 y 0.111. Se muestra el número de orden del perfil de densidad junto con su
tiempo adimensional t/t* correspondiente y la pendiente C del ajuste lineal.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
341
NÚMERO DE
ATWOOD, A
NÚMERO DEL
PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL, t/t* PENDIENTE, C
0.019 1 0.056 -3000
0.019 3 0.167 -6000
0.019 4 0.222 -6000
0.019 5 0.278 -3818.182
0.019 6 0.333 -2100
0.019 7 0.389 -2100
0.019 8 0.444 -2100
0.019 9 0.5 -1764.706
0.019 10 0.556 -1411.765
0.019 11 0.611 -1285.714
0.019 12 0.667 -1228.916
0.019 13 0.722 -1285.714
0.019 14 0.778 -1252.747
0.019 15 0.833 -1615.385
0.019 16 0.889 -1764.706
0.019 17 0.944 -2000
0.019 18 1 -1500
0.076 1 0.1 -6000
0.076 2 0.2 -4500
0.076 3 0.3 -2500
0.076 4 0.4 -1520
0.076 5 0.5 -762.215
0.076 6 0.6 -695.418
0.076 7 0.7 -700
0.076 8 0.8 -700
0.076 9 0.9 -762.215
0.076 10 1 -762.215
0.135 1 0.083 -6000
0.135 4 0.333 -1728.814
0.135 5 0.417 -1000
0.135 6 0.5 -608.696
0.135 7 0.583 -608.696
0.135 8 0.667 -608.696
0.135 9 0.75 -608.696
0.135 10 0.833 -608.696
0.135 11 0.917 -508.772
0.135 12 1 -399.281
Tabla VI.4. Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución inestable de
densidad y con el gel menos viscoso. Selección de tres números de Atwood, A: 0.019, 0.076 y
0.135. Se muestra el número de orden del perfil de densidad junto con su tiempo adimensional
t/t* correspondiente y la pendiente C asociada al ajuste lineal hecho al perfil de densidad.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
342
A continuación, se muestran las representaciones gráficas de la pendiente C
en función del tiempo adimensional exclusivamente para los números de Atwood
anteriormente seleccionados. La figura VI.26 hace referencia a experimentos
realizados con el gel más viscoso y condiciones inestables, mientras que la figura
VI.27 corresponde a pruebas hechas con el gel menos viscoso y también condiciones
inestables.
Las figuras VI.26 y VI.27 muestran los ajustes empíricos de tipo lineal
realizados a los datos de la pendiente C2 en función del tiempo adimensional t/t*. El
objetivo que se presente lograr con estos últimos ajustes es clarificar el
comportamiento de la pendiente de los perfiles de densidad en función del tiempo,
del número de Atwood y de gel utilizado. Para evitar errores hay que recordar que la
evolución temporal de los perfiles de densidad ha sido representada por la de un
ajuste lineal cuya pendiente denotamos como C. Para cada número de Atwood
seleccionado obtenemos tantos valores de la pendiente C como perfiles de densidad
tengamos. Por otra parte, se realiza un ajuste lineal, cuya pendiente denotamos como
D, a estos puntos que representan las pendientes C.
-8000
-7000
-6000
-5000
-4000
-3000
-2000
-1000
0
1000
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
t/t*
C
Figura VI.26. Evolución temporal de la pendiente C de los ajustes lineales asociados a los perfiles de
densidad para experimentos con el gel más viscoso. Números de Atwood seleccionados: A=0.014 (♦),
A=0.071 ( ) y A=0.111 (•). Se muestran también los ajustes lineales realizados a los datos mostrados.
2 Remarcamos que esta pendiente C está asociada a los ajustes lineales que se han realizado a los
perfiles verticales de densidad.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
343
-7000
-6000
-5000
-4000
-3000
-2000
-1000
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
t/t*
C
Figura VI.27. Evolución temporal de la pendiente C de los ajustes lineales asociados a los perfiles de
densidad para experimentos con el gel menos viscoso. Números de Atwood seleccionados: A=0.019
(♦), A=0.076 ( ) y A=0.135 (•). Se muestran también los ajustes lineales realizados a los datos
mostrados.
La tabla VI.5 muestra el número de Atwood, la rama o zona en que se ha
hecho el ajuste, la pendiente D y el coeficiente de correlación que indica la bondad
de estos últimos ajustes lineales.
NÚMERO
ATWOOD,
A
PENDIENTE
RAMA 1, D1
PENDIENTE
RAMA 2, D2
CORRELACIÓN
RAMA 1, r1
2
CORRELACIÓN
RAMA 2, r2
2
0.014 6847.4 629.96 0.43 0.56
0.071 8867.5 103.62 1 0.69
GEL
MÁS
VISCOSO 0.111 28685 789.04 0.75 0.32
0.019 3413.6 615.06 0.04 0.15
0.076 15440 810.28 0.98 0.34
GEL
MENOS
VISCOSO 0.135 15455 671.96 0.99 0.64
Tabla VI.5. Valores de los ajustes lineales realizados a los datos correspondientes al comportamiento de
la pendiente C en función del tiempo adimensional t/t* para los valores seleccionados del número de
Atwood. Se presenta la pendiente y el coeficiente de correlación de esos ajustes desglosados en las dos
ramas que se aprecian en el comportamiento de C.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
344
A partir de las figuras VI.26, VI.27 y de la tabla VI.5 se deducen las
siguientes conclusiones. Las figuras VI.26 y VI.27 muestran que el comportamiento
de la pendiente C se modifica cuando ha transcurrido aproximadamente el 40% del
tiempo total para ambos geles (aunque el comportamiento asociado al gel más
viscoso se dispersa algo del anterior valor). Esta modificación consiste en un cambio
en el crecimiento que presenta la pendiente C, y que se manifiesta con un cambio de
curvatura. Como consecuencia, podemos decir que el comportamiento de la
pendiente C tiene 2 ramas. La rama primera se extiende desde el inicio hasta que el
tiempo adimensional t/t* alcanza un valor aproximado de 0.4 y se caracteriza por un
crecimiento más rápido de los valores de la pendiente C. La rama segunda va desde
el valor de 0.4 hasta que se completa el período temporal, luego ocupa un 60% del
total y se caracteriza por un crecimiento mucho más lento de la pendiente C e incluso
en algunos casos sin apenas modificación de su valor. Por otra parte, y a grandes
rasgos, no existe diferencia de comportamiento en función del gel utilizado.
En la primera rama se observa que la pendiente C aumenta bastante según
transcurre el tiempo. Además, la pendiente D de los ajustes lineales realizados al
comportamiento de la pendiente C en función del tiempo adimensional crece al
aumentar el número de Atwood tanto para el gel más viscoso como para el de menor
viscosidad. Por tanto, estos últimos ajustes lineales van siendo cada vez más
verticales, como si giraran en sentido antihorario. Esto significa que la pendiente C
de los perfiles de densidad cada vez es mayor tanto al aumentar el tiempo como el
número de Atwood, es decir, los perfiles de densidad asociados corresponden a una
situación cada vez más estable.
En la segunda rama la pendiente D de los ajustes lineales mostrados en las
figuras VI.26 y VI.27 la pendiente C aumenta lentamente con el tiempo y su valor se
modifica poco. Además, su valor es mucho menor que el de la rama primera lo que
corrobora el hecho de que la pendiente C de los perfiles de densidad apenas varía su
valor con el tiempo. Por otra parte, la pendiente D de los ajustes lineales realizados al
comportamiento de la pendiente C en función del tiempo adimensional se mantiene
con un valor aproximadamente del mismo orden al aumentar el número de Atwood
tanto para el gel más viscoso como para el de menor viscosidad siendo los ajustes
aproximadamente paralelos. Por tanto, durante la segunda rama, que representa la
parte final de la duración total, los perfiles de densidad modifican menos su
pendiente tanto con el tiempo como con el número de Atwood si los comparamos
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
345
con la primera rama. Este resultado concuerda con el hecho de que se está llegando
al final del experimento y que, por tanto, la estabilidad del perfil de densidad se
modifica poco.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
346
VI.4.2 EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LA ALTURA DE LA
CAPA MEZCLADA
La altura de la capa mezclada hM representa la altura a la que se sitúa la
interfase estable de densidad que delimita superiormente la capa mezclada y la
separa de la capa ligera que no ha participado en el proceso de mezcla (figuras III.23
y V.3). El apartado VI.2 describe el comportamiento global de la altura de la capa
mezclada en función del número de Atwood. El presente apartado muestra los
resultados obtenidos tras realizar el estudio de la evolución temporal de la altura de
la capa mezclada tanto para experimentos realizados con el gel más viscoso como el
menos viscoso para todo el rango de valores del número de Atwood A elegido.
El objetivo que se pretende lograr es analizar cómo es el crecimiento de la
altura de la capa mezclada hm a lo largo de la etapa final del proceso de mezcla
turbulenta. Para ello, es necesario obtener medidas del tiempo y del desplazamiento
vertical de la interfase estable de densidad cuya posición es la altura hm. El apartado
III.3.3.2 presenta detalladamente el procedimiento utilizado para analizar la
evolución temporal de la altura de la capa mezclada. Dicho estudio se realiza a partir
de las digitalizaciones de los vídeos grabados a los experimentos y que han sido
obtenidas con la aplicación Adobe Première 5.0.
El análisis del comportamiento temporal de la altura de la capa mezclada se
realiza a partir de los fotogramas correspondientes a la etapa final del proceso de
mezcla parcial, es decir, se consideran sólo los últimos segundos de la secuencia de
digitalización. Dichos fotogramas muestran la capa mezclada en estado de
crecimiento junto con numerosas ondas de gravedad que sufren procesos de ruptura,
destacando la intensa microestructura turbulenta existente en esta capa mezclada
durante su proceso de formación. Por tanto, los penachos turbulentos, el frente
convectivo y la corriente de gravedad ya han desaparecido y el flujo fluido ha
interaccionado plenamente con el fondo de la cubeta experimental.
El número de fotogramas implicados en el análisis es variable, dependiendo
del tipo de desarrollo que tiene lugar en el proceso de mezcla parcial, de la duración
del mismo y de la separación temporal entre dichos fotogramas. El número de orden
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
347
de un fotograma dentro de la secuencia de la digitalización nos proporciona el
instante temporal al que corresponde.
La medida de la posición vertical de la interfase estable o altura hm en cada
fotograma plantea una serie de problemas que condicionan el procedimiento
utilizado. Dicha interfase se caracteriza por no ser horizontal – dado que existe un
proceso de crecimiento de la capa mezclada - y por ser físicamente continua. Esto
implicaría que es preciso realizar un número infinito de medidas para determinar la
posición de la interfase y esto no es posible. Dado que las medidas son discretas es
preciso elegir en qué puntos de dicha interfase se realizan. Con este fin se construye
una malla que se superpone a cada uno de los fotogramas en los que se tienen que
realizar las medidas de la altura de la capa mezclada hM. Esta rejilla está constituida
por 10 líneas verticales separadas una distancia de 1 cm –en el digitalizador- y no
tiene líneas horizontales. Tras superponer esta rejilla, se buscan sus puntos de
intersección con la interfase estable y se mide el valor de su posición vertical. Puesto
que la malla es siempre la misma eso implica que dichos puntos de intersección
estarán siempre en la misma posición horizontal. Por tanto, horizontalmente se
marcan siempre los mismos puntos sobre la interfase estable separados una distancia
constante de 1 cm según el digitalizador. Esta posición vertical variará en función del
crecimiento de la capa mezclada, es decir, de la altura de la interfase estable. Por
tanto, la mencionada posición vertical representará la evolución temporal de la altura
hm de la capa mezclada.
La aplicación del procedimiento de medida descrito se inicia por el último
fotograma de la secuencia de digitalización, es decir, se procede en el sentido
contrario de la evolución temporal. El motivo es la existencia de un mejor contraste y
una mejor identificación de los puntos de intersección en el último fotograma en el
que la capa mezclada está plenamente constituida y la interfase estable es nítida.
El último fotograma no proporciona el origen de tiempos. El primer
fotograma de la secuencia de digitalización, denominado fotograma de referencia, es
el que proporciona dicho origen temporal al que se referirán el resto de los
fotogramas utilizados para determinar su tiempo correspondiente (apartado III.3.3.2).
Este último fotograma de la digitalización muestra la cubeta experimental con
el sistema fluido en su estado final constituido por la capa mezclada separada de la
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
348
capa ligera que no ha sufrido mezcla por la interfase estable de densidad encima de
la cual se sitúa el estrato de gel CMC. Además, se observan las sondas de
conductividad en sus respectivas posiciones como se muestra en la figura VI.28.
Por tanto, tras la digitalización de una prueba experimental y la obtención de
la secuencia temporal correspondiente, se selecciona el último fotograma de la
misma y se le superpone la rejilla vertical. Entonces se identifican los puntos de
intersección y se numeran de izquierda a derecha; a continuación, se miden sus
posiciones verticales, y se anota el instante temporal al que corresponden según el
proceso de digitalización.
Las medidas de la posición vertical de los puntos de intersección han de
referirse a un origen espacial. Los fotogramas proporcionados por el proceso de
digitalización tenían el origen de las medidas de espacio situado en la parte superior
derecha del fotograma como se muestra en la figura VI.29. Sin embargo, este origen
no es adecuado para determinar la posición de la altura de la capa mezclada hM dado
su significado físico, siendo más natural situar el origen de espacios en la parte
inferior del fotograma que se corresponde con el fondo de la cubeta experimental.
Dado que ambos orígenes espaciales no coinciden, es preciso realizar una
Figura VI.28. Último fotograma de la digitalización correspondiente a una prueba experimental
realizada con el gel menos viscoso (ρG= 1.02 g/cm3) y número de Atwood A= 0.037. Se observan las
sondas conductividad y se identifican la capa mezclada y la interfase estable de densidad.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
349
transformación consistente en restar a la altura total del fotograma L la medida
obtenida para la posición vertical de la interfase de densidad como se aclara en la
figura VI.29. El resultado de dicha diferencia es la altura hM referida a su origen
espacial situado en el fondo de la cubeta experimental.
Figura VI.29. Representación esquemática de un fotograma correspondiente a un estado intermedio
del proceos de mezcla parcial. Se indica el origen espacial que impone la digitalización (0) y el
origen de alturas seleccionado para medir la posición de la interfase estable de densidad (zo). La
altura total del fotograma es L y zDIGITAL es la medida dada por la digitalización de la posición vertical
de la interfase estable de densidad. Entonces, L-zDIGITAL es la altura física de la capa mezclada en
formación según el fotograma.
A continuación, se selecciona el penúltimo fotograma aplicando el mismo
procedimiento, es decir, se anota la posición vertical de los mismos puntos de
intersección junto con el tiempo del correspondiente fotograma, que está referido al
del fotograma de referencia. Así se procede sucesivamente yendo hacia atrás en el
tiempo hasta alcanzar el que se considera el último fotograma objeto de análisis - no
es el último fotograma de la secuencia de digitalización - cuya elección se realiza en
función del grado de nitidez de la interfase estable cuya altura se desea conocer.
El número de medidas espaciales de la altura de la capa mezclada hM es de 10
siendo el mismo para cada fotograma analizado, es decir, para cada instante del
GEL
L
x
0
x x x x x
x x
x
L - zDIGITAL
zDIGITAL
Interfase estable de densidad en
evolución
Capa mezclada formándose
zo
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
350
tiempo elegido. Esto permite realizar un promedio de estos 10 valores que suministra
el valor medio de la altura hm en el instante temporal correspondiente al fotograma
analizado. De esta forma, se obtiene la evolución temporal de la posición de la
interfase estable de densidad.
En las siguientes figuras se muestran una serie de fotogramas que permiten
apreciar la evolución de la altura de la capa mezclada hm a lo largo del tiempo y, por
tanto, apreciar la dificultad de su medida.
La figura VI.30(1) es el primer fotograma en el que se toman medidas porque
en él puede vislumbrarse una región mezclada en el fondo de la cubeta experimental.
Desde las figuras VI.30(2) a VI.30(6) se observa el crecimiento de esta región así
como las fluctuaciones de su borde superior en el que se han de realizar las medidas
descritas en este apartado. Finalmente desde la figura VI.30 (7) hasta la VI.30(9) se
observa claramente la capa mezclada ya formada, pero con distinto grado de
microestructura turbulenta. Además, se observa la interfase estable de densidad que
la delimita superiormente y cuya posición apenas se modifica. La visualización no
permite apreciar la existencia de ondas internas en esta interfase estable.
Figura VI.30(1). El proceso de
mezcla invade la cubeta
experimental (t= 3.64 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3
y A= 0.037.
Figura VI.30(2). Empieza a
vislumbrarse en la parte inferior
una zona de mezcla con
microestructura turbulenta (t=
4.04 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura VI.30(3). La zona en la
que sucede la mezcla aumenta
de espesor (t= 4.44 s).
Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
351
Figura VI.30(4). La zona
mezclada se sitúa en el fondo de
la cubeta experimental y no
tiene un límite superior definido
(t= 5.24 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura VI.30(5). La zona
mezclada inferior evoluciona
constantemente por el proceso de
mezcla y con ella su contorno (t=
6.84 s). Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura VI.30(6). Se observa
que la zona mezclada posee
una notable microestructura
turbulenta (t= 8.84 s).
Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
Figura VI.30(7). El proceso de
mezcla turbulenta con estructura
fina ocupa toda la cubeta
experimental (t= 9.64 s).
Características: ρGel=1.02 g/cm3
y A= 0.037.
Figura VI.30(8). El proceso de
mezcla comienza a disminuir y la
microestructura decae. La capa
mezclada empieza a delimitarse
(t= 12.84 s). Características:
ρGel=1.02 g/cm3 y A= 0.037.
Figura VI.30(9). Estado final
que alcanza el sistema fluido
experimental tras el proceso de
mezcla turbulenta. Se observa
nítidamente la capa mezclada y
su altura (t= 42.84 s)
Características: ρGel=1.02
g/cm3 y A= 0.037.
La evolución temporal de la altura de la capa mezclada hm debería tener las
siguientes características desde el punto de vista cualitativo. Dicha evolución
consideramos que se inicia durante la etapa intermedia del proceso de mezcla parcial
en la que comienza la formación de la capa mezclada cuya espesor sufre numerosas
fluctuaciones. Estas variaciones están causadas, en primer lugar, por el efecto del
rebote del frente convectivo de los penachos turbulentos y de la corriente de
gravedad al interaccionar con los contornos de la cubeta experimental. En segundo
lugar, por la aparición de ondas internas que son consecuencia del crecimiento de
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
352
una estratificación estable en el seno del sistema fluido. Además, probablemente
dichas ondas sufren procesos de ruptura lo que genera más turbulencia y provoca
más variaciones en la altura de la capa mezclada hm.
Conforme transcurre el tiempo, el proceso de mezcla parcial entra en su etapa
final y se constituye la capa mezclada delimitada superiormente por una interfase
estable de densidad perfectamente nítida. Dicha interfase es recorrida por ondas
internas que no sufren procesos de ruptura. Por todo ello, es de esperar que la altura
hm oscile por la presencia de dichas ondas, pero que no sufren fluctuaciones grandes
e incontroladas como en el principio de su evolución. Finalmente, la altura de la
interfase estable densidad alcanza un valor constante cuando las mencionadas ondas
se amortiguan con el tiempo y desaparecen.
Los resultados cuantitativos, y en forma adimensional, relativos a la evolución
temporal de la altura de la capa mezclada hM obtenidos a partir del procedimiento
anteriormente descrito se presentan en las siguientes figuras. La adimensionalización
de la posición vertical de la interfase estable de densidad tiene lugar dividiéndola
entre el valor de la altura final de la capa mezclada. Por otra parte, para tener
relaciones entre parámetros adimensionales es necesario adimensionalizar el tiempo
lo que se consigue dividiéndolo entre el tiempo que tarda en realizarse el proceso de
mezcla o tiempo de mezcla tM. Teóricamente, es el tiempo que tarda en mezclarse la
capa densa con la fracción f de la capa ligera. Sin embargo, esta definición tan
evidente en teoría, no lo es en la práctica. Por ello, se utiliza como criterio que esta
magnitud es el tiempo que tarda la microestructura turbulenta en desaparecer -
fenómeno identificable a través del “shadowgraph”- y en constituirse de forma
nítida la capa mezclada delimitada por lA interfase estable de densidad. La
determinación práctica del tiempo de mezcla tm se realiza mediante un método visual
utilizando la grabación en vídeo de los experimentos realizados tanto con
visualización directa del proceso de mezcla (técnica de fluorescencia inducida por
luz) como con la técnica de “shadowgraph”.
La figura VI.31 muestra la evolución temporal de la altura adimensional de la
capa mezclada correspondiente a experimentos realizados con el gel más viscoso.
Dicha evolución se ha analizado para tres valores del número de Atwood que son
representativos de todo el rango utilizado.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
353
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
h/h
m
t/t
m
Figura VI.31. Evolución temporal de la altura adimensional de la capa mezclada para experimentos
realizados con el gel más viscoso y diferentes valores del número de Atwood: +, A=0.014; , A=0.050;
•, A=0.130.
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
1.00
1.05
h/h
m
t/t
m
Figura VI.32. Evolución temporal de la altura adimensional de la capa mezclada para experimentos
realizados con el gel menos viscoso y diferentes valores del número de Atwood: +, A=0.019; ,
A=0.055; •, A=0.134.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
354
El comportamiento de la altura de la capa mezclada durante el proceso de
mezcla que tiene lugar en experimentos realizados con el gel más viscoso se
caracteriza por presentar valores bastante variables hasta que ha transcurrido del
orden de un tercio del tiempo (t/tM=0.3) e independientemente del número de
Atwood como muestra la figura VI.31. A partir de este momento existen menos
fluctuaciones en la mencionada altura. En general, se observa que se requiere poco
tiempo para que se alcance aproximadamente el espesor definitivo de la capa
mezclada. Por otra parte, no se observa un comportamiento claramente definido en
función del número de Atwood. Parece ser que para los valores mayores de este
parámetro adimensional se necesita más tiempo para alcanzar el tamaño final de la
capa mezclada. Si el número de Atwood es menor rápidamente se constituye la
interfase estable dado que la magnitud h/hM pronto alcanza valores próximos a 1.
La figura VI.32 muestra la evolución temporal de la altura adimensional de la
capa mezclada asociada a experimentos hechos con el gel menos viscoso para tres
valores del número de Atwood representativos de todo el rango utilizado. De nuevo,
las mayores fluctuaciones tienen lugar en el primer tercio del proceso para todo valor
del número de Atwood, observándose que durante este intervalo temporal la
magnitud h/hM aumenta rápidamente hasta alcanzar valores próximos a 1, es decir, la
capa mezclada evoluciona con rapidez y se constituye pronto la interfase estable de
densidad situada a la altura hM. A partir de este momento se observa claramente que
se ha alcanzando el valor límite y aparecen exclusivamente pequeñas variaciones,
semejantes a oscilaciones. Este comportamiento que acabamos de describir es más
nítido para los experimentos realizados con el gel menos viscoso. Por otra parte, se
observa que conforme aumenta el número de Atwood el tiempo requerido para que la
altura adimensional se aproxime a los valores cercanos a la unidad disminuye.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
355
VI.4.3 EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL FRENTE
CONVECTIVO DE LOS PENACHOS TURBULENTOS
El presente apartado se engloba dentro del estudio de la evolución temporal
del proceso de mezcla parcial y persigue dos objetivos fundamentales. El primero es
analizar el comportamiento del frente convectivo de los penachos turbulentos a lo
largo del tiempo, a la vez que estudiar su velocidad de descenso. El frente convectivo
de un penacho turbulento es el límite que separa la parte frontal del penacho del
fluido ambiente que le rodea, marcando la posición vertical y el avance del penacho
(apartado II.4.3.1). El segundo objetivo es la comparación entre el crecimiento de los
frentes convectivos asociados a los penachos turbulentos y la evolución temporal del
frente de una inestabilidad Rayleigh-Taylor pura (Linden & Redondo, 1991; Sharp,
1984). De esta forma, se intenta discernir cuál es la influencia de estos dos
fenómenos sobre el desarrollo del proceso de mezcla turbulenta.
Esta discriminación entre los efectos de la inestabilidad de Rayleigh-Taylor y
los penachos turbulentos forzados es necesaria por las siguientes razones. El modelo
de laboratorio (apartado III.2.1) y el procedimiento experimental (apartado III.2.3)
no tienen por objetivo modelizar experimentalmente una inestabilidad de Rayleigh-
Taylor – de hecho, el desarrollo del experimento de mezcla turbulenta se realiza a
través del crecimiento de diversos penachos forzados y no mediante la evolución de
una inestabilidad Rayleigh-Taylor-. Sin embargo, a nivel teórico sí se hace uso del
concepto y definición de la eficiencia de mezcla correspondientes a esta inestabilidad
(apartado V.3). El motivo es que nuestro modelo de laboratorio se podría aproximar
idealmente por un sistema fluido en el que la capa densa estuviera situada en
contacto directo sobre la capa ligera, situación que sí se corresponde con la de una
inestabilidad Rayleigh-Taylor pura en superficie horizontal (Linden & Redondo,
1991; Sharp, 1984). Además, la parte frontal de un penacho turbulento presenta una
estratificación inestable respecto del fluido ambiente, que es la capa ligera, al ser más
denso. Por ello, sería de esperar que su crecimiento tuviera una componente del tipo
cuadrático, que es propia de la inestabilidad Rayleigh-Taylor.
Por otra parte, conforme evolucionan los penachos turbulentos sus
respectivos frentes convectivos individuales tienden a unirse y constituir un frente
aproximadamente único que presenta numerosas concavidades y convexidades y que
no siempre ocupa toda la extensión de la cubeta experimental. De esta forma, se crea
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
356
una gran subversión y este frente convectivo único separa la capa densa, que viene
detrás en movimiento, de la capa ligera situación que se correspondería con una
inestabilidad del tipo Rayleigh-Taylor pero dinámica, no estática. Por todo ello es
posible pensar que ha de existir cierta influencia por parte del clásico crecimiento de
la inestabilidad de Rayleigh-Taylor en la evolución temporal del proceso (apartado
II.3.3.1).
El análisis de los fotogramas obtenidos a partir de la digitalización permiten
presentar el siguiente comportamiento cualitativo. La etapa inicial del experimento
de mezcla turbulenta se caracteriza por la presencia de varios penachos turbulentos
individuales cuyos frentes convectivos son perfectamente identificables como se
muestra en las figuras VI.33 y VI.34. Por tanto, su crecimiento será el propio de un
penacho turbulento (apartado II.4.3.1).
Figura VI.33. Etapa inicial del experimento en la
que se observa la formación simultánea de varios
penachos turbulentos (t= 0.28 s). Características
experimentales: ρGel = 1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura VI.34. Desarrollo vertical de los penachos
turbulentos sin interacción lateral mutua (t= 0.4 s).
Características experimentales: ρGel = 1.02 g/cm3 y
A=0.019.
Durante la etapa intermedia del experimento, los penachos turbulentos
pierden su individualidad y, de hecho, no se distinguen sus frentes convectivos
individuales, sino que en su lugar aparece un frente convectivo único y
aproximadamente continuo como se muestra en las figuras VI.35 y VI.36. Este frente
único es una interfase dinámica que delimita la estratificación de densidad existente
entre el fluido denso en movimiento descendente y la capa ligera situada debajo o
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
357
rodeando al fluido que la atraviesa. Por tanto, esta estratificación es
gravitacionalmente inestable y el crecimiento en esta etapa debería ser claramente de
tipo cuadrático, es decir, ser el crecimiento propio de una inestabilidad Rayleigh-
Taylor.
Por tanto, cualitativamente se puede concluir que durante las etapas inicial e
intermedia del proceso de mezcla parcial el conjunto de penachos individuales se
transforma en una interfase de densidad que es inestable, aproximadamente continua,
no horizontal y con numerosas perturbaciones distribuidas no homogéneamente y
cuya evolución debería estar en relación con la de una inestabilidad Rayleigh-Taylor
del tipo escalón.
Figura VI.35. Desarrollo de los penachos
turbulentos con una gran interacción lateral entre
los mismos (t= 0.56 s). Características
experimentales: ρGel = 1.02 g/cm3 y A=0.019.
Figura VI.36. Desarrollo de los penachos
turbulentos que comienzan a perder su
individualidad e inicio de la formación del frente
convectivo único (t= 0.8 s). Características
experimentales: ρGel = 1.02 g/cm3 y A=0.019.
A continuación, se describe brevemente el procedimiento descrito en el
apartado III.3.3.2 que permite obtener los datos necesarios para analizar la evolución
temporal del frente convectivo de los penachos turbulentos así como su velocidad de
descenso. El primer objetivo es analizar el crecimiento del frente convectivo de los
penachos generados experimentalmente, así como el grado de crecimiento cuadrático
si es que existe.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
358
El estudio del avance temporal del frente convectivo se realiza
exclusivamente durante los primeros segundos de desarrollo del fenómeno y antes de
que el flujo fluido alcance el fondo de la cubeta experimental. La obtención de la
velocidad de descenso de los penachos turbulentos requiere tener en cuenta el
fotograma, luego el instante temporal, en el que se observa que dichos penachos
entran en contacto con el fondo de la cubeta.
La determinación de la evolución temporal del frente convectivo de un
penacho requiere obtener medidas del desplazamiento vertical de dicho frente δ y del
tiempo t a partir de los fotogramas obtenidos mediante la digitalización de los videos
experimentales. Tras seleccionar el fotograma de referencia1 se anota la posición de
la interfase inferior del estrato de gel CMC que se considera como el origen de
espacios (δo).
A continuación, se selecciona el primer fotograma en el que se observa el
inicio del desarrollo de los penachos turbulentos, y se anota la posición vertical del
borde del frente convectivo de los mismos. Este proceso se realiza con cuantos
penachos turbulentos se puedan identificar de forma definida. El tiempo
correspondiente a este primer fotograma es el origen de tiempos to=0 al que se
referirán las medidas temporales del resto de fotogramas seleccionados para el
análisis tanto de la velocidad de descenso como de la evolución temporal de los
frentes convectivos. La figura VI.37 esquematiza gráficamente las características del
procedimiento de medida descrito.
Posteriormente se seleccionan sucesivos fotogramas en los que se anota el
tiempo del correspondiente fotograma y la posición del borde del frente convectivo
de los penachos ya identificados y de otros nuevos que comienzan a surgir. El
número de medidas espaciales por penacho depende del número de fotogramas
elegidos y de la existencia de frentes convectivos perfectamente delimitados. En
cuanto un penacho turbulento empieza a interaccionar y a mezclarse con los de su
entorno, dejan de tomarse medidas de su frente convectivo al perder el penacho su
individualidad.
1 El fotograma de referencia es aquél en el que no existe ningún fenómeno fluido en desarrollo
mostrando exclusivamente la cubeta experimental con el sistema fluido constituido por el estrato de
gel CMC se parado de la capa ligera por una interfase estable de densidad. Además, se observan las
sondas de conductividad en sus respectivas posiciones y la iluminación de fondo.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
359
Figura VI.37. Esquema que representa el tipo de medidas realizadas sobre un fotograma. Según la
digitalización, la altura total del fotograma es L, la posición de la interfase inferior del estrato de gel
es zINFERIOR y la posición del frente convectivo del penacho es δ. La desplazamiento real del frente es
z.
La determinación de la influencia de la inestabilidad de Rayleigh-Taylor se
basa en la comparación de la evolución temporal del frente convectivo de los
penachos turbulentos con la ley de crecimiento cuadrático del frente de dicha
inestabilidad, que viene dada por la siguiente expresión (apartado II.3.3.1):
z=αl.A.g.t2 (6.14)
donde z es la profundidad de la penetración en la capa ligera, t es el tiempo, A es el
número de Atwood y αl es la constante de crecimiento.
Este modelo tradicional para el ritmo de crecimiento de la inestabilidad de
Rayleigh-Taylor podría no constituir una descripción adecuada para aquellos flujos
fluidos en los que las condiciones iniciales son de alguna manera inhomogéneas y
podría ser una representación incompleta del desarrollo del flujo fluido porque los
experimentos están sometidos a condiciones iniciales reales, no ideales. No obstante,
parece ser que siempre existe una componente cuadrática en el crecimiento (Linden,
Redondo & Youngs, 1994). Por otra parte, el inicio del experimento de mezcla está
gobernado por el desarrollo de un conjunto de penachos que se caracterizan
GEL
L
0
Penacho turbulento en evolución
zINFERIOR
δo
δ
z
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
360
teóricamente porque la posición del frente convectivo del penacho δ tiene una
dependencia lineal con el tiempo (apartado II.4.2.1).
El análisis del grado de crecimiento cuadrático presente en la evolución
temporal del frente convectivo de los penachos turbulentos se realiza mediante la
representación del desplazamiento vertical recorrido por el penacho en función del
tiempo y no en función del cuadrado del tiempo según sugiere la expresión (6.14)
porque se busca la influencia de los penachos. Si el comportamiento del frente
convectivo presenta una componente lineal importante entonces el ajuste lineal
correspondiente tendrá un coeficiente de correlación alto.
La figura VI.38 muestra la evolución temporal de los frentes convectivos
correspondientes a distintos penachos turbulentos en función del número de Atwood
para experimentos realizados con el gel más viscoso.
0 2 4 6 8 10 12
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
A=0.014
A=0.033
A=0.037
A=0.050
A=0.071
A=0.092
A=0.130
δ
t
Figura VI.38. Evolución temporal promedio del frente convectivo δ asociado a los penachos
turbulentos en función del tiempo t. Pruebas experimentales realizadas con el gel más viscoso para el
rango de números de Atwood indicado en la leyenda de la figura. Se muestra el ajuste lineal realizado
a cada evolución temporal.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
361
El estudio de las anteriores evoluciones temporales en función del número de
Atwood permite concluir que conforme aumenta este parámetro adimensional la
evolución es más vertical, es decir, el frente convectivo alcanza una mayor
profundidad o recorre una mayor distancia en menor tiempo. Este comportamiento
puede observarse a través de la pendiente de los ajustes lineales realizados a las
evoluciones de los frentes convectivos como se muestra en la figura VI.39. Se
observa que al aumentar el número de Atwood, la pendiente crece y el ajuste es más
vertical.
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14
0
2
4
6
8
10
12
14
C
A
Figura VI.39. Comportamiento de la pendiente C en función del número de Atwood A tanto para los
experimentos realizados con el gel más viscoso ( ) como para los del gel menos viscoso (•). La
pendiente C corresponde a los ajustes lineales realizados a las evoluciones temporales de los frentes
convectivos de los penachos turbulentos.
Sin embargo, este comportamiento de aumento de la verticalidad de la
evolución temporal con el número de Atwood es evidente si se compara el mayor
número de Atwood con el menor, pero existen excepciones para los valores
intermedios de este parámetro adimensional. Por ejemplo, según se observa en la
figura VI.38 la evolución correspondiente al valor A=0.071 debería estar por encima
de la del número de Atwood A=0.033 si la anterior conclusión fuera general. De
hecho, la pendiente correspondiente al valor A=0.033 es mayor y no sigue la
tendencia del resto de las pendientes correspondientes según la figura VI.39. La
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
362
explicación podría residir en que el desarrollo de los fenómenos fluidos asociados a
los experimentos realizados con el gel más viscoso presenta una mayor complejidad.
La mayor viscosidad del gel implica la aparición de protuberancias que recogen y
frenan la disolución densa, y hacen que los penachos que posteriormente surgirán lo
hagan con mayor energía, luego velocidad. Esta podría ser la explicación de la
evolución más vertical correspondiente a los números de Atwood 0.033, 0.037 ó
0.050. Además, la presencia de estas protuberancias provocan que la aparición de los
penachos se retrase temporalmente y que su inicio descienda espacialmente. Estas
dos características se observan en la evolución del frente convectivo asociado al
número de Atwood A=0.092 según se muestra en la figura VI.38, es decir, el origen
temporal de este frente no está en cero como en el caso de las otras evoluciones y su
posición inicial no está en el origen de espacios de las otras evoluciones. Respecto a
la discontinuidad presente en la evolución correspondiente al número de Atwood
A=0.092, es debida a la aparición de nuevos penachos después de que los penachos
que han surgido en primer lugar hayan desaparecido por el efecto de la interacción
mutua. Estos nuevos penachos presentan un retraso tanto en su origen temporal como
en el espacial y son los que constituyen esa rama discontinua.
Respecto al comportamiento de la pendiente de los ajustes lineales en función
del número de Atwood representado en la figura VI.39 se observa que los valores de
dicha pendiente aumentan con el número de Atwood y parecen ser algo mayores para
los experimentos realizados con el gel menos viscoso aunque no está clara la
influencia de la viscosidad del gel en el comportamiento presentado.
La figura VI.40 muestra la evolución temporal de los frentes convectivos
correspondientes a distintos penachos turbulentos en función del número de Atwood
para experimentos realizados con el gel menos viscoso. Estos frentes convectivos
generados en los experimentos realizados con el gel menos viscoso tiene un
comportamiento global semejante al mostrado para el gel más viscoso que se acaba
de analizar. De nuevo, al aumentar el número de Atwood la evolución temporal del
frente convectivo es más vertical según se observa en la figura VI.40, luego la
pendiente del ajuste lineal correspondiente será mayor conforme crece dicho
parámetro adimensional como muestra la figura VI.39. De esta forma, si el número
de Atwood aumenta el frente convectivo tarda menos tiempo en alcanzar
profundidades mayores.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
363
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5
0
2
4
6
8
10
12
14
16
A= 0.001
A= 0.019
A= 0.076
A= 0.134
δ
t
Figura VI.40. Evolución temporal promedio del frente convectivo δ asociado a los penachos
turbulentos en función del tiempo t. Los experimentos han sido realizados con el gel menos viscoso
para el rango de números de Atwood indicado en la leyenda de la figura.
Este comportamiento general está claro si comparamos la evolución
correspondiente al mayor número de Atwood con la asociada al menor valor de este
parámetro. Adicionalmente, este aumento de la verticalidad de la evolución temporal
con el número de Atwood parece no presentar tantos problemas como los descritos
en el caso del gel más viscoso porque los fenómenos fluidos asociados a los
experimentos realizados con el gel de menor viscosidad tienen una menor
complejidad y se reducen, principalmente, a la formación de penachos turbulentos –
las protuberancias de gel son escasas -. Sin embargo, existen excepciones como la
evolución correspondiente al valor A=0.076 que debería ser más vertical.
La comparación entre la evolución temporal de los frentes convectivos
asociados a los penachos turbulentos y el crecimiento del frente de una inestabilidad
Rayleigh-Taylor pura se realiza analizando el tipo de crecimiento presente en los
frentes convectivos de los penachos, es decir, deduciendo si es lineal o cuadrático.
Gráficamente esto es lo que se muestra en las figuras VI.38 y VI.40 que representan
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
364
el desplazamiento vertical del penacho en función del tiempo2. Si el comportamiento
del frente convectivo presenta una componente lineal importante entonces el ajuste
lineal correspondiente tendrá un coeficiente de correlación alto. Los ajustes lineales
realizados a las evoluciones temporales de los frentes convectivos se muestran en las
figuras VI.38 y VI.40 mientras que los correspondientes coeficientes de correlación
se presentan en la tabla VI.6.
A partir del estudio de los coeficientes de correlación mostrados en la tabla
IV.6, se deduce que al tener valores importantes los mencionados ajustes representan
adecuadamente el crecimiento de los frentes convectivos en función del tiempo.
GEL MÁS VISCOSO GEL MENOS VISCOSO
A r A r
0.014 0.94 0.001 0.99
0.033 0.97 0.019 0.98
0.050 0.98 0.076 0.99
0.071 0.99 0.116 0.99
0.092 0.93 0.134 0.99
0.130 0.99
Tabla VI.6. Datos del coeficiente de correlación r y del número de Atwood A. El coeficiente r está
asociado a los ajustes lineales realizados a las evoluciones temporales de los frentes convectivos de
los penachos turbulentos generados en experimentos realizados con el gel más viscoso y con el
menos viscoso.
Por tanto, la evolución temporal del frente convectivo tiene una componente
lineal importante por lo que es evidente la influencia de las condiciones iniciales
inhomoegéneas representadas por el conjunto discreto de penachos. Se concluye,
pues, que el desarrollo temporal de los frentes convectivos de los penachos presenta
un comportamiento aproximadamente lineal y no cuadrático como sería el
crecimiento del frente de una inestabilidad de Rayleigh-Taylor.
Los penachos turbulentos individuales también se caracterizan por su
velocidad de descenso VD a través de la capa ligera hasta alcanzar el fondo de la
cubeta experimental. Esta velocidad puede interpretarse como la velocidad media
con la que los penachos alcanzan el contorno inferior de la cubeta. La determinación
2 Es posible realizar otra representación del desplazamiento del frente convectivo de los penachos en
función del cuadrado del tiempo según la expresión (6.10) y comparar resultados.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
365
de la velocidad descendente de un penacho requiere tener medidas del tiempo t que
tarda el penacho en recorrer el espesor de la capa ligera hL, siendo éste un dato
experimental. Este tiempo se obtiene como la diferencia temporal entre el primer
fotograma definido anteriormente y el fotograma en el que se observa que el penacho
alcanza el fondo de la cubeta. Entonces la velocidad de descenso de un penacho
turbulento se obtiene como el cociente de la altura hL y el tiempo anteriormente
mencionado.
La figura VI.41 muestra el comportamiento promedio de la velocidad de
descenso de los penachos turbulentos en función del número de Atwood para los
experimentos realizados con los dos geles seleccionados.
0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0
10
20
30
40
50
60
V
D
A
Figura VI.41 Comportamiento de la velocidad de descenso media VD (cm/s) en función del número de
Atwood A para experimentos realizados con el gel más viscoso ( ) y con el gel menos viscoso (•).
A partir de la figura VI.41 se deduce que la velocidad promedio de descenso
VD los penachos aumenta con el número de Atwood A para ambos geles. La
explicación de este comportamiento es la siguiente. El aumento del número de
Atwood significa que la diferencia en densidades del sistema fluido es mayor y eso
va a implicar que la aceleración convectiva es mayor, luego la velocidad de descenso
también lo es.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
366
APÉNDICE VI.1. TABLAS DE LA PENDIENTE C
CORRESPONDIENTE A LOS AJUSTES LINEALES
ASOCIADOS A LOS PERFILES DE DENSIDAD DE LOS
EXPERIMENTOS CON DISTRIBUCIONES INESTABLES
DE DENSIDAD
NÚMERO
ATWOOD, A
NÚMERO
DEL PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL, t/t* PENDIENTE, C
0.005 1 0.071 2000
0.005 2 0.143 6000
0.005 3 0.214 -2000
0.005 5 0.357 -6000
0.005 6 0.429 -4500
0.005 7 0.5 -4500
0.005 8 0.571 -6000
0.005 9 0.643 -6000
0.005 10 0.714 -6000
0.005 11 0.786 -3000
0.005 12 0.857 -3818.182
0.005 13 0.929 -2727.273
0.005 14 1 -1000
0.014 1 0.063 -6000
0.014 2 0.125 -3000
0.014 3 0.188 -6000
0.014 4 0.25 -6000
0.014 5 0.313 -3000
0.014 6 0.375 -3818.182
0.014 7 0.438 -3000
0.014 8 0.5 -2228.571
0.014 9 0.563 -1909.091
0.014 10 0.625 -1909.091
0.014 11 0.688 -1909.091
0.014 12 0.75 -1909.091
0.014 13 0.813 -1764.706
0.014 14 0.875 -1800
0.014 15 0.938 -1909.091
0.014 16 1 -1728.814
0.024 1 0.067 -3000
0.024 2 0.133 -6000
0.024 3 0.2 -3000
0.024 4 0.267 -3000
0.024 5 0.333 -2444.444
0.024 6 0.4 -1909.091
0.024 7 0.467 -1522.388
0.024 8 0.533 -1250
0.024 9 0.6 -1053.435
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
367
0.024 10 0.667 -906.977
0.024 11 0.733 -1053.435
0.024 12 0.8 -1053.435
0.024 13 0.867 -1200
0.024 14 0.933 -1114.286
0.024 15 1 -1114.286
0.033 1 0.083 -2000
0.033 2 0.167 -3818.182
0.033 3 0.25 -1522.388
0.033 4 0.333 -623.377
0.033 5 0.417 -548.009
0.033 6 0.5 -526.718
0.033 7 0.583 -487.562
0.033 8 0.667 -487.562
0.033 9 0.75 -487.562
0.033 10 0.833 -453.488
0.033 11 0.917 -383.838
0.033 12 1 -341.463
0.05 1 0.077 -6000
0.05 3 0.231 -2000
0.05 4 0.308 -1137.931
0.05 5 0.385 -394.366
0.05 6 0.462 -163.648
0.05 7 0.538 -151.515
0.05 8 0.615 -150.313
0.05 9 0.692 -153.675
0.05 10 0.769 -149.92
0.05 11 0.846 -142.927
0.05 12 0.923 -165.394
0.05 13 1 -149.92
0.071 4 0.364 -970.588
0.071 5 0.455 -163.648
0.071 6 0.545 -122.392
0.071 7 0.636 -125.936
0.071 8 0.727 -125.936
0.071 9 0.818 -117.698
0.071 10 0.909 -120.97
0.071 11 1 -79.388
0.092 3 0.231 -2000
0.092 4 0.308 -342.561
0.092 5 0.385 -113.184
0.092 6 0.462 -89.878
0.092 7 0.538 -92.19
0.092 8 0.615 -94.706
0.092 9 0.692 -96.286
0.092 10 0.769 -96.286
0.092 11 0.846 -104.156
0.092 12 0.923 -121.549
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
368
0.092 13 1 -121.549
0.111 1 0.083 -6000
0.111 2 0.167 -6000
0.111 3 0.25 -1200
0.111 4 0.333 -145.46
0.111 5 0.417 -122.183
0.111 6 0.5 -100.007
0.111 7 0.583 -91.354
0.111 8 0.667 -91.774
0.111 9 0.75 -91.774
0.111 10 0.833 -83.381
0.111 11 0.917 -83.381
0.111 12 1 -66.721
0.13 1 0.077 6000
0.13 4 0.308 -220.602
0.13 5 0.385 -86.276
0.13 6 0.462 -83.478
0.13 7 0.538 -83.665
0.13 8 0.615 -83.726
0.13 9 0.692 -80.226
0.13 10 0.769 -80.226
0.13 11 0.846 -70.87
0.13 12 0.923 -70.437
0.13 13 1 -65.194
Tabla VI.1 Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución de
densidad que es inestable y con el gel más viscoso. Se muestra: el número de Atwood,
A; el número de orden del perfil de densidad junto con su tiempo adimensional t/t*
correspondiente y la pendiente C asociada al ajuste lineal hecho al perfil de densidad.
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
369
NÚMERO DE
ATWOOD, A
NÚMERO
DEL PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL,
t/t* PENDIENTE, C
0.01 1 0.071 6000
0.01 2 0.143 -2000
0.01 3 0.214 6000
0.01 5 0.357 -6000
0.01 6 0.429 -3818.182
0.01 7 0.5 -3818.182
0.01 8 0.571 -3818.182
0.01 9 0.643 -3818.182
0.01 10 0.714 -3818.182
0.01 11 0.786 -2400
0.01 12 0.857 -1384.615
0.01 13 0.929 -1384.615
0.01 14 1 -1384.615
0.019 1 0.056 -3000
0.019 3 0.167 -6000
0.019 4 0.222 -6000
0.019 5 0.278 -3818.182
0.019 6 0.333 -2100
0.019 7 0.389 -2100
0.019 8 0.444 -2100
0.019 9 0.5 -1764.706
0.019 10 0.556 -1411.765
0.019 11 0.611 -1285.714
0.019 12 0.667 -1228.916
0.019 13 0.722 -1285.714
0.019 14 0.778 -1252.747
0.019 15 0.833 -1615.385
0.019 16 0.889 -1764.706
0.019 17 0.944 -2000
0.019 18 1 -1500
0.028 1 0.077 2000
0.028 2 0.154 -6000
0.028 3 0.231 -6000
0.028 4 0.308 -6000
0.028 5 0.385 -2228.571
0.028 6 0.462 -1384.615
0.028 7 0.538 -1200
0.028 8 0.615 -1145.038
0.028 9 0.692 -1200
0.028 10 0.769 -1102.041
0.028 11 0.846 -1272.727
0.028 12 0.923 -951.22
0.028 13 1 -687.307
0.037 3 0.273 -3818.182
0.037 4 0.364 -1846.154
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
370
0.037 5 0.455 -1289.72
0.037 6 0.545 -1114.286
0.037 7 0.636 -1145.038
0.037 8 0.727 -972.067
0.037 9 0.818 -972.067
0.037 10 0.909 -784.452
0.037 11 1 -784.452
0.055 1 0.083 -6000
0.055 3 0.25 -6000
0.055 4 0.333 -2100
0.055 5 0.417 -953.846
0.055 6 0.5 -818.182
0.055 7 0.583 -836.653
0.055 8 0.667 -836.653
0.055 9 0.75 -836.653
0.055 10 0.833 -770.27
0.055 11 0.917 -762.215
0.055 12 1 -708.934
0.076 1 0.1 -6000
0.076 2 0.2 -4500
0.076 3 0.3 -2500
0.076 4 0.4 -1520
0.076 5 0.5 -762.215
0.076 6 0.6 -695.418
0.076 7 0.7 -700
0.076 8 0.8 -700
0.076 9 0.9 -762.215
0.076 10 1 -762.215
0.097 2 0.182 -3000
0.097 3 0.273 -1714.286
0.097 4 0.364 -1114.286
0.097 5 0.455 -762.215
0.097 6 0.545 -700
0.097 7 0.636 -700
0.097 8 0.727 -600
0.097 9 0.818 -810.811
0.097 10 0.909 -740.26
0.097 11 1 -690.265
0.116 1 0.091 -3000
0.116 2 0.182 2000
0.116 3 0.273 2000
0.116 4 0.364 -2727.273
0.116 5 0.455 -916.256
0.116 6 0.545 -576.271
0.116 7 0.636 -541.738
0.116 8 0.727 -540
0.116 9 0.818 -540
0.116 10 0.909 -540
CAPÍTULO VI Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones inestables
371
0.116 11 1 -567.718
0.135 1 0.083 -6000
0.135 4 0.333 -1728.814
0.135 5 0.417 -1000
0.135 6 0.5 -608.696
0.135 7 0.583 -608.696
0.135 8 0.667 -608.696
0.135 9 0.75 -608.696
0.135 10 0.833 -608.696
0.135 11 0.917 -508.772
0.135 12 1 -399.281
Tabla VI.2. Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución
de densidad que es inestable y con el gel menos viscoso. Se muestra: el número de
Atwood, A; el número de orden del perfil de densidad junto con su tiempo
adimensional t/t* correspondiente y la pendiente C asociada al ajuste lineal hecho al
perfil de densidad.
CAPÍTULO VII
ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE
MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES ESTABLES Y
NEUTRAS
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
372
VII.1 EL COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA DE LA
CAPA MEZCLADA Y DE LA EFICIENCIA DE MEZCLA
El análisis global del proceso de mezcla turbulenta considera exclusivamente
las características del estado inicial del que parte el sistema fluido y del estado final
al que llega (figura III.23), sin tener en cuenta la evolución temporal de los
fenómenos fluidos. Para el caso de los experimentos realizados con distribuciones de
densidad que son estables e indiferentes las magnitudes representantes del análisis
global son la altura de la capa mezclada hM y la eficiencia de mezcla η. El objetivo es
analizar la relación existente entre estos parámetros, que son magnitudes asociadas al
proceso de mezcla, en función de parámetros relacionados con la flotabilidad inicial,
que es el número de Atwood. Respecto a estas magnitudes, el número de Atwood se
obtiene en base a las características experimentales iniciales del sistema fluido, la
eficiencia de mezcla η se calcula mediante la ecuación (5.80) para la distribución
estable y mediante la expresión (5.92) para la distribución indiferente mientras que la
altura de la capa mezclada hM es una medida experimental directa.
Los experimentos de mezcla con distribuciones estable y neutra de densidad
se han realizado bajo las mismas condiciones experimentales iniciales y de contorno
que las pruebas con distribución inestable. De la misma forma, los resultados
cuantitativos están basados en el registro de los datos experimentales de potencial
mediante el conductivímetro multicanal y el convertidor analógico-digital.
Las pruebas experimentales realizadas con una distribución de densidad que
es estable modifican sus condiciones experimentales variando el gel CMC utilizado y
el valor del número de Atwood para cada gel CMC. En concreto, se usan 2 geles con
distinta densidad y viscosidad, y tan sólo dos nuevos valores del número de Atwood,
uno por cada gel. Esto implica que en las representaciones gráficas del
comportamiento de la altura de la capa mezclada y de la eficiencia de mezcla
presentadas respectivamente en los apartados VI.1 y VI.2 sólo se incluirá un punto
por cada gel representativo del caso estable. A pesar de que en los experimentos bajo
condiciones estables es posible variar el número de Atwood sólo se han considerado
dos valores, uno por cada gel usado, por los siguientes motivos. El primero es que el
objetivo principal del presente trabajo es analizar procesos de mezcla turbulenta
asociados a una distribución inestable de densidad. El segundo motivo es que si se
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
373
aumenta el valor del número de Atwood para incluir estratificaciones cada vez más
estables, llegaría un momento en el que el fluido denso al tener una densidad mucho
menor que la de la capa ligera y del estrato de gel CMC no sería capaz de atravesar
éste último. Por tanto, no existiría proceso de mezcla ni magnitudes asociadas que
medir, puesto que la energía potencial adicional asociada a la altura Ho de la capa
densa no sería suficiente para iniciar el experimento.
Las pruebas experimentales realizadas con una distribución de densidad que
es indiferente tienen asociado un único valor nulo del número de Atwood para cada
gel CMC, suministrando también un único punto por cada gel a incluir en las
representaciones gráficas de los apartados VI.1 y VI.2. Además, no existe variación
alguna en el valor del número de atwood para este tipo de pruebas.
Debido a la pequeña cantidad de datos que se obtienen para las condiciones
estable y neutra no se realizan representaciones adicionales sino que se amplía el
rango de valores del número de Atwood en las gráficas ya existentes en los apartados
VI.1 y VI.2 para incluir las nuevas situaciones. Además, no es posible realizar un
análisis de dichas magnitudes tan completo como el hecho para las situaciones
inestables porque no ha habido variación del número de Atwood en estas pruebas.
Por ello, no se realiza ningún análisis cuantitativo basado en la búsqueda de ajustes
empíricos entre las magnitudes físicas que caracterizan globalmente al proceso de
mezcla parcial y el número de Atwood. En su lugar se realiza una descripción
cualitativa de las características que presentan estas magnitudes - la altura de la capa
mezclada hm y la eficiencia η de mezcla - en los experimentos realizados con
distribución de densidad estable y neutra.
Por otra parte, el razonamiento físico utilizado en el caso inestable y basado
en que el aumento del número de Atwood A, es decir, del efecto de la flotabilidad
inicial, implica que la turbulencia y el proceso de mezcla sean mayores puede dar
lugar a error en el caso estable y neutro. El motivo es el siguiente. Si la distribución
de densidad es estable tenemos un número de Atwood negativo como consecuencia
de su definición (expresión (5.1)). Sin embargo, su valor negativo no significa que la
mezcla disminuya sino que las condiciones son estables. De forma semejante, si la
distribución de densidad es indiferente tenemos un valor nulo del número de Atwood
A, lo que no implica que la mezcla sea nula.
La altura de la capa mezclada obtenida tras el proceso de mezcla parcial
realizado con una distribución estable de densidad es bastante diferente de la
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
374
correspondiente a los experimentos inestables y, de hecho, el origen de alturas que se
usa en su medida es diferente. Esta capa mezclada se sitúa inmediatamente debajo
del estrato de gel y encima de la capa ligera no mezclada como se ha descrito en los
apartados IV.2 y V.3.5, y es de pequeño espesor. Esto implica que la altura de la capa
mezclada hM presenta valores bastante pequeños en situaciones estables.
Las características de la capa mezclada correspondiente a los experimentos de
mezcla realizados con una distribución indiferente de densidad están más próximas a
las de la capa mezclada obtenida bajo condiciones inestables. A pesar de que la capa
mezclada del caso indiferente se sitúa aproximadamente en la misma zona de la
cubeta experimental tiende a quedar indefinida en sus límites superior e inferior, e
incluso el inferior puede no ser el fondo de la cubeta experimental. Esta altura hm se
determina con el mismo origen de alturas que en el caso inestable. No obstante,
existe una mayor dificultad en dicha medida consecuencia de la variación e
indefinición de la interfase estable que delimita a la capa mezclada resultante. Por
ello, dicha altura hm tiene valores bastante variables.
A continuación, se presenta la figura VII.1 que muestra el valor y el
comportamiento de la altura de la capa mezclada correspondientes a números de
Atwood asociados a situaciones estables (puntos rojos) e indiferentes (puntos azules)
junto con el comportamiento asociado al caso inestable que fue analizado en el
apartado VI.1. De hecho, la figura VII.1 es una representación ampliada de la figura
VI.1.
La figura VII.1 muestra que los procesos de mezcla turbulenta realizados con
la presencia del gel menos viscoso tienen valores de altura adimensional de la capa
mezclada que son superiores a los que se obtienen si el gel utilizado es el más
viscoso. Este comportamiento tiene lugar tanto para la distribución de densidad
estable como para la neutra.
Por otra parte, se observa que si la distribución de densidad es indiferente
(puntos azules en la figura VII.1) el proceso de mezcla genera una altura de la capa
mezclada que es superior a la que se obtiene si la distribución de densidad es estable
(puntos rojos de la figura VII.1).
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
375
-0.02 0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14 0.16
0.0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
h*
M
A
Figura VII.1. Evolución de la altura adimensional de la capa mezclada *
Mh en función del número de
Atwood A. Se muestran los resultados correspondientes a experimentos realizados con una distribución
inestable de densidad con el gel CMC más viscoso (Curva 1, •), y con el gel menos viscoso (Curva 2,
) junto con los ajustes lineales respectivos. Adicionalmente, se muestran los resultados
correspondientes a experimentos hechos con distribuciones de densidad que son estables (•) y neutras
(•) para ambos geles.
Respecto a la eficiencia de mezcla η se obtiene mediante la expresión (5.79)
para los experimentos de mezcla realizados con una distribución de densidad que es
estable y mediante la ecuación (5.92) para la mezcla asociada a una distribución de
densidad que es neutra. Respecto a este último caso hay que recordar que la
eficiencia bajo condiciones neutras tiene un único valor nulo, es decir, la fracción de
la energía total empleada para producir mezcla entre los fluidos es nula como se
explicó en el apartado V.3.6 del presente capítulo.
La figura VII.2 muestra la eficiencia de mezcla correspondiente al caso
estable (puntos rojos) y al indiferente (puntos azules) en función del número de
Atwood correspondiente. Esta representación gráfica es un ampliación de la figura
VI.6 a la que se le han añadido los valores de la eficiencia de mezcla y del número de
Atwood correspondientes a los experimentos con condiciones estables y neutras.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
376
- 0 .0 2 0 .0 0 0 .0 2 0 .0 4 0 .0 6 0 .0 8 0 .1 0 0 .1 2 0 .1 4
0 .0 0
0 .0 2
0 .0 4
0 .0 6
0 .0 8
0 .1 0
0 .1 2
0 .1 4
η
A
Figura VII.2. Evolución de la eficiencia de mezcla η en función del número de Atwood A. Se muestran
los resultados correspondientes a experimentos realizados con una distribución inestable de densidad
con el gel CMC más viscoso (•), y con el gel menos viscoso ( ) . Adicionalmente, se muestran los
resultados correspondientes a experimentos hechos con distribuciones de densidad que son estables (•)
y neutras (•) para ambos geles.
Desde un punto de vista cualitativo, la eficiencia de mezcla η
correspondiente a los experimentos de mezcla realizados con distribuciones de
densidad que son estables e indiferentes debería ser menor que la correspondiente a
situaciones inestables. El motivo es que la capa densa tiene una menor flotabilidad
inicial porque tiene una densidad que es igual o menor que la de la capa ligera. Por
ello, la penetración del estrato de gel CMC por parte de la capa densa con menor
energía se realiza mediante un número menor de penachos turbulentos e incluso
podría no llegar a producirse.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
377
Como se ha descrito en el apartado V.3.6, la eficiencia de mezcla asociada al
caso indiferente es nula, es decir, es menor que la obtenida en el caso inestable como
se observa en la figura VII.2 en la que los valores de esta eficiencia para el caso
neutro vienen marcados por puntos azules.
Respecto a la eficiencia de mezcla correspondiente a procesos realizados con
una distribución de densidad que es estable, en principio no es nula puesto que los
fluidos constituyentes del sistema tienen diferente densidad. Sin embargo, debería
tener un valor pequeño, pero no nulo, puesto que la flotabilidad negativa se opone a
cualquier movimiento relativo entre los fluidos, luego dificulta la mezcla entre ellos.
Por tanto, se concluye que la eficiencia asociada al caso estable es mayor que la
correspondiente al caso neutro pero menor que la de la situación inestable. La figura
VII.2 muestra los valores de la eficiencia de mezcla en el caso estable marcados con
puntos rojos, observándose que se verifica el comportamiento anteriormente descrito.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
378
VII.2 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LOS PERFILES
DE DENSIDAD
El estudio de la evolución temporal del proceso de mezcla parcial requiere el
conocimiento de los perfiles verticales de densidad y de su comportamiento en el
tiempo tanto en el caso de la distribución de densidad estable como en el de la
indiferente igual que sucedía en el caso inestable.
El método de análisis de la evolución temporal del proceso de mezcla parcial
es el mismo que el descrito en los apartados III.3.3.2, VI.4 y VI.4.1. Se recordará que
se utiliza un procedimiento teórico para la obtención de los perfiles verticales de
densidad seleccionando los valores de la densidad correspondientes a un mismo
instante temporal y diferentes alturas asociadas con las posiciones de las cuatro
sondas de conductividad. De esta forma, se obtienen cuatro evoluciones temporales
de la densidad correspondientes a cuatro alturas diferentes. Por tanto, cada perfil
vertical de densidad está constituido sólo por cuatro pares de puntos de densidad y
altura separados por una distancia de 3 cm.
El primer perfil vertical de densidad es el correspondiente al instante inicial
to=0, es decir, es el perfil existente en el momento en el que se inicia un experimento,
y, que, por tanto, representa las condiciones experimentales iniciales del sistema
fluido. Este perfil inicial se caracteriza por presentar varios tramos de densidad
constante correspondientes a cada una de las capas fluidas constituyentes del sistema.
La figura VII.3 muestra el perfil de densidad asociado al estado inicial que
caracteriza al sistema fluido con una distribución estable de densidad. Se observa que
este perfil inicial tiene la forma escalonada típica de una estratificación estable
discontinua. El motivo es que según ascendemos en la cubeta experimental los
distintos fluidos tienen menor densidad.
Por otra parte, la figura VII.4 muestra el perfil de densidad del estado inicial
que caracteriza al sistema fluido con una distribución indiferente de densidad.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
379
Figura VII.3. Perfil vertical de densidad correspondiente al instante inicial t=0 s de un sistema fluido
con una distribución estable de densidad. Notación: ρG, densidad del estrato de gel CMC; ρL, densidad
de la capa ligera; ρD, densidad de la capa densa; z1, altura de la sonda 1; z2, altura de la sonda 2; z3,
altura de la sonda 3; z4, altura de la sonda 4.
El perfil de densidad inicial asociado al sistema fluido con una distribución de
densidad que es indiferente se caracteriza por presentar una forma atípica semejante
a la de un perfil homogéneo al que se le hubiera desplazado un estrato en el nivel
correspondiente a la capa de gel.
Antes de proseguir, recordamos que en los experimentos de mezcla turbulenta
realizados tanto con la distribución estable como con la indiferente se han utilizado
los dos mismos tipos de geles que en el caso inestable.
A partir del instante to=0 se inicia el proceso de mezcla parcial asociado a las
distribuciones de densidad estable y neutra. Entonces pasan a obtenerse los perfiles
de densidad, así como su evolución temporal en la forma descrita, para ambos tipos
de distribuciones. Este proceso se realiza hasta el instante que se crea oportuno, es
decir, hasta que se tenga el número de perfiles de densidad deseado.
z
ρ ρL ρGρD
Z1
Z2
Z3
Z4
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
380
A continuación, se muestran diferentes evoluciones temporales de los perfiles
verticales promedio de densidad correspondientes a experimentos realizados tanto
con el gel más viscoso como con el menos viscoso y con distribuciones densidad que
son estables y neutras. Las representaciones gráficas se presentan en orden creciente
de número de Atwood.
En primer lugar aparece la figura VII.5 muestra la evolución temporal de los
perfiles de densidad correspondientes a los experimentos de mezcla realizados con
una distribución de densidad que es neutra. Por tanto, el número de Atwood no se
modifica sino que tiene un único valor nulo.
En esta representación gráfica se muestra el conjunto de puntos de densidad y
altura que constituyen los perfiles verticales de densidad junto con sus respectivos
Figura VII.4. Perfil vertical de densidad del instante inicial t=0 s asociado a un sistema fluido con
una distribución neutra de densidad. Notación: ρG, densidad del estrato de gel CMC; ρL, densidad de
la capa ligera; ρD, densidad de la capa densa; z1, altura de la sonda 1; z2, altura de la sonda 2; z3, altura
de la sonda 3; z4, altura de la sonda 4.
z
ρ ρL, ρD ρG
Z1
Z2
Z3
Z4
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
381
ajustes lineales correspondientes a un proceso de mezcla con distribución neutra de
la densidad.
Figura VII.5. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos de mezcla realizados con una distribución de densidad que es neutra, luego el número
de Atwood A=0.
Los perfiles verticales de densidad corresponden a valores promedio
realizados cada 60 segundos. Por tanto, el perfil inicial corresponde a t=0 s, el primer
perfil a t=60 s, el segundo perfil a t=120 s y así sucesivamente.
Igual que sucedía en el caso inestable, la aglomeración de puntos presentes en
la evolución no permite ver el comportamiento del conjunto y por este motivo se
hacen los ajustes. Por tanto, la evolución temporal de un perfil de densidad
representada por el comportamiento a lo largo del tiempo de los mencionados
ajustes.
Se observa que en los primeros instantes de la evolución temporal aparecen
algunos perfiles que son inestables (la densidad aumenta con la altura) y que están
asociados con pendientes positivas en el ajuste lineal correspondiente. La explicación
de la aparición de estos perfiles reside en que en el momento en el que se forman las
estructuras fluidas que mezclan la capa densa y la ligera, puntualmente, la densidad
puede ser mayor que la de la capa ligera.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
382
Al transcurrir el tiempo, se observa que los ajustes lineales asociados van
modificando su pendiente que cada vez es más negativa, luego el perfil de densidad
se está volviendo estable como sucedía en el caso inestable. Por tanto, el
comportamiento temporal de los perfiles de densidad se caracteriza por su evolución
desde un perfil indiferente hasta uno estable.
A continuación, se muestran dos evoluciones temporales de los perfiles
verticales de densidad correspondientes a experimentos realizados con una
distribución de densidad que es estable. Cada una de las evoluciones mostradas
corresponde a pruebas realizadas con uno de los dos geles, el más viscoso y el de
menor viscosidad.
A grandes rasgos, las evoluciones temporales de los perfiles de densidad
asociadas a los dos valores del número de Atwood – a los dos geles - son análogas
entre sí y semejantes a las vistas tanto en el caso inestable.
Figura VII.6. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos de mezcla realizados con una distribución de densidad que es estable. El número de Atwood
es A=-0.015.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
383
Figura VII.7. Evolución temporal de los perfiles verticales promedio de densidad correspondiente a
experimentos de mezcla realizados con una distribución de densidad que es estable, luego el número
de Atwood A=-0.010.
De nuevo, los perfiles verticales de densidad corresponden a valores
promedio realizados cada 60 segundos. La figura VII.6 muestra la evolución
temporal del perfil de densidad correspondiente a pruebas realizadas con el gel más
viscoso bajo condiciones estables. Y la figura VII.7 es la correspondiente a
experimentos hechos con el gel menos viscoso y también bajo condiciones estables.
Los perfiles de densidad de los primeros instantes de la evolución son
inestables y los ajustes lineales asociados tienen pendientes positivas. Según
transcurre el proceso de mezcla, los ajustes lineales correspondientes a los perfiles de
densidad modifican su pendiente que pasa de ser positiva a negativa. Por tanto, el
comportamiento temporal de los perfiles de densidad se caracteriza, de nuevo, por su
evolución desde el perfil estable inicial hasta otro también estable, pasando por una
etapa intermedia inestable.
La comparación de la evolución de los ajustes lineales correspondientes a los
perfiles verticales de densidad obtenidos bajo diferentes condiciones experimentales
– número de Atwood y gel – se realiza más adecuadamente por medio del estudio de
la evolución de las pendientes C asociadas a dichos ajustes. La tabla VII.1 muestra
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
384
los valores de las mencionadas pendientes correspondientes a los ajustes lineales
hechos a los perfiles de densidad obtenidos en experimentos realizados tanto con el
gel más viscoso como con el de menor viscosidad bajo condiciones de una
distribución indiferente de densidad. Por tanto, el número de Atwood es nulo siempre
y no es preciso hacer ninguna selección de valores de este parámetro adimensional.
La primera columna de esta tabla muestra el número de Atwood A seleccionado, la
segunda representa el número de orden que da la posición temporal del perfil de
densidad, la tercera es el tiempo adimensional t/t* correspondiente al perfil de
densidad y la cuarta y última columna es la pendiente C asociada a los ajustes
lineales que representan a los perfiles de densidad.
NÚMERO ATWOOD,
A
NÚMERO
ORDEN PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL, t/t* PENDIENTE, C
0 1 0.067 -1.3004E+16
0 2 0.133 -1.3004E+16
0 3 0.2 -1.3004E+16
0 4 0.267 -1.3004E+16
0 5 0.333 -1.3004E+16
0 6 0.4 -6000
0 7 0.467 -2000
0 8 0.533 -6000
0 9 0.6 -3000
0 10 0.667 -6000
0 11 0.733 -3000
0 12 0.8 -375
0 13 0.867 -375
0 14 0.933 -214.286
0 15 1 -344.498
Tabla VII.1. Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución de densidad que
es indiferente. Se muestra: el número de Atwood, A cuyo valor es nulo; el número de orden del perfil
de densidad junto con su tiempo adimensional t/t* correspondiente y la pendiente C asociada al ajuste
lineal hecho al perfil de densidad.
A continuación se muestra la tabla VII.2 que es equivalente a la anterior en el
sentido de que aparecen las mismas magnitudes pero los valores corresponden a los
perfiles de densidad obtenidos en experimentos realizados con una distribución de
densidad que es estable y con ambos geles. De nuevo, se muestran los valores de las
pendientes C asociadas a los ajustes lineales junto con el tiempo adimensional
correspondiente a la posición de cada perfil de densidad. Respecto al número de
Atwood se muestran los dos únicos valores con los que se han realizado
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
385
experimentos de mezcla turbulenta bajo condiciones estables, es decir, no ha habido
selección de este parámetro adimensional.
NÚMERO
ATWOOD, A
NÚMERO ORDEN
PERFIL
TIEMPO
ADIMENSIONAL,t/t* PENDIENTE, C
-0.015 1 0.1 0
-0.015 2 0.2 -1500
-0.015 3 0.3 4500
-0.015 4 0.4 509.804
-0.015 5 0.5 545.455
-0.015 6 0.6 -1500
-0.015 7 0.7 2000
-0.015 8 0.8 3000
-0.015 9 0.9 3000
-0.015 10 1 -600
-0.010 1 0.111 -6000.000
-0.010 2 0.222 -2000.000
-0.010 3 0.333 3000.000
-0.010 4 0.444 -6000.000
-0.010 5 0.556 -6000.000
-0.010 6 0.667 -6000.000
-0.010 7 0.778 6.5586E+15
-0.010 8 0.889 6.5586E+15
-0.010 9 1 -2000.000
Tabla VII.2. Datos correspondientes a experimentos realizados con una distribución de densidad que es
estable y con ambos geles. Se muestra: el número de Atwood, A; el número de orden del perfil de
densidad junto con su tiempo adimensional t/t* correspondiente y la pendiente C asociada al ajuste
lineal hecho al perfil de densidad.
El estudio del comportamiento a lo largo del tiempo de las pendientes C
asociadas a los ajustes lineales hechos a los perfiles verticales de densidad se realiza
mediante la representación gráfica de la pendiente C del ajuste en función del tiempo
adimensional. El motivo es que la evolución temporal de los perfiles de densidad se
representa por la de los ajustes lineales correspondientes. A continuación se
representan gráficamente las pendientes C en función del tiempo adimensional t/t*
para cada valor del número de Atwood, es decir, tanto para pruebas realizadas con
distribución estable como neutra de densidad. Posteriormente, se aplica un nuevo
ajuste empírico lineal con vistas a entender mejor el comportamiento que aparezca en
estos datos correspondientes a las pendientes C.
La figura VII.8 muestra el comportamiento de la pendiente C en función del
tiempo adimensional t/t* correspondiente a perfiles de densidad obtenidos en
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
386
experimentos realizados con una distribución de densidad que es neutra mientras que
la figura VII.9 corresponde a la distribución de densidad que es estable.
-7000
-6000
-5000
-4000
-3000
-2000
-1000
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
t/t*
C
Figura VII.8. Evolución temporal de la pendiente C de los ajustes lineales asociados a los perfiles de
densidad para experimentos realizados con una distribución de densidad que es indiferente. Se muestran
también los ajustes lineales realizados a los datos mostrados.
-7000
-5000
-3000
-1000
1000
3000
5000
7000
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2
t/t*
C
Figura VII.9. Evolución temporal de la pendiente C de los ajustes lineales asociados a los perfiles de
densidad para experimentos con una distribución estable de densidad y ambos geles. Se muestran también
los ajustes lineales realizados a los datos mostrados.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
387
Las figuras VII.8 y VII.9 muestran los ajustes empíricos de tipo lineal
realizados a los datos de la pendiente C1 en función del tiempo adimensional t/t*. El
objetivo que se pretende lograr con estos últimos ajustes es clarificar el
comportamiento de la pendiente de los perfiles de densidad en función del tiempo y
del número de Atwood. Para evitar errores hay que recordar para cada número de
Atwood obtenemos tantos valores de la pendiente C como perfiles de densidad
tengamos. Por otra parte, se realiza un ajuste lineal, cuya pendiente denotamos como
D, a estos puntos que representan las pendientes C.
La tabla VII.3 muestra el número de Atwood, la rama o zona en la que se ha
hecho el ajuste, la pendiente D y el coeficiente de correlación que indica la bondad
de estos últimos ajustes lineales.
NÚMERO
ATWOOD, A
PENDIENTE
RAMA 1, D1
PENDIENTE
RAMA 2, D2
CORRELACIÓN
RAMA 1, r1
2
CORRELACIÓN
RAMA 2, r2
2
0 7977.1 376.70 0.26 0.18
-0.010 4504.5 7707.9 0.02 0.86
-0.015 7529.4 2171.3 0.14 0.07
Tabla VII.3. Valores de los ajustes lineales realizados a los datos correspondientes al comportamiento
de la pendiente C en función del tiempo adimensional t/t* para los valores seleccionados del número
de Atwood. Se presenta la pendiente y el coeficiente de correlación de esos ajustes desglosados en las
dos ramas que se aprecian en el comportamiento de C.
Las figuras VII.8, VII.9 y la tabla VII.3 permiten deducir las siguientes
conclusiones. Respecto al caso neutro se observa que su comportamiento es bastante
parecido al que tenía lugar en el caso inestable. Es decir, aparecen dos ramas con
comportamiento de la pendiente C claramente distinto. La diferencia entre ambos
casos reside en que mientras en el caso inestable el paso de una rama a la otra tenía
lugar aproximadamente cuando había transcurrido el 40% del tiempo total, en el caso
neutro sucede cuando ha transcurrido aproximadamente el 80% de la duración total,
es decir, los perfiles de densidad comienzan a cambiar su pendiente casi al final del
proceso.
1 Remarcamos que esta pendiente C está asociada a los ajustes lineales que se han realizado a los
perfiles verticales de densidad.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
388
La figura VII.9 muestra la evolución de la pendiente C en función del tiempo
adimensional t/t* correspondiente a perfiles de densidad obtenidos en experimentos
realizados con una distribución de densidad que es estable junto con los respectivos
ajustes lineales. Se observa que el comportamiento es diferente respecto del que tenía
lugar en los casos inestable y neutro. De nuevo, aparecen dos ramas con
comportamiento de la pendiente C claramente distinto que consiste en un cambio en
el tipo de crecimiento que presenta la pendiente C. El paso de una rama a la otra
tiene lugar aproximadamente cuando ha transcurrido el 40% del tiempo total, es
decir, los perfiles de densidad comienzan a cambiar su pendiente hacia la mitad del
proceso.
La rama primera se extiende desde el inicio hasta que el tiempo adimensional
t/t* alcanza un valor aproximado de 0.4 y se caracteriza por un crecimiento rápido de
los valores de la pendiente C según transcurre el tiempo aunque no se aprecia una
diferencia muy significativa en función del número de Atwood.
La rama segunda va desde el valor de 0.4 hasta que se completa el período
temporal, luego ocupa un 60% del total y se caracteriza también por un crecimiento
de la pendiente C con el tiempo. Se observa que en la transición de una rama a la otra
existe un salto descendente en el sentido de que el valor de la pendiente C disminuye
cuando se inicia la segunda rama respecto del final de la primera.
En principio, la pendiente D de los ajustes lineales realizados al
comportamiento de la pendiente C en función del tiempo adimensional disminuye al
aumentar el número de Atwood, luego al cambiar de gel, en la rama primera. Esto
significa que la pendiente C de los perfiles de densidad cada vez es menor al
aumentar este parámetro adimensional.
En la segunda rama la pendiente D de los ajustes lineales mostrados en la
figura VII.9 y realizados al comportamiento de la pendiente C en función del tiempo
adimensional aumenta al aumentar el número de Atwood, es decir, al cambiar el de
gel. Por tanto, durante la segunda rama que representa la parte final de la duración
total, los perfiles de densidad también modifican su pendiente tanto con el tiempo
como con el número de Atwood a diferencia de lo que pasaba en el caso inestable.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
389
VII.3 EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LA ALTURA DE LA
CAPA MEZCLADA
El objetivo es analizar el crecimiento del espesor de la capa mezclada hM a lo
largo de la etapa final del proceso de mezcla parcial si la distribución inicial de
densidad es estable o neutra. Este estudio debería realizarse según el procedimiento
descrito en los apartados III.3.3.2 y VI.4.2 que permite obtener medidas del tiempo y
del desplazamiento vertical de la interfase estable de densidad cuya posición es la
altura hm y cuyo valor se determina gracias a la digitalización de los videos
experimentales correspondientes.
El análisis de la evolución temporal de la altura de la capa mezclada
correspondiente a procesos de mezcla turbulenta realizados bajo distribuciones de
densidad que sean estables o indiferentes está muy influido por las características de
los mismos descritas en los apartados IV.2 y IV.3, respectivamente. Por ello, las
peculiares características de los procesos de mezcla turbulenta realizados con
distribuciones de densidad estables o neutras ha hecho que sea prácticamente
imposible la determinación de la posición de la altura hm a lo largo del tiempo con
los medios técnicos utilizados. Por tanto, no es posible realizar ningún estudio
referente a la evolución temporal de la altura de la capa mezclada. A continuación
justificamos esta decisión mediante la presentación de varias secuencias de
fotogramas en las que es posible observar las características de la etapa final del
proceso de mezcla y las dificultades de la medida.
Los experimentos sobre mezcla turbulenta realizados con una distribución de
densidad que es estable se caracterizan por la existencia de una flotabilidad opuesta
al desarrollo de cualquier movimiento en el sentido de la gravedad, frenándose así la
penetración de la capa densa en la capa ligera, luego el proceso de mezcla. Como
consecuencia se constituye una capa mezclada de pequeño espesor situada debajo del
estrato de gel CMC en claro contraste con la obtenida en condiciones inestables. La
serie de figuras desde la VII.10(1) hasta la VII.10(8) muestra una secuencia de
fotogramas en los que puede observarse la evolución temporal de la altura de la capa
mezclada correspondiente a un experimento realizados bajo condiciones estables. Se
aprecia que la formación de la capa mezclada tiene lugar relativamente pronto
porque apenas se generan fenómenos fluidos ni se produce una gran mezcla, siendo
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
390
este fenómeno demasiado rápido respecto de la frecuencia de obtención de
fotogramas utilizada en la digitalización. Por otra parte, una vez constituida dicha
capa mezclada apenas sufre variación alguna debido a la influencia de la flotabilidad
negativa – por ejemplo, no se aprecian ondas internas - y, por tanto, no existiría
evolución temporal de la altura de la capa mezclada asociada.
Figura VII.10(1). La estructura fluida resultante de la
desintegración del penacho turbulento generado
inicialmente se eleva cada vez más y se desarrolla
menos (t= 6.36 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(2). La estructura fluida comienza a
desaparecer según se va extendiendo y la
microestructura fina disminuye (t= 10.24 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(3). La estructura fluida se extiende y
la turbulencia, luego la mezcla, disminuyen (t= 14.24
s). Experimento de mezcla turbulenta realizado con
el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(4). La estructura fluida continúa su
proceso de alargamiento por efecto de la flotabilidad
negativa y opuesta a cualquier movimiento (t= 15.44
s). Experimento de mezcla turbulenta realizado con
el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
391
Figura VII.10(5). Tras la desaparición de las
estructuras fluidas pueden observarse la presencia d
posibles ondas internas (t= 18.24 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(6). Desaparición de cualquier
estructura fluida. La turbulencia decae lentamente
(t= 22.24 s). Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(7). El transcurso del tiempo estabiliza
aún más el sistema fluido en el que no existe
estructura fluida alguna (t= 42.24 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.03
g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.10(8). Estado final del proceso de mezcla
turbulenta (t= 102.16 s). Se observa una estrecha
capa mezclada situada debajo del estrato de gel
CMC. Experimento de mezcla turbulenta realizado
con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Los experimentos sobre mezcla turbulenta realizada con una distribución
inicial de densidad que es indiferente se caracterizan por la existencia de una
flotabilidad neutra que no impide el movimiento relativo de los fluidos implicados ni
tampoco lo favorece. Por tanto, el desarrollo del proceso de mezcla, luego de la capa
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
392
mezclada, no se ve favorecido. Como consecuencia la influencia de la flotabilidad es
pequeña y existe una gran influencia por parte de las condiciones experimentales
pudiéndose generar procesos de mezcla con características muy variadas como se
muestra a continuación. Por ello, en el caso neutro la capa mezclada puede tener
también características, desde ser de pequeño espesor hasta tener un espesor mayor y
estar mal delimitada. Sin embargo, en general, esta capa mezclada queda situada
debajo del estrato de gel CMC con mayor o menor espesor.
La serie de figuras desde la VII.11(1) hasta la VII.11(8) muestra dos
secuencias de fotogramas correspondientes a la evolución temporal de la altura de la
capa mezclada asociada a experimentos realizados bajo condiciones indiferentes. Se
observa que en este caso sí pueden generarse distintos fenómenos fluidos antes de la
constitución de la capa mezclada como tal, pero que una vez formada sufre ligeras
modificaciones en su posición difíciles de detectar y medir en los fotogramas.
Posteriormente, debido a la influencia de la flotabilidad neutra, la capa mezclada
queda suspendida en el fluido ambiente sin más evolución.
Figura VII.11(1). La protuberancia de gel se rompe y
la capa densa comienza a fluir sin forma definida
entrando en contacto con la capa ligera (t= 47.88 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura VII.11(2). El penacho que surge de la
protuberancia de gel no evoluciona. La capa densa se
extiende lateralmente entrando en contacto con la
capa ligera (t= 56.28 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y
A=0.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
393
Figura VII.11(3). La ruptura de la protuberancia de
gel prosigue. La capa densa fluye lentamente sin la
aparición de ninguna estructura fluida (t= 76.88 s).
Características experimentales: ρG=1.03 g/cm3 y
A=0.
Figura VII.11(4). La capa densa se extiende a lo
largo de la cubeta experimental sin la aparición de
ninguna estructura fluida y se mezcla (t= 81.88 s).
Características: ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura VII.11(5). La protuberancia de gel comienza
a perder su forma característica al vaciarse de la capa
densa (t= 94.28 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y
A=0.
Figura VII.11(6). La protuberancia de gel continúa
su proceso de vaciado. La capa densa fluye a través
de una estructura en forma de chorro que no se
desarrolla por las condiciones de estratificación (t=
123.08 s). Características experimentales: ρG=1.03
g/cm3 y A=0.
Figura VII.11(7). La protuberancia de gel
prácticamente ha desaparecido. El estrato de gel
tiende a recuperar su estado original. La capa
mezclada ya está constituída (t= 163.88 s).
Características: ρG=1.03 g/cm3 y A=0.
Figura VII.11(8). Estado final del proceso de mezcla
turbulenta. Se observa una estrecha capa mezclada
situada debajo del estrato de gel CMC (t= 202.68 s).
Características experimentales: ρG=1.03 g/cm3 y
A=0.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
394
En la anterior secuencia de fotogramas (desde la figura VII.11(1) hasta la
VII.11(8)) se observa que este proceso de mezcla se desarrolla con pocos fenómenos
fluidos –una protuberancia tan sólo- y que finaliza con una capa mezclada muy
delgada situada debajo del estrato de gel y sobre la capa ligera que no ha participado
en el proceso.
A continuación, se muestra otra secuencia temporal de fotogramas
correspondiente a otro proceso de mezcla generado bajo condiciones indiferentes
(figuras VII.12(1) a VII.12(6)). Puede apreciarse con claridad la diferencia de
comportamiento respecto del proceso anteriormente mostrado aún siendo las
condiciones experimentales las mismas (figuras VII.11(1) a VII.11(8)).
Figura VII.12(1). Mezcla generalizada en el interior
de la cubeta experimental. La microestructura fina
comienza a disminuir. Aún se observan zonas de
origen de penachos (t= 10.32 s). Experimento de
mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3
y A=0.
Figura VII.12(2). Disminución de la turbulencia,
luego de la mezcla. La microestructura fina
prácticamente ha desaparecido y la capa mezclada ya
es identificable (t= 13.92 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.12(3). Inicio de la elevación de la capa
mezclada ya formada después de rebotar en el fondo
de la cubeta experimental (t= 29.92 s). Características
experimentales: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.12(4). La capa mezclada ya formada y
tras rebotar en el fondo de la cubeta experimental se
eleva lentamente (t= 36.92 s). Características
experimentales: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
395
Figura VII.12(5). Movimiento de ascenso de la capa
mezclada (t= 48.52 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.12(6). Estado final del proceso de mezcla
turbulenta bajo condiciones neutras (t= 57.88 s). Se
observa una capa mezclada de espesor variable
situada debajo del estrato de gel CMC. Experimento
de mezcla turbulenta realizado con el gel ρG=1.02
g/cm3 y A=0.
Como se observa en los anteriores fotogramas, en este caso la capa mezclada
resultante tras el proceso de mezcla turbulenta realizado bajo condiciones
indiferentes es de mayor espesor y está delimitada inferiormente por una
separación,no interfase de densidad1, difusa y no horizontal. A pesar del transcurso
del tiempo esta separación no se vuelve más horizontal ni la capa mezclada modifica
su aspecto ni espesor sino que queda como congelada al no tener más energía. Estas
características añaden una mayor dificultad para la obtención de las medidas de la
posición vertical de la altura de la capa mezclada.
Dada la disparidad de comportamientos que son posibles en el caso de la
distribución neutra de densidad, las medidas correspondientes a la posición de la
altura de la capa mezclada no serían muy significativas. Por ello, no se realiza el
estudio correspondiente a la evolución temporal de la altura de la capa mezclada
asociada a una distribución indiferente de densidad.
1 Si por interfase de densidad se entiende la zona que limita dos fluidos de distinta densidad, en el
caso neutro nunca pueden existir interfases porque la capa mezclada tiene la misma densidad que la
ligera o la densa. Por tanto, a ambos lados de esa separación o supuesta interfase que limita la capa
mezclada existe la misma densidad.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
396
VII.4 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL FRENTE
CONVECTIVO DE LOS PENACHOS TURBULENTOS
Este apartado tiene como objetivo fundamental analizar la velocidad de
descenso y el comportamiento temporal del frente convectivo1 asociado a los
penachos turbulentos que pudieran generarse en procesos con distribuciones iniciales
de densidad que sean estables o neutras.
En el caso inestable el estudio de la evolución temporal del frente convectivo
incluía otro objetivo que era la comparación entre el crecimiento de los frentes
convectivos de los penachos turbulentos y la evolución temporal del frente de una
inestabilidad Rayleigh-Taylor pura para discernir cuál es la influencia de estos dos
fenómenos sobre el desarrollo del proceso de mezcla. Sin embargo, esta inestabilidad
hidrodinámica, por su propia naturaleza, no es viable si la distribución inicial de
densidad es estable o neutra. Por tanto, no tiene sentido realizar la mencionada
comparación en el presente apartado relativo a condiciones estables y neutras.
Los procesos de mezcla turbulenta realizados con una distribución inicial de
densidad que es estable se caracterizan por la generación de un pequeño número de
penachos turbulentos y por el efecto de la flotabilidad opuesto al desarrollo de los
mismos, luego de la mezcla. El primer factor es consecuencia de la diferencia de
densidad existente entre la capa densa y el estrato de gel CMC, y como el número de
penachos generados es pequeño se tendrá un conjunto de datos pequeño relativos a la
evolución temporal del frente convectivo. Por ello, quizás las conclusiones que de
este estudio se deriven no sean suficientemente significativas. Respecto al segundo
factor, las fuerzas de flotabilidad ejercen un efecto contrario al movimiento
descendente de los penachos frenando el desarrollo de sus frentes convectivos.
Como resultado de estos dos factores se tiene que existen pocos frentes
convectivos para analizar y que su crecimiento temporal está restringido (figuras
VII.13(1) a VII.13(6)). No obstante, dado que sí se generan penachos turbulentos es
posible realizar un análisis de la evolución temporal de los frentes convectivos
1 El frente convectivo de un penacho turbulento es el límite que separa la parte frontal del
penacho del fluido ambiente que le rodea, marcando su posición vertical y el avance del penacho.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
397
correspondientes para pruebas experimentales con condiciones estables según el
procedimiento descrito en los apartados III.3.3.2 y VI.4.3.
Las figuras VII.13(1) a VII.13(6) presentan a modo de ejemplo una parte del
desarrollo de los frentes convectivos asociados a los penachos turbulentos generados
en un experimento de mezcla turbulenta realizado con una distribución de densidad
que es estable. No se muestra el desarrollo de este proceso desde su inicio (t=0 s)
sino desde el momento en que aparecen los primeros penachos turbulentos. Se
observa que la evolución temporal es muy distinta de la correspondiente a los
penachos turbulentos asociados al proceso de mezcla bajo condiciones inestables.
Las principales diferencias son las siguientes. En general, en el caso estable se
generan un menor número de penachos turbulentos que se desarrollan mientras
tengan suficiente energía para ello. Una vez que han gastado su energía, el efecto de
la flotabilidad negativa hace que pierdan su estructura típica y que se eleven en vez
de seguir descendiendo. Este fenómeno se muestra claramente al comparar la figura
VII.13(5) con la VII.13(6) observándose que el frente convectivo retrocede y
asciende. En la figura VII.13(6) se observa con nitidez que el penacho no alcanza el
fondo de la cubeta. En este momento dejan de tomarse medidas al no tener un
penacho turbulento creciendo, luego no tiene sentido analizar su evolución temporal.
Por otra parte, dado que el número de penachos turbulentos generados es pequeño,
las interacciones laterales son menos probables y de menor intensidad, e incluso
inexistentes como muestran las figuras IV.13. Por ello, la aparición de un frente
convectivo único es menos probable e incluso puede no existir como las figuras
VII.13 muestran.
Figura VII.13(1). Inicio del proceso de mezcla
turbulenta con el desarrollo de un penacho turbulento
y una ligera deformación del estrato de gel (t= 0.48
s). Características: ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.13(2). Desarrollo vertical del penacho
turbulento de la figura VII.13(1). Mantiene aún su
típica estructura (t= 0.88 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
398
0.015.
Figura VII.13(3). Desarrollo vertical del penacho
turbulento (t= 1.2 s). Apenas es perceptible la
microestructura fina. Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-
0.015.
Figura VII.13(4). Evolución del penacho turbulento
cuya estructura típica comienza a deteriorarse (t= 2
s). El penacho comienza a ser frenado por las fuerzas
flotabilidad. Experimento de mezcla turbulenta
realizado con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015.
Figura VII.13(5). El penacho comienza a perder su
estructura típica por el efecto de las fuerzas
flotabilidad opuestas al movimiento descendente (t=
2.16 s). Experimento de mezcla turbulenta realizado
con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015
Figura VII.13(6). El penacho como tal ha
desaparecido y el dominio de las fuerzas flotabilidad
opuestas al movimiento descendente es completo (t=
3.16 s). Experimento de mezcla turbulenta realizado
con el gel ρG=1.03 g/cm3 y A=-0.015
Los procesos de mezcla turbulenta realizados con una distribución inicial de
densidad que es indiferente se caracterizan por una mayor formación de penachos
turbulentos, entre otras estructuras fluidas como protuberancias de gel. Por tanto,
existe un número mayor de frentes convectivos cuya evolución temporal puede ser
analizada según el procedimiento descrito. El desarrollo de estos penachos no se ve
impedido por la influencia de la flotabilidad neutra que tampoco lo favorece.
Las figuras VII.14(1) a VII.14(10) presentan a modo de ejemplo una parte del
desarrollo de los frentes convectivos asociados a los penachos turbulentos generados
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
399
en un experimento de mezcla turbulenta realizado con una distribución de densidad
que es indiferente.
El análisis de los fotogramas presentados permiten realizar la siguiente
descripción cualitativa. La etapa inicial del experimento de mezcla turbulenta con
una distribución neutra de densidad se caracteriza por la presencia de varios
penachos turbulentos cuyos frentes convectivos son perfectamente identificables
como se muestra en las figuras VII.14. Estos penachos comienzan a desarrollarse
como se observa en las figuras VII.14(1) a VII.14(9). En este caso, la parte frontal de
los penachos turbulentos presenta una estratificación indiferente respecto del fluido
ambiente, que es la capa ligera, al tener ambos la misma densidad. Por ello, el
crecimiento no es realizado por la energía asociada a las fuerzas de flotabilidad sino
que es posible gracias a la energía correspondiente al momento inicial que tiene la
capa densa al ser depositada sobre le estrato de gel. Dada esta situación, podríamos
pensar que el crecimiento de estos penachos no debería tener una componente de tipo
cuadrático importante, que es propia de una situación inestable como la de la
inestabilidad Rayleigh-Taylor. Además, en caso de que dicha componente existiera
creemos que debería presentarse en el crecimiento inicial del penacho.
Según transcurre el tiempo los penachos turbulentos comienzan a
interaccionar lateralmente igual que sucedía en el caso inestable según muestran las
figuras VII.14(4) a VII.14(9). La diferencia está en que al tener un número menor de
penachos, las interacciones son menores. Como consecuencia algunos penachos van
perdiendo su individualidad mientras que otros comienzan a desarrollarse. De esta
forma, los frentes convectivos individuales comienzan a desaparecer y en su lugar
aparece un frente convectivo único. La diferencia respecto del caso inestable es que
este frente convectivo único no llega ocupar el área de la cubeta experimental y
presenta dos zonas con diferente altura como se muestra en la figura VII.14(9).
Posteriormente, se observa en la figura VII.14(10) que el frente convectivo
único que se formó en primer lugar sigue su evolución hasta alcanzar el fondo de la
cubeta experimental mientras otros penachos inician su interacción lateral y
constituyen otro frente convectivo único independiente del primero. Por tanto, en el
interior de la capa ligera se repiten los fenómenos fluidos pero en distintas etapas de
crecimiento.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
400
Cualitativamente se puede concluir que durante las etapas inicial e intermedia
del proceso de mezcla parcial asociado a una distribución de densidad que es
indiferente el conjunto de penachos individuales se transforma en varios frentes
convectivos con distinta evolución momento en el que deja de medirse el
desplazamiento vertical de sus frentes. No se obtiene un frente convectivo único ni
aproximadamente continuo.
El objetivo planteado es analizar el crecimiento del frente convectivo de los
penachos generados experimentalmente, junto con el grado de crecimiento
cuadrático si es que existe, así como su velocidad de descenso. No se describe el
procedimiento que permite obtener los datos necesarios para analizar la evolución
temporal del frente convectivo de los penachos puesto que ya ha sido descrito con
anterioridad en la presente memoria. Se recordará que este análisis se realiza
exclusivamente durante los primeros segundos de avance de los frentes convectivos,
antes de que el flujo fluido alcance el fondo de la cubeta experimental.
Figura VII.14(1). Inicio del proceso de mezcla
turbulenta mediante la aparición de un penacho
turbulento (t= 0.32 s). Características experimentales:
ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(2). Desarrollo vertical del penacho
turbulento de la figura VII.14(1) y aparición de un
nuevo penacho (t= 0.44 s). Experimento de mezcla
turbulenta realizado con el gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
401
Figura VII.14(3). Desarrollo vertical de los penachos
turbulentos aún sin interacción (t= 0.48 s).
Experimento de mezcla turbulenta realizado con el
gel ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(4). Evolución de los penachos
turbulentos que comienzan a interaccionar
lateralmente y formación de nuevos penachos (t=
0.58 s). Características: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(5). Evolución de los penachos
turbulentos con interacción lateral. Formación inicial
de una protuberancia de gel (t= 0.72 s).
Características: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(6). Evolución de los penachos
turbulentos y de la protuberancia de gel (t= 0.92 s).
Los primeros penachos han desaparecido como tales.
Características: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(7). Interacción lateral generalizada
entre los penachos turbulentos. La protuberancia de
gel comienza a romperse a través de la formación de
varios penachos (t= 1.52 s). Características: ρG=1.02
g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(8). La protuberancia de gel se rompe
generando varios penachos turbulentos que
comienzan a desarrollarse (t= 2.32 s). Características:
ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
402
Figura VII.14(9). Interacción generalizada entre
todos los penachos turbulentos desarrollándose en el
interior de la capa ligera (t= 3.72 s). Características
experimentales: ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Figura VII.14(10). Desarrollo pleno del proceso de
mezcla con turbulencia generalizada. Los penachos
turbulentos han desaparecido y se inicia la formación
de la capa mezclada (t= 7.92 s). Características:
ρG=1.02 g/cm3 y A=0.
Por otra parte, la obtención de la velocidad de descenso de los penachos
turbulentos requiere tener en cuenta el fotograma, luego el instante temporal, en el
que se observa que dichos penachos tocan el fondo de la cubeta.
La determinación de la evolución temporal del frente convectivo de un
penacho requiere obtener medidas del desplazamiento vertical de dicho frente δ y del
tiempo t a partir de los fotogramas obtenidos mediante la digitalización de los videos
experimentales. Este proceso se realiza con cuantos penachos turbulentos se puedan
identificar de forma definida. Para ello se seleccionan fotogramas sucesivos en los
que aparezca el crecimiento de los penachos turbulentos y se anota la posición
vertical del borde del frente convectivo de los mismos y el tiempo del
correspondiente fotograma. En cuanto un penacho turbulento empieza a interaccionar
lateralmente y a mezclarse con los de su entorno, dejan de tomarse medidas de su
frente convectivo al perder el penacho su individualidad.
Tras el procedimiento de obtención de los datos asociados al desarrollo de los
penachos turbulentos, se obtiene la figura VII.15 que muestra la evolución temporal
de los frentes convectivos en función del tiempo para distintos valores del número de
Atwood. Los frentes convectivos corresponden a distintos penachos turbulentos
generados en procesos de mezcla con distribuciones iniciales de densidad que son
estables y neutras.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
403
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
4.0
4.5
5.0
A= -0.015
A= 0
δ
t
Figura VII.15. Evolución temporal promedio del frente convectivo asociado a los penachos
turbulentos generados en pruebas experimentales realizadas con distribuciones de densidad estables
( ) y neutras (•) para el rango de números de Atwood indicado en la leyenda de la figura. Se
muestra el ajuste lineal global realizado a cada evolución temporal.
El estudio en función del número de Atwood de las anteriores evoluciones de
los frentes convectivos permite deducir las siguientes conclusiones. Si el número de
Atwood es nulo, es decir, si la distribución inicial de densidad es neutra se observa
que hay comportamiento global en el que el frente convectivo aumenta con el
tiempo, manteniendo aceptablemente una componente lineal en dicho crecimiento –
el coeficiente de correlación del ajuste lineal correspondiente es r=0.93 -. Por tanto,
se constata que bajo condiciones indiferentes los penachos turbulentos son capaces
de desarrollarse como tales si tienen otra fuente energética distinta de la flotabilidad.
Además, esta evolución correspondiente al caso neutro tiene cierto parecido con la
del caso inestable. Analizando con más detalle el anterior comportamiento se observa
que no es continuo y que está constituido por varios tramos entre los que existe un
salto o discontinuidad. La presencia de estas ramas tiene la siguiente explicación. El
comportamiento del frente convectivo que se presenta en la figura VII.15 es una
evolución temporal promedio y sucede que durante el proceso de mezcla aparecen
penachos en instantes temporales distintos del inicial, es decir, aparecen nuevos
penachos retrasados temporalmente y con un origen espacial distinto. Por tanto, cada
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
404
tramo nuevo corresponde a un conjunto nuevo de penachos que aparecen después de
haberse iniciado el experimento y con otro origen espacial. Por ello, sería adecuado
que en lugar de realizar el ajuste lineal al comportamiento global se realizara un
ajuste lineal a cada uno de los mencionados tramos, habiéndose realizados ambos
tipos de ajustes.
Si el número de Atwood es negativo, es decir, si la distribución inicial de
densidad es estable se observa que el comportamiento global difiere claramente.
Existe un tramo inicial en el que el frente convectivo aumenta con el tiempo,
manteniendo una componente lineal aceptable en dicho crecimiento – el coeficiente
de correlación del ajuste lineal correspondiente es r=0.96 -. Después del tramo
inicial se observa que la evolución temporal se achata y con ligeras variaciones se
mantiene prácticamente horizontal – la pendiente del correspondiente ajuste es 0.33 -
. Esto nos indica que el crecimiento del penacho turbulento ha cesado porque éste ha
agotado toda su energía y la flotabilidad negativa está comenzando a actuar
impidiendo que el frente convectivo recorra distancias mayores. Por todo ello, el
ajuste lineal global realizado a toda la evolución temporal no es adecuado y tiene un
coeficiente de correlación menor, r=0.89. Es preferible realizar un ajuste lineal
exclusivamente al tramo inicial, como así se ha hecho, observándose que presenta un
nítido comportamiento lineal.
Por tanto, conforme disminuye el número de Atwood, y pasamos de
condiciones inestables a neutras y de neutras a estables, la evolución se vuelve
menos vertical y tiende a tener un rama horizontal. Es decir, el frente convectivo
tarda más tiempo en alcanzar cierta profundidad y cuando las condiciones se
vuelven estables dicho frente deja de desarrollarse e invierte el sentido de su
crecimiento y hasta llega a perder su típica estructura.
El comportamiento que se acaba de describir puede observarse a través de la
pendiente de los ajustes lineales globales realizados a las evoluciones completas de
los frentes convectivos como se muestra en la figura VII.16, que representa dicha
pendiente C en función del número de Atwood A. Se observa que al disminuir el
número de Atwood, la pendiente disminuye también, luego globalmente el ajuste es
menos vertical.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
405
-0.04 -0.02 0.00 0.02 0.04
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
A= 0
A= -0.015
C
A
Figura VII.16. Comportamiento de la pendiente C en función del número de Atwood A. La pendiente
corresponde a los ajustes lineales realizados a las evoluciones temporales completas de los frentes
convectivos de los penachos turbulentos generados en los experimentos realizados con distribuciones
iniciales de la densidad que son estables ( ) y neutras (•).
Como se recordará la comparación entre la evolución temporal de los frentes
convectivos asociados a los penachos turbulentos y el crecimiento del frente de una
inestabilidad Rayleigh-Taylor pura se realiza analizando el tipo de crecimiento lineal
o cuadrático presente en los frentes de los penachos motivo por el que se ha
representado el desplazamiento vertical del penacho en función del tiempo en la
figura VII.15. Si el comportamiento del frente convectivo presenta una componente
lineal importante entonces el ajuste lineal correspondiente tendrá un coeficiente de
correlación alto. Los ajustes lineales realizados a las evoluciones completas de los
frentes convectivos se muestran también en la figura VII.15, mientras que los
correspondientes coeficientes de correlación se presentan en la tabla VII.4. A partir
del estudio de estos datos se deduce que tienen valores notables por lo que los ajustes
globales hechos podrían representar adecuadamente el crecimiento de los frentes
convectivos en función del tiempo. Por ello, el desarrollo de los frentes convectivos
de los penachos presenta un comportamiento no semejante al crecimiento del frente
de una inestabilidad de Rayleigh-Taylor incluso en penachos generados bajo
condiciones estables y neutras.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
406
A r
0 0.93
-0.015 0.89
Por otra parte, como se ha mencionado en la descripción de la figura VII.15,
la evolución temporal del frente convectivo correspondiente al caso estable presenta
una primera rama en la que el comportamiento es claramente lineal por lo que se
sugería realizar dos ajustes lineales –uno a cada rama- en lugar de un ajuste global.
De la misma manera, en el caso neutro se observa la existencia de discontinuidades
en la evolución temporal del frente convectivo que se explicaba por la generación de
penachos turbulentos en distintos instantes temporales, sugiriéndose también realizar
por separado ajustes lineales a cada uno de los tramos. Los resultados de estos
ajustes parciales se presentan en la tabla VII.5.
A r
0 Rama 1 0.99
0 Rama 2 0.99
0 Rama 3 0.98
CASO INDIFERENTE
0 Rama 4 0.99
-0.015 Rama 1 0.98 CASO ESTABLE
-0.015 Rama 2 0.87
Tabla VII.5. Datos del coeficiente de correlación r y del número de Atwood A. El coeficiente r está
asociado a los ajustes lineales parciales realizados a las evoluciones temporales de los frentes
convectivos de los penachos turbulentos generados en experimentos realizados con distribuciones
iniciales de densidad que son estables y neutras.
Se observa que los coeficientes de correlación correspondientes a los ajustes
lineales realizados a los distintos tramos, o ajustes parciales, tienen valores muy altos
tanto en el caso de la distribución estable de densidad como en el de la indiferente.
Además, los valores obtenidos son bastante mayores que los correspondientes a los
Tabla VII.4. Datos del coeficiente de correlación r y del número de Atwood A. El coeficiente r está
asociado a los ajustes lineales realizados a las evoluciones temporales completas de los frentes convectivos
de los penachos turbulentos generados en experimentos realizados con distribuciones iniciales de densidad
que son estables y neutras.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
407
ajustes globales. Es decir, los tramos seleccionados presentan un mejor
comportamiento lineal en el crecimiento del penacho en el correspondiente rango
temporal.
Por tanto, se concluye que el clásico crecimiento cuadrático no constituye una
descripción adecuada también para aquellos penachos generados con distribuciones
iniciales de densidad que son estables e indiferentes sino que el crecimiento es
preferentemente lineal.
Los penachos turbulentos individuales también se caracterizan por su
velocidad de descenso VD a través de la capa ligera. En el caso estable los penachos
turbulentos generados no llegan a alcanzar el fondo de la cubeta experimental debido
al efecto de la flotabilidad negativa que les impide seguir descendiendo. Por tanto,
esta velocidad de descenso se interpretarse como la velocidad global con la que los
penachos alcanzan el nivel de la distancia máxima que pueden recorrer. En el caso
neutro, los penachos turbulentos sí son capaces de alcanzar el fondo de la cubeta
experimental por lo que la velocidad de descenso será la velocidad final global con la
que llegan al contorno inferior.
La velocidad de descenso de un penacho turbulento se obtiene como el
cociente entre el espesor de la capa ligera o altura hL y el tiempo que tarda el
penacho en recorrer esa altura hL, que se obtiene como la diferencia temporal entre el
fotograma que muestra el inicio del penacho y el fotograma en el que se observa que
el penacho alcanza el nivel requerido (que puede o no ser el fondo de la cubeta
experimental).
La figura VII.17 muestra el comportamiento promedio de la velocidad de
descenso de los penachos turbulentos VD en función del número de Atwood para los
experimentos realizados con distribuciones iniciales de densidad estables y neutras.
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
408
-0.020 -0.015 -0.010 -0.005 0.000 0.005 0.010 0.015 0.020
4
5
6
7
8
A=0
A=-0.015
V
D
A
Figura VII.17. Comportamiento de la velocidad de descenso media VD en función del número de
Atwood A para experimentos realizados distribuciones de densidad que son estables ( ) y neutras
(•).
A partir de la anterior representación gráfica se deduce que la velocidad
promedio de descenso de los penachos VD disminuye al disminuir el número de
Atwood A, es decir, los penachos generados bajo condiciones estables tienen menor
velocidad que los obtenidos en el caso neutro. La explicación de este
comportamiento podría ser que la disminución del número de Atwood implica una
diferencia significativa en los efectos derivados de la flotabilidad inicial. Al
disminuir el número de Atwood pasamos de una situación neutra a otra estable con lo
que la flotabilidad pasa de no influir en el desarrollo de los penachos – ni
favoreciéndolo ni impidiéndolo – a oponerse al mismo, luego a disminuir la
velocidad de descenso correspondiente.-
Por otra parte, si comparamos las velocidades de descenso presentes en la
figura VII.17 con las correspondientes a los penachos turbulentos generados en
procesos de mezcla con una distribución inestable de densidad, se observa que son
bastante menores como era de esperar. La figura VII.18 muestra el comportamiento
CAPÍTULO VII Análisis de los procesos de mezcla parcial bajo condiciones estables y neutras
409
promedio de la velocidad de descenso de los penachos turbulentos VD en función del
número de Atwood para todos los experimentos realizados con distribuciones
iniciales de densidad que son inestables, estables y neutras.
-0.02 0.00 0.02 0.04 0.06 0.08 0.10 0.12 0.14
0
10
20
30
40
50
60
V
D
A
Figura VII.18. Comportamiento de la velocidad de descenso media VD en función del número de
Atwood A para experimentos realizados con distribución inestable de la densidad – con el gel más
viscoso ( ) y con el gel menos viscoso (•) -, con distribuciones neutras de la densidad (•) y con
distribuciones estables (•).
Se observa claramente que los penachos turbulentos generados bajo
condiciones inestables poseen velocidades de descenso mayores que las
correspondientes a casos neutros y estables porque en el caso inestable la diferencia
de densidad del sistema fluido, es decir, la flotabilidad favorece el crecimiento de
dichos penachos, luego de su velocidad de descenso.
CAPÍTULO VIII
ANÁLISIS DE LAS SITUACIONES
ATMOSFÉRICAS
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
410
VIII.1 INTRODUCCIÓN
Los procesos de mezcla fluida han de existir en la atmósfera de igual forma
que en los sistemas fluidos experimentales construidos en un laboratorio. La
diferencia radica en que las condiciones de contorno, que también influyen en la
mezcla, no son controlables en la situación atmosférica. Además, el proceso de
mezcla atmosférico está influido por otros efectos físicos que no están contemplados
en los experimentos que fundamentan el presente trabajo. Los diversos fenómenos
físicos presentes en una situación atmosférica y que pueden alterar la mezcla se
detallan a continuación.
Los procesos de mezcla turbulenta generados en el laboratorio se realizan
exclusivamente sobre la base de las diferencias de densidad existentes entre los
fluidos que constituyen el sistema fluido experimental. Estas diferencias de densidad,
sin riesgo, pueden equipararse a diferencias de temperatura entre estratos
atmosféricos. Sin embargo, en estos estratos están también influidos por otras fuerzas
que proceden de los cambios de presión, del efecto de rotación de la Tierra, de la
orografía terrestre o de la convección térmica que no han sido reproducidas a nivel
de laboratorio en el trabajo experimental que sustenta esta memoria.
Por ello, la identificación de los estratos atmosféricos que sean semejantes al
sistema fluido experimental desde el punto de vista de la estratificación y cuyas
evoluciones sean comparables a la de éste, plantea un grado de dificultad notable,
que es prácticamente insoslayable. Pese a ello, en este capítulo se muestra que
existen ciertos estratos atmosféricos, pertenecientes a la capa límite planetaria, cuyo
estado inicial responde aceptablemente bien al modelo de laboratorio presentado que
es nuestra hipótesis de trabajo. De hecho, las características de estratificación de
dichos estratos han de coincidir con las del estado inicial del sistema fluido
experimental. Además, se intentará analizar la evolución temporal de los
mencionados estratos atmosféricos sin olvidar en ningún caso la posible influencia de
los otros fenómenos anteriormente señalados.
Todas estas circunstancias dificultan el análisis formal de la semejanza
hidrodinámica convectiva. Sin embargo, esta semejanza puede establecerse sin la
precisión exigida para problemas laminares dada la naturaleza turbulenta del
fenómeno bajo estudio.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
411
La realización del análisis presentado en este capítulo requiere el uso de datos
atmosféricos que proceden de sondeos termodinámicos llevados a cabo en campañas
de campo hechas con motivo de otros proyectos de investigación.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
412
VIII.2 DESCRIPCIÓN DE LOS DATOS ATMOSFÉRICOS
Los datos atmosféricos necesarios para la identificación de los estratos que
buscamos proceden de campañas de campo realizadas con un globo cautivo. Este
instrumento permite efectuar sondeos termodinámicos dentro de la capa límite
planetaria.
La instrumentación utilizada ha sido un globo cautivo y está constituido por
un globo en forma de zeppelín del que cuelga una sonda meteorológica tipo
Tethersonde Air-3A. Este conjunto formado por el globo y la sonda está unido a un
motor de arrastre mediante un cable. El motor regula la velocidad de ascenso y de
descenso del globo cautivo. La adquisición y registro de los datos meteorológicos
suministrados por este instrumento es realizada por una estación ADAS Air S/M 86.
El intervalo temporal de recepción de la información oscila entre 10 y 12 segundos
para cada serie.
Los sondeos utilizados en el presente trabajo fueron hechos en la zona de
Almaranz (Cáceres) que se corresponde con una región irregular y poco llana, pero
con pequeñas elevaciones orográficas. Además, presenta un pequeño embalse
utilizado por la central nuclear de Almaranz. Las magnitudes físicas obtenidas en
estos sondeos termodinámicos son, normalmente, las siguientes: el tiempo de registro
transcurrido desde el inicio del sondeo, la temperatura real (ºC), la temperatura del
termómetro húmedo (ºC), la presión (hPa), la humedad relativa, la altura (m)
referenciada al nivel de la superficie terrestre real sobre la que se ha realizado el
sondeo, el módulo del viento (m/s) y la dirección del viento. El estudio presentado en
este capítulo sólo ha hecho uso de las variables tiempo, temperatura real, altura y
presión.
Estas campañas de campo cubren la práctica totalidad horaria de los diversos
días en que se realizaron los sondeos. Por ello, desde un punto de vista
macroscópico, la baja atmósfera se encuentra sometida tanto a estratificaciones
estables como a inestables y neutras.
La altura máxima alcanzada por el globo cautivo varía bastante de unos
sondeos a otros. El motivo fundamental son las limitaciones técnicas que impone la
velocidad del viento ya que por encima de los 8 m/s no es aconsejable la utilización
del globo.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
413
La figura VIII.1 muestra un ejemplo de la evolución temporal de varios
sondeos termodinámicos.
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
7 8 9 10 11 12 13 14 15
T (ºC)
z
6:00 h
7:00 h
8:00 h
9:00 h
11:00 h
15:00 h
16:00 h
Figura VIII.1. Evolución temporal de un perfil vertical de temperatura correspondiente al día 25 de
Septiembre de 1995. La evolución se extiende desde las 6:00 horas hasta las 16:00 horas. Los datos
de campo han sido obtenido mediante un sondeo vertical con un globo cautivo realizado en
Almaranz.
Como se observa el aspecto general de los sondeos e incluso el análisis de los
subestratos atmosféricos cubre la gama completa de estabilidades, inestabilidades e
indiferencias.
Todo el análisis presentado en este capítulo se ha realizado sobre estos
sondeos termodinámicos que ha sido necesario depurar para obtener los datos
finalmente utilizados. El proceso de depuración ha permitido eliminar numerosos
lazos observados en los sondeos reales que, normalmente, son producidos porque el
globo cautivo rebota en diferentes alturas a lo largo de su recorrido. Otra de las
modificaciones hechas sobre los sondeos reales consiste en separar los datos
correspondientes al ascenso de los del descenso del globo cautivo. El descenso se
separa porque la selección inicial de los estratos atmosféricos que buscamos se
realiza sobre la parte del ascenso. Pero la parte del descenso no es eliminada porque
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
414
es necesaria para estudiar el proceso de evolución de los estratos seleccionados en el
tramo del ascenso. La figura VIII.2 muestra un sondeo termodinámico real tal como
es obtenido mientras que la figura VIII.3 muestra el correspondiente sondeo
depurado. Esta última figura, además, muestra un sondeo termodinámico con la rama
ascendente y la descendente. Adicionalmente se han tenido que realizar otro tipo de
depuraciones sobre los datos de los sondeos originales que se detallan a
continuación.
1 8 1 9 2 0 2 1 2 2 2 3 2 4 2 5
2 0 0
3 0 0
4 0 0
5 0 0
6 0 0
7 0 0
8 0 0
z (m )
T (ºC )
Figura VIII.2. Sondeo termodinámico obtenido tras una campaña de medidas de campo. Se observan
nítidamente numerosas irregularidades: lazos, puntos repetidos, descensos aleatorios.
1 8 1 9 2 0 2 1 2 2 2 3 2 4
2 0 0
3 0 0
4 0 0
5 0 0
6 0 0
7 0 0
8 0 0 P e rf il T é rm ico A sce n d e n te
P e rf il T é rm ico D e sce n d e n te
z (m )
T (ºC )
Figura VIII.3. Sondeo termodinámico depurado correspondiente al presentado en la figura VIII.2.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
415
Algunos niveles presentan más de una medida de las diferentes variables
físicas. Esta situación ocurre preferentemente en el inicio y el final del sondeo
termodinámico, pero no exclusivamente. Este problema se ha resuelto sustituyendo
el conjunto de valores de una misma magnitud por su valor medio que se asigna a la
altura correspondiente. Por otra parte, también ha sido preciso limpiar los sondeos de
datos erróneos – sin significado físico – y eliminar aquellas alturas en las que falta la
medida de alguna de las variables físicas.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
416
VIII.3 INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA DE LA
SEMEJANZA ENTRE UN MODELO EXPERIMENTAL Y
UN FENÓMENO REAL
El análisis directo de los fenómenos tal y como se presentan en la naturaleza
es, normalmente, irrealizable por diversos motivos, tales como la exigencia de un
período de tiempo excesivamente largo o la escala en que se presentan en la realidad
es prohibitiva para un estudio de campo por consideraciones económicas y técnicas.
Estos motivos están presentes de una forma evidente en el estudio de cualquier
fluido, y son de notable relevancia en el de los fenómenos geofísicos, y muy
especialmente de los atmosféricos, condicionando el modo de investigación. Un
alternativa para el estudio del comportamiento real de un fluido la constituye la
investigación experimental de laboratorio apoyada sobre la semejanza
hidrodinámica. Estas dificultades se evitan considerando un fenómeno semejante al
que se intenta estudiar pero a una escala diferente, conocido como modelo de
laboratorio. El empleo de modelos exige el conocimiento de las leyes de la
semejanza hidrodinámica, que posibilitan el análisis de los diversos factores que
intervienen en el fenómeno natural, así como el establecimiento de hipótesis
admisibles. De esta forma, se obtiene con suficiente aproximación, pero no de forma
exacta, un considerable conocimiento del fenómeno natural.
Bajo estas condiciones de trabajo surge un tema de gran importancia para el
conocimiento del fenómeno fluido, que es el problema de la transferencia de
resultados entre el modelo de laboratorio y el fenómeno real, dado que es importante
la aplicación de los resultados experimentales a la situación geofísica en particular.
En relación con este tema, existe un asunto de poca relevancia para la mecánica de
fluidos de laboratorio, pero de gran importancia en la aplicación de dichos resultados
a casi cualquier situación geofísica, que es el efecto de la presión hidrostática sobre
la convección -según el fluido asciende por efecto convectivo, se expande y se enfría,
mientras que si el fluido desciende, se comprime y se calienta-. Evidentemente, este
efecto no existe en la situación experimental presentada, y en la aproximación de
Boussinesq es ignorado. Respecto a la presencia de este fenómeno en las situaciones
atmosféricas que pretendemos analizar cabe decir que este mismo problema surge al
utilizar las diferencias de temperatura para el análisis de la estratificación atmosférica
frente a las diferencias de densidad que se han propuesto en el laboratorio.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
417
VIII.3.1 LA SEMEJANZA HIDRODINÁMICA EN LA
CONVECCIÓN
La semejanza hidrodinámica es un caso particular de la teoría de modelos o
semejanza mecánica1. Los fenómenos fluidos presentes en el proceso experimental
son debidos a un proceso de convección libre generada por variaciones de
concentración. Por ello, lo más adecuado es aplicar el proceso de semejanza
dinámica a las ecuaciones que gobiernan dicho tipo de movimiento (apartado II.4.2).
Consideremos dos fenómenos fluidos que suponemos son semejantes en el sentido
hidrodinámico. Uno de ellos es el fenómeno natural que se representa por el
subíndice 1, mientras que el otro es el modelo de laboratorio representado con el
subíndice 2. Ambos fenómenos verifican las correspondientes ecuaciones de la
convección libre (ecuación (2.38)):
( ) 1
2
11111111
1
1
1 1
VkV
∇+−+−∇= µαρρρ gcgzp
dt
d
c (8.1)
( ) 2
2
22222222
2
2
2 2
VkV
∇+−+−∇= µαρρρ gcgzp
dt
d
c (8.2)
Se definen las siguientes escalas dimensionales (García Muñoz, Bango
Álvarez, Mancebo Piqueras & Rodríguez Antón, 1996):
iónConcentracdeEscala
c
cC
DensidadladeExpansióndeEscala
DinámicasidadesVisdeEscala
esionesdeEscala
p
p
TiemposdeEscala
t
t
DensidadesdeEscala
LinealEscala
L
L
C
C
C
1
2
1
2
1
2
1
2
1
2
1
2
2
1
cos
Pr
=
=
=
=
=
=
=
α
α
α
µ
µ
κ
α
θ
ρ
ρ
δ
λ
(8.3)
1 Dos movimientos se consideran semejantes cuando lo son las trayectorias en ellos implicados y
cuando las magnitudes que intervienen guardan entre sí una misma relación en puntos homólogos.
Cualquier magnitud física de la Mecánica de Fluidos puede expresarse en función de tres dimensiones
fundamentales lo que permite que las condiciones de semejanza se establezcan en función de
consideraciones dimensionales exclusivamente.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
418
Si existe semejanza hidrodinámica se pueden sustituir en las ecuaciones del
modelo de laboratorio sus magnitudes z2, p2, ν2, t2 y 2V en función de sus homólogas
correspondientes al fenómeno natural por medio de las escalas definidas
anteriormente. Tras operar convenientemente, se obtiene que para que exista
semejanza entre ambos fenómenos es preciso que se verifiquen las siguientes
relaciones:
11111 112 ===== −−− θκλδαδ
λ
αδλθ Cc (8.4)
La condición δ = 1 causa un importante problema al no poderse cumplir en la
práctica experimental. Esta condición implica que la escala de densidades ha de ser
la unidad, es decir, el fluido del fenómeno natural ha de ser el mismo que el del
modelo experimental, y esto rara vez es cierto. Por tanto, concluimos que es
imposible conseguir la semejanza hidrodinámica completa. Puesto que δ = 1, el
conjunto de relaciones de semejanza entre las escalas dimensionales si la convección
libre está producida por variaciones de concentración se reduce al siguiente:
12
3
2
1
==== Ccαλκλαλθ (8.5)
La penúltima de estas relaciones indica que, elegida la escala lineal λ, el modelo de
laboratorio no será semejante al fenómeno natural a no ser que se utilice un fluido
cuya viscosidad cinemática sea 12
2
3νλν = .Es decir, para que los dos fenómenos
puedan ser semejantes y siempre que 1≠λ , es preciso que los fluidos sean de
diferente viscosidad pero con la misma densidad dado que δ=1.
Considerando las anteriores relaciones entre las escalas y las ecuaciones
dimensionales de las diversas magnitudes, se obtienen para éstas últimas las
expresiones que se muestran:
)8.8(
)7.8(
)6.8(
1
2
1
2
1
2
2
1
2
1
2
1
21
1
2
2
3
2
1
2
1
V
V
L
L
V
V
p
p
L
L
V
V
===
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
===
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
=== −
λκ
ν
ν
λα
λλθ
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
419
A partir de la relación (8.6) se deduce la condición de Reech-Froude, que es:
1
1
2
2
gL
V
gL
V
= (8.9)
donde el cociente
gL
V es el Número de Froude2. Por tanto, la condición de
Reech-Froude establece que para que exista semejanza el número de Froude debe ser
igual en ambos fenómenos, el natural y el experimental.
A partir de la relación de (8.7) se deduce la siguiente condición:
2
1
1
2
2
2
V
p
V
p
= (8.10)
que representa la relación entre las acciones debidas a la presión y las producidas por
las fuerzas de inercia. Se establece que esta relación debe ser igual en el modelo
experimental que en el fenómeno natural.
Y a partir de la relación de (8.8) se deduce la condición de Reynolds:
1
11
2
22
νν
VLVL
= (8.11)
donde νLV es el Número de Reynolds3. Esta condición indica que el número de
Reynolds ha de ser igual en el fenómeno natural que en el modelo experimental.
Además, esta condición impone que 12 νν ≠ , es decir, los fluidos deben ser distintos
en ambos fenómenos dado que si 12 νν = dicha condición se transformaría en
L1V1=L2V2, que es incompatible con la Condición de Reech-Froude, y, por tanto, no
existiría semejanza completa.
Se concluye que para que exista semejanza hidrodinámica completa es
condición necesaria el que sean diferentes los fluidos empleados en el fenómeno
natural y en el modelo de laboratorio, puesto que las viscosidades cinemáticas han de
serlo, pero con igual densidad. Esta condición es casi imposible de cumplir en la
práctica experimental por la dificultad que existe para encontrar el fluido adecuado a
cada valor de la escala lineal λ. Por ello, la semejanza hidrodinámica completa según
se acaba de definir es prácticamente irrealizable. No obstante, existen ciertas
situaciones concretas en las que la condición que liga κ y λ desaparece, permitiendo
2 Relación entre las acciones debidas a un campo exterior, en nuestro caso gravitatorio, y las que son
consecuencia del movimiento o fuerzas de inercia.
3 Es el cociente de los efectos debidos a los esfuerzos tangenciales viscosos y las fuerzas de inercia.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
420
que κ sea igual a la unidad, es decir, es posible emplear el mismo fluido en el modelo
experimental que en el fenómeno natural sin que por ello deje de existir semejanza.
Bajo estas condiciones se pueden realizar estudios experimentales con mejor
aproximación, aunque la semejanza no sea totalmente rigurosa. Este es el
fundamento de las denominadas semejanzas hidrodinámicas parciales, que son tres:
la semejanza parcial de Reech, la semejanza parcial de Reynolds y la semejanza
geométrica.
La semejanza parcial de Reech permite estudiar experimentalmente y con
resultados aceptables movimientos irrotacionales ( 0=∆V ). Además, posibilita
obtener resultados suficientemente aproximados en aquellos fenómenos en los que la
gravedad sea la fuerza dominante y en los que la influencia de la turbulencia sea tal
que anule los efectos de la viscosidad. Estas condiciones se asemejan mucho a las
presentes en nuestros experimentos de mezcla turbulenta y, por ello, se desarrolla
brevemente. Este tipo de semejanza parcial verifica las relaciones:
2
1λθ
λα
=
=
(8.12)
observándose que desaparece la condición 2
3λκ = , lo que permite la elección de la
unidad como escala de viscosidades cinemáticas. A partir de las anteriores
ecuaciones, se deducen las siguientes condiciones de semejanza:
2
1
2
1
2
1
21
1
2
2
1
2
1
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
===
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
=== −
V
V
p
p
L
L
V
V
λα
λλθ
(8.13)
observándose que desaparece la condición de Reynolds, incompatible con las
anteriores.
La semejanza parcial de Reynolds permite obtener resultados experimentales
rigurosos si se analizan movimientos que se verifican horizontalmente ( 0=∇z ).
Además, permite obtener resultados suficientemente aproximados en aquellos casos
en los que zg∇ es despreciable frente a p∇ , así como en el estudio de los
movimientos laminares en los que predominan los efectos debidos a la viscosidad.
Dado que estas condiciones no se verifican en el caso del proceso de mezcla
presentado en esta memoria, no se analiza más esta semejanza.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
421
La semejanza geométrica se utiliza cuando se presentan simultáneamente las
condiciones que permiten la utilización indistinta de la semejanza de Reech o la de
Reynolds, es decir, si el movimiento es irrotacional y se verifica según planos
horizontales ( 00 =∇=∆ zyV ). En este tipo de semejanza la condición relativa a la
influencia de la viscosidad desaparece y es suficiente con la existencia de semejanza
geométrica. Tampoco estas condiciones se verifican en el caso de los experimentos
de mezcla presentados, y, por ello, no se analiza más esta semejanza.
Por tanto, se acaba de mostrar que la semejanza hidrodinámica completa es
prácticamente imposible de realizar a nivel experimental por la dificultad existente
para encontrar el fluido apropiado. Si el modelo experimental utiliza el mismo fluido
que el fenómeno natural, entonces no habrá semejanza rigurosa si no se cumplen las
especiales condiciones de que el movimiento sea irrotacional (semejanza parcial de
Reech) o de que éste se desarrolle horizontalmente (semejanza parcial de Reynolds).
En aquellas situaciones en las que z∇ no sea despreciable no se podrá utilizar la
semejanza de Reynolds, siendo la única alternativa la semejanza de Reech aunque el
movimiento no sea irrotacional como es el caso de nuestros experimentos.
En este último caso, además, sería necesario establecer un criterio de
semejanza relacionado con el grado de turbulencia representado por el número de
Reynolds. Según la semejanza parcial de Reech, los distintos fenómenos tienen
diferentes números de Reynolds siempre que 1≠λ , verificándose:
2
3
2
3
111
111
ReRe
Re
Re
iii
iii
LV
LV
λλ =⇒== (8.14)
donde el subíndice 1 corresponde a las magnitudes del fenómeno natural y el
subíndice i a las de los diferentes modelos experimentales. Por tanto, se tiene que si
λ<1 y conforme aumenta la escala lineal, el valor de la relación Rei/Re1 crece en la
proporción λ3/2. El resultado es que los números de Reynolds del modelo de
laboratorio y del fenómeno natural son cada vez más parecidos. Al aumentar la
escala lineal λ, los modelos experimentales sean más grandes. Entonces la velocidad
V será más grande y mayor el grado de turbulencia en dicho modelo. De esta forma,
es posible alcanzar un valor del número de Reynolds Reo o umbral de la turbulencia
para el que el grado de turbulencia alcanzado haga despreciable el efecto de
V∆ν como exige la aplicación de la semejanza parcial de Reech, pudiendo
considerarse aceptables los resultados experimentales obtenidos.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
422
VIII.3.2 LA SEMEJANZA ENTRE EL MODELO DE
LABORATORIO Y EL FENÓMENO ATMOSFÉRICO
Consideremos dos fenómenos fluidos que suponemos son semejantes en el
sentido hidrodinámico. Uno de ellos es el fenómeno atmosférico que se representa
por el subíndice A, mientras que el otro es el modelo de laboratorio representado con
el subíndice M. Suponemos que ambos fenómenos están gobernados por las
ecuaciones de la convección libre (ecuación (2.38)) que pueden expresarse de forma
más simplificada según las siguientes expresiones:
( ) VgV 21
∇+
′−
−∇−=
•
ρ
µ
ρ T
TTp
A
(8.15)
( ) VgV 21
∇+
′
−′
−∇−=
•
ρ
µ
ρ
ρρ
ρ
p
M
(8.16)
Dado que los movimientos analizados son fundamentalmente verticales,
escribimos sólo la tercera componente de las anteriores ecuaciones:
2
21
z
u
T
TTg
z
pw
A ∂
∂
+
′−
−
∂
∂
−=
•
ρ
µ
ρ
(8.17)
2
21
z
ug
z
pw
M ∂
∂
+
′
−′
−
∂
∂
−=
•
ρ
µ
ρ
ρρ
ρ
(8.18)
Tras el análisis de las fuerzas fundamentales que gobiernan el desarrollo de
los fenómenos presentados es de notar que éstas se corresponden con las fuerzas de
inercia ( dtdV ) y a las fuerzas gravitatorias, siendo las demás despreciables. En el
caso del modelo de laboratorio, dichas fuerzas ascensionales toman la expresión
siguiente:
ρ
ρρ
′
−′g (8.19)
donde ρ’ es la densidad del fluido que se desplaza en otro fluido ambiente cuya
densidad es ρ. Para los experimentos de mezcla turbulenta, el fluido ambiente es la
capa ligera y el fluido desplazado es la capa densa.
En el caso de la atmósfera, y tras la utilización de la ecuación de estado de los
gases perfectos, las fuerzas ascensionales tienen la siguiente expresión:
T
TTg
′− (8.20)
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
423
La semejanza dinámica nos conduce a proponer como parámetro
adimensional característico la relación entre las fuerzas de inercia FI y las fuerzas
gravitatorias FG, razón que en el fondo es un número de Froude. Por tanto, si ha de
existir semejanza este parámetro adimensional propuesto ha de ser el mismo en el
modelo de laboratorio y en el fenómeno atmosférico, es decir,
AtmósferaG
I
ModeloG
I
F
F
F
F
⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
=⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
(8.21)
Sustituyendo las expresiones de las fuerzas respectivas y considerando los
procesos estacionarios, se tiene que:
AtmósferaModelo T
TTgg ⎟
⎟
⎟
⎟
⎠
⎞
⎜
⎜
⎜
⎜
⎝
⎛
′−
∇⋅
=
⎟
⎟
⎟
⎟
⎠
⎞
⎜
⎜
⎜
⎜
⎝
⎛
′
−′
∇⋅ VVVV
ρ
ρρ
(8.22)
La relación (8.22) puede reordenarse de la forma siguiente:
( )
( ) N
T
TTAtmósfera
Modelo =
′−
′
−′
=
∇⋅
∇⋅ ρ
ρρ
VV
VV
(8.23)
expresión que nos dice que la aceleración del modelo experimental es N veces mayor
que la del fenómeno atmosférico. En caso de que esta conclusión se verifique,
entonces habría semejanza entre el modelo de laboratorio y la situación atmosférica
y, por tanto, se podría aplicar dicho modelo.
La relación (8.23) puede expresarse de otra manera considerando las
dimensiones correspondientes de la siguiente forma:
( )[ ]
( )[ ] [ ]N
Atmósfera
Modelo =
∇⋅
∇⋅
VV
VV
(8.24)
donde N carece de dimensiones al tratarse de un parámetro adimensional. Luego,
( )[ ]
( )[ ]
( )
( ) N
TL
TL
Atmósferra
Modelo
Atmósfera
Modelo ==
∇⋅
∇⋅
−
−
2
2
.
.
VV
VV
(8.25)
donde L representa la dimensión de longitud y T la de tiempo. Operando se obtiene
que:
Modelo
Modelo
Atmósfera
Atmósfera T
L
LN
T
.
= (8.26)
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
424
expresión que nos pone de manifiesto que conocidas las escalas de longitud del
modelo experimental y del fenómeno atmosférico, así como la escala temporal del
modelo, es posible averiguar la escala temporal del fenómeno real. Por tanto,
aceptando una relación para la escala de tamaños es posible deducir otra para la
escala de tiempos. De esta forma, la comparación de la escala temporal atmosférica
deducida anteriormente con los tiempos reales obtenidos a partir del ascenso y del
descenso de los sondeos termodinámicos permite deducir la validez de la semejanza.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
425
VIII.4 LOS ESTRATOS ATMOSFÉRICOS
El capítulo I planteó que el objetivo primordial del presente trabajo es el
análisis de los fenómenos de mezcla turbulenta a pequeña escala bajo condiciones
inestables desde el punto de vista de la estratificación. Por ello, existe una dificultad
notoria para la observación directa en la naturaleza o la identificación de tales
situaciones inestables dada su tendencia inherente a desaparecer. Sin embargo,
consideramos que este tipo de situaciones gravitacionalmente inestables pueden
generarse en la atmósfera.
El apartado VIII.2 ha puesto de manifiesto que la búsqueda en el caso
atmosférico del fenómeno reproducido a nivel de laboratorio ha de hacerse por
medio del estudio de sondeos termodinámicos obtenidos dentro de la capa límite
planetaria. Como se destacó en el apartado I.2.1, el análisis de la evolución temporal
de los perfiles verticales de temperatura obtenidos a partir de esos sondeos permite
observar que no son monótonos y presentan cambios de diversos tipos en la variación
vertical de la temperatura que están inmersos dentro del comportamiento global de su
respectivo perfil (figuras I.1, I.2 y I.4). Algunos de estos estratos que no siguen la
pauta del comportamiento global de su respectivo perfil térmico son el centro de
nuestro interés y se denominan inestabilidades aisladas de estratificación. Estos
estratos están caracterizados por presentar un primer tramo inestable, luego una
zonas estable y un tramo final inestable de nuevo. Es decir, las zonas inestables están
separadas entre sí por una zona de estabilidad y esta distribución de la
estratificación es la que se ha de buscar como muestran las figuras I.3 y I.5. Por ello,
su identificación se realiza en base a la comparación entre el gradiente adiabático del
aire seco α y el gradiente térmico vertical γ correspondiente al perfil térmico como se
describirá con más detalle en el apartado VIII.4.1.
Los estratos que representan estas inestabilidades aisladas atmosféricas se
representan experimentalmente mediante el modelo de laboratorio descrito en el
apartado III.2.1 y que se muestra en la figura VIII.4. Aunque dicha reproducción
experimental es aproximada, este modelo de laboratorio tiene como ventaja teórica el
presentar una mejor adaptación a la situación atmosférica real en la que existen zonas
de inestabilidad separadas por zonas de estabilidad.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
426
Figura VIII.4. Esquema gráfico que representa la relación existente entre las inestabilidades aisladas
presentes en la estratificación atmosférica (I) y el modelo de laboratorio (II).
La gráfica II de la figura VIII.4 muestra la distribución vertical de la densidad
en el modelo de laboratorio. Este modelo de laboratorio al reproducir
experimentalmente una inestabilidad aislada en el estratificación atmosférica obliga
a realizar un cambio de variable. La temperatura T es la variable que caracteriza los
estratos atmosféricos y ha de ser sustituida por la densidad ρ, que es la magnitud
manejada a nivel experimental. Esta modificación es posible por el comportamiento
aproximado como gas perfecto que posee la atmósfera, verificando la ley de los
gases ideales, p = ρ. R.T. Por tanto, existe una relación de proporcionalidad inversa
entre la densidad y la temperatura a presión constante. Esto permite deducir los
decrementos de temperatura ∆T asociados a situaciones atmosféricas en función de
la variación de la densidad ∆ρ estando relacionados en la forma siguiente:
ρ
ρ
∆⎟⎟
⎠
⎞
⎜⎜
⎝
⎛
−=∆
T
K
T 1 (8.27)
donde se tiene que K es una constante (K=pM/R). Por otra parte, ρ es una densidad
de referencia que puede ser de la forma ρ=(ρL+ρD)/2 mientras que ∆ρ es el
incremento de densidad ∆ρ=ρD-ρL. Por tanto, se observa que las variaciones de
z
T
T ↑ ⇒ ρ ↓
T ↓ ⇒ ρ ↑
z
(I)
(II)
ρG ρL ρD
Inestable
Estable
GEL
Situación
Atmosférica Real
Modelo de
Laboratorio
T ↓ ⇒ ρ ↑
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
427
temperatura tienen signo opuesto a las de densidad. De aquí se deduce la forma del
perfil de densidad del modelo de laboratorio. Es decir, aquellas zonas del estrato en
las que aumenta la temperatura con la altura les corresponde una región de
disminución de la densidad en el modelo experimental, y viceversa, como muestra la
figura VIII.4.
La búsqueda de los estratos atmosféricos con las características descritas y
representadas en el modelo de laboratorio como muestra la figura VIII.4, se ha
realizado a dos escalas que son: la correspondiente al tamaño del sondeo total que es
del orden de cientos de metros, y la correspondiente a subestratos cuyo espesor es del
orden de decenas de metros y están contenidos dentro del sondeo termodinámico. Por
tanto, ha sido posible encontrar estratos cuyo estado inicial, obtenido en el tramo del
ascenso del sondeo meteorológico, se asemeja al modelo de laboratorio.
En un principio, se enfocó la búsqueda de las inestabilidades aisladas a
estratos de espesor relativamente grande que incluyeran parte o incluso la totalidad
de un sondeo y que respondieran al estado inicial del modelo de laboratorio, es decir,
a la situación de estratificación inestable-estable-inestable - (figura VIII.4). El simple
análisis visual y posterior estudio físico fueron las herramientas utilizadas en esta
primera selección. Existió una gran dificultad en la identificación de los estratos
requeridos y, de hecho, no se ha encontrado ninguno que se corresponda con un
perfil térmico completo de todo un sondeo pero sí a una parte importante de un
perfil. Por ello, se buscaron inestabilidades aisladas en la estratificación atmosférica
basadas en una idealización del comportamiento global del perfil térmico. La figura
I.6 muestra una inestabilidad aislada global o de mayor espesor perteneciente a un
perfil térmico.
Posteriormente, los análisis se dirigieron a la búsqueda de pequeños
subestratos contenidos dentro del perfil térmico total y que mostraran la alternancia
inestable-estable-inestable del modelo de laboratorio. La respuesta fue algo más
satisfactoria y se localizaron estas estructuras al menos en un estadio inicial. Los
apartados VIII.4.1, VIII.4.2 y VIII.4.3 desarrollan los criterios utilizados para la
selección de estos subestratos.
Antes de proseguir se realiza una importante aclaración relativa a la
nomenclatura que a partir de este momento se utilizará. Las situaciones reales que se
buscan se corresponden con estratos atmosféricos que presentan la distribución
térmica descrita en la figura VIII.4, gráfico I.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
428
Un estrato se define como una región o zona atmosférica que tiene un espesor
variable y que puede tener cualquier tipo de estratificación e incluso varias
estratificaciones diferentes contenidas en un mismo estrato. Es decir, un estrato
atmosférico no ha de ser necesriamente estable o una zona de inversión.
Los estratos atmosféricos seleccionados porque son inestabilidades aisladas
en la estratificación atmosférica se caracterizan por estar compuestos por 3
subestratos. El primero es una zona inestable, el segundo subestrato es un tramo
estable y el tercer subestrato es una región inestable como muestra la figura VIII.5.
19.30 19.35 19.40 19.45 19.50 19.55 19.60
740
745
750
755
760
765
Microestrato
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.5. Microestrato atmosférico que presenta la distribución térmica requerida para ser una
inestabilidad aislada en la estratificación atmosférica. Se marcan los 3 subestratos que constituyen el
microestrato.
Los estratos atmosféricos elegidos se clasifican en dos grupos: microestratos
y macroestratos. Los microestratos son inestabilidades aisladas en la estratificación
atmosférica que tienen un espesor del orden de algunas decenas de metros. Los
macroestratos son estratos con un espesor que es del orden de algunos centenares de
metros. Tanto los microestratos como los macroestratos presentan la distribución
térmica mostrada en la figura VIII.4, gráfico I, equivalente desde el punto de vista de
la estratificación a la del modelo de laboratorio. Además, los microestratos y los
macroestratos presentan la distribución de subestratos anteriormente descrita y
representada en la figura VIII.5.
Subestrato 1
Subestrato 2
Subestrato 3
Microestrato
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
429
VIII.4.1 CRITERIOS DE SELECCIÓN
La selección de los estratos atmosféricos contenidos dentro de un perfil
térmico y que representan inestabilidad aisladas se realiza mediante un análisis de la
estabilidad estática de todos los estratos constituidos por cuatro puntos o alturas cuyo
conjunto forma el perfil térmico. El concepto de estabilidad estática representa la
posibilidad de que se produzca convección libre debida al efecto de la flotabilidad.
Este tipo de estabilidad se denomina estática porque no depende del campo de la
velocidad (del viento). Una capa fluida (por ejemplo, de aire) es estáticamente
inestable cuando el fluido menos denso (por ejemplo, aire más cálido y/o húmedo),
y, por ello, con más flotabilidad, se sitúa debajo del más denso. Entonces, la
respuesta a esta inestabilidad es la producción de circulaciones convectivas (por
ejemplo, las térmicas) que permiten al fluido inferior ascender, y así estabilizar la
situación. El análisis de la estabilidad estática se realiza comparando la variación real
de la temperatura T con la altura, que es α, con el enfriamiento adiabático, que se
denota como γ.
La selección de estratos realizada con el estudio de la variación de T con la
altura z se comprueba mediante el comportamiento de la temperatura potencial θ que
ha sido calculada para cada nivel medido. Probablemente se podría haber mejorado
esta selección si se hubiera evaluado el número de Richardson para cada subestrato.
Sin embargo, se descartó esta opción porque el tipo de comportamiento obtenida
comparando α y γ es igual que el procedente del estudio vía el número de Richardson
porque el denominador de la definición de este parámetro adimensional va elevado
al cuadrado con lo que a lo sumo se vería modificado el grado o la intensidad del tipo
de estratificación dependiendo de que el denominador se mayor, menor o igual que
la unidad.
La identificación del tipo de estratificación presente en un estrato atmosférico
se realiza en base a la comparación entre la adiabática seca o gradiente adiabático
local γ y el gradiente vertical térmico α, cuyas expresiones son, respectivamente, las
siguientes:
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
430
γ η
α
∂
∂
ε
= − =
= − =
dT
dz
g
T
z
g
cot
cot
(8.28)
donde γ tiene un valor constante, luego η es constante también (figura VIII.7). En el
caso atmosférico, la definición tradicional del gradiente adiabático local es:
γ Adiabatico
p
dT
dz
g
c
K
m
= − = =
0 98
100
' (8.29)
En virtud de las anteriores relaciones, se tiene que la determinación del
comportamiento de la estratificación de un cierto tramo del perfil térmico se puede
realizar en función de la comparación de los ángulos η y ε, es decir, de las pendientes
de la recta adiabática – que es conocida y constante,1 / tgγ η= - y la de la recta que
se ajusta al tramo seleccionado en el perfil térmico.
El criterio de estabilidad estática nos dice que:
a.- .InestableacionEstratific⇒> εη
b.- .EstableacionEstratific⇒< εη
Esta definición clásica de la estabilidad estática es una definición local que, a
menudo, no se cumple en la capa límite convectiva, donde los movimientos del aire
dependen más de su exceso de flotabilidad que del comportamiento térmico del
ambiente circundante. Por ello, la medida dada exclusivamente por el gradiente
adiabático local es insuficiente para determinar la estabilidad estática en situaciones
atmosféricas, siendo necesario, o bien conocer el perfil vertical completo de la
temperatura potencial θ, o bien medir el flujo turbulento ′ ′w θ para así proporcionar
una definición no local1.
En nuestro caso los sondeos atmosféricos han proporcionado medidas del
perfil vertical completo de la temperatura, luego de la temperatura potencial. Por
ello, ha sido posible utilizar el criterio de la estabilidad estática. Por tanto, el
procedimiento consiste en representar gráficamente el perfil térmico vertical que
1 En este caso, si ′ ′w θ >0, tendremos una capa inestable o convectiva (las parcelas de aire
desplazadas se alejan cada vez más de su posición inicial); si ′ ′w θ <0, tendremos una capa estable
(las parcelas de aire desplazadas regresan a su posición inicial de equilibrio), mientras que si ′ ′w θ =0
tendremos una capa neutral. Si al integrar a lo largo de toda la profundidad de la capa límite, el
término de producción de energía cinética turbulenta por cizalla es mucho mayor que el término de
flotabilidad, o bien, cuando éste sea casi nulo, entonces tendremos una capa de aire neutral.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
431
suministra cada sondeo termodinámico y comparar su comportamiento con el de una
recta que representa el enfriamiento adiabático global cuyo origen está en la primera
altura del sondeo como se muestra en la figura VIII.6. De esta forma, a partir del
sondeo global se podrían identificarse estratos de gran tamaño o espesor que se
denotan como macroestratos, y que presentan la distribución de la estratificación
descrita anteriormente. La figura VIII.6 muestra un ejemplo de este procedimiento
que da lugar a un posible macroestrato que ocupa todo el espesor del perfil térmico,
que presenta la estructura descrita en la figura VIII.4 y que habrá de ser estudiado
con mayor detenimiento.
14 15 16 17 18 19 20 21 22 23
200
400
600
800
1000
1200
Perfil Térmico
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.6. Estrato atmosférico que presenta la distribución de lo que se ha denominado
inestabilidad aislada. Este macroestrato ocupa todo el espesor del sondeo termodinámico.
El estudio del aspecto general de un sondeo atmosférico no siempre ha
conducido a la identificación de estos macroestratos de forma tan evidente como
podría ser en el caso de la figura VIII.6. Por ello, en algunas ocasiones ha sido
necesario realizar una idealización del comportamiento global del perfil térmico. Este
método tiene dos etapas. En primer lugar, se buscan estratos con una distribución de
la estratificación próxima a la ya descrita (figura VIII.4) y que ocupen todo o parte
del sondeo. Este proceso se realiza por simple observación del perfil térmico.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
432
Posteriormente, se realiza un suavizado de los datos de temperatura mediante un
proceso de media móvil.
La figura VIII.7 muestra un macroestrato obtenido mediante la técnica que se
acaba de describir. Esta inestabilidad global en la estratificación está superpuesta al
perfil térmico para mayor claridad y se observan las fluctuaciones de los datos reales
respecto del contorno del macroestrato.
16 18 20 22 24 26
200
400
600
800
1000
1200
1400
Perfil Térmico
Macroestrato Atmosférico
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.7. Macroestrato atmosférico localizado dentro de un sondeo atmosférico que presenta la
distribución térmica requerida según la figura VIII.4.
Un método adicional para la identificación de estratos con la alternancia de
estratificación descrita anteriormente se realiza de la siguiente forma. Consideremos
una idealización de un trozo de un perfil térmico como la que muestra la figura
VIII.8. En virtud de la definición de estabilidad estática, la determinación del tipo de
estratificación se realiza en función de la comparación de los ángulos η y ε en cada
una de las subcapas del perfil térmico que están delimitadas por dos puntos o alturas.
Se procede comenzando por los dos primeros puntos del perfil térmico (O y A) y se
calcula la pendiente de la recta que pasa por ellos y la pendiente de la recta
adiabática que pasa por el primero de los dos puntos (O), que es constante
(1 / tgγ η= ). Posteriormente, se comparan la pendiente adiabática y la pendiente del
perfil térmico por medio de la comparación de los ángulos asociados: ηadiabática y
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
433
εtérmico. Finalizado de esta forma el análisis de la capa atmosférica comprendida entre
los puntos O y A, se pasa a analizar la capa comprendida entre los puntos A y B
repitiendo el mismo procedimiento que se acaba de describir, y así se procede
sucesivamente con el resto de los puntos que constituyen el perfil térmico.
Figura VIII.8. Esquema gráfico que idealiza un perfil térmico. Para cada par de puntos del perfil se
ha representado la recta que los une, que es la variación térmica vertical y su correspondiente
adiabática seca. Los ángulos que estas rectas forman con la horizontal son η y ε respectivamente.
Por tanto, dado un sondeo meteorológico real se separan todos los estratos de
cuatro puntos que lo constituyen. Por cada par de estos puntos se constituye un
subestrato térmico y se compara su pendiente con la de la recta adiabática γ cuyo
origen está en el primer punto del subestrato como se muestra en la figura VIII.8.
Una vez que se obtiene que un subestrato es inestable estáticamente, se analiza si los
dos subestratos consecutivos en sentido ascendente son, respectivamente, estable e
inestable. Sólo en este caso el estrato correspondiente será aceptado como válido
según la figura VIII.4. Si el subestrato es estable estáticamente, queda descartado y
z
T O
A
I
D
B
C
E
F
G
H
Adiabática
η ε
ε‘
ηε Inestabilidad
Inestabilidad
ηε
Estabilidad
η ε
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
434
se analiza el siguiente. Todo este proceso es realizado por una aplicación informática
construida para tal fin. De esta forma, se estudian todas las posibilidades que nos
ofrece el perfil térmico correspondiente a cada sondeo. Este procedimiento se ha
considerado suficiente para nuestra intención que, en primer lugar, es mostrar que es
posible que en la atmósfera acontezca lo mismo que en el laboratorio. Los estratos
atmosféricos obtenidos de esta forma presentan un espesor pequeño por lo que se
denotan como microestratos como el de la figura VIII.9.
1 9 . 3 0 1 9 . 3 5 1 9 . 4 0 1 9 . 4 5 1 9 . 5 0 1 9 . 5 5 1 9 . 6 0
7 4 0
7 4 5
7 5 0
7 5 5
7 6 0
7 6 5
M ic r o e s t r a t o
R e c t a A d ia b á t ic a
z ( m )
T ( º C )
Figura VIII.9. Microestrato atmosférico que presenta la distribución térmica requerida para ser una
inestabilidad aislada en la estratificación atmosférica.
La figura VIII.10 muestra el perfil de la temperatura potencial
correspondiente al microestrato representado en la figura VIII.9. Esta representación
permite apreciar con más nitidez la distribución de la estratificación en el
microestrato, es decir, su estructura inestable-estable-inestable. Por ello, se ha
verificado la selección inicial de los microestratos representando el perfil su
temperatura potencial correspondiente.
2 9 8 . 2 8 2 9 8 . 2 9 2 9 8 . 2 9 2 9 8 . 3 0 2 9 8 . 3 0 2 9 8 . 3 1 2 9 8 . 3 1
7 4 0
7 4 5
7 5 0
7 5 5
7 6 0
7 6 5
P e r f i l T e m p e r a t u r a P o t e n c ia l
z ( m )
θ ( K )
Figura VIII.10. Perfil de temperatura potencial correspondiente al microestrato de la figura VIII.9
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
435
Este criterio de selección se ha aplicado a 100 perfiles térmicos
correspondientes a otros tantos sondeos atmosféricos realizados con globo cautivo.
Como resultado de la aplicación de este criterio se ha obtenido la existencia de
estratos tanto de pequeño espesor como de gran tamaño que tienen la estructura
inestable-estable-inestable y que están situados tanto en altura como junto a la
superficie terrestre.
El número de los microestratos atmosféricos inicialmente seleccionados es
124, que son aquellos que presentan la estructura inestable-estable-inestable y
pertenecen a la rama ascendente del sondeo. Sin embargo, el número final de
microestratos aceptados es de 13. Esta diferencia radica en que sólo una parte de los
estratos inicialmente seleccionados presentan una evolución temporal en su descenso
acorde con el proceso de mezcla experimental como se explicará en los apartados
VIII.4.2 y VIII.5.
El número de macroestratos atmosféricos inicialmente seleccionados es 12,
pertenecientes al ascenso del sondeo y presentando la estructura inestable-estable-
inestable. El número final de macroestratos aceptados es de 4. De nuevo, la
diferencia se explica porque sólo algunos de los estratos inicialmente seleccionados
tienen una comportamiento temporal en su descenso que están en consonancia con
los resultados obtenidos en el proceso de mezcla experimental.
Las figuras VIII.11 a VIII.13 muestran una parte de los 124 microestratos
atmosféricos inicialmente seleccionados en el ascenso del perfil térmico y que tienen
una estructura en su estratificación como la de la figura VIII.4.
1 5 .2 5 1 5 .3 0 1 5 .3 5 1 5 .4 0 1 5 .4 5
8 8 0
8 8 5
8 9 0
8 9 5
9 0 0
M ic ro e s tra to
R e c ta A d ia b á t ic a
z ( m )
T ( º C )
Figura VIII.11. Microestrato atmosférico que presenta la distribución térmica de una inestabilidad
aislada en la estratificación atmosférica.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
436
Se observa que estos estratos tienen un espesor pequeño del orden de decenas
de metros y que están situados a distintas alturas, incluido el nivel junto al suelo,
dentro del sondeo meteorológico.
18.4 18.6 18.8 19.0 19.2 19.4 19.6
360
370
380
390
400
410
420
Microestrato
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.12. Microestrato atmosférico con la típica distribución térmica propia de una inestabilidad
aislada en la estratificación atmosférica.
17.00 17.05 17.10 17.15 17.20 17.25 17.30
1005
1010
1015
1020
1025
1030 Microestrato
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.13. Microestrato atmosférico con la distribución térmica requerida por una inestabilidad
aislada en la estratificación atmosférica.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
437
Las figuras VIII.14 a VIII.16 muestran algunos de los 12 estratos
atmosféricos inicialmente seleccionados que se caracterizan por presentar un espesor
mucho mayor. Estos macroestratos se identifican con una buena parte del perfil
térmico inicial e incluso pueden abarcarlo por completo como es el caso de la figura
VIII.6. Igual que en el caso de los microestratos, pertenecen al ascenso del sondeo y
tienen una estructura en su estratificación como la de la figura VIII.4. De la misma
forma, están situados a distintas alturas, incluido el nivel junto al suelo, dentro del
perfil.
2 7 .2 2 7 .4 2 7 .6 2 7 .8 2 8 .0 2 8 .2 2 8 .4 2 8 .6 2 8 .8 2 9 .0 2 9 .2 2 9 .4 2 9 .6
2 5 0
3 0 0
3 5 0
4 0 0
4 5 0
5 0 0
P e rf il T é rm ic o
M a c ro e s tra to A tm o s fé ric o
R e c ta A d ia bá tic a
z (m )
T (ºC )
Figura VIII.14. Macroestrato atmosférico localizado dentro de un sondeo atmosférico. Se observa
que presenta la distribución térmica requerida según la figura VIII.4.
2 6 27 28 2 9 30
200
300
400
500
600 P erfil Térm ico
R ecta A d iabá tica
M acroestra to A tm osfé rico
z (m )
T (ºC )
Figura VIII.15. Macroestrato atmosférico localizado dentro de un sondeo atmosférico y cuyo origen
está en el suelo. Presenta la típica distribución térmica de una inestabilidad aislada.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
438
26 27 28 29 30 31 32
200
300
400
500
600
700
800 Perfil Térmico
Recta Adiabática
Macroestrato Atmosférico
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.16. Macroestrato atmosférico situado en altura y localizado dentro de un sondeo
atmosférico. Presenta la distribución térmica de una inestabilidad aislada en la estratificación
atmosférica.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
439
VIII.4.2 ANALOGÍA ENTRE LA EVOLUCIÓN DEL
SISTEMA FLUIDO EXPERIMENTAL Y LOS ESTRATOS
ATMOSFÉRICOS
El apartado VIII.4.1 ha presentado el proceso de selección los estratos
atmosféricos que han sido elegidos utilizando el criterio de la estabilidad estática.
Estos estratos pertenecen a la rama ascendente del sondeo y tienen una distribución
de estratificación del tipo inestable-estable-inestable que es análoga a la del estado
inicial del modelo de laboratorio (figura VIII.4). Por ello, estos microestratos y
macroestratos elegidos representan situaciones atmosféricas iniciales.
Según se ha descrito en el capítulo IV, el estado inicial del modelo de
laboratorio evoluciona a nivel experimental mediante la generación de un conjunto
de penachos turbulentos. El desarrollo de estas estructuras convectivas produce el
proceso de mezcla que desemboca en un estado final caracterizado por la presencia
de una capa mezclada delimitada superiormente por una interfase estable de
densidad. Este estado final está estratificado establemente.
El objetivo primordial del presente trabajo es contribuir al estudio de la
microturbulencia atmosférica en condiciones inestables. La figura VIII.17(a) muestra
un estrato atmosférico con una inestabilidad pura. La figura VIII.17(b) representa el
sistema fluido experimental que es equivalente a esta situación atmosférica real y que
se caracteriza por presentar una interfase de densidad que es inestable y se constituye
entre dos fluidos de distinta densidad.
Figura VIII.17(a). Perfil térmico de un estrato
atmosférico que es inestable estáticamente todo
él.
Figura VIII.17(b). Modelo experimental
equivalente al estrato de la figura VIII.17(a)
desde el punto de vista de la estratificación.
Sin embargo, en la realidad sucede que las inestabilidades puras de la
estratificación atmosférica están cortadas por la presencia de un subestrato estable
T
z
ρ
z
Capa Densa, ρD
Capa Ligera, ρL
Recta Adiabática
Perfil Térmico
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
440
estáticamente como se muestra en las figuras VIII.6 a VIII.16. A nivel experimental,
el sistema fluido equivalente se obtendría introduciendo una capa fluida estable entre
los dos estratos presentes en la figura VIII.18(a). Como resultado se obtiene una
distribución vertical de densidades que se corresponde con nuestro modelo de
laboratorio y que se muestra en la figura VIII.18(b).
Figura VIII.18(a). Estrato atmosférico que
presenta la distribución térmica de una
inestabilidad aislada.
Figura VIII.18(b). Modelo experimental
equivalente al estrato de la figura VIII.18(a)
desde el punto de vista de la estratificación.
El estado inicial del sistema fluido experimental mostrado en las figuras
VIII.4, VIII.18(b) y VIII.19(a) tiene una distribución vertical de densidad con tres
capas fluidas diferenciadas: capa densa ρD, capa de gel ρG y capa ligera ρL. Dado que
cada fluido es homogéneo puede representarse por una línea recta vertical cuya altura
sería el espesor de la capa correspondiente. Se observa que dicha distribución es
inestable porque el fluido de mayor densidad se sitúa en la parte superior del sistema
y, por tanto, tiene una tendencia inherente a descender y mezclarse con el de la capa
ligera como ya se ha descrito en el capítulo IV. El conjunto de figuras desde la
VIII.19(a) hasta VIII.22(a) representa la evolución real del sistema fluido
experimental. La desaparición de la capa densa por su descenso y posterior mezcla se
representa por la disminución del espesor de la capa que decrece paso a paso (figuras
VIII.19(a) a VIII.22(a)). Finalmente, desaparece por completo como se ve en la
figura VIII.22(a). Simultáneamente, se observa que el espesor de la capa de gel se
mantiene constante durante todo el proceso porque este fluido no se mezcla.
Finalmente, se observa la modificación de la estructura de la capa ligera como
consecuencia del proceso de mezcla que pasa de ser homogénea a tener una
estratificación estable. Según evoluciona el fenómeno, esta estratificación estable
aumenta de espesor pudiendo darse dos casos: si la mezcla entre los dos fluidos es
T
z Subestrato
Superior
Subestrato
Inferior
ρ
z
Capa Densa, ρD
Capa Gel,ρG
Capa Ligera, ρL
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
441
Figura VIII.19(a). Estado inicial del
perfil de densidad del sistema fluido.
Figura VIII.19(b). Estado inicial del
perfil térmico del estrato atmosférico
seleccionado.
Figura VIII.19(c). Estado inicial del
perfil de temperatura potencial del
estrato atmosférico seleccionado.
Figura VIII.20(a). Evolución del
perfil de densidad del sistema fluido.
Figura VIII.20(b). Evolución del
perfil térmico del estrato atmosférico
seleccionado.
Figura VIII.20(c). Evolución del
perfil de temperatura potencial del
estrato atmosférico seleccionado.
Figura VIII.21(a). Estado intermedio
del perfil de densidad del sistema
fluido experimental.
Figura VIII.21(b). Estado intermedio
del perfil térmico del estrato
atmosférico seleccionado.
Figura VIII.21(c). Estado intermedio
del perfil de temperatura potencial
del estrato atmosférico seleccionado.
Figura VIII.22(a). Estado final del
sistema fluido con 3 perfiles: estable
no uniforme ( ), estable uniforme ( )
y homogéneo ( ).
Figura VIII.22(b). Estado final del
perfil térmico del estrato atmosférico
seleccionado caracterizado por su
estabilidad.
Figura VIII.22(c). Estado final del
perfil de temperatura potencial del
estrato atmosférico seleccionado
para visualizar mejor la estabilidad.
ρ
z
z
z
z
T
z
T
z
T
z
T
z
Capa Densa, ρD
Capa Gel,ρG
Capa Ligera, ρL
θ
z
ρ
ρ
Subestrato
Superior
Subestrato
Inferior
θ
z
θ
z
θ
z
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
441
completa, se obtiene una estratificación estable que ocupa todo el espesor de la capa
ligera original (línea discontinua roja de la figura VIII.22(a)).
Si la mezcla no es completa, la mencionada estratificación estable no ocupará
todo el espesor de la capa ligera inicial y esto es lo que ocurre en la práctica
experimental (línea continua negra de la figura VIII.22(a)). Además, existe otra
posibilidad que surge como consecuencia de que el proceso de mezcla produzca una
capa mezclada homogénea (línea discontinua marrón de la figura VIII.22(a)).
La descripción de la evolución del modelo de laboratorio que acabamos de
presentar se basa en la observación experimental y en el estudio posterior que de la
misma se ha realizado. Puesto que dicho modelo de laboratorio representa
experimentalmente a una situación atmosférica real (figura VIII.4) es posible
plantear como propuesta una evolución para los estratos atmosféricos seleccionados
que sea análoga al desarrollo del sistema fluido experimental. Por ello, se considera
como hipótesis que los estratos atmosféricos seleccionados han de alcanzar una
situación final que presente una estructura semejante a la del estado final del sistema
fluido experimental desde el punto de vista del tipo de la estratificación (figura
VIII.22(a)). Dado que la evolución experimental del modelo de laboratorio conduce a
un estado estable estáticamente, entonces los estratos atmosféricos inicialmente
seleccionados dentro de un sondeo han de evolucionar hacia situaciones que sean
esencialmente estables. La figura VIII.22(b) muestra el aspecto del estado final de un
estrato atmosférico que se caracteriza por la aparición de estabilidad estática.
La evolución hipotética de las inestabilidades aisladas atmosféricas se
muestra en la serie de figuras desde la VIII.19(b) hasta la VIII.22(b). En dichas
figuras se muestra la recta adiabática mediante líneas negras y el estado del perfil
térmico correspondiente al estrato atmosférico mediante una línea azul. Las figuras
VIII.19(c) a VIII.22(c) muestran el perfil térmico de la temperatura potencial θ y su
posterior evolución correspondientes al estrato atmosférico seleccionado en la figura
VIII.19(b). La utilización de esta temperatura permite apreciar más fácilmente la
modificación de la estabilidad estática de los distintos subestratos según se desarrolla
el proceso.
Esta analogía permite establecer el siguiente proceso hipotético para el
desarrollo de las inestabilidades aisladas presentes en la estratificación atmosférica.
La figura VIII.19(b) muestra el estado inicial de un estrato atmosférico que
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
442
representa una inestabilidad aislada. El subestrato superior es más inestable y debería
sufrir un proceso de convección, descendiendo hasta alcanzar y mezclarse con el
subestrato inferior. Las figuras VIII.20(b) y VIII.21(b) muestran este proceso de
descenso y mezcla que se representa mediante la disminución del tamaño del perfil
hasta su completa desaparición cuando todo el subestrato superior se haya mezclado
como muestra la figura VIII.22(b). A la vez que tiene lugar el anterior proceso, el
subestrato inferior se vuelve cada vez más estable como consecuencia de la mezcla
como muestran las figuras VIII.21(b) y VIII.22(b). Finalmente, la evolución finaliza
cuando el subestrato inferior queda en una situación de estabilidad estática.
La evolución de un estrato atmosférico hacia su estado final si ha de ser
semejante a la del sistema fluido experimental, entonces habrá de caracterizarse por
ser una convección gravitatoria pura. Esto implica que los subestratos que componen
el estrato en cuestión han de desplazarse de una determinada forma como indican las
figuras VIII.23 a VIII.25. El motivo es que la evolución del sistema fluido
experimental es tal que la capa densa desciende por su inestabilidad gravitatoria,
atraviesa la capa de gel hasta alcanzar la capa ligera y mezclarse con ella.
Simultáneamente, el estrato de gel se eleva ligeramente sin sufrir mezcla alguna y la
capa ligera desaparece parcialmente como consecuencia del proceso de mezcla con la
capa densa y se genera una capa mezclada estratificada establemente. La capa densa
desaparece por completo.
Por tanto, el desplazamiento de los subestratos o puntos que componen un
estrato atmosférico ha de ser de forma tal que el punto 1 siempre descienda por
debajo de los puntos 2 y 3 los cuales han de mantener siempre su posición relativa
con apenas modificación del espesor del subestrato que forman y con una ligera
elevación del mismo (figuras VIII.23 a VIII.25). Además, el punto 4 y el punto 1
deberían teóricamente situarse en la parte inferior del estrato atmosférico si éste ha
alcanzado su estado final (figura VIII.25). Por otra parte, si se alcanza un estado
intermedio los puntos mantienen las posiciones mostradas en el estado inicial y surge
un nuevo punto, el 4’, que delimita el cambio del tipo de estabilidad estática (figura
VIII.24).
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
443
Figura VIII.23. Estado inicial de
una inestabilidad aislada
atmosférica con la identificación
de los puntos que componen sus
subestratos.
Figura VIII.24. Desplazamientos
de los subestratos y de sus
puntos identificativos durante el
proceso que si finaliza aquí
genera un estado intermedio.
Figura VIII.25. Estado final al
que debería llegar la
inestabilidad aislada de la figura
VIII.22. Se observa la nueva
disposición de los subestratos.
Otra característica a tener en cuenta es que los espesores de los subestratos
han de modificarse de forma adecuada, así como el tamaño global. El espesor del
subestrato delimitado entre los puntos 2 y 3 se han mantener aproximadamente. El
espesor del subestrato comprendido entre los puntos 1 y 2 ha de desaparecer a lo
largo de la evolución adicionándose al espesor del subestrato definido por los puntos
3 y 4.
Este comportamiento corresponde a un movimiento de convección
gravitatoria pura en el estrato atmosférico y, por ello, el desplazamiento de los puntos
ha de ser el anteriormente descrito. De esta forma, surge un primer criterio para
descartar algunos de los estratos atmosféricos inicialmente seleccionados porque no
tienen la evolución adecuada y no se reestructuran según lo expuesto en las figuras
VIII.23 a VIII.25.
A modo de ejemplo, se muestra el microestrato atmosférico de la figura
VIII.26 que fue seleccionado en un principio pero cuyo desarrollo no es adecuado
por lo que queda finalmente descartado. La figura VIII.27 muestra por medio del
perfil de la temperatura potencial, la típica distribución térmica que caracteriza a las
inestabilidades aisladas que buscamos en la estratificación atmosférica. A partir de su
evolución, es evidente la inversión en las posiciones de los puntos 2 y 3 que debían
mantener su posición relativa (figura VIII.28). Además, se observa la presencia de
inestabilidad en la parte superior del estrato (figura VIII.28).
•
•
T
z
T
z
T
z 1
•
•
•
•
4
2
3
1
2
3
4’•
•
2
3•
4 4,1
•
2
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
444
1 5 . 2 5 1 5 . 3 0 1 5 . 3 5 1 5 . 4 0 1 5 . 4 5
8 8 0
8 8 5
8 9 0
8 9 5
9 0 0
z ( m )
T ( º C )
Figura VIII.26. Estado inicial de un microestrato atmosférico correspondiente a una inestabilidad
aislada. Se muestra por medio del perfil térmico vertical asociado.
2 9 4 . 4 8 2 9 4 .5 0 2 9 4 .5 2 2 9 4 .5 4 2 9 4 .5 6 2 9 4 .5 8
8 8 0
8 8 5
8 9 0
8 9 5
9 0 0
z ( m )
θ ( K )
Figura VIII.27. Estado inicial de un microestrato atmosférico mostrado por medio de su perfil vertical
en temperatura potencial θ .
2 9 4 . 5 0 2 9 4 . 5 1 2 9 4 . 5 2 2 9 4 . 5 3 2 9 4 . 5 4 2 9 4 . 5 5 2 9 4 . 5 6
8 1 0
8 2 0
8 3 0
8 4 0
8 5 0
z ( m )
θ ( K )
Figura VIII.28.Estado final del microestrato atmosférico seleccionado en la figura VIII.26 que se
muestra mediante su perfil vertical en temperatura potencial θ.
1
2
3
4
1
2
3
4
1
4
3
2
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
445
La estructura que se muestra en la figura VIII.19(b) correspondiente al estado
inicial de un estrato atmosférico es fácilmente identificable a través del análisis del
comportamiento general del sondeo termodinámico, que es el caso de los
macroestratos (figuras VIII.6 y VIII.7), y también se identifica en estratos pequeños
o microestratos (figuras VIII.9 y VIII.11) que son más difíciles de obtener a partir del
propio sondeo. Sin embargo, la estructura del estado final al que llega un estrato
atmosférico no es tan fácilmente detectable a partir del sondeo. El motivo es la
indeterminación en la localización de la altura final que alcanzan cada uno de los
subestratos tras la evolución del estrato atmosférico. Otro problema es el
desconocimiento de la velocidad vertical con la que se desplazan dichos subestratos.
Adicionalmente, también se desconoce el tiempo teórico requerido para desde el
estado inicial alcanzar el final porque la velocidad vertical es desconocida.
Como herramienta auxiliar que podría ayudar a determinar la posición final
que debe alcanzar un estrato atmosférico inicialmente seleccionado se utiliza el
concepto de desplazamiento de Thorpe que se describirá en el apartado VIII.4.3. Esta
magnitud permite analizar la reestructuración de los estratos atmosféricos
seleccionados en el ascenso de un sondeo. Este fenómeno de ordenación hace que los
estratos tiendan hacia la estabilidad alcanzando su posición apropiada.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
447
VIII.4.3 LOS DESPLAZAMIENTOS DE THORPE
El estudio de la evolución temporal de los estratos atmosféricos seleccionados
se facilita mediante la evaluación de los desplazamientos de Thorpe (Dillon, 1982;
Itsweire, 1984). Estos desplazamientos representan las distancias que tienen que
recorrer los distintos subestratos iniciales para reestructurarse hasta alcanzar una
situación de estabilidad estática siendo ésta la evolución que se ha observado en los
experimentos de mezcla turbulenta realizados en el laboratorio. Es decir, el descenso
siempre tiende a la estabilización del sistema.
Los desplazamientos de Thorpe se utilizan con dos objetivos. Por una parte,
su perfil vertical proporciona una verificación de la selección de los estratos
atmosféricos elegidos inicialmente mediante el criterio de la estabilidad estática
(apartado VIII.4.1). Por otra parte, dado el estado inicial de un estrato atmosférico
seleccionado es preciso encontrar y estudiar su estado final correspondiente. El
desarrollo temporal de los estratos atmosféricos, tanto micro- como macro-, ha de ser
tal que los subestratos componentes tienen que ascender y descender de forma
adecuada para que su evolución sea acorde con la de una convección gravitatoria
pura (apartado VIII.4.2). Por tanto, hay que saber hasta dónde descienden o
ascienden los subestratos de un estrato atmosférico seleccionado en el ascenso del
sondeo. Con este objetivo se calculan y aplican los desplazamientos de Thorpe.
Hay que tener en cuenta que aquellos subestratos que ascienden tienen una
gran probabilidad de hacerlo por efecto térmico y este comportamiento no es válido
según los objetivos del presente trabajo. Aquellos subestratos que descienden pueden
hacerlo por efecto convectivo y éste es el fenómeno que nos interesa considerar por
lo que la selección del estado final de los estratos atmosféricos que se realiza en el
descenso del sondeo ha de tener en cuenta estas circunstancias a la hora de identificar
dicho estado final como ha puesto de manifiesto el apartado VIII.4.2.
Este método de los desplazamientos de Thorpe se utiliza normalmente en las
medidas relativas a la microestructura oceánica y, últimamente, también se está
aplicando a medidas de laboratorio. En el presente trabajo nos proponemos realizar
una traslación de esta técnica a los sondeos atmosféricos que hemos utilizado con el
objetivo de mejorar el análisis de los estratos seleccionados. La aplicación de este
método al caso atmosférico requiere la utilización de la variable temperatura en lugar
de la densidad. El motivo es que los sondeos atmosféricos suministran perfiles
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
448
térmicos verticales. Además, la atmósfera globalmente y en grandes capas está
estratificada establemente, es decir, el perfil de la densidad es estable y monótono.
El investigador Thorpe desarrolló un método que permite evaluar la escala de
longitud vertical asociada a un vuelco o inversión de densidad (“overturn”) que
aparezca en un flujo fluido turbulento y estratificado, siendo útil en el análisis de los
perfiles verticales de densidad. Esta técnica es válida para flujos que sean
homogéneos horizontalmente. Dado un perfil vertical de densidad ρ(z), una parte de
este perfil puede presentar inversiones de densidad que son gravitacionalmente
inestables y que hacen que dicho perfil no sea monótono. El método de Thorpe
consiste en reestructurar el perfil inicial de densidad de modo que cada parcela fluida
alcance una posición final en la que esté en una situación estáticamente estable. Por
tanto, esta técnica reordena el perfil de densidad que puede contener inversiones y lo
transforma en un perfil estable monótonamente que no presenta inversiones. Las
distancias d(z) que cada partícula fluida ha de ser desplazada para lograr este objetivo
se conocen como desplazamientos de Thorpe (Dillon, 1982).
Figura VIII.29. Perfil de densidad hipotético que
muestra algunas inversiones de densidad. Las
flechas indican la dirección en la que cada
partícula fluida debe moverse para generar un
perfil estable estáticamente.
Figura VIII.30. Desplazamientos de Thorpe
correspondientes al perfil de densidad de la figura
VIII.29 obtenidos como resultado de la
reordenación de dicho perfil. Los desplazamientos
son positivos para los movimientos ascendentes y
negativos para los descendentes.
ρ
z z
LT
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
0 ρn
zn
zm
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
449
Consideremos la figura VIII.29 que representa un perfil de densidad con n
niveles en los que se ha medido la densidad ρn a una altura observada zn. Si la parcela
fluida correspondiente al nivel zn debe desplazarse hasta la altura zm para generar un
perfil estable, entonces el desplazamiento de Thorpe correspondiente es (Dillon,
1982):
( ) nm zzzd −= (8.30)
Si cada uno de los niveles tiene diferente densidad, entonces el conjunto de
desplazamientos de Thorpe es único. Por otra parte, en la mayoría de los casos estos
desplazamientos apenas dependen del tipo de reordenación, es decir, del algoritmo
utilizado para ordenar. El presente trabajo ha utilizado un algoritmo del tipo burbuja
que inicia el proceso de ordenación a partir del nivel inferior del perfil térmico.
Las inversiones de densidad pueden o no ser identificadas con claridad en el
perfil vertical de la densidad, pero se corresponden con la presencia de un patrón
definido en forma de Z en el perfil de los desplazamientos de Thorpe. Por ello, estos
desplazamientos de Thorpe son útiles como ayuda visual para definir la extensión
vertical de algunos sucesos de mezcla como, por ejemplo, perturbaciones de gran
tamaño que tienen lugar en capas de mezcla superficiales. Los remolinos que
conllevan importantes inversiones se caracterizan por presentar unos límites superior
e inferior bien delimitados con mezcla intensa en su interior (Dillon, 1982; Itsweire,
1984). La figura VIII.30 representa los desplazamientos de Thorpe correspondientes
al perfil de densidad de la figura VIII.29 obtenidos como resultado de la
reordenación de dicho perfil. Se observa un patrón en forma de Z. Los
desplazamientos son positivos para los movimientos ascendentes y negativos para los
descendentes.
Se definen dos escalas de Thorpe a partir del valor máximo y de la desviación
cuadrática media de los desplazamientos de Thorpe cuyas expresiones son,
respectivamente, las siguientes (Itsweire, 1984):
( ) ( )[ ]zdL MAXT max= (8.31)
( ) ( ) 2
1
2 zdL rmsT = (8.32)
La escala (LT)max representa el tamaño de la inversión más grande que puede
tener lugar cuando los efectos de la flotabilidad sean despreciables. La escala (LT)rms
caracteriza al movimiento turbulento porque es proporcional al tamaño medio de los
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
450
remolinos turbulentos siempre que el gradiente horizontal de densidad sea mucho
menor que el vertical. Por ello, se elige la expresión (8.32) como la definición de la
escala de Thorpe LT, que se empelará en el presente trabajo, antes que la del
desplazamiento máximo porque los sondeos utilizados son verticales exclusivamente.
A continuación, presentamos un ejemplo del análisis del perfil vertical de
temperatura correspondiente a un sondeo termodinámico. La figura VIII.31 muestra
a la izquierda el perfil térmico real correspondiente a la temperatura potencial θ que
ha sido obtenido a partir de los datos del sondeo. Se muestra la temperatura potencial
en lugar de la temperatura normal porque la primera permite observar más fácilmente
el tipo de estratificación. A simple vista es posible observar con cierta dificultad la
existencia de diversas inestabilidades aisladas o estratos con inversiones (por
ejemplo, en algo más de 800 m). La figura VIII.31 muestra a la derecha los
desplazamientos de Thorpe LT correspondientes al anterior perfil térmico y
calculados como se ha descrito anteriormente. A partir de esta figura se hace mucho
más evidente la existencia de inversiones, es decir, que el perfil térmico no es
monótono. En concreto, se observa claramente el patrón en forma de Z que se sitúa
en algo más de 800 m correspondiente a la presencia de uno de estos estratos.
Figura VIII.31. La representación de la izquierda muestra un perfil térmico vertical en el que pueden
observarse algunas posibles inversiones u overturns. La representación de la derecha muestra los
desplazamientos de Thorpe asociados al perfil térmico, observándose los patrones en forma de Z.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
451
El conocimiento de los desplazamientos de Thorpe LT permite obtener el
perfil térmico estable correspondiente al perfil térmico real que se deduce aplicando
el valor del desplazamiento de Thorpe a cada nivel. Es decir, a cada altura z en la que
existe una medida del sondeo se le suma o se le resta el desplazamiento de Thorpe
correspondiente según que sea positivo o negativo, respectivamente. De esta forma,
se obtiene una estabilización del perfil térmico real obtenido durante el ascenso del
sondeo atmosférico. Este perfil estabilizado no tiene porque coincidir con el perfil
térmico correspondiente al descenso del mismo sondeo. La figura VIII.32 muestra a
la izquierda el perfil térmico real en temperatura potencial mientras que a la derecha
se muestra el correspondiente perfil térmico estable o estabilizado obtenido tras la
aplicación de los desplazamientos de Thorpe. Este tipo de representación gráfica
permite apreciar y verificar el resultado del proceso de reordenación del perfil
térmico real llevado a cabo por los desplazamientos de Thorpe.
Figura VIII.32. La representación de la izquierda muestra el perfil térmico real en temperatura potencial.
La gráfica de la derecha muestra el correspondiente perfil térmico estable o estabilizado obtenido tras la
aplicación de los desplazamientos de Thorpe.
Como se acaba de mencionar, la posición a la que llega la altura z de los
distintos niveles del perfil térmico correspondiente al ascenso se obtiene aplicando el
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
452
desplazamiento de Thorpe de modo que en función de su signo se suma o se resta a
la altura z. Por otra parte, la temperatura que se muestra en el perfil térmico
estabilizado es la misma que la que había en cada nivel del perfil térmico real del
ascenso siendo la diferencia que ahora se encuentra en otra altura diferente (figura
VIII.32).
El presente trabajo utiliza los desplazamientos de Thorpe porque permiten
determinar cuál sería la posición final hacia la que debería evolucionar el estrato
atmosférico inicialmente seleccionado en el ascenso del sondeo y que presenta las
inestabilidades o inversiones buscadas. El motivo es que los desplazamientos de
Thorpe proporcionan un procedimiento de reordenación de un perfil térmico con
inestabilidades de modo que el perfil resultante es estable o tiende hacia la
estabilidad como sucedía en los experimentos de mezcla turbulenta (capítulo IV).
El estado final asociado a un estrato atmosférico inicialmente seleccionado ha
de encontrarse en el descenso del sondeo termodinámico porque éstos son los únicos
datos de que se dispone.
Este procedimiento plantea una serie de inconvenientes. El primer problema
es la determinación de la temperatura correspondiente a los puntos o alturas que
constituyen el estado final de los estratos atmosféricos inicialmente seleccionados
porque los desplazamientos de Thorpe no proporcionan la temperatura final sino que
sólo indican a dónde se van los distintos puntos que constituyen el estrato inicial. La
temperatura correspondiente al estado final se obtiene mediante el siguiente
procedimiento. El método consiste en seleccionar la temperatura correspondiente a
las alturas obtenidas tras aplicar los desplazamientos de Thorpe al estrato
seleccionado en el descenso del sondeo. Sin embargo, la altura así obtenida es
probable que no se encuentre en la rama descendente del sondeo y, por tanto, no se
tenga medida de la temperatura correspondiente. Por ello, a esta temperatura final se
le asigna un valor promedio entre la temperatura de la altura anterior y la de la altura
posterior existentes en el sondeo de descenso.
Otro problema adicional es que se ha observado que los niveles o alturas del
sondeo del descenso están más calientes (o más fríos) que los del ascenso porque ha
tenido lugar un calentamiento (o enfriamiento) durante el tiempo que tardaban en
realizarse los sondeos completos. Este fenómeno se observa mediante la simple
inspección de los sondeos termodinámicos y se verifica mediante los datos de
temperatura máxima y temperatura mínima correspondientes a los días en los que se
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
453
han realizado los sondeos. Estos últimos datos han sido suministrados por Dña.
Emilia Bonet.
Un último problema está en relación con el procedimiento de obtención de la
rama descendente del sondeo termodinámico. Al bajar el globo cautivo se registra el
descenso del sondeo, pero no se puede saber si en ese momento la evolución del
estrato atmosférico inicialmente seleccionado se ha completado o no, es decir, si se
ha alcanzado o no el estado final que debería alcanzarse según el modelo propuesto
en la figura VIII.22(b). Por tanto, no se puede decidir si la rama descendente del
sondeo proporciona o no este estado final para el estrato atmosférico seleccionado en
el ascenso. El motivo es que sería necesario conocer la velocidad con la que
desciende las partículas atmosféricas constituyentes del estrato inicial. Esta velocidad
de descenso no se ha registrado mediante el sondeo termodinámico ni se puede
deducir a partir de cálculos de tiempo. La posición final de cada uno de los niveles
que constituyen el estado final de macroestrato atmosférico se obtiene aplicando los
desplazamientos de Thorpe a las alturas de dicho macroestrato.
Por otra parte, recordemos que el tiempo transcurrido entre el estado inicial y
el final del sistema fluido experimental es un dato de fácil medida. Además,
transcurrido este tiempo necesario para la evolución del sistema experimental éste
alcanza un estado final cuya distribución de densidad viene dada por la figura
VIII.22(a) (línea negra). Sin embargo, el intervalo temporal equivalente en el caso
atmosférico, es decir, en el caso de la evolución de los estratos atmosféricos desde
estado inicial al final no está disponible. Como mucho, lo único que se tiene es la
diferencia temporal existente entre los sondeos del ascenso y los del descenso
registrados en las correspondientes campañas. El tiempo transcurrido entre el ascenso
y el descenso pertenecientes a un sondeo real oscila entre algunos segundos y
aproximadamente 20 minutos. No tenemos la garantía de que transcurridos los
intervalos temporales reales, el estado final de los estratos atmosféricos inicialmente
seleccionados se corresponda en realidad con la evolución descrita en las figuras
VIII.19(b) a VIII.22(b) equivalente al proceso del laboratorio.
Por tanto, sólo tenemos capacidad para determinar el estado inicial del estrato
atmosférico seleccionado, pero no podemos saber si el estrato que encontramos en el
descenso corresponde al estado final asociado porque no conocemos si el tiempo
requerido, que denominamos tiempo teórico tTeórico, para llegar a dicho estado ha
transcurrido en el momento en que el globo cautivo registra el sondeo de descenso.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
454
Si el tiempo que ha pasado es menor que el requerido teóricamente, entonces no
encontraremos el estado final sino un estado intermedio (figura VIII.21(b)). Sólo si la
diferencia temporal entre el ascenso y el descenso del sondeo es igual al tiempo
teórico encontraremos el estado final verdadero.
Por tanto, para que dichos desplazamientos pudieran ser identificados
correctamente en los sondeos de descenso, los tiempos reales deberían coincidir con
el tiempo transcurrido para la reordenación o tiempo teórico. Sólo si dispusiéramos
de medidas de la velocidad vertical podríamos determinar los tiempos teóricos y
compararlos con el tiempo transcurrido entre el ascenso y el descenso.
Al no saber si el tiempo transcurrido entre el ascenso y el descenso del
sondeo, o tiempo real tReal, es suficiente para que el estrato atmosférico inicialmente
seleccionado se reestructure se ha presupuesto que sí como hipótesis, pero
considerando que no tenemos la seguridad suficiente y que, por ello, las temperaturas
que asignamos a las alturas del estado final pueden no ser las correctas.
Recordemos que los estratos atmosféricos inicialmente seleccionados a partir
de un sondeo termodinámico son de dos tipos: los microestratos, que suelen ser
estratos situados en altura o flotantes y los macroestratos que suelen iniciarse en el
nivel de la superficie terrestre, es decir, están pegados al suelo. Este problema que
acabamos de describir es especialmente importante en el caso de los microestratos
flotantes porque nunca podremos saber dónde se ha situado realmente el primer
subestrato (el más inferior) en el descenso aunque se sepa teóricamente cuál debería
ser su posición final. Los microestratos atmosféricos, que deben evolucionar según
las figuras VIII.19(b) a VIII.22(b), no han podido ser utilizados por no tener una
herramienta que determine en qué posición se encontrarán en cada instante.
Por otra parte, los macroestratos que comienzan en la superficie terrestre se
caracterizan porque sus descensos pueden ser aceptablemente identificados debido a
que el suelo es una frontera inferior infranqueable, es decir, se sabe dónde estaban al
inicio y al final. Por tanto, el estado inicial de los macroestratos si se reestructuran
por efecto gravitatorio lo hacen sin moverse de su sitio porque el suelo es una barrera
impenetrable y, por tanto, el problema anteriormente planteado no existe porque se
sabe cuál es la posición final del primer subestrato con toda seguridad. En el caso de
los macroestratos persiste aún la duda de si el tiempo pasado conducirá a la
reordenación del estado inicial según los desplazamientos de Thorpe que genere un
estado final (figura VIII.22(b)) o nos vamos a encontrar con estados intermedios
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
455
(figuras VIII.21(b)) si los estratos no han finalizado completamente los
desplazamientos que les llevan a alcanzar la estabilidad. Por ello, tampoco en este
caso sé si el tiempo real tReal es igual o mayor o menor que el tiempo teórico tTeórico
ligado a los desplazamientos de Thorpe. Si se verifica que tReal=tDescenso – tAscenso ≥
tTeórico entonces sé seguro que se ha obtenido un estado final. Entonces se procede
buscando en el descenso del sondeo la recolocación según los desplazamientos de
Thorpe de los macroestratos atmosféricos seleccionados inicialmente; si encuentro
una situación completamente estable, entonces tengo un estado final para la
evolución del macroestrato, y si no encuentro ese tipo de reestructuración, tengo un
estado intermedio lo que significa que cuando el globo cautivo desciende aún no se
ha llegado al final de la evolución.
Por todo ello, queda descartado el estudio de la evolución de los microestratos
y a partir de este momento sólo se analizarán los macroestratos. El apartado VIII.5.1
mostrará las evoluciones de los macroestratos atmosféricos definitivamente
seleccionados, tanto los que han alcanzado el estado final como otros que llegan a
estados intermedios.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
456
VIII.5 EL PROCESO ATMOSFÉRICO
La obtención del estado final, caracterizado por la estabilidad estática, a
través de los desplazamientos de Thorpe implica un intervalo temporal entre el
estado inicial y el final del que no tenemos ninguna referencia porque la tecnología
usada no proporciona información sobre la velocidad vertical. Por ello, la evolución
temporal real de los estratos atmosféricos seleccionados puede conducir a un estado
final previsto por los desplazamientos de Thorpe, o bien, puede conducir a un estado
intermedio de la evolución. Sin embargo, si los estratos atmosféricos seleccionados
parten del nivel del suelo es posible analizar su evolución tanto si se ha alcanzado el
estado final como si se encuentran en un estado intermedio. El motivo es que al ser el
proceso físico de tipo convectivo descendente la superficie terrestre constituye una
frontera infranqueable que obliga a mantener la estructura a partir de él y hacia
arriba.
16 18 20 22 24 26
200
400
600
800
1000
1200
1400
Perfil Térmico
Macroestrato Atmosférico
Recta Adiabática
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.33. Macroestrato atmosférico que presenta la distribución térmica propia de una
inestabilidad aislada y que se sitúa en altura por lo que es calificado como de macroestrato flotante.
Como se ha descrito en el apartado VIII.4.3, el estudio de la evolución de los
macroestratos atmosféricos que se plantea no se realiza con estratos situados a cierta
altura dentro del perfil térmico, que, por ello, se denominan como macroestratos
flotantes como muestra la figura VIII.33. Al contrario, el análisis de dicha evolución
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
457
se realiza a partir de estratos cuyo origen se sitúa en la superficie terrestre como el de
la figura VIII.34. Se elige esta opción porque bajo estas circunstancias el descenso
del macroestrato tiene un barrera y no es necesario conocer la velocidad de descenso
de los subestratos. En este caso, se sabe de antemano dónde estarán los macroestratos
atmosféricos seleccionados inicialmente después de la evolución y no necesito
aplicar los desplazamientos de Thorpe para hallar su posición final.
27 .2 27 .4 27 .6 27 .8 2 8 .0 28 .2 2 8 .4 28 .6 28 .8 29 .0 29 .2 29 .4 29 .6
25 0
30 0
35 0
40 0
45 0
50 0
P erfil Térm ico
M acroestra to A tm osférico
R ecta A diabá tica
z (m )
T (ºC )
Figura VIII.34. Macroestrato atmosférico con la distribución térmica propia de una inestabilidad
aislada y cuyo origen se sitúa en la superficie terrestre.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
458
VIII.5.1 LA EVOLUCIÓN DE LOS MACROESTRATOS
ATMOSFÉRICOS
Los estratos atmosféricos finalmente seleccionados son aquellos estratos que
resultan de aplicar el criterio de selección descrito en el apartado VIII.4.1 y que
solventan los problemas descritos en los apartados VIII.4.2 y VIII.4.3. A partir del
notable número de estratos analizados, al final sólo se han considerado como válidos
un escaso número de ellos debido a la gran cantidad de fenómenos que están
coexistiendo (enfriamientos, calentamientos, cizallas, posible advección de masas de
aire, aportes energéticos de cambio de estado procedentes del embalse cercano a la
zona de medida, etc.). De hecho, este apartado presenta la situación inicial y la final
de los 4 macroestratos atmosféricos aceptados observados en los sondeos a partir del
ascenso y del descenso. La situación inicial se corresponde con el estado inicial de la
figura VIII.19(b). La situación final puede corresponderse con un estado final (figura
VIII.22(b)) o con un estado intermedio (figura VIII.21(b)). Como se ha mencionado
anteriormente, estos estratos se corresponden con macroestratos atmosféricos que se
inician a partir de la superficie terrestre.
El primer macroestrato atmosférico pertenece al sondeo H0960894 realizado
a las 9 horas solares. La figura VIII.35 muestra la situación inicial del macroestrato
que coincide con lo que hemos denominado estado inicial mediante su perfil térmico
vertical La figura VIII.36 muestra el perfil vertical en temperatura potencial asociado
a esta situación inicial. La figura VIII.37 representa el perfil térmico asociado a la
situación final que se corresponde con un estado intermedio de evolución del sistema
porque la reestructuración del macroestrato no ha terminado. Este sondeo ha sido
realizado a partir de una hora en que empieza a existir un calentamiento atmosférico
importante por lo que es posible que exista convección térmica ascensional
superpuesta al efecto gravitatorio de la inestabilidad de la estratificación. Esta
situación ha sido observada en otros casos no seleccionados a causa de que el efecto
ascensional ha enmascarado en exceso la evolución gravitatoria de la inestabilidad de
estratificación. Por ejemplo, si las parcelas de aire ascendiesen por efecto de la
temperatura, entonces en la zona inferior del estrato aparecería un vacío que por
efecto de la presión se impediría; esta evolución habría enmascarado el efecto
buscado incluso hasta hacerlo desaparecer.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
459
21.0 21.5 22.0 22.5 23.0 23.5 24.0 24.5
250
300
350
400
450
500
Estado Inicial
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.35. Estado inicial de un macroestrato atmosférico representado por su perfil térmico
vertical y que se corresponde con la figura VIII.19(b).
296.8 297.0 297.2 297.4 297.6 297.8 298.0
250
300
350
400
450
500
Estado Inicial
z (m)
θ (Κ)
Figura VIII.36. Estado inicial de un macroestrato atmosférico de la figura VIII.35 representado por su
perfil vertical de temperatura potencial lo que permite apreciar con más claridad la distribución
inestable-estable-inestable.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
460
El segundo macroestrato atmosférico pertenece al sondeo H1860794
realizado a las 18 horas solares. La figura VIII.39 muestra el estado inicial del
macroestrato mediante su perfil vertical térmico mientras que la figura VIII.41
22.0 22.5 23.0 23.5 24.0 24.5 25.0 25.5
250
300
350
400
450
500
Estado Intermedio
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.37. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.35 representada por su
perfil térmico vertical. Se corresponde con un estado intermedio según la figura VIII.21(b).
297.8 298.0 298.2 298 .4 298.6 298.8
250
300
350
400
450
500
E stado In te rm ed io
z (m )
θ (Κ )
Figura VIII.38. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.35 representada por su
perfil vertical en temperatura potencial para observar mejor la estructura térmica del estado intermedio
al que se corresponde.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
461
representa la correspondiente situación final que puede ser comparable a una
situación intermedia de la evolución del sistema de laboratorio. Este sondeo se ha
registrado cuando ha cesado el calentamiento atmosférico y, de hecho, empieza a
predominar el enfriamiento por lo que no es muy probable que exista convección
térmica ascensional.
28.0 28.2 28.4 28.6 28.8 29.0 29.2 29.4
255
270
285
300
315
330
345
Estado Inicial
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.39. Estado inicial de un macroestrato atmosférico representado por su perfil térmico
vertical y que presenta la estructura de la figura VIII.19(b).
302.1 302.2 302.3 302.4 302.5
260
280
300
320
340
360
Estado Inicial
z (m)
θ (Κ )
Figura VIII.40. Estado inicial del macroestrato atmosférico de la figura VIII.39 representado por su
perfil vertical de temperatura potencial. De esta forma, se aprecia con más claridad la distribución
inestable-estable-inestable.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
462
27.6 27.8 28.0 28.2 28.4
260
280
300
320
340
360
Estado Intermedio
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.41. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.39 representada por su
perfil térmico vertical. Se corresponde con un estado intermedio según la figura VIII.21(b).
301.50 301.55 301 .60 301.65 301.70
260
280
300
320
340
360
E stado In te rm ed io
z (m )
θ (Κ )
Figura VIII.42. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.39 representada por su
perfil vertical en temperatura potencial para observar mejor la estructura térmica del estado
intermedio al que se corresponde.
Este fenómeno de enfriamiento se ve corroborado por los datos de
temperaturas máxima y mínima de ese día, además de por las efemérides
astronómicas, observándose que a la hora de realización del sondeo la temperatura ya
ha comenzado a disminuir por ausencia de calentamiento solar. Por estos motivos, es
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
463
aceptable creer que la evolución del estado inicial del macroestrato seleccionado se
realice, comparativamente a un descenso por efecto gravitatorio en el laboratorio, a
través de un descenso del subestrato de la cima más fría hacia el suelo con la
consiguiente aparición de mezcla turbulenta.
El tercer macroestrato atmosférico pertenece al sondeo H1960894 realizado a
las 19 horas solares (21 horas civiles). La figura VIII.43 muestra el estado inicial del
macroestrato mientras que la figura VIII.45 representa el correspondiente estado
final. De nuevo, durante el registro de este sondeo no existe calentamiento
atmosférico y el enfriamiento empieza a ser predominante. Por ello, no es muy
probable que exista convección térmica ascensional.
2 9 .2 0 2 9 .2 5 2 9 .3 0 2 9 .3 5
2 6 0
2 7 0
2 8 0
2 9 0
3 0 0
3 1 0
3 2 0
3 3 0
3 4 0
E s ta d o In ic ia l
z (m )
T ( ºC )
Figura VIII.43. Estado inicial de un macroestrato atmosférico representado por su perfil térmico
vertical que muestra claramente la estructura de la figura VIII.19(b).
3 0 2 .9 3 0 3 .0 3 0 3 .1 3 0 3 .2 3 0 3 .3 3 0 3 .4 3 0 3 .5
2 6 0
2 7 0
2 8 0
2 9 0
3 0 0
3 1 0
3 2 0
3 3 0
3 4 0
E s ta d o In ic ia l
z (m )
θ ( Κ )
Figura VIII.44. Estado inicial del macroestrato atmosférico de la figura VIII.43 representado por su
perfil vertical de temperatura potencial.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
464
El enfriamiento está verificado por los datos de temperaturas máxima y
mínima de ese día, observándose que la temperatura está disminuyendo a la hora de
realización del sondeo. Por estos motivos, es aceptable considerar que la evolución
del estado inicial del macroestrato seleccionado se realice según un proceso de
convección gravitatoria de laboratorio al igual que en el caso anterior.
28.85 28.90 28.95 29.00 29.05 29.10 29.15
260
280
300
320
340
Estado Final
z (m)
T (ºC)
Figura VIII.45. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.43 representada por su
perfil térmico vertical. Se corresponde con un estado final según la figura VIII.22(b).
302.5 302.6 302.7 302.8 302.9 303.0 303.1
260
270
280
290
300
310
320
330
340
E stado F ina l
z (m )
θ (Κ )
Figura VIII.46. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.43 representada por su
perfil vertical en temperatura potencial para observar mejor la estructura térmica del estado final al
que se corresponde.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
465
El cuarto macroestrato atmosférico pertenece al sondeo H1860894 realizado a
las 18 horas solares. La figura VIII.47 muestra el estado inicial del macroestrato
mientras que la figura VIII.49 representa el correspondiente estado final. De nuevo,
durante el registro de este sondeo no existe calentamiento atmosférico y el
enfriamiento empieza a ser predominante. Por ello, de nuevo, no es muy probable
que exista convección térmica ascensional. El enfriamiento está verificado por los
datos de temperaturas máxima y mínima de ese día, observándose que la temperatura
está disminuyendo a la hora de realización del sondeo. Por estos motivos, es
aceptable considerar que la evolución del estado inicial del macroestrato
seleccionado se realice igual que en el caso tercero según un proceso de convección
gravitatoria semejante al del laboratorio.
2 9 .0 2 9 .5 3 0 .0 3 0 .5 3 1 .0
2 6 0
2 8 0
3 0 0
3 2 0
3 4 0
3 6 0
3 8 0
4 0 0
4 2 0 E s ta d o In ic ia l
z (m )
T ( ºC )
Figura VIII.47. Estado inicial de un macroestrato atmosférico representado por su perfil térmico
vertical que muestra claramente la estructura de la figura VIII.19(b).
3 0 4 .2 5 3 0 4 .3 0 3 0 4 .3 5 3 0 4 .4 0 3 0 4 .4 5
2 6 0
2 8 0
3 0 0
3 2 0
3 4 0
3 6 0
3 8 0
4 0 0
4 2 0 E s ta d o In ic ia l
z (m )
θ ( Κ )
Figura VIII.48. Estado inicial del macroestrato atmosférico de la figura VIII.47 representado por su
perfil vertical de temperatura potencial.
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
466
28.6 28.8 29.0 29.2 29.4 29.6 29.8 30.0
260
280
300
320
340
360
380
400
420 Estado F inal
z (m )
T (ºC)
Figura VIII.49. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.47 representada por su
perfil térmico vertical. Se corresponde con un estado final según la figura VIII.22(b).
303.40 303.45 303.50 303.55 303.60
260
280
300
320
340
360
380
400
420
Estado Final
z (m)
θ (Κ)
Figura VIII.50. Situación final del macroestrato atmosférico de la figura VIII.47 representada por su
perfil vertical en temperatura potencial para observar mejor la estructura térmica del estado final al
que se corresponde.
Los macroestratos atmosféricos aceptados, porque corresponden a un estado
inicial como el de la figura VIII.19(b) equivalente al del sistema fluido experimental
(figura VIII.19(a)), han sido finalmente 4. Las evoluciones correspondientes nos han
llevado hasta 2 situaciones finales del tipo mostrado en la figura VIII.22(b) que son
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
467
los representados en las figuras VIII.45 y VIII.49, y otras dos situaciones intermedias
como las de las figuras VIII.37 y VIII.41 análogas a la representada en la figura
VIII.20(b).
El apartado VIII.3.2 analiza la semejanza entre el modelo de laboratorio y el
fenómeno atmosférico que se corresponde con los macroestratos atmosféricos
finalmente aceptados en el presente apartado. La mencionada semejanza se establece
por medio de la ecuación (8.26) que establece una relación entre la escala temporal
atmosférica y la escala temporal experimental de forma que si se verifica entonces
existirá semejanza.
Este procedimiento se ha escogido porque es fácil la determinación de las
escalas de tamaño tanto en el modelo de laboratorio como en la atmósfera. La escala
de longitud del modelo experimental es la distancia promedio que recorren los
penachos turbulentos desde que emergen de la capa densa hasta que alcanza el fondo
de la capa ligera, es decir,
LGoModelo hhHL ++= (8.33)
cuyo valor promedio es de 0.16 metros.
Por otra parte, recordemos que el fenómeno atmosférico corresponde a los
macroestratos que presentan una distribución térmica como la de la figura VIII.4.
Estos macroestratos han sido seleccionados y analizados en los apartados VIII.4.1,
VIII.4.2 y VIII.4.3. Se deduce que la escala de longitud de la situación atmosférica
equivalente a la del modelo corresponde a la altura promedio de los dos primeros
subestratos que constituyen el macroestrato. Es decir, la escala de tamaño
atmosférico es el valor medio de la distancia recorrida por la atmósfera desde que
emerge de la base del subestrato superior, atraviesa el intermedio y alcanza la
superficie terrestre. El valor promedio de la escala de longitud atmosférica es de 87.5
metros según datos procedentes de los macroestratos finalmente elegidos:
mLAtmósfera 5.87= (8.34)
A partir de las anteriores escalas de longitud se deduce que, en promedio, su
relación es:
002.0=
Atmósfera
Modelo
L
L
(8.35)
Los macroestratos atmosféricos finalmente aceptados han sido 4 cuyas
características se han presentado en este apartado. Para cada uno de estos 4 casos
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
468
atmosféricos se calcula el valor del parámetro adimensional N según la expresión
(8.23) obteniéndose que oscila entre 20 y 30. Entonces, el procedimiento planteado
en el apartado VIII.3.2 se realiza para estos dos valores extremos. Se deduce que para
N=20
ModeloAtmósfera TT 5.101= (8.36)
Y para N=30 se obtiene que:
ModeloAtmósfera TT 5.124= (8.37)
Promediando podemos establecer que las escalas temporales del modelo de
laboratorio y de la situación atmosférica guardan la siguiente relación:
ModeloAtmósfera TT 113= (8.38)
Respecto a la escala temporal del modelo de laboratorio resulta ser el tiempo
medio que tardan los penachos turbulentos en llegar al fondo de la cubeta
experimental. Analizando los experimentos de mezcla turbulenta se obtiene que los
tiempos transcurridos desde que los penachos emergen de la base de la capa densa
hasta que atraviesan todo el espesor de la capa ligera, oscilan entre 1 segundo y 5
segundos. Entonces, según la expresión (8.38), los tiempos atmosféricos
correspondientes están comprendidos entre los 2 minutos y los 10 minutos. Esta
conclusión concuerda aceptablemente bien con los tiempos medidos por medio de los
sondeos termodinámicos que se corresponden con la diferencia temporal existente
entre la rama ascendente y la descendente del sondeo cuyo valor máximo es del
orden de 15 minutos y que representaría el tiempo requerido por el macroestrato para
pasar de su estado inicial a la situación final. Por tanto, el mencionado desfase
temporal es mayor que la escala temporal atmosférica deducida. El resultado es
correcto porque sólo una fracción de la diferencia temporal existente entre el ascenso
y el descenso se dedica al proceso atmosférico de descenso del subestrato superior.
Así pues, la escala temporal atmosférica es menor o aproximadamente del mismo
orden que el desfase temporal entre el ascenso y el descenso de un sondeo por lo que
puede concluirse que el modelo de laboratorio y el fenómeno atmosférico son
comparables y dinámicamente semejantes.
Aceptando la anterior equivalencia dinámica se puede obtener una
aproximación de la velocidad de descenso de los hipotéticos penachos atmosféricos.
La utilización de una relación entre las escalas espaciales y entre las escalas
CAPÍTULO VIII Análisis de las situaciones atmosféricas
469
temporales conduce a una relación entre las escalas de velocidad que es de la forma
siguiente:
2.0=
Atmósfera
Modelo
v
v
(8.39)
donde la escala de velocidad del modelo de laboratorio vModelo se ha obtenido a partir
de las digitalizaciones de los experimentos de mezcla turbulenta y ha sido analizada
en el apartado VI.4.3.
Por tanto, se concluye que los hipotéticos penachos atmosféricos
descenderían con una velocidad que es 5 veces mayor que la velocidad de descenso
de los penachos turbulentos generados experimentalmente.
CAPÍTULO IX
RESUMEN Y CONCLUSIONES
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
470
IX.1 RESUMEN Y CONCLUSIONES GENERALES
El objetivo fundamental del presente trabajo es el estudio de la mezcla
turbulenta producida por convección gravitatoria que se genera por un conjunto de
penachos turbulentos axilsimétricos. Este estudio se ha realizado preferentemente en
un sistema fluido experimental con una distribución de densidad que es inestable,
pero no exclusivamente porque también se han tratado estratificaciones estables e
indiferentes.
Este trabajo de investigación se ha enfocado en dos direcciones. En primer
lugar, se ha realizado una detallada experimentación del fenómeno de mezcla
turbulenta por convección gravitatoria mediante la utilización del modelo de
laboratorio presentado en esta memoria. En segundo lugar, la búsqueda y análisis de
estratos atmosféricos que sean semejantes desde el punto de vista de la
estratificación. Esta última labor ha resultado ser ardua, manifestando las dificultades
del estudio de un fenómeno natural.
Las conclusiones más importantes de esta memoria se exponen a
continuación:
1) Se presenta un nuevo modelo de laboratorio que permite controlar
experimentalmente y estudiar la mezcla turbulenta originada por
convección gravitatoria. Además, permite la generación simultánea de
una serie de penachos turbulentos axilsimétricos. Esta característica del
procedimiento experimental es interesante porque posibilita el estudio
independiente de estos fenómenos fluidos que pueden ser distribuidos con
distintas estructuras. El estudio del comportamiento de penachos
turbulentos es de gran importancia en diversos fenómenos como pueden
ser los fuegos, el acondicionamiento de aire en edificios o las industrias
con múltiples chimeneas.
2) Si la distribución inicial de densidad es inestable, el proceso de mezcla
turbulenta que se genera en el sistema fluido experimental se califica
como de parcial porque la mezcla entre la capa densa y la ligera no es
completa. El motivo es la aparición de los penachos turbulentos que
generan dentro de la capa ligera un volumen cónico en el que no es
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
471
posible la mezcla con la capa densa. Como consecuencia, siempre existirá
una parte de la capa ligera que no participa en el proceso de mezcla.
3) El estado final al que llega el sistema fluido experimental con una
distribución de densidad inestable, se caracteriza por presentar una capa
mezclada estratificada establemente que está delimitada superiormente
por una interfase estable de densidad. Por tanto, se concluye que el
proceso de mezcla no conduce a una situación final indiferente, sino
estable.
4) Si la distribución inicial de densidad es estable o neutra, el proceso de
mezcla también es parcial pero, además, de la influencia de los escasos
penachos turbulentos formados bajo estas condiciones, existe otro factor
determinante: la flotabilidad negativa o nula, respectivamente, no
favorece el desarrollo de los movimientos fluidos, luego la mezcla entre la
capa densa y la ligera.
5) El estado final al que llega el sistema fluido experimental con una
distribución de densidad estable se caracteriza por presentar una pequeña
capa mezclada que se sitúa debajo del estrato de gel CMC y está
delimitada inferiormente por una interfase estable de densidad. Si la
distribución de densidad es neutra, el estado final presenta una capa
mezclada modificable y no bien delimitada.
6) La altura de la capa mezclada hM es el espesor de la capa mezclada y la
posición de la interfase estable de densidad que delimita la capa
mezclada, siendo una medida indirecta de la mezcla que ha tenido lugar.
Se analiza el comportamiento de la altura de la capa mezclada en función
del número de Atwood A, que representa la energía del sistema fluido
debido a la diferencia de densidad que posee. Se concluye que hM
aumenta conforme lo hace el número de Atwood, es decir, la mezcla
aumenta si la energía por flotabilidad crece. Se establece una relación
empírica lineal entre ambas magnitudes que representa el comportamiento
global descrito. Por otra parte, esta altura hM es mayor en aquellos
experimentos realizados con el gel menos viscoso.
7) Los procesos de mezcla bajo condiciones inestables producen las alturas
mayores para la capa mezclada. Además, si la distribución de densidad es
indiferente, la altura de la capa mezclada que es mayor que la que se
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
472
obtiene si la distribución inicial de densidad es estable, siendo ambas
menores que la correspondiente al caso inestable. En general, los
experimentos hechos con el gel menos viscoso presentan alturas de la
capa mezclada que son mayores que las de los experimentos realizados
con el gel más viscoso.
8) La eficiencia de mezcla η representa aquella fracción de la energía
suministrada al sistema fluido que se emplea para producir mezcla en el
mismo. En el caso inestable, se concluye que la eficiencia de mezcla
aumenta conforme lo hace el número de Atwood A, es decir, al aumentar
la energía por flotabilidad.
9) La eficiencia de mezcla ha sido calculada bajo dos hipótesis consistentes
en considerar que la capa mezclada, primero, es homogénea (eficiencia
homogénea) y, segundo, está estratificada (eficiencia estratificada), que es
la situación real. De esta forma, se comprueba el efecto de la
estratificación concluyéndose que la eficiencia es menor si la capa
mezclada es estratificada.
10) Por otra parte, la eficiencia de mezcla depende de la viscosidad del gel
CMC utilizado, concluyéndose que cuanto más viscoso es este gel tanto
menor es la eficiencia.
11) Los valores de la eficiencia de mezcla obtenidos son pequeños si se
comparan con los correspondientes a una inestabilidad de Rayleigh-
Taylor, que también es una distribución inestable de densidad. Son dos las
causas que están influyendo en este resultado. Por un lado, tenemos el
efecto del estrato de gel CMC que disminuye la eficiencia en un ....%
respecto de los experimentos realizados sin gel.
12) El efecto del estrato de gel CMC no es suficiente para explicar los valores
pequeños de la eficiencia de mezcla. El factor que determina estos valores
es la presencia del conjunto de penachos turbulentos que producen un
volumen cónico no mezclado en el interior de la capa ligera. De esta
forma, al existir un volumen menor para la mezcla, la eficiencia
disminuye notablemente.
13) La eficiencia de mezcla correspondiente a procesos realizados con una
distribución de densidad que es estable tiene un pequeño valor no nulo
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
473
consecuencia de la flotabilidad negativa existente que se opone a
cualquier movimiento relativo entre los fluidos de diferente densidad,
luego dificulta la mezcla entre ellos. Por tanto, se concluye que la
eficiencia asociada al caso estable es mayor que la correspondiente al caso
neutro pero menor que la de la situación inestable. La eficiencia de
mezcla correspondiente al caso neutro es cero porque no existe mezcla
entre los fluidos constituyentes del sistema experimental al tener la misma
densidad.
14) El análisis de la evolución temporal de los perfiles de densidad corrobora
la tendencia hacia la estabilidad durante la evolución del sistema fluido
experimental con una distribución inestable de densidad. Según transcurre
el proceso de mezcla, los perfiles de densidad modifican su pendiente que
pasa de ser positiva a negativa, es decir, evolucionan desde un perfil
inestable hasta otro estable final. La evolución temporal de los perfiles de
densidad se representa mediante el comportamiento de los ajustes lineales
realizados a los mismos y de sus respectivas pendientes.
15) La evolución temporal de la altura de la capa mezclada hM tiene como
objetivo analizar el crecimiento de esta altura a lo largo de la etapa final
del proceso de mezcla turbulenta. A partir de este análisis se concluye que
al iniciarse la formación de la capa mezclada su espesor sufre numerosas
fluctuaciones causadas por la interacción de los penachos turbulentos, de
la corriente de gravedad y los contornos físicos de la cubeta experimental.
Adicionalmente, como consecuencia del crecimiento de una
estratificación estable en el seno del sistema fluido aparecen ondas
internas que, probablemente, sufren procesos de ruptura lo que provoca
más variaciones en la altura de la capa mezclada hM. Según transcurre el
tiempo, la altura hM oscila hasta alcanzar un valor aproximadamente
constante.
16) La altura de la capa mezclada hM se caracteriza por presentar las mayores
fluctuaciones durante el primer tercio del proceso de mezcla tanto para el
gel más viscoso como para el de menor viscosidad y para todo valor del
número de Atwood. A partir de este momento se alcanza el valor límite y
aparecen exclusivamente pequeñas variaciones del mismo. Este
comportamiento es más nítido para los experimentos realizados con el gel
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
474
menos viscoso. Por otra parte, conforme aumenta el número de Atwood A
el tiempo requerido para que la altura hM se aproxime a su valor límite
disminuye.
17) El estudio de la evolución temporal del frente convectivo asociado a los
penachos turbulentos tiene dos objetivos fundamentales. Por una parte, se
analiza el desarrollo del frente convectivo de los penachos turbulentos a lo
largo del tiempo a la vez que se estudia su velocidad de descenso. Por otra
parte, se compara el crecimiento de los frentes convectivos asociados a
los penachos y la evolución temporal del frente de una inestabilidad
Rayleigh-Taylor pura. Se concluye que conforme aumenta el número de
Atwood A la evolución temporal del frente convectivo es más vertical, es
decir, el frente convectivo alcanza una mayor profundidad o recorre una
mayor distancia en menor tiempo. A partir de los ajustes lineales
realizados a estas evoluciones se deduce que al aumentar el número de
Atwood, la pendiente del ajuste crece y éste es más vertical. Por otra
parte, se concluye que los valores de la pendiente son mayores para los
experimentos realizados con el gel menos viscoso y aumenta más
rápidamente con el número de Atwood para el gel menos viscoso. Por
tanto, si el número de Atwood aumenta el frente convectivo tarda menos
tiempo en alcanzar profundidades mayores.
18) El segundo objetivo del análisis de la evolución temporal del frente
convectivo asociado a los penachos turbulentos es verificar el grado de
crecimiento cuadrático presente en los frentes convectivos por lo que se
representa el desplazamiento vertical del penacho en función del cuadrado
del tiempo. Dados los valores importantes del coeficiente de correlación
de los ajustes lineales realizados se concluye que dichos ajustes
representan adecuadamente el crecimiento de los frentes convectivos en
función del tiempo al cuadrado. Por tanto, la evolución temporal del
frente convectivo tiene una componente cuadrática elevada, es decir,
presenta un comportamiento matemáticamente semejante al crecimiento
del frente de una inestabilidad de Rayleigh-Taylor.
19) Los penachos turbulentos individuales también se caracterizan por su
velocidad de descenso VD a través de la capa ligera hasta alcanzar el
fondo de la cubeta experimental. Se concluye que esta velocidad
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
475
promedio de descenso aumenta con el número de Atwood A para ambos
geles.
20) Si la distribución inicial de densidad es estable, la evolución temporal del
frente convectivo de los escasos penachos que podrían formarse se
caracteriza por presentar un tramo inicial en el que el desplazamiento de
dicho frente aumenta con el tiempo manteniendo una componente
cuadrática aceptable. Después de este tramo inicial, se observa que la
evolución temporal se achata y se mantiene prácticamente horizontal lo
que significa que el crecimiento del penacho turbulento ha cesado por el
efecto de la flotabilidad negativa.
21) Si la distribución inicial de densidad es indiferente, la evolución temporal
del frente convectivo de los penachos turbulentos que se generan en
mayor número y el comportamiento de su frente convectivo es más
parecido al que tenía lugar en el caso inestable.
22) Se concluye que conforme disminuye el número de Atwood, la evolución
temporal del frente convectivo de los penachos se vuelve menos vertical y
comienza a tener una rama horizontal. Esto significa que el frente
convectivo tarda cada vez más tiempo en alcanzar una determinada
profundidad. Además, cuando las condiciones se vuelven estables el
frente del penacho deja de desarrollarse e invierte el sentido de su
crecimiento.
23) En general, parece ser que sea cual sea la distribución inicial de densidad
siempre existe una componente cuadrática en el crecimiento del frente
convectivo de los penachos turbulentos.
24) La velocidad de descenso de los penachos turbulentos generados bajo
condiciones inestables es mayor que la correspondiente a casos estables y
neutros. Además, los penachos generados bajo condiciones estables tienen
menor velocidad que los obtenidos en el caso neutro. Por tanto, la
velocidad promedio de descenso de los penachos turbulentos es menor
según disminuye el número de Atwood.
25) Se han analizado un total de 100 sondeos atmosféricos habiéndose
identificado inicialmente un total de 136 estratos atmosféricos
correspondientes a la rama ascendente del sondeo y que presentan un
CAPÍTULO IX Resumen y Conclusiones
476
estado semejante al estado inicial del sistema fluido experimental, o
modelo de laboratorio, desde el punto de vista de la estratificación.
26) Los estratos atmosféricos inicialmente seleccionados se clasifican en
función de su espesor en microestratos (124) y macroestratos (12). Estos
últimos ocupan parte del sondeo termodinámico. Además, los estratos
pueden ser flotantes si se sitúan en altura o superficiales si su origen está
en la superficie terrestre.
27) Se establece una analogía entre el desarrollo del sistema fluido
experimental y la evolución de los estratos atmosféricos seleccionados
inicialmente que determina el estado final a alcanzar así como la
reestructuración de los subestratos. Como consecuencia de esta analogía,
se reduce notablemente el número de estratos atmosféricos que se aceptan
como válidos resultando ser de 13 microestratos y 4 macroestratos.
28) La aplicación de los desplazamientos de Thorpe facilita la determinación
de la posición final de los estratos atmosféricos elegidos después de su
evolución. Como resultado quedan descartados los microestratos porque
no es posible determinar la situación final que alcanzan los puntos que
componen el microestrato al desconocer la velocidad vertical. Finalmente,
se aceptan exclusivamente los macroestratos superficiales cuyo origen
está en la superficie terrestre y que son cuatro.
Bibliografía
477
BIBLIOGRAFÍA
American Society for Testing and Materials, ASTM Standards, 1989. Standard Test
Methods for Sodium Carboxymethylcellulose. Designation D1439.
Arnett, D., 2000.The role of mixing in astrophysics. The Astrophysical Journal
Supplement Series, 127, pp. 213-217.
Artiñano, B., 1988. Caracterización turbulenta de la capa superficial atmosférica en
un terreno no homogéneo. Facultad de Ciencias Físicas. Universidad Complutense
de Madrid.
Batchelor, G. K., 1960. The Theory of Homogeneous Turbulence. Cambridge
University Press. London.
Bellman, R. and Pennington, R. H., 1954. Effects of surface tension and viscosity on
Taylor instability. Quart. J. Appl. Math, 12, pp. 151-162.
Bernhardt, P. A., 1982. Plasma, fluid instabilities in ionospheric holes. J. of
Geophysical Research, 87, A9, pp. 7539-7549.
Bizon, C., Werne, A. J., Predtechensky, A., Julien, K., McCormick, W. D., Swift, J.
B. and Swinney, H. L., 1997. Plume dynamics in quasi-2D turbulent convection.
Chaos 7(1), pp. 107.
Blasco, B., 1995. Estudio experimental de la capa de mezcla axilsimétrica aplicado
a inestabilidades térmicas. Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid.
Bonin, P. and Rieutord, M., 1996. On the internal dynamics of turbulent plumes in
the context of stellar convection. Astron. and Astrophys., 310, pp 221-227.
Brookfield Lab, 1990. More Solutions to Sticky Problems. AR-89.
Bibliografía
478
Caulfield, C., 2000. Turbulent plumes in the environment: the crucial importance of
source conditions. Special Physical Mathematics Seminar.
Chandrasekhar, S., 1981. Hydrodynamic and Hydromagnetic Stability. Dover
Publications, INC. New York.
Cole, R. L. And Tankin, R. S., 1973. Experimental study of Taylor instability. Phys.
Fluids, 16, pp. 1810-1815.
Dalziel S. B., 1994. Digimage, Image Processing for Fluid Dynamics.
Dillon, T. M., 1982. Vertical overturns: a comparison of Thorpe and Ozmidov length
scales. J. of Geophysical Research, 87, C12, pp. 9601-9613.
Emmons, H. W., Chang, C. T. and Watson, B. C., 1959. Taylor instability of finite
surface waves. J. Fluid Mechanics, 7, pp. 12.
Faber, T. E., 1995. Fluid dynamics for physicists. Cambridge University Press.
Fernando Harindra, J. S., 1991. Turbulent mixing in stratified fluids. Annu. Rev.
Fluid Mech., 23, pp. 455-493.
García Muñoz, F., Bango Álvarez, V., Mancebo Piqueras, J. A. and Rodríguez
Antón, L. M., 1996. Apuntes de Mecánica de Fluidos. Servicio de Publicaciones de
la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial. U. P. M.
Itsweire, E. C., 1984. Measurements of vertical overturns in a stably stratified
turbulent flow. Phys. Fluids 27 (4), pp. 764-766.
Lewis, D. J., 1950. The instability of liquid surfaces when accelerated in a direction
perpendicular to their planes. II. Proc. Roy. Soc. A, 202, pp. 81-96.
Bibliografía
479
Linden, P. F., 1979. Mixing in stratified fluids. Geophys. Astrophys. Fluid Dynamics,
13, pp. 3-23.
Linden, P. F., 1980. Mixing across a density interface produced by grid turbulence. J.
Fluid Mech,100, pp. 691-703.
Linden, P. F., Redondo, J. M. and Caulfield, C. P., 1992. Advances in Compressible
Turbulent Mixing. Edited by W.P. Dannevik, A.C. Buckingham and C.E. Leith,
Princenton University, pp. 95-104.
Linden, P. F. And Simpson, J. E., 1986. Gravity-driven flows in a turbulent fluid. J.
Fluid Mech., 172, pp. 481-497.
Linden, P. F. and Redondo, J. M., 1991. Molecular mixing in Rayleigh-Taylor
instability. Part I: Global mixing. Phys. Fluids A3 (5), pp. 1269-1277.
Linden, P. F., Redondo, J. M. and Youngs, D. L., 1994. Molecular mixing in
Rayleigh-Taylor instability. J. Fluid Mech. 265, pp. 97-124.
List, E. J., 1982. Turbulent jets and plumes. Ann. Rev. Fluid. Mech., 14, pp. 189-212.
Maqueda, G., 1987. Análisis y evolución de los parámetros turbulentos en la capa
límite superficial atmosférica en base a datos de una torre meteorológica. Tesis
Doctoral, Facultad de Ciencias Físicas. Universidad Complutense de Madrid.
Morán Samaniego, F., 1984. Apuntes de termodinámica de la atmósfera. Instituto
Nacional de Meteorología, Madrid.
Morton, B. R., 1959. Forced plumes. J. Fluid Mech., 5, pp. 151-163.
Bibliografía
480
Morton, B. R. and Turner, J. S., 1956. Turbulent gravitational convection from
maintained and instantaneous souces. Proc. Roy. Soc. A, 234, pp. 1-23.
Morton, B. R., Taylor, G. and Turner, J. S. Turbulent gravitational convection. Proc.
Roy. Soc. A, 234, pp. 1-23.
Popil, R. and Curzon, F. L., 1979. Production of reproducible Rayleigh-Taylor
instabilities. Rev. Sci. Instrum. 50(10), pp. 1291-1295.
Ratafia, M., 1973. Experimental investigation of Rayleigh-Taylor instability. Phys.
Fluids 16(8), pp. 1207-1210.
Read, K. I., 1984. Experimental investigation of turbulent mixing by Rayleigh-
Taylor instability. Physica 12D, pp. 45-58.
Redondo, J. M., 1987. Difusión turbulenta en fluidos estratificados. Tesis Doctoral,
Universidad de Barcelona.
Redondo, J. M., 1988. Difusión turbulenta por rejilla oscilante. Rev. De Geofísica,
44, pp. 163-174.
Redondo, J. M., 1990. The structure of density interfaces. PhD. Thesis, University of
Cambridge.
Rieutord, M. and Zahn, J. P., 1995. Turbulent plumes in stellar convective envelopes.
Astron. and Astrophys., 296, pp 127.
Schlichting, H., 1972. Teoría de la capa límite, 4ª edición. Ediciones Urmo, Bilbao.
Sharp, D. H., 1984. An overview of Rayleigh-Taylor instability. Physica 12D, 3.
Bibliografía
481
Simpson, J. E., 1982. Gravity currents in the laboratory, atmosphere and ocean. Ann.
Rev. Fluid. Mech., 14, pp. 213-234.
Smarr, L., Wilson, J. R., Barton, R. T. and Bowers, R. L., 1981. Rayleigh-Taylor
overturn in supernova core collapse. The Astrophysical Journal, 246, pp. 515-525.
Squires, G. L., 1985. Practical Physics. Cambridge University Press.
Stothers, R. B., 1989. Turbulent atmospheric plumes above line sources with an
application to volcanic fissure eruptions on the terrestrial planets. J. Atmos. Sci., 46,
pp 2662-2670.
Streeter, V. L.; Wyle, E. B. And Bedford, K. H., 2000. Mecánica de fluidos, 9ª
edición. McGraw-Hill.
Stull, R.B., 1994. An introduction to boundary layer meteorology. Ed. Kluwer
Academic Publishers, The Netherlands.
Taylor, G. I., 1950. The instability of liquid surfaces when accelerated in a direction
perpendicular to their planes.I. Proc. Roy. Soc. A, 201, pp. 192-196.
Tchen, C., 1956. Stability of oscillations of superposed fluids. Journal of Applied
Physics, 27, 7, pp. 760-768.
Tennekes, H. And Lumley, J. L., 1972. A first course in turbulence. The MIT Press.
Cambridge, Massachusetts and London.
Tryggvason, G. and Unverdi S. O., 1990. Computations of three-dimensional
Rayleigh-Taylor instability. Phys. Fluids A 2(5), pp. 656-659.
Turner, J. S., 1973. Buoyancy effects in fluids. Cambridge University Press.
Bibliografía
482
Turner, J. S., 1986. Turbulent entrainment: the development of the entrainment
assumption, and its application to geophysical flows. J. Fluid Mech. 173, pp. 431-
471.
White, F., 1979. Mecánica de fluidos, McGraw-Hill, Inc., USA.
Yagüe, C., 1992. Estudio de la mezcla turbulenta a través de experimentos de
laboratorio y datos micrometeorológicos, Tesis Doctoral, Facultad de Ciencias
Físicas, UCM.
Yagüe, C. and Cano, J. L., 1994. The influence of stratification on heat and
momentum turbulent transfer in Antarctica. Bound. Layer Meteor., 69, pp 123-136.
Yagüe, C. y Redondo, J. M., 1990. Mezcla convectiva a través de una interfase de
densidad. Rev. de Geofísica, 46, pp 145-158.
Yin-Ching Lo and Schatzman, E., 1997, Dynamical model of convection in stellar
cores. Astron. and Astrophys., 322, pp 545-553.
Youngs, D. L., 1984. Numerical simulation of turbulent mixing by Rayleigh-Taylor
instability. Physica 12(D), pp. 32-44.
Youngs, D. L., 1989. Modelling turbulent mixing by Rayleigh-Taylor instability.
Physica D, 37, pp. 270-287.
Youngs, D. L., 1991. Three-dimensional numerical simulation of turbulent mixing by
Rayleigh-Taylor instability. Phys. Fluids A 3 (5), pp. 1312-1320.
Zeman, O. and Lumley, J. L. Modeling buoyancy driven mixed layers. Journal of
Atmospheric Sciences, 33, pp. 1974-1988.
Bibliografía
483
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
CAPÍTULO I:
INTRODUCCIÓN
I.1 INTRODUCCIÓN
I.2 MOTIVACIÓN Y OBJETIVOS
CAPÍTULO II:
TEORÍA DE LA MEZCLA FLUIDA
POR TURBULENCIA
II.1 LA TURBULENCIA FLUIDA
II.2 LA TURBULENCIA ATMOSFÉRICA
II.3 EL FENÓMENO DE LA MEZCLA ENTRE FLUIDOS
II.4 LA CONVECCIÓN
II.5 CARACTERÍSTICAS TEÓRICAS ASOCIADAS A LA
SITUACIÓN EXPERIMENTAL
APÉNDICE 1. EL SISTEMA DE ECUACIONES DE UN
FLUJO TURBULENTO
CAPÍTULO III:
EL MÉTODO EXPERIMENTAL
III.1 INTRODUCCIÓN
III.2 EL MODELO DE LABORATORIO
III.3 LOS DATOS EXPERIMENTALES
III.4 TIPOS DE ANÁLISIS
CAPÍTULO IV:
DESCRIPCIÓN CUALITATIVA DE
LOS PROCESOS DE MEZCLA
PARCIAL TURBULENTA
IV.1 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
INESTABLE DE DENSIDAD
IV.2 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
ESTABLE DE DENSIDAD
IV.3 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE MEZCLA
PARCIAL CORRESPONDIENTE A UNA DISTRIBUCIÓN
NEUTRA DE DENSIDAD
CAPÍTULO V:
LOS PARÁMETROS
EXPERIMENTALES
CARACTERIZADORES DEL
PROCESO DE MEZCLA PARCIAL
V.1 INTRODUCCIÓN
V.2 LOS PARÁMETROS EXPERIMENTALES
V.3 LA EFICIENCIA DE MEZCLA
V.4 LA ADIMENSIONALIZACIÓN DE LOS
PARÁMETROS EXPERIMENTALES
APÉNDICE V.1. ANÁLISIS DEL PROCESO SIN MEZCLA
APÉNDICE V.2. ANÁLISIS DEL PROCESO DE MEZCLA
COMPLETA
APÉNDICE V.3. COMPARACIÓN DE LOS TRES
PROCESOS DE MEZCLA
CAPÍTULO VI:
ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE
MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES INESTABLES
VI.1 EL ANÁLISIS GLOBAL DE LOS
EXPERIMENTOS CORRESPONDIENTES A UNA
DISTRIBUCIÓN INESTABLE DE DENSIDAD
VI.2 COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA DE LA CAPA
MEZCLADA
VI.3 COMPORTAMIENTO DE LA EFICIENCIA DE
MEZCLA
VI.4 EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL PROCESO DE
MEZCLA PARCIAL
APÉNDICE VI.1. TABLAS DE LA PENDIENTE C
CORRESPONDIENTE A LOS AJUSTES LINEALES
ASOCIADOS A LOS PERFILES DE DENSIDAD DE LOS
EXPERIMENTOS CON DISTRIBUCIONES INESTABLES
DE DENSIDAD
CAPÍTULO VII:
ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE
MEZCLA PARCIAL BAJO
CONDICIONES ESTABLES Y
NEUTRAS
VII.1 EL COMPORTAMIENTO DE LA ALTURA DE LA
CAPA MEZCLADA Y DE LA EFICIENCIA DE MEZCLA
VII.2 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LOS PERFILES
DE DENSIDAD
VII.3 EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LA ALTURA DE LA
CAPA MEZCLADA
VII.4 LA EVOLUCIÓN TEMPORAL DEL FRENTE
CONVECTIVO DE LOS PENACHOS TURBULENTOS
CAPÍTULO VIII:
ANÁLISIS DE LAS SITUACIONES
ATMOSFÉRICAS
VIII.1 INTRODUCCIÓN
VIII.2 DESCRIPCIÓN DE LOS DATOS ATMOSFÉRICOS
VIII.3 INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA DE LA
SEMEJANZA ENTRE UN MODELO EXPERIMENTAL Y
UN FENÓMENO REAL
VIII.4 LOS ESTRATOS ATMOSFÉRICOS
VIII.5 EL PROCESO ATMOSFÉRICO
CAPÍTULO IX:
RESUMEN Y CONCLUSIONES
IX.1 RESUMEN Y CONCLUSIONES GENERALES
BIBLIOGRAFÍA