UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA TESIS DOCTORAL Construyendo y destruyendo un sueño: el estalinismo en la periferia nórdica (1928-1938) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Martín Artola Korta Director José María Faraldo Jarillo Madrid © Martín Artola Korta, 2022 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA TESIS DOCTORAL CONSTRUYENDO Y DESTRUYENDO UN SUEÑO: EL ESTALINISMO EN LA PERIFERIA NÓRDICA (1928-1938) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR MARTÍN ARTOLA KORTA DIRECTOR JOSÉ MARÍA FARALDO JARILLO Agradecimientos Creo que mis palabras no bastarán para agradecer lo suficiente a todas aquellas personas que me han ayudado durante estos cuatro años. Para mí ni siquiera era una tarea fácil parar de insistir con los bol'shoye spasibo a las archiveras y bibliotecarias rusas cada vez que me traían toda la documentación que creían ser mínimamente relevante a esa solitaria mesa al lado de una diminuta ventana que daba al lago Onega. Tampoco era fácil parar de agradecerles cuando, junto a esa documentación, a menudo me traían un par de manzanas de sus dachas. Imagínense entonces lo difícil que me resulta expresar con palabras el reconocimiento a las personas que me han formado como investigador, docente y también como persona. Mis primeros agradecimientos van para mi director José María Faraldo. Siento que estoy en deuda con él por todo lo que me ha enseñado, no solo durante estos cuatro años, sino desde el instante en el que le escribí aquel correo preguntándole sobre un fragmento de su obra cuando ni siquiera me había graduado en la Universidad del País Vasco. No sé a cuántos khachapuris tendré que invitarle para saldarla. Solo puedo decir que siempre le estaré agradecido por estos años. Ha sido un privilegio poder trabajar con él y, sobre todo, aprender de él. Olga Ilyukha es otra de las maravillosas personas con las que estoy en deuda. Agradezco toda su ayuda durante mi estancia en Petrozavodsk. Sin ella esta investigación no existiría: ella me invitó a su país, me abrió las puertas de su emblemática institución y me permitió el acceso a los archivos. Por supuesto, quiero también dar las gracias a su institución, el Instituto de Lingüística, Literatura e Historia del Centro de Investigaciones de Carelia y a todos sus trabajadores, como los aspiranty, los investigadores y, por supuesto, las amables y cultísimas trabajadoras de su archivo y de su biblioteca. Así mismo, quiero agradecer al Departamento de Educación del Gobierno Vasco por su ayuda financiera. Como he visto estos años, realizar un doctorado sin las becas predoctorales es una tarea agotadora que repercute negativamente en la calidad de la investigación, dejando al doctorando en una situación de desventaja respecto a los becados. Debo reconocer que sin esta ayuda económica esta tesis sería imposible. Volviendo al terreno académico, también quiero agradecer a mis profesores de histórica contemporánea en la Universidad del País Vasco, en especial, a Susana Serrano, Javier Ugarte y José María Beascoechea. Ellos fueron quienes me enseñaron el oficio del historiador y siempre les estaré agradecido. También me acuerdo de los profesores Jeremy Smith y Pasi Tuunainen de la Universidad de Finlandia Oriental, quienes, aunque no se acordarán de mí y no leerán estas páginas, fueron los que me despertaron la pasión sobre este tema de investigación. Evidentemente, no puedo olvidarme de mis compañeros de trabajo en la Universidad Complutense de Madrid. Quiero agradecerles de corazón a todos ellos por estos años. Comenzaré con José Antonio Montero, quien primero fue mi maestro y al que ahora considero amigo. Jesús Cantera es otro de los grandes amigos que he hecho aquí. Sabe lo agradecido que estoy por su enseñanza durante mi efímero paso por la Junta de Facultad. Sin el apoyo de estas dos personas no sé si hubiese podido superar los momentos más duros en la elaboración de este trabajo. Aquellos profesores y doctorandos que no he nombrado no deben pensar que no me acuerdo de ellos, muchas gracias a todos ellos también. Trato de corresponder también a mis amigos de fuera de la academia (tanto los vascos como los madrileños) por acompañarme durante este tiempo. Quizás no sean conscientes de lo importante que ha sido para mí estar en contacto con ellos para recordad quien soy y de dónde vengo. He decidido dejar para el final a mis seres más cercanos, aunque ellos saben que eso no significa que les esté menos agradecido. En absoluto. Agradezco a mi madre por enseñarme a leer en la lengua de Cervantes, pero, sobre todo, a mi madre y a mi padre por criarme en la de Vilinch. Sin su inteligencia y cultura esto no hubiese sido posible. A mi hermano, por su paciencia cuando este “camino de la desesperación” podía conmigo. Lamento que mis abuelos Inazio, Juanita y Xanti no puedan leer estas páginas, en cambio, no puedo cuantificar mi alegría por el hecho de que Elena lo vaya a hacer. A ellos también les estoy agradecido por esto. Por último, no me olvido de mis tíos y de mis primos. Labur esanda, mila esker nire familia guztiari. 1 Índice Índice ................................................................................................................................ 1 Resumen ........................................................................................................................... 4 Una nota sobre la transliteración .................................................................................. 6 Siglas y acrónimos ........................................................................................................... 7 Mapas ................................................................................................................................ 9 Introducción .................................................................................................................. 12 Fuentes Primarias ................................................................................................. 16 Historiografía ........................................................................................................ 19 Carelia como región periférica ............................................................................ 31 Carelia, el Carelianismo y el nacionalismo finlandés ....................................... 33 El origen de la autonomía de Carelia ................................................................. 36 Estructura .............................................................................................................. 45 I. El mito de la construcción del socialismo (1928-1934) ................................... 48 1. El fin de la Nueva Política Económica .......................................................... 49 1.1 La RASS de Carelia durante los años de la NEP ................................. 51 1.2 El ascenso de Stalin .................................................................................. 58 1.3 La ruptura de la NEP ............................................................................... 64 2. La industrialización forzada y el surgimiento del mito de la construcción del socialismo ..................................................................................................... 68 2.1 El Primer Plan Quinquenal y la industrialización forzada .................. 70 2.2 Del concepto al mito político estalinista................................................ 77 2.3 Construir el socialismo en Carelia .......................................................... 84 3. La construcción del socialismo desde arriba: De la colectivización al caso del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia ................................. 90 3.1 La colectivización y la deskulakización en Carelia ............................... 92 2 3.2 La ciencia y la construcción del socialismo desde arriba: El Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia .................................................... 99 3.3 El reclutamiento de inmigrantes finlandeses para una Carelia socialista ....................................................................................................111 4. ¿La revolución desde abajo?: El Partido Comunista y el trabajador soviético . ............................................................................................................................120 4.1 La búsqueda del socialismo desde abajo .................................................121 4.2 Las nuevas formas de trabajo ................................................................131 4.3 La conciencia y el descontento en la ofensiva socialista....................141 II. 1935: Celebraciones públicas y crisis política ..................................................153 5. La gran celebración de la korenización: El XV. Aniversario de la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia ....................................................154 5.1 El camino hacia el gran aniversario ......................................................156 5.2 La celebración del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia ......165 6. Crisis política en Carelia: El golpe contra el “nacionalismo burgués” .....178 6.1 El peligro inminente: la teoría leninista del imperialismo .................180 6.2 La amenaza finlandesa en Carelia .........................................................186 6.3 La destitución de los finlandeses rojos ................................................191 III. El terror en la periferia nórdica (1935-1938) ...................................................199 7. La represión política como antesala de la represión en masa (1935-1937) ... ............................................................................................................................200 7.1 La escalada de la represión política.......................................................201 7.2 El desmantelamiento de la Administración de Reasentamiento ......206 7.3 Transición al terror en masa ..................................................................211 8. El Gran Terror en Carelia (1937-1938) ........................................................218 8.1 La preparación de las operaciones secretas .........................................220 8.2 Las operaciones de represión en masa .................................................230 3 Conclusiones ...........................................................................................................247 Construcción del socialismo y la destrucción del sueño ...............................251 La importancia de la periferia ...........................................................................254 Bibliografía y fuentes ..................................................................................................257 Archivos consultados .........................................................................................257 Archivos digitalizados ........................................................................................257 Periódicos y revistas ...........................................................................................257 Publicaciones soviéticas .....................................................................................258 Colecciones de documentos, fuentes publicadas, memorias y obras completas .............................................................................................................261 Bibliografía...........................................................................................................267 Recursos digitales................................................................................................288 Apéndice ......................................................................................................................289 4 Resumen El objetivo fundamental de esta tesis doctoral es realizar una historia del estalinismo desde la periferia. Se investiga el caso particular de la República Socialista Soviética Autónoma de Carelia, una región con un estatus especial durante el periodo soviético de entreguerras. En cuanto al marco cronológico, el inicio se remonta al momento de las transformaciones radicales del país a finales de los años veinte y concluye con el fin de la represión en masa en 1938. Durante este periodo Carelia desarrolló características únicas dentro la dictadura de Stalin, como, por ejemplo, un inicio más temprano de la represión. Para conocer esta peculiaridad de la periferia nórdica, el estudio comienza con el mito político de la construcción del socialismo, un elemento clave para poder entender el desarrollo de los acontecimientos en la segunda mitad de la década de los treinta. Este factor ideológico es indispensable para comprender el estallido de la represión en masa y superar las limitaciones de algunas de las tendencias historiográficas más populares de los últimos años. Por otro lado, la tesis también realiza una radiografía del propio sistema. Sus lógicas, sus contradicciones y su forma de ejercer el poder son otros de los factores que hay que tener en cuenta para poder explicar uno de los episodios más represivos de la historia contemporánea. Abstract The main purpose of this dissertation is to conduct a history of Stalinism from a peripheral perspective The unique case of the Karelian Autonomous Soviet Socialist Autonomous Republic, a region with a particular status during the Soviet interwar period, is the focus of the research. Regarding the chronological framework, the beginning dates back to the time of radical transformations in the late 1920s and concludes with the end of mass repression in 1938. During this period Karelia developed peculiar features unique within Stalin's dictatorship, such as, for example, an earlier outbreak of repression. 5 In order to understand these particular features of the Nordic periphery, the study begins with the political myth of the "construction of socialism", a central element in the understanding of the outcome of events in the second half of the 1930s. This ideological factor is indispensable for understanding the outbreak of mass repression and overcoming the limitations of some of the most popular historiographical trends of recent years. This ideological factor is indispensable for a proper understanding of the outbreak of mass repression and for transcending the limitations of some of the most popular historiographical trends of recent years. On the other hand, the dissertation also makes an exposition of the system itself. Its logic, its paradoxes and its way of exercising power are other factors that must be considered to explain one of the most repressive episodes of contemporary history. 6 Una nota sobre la transliteración Debido a la pobre tradición en el estudio del mundo ruso en los países hispanohablantes, no existe un consenso académico sobre la transliteración del cirílico al español. Lograr romanizar los nombres propios, los nombres de los lugares o los títulos de las obras bibliográficas de una forma uniforme no ha sido una tarea sencilla. Por ello, se ha optado por utilizar un sistema mixto. Toda la obra, con excepción de los nombres propios, utiliza una variante simplificada del sistema de transliteración BGN/PCGN, pensada originalmente para la lengua inglesa. En el caso de los nombres de los lugares se prescindirá, como se suele hacer, de los signos suaves. Ofrecer los nombres de los lugares sin traducción al español o los títulos de las obras rusas en este sistema facilitará su localización para los lectores. No obstante, se ha considerado que utilizar este sistema con los nombres propios no era lo más adecuado, ya que puede generar ciertas confusiones. El lector hispanohablante esta acostumbrado a leer, por ejemplo, el apellido Dostoyevski y sería complicar su lectura emplear en su lugar “Dostoyevskiy”. Además, ciertos nombres conocidos del periodo soviético como Lev Trotski o Grigori Zinoviev son ya populares escritos de esta forma y no sería adecuado renombrarlos como “Lev Trotskiy” o “Grigoriy Zinov'yev”. Por ello, en estos casos, se ha optado por el sistema de transliteración que propone la fundación Fundéu. La razón por la que no se ha utilizado este sistema para el resto de las palabras rusas que aquí se nombrarán es su poca utilidad a la hora de localizar tanto fuentes como nombres que no sean propios, pues es un sistema muy alejado de los sistemas de transliteración a otros idiomas. En la medida en la que la gran mayoría de la producción historiográfica del estalinismo se escribe en ruso, en inglés y en alemán, no resultaría fácil localizar una obra que se citase con el sistema de la fundación Fundéu. Por último, en los casos en los que se cite la obra de una persona cuyo nombre se translitera al español en el texto, ese mismo nombre, en la nota bibliográfica a pie de página, estará transliterada al inglés. Por ejemplo, Nikolai Bujarin, pasará a estar transliterado como Nikolay Bukharin. 7 Siglas y acrónimos CPC Partido Comunista de Canadá CPUSA Partido Comunista de Estados Unidos Gosplan Comisión Estatal de Planificación Karelgranit Trust del Granito de Carelia Karelles Trust de la Industria Maderera Karplan Comisión Estatal de Planificación de Carelia KNII Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia Komintern Internacional Comunista Komsomol Juventud Comunista KSPS Consejo Regional de los Sindicatos KTA Asistencia Técnica de Carelia KTK Comuna de Trabajo de Carelia Narkomindel Comisariado Popular de Asuntos Exteriores Narkompros Comisariado Popular de Educación NEP Nueva Política Económica NKVD Comisariado Popular de Asuntos Internos OGPU Directorio Político Unificado del Estado Osoaviakhim Sociedad de Ayuda a la Defensa, Construcción de Aeronaves y Química SKP Partido Comunista de Finlandia 8 Revkom Comité Revolucionario Sovnarkom Sóviet de Comisarios del Pueblo TsIK Comité Ejecutivo Central URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas VKP(b) Partido Comunista de Rusia (Bolcheviques) VTsIK Comité Ejecutivo Central de Toda-Rusia 9 Mapas Mapa de la URSS con las fronteras de 1937. La República Autónoma Socialista Soviética de Carelia resaltada en rojo. Fuente: elaboración propia. 10 Mapa de la parte occidental de la URSS en 1930. Fuente: YU. M. SHOKAL'SKIY: Geograficheskiy atlas v 32 tablitsy, Moscú, Goskartogeodeziya pri Institute Geodezii i Kartografii GGU-VSNKH-SSSR, 1930. 11 Mapa de la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia (el color destacado) con las fronteras de entre 1927 y 1938. Fuente: S. N. SOKOLOV et al: Malyy geograficheskiy atlas, Moscú, Gusdarstvennoe izdatel’stvo, 1930. 12 Introducción El Gran Terror de 1937 y 1938 en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) es uno de los episodios más oscuros de la historia contemporánea. En apenas dieciséis meses, entre agosto de 1937 y noviembre de 1938, aproximadamente setecientas mil personas fueron ejecutadas extrajudicialmente por el régimen estalinista en las conocidas como operaciones en masa. En ese mismo periodo, la población en los campos de trabajos forzosos, popularmente conocidos como Gulags, alcanzó los dos millones de personas. Cientos de miles de ellos, enviados a inhóspitos territorios del norte, ni siquiera pudieron vivir para cumplir sus largas condenas por las pésimas condiciones de esos campos y acabaron también muriendo.1 Este episodio represivo fue sustancialmente diferente al de otros países europeos que durante el periodo de entreguerras padecieron dictaduras y genocidios. En la URSS, la represión fue aplicada en masa. Afectó a campesinos, obreros, intelectuales, trabajadores cualificados, militares, miembros del partido único y viejas élites. No fue dirigida hacia un sector social en particular, sino que toda la población pudo sufrir las consecuencias de la violencia estatal. Sin embargo, las minorías étnicas fueron un grupo especialmente perseguido durante estos meses. Como consecuencia de las operaciones nacionales secretas del Comisariado Popular de Asuntos Internos (NKVD, la policía secreta estalinista), las diversas nacionalidades minoritarias que poblaban el país más extenso del mundo fueron de los grupos sociales que más padecieron durante este periodo. Se calcula que en total se ejecutaron doscientas cincuenta mil personas en estas “operaciones nacionales”, más de un tercio de todas las víctimas de estos años.2 Las periferias, lugar donde habitaban la gran mayoría de estas nacionalidades, constituyeron un escenario singular del estalinismo y no tan solo durante los meses del Gran Terror. En esos territorios, el estalinismo de entreguerras cuenta con características únicas que se diferencian notablemente del de las grandes ciudades 1 John Arch GETTY, Gabor T. RITTERSPORN y Victor N. ZEMSKOV: “Victims of the Soviet Penal System in the Pre-War Years: A First Approach on the Basis of Archival Evidence”, The American Historical Review, 98, 4 (1993), pp. 1017-1049; Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin. Zhizn' odnogo vozhdya, Moscú, AST, 2015, p. 214. 2 Andrej KOTLJARCHUK y Olle SUNDSTRÖM: Ethnic and Religious Minorities in Stalin’s Soviet Union. New Dimensions of Research, Huddinge, Södertörn University, 2017, pp. 15-16. 13 soviéticas. La colonización, la construcción de ciudades donde antes no había más que tundra o el fomento de una identidad regional o nacional son tan solo unos de los muchos ejemplos que hacen de las periferias un caso peculiar dentro de toda la experiencia estalinista. Estudiar la periferia soviética es, por ello, profundizar y complejizar en el fenómeno del estalinismo que tradicionalmente, debido principalmente a la falta de acceso a los archivos, ha sido simplificado y analizado como un fenómeno homogéneo. De este modo, para comprender el estalinismo en su totalidad es necesario poner bajo la lupa estas periferias. Estudiar individualmente sus casos y compararlos entre ellos o con el centro permitirá conseguir una imagen fidedigna de la realidad del sistema de Iosif Stalin. No será hasta que esto se logre cuando la comunidad académica pueda explicar los acontecimientos que hemos mencionado. Esta investigación trata de contribuir en esta labor. Su tema central es la construcción del sistema estalinista en una de esas periferias soviéticas, la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia, durante los años treinta. Como lo hacen los trabajos académicos sobre este periodo, se trata de una historia del estalinismo que tiene su final en el Gran Terror. Este acontecimiento fue su punto álgido, pero no se explica sin los años previos que le dieron origen, es decir, con la construcción del propio sistema. La construcción del sistema estalinista se remonta a la llegada de Iosif Stalin a la secretaría general del Partido Comunista de Rusia (Bolcheviques) a comienzos de los años veinte, pero se propulsó a partir de sus decisivas victorias en el Comité Central de ese mismo partido entre 1928 y 1929. A partir de entonces, la Nueva Política Económica, el modelo económico y social ideado por Lenin para un país destruido por la Guerra Civil, fue abandonada dando paso a la gran “ofensiva socialista” que transformó por completo el país.3 Fue el nacimiento del sistema estalinista, un modelo social y económico radicalmente distinto al que hasta ese momento había reinado. Sin embargo, no sería correcto definir este sistema como un nuevo modelo social y económico. El estalinismo fue un sistema en sí mismo, con sus propias dinámicas, 3 Robert W. DAVIES y Richard W. DAVIES: The socialist offensive: the collectivisation of Soviet agriculture, 1929-1930, London, Macmillan, 1980. 14 lógicas y contradicciones que crearon las condiciones para el estallido, tan solo una década después, de uno de las mayores procesos represivos del siglo XX.4 En esta tesis doctoral hemos tratado de comprender todo este proceso histórico. El proceso de construcción del sistema se muestra como el inicio de un largo camino hacia el estallido represivo. No significa esto, por supuesto, que ese desenlace fuese inevitable o que la propia construcción del sistema llevase necesariamente a ese final. Sin embargo, se considera que el Gran Terror es incomprensible sin entender la evolución del sistema que le dio origen. Por ello, esta tesis es también una historia del Gran Terror, una historia de su origen y naturaleza. La elección del enfoque local no es casual. La investigación de la Carelia soviética permite desafiar grandes consensos académicos sobre esta época. Las peculiaridades que ofrece Carelia, que durante toda la tesis se irán desgranando, demuestran que las periferias soviéticas mostraron mejor que el centro las lógicas y las contradicciones más internas del sistema. Por ejemplo, la necesidad inicial de promocionar el nacionalismo periférico por la interpretación bolchevique del nacionalismo y para garantizar la supervivencia del Estado contrasta con las tendencias centralizadoras y las campañas contra el nacionalismo de mediados de los años treinta por la amenaza percibida a la seguridad de ese mismo Estado.5 No obstante, el caso más claro de la peculiaridad de las periferias es el del inicio del Gran Terror. Tradicionalmente, el estallido de la represión en masa se explica como un fenómeno repentino como consecuencia de las decisiones tomadas en el pleno del Comité Central que se celebró entre febrero y marzo de 1937. En Carelia esto no es tan evidente. La represión tuvo una manifestación progresiva y anterior que como hemos dicho se ensañó particularmente con las minorías, en este caso, con los finlandeses que habitaban esas tierras.6 4 Nicolas WERTH: Terror i besporyadok. Stalinizm kak sistema, Moscú, ROSSPEN, 2010. 5 Yuri SLEZKINE: “The USSR as a Communal Apartment, or How a Socialist State Promoted Ethnic Particularism”, Slavic Review 53, (1994), pp. 414-452; Terry MARTIN: The Affirmative Action Empire. Nations and nationalism in the Soviet Union, 1923-1939, Nueva York, Cornell University Press, 2001, p. 126. 6 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii”, Al'manakh severoyevropeyskikh i baltiyskikh issledovaniy / Nordic and Baltic Studies Review, 3 (2018), pp. 144-208, esp. p. 146; Alexey GOLUBEV e 15 Otro elemento central en las periferias y, en especial, en Carelia es el significado que adquirió la construcción del socialismo en este periodo histórico. La construcción del socialismo fue el principal mito político del régimen durante estos años, pero en las periferias tuvo implicaciones más profundas que en ningun otro espacio. De acuerdo con este mito, que fue producido y a la vez creído por el propio régimen, la misión histórica del Partido era acabar de raíz con el capitalismo y construir una nueva sociedad, el socialismo. Esto implicaba transformar toda la realidad del país, lo material y lo ideal, desde la forma de organización de los individuos en la producción de mercancías hasta las subjetividades de esos individuos. El concepto de la construcción del socialismo también adquirió un claro cariz modernizador, enfocado principalmente a buscar un aumento de la producción tanto en la industria como en la agricultura.7 En pocas palabras, construyendo el socialismo la URSS presentaba al mundo su modelo de modernización, diferente al del resto de países y, según el régimen, superior a cualquier otro. El entusiasmo de los dirigentes estalinistas por esta gran empresa se plasmó mayormente en las periferias, menos desarrolladas que las grandes urbes. En Carelia, los dirigentes regionales pusieron todos sus esfuerzos en esta misión. Las decisiones políticas, las conferencias, los congresos, en definitiva, toda la vida política de la región estaba centrada durante estos años en lograr construir ese nuevo mundo en Carelia. Las progresivas dificultades y fracasos que Moscú encontró en este proyecto fueron determinantes en el destino de esta república. La dirección regional sufrió las consecuencias, primero destituida y después encarcelada, pero posteriormente la represión fue extendida hacia toda la población. En definitiva, esta investigación busca analizar todo el desarrollo del sistema estalinista en Carelia, la periferia nórdica de la URSS. Comenzará con la transición de la Nueva Política Económica (NEP) a una organización socioeconómica puramente estalinista. El núcleo de esta primera parte será el concepto y el mito de la construcción del socialismo, que servirá como hilo conductor del desarrollo del sistema estalinista desde su nacimiento. Este fenómeno será analizado desde dos puntos de vista. Por un lado, se Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado: Finnish Immigration to Soviet Karelia from the United States and Canada in the 1930s. East Lansing, Michigan State University Press, 2014, p. 129. 7 José M. FARALDO: “La escritura simbólica de la realidad social: el ejemplo de la Constitución estalinista de 1936”, Cuadernos Constitucionales de La Cátedra Fadrique Furió Ceriol, 36 (2001), pp. 133-160, esp. pp. 150-151. 16 explica como una revolución desde arriba.8 Aquí se profundizará en los intentos desde el Kremlin de instaurar el “socialismo” por medios burocráticos. Sin embargo, como veremos después cuando nos adentremos en las discusiones historiográficas, la revolución de Stalin no solo se construyó desde arriba. La mirada hacia los individuos y sus subjetividades es, por lo tanto, necesaria para comprender todo este fenómeno. Por ello, esta primera parte también pondrá el foco sobre los individuos que vivieron el estalinismo. Entender esta “construcción” como la interacción entre estas dos perspectivas es fundamental para explicar el funcionamiento del propio sistema. Progresivamente, la tesis irá adentrándose en la evolución del propio sistema hasta llegar al año 1935, un año clave en la historia de la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia. Las grandes celebraciones públicas con motivo del centenario de la obra literaria Kalevala y el decimoquinto aniversario de la república con las que empezó el año fueron sucedidas por una grave crisis política que terminó con la dirección política de la región. Se trató de un suceso crucial que cambió por completo el destino de los habitantes de Carelia. Mientras que en la URSS son años de relativa calma a pesar del asesinato del líder del Partido en Leningrado, Serguei Kirov a manos de un pistolero, la represión comenzó a escalar en Carelia y ya no pararía hasta el fin del Gran Terror. Este episodio histórico, la represión en masa de 1937 y 1938, es la última parte de la tesis doctoral, un hecho que no sería posible explicar sin todo el desarrollo anterior. Fuentes Primarias Esta investigación del estalinismo en su periferia nórdica se basa en una gran cantidad de fuentes primarias. Por un lado, una parte de estas fuentes proceden de los archivos rusos, donde destaca el Archivo Nacional de la República de Carelia (NARK). Se trata del principal archivo de la región y donde se depositan los documentos del Estado y del partido del periodo soviético. El archivo, que tiene la misma organización que los archivos estatales rusos, está compuesto por 2780 fondi para los documentos oficiales del Estado y 2969 para los del partido. Cada fond está compuesto por varios 8 Ilya E. ZELENIN: Stalinskaya «revolyutsiya sverkhu» posle «velikogo pereloma». 1930-1939. politika, osushchestvleniye, rezul'taty, Moscú, Nauka, 2006; Robert C. TUCKER: Stalinism. Essays in Historical Interpretation, New Brunswick, Transaction Publishers, 1999, pp. 77-108. 17 opisi, es decir, inventarios, generalmente sobre la decena. Cada uno de esos inventarios se compone a su vez por más de un centenar de dela o casos, de los que cada caso cuenta con varios centenares de páginas en algunos casos. De esta manera, es importante seleccionar los fondi más relevantes. En esta investigación en particular, los fondi seleccionados son principalmente los de las altas esferas del Partido y del Estado en Carelia, por ejemplo, los del Comité Regional o los del Sóviet de Comisarios del Pueblo (Sovnarkom) republicano. No obstante, también se han seleccionado los fondi de las fábricas y granjas colectivas o estatales más importantes. Además, también se incluye documentación procedente del Archivo Científico del Centro de Investigaciones de Carelia de la Academia de las Ciencias de Rusia. Se trata de un archivo pequeño que contiene información de valor para estudiar los intentos de construir el sistema desde arriba. Como ocurre en todos los trabajos con un enfoque regional, este tipo de estudios requieren de la documentación central para complementar la información que aportan los archivos regionales. Por ello, esta investigación también incluye la documentación de los dos principales archivos de la Federación Rusa: El Archivo Estatal de la Federación Rusa (GARF) y el Archivo Estatal Ruso de Historia Sociopolítica (RGASPI). En el caso del primero, debido a las particulares coyunturas en las que se ha desarrollado la tesis, se ha optado por utilizar sus documentos publicados en diversos tipos de colecciones. Por ello, las fuentes de archivo se combinan con otras fuentes primarias como son los sborniki, unas colecciones de documentos de archivo (generalmente de aquellos en riesgo de ser clausurados) que año a año se publican en Rusia. Desde los tiempos de la Unión Soviética, en Carelia se han publicado importantes sborniki que constituyen herramientas de primer orden para la investigación histórica. Si atendemos al orden cronológico, Rabochiy Klass Karelii v period postroyeniya sotsializma v SSSR9 es el primero de ellos, publicado en 1984. Como bien indica su título, la colección incluye documentos variados concernientes a la clase obrera durante los años veinte y treinta. Como ocurre con todas las colecciones publicadas en el periodo soviético, la elección de documentos no es casual y debe ser sujeta a crítica por parte del investigador. Además, en muchas 9 G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochiy klass Karelii v period postroyeniya sotsializma v SSSR. 1926–1941, Petrozavodsk, Kareliya, 1984. 18 ocasiones la información más comprometedora del periodo estalinista no se incluye en este tipo de colecciones publicadas durante la época soviética. A pesar de todo, esta colección incluye una cantidad destacable de documentación de gran valor. En los años noventa, estas colecciones vivieron una rápida popularización. Con la apertura de los archivos secretos, las colecciones comenzaron a recopilar documentos que concernían a los capítulos más oscuros de la época estalinista. Iz istorii raskulachivaniya v Karelii. 1930-1931,10 de 1991, fue el primero de ellos. Esta colección, que incluye casi 150 documentos, es una fuente incomparable para el estudio de la deskulakización en Carelia. En la segunda mitad de los años noventa, vio luz Neizvestnaya Kareliya,11 la segunda gran colección sobre la represión estalinista y se trata de una recopilación de documentos de la policía secreta durante los años veinte y treinta. También se debe incluir Sovety Karelii,12 que compila los documentos de las altas instancias del poder regional en Carelia. Finalmente, durante el nuevo milenio los académicos carelios han seguido publicando nuevos sborniki de incalculable valor. Entre ellos se destaca el tercer tomo de la colección Petrozavodsk 300 let istorii13 que recoge numerosos documentos seleccionados sobre la capital de Carelia durante el periodo de entreguerras. Los sborniki regionales también se combinarán con las numerosas colecciones centrales que se han publicado durante los últimos 30 años y que se señalarán durante toda la investigación. Para finalizar con las fuentes, es necesario señalar que los archivos y las colecciones de documentos se combinan con la prensa central y local. Dentro de la prensa, hay que dividir dos principales grupos: las revistas y los periódicos. Sovetskaya Kareliya, la revista mensual de la Comisión Estatal de Planificación (Gosplan) en la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia y Karelo-Murmanskiy Kray, la revista mensual editada en Leningrado, son las dos principales revistas locales. En el caso de los periódicos, se deben mencionar Krasnaya Kareliya, el órgano de expresión del Comité Regional del Partido Comunista de Rusia (Bolcheviques) (VKP(b)) y Komsomolets Karelii, el periódico 10 N. A. IVNITSKIY y V. G. MAKUROV: Iz istorii raskulachivaniya v Karelii, 1930-1931 gg.: Dokumenty i materialy, Petrozavodsk, Kareliya, 1991. 11 ; V. G. MAKUROV: Neizvestnaya Kareliya: Dokumenty spetsorganov o zhizni respubliki, 1921– 1940 gg., Petrozavodsk, Karel'skii nauchnyi tsentr RAN, 1997. 12 Lyudmila I. VAVULINSKAYA: Sovety Karelii. 1917-1992. Dokumenty i materialy, Petrozavodsk, Kareliia, 1993. 13 David GENDELEV et al. (coords.): Petrozavodsk 300 let istorii. Dokumenty i materialy. Kniga 3. 1903-2003, Petrozavodsk, Kareliya, 2003. 19 de la Jueventud Comunista (Komsomol) en Carelia. Además de estos dos periódicos, el trabajo también cuenta con periódicos centrales como Pravda o Izvestia entre otros. Historiografía14 En las publicaciones sobre el estalinismo de los últimos años el empleo de los términos “totalitarista”, “revisionista” e incluso “posrevisionista”, haciendo referencia a las diferentes escuelas historiográficas, se ha visto reducido considerablemente. Estas tres escuelas tienen su origen en la Guerra Fría y estuvieron directamente influenciadas por el ambiente intelectual que propició esta contienda. En primer lugar, en los años cincuenta, surgió la sovietología clásica, que posteriormente recibió como nombre escuela totalitaria o escuela totalitarista. Sus teorizaciones subrayaban el papel personal de Stalin en la represión dentro de un sistema dirigido por la ideología marxista-leninista. La sociedad, ante este Estado omnipotente, no contaba con capacidad de respuesta y se encontraba completamente sumisa. A partir de los años 70 surgió un nuevo paradigma que rechazaba estas posturas: el revisionismo. Sus posiciones atacaron las explicaciones “de arriba a abajo” de la escuela totalitaria, analizando el fenómeno del estalinismo desde abajo, es decir, estudiando las fuerzas que sostenían y construían la dictadura de Stalin. En los años 2000 existió un gran interés sobre la dimensión y el legado de estas escuelas, publicándose diversos trabajos sobre el estado de la discusión historiográfica como resultado de la apertura de los archivos.15 La mayoría de estos trabajos discutían sobre la potencialidad que podría tener el posrevisionismo para trascender el debate clásico entre los totalitaristas y los revisionistas. En aquel entonces, el posrevisionismo era un fenómeno nuevo, difícil de catalogar y delimitar y que pocos sabían ubicar por completo en ese debate. En opinión de Sheila Fitzpatrick, por ejemplo, la más destacada historiadora revisionista, el posrevisionismo era un nuevo paradigma, en el sentido de 14 Parte de esta sección se incluye en el artículo “La colectivización y el Gran Terror: Las nuevas tendencias historiográficas” aceptada y en espera de su publicación en la revista Ayer. 15 Alter LITVIN y John KEEP: Stalinism Russian and Western views at the turn of the millennium. New York, Routledge, 2005; Mark EDELE: “Soviet Society, Social Structure, and Everyday Life: Major Frameworks Reconsidered”, Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 8 (2007), pp. 349-373; Oleg V. KHLEVNIUK: “Stalinism and the Stalin Period after the “Archival Revolution””, Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 2 (2001), pp. 319-327. 20 Thomas Kuhn, en la historia del estalinismo. Es decir, se trataría de una nueva forma de escribir la historia, del mismo modo en la que el revisionismo lo fue en los años 70 respecto al totalitarismo. 16 Sin embargo, el postrevisionismo siempre se mostró difícil a la hora de definirlo y delimitarlo. Es por ello acertada la réplica que realizó Matthew Rendle en este punto, señalando que más que una nueva forma de hacer historia, el posrevisionismo constituía una “fusión de paradigmas” que reflejaba la “madurez del campo” dejando de lado “los amargos debates entre totalitarios y revisionistas”.17 El hecho de que en los últimos años los académicos no hayan empleado el término posrevisionismo con demasiada insistencia confirma esta misma idea. El posrevisionismo que en los momentos posteriores a la caída del muro parecía una nueva corriente historiográfica, con el tiempo se ha convertido en algo más amplio y difuso. De hecho, tres décadas después, los términos totalitario, revisionista y posrevisionista ya no hacen referencia a diferentes posturas historiográficas del debate, pues progresivamente estas etiquetas han ido perdido su valor. A raíz de la entrada masiva de fuentes primarias procedentes de los archivos soviéticos, la discusión historiográfica ha cambiado y así lo han hecho las diferentes posturas académicas. Hoy, el posrevisionismo se muestra como una síntesis del debate clásico, cuya función se ha basado en eliminar ciertos corsés ideológicos. La apertura del debate que inició el posrevisionismo lo ejemplifica Magnetic Mountain.18 El libro de Stephen Kotkin fue una obra rompedora en muchos aspectos. Publicado por primera vez en 1995, la obra analiza la vida cotidiana en la ciudad de Magnitogorsk durante los años treinta. Se trata de un estudio de caso de la construcción de una nueva ciudad ex nihilo que implícitamente representa la materialización de la construcción del socialismo en forma de un experimento estalinista a gran escala haciendo partícipe del proyecto a toda la población. Su obra está dividida en dos partes. En la primera, se describe el proceso de la construcción del socialismo como un proyecto 16 Sheila FITZPATRICK: “The Soviet Union in the twenty-first century”, Journal of European Studies, 37 (2007), pp. 58-62; Sheila FITZPATRICK: ‘Revisionism in Soviet History’, History and Theory, 46 (2007) pp. 87-91. 17 Matthew RENDLE: “Post-Revisionism: The Continuing Debate on Stalinism”, Intelligence and National Security, 25 (2010), pp. 370-388, p. 387. 18 Stephen KOTKIN: Magnetic Mountain. Stalinism As a Civilization, Berkeley, University of California Press, 1997. 21 ideológico del Estado. En el segundo, titulado Living Socialism, el autor se enfoca en el comportamiento del sujeto durante ese proceso de construcción en relación con el Estado y su acción. El núcleo de su obra, allí donde reside la principal innovación teórica, es el capítulo Speaking Bolshevik que está íntegramente dedicado al estudio del sujeto y la subjetividad durante el estalinismo. En él, describe a un sujeto que acepta y asume como suya una identidad creada desde arriba dentro de un “juego de identificación” cuyo fin es la identificación pública con la causa del Estado. Con el objetivo de sobrevivir o prosperar en la civilización, el individuo optaría por hablar “en bolchevique” para demostrar su lealtad. 19 Estas conclusiones fueron una innovadora contribución al debate clásico. Por un lado, su obra subraya la importancia de la ideología como generadora de nuevas realidades en manos de los bolcheviques, una tesis defendida dentro de la escuela totalitaria, mientras que refutar la tesis del sujeto como elemento completamente dominado y sin capacidad operatoria era una postura revisionista. Introduciendo la agencia de este sujeto, Kotkin realiza una síntesis entre las dos posturas, conservando elementos de ambos, pero reformulando los principios básicos que hasta ese momento había manejado la historiografía. La dicotomía entre el sujeto pasivo del totalitarismo frente al sujeto “atrapado en las categorías del momento”20 de la escuela revisionista fue superada, siendo sustituida por nuevas formas de estudiar la posición del individuo en el sistema estalinista. En otras palabras, el estalinismo desde arriba y el estalinismo desde abajo se disolvían en un esquema más complejo en el que el sujeto ocupaba una importante posición. No se trataba de un sujeto derrotado, pero tampoco uno que actuase acorde a sus intereses genuinos. Siguiendo esta dirección, Igal Halfin y Jochen Hellbeck realizaron también reflexiones de gran relevancia sobre el individuo estalinista que tan bien había descrito Kotkin. Si bien ambos reconocen el valor de su obra, consideran que en última instancia 19 Stephen KOTKIN: Magnetic Mountain… p. 220 20 La crítica de Kotkin hacia los académicos “revisionistas” que hasta ese momento habían tratado de estudiar el papel del sujeto en el estalinismo es por “estar atrapados en los términos de los fenómenos que trataban de analizar”. Para él emplear términos como “ascender” [move up], “atrasado” o “campesinización” al referirnos a la clase obrera del momento no permite conocer la verdadera vida y el comportamiento de los trabajadores. En: Stephen KOTKIN: Magnetic Mountain… p. 200. 22 la cuestión del sujeto se encuentra todavía sin resolver debido a que la agencia del sujeto de Kotkin era más pragmática que ideológica. En otras palabras, cuando el individuo del estalinismo empleaba el lenguaje oficial del régimen, lo hacía con una estrategia de aceptación social y no por el convencimiento, asumiendo una diferencia entre el sujeto mismo y su actuación pública respecto a sus verdaderas convicciones fuera del “sistema de significados” que los bolcheviques proponían. Halfin y Hellbeck consideran, en cambio, que existe esa agencia ideológica del sujeto y que el estalinismo fue un proyecto asumido por ese sujeto como modo de autoexpresión.21 Hellbeck lo demuestra analizando los diarios personales de la época, concluyendo que el individuo, en busca de una identidad, aceptaba y empleaba la identidad que le presentaba el poder, moldeando la personalidad conforme a lo que el Estado le proponía.22 En definitiva, la obra de Kotkin y los estudios sobre la subjetividad que inició ejemplifican la función del posrevisionismo en el avance de los estudios sobre el estalinismo. Más que una corriente, como lo definió Fitzpatrick, el posrevisionismo actuó como síntesis del debate clásico entre el totalitarismo y el revisionsimo. Esta síntesis permitió, progresivamente, el fin de una discusión basada en escuelas, iniciando el debate actual, que se centra en el estudio de lo concreto. Esta misma investigación se sitúa dentro de este nuevo panorama historiográfico y trata de responder a las nuevas incógnitas que ha formado. Hoy en día, este estudio de lo concreto tiene su máximo exponente en las investigaciones sobre el origen del Gran Terror, un campo que todavía despierta muchas discrepancias entre los académicos. Los estudios sobre el origen de este episodio han evolucionado considerablemente desde el final de la Guerra Fría cuando el fenómeno se explicaba a partir de las escuelas historiográficas que hemos mencionado. La escuela totalitarista veía en el terror una política deliberada de Iosif Stalin para destruir o desorganizar cualquier posibilidad de oposición a su gobierno absoluto, así como la 21 Igal HALFIN y Jochen HELLBECK: “Rethinking the Stalinist Subject: Stephen Kotkin’s “Magnetic Mountain” and the State of Soviet Historical Studies”, Jahrbücher für Geschichte Osteuropas 44 (1996), pp. 456-463. 22 Jochen HELLBECK: “Fashioning the Stalinist Soul: The Diary of Stepan Podlubnyi (1931-1939)”, Jahrbücher Für Geschichte Osteuropas, 44 (1996), pp. 344-373. 23 voluntad de ejercer ese posterior gobierno mediante un despotismo constante.23 La escuela revisionista, en cambio, asumía que el terror fue un acontecimiento caótico y aleatorio, en ningún caso una operación planificada desde arriba. Además, en sus tesis se sostenía que en el proceso de ejecución de la represión en masa las autoridades locales tuvieron una responsabilidad importante.24 No obstante, desde la apertura de los archivos, especialmente el conocido como fondo personal de Stalin [lichnyy fond Stalina], los orígenes del Gran Terror se conocen con mayor exactitud y estas interpretaciones, progresivamente, han quedado obsoletas. En los documentos de archivo, la responsabilidad del politburó u oficina política del Comité Central y, en especial, la de Stalin en particular ha quedado demostrada. Como señala Jörg Baberowski, Stalin fue en todo momento el “maestro” omnipotente de toda la represión y para ejecutarla confió en Nikolai Yezhov, jefe de la NKVD desde septiembre de 1936. El dictador se reunía frecuentemente con Yezhov para seguir las actualizaciones de la represión; en otras ocasiones, en cambio, las listas provisionales de ejecutados necesitaban de su firma para dar el consentimiento.25 El punto de partida de las discrepancias historiográficas actuales se halla en la racionalidad de este episodio histórico. Es decir, mientras que existe un consenso sobre el papel jugado por Stalin en la represión en masa, el debate principal sobre la ejecución del terror se divide en si este proceso fue racional o no. El concepto de racionalidad en este punto difiere del que se manejaba en la Guerra Fría, cuando el término de 23 Robert CONQUEST: El Gran Terror. Las purgas estalinianas de los años treinta, Barcelona, Luis de Caralt, 1974, p. 585. Además de Conquest, Richard Pipes, Leonard Schapiro o Adam Ulam, por ejemplo, cuentan con sendos trabajos que siguen estas líneas teóricas, en todos ellos la figura personal de Stalin y su ejercicio de poder son elementos centrales en la explicación de la represión. Entre sus obras destacan los siguientes: Richard PIPES: Communism: A History, Nueva York, Modern Library, 2001; Leonard SCHAPIRO: The Communist Party of the Soviet Union, Londres, Methuen, 1960; Adam B. ULAM: Stalin. The man and his era, Nueva York, Viking Press, 1973. 24 Sheila FITZPATRICK: Everyday Stalinism: Ordinary Life in Extraordinary Times, Soviet Russia in the 1930s, Oxford, Oxford University Press, 2000, pp. 191-193; Roberta T. MANNING: “Government in the Soviet Countryside in the Stalinist Thirties: The Case of Belyi Raion in 1937”, The Carl Beck Papers in Russian and East European Studies, 301 (1984), pp. 1-46. 25 Jörg BABEROWSKI: Scorched earth. Stalin’s reign of terror, New Haven, Yale University Press, 2016, pp. 261-263. 24 racionalidad hacía referencia al patrón que seguía el Gran Terror.26 En este caso, en cambio, el concepto de racionalidad hace referencia a la razón última de emprender las operaciones de represión masiva sobre la sociedad en el verano de 1937. Mayoritariamente, los historiadores defienden una explicación racional de la misma y explican el fenómeno del terror como una respuesta a algún tipo de acontecimiento político, social o económico. Esta postura tiene sus raíces en la historiografía clásica de la Guerra Fría, especialmente en la escuela revisionista. Gabor Rittersporn, un historiador cercano en sus tesis al último revisionismo, mantiene que el terror de los años treinta fue el resultado de las “maniobras y contramaniobras” de las jerarquías del Partido con el objetivo de eliminar de su seno las “prácticas disruptivas, ineficientes e impopulares”, así como castigar a los que las practicaban. Así, el terror, se muestra como una herramienta política más para controlar el aparato del Partido y mejorar el funcionamiento del sistema.27 En la historiografía rusa esta explicación racional del terror, con diferentes interpretaciones particulares, también es la más popular. Leonid Naumov ahonda en el concepto de la “confianza” para señalar que el terror se dirigía con el objetivo de eliminar del sistema aquellos elementos en los que Stalin dejó de confiar después de un giro a la izquierda en la política general del país. El terror en masa, según él, surgió como consecuencia de estos conflictos políticos y la creciente desconfianza de los líderes regionales en sus propias fuerzas, quienes fueron, en última instancia, los ejecutores de las operaciones contra la población.28 Vadim Rogovin, aunque alejado de la posición historiográfica de este último, también comparte en esencia la posición de Rittersporn y Naumov. Para él, el terror fue una política para la supervivencia del propio Stalin, que necesitaba de esta para garantizar su continuidad en el poder. 29 26 Por ejemplo, Sheila Fitzpatrick emplea el concepto de aleatoriedad del terror empleando como ejemplo la ya famosa frase “están metiendo a la gente en la cárcel por nada” pronunciado por un oficial local durante el Gran Terror. La aleatoriedad se contrapone a la razón como criterio para reprimir. En: Sheila FITZPATRICK: Everyday Stalinism… pp. 190-192. 27 Gabor RITTERSPORN: Stalinist Simplifications and Soviet Complications. Social Tensions and Political Conflicts in the USSR 1933-1953, Filadelfia, Harwood Academic Publishers, 1991, p. 321. 28 Leonid A. NAUMOV: Stalin i NKVD, Moscú, Yayza, 2007. 29 Vadim ROGOVIN: 1937. Stalin’s Year of Terror, Oak Park, Mehring Hooks, 1998, p. xvi. 25 En general, la gran mayoría de los trabajos que se han publicado en las últimas dos décadas defienden esta idea de que el Gran Terror fue una política racional para lograr un objetivo concreto.30 No obstante, recientemente algunos académicos han retado esta tesis. Kotkin, en su última obra, la monumental biografía en diversos tomos de Stalin, de la que hasta ahora solo dos han visto luz, descarta la posibilidad de escribir una historia racional del terror. Según él, el Gran Terror no tuvo una utilidad política, económica o social. Incluso fue un problema en sí mismo que, a su vez, acarreó complicaciones en todos esos aspectos. Entrando en el análisis, emplea el término “no causas”, acudiendo así a la personalidad de Stalin y la irracionalidad de su mentalidad “casi patológica” para explicar las operaciones de la represión en masa que dirigió. Para Kotkin, de esta forma, la explicación última del terror es la propia personalidad de Stalin y su disposición mental.31 El factor de la personalidad de Stalin en el terror ya había sido subrayado por la historiografía totalitarista durante la Guerra Fría,32 sin embargo, esta vez sus características son diferentes. En el caso de Kotkin, cuando la personalidad de Stalin funciona como explicación del terror no emula al modelo totalitario sino que adquiere 30 Más allá de las obras ya citadas, el terror como acción racional está presente en la gran mayoría de los trabajos que se publican. Algunos de los más destacados: Irina V. PAVLOVA: Mekhanizm vlasti i stroitel’stvo stalinskogo sotsializma, Novosibirsk, Izdatel'stvo Sibirskogo otdeleniya RAN, 2001; James HARRIS (coord.): The Anatomy of Terror, Political Violence Under Stalin, Oxford, Oxford University Press, 2013; Markus WEHNER: “Stalinismus und Terror” en: Stefan PLAGGENBORG (ed.): Stalinismus: Neue Forschungen und Konzepte, Berlín, Berliner Wissenschafts- Verlag, 1998, pp. 365-390; Mark JUNGE, Gennadiy A. BORDYUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora. Istoriya operatsii po prikazu NKVD №00447, Moscú, Novyj Khronograf, 2008; John Arch GETTY y Oleg V. NAUMOV: The Road to Terror: Stalin and the Self-Destruction of the Bolsheviks, New Haven, Yale University Press, 1999; Vladimir KHAUSTOV y Lennart SAMUELSON: Stalin, NKVD i Repressii 1936-1938 gg., Moscú, ROSSPEN, 2009; Stephen G. WHEATCROFT: ‘Towards Explaining the Changing Levels of Stalinist Repression in the 1930s: Mass Killings’ en: Stephen G. WHEATCROFT (coord.); Challenging Traditional Views of Russian History, Basingstoke, Palgrave, 2002, pp. 112-146. 31 Stephen KOTKIN: Stalin: Waiting for Hitler, 1929-1941, Nueva York, Penguin Press, 2017, pp. 488-492. 32 Robert C. TUCKER y Stephen F. COHEN (coord.): The Great Purge Trial, Nueva York, Grosset & Dunlap, 1965. 26 características propias. Esta personalidad no proviene de la infancia o sus experiencias tempranas, sino que tiene una marcada influencia política. Su “paranoia” es una personalidad adquirida en el ejercicio del poder. El origen de esta nueva tendencia nace de lo que algunos historiadores conocen como la “sobre-expectación” respecto a las fuentes de archivo soviéticas una vez estas fueron abiertas.33 Si bien los nuevos documentos ayudaron a cuantificar el terror, la investigación de los orígenes del proceso no ha encontrado en ellos algo que revolucionara las interpretaciones. Incluso con esa documentación la correlación entre el terror y los problemas que atravesaba la URSS, tal y como aducen los defensores de la racionalidad del terror, ha quedado menos clara. Baberowski es otro de los académicos que, en los últimos años, ha puesto en duda que el terror fuese una respuesta racional a las circunstancias políticas, sociales o económicas que atravesaba la URSS. Sus últimos trabajos sobre este campo también han centrado el foco en la personalidad de Stalin, más en concreto, en la forma en la que el dictador percibía la política. Para él, la violencia era la forma mediante la cual emprender las transformaciones políticas y económicas preestablecidas por la ideología. Esto respondía a la forma en la que Stalin había interiorizado durante todos sus años de militancia y gobierno la violencia como algo normal y natural. Como subraya Baberowski, el “mundo de Stalin” era el “estado de emergencia” constante.34 Tanto Baberowski como Kotkin apoyan esta tesis de la personalidad en el amedrentamiento constante que Stalin ejercía en sus camaradas de la alta dirección del Partido. De esta forma, la explicación irracional de la personalidad permite entender la imposición de la voluntad de Stalin en los órganos de decisión del Partido y el seguidismo que ejercieron los hombres de confianza del dictador en esos mismos años, como fue el caso de Molotov, Voroshilov o Kaganovich, por ejemplo. Finalmente, sin sostener por completo la irracionalidad del terror de estos dos autores, Oleg Khlevniuk, uno de los historiadores rusos más destacados no solo en Rusia, sino también en el panorama internacional, propone en este debate una explicación combinada. La personalidad de Stalin y su “rabia contra los enemigos” es un factor muy importante, sin embargo, para el historiador ruso la situación internacional 33 Oleg V. KHLEVNIUK: “Stalinism and the Stalin Period after the “Archival Revolution”” … pp. 119-120. 34 Jörg BABEROWSKI: Scorched earth… pp. 309-311. 27 que envolvía al país y el temor a una “quinta columna” dentro de sus fronteras fueron elementos indispensables para el estallido represivo.35 Este temor al surgimiento de la “quinta columna”, demostrada por los constantes informes que recibía Stalin sobre la situación en la Guerra Civil española, también ha sido trabajado por más historiadores, como es el caso de James Harris, quien considera que la razón última del terror fue ese mismo miedo a la existencia del “enemigo” infiltrado en todas las capas de la sociedad soviética.36 Sin embargo, sus posiciones cuentan con problemas serios a la hora de explicar el estallido y la duración de ese terror. Su argumentación se apoya en los informes de inteligencia que recibía en su despacho Stalin, pero durante 1938, donde más preocupación debería existir por esos informes, el vozhd permanece enclaustrado sin recibir ninguno.37 En definitiva, el debate actual sobre la naturaleza del Gran Terror se ha trasladado a los orígenes del proceso, discutiendo sobre la racionalidad de este. Mientras tanto, también han surgido nuevos campos de investigación, como es el de las investigaciones sobre los perpetradores de terror. Este campo es popular entre los académicos rusos de los últimos años e investiga los órganos y las personas implicadas en aplicar las operaciones en masa que antes hemos señalado. Uno de sus pioneros fue Leonid Rasskazov con su trabajo sobre los órganos punitivos durante el estalinismo.38 Destaca en él el capítulo sobre los “mecanismos del Gran Terror” donde realiza una primera aproximación descubriendo los órganos y las personas encargadas de aplicar la represión sobre la población entre 1937 y 1938. Vladimir Khaustov también ha trabajado este ámbito, donde ha cosechado importantes trabajos sobre los órganos 35 Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin…, pp. 219-225; Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin. New biography of a dictator. New Haven, Yale University Press, 2015, pp. 152-153. 36 James HARRIS: The Great Fear. Stalin’s Terror of the 1930’s. Nueva York, Oxford University Press, 2016. 37 Stephen KOTKIN: Stalin: Waiting for Hitler… p. 496. 38 Leonid P. RASSKAZOV: Karatel'nyye organy v protsesse formirovaniya i funktsionirovaniya administrativno-komandnoy sistemy v sovetskom gosudarstve (1917-1941 gg.), Ufa, Ufimskaya vysshaya shkola militsii MVD RF, 1994. 28 estatales de seguridad. En su caso las investigaciones se centran en la dirección de estos órganos, sus problemas, así como como la intervención directa de Stalin en ellos.39 En Estados Unidos también ha despertado interés este ámbito y en los últimos años han aparecido diferentes trabajos sobre este mismo tema. Por encima del resto destaca la obra de Lynne Viola sobre los perpetradores del terror por su innovadora metodología. Su investigación se centra en Ucrania donde, como en el resto de las repúblicas que componían la URSS, se celebraron juicios por “excesos” hacia los perpetradores del terror. Para ello, se basa en la documentación de esos juicios para aclarar los mecanismos que se emplearon a la hora de ejercer el terror de 1937 y 1938. Sus conclusiones son realmente reveladoras, donde se aprecia un paso atrás de la dirección de Moscú por la magnitud que la represión había adquirido. En su trabajo se demuestra el empleo de la tortura como procedimiento habitual, así como los nombres de los miembros de la NKVD que participaron en las operaciones masivas y las ejecuciones extrajudiciales.40 Por último, también cabe destacar el trabajo de Wendy Goldman en la que se estudia la participación de la gente corriente en el terror mediante las denuncias y los señalamientos a otros ciudadanos como práctica habitual en este mismo periodo.41 Entrando ya en la historia del estalinismo en Carelia, es importante destacar que se trata de una disciplina significativamente más reciente. El campo fue popularizado durante los años noventa. Antes, las obras publicadas por los historiadores soviéticos no abordaban los temas que esta tesis pretende trabajar. A partir de los años noventa, generalmente, este ámbito ha ocupado a historiadores locales procedentes de los centros de investigación y universidades de la República de Carelia y no se han publicado muchos trabajos en lenguas extranjeras. La excepción más destacable es la de Nick Baron con su libro Soviet Karelia. Politics, planning and terror in Stalin’s Russia, 1920-1939 y 39 Vladimir KHAUSTOV: Deyatel'nost' organov gosudarstvennoy bezopasnosti NKVD SSSR, 1934- 1941 gg., Tesis Doctoral, Moscú, 1997. 40 Lynne VIOLA: Stalinist Perpetrators on Trial: Scenes from the Great Terror in Soviet Ukraine, Nueva York, Oxford University Press, 2017. 41 Wendy Z. GOLDMAN: Inventing the Enemy: Denunciation and Terror in Stalin's Russia, Cambridge, Cambridge University Press, 2011. 29 los artículos relacionados con este trabajo.42 Su investigación de la historia de Carelia durante el estalinismo parte de la “nueva historia espacial” que la aplica al caso soviético como “un análisis cultural de la evolución del espacio administrativo, político y económico soviético mediante la planificación y las políticas espaciales”. Esto se materializa en un estudio acerca de cómo los agentes históricos visualizaban el espacio, poniendo énfasis en la voluntad del estalinismo por transformar ese espacio como parte de su singularidad transformadora.43 Las conclusiones extraídas por Baron han sido de gran valor en esta tesis, pues tras su trabajo subyace un largo recorrido en los archivos locales y centrales. No obstante, gran parte de su investigación se focaliza en el rol jugado por los trabajos forzados en la república, un aspecto que esta tesis no abordará. La segunda gran obra publicada en lengua inglesa es The Search for a Socialist El Dorado: Finnish Immigration to Soviet Karelia from the United States and Canada in the 1930s de Alexey Golubev e Irina Takala.44 Publicada en 2014, se trata de la historia de la inmigración finlandesa procedente de Norteamérica a Carelia después de la crisis económica de 1929. A pesar de que se centre en el fenómeno, su contenido va más allá, constituyendo una pieza clave en la historiografía. Sus aportaciones sobre el fenómeno de la inmigración finlandesa serán fundamentales en esta tesis, en particular, cuando se estudie ese caso en particular como una forma de construcción desde arriba del sistema soviético. Sin embargo, más allá de estas excepciones, la historia de Carelia se escribe predominantemente en la lengua de Pushkin. La ya citada historiadora Irina Takala es la especialista que más ha trabajado este tema. En su gran producción bibliográfica destacan sus trabajos de los años noventa sobre la represión en Carelia.45 Estos trabajos 42 Nick BARON: Soviet Karelia. Politics, planning and terror in Stalin’s Russia, 1920-1939, Londres, Routledge, 2007; Nick BARON: “Stalinist planning as political practice: control and repression on the Soviet periphery, 1935–1938” Europe-Asia Studies, 3 (2004), pp. 439-462. 43 Nick BARON: Soviet Karelia…., p. 4. 44 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado… 45 Sus obras más destacadas son las siguientes: Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii”…; Irina TAKALA: “Natsional'nyye operatsii OGPU/NKVD v Karelii” en: Timo VIHAVAYNEN e İrina TAKALA (coords.): V sem'ye yedinoy: natsional'naya politika partii bol'shevikov i yeye osushchestvleniye na Severo-Zapade Rossii v 1920-1950-ye gody, Petrozavodsk, Petrozavodskogo Gosudarstvennogo universiteta, 1998, pp. 161-206; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” en: 30 incluyen documentación de archivos de la policía secreta que actualmente se encuentran cerrados por las dinámicas políticas de la Federación Rusa. Es por ello por lo que, para cuantificar el terror, pero también para valorar su desarrollo, las tesis de Takala serán fundamentales en nuestra investigación. Utilizando fuentes similares a los que consultó Takala en los años noventa, Ivan Chukhin también trabajó la represión en Carelia durante los años 1937 y 1938. Su principal obra es un libro de referencia para todos los investigadores que trabajan este tema.46 Además del análisis de los hechos, Chukhin incluye documentos de archivo que actualmente también se encuentran cerrados en forma de anexos. Junto a la de Takala, la obra de Chukhin constituye una entidad dentro de los estudios sobre el estalinismo en la periferia. Sus cifras de la represión, ligeramente más elevadas de aquellas que ofrece Takala, siguen todavía hoy en vigor a la espera de una futura apertura de los archivos. Más allá de esos, su combinación de la descripción de los procesos de represión política, como los mecanismos de represión en masa son también primordiales en el último capítulo de la presente tesis. Yuri Kilin también consiguió acceder a la documentación de los archivos ya clausurados. Su tesis sobre la política regional fue la primera gran obra sobre la historia de Carelia desde su formación como república autónoma hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el menos en la era de los archivos. Sus aportaciones sobre la relación entre el centro y la periferia han servido para posteriores profundizaciones sobre la evolución de la autonomía.47 Su principal limitación es que su enfoque del fenómeno del estalinismo no logra enmarcarse hoy en día en los grandes debates sobre el estalinismo, más si se compara su trabajo con las de Takala y Chukhin. No obstante, eso no evita que su trabajo haya sido de gran valor aquí. Por último, son de destacar los trabajos de Svetlana Filimonchik. Centrada especialmente en la cultura de la región Anatolii M. TSYGANKOV (coord..): Ikh nazyvali KR: Repressii v Karelii 20-30-kh godov, Petrozavodsk, Kareliya, 1992, pp. 34-73. 46 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37. Ideologiya i praktika terrora, Petrozavodsk, Petrozavodskogo Gosudarstvennogo Universiteta, 1999. 47 Yuriy M. KILIN: Kareliya v politike sovetskogo gosudarstva: voyenno-strategicheskiye, diplomaticheskiye i ekonomicheskiye aspekty (1920-1941 gg.), Tesis Doctoral, Universidad Estatal de Petrozavodsk, 2000. 31 periférica, desde los años dos mil ha publicado una gran cantidad de trabajos que destacan por la riqueza de las fuentes consultadas.48 En conclusión, actualmente las publicaciones sobre el estalinismo en Carelia están condicionadas por la disponibilidad de las fuentes. La apertura efímera de los archivos rusos no ha permitido todavía responder a grandes preguntas formuladas por los historiadores, pero los trabajos de esos años nos permiten contar con bases sólidas para los trabajos actuales. Debido a esta circunstancia, el acceso a archivos hasta ahora no empleados y todavía abiertos puede ofrecernos nuevos puntos de vista del fenómeno del estalinismo en las periferias. Es esa precisamente la labor que se ha tratado de hacer en esta investigación. Carelia como región periférica Carelia, un territorio histórico actualmente dividido entre Finlandia y la Federación Rusa, es desde al menos el siglo XI habitado por los carelios. Su territorio se extiende desde el norte del rio Svir hasta el golfo de Kandalakcha y desde el golfo de Finlandia hasta el mar Blanco. Su clima, en consecuencia, es frío y húmedo. Sus inviernos son largos y sus cortos veranos suelen ser frescos y lluviosos por su proximidad al mar Báltico, al mar Blanco y por sus dos grandes lagos, el Ladoga y el Onega, los dos lagos más grandes de Europa. Su paisaje, escasamente poblado, se caracteriza por la taiga o el bosque boreal que consisten en coníferas, principalmente, pinos y abetos.49 Por sus tierras cruza el ferrocarril de Murmansk, que une la antigua capital San Petersburgo con Murmansk, la ciudad más grande del círculo polar ártico y un puerto libre de hielos en el océano Ártico de importancia estratégica para Rusia.50 La 48 Svetlana N. FILIMONCHIK: “Deyatel'nost' Soyuza sovetskikh pisateley Karelii v 1930- ye gody” Uchenyye zapiski Petrozavodskogo gosudarstvennogo universiteta. 160 (2016), pp. 49-56; Svetlana N. FILIMONCHIK: “Kondopoga v 1930-ye gody: rozhdeniye goroda”, Uchenyye zapiski Petrozavodskogo gosudarstvennogo universiteta, 176 (2018), pp. 80-90; Svetlana N. FILIMONCHIK: Sovetskaya Kareliya v usloviyakh konstitutsionnoy reformy vtoroy poloviny 1930-kh godov. Petrozavodsk, Izdatel'stvo PetrGU, 2018. 49 A. D. VOLKOV y N. V. LAPSHIN: Krasnaya kniga Karelii: redkiye i nuzhdayushchiyesya v okhrane rasteniya i zhivotnyye, Petrozavodsk, Kareliya, 1985; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 9. 50 P. V. FEDOROV: “Murmanskaya zheleznaya doroga kak faktor strategii: bezopasnost' ili ugroza?” en: Urban WRÅKBERG y Yuliya P. BARDILEVA (coords.): Mezhdunarodnyye otnosheniya na 32 línea férrea comenzó a construirse en 1915 y desde su inauguración ha constituido una infraestructura crucial para conectar Carelia con el resto de Rusia.51 Históricamente, la voluntad de controlar el territorio y el comercio de Carelia, que nunca ha gozado de estatus independiente o unitario, ha sido motivo de disputa entre diversos poderes regionales. En el siglo XIV, Carelia se encontraba en la periferia de Suecia y Nóvgorod, interesados en ampliar su hegemonía en el territorio. En 1323, con el ánimo de dar fin a las guerras sueco-novgorodenses, las dos potencias firmaron el tratado de Nöteborg que dividía el istmo de Carelia entre ellas.52 La relativa estabilidad alcanzada con su firma finalizó doscientos años después con las repetidas guerras ruso- suecas a partir de los últimos años del siglo XV.53 La creciente hegemonía sueca en la región se profundizó durante la Época de la Grandeza sueca, cuando el país venció, entre otros, a Rusia en la guerra Ingria y ratificó su control sobre una parte considerable de la actual Carelia mediante el tratado de Stolbovo de 1617.54 La llegada al trono del zar de Pedro el Grande supuso un cambio crucial en la correlación de fuerzas en la región. La nueva guerra ruso-sueca, comenzada en 1700, concluyó veintiún años después con el tratado de Nystad que significó un aumento notable y duradero del control ruso sobre el mar Báltico, además de la recuperación de los territorios perdidos en la paz de Stolbovo.55 Este tratado confirmó la caída del Imperio sueco, que fue sustituido por el Imperio ruso como hegemón del mar Báltico, pero también en Carelia, cuyas tierras se convirtieron casi en su totalidad en parte del nuevo Imperio ruso. Este control no hizo más que aumentar en el siglo XVIII y XIX, con la Guerra finlandesa como prueba más significativa. A partir de la victoria rusa en Severe Yevropy i Barents-Region: istoriya i istoriografiya: materialy rossiysko-norvezhskogo seminara, Murmansk, 19- 20 maya 2007, Murmansk, MGPU, 2008, pp. 160-172. 51 Alexey GOLUBEV: “Murmanskaya zheleznaya doroga na perelomnom etape istorii (1917-1918)”, Uchenyye zapiski Petrozavodskogo gosudarstvennogo universiteta, 5 (2011), pp. 14-18. 52 Jukka KORPELA: “Finland’s eastern border after the treaty of Nöteborg: An ecclesiastical, political or cultural border?”, Journal of Baltic Studies, 33 (2002), pp. 384-397, esp. p. 384. 53 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 11. 54 Yakov N. RABINOVICH: “Stolbovskiy mir: pobeda ili porazheniye”, Vestnik ChelGU, 18 (2008), pp. 27-39, esp. p. 34. 55 M.V. PUL'KIN: “Rossiysko-shvedskoye protivostoyaniye v Karelii (XVIII – nachalo XIX vv.)”, Studia Humanitatis, 4 (2018), pp. 1-20, esp. pp. 10-11. 33 esa contienda Finlandia pasó a formar parte del Imperio ruso, separándose de Suecia y formando un ente autónomo conocido como el Gran Ducado de Finlandia.56 Pero incluso entonces, el territorio histórico de Carelia era divida por la frontera que limitaba al Gran Ducado con el resto del Imperio. La independencia de Finlandia, declarada en diciembre de 1917 y confirmada por el Tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918, convirtió de nuevo a Carelia en una periferia para Rusia.57 De esta forma, durante toda su historia Carelia ha sido un territorio dividido de frontera y periferia tanto para las potencias occidentales como para Rusia. Su escasa densidad y su ubicación estratégica para Rusia, por su proximidad con la actual ciudad de San Petersburgo y por ser el territorio que la une con Murmansk, han hecho que sea comprendida como un territorio vulnerable para la integridad y la supervivencia de Rusia. Durante el estalinismo, esta percepción se exacerbó hasta considerarla como una de las principales puertas de entrada de la “agresión imperialista”. Carelia, el Carelianismo y el nacionalismo finlandés Más allá de su historia, para comprender por completo el significado de Carelia es necesario mencionar la relación que guardan sus tierras con la identidad nacional finlandesa del siglo XIX y XX.58 El nacimiento del nacionalismo finlandés, que se expandió con facilidad durante todo el siglo XIX, responde a las características únicas que vivió Finlandia a partir del establecimiento del Gran Ducado de Finlandia dentro del Imperio Ruso. La historiografía destaca tres singularidades principales para explicar el desarrollo de este nacionalismo. Por un lado, hay que destacar la amplia autonomía de la que gozaba Finlandia dentro del Imperio. Esta autonomía, a diferencia de en otros casos europeos, se constituyó antes del surgimiento del nacionalismo étnico. Esto conllevó que el nacionalismo finlandés no tuviera que enfrentarse a la lucha por conseguir un Estado 56 Outi FINGERROOS: ““Karelia issue”: The politics and memory of Karelia in Finland” En: Finland in World War II. Brill, 2012, pp. 483-517. 57 Kalervo HOVI: “The winning of Finnish independence as an issue in international relations”, Scandinavian Journal of History, 3 (1978), pp. 47-73. 58 Maunu HÄYRYNEN: "A periphery lost: the representation of Karelia in Finnish national landscape imagery", Fennia-International Journal of Geography, 182 (2004), pp. 23-32, esp. pp. 23-27. 34 propio. En segundo lugar, la economía jugó una función principal. A pesar de que en comparación con los países occidentales el desarrollo de Finlandia fuese tardío, es un error asumir que Finlandia se tratase de un territorio colonial. La economía de Finlandia estaba más desarrollada que la del resto del Imperio y se benefició de su acceso al mercado ruso. Esto permitió a Finlandia contar con una economía nacional bien desarrollada para la consolidación del Estado ya para finales del siglo XIX. Por último, como tercera singularidad, Finlandia se estableció como Estado entre dos potencias como Suecia y Rusia. La influencia sueca en la cultura y en la economía determinó un desarrollo diferenciado de su nacionalismo respecto a otras regiones de Europa del Este.59 Desde su surgimiento, el nacionalismo finlandés miró a Carelia con una fijación especial. Envuelto por un movimiento cultural conocido como carelianismo, el nacionalismo finlandés observaba en Carelia la tierra sagrada de los finlandeses, un tesoro premoderno y el origen de la misma nación.60 El movimiento nacionalista comenzó a moldearse con la generación de jóvenes idealistas conocidos como los Románticos de Turku en los años diez y veinte del siglo XIX. Ante la influencia cultural sueca, por la cual la élite finlandesa utilizaba el sueco como idioma y el miedo a una eventual rusificación, esta primera generación de nacionalistas fomentó la construcción de la cultura finlandesa y la popularización del idioma finés.61 Carelia cobró protagonismo en una segunda generación liderada por Elias Lönnrot, que dedicó su vida a recopilar el folklore finlandés. Su obra más conocida fue Kalevala, publicada en Helsinki en 1835, que constituye la epopeya nacional finlandesa por excelencia. La obra recoge el folklore y la mitología oral, principalmente de Carelia, tanto de la parte finlandesa como de la rusa. Rápidamente, Kalevala se convirtió en la 59 Risto ALASPURO: “Nineteenth Century Nationalism in Finland: A Comparative Perspective”, Scandinavian Political Studies, 1 (1979), pp. 22-24. 60 William A. WILSON: “The "Kalevala" and Finnish Politics”, Journal of the Folklore Institute, 12 (1975), pp. 131-155, esp. pp. 141-142; William A. WILSON: “Sibelius, the Kalevala and Karelianism” en: Jill Terry RUDY y Diane CALL (coords.): Morrow of Human Experience: The essays on Folklore by William A. Wilson, Logan, Utah State University Press, 2006, pp. 124-141, esp. p. 124. 61 Lukasz SOMMER: “A Step away from Herder: Turku Romantics and the question of national language”, Slavonic and East European Review, 90 (2012), pp. 1-32, William A. WILSON: “Sibelius, the Kalevala and Karelianism”…, p. 128. 35 piedra angular del nacionalismo finlandés, pues dotó a la nación de una historia que hasta ese momento no tuvo y la historiografía coincide en destacar su papel como gran factor para la difusión de la identidad nacional en el Gran Ducado.62 La publicación de Kalevala no solo propulsó el nacionalismo, sino que también situó el origen de la nación y su esencia en Carelia. Para el nacionalismo posterior a Kalevala, dominante a partir de la segunda mitad del siglo XIX y a comienzos del XX, Carelia en su totalidad (no solo la parte finlandesa) era una parte inalienable de la cultura finlandesa. La parte rusa en particular contaba además con mayor valor, pues no estaba contaminada por otras culturas europeas como la sueca.63 Esta concepción de Carelia a partir de la publicación de Kalevala fue ganando popularidad a lo largo del siglo XIX. Su apogeo se alcanzó en su última década con el carelianismo. En ella participaron pintores, escultores, escritores, poetas y compositores que tenían en común un interés por la historia y los paisajes de Carelia. El caso más conocido es el del compositor Jean Sibelius cuyas obras fueron un símbolo del nacionalismo finlandés. El compositor finlandés dedicó gran parte de su obra a la región; son famosas su suite de Kullervo, basada en un personaje de Kalevala, o su Suite Karelia, pieza de la Música de Carelia.64 Toda esta construcción de la identidad nacional finlandesa estableció la idea del origen y la esencia de lo finlandés en Carelia. A principios del siglo XX, después de la independencia de Finlandia, esta idea estaba extendida en la sociedad civil y clase política de Finlandia. Tras la derrota de los finlandeses rojos en la Guerra Civil finlandesa, destacados políticos socialistas finlandeses emigraron a la Unión Soviética y con ellos llevaron también esta concepción. Su papel en la construcción de la autonomía de Carelia y su desarrollo fue crucial y su forma de comprender Carelia en relación con Finlandia modeló toda la experiencia de los años treinta en la periferia nórdica de la URSS. 62 William A. WILSON: “Sibelius, the Kalevala and Karelianism”… pp. 128-132. 63 Paul M. AUSTIN: “Soviet Karelian: The Language That Failed”, Slavic Review, 51 (1992), pp. 16-35. 64 William A. WILSON: “Sibelius, the Kalevala and Karelianism”… p. 134; 36 El origen de la autonomía de Carelia65 Tras la Revolución de Octubre, la vieja estructura estatal zarista fue destruida y con ella cayó también su organización administrativa, dando paso a nuevas divisiones territoriales. En el caso de Carelia, durante el Imperio Ruso, su territorio se dividía entre las gobernaciones [gubernii] de Olonets y Arkhangelsk, de modo que Carelia no constituía en sí misma una unidad administrativa. La formación de Carelia como unidad administrativa fue producto de la política de los bolcheviques durante sus primeros tres años de gobierno. Además, una vez establecida, Carelia no contaba con una unidad administrativa cualquiera, sino que fue dotada de una amplia autonomía que le permitía contar con sus propias instituciones de gobernanza.66 Como veremos en esta sección, el establecimiento de una Carelia autónoma fue consecuencia de la política interior y exterior de los bolcheviques en los primeros años de su mandato. Con la llegada al poder de los bolcheviques en 1917, el principio de autodeterminación de las naciones, que antes de la revolución era considerado solución al encaje de las naciones dentro de Rusia por parte de los bolcheviques, perdió su vigor. Iosif Stalin, comisario de las nacionalidades todavía, meses después de la toma del poder, rezaba ya que el principio de la autodeterminación debía subordinarse a los principios del socialismo.67 Por supuesto, la autodeterminación seguiría prevaleciendo formalmente durante años dentro de los discursos bolcheviques después de la revolución, sin embargo, se trató de una herramienta disuasoria; defender la autodeterminación servía como garantía contra la secesión, calmando a los grupos nacionalistas.68 Simultáneamente, la autodeterminación perdería peso en la política soviética convirtiéndose en un mero eslogan sin gran contenido detrás mientras que los esfuerzos de los dirigentes soviéticos se centrarán en fortalecer el Estado, en riesgo por 65 Esta sección recoge fragmentos del Trabajo de Fin de Máster del autor de esta Tesis. El trabajo nunca fue publicado. 66 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 33-38 67 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 4, Moscú, Gosudarstvennoye izdatel'stvo politicheskoy literatury, 1947, p. 31-32; Michal KASPRZAK: Nationalism and Internationalism: Theory and Practice of Marxist Nationality Policy from Marx and Engels to Lenin and the Communist Workers’ Party of Poland, Tesis Doctoral, Universidad de Toronto, 2012. 68 Walker CONNOR: The national question in Marxist-Leninist theory and strategy, New York, Princeton University Press, 1984, pp. 47-48 37 la Guerra Civil. La nueva prioridad de los bolcheviques había cambiado. Ahora, con el poder del estado en las manos, el objetivo era acabar con el “atraso cultural” de diferentes pueblos no-rusos que formaban la Unión. Estos demostraban poco interés por la revolución, y por ello, como veremos más adelante, los bolcheviques creían que era prioritario fortalecer su dirección en clave nacional, fomentando su cultura, lengua y costumbres.69 La consolidación del nuevo poder comunista pasaba por conseguir un encaje óptimo para todas las nacionalidades que habían compuesto el Imperio Ruso y la autonomía de estas nacionalidades fue una de las propuestas fundamentales para ello. Esta fórmula ya fue contemplada por Stalin antes de la revolución, aun cuando consideraba la idea de la autodeterminación como la solución fundamental. Defendía que, a diferencia de la “autonomía nacional” (entendiendo esta como una autonomía para territorios compuestos por varias minorías nacionales), la “autonomía regional” (autonomías complejas teniendo en cuenta esas minorías) ofrecía ciertas ventajas para solucionar el problema nacional. Según él, esta última era un “elemento esencial para resolver la cuestión nacional”, ya que, con ello, se lograba que no se dividiese a las gentes por naciones para poder dividirlos por clases. También añadía tímidamente la reflexión de que este tipo de autonomía permitiría al mayor desarrollo económico de las regiones autónomas, puesto que harían un mejor uso de sus propios recursos.70 Estas anotaciones fueron puestas en marcha parcialmente durante los primeros años del gobierno rojo, aunque finalmente, en algunos territorios como Carelia, el modelo por el que optaron se pareciese más al concepto de autonomía nacional que descartaba. Mediante una autonomía complejizada, fuese nacional o regional, los comunistas rusos trataban de lograr una articulación del Estado con la meta de englobar pueblos y etnias muy diferentes entre sí bajo un mismo mando.71 69 Jeremy SMITH: The Bolsheviks and the national question. 1917-1923, Nueva York, Palgrave, 1999, pp. 23, 28. 70 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 2, Moscú, Gosudarstvennoye izdatel'stvo politicheskoy literatury, 1946, pp. 360-362. 71 A. SLUSHAYEV: “Natsional'nyy vopros v revolyutsii i Grazhdanskoy voyne” en: V. D. KAMYNIN y A. D. KIRILLOV: Grazhdanskaya voyna kak fenomen mirovoy istorii, Ekaterinburgo, Ural'skiy Gosudarstvennyy Universitet im. A.M. Gor'kogo, 2008, pp. 227-234, esp. p. 231. 38 La primera vez que el gobierno bolchevique planteó la autonomía de un territorio de manera oficial fue tan solo unos meses después de la Revolución de Octubre. En marzo de 1918, después de numerosos debates en las máximas instituciones rusas sobre el encaje de las comunidades islámicas en Rusia, se presentó una propuesta sobre la creación de la República Socialista Tártara-Baskiria que tenía el ánimo de emplazar una primera unidad administrativa en la Unión Soviética.72 Aunque por las circunstancias de las contiendas de la guerra civil que atravesaba el país no pudo ser ejecutada, la resolución sentó un precedente que abría la oportunidad a otros territorios de formar repúblicas con mayor capacidad de toma de decisión y autogobierno. A partir de esta declaración, diferentes líderes regionales se mostraron interesados por la posibilidad de conseguir una autonomía para su territorio y el Kremlin negoció ese asunto con ellos.73 En abril de 1918, se aprobó la propuesta de autonomía para la República Autónoma Soviética de Turkestán, convirtiéndose en el primer territorio con dicho estatus.74 Tras la primera declaración de autonomía, en los meses posteriores, otros líderes regionales, atraídos por la fórmula utilizada con el Turkestán, continuaron negociando con Moscú para conseguir su propia autonomía. Los comunistas rusos, convencidos de que la fórmula se convertiría en la solución para la convivencia de las diversas nacionalidades, a la vez que ayudaría al desarrollo económico y cultural de estas regiones y la articulación de su poder en la periferia, aceptaron estas propuestas y desde el año 1919 comenzaron a repetirse las declaraciones de declaración de las nuevas repúblicas autónomas. De esta manera, entre 1919 y 1921, se establecieron las principales repúblicas autónomas de la URSS.75 En Moscú, para la planificación y la creación de las nuevas unidades territoriales, no se dejó margen para tomas de decisión en caliente; todas y cada una de las nuevas repúblicas fueron precedidas por profundos trabajos de investigación, donde cada una de las repúblicas era diseñada 72 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 4…, pp. 50-51. 73 Jeremy SMITH: “The origins of soviet national autonomy”, Revolutionary Russia, 10 (2008), pp. 62-84, p. 64. 74 Richard PIPES: The formation of the Soviet Union: Communism and nationalism, Cambridge: Harvard University Press, 1954, p. 245-246; Jeremy SMITH: The Bolsheviks and the national question…, pp. 43-46 75 Terry MARTIN: The Affirmative Action Empire…, p. 31. 39 meticulosamente con el fin de mantener una homogeneidad étnica para así evitar posibles conflictos interétnicos. En comunidades poco conocidas hasta el momento como las de Chuvashia, Mari o Komi, por ejemplo, se realizaron grandes trabajos etnográficos para evaluar la forma óptima de limitar las repúblicas.76 No obstante, en este proceso también hubo excepciones: entre otros, el de Carelia. En junio de 1921 se concedió la autonomía a Carelia, formando la Comuna de Trabajo de Carelia (KTK) prácticamente fruto de la casualidad. Las circunstancias que acompañaron al establecimiento de Carelia como república autónoma son cruciales para poder comprender la historia de esta región. Con la derrota del bando rojo en la Guerra Civil Finlandesa en abril de 1918, muchos de los combatientes y militantes comunistas finlandeses decidieron huir a Rusia para salvar sus vidas; otros en cambio, como Edvard Gylling, líder socialdemócrata finlandés, huyeron a Estocolmo. Gylling era un político de gran notoriedad en Finlandia, había sido parlamentario en el joven Parlamento de Finlandia, en la bancada socialdemócrata.77 De un marcado sesgo nacionalista por entonces, se consideraba un “socialista de derechas” que apostaba por un cambio paulatino basado en la reconciliación nacional y en el progreso social.78 Con el estallido de la Guerra Civil, Gylling, formado como economista, aceptó el puesto de ministro de economía en el bando rojo, lo que tras la derrota le obligó a huir como al resto de sus camaradas. En su exilio en Suecia, Gylling planeó el reasentamiento de estos refugiados finlandeses en Carelia, según él, un lugar que podrían desarrollar económicamente con su trabajo y que serviría como escaparate para la revolución en Finlandia. Pensaba, además, que establecer un nuevo Estado en la frontera con Finlandia serviría de gran avance para expandir las ideas revolucionarias en Escandinavia e incluso en todo el mundo.79 En otoño de 1919, convencido de la viabilidad de su idea, mandó una propuesta formal a Moscú proponiendo crear una comuna en Carelia, delimitada por “el mar Blanco, el lago 76 Jeremy SMITH: The Bolsheviks and the national question…, p. 54. 77 Timo VIHAVAINEN: Sto zamechatel'nykh finnov. Kaleydoskop biografiy, Helsinki, Obshchestvo finskoy literatury, 2004, pp. 165-168. 78 John H. HODGSON: Communism in Finland. A history and interpretation, Princeton, Princeton University Press, 1967, p. 65. 79 Yuriy M. KILIN: “Kareliya v politike sovetskogo gosudarstva…”, p. 100-102; Nick BARON, Soviet Karelia…, pp. 20-22. 40 Onega, la frontera finlandesa y el océano Ártico”, que sirviese para la formación de una “Finlandia roja”, alternativa a la “burguesa”. Para Gylling, esta estrategia revolucionaria debería ser dirigida por los finlandeses rojos.80 Lenin, que recibió la propuesta por medio de otro dirigente comunista finlandés, Yrjö Sirola, se mostró interesado desde el comienzo en los planteamientos de Gylling. Sin haber acabado la guerra con Finlandia dentro de la Guerra Civil Rusa, Lenin valoró positivamente la posibilidad de un desarrollo económico en Carelia desde un punto de vista estratégico en lo político y en lo militar. En la necesidad de cerrar otro frente para concentrar los esfuerzos contra los polacos, vio la posibilidad de saciar al nacionalismo finlandés al declarar la autonomía para Carelia, ya que se trataba, como ya lo hemos anotado, de un territorio ansiado por los finlandeses.81 El partido de Lenin se reunió varias veces para discutir esta opción con los comunistas finlandeses y, finalmente, el 8 de junio de 1920 el gobierno soviético aprobó la creación de una administración autónoma en Carelia, formando la Comuna de Trabajo de Carelia.82 La administración de Carelia quedaba provisionalmente en manos del Comité Revolucionario de Carelia (Revkom), cuya dirección la formaban los finlandeses rojos con Gylling a la cabeza.83 El nuevo estatus de Carelia tomó forma a lo largo de los siguientes meses; en primer lugar, fue necesario discutir la superficie que ocuparía la KTK. El Revkom, con el apoyo del politburó, pero con la oposición de la policía secreta y Trotski, buscó controlar un gran territorio, consciente de que se trataba de una zona con poco tejido industrial y con pocos obreros. Estas negociaciones se demoraron meses ya que las opiniones contrapuestas, junto a la voluntad de la gobernación de Olonets a seguir participando como parte integral de Rusia, dificultaron el proceso. Finalmente, en agosto, se decretó que la KTK estaría formada por “dieciocho volosts de Olonets, los uezds de Petrozavodsk y Povonets en la gobernación de Olonets, y diecinueve volosts del uezd de Kem en la provincia de Arkhangelsk, al igual que las ciudades de Kem, Olonets 80 Irina TAKALA: “Finnish factor in the establishment of autonomous Karelia”, Uchenyye zapiski Petrozavodskogo gosudarstvennogo universiteta, 5 (2010), pp. 17-26, p. 21. 81 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 21-22. 82 s.a.: Sobraniye uzakoneniy i rasporyazheniy pravitel'stva za 1920 g., Moscú, Upravleniye delami Sovnarkoma SSSR, 1943, p. 345. 83 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 22; Irina TAKALA: “Finnish factor in the establishment of autonomous Karelia” …, p. 21. 41 y Petrozavodsk”.84 Pero, por otro lado, para definir los parámetros de la autonomía había que acabar con la guerra con Finlandia, que seguía aspirando a la anexión de Carelia. En gran medida, el estatus de Carelia fue un gancho utilizado hábilmente por los dirigentes soviéticos para negociar la paz en mejor posición, aunque eso no impidiese que, por culpa de las negociaciones, Moscú tuviese que aceptar más autonomía de lo previsto.85 Las negociaciones con Finlandia comenzaron el 12 de julio. Finlandia, que partía con debilidad en las negociaciones después de que Rusia hubiese firmado la paz con Lituania y Letonia, tuvo que renunciar pronto al referéndum de autodeterminación en Carelia y las discusiones se redujeron al estatus legal de la autonomía.86 Tras la petición finlandesa de incluir el estatus de Carelia en el tratado de paz, los negociadores rusos encargaron a Gylling la redacción del documento en conjunto con el Comisariado Popular de Asuntos Exteriores (Narkomindel).87 Gylling, consciente de las circunstancias, defendió un grado de autonomía nunca visto hasta entonces, con libre autodeterminación sobre su economía, lengua, cultura y sus leyes, algo que el Comité Central del Partido Comunista aceptó y que Finlandia valoró como suficiente. Al final, el 14 de octubre, se firmó el Tratado de Dorpat que pactaba la paz entre Rusia y Finlandia, y acto seguido se publicó la Declaración Soviética “Sobre el Autogobierno para Carelia del Este”, que incluía los puntos recogidos por Gylling.88 El documento especificaba que Carelia contaría con la autodeterminación, la autonomía dentro del país, una lengua nacional que sería la oficial y que los derechos 84 s.a.: Krasnaya Kareliya: Sbornik materialov ofitsial'nogo kharaktera. Petrozavodsk, Narkomyusta AKSSR, 1925, pp. 18-19; Irina TAKALA: “Finnish factor in the establishment of autonomous Karelia” …, p. 22 85 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 22-23 86 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii s Drevneyshikh Vremen do nashikh dney, Petrozavodsk, Periodika, 1999, pp. 438-439. 87 “Comisariado del Pueblo para Asuntos Exteriores de la URSS”. Órgano equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores, encargado de conducir la política exterior de la URSS. 88 Markku KANGASPURO: “The origins of the Karelian Workers’ Commune, 1920-1923: Nationalism as the path to communism”, The NEP Era: Soviet Russia, 1921-1928, 1 (2007) pp. 1-20, esp. p. 12; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 23. 42 económicos estarían garantizados.89 Para concretar estas palabras, en abril de 1921 el Consejo de Comisarios del Pueblo, Sovnarkom, firmó un nuevo decreto a petición del gobierno de Carelia donde esos derechos económicos fueron detallados; la KTK tendría el derecho de disponer del 100 por ciento del beneficio producido en el territorio y de retener el 25 por ciento de las divisas captadas con las exportaciones, algo que en ninguna otra república estaba contemplado.90 La declaración de octubre, sumada al decreto de abril de 1921, hicieron que Carelia contase con una autonomía en algunos aspectos única en toda Rusia, un estatus especial que contrastaba con el hecho de que se trataba de la única región o república autónoma donde una etnia no rusa no contaba con al menos la mitad de la población.91 La autonomía económica que ofrecieron estos acuerdos permitieron a la KTK, renombrada como República Autónoma Soviética Socialista de Carelia en 1923, poner en marcha sus iniciativas políticas sin grandes limitaciones por parte del centro. Los proyectos que ejecutaron los finlandeses rojos durante sus primeros años de gobierno fueron auspiciados de forma generalizada por el Sovnarkom. Se trató de una primera etapa donde los dirigentes finlandeses buscaron el desarrollo autónomo de la región empezando por busca la viabilidad económica de la periferia nórdica. La prioridad en esta materia, debido a las propias condiciones naturales del territorio nórdico, fue la industria maderera.92 La principal característica del gobierno de Carelia desde sus inicios fue su esencia nacionalista. Las iniciativas políticas presentadas por los finlandeses rojos dejaban entrever un fuerte sentimiento de identidad nacional e incluso dejaban entrever intenciones que iban más allá de la autonomía. El propio Gylling mostró repetidas veces que su visión de Carelia no se limitaba a la de una región de Rusia, sino que buscaba un 89 V. V. POKHLEBKIN: Vneshnyaya politika Rusi, Rossii i SSSR za 1000 let v imenakh, datakh, faktakh, Moscú, Mezhdunarodnyye otnosheniya, 1999 90 Nick BARON, “Karelian ASSR” en: E. A. REES (coord.): Centre-Local Relations in the Stalinist State, 1928–1941, Londres, Palgrave Macmillan, 2002, pp. 116-148, esp. p. 117; Jeremy SMITH: The bolsheviks and the national question…, p. 106. 91 Jeremy SMITH: “The origins of soviet national autonomy” …, p. 73. 92 A. S. ZHERBIN (coord.): Karely Karel'skoy ASSR, Petrozavodsk, Instituta yazyka, literatury i istorii Karel'skogo filiala AN SSSR, 1983. 43 recorrido más largo. Pensaba que, cuando tuviese lugar la revolución en Finlandia y en Escandinavia, Carelia en su totalidad podría unirse a ese nuevo estado.93 De hecho, este pensamiento fue profundizado cuando en julio de 1921 declaró que su propuesta del liderazgo finlandés de Carelia fue nacionalista desde el primer instante, defendiendo lo que el denominaba como el “nacionalismo revolucionario”.94 Para los finlandeses rojos, Carelia se convertía en sinónimo de una Finlandia socialista y sus decisiones políticas al frente de gobierno, como veremos más adelante, lo demostraron. Pero el fortalecimiento del discurso nacionalista no fue únicamente resultado de las sensibilidades de algunos de los dirigentes finlandeses. Ese tipo de nacionalismo fue promovido por el Kremlin dentro del contexto de la política de las nacionalidades del partido, aquella encargada de tratar de solucionar el encaje territorial de los territorios donde se afincaban las minorías nacionales y que según los comunistas fueron víctimas de la opresión zarista. El 10 de octubre de 1920 Stalin publicó en el diario Pravda un artículo sobre “la política del Gobierno soviético sobre la cuestión nacional en Rusia”, una pieza teórica fundamental que anunció y sentó las bases de la política conocida como korenización (del ruso koren', en español se podría traducir como “indigenización”). En su artículo, el comisario para las nacionalidades llamaba a la promoción de la lengua local, la cultura y el teatro nacional, la educación en clave también nacional y la promoción de cuadros comunistas locales en las repúblicas autónomas. Argumentaba que esto serviría para mejorar la “unión revolucionaria” entre el centro y las regiones fronterizas, a la vez que acabaría con el separatismo.95 En realidad, era plenamente consciente de la debilidad del Estado y el partido en las periferias, donde los comunistas estaban a merced de la lealtad de los grupos nacionalistas locales. Apoyando las “particularidades nacionales”, incluso su creación y reproducción, los líderes soviéticos buscaban fortalecer su posición en las periferias, “sovietizándolas” de alguna forma, expandiendo allí los tentáculos de los nuevos aparatos del Estado formados desde la Revolución de Octubre.96 93 Markku KANGASPURO: “The origins of the Karelian Workers’ Commune…”, p. 6 94 Nick BARON, Soviet Karelia…, p. 22 95 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 4…, pp. 351-363. 96 George LIBER: “Korenizatsiia: Restructuring Soviet nationality policy in the 1920s”, Ethnic and Racial Studies, 14 (1991), pp. 15-23, pp. 15-16. 44 Esta política de la korenización, aplicada progresivamente por los bolcheviques a partir la primera mitad de los años veinte, seguía estas mismas líneas demarcadas por Stalin en este artículo. Por un lado, asumía que las repúblicas nacionales debían ser dirigidas por cuadros comunistas locales, miembros de la etnia específica del lugar.97 Por otro lado, en lo cultural, la política defendía la fórmula de lo “nacional en forma, socialista en contenido”.98 Esto es, los territorios, amparados en la korenización, desarrollarían un discurso en clave nacional, fomentando incluso una identidad nacional propia, pero desde el comunismo y la complicidad con la integridad soviética. Estos principios permitieron a las diversas entidades reconocidas como nacionales desarrollarse como naciones, o al menos tal y como los comunistas rusos entendían estas, dentro del Estado soviético. Eso implicaba aplicar todos y cada uno los puntos señalados por Stalin en el artículo que anunció la korenización.99 En Carelia esta indigenización fue denominado frecuentemente carelización, no obstante, gracias a la acción de los finlandeses rojos, bien podría denominarse como “finlandización”. Al calor de la consigna oficialista de desarrollar lo nacional en las repúblicas periféricas, Gylling y los demás comunistas finlandeses que gobernaron Carelia llevaron a cabo ambiciosos planes en el terreno de la cultura. El proyecto más importante fue el educativo donde se impulsó la educación basada en el idioma finés creándose para ello escuelas que operaban exclusivamente en ese idioma. Mientras que apenas había escuelas finlandesas en 1917, para 1932, el punto álgido de la política, el 99,6 por ciento de los alumnos estudiaban en escuelas donde se impartía clase en finés.100 Además de ello, también se potenciaron diferentes ramas de la cultura, como la 97 Yuri SLEZKINE: “The USSR as a Communal Apartment…”, p. 433. 98 Las palabras exactas de Stalin fueron “Proletario en su forma, socialista en su contenido”, aunque la historiografía lo ha reformulado en la forma que aquí se enuncia: Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 7, Moscú, Gosudarstvennoye izdatel'stvo politicheskoy literatury, 1952, p. 138. 99 Terry MARTIN: The Affirmative Action Empire…, pp. 75-76. 100 A. I. AFANAS'EVA: “Sozdanie sovetskoi natsional'noi avtonomii i nekotorye voprosy iazykovogo stroitel'stva v Karelii (1920-1944 gg.)”, en: s.a.: Voprosy istorii evropeiskogo severa. (Problemy ekonomiki i kul'tury XX v.) Sbornik nauchnykh statey, Petrozavodsk, Ministerstvo vysshego i rednego spetsial'nogo obrazovaniia RSFSR, 1987, pp. 49-66, esp. p. 57; Paul M. AUSTIN: “Soviet Karelian: The Language that Failed” …, p. 18. 45 literatura en finés, que tuvo un éxito considerable en la sociedad carelia de los años 20 y 30.101 En definitiva, el establecimiento de la autonomía de Carelia fue la consecuencia de la política doméstica pero también de exteriores del gobierno bolchevique. El proyecto político de los dirigentes finlandeses, junto a las circunstancias geopolíticas dentro de la guerra civil, permitieron crear una república autónoma en un espacio pobremente desarrollado y donde la etnia finlandesa o carelia no alcanzaba la mayoría de la población. Además, esas mismas circunstancias hicieron que este territorio tuviese cuotas de libertad relativamente amplias en lo que se refiere a gestión económica. Esto permitió el desarrollo económico autónomo de la región, enfocado a la tala con el fin de convertirse en uno de los grandes exportadores de madera de toda la Unión. Pero donde más se hizo notar la autonomía fue en el ámbito cultural. En ese punto, la política de la korenización se ejecutó de una forma particular, en gran medida influenciado por la tendencia marcadamente nacionalista de los líderes finlandeses. Es importante precisar que durante estos años la tendencia nacionalista no fue una preocupación para el Kremlin, sino que, más bien, fue impulsada por él con el objetivo de afianzar su poder en zonas donde no contaba con una base social suficientemente consistente. Estructura Esta tesis doctoral esta divida en tres partes, cada una centrada en un tema en particular. Estas tres partes están a su vez divididas en capítulos, que se forman a partir de entre dos y tres secciones. Más allá de la división temática de las tres partes, los capítulos siguen un orden cronológico. La primera parte está dedicada al mito político principal del estalinismo, la construcción del socialismo. Los primeros dos capítulos son principalmente descriptivos para poder comenzar a desarrollar el tema durante toda la tesis. El primero, está dedicado exclusivamente a realizar un breve resumen y un contexto general de la época de la NEP 101 Para profundizar en la influencia de la literatura finesa en la sociedad: Mikko YULIKANGAS: “Finskoe literaturnoe dvizhenie v Karelii 1920-1930-e gody”, en Ol'ga ILYUKHA (coord..): Finskii faktor. V istorii i kul’ture Kareliii XX veka, Petrozavodsk, Karel’skii nauchnyj Tzentr, 2009, pp. 184-207. 46 en Carelia. Por un lado, se tratan aspectos fundamentales como la economía o la korenización, entre otros. En este último aspecto, se añadirán algunos puntos relevantes que agregan información a las primeras notas que se incluyen en la introducción. Por otro lado, también se describe el proceso de ascenso al poder de Stalin dentro de las estructuras del partido, algo imprescindible para poder entender la última sección, dedicada a la crisis política que dio lugar al fin de la NEP. Por su parte, el segundo capítulo es una introducción al concepto de la construcción del socialismo para poder entender sus implicaciones en los siguientes capítulos. Dejando atrás estos dos capítulos introductorios, el tercer capítulo analiza tres principales ejemplos de construcción desde arriba del sistema soviético: la colectivización, la creación del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia y el reclutamiento de especialistas finlandeses desde América del Norte. En contraste con este capítulo, el siguiente estudia precisamente la reacción de los ciudadanos soviéticos, en particular los trabajadores, ante estos intentos de construcción desde arriba. A su vez, también se pone el foco en los intentos del partido y del Estado de empujar a los trabajadores hacia la construcción desde abajo del sistema, en un intento de finalizar la transformación de las relaciones de producción existentes. La segunda parte cuenta con dos capítulos y se centra exclusivamente en los acontecimientos, principalmente políticos, acontecidos durante el año 1935 en la república periférica. El quinto capítulo de la tesis investiga las ceremonias y celebraciones públicas de la primera mitad del año, en concreto, el centenario de la obra Kalevala y el XV. Aniversario de la autonomía de Carelia. El siguiente capítulo, en cambio, se centra en la segunda mitad del año, centrándose en la crisis política generada por la decisión de los poderes centrales de destituir a la dirección de los finlandeses rojos de los órganos de dirección del partido y del Estado. Finalmente, la tercera parte incluye los capítulos 7 y 8. El primero de ellos aborda el periodo de entre finales del año 1935 hasta el final del año 1936. Se trata de un momento de creciente represión donde la campaña contra el “nacionalismo burgués” comenzado tras la destitución de los finlandeses rojos se solapa con otros grandes procesos de represión como el ejecutado contra los organismos encargados de reclutar y reasentar a los inmigrantes finlandeses. De modo que se trata de un capítulo dedicado a la escalada represiva. Finalmente, el último capítulo estudia el Gran Terror en Carelia, 47 comenzando con el pleno del Comité Central del partido de febrero y marzo hasta llegar a su finalización. 48 I. EL MITO DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO (1928-1934) 49 1. El fin de la Nueva Política Económica Entre 1928 y 1929 el rumbo de la Unión Soviética cambió repentinamente con una decisión de consecuencias históricas. En cinco plenos del Comité Central del Partido Comunista, los dirigentes bolcheviques debatieron los problemas que atravesaba el país en el marco de la Nueva Política Económica (Novaya Ekonomicheskaya Politika, NEP). La NEP, una política económica diseñada por Lenin con el objetivo de lograr una recuperación económica del país mediante un capitalismo de Estado tras el desastre de la guerra civil rusa y el comunismo de guerra había obtenido sustanciales resultados hasta entonces, pero nunca estuvo exento de dificultades como lo evidencia la famosa “crisis de las tijeras”.102 El principal detonante del debate de 1928 y 1929 fue la crisis de aprovisionamiento de grano que estalló en enero de 1928. En la NEP, la agricultura estaba en manos privadas y el Estado era el principal adquisidor de la producción a precios fijados. Este grano servía para alimentar a las ciudades soviéticas, pero también para crear una reserva para ser posteriormente exportado con el objetivo de obtener divisas para los planes de industrialización.103 La mala cosecha de 1927, junto a la sobreestimación de las autoridades en la producción de grano, había hecho que la producción real de finales de 1927 no solo fuese insuficiente para crear una reserva de grano, sino que también resultase poco para suministrar pan a las urbes soviéticas y al Ejército Rojo.104 Con motivo de esta crisis, los cinco plenos del Comité Central se convirtieron en el último escenario de las luchas políticas abiertas dentro de los órganos de dirección del Partido Comunista durante el estalinismo. El aprovisionamiento de grano no fue más que el pretexto de un debate de mayor calado que dividía a los dirigentes soviéticos en 102 Simon JOHNSON y Peter TEMIN: “The Macroeconomics of NEP”, The Economic History Review, 46 (1993), pp. 750-767; Irina V. PAVLOVA: “NEP. Life after death”, Problems of Economic Transition, 35 (1992), pp. 67-82 103 Óscar SANCHEZ-SIBONY: “Depression Stalinism: The Great Break Reconsidered”, Kritika: Explorations in Russian and Eurasian History, 15 (2014), pp. 23-49, esp. p. 38. 104 Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP. Stenogrammy plenumov TsK VKP(b) 1928– 1929 gg. Tom 1, Moscú, Mezhdunarodnyi Fond “Demokratia”, 2000, pp. 7-8. 50 su visión del modelo económico y social que debía aplicar el país socialista.105 Mientras que unos defendían el mantenimiento de la NEP, como el propio Lenin había preferido antes de su muerte,106 lo que implicaba el mantenimiento de la propiedad privada, con el famoso lema de Nikolai Bujarin “campesinos, enriqueceos”,107 otros, liderados por Stalin, consideraban la NEP una política agotada y saboteada por los enemigos del nuevo Estado.108 Gracias al poder orgánico que acumuló Stalin dentro del partido desde antes incluso de que muriese Lenin, sus leales eran mayoría en el Comité Central y la balanza del poder se decantó a su favor en cada uno de los cinco plenos. Bujarin y sus partidarios, tildados de “desviacionistas de derecha”, fueron derrotados y apartados de los máximos órganos de dirección.109 El poder de Stalin se convirtió en total, pero las consecuencias de su victoria fueron más allá de la política. Como él mismo lo denominó, se trató del comienzo de la Gran Ruptura, una “ofensiva socialista contra los elementos capitalistas”,110 que implicaba el fin de la NEP y el nacimiento de una organización social y económica puramente estalinista. El capitalismo de Estado ideado por Lenin fue abandonado en favor de un modelo no-capitalista, un sistema socialista que establecía inéditas formas de organización social y económica.111 En las siguientes páginas de este capítulo nuestro objetivo ha sido resumir el contexto general previo a estos acontecimientos. Por un lado, se destacan las 105 Paul R. GREGORY: “The Soviet Agricultural Surplus: A Retrospective” Europe-Asia Studies, 61 (2009), pp. 669–683, esp. pp. 679-681. 106 Nikolay N. OLEYNIK: “Politika Sovetskoy vlasti v otnoshenii k chastnym predprinimatelyam v period novoy ekonomicheskoy politiki: na primere Ukrainy” en Nina RUDNEVA (coord.): Yug Rossii v proshlom i nastoyashchem: istoriya, ekonomika, kul'tura. Materialy region. nauch. -prakt. konf., Belgorod, Belgorodskiy gosudarstvennyy pedagogicheskiy universitet imeni M.S. Ol'minskogo, 1996, pp. 144-147. 107 Nikolay I. BUKHARIN: O novoy ekonomicheskoy politike i nashikh zadachakh: doklad na sobranii aktiva Moskovskoy organizatsii, 17 aprelya 1925 goda , Jarkov, Proletariy, 1925, p. 31. 108 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11. Moscú, Gosudarstvennoe Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1954, pp. 1-9. 109 Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP…, p. 11. 110 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12. Moscú, Gosudarstvennoe Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1949, p. 118. 111 Stephen KOTKIN: Magnetic Mountain… pp. 29-31. 51 características generales del sistema soviético nepista en la periferia nórdica del país, tales como la economía, la sociedad y la política nacional para que el lector pueda comprender mejor los acontecimientos posteriores al fin de la NEP y apreciar la magnitud de las transformaciones iniciadas a partir del año 1928. Por otro lado, el capítulo describe las líneas generales del ascenso de Stalin al poder y el consiguiente final de la NEP. 1.1 La RASS de Carelia durante los años de la NEP El 8 de marzo de 1921, el Partido Comunista de Rusia (Bolcheviques) comenzó la celebración del X. Congreso del partido en la ciudad de Moscú. La noche anterior, las tropas del Ejército Rojo trataron de asaltar sin éxito la fortaleza de Kronstadt, ubicada en la Isla de Kotlin a veinte kilómetros de las orillas de Petrogrado, en uno de tantos movimientos militares para aplacar el alzamiento de los marinos soviéticos contra el poder bolchevique. La devastación económica causada por la guerra civil rusa, agravada por la política del comunismo de guerra, junto a las exigencias de libertad de los ciudadanos soviéticos, encendieron meses antes la llama de la protesta por todo el país. Las huelgas de los obreros, las protestas campesinas y, finalmente, la rebelión de los marinos de Kronstadt, demostraron la delicada situación en la que se encontraba el gobierno comunista a finales del invierno de 1921.112 Por supuesto, todos estos acontecimientos tuvieron una influencia considerable en el transcurso del X. Congreso del Partido Comunista de Rusia (Bolcheviques) (VKP(b)). En su informe político, el primero en presentarse el 8 de marzo, Vladimir Lenin dedicó una parte de su ponencia a los sucesos de Kronstadt. A pesar de que se trataba de hechos recientes, se mostró convencido de que la rebelión no era espontanea, sino que se trataba de un movimiento orquestado por los oponentes de su revolución. Sin embargo, con esta afirmación no negó la existencia de las graves circunstancias socioeconómicas que sufría el país. De hecho, la parte central de su exposición se centró precisamente en los errores de los dirigentes comunistas que, según él, habían desencadenado una “serie inevitable de crisis de carácter económico y social” que 112 I. I. KUDRIAVTSEV et al.: Kronshtadtskaia tragediia 1921 goda. Dokumenty. Tom 1, Moscú ROSSPEN, 1999, pp. 6-7. 52 habían dejado el país muy empobrecido. A pesar de que entre esos errores no se especificaban las medidas concretas del comunismo de guerra, el discurso de Lenin planteó por primera vez la necesidad de unas medidas de recuperación económica para tiempos de paz.113 En un informe posterior, pronunciado el 15 de marzo, Lenin profundizó más sobre esta última cuestión. Bajo el título “Sobre la sustitución de las apropiaciones por el impuesto en especie”, el líder del partido abogó por eliminar la apropiación por parte del Estado de la producción agrícola y defendió la introducción de un impuesto sobre la producción. Además de eso, también se posicionó en favor de ofrecer cierta libertad en el intercambio de mercancías aunque eso significase volver a retroceder al capitalismo. Se trataba, en sus palabras, de una política estratégica de recuperación económica para reforzar la “alianza entre proletarios y campesinos” y así buscar el apoyo de estos últimos al proyecto político bolchevique.114 Las ideas esbozadas por Lenin fueron aprobadas por la mayoría de los delegados del congreso con una resolución titulada “Sobre la mejora de la situación de los trabajadores y los campesinos necesitados”, que, de facto, se convirtió en la primera medida de la Nueva Política Económica.115 La NEP, a diferencia de otras reformas aplicadas en la historia de la Unión Soviética, se trató de una serie de políticas y en ningún caso puede ser considerado como un programa único. A partir del X. Congreso del partido y siguiendo sus resoluciones, el Estado comenzó a liberalizar los diversos sectores económicos del país, comenzando por la agricultura y el comercio. Las requisas de alimentos cesaron en el campo, sustituidos por unos impuestos moderados sobre la producción campesina. El mercado se legalizó y los campesinos pudieron volver a intercambiar sus bienes entre ellos. En la industria, a pesar de que la mayoría de las empresas seguía en manos del Estado, esta se organizó en base a las leyes del mercado y 113 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom 43, Moscú, Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1970, pp. 17-33. 114 Ibidem, pp. 57-73. 115 Anatolii G. EGOROV y Klavdii M. BOGOLYUBOV: Kommunisticheskaya Partiya Sovetskogo Soyuza v rezolyutsiyakh i resheniyakh s"yezdov, konferentsiy i plenumov TsK. Tom Vtoroy. 1917-1922. Moscú, Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1983, pp. 372-373. 53 la competencia capitalista.116 En definitiva, con el objetivo de buscar la recuperación económica, la NEP planteó un modelo económico mixto, un capitalismo de Estado, donde la nacionalización de la industria estratégica se combinaba con formas de agricultura e intercambio capitalistas. La noticia de la implementación de las primeras medidas de la NEP no tardó muchos días en llegar a las calles de la capital carelia, Petrozavodsk. El 24 de marzo, la prensa local amaneció con el anuncio de la eliminación de las requisas y la introducción de un impuesto sobre la producción, algo que por aquel entonces generó extrañeza y desconcierto entre la población local.117 Como ocurría en toda la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, Carelia se encontraba completamente arrasada y hundida en una profunda crisis económica. Para entonces, un tercio de la población había emigrado a Finlandia y los que se quedaron tuvieron que enfrentarse al hambre.118 La producción industrial se había derrumbado, el ferrocarril de Murmansk funcionaba de forma intermitente y la agricultura había perdido hasta el cuarenta por ciento de la superficie cultivada en algunas zonas de la región. La transición a la NEP no fue un proceso sencillo, pues las ultimas batallas de la guerra civil y las hambrunas como la de 1923-1924 complicaron la recuperación económica de la región.119 En los años veinte, la cuestión presupuestaria fue uno de los puntos más importantes de la política regional. Tradicionalmente, Carelia nunca fue autosuficiente en la agricultura y confiaba en la exportación de su materia prima principal, la madera, para costear la importación de alimentos. En la primera mitad de la década, los malos resultados en la producción maderera llevaron a Carelia a una situación presupuestaria muy complicada. En el año financiero de 1923-1924, se acumuló un treinta por ciento de déficit en total y las autoridades centrales se vieron obligadas a rescatar la región con préstamos y subsidios en repetidas ocasiones. Sin embargo, esta situación contrastaba 116 Robert C. ALLEN: From farm to factory: A reinterpretation of the Soviet industrial revolution, Princeton, Princeton University Press, 2003, p. 49. 117 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii …, p. 456. 118 Irina TAKALA: “Finny sovetskoy Karelii i ij vklad v razvitie respubliki (1920-e – pervaia polovina 1930-j godov)” en: Olga ILYUKHA: Finskiy faktor v istorii i kul'ture Karelii XX veka. Gumanitarnyye issledovaniya. Vypusk 3, Petrozavodsk, KarNTS RAN, 2009, pp. 107-148, esp. p. 116. 119 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii …, pp. 454-457. 54 con los discursos políticos de las autoridades regionales, que insistían en la necesidad de lograr que la región se abasteciese a sí misma.120 Esta preferencia tenía su origen en la orientación política de los dirigentes regionales. Más allá de Edvard Gylling, que ocupaba el cargo de jefe del Sovnarkom en la república, el resto del aparato del Estado y del partido también estaban copados por la minoría finlandesa.121 En el marco de la relativa flexibilidad de la korenización de los años veinte, los dirigentes finlandeses rojos lanzaron un ambicioso proyecto político que no solo miraba hacia Moscú, sino que también se mostraba ambicioso respecto al papel que podía jugar Carelia en el desarrollo revolucionario en Escandinavia. La independencia económica de Carelia era, por ello, el primer paso en el camino de formar un polo revolucionario comunista en la región.122 Para lograr esa independencia económica, a partir de 1924, las medidas económicas buscaron reducir los gastos para acabar con el déficit presupuestario. Gracias a estos esfuerzos y las ventajas que Moscú ofreció a Carelia, como el derecho de retener el cien por cien de los impuestos sobre la renta y la agricultura, la situación presupuestaria mejoró considerablemente a partir del año 1925 para pasar a ser, hasta el final de la NEP, una república excedentaria.123 En la industria, como lo analizaremos en un capítulo posterior, entre 1921 y 1928 la Unión Soviética estableció las bases de sus ambiciosos programas de industrialización mediante la planificación progresiva. En febrero de 1921 se fundó el Gosplan, con funciones consultivas al comienzo, que tras la ruptura de la NEP se convirtió en el órgano encargado de elaborar los planes quinquenales.124 En esencia, a pesar de que el país dio marcha atrás reinstaurando el capitalismo, los planes bolcheviques de crear un modelo económico no-capitalista basado en la planificación 120 Lyudmila I. VAVULINSKAYA: Sovety Karelii. 1917-1992…, pp. 123-125; Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 54-56; Nikolay A. KORABLIOV, Istoriya Karelii…, p. 459. 121 Irina TAKALA: ““Granitsa na zamke!”. Osobennosti Gosudarstvennogo Terrora v Karel'skom prigranich'ye 1920-kh — pervoy poloviny 1930-kh gg.”, Al'manakh severoyevropeyskikh i baltiyskikh issledovaniy, 1, 2016, pp. 132-159, esp. pp. 35-36. 122 Nick BARON: “Nature, nationalism and revolutionary regionalism: constructing Soviet Karelia, 1920–1923”, Journal of Historical Geography, 33 (2007), pp. 565-595, esp. p. 586. 123 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 57-58. 124 Yevgeni A. IVANOV: “Gosplan SSSR: popytka voplotit' v zhizn' velikuyu mechtu”, Ekonomicheskaya nauka sovremennoy Rossii, 4 (2010), pp. 115-130. 55 económica no desaparecieron.125 A la vez, en Carelia, se fundó la Comisión Estatal de Planificación de Carelia (Karplan), su homólogo en la república, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la industria. Desde 1925, cuando Gylling se hizo con el mando del órgano, Karplan trabajó en la elaboración de planes a largo plazo, por ejemplo, poniendo en marcha proyectos de distribución de electricidad o de construcción de nuevos complejos industriales.126 Debido a la importancia que había adquirido la exportación de madera en las cuentas públicas de Carelia, la industria maderera acaparó buena parte de las inversiones presupuestarias republicanas de los años veinte.127 Si se atiende a los datos de la producción, se observa también que fue el primer sector en recuperar los niveles de producción previos a la Gran Guerra. Por esa razón, durante el periodo nepista, la posición de esta industria en la economía regional no hizo más que fortalecerse.128 Gracias a la concentración de empresas en los llamados trust, que promocionaban por entonces las autoridades centrales, los bosques de Carelia fueron explotados por cuatro consorcios principales fundados en la primera mitad de los años veinte. La mayor de todas, el Trust de la Industria Maderera de Carelia (Karelles), acumulaba el cuarentaicinco por ciento de toda la producción maderera de la región en el año 1928, convirtiéndose para entonces en uno de los trust más importantes de toda la Unión Soviética.129 La sociedad carelia de estos años se caracterizó por las enormes diferencias en la vida entre el campo y las ciudades. En las pequeñas ciudades de la región, donde la más grande, Petrozavodsk, contaba con tan solo veintisiete mil vecinos, comenzó un 125 Robert W. DAVIES: “Economic and Social Policy in the USSR” en: Peter MATHIAS y Sidney POLLAND: The Cambridge Economic History of Europe. Vol. VIII. The Indusrtrial Economies: the Development of Economic and Social Policies, Cambridge, Cambridge University Press, 1989, p. 1007, citado en: Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 58. 126 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 58-59. 127 Oleg I. KULAGIN: ““Effekt kolei” zavisimosti v lesnoy promyshlennosti Karelii kak faktor sotsial'no-ekonomicheskogo razvitiya regiona v kontse XIX-XX vv”, Regional'nyye issledovaniya, 47 (2015), pp. 145-152, esp. p. 149. 128 A. S. ZHERBIN (coord.): Karely Karel'skoy ASSR…, p. 186. 129 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii …, p. 466. 56 florecimiento de todo tipo de establecimientos.130 Abrieron comercios privados, cafeterías, restaurantes, baños, lavanderías y todo tipo de servicios como hospitales y establecimientos culturales. Mientras tanto, las infraestructuras en el campo estaban pobremente desarrolladas y apenas contaban con el servicio de los médicos feldsher, tradicional desde los tiempos zaristas, que visitaban los pueblos intentando atender a los pacientes. Esta situación era a su vez extrapolable a los asentamientos de los trabajadores cerca de las fábricas y habitualmente, en el caso de Carelia, alejadas de las grandes urbes. En estos espacios, la falta de infraestructura y el subdesarrollo fueron algo habitual durante toda la década.131 Las malas condiciones de los asentamientos y el retraso en el pago de los salarios generaron un clima de creciente conflictividad social durante la primera mitad de los años veinte. Entre 1922 y 1923, por ejemplo, en Onega, los trabajadores de la fábrica más antigua de Carelia, descontentos por el retraso del pago de sus salarios, protestaron con paros periódicos para exigir el pago a tiempo. Los bajos salarios también generaron roces entre los trabajadores y los directores de las fábricas. En el año 1925, en la misma región, los mineros de la mina de diabasa se declararon en huelga por las malas condiciones de vida que sufrían. En ambos casos, los sindicatos, que estaban ya controlados por el régimen, rechazaron apoyar a los trabajadores y no llamaron a la huelga. No obstante, como ocurría en la mayoría de los casos, los trabajadores solían organizarse entre ellos y lograban negociar con las autoridades locales, consiguiendo así parte de sus exigencias. Esta organización espontánea de los trabajadores, alejada de los sindicatos oficiales, fue una forma de resistencia muy popular durante los años veinte e influyó en el mayor aumento de sus salarios en comparación con cualquier otro sector social.132 En las repúblicas nacionales, la década de los veinte también fueron los años de la implementación y la consolidación de la política de korenización en todas las esferas de la vida. Un punto importante de esa política, como ya hemos adelantado, fue la economía, en la que las autoridades republicanas trataron de buscar unos presupuestos 130 s.a.: Vsesoyuznaya perepis' naseleniya 1926 goda. Tom 1. Severnyy rayon. Leningradsko-Karel'skiy rayon: narodnost', rodnoy yazyk, vozrast, gramotnost'. Moscú, Izdatel'stvo TSSU SSSR, 1928, p. 106. 131 Irina I. KOLESIANKINA: Byt naselenia Karelii v gody NEPa (1921-1927gg.), Tesis Doctoral, Universidad Estatal de Petrozavodsk, 2003, pp. 198-199. 132 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii …, pp. 472-473. 57 autosuficientes que garantizaran la autonomía real de la república.133 A diferencia de los años treinta, cuando los planes quinquenales eliminaron la posibilidad de contar con una autonomía económica, durante los años de la NEP la economía fue el principal campo de batalla de los dirigentes regionales para defender el estatus especial de su región y conseguir así mejores condiciones en las negociaciones con Moscú.134 A pesar de esto, el verdadero contenido de la política nacional bolchevique se demostró en la construcción misma de las identidades nacionales-locales. Los ejes de esta política fueron el fomento del idioma nacional, la discriminación positiva135 de las poblaciones indígenas o la asimilación de las poblaciones locales136 y la construcción de una historia nacional casi mitológica de estas regiones para dar sentido a su propia existencia como entidades autónomas. El idioma de Carelia fue un caso excepcional en toda la Unión Soviética. En las repúblicas que aplicaron la política de korenización, los idiomas de las poblaciones consideradas locales, como en Chechenia el checheno, el cabardiano en Kabardia- Balkaria o el ucraniano en Ucrania, se convirtieron en oficiales junto al ruso.137 En cambio, en Carelia el idioma oficial fue el finés, no el carelio. A pesar de la diferencia entre las dos hablas, el gobierno finlandés rojo de Carelia consideraba que el carelio era un dialecto del finés, una opinión tradicional del nacionalismo finlandés. A esto se le sumó, además, la distinción entre idiomas “con cultura”, como el ruso o el finés, y los idiomas “sin cultura”, como el carelio o el vepsio. El Comité Central del partido aprobó 133 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 54-58. 134 Markku KANGASPURO: “Finskaia epokha Sovetskoy Karelii” en: Timo VIHAVAINEN e Irina TAKALA: V sem'ye yedinoy…, pp. 123-160, esp. p. 129. 135 Terry MARTIN: The affirmative action empire… 136 Nick BARON: “Nature, nationalism and revolutionary regionalism…”, p. 579. 137 Por ejemplo: Yevgeniy V. TUFANOV: “Korenizatsiya kak instrument formirovaniya regional'noy nomenklatury na materialakh Severnogo Kavkaza v 1920-1930-ye gg.”, Nauchnaya mysl' Kavkaza, 91 (2017), pp. 84-89; D. V. KHOVANTSEV: “Politika korenizatsii na Ukraine i v Krymu: sravnitel'nyy analiz praktiki 20-kh godov”, Kul'tura narodov Prichernomor'ya, 11 (1999), pp. 83-86. 58 las ideas del gobierno de Carelia en este campo, permitiendo a la república introducir el finés en su administración y en su sistema educativo, en detrimento del carelio.138 De esta manera, la vida cultural de los años veinte en la república giró en torno al finés. Desde los primeros años de la década, el gobierno republicano, con el beneplácito y la promoción de Moscú, impulsó la producción cultural en ese idioma, resultando en una gran producción literaria. En general, en toda la Unión Soviética, los años veinte fueron una gran época para los escritores leales al régimen, cuya labor fue facilitada por la Asociación Rusa de Escritores Proletarios a partir de su fundación en el año 1925. La asociación contó con una sección en Leningrado y otra en Carelia para los escritores de origen finlandés, que con la ayuda de la asociación gozaban de ventajas para publicar sus obras. La popularización de la literatura en finés era ya evidente para el final de la NEP. En 1927, por ejemplo, se fundó la revista Soihtu, la primera en la URSS en utilizar únicamente la lengua finesa. Un año después de su nacimiento, esta publicación fue acompañada por la revista Punakantele, editada por la filial carelia de la Asociación Rusa de Escritores Proletarios.139 Más allá de la literatura, el idioma finés fue también utilizado en las publicaciones científicas y académicas desde mediados de la década en adelante, pese a que estas publicaciones alcanzaron su apogeo en la primera mitad de los años treinta.140 1.2 El ascenso de Stalin La relativa cercanía entre Moscú y Petrozavodsk, apenas 700 kilómetros en tren, no evitó que la región nórdica viviera algo alejada de la vorágine que rodeó a la capital soviética. Mientras que la vida política en Carelia fue tranquila con la hegemonía de los finlandeses rojos y su carelización, en Moscú, la situación política estuvo marcada por las severas luchas de poder comenzadas antes incluso de la muerte del líder Vladimir Lenin 138 Yevgenii KLEMENTIEV: “Ideologiya i praktika yazykovoy politiki v Karelii v 1920– 1930-ye gody” en: Olga ILYUKHA: Finskiy faktor v istorii i kul'ture Karelii XX veka…pp. 149-163, esp. p. 150.; Irina TAKALA: “Finny sovetskoy Karelii i ij vklad v razvitie respubliki…”, p. 126. 139 Mikko YLIKANGAS: “Finskoe literaturnoe dvizhenie v Karelii 1920-1930-j godov” en: Olga ILYUKHA: Finskiy faktor v istorii i kul'ture Karelii XX veka…, pp. 184-207, esp. p. 189 140 Svetlana N. FILIMONCHIK: “Kniga i Vlast': Izdatel'skaya deyatel'nost' v Karelii v 1920–1930-ye gody”, Vestnik Udmurtskogo Universiteta, 4 (2017), pp. 544-552, esp. p. 447. 59 en 1924. En el Kremlin, los años veinte se caracterizaron por la lucha entre facciones y la progresiva consolidación de Stalin en el poder. Además, los crecientes problemas económicos y sociales que generó la NEP no hicieron más que acelerar todo este proceso. Por la propia estructura del sistema soviético, basado en el unipartidismo y el “centralismo democrático”, la discrepancia política no era sencilla de canalizar. Para los bolcheviques, el partido solo podía tener una voz, una postura oficial, que era votada por la mayoría en los máximos órganos de decisión del partido, es decir, el Comité Central y su oficina política.141 Para aquellos militantes que discrepaban de la línea oficial, la única forma de luchar por sus ideas era convencer a los demás miembros del órgano de que su postura era la correcta. Por ello, dentro del partido era habitual la formación de las facciones, un grupo de militantes con posturas políticas parecidas que jugaban un doble juego dentro del partido.142 En primer lugar, los militantes de la facción se reunían entre ellos fuera de los cauces oficiales del partido, a menudo de forma informal, para concertar opiniones sobre un tema en particular que se fuera a discutir en las reuniones oficiales. Después de acordarlo, estos militantes defendían las mismas tesis con argumentarios conjuntos en las reuniones del partido. De esta forma, sus posiciones tenían más fuerza y tenían más posibilidades de ser aprobados en las votaciones. Los militantes de las facciones buscaban así que la postura de la facción se convirtiera en la posición oficial del partido. En el X. Congreso del partido, las facciones habían sido prohibidas, pero durante los años veinte continuaron funcionando como una de las formas principales de organizar y canalizar las discrepancias políticas.143 Las luchas entre facciones de los años veinte, más allá de simples luchas por el poder, eran el enfrentamiento de diferentes formas de entender el funcionamiento interno del partido y el camino que debía tomar la URSS para convertirse en una 141 Richard SAKWA: “The rise of Leninism: The death of political pluralism in the post- revolutionary Bolshevik party. 1917-1922”, en: Tony BRENTON: Was revolution inevitable? Turning points of the Russian Revolution, Oxford, Oxford University Press, 2017, pp. 262-283, esp. pp. 266-267, 278-281. 142 Lev TROTSKIY: “Bureaucratism and Factional Groups”, New International, 2 (1935), pp. 16-19. 143 s.a.: Partiya i Komintern. O «staroy» i «novoy» oppozitsii: Sb. rezolyutsiy i postanovleniy., Moscú, Gosizdat, 1926, pp. 106-109. 60 sociedad socialista.144 Las divisiones que marcaron la década comenzaron en 1923, cuando un grupo de militantes liderados por Lev Trotski, el héroe bolchevique de la revolución y la guerra civil, se pronunció en contra del rumbo que había emprendido la URSS desde el abandono del comunismo de guerra. A raíz de la crisis de las tijeras, la “oposición de izquierdas”, como era llamado este grupo, defendió la implementación de métodos de planificación en la economía soviética y el abandono progresivo de la economía de mercado, pues entendían que el origen de los problemas económicos residía en el propio mercado. La oposición trotskista también criticó el “burocratismo” que se había instalado en el partido desde que Lenin estaba convaleciente y su poder lo ocupaba el triunvirato formado por Grigori Zinoviev, Lev Kamenev y Iosif Stalin.145 La creciente división dentro del partido se constató en mayo de 1924 con la celebración del XIII. Congreso del partido, el primero después de la muerte de Lenin y donde el triunvirato salió victorioso. A pesar de que los miembros de la “oposición de izquierdas” lograron mantener su puesto dentro del partido, sus posiciones fueron ampliamente rechazadas por la mayoría de los delegados y condenadas como una “desviación pequeñoburguesa” por la dirección entrante del Comité Central.146 Para entonces, Stalin ya se había convertido en un cuadro político en alza dentro del partido. Desde la irrelevancia en el equipo de Lenin, su papel de moderado en la oficina política del Comité Central y su alianza con Zinoviev, jefe de la Internacional Comunista (Komintern) y Kamenev, hicieron que la importancia del secretario general dentro del partido fuese cada vez mayor.147 Su famosa disputa con Trotski sobre el futuro del socialismo en la URSS ese mismo año le permitió además formar nuevas alianzas en su camino al poder. Para Trotski, la revolución soviética no podía triunfar en 144 Igal HALFIN: Intimate enemies: Demonizing the Bolshevik Opposition. 1918-1928, Pittsburgh, University of Pittsburgh Press, 2007, p. 228. 145 Vadim ROGOVIN: Byla li al’ternativa? “Trotskism” vzglyad cherez gody, Moscú, TERRA, 1992, p. 207; Yuriy FELSHTINSKIY: Kommunisticheskaya oppozitsiya v SSSR. 1923-1927 gg. Tom 1, Moscú, TERRA, 1988, pp. 83-88. 146 s.a.: Trinadatyy s"yezd RKP(b). May 1924 goda. Stenograficheskiy otchot., Moscú, Gospolitizdat, 1963, pp. 771-783. 147 David R. SHEARER y Vladimir N. KHAUSTOV: Stalin and Lubyanka. A documentary history of the political police and security organs in the Soviet Union, 1922–1953, New Haven, Yale University Press, 2015, p. 56. 61 la URSS si no era acompañada por una revolución global en los países más avanzados y, en caso de que esta revolución fracasase, el experimento soviético también se derrumbaría. Por ello, abogaba por una política exterior centrada en apoyar la insurrección comunista en esos países.148 Stalin, en cambio, tenía una posición diametralmente opuesta. Apoyándose en uno de los más brillantes teóricos del partido, el histórico bolchevique Nikolai Bujarin, defendió el “socialismo en un solo país”, una tesis que descartaba la necesidad de una revolución global y que creía en la posibilidad de construir una sociedad socialista en un mundo capitalista.149 Su nueva alianza con Bujarin también se forjó en la política doméstica. A mediados de los años veinte, los problemas económicos y sociales que había generado la NEP incrementaron el rechazo de parte de los dirigentes bolcheviques hacia esta política. La industria no se desarrollaba con toda la celeridad que muchos preferían y el aumento del poder de los terratenientes y los Nepmen preocupaban a las autoridades, que veían amenazado su poder por esas clases sociales.150 Zinoviev y Kamenev, hasta entonces favorables a mantener la NEP, pronto se aproximaron a su antiguo enemigo, Trotski, en favor del abandono progresivo de estas políticas en favor de un mayor protagonismo de la economía planificada. Stalin, en cambio, se alineó con pragmatismo al lado de Bujarin, históricamente el mayor defensor de la NEP.151 Una vez más, otro hábil movimiento le permitió a Stalin establecerse en una mejor posición dentro del partido. Kamenev y Zinoviev formalizaron su oposición al nuevo duunvirato uniéndose en la “nueva oposición”, que se oponía a las políticas económicas liberalizadoras que proponía Aleksei Rykov, jefe del gobierno soviético y aliado de Stalin y Bujarin, para mejorar la situación económica.152 Esta nueva división se confirmó en el XIV. Congreso del partido, en diciembre de 1925, que una vez más se convirtió en una arena de lucha de facciones. El desenlace del congreso fue triunfal para 148 Lev TROTSKIY: The Third International after Lenin, Nueva York, Pathfinder Press, 1996, pp. 51-73 149 Jörg BABEROWSKI: Scorched Earth…, pp. 88-89. 150 Sheila FITZPATRICK: “After NEP: the fate of NEP entrepreneurs, small traders, and artisans in the "Socialist Russia" of the 1930s”, Russian History, 13 (1986), pp. 187-233. 151 Vadim ROGOVIN: Byla li al’ternativa?... pp. 207-213. 152 Ibidem, pp. 213-217. 62 Stalin. La mayoría de los delegados aprobó las tesis del “socialismo en un solo país” y garantizó la supervivencia de la NEP. 153 Como ocurrió en el anterior congreso, la facción perdedora salió seriamente perjudicada de la lucha. Kamenev perdió su asiento en el politburó y Zinoviev, además de eso, perdió su puesto al frente de la Komintern y la presidencia del Soviet de Petrogrado. Tras semejante derrota, su grupo se acercó progresivamente a la “oposición de izquierdas”. Zinoviev y Kamenev, antes enemigos de Trotski, decidieron ahora unirse a este en contra de Stalin y Bujarin, formando, en 1926, la “oposición unificada”.154 Todos ellos coincidían en dos puntos principales. Por un lado, creían que la democracia interna del partido había fracasado y que el “burocratismo” se había adueñado de él. Además, como el propio Kamenev lo denunció en el XIV. Congreso, consideraban que el poder que había acumulado Stalin era peligroso y desmesurado, llevándolo, de facto, a estar por encima de todos los órganos.155 Por otro lado, su discrepancia política se basaba fundamentalmente en la oposición a las fórmulas económicas que defendían Stalin, Bujarin y Rykov, en favor de la planificación como herramienta para lograr la industrialización del país.156 Sin embargo, la “oposición unificada” no tuvo ningún margen de maniobra para reaccionar ya que habían perdido la práctica totalidad de su poder orgánico en el partido. A pesar de su actividad militante, como la manifestación del 7 de noviembre de 1927,157 el duunvirato de Stalin y Bujarin no se resintió. Por el contrario, las actividades de la oposición permitieron a la facción gobernante acabar con ella para siempre. Una vez más, fue en el congreso del partido, en el decimoquinto, celebrado en diciembre de 1927, donde se determinó este desenlace. La amplia mayoría de los delegados, leales a 153 Yuriy S. NOVOPASHIN: “XIV s"yezd RKP (b): Sovremennyy vzglyad”. Voprosy istorii, 7 (2003), pp. 39-53. 154Andrey L. YURGANOV: “Kto sozdal «ob"yedinennuyu oppozitsiyu» v VKP (b) v 1926 g.?” Rossiya i sovremennyy mir, 1 (2021) pp. 124-144. 155 s.a.: XIV s"yezd Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii (b). Dekabr' 1925 goda. Stenograficheskiy otchot, Moscú, Gosizdat, 1926. 156 Vadim ROGOVIN: Byla li al’ternativa?... pp. 241-249. 157 Tat'yana I. MOROZOVA y Vladimir I. SHISHKIN: “Kommunisticheskaya partiya bol'shevikov kak sovetskiy sotsial'nyy lift v usloviyakh novoy ekonomicheskoy politiki”, Noveyshaya istoriya Rossii, 4 (2020), pp. 902-932, esp. p. 920. 63 Stalin y Bujarin, aprobó la decisión de expulsar del partido a todos los militantes de las diversas plataformas opositoras. La resolución del congreso acusó a los opositores de vulnerar la legalidad del partido y también la del Estado por haber organizado reuniones ilegales o haber creado imprentas y órganos de prensa ilegales, tildándolos como actividades abiertamente “antisoviéticas”. En total, el congreso expulsó del partido a más de cien militantes, entre los que estaban Zinoviev, Kamenev y Trotski.158 Su expulsión significó el final de la oposición antinepista y dejó a Stalin, al lado de Bujarin, Rykov y Mijail Tomski (jefe de los sindicatos), al mando del partido. Paradójicamente, la derrota de la “oposición unificada” no dio fin a las luchas de poder entre facciones. El mismo invierno de la celebración del XV. Congreso, Stalin, con la audacia que le caracterizó en todo este proceso, comenzó a mostrarse crítico con la NEP. El detonante de su crítica fue la crisis de aprovisionamiento de grano, pero las verdaderas razones eran más profundas. Como lo destaca Baberowski, el convencimiento de Stalin de que la política económica tenía que ser sustituida por un programa de industrialización similar al que Trotski defendía desde 1923 se remontaba a comienzos del año 1926.159 No obstante, defendiendo el mantenimiento de la política, Stalin pudo derrotar a sus principales rivales dentro del partido. Una vez expulsados, la crisis del aprovisionamiento de grano le permitió cambiar de parecer públicamente mostrándose como un líder pragmático.160 Su estrategia resultó todo un éxito para culminar de consolidarse como líder único. Como hemos relatado en la introducción del capítulo, entre 1928 y 1929, el Comité Central se reunió en cinco plenos para discutir el futuro de la NEP. Para entonces, Stalin se mostraba completamente reacio al mantenimiento de la política y acusaba a sus defensores, sus antiguos aliados Bujarin y Rykov, de formar una “oposición de derechas” que traicionaba la revolución socialista.161 Las tesis estalinistas resultaron de nuevo vencedoras en el aparato del partido y, como ocurrió en cada uno 158 s.a.: XV s"yezd Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii (b). Stenograficheskiy otchot, Moscú, Gosizdat, 1928, pp. 1317-1319. 159 Jörg BABEROWSKI: Scorched Earth…, p. 91. 160 James HUGHES: Stalin, Siberia and the Crisis of the New Economic Policy, Cambridge, Cambridge University Press, 2004, pp. 208-211. 161 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11…, p. 105. 64 de los enfrentamientos previos, los perdedores acabaron estigmatizados y apartados de la oficina política. Stalin, en tan solo seis años, desde 1923 hasta 1929, pasó de ser un cuadro más del partido a convertirse en el líder único del partido y del Estado. Todos los demás líderes, que antes de la muerte de Lenin ocupaban posiciones más importantes, fueron progresivamente apartados en una serie de movimientos estratégicos de Stalin. Es cierto que la moderación y el pragmatismo que demostró estos años encajaban a la perfección en el carácter que estaba adquiriendo un partido cada vez mayor en miembros. Muchos de esos militantes se sentían identificados por aquel líder de una república periférica, Georgia, y no dudaron en alzarlo al poder. Sin embargo, la clave de su éxito fue comprender a la perfección el funcionamiento del sistema que estaba formándose. Stalin demostró dominar todas las estrategias necesarias para triunfar en la maraña burocrática en la que se había convertido su partido y que él, en parte, había contribuido en construir.162 1.3 La ruptura de la NEP La NEP no se terminó por las crisis económicas ni por la creciente tensión social, sino que su final respondió a la voluntad y la ideología de la facción estalinista, que con sus victorias políticas no tuvo trabas para imponer el modelo socioeconómico en el que creía. Mientras que la NEP fue implementada de forma gradual, con políticas específicas, su final llegó siendo suplantada por otras formas de organización social y económica. De hecho, durante años, el régimen se negó a aceptar que la política hubiera terminado. A pesar de ello, la ruptura de la economía política diseñada por Lenin fue repentina, mientras era sustituida por una economía basada en la planificación central.163 En la clausura del XV. Congreso del partido, el 19 de diciembre de 1927, parecía claro que la política económica del país se iba a mantener a corto plazo y que eran los congresos, los máximos órganos de decisión del partido, los que dictaban las decisiones de tan grande calado. De modo que, en principio, la supervivencia de la NEP estaba 162 Stephen KOTKIN: Stalin. Paradoxes of Power, 1878-1928, Nueva York, Penguin Press, 2017; Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler… pp. 67-69. 163 Sheila FITZPATRICK: “After NEP…”, pp. 188-189. 65 garantizada, al menos, hasta la celebración del siguiente congreso.164 Pero para esas fechas, había comenzado ya una crisis que en poco tiempo iba a desechar todas esas suposiciones. En diciembre de 1927, las cifras de producción de grano solo habían alcanzado un tercio de las estimaciones por las malas condiciones climáticas que habían sufrido las regiones productoras. La mala cosecha, sumada al miedo a la guerra de la época y los bajos precios que ofrecía el Estado por los cereales, hicieron que los campesinos no quisieran vender su producción al Estado, resultando en que solo pudo comprar la mitad de grano que el año anterior. Además, la situación empeoró dramáticamente por los errores del Estado en la estimación de sus reservas. La Administración Central de Estadística [Tsentral'noye Statisticheskoye Upravleniye] afirmó contar con una reserva de 900 millones de puds de grano en ese momento, una cifra que resultaba difícil de creer para muchos y que incluso el antiguo director del cuerpo consideraba algo exagerada, añadiendo que la cifra real estaría alrededor de los 529 millones de puds.165 Estos números implicaban que la URSS no contaba con el suficiente grano para continuar su ambicioso plan de exportaciones y, a su vez, alimentar a su pueblo. Stalin siguió muy de cerca estos hechos, incluso se desplazó hasta Siberia para seguir en primera persona el trabajo de los comités locales del partido para solventar la crisis.166 Durante su estancia, su posición en defensa de la NEP, pronunciada el mes anterior, dio paso a un discurso beligerante contra los kulakí y en favor de la colectivización de la agricultura. Su aproximación al problema de aprovisionamiento fue completamente política. Para él, el origen de la crisis no era la mala cosecha o las exageradas estimaciones de la Administración Central de Estadística, sino que creía que los kulakí estaban acaparando el grano para poder especular. Por ello, propuso “medidas de emergencia” para atajar la situación. La primera medida obligaba a los kulakí a vender todos sus excedentes al Estado a precios fijados y la segunda, para todos aquellos que se negaran a la venta, consistía en aplicar el artículo 107 del código penal de 1926, que 164 Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP. Stenogrammy plenumov TsK VKP(b) 1928– 1929 gg. Tom 1…, p. 11. 165 Lynne VIOLA et al. (coords.): The war against the peasantry, 1927–1930. The Tragedy of the Soviet Countryside, Londres, Yale University Press, 2005, p. 18. 166 James HUGHES: “The Irkutsk affair: Stalin, Siberian politics and the end”, Soviet Studies, 41 (1989), pp. 228-253, esp. p. 228. 66 penaba la especulación con penas de prisión de más de cinco años y la confiscación de bienes.167 Las medidas extraordinarias o de emergencia fueron ejecutadas por la oficina política del Comité Central, de mayoría estalinista, e hicieron estallar las discrepancias en el Comité Central. Bujarin, Rykov y Tomski, rechazaron la solución de Stalin para la crisis y este último comenzó su última guerra contra sus rivales, la cual, como hemos visto, venció.168 Pero los cinco plenos del Comité Central no fueron solo escenario de batallas políticas. No hay que omitir que la verdadera discusión residía en qué modelo socioeconómico debía abrazar la Unión Soviética. En esos cinco plenos comenzaron a aparecer nuevos conceptos y a plantearse nuevos horizontes que, en poco tiempo, significarían la ruptura de la NEP en favor de nuevas formas de organizar la sociedad.169 El ejemplo más evidente es el de la agricultura. La postura beligerante de Stalin hacia los kulakí, culpándoles de la crisis de aprovisionamiento, no se apaciguó con la mejora de las nuevas cosechas. A partir de su viaje a Siberia, Stalin declaró la guerra a los kulakí y, según su poder aumentaba, las decisiones de su politburó cada vez se acercaban cada más a sus posiciones maximalistas. Por ello, en vez de levantar las medidas extraordinarias, estas medidas fueron convirtiéndose en cada vez más ordinarias, hasta llegar a abrir paso a la colectivización de la agricultura en 1929.170 Otra faceta del pensamiento de Stalin que salió a la luz durante estos años fue la necesidad de alcanzar una industrialización acelerada. Hasta entonces, se había mantenido al margen de la defensa de esta tesis, incluso la había combatido cuando fue abanderada por Trotski, Zinoviev o Kamenev. A partir de 1928, en cambio, adoptó esa postura y comenzó a recalcar la necesidad de buscar un desarrollo acelerado, entre otros, para combatir el “cerco capitalista”. Para lograrlo, no confiaba en el capitalismo de Estado ni en su mercado, sino que consideraba que los planes quinquenales, basados en 167 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11…, pp. 1-9. 168 Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP. Stenogrammy plenumov TsK VKP(b) 1928– 1929 gg. Tom 1…, pp. 9-12. 169 Mikhail A. FEL'DMAN: “Proydennyy rubezh (obsuzhdeniye vnutripartiynykh i gosudarstvennykh problem na Plenume TSK VKP(b) 10–17 noyabrya 1929 g.)”, Obshchestvennyye nauki i sovremennost', 1 (2020), pp. 102-116; Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP. Stenogrammy plenumov TsK VKP(b) 1928–1929 gg. Tom 1…, pp. 5-12. 170 Lynne VIOLA et al. (coords.): The war against the peasantry, 1927–1930…, p. 118. 67 la planificación central, eran la mejor herramienta. Mientras que en 1928 prestó poca atención en sus discursos a los planes quinquenales, a partir de 1929, en plena batalla contra el grupo de Bujarin, su defensa de este método fue constante.171 Con la definitiva victoria política de Stalin, el cambio de modelo en la agricultura y la industrialización acelerada lideraron el final de la NEP. Sin rivales a su alrededor y con el control total del partido, Stalin comenzó las transformaciones sociales y económicas en las que realmente creía. A finales de 1929 comenzó la colectivización forzada del campo soviético en búsqueda de una organización socialista del campo que, como veremos más adelante, trajo consecuencias profundamente negativas a los pueblos soviéticos.172 Al mismo tiempo, la industrialización acelerada con fuerza bajo el Primer Plan Quinquenal, aprobado en abril de 1929. A pesar de que el régimen negara el fin de la NEP, tanto la colectivización, como el programa estalinista de la industrialización acelerada habían ya suplantado a la política económica que vino a reemplazar al comunismo de guerra.173 Comenzaba así el sistema estalinista, organizado de una forma no-capitalista que el régimen definía como socialista y que se basaba en formas de producción, distribución, cambio y consumo radicalmente diferentes a las anteriormente existentes. 171 Véase, por ejemplo: Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 1-107. 172 N. A. IVNITSKIY: “Vvedeniye (Razvertyvaniye «sploshnoy kollektivizatsii»)” en: Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye.1927—1939. Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 2. Noyabr' 1929 — dekabr' 1930, Moscú, ROSSPEN, 2000, pp. 7-29. 173 Sheila FITZPATRICK: “After NEP…”, pp. 188-189. 68 2. La industrialización forzada y el surgimiento del mito de la construcción del socialismo El 3 de noviembre de 1929, con motivo del decimosegundo aniversario de la Revolución de octubre, Iosif Stalin publicó el artículo “El año de la Gran Ruptura” [God velikogo pereloma] en el periódico Pravda.174 Los aniversarios ocupaban una gran parte de los nuevos rituales que fueron construyendo los bolcheviques desde su llegada al poder,175 pero ese año, además, Stalin aprovechó el jubileo para anunciar al pueblo la nueva dirección que estaba empezando a emprender la Unión Soviética. El año al que hacía referencia el título del artículo era 1928, que para su autor fue un punto de inflexión en la historia soviética. Stalin, apoyado como siempre por sus memorizadas citas de Lenin, señaló que la NEP no era más que una retirada estratégica, un paso atrás con el objetivo de poder dar dos pasos adelante. Durante el XI. Congreso del partido, Lenin había pronunciado esas mismas palabras, señalando que después de realizar la retirada era la hora de preparar la “ofensiva contra el capital privado”.176 Para el secretario general, el punto de inflexión de 1928 era precisamente ese momento en el que la retirada daba paso a la ofensiva. Como ya hemos avanzado en el capítulo anterior, esta “ofensiva socialista” se basaba en transformar todas las formas existentes de producción, distribución, cambio y consumo, es decir, toda la realidad material. El libre mercado, la agricultura privada y las empresas públicas operados bajo las leyes del beneficio capitalistas fueron sustituidos por una economía de comando que ordenaba a cada una de las unidades económicas las cuotas de producción que tenían que alcanzar cada año.177 Ahora, no era el mercado quien decidía, sino que eran los planes quinquenales los que dictaban cuánto grano había que cosechar y cuantos kilos de acero tenía que producir hasta la más remota de las 174 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 118-135. 175 Karen PETRONE: Life has become more joyous, comrades Celebrations in the time of Stalin, Bloomington, Indiana University Press, 2000. 176 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom. 45, Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1970, pp. 409-418. 177 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union, 1913-1945, Cambridge, Cambridge University Press, 1994, pp. 13-23. 69 repúblicas. El aumento de la productividad en el trabajo no lo determinaba ya la competencia capitalista, sino que era la “emulación socialista” quien despertaba el “entusiasmo” de los trabajadores para trabajar más duro cada día. La agricultura de esta nueva sociedad se organizaba en granjas colectivas que, por supuesto, el régimen defendía como una forma superior de organización respecto al capitalista.178 Todo este gran proyecto de transformación total de la realidad no se comprende sin el surgimiento simultaneo del gran mito político del estalinismo: la construcción del socialismo [stroitel’stvo sotsializma]. Este término formaba parte del lenguaje habitual bolchevique desde el momento de su llegada al poder y era utilizado para referirse a la tarea comunista de construir una nueva sociedad todavía indefinida en muchos detalles. A partir de finales de la década de los años veinte, en cambio, el término adquiere un nuevo significado de mucha mayor profundidad. Por un lado, el socialismo al que se refiere es ya un estadio histórico determinado con unas características concretas e inconfundibles. A ojos de Stalin y sus colaboradores, solo podía existir ese socialismo y cualquier otro modelo alternativo, aunque fuese denominado de la misma forma, no podría ser considerado como socialista, sino que en el mejor de los casos se trataría de una “desviación”.179 Pero la característica principal de la construcción del socialismo es su conversión en el principal mito político de la época de Stalin. El mito, que fue creado y, a su vez, creído por el régimen estalinista, consistía en la asunción de que en la URSS se estaba construyendo una sociedad socialista inspirada en los escritos de Marx, que no era más que una meta volante en el camino de la consecución de una sociedad sin clases ni explotación, el comunismo. Ese largo recorrido era guiado por el partido, la vanguardia política del proletariado y cuya principal virtud era su capacidad de aplicar la “ciencia del marxismo-leninismo”.180 Como en todos los mitos políticos, tal y como los describió Georges Sorel,181 el mero eslogan de la construcción del socialismo cumplía una función 178 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 118-135. 179 Catherine MERRIDALE: “The reluctant opposition: The right ‘deviation’ in Moscow, 1928”, Soviet Studies, 41 (1989), pp. 382-400. 180 El ejemplo más claro de las características discursivas del mito es el célebre Curso breve: COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: Istoriya Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii (bol'shevikov). Kratkii kurs, Moscú, Pravda, 1938. 181 Georges SOREL: Reflexiones sobre la violencia, Buenos Aires, La Pleyade, 1978. 70 movilizadora evocando un proyecto transformador de dimensiones incomparables a cualquier otro de la época. Sin embargo, lo que diferenció a este mito del resto fue el convencimiento del régimen de que la construcción del socialismo no se trataba de un mito, sino de la realidad. Este detalle condicionó la historia del estalinismo, convirtiendo al concepto en un elemento central en todos sus acontecimientos más tristemente recordados. En este capítulo analizamos el surgimiento de este mito en el contexto de los grandes cambios sociales y económicos ocurridos durante la industrialización soviética, para posteriormente describir su adaptación al discurso político en la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia. 2.1 El Primer Plan Quinquenal y la industrialización forzada La teoría estalinista del “socialismo en un solo país” situaba a la URSS en una vulnerabilidad constante. El país de los sóviets estaba cercado por el mundo capitalista, lo que le condenaba a tener que hacer frente a las amenazas exteriores.182 El viejo atraso ruso, como Stalin solía repetir, hacía esta tarea más complicada, convirtiendo el desarrollo económico acelerado en una prioridad de primer ineludible para el régimen. En una ocasión, durante un discurso político dirigido a los directores de varias fábricas, el vozhd aseguró que el país se encontraba “cincuenta o cien años por detrás de los países desarrollados” y que, para atajarlo, era necesario eliminar esa distancia en tan solo diez años.183 Estas palabras resumen a la perfección la naturaleza de la industrialización forzada de Stalin, un proyecto megalómano que en base a la creencia de la superioridad del socialismo buscó no solo igualar, sino también superar a los países capitalistas más desarrollados para poder hacerles frente en una guerra que siempre parecía inminente. Pese a todo, las características de ese socialismo permanecían todavía indefinidas hasta el momento de la Gran Ruptura. Marx, por ejemplo, dedicó la gran mayoría de su tiempo al estudio del funcionamiento del capitalismo, pero no se excedió en el desarrollo de su concepción de la sociedad socialista. En su Crítica al programa de Gotha, 182 James HARRIS: “Encircled by enemies: Stalin's Perceptions of the capitalist world, 1918–1941”, Journal of Strategic Studies, 30 (2007), pp. 513-545, esp. p. 543. 183 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 13. Moscú, Gosudarstvennoe Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1954, p. 38 71 por ejemplo, una de sus pocas obras donde el filósofo trabaja esta cuestión, aseveró que el socialismo exigía que los “medios de trabajo” se convirtiesen en un patrimonio común de la sociedad a la vez que el trabajo fuese regulado colectivamente con un reparto equitativo de sus frutos.184 Lenin, como lo hizo Engels en su día, interpretó que Marx hablaba de una planificación social de la producción como método de organizar esa nueva sociedad. Dieciocho años antes de su llegada al poder, profundizó en esa idea, añadiendo que el sistema capitalista sería sustituido por una producción regida por un plan general elaborado con el fin de responder a los intereses de todos los miembros de la sociedad.185 Durante los años de la NEP, a pesar de que la economía respondía a las lógicas del mercado, los bolcheviques continuaron desarrollando este primer concepto de una economía dirigida por planes generales. En primer lugar, se fundó Goelro, una comisión estatal que se dedicó a la elaboración de un plan de electrificación del país. A partir de mediados de los años veinte, estos planes comenzaron a extenderse a todos los sectores económicos.186 En 1926, por primera vez, el Gosplan comenzó los trabajos de elaboración de un primer plan de desarrollo económico de cinco años que tras ser presentado al partido fue rechazado. Este primer proyecto de plan quinquenal, en cambio, sirvió como punto de partida para un segundo plan que fue elaborado después de los acuerdos alcanzados en el “ambiguo” XV. Congreso del partido.187 A pesar de que el congreso aprobó formalmente la continuidad de la NEP, también acordó la creación de un plan económico para apoyar el crecimiento de la agricultura y la industria ligera con el fin de solucionar el problema del desempleo y la escasez de productos 184 Karl MARX y Frederich ENGELS: Collected Works, Volume 24: Marx and Engels: 1874- 1883, Nueva York, International Publishers, 1989, pp. 83-88. 185 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom. 4. Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1967, p. 263. 186 Mikhail A. FEL'DMAN: “Mezhdu general'nym planom i planom Pervoy Pyatiletki: Prodvizheniye sovetskogo industrial'nogo proyekta v mifologicheskom prostranstve (1927–1932 gody)” en: L. N. MAZUR (coord.): Epokha sotsialisticheskoy rekonstruktsii: idei, mify i programmy sotsial'nykh preobrazovaniy. Sbornik nauchnykh trudov, Ekaterinburgo, Izdatel'stvo Ural'skogo universiteta, 2017, pp. 304-317. 187 Moshe LEWIN: Russian Peasants and Soviet Power. A study of collectivization, Evanston, Northwestern University Press, 1968, pp. 198-213. 72 básicos. Este proyecto, en contraste con los que proponía la oposición en ese momento, trató de prevenir la “sobreindustrialización” [sverkhindustrializatsiya] apostando por un crecimiento equilibrado que evitaba establecer objetivos de producción inalcanzables.188 La finalidad original de este plan quinquenal era complementar la economía de mercado, fomentando el desarrollo de ciertos sectores prioritarios. Sin embargo, los acontecimientos políticos ocurridos durante los años 1928 y 1929, precisamente en el momento de la confección del plan, modificaron radicalmente el destino de los planes económicos soviéticos. Oficialmente, un mes antes de la expulsión de Bujarin y Tomski de sus puestos (Rykov perdió su cargo un mes más tarde), la XVI. Conferencia del partido, en primera instancia, y el V. Congreso de Todos los Soviets después, aprobaron la versión definitiva de ese plan quinquenal, que, como es lógico, recogía todas las características que había acordado el congreso.189 Pero tras la derrota de la “oposición de derechas”, Stalin mostró su descontento con el contenido del plan. Después de deshacerse del sector más reacio a la industrialización acelerada, trató de maniobrar para poder modificar un plan ya aprobado. En agosto de 1929, con la colaboración de Valerian Kuibyshev, ministro de economía, el Comité Central siguió la voluntad del secretario general y aprobó profundas revisiones en plan quinquenal. Mientras que inicialmente su objetivo era fomentar el desarrollo de la agricultura y la industria ligera, la nueva versión del plan proyectaba un crecimiento desmesurado de la industria pesada, llegando en algunos casos a duplicar las estimaciones del plan original.190 Esta versión revisada se convirtió en el Primer Plan Quinquenal, que virtualmente estaba en vigor desde octubre de 1928, pero que su elaboración y final aprobación llegaron casi un año más tarde.191 Empero, la revisión más profunda que realizó Stalin no fue la de su contenido, sino que fue la de su finalidad. La resolución del congreso de 1927, que inició los trabajos de preparación de este primer plan, comprendía que la función de la 188 L. S. ROGACHEVSKAYA: “Kak sostavlyalsya plan pervoy pyatiletki” Voprosy Istorii, 8 (1993), pp. 149-152, esp. p. 150. 189 Archivo Estatal Ruso de Historia Social y Política (de aquí en adelante RGASPI), f. 558, op. 11, d. 17, pp. 3-6. 190 L. S. ROGACHEVSKAYA: “Kak sostavlyalsya plan pervoy pyatiletki” … p. 151 191 Holland HUNTER: “The Overambitious First Soviet Five-Year Plan”, Slavic Review, 32 (1973), pp. 237-257, esp. pp. 237-238. 73 planificación era suplementar la economía de mercado, subsanando progresivamente la anarquía característica del mercado capitalista, dentro del contexto de la larga transición a un sistema puramente socialista.192 Pero para Stalin, los tiempos de la NEP habían acabado y la planificación ya estaba lista para suplantar (en vez de suplementar) al mercado. Como lo demuestra su defensa de los resultados del Primer Plan Quinquenal durante el pleno conjunto del Comité Central de enero de 1933, en el pensamiento político del vozhd la economía planificada socialista era una forma superior de organización económica respecto al mercado y era por ello por lo que debía acabar con este último.193 En el fondo del debate existía el planteamiento clásico del salto a la modernidad. El Primer Plan Quinquenal era sinónimo de modernización, su fundamento era convertir a la URSS, un país agrario y débil, en un país industrial y poderoso, abandonando su atraso tecnológico por las tecnologías “nuevas y modernas” con las que contaban los países más avanzados.194 Pero, a diferencia de lo que ocurrió en otras dictaduras del momento, la característica principal de esta transición a la modernidad era su rechazo a todas las fórmulas capitalistas existentes. Por ello, el plan debía, además eliminar a los “elementos capitalistas”, desarrollar “formas socialistas de economía” y crear las condiciones económicas para abolir las clases sociales en la URSS para así crear una sociedad socialista.195 Es decir, el Primer Plan Quinquenal era la primera herramienta de la transición socialista a la modernidad, un modelo alternativo que se basaba en la negación del capitalismo. En definitiva, con el ascenso de Stalin al poder total y la aprobación de la versión modificada del Primer Plan Quinquenal, la Unión Soviética abandonó las reglas de juego de la NEP para abrazar una nueva forma de entender la economía. Para referirse a esta nueva forma, las autoridades soviéticas empleaban el concepto “economía planificada”, pese a que la economía de comando describe mejor su funcionamiento práctico. El Partido Comunista tenía el liderazgo en las labores de dirección de las actividades 192 Anatolii G. EGOROV y Klavdii M. BOGOLYUBOV: Kommunisticheskaya partiya Sovetskogo Soiyuza v rezolyutsiyakh i resheniyakh s"yezdov, konferentsiy i plenumov TsK. Tom chetvertyy 1926- 1929. Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1984, pp. 274, 285. 193 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 13…, pp. 159-235, esp. p. 192. 194 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 118-135. 195 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 13… pp. 161-233. 74 económicas y era el encargado de decidir lo que había que producir, cómo y para quien. Después de establecer sus prioridades, estas directrices eran recibidas por la burocracia estatal, donde el Gosplan, con la supervisión del consejo de ministros, realizaba dos tipos de planes. En primer lugar, elaboraba el plan quinquenal, que no era vinculante. Después, se desarrollaban los planes operacionales vinculantes, que tenían la duración de un solo año. Debido a la complejidad de este trabajo, estos primeros planes no especificaban los objetivos para cada empresa, sino que delegaba ese trabajo a cada ministerio, para que ellos, partiendo de los bocetos del Gosplan, desarrollasen sus propios planes operativos para cada empresa del sector. Todo este proceso cooperativo entre varios organismos era constantemente supervisado por el partido, que siempre contaba con la última palabra. Finalmente, una vez que el plan estaba terminado, eran los directores de las fábricas, como el último eslabón de la cadena, quienes debían lograr alcanzar las cuotas de producción y productividad que establecía el plan.196 Volviendo al Primer Plan Quinquenal, su puesta en marcha significó el inició de la industrialización acelerada o forzada. Su desarrollo estuvo caracterizado por el excesivo optimismo de las autoridades, que, por su apresuramiento, sobreestimaron sistemáticamente las capacidades materiales y humanas del país.197 La versión modificada del plan fue de nuevo revisada al alza en más de una ocasión, la última vez en 1930. Es por ello por lo que resulta difícil hablar del Primer Plan Quinquenal, pues, en realidad, se trató de una serie de nuevos planes cada uno más ambicioso que el anterior, que apostaban por una industrialización cada vez más acelerada. La última versión de todas era un plan completamente inalcanzable. Las cifras más exageradas estaban en la industria pesada, donde en sectores como la construcción de maquinaria se planificaba una producción que equivalía a un crecimiento del sector del 382,1 por ciento en tan solo cinco años. En el caso de la industria eléctrica o la construcción de maquinaria agrícola, las estimaciones fueron todavía más elevadas, llegando a alcanzar previsiones de crecimiento cercanos al 500 por ciento.198 196 Paul R. GREGORY: “The Stalinist command economy”, The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science. 1 (1990), pp. 18-25, esp. pp. 20-21. 197 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, p. 156. 198 Alec NOVE: An Economic History of the USSR. 1917-1991, Nueva York, Penguin Books, 1992, pp. 190-191. 75 Debido a la complejidad con la que operaba todo el entramado de la planificación, los problemas en la producción no tardaron en llegar. Ante la falta de recursos existentes para llevar adelante los exagerados proyectos, las unidades económicas comenzaron a pedir más recursos de los realmente necesarios para poder asegurarse una cantidad mínima que les permitiera cumplir su parte del plan.199 Este aumento artificial de la demanda pronto comenzó a generar una escasez de materiales para los que las industrias que debían ofrecerlas no podían responder. Todas esas mercancías, además, no podían ser transportadas, porque el país no contaba con esa capacidad, de modo que muchas de las mercancías producidas no eran transportadas a las plantas donde se necesitaban. Estas circunstancias generaron cuellos de botellas que ralentizaron los procesos de producción imposibilitando el funcionamiento de muchas de las unidades económicas. Para solucionar este problema, la reiterada solución del régimen fue aumentar todavía más la inversión, sin embargo, el resultado fue el agravamiento de estas mismas coyunturas y el empeoramiento de la calidad de los bienes producidos.200 Otro de los grandes problemas que dejó en evidencia el Primer Plan Quinquenal fue el de la mano de obra. La URSS no contaba con las condiciones materiales necesarias para lograr los objetivos del Kremlin. Las fábricas soviéticas no tenían suficiente maquinaría ni tecnología y la agricultura estaba también escasamente mecanizada.201 La revolución industrial que promocionaban las autoridades era, en consecuencia, profundamente dependiente de la mano de obra, que debía reemplazar con el trabajo manual la labor de las máquinas. Esto, por un lado, acarreó la ineficacia de los procesos productivos. Para producir una misma mercancía, las fábricas soviéticas necesitaban emplear a más trabajadores que en los países desarrollados.202 Por el otro, la dependencia de la mano de obra y la necesidad de aumentar el ritmo de la 199 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, pp. 154-157. 200 Donald FILTZER: Soviet workers and Stalinist industrialization. The formation of modern Soviet production relations. 1928-1941, Londres, Pluto Press, 1986, pp. 36-38. 201 Robert C. ALLEN: From farm to factory…, p. 76. 202 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, p. 140-141; Joseph E. DAVIES: Mission to Moscow, Londres, William Clowes and Sons Ltd., 1945, p. 358. 76 industrialización conllevó el incremento de la tasa de explotación de la fuerza de trabajo, empleando aquí la definición marxiana.203 En otras palabras, esta primera etapa de la industrialización se costeó principalmente a partir del valor creado por los trabajadores, que se tuvieron que enfrentar a los bajos salarios y los impagos frecuentemente. Esta dependencia se hizo evidente al final del Primer Plan Quinquenal, cuando la escasez de mano de obra se convirtió en un problema grave de la economía, que impedía continuar con el crecimiento esperado.204 En este contexto, el aumento de la producción con un tejido industrial poco mecanizado pasaba por incrementar la productividad de cada trabajador. En el mundo capitalista la productividad en el trabajo surge a partir de la competencia capitalista, originada por el propio mercado. Sin embargo, en la economía de comando no existía tal mercado, de modo que tampoco podía surgir una competencia de esas características. Por ello, los ideólogos del partido idearon una alternativa adaptada a las exigencias de la nueva sociedad: la “emulación socialista”. A veces traducida también como “competencia socialista”, consistía en nuevas formas de trabajo donde los trabajadores competirían entre ellos, respetando siempre los valores de la sociedad socialista, para demostrar la mayor capacidad de producción de este sistema.205 A partir de mediados del Primer Plan Quinquenal la emulación socialista se convirtió en una herramienta clave para el régimen. Bajo el lema “cumplir el plan quinquenal en cuatro años”, las brigadas de choque, formadas por los udarniki, trabajadores de choque voluntarios, se desplegaron por las fábricas del país compitiendo entre ellos para conseguir el honor de ser el grupo de trabajo que más producía y que antes cumplía su plan.206 203 Donald FILTZER: Soviet workers…, p. 68 204 Alec NOVE: An economic history… p. 198; Robert C. ALLEN: From farm to factory… p. 94; Donald FILTZER: Soviet workers… pp. 44-50. 205 Lewis SIEGELBAUM: “Socialist Competition and Socialist Construction in the USSR: The Experience of the First Five-Year Plan (1928-1932)”, Thesis Eleven, 4 (1982), pp. 48-67. 206 Aleksandr S. MOROZOV: “Problemy sotsialisticheskogo sorevnovaniya proizvodstvennykh brigad v gody pervoy pyatiletki”, Istoricheskiye, filosofskiye, politicheskiye i yuridicheskiye nauki, kul'turologiya i iskusstvovedeniye. Voprosy teorii i praktiki (vkhodit v perechen' VAK), 3 (2013), pp. 149- 151: John RUSSELL: The role of socialist competition in establishing labour discipline in the Soviet working class. 1928-1934, Tesis Doctoral, Universidad de Birmingham, 1986, pp. 155-239. 77 Pero a pesar de la participación de una parte considerable de la clase obrera soviética, la emulación socialista no pudo suplir las grandes carencias del proyecto de industrialización estalinista. La falta de recursos, los problemas inherentes a la economía de comando y el exagerado optimismo de los planes hicieron que los objetivos de producción del Primer Plan Quinquenal no fuesen completados.207 A pesar de ello, la industrialización acelerada no se detuvo y el Segundo Plan Quinquenal (1933-1937) prosiguió el mismo camino.208 A la postre, la Gran Ruptura no tenía marcha atrás. El ascenso de Stalin al poder incontestable abanderando la necesidad de la planificación como herramienta para la modernización, junto a la teoría del “socialismo en un solo país”, hacían de la industrialización acelerada la única forma de “construir el socialismo”. 2.2 Del concepto al mito político estalinista Partiendo de la concepción soreliana del mito, entendiéndolo como un conjunto de imágenes capaces de transformar la voluntad colectiva, antes incluso de la razón o la reflexión,209 el pensador marxista italiano Antonio Gramsci desarrolló su teoría del mito político como un instrumento para los fines transformadores y revolucionarios del marxismo. Para Gramsci, el Príncipe de Maquiavelo era la obra que adelantaba lo que siglos después escribió Sorel, su “ejemplificación histórica”, donde la ideología política no se presentaba como unas frías tesis doctrinales, sino como un relato fantasioso movilizador que operaba sobre una sociedad sin capacidad organizativa con el fin de despertar en ellos una voluntad capaz de ejercer acción política. En los planteamientos de Sorel, esa fantasía, el contenido del mito, era algo preliminar para llegar a la acción revolucionaria, sin embargo, en opinión de Gramsci, su finalidad debía ser constructiva. El mito servía para una construcción duradera de la voluntad colectiva, un elemento 207 Robert C. ALLEN: From farm to factory…, p. 93. 208 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, pp. 154-157. 209 Georges SOREL: Reflexiones sobre la violencia…, pp. 128-129. 78 movilizador para la transformación comunista de la sociedad, más allá de acciones concretas.210 Esa noción del mito político como una construcción fantasiosa del discurso con la finalidad de formar una voluntad colectiva sirve para comprender el fenómeno de la construcción del socialismo durante el estalinismo. No insinuamos aquí, por supuesto, que este concepto se fundamentase en las teorizaciones gramscianas. A pesar de que fueron personajes coetáneos, Stalin no leyó las obras de Gramsci. En su amplia biblioteca tenía centenares de libros marxistas y no marxistas, pero ninguno de ellos fue escrito por el pensador sardo.211 Además, sus apuntes sobre el mito político no se publicaron hasta finales de los años cuarenta. Por el contrario, como lo veremos a continuación, lo que aquí se señala es que las aportaciones de Gramsci al concepto de mito político sirven como un apropiado marco para analizar el surgimiento de la construcción del socialismo como el principal mito político que operó durante los años treinta en la Unión Soviética. Para poder entender el surgimiento del mito, primero hay que acudir a la historia del concepto construcción socialista [Sotsialisticheskoye stroitel'stvo]. A pesar de que el marxismo había repetido su intención y aspiración de erigir una sociedad socialista en forma de transición al comunismo, el término tiene su origen en el momento de la revolución de octubre de 1917 de mano de los bolcheviques. Lenin, por ejemplo, lo pronunció por primera vez en enero de 1918, durante el III. Congreso de los Sóviets de Todas Las Rusias. Hablando sobre las tareas más inmediatas del nuevo gobierno soviético, aseveró que, una vez tomado el mando del Estado, era hora de proyectar “las líneas de la futura construcción socialista”. La elección del término “construcción” [stroitel'stvo] para describir la acción de formar una nueva sociedad no era casual y tenía que ver con la forma en la que los bolcheviques entendían el camino revolucionario al socialismo, que habitualmente comparaban con la construcción de un nuevo edificio.212 210 Antonio GRAMSCI: Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno, Madrid, Ediciones Nueva Visión, 1980, pp. 10-15; María José CISNEROS TORRES: “De la crítica al mito político al mito político como crítica”, Fragmentos de Filosofía, 10 (2012), pp. 53-67, esp. pp. 57-59. 211 El listado de obras que Stalin almacenaba en su biblioteca está recogido en el inventario Nº 5 de su fondo personal [Lichnyy fond I. V. Stalina]: RGASPI. F. 558. Op. 5. 212 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom 35, Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1968, p. 286. 79 A partir de ese año, tanto la construcción socialista como las referencias a construir el socialismo comenzaron a ser parte habitual de los discursos políticos cada vez más frecuentemente. En los años de la guerra civil, los dirigentes soviéticos entendían que esa construcción había empezado desde el momento de su llegada al poder y, principalmente, esos términos se utilizaban para referirse a las primeras medidas que emprendía el gobierno comunista, generalmente en materia económica.213 De este modo, durante los primeros años de su gobierno, cada una de las políticas bolcheviques significaba construir el socialismo, pues se asumía que eran un paso más en el camino de la consecución de una sociedad socialista. Durante los primeros años de la NEP, el concepto adquirió un significado notablemente diferente en el discurso político del partido, a pesar de que, principalmente, las referencias al término seguían siendo en materia económica. La instauración de una economía de mercado y su posterior justificación política transformaron la forma en la que los bolcheviques comprendían el surgimiento del nuevo sistema. Un editorial de la revista teórica del Comité Central, Bol’shevik, del año 1924 desarrolló este nuevo razonamiento de la siguiente manera: “De hecho, la construcción de la economía socialista solo comenzó con la NEP. En la época del comunismo de guerra, tomamos el mando económico y político, lo defendimos en la guerra civil más brutal y consolidamos con fuego y sangre las conquistas de octubre. Desde 1921, hemos comenzado la lucha por construir una economía socialista. […] Los primeros pasos en el camino de la acumulación socialista inicial son sin duda los más difíciles, cuando el camino es aún desconocido el paso es incierto, la herencia de la caótica guerra civil pesa sobre nuestros hombros […] 213 Por ejemplo: Adolf A. IOFFE y Lev TROTSKIY: Mirnyye peregovory v Brest-Litovske s 22/9 dekabrya 1917 g. po 3 marta (18 fevralya) 1918 g. T. 1. Plenarnyye zasedaniya. Zasedaniya politicheskoy komissii, Moscú, Tip. III. Internatsionala, 1920, p. 207, también disponible en Lev TROTSKIY: “Trotsky's speech at Brest-Litovsk” (10 de febrero de 1918) The National Archives, GFM 33/1504; Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom 36, Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1969, pp. 278, 383; Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. T. 37, Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1969, pp. 197, 355. 80 ¿Cómo, en esta era de acumulación primitiva socialista, las formas socioeconómicas de transición pueden subordinarse al socialismo? - Este es el problema de esta época.”214 Mientras que en los años de la guerra civil las autoridades consideraban que las primeras medidas al frente del gobierno formaban parte ya de la construcción del socialismo, a partir de las reformas económicas de 1921 y como consecuencia de la influencia de las ideas de Yevgueni Preobrazhenski sobre la acumulación primitiva socialista, los bolcheviques corrigieron su posición. 215 Ahora, el verdadero inicio de esa construcción había comenzado durante los años de la NEP. Según esta nueva interpretación, el salto al socialismo era un transcurso complejo que debía ser precedido por un proceso de acumulación de capital en manos del Estado para poder desplegar el “sector socialista” en la economía.216 Este proceso había comenzado bajo la NEP, por lo que la construcción del socialismo o la formación intencionada y políticamente dirigida de la economía socialista partía también desde ese punto. A su vez, su significado fue ganando en amplitud. Un ejemplo de ello es la introducción de la idea de la “construcción del socialismo en el campo” a mediados de los años veinte. En ese momento, una de las grandes prioridades del régimen era el desarrollo de una agricultura socialista dentro de la NEP que, como en otros sectores, debía sustituir progresivamente al capitalista. La estrategia para lograrlo pasaba por apoyar el crecimiento de las haciendas de los campesinos menos favorecidos. Como lo recoge la resolución del informe político del XIV. Congreso del partido, la “construcción del socialismo en el campo” se basaba en lograr la incorporación de los campesinos a las granjas cooperativas en detrimento de las granjas privadas para así debilitar a los “elementos capitalistas” del campo. Para conseguir este propósito, era preciso el fortalecimiento de la industria estatal socialista, el fortalecimiento de las instituciones estatales de crédito y, en general, la proletarización del Estado para que este actuase para favorecer el desarrollo de las nuevas formas sociales y económicas que 214 s.a.: “o zadachakh momenta”, Bol’shevik, 10 (1924), pp. 3-6, esp. pp. 3-4. 215 Yevgenii PREOBRAZHENSKIY: Novaya ekonomika (teoriya i praktika): 1922-1928 gg., Moscú, Izdatel’stvo Glavarkhiva Moskvy, 2008. 216 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 8, Moscú, Gosudarstvennoe Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1948, pp. 122-129. 81 los bolcheviques entendían como socialistas.217 Es decir, en el campo, construir el socialismo significaba la lucha contra los “elementos capitalistas” favoreciendo formas alternativas o socialistas de producción campesina. Un proceso dirigido por el Estado, que debía favorecer tanto su surgimiento como su desarrollo.218 El cambio fundamental en la percepción sobre cómo se construía ese socialismo, el momento en el que la construcción socialista o la construcción del socialismo dejaron de ser simples conceptos teóricos para pasar a convertirse en un mito político, llegó entre 1928 y 1929 con el ascenso de Stalin y el inicio de su “ofensiva socialista”. En el imaginario estalinista, la ruptura de la NEP no solo significaba el fin de una política económica concreta, sino que la Gran Ruptura era también el fin de la retirada estratégica de los bolcheviques y el inicio de un avance acelerado hacía la construcción de un nuevo modelo socioeconómico que prescindía de los “elementos capitalistas” de la NEP.219 En el ya comentado artículo “El año de la Gran Ruptura”, donde Stalin trató de reflejar la magnitud de los cambios que comenzó a experimentar la URSS a partir de 1928, observamos la última y definitiva forma en la que los dirigentes soviéticos de los años treinta entendieron la construcción del socialismo. En ese artículo, en palabras del vozhd, el Primer Plan Quinquenal era un “plan quinquenal de construcción de una sociedad socialista”, pero añadió además un elemento inédito hasta entonces: esta vez, se trataba de una “construcción completa del socialismo”.220 Hasta entonces, tanto las circunstancias del comunismo de guerra, como los del capitalismo de Estado de la NEP habían relativizado la misión de construir ese nuevo sistema. En el caso de la NEP, como hemos visto, se resumió en el fortalecimiento del sector estatal de la economía, 217 s.a.: XIV s"yezd Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii (b). Dekabr' 1925 goda. Stenograficheskiy otchot, Moscú, Gosizdat, 1926, p. 517. 218 M. KANTOR: “Stroitel'stvo sotsializma v derevne i apparat s.-kh. kooperatsii”, Bol’shevik, 5-6 (1925), pp. 26-37; Evgenii POLIUDOV: “Volostnoy byudzhet i sovetskoye stroitel'stvo v derevne”, Bol’shevik, 5-6 (1925), pp. 38-43; s.a.: “o nekatorykh zadachakh momenta” Bol’shevik, 11-12 (1925), pp. 3-8; E. GOLDENBERG: “O stroitel'stve sotsializma v “odnoy strane”” Bol’shevik, 23-24 (1925), pp. 7-13. 219 Sobre la forma en la que Stalin comprendía la NEP: Iosif V. STALIN: “K voprosam leninizma”, Bol’shevik, 3 (1926), pp. 3-42, esp. pp. 32, 35-42. 220 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12… p. 132 82 debido a que la recuperación económica que buscaban necesitaba al capital privado.221 Sin embargo, la Gran Ruptura supuso un cambio de paradigma en este pensamiento. Los comunistas rusos se lanzaron a eliminar el sector privado, apostando por un modelo no-capitalista. En este escenario, por primera vez, los bolcheviques se percibían a sí mismos como los sujetos históricos que iban a conseguir construir completamente el socialismo en la Unión Soviética. El mito político nació precisamente en ese contexto teórico, cuando los dirigentes soviéticos se percibieron como los protagonistas de un cambio de dimensiones históricas para cuya realización existían ya las condiciones necesarias. Es decir, no surgió cuando había conquistado el poder o cuando habían dado los primeros pasos para erigir un nuevo sistema, sino que ocurrió cuando se decidieron a lanzarse en una ofensiva para erradicar por completo el capitalismo. Para la facción estalinista, esta transición hacia un sistema completamente socialista era la única forma de trascender el capitalismo.222 Además, solo existía un socialismo posible, el soviético, y cualquier otra corriente de pensamiento socialista que propusiera un modelo alternativo (otra forma de socialismo con otras características) era atacado por no ser suficientemente revolucionaria, por ser una “desviación pequeñoburguesa” o estar directamente al servicio de la burguesía.223 De este modo, Stalin y sus camaradas creían ser los servidores de la misión histórica de superar el capitalismo implementando el socialismo. Esta creencia fue difundida a los ciudadanos en forma de mito político. Una narrativa épica y fantasiosa, formada por una serie de imágenes sobre las dimensiones de los cambios que acontecían en el país, mediante el cual se pretendía involucrar a los 221 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, pp. 9-13. 222 Por ejemplo, se puede ver en las acusaciones hacia la “oposición de derechas” y su estrategia diferente: Stephen F. COHEN: Bukharin and the Bolshevik Revolution. A Political Biography 1888-1938, New York, Vintage Books, 1975, pp. 322-325. 223 Estas últimas acusaciones no tienen su origen en el pensamiento político de Stalin, sino que formaban parte de la forma de percibir el marxismo de los bolcheviques desde los años diez. Un buen ejemplo de esto son las acusaciones de Lenin contra Karl Kautsky: Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom 37…, pp. 235-338. Sobre la continuidad de la concepción durante el periodo estalinista, por ejemplo, aquí: Derek WATSON: Molotov. A biography, Londres, Palgrave Macmillan 2005. pp. 81-82. 83 soviéticos en la transición. Era la simplificación de la versión teleológica de la historia de los bolcheviques, un discurso que hablaba de conquistas, logros y cambios en el contexto del cambio de estadio histórico. Lo que subyacía detrás era la presentación como la única forma de socialismo real de un sistema caracterizado por el monopolio del poder del partido, la expansión acelerada de la industria pesada con métodos de organización no-capitalistas y una agricultura colectivizada. 224 La arquitectura de este mito político se plasmó en los escritos y los discursos de la época, pero su codificación más sublime se incluyó en el famoso Curso Breve sobre la historia de los comunistas rusos, publicado por primera vez en 1938 y en cuya elaboración Stalin tuvo un protagonismo absoluto.225 Los capítulos de la obra dedicados a este periodo de transformaciones radicales comprimen en sí todos estos conceptos que hemos adelantado. La transición de ese sistema se entendía en el contexto de la lucha de clases, donde el proletariado y el campesinado luchaban contra sus “enemigos” de clase, como los campesinos adinerados. La ortodoxia ideológica, es decir, la lucha por la verdadera concepción del socialismo y en contra de las desviaciones se personificó en forma de lucha contra los opositores internos del partido. Otro elemento fundamental es el papel del partido y sus dirigentes en este proceso. Los “colosales logros del socialismo” se presentan como conquistas de los trabajadores y los campesinos, pero siempre subrayando que se debían al liderazgo del partido.226 Es este último punto, de hecho, uno de los núcleos del mito. El mito político era la simplificación discursiva de la teoría de la transición al socialismo de los líderes estalinistas, es por ello por lo que fue creída por sus propios creadores. Pero también incluía elementos legitimadores del propio sistema estalinista, para actuar también como un mito fundacional del propio sistema. En definitiva, se dibujaba a una sociedad soviética en transición al único socialismo posible gracias al liderazgo del partido y su 224 José M. FARALDO: Nación, Estado, y construcción social de la realidad: fragmentos de la experiencia soviética (1917-1991), Universidad Complutense de Madrid, Tesis doctoral, 1998, p. 35-36; Stephen KOTKIN: Magnetic Mountain…, pp. 29-31. 225 M. V. ZELENOV y David BRANDENBERGER (coords.): "Kratkiy kurs istorii VKP(b)". Tekst i yego istoriya. V 2 chastyakh. Chast' 1. Istoriya teksta "Kratkogo kursa istorii VKP (b)". 1931-1956, Moscú, ROSSPEN, 2014, pp. 3-60. 226 COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: Istoriya Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii…, pp. 314-315. 84 acción de gobierno. Para que fuese comprensible, el mito se caracterizó por una serie de imágenes y políticas gubernamentales que servían para ejemplificar la trascendencia de esa transición de sistema. 2.3 Construir el socialismo en Carelia Las imágenes que caracterizaron la construcción del socialismo en la periferia nórdica del país sirven para mostrar el contenido del mito político del estalinismo. Ese mito consistía en la suma de diversas ideas, correlacionadas entre sí, que en su totalidad formaban un relato o una fantasía que buscaba movilizar a la población en las transformaciones sociales masivas que dirigía el partido desde el Kremlin. En las siguientes páginas realizamos un breve resumen de las principales ideas y características discursivas del mito de la construcción del socialismo que posteriormente se irán desarrollando en los siguientes capítulos, para lograr así ubicar al lector y ofrecerle una primera idea del mito. La base fundamental de la construcción del socialismo era la economía, en concreto, el desarrollo y el cumplimiento de los planes quinquenales. En palabras del máximo dirigente político de Carelia, Edvard Gylling, cumplidos los planes, los ciudadanos soviéticos darían “un gran paso adelante en el camino de la construcción socialista”.227 En el Primer Plan Quinquenal, las periferias nórdicas, debido principalmente a la elección estratégica de desplazar la industria hacia el este, fueron orientadas para convertirse en suministradoras de materias primas para los núcleos industriales. En el caso de Carelia, el plan dictó la función de la república como un masivo productor de madera.228 No obstante, con los estrechos márgenes de autonomía que permitía el sistema de los planes quinquenales, las autoridades regionales trataron de diversificar la economía e impulsaron también la minería y la industria papelera entre otras industrias.229 Con el lenguaje bélico habitual del momento, las autoridades llamaron a cumplir los objetivos de producción en estas industrias, pues en esta “nueva etapa de 227 Edvard GYLLING: “Plany dolzhny byt' vypolneny” Sovetskaya Kareliya, 3 (1930), pp. 1-5, esp. p. 1. 228 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 98-99. 229 Por ejemplo: V. FOMIN: “Itogi pervogo goda pyatletki” Sovetskaya Kareliya, 1 (1929), pp. 5-6; GYLLING: “Plany dolzhny byt' vypolneny” … p. 2. 85 construcción socialista”, marcada por la “adopción e implementación del plan quinquenal para la economía nacional”, el cumplimiento del plan era la premisa principal para construir el socialismo.230 Las construcciones de grandes infraestructuras fueron el ejemplo paradigmático de la naturaleza de las monumentales transformaciones económicas de los primeros planes quinquenales. Las grandes obras y construcciones, además, servían como ejemplo materializado de la supuesta naturaleza positiva del nuevo sistema, pues visualizaba grandes avances económicos en comparación con el pasado capitalista. En los Urales se construyó la fábrica de Magnitogorsk, en el Volga, la fábrica de tractores de Stalingrado, mientras tanto, en Carelia, el gran símbolo de la época fue la Central Hidroeléctrica de Kondopoga, un “gigante industrial” cuya construcción comenzó durante los años de la NEP y que fue acabado durante el Primer Plan Quinquenal.231 Para el gobierno republicano, su construcción fue todo un hito y se utilizó como muestra del poder del nuevo sistema. En enero de 1929, el periódico local de mayor influencia celebraba su inauguración por todo lo alto. Mostraba las fotografías de los dirigentes regionales, pero también las de los trabajadores que construyeron la planta. Los numerosos artículos publicados con motivo de tan importante fecha señalaban que era el primer gran logro de la industrialización socialista en Carelia, una construcción que iba a permitir el desarrollo de toda la industria y la agricultura de la región y que, por su importancia, acercaban al país aún más al socialismo.232 A su vez, la construcción de infraestructuras guardaba una estrecha relación con los esfuerzos de colonización de las regiones más deshabitadas de Carelia. Junto a la construcción de la Central Hidroeléctrica de Kondopoga, el gobierno carelio preveía desarrollar una fábrica de papel y una planta de producción de aluminio en el mismo territorio, dos obras que necesitaban la colonización de los territorios del norte de la república.233 Esta colonización era de gran importancia estratégica desde la época zarista, sin embargo, en el periodo estalinista la forma en la que las élites lo entendían cambió 230 Gleb KRZHIZHANOVSKIY: “Ko vsem planovyy i statisticheskim rabotnikam Sovetskogo Soyuza”, Sovetskaya Kareliya, 3 (1930), pp. 91-94, esp. p. 92; Edvard GYLLING: “Plany dolzhny byt' vypolneny” … pp. 1-5. 231 Svetlana N. FILIMONCHIK: “Kondopoga v 1930-ye gody…”, esp. pp. 81-82. 232 Krasnaya Kareliya, 13 de enero de 1929, pp. 1, 3. 233 Nick BARON: Soviet Karelia… p. 61. 86 sustancialmente. Las discusiones de los académicos soviéticos del momento evidencian que su prioridad en esta área era una colonización con perspectiva de clase, es decir, de acuerdo con los principios comunistas que, en la práctica, se lograba seleccionando colonos de origen proletario y prescindiendo de los “elementos capitalistas”.234 Como veremos en un capítulo posterior, en el caso de Carelia, la alternativa colonizadora ante la falta de mano de obra fue la atracción de miles de inmigrantes estadounidenses y canadienses de origen finlandés que, en su gran mayoría, se dedicaban a la tala de árboles y que fueron destinados a poblar los territorios boscosos de la región. Siguiendo la misma línea de transformación de todas las facetas de la sociedad, estos inmigrantes, en su gran mayoría participantes del movimiento obrero de los Grandes Lagos, fueron escogidos por su ideología para conseguir una colonización socialista de los territorios deshabitados.235 Según la propaganda oficial, todos estos grandes planes económicos estaban acompañados por la voluntad y el entusiasmo del proletariado. Su participación en la construcción del socialismo era una parte crucial del discurso político soviético, sin la cual, no tendría ninguna legitimidad, pues la revolución de octubre de 1917 se hizo en nombre del proletariado. Por ello, las brigadas de choque se convirtieron en las alegorías del entusiasmo de los trabajadores en la construcción del socialismo. La prensa subrayaba los logros de estos voluntarios y las autoridades promocionaban nuevas campañas y objetivos, como la “campaña estalinista por el bosque” de 1933, donde según los periódicos locales, los leñadores voluntarios, entre los que estaban jóvenes militantes comunistas, se lanzaban a los bosques para aumentar la producción de madera movidos por su voluntad de construir el socialismo.236 La transformación de la agricultura fue otro de los pilares del mito. El relato del régimen respecto al campo se sustentaba en una clasificación arbitraria de su composición social. Por un lado, estaba el campesinado pobre, que según los bolcheviques era la clase aliada del proletariado a la vez que un “baluarte” del proyecto comunista.237 Por otro lado, estaban los kulakí, que eran considerados campesinos 234 A. SPASSKIY: “Neblagodarnaya rabota”, Karelo-Murmanskiy Kray, 2 (1929), pp. 12-14; A. SOVETOV: “Vrednaya rabota” Karelo-Murmanskiy Kray, 2 (1929), pp. 14-17. 235 Véase el 3. Capítulo. 236 Komsomolets Karelii, 29 de marzo de 1933, p. 1. 237 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11… pp. 38-52. 87 adinerados, enemigos del Estado proletario. Su categorización como tal se trata de una excepción única en el pensamiento político bolchevique, pues se trató del único grupo social que no derivaba de la lectura marxista de la sociedad. La forma en la que los comunistas rusos entendían la sociedad era marxista y, en consecuencia, el principal criterio para la categorización de las diversas clases sociales era la posición que ocupaba cada uno de ellos en el proceso o la cadena de producción.238 En cambio, el kulak fue siempre una categoría que no respondía a este criterio, sino que fue una categoría ambigua que dependía de la percepción que tenían las autoridades del momento sobre la acumulación de riqueza de estos campesinos.239 La política oficial del partido pasaba por eliminar esta clase social del campo. En tercer lugar, estaba al campesino mediano, que según el régimen era otra clase aliada del proletariado a finales de los años veinte pero que progresivamente fue diluyéndose hasta acabar engrosando la categoría de kulak con el estallido de la Gran Ruptura.240 Partiendo de esta forma de entender la estructura social del campo capitalista, para el ala estalinista de los bolcheviques transformar el campo de un modo socialista significaba colectivizar la agricultura, es decir, abandonar la agricultura privada en favor de una agricultura colectiva organizada, principalmente, a partir de granjas estatales y colectivas. Como veremos más adelante, esta política, denominada colectivización, fue auspiciada por el partido desde comienzos de los años veinte, pero su verdadera implementación a gran escala llegó a partir de la crisis de aprovisionamiento, cuando se convirtió en el símbolo de la “ofensiva socialista” en el campo. El partido, sin embargo, dibujaba la colectivización como un fenómeno espontáneo protagonizado por los campesinos pobres que, siguiendo las teorizaciones del partido, habían entendido que organizarse en granjas colectivas era un avance ventajoso para ellos.241 Se trataba, por supuesto, de una fantasía más del mito que tenía poco que ver con lo que en realidad 238 Karl MARX y Friedrich ENGELS: Marx and Engels Collected Works. Volume 37, London, Lawrence & Wishart, 2010, pp. 870-871. 239 Entre otros se puede ver en las documentaciones que se recogen en la siguiente colección: N. A. IVNITSKIY y V. G. MAKUROV: Iz istorii raskulachivaniya v Karelii… Los parámetros para caracterizar a una persona como kulak fueron subjetivos durante la deskulakización. 240 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12… pp. 202-228. 241 Por ejemplo, en: COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: Istoriya Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii… pp. 287-315. 88 estaba ocurriendo en un momento donde la política de deskulakización había desencadenado la primera gran oleada represiva del estalinismo.242 Por último, más allá de la economía y la sociedad, la transformación de lo ideal era también un aspecto central dentro del relato de la construcción del socialismo. Para referirse a él, los bolcheviques solían utilizar el término “construcción cultural”, que dentro de sí englobaba diversos tipos de políticas. Por un lado, se incluían las medidas orientadas a elevar los niveles de cultura de la población, como, por ejemplo, las políticas contra el analfabetismo o los esfuerzos por la educación de la población trabajadora, generalmente, denominado como “formación de cuadros”.243 Estas dos políticas se entendían como cruciales para el desarrollo correcto de los planes quinquenales, pues muchas de las nuevas profesiones que se iban generando necesitaban de mano de obra cualificada.244 No obstante, con construcción cultural también se referían a la formación de identidades colectivas dentro de la nueva cultura socialista. En el caso de Carelia, como territorio donde se aplicó la política de korenización, el ejemplo más evidente es la construcción de una cultura “de forma nacional, pero de contenido socialista”. Pero la medida más significativa de la época fue la campaña por los “trabajos de educación política en masa” [massovaya politprosvetrabota], es decir, la difusión de la ideología comunista mediante métodos de propaganda. El arte, el cine y el teatro fueron las formas principales que se emplearon para lograr difundir la cosmovisión bolchevique entre la población soviética.245 En conclusión, construir el socialismo significaba transformar lo material y lo ideal de acuerdo con una imagen preconcebida de lo que era el socialismo. En la economía, 242 Véase el 3. Capítulo. 243 Sheila FITZPATRICK: “Cultural revolution in Russia 1928-32”, Journal of Contemporary History, 9 (1974), pp. 33-52, esp. pp. 38-39. 244 R. W. DAVIES, Mark HARRISON y S. G. WHEATCROFT: The Economic Transformation of the Soviet Union…, p. 187. 245 I. GRISHKIN: “Ocherednyye zadachi bor'by na, kul'turnom fronte”, Sovetskaya Kareliya, 1 (1931), pp. 45-65; I. GRISHKIN: “Ocherednyye zadachi bor'by na, kul'turnom fronte (Okonchanie)”, Sovetskaya Kareliya, 3-4 (1931), pp. 45-57; I. GRISHKIN: “Na fronte kul’tury”, Sovetskaya Kareliya, 1-2 (1932), pp. 26-43; I. GRISHKIN: “Na fronte kul’tury”, Sovetskaya Kareliya, 3-4 (1932), pp. 13-19. 89 implicaba establecer un sistema regido por planes quinquenales en vez de la economía de mercado. En la agricultura, el campo socialista se organizaba a partir de granjas colectivas y estatales. En la cultura, la tarea del partido era transformar las identidades colectivas y formar nuevos sistemas de valores. Pero como se trataba de un mito, toda esta construcción, este proyecto de transformación social masiva estaba acompañada por una “fantasía concreta”, como diría Gramsci, un gran relato que servía para movilizar a la población en esas transformaciones. Como todos los mitos, la construcción del socialismo era, en gran medida, una ficción que, a pesar de que la creían hasta los dirigentes del partido, progresivamente comenzó a mostrar sus primeros límites y problemas. En los siguientes capítulos se analizará precisamente la evolución de este mito como contraste entre las concepciones del estalinismo desde arriba y la respuesta desde abajo ante tales proyectos de construcción. 90 3. La construcción del socialismo desde arriba: De la colectivización al caso del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia Para Stalin, la “ofensiva socialista” iniciada tras la ruptura de la NEP fue una revolución desde arriba, ya que fue un movimiento organizado y dirigido por el Estado. En realidad, se trata de una definición muy precisa no solo para describir la “ofensiva socialista” en sí, sino que también todo el proceso de construcción del socialismo inaugurado tras la Gran Ruptura. El ejemplo más claro que ha expuesto tradicionalmente la historiografía es el de la colectivización de la agricultura. De hecho, ese era precisamente el aspecto concreto de la “ofensiva socialista” al que hacía referencia el secretario general cuando empleaba el término “revolución desde arriba”.246 Él mismo admitía que la colectivización, la conversión de la agricultura capitalista en socialista, fue llevada a cabo por la iniciativa del Estado, aunque agregaba que fue apoyada y acompañada por el campesinado pobre y mediano.247 Esta segunda afirmación, en cambio, no fue sincera. A comienzos de 1930, por ejemplo, la policía secreta informó a Stalin de que en toda la URSS se producían miles de acciones de protesta espontáneas de los campesinos en contra de la constitución de granjas colectivas. En total, dos millones y medio de campesinos protestaron contra la colectivización, la mayoría de forma pacífica, aunque también existieron revueltas campesinas que desembocaron en acciones violentas que acabaron con la vida de más de un millar de oficiales soviéticos. Pero la política de la colectivización no se detuvo. En definitiva, la “revolución desde arriba” en el campo fue una transformación social acaudillada por el Estado sin el respaldo de “los de abajo”.248 Pero la colectivización de la agricultura no fue el único ejemplo de esta “revolución desde arriba” dirigida desde la oficina política de Stalin. Todo el proceso de 246 COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: Istoriya Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii…, pp. 291-292. 247 Iliya E. ZELENIN: Stalinskaya “revolyutsiya sverkhu” posle “velikogo pereloma”. 1930-1939: politika, osushchestvleniye, rezul'taty, Moscú, Nauka, 2006, p. 3. 248 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, p. 38. 91 construcción del socialismo, recubierto siempre del relato fantasioso que le otorgaba el mito político, como en el caso del infundado apoyo campesino a la colectivización, también es explicable desde el esquema de la revolución desde arriba. Lo que subyacía detrás de todo ello era el convencimiento de que el sistema que perseguía el vozhd se debía instaurar desde arriba en una dinámica que comenzaba con la iniciativa del Estado y que posteriormente, a ser posible, sería acompañada por el proletariado y el campesinado.249 En este capítulo nos centramos en los esfuerzos de las autoridades republicanas de Carelia para realizar esa construcción desde arriba de un sistema que los bolcheviques definían como socialista. Para ello, se exponen tres ejemplos de políticas concretas que mediante iniciativa del Estado pretendían trascender el sistema capitalista. El primero de ellos es el más tradicional en la historiografía, la colectivización de la agricultura, una política que evidencia la contradicción entre la voluntad del Estado y la de los campesinos. El segundo ejemplo es el de la construcción de un centro de investigación en Carelia. Este caso demuestra la concepción soviética de la ciencia como una herramienta capaz de permitir esa construcción del socialismo. Los dirigentes bolcheviques asumían que la promoción de la ciencia desde el gobierno aceleraría el proceso de edificación de ese nuevo modelo de sociedad. El tercer y último ejemplo es el de la planificación y organización de una determinada inmigración hacia Carelia. Los finlandeses rojos, defensores de la autonomía política de Carelia, pretendieron encontrar su propia forma de construir esa nueva sociedad desde el gobierno. Ante la necesidad de atraer mano de obra, los comunistas finlandeses que dirigían la república nórdica quisieron compatibilizar la modernización económica de la región con la preservación de su identidad particular y para ello, decidieron atraer a la inmigración étnicamente finlandesa.250 Los tres ejemplos sirven para entender las estrategias y los mecanismos de las élites dominantes soviéticas, en este caso particular las de la periferia nórdica, para dirigir 249 COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA: Istoriya Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii…, pp. 291-292. 250 Irina TAKALA y ALEXEI GOLUBEV: “Russian Foundation for Humanities Project North American Finns in Soviet Karelia in 1920s to 1950s” en: Irina TAKALA e Ilya SOLONESHCH (coords.) North American Finns in Soviet Karelia in the 1930s, Petrozavodsk, Petrozavodsk State University Press, 2008, pp. 9-16. 92 y acometer su revolución desde arriba en el contexto de las grandes transformaciones de los años posteriores a la Gran Ruptura. 3.1 La colectivización y la deskulakización en Carelia En la periferia nórdica, como ocurrió en toda la Unión Soviética, la colectivización de la agricultura comenzó a finales del año 1929, como primera consecuencia de la anunciada Gran Ruptura. Antes incluso de esa fecha, la colectivización era ya una política bolchevique en el campo, sin embargo, los llamados del partido animando a los campesinos a dejar sus tierras particulares para formar granjas colectivas, cooperativas del campo donde la tierra de todos los campesinos se unía en una gran empresa, no habían tenido apenas eco entre los campesinos rusos. A mediados del año 1928, por ejemplo, tan solo el 1,7 por ciento de las tierras cultivadas estaban colectivizadas.251 Esto cambió a finales de la década, cuando comenzó lo que la historiografía rusa ha denominado la “colectivización continua” [sploshnaya kollektivizatsiya], el inicio de una gran campaña sistemática por la colectivización dirigida por el Estado, ejecutada con rapidez y que historiadores occidentales y rusos coinciden en definir como “forzada”.252 El origen de la política se remonta a las medidas extraordinarias aplicadas a raíz de la crisis de aprovisionamiento de invierno de 1927 y 1928. Durante la aplicación de estas medidas, la facción estalinista, apoyada en las vagas indicaciones que había acordado el XV. Congreso del partido, comenzó a reclamar la necesidad de acelerar progresivamente los tempos de la colectivización para conseguir solucionar el problema del aprovisionamiento y suministro de grano a largo plazo, pues se entendía que la solución definitiva al problema no sería otra que establecer una agricultura “socialista” 251 Lynne VIOLA: Peasant rebels under Stalin. Collectivization and the culture of Peasant Resistance, Oxford, Oxford University Press, 1996, pp. 24-25. 252 Pavel A. RYBAKOV: “Politika sploshnoy kollektivizatsii v Moskovskoy oblasti”. Voprosy istorii, 11 (2008), pp. 24-36; Iliya E. ZELENIN: “O nekotorykh «belykh pyatnakh» zavershayushchego etapa sploshnoy kollektivizatsii.” Istoriya SSSR, 2 (1989), pp. 3-19; Iliya E. ZELENIN: Stalinskaya “revolyutsiya sverkhu” posle “velikogo pereloma…; Oleg V. KHLEVNYUK: Politbyuro: mekhanizmy politicheskoy vlasti v 1930-ye gody, Moscú, ROSSPĖN, 1996; Lynne VIOLA: Peasant rebels under Stalin…; James HUGHES: Stalin, Siberia and the Crisis of the New Economic Policy… 93 que sustituyese al capitalista. Pero para Stalin, esta construcción no se realizaría de forma espontánea por iniciativa campesina. Asumía que la transformación socialista llegaría “plantando” grandes granjas colectivas en los pueblos soviéticos y que exigiría al Estado una función dominante en todo ese proceso.253 La idea de iniciar una campaña de colectivización a gran escala fue madurada en las altas instancias del partido y del Estado entre 1928 y 1929, hasta que, finalmente, el pleno del Comité Central de noviembre de 1929 aprobó su resolución sobre la construcción de las granjas colectivas, los koljoz.254 Esta decisión convirtió la colectivización de la agricultura en la primera prioridad política del momento y abrió paso a un proceso donde, en todo momento, el Estado marcaba los ritmos. Ya en los primeros días de 1930, la oficina política del Comité Central comenzó a emitir las primeras órdenes para colectivizar el campo, llegando a decretar que, en regiones como Carelia, la colectivización tendría que ser completada para el año 1933.255 Esto significaba que para ese año todas las granjas de la región tendrían que ser convertidas en granjas estatales o colectivas. Con estas decisiones centrales, las autoridades locales de Carelia comenzaron su trabajo para materializar esas primeras indicaciones. En enero de 1930, con apenas el uno por ciento de la agricultura colectivizada, la dirección del partido en la república proyectó que para finales de ese mismo año el 18,5 por ciento de todas las explotaciones agrícolas de Carelia serían colectivizadas. Sin embargo, como consecuencia de las presiones desde Leningrado y Moscú para acelerar este proceso, esta cifra tuvo que ser revisada, hasta llegar al 42 por ciento, añadiendo, además, que para finales del siguiente año la colectivización llegaría al 75 por ciento.256 Para los comunistas, la colectivización era un proceso en el que progresivamente los campesinos pobres y medianos, conscientes gracias al partido de la superioridad de la agricultura colectivizada, acudirían voluntariamente a las nuevas granjas colectivas.257 Sin 253 Lynne VIOLA: Peasant rebels under Stalin…, p. 23. 254 Aleksandr N. YAKOVLEV: Kak lomali NEP. Stenogrammy plenumov TsK VKP(b) 1928– 1929 gg. Tom 5. Moscú, Mezhdunarodnyi Fond “Demokratia”, 2000. 255 O. A. NIKITINA: Kollektivizatsiya i raskulachivaniye v Karelii (1929- 1932 gody). Petrozavodsk, Karel'skiy nauchnyy tsentr RAN, 1997, pp. 23-24. 256 Ibidem, pp. 24-25 257 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11…, p. 41. 94 embargo, tal y como lo describe Baberowski, la ejecución de estos planes fue realizada en términos bélicos por pura necesidad. Recuperando en ciertos aspectos muchas de las prácticas bolcheviques de la guerra civil, la colectivización fue una política de “subyugación y esclavitud” frente a la resistencia campesina ante la imprevista resistencia de los campesinos, quienes no solo no acudieron voluntariamente a los nuevos koljozi que el Estado estaba construyendo, sino que en ocasiones se resistieron activamente.258 En Carelia, como ocurrió en toda la Unión Soviética, la intimidación y la violencia fueron la norma para lograr que los campesinos se incorporasen a las nuevas granjas colectivas y los ritmos de colectivización dependieron en gran medida de la dosis de violencia aplicada en cada momento contra los campesinos.259 La propia acción represiva del Estado, junto al escaso convencimiento de los campesinos respecto a la idea de abandonar sus parcelas privadas generó una gran oposición campesina. La policía secreta comenzó a recopilar información sobre los miles de acciones organizadas por “grupos antisoviéticos” que, descontentos con la colectivización, llamaban a detener la política e incluso a derrocar el poder de los comunistas. En total, a pesar de la brutal persecución del régimen, millones de campesinos se unieron a las protestas que buscaban la derogación de la colectivización. Al menos aparentemente, a pesar de que Stalin condenó estas acciones, la magnitud de la resistencia campesina hizo dar un paso atrás al vozhd.260 En marzo de 1930, publicó otro de sus artículos más célebres en el diario Pravda cuyo título podría ser traducido como “Los éxitos se nos suben a la cabeza” o “mareados de éxito” [Golovokruzheniye ot uspekhov]. En él, reconocía ciertos “excesos” en la ejecución de la colectivización de los que culpaba a los funcionarios locales, a la vez que se exoneraba a sí mismo de toda culpa.261 Para apaciguar el descontento campesino, en abril de ese mismo año el Comité Central ratificó la denuncia de estos “excesos”. Muchos campesinos lo interpretaron como una debilidad de los bolcheviques y optaron por abandonar en masa las granjas colectivas en las que habían entrado forzados. Así, durante los siguientes meses la 258 Jörg BABEROWSKI: Scorched earth… pp. 143-144. 259 O. A. NIKITINA: Kollektivizatsiya i raskulachivaniye v Karelii… p. 28. 260 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler… p. 39 261 Lynne VIOLA: Peasant rebels under Stalin…, p. 28; Jörg BABEROWSKI: Scorched earth… p. 146; Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 191-199. 95 colectivización sufrió un retroceso significativo. En Carelia, en tan solo un mes, salieron 1.900 fincas y granjas del sistema de las granjas colectivas, un tercio del total. En el pueblo de Pudozh, entre el 20 de marzo y el 5 de abril de 1930, de las 213 familias que componían la granja colectiva, 119 familias decidieron abandonarla. En Pogrankondushi, de las 180 familias que formaban parte de la explotación salieron 69 y en Pedaselga fueron 58 de 70.262 Este pronunciado descenso en la colectivización fue una tendencia compartida en las periferias soviéticas, que, en general, tuvieron descensos mayores que en el centro. Mientras que en toda la URSS la colectivización pasó del 53 por ciento al 24 por ciento después de la publicación del artículo del secretario general, en las periferias esa cifra es mayor, como en la república autónoma tártara, donde el 83 por ciento de colectivización menguó hasta el 13 por ciento.263 No obstante, la retirada del partido fue momentánea y, por supuesto, tras de sí comenzó otra nueva ofensiva. Por un lado, la policía secreta continuó persiguiendo las protestas campesinas que todavía persistían por los pueblos de la Unión Soviética y, por otro, a partir de otoño de ese mismo año las autoridades retomaron su campaña por la colectivización que, aunque fuese desempeñada a menor ritmo que la primera embestida, volvió a confiar en la violencia para conseguir completarla.264 Para Stalin, la resistencia de los campesinos era una consecuencia lógica del “recrudecimiento de la lucha de clases” en el contexto de la colectivización, es decir, una reacción comprensible de ciertas clases ante el avance de su antagonista.265 Por ello, desde un comienzo, esta campaña fue acompañada por otra gran cruzada política: la deskulakización. Esta última política, descrita por el propio régimen como una guerra abierta contra los kulakí,266 tenía el fin de acelerar la colectivización y aplacar la oposición al gobierno bolchevique en el campo. El origen de la deskulakización se remonta, como en el caso de la colectivización, al momento de la implementación de las 262 O. A. NIKITINA: Kollektivizatsiya i raskulachivaniye v Karelii… p. 29. 263 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler… p. 42, citando: R. W. DAVIES: The Industrialisation of Soviet Russia 2: Soviet Collective Farm, 1929-1930, Londres, Palgrave Macmillan, 1980, p. 153. 264 Lynne VIOLA: Peasant rebels under Stalin…, p. 29; Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler… pp. 41-42. 265 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler… p. 38. 266 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 182-183. 96 medidas extraordinarias en el campo. Como hemos visto, esas medidas obligaban a los kulakí a vender todos sus excedentes al Estado a precios fijados y en caso de resistencia o especulación se enfrentaban a duras penas de prisión. Con la mejora paulatina del aprovisionamiento de grano, la presión sobre los campesinos más acomodados no se alivió y entre 1928 y 1929, los discursos de los políticos bolcheviques comenzaron a ser cada vez más beligerantes contra los kulakí.267 El punto álgido de esta escalada de tensión se alcanzó en diciembre de 1929 cuando Stalin, planeando ya su “ofensiva socialista” en el campo, llamó a “liquidar a los kulakí como clase”.268 Lo que estaba proponiendo era expropiar a estos campesinos todas sus propiedades para transferirlos a las granjas colectivas y, lo más importante, eliminar la base material que permitía la existencia de esa clase social para acabar con su oposición política. 269 Un mes más tarde, el politburó aprobó la resolución “sobre las medidas para eliminar las granjas de los kulakí en las áreas de colectivización completa”, que, formalmente, significaba el comienzo de la deskulakización. Según esta orden, las autoridades regionales debían confiscar a los kulakí todos sus medios de producción, es decir, las tierras, el ganado y las herramientas de trabajo, además de su patrimonio, como la vivienda y los ahorros. Pero la resolución no se quedaba aquí. Ante una más que posible reacción campesina, la orden también contemplaba medidas para reprimir “incondicionalmente” cualquier intento de oposición, clasificando a los kulakí en tres categorías diferentes. La primera categoría estaba compuesta por aquellos kulakí más contrarios a la colectivización dispuestos a organizarse para hacer frente a la política. Para ellos, la medida contemplaba la ejecución o la deportación a “campos de concentración”. En una segunda categoría se encontraban otros “elementos” movilizados, especialmente los más ricos, que debían ser deportados a las áreas más remotas de la URSS. Finalmente, también se contemplaba una tercera categoría para los 267 Por ejemplo: Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11…, pp. 357–358; Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 166-170. 268 N. A. IVNITSKIY: Klassovaya bor'ba v derevne i ustraneniye kulachestva kak klassa: (1929-1932 gg.), Moscú, Nauka, 1972, pp. 165-184; Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 178-183. 269 Viktor P. DANILOV: “Vvedenie (Istoki i nachalo derevenskoy tragedii)” en: Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye.1927—1939. Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 1. May 1927-noyabr' 1929, Moscú, ROSSPEN, 1999, pp. 13-67, esp. pp. 41-42. 97 kulakí no movilizados, que tenían que ser expulsados de sus tierras tras ser estas traspasadas a las granjas colectivas. 270 Partiendo de esta primera normativa, las diversas regiones aplicaron sus propias órdenes y políticas concretas para ejecutar la deskulakización. Como en otras regiones, en Carelia, la deskulakización comenzó antes incluso de la colectivización continua y se empleó como un método para acelerar su implementación. Por ello, los excesos en la aplicación de estas medidas fueron algo habitual, llegando a afectar a una parte considerable del campesinado que hasta ese momento no era considerada como kulak. Esto también lo propició la presión de los órganos superiores del partido que, llamando insistentemente a enfrentarse a los kulakí, llevaron a los trabajadores y otros organizadores locales de la deskulakización, a dirigir el “odio de clase de las masas” también hacia campesinos medianos o pobres que se resistían a unirse a los koljoz.271 Desde los primeros meses de su aplicación, por ejemplo, los cuadros políticos locales de Carelia también colaboraron en ello y presionaron continuamente a los campesinos pobres y medianos para que se unieran a las granjas colectivas asegurando que, de no unirse, serían considerados enemigos del Estado soviético como los kulakí.272 A pesar de la huida de los campesinos de las granjas colectivas tras la publicación de “El éxito se nos sube a la cabeza”, en 1931 la colectivización volvió a reavivarse. En apenas siete meses, entre enero y julio, el porcentaje de tierras colectivizadas pasó del 14 al 41,9 por ciento, de nuevo, gracias a la galvanización de la presión sobre los campesinos. Las amenazas y la coerción volvieron a ser herramientas decisivas para lograr convencer a los campesinos para que se unieran a los koljoz. A aquellos campesinos pobres y medianos que no querían unirse a las granjas colectivas, las autoridades locales les amenazaban con aplicar las normativas de deskulakización. En la aldea de Pudozh, por ejemplo, una de las que más campesinos perdieron en marzo de 1930, los campesinos fueron amenazados con lo siguiente: “o entras en la granja colectiva, o estás en contra de la granja colectiva y te vas con los kulakí, es decir, serás 270 Nikolay N. POKROVSKIY et al. (coords.): Politbyuro i krest'yanstvo: Vysylka, spetsposeleniye. 1930—1940 gg. Kniga I, Moscú. ROSSPEN, 2005, pp. 70-76 271 N. A. IVNITSKIY y V. G. MAKUROV: Iz istorii raskulachivaniya v Karelii…, pp. 5, 17-18. 272 Lyudmila. I. VAVULINSKAYA: Narodnoye khozyaystvo Karelii 1926 g. - iyun' 1941 g: Dokumenty i materialy, Petrozavodsk, Kareliya, 1991, pp. 164-165; O. A. NIKITINA: Kollektivizatsiya i raskulachivaniye v Karelii… p. 28. 98 expropiado”. Algo similar ocurrió en el distrito de Pryazhinkiy, donde el presidente de un soviet local afirmó en una reunión que tenía como fin organizar un koljoz que quienes no accedieran a unirse voluntariamente a la granja perderían su tierra y su ganado.273 Lo que se demostraba de nuevo era que el proyecto de colectivización de la agricultura dependía de la insistencia del partido y la policía secreta. A pesar de la reiterada negativa de los campesinos humildes, todos los poderes encargados de ejecutar la colectivización, desde los altos cargos hasta los cuadros locales del partido, continuaron coaccionando a los campesinos para unirse al nuevo modelo de agricultura. Oficialmente, la política de deskulakización finalizó en el año 1932, cuando las autoridades trataron de acabar con el incontrolable impulso de represión y arbitrariedad que había encendido.274 La colectivización continua o forzada también se detuvo ese mismo año, cuando el descontento y el hambre comenzaron a ser un problema. En invierno de 1931 y 1932 comenzaron a aparecer las primeras hambrunas en las regiones periféricas, aunque la verdadera hambre llegó justo un año después, con la famosa hambruna de 1932-1933 que se saldó con millones de víctimas.275 Las protestas campesinas también se reavivaron para el año 1932 por el curso de la colectivización forzada, que llevó al Kremlin a liberalizar aspectos concretos de la política agraria que algunos denominaron como el “neoNEP de Stalin”.276 Sin embargo, para entonces, la transformación de la agricultura que persiguió Stalin estaba logrado. La nueva agricultura “socialista” había sustituido a la agricultura privada. La revolución desde arriba había funcionado. La colectivización, la formación de una agricultura organizada a partir de granjas colectivas, fue el primer resultado exitoso de la construcción del socialismo desde arriba. Con la 273 O. A. NIKITINA: Kollektivizatsiya i raskulachivaniye v Karelii… p. 65. 274 Nikolay N. POKROVSKIY et al. (coords.): Politbyuro i krest'yanstvo… pp. 550-551. 275 V. P. KOZLOV: “Obshchaya tragediya narodov SSSR” en: V. V. KONDRASHIN (coord.): Golod v SSSR. 1929–1934 gg. Tom pervyy 1929-iyul' 1932. Kniga 1, Moscú, Mezhdunarodnyi Fond “Demokratia”, 2011, pp. 5-9. 276 Iliya E. ZELENIN: “Vvedenie (Kul'minatsiya krest'yanskoy tragedii)” en: Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye.1927—1939. Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 3. Konets 1930— 1933, Moscú, ROSSPEN, 1999, pp. 7-47; Vadim ROGOVIN: Stalinskiy Neonep, Moscú, s.n., 1994. 99 iniciativa del Estado y gracias a la policía secreta, los funcionarios y cuadros locales del partido, Stalin consiguió sacar adelante uno de los aspectos más importantes de su proyecto de transformación social a gran escala. Esto se consiguió sin que existiese un apoyo generalizado desde abajo, pues los campesinos, en repetidas ocasiones, demostraron que no estaban con la colectivización. Sin embargo, los fines parecían estar justificados y, como hemos señalado, la revolución desde arriba no se detuvo ahí. En los primeros años treinta encontramos numerosos ejemplos en el que los bolcheviques aplicaron esta forma de entender una construcción del sistema estalinista por iniciativa del Estado. 3.2 La ciencia y la construcción del socialismo desde arriba: El Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia277 La investigación científica y su implementación en la transformación socialista también demuestra la diversidad de formas en las que los bolcheviques trataron de construir el socialismo desde arriba. La ciencia en general y las investigaciones científicas en particular siempre ocuparon un lugar relevante en la agenda política de los bolcheviques, pero su importancia se incrementó significativamente tras la Gran Ruptura. La aceleración en los ritmos de la industrialización, en el marco de la transición de la NEP a una economía planificada, requirió de un mayor despliegue del conocimiento científico además de un mayor control sobre los científicos.278 En este periodo, además del aumento de su relevancia, también varió la forma en la que el régimen percibía la ciencia. Con la construcción del socialismo como el principal mito político del régimen., la ciencia y las investigaciones científicas estaban necesariamente a su servicio. 277 Esta sección es una parte de una artículo publicado por el autor: Martín ARTOLA KORTA: “Science and academic research in Soviet Karelia: The history of the Karelian Research Institute (1930–37)”, Al'manakh severoyevropeyskikh i baltiyskikh issledovaniy / Nordic and Baltic Studies Review, 5 (2020), pp. 134-153. 278 Por ejemplo: F. F. PERCHENOK: ““Delo Akademii nauk” i “velikiy perelom” v sovetskoy nauke” en: V. A. KUMANEV (coord.): Tragicheskiye sud'by: repressirovannyye uchenyye Akademii nauk SSSR, Moscú, Nauka, 1995, pp. 201-235. 100 Para apreciar la influencia del mito político en las investigaciones científicas, pero también la influencia del segundo sobre el primero, conviene observar los procesos de formación de la ciencia profesional en la periferia de la Unión Soviética. Debido a que el desarrollo científico del Imperio Ruso se concentró en las principales ciudades del imperio, las regiones periféricas no contaban con instituciones científicas o de educación superior.279 Por ello, los bolcheviques, para responder a las necesidades de su nuevo proyecto de transformación, comenzaron la construcción de centros de investigación y universidades por todas las regiones del país. Por supuesto, todas estas instituciones se formaron condicionados por la forma en la que los bolcheviques entendieron la transición al nuevo sistema. En este proceso, Carelia no fue una excepción. Durante el Primer Plan Quinquenal se fundó el Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia (KNII), la primera institución de investigaciones científicas de la república. Entre 1931 y 1937, el KNII formó especialistas, realizó investigaciones y contribuyó en la “revolución cultural” de la región. El Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia se creó en 1930 y comenzó a funcionar el año siguiente. Carelia fue una de las primeras repúblicas autónomas de la URSS en contar con un complejo de esas características, aunque no se puede afirmar que se tratara de un caso excepcional. El KNII formó parte de una primera ola de institutos de investigación en las Repúblicas Soviéticas Socialistas Autónomas a los que también se unieron los institutos de Kazajistán (que hasta 1936 fue una república autónoma) o Chuvasia entre otros. Estos institutos se crearon más de diez años antes que los de otras repúblicas autónomas como, por ejemplo, Tartaristán o Daguestán fruto de una segunda ola. La primera ola de creación de estos centros respondía a los sucesivos pronunciamientos del poder bolchevique buscando extender la investigación científica por todo el territorio del país. Un ejemplo es el decreto del Sovnarkom y el Comité Ejecutivo Central de Toda-Rusia (VTsIK) “sobre la construcción de museos en la RSFSR” del 20 de agosto de 1928. 280 A pesar de que en su título mencione la 279 Yury P. KOZHAYEV et al.: “The Romanovs and national education. Essays on the history of the establishment of Russian education and enlightenment system during the reign of the Romanov dynasty (1613 - 1917)”, IEJME, 11 (2016), pp. 3233-3241. 280 A. F. TITOV y Y. A. SAVVATEEV: Karel’skiy Nauchnyy Tsentr Rossiyskoy Akademii Nauk: 1946-2016 gg., Petrozavodsk, Karel’skiy Nauchnyy Tsentr RAN, 2010, p. 10. 101 “construcción de museos”, el decreto hablaba de la necesidad de fomentar los museos como instituciones que deberían contribuir en las “tareas de la construcción del socialismo” en la geografía de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Entre estas tareas se ponía especial énfasis en la labor ideológica y cultural de estas instituciones, pero también en el aspecto científico, subrayando los trabajos de investigación.281 Estas directrices fueron determinantes en la creación del KNII dos años después. Desde el momento de la “Gran Ruptura”, la dirección republicana de Carelia consideró que el desarrollo de la ciencia era una condición sine qua non para cumplir las tareas concretas que el Primer Plan Quinquenal encargaba a la república. Ya en 1929, el Comisariado Popular de Educación (Narkompros) de Carelia decidió impulsar y revisar la función de las escuelas FZU, dedicadas a la formación profesional de especialistas ante los requerimientos de una industria cada vez más avanzada.282 Sin embargo, la creación del KNII fue el proyecto más ambicioso en esta materia. Su creación se fraguó en el año 1930 entre el Narkompros y el Sovnarkom de Carelia. Este último lo ratificó mediante el decreto “sobre la organización del Instituto (del Complejo) de Investigaciones Científicas de Carelia” el 24 de septiembre de 1930. El decreto anunciaba la creación de una institución de investigaciones científicas administrada y financiada por el Sovnarkom de Carelia. Entre sus objetivos estaban la organización de diversas investigaciones científicas, el estudio con una perspectiva científica de “las cuestiones surgidas por las necesidades estatales y sociales en el campo de la construcción socialista”, la formación de investigadores y trabajadores de las diversas instituciones y organizaciones de Carelia y la difusión del conocimiento científico entre los trabajadores. El decreto señalaba además que el centro debería realizar investigaciones de la más alta importancia para la región. Para ello, entre otras cosas, al nuevo instituto se le permitía abrir un laboratorio, estaciones de observación, 281 s.a.: Khronologicheskoye sobraniye zakonov, ukazov Prezidiuma Verkhovnogo Soveta i postanovleniy Pravitel'stva RSFSR. T. 1: 1917-1928 gg., Moscú, Gosyurizdat, 1959, pp. 543-545. 282 Krasnaya Kareliya, 9 de marzo de 1929, p. 5. 102 espacios para realizar experimentos y una biblioteca, realizar expediciones y excursiones o publicar revistas científicas.283 En cuanto a la organización interna, el instituto se dividió en seis secciones: la sección de industria forestal y maderera, la de “fuerzas productivas naturales”, la de agricultura, la de socioeconomía, la histórico-revolucionaria y finalmente la sección de etnografía y lingüística. Además, incluyó dentro de su organigrama al Buró de Estudios Locales [Kraevedenie] de Carelia. Como director se nombró a Edvard Gylling, el presidente del Sovnarkom de Carelia, mientras que el historiador y etnógrafo Stepan Makarev se convirtió en el subdirector, asumiendo gran parte del trabajo de dirección del centro.284 El propio Makarev, en un extenso artículo publicado en la revista Sovetskaya Kareliya un año después de la fundación del centro, describía el porqué de la creación del instituto y las tareas que se le encomendaban. En un relato clásico del estalinismo de los años treinta, el artículo comenzaba con los “increíbles” resultados que había reportado el Primer Plan quinquenal. La vieja agricultura sustituida por la moderna agricultura colectivizada, la nueva industria que florecía en los antes inhóspitos territorios del norte y las nuevas fuentes de energía darían fe de los contrastes que había posibilitado la Gran Ruptura. También se elogiaba la revolución cultural que, al calor de la política nacional del Partido y la korenización, también disfrutaba de buena salud. Según Makarev, este “colosal crecimiento” económico y cultural demandaba un despliegue generalizado de la investigación científica, llevando a la dirección de la república a la fundación del KNII. Con la creación del centro, para Makarev, la ciencia estaba finalmente al servicio de la construcción del socialismo en Carelia.285 283 Archivo Científico del Centro de Investigaciones de Carelia, Academia de Ciencias de Rusia [Nauchnyy Arkhiv Karel'skogo Nauchnogo Tsentra RAN] (De aquí en adelante, NA KNTs RAN), f. 1, op. 3, d. 2, pp. 50-52. 284 Svetlana N. FILIMONCHIK: Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii v 1920—1930-e gg,, Petrozavodsk, Izdatel’stvo PetrGU, 2014, p. 36; Svetlana N. FILIMONCHIK: “Rol' nauchno- issledovatel'skikh institutov Karelii v razvitii gumanitarnykh nauk v 1930-e gody” Trudy Karel'skogo nauchnogo tsentra RAN 4 (2010), pp. 103-104, esp. p. 104. 285 Stepan A. MAKAREV: “Nauka na sluzhbu sotsialisticheskomu stroitel’stvu” Sovetskaya Kareliya, 8-10 (1931), pp. 23-35, esp. pp. 23-24. 103 Desde los primeros momentos de su funcionamiento, el instituto se centró en los aspectos más importantes de esa construcción en la república. Como hemos visto anteriormente, la economía carelia se basaba principalmente en la industria forestal y maderera, impulsado por los objetivos de producción del Primer Plan Quinquenal, por eso, el trabajo de la sección de industria forestal y maderera fue estratégica para los dirigentes del instituto.286 Antes de la creación del instituto ya existía trabajo científico en esta materia, más concretamente en el trust Karelles de modo que su grupo de investigadores se incorporó dentro del instituto convirtiéndose en la sección de industria forestal y maderera del centro. Sus primeras investigaciones se pueden clasificar en tres tipos. En primer lugar, la sección comenzó a reconocer los recursos forestales de Carelia para localizar bosques aprovechables. En segundo lugar, se estudiaron las formas ideales para su explotación y la posterior logística para el transporte de la materia explotada. Por último, pero igual de importante que las anteriores, la sección se centró en estudiar las formas de trabajo en la explotación de esos recursos.287 Como ocurre con otras industrias durante el estalinismo, tan importante era la explotación de los recursos como la forma en la que esta explotación se hacía. La construcción del socialismo implicaba, empleando términos marxistas, sustituir las relaciones de producción capitalistas por las socialistas. De este modo, la sección de industria forestal y maderera pretendía descubrir esta nueva forma socialista de producir madera. A pesar de que se trataba de un instituto independiente, la colaboración con especialistas de Moscú y Leningrado fue habitual en el trabajo de esta sección, por culpa, generalmente, de la falta de especialistas en la región. Estos científicos, junto a los del propio instituto, demostraron intereses que no encajaban con las necesidades inmediatas del régimen. Un claro ejemplo es el de la creación de la reserva natural Kivach como parte de la sección forestal en 1931. Se trataba de una reserva de cuatro mil hectáreas que fue objeto de debate entre los especialistas. Algunos eran favorables a combinar la protección de sus especies con un uso racional de sus recursos, mientras que otros apoyaban eliminar toda actividad económica dentro de la reserva. Finalmente, en 1934 286 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 99. 287 Stepan A. MAKAREV: “Nauka na sluzhbu sotsialisticheskomu stroitel’stvu,”... pp. 24- 25. 104 ganó la posición favorable a proteger el espacio combinándolo con la investigación de sus especies.288 Las primeras investigaciones de la sección de fuerzas productivas naturales se centraron en otros recursos naturales de Carelia. Como en el caso de la sección de industria forestal y maderera, la economía tuvo prioridad en esos primeros trabajos. Por un lado, la sección estudió las potenciales fuentes de energía en la república, como la energía hidroeléctrica o la eólica. También se realizaron trabajos para reconocer los recursos minerales y la flora y la fauna de la región. Para iniciar estos trabajos la sección fue dotada de grandes medios, por ejemplo, una estación meteorológica, un laboratorio de materiales de construcción, otro laboratorio botánico o un vivero dendrológico que comenzaría a funcionar en 1932. Además, entre 1931 y 1932, la sección colaboró con grupos de investigación independientes al KNII. Trabajó conjuntamente, por ejemplo, con la Estación de Investigación Pesquera de Carelia, creado por el Instituto Ictiológico de Investigación Científica de Leningrado, en estudios de reconocimiento para la pesca en el lago Onega. También realizó estudios sobre la pesca en el Mar Blanco con la filial de Carelia del Instituto Oceanográfico Estatal, donde son destacables los estudios sobre la construcción de granjas colectivas de pescado. Por último, la sección de fuerzas productivas naturales también colaboró con la Estación Biológica Borodino y la expedición de Onega del Instituto Hidrológico Estatal en diversos estudios de reconocimiento del territorio y de los recursos hídricos de Carelia.289 Volviendo al concepto de la construcción del socialismo y de la máxima estalinista que ponía a la ciencia a merced de este proyecto, la sección de agricultura del KNII tuvo un papel de peso en esa “ofensiva socialista” en el campo de Carelia. El objetivo de la sección de agricultura de la KNII era enfrentarse a los nuevos desafíos relacionados con estas nuevas formas de organización económica. En el plan de trabajo para los años 1931 y 1932, la sección se dividía en cinco sectores. El primer sector tenía como objetivo contribuir en la organización de la ganadería socialista a gran escala. Para ello, realizó diversos estudios e investigaciones sobre la viabilidad, las perspectivas de 288 Svetlana N. FILIMONCHIK, Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii..., p. 38. 289 Stepan A. MAKAREV: “Nauka na sluzhbu sotsialisticheskomu stroitel’stvu,”... p. 26. 105 crecimiento y la racionalización de esta nueva forma de ganadería.290 El segundo sector se centró en el estudio del forraje. Por un lado, comenzó a trabajar en un programa de producción de forraje para el Segundo Plan Quinquenal, dentro del plan del heno. También buscó los mejores tipos de forraje para la ganadería y trató de implementar procesos mecanizados para introducir este forraje en las granjas colectivas.291 El tercer sector de la sección de agricultura estuvo dedicado al estudio de la alimentación y la cría del ganado. Como el segundo sector, también llevó a cabo estudios sobre el forraje. Sin embargo, su prioridad principal fue la cría. Por ejemplo, investigó el cruce de ganado para mejorar las especies y desarrolló programas de inseminación artificial.292 El cuarto sector se ocupó de la higiene del ganado.293 Por último, el plan de la sección especificaba un último sector dedicado a la “construcción de koljozes y de la horticultura”. Por un lado, según el plan, este sector debía organizar los invernaderos en el territorio de Carelia. Pero, por otro lado, también se especificaba que la sección debía participar en la “lucha de clases en la construcción de koljozes”. Finalmente, como en el caso de la sección de industria forestal y maderera, este sector de la sección de agricultura también participó en la investigación de nuevas formas de organización del trabajo.294 La sección socioeconómica del KNII también tuvo como cometido contribuir en los aspectos concretos de la construcción económica, aunque tuvo que hacer frente a cuestiones más variadas. Debido en parte a la dificultad que implicaba crear una sección que respondiera a todo tipo de cuestiones relacionadas con la economía, la sección fue la última en comenzar a funcionar. En el momento de la creación del instituto se propuso dividirlo en siete sectores: el sector de la industria y el transporte, el de economía agrícola, el de planificación, el de contabilidad económica, el de racionalización, el de “construcción de soviets” y finalmente, el sector dedicado al trabajo y su regulación. Con la constitución de la sección de agricultura, el sector de la economía agrícola dejó de considerarse parte de la sección socioeconómica y la primera ocupó sus funciones. 290 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 4, p. 86. 291 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 4, pp. 86-88. 292 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 4, pp. 87-88. 293 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 4, pp. 88-89. 294 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 4, p. 89. 106 Los nombres de los sectores indican bien las primeras tareas de esta sección. Principalmente, todos los esfuerzos se centraron en mejorar el funcionamiento de la economía de Carelia en el Segundo Plan Quinquenal. No obstante, destaca la sección de la “construcción de los soviets”, del que desafortunadamente no contamos con mucha información. De acuerdo con las palabras del subdirector Makarev, este sector debía “contribuir en el movimiento de los soviets y los koljozes”, profundizar en la karelización y estudiar la “gestión diferenciada del trabajo mediante los soviets”.295 Presumiblemente, se trataba de una parte fundamental de la idea estalinista de construcción del socialismo, ya que estudiaba el núcleo de una nueva forma de organizar la sociedad, así como su punto de partida. Por último, las primeras actividades de las secciones dedicadas a las humanidades también organizaron sus actividades a partir de la idea de la construcción del socialismo. No obstante, la colaboración de estas ciencias en esa idea fue diferente. En el caso de la historia, la sección histórico-revolucionaria se dedicó al estudio de la Revolución bolchevique y la Guerra Civil. En 1931, por ejemplo, el Comité Central del Partido aceptó la propuesta de Maxim Gorki de escribir la “Historia de la Guerra Civil”.296 Los institutos de investigación de las repúblicas colaboraron en este proyecto y también comenzaron a trabajar en la edición de otras monografías de la misma temática. Fue este el caso de la sección histórico-revolucionaria del KNII que en 1932 publicó la “Historia de la Guerra Civil en Carelia”. Para estos primeros trabajos de la sección, el KNII contrató a los comunistas finlandeses Eero Haapalainen y Lauri Letonmäki, ambos veteranos del bando perdedor en la Guerra Civil finlandesa. 297 La última sección, la de etnografía y lingüística, se dedicó al estudio de las culturas y el folklore de los pueblos de Carelia desde cuatro principales disciplinas: la etnografía, la lingüística, la arqueología y la antropología. Se trató de una de las secciones que más expediciones realizaron durante los dos primeros años de actividad del centro. 295 Stepan A. MAKAREV: “Nauka na sluzhbu sotsialisticheskomu stroitel’stvu,”... pp. 28- 29. 296 Olga V. BYSTROVA: “Izdatel'skiy proyekt M. Gor'kogo “Istoriya grazhdanskoy voyny”: po materialam arkhiva A. M. Gor'kogo (IMLI RAN) i RGASPI”, Studia Litterarum, 4 (2017), pp. 379- 393. 297 Svetlana N. FILIMONCHIK: Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii, pp. 42-43; Filimonchik, “Rol' nauchno-issledovatel'skikh institutov Karelii”,... p. 106. 107 En materia etnográfica se llevaron a cabo diversas expediciones a las regiones de la república para compilar los cuentos y las canciones tradicionales de sus pueblos. En la lingüística, punto clave para la dirección del centro, que calificó el idioma como el “arma más afilada de la lucha de clases”, las expediciones tenían como finalidad recopilar la riqueza lingüística de Carelia. Durante estos años, los arqueólogos del centro enfocaron sus esfuerzos en clasificar los resultados de las excavaciones de años anteriores, de modo que las excavaciones estuvieron paralizadas. Finalmente, el sector antropológico tenía como fin colaborar con las otras secciones del KNII para analizar los cambios sociales en la república.298 En conclusión, entre 1930 y 1932 observamos la creación y la puesta en marcha del primer instituto de investigaciones científicas de Carelia. Sus diferentes ramas tenían como cometido la expansión del conocimiento científico en la república autónoma, no obstante, para todas ellas la ciencia no fue un fin, sino más bien un medio. El fin último era la construcción del socialismo, en el que cada sección tenía un aspecto particular que aportar. El 13 de abril de 1932 se inauguró la I. Sesión del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia en la ciudad de Petrozavodsk. El acto, en forma de conferencia, congregó a los científicos del centro para discutir las nuevas prioridades del instituto de cara al Segundo Plan Quinquenal que se estaba elaborando en ese momento. En total, se presentaron 43 informes donde se resumían los resultados de las primeras investigaciones y las perspectivas de cara a los siguientes cinco años del nuevo plan económico. La sesión tuvo una considerable repercusión en Carelia. El principal periódico de la república, Krasnaya Kareliya, informó sobre sus discusiones y publicó algunos de sus informes más destacados. También recogió, por ejemplo, las palabras de Gustav Rovio, el primer secretario del Comité Regional de Carelia del Partido, quien elogió el crecimiento económico de su región y deseó que el instituto fuera capaz de “elevar el pensamiento científico a la altura adecuada” en los siguientes años.299 El subdirector Makarev, reflexionando sobre la trascendencia del acto, explicó que éste respondía al “momento crucial” que atravesaba la construcción del socialismo. 298 Stepan A. MAKAREV: “Nauka na sluzhbu sotsialisticheskomu stroitel’stvu,” p. 30; Svetlana N. FILIMONCHIK: Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii..., pp. 47-48. 299 Krasnaya Kareliya, 15 de abril de 1932, p. 1; Krasnaya Kareliya, 16 de abril de 1932, pp. 3-4. 108 Puesta la base de dicha construcción, en el nuevo plan económico la ciencia necesitaba responder a nuevos problemas prácticos y estos, a su vez, debían estar reflejados en los futuros planes de investigación del instituto. El cometido de la Primera Sesión del KNII era, pues, acordar las nuevas líneas de investigación para esta nueva etapa de dicha construcción. Makarev también subrayó la importancia política del encuentro. Para él, la correcta aplicación de la política de nacionalidades del partido había permitido a Carelia desarrollar “todo su potencial” desencadenando un considerable crecimiento económico. Este crecimiento, exigía un impulso del trabajo científico del KNII, que tenía que mejorar su organización y planificación.300 De esta forma, el objetivo de la Primera Sesión del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia fue adaptar el trabajo científico de la república a las exigencias del Segundo Plan Quinquenal. Este plan acentuaba el peso de la industria pesada, que recibía la mayoría de las inversiones previstas, también incluso en Carelia, donde las inversiones en la industria pesada superaron a las de la industria forestal y maderera. El plan también se caracterizó por la aceleración de los ritmos de industrialización y sus inalcanzables cuotas de producción, los cuales tuvieron que ser revisadas a la baja en más de una ocasión. 301 Durante los dos primeros años del Segundo Plan Quinquenal se observa un considerable crecimiento del KNII. El centró adquirió infraestructura y a su vez aumentó también su capacidad para realizar sus investigaciones científicas. En 1933, las estaciones biológicas experimentales de Petrozavodsk y Loukhi, antes independientes, se incorporaron dentro del centro. Además, la Estación de Investigación Pesquera de Carelia, con la que el instituto trabajó conjuntamente durante los dos primeros años de actividad, también pasó a formar parte del KNII como una “subdivisión autodependiente”.302 En los planes de trabajo de las secciones también apreciamos el crecimiento cualitativo del KNII. Tal y como se acordó en la I. Sesión, con el fin de poner la ciencia 300 Stepan A. MAKAREV: “1-ya Sessiya Karel’skogo Nauchno-Issledovatel'skogo Instituta,” Sovetskaya Kareliya, 3-4 (1932), p. 20. 301 Nick BARON: Soviet Karelia..., pp. 157-159. 302 Svetlana N. FILIMONCHIK: Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii..., p. 38. 109 al servicio de la construcción del socialismo, empleando las palabras de Gylling,303 entre 1933 y 1934 las investigaciones alcanzaron un mayor grado de especialización en comparación con los dos primeros años del instituto. Los temas de investigación de la sección de agricultura, por ejemplo, demuestran una profundización en comparación con los dos primeros años. Mientras que en el plan de 1932 recogía la necesidad de estudiar diferentes aspectos del forraje, en los planes de 1933 y 1934 se especifican investigaciones más concretas, como el estudio de la nutrición mineral del ganado y la realización de experimentos sobre el procesamiento de piensos mediante procesos microbiológicos. Las mayores exigencias políticas y económicas de la nueva fase de la construcción del socialismo también se reflejan en el trabajo de esta sección, más en concreto, en el sector encargado de estudiar la organización del trabajo y la construcción de koljozes. Teniendo en cuenta que la construcción del socialismo no se trataba solo de construcción y desarrollo económico, sino que implicaba también la transformación radical y completa de la realidad, este sector tenía que ocuparse del funcionamiento de la nueva forma de producir mercancías. Para ello, los planes de estos dos años preveían que la sección participara en mejorar la nueva agricultura socialista mediante la identificación de las prácticas de trabajo en brigadas, la implementación del método de trabajo “a destajo” y buscando un aumento en la producción y los ingresos de las granjas colectivas. En 1933 sus objetivos eran alcanzar al diez por ciento de todas las granjas colectivas de Carelia.304 En comparación con sus primeros trabajos dedicados a la clasificación y organización de los recursos forestales, entre 1933 y 1934 la sección forestal del KNII comenzó a explorar todas las potencialidades de los recursos forestales de Carelia. Como ya hemos señalado, a pesar de que Carelia era reconocida por su especialización en la industria forestal, el Segundo Plan Quinquenal había destinado más capital a la industria pesada. La sección forestal, además de ahondar en la industria maderera, también estudió el uso de la madera en otras industrias. El plan temático de trabajo de 303 Edvard GYLLING: “Sotsialisticheskoe stroitel’stvo i nauchno-issledovatel’skaya rabota v Karelii”, Karelo-Murmanskiy Kray, 3-4 (1932), pp. 6-8, esp. p. 8. 304 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 49, p. 42, 47; NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 95, pp. 9-10 110 1933 recoge, por ejemplo, el estudio sobre las propiedades de la madera de Carelia para su uso en la industria química.305 En el caso de las humanidades, la influencia del Segundo Plan Quinquenal en los planes de investigación no es tan evidente. Durante estos dos años la sección de etnografía y lingüística prosiguió los proyectos para recopilar el folklore de los pueblos de Carelia realizando expediciones por su territorio. Además, emprendió la redacción de un diccionario carelo-finés-ruso y elaboró una compilación de la gramática carelo-finesa. Teniendo en cuenta las implicaciones lingüísticas de la karelización en la educación de la república, que conllevó que la mayor parte de la enseñanza se impartiera en finés,306 la sección también desarrolló una guía metodológica para la mejora de la lengua finesa en las escuelas.307 En la sección histórico-revolucionaria siguieron los trabajos relacionados con la Guerra Civil en Carelia. Con el fin de elaborar una recopilación de las biografías de los participantes, en 1934 se enviaron cuestionarios a los distritos de la república, recibiendo 600 respuestas en total. Como ocurrió con su iniciativa de escribir la historia de la Guerra Civil, la propuesta de Gorki de emprender la elaboración de la historia de las fábricas en la URSS también tuvo su efecto entre los investigadores de esta sección.308 El plan de 1934 recoge un estudio sobre las fábricas metalúrgicas en Carelia y otro sobre los aserraderos y la fábrica de esquíes de Petrozavodsk. Finalmente, este plan también recoge el proyecto de recopilación de materiales sobre el bandidismo en Carelia y el estudio del movimiento revolucionario en Finlandia.309 305 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 49, p. 41. 306 A. I. AFANAS'EVA: “Sozdanie sovetskoi natsional'noi avtonomii...”, p. 57; Svetlana N. FILIMONCHIK: “Provedeniye shkol'nykh reform v Karelii v 1920–30-ye gody”, Izvestiya Volgogradskogo gosudarstvennogo tekhnicheskogo universiteta. Seriya: Problemy sotsial'no-gumanitarnogo znaniya, 9 (2013), pp. 172-178. 307 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 95, p. 10. 308 I. BACHILO: A.M. Gor'kiy i sozdaniye istorii fabrik i zavodov: Sbornik dokumentov i materialov v pomoshch' rabotayushchim nad istoriyey fabrik i zavodov, Moscú, Izd-vo sotsial'noyekonomicheskoy litry, 1959, pp. 4-5. 309 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 95, p. 10; Svetlana N. FILIMONCHIK: Razvitiye nauki v Sovetskoy Karelii..., p. 46. 111 En definitiva, 1933 y 1934 fueron años de adaptación. La I. Sesión del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia reiteró la función de la ciencia al servicio de la transición al nuevo sistema estalinista, la misma idea con la que se formó el KNII. Sin embargo, durante el Segundo Plan Quinquenal la exigencia sobre la ciencia fue mayor. Por un lado, el KNII tuvo el cometido cada vez mayor de transferir el conocimiento científico a la economía de Carelia para impulsar su crecimiento. Por el otro, también tuvo que participar en la creación de nuevas formas de organización económica y social en la república, convirtiéndose en una pieza clave para el gobierno regional en su misión de “construir el socialismo” por iniciativa del Estado, de arriba abajo. 3.3 El reclutamiento de inmigrantes finlandeses para una Carelia socialista310 Una de las principales peculiaridades de las periferias durante el estalinismo fue su lucha por la autonomía política. Carelia, una región que, desde su formación, gozó de una amplia autonomía política y económica, observó cómo durante la implementación de la economía planificada su autonomía fue reduciéndose progresivamente mientras que el Kremlin acumulaba cada vez más poder sobre la región. Los líderes regionales y locales trataron de resistirse a esta tendencia dentro de los márgenes del sistema y desplegaron todas sus capacidades para mantener la mayor capacidad de decisión posible. En el momento en el que operaba el mito de la construcción del socialismo y las autoridades trataban de construirlo desde arriba, en las periferias estos intentos se combinaron con la promoción del particularismo periférico, permitido e incluso auspiciado bajo la bandera de la korenización. Durante los primeros años treinta, estos dos fenómenos se combinaron en Carelia formando un experimento poco común dentro de la historia soviética: el reclutamiento en masa de trabajadores de una etnia determinada desde el extranjero.311 El problema demográfico de la periferia nórdica es un factor importante para entender esta decisión. Al llegar al poder, los finlandeses rojos encontraron grandes dificultades para ejecutar los proyectos de transformación social que defendían, entre 310 Esta sección recoge fragmentos modificados del Trabajo de Fin de Máster del autor de esta Tesis. El TFM nunca fue publicado. 311 Irina TAKALA y ALEXEI GOLUBEV: “Russian Foundation for Humanities Project ...”, pp. 9-16 112 otros, la reducida población del territorio, apenas 200.000 habitantes en el año 1920.312 Gylling, economista de formación en su Finlandia natal, vio en la autonomía económica la solución a la escasez de mano de obra, asumiendo que un uso racional de los recursos naturales de Carelia, sin interferencias del centro, podría traer suficientes beneficios para solventar esa carencia. La libertad que ofrecía la NEP, con las ventajas fiscales del decreto de abril de 1921, donde se permitía a Carelia retener gran cantidad de divisas extranjeras, posibilitó crear un modelo económico solvente que demostró estar capacitado para hacer crecer considerablemente la producción industrial.313 Pero la industria de la NEP que, progresivamente, se desarrollaba en la región requería, a su vez, de cada vez más mano de obra y la racionalización de la producción que se pretendía lograr con la autonomía política no pudo substituirla en ningún momento. Los dirigentes republicanos tuvieron que aceptar que era inevitable reclutar más trabajadores de fuera de las fronteras de Carelia. Por sus preferencias, desde la primera mitad de los años veinte, el gobierno de Carelia trató de captar trabajadores cualificados finlandeses, quienes ya contaban con una experiencia sólida en la principal industria de la región. También barajaron la posibilidad de reclutar trabajadores de origen finlandés afincados en Norteamérica, hijos y nietos de la emigración masiva de finlandeses durante el siglo XIX. Los segundos también contaban con experiencia en trabajos similares en las zonas próximas a los Grandes Lagos y eran por ello otra opción preferente para los finlandeses rojos. No obstante, durante los años veinte, su reclutamiento fue todo un fracaso, ya que no lograron movilizar a esas comunidades para abandonar la zona de los Grandes Lagos y viajar a la Unión Soviética, ni convencer a las autoridades centrales de facilitar esa opción. En su defecto, la inmigración de los años 20 fue étnicamente rusa, hasta el punto de llegar a alterar la composición étnica de la región: mientras que en 1920 el 60 por ciento de la población era de etnia carelia (que para los políticos comunistas finlandeses que gobernaban la región eran próximos a los finlandeses), ya en 1926 los rusos constituían el 57,2 por ciento de la población, mientras 312 I. P. POKROVSKAIA: Naselenie Karelii, Petrozavodsk, Кareliya, 1978, p. 34; A. I. AFANAS'EVA y Viktor I. MASHEZERSKIY: Kareliya v period vosstanovleniya narodnogo khozyaystva, 1921--1925: Sb. Dokumentov, Petrozavodsk, Kareliya, 1979, pp. 176-177; ambos citados en: Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 74. 313 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 58-62 113 que los carelios pasaban a ser tan solo el 37,4 por ciento.314 Para Gylling y los demás dirigentes comunistas finlandeses, obligados a aceptar esta inmigración, se trató de un mal necesario para poder industrializar y modernizar la república nórdica, pero no desistieron en sus intentos para poder cambiar esta circunstancia. Al Primer Plan Quinquenal le acompañó una nueva organización de la producción, marcadamente más centralizada. Como hemos visto, los órganos centrales del Estado acumulaban grandes poderes de decisión en la economía dejando a las regiones pocos poderes de mando sobre sus economías particulares.315 En Carelia, este primer plan central preveía que toda la producción de madera pasara a ser controlada por la administración central, despojando así al gobierno de Carelia de su autonomía económica casi por completo.316 Esta decisión no era excepcional, la centralización que acarreó el primer plan fue generalizado, pero fue en las repúblicas autónomas donde más se sufrió, principalmente porque durante los años de la NEP contaron con una autonomía mayor que en el resto de los territorios soviéticos. Antes de la finalización del Primer Plan Quinquenal, la escasez de mano de obra constituía un problema de importancia cada vez más grave en toda la Unión Soviética. En los sectores donde el aumento de la productividad no había sido el estipulado, la falta de obreros disponibles para su contratación conllevó problemas para llegar a las cuotas de producción.317 En Carelia, como ocurría en las regiones periféricas encargadas de suministrar materias primas, cumplir el plan de producción de madera requirió, de nuevo, acudir a la inmigración.318 Esta nueva necesidad de mano de obra fue 314 s.a.: Vsesoyuznaya perepis' naseleniya 1926 goda…, pp. 114-115; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, p. 21. 315 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 89-90 316 Sari AUTIO: “Soviet Karelian Forest in the planned economy of the Soviet Union, 1928- 37” en: Antti LAINE y Mikko YLIKANGAS (eds.): Rise and Fall of Soviet Karelia, Helsinki, Kikimora Publication, 2002, pp. 70-90; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 99. 317 Donald FILTZER: “Labor Discipline, the Use of Work Time, and the Decline of the Soviet System, 1928–1991”, International Labor and Working-Class History, 50 (1996), pp. 9-28, esp. p 12. 318 Sari AUTIO- SARASMO: “The economic modernization of Soviet Karelia during the process of Soviet industrialization”, Victims and Survivors of Karelia (Journal of Finnish Studies), 15 (2011), pp. 85-100, esp. p. 93; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, p. 21; RGASPI, f. 495. op. 14. d. 282. p. 57. 114 esencialmente diferente a la de los años 20; la NEP, con la economía controlada por entidades republicanas, permitía cierta flexibilidad en este ámbito y las autoridades regionales podían administrar de mejor manera toda la mano de obra disponible en la región. Durante el Primer Plan, en cambio, la industrialización acelerada requería estar acompañada de una rápida disponibilidad de mano de obra.319 Otro de los grandes dilemas que creó el plan fue la necesidad de cualificación de esa mano de obra.320 El ritmo de aumento de esta necesidad era mayor que el de la formación del personal, creando situaciones graves; por ejemplo, eran habituales los desperfectos en las fábricas, siendo destruidas máquinas de importación de gran valor económico por obreros sin la suficiente formación.321 El gobierno de Carelia encontraba difícil solución a esta escasez de obreros cualificados; importar trabajadores rusos implicaba perder la “singularidad étnica” de la región, que tras la pérdida de autonomía económica era el último motivo por el que seguía manteniendo la autonomía política. Si Carelia se rusificaba no habría razones para mantener dicho estatus.322 Pero a su vez, a partir de 1929, era urgente importar trabajadores por las exigencias de producción fijadas por el Primer Plan Quinquenal. Para hacer frente a este dilema, el gobierno de Carelia volvió a plantear el reclutamiento de trabajadores cualificados de Finlandia, como ya lo intentara durante los años veinte. Su propuesta formal, formulada al gobierno central en diciembre de 1929, fue rechazada tajantemente. ya que esto, según el Kremlin, supondría “debilitar el movimiento obrero de Finlandia” y condenaría a la URSS a la pérdida de divisas. No obstante, la dirección finlandesa no abandonó sus planes, valorando de nuevo la oportunidad de reclutar mano de obra en Canadá. 323 Los argumentos expuestos a los dirigentes carelios demostraban que los órganos centrales soviéticos eran escépticos sobre la idoneidad de incluir obreros extranjeros en el sistema soviético. Pero fue la propia necesidad que conllevaba la consigna estalinista 319 Donald FILTZER: Soviet Workers… p. 170. 320 Hiroaki KUROMIYA: Stalin's Industrial Revolution: Politics and Workers, 1928-1932, Cambridge, Cambridge University Press, 1988, pp. 276-80. 321 Donald FILTZER: Soviet Workers… p. 170. 322 Markku KANGASPURO: “Introduction”, Victims and Survivors of Karelia (Journal of Finnish Studies), 15 (2011), pp. 5-15, esp. pp. 6, 10. 323 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, pp. 21-23 115 de la rápida industrialización la que obligó a revisar esta posición. Para cumplir con los objetivos de producción, la URSS necesitaba importar maquinaria nueva, pero también especialistas que supieran cómo utilizarla. El XVI. Congreso del partido, celebrado en junio de 1930, plasmó perfectamente este nuevo dilema, donde buena parte del tiempo se empleó en debatir cómo cumplir con las exigencias de la industrialización y el Primer Plan Quinquenal. El congreso resolvió que para “avanzar y acelerar en el desarrollo socialista” la tecnología disponible era insuficiente y que por ello se aprobaba, entre otras cosas, “mandar trabajadores al extranjero e invitar a ingenieros, maestros y trabajadores cualificados extranjeros a la URSS, aprovechando así las empresas soviéticas su experiencia y sus conocimientos”.324 Así, por primera vez, el partido contemplaba la posibilidad, previamente rechazada, de reclutamiento de trabajadores en el extranjero.325 La delegación del partido en Carelia, presente en el congreso, trasladó satisfecho estas resoluciones a Petrozavodsk. Sus propuestas de reclutar trabajadores finlandeses, descartados meses atrás por el gobierno central, tenían ahora otra posibilidad de implementarse a raíz de esta resolución y, por supuesto, así lo consideraron los finlandeses rojos. El gobierno de Carelia decidió retomar sus antiguos planes en esta materia. Planificaron reclutar un grupo pequeño de trabajadores cualificados en la tala de madera, finlandeses afincados en Canadá, que se establecerían en Carelia para trabajar con sus propias herramientas en los bosques de la región nórdica. Este nuevo plan fue enviado ese mismo verano a Moscú y esta vez tuvo una mejor bienvenida. Tras largas negociaciones, en verano de 1930 Moscú aceptó la propuesta de Petrozavodsk y para finales de septiembre llegaron ya los primeros inmigrantes procedentes de Canadá. Su llegada tuvo gran relevancia, no solo por su impacto real en la economía, sino porque allanó el camino para futuras propuestas del mismo estilo. A partir de septiembre, diferentes entidades y organismos de Carelia, interesados en contratar leñadores finlandeses, trasladaron sus propias iniciativas al gobierno carelio y este los remitió directamente al Sovnarkom central. Ya en Moscú, la concesión de 324 s.a.: XVI S"yezd Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy Partii (b). Stenograficheskiy otchet, Moscú: Goudarstvennoye izdatel'stvo, 1930, p. 728. 325 Andrea GRAZIOSI: “Foreign Workers in Soviet Russia, 1920-40: Their Experience and Their Legacy”, International Labor and Working-Class History, 33 (1988), pp. 38-59 116 permisos no contó con la aprobación unánime. Los órganos de seguridad del estado como el Directorio Político Unificado del Estado (OGPU) mostraron su oposición, sin embargo, el apoyo de las máximas autoridades del partido logró que se aceptaran. Finalmente, para 1931 se había aceptado el reclutamiento de miles de trabajadores procedentes de Norteamérica, imponiéndose cuotas máximas que se iban flexibilizando con cada nueva propuesta que enviaba Carelia.326 Una vez conseguido el permiso, el gobierno de Carelia comenzó a trabajar en la organización de este reclutamiento en masa. En la simbólica fecha del primero de mayo de 1931, se creó el comité Asistencia Técnica de Carelia (KTA, según sus siglas en inglés), que se convertiría en el principal instrumento para conseguir atraer la inmigración de los leñadores. De su coordinación se ocuparía Matti Tenhunen, un destacado cooperativista y militante comunista de los Grandes Lagos, que ya ostentaba el cargo de delegado del Comisariado del Pueblo para el Trabajo de la Carelia Soviética. Para el correcto desarrollo de sus funciones, la KTA abrió dos sedes, una en Nueva York y la otra en Toronto, cada una responsable del reclutamiento en su respectivo país.327 En la práctica, la KTA funcionó como un intermediario, se encargaba del reclutamiento, mientras que la Administración de Reasentamiento, una institución estatal perteneciente al gobierno de Carelia, se encargaba de su reasentamiento ya en el territorio de la república nórdica.328 Esto no contentaría a todos. Los obreros finlandeses habían sido un colectivo especialmente movilizado en las regiones de los Grandes Lagos y a pesar del reducido grupo que suponían en total en Estados Unidos, ocupaban grandes proporciones de afiliación en los partidos obreros. La Finnish Workers Federation era también una organización de peso que se situaba en la órbita del Partido Comunista de Estados Unidos y que era seguida por miles de trabajadores finlandeses. Por ello, el Partido Comunista de Estados Unidos (CPUSA) y el Partido Comunista de Canadá (CPC) temían perder gran parte de su base social si Carelia reclutaba a los finlandeses. Ante 326 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, p. 23. 327 RGASPI. f. 495, op. 14, d. 282, p. 30. 328 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, p. 29. 117 esto, el CPUSA mostró su desacuerdo con los planes de Carelia en llevar adelante sus planes. El CPC, en cambio, se resignó y colaboró de forma habitual con Tenhunen.329 Las funciones de la KTA abarcaban casi todas las facetas del reasentamiento. El primer paso consistía en el reclutamiento, aquí las células locales de las organizaciones obreras recogían las solicitudes de inmigración y estas las enviaban a la sede que tenía la KTA en cada país. Una vez aceptada la solicitud, la KTA se encargaba también del viaje, contaban en este paso con la colaboración de Intourist, la agencia oficial soviética encargada del turismo y de los viajes. Fue la compañía de transporte marítimo Swedish American Line la encargada de trasladar a los inmigrantes, quien operaba a cambio de pagar una comisión por cada billete a la KTA. Esta compañía se ocupaba de todo el trayecto, desde Halifax (Canadá) o Nueva York hasta su llegada al puerto de Leningrado. Una vez allí los leñadores finlandeses se dirigían a Carelia, donde el gobierno les tenía preparados colonias exclusivas, generalmente con mejores condiciones que los locales.330 Sobre el número exacto de inmigrantes reclutados existen cifras contradictorias. En Canadá, durante todo el periodo de funcionamiento de la KTA, se cuantifica el traslado de 2.095 personas, entre los que estarían 1.221 hombres en edad de trabajar.331 Lamentablemente los documentos de la sede neoyorquina no se han podido localizar, de forma que no se puede cuantificar cuantos viajaron de EE. UU. a Carelia. Otras fuentes, en cambio, como la documentación interna de la NKVD, detallan que entre 1931 y 1935 2.924 hombres fueron reclutados en total, a esto habría que añadirle las mujeres y los niños.332 Teniendo esto en cuenta, la cifra total de inmigrantes que llegaron de 329 William C. PRATT: “Background on “Karelian Fever” as viewed from Communist Party USA records” en: Irina TAKALA e Ilya SOLONESHCH (coords.): North American Finns…, pp. 39- 54; Peter KIVISTO y Mika ROINILA: “Reaction to departure: The Finnish American Community responds to “Karelian Fever” en: Irina TAKALA e Ilya SOLONESHCH (coords.): North American Finns…, pp. 17-38 330 RGASPI. f. 495, op. 14, d. 282, pp. 30, 83, 84; También lo citan Golubev y Takala pero de otra fuente: Archivo Nacional de la República de Carelia (de aquí en adelante NARK), f. R- 690, op. 1, d. 19/213. pp. 62, 81 y NARK, f. R- 690, op. 1, d. 23/262. p. 120, en Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, p. 29 331 RGASPI. f. 495, op. 14, d. 282, p. 30. 332 NARK. f. P-3, op. 5, d. 276, pp. 60-61. 118 Canadá y Estados Unidos a Carelia sería de entre 5.500 y 6.000 personas aproximadamente, por debajo de los 10.000 que anotaban algunos autores hace años.333 Si observamos la inmigración año por año, la mayor parte de los reasentamientos tienen lugar el primer año de su comienzo, en 1931. Tras unas cifras similares en 1932, en 1933 comienza el ocaso, con cuatro veces menos reasentamientos, cifra que a su vez se reduciría a la mitad en 1934. Finalmente, en 1935 viajan a Carelia las últimas familias, con unas cifras anecdóticas.334 La influencia de estos trabajadores en el desarrollo económico de la región no fue reducida. Todavía a comienzos de los años treinta, la industria maderera continuaba arrastrando las viejas técnicas de tala del siglo XIX y su productividad estaba muy por debajo de los Estados Unidos. La transferencia de conocimiento que supuso la entrada de trabajadores cualificados en este ámbito, junto a la gran productividad de los leñadores finlandeses norteamericanos, impulsó significativamente el sector. La KTA que, aparte de reclutar, también se dedicó en los primeros años treinta a la importación de maquinaria, consiguió crear nuevos modelos de trabajo en los bosques carelios. Aparte de trabajar para cumplir el plan, era habitual que los madereros finlandeses enseñasen cómo utilizar las nuevas herramientas a los obreros locales en escuelas de formación profesional. La entrada de nueva mano de obra con mayores conocimientos y las nuevas técnicas aprendidas por los locales ofrecieron grandes beneficios a la economía republicana en el sector de la madera. Más allá de este sector, la aportación de los finlandeses también fue resaltable en otros sectores industriales y en la construcción.335 En conclusión, el reclutamiento masivo de trabajadores de etnia finlandesa constituye un caso peculiar en la forma de gobernar la construcción del socialismo en la Unión Soviética de los años treinta. La Gran Ruptura es el comienzo de la “revolución desde arriba”, la transformación de todas las esferas de la realidad desde arriba o por iniciativa del Estado. Sin embargo, en las periferias, estas transformaciones adquieren formas y lógicas peculiares marcadamente diferentes a los del centro. Más allá de la colectivización o de la utilización de la ciencia con fines transformadores, en Carelia el 333 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, pp. 41-42. 334 NARK. f. P-3, op. 5, d. 276, p. 61. 335 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, pp. 70-74. 119 reclutamiento de trabajadores extranjeros es otra forma de “construir el socialismo”. Sin embargo, por los intereses de reafirmación de poder de los líderes locales, esta última parte de la construcción del socialismo desde arriba se hace en clave nacional. Con los inmigrantes de etnia finlandesa, Carelia podía seguir cumpliendo los exigentes planes de producción que establecía el Kremlin, pero también reafirmar el carácter nacional de la república nórdica y el papel de los líderes regionales como sus legítimos gobernantes. 120 4. ¿La revolución desde abajo?: El Partido Comunista y el trabajador soviético Más allá de las grandes políticas impulsadas por iniciativa del Estado o desde arriba, de acuerdo con el marxismo soviético, el socialismo, en esencia, necesitaba una nueva forma de producir sus medios de vida. Para Marx, el punto de partida de los grandes sistemas históricos como el feudalismo, el capitalismo o el socialismo era el modo único en el que estas sociedades producían sus propios medios de vida.336 Cada uno de ellos tenía su división de trabajo y lo caracterizaban relaciones de producción diferentes. Para trascender el capitalismo, era preciso superar la forma de producir esos medios de vida y proponer, a la vez, una nueva forma de producirlos.337 Por ello, para los comunistas soviéticos, la construcción del socialismo también significaría establecer “formas de trabajo socialistas” en la Unión Soviética, ya que de nada servirían la colectivización o la planificación central de la economía si, después de decretarlo, la forma de producir los medios de vida emulaba el modo de producción capitalista. En otras palabras, la Gran Ruptura, además de necesitar grandes transformaciones acaudilladas por el Estado, requería también de una construcción del socialismo desde abajo centrado en transformar las relaciones de producción capitalistas en unas socialistas. Para ello, no bastaba con decretos ni leyes, sino que también era primordial la participación decidida del proletariado y del campesinado, que debían organizarse en base a esas nuevas relaciones y modos de producción de forma natural y orgánica.338 Para el partido, por ende, la “ofensiva socialista” implicaba asimismo empujar a los ciudadanos soviéticos hacia estas nuevas formas de producción. Durante los dos primeros planes quinquenales, su trabajo en las células de base se centró en la promoción de estas “formas de trabajo socialistas” dentro de un programa más amplio para erigir el socialismo desde abajo. Ejemplo de estos intentos fueron, por ejemplo, las ya 336 Karl MARX y Friedrich ENGELS: Marx and Engels Collected Works. Volume 5, London, Lawrence & Wishart, 2010, pp. 41-45. 337 Karl MARX y Frederich ENGELS: Collected Works, Volume 24…, pp. 81-90. 338 Andrea GRAZIOSI: “Stalin's Antiworker “Workerism”, 1924–1931.” International Review of Social History, 40 (1995), pp. 223-258. 121 mencionadas brigadas de choque o la creación de la competencia socialista, que eran considerados formas esenciales de organización del trabajo en el socialismo para los políticos estalinistas. La respuesta de la sociedad soviética a estas dos vías de construir el socialismo, tanto a los intentos mediante grandes transformaciones por iniciativa de las élites, como a los que fueron pensados para hacerlo a pie de calle, fue diversa. En este capítulo mostramos los esfuerzos del partido en Carelia en la difusión de esas nuevas “formas de trabajo socialistas” como parte de su lucha a pie de calle para eliminar el capitalismo y crear ese nuevo sistema. Estos intentos se contrastan, a su vez, con la visión sobre estos cambios de los ciudadanos soviéticos, que durante este periodo se mantuvieron entre la colaboración y la resistencia. Contrastar estos dos puntos, la acción del partido y la percepción y la respuesta de los individuos, sirve para medir el alcance del mito de la construcción del socialismo y entender hasta qué punto el relato de las élites sobre la edificación de un nuevo sistema superior y más justo era creído por los ciudadanos. 4.1 La búsqueda del socialismo desde abajo Durante los años 1928 y 1929, al igual que sucedió en la capital soviética, la política en Petrozavodsk estuvo envuelta en un ambiente enfebrecido, alejado de los tranquilos años de la NEP. Las luchas entre facciones no alcanzaron la misma intensidad en Carelia, pero el debate político de estos años no estuvo exento de acusaciones de “desviacionismo” tanto de derechas como de izquierdas. La república seguía gobernada por los finlandeses rojos que, gracias a los principios de la korenización, ocupaban los puestos de más alta responsabilidad tanto del Estado, como del partido. El máximo dirigente de la república era Gylling, que permanecía en su puesto desde que así lo quiso Lenin en los primeros años veinte. Al frente del partido, como responsable político o primer secretario del Comité Regional de Carelia estaba Johan Järvisalo, que también mantenía su puesto desde 1922.339 En diciembre 1928, la sección carelia del partido celebró su IX. Conferencia. Estas conferencias eran los órganos de decisión más importantes del partido a nivel 339 M. Kh. KIURU: Ocherki istorii Karel'skoy organizatsii KPSS, Petrozavodsk, Kareliya, 1974, pp. 584-885. 122 regional, comparables en su formato a los congresos centrales y que, generalmente, se celebraban cada dos años. En ellos, la dirección del partido de la república rendía las cuentas de su actividad durante su periodo de mandato y la militancia o, al menos, los militantes que tenían la posibilidad de ser delegados fiscalizaban el trabajo de sus dirigentes. Conjuntamente debatían unas nuevas resoluciones que sería el programa de gobierno para los siguientes dos años. La IX. Conferencia Regional del VKP(b) de Carelia, que es como se llamó oficialmente, debatió los puntos habituales de la política de esos años como, por ejemplo, el desarrollo de la industria, con énfasis en la industria maderera, y la agricultura.340 Las tensiones políticas acumuladas estallaron en medio de estos debates que, en principio, eran técnicos. Un grupo de militantes, entre los que estaban también algunos miembros del Comité Regional, criticó con severidad el papel de los finlandeses rojos al frente del partido. Los delegados de Petrozavodsk, Soroka y Povenets, entre otros, acusando a los finlandeses rojos de “desviacionistas de derechas”, pidieron la destitución de la dirección política de los finlandeses rojos en el partido, en lo que sería la primera situación verdaderamente comprometida que atravesarían desde su llegada al poder. Los delegados de las regiones del norte de Carelia, en cambio, apoyaron a sus líderes, subrayando la buena reputación que había adquirido Järvisalo desde que ocupaba su responsabilidad. El alcance de estas discusiones fue tal que el delegado que representaba al comité inmediatamente superior al Comité Regional de Carelia, Boris Pozern del Comité Regional de Leningrado, tuvo que intervenir en favor de los dirigentes finlandeses. Pozern se refirió a sus conversaciones con Serguei Kirov, líder del Comité Regional del partido en Leningrado, donde defendía que el primer secretario de Carelia debía ser necesariamente un finlandés rojo. Como era habitual en estas circunstancias, la posición política de una instancia superior resultó ganadora en el debate y los críticos con la dirección política del partido perdieron las votaciones.341 Como también era frecuente en los conflictos políticos en el estalinismo, la derrota de los perdedores no acabó en las votaciones. Después de la celebración de la 340 I. M. NIKOL'SKIY: Spravochnaya knizhka Avtonomnoy Karel'skoy Sotsialisticheskoy Sovetskoy Respubliki, Petrozavodsk, Narkompros AKSSR, 1929, pp. 102-116. 341 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii … pp. 482-483; Irina TAKALA: ““Love Live Comrade Trotskii!”. The Discourse on the Intra-Party Opposition in the Documents of the OGPU”, Canadian-American Slavic Studies, 53 (2019), pp. 121-148, esp. pp. 145-146. 123 conferencia, una comisión formada por miembros de la Comisión de Control del Comité Central del partido llegó a Petrozavodsk para solucionar el problema de la lucha entre facciones que había delatado la conferencia. Después de considerar la situación, los críticos con la dirección de los finlandeses rojos recibieron una dura reprimenda por sus “sentimientos rusificadores”, fueron apartados de sus cargos y algunos de ellos fueron trasladados a otras regiones de la Unión Soviética.342 De este modo, la facción estalinista que se iba asentando durante estos años en el Kremlin avaló la labor de los finlandeses rojos y reafirmó la necesidad de que permaneciesen al frente del partido en Carelia. La dirección entrante, sin embargo, no duró mucho en el poder. Cinco meses después del final de la conferencia, en mayo de 1929, Johan Järvisalo falleció a los 41 años como consecuencia de la tisis que padecía.343 Para ocupar su lugar, el Comité Regional, siguiendo las indicaciones de Kirov, decidió confiar en Gustav Rovio, un revolucionario profesional petersburgués de etnia finlandesa que, como su predecesor, era también un veterano de la guerra civil finlandesa. Un año mayor que Järvisalo, Rovio era un hombre del aparato, un fiel estalinista que, hasta ese momento, había sido miembro del Comité Regional de Leningrado y rector en la sede del mismo lugar de la Universidad Comunista de Minorías Nacionales Occidentales.344 El primer pleno del Comité Regional que dirigió Rovio se celebró tan solo un mes después de su nombramiento. Entre los asistentes a la reunión estaba Boris Magidov, un instructor del Comité Central encargado de asesorar a la nueva dirección y de realizar el seguimiento de las actividades del órgano. En su intervención, Magidov presentó al pleno un informe del Comité Central sobre las diversas tareas que se le encomendaban a la dirección del partido en Carelia. Formalmente, estas políticas se resumían en la aplicación de los acuerdos del XV. Congreso y de la XVI. Conferencia central del partido. Pero, el discurso de Magidov demostraba que, en realidad, el programa de gobierno para Carelia debía ocuparse de la nueva agenda de la oficina política del Comité Central comandada por Stalin. Entre las políticas que mencionó 342 Nikolay A. KORABLIOV: Istoriya Karelii … p. 483. 343 Krasnaya Kareliya, 15 de mayo de 1929, p. 1. 344 M. A. SUKHANOV: Gustav Rovio, Petrozavodsk, Kareliya, 1978, pp. 63-65; Krasnaya Kareliya, 4 de julio de 1929, p. 1. 124 destacaban la colectivización, la industrialización acelerada, la lucha contra las desviaciones de la línea del partido y un largo etcétera de principios que, según él, garantizarían la “construcción socialista de la economía y la cultura”. Pero, por otra parte, lo que se advertía en sus palabras era la asunción de que parte de esta construcción se realizaría a pie de calle; una construcción desde la base de la sociedad, con el partido comunista como un elemento indispensable para la transformación social.345 Esta concepción de que la construcción del socialismo podía hacerse desde abajo era intrínseco a la forma bolchevique de entender la revolución socialista, el partido revolucionario y su función en la sociedad. Pero los acontecimientos como el escándalo de Shakhty o la crisis de aprovisionamiento incrementaron la atención de las autoridades sobre este aspecto de la revolución.346 A pesar de que todavía no estaba clara la forma concreta de conseguirlo, las autoridades centrales del partido consideraban que el primer paso para lograrlo era salvar la pureza y el buen hacer del partido, pues era el partido, como lo había sido hasta ese momento, el organismo principal que iniciaba las transformaciones. Este convencimiento lo evidencian, por ejemplo, las campañas contra el burocratismo y en favor de la autocrítica que comenzaron a multiplicarse en estos años. En 1929, por ejemplo, el partido inició su primera purga general desde la muerte de Lenin para expulsar a los “elementos burocráticos” de sus filas.347 En palabras del propio Stalin, la purga del partido, es decir, la investigación de sus miembros y la expulsión de alguno de ellos, era una forma de fortalecer el partido. Pero también añadía que la purga política era un eslabón necesario “en la cadena de la ofensiva del socialismo contra los elementos del capitalismo”.348 Es decir, fortalecer el partido expulsando a sus enemigos era una forma más de avanzar en esa “ofensiva socialista” que tenía como objetivo construir el socialismo. 345 Krasnaya Kareliya, 14 de agosto de 1929, p. 2. 346 Esta reflexión la hizo el propio Stalin, por ejemplo, en: Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 11…, pp. 10-19, 74-77. 347 Anatolii G. EGOROV y Klavdii M. BOGOLYUBOV: Kommunisticheskaya partiya Sovetskogo Soiyuza v rezolyutsiyakh i resheniyakh s"yezdov, konferentsiy i plenumov TsK. Tom chetvertyy…, pp. 484-493. 348 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, pp. 13-14. 125 En Petrozavodsk, el proceso de purga comenzó en junio de 1929. Las autoridades lo organizaron como un espectáculo público de varias sesiones al que cualquiera podía asistir. La prensa local lo retrasmitió como un acontecimiento de dimensiones históricas para la construcción del socialismo, una especie de lucha de clases dentro del partido con el fin de expulsar a sus elementos indeseables. Para atraer la atención, las noticias de los diarios señalaban que en las células del partido de Carelia había demasiados kulakí y que era necesario explulsarlos del partido para “facilitar la construcción del socialismo”. Pero, en realidad, la práctica pública de la purga no fue del todo épica. Estos procesos consistían en la verificación [proverka], uno por uno, de todos los militantes de las células que componían el partido en la región. A pesar de que los bolcheviques aseguraban que el ambiente de estas verificaciones era de camaradería y no judicial, en realidad, se asemejaban a un juicio a la totalidad de la vida de los militantes.349 Esto lo ilustra, por ejemplo, un acontecimiento ocurrido durante la primera sesión de verificación de las células de Petrozavodsk, donde, en total, se sometieron a juicio los militantes de cinco células. El acto se llevó a cabo el 7 de junio en una sala abarrotada de un club del partido en la capital carelia. Entre los participantes y los espectadores sumaban 180 personas y, según cuenta la prensa, otros muchos se tuvieron que quedar fuera por problemas de aforo. Cuando llegó el turno de verificar a un reconocido militante, Lauri Letonmäki, miembro del Comité Regional y editor del principal periódico en fines de la república, Punainen Karjala, el comité verificador, liderado por el antes mencionado Pozern, comenzó a repasar todos los logros y “errores” que había cometido durante su vida revolucionaria. A ojos de Pozern, uno de esos errores ocurrió en 1925, cuando Letonmäki, aparentemente, “tenía una idea incompleta del camino que debía tomar la revolución proletaria”. Frente a esta grave acusación, Letonmäki admitió su error, agregando que ahora no tenía ningún desacuerdo ni ambigüedad sobre la cuestión del camino de la revolución proletaria y que estaba “totalmente de acuerdo con lo que Marx y Lenin enseñaron sobre esta cuestión”. Por fortuna para Letonmäki, a pesar de que el comité verificador prolongó en particular su caso, finalmente decidió darlo por verificado y no sufrió ningún castigo.350 349 Krasnaya Kareliya, 4 de junio de 1929, pp. 2-3; Krasnaya Kareliya, 7 de junio de 1929, pp. 1- 3. 350 Krasnaya Kareliya, 9 de junio de 1929, p. 1. 126 Además de las opiniones políticas ligeramente discordantes con la línea oficial del partido, las críticas públicas a sus miembros o a la administración, en general, eran uno de los puntos más relevantes a la hora de juzgar la trayectoria de los militantes. También era frecuente que la comisión verificase a los militantes, pero a su vez, sentenciase que debían mejorar su “preparación política”, pues consideraban que no conocían lo suficiente la teoría comunista o la línea del partido.351 De este modo, las purgas servían para expulsar a los miembros más alejados de las posiciones políticas oficiales del partido y conseguir así una mejor aplicación de esas políticas. Como consecuencia de esta campaña de verificación, el partido expulsó al diez por ciento de toda su militancia, mientras que más del uno por ciento decidió abandonarlo por su propia voluntad.352 En el caso de Carelia estas cifras y los motivos de las expulsiones variaron respecto a todo el conjunto de la URSS. En la república se expulsó al siete por ciento de la militancia y el motivo principal que alegó la comisión fue el de la falta de actividad de esos militantes.353 Las purgas, además de eliminar la oposición de dentro del partido, también demostraron ser la mejor forma que tenían los órganos de dirección de aumentar el control sobre las células de base poniéndolas en alerta. El partido, regido por el “centralismo democrático”, era altamente dependiente del trabajo de las bases y sin el compromiso de sus militantes su capacidad de influencia o de implementar campañas concretas se reducía considerablemente. El “centralismo democrático” era un sistema muy eficiente para que un grupo reducido de dirigentes pudiesen acordar políticas sin enfrentarse a grandes impedimentos o para uniformizar una línea política entre cientos de miles de militantes, pero para materializar las grandes transformaciones que proyectaba la oficina política estalinista comenzó a demostrar diversas carencias desde el primer instante.354 Las purgas fueron una forma de revitalizar el trabajo de base del partido y “estimular su actividad” pero, pese a ello, los problemas y los “errores en el 351 Krasnaya Kareliya, 4 de julio de 1929, p. 3. 352 Vadim ROGOVIN: Vlast’ i oppozitsii, Moscú, Tovarishchestvo "Zhurnal "Teatr", 1993, p. 319. 353 M. Kh. KIURU: Ocherki Istorii Karel'skoj Organizatsii KPSS…, p. 225. 354 Sobre el funcionamiento y las características del centralismo democrático: T. H. RIGBY: “Stalinism and mono-organizational society” en: Robert C. TUCKER (coord..): Stalinism: Essays in Historical Interpretation, Nueva York, W. W. Norton & Company, 1977, pp. 53-76. 127 trabajo”, como las denominaban las autoridades, no cesaron de existir en el contexto de ese proyecto político.355 Las elaboraciones teóricas sobre las formas de involucrar a los ciudadanos soviéticos en la construcción socialista para acompañar los intentos revolucionarios desde arriba que estaba llevando a cabo la dirección del partido en ese momento se desarrollaron cronológicamente a la par de este proceso de purga. Desde primavera de 1929, el Comité Central y su politburó comenzaron a mostrarse cada vez más interesados en las nuevas formas de organización del trabajo que debían sustituir al modo capitalista de producción. Los bolcheviques no solo debatieron la naturaleza de estas nuevas formas de trabajo, sino que también ahondaron en las tácticas cotidianas que deberían emplear para poder instaurarlos en la realidad.356 Las conclusiones de estas teorizaciones se presentaron a la militancia en el informe político del Comité Central del XVI. Congreso del partido como parte del séptimo punto bajo el título “Dificultades de crecimiento, luchas de clases y ofensiva socialista en todos los frentes”. En esa parte del informe, presentado y defendido por el secretario general, se aseguraba que la “ofensiva socialista” no podía asentarse únicamente sobre la base de la represión, sino que debía estar compuesta por más frentes de lucha como, por ejemplo, la “movilización de las masas” en torno a la construcción del socialismo y en contra del capitalismo. Según este informe político, la movilización de las masas, es decir, la necesaria iniciativa de los trabajadores y campesinos soviéticos abarcaba un espectro muy amplio de luchas concretas. Por un lado, estaba la ya mencionada lucha contra el burocratismo, algo iniciado con las purgas políticas de un año antes o la “vigilancia de clase”, es decir, la búsqueda imparable de enemigos en los lugares de trabajo. Por otro lado, también se señalaba que la movilización de las masas debía estar dirigida hacia la transformación de las formas de producción realmente existentes en ese momento para hacer surgir así una forma socialista de trabajo. Como ya hemos adelantado, esta nueva forma de producir 355 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, p. 15. 356 Anatolii G. EGOROV y Klavdii M. BOGOLYUBOV: Kommunisticheskaya partiya Sovetskogo Soyuza v rezolyutsiyakh i resheniyakh s"yezdov, konferentsiy i Plenumov TSK. Tom chetvertyy…, pp. 424-542; Anatolii G. EGOROV y Klavdii M. BOGOLYUBOV: Kommunisticheskaya partiya Sovetskogo Soyuza v rezolyutsiyakh i resheniyakh s"yezdov, konferentsiy i Plenumov TSK. Tom pyatyy. 1929-1932, Moscú, Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1984. 128 estaba fundamentalmente basada en la emulación socialista, donde se incluían las brigadas y los trabajadores de choque. El informe continuaba señalando que para lograr instaurar esta nueva forma de trabajo, los bolcheviques debían trabajar en las “organizaciones de masas”, o sea, en los espacios donde hacían su vida los trabajadores, como los sindicatos, cooperativas o fábricas, para crear en ellos “un núcleo de trabajadores más activos y revolucionarios” que lograsen derrotar a los “elementos oportunistas”, sindicalistas u otros “elementos degenerados” de la sociedad.357 El objetivo era que los comunistas tuviesen suficiente influencia en los lugares de trabajo para que esta nueva forma de producción socialista se convirtiese en hegemónica. No fue sorprendente que el informe político tuviese una gran aceptación entre los delegados al congreso. El largo discurso tuvo muchas réplicas, todas ellas elogiando sus aportaciones o enfatizando algún aspecto del informe en particular. Por ejemplo, Lazar Kaganovich, fiel aliado de Stalin en la oficina política del Comité Central, intervino en primer lugar para insistir en la importancia de la organización de base del partido para impulsar la emulación socialista. También aprobó las palabras de Stalin un arrepentido Rykov que, interrumpido constantemente por los gritos de desprecio de los delegados, no pudo terminar de desarrollar por completo sus argumentos en favor de las tesis estalinistas.358 Como era de esperar, muestra del nuevo periodo que se había abierto en la URSS con el poder incontestable de Stalin, el congreso aprobó el informe político. Con él también se aprobó la primera postura oficial del partido sobre cómo debían intervenir las células de base en las “organizaciones de masas” y, a la vez, la forma en el que los trabajadores soviéticos debían contribuir en la construcción del socialismo. El Comité Regional de Carelia no fue una excepción y, tanto su primer pleno tras el congreso, como la XI. Conferencia regional ratificaron la decisión de comenzar a trabajar en esta dirección.359 En el caso de la periferia nórdica, la industria maderera, como principal industria de la región, se convirtió en el mejor laboratorio donde poner en práctica estos métodos y planteamientos teóricos. Su ejemplo sirve para entender 357 s.a.: XVI s"yezd Vsesoyuznoy Kommunisticheskoy partii (b)…, p. 38. 358 Ibidem, pp. 60-66, 148-154. 359 s.a.: Rezolyutsii i postanovleniya. XI-oy Karel’skoy oblastnoy konferentsii VKP (b). 15- 20 yanvarya 1932 g., Petrozavodsk, Izdanie Karobkoma VKP(b), 1932, pp. 21-22. 129 cómo las secciones del partido interpretaron estas teorizaciones sobre la “movilización de las masas” y la forma en la que las trataron de materializar en la realidad. En total, en el año 1933, en la tala de madera de Carelia trabajaban 11.590 personas.360 De ellas, 1.698 eran militantes o candidatos del partido comunista en las 134 células y 24 grupos de candidatos que componían el partido en el sector. Es decir, el 14,6 por ciento de todos los trabajadores del sector eran militantes o candidatos a ser militantes del partido. La gran mayoría de ellos no eran parte de aquel grupo de históricos militantes que participaron en la revolución y la guerra civil, sino que casi tres tercios de los militantes se unieron al partido en el último año, en el año 1932. A pesar de la magnitud de estas cifras, el plan de extensión de los comunistas no se cumplió, ya que el Comité Regional había planificado que el porcentaje de militantes comunistas en el sector debía alcanzar el 24,3 por ciento para el año 1933, hasta llegar a los 2.830 miembros. Estas cifras, además, no tenían en cuenta a los militantes de la juventud comunista, que a pesar de los 5.000 militantes planificados solo logró llegar a los 2.213.361 Este incremento en los miembros, por supuesto, no se pretendía conseguir contratando más militantes para el sector, sino que el objetivo fundamental del partido era convertir progresivamente a todos los trabajadores de la industria en militantes comunistas. El trabajo de las células del partido se puede dividir en dos tipos de actividades. En primer lugar, sus militantes intervenían durante las horas de trabajo en la producción como trabajadores modélicos. Su trabajo se basaba en la lucha por el cumplimiento del plan participando en las brigadas que se formaban en los lugares de trabajo y aportando una productividad mayor que la de otros trabajadores. Los comunistas participaban en la emulación socialista y en las brigadas de choque también, a la vez que trataban de popularizar estas formas de trabajo entre los trabajadores. La lucha contra el absentismo era también otro de los trabajos a los que se dedicaban las células. En sectores como la tala de madera las cifras de absentismo llegaban en ocasiones al cuarenta por ciento. Para lograr acabar con él, más allá de las legislaciones draconianas que aplicaban las autoridades, las células trataban de luchar a su manera. En Olonets, por ejemplo, 360 Sin contar trabajadores temporales. 361 NARK, f. P-3, op. 3, d. 63, pp. 4-5, 9. 130 colocaron “placas vergonzosas” en las puertas de los trabajadores que no asistían a trabajar para señalarlos ante todos los vecinos.362 El segundo tipo de actividades que realizaban las células era lo que los comunistas llamaban “trabajo de masas”, que no era realizado necesariamente dentro de la jornada de trabajo. Entre estas labores estaba la intervención en los sindicatos y en los consejos de fábrica, donde los militantes comunistas trataban de difundir sus posturas políticas entre los trabajadores. Además de ello, sus militantes organizaban reuniones con los empleados, talleres y mítines políticos de diversas temáticas. Por su dimensión, parte del trabajo de masas no lo podían ejecutar las células y era desarrollado por el Comité Regional. Entre estas actividades destacaban, por ejemplo, los actos para premiar a los trabajadores que participaban en la emulación socialista, que eran galardonados con cenas, entregas de premios, viajes culturales, “noches de intercambio de experiencias” y, en ocasiones, hasta con “procesiones de carnavales a las casas de los trabajadores absentistas”. También se consideraba trabajo de masas la propaganda, principalmente realizada con emisiones de radio, emisiones de películas y reparto de periódicos. 363 Finalmente, las células también llevaban a cabo actividades internas para los militantes y los candidatos que no estaban especialmente dirigidos para los trabajadores sin partido. Era el caso de las “formaciones marxistas-leninistas”, entre otros, donde los comunistas estudiaban la teoría comunista y también aprendían a dominar la línea oficial del partido. A partir de 1932, este tipo de actividades se convirtieron en fundamentales para la dirección regional del partido, pues con la entrada masiva de trabajadores al partido consideraban que el nivel de “formación” de los militantes comunistas descendió dramáticamente.364 En principio, el Comité Regional exigía un trabajo similar a todas sus células independientemente del sector al que perteneciesen. El objetivo, como lo había establecido el XVI. Congreso, era movilizar a los trabajadores para que protagonizasen una parte de la ofensiva socialista. Sin embargo, en algunas ocasiones no era fácil lograr 362 NARK, f. P-3, op. 3, d. 63, pp. 6-7. 363 G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii…, pp. 104-105; NARK, f. P-3, op. 3, d. 63, pp. 9-12. 364 NARK, f. P-3, op. 3, d. 63, pp. 6, 9. 131 influir entre los trabajadores. Ese fue el caso de los militantes de la mina de granito de Shalskiy que, según las autoridades, no fueron capaces de implementar las “condiciones del camarada Stalin” sobre la aplicación de las formas de trabajo socialistas. Añadían que en sus lugares de trabajo no se sentía la presencia de los comunistas y que los militantes estaban “quedándose detrás de los trabajadores”, en vez de estar a su vanguardia, tal y como lo precisaba la teoría leninista. Los dirigentes políticos regionales no se mostraron comprensivos frente a los problemas que encontraron sus células y consideraron que la razón de estos problemas no era la dificultad del trabajo sino más bien la actitud de los propios militantes comunistas. Según denunciaba la prensa, los miembros del partido de la mina habían iniciado una “deriva oportunista” caracterizada por su mala gestión. De este modo, los problemas en la implementación de las formas de trabajo socialistas eran de voluntad.365 A pesar de que los bolcheviques entendían que las células del partido eran los instrumentos necesarios para movilizar a los trabajadores para que participasen en la construcción socialista, en realidad, la participación voluntaria de los trabajadores en este proyecto era algo insustituible. A pesar del trabajo insistente de los militantes de base, la instauración desde abajo del sistema era solo posible cuando los trabajadores comenzaran a relacionarse entre ellos en las formas que el régimen considerase socialistas. Por ello, el punto más importante de las pretensiones de los dirigentes para construir el socialismo desde abajo era la batalla por la instauración de las formas de trabajo socialistas, una empresa demasiado ambiciosa para las células de base y que requirió la implicación de todos los órganos del partido y del Estado. 4.2 Las nuevas formas de trabajo Como otros tantos conceptos bolcheviques, la idea de una forma socialista de trabajar o de la existencia de unas formas de trabajo socialistas cualitativamente diferentes a las del capitalismo se remontaba a la época de Lenin, cuando el líder del partido teorizó en profundidad la necesidad de unas formas de competencia 365 Krasnaya Kareliya, 4 de julio de 1932, p. 3. 132 socialistas.366 El primer ejemplo histórico de ello fueron los subbotniki, los trabajadores voluntarios que realizaban trabajos no remunerados por la causa comunista a partir de los años del comunismo de guerra.367 La materialización generalizada de estas formas de trabajo, en cambio, no llegó hasta el año 1929 y la Gran Ruptura. Pero ni siquiera entonces, cuando se estaban comenzando a poner en marcha estas formas innovadoras de trabajar, los diarios, los panfletos o incluso las revistas teóricas del partido eran capaces de ofrecer una definición suficientemente clara de en qué iban a consistir esas nuevas formas de trabajo. Comúnmente, las formas y los métodos de trabajo socialistas se equiparaban a la combinación de la emulación socialista, el trabajo en brigadas de choque como udarnik y el cumplimiento de los planes. En ocasiones, la implementación de la contabilidad económica del socialismo, el Khozraschot, también se incluía en esta fórmula, aunque no formara parte de la forma de trabajo en su sentido más estricto.368 Tanto la emulación socialista como la participación en los trabajos de choque, conocido como udarnichestvo, eran voluntarios. El primero consistía en competir por conseguir unos determinados objetivos, generalmente, relacionados con los planes económicos. El segundo requería de una mayor implicación del trabajador. Como udarnik, el empleado podía participar en brigadas, turnos, pequeños grupos o plantas enteras de choque o bien podía incluso convertirse en un trabajador individual de choque. En todos esos casos, el objetivo era el mismo. El trabajador o el grupo de trabajadores tenían un reto productivo que suponía reemplazar con su trabajo la producción que de otra manera conseguirían más trabajadores. Por este motivo, cuando se habla de las nuevas formas de trabajo, se trata de la composición de dos modalidades de trabajo relacionadas pero diferentes entre sí. Ser un trabajador de choque 366 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom. 35, Moscú, Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1974. pp. 195-205. 367 William CHASE: “Voluntarism, mobilisation and coercion: Subbotniki 1919–1921”, Soviet Studies, 41 (1989), pp. 111-128. 368 Mikhail A. FEL'DMAN: ““Blagodarya beskhozyaystvennomu vedeniyu dela printsipy khozrascheta okazalis' sovershenno podorvannymi” (Novyy vzglyad na sobytiya Pervoy Vsesoyuznoy konferentsii rabotnikov sotsialisticheskoy promyshlennosti 30 yanvarya-4 fevralya 1931 g.)”, Ekonomicheskaya istoriya: yezhegodnik, 2020 (2021), pp. 251-263. 133 necesariamente significaba participar en la emulación socialista, pero ser participante de la emulación socialista no conllevaba ser un trabajador de choque.369 En la periferia nórdica, la gran campaña para implantar estas nuevas formas de trabajo se decretó en primavera de 1929. En el mes de abril de ese año, los dos comités regionales de Carelia, el del partido y el de la juventud, publicaron una declaración conjunta llamando a los trabajadores carelios a “unirse a la emulación socialista”. La declaración, que fue publicada en Krasnaya Kareliya, explicaba de lo que se trataría dicha “emulación”. En principio consistiría en una competencia entre trabajadores de cada centro de trabajo, entre los diferentes centros de trabajo de la misma empresa y entre diferentes empresas de la región. Los contrincantes competirían entre ellos para ver quién lograba una reducción mayor de los costos de producción, el mayor aumento de la productividad o la mejor disciplina laboral. Es decir, competirían en aquellos puntos centrales que garantizaban el éxito de la industrialización soviética.370 A pesar de que los diversos agentes competían entre ellos en términos que beneficiaban al desarrollo económico, la razón de la puesta en marcha de la emulación no era únicamente económica. La sustitución de las formas capitalistas de trabajo era un frente más en la ofensiva socialista y un fin en sí mismo en la ideología bolchevique, ya que la transformación socialista de la realidad necesitaba también transformar las relaciones de producción convirtiendo en hegemónicas estas nuevas formas de trabajo.371 La declaración también dejaba claro esto, pues afirmaba que la emulación socialista no era una campaña a corto plazo con fines resultadistas, sino que era un “método de construcción socialista” para un periodo prolongado en el tiempo. Para el partido, lograr establecer la emulación como el principal método de trabajo significaba dar un paso adelante determinante en la consecución de un sistema socialista.372 De la misma forma que sucedió con otras campañas como la colectivización, la ejecución de estas políticas era una responsabilidad de multitud de organismos y 369 Por ejemplo: L. S. ROGACHEVSKAYA: Sotsialisticheskoye sorevnovaniye v SSSR. Istoricheskiye ocherki. 1917 - 1970 gg., Moscú, Nauka, 1977; I. Ye. VOROZHEYKIN: Letopis' trudovogo geroizma: Kratkaya istoriya sotsialisticheskogo sorevnovaniya v SSSR, Moscú, Izdatel'stvo politicheskoy literatury TSK KPSS, 1984. 370 Donald FILTZER: Soviet workers…, p. 70. 371 Krasnaya Kareliya, 5 de junio de 1929, p. 3. 372 Krasnaya Kareliya, 11 de abril de 1929, p. 1. 134 organizaciones tanto estatales como políticos. En esta ocasión, las entidades con mayor peso en la emulación fueron los sindicatos que actuaban como los directores de la movilización de las masas y los responsables en última instancia del desarrollo y del éxito de la competencia.373 No en vano, el Comité Regional del partido acordó que la gestión de la emulación residiría en el Consejo Regional de los Sindicatos (KSPS) que, a su vez, debía formar una comisión compuesta por representantes de las empresas, de la prensa, de la juventud comunista, de los sindicatos y de los órganos estatales económicos tanto de la industria como de la agricultura. Más allá de este entramado burocrático, en las fábricas, la organización de la emulación sería responsabilidad de los comités de fábricas, mientras que, en el campo, esa labor la realizarían los soviets rurales.374 Desde un primer instante, la principal dificultad que demostraba esta campaña era lograr convencer a los trabajadores para que, voluntariamente, se unieran a una competencia en el que, cada día, tendrían que trabajar más duro. Además, inicialmente, las autoridades bolcheviques descartaron la posibilidad de premiar la participación en la emulación con incentivos materiales y optaron por regalos, como, por ejemplo, “honores en reuniones solemnes, diplomas o fotografías.”375 Por ello, en los primeros meses de la campaña, la propaganda política fue un elemento central para la movilización de los trabajadores. Siguiendo las órdenes del Comité Regional, Krasnaya Kareliya comenzó a publicar numerosos artículos de ejemplos de la emulación socialista para enseñar a los trabajadores cómo debían participar en ella. Los artículos sobre la historia de estos pioneros en la emulación también subrayaban las bondades de las nuevas formas de trabajo y eran la forma de invitar a los lectores para que se unieran al 373 Por ejemplo: V. P. AVERKIYEV: “Profsoyuzy i sotsialisticheskaya rekonstruktsiya” Sovetskaya Kareliya, 1 (1930), pp. 96-103; G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, pp. 82-84. 374 NARK, f. P-3, op. 3, d. 38, p. 69; G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii…, pp. 66-67. 375 NARK, f. P-3, op. 3, d. 38, p. 69; G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii…, p. 67. 135 movimiento haciéndoles ver que cada vez más y más trabajadores y empresas se estaban uniendo a la competencia en toda la república.376 En esos primeros ejemplos que relataba la prensa se demostraba que, en la práctica, la competencia en el socialismo se organizaría a partir de retos acordados, principalmente, entre unidades económicas. Tal fue el caso, por ejemplo, de los trabajadores de una de las primeras empresas en unirse a la emulación, el kombinat de Lososinka, que retó a los trabajadores del aserradero de Ilyinskiy perteneciente a Karelles, en la región de Olonets. El reto consistía en conseguir una reducción del costo de producción en un siete por ciento y, a su vez, aumentar la productividad laboral en un diecisiete por ciento.377 También se retaron en seguida los trabajadores de los aserraderos de Solomennoe (Petrozavodsk) y de Suna (Kondopoga). Cada uno estableció sus propios objetivos, diferentes entre sí esta vez, como el de superar los planes de producción que se habían establecido para ellos, aumentar la productividad y reducir los costes de producción y el absentismo.378 En otras ocasiones, el reto no lo lanzaba una empresa a otra, sino que era la prensa quien lanzaba el reto y eran las unidades económicas las que lo aceptaban. Ese fue el caso de la granja estatal de Besovets, que aceptó un reto lanzado por Krasnaya Kareliya. Los campesinos de esa granja se comprometieron a duplicar la superficie cultivable de su granja drenando un área pantanosa del lugar, a casi duplicar las cabezas de ganado de la granja y a adquirir un tractor para facilitar sus labores.379 Por último, los trabajadores también participaron en la emulación socialista a título particular. El herrero Maslennikov de la fábrica metalúrgica y de maquinaria de Onega, por ejemplo, se convirtió en el primer concursante de su planta. Retó en el periódico Vagranka a dos de sus compañeros de trabajo a competir con él. El herrero se comprometió a cumplir su horario de trabajo por completo, a no faltar a su lugar de 376 Por ejemplo: Krasnaya Kareliya, 5 de junio de 1929, p. 2; Krasnaya Kareliya, 7 de junio de 1929, p. 3; Krasnaya Kareliya, 12 de junio de 1929, p. 3. Sobre las órdenes del Comité Regional: NARK, f. P-3, op. 3, d. 38, p. 69, en: G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii…, p. 67. 377 P. KOTOVOY: “Proletarii Karelii vstupili v sotsialisticheskoye sorevnovaniye” Karelo- Murmanskiy Kray, 4-5 (1929), pp. 26-27. 378 G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii…, pp. 67-69. 379 P. KOTOVOY: “Proletarii Karelii vstupili…” p. 27. 136 trabajo ni un solo día en todo un año, a reducir la cantidad de desechos en la elaboración de ciertas piezas en la forja y a acudir a las reuniones de producción que se organizaban junto a los comités de fábrica para asegurarse de que su trabajo era el apropiado. Todo ello, según el trabajador, para asegurarse de que su planta cumplía al cien por cien con los objetivos que establecían los planes económicos.380 Más allá de los ejemplos de los participantes, la campaña propagandística se centró en el despliegue generalizado del principal elemento movilizador con el que contaba el régimen: el mito de la construcción del socialismo. Según los artículos de prensa y los discursos políticos del momento, los trabajadores que participan en la emulación eran los protagonistas de la construcción del socialismo. Ellos eran quienes, con su esfuerzo y entusiasmo, lo estaban construyendo. El propio Stalin llegó a afirmar que la emulación era “el método comunista de construir el socialismo” o una “palanca” con la que los trabajadores estaban destinados a “transformar la vida económica y cultural del país en base al socialismo”.381 Frente a esta idea, ante la posibilidad de ser partícipes en ese propósito colectivo de transformación, muchos trabajadores se sintieron atraídos por la idea de participar en las nuevas formas de trabajo. Como lo demuestran las memorias de los participantes en la emulación socialista, en muchos casos, la principal motivación de los trabajadores a la hora de participar en la competencia fue la “gran causa de la construcción del socialismo”.382 En el año 1930, la irrupción del fenómeno de los trabajadores de choque supuso un impulso en la campaña política por la emulación socialista. Desde 1926, en algunas fábricas de Leningrado y Moscú, se habían formado pequeños grupos de trabajadores jóvenes, generalmente miembros de la juventud comunista, en brigadas de choque con el objetivo de aumentar la productividad en el trabajo. Este método de trabajo, en cambio, no adquirió entidad hasta 1929, cuando el régimen hizo su apuesta por lanzar la campaña por la emulación socialista. El proceso de instauración del trabajo de choque fue desigual y su expansión en las periferias fue notablemente más dificultosa que en las principales ciudades soviéticas. Mientras que, para otoño de 1929, antes incluso de la 380 G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, p. 71. 381 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, p. 109 382A. I. ANDRAINEN, A. V. KLIMOVA y V. I. TIKHOMIROVA: Na fronte mirnogo truda: vospominaniya uchastnikov sotsialisticheskogo stroitel'stva v Karelii, 1920 -1940, Petrozavodsk, Kareliya, 1976. 137 celebración del I. Congreso de las Brigadas de Choque, en Leningrado y Moscú había 30.000 y 22.000 trabajadores de choque respectivamente, en repúblicas autónomas como Daguestán había distritos en los que hasta 1931 no existió ni un solo trabajador de choque.383 En comparación con las grandes urbes soviéticas, en Carelia la expansión de esta actividad también fue tardía. En el momento de la celebración de la I. Conferencia de las brigadas de choque de Carelia, en noviembre de 1929, estas formas de trabajo no habían sido promocionadas por las autoridades regionales todavía y tampoco habían surgido de forma espontánea. No fue hasta primavera de 1930 cuando las brigadas de choque se incorporarían en la campaña política de la competencia socialista como resultado del “llamado de Lenin” [leninskii prizyv] (una corta pero exhaustiva campaña de propaganda para llamar a los trabajadores a convertirse en trabajadores de choque) que realizó el partido. 384 A partir de ese llamado, la expansión del trabajo de choque fue rápida. Según las cifras oficiales, en julio de 1930, la emulación socialista era ya la principal forma de trabajo en la industria de la república. El 75 por ciento de los trabajadores sindicados, 37.244 en total, participaban de alguna manera en esa competencia, casi cuatro veces más que en otoño de 1929. El metal y la carpintería eran los dos sectores donde más implantación tenía; el cien por cien de sus trabajadores participaron en la emulación socialista. Las cifras del trabajo de choque fueron más reducidas, aunque también demuestran una gran implantación en poco tiempo. Mientras que antes del “llamado de Lenin” solo 3.000 trabajadores o el 8 por ciento de los sindicados era un trabajador de choque, en julio de 1930 el número ascendía a 17.950, lo que equivalía a la mitad de los concursantes de la emulación socialista.385 La participación en ambas modalidades continuó creciendo durante los siguientes meses 383 N. E. FRIMMER: “Sotsialisticheskoe sorevnovanie v Dagestane v gody pervoi piatiletki”, Voprosy istorii, 7 (1985), pp. 173-176. esp. p. 176; R. DADYKIN: “Iz istorii dvizheniya udarnykh brigad v sovetskoy promyshlennosti (1928-1929 god)”, Voprosy istorii, 9 (1951), pp. 18-42, esp. p. 25. 384 Na smenu, 22 de enero de 1930, p. 1. 385 G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, pp. 82-83. 138 hasta convertirse también en hegemónica entre los trabajadores no sindicados para el año 1931.386 Como lo destacaba la declaración conjunta de los comités regionales del partido y de la juventud en primavera de 1929, las campañas por la emulación socialista no eran a corto plazo, sino que estaban pensadas como la forma natural de trabajar en el socialismo. Por ello, esta generalización de las nuevas formas de trabajo implicaba la necesidad de una movilización constante de los trabajadores y campesinos. Mientras que los métodos de trabajo que los bolcheviques asociaban con el capitalismo, como el trabajo asalariado, no requerían del trabajador más que su fuerza de trabajo, las nuevas formas de trabajo soviéticas exigían también una excepcionalidad sempiterna; un estado de entusiasmo y una voluntad sin fin por parte del trabajador para querer trabajar hasta la extenuación todos los días.387 A la exigencia intrínseca de estas formas de trabajo se le sumaron, además, las presiones políticas para cumplir los planes quinquenales lo antes posible. En el XVI. Congreso del partido, de junio a julio de 1930, se reafirmó la idea de los ritmos acelerados en la industrialización y el partido hizo suyo el lema del congreso de las brigadas de choque de “cumplir en cuatro años el plan quinquenal”.388 Una vez más, estas intenciones implicaban tensar todavía más la mano de obra por medio de las campañas políticas, principalmente, aprovechando la prensa. A partir de mediados de 1930, los diarios soviéticos comenzaron a relatar las historias de unos heroicos trabajadores que para “cumplir el plan” se establecían a sí mismos una serie de “autoobligaciones”. Por ejemplo, el bisemanal Vagranka, dirigido a los trabajadores de la industria, publicó una de esas “autoobligaciones” de un trabajador carelio de la fábrica de Onega que decía lo siguiente: “Por favor, considérenme movilizado durante todo el Primer Plan Quinquenal. Creo que en estos momentos complicados cada trabajador es un 386 s.a.: Trud v SSSR, Moscú, Gosudarstvennoye sotsial'no-ekonomicheskoye izdatel'stvo, 1932. 387 Donald FILTZER: Soviet workers…, pp. 70-73 388 s.a.: XVI s"yezd… pp. 27, 58, 97-101. 139 soldado del Ejército Rojo desplegado en el frente del trabajo y huir del frente significa desertar. Llamo a todos los todos los trabajadores con conciencia de clase a responder a los desertores movilizándose para cumplir el Primer Plan Quinquenal.”389 Otros trabajadores, por el contrario, se impusieron obligaciones concretas. En noviembre de 1930, Krasnaya Kareliya publicó el caso de los mineros de la mina de granito de Shalsky que, para cumplir el plan de producción, acordaron prescindir de sus vacaciones y que el dinero ganado esos días se dirigiría a la “construcción de un zeppelin”.390 Algunas trabajadoras de choque de la fábrica de Onega hicieron una promesa similar, pues prometieron que se “anclarían” en la fábrica sin abandonar su trabajo [samozakrepleniya] hasta logar completar las exigencias del plan quinquenal.391 Por supuesto, las autoridades republicanas auspiciaban estas iniciativas de los trabajadores. Las obligaciones y las renuncias voluntarias que se imponían a sí mismos los trabajadores implicaban grandes beneficios desde un punto de vista económico, ya que el abandono del puesto del trabajo comenzaba a convertirse en el principal problema para conseguir cumplir el Primer Plan Quinquenal.392 Mediante este tipo de “autoobligaciones”, en cambio, la pérdida de dinero de las empresas en sustituir la fuerza de trabajo se reducía considerablemente. Aunque la meta inicial de estas movilizaciones voluntarias fue cumplir con el Primer Plan Quinquenal, a partir de 1932 esta meta inicial se convirtió en nada más que una meta volante. Durante el Segundo Plan Quinquenal, las formas de trabajo soviéticas siguieron exigiendo el mismo estado de excepcionalidad para conseguir movilizar a los trabajadores en la emulación socialista y en los trabajos de choque y lograr así alcanzar 389 Vagranka, 10 de junio de 1930, en: G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, pp. 82-83. 390 Krasnaya Kareliya, 19 de noviembre de 1930, en: G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, pp. 85-86. 391 Onezhets, 27 de octubre de 1930, en: G. I. MEZENTSEV et al. (coords.): Rabochii klass Karelii …, p. 85. 392 Donald FILTZER: Soviet workers…, pp. 52-53, 62. 140 los nuevos objetivos de producción.393 Pero mantener la disposición de los trabajadores no era una tarea fácil. El Comité Regional del partido observó que, por ejemplo, a finales de 1932 el crecimiento de la emulación socialista y de los trabajos de choque en varios sectores sufrió una desaceleración considerable. En otros casos, como en el aserradero de Soroka, el número de brigadas de choque descendió dramáticamente, de 185 brigadas a tan solo 17, algo similar a lo que ocurrió en otros sectores como los ferrocarriles.394 Para los bolcheviques, este descenso de la participación en la emulación socialista no era fruto de la progresiva desaparición del entusiasmo de los trabajadores, sino que se debía a la mala gestión de las políticas bolcheviques. Una vez más, el problema no era la teoría sino la ejecución de ella. Según el Comité Regional, el origen del descenso se debía a una “actitud oportunista” de los órganos encargados de organizar la emulación socialista en esos centros de trabajo, pues “debilitaron su atención” sobre las formas de trabajo socialistas. La solución, por ende, era aplicar de una forma correcta las directrices que hasta ese momento se habían defendido desde el partido. Por un lado, se obligó a los sindicatos, a las organizaciones económicas y a las células del partido y de la juventud a “fortalecer su trabajo en el desarrollo de las formas y métodos de trabajo socialistas”. Pero, por otro, el Comité Regional también decidió incrementar los “premios” y los incentivos que recibían los trabajadores por convertirse en trabajadores de choque, tales como la preferencia a la hora de acceder a bienes de consumo o mejores cartillas de racionamiento, algo que llevaba funcionando desde mediados de 1931.395 Tras esta decisión, el trabajo del partido del año 1933 en este ámbito se centró en volver a aplicar los principios de la emulación socialista y el trabajo de choque de “forma correcta”, tratando de incrementar la participación en los sectores rezagados 393 El principal ejemplo es la necesidad del régimen de impulsar el estajanovismo: Lewis H. SIEGELBAUM: Stakhanovism and the Politics of Productivity in the USSR, 1935-1941, Cambridge, Cambridge University Press, 1990. 394 s.a.: “O sostoyanii sots. form i metodov truda i khozrascheta po derevoobrabatyvayushchey, gornorudnoy promyshlennosti, v promyshlenno-zhilishchnom stroitel'stve i na zh. d. transporte”, Byulleten' Karel'skogo oblastnogo komiteta VKP(b), 2 (1933), pp. 5-6. 395 s.a.: “O sostoyanii sots. form i metodov truda i khozrascheta…”, pp. 5-6 141 para comenzar a completar el Segundo Plan Quinquenal.396 Sin embargo, en esencia, la forma de trabajar era la misma. La participación en la emulación dependía en gran medida de la capacidad del régimen para recuperar el entusiasmo de los trabajadores mediante nuevas fórmulas movilizadoras. Un ejemplo de esa búsqueda es lo que las autoridades llamaron la “campaña forestal de Stalin” de febrero de 1933, otra forma más de llamar a la competición a los trabajadores de la industria más importante de Carelia mediante la excepcionalidad.397 4.3 La conciencia y el descontento en la ofensiva socialista El mito político estalinista de la construcción del socialismo, a la vez que servía como un elemento movilizador de las masas, era profundamente dependiente de la actitud del individuo corriente respecto a las transformaciones totales que había emprendido la oficina política de Stalin. A pesar de la complejidad y la relativa efectividad de su relato sobre la transición a de un estadio histórico a otro, sin la colaboración de aquellos que, según los comunistas rusos, eran los sujetos revolucionarios de la sociedad (el proletariado y el campesino), el mito político carecería de sentido y se derrumbaría como un castillo de naipes. La razón de ser del sistema soviético estalinista y del mito político que lo sustentaba residía en la misión histórica del proletariado de superar el capitalismo y construir un sistema de transición hacia el comunismo. Ese sistema de transición, el socialismo, se caracterizaba por la dictadura del proletariado y la URSS era su primer ejemplo. Por esta misma razón, el sistema soviético tenía su razón de ser en la voluntad del proletariado de conseguir alcanzar el comunismo y, por ende, dependía en gran medida de esa voluntad para justificar su legitimidad. 398 396 NARK, f. P-3, op. 3, d. 69, pp. 1-2, 12-20, 39-42, 49-58. 397 Por ejemplo: Krasnaya Kareliya, 20 de febrero de 1933, p. 1; Komsomolets Karelii, 4 de marzo de 1933, p. 1; Krasnaya Kareliya, 15 de marzo de 1933, p. 3. 398 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy. Tom 33, Moscú, Izdatel’stvo Politicheskoy Literatury, 1977. 142 Más allá de la propaganda del régimen, los resultados de las campañas por las nuevas formas y métodos de trabajo demuestran que centenares de miles de trabajadores soviéticos estuvieron dispuestos a participar y contribuir en los proyectos de transformación radical de la realidad dirigidos por el régimen. Según los datos oficiales de toda la Unión Soviética, a finales de 1930 más de la mitad de los trabajadores soviéticos participaban en la emulación socialista o en los trabajos de choque. Tras las campañas políticas de los últimos años del Primer Plan Quinquenal, los números de participación se incrementaron considerablemente, aproximándose a los tres cuartos de todos los trabajadores (Tabla 1). Estas estadísticas variaron entre los diversos sectores que componían la economía soviética. Mientras que en la metalurgia el crecimiento de la participación fue lineal, en la minería o en la tala de madera las campañas políticas no afectaron en los números de reclutamiento de estos métodos de trabajo. A pesar de ello, Tabla 1. Participación en la emulación socialista y los trabajos de choque en la industria, 1930-1931 Fecha Porcentaje de los trabajadores participando en la emulación socialista o el trabajo de choque 1 de noviembre de 1930 58,1 1 de enero de 1931 65,5 1 de junio de 1931 71,3 Fuente: s.a.: Trud v SSSR, Moscú, Gosudarstvennoye sotsial'no- ekonomicheskoye izdatel'stvo, 1932, p. 121. Los datos fueron extraídos de un sondeo interno con una muestra de entre 1,8 y 2,2 millones de trabajadores. 143 a mediados de 1931, estas formas de trabajo eran ampliamente mayoritarias sin excepción en todos los sectores de la industria.399 No obstante, el grado de politización de los trabajadores era una variable determinante en estas estadísticas. Los miembros del partido y de la juventud, creyentes de la ideología comunista, participaban considerablemente más en la emulación socialista y los trabajos de choque que los trabajadores “sin partido”.400 A pesar de ello, por el propio tamaño de un partido de cuadros o de vanguardia, en contraste con el partido de masas, los participantes de la emulación socialista y los trabajadores de choque eran mayoritariamente trabajadores sin partido. En abril de 1931, por ejemplo, el 71 por ciento de todos los trabajadores de choque no eran miembros del partido ni de la juventud. Tan solo el 17,1 y el 11,9 de los trabajadores de choque eran miembros y candidatos del partido o de la juventud respectivamente.401 Estas estadísticas oficiales que, a priori, demostrarían una masiva colaboración de los trabajadores soviéticos no están exentas de problemáticas, pues a menudo exageraban la participación de los trabajadores. Un caso que lo demuestra es el de la minería en Carelia. De acuerdo con los datos de las autoridades regionales, 1.521 de los 2.678 mineros que trabajaban en esa industria participaron en la emulación socialista y los trabajos de choque en 1932.402 Pero estos datos no concuerdan con las cifras de producción. Las ambiciosas cuotas de producción que establecía el plan anual en el sector ni siquiera pudieron ser alcanzadas con estas formas de movilización. De hecho, tan solo dos empresas (las fábricas de mica de Petrozavodsk y Leningrado) pudieron llegar a completar los planes anuales. De hecho, el 42 por ciento de todos los trabajadores que participaron en la emulación socialista estaban empleadas en esas dos plantas.403 Presumiblemente, en muchas ocasiones las autoridades locales maquillaban las cifras de participación y, en otros casos, los trabajadores afirmaban que participaban en la emulación socialista, aunque luego, en la práctica, no incrementaban su productividad. 399 s.a.: Trud v SSSR…, p. 121. 400 s.a.: Byulleten' po uchotu truda. Itogi 1931 g., Moscú, Tsentral’nogo Upravleniya Narodno- Khozyaystvennogo Ucheta Soyuza SSR, 1932, pp. 97-99. 401 s.a.: Trud v SSSR…, p. 124. 402 Krasnaya Kareliya. 9 de enero de 1932, p. 3. 403 NARK, f. R-46, op. 1, d. 18/207, p. 24. 144 Por otra parte, la masiva participación en la emulación socialista y en los trabajos de choque no significa en absoluto que la motivación ideológica llevase a miles de trabajadores a participar en este movimiento. A pesar de que muchos trabajadores soviéticos aceptasen y asimilasen la cosmovisión estalinista, no todos los participantes en las nuevas formas de trabajo pretendían contribuir en la construcción del socialismo y el hecho de hacerlo no conllevaba un apoyo convencido y consciente al régimen y a sus planes de transformación. Aunque inicialmente las autoridades desestimaron recurrir a los incentivos materiales para movilizar a los trabajadores, el dinero y los premios materiales constituyeron un factor de primer orden en la popularización de la emulación socialista, en especial, a partir del año 1932.404 Desde entonces, muchos de los trabajadores y campesinos soviéticos que hasta entonces no se habían interesado por la campaña comenzaron a participar en la emulación socialista con el fin de reforzar su economía familiar. Pero, durante el Segundo Plan Quinquenal, debido a las dificultades de las diversas instituciones, empresas y organismos a la hora de hacer frente a los pagos de los premios, los impagos a estos trabajadores comenzaron a convertirse en cada vez más habituales. Como respuesta a esta situación, los periódicos locales de Carelia comenzaron a recibir cartas de quejas denunciando la situación. Una de esas cartas, firmada por “un campesino”, denunciaba el caso de una brigada voluntaria de campesinos leñadores (trabajadores temporales que durante los meses de tala dejaban la granja colectiva para dedicarse a la explotación maderera) premiados por haber implementado “tempos de trabajo bolcheviques”. Según manifestaba, la brigada había ganado un premio de 500 rublos por sus servicios meritorios, una cifra elevada cuando el salario medio soviético rondaba los 80 rublos mensuales, pero sus integrantes todavía no habían recibido ni un solo rublo de ese premio tres meses después de haberlo ganado. El anónimo autor de la carta se lamentaba de que, a pesar de que los brigadistas habían escrito cartas a periódicos locales como Kandalakshskiy Kommunist, nadie había abonado el dinero del premio.405 Otro trabajador anónimo, en esta ocasión del aserradero de Pudozh, escribió una carta denunciando el enfado de los trabajadores de choque de su fábrica. En ese caso, los trabajadores habían sido premiados con bienes materiales por su trabajo, en concreto 404 Donald FILTZER: Soviet workers…, pp. 97-99. 405 Krasnaya Kareliya, 2 de julio de 1934, p. 3. 145 con prendas de vestir. El trabajador protestaba por la pésima calidad de las ropas regaladas, asegurando que tanto los pantalones como los pañuelos de la cabeza que recibieron los trabajadores de choque estaban rotos o llenos de agujeros.406 Pero los trabajadores no siempre tenían reparo a la hora de revelar su identidad en las cartas a los periódicos. El minero Seveliev, por ejemplo, escribió a Krasnaya Kareliya en nombre de toda su brigada. En su carta denunciaba que después de trabajar en la mina del trust Trust del Granito de Carelia (Karelgranit) de Chupa todavía no habían recibido los 1.500 rublos que les pertenecía.407 El obrero de carreteras Bailov, por su parte, denunciaba que, a pesar de haber sido premiado con un certificado de honor y un cheque de 200 rublos por su trabajo, todavía no había recibido el dinero un año después.408 En todos estos casos, el dinero era la principal preocupación de los trabajadores. Estos entendían que, mientras ellos habían hecho su parte del acuerdo, trabajar en las condiciones que exigía la dirección de su empresa, la administración o la empresa responsable no había emitido la recompensa prometida. Además del dinero, el prestigio social y los privilegios en el acceso a bienes de consumo restringido fueron otros de los factores que explican el relativo éxito de las nuevas formas de trabajo propuestas por los comunistas. Los distintivos creados por el régimen operaban como incentivos movilizadores para aquellos que contemplaban la posibilidad de obtener el reconocimiento de sus compañeros de trabajo en el duro trabajo. Algunos trabajadores, por ejemplo, escribieron a los periódicos exigiendo su medalla al mérito por su trabajo. Fue el caso de Miliutin, un trabajador del aserradero de Kem quien denunció que tras realizar un examen técnico en su trabajo con el resultado de “excelente” había sido prometido de recibir una medalla ZOT reconociendo su trabajo junto a otros de sus compañeros. La insignia ZOT se trataba de una medalla con el rostro de Stalin reconociendo el dominio de la tecnología (ZOT son las iniciales de za ovladeniye tekhnikoy, “por dominar la tecnología” en ruso) con el lema de “la tecnología en la época de la reconstrucción lo es todo”. Miliutin se lamentaba que, tras casi un año, no todos los compañeros a los que se les fue prometida la medalla la recibieron.409 406 Krasnaya Kareliya, 29 de noviembre de 1934, p. 3. 407 Krasnaya Kareliya, 17 de abril de 1933, p. 3. 408 Krasnaya Kareliya, 29 de septiembre de 1935, p. 3. 409 Krasnaya Kareliya, 14 de octubre de 1934, p. 3. 146 Aunque la colaboración en las nuevas formas de trabajo que promovía el régimen fue en algunos casos extendida, el inicio de la ofensiva socialista no desencadenó una reacción homogénea en toda la sociedad soviética. Estas formas de estalinismo desde abajo coexistieron también con actos de resistencia y de protesta como consecuencia del creciente descontento entre los ciudadanos soviéticos, generado por los cambios sociales que acontecían en la Unión Soviética tras el final de la NEP y el comienzo de la construcción del modelo económico y social estalinista. El “descontento masivo” de la población, como la propia policía secreta lo denominó en algunos de los informes que enviaba regularmente a los dirigentes regionales carelios,410 suponía, además, un obstáculo difícilmente salvable para el relato del mito político del estalinismo. Estos informes demuestran que, en ocasiones, cuando los ciudadanos soviéticos se sentían en confianza para no hablar en bolchevique,411 mostraban una visión de las transformaciones estalinistas alejada del lenguaje político en el que se escribía el mito. Como ya hemos señalado, en el contexto de la industrialización forzada en una economía escasamente mecanizada, el incremento de la producción pasaba por aumentar la productividad de los trabajadores y extraer la mayor cantidad posible de capital de esa fuerza de trabajo.412 Es por ello por lo que desde el inicio de los planes quinquenales las malas condiciones de vida y de trabajo fueron el principal desencadenante de la desafección y el descontento ciudadano. Desde comienzos de 1929, en las fábricas de Carelia se multiplicaron los conflictos laborales y las huelgas en protesta contra los bajos salarios, pero la falta de organizaciones propias de los trabajadores alejadas de las estructuras políticas o sindicales del régimen las redujo a conflictos locales en todos los casos. En junio, en el aserradero de Ilyinskiy, por ejemplo, en el mismo en el que los sindicatos y el partido trataron de organizar la emulación frente al kombinat de Lososinka, toda la plantilla, a excepción de doce trabajadores, fueron a la huelga para protestar contra los bajos salarios.413 En el mismo mes, en la fábrica 37/38 de Soroka, sus trabajadores también decidieron ir a la huelga exigiendo el aumento del salario en un 25 por ciento, el aumento de primas por 410 NARK, f. R-690, op. 1, d. 256, p. 16. 411 Se hace referencia del término speaking bolshevik de Stephen Kotkin tal y como se explica en la introducción de esta tesis. 412 Donald FILTZER: Soviet workers…, pp. 68-70. 413 NARK, f. R-689, op. 1, d. 40/439, p. 49. 147 objetivos y el incremento del racionamiento del pan hasta los 1,2 kg. Como ocurría en estas ocasiones, la policía secreta, la sección de la policía secreta de Carelia, consideraba este tipo de acciones como antisoviéticas y arrestó a los promotores de las huelgas.414 Ese mismo año, en el mes de febrero, estalló también otro conflicto en una de las principales fábricas de la región, la fábrica metalúrgica de Onega. Como en los dos ejemplos anteriores, los trabajadores de esta planta comenzaron una ola de protestas y huelgas exigiendo el aumento de los salarios y las primas por los trabajos realizados. La policía secreta también realizó un seguimiento exhaustivo de estos hechos e informó de todos los pormenores a las autoridades del partido y del Estado en la república. Estos informes relatan el ambiente de desconfianza y rivalidad que fueron generando las escasas condiciones de vida de los trabajadores. Los trabajadores menos cualificados se mostraban celosos, pues consideraban que el personal cualificado tenía condiciones de trabajo injustificadamente mejores que las suyas. En una conversación captada por la policía secreta un trabajador de baja cualificación protestaba contra el personal técnico de su planta: “La reducción de las primas están mal. Esperábamos un aumento, pero se han reducido. El personal técnico de la fábrica recibe muchísimo pero no hace nada. Se necesita igualar, reducir sus ganancias. Nosotros trabajamos las ocho horas enteras y nos quieren reducir a nosotros.” En otros casos el enfado de los trabajadores se dirigía contra los directores de las fábricas. Otro de los trabajadores escuchados señaló que “en el extranjero los trabajadores se desgastaban en tres o cuatro años”, pero que en la Unión Soviética esto ocurría en dos años, haciendo referencia a la exigencia de su trabajo. Por ello, agregaba que, si se reducían sus primas de productividad, él propio director “debería cobrar 70 rublos”.415 La mala alimentación que ofrecían las cantinas o la falta de alimentos y productos en las tiendas también fue otro foco de tensión. En las conversaciones grabadas por la policía secreta, los trabajadores protestaban a menudo por las raciones de comida que ofrecían sus fábricas. Un trabajador de un aserradero llegó a exclamar ante sus compañeros que la comida que ofrecía su cantina “debía ser consumida por los 414 NARK, f. R-689, op. 1, d. 40/439, p. 54. 415 NARK, f. R-689, op. 1, d. 42/453, pp. 38-41. 148 cerdos” pero que “ellos”, los directores de las fábricas, se la daban a la gente. La escasez de los alimentos y otros productos en las tiendas de los lugares de trabajo era otro problema principal. En muchas ocasiones las tiendas no contaban con ni siquiera un solo producto, lo que generaba un fuerte enfado entre los trabajadores y la desafección de los empleados de las tiendas que, en algunas ocasiones, afirmaban que no entendían “porqué tenían que ir a trabajar” si no había mercancías que vender.416 Pero como ocurría con los salarios, los desencuentros de mayor importancia se dieron entre los propios trabajadores. Aquellos empleados que no participaban en la emulación socialista veían con recelo las ventajas que los participantes comenzaban a recibir en ese momento de escasez. “No hay productos y para conseguirlos hay que esperar colas que duran días. En cambio, los udarniki pasan como caballeros sin esperar la cola” clamó un trabajador industrial en otra conversación interceptada. Además de los trabajadores de choque, los inmigrantes finlandeses (que contaban con cartillas de racionamiento especiales y ciertas ventajas para tratar de acercarse a los estándares de vida con los que gozaban en Norteamérica) también fueron el foco del enfado de sus compañeros rusos y carelios. Uno de ellos llegó a quejarse delante de sus compañeros de trabajo de que la carne la recibían “los americanos”: “se les da de comer como si fuesen al matadero, mientras nosotros pasamos hambre”. Otros compañeros afirmaban a su vez haber visto sus cantinas, donde “tenían todo” mientras ellos “no tenían nada”.417 Además de las huelgas, el absentismo o el cambio de trabajo eran otro de los métodos de lucha que encontraron los trabajadores soviéticos para mejorar sus condiciones de vida. Aprovechando la coyuntura de la falta crónica de mano de obra a partir del Primer Plan Quinquenal, estas dos formas de resistencia resultaron muy efectivas para presionar a las autoridades. Durante los años del Primer Plan Quinquenal, el absentismo en la industria creció de forma constante desde los cuatro días por trabajador al año de 1929, hasta los 6 días en 1932. El cambio de trabajo también gozó de mucha popularidad durante estos años. Mientras que en 1929 la rotación del personal en las empresas alcanzó el 115 por ciento, un año después este porcentaje alcanzó el 152 por ciento. En las industrias donde el trabajo era más duro, como la minería del carbón, ese mismo año el porcentaje llegó casi al 300 por ciento, lo que equivale a que de media 416 NARK, f. P-3, op. 2, d. 594, p. 5 417 NARK, f. P-3, op. 2, d. 594, pp. 5-7. 149 todas las empresas del sector renovaban la plantilla por completo tres veces en un año. 418 En la minería de Carelia, la tasa anual de rotación del personal del trust Karelgranit, por ejemplo, superó el 500 por ciento en el año 1929.419 En las minas de la isla de Oleniy, en el año 1931, la plantilla de 108 trabajadores cambió hasta en cuatro ocasiones. Como respuesta a la falta de inversiones en el sector, el sentimiento de abandono de los trabajadores y los salarios insuficientes, los mineros dejaban sus trabajos y buscaban otros nuevos empleos en otros sectores económicos. Sin embargo, en ocasiones la geografía de la región no beneficiaba a estos trabajadores a la hora de cambiar de trabajo y en aquellos territorios más periféricos, como la bahía de Chupa, estos números fueron considerablemente más bajos.420 Las autoridades consideraban como violaciones de la disciplina de trabajo tanto el absentismo como el cambio de trabajo, pero también eran conscientes de que el problema no radicaba únicamente en la falta de motivación o actitud para trabajar, sino que comprendían que ambas prácticas eran elecciones racionales de los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales, es decir, una forma más de protesta. En muchas ocasiones, mediante el absentismo los trabajadores trataban de forzar la dimisión de los directores de las fábricas cuando estos desoían las exigencias de la plantilla y era frecuente que lo lograsen. A finales del Primer Plan Quinquenal estas estrategias de resistencia suponían ya un fenómeno generalizado en toda la Unión Soviética y ralentizaban el crecimiento de la producción y el cumplimiento del plan quinquenal. En consecuencia, en noviembre de 1932 se publicó la célebre ley sobre la disciplina laboral que asaltó estas nuevas formas resistencia sancionando el absentismo, logrando reducir sus cifras.421 De acuerdo con la ley, tan solo un día de absentismo acarreaba un automático despido del trabajador y la confiscación de las cartillas de racionamiento de alimentos y de la vivienda de la fábrica.422 418 Donald FILTZER: Soviet Workers…, p. 52. 419 NARK, f. R-46, op. 1. d. 9/82, p. 51. 420 NARK, f. R-46. op. 1, d. 18/207, p. 22. 421 Donald FILTZER: Soviet Workers…, pp. 112-115. 422 Robert BEATTIE: "A "Great Turn" that never happened: A reconsideration of the Soviet decree of labor discipline of November 1932", Russian History, 13 (1986), pp. 235-57. esp. p. 236. 150 Además de las razones laborales, el descontento de los ciudadanos soviéticos también respondía en ocasiones a circunstancias políticas. A pesar de que en la propaganda oficial del régimen los trabajadores y los campesinos pobres caminaban juntos en una unión monolítica hacia el socialismo siguiendo los pasos de su vanguardia política, el Partido Comunista, en la URSS, heredera de un país con una tradición de gran pluralidad política en las izquierdas como lo fue la Rusia prerrevolucionaria, fue imposible que los ciudadanos no se sintieran interpelados con eventos como el juicio público a los mencheviques de 1931. El juicio, celebrado entre el día 1 y 8 de marzo, se trató de uno de los primeros juicios públicos del estalinismo donde se condenaron antiguos miembros mencheviques, además de destacados intelectuales bolcheviques como Isaak Ilich Rubin, acusados de formar una organización contrarrevolucionaria.423 Tanto la prensa nacional como la local realizaron un gran seguimiento durante los días en los que se prolongó el juicio, sus sesiones se convirtieron en el principal acontecimiento político del momento y los ciudadanos carelios también hablaron de ello en sus lugares de trabajo intercambiando sus pareceres sobre el caso. Según se anota en las conversaciones recogidas en los informes de la GPU, el proceso despertó una gran variedad de opiniones entre los ciudadanos. Algunos de ellos, haciendo uso del mismo lenguaje de la prensa, consideraban que las penas fueron demasiado blandas para los “malevolentes mencheviques” y preferían que hubiesen sido condenados a la pena capital. Otros, en cambio, difícilmente podían explicarse lo que estaba ocurriendo en Moscú, no comprendían cómo los bolcheviques emprendían un proceso público contra los antiguos miembros mencheviques y los militantes bolcheviques. Ante las acusaciones vertidas por la acusación hacia David Riazanov, uno de los más brillantes teóricos del partido desde la época de Lenin, historiador, pionero archivero en Rusia y director del Instituto Marx-Engels, 424 un antiguo menchevique (o así rezaba el informe) de Carelia, empleado en la recepción de la sede regional del Comisariado Popular de Educación, fue escuchado defender la figura del histórico pensador marxista. Según este empleado, Riazanov era un “verdadero marxista que nunca habló mal en contra del partido” y 423 Alter L. LITVIN: Men'shevistskiy protsess 1931 goda. Sbornik dokumentov. V 2-kh kn., Moscú, ROSSPEN, 1999. 424 V. A. SMIRNOVA: “D. B. Ryazanov” en: V. A. KUMANEV (coord.): Tragicheskiye sud'by…, pp. 144-155. 151 añadía que entendía la razón de su imputación. Mientras tanto, otros, antes de conocerse el veredicto, confiaban en que los acusados no serían condenados o, en el peor de los casos, que recibirían penas anecdóticas por los hechos con los que los culpaban. Finalmente, la policía también registró las palabras de otros ciudadanos que se mostraban completamente contrarios a los juicios y que cuestionaban la legitimidad del proceso. Uno de tantos ciudadanos, por ejemplo, llegó a afirmar que todo el caso sobre los mencheviques era “una comedia” y que el juicio se trató de una “representación teatral”.425 Todas estas conversaciones interceptadas por la policía secreta estalinista permiten apreciar no solo el descontento ciudadano con la situación del país en los primeros años treinta, sino que también la forma en la que estos mismos ciudadanos percibían la “ofensiva socialista” del politburó de Stalin. En muchas ocasiones, la expresión privada o pública de sus problemas, sus denuncias o sus opiniones demuestran una forma de comprender los acontecimientos políticos, sociales y económicos fuera del lenguaje y los parámetros en los que funcionaba el régimen. Es decir, aunque el régimen tratase de dotar a estos ciudadanos de una conciencia específica, una subjetividad basada en valores e inquietudes socialistas, por ejemplo, tratando de despertar la inquietud por competir en la emulación socialista para “construir el socialismo”, una parte considerable de los trabajadores no asumía como suyo esa misión histórica. En la cotidianidad, sus ambiciones y su voluntad giraban en torno a conseguir unas mejores condiciones de vida precisamente en un momento en el que se impulsaban transformaciones masivas que conllevaban un pronunciado descenso en los estándares de vida. Esta contradicción constituyó una frontera infranqueable entre el mito político y la realidad. Construir el socialismo desde arriba se consiguió por medio de la acción del Estado y su coerción, pero existían facetas de esa construcción que escapaban de la capacidad del Estado. Por ello, la “ofensiva socialista” también trató de implicar a los ciudadanos en esa construcción con iniciativas como la emulación socialista y el trabajo de choque para establecer en la sociedad y la economía soviética nuevas formas de trabajo que sirvieran de base para la nueva sociedad. El escepticismo de una parte de esa población frente a estas formas de trabajo impidió que esa construcción que creían 425 NARK, f. P-3, op. 2, d. 592, pp. 1-3. 152 realizar fuese completada. Además, las autoridades políticas del partido y del Estado eran conscientes, gracias principalmente a los informes de la policía secreta, que a pesar de que en sus pronunciamientos públicos los obreros y los campesinos caminaban juntos hacia el socialismo, como lo decía el relato del mito, una parte considerable de los ciudadanos estaba alejada de esa cosmovisión y no se consideraba partícipe de ese proyecto. 153 II. 1935: CELEBRACIONES PÚBLICAS Y CRISIS POLÍTICA 154 5. La gran celebración de la korenización: El XV. Aniversario de la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia El año 1935 comenzó con un ambiente triunfal y optimista en la periferia nórdica, a pesar, incluso, del reciente asesinato de Serguei Kirov en Leningrado, un evento que consternó a toda la Unión Soviética. Al anochecer del 1 de diciembre de 1934, el líder del Comité Regional de Leningrado fue disparado mortalmente mientras trabajaba en el Instituto Smolny, la sede central del partido en la ciudad de Leningrado. El autor de los disparos, Leonid Nikolaev, era un miembro del partido recientemente reincorporado tras una expulsión un año antes. A pesar de que el asesino confeso reiteró que el motivo de su crimen fue personal (la decisión de Kirov de destituirle de su trabajo), la NKVD comenzó una caza contra los miembros de un supuesto complot contrarrevolucionario que estaría detrás del crimen. El caso, construido entre Stalin y Nikolai Yezhov, hasta entonces miembro de la Comisión de Organización del Comité Central, finalizó con la detención de Zinoviev y Kamenev, acusados de estar tras el magnicidio. Aunque la muerte de Kirov no supusiera el inicio del Gran Terror, este acontecimiento fue determinante en el devenir político del país, pues difuminó la frontera entre la sociedad y el partido facilitando que el terror fuese aplicado indistintamente tanto dentro como fuera del partido, asumiendo que los “enemigos” podían estar en cualquier lugar.426 En Petrozavodsk, mientras tanto, el optimismo de 1935 provenía de las primeras conquistas de la construcción del socialismo y de la celebración de su XV. Aniversario como entidad autónoma dentro de la URSS. Para entonces, el incremento en los estándares de vida era ya evidente. En 1935, el racionamiento del pan fue abandonado por ordenanza central,427 el agua corriente llegó por primera vez a la capital carelia y la prensa celebraba la apertura de nuevos establecimientos en la ciudad, como Gastronom, una tienda multidepartamental que prometía ofrecer una gran variedad de productos de 426 Jörg BABEROWSKI: Scorched Earth…, pp. 193-198; Krasnaya Kareliya, 20 de enero de 1935, p. 3. 427 Oleg V. KHLEVNYUK y Robert W. DAVIES: “The End of Rationing in the Soviet Union, 1934-1935”, Europe-Asia Studies, 51 (1999), pp. 557-609. 155 alimentación.428 La oferta cultural también creció, en Petrozavodsk se inauguraron las obras de construcción de un nuevo cine para la ciudad en un momento en el que las películas con sonido comenzaba a gozar de gran popularidad entre los ciudadanos de Carelia.429 Pero el ocio no solo se concentró en la capital. En enero, la ciudad de Kem inauguró su primer estadio deportivo y brigadas de actores llegaban sin parar a los pueblos de Carelia a organizar teatros para divertir a los locales.430 Para las autoridades políticas regionales, en cambio, el mayor motivo de orgullo era la dimensión que había adquirido la industrialización de Carelia en el ecuador del Segundo Plan Quinquenal. Durante el X. Congreso de los Sóviets de Carelia, celebrado entre el 5 y el 12 de enero, los finlandeses rojos reivindicaron las “enormes victorias” alcanzadas en este terreno.431 Los informes presentados recogían los datos del crecimiento de los diversos sectores que componían la economía republicana, concluyendo que la construcción socialista avanzaba viento en popa gracias al liderazgo del partido.432 Además del entusiasmo por la mejoría en el nivel de vida y el crecimiento económico, las celebraciones públicas y, más en concreto, los aniversarios fueron los acontecimientos que caracterizaron la primera mitad del año 1935. En febrero se celebró el centenario de la obra Kalevala. Aprovechando la ocasión, las diversas instituciones políticas y estatales organizaron actos públicos para reclamar una interpretación en clave comunista de la obra decimonónica símbolo del nacionalismo finlandés. Pero el aniversario más importante fue el XV. Aniversario del establecimiento de la autonomía de Carelia, en junio de 1935. Se trató de la celebración pública más importante de la república hasta la fecha, un festival de masas típico del estalinismo con las características que le otorgaba la periferia nórdica. Los actos públicos con motivo de esta fecha, que duraron varios días, abarcaron todas las facetas de la vida y los dirigentes regionales trataron de involucrar a todos los ciudadanos en una gran reivindicación del éxito de la 428 Krasnaya Kareliya, 4 de enero de 1935, pp. 1, 3. 429 Krasnaya Kareliya, 5 de enero de 1935, p. 4. 430 Krasnaya Kareliya, 17 de enero de 1935, p. 4. 431 s.a.: “Karel'skaya ASSR k VII Vsesoyuznomu S"yezdu Sovetov”, Karelo-Murmanskiy Kray, 1-7 (1935), pp. 9-15, esp. p. 9. 432 s.a.: “K Itogam X S"yezda Sovetov” Sovetskaya Kareliya, 1 (1935), pp. 7-16; Krasnaya Kareliya, 10 de enero de 1935, pp. 1-3; Krasnaya Kareliya, 11 de enero de 1935, p. 1-3; Krasnaya Kareliya, 12 de enero de 1935, pp. 2-3; Krasnaya Kareliya, 14 de enero de 1935, pp. 1-3. 156 política nacional del partido, la korenización, que hasta ese momento reinaba. Esta reivindicación no era casual ni ceremonial, tras las críticas y los decretos de Moscú de 1932 contra la ucranización y la bielorrusización,433 a mediados de los años treinta la política nacional del partido era ambigua.434 Los finlandeses rojos, por medio de las celebraciones públicas, trataron de defender la buena aplicación de la korenización (sin los defectos denunciados en Ucrania y Bielorrusia), para defender así su legitimidad al frente del gobierno y del partido en Carelia. 5.1 El camino hacia el gran aniversario Los primeros trabajos para la organización del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia comenzaron más de un año antes de su celebración. El 9 de mayo de 1934, el Comité Ejecutivo Central (TsIK por sus iniciales en ruso) de la RSSA de Carelia, el órgano de poder legislativo que compartía el poder del Estado con el poder ejecutivo del Sovnarkom, acordó la creación de una comisión para la organización de las festividades [prazdniki] del aniversario. De acuerdo con la resolución de la reunión, el comité estaría compuesto por siete personas provenientes de diversas instituciones. El Comité Regional del partido tendría dos miembros, el líder Rovio y el joven Ivan Petrov, también miembro del Comité Regional. El jefe del Sovnarkom de la república, Gylling también fue nombrado miembro de la comisión, que fue acompañado por A. A. Mutsenek como representante del Comisariado Popular de Finanzas. Por último, en los cargos de dirección de la comisión estaban dos miembros del TsIK de Carelia, Vasili Averkiev, entonces presidente de dicho órgano también nombrado presidente de la comisión e Ivan Heikkonen como vicepresidente. El secretario de la comisión fue Makarev, el subdirector del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia.435 La presidencia de la comisión, sin embargo, fue sustituida al poco tiempo de su creación. Averkiev fue destituido de su cargo al frente del TsIK y Nikolai Arjipov fue designado como su sustituto tanto en el órgano como en la comisión.436 433 Se desarrollará en profundidad en el siguiente capítulo. 434 Terry MARTIN: The affirmative action emprire…, pp. 266-269, 302-308. 435 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, p. 1. 436 M. Kh. KIURU: Ocherki istorii Karel'skoy organizatsii KPSS…, p. 534. 157 Los primeros trabajos de planificación de la comisión empezaron un mes después de su creación. En estos “planes orientativos” ya se incluían las intenciones de las autoridades regionales con la celebración de la importante fecha. En uno de sus documentos, por ejemplo, se señalaba que el principal objetivo del plan de celebraciones era realizar una “exhibición masiva de los logros” que había alcanzado Carelia en base a la “política nacional leninista” y la implementación del Primer Plan Quinquenal. Además de eso, su objetivo también debía ser “movilizar a los trabajadores de Carelia en el cumplimiento del Segundo Plan Quinquenal”.437 Es decir, la celebración del aniversario tenía dos funciones principales: la reivindicación de lo logrado por los dirigentes regionales mediante una política ya cuestionada y, como se repetía constantemente desde la Gran Ruptura, la continuación de la movilización total de la mano de obra en los proyectos de industrialización acelerada. Entre las propuestas concretas que recogían estos primeros planes destacaron la publicación de más de una decena de libros con motivo del aniversario tanto en ruso como en finés, el envío de propuestas de artículos y ediciones especiales a las revistas y periódicos soviéticos más importantes, la organización de una gran exposición en Petrozavodsk, realizar excursiones a las nuevas fábricas e infraestructuras inauguradas durante el Primer Plan Quinquenal o la convocatoria de grandes manifestaciones a favor del gobierno. Por otra parte, en estos borradores también se preveía que durante las celebraciones fueran otorgados premios a algunos de los ciudadanos carelios más destacados. Sus candidatos serían los veteranos de la guerra civil, los “constructores” de la Comuna de Trabajo de Carelia, participantes en la emulación socialista o miembros destacados de la ciencia o la cultura de Carelia. Los premios de estas personas, según recogen estas propuestas, podrían ser materiales o inmateriales. Consta, por ejemplo, la intención de otorgar diplomas o medallas honorarias, pero también regalar herramientas de trabajo, bicicletas, trajes, colecciones de libros o hasta vales de vacaciones para descansar en los sanatorios.438 En los siguientes meses, la comisión continuó detallando sus planes con nuevas propuestas de actividades que, progresivamente, fueron convirtiendo la celebración en una fiesta que incorporaba todas las facetas de la vida cotidiana de los ciudadanos. 437 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, pp. 6-7. 438 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, pp. 7-10. 158 Siguiendo el segundo propósito inicial de la celebración, la comisión gubernamental se lanzó a planificar campañas de producción dentro del esquema de la emulación socialista. La lógica de estas campañas no era que fuesen competiciones celebradas a la vez que el aniversario, sino que fuesen la celebración en sí misma, que la realización de la campaña para aumentar la producción se convirtiera en una de las formas de celebrar el aniversario. Para organizarlo, la comisión gubernamental aceptó la creación de “comités de aniversario” locales en cada una de las unidades económicas de la región encargadas de todos los detalles de las campañas. Sería su cometido proponer cuotas de producción, proponer los premios o incluso aconsejar al comité gubernamental para adecuar el enfoque de la campaña. Como lo resumen los informes del comité gubernamental, a diferencia de la emulación socialista, en la que las campañas se basaban en la competencia, la campaña del XV. Aniversario buscaba cumplir con los planes económicos gubernamentales para la fecha. Es decir, el reto consistía en poder alcanzar los objetivos de producción que establecían los planes anuales para el mes en el que se celebraba el aniversario. En palabras de los miembros de la comisión, esto requería la “aceptación de los compromisos socialistas por parte de los trabajadores” para que el cumplimiento se hiciera “rápido y con calidad”.439 A comienzos de 1935, mientras se desarrollaban los trabajos de la comisión gubernamental, la política de Carelia seguía bajo la influencia del golpe de efecto que supuso el asesinato de Kirov. El cambio de atmósfera que generó este acontecimiento, no solo en los altos círculos de poder en el Kremlin, sino en todas las esferas de la vida, también influyó de lleno en la república. Uno de los ejemplos más claros de ello fue el recrudecimiento del trabajo de la policía secreta en la persecución de la “contaminación” en los órganos del Estado y del Partido. Tan solo en Carelia, entre 1934 y la primera mitad de 1935, la policía secreta investigó a 109 militantes y candidatos del partido. Muchos fueron relacionados con crímenes recogidos en el artículo 58 del código penal soviético, que penaba los “crímenes contrarrevolucionarios”,440 al menos tres de ellos fueron condenados a muerte.441 Estas investigaciones, como veremos más adelante, 439 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, pp. 69-70. 440 s.a.: “Ugolovnyy kodeks RSFSR 1926 g.”, SU RSFSR, 80 (1926), p. 600. 441 NARK, f. P-3, op.3, d. 314, pp. 40-44. 159 ocurrieron dentro de otro proceso de una purga que fue llevado a cabo en el partido y en el Estado.442 La paranoia generalizada que propició el magnicidio del jefe del partido en Leningrado también se extrapoló a los casos más cotidianos y banales como lo son los crímenes que ocurren periódicamente en todas las sociedades. Por ejemplo, en el mes de enero, la policía encontró el cadáver del director de una granja colectiva en la pequeña aldea carelia de Mashezero. Las investigaciones policiales determinaron que el ciudadano fue asesinado por un golpe en la cabeza por otro individuo, que actuó solo. Sin embargo, tanto los investigadores como la prensa no dudaron en tildar el caso como “terrorismo” y el autor de los hechos fue imputado también bajo el artículo 58 del código penal. Por supuesto, el juicio contra el individuo lo llevó a cabo un tribunal militar, en concreto, el Tribunal Militar de Leningrado.443 La reacción represiva tras la muerte de Kirov se debía al peso que ostentaba dentro del partido. Era un militante joven con una prometedora carrera por delante. En el caso de Carelia, además, el órgano que dirigía, el Comité Regional del partido de Leningrado era el órgano inmediatamente superior al Comité Regional de Carelia. Desde 1926, cuando el partido le promocionó desde su posición de líder del partido en Azerbaiyán, había sido el encargado de supervisar y trasladar las órdenes del Comité Central a los finlandeses rojos.444 Por ello, emulando lo que hacían los políticos de otros territorios soviéticos, el partido de Carelia decidió rendirle un gran homenaje. Entre los homenajes, uno destacó por encima de los demás: la construcción de una gran estatua de Kirov en el mismo centro de la ciudad de Petrozavodsk. La decisión fue adoptada el 21 de febrero, pero decidir el emplazamiento concreto resultó problemático.445 Como lo relató la prensa, el lugar ideal para algunos cuadros del partido era la plaza de la Libertad, ubicada a escasos metros de la plaza Lenin, donde el escultor Matvei Manizer erigió la estatua de Lenin en su palestra, uno de los símbolos de la capital carelia. Pero en el centro de la plaza de la Libertad estaba la gran catedral del 442 NARK, f. P-3, op.3, d. 314, pp. 27-38. 443 Krasnaya Kareliya, 21 de marzo de 1935, p. 4. 444 Matthew E. LENOE: The Kirov Murder and Soviet History, New Haven, Yale University Press, 2010, pp. 64-106. 445 Krasnaya Kareliya, 23 de febrero de 1935, p. 4; Krasnaya Kareliya, 27 de febrero de 1935, p. 4. 160 Espíritu Santo de Petrozavodsk, cerrada por los bolcheviques en 1930. De estilo ruso- bizantino y con casi 60 metros de altura y un diámetro de cúpula de 13 metros, la impresionante catedral fue construida a mediados del siglo XIX por el prestigioso arquitecto Konstantin Thon. A pesar de ello, esto no fue un impedimento para que, finalmente, el lugar elegido para construir la estatua fuese precisamente el de la catedral. Por ello, un año más tarde, la catedral fue demolida para que en su lugar se levantase la estatua de Kirov, también diseñada por Manizer.446 Además de las consecuencias del asesinato de Kirov, el centenario de la obra Kalevala fue el otro gran acontecimiento de los primeros meses de 1935. A diferencia del XV. Aniversario de la autonomía, el centenario no fue una celebración de masas como lo solían ser, por ejemplo, fechas tan destacadas en el imaginario soviético como el Primero de Mayo. El jubileo de Kalevala, por el contrario, fue un aniversario de tipo cultural que, a pesar de que trató de involucrar a los ciudadanos en su celebración, no adquirió suficiente entidad ni trató de movilizar a todos los ciudadanos en un mismo propósito. No obstante, su celebración, parcialmente al menos, respondió a los mismos propósitos del siguiente aniversario: la reivindicación de la autonomía de Carelia bajo la política nacional bolchevique del partido. Como en el caso del XV. Aniversario, la organización de los eventos tomó varios meses a los dirigentes regionales. La programación inicial era variada y combinaba actos públicos de diversas características. Como las actividades más destacadas, en primer lugar, se propuso una reunión solemne para políticos y académicos de Carelia donde también asistirían representantes de otras partes de la Unión Soviética. El objetivo de esa reunión era exponer ensayos e informes académicos sobre el folklore de Carelia y la importancia artística de la obra Kalevala. En segundo lugar, se optó por realizar una exposición sobre la obra en la Casa de la Cultura Nacional que duraría toda una semana. Por último, de la mano del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia, proyectaron lanzar una campaña de publicación de materiales académicos sobre la obra.447 Además de estas tres propuestas iniciales, la programación de las celebraciones se complementó con un significativamente mayor número de actos. 446 David GENDELEV et al. (coords.): Petrozavodsk 300 let istorii…, pp. 250-252. 447 NARK, f. P-3, op.3, d. 358, pp. 27-38. 161 Además de este primer boceto de la programación, el departamento de propaganda del partido elaboró un argumentario para los ponentes y propagandistas encargados de intervenir en charlas y reuniones durante las celebraciones. El documento explicaba en qué consistiría la reivindicación de la obra, cómo debía realizarse una lectura comunista de ella, pero, principalmente, el motivo por el que Carelia debía celebrar el centenario. Se aseguraba que Kalevala era una de las obras más trascendentes de la literatura universal, comparable en importancia a la “Ilíada o la Odisea” y que la URSS, como un país de una cultura socialista avanzada, debía celebrar este tipo de festividades. Posteriormente, el argumentario pasaba a detallar las principales características de la obra, tales como el autor, la ubicación y la naturaleza de los cuentos que en ella se recopilaban. Pero la tesis central que defendía el documento era la necesidad de disputar el monopolio de la obra al país vecino. Kalevala había sido el conductor de la identidad nacional de la “burguesía progresista finlandesa” durante el surgimiento de la “autoconciencia nacional”, pero también había sido “utilizado para la propaganda chovinista”. Según el documento, esto habría dado lugar a que la obra fuese utilizada por el “fascismo finlandés” en su lucha por la “Gran Finlandia”, un proyecto irredentista finlandés que incluía parte del territorio de la república autónoma. Por ello, el sentido de la celebración del centenario era realizar una lectura marxista de Kalevala que se basase en tesis internacionalistas y confrontase con las posiciones que defendían los “investigadores burgueses” de Finlandia.448 La celebración del centenario comenzó el 28 de febrero de 1935, el día exacto en el que se cumplían cien años de la publicación de la primera edición de la obra. Para iniciar tan importante fecha, el TsIK de Carelia decidió dar a conocer a primera hora su decisión de cambiar de nombre al distrito de Ukhta, que de ahí en adelante recibiría el nombre de Kalevala en honor a la obra de Lönnrot.449 Se trató del primer homenaje a Kalevala, que, a las pocas horas, lo acompañó la reunión solemne en la Casa de la Cultura Nacional. El formato de la reunión, a pesar de la participación de políticos como Gylling, fue académica pues se trató de una sesión del presídium del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia a los que estaban invitados académicos de otros centros, principalmente de Leningrado. Aunque se tratase de un acto académico, al 448 NARK, f. P-3, op.3, d. 358, pp. 7-10. 449 Krasnaya Kareliya, 1 de marzo de 1935, p. 1. 162 evento también acudieron trabajadores y campesinos interesados en la temática. En la sesión se presentaron tres informes sobre la obra. Los primeros dos, de Gylling y el profesor Kagarov en ruso y el tercero, del profesor Sirola, en finés.450 El informe del jefe del Sovnarkom, el que abrió la sesión, trataba de introducir el sentido y los objetivos de la sesión a los invitados. Tras una breve introducción sobre la obra, Gylling señaló que las investigaciones en torno a Kalevala tendrían que seguir tres líneas fundamentales en el futuro. Por un lado, defendiendo el trabajo del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia recopilando nuevos poemas populares, se preguntó si la obra debía ser modificada para incluir estos nuevos hallazgos. Como segunda tarea a debatir estaba la necesidad de realizar una investigación marxista de las viejas formas sociales de producción de los pueblos de Carelia con motivo de la obra de Lönnrot. Por último, la tercera tarea era investigar la relación entre Kalevala y el nacionalismo finlandés.451 Las posteriores exposiciones, en vez de seguir estas líneas de investigación, realizaban un análisis académico de la obra, aunque siempre tratando de ofrecer una metodología diferente a la “burguesa”.452 Al acabar la reunión solemne, en el mismo auditorio, inició un “concierto etnográfico”, es decir, de música tradicional folklórica, en la ciudad de Petrozavodsk. Según la prensa local, en el “gran concierto” actuaron cantantes y músicos profesionales junto a recitadores de poemas y cantantes campesinos no profesionales de las granjas colectivas de Carelia.453 Después del concierto, las celebraciones también fueron inauguradas para el público general. En el mismo espacio donde se celebró este acto, en la Casa de la Cultura Nacional, se inauguró también una gran exposición repartida en cinco paneles de diversas temáticas que duraría toda semana. El primer panel estaba dedicado a la creación de Kalevala desde el punto de vista de la literatura. El segundo presentaba el trabajo de investigación científica del KNII en torno a esta obra. El tercero exponía el legado de “Kalevala” en las artes visuales. El cuarto, bajo el título de “Kalevala al servicio de la burguesía finlandesa y el fascismo de Finlandia”, exponía el 450 Krasnaya Kareliya, 28 de febrero de 1935, p. 4; Pravda, 1 de marzo de 1935, p. 6. 451 Krasnaya Kareliya, 1 de marzo de 1935, p. 1; Edvard GYLLING: “Yubiley “Kalevaly” – Prazdnik sotsialisticheskoy Karelii”, Karelo-Murmanskiy Kray, 3 (1935), pp. 1-2. 452 Krasnaya Kareliya, 1 de marzo de 1935, p. 1-2; E. KAGAROV: “K stoletiyu Kalevaly”, Karelo-Murmanskiy kray, 3 (1935), pp. 3-7. 453 Pravda, 5 de marzo de 1935, p. 6; Krasnaya Kareliya, 1 de marzo de 1935, p. 1. 163 uso que hacía Finlandia de esta obra. Finalmente, el quinto panel estaba dedicado a la “vieja y nueva Carelia” enalteciendo la política nacional bolchevique: socialista en su contenido, nacional en la forma. Además, con el objetivo de asegurar el éxito de la exposición y para difundir su mensaje a toda la población, el fin último de las celebraciones, la sociedad de turismo proletario organizó excursiones a Petrozavodsk para los habitantes de Carelia. La labor del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia no terminó con la reunión solemne y la exposición, sino que además estas actividades fueron acompañadas con la publicación de la colección de materiales que proyectó el KNII y que incluía los artículos de los investigadores del centro, además de materiales de Lönnrot. 454 Los actos y las celebraciones no se limitaron a la capital de la república, en el recién renombrado distrito Kalevala, por ejemplo, se organizó también una reunión ceremonial sobre la obra al que asistieron 500 trabajadores, después del cual se celebró otro concierto similar al de Petrozavodsk. En el recién construido canal que unía el Mar Báltico y el Mar Blanco, en el teatro de su sede central, también se organizó otro acto solemne. Las estaciones de radio de los diversos distritos se hicieron eco de los actos y retrasmitieron en vivo tanto las reuniones como los conciertos que se celebraban en la región. Por último, una brigada del principal estudio cinematográfico soviético, Soyuzkinokhronika, realizó un reportaje compuesto de las grabaciones de las celebraciones.455 Durante la celebración del centenario la prensa realizó una extensa labor de propaganda para reproducir el mensaje ideológico que subyacía tras estos actos. Principalmente el mensaje seguía dos direcciones que también recogían los argumentarios elaborados por el departamento de propaganda del partido. Por un lado, la festividad de Kalevala se trataba de una forma de confrontar con la Finlandia “burguesa”, a pesar incluso de que una delegación soviética participase en las celebraciones que a la vez tenían lugar en Helsinki. En la capital finlandesa, al igual que en Carelia, el centenario fue un motivo de grandes actos de homenaje, entre ellos, una reunión diplomática en honor a la obra de Lönnrot con la participación de diplomáticos de diversos países como Inglaterra, Italia, Dinamarca, Suecia, Estonia o Letonia, pero 454 NARK, f. P-3, op. 3, d. 358, p. 18; Krasnaya Kareliya, 28 de febrero de 1935, p. 4. 455 s.a.: “Yubileynyye torzhestva”, Karelo-Murmanskiy Kray, 3 (1935), p. 9. 164 donde también acudieron dos representantes soviéticos. La prensa soviética, sin embargo, criticó duramente el homenaje finlandés a la obra fundamental de su sentimiento nacional. Pravda, por ejemplo, acusó al “gobierno fascista” de Helsinki de que sus celebraciones eran propaganda nacionalista y que escondían el “espíritu de la Gran Finlandia”.456 Krasnaya Kareliya también incidió en este aspecto. Uno de los editores del periódico, Karl Vento, publicó un editorial titulado “Kalevala y el nacional-chovinismo finlandés” con el fin de denunciar la reivindicación de la obra en Finlandia. Según su parecer, la “burguesía finlandesa” empleaba Kalevala para sus propios intereses “nacional-chovinistas”, es decir, para justificar su política exterior expansionista. Frente a esta circunstancia, Vento reclamaba que la obra de Lönnrot no era patrimonio de la “burguesía nacional finlandesa” sino que, como en el resto de las grandes obras culturales, el “verdadero heredero de Kalevala” era el proletariado mundial.457 La segunda dirección que siguió la campaña propagandística fue la defensa de la política de korenización del partido. Defender esta política que garantizaba la autonomía de Carelia fue de interés particular para la dirección de los finlandeses rojos, pues justificaba su poder frente a las corrientes adversas que llegaban del Kremlin desde el cambio de política en Ucrania y Bielorrusia. Por ello, el centenario se enfocó como un enaltecimiento de los grandes beneficios que conllevaba la korenización para las diversas naciones que componían la Unión Soviética. Según los dirigentes carelios, la celebración del centenario de la obra era una consecuencia del crecimiento de la “cultura nacional socialista” que había tenido lugar en Carelia gracias a la revolución soviética. Además de convertir “una colonia zarista” en una “región industrial”, el socialismo había permitido que “los pueblos cantaran libremente sus canciones” y que el arte, la música y la cultura en general se expandieran para todos.458 Frente a la opresión nacional con la que identificaban la época imperial, el socialismo habría conseguido garantizar el desarrollo cultural de esos pueblos, que de otra forma sería imposible de conseguir. En definitiva, la celebración del centenario de Kalevala no fue la defensa de las virtudes literarias de un 456 Pravda, 7 de marzo de 1935, p. 3. 457 Krasnaya Kareliya, 28 de febrero de 1935, p. 3. 458 Edvard GYLLING: “Yubiley “Kalevaly” …”, p. 2; E. KAGAROV: “K stoletiyu Kalevaly” … p. 7; Krasnaya Kareliya, 28 de febrero de 1935, p. 3. 165 libro en particular, sino que se trató de un acontecimiento político para defender, por un lado, los intereses soviéticos frente a los vecinos capitalistas y, por el otro lado, la defensa de los intereses de los líderes republicanos frente a Moscú y sus recientes tendencias centralizadoras. No obstante, las festividades de febrero fueron un primer ensayo timorato en comparación con los acontecimientos que estaban por llegar. El XV. Aniversario, como una celebración de masas, se trató de un despliegue generalizado y a gran escala de estas mismas premisas ideológicas. 5.2 La celebración del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia Como la afirmó Malte Rolf, las celebraciones políticas de masas en la Unión Soviética no solo servían para labores de propaganda, como si se tratase de un instrumento para publicitar objetivos políticos o para convencer o adoctrinar a la población respecto a las políticas del régimen. Este tipo de celebraciones también eran medios de exhibir o escenificar las políticas gubernamentales, ya que, la Unión Soviética, además de una dictadura de propaganda, era también una dictadura escénica que, mediante la celebración de nuevas fechas ritualizadas, escenificaba su poder exhibiendo el nuevo orden social y sus éxitos. Pero la finalidad de esta exhibición, además de su difusión, era tratar de materializarlas en la realidad. Es decir, con la elaboración de un nuevo calendario festivo, eliminando aquellas celebraciones tradicionales rusas y agregando nuevas fechas significativas para el nuevo régimen, los bolcheviques trataban de convertir en realidad las nuevas ideas comunistas que a su vez difundían.459 Las celebraciones de masas también evidenciaron la relación existente entre el centro y las periferias. Moscú, empleando la Comisión Central de Celebraciones, trató de controlar las festividades periféricas enseñando cómo debía celebrarse de una forma soviética. Los festivales y los aniversarios de los territorios alejados del centro se diseñaron, por ello, a imagen y semejanza de las celebraciones recientemente inventadas en Moscú.460 El XV. Aniversario de la autonomía de Carelia era uno de esos casos donde las celebraciones en las periferias estuvieron estructuradas de acuerdo con un 459 Malte ROLF: Soviet Mass Festivals. 1917-1991, Pittsburgh, University of Pittsburg Press, 2013, pp. 1-5. 460 Ibidem, pp. 58-63. 166 modelo estandarizado de festividades. Por un lado, las actividades organizadas o la forma de escenificar y celebrarlas coincidían en forma y contenido con las demás celebraciones soviéticas como las de los aniversarios de la revolución bolchevique o el del primero de mayo con motivo del Día de la Internacional, conocido en otros países como el Día del Trabajador. Pero, por otro lado, más allá de la propaganda y la escenificación, el XV. Aniversario de la autonomía fue, además, una reivindicación política en defensa de la korenización en un momento donde las corrientes en favor y en contra de esa política se encontraban unas frente a otras en el Kremlin. Oficialmente, la celebración del XV. Aniversario de la autonomía estaba programada entre el 3 y el 7 de julio de 1935, coincidiendo con el XV. Aniversario de otra república autónoma, Chuvasia, a la que le fue concedida la autonomía en las mismas fechas que a la república nórdica. Semanas antes, otras dos repúblicas autónomas celebraron también su aniversario, como Daguestán o la república autónoma tártara. En todos ellos, los quince años de existencia fueron motivo de celebraciones masivas organizadas por los dirigentes regionales y auspiciadas por el Kremlin.461 En Carelia, el ambiente festivo comenzó semanas antes de las fechas oficiales y desde mediados de junio la cuestión del aniversario era uno de los acontecimientos más importantes en la política regional y en los medios de comunicación. La campaña de producción “XV. Aniversario de Carelia” fue la primera celebración en entrar en escena. A partir de la segunda semana de junio, los gobernantes carelios anunciaron que las primeras fábricas y empresas ya habían cumplido los objetivos que se habían establecido para el día de inauguración de los actos. El primero en anunciarse fue el caso de la fábrica de construcción de maquinaria de Onega, que según Krasnaya Kareliya había cumplido el plan antes de tiempo gracias a sus “excelentes” brigadas de choque.462 Los trabajadores de otras fábricas también trataron de emular este logro y lanzaron desafíos o “autoobligaciones” para lograrlo. Los trabajadores del aserradero de Suna, por ejemplo, firmaron la obligación de superar en un 110 por ciento su plan de medio año de exportaciones y en un 150 por ciento su plan de medio año de producción dirigido al mercado interno para antes del final del mes de junio.463 Según se acercaban las fechas 461 Pravda, 4 de julio de 1935, p. 2; Krasnaya Kareliya, 24 de junio de 1935, p. 2. 462 Krasnaya Kareliya, 15 de mayo de 1935, p. 1. 463 Krasnaya Kareliya, 21 de junio de 1935, p. 4. 167 del aniversario, cada vez más empresas anunciaban que los objetivos de producción que se habían establecido para la mitad del año se habían cumplido con creces. Mientras tanto, las autoridades seguían animando a las demás, recalcando la importancia que tenía ello, no solo como un fin inmediato, sino para la construcción del socialismo en general.464 Los días previos al inicio de las festividades también evidenciaron que los organizadores buscaban la movilización total de la ciudadanía, pero esta movilización no podía ser aleatoria. La movilización total debía replicar las estructuras sociales que se habían fundado en la Unión Soviética. Las diversas actividades programadas incluían a todos: a los ancianos, adultos y niños, hombres y mujeres. El protagonismo, sin embargo, era de los trabajadores, los campesinos y los estudiantes, pues la célula básica de organización a la hora de acudir a las celebraciones y participar en ellas no sería la familia o el grupo de amigos, sino que sería el centro de trabajo o estudio. Las actividades ideadas, como las políticas, las culturales o las deportivas, se organizaron con criterios sectoriales, no generales. Es decir, en ellos, no participarían simples ciudadanos o familias, sino que los que celebraban eran trabajadores, campesinos o estudiantes de una determinada empresa o institución.465 Por ello, los ciudadanos que participaban en los actos no eran carelios que celebraban su aniversario, sino trabajadores, campesinos o estudiantes carelios, escenificando en las celebraciones su ser social en la sociedad soviética. El 20 de junio de 1935, también con motivo del aniversario, el legislativo central colaboró en las labores de propaganda que envolvían los preparativos del aniversario. El Comité Ejecutivo Central de Rusia, el homólogo ruso superior al TSIK de Carelia, adoptó un decreto de amnistía exonerando de castigo a varios condenados en la república nórdica. En general, los exonerados fueron aquellos ciudadanos condenados a menos de tres años de prisión, generalmente por delitos menores, aunque en algunos casos como las mujeres embarazadas o con niños pequeños a su cargo se aplicó independientemente del castigo que se les impuso. Para aquellos condenados a penas de prisión más largas, el decreto también preveía su liberación tras el cumplimiento de un tercio de sus penas. Pero esta ley de amnistía no era aplicable en todos los casos. En 464 Komsomolets Karelii, 18 de junio de 1935, p. 1. 465 Por ejemplo: NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, pp. 210-217; Krasnaya Kareliya, 28 de junio de 1935, p. 1; Komsomolets Karelii, 5 de julio de 1935, p. 3. 168 aquellos casos de corrupción, “producción de mercancías de mala calidad”, daños a instalaciones estatales o los condenados por el artículo 58 del código penal, actividades contrarrevolucionarias, el decreto no preveía ningún perdón.466 Pero la mejor propaganda era ensalzar y demostrar la mejora en la calidad de vida que se vivía en los tiempos recientes. La retirada del racionamiento del pan y otros productos básicos en enero fue importante para evidenciar esa mejora, pero en junio tuvo lugar otro acontecimiento de gran impacto: la llegada del agua corriente a Petrozavodsk. Como lo anunció la prensa local, para celebrar el XV. aniversario de la autonomía de Carelia en Petrozavodsk comenzaba a funcionar la primera línea de suministro de agua que abastecería a los edificios oficiales, pero también a los primeros baños rusos donde los ciudadanos podrían disfrutar de su descanso.467 Contar con unas tiendas con productos y alimentos variados y sin escasez era otro de los símbolos de esa mejora progresiva de la situación económica, pero incluso entonces todavía era difícil presenciarlo en las tiendas de Petrozavodsk. Por ello, abastecer los establecimientos comerciales de la región también fue una parte relevante de los preparativos de las celebraciones. El Comisariado del Pueblo de Comercio Interior de Carelia, departamento del poder ejecutivo, se reunió con representantes de las organizaciones estatales de comercio para trabajar en este punto, debido principalmente a que, ante la llegada de visitantes a los lugares de celebración, la demanda de mercancías superaría con creces a la oferta. Como “todas las tiendas de Petrozavodsk” debían estar provistas de “una gama completa de productos”, las autoridades decidieron dotar de más dinero al sector para que el desabastecimiento no eclipsara las celebraciones y que la prosperidad de la que debían presumir los actos fuesen verdades tangibles por el ciudadano.468 Finalmente, tras varias semanas de campaña por el aniversario, las celebraciones se inauguraron el día 3 de julio de 1935. Su inicio no solo fue la noticia más importante 466 Svetlana N. FILIMONCHIK: “Prazdnovaniye 15-letiya Karel'skoy avtonomii v 1935 godu” en: Tatiana G. IVANOVNA (coord.): Ryabininskiye chteniya – 2015. Materialy VII konferentsii po izucheniyu i aktualizatsii kul'turnogo naslediya Russkogo Severa, Petrozavodsk, Gosudarstvennyy istoriko- arkhitekturnyy i etnograficheskiy muzey-zapovednik “Kizhi”, 2015, pp. 169-171, esp. p. 170; Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 2; Komsomolets Karelii, 3 de julio de 1935, p. 2. 467 Krasnaya Kareliya, 28 de junio de 1935, p. 1. 468 Krasnaya Kareliya, 27 de junio de 1935, p. 4. 169 de la república, sino que también lo fue a nivel nacional. pues estuvo ampliamente retrasmitido por la prensa soviética. Tanto el periódico Pravda como el Izvestia, los dos periódicos más importantes de la época, dedicaron números especiales al XV. Aniversario de la república nórdica, como un editor del primero lo denominó en medio del entusiasmo por el acontecimiento, “una de las repúblicas más excepcionales” de la URSS.469 La actividad principal del día 3 comenzó tarde, a las 7 de la tarde, y como en el caso de las festividades de febrero se trató de las reuniones ceremoniales o solemnes. En vez de estar centralizados en un solo lugar como la Casa de la Cultura Nacional, esta vez las reuniones fueron sectoriales, celebrados a la misma hora en los diversos clubes de las fábricas e instituciones que tenían sede en Carelia. Los dirigentes regionales del partido y del Estado se organizaron para participar en todos los actos, los de mayor rango, como Rovio, Arjipov y Gylling fueron a los clubes más importantes, al de la fábrica de Onega, la de la fábrica de procesamiento de Mica y al de la fábrica de esquís respectivamente. El resto de los miembros del Comité Regional del Partido y de los órganos regionales del Estado fueron a los demás clubes, para poder realizar actos públicos para los empleados en todos ellos.470 Después de estos actos inaugurales, las siguientes actividades programadas no se reanudaron hasta 24h después, a las 7 de la tarde del día 4 de julio. En este caso, se trató de la “sesión de aniversario” del TsIK de Carelia, el acto político más importante entre todas las celebraciones del aniversario organizado, esta vez sí, en la Casa de la Cultura Nacional. Su temática se centró en repasar y reivindicar el “desarrollo económico y cultural” conseguido por Carelia desde la obtención de su autonomía. Este acto, no tuvo una naturaleza pública, sino que congregó a la élite social carelia o, como lo denominó la prensa local, “la flor del pueblo de Carelia, sus mejores miembros”. Entre los ponentes estaban los líderes regionales Rovio, Gylling, Arjipov y Shotman, pero, además, también estaban los invitados especiales, responsables de felicitar brevemente a Carelia por su aniversario y sus logros. Entre ellos, estaban Piotr Struppe y Piotr Irklis, el primero como representante del TsIK de Leningrado y el segundo representando al Comité Regional del partido también en Leningrado, o los representantes de los partidos comunistas de Finlandia, Suecia y Noruega. Entre el resto de los invitados, sin más 469 Pravda, 3 de julio de 1935, p. 1; Izvestiya, 3 de julio de 1935, pp. 1, 3. 470 Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 3. 170 responsabilidad que escuchar las intervenciones políticas, estaban los miembros del TsIK de la república, los altos cuadros del partido regional, los militares de mayor rango desplegados en Carelia, veteranos de la guerra civil rusa y los trabajadores de choque y actores de la emulación socialista más laureados, no sólo de Carelia sino de toda la Unión Soviética.471 Por ejemplo, desde Leningrado llegaron 14 trabajadores de choque “de la industria y de la medicina” para disfrutar de las celebraciones y participar en este acto.472 Después de terminar el mitin político, como era costumbre, los invitados pudieron disfrutar de un concierto musical en el mismo lugar de la sesión. Mientras tanto, en los teatros de Carelia los actos públicos se reanudaron con evento culturales como, por ejemplo, las sesiones de teatro extraordinarias programadas para estas fechas. En la capital, la función más destacada del día fue “La boda de Krechinski” una comedia decimonónica rusa de Aleksandr Sujovo-Kobylin. Además de eso, en la sala de cine Estrella Roja, también en Petrozavodsk, comenzó a emitirse “Kalevala”, la película compuesta por el reportaje que grabó la brigada de Soyuzkinokhronika en Carelia durante las festividades de febrero con las imágenes de las celebraciones más importantes del centenario de Kalevala. Según la programación del cine la emisión de la película duraría desde el día 4 hasta el día 6 de junio. Finalmente, a las 8 de la tarde, en los jardines de descanso de las ciudades principales se organizaron actos culturales y actividades para los niños y los jóvenes.473 El principal día de las celebraciones llegó el viernes, 5 de julio de 1935, día festivo en la república nórdica. Ese día, a diferencia de las jornadas anteriores, las actividades programadas ocupaban todo el día, desde la mañana hasta el anochecer. La primera de esas actividades era ya un acto clásico del estalinismo: el desfile. Los desfiles estalinistas, como lo fueron después los soviéticos de la época de la Guerra Fría, no eran simples paradas militares, sino que en ellos participaban también civiles, se exhibían logros económicos o sociales y se hacía alarde de la fizkultura, la “cultura física”. En general, eran la máxima expresión de la exhibición y la escenificación que suponían las celebraciones de masas durante el estalinismo, pues en ellas se teatralizaban en público 471 Pravda, 6 de julio de 1935, p. 6; Krasnaya Kareliya, 5 de julio de 1935, p. 7. 472 Komsomolets Karelii, 5 de julio de 1935, p. 4. 473 Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 2; Krasnaya Kareliya, 4 de julio de 1935, p. 4. 171 todos los elementos característicos de las festividades como el poder, el prestigio y el orden social soviético. El desfile del 5 de julio, iniciado a las 10 de la mañana, lo presidieron los protagonistas de la sesión de aniversario del día anterior. Además, estaban invitados a la tribuna de honor representantes de los poderes centrales y de otras regiones y repúblicas. Los ciudadanos de Petrozavodsk acudieron en masa y junto a los turistas, según los informes internos del partido, sumaron unas 30 mil personas viendo y participando en el espectáculo.474 El desfile lo abrió una parada militar formada por 500 unidades, tanto soldados regulares del Ejército Rojo como miembros no regulares de la defensa soviética como los partisanos o los voluntarios de la Sociedad de Ayuda a la Defensa, Construcción de Aeronaves y Química (Osoaviakhim) y de la Cruz Roja.475 Además de la infantería ligera, también desfilaron los carros de combate más avanzados con los que contaban los soviéticos y, para finalizar, varios aviones de las fuerzas aéreas sobrevolaron las calles de Petrozavodsk partiendo del aeropuerto y del aeroklub capitalino.476 Después de la parada militar, el turno para continuar con el desfile fue de los civiles en lo que las autoridades denominaban la “manifestación”. Estas manifestaciones, en las que también se desfilaba en formación, estaban más estudiada y metodizadas que la propia parada militar. La lista de participantes y su orden para desfilar no contemplaba opción a la improvisación, pues se trataba de la puesta en escena más ideológica y propagandística de todo el desfile. Abriendo la columna desfilaron los niños, organizados como pioneros o como estudiantes ordenados por escuelas. Posteriormente, habiendo partido de diferentes emplazamientos y convergiendo en la plaza del TsIK de Carelia, llegaron el resto de los participantes. En primer lugar, siguiendo a los niños, desfilaron las celebridades, seguidos por los deportistas o los fizkulturniki, que además de desfilar hacían ejercicios de equilibrismo o juegos con balones. Después de ellos desfilaron los visitantes, aquellos que habían ido a presenciar las festividades desde fuera de Carelia. Para cerrar el desfile, siguiendo a los visitantes, llegó el turno a los ciudadanos corrientes de Carelia que desfilaron agrupados por 474 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, pp. 37-38. 475 Komsomolets Karelii, 5 de julio de 1935, p. 6. 476 Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 4. 172 fábricas y sectores ordenados de mayor a menor importancia por las autoridades. Dentro de este grupo los primeros fueron los obreros de la fábrica de Onega, mientras que los funcionarios de menor grado como los administrativos fueron los últimos.477 Finalizado el desfile, la tarde comenzó con la inauguración de las olimpiadas, otra de las actividades más relevantes en el curso de las celebraciones. A pesar del nombre, las olimpiadas no eran competiciones deportivas similares a los Juegos Olímpicos de verano o de invierno, sino que eran la suma de actividades, principalmente artísticas, pero también deportivas, no profesionales. Consistían en conciertos de música, bailes, funciones teatrales o espectáculos deportivos o de balé donde los actuantes eran aficionados. Para el partido, las olimpiadas eran “la demostración masiva del crecimiento de las capacidades artísticas por iniciativa propia [samodéyatelʹnostʹ] entre las masas de trabajadores de Carelia”, es decir, la exhibición del crecimiento desde abajo de la cultura y las artes entre los ciudadanos. Para celebrar estas olimpiadas, que durarían hasta el día 7, se habilitaron ocho espacios en la capital carelia: el jardín de descanso, el parque infantil y seis clubes de las empresas industriales y explotaciones agrícolas más importantes.478 Por último, para finalizar el día, como las dos jornadas anteriores, los teatros de Carelia ofrecieron funciones especiales, como la obra teatral Kullervo, inspirada en la epopeya finlandesa de mismo nombre.479 El 6 de julio, las actividades estuvieron dedicadas principalmente a los más jóvenes. A la mañana, en el recientemente construido estadio de Petrozavodsk, que llevaba el nombre del líder del partido en la república, Rovio, se celebró la espartaquiada infantil. Esta vez sí, la espartaquiada seguía la lógica de los Juegos Olímpicos, pues se trataba de una competición deportiva donde se combinaban varias disciplinas como el atletismo, el cros o el hockey. En total participaron 48 niños y 48 niñas de entre 12 y 17 años agrupados en selecciones de distritos.480 Al acabar la espartaquiada, comenzaron el teatro para niños mientras que para los adultos se ofreció un espectáculo de las fuerzas armadas del aire. A la tarde, las actividades principales fueron las competiciones entre embarcaciones, también para los jóvenes, y nuevas sesiones de teatro. Oficialmente, a la 477 Komsomolets Karelii, 5 de julio de 1935, p. 6. 478 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, pp. 34-35; Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 4. 479 Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 4. 480 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, p. 35. 173 madrugada de ese mismo día, 6 de julio, las celebraciones del XV. Aniversario fueron clausuradas en un gran acto en Petrozavodsk. No obstante, a la mañana del 7 julio también se organizaron ciertas actividades para los niños, como pequeñas olimpiadas en la ciudad de Petrozavodsk.481 Además de estas actividades recogidas por el programa oficial, las celebraciones del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia estuvieron compuestas por más actos y actividades en todos los territorios de la región.482 Un ejemplo de ello fueron las exposiciones propagandísticas que no solo se concentraron en Petrozavodsk, sino que también se organizaron en los demás distritos de Carelia. En total, 32 mil personas las visitaron durante los días que duraron las fiestas del aniversario.483 En definitiva, las celebraciones envolvieron todas las facetas de la vida de los ciudadanos carelios durante esos días. El trabajo, en la medida en la que constituía la piedra angular de la sociedad para los bolcheviques, no estuvo relegado, por ello, a un segundo plano. A pesar de que el viernes, 5 de julio, fue festivo, el papel que jugó la campaña de producción programada para el inicio de las celebraciones evidenciaba que trabajar extraordinariamente por cumplir los planes era una de las formas más genuinas de celebrar fechas tan significativas como los aniversarios a ojos de los políticos comunistas soviéticos.484 En los informes elaborados por el Comité Regional del partido para valorar el desarrollo de los festejos, la campaña de producción fue calificada como un éxito. Según sus estimaciones, más de 82 mil personas participaron en esta campaña, en un momento en el que la población total de Carelia no llegaba todavía a las 400 mil personas.485 Esta participación es avalada por los resultados de la campaña que, en la mayoría de las empresas, consiguió alcanzar las cuotas de producción. Los papeles de la sección regional del partido también señalan que las empresas del sector maderero, minero y del 481 Krasnaya Kareliya, 3 de julio de 1935, p. 4. 482 Krasnaya Kareliya, 8 de julio de 1935, p. 1. 483 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, p. 36. 484 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, pp. 213-217; NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, p. 32. 485 s.a.: Perepis' naseleniya AKSSR 1933 g.. Vyp. 1. Narodnost', vozrast, gramotnost', yazyk, samodeyatel'nost', Petrozavodsk, Izdaniye Karel'skogo otdeleniya Soyuzorgucheta, 1935, p. iv. 174 papel superaron ampliamente los objetivos establecidos en la campaña, en algunos casos llegando casi al 120 por ciento de la meta de producción.486 Además de la asunción de que el trabajo debía ser una de las formas principales de celebrar, las celebraciones eran también herramientas movilizadoras similares en su función a la emulación socialista. La necesidad de una movilización extraordinaria permanente para cumplir los exagerados planes requería también de fechas especiales para continuar con las cifras de participación en las nuevas formas soviéticas de trabajo. Por esa razón, las campañas de producción de las festividades se enfocaban como una contribución especial que hacía el trabajador al “cumplimiento de las tareas políticas y económicas” y a la “construcción de la cultura”, es decir, un compromiso extra por parte del trabajador para impulsar la construcción del socialismo que en definitiva iba a beneficiarle. Esta estrategia movilizadora resultó francamente efectiva durante la campaña de producción del XV. Aniversario de la autonomía. Por ejemplo, en la fábrica de Soroka Nº 2 casi mil trabajadores se unieron a la emulación por la campaña y en las minas de mica, de acuerdo siempre con los informes internos, la participación fue del cien por cien entre los empleados.487 La cuantía de los premios a los participantes en los trabajos de choque que planificó un año atrás la comisión organizadora y que, finalmente, fueron otorgadas fue significativamente elevada en comparación con otras campañas previas. Pero, a la vez, no todos los participantes en la campaña consiguieron premios materiales. En total, solo 91 trabajadores de choque recibieron el premio de 3845 rublos, mientras que 9 obtuvieron un viaje como premio.488 A pesar del aparente éxito del llamamiento a la campaña y la gran cantidad de ciudadanos que acudieron a los diversos actos, tanto el partido como la policía secreta no descuidaron la presencia de aquellos ciudadanos que no se mostraron conformes con las circunstancias o que no celebraron las festividades de la mejor forma posible. Durante el transcurso de los días festivos, la policía secreta continuó con la búsqueda de “pronunciamientos de los elementos antisoviéticos” [vystupleniya antisovetskikh elementov], principalmente, en el campo. Ante la campaña por aumentar la productividad también en la agricultura, algunos miembros de las granjas colectivas se mostraron inconformes 486 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, pp. 32-33. 487 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, p. 33. 488 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, p. 268. 175 con los requerimientos de las autoridades para aumentar su producción con motivo de la campaña. En las conversaciones grabadas, estos campesinos amenazaron incluso con dejar las granjas colectivas, pues entendían que, a pesar de que cada vez se les exigían más producción, ellos no observaban ninguna mejora en su vida. Pero más allá de estas conversaciones cotidianas, también se registraron opiniones poco ortodoxas durante las propias celebraciones. Los informes recogen el caso de un veterano partisano de la guerra civil en la reunión ceremonial celebrada en su distrito. El veterano, que se encontraba ebrio, afirmó que, durante la guerra civil, el Ejército Rojo no hizo un gran esfuerzo bélico en comparación con los partisanos. También señaló que él y sus compañeros sacrificaron el ganado de los campesinos “con el objetivo de que los campesinos se rebelaran contra los blancos”. Las autoridades no dudaron en tildar este acto como un pronunciamiento antisoviético.489 No obstante, los dirigentes regionales estaban conformes con el desarrollo de las fiestas. Además, la promoción y la ejecución de la campaña de producción para continuar con la movilización extraordinaria, pero, a su vez, permanente no opacó el verdadero y más importante propósito de la festividad del aniversario: la propaganda. Celebrar la autonomía de Carelia era una forma de reivindicar la “política nacional leninista-estalinista”,490 la teoría política del partido que estaba detrás de la korenización. Formalmente, las tesis de esta teoría seguían en pie, aunque, como veremos en el siguiente capítulo, la frontera entre esta política nacional y el “nacionalismo burgués” era cada vez más estrecho. A pesar de ello, en las celebraciones de los aniversarios de las diversas repúblicas acontecidas en 1935, los dirigentes regionales siguieron enarbolando la bandera de la política nacional del partido.491 Un buen ejemplo del despliegue propagandístico del jubileo y su trasfondo ideológico lo ilustra el reportaje especial elaborado por la revista SSSR na stroyke (La URSS en Construcción).492 Tras la propuesta enviada por la comisión organizadora de 489 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, pp. 86-87. 490 Lyudmila S. GATAGOVA et al. (coords.): TSK VKP(b) i natsional'nyy vopros. Kn. 2. 1933- 1945, Moscú, ROSSPEN, 2009, pp. 150, 155. 491 Pravda, 4 de julio de 1935, p. 2; Krasnaya Kareliya, 5 de julio de 1935, p. 2; Andrey V. MAN'KOV: “Muzykal'naya zhizn’ Chuvashii v nachale 1930-kh godov”, Istoricheskiy poisk, 3 (2020), pp. 98-105, esp. p. 99. 492 Algunas de sus ilustraciones se incluyen en el apéndice. 176 los festejos a su redacción,493 la revista ilustrada y propagandística más importe de la Unión Soviética, qué tenía además un alcance internacional reseñable, dedicó un número completo al aniversario de la autonomía de Carelia. Como era norma en la revista, se trató de un reportaje fotográfico. Esta vez, presumía de los “logros” alcanzados en los quince años de autonomía, incluyendo también imágenes de algunas escenas de las festividades. Junto a las fotografías de hombres recios y fornidos realizando trabajos físicos en las principales actividades económicas del lugar, los breves textos señalaban la modernización que había alcanzado Carelia gracias al socialismo. Las imágenes de las grandes infraestructuras construidas se combinaban con las de las celebraciones, repletas de pancartas rojas y blancas con grandes retratos de Stalin en los edificios sobre grupos de niños sonrientes. Mientras que los rótulos demostraban la “vieja Petrozavodsk” con casas de madera casi deshechas, el “nuevo Petrozavodsk” era una urbe moderna, con automóviles en sus amplias avenidas y humeantes chimeneas en el horizonte. Finalmente, las fotografías del gran desfile, con un tanque, pero también con los fizkulturniki, que sonreían a su paso a los espectadores.494 El mensaje era claro, la aplicación de la política nacional “leninista-estalinista”, “nacional en la forma, socialista en contenido”, había permitido el desarrollo económico y social de la periferia nórdica en apenas quince años. Así se repetía que tanto en los mítines, en la radio y en la prensa reiteraron los finlandeses rojos durante los días que duró la celebración del aniversario.495 Por último, la escenificación de las celebraciones guardó una estrecha relación con el propósito propagandístico. No solo se trataba de difundir la ideología dentro y fuera de las fronteras, los ciudadanos también tenían que interiorizarlas.496 La organización de la forma en la que los ciudadanos debían intervenir en las celebraciones (rechazando la espontaneidad y estableciendo nuevas unidades extrafamiliares de identificación y participación en las festividades), la relación entre actos públicos para todos y actos privados para “los mejores” de la sociedad o el diseño de los desfiles donde el orden de participación describía también el escalafón social eran la 493 NARK, f. R-689, op. 5, d. 6/37, p. 46. 494 SSSR na stroyke, 9 (1935). 495 NARK, f. P-3, op. 3, d. 357, p. 38; Krasnaya Kareliya, 5 de julio de 1935, pp. 2, 4; Krasnaya Kareliya, 6 de julio de 1935, p. 2; Krasnaya Kareliya, 11 de julio de 1935, p. 2. 496 Malte ROLF: Soviet Mass Festivals…, pp. 83-84. 177 representación del poder y el orden social soviético. Su escenificación en celebraciones públicas tenía el ánimo de reproducirlas, para que aquello que los dirigentes regionales describían de modo idealizado se materializara en la realidad mediante la aprehensión de los ciudadanos. En conclusión, la primera mitad del año 1935 se caracterizó por las muestras de mejoría en la calidad de vida de los ciudadanos y la celebración de sus aniversarios. Aunque la muerte de Kirov fue especialmente sentida en Carelia, apenas dos meses después Petrozavodsk se vistió de gala para festejar el centenario de la emblemática obra Kalevala en el primer gran festival de celebración del carácter finés de la korenización. Poco tiempo después, en el mes de julio, las celebraciones volvieron a Carelia. El jubileo de la autonomía amplificó todavía más esta reivindicación por la política nacional “leninista-estalinista” que hasta ese momento defendía el partido. Durante cinco días, en todos los rincones de la república nórdica se llevaron a cabo grandes actividades de masas con una amplia participación de la ciudadanía. El XV. Aniversario de la autonomía fue un ejemplo paradigmático y a gran escala de los festivales de masa en las periferias durante el estalinismo, donde la propaganda y la exhibición se combinaron también, a mediados de los años treinta, con la reivindicación de una política nacional que progresivamente languidecía dentro de las filas bolcheviques. Los eventos políticos de los siguientes meses confirmaron esto mismo, la korenización y el liderazgo político de los finlandeses rojos tenía ya los días contados en la tierra donde Lenin había decidido levantar la Comuna de Trabajo de Carelia quince años atrás. 178 6. Crisis política en Carelia: El golpe contra el “nacionalismo burgués” En el momento de la celebración del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia, nadie podría haber sospechado, al menos entre los organizadores y los participantes, que, en apenas un mes, el gran festival se convertiría en la última reivindicación de la autonomía de la república.497 En ese corto periodo de tiempo, la política regional dio un giro radical abandonando el optimismo de la primera mitad del año para adentrarse, de repente, en la mayor crisis política que había conocido la república desde su fundación. Por decisión de Moscú y Leningrado, la dirección política de los finlandeses rojos, en el poder desde la decisión de Lenin de otorgar la autonomía a Carelia, fue destituida. La razón que esgrimieron los líderes políticos centrales para tomar esta decisión fue que los dirigentes políticos de Carelia habían abandonado su “vigilancia revolucionaria” y promovido el nacionalismo burgués incurriendo, en definitiva, en “prácticas antisoviéticas”.498 La decisión de retirar a los máximos dirigentes de sus puestos fue acompañada por una purga política que modificó la configuración de los órganos del partido y del Estado en la región y, en su lugar, fueron nombrados hombres de confianza de los poderes de Leningrado y del Kremlin. Este golpe contra los finlandeses rojos no se explica sin tener en cuenta los procesos políticos e ideológicos que tenían lugar en toda la Unión Soviética desde comienzos de la década. Como hemos adelantado, a pesar de que oficialmente la política nacional del partido seguía siendo la misma, incluso era defendida públicamente por Stalin y sus aliados, la aplicación de la política había sufrido severos cambios. Las tendencias políticas contrarias a la korenización fueron ganando en peso y ante coyunturas como la hambruna de las regiones productoras de grano entre 1932 y 1933, la implementación de la korenización comenzó a estar cada vez más en cuestión. Un ejemplo fueron los decretos de la oficina política del Comité Central de diciembre de 1932, en los que se criticaba la aplicación “mecánica” de la ucranización, la korenización de 497 Svetlana N. FILIMONCHIK: “Prazdnichnaya kul'tura Petrozavodska v 1920—1930-ye gg.”, Carelica, 1 (2015), pp. 38-45, esp. p. 42. 498 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio””…, p. 46. 179 Ucrania y que poco después también se extenderían a Bielorrusia. A su vez, el problema del “nacionalismo burgués” fue cada vez más importante para el Kremlin, no solo en esos dos lugares, sino que también, por ejemplo, en Asia Central.499 Los acontecimientos políticos de la segunda mitad del año 1935 en Carelia se encuadran en este contexto general, en un momento en el que la política de la korenización perdía su impulso, en gran medida tras haber cumplido con la función para la que fue implementada y, sobre todo, por la creciente preocupación de Moscú y Leningrado por el “nacionalismo burgués”. En el caso de la periferia nórdica, el creciente temor hacia Finlandia, que era percibida como un riesgo para la defensa soviética, principalmente por su cercanía con la segunda ciudad más importante de la Unión Soviética, conllevó también una desconfianza hacia la aplicación de la política nacional en un lugar tan estratégico.500 En definitiva, como ocurrió en Ucrania y Bielorrusia, la korenización no era entendida ya como una política para combatir los nacionalismos periféricos, sino más bien como su galvanizador.501 La percepción de un peligro inminente de invasión desde el extranjero fue un factor importante en este cambio de políticas, como lo fue también más adelante en sucesos más graves.502 Pero Stalin y sus aliados no necesitaban contar con pruebas materiales sobre la veracidad de las intenciones belicistas del extranjero para tomar este tipo de decisiones.503 Es decir, no era necesario probar la veracidad del peligro inminente de invasión o la relación entre ese peligro y la política nacional en las periferias para acordar medidas preventivas como la destitución de una dirección política regional. La ideología bolchevique, o más en concreto, la interpretación leninista de las relaciones internacionales y del “imperialismo” asumía que los países capitalistas se dirigían ineludiblemente a la guerra, pues más que una política, el imperialismo era una fase del desarrollo del capitalismo. Por ello, frente a la existencia de un antagonismo entre el sistema soviético y el capitalismo, era “inevitable” [neizbezhno] que la “burguesía de otros 499 Terry MARTIN: The affirmative action empire…, pp. 303-308, 345, 359. 500 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 169-170. 501 Terry MARTIN: The affirmative action empire…, p. 126. 502 James HARRIS: The Great Fear…, p. 142. 503 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, pp. 495-496. 180 países” hiciera todo lo posible para derrocar al gobierno soviético.504 Esta ideología venció sobre la política nacional del partido convirtiendo al nacionalismo burgués en uno de los mayores peligros para la supervivencia del Estado soviético. 6.1 El peligro inminente: la teoría leninista del imperialismo Antes de entrar con los acontecimientos de la segunda mitad del año 1935, que cambiaron la historia de la república nórdica para siempre, es necesario realizar una introducción sobre la forma en la que los bolcheviques comprendían el desarrollo de los países capitalistas y su evolución hacia el imperialismo. Sin esta aclaración previa es imposible comprender las decisiones políticas tomadas por el Kremlin a mediados de los años treinta por la extraordinaria preocupación para defender sus fronteras. La teoría leninista del imperialismo, desarrollada por Lenin, canonizada por los teóricos soviéticos y asimilada por los dirigentes condicionó tanto la política exterior, como la doméstica durante la dictadura de Iosif Stalin. A diferencia de otros aspectos de las teorizaciones de Lenin, la teoría del imperialismo no fue una evolución de los presupuestos ideológicos esbozados por Marx y Engels. Debido al tiempo histórico vivido por estos dos autores, en sus obras no desarrollaron una teoría del imperialismo en la forma en la que Lenin lo entendía. Sus trabajos sobre el colonialismo, por ejemplo, comprendían que el imperialismo comenzó en la época del descubrimiento de América, dentro de la lógica de la expansión del capitalismo.505 Por el contrario, en el pensamiento de Lenin influyeron autores como John Hobson y Rudolf Hilferding, en el caso del segundo, un autor pionero en sus trabajos sobre el imperialismo desde el marxismo. Pero las teorías de Lenin sobre el imperialismo no generaron consensos entre los marxistas del momento. El político e intelectual austro-checo Karl Kautsky, dirigente de los socialdemócratas alemanes, defendió su propia teoría marxista del imperialismo. La contraposición de las tesis de 504 A. UGAROV: “Ucheniye Lenina-Stalina o voynakh imperialisticheskoy epokhi i taktika bol’shevizma”, Bol’shevik, 1 (1934), pp. 96-120, esp. p. 114. 505 El ejemplo clásico que se suele ofrecer: Karl MARX y Friedrich ENGELS: Marx and Engels Collected Works. Volume 6, London, Lawrence & Wishart, 2010, p. 485. También, por ejemplo, aquí: Karl MARX y Friedrich ENGELS: Marx and Engels Collected Works. Volume 40, London, Lawrence & Wishart, 2010, pp. 346-347. 181 Kautsky y Lenin, en la arena de la II. Internacional, generaron un profundo debate y una insalvable fractura dentro del movimiento obrero europeo.506 Para Kautsky, ante todo, el imperialismo era una política adoptada por los países capitalistas por una “necesidad vital”. Se trataba de un fenómeno moderno, un “producto del capitalismo industrial desarrollado” que no era caracterizado estrictamente por la extensión territorial, sino más bien por el desarrollo de la producción capitalista, su tendencia a la sobreproducción, la acumulación de capital y su tendencia a la concentración. Por esta razón, el origen del imperialismo estaría en la necesidad de expandir el capital más allá de las fronteras nacionales del país capitalista desarrollado. Es decir, para Kautsky, cualquier país capitalista necesitaba del imperialismo (formar colonias, por ejemplo, para, en definitiva, incrementar el intercambio de mercancías y expandir el capital) para poder continuar con su desarrollo. Por supuesto, asumía que ningún partido político capitalista querría prescindir de esa política, y si algún país lo hiciera aseguraba que se trataría de un suicidio. Finalmente, Kautsky también pronosticó que la época del imperialismo evolucionaría en un “ultraimperialismo” en el que las naciones más ricas, para evitar los perjuicios generados por una carrera armamentística o una guerra, tenderían hacia la “cartelización de su política exterior”, es decir, la formación de cárteles para buscar una coexistencia capitalista pacífica.507 Lenin, en cambio, no compartía esta forma de entender el imperialismo. Más que una política, el líder bolchevique defendía que el imperialismo era una fase del desarrollo del capitalismo, su última y superior fase. En otras palabras, mientras que Kautsky defendía que el imperialismo era una política adoptada por los gobiernos de los países desarrollados para actuar en favor de su capital nacional, Lenin criticaba duramente esta visión argumentando que el imperialismo era el propio capitalismo al alcanzar su grado más supremo de desarrollo. En cuanto a las características del imperialismo, su análisis no distaba en demasía del de Kautsky. Lenin también compartía la importancia de la tendencia a la sobreproducción, la acumulación de capital 506 Daniel GAIDO y Manuel QUIROGA: “Marxism in the Age of Imperialism–the Second International”, en: Alex CALLINICOS, Stathis KOUVELAKIS y Lucia PRADELLA (coords.): Routledge Handbook of Marxism and Post-Marxism. Routledge, 2020, pp. 51-65; Prabhat PATNAIK: “Lenin, Imperialism, and the First World War”, Social Scientist, 42 (2014), pp. 29-46. 507 Karl KAUTSKY: “Der Imperialismus”, Die Neue Zeit, 32/2 (1914), pp. 908-922. 182 y la necesidad de expandir la exportación de la producción y del capital. No obstante, a diferencia de Kautsky, Lenin prestaba una atención especial a los monopolios, incluso llegando a utilizar el término “capitalismo monopolista” para definir al imperialismo. Para él, la concentración de la producción llevaba necesariamente al monopolio, que a su vez generaba la disputa por los recursos más allá de las fronteras nacionales de las potencias capitalistas.508 Contradiciendo a Marx, quien defendió que, entre la competencia y el monopolio, conceptos antágonicos, existía una síntesis, un “movimiento” en el que de la competencia nacía el monopolio y del monopolio, a su vez, la competencia,509 en Lenin el monopolio no solo era lo antagónico a la competencia, sino también quien terminaría con ella, descartando la posibilidad de la existencia de la competencia según avanzaba el desarrollo del “capitalismo monopolista”.510 En el “capitalismo monopolista”, la guerra imperialista no era una política tan solo vitalmente necesaria, también era “inevitable”. Lenin incidió en repetidas ocasiones sobre esta inevitabilidad y con el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia, el miedo a la invasión por parte de las potencias extranjeras fue un miedo habitual por ello, pues además de la inevitable expansión de estos países, también existía la voluntad de la burguesía de derrotar la revolución proletaria, un relato que posteriormente sería apuntalado por la experiencia de la intervención extranjera durante la guerra civil. Desde la instauración de la Unión Soviética, las tesis de Lenin, oficiales entre los bolcheviques, fueron la forma del Estado de entender el funcionamiento de las relaciones internacionales. Estas ideas, además, fueron reforzadas con el crac de 1929 y la posterior crisis económica que afectaron al mundo capitalista, lo que los ideólogos bolcheviques entendieron como una crisis del “capitalismo monopolista”. El teórico Moisei Rubinshtein, por ejemplo, escribió en la revista Bol’shevik, revista teórica del partido, que el capitalismo había entrado una “crisis generalizada” y que el mundo estaba ya en una época de “guerras y revoluciones”. La profundización de esta crisis, según Rubinshtein, acercaba el “peligro de nuevas guerras imperialistas” y, a su vez, la 508 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy Tom 27, Moscú, Institut Marksizma- Leninizma pri TsK KPSS, 1969, pp. 299-426; Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy Tom 28, Moscú, Gosudarstvennoye Izdatel'stvo Politicheskoy Literatury, 1962. 509 Karl MARX y Friedrich ENGELS: Marx and Engels Collected Works. Volume 6…, p. 195. 510 Vladimir I. LENIN: Polnoye sobraniye sochineniy Tom 27…, pp. 385-396. 183 posibilidad de nuevas revoluciones emancipatorias.511 Durante el XVI. Congreso del partido, Stalin también habló en estos mismos términos durante su discurso de presentación del informe del Comité Central y alertó sobre la posibilidad de una nueva guerra imperialista e incluso una nueva intervención contra la Unión Soviética. Según sus propias palabras, para salir de la crisis económica, en la política exterior, los capitalistas buscarían una salida por medio de la guerra para lograr una recuperación económica. Pero estas guerras podrían no solo ser entre los países capitalistas sino también contra la URSS. Alertaba a los militantes presentes en el congreso que, según avanzase la crisis económica, “la tendencia a los ataques aventureros contra la URSS” e incluso el riesgo de una intervención contra el país irían creciendo.512 Durante los años treinta, la teoría leninista del imperialismo estaba ya completamente instalada tanto en la política como entre los intelectuales soviéticos. La interpretación que realizó Stalin de ella en su famosa obra “Sobre los fundamentos del leninismo” [Ob osnovakh leninizma] se convirtió en la guía para los académicos y teóricos a la hora de interpretar el fenómeno imperialista. La inevitabilidad de la guerra que había descrito Lenin, basándose en los propios procesos del capitalismo desarrollado, se conjugaba ahora con la inevitabilidad de la guerra por la contradicción existente entre el mundo capitalista y la Unión Soviética. Esto es, la guerra no era ya solo inevitable porque el imperialismo, como fase superior del capitalismo, la necesitaba para existir, sino que también era inevitable por la existencia de la URSS a la que necesitaban derrotar para continuar con su dominio imperialista.513 El bolchevique Karl Radek, antes de caer en desgracia, fue uno de los autores que mejor desarrolló esta nueva forma de entender el peligro imperialista. Para Radek, existían cuatro causas principales que explicaban el riesgo de una posible guerra contra el país, o cómo el mismo denominó, la “tendencia intervencionista” de los países capitalistas hacia la URSS. En primer lugar, estaba la contradicción entre los sistemas capitalista y soviético. Según el dirigente bolchevique, con la construcción del socialismo en Rusia el capitalismo se quedaba atrasado, por lo que el proletariado mundial pretendía 511 Moisey M. RUBINSHTEYN: “Narastaniye mirovogo ekonomicheskogo krizisa”, Bol’shevik, 6 (1930), pp. 68-82, esp. p. 80. 512 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 12…, p. 236-261, esp. pp. 254-255. 513 A. UGAROV: “Ucheniye Lenina-Stalina…”, p. 114. 184 buscar el socialismo en su propio país, forzando a la burguesía de esos países a intervenir contra la Unión Soviética. La segunda causa era la influencia del país soviético en las colonias de los países imperialista, que las empujaba hacia la independencia desencadenando la reacción imperialista. En tercer lugar, Radek mencionaba que otro factor para un ataque contra el país podría ser el papel que jugarían los soviéticos en una futura guerra imperialista. Anticipaba que, en caso de una guerra, la URSS se mantendría neutral y que continuaría comerciando con los diversos bandos y enriqueciéndose. Frente a este hecho, los beligerantes pauperizados y la URSS beneficiada supondrían el fin del capitalismo a nivel global. La última causa para la intervención sería el beneficio económico que les supondría la guerra contra la Unión Soviética que, al tratarse de un país rico en recursos, les permitiría salir de la crisis de 1929.514 El miedo a la intervención extranjera generado por la forma particular en la que los soviéticos entendían el imperialismo creció con el auge del fascismo, que no fue entendido como un fenómeno diferenciado del imperialismo, sino como un producto del propio “capitalismo monopolista”. A diferencia de lo que ocurrió con la teoría del imperialismo, las teorizaciones soviéticas en torno al fascismo sufrieron cambios significativos entre los años veinte y los treinta, en concreto, de la mano de la Internacional Comunista, que dedicó una atención especial a este fenómeno. La primera mención sobre el fascismo en el órgano fue en el año 1922, durante el VI. Congreso Mundial de la Internacional Comunista, cuando fue calificado como “un arma en manos de los grandes terratenientes” que, además, era seguido por la burguesía industrial y comercial para combatir a los bolcheviques o como “una ofensiva de la burguesía contra el proletariado”.515 Stalin, particular defensor de esta visión, no consideraba al fascismo como un movimiento político como otros comunistas que congregaba la Internacional Comunista, como el italiano Gramsci,516 sino que para él se trataba una organización de tipo militar al servicio de los capitalistas. En 1924, por ejemplo, escribió que el fascismo 514 Karl RADEK: “Pochemu imperialisty ne ostavlyayut popytok interventsii v SSSR”, Bol’shevik, 10 (1933), pp. 84-88. 515 John M. CAMMETT: “Communist Theories of Fascism, 1920-1935”, Science and Society 31 (1967) pp. 149-163, esp. p. 150. 516 Walter L. ADAMSON: “Gramsci’s Interpretation of Fascism”, Journal of the History of Ideas 41 (1980) pp. 615-633. 185 era la “organización de lucha de la burguesía” que, además contaba con el apoyo de la socialdemocracia, sentenciando que la socialdemocracia era el ala moderada del fascismo.517 En los años posteriores, tanto las pronunciaciones de los políticos soviéticos como las de los participantes de la Internacional Comunista siguieron esta línea argumental, por un lado, subrayando el carácter instrumental del fascismo como una herramienta de la burguesía y por otro, describiéndolo como un movimiento estrechamente relacionado con la socialdemocracia, llegando incluso a denominar a la socialdemocracia como “socialfascismo”.518 Sin embargo, con el ascenso de Adolf Hitler al poder en Alemania la posición de los comunistas respecto al fascismo y a la estrategia para combatirlo también cambió. El principal ejemplo es la adopción de la táctica de los “Frentes Unidos” durante el VII. Congreso Mundial de la Internacional Comunista, un nuevo enfoque que se desmarcaba por completo de la corriente teórica caracterizada por la denuncia del socialfascismo. La nueva estrategia de los Frentes Unidos, cuyo ejemplo fue evidente en el caso de la estrategia seguida por el Partido Comunista de España en la guerra civil española, buscaba crear frente unidificado de partidos obreros o de izquierdas en contra del fascismo más allá de las fronteras que previamente se habían establecido entre los partidos comunistas y los demás partidos donde se organizaban también los trabajadores.519 Para entonces, la teoría marxista sobre el fascismo también fue actualizada y precisada. Un ejemplo paradigmático de esta visión fue expuesto por Stalin durante el XVII. Congreso de los comunistas soviéticos, relacionando el auge del fascismo con el propio imperialismo. De acuerdo con su informe político, el chovinismo y la preparación para la guerra eran las principales características de la política exterior de los países imperialistas, mientras que en la política doméstica era la represión contra el proletariado. Por ello, el fascismo se habría convertido en la “mercancía más de moda” entre los los políticos de los países imperialistas.520 Una opinión similar se encuentra 517 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 6. Moscú, Gosudarstvennoe Izdatel’stvo Politicheskoi Literatury, 1949, p. 282 518 John M. CAMMETT: “Communist Theories of Fascism…”, pp. 152-154. 519 Jane DEGRAS: The Communist International. 1919-1943. Documents. Volume 3. New York, Oxford University Press, 1965, pp. 346-370. 520 Iosif V. STALIN: Sochineniya. Tom 13…, p. 293. 186 también en Giorgi Dimitrov, el histórico dirigente de la Internacional Comunista, que durante la celebración del VII. Congreso Mundial de la Internacional Comunista definió al fascismo como “la dictadura abierta y terrorista de los elementos más chovinistas e imperialistas del capital financiero”, una definición establecida por primera vez por la dirección del órgano que dirigía en el mismo año de la llegada de Hitler al poder.521 De esta forma, tanto la interpretación leninista del imperialismo como las teorizaciones posteriores de los bolcheviques y otros partidos comunistas sobre el fenómeno del fascismo, ambas relacionadas entre sí, configuraron una forma muy particular de percibir el riesgo de una ofensiva contra la Unión Soviética. El miedo hacia una intervención, o como veremos posteriormente, hacia una quinta columna al servicio de los imperialistas dentro de la Unión Soviética, no provenía solo de los trabajos de los servicios de inteligencia, sino que también respondía a la forma determinista de comprender el funcionamiento de la política exterior de los países imperialistas, en particular hacia la URSS. 6.2 La amenaza finlandesa en Carelia En Carelia, como territorio periférico limítrofe con Finlandia, el temor pasaba por una posible agresión del vecino occidental. A pesar de la incomparable diferencia en magnitud y en poderío militar entre los dos países, desde finales de los años veinte y, en especial, en los primeros años treinta la prensa local insistió en alertar sobre el peligro que suponía la “Finlandia fascista” para las fronteras de la Unión Soviética.522 La caracterización de Finlandia como Estado fascista, sin embargo, no estuvo exenta de problemáticas para los soviéticos. El desencadenante de las contradicciones soviéticas, en gran medida, fue la rebelión de Mäntsälä en la ciudad finlandesa de Jyväskylä entre el febrero y marzo de 1932. En la rebelión, el grupo finlandés más próximo al fascismo, el Movimiento Lapua trató de dar un golpe de Estado junto con algunas facciones de la Guardia Blanca finlandesa. El golpe fracasó, suponiendo una valiosa victoria para la 521 John M. CAMMETT: “Communist Theories of Fascism…”, p. 155. 522 Por ejemplo, en: Krasnaya Kareliya, 4 de enero de 1935, p. 1; Krasnaya Kareliya, 28 de abril de 1935, p. 1; Krasnaya Kareliya, 30 de abril de 1935, p. 1. 187 democracia finlandesa, que acto seguido ilegalizaría al Movimiento Lapua.523 Frente a la derrota del fascismo finlandés, la identificación de Finlandia como un Estado fascista quedó en entredicho entre los dirigentes soviéticos, pero, como hemos visto en el caso de los discursos pronunciados durante las celebraciones de 1935, no dejaron de existir.524 Además de fascista, el lenguaje del momento también empleaba con frecuencia términos como “Finlandia blanca”, el imperialismo finlandés o la aspiración de la “Gran Finlandia” del nacionalismo de ese país.525 Pero la creciente preocupación de las autoridades centrales soviéticas hacía Finlandia no solo se evidenció en la prensa local. De hecho, el ejemplo más importante de la desconfianza hacía ese país fue el conocido como “caso de la conspiración del Estado Mayor de Finlandia”. Se trató de un supuesto gran complot destapado por la cúpula de la policía secreta en Leningrado y Carelia entre octubre de 1932 y mayo de 1933. Los dirigentes del órgano de la OGPU en estos dos territorios presumían de haber descubierto una gran conspiración dentro de Carelia, un caso donde habían desarticulado una gran red de agentes y espías contratados por el Estado Mayor finlandés con el objetivo de incitar una insurrección en Carelia para poder después anexionarlo a Finlandia. El propio Guenrij Yagoda, jefe de la OGPU, trasladó a Stalin este caso, señalando que era uno de los más grandes descubiertos en ese momento. No obstante, durante el deshielo de Jrushchov el caso se reabrió, descubriéndose que fue fabricado completamente por la misma cúpula policial de Leningrado que presumía de haberlo descubierto.526 523 Jenni KARIMÄKI: “Finnish liberals and Anti-Fascism. 1922-1932”, en: Kasper BRASKÉN, Nigel COPSEY y Johan A. LUNDIN (coords.): Anti-fascism in the Nordic Countries, Londres, Routledge, 2019, pp. 39-54, esp. p. 50. 524 Yuriy M. KILIN: Kareliya v politike Sovetskogo gosudarstva…, pp. 317-318 525 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 110. 526 Oksana Y. REPUKHOVA: “Delo o kontrrevolyutsionnom zagovore v Karelii v 1932- 1933 gg. («Zagovor finskogo genshtaba»)” en: A. D. DRIDZO (Coord.): Politicheskaya istoriya i istoriografiya (ot antichnosti do sovremennosti). Sb. nauch. st. Vyp. II, Petrozavodsk, Izdatel'stvo Petrozavodskogo gosudarstvennogo universiteta, 1996, pp. 85-99; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 124; Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 24; Yuriy M. KILIN: Kareliya v politike Sovetskogo gosudarstva…, pp. 315-316; Vladimir N. KHAUSTOV, Vladimir P. NAUMOV y N.S. PLOTNIKOVA: Lubyanka. Stalin i VCHK-GPU-OGPU-NKVD. 188 Esta primera operación no fue más que el comienzo del incremento de la represión en el territorio de Carelia. En el mismo año que finalizó esta operación contra supuestos agentes y espías a sueldo de Helsinki, la policía secreta también comenzó a prestar atención a un nuevo elemento desestabilizante dentro de la sociedad carelia que hasta ese momento no había preocupado en exceso a las autoridades: el nacionalismo finlandés. En 1933, por ejemplo, la OGPU desarticuló varias “organizaciones rebeldes contrarrevolucionarias de prisioneros” en los campos de trabajos forzosos de Carelia, cuyo objetivo, según las fuentes policiales, era la invasión por parte de Finlandia del territorio de Carelia y el canal construido recientemente que conectaba el Mar Blanco con el Báltico. Pero durante ese año las víctimas no solo fueron los prisioneros, la ola de detenciones también se expandió a los ciudadanos finlandeses que habitaban Carelia y que, en ese momento, llegaban hasta las trece mil personas. Entre estos detenidos, acusados en la mayoría de los casos de espionaje, se encontraban varios finlandeses rojos, veteranos de la guerra civil e incluso algún militante condecorado con la famosa Medalla de la Bandera Roja.527 En definitiva, la amenaza finlandesa estaba también relacionada con una quinta columna dentro de Carelia, el “nacionalismo burgués”, “finlandés” o “local”, que actuarían, según la policía secreta, de la mano para invadir el territorio soviético. Pero la preocupación por este tipo de nacionalismo no solo fue de la policía secreta. Tras la primera crítica hacia el nacionalismo ucraniano a finales de 1932, en 1933, el Kremlin volvió a reprender a la sección ucraniana del partido comunista por su “nacionalismo local”. Estos hechos tuvieron su eco en Carelia y no pasaron desapercibidos entre sus políticos. Algunos de ellos se mostraron críticos con los máximos dirigentes finlandeses rojos y los acusaron de exagerar la particularidad carelia para promocionar su “nacionalismo local”. El Comité Regional de Leningrado, todavía dirigido por Kirov, también advirtió a los finlandeses rojos de estos problemas. En abril de mismo año, el jefe del partido en Leningrado escribió a Rovio criticando la “línea poco clara que estaba llevando el partido en Carelia”. Lo achacaba al poco trabajo ideológico de la organización y denunciaba que se trataba de nada menos que una Yanvar' 1922 - dekabr' 1936, Moscú, Mezhdunarodnyy fond "Demokratiya" (Fond A.N. Yakovleva), 2003. 527 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga- Rovio”” …, pp. 41-42. 189 “desviación del marxismo-leninismo”. Se advertía también en el mensaje que por culpa de esa política habían penetrado elementos contrarrevolucionarios en el aparato soviético, algo que de ser verdad supondría un riesgo para la seguridad de la región.528 También ese mismo año, se acusó a Carelia de proteger el “nacionalismo local” que ocultaba la “contrarrevolución nacionalista burguesa” tras de sí. Los dirigentes del partido de Moscú y Leningrado lamentaban que dicho nacionalismo fuera sustentado por “la burguesía finlandesa, instrumento de la Alemania fascista e Inglaterra” que buscaba salir de su crisis interviniendo militarmente en Carelia.529 Tras estas advertencias y las críticas públicas contra los comunistas ucranianos, el cambio de tendencia en la implementación de la política nacional del partido era evidente para los dirigentes de las repúblicas nacionales y, para evitar una futura acusación del mismo tipo, optaron por tratar de atajar el problema antes de que fuera demasiado tarde. Durante el VI. Pleno del Comité Regional del partido en Carelia, en el mes de diciembre, el partido regional llamó a “aprender de las lecciones del partido en Ucrania”, en específico, en la lucha contra el “nacionalismo local” que ahora se habría convertido en la principal aliada de los imperialistas occidentales para socavar la integridad territorial de Carelia.530 Los ataques contra el nacionalismo llevados a cabo por el poder central de Moscú durante estos años atacaban precisamente a las formas de nacionalismo regional que se habían implementado de manera oficial desde los años veinte en los territorios de las periferias en el marco de la korenización.531 Por supuesto, el caso carelio no era excesivamente diferente al ucraniano y la propia aplicación de la que todavía era una política oficial del partido podía acabar de una forma similar al caso ucraniano. Por ello, aunque los dirigentes siguieron implementando los grandes eslóganes de la korenización, la mención contra el nacionalismo durante el VI. Pleno no fue algo puntual y en los siguientes meses los finlandeses rojos incorporaron esta lucha contra el “nacionalismo local” dentro de su discurso político. 528 NARK, f. P-3, op. 3, d. 1, pp. 3-4. 529 NARK, f. P-3, op. 3, d. 5, pp. 113-114; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 125. 530 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 166-167; NARK, f. P-3, op. 3, d.5, pp. 1-7. 531 Terry MARTIN: The affirmative action empire…, p. 356. 190 El ejemplo más evidente fue el de las celebraciones por el XV. Aniversario de la autonomía donde se vio la voluntad de los dirigentes regionales de compaginar la defensa de la korenización con la condena de las formas de “nacionalismo local” que tanto alertaban tanto a la policía secreta como a las autoridades de Moscú. En los argumentarios elaborados por el partido para ponentes y propagandistas responsables de intervenir en los diversos discursos políticos, además del enaltecimiento a la “política nacional leninista-estalinista” que ya hemos mencionado, también se subrayaba la lucha que llevaba a cabo el partido en Carelia contra el “nacionalismo local carelo-finés”. El argumentario acusaba a Finlandia de no renunciar a su idea de la “Gran Finlandia” y de haber fomentado casos como el de la conspiración de 1932 y 1933. Pero, además, añadía que, animados por los “intervencionistas finlandeses”, los kulakí y otros “elementos antisoviéticos”, el riesgo del “nacionalismo local” había crecido considerablemente en los últimos años. El propio argumentario también realizaba una autocrítica, un ritual más ceremonioso que sincero para los bolcheviques de la época,532 afirmando que, a pesar de las advertencias del Comité Regional de Leningrado y de Moscú, el partido de carelia no tomó las riendas del asunto a tiempo. Con objetivo de excusarse, sin embargo, también se refería al VI. Pleno, asegurando que había servido para comenzar a combatir con fuerza estos nuevos movimientos dentro de Carelia.533 Unos meses antes de la celebración, durante el X. Congreso de los Sóviets de Carelia, Gustav Rovio, el jefe del partido en Carelia, había hecho unas declaraciones similares. En una intervención que fue íntegramente recogida por Krasnaya Kareliya, Rovio dedicó una parte considerable de su discurso a denunciar el peligro que suponían Finlandia y sus “círculos antisoviéticos”. Más allá de las menciones sobre el imperialismo finlandés y sus aspiraciones sobre la periferia nórdica de la Unión Soviética, también hizo una distinción importante en cuanto a la identidad nacional. Aunque los finlandeses rojos habían reiterado hasta entonces la esencia finlandesa de la república, esta vez, Rovio afirmó que el pueblo de Carelia no compartía patria con los 532 John Arch GETTY: “Samokritika Rituals in the Stalinist Central Committee, 1933-38”, The Russian Review, 58 (1999), pp. 49-70. 533 s.a.: XV let Sovetskoy Karelii: Tezisy i materialy dlya dokladchikov, Petrozavodsk, Otdel Kul’tury i Propagandy Leninizma Karoblastkoma VKP(b), 1935, pp. 59-60. 191 “burgueses de Finlandia”.534 De esta manera, los finlandeses rojos ponían tierra de por medio con sus pasadas reivindicaciones más ambiciosas. En conclusión, en la periferia nórdica, la teoría leninista del imperialismo y la forma de entender el fenómeno del fascismo se tradujeron en la práctica en un creciente temor hacia el intervencionismo finlandés a partir de finales de los años veinte. Por un lado, la policía secreta, que respondía ante Moscú y no ante Petrozavodsk, comenzó una oleada represiva para combatir a los “espías y agentes” finlandeses dentro de Carelia. Poco tiempo después, a esta supuesta (y en ocasiones inventada) infiltración que estaba instalada dentro de la sociedad soviética se le unieron nuevos enemigos declarados del Kremlin, los “nacionalistas locales”, que tendrían el mismo objetivo de entregar a Finlandia el territorio de Carelia. Tras el ataque del politburó de Stalin a los “nacionalistas”, sobre todo de Ucrania, los dirigentes finlandeses rojos optaron por prevenir futuros problemas de este tipo y decidieron hacer suya la lucha contra estos movimientos. Sin embargo, no renunciaron a los principios políticos de la korenización, e incluso las celebraron como en el centenario de Kalevala o el aniversario de la autonomía. 6.3 La destitución de los finlandeses rojos Tras las operaciones contra la llamada conspiración del Estado Mayor y las siguientes operaciones de 1933, la represión política en la república no hizo más que aumentar. Como hemos visto en el capítulo anterior, el asesinato de Kirov tuvo un impacto directo en Carelia y estuvo también acompañada por otra escalada represiva que se saldó con varias condenas a muerte. Además de esos casos ya relatados, en 1935 la actividad de la NKVD (que ya había incorporado a la OGPU dentro de sí) siguió centrándose en capturar todo tipo de “elementos antisoviéticos”. En el mes de marzo, la rama de Leningrado de la NKVD recibió la orden de Yagoda, jefe del cuerpo, de “limpiar” las zonas cercanas a Leningrado de kulaki y “elementos antisoviéticos”. Como parte de la orden, la policía secreta debía realizar esa operación de “limpieza” en veintidós kilómetros de frontera en Carelia y deportar a los detenidos a Siberia. La operación, dirigida por una comisión donde también participaron la sección del partido 534 Krasnaya Kareliya, 17 de enero de 1935, p. 2; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 168. 192 de la república nórdica y de su gobierno, deportó en total a más de mil quinientas personas.535 En verano de 1935 tuvo lugar otra gran operación, esta vez, contra los militantes del Partido Comunista de Finlandia. Desde comienzos de los años treinta, el Partido Comunista de Finlandia también operaba dentro de las fronteras de la república autónoma, entre sus funciones estaba intervenir y dirigir a los finlandeses llegados desde Norteamérica o directamente desde Finlandia tras la crisis del mundo capitalista para prepararlos para una futura revolución en Finlandia. Aunque en un principio contaban con el auspicio de Moscú, a comienzos de 1935 la desconfianza hacia el país vecino también alcanzó a su partido comunista. En Moscú, detuvieron a miembros de la comitiva del partido en la Comintern y poco tiempo después, en verano, en Carelia también detuvieron a varios de sus miembros acusados, entre otras cosas, de “propaganda nacionalista contrarrevolucionaria contra la Comintern”.536 En medio de este contexto, apenas un mes después de la conclusión de las celebraciones de masas para festejar los quince años de autonomía de Carelia, la normalidad, al menos en el ámbito de la vida política, que caracterizó a los últimos años se interrumpió de forma completamente inesperada. El 7 de agosto de 1935, la oficina política del vozhd, tras haber recibido una propuesta de la oficina de organización, decidió destituir de su puesto como primer secretario del partido en Carelia a Gustav Rovio. El segundo secretario, Adam Apolonik, también fue destituido en la misma resolución.537 Este tipo de decisiones no eran del todo ajenas a la forma habitual en la que los bolcheviques entendían el papel de los cuadros del partido. De hecho, ambos fueron llamados a Moscú, algo que normalmente se resolvía con un nuevo destino para los dirigentes regionales soviéticos. En otra resolución del mismo día la oficina política decidió que el puesto de Rovio lo ocuparía de ahí en adelante Piotr Irklis, quien había sido el representante del Comité Regional de Leningrado en las festividades del decimoquinto aniversario. 535 Yuriy M. KILIN: Kareliya v politike Sovetskogo gosudarstva…, pp. 321-322; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 168. 536 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, pp. 128-129. 537 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 170. 193 El día 19 de agosto, el Comité Regional de la sección carelia del partido se reunió en un nuevo pleno. Su objetivo era informar a los componentes del Comité Regional sobre los cambios en la composición del órgano que había dictado el Kremlin. Para ello, viajaron dos representantes desde Leningrado al pleno. Por un lado, el recién elegido jefe del partido en la región Irklis y por otro Mijail Chudov, segundo secretario del comité desde los tiempos de Kirov. Tras la muerte de este último, Chudov no promocionó y la posición como jefe del partido en Leningrado lo ocupó Andrei Zhdanov. Aunque generalmente el protagonismo en estos plenos no era de los representantes de otros comités, en esta ocasión, Chudov e Irklis fueron los que llevaron las riendas de la reunión.538 La intervención de Chudov, que tomó dos sesiones en desarrollarse, fue la pieza fundamental del pleno. Por un lado, comunicó a los militantes la decisión del politburó de destituir a Rovio y a Apolonik y nombrar en su lugar a Irklis. Por el otro, resumió ciertos “errores” que se habían cometido dentro de la sección carelia del partido. Chudov en ningún momento realizó acusación alguna en relación con el nacionalismo, por ejemplo, sino que los errores eran más específicos, como en temas de “promoción de cuadros nacionales”, o sea, la discriminación positiva de miembros de minorías nacionales dentro de los aparatos del poder, la política lingüística o la política de ingreso en el partido.539 Como destaca Takala, a pesar de que aparentemente el pleno trascurrió en un tono calmado y, como hemos señalado ya, las destituciones no eran algo extraordinario en muchas regiones, la tensión política generada por la decisión fue palpable para los militantes. El caso más significativo fue el del asistente del recién destituido segundo secretario Apolonik, el asistente Konstantinov, quien apenas 9 días después de terminar el pleno decidió quitarse la vida. Tras volver de una reunión en un comité de ciudad del partido, Konstantinov se cortó el cuello con una cuchilla en su propia casa dejando una nota de suicidio que decía lo siguiente: “Considero que he sido tratado insensiblemente.”540 538 Krasnaya Kareliya, 20 de agosto de 1935, p. 1. 539 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 127; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga- Rovio” …, pp. 44-45. 540 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga- Rovio”” …, p. 45. 194 La excepcionalidad de lo acontecido dentro del Comité Regional en el mes de agosto, la maniobra de Moscú y Leningrado de apartar a Rovio y Apolonik para poner en su lugar a Irklis, no fue constatada hasta un mes después de este suceso, el 29 de septiembre de 1935, cuando el Comité Regional de la república inició un nuevo pleno. En los pocos días que separaron a los dos plenos, el lenguaje empleado por Irklis y Chudov para referirse al trabajo del anterior Comité Regional cambió por completo. Esta vez, los errores concretos de los anteriores dirigentes se convirtieron en “grandes errores políticos” y en “perversiones de la política nacional leninista-estalinista” 541. Los informes presentados por los dos hombres de Leningrado al pleno se centraron en la denuncia pública de estos dos puntos. El informe presentado por Chudov recogía acusaciones muy serias contra Rovio. Entre otras cosas, en el informe se afirmaba que una de las razones principales de su destitución fue que la dirección del Comité Regional de Carelia, “especialmente el primer secretario, el camarada Rovio,” no logró educar a la población en el “espíritu del internacionalismo proletario y el patriotismo soviético” durante su mandato, sino que, en su lugar, en varios aspectos, estaba “a la estela de elementos nacionalistas que gravitan hacia la Finlandia burguesa”. Esta acusación indirecta de nacionalismo fue acompañada por otras acusaciones como las de desoír la línea oficial del partido, la errónea aplicación de la política nacional, la discriminación del idioma ruso o la falta de atención frente al nacionalismo local y los enemigos de clase.542 Mientras tanto, la intervención de Irklis siguió la misma dirección que el de Chudov, denunciando los errores y proponiendo su propio programa de soluciones. Al fin y al cabo, Rovio había sido destituido por desatender cuestiones que las élites del partido consideraban cruciales, de modo que, desde un comienzo, el nuevo primer secretario trató de atender precisamente estos mismos temas.543 Nada más llegar a su cargo, por ejemplo, recopiló una serie de “materiales comprometedores” contra los comunistas finlandeses con la ayuda del Comité Regional de Leningrado y al Comité Central, donde no solo Rovio aparecía como cómplice, sino que también se incluían a 541 Krasnaya Kareliya, 4 de octubre de 1935, p. 1. 542 s.a.:V-y plenum Karel'skogo oblastnogo komiteta VKP(b), Petrozavodsk, Kir'ya, 1935; Krasnaya Kareliya, 5 de octubre de 1935, pp. 1-2. 543 Krasnaya Kareliya, 6 de octubre de 1935, pp. 1-2. 195 otros finlandeses rojos como el jefe del Sovnarkom en la republica Gylling.544 En el pleno, con un lenguaje ligeramente más conciliador, defendió esa misma postura. Durante el transcurso del pleno, los finlandeses rojos, parte de la dirección que ahora criticaban el representante del Comité Regional de Leningrado y el nuevo jefe del partido, no defendieron su gestión al frente de los órganos. Por el contrario, su estrategia frente a los ataques pasó por reconocer sus errores. Gylling, por ejemplo, estaba en el pleno de Comité Regional y su intervención tras los informes de Chudov e Irklis se puede calificar como una autocrítica, no solo en el terreno de la aplicación de la aplicación de la política nacional, sino también en otros aspectos de su gobierno como la economía.545 Nada más terminar el pleno, la prioridad del nuevo Comité Regional fue continuar con esta campaña contra los errores en la aplicación de la “política nacional leninista-estalinista” en las bases del partido. El propio Irklis visitó al comité de la ciudad de Petrozavodsk a comienzos de octubre para reunirse con sus militantes y darles a conocer las conclusiones del último pleno de su comité. Según la prensa, tanto Irklis como los militantes del comité de la ciudad, órgano inmediatamente inferior al Comité Regional, lanzaron duras críticas contra la vieja dirección por sus errores. Irklis por su parte ofreció la visión oficial que ahora mantenía tanto su nuevo comité como Leningrado, es decir, que la “política nacional leninista-estalinista” fue mal aplicada o con errores bajo el liderazgo de Rovio y Apolonik.546 El movimiento político de Moscú y Leningrado para aplacar a los finlandeses rojos no se detuvo aquí. Aunque Gylling se disculpó, admitió sus errores y se mostró dispuesto a trabajar para corregirlo,547 a finales de octubre, el Comité Central también pidió la cabeza de Gylling. Andrei Zhdanov y Lazar Kaganovich fueron los encargados de informar a Stalin de este hecho en búsqueda de su autorización personal. Stalin, que en ese momento estaba en su dacha de Sochi, dio el visto bueno tan solo un día después 544 NARK, f. P-3, op. 3, d. 299, pp. 41-42; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 127; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 170. 545 Krasnaya Kareliya, 9 de octubre de 1935, p. 2. 546 Krasnaya Kareliya, 6 de octubre de 1935, p. 4. 547 Además de sus intervenciones en el pleno de septiembre, publicó este artículo con el mismo objetivo: Krasnaya Kareliya, 29 de octubre de 1935, p. 2. 196 con telegrama y su oficina política oficializó la decisión para el 29 de octubre.548 Gylling, que había estado al frente del ejecutivo de Carelia por decisión de Lenin desde la formación de la república en los tiempos de la guerra civil, había sido destituido y en su lugar, como jefe del ejecutivo en Carelia, se nombró a Pavel Bushuev, un bolchevique de etnia carelia que tras iniciar su carrera en la república ocupó cargos intermedios del partido en Moscú.549 No obstante, en este punto, las acusaciones contra los finlandeses rojos eran todavía vagas. En el momento de la destitución de Gylling el tono subió ligeramente respecto a los “grandes errores y perversiones” de Rovio y Apolonik de un mes atrás. De hecho, Gylling fue oficialmente destituido por “la pérdida de vigilancia revolucionaria, nacionalismo y prácticas antisoviéticas”, la mayor y más grande recriminación hecha hasta ese momento, pero poco con lo que todavía estaba por llegar.550 Esta intervención de los poderes centrales y la reestructuración política realizada desde arriba alcanzó también otras esferas de la vida de Carelia como las fábricas, las granjas y los centros de estudio. El KNII, por ejemplo, fue uno de los primeros espacios en sufrirlo. La destitución de Gylling no se limitó a su cargo de jefe en el Sovnarkom. Días antes de que la noticia de su destitución fuese pública Gylling perdió su cargo al frente del KNII al igual que toda su dirección, Makarev incluido. El 15 de octubre de 1935, la nueva dirección del centro, con Vladislav Nikandrov de director y Nikolai Sokolov de subdirector, organizó una reunión para discutir el pasado, el presente y el futuro del instituto. Makarev estuvo como invitado. El acta de esa reunión desvela las opiniones profundamente críticas de la nueva dirección del centro sobre las actividades que se habían llevado a cabo desde su fundación. La crítica era similar al discurso 548 RGASPI, d. 558, op. 11, d. 92, pp. 78-79; RGASPI, f. 17, op. 3, d. 972, p. 54. Ambos en: Oleg V. KHLEVNIUK et al. (cords.): Stalin i Kaganovich. Perepiska. 1931-1936 gg., Moscú, ROSSPEN, 2001, p. 617. 549 A. F. TITOV: Kareliya: Entsiklopediya: v 3 tomakh. Tom 1, Petrozavodsk, PetroPress, 2007, p. 186. 550 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 28; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga- Rovio”” …, p. 46. 197 emitido por Makarev en el pleno de junio del Comité Regional donde hizo autocrítica de su trabajo.551 Según la nueva dirección, los planes temáticos anuales del instituto no se correspondían con las demandas cada vez más exigentes de la construcción del socialismo, ya que no se ocupaban de sus “tareas fundamentales”. La crítica no se limitó a la antigua dirección del centro, también fue extensiva a los científicos que formaban el centro, a los que se les acusó de no estar preparados, tanto cuantitativamente como cualitativamente, para cumplir con los objetivos marcados. La sección histórico- revolucionaria fue especialmente reprendida en la reunión. Se afirmó que su trabajo y su elección de temas no eran los acertados y que la sección necesitaba una gran corrección. Ponían como ejemplo su trabajo sobre el bandidismo en Carelia, que lo consideraban un trabajo “políticamente analfabeto”. En otras secciones, el tono de las críticas fue más suave, aunque en todos se subrayaban las supuestas deficiencias.552 De esta forma, en tan solo tres meses, desde agosto hasta octubre de 1935, el Comité Central y el Comité Regional de Leningrado llevaron a cabo una operación política para destituir a los finlandeses rojos de todos los órganos de poder que ostentaban, desde la sección regional del partido, hasta al gobierno, pero también pasando por instituciones como centros de trabajo o el principal centro de investigación. El objetivo era apartarlos por completo del poder regional. La desconfianza hacia Finlandia se trasladó también a los dirigentes finlandeses rojos que, aunque en innumerables ocasiones demostraron su fidelidad a la ideología del régimen, incluso construyendo el propio sistema en la periferia, fueron perdiendo la confianza del poder central cuando el nacionalismo periférico se convertía en la principal preocupación de las autoridades del Kremlin. Este punto de inflexión en la historia de Carelia supuso el inicio de la represión a gran escala en Carelia que, en pocos años, se convertiría en la represión en masa. Cuando se emplea el concepto del miedo, tanto de Stalin como del conjunto del círculo gobernante, para explicar los cambios en las políticas gubernamentales o los 551 Martin ARTOLA KORTA: “Science and academic research in Soviet Karelia…”, p. 147; A. F. TITOV y Y. A. SAVVATEEV: Karel’skiy Nauchnyy Tsentr…, p. 14. 552 NA KNTs RAN, f. 1, op. 3, d. 126: 27-33; Martin ARTOLA KORTA: “Science and academic research in Soviet Karelia…”, pp. 147-148. 198 inicios de los episodios represivos es preciso tener en cuenta que el miedo no fue un proceso racionalizado en todo momento. Es decir, no se pueden explicar completamente estos fenómenos aludiendo a las informaciones que recibían los gobernantes y el temor que eso les causaba. El miedo, o lo que otros historiadores han preferido denominar paranoia, tuvo componentes irracionales que se pueden explicar por varios factores.553 La personalidad de Stalin puede ser uno, pero también lo son los particulares presupuestos ideológicos con los que funcionaba el sistema estalinista, no solo el Kremlin, sino también las demás instancias del poder. La forma bolchevique de entender el imperialismo o el fascismo facilitaba el estado de alerta constante respecto a las hipotéticas incursiones extranjeras, militares o por quintas columnas como se demostró en Carelia. Como veremos en el siguiente capítulo sobre la escalada represiva en la república nórdica, la vorágine de propaganda sobre el peligro del imperialismo, el nacionalismo o el fascismo que acabamos de ver influía en aparatos del Estado tan importantes como la policía secreta. Estos órganos operaban hasta la extenuación para encontrar “elementos hostiles” dentro de la sociedad soviética respondiendo precisamente a la lógica de una ideología que no dejaba lugar a dudas en cuando a la posibilidad de que existiesen enemigos que querían acabar con el país. 553 Jörg BABEROWSKI: Scorched earth… pp. 309-311; Stephen KOTKIN: Stalin: Waiting for Hitler…, pp. 488-492. 199 III. EL TERROR EN LA PERIFERIA NÓRDICA (1935-1938) 200 7. La represión política como antesala de la represión en masa (1935-1937) Desde 1934 hasta 1936 el estalinismo como sistema experimentó un breve periodo de distensión. Los aparatos estatales fueron parcialmente reformados y la represión arbitraria también se apaciguó por momentos. Los tribunales y el sistema legal soviético en general comenzaron a ganar peso dentro del sistema y la NKVD, que durante la primera mitad de la década fue el órgano predominante frente a los tribunales de la mano del artículo 58, comenzó a perder su peso dentro del Estado. Esta realidad se constata con el descenso de los arrestos y las ejecuciones. Entre 1934 y 1936, por ejemplo, el número de fusilamientos descendió a la mitad. En definitiva, desde el final de la colectivización y la muerte de Kirov hasta el inicio de la represión en masa de 1937 y 1938 la URSS vivió un periodo de relajación, en especial en el ámbito de los órganos de represión y de justicia.554 Este cambio no se apreció en las periferias, donde precisamente en esos años se reproducían los procesos represivos con cada vez mayor intensidad. En el caso de Carelia, desde las operaciones de la policía secreta de 1932 y 1933, la represión política no hizo más que aumentar y fue la policía secreta, y no el sistema judicial estatal, quien la llevó a cabo. Es decir, este periodo es caracterizado por un desarrollo desigual de los acontecimientos entre el centro y la periferia. El año 1935, además, fue un año determinante en esta tendencia. A partir del pleno de septiembre del Comité Regional del partido de Carelia comenzó una oleada represiva donde los habitantes étnicamente finlandeses fueron las principales víctimas.555 Relacionado con esto, entre finales de 1935 y comienzos de 1937, los nuevos dirigentes republicanos, tanto del partido como del gobierno, actuaron como un apéndice de los dos principales centros de poder, Moscú y Leningrado. Durante este periodo, la represión se llevó a cabo, principalmente, dentro de una gran campaña contra el nacionalismo burgués con la ayuda de la policía secreta, enfocada a delatar 554 Robert THURSTON: Life and Terror in Stalin's Russia, 1934-1941, Londres, Yale University Press, 1996, pp. 10, 15. 555 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 129. 201 grupos conspiradores y secretos en la sociedad soviética.556 Los procesos judiciales que se abrieron en Moscú contra los “trotskistas” y “zinovievistas”, en la segunda mitad de 1936, fagocitaron la represión. El concepto de “enemigo el pueblo” estaba cada vez más presente en la prensa y los discursos políticos, algo que no tardó en incorporarse en la lucha contra el “nacionalismo burgués” que vivía la república nórdica.557 Un ejemplo que ilustra la campaña contra el nacionalismo burgués y la represión política que ella acarreó fue el escándalo organizado por la policía secreta en torno a la Administración de Reasentamiento y la KTA, los órganos encargados de atraer, captar y asentar en Carelia a los inmigrantes finlandeses provenientes de Norteamérica a comienzos de los años treinta. Como veremos, los dirigentes de la KTA fueron culpados de haber introducido grupos contrarrevolucionarios de diferente signo con el fin de destruir Carelia bajo la fachada del reclutamiento de personal cualificado. Esta operación puso a la población finlandesa en el foco de todas las sospechas de la policía secreta y los nuevos dirigentes regionales. La detención de estos inmigrantes al poco tiempo de estos hechos, acusados de formar parte de organizaciones nacionalistas o antisoviéticas, demuestra la dificultad de establecer la frontera del terror político y el terror en masa en estos territorios.558 7.1 La escalada de la represión política Como lo hemos señalado en el 5. Capítulo, aunque el asesinato de Kirov no fue el desencadenante del Gran Terror, a raíz de este acontecimiento se desató una oleada represiva en toda la Unión Soviética. La naturaleza de esta represión fue principalmente política y afectó, sobre todo, a los cargos del partido y del Estado por medio de las purgas. También hemos visto que la purga política no fue algo inventado tras la muerte de Kirov, se trataba de una práctica con su tradición tanto dentro como fuera de las filas bolcheviques. Sin embargo, la purga política iniciada tras este magnicidio tuvo características únicas y diferentes a las que hasta ese momento se habían ejecutado. A 556 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 189-191; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” …, pp. 47-48. 557 Por ejemplo, en: Krasnaya Kareliya, 26 de agosto de 1936, p. 3; Krasnaya Kareliya, 3 de septiembre de 1936, p. 1; Krasnaya Kareliya, 12 de septiembre de 1936, p. 2. 558 RGASPI, f. 495, op. 18, d. 1290, pp. 70-73; NARK, f. P-3, op. 5, d. 276, pp. 3-15, 26. 202 diferencia de los anteriores, el proceso de verificación de esta purga no fue realizado únicamente por el partido, en él también participaron los órganos de la NKVD. La participación de la policía secreta en la purga significó el incremento sustancial de la represión política. Los expulsados del partido alcanzaron los 250.000 y, en algunos meses, los arrestos a raíz de las verificaciones fueron más de 11.000.559 En Carelia, esta purga política constituyó un momento fundamental en la escalada de la represión política iniciada entre los años 1932 y 1933 y esto no solo fue porque la purga supusiera un incremento en las cifras de la represión. El desarrollo y los resultados de las verificaciones de la purga alimentaron todavía más los miedos y la paranoia que imperaban ya en la política regional y nacional, de modo que el propio proceso de purga no solo fue un paso más en la represión, sino que también fue su propulsor.560 En el caso de la periferia nórdica, la rama de Carelia de la NKVD tuvo un protagonismo destacado en las verificaciones, eclipsando incluso al propio partido. Sus trabajos ofrecieron resultados muy preocupantes para las autoridades. En un informe emitido en abril de 1935, la NKVD de Carelia afirmó que, entre los cuadros intermedios y locales del partido, del Estado y de los organismos económicos, existía una “contaminación” significativa de elementos antisoviéticos. La peculiaridad de estos elementos no era únicamente su “procedencia social ajena” o su “carácter contrarrevolucionario”, sino que también se destacaba su conexión con las agencias de inteligencia extranjeras.561 La relación de la purga en Carelia con el temor al nacionalismo finlandés fue constante. Como ya hemos adelantado en el capítulo anterior, uno de los primeros grupos que fueron víctimas de la escalada represiva de 1935 fueron los militantes del Partido Comunista de Finlandia que estaban dentro de la Unión Soviética. De la misma manera, una parte importante de las víctimas del proceso de purga de la sección del partido en Carelia fueron los grupos más estrechamente relacionados con los comunistas finlandeses. Durante los primeros años treinta, en las ciudades de Petrozavodsk y Leningrado se formaron “grupos de asistencia” del Partido Comunista 559 Oleg V. KHLEVNIUK: Khozyain. Stalin i utverzhdeniye stalinskoy diktatury, Moscú, ROSSPEN, 2010, pp. 235-236. 560 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 195-196. 561 NARK, f. P-3, op.3, d. 314, pp. 27-31; V. G. MAKUROV: Neizvestnaya Kareliya…, pp. 237-248. 203 de Finlandia (SKP) dentro del organigrama del partido comunista soviético. El objetivo de estos grupos era colaborar en materia política, orgánica y financiera con los comunistas finlandeses. Mientras que el Comité Regional de Carelia contribuía en la financiación del SKP, este último intervenía entre los inmigrantes finlandeses, presumiblemente de manera más efectiva.562 Según las investigaciones de la NKVD de la república, los elementos y grupos “contrarrevolucionarios” que estaban dentro del partido procedían, en parte, de estos grupos de apoyo, por lo que sus integrantes fueron víctimas de la purga del partido.563 También lo fueron, entre otros, los integrantes de la Brigada Jäger de Carelia, también finlandeses. Se trataba de un destacamento militar propio de la república formado en los años de la creación de la Carelia autónoma y comandado por finlandeses rojos. En el año 1935, el partido expulsó a más del quince por ciento de todos sus militantes en Carelia, 837 personas en total. Pero, además de eso, 272 de esos militantes expulsados también fueron detenidos dentro del proceso de verificación ejecutado por la policía secreta.564 La purga política de 1935 y 1936 también afectó a la administración estatal y a los organismos económicos. Siguiendo el mismo procedimiento de las verificaciones en las estructuras internas del partido, la policía secreta también llevo a cabo sus pesquisas para localizar y eliminar la “contaminación” en estos espacios. Las principales víctimas de esta purga fueron los líderes locales e intermedios, que fueron acusados de ser cómplices o colaboradores en la introducción de los “elementos antisoviéticos” dentro de las estructuras oficiales del Estado durante un periodo prolongado. Un caso ilustrativo del funcionamiento de estos procesos de verificación en estos organismos fue el del soviet rural de Kandalaksha. La investigación realizada por la NKVD de Carelia sobre este soviet aseguraba que, debido a la “torpeza” y la “miopía” en el trabajo de supervisión de sus líderes, el soviet rural había sido “contaminado” por “elementos hostiles” y “de clase ajena”, es decir, de origen no proletario. Los hechos que se recogen en los informes de la policía secreta resumen la actitud benevolente de los dirigentes del soviet con ciudadanos catalogados como kulak. Debido a que tras la deskulakización 562 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio” …, pp. 49-50; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 128. 563 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 196; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” …, pp. 50-51; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 130. 564 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 196. 204 estos ciudadanos fueron privados de sus derechos, muchos de ellos trataban de ocultar su identidad o crearse una falsa para poder reiniciar su vida. En este caso, los investigadores acusaban a los dirigentes de este soviet de ayudar a varias de estas personas en la creación de esta nueva identidad emitiendo documentos oficiales con datos falsos o de ofrecer cobijo tras su huida de los lugares a donde habían sido deportados. Tras la verificación, tanto los kulaki como los responsables fueron arrestados y condenados por un tribunal popular.565 Las verificaciones en los soviets rurales también desvelaron lo que para las autoridades eran malas prácticas del propio partido. El Comité Regional del partido en Carelia denunció, por ejemplo, el caso de un soviet rural de Rugozersk que tras unas elecciones para elegir sus dirigentes cayó en manos de “elementos hostiles” y “de clase ajena”. La resolución del Comité Regional señalaba a los militantes comunistas locales de la región por haber fallado en la vigilancia contra estas personas y haber fallado en la campaña para conseguir ganar las elecciones. Como consecuencia, cuatro de los treces mandos que salieron electos de esas elecciones eran personas con un pasado censurado por los bolcheviques como mercaderes o combatientes blancos de la guerra civil. Tras el proceso de verificación los miembros del partido fueron castigados, las cuatro personas electas expulsadas y las elecciones se celebraron de nuevo.566 El aumento de la represión que supuso la purga, que estuvo en vigor entre 1935 y 1936, fue a su vez agravada por el golpe de Moscú y Leningrado contra los finlandeses rojos entre agosto y septiembre de 1935 y la consiguiente campaña contra el “nacionalismo burgués” que iniciaron los nuevos jefes republicanos. A partir de entonces, a la represión de la purga se le sumó la de la campaña. Los dos episodios represivos, que coincidieron en tiempo, fueron dos operaciones diferentes que, en momentos concretos como el que hemos destacado al comienzo de esta sección, se encontraron entre ellos. Hasta que los archivos de la policía secreta vuelvan a abrirse en Rusia es difícil cuantificar la magnitud total de la represión ligada a la campaña contra el “nacionalismo burgués”. Tan solo en 1935, por ejemplo, la NKVD arrestó a cuarenta finlandeses, trató 565 V. G. MAKUROV: Neizvestnaya Kareliya…, pp. 250-251; Lyudmila I. VAVULINSKAYA: Sovety Karelii. 1917-1992…, pp. 183-184. 566 Lyudmila I. VAVULINSKAYA: Sovety Karelii. 1917-1992…, pp. 179-180. 205 de capturar cincuenta y deportó otros cincuenta.567 Hay que tener en cuenta que la campaña sólo fue iniciada al final de ese año. Aunque la campaña fuese dirigida contra el nacionalismo, entre 1935 y 1936, las acusaciones contra las personas arrestadas eran por formar parte de los así llamados “nidos de espías”. Ese fue el caso de Artur Usenius, comisario popular de industria ligera del gobierno regional de Carelia, acusado y condenado por espía sueco u Otto Vilmi, periodista encargado de formar los grupos de asistencia del Partido Comunista de Finlandia, acusado y condenado por espía finlandés.568 Tanto Usenius como Vilmi contaban con una larga trayectoria luchando por la causa comunista. Usenius, sueco nacido en Finlandia, era un destacado sindicalista en Finlandia desde antes del episodio revolucionario de 1917. Realizó un trabajo destacado para difundir propaganda comunista en Finlandia y Rusia y acogió a numerosos militantes comunistas perseguidos en su país durante ese periodo, incluso al propio Lenin. Después de trabajar para la Comintern tras la revolución, en los años veinte fue incorporado en el gobierno de Carelia. De hecho, se trataba de uno de sus altos cargos mejor formados, gran conocedor de idiomas, culturizado y con probadas capacidades para gobernar. La hasta entonces intachable trayectoria no evitó que en octubre de 1935 fuese detenido por espionaje. Vilmi, por su parte, también gozaba de una trayectoria política envidiable. Era considerado un gran propagandista desde el inicio de sus actividades, antes de la revolución trabajó como editor de periódicos obreros en Finlandia, su país, hasta que tras la revolución de octubre y la derrota de los comunistas finlandeses fue llamado a Petrogrado por la Comintern. A finales de los años veinte también entró en la dirección de Carelia, dirigiendo la versión finesa de Krasnaya Karelia, Punainen Karjala o como presidente del servicio de radio. Como hemos dicho, también dirigió los grupos de asistencia del Partido Comunista de Finlandia. Vilmi fue detenido un mes después de Usenius.569 En ambos casos, sus largas carreras políticas como históricos militantes del comunismo finlandés no evitaron que la NKVD los considerara espías al servicio de los gobiernos contra los que lucharon durante tanto tiempo. 567 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 129. 568 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 27. 569 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” …, pp. 48-49 206 7.2 El desmantelamiento de la Administración de Reasentamiento Por su significado, el resultado más significativo de esta campaña contra el “nacionalismo burgués” fue la disolución de la Administración de Reasentamiento, el órgano encargado de supervisar a la KTA y reasentar a los inmigrantes que esta organización atraía a Carelia. En noviembre de 1935, la noticia de esta disolución llegó a las sedes de Toronto y Nueva York de la KTA que, a pesar de ser informados de que no volverían a trabajar más en la captación de trabajadores finlandeses para Carelia, no consiguieron ninguna explicación de la razón de la clausura de la Administración de Reasentamiento.570 El verdadero motivo de la clausura era la sospecha de la policía secreta sobre las actividades de este cuerpo dirigido por finlandeses rojos. La iniciativa de atraer a los inmigrantes finlandeses de Estados Unidos y Canadá fue un proyecto del gobierno de los finlandeses rojos y las supuestas ventajas de esa inmigración fueron exaltadas por su prensa.571 Durante los primeros años treinta el caso de los inmigrantes fue todo un fenómeno que debía demostrar el éxito del modelo soviético. Mientras que la prensa subrayaba la mala situación en la que vivían los leñadores finlandeses en Finlandia,572 también se reprodujeron las publicaciones que intentaban exhibir la gran calidad de vida de estos inmigrantes en la república nórdica soviética.573 Pero, en realidad, las vivencias de estos inmigrantes no fueron sencillas desde el momento de su llegada. A pesar de que los finlandeses, como hemos visto anteriormente, gozaban con algunas ventajas que despertaban las envidias de los trabajadores rusos, también tuvieron que hacer frente a las penosas condiciones de vida. Las malas instalaciones de agua, que se congelaban fácilmente, hacían imposible en ocasiones el acceso al agua y la situación con la comida no era mejor. Los obreros finlandeses se quejaron repetidas veces de que la comida era mala o, en su defecto, que era muy escasa.574 Las cartas personales que los finlandeses norteamericanos mandaban a 570 RGASPI, f. 495, op. 14, d. 282, p. 1. 571 Por ejemplo, en: Krasnaya Kareliya, 29 de mayo de 1932, p. 3; Krasnaya Kareliya, 11 de enero de 1933, p. 2; Krasnaya Kareliya, 16 de enero de 1933, p. 4. 572 Krasnaya Kareliya, 21 de febrero de 1936, p. 3 573 V. TONKEL’: Kanadskiye lesoruby v Sovetskoy Karelii, Moscú, Goslestekhizdat, 1934. 574 Elena A. KOCHETKOVA: “Natsional'naya politika v Sovetskom gosudarstve v 1920- kh - 1930-kh gg.: Sluchay finnov-immigrantov v Karelii”, Vestnik Leningradskogo gosudarstvennogo 207 sus familias, se describen también estas situaciones. En algunas ocasiones, estos trabajadores se veían forzados a pedir algunos bienes de consumo a sus familias en Norteamérica, ya que no los podían conseguir en su nuevo destino. Jerséis, ropa interior, calcetines y especialmente los zapatos eran los objetos más preciados y los que más echaban de menos. Por otro lado, también recibían otro tipo de bienes de consumo, si bien estos con mayor valor sentimental como podían ser las galletas, el café, los caramelos o incluso chicles.575 Estas cartas, que son escritas en 1933, es decir, cuando todavía seguían llegando muchos inmigrantes, demuestran la escasez de bienes de consumo que se encontraban al llegar a Carelia. Otros relatos biográficos también respaldan esta visión, señalando que era muy difícil encontrar productos de necesidad en las tiendas carelias.576 Muchos inmigrantes, descontentos con esta situación, optaron por retornar a sus hogares o buscar una nueva vida en Finlandia huyendo de la república nórdica. Un informe del Partido Comunista de Canadá, fechado en abril de 1936, estimaba que el veinte por ciento de todos los trabajadores enviados por la KTA desde Canadá había dejado la Unión Soviética decepcionados por lo que se habían encontrado en Carelia. Este informe también demostraba la preocupación de los comunistas canadienses por las opiniones críticas que difundían estos inmigrantes en los lugares a donde volvían. Afirmaba que, en su nuevo destino, era habitual que estos trabajadores hicieran “declaraciones difamatorias” contra Carelia y la Unión Soviética en general y agregaba que, una pequeña parte de esos difamadores habían capitulado “a la burguesía y a los traidores de la clase obrera”.577 universiteta imeni A.S. Pushkina 1 (2011), pp. 48-62, esp. p. 56; Elena USACHEVA: “NARK documents about the North American Finns” en: Irina TAKALA y Ilya SOLONESHCH (cords.): Norh American Finns…, pp. 256-268. 575 Samira SARAMO: ““Piercing together immigrant lives”: An analysis of personal letters written by North American Finns in Soviet Karelia” en: Irina TAKALA y Ilya SOLONESHCH (coords.): North American Finns…, pp. 170-189, esp. p. 176; Samira SARAMO: “The Letters, Memories, and “Truths” of Finnish North Americans in Soviet Karelia”, Histoire sociale, 92 (2013), pp. 471-492. 576 Mayme SEVANDER y Laurie HERTZEL: They Took My Father. Finnish Americans in Statin’s Russia, Minneapolis, University of Minnesota Press, 2004, p. 58. 577 RGASPI. f. 495, op. 14, d. 282, pp. 37-39. 208 En este contexto, la policía secreta soviética centró su atención sobre la Administración de Reasentamiento y la KTA. El encargado de investigar la institución y la agencia fue el jefe de la NKVD en Carelia, Karp Shershevski, que en el momento de realizar la investigación estaba en sus últimos meses al frente de la policía secreta de la república antes de ser designado a su nueva responsabilidad en la Dirección de Milicia de Trabajadores y Campesinos de la NKVD en el territorio de Siberia Oriental en diciembre de 1935.578 En el primer informe elaborado por Shershevski, se mostraba francamente crítico con los responsables del reclutamiento. Tras realizar una exhaustiva investigación sobre sus vidas, incluyendo en algunos casos hasta la de sus hijos, sentenció que los responsables del reclutamiento habían actuado de una forma corrupta en sus labores, buscando su lucro personal más que el reclutamiento de trabajadores especializados para la región. También señalaba que, debido a la naturaleza mercantil de la KTA, los finlandeses llegados a Carelia eran “taberneros arruinados, kulakí, contrabandistas, evidentes estafadores y buscavidas”. Según Shershevski, lo más peligroso de ello, siguiendo con la idea del nido de espías, era que las agencias de inteligencia extranjeras habían utilizado esta circunstancia para introducir espías dentro del territorio soviético.579 Tras el cambio de jefe en la NKVD de Carelia, las investigaciones sobre la KTA y la Administración de Reasentamiento continuaron durante los siguientes meses hasta llegar incluso a los años del Gran Terror. Progresivamente, la gravedad de las acusaciones hacia los responsables de los dos cuerpos se fue incrementando. De un caso de corrupción y negligencia se pasó a uno de fines contrarrevolucionarios. Los informes definitivos culpaban en primer grado a John Latva, quien fuera director de la KTA en su sede de Toronto, de ser un agente de la Ojrana finlandesa. La acusación se extendió a más altos cargos de la KTA, como Tenhunen, quien fuera nombrado por Gylling coordinador del reasentamiento, Yuri Halonen, compañero de Tenhunen en el CPUSA y Kalle Aronen, el homólogo de Latva en Nueva York.580 Siguiendo la estela del primer informe elaborado por Shershevski, se les acusaba de haber utilizado la KTA para el 578 Nikita V. PETROV y Konstantin V. SKORKIN: Kto rukovodil NKVD 1934 - 1941, Moscú, Memorial, 1999, p. 448. 579 NARK, f. P-3, op. 5, d. 276, pp. 60-63; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 133. 580 NARK, f. P-3, op. 5, d. 276, p. 4-5; RGASPI, f. 495, op. 18, d. 1290, pp. 70-73. 209 enriquecimiento personal, en particular, exigiendo comisiones a Intourist, la agencia de viajes estatal, y a la empresa encargada del transporte de inmigrantes finlandeses, la Swedish American Line. Pero esto no fue todo, a los responsables de las dos instituciones también se les consideró responsables de un asunto más grave. Tenhunen, Latva, Halonen y Aronen fueron culpados también de “inundar Carelia de todo tipo de indeseables agentes nacionalistas burgueses, fascistas y trotskistas” a propósito con el ánimo de destruir la economía socialista soviética y lograr la secesión de Carelia.581 Es decir, en las últimas investigaciones no solo se resaltaba su imprudencia y su avaricia como causantes de la llegada de enemigos del Estado soviético a Carelia, sino que también se daba por hecho que los acusados eran miembros de una organización criminal que trataba de construir una quinta columna en la Unión Soviética para así acabar con el socialismo. Por la gravedad de los cargos vertidos sobre ellos Halonen, Aronen y Tenhunen fueron detenidos y ejecutados, Latva, que tuvo más suerte permaneciendo en Canadá, no pudo ser sentenciado.582 En el caso de Tehunen, su detención y el posterior fusilamiento llegó apenas cuatro años después de su liberación por parte del gobierno finlandés. Tehunen fue detenido en 1932 mientras se desplazaba a Estados Unidos para continuar con sus actividades. Un año después de su detención fue liberado de prisión, permitiéndole eso seguir con sus actividades.583 Más allá del fusilamiento de sus responsables, este proceso no solo tuvo como victimas a los responsables de la Administración de Reasentamiento y de la KTA, las principales víctimas fueron los miles de inmigrantes finlandeses procedentes de Norteamérica que llegaron con las dos instituciones. Las investigaciones de la NKVD los señalaban como personas indeseables en el mejor de los casos. En las operaciones de represión iniciadas contra ellos, en especial en el contexto del Gran Terror, sin embargo, más bien fueron tratados como espías, peligrosos quintacolumnistas, nacionalistas, trotskistas o fascistas. 581 RGASPI, f. 495, op. 18, d. 1290, p. 70. 582 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR. 4-e izd [Base de datos electrónica] (2007), https://base.memo.ru/. 583 Alexis POGORELSKIN: “Matti Tenhunen and the Recruitment of North American Finns to Karelia: New Questions” en: Irina TAKALA y Ilya SOLONESHCH (coords.): North American Finns…, pp. 139-150, esp. p. 146. 210 En Carelia, una de las principales características del Gran Terror fue el progresivo incremento de la represión. El terror en masa de 1937 y 1938 no comenzó de manera abrupta a raíz de las operaciones secretas, sino que la represión fue progresivamente afectando a más ciudadanos durante los años previos. Por supuesto, como veremos en el siguiente capítulo, la introducción de estas operaciones supuso un aumento exponencial de víctimas, fue el momento en el que la represión se convirtió en un terror en masa. Pero eso no quiere decir que en el año 1935 y 1936, en el marco de la campaña contra el nacionalismo burgués, las víctimas solo fuesen cargos políticos purgados.584 Al mismo tiempo que se llevaban a cabo las investigaciones contra la Administración de Reasentamiento y la KTA, los finlandeses llegados de América eran foco de las sospechas de las autoridades, incluso entonces, la represión también se cebó con ellos. Un caso que tuvo una repercusión significativa durante esos años previos al Gran Terror fue lo ocurrido en el invierno de 1935 y 1936 en la granja colectiva de Hiilisuo. Hiilisuo, cuyo nombre oficial era Granja Colectiva N. 2, era una granja modelo construida por finlandeses americanos cerca de Petrozavodsk en 1931 y durante sus primeros años de funcionamiento atrajo a muchos otros finlandeses. Aunque algunos de sus trabajadores eran finlandeses llegados de otras partes de la Unión Soviética, la gran mayoría de ellos eran finlandeses llegados de Canadá y Estados Unidos. Desde el momento de su construcción, Hiilisuo se convirtió en todo un ejemplo de éxito de la agricultura, así lo mostraba, al menos, la prensa del momento. En 1933, la granja recibió una donación inédita. Joonas Harju, un finlandés americano adinerado que hizo su dinero en las minas norteamericanas, abandonó su hogar en Ohio para unirse a la granja colectiva. Con él, llevó también cien cabezas de ganado de pura raza, dos coches, un tractor y una radio que decidió donar a la granja Hiilisuo.585 Pero a finales de 1935 la historia de la granja cambió radicalmente. Un día de invierno, 95 de sus vacas aparecieron muertas por envenenamiento, al parecer por una negligencia de un trabajador. La policía secreta organizó una serie de juicios para 584 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, p. 126; Michael GELB: “‘Karelian Fever’: The Finnish Immigrant Community during Stalin’s Purges,” Europe-Asia Studies, 45 (1993), pp. 1091-1116, esp. pp. 1097-1098 585 Reino KERO: “The Tragedy of Joonas Harju of Hiilisuo Commune, Soviet Karelia, 1933-1936,” Finnish Americana, 5 (1982-1983), pp. 8-11. 211 esclarecer los hechos. Los fundadores y directores de la granja, todos ellos finlandeses, fueron despedidos y acusados de nacionalismo burgués y contactos con Finlandia. Varios trabajadores de la granja también fueron detenidos y tras los juicios, la granja fue liquidada para después pasar a ser dirigida por ciudadanos de etnia rusa y carelia. Joonas Harju, el donante del ganado, que fue denunciado por el nuevo director de la fábrica como “capitalista”, fue condenado por sabotaje y desapareció. Todavía hoy no contamos con suficiente información para conocer su destino tras la sentencia.586 Pero el caso de Hiilisuo no fue una excepción. Durante 1935 y 1936, la policía secreta llevó a cabo diversas operaciones contra trabajadores finlandeses de Norteamérica acusados de cargos de sabotaje, pertenencia a grupo contrarrevolucionario o nacionalismo. En todos ellos se observa que la campaña contra el nacionalismo burgués, más allá de las purgas políticas, también se basó en la represión contra ciudadanos corrientes, especialmente aquellos de etnia finlandesa.587 Aunque el terror en masa estaba todavía por llegar, la escalada de la represión política también coexistió con un incremento de la represión hacia los ciudadanos corrientes en el marco de la campaña contra el nacionalismo burgués. Además, las investigaciones contra la Administración de Reasentamiento y la KTA, sirvieron para poner en la mira, especialmente, a los finlandeses provenientes de América, una de las minorías étnicas más significativas de la periferia nórdica. 7.3 Transición al terror en masa En Moscú, mientras tanto, la atmósfera política fue agravándose progresivamente. A lo largo de 1936, comenzó la “liquidación total” de los antiguos opositores bolcheviques, una iniciativa política personal de Iosif Stalin. La escalada de tensión llegó a su cénit en el mes de agosto cuando comenzó el primero de los tres procesos de los fatalmente célebres Juicios de Moscú, un capítulo que introdujo a la 586 Michael GELB: “‘Karelian Fever’…”, p. 1098; Reino KERO: “The Tragedy of Joonas Harju…”, pp. 8-11; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, pp. 131-132. 587 Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The Search for a Socialist El Dorado…, pp. 131-133. 212 Unión Soviética, al menos cronológicamente, en el Gran Terror.588 Simultáneamente, dentro de las estructuras de la policía secreta, un pequeño y enfermizo oficial de la policía secreta progresaba dentro de las filas de la NKVD gracias, en gran medida, a su destacada actuación en la fabricación del caso de la muerte de Kirov y la purga política iniciada poco después. Era Nikolai Yezhov, un hombre de toda confianza para Stalin, que en septiembre de 1936 se convirtió en el jefe de la NKVD.589 La prehistoria de los Juicios de Moscú comenzó con las investigaciones y falsificaciones de la policía secreta a raíz del asesinato de Kirov. El autor material de los hechos, Nikolaev, junto a otros trece “zinovievistas” que supuestamente formaban parte de un círculo terrorista que las autoridades llamaron “Centro de Leningrado” fueron juzgados y ejecutados entre el 28 y 29 de diciembre de 1934, veintiocho días después del asesinato.590 Pocos días después, entre el 15 y el 16 de enero de 1935, se celebró un segundo juicio por estos mismos hechos. Esta vez, Zinoviev y Kamenev, junto a otros de sus colaboradores, eran los acusados de estar relacionados con el crimen. A estos militantes comunistas se les culpó de haber mantenido contactos con parte de los miembros del “Centro de Leningrado” y de tener una “responsabilidad moral y política” al haber facilitado semejante crimen con sus opiniones contrarias a la línea estalinista. Zinoviev fue condenado a diez años de prisión en este segundo juicio y su compañero Kamenev a cinco.591 Pero para Yezhov el caso no se cerró aquí. Durante el año 1935 y la primera mitad de 1936 la policía secreta y, en especial, el hombre de confianza de Stalin continuaron con las investigaciones del caso. Yezhov, que mantenía regularmente contacto con su jefe, no dudó en señalar que los “trotskistas” también estaban involucrados en el asesinato del líder del partido en Leningrado. Mientras tanto, Guenrij Yagoda, todavía jefe de la NKVD, se mostraba timorato relacionando el caso con las 588 Oleg V. KHLEVNIUK: Khozyain…, p. 287. 589 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner. People's Commissar Nikolai Ezhov, 1895-1940, Stanford, Hoover Institution Press, 2002, pp. 21-51. 590 Vadim ROGOVIN: Stalinskiy Neonep…, p. 93-95; Vadim ROGOVIN: 1937. Stalin's Year of Terror, Oak Park, Mehring Books, 1998, p. 1. 591 Alexander N. YAKOVLEV: Reabilitatsiya: Politicheskiye protsessy 30-kh - 50-kh godov, Moscú, Izdatel'stvo politicheskoy literatury, 1991, p. 162; Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, pp. 218-220; Oleg V. KHLEVNIUK: Khozyain…, p. 233-234; Vadim ROGOVIN: 1937..., pp. 1-2. 213 actividades de los “trotskistas”. La confianza de Stalin respecto a Yagoda decrecía, y el valor en ascenso de la policía secreta, que seguía recopilando informaciones sobre las conexiones de Trotski con los Centros descubiertos poco después del atentado, ganaba cada vez más peso en el cuerpo secreto.592 El “proceso del Centro Terrorista Trotskista-Zinovievista”, el primero de los Juicios de Moscú, hubiese sido imposible sin ese trabajo de investigación y fabricación de Yezhov. Las tesis que defendió y los testimonios que recopiló desde el magnicidio fueron el hilo conductor de las sesiones del proceso. Como los dos juicios de 1934 y 1935, el de agosto de 1936 también juzgó el asesinato de Kirov, pero, además de eso, también las supuestas pretensiones del Centro de atentar contra muchos de los líderes del partido y su relación con los servicios de inteligencia de la Alemania hitleriana. La gran diferencia respecto a esos dos juicios, en cambio, fue la magnitud y el carácter del juicio. Mientras que los dos juicios anteriores fueron secretos, el primero de los Juicios de Moscú, como los siguientes dos, fue una exhibición de masas, un juicio público ampliamente retrasmitido por la prensa nacional y que, incluso, tuvo una enorme repercusión internacional.593 El 19 de agosto, comenzó la primera sesión del proceso en el Colegio Militar de la Corte Suprema de la Unión Soviética con dieciséis personas sentadas en el banquillo de los acusados. Grigori Zinoviev, Lev Kamenev, Ivan Smirnov, Grigori Evdokimov, Eduard Gotsman, Ivan Bakaev, Vagarshak Ter-Vaganyan, Isaak Reingold, Efim Dreitzer, Richard Pikel y Serguei Mrachkovki eran miembro de la “oposición unificada”. Junto a ellos también estaban Valentin Olberg, Ilia-David Kruglianski, Natan Lure, Emil Aleksandr y Konon Berman-Yurin, cinco miembros del Partido Comunista de Alemania cercanos a la “oposición de izquierdas”. Los dieciséis eran acusados por el artículo 58 del código penal, actividades y crímenes contrarrevolucionarios. Según Andrei Vyshinski, el fiscal del caso, Zinoviev, Kamenev, Smirnov, Bakaev, Evdokimov, Ter- Vaganyan y Mrachkovki fueron los organizares del “grupo terrorista de Leningrado” que ejecutó el asesinato de Kirov, además de ser organizadores de otros muchos grupos que tenían como objetivo de asesinara a varios otros líderes del partido, entre los que 592 Vadim ROGOVIN: 1937..., pp. 1-6. 593 Por ejemplo: Pravda, 20 de agosto de 1936 pp. 2-4; Pravda, 21 de agosto de 1936, pp. 2-4; The New York Times, 21 de agosto de 1936, p. 1; The New York Times, 24 de agosto de 1936, p. 1. 214 estaban Stalin, Voroshilov, Zhdanov o Kaganovich. El resto de los acusados solo fue culpado de esta segunda parte de los delitos.594 Durante los días que duró el juicio los acusados no solo no tuvieron reparo en admitir los cargos que se les imputaban, sino que, además, en algunos momentos sobrepasaron las propias acusaciones de Vyshinski en sus autoinculpaciones, probablemente tratando de buscar algún tipo de perdón.595 Los únicos acusados que rechazaron las acusaciones fueron Smirnov y Gotsman, quienes negaron ser partícipes en esas actividades terroristas. Pero las autoinculpaciones o las negaciones de Smirnov y Gotsman no evitaron las consecuencias de las graves acusaciones. A pesar de que prácticamente las únicas pruebas eran los propios testimonios, debido a la ausencia de pruebas materiales, el 24 de agosto, el tribunal de la sala, presidido por el juez Vasili Ulrij, pronunció su veredicto donde condenaba a los dieciséis acusados a la pena de muerte.596 El corresponsal del The New York Times quiso destacar el ambiente enrarecido que invadió la sala cuando los sentenciados escucharon el veredicto. “Ninguno movió ni un solo músculo”, “Zinoviev parecía el más abatido”, pero, sorprendentemente, algunos condenados también dijeron que “se lo merecían”. El mismo corresponsal también especulaba con la posibilidad de un perdón del Comité Central, que debería concederse en un plazo de veinticuatro horas, sin embargo, pocas horas después, a la madrugada del día siguiente, los dieciséis fueron fusilados.597 Stalin, que siguió muy de cerca el proceso, creyó en la veracidad de las confesiones de los acusados en todo momento. En una carta dirigida a sus fieles colaboradores Lazar Kaganovich y Viacheslav Molotov se puede apreciar la particular forma en la que entendía la lógica del proceso, a su vez que ilustra cómo asimilaba estos acontecimientos dentro de la situación que atravesaba el país en la víspera del terror en masa. Stalin aseguraba que el asesinato de Kirov y los supuestos planes secretos de los dieciséis condenados para acabar con su persona se debían a que tanto él como Kirov, Kaganovich, Molotov o Zhdanov eran “la personificación de las victorias del socialismo”, la encarnización de cada una de las políticas que componían la construcción 594 RGASPI, f. 17, op. 171, d. 381, p. 1-207, esp. pp. 9-19. 595 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, pp. 330-333. 596 RGASPI, f. 17, op. 171, d. 384, pp. 202-209. 597 The New York Times, 24 de agosto de 1936, pp. 1,3; The New York Times, 25 de agosto de 1936, p. 3; MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 215 del socialismo, en definitiva. Sentenciaba además que todo aquel que luchaba contra el partido y sus líderes estaba luchando por la “derrota del socialismo y la restauración del capitalismo”.598 Es decir, una vez más, los enemigos del partido, del pueblo o del país, formando parte de una quinta columna oculta dentro del país, querían acabar con la Unión Soviética. De esta forma, la labor del partido y de la policía secreta era descubrirlos antes de que pudiesen lograrlo. Como en toda la URSS, en Carelia, las sesiones del proceso fueron íntegramente retrasmitidas por la prensa. Las transcripciones de las intervenciones y las confesiones de los acusados ocupaban casi íntegramente las ediciones de los periódicos, mientras que los espacios sobrantes se dedicaban a la guerra civil en España, un acontecimiento que generaba cada vez más interés y preocupación.599 Pero las sesiones del proceso no solo eran un espectáculo de masas que exigían la atención de los ciudadanos para leer o escuchar. La ocasión también requería de una práctica o una intervención por parte de los ciudadanos soviéticos. En todo el territorio de la república nórdica se celebraron decenas de manifestaciones y mítines con los “trabajadores”, como subrayaba la prensa, exigiendo dureza a los jueces del proceso. Entre otros, los mineros de Karelgranit organizaron una movilización al grito de “muerte a ellos” para exigir al tribunal que no tuviera piedad con “los enemigos del pueblo” y los “fascistas declarados”. Algo similar defendieron los campesinos de la granja colectiva Krasnyy Pudozh, quienes organizaron un mitin para pedir al tribunal que no hubiese perdón con los acusados.600 Antes de conocerse el veredicto, la intervención pública de los ciudadanos usurpando el papel de juez para exigir dureza o un castigo ejemplar a los “enemigos del pueblo” formaba parte de la lógica del propio espectáculo de masas que fue el proceso, pero a su vez otorgó al tribunal de una imagen de neutralidad que, en realidad, nunca tuvo. El concepto de “enemigo del pueblo”, aunque no fue acuñado en ese momento, empezó a estar omnipresente en el discurso dominante a partir del proceso de agosto. Se trataba de un concepto que englobaba en una sola figura a los que hasta ese momento eran todos los enemigos del régimen. En la periferia nórdica, se incorporó, 598 Oleg V. KHLEVNIUK et al. (cords.): Stalin i Kaganovich…, pp. 664-665. 599 Por ejemplo: Krasnaya Kareliya, 20 de agosto de 1936, p. 4; Krasnaya Kareliya, 21 de agosto de 1936, p. 1. Ocurrió lo mismo en la prensa nacional: Pravda, 22 de agosto de 1936, p. 5; Pravda, 23 de agosto de 1936, p. 5; Pravda, 24 de agosto de 1936, p. 5. 600 Krasnaya Kareliya, 22 de agosto de 1936, p. 1. 216 entre otros, a la campaña contra el nacionalismo burgués. El mismo día en el que se conocieron las sentencias a los dieciséis acusados, por ejemplo, la prensa anunció la decisión de destituir a un cuadro local del partido, el primer secretario del Comité de Distrito de Kestenga, una de las comarcas más septentrionales de Carelia. Según se anunciaba, este primer secretario había sido destituido por sus “actitudes liberales” frente a los “enemigos del pueblo” cuando desempeñaba sus responsabilidades. El mismo artículo definía a los “enemigos del pueblo” como “los nacionalistas, los espías etcétera”, aquellos que estaban buscando las debilidades del partido para adentrarse en él. La noticia también denunciaba la “falta de vigilancia” de los cuadros del partido, algo que permitía a los “enemigos del pueblo”, en este caso a un militante acusado de tener relaciones con la “contrainteligencia finlandesa”, adentrarse en el partido o incluso tomar posesión de un Comité de Distrito.601 Este caso no fue una excepción. En los siguientes días, semanas y meses, durante las purgas contra antiguos partidarios de los “trotskistas-zinovievistas” o contra los dirigentes finlandeses que se llevaron a cabo en Carelia, el concepto de “enemigo del pueblo” o, en su defecto, “enemigos del partido y de la clase obrera” se repitió constantemente. En el caso de los partidarios “trotskistas-zinovievistas”, el concepto se utilizaba para referirse a ellos, mientras que, en el caso de los finlandeses, generalmente, se utilizaba para hablar de su “falta de vigilancia” o complicidad con ellos.602 La creciente alarma por la existencia de “enemigos del pueblo” dentro de la sociedad soviética, donde se englobaban enemigos reales pero también imaginarios, demostraba el cambio de atmósfera que vivió la Unión Soviética en la segunda mitad del año 1936. Este también es el momento del ascenso de Yezhov a los mandos de la policía secreta tras la caída en desgracia de su predecesor Yagoda.603 Como hemos visto, Yezhov fue un personaje crucial en el progresivo incremento de la tensión a partir de este año, como lo fue en el comienzo del terror pocos meses después.604 Los acontecimientos que estaban por llegar, sobre todo, a partir del pleno del Comité Central de Febrero-Marzo de 1937, 601 Krasnaya Kareliya, 26 de agosto de 1936, p. 3. 602 Por ejemplo: Krasnaya Kareliya, 28 de agosto de 1936, p. 3; Krasnaya Kareliya, 29 de agosto de 1936, p. 2; Krasnaya Kareliya, 22 de noviembre de 1936, p. 3. 603 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, pp. 53-55. 604 Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin. Zhizn'…, pp. 209-211. 217 cambiaron para siempre la historia de la Unión Soviética dando comienzo a uno de los episodios más crueles de la historia contemporánea. 218 8. El Gran Terror en Carelia (1937-1938) En enero de 1937, se celebró el segundo de los procesos de Moscú, el juicio contra el “centro paralelo antisoviético trotskista”. Este segundo juicio, también público pero menor en repercusión, siguió la misma lógica que el primero. En total, diecisiete antiguos opositores fueron acusados de tener vínculos con servicios de inteligencia extranjeros y de organizar actos terroristas contra la Unión Soviética. Al igual que ocurrió durante el primer proceso, los acusados también se declararon culpables y relacionaron además a Bujarin y Rykov con los hechos,605 algo que abrió, en seguida, el camino del tercer y último proceso de Moscú. Todos los acusados del juicio de enero fueron declarados culpables de los hechos, trece de ellos fueron ejecutados, mientras que los cuatro restantes fueron condenados a penas de entre ocho y diez años de prisión.606 Tras la persecución contra los antiguos opositores, con los procesos de agosto y enero como su cénit, las siguientes víctimas de la represión, todavía antes de iniciarse el terror en masa, fueron los altos cargos de los órganos del Estado y los oficiales del Ejército Rojo.607 El caso más importante fue el juicio secreto contra la así denominada “organización militar trotskista antisoviética” en junio de 1937, donde entre otros, fue juzgado el mariscal del ejército Mijail Tujachevski junto a otros altos cargos militares. Gracias a los testimonios obtenidos mediante la tortura,608 los militares fueron acusados de formar parte de una organización secreta de ideología “trotskista” que tenía como 605 Ambos, junto a Tomski, ya fueron señalados en algunos testimonios del proceso de agosto. 606 COMITÉ DE CONTROL DEL PARTIDO DEL CC PCUS et al.: “O tak nazyvayemom «Parallel'nom antisovetskom trotskistskom tsentre”, Izvestiya TSK KPSS, 9 (1989), pp. 30-50. 607 Oleg V. KHLEVNIUK: Khozyain…, p. 287. 608 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 69. 219 objetivo conspirar contra el Estado soviético. Como en agosto del año anterior, todos ellos fueron ejecutados.609 Este juicio secreto, que fue acompañado por una purga masiva en el ejército,610 aconteció en el contexto del crecimiento progresivo de la represión en el año 1937. Este incremento provenía de la exacerbación de la paranoia generalizada hacia los “enemigos” y los “quintacolumnistas” que hemos descrito ya y que fue codificado, en particular, durante el pleno de febrero y marzo del Comité Central del partido. En palabras de Khlevniuk, la relevancia de este pleno subyace en que articuló las “bases teóricas” de la represión en masa que comenzaría apenas un mes después del juicio contra los oficiales del Ejército Rojo. Este terror buscaría purgar a los dirigentes soviéticos cuya fidelidad estaba en duda ante la creciente amenaza militar, a la vez que trataría de lograr acabar con la “quinta columna” que, según Stalin y sus colaboradores, se encontraba dentro de la sociedad.611 Sin esta base teórica es difícil comprender que, a finales de julio de 1937, la oficina política del Comité Central aprobase la famosa orden secreta 00447 elaborada por el jefe de la NKVD Nikolai Yezhov. La orden, responsable de la ejecución de centenares de miles de personas de manera extrajudicial entre julio de 1937 y noviembre de 1938, dio comienzo a una operación donde la represión fue aplicada en masa y por cuotas,612 como si la ejecución de las personas fuese un objetivo de producción de un plan quinquenal. Junto a esta orden, la oficina política de Stalin también aprobó otras operaciones secretas de represión que se aplicaron al mismo tiempo, por ejemplo, las 609 COMITÉ DE CONTROL DEL PARTIDO DEL CC PCUS et al.: “Delo o tak nazyvayemoy “Antisovetskoy trotskistskoy voyennoy organizatsii” v Krasnoy Armii” Izvestiya TSK KPSS, 4 (1989), pp. 42-62, esp. pp. 50-62 610 Peter WHITEWOOD: “The Purge of the Red Army and the Soviet Mass Operations, 1937–38.” The Slavonic and East European Review, 93, 2 (2015), pp. 286-314, esp. p. 292. 611 Oleg V. KHLEVNIUK: Master of the house: Stalin and his inner circle, New Haven: Yale University Press, 2009, p. 169. A pesar de que esta obra se parece en el principio del título a su obra Khozyain. Stalin i utverzhdeniye stalinskoy diktatury, citada anteriormente, no se trata de la traducción de la obra al inglés. 612 Marc JUNGE, Gennady BORDIUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora. Istoriya operatsii po prikazu NKVD 00447, Moscú, Novyy khronograf, 2008, p. 16-55; Marc JUNGE, Bernd BONWETSCH y Rolf BINNER: Stalinizm v sovetskoy provintsii: 1937–1938 gg. Massovaya operatsiya na osnove prikaza № 00447, Moscú, ROSSPEN, 2009, pp. 13-60. 220 conocidas como operaciones nacionales que perseguían a minorías nacionales concretas, principalmente, las occidentales.613 En total, desde el comienzo hasta el final de las operaciones secretas, la NKVD, directamente supervisada por Stalin, arrestó a un millón seiscientas mil personas, de las cuales, aproximadamente, setecientas mil fueron fusiladas.614 Como territorio periférico, Carelia fue una república especialmente castigada durante el Gran Terror. Aunque no existió una operación nacional específica contra los finlandeses, esta minoría sufrió la peor parte de la represión en masa y un gran porcentaje de las víctimas fueron de esta etnia o procedencia.615 La historia del Gran Terror en Carelia, sin embargo, no se condensa únicamente en el aspecto de la represión en masa. Durante los meses que duró el oscuro episodio histórico, el estalinismo de la periferia nórdica manifestó todas sus contradicciones internas. Desde la política regional hasta la economía se vieron envueltas en esta dinámica represiva y autodestructiva que evidenciaba, entre otras muchas cosas, los problemas intrínsecos de la construcción del socialismo de Stalin. 8.1 La preparación de las operaciones secretas El complejo proceso del cambio de naturaleza del terror, pasando de afectar a las élites políticas o a una pequeña parte de la sociedad, para convertirse en poco tiempo en una represión en masa mediante operaciones secretas, no es el objeto de estudio de esta tesis. No obstante, para conocer mejor el inicio del terror en masa es preciso describir brevemente el crecimiento represivo del año 1937. Cabe recordar que el caso de Carelia resulta particular dentro de esta tendencia, pues la represión fue agravándose progresivamente desde el estallido del escándalo de la conspiración del Estado Mayor entre 1932 y 1933. Hemos subrayado que, por ese motivo, el desencadenamiento de la represión de los años 1937 y 1938 no fue tan abrupto como en otros lugares de la Unión 613 José M. FARALDO: Las redes del terror. Las policías secretas comunistas y su legado, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2018, pp. 86-87; Victor DÖNNINGHAUS: V teni Bol’shogo Brata. Zapadnyye natsional'nyye men'shinstva v SSSR (1917-1938 gg.), Moscú, Khimiya, 2011, pp. 587-628. 614 Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin…, p. 214. 615 Irina TAKALA: “Natsional'nyye operatsii OGPU/NKVD v Karelii”… pp. 161-206. 221 Soviética. Pero, por sí mismo, eso no significa que en los meses anteriores a la aplicación de las operaciones secretas no existiese un aumento considerable de la represión. El pleno del Comité Central celebrado entre el 23 de febrero y el 5 de marzo de 1937 resume bien el estado de alarma, paranoia y pánico que asfixiaba a la élite política de la URSS (y que se contagiaba por todo su territorio) ya a comienzos del año. Tras las acusaciones vertidas contra Bujarin y Rykov por los acusados Karl Radek o Gueorgui Piatakov, entre otros, en el corrupto segundo proceso de Moscú,616 el pleno del Comité Central comenzó su primera sesión tratando ese asunto. Bujarin y Rykov, que, aunque perdieron sus posiciones a los mandos del país a finales de los años veinte, mantenían todavía su membresía en el Comité Central, asistieron al pleno y trataron de defenderse de todas las acusaciones lanzadas por los aliados de Stalin sobre su supuesta relación con los casos juzgados en los dos primeros procesos de Moscú.617 Empero, su desesperada defensa para defender su inocencia fue en vano y, antes de acabar el pleno, el 29 de julio, fueron expulsados tanto del Comité Central como del partido y, acto seguido, también fueron arrestados.618 Su colaborador durante los años de oposición, Mijail Tomski, ni siquiera llegó al pleno, ya que se suicidó nada más conocer que la NKVD lo investigaba junto a sus camaradas tras el primer proceso de Moscú.619 Al zanjar el asunto de Bujarin y Rykov, el pleno trasladó su preocupación por la conspiración política de los antiguos opositores a la conspiración instalada en el seno de la sociedad soviética. Fue entonces cuando se verbalizó la particular manera en la que Stalin y sus fieles subordinados entendían el momento histórico en el que se encontraba su país. Según ellos, los países capitalistas estaban a punto de iniciar una guerra contra la URSS y grupúsculos conspiradores de ideologías ligadas a los antiguos opositores, 616 s.a.: Protsess antisovetskogo trotskistskogo tsentra, Moscú, NKYU Komissariat Soyuza SSR “Yuridicheskoye Izdatel'stvo”, 1937, pp. 36-49, 52-65; Vadim ROGOVIN: 1937…, pp. 113-129. 617 s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 3-4 (1992), pp. 23-36; s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 6-7 (1992), pp. 3-17; s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 2 (1993), pp. 3-26. 618 s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 7 (1993), pp. 3-24; MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 619 Pravda, 23 de agosto de 1936, p. 2. 222 ubicadas no solo en las altas esferas, sino que también en la propia sociedad, estaban colaborando con esos países para debilitar al país.620 En las intervenciones de Yezhov y Molotov, la existencia del enemigo oculto en la sociedad soviética se explicaba, ante todo, por los recurrentes accidentes industriales que se repetían por toda la Unión Soviética. En el curso de la industrialización, los accidentes industriales fueron frecuentes, pero con la entrada, en 1935, del estajanovismo como nueva forma de trabajo socialista, sublimando las brigadas y el trabajo de choque, aumentaron todavía más.621 Yezhov, durante el transcurso del pleno, defendió que tras esos accidentes no estaba el azar, sino el trabajo de “saboteadores” y “espías” pertenecientes a diversos grupos que denominaba como derechistas, trotskistas y zinovievistas y que luchaban para acabar con el sistema soviético.622 Molotov era de la misma opinión. Su visión maniquea del fenómeno le llevó a asumir que la única forma de explicar el incremento de los accidentes industriales era la actividad de organizaciones anti-soviéticas compuestas por saboteadores y especialistas burgueses, antiguos propietarios y agentes de los servicios extranjeros de inteligencia ligados a los antiguos opositores.623 Stalin no intervino hasta el final del pleno. En su informe complementó lo que Yezhov y Molotov, entre otros, habían señalado. Siguiendo con su particular manera de simplificar las contradicciones internas de su sistema, consideró que todas esas actividades relatadas por sus camaradas se debían a los éxitos de la construcción del socialismo en el país. En su opinión, la URSS sufría un cerco dirigido por los paises capitalistas y, en esa situación, tenían que existir necesariamente “saboteadores, espías y terroristas” al servicio de las potencias extranjeras para detener esos éxitos.624 Es decir, 620 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 79; James HARRIS: The Great Fear…, p. 171. 621 R. W. DAVIES y Oleg V. KHLEVNIUK: “Stakhanovism and the Soviet Economy”, Europe-Asia Studies, 54, 6 (2002), pp. 867-903, esp. p. 883. 622 s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 2 (1994), pp. 19-29, esp. pp. 21-22. 623 s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 8 (1993), pp. 3-26, esp. p. 11. 624 s.a.: “Materialy fevral'sko-martovskogo plenuma TsK VKP(b) 1937 goda”, Voprosy istorii, 3 (1995), pp. 3-15, esp. pp. 10-11. 223 su teoría marxista mecanizada precedía a los hechos y, cuando los hechos ocurrían, no era necesario estudiarlos sino aplicar sobre ellos las teorías ya formuladas. Esto lo demostró también su valoración sobre el origen de la “quinta columna”. Para Stalin, los enemigos internos de la sociedad no eran personas con maldad, sino que respondían a su ser social o a su posición de clase. Los saboteadores, espías y terroristas al servicio del extranjero, incluidos los seguidores de los opositores, eran un producto de la dinámica de la lucha de clases en la URSS. Según él, cuantos mayores fuesen los “avances y los éxitos” del sistema soviético, las antiguas clases dominantes más se revolverían atacando a ese sistema, abrazando incluso los “medios de lucha más desesperados” como último recurso.625 En otras palabras, el avance de la construcción del socialismo no haría más que recrudecer la resistencia de sus enemigos. Estos enemigos, además, tendían la ayuda de los países capitalistas que, además de estar cercando el país, estaban listos para atacar al país. Con estos presupuestos, ante el supuesto peligro creciente que corría el sistema soviético y la construcción del socialismo, era imperante descubrir y perseguir a los “enemigos del pueblo”, a la “quinta columna” o a los “elementos antisoviéticos”. Ese trabajo era la responsabilidad de la NKVD, que comenzó a intensificar todavía más sus operaciones de represión con el permiso del politburó.626 En Carelia, la NKVD comenzó a recopilar información sobre la posible ubicación de estos enemigos ocultos desde finales de 1936. En la región fronteriza de Petrovskoy, la policía secreta comenzó a investigar un caso sobre supuestos insurgentes organizados por la inteligencia finlandesa y en Kondopoga otro caso sobre saboteadores en su fábrica de papel. Poco después, ya en el año 1937, los casos se multiplicaron a centenares alcanzando a todas las esferas de la sociedad carelia. En la región de Pudozh, por ejemplo, el veintiséis por ciento de la población fue catalogada como “elemento contrarrevolucionario” en las investigaciones de la policía secreta. Estas primeras pesquisas serían determinantes, pocos meses después, al concederse la orden de iniciar la represión masiva.627 Por otra parte, tras el pleno del Comité Central de febrero y marzo, la represión contra la élite política y militar no solo no cesó, sino que alcanzó incluso los poderes 625 Ibidem, pp. 11-12. 626 Oleg V. KHLEVNIUK: Master of the house…, p. 180. 627 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” …, esp. pp. 156-158 224 más sensibles del Estado. El primer cuerpo que sufrió las consecuencias fue la NKVD. Aprovechando la desconfianza de Stalin hacia muchos de sus dirigentes, en el mes de marzo Yezhov anunció haber descubierto otra conspiración en su seno, esta vez, integrada por Yagoda, sus colaboradores de confianza y los antiguos mandos de confianza del primer líder de la policía secreta, Felix Dzerzhinski.628 Acto seguido, Yagoda y el resto de los mandos relacionados en esta nueva conspiración fueron expulsados del partido y arrestados, acusados, entre otras cosas, de “actividades antisoviéticas” y contra el Estado.629 La mayoría de ellos fue fusilado en agosto de 1937, cinco meses después de abrirse el caso contra ellos, Yagoda, en cambio, fue juzgado junto a su ayudante Pavel Bulanov durante el tercer proceso de Moscú, donde ambos también fueron condenados a la pena capital.630 La ola de detenciones, no se detuvo en los más altos círculos. También en las regiones se detuvieron a miembros de la NKVD. Hubo casos en los que miembros del cuerpo optaron por el suicidio ante la creciente presión.631 Como hemos anotado ya en la introducción a este capítulo, después de la NKVD, fue el turno del Ejército Rojo. También aquí, la desconfianza de Stalin y su oficina política hacia los altos cargos de las fuerzas armadas fue un elemento determinante en el proceso de represión.632 La operación contra estos mandos fue dirigido por Yezhov con la estrecha supervisión de Stalin, ya que durante los días que tardó la fabricación del proceso se reunieron casi cada día para comentar los avances del caso.633 Al juicio contra los mandos le siguió una purga de grandes dimensiones dentro del ejército con el ánimo de extirpar de ella la repetida “quinta columna”. En total, en 628 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 61. 629 Vladimir N. KHAUSTOV, Vladimir P. NAUMOV y N. S PLOTNIKOVA: Lubyanka: Stalin i Glavnoye upravleniye gosbezopasnosti NKVD. 1937-1938, Moscú, Mezhdunarodnyy fond "Demokratiya" (Fond A.N. Yakovleva), 2004, pp. 124-125. 630 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR…; Pravda, 13 de marzo de 1938. 631 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 62. 632 James HARRIS: The Great Fear…, p. 95; John Arch GETTY and Oleg V. NAUMOV: The Road to Terror…, p. 445 633 Oleg V. KHLEVNIUK: Master of the house…, pp. 20-21, 195. Sobre la fabricación del caso también el siguiente: COMITÉ DE CONTROL DEL PARTIDO DEL CC PCUS et al.: “Delo o tak nazyvayemoy “Antisovetskoy trotskistskoy voyennoy organizatsii” …”, pp. 50-57. 225 agosto de 1937, dos meses después del juicio secreto que condenó a muerte a Tujachevski, se acumulaban aproximadamente diez mil miembros del ejército expulsados del cuerpo y más de mil arrestados.634 Once días después de la ejecución de Tujachevski, el 23 de junio, el Comité Central abrió un nuevo pleno que se prolongó hasta el día 29 del mismo mes. El pleno también continuó con las purgas políticas que se habían llevado a cabo durante el anterior pleno de febrero-marzo y en los meses posteriores. En total, fueron expulsados veintidós miembros del Comité Central al inicio de su sesión.635 El caso más significativo fue el de Chudov, quien, siguiendo las órdenes de Zhdanov y la propia oficina política de Stalin, ejecutó el golpe contra los dirigentes finlandeses rojos en Carelia durante la segunda mitad de 1935. Chudov fue acusado de actos criminales y conspiración junto a Ivan Kodatski, otro estrecho colaborador de Kirov en Leningrado. Los dos fueron expulsados del Comité Central, arrestados y, pocos meses después, fusilados.636 En el informe presentado por Yezhov a este pleno, el jefe de la policía secreta reportó las actividades de los últimos tres meses que había desempeñado su cuerpo en la desarticulación de grupos conspiradores. En su informe, Yezhov numera trece de las “más importantes conspiraciones”, entre las que se encontraban el caso de Tujachevski en el Ejército Rojo o el de la “conspiración derechista-fascista” de Yagoda en la NKVD. El resto de esos grupos estaban distribuidos por toda la Unión Soviética, se incluía una conspiración en el Kremlin, dos en los comisariados populares y una, por ejemplo, entre los cosacos. Pero, además, el informe agregaba que en todas las repúblicas y regiones del país se encontraron grupos de estas características.637 Los hallazgos presentados por Yezhov desataron por completo la paranoia por buscar al enemigo interno. Incluso antes de que finalizase el pleno, el 28 de junio, la oficina política del Comité Central decretó la formación de una troika en Siberia Occidental. Las troikas eran un órgano compuesto por tres personas, esta vez, por el 634 Peter WHITEWOOD: The Red Army and the Terror, Tesis doctoral, University of Leeds, 2012, pp. 236-237; Peter WHITEWOOD. “The Purge of the Red Army…”, p. 307. 635 Vadim ROGOVIN: 1937…, p. 490. 636 RGASPI, f. 17, op. 2, d. 621, p. 114; MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 637 Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 1. 1937. Moscú, ROSSPEN, 2004, pp. 308-309. 226 jefe regional de la NKVD, un fiscal y el jefe del partido en la región, para emitir sentencias de forma extrajudicial.638 Pero la preparación del terror en masa en toda la Unión Soviética también había comenzado ya. Cuatro días después del decreto que llamaba a la creación de la troika en Siberia Occidental, el politburó envió un telegrama “sobre los elementos antisoviéticos” a los secretarios de todos los comités nacionales, republicanos y regionales del partido. En él se explicaba que los antiguos kulakí y otros convictos deportados a Siberia que habían vuelto a sus lugares de origen eran los principales instigadores de los “crímenes antisoviéticos y de sabotaje”. Por ello, ordenaba a estos dirigentes regionales, republicanos y nacionales a registrar sus nombres para que los más hostiles pudieran ser “arrestados y ejecutados inmediatamente de manera administrativa”, es decir, de forma extrajudicial. Por último, el telegrama daba cinco días a estos dirigentes para formar sus troikas e informar a Moscú de su composición, así como del número de personas a ejecutar.639 En su mayoría, las respuestas de los líderes de las diversas entidades territoriales llegaron antes del día 10 de julio. En los listados donde se enumeraban las personas a reprimir constaban dos categorías, por un lado, las personas a ejecutar y, por otro, las personas a enviar a los campos de trabajos forzados del Gulag. Entre todos los listados enviados por las repúblicas, las repúblicas autónomas y las demás regiones administrativas destacaba por encima del resto Carelia. Esto se debía a que en el documento enviado por Petrozavodsk apenas se especificaban a doce personas en la primera categoría, una cifra muy baja en comparación con el resto de las regiones, más si se tiene en cuenta que, entre todas ellas, sumaban más de 81.000 personas a ejecutar.640 La baja cifra no se puede explicar por la reducida población de Carelia, una de las repúblicas autónomas con menos habitantes, ya que Osetia del Norte, por ejemplo, una 638 Vladimir KHAUSTOV y Lennart SAMUELSON: Stalin, NKVD i Repressii …, p. 261; Sergey A. PAPKOV: “Troyki OGPU-NKVD v Sibiri v 1925-1938 gg.”, Voprosy Istorii, 6 (2012), pp. 21-38, esp. pp. 30; Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 80; Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 1…, p. 258. 639 Vladimir N. KHAUSTOV, Vladimir P. NAUMOV y N. S PLOTNIKOVA: Lubyanka: Stalin i Glavnoye upravleniye gosbezopasnosti…, pp. 234-235. 640 Marc JUNGE, Gennady BORDIUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora…, pp. 40-45. 227 república autónoma con dos tercios de la población de Carelia en ese momento, envió una cifra de personas a ejecutar 14 veces más elevada, exactamente, 169 personas. Aunque la cifra total de personas a reprimir (es decir, sumando las dos categorías) era similar, las cifras de la primera categoría de Carelia representaban una anomalía entre todas las respuestas enviadas.641 Junto a esta lista preliminar, Irklis también mandó la composición de la Troika de la NKVD en Carelia. Él era el primer miembro del órgano en calidad de primer secretario del partido en la región y le acompañaban Karl Tenison, jefe de la NKVD de Carelia y el procurador de la república Grigorii Mijailovich.642 Tras la recepción de todas las listas, la NKVD, con el permiso y la dirección de la oficina política, comenzó a trabajar en las operaciones que se aceptarían a finales del mes de julio.643 Durante las tres semanas que separaron el envío de las listas provisionales de los secretarios regionales del partido y la aprobación de las operaciones de masa, en Carelia, la represión política se volvió a centrar en los dirigentes políticos. Desde finales de junio, la NKVD local de Tenison lanzó diversas operaciones para desarticular supuestas organizaciones de saboteadores y nacionalistas burgueses en la administración del Estado y en el partido, en el que las principales víctimas fueron los supervivientes finlandeses de las purgas de 1935 y 1936. Las detenciones aumentaron, como lo hicieron también los intentos de cruzar la frontera tratando de llegar a Finlandia.644 El 8 de junio, el mismo día que Irklis mandó su lista preliminar con la composición de la troika, la policía secreta arrestó a Gustav Rovio en la ciudad de Moscú, donde había sido enviado por órdenes del Comité Central tras el golpe contra la dirección de los finlandeses rojos de 1935. El antiguo primer secretario del partido en Carelia fue acusado de haber creado, junto a otras personas, una organización terrorista, saboteadora, nacionalista y antisoviética que tenía como objetivo derrocar el Estado soviético para entregar el territorio de Carelia a Finlandia. La semana siguiente, Gylling, 641 Valentina B. ZHIROMSKAYA y Yuriy A. POLYAKOV: Vsesoyuznaya perepis' naseleniya 1937 goda: Obshchiye itogi. Sbornik dokumentov i materialov, Moscú, ROSSPEN, 2007, pp. 42-35; Marc JUNGE, Gennady BORDIUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora…, p. 41. 642 RGASPI, f. 17, op. 166, d. 575, p. 106. Adjuntada la copia en: Marc JUNGE, Gennady BORDIUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora…, pp. 63-64. 643 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, pp. 82-83. 644 Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 209. 228 el anterior jefe del Sovnarkom de Carelia, corrió la misma suerte. El 21 de julio fue detenido por la policía secreta por cargos también relacionados con esa misma organización. Tanto Rovio como Gylling ingresaron en prisión mientras continuaban las investigaciones del caso.645 Tras esta operación contra los antiguos dirigentes de la república y los cuadros intermedios y locales nombrados por ellos, la paz no llegó a la región nórdica. Para entonces, la NKVD estaba preparando un nuevo movimiento que tendría un mayor significado político todavía. Cuatro días después del arresto de Gylling, la policía secreta también detuvo a Irklis, el primer secretario del partido en Carelia en activo hasta esa fecha y hombre clave de Leningrado y Moscú en el golpe de 1935 contra los finlandeses rojos.646 De esta manera, en apenas dos semanas, la policía secreta arrestó al secretario destituido por sus vínculos con el nacionalismo finlandés y también al sustituto de confianza del Kremlin. El apresamiento de Irklis, el día 21 de julio, estuvo estrechamente relacionado con el de Chudov durante el pleno del Comité Central de junio. Ambos hechos se encuadraron en la purga llevada a cabo por Zhdanov y Leonid Zakovski, jefe de la NKVD en Leningrado, contra los antiguos colaboradores de Kirov en la segunda ciudad soviética. Zakovski sostenía que existía otro “Centro de Leningrado”, una organización contrarrevolucionaria dirigida por Chudov, donde participaba Irklis y que conspiraba contra el Estado soviético.647 Su investigación, una fabricación clásica de la policía secreta estalinista, fue relatada por una de las personas investigadas por Zakovski cuando, tras la muerte de Stalin, colaboró con la comisión formada por el Comité Central para investigar los crímenes del dictador. Aleksandr Rozelbum, miembro del partido desde 1906 y jefe del departamento político del ferrocarril de Oktiabrskaya hasta el momento de su detención, desveló que los golpes, la tortura y las amenazas fueron el procedimiento empleado por Zakovski en la falsificación del caso que inculpó a Chudov o Irklis. También señaló que el jefe de la policía secreta de Leningrado le ofreció quedar 645 Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” …, pp. 53-54; Nick BARON: Soviet Karelia…, p. 209; MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 646 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 647 Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 209-210; Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 105. 229 libre de cargos en su caso a cambio de firmar una declaración falsa contra los supuestos miembros de este centro.648 La irregularidad del proceso también se intuye en la transcripción del inverosímil interrogatorio que se le practicó a Irklis el 26 de julio. El procedimiento comenzó con la pregunta sobre la forma en la que fue captado por la organización. El primer secretario de Carelia respondió con una breve, pero completa biografía de sus actividades contrarrevolucionarias. Según la transcripción, aseguró que su “lucha contra los dirigentes del partido” comenzó en 1925 en un encuentro ilegal con Zinoviev, es decir, diez años antes de que sustituyese a Rovio al frente del partido en Carelia como el antiguo hombre de confianza de Kirov. Cuando se le solicitó mencionar los miembros de su conspiración, Irklis respondió con el nombre de cincuenta y cinco personas y su respectiva responsabilidad o cargo. Entre otros, en esa lista estaban los nombres de Pavel Bushuev, sustituto de Gylling al frente del Sovnarkom, de Mutzenek, el comisario de finanzas de Carelia, de Zingis, el comisario de servicios públicos de Carelia, de Martinen el comisario de agricultura de Carelia y de Marinushkin, el secretario del Comité Regional de la Juventud Comunista en Carelia. Por supuesto, poco después, Irklis respondió ser uno de los mayores responsables de la organización contrarrevolucionaria junto a Chudov y otros diez hombres.649 Estos altos cargos del partido y de la administración de Carelia señalados en el interrogatorio de Irklis fueron detenidos entre el 29 de julio y el 13 de agosto, a excepción de Martinen, que lo fue el 5 de julio. Todos ellos menos este último, incluido Irklis, fueron condenados a la pena capital poco después. Irklis y Bushuev fueron ejecutados el 9 de septiembre de 1937, mientras que Mutzenek, Zingis y Marinushkin lo fueron en febrero de 1938. Martinen, que como el resto fue condenado por el artículo 58, recibió una pena de ocho años en un campo de trabajos forzosos donde finalmente 648 “Dopolnitel'nyye pokazaniya Rozenblyuma A.M. ot 09.04.1955 k protokolu ot 21.02.1955 o metodakh fal'sifikatsii sledstvennykh del o Leningradskom terroristicheskom tsentre organami NKVD LO v 1937 g.” en: Archivo Electrónico del Fondo Iofe (de aquí en adelante EAFI), f. B-1, op.1, d. Rozenblyum Aleksandr Moiseyevich, pp. 1-9. 649 “Protokol doprosa obvinyayemogo Irklisa P.A. ot 26.07.1937 s pokazaniyami ob obstoyatel'stvakh yego "vovlecheniya v antisovetskuyu organizatsiyu pravykh", s perechnem "uchastnikov antisovetskoy organizatsii", yemu izvestnykh i ob ikh “vreditel'skoy deyatel'nosti”” en: EAFI, f. B-1, op. 1, d. Delo Nizovtsev Petr Leonidovich, pp. 118-137, esp. pp. 118-119, 122-125. 230 falleció.650 Paradójicamente, aunque Irklis y Bushuev protagonizaron el golpe contra los finlandeses rojos por órdenes de Moscú, su ejecución llegó varios meses antes del de sus predecesores estigmatizados por el “nacionalismo burgués”. Rovio fue juzgado y condenado por el Colegio Militar de la Corte Suprema de la Unión Soviética el 21 de abril de 1938 y fue fusilado ese mismo día. Gylling, juzgado también por el mismo órgano, fue condenado y fusilado el día 14 de junio de 1938.651 La operación de la NKVD contra Irklis tuvo implicaciones en el proceso de elaboración de las operaciones en masa de Moscú. En la carta enviada el 8 de julio, el primer secretario constaba como parte de la troika republicana, por lo que su composición tuvo que ser modificada. El 28 de julio, el nuevo primer secretario del Comité Regional de Carelia, Mijail Nikolski, envió un telegrama a Yezhov con el nombre de los nuevos miembros de troika, donde el único cambio era su nombre en vez de Irklis. Esa troika fue la que inició pocos días después la represión masiva contra la población. Pero, además de ello, el telegrama también añadió una solicitud a Yezhov para actualizar las estimaciones enviadas por Irklis al comienzo del mes. De las doce personas iniciales, el nuevo mensaje elevaba a 358 el número de personas a fusilar, mientras que aquellos que debían ser enviados a los campos de trabajos forzosos llegaba hasta los 400.652 Es decir, en menos de tres semanas, la cifra de las personas que era “preciso” fusilar se multiplicó treinta veces. 8.2 Las operaciones de represión en masa La represión de 1937 y 1938, lo que la historiografía ha llamado el Gran Terror o la Gran Purga, comenzó con la aprobación de las operaciones en masa de la NKVD. El día 30 de julio, el jefe de la policía secreta Nikolai Yezhov presentó la orden secreta n.º 00447 “sobre la operación para reprimir a los antiguos kulakí, criminales y otros elementos antisoviéticos” al politburó.653 En un total de diecinueve páginas, la orden 650 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 651 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR…; Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 183; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga-Rovio”” …, pp. 54-55. 652 Marc JUNGE, Gennady BORDIUGOV y Rolf BINNER: Vertikal' bol'shogo terrora…, pp. 97-98. 653 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 87. 231 detallaba todos los pormenores de la principal y más cruenta operación en masa que llevó a cabo la NKVD durante este periodo: En primer lugar, se enumeraban las tipologías de sujetos a reprimir, entre otros, antiguos campesinos adinerados, personas que habían cometido “crímenes antisoviéticos” (artículo 58 del código penal), delincuentes comunes o antiguos militantes de otros partidos. Estas víctimas serían divididas en dos categorías, igual que en las listas preliminares enviadas al comienzo de ese mes. Los de la primera categoría serían ejecutados, mientras que los de la segunda serían encarcelados y enviados a campos de trabajos forzados con penas mínimas de ocho años. El órgano encargado de decidir el destino de esas personas era la troika y no los tribunales. Después, la orden incluía un sistema de cuotas donde cada república o región contaba con objetivos para cada categoría. Si las troikas necesitasen reprimir a más o menos personas de las que se les adjudicaban tendrían que solicitarlo justificadamente a Moscú. Entre las directrices que se incluían destaca la necesidad de que el trabajo de investigación de las personas que había que reprimir se realizase de forma “rápida y simplificada” o que también era preciso investigar a las familias de los condenados.654 El día después de su envío, el 31 de julio, el politburó aprobó la orden propuesta por Yezhov, decretando su entrada en vigor el 5 de agosto.655 Pero la orden n.º 00447 no fue la única orden operativa de la NKVD durante este periodo. Por ejemplo, también se aprobaron las ordenes nacionales, un conjunto de órdenes que afectaron a minorías nacionales concretas. La primera en aprobarse fue la orden operativa n.º 00439 “sobre la operación para reprimir a los sujetos alemanes sospechosos de espiar contra la URSS” del 25 de julio de 1937. Esta orden estaba dirigida a arrestar a todos los alemanes que trabajasen o hubiesen trabajado en fábricas militares, en las fábricas relacionadas con la industria de la defensa en general o en el transporte ferroviario. Además de ello, también ordenaba la detención de todos los sospechosos de ser espías alemanes y, en 654 O. A. DOVBNI y L. S. MAKAROVOY (coords.): “Cherez trupy vraga na blago naroda”. “Kulatskaya operatsiya” v Ukrainskoy SSR 1937–1941 gg.: v 2 t. T. 1, Moscú, ROSSPEN, 2010, pp. 99- 115; Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 1…, p. 330-337. 655 RGASPI, f. 17, op. 162, d. 21, pp. 116-117. 232 general, investigar a todos los ciudadanos alemanes independientemente del sector que los emplease.656 El 11 de agosto, se firmó otra orden de gran peso durante la represión, la orden n.º 00485 “sobre la operación para reprimir a miembros de la Organización Militar Polaca (POV) en la URSS”. Aunque el nombre de la operación hacía referencia únicamente a los miembros de la Organización Militar Polaca, la orden también decretaba la represión contra todos los prisioneros de guerra polacos que seguían encarcelados desde la guerra civil, todos los desertores que llegaron a la URSS independientemente de la fecha de su llegada, todos los inmigrantes políticos polacos o los “elementos nacionalistas antisoviéticos más activos de las regiones polacas”.657 Esta operación nacional fue la que más víctimas propició. Se saldó con más de ciento diez mil personas ejecutadas, pues, en realidad, también fue utilizado para reprimir a los miembros de otras minorías nacionales como los rumanos, los finlandeses, los estonios, los letones o los chinos.658 Además de la orden n.º 00447 o las empleadas para perseguir a las minorías nacionales, la NKVD también lanzó otras operaciones más específicas, por ejemplo, la dirigida contra los jarbinitas (de Harbin, ciudad china situada en la frontera con la URSS, se trataba de los trabajadores rusos que habían construido el ferrocarril de Manchuria y que tras la venta del ferrocarril a Japón retornaron a la Unión Soviética). La orden n.º 656 Vladimir N. KHAUSTOV, Vladimir P. NAUMOV y N. S PLOTNIKOVA: Lubyanka: Stalin i Glavnoye upravleniye gosbezopasnosti…, pp. 452-453; N. G. OKHOTIN y Arseniy B. ROGINSKIY: “Iz istorii «nemetskoy operatsii» NKVD 1937-1938 gg.”, en: Arseniy B. ROGINSKIY: Roginskiy A. Izbrannyye stat'i, vystupleniya, kommentarii k nauchnym publikatsiyam, interv'yu. Pozdravleniya druzey i kolleg v chest' 70-letiya, Moscú, Mezhdunarodnyy Memorial "Zven'ya", 2016, pp. 95-131. 657 Nicolas WERTH y S. V. MIRONENKO: Istoriya stalinskogo Gulaga. Konets 1920-kh — pervaya polovina 1950-kh godov: Sobraniye dokumentov v 7-mi tomakh. T. 1. Massovyye repressii v SSSR, Moscú, ROSSPEN, 2004, pp. 275-277. 658 Nikita PETROV and Arseniy B. ROGINSKIY: “The ‘Polish Operation’ of the NKVD, 1937-1938”, en: Barry MCLOUGHLIN y Kevin MCDERMOTT (coords.): Stalin’s Terror: High Politics and Mass Repression in the Soviet Union, Basingstoke, Palgrave Macmillan, 2003, pp. 153-172, esp. pp. 164; Nicolas WERTH: “The NKVD Mass Secret Operation n°00447 (August 1937 - November 1938)”, Mass Violence & Résistance (2010) https://www.sciencespo.fr/mass-violence-war-massacre- resistance/en/document/nkvd-mass-secret-national-operations-august-1937-november-1938.html. 233 00593 “sobre la operación para reprimir a los exempleados del Ferrocarril del Sur de Manchuria y a los retornados del Manchukuo”, sirvió para arrestar y ejecutar a los jarbinitas.659 Otra orden, la n.º 00693 “sobre la operación para reprimir a los desertores que violan la frontera estatal de la URSS”, estaba dirigida a perseguir los cruces ilegales de las fronteras soviéticas y decretaba la detención “de inmediato” de todos los desertores o inmigrantes de otros países.660 En el caso de Carelia, aunque el jefe de la policía secreta Tenison insistió en una orden nacional para perseguir a los finlandeses, Moscú no aceptó su petición. Por ello, la persecución de las minorías étnicas de Carelia, y en particular la población finlandesa, se llevó a cabo con las órdenes ya existentes. Mientras que para la población mayoritaria se aplicó la orden n.º 00447, la represión de los finlandeses se ejecutó con la orden n.º 00485, dedicada inicialmente a los polacos, pero ampliada después para la persecución de otras minorías étnicas, y la orden n.º 00693 que, como hemos señalado, perseguía a los inmigrantes llegados a la URSS.661 Como fue inicialmente planeado, la orden n.º 00447 entró en vigor el día 5 de agosto. El mandato le adjudicó una cuota de mil personas a Carelia, 300 para la primera categoría y las otras setecientas para la segunda,662 cifras ligeramente inferiores en cuanto al número de personas a ejecutar respecto a las estimaciones enviadas por Nikolski pocos días antes. Pero nada más iniciarse la operación en masa, esta cuota demostró ser insuficiente para los aparatos represivos republicanos. En el mismo mes de agosto, el primer secretario del partido en la región solicitó aumentar la cuota de la primera 659 Nicolas WERTH y S. V. MIRONENKO: Istoriya stalinskogo Gulaga…, p. 281-283; Nicolas Werth “The NKVD Mass Secret Operation n°00447…”. 660 P. E. SEN’KIN y F. P. SARAEV: Pamyat': zhertvy politicheskikh repressiy, Saransk, Mordovskoye knizhnoye izdatel'stvo, 2000, pp. 735-738; Nicolas WERTH y S. V. MIRONENKO: Istoriya stalinskogo Gulaga…, pp. 284-285. 661 Irina TAKALA: “Natsional'nyye operatsii OGPU/NKVD v Karelii” …, p. 189; Alexey GOLUBEV e Irina TAKALA: The search for a socialist El Dorado…, pp. 136-137. 662 O. A. DOVBNI y L. S. MAKAROVOY (coords.): “Cherez trupy vraga na blago naroda…” p. 108; Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 1…, p. 332. 234 categoría hasta las 550 personas.663 De hecho, según los protocolos de la Troika de la NKVD, durante las primeras ocho sesiones del órgano, celebradas todas ellas dentro del primer mes desde la entrada en vigor de la orden, la tramitó 834 casos, entre los que se dictaron 726 penas de muerte, llegando a fusilarse a 344 personas.664 Esta represión no solo se llevó a cabo en las calles. Mientras que el 4º departamento de la NKVD en Carelia se dedicó a perseguir a los “elementos antisoviéticos” instalados en la sociedad soviética, dentro del Combinado del Mar Blanco-Báltico (BBK), un campo de trabajos forzosos donde estaban recluidos decenas de miles de personas, la policía secreta también desplegó su persecución contra los enemigos. Las investigaciones y la represión de la NKVD, en este caso de su 3º departamento del BBK, se dirigió contra las personas que estaban en ese momento cumpliendo con sus condenas y que, por lo tanto, ya habían sido juzgadas.665 No obstante, el empeño de Nikolski en cumplir las órdenes centrales de la NKVD, o incluso en ofrecer mejores resultados de los esperados, no fue suficiente para protegerle de una oleada represiva que jamás entendió de jerarquías. En un sistema en el que el terror se dirigía contra los elementos de los que Stalin y sus colaboradores no confiaban, el destino del recién nombrado primer secretario del partido en Carelia se escribió cuando perdió la confianza del Kremlin. La prensa jugó un papel crucial en el descredito del sustituto de Irklis. El 9 y el 11 de septiembre, el diario Pravda, de mano de su corresponsal en Petrozavodsk, publicó dos críticas demoledoras contra el periódico local Krasnaya Kareliya y el gobierno de la república periférica. Nikolski era el principal señalado en ellos, se le acusaba, no solo de no haber luchado contra los errores de su anterior predecesor, sino que también, como sus predecesores, de ser cómplice 663 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 162. 664 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, pp. 146, 153. Los diversos investigadores utilizan diferentes fuentes para cuantificar la represión. Mientras que Chukhin se refiere a las sesiones de la troika valiéndose de la información obtenida del “Libro de memoria” de Carelia, Takala utiliza únicamente documentos del archivo de la policía secreta, en este caso, a los telegramas enviados desde Petrozavodsk a Moscú. De acuerdo con esta documentación, la cifra de detenidos, en vez de 834, sería de 728. Takala no ofrece la cifra de ejecutados en esa fecha: Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 161. 665 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 161; Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 219-223. 235 con los “nacionalistas burgueses” y, en definitiva, de ser alguien poco confiable.666 Esta información del corresponsal fue enviada personalmente por el redactor jefe del diario a Stalin y Yezhov, donde también se incluía el telegrama que el redactor jefe recibió del corresponsal. Aunque el enviado a Petrozavodsk destacaba que Nikolski era “un bolchevique probado” aseguraba que era poco confiable porque había cometido dos errores, no haber delatado a Bushuev y no haber hablado nunca en contra de las posturas de Irklis en su comité.667 A raíz de estas primeras acusaciones, la NKVD comenzó a elaborar un caso contra Nikolski. Menos de una semana después de la primera publicación en el diario Pravda y tras escasos dos meses en la jefatura del partido en la república iniciando junto a sus dos compañeros de la troika la represión en masa, Nikolski fue relevado de su puesto. En la troika lo sustituyó Mijail Leoninok, el responsable de agitación y propaganda del Comité Regional, que momentáneamente también fue nombrado primer secretario del partido hasta la llegada desde Leningrado de Nikolai Ivanov.668 Ivanov, miembro del Comité Central, asumió el cargo ese mismo mes de septiembre y a comienzos de octubre también pasó a ser miembro de la troika, sustituyendo a Leoninok.669 Nikolski, por su parte, fue detenido ese mes de octubre. En mayo de 1938 fue juzgado por el Colegio Militar de la Corte Suprema de la Unión Soviética y ejecutado.670 666 Pravda, 9 de septiembre de 1937, p. 4; Pravda, 11 de septiembre de 1937, p. 2. 667 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 69. 668 RGASPI, f. 17, op. 166, d. 579, p. 34. Recopilado en: s.a.: “Dokument № 101. Iz Petrozavodska — TSK VKP(b). 14.09.1937.” en: Nikita PETROV y N. A. SIDOROV (coords.): “Stalinskiy plan po unichtozheniyu naroda: Podgotovka i realizatsiya prikaza NKVD№ 00447 “Ob operatsii po repressirovaniyu byvshikh kulakov, ugolovnikov i drugikh antisovetskikh elementov”” Al'manakh “Rossiya. XX vek” (2013) https://www.alexanderyakovlev.org/almanah/inside/almanah- doc/1006598. 669 Nikita PETROV y N. A. SIDOROV: “Dokument № 144. Prilozheniye 2. Sostavy troyek NKVD—UNKVD 1937–1938 gg., sozdannykh dlya rassmotreniya del arestovannykh v khode massovoy operatsii po prikazu NKVD SSSR № 00447 ot 30 iyulya 1937 g.” en: Nikita PETROV y N. A. SIDOROV (coords.): “Stalinskiy plan po unichtozheniyu naroda…” https://www.alexanderyakovlev.org/almanah/inside/almanah-doc/1007240. 670 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 236 La nueva troika, compuesta por Ivanov, Tenison y Mijailovich, comenzó sus actividades el 8 de octubre y su última sesión fue el 9 de febrero. Los tres dirigentes aceleraron todavía más el proceso de represión en la república. Hasta entonces, en cada una de las quince sesiones celebradas por el cuerpo, se tramitaron entre 53 y 270 sentencias y el número de condenas a penas de muerte fue de entre 22 y 270. Mientras tanto, en los cuatro meses o dieciocho sesiones que duró la troika de Ivanov, Tenison y Mijailovich, la sesión en el que menos casos se tramitaron dictó 118 sentencias de muerte, mientras que la cifra máxima fue de 412. En cuanto a las cifras totales, esta troika fue responsable del fusilamiento extrajudicial de más de 3.200 personas.671 Una de las causas de esta aceleración de la represión en el contexto de las operaciones en masa fue la intensificación de la campaña contra el “nacionalismo burgués” que se arrastraba desde el año 1935.672 Las acusaciones del diario Pravda que acabaron con la carrera e incluso la vida de Nikolski también reavivaron la lucha contra el nacionalismo tanto dentro como fuera del aparato del poder. En el terreno político, el pleno del Comité Regional celebrado a finales de septiembre asumió las críticas del Pravda y los nuevos dirigentes electos tras la marcha de Nikolski, a excepción de Ivanov, realizaron una “autocritica reconociendo sus errores”. Por otro lado, los ataques contra los enemigos de todo tipo, como los finlandeses rojos, se recrudecieron en sus discursos.673 En la sociedad, esto se trasladó a una mayor represión, en particular, contra los finlandeses que, aunque suponían una pequeña minoría, porcentualmente fueron las principales víctimas. De hecho, ya en el mes de octubre, Tenison insistió en repetidas ocasiones a Moscú en elevar la cuota de los fusilados hasta las 1000 personas, aunque esa cifra también sería sobrepasada por mucho en poco tiempo.674 Aunque el objetivo de las operaciones secretas era acabar con un grupo muy determinado de la población soviética, a saber, los “enemigos del pueblo”, los “elementos antisoviéticos” o los agentes extranjeros, desde un inicio, el terror fue aplicado en masa contra toda la población. En este sentido, la forma “rápida y simplificada” de trabajar de la NKVD y las troikas facilitó que el terror fuese 671 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 146. 672 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … pp. 163-165. 673 Krasnaya Kareliya, 29 de septiembre de 1937, p. 1; Krasnaya Kareliya, 6 de octubre de 1937. 674 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 165. 237 indiscriminado y que afectase sobre todo a personas inocentes.675 Pero, este hecho no solo se debió a esa forma de trabajar que dictaba la orden n.º 00447. Los jefes regionales de la policía secreta, en ocasiones apoyándose en su jefe o incluso citándolo, entendían que acabar con la vida de personas inocentes en este proceso era inevitable o incluso justificable a cambio de los beneficios que reportaría.676 Como muestra el “Libro de memoria” de la República de Carelia, el terror fue un fenómeno transversal ya en estos primeros meses de la represión en masa, y afectó a todos los sectores sociales, aunque con especial incidencia entre los finlandeses.677 El 20 de diciembre de 1937, en medio de este despliegue del terror en masa, la URSS celebró el XX. aniversario de la NKVD, el órgano que estaba llevando a cabo la represión contra la sociedad. A pesar de la coyuntura, la fecha se celebró a lo grande en todos los territorios del país. En el teatro Bolshoi de Moscú, se celebró el principal acto, una ceremonia solemne donde acudió la elite política y los mandos de la policía secreta para reivindicar la historia de la policía secreta como protectora de la “patria socialista” mediante su lucha contra los “enemigos del pueblo”. Aunque no hubo referencias a la oleada represiva iniciada, pues cabe recordar que se trataron de operaciones secretas, el acto fue la teatralización del nexo entre el partido y la policía secreta, además de una justificación pública de la violencia para defender el socialismo.678 Las celebraciones también se trasladaron a los espacios de socialización de los ciudadanos, como las fábricas, donde el partido organizó mítines políticos para enaltecer a la NKVD.679 En Carelia, el acto más importante para celebrar el aniversario tuvo lugar en el principal teatro de Petrozavodsk. Tenison era el principal ponente y, como hicieron sus superiores en el acto de Moscú, reivindicó la lucha de su órgano contra los enemigos. El jefe de la policía secreta, cargado de optimismo, declaró ante los oyentes que no existía enemigo que la inteligencia soviética no pudiese exponer, pues su fuerza provenía de un “pueblo soviético” que les estaba ayudando. Aunque el interés de esos “espías y 675 Robert THURSTON: Life and Terror in Stalin's Russia…, pp. 80-81. 676 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, pp. 84-85. 677 Yuriy A. DMITRIYEV (coord.): Pominal'nyye spiski Karelii, 1937-1938. Unichtozhennaya Kareliya, Petrozavodsk, s.e., 2002; Yuriy A. DMITRIYEV (coord.): Ikh pomnit Rodina. Kniga Pamyati karel'skogo naroda,, Petrozavodsk, Mezhdunarodnyy "Memorial", 2017. 678 Pravda, 21 de diciembre de 1937, pp. 1-2. 679 Pravda, 21 de diciembre de 1937, pp. 2-3. 238 saboteadores” era acabar con la “vida feliz y alegre de los trabajadores soviéticos”, su derrota estaba cerca, pues “bajo el comisario de hierro” Yezhov se habían expuesto a los enemigos y destruido sus planes.680 Sin embargo, el optimismo de Tenison no duró por mucho tiempo. El jefe de la policía secreta en la república nórdica era de etnia letona y en un momento en el que la persecución contra los letones aumentaba en intensidad, su carrera política en la policía secreta se vio interrumpida drásticamente. A finales de enero de 1938, tras haber sentenciado a más de 4.000 personas en Carelia, Moscú le destituyó de su cargo y le adjudicó un nuevo empleo de mucha menor importancia como jefe del departamento forestal del Gulag. Pero, durante el Gran Terror, como ocurrió con los demás dirigentes regionales destituidos, la denuncia política o simplemente la pérdida de confianza solo era la antesala de los cargos penales. En los tres meses siguientes a su destitución, diversas investigaciones de la policía secreta lo señalaron como parte de varias organizaciones contrarrevolucionarias. Finalmente, fue detenido el 28 de abril por órdenes del segundo de Yezhov, Mijail Frinovski, acusado de tener vínculos con la inteligencia letona y con el caso de Nikolski. Tenison no llegó a su juicio, el 10 de septiembre falleció en la prisión de Butyrka de Moscú, oficialmente, “por un ataque cardíaco”.681 La destitución de Tenison supuso una nueva modificación en la composición de la troika de Carelia.682 El 31 de enero, el mismo día en el que se le relegó, el ucraniano Stepan Matuzenko tomó el mando de la jefatura de la policía secreta en Carelia, así como pasó a formar parte también de la troika republicana.683 Para entonces, el Estado soviético contaba ya con un segundo gran órgano de represión extrajudicial para incrementar el ritmo de la represión en masa: 684 la dvoika, formada por la Fiscalía de la URSS y la Comisión de la NKVD, es decir, por Vyshinski y Yezhov. Este órgano fue creado para agilizar el trabajo de represión ante la creciente carga y exigencia que tenían 680 Krasnaya Kareliya, 21 de diciembre de 1937, p. 1. 681 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, pp. 105-106. 682 Nikita PETROV y N. A. SIDOROV: “Dokument № 144. Prilozheniye 2. Sostavy troyek NKVD—UNKVD 1937–1938 gg. … 683 Nikita V. PETROV y Konstantin V. SKORKIN: Kto rukovodil NKVD…, p. 293. 684 Sin contar las “Troikas de pasaporte” o locales, cuya incidencia en la aplicación del terror fue significativamente menor. 239 las troikas, Por las características de su funcionamiento, las dvoikas permitían una deliberación más rápida. Las secciones locales de la NKVD elaboraban listas de personas con nombres y apellidos, información básica y las sospechas que recaían sobre ellos. Esta información la enviaban a Moscú, donde estaba la dvoika. Este órgano, por su parte, tras recopilar y revisar las listas, procedía a permitir la represión directa contra esas personas.685 La troika formada por Matuzenko, Ivanov y Mijailovich se reunió en nueve sesiones entre el 19 de febrero y el 15 de abril. En total, condenó a muerte a 1.849 personas aplicando las diferentes órdenes de la NKVD.686 La trascendencia de esta troika reside en que su actividad transcurrió durante el punto álgido de la represión en masa, justo antes de que fuese progresivamente relajándose hasta llegar a la decisión personal de Stalin, en noviembre de 1938, de finalizarlo definitivamente.687 De hecho, la intensidad de la represión durante estos meses fue tal que las autoridades de Carelia tuvieron que contactar con Moscú explicando sus dificultades para continuar con el ritmo de represión. La razón era que las cárceles estaban completamente llenas y que así no era posible arrestar a los “miles de enemigos del pueblo” que era urgente encarcelar.688 Después de una breve pausa de los órganos extrajudiciales en el mes de mayo de 1938, en junio la troika retomó sus actividades con una nueva composición. Nikolai Ivanov fue llamado de vuelta al Comité Central tras ocho meses de servicio como miembro de la troika de la NKVD y al frente del partido en Carelia.689 En las sesiones en las que estuvo presente Ivanov en esos ocho meses, la represión de la troika afectó a 5.740 personas, de las cuales 4.986 fueron ejecutadas.690 El nuevo primer secretario del 685 Oleg MOZOKHIN: Pravo na repressii: Vnesudebnyye polnomochiya organov gosudarstvennoy bezopasnosti (1918-1953), Moscú, Kuchkovo pole, 2006, pp. 161-162. 686 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 147. 687 Jörg BABEROWSKI: Scorched Earth…, pp. 302-303. 688 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 174; El problema de las cárceles de Carelia para continuar encarcelando y sentenciando personas también aquí: Vladimir KHAUSTOV y Lennart SAMUELSON: Stalin, NKVD i Repressii…, p. 322. 689 Nikita PETROV y N. A. SIDOROV: “Dokument № 144. Prilozheniye 2. Sostavy troyek NKVD—UNKVD 1937–1938 gg. … 690 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, pp. 146-147. 240 partido, el cuarto en apenas once meses, fue Guennadi Kuprianov, cuya responsabilidad más importante hasta entonces había sido dirigir el comité del partido en el distrito Kuibyshev de Leningrado.691 Kuprianov también se incorporó a la troika, aunque tan solo se reunió en cuatro ocasiones desde su nombramiento: el 28 de junio, el 31 de julio, el 1 de septiembre y el 10 de noviembre.692 La poca actividad de la troika de Kuprianov, Matuzenko y Mijailovich, ya al final del terror en masa, coincidió en el tiempo con la intensa actividad de la Troika Especial de la NKVD, el tercer gran órgano extrajudicial del Gran Terror. Este órgano, que en Carelia fue compuesto por esos mismos tres hombres, se creó a partir de la orden n.º 00606 de la NKVD del 17 de septiembre de 1938. Esta orden llamó a formar troikas especiales para reprimir a los sujetos que se especificaban, entre otros, en la orden n.º 00485. Es decir, las troikas especiales fueron instrumentos extrajudiciales para recrudecer las operaciones nacionales.693 La actividad de la troika especial de Carelia se concentró en un solo mes, entre el 20 de septiembre y el 10 de octubre. En ese periodo, aproximadamente 1.800 personas fueron arrestadas y más de 1.700 de ellas condenadas a muerte. Al tratarse de un órgano dedicado a las operaciones nacionales, sus víctimas en la periferia nórdica fueron principalmente los finlandeses, llegando incluso a suponer el 80 por ciento de ellas.694 El final del Gran Terror en Carelia llegó tras la última sesión de la Troika de la NKVD el 10 de noviembre de 1938, con el resultado de 264 sentencias de muerte.695 Siete días más tarde, el 17 de noviembre, Stalin firmó la directiva de la oficina política del Comité Central que decretaba la detención inmediata de la actividad de los órganos extrajudiciales, la decisión que detuvo la represión en masa de 1937 y 1938.696 El vozhd, 691 G. KUPRIYANOV: “Svidetel'stvuyu”, Zvezda, 3 (1989), pp. 170-178, esp. p. 170. 692 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 147. 693 Marc JUNGE y Bernd BONWETSCH (cords.): Bol'shevistskiy poryadok v Gruzii. Tom 2. Dokumenty i statistika, Moscú, AIRO-XXI, 2015, pp. 165-167. 694 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … pp. 177-178; Ivan CHUKHIN: Kareliya- 37…, p. 148. 695 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 147. 696 Viktor P. DANILOV (coord.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 2. 1938-1939, Moscú, ROSSPEN, 2006, pp. 307-311. 241 consciente de las fabricaciones y de los excesos de la NKVD en el ejercicio del terror,697 volvió a realizar otra maniobra similar a la que hizo en marzo de 1930 cuando publicó su artículo “Los éxitos se nos suben a la cabeza” en el diario Pravda.698 En los meses previos a la finalización del terror, el hombre de confianza de Stalin en todas las operaciones de represión en masa, Yezhov, fue progresivamente perdiendo la confianza de su jefe, mientras que la figura de Lavreni Beria, un político cuya carrera se había desarrollado hasta el momento en el Cáucaso, comenzaba a ascender. Un momento determinante en ese ascenso llegó en el mes de agosto, cuando Beria fue nombrado segundo de Yezhov, sustituyendo a Frinovski, Mientras tanto, el ejecutor del terror, comenzaba a soportar cada vez más críticas a su trabajo. Finalmente, en el mes de noviembre, en el contexto del final del terror, afectado por el descrédito y el alcoholismo que arrastraba, Yezhov fue sustituido por el propio Beria al frente de la NKVD, en un movimiento similar al que le dio el poder escasos años atrás frente a Yagoda.699 Como también ocurrió con este último, la pérdida de confianza de Stalin hacia Yezhov también le costó su vida. Entre las razones políticas empleadas para destituirle de su puesto al frente de la policía secreta, el más importante fue la ineficacia o la insuficiencia de su trabajo para acabar con los enemigos.700 Pero, en el año 1940, estas acusaciones políticas se convirtieron en cargos penales sustancialmente diferentes, cuando Yezhov fue juzgado por el Colegio Militar de la Corte Suprema de la Unión Soviética. El caso elaborado contra Yezhov recoge las características de aquellos casos que él mismo elaboró durante los años 1937 y 1938. Las acusaciones de deficiencias en su trabajo se convirtieron en acusaciones de excesos intencionados como parte de una conspiración y, como no, fue encontrado culpable de los cargos. El 4 de febrero de 1940 fue ejecutado.701 Con esta maniobra, Stalin mostraba a Yezhov como máximo responsable de los “excesos” cometidos durante el Gran Terror, algo que iría más lejos 697 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, p. 540. 698 Capítulo 3, sección 3.1. 699 Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, pp. 149, 164-165, 197. 700 Oleg V. KHLEVNYUK: Politbyuro…, p. 214; Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 164. 701 Aleksey PAVLYUKOV: Yezhov. Biografiya, Moscú, Zakharov, 2007, pp. 237-240. 242 con los juicios celebrados contra los perpetradores del terror en las diversas repúblicas durante esos años.702 Las consecuencias de la represión en masa de 1937 y 1938 en Carelia no son fáciles de establecer. Aquellos investigadores que durante los años noventa del pasado siglo tuvieron acceso a los documentos de la policía secreta, cuando estas todavía estaban abiertas, ofrecen datos diferentes a la hora de concluir el número de víctimas de la represión y la cifra de los muertos. El “Libro de memoria” de Carelia, por ejemplo, uno de tantos trabajos publicados a lo largo de la Federación Rusa con el ánimo de recopilar los nombres y las historias de cada una de las víctimas del estalinismo, registra un número de casos ligeramente superior a las cifras de los archivos de la policía secreta. Una de las principales razones para explicar esto es que estos archivos, en ocasiones, no registraron los represaliados y ejecutados dentro en los campos de trabajos del BBK, donde las víctimas se contaron por centenares.703 En los trabajos de estos investigadores, el número total de represaliados entre agosto de 1937 y noviembre de 1938 varía entre las 11.341 y 12.989 personas (Tabla 2).704 Teniendo en cuenta que la población de Carelia en el año 1937 era de poco más de 500.000 personas, esas cifras suponen que entre el 2,2 y el 2,5 por ciento de toda la población de la república fue arrestada en esos dieciséis meses.705 702 El trabajo de Lynne Viola sobre los juicios de estos perpetradores en Ucrania es el mejor de esto: Lynne VIOLA: Stalinist Perpetrators on Trial… 703 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … pp. 173-174. Sobre la represión en el BBK: Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 219-223. 704 Lyagushkina afirma que fueron 10.871 personas, pero al no incluir citas ni fuentes en su afirmación se ha optado por no tener en cuenta esa cifra. Lyudmila A. LYAGUSHKINA: "Sotsial'nyye kharakteristiki repressirovannykh v gody Bol'shogo terrora (1937-1938 gg.) v Karel'skoy ASSR", Vestnik Permskogo universiteta. Seriya: Istoriya 3 (2014), pp. 36-43, esp. p. 39. 705 Valentina B. ZHIROMSKAYA y Yuriy A. POLYAKOV: Vsesoyuznaya perepis' naseleniya 1937 goda…, p. 42-55; Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 181 243 En las cifras de los ejecutados de forma extrajudicial tampoco existe un consenso y los datos que se ofrecen en los diversos trabajos no coinciden entre sí. Chukhin ofrece datos detallados del número de ejecuciones extrajudiciales por parte de cada órgano (Tabla 3). Sumando todos, contabiliza 10.780 personas ejecutadas. Aunque Takala no señale números concretos, de sus datos se extrae que el número de ejecutados también supera las 10.000 personas, es decir, como mínimo, el 2 por ciento de la población total de Carelia. Sus principales discrepancias residen en el número total de sentencias de muerte dictadas por cada órgano. Por ejemplo, mientras que Chukhin contabiliza 1.838 ejecutados por la dvoika,706 Takala afirma que entre enero de 1937 y agosto de 1938 este mismo órgano condenó a muerte a 3.996 personas.707 La coincidencia aproximada del número total de muertos con una diferencia semejante en este campo se explica por la ambigüedad de la documentación republicana a la hora de contabilizar la represión que estaban llevando a cabo y las diferentes fuentes que utilizan los dos autores. 706 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, pp. 146-151. 707 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … pp. 173, 181. 186, 193. Tabla 2. Personas represaliadas en el Gran Terror de 1937 y 1938 en la RSSA de Carelia Autor/Obra Personas represaliadas Chukhin* 12.949 Takala 11.341 Libro de memoria de la República de Carelia 12.989 * Los datos de Chukhin se extraen de la suma de las víctimas de cada órgano que se adjuntan en forma de documentos. Fuentes: Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 146-151; Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 181; Yuriy A. DMITRIYEV (coord.): Pominal'nyye spiski Karelii… 244 Profundizando en los datos de la represión, no cabe ninguna duda de que, en la periferia nórdica, en gran medida, el terror se aplicó en clave nacional. De los 512.544 habitantes registrados en la república en el censo de 1937, solo 14.024 eran de etnia finlandesa, es decir, el 2,7 por ciento de la población. Los carelios, otra etnia finoúgria, suponían el 21,7 por ciento de todos los habitantes, mientras que los rusos, el grupo étnico mayoritario, eran el 67 por ciento.708 Pero estos datos de la composición étnica de Carelia no coinciden con el reparto de la represión de estos años, pues los finlandeses proporcionalmente sufrieron una represión incomparablemente mayor que la de otros grupos étnicos. Aunque los finlandeses eran solo el 2,7 por ciento de la población, en los documentos de la policía secreta, es decir, en aquellos en los que se excluye la 708 Valentina B. ZHIROMSKAYA y Yuriy A. POLYAKOV: Vsesoyuznaya perepis' naseleniya 1937 goda…, pp. 49, 94; Lyudmila A. LYAGUSHKINA: "Sotsial'nyye kharakteristiki repressirovannykh…”, p. 40. Tabla 3. Ejecutados por orden de los órganos extrajudiciales durante 1937 y 1938 según los documentos que aporta Chukhin. Órgano extrajudicial Ejecuciones Troika de la NKVD de la RSSAK 7.222 Troika Especial de la NKVD de la RSSAK 1.720 Fiscalía de la URSS y la Comisión de la NKVD Troika de pasaporte de la RSSAK TOTAL 1.838 0 10.780 Fuente: Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, p. 146-151. 245 represión de los campos de trabajo, los miembros de esta minoría constan como el 41,3 por ciento de todos los represaliados. La represión, es decir, la ejecución o la deportación a un campo de trabajos forzosos, afectó a un tercio de toda la comunidad finlandesa. Mientras tanto, en el caso de los carelios y los rusos, el terror se aplicó contra el 2,8 y el 0,8 por ciento de su población respectivamente.709 El hecho de que el terror se aplicase en clave nacional ha llevado a algunos investigadores a especular sobre un supuesto genocidio contra la minoría finlandesa. Según sus planteamientos, se trataría de una purga étnica consciente e intencionada al considerarse a los finlandeses como “un grupo pequeño pero peligroso”. Añaden por ello que, las supuestas relaciones de estos ciudadanos con Finlandia no serían más que excusas y justificaciones para ejercer el terror contra ellos.710 Estas tesis, que parecen estar secundadas con los datos en crudo del reparto de la violencia del Estado en Carelia, no lo están tanto cuando se consulta otro tipo de documentación. Algo que demostraron los archivos al ser abiertos en los años noventa fue que, tanto en privado como en público, los bolcheviques hablaban en los mismos términos ideológicos. Es decir, no se desvelaron intenciones ocultas desde puntos de vista extraños y diferentes respecto a aquellos que se hacían públicos. Los estalinistas decían lo que realmente creían y se creían. En el caso particular de la minoría finlandesa y su relación con Finlandia y sus servicios de inteligencia, Stalin y sus colaboradores no persiguieron a los finlandeses por el hecho de serlo, sino porque de verdad creían que el país estaba repleto de espías y agentes extranjeros entre las minorías.711 Anteceder la teoría a los hechos o estudiar los hechos aplicando formulaciones teóricas construidas con antelación acarreó el convencimiento de Stalin y sus aliados de que el país estaba lleno de espías. Las alertas 709 Irina TAKALA: “Bol’shoy Terror v Karelii” … p. 181. 710 Auvo KOSTIAINEN: “Genocide in Soviet Karelia: Stalin’s terror and the Finns of Soviet Karelia”, Scandinavian Journal of History, 4 (1996), pp. 331-342, esp. pp. 340-341. 711 Esto se puede comprobar en los centenares de comunicaciones y documentos que se recopilan en: Vladimir N. KHAUSTOV, Vladimir P. NAUMOV y N. S PLOTNIKOVA: Lubyanka: Stalin i Glavnoye upravleniye gosbezopasnosti…; Viktor P. DANILOV, Roberta MANNING y Lynne VIOLA (coords.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5- ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 1…; Viktor P. DANILOV (coord.): Tragediya sovetskoy derevni. Kollektivizatsiya i raskulachivaniye Dokumenty i materialy. V 5-ti tt. T. 5. 1937-1939. Kniga 2… 246 de la NKVD de constantes descubrimientos de espías, agentes externos y de conspiraciones, basándose para ello en casos fabricados, responden a las presiones políticas ejercidas durante todo el desempeño del terror.712 Solo así se explica que la principal acusación realizada contra Yezhov en el momento de su destitución y tras haber arrestado a millón y medio de personas y haber ejecutado a aproximadamente setecientas mil fuese la de no ser efectivo en la represión y de no haber delatado a todos los enemigos.713 En conclusión, en la periferia nórdica, el terror de 1937 y 1938 afectó principalmente a las minorías, pues proporcionalmente los finlandeses fueron las principales víctimas de la represión extrajudicial. Pero esto no significa que los episodios del terror formasen parte de una persecución premeditada por motivos étnicos. Más bien, se trató de una consecuencia de las coyunturas específicas de la región. Las propias características de Carelia que hemos ido desgranando durante el desarrollo de toda esta tesis propiciaron el fatal desenlace de la comunidad finlandesa. En toda la Unión Soviética el terror en masa respondió a las mismas causas o, incluso a las mismas no- causas.714 De hecho, incluso en Carelia, el terror fue un fenómeno fatalmente transversal que afectó a toda la sociedad soviética y del que ningún grupo pudo escapar. Campesinos, obreros, miembros del partido comunista, funcionarios, soldados, policías secretas o gobernantes regionales, todos ellos fueron víctimas del terror. Es este, de hecho, el elemento que caracterizó a la represión estalinista y la diferencia de otras que tuvieron lugar también en el siglo XX. 712 Oleg V. KHLEVNIUK: Stalin. New biography…, pp. 157-162. 713 Oleg V. KHLEVNYUK: Politbyuro…, p. 214; Marc JANSEN y Nikita PETROV: Stalin's Loyal Executioner…, p. 164. 714 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, p. 491-493. 247 Conclusiones En una entrevista realizada a Viacheslav Molotov en el año 1982, el gran aliado de Stalin rememoró sus años en el poder junto al dictador georgiano. Cuando el entrevistador le preguntó sobre el terror de los años treinta, Molotov explicó lo siguiente: “Es ciertamente triste y lamentable que pereciesen tantos inocentes. Pero creo que el terror de finales de los años treinta era necesario. Por supuesto, si hubiéramos operado con mayor precaución no habría tantas víctimas, pero Stalin insistió en estar doblemente seguro […]. Stalin, en mi opinión, siguió una línea correcta: que rodasen cabezas inocentes, para que no hubiese vacilaciones durante la guerra y después de ella. […] El terror era necesario y era imposible que se completase sin errores. La alternativa a eso era llevar los debates políticos internos a los años de guerra… y si hubiésemos sido débiles entonces...”715 Aunque la respuesta del antiguo presidente del Sovnarkom fue un parecer personal, su opinión condensa a la perfección la forma en la que Stalin y sus aliados entendieron los episodios del Gran Terror. La construcción socialista o la defensa del socialismo justificaban la ejecución extrajudicial de miles de inocentes con tal, al menos, de eliminar a los enemigos. En la antesala de la guerra, no podía existir una “quinta columna”, pero tampoco discrepancias que desafiasen el necesario monolitismo. La destitución de los líderes regionales y la consiguiente represión contra ellos, causada por la desconfianza no del todo racionalizada del Kremlin, respondió a esta misma lógica. Más allá de las fabricaciones y las falsificaciones de la policía secreta, la carrera de muchos políticos soviéticos de la época de Stalin terminó cuando perdieron la confianza del politburó. En Carelia, ese fue el caso, entre otros, de Nikolski, pero también de Irklis o incluso de los finlandeses rojos cuando estos últimos fueron 715 Feliks CHUYEV: Sto sórok beséd s Mólotovym: Iz dnevniká F. Chúev, Moscú, OLMA- PRESS, 2002, pp. 489-490. 248 acusados de “falta de vigilancia”.716 Moscú consideraba que, en esa antesala de una guerra siempre inminente (miedo que es recurrente durante toda la década de los treinta), era preferible cortar de raíz el problema, asumiendo cuestiones como la “falta de vigilancia” como suficientes para dejar de confiar en la lealtad de los líderes regional y optar por la represión contra ellos. Esta forma de comprender la política demostró generar unas dinámicas autodestructivas dentro del aparato del partido y del Estado. Si observamos la composición de sus estructuras se observa que, en nombre de la defensa del Estado socialista, se acabó con la vida de aquellos que lo construyeron en la periferia. Entre los gobernantes del periodo de los finlandeses rojos, por ejemplo, ninguno de los grandes dirigentes del periodo sobrevivió al terror. Rovio, jefe del partido, fue ejecutado en 1938, igual que Gylling, presidente del Sovnarkom en la república y Nikolai Yushchiev, dirigente del legislativo durante ese periodo.717 Vasili Averkiev, el segundo presidente del legislativo durante la época de los finlandeses rojos se suicidó en 1936 tras ser relacionado con los casos investigados tras la muerte de Kirov.718 Durante el periodo en el que Irklis fue primer secretario, tanto él como Pavel Bushuev y Nikolai Arjipov, ambos presidentes del Sovnarkom, fueron ejecutados. Posteriormente, entre los seis miembros fijos que tuvo la troika republicana, solo dos personas no fueron represaliadas. Además de los ya mencionados, Matuzenko e Ivanov también fueron fusilados, en este caso, al terminar el Gran Terror, durante las purgas contra los perpetradores.719 No obstante, la escasamente racionalizada falta de confianza que acabó con la vida de los líderes regionales estalinistas no explica el despliegue del terror en masa contra la población común y corriente. Aunque Stalin y sus aliados no confiaban plenamente en su sociedad, pues consideraban que estaba infestado de agentes extraños que formaban una “quinta columna”, elementos como el miedo son también conceptos importantes que hay que tener en cuenta. El problema del concepto del miedo, en cambio, sobre todo cuando se presenta como una percepción fundamentada, es que 716 Ivan CHUKHIN: Kareliya-37…, pp. 105-106; Nick BARON: Soviet Karelia…, pp. 209- 210; Irina TAKALA: “Delo “Gyullinga- Rovio” …, pp. 41-42 717 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 718 Nick BARON: “Stalinist planning as political practice…”, p. 451. 719 MEMORIAL: Zhertvy politicheskogo terrora v SSSR… 249 presenta el terror como una reacción mesurada (o desmesurada) ante un problema real. Es decir, en caso de considerarse que Stalin tenía consciencia y certeza de la existencia de enemigos que querían socavar su proyecto político, se puede concluir que el terror fue una reacción racional frente a esa realidad. Esta tesis presenta diversas limitaciones. La principal limitación es que no existió una correlación directa entre la información que recibía y asimilaba Stalin y su reacción represiva. En otras palabras, sus decisiones no estuvieron siempre sujetas a un juicio racional a partir de informaciones fehacientes sobre la realidad del país. Por ejemplo, en el año 1938, cuando siguió firmando sentencias de muerte mientras no recibía informes de inteligencia.720 Otra gran limitación de esta tesis es que el problema percibido por Stalin no era real. Aunque Stalin creyese fervientemente en que ese enemigo existía, la gran mayoría de las conspiraciones delatadas durante ese periodo fueron el fruto de procesos de fabricados, el uso de la tortura y otros tipos de falsificaciones.721 El vozhd recibía informaciones que le indicaban de la presencia de estos enemigos, pero, al fin y al cabo, la policía secreta trabajaba a pasos forzados para poder satisfacer las exigencias del propio Stalin.722 Es por la debilidad de la tesis del miedo, entendido este como una percepción fundamentada y causante de una reacción racional, por lo que muchos investigadores han preferido incidir en la “disposición mental” de Stalin para explicar su decisión de iniciar una represión a gran escala. Como se ha expresado en el estado de la cuestión, para estos investigadores la paranoia casi psicopatológica del vozhd, agudizada desde los primeros años treinta, podría ser la explicación de una serie de deliberaciones irracionales que iniciaron el Gran Terror.723 Pero esa “disposición mental” también se puede redefinir como la forma particular que tenía el dictador de asimilar la realidad partiendo de ideales específicos. Es decir, el miedo (esta vez no del todo fundamentado o racionalizado) puede estar relacionado con la “disposición mental” de Stalin, el cual se generaría, entre otros, por el constructo ideológico en el que creía sin vacilaciones. 720 Stephen KOTKIN: Stalin. Waiting for Hitler…, p. 495-496 721 Además de los casos que hemos mencionado a lo largo de la tesis: Lynne VIOLA: Stalinist Perpetrators on Trial…, p. 17. 722 Oleg V. KHLEVNYUK: Politbyuro…, pp. 207-215; Jörg BABEROWSKI: Scorched Earth…, p. 302. 723 Stephen KOTKIN: Stalin: Waiting for Hitler… pp. 488-492; Jörg BABEROWSKI: Scorched earth… pp. 309-311. 250 Como hemos analizado en esta tesis, la concepción leninista de la realidad y, en específico la del imperialismo, tuvo mucho que ver en la reacción represiva. No fueron necesarias pruebas que demostrasen una inminente guerra o una posible agresión de la vecina Finlandia para justificar el desencadenamiento de la represión en Carelia. Bastó con las formulaciones teóricas leninistas sobre la inevitabilidad de la guerra imperialista en la más alta de las etapas del desarrollo del capitalismo para considerar que era necesario purgar la sociedad de elementos potencialmente peligrosos. Pero, por supuesto, la concepción del imperialismo que tenían los bolcheviques no determinó ese fatal desenlace. En esa fórmula fueron imprescindibles Stalin, quien relacionó de una forma muy particular los acontecimientos que ocurrían con esa teoría del imperialismo, todos los líderes que lo rodeaban en el Kremlin o los que lo apoyaban en las repúblicas, quienes hicieron suyas las conclusiones y las interpretaciones del vozhd. Aunque no era el propósito de esta investigación estudiar la razón por la cual esos cuadros regionales aceptaron y reprodujeron esas interpretaciones, a lo largo de nuestra investigación hemos obtenido diversas conclusiones a este respecto. Ya en los años treinta, la burocracia regional y local no tenía capacidad alguna para contraponerse a Stalin o incluso para desafiar cualquiera de las políticas o decisiones que llegaban desde Moscú.724 Eso no quiere decir que su participación en el sistema estuviese mediada por el miedo. Por el contrario, desde los años de Järvisalo los políticos regionales participaron en una lucha sin fin por conservar la ortodoxia dentro de sus estructuras de poder, haciendo frente a todo tipo de corrientes opositoras que se denunciaban desde los poderes centrales. Sus discusiones en los órganos internos y sus pronunciaciones públicas demostraron sin ambages de ningún tipo su fidelidad a los principios estalinistas.725 Esta actitud se puede entender desde dos principales puntos de vista. Por un lado, se puede asumir que estos políticos creían en esos principios o, por el contrario, también se puede extraer que entendían las reglas del juego del sistema y conocían las formas de comportamiento que permitían medrar en esas estructuras. 724 Irina V. PAVLOVA: “Mekhanizm politicheskoy vlasti v SSSR v 20 - 30-ye gody”, Voprosy Istorii, 11-12 (1998), pp. 49-66, esp. pp. 56-57. 725 Por ejemplo: V. G. MAKUROV: Neizvestnaya Kareliya…, p. 237-248; Lyudmila I. VAVULINSKAYA: Sovety Karelii. 1917-1992…, pp. 181-184; Irina TAKALA: ““Love Live Comrade Trotskii!”. The Discourse on the Intra-Party Opposition…”. 251 Por todo ello, a la hora de tratar las causas o las no-causas del terror es necesario tener en cuenta el factor ideológico. Stalin, como sus aliados o sus inferiores creía en una ideología que moldeó su forma de responder a las amenazas o a los retos coyunturales. De la misma manera en la que no se podría afirmar que el leninismo o el bolchevismo condujeron irremediablemente al terror en masa, tampoco se puede afirmar que sin esa ideología el desenlace hubiera contado con las mismas características. Es preciso conjugar esta influencia de la ideología con la propia forma de toma de decisiones que condicionaba la “disposición mental” de Stalin, pues únicamente esta última no logra ofrecer una visión total del fenómeno del Gran Terror. En especial, cuando se observa desde una perspectiva periférica. Construcción del socialismo y la destrucción del sueño En el contexto de la ruptura de la NEP, la construcción del socialismo, un eslógan de la época de Lenin que resumía el largo camino de la URSS para progresivamente convertirse en una sociedad socialista, se convirtió en algo cualitativamente diferente: un programa concreto de transformación drástica de todos los aspectos de la vida. Mientras que durante la época de Lenin esa construcción se entendía como algo que se conseguiría mediante prueba y error, experimentando e ideando la futura sociedad socialista, con el ascenso de Stalin el proceso de construcción se ejecutó siguiendo una idea preconcebida y concreta de lo que era el socialismo y del camino que había que recorrer para alcanzarlo. Como socialismo, Stalin y su facción entendían un sistema basado en la negación de todas las formas de producción, distribución, cambio y consumo de las sociedades capitalistas o de mercado. También buscaban eliminar el sistema de ideas y de valores de esas sociedades. Pero, la negación de ese sistema, como lo denominaría Hegel, fue determinada, contaba con un contenido positivo:726 proponía una nueva forma de organizar todos y cada uno de esos aspectos de una manera que Stalin definía como superior.727 Ese socialismo se basaba en la economía planificada mediante planes quinquenales, donde se suprimía cualquier posibilidad de mercado, la agricultura deskulakizada y colectivizada y 726 Georg W. F. HEGEL: Fenomenología del espíritu, Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 2017, pp. 68-69 727 Hiroaki KUROMIYA: Stalin's Industrial Revolution…, p. xi. 252 el control férreo por parte del partido de todas las facetas de la vida, desde la sociedad hasta la cultura. Construir ese socialismo significaba emprender dos caminos principales. Por un lado, los líderes bolcheviques trataron de construirlo desde arriba o con las herramientas que proporcionaba el Estado. En esta tesis hemos mencionado tres ejemplos principales: la colectivización, la construcción de centros de investigación y el reclutamiento de trabajadores cualificados extranjeros. En ellos, se observa la asunción de los bolcheviques de que la iniciativa del Estado para conseguir construir el nuevo sistema era imprescindible. Pero además de ello, los bolcheviques también trataron de construirlo desde abajo. En este caso, las herramientas que proporcionaba el Estado no eran suficientes para lograrlo, ya que era primordial que los ciudadanos se involucraran en la construcción. Un punto central de la construcción desde abajo del socialismo, según los comunistas soviéticos, fueron las nuevas formas de trabajo como la emulación socialista y el trabajo de choque, los cuales tenían como objetivo romper con las formas de trabajo imperantes en las sociedades de mercado. Pero esto no era más que la forma estalinista de mirar este proceso de transformación. La construcción del socialismo, en realidad, operaba como un mito político. La sociedad soviética no avanzaba hacia el socialismo, sino hacia un modelo específico en el que el consenso de la ciudadanía se sustituía por la voluntad de los bolcheviques. Por un lado, la construcción socialista funcionaba como un mito cuya finalidad era la movilización total y constante de los ciudadanos para lograr las transformaciones radicales que proponían desde el Kremlin. Evocaba imágenes, narrativas heroicas y trataba de implicar a los ciudadanos para que asumieran como propias las necesidades interpretadas por la dirección del partido. Se trataba del principal relato del estalinismo, la razón de ser del Estado y de la hegemonía bolchevique en él. En realidad, asumir que se trataba de una verdadera construcción del socialismo no permite estudiar el estalinismo con categorías diferentes a las planteadas por el propio régimen. La idea de la existencia de un solo socialismo, descrito precisamente tal y como Stalin lo diseñó, es un ejemplo.728 728 John BARBER: “The Establishment of Intellectual Orthodoxy in the U.S.S.R. 1928- 1934”, Past & Present, 83 (1979), pp. 141-164. 253 Por otro lado, los dirigentes soviéticos no solo crearon el mito, sino también lo creyeron. Aunque eran conscientes de que, por ejemplo, durante la colectivización, los campesinos no deseaban unirse a las granjas colectivas, en sus discursos y en sus deliberaciones defendieron que los campesinos, como pertenecientes a la clase subalterna del proletariado, siguieron las directrices del partido para unirse al proyecto de transformación socialista de la realidad. Con ello los dirigentes bolcheviques no pretendían ocultar una verdad, sino que, en realidad, estaban convencidos de estar protagonizando una hazaña de magnitudes históricas y que, en todo caso, dificultades de este tipo se debían a factores externos, como la acción de los campesinos adinerados u otros “enemigos del pueblo”.729 La debilidad principal del mito era que su gran narrativa no se sostenían en la realidad. Aunque el mito dibujaba al partido dirigiendo a una ferviente masa de proletarios y campesinos hacia el socialismo, el proceso estuvo plagado de resistencias e intereses particulares. Las huelgas y las protestas de todo tipo fueron frecuentes durante el curso de la industrialización y los trabajadores que participaron en las transformaciones lo hicieron a raíz de intereses de muy diverso tipo, como el reconocimiento social, mejorar la economía familiar o, por supuesto, también en algunos casos, la causa comunista. La idea de que el sistema que se estaba erigiendo era el socialismo por el que soñaban Marx y sus seguidores es también otro de los grandes problemas del mito. En realidad, el sistema estalinista fue un modelo pensado y diseñado por el vozhd, quien lo elaboró a partir, principalmente, de las teorías de Lenin y las del filósofo de Tréveris, pero añadiéndole su forma particular de entender la política. La importancia de este mito político reside en que marcó toda la historia del estalinismo de entreguerras, no solo la época de la “ofensiva socialista”. El propio Gran Terror es difícil de explicar sin tener en cuenta sus implicaciones en las mentes de los dirigentes soviéticos. La represión contra los opositores o las operaciones en masa se entendieron como una defensa de esa construcción y de sus resultados frente a sus 729 Hiroaki KUROMIYA: “Golod i “Vragi Naroda” en: Stanyslav V. KULʹCHYTSKYY (coord.): Holodomor 1932–1933 rr. v Ukrayini: prychyny i naslidky. 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En el caso de la periferia nórdica, la región fronteriza con Finlandia, su escasa populación, su cercanía con Finlandia y los nexos culturales con este país propiciaron que el estalinismo se manifestase de una forma extraordinariamente violenta durante toda su existencia. En primer lugar, durante el periodo de la “ofensiva socialista” en Carelia, las prioridades del régimen pasaban por desarrollar económicamente un territorio pobre con una población reducida. Esto implicaba, entre otras cosas, construir nuevas infraestructuras e industrias en regiones que hasta ese momento estaban subdesarrolladas. Esto presentaba a la construcción del socialismo como un proyecto modernizador de la república, muestra de los éxitos que era capaz de alcanzar el sistema soviético en comparación con el pasado zarista donde la periferia nórdica no era más que una “colonia” del centro imperial. Estos discursos se aprecian a la perfección durante los aniversarios del año 1935.731 Las festividades públicas celebradas por todos los territorios republicanos fueron una gran reivindicación de la política de korenización aplicada en territorios considerados como “nacionales”. El centenario de Kalevala y el XV. Aniversario de la autonomía subrayaron el papel de la “ofensiva socialista” en desarrollar la región, además de revindicar el papel de los líderes locales aplicando los principios del partido. 730 Gabor RITTERSPORN: Stalinist Simplifications and Soviet Complications…, pp. 170-172. 731 Edvard GYLLING: “Yubiley “Kalevaly” …”, p. 1-2; E. KAGAROV: “K stoletiyu Kalevaly” … pp. 3-7; Nikolay ARKHIPOV: “Pyatnadtsat' let”, Karelo-Murmanskiy Kray, 5-6 (1935), pp. 1-6. 255 Un elemento transcendental en todo este proceso fue la capacidad de agencia propia en algunas materias concretas del gobierno y del partido en Carelia en la primera mitad de la década de los años treinta. El ejemplo que ha empleado esta investigación es el de la inmigración finlandesa desde los Estados Unidos y Canadá. Ante la posible amenaza a la particularidad étnica de la región durante la industrialización, pues propició la emigración de ciudadanos rusos a las nuevas industrias de la periferia nórdica, los finlandeses rojos apostaron por captar inmigrantes políticos y trabajadores finlandeses de la zona de los Grandes Lagos. Estos trabajadores estaban cualificados y, además, la gran mayoría eran miembros o simpatizantes de los partidos comunistas en su país de origen.732 Con esta inmigración los líderes carelios esperaban desarrollar la región, pero también mantener la autonomía política manteniendo una minoría finlandesa suficientemente significante. Pero más allá de estas relativas capacidades, a mediados de los años treinta los líderes republicanos demostraron ser incapaces de enfrentarse al poder central y de tener capacidad de maniobra. Stalin y su politburó eran omnipotentes a la hora de controlar las periferias. En la segunda mitad del año 1935, Leningrado y Moscú decidieron destituir a los finlandeses rojos cuando los consideraron incapaces de luchar contra el “nacionalismo burgués” o incluso, cuando insinuaron que eran sus cómplices. Las campañas contra este nacionalismo son otra de las características de las periferias. El miedo al imperialismo y al nacionalismo asociado a él llevó al Kremlin a actuar contra direcciones que consideraban poco confiables y a instaurar en esos lugares nuevos líderes de confianza. Pero esos líderes nuevos no estuvieron exentos de presión y muchos de ellos perecieron también durante el Gran Terror. El desarrollo de la represión es otra característica de las periferias. El periodo de relajación del terror tras el fin de la colectivización fue menos pronunciado en el caso de Carelia. Durante los últimos momentos de la colectivización en Carelia se inició la represión por el caso de la conspiración del Estado Mayor de Finlandia, una dinámica que se acentuaría con la muerte de Kirov y la campaña contra el “nacionalismo burgués”. Esta escalada de la represión alcanzó su cumbre durante el Gran Terror, con 732 Peter KIVISTO y Mika ROINILA: “Reaction to departure…, p. 17; Alexis POGORELSKIN: “Communism and the Co-ops: Recruiting and Financing the Finnish-American Migration to Karelia.” Journal of Finnish Studies, 8 (2004), pp. 28-47. 256 un cambio de naturaleza de la violencia, pasando de un terror principalmente político a convertirse en algo que afectó a toda la sociedad. Por último, las operaciones de masas se aplicaron además en clave nacional, siendo dirigidas principalmente contra la minoría finlandesa. Este hecho, en vez de demostrar una intención de alcanzar la uniformidad étnica acabando con las minorías, evidencia principalmente lo contrario: la propia naturaleza del terror estalinista y sus principales causas. 257 Bibliografía y fuentes En esta sección se incluyen únicamente las fuentes y las obras que se mencionan en la investigación. Archivos consultados: Natsional'nyy arkhiv Respubliki Kareliya (NARK) Nauchnyy Arkhiv Karel'skogo Nauchnogo Tsentra Rossiyskoy Akademii Nauk (NA KNTs RAN) Rossiyskiy Gosudarstvennyy Arkhiv Sotsial'no-Politicheskoy Istorii (RGASPI) Archivos digitalizados: Elektronnyy arkhiv Fonda Iofe (EAFI) Periódicos y revistas: Bol’shevik Izvestiya Karelo-Murmanskiy Kray Komsomolets Karelii Krasnaya Kareliya Na smenu Pravda Sovetskaya Kareliya SSSR na stroyke The New York Times 258 Publicaciones soviéticas: ARKHIPOV, Nikolay: “Pyatnadtsat' let”, Karelo-Murmanskiy Kray, 5-6 (1935), pp. 1-6. AVERKIYEV, V. 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Los que están sentados, de izquierda a derecha, Kiselev, Gylling, Petrovski y Yushchiev. Fuente: NARK. Imagen 5 Algunos de los finlandeses rojos en Petrozavodsk. Fuente: NARK. 292 Imagen 6 Discurso político junto a la estatua de Kirov en Petrozavodsk, 1937. Fuente: NARK. Imagen 7 Una brigada de leñadores en su descanso, 1935. Fuente: NARK. Tesis Martín Artola Korta Portada Índice Resumen Una nota sobre la transliteración Siglas y acrónimos Mapas Introducción Fuentes Primarias Historiografía Carelia como región periférica Carelia, el Carelianismo y el nacionalismo finlandés El origen de la autonomía de Carelia Estructura I. EL MITO DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO (1928-1934) 1. El fin de la Nueva Política Económica 1.1 La RASS de Carelia durante los años de la NEP 1.2 El ascenso de Stalin 1.3 La ruptura de la NEP 2. La industrialización forzada y el surgimiento del mito de la construcción del socialismo 2.1 El Primer Plan Quinquenal y la industrialización forzada 2.2 Del concepto al mito político estalinista 2.3 Construir el socialismo en Carelia 3. La construcción del socialismo desde arriba: De la colectivización al caso del Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia 3.1 La colectivización y la deskulakización en Carelia 3.2 La ciencia y la construcción del socialismo desde arriba: El Instituto de Investigaciones Científicas de Carelia 3.3 El reclutamiento de inmigrantes finlandeses para una Carelia socialista 4. ¿La revolución desde abajo?: El Partido Comunista y el trabajador soviético 4.1 La búsqueda del socialismo desde abajo 4.2 Las nuevas formas de trabajo 4.3 La conciencia y el descontento en la ofensiva socialista II. 1935: CELEBRACIONES PÚBLICAS Y CRISIS POLÍTICA 5. La gran celebración de la korenización: El XV. Aniversario de la República Autónoma Socialista Soviética de Carelia 5.1 El camino hacia el gran aniversario 5.2 La celebración del XV. Aniversario de la autonomía de Carelia 6. Crisis política en Carelia: El golpe contra el “nacionalismo burgués” 6.1 El peligro inminente: la teoría leninista del imperialismo 6.2 La amenaza finlandesa en Carelia 6.3 La destitución de los finlandeses rojos III. EL TERROR EN LA PERIFERIA NÓRDICA (1935-1938) 7. La represión política como antesala de la represión en masa (1935-1937) 7.1 La escalada de la represión política 7.2 El desmantelamiento de la Administración de Reasentamiento 7.3 Transición al terror en masa 8. El Gran Terror en Carelia (1937-1938) 8.1 La preparación de las operaciones secretas 8.2 Las operaciones de represión en masa Conclusiones Construcción del socialismo y la destrucción del sueño La importancia de la periferia Bibliografía y fuentes Archivos consultados: Periódicos y revistas: Publicaciones soviéticas: Colecciones de documentos, fuentes publicadas, memorias y obras completas: Bibliografía: Recursos digitales: Apéndice