LORCA EN LA COMPLUTENSE: FIESTA “SACRAMENTAL” DE ARTE MODERNO La vida es sueño (auto) CALDERÓN DE LA BARCA 3 LORCA EN LA COMPLUTENSE: FIESTA “SACRAMENTAL” DE ARTE MODERNO ( A U T O ) CALDERÓN DE LA BARCA 4 5 Índice Presentación CARLOS ANDRADAS Rector de la Universidad Complutense de Madrid «La Barraca» en la Universidad Central: arte y vanguardia para un Auto de Calderón EMILIO PERAL VEGA Un nuevo Calderón para un nuevo Lorca CÉSAR BARLÓ La vida es sueño. Auto CALDERÓN DE LA BARCA 6 9 18 23 6 Presentación La Universidad Complutense de Madrid atesora un excepcional patrimonio material recogido en museos y colecciones de carácter histórico, artístico, - ción y difusión ha de ser una prioridad. Pero no es menos excepcional el gran patrimonio inmaterial —tradiciones o expresiones culturales vivas, heredadas y trasmitidas— que ha generado, fruto en buena medida de la docencia y la investigación que en su seno se desarrolla. Este patrimonio, entre cuyas carac- terísticas están la de ser tradicional y contemporáneo a un tiempo, además de integrador y representativo, es de una gran fragilidad, por lo que su preserva- En octubre de 1932 Federico García Lorca, al frente del grupo de teatro La Barraca, llegó al Paraninfo Histórico de nuestra Universidad —entonces Universidad Central— para representar el auto de La vida es sueño de Cal- convirtieron en historia viva de nuestra universidad, hoy memoria que la uni- - nardo encierra toda la ritualidad de nuestro pasado y nuestro presente, porque en conmemoración del 80 aniversario de la muerte de Lorca, organizado por Libros como este han de servir no solo para dar a conocer aquello que es parte de la historia de la Universidad Complutense de Madrid, sino como medio de conservación, difusión e, incluso, guía para la investigación, en el convencimiento de que son un instrumento fundamental para la transmisión del conocimiento y la difusión de la cultura, y como tal constituyen una de las funciones primordiales de la universidad pública. 7 Decía Lorca del teatro que “es poesía que se sale del libro para hacerse humana”. Con este libro, arte moderno, la Universidad Complutense de Madrid ofrece el texto caldero- niano, en la versión representada en el Paraninfo en diciembre de 2016, como ya hiciera Lorca sobre el mismo escenario en octubre de 1932, y será el re- cuerdo del hacerse humano de estos versos que deben servir para homenajear y recordar al gran maestro, pero no tanto su muerte hace 80 años cuanto su sueño imperecedero. CARLOS ANDRADAS Rector de la Universidad Complutense de Madrid Federico García Lorca representando el papel de La Sombra en el auto de La vida es sueño (1932). Vestuario y escenografía de Benjamín Palencia. Col. Fundación Federico García Lorca. 9 «La Barraca» en la Universidad Central: arte y vanguardia para un Auto de Calderón EMILIO PERAL VEGA Universidad Complutense de Madrid El 25 de octubre de 1932, La Barraca, el grupo teatral dirigido por Federico García Lorca, llegaba al Paraninfo Histórico de la Universidad Central, sito de función el auto de La vida es sueño de Calderón de la Barca1. Y lo hacía - rias, Granada y Madrid). El recinto, convertido en un improvisado teatro, ofrecía un aspecto de «fes- tival ceremonioso», con una mezcla armónica entre el público de «embaja- dores extranjeros, catedráticos [y] algún ministro en funciones» —dispuestos en los estrados— y de animados estudiantes que llenaban el salón2. Entre los asistentes se encontraba, si tenemos a bien el juicio de F.L. para El Sol, el - la retórica que destilaba en sus clases: «Nunca se ha interpretado esto como teatro es posible la Verdad, la Verdad es esto…»3. No faltó para ocasión tan singular la concurrencia de la Orquesta Universitaria, bajo la batuta del maes- tro Benedito, que interpretó piezas extraídas de los cancioneros de Pedrell y Palacios, con el acompañamiento del coro del Instituto Escuela4. - lencia su atractivo principal. Hacía las veces, además, de telón de fondo sobre [1] J[uan] G[onzález] O[lmedilla], «Las novedades teatrales de ayer. El grupo La Barraca se presentó ayer en el paraninfo de la Universidad con el auto sacra- mental La vida es sueño», Heraldo de Madrid, 26 de octubre de 1932, p. 5. [2] trashumante», Caras y caretas, 1797 (11 de marzo de 1933), pp. 62-64. [3] F.L., «La Barraca. Calderón, en la Universidad», El Sol, 30 de octubre de 1932, p. 3. [4] intervención de esos cantos resulta acaso la más interesante, por la ingenuidad inspirada con que matizan el desarrollo de la religiosa tragedia. Es una música breve y simple, de acento eclesiástico, como la que hoy todavía interpretan los su aire remoto trae reminiscencias de aquellos siglos en que una misma fe 10 La Libertad, el elemento diferenciador de La Barraca respecto de otras agrupaciones teatrales era una esmerada iluminación - nen, con la colaboración de la luz, el plano y el valor debidos!»5—, sabiamente acompasada por una «dicción amplia y clara» y una «sobriedad de movimien- tos» que contribuían a culminar un grandioso cuadro de modernidad barroca. Federico no perdió la ocasión de subirse al escenario para interpretar el perso- 6. los versos de Calderón fueron sustituidos por las burlas donosas de los Entre- meses de Cervantes, La cueva de Salamanca, Los dos habladores —tradicio- La guarda cuidado- sa7; y el 28, con la asistencia del ministro de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, el Paraninfo se llenó de nuevo para reiterar «el triunfo de los directores Lorca y Ugarte»8 en la reposición de la pieza calderoniana9. Enrique Díez Canedo advertía en las páginas de El Sol de la atención que merecía el grupo universitario, centrado en ofrecer una visión del teatro clá- sico volcada «no hacia el pasado, sino más bien hacia lo por venir, y desde luego a tono con las más jugosas y mejor logradas realidades del presente en cuanto a escenografía y rehabilitación»10 de nuestro patrimonio dramático. Un entusiasmo que era compartido por Juan González Olmedilla en las pá- ginas del Heraldo de Madrid, quizás con la crónica más entusiasta entre las publicadas aquellos días: Por la tarde, en el paraninfo, de la Universidad Central, un ardido gru- po de estudiantes de otro Mundo —de un Mundo que, ¡ay!, no es, por desgracia, el de quienes ya no tenemos treinta años y vamos entrando en los cuarenta— representó, capitaneado por Federico García Lorca y Eduardo Ugarte, un auto sacramental, lo más antiguo de nuestro tea- tro, y nos supo a cosa de hoy —más aún: de mañana— por la audacia congregaba en una única preocupación a todos los componentes de la sociedad, señores y plebeyos, ancianos y jóvenes». (Ibídem, p. 64). [5] Barraca», La Libertad, 1 de noviembre de 1932, p. 5. [6] La Barraca. Teatro Universitario, Madrid, Residen- Pambley, 1998, p. 70. [7] Canedo para El Sol («Teatros», 26 de octubre de 1932, p. 8); en el ya citado de González Olmedilla para Heraldo de Madrid: «para hoy, en la Universidad, tres entremeses cervantinos: Los dos habladores, La cueva de Salamanca, La guarda cuidadosa» (Ibídem); y, La Voz («Infor- mación teatral. Teatro Universitario La Barraca», p. 3), donde se habla explí- citamente de varias representaciones en días diversos. Para la ambientación musical de los entremeses cervantinos se utilizaron canciones populares y Barbieri. [8] de ayer en el Paraninfo de la Universi- dad», Heraldo de Madrid, 29 de octubre de 1932, p. 6. La breve información se completa con una bellísima foto de los actores de la compañía, ataviados para la 11 - la plástica —modernísima, de antigua— al pintor Benjamín Palencia, y y el fervor secuaz de sus huestes. El auto sacramental La vida es sueño, esquema, radiografía espiritual del drama universalmente conocido, nos pareció teatro de avanzada, camino abierto a las posibilidades por captar en lo futuro. […] La exhumación parece estreno11. Ferrero, «juventud de hoy, y de mañana», quien, a reglón seguido, dibujaba la emoción por la puesta de largo de un grupo que, hasta entonces, se había enfrentado a un público virgen: Ha llegado La Barraca a Madrid. Y ha llegado como si viniera a pasar - tablas no sonarán simplemente a emoción, sino que habrán de apreciar el matiz más íntimo12. - rrero: en primer lugar, la importancia paritaria que otorga a García Lorca y a Eduardo Ugarte —el «director en la sombra»13—; si al primero, una vez visto el espectáculo, duda en considerarlo «mejor poeta […] o director teatral, o La Barraca no solo como un proyecto destinado a llevar nuestro legado clási- co a los pueblos más desfavorecidos sino, en un sentido más amplio, «a ejer- - a la llegada de La Barraca a Madrid, un grupo que no solo resulta encomiable por su «tradición deambulatoria y ‘clásicamente clásica’», sino además por [9] De consulta obligada es el excelente catálogo La Barraca. Teatro y Universi- dad. Ayer y hoy de una utopía, dir. Javier Española / Universidad Complutense / Instituto del Teatro de Madrid, 2011. - rraco»— recuerda, con cierta vaguedad, que «La Barraca hizo su presentación días antes de las vacaciones de Navidad» (La Barraca. Teatro Universitario…, pp. 67). Lo cierto es que La Barraca se quedó en Madrid hasta poco antes de Navidad, pero ya para actuar en el Teatro Español, y no en el Paraninfo, como es fácilmente constatable en un no escaso Teatro Universitario ‘La Barraca’», La Luz (20 de diciembre de 1932, p. 6) o B. G. del C., «Una actuación de La Barraca en el Teatro Español», El Imparcial (20 de diciembre de 1932, p. 2), por poner tan solo dos ejemplos. [10] «Teatros», El Sol, 26 de octubre de 1932, p. 8. [11] J[uan] G[onzález] O[lmedilla], «Las novedades teatrales de ayer…», Heraldo de Madrid, 26 de octubre de 1932, p. 5. [12] «Teatro de hoy antiguo», Heraldo de Madrid, 26 de octubre de 1932, p. 5. [13] Tomamos de Huerta Calvo este afortu- nado sintagma (La Barraca. Teatro y Universidad… Representación del auto de La vida es sueño. Col. Fundación Federico García Lorca. 13 rehabilitar «todo un pasado de gran Universidad española»14, abriendo así un camino parangonable al de otras formaciones de universidades británicas o norteamericanas15. Calderón y Cervantes son más clásicos que nunca porque resultan plenamente contemporáneos, gracias sobre todo a una escenografía y a una interpretación que los acerca al público del presente. Pero detengámonos ahora, siquiera unos instantes, en la crónica más de- tallada entre las publicadas en las semanas inmediatamente posteriores a la estadía madrileña de La Barraca: la de la revista bonaerense Caras y caretas, 16. Cuenta el escritor y periodista cómo, tras franquear la monumental puerta del Paraninfo, se topó con el propio Lorca: […] Parece un mecánico, un chófer, un obrero de taller, con su traje azul oscuro de tela ordinaria al que solo le falta el agregado de un martillo asomando por la faltriquera17. un entusiasmo que no habría nunca de abandonar al de Granada, ni siquiera cuando, asediado por la sucesión de estrenos y proyectos, la abandone de for- El público de los pueblos muestra siempre un respeto y un deseo de comprender como los espectadores de las grandes ciudades no suelen fuerzas para perseverar en una obra que yo considero utilísima18. no es otro que «la cultura literaria» que impregna a los universitarios que la integran. Y es que, en ese mismo sentido, uno de los asuntos capitales es la elección de la pieza con la que García Lorca se presenta ante el público universitario de Madrid: el auto de La vida es sueño19 A la sombra de Lorca y Buñuel [14] «Información teatral. Teatro Universitario La Barraca», La Voz, 28 de octubre de 1932, p. 3. [15] Ondas («Los triunfos de La Barraca», 383 [(5 de noviembre de 1932)], p. 4). De hecho, en algún momento se tuvo en mente que La Barraca viajase a Inglaterra y a Francia, como puede colegirse de la crónica «Regresa de París Rodolfo Llopis», publicada por La Libertad: «Dijo [Rodolfo Llopis, Director General acuerdo con varios intelectuales fran- ceses, había autorizado que La Barraca, teatro universitario español, dirigida por paso para Oxford, una representación en el Instituto de Estudios Hispánicos» (1 de noviembre de 1932, p. 6). [16] Caras y caretas, 1797 (11 de marzo de 1933), pp. 62-64. [17] Ibídem, p. 62. [18] Ibídem, p. 62. [19] Resulta fundamental el artículo de Fernando Plata Parga, «Lorca y el auto La vida es sueño de Calderón», Teatro español. Autores clásicos y modernos: 14 sobre la oportunidad de una obra a priori algo desacorde con el rumbo de los tiempos: laica un espectáculo lleno de problemas teológicos puede parecer, cuando menos, algo extemporáneo. Pero se trata de una universidad Calderón de la Barca, el genio que a todo cuanto toca le infunde una emoción y un vuelo excepcionales20. Calderón, en general, y sus autos sacramentales, de forma particular, ha- XIX - jeres del 27 realizaron con Góngora debe situarse la de Calderón, con una pa- reja intención de desprejuiciar su obra y retomarla desde criterios puramente 21. En esta labor, cobra especial importancia Ángel Val- buena Prat22, editor de los autos sacramentales calderonianos en los años 1926 y 192723, y revulsivo, en su condición de especialista que alentaba una mirada - los treinta, como hace años atinadamente estudió Mariano de Paco24. García Lorca, pues, elige de forma muy premeditada el primer corpus de piezas que integra el repertorio de La Barraca. Por un lado, los entremeses de Cervantes y, por otro, el auto de Calderón, formas ambas, desde ópticas y formas de expresión antagónicas, del sentido popular y callejero del teatro del el segundo encarnaba la espiritualidad trascendida, como el propio poeta se - rio que llenaba el Paraninfo de la Universidad Central: mundos antagónicos, Calderón y Cervantes, pasando por el drama de misteriosos e insospechados, de fresca poesía. homenaje a Ricardo Doménech, coord. - mentos, 2008, pp. 175-184. [20] Ibídem, p. 64. [21] y el veintisiete: del prejuicio heredado de Oro”, Jornadas Internacionales de Literatura Comparada. Calderón de la Barca y su aportación a los valores de la cultura europea, eds. Montserrat Iglesias - pp. 225-261. [22] Una importancia que ya hizo notar Calderón de la Barca. Autos sacra- mentales Madrid, Ediciones de La Lectura, 1926 y 1927»: «V. aboga por un resurgimiento del gusto por este dramaturgo, que debía ser paralelo al entusiasmo que la lírica de Góngora ha despertado en los últimos años», Revista de Filología Española, 15 (1928), p. 81. [23] En edición (Madrid, La Lectura) que debió de servir de referencia para el montaje de García Lorca. [24] «El auto sacramental en los años treinta», El teatro en España entre la tradición y la vanguardia (1918-1939), eds. Dru Dougherty y María Francisca Vilches de 15 a Goya, pasando por Zurbarán y llegando a Picasso, cumbre del arte andaluz universal… […] Por el teatro de Cervantes se llega a la farsa más esquemática; Pirandello. Por el teatro de Calderón se llega al Fausto […] y se llega al gran drama, al mejor drama que se representa miles de veces todos 25. García Lorca se había formado en una tradición simbolista que, unida a su querencia por el imaginario católico26, se evidencia en una dramaturgia de carácter antirrealista, conceptual y estático —de la que - riposa (1920) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1926) son dos ejemplos sobresalientes— que encuentra en el auto de Calderón un espejo En el teatro religioso de Calderón, que es un magistral teatro, el hombre el drama lo llevan los símbolos, lo llevan los elementos de la naturaleza; el drama lo lleva, como en la misa o como en los toros, viejo espectáculo drama de Dios consigo mismo y con todo lo que ha creado27. Primaba en García Lorca y en su proyecto de teatro universitario un afán el objeto último era extender una cultura, popular y estilizada a un tiempo, por los pueblos de España. Respondía, claro está, a un ideal republicano, pero en ningún caso pretendía proyectar un ideario político concreto —«la política La vida es sueño28—, como lo prueba la primera selección de obras. No pudo evitar Lorca, pese a todo, acusaciones de haber optado por un repertorio reaccionario, proceden- tes de algunos sectores izquierdistas29, incapaces de ver que la tradición y el - rico García Lorca, 1992, pp. 265-273. [25] «Presentación del auto sacramental La vida es sueño, de Calderón de la Barca, representado por La Barraca», en Obras completas III. Prosa, ed. Miguel García Posada, Barcelona, Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores, pp. 218-221. Cita en p. 218. [26] Y, de forma particular, por las referen- cias de orden crístico, como bien ha es- tudiado Eutimio Martín en su excelente El 5º Evangelio. La proyección de Cristo en Federico García Lorca, Madrid, [27] Ibídem, pp. 219-220. [28] teatro con Federico García Lorca», Cuadernos Hispanoamericanos, 340 (1978), pp. 99-117. Cita en p. 105. [29] Chillón —retomando la ya clásica línea («García Lorca et La Barraca, Revue XVIII/2, pp. 163-182»)—, la decisión de incorporar Fuenteovejuna al repertorio año de actuación del Teatro Universita- rio, que [García Lorca] había prestado demasiada atención al lado artístico de la empresa y no bastante al aspecto La Barraca en la Universidad Central de Madrid (1932) representando el auto de La vida es sueño. Col. Fundación Federico García Lorca. 17 misterio —tan emparentados con el pueblo y sus raíces profundas— trascien- den, sensu stricto, cualquier sentido político; y otras, provenientes de sectores ultramontanos que reventaron el estreno del auto en el claustro románico de como negadas en sus capacidades para entender que Calderón no era patrimo- nio de ellos solos30. García Lorca se implicó de lleno en el montaje del auto, pues que inclu- - 31. ser vista, el proyecto de creación del Hombre por Dios (Poder), con la con- siguiente merma de mando para el lado tenebroso, demoníaco si se quiere, mezcla entre «una cortesana veneciana que va alborozada al carnaval y [una] 32. Más allá del efec- to que, a buen seguro, provocó en el auditorio su aparición, ataviado de tal distante a sus atributos y, sin embargo, el más cercano a su trágico destino: […] Pero bien caro me cuesta, pues, muerta la Vida, vino a ser la Muerte la muerta33. social», Clasicismo y vanguardia en «La Barraca» de Federico García Lorca 1932-1937 (de pintura y teatro), Grana- da, Comares, 2001, p. 250. [30] Los inmisericordes —y siempre cobardes— cronistas anónimos de Gracia y Justicia. Órgano extremista del humorismo nacional aprovecharon los contra Federico, blanco habitual de sus constancia las palabras que siguen: «Per- cances de titiriteros. La vida es ‘ansí’ y ‘ansí’ tiene más emoción y verismo. Federico silbado, es más humano y admirable. Él puede decir ahora a don — ¡Caramba, don Fernando, que la culpa fue de Calderón! - sión, ocurrió un accidente, que —al margen de toda broma—, lamentamos: el carro de Tespis ha volcado y algunos quedaron heridos. No así nuestro Federico, por fortuna, que iba en el au- tomóvil donde viajaban las muchachas, automóvil que no volcó». (47, 23 de julio de 1932, p. 10). [31] p. 111. [32] Ibídem, pp. 111-112. [33] La vida es sueño, drama y auto sacramen- tal, ed. Xabier Manrique de Vedia, Barce- lona, Edicomunicación, 1992, p. 214. 18 Un nuevo Calderón para un nuevo Lorca CÉSAR BARLÓ admiras en el panorama teatral del siglo XX; cuando, además, te dicen que consistirá en el montaje de un texto que esa misma persona dirigió hace 84 años, en el mismo espacio donde se llevó a cabo, y que fue el inicio de uno - encargan es el auto sacramental La vida es sueño, de Calderón de la Barca. El movimiento: La Barraca. Casi nada. recónditos de tu anatomía, en un viaje inverso y con la misma intensidad, sube Comienzas a documentarte meses antes de los ensayos. Hay imágenes y hay documentos que actúan como testigos de aquella Barraca. Todos ellos conocidos anteriormente, pues la investigación sobre Lorca siempre había percutido en mí. Pero ahora tienen una dimensión especial. Retumban las pa- en casi ningún sitio. Desde hace casi diez años, estaba esperando 2016 para poder hacer un - mulaba información, visitas a lugares importantes de la vida del poeta y cada 19 Así que pasen cin- co años - peare, La Tempestad, se pasaría el tren. Pero las energías se confabularon para que apareciera otra oportunidad todavía más ilusionante. Unida a la pasión por los clásicos que homenajear a Federico. No se podía decir que no. El reto estaba servido. La vida es sueño (auto) es uno de los textos más difíciles a los que me he tenido que enfrentar en la corta trayectoria que tengo como director de esce- na. Crear la dramaturgia para un espectador de 2016 sobre este texto plantea diferentes obstáculos que, en principio, parecen casi imposibles de superar. El hecho de que hubiera dos versiones del auto (1635-1636, la primera, y 1673, la segunda) fue una de las primeras cuestiones que había que tener en cuenta. La versión primera tiene una cualidad principal: la síntesis y la abstracción de las ideas dirigidas hacia el ser humano. En la segunda encontramos un Calde- misma) y con una especial atención a todo lo que el “sacramento” eclesiástico no me interesa para el espectador del siglo XXI. El hecho teatral debe dirigirse al mayor número de personas posible que pueda interesar y si nos abstraemos, al menos parcialmente, de la religión encontramos bastantes elementos que podemos trasladar al siglo XXI condición como seres humanos que conviven en sociedad. Y es ahí donde creo que funciona mucho mejor la primera versión, cuarenta años anterior. de ambas versiones y la creación de una propuesta dramatúrgica que pueda in- para tener una comprensión clara de las palabras (otra cosa serán las ideas) y del momento. La supresión de versos viene dada por la eliminación de ideas reiteradas o que no sumaban a la lectura que se quería trasladar con la pues- ta en escena, ya que la dramaturgia se realiza con el objetivo directo de ser 20 llevada a las tablas. Este ejercicio da como resultado un texto, en mi opinión, Es momento, pues, de poner manos a la obra, nunca mejor dicho, y hacer que la poesía se levante del texto [y] haga humana. Y, al hacerse, hable, gri- te, llore y se desespere. Y ese momento es en el que nos ponemos a concebir la puesta en escena. Una propuesta que vendrá marcada por el espacio de representación. Desde hace unos años me dedico a llevar teatro a espacios no convencionales, pero este espacio tiene, sin duda, una energía especial. Fue sus paredes. No se podía hacer cualquier cosa, aunque solo fuera por respeto a Calderón, a Lorca y al espacio que nos iba a acoger. No es cuestión de ser pretencioso, solo es cuestión de intentar el máximo cada vez. - mos un proceso de primeras impresiones y de lectura contemporánea sobre La vida es sueño - mente la idea de la esfera como espacio, como área o volumen desde el que . - - - lismos analógicos que nos ayudasen a entender al ser humano en la actuali- dad. ¿Cómo íbamos a generar un dispositivo que funcionase bajo las reglas encontrar esos paralelismos que en el siglo XXI - tente y determinada para la situación que vivimos. diferentes elementos de la naturaleza; por otro, las cualidades que puede tener - re, de la sombra (que todos tenemos). La lectura que planteamos respondía cómo nos creamos cada día. Vivimos en un mundo que nos exige re-crearnos y re-inventarnos cada día, y luchar por las cosas que amamos y soñamos. 21 Muchas veces se nos ponen en nuestro camino posibilidades o decisiones que nos pueden generar un espejismo de realidad o de felicidad. El caso es que llega la noche y al día siguiente hay que seguir peleando. ¿Cuáles son esos de todo el proceso, vamos a investigar cuál es el equilibrio que necesitamos como un sólido inquebrantable, ¿cuán volubles y dúctiles debemos ser para y desde ahí debemos preguntarnos dónde estamos como individuos y como sociedad. - rezada con parte del proceso de búsqueda del universo de cada personaje y grandes de nuestra Cultura. 22 23 ( A U T O ) CALDERÓN DE LA BARCA 24 - sario de su muerte organizado por Encuentros Complutense (diciembre 2016). La edición corresponde a una dramaturgia original que parte de las dos versiones del auto sacramental La vida es sueño, de D. Pedro Calderón de la Barca. AUTO SACRAMENTAL ALEGÓRICO, INTITULADO LA VIDA ES SUEÑO PERSONAS EL PODER / EL LIBRE ALBEDRÍO Rafa Núñez EL AMOR / LA LUZ Miriam Cano LA SABIDURÍA / EL ENTENDIMIENTO Eva Higueras LA TIERRA Natalia Fisac EL AIRE EL FUEGO Javi Rodenas EL AGUA LA SOMBRA EL HOMBRE Roberto González Diseño vestuario Diseño iluminación Diseño espacio sonoro Rodrigo Manchado Fotografía Elena López Producción Dirección 25 Entra, en la oscuridad, . Yo soy la negra sombra del caos, cuya faz pálida asombra confusamente al cielo. Yo la oscura prisión, yo el triste velo que el nada informe encubre 5 y, con sus alas, su materia cubre. Yo la horrible tiniebla que el abismo circunda con su niebla. Todo es horror, todo es asombro, cuanto las ajadas arrugas de mi manto 10 esconden en el centro de la tierra, que está bramando dentro de sí misma con lides bien extrañas, por desasirse así de sus entrañas. ¡Bien debajo de mí el rumor se escucha! 15 ¡Oh, pásmense los cielos a esta lucha! Salen los Elementos, luchando sin cuartel. ¡Mía ha de ser la corona! ¡El laurel ha de ser mío! 26 ¡No hará, mientras yo no muero! FUEGO ¡No será, mientras yo vivo! 20 Este lazo, de los cuatro nunca hasta aquí dividido, no ha de romperse, si yo no reino. Que en el principio se hizo el Cielo y la Tierra, 25 ya que a los tres me anticipo, debido es el vasallaje. Tierra, que árida y vacía estás, que así he de decirlo: 30 si has de beber mis alientos, el aire, tu único alivio. Luego, si sobre las aguas el espíritu divino FUEGO Un globo y masa confusa, llamarán caos y nada los profetas, compusimos 40 27 hija hermosa de mis visos la luz, la primer criatura con que a todos ilumino, Luchan los cuatro. de mis mares y mis ríos! 50 ¡En dejándome a mí el Fuego la presa de mis suspiros! FUEGO ¡Cuando me deje la Tierra, opaco cuerpo que ciño, resplandecer y lucir! 55 Dicen dentro a un mismo tiempo iguales PODER, y los versos que repetirá la música y los cuatro se suspenden. 30 AGUA ¿Agua?, TIERRA Tierra, FUEGO ¡Fuego! AIRE ¿Aire? LOS TRES …que contrariamente unidos… MÚSICA …que contrariamente unidos… LOS TRES …y unidamente contrarios… 60 MÚSICA …y unidamente contrarios… LOS TRES …en lucha estáis, dividíos! LOS CUATRO ¿Quién nos lo manda? Aparecen EL PODER, anciano venerable, SABIDURÍA y AMOR. PODER El Poder, pudo. SABIDURÍA La Sabiduría, 65 que supo desde el principio disponerlo así. AMOR El Amor, que, de los dos precedido, también lo quiso. AGUA ¿De suerte, que un mismo poder… 31 …que un mismo 70 saber… …que un mismo querer… FUEGO …en tres personas distinto… …y en sola una voluntad… …juntarnos y dividirnos… porque pudo, supo y quiso. FUEGO …yo me humillo. …yo obedezco. …yo me postro. FUEGO …y yo me rindo. 80 Y de la pasada lid en la pretensión desisto. PODER Oíd, que no por eso cesa vuestro campal desafío, que, aunque enemigos no os quiero, 85 tampoco no os quiero amigos. 32 una, ¿no fuera preciso con natural simpatía uno en otro convertiros 90 y que os mezclárades juntos Y ahora, a contrario, a ser varias las cualidades, ¿no es visto la antipatía lo mismo y os desavinierais para Luego, convino que haya cualidades en que uniros 100 y que haya cualidades en que oponeros convino; pues, en una parte opuestos y en otra parte benignos, es fuerza que eslabonados, 105 cuando vaya a dividiros y que amigos y enemigos lo que duraren los siglos. 110 33 el Fuego a eminente sitio, comunicándose tibio 115 en vagaroso circuito inferior, haga lo mismo: componga una agregación 120 de cristales, cuyos vidrios, siempre inquietos, nunca rompan de sus márgenes los grillos, para que, desocupados de la Tierra los distritos, 125 los hombros descubra, en quien descanse el grave, el prolijo peso de tanto eminente Y así, al Fuego adorne el sol 130 y luna, estrellas y signos, presidiendo al día y la noche, uno en rayos y otro en visos. 34 hermoseando sus vacíos 135 los matices de las alas, los cánticos de los picos. primeros bajeles vivos, que surquen su esfera a tornos, 140 que naden su seno a giros. en vistosos laberintos la tierra cubran, en quien, ya familiares, ya esquivos, 145 diversos brutos habiten, teniendo para su asilo. FUEGO Vaya de música y baile, diciendo todas conmigo… Cantando. FUEGO …vuela, surca, nada y yerra… …vuela, surca, nada y yerra… FUEGO …y en sí las obras encierra… 35 …y en sí las obras encierra… 155 FUEGO FUEGO FUEGO Ángeles, criaturas bellas, 160 cielo, sol, luna y estrellas, con vuestro hermoso esplendor… (Canta.) Nubes de blando rocío, primavera, invierno, estío, 165 niebla, luz, sombra y albor… (Canta.) Montes, valles y collados y cuanto en selvas y prados (Canta.) Mares, ríos, balsas, fuentes y cuanto en vuestras corrientes vive a merced de su amor… FUEGO El duelo en que nos hallaste fue no tan solo nacido 38 de nuestras contrariedades, procurando cada uno 180 ser al otro preferido; porque, siendo, como es, de la fábrica del orbe es justicia y es preciso 185 a los demás, pues no ha sido posible que se conserve neutral un cetro diviso. todos a tus pies pedimos. PODER Gran corte del universo, leales vasallos míos, desistid de la contienda. Quiero un secreto deciros: 195 Yo, que sin necesidad de pompas y majestades, en principio, sin principio, 39 dentro estaba de mí mismo, por ostentarme creador, del ejemplar de mi idea Estando, pues, en mi trono, cercado de los ministros por mostrarme más benigno, más liberal, más amable, 210 para mi esposa elegido, y reina suya, a la humana naturaleza, cuyo hijo, heredero por la gracia sería del reino mío. 215 Uno, pues, de los vasallos, el más sabio, hermoso y lindo, de su ciencia y su hermosura soberbio y desvanecido, por no jurar vasallaje 220 a inferior ser, atrevido se opuso a mis providencias; dispuesto a sus precipicios, 40 tocó al arma en mis estados y con opuestos caudillos 225 vinieron a la batalla las virtudes y los vicios. Ya alentado el bronce suena, ya responde el parche herido, ya cruje armado el acero… 230 si en arrastrados despojos es con eterno castigo el clarín de mi victoria, Viendo mi primer cuidado en esta parte perdido, pues la criatura mejor oponerse al creador quiso; escarmentando (bien puedo 240 en esta frase decirlo, que no es baja voz que a mí me escarmienten los delitos), quise, acudiendo a mis ciencias, consultarme a mí conmigo 245 si en la segunda criatura, 41 sujeto hermoso que elijo para mi heredero, había de sucederme lo mismo. pues los astros son testigos; yo, para quien el presente pues, si miro hacia el pasado y si hacia el futuro miro, es tiempo presente todo futuro o pasado siglo; habiendo, con mi presencia 265 previsto al hombre, he previsto que, si del lóbrego seno de la tierra, el duro silo de sus entrañas, el ciego vientre de su oscuro limbo, 270 donde sin ser alma y vida, discurso, elección, ni aviso, en metáfora de cárcel hasta ahora le has tenido, 42 le sacas a luz, no menos 275 ingrato y desconocido te será el hombre que el ángel, que asombra de su delito, 280 sea el ámbito del orbe tan heredad del abismo, que nazcan de sus raíces el pasmo, el susto, el peligro, el adulterio, el rencor, 285 el hurto y el homicidio. una vez introducido la palidez de la muerte sus últimos paroxismos, 290 será tan universal en tu nombre, para enmienda de sus errores, admito humano ser, aun yo… PODER Cesa, 295 43 que pueda servir de alivio. aparato, en quien admiro 300 en el Fuego lo brillante, en el Mar lo prodigioso, como en la Tierra lo rico, para el hombre lo criaste 305 la tarea de seis días, talentos que le has de dar han de ser cinco sentidos, si tres potencias los tres y si uno razón y juicio, deja que el Entendimiento, 310 con el racional instinto, le advierta del bien y el mal, con que use del mal o el bien, 44 pues no puede haber castigo 315 como no ser el que fuera. nazca el Hombre y sepa el Hombre que aqueste imperio y tu Empíreo por sí mismo ha de ganarle 320 o perderle por sí mismo. PODER de la prisión del no ser, a ser, este oculto hijo que, ya de mi mente ideado y de la tierra nacido, ha de ser príncipe vuestro. 330 atento, prudente y cuerdo, obedecedlo y servidlo, durando en su vasallaje. Mas si procediere altivo, 335 soberbio y inobediente, no le conozcáis dominio. 45 Puesta su suerte en sus manos, el logro o el desperdicio o por sí le habrá ganado, 340 o por sí le habrá perdido. Y yo, en fe de que lo admito, de los limos de la tierra con este polvo te sirvo 345 para su formación. Yo, para amasar ese limo, Yo, luego, porque cobre el quebradizo barro en su materia forma, 350 que hiriendo en su faz le anime. FUEGO Y yo, aquel fuego nativo, que con natural calor siempre le conserve vivo. 355 PODER Pues al ser humano hagamos. 48 Pues, ¿cómo, si con sólo «hágase» todo se hizo, FUEGO Ese es evidente indicio que en todo. PODER sale por una parte y por otra se van; y repite lo que cantan. …vuela, brilla, surca y yerra… …vuela, brilla, surca y yerra… …y en sí las obras encierra… …y en sí las obras encierra… ¿Cuándo el acento fue rayo veloz, trueno el eco, relámpago la voz, 375 49 sino hoy, que contra mí las cláusulas del cántico que oí, el relámpago, rayo, el trueno son 380 La ira, la rabia, el pasmo, el frenesí, que ha introducido en mí que, del no ser pasando el Hombre al ser, esposo de la Luz haya de ser, 385 a su opuesta, jurada emperatriz o máteme el dolor antes que el mal. cuna del susto y tumba del pavor, en quien es el vivir morir eterno para no morir! línea del mal, antípoda del bien, 50 En la magia que aprendí en el Monte de la Luna, 400 templo de la noche, una proposición anteví, símbolo a la Luz harán de gracia, de culpa a mí. Mirad si con causa aquí 405 místicos sentidos dan a mis rencores disculpa; pues la Luz, por mi desgracia, será imagen de la gracia, Ese rey, cuyo poder, cuya ciencia y cuyo amor de cuanto se llega a ver, asómbrense que de todo 415 príncipe quiere que sea, a cuyo efecto su idea le está sacando del lodo. Mirad el seno en que le tuvo, en su mente, encarcelado. 51 dado la materia el limo, cómo, informe el embrión, quedó sin vital acción; 425 cómo, en su gracia criado en original justicia, le da contra mi malicia luz la Luz; con que guiado le traslada a un paraíso, 430 sobrenatural aviso de ciencias del mal y el bien. ¡Oh, humana naturaleza, 435 mis pasadas ruinas ven la hermosa Luz de la Gracia 440 la primer cosa que ves! Aparece EL HOMBRE introducido en una esfera translúcida, acompañado de LUZ. LA SOM MBRA 54 LUZ Hombre, imagen de tu autor, desa enorme cárcel dura rompe la prisión oscura a la voz de tu creador. 445 HOMBRE vi, si es esto ver; oí, si es oír esto; que, hasta aquí, del no ser pasando al ser, LUZ della lo que fuiste y eres; mas della saber no esperes lo que adelante serás, 455 que eso tú solo podrás hacer que sea malo o bueno. HOMBRE De mil confusiones lleno primero doy! LUZ No es acaso 460 que de libertad ajeno nazca el hombre. HOMBRE 55 si ese hermoso iluminar, que a un tiempo ver y cegar hace, otra criatura fue, 465 apenas nacer se ve, cuando con la majestad de su hermosa claridad azules campos corrió, teniendo más alma yo, 470 que, ramillete de pluma, va con ligereza suma por esa campaña bella, 475 nace apenas, cuando en ella con libre velocidad discurre la variedad del espacio en que nació, teniendo más vida yo, 480 manchas salpica la piel, gracias al docto pincel que aún puso primor en ellas, 485 56 apenas nace y las huellas estampa, cuando, a piedad de bruta capacidad, uno y otro laberinto corre, yo, con más instinto, 490 siendo argentado bajel, siendo escamado navío, 495 con alas que le dan brío surca la vaga humedad de tan grande inmensidad como todo un elemento, teniendo yo más aliento, 500 torpe el Hombre en su creación, que tropiece la razón ni más de que vi y oí, 57 vuelva a sepultarme dentro dese risco, en cuyo centro 510 se duela mi autor de mí. LUZ a manera de dormido, tus sentidos sin sentido, de mirarte a ti admirado, 515 desa suerte transformado irás tras mi Luz al real palacio, donde leal aplauso todos te den. Música ¡Ven, Hombre, ven! 520 Pues, aunque en barro le diste 525 primer materia, si toco lo inmortal del alma, poco menos que el ángel le hiciste. ¿Rey le constituyes, pues 58 en tu terrenal esfera, 530 Pues contra todo ese ser, majestad, pompa y honor, vuelva a vivir mi dolor, 535 si hay precepto que romper. lo fundo: Harelo, pues. La culpa, si introducida se ve, ¿que será, no advierte, Es cierto. Mientras la vida de la muerte no será Luego, posible es mi empeño, si al hombre en su paz le asombra sueño que de muerte es 550 59 de opio, beleño y cicuta, tal hechizo o tal veneno, que de sentidos ajeno rompa el precepto y, postrado, deshecho y aniquilado, que, inhábil para heredero, despierte del real estado. Vanse. Salen los Elementos con una danza ritual. EL ENTENDIMIENTO, EL y LUZ reciben a EL HOMBRE en su esfera recluido. EL HOMBRE va saliendo de su prisión. LUZ Ya que en vuestro poder queda o por sí pueda ganarme, 565 o por sí perderme pueda, servidle, hasta ver si, atento, para rey y esposo mío, o mal de su Entendimiento. 570 60 Los cuatro Elementos asienten. EL HOMBRE ya fuera de la prisión. HOMBRE que, si lo dudo, me admiro ¿Yo, de galas adornado, 575 de músicas aplaudido, de sentidos guarnecido, ¿En este instante no era del centro la masa dura 580 tan rica, tan suntuosa la más reluciente estrella 585 ¿Otra vez vuelva a dudar, ENTEND. Deso a mí me ha tocado el informar: 590 61 polvo fuiste, polvo eres, (A EL ENTENDIMIENTO.) Ya que en su servicio estás, (Al EL HOMBRE.) la más perfecta criatura que vio del sol la luz pura; no solo en lo humano, no solo en lo racional, pero 600 en ser príncipe heredero del rey, que hoy te declaró, ¡goza la felicidad, sin que te entristezca nada! HOMBRE Más tu despejo me agrada 605 que aquella severidad. HOMBRE ENTEND. Tu Entendimiento. 610 64 ¡Que grande cosa es ser libre uno que todo lo goza, que de antojos se alboroza, de alegrías sin calibre! De quien vergüenza no tiene 615 suele decir una copla: “es suyo el mundo que sopla”. ¡Pues eso a mí me conviene! HOMBRE ¿Cómo el primer día tan cano ENTEND. Ese es claro indicio 620 de que las canas del juicio amanecen más temprano que las del poco saber. HOMBRE No 625 más; y pues que mi ser Dejarme quiero servir y venga lo que viniere. 630 ¡Cantad! 65 ENTEND. algún verso que le acuerde lo que gana o lo que pierde en seguir más mi opinión HOMBRE Tú, mientras me halaga el canto, vuelve a encarecerme cuánto es superior el ser mío. Sale de su escondite mientras suena la música. seguro pisará el hombre, 640 si de basilisco y áspid los peligros reconoce. Y, atento al precepto, mira que se esconden, el uno en los frutos pues le avisa en esas voces sagaz el Entendimiento 650 que si el precepto no rompe… 66 ÉL y …sobre áspid y basilisco seguro pisará el hombre. Ya que aquí de jardinero el disfraz me desconoce, 655 del Entendimiento noble… ÉL y …si de basilisco y áspid los peligros reconoce… será posible le informe al contrario; y así, oculto hasta tener ocasiones de introducir el veneno, prosigan estos rencores… 665 ÉL y el uno en los frutos HOMBRE ENTEND. Quien sepa que no lo eres, hasta lograr la ventura 67 ella sea esposa tuya. Bien esa letra lo ha dicho, 675 pues ha dicho que se ocultan basilisco y áspid donde puede ser que alguna fruta envenenada… HOMBRE la voz! ¡Cuánto me disgusta 680 su anciano temor! Y dime tú, porque su enfado suplas, ¿cómo, si príncipe soy, no es posible que concurra, responder a esa pregunta. ENTEND. Los justos juicios del rey, tu padre, por causas justas hasta hoy no te declararon; y ser las entrañas duras de la tierra tu prisión 695 68 fue porque en alta fortuna tengas entendido… HOMBRE ENTEND. Que si a la ley no te ajustas, quedó en la cuna labrada la materia de la tumba. 700 HOMBRE Ya temía yo que había de ser tu respuesta angustia: Y dime tú, que me adulas, ¿sobre príncipe heredero, 705 es verdad que la criatura Tú mismo al verte lo juzga. Va a llegar y, al ver la imagen de EL HOMBRE que está proyectando EL , se retira. pues basilisco me anuncian 710 que es veneno de la vista, 69 de un espejo no manchado, 715 cuya siempre intacta luna no ha de empañar el aliento Llega EL y enfoca a EL HOMBRE. En este cuajado vidrio puedes verte al natural retratado. HOMBRE ¡Oh sabia, oh suma omnipotencia! ¿Yo soy Como aquellos, que hasta aquí 725 son los ojos que lo ven, los labios que lo pronuncian, que es verdad que soy la obra que la potencia absoluta 730 guardó para la postrera. 70 llegara a tener segunda. Dices bien: la más perfecta 735 criatura soy. ENTEND. Es sin duda, supuesto que el Hacedor te hizo a semejanza suya; la perfección que te ilustra, 740 HOMBRE y no tu vejez caduca siempre a mis gustos opuesta 745 vez me halles… ¡Fuego, la espada! pues áspid de acero es cualquiera espada desnuda. 750 Va a llegar y se retira al ver el presente de EL FUEGO. 71 FUEGO Esta, señor, es la espada de aquellos dos cortes, cuya cuchilla, templada al fuego está del alma, tan pura, que no hay hierro que no ablande, 755 no deshaga, no consuma ENTEND. advierte que, si la empuñas, las cuatro virtudes juntas: 760 la hoja es la Justicia, el pomo la Fortaleza y se aúnan en ser la Templanza el puño, y la vaina la Cordura. te herirás; mas si bien usas, vencerás tus enemigos. HOMBRE criatura que contra mí ni imagine, ni presuma 770 74 Va a llegar y también se retira. Las plumas que de tu fama serán alas con que subas al más eminente solio 775 y corones tu hermosura, son estas. de sus tremoladas plumas el rizado airón! ENTEND. de aire adornan, mas no ilustran. 780 HOMBRE Este sabio Entendimiento mucho mi paciencia apura. Pues para que te diviertas, sin que su vejez te pudra, Tierra, llega, llega, y goce 785 de sus aromas. que son edades caducas, 75 sombra de mi misma sombra. Deste prodigioso árbol, que a su sombra ya me oculta, tomo esta manzana; en ella para tu halago, tributa sus matices y… Eso a mí toca, que tú, Tierra inculta, a no ser mi agricultura la que diera a sus primores arreboles que las pulan. Y pues te toca el que nazcan y a mí me toca el que luzcan, 805 más mías son. ¿Cuándo HOMBRE que sobre la Tierra triunfas, 76 tan dueña de sus caudales, 810 que para ti los usurpas, y, nueva aurora segunda, das a entender que amaneces en bella oposición suya, 815 compitiendo con las selvas agricultora que estudia esmerar sus obras, pero 820 tan sabia, que en ella apura, y en los demás elementos, la cualidades oculta. Caracteres para mí en valles, montes y grutas, 825 son sus plantas; las estrellas, en su campaña cerúlea, mis oráculos de fuego son; del agua las espumas mis libros; y porque lea 830 lo que sus vuelos anuncian, siendo para mí del año 77 cualquiera estación fecunda, los pájaros en el viento forman abriles de plumas. 835 HOMBRE Yo no entiendo de hermosuras, mas, para que a mí me agrade, 840 basta ver que a ti te gusta. ENTEND. Y para que a mí me ofenda, ver que tú no lo repugnas. con humano rostro una 845 serpiente en estos jardines, tan incautamente astuta, siendo negra noche obscura, de su belleza engañados, 850 por aurora la saludan. Teme, pues, que puede ser, si la miras, si la escuchas, tu culpa escucharla y verla. HOMBRE 78 de esa culpa, mis sentidos, por más que tú los acusas, en viendo sus bellos ojos, Pues porque tú, Entendimiento, 860 no cauteloso me arguyas y la verdad de mis magias a experiencia se reduzca, toma esta dorada poma; si una vez su sabor gustas, 865 verás que no solamente en ti mis ciencias infunda, pero que inmortal te haga, para que no puedas nunca, igualándote al poder 870 del rey, perder desta augusta majestad la acción que hoy no puedes decir que es tuya. Del tiempo que allá en la tierra te ocultó venga la injuria: 875 come, y como el rey serás eterno, edades futuras. HOMBRE Mucho me ofreces y mucho 79 de la poma la dulzura brindando está al apetito. 880 llega y come della… ENTEND. No, ni tú a tocarle te atrevas. HOMBRE No entre los dos te introduzcas 885 a embarazarlo tú. ENTEND. Mira que quizá en el aire fundas altas torres y que suelen ser soñadas las venturas; y podrá ser, si despiertas, 890 que entre fantasmas confusas todo esto vuelva a la nada. HOMBRE Ya ese es tema de locura más que lealtad. ¡Quita, quita, villano! ENTEND. muy mal de tu Entendimiento, si atropellado le injurias. HOMBRE Peor usas tú de tu dueño, 82 pues atrevido le luchas, sin ver que desde ese muro 900 puedo arrojarte a esas duras peñas. ENTEND. No podrás sin que a ti mismo te destruyas. HOMBRE tú a despeñarle me ayuda. Mira… FUEGO Escucha… HOMBRE ¡Nadie a mi furia se oponga, 910 o teman todos mi furia! Arrójanle entre los dos por las escaleras. ENTEND. (Desde dentro.) Bien se ha logrado la industria. 83 HOMBRE Despeñar a mi Entendimiento y, una 915 comer la vedada fruta; Muestra. (Come.) Terremoto. FUEGO Es que mis rayos se anublan. Que se estremecen mis montes. 920 Que mis cristales se enturbian. Que mis vientos se embravecen. Sale confundida LUZ. LUZ Pues todo el orbe caduca, grande daño hay. Elementos, si mejor de ti podrás saberlo, viendo la pura 84 Luz de la gracia apagada Vase . HOMBRE el orbe he dejado a oscuras! LUZ miserable herencia suya! HOMBRE En vano me buscas, 935 induce, mas no a las penas. Vase. HOMBRE de mí, si ya son sangrientas 940 HOMBRE 85 No esperes de mí sino procelosas lluvias que tal vez el mundo aneguen. HOMBRE En mí no presumas 945 más que ráfagas que talen. FUEGO Y en mí rayos que destruyan. HOMBRE Todos ¡ay de mí! sus iras mas no sin Entendimiento, 950 que aun despeñado me acusa. El áspid era, sin duda: 955 ¡me dio la hechizada poma! Pues helado el pecho, muda; tengo ojos, y no ven; tengo oídos y no escuchan; tengo manos y no tocan; 960 tengo labios y no gustan; tengo pies y no se mueven; tengo voz y no pronuncia; 86 tengo aliento que no alienta y corazón que no pulsa. si todos me desahucian, que en brazos de letal sueño, 970 negra sombra de la culpa, pues dejó a la muerte viva, FUEGO LUZ Salen PODER, y . PODER LUZ a preguntar lo que sabes, dígalo esta Luz ya oscura… …dejando viva a la muerte, 980 dejó a la vida difunta. 87 PODER bien sus peligros anuncias! Obediencia, retiradle tierra de donde salió es bien que se restituya. ¿Todavía enternecido, 990 Y, aunque tu sentencia es justa, capaz está de la enmienda. PODER y no puede dar ninguna por sí el Hombre. Pues es una la voluntad en los tres, 1000 si el Poder pone la suya, 88 con la obediencia la industria persona hay que enmiende y supla 1005 PODER Lo decretado se cumpla. Vase. que, anteviendo tus fortunas, Vase. puedes pensar que se escuchan, anticipando sus tiempos a las edades futuras. 1015 Salen los Elementos. Durmiendo EL HOMBRE sobre la plataforma. 89 HOMBRE la Tierra fuese mi madre, competir puedo a mi padre, que inmortal príncipe soy 1020 del orbe. Y pues ya me vi su dueño… Mas ¡ay de mí, ¿Esta no es de mi fortuna ¿No es esta aquella primera ¿No es esta la desnudez la majestad, la altivez, el obsequio, el aparato, las músicas, los olores, de reales ropas, cercado de gentes, cuyo desvelo 92 presumir que sueño fue, viva, pues; salga a buscar 1045 el alcázar y a cobrar, pues es mío, el alto estado en que me vi… Pero, cielos, el orgullo reprimamos, Mas no, que heroicos anhelos que aún es hoy mayor mi pena es esta, que me resiste 1055 para en eso mi fortuna, pues no hay criatura ninguna de quien ya no tiemble yo. pues no me alumbra y me abrasa; 93 si piso, toda es abrojos claro espejo, me retrata 1065 feo; si la sed me mata, turbia está; y si el hambre ve frutas, que a ellas no me atreva dice, y por partido toma que pan de dolores coma 1070 y agua de lágrimas beba. en mis mudanzas más cierto, ¡Oh, Luz, cuya llama bella, deslumbrado, me alumbró! Sale . Yo, que ya estoy en lugar della. HOMBRE ¡Horrible aspecto que asombra, 1080 94 mira que es contrario asunto que lo que a la Luz pregunto HOMBRE No, porque nunca te vi, 1085 ni aun a lo lejos oí el sonido de tus voces. y esta mi astucia más rara, HOMBRE HOMBRE ¿Cómo podrás, si donde quiera que vas HOMBRE ser por quien mi desvarío, despeñó al Entendimiento. Es verdad. 95 HOMBRE ¿Luego, no fue 1100 HOMBRE La que pasó bien se ve en la distancia, que haber que uno no ha sido, otro ha sido, aunque ha dejado de ser. que, aunque en este estado estoy, príncipe heredero soy 1110 y que aquella majestad que toda la vida es sueño. HOMBRE Luego esta lo es, con que se halla 1115 porque, si la vida es que duerma esta triste vida, No, que si para esos lazos 96 despertaste allá en mis brazos, será aquí en los de la muerte. HOMBRE al Poder que me ha criado, 1125 en tal lucha despeñado no hubiera a su Entendimiento! Sale. ENTEND. tú para que yo no muera HOMBRE Es vano intento, que cobre a su Entendimiento 1135 el día que merecer, ni desmerecer podrá ENTEND. Llámale y vendrá. HOMBRE No me querrá obedecer, 97 ENTEND. HOMBRE Di. ENTEND. como tú el afecto des. 1145 HOMBRE Saca EL ENTENDIMIENTO a EL como por fuerza. ENTEND. Pues ya está a tus pies. Fuerza es que obedezca, cuando trocado tu afecto vi, pues del modo que cruel ENTEND. Que apliques una vez tu libre acción al fuero de la razón… HOMBRE Que voluntario supliques 1155 al Poder que me crió, que perdone mi delito. 98 por más que cobrarte vea tu Entendimiento y por más ENTEND. pues poder al Poder queda, entera satisfacción le saque de tu prisión. ENTEND. Suena música. tan desde otro siglo suenan 1175 misteriosas, que aun en este 99 HOMBRE tan misteriosas son estas, que, aun a vista del peligro, 1180 si de sueño a culpa, y de ella a muerte, que introducida me trujo a matar resuelta… 1185 HOMBRE a dichas, si luego de ellas a las miserias volví… HOMBRE Bien 1190 puede ser de las miserias volver a cobrar las dichas, pues dulces voces me alientan… Vase desconcertada. HOMBRE sin proseguir en mi ofensa, 1195 100 Llega, Entendimiento, tú; desatadme estas prisiones. 1200 ENTEND. No es posible deshacerlas, por más que los dos pongamos HOMBRE que por mí pude perderlas 1205 por mí no pueda ganarlas! HOMBRE De ti, villano. ¿Hice yo ENTEND. al mal le inclinaste. Hicieras inclina, pero no fuerza. Sale de peregrino. Oid, que un galán peregrino, 101 las incultas asperezas 1215 penetrando del desierto, hacia esta parte atraviesa. ENTEND. Fatigado del camino, por estar todas sus sendas llenas de abrojos y espinas, 1220 bien en el cansancio muestra que desnudez, hambre y sed HOMBRE consuelo, bien que penoso, tener compañero en ellas, 1225 llamadle ambos. ¡Peregrino! a un tiempo, de Entendimiento el Hombre que a ellas responda. 1230 HOMBRE Quien desea valerse de vos en tantas desdichas como le cercan. El Hombre soy, despojado 102 de la más feliz herencia 1235 por sugestión de un delito. Pálida, triste, funesta, o muerte, que todo en ella concurre, en esta prisión, 1240 amarrado a sus cadenas, ni Entendimiento romperlas porque, una vez rota, pueda 1245 ir en busca de mi vida, que su perdida grandeza, aunque pasó como sueño, como verdad atormenta. Abre la prisión de EL HOMBRE. Ya estás libre, que yo solo 1250 quebrantarlas pude. HOMBRE Deja que, humildemente rendido, de gracias, gracias te vuelva, 103 voto hago… Pero no puedo proseguir, porque la negra 1255 vuelve; sal a detenerla al paso, mientras que destos montes la fuga me ausenta, donde, en fe de tu piedad, 1260 su ira de vista me pierda. venid, de aquí huyamos! tus prisiones en mis manos, 1265 bien que con la diferencia de estar en ti como propias, y estar en mí como ajenas. Entra en la prisión. que a la Culpa lo parezcan, 1270 hallándome en tu lugar: 106 tosca piel y basta jerga de humana naturaleza. Sale . Pues si al Hombre no le doy la muerte, antes que suceda su cumplimiento, perdido en su prisión, antes que ese socorro le venga. al sueño, o a la tristeza, en su culpa el Hombre! será para que sin ella viva, siendo en ambos troncos, que cielos y abismos unos se oscurecen y otros tiemblan. 107 Terremoto. engañáronme las señas 1295 de humano traje y prisiones; pero bien caro me cuesta, pues, muerta la vida, vino a ser la muerte la muerta. Cae a sus pies . Salen como asombrados HOMBRE, ENTENDIMIENTO y . HOMBRE los Elementos alteran ENTEND. Toda la naturaleza sentimiento hace. HOMBRE EL se acerca a . 108 HOMBRE que a la vista representa viva muerte y muerta vida 1310 Victoria y tragedia es, puesto que, porque no te siguiera y tú pudieras salvarte, en tu prisión, con tus señas, 1315 ella me han dado la muerte y yo a ella; de manera que es tragedia y es victoria, pues que, supliendo tu ausencia, , desesperada, invoca a los cuatro Elementos. se amotinan y rebelan volverán a la obediencia. 109 PODER Pues es obra del Poder dar poder a quien le absuelva. Salen los cuatro Elementos, , FUEGO, y . se acerca a amenazante. saca la luz y se aparta de . lo que aguardas 1330 LUZ Entrar Pues el príncipe me llama No podrás, porque yo tengo Todas las puertas cerradas. ¿Quieres que a decir que llegas 1335 HOMBRE Yo soy. No soy yo el preso, bien puedo salir de esta ciega estancia. 110 No puedes sin mi licencia. ¡Deslumbrárante mis rayos! 1345 Luchan. LUZ la luz de la sombra mata; sígueme. De la prisión el albedrío te saca. 1350 HOMBRE La Luz tiene ya la luz Vase. Empieza a vivir la Gracia. Ciega he quedado sin luz 1355 Que sigáis 111 al príncipe, porque falta de la prisión. La Luz de Gracia 1360 FUEGO tuvo las puertas cerradas. Tocan cajas. tres potencias, vida y alma. Conquistar quiere por fuerza 1365 el reino. FUEGO Con sollozos, con gemidos Con suspiros y con ansias. HOMBRE a nunca despertar duerma! PODER Hombre, que hice a imagen mía, 114 Mira lo que yo te amo. 1375 Mira lo que a mí me cuestas. Mira a lo que mí me inclinas. PODER Y pues cuanto vives sueñas, no otra vez tanto bien pierdas, 1380 porque volverás a verte aún en prisión más estrecha. HOMBRE La enmienda ofrezco a tus plantas. ENTEND. Yo, aconsejarle a la enmienda. Yo, inclinarle a lo mejor. 1385 LUZ Yo, a que siempre en mi luz tenga auxilios que le iluminen. FUEGO Pues en feliz norabuena… …porque a todo el universo… …conste en todas cuatro esferas… 1390 …se publique cómo el Hombre… HOMBRE Y pues es de perdón día, nuestros defectos le tengan, para que puedan mejor repetir las voces nuestras… 1395 Y don Pedro Calderón corte ilustre, villa sacra, 115 os pide que le supláis de aqueste auto las faltas, dando, con vuestra licencia, 1400 a este sueño de la vida y grave verdad soñada. Fin del auto sacramental La vida es sueño Ediciones Complutense Obispo Trejo, 3 28040 Madrid Tlf.: 91 394 1127 info.ediciones@ucm.es www.ucm.es/ediciones-complutense (PDF): 978-84-669-3591-3 Estugraf Fundación Federico García Lorca encuentros complutense La vida es sueño (auto) (De izquierda a derecha):