9 La Deonomástica, una fuente inagotable de riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera Karlos Cid Abasolo Universidad Complutense de Madrid En este trabajo nos ocupamos de un aspecto muy importante, si bien poco estudiado hasta ahora, del léxico vasco: la deonomástica. El estudio de la deonomástica vasca nos permite observar que el euskera, a pesar de ser una lengua genéticamente aislada, geográficamente no lo es, lo cual le ha permitido abastecerse del léxico (en este caso, de los deónimos) de las lenguas de su entorno y, a través de ellas, del léxico de otras lenguas del mundo, gracias a lo cual ha podido sobrevivir y desarrollarse. Palabras clave: Deonomástica, deónimo, lenguas en contacto, recategorización, le- xicalización, derivación, composición. 1. Introducción Frente a la eponimia, en la deonomástica la recategorización de un nombre propio (en adelante, NP), ya sea antropónimo o topónimo, abarca no solo la conversión en NP (normalmente, un topónimo) o en nombre común (en adelante, NC), sino también, mediante procesos morfológicos de derivación o composición, la conversión en otras dos clases de palabras: verbos y adjetivos. En definitiva, los epónimos son un tipo de deónimos, por lo que quedan incluidos en la deonomástica. Dicho de otro modo, la eponimia es una parte de la deonomástica. Así pues, la deonomástica comprende procesos de lexicalización de nombres propios (por ejemplo, en euskera, de Watt1 y Portland2 derivan, respectivamente, watt ‘vatio’ y porlan3 ‘cemento’), así como procesos 1 Ingeniero escocés (1736-1819). 2 Isla del condado de Dorset (Inglaterra). 3 Con caída de las dos consonantes dentales por razones fonotácticas. Portland es un tipo de cemento cuyo nombre se debe a la semejanza en aspecto con las rocas que se encuentran en la isla británica de Portland. GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 195 de formación de palabras (derivación —frankismo, sandinista, etc.— y composición —matxin-salto ‘saltamontes’, lit. ‘salto de Martín’, etc.—) en los que interviene un NP. Deonomástica es un término consolidado con el que nos referimos a un recurso de creación léxica que, entre otras funciones, permite re- flejar en las lenguas nuevas realidades, muchas de ellas derivadas de los avances científicos y tecnológicos. Y, obviamente, los euskaldunes, como los hablantes de cualquier otra lengua, no renuncian (ni deben hacerlo) a dicho recurso, menos aún en el mundo global y cambiante en el que vivimos. Existen, entre otros, los siguientes tipos básicos de deonomástica, que plantearemos en este trabajo en forma de oposición: a) deonomástica popular, de carácter local, frente a otra culta y más universal. b) deonomástica autóctona de cada lengua frente a otra compartida por las lenguas. Podemos establecer una conexión entre la popular y la autóctona de cada lengua, y entre la culta de cada lengua y la compartida, si bien la popular puede llegar a ser compartida por lenguas en contacto, como es el caso del euskera y el español, tal como comprobaremos llegado el momento. En trabajos anteriores [Cid Abasolo 2012, 2018] señalamos la enorme impronta latino-románica en la lengua vasca. El euskera es una lengua aislada genéticamente y no es románica, pero sí muy latino-romanizada, sobre todo en el léxico (y, dentro de él, como no podía ser de otra manera, como veremos en este trabajo, en el léxico deonomástico), por la situación de diglosia en la que históricamente se ha desenvuelto. Las fuentes a las que hemos recurrido para este propósito son: – los corpus Egungo Testuen Corpusa (‘Corpus de Textos Actuales’, ‹http://www.ehu.eus/etc/›, en adelante, ETC) y Ereduzko Prosa Gaur (‘Prosa Modélica Hoy’, ‹http://www.ehu.eus/euskara- orria/euskara/ereduzkoa/›, en adelante, EPG). – Orotariko Euskal Hiztegia / Diccionario General Vasco, realizado bajo la dirección de Luis Michelena e Ibon Sarasola y acesible en ‹www.euskaltzaindia.eus›. – corpus de elaboración propia que hemos extraído de (ejemplos de obras literarias, textos periodísticos, programas de radio y te- levisión, etc.). Karlos Cid Abasolo196 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 196 2. Deonomástica y recategorización 2.1. Nominalización 2.1.1. NP (antropónimo) > NC En la deonomástica popular y autóctona vasca hay numerosos sus- tantivos derivados de antropónimos. Entre dichos sustantivos, cabe destacar los nombres de insectos y plantas formados mediante compo- sición o derivación: antropónimo + adjetivo (v. gr. marigorri, lit. ‘mari- rroja’ y katalingorri, lit. ‘catalina roja’ significan “mariquita”) y antro- pónimo + NC (v. gr. el ya mencionado matxinsalto ‘saltamontes’, barrabas-belar ‘aleluya’, lit. ‘hierba de Barrabás’, txominbelar ‘acedera’, lit. ‘hierba de Domingo’). En las palabras creadas mediante composición, el antropónimo funciona como aposición y suele referirse a un santo (san Martín, santo Domingo, etc.)4. A menudo va marcado como tal (precedido del adjetivo san o santo) y funciona como marca temporal. Así, por ejemplo, San Juan sagar ‘manzana de san Juan’ es la que se re- coge en torno al 24 de junio. Asimismo, numerosos sustantivos vascos del ámbito de la botánica y la alimentación (plantas, tubérculos, etc.) son compuestos en los cuales el primer elemento léxico es un topónimo o gentilicio: indaba ‘alubia’5 (lit. ‘haba de las Indias’); frantsesporru ‘espárrago’ (lit. ‘puerro francés’6); baztanzopa (lit. ‘sopa Baztán’), plato típico del valle del Baztán, en el norte de Navarra. También encontramos nombres de ani- males, tales como indioilar ‘pavo’ (lit. ‘gallo de las Indias’). A veces, al antropónimo se le puede unir un sufijo para crear un NC abstracto, como ocurre con el sufijo vasco -keria (con connotaciones negativas y equivalente al sufijo castellano -ada), añadido, por ejemplo, al lexema Barrabas, cuyo referente es un preso del Nuevo Testamento, generándose así el deónimo barrabaskeria (‘barrabasada’). Tanto en la lengua natural como en la cultivada podemos encontrar creaciones individuales7 que eventualmente podrían ser empleadas por 4 En español también es frecuente que nombres de insectos, plantas, etc. remitan al nombre de un santo, como ocurre, por ejemplo, con el sustantivo jorge (escarabajo sanjuanero). 5 En dialecto vizcaíno. 6 En este caso, el topónimo (Frantzia) se ha recategorizado como gentilicio (frantses) mediante el sufijo de origen románico -es. 7 Ejemplo: “Barka grouchokeria”, ‘perdone(n) la grouchada’. Extraído de una columna de opinión del escritor Iñigo Aranbarri: “Normaltasuna”, Berria, 11-10-2018, p. 24. Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 197 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 197 el resto de los hablantes y, en tal caso, y si así lo deciden los lexicógrafos, llegar a los diccionarios. El sufijo -ada también se emplea en euskera sin tal valor peyorativo, como ocurre en el NC matxinada (‘rebelión’, ‘motín’, ‘sublevación’), el cual deriva de matxin o matxino (‘ferrón’, ‘trabajador de una ferrería’, y, por razones históricas que serán explicadas más adelante, también ‘re- belde’, ‘insurrecto’), NC derivado a su vez del antropónimo Matxin (‘Martín’), que remite a san Martín. Tanto en euskera como en español, para crear un NC relacionado con la política, la filosofía, etc., al antropónimo se le puede añadir el sufijo -ismo, de gran productividad (v. gr. Franco > frankismo, con adaptación a la ortografía vasca del sonido velar). Los vocablos sur- gidos, en la medida en que se instalen en la lengua, podrán ser incor- porados a los diccionarios, si bien su habitual coyunturalidad no fa- vorece tal hecho8. Una gran cantidad de deónimos corresponde, como cabe esperar de cualquier lengua, al campo de las ciencias naturales, físicas, químicas, etc. Se trata de minerales, símbolos químicos, unidades físicas, de lon- gitud, etc. cuyas denominaciones hacen referencia al descubridor de cada uno de ellos o bien al lugar del descubrimiento. Otros muchos deónimos (lancia, suzuki9) remiten a nombres de marcas comerciales (Lancia, Suzuki), las cuales, a su vez, tienen como referente el fundador de la empresa (Vincenzo Lancia, Michio Suzuki). Se trata, en todos estos casos, de deónimos que pueden considerarse patrimonio compartido de las lenguas o, al menos, de muchas de ellas, euskera incluido. He aquí algunos ejemplos vascos que, obviamente, no necesitan traducción: ampere, bakelita, y el ya citado watt. Conocer el referente de cada deónimo, esto es, tener ese saber enci- clopédico, es algo que no está al alcance de todos los hablantes: muchos emplean correctamente tal o cual creación deonomástica porque saben 8 Valga como ejemplo el siguiente titular, extraído de un texto periodístico en cas- tellano: “El ‘Lasismo’ que no cesa” (Faustino Sáez, El País, 11-10-2018). La primera letra del deónimo lasismo está incorrectamente escrita con mayúscula, como si el periodista no hubiera sido consciente de la recategorización, es decir, de que se trata de un NC. En cambio, con buen criterio, ha escrito la palabra entrecomillada, al ser una creación léxica propia, sin reflejo en los diccionarios. El referente de ese deónimo es el vitoriano Pablo Laso, actual entrenador del equipo de baloncesto del Real Madrid. 9 “Gaur goizean lancia bat erosi dut” (‘Hoy por la mañana me he comprado un lan- cia’); “Gaizki aparkaturik dago suzuki hori” (‘Está mal aparcada esa suzuki’). Karlos Cid Abasolo198 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 198 su significado (generado en las lenguas a partir de recursos metonímicos y metafóricos), aun desconociendo el referente. 2.1.2. NP (antropónimo) > NP (topónimo) En ocasiones, el referente es un antropónimo convertido, no en NC, sino en otro NP (topónimo), el cual recibe el nombre de antrotopó- nimo10. En el caso del euskera, hemos de distinguir antrotopónimos de la geografía vasca y de fuera de ella. Respecto a los primeros, profu- samente estudiados por Patxi Salaberri Zaratiegi [2012, 2013, etc.], nó- tese que existe una base antroponímica en nombres de lugar portadores de sufijos tales como  -ica/-iga (Langarika, Zuñiga), -iz (Arangiz), - ana (Retana), -ano (Olano), -ona (Letona), etc. Por lo que se refiere a la antrotoponimia de allende el País Vasco, valgan como muestra los tres ejemplos siguientes: Amerika (nombre de continente, en homenaje al cartógrafo, navegante y explorador Amerigo Vespucci), Filipinak (nom- bre de país, en honor a Felipe II) y San Francisco (nombre de ciudad, en honor a San Francisco de Asís). Los antrotopónimos del primer tipo son mucho más antiguos que los segundos, y, al haber sufrido cambios sustanciales a lo largo del tiempo, en muchos casos surge la duda sobre su etimología, de modo que podría llegar a cuestionarse su naturaleza antrotoponímica. Por otro lado, a menudo, a partir de esa primera recategorización NP (antropónimo) > NP (topónimo) puede producirse una segunda, dando lugar dichos antrotopónimos a apellidos (Olano, Letona, Zuñiga, etc.), los cuales se han extendido por el resto de España y el continente americano11. 2.1.3. NP > ADJ > NC En este apartado nos ocupamos de la nominalización de adjetivos derivados de nombres propios: el adjetivo derivado de un NP mediante el recurso morfológico de la derivación se recategoriza, a su vez, en NC. Por ejemplo, en español, hamburgesa es el gentilicio femenino de Hamburgo, y, a partir de esa función adjetival, ha pasado a funcionar también como NC. Así pues: Hamburgo > hamburguesa (ADJ) > ham- 10 Consúltese en este mismo volumen el capítulo “Toponimia antroponímica. Un viaje por la Onomástica”, de Jairo Javier García Sánchez. 11 En tal caso, se escriben o se suelen escribir con ortografía castellana, tildes incluidas (Zúñiga). Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 199 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 199 burgesa (NC). Dicho NC ha llegado directamente al euskera desde el NC español, con mera adaptación ortográfica, sin haber pasado por todo el proceso deonomástico NP > ADJ (gentilicio) > NC. De hecho, en vascuence, el gentilicio de Hanburgo es hanburgotar o hanburgtar, sin marca de género, y dicho gentilicio de sufijación vasca no se utiliza para denominar también a ese tipo de comida rápida. Dicho sea de paso, otras lenguas románicas tales como el francés o el italiano sí han optado, a diferencia de lo que ocurre en español, por mantener la forma original germánica para ese NC (hamburger). 2.1.4. NP > V > NC Nomina actionis (ver apartado 2.2). 2.2. Verbalización (NP > V) En los siguientes ejemplos observamos cómo, para crear a partir de un antropónimo un deónimo verbal (con el significado de “convertirse en”), al lexema antroponímico se le añade el sufijo de participio -tu12: pellotu (Pello ‘Pedro’ + -tu) ‘volverse tonto’; kristotu ‘hacerse cristiano’ (Kristo + -tu)13, etc. Como indica García Gallarín refiriéndose al español [2017a: 1949], “en los ámbitos de la política, la ciencia y la técnica, los especialistas han contribuido a que se introduzcan verbos creados sobre la base de un NP, la mayoría factitivos en -izar”. Tales verbos, en la medida en que el euskera ha ido accediendo a dichos ámbitos, se han incorporado a la lengua vasca (Pasteur > pasteurizatu ‘pasteurizar’). A partir de la forma verbal creada sobre la base de un NP, se pueden formar sustantivos denominados nomina actionis: Pasteur > pasteurizatu ‘pasteurizar’ > pasteurizazio ‘pasteurización’. El sufijo derivativo vasco - zio es de origen románico (-tio en latín, -tion en francés, -ción en español), a diferencia del sufijo patrimonial vasco -t(z)e, de idéntica función (pas- teurizatze, que podemos traducir como ‘el hecho de pasteurizar’). 12 En euskera, la forma verbal básica no es el infinitivo (que no existe), sino el parti- cipio. Una de las terminaciones participiales es -tu, de evidente origen latino, y la única que se utiliza en las recategorizaciones en verbo. 13 La expresión de uso corriente en el euskera actual es kristautu, en la cual al adjetivo kristau ‘cristiano’ se le ha añadido el sufijo participial. De hecho, en el corpus ETC, kristautu tiene 300 recurrencias y kristotu 0; en el corpus EPG, kristautu 46 y kristotu 0. Karlos Cid Abasolo200 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 200 2.3. Adjetivación (NP > ADJ) Hay tres maneras de formar los adjetivos vascos de base antropo- nímica: a) recategorización sin alteraciones morfológicas, es decir, sin deri- vación ni composición. En la escritura, la letra inicial del deónimo, a diferencia del antropónimo, ha de ir en minúscula, tal como ocurre con cualquier otro adjetivo. Algunos de estos deónimos adjetivales (cuyo antropónimo no es un referente concreto sino lo que suele denominarse “falso epónimo”, un nombre genérico) se incluyen en los diccionarios. He aquí unos po- cos ejemplos, extraídos del Orotariko Euskal Hiztegia / Diccionario Ge- neral Vasco: antton (en dialectos bajonavarro y suletino): bobo, simple (lit. ‘an- toncito’). anttonpeilo (en dialecto labortano): bobo, simple (lit. ‘antoncitopedro’). pello (en dialectos labortano, bajonavarro y suletino): tonto, bobo (lit. ‘pedro’). Como decíamos, este tipo adjetivo no ha sufrido modificaciones morfológicas respecto al NP del que procede, pero sí se distingue de cualquier NP en que, como cualquier otro adjetivo, puede recibir el sufijo -a (artículo determinado), como ocurre, por ejemplo, en ze pelloa haizen! ‘qué tonto eres’. Otros deónimos adjetivales, en cambio, son creaciones léxicas (como las subrayadas en el ejemplo siguiente) a partir de un referente concreto, las cuales no siempre llegan a los diccionarios. Los del ejemplo presentan no solo la sufijación del artículo determinado, sino también la del mor- fema de grado -egi (‘demasiado’). Surrealistegia da egia izateko, psikotikoegia, makabroegia, hitchcocke- gia, edo kubrickegia14. Para que los deónimos adjetivales de este segundo tipo funcionen es preciso, obviamente, que el receptor del mensaje conozca el referente, bien porque este sea famoso (como en los dos ejemplos que acabamos 14 ‘Es demasiado surrealista para ser verdad, demasiado psicótico, demasiado ma- cabro, demasiado hitchcock o demasiado kubrick’. Ugaitz Agirre, Tximeletak bizkarrean, 2018, p. 85. La traducción es nuestra. Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 201 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 201 de señalar), bien porque pertenezca al entorno (familiar, laboral, etc.) del receptor. Tampoco hay cambio morfológico (ni derivación, ni composición) en un tipo de deónimos vascos en los que un apellido (o supuesto ape- llido) funciona como adjetivo. Nos referimos a vocablos tales como se- gurola, amarrategi, aprobetxategi, etc. Presentan todos ellos las siguientes características: – pertenecen a la lengua coloquial. – se emplean tanto en euskera como en español. Es más, se usan más en español (escritos con grafía castellana —amarrategui, aprove- chategui—) que en euskera15. – están en desuso16. – como decíamos, son, en su origen, un apellido vasco (ese es el caso del deónimo segurola) o, al menos, parecen serlo (ese es el caso de amarrategi o aprobetxategi, que nos evocan apellidos terminados en - tegi tales como Lopetegi o Amutxastegi, dado que el sufijo locativo — tegi, por ejemplo, en la palabra txerritegi ‘pocilga’, derivada del NC txerri ‘cerdo’, aparece en diversos apellidos vascos). No obstante, Ama- rrategi y Aprobetxategi pueden parecer, pero no lo son, apellidos. Así pues, amarrategi y aprobetxategi son falsos deónimos. Amarrategi y se- gurola se usan en el ámbito deportivo (especialmente, en el fútbol), con un significado similar: segurola es el equipo que juega o el entre- nador que hace jugar asegurando, sin arriesgar; amarrategi es el equipo que juega o el entrenador que hace jugar de forma conservadora, para “amarrar”17 el resultado, es decir, para que no se escape la victoria por 15 La anécdota que pasamos a referir se nos antoja muy significativa. En la sesión de control del Congreso de los Diputados del 9 de mayo de 2018, el entonces presi- dente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, llamó aprovechategui al líder del partido Ciudadanos, Albert Rivera, hecho del que se hicieron eco numerosos me- dios de comunicación, e incluso tuiteros, algunos de los cuales creyeron que se trataba de una expresión inventada consciente o inconscientemente por Rajoy. Nada más lejos de la realidad: aprovechategui es una palabra que se usa en español (aunque no esté recogida en el DLE) de origen vasco, por lo cual algunos periodistas acudieron a Euskaltzaindia (Real Academia de la Lengua Vasca) para que les acla- rara su significado. La respuesta de la Academia fue la siguiente: esa palabra, que significa “aprovechado”, pertenece a la lengua hablada, informal, tiene matiz des- pectivo, y (he aquí lo más llamativo), no se documenta en euskera hasta 1998, cuando aparece en el libro de relatos Labur aroz, de Joxe Austin Arrieta. 16 Así lo demuestra la reacción de los tuiteros al aprovechategui lanzado por Rajoy. 17 Dicho significado de “amarrar” figura en el DLE. Karlos Cid Abasolo202 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 202 la mínima o, en todo caso, el empate. Tales expresiones se utilizan oca- sionalmente en el periodismo en lengua vasca18. b) antropónimo (falso epónimo) + ADJ/NC: mari-zikin ‘marisucia’, martin-harro ‘chulo’ (lit. ‘Martín orgulloso’), mari-mandona, mari- lapiko ‘tonta’ (lit. ‘maripuchero’). Como vemos, el ADJ/NC puede ser palabra patrimonial vasca o préstamo. El antropónimo funciona como mera marca de género. El influjo latino-románico en el léxico vasco se ve palpablemente en estos ejemplos de la deonomástica popular. En ellos, el antropónimo, o bien latino-románico, o bien de otra lengua el cual llega al euskera a través del latín, del español o del francés, marca el género, ante la falta de género morfológico en euskera. Para indicar el género femenino, el antropónimo más frecuente (pero no el único) en euskera es el mismo que se usa en español: Ma- ria/María, casi siempre en forma apocopada (Mari). Maria/María es un antropónimo procedente del hebreo Miryam, nombre, a su vez, de origen egipcio. Para indicar el género masculino, en euskera se recurre a diversos antropónimos tales como Antton (Antón en forma hipoco- rística), Pello (Pedro), Matxin/Martin (Martín), etc. En español, en cambio, la situación es bien distinta: si bien para marcar el género fe- menino se usa, como hemos dicho, el antropónimo apocopado Mari, nos atreveríamos a afirmar que, en el español actual, para este tipo de creaciones léxicas no hay antropónimos genéricos masculinos19. En estos compuestos vascos NP+ADJ y NP+N, el elemento latino- románico puede ser, o bien el primero de los dos elementos (mari- zikin ‘marisucia’), o bien ambos (mari-mandona, con doble marca de género, a saber, en el antropónimo y en la flexión del adjetivo). 18 Ejemplo oído en la radio al periodista Andoni Urbistondo: Beti segurola samar izan dira ‘Siempre han sido bastante segurolas’. Magazine Faktoria, de la emisora Euskadi Irratia, 30-7-2018. La traducción es nuestra. 19 Tal como nos ha indicado Consuelo García Gallarín en comunicación personal, en español clásico el antropónimo Juan servía de marca de género masculino en este tipo de expresiones. Ejemplos: Juan francés ‘pícaro mendicante’, Juan español (prototipo del español medio), Juan danzante ‘fugitivo’. Juan danzante es usado por Cervantes en una de las Novelas ejemplares, a saber, Rinconete y Cortadillo: “Lo ordinario era espillar o jugar cada uno en su traje, y sacar de los bueyes o naipes todo cuanto en buenas manos y con buena vista pudieran dar de sí; que, a descornarse la flor, con hacer viñas y Juan Danzante e irse a quitar las pulgas a un garito de otro barrio, que era como pasarse a Turquía, quedaba el hombre como las propias rosas”. Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 203 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 203 Respecto al influjo en la dirección contraria, cabe decir que la con- tribución de la deonomástica vasca a la castellana ha sido y es, lógica- mente, por mor de una diglosia ancestral, escasa y circunscrita al español hablado en Vasconia, contribución de la que ya aportamos al- gunos ejemplos en un trabajo anterior [Cid Abasolo 2012: 59-60]: echandía, iñaki, mari-bistako, joshepa. c) antropónimo + sufijo latino-románico (-iano, etc.), o bien antro- pónimo + sufijo vasco -(t)ar, típico en la creación de gentilicios (Do- nostia > donostiar; Bilbo > bilbotar ‘bilbaíno’). El gentilicio donostiar pasó, con artículo determinado, al castellano (donostiarra, vocablo validado por la RAE y recogido en el DLE). He aquí una buena prueba (otra más) de la fuerte interrelación entre euskera y castellano por su situación de lenguas en contacto: en el cas- tellano del País Vasco se emplean a menudo gentilicios vascos (bilbotarra en lugar de bilbaíno, gasteiztarra en lugar de vitoriano, etc.), y en el euskera oral gentilicios (siempre de la geografía no vasca) con sufijos castellanos (txeko en lugar de txekiar ‘checo/a’, sueko en lugar de suediar, etc.)20. Esta segunda tendencia ha llegado incluso al euskera literario, si bien de forma esporádica21. No hay que confundir tales gentilicios no normativos de sufijación castellana con otros de sufijación románica sí validados por los diccionarios (aleman, espainol, frantses, katalan, portuges) y que están en variación libre con los correspondientes for- mados con el sufijo patrimonial -(t)ar: alemaniar, espainiar, frantziar, kataluniar, portugaldar. Sin embargo, en algunos casos no hay variación libre al existir solo el gentilicio de sufijación románica (gaskoi ‘gascón’, bretoi ‘bretón’). El sufijo -(t)ar puede unirse, eventualmente, y con el significado de “propio de”, “al estilo de”, a antropónimos (Kafka > kafkar, kafkiar, kaf- katar), creándose así palabras en variación libre con vocablos formado a partir del sufijo latino-románico (-iano, en kafkiano). El sufijo romá- nico -iano no solo está presente en el deónimo adjetival vasco de idéntica sufijación (kafkiano), sino también, de manera mucho menos palpable, en el deónimo adjetival vasco con sufijo -(t)ar (kafkiar). Esa 20 Cid Abasolo 2014: 256; Cid Abasolo 2017: 85-86; Cid Abasolo 2018: 131. 21 El siguiente ejemplo ha sido extraído de la novela Fakirraren ahotsa (2018), de Harkaitz Cano: “Hala deituko diote extremeñoek une hartatik aurrera” (‘Así lo llamarán en adelante los extremeños’), p. 90 (e-book). En este ejemplo, Cano, en lugar del gentilicio extremadurar ‘extremeño’, con sufijación vasca, utiliza, sor- prendentemente, el correspondiente gentilicio castellano, propio del euskera oral. Karlos Cid Abasolo204 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 204 vocal “i” no tendría que haber aparecido, pero lo ha hecho, y de qué manera: el uso de la variante kafkiar no es nada desdeñable, a tenor de los resultados ofrecidos por los corpus ETC y EPG. Tabla 1. Número de apariciones en los corpus ETC y EPG de los deónimos vascos equivalentes al castellano kafkiano Ese notable uso de la variante mal formada kafkiar ha provocado que dicha palabra haya sido refrendada por los diccionarios, incluidos Euskaltzaindiaren Hiztegia (Diccionario de Euskaltzaindia, en adelante, EH)22 y Egungo Euskararen Hiztegia (Diccionario del Euskera Actual, en adelante, EEH). En cambio, EH no recoge el deónimo kafkar (con notable presencia en los dos corpus y, además, bien formado), ni kaf- kiano, ni kafkatar. El criterio de EH responde a la decisión adoptada por Euskaltzaindia en el pleno del 24 de abril de 201523: valida la palabra kafkiar, al tiempo que rechaza tanto kafkar como kafkiano, en tanto que ni siquiera menciona kafkatar. En otras ocasiones, en cambio, el deónimo adjetival con sufijo - (t)ar mal formado (es decir, con esa vocal “i”) tiene una presencia menor en los dos corpus que el bien formado (es decir, sin dicha vocal), tal como ocurre, por ejemplo, con las formas salestar (bien formada) y salesiar (mal formada), cuyo referente es Francisco de Sales. También aparece en los corpus la variante con el sufijo románico (salesiano). Tabla 2. Número de apariciones en los corpus ETC y EPG de los deónimos vascos equivalentes al castellano salesiano 22 Enlaces de ambos diccionarios: ‹https://www.euskaltzaindia.eus/index.php?op- tion=com_hiztegianbilatu&view=frontpage&Itemid=410&lang=eu› y ‹http://ehu. eus/eeh/›. 23 ‹https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80478.pdf›. kafkar kafkiar kafkiano kafkatar ETC 83 71 44 12 EPG 7 6 5 0 salestar salesiar salesiano ETC 72 22 21 EPG 5 3 2 Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 205 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 205 En este caso, la variante bien formada (salestar) es la de mayor nú- mero de apariciones en los dos corpus y la validada por EH. Otros sufijos de origen griego y que, por influencia latino-romá- nica, han llegado al euskera son -iko24 (aristoteliko), -esko25 (kixotesko), -ita (jesuita26), e -ista27 (karlista), perfectamente incorporados a la lengua vasca, que tienen el significado de “propio de”, “al estilo de” (aristoteliko, kixotesko) o “partidario de”, “aficionado a” (karlista, san- dinista). En principio, para el significado de “propio de”, “al estilo de”, se podría recurrir de forma sistemática al sufijo -(t)ar, y, para el sig- nificado de “partidario de”, “aficionado a”, al sufijo -zale, pero la praxis no coincide con la teoría: la sufijación de origen griego llegada a la lengua vasca por influjo latino-románico se ha impuesto tanto en el euskera oral como en el escrito. De hecho, apenas se usan o no se usan en absoluto (y, por tanto, no aparecen en los diccionarios) pala- bras como aristotelestar, kixotetar, Karlos zale o Sandino zale, si bien, de forma ocasional, los hablantes, dueños de su propia forma de hablar, pueden llegar a usar alguna de ellas en tal o cual ocasión, siempre en un registro culto28. -Ino e -ista fueron sufijos particularmente productivos en el caste- llano del siglo xix para referirse a facciones políticas. En ocasiones, di- chos sufijos estaban en variación libre (fernandino/fernandista). La gran productividad del sufijo -ista en el ámbito de la política llega hasta hoy: deónimos formados con dicho sufijo29 están a la orden del día en los medios de comunicación en castellano. Son palabras que no suelen llegar a los diccionarios por su carácter coyuntural. Por otro lado, el mismo adjetivo puede remitir a más de un referente30. El sufijo -ista se 24 Del latín -icus, y este también del griego -ικός 25 Sufijo adjetivo, reflejo del it. -esco, y este del latín -iscus, procedente, a su vez, del griego -ισκός. 26 Un vocablo sinónimo es otro deónimo, creado mediante composición: jesulagun, es decir, ‘amigo de Jesús’. 27 Del latín -ista, y este del griego. 28 Por ejemplo, el escritor Gotzon Hermosilla, entrevistado en el programa Arte[fak- tua], de ETB1 (17 de noviembre de 2018), empleó la expresión determinazio kixo- tetarra ‘determinación quijotesca’. 29 Por ejemplo, sanchista (es decir, partidario de Pedro Sánchez, actual líder del PSOE). 30 Por ejemplo, pablista se emplea actualmente en los medios de comunicación en español referido al partidario, tanto de Pablo Iglesias (actual líder de Podemos) como de Pablo Casado (actual líder del PP). Karlos Cid Abasolo206 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 206 utiliza también en vascuence, proporcionando creaciones léxicas que podemos encontrar en el euskera actual tanto oral como escrito31. 3. Variación social: deonomástica culta y popular Como decíamos en la introducción, existen, entre otros, los siguientes tipos de deonomástica, que podemos presentar en forma de oposición: a) popular (matxinsalto ‘saltamontes’, mari-aker ‘marimacho’, lit. ‘mari-cabrón’) vs. culta (adonis). Nork daki, agian Hugh Hefnerrek gure bi adonisak ikusiz gero, Play- boy aldizkariak hartutako erabakia aldatu beharko du32. En la deonomástica vasca popular, al igual que en la castellana, de- tectamos expresiones machistas y homófobas que merecerían ser estu- diadas en profundidad: es notorio que, en los compuestos euskéricos de valor peyorativo formados por un antropónimo más un ADJ o NC, la inmensa mayoría son de género femenino, creados sobre la base léxica del antropónimo (y falso epónimo) Mari(a)33: Maria-bideetako ‘prostituta’ (lit. ‘María de los caminos’), mari-mutil ‘marimacho’ (lit. ‘marichico’), etc. Por lo que se refiere a la deonomástica culta (del ámbito científico, tecnológico, filosófico, político, mitológico, etc.), el vascuence, gracias a un proceso de normalización lingüística iniciada en la segunda mitad del siglo xx (es decir, a partir de la implementación del euskera batúa y del reconocimiento de un estatus de cooficialidad castellano/euskera en la Comunidad Autónoma Vasca), es una lengua puesta al día que ha 31 Un ejemplo es el siguiente, creado por el tertuliano Iñaki Galdós en el programa Faktoria, de la emisora Euskadi Irratia (21 de enero de 2019): hipotesi arnaldista (‘hipótesis arnaldista’, refiriéndose a Arnaldo Otegi, actual líder de EH-Bildu). A nuestro juicio, este deónimo adjetival ha sido incorrectamente utilizado por Galdós porque, como ya hemos señalado, -ista significa “partidario de”, y aquí no se plantea una hipótesis partidaria de Otegi, sino propia de Otegi. Es decir, en este contexto, la expresión adecuada podría haber sido hipotesi arnaldotarra. 32 “Quién sabe, quizás, si Hugh Hefner ve a nuestros dos adonis, la revista Playboy tendrá que cambiar la decisión adoptada”, Leire Palacios, “Uretan”, Berria, 16-03- 2016, ‹https://www.berria.eus/blogariak/ekografiak/2016/03/16/uretan/› (la tra- ducción es nuestra). 33 Véase un extenso listado en Cid Abasolo [2018: 122-127]. Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 207 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 207 acogido multitud de voces internacionales que le permiten ser un ins- trumento adecuado para dar cuenta de los diferentes ámbitos de la re- alidad, tan cambiante en nuestros días. b) autóctona de cada lengua vs. universal. Dicho de otro modo, de- ónimos pertenecientes a la intrahistoria de cada una de las comunidades de origen, del espíritu de cada pueblo vs. deónimos compartidos por las lenguas, fruto del contacto entre estas. En el caso de diversas lenguas europeas (euskera incluido), los deónimos compartidos a menudo son palabras derivadas formadas por el antropónimo más un sufijo de origen griego34 (daltonismo, marxista). En otros casos, la recategoriza- ción se produce sin derivación ni ningún otro proceso morfológico (Adonis > adonis). Podemos establecer una conexión entre la deonomástica popular y la particular de cada lengua, y entre la culta y la compartida, si bien la popular puede llegar a ser compartida por lenguas que estén en contacto, como es el caso del euskera y el español. Dentro de la autóctona (y popular) euskérica, cabe destacar los de- rivados del antropónimo Matxin (Martín, en referencia a san Martín), pertenecientes a diferentes clases de palabras: sustantivos (matxin/mat- xino ‘ferrón’, ‘rebelde’; matxinada ‘rebelión’; matxinbelar ‘acedera’, lit. ‘hierba de Martín’; etc.) y verbos (matxinatu ‘rebelarse’). La particular de cada lengua tiene su origen en momentos históricos e intrahistóricos de la comunidad que habla esa lengua. En el caso de los deónimos vascos derivados del antropónimo Matxin, remiten a he- chos del siglo xviii acontecidos en el País Vasco peninsular: las dos re- vueltas de ferrones (cuyo patrón es san Martín) y otros sectores de las clases populares por razones económicas: – la matxinada de 1718 (en Vizcaya y parte de Guipúzcoa), provo- cada por el traslado de las aduanas interiores (situadas en Vitoria y en las poblaciones vizcaínas de Orduña y Valmaseda) a la costa y a la frontera con Francia. – la matxinada de 1766, acaecida en la población guipuzcoana de Azcoitia por la subida del precio del trigo y el pan a raíz de la mala co- secha del año anterior. El 14 de abril, unos zapateros y herreros vieron cómo unos carros cargados con sacos de grano salían del pueblo. Enfu- recidos, detuvieron a los mozos que los conducían. Javier María de Mu- 34 Estos sufijos pasaron del griego al latín, y de este a las lenguas románicas y a otras lenguas indoeuropeas. Karlos Cid Abasolo208 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 208 nibe, conde de Peñaflorida, dirigió la represión que sofocó dicha revuelta. Para entender esta matxinada hay que tener en cuenta que entre 1761 y 1765 las malas cosechas habían provocado que en todo el reino de Cas- tilla se duplicara el precio del trigo, alimento de primera necesidad. 4. Deonomástica y variación dialectal La diferencia entre español y euskera en el número de hablantes y en la amplitud geográfica hace, como es lógico, que el número de deó- nimos sea infinitamente menor en este que en aquel. Por lo que al vascuence respecta, si apenas hay estudios sobre la de- onomástica en general, menos aún los puede haber sobre la deono- mástica en el plano dialectal. Prácticamente la única fuente de información con la que contamos es el Orotariko Euskal Hiztegia / Diccionario General Vasco, que, si bien no ofrece un listado específico de deónimos, en cambio, nos indica el dialecto o dialectos en los que se usa cada deónimo que recoge, tal como opera con cualquier otro tipo de palabra. En cualquier caso, in- sistimos en que es este un campo de trabajo que está por explorar y que es de gran relevancia, porque las creaciones léxicas que puedan producirse a nivel dialectal han de ir abasteciendo y enriqueciendo el euskera batúa, la lengua estándar. 5. Conclusiones Estas son las conclusiones más relevantes que cabe extraer de este trabajo: 1. El euskera es una lengua aislada genéticamente pero no desde una perspectiva geográfica. Ha vivido en contacto con lenguas tales como el latín, el español y el francés, por lo que, si bien no es románica, sí está muy romanizada, algo perfectible particu- larmente en el léxico y, circunscribiéndonos al tema de este tra- bajo, en el léxico deonomástico. 2. Por lo que respecta a la deonomástica culta (de los ámbitos cien- tífico, tecnológico, filosófico, político, etc.), el euskera, gracias a Riqueza léxica de las lenguas: el caso del euskera 209 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 209 un proceso de normalización lingüística iniciada en la segunda mitad del pasado siglo (es decir, a partir de la puesta en marcha del euskera batúa y del reconocimiento de un estatus de coofi- cialidad en la Comunidad Autónoma Vasca), es una lengua puesta al día que ha acogido multitud de voces internacionales que le permiten ser un instrumento adecuado para dar cuenta de los retos de este mundo global. 3. En compuestos vascos NP+ADJ y NP+NC de la deonomástica popular, el elemento latino-románico puede tratarse del primero de los dos (pellokirten ‘necio’, lit. ‘Pedro necio’) o de los dos (mari-mandona). 4. El antropónimo Maria, y más frecuentemente la forma apoco- pada Mari, en compuestos, tanto vascos como castellanos, es un recurso léxico que, como podemos deducir de su gran produc- tividad, refleja lo enraizadas que están en la sociedad actitudes sexistas y homófobas (mari-matraka ‘mujer bullanguera’, mari- gizon ‘marimacho’, etc.). 5. Los diccionarios, basándose en el uso, sancionan en ocasiones deónimos mal formados tales como kafkiar, con la vocal “i” pro- cedente del sufijo románico -iano (kafkiano), rechazando otros bien formados tales como kafkar y kafkatar, carentes de dicha vocal. 6. Los deónimos creados mediante derivación y sufijo latino-ro- mánico de origen griego (sandinista, frente a un inexistente San- dino zale, lit. ‘partidario de Sandino’; makiaveliko, frente a un inexistente macchiavelotar; etc.) son mayoritarios en la deono- mástica vasca, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta la historia de la lengua vasca y la realidad sociolingüística. Bibliografía Obras citadas Academia das Ciências de Lisboa (2001): Dicionário da Língua Por- tuguesa Contemporânea, Lisboa,Verbo, 2 vols. Bechara, Evanildo (2002): Moderna gramática portuguesa, Rio de Ja- neiro, Lucerna. Karlos Cid Abasolo210 GyM_8.qxp_Layout 1 16.07.19 12:53 Seite 210 Castro, Ivo (1990): “A investigação antroponímica em Portugal”, en Actes du Ier. Colloque du Dictionnaire Historique des Noms de Famille Romans (Trèves, 1987) (Tübingen, Max Niemeyer), 10- 13. Castro, Ivo (1991): Curso de história da língua portuguesa, Lisboa, Aberta. 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