1 PSEUDO-MAIMÓNIDES Epístola al rabino Ḥasday ha-Levi de la ciudad de Alejandría. Maimónides (m. 1204) fue víctima predilecta de apócrifos. Su importancia en el judaísmo es tal que muchos quisieron emularle, y una forma de hacerlo, era haciendo pasar sus escritos por los del Rambam. Creo que este es el caso de la epístola cuya traducción española ofrezco, y para ello me apoyo en Itzhak Shailat editor de las epístolas de Maimónides, auténticas y apócrifas 0F 1. En la introducción a esta epístola, Shailat expone diversas razones para negar la autoría de Maimónides, que considero en un artículo de próxima publicación.1F 2 Esta traducción no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable del profesor Ángel Sáenz Badillos, director del Real Colegio Complutense en Harvard. No hace falta decir que los errores, u omisiones, que esta tiene son míos. Por lo demás, dado que el objetivo de la revista que me acoge es potenciar la traducción, mis anotaciones y comentarios son mínimos. Igerot ha-Rambam, ed. Shailat, vol. 2, pág. 677: Respuesta a una pregunta dirigida al Rambam por el rabino Ḥasday ha-Levi ha-sefardí de la ciudad de Alejandría. El original es hebreo 1 The Letters and Essays of Moses Maimonides, ed. Itzhak Shailat, 2 vols. Shailat Publishing, Jerusalén, 5755/1994, 3ª ed. 2 Ḥasday ha-Sefardi and the Maimonidean Apocrypha, en las Actas del XII Congreso de la Sociedad Internacional de Filosofía Medieval celebrado en Palermo en 2007, en curso de publicación. 2 Dice el discípulo: Juro por tu Gloria que bajo juramento grave me hizo jurar mi señor maestro ¡que viva largo tiempo! que no pondré su manuscrito a disposición de nadie, ni obraré engañosamente transmitiéndolo o pasándoselo a nadie, y así lo acepté. Me reuní después con él y me hizo jurar otra vez lo mismo y con dificultad pude evitar devolverle el escrito que él había escrito con su propia letra antes de haberlo copiado de mi puño y letra a fin de poder contestar a tus preguntas: En todo caso, es muy grande el amor que te tengo, y no me es posible dejar de cumplir tus deseos, sobre todo tratándose de un hombre sabio e inteligente como tú que merece dominar los secretos de la Torah y penetrar en las moradas de la sabiduría. No me es posible decirte las palabras de mi señor maestro tal como él las dijo, pero voy a cambiar las palabras y expondré el contenido tal como es, de modo que te llegue la esencia del conocimiento del que responde. Que nuestra Roca, ¡bendecida y ensalzada sea!, ilumine nuestros ojos con la luz de su Torah, amen. Y esto es lo esencial de su ciencia respondiendo a tus preguntas: Lo que preguntas sobre el principio de la eternidad y la creación temporal: debes saber que los filósofos sabios no concluyen sus argumentos afirmando algo si no es con una prueba evidente, que no se puede refutar. Los grupos de los antiguos anteriores a Platón negaban a Dios, bendito sea, y aportaban argumentos en favor de que el mundo es eterno y de que no hay nadie que gobierne el universo. Hay grupos de filósofos modernos que reconocen la existencia de Dios y que el mundo ha sido creado temporalmente, conforme a la opinión de Moisés nuestro señor. Y hay otros grupos de pensadores recientes que reconocen la existencia de 3 Dios, pero dicen que el mundo es eterno y que Dios no tuvo intención de crearlo, sino que el mundo es efecto suyo y Él es la causa, a la manera como el candil es causa de su luz y como la columna es causa de su sombra. La causa no puede preceder a su efecto ni hay efecto sin // 678// causa. Así que reconocen la existencia de Dios y niegan la creación. Ninguno de esos tres grupos se apoya en una prueba evidente, sino que cada uno de ellos aporta pruebas generales para sostener sus argumentos, y demuestran aspectos parciales, pero no son pruebas evidentes. Pero está claro para mí que de sus argumentos se deduce una prueba evidente en favor de Dios (bendito sea su nombre). Que en definitiva y a pesar de todos los argumentos de los que defienden la eternidad del mundo, todos ellos reconocen que el universo tiene una causa que es superior a nosotros, que tiene materia y forma, y que no se da una tercera vía, o es eterno o es creado, y ninguna de las dos cosas es posible sin que exista algo por encima de ellas. Se puede decir que no sabemos si es eterno o creado, pero en todo caso es seguro que Dios existe. Afirmar que el mundo no es ni eterno ni creado es algo imposible. Sin embargo, acerca de la creación no he encontrado ninguna prueba evidente, y ese tema es opinable, no hay fuerza para negar ninguna de ellas con la fuerza de una prueba evidente. Todos los argumentos que has escrito tienen algo de posible, y descubren al hombre muchos aspectos, pero no hay ninguna prueba evidente para apoyar el conocimiento de que está claro que no hay más que esta vía. Los filósofos sabios no prestan atención más que a las pruebas, ¡bendito el que las conoce! Yo digo que el conocimiento del hombre tiene un límite y mientras el alma está en el cuerpo no puede conocer lo que está por encima de la naturaleza. Debido a que ella mira dentro de la naturaleza no puede ver ni contemplar lo que está por 4 encima. Por esta razón, cuando el entendimiento intenta observar lo que está más arriba, no puede, porque eso le sobrepasa, mientras que todo lo que está en la naturaleza, puede conocerlo y observarlo. Ya ves que los sabios de Israel, a pesar de que dijera Ben ‘Azzay2 F 3 que todos los sabios de Israel le parecían como la piel del ajo, no fueron capaces de entenderlo. Eso demuestra que ninguno de los tres grupos contaba con una prueba evidente, ni tenían ninguna otra cosa segura. Has de saber que hay un nivel de conocimiento más alto que el de los filósofos: la profecía. La profecía es otro mundo, en ella no caben pruebas ni debates, porque si está claro que se trata de una profecía, no hay lugar para pruebas. Así ves que no pedían al profeta ninguna prueba excepto sobre la profecía misma, si era o no profecía, y eso es lo que se llama demostración. Pero no buscaban una prueba por encima de la profecía, porque la profecía está por encima de la prueba, y no la prueba por encima de la profecía. Y el principio del conocimiento es la prueba, // 679// la prueba evidente; por eso, si dominas el conocimiento puedes convencer, mientras que el profeta es el que puede alcanzar lo que está por encima de la naturaleza. Moisés nuestro maestro es la cumbre de la profecía, en la profecía no hay nadie por encima de él. Siendo esto así, ¿cómo se puede querer probar las palabras de la profecía si la profecía está por encima de la prueba y la prueba no puede alcanzar el lugar que alcanza la profecía? Por tanto, no se puede poner la prueba a la misma altura que la profecía. Tú puedes decir que nadie cuestiona tal cosa excepto si alguien niega la 3 El rabino Simón Ben ‘Azzay era contemporáneo del Rabino ‘Aqiva ben Yosef (c. 50 –135 EC), de la generación de los tanaítas. Talmud Bavli, Seder Kodashim, Tratado de los Primogénitos, Bekhorot, IX.6, 58a. 5 profecía de Moisés nuestro maestro y dice que no fue profeta; pero si reconoce que fue profeta, no seguirá pidiendo pruebas. Ése es el fundamento de la religión verdadera en el que nosotros nos apoyamos, que Moisés nuestro maestro fue profeta de Dios, y que sus palabras son profecías y están por encima de las pruebas. Pero debatiendo desde la ciencia que está por debajo de la profecía no se puede deducir nada sobre el Creador, ya que no se puede llegar hasta Él. Sería como creer que se puede reunir toda el agua del mundo en un cubo pequeño. Lo que dices de que el hombre puede sostener que la disparidad de criterios proviene de la naturaleza, es verdad por lo que toca a las disposiciones sobre los conocimientos del cuerpo, pero en lo referente a las disposiciones sobre el alma, ningún hombre puede argumentar nada, ya que el alma no proviene de la naturaleza y no es causada por el universo; pero las costumbres y los conocimientos del cuerpo cambian de acuerdo con la naturaleza, mientras que la ciencia del alma no cambia en función de la naturaleza, ni tiene necesidad de ella. Por eso los médicos sabios3F 4 dijeron que los conocimientos del alma dependen del fundamento del cuerpo. Y hubo un sabio que dijo: “Apártate de aquél que leyó algo y se consideró sabio”. Y decía que su alma refleja los conocimientos según su conocimiento, y que domina a la naturaleza. También dijeron los sabios verdaderos, nuestros maestros: “Todo está en manos de los Cielos, excepto el temor de los Cielos”.4F 5 Y a Caín se le dice: “Tenderá hacia ti, aunque podrás dominarlo” (Génesis 4, 7). 4 Se hace eco de Galeno (131-201 EC) y de su doctrina sobre los temperamentos del cuerpo humano. 5 Talmud Bavli, Seder Zera‘im. Tratado de las Bendiciones, Berakhot, V.3, 33b: R. Ḥanina dijo: “Todo en las manos de los cielos, excepto el temor de Dios, pues se ha dicho: Israel, lo que tu Dios te exige, tu Dios, es que lo temas. (Deut. 10.12) ¿Es el temor de Dios algo pequeño?”. 6 Lo que preguntas sobre el conocimiento de la naturaleza del alma: son muchísimos los libros que compusieron sobre ella los sabios de Grecia y los de Occidente, y tú me pides que te conteste aquí en un momento. Todos ellos están de acuerdo en que el alma es forma sin materia ni cuerpo, que es pureza y origen de la ciencia. No tiene necesidad del cuerpo, por lo que no muere cuando perece el cuerpo, sino que se mantiene por sí misma, existiendo como los ángeles, y disfruta y ve con la luz eterna del mundo futuro6 Las palabras que escuchó Moisés nuestro maestro fueron ciertamente una voz creada, natural. Muchos dicen que allí no hubo una conversación corporal ni una voz, sino que el alma de Moisés nuestro maestro quedó como poseída por las ideas superiores e inteligibles, y que las comprendía y las escuchaba como si fueran verdaderas palabras, articulación de ideas divinas, pero nosotros no podemos saber cómo fue. Si la Escritura no hubiera enseñado: “Escuchó la voz que . Lo que preguntas acerca de la causa del universo: la mayoría de los sabios están de acuerdo en que no es posible que algo gire sin alguien que lo haga girar, igual que no es posible la acción o su resultado sin un agente. Si es algo que se da en la naturaleza, ese girar tendrá fin, porque la naturaleza es finita y su potencia tiene un límite. Y puesto que //680// el universo da vueltas siempre sin interrupción, y no deja nunca de girar, es evidente que su potencia le viene de Dios. Ningún hombre discrepa de esto excepto el que no cree en Dios. Las esferas mismas están dotadas de alma y conocimiento; conocen y reconocen a la Roca del universo, su vida, su sabiduría y su ciencia. 6 Desde “sabios de Grecia y del Oeste” hasta aquí, la cita se encuentra en Nahmanides, Torat ha- adam, en Kitve Rabenu Mosheh ben Naḥman, ed. Ḥayim Dov Shewel (Charles B. Chavel), (Jerusalén: Mosad ha-Rav Quq, 1963), vol. 2, p. 308, ll. 17- 20. Traducción del mismo en Nahmanides, Writings and Discourses, (Nueva York, 1978), vol. 2, p. 543. 7 le hablaba, etc.”, 7 Hay que decir también que el pasaje de las segundas Tablas no va en la misma dirección. En consecuencia no podemos decir sino que era una voz creada, y que es posible que saliera de la nube. Hemos visto también que no se le manifestó sino en la nube, como se explica en el pasaje yo lo habría admitido. 8 “Cuando tomes el número”,9 Toda la Torah está formada por mandamientos y disposiciones para el alma, a fin de que se comporte de acuerdo con ellos y tenga éxito. Ciertamente todos los preceptos tienen una razón y un significado; y dijeron así los verdaderos sabios, y esto fue por la bondad del Excelso y por la bondad emanada de Él, de modo que no resida entre nosotros el mal (sino) el deseo de la pureza. Cuando la divina presencia se posó sobre Moisés nuestro maestro, dispuso las palabras como en una locución, porque Dios es sólo bondad, y a causa de su justicia quiso hacer grande y gloriosa la Torah. Ésta es la manera en la que el mérito del justo se mantiene para sus hijos: el justo tiene gran virtud, y gracias a ella se origina un bien para los demás, ya que todas las obras de los excelsos son buenas en todos los aspectos. 7 Números, 7, 89: “Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo del testimonio, para hablar con Él, oía la Voz que le hablaba de encima de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines: y hablaba con él”. 8 Éxodo 30, 11-12: “Habló también Jehová a Moisés, diciendo: Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado”. 9 Aquí termina la cita en M. Narboní, que empezaba en “La conversación…”. Be’ur le-sefer Moreh ha-Nevukhim, Der Commentar des Rabbi Moses Narbonensis ... zu dem Werke More Nebuchim des Maimonides, ed. Jacob Goldenthal, (Viena, 1852; R Jerusalén, 1960), fol. 4 recto, ll. 3-10. Narboní añade este comentario difícil de traducir: De ahí comprendes lo que dice, o bien que se produce una restauración del sentido del oído con ello, también, que no es algo existente en el alma del profeta; o bien que la voz y la Palabra lo abarcan en muchos lugares. 8 nuestros maestros: “¿Por qué no fueron reveladas las razones de la Torah?”10. De donde se deduce que los preceptos tienen razones pero que éstas no fueron reveladas. Así los sabios (descansen en paz) escribieron sobre el rey Salomón que dominaba las razones de la Torah, excepto la razón de la vaca roja11 Lo que preguntas acerca de las naciones: Has de saber que lo que quiere el Misericordioso es el corazón . Y Moisés nuestro maestro dijo: “Porque ésta es vuestra sabiduría e inteligencia a los ojos de las naciones que oirán todos estos preceptos y dirán: Es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación” (Deuteronomio 4, 6). Si los mandamientos fueran únicamente decretos sin razones ni causas, ¿cómo reconocerían las naciones que esas disposiciones se hicieron con gran sabiduría, con la sabiduría divina? Lo que dices en relación con los padres y los hijos, esto es que haces depender la virtud del hijo del mérito del padre y preguntas qué provecho tiene el alma del padre de que exista el alma del hijo, siendo así que su amor por él mientras vive no es sino un accidente corporal: Has de saber que en este tema hay un secreto escondido, ya que habrá siempre //681// frutos en la vara de los padres. Y también se nos dice que cuando se pervirtió el primer hombre trajo la muerte al mundo. Y en tus palabras finales tocas también tú este tema. 12 10 Talmud Bavli, Seder Nezikin. Tratado del Sanedrín, II.2, 21b: “R. Isaac decía también: ¿Por qué las razones de leyes de la Biblia no han sido reveladas? – Porque cuando fueron reveladas en dos versos esto causó gran desconcierto”. 11 Números 19, 2-5. “Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca roja, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo, etc.” . Y detrás de la intención del corazón están las 12 La cita “Pues el Misericordioso quiere el corazón”, está en arameo. Significa que para Dios lo que cuenta es la intención. Cf. Números, 16:1 - 18:32, y Talmud Bavli, Seder Nezikin. Tratado del Sanedrín XI, 106b. 9 palabras. Por eso los sabios verdaderos, nuestros maestros, dijeron: “Los piadosos de las naciones del mundo tendrán parte en el mundo futuro”, si alcanzaron lo que se debe alcanzar del conocimiento del Creador y prepararon sus almas con virtudes”. No cabe duda de que todo aquel que prepara su alma con honestidad de virtudes y honestidad de sabiduría, con fe en el Creador (bendito sea) será sin duda uno de los hijos del mundo futuro13 Los sabios verdaderos, nuestros maestros, dijeron así: “Debes ser muy humilde de espíritu” . Por eso dijeron los sabios verdaderos, nuestros maestros: “Un gentil que se ocupa de la Torah es como el sumo sacerdote”. Todo eso y la inclinación por la Torah de Moisés nuestro maestro es una reforma del alma para el Creador. Como dice David: “Pongo a Iahveh en mi presencia siempre; porque él está a mi diestra, no vacilo” (Salmos 16, 8). Y no se engreía Moisés nuestro maestro, sino que: “Moisés era hombre muy humilde” (Números 12, 3). Y era lo máximo de honestidad del alma. 14 Así dijeron los sabios verdaderos, nuestros maestros: “Lo qué hizo la sabiduría es una corona para la cabeza, mientras que la humildad hizo el talón de . Sucedió que un sabio, un gran filósofo, iba en una nave y se sentó en el lugar de las basuras, hasta el punto de que vino uno de ellos, i.e., de los hombres del navío, y orinó sobre él en el lugar de las basuras, y él levantó la cabeza y se rió; le preguntaron: ¿por qué te ríes?, y les repuso: “Porque ahora me queda claro con certeza que mi alma se encuentra en el nivel más alto, ya que no tiene sensación alguna de humillación por esto. 13 Cf. Maimónides, Mishneh Torah, VII. Sefer Zera‛im , Hilkot Shemiṭah ve-Yovel, 13:13. Traducción inglesa de E. Touger (Jerusalén: Moznaim, 2005), pp. 834-836. 14 Mishnah. Seder Nezikim. Capítulos de los padres, Pirqe Avot, IV.4: “Rabino Levitas de Yavneh decía: Sé extremadamente humilde porque la esperanza del hombre son gusanos”. R. Levitas viviría hacia el año 120 EC. 1 0 su sandalia”, porque ella es la mayor de las virtudes. Los filósofos dijeron que lo más difícil es encontrar un hombre totalmente lleno de virtudes y sabiduría. Si lo encuentran, le llaman “un hombre divino”, y es evidente que una persona así se encuentra en el nivel de los más excelsos; y en eso consiste el deseo de la Torah y la sabiduría de los mandamientos, en mejorar el alma con sus virtudes y con la fe del Creador. Por eso dice la Escritura: “es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación” (Deuteronomio 4, 6). No cabe duda de que los patriarcas, Noé, y Adán, el primer hombre, quienes no observaron las palabras de la Torah no son hijos del infierno (Gehinom) sino que es evidente que puesto que llegaron y alcanzaron lo que se debe alcanzar de la verdadera sabiduría, ciertamente mejoraron sus almas con todo lo que conviene mejorar, y se encuentran en el nivel de los más excelsos. Eso no depende del ayuno, ni de la oración, ni de dar gritos sin ciencia ni fe en la verdad, según se dice: “Tú estás cercano a sus bocas pero lejos de sus riñones” (Jeremías 12, 2). La esencia de todo es que no hay nada que se mantenga eternamente sino el conocimiento del Creador. Lo que dices sobre los milagros: ya he escrito con pruebas que he explicado en mi respetable tratado, el libro Guía de los perplejos, todo lo que conviene explicar sobre ellos. La conclusión es que algunos de ellos son conformes a la naturaleza, y otros la contradicen, como el bastón que se convirtió en serpiente o el agua en sangre, etc. Y eso es posible con el fin de que creamos que el mundo fue creado, que es el fundamento de todo, como dijo la Escritura: “Será señal perpetua entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Iahveh los cielos y la tierra, etc.” (Éxodo 31,17). Ya he escrito todo esto en el libro Guía de los perplejos que, según la ciencia de la argumentación lógica la creación temporal del mundo es totalmente 11 posible, y que la creación no es necesaria en opinión de Aristóteles. Allí he explicado que él mismo, i.e. Aristóteles, no dijo que tuviera al respecto una prueba evidente ni una demostración tajante, pero los modernos testimoniaron que sí la tenía, para protegerse ellos mismos y depender de él. Voy a darte una regla general: para todo lo que está por encima de la naturaleza el sabio y el filósofo no pueden aportar una prueba evidente, pero de lo que está en la naturaleza nada está oculto a sus miradas. Por eso dijo David: “Los cielos, son los cielos de Iahveh, pero la tierra se la ha dado a los hijos de Adán” (Salmos 115, 16). Cuando escribí en su lugar todo lo que hay que decir sobre las palabras de Aristóteles acerca de la creación del mundo y demostré algunos aspectos, di numerosas respuestas a los argumentos de quienes piensan que la creación es necesaria, más de lo que hay que responder sobre la creación del mundo. Ellos dijeron que acerca de todo lo que no es probado con una demostración adecuada, no hay mucho que responder. Lo que preguntas acerca del verso “Tocando mi boca, dijo: he aquí que esto (la brasa) ha tocado tus labios, y ha desaparecido tu iniquidad y tu pecado queda expiado” (Isaías 6, 7), dices: lo que no resulta comprensible es cómo “tocando mi boca”, significa el contacto de una materia con otra. Deja de ser incomprensible cuando se reconoce que todo discurso contenido en las palabras del profeta se sitúa a un determinado nivel, pues cuando dice “voló hacia mí”, se trata de un nivel; “uno de los serafines” es otro nivel inferior, y “tocando mi boca, dijo: he aquí que esto ha tocado tus labios” es otro nivel por debajo de todos. La regla general para la interpretación de la visión es: lo que no es corpóreo, que existe en el pensamiento fino y simple, se espesa, se endurece y desciende hasta convertirse en algo realmente corpóreo. Es como el efluvio, que al principio no es corpóreo, pero termina haciéndose lluvia, algo realmente corpóreo. Eso 1 2 ocurre con la visión: “voló hacia mí” es algo que no tiene nada que ver con lo corpóreo; lo que dice “tocando mi boca” significa que llegó a otra cosa, no a él mismo, sino a un verdadero cuerpo, que purificó la materia del profeta a fin de que no le obstaculizara el cumplimiento de la misión. La expresión “uno de los serafines” se refiere a algo espiritual y corporal entremezclado, ya que “uno” hace referencia a algo espiritual, y “de los serafines” se refiere a algo corporal, puesto que serefah, “incendio” no es sino una destrucción de //683// otra materia corpórea. Asimismo, la interpretación de “tocó sus pies”15 Sobre la difícil pregunta que haces acerca de la interpretación de “subiendo y bajando por ella” (Génesis 28, 12), que en la primera parte de nuestro respetable tratado Guía de los perplejos, en el capítulo 15, lo explicamos como referido a los profetas, y en la parte 2ª, en el capítulo 10, lo explicamos en cuanto referido a los elementos no se refiere a la persona que tocó, sino a que llegó a algo corpóreo, y el sentido de “sus pies” es algo corpóreo, incluso cuando el sujeto es Dios, y mucho más cuando se dice de un ángel. Ese tipo de diferencias fueron transmitidas a los profetas en esas percepciones proféticas. 16 Porque no encuentras ningún profeta que suba si no prevalece sobre su : Esta diferencia de opinión no debe suponer ninguna dificultad para ti, porque la visión completa manifiesta lo compuesto y lo simple. Al interpretarlo como los profetas nos referíamos a los compuestos, mientras que al interpretarlo como los elementos, nos referíamos a los simples que prevalecen sobre los profetas. 15 Éxodo 4, 25: “Entonces Sefora cogió un afilado pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre”. 16 Los elementos son cuatro, fuego, aire, agua y tierra, y se consideraba que entraban en la composición de todas las sustancias corpóreas. 13 materia, el fuego, ni que descienda, si no prevalece sobre su materia, el elemento de la tierra. Porque en el fuego está la pasión que sube para alcanzar algo, y en la frialdad de la tierra y su sequedad, desciende para reposar con lo que ha alcanzado, hasta que suba y no vuelva a descender, como Elías, recordado para bien, que ascendió en el carro de fuego. Aquello que recordamos diciendo: “Qué bien se dice ‘subiendo y bajando’, porque la ascensión es previa al descenso” (Guía de perplejos 1.15)17 Nosotros, que aceptamos la Torah de Moisés nuestro maestro, no creemos en ello, y no se lo admitimos; tanto más cuando no aportaron ninguna prueba evidente de esto. Y sobre todo, que nuestras pruebas son grandes y más numerosas que las suyas, aparte de lo que se explica por la vía de la profecía, que está por encima de todo. Además, ellos reconocieron que si el universo fue creado, es posible destruirlo y aniquilarlo completamente si lo desea quien lo hizo, Dios. También etc., queremos decir con ello que el hombre fue creado de la materia de la tierra y en consecuencia su subida es siempre anterior a su descenso, ya que fue creado muy abajo, “del polvo de la tierra”. Lo que dices acerca de la resurrección de los muertos: También me parece uno de los prodigios que contradicen a la naturaleza, como la transformación del bastón en serpiente o el agua en sangre, etc. Y es posible que algo vaya en contra de la naturaleza y se transforme en su momento, de acuerdo con la ciencia del Creador, igual que empezó a existir aunque antes no existía. Y también es posible, si el Creador quiere, destruirlo y aniquilarlo por completo, porque la naturaleza no es necesaria. Todo esto está de acuerdo con los que piensan que no es posible que haya [en la naturaleza] algo necesario, y en su opinión es imposible que se dé, porque todo lo necesario procede de Dios. 17 Cf. el estudio de A. Altmann, “Ladder of Ascension” en Studies in Religious Philosophy and Mysticism (Ithaca: Cornell UP, 1964), pp. 41-72. 1 4 Platón admite este argumento, y reconoce que el universo fue creado, aunque entiende que había una materia preexistente. Nosotros decimos que no había ni materia ni forma, sino que todo tuvo un comienzo, y lo creó Dios de la nada. A pesar de que he encontrado otras opiniones en las narraciones históricas (haggadah) como la que expresa nuestro maestro Eliezer el grande18 acerca de los cielos y de la tierra, en todo caso, la doctrina // 684// en la que está de acuerdo todo Israel es que nada existía, y que todo tuvo un comienzo y se le hizo existir. Muchas de las interpretaciones y cuestiones en el Be-reshit Rabbah19 Él, sea glorificado y ensalzado, conoce y es testigo (Jeremías 29, 23) de que ha sido muy grande mi amor por ti introduciéndote en estos temas. Sobre todo, porque estoy ocupado noche y día por un suceso que ocurrió, ya que mi hijo lo demuestran. Lo que preguntas, ¿Para qué se da la resurrección de los muertos?: Debes saber que nosotros no entendemos la verdad de Dios, ni comprendemos la intención de sus pensamientos, y no sabemos cómo ha alcanzado su sabiduría. Es evidente que Él no conoce con conocimiento, ya que si fuera así habría dos cosas distintas, Dios y su conocimiento; pero es manifiesto que Él es el que conoce y es el conocimiento. Por tanto, no podemos hablar de ninguna manera de cómo conoce Dios, ni explicar si conoce algo o no lo conoce, pues si así fuera, entenderíamos su conocimiento. ¡Bendito sea el que conozca todo esto! Pero Dios está por encima de tu ciencia: hay o hubo en el mundo quien conoce los mayores secretos en toda su verdad. Está escrito: “porque el Dios de todo saber es Iahveh, y por Él son sopesadas las acciones” (I Samuel, 2, 3). 18 Eliezer, hijo de Hircano, discípulo del Rabino Yoḥanan ben Zakkai, discípulo a su vez de Hilel. Fue maestro de ‘Aqiba ben Yosef (murió ca 132). 19 Un comentario, midrash, que contiene una serie de interpretaciones rabínicas del libro del Génesis (Be-reshit). 15 Abraham, ¡viva por siempre!, se puso enfermo y estuvo a punto de morir, y durante tres días perdimos la esperanza, pero vino en su ayuda el Creador y empezó a andar por su propio pie. De no ser tan grande mi amor por ti, no hubiera tenido fuerza ni siquiera para leer tu escrito. Todo lo que podía escribir, lo he escrito, y he dado orden de copiarlo y enviártelo. Si el Creador lo decreta y vienes a Fustat19F 20, añadiré cara a cara todo lo que convenga. Que tu bienestar y el de tu Torah crezcan y se multipliquen, como tú deseas y como desea tu hermano Moisés, hijo del rabino Maimón, el Sefardí, de bendita memoria. Paz. 20 Fustat, literalmente “campamento” era la ciudad fundada por los conquistadores árabes de Egipto. Aunque los fatimíes fundaron una nueva ciudad más al norte, El Cairo, en 969, los judíos y muchos coptos seguían viviendo en Fustat.