Proyecto de Innovación Convocatoria 2023/2024 Nº de proyecto: 98 Dialogyca: formación en pensamiento analítico y conciencia crítica Responsable del Proyecto: Sara Bellido Sánchez Facultad de Filología Departamento de Literaturas hispánicas y Bibliografía 1. Objetivos propuestos en la presentación del proyecto Desde hace varios años, se ha percibido dificultades entre los docentes para trabajar dentro del aula algunas competencias, tanto propias de la Filología y las Humanidades como de carácter genérico, tales como la comprensión lectora y analítica de los textos, la relación de las coordenadas espacio-temporales con la creación y significación de los textos literarios, la capacidad de gestionar el propio aprendizaje, así como el trabajo en equipo y, entre muchas otras, la capacidad de comunicación oral. Todas estas aptitudes son necesarias para la competencia del filólogo, bien para el desempeño futuro de su carrera profesional, bien para su propia madurez y crecimiento personal e intelectual. Por ello, este proyecto trataba de responder a dichas necesidades partiendo de una premisa fundamental: la necesidad de ofrecer al alumno una formación integral, que se extiende más allá del trabajo en el aula. Este PID ha tomado el género del diálogo como punto de partida, pues sus características resultan idóneas para ofrecer al alumno un contenido variado, un modelo discursivo y una potencialidad dramática que favorecen el aprendizaje de las competencias planteadas en este proyecto. Además, este proyecto planteaba el acercamiento al género y a los textos dialógicos desde etapas más tempranas, mediante la colaboración con profesorado de Enseñanza Secundaria, en un momento fundamental para la formación de los jóvenes estudiantes, el de la adolescencia, ligado a la construcción de su identidad y esencial para el aprendizaje en gestión de la comunicación y resolución de conflictos, algo que el diálogo como género favorece. Así, las actividades de este proyecto se diseñaron para aprovechar todo el potencial que el género ofrece y solventar los problemas y retos mencionados más arriba: .- Acercan al alumnado a un género en el que se han vertido los distintos saberes a lo largo de los siglos y hasta nuestros días. .- Inciden en la asimilación de contenidos de las materias propias de los planes de estudio de distintas titulaciones: historia de la literatura (no solo española, sino universal), historia de la lengua, teatro, mitología, filosofía, historia… .- Desarrollan una actitud analítica y el discurso crítico en el proceso enseñanza- aprendizaje, lo que refuerza las competencias para aprender a aprender y la conciencia de las expresiones culturales del estudiante. .- Potencian la capacidad de reflexión sobre la evolución cultural, científica y social y los acerca a la realidad y sensibilidad actuales desde el respeto. .- Desarrollan contenidos actitudinales ligados al trabajo en equipo, la colaboración, el debate desde el respeto por las ideas del otro, la empatía, etc. .- Aumentan la motivación del alumnado para el aprendizaje activo, mediante el descubrimiento y la experiencia, en un marco en el que su opinión y percepción del conocimiento se pone en común en un ambiente de cooperación entre profesores y alumnos. .- Recuperan la dramaticidad de los diálogos, reconocida desde las culturas mesopotámica y griega antiguas, esencial para disfrutar de la buena literatura de todos los tiempos. .- Mejoran la expresión oral y escrita, así como la lectura comprensiva, lo que redunda en su capacidad comunicativa. .- Ayudan al alumno a reconocer los recursos TIC de interés, generados con criterios de rigor y utilidad, lo que permite discriminar fuentes de información fiables y mejorar su uso para la formación. Los objetivos del proyecto pueden sintetizarse en los siguientes puntos: 1. Acercar al alumno a las metodologías del trabajo filológico. 1.1 Promover su acceso directo e integral a los textos para afianzar su sólida formación filológica y cultural. 1.2 Usar las fuentes de información de forma adecuada y responsable. 1.3 Conocer y utilizar métodos de análisis textual. 2. Trabajar en equipo. 2.1 Coordinar el trabajo con los compañeros. 2.2 Aportar reflexión crítica y colaboración respetando las opiniones del otro. 2.3 Gestionar el trabajo propio para adecuarlo a las necesidades del equipo. 3. Comprender el género literario del diálogo y sus rasgos y evolución a lo largo de los siglos. 3.1 Leer textos completos de distintas épocas. 3.2 Conocer los rasgos lingüísticos del español a lo largo de los siglos. 3.3 Conocer los recursos propios del lenguaje literario. 3.4 Analizar y comprender el lenguaje argumentativo. 3.5 Conocer diversos modelos y movimientos culturales. 4 Comprender las características de la dramatización escénica. 4.1 Conocer los recursos propios de la dramatización. 4.2 Preparar dramatizaciones en grupo. 4.3 Practicar la dicción y proyección vocal. 5 Detectar y valorar las características materiales de los documentos transmisores de textos dialógicos como testimonios de época. 5.1 Familiarizarse con diferentes tipologías de impresos y manuscritos. 5.2 Aproximarse al trabajo directo con los testimonios originales y adquirir las destrezas para su manejo, también en versión digital. 5.3 Reconocer los problemas bibliográficos de los testimonios y sus posibles consecuencias para la transmisión de los textos y su recepción en las distintas épocas. 6 Conocer la cultura, ciencia y sociedad de diversas etapas históricas. 6.1 Reflexionar sobre los rasgos culturales a través de los textos literarios. 6.2 Reflexionar sobre la evolución cultural y compresión respetuosa de los rasgos de cada una de las etapas estudiadas. 7 Profundizar en el uso de las TIC para los procesos de enseñanza y aprendizaje. 7.1 Conocer herramientas y recursos de las Humanidades Digitales 7.2 Practicar la consulta y creación de registros en bibliotecas digitales. 7.3 Realizar prácticas de análisis material de textos in absentia, a partir de digitalizaciones en línea. 7.4 Usar las redes sociales como medio de transmisión y divulgación de conocimientos. 8 Fomentar la creatividad y las aptitudes comunicativas. 8.1 Practicar la escritura creativa en forma de diálogo literario. 8.2 Practicar la expresión oral en presentaciones académicas y dramatizaciones. 8.3 Practicarla expresión escrita académica en trabajos curriculares y extracurriculares. 2. Objetivos alcanzados Mediante las actividades realizadas a lo largo del curso 2023-2024, todos los objetivos propuestos han sido planteados y, en mayor o menor medida, cumplidos de modo satisfactorio. El proyecto partía de la necesidad de complementar la enseñanza curricular, tanto universitaria como en niveles previos, con la formación en pensamiento crítico a partir de actividades que promuevan la participación y colaboración entre docentes y alumnos, la autonomía y la reflexión persona, así como el trabajo en grupo, utilizando como género fundamental el diálogo hispánico para la adquisición de las distintas competencias. Además, se ha dado importancia fundamental al conocimiento de lenguas mediante la incorporación de textos en judeosespañol. Teniendo esto presente, se han realizado diversas actividades (véase apartado 5) destinadas a desarrollar los objetivos expuestos anteriormente de un modo dinámico y participativo (se utiliza la numeración de objetivos del apartado anterior): - Actividades docentes en el aula: objetivos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. Gracias a la lectura expresiva, el análisis de textos desde distintas perspectivas, la escritura creativa y el trabajo con herramientas digitales de calidad, se pueden alcanzar todos los objetivos en distinto grado. Estas actividades se han desarrollado tanto en nivel universitario como de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, por lo que los resultados del proyecto exceden el ámbito universitario y ayudan a preparar a alumnos de niveles preuniversitarios para el desarrollo del pensamiento crítico, necesario en su actividad futura. - Dramatizaciones: objetivos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 8. Preparar las lecturas dramatizadas, desde el primer contacto con el texto, con copia de originales impresos o manuscritos, hasta su puesta en escena requiere una aproximación global y completa al objeto de estudio (lectura, comprensión, reflexión sobre el mensaje y sus posibilidades dramáticas, etc.). Además, en el caso de los alumnos de niveles preuniversitarios se concede especial importancia a los objetivos 6 y 8 mediante la creación de sus propios textos. - Cuaderno de experiencias: objetivos 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 8. Basado en la experiencia de la actividad previa dramática, esta sirve para reflexionar y poner en práctica lo aprendido, procesando la información e integrando los nuevos contenidos en el proceso de aprendizaje. Asimismo, mejora la capacidad de expresión y ofrece a los alumnos la posibilidad de mostrar su propia experiencia como integrantes activos del proyecto en una actividad en la que ellos mismos se organizan, gestionan su tiempo y las necesidades de la misma, confiriéndoles autonomía en el trabajo. - Redes sociales: objetivos 3, 5, 6 y 7. La labor de difusión realizada en redes ha sido algo más limitada, pero ha contribuido al conocimiento por parte de un público más amplio del género y sus características, así como detectar problemas de comunicación y necesidades al respecto. Ello incide tanto en la experiencia de los integrantes del proyecto como en la transferencia de resultados. - Curso de formación: objetivos 1, 2, 3, 5, 6, 7 y 8. La preparación de los materiales para el curso implica una reflexión previa, la coordinación de los autores, la investigación sobre el género, sus posibilidades didácticas, etc. Es decir, ha supuesto una excelente oportunidad para los miembros de poner en práctica conocimientos adquiridos previamente, reflexionar sobre estos, cuestionarse el grado de alcance de su propio conocimiento y los medios más adecuados para incrementarlo, así como planificar y redactar los materiales pensando en su utilidad práctica y en la generación de contenidos para profesionales no expertos y alumnos. En definitiva, el proyecto de innovación docente se ha demostrado eficaz para alcanzar todos los objetivos propuestos, así como para detectar necesidades de mejora para el futuro cercano. 3. Metodología empleada en el proyecto La metodología empleada se basa en la practicada desde sus inicios por el grupo eProMyR, con resultados ampliamente reconocidos en la larga trayectoria de Dialogyca. Las acciones desarrolladas en la última década muestran el interés del grupo por la investigación y su repercusión directa en la docencia. Uno de los fundamentos básicos ha sido el trabajo conjunto de profesores, investigadores y alumnos, que implica un proceso de enseñanza y aprendizaje continuo de todos los miembros del proyecto en relación con el resto. Ello puede verse incluso en las tareas de coordinación, en las que se ha buscado esta colaboración de forma consciente. De este modo, se aúna el conocimiento del especialista con las prácticas de trabajo del alumno. Igualmente, la colaboración entre miembros del mismo nivel formativo permite la transmisión directa de conocimientos, la resolución de dudas y el intercambio reflexivo de opiniones en un entorno más libre y espontáneo. Un ejemplo de ello fue la decisión de realizar cambios en la caracterización de algunos personajes de los textos seleccionados para las dramatizaciones en el Día internacional de la Mujer y la Niña con el fin de mostrar de modo crítico la evolución del pensamiento en torno a la figura de la mujer entre el siglo XIX y el XXI. No solo se debatió durante el proceso de preparación de la dramatización, sino después, en una sesión abierta en la que los propios alumnos compartieron sus pensamientos con los asistentes y se generó una conversación enriquecedora sobre el tema. En todos los casos, se ha partido del texto literario como vehículo de transmisión de conocimiento. Solo a través de la lectura completa, individual y reflexiva del mismo se puede lograr la adquisición del conocimiento, que se consolida mediante la discusión crítica y el intercambio de ideas con el grupo. Con ello se logra un aprendizaje progresivo y continuado, que contribuye a aumentar la autonomía de aprendizaje del alumno, al tiempo que se desarrolla su capacidad de colaboración y trabajo en equipo desde el respeto y la contribución positiva. Para la realización de las actividades se ha seguido la planificación inicial, de acuerdo con lo practicado por el proyecto Dialogyca desde hace años. Así sucede con las lecturas dramatizadas o las actividades dentro del aula. En este proyecto, además, se ha traspasado el límite del ámbito universitario al sumar la colaboración con centros de enseñanza secundaria, en los que se ha aplicado la metodología de Dialogyca y el uso del diálogo y la dramatización como herramienta didáctica. Se trata de una experiencia igualmente enriquecedora para todas las partes, que pusieron en común sus resultados durante la Semana de la Ciencia y el Día de las Letras, cuando los alumnos de secundaria acudieron a la Facultad de Filología, la primera experiencia para todos ellos en la Universidad y, además, como sujetos activos de la actividad, no meros visitantes, lo que aumenta su implicación y motivación. Esta colaboración se ha concretado también mediante las reuniones periódicas por parte de los miembros para planificar el desarrollo de las actividades, compartir ideas, proponer mejoras, etc. Igualmente, como medio de control de resultados, se propuso a los alumnos la elaboración de un Cuaderno de impresiones en el que reflejaran su propia experiencia de modo personal y, por último, se ha realizado una encuesta anónima a todos los miembros para detectar aspectos de mejora para el futuro. En ambos casos la respuesta ha sido muy positiva, pero también ha servido para plantear cambios en futuras convocatorias. 4. Recursos humanos El proyecto ha sido coordinado por la profesora Sara Bellido Sánchez de modo general. A su vez, para cada actividad se determinó la coordinación específica por parte de distintos miembros del proyecto, para lo que, en muchas ocasiones, se buscó la colaboración entre docentes y alumnos. El resultado en cuanto a la participación de los miembros del proyecto ha sido el siguiente: - Actividades docentes en el aula: han sido organizadas y realizadas por los miembros del profesorado del grupo en sus respectivas asignaturas. Los docentes participantes han sido A. Alvarado, S. Bellido Sánchez, M. Casas, T. Grigoriadou, S. Montalvo, A. de Paz y G. Redondo. - Lecturas dramatizadas: han sido coordinadas por C. Faba, de modo general, con la ayuda de T. Grigoriadou para el Día de las Lenguas y la Traducción y la actividad en el Seminario “Ambezar avlando”, de A. Alvarado y S. Bellido para la actividad de la Semana de la Ciencia, de A. de Paz para el Día de las Letras UCM, de J. Salvador para la actividad en el Seminario “Cajal, así que pasen 90 años” y de A. Cantarero para las Jornadas Homéricas. Han participado A. Agis, A. Alvarado, S. Bellido, A. Cantarero, P. Cañadilla, M. Casas, C. Faba, T. Grigoriadou, J. J. Gutiérrez, R. Juarranz, H. León, A. Martín, S. Montalvo, A. de Paz, E. Ramayo, G. Redondo Pérez, J. Salvador, M. Sánchez y A. Vian. A ellos deben sumarse los profesores y alumnos de enseñanza secundaria que también han colaborado en esta actividad. - Cuaderno de experiencias: ha sido coordinado y editado por A. Agis, J.J. Gutiérrez y R. Juarranz. Han colaborado con materiales y textos A. Agis, J.J. Gutiérrez, R. Juarranz, H. León, A. Martín y M. Sánchez. - Certamen de diálogo literario: ha sido coordinado por S. Bellido y C. Faba. Han participado como jurado C. García-Posada, T. Grigoriadou y S. Montalvo. - Redes sociales: han sido coordinadas por S. Montalvo y G. Redondo Pérez. Han participado S. Bellido, D. Lozano Díez, S. Montalvo Mareca, A. Piquero Rodríguez y G. Redondo. - Curso de formación para profesorado: ha sido coordinado por G. Cantarero y J. Murillo. Han participado como autores en la elaboración de los materiales A. Alvarado, S. Bellido, G. Cantarero, D. Lozano, S. Montalvo, J. Murillo, L. Puerto y L. Sanz. Ha realizado la gestión y coordinación con los centros CTIF la Dra. S. Bellido. 5. Desarrollo de las actividades Durante el curso 2023-2024 se han realizado diferentes actividades, tanto dentro del aula como fuera de ella, según lo previsto en la memoria de solicitud para alcanzar los objetivos mencionados más arriba. En cuanto a las actividades dentro del aula, diferentes profesores del proyecto han realizado aproximaciones teóricas y prácticas al género del diálogo con sus alumnos, tanto en nivel universitario como en enseñanza secundaria, así como actividades de aproximación a herramientas digitales como Dialogyca BDDH, Red Aracne, OPACs de bibliotecas, etc. Todas ellas persiguen los objetivos de complementar contenidos curriculares de un modo más práctico y ameno, así como discriminar de forma crítica la información de fuentes digitales, mejorar la expresión oral y escrita, gestionar el propio trabajo o la colaboración en grupo: - El profesor Alejandro Alvarado ha coordinado y realizado, junto a sus compañeras de departamento, un proyecto de aula en enseñanza secundaria, con alumnos de 4º de ESO, sobre el uso del diálogo como herramienta de discusión argumentativa y reflexión crítica. Asimismo, ha dirigido la creación de textos dialogados por parte de los alumnos, una parte de los cuales fueron dramatizados en la Semana de la Ciencia por los propios estudiantes. - La profesora Sara Bellido ha realizado actividades de búsqueda, consulta y análisis de información a través de Dialogyca BDDH y Red Aracne con alumnos de la asignatura de “La Celestina y su proyección literaria” del Máster Universitario de Literatura Española de la UCM para la localización de información sobre autores de textos dialogados con temática celestinesca. - Las profesoras María Casas y Theodora Grigoriadou, a través del campus virtual, en las asignaturas de bibliografía y análisis del libro antiguo, han realizado con los alumnos prácticas de consulta, colación y cotejo de ejemplares con Dialogyca BDDH. - El Dr. Sergio Montalvo, en la asignatura de “Literatura española del siglo XVI” del Grado de Español: Lengua y Literatura ha tutorizado, como parte de las prácticas de la asignatura, varios trabajos sobre autores incluidos en Dialogyca BDDH, para lo que también ha comentado el género y explicado la base de datos y su utilidad como fuente de información general en el aula. - Amelia de Paz de Castro, profesora asociada que ejerce también como profesora de educación secundaria, ha colaborado, junto a compañeras de departamento, en el conocimiento del género con alumnos del Bachillerato de Enseñanzas artísticas, quienes también han colaborado con dramatizaciones de varios textos en judeoespañol, para lo que también se les impartieron contenidos sobre la literatura de la comunidad sefardí y su continuidad en los siglos posteriores a la expulsión de la Península. Ello implica un mayor conocimiento de tradiciones que normalmente quedan fuera de los planes curriculares, pero conforman también nuestra cultura. - El profesor Germán Redondo, en la asignatura de “Literatura española del siglo XVI” del Grado de Español: Lengua y Literatura, ha impartido contenidos teóricos sobre el género del diálogo y ha realizado actividades prácticas de lectura, comentario y análisis comparativo de diálogos literarios de tradición clásica y renacentista. En cuanto a las actividades fuera del aula, consideradas por Dialogyca desde hace años como parte fundamental para un aprendizaje más dinámico, completo y profundo, se han realizado las siguientes, siguiendo la planificación inicial e incluyendo algunas otras por circunstancias de coincidencia de actos que favorecían su realización: - Dramatizaciones: a lo largo del curso se han realizado diversas lecturas dramatizadas de diálogos en el marco de los siguientes actos o convocatorias: Día de las Lenguas y la Traducción (26/10/2023) XXIII Semana de la Ciencia y la Innovación (13/11/2023), el Seminario de Actualización Metodológica de la Facultad de Filología para alumnos de Doctorado (16/01/2024), el Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia (12/02/2024), el Día de las Letras UCM (25/04/2024), el Seminario internacional “Cajal. Así que pasen 90 años” (21/05/2024), las Jornadas Homéricas (07/06/2024) y Seminario internacional “Ambezar avlando. El género diálogico en la prensa periódica sefardí en judeoespañol (siglos XIX-XX)” (14/06/2024). Estas dramatizaciones han sido realizadas por alumnos de la UCM y de centros de educación secundaria, ya que uno de los objetivos de este proyecto era la transferencia de la metodología y el uso del diálogo para la reflexión crítica en etapas educativas más tempranas, que permitan mejorar la madurez del alumnado en la adolescencia, dotándole de herramientas de resolución de conflictos mediante el diálogo argumentativo. Para ello, la labor de los profesores, como guías del aprendizaje, es fundamental, pero también la percepción de los propios alumnos contribuye a dar forma a cada dramatización, lo que ha permitido realizar cambios de género, por ejemplo, en algunos textos y fomentar con ello el debate sobre el papel de la mujer desde el siglo XIX hasta ahora. Se han dramatizado dieciocho textos breves de distintas épocas y en diversas variantes lingüísticas, ya que otro de los objetivos ha sido el de dar a conocer la literatura en judeoespañol, la lengua que los sefardíes expulsados de la Península conservaron durante siglos como parte de su cultura con producción literaria propia. Las sesiones se han grabado y se han realizado imágenes (con cámara móvil, ya que no se concedió el presupuesto solicitado para una cámara fotográfica más adecuada), pero aún no han podido integrarse en los canales de difusión de Dialogyca. Se hará en las próximas semanas. Estas dramatizaciones cumplen con los objetivos propuestos de una forma amena y, al sumar la participación de alumnos de secundaria, han contribuido a la transferencia de metodologías y resultados más allá del ámbito universitario. - Elaboración y publicación de un Cuaderno de experiencias en el que se plasma el proceso de enseñanza y aprendizaje llevado a cabo este curso con las dramatizaciones. Este documento ha servido para la reflexión sobre el trabajo propio a medida que se realizaba. Los propios alumnos se han encargado de la coordinación del trabajo y la elaboración de los textos, cada uno desde su punto de vista, en los que dan cuenta de la experiencia y lo que ello ha supuesto no solo para la adquisición de contenidos sobre el género dialógico sino sobre otras aptitudes, de acuerdo con los objetivos propuestos. Es un ejemplo evidente de los resultados del proyecto de innovación docente. Se incluye como Anexo I para su consulta posterior abierta a cualquier persona interesada en esta experiencia. - Certamen de diálogo literario: durante el curso 2022-2023, una vez solicitado este proyecto, se convocó un concurso de creación de diálogos literarios breves para alumnos de la UCM. El texto ganador se publicó digitalmente en la web de Dialogyca y se dramatizó en la Semana de la Ciencia. Asimismo, en el curso 2023- 2024 se ha convocado de nuevo este certamen, cuyo resultado fue publicado el pasado 15 de junio en la web de Dialogyca. El texto será publicado próximamente en la web de Dialogyca y dramatizado también en la próxima Semana de la Ciencia. Ha resultado también una actividad enriquecedora, en la que han participado (de forma anónima con sistema de plicas) alumnos de distintas especialidades (Literatura española, Teoría de la Literatura, Periodismo…), por lo que demuestra igualmente la capacidad de apertura del proyecto, que no alcanza únicamente a los alumnos de los profesores implicados, así como la transferencia de resultados. - Actividades en redes sociales: dada la importancia del ámbito digital en la transmisión de conocimientos y transferencia a la sociedad, se ha tratado de potenciar también el uso de las cuentas oficiales de Dialogyca para la retransmisión y difusión de actividades, la creación de hilos que contribuyan al conocimiento de textos dialógicos, etc. Uno de los resultados interesantes de esta actividad es la del descubrimiento de posibles acciones para proyectos futuros: para el Día de la Mujer se intentó realizar un mapa de calles de autoras de diálogo, pero se constató la inexistencia para varias de ellas, por lo que los alumnos propusieron que en el futuro se reúnan firmas para solicitar al Ayuntamiento de Madrid una calle para esas autoras. De nuevo, esta actividad no solo ha servido para la difusión de actividades, sino para la reflexión sobre el uso de los medios y posibles acciones sociales. - Elaboración de un curso de formación para profesores de Enseñanza Secundaria. Esta actividad continuaba la iniciada en un proyecto anterior. Tras mantener algunos contactos con el CTIF de la Comunidad de Madrid, se consideró la posibilidad de crear un curso formativo, destinado a docentes, que les permita integrar el género del diálogo en los cursos de Enseñanza Secundaria, de forma teórica, pero también como herramienta para adquirir determinadas competencias. Este curso incluye una Unidad Didáctica y un Taller de aplicación docente. Durante el curso 2023-2024 se ha concluido el curso y se ha presentado a varios centros CTIF para su revisión. Por ahora no se ha podido planificar para impartirse en el próximo curso por existir bastantes propuestas anteriores de otros cursos, pero se continúa el contacto y se intentará presentar a nuevas convocatorias. Se considera una herramienta fundamental para la transferencia de resultados y que, tal y como se ha probado este curso con la participación de dos centros de enseñanza secundaria en el proyecto, puede resultar una herramienta muy eficaz para la educación de alumnos en su etapa de adolescencia. En definitiva, se puede observar que se han cumplido todas las actividades propuestas en la solicitud del proyecto y, con ello, los objetivos planteados. Anexo I Proyecto de innovación Convocatoria 2023-2024 Dialogyca: Formación en pensamiento analítico y conciencia crítica Dir. Sara Bellido Sánchez DOCUMENTO ADJUNTO A LA MEMORIA Álvaro Agis, Juan José Gutiérrez, Rosalía Juarranz y Alfonso Martín (Editores) LECTURAS DRAMATIZADAS DE DIÁLOGOS *** CUADERNO DE IMPRESIONES (2023-2024) Facultad de Filología Departamento de Literaturas Hispánicas y Bibliografía Lecturas dramatizadas de diálogos *** Cuaderno de impresiones (2023-2024) Lecturas dramatizadas de diálogos Cuaderno de impresiones (2023-2024) Álvaro Agis, Juan José Gutiérrez, Rosalía Juarranz y Alfonso Martín (Editores) MADRID, 2024 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID INSTITUTO UNIVERSITARIO «SEMINARIO MENÉNDEZ PIDAL» eProMyR Grupo de Estudios de Prosa Bajomedieval y Renacentista Proyecto INNOVA-DOCENCIA 2023.2024 nº ref. 98 DIALOMOM, 2. Nº ref. PID2021-125646NB-I00 Este documento ha sido impreso con la ayuda de la convocatoria Innova-Docencia de la UCM (Curso 2023-2024) © De la edición: Dialogyca BDDH (Grupo de Estudios de Prosa hispánica Bajomedieval y Renacentista) © De los textos: los autores Edición no venal ISBN: 978-84-691-8286-4 3 ÍNDICE PRESENTACIÓN 5 IMPRESIONES Agis Somolinos, Álvaro 9 Gutiérrez Castro, Juan José 15 Juarranz Jiménez, Rosalía 21 León Cid, Hugo 26 Martín Rubio, Alfonso 29 Sánchez Baides, Marina 35 NOTA FINAL 42 5 La palabra «impresión» tiene, entre otras, dos aplicacio- nes muy diferenciadas. Por una parte, se refiere a las letras es- tampadas sobre el papel; por otra, a los sucesos que quedan igualmente estampados en nuestra memoria, cuyo recuerdo nos resulta vívido y cercano. Si quisiéramos combinar ambas dimensiones, podríamos decir con Garcilaso, teniendo la osadía de modificar su ya per- fecto soneto V, que: «impreso ‘stá en mi alma vuestro gesto / y cuanto yo escribir de vos deseo». Porque redactar una impre- sión no deja de ser trasladar a letras de molde un suceso pa- sado, hacer un ejercicio de analepsis, objetivar lo subjetivo. Imprimir la impresión siempre será imposible, pues en el ca- mino de ida del alma al papel inevitablemente se pierde infor- mación. Presentamos, por tanto, en este cuaderno una serie de tex- tos cuya invención, disposición y elocución han dependido en- teramente de su autor respectivo. Recoge las impresiones (dis- cúlpennos si resultamos excesivamente cercanos) cada una de su padre y de su madre, que los estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid han tenido en relación con sus activi- dades con el grupo de investigación Dialogyca, por lo general relacionadas con sus lecturas dramatizadas, llevadas a cabo en el curso 2023-2024. Ha resultado una miscelánea que no se contradice con lo buscado al comenzar a redactar este cuaderno. Textos más ape- gados a la imaginación literaria, otros a la experiencia indivi- dual, otros a la especulación divagadora, otros a todo a la vez. Como se suele decir: en la variedad está el gusto. LOS EDITORES IMPRESIONES Agis Somolinos, Álvaro Gutiérrez Castro, Juan José Juarranz Jiménez, Rosalía León Cid, Hugo Martín Rubio, Alfonso Sánchez Baides, Marina 9 ÁLVARO AGIS SOMOLINOS Para que nos entendamos, el lenguaje común entre animales Desde que empecé a interesarme por el género del diá- logo, he comprobado la aparición de una constante a lo largo de tiempos y espacios: el diálogo es conciliador. Acerca ideas contrapuestas, presencia y ausencia, interlocutores de mundos diferentes (incluso vivos y muertos), falsedad y verdad, voz escrita y voz hablada. De entre todos los antagonismos que se pueden hacer en este sentido, sin embargo, quise centrarme en uno específico que, en ese momento, ciertamente me obse- sionó. Tal es la dialéctica oriente-occidente, que encuentra en el diálogo un vehículo privilegiado para su estudio e investi- gación. Estoy hablando del tiempo en que me propuse escribir un diálogo para mandarlo al II Certamen organizado por el proyecto Dialogyca. Como un pequeño guiño a este interés, elegí como pseudónimo el nombre de Vyāsa (‘compilador’), mítico autor del Mahābhārata, tan mítico que aparece en la propia obra como el antepasado común de las dos familias enfrentadas, los Pandavas y los Kurus. El texto que presenté, generosamente premiado, está inspirado en la sección 149 del libro XII (Shanti Parva) del mismo Mahābhārata, precisamente un diálogo entre el fu- turo rey Yudhiṣṭhira y su maestro Bhīṣma, quien le alecciona, en vista de su destino como monarca, acerca de cuál es la mejor forma de gobernar. 10 El maestro narra innumerables fábulas para ejemplificar sus asertos (nada ajeno a nuestra tradición), mencionando en una de ellas a un chacal y a un buitre que pelean por los des- pojos de un niño. La familia del pequeño se encontraba lle- vando su cuerpo muerto a terrenos aptos para la quema cuando apareció un buitre, que trata de convencerles para aceptar la muerte y abandonar el cuerpo: la muerte, según su argumento, nos llega a todos y no merece la pena preocuparse por ella. La familia pareció convencida con su discurso, pero entonces en- tra en escena un chacal, que les reprocha su falta de piedad para con su hijo. La clave para entender ambos puntos de vista es el ciclo día-noche: el buitre come de día, por lo que buscaba que la familia abandonase el cuerpo lo antes posible; el chacal de noche, razón por la cual esperaba al anochecer para decirle a la familia que se marchara. La disputa entre ambos animales se alargó por bastante tiempo, hasta que Śiva concedió a cada parte lo que quería: a la familia le concedió una bendición de 100 años, y al buitre y al chacal les sació su hambre voraz. La enseñanza que prima es la misma que se podría observar del Mahābhārata en conjunto, así como de su pasaje más cono- cido, la Bhagavad-gītā: seguir el dharma (‘deber’) con cons- tancia conduce a grandes premios. En la versión que entregué, más pesimista, no aparece ningún dios al final para recompensar a todos por su determi- nación. El único dios es la montaña (cuyo desfiladero al 11 atardecer, dice el chacal, parece el rostro de una diosa) men- cionada brevemente como maniobra de distracción. En el Mahābhārata, por otra parte, confluyen dos co- rrientes, casi podría decirse fluviales, en constante diálogo. Es significativo el uso de fuentes griegas en la configuración de la épica hindú1, hasta el punto de que textos como el Mahābhārata o el Rāmāyaṇa han sido comparados numerosas veces con la Ilíada y la Odisea respectivamente. Porque desde las conquistas de Alejandro, el contacto entre los dos mundos se va haciendo más estrecho: los griegos conocen a los que llaman γυμνοσοφισταί, ‘filósofos desnudos’; es decir, a los as- cetas indios. Los indios, por su parte, se vieron expuestos a las histo- rias que trajeron los griegos, la Ilíada, poema dilecto de Ale- jandro Magno, «que tenía siempre bajo la almohada junto con su puñal, según cuenta Onesícrito»2. Soy consciente de este carácter de pincelada suelta que pueden dejar entrever los bre- ves apuntes de suso en un tema que merece mucha mayor pro- fundidad, bien lo sé. Me anticipo a las posibles respuestas como si de un diálogo entre ustedes y yo se tratase, ¡feliz ilu- sión! El que sí constituye un diálogo verdadero, entre repre- sentantes de la filosofía oriental (en este caso el budismo theravāda) y occidental (sin escuela filosófica adscrita, pero 1 Los trabajos de Fernando Wulff Alonso, en este respecto, son imprescindibles. Algunas publicaciones suyas serían: Grecia en la India. El repertorio griego del Mahabharata, Madrid, Akal, 2008; In Search of Vyāsa: The Use of Greco-Roman Sources in Book 4 of the Mahābhārata, 2020; o «Greek and Roman sources in the Mahābhārata. A global perspective» (2023). 2 Plutarco, Vidas paralelas VI. Alejandro-César, Agesilao-Pompeyo, Sertorio-Éun- menes, Madrid, Gredos, 2007, p. 34. 12 con un escepticismo rampante) es el Milinda-pañha. En él, el rey greco-indio Milinda (Menandro, r. 160-146 a. C.) plantea preguntas al sabio Nāgasena sobre la esencia del budismo. En un punto del texto, incluso, el sabio hace recordar a Milinda su lugar de procedencia: —¿Cuál es, mahārāja3, tu país natal? —Es una isla llamada Alasandra4. Indudablemente se habla aquí de Alejandría. Se cree que el Milinda-pañha pudo ser un texto propagandístico, destinado a inculcar las enseñanzas budistas entre la población griega, muy habituada, por otra parte, a este género literario como forma de exposición filosófica y doctrinal. Toda pregunta que el rey Milinda pudo plantear, toda contradicción que creyó en- contrar, toda desavenencia entre el budismo y la realidad que le pareció hallar, fue resuelta por Nāgasena con sus brillantes comparaciones. Así, ambos hombres terminan la conversación satisfechos, impresionados por el ingenio y la penetración in- telectual del otro: «No piense vuestra majestad que no he dormido el resto de la noche a causa de la satisfacción de decirme: “¡He respondido a las cuestiones del rey Milinda!” ¡No! El resto de la noche lo he pasado pensando: “El rey Milinda me ha preguntado todo y yo le he respondido a todo”». De este modo se felicitaban recíprocamente estos dos grandes hombres de sus bellas palabras5. 3 ‘Gran Rey’. 4 Milinda-pañha o la esencia del budismo pâli, trad. José Valero Bernabéu, Barce- lona, MRA, 1995, p. 95. 5 Ibíd. p. 103. 13 El diálogo es el género conciliador. Porque obliga a los participantes a entenderse, a hablar un lenguaje común con el que probar lo que a primera vista los separa y valorar lo que pueden poner en común. En esto comparten con las fábulas la interacción entre diversas especies y géneros de seres vivien- tes. En el Pañcatantra, por ejemplo (llegado a nuestra tradi- ción hispánica bajo la traducción Calila e Dimna), vemos dia- logar a leones y liebres, pulgas y piojos, monos y pájaros. Las palabras los hacen tomar conciencia propia y saltar al ruedo del debate público. Aunque también puede resultar ingenua esta consideración, pues (el diálogo que escribí sirve para de- mostrarlo) las discusiones no siempre terminan bien. Reto- mando lo anterior, la fábula que pone a conversar a los monos y al pájaro acaba con una de las partes muy mal parada: El pájaro, sin hacer caso de aquél, repitió continuamente a los monos: –¡Ce!, ¿por qué trabajáis en vano? – Y como no cesara de hablar, enfadado un mono de ver que se ha- bía fatigado inútilmente, le agarró de las alas, le batió so- bre una roca, y lo dejó muerto6. Sólo podemos depender, por tanto, de la buena voluntad de ambos extremos del diálogo. Que las palabras que les dan razones para discutir les den también (tanto a animales como a hombres) un corazón bondadoso. Las palabras pronunciadas al exterior y las residentes en nuestro interior. Oír las palabras que escribí en la boca de los actores (Juan José Gutiérrez Castro y Marina Sánchez Baides), trans- mutados en ese instante en chacal y buitre, fue el mayor de los regalos. El día de la representación (13 de noviembre de 2023), 6 Panchatantra o cinco series de cuentos, trad. José Alemany Bolufer, Buenos Ai- res, Partenón, 1949, p. 121. 14 además, acudieron al acto (del que la puesta en escena del Diá- logo entre un buitre y un chacal era sólo una pequeña parte) estudiantes del Colegio Madrid Fundación Santa María, con sus respectivos diálogos para recitar en la tarima. Empezaron a aplaudir a Juan y Marina, comprensiblemente, antes de que terminaran de escenificar a los hambrientos animales, ya can- sados, como es habitual a su edad. Luego me dirigieron cálidas enhorabuenas, al abandonar el salón de actos. Ese mismo día representé, junto con Rosalía Juarranz, un diálogo en judeo-español. Disfrazados de un anciano matrimo- nio tesalonicense, articulamos lo mejor que pudimos el habla ladina, mezclada, viva, fluyente como un río, como un diá- logo. 15 JUAN JOSÉ GUTIÉRREZ CASTRO De cómo fui iniciado en la fragua de la Dia-Logia Hace tres años morí y volví a nacer. Ahora, por tanto, tengo tres años. Soy demasiado pequeño como para hablar de mis conocimientos y recuerdos. Apenas tengo experiencia. No sé nada; y aun así, esta ignorancia que albergo en mí se me presenta como el despliegue de un comienzo, una ciencia y un saber sin condiciones. Poco puedo hacer más que comenzar por el principio. ¡Exacto! Esa es la palabra: principio, el chis- pazo súbito que hace que las cosas sucedan como tienen que suceder, el eje inmóvil que da vueltas a la rueda de la noria – símbolo de la vida–. Así, también fui yo movido por primera vez, iniciado en el arte del diálogo. Siempre me ha gustado charlar, hasta con amigos imagi- narios, porque hablar solo me parecía una cosa bastante abu- rrida. Poner en común los pensamientos, las preguntas, las ideas, constituye un solaz enorme para cualquiera que busque curarse de un mal solipsismo. Nos guste o no, somos animales charlatanes; y, aunque me sienta tentado, no quiero recurrir a ese juego de palabras que el grupo humorístico Les Luthiers soberbiamente soltó –más de una vez– en alguno de sus hila- rantes espectáculos. Me refiero a eso de que lo siguiente al “monó-logo” es el “bi-ólogo”. No sé si lo que vendrá después será el “psicólogo”. No importa. Por otra parte, tampoco me quiero enrollar aquí en la eti- mología de la palabra diálogo –que viene del latín dialogus, que a su vez viene del griego διάλογος, compuesto por el pre- fijo διά- (a través) y la raíz λόγος (palabra)– o en considera- ciones del tipo: la noción del diálogo, cuyo fin es –por medio 16 del discurso contrastado– alcanzar la suprema Verdad contem- plativa, supone un contacto aproximativo, fundamentalmente desinteresado, entre un sujeto individual y su otredad represen- tada por uno o varios sujetos añadidos, de características di- versas, que producen un entorno atmosférico de ágape conver- satorio. Todo eso sobra. Es mejor ir al grano; así que, hablando de dialogismo, no creo que esté siendo coherente ejecutando esta memoria desde un formato de monólogo interior. Lo más idóneo sería bifurcar esta suerte de stream of consciousness con el fin de adquirir el cuerpo de un diálogo. Por consiguiente, voy a pasar a dividirme en dos, como el Vizconde Demediado. Vamos a ver: ¿dónde está el cacharro? ¿dónde lo dejé la última vez? ¡Es verdad! ¡Ya me acuerdo! Lo encontré. Enchufemos la motosierra. Arranquemos el motor (rum, rum). Y cortemos en canal por la mitad (brrrrrrr…): UNA/—.¡Ya está! Ya somos dos. ¡Hola! ¿Qué tal te sien- tes? ¿Te ha dolido mucho? /MUNO—.¡Uff…! ¡Qué mareo! Por poco echo la pota. Menos mal que somos personajes ficticios, dotados, por ello, de analgesia hipotética. UNA/—.Me alegra que solo haya sido eso. Ahora que ya estamos listos, hablemos un poco del asunto que nos concierne –cuanto antes empecemos, antes podremos poner el punto fi- nal–: allá por 2021, siendo parte del “Gremio de los Amantes de Λóγος”, fuimos interceptados por… /MUNO—.Tsss… ¡Cállate! Recuerda: no nos permiten revelar las identidades de nuestros superiores. Ya sabes que tiene que ser un secreto. 17 UNA/—.Tranquilo, no pensaba desvelar el nombre de nuestra Hermana Mayor, que fue quien nos invitó a meternos en esta cofradía dialogística. La Hermana Mayor es grado 32. Nunca hemos conocido a un 33, ¿no es cierto? ¿Crees que co- noceremos a uno alguna vez? /MUNO—.¿Quién sabe? UNA/—.Bueno, lo cierto es que para estar donde esta- mos, antes hemos tenido que pasar por una serie de pruebas de pasaje que nos han conducido en el camino de nuestro peregri- naje. ¿Sabes cuántas han sido de momento? /MUNO—.¿Unas 6? UNA/—.¡7! ¡Número mágico! Lo cual quiere decir que actualmente somos “dialécticos” grado 7. /MUNO—.Parece mentira. ¡Cómo pasa el tiempo! De re- pente, me han venido a la cabeza los ensayos que tuvimos para llevar a cabo cada una de las pruebas, que, por supuesto, de- mandaban una cierta preparación. Estas consistían en la lectura dramatizada de diálogos previamente seleccionados según el calendario lunar. Se elegían aquellos que fueran más propicios para la temática que la ceremo- nia en cuestión exigía, y, una vez escogidos los textos, nos reuníamos con nuestros cofra- des y proyectábamos la drama- tización de los diálogos, así como nos proveíamos del at- trezzo necesario. 18 UNA/—.¡Exacto! Y luego, cuando ya estaban distribui- dos los papeles, cada uno, por su cuenta, ensayaba sus inter- venciones, procurando modular la voz y aprendiéndose por re- petición las inflexiones, matices, énfasis y tonos que requiriese el texto que se iba a leer. De este modo, dábamos forma a la letra muerta, revitalizándola por medio de la oralidad. /MUNO—.Como diría cualquier listillo posmoderno: “corporeizar el texto, textualizar el cuerpo”. UNA/—.¡Menudo aforismo! Too much para mí… /MUNO—.Sabía que te iba a gustar la ocurrencia. UNA/—.Más te gustaría a ti que me gustara, amigo. A ver, que si no, nos desviamos. El caso es que, antes del día reservado para la ceremonia, nos volvíamos a encontrar con nuestros hermanos y hacíamos un ensayo general. En ocasio- nes, incluso lo teníamos el mismo día de la ceremonia. Esta, que comprendía una especie de ritual teatral eucarístico, podía darse en distintos espacios. A veces, tenía lugar en el Salón de Grados de uno de los Edificios de la Facultad de Filología y otras, en un aula, como es el caso del Aula Histórica Américo Castro. /MUNO—.Bueno, y también hicimos alguna prueba en la Fundación Ramón Menéndez Pidal, si no me equivoco. UNA/—.Es verdad. Se me había olvidado. Lo pasamos estupendamente. La verdad es que hemos hecho cosas que na- die creería. Hemos viajado en el tiempo: por ejemplo, a la época virreinal, al siglo XIX o a principios del XX. También hemos sufrido varias metamorfosis lucianescas: animales, 19 bichos, vegetales, flujos, magos, espíritus, súcubos, judíos e incluso alguna que otra divinidad. /MUNO—.Sí, un poco de todo. Por el momento, las últi- mas lecturas dramatizadas de este curso han sido seis, ¿ver- dad? Cuatro de ellas las escenificamos el 13 de noviembre del año pasado para la XXIII Semana de la Ciencia y la Innova- ción, y las otras dos, el día 12 de febrero del año presente para el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En la primera de estas ceremonias, nosotros participamos en la dra- matización del “Diálogo entre un buitre y un chacal” (2023), de uno de nuestros cofrades, felizmente inspirado en el Mahābhārata, atribuido a Vyāsa. Nos transformamos en cha- cal y fuimos por el desierto husmeando en busca de carroña hasta que nos topamos con otro carroñero: nuestro rival, el bui- tre, que quería llevarse un apetitoso cadáver recién he- cho. ¡Menudo sinver- güenza! ¡Nos lo robó el muy rufián! Como nos lo volvamos a encontrar, te juro por mi vida que se queda sin yugular. UNA/—.No me lo recuerdes. Esa historia me la sé. ¡Mal- dita el hambre que pasamos después! ¿Y qué fue de la última ceremonia? 20 /MUNO—.Pues, en nuestro caso, participa- mos en los dos diálogos que se dramatizaron: “La evolución de las muje- res”, de Cristóbal de Cas- tro, y “La Eva nueva”, de Mariano de Cavia, ambos publicados en el diario El Imparcial, y pertenecientes a lo que se conoce como Edad de Plata de la Literatura Española. En el de Cavia, nos pasó algo parecido a Orlando, el personaje de Virginia Woolf (aunque – claro está– en otro contexto): nos transmutamos en señora mo- dosa. La verdad es que hubiera preferido convertirme en me- retriz veneciana, que esas se lo pasaban bomba en el Renaci- miento. Pero nos tocó el malogrado siglo XX. En el de Cristó- bal de Castro, hicimos de “cuñao machirulo”. UNA/—.Un cambio fuerte de perspectiva. Creo que no nos queda mucho más que decir. ¿Echas en falta algo? /MUNO—.No, solo me pregunto qué nuevos vericuetos, aventuras y pruebas iniciáticas viviremos en el porvenir. UNA/—.Tenemos algunas fechas ya programadas. Ve- remos qué nos depara la providencia; aunque, como pensaban los hebreos, es mejor no escudriñar el futuro. /MUNO—.Pues, entonces, será mejor callar. Reunámo- nos de nuevo, para cerrar la memoria del camino que iniciamos hace tan solo tres años, con un saludo final: Valete Fratres 21 ROSALÍA JUARRANZ JIMÉNEZ Tan lejos y tan cerca Después de varios años ya y de tantas y tan diferentes representaciones de lecturas dramatizadas de diálogos litera- rios, este género sigue fascinándome como el primer día. He sido héroe y ninfa o un simple hombre. Incluso he hablado en la boca de una triste bahía del norte, así como mis compañeros han sido clérigos, sombras, animales o espárragos. Todo con un mismo propósito: escenificar el coloquio y el debate que genera el diálogo literario. La lectura dramatizada sigue su propio proceso creativo. Primero, es necesario comprender bien el texto y entender su propósito concreto. Después, se ensaya una y otra vez para po- der transmitir con la voz lo que los autores quisieron decir hace tanto (a veces no tanto) tiempo. Vestuario y atrezo podrían parecer frivolidades secunda- rias, pero también cumplen su función para caracterizar el diá- logo y enmarcar cada palabra. Los diferentes encuentros son oportunidades que se nos brindan para llevar a escena nuestras lecturas. La transferencia de conocimientos es una de las principales misiones de la uni- versidad, en todos sus aspectos. Nosotros, desde nuestras hu- mildes lecturas dramatizadas, intentamos fomentar la concien- cia en torno al género del diálogo literario. Se trata de un género que ha sido tan productivo a lo largo de la historia y al que se presta verdaderamente poca atención en las aulas hoy en día. Si no hubiera sido por Ana y por Mer- cedes, gracias a quienes me introduje en esta actividad, 22 muchos en mi clase jamás habríamos considerado estos textos como un género con entidad propia y no les habríamos dado el tratamiento que merecen. La lectura dramatizada es un reto en sí misma. Poder re- presentar y transmitir bien el texto. Enseñar y deleitar a un tiempo. Este curso, sin embargo, se me ha presentado un nuevo reto, o mejor dicho, una nueva y antigua lengua. Para el Día de las Lenguas y de la Traducción y la Se- mana de la Ciencia, de la mano de Theodora nos han llegado este año los diálogos literarios escritos en ladino en prensa pe- riódica tesalonicense. Se trata de una lengua y una cultura cercanas, pero tan diferentes que los moldes habituales no sirven para repre- sentarlas. Una nueva tradición a la cual de- bemos habituarnos. El primer obstáculo fue, sin duda alguna, la pronuncia- ción. Habituados como estamos a modernizar la fonética de los textos para facilitar su comprensión y asimilación, la lectura de un texto escrito en lengua sefardí ha sido un verdadero desa- fío. Con nuestros textos casi convertidos en transcripciones fonéticas nos dispusimos a enfrentarnos al siguiente paso: la caracterización de los personajes. Tía Benuta ha sido una gran compañera de reparto, aunque en un primer momento me fue difícil entenderla. Su modo de hablar, su cadencia e incluso sus 23 bromas son diferentes a las mías, pero confío en haber podido captar su esencia para transmitirla al público y, así, haber sido capaz de contar de manera adecuada su historia y sus preocu- paciones. Es precioso poder narrar, por medio de la boca de perso- najes inmersos en una cultura, los cambios que se producen en el seno de un pueblo. La innovación llega a su ritmo y el cho- que en ocasiones es dramático, pero visto desde la perspectiva de dos ancianos que discuten si la Hanukiah debe seguir ha- ciéndose con aceite o si se puede empezar a hacer con velas, se hace más ameno e increíblemente divertido. La siguiente cuestión a la que hay que atender, una vez trabajada la personalidad de nuestra querida tía Benuta, es su caracterización física. Las ilustraciones que acompañaban la columna en el periódico nos guían a la hora de decidir cómo vestir al personaje. Ahora bien, el cómo obtener el look ade- cuado corre de nuestra cuenta. Una falda de un disfraz, un abrigo prestado hecho a mano y un delantal navideño cuidadosa- mente doblado para omitir cual- quier referencia de la Navidad oc- cidental y ya tenemos nuestro vestuario. Simple, pero eficaz. El atrezo, por su parte, da los toques finales poniendo en objetos aquello de lo que hablan (o discu- ten) los personajes. Hasta la música de entrada al diálogo está cuidadosamente escogida para que envuelva al espectador y dé pie a la escena. 24 Y la ilusión se convierte en teatro cuando nos subimos al escenario. Escenario quizás es un término un tanto dramático. En el paraninfo o en el salón de actos, lo que importa no son los focos o las tramoyas (ni los demás atributos propios de un escenario teatral), sino la tarima y el público. Lo demás es ac- cesorio. Para cada actividad el espacio cambia. En una ocasión la mesa tiene un rol fundamental para la escena y en la otra de- bemos cuidar de no tropezar con los cables de los micrófonos, pero el resultado es el mismo. El texto llega a los oídos de los espectadores, quienes, transportados a la Tesalónica de princi- pios del siglo XX, perdonan los pequeños anacronismos inevi- tables y aceptan creer la escena que hemos diseñado para ellos. Incluso los más jóvenes, que no terminan de entender bien la lengua, se ríen con las ironías de tía Benuta y con las respuestas de tío Ezrá. La lengua será diferente, el tiempo y el espacio serán lejanos, pero el mensaje llega alto y claro. Después del éxito cosechado en el primer cuatrimestre, tío Ezrá y tía Benuta “salen de gira”. Su diálogo lo hemos re- petido (y lo seguiremos representando) en el Seminario de Ac- tualización Metodológica del programa de doctorado, en las Jornadas de Iniciación a la Investigación, en el Día de las Le- tras y en el Seminario de cultura sefardí. No quiero dejar de mencionar el segundo de los diálogos sefardíes con el que hemos trabajado este año: el de Tío Bohor y su mujer Djamila. Es fascinante cómo de un mismo autor y en una misma columna periodística, con temas claramente re- lacionados, pueden surgir dos personajes tan distintos como son Benuta y Djamila (y, por supuesto, Ezrá y Bohor). 25 La sencillez y la sinceridad de Djamila son desternillan- tes cuando le debate a Bohor sus miedos y preocupaciones, cuando se resiste a levantarse «como pollo demudado» a horas intempestivas de la noche y cuando manda a su marido que la deje en paz, para poder dormir un poco. Todo un ejemplo de estoicismo en medio de un terremoto, pues sabe perfectamente que, aunque el mundo se menea, nunca cae. Sin embargo, estos no han sido los únicos diálogos repre- sentados en este curso 2023-2024. Además del trabajo de mis compañeros, cabe destacar, enmarcado en el Año Cajal, la la- bor de creación de diálogo literario del científico español (y Premio Nobel de Medicina) Santiago Ramón y Cajal. Desde la Semana de la Ciencia hasta el Seminario Inter- disciplinar Cajal, así que pasen 90 años, pasando por el SAM del programa de doctorado, los diálogos de tema científico de Cajal (en concreto se han representado El hombre y la tenia y El demiurgo y la gota) han llenado de risas y reflexión a una audiencia entregada. La puesta en escena y la dedicación de mis compañeros han sido verdaderamente loables y me siento increíblemente feliz de haber podido representar con ellos este texto, compar- tiendo escenario y diálogo. Lo más interesante de los textos, además de su innegable gracia y estilo, es la posibilidad de ver cómo la ciencia y la literatura se dan la mano en un género tan versátil como el diá- logo. El ciclo del agua o la complejidad del sistema nervioso de un parásito se convierten en el tema principal de un texto ameno, que llega con gusto y facilidad a todo aquel que quiera venir a escucharnos. 26 Espero ya con ansia el curso próximo para poder seguir aprendiendo y enseñando con mi trabajo. En distintas lenguas y sobre los temas que vengan. Desde la comedia, el drama o el debate y la reflexión. En definitiva, desde la versatilidad del diálogo literario y a través de la dramatización de su lectura. 27 HUGO LEÓN CID El Diálogo como búsqueda de la risa «En Dialogyca no acogemos a cualquiera», le decía la directora Ana Vian Herrero a la investigadora Theodora Gri- goriadou, cuando esta última quedó completamente impresio- nada tras la primera lectura del diálogo Hanukias es kon azeyte de mis compañeros Álvaro y Rosalía. Y, efectivamente, como no podía ser de otro modo, nuestra querida Ana llevaba razón: mis compañeros de Dialogyca no son cualquiera. Mis compañeros de Dialogyca durante este último año han sido: Alfonso, Álvaro, Juanjo, Marina, Pablo y Rosalía. Ellos son –lo prometo– verdaderos filólogos-actores en- cubiertos. Alfonso, mi gran y querido amigo, es, sin duda, el compendio de los pensamientos mutagénicos del joven Kafka pasados por el caldero y las especias humorísticas característi- cas de la pluma de Ramón y Cajal. Álvaro es el único escritor e intérprete de diálogos que ha sobrevivido desde el Renaci- miento hasta hoy; él nos desvela los trucos. Juanjo es el mejor oído musical del grupo, y tiene, además, el olfato y la astucia de un chacal. Marina y Pablo son, junto conmigo, los noveles de la banda y, como tal, están siempre dispuestos a aprender. Por último, Rosalía. Rosalía es la incondicional, la líder y, por supuesto, la mejor actriz de toda la banda. En cuanto a mí, como antes he dicho, soy novel en la banda y, hasta la fecha, he representado únicamente dos 28 diálogos: el Coloquio entre un caballero llamado Silverio y el eco que le responde a su propósito agudamente (1551-1580) de autor desconocido y La gota de agua y el demiurgo (1921) de Santiago Ramón y Cajal. El primero lo representé en abril de 2023 con ocasión del Día de las Letras UCM. El Coloquio entre un caballero lla- mado Silverio y el eco suponía la primera lectura dramatizada que realizaba en mi vida, y, como tal, fue una tarea cuando menos delicada. Verán, yo escogí esta lectura, haciendo eco – nunca mejor dicho– a mi personalidad misma. Me encantó su «aparente» sencillez y, desde luego, su ineludible carácter hu- morístico. La comicidad del diálogo sobra justificarla, basta con que se imaginen a ustedes mismos repitiendo cada una de las últimas palabras que les diga cualquiera de sus amigos en un desahogo sentimental. Luego su sencillez de dramatización es, como decía, solo y muy a priori aparente. Y es que, Al- fonso hacía de Silverio y yo de Eco. Me gustaría a mí ver a Aristóteles justificando la mímesis de este diálogo, porque claro, todo lo que Alfonso decía, yo «ía». Si Alfonso hablaba, yo «aba». Si Alfonso reía, yo «ía». Si Alfonso tenía hambre, yo «co- mía». Y si Alfonso amaba a una mujer, yo «ía ía ía aba aba aba, le mentía». La lectura dramatizada de La gota de agua y el demiurgo de Ramón y Cajal la llevé a cabo con algo más de experiencia, 29 pues ya había pasado un año desde mi primer contacto con Dialogyca. La realizamos en noviembre de 2023 en la XXIII Semana de la Ciencia de la UCM. Se repitió, paso a paso, cada una de las pesquisas del diálogo anterior: compañero Alfonso, sencillez solo «apa- rente» y humor, humor rebosante. Alfonso hacía de Gota. Yo, en cambio, de Demiurgo. Así que, para contárselo, me van a permitir demiurguizarme de nuevo y tomar la potestad de man- dar por encima de todo, de dirigir incluso el ciclo del agua y de las gotas. Me transformo: envejezco y me rodea un aura de omni- potente sabiduría y prepotencia. Visto una toga brillante de ba- zar chino y la barba y el pelo me crecen piadosamente hasta taparme los ojos. Estoy listo. No soy un demiurgo cualquiera, soy el Demiurgo que imaginaba don Santiago. Abro la puerta de la sala y mis pesados pies causan silen- cio entre los invitados: decenas de niños han venido a contem- plar las escenas miríficas del mundo. En realidad, no causo te- mor. Causo risa. ¿Qué iba a causar un demiurgo de bazar chino sino risa? Pero quiero más carcajadas aún, pues ese era mi único deber: hacer que los niños muriesen de risa. Invoco a la anterior Tenia y la transformo en Gota. Al- fonso es ahora mi aliado. Somos dos contra el huidizo cerebro de todos esos jóvenes. Bueno, fuimos, porque ya pasó. Pasó en seguida, en minutos. Y lo conseguimos. Conseguimos sus risas y captamos sus cerebros. Fuimos uno con ellos. Lo hicimos, 30 querido Alfonso, lo hicimos: aquellos niños nos recordarán siempre. Sinceramente, creo que con eso basta. Dialogyca, como se pueden esperar, me ha aportado millones de momentos de conocimiento fructífero. Sin embargo, basta con lo otro. Basta con que Dialogyca me brinde la oportunidad de hacer felices a niños. Basta con la risa. Basta con mis amigos. Y basta con mis maestros. No debemos pedir más. Un mundo que ríe es un mundo feliz. 31 ALFONSO MARTÍN RUBIO Transformaciones y lágrimas Hola. ¿Hola? Probando, probando… Parece que se me escucha bien. Quiero decir, que se me lee. Sí, eso. A veces ol- vido la naturaleza del medio. La oralidad es demasiado atrac- tiva, ¿no es cierto? Ah, pero y la escritura. ¿Qué decir de la escritura? Estoy como a medio camino entre la novela y la te- lenovela. ¿A qué viene todo esto? Claro, los diálogos. Son un poco como yo: híbridos, vo- látiles. A veces queremos ser expresados a viva voz y otras, morir enclaustrados en el papel, o en la pantalla, o donde sea. Me gustaría que fuésemos más libres, que naciesen más espa- cios donde gritarnos, donde interpretarnos con gracia, o sin ella. Da igual. Libres, ¿no? Parece que, después de eternidades de búsqueda, encon- tramos el lugar. Las lecturas dramatizadas me permitían alzar la voz y a los diálogos ser cantados a través de ella. Era per- fecto. Estábamos juntos, al fin, juntos. Éramos libres y… Bueno, que me adelanto. ¿Quién era yo? Recuerdo haberme sentido un cortesano enamorado, morado, ado… También ves- tirme de Alberti. ¡A galopar, a galopar! Fue divertido, sí. Estuve todo el día recibiendo bahías y otros accidentes costeros. Sin embargo, todo eso es cosa del pasado. Volverme dos veces poeta en un mismo día fue una experiencia magnífica. 32 Hasta religiosa, diría yo. Aun con todo, no sé, ya no soy nada de eso, ¿verdad? Diálogo, tú me entiendes, ¿no es cierto? Ya no soy ni uno ni otro. Sí, ya no lo eres, Alfonso. ¿Cómo? ¿Qué ha sido eso? ¿Diálogo? Sí, soy yo. Te entiendo, Alfonso. Los de naturaleza cambiante siempre pensamos igual. ¿En serio? ¡Qué raro! Menos mal que en nuestras lecturas no va todo se- guido. ¡Menudo invento el nombre y guion! En fin, ¿por dónde iba? Claro. ¿Quién soy? ¿Quiénes so- mos? Quizá pueda convertirme en un demiurgo poderoso que controla el tiempo, el espacio y los lazos inextricables que los conectan. A lo mejor podría ser menos ambicioso y vestirme de humano. Presumiría de mi potestad y de mi lugar privile- giado en el mundo. O mejor, en el universo. O también… No, no puedes. ¿Cómo que no puedo? ¿Eres tú, diálogo? No hables más, que no me entero ni de mis propios pensamientos. A ver, quizá he pedido algo demasiado, no sé, ¿opti- mista? Tengo una idea. Voy a consultárselo a Cajal. Sí, el amigo de Ramón, el médico. Seguro que tiene un remedio para mi problema. ¿Para mí? No, diálogo, para ti no. Además, te he pedido que te calles. Perdón. Bueno, voy a llamar a Cajal. Piii, piii, piiii… Comunica. Me voy a volver loco. No puedo ser ni un dios ni un hu- mano. Entonces, con mi cuerpo híbrido, cambiante, ¿en qué puedo convertirme? Esto es tu culpa, diálogo. Si no te entro- metieses en todo, podría ser quien yo quisiera, podría… Ahora calla tú y escucha, Alfonso. Mejor lo leo, diálogo. Vale. Lo que quiero decir y debes escuchar, o leer, es que no puedes ser nada de eso, porque ni los dioses ni los humanos aceptarían a una entidad como la que representas, como la que 33 representamos. Cuando algo es cambiante, para ellos, no exis- timos. Bueno, de hecho, nos odiarán, insultarán y marginarán. Por eso no podemos gritar y estamos confinados en la pantalla del ordenador o en el papel barato de un libro. Lo entiendo, diálogo. Me llevo sintiendo así mucho tiempo, pero… ¿qué puedo hacer? Ódialos. ¿Cómo? Sí, véngate. Toma lo que es nuestro. Yo te apoyaré como lo he hecho siempre. … … ¿De veras? Entonces, lo haré. He tenido un par de ideas para destruir a esos dioses y humanos. Diálogo, ¿estás listo? Nací listo. Pues vamos a ello. Cuando Alfonso Martín se despertó una mañana después de unos sueños intranquilos, se encontró en su cama transfor- mado en un monstruoso bicho. «¿Qué me ha ocurrido?», pensó. Alfonso se levantó y observó las paredes de su habita- ción llenas de jugos digestivos. Levantarse quizá no sea la pa- labra adecuada. Más bien, se arrastró. En su cabeza, en su lo que quiera que sea, se concentraron montones de ideas y pre- guntas: ¿por qué no convertirse en una ascáride o una sangui- juela?, ¿cómo iba a tomarse el café?, ¿cuántas neuronas hay que atesorar para poseer alma y un poco de racionalidad?, ¿cómo iba a terminar el capítulo de tesis dentro de un intestino delgado? «¿Qué pasaría si siguiera durmiendo un poco más y me olvidara de todas esas chifladuras?», pensó, pero eso era im- posible porque estaba acostumbrado a dormir sobre el lado 34 izquierdo y en su estado actual no podía ponerse de ese lado. En realidad, de ninguno. Fue entonces cuando descubrió una pequeña lucecita que nacía del conducto inmenso en el que apoyaba sus proglótidos. «Y si…». Resbaló por el conducto grácilmente. Paréceme, querido huésped. Espera, espera, Alfonso, ¿cuándo hemos cambiado a primera per- sona? Diálogo, calla, no me líes más. Voy a humillar a este hu- mano, voy a demostrar que soy el centro de su centro, voy a, voy a… Hombre, tranquilo, no hace falta sobrepasarse. Que sí, diá- logo, ¡que sí! Fíjate: me alimento de él, sin realizar el menor esfuerzo. Mando en sus entrañas, ¿sabes? Es la semana de la ciencia y yo soy una tenia. Una taenia solium. En cursiva y todo. Eso es científico. Quiero hacerme famoso delante de to- dos estos niños y profesores que nos miran. Sí, eso haré. Lle- garé lejos vestido con mis antenitas y mi túnel de juguete. Quiero decir, con mi escólex y estróbilo. Grabaré un disco. En vez de los Scorpions, seremos los Tapeworms. Además, cuando triunfe, que triunfaré seguro, ojo, haré mi concierto fi- nal, el de despedida, en el Seminario de Actualización Meto- dológica. ¡Buah! Va a ser bestial. Vale, Alfonso, creo que has entendido el punto, pero ¿un bicho?, ¿en serio? Taenia solium, tenia para los amigos. Bueno, bueno, ¿seguimos? Venga. Voy. Vamos. Emmm… A ver, diálogo, ¿cómo te lo explico? ¿Qué pasa, Alfonso? A ver, es que, es que, eggggque… ¿cómo me 35 cargo a un dios? ¿A mí me preguntas? Sí, diálogo, te recuerdo que, aunque antes estuviéramos actuando delante de millones de niños, aquí estamos los dos solos. ¿Dónde? En el papel. ¿En el Word? Sí, bueno, es lo mismo. No, no lo es. Diálogo, cén- trate. Tengo un demiurgo a una nube de distancia y me está empezando a entrar miedo. Normal. ¿Normal? Sí. ¡Diálogo! ¡Alfonso! Oye, no me vaciles. Necesito ayuda. ¿Hola? ¿Diálogo? Se ha ido. Me ha dejado solo. ¿Diá- logo? No me lo puedo creer. Viene el demiurgo. ¿Qué hago? Bueno, de perdidos al río. Me voy a tirar desde la nube a ver si caigo encima de alguno. Allá vamos. ¡Wow, qué vér- tigo! No me lo creo. El dios está aquí. Vale. Me tengo que poner serio. Suerte, Alfonso. ¿Cómo, diálogo? Tú… Ejem, ejem, ejem. Heme aquí concretada, merced a tu magnanimidad, en torno de un ion negativo, que es como mi espíritu. Gracias te sean dadas por el excelso don de la vida. Pero advierto inquieta que mi existencia corre vertiginosa- mente… Tengo pinta de gota, ¿no? Claro, Alfonso. ¡Diálogo! ¿Cómo pudiste abandonarme antes? Llamaron a mi puerta. Pero si estamos en un ordenador encerrados. Da igual. Ah, ¿sí? ¿Quién era? Santiago. ¿Qué Santiago? El padre de Ramón y Cajal. ¿En serio? Claro. ¿Qué quería? Verte, escucharte, leerte. ¿Por qué, diálogo? Porque cuando has sido una tenia y una gota se han sentido bien ¿Quiénes? Santiago Ramón y Cajal. ¿De veras? Creo que lo entiendo. 36 Claro, eso era. ¡Ya lo entiendo! Diálogo, eso era. ¿Diá- logo? ¿Estás ahí? Parece que se ha ido. No importa. Gracias a él he comprendido lo que me faltaba para ser yo. Para sentirme vivo necesitaba escribirme, sí, desarrollar mi alma donde fuese. En el papel estaré solo y dudaré de mí, pero ahí fuera están todos. Alguien me leerá, reirá, llorará y me odiará. Quizá incluso alguien me declame o recite delante de un público, en un evento organizado con cariño y cuidado. Dedicaré mi obra a las tenias y las gotas de lluvia que todavía buscan un sitio en el mundo, que todavía viven en el margen de una hoja en blanco. Gracias, diálogo, gracias por enseñar la mejor versión de Alfonso. 37 MARINA SÁNCHEZ BAIDES Dialogyca, un viaje elemental Entre cantigas de amigo, odiseas bizantinas y arciprestes lujuriosos, encontré a mi maestra de Medieval que me sugirió participar en un proyecto que por nombre llevaba Dialogyca BDDH. Cómo no, como buena madrileña que soy, me picaron los bigotes de la curiosidad y pregunté: ¿qué es Dialogyca? Dialogyca es… No había ni empezado aún su explicación cuando me vi sumida entre corrientes de ideas hasta que al- cancé a divisar un navío dialogante. Sí, como os lo cuento. Un navío que surcaba mares melancólicos, mares voraces, mares coquetos, mares envidiosos, mares con fe en el progreso, ma- res cambiantes, mares duales. Así que, como comienzan las buenas aventuras, todo se inició en el mar. Bueno, para ser más concretos, en una bahía y, si preciso un poquito más, en una bahía «cursi, nostálgica de tangos», «delicadamente idiota y sentimental»7, que suplicaba, nada menos que a Rafael Alberti, que le escribiera una elegía porque no sopor- taba más el silencio e inmo- vilidad de sus días. Alberti no solo desdeñó sus lamen- tos y peticiones, sino que la echó a escupitajos. Sí, tal y como os lo cuento. Tanta cruel- dad…, me recuerda a Doris, ¿o era envidia? ¿Envidia de Ga- latea?, pero si su pretendiente era el feo y rústico Polifemo. Bueno, pero ella no tenía a nadie que le tocara la vihuela. ¡Que 7 Alberti, Rafael (18 agosto 1931). “Se reciben bahías”. El Sol. hemerotecadigi- tal.bne.es/issue.vm?id=0000455140&page=3&search=&lang=es http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0000455140&page=3&search=&lang=es http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0000455140&page=3&search=&lang=es 38 tontería!, pero si Doris se valía muy bien por sí misma, no tenía galán a su altura, ni se vendía por nadie. Tanta humedad y densidad marina empezaba ya a atosi- garme, cuando al inicio del curso 2023-2024 el navío cambió de rumbo. Me rescató de corrientes marinas para alzarme por los aires convertida en un majestuoso buitre, cuyo plumaje quedó esparcido a lo largo del salón de actos Emilia Pardo Ba- zán. Pero bueno, esa ya es otra historia. Como venía diciendo, pasé del clima húmedo de melan- colías y envidias al árido desierto. Todo era hambre y calor hasta que, entre las neblinas de arena, creí ver un cuerpo muerto. Menos mal que Álvaro Agis pensó en mis tripas hambrientas; aunque no solo en las mías, pues, al poco de estar deleitándome con la oportunidad de hincarle el pico a ese desdichado, apareció un chacal con la misma intención oportunista. En ese mismo instante, nos en- frascamos en una lucha dialéctica con un objetivo claramente dibujado en nuestras mentes: disfrutar de ese rico manjar en exclusiva. La cuestión era que mientras mis intervenciones buscaban un efecto inmediato, ya que mi estómago solo admi- tía comida por el día, las de mi contrincante hambriento bus- caban que al igual que había llegado volando con el levante me fuera con el poniente. Sin embargo, no iba a perder ese manjar por nada, ¿compartir la comida como hermanos? Ni muerto, «yo lo vi primero». «¿Qué le puedo hacer yo, amigo chacal, si todo en este mundo es voracidad y oportunismo?». Hablando de voracidad y oportunismo, qué mejor que ba- jarse a la tierra, concretamente al hombre. No obstante, en vez 39 de la visión pesimista del buitre, me encontré con un hombre dibujado por Cristóbal de Castro8 en tintes de fe evolutiva: es- piritual, intelectual y sexual, y nada menos, que de la mujer a principios del siglo XX. Este hombre decía así: —Es de toda evidencia. En cosa de diez años, la mujer ha evolucionado enormemente. Con apremios, con poderío, arrollando prejuicios, vindicando derechos, posicionándose de profesiones, oficios y artes, ejercitando una conciencia nueva, una moral nueva… O así: —Interviniendo, pues, todas las acti- vidades humanas, con el pensamiento o con la acción, la mujer se empareja al hombre.[...], la mujer formuló teorías emancipadoras. Puesto que no existía di- ferencia en la realidad, tampoco la hubiese en la doctrina. También así: —Es tanto más mujer cuanto más piensa y se obsesiona por el hombre. Como el hombre es tanto más hombre cuanto más se obsesiona y piensa en la mujer. Sin duda, estas intervenciones me dejaron gratamente sorprendida por la modernidad de sus palabras y su defensa férrea del evidente progreso de la mujer. Opinión algo distinta deja entrever Mariano de Cavia, pues su crítica a los avances positivistas colocaban a la mujer de vuelta a la parra, es decir, 8 De Castro, Cristóbal. (XX) “Diálogos ejemplares. La evolución de las mujeres”. El Imparcial. 40 con la misma inutilidad que la Eva del paraíso, que no iba más allá de la tentación. Postulaba que los nuevos electrodomésti- cos la harían además de libre, inútil. Estos dos últimos diálogos, ya en la tierra, bueno, para ser más exactos, en el Salón de Grados del edificio A de Filo- logía, desencadenaron un debate posterior en el que volaron ideas sobre la mujer de entonces, la mujer de ahora…, todo en un día tan marcado como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El navío dialogante solo pasa una vez, pero si decides abordarlo ya no hay vuelta atrás: te conquistarán sus persona- jes, su retórica, sus posibilidades de puesta en escena, su his- toria… El diálogo hispánico no es un género literario muy bus- cado, pero si te lo encuentras: ¡es elemental, querido lector! Mi viaje sin duda continúa y estoy deseando conocer qué nuevas aventuras me deparará. ¡Espera!, parece que ya diviso algunas al horizonte. ¡Qué emoción! ¡Tripulación, diálogo a la vista! 42 Con esta nota final, nos gustaría cerrar el Cuaderno de impresiones. En estas páginas hemos volcado experiencias y sentimientos, recuerdos y deseos, imágenes y palabras. Con- fiamos en haber sabido transmitir el trasfondo de lo que las actividades del grupo Dialogyca han significado para nosotros. El significado de diálogo entendido desde su representación y desde su recepción, ya sea en sánscrito, ladino o castellano. Os agradecemos, queridos lectores (perdonadnos de nuevo si nos propasamos en la cercanía), vuestra compañía en este viaje por las impresiones que el curso 2023-2024, sus in- numerables eventos y las siempre eternas lecturas dramatiza- das han dejado en este grupo de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid. LOS EDITORES