Cuaderno Lab. Xeolóxico de Laxe Coruña. 1987. Vol. 12, pp. 79·87 Características de las alteraciones de las Sierras de Guadarrama y Malagon (Sistema Central Español) Features of alterations of igneous rocks from Sierras of Guadarrama and Malagon (Spanish Central Range) CENTENO, J. D. Y BRELL, J. M. Se describen las características de las alteraciones desarrolladas sobre las rocas íg­ neas de un sector del Sistema Central. Criterios geomorfológicos y su distinta composición mineralógica permiten supo­ ner su origen a partir de distintas etapas de alteraci6n. Se discuten las condiciones climáticas durante su formación, realizada siempre bajo climas poco agresivos. Palabras clave: rocas ígneas, alteración, paleoclima, cuaternario, terciario, precre­ tácico. The main features of the alterations developped on igneous rocks of Central Sy­ stem are described. From geomorphological criteria as well as mineralogical data, different stages of weathering are been inferred. Although weathering processes have not been strong, different conditions are discussed for each stage. Key words: igneous rocks, alteration, paleoclimate, quaternary, tertiary, precre­ taceous. CENTENO,]. O. (Opto. de Geodinámica. Fac. Ciencias Geol6gicas. Univ. Complutense. Madrid. 28040) BRELL,]. M. (Opto. de Estratigrafía. Fac. Ciencias Geol6gicas. Univ. Complutense. Madrid. 28040) 80 Centeno & Brel! INTRODUCCION Muchos trabajos dirigidos al conoci­ miento de la evolución morfológica del Sis­ tema Central, yen general del Macizo Ibéri­ co, han prestado atención al estudio de las alteraciones que frecuentemente se han de­ sarrollado sobre las rocas graníticas y meta­ mórficas de la zona. Las alteritas cubren am­ plios sectores del sustrato del Macizo Ibéri­ co, y su caracterización ha sido utilizada fre­ cuentemente como criterio para determinar la historia paleoclimática y, en particular, las condiciones paleoclimáticas del modela­ do del relieve. Por ello, son muchas las in­ vestigaciones sobre la génesis de estas altera­ ciones, la edad de su formación y las condi­ ciones climáticas a que están asociadas. Por otra parte, desde la aparición de hi­ pótesis sobre la génesis subsuperficial de al­ gunos relieves graníticos, el estudio de las alteraciones ha adquirido un nuevo interés ya que las génesis de ambas alteritas y for­ mas, están íntimamente ligadas. En este trabajo se exponen los resultados obtenidos en el estudio de las alteritas y los rasgos geomorfológicos del sector Centro­ oriental del Sistema Central. Las dataciones de las alteritas presentan a menudo cierta dificultad. En un trabajo reciente (CENTENO, 1987) se establecía una clasificación cronológica de las alteritas del Sistema Central. La datación, que se ba~ saba en criterios estratigráficos y geomorfo­ lógicos, permite un enfoque histórico al es­ tudiar las caracterlSticas de estas alteritas y su significado genérico. Los resultados de esta investigación se presentan para discutir unas pocas aportaciones de las que desta­ can: (1) Composición de muestra total y fi­ losilicatos de muestras correspondientes a cinco grupos cronológicos de alteración. (2) Que las alteritas predominantes, a ex­ cepción de las fosilizadas por materiales cre­ tácicos pueden haberse generado por proce­ sos moderados de transformación o bisialiti­ zación en el sentido de PEDRO (1984). SITUACION y RASGOS GEOLOGICOS BASICOS Hemos estudiado alteraciones proceden­ tes de los sectores Central y Occidental del Sistema Central (en el sentido de BElliDO et al., 1981) en la vertiente meridional (cuenca del Tajo). La figura 1 refleja las principales áreas de muestreo. Todas las muestras proceden de una roca original de carácter ácido, sobre todo grani­ toides tardihercínicos de tendencia adame­ Ilítica y gneises glandulares preordovícicos. !;3 GRANITOIOES ¡;a R.IIETAIIORFICAS 17:1 SED. IIESOZOICOS­ W:J CENOZOICOS O ID 2OKIft. . Fig.l METODO CD ALTERITAS PRECRETACICAS ® PREPALEOGENAS $ PREIlIOCENAS INOETERIIINADAS ® PLEISTOCENAS La composición mineralógica de las alte­ ritas se ha determinado mediante difracción de rayos-X, a partir de difractogramas de polvo de la muestra total y de las fracciones inferiores a las 60 micras. La composición de los filosilicatos se ha analizado a partir de difractogramas realizados sobre agregados orientados de las fracciones inferiores a las 2 micras, separadas mediante suspensión e in­ feriores a las 0,2 micras separadas por centri­ fugación. Sobre los agregados orientados se han realizado sistemáticamente los trata­ mientos más usuales, solvatación con etilen­ glicol y calentamiento a 550 oC durante dos horas, y en los casos que se ha considerado necesario se han realizado además otros en­ sayos más espeérncos. Las determinaciones cuantitativas se han realizado por e! método de los poderes reflectantes sobre e! difracto­ grama de polvo de la muestra total y sobre los difractogramas de agregados orientados de las fracciones inferiores a las 2 micras. CARACTERISTICAS DE LAS ALTERA­ CIONES Como ya indicaban GUTIERREZ ELORZA y RODRIGUEZ VID AL (1978) los perfiles de alteración ,de! Sistema Central presentan zonaciones típicas de las partes basales, encontrándose truncados en su par­ te superior. La decapacitación afecta a nive­ les muy diferentes de los perfiles según los distintos sectores, pero en general se obser­ van sólo los tramos más próximos al frente de alteración en las superficies inferiores, mientras que en las superficies de paramera y cumbres, se han preservado los perfiles más completos. En general se ha conservado la estructura y otros rasgos de! substrato, ta­ les como fracturas, enclaves o diques. Este rasgo es propio, según SAAVEDRA y MAR­ TIN PATINO (1983) de los niveles profun­ dos de perfiles lateríticos. A pesar de que las alteraciones se pre­ sentan frecuentemente con espesores de va­ rias decenas de metros, el material original está poco transformado. El contenido en fracción arcillosa es bajo y e! término de «arenas de alteración~ es en muchos casos e! más descriptivo. En las granulometrías reali­ zadas, la fracción samítica varía entre e! 80- 95 %', mientras que la fracción inferior a las Características de las alteraciones 81 60 micras no suele superar en muchos casos e! 10 %. En consonancia con esta distribu­ ción de tamaño de grano los contenidos en plasma, en el sentido de PEDRO (1983), son siempre bastante bajos. Por su situación en e! entorno geomor­ fológico y por su posición estratigráfica ha sido posible definir varios grupos de altera­ ciones, cuya edad ha podido ser determina­ da con mayor o menor precisión según los casos (CENTENO, 1987). 1. Alteraciones pre-Cretácico superior. (Fig. 2A) Son las alteraciones más antiguas que se han encontrado y las que ofrecen menos du­ das en cuanto a su carácter relicto al estar fo­ silizadas por sedimentos de! Cretácico supe­ rior. Las muestras estudiadas han sido reco­ gidas al Sur de Valdemorillo en donde se han originado a partir de un neis glandular que se presenta intensamente alterado, has­ ta tal punto que en algunos afloramientos es difícil reconocer su estructura original. Las alteritas de color blanco-amarillento están constituídas por un 50-60 % de cuar­ zo, un 5 -10 % de feldespatos y un 30-40 % de filosilicatos. Entre estos últimos domina la ilita con contenidos de! 50-55 % que se encuentra exclusivamente asociada con un 40-50 % de caolinita. La ilita se presenta «abierta» y su cristalinidad disminuye nota­ blemente en las fracciones más finas, infe­ riores a las 0,2 micras. La caolinita se pre­ senta siempre con un politipo muy desorde­ nado y sus contenidos aumentan en las frac­ ciones más finas. 2. Alteraciones truncadas por superficies de edad paleógena. (Fig. 2B) Constituyen las alteraciones más poten­ tes y que ocupan mayor extensión dentro de la zona estudiada, encontrándose preferen­ temente en las laderas de las elevaciones 82 Centeno & Brell GRUPO 1 PRECRETACICO be A lIIIlD m m a lliI O • O m * • •• ••• be A a LEYENDA COIIPOSICION WHERALOGlCA GLOBAL CUARZO FIELDESPlTOS FILOSIUCATOS COMPOSICIQN MINERALOGICA FlLOSILICATOS ILLlYA ESMEeTITA VERMlCULlTA CAOLINITA INTERESTRATI'ICAOOS INDICIOS Ftol (5%) MI 1ft' ESMECTITA 'LUYA CAOLlNITA Fn.GSILlCATOS DE: lAJA C"'STIlINIOAD cc.POIICION M'NEltALOItcA 'LOML CUORZO "LD~TOI 'LOSILICA'I'OI CCJWCaCIOII IIINEMLOIICA PLOIILlCATOI ILUlA ESMEC11TA YERM'CULITA CAOLINITA INTEREITRATI'ICAOOI * INDICIOI'''' (, .. ,.. lit • IIIIIC'rITA •• ILUTA ••• CAOLINITA be PlLOIILICATOI H IWA CRISTALII.DAD --­be Fig.2.B -be ~ PREMIOCENO •• be * be GRUPO rv INDETER.NADO • •• be "IV ELES SUPERIORES be B be be GRUPO V PLEISTOCENO be -be be Fig.2.A PERFILES TRUNCADOS NIVELES PROFUNDOS principales. En las áreas de fractura su po­ tencia es sensiblemente mayor, pudiendo alcanzar varias decenas de metros. Las alteritas de este grupo se encuentran truncadas a techo por los niveles de cumbres y paramera (M3) que corresponden a la «Pe­ nillanura Poligénica» de edad paleógena de­ finida por PEDRAZA (1978). A pesar de su carácter truncado y gracias a la potencia de los perfiles, pueden observarse tanto las par­ tes profundas como las superficiales de este grupo de alteraciones. La alteración correspondiente a los nive­ les más superficiales ha sido muestreada, por la calidad de los afloramientos en la Pe­ ña Cenicientos, situada al SW de la zona es­ tudiada y en el Puerto de Canencia, al NE de la misma. En ambos sectores la alteración presenta composiciones mineralógicas muy similares. En Canencia, las alteritas de color rojo y morado están constituídas por un 20-25 % de feldespatos, principalmente or­ tosa, y por un 30-35 % de filosilicatos, co­ rrespondiendo el resto' a los contenidos de cuarzo. En Cenicientos la alteración es de color blanco y presenta unos contenidos en fel­ despatos del 10-15 %, valores sensiblemen­ te inferiores a los de Canencia, mientras que los filosilicatos son más abundantes, repre­ sentando el 40-50 % del total de la muestra. Los filosilicatos están constituídos en ambos sectores por caolinita e ilita en por­ centajes muy parecidos del orden del 35-40 %, junto con un 15-25 % de vermicu­ lita. En algunos puntos se encuentran ade­ más pequeños contenidos de esmectita y / o interestratificados del tipo ilita-esmectita o ilita -vermiculita. Los niveles profundos de estas alteracio­ nes han sido muestreados en el sector de Miraflores-Bustarviejo, al NE de la zona es­ tudiada. En estos puntos y debido a una in­ tensa fracturación, las alteritas. pueden al­ canzar potencias de varias decenas de me­ tros. En el fondo de la depresión situada al Nort~ de Miraflores yen el corredor tectóni­ co de Bustarviejo se observa a menudo ras-o CaracteclSticas de las alteraciones 83 gos de la roca original, como diques o encla­ ves, y existe cierta continuidad con las alte­ ritas de los niveles superiores, por lo que se puede afirmar con cierta seguridad, que se trata de la misma generación de alteraciones truncadas por las superficies paleógenas. En aquellos lugares en donde la estruc­ tura original de la roca es visible, como en el lugar conocido como Los Barrancos (Bustar­ viejo) donde se trata de un granitoide de grano grueso, probablemente una adamelli­ ta biotítica, se observan diferencias impor­ tantes en el contenido en filosilicatos que oscilan entre el 35 % de las zonas con altera­ ción roja y amarillenta de grano fino y el 55 % en las zonas con alteración de color blanquecino y de grano grueso. En conteni­ do en feldespatos oscila entre el 5-25 %, presentándose con valores proporcional­ mente inversos al de los filosilicatos. Los fel­ despatos son fundamentalmente potásicos, encontrándose las plagioclasas ausentes o en contenidos muy bajos. En todos los casos la composición de los filosilicatos es muy simi­ lar, con un 40 % de caolinita, un 40 % de ilita y un 20 % aproximadamente de inte­ restratificados del tipo ilita-esmectita, todos ellos con una cristalinidad muy baja. También en niveles profundos de esta misma zona, se encuentran alteraciones con características algo distintas, pero con el de­ nominador común de haber destruído la estructura original del substrato. La compo­ sición de estas alteraciones no difiere cuali­ tativamente de las anteriores, aunque los contenidos relativos de ilita y caolinita se si­ túan entre márgenes algo más amplios. 3. Alteraciones pre-miocenas exhumadas de depósitos miocenos. (Fig. 2A) Corresponden a las alteraciones que aparecen en superficies exhumadas de de­ pósitos del Mioceno superior y desarrolladas sobre un granito adamellítico. Estas superfi­ cies ya habían sido descritas por PEDRAZA (1978) al noroeste de la localidad de Aldea 84 Centeno & Brell del Fresno. En las zonas afectadas por la fracturación local, las alteraciones presentan un aspecto muy diferente a las que se en­ cuentran en sectores no tectonizados. Cuan­ do no hay trituración, los filosilicatos repre­ sentan el 45 % de la alterita, junto con un 15-20 % de feldespato potásico y un 35- 40 % de cuarzo. Los filosilicatos están cons­ tituídos mayoritariamente por esmectita dioctaédrica, 90-95 %, que presenta una cristalinidad relativamente buena, junto con pequeños contenidos en ilita. La alteración en las zonas en donde no hay trituración presenta unos contenidos en calcita del 50-60 %, distribuyéndose el resto entre un 20 % de cuarzo e igual cantidad de filosilicatos, constituídos exclusivamente por esmectita. Los feldespatos pueden re­ presentar como máximo el 5 % de la alteri­ ta, aunque están ausentes en algunas mues­ tras. Esta alteración es de color blanco y no permite distinguir ninguna estructura de la roca original, contrastando con algunas zo­ nas colindantes en las que el granito, aun­ que triturado, se presenta sin alterar. La cal­ cita de estas alteritas debe ser interpretada como un proceso sobre impuesto a la altera­ ción, como consecuencia de aportes pre­ miocenos o posteriores a la exhumación, co­ rrespondiendo en este caso a un fenómeno de encostramiento. 4. Alteraciones de edad indeterminada situadas en la superficie encajada en el pedimento (Fig. 2A). Este grupo de alteraciones está relacio­ nado con los relieves expuestos por la susti­ tución de la superficie pliocena MI' pero su edad no puede ser determinada con preci­ sión' debido a la falta de criterios geológicos o geomorfológicos. En general estas altera­ ciones se caracterizan por un escaso grado de transformación, presentándose con el aspec­ to de una roca fresca pero con los granos muy deleznables. Las muestras analizadas procedentes de granito biotítico están com- puestas mayoritariamente por un 65-70 % de cuarzo y un 15-20% de feldespatos, en­ tre ortosa y plagioclasas, junto a un 15 % aproximadamente de filosilicatos. Entre es­ tos últimos domina casi siempre la ilita en contenidos que oscilan entre el 75-100%. Asociada a la ilita, se encuentra en algunos casos un 15 % aproximadamente de caolini­ ta y pequeñas cantidades de esmectita. 5. Alteraciones pleistocenas. (Fig. 2A). Hay criterios geomorfológicos que indi­ can la existencia de alteraciones cuya génesis tuvo lugar en el Pleistoceno. Su posición cronoestratigráfica ha sido fijada por CEN­ TENo (1987) en relación con los fenóme­ nos de rubefacción y formación de suelos ro­ jos en la Cuenca del Tajo y especialmente en el valle del Alberche. El período de alte­ ración se situaría entre la parte media del Pleistoceno inferior como límite inferior y del Pleistoceno medio a la parte media del Pleistoceno superior como límite más re­ ciente. El muestreo de este grupo de alteracio­ nes resulta difícil, ya que han sido parcial­ mente erosionadas en aquellos lugares en donde se puede precisar mejor su edad y los restos que han quedado preservados se en­ cuentran parcialmente lavados. Los análisis realizados tienen por lo tanto una fiabilidad limitada e incluso el resultado obtenido en algunos casos apoya esta idea. Así en algu­ nos casos, muestras tomadas en puntos muy próximos y sin diferencias de campo aparen­ tes presentan composiciones mineralógicas cuantitativas algo distintas. Sin embargo, hay que destacar que el contenido en filosi­ licatos de la mayor parte de las muestras es· tudiadas indica que las alteritas no han sido lavadas tan intensamente como cabía espe­ rar. Los filosilicatos representan como térmi. no medio el 30-3 5 % de la alteración y van acompañados de un 20-25 % de feldespato! potásicos y calco-sódicos y de un 40-50 % de cuarzo. En los casos más frecuentes el plas­ ma de la alterita está constituído por un 30-40 % de caolinita, con baja cristalinidad, un 30-35 % de ilita y un 20-25 % de vermi­ culita. En otras muestras de este mismo gru­ po se observan contenidos algo más eleva­ dos en caolinita, del orden del 50-65 %, en detrimento de los de ilita y vermiculita. A partir de la altura de flared slopes ex­ puestas, podemos calcular que la potencia de estas alteraciones oscilaría entre 1,5 Y 3,5 metros, pudiendo en algunos casos alcan­ zar, a juzgar por la existencia de algunas fIa­ res mal conservadas un desarrollo de 8 a 10 metros. RESUMEN En primer lugar hay que indicar que las interpretaciones paleoclimáticas basadas en el estudio de las alteraciones deben realizar­ se siempre con mucha precaución, ya que frecuentemente es difícil asegurar si la alte­ rita es el resultado de una o de varias etapas de alteración superpuestas. Por otra parte, las superficies de discontinuidad estratigrá­ fica sobre las que se desarrollan las alteracio­ nes' suelen ser zonas muy favorables para la circulación de aguas, sobre todo en los casos en que el nivel que fosiliza la superficie de discontinuidad es de naturaleza detrítica. En estos casos pueden desarrollarse altera­ ciones «póstumas:. que no tienen relación cronológica ni climática con la etapa de dis­ continuidad a la que se encuentran asocia­ das. Por otro lado, factores geomorfológicos que controlan la intensidad de la circulación de aguas pueden determinar las reacciones de alteración tanto como las condiciones cli­ máticas (MOliNA et al., 1986). Independientemente de estos proble­ mas que son comunes a todas las paleoalte­ raciones, y teniendo en cuenta que los subs­ tratos sobre los que se han desarrollado estas alteraciones han sido rocas ácidas con com­ posiciones mineralógicas bastante próximas, se pueden establecer algunas diferencias en- Caracteristicas de las alteraciones 85 tre los distintos grupos estudiados, aten­ diendo al contenido en minerales que han permanecido inalterados y a la distinta com­ posición mineralógica del plasma arcilloso originado durante la alteración. De todas las alteraciones estudiadas, las incluídas en el grupo 1, pueden ser conside­ radas como las de mayor intensidad, dado el contenido relativamente alto (50 %) de cao­ linita que presentan y los bajos contenidos (5 %) en feldespatos que han quedado sin alterar. Estas alteritas que presentan parte de su plasma originado por neoformación son comparables con las de edad pérmica descritas por VIRGIli et al., (1974) en el Sistema Central y Cordillera Ibérica. Por otra parte, las alteraciones de los grupos Il y V muestran entre sí ciertas ana­ logías, que permiten diferenciarlas de las anteriores, tales como los contenidos algo más bajos en caolinita (35-40 %), los mayo­ res contenidos en feldespatos (10-25 %) Y la presencia en su plasma de vermiculita, inte­ restratificados ilita-vermiculita o ilita-es­ mectita y en algunos casos pequeños conte­ nidos en esmectita. La vermiculita es un fi­ losilicato frecuentemente citado en altera­ ciones de climas intermedios con lixiviación moderada (EBERL, 1984). Según BARS­ HAO (1966) las condiciones óptimas para su formación se encuentran en climas tem­ plados y húmedos con precipitaciones supe­ riores a los 900 mm / año. En rocas ácidas su origen puede darse por neoformación a par­ tir de la alteración de los feldespatos (TARDY, 1969) o bien por degradación de minerales micáceos (PACQUET, 1970), a través de una transformación en la que in­ tervienen minerales interestratificados cons­ tituídos en parte por ilita. Aunque en nues­ tro caso su origen es difícil de establecer con exactitud, su coexistencia en muchas mues­ tras con interestratificados (10-14 h) Y (10-14 v) nos permiten interpretar que su formación se ha realizado a partir de las mi­ cas del substrato. Las alteraciones del grupo III se diferen­ cian de las anteriores por la presencia de 86 Centeno & Brell contenidos elevados de esmectita y la ausen­ cia de caolinita. La esmectita es un producto frecuente en la alteración de rocas ácidas ba­ jo climas templados (MEUNIER, 1980; VELDE Y MEUNIER, 1987) Y su formación es frecuente en condiciones semiáridas con baja lixiviación (1HOMPSON et al., 1982), en las que la formación de vermiculita no se ve favorecida (EBERL, 1984). La esmectita encontrada en estas alteraciones es siempre de naturaleza dioctaédrica y su origen tanto puede deberse a procesos de neoformación a partir de la alteración del feldespato, como a la transformación a partir de micas (PAC­ QUET, 1969). En este caso, su coexistencia con cantidades apreciables de feldespatos y contenidos bajos en ilita, reflejan unas con­ diciones de inestabilidad para los minerales micáceos que evolucionarían transformán­ dose a esmectita. Por último las alteraciones correspon­ dientes al grupo IV se presentan como las más suaves de todas las estudiadas en esta región. Se trata fundamentalmente de una alteración de arenización, que permite la conservación de la mayor parte de los feldes­ patos y va acompañada exclusivamente por un proceso de ilitización de las micas. CONCLUSIONES No se ha encontrado en esta zona nin­ guna alteración que presente las caracteelSti­ cas de haberse originado bajo climas muy agresivos como supone GUTIERREZ ELOR­ ZA et al. (1978) Y MOLINA et al.(1980). Los contenidos en caolinita determinados, no son en ningún caso muy elevados y la gibsita, cuya utilización como indicador de condiciones muy hidrolizantes es discutible (REYNOLDS, 1971; VIEIRA e SILVA, 1980), tampoco ha sido encontrada en nin­ guna de las muestras estudiadas. Como hemos indicado las alteraciones del grupo I corresponden a la etapa de alte­ ración más intensa de las estudiadas y po­ deJa tratarse de la alteración de edad Pérmi­ ca descrita por VIRGILI et al. (1974) o bien ser otra etapa distinta desarrollada durante el Mesozoico anterior al depósito del Cretá­ cico superior, bajo climas cálidos y alternati­ vamente secos y húmedos, como los que ac­ túan en la formación de suelos fersialíticos. Se han encontrado además dos etapas de alteración, correspondientes a los grupos IJ y V desarrolladas bajo climas con tempera­ turas intermedias y relativamente húmedas, en las que se ha desarrollado vermiculita. La primera de estas etapas tuvo lugar probable­ mente durante el Terciario inferior y es an­ terior al desarrollo de la superficie de ero­ sión paleógena. La segunda etapa puede si­ tuarse durante el Pleistoceno medio y tal vez sea correlacionable con las formaciones de suelos rojos de los niveles de terrazas su­ periores en el Alberche, o en último extre­ mo' aunque con menos intensidad, con la citada por MOLINA et al. (1980). Entre ambas etapas y probablemente durante el Mioceno inferior o medio, se en­ cuentra un período más árido, durante el que se forman las alteraciones con abundan­ te esmectita del grupo IIJ. El desmantela­ miento de estas alteraciones debe ser el ori­ gen de las formaciones detríticas situadas en el borde norte de la Cuenca del Tajo, que presentan contenidos elevados en esmectita dioctaédrica (BRELL et al. 1985). Esta etapa de alteración podría corresponder a la citada por VAUDOUR (1979) para el Mioceno en el área de Madrid. Por último y probablemente durante el Plioceno, tiene lugar la formación de las al­ teraciones del grupo IV, bajo climas tem­ plados o fríos, con pocas precipitaciones que generan exclusivamente procesos de areni­ zación e ilitización del substrato ígneo. A excepción de las del grupo 1, que pue­ den considerarse como alteraciones parcial­ mente hidrolizantes, las demás estudiadas pueden encuadrarse dentro de las alteracio­ nes moderadas, con un plasma arcilloso ge­ nerado por transformación mediante proce­ sos de bisialitización en el sentido de PE­ DRO (1984). Recibido, 4-IV-88 Admitido, 7-VI-88 BIBLIOGRAFIA BARSHAD, 1. (1966) .• The effect ofvariation in preci­ pitation on the nature of clay mineral formation in soils from acid and basic igneous rocles •. Proc. Int. Clay. Con!, 1: 167-173. BELLIDO, F., CAPOTE, R., CASQUET, c., FUSTER, J. M., NAVIDAD, M., PEINADO, M. yVILLASE­ CA, C. (1981). «Caracteres generales del cinturón hercínico en el sector oriental del Sistema Central Espai'iol. Cuadernos de Geología Ibénca, 7:15-5l. CENTENO, J. D. (1987) .• Morfología granítica de un sector del Guadarrama Occidental •. Tesis Doctoral. Editoría/ de la Universidad Complutense. (En prensa). Madrid. BRELL, J. M., DOVAL, M. y CARAMES, M. 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