ACTA GEOLOGICA HISPANICA, v. 26 (1991), n", pigs. 35 - 54 Sedimentacion lacustre durante el Cretacico en la Cordillera Iberica, Espana. A. ALONSO *, N. MELENDEZ * Y J.R. MAS * * Dpto. de Estratigrafia. Fac. de C. Geológicas. Univ. Complutense. 28040 MADRID. ABSTRACT. con una fase distensiva; se crean cuencas relativamente peque- has, pero muy subsidentes, con predomini0 de sedirnentación ' Lake deposits were important in the Iberian Ranges during continental. El segundo periodo corresponde a la etapa regresiva two episodes of the Cretaceous time: from Berriasian to Aptian finicretácica, relacionada con una fase compresiva; se crean (Lower Cretaceous) and during the Maastrichtian (Uppermost cubetas continentales aisladas. Cretaceous). The first one was related to the fracturation stage of an extensional phase, resulting in the formation of medium size Durante el Cretácico inferior se crearon en el sector de la (althoughvery subsident) continental basins (Iberian s,s,,Maestrazgo Cordillera Ibérica tres cuencas o cubetas cuyas historias evoluti- and Cameros), The second period corresponds with the Late vas, aunque paralelas, muestran divergencias debido a diferen- Cretaceousregressive stage, and was ass0ciate.d with acompresional c i a ~ en la situaciÓn geOgráfica Tetis, ya phase. As a result, several small and isolated basins appeared, mente abierto y a variaciones en la tasa de subsidencia. Estas and were filled with continental deposits. cuencas fueron; el surco suroriental, o Cuenca Ibérica s.s., la Cuenca del Maestrazgo y la Cuenca de Los Cameros. En este The present paper deals with the analysis of the lacustrine trabajo se analizan las facies lacustres que aparecen en la Cuenca facies in two of the three basins that diferenciated during the Ibérica s.s. (la menes subsidente) y en la Cuenca de Las Cameros Cretaceous in the Iberian Ranges. The Cameros basin, which was (la mas subsidente), durante 10s dos períodos antes mencionados, the most subsident and occupied an inner position, and the Cretácico Inferior y Cretácico Terminal, Iberian basin s.s, that was the less subsident and open towards the Tetis. Independientemente de la edad y de la cuenca o cubeta en que se realice la sedimentación lacustre, hay una característica co- There are several distinctive and common characteristics of ,fin muy destacable: se trata casi sin excepciones de sedimentos the lake deposits, in spite of the age and location of the basin carboniticos, de ambientes someros, lagos permanentes poc0 where these facies were deposited: Almost every lacustrine unit profundos en muchas ocasiones relacionados con sistemas was deposited in shallow lakes with important palustrine associated aluviales amplios dentro de las cuales aparecen lagos efímeros o areas; the facies are predominantly carbonates and arc verY semipermanentes. Las facies se distribuyen en secuencias frecuently arranged into sequences which start with open lacustrine mayoritariamente de somerizaci,jn, paSandose de base a techo de rnudstonesandfinishwithmicritesshowing evidencesofsuperimposed ,ituaciones lacustres abiertas a situaciones palustres, pedogenic processes (palustrine facies). Palabras clave: Sedimentación lacustre. Cretácico. Cordillera Key words: Lake deposits. Cretaceous. Iberian ranges. Spain. Ibérica. RESUMEN. INTRODUCCION. La sedimentación lacustre durante el Cretácico aparece en la Cordillera Ibérica relacionada principalmente con dos periodos: Contexto paleográfico y ~aleotectÓnic0- el comprendido entre el Berriasiense y el Aptiense (Cretácico inferior) y el Maastrichtiense (Crttácico terminal). El primer0 En la Península Ibérica se produce durante el corresponde a una etapa de fracturación importante relacionada Kimmeridgiense una etapa de inestabilidad tectdnica y una regresión generalizada que dan lugar en la Cordillera Ibérica a una discontinuidad importante y a la posterior sedimentación de potentes series de naturaleza basicamente continental, o de transición marino - continental, (exceptuando algunos episo- d i o ~ de sedimentación pelágica en la Cuenca del Maestrazgo), que caracterizan el comienzo de la se- tdimentación cretácica. Estas series sedimentarias incluyen varios episo- cdios de sedimentación lacustre, de caracter carboná- l.ico principalmente, cuya distribución areal y tam- hien temporal es muy compleja, pues responden a un contexto paleogeográfico que refleja las especiales condiciones tectónicas, climáticas y eustáticas que afectaban a la placa ibérica en esa época. Por tanto, para comprender mejor las caracteristicas de la sedi- lnentación lacustre durante el Cretácico en la zona centro peninsular, es conveniente hacer previamente una breve descripción de esos tres principales facto- res condicionantes: clima, tectónica y eustatismo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la placa Ibérica ocupaba durante el Cretácico un lugar situado entre 10s paralelos 20 y 30, es decir, una situación netamente tropical, con su extremo sur aproximadamente en el trópico de Cancer (Rat, 1982). ]'or tanto, el clima fue predominantemente cálido y húmedo, 10 que logicamente condicionó completa- Inente la sedimentación. A lo largo del Cretácico se pueden confirmar en general esas condiciones, aun- Figura 1.- Esquema del movlmlento relativo de la Placa Ibértca durante el Cretácico. 1- Durante el Cretácico inferior. 2- Durante el Cretáclco superior. (Adaptado de varios autores). Figure 1.- Relative movement of the Iberian Plate through the Cretaceous. 1.- Lower Cretaceous. 2.- Upper Cretaceous. (Severa1 authors). que 10s estudios detallados muestran variaciones apreciables. Segun Bowen, (1966) y Pearson, (1978), basándose en el estudio de isótopos estables de las conchas de belemnites, la temperatura durante el Cretácico inferior fue subiendo paulatinamente hasta el Albiense, momento en el cual alcanza un máximo. Inmediatamente despues, baja, siendo el Cenoma- niense superior y el Turoniense inferior una etapa mas fria. El otro máximo se situa en el Santoniense - Campaniense, para volver a bajar en el Maastri- chtiense. En segundo lugar, el contexto tectónico era muy complejo durante esa etapa, ligado al movimiento de la placa Ibérica durante el Cretácico. Fué este factor el que condicionó la formación y evolución de las cuencas y el caracter de las mismas. Durante el Cretácico inferior (Boillot et al., 1984), la placa Ibérica tuvo un movimiento de rotación antihoraria, relacionada con la apertura del Golfo de Vizcaya y coincidiendo con el comienzo del cierre del Tetis. La tendencia general es distensiva, creándose o reacti- vándose cuencas muy subsidentes. Durante el Cretá- cico superior, el sentido del desplazamiento cambió radicalmente, la placa empezó a desplazarse hacia el Norte-Noroeste, contra la placa Europea (Fig.l), empezando una etapa compresiva que se refleja prin- cipalmente en una regresión generalizada y en la creación de cuencas continentales. Por Último, hay otro factor global que condicionó la sedimentación durante el Cretácico en la placa Ibérica, el eustatismo. Según Vail et al., (1977), las fluctuaciones del nivel del mar durante el Cretácico inferior fueron varias, hecho que queda reflejado en la Cordillera Ibérica de forma muy clara (Vilas et al., 1983).Ninguna sin embargo fue tan importante como las variaciones que se produjeron en el Superior ya que durante el Cenomaniense superior y el Turonien- se se produjo una subida importantisima (entre 150 y 500 metros, según 10s diversos autores) que dio lugar a la creación de grandes plataformas epicontinenta- les. En la placa Ibérica, esta subida del nivel del mar provocó la inundación de una gran parte de la misma, llegándose a unir las cuencas de dominio tetisiano con las de dominio cantábrico (Alonso et al., 1989). Naturalmente, la sedime~ltación continental en esta etapa quedó sumamente reducida, y la sedimentación lacustre anulada. LAS CUENCAS CRETACICAS DE LA CORDI- LLERA IBERICA. Como resultado de la coordinación de 10s factores señalados con anterioridad, se originaron durante el Cretácico inferior tres cuencas sedimentarias bien delimitadas (Fig. 2): Figura 2.- Las cuencas sedimentarias diferenciadas en la Cordi- llera Ibtrica durante el Cretácico inferior (Barremiense inferior). (Modificado de Garcia, 1982). Figure 2.- Sedimentary basins in the Iberian Ranges during the Lower Cretaceous (modified from Garcia, 1982) La Cuenca Ibérica s.s., situada en el Sureste y abierta hacia el Tetis. Ha sido interpretada como un aulacógeno (Alvaro et al., 1979), siendo concreta- menta el periodo que comprende el final del Jurásico y el Cretácico inferior la segunda etapa de graben en el desarrollo del mismo (Vilas et al., 1983). Durante esta etapa de graben se diferencian cinco unidades tectosedimentarias (Vilas et al., 1982,1983), equiva- lentes a secuencias de depósito, siguiendo la nomen- clatura de Mitchum et al., (1977), de caracter básica- mente continental o continental - marino somero (Kimmeridgiense - Portlandiense, Valanginiense - Hauteriviense, Hauteriviense terminal - Barremiense inferior, Barremiense superior - Aptiense inferior y Aptiense superior - Albiense inferior). De ellas, dos dan lugar a sedimentos lacustres de importancia (la Hauteriviense terminal - Barremiense inferior y la Barremiense sup. - Aptiense inf.). La Cuenca del Maestrazgo, situada al Norte de la anterior, en el Este peninsular y abierta tambien hacia el Tetis. Su origen está directamente relacionado con la Cuenca Ibérica s.s., si bien permanece aislada de ella durante casi todo el Cretácico inferior por el Macizo Valenciano (Vilas et al., 1983). Durante el periodo que nos ocupa, Salas (1987), ha identificado nueve secuencias de depósito (Titónico - Berriasien- se, Berriasiense superior - Valanginiense, Valangi- niense, Hauteriviense, Barremiense, Aptiense, Ap- tiense superior, Albiense basal y Albiense inferior). En general, todas las secuencias son mis marinas que las de la Cuenca Ibérica s.s.,y, de hecho, las facies lacustres se encuentran muchas veces subordinadas dentro de extensas llanuras costeras o plataformas muy someras en un contexto estuarino mucho mis amplio (Salas, 1983). Los principales episodios de facies lacustres se dan siempre en las zonas rnás internas de la cuenca y en las secuencias de depósito Valanginiense, Hauteriviense y Barremiense (Cane- rot et al., 1982; Salas, 1983, Salas, 1987). La Cuenca de Los Cameros, situada en el Centro- Norte, entre las actuales del Duero y del Ebro. Ha sido interpretada como una cuenca de tipo pull-apart (Guiraud y Seguret, 1985), con una importante subsi- dencia. De forma esquemática, ya que la complejidad estratigráfica es grande, se han identificado cuatro secuencias de depósito en la zona oriental (Guiraud y Seguret, opus cit.) y cinco en la occidental (Cle- mente et al., 1991), todas ellas de caracter dominan- temente continental. En la zona occidental las se- cuencias son: Titónico - Berriasiense, Valanginiense, Hauteriviense - Barremiense, Barremiense y Barre- miense - Aptiense, las tres primeras con desarrollo importante de sedimentos de origen lacustre. En la zona oriental, la datación de las secuencias inferiores es todavia problemática, aunque muy posiblemente se corresponden con la Titónico - Berriasiense, la Barremiense y la Barremiense Aptiense, apareciendo a techo la Aptiense - Albiense, inexistente en el otro sector. En la parte oriental de la cuenca, las facies lacustres son muy importantes en las tres primera8 secuencias. Durante el Cretácico superior, la gran transgre- sión Cenomano-Turoniense creó un mar epicontinen- tal alargado, el Estrecho Ibérico, uniéndose 10s dorni- nios cantábrico y tetisiano, cubriendo las anteriores cuencas y homogenizando la sedimentacibn, ahora mayoritariarnente marina, excepto estrechas orlas fluviales, donde no habia sedimentación lacustre digna de men- ción. El Cretácico terminal, en carnbio, marca una nue- va etapa en la placa Ibérica; 10s movimientos com- presivos y la regresión finicretácica provacan la for- mación de numerosas cuencas o cubetas relativarnente aisladas, con sedimentación fluvial y lacustre (Alon- so et al., 1987). Algunas de las cubetas lacustres llegan a tener bastante desarrolis. Este trabajo pretende exponer de forma sintét i~a las caracteristicas de 10s sedimentos lacustres que aparecen en las cuencas Ibérica s.s. y de Los Cameros durante el Cretácico, una de las cuales (la de Los Cameros) es la más subsidente de las tres descritas, en contraposición a la otra, que es la menos subsiden- te. La primera, además, ocupa la posición más interna dentro del surco ibérico, mientras que la Ibérica estaba situada en una posición mis externa. CRETACICO SUPERIOR DE LAS CADENAS IBERICAS (INCLUYE LA MESETA N O R C A S T E L L A N A ~ A ~ ~ L P . ~ ~ , 01.1982 C L E M E N T E et. alt. 1991 C U E N C A DE LOS C A M E R O S OCCIDENTAL ORIENTAL C U E N C A IBERICA (S.S.) Figura 3.- Localización estratigráfica de 10s sedimentos lacustres durante el Cretácico en la Cuenca Ibérica y en la de Los Cameros dentro d~: las secuencias de depósito identificadas. El esquema para el Cretácico superior s610 expresa la regresión finicretácica. Figure 3.- Stratigraphical position of the lacustrine facies. The depositional sequences of the Lower Cretaceous have been represented separately in Iberian and Cameros Baasins. Only the uppermost Cretaceous regression is expressed in the figure. VALENCIA i I 1 Figura 4.- Cuenca Ibérica s. s. A) Base de la secuencia de depósito Hauteriviense terminal - Barremiense inferior. B) Techo de la misma. Distribución de ambientes sedimentarios. a- Llanuras aluviales costeras con cierta influencia mareal. b- Dos areas con desarrollo de carbonatos lacustres y palustres (Modificado de Mas et al., 1982). Figure 4.- Iberian Basin s.s. A) Lower part of the Uppermost Hauterivian - Lower Barremian depositional sequence. B) Upper part of the same sequence. Sedimentary environments distribution: a- Coastal aluvial plains, tidally influenced. b- Lacustrine and palustrine carbonatic facies. (Modified from Mas et al., 1982). Debido a la complejidad de las cuencas y de las etapas con sedimentación lacustre que ha sido expli- cada con anterioridad, el trabajo se desarrollará de la siguiente manera: Para el Cretácico inferior se des- cribirá cada cuenca por separado, analizando cada una de las secuencias de depósito que incluyan sedi- mentos lacustres de cierta importancia. El siguiente capitulo describirá la sedimentación lacustre durante el Cretácico superior, sin individualizar cada una de las cubetas. CRETACICO INFERIOR. Cuenca Iberica s.s. En la cuenca Ibérica han sido identificados en 10s materiales correspondientes al Kimrneridgiense - Cretácico inferior cinco secuencias de depósito, la primera de las cuales corresponde a sedimentos de origen coste- ro depositados durante la fase regresiva del Jurásico superior. Las cuatro secuencias del Cretácico inferior (Mas, 198 1; Mas et al., 1982; Vilas et a1.,1982, 1983) presentan las siguientes caracteristicas: La Valangi- niense - Hauteriviense est6 formada por sedimentos de lagoon, llanuras mareales y llanuras costeras, que se depositaron en un estrecho surco de dirección NO- SE, formado por la reactivación de fracturas preexistentes. La siguiente secuencia, de edad Hauteriviense terminal - Barremiense, se desarrolló tambien en un surco de dirección ibérica, aunque es mis expansiva que la anterior y discordante sobre ella. Se caracteriza por el dominio net0 de la sedimentación continental, con solo una cierta influencia marina en el extremo más suroriental del surco. La tercera secuencia de depósito es de edad Ba- rremiense superior - Aptiense inferior; se apoya me- diante contacto discordante sobre la anterior y corresponde a un estadio expansivo de la cuenca sedimentaria. Está formada por sedimentos depositados en exten- sas llanuras aluviales que evolucionan, tanto hacia el SE como verticalmente, a ambientes marinos de pla- taforma carbonática respondiendo a la primera trans- gresión urgoniana procedente del Tetis. La cuarta secuencia tiene una edad Aptiense superior - Albiense inferior a medio y corresponde a la segunda transgresión urgoniana. Sus materiales son de carácter exclusiva- mente marino, reflejando un nuevo episodio expan- sivo del área sedimentaria, que termina con una etapa regresiva con llegada de abundante material terrigeno. Solamente las secuencias de depósito segunda y tercera incluyen materiales de origen lacustre (Fig. 3), la tercera con un desarrollo mucho menor que la segunda. Se describen a continuación las caracteris- ticas de dichos materiales en las etapas mencionadas. S.D. Hauteriviense terminal - Barremiense infe- rior. Durante esta secuencia, 10s sistemas lacustres al- canzaron un gran desarrollo en toda el área de sedi- mentación del surco ibérico (Fig. 4). Desde el punto de vista paleogeográfico, estos sistemas lacustres estaban relacionados lateralmente con llanuras dista- les de abanicos aluviales (Mas et al., 1982), siendo 10s depósitos de dichos abanicos, materiales terrige- nos de naturaleza siliciclástica (Fm. Arenas y arcillas del Collado) y 10s depósitos de 10s sistemas lacustres, materiales de naturaleza eminentemente carbonática (Fm. Calizas de La Huérguina) que llegan a alcan- zar en la zona depocentrallos 500 m. de potencia. El estudio de la evolución vertical de 10s materiales muestra que 10s sistemas lacustres son extensivos con respecto a 10s aluviales clásticos, de forma que 10s materiales de la Fm. La Huérguina dominan hacia la parte alta de esta secuencia de depósito. El estudio sedimentológico y paleogeográfico de- tallado de la secuencia Hauteriviense - Barremiense ha sido realizado en anteriores trabajos por varios autores (Mas y Alonso, 1977; Mas, 1981; Monty y Mas, 1981; Mas et al., 1982; Meléndez, 1983; Meléndez et al., 1989; Sanz et al., 1990; Gierlowski - Kordesch et al., 199 1 ; Gómez Fernández y Meléndez, 199 1) quienes han caracterizado las condiciones ambientales en que se depositaron estos materiales, asi como el contexto paleogeográfico y las directrices paleotectónicas que condicionaron la forma de la cuenca y la geometria de 10s depósitos. Esta Última queda bien reflejada en 10s mapas de distribución de facies de la figura 4 y en las variaciones de espesor que muestran 10s mapas de las figuras 5 y 6. Se reconoce la existencia en la cuenca de áreas más o menos subsidentes controlados por las direcciones tectónicas NO-SE y NE-SO, que condi- cionaron la distribución de 10s diferentes subambien- tes. Se reconocen diversas áreas lacustres rodeadas por las áreas palustres que a su vez separarian unos lagos de otros. Los principales tipos de facies que aparecen en la Fm. La Huérguina son 10s siguientes: Margas cal- cáreas grises, que generalmente contienen ostráco- dos y carófitas; calizas margosas lajeadas, con eleva- do contenido en materia orgánica y restos vegetales; biomicritas masivas, con abundantes carófitas, ostrá- codos, gasterópodos y oncolitos dispersos y calizas laminadas formadas por estromatolitos. Estas facies se disponen en secuencias según el orden descrito, mostrando la colmatación progresiva de lagos some- ros (Fig. 7). Además, sobreimpuestas a ellas, apare- cen abundantes evidencias de edafizaciones, asi como otros tipos de procesos diagenéticos tempranos como son: desecación y brechificación, microcarstifica- ción etc. Figura 5.- Mapa de isopacas de la Formación Calizas de La Huérguina (S.D.Hauteriviense terminal - Barremiense inferior) en el sector levantino de la Cuenca Ibérica. Aparecen dos surcos alargados d e dirección NO-SE, con subsidencia notable. (Modificado de Mas et al., 1982). F'igure 5.- Isopachs of the La Huerguina Fm. (D.S. Uppermost Hauterivian - Lower Barremian) in the southeastern part of the Iberian Elasin. Two elongated, NW-SE directed and very subsident troughs are clearly distinguished. (Mas et al., 1982). \ TRAGACETE CUENCP Figura 6.- Mapa de isopacas de la secuencia de depósito Hauteriviense terminal - Barremiense (El Collado y La Huérguina Fms.) en el sector central de la Cuenca Ibérica. (Melendez et al., 1989). Figure 6.- Isopachs of the Uppermost Hauterivian - Lower Barremian depositional sequence. (Meléndez et al., 1989). F P w I I P-;- Figura 7.- Asociaciones de facies caracteristicas y medios sedimentarios de la Fm. Calizas de La Huérguina. FP- Llanura de inundación. L- Lacustre. P- Palustre. CD- Canal distribuidor. LV- Malecón. Secuencias: A- Secuencia lacustre (a, margas con oncolitos y carófitas; b, acumulaciones.de oncolitos; c, biomicritas packestone - wackstone con oncolitos, carófitas, ostrácodos y gasterópodos; d, estroma- tolitos laminares). B- Secuencias canalizadas (e, canales distribuidores, areniscas con estratificación cruzada y oncolitos; f , canales secundari'os, biomicritas arenosas. (Mas et alt., 1982). Figure 7.- Facies association and sedimentary environments of the La Huérguina Fm. FP- Flood plain. L- Lacustrine. P- Palustrine. CD- Distributary channel. LV- Leeve. Sequences: A- Lacustrine sequence (a, marls with oncolites and charophytes; Oncolitic acumulations; c, packstone - wackestone micrites with oncolites, charophytes, ostracods and gartropods; d, stromatolites). B- Channels.(e, distributary channels, cross bedded sanstones and oncolites; f, secundary channels, sandy biomicrites). (Mas et alt., 1982). Las áreas palustres, espacialmente relacionadas mático, correspondientes a las zonas mas centrales y con las lacustres, muestran un desarrollo muy grande profundas del lago. Las condiciones del fondo serian, entre 10s depósitos de este ciclo. En esas zonas, 10s al menos durante temporadas, anóxicas, 10 que per- procesos diagenéticos tempranos subaéreos cobran mitió la preservación de restos de organismos en una,.importancia fundamental: bioturbación edáfica, condiciones Óptimas (Sanz et al., 1988, 1990). El nodulización, brechificacitin y marmorización. To- contenido en materia orgánica es tambien muy elevado. dos'estos procesos están relacionados con el desarro- Por otra parte, en 10s sectores más orientales (prov. 110 de una pedogénesis generalizada sobre un sedi- de Valencia), y de forma muy esporádica, se puede mento previo, ya sea este de origen lacustre o aluvial reconocer cierta contaminación marina en estos sis- (Arribas et al., 1989). Las facies que se originari a temas lacustres, con algen nivel que presenta forami- partir de estos procesos son estructuras prismáticas niferos bentónicos y mas raramente ostreidos (Mas, verticales, calizas nodulares, calizas brechificadas y 1981 Mas et al., 1982). Estos cortos episodios, en calizas marmorizadas. que 10s lagos más orientales llegaban a ser afectados por el mar, se relacionan con 10s ambientes marinos Los lagos tendrian en general caracteristicas simi- restringidos que para esta misma etapa interpretan - lares en cuanto a su escasa profundidad, extensión Perez del Campo Zavala (1982) en zonas próximas variable, vida relativamente corta, tip0 de organis- al actual litoral levantino. mos que 10s poblaban etc. S610 de forma local, alguno de. ellos pudo alcanzar condiciones mis abiertas y rof funda s. Tal es '1 '"0 del lago de Las '0~'s (San' S.D. mi^^ mi^^^^ superior - *ptiense inferior. et al., 1988, 1990; Gómez Fernández y Meléndez, 1991; Meléndez et al., 1989), localidad situada al E El desarrollo de las facies lacustres en esta se- de Cuenca, donde se identifican varvas lacustres, cuencia de depósito es mucho menor que en la previa, controladas por un proceso de tipo estacional cli- y siempre estan ligadas a áreas restringidas en cuanto 4 1 a tamaño y permanencia temporal. Desde el punto de vista paleogeográfico se trataria de pequeñas áreas encharcadas o pequeños lagos localizados dentro de extensas llanuras aluviales surcadas por canales efi- meros (Fig. 8). Hacia las regiones mas surorientales, estas llanuras aluviales van presentando un carácter mas costero, mostrando la influencia cercana de 10s ambientes marinos marginales relacionados con el Tetis. Los materiales depositados en la llanura alu- vial son de naturaleza predominantemente siliciclás- tica (Fm. Arcillas de Contreras), aunque de forma local se observan calizas micriticas mudstone, con carófitas, ostrácodos y algas cianoficeas, originadas en lagos muy someros, efimeros. El máximo espesor de la unidad es de cerca de 80 m. (Mas, 1981). CUENCA DE LOS CAMEROS. Es una cuenca sedimentaria con forma rómbica, de caracter fundamentalmente continental. Formada en distensión y fuertemente subsidente, tiene un re- lleno sedimentario de hasta 9000 m. de potencia, que abarca desde el Titónico hasta el Aptiense. El propio relleno sedimentario es complejo y 10s autores de trabajos estratigráficos en la cuenca difie- ren en la interpretación de la arquitectura estratigrá- fica de la misma, asi como en las edades. De esta manera, tenemos desde Beuther (1966) y Tischer (1966a,b), quienes diferencian cinco grupos pura- mente litológicos (Tera, siliciclástico; Oncala, carbonático; Urbión, siliciclástico; Enciso, carbonático y Oliván, siliciclástico) hasta Guiraud y Seguret (1985), que identifican cuatro ciclotemas sedimentarios (que co- mienzan por facies aluviales y terminan en lacustres, excepto el último que no desarrolla facies carbonáti- cas a techo y que es equivalente enteramente a Oli- ván), pasando por el complejo cuadro estratigráfico 'elaborado por Salomon en 1982(a) y ligeramente -modificado en 1983. La cuenca presenta además diferencias entre la parte oriental y la occidental; las unidades litoestra- tigráficas no son coincidentes en uno y otro sector, y llos datos de edades disponibles hasta ahora son con- t r a d i c t o r i ~ ~ entre si y con 10s esquemas estratigráfi- cos. Además, las direcciones de 10s principales acci- dentes que controlaron la sedimentación son diferentes en uno y otro sector (Salomon, 1982 a). Los principales antecedentes que existen en la cuenca, y que ponen de manifiesto estas diferencias son 10s siguientes: Beuther, (1966), que estudi6 la parte occidental y Tischer, (1966 a) que estudi6 la oriental, hicieron una correlación litológica y carto- gráfica que aún hoy dia se está manifestando muy Litil. Las edades asignadas a 10s grupos litológicos, sin embargo, han sido muy modificadas posteriormente. Figura 8.- Mapa de distribución de facies de la base de la secuencia de depósito Barremiense - Aptiense en la Cuenca Ibérica. a- Llanuras aluviales costeras y llanuras deltaicas con alguna influencia mareal. b- Llanuras de inundación fangosas lacustre-palustres (modificado de Mas et al., 1982). Figure 8.- Facies distribution of the Barremian - Aptian depositional secuence in the Iberian Basin. a- Coastal alluvial plains and tidally influenced delta plains. b- lacustrine - palustrine flood plains (modified from Mas et al., 1982). Salomon (1982 a; 1983) estudi6 toda la cuenca en su conjunto. Su esquema estratigráfico es muy com- plejo y no utiliza nomenclatura anterior en ningún momento. Su cuadro de edades se basa fundamental- mente en el estudio de ostrácodos y ha sido tambien modificado con posterioridad. En 1987, Schudack publica un trabajo muy completo de las carófitas de la cuenca de Los Cameros, utilizando exclusivamente el esquema estratigráfico de Beuther y Tischer (op. cit.). De su trabajo se deducen las inportantes dife- renc ia~ de resultados entre el sector oriental y el occidental de la cuenca. También Martin i Closas (1989), en un trabajo que incluye todas las cuencas periféricas del bloque del Ebro, aborda el problema de las edades de 10s materiales de la cuenca de Los Cameros basándose en el estudio de las carófitas. Aunque sus datos del sector occidental son muy completos y Útiles, su cuadro de correlación entre un sector y otro presenta dificultades de interpretación. Por su parte, Guiraud y Seguret (1985) s610 estu- diaron la parte oriental, que es la mas fuertemente subsidente, pero cuya arquitectura estratigráfica es mis simple, como se ha descrit0 más arriba. Su interpretación de la cuenca como de tip0 pul1 - apart est6 basado en sus conocimientos de la parte oriental de la misma. Este mismo sector está siendo estudiado por 10s autores de este trabajo (Gómez Fernández y Meléndez, 1990; Mas et al., 1990; Mas y Alonso, 1991), obteniendo nuevos resultados litoestratigráfi- cos y datos de edades. Por Último, 10s investigadores que trabajan en el sector occidental de la cuenca, Platt (1989 a, b), Clemente (1987), Clemente y Alo- nso (1990 a), Clemente et al. (1991), Clemente (1991) comprueban que la litoestratigrafia se complica en ese sector y aportan también nuevos datos de edades. Es claro, por tanto, que uno de 10s principales problemas en el estudio de esta cuenca es la falta de correlaciones fiables entre uno y otro sector. Tenien- do en cuenta 10s nuevos datos que se están obtenien- do, es muy probable que en un futuro próximo esta correlación quede acabada. Hoy por hoy, sin embar- go, es más justo describir las secuencias de depósito por separado en cada una de las dos zonas, con la descripción de las facies lacustres que aparecen y con mención, cuando el10 es posible, a la equivalencia en el resto de la cuenca (Fig. 3). Para el sector occidental se utilizan las secuencias de depósito diferenciadas por Clemente et al., (1991). Para el sector oriental, las de Guiraud y Seguret (1985), con las edades de Martin i Closas (1989), que utiliza las unidades de dichos autores. Sector Oriental. Guiraud y Seguret (1985) diferenciaron cuatro ciclotemas. Su descripción se ajusta al concepto de Secuencia de Depósito de Mitchum et al., (1977), por 10 que se utilizará este término para homogeneizar el trabajo. Estas secuencias comienzan siempre por fa- cies gruesas siliciclásticas y terminan a techo con facies calcáreas de origen lacustre, excepto la última, cuyo techo es erosivo y no conserva (o no se deposi- taron) facies lacustres. S.D. Titónico - Berriasiense (Ciclotema I). Constituye una secuencia heterogénea en cuanto a potencias y facies debido a que esta relacionada con la etapa de fracturación inicial de la cuenca (Clemen- te y Alonso 1990,b). Es equivalente al Grupo Tera y parte del Grupo Oncala de Tischer (1966,a). En general constituye un ciclo sedimentari0 que comien- za por facies aluviales, fluviales y fluvio-lacustres en su mayor parte y con intercalaciones de abanicos aluviales de forma local, y que termina en facies de origen lacustre, calizas mayoritariamente. El término clástico (Fms. Tera y Magaña) tiene un espesor máxi- mo de 1500 m, con una media de 500, mientras que el término carbonático (Fm. Calizas de Matute) alcan- za un máximo de 700 m., con una media de 200 m. Estudios más detallados, sin embargo, (Salomon, 1982,a), demuestran que no es simple, sino que esta formada por dos ciclos, cada uno de 10s cuales cons- tituye un ciclo aluvial - lacustre. Ha sido estudiada desde el punto de vista se- dimentológico por Salomon (1982 a), y rnás reciente- mente por Gómez Fernández y Meléndez (1990). Se trata de sistemas aluviales relacionados lateralmente con sedimentos de lagos someros. En el trabajo de Gómez Fernández y Meléndez se describen dentro del término carbonático, dos episodios lacustres que comienzan con facies palustres y hacia techo pasan a calizas margosas con carófitas y ostrácodos y calizas masivas a techo con evidencias de brechificación. Las interpretan como secuencias de somerización en lagos poc0 profundos. En el sector centro de la cuenca (Pantano de la Cuerda del Pozo - Sierra de Matute), Normati (1986), realiza un trabajo sedimentológico muy detallado de la unidad, cuya distribución areal est5 representada en la figura 9A, analizando las facies lacustres y su posterior modificación bajo condiciones palustres. Su conclusión es que toda la formación se sediment6 en condiciones de lagos muy someros con repetidos ciclos de inundación - emersión (condiciones lacus- tres -condiciones palustres) que dan lugar a calizas micríticas con gasterópodos, ostrácodos y carófitas completamente modificadas a calizas con intraclas- tos, marmorizadas, nodulizadas y con incrustaciones algares. Algunas intercalaciones siliciclásticas son interpretadas como deltas introduciendose en 10s la- gos. En el sector meridional de la cuenca (Soria - las Fraguas), Melendez y Vilas (1980), citan la existen- cia de niveles carbonáticos en la parte basal de una unidad que consideran equivalente al Grupo Tera (Unidad A), niveles que contienen abundantes gas- terópodos, bivalvos, escamas de peces Ganoideos (Lepidotus sp . ) , niveles laminares de algas y oncoli- tos. Estas facies se encuentran intercaladas entre 10s depósitos de una amplia llanura aluvial. En su expli- cación, la sedimentación de estos materiales fué con- trolada por una activa fractura del basamento, de dirección NW - SE. En el mismo sector, y posteriormente, Clemente (1987), y Clemente y Alonso (1990 a), analizan y cartografian esta unidad, asignándole, mediante 10s datos de carófitas, una edad Hauteriviense. Sin em- bargo, identifican en la base (Clemente y Alonso, 1990 b) un litosoma carbonático de 300 m. de poten- cia minimos (no posee base) formado por calizas micríticas con carófitas, ostrácodos y gasterópodos y abundantes oncoides intercalados, que pasan lateral- mente a conglomerados calcáreos y que denominan Unidad de San Marcos, que Clemente (com. pers.) considera como perteneciente a la secuencia de depó- sito Titónico - Berriasiense. Las calizas presentan con frecuencia evidencias de edafización, identifi- cándose secuencias de somerización lacustre - palus- tre bien desarrolladas. Este litosoma est6 adosado a una de las fracturas limitantes de la cuenca, activa rio muy subsidente (800 m. de potencia en la serie durante la sedimentación, que dio lugar a una zona descrita por dichas autoras), de dirección NW - SE fuertemente subsidente con desarrollo de lagos entre por el cua1 circulan sistemas fluviales de tip0 axial. pequeños abanicos adosados a ese frente activo. Este surco se abre hacia el E y SE, originando potentes series carbonáticas de origen lacustre en el sector oriental, que era el depocentro de la cuenca en S.D. Berriasiense medio (Ciclotema 11). ese momento (Salomon, 1983, da mas de 2000 m de Es equivalente a la mayor parte del Grupo Oncala. El ciclotema comienza como una reactivación silici- clástica respecto al final del anterior ciclo (Fm. Huérteles) y termina, como 61, en facies carbonáti- cas de origen lacustre (Fms. Aguilar y Valdeprado). Sin embargo, desde el punto de vista paleogeográfico constituye una etapa absolutamente diferente de la anterior. De hecho, ni el área de aparición, ni las facies ni la distribución de litosomas coincide con las de laetapa anterior (Fig. 9B). Según Clemente (1987), Clemente y Pérez Arlucea (1989, a y b) y Clemente y Alonso (1990,b), se produce una reestructuración previa a la sedimentación de este ciclo, de forma que se origina en la parte occidental un surco sedimenta- Figura 9.- Cuenca de Los Cameros. Sector oriental. A- Secuencia de depósito Titónico - Berriasiense (techo). Distribución areal y de facies de la Fm. Calizas de Matute . B- Secuencia de depósito Berriasiense medio. Distribución areal y de facies de las Fms. Aguilar y Valdeprado (sector oriental solamente) (modificado de Salomon, 1982,a) Figure 9.- Cameros Basin. Eastern part. A- Upper part of the Titonic - Berriasian D. S. Appearance and facies of the Matute Fm. B- Middle Berriasian D.S. Aguilar and Valdeprado Fms (modified from Salomon, 1982 a). potencia para ia secuencia de depósito). Las calizas aparecen solo en ese sector y constituyen una serie de 400 m. El estudio sedirnentológico detallado de esta se- cuencia se puede encontrar en Clemente y Pérez Arlucea (1989 b), pero referido s610 al sector acci- dental, donde las facies de origen lacustre o palustre son virtualmente inexistentes. En el sector oriental, la secuencia no ha sido hasta el momento estudiada con detalle, si bien Salomon (1982a, 1983) hace una interpretación general de 10s ambientes sedimenta- rios en 10s que se formaron 10s materiales que la componen: En la base interpreta sistemas fluviales procedentes de NW que desembocan en una laguna salobre donde aparecen facies finas arcillosas con ostrácodos, 10s materiales gruesos forman complejos deltaicos progradando sobre las facies lacustres (ela- gunairew). Por encima de esta etapa , y limitado al sector mas oriental de la cuenca, describe unos 400 m de calizas dolomiticas con yesos y niveles de brechas de colapso que interpreta como originadas en un medio de sebkha. Según el autor, todo el ciclo esta controlado por las fracturas de dirección NW - SE que configuran una morfologia de zonas bajas en el sector más subsidente, donde habria agua permanen- temente y donde se situarian siempre 10s lagos. , S.D. Berriasiense terminal - Aptiense (Ciclotema 111). Es equivalente a 10s Grupos Urbión y Enciso. Esta secuencia, al igual que la anterior, tiene su máximo desarrollo en el sector oriental de la cuenca (3.800 m de potencia) y el esquema de distribución de facies proximales a distales sigue la misma pauta. Es dis- cordante sobre la anterior y significa una nueva rees- tructuración de la cuenca. Comienza por facies alu- viales, que van desde abanicos en la zona occidental hasta sistemas fluviales en la parte centro y oriental (Grupo Urbión de Tischer y Beuther, 1966; Forma- ciones Yanguas y Valdemadera de Guiraud y Segu- ret, 1985). Lateralmente y hacia techo pasan a facies fluvio lacustres y lacustres (Grupo Enciso y Fm. Enciso de 10s mismos autores y en el mismo orden). Desde el punto de vista sedimentológico ha sido estudiado de forma general por Salomon (1982 a, b, 1983) y más detalladamente por Guiraud y Seguret (1985). Estos autores identifican dentro de la Fm. SE NW SAN VICENTE ROBRES SAN MARTIN JUBERA 1 4 - - - - 2 - - - - - - - - - - - For0 de Robres FOIO de Jubera Figura 10.- Cuenca de Los Cameros. Secuencia de Depósito Berriasiense terminal - Aptiense. Sector nororiental (Jubera - Leza). Corte restaurado al comienzo de la sedirnentación del Grupo Olivin, mostrando la importancia de la actividad tectónica durante la sedimen- tación. Creación de dos cubetas lacustres separadas, limitadas por fracturas de crecimiento. 1- Equivalente al Grupo Urbión y Enciso p.p.(Leza c l y c2). 2- Equivalente a la Fm. Enciso p.p. 3- Equivalente al Grupo Olivin. (Ver texto). La actividad tectónica se atenúa durante la sedirnentación de 2. (Diaz, 1988). Figure 10.- Cameros basin. Uppermost Berriasian - Aptian D.S. Nordeastern part (Jubera - Leza). Stratigraphic section showing the tectonic activity during the sedimentation. Two small basins, limited by growing faults appeared. 1- Leza Fm. c l and c2.; 2- Enciso Group p.p. 3- Olivin Group. The tectonic activity disminished during the sedimmentation of 2. (Diaz, 1988). Enciso (1450 m.) dos tipos de facies que aparecen intercaladas de forma cíclica a 10 largo de la unidad: Una consiste en arcillas y arenas finas de origen fluvial, la otra, que caracteriza a la formación consis- te en finos niveles de gran continuidad lateral de calizas packestone con abundantes ostrácodos, mar- gas bioturbadas y dolomicritas negras nasiv vas con pseudomorfos de yeso y anhidrita que pasan a techo a brechas de cantos planos y niveles con grietas de desecación. En la localidad tipo de la unidad están señalizadas numerosas zonas donde se encuentran huellas de dinosaurios muy bien preservadas. La interpretación que hacen de estas facies es la de un medio sedimentari0 oligo - meso halino, de baja energia, con depósitos de desbordamientos de cana- les y bahias interdistribuidoras. Su conclusión es que se trata de la parte distal de un sistema deltaic0 dominado fluvialmente, en aguas marinas someras restringidas. El Grupo Enciso incluye, en realidad, dos tipos de unidades carbonáticas muy diferentes que son cam- bio lateral de facies la una de la otra: La Fm. Enciso s.s. que est6 formada por una fina alternancia de calizas margosas, arenas finas y limos, y que se relaciona con llanuras aluviales distales con lagos muy someros carbonáticos que reciben intermitente- mente una cantidad significativa de material siliciclástico (es la unidad interpretada por Guiraud y Seguret, ops cit.), y la Fm. Leza (Mas et al., 1990; Mas y Alonso, 1991) que aparece s610 en el margen nororiental de la cuenca y est6 formada por seis litosomas carbonáti- cos relacionados lateralmente con facies tipicas de abanicos aluviales, conglomerados, arenas y arcillas cuyo análisis revelan que proceden del desmantela- miento de relieves formados por calizas marinas ju- rásicas en su mayor parte . Las potencias son muy variables, con un máximo de 400 m. en el litosoma de Leza - Trevijano, respondiendo a una activa tectónica durante la sedimentación (Fig. 10). Segiín Mas y Alonso (1991) se diferencian cuatro tipos de facies principales en la formación Leza : Calizas micriticas negras con carófitas, ostrácodos , gasterópodos y abundante materia orgánica que re- presentan la sedimentación en las partes centrales de 10s lagos, calcarenitas con estratificación cruzada formadas en las partes marginales, calizas estroma- toliticas con pseudomorfos de evaporitas y niveles dolomiticos que corresponden a etapas de playa - lake, y margas, arenas y conglomerados que constitu- yen las facies de abanicos adyacentes que esporadi- camente contaminaban 10s lagos. Sobreimpuestos a las micritas y calcarenitas aparecen numerosos niveles de carstificación y de edafización (marmorización, nodulización. ..). La característica mas importante de esta unidad de Leza es que aparecen evidencias de contaminación marina practicamente en todos 10s litosomas que la componen, y que la presencia de algas dasycladáceas (Salpingoporella cemi; S. dinárica) ha permitido da- tarla como Aptiense. Además, 10s datos que se poseian acerca de la transgresión aptiense en la Cordillera Ibérica, asi como la configuración de la cuenca para este periodo permite interpretar esta unidad como depositada en un surco NW - SE, adosado al margen norte de la cuenca donde desembocaban 10s deltas altamente constructivos de la formación Enciso y abierto hacia el SE, de donde recibía la llegada de agua marina. En esta misma secuencia, Salinas y Mas (1990), caracterizan el Grupo Urbión en el extremo más oriental de la cuenca, diferenciando dos secuencias de depósito mayores. La primera representa un ciclo de sedimentación carbonática lacustre completo, dentro de un área desconectada del resto del ámbito deposi- cional del Grupo Urbión. La segunda, una homoge- neización paulatina de ese sector con el resto de la cuenca, merced a la colmatación de 10s sistemas lacustres carbonáticos. Definen asi por tanto la cubeta de Cervera del Rio Alhama como un nuevo dominio tectosedimentario, responsable del carácter distinto, esencialmente carbonático, que presentan 10s mate- riales del Grupo Urbión en este área. S.D. Aptiense - Albiense (Ciclotema IV). Equivale enteramente al Grupo Oliván de Tischer, (1966 a). S610 est6 representado en la parte nororien- tal de la cuenca y no contiene facies lacustres de importancia. Sector Occidental. Clemente et al., (1991) identifican en este sector cinco secuencias de depósito (Titónico - Berriasien- se; Valanginiense; Hauteriviense superior - Barre- miense; Barremiense y Barremiense - Aptiense) limi- tadas por discontinuidades, tres de las cuales (las tres de la base) contienen facies lacustres de importancia (Fig. 3) . S.D. Titónico - Berriasiense. Es equivalente a la S.D. Titónico - Berriasiense descrita para el sector oriental. Como allí, representa una etapa de relleno en 10s estadios iniciales de fracturación de la cuenca. También como allí, no es simple, estando constituida según Clemente (1991) por tres secuencias de depósito de menor orden, cada una de las cuales comienza por unas facies clásticas aluviales y termina por facies de origen lacustre. Estas unidades han sido estudiadas desde el punto de vista sedimentológico con mucho detalle por Platt (1989 a, b), englobandolas en 10 que llama Fm. Ru- pelo, dentro del Grupo Tierra de Lara. Dicho autor analiza con detalle la unidad, inter- pretándola como una secuencia de carbonatos lacus- tres de hasta 200 m. de potencia, relacionados lateral- mente e intercalados con sedimentos de origen aluvial distal. La formación tiene un fuerte control tectónico, reflejando 10s diferentes pulsos de subsidencia (Platt, 1989a). En Platt (1989 b) se interpreta la unidad como basicamente formada en situaciones lacustres abiertas, con abundante fauna y flora continental (gasterópodos, ostrácodos, algunos vertebrados, ca- rófitas). Asociadas a estas facies, aparecen calizas de origen marginal, palustre, con abundantes evidencias de exposiciones subaéreas y pedogénesis. Las se- cuencias de somerización, reflejo de las amplias va- riaciones en la linea de costa de 10s lagos, tienen muchas veces a techo evaporitas silicificadas 10 que indicaria una corta etapa de hipersalinidad en la historia evolutiva del lago (Fig. 11). S.D. Valanginiense. Aparece solamente representada en la parte mas occidental de la cuenca, en 10s alrededores de Peña- coba (Clemente, com. pers.). No tiene pues, en prin- cipio equivalencia con ninguna S.D. del sector orien- I PROCESOS EDAFICOS I Figura 11.- Cuenca de Los Cameros. Secuencia de depósito Titónico - Berriasiense. Sector occidental. Bloque diagrama mostrando una reconstrucción de 10s ambientes sedimentarios de la Fm. Rupelo (techo de la secuencia) (modificado de Platt, 1989b). Figure 11.- Cameros Basin. Titonic - Berriasian D.S. Western part. Schematic environmental model for the Rupelo Fm. (Upper part of the secuence (modified from Platt, 1989b). tal. Se trata según dicha autora de una secuencia formada fundamentalmente por facies calcáreas y margas de origen lacustre somero. La ausencia de trabajos publicados sobre esta secuencia impide ha- cer una descripción mas detallada de la misma. S.D.Hauteriviense superior - Barremiense. Está representada en todo en el sector occidental y meridional de la cuenca. En la zona occidental equi- vale según Clemente (com. pers.) a la Fm. Horti- güela de Platt (1989,c), ya definida en 1982 por Salomon. La unidad tiene de 200 a 300 m. de potencia según 10s autores y está formada mayoritariamente por calizas oncoliticas, con algunos niveles de mar- gas y calizas mudstone, y areniscas y conglomerados intercalados. Ha sido interpretada como formada en un ambiente aluvial y lacustre, con sedimentación carbonática intermitente en un lago somero muy extens0 con frecuentes llegadas de material terrigeno (Fig. 12). En la zona meridional de la cuenca (Sector de Soria) esta secuencia est6 también representada por 10s 800 m. de la formación Golmayo (Clemente, 1987; Clemente y Alonso, 1990a), pero el desarrollo de facies lacustres es muy escaso, reduciendose a lagos pequeños , muy someros, semipermanentes y a extensas zonas palustres en la llanuras de inundación. S.D. Barremiense y S.D. Barremiense - Aptiense. Las dos secuencias del techo de la sedirnentación del Cretácico inferior en la parte occidental de la Cuenca de Los Cameros están representadas exclusi- vamente por facies siliciclásticas gruesas, correspon- dientes a las partes proximales y medias de 10s siste- mas aluviales (abanicos y sistemas fluviales) que hacia el sector oriental de la cuenca pasan a 10s sistemas fluvio lacustres, deltaicos y lacustres que se han descrit0 en las secuencias del techo del sector oriental. Concretamente, considerando argumentos de correlación cartográfica, se puede hacer equivaler la secuencia Barremiense - Aptiense del oeste con la Valanginiense - Hauteriviense descrita en la parte oriental. Lo mismo ocurriria, probablemente, con la Barremiense en el oeste respecto a la Berriasiense superior en el este. Esto significa que se necesitan aún datos fiables de edades en la cuenca, sobre todo en el sector oriental, donde 10s datos existentes son verdaderamente muy escasos. CRETACICO SUPERIOR. La sedirnentación durante el Cretácico superior constituyó una megasecuencia transgresivo - regresi- va cuyas caracteristicas y esquema evolutivo han sido estudiados con detalle por varios autores (Alon- DESARROLLO LOCAL DE CARBONATOS DE ORIGEN EDAFICO DEPOSITOS DE LLANURA DE INUNDACION YARGAS YOTEADAS SUELOS CXRBONATICOS AREWIS DE CREVASSES Figura 12.- Cuenca de Los Cameros. Sector occidental. Secuencia de depósito Hauteriviense superior - Barremiense. Bloque diagrama mostrando una reconstrucción de 10s ambientes sedimentarios de la Fm. Hortigüela (techo de la secuencia) (modificado de Platt, 1989 c). Figure 12.- Cameros Basin. Western part. Upper Hauterivian - Barremian D.S. Schernatic environmental model for the Hortigüela Fm. (upper part of the secuence) (modified from Platt, 1989 c). so, 1981; Alonso et al., 1982; Floquet, 1984; Alonso Millan et al. 1989). La megasecuencia puede ser dividida a su vez en dos secuencias tambien de carac- ter transgresivo - regresivo, que abarcan desde el Albiense hasta el limite Turoniense - Coniaciense la primera y desde el Coniaciense hasta el Maastri- chtiense o paso al Terciari0 la segunda. En 10s dos casos, la etapa transgresiva borra por completo la anterior compartimentación en cuencas (aunque des- de luego la influencia de las directrices paleotectóni- cas se sigue notando), y crea una plataforma estrecha y alargada, de dirección NO-SE, que 10s autores mencionados denominan <>, y que une el Tetis y el incipiente Atlántico. El ciclo Senoniense termina con la importante regresión finicretácica que dió comienzo en el Cam- paniense y que culmina en el Maastrichtiense (Fig. 3) con la formación de cubetas con sedirnentación predominantemente continental, (Floquet y Meléndez, 1982; Alonso et al., 1987). La relación que existe entre las diferentes cubetas es muy dificil de estable- cer, si no imposible, siendo probable que se encon- traran en su mayor parte desconectadas. Los sedimentos que las rellenan son de origen fluvio lacustre, presen- tando algunas de ellas sedirnentación carbonática importante. En el trabajo de Alonso et al., (1987) se estudia con detalle la regresión finicretácica en las Cadenas Ibéricas, se correlacionan las distintas uni- dades distinguidas en la bibliografia, se analizan las facies para cada cubeta y se interpreta su ambiente sedimentario. En la figura 13 se aprecian las zonas donde existe sedirnentación lacustre durante el Maastrichtiense, y S E C T O R E S M ESETA CASTELLANA S E R R A N I A DE CUENCA I N BURGOS I SE BURGOS I C E N T R A L I I N S I MAESTRAZGO I V A L E N C I A OANO-MONTIENSE E O C E N O - MAASTRICHTIENSE - CAMPANIENSE SUPERIOR Figura 13.- Cretácico superior. Correlación de 10s diferentes medios de depósito en el Estrecho Ibérico durante el Senoniense superior, siguiendo una transversal NO-SE (modificado de Alonso et al., 1987). Figure 13.- Upper Cretaceous. Depositional environments correlation in the Iberian Sea Way during the Upper Senonian. Orientation is NW-SE (modified from Alonso et al., 1987). S E C T O R E S r MESETA CASTELLANA SECTOR I I I DE CUENCA 1 MAESTRAZGO I VALENCIA I ! N BURGOS I SE BURGOS i CENTRAL 1 N O S I I I : -0 W 2 I- Fm SAN JUSTI E g B 5 z 0 ' E Fm LANDRAVES Fm u 0 C Z n DISC -( DISC )- -(DISC )-L Fm ~ F ~ B O Z O O SANTIBAÑEZ TORME I Z W Fm W I F ~ lRClO DEL Fm z U ~ t n SOBRE PERA^ FORTANETE O . V I L L A L B A F m L V A L 0 Fm VALDENOCEDA DE LA !i -(DISC 7 PERENCHIZA 5 Fm SEDAN0 S I E R R A 9 Fm Fm - SIERRA DE QUINTANALOMA z LA PICA W W L UI Z - - - - - u a W z Fm SANT0 DOMINGO Fm a Z u u a F m Fm Fm 5 - DE SILOS S I E R R A 5 MORADILLO DE CUENCA BASCU~;~ANA CAÑADILLA - DE W 8 S E D A N 0 W - g E , % Fm TUBILLA " E L : 2 z 3 D E L AGUA z 3 I S " , u UI Figura 14.- Cretácico superior. Correlación de las unidades litoestratigráficas del Senoniense superior en el Estrecho Ibérico (modificado de Alonso et al., 1987). Figure 14.- Upper Cretaceous. Lithostratigraphic units in the Upper Senonian. (modified from Alonso et al., 1987). en la figura 14 las unidades definidas. En el sector correspondiente al SE de Burgos se encuentra la Fm. Santibañez del Val, de carácter fluviaI y palustre - lacustre. La edad es Maastrichtiense a Eoceno infe- rior (Floquet et al., 1985). Las facies lacustres apa- recen en cuatro niveles alternando con facies silici- clásticas fluviales y estan representadas por calizas micriticas con abundantes gasterópodos, carófitas y algunos ostrácodos. Están dispuestas en secuencias que presentan hacia techo una progresiva edafiza- ción. El techo de las secuencias está, de hecho, com- pletamente edafizado, con nodulización, pedotúbu- 10s y pseudomicrokarst (en el sentido de Freytet y Plaziat, 1982). Se trata de secuencias de someriza- ción lacustre - palustres, pasándose de facies lacus- tres típicas a situaciones marginales de 10s lagos (Fig. 15A). El mismo tip0 de secuencias aparece en la Fm. de la Sierra de la Pica, situada en la zona oriental de Soria, aunque en este caso no existen niveles fluvia- les intercalados. Se trata de unos 250 metros de calizas micriticas con abundantes intraclastos muchos de ellos con un alto contenido orgánico (cantos negros). Se distinguen restos de carófitas y de gasterópodos y practicamente hay huellas de edafización en todos 10s niveles. En el sector central de la cuenca Ibérica aparece la Fm. Villalba de la Sierra, fundamentalmente sili- ciclástica, con finas intercalaciones de calizas y mar- gas y de yesos. Vilas et al. (1982) la interpretan como formada en un ambiente pantanoso, fluvio - palustre, en condiciones áridas. Hacia techo, estas condiciones de aridez cambian, pasandose a medios fluviales netos (Alonso et al., 1987). En la zona sur de la cuenca Ibérica, por el contra- rio, aparece de nuevo una potente formación de ori- gen lacustre, la Fm. Sierra Perenchiza. Esta forma- ción fue definida y datada por Gutierrez et al. (1975), y posteriormente por Alonso y Mas (1985a, b), quie- nes estudiaron la disposición secuencial de 10s mate- riales y su interpretación. En la figura 15B se ha representado una secuencia típica de dicha forma- ción. Son secuencias que comienzan por margas con ostrácodos y carófitas, que hacia techo pasan a cali- zas micriticas con gasterópodos y huellas de edafización incipiente y que terminan en niveles nodulizados y ferruginizados con abundantes gasterópodos. Se tra- ta de secuencias de somerización lacustres - palustres con dominio de 10s procesos edáficos a techo. Todas las formaciones descritas son la culmina- ción de una continentalización paulatina de la cuen- ca, y sus diferencias, el resultado de la individualiza- ción en cubetas (Fig. 16) debido al inicio de movimientos compresivos (Alonso et al., 1983) . Sobre todo desta- can las diferencias entre tasas de sedimentación y MICRITAS NOWLIZAOAS Y MARMORIZAOAS RAICES, LYCUNUS MICRITA GRUMELAR,CON INTRACLASTOS RELLEW ESPARITIC0 OE GRIETAS MICRITA UOMOGENEA. GASTEROPOOOS, CAROFITAS. OSTRACODOS PROCESOS EOAFICOS P A L U S T R E 4 1 L A C U S T R E CONDICIONES SUBACUATICAS CALIZA MICRITICA CALIZAS MICRITICAS H W U L I - ZAOAS Y FERRUGINIZAOAS (CON LYCHNUS) YUOSTONES CON I CHAROPHYTAS Y / GASTEROPOOOS MARGAS CON OSTRACODOS Y CHAROPHYTAS P R O C E S O S PEOOGENETICOS I P A L U S T R E I Figura 15.- Maastrichtiense. A- Sector de Burgos - Soria. Se- cuencia de facies típica de la Fm. Santibañez del Val. Evolución desde situaciones lacustres en la base a condiciones palustres. Los procesos edáficos son muy importantes a techo de cada secuencia. B- Sector valenciano. Secuencia de facies típica de la Fm. Sierra Perenchiza. Misma jnterpretación, (modificado de Alonso et al., 1987). Figure 15.- Maastrichtian. A- Central part of the Sea way, Burgos - Soria. Type secuence in the Santibañez del Val Fm. Evolution from base to top is lacustrine to palustrine. Important superimposed pedogenetic features. B- Southeastern part. Valencia. Type secuence of the Sierra Perenchiza Fm. Same interpretation, (modified from Alonso et al., 1987). subsidencia en las cuencas y las distintas facies entre la zona central y 10s extremos. En la zona central la continentalización se dió antes y, además, 10s mate- riales son mas gruesos, siliciclásticos casi en su totalidad, y fluviales. En 10s extremos, se desarrollan cubetas con sedimentación carbonática predominan- te, de origen lacustre y palustre. S610 la formación Santibañez del Val presenta intercalaciones silici- clásticas, en un sistema fluvio - lacustre, intercala- ciones que se van haciendo más importantes hacia techo hasta llegar a ser exclusivas. Las analogías son tambien destacables, particular- mente el predomini0 de sedimentación lacustre car- bonática, en ambientes someros, la repetición de VILLARCAYO h MARINO VALENCIA - PROXIMAL / L'T0RAL / CONTINENTAL . I N.W. S.E. M I - MACIZO l BERICO M E - MACIZO D E L EBRO BT - B E T I C A S I Figura 16.- Modelización de la formación de cubetas en el Estrecho Ibérico durante el Maastrichtiense. Fracturación y compartimentación del sustrato con formación de cuencas continentales aisladas. Figure 16.- Idealized model for the Iberian Sea way during the Maastrichtian. Fracturation of the basement creating small and isolated continental basins. secuencias que comienzan con sedimentación micri- tica de las zonas centrales de 10s lagos y que progre- sivamente son afectadas por la progradación de las facies marginales palustres y la ligera variación cli- mática que aparentemente se produjo durante el Campaniense superior y el Maastrichtiense, pues in- dependientemente de la cubeta de que se trate, el comienzo de la continentalización coincide con la presencia de facies evaporiticas, para progresiva- mente desaparecer existiendo solo evidencias de un clima cálido y húmedo (Alonso et al., 1983; Alonso et al., 1987) al final de la etapa. CONCLUSIONES. Los sedimentos de origen lacustre aparecen en las Cordillera Ibérica con un desarrollo notable en dos etapas muy separadas en el tiempo: En el periodo comprendido entre el Berriasiense y el Barremiense, para el Cretácico inferior, y durante el Maastrichtien- se, al final del Cretácico superior. En todos 10s casos hay una característica común muy destacable; que las I facies son casi sin excepciones originadas en ambien- ",s lacustres someros con alta productividad de ele- ~mentos carbonáticos. No existen lagos que puedan llamarse profundos de forma estricta, independiente- mente de la tasa de subsidencia que existiera en las diferentes áreas y , por otra parte, predominan de forma acusada las facies carbonáticas. Estas Últimas estan muchas veces ordenadas en secuencias de somerización cuyas bases estan formadas por calizas micriticas, formadas en situaciones de aguas abiertas en las partes centrales de 10s lagos, y terminan en calizas afectadas por procesos diagenéticos tempra- nos, desde edafizaciones hasta carstificaciones. Es- tos procesos son a vieces tan acusados que las raices, 10s nódulos, las alteraciones, llegan a modificar por completo la facies original. Las diferencias más notables son las que se deri- van del contexto paleogeográfico para cada etapa, contexto que estuvo directamente controlado por la tectónica durante la formación de la cuenca sedimen- taria. Asi, durante el Cretácico inferior, la sedimen- tación tuvo lugar en tres cuencas, Maestrazgo, Ibéri- ca s.s., y Cameros, desconectadas entre si. La formación y evolución de las mismas estuvo condicionada por la etapa distensiva que dominó en la placa Ibérica durante esta época, y esa misma tectónica distensiva es la que dió lugar a tasas de subsidencia variables, pero en cualquier caso rnuy importantes, en las tres cuencas. En las dos cuencas que se estudian en este trabajo, Ibérica s.s. y Cameros, la activa tectónica sinsedi- mentaria dió lugar durante el Cretácico inferior, a varias secuencias de depósito separadas por discor- dancias, con importantes diferencias entre las dos cuencas. En la cuenca Ibérica, s610 la secuencia Hauteriviense - Barremiense es de caracter continen- tal dominante, y en ella la sedimentación lacustre fu i rnuy importante, con desarrollo de áreas de lagos someros carbonáticos asociados a sistemas fluviales y abanicos aluviales ocupando una gran parte del surco ibérico. La contaminación marina es débil, pero incluso en partes tan internas del surco como la provincia de Cuenca, todavia se aprecian indicios de tal influencia. Las potencias de estas unidades son rnuy variables, adaptándose a surcos y cubetas de diferentes subsidencias formadas por la conjugación de las directrices NO-SE y NE-SO que fueron las dominantes. La secuencia Barremiense - Aptiense solo tiene sedimentos de origen lacustre en su base, notable- mente menos importantes que 10s de la secuencia anterior. Están relacionados con ambientes aluviales predominantemente siliciclásticos, fundamentalmente se trata de lagos de corta permanencia y charcas en llanuras aluviales proximas al mar. La influencia marina se incrementa hacia techo a medida que avan- za la transgresión que dió lugar a las plataformas epicontinentales urgonianas que caracterizan el Ap- tiense en la cuenca. La cuenca de Los Cameros constituye un proble- ma aparte. Ha sido interpretada como de tip0 pull- apart, hipótesis en principio no descartable, si bien las investigaciones que estan llevando a cabo 10s autores de este trabajo parecen indicar la necesidad de introducir al menos algunas modificaciones al modelo. Lo más destacable es desde luego su alta tasa de subsidencia y de sedimentación y su carácter mayoritariamente continental, y su principal proble- ma, la datación de las secuencias identificadas. El reflejo de la tectónica durante la sedirnentación es tambien rnuy acusado, identificándose cuatro secuencias de depósito en la parte oriental y cinco en la occiden- tal, que, simplificando, comienzan con sedimentos de origen aluvial siliciclástico y terminan con sedi- mentos predominantemente carbonáticos de origen lacustre (excepto la última en cada caso, cuyo techo es erosivo). La primera secuencia ( Titónico - Berriasiense) es en detalle bastante compleja. Se pueden identificar al menos dos ciclos aluvial - lacustre en la parte oriental (Salomon, 1982a) y tres en la occidental (Clemente, 1991), relacionados con sistemas fluviales y abani- cos asociados a márgenes activos, que pasan lateral- mente y hacia techo a sistemas lacustres someros. En la parte occidental de la cuenca estos sistemas dan lugar a litosomas aislados, pero hacia la parte orien- tal, 10s episodios lacustres adquieren mayor impor- tancia, dando lugar a litosomas mucho más extensi- vos. La segunda secuencia de depósito (Valanginiense) solo está representada en el sector mas occidental de la cuenca. Lo mismo ocurre con la secuencia Haute- riviense - Barremiense. La secuencia Barremiense constituye un sistema fluvial axial a la cuenca cuya zona distal, en la parte oriental, estaba formada por sistemas lacustres rnuy extensos. La importante sub- sidencia de la cuenca en esta etapa da lugar a un potente litosoma de facies lacustres carbonáticas. Se refleja también hacia techo la existencia de una etapa evaporitica sulfatada. La secuencia Barremiense superior - Aptiense tie- ne su zona depocentral situada en el sector NE de la cuenca. La subsidencia fu i tambien rnuy importante, desarrollándose un sistema aluvial con abanicos alu- viales asociados a 10s márgenes de la cuenca y siste- mas fluviales que pasan hacia techo y lateralmente a facies lacustres de lagos carbonáticos someros rnuy extensos, con una altisima tasa de sedimentación y fuerte contaminación siliciclástica. Dentro del mis- mo sistema sedimentario, aparecen varios litosomas de facies carbonáticas lacustres <>, que co- rresponden a otros tantos lagos situados justamente en el margen noroGenta1 de la cuenca, controlados fuertemente por la tectónica y por la influencia esporá- dica de contaminación marina procedente del sureste. Tras la homogeneización que supone la gran trans- gresión del Cretácico superior, se produce en la placa Ibérica, con el comienzo de 10s primeros movimien- tos compresivos alpinos, una situación totalmente diferente: Se empiezan a diferenciar cubetas ya du- rante la etapa regresiva, cubetas que llegan a formar pequeñas cuencas continentales aisladas unas de otras. En estas cubetas aparecen con frecuencia series car- bonáticas a veces potentes originadas en ambientes lacustres someros, siempre lagos relativamente efi- meros, con importantes episodios palustres reflejándose en las secuencias de somerización notablemente bien desarrolladas en muchos de 10s casos (Fms. Perenchi- za y Santibañez del Val). AGRADECIMIENTOS. Este trabajo ha sido subvencionado por el Proyecto PB 88 - 0071 de la D.G.I.C.Y.T. Agradecemos a 10s Dres V. Pujalte, L1. Cabrera y X. Querol sus revisio- nes del manuscrit0 y sus sugerencias de modificacio- nes, que creemos han mejorado notablemente el ori- ginal. 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