UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS TESIS DOCTORAL MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Encarnación Moreno Ruiz Madrid, 2015 © Encarnación Moreno Ruiz, 1970 Historia de la penetración española en el sur de Colombia Encarnacion Moreno Ruiz 1111111111111 * 5 3 0 9 8 5 2 7 6 4 * UNIVERSlDAD COMPLUTENSE HISTORIA DE T ... A PENTRACION ESPANOLA EN E L SUR DE COLOMBIA. ETNOHISTORIA DE PASTOS Y QUILLACINGAS. SIGLO XVI Facultad de Filosof!a y Letras Secci6n de llistoria Departamento de An~ropo1og{a y Etnologia Americana Universidad Complutense de Madrid Madrid, 1910 Si8LIOTECA ~ Encarnaci6n Moreno Ruiz Editorial de la Universidad Complutense de Mad~id Servicio de Rcprograf!a, Noviciado, 3 Madrid-8 Madrid, 1980 Xerox 9200 XB 4RO Dep6sito Legal: M-2340-1980 I, HISTORIA DE LA PENETRACION ESPANOLA Eil EL SUR DE GOLOI.IDIA (EIJ.1HOHISTORIA DE PASTOS Y QUILLACIHGAS, SIGLO XVI) Tesis doctoral prcsentada por la Licda. Encarnacion Moreno Ruiz para optar al grade de - Doctor• bajo la direccion del Catedratico Dro D. Manuel Ba­ llesteros Gaibrois. Madrid 1. 970 ·: • I N D I C F. ===========:.: INDICE ===========:== Pagina Introduccion . . . . . • . • • . • • . • • • • • • . • • • • . • • • • • • • • • • . • 1 !§ PARTE.- Bases generales del estudio =;::::::. :::::::: === ===~== =============-== Capitulo 1Q - El marco geogr8£ico : al Extension y llmites ••••.••••• Orograf' ia ................... . Cl ima ........................ * Botanies •••.•...•.••...•..•• , f e) Zo~lo~fa •••.•••.•••••••.••••• ) Pa1sa.J e •••••••••••••••••••••• IP~ PARTE.- Los indios prehispantcoa ====~~==============~=== Capitulo 22 - Los restos argueologicos 11 15 25 29 37 42 a) Las excavuciones y sus resulta dos •••••••.••.••••••••.•.••• -; 50 b) Arqueolog1a general de la zona 1.-Localizacion geografica ••• 55 2.- Prehistoria del area..... 56 3.- Encuadre cronologico •• ·••• 59 4.- Materiales arqueologicos - de la zona •••••••..•••••• 4.1.- La ceramica •••••.•• 64 4. 2.- Ll·tica • • • • • • • • • • • • • 88 4.3.- Lapidaria ••••.••••• 91 4. 4.- Escul tura • • • • • • • • • • 96 4.5.- Arte rupestre •.•••. 104 4.6.- Arquitectura y patr2 nes de asentamiento. 108 4. 7 .- El trabaj o del metal 11 3 Pagina 4.8.- El trabajo en madera 118 4.9.- El trabajo en hueso 120 y asta ••••••••••••• 4.10.- El trabajo en con-- cha. . . . . . . . . . . . . . . . . 122 4.11.- Necropolis y tumbas 124 5.- Consideraciones finales •• 138 6.- Conclusiones ••••••••••••• 143 a) Area'arqueologica de los paa-- tos •••••••••••••••••••••••••• 145 d) Area arqueologica qulllacinga.. 152 Capitulo 32 -Area y asentamientos............. 164 a) Pastoa • • • • • • • • • • • • .. • .. .. • • . • • • • 165 b) Quillacingas ••••••••••••.•••• 172 Capitulo 42 -LingUistics b a) Introducoi6n .................. . ) Panorama de las investigacio-­ nes sobre la lenE:_'t.a quillac in- ga ••••••••••••••••••••••••••• 1.- Caracter1sticas •••••••.•• c) Panorama de las investigacio-­ nes sobre la lengua pasto •••• 1.- Caracteristie,;~.s •••••••••• d 9 ) Aspectos oritico1 ••••••••.••• ) Resumen y conclu ... ~.ones ••••••• Capitulo 52 -La sociedad 191 202 210 220 229 239 a) Estructura social y gobierno • 247 b) Creencias y mundo espiritual.. 250 Capitulo 62 -Cultura material................ 254 Capitulo 72 - Etnohietoria a) Posibles pobladores mas anti- gtlOS • • • • • o • • • • • • • • • o • • • • • • • .. b) Establecimiento de pastoa y - quillacingas •••••••••••••••• 1.- Posibles relaciones con- mesoamerica ••••••••••••• 2.- Conclusiones •••••••••••• c) Noticia de su desarrollo his­ torico posterior ••••••••••• ~ 1.- Pastos 1.1.-0rganizacion sociopoliti ca .................... :- 1.2.-Medios de subsistencia,- comercio, industria ••••• 1 • 3.- Vi vienda •••••.••..•••• 1.4.- Costumbres y caracter •• 1.5.-Creencias y ceremonias •• 1.6.-Vestidos y adornos ••••• 2.- Quillacingas 2.1.-0rganizacion sociopolit~ ca ..................... ._ 2.2.-Medios de subsistencia, comercio, industria •••• 2.).-Vivienda •••••••••••••••• 2.4.-Costumbres y caracter ••• 2.5.-Creencias y ceremonias •• 2.6.-Vestidos y adornos ••••• 3.- Conclusiones ••••...•.••• d).~a dominacion incaica y sus­ consecuencias culturales •••• 1.- El linli te norte del impe- rio incaico ••••••••••••• 2.- Expansion y conquistas in caicas ••.••••••••.•••.• ~ 3.- ?astos y quillacingas ba­ jo la organizacion del i~ l?erio .................. . 4.- Conclusionea ••••••••.••••• III~ PARTE.- Espafioles en la zona Capitulo 89 - La Conguista Pagina 260 269 281 283 284 286 289 295 296 299 301 303 305 307 308 311 314 316 318 318 325 345 37'1 383 -- .capitulo gg - Establecimiento de los espafioles Primeros establecimientos ••• La fundacion 6.e la villa de - San Juan de Pasto ••••••••••• 1.- Estudio de la documenta-- cion encontrada ••••••••• 1.1.-Candidatura de Belal , -cazar •••••••••••••• Pagina 406 410 411 413 1.2.-0bjec .iones a Belal­ caza:-y candidatura de Pedro de Puelles. 418 1.3.-Lorenzo de Aldama... 427 1.4.-Cronologia de las re ferencias a Pasta en los libros del Cabil do quiteffo •••••••• ~ 432 2.- Conclusiones •••••••••••• 4~7 c) Primeros pobladores, proceden cia y densidad ••••••.•••••• ~ 465 Capitulo 102- La vida civil en Pasto a) La ciudad dentro de la juris­ diccion de la Audiencia de - Quito •.••••.••••••••••••••• , b) Organizacion de la nueva vi-- lla ..................... •. · · cd) La estructura social •••••••• ) Costumbres •••••••••••••.•••• Capitulo 112- La vida eclesiastica en Pasto a) La ciudad dentro del obispado 486 491 500 506 de Quito •••••••••••••••••••• 511 b) La labor evangelizadora ••••• 522 c) Resultados religiosos y cultu rales ..••.•••••••.••••••••• ~ 536 d) Conclusiones •··········~··•• 548 Capitulo 122- Pasto en las guerras civiles del Peru .......... o • • • • • • • • • • • • • • • • s 54 Fagin a Capitulo 132 - Primeros contactos, distribucion de tierra~...................... 580 Capitulo 142 - Nuevas poblaciones, cultivos y - ganados ·······················- 599 Capitulo 150 - Aspectos humanos del contacto a) Traslados ................... 617 b) Comportamlento del blanco pa- ra el indio: consecuencias ... 619 1.- Migraciones •••••••••••••• 626 2.- Sublevaciones ........... 628 ~~ Mestizaje ................... 629 Cambia cultural ............. 633 c 0 N c L u s I 0 N E s 1.- Metodologicas ............. ' 647 2 .. - Relativ:as a las culturaa in- digenas ••••••••••••••••••• 0 649 ).- Relativas a le. instalaci6n - espanola ................... 655 4.- Sobre la tranaculturaci6n .. 658 A p E N D I c E s 1.- Bibliografico .............. 659 2.- Indice documental .......... 705 3.- Colecci6n documental 4.- Grafico I N T R 0 D U C C I 0 N ==========-=====-=·==!:!= .... 1 I N T R 0 D U C C I 0 N ==~=~================== El tema del presente trabajo abarca la histo­ ria de los pueblos pasta y qui1lacinga desde la ep2 ca prehispanica hasta fines del siglo XVI. Su con-­ tacto con lo espafiol y las transformaciones cultu~ lea que de ello se derivan. E1 motivo de haber ele­ gido este tema surgio durante mi estancia en Pasta como profesora de la Universidad de Narifio. En los cuatro afioa que duro mi permanencia en el lugar, ~ ve ocasion de apreciar las inquietudes de esta Uni­ versidad por carecer de una historia completa que - estudiara de un modo sistematico y cronologico los pueblos aut6ctonos y los primeros tiempos de la vi­ da de la ciudade Bien es verdad que existen mono~ flas acerca de algunos aspectos, tanto de las mani­ festaciones culturales indigenas como de la conqui~ ta y comienzos de la vida colonial, pero habia y hay, una carencia absoluta de obras de conjunto que, . •t t' •• 2 contando con la metodologia de diversas ciencias, I~ construyeran el pasado de la region. Comenzaron en-­ tonces mis observaciones de los restos arqueologicos existentes en las colecciones particulares de la ci~ dad y poco a poco fui visitando muchos pueblos de la zona e inquiriendo acerca de los hallazgos encontra­ dos al azar u obtenidos por los huagueros y tomando nota de las diferencias de habitat existentes entre las zonas de los dos pueblos aborlgenes mas cercanos al establecimiento espafiol. La fal ta de una catedra de Arqueologia en la Universidad me impidio el hacer excavaciones, pero fui testiGO presencial de hallazgos de tumbas con ajuares funerarios completes en los alreoedores de la ciudad. Efectue investigaciones en los libros de cabtl dos existentes en el Ayuntamiento, a.sl como ta.mbien en las aetas notoriales del sig~c XVI que ae gue.rdan en los archivos de l~=~.s notarlas de Pe.sto. ~ ' ' 3 Pongo de relieve estas consideraciones para - aducir que esta investigaci6n es fru.to de una expe­ riencia personal contrastada con las fuentes narra­ tivas y documentales y completada con la bibliogra­ fia que trata del tema. Las fuentes documentales consultadas en Espafia proceden casi en su totalidad del Archive General - de Indias.y de la Real Academia de la Historia. Aun­ que irives_tigue en el Archive de Simancas no encontre nada que se refiriera a esta epoca, y entre los manu~ cri toe de Marcos Jin.enez de la Espada, que se censer­ van en el Consejo Superior de Investigaciones Cienti­ ficas, solamente halle uno de interes que era copia del original existents en el Archive de Indias. De entre las fuentes documentales consultadas, cabe des­ tacar las que incluyo en el Apendice Documental. Una es la Probanza de Pedro de Puelles, documento funda-­ mental, junto con unos autos ante Vaca de Castro, pa­ ra apoyar uno de los puntos de rui hipotesis de traba- •t .• , \ jo .. Otras de las que he elegido, eon Visitas como - la del Licenciado Tomas Lopez y la del juez Cristo­ bal Sang~tino, cuya veracidad y objetividad son ind~ dableso El resto son Relaciones y Descripciones he­ chas por visitadores, y escogidas porque vienen a - cornpletnr a las anteriormente citadas. Las .fuentes narrativas consul tadas han sido muchas, practicamente todas 1as que tratan de 1a cultura i.ncaica. De entre ellas las que con mas CO,!! fianza he utilizado han sido la Cronica del PerU de CiE·za de Leon, en su edici6n de Espasa-Ca1pe de 1941 y la Historia del Peru bajo la dominaci6n de los In­ cas de Cab~llo de Balboa, en su edici6n de 1920, ano tada por Horacia H. Urteagao El primero describe las costumbres de pastes y quillacingas de visu a su pa­ so por la zona y no se limita a tamar nota de lo que ve, sino que indaga. entre los mismos indios acerca de sus costumbres y el porque de ellas. Cabello de Balboa es insustituible para ac1arar los limites de :.· 5 La conquista incaica y muchos de los caracteres de - ella, porque vivio en la zona limltrofe con el ac--­ tual Ecuador durante algUn tiempo e hizo indagacio-­ nes a este respecto. El resto de los cronistas que - aparecen en la bibliografla me han servido de punta de apoyo para completar el desarrollo del tema. Para los primeros affos de la conquista y asen­ tamiento de los espanoles, la utjlizacion de los Li­ bras de Cabildo de Qui to ha hecho posible el que es­ tableciera una cronologla detallada de las expedic~ nes que pA.rtian hacia el Norte, a· .i como de sus obj~ tivos y, sabre todo, para cent:ra:r las fechas en que fue posible la fundacion de la ctudad de San Juan de Pasta y contrastar con las notic1.as de las fuentes - documentales. En cuanto a la Bibliografia, cabe destacar los Documentos ineditos para la Historia de Colombia de Juan Friede, que en lo que se refiere a Pedro de Pu~ lles viene a r~ti£1car la veracidad de los documen-- . ~, '~ l , . 6 .tos aportadps. La obra de Betty Meggers: Ecuador y la de Reichel Dolmatoff: Colombia, aunque tienen un caracter de divulgaci6n, dada la alta calidad -­ cientifica de estos arqueologos permiten conseguir una vision de conjunto sumamente uti1. La obra de Antonio· Santiana NueYo Panorama del indio ecu~toriano, es una sisteais de Antropo12 gia Flsica. de Ecuador, que junto con la obra de Schobinger Prehtstoria. de f)uramerica., me han hecho posible presentar un panorama de la Prehistoria de la. zona pasta. En arqueoloeia las investigaciones de Verneau y Rivet en la zona norte de Ecuador y las de Max ~ le son sumamente utiles por la minuciosidad en las descripciones de los hallazgos, asl como la obra de Perez de Barradas Colombia de Norte a Sur, editada en 1943 por el Ministerio de Asuntos Exteriores, por los mismos motives. En el campo de la Lint~istica, debe advertir - 7 que las hipotesis de Sergio Elias Ortiz en su obra fundamental Lingliistica aborigen de Colombia, asi como las de Jijon y Caamafio tienen poca base cien­ tffica, por la carencia de datos suficientes como para elaborar tales hipotesis. Los mas recientes estudios sabre el parentes­ co genealogico de las lenguas, de Jean Caudmont y Menessy-Guitton en Le Langage, editado en 1968 y los estudios sabre Topon!mia de ru1tonio Tovar, pu-­ blicados en 1970, me han demostrado que es precisa 1a aportaci6n de muchos mas datos de los que posee­ mos en esta zona para establecer parentescos 1ingu~ ticos. Las hipotesis de trabajo que aqui se presentan son las siguientes: a) Las culturas prehist6ricas de pastas y quillacin­ gas, pese a la similitud de algunos rasgos, tienen origenes diferenteso 1 • '· "1 , •• ,.' 8 b) La lenb~a quillacinga no debe incluirse con la - sibundoy. c) El area de ambos grupos ind!genas es distinta y se aporta la lista de asentamientos mas completa que existe hasta el momenta. d) Se demuestra la separacion de los rasgos cultur~ les de nmbas tribus a traves de las fuentes his- , . pan1cas. e) Se definen los limites de la dominacion incaica. f) Se comprueba que la fundaci6n de San Juan de Pas­ to fue llevada a cabo por Pedro de Puelles y no - por Lorenzo de Aldana. h) Se pretende elaborar una historia de la region, que abarque desde la prehistoria hasta fines del XVI. PRIIviERA PARTE ========================== • 9 Deseo hacer constar mi agradecimiento al Dr. Ballesteros Gaibrois por sue orientacionee metodo­ logicas y su preocupaci6n para que llevase a buen termino el presente trabajo. A1 Dr. Alcina Franch por sus consejos en los aspectos arqueologicos del trabajo, y a la Universidad de Narino por la amab~ lidad con que siempre atendio mis peticiones de ~ formaci on. 10 Capitulo I EL MARCO GEOGRAFICO ' . ·, ~. ' t' \' - . 1 11 a) EXTENSION Y LIMITES', .El territorio que va a ser tema de este t~ bajo comprende parte de las actua1es RepQblicas de Ecuador y Colombia. Comprende entre 1os OA y loa 2R de 1a.ti tud Norte y los 7 6 y 78 R de long:L tud Oeste'• Sobre el terreno podr!a ser un~ 1!nea imaginaria - que fuese, al norte, deede el Paramo de las Papas en el Departamento del Cauca hasta el r!o Pat!a, - siguiendo au curso bacia occ~denteJ al Sur por -­ Carchi en Ecuador y la region de HuaoaJ a1 Este por la Comiaar!a del Putumayo y parte del Departamento del Cauca y al Oestepor las vertientes de la cord! llera que ae dirige haoia la costs. Dentro de estos 1!mites, quedan comprendidae varias regiones naturales que forman la ~ota.lidad - de oste territorio (1): a) Vertiente occidentaL de la cordillera occidental b) Altiplano Tuquerres-Ipialea c) Region Central de Pasta d) Region septentrional Mayo-Juanamb& e) Fosa del Pat!a y regi6n del Rosar~o 12 f) Laguna. de La Cocha y Valle de Sibundoy g) Vertiente orient~ de la Cordillera Oriental y Ll.anura Ama.z«Sni ca h) Cuenca interandina a) Esta regi4n comprende l.as tierras inclina­ das de la cordillera que miran hacia el Pac!fico, con fuertes pendientee unas, con desniveles suaves otras, tales como l.a.a hoyas de los rios Mayasquer, Gllisa, T~ 1emb!, Pat!a y Tapaje'o b) Altiplano Tuquerres-Ipialea.- Limitada por el arco geografioo meridional, las dos cordilleras y el r!o Bobo y Gwaitara. Se advierten tres sectores diferentes: sabana de Tuqu~rres, de tierras altas y planas; la hoya del alto Guaitara, tierras quebradas y riachuelos en sus dos bandas; el Pascual y la ver­ tiente occidental del Guaitara, formando tierras qu~ bradas que bajan hasta encontrar la fosa del Pat!a. En los primeros sectore.:~ la a1 tura media es de 2. 800 mts; en la·tercera, baja hasta los 500. 13 c) Region central nariffenae de Paato.- Limi­ tada al Norte por el r!o Jwanambu, al Sur por el Bo­ bo y el Guaitara y al oriente por la cordillera cen­ tro-oriental', Topograf!a abrupta, profundae grietas y canjilones. La pendiente del Qngu1o noroeste pre-­ santa caidas de un gran desnive1 y solo al s., en - Sandona, Consaca y Yancuanquer hay mesas y terrenos f$rtiles. La parte oriental es m&s suave y forma e1 valle de Atriz, pero al Norte, en la hoya del r!o - Pasto, los terrenos eon de nuevo quebradas y apare­ cen masas escalonadae en Chchag~, Duarte y Toro. La orogenia la estruo*ura el Galerae, con sus 4.250 metros de altura, la eerranla de la Espada, c~ mo continuaci6n de $ste y el macizo de Morazurco, un pooo al norte. En la margen izquierda del alto Jua­ nambu hay mesetas, como las del Tablon y las Mesas. d) Regi6n septentrional Mayo-Juanamb~.-Com-­ prendida entre el Juanambu, por el Sur1 la cordille­ ra Centro-Oriental, por el Este y por e1 Norte, por el p~amo de Achupallas, la Cuchilla de Bateroa y el 14 r!o Mayoo Aqu!· esta el vo1c~n Dofia Juana, el macizo montafioso de Chimayoy y San Mart.!n. e) Fosa del Pat!a y regi6n del Rosario.- Te­ rrenos por bajo de los 700 metroso Hacia el Noroes­ te, la region del Rosario con terrenos quebradas. - Esta zona es la vertiente de la cordillera occiden- talo f) Laguna de la Cocha y valle de Sibundoy.­ La cordillera Centro-Oriental, en sus estribaciones orientales, estructura dos valles longitudinales: el primero bordeado por la serren!a que, desde el Guapuscal se une al cerro de Pataacoy y de aqu! a la elevacion que va hasta e1 Bordoncillo. En el es­ ta la laguna de la Cocha, entre rlturas y bordeada de terrenos de suave pendiente. _l segundo, el va-­ lle de Sibundoy, formado por la ~oya del Putumnyo. g). Vertiente oriental de la cordillera oriea tal y llanura amaz6nicao- Terrenos abruptos, cubier­ tos de selva que desciende rapidamente nasta el pie de la cordillera donde comienza la gran llanura a~ • t . '~ , • . \ 15 z6nica. h) Cuenca interandina.-Entre 1as dos oimas de la cordillera Centro-Orienta1. Morfol.og!a muy - quebrada, al. tu.raa de 2.000 y J·.ooo metros, angostos valles fluvialee, mesas aisladas y gargantas prof~ das. Anchura de 150 a 175 Kme. Toda. au hl.drograf!a es tributaria del Pat!a. b) OROGRAFIA. Del. nuda andino de Hwaoa, en el territorio de Ecuador, hacia el Norte aDrancan dos eeotores - montafiosos muy maroados1 el de la oordill.era de ~ gochagua y el de la cordillera de Pimampiro: el. pr! mero en la direcci&n NO y el segundo haoia el NE. En ella se al~~ el cerro Mirador y ~ a1 Norte en­ cuentra los altos de Boliches, en cuyo extrema occ~ dental aurgen el cerro de Mayaaquer y el voloan de Chiles. De este punto surge la cordillera occiden­ ta1 colombiana que oruza el territorio de sur a no~ te. Entre los cerros de Huaoa y los de Chiles van - formando lo que Humboldt llama, el Nuda de los Pastas. (2). Aparecen las alturas del Chiles, Cumhal, el Az~ 16 fra1, el. Hua1ca1a, e1 Colimba, los cerros de Sotoma­ yor y las lomas de Piedraverde. Encuentra despu&s al. r£o Pa t!a. que la rompe en el. estrecho de Minaoa y se continua en el. Cerro de GOngoraa en el. U.mi te de Na­ rifto con el. Caucg. En el. extrema occidental. de loa Al.tos de Bol.! chea, emergen l.oe cerros de Troya y de la Virgen Ne­ gra y 1 siguiendo l.a L!nea fronteriza entre Narifio y el. Ecuador, l.as alturas de El. Morro, Portachuel.o y Pax. De aquL surge un ramal. hac~ a el. Norte donde se encuentran l.os vol.canes de Las cruntas 1 Patascoy, Tajumbina y Dofta Juana y el. Alto de l.a Campana, en l.a MOntafia de Bateroa, en el. l.inde con el. Cauog. A este segundo ramal. de l.oa Andes ~e l.ee llama habi­ tual.mente Cordil.lera Centro-Orle.,_ta.l. colombianae En esta zona andina existen altitudes supe­ riorea a l.os 4.000 metros, como son l.as de Nevado de Cumbal (4.890), Vol.o8n GaJ.eras, Navada de Chil.es, Torre de Mallama, Cerro San Francisco, Volcan de - Pas to, C.&spide de l.e.s Pe tacas, c.S.spide de l.as Ani­ mas, C6.spide de Tajumbina., Cerro Negro, Pata.scoyo . . . .. . . ; ~ ' 17 En la zona lim!trofe entre el Ecuador y el departamento colombiano de Narino se halla e1 vo~ , , can de Chiles; al Norte de aste, el nevado de Ou~ balo El volo£n Az~fra1, tiene 4.070 metros de altit~d, situado a1 Oeste de TQq~erres, junto a 1a Laguna Verde'e Al occidente de Pasto, el voloQn Galeras - que d' a la ciudad una fisonom!a t!pica por ha11ar se esta situada en las mismas fa1das. Tambien apareoe en la oordi12era centro--­ oriental, el volcan de Bordono111o, con ana a1t1- tud de J. 800 metros y el Pa.tascoy, ln&s al. Sur. El volaan Dofta Juana, de 3,900 metros, en­ -tre. aveces en acti vida.d •• Al Norte de 1a ciudad de Pasto, el Moraz~ co, vo1can apagado y punto de arranque del nudeo montaftaso que divide las cuenoae del Pasta y el - Juananmu. ~ . . - 18 Cerros de importancia son los de Animas, P!!, ' taca, Taju.mbina, San P'rancisoo y Alcalde en la CO£ dillera centro-orienta1 y 1os de G&ngoras, Sotoma­ yor y Ma1lama, en 1a cordillera occident&Ve SUELOS, Los valles del. Pat:La, Mayo, Juana.mb.& y Gua.i , , , tara estan cu.biertos de depositos volcanioos cons! derable, arrojados en la 'poca terciaria cuyos di~ tritos fueron cond~oidos bacia l.as partes bajas -­ por el hielo a1 derretirse en cantidades inmensas, donde quedaron depositadoe a1 desaparecer los la­ gos fP9Eh esa .&poca debian existir. Hay puntos don­ de las montaftas se encuentran estriadaa por el. p~ so de los hiel.os hacia los valles·, La mayor!a de los euel.os de la cordillera central pertenecen a la Edad Paleozoica, aunque , . en ella se encuentran rooas desde e1 Precamhrioo basta el Cenozoico. Los tipos de rocas eon: meta­ morficas (biotitas y hornblenda, gneises, esquis­ tos crist~inos), {gneas (granito andino, eieni-- 1.9 tas, dioritas, gabroe, amdeaitas, diabasas) y rocas sedimenatariae (calizaa y cuaroitas). La gran act! vidad neo-fluvio-glaoial-vo1o&nioa oubri& grandee areas con toda dac!tica, cenizas vo~o&nicaa y dia tomitas. Los materiales parentales de los suelos va~ian ampliamente de un area a o~ra de la cordi­ llera. En los sueloe formadoa por inf.luenoia de los volcanes predominan las oenizae volc&nicas. En algunas pendientes fuertea, las cenizas han eido removidaa dejando a la superfioie materialea m£s antiguos·. En los f.lancos occidenta1es de la oordill~ ra orienta1 se han desarrollado auelos calcQreos jovenes sobre. las pizarras o~careas del Cret,oi­ co.(3) HIDROGRA.FIA. Desde la confluencia del. Mayo con el Pat!a basta l.o al. to de la. Campana, al oriente de la. Mon. tafia de Bateros, en direcci&n OE y de aqu! en di­ reccion SE-SO, haste. la quebrada Cascabel, punto 20 de contaoto de 1os territorios da Nariffo, Cauca y Putuma.yo, se abre la ou.onoa hi/·rogmfioa del. Mayo. Naoe el. Mayo en .:Las a.:Ltun:....; occiden'tal.es de la Cordi.ll.era Centro-oriental., j•1atamente en el. oerro de l.as Animas, y aoreoe au oau.da.:L, por l.a margen dereoha con las aguas del r!o Cantarrano y de 1as quebradas de Sanchez, Burros y l.a Chorrera, a tiempo que por 1a margen izquierda desaguan en el los r!oa Juntas, Tajumbina, S!Ltchez, Da.v:Ld, San Mateo, Cusill.o y las quebradas de Chorrera, Sali­ nas, Laguna, Chalguayaoo, Sardinas y Cunaco. Por entre breftas eacarpadaa, tumu1tuoso y raudo, co-­ rre en e1 fonda de estreohoa abiemos en direcci6n EO en una longi tud que el. geOl.ogo Royo y G~mez -­ aalcula en 100 kilometres. En esta cuenca hidrog.r§ fica esta 1a quebrada Honda·. En l.a zona 1im!trofe Este con el. Putumayo, los r:!oa Churuyaco, Ru.miyaco, Ranoheria, NambU.e, tribu.tarios todos ellos del San ~gu.el; el Sara­ concho, Rio Verde, Rio Juntas, R{o Sucio, Pates­ coy, Afil.adores, tributaries del GuamuS.s. En eata • 21 mi.sma zona liu&~rofe, la laguna de l.a Cooha, l.l.alll!!. da tambien de Mo co a o l.ago Guamu.&s, l.l.amdada. Mar Dulce por los prim.eros conquistadores, a 23 kil.&­ metros de l.a oiudad de Pasto·. Con una. al.titu.d de 2o749 metros sobre el. nive1 del mar, seg&n Reiss y Stubel y 20 kilometres de latitud y de 3 a 5 de anohura aegUn. Vergara y Vel.asco, con profunclida­ dea de hasta 70 metros.A el.l.a converge el rio En­ cano, que ea au origen princ1pa1 y el. MOrtifto y - Santa Lucia. Sue aguas son extraordinariamente -­ fr!as. El ~ San ~guel. corre basta el Sur, inte£ nandose en los territorioo del. Ecuador que forman l.a zona lim!trofe Sur de la regi&n que nos ocupa~ En ella, el rio Oarohi, que corre a traves de un eetrecho caff6n y que, al. adentrarse en territorio colombiano, toma el. nombre de rio Gu.Bitara. La re . - gi~n en·tre el Pun y el. Cerro de Pax e eta baflada por las aguae del. Chingua.l. en el que desem.boca.n los r!oa Yamues y San Franoisoo. El. r!o San Miguel. atraviesa zo;ta baja amazonica recibiendo las aguas ""'--- 22 del DrB.gon, el. Nambu.t~ 1 el RanoherLa, el. Ru.miyaoo y el. Churuyaco•. Todo e1 sistema hidro~fioqpor 1a division en doe cuencas hidrogntficasa l.a de l.os r!os que desembooan en e1 Oceano Pacifico y l.a de l.os rios que l.o haoea en el. At1£ntioo. A1. Atl.Bntioo van e1 Nambu&, el. Rancher!a, el. Ru.miyaco y el. Churuyaco, que desembooan en el. rio San Mi.gu.el.J e1 r!.o Lora 7 el. Ke rosen, afJ.u.en tea de~ R11miyaoo J e1 Guamu.es, con au.s afluentes Suoio,- Juntas, Rio Verde y Sa­ raconoho, Estero y Patasooy. Al. Pacifico vans El. Patia, que naoe en el. nudo de las Papa~, cerca del. vol.can Sotara, donde nace tambian el - Magdalena. Ceroa de su nacim·· -.::tnto l.e enriqu.eoen los rios Tim.bio y Qu:l.l.oase y ma1s adel.ante, pero todav!a en el. Cauaa, el Sindagua, el Capitanea y e1 Criollo, todos el.l.os por l.a dereoha y por l.a izqu.ierda, el. Guaohioono y San Jorge. Ya. dentro del. territorio del que nos ooupamos reoibe las - 23 aguas del Mayo y luego del Guambuyaoo y Ju.anamb.& , . , y el Guaitara o Paoual. Entra despuas en la zona 1itora1, fuera del campo de nuestro estudio, dos de le tributan los rios Piusbi, Mansalvi, Mag~, Gua.J.pip! y TelembL, por la izquierda y el Mama­ conde, el San Pablo y e1 Pat!a Viejo, por la de- reoha. En esta zona puess En el. paramo de Aponte y a 3t. 700 metros de aJ. tura sabre el ni vel del mar, nace e1 r!o Jua-­ nambu, conooido tambian oon el. nombre de Guambu­ yaco. Le rinden tributo mUltitud de rios, entre elJ.os e1 Juanoy, Aponte, Pedroyaoo, Janaca~ y l.as quebradas Majinsanoy, Manjoy, Mazamorras, - San Pablo, Aranda, e1 Vado y Quebrada Honda, - por J.a margen dereoha. Por la izquierda, el r!D Negro, Jua.ngua.na, San PabJ.o, Ija.g~, Pajadoy, Pasto y Saraconoho y las quebradas Rundayaco, Tambillo, Meneses, Convento, Cano 1 -Ci ma.rronas, Ove jeras, Cha.rguayaco y otras1e Despu&a de un r!_ corrido de ceres de 110 XM., desembooa en el. Pa- : .. 24 tig. La extensiQn de au cuenca es al.go mayor - que l.a del. Mayo, pero menor que l.a del. Gu&itar~. Es muy aocidentada, salvando a veoes desnivel.es de mas de 1.000 metros'• El. rio Gu&itara atraviesa e1 territorio de Sur a Norte, teniendo como afluentes principa1es l.os rios Tesoual, Angasmayo, T&ll.ez, Bobo, Azu-­ fral., Barranco t San Pedro, Molino oayo 1 por l.a d!!, recha y por l.a ~zquierda, Sap"Yes, Pac~ y Pisog yaco'~ Tributario del. JuanambQ es el. rio Pasto, s~ parado de su principal por 1a montaffa del Oso y l.os macizos de Morazurco, Meneses, Chaoba.g~ y - Cimarronas. Nace en las fa1das del. Bordonoi11o!. Recibe por ~a derecha 1as aguas del. rio Buesaq~ 11o, de las vertientes del. Tabano y por 1a iz--­ quierda las de 1a quebrada Piquisique, que baja del. vo1can Ga1eras. Pasa despu&s por Pasta, te­ Irl.endo en esta primers parte un curso suave y - tranquil.o·. Pasado en el. Pan de Aoo, oorre en - 25 profundo cauce hasta preaipite.rse aJ. pi& de las breffas de Chachatoy. Luego recibe 1as aguas de - los rios Curiaco y Manchavajoy y multitud de qu~ bradas, entre ellas l.as de El Rosa1, Yang~tat Hatoviejo, Bermudez y Quebrada Honda.(4)'. Las variaciones olim£ticas de la zona se - producen, no en raz&n de la latitud, sino de la mayor o manor altura, reduciendose a dos grandee per!odos de mudanza de tiempo: de verano o sa--­ quia y de invierno o de ll.uvias, sin variaoi.k - de per!odoa apenas, en razon de la temperatura. Ello delimita las zonas en una fr!a en las al.tu­ ras y otra templada en la zona de las mesetas, ~ 11es y altiplanioies. En las regiones interandi­ nas reina una perpetua. primavera no bajando nun­ ca de oa :La temperatura de J.as zonas habi te.das'• En la zona P~dina, las doe pecu1iares esta­ oiones de las lluvias y sequ!as, alternan dos v~ 26 cea cada afio, de modo que en 1os dos eq~occios se produce aquel.la y en l.os dos sol.sticios, eata:. Pero en la regiOn oriental., m&s a.:tl.8. de l.aa al. tj! rae de Tajumb:f.na, Bordonoil.l.o y el. Paramos de. Guapuscal. 1 haoia l.a reg!Qn amaz&nica, l.as doe grandee estaoiones se suoeden en forma inversa, de ta1 modo que hay sequ!a cuando en l.os Andes - oentra1es es invierno. En e1 per£<> do 1 de inviern.o, el viento sopl.a de Norte a Sur y de Oeste a Este, empujando g~ des masaa de nu.bes que vienen del Oc~ano y nie-­ blas que se ~evantan del. fondo de los valles, l.as cua.l.es, a1 chooar contra J.as montaflas, se CO!! densan, resol.vi£ndose en grandee l.l.uvias. Por el. oontrario, en l.a soqu!a, el. viento sopl.a de Sur a Norte y de Este a Oeste, empujando al. mar 1as nubes y nieblas. Es entonces, por obra de los - vientos de estio, cuando 11egan hasta los va--­ lles occidentales de l.a cordillera Centro-Orie~ tal. las 11uvias del Putu.mayo~• . . ' . ' ~ , 27 Las temperaturas, en relaoi&n con la a1t~­ tud, oscilan entre los 19 y 23 grados en las tierras de 601 a 2.000 metros de altura. Las z~ ncts entre los 2.001 y 1oa 3.000 metros91 tienen temperaturas medias oomprendidas entre los 12 y los 17 grados. Las t~erras de 3.000 metros de ~ titud en adalante tienen temperaturas entre loa 11 y 12 grados de temperatura mettia. { 5)'o Se oo!!;_ sideran zonas templadas aquellas ouya temperat~ ra esta entre los 28 y los 24 grados, esto es - e1 territorio ooupado por los indios de la raza qui11aoinga. Los indios pastoa, habitantea de - zona fr!a, situaron au area en la zona de temp~ raturas de 8 a 17 grados. La zona templada oso~ la pues entre al. turae de 1.400 y 2. 500 metros'o En ella las 11uvias eon menos frecuentes pero - m&s abunda.ntee que en las otras zonas oli.sr&ti-- OB.So Las regiones fr!as se extienden entre los 2.500 y los 3.000 metros. En ella las lluviae son frecuentes pero no a.bundantes'. AsL pues, 1as zonae ouyo estndio intereea aqu£ son l.a. templ.ada y l.a. fr!a: 28 Piso tarmioo templ.adotoomprendido entre l.os 1.000 y . i 2 .ooo at• de al. tura con una temperatura. no mas baja. de l.oe 1.71 5 gra.dos cent{grados y con un m&rgen a1- frio y al. oa.1or en sus l.:!mi tee Bll.perior e inferior de 400 ~~·Por eso en l.a.s m£rgene~ de l.os r!os J~-­ nnmb4, Gwi:ta.ra .Y Mayo, este piao a.vanza. por encima de l.os 2.000 m., mientras que en l.a vertiente ocoi­ dentaxde'l.a cordi1l.era Oooidenta1, el. 1!mite esta­ por deba.jo.E1 area de este pico ~~mico mas impor-­ ta.nte del. Departamento eat£ en i~ cuenca intera.ndi­ na, en l.as m&.rgenes de l.os 3 rLos ci ta.doa·. Pi.so termico fr!o:Tierras entre l.os 2 y 3'.000 at. de altura. Temperatura promedia no inferior a. l.os 12 grados cent{grados, con margen 81 fr,io y al oa1or de 400 m. En Nariflo este fen&meno ee registra con mas intenai.dad en e]. L!mite superior, cercano a 1a 1!nea ecuator1a1• ' ~ f • • .. • f ' t 29 d) .BOTANICA. En la descripoi~n Botanies y ZooLQgica me b~ so en la obra de Rodriguez Guerrero, puee los datos estan basados en au mayor parte en la expedic~on de Celestino Mutis y en el informe de Agustin Coda.zzi'• ( 6). Se diferenoian muy o1ara.mente doe zonas, en razcn del clima fr!o 0 templado. r ..... La flora del clima. frio as la aiguiente: Ra.nunculaceas: Anemona dep&tioa (Anam.ona) Cruc!feras Cariofilie.s Sinapis alba. Brasaioa alba(Mostaza) BraaaicaOleraoea (repollo) Brassica napus (Nabos) Braasica bothritis (Colif1or) Nasturtium afficinalis (Berros) Rap han us sa ti us ( RS.banos ) Dianthus caryophyllus {Claval) :. Arenaria Lanuginosa (caledonia) Se1ene inf1ata (Amor fino) Gypsophi1a repens ( Gasa) 30 Dianth~s barbatus (C1ave11ina pintada) Ma.1vaceas • Vio1aceas s Mal.vastrum peruvianum (Ma:Lva blanca) Al.thaea roses (Ma1val.oca) Lava.tera arborea (Mal.vabisco) t Viola tricolor (Pensamiento) Viola adorata (Violetae) Trifolium amab11e (Trabo1) Pisum (A.1verjas) Cicer ariet1num (Garbanzos) Lens esculenta (Lentejas) Leguminosas t Vicia faba (Habas) Phaseo1us (Friso1es) Sparti~m Junce~m (retame.) Medice.go americana (Alfalfa) Browa1ia americar...e. ( Zu1ia) So1amun tuberosum (Papa) Cyphomandra batacea(Tomate de arbol) 31 Sola.nB.ceas : Petunia ni ctagini.fiora et viol.a.oea (Conservadora) Mirtaceas Physalis peruviana (Uv:1.11a) Solanuu caripense (Llorones) So~num jasminoides (Ve1o de novia) Eucaliptus globulus (eucal~pto) Myrtus foliose. (arra.y&n_) Capul!feraa o fagaceae: Quercus granatensis {robl.e) Geraniaceas : Geranium grandif.lorum (geranioe) Erodium moschatum (alfi1eres) Pelargonium odoratissimun (aroma) Pel.argonium pel. tatum ( geranio yedra.) Pelargonium zona1e (novios) Irir:laceas : Iris germanica (1irio negro) Sisyrhynchium bogotense (fito-fito) gladio~us (gladiolos) Wastsonia (Varsovia o f1or de mayo) Freesia refracts (fresias) Orthrosanthus chimboracensis (esteri12a) Alliun sativum (ajos) Allium fistulosum (cebolla Junca) ~ .. Li.;Lie.oeas Graod.nea.s 32 1 Afapa.nthus afrioanLta(age.panto, don Pan craeio) - L1.1i~m 1ong1.f1orum (11.rio) . Li.J..iu.m oand:ldum (az~cena) LiJ..ium epeoioeum (azuoena china) Aspa.ra.gus pl.umos~ ( esparrago ornamenta.:L) 1 Hordeum vu1gare (oebada) Triticum sa ti vum (Trigo ) Zea Mays ( maiz) Agrostis e.l.ba {agr&st:l.de) Anthoxa.nthu.m odoratu.m {pas to de olor} Agrostis perennans (paste gallina) Lolium uJ. tifl.orum (Rye-Grass 1 ta.l.iano) Dactyl.ia glomerate. (paeto azul) Laaiacis procerrima (carrizo} Q~enopodiaceae: Beta vulgaris (Remo1acha) Chenopodium ambrosiaiodes (paico) a Chenopodium quince. (arroci11o) ' Rosaceas Umbellferas : Pyriis mal. us ( ma.nzano ) Rubus bogotensis (zarzamoras) Fragarias ohi1oensis (frutilla) Aoaena cylindroetachya (cadillos) Rosa (rosas) Margyrioarpus setosus {niguas) Prunus persiaca ( duraznoe) Prunus vulgaris (camuesos) Prunua Salicina (Reina claudia) Pad us Capuli ( Capul:L) · Hespermoles Guotodiana (Mortifio) Hedera Helix { Yedra) 33 Arraoacia xanthorrhiza (arraoacha) Con~um muculatum (o:Louta) Apium ranunculifolium (apio) Petroselinum sativum (perej:L1) Daucua carota (zanahoria) Foenioulum vulgare (hinojo) t ~ • j 34 2'•.!. Zona templ.a.da: Umbel.iferae Rubi&tcea.s Compues ta.e : P:tm.pinel.l.a anisum. (an!e) Anethum graveol.ens (enel.do) Coriandrum eati vum ( oul.andro) Hydrocotyl.e umbel.l.a.ta. (oreja de ra.tQn~ Ara11a oapitata (aralia) a Cinchona (quina) Ga.rdelU.a fl.oride (gardenia) E1aeagia uiil.is (barniz de Pasto) Coffea arabid.a (Oaf..) Varecewiczia coccinea (barba de gal~o) a Mikania guaco ( euaco) Bellis perennis {pascuas) Chyoanthemum maxmm ( margarl tas) Zinnia el.egans {zinias) Dahlia Lehmannii { da13.a ail. vestre) Dahlia varia.bil.is { dal.ia ornamental.} El.ephantopus mollie (Yerba de cabal.l.o} Ms. tri oaria chamonil.l.a. ( ma.nza.n.il.l.a) Ambrosia artemisa.sfol.ia (a1tamiaa) Mutisia {achicoria) Caprofol.iaceas: Sambucus nigra (sauco) Lonicera spl.endida. ( madresel.va.) Borra.m.:!neas Salic:!neas con! ferae s Heliotropium peruvianum (hel.iotropo) Borrago officina.l.ie (borraja) MYosotia paluetris (miosotis) 1 Salix Humboldtiana. (sauces) Popul.u.e nigra ( al.amo negro, chopo) Podocarpue taxifolia (chaquiro) Podocarpues macrostachya (Pino) Cupressus (cipreses) Chamaecyparis ( oipr&s enano) Ur.nioa Urena (Ortiga) Pilea muscosa {granizo) Jugiardaceas z Cariodendron orinocense (Nog~) Meliaceas Cedrela {Cedro) Guarea trichilionides (guanabanoa Triohil.ia (cedril.lo) Labiadas Morace as t Rosmarinus offioinal.is (romero) SatQrei.na Brow.nei (Po1eo-T1.po) Or.Lganum. Ma.ioranna ( o~ano) Thym.us vul.garis ( tomillo) Mentha (yerbabuena) Ocimum. basi11.cum. (al.baha.ca) a Morus al.ba (morena) 36 Chl.orophora tinotoria (pa1.o amar1.~1o) F:l.ous carioa (bravo} PapavenS.oeas: EsohsohoJ.tzia cal.iforn:l.oa ( oa.m.panilla) Argemone m.exioana ( oardosanto) Papaver semn:l.ferum ( amapol.a, adorm:l.dera) Begoniaceas a B9gonia bo11.viensis (Begonia al.as de ange1) Anonaceas Begonia heraoheifo1ia (Begonia zarpa de oso) Begocla cucullata (Begonia pata de - pi chon) : Anano oherimo1ia (chirimoyo) Anona murioata (Gu.a.n&ba.na.) 3'7 e) ZOOLOGIA. Vergara y Velasco en sus anotaciones a la obra de Eliseo Recl.li.s dice que 1os paramos est8.n caracterizados por e1 puma, e1 oso pequefio de fre~ te blanca; 1a tierra fr£8 por el gato tigre, e~ -­ gran ciervo de los andes, otros oaoe y 1oe piojoa; la tierra templada por el gato sQlvaje, 1os arma­ dillos, las niguae y las puJ.gae~4t En una clasificaci&n mas cientifica, tomada de Rodriguez Guerrero, tenemos que los ejemp1ares t!picos de la fauna son los monos en au diversidad de es-pecies, pertenecientes a los grupos de plat~ rrinos y arcopitecianos, por ejemplos Aragua to Viudita Maca co Tit! verde Tit£ amarillo Oarn! voros z gato mont.&s gato tigre oso negro oso pardo ;,. • Ptlquidermoe a ea!.no ta.ta.bro da.nta. Rumiantee a ciervo coauS.n venado b:Le.noo aoohe ca.chi:Lepado cachienva:inado Roedores Aves a ratonee ardil.l.a conejo l.iebre ouy puerco eap!n • condor a.gu11a. aguila blanca gal.:Linazo real. gail1inazo cooU11 38 chul.oa o ga1emboa gavilJ.n l.echuzas guapaco mi.rJ.a cucarachero azul.ejoa cardenal. ya.acab& . quinde turpirU. toche canario gorrion l.oro peri co co torrs Gallinaoeas: pava de monte pava gurri pava gallina pauj!es 39 ~- 40' • ...., ·"" '! guacharacas chumbo Zancudast garzas gal.:tinetas flamencos PaJ.m!pedas 1 patos gaviotas a.1catraces Saurios I iguanas 1~to azul. 1agarto , comun camaJ.eD.n 1agartija.s saJ.amanquesas Cul.ebras• propias de :ta zona. templ.adaz coral. cascabel. taya v!bora : ' • • t ' ' ~ ' ' • 41 bejl1CO voladora equis verrugoea mapa.nA patoquilla Insectos minacuros cuoarrones gri11os cucaracha.s J.a.ngoetas caballotes ID.Ptapio jos comej~n a.vispaa abejas abe jones hormigas chinches cigarras cochinil.l.a pul.gaa niguas ga.rrapatas piojoa moscas mosquitos tabanos pol.il.las VJBriposaa 42 Ade~ de araftas, al.aoranes, ciempiea, s~ guijuel.as, l.ombrices, etd. f) PAISAJE, El.iseo Reo~ (7) describia el. paisaje de l.a altiplanicie de T~querres y Pasta, en el. sigl.o pasado, de l.a siguiente manera: "Los doe guardia­ nee de l.a mesa, cerca de l.a frontera ecuatoriana, son las ciudades de Tuquerres y Pasto, situadas al. lado de sendoe vol.canes, l.a una a1 Oeste, l.a 43 otra al Este, del profunda valle del Gua~tara, -­ afluente meridional del Pat!a. Tuquerres ee una - de las ciudades "frias" de Colombia, por eatar a 3.057 m. de altura. Su ahotador, Vergara y Velas­ co, ampl.:!a la desoripci&nz "Tuquerres, de c1ima - extraordinariamente frio, tiene vecinoa otros pu~ blos de alguna significaci&n, como Tupia1es, Car­ losama, Sapuyes, a1 pi& de los hervideros que se dice encierran un lagoJ Guachuca1 y Cumbal que, - a.l. pie del vol.cG.n de au nombre, abriga mas de un rnillar de habi tantes, a 3'.219 Dio y es la pobla-­ cion mas a.l. ta de Colombia";• ContinUa ReclUs: "Pasto, menoe elevada, - se halla casi a la rnisma altura que Bogot' y go­ za de un clima e.n8:Logo", Vergara y Velasco amplla la. descripcion, diciendo; "Ocupa un l.indo valle - y la rodean 21 pu.eblecil.l.oa"·· Ignacio Rodriguaz Gu.errero,(8) dice refi-­ riendose a las doe zonae z "I·.- Reg!Qn templ.ada: clima sano. Tierra fertil.. Abundancia de aguaa. 44 P1a.ntae frondosa.s. Prima. vera perpetua. Tempera t_!! ra media entre loa 17 y l.os 22 gradoa·. 2:.- Tie­ rra fr.£a.Cie1o al.egre y ol.aro. Terrenos f&rtil.ea. Vientos impetuoeoe·. Profusi6tn ci'1 aguaa Vivas. L! gera.s ni.ebl.as;• Temperatura de 12 a 17 gradoa"i• El. miamo autor (9) en el. l.ibro ya citado dice: "La oonfiguraoi.&n topografioa de Narifio pr.2, santa multitud de a.ccidentes geogrQfioos,. desde - l.aa m&a a1tas monta.ftae, en l.as cua~es reinan l.aa nievea perpetuas, basta cerros, col.inas y coll.a­ dos de variad!simo aspecto•. Creetas, picos y puertoe se mezcl.an por doquier, cabe l.as dos grandee cordilleras, alternando con suaves vertieB tee, ondulacionea, estribaciones, valles, hondon~ das y profundos oaftones, como l.os que forman el. Gu&:l tara y el. JuanambU!. El paisaje del val.l.e de Atriz es eminente­ mente t~pico. Visto deade las cimas de Aranda o desde l.as eminencias de San ~guel., San Rafael. y el. Calvaria, surcado en todo sentido de mansaa / 45 corrientes, cubierto de huertos, jardines y plall t!os, con sus colinas y montafias tachonadae de - pueblecitos ind!genas, en torno a 1os oua1es ye­ rran los ganadoa, sin que se eahe en ~1 de menos J.a majestuosa y agreste sol.emnidad de las monta­ fias, porque en el. fondo se yerguen los picachos de la sierra de Sotomayor que a J.a dietancia se columbra y, mas cerca, a1 po~ente, el Ga1eras levanta au mole gigantesoa que en d!ee de in--­ vi.erno y de tempestades se cubre de n1eve1o" El cant&n de Ipiales es casi todo llano, con algunas ondu1acionea y una especie de penin­ sula que se introduce en la pl.anicie, antiguo 1~ go andino. Esta llanura esta dominada por los vo~ canes Cumbal. y Chil.es. Comprende tambi,&n una pe­ queffa parte de 1a cordillera oriental.. La atravi~ sa el r!o GuBitara y aqu£ nace el Sapuyes. Ta~­ bien el R!o de San Juan la atraviesa, asL como el. Yalamb!·. Al cant6.n de Almaguer J.o forma la mesa 11!! ·- 46 na de Mercaderes y parte del. val.le del. Pati.a:. Son extensaa llanuras. La cordillera enci.erra vall.ea estrechos pero ferti.J.es y las f~das de los ce-­ rros son propici.os a1 cu1ti.vo. Nacen y corren J.os rioa· Guac~cono, Pati.a, Rio Negro, Ramos, Ponguil.io, Humos, San Jorge, Rui.z, Rio Blanco, - S8.nchez, Mazamorras, Sambingo, afl.uyendo las --­ aguas A1 Guachicono y despues al. Pat:!a, Salado y Mayo, re unidos en un solo ou.erpo~. En l.a regiOn de Tuquerres hay ll.anuras clJ! ti.vadas y con pastiza1es, col.inaa redondeadas, - cu.bi.ertas de labranzas y potreroa. Lomas tendi-­ das con verdes pastos y manchas de arbustas. P~ toe escarpados, peftaeoosoa u.nos y de pocas yer­ bas otros. P~moe tendidos y habitados, otros - casi. desiertos. Las f~dae de ef ;os con gram!--­ neas, a2gunas otras son muy esc~~padas. Terrenos deeiertos, elevados, con vegetac~6n mezqui.na. Fi nalmente, cerros que se pierden sobre el Patia, desnuaos unoa, con arboles otros". Este extracto del paisaje de las zonas de clima templado y frio coincide con el. Eatudio S~ . • I '• ~ ~· 47 cio-Economico del Departamento de Narifio {10) - efectuado por una comieion de1 ~nioterio de -­ Trabajo, y por mi conocimiento persona1 de1 pai­ saje, puedo, asegurar que 1a descripci4n es tan fiel que e1 a.fie.dir mas datos se ha.ce innecesario'. En el cap{tulo 4A de aste trabajo puede compro-­ barse que las descripoionee de1 paisaje y habi-­ tat en la documentaci&n co1onia1 coincide con 1a que aqu! se presents. 48 NOTAS AL CAPITULO ~g (l.).- Rodriguez Guerrero, l.'• 961., I, l. 7~-l. 78·. {2)·.- Lunardi, l.. 934, 7 (3).- Guerrero Jrtufloz, 1.'. 965 (4).- Rodriguez Guerrero, J.. 961., I, 209-21.9. ( 5) .- " " " I. , t ~ ~ - (6).- " " t .. t I, 321.-326 • #. - - (7 )·.- Rec~, E, J.. 948, 256-257·. ( 8 )'.- Rodriguez Guerrero, J.. 961., I, 340 y 343". (g}l.- " " " t I, 201. y 206. (1.0 )·.-chaves, Mi.l.ciades, J.·. 959, 17 - 35. . - • . • 1 • ~ ~ . "' " ; . i 49 8ap:!tulo II LOS RESTOS ARQUEOLOGICOS ·: SEGUNDA PARTE ========================== - \ 50 a) LAS EXCAVACIONES Y SUS RESULTADOS Las excavacionee arqueo1ogicae del area que va­ mos a eetudiar adol.ecen de dos circunE·tanoias nega.ti­ vas: En primer 1ugar su propia escasez y en segundo - ~a falta de excavaciones recientes. Se abre el. siglo XX con 1os trabajos de Ver.neau y Rivet en el norte de Ecuador, en los yacimientos de Huaca, ... a Angel. y San Gabriel en la provincia de Carchi, puPlicados entre - 1912 y 1922. En aquel.los afios 1a arqueol.ogia america­ na, especia1mente la del subcontinents Sur, se encon­ traba todav!a afrontando el problema de la fa1 ta de - periodizacion basada en tipologias sistematicas para todo el area andina septentriona1. En este sontido -­ las tentativas, y en definitiva los resultados de los investigadores franceses, suponen una aportaci6n va-­ liosa solo en cuanto que ponen de manifiesto con des­ cripciones minuciosas la rique~a arqueologica de la - zona, su posible profundidad temporal y las evidentes conexiones con la costa y otros sectores de las tie-­ rras ~tas. Los ha11azgos de Ver.neau y Rivet compren­ den desde patrones de aeentamiento, dif1ci1mente ~~ 51 rables en aquella epoca, como la disposicion de los fondosude caba.f'ia de Huaca, haeta ceramics de diver­ sos tipos, con o sin decoraci6n, trabajo en metal, en piedra, en hueso, etc. Actualmente la va1idez de sus descripcionea se establece exclusivamente en funci6n de la l~itacion de los datos con que cuen­ ta la Arqueolog!a de la region. Por otra parte, el planteamiento del trabajo de los oitados investiga­ dores se rea1iz6 sobre una tactica de muestreo, qu~ za con la intencion de formar a1gunas colecciones - tipicas o caracterfsticas, y por eso los lugares -­ fueron e1egidos sin ceffirse a una hipotesis de tra­ bajo selectiva. En ~a decada de los veinte, Max Uhl.e explora a1 ' - gunos de los lugares en los que habian trabajado Ver­ neau y Rivet, sin intentar tampooo llegar a estable-­ cer un desarrollo regional coherente, guiado por el - afan de encontrar conexiones con las oulturas merid~ nales de Mesoamerica, en especial con la de los maya~ Tal prejuicio hizo que Uhle definiera como meyoides - algunos estilos ecuatoriano9 que, poco despues, la -­ critica se encoarg6 de definir como variantes mas o - menos evolucionadae de algunos tipos mas 0 menos pri­ mitives, cuyo irigen bien pudo situarse en la region ·.,1 •• , •• "'1. 52 costera (p. ej. Algunas oeramicas pintadas con moti-­ vos escaleriformes y ae espirales que recordaban con cepciones gl:tfj_cas cuya conexion con Guangala y Tun­ cahuan, bien pudo crear en Uh1e mas confusion que -- 61aridad). Bien es verdad que actua1mente estan casi demostrados los contactos entre Mesoamerica y Ecua-­ dor y que el negativo serrano no tiene por que ser afiliado .!!.....P.riori a lP.s creacionea panamef1as, pero toda conclusion en firme eobre estos puntas debe po~ ponerse hasta que la cantidad y la calidad de las ~ vestigaciones seflalen mas evidentes oaminoe. Tras los hallazgos disperses de Monsefior Lun~ di hacia los afios treinta y las exploraoiones de Pe­ rez de Barradas en los cuarenta (mas ceroa a veces del dilettantismo turistioo y de la curiosidad de los promenades deoimononioos), 1legamos a las exca~ clones de Henri Lehman al comenzar 1a decada de los cincuenta. En los valles de Patia y Guachicono y en los sitios de Cumbitara, Rernolino, El Carmen y La Union, llevo a cabo Lehman un estudio mas amplio que los anteriores y encaminado sobre todo a proveernos de una base tipologica para algunos rasgos especifi­ cos, como pudo ser el detallado an8.lisis de los ent_! 53 rramientos, con 1o que continua 1a tradicion de Lu-~ nardi,,permitiendo establecer clrcu1os de inf1uencia mae amplios y oomplejos. Despues de estas excavacio­ nes parece clara la direocion Sur-Norte hasta Popa-­ yan de ciertos motivos decorativos, pero es a1 mismo tiempo inanegable la relacion con el alto Cauca y el alto Magdalena en cuanto a la disposicion de los ca­ daveres y al empleo de ur.nas ceramioas en los compl~ joe :funerarios. Tampoco Lehman encuE,r..tra una estra.t_! gra£ia que nos ponga sabre aviso de los sincronismos estillsticos, pero su aportacion pudo ser aprovecha­ da en s!ntesis posteriores como la de Reichel Dolma­ toff y AJ..cina. Otros intentos como los de Sergio Elias Ortiz no aportan mas que desoripciones parciales de cier-­ tos aspectos de culturas todavla no bien identifioa­ das (p. ej. la del Va11e de Chimayoy). Este es el momenta actual de los estudios ar-­ queologicos realizadoa en la zona de pastas y quill~ cingas. Diflcil es establecer lineae de difueion y eslabones que unan par ejemplo San Agustin oon las - al tas cu.1 turas de 1a Sierra Peru.ana, ouando todav!a 54 no se hnn definido las que pudieron exiatir en Colo~ bia~ ~or lo tanto, y exceptuando 1a via mar1tima,las conoxiones quedan por esclarecer para espacios mas - amplios. El caracter cle las investigaciones inioia-­ das en los ul timos a.flos se dietingu.e por los in ten-­ toe repetidos de llenar este vacio y unir de alguna manera e1 rompecabezas que quedo abierto con los t~ bajos citados y los de Gonzalez Suarez y Jijon y Ca~ mafio. Cientlficoe cor ... sagrados como Reichel Dolmatoff Zeball.os, Evans, Meggers y el ma1ogre.do Emilio Estr_!! da, han preparado con sus investigaciones el camino de una sintesis definitiva sobre las oulturas que n~ cieron y ee desarrollaron en el norte del Area Andi­ na. Todo lo cual supone ademas de 1a revision de au­ tares ya clasioos como Bennett, el inioio de una nu~ , l va etapa en la investigacion del pasado del hombre - andino. b) ARQUEOLOGIA GENERAL DE LA ZONA 1).- LOCALIZACION GEOGRAFICA GeogrBficamente, 1a region arqueo1ogica de Pa~ to, se sitUa en la parte meridional d£ Co1ombia, no muy 1ejos de .la frontera ecuatoriana. ~ la division vBlida para todo e.l area Andina, entre costa y sie-­ rra, .la zona de Pasto se adscribe geogr&fica y cul~ ralmente aJ. a.l.tip.lano co.lombiano y, como tal, entra en oposicion con cu1turas como Tumaco y Esmeraldaa, que f.lorecieron en .las costas de Co1ombia y Ecuador, aproximando mas su habitat, patrones de asentamiento y raagos cu1 turs.lea en general, a .las regiones ecua­ torianas de Imbabura y Carchi, por e1 Sur y por e.l - Norte a .las de.l Patia y e.l Magdalena, de .las que, en muchos aspectos viene a ser una pro.longacion natural y cu.l tura.l. La zona arqueo.logica de Pasto ee puede .limite.~ 1a convencionaLmente, al Norte por .la region de La Union aunque a vecee, a efectoe de clasificacion y ~ ·, "I • ; "-. 56 comparacion me extenders hasta el Paramo de las Pa - pas y el valle del Gu.achicono; al Sur del rio Guapu_!! cal, par el aureate mas a11a de la J.aguna. de l.a Co-- cha y por el Oeste, ampliamente la region de Nariffo, cuyo nombre lleva la subarea arqueologica de l.a que Pasta puede ser una variedad, no muy individual.izada todavia, a juzgar par las escasas investigaciones sistematicas emprendidas haata el momento actuale 2)0- PRmiiSTORIA DEL AREA El yac imiento prehistorico mas proximo a l.a Z..Q na de Pasto y uno de l.os major estudiados en todo el. Area Andina, es el de El Inga situado cerca de Quito al pie oriental del cerro I1a1o. Este sitio ha proporcionado gran cantidad de material liticot sobre todo puntas de proyectil de obaidianao La estacion se encuentra a 2.500 metros de altura sobre el nivel del mary los hallazgoa son en St'- mayor parte euperficiales. Estas puntas de proyectil de obsidians eaten - emparentadas aegUn Schobigger (l) con las de la cul- tura toldense en Patagonia datada en unos 6.000 a- - fios antes de Nue·atra Era en la capa superior y hac ia el noveno milenio para loa nivelea inforiorea. En El. Inga las bases geocrono~ogicas no son muy firmes y, pese a las puntas de proyectil pedunculadas y con -­ acanaladura.basal, Schobigger pienea que no existe­ vinculacion directs. de E1 Inga. con Los Toldos ni con Fell. I. De los estudioa efectuadoe por R. Bell. y W. M~ yer (2) se deducen la existencia de tree tipos prin­ cipalea de puntas de proyecti1 correspondientes a tree epoca.s sucesivas. De aetas l.a mas interesante es l.a pr~era que proporciona puntas en cola de pes­ ca.do, casi identicas a las del periodo magallanico I de Bird, con acanaladura en el ped~culo. Otros implimentos de E1 Inga ~on: los raspado­ res buriles, laminas de pequefto tam,~io, las puntas - foliaceas estrechas y a1argadas en pedernal oscuro, algunas con los bordes laterales fuertemente denta-­ dos que parecen ser posteriores a l. ·s puntas de cola de pescadoe y que Bell (3) sitUa hacia e1 6.000. Comparativamente con otras areas, puede supo-- 57 nerse que El Inga se enraiza en el complejo Llano de 1os Estados Unidoe o por lo menos que las puntas con acanaladura con derivadas en cierta manera de 58 las Clovis. Hallazgos semejantee han aido hechos en Mexico, Guatemala, Honduras y Costa Rica. Este con~­ junto de puntas acanaJ.adas se extiende tambien al E.!! te y Noroeste de los F.stados Unidos y puede acepta~ se la sugerencia de Sohobigger (4) de que buena par- r te de los cazadores de la cul tura de El. Llano en el. decimo milenio, se extendieron hacia el Este• Noroe~ te y Surceste de .;toe Estados Unidos, penetrando ot:ro grupo en Centroamerica y SudB.:rrica llegando hasta P_!. tagonia, y que la punta pedunculada, que desarrolla­ ron tal vez al susti~~ir ~ los proboscldeoa otro ti­ po de fauna, conservo·a veces la aoanaladura, pero­ en general, y sobre todo en el Sur, tendio a pe~der­ la. La forma, sin embargo, se mantuvo a pesar de l.a diferencia de material predominante en oada zona y - que en Ecuador fue la obsidians. De todas formas, h~ ce constar, que lo que el llama Horizonta Cultural - El Inga - Los Toldos, por el memento se presents con caracteres bastante enigmaticos, describiendo a sus portadores como altos y de craneo largo. 59 3).- ENCUADRE CRONOLOGICO. J. H. Steward {5) divide la prehistoria ameri­ cana en cuatro grandee per!odos: el Preceramico, FO£ mativo, de Desarrollo Regional y el de Integraci6n o Floreciente. Esta division, con la introducci6n de algunas variantes en cada caso concreto, ha sido aceptada internacionalmente en sus lineae generales. Es de gran utilidad para intentar estab1ecer una erE nologia, al manoa aproximada, de las culturas ecuat~ rianas y concretamente de la zona de Pasto, ya que - se carece, en eete ultimo case, de un estudio concr~ to a1 respecto. Sin embargo, ha sido aceptada la :i;!_! elusion de esta cultura dentro de lo 1ue Jijon y Ca~ mafia llama fase Tu.ncahuan ( 6) y que h, ·y se aplica a.l periodo de desarrollo regional con una cronologia que abarca desde el 500 antes de Nuestra Era hasta el 500 despues. Max Uhle y Jijon y Caamafio, por au parte, asignan a1 periodo Tuncahuan un 1apso de tie~ po entre el 1 y el 750 despues de Cristo. Las investigaciones arqueologicas tuvieron su punta de partida en Ecuador, y el primero en inicia£ las de un forma sistematica fue el Obispo de Ibarra, j ! ~ 60 Federico Gonzalez Suarez, quien realiz6 sua traba--· jos a fines del pasado siglo y comienzos del actual. Mas tarde, Paul Rivet (1912-22) Jijon y Caamafio - (1930) y Max Uhle (1928, 1933), excavan con cierta organizaci6n sistematica. Desafortunadamente es muy poco lo que estos a~ tores tratan de la zona de Pasto y aUn as! es lo mas detal1ado que poseemos en la actualidad. Max IDtle (7), propane para la zona de Pasto, una cronologia que ha aido rebatida por Jijon y Caa­ maffo (8), ya que trata a todas las culturas de laZE na, como pre-tiahuanaquenses, en raz6n de ho haber encontrado ninguna huella de este horizonte. Peee a las acertadas criticas de Jijon y Caamafio puede ser de interes ~cluir esta claeificacion, primer inten­ to de cronologia y punto de referencia con respecto a otros intentos. Civilizaci6n I = Equivalente al periodo ~ cahuM. Civilizacion II = Caracterizado por a1fare-­ rias pL~tadas con figuras 61 y dibujos de color rojo o moreno sobre fonda clara. Oivilizacion III = En cuanto a la forma, va-­ soa parecidos a1 per!odo - anterior, la decoracion ~ nos figurativa dibujos mas lineales, utilizacion ex-­ clusiva de la pintura raja en los vasos. Civilizacion IV = Frecuencia de decoraciones plastic as. Civilizacion V = Caracterizada por el uso - de pintura negativa. Jijon y Caama.ffo sef1a.1a acertadamente lo absurdo de que Uhle, ademas de estos estilos fundamentales, senale otros "menores" en vasijas de textura mas or­ dinaria y carentes de decoracion, como representan-­ tes de una civilizacion primitiva anterior a ~as ci­ tadas, sabre todo cuando aparecen de manera estrati­ ficada sincr6nica en los yacimientos. Jijon y Caama­ fio, por au parte (g), divide ala prohistoria ecuat_Q 62 riana en tres grendes civilizaciones: Protopanzaleo I, Protopanzaleo II y Tuncahuen e incluye a la cul­ tura de Paste dentro de la epoca. Tu.ncahuB.n que car~ teriza por una tecnica de decoracion negativa con - sobrepintura. A1 arte de este eatilo le atribuye la misma c~onologia del que aparece en PerU y lo call­ fica como ~ solo horizonte cultural que abarca unos 120 de latitud. La cronologia ~~roximada que - Jijon y Caamano asigna a estaa civilizaciones es -­ muy poco precisa ya que a1 Protopanzaleo I y II lo coloca. ampliamente dentro de un periodo que llega hasta el comienzo de Nuestra Era. E1 Tuncahuan se iniciaria entonces y llegarla hasta el 750 despues de J.C. Alcina reproduce {10) un cuadro cronologico tentative, basado en Estrada y Evans, de las cul tu­ ras ecuatorianas. ~ el., la secuencia para el Alti­ plano Norte seria la siguiente: Panzaleo I, del 500 antes J .c. al comienzo de la Era; Ilu.man del comie.!! zo de la Era al 500 de la. misma; el Panza.leo II,del 500 a1 1000 despues de J.c. y Panzaleo III del 1000 al 1500. Para la reglt.nde Esmeraldas da una primers. fase ll.amada Tiaone que l.lega hasta el affo 300 des­ pues de Cristo aproximadamente y otra Atacames que 63 9ubre desde este momenta hasta 1a conquista o lle­ gada de los espanol.es. Para Col.oml 1.a, el cuadro de Ale ina ( 11 ) , basado en Cruxerli y Ro·~· s e ( 1961 ) y An@ lo (1963), ofrece una cronologia del 500 antes de­ J. C. al. comienzo de la Era para Tumaco, un periodo alga m9JTor para San Agustin, cu.1 tura a l.a que suce­ deria en el A1t1pl.ano Tierradentro haste. el 500 de~ pues d~ J.C., 1a secuencia continua con Nariffo y Quimbaya haste. el a.fto 1000 y terminar!a con Chibcha hasta la Colonia. Por Ultimo Betty J. Meggers (12) establece -­ una cronologla en la que Tuncahuan, Tolita y Tiaone se situan en el per1odo de Desarrollo Regional ecu~ toriano, 'mientras que Cara y Atacames lo hacen en el de Integracion despues del affo 500 de Nuestra Era. Como puede apreciarse, l.as variaciones crono­ logicas para el area estudiada, lo son mas en fun-­ cion de secuencias cronologicas, a veoea estratigr~ ficas, locales que en arden a una periodizaci6n co­ rrelative. de unaa culturas con otras. En definitive. la zona de Paato debe inc1uirse, a falta de excava- '· ., ., .. · clones oientificas y de seriaciones ceramicas, eE tre e~ momenta de apogeo de Tumaco y las variaciB nee eatilisticas de Narifio y Quimbaya con relaciB nee e influencias ecuatorianas que se centran en Esmeraldas, por medio de Tumaco probablemente, y en Imbabura y El Carchi, donde la oer8mica con pintura negativa es un magnifico :lndice para del._! near un proceso de difusi6n y cont~otos Sur-Norte 4)~- l~TERIALES ARQUEOLOGICOS DE LA ZONA a) LA CERAMlCA No existe una publicacion que estudie con - detalle la ceramics. de la zona de Pasto, para ca­ da momenta de au desarrollo cultural y las rela-­ ciones o influencias sufridas desde regionea vec1 nas, y como una evolucion en el tiempo de formas y decoracion, es decir, una secuencia detallada - para toda la zona. Por lo tanto, en el empefio de definir unas caracteristicas .muy generales de 1a ceramica de Pasto, tenemos que recurrir a la apoE taci6n grBfica de Verneau y Rivet (1912-22). A- ,.- 64 las descripciones y dibujos de Perez de Barradas (1943) y las fotografias y objetos que personal­ mente pude consegu~r durante mi estancia. 65 En un aspeoto mas amplio, otros doe inves­ tigadores nos proporcionan nuevos datos de gran - inter,s, son·Jijon y Caamafio (1930 y 1938) y Henri Lehman (1953). Espeoialmente, la zona de Pasto por e1 Sur constituye frontera con las culturae del Carohi - ecuatoriano, inveatigadas por el tE)ntas veces ci­ tado Jijon y Ca8.11J.B.fio1= y no es dific:Ll. inferir de los restoa materialea con que contamoa que, en ~ chos ~omentos, Pasto debio quedar incluido en la zona de influenc ia de las original· e cul. turas noE ecuatoria.nas. En la parte Norte de la zona estudiada, LeE man (1953) hizo un eatudio detallado de la ceram~ ca del valle de Guachicono, y sus hallazgo a pre-­ sen tan muchos rasgos coincidentes con los realiz~ dos en Pasto, Perez de Barradas (1943) hace un r~ corrido en au camino de Bogota a Qui to, por l.as - . ' . ' ~ ... ' pob1aciones que van desde e1 Paramo del Letrero. hasta E1 Encano; de Bricefio, La Cruz, San Ber-­ nardo, San Jose, Buesaco, Pasto y Cabrera, basta llegar a1 citado El. Encano. Este viaje, y la dedicacion e interes del cientlfico espafio1, pudo haber aido decisivo pa­ ra el conocimiento arqueologico de la zona. Pero ni este, era el objetivo del viaje de Perez de - Barradas, ni el tiempo de que disponla le permi­ ti6 otra cosa que ver y describir los objetos -­ que le son mostrados. 66 Respecto a excavaciones, no existen noticias de ninguna excavacion cientlfica en la zona, otra cosa son las depredaciones de los huaqueros o bu~ cadores de tesoros, por medio de los cuales, sin embargo, se han llegado a conocer algunas vasijas de verdadero interes. Es indudable, como ya se ha sugerido mas arriba que la ceramioa. de Pasta en oua1quier mo-­ menta de au desarrollo, ha debido ser producto de las influencias 1leeadas de regiones vecinas. En '1· este santido puede ya avanzarae qu Pasto debiO conati tuir un pun to marginal de tr&tsicion, o - alejado del foco produotor de formas y motivos decorativos. 61 Los objetos que se conocen, proceden casi en su totalidad de tumbas halladas poco menos que al azar, ya que no se han hecho nunoa exoavacio-­ nes ni exploraoiones e~ los antiguos lugares de - habita~i6n de 1a zona. Los hallazgos, se encuen-­ tran en colecciones particulares de 1a ciudad de Pasta, entre las ouales se puede citar las sigui~ tee: ~mseo de las Reverendas Madres Franoiscanas, Mus.eo de D. Alfonso Zambrano, coleccion del Prof_! eor D. Manuel Estrada y la coleccibn de la Unive_£ eidad de Narifio. Las coleooiones presentan una cierta homOg§ neidad tanto en la pasta o aroilla empleada, coocion y forma. Caracteres comunes son la susan­ cia de engobe o pul~ento en las grandee vasijas y la frecuencia de estoa rasgos en las de pequefio tamano. Las vasijas de tamafio mayor suelen ser -- ,•; ., .. , ... toscae y poco elaboradaa. En las vasijas con dec~ racion pintadas predominan los disefios geometri-­ cos, los motives no son numerosos ni demasiado -­ complejoa. La decoracion modelada tiende·a1 natu­ ra1ismo. Como los objetos mas abundantes son vas~ jas, platos, pequenaa estatuas y ocarinas, he in­ tentado una clasificaciom de estos objetoa. Vasijas La c1as1£icaci6n de estos recipientes puede hacerse, de acuerdo con su tamafio, en doe grupos: I Vasijas de tama.flo grande 68 Son muy escasos los ejemplares completos, en primer lugar porque estas vasijas son muy poco -­ ahundantes -ea. raro encontrar mas de una en cada tumba- y ademas por el poco cuidado que han pues­ to sus descubridores en las diferentes excavacio­ nes que han realizado. Eetos recipientes grandee pueden dividirse en tres tipos: a) Sin deooracion, b) Con una dacE raci6n incisa muchas veoes apenas esbozada y c) 69 Con decoracion por modelado. Ti:EO "a" La pasta no es muy homogenea, de textura irz.!! gulary col.or rojizo, est a mezcl.ada de arena y par- tf.culas de probable origen vegetal. La factura es - tosca y desigual, l.a auperficie exter.na presenta una cierta aspereza. La forma es casi globular y l.a base casi plana. E1 cuello es siempre muy corto y - se resuel.ve en un borde l.igeramente abierto. Estos vasos no ll.evan decoracion y muy raras veces estB.n pul.imentados o con engobe. Tipo "b" La pasta y las caracterlsti~ lS externas son - eensiblemente igua1 a1 tipo anter~or. La decoracion es ligera, por incision, a base de unos eequemati-­ cos dib~joa geometricoa que suelen col.ocarse en l.a parte central. o panza de l.a. vasija. Tipo "c" La arcill.a es mae fina y l.a factura esta mas cuidada. La forma varia para adaptarse a J.a repre-­ sentacion pero, generalmente, tiende a ser globular. lo 70 Aunque los ejemplarea son raros, presentan unas no­ tas distintivas por las que son faciles de incluir dentro de unas caracteristicas comunes, que eon la representaci6n humana o la de animales. Las vasijas con decoracion modelada de repr~ sentacion antropomorfa son de factura imperfects y la disposici6n de los miembros desproporcionada. Suelen representar figaras aedentes, desnudas con los brazos por lo general pegados a1 cuerpo ha~ ta 1a altura del abdomen y doblados luego en angulo agudo hasta llegar al pecho, en donde las manoa -­ ·tienden a encontrarse sin llegar a enlazarse. Las piernaa se aproximan en su parte inferior pero no indican que vayan a cruzarse. Los rostros preaentan rasgos de tendencia realista, que se sitUan a veces en el propio cuello de la vasija. Las figuras masc~ linas suelen evidenciar el sexo en la representa--­ ci6n mientras que las femen~as se caracterizan por e1 peinado o una m9¥or suavidad en los rasgos faci~ lee (27). Las vasijas decoradas con modelado zoomorfo - 71 son BUn mas raraa. Las figuras suelen ser pequeffos aaurios y mas escasas las de monos; aparecen en la boca de 1as vasijas, que siguen siendo globulares - por regla general (28). II Vasij as de tamaf1o peguefio Son muy abundantes pues, a1 contrario que las grandee, se encuentran varias en cada tumba excava- da. La arcilla empleada ea de fina cal.idad, de fac­ tura regular y de.un color rojo oscuro. A vecea las piezas van recubiertas de un 1i~ ro barniz o engobe, en cuyo caso no euel.en estar dJ! coradas. Las que no estan barnizadas es frecuente - que presenten decoracion casi siempre pintada y muy raramente en relieve o incision (fig .• n~1f;,-21 121y2 8) Tipo "d" Queda dicho que l.a pasta es fina y regular a:t igual que la textura. Las formaa principales son: 1) Forma globular y cuell.o estrecho que se va ensanchando bacia la boca. Base ca.si plana (f ig.nos 15 j 18) 72 2) Forma de copa con pie que se ensancha 1i~ ramente hacia la base 'fJg·. n~ £4,3'2.)36,3?,39 y41 .;24~) 3) La panza se ensancha bacia la mitad de la vasija en forma angular, como ei ae encontrasen dos casquetes esfericos. El cuello es corto y se abre - ligeramente en el borde, que toma a au vez forma de copa. A veces lleva una o dos pequefiaa asas, coloc~ d~s entre el cuello y el cuerpo (fig. n~£61 ZBy 48) 4) Globular con la mitad superior muy corta y l.a inferior en casquete esferico. E1 borde tiene a veces forma de copa y otras veces es recto. Pueden llevar pie que adopta tambien la forma de copa in-­ vertida (t'ip,. na 76 )' 4 1) 5) Troncoconicas en la mitad inferior, mas a1 ta que la superior (fi8. nas 29,30 y .5o) 6) Platos. Las vasijas o recipientes de este tipo, llevan decoracion pintada. Los motivos apar~ cen con preferencia desde la mitad de las vasijas hasta el borde. Los platos suelen tener decoracion interna. La pintura ea genera1mente directa o positi­ va, a.unque a.l dirigirnos bacia el t ..1r va aparecie,n do ca.da vez con mayor profusion la pintura negati­ ve.. Los disef1os son geometricos, p!"tJSentando como mas abundantes las siguientes composiciones: 1) Lineae paral.elas que encuadran los borde a 2) TriB.ngulos combina.dos de manera diversa. 3) Combinacion zonal de lineae paralelae y - triangulos 4) Lineae y bandas circulares concentrioas. 5) Reticulado romboidal. 6) Grecae combinadas en diversae posiciones ( 35 )'. De acuerdo con los colores empleados pueden crearse varies subtipos: negro sobre crema, negro sobre blanco y rojo-ocre sobre blanco. Tipo "e" Pasta y formas como las descritas para el t~ '73 74 po anterior, pero en este ca.so, la. decora.cion es - por incisiones ligeras (fig. nQ1Dy12) Tipo "f" En este tipo se aprecia la aueencia de deco­ raci6n. La pasta es fina y 1a cocoion regular (fig. ngl)b/_..t;t;). Perez de Barradas {13) reproduce algunos va­ ses de Paste y Cabrera, de la coleccion del Centro de Estudios Historicos de Pasta. Son de pequefto t~ mana, a1rededor de 6 6 7 ems. de altura y sa ajus­ tan a los tipos que hemos denominado "e" y "f". En la pagina 124 otros cuatro vases destacan por su - ]orma tlpicamente globular y por la ausencia de d~ coracion. En cuanto a la ceramica pintada, reproduce - el mismo autor un cuenca alto decorado con una va~ tica roja en el interior, cuyos brazos terminan ~ ternativamente en triangulos o en pares de trazos. La pasta es de color rojo pardo, el diametro es -- 182 mm. y la altura 68 mm. 75 En 1a fig. 140, pagina 125 reproduce doe va­ soa descubiertos en las obras de l.a EscueJ.a Normal de Occidente, en Pasto. EJ. primero tiene forma de copa, cuenco aemiesferico y pie, con decoracion -­ pintada interns a base de un diseno, limi ta.do por doe J.!neaa gntesa.s en el centro de 1a super:f'ice - disponibJ.e, muy esquematico que juega con dos tri~ gulos continuos que 11evan otros inscritos en es­ piral. La compoaici6n complete. ~os vac!os con een­ ci11as lineae exentas, una de las cualea, introdu­ ce J.a curva con un segmento de circuJ.o y un pun to en au interior. E1 segundo vaso decorado mas arri­ ba de J.a mitad, presents un borC:o pl.ano y e.usencia de cueJ.lo o collate. E1 diseno pintado a.l exterior en la parte superior del vaso estil.iza motivos de B.nguJ.os inscri toe y puntas marg .. '"lales. Este tipo - de decoraci6n, ceres de J.a boca c.'e J.a vasija, apa.­ rece en casi toda el area andina y se repite cons­ tantemente entre los motives caracterlsticos del - segundo perlodo de desarrollo regional en J.a sie-- rra peruana. Dos variantee formales del vaso ul.timamente .·-•• , , ..... • ·j 76 desorito se presentan, en la ~ig. 141, pagina 126, de la obra de Perez de Barradas. Vemos&lul un pri­ mer vaso sin deooracion y con pie y base anular; 81 segundo tiene la partioularidad de llevar borde y labio, apenas eeparado del conjunto del cuerpo, y dos pequeffas asaa verticales. On tercer vaso pre­ santa decoracion Jdntada sobre un ouerpo de forma identica a los anteriores pero que se remata en - un ouello alto y un borde con 1abio bien definido. El disefio es dentado, con grandee "zetas'' tumbadas cerca de la corona y ~andas que rodean e1 cuello. El cuello alargado ~a a la vasija la forma de "botellon". Perez de Barradas (14) describe otroe obje-­ tos encontrados en E1 Cerrito, Pun y Cabrera. De - este ultimo lugar oita una copa de barro amarilleE to, con decoraoi6n pintada negative en negro, aun­ que doe l:lneaa y doe monos eetilizados estB.n pint.!­ Jos en rojo.:La forma de disponer la composioi6n­ decorativa es la tan frecuente por paneles limita­ dos por lineae largaso Otros vasoe de Cabrera repj 77 ten las formes de copa, ollas y botellones, estos ult~OS mas evolucionados que el descrito anteriO£ mente, en barro oscuro sin decoracion. Otros motives decorativos en vasos de Cabre­ ra, descritos por el autor a1 que ven~os siguien­ do, eon las estrellas de echo puntas, los an~ales esquematicos en rojo · sobre lineae angulares en ne­ gro, las lineae· reotas rojas y blancae, el rojo s2 bre amarillo, las estre11as de ocho puntas de ra-­ yas hechas a pincel que alternan con triangulos y con lineae paralelas al borde, los signos triden­ tados que segU.n Perez de Barradas, 11 recuerdan las manoa de algunos vasos nazcas", las figuras muy - abundantes de animal.es de tipo diverse y trata.--­ miento muy esquematico. En cuanto a los oolores la gama es muy ampl!a; blanco, amarillo, negro, rojo y pardo; combinandose de muy diversas mane-- ras. Por ultimo vamos a citar a1gunas for.mas y m~ tivos deoorativos de recipientes encontrados en Pasto o en sus al.rededorea, muohos de los cuales - 78 permanecen ineditos, habiendo tenido persona1mente oca.sion de examinarlos y fotogra.fia.rlos "in situ". NQ 1.- Plato hondo o escudilla. con decora-­ ci6n pintada interior de lineae circulares concen­ trica.s cerca del borde, en el centro dos pajaros - contrapuestos de largo plumaje y colas (f1g. na53) NO 2.- Escudil.J.a con decoraci6n figurada in­ terne., una banda con trazoa al. ternos cerca del bo~ de confiere ritmo y movimiento aJ. diseno princip~ cuatro animales estilizados de aspecto felinico ae persiguen dentro de una grueaa banda circular oao~ ra ( f j cr. no 54 ) • .: ... NO J.- Cuenca con decoracion pintada interior el disefio es de reticu1a triangular que arranca del borde, el t'ondo del vaao se divide en cuatro espa­ cios, dos de los cuales estan ocupados por reticu­ las con las que alternan los otros doe que acogen sobre fondo claro a una pareja de hombres cada uno el sexo de los individuos representados no puede - establecerse, pero si el tocado o peinado que J.le- 79 van, igu.a.l para ambos, y que cae a loa l.ados de 1e. cabeza. (ffg. na36 ). ND 4.- Interesante vaao en ~orma de cope.. E1 recipiente es un cuenca semiesfe: ·.co sin decora--­ cion aparente, el pie es una repr~sentacion zoomoi fa, probablemente un felino ya que esta pintado ccn rayas que semejan a nuestro parecer las manchas de estoa animales. La base es troncoconica y de tosca factura (fig. nD 70 ) • Na 5.- Plato con pie y base, decoracion in-­ terne. a base de un diseffo geometrico (fig-. no37 ) NU 6.- Cops de escudilla y pie troncoconico, sin decoracion, de pasta oscura de texture. regular y euperficie pulimentada (fot. nf24f y5Z). ND 7.- Vaso carenado sin cuello con pie troE coconico (f L~. nD 2 4 ) • '-"' ND 8.- Copa de galbo semiesferico con care­ na y reborde en 1a parte superior, amplio diametro en la boca, pie corto y base circular con ligero - 80 NO 9.- Botellon de cuello corto, borde vuel­ to y cuerpo semicarenado. Sin decoraoion. Bar.ro o~ curo ( f is·. no 16 ) • NO lo.- Vaao de cuerpo aplaetado y base anu­ lar, borde recto y asa pequefia cilindrica y verti­ cal. Decoraciort de ganchos o volutas en negro (fot nl2 4 9 ) • NO 11.- Doe vases carenados con cuello ~ci­ piante, de pequeffo tamafio y pasta oscura sin deco­ racion (fot. nil 5o ) • NO 12.- Pequefio vasa de panza muy extendida por debajo de la linea media son un diametro muy - superior a la boca y base {fot. no 51 ) • NO 13.- Vaso globular de barro oscuro con la particularidad de presentar en la boca el relieve de un pequeno saurio de tosca fa.ctura (fot. ng65) NO 14.- Plato con ligera decoracion interior por media de Un clrculo negro (fot. nQ 67 ). ND 15.- Plato con decoracion interior, diae­ ffo de ocho zonas trian~1lares, cuatro de ellas re­ ticuladas a.1 ternando con cuatro 1iaa.s, dos lineae 1argas paralelas agrupadas con otras doe, dividen en cuatro zonas iguales semic ircule.res 1a au perf i­ cie diaponible (fot. na 4 6 ) • NG 16.- Plato hondo con decoracion geometri­ es interior (fot. na 4o ) . '\. NQ 17.- Pequefia vasija de cuerpo compuesto formado por doe casquetes eemiesfericos unidos por su diametro maximo. Tiene una boca mas bien ancha, 1imitada por un borde 1igeramente vue1to, unido a1 cuerpo por un cue11o apenas eab~zado. La.decoracian es irregular, de trazas ob1icua3 pintadas en negro y c!rcu.J.o basal. tambien en negro (fot. ng 55 ) . NG 18.- Pequefia vasija de cuerpo 1igeramen­ te carenado, base esferica rel~~ivamente ap1anada, largo cuello ci1!ndrico que terTina en amplio re­ borde y boca eatrecha que en conjunto pareoen ref~ rir a un cierto significado fSlico. E1 tratamiento 82 de la superficie se realiza a base de un bafto 11~ ro que deja una pasta monocroma roja de tex~ra -­ suave (fot. no 56 ~. FIGUHAS EN BARRO COCIDO Y OCARINAS Mencion aparte merecen, dentro del capitulo dedicado a la ceramica, las figuras en bar.ro coci­ do y las ocarinas. De las primeras tenemos una prl mera noticia en Perez de Barradas (15} cuando des­ cribe una sepultura de pozo encontrada en E1 Cerr~ to, a poco mas de txn kilometro del centro de Pasto sobre un monticulo artificial. Dice el autor cite­ do que "en el se hallaron una o11a antropomorfa -­ con brazos y pier.nas p1egados y dos magnlficae fi­ guras en barro cocido que representan, una, un ar­ quero, y otra un indio atado a un tronco, ambas de un realismo impresionante ••• Ademas se encontr6 ce ramica y ocarinas de identico estilo a las halla-­ das en el Pv...n" o Otros autores se refierentambien a este tipo 83 d.e descubrimientos: "En E1 Tambo, a 40 Km. a1 Nor­ te de Pasto.se hal16 un grupo en barro cocido que represents a una india amamantando a su hijo, e1 - barro esta barnizadon (fot. nQ ). Gonzal.ez Su_!. rez (16) amp1iando sus.noticias a1 area ecuatoria­ na dice que "tenian mufiecos o figuril.1as que pon!an en 1a sepultura, unos en oro y otros en barro",mu.­ chas de estas figuri11aa aparecen con deformaci6n del craneo. Esta caracteristica puede emparentar - estas figuritas con las de Tumaco, de las que dice Lehman (17) que algunas preeentan deformacion arti ' - ficial siendo eete miemo esti1o e1 que se exprende en el Sur, por la•costa, hasta la region de Esme-­ raldas. Otro famoso pionero de 1a arqueologia su~ mericana, Max Uh1e, ascribe (18) que entre Cumbaya y Pasto se hal.laron fi.'S'Uras en la hacienda San Ra­ fael, en la falda Oeste de la Cordillera Orienta1, en A1or (prov1ncia de Carchi) (lam. 3). Son figu-- ras de color amari11ento, decoradas en parte con - tecnica negativa. Tambien se encontraron en la re­ gion del Chota, acompafiadas de las compoteras ro-­ jas, en una sepultura con objetos de oro. En 1a z~ 84 na ecuator~ana, figuras caracterizadas por un bas~ ton sostenido en el frente, se encontraron, una en El Angel por GonzQlez Suarez, publicada por Rivet ( ~ 9) y otra del mismo tipo en Urcuqui, hallada por J. Jijon y Caamafio en una tumba de pozo cilindrico. Por ultimo, otras figuras.tipicas en barro son las de personajes sentados en sillas o taburetes; de - ellas se encontraron dos ejemplarea en Imbabura y Ce.rchi, reproducidas por GonzSlez Suarez y otro en Pas to. Varias piezas de este tipo se han encontrado en Pasto, describiremos brevemente algunas de ellas ineditas, que he fotogra:fiado personalmente: NO 11- Es un gran recipiente a.ntropomorfo que ya presenta los rasgos-tipo en estas producciones prehispanicas, aspecto globular, cabeza aplastada con rasgos faoiales en relieve, ojos en "grano de cafe"' brazos pegados aJ. cuerpo y doble.dos en angu- 1o pa.r'3. que las manoa se apoyeu sobre e~ :peoho. La figure. aparece sentada con las piernas dobladas ha­ cia ade:lante. El sexo esta bien marcado, la figura sa es mascu1ina, y como ornamentos 11eva doe grandee laminas circu1ares como pendientee, un co11ar de - cuentas redondae perforadas y un pectoral en forma de creciente (fot. nfl 61 ) • NB 2.- Figura sin cabeza, de parecidas cara_£ terlsticas que 1a anterior pero sin ningUn adormo (f'ot. no 6 Z ) • NO ).- Figura femenina con amp1io torso rec­ tangular, brazos pegados a1 cuerpo y dob1ados sa-­ bre el pecho, sentada con las piernas dob1adas,Pr~ aenta un agujero cuadrangu1ar en el vientre que,al aparecer a su vez abu1t~do, augiere 1a posibi1idad de re1acionar eata figura con algUn rita de fert~ J.idad (fot. no 64 ). NQ 4.- Figura antropomorfa con cuerpo acamp~ nado y cabeza ap1astada sabre 1a que parece que se apoyan las manos, los rasgos faciales se 1ogran par incision profunda y muy escaso relieve. E1 esti1o de esta ultima representaci6n es diferente al de - las tres anteriores, aunque la forma de lograr la expresividad facial continue la misma linea esti- ~· ' • • 1 ' ' ~ " • . ; 86 listica basada en una simetrla tranquila que resul ta en cierta serenidad de aspecto funerario &bt. no 66 ) . N2 5.- Esta figura parece representada sobre un instrumento musical o recipiente. Se trata de - tm individuo masculine con peinado o tocado espe-­ cial, rasgos faciales no muy marcadoa, pintura ma­ xilar, orejeras, brazos pegadoa al cuerpo y dobla­ dos hasta llegar las manoa a la altura de la cara, una de ellas, la mano derecha, parece que sostiene una cuchara o cuenca pequefio en actitud de llevar­ lo a la boca, p1i1seras en las munecaa, piernas muy pequefias y apenas marcadas, sexo aparente. El cue£ po osta decorado por media de pintura negra con un diseffo geometrico o zoomorfo muy estilizado. Se d~ vide la cornposici6n en tree franjas divididas a1 - centro por dos lineae largas perpendiculares a las bandas en las que figuran los motivos. Otras doe - lineas paralelas abrazan ambas piernas pasando por debajo del sexo. Quizaa esta representacion pinta­ da reproduzna los dibujos de telae u otras vestid~ ras, en cuyo caso seria esta la Unica figura de al ··- 87 guna manera vest ida ( fot. nQ 7 4 ) . OCARINAS Y PITOS Es esta modalidad del trabajo ceramico en e1 que la forma y el aspecto externo viene determina­ do por la funcion a que tales objetos se destinan. Los ejemplares que pose~mos para la zona de Pasto son escasos pero a pesar de 1o reducido de la mue~ tra observamos cierta homogeneidad tipologica. Las ocarinas presentan con frecuencia una decoraci6n - pintada a base de disefios en rojo sobre fondo blan co y no conocemos ningUn ejemplar rea1izada a mol­ de. He numerado tres ocarinas fotografiadas ..!!!__ ~en la ciudad de Paato (fot. nQ58169), todas ellas en forma de caracol y re~atadas por modela­ dos, una de ellas zoomorfa y dos posibles antropo­ morfas. 1a- Remata en la parte superior una cabeza­ humana ligeramente esbozada. ,- • • 'I •' t - '~ , 88 2.- Semejante a la anterior con la figura de un pequefio mono, situado en la posicion que suelen adoptar los "alter ego", representaciones tan .fre­ cuentes en todas las culturas americanas. ).- Forma tambien semejante con remate de un probable an tropomorfo cuya silueta apenas pu.ede apreciarse en la fotograf!a. Estas piezas, as! como el pita en forma de - tortuga o galapago, incluyen este tipo de represe~ taciones en el circulo eatilistico norandino, en-­ tenJiendo por tal el que comprende y se relaciona con parte de Centroamerica. b).- LITICA Los trabajos l!ticos de la zona de Pasto guar dan tal semejanza con los del nor-te de Ecuador que, sin tipificar, los escasos hallazgoa que se conocen nos referiremos en conjunto a todos los del area, de acuerd.o con las noticias de Verneau y Rivet - (1912-22) y Gonzalez Suarez (1904 b,) y Perez de 89 Barradas (1943). Dice este ultimo autor (20) que­ de El. Tambo habla al.gunos objetos de piedra, tales como: un hacha pul.imentada con al.etas cortas en la base, de roca negra y brlllante y de 79 x 75 mm. (fig. 147,1}; otro hacha pu1imentada con aletas ~ clinadas hacia afuera, de piedra gris muy oscura, con al.gunas partes sin pulimentar y de 86 mm. de - largo {fig. 147,2); otro hacha bien pulimentada can aletas rectas, de 90 mm. de alto, y un cilindro de piedra negra perforado en sentirlo longitudinal (:fig. 14 7 '4) • En la region de Pasto la variedad de hacha - mas COmUn es la neolftica simpl~, que en las pro-­ VinCias meridionales es casi ex apcional y esta -­ reemplazada por annas y utenslli.lS mae especializ~ doe. En esta region el hacha de talon y aletas se presentan siempre bajo au forma mas simple, mien-­ tras que mas a..1 Sur, en la region cara a Cafiari las aletas estan casi siempre inclinadas del lado del filOo La distribuci6n de discos estrellados en p~ I 90 dra, se presta a observaciones anSlogas, a1 igual que loa ganchos de propulsor, que aparecen en la ~ forma mas elemental en las zonas cara y pasto, y bajo forma mas elaborada y compleja en la zona Ca­ ffari. En suma, el utillaje l!tico resulta de tipo- 1og1a m's comp1icada segUn se avanza de Norte a - Sur (21). Las hachas de tipo reolitico, que aparecen tambien en ·Ecuador son olaaificadas por Verneau y Rivet en dos tipos principales, con otras de morf2 1ogla intermedia: 1er. Tipo.- Hachas cuyo talon es mas estrecho que el filo y que se termina unaa veces en punta - y otras en un plano, la seccion de estos ~strumen tos es siempre sensiblemente ova1ada (lam. II figs 1,5,6,8,10). 2Q Tipo.- E1 talon es casi tan ancho como el filo y la seccion tiene forma de rectangulo alar~ do con los angulos mas 0 menos redondeados (19m. III figs. 3,7,9,12). 91 De 47 ejemp1ares que conocen Verneau y Rivet 37 estan 1ocalizados geogrBficamente con toda cer­ teza. y 11 pertenecen a J.a. regim Pa.sto. Las hachas de aleta pueden cJ.asificarse como 1) de talon concavo, 2) de talon bien recto, bien convexo y 3) con un saliente sabre 1a super.ficie. Las del. primer grupo parecen ser J.a.s mas raras, en ellas se J.evantan de ca.da J.a.do del talon de manera que queda conca.vo y toma forma de una "y" maytl.scu- 1a (J.am. IV fig. 8), de estas se encontro un eje~ pl.a.r en Huaca. Del. segundo tipo hay un gran nUmero de variedades. De un total de seis en J.a reg](n Pa_!! to, entendido este termino en sentido ampJ.io, se - local.izan 3 en Carchi, una en El Ange1, una en Hu_! ca y una en San Isidro. En resumen, el. hache. de aletas es muy frecuente en toda la region interan­ dina (22). c) • - LAPIDARIA Van incluidos en este epigrafe aqueJ.los tra- •• "J .,1' 92 bajoa en piedras duras destinadas para adorno y c~ remonias. ~1e1en ser objetos en diorita, gadeita, porfido, cuarzo, serpentine, crista1 de roca set •• que se encuentran en los enterramientos, como - o~rendas. Tfpico de esta industria son las cuentas de collar. Verneau y Rivet (23) dan noticia del ha--­ llazgo en El Angel de ocho cuentas de collar en -­ serpentina, junto a doe objetos de cuarzo, uno de los cuales tiene forma cilindrica regu1ar y apare­ ce agujereado, y e1 segundo forma de creciente. Los mismos autores citan y reproducen (lam. XI fig. 24) Uita pequefta figura en forma de cabeza, que pudiera repreeen~ar una llama. Esta tallada en piedra, aunque no eabemos de que tipo, y sus tie-­ sas orejas son las que major delatan su probable - filiacion zoologies. Por otra parte, esta cabecita no tiene orificio de suspension por lo que parece descartarse Bll utilidad como colgante en un collar u otro adorno, siendo mas 1ogico suponer que form~ 93 z-ia parte de una figura compl.eta de animal. que de­ bio fragmentarse. Los bezotes son abundantes en las antigUas - civilizaciones americanas. Generalmente se fabri-­ can en madera, hueso y piedras duras. De estos ul­ timos se han encontrado dace ejemplares en la re-­ gion que mas ocupa. cinco de ellos no tienen ori-­ gen conocido y solo doe eon con toda seguridad de Pasta o sus al.rededores. Es frecuente el hallazgo en el Ecuador sep- • tentrional de pequefias figuras de piedra que repr~ sentan, bien un pajaro entero, bien la cabeza, o - solamente una especie de cresta. Todos estos obje­ tos eaten provietos de uno o doe orificios practi­ cadoe en la base, probablemente la ~Ulion con el -­ resto de la imagen a base de alguna espiga de mad_! ra. De dieciseie piezae localizadas con precision, · ,nueva pertenecen al territorio en • .1e vivieron los antiguos indios pastas, provincia 1~ Carchi, Huaca y El Angel. Se encuentran sabre tee<· en las doe provincias mas septe·,"ltrione.les del valle interan­ dino y mas hacia el Sur son excepcionales. Gonza­ lez Suarez (Verneau p. 206) menciona un objeto eB contrado en ~a provincia del Carchi que puede in­ cluirse entre estas piezas. Se trata de una figu­ rita de dos monos enfrentados. Motivo este que se repite en arte y decoracion a lo largo de toda la cadena andina, y que tiene claras reminiecencias de aquellaa cuyo origen es el area de bosque tro­ pical. 94 Es posible que esta industria en piedra se - relacione estilisticam~nte con los llamados gan-­ cho'3 de propulsor (24} que se presentan en Ecuador bajo dos formas diferentes: 1B Representando esqu~ maticarnente una cabeza de pajaro sobre una varilla cuya cara opuesta es plana. 2B De :forma mas simple que se reduce a veces a un gancho estilizado. Las figuritas y los ganchos de propulsor en piedra estan reproducidos en la lamina XI de la - obra de Verneau y Rivet. Los lugares de proceden- 'I ·-- cia conocidos son el Valle del Yunguilla, Huaca, Cojitambo, La Capilla (cerca de Cafiar), Cuenca­ Chordeleg, Cumbe, Sigsig y El Ang3l. Los materia­ lee empleados con mayor frecuencia son serpent1na silicato de aluminio hidratado, cnarcita de grano muy fino, agata, calcedonia, esq•.tisto siliceo y - cuarcita mecacea. En la lamina XII reproduoen los auto~es ci­ tadoa.un collar, cuentas eueltas, piedras_ circu~ res y ovaladae con una o dos perforaciones, dis-­ cos incises o con relieves y con perforacion cen­ tral u otros objetos cruciformes, osteomorfos y - petaloides todos en piedra y con funcion evidente de servir como elementos ornamentales. Los 1uga-­ res de origen de estos ultimos objetos son los ~ teriormente citados, a los que hay que afiadir Chaullabamba, Hacienda de Susudel, Chuquipata,San Bartolome y Mangan. Los materiales son serpentina turquesa, silicate de aluminio hidratado, damuri­ ta, cuarzo verde y una roca heterogenea compuesta 95. i ,·. •t ·•I ,· 96 eobre todo de silicato de hierro con unas pequeffas partes de turquesa. d) ESCULTURA Los dos autores que han dado cuenta de 1os - hallazgos con detalles suficientes como para vis-­ lumbrar unas caracterieticas generales han sido P~ rez de Barradas (25) y Sergio Elias Ortiz (26). El primero anota detal1e.de~mente 1oe rasgoe de las es­ tatuas que fue conociendo a traves de au viaje por la zona y, eobre todo, las que encontro en las co­ lecciones de 1a ciudad de Pasto, obtenidas en exc~ vaciones poco cientiricae en la misma ciude.d o en sus alrededores. Sereio Elias O~tiz, partiendo de los traba-­ jos del Marques de Wavr~ (1936), da cuenta del h~ llazgo de tres detalles pero solo hace una somera deocripcion de las estatuas prehispanicas encontr~ das en el Valle de Chimayoy, pertenecientes al mu- ill'- 97 nicipio de La Union, y por e1 sabemos que se venian sucediendo descubrimientos esporacUcos que se per-­ dian por la ignorancia de las personas que realize­ ban los hallazgos. E1 primero que concedio la debi­ da importancia a aquelloa restos ~Jl pasado, esta-­ bleciendo SU probable conexion COlJ. l.a prirnera epoca de la cul tura de San Agustin -qu'e el l.l.amo estilo - rudimentario- fue el Marques de Wavrin. Sua obser­ vaciones, como hemos dicho, fueron recogidas por -­ Ortiz que estudio a su vez las estatuas de una ne-­ cropolis de Chimayoy, Wavrin llamo la atencion de ~ los investigadores sobre l.a existencia de estatuas de piedra diapersas en ambitos alejados de la zona de San Agustin, que se repart!a as!: una en Pasto - (procedente a1 parecer del Putumayo), varias en Ch~ mayoy, otra junto a1 rio Quifia, una en Briceno pro­ cedents de un cementerio que desde el monte San Pa­ blo llega basta las margenes del Mayo, otra escul­ tura en Berruecos, otra de El Tambo y dos m6s enco_!!. tradas cerca del pueblo de Morales. Ortiz en Chima.yoy pudo llegar a algunas con- ·; 98 cluaioneo jnteresantea gracias a que el numero de - piezas encont1·adas fue de alrededor de satanta. Es­ tas conclusiones pueden resumirse de la siguiente - man era: Area de Extension: Arroximadamente desde Popayan por el Oeste hasta el Valle de Sibundoy a oriente y las fronteras de los indios pastoe al Sur. En la ZE na de Pasto loa hallazgos escasean. Factura: Rudimentaria y deaproporcionada. Las esta­ tuas son de peque.ffo tamaiio y en ning&n caso exceden de un metro de altura. La nariz aparece de una man~ ra realista, perc los ojos sin embargo se limi tan a dos circulos incises, tecnica que se emplea en otros rasgos faciales, como la boca. E1 cuello no existe y la cabeza se une directamente al tronco. Las manoa, en unas estatuas se suprimen y en otrae tienden a ju.ntarse sin llegar a conseguirlo, Los brazos, al igual que en la cerB.mica, van pegados al cuello hasta la altura del vientre y alli se pliegan "-11 ,.; .. I 99 en angu1o agudo las pier.nas, 0 no eaten represen­ tadas, o si lo eaten suelen inclinar una posici6n aedente. Las figurae por lo general aparecen dea­ nudas y algunas tienen rr_arcado el sexo. Represen.tacion: Antropomorfa como motivo t!pico. Haste e1 presente solo existen motivos de que ha­ Ien sido encontradas con esculturas representando an~ales y en ambos casos ee trataba de monos. Funci6n: Las estatuas, en su mayor parte, apare-­ cian colocadas a modo de lapidas sepulcrales. S~ funci6n dentro del complejo funerario aparece as! evidente. Las figuras pod!an ser imagenes de espJ ritus tutelares, de antepasados misticos, de divi nidades· o bien del mismo propietario de la tumba, lo que parece bastante improbable. Quizas un a.na­ lisis comparative con las figuras en madera de la costa peruana o las costumbres ~unerarias de los indlgenas suramericanos actual, . ..:~ arrojaran a.l.go - de luz sobre este problema arqu~ol6gico. 100 A pesar de que en la zona de Pasto loa halla~ gas de estatuas de piedra no son muy numerosoa, te­ nemaa noticias gracias a Ortiz (27) de que par 1o - menos nueve aparecieron en la ciudad o sus cerca--­ nfas y corrieron desigual suerte. Cinco estatuae ae encontraron en las Calles y campos de Pasta cuando se practicaban los trabajoe de alcantarillado de la ciudad. Una de ellas se conserva en el Mueeo del Dn Lopez Alvarez y cuatro llegaron a manoa de los tu-­ ristas a travee del Sr. Arcesio Delgado, comercian­ te en objetos antiguos. Doe estatuas mas se halla-­ ron en los alrededores de la misma ciudad, la una - en el pedio de la Normal de Occidente que se encueB tra en el Museo de este Instituto y la otra en la - aldea indigena de Buesaquillo, de bastante per.fec-­ cion, que recuerda el estilo caracteristico "agust~ niano". Por uJtimo, tambien ae tienen datos de otrae dos esculturas de los alrededores de la ciu­ dad de Pasta, encontradas en el mont!c~o llamado El Bujlo de la finca La Joaefita, donde se han efe~ tuado otros hnllaz~os arqueologicos muy interesan-- 101 • tes. Estas doe ultimas estatuas son muy rudimenta-­ rias y presentaban la particularidad de haberse en­ contrado a su lado un buen nUmero de bloques de pi~ dra heohos pedazos, al·parecer deliberadamente, lo que permite suponer que quiza en ese monticulo o en sus alrededores hubo un taller de eacultura donde­ este tipo de piezas se fabrioarian por artesanos e~ pee ia.:Lizados. Las piezas que presents Perez de Barradas (1943, II), reproducidas en el Apendice Ilustra~o estan todas relaci.ona.das por el denomina.dor comlin de un original impulso estilistico, nacido en dete£ minado lugar e impuesto a las zonas vecinas que a - su vez lo trasmiten1 tomando en cada ·nuevo sitio ~ go de las caracteristicas principales de los subes­ tilos locales. Las ilustraciones de Perez de Barradas compre~ den unas estatuaa del Valle de los Papas (Alto Ca-­ queta), de aspecto puntiagudo, con rasgos faciona-­ les esbozados y brazos apenas aenalados que terminan en manos que se unen. El eatilo es el de San Agustin f ., '-· 102 Otras de La Cruz (Nariffo) parecen inspirados en las hachas o martillos de talon, siempre con extremida­ des y rasgos someros conseguidos por medio de un r~ lieve suave. La actitud es parecida y las manoa se unen 0 intentan hacerlo en expresion de suplica, las estatuas de Cabrera y Tambo se complican un poco, - una de ellas presents un jorobado en postura seden­ te forzada, la otra, mas angulosa, parece una venus en su actitud de llevarse las manoa al pecho y a1 - vientre. En relacion con la primers de aetas image­ nee de Narifio, eatS la que !lustra lafig. 143, ha-­ llada en las obras de una ca1le de Pasto, en la que el personaje une las manoa y los pies y s& cubre -­ con un tocado circular arciso en zig-zag. Como to-­ das las demaa, la parte inferior es apuntada 1o que indica claramente que debio destinarse a ser "hinc_!! da" en la tierra, uso funerario al. que haciamos re­ ferencia. Mide 54 em. de altura y es por tanto una de las mayores estatuillas conocidas. En esta figu­ ra la.s pierna.a estan representadas como las de las estatuas de Popayan, lo que viene a ser otro nexo - .;., • 103 dentro de un estllo ten eemejante como e1 que une - todo este arte primitive. Eepecialmente interesante es una figu.ra de CJ! brera, se trata de una cabeciJ.1.a con ojos circuJ.a-­ res y boca lineal, incises, a· ·,re una bolita que tiene un agu.jero en J.a parte d(·J.antera. DetrB.s de la cabeza 11eva sujetandose al ouello, una figura de mono con una cabeza como 1a de la figu..ra. princi­ pal, brazos y un apendice caudal. Su a1 tura es de 37 mm. y atest!gua sin duda un caso de ceencia en un aJ.ter ego espiritual tan exten~ida en casi toda J.a America prehistories.. Las esta tuas de piedra de E1 Enca.no ( A1 to Pu.­ tumayo) no presentan novedades dignas de mencion, una de ellas esta tallada en Ull cllindro sabre el que los brazos se doblan para juntar las manoa ba­ jo la cabeza. La oara es de rasgos lineales y poco individualizados. Por ultimo describire brevemente una estatua de piedra, fotor;rariada en Pasta, y que reune las - 104 oaracteristicas comunes a las demaa figures trata­ das. La escultura se trabajo en un bloque de piedra blenda que enseguida debio sufrir la erosion del - tiempo. Loa rasgos son desproporcionados, la cabeza enorme, tiene por ojos unos toscos rebajes, la na-­ riz recta y la boca reducida a una incision lineal. No tieue cuello y l.os brazos pegados al cuerpo, en todo momenta se doblan para agarrar al.go sabre lo que se apoya el menton. Las piernas son un esbozo rudimentario, el sexo queda eefialado y manifiesta la ausencia de cualquier ropaje sabre la figura. e) ARTE RUPESTRE Pocas son las noticias que tenemos aobre el - arte rupestre de la zona de Pasta. Perez de Barra-­ das { 28), reproduce algunos motivos grabadoe sabre - piedra en lugares diversoe del area. En primer lu-­ gar unas piedras de Sapuyea (Nariao) presentan una escena en l.a que tree monos, dos de ellos de mayor tamafl.o, ae agrupan en torno a un disco que no pre-- 105 senta ningUn tratamiento especial que pudiera dar­ nos indicaciones sobre au significado. Otra piedra tiene espirales y cirouJ.os grabados ademas de una mascara entropomorfa de sencil1o trazado. En los Machines (Cumbal, Nariffo) otra piedra ofrece una escena de animales en movimiento alrede dor de otro disco con rayqs interiores, ceroa una figura homfnida muy estilizada. Otras doe piedras encontradas cerca de la cu~ va del P. Villota (Pandiaco, Narifio) reproducen mo­ tives geometricoa y algUn zoomorfo, el diaeffo es -­ simple, lineal y continuo. Otra piedra de Pandiaco parece un plano o mapa a1 disponer sus grabados en lfneas que se cruzan con otros motivos geometricos interiores. En CulanquiaS.n (Nal":".f'io) exieten graba-­ dos muy esquematicos de hombres y animales. En 4;tl A1 to de las VentilJ . .,s del distri to de - Mombuco (La Florida, Narifio) u: JS especia1es ga.n-­ chos combinadas con c :!rculos su.t.;ieren algUn tipo - 106 de simbologla astraJ... En San Bernardo (Narifio) ap_!! recen mas espirales con triangulos, c1rcu1os y li­ neae de composicion descuidada. Pero quizas la pie dra grabada mas in-teresante sea l.a del caeer!o del. rio Blanco en Rfo Pescado (Caqueta) en la que nos encontramos con una verdadera inscripcion de sig-­ nos lineales en los que predominan el 8.ngu.lo y las aristas. Son nueve sie;nos que de izquierda a derech.a pueden describirse as!: signo en forma de t alar-­ gada, otro parecido pero con una raya horizontal. - mas una v invertida de brazos asimetricos y angulo casi recto, una especial rematada linea horizontal un rectangu1o incomplete con una gran U en el cen­ tro y lados prolongados, un cuadrado con unas li­ neae ligeramente curvas surgiendo de la parte in:f_! rior una espiral cuadrada, doe antropo o zoomorfos muy esquematizados. El Inter4e de estos grabados se deduce de esta ligera descripcion. Los signos estan en la misma linea que los que aparecen en la 107 pintura esquematica neol.i tica de la Peninsula Ibe­ rica y de otras areas europeas y afroasiaticas. Es un primer paso hacia las pictografias y hacia la - escritura. Cerca de El. Angel., en el. l.l.ano de Ing\ies, -­ Verneau y Rivet (29) estudiaron una piedra ya des­ crita por GonzBlez Suarez que represents seres hu­ manos y monos muy esti1izados, existen tambien c:l£ cul.os divididos en cuatro o seis sectores, pero p~ race que todos los motives no pertenecen a l.a mis­ ma epoca y que algunos pueden ser recientes. Otra_piedra sefial.a Lunardi (30) a poca dis-­ tancia ~l oriente de Berruecos. Es casi plana y -­ con una inclinacion de Norte a Sur de 0,25 ~. Se encuentra a nivel del. suel.o en el lado oriental y a una altura de 2,42 m. en el occidental. Mide 15,95 m. por 6,5 de ancho. El motivo principal de su decoracion son los monos grabados en diferentes posturas y aotitudes. .f /. I ., .. "- lOB f) ARQUITECTURA Y PATRONES DE ASENTAMIENTO En este apartado comentare muy brevemente los escasos datos de que disponemos sobre las construcciones de habitacion y ceremoniales. Desgraciadamente 1as antiguas viviendas de­ bieron ear construidas con caffizo y barro sin co­ car, de manera que el paso del tiampo hizo desap~ racer todas las huallas en superficie. Sin embar­ go, s1 se han observado vestlgios de fondos de c~ bafias que orientan las pesquisaa sobre los patro­ nes de as~ntamiento y la.s forma.s mas caracter1st_! cas de las chozas. Verneau y Rivet (31) sefialan que en los al­ rededores e incluso en el mismo poblado de Huaca podian observarse numerosos fondos de cabana, lo que prueba, suponiendo su contemporaneidad, un ~ dice demogrBfico para la region. Son depresiones circulares de 8 a 10 m. de diametro, limitadaa por un ligero reborde de la cabru1a. L~s cabanas - debian de ser de tierra apiaonada. No se encuentra ningUn resto de piedra o de otro material constru£ tivo perdurable. En un punto cualquiera del recin­ to, el reborde presents una soluci6n de continui-­ dad, que marca sin duda el emplazamiento de la pue.!' ta. Exactamente en el centro 6~1 area de habits­ cion, exiate a menudo una depres:6n de 1 m. dedi~ metro mas 0 menos que parece co~responder a una s~ pultura de pozo, y frecuentemente depresionesanal~ gas a cada lado de la puerta indican igualmente lu gares de enterramiento. Los autorea citados (32) sefialan de manera­ terminante que de acu~rdo con el gran nUm.ero de -­ fondos de cabafia que habia en los alrededores de - Huaca puede decirse que eran de forma circular, de 8 a 10 m. de diametro, con parades de tierra y una sola puerta sin orientacion determinada. Suponen - que la techumbre debi6 ser de paja de "stipa ichu" que incluso actu_alraen·te crece en abw1d811Cia en el I 110 paramo. Entre el paramo de El Anee1 y la Cordillera Oriental, desde el rio Chota basta Tulcan apare-­ cen un sinnumero de cabruias redondas y con manoa frecuencia rectangulares o cuadrt~das, construidas de tierra, extendiendose por todo el area en E1 - A..'l"lgel, Puchues y Mira. Es interesante anotar que mezclados en estas cabanas se hallan cementerioa come los de Huaca, Cuaamal, Capuli, Coesaca, etc. La me,yor parte de los pueblos se habian fll:!! dado en J.as crestas de lomas o monticulos aislados y a la vez llablan sido fortificadoa, bien por me­ dio de eocampadoa,tajos artificiales o mediante - fosas corao el de las pa.lizadas, a1 Este de Tulcan En este lugar se encontraron unae treinta chozas, varias de ellas cuadradas y otras rectaneularos, - con d iarnetros que pod ian variar de 12 1 24 m., or­ denadas en una sola fila en direcci6n Norte-Sur.La poblacion estaba protegida por una fosa de 1 Km. - de largo aproximadamente y unos 20 m. de ancho por ~~· I j I 111 el lado Noroeste, mientras que por el Sur-Oeste se encuentra un tajo artificial de unos 2 m. de altu­ ra (33). Tajos artificiales del mismo caracter que en las palizadas protegen el recinto de varias pobla­ ciones antiguas, desde el rio A1ausi hacia .. el Sur. Asl por ejemplo en un altozano cerca de Calahuan, en la region de Tixan y otras en Challuabamba. As! como en Sigsig y en Pucala a unas 3 1eguas a1 Nor­ te de Loja ( 34): En 1a cumbre de la colina de Tulcanquer, a 3032 m. sobre el nivel del mar, Verneau y Rivet eE contraron en la ribera derecha del rio Carchi y junto a la actual frontera de Colombia, una depre­ si6n circular en forma de cubeta de 18 m. de diam~ tro bordeada por un talud poco elevado y apenas aparente en ciertos lugares. Pa1·ec:ta el ultimo ve~ tigio de una muralla construida con tierra apison~ da. Si se relacionata este hallazgo con los vestlgios que se encuentran mas a.l Sur cer a de Huaca podria c. !'.18 UOTECJl. 112 pensarse que se trataba de un tipico fondo de cab~ na, sin embargo, las dimensiones eran mucho meno-~ res y es significative que no se encontraran en el interior sepulturas como suced:la en el. yacimiento anteriorrnente citado. Queda entonces como mas pro- bable la idea de que se tratara de las ruinas de - una fortaleza com~ parece indicar ademas su estra­ tegica posicion que se asoma por eJ. Norte a.l Car-­ chi y por el Sur aJ. Valle de TulcB.n ( 35). ,.j Pooo mas puede dec irse de la arqui tectura c i- viJ. no fu.neraria de l.os primitivos ha.bitantes de la zona de Pasta. En cuanto a las construcciones de tipo templario 0 ceremonial, los datos que ten~ mos son indirectos a traves de los hallazgos reali zados en otros lugares de Colombia, como San Agus­ tin, Tierradentro, etc. Es logico inferir que los prehistoricos de Pasta debieron contar con estruc­ turas para uso religiose y ritual. Las excavaciones realizadas hasta el momenta, escasas y asistemati- cas, junto con el empleo de materiales delegablee nos pri van l:;.or el momenta de un panorama arqueolo- 113 gicamente vBlido para eatablecer au tipologia. En cuanto a las construcciones funerarias trataremos de ellas mas adelante. En cuanto a trabajos de ingenieria civil, - tenemos una cita de Cieza de Leon (36) en la que dice que encontr6 restos de caminos entre Tulcan y Huaca. En cuanto a la ingenier:l.a mi"'litar ae encon­ traba probablemente bastante desarrollada como se pone de manifiesto en los abundantes hallazgos de fosas, empalizadas, murallas y otros tipos de si~ temas defensivos que aparecen sobre todo segUn -­ nos trasladamos hacia el Sur; indicio seguro de - un estado permanente de defensa frente a incursi2 nes f'orSn.ee.s. g) EL TRABAJO DEL METAL Gonzalez Suarez (37) asegura que los a.nti-­ guos habitantes del area de Pastot por lo menos - I 114 a.lgunas tribus, trabajan el•oro en laminas finas. Dice que pondian medias lunas de la nariz, pero Verneau parece ser que lo enoontr6 eolamente en orejeras y cita los discos y los anillos, que a veces constitu:l.an composiciones juntando entre a:!. pequefias laminas. A este respecto Lunardi (38} da cuenta del hallazgo en el caser:I.o de Minda, cerca de Consaca de un anillo de oro grabado. Uh1e (39) por au parte relaciona entre los objetos que ee - encontraron en una tumba del Panteon Viejo de San Gabriel, los sigu ientes: a) Objetos en cobra dorado: 115 discos pe-­ q_uefios de 4 em. de dimnetro con uno, o dos aguje-­ ros en el borde y 3 de 19 y 20 em. de diametro, - que presentaban tambien las mismas perforaciones. b) Objetos de oro puro.- Un fragmento irre- . , , gular de 20 em. de diametro que posiblemente debib tener .forms. de hacha y 3 argol1as de alambre de - oro de cerca de 4 em. de diametro cada una. c) Objetos de cobre puro.- Una especie de - 115 oampana pequena. Otros autores aseguran que en el pais Pasto, la industria del cobra casi no· existian pues sus noticias de ha1~azgos arqueo~ogioos de este mate­ rial se reducen a unoa h.i~os de cobre, un anil.J.o, un cascabe1, tree narigueras que probablemente no proceden de esta zona sino del Azuay o del Pich~ cha. (40). Sin embargo, Andre Lg Ma11ier (41) da noticias de que en una ,tumba en San Gabriel el ajue.r estaba COmpuestO por 1aminas redondas de C_Q bre dorado sin trabajar, perfo1· Ldas en doe si tios como para ser cosidas en una t~la, y cuatro ani-­ llos de oro, posiblemente pendiuntes. E1 problema de las influencias amazonicas y el de la penetracion Norte-Sur no parece estar t3 davis lo suficientemente ana1izado como pa~a po-­ der llegar a una conclusion positiva. De metales nobles se elaboraban los pendieB tea y l~s orejeras. Baja au forma mas simple est~ ban constitu1dos par una lamina de oro en forma - 116 ae creciente, agujereada en la mitad para la sue­ pension, pero a menudo tiene la lamina adornoe v~ riados que se la adjuntan, y que suelen destacar en la parte concava: son discos de oro, unidos los unos con los otros y cuyo centro adopta un r~ lieve ligeramente esferico con representaciones - de animales o de w1 repujado caprichoso en discos anchos y dentados. A veces, colocados simetrica-­ mente eobre el borde convexo de cada extremidad - del adorno se encuentran figuras de animalea que parecen ser monos estilizados, aetas piezas en - oro que suelen proceder de El Angel deben ser orA ginarias de la region Pasta, y segUn una ceramics de este lugar pueden clas-ificarse como orejeras y no como narigueras (42)o De El Angal son tambien fragmentos mas o ~ nos largos de hila de cobra, que a veces forman - anillos como el encontrado en Huaca en que el hi- 1~ se arrolla en espiral. Este objeto de adorno - suele aparecer con mayor frecuencia en las regio­ nes meridionales que en las del Horta, (43). En - 117 cuanto a las cuentas cil!ndricas de oro, hay notJ: cias de que aparecieron doe ejemplares en El An-­ gel. En este mismo lugar ~pareci6 una reproduc- - cion de una concha de oro (44). Los Tupos, proba­ blemente de epoca tard!a, suelen ser en material aureo como e1 que GonzBlez Suarez encontro en Ca£ chi. Por su factura estos objetos se relacionan - lntimamente a los conocidos tipos ecuatoriano-pe­ ruanos. Tambien se trabajan en metales nobles las figuritas humanas, proba~lemente por el procedi-­ miento de la cera perdida. Figuritas de El Angel presentan una clara tendencia a la estilizaci6n.­ Los pies estan dibujados y la actitud de los mie~ bros superiores esta sfmplemente indica~a por la forma oval del pecho y por el relieve de la parte inferior del cuerpo, con el estilo de una figurita de plata de la colecci6n Frandin. Un ejemplar de El Angel se reduce a una aerie de de1gadas lamin.! 11as de oro ensambladas con hilos del mismo metal La cara y 1a parte anterior son de una sola pieza y e1 cu3rpo comprende doe partes, anterior y pos­ terior, cosidas al nivel de lea hombres y a lo 118 largo de la linea axilar. La iaminilla del ojo d~ recho es de platino, mientras que la del ojo iz-­ quierdo es de plata ligeramente cuprifera. Parece ser que Saville encontro piezas identicas en pla­ t ino e.n la provincia de Esmeral.dae ( 45) • En la li m::.Va XXIV de Verneau y Rivet, sa reproduceh una - aerie de objetos en cobra, plata y oro, discos r_! pujados, figuritas hurnanas, pequenos cilindros, pendien-tes y orejeras, bezotes, al.fileres y agujas anillos, discos perforados y pinzas de depilar correspondientes a las localidades de El Angel , Chordeleg y sus alrededores, Gua1aceo, Sigsig, Huintul, Riobamba y Puca.la. De donde se deduce la extension y las relaciones que los autores cita-­ dos danaestetipo de trabajos. h) EL TRABAJO EN MADERA Escasos son los datos que tenemos de objetos de madera arqueologicos del area que nos ocupa. - Lo cual es logico si se cuenta con qu~ estas pie- 119 zas raramente resisten e1 paso del tiempo, a no - ser en terrenos muy secos, como ea por ejemplo e1 desierto de la costa ecuatoriano-peruana. Son las tantas veces mencionados autores Max Uhle (46) y Verneau y Rivet (47) los que nos proporcionan una minima iniormacion sobre ha1lazgos de esta natur~ leza. El pr~ero de estos investigadores dice queen el Panteon Viejo de San Gabriel aparecio una 1an­ zadera incompleta, au longitud original debio ser unos 80 em., au anchura de 3,7 em., en·la parte­ media y el espesor de 0,8 em. Tiene una cara con­ vexa y la otra llana y, a todo lo largo, un dibu­ jo en forma de rectangulos divid~vos por una dia­ gonal, y en estas doe partes asi formadas, decora cion de espirales triangulares. SegUn Verneau y Rivet, en una tumba encont~ da en Cuenca, al Este y muy cerca de Chordeleg, - se encontro una placa de noga1 de forma rectangu­ lar y funcion desconocida, en donde aparte de unas cabezas humanas separadas por un dibujo geo­ metrico esta grabada la fi&ura de un ca~an. "I '"I..,' 120 -i) ~'RABAJOS EN HUESO Y ASTA Los hallazgoe de objetos de hueso estan di~ persos y su tipologia algo confus~. En E1 Angel aparecio una cuenta de collar sin ningU.n adorno especial (103). GonzBlez Suarez encontro una cu-­ chara tambien de hueso en la region Pasto. La fO£ ma es circular, con el mango afilado. Suarez lle­ ga a pensar que pertenece a epoca hispanica, pero Verneau y Rivet creen relacionado el hallazgo con otras de PerU, Bolivia y Norteamerica, que eea ~ terior. Otras interesantes piezas aparecen en las - excavaciones. Se trata de objetoe en hueeo alar~ dos y af'ilados al menos por uno de sus extremos, mientras que por el otro llevan un tosco grabado quo represents una cara humana, aunque a veces -­ los brazos estan indicados. Es frecuente que ade­ mas tenga un agujero enc~a de la cabeza para col gar. Aparecen en la zona de Pasto y en la region Cafiari. Dado que Hart~an lo via emplear en Costa 12l Rica por los indios para abrir las panojas de maiz, Verneau y Rivet creen que pudiera haber se£ vido para este fin. Se ha 1lamado a estas piezas pitinas, palabra derivada del quechua quiteno que signifies cortar, porque as! lo llamaron los indj geneas de El. Angel, empleados en las excavaciones (104). Por Ul. timo, parece ser que, mientra.s en las provincias meridionales muchos objetos estaban fa bricados en cobre, en las septEntrionales lo eran en hueso. Tree tupus de que dan cuenta Ver-­ neau y Rivet son de hueso y de 1a region Pasto, - uno de ellos, encontrado por Gon· Slez Suarez. Te£ mina en au extremo superior con ~na especie de gan.chos que tiene encima_ una fig~J.:'~a de mono. Los otros doe fueron encontrados en E1 Angel, de ella hay un orific.io probablemente para suspension. El segundo eeta decorado con deta11es de la ca.ra y del cuerpo de doe personajea, de los cuales-uno tiene la mano izquierda sobre el vientre, mientrae que la derecha esta apoyada en la region lumbar - 122 izquierda de su vecino (48). Si escasos han sido los hallazgos de obje-­ tos de hueso de que tenemos referencia, mucho mas lo son toda.via de piezas trabajadas en asta. SegUn. Verneau y Rivet (106) aparecian en las sepulturas precolombianas de las regionee Pasto y Cafiari. Se trataba de defensas de diversos cervidos andinos, aunque au aparicion es rara y pudiera ser que, a1 igual que l.os objetos trabajados en hueso la. hum_! dad hubiera. destruido muchos ejemplares. j) ~ TnABAJO EN CONCHA En concha distinguimos principalmente las - placas, los colgantes y otros objetos perforadoa. En cuanto a las placas hay noticias del hallazgo de una rectangular y otras de formas variadas en las zonas de Pasto y de Cafiari, todas ellas trab~ jadas en mytilus (49). Algunos de los colgantes recogidos en E1 ~ 123 gel. son de Oliva peruviana, para adaptarlas a su :fin ornamentaJ., l.os indigenaa se contentaban con suprimir la parte correapondiente a la espira y - practicar del 1ado de la abertura una perforaci6n para el. paso del hil.o. Asi obtenian col.gantes re£ tangulares o trapezoides. Otra aerie de piezas de este tipo se obtenian del ~til.us, e incluso una plaqueta de El Angel parece provenir de una valva de spondylo (50). Muchas otras piezas trabajadas en concha, y cuyo f:in principal debio ser e1 de - servir como cuentas o pequefios col.gantea de pro­ funda perforaci6n adoptan las formas mas variadas. Cil.indroa mas o menos largos y gruesos, agujerea­ dos precisamente en sentido de su eje mayor, cueB tas de forma beconica, como las de piedra, discos de tall.a y espesor variable, perlas esfericas (109). Estos ejempl.ares provienen de E1 Angel, Chordeleg, Mangan Sinincay, Sigsig, Jiron y Money 124 k) NE0ROPOLIS Y TUidBAS Las tumbas en el area de Pasta, en su forma mas simple y frecuente eaten constituidas par una fos3 cir~ular de 1,50 m. de diametro y una prof~ didad qtte varia entre 2 y 5 m. e incluso mas. Al fonda se abre una galeria horizontal llamada bol­ son, donde se encuentra el cadaver y los objetos diversos que lo acompanan, la entrada del bolson se llama. tt)_a ventana". El bolson como norma gene­ ral tiene 0,50 m. de altura por 0,60 m. de ancrnl­ ra y una profundidad que puede variar entre 0,60 y 2 metros. En la region Pasta, el cadaver esta a ~eces en el bolson puesto de costado,con el vientre vuel­ to hacia ln fosa. La ceramics y los objetos del ajuar estan colocados algunas veces cerca·de los pies y otras cercn ce la cabeza, como sucede en Huaca. En - El Angel a veces el cadaver esta en cuclillas. En - una excavacion hecha en Tres Tolas, cerca de El -- 8ngel, el cadaver estaba extendido a 0,85 m. de . •' 125 1a superficie, con la cabeza reposando en una pi~ dra redonda, mientras que 1 m. m~ .~ abaj o el boJ.-­ son estaba vacio (51). Andre Le Mililier da cuenta del hal1azgo de una tumba_estudiada por Jijon y­ Caamafio en San Gabriel en forma de pozo cil!ndri­ co con bolson J.ateral (52). A poca distancia de la plaza de San Gabriel se halla corta.do por l.a carretera del. Sur que va · a Bolivar, el sitio l.J.amado Panteon Viejo. Al.li - se descubrio una sepultura con pozo cil.!ndrico de 2,5 m. de ~iametro y 10 m. de profundidad; se abr!a en la pared un niche en forma de boveda de unos 2 m. de a1tura, e igual anchura, dentro del cual se encontr~ron los restos de tree cadaveres acomodados, segUn parece en condiciones deter.mi-­ nantes de enterramiento secundario, loa indivi--­ duos eataban rodeadoe por parte del ajuar. Des- - pues de sepul. tadoa los cadB.veres se habia cerrado el niche con grandee pa1as de concha inclinadaa - hacia adentro (53). 126 Aparte de le.s consideraciones los autores ci tados anteriormente, puede asegurarse que las se-­ pulturas mas sencillas de este area consistian en pozos de re~llar tamafto y profundidad, excavados - directamente en la tierra y sin preparacion poste­ rior. Las descripciones que siguen corresponden a noticias y hallazgoa de diferentes localidades,con objeto de presentar un panorama tipologico de las diferentes modalidades. La inexiatencia, en la ma­ yoria de los casos, de asociaciones concretas con ceram1ca y otros objetos, asf. como la ignorancia - en cuanto a la estratigrafia de la zona, nos colo­ ca en una situaci6n precaria a la hora de formali­ zar y clasi£icar loa enterramien~os. Un estudio de tipo especial proporcionara los materiales basicos que elaborados posteriormente cuando ee conozcan - las secuenc las cul tur·JJ..es y tertgamoa datos estra­ tigr8.:ricos, aportarB.n una mayor precision cientf.f_! La sepultura de pozo presents numerosas va­ riedadea, a veces hay dos bolsones frente a frente 127 de tal manera que el cadaver tiene la cabeza y 1a parte superior del cuerpo en uno y las piernas en el otro. Las sepu1turas pueden aer colectivas, con d~ versas disposiciones: en las de El Angel y Huaza - boleones como cadaveres. A vecea puede haber hasta aeis bolsones dispueatos a distintos niveles alre­ dedor del pozo central, cada esqueleto tiene la c~ beza hacia la periferia y los pies hacia el centro como sucede en Huaca, o bien el bolson esta divid~ do en el sentido de 1a altura en doe cavidades su- • perpuestas por una capa de tierr~ dura de doe de-­ doe de espeeor como en E1 Angel, o bien los bolso­ nea se encuentran a profundidades variables a lo - largo del pozo y sabre ejes dif rentes como en un hallazgo en Tree Tolaa, donde eJ primero se encon­ traba a 1, 70 m. de la superf'ic5.e-. y el segundo a 3,40 m. (54). Apreciaremos a lo largo de esta exposici6n - como la tipologia de los enterramientos en la zona 128 LOGICA DE LOS PASTO!! Del estudio arqueol6gico general 11evado a cabo en el apartado anterior pue~en 11egar a de­ ducirse algunas caracter!sticas distintivas de he dreas pasto y q~i11acinga. A ellas voy a referir­ me de una manera general ya que ·as descripciones deta11adas van en dicho apartado y para cualquier deta11e que aparezca poco claro podemos remitirnos a ~1, de otro modo se caer!a en innecesarias repe­ ticiones. Geogr~icamente los hallazgos arqueol6gicos realizadoa en zona pasto bien por excavaciones, - bien por exploraciones superficialee, se han loca­ lizado hasta ahora en los siguieJ tes puntos: Gualmatdn, Carlosama (Cuaspud h C~mbal, La Victo­ ria, Pun, Alor, Tasma, las riberas del rio Chota, riberas del Carchi, Tree Tolas, Tulcdn, Las Pa1i­ zadas (cerca de Tulc4n), las ~rgenes del alto Mi­ ra, Urcuqu!, San Isidro, Cuaemal, Coesaca, Cupa1!, Pial ter, Tulcanf}uer, El Angel, Colaipala ( cerca- • 146 de El Anr,el), San Gabriel (Tusa) y Huacae Muchos de estoo lugares son s1mplemente haciendas o pe­ quenas aldeas, en las que un hallazgo casual ha hecho que se iniciaran investigaciones que han - dado satisfactorios resultados. Aparte de estas localidades que entran de llano en el ~rea pasto, hay va.rios ptmtos en la l:!nea en que se entrecr_!! zan pastos y quillacineas, como El Cerrito, a 1 Kmo de San Juan de Pasto, e incluso m~s al norte en El Tambo, 40 Km6 al norte, en que aparecen ob­ jetos de filiaci6n quillacinga, cosa nada dificil de explicar, dada la proximidad de ambas zonaso Pese a la indudable difugi6n de elementos culturales entre una y otra ~rea, hay suficientes d.ato:J representatives como para separar ambas c~ t11ras. Siguiendo el orden de los apartados esta­ blecidos en el estudio arqueol6gico general, las notas dis·tintivas que podr:!an sacarse son las si e;uientes: En la cer~mica constituy6 un foco de con­ fluencia de los estillos procedentes de Imbnbura, 147 con una fuerte inf.luencia de la fase TuncahuM, aJ:. go de Esmeraldas y en la 6ltima ~poca influencias peruanas. A todo ello le dieron una forma personal y peculiar de la que puede decirse que constituy6 un estilo propio y dotado de personalidad. Su des­ treza en la fabricaci6n de objetos, sobre todo de vases, copas y plates, acusa la existencia de tall~ res alfareros de importancia que llegaron a pro­ ducir una homogeneidad en la tipolog!a, en los ma­ teriales y sobre todo en la decoraci6n, en la que la nota car~cter!stica viene dada por la t~cnica - negativa. Los motives son preferentemente geom~tri cos y muy cuidados en los detalles, en ellos pred~ minan los tri~gulos de diversas formas, el retic~ lado romboidal y las grecas. Cuando los motives geom~tricos se combinan con los antropomorfos y zoo morfos, estos dltimos, aunque estilizados, son muy cuidados. Las representaciones favoritas son el m£ no y pajaros con aspecto de palm!pedos (1fg.41 ~ 45 ) • Las formas son muy diversas: c6nicas, va­ ses de corte esquinado, vasijas con aspecto de bo- 148 tellas, copas que acusan influencia peruana y, al llegar a Tulc&n, los ~amosos vases con fondo pun­ tiagudo "eota. de sebon, que, dada la localizaci~n tan precisa en que aparecen, sugieren una influen­ cia cultural posterioro Los colores utilizados son el negro, crema, y diversas tonalidades de rojo y amarilloo Estes colores aparecen combinadas como pueden apreciarse en la l~mina a que se hace re­ ferencia anteriormente. La9 ocarinas, aunque su difusi6n es tan gr~ de que se encuentran en igual abWldancia y o.aracte­ risticas en la zona quillacinga, parecen proceder del pa!a paste par su mayor perfecci~n y represen­ tuciones decorativas por modelado, t!picas de la zona (monos y cabezas humanas) y pbr el material empleado. En la l!tica y lapidaria, despu~s de las de~ cripciones hechas en el apartado general, solamente cabe destacar que en hachaa, la variedad mas com~ es la neol!tioa simple y que en el sur del l!mite - 149 pasto va desapareciendo poco a poco para ser sust~ tu!das por dtiles de una elaboraci! 1 m~s compleja. Con la lapidaria ocurre algo similar, los objetos de adorno en piedra se van haciendo mds refinados al avanzar hacia Ecuador. La escultura entre los pastas suele ser pr~ ferentemente en barro. La fabricaci6n de figuras­ antropomorfas no parece tener fines pr~cticos de­ ningdn tipo, sino ornamentales o1votivos, Las fi­ guras aparecen sentadas y no tienen los brazos,d£ blades en &ngulo sobre e1 pecho como en el drea quillacinga, sino que las manos descansan sobre ~ rodillas. Algunas de ellas tienen un tocado en 1a • cabeza, como un pafio que sigue el contorno de 1a - frente y despu~s cae sobre las orejas. Pudiera ser que este especial tocado al que se refiere Cieza de Le6n (1941, 275) cuando dice que a los pastas que habitaban en el Cuzco se les conoc!a por "las se­ fiales que en las cabezas se pon!an". Algunas de e~ tas esculturas presentan deformaci6n craneal. Eje~ 150 plares tipicos pueden apreciarse en las l~minas Iy III de la obra de Maz Uhle (1933) yen la fotoera­ f:!a nD 7- Z • En el arte rupestre los motivos preferentes son las figuras humanas muy esquematizadas y los - monos; los motivos geom~tricos parecen servir sol~ mente como enmarcado. En la arquitectura civil hay mn predominio de YiviendaB con planta circular, solamente en la actual frontera entre Colombia y Ecuador aparecen algunos ejemplares de planta cuadradao Las para­ des svn de bajareque y el techo siempre es de paja o fibras vegetales. Los poblados se encuentran si­ tuados en lomas y en forma de pequefias concentra­ ci.ones, las chozas estan agrupadas de una manera­ indiscriminada. Aparecen construcciones que sugie­ ren fortalezas m~s que templos, pues su tamafio es muy reducido y se hallan junto a restos de fosas y empalizadas, lo qu~ indica un sistema defensivo. Esto aparece sabre todo en la zona norte de CarchL -151 El trabajo en metal es pobre en cuanto al cobre, igualmente en ·lo que se refiere a la abun-.: dancia que a la elaboraci~n. La orfebrer!a y ~ dancia en objetos de oro e~ de mejor calidade Los hallazgos han sido abundantes, hay orejeras, dis­ cos, anillos, figurillas de monos, reproducciones de conchas, tupos y algunos bezotes. La t~cnica - suele ser el laminado y las formas ~s ab~dantes son los discos de pequefto y mediano tamafio, los pequefios van frecuentemente engarzados formando colgantes. No suele abundar el repujado y cuando aparece es de confecci6n tosca. En lo que respects a los enterramientos, s~ len ser casi exclusivamente de pozo. Solamente al • llegar a El Angel, en el l:!mi te Si'"':" de los pastos, comienzan a aparecer en urnas, al nodo de Esmeral­ das y Manab:!. Las hay individuales y de forma sim­ ple, pero lo caracter!stico son los enterramientos colectivos, que en la zona de Carchi llegru1 a ad­ quirir una complejidad de construcci6n y disposi­ ci6n de los cad~veres realmente extraordinaria, C£ mo puede apreciarse en las descripciones del apar- I 152 tado al respec-'Go en la p~g.125-1'29y en las JHg. 97 C) 1o5 del Ap~ndice grMico. d) AREA AHQUEOLOGICA QUILLACINGA El ~rea arqueol6gica quillacinga por la pa~ te norte comprende haeta la zona del Guachicono, en lo que coincide con las fuentes documentales como puede apreciarse en la p~g. 96 de la Colecci6n Do­ cumental. Contin~do en un paralelo imaginario, - por el norte llegar!a hasta el P~ramo de las Papas, por el sur hasta la laguna de la Cacha y por el es­ te la margen derecha del Gu~itara lee pone en con-­ tacto con los pastas, queda por determinar el limi­ te oriental en donde no se han hecho excavaciones que puedan delimita~los. Las localidades geograficas en las que se ha excavado, casi pueden reducirse a las lim!trofes con Guachicono, pero los hallazgos y exploraciones superfiqiales han sido abundantes en los s;_P;Uientes puntas: Remolino, Cumbi tara, El Car­ men, La Uni6n, Briceno, La Cruz, Chimayoyt La Estag cia, San Jos~, El Tambo, Mombuco (junto a La Flori- ._ ~ - I .. ·. ~- .. :; 153· Cabre:,.a, El valle C.e Ean ~3e:~:'la..rdc, -'~(_r,::·.:~~:£(~..:·s, :;1.e::g .. co, Minda (ijunto a Consac~), Bl Cerri~o~ El ~~cane.~ Al igual que al tratar de la zona paste Pe b~ hecho constar que existen algunos lugares en que 1 c. proximidad geogrMica de ambas zonan n.::-oducen simif4. ludes en los hallazgos, tamb:i.~n aqu:". :::e p1. ·~,-~nn sac3:'.:' notas distintivas de e:'ta cul.tura. des ollas ~bulares que aparecen en los ente~·rb.rX::.t. __ 1:~ tos se conectan con Tierradentro y con parte de la - zona agustiniana, las que se utilizan para cerrar el paso del pozo a la c~ara sepulcral son muy toscas de factura y material, no suelen llevar ni decora­ ci6n ni engobe. Hay otros dos tipos de las que se ig cluyen en las de tamafio grande y cuya funci6n deb!n­ de ser diferente en las que las caracter!sticas de~~ lla.Jflas se desoriben en los apartados "b" y "c" de la Arqueolog!v. General, pero. quP- en resumen pueden car 3C terizarse l~s primeras por lir,eras decoraciones in­ cisas de tip'1 geom~tricoo Las ?egundas ofrecen mayor 154 inter~s por su t!pica decoraci6n por modelado (v~~ se fot. nQ61J,3,b.'J. Los motives son antropomorfos y - zoomorfos y ofrecen la caracter!stica de estar colQ cades en el cuello de las vasijas, lo mismo en las antropomorfas, en las que se aprovecha el cuello - para modelar la cara que en las zoomorfas. En las primeras es interesante anotar la disposici6n de - los brazes que van pegados al cuerpo hasta la alt~ ra del abdomen y luego se doblan en ~gulo agudo - en act~tud de cruzar las manos, pero sin llegar a hacerlo nunca. Las vasijas de pequeflo tama.fio, de indudable significaci6n votiva, son ~s finas en la coufecci6n y material, pero el decorado o no existe o es muy simple, casi siempre a base de 1:!­ neas gruesas de disposici6n irregular. ( fot. nQ55) En los plates la decoraci6n es interna y poco cui~ dada, de bandas conc~ntricas y ejecuci6n tosca ( fot. nQ 6 7 ) • La decoraci6n suele ser posi ti va, - muy raras veces aparece la t~cnica negativa y cuan do lo hace -tiene todas las caracter:!sticas de pro­ venir de la zona paste. Algo digno de anotarse es 155 la acusada tendencia a reducir el cuello de las va~ sijas hasta hacer que sea casi ~~ ligero reborde, - las de cuello alto, dadasu escase~, parecen ser de origen pasto. En s{ntesis la cer~mica quillacinga - presenta unas caracter!sticas mas primitivas que la pasto en la factura, en la decora ·i6n y en la comb! nacl6n de colores, que suelen red~cirse a negro so­ bra rojo. La l!tica y lapidaria tiene parecidas carac­ ter!sticas a la de los pastos, al igual que en la - cer~mica tiene mayores signos de primitivismo, bas­ ta el punta de que algunas aparecen talladas, como puede observarse en la figura 147 de la obra de P~­ rez de Barradas (1943), cosa muy rara entre los pa~ tos. En la lapidaria lo &nico digno de menci6n son las piedras agujereadas para utilizarse como cuen-­ tas de collar. La escultura en piedra ti~l~e unas notas dis­ tintivas que la distinguen especificamente de la z~ na pastoo A trav~s de la geograf!a se puede dibujar 156 una especie de callej6n que va desde el P~ramo de - Las Papas h.asta El Encano atravesando todo el ~rea quillacinga. Primeramente se verificaron hallazgos espor~dicos y a ~stos sucedieron el de "talleres", hoy en d!a pueden contarse tres. A trav~s de todo - ella puede seguirse una variaci&n estil!stica en la que ·se nota el alejamiento gradual hacia el sur de un punto focal de creaci6n de una indudable conex~n agustiniana. Las estatuas son de pequefio tamafio y - factura rudimentaria; rasgos caracter!sticos sonque la cabeza va unida directamente al tronco y los br~ zos, o no existen o tienden a unirse al estilo de - la estatuaria en barre. Los motivos son antropomor­ fos y su funci6n pudiera ser funeraria o animlsta.­ ( .i!fg .. '16-94.). En defini tiva, la estatuaria de la zona quillacinga parece en todo memento un p~lido refle­ jo de un foro art!stico de gran potencia cuyo cen­ tro debi6 de ser el Valle de San Agustin y alguna - de sus irradiaciones parte de Narifio y Popay~e Es­ te tipo de estatuaria, en sus dltimas manifestacio­ nes llega hasta la regi6n puruh~. 157 En el arte rupestre los motivos preferentee son las espiralee y despu~e ~os tri~gulos, c{rcu­ los y unos ganchos combinados. La interpretaci6n de estos motives es muy dif!cil, quiz~ los ganchos su­ gieran una eimbolog!a astral. Las viviendas son parecidas a las de los pa~ tos y aunque predomina la planta circular hay una -mayor abu.ndancia de plantas rectangularee que en las viviendas pasto. Los materiales son los mismos, pero la disposici6n es m~s bien de tipo disperse o formando muy pequenas concentraciones. En esto la - arqueoiliog!a coincide con la documentaci6n (Col.Doc. P• 65). En el trabajo en metal los hallazgos parecen acusar una influencia nortefia, probablemente a tra­ v~s de tribus chibchas, en cuanto a los motives pr~ feridos, las fuentes no nos hablan del adorno t!pi­ co de estes ind!genas que eran U' as narigueras en forma de rnedia luna y por las ct .... lee los incas le dieron el apelativo de quillacine_as : ttnarices de 158 luna"e Este adorno generalmente se fabricaba en oro, puede apreciarse en la fotografia na 61 en que apa­ rece utilizado como colgante. Es indudable que hao!a abundancia de este metal, pues las fuentes colonia­ las siempre lo destacan. La t~cnica para trabajarlo fue sobre todo por el procedimiento de laminado. Las tumbas de la zona quillacinga indican unos rites simd.lares a los de los pastas, rites que han­ sido confirmados por las fuentes. Su t~cnica de cons trucci6n tambi~n es si•rllar, sin embargo aparecen a1 gunas diferencias como son una mayor simplicidad en cuanto a la construcci6n de los pozos, que est~ sim plemente excavados y sin preparaci6n interior. Hay - menor abundancia de tumbas colectivas y las que apa­ recen no son tan complejas como entre los pastos, lo que parece indicar que las clases sociales no esta- ban tan diversificadas. En cuanto a influencias de otras zonas cabe mencionar la aparici6n esporddica de atadues de piedra y algunas tumbas en cuevas, lo que indica influencias nortefias. NOTAS AL CAPITULO II ==================== (1).- Schobinger, 1969, 114 ( 2) .­ ( )) .­ ( 4) .- " " ' 114-115 n " 124 " n 116-118 (5).- Steward, J.H., 1948 (6).- Jij6n y Caama.fio: 1930, 162 (7).- Uhle, Max, 1928; 183-234 (8).- Jij6n y Caamafio, 1930, 141 •• t1 " 162 (10).- Alcina, J. 1965, 564 (11).- .. .. 533 ' ( 12).- Meggers, Betty J. 1966, 25 (13).- P~rez de Barradas, 1943, 123, (14).- " " " 129 (15).- " " " 129 (16).- Gonz~lez Suarez, 1904, b, 59 (17).- Lehman, H. 1945, 236 ( 1 8 ) • - Uhl e, Max, 1 9 3 3, 1 9 y y 159 fig. 138 sis:. SSo (19).- Verneau y Rivet, 1912-22, VI, Lam. 45,figs.4 y 9 160 ( 20) .- P~rez de Barradas, 194 3, 1 32 ( 21) .- Verneau y Rivet, 1912-22 VI, 238-240 { 22) .. - It tl II .. 139-:153 ( 23) .- " " " ,, 219-220 ( 24) .. - It " It .. 194 , { 25) .- P~rez de Barradas, 1943, II, 128 ss .. ( 26) .- Ortiz, s. Elias, 1958, 396 ss. ( 27) .- II It tt 400-401 ( 28).- P~rez de Barradas, 1941 ,218 ss .. ( 29) .. - Verneau y Rivet, 1912-22,VI, 233-234 ( 30) .. - Lunardi, F. 1935, 93 (31) .. - Verneau y Ri1et, 1~-22, VI, 69. ( 32) .. - tt n n 12. ' ( 33) .. - Uhle, Max 1933,44 ( 34) 0- u " tt ,4-'r ( 35) .. - Verneau y Rivet, 1912-22, VI, 69. ,(' 36) 0- Cieza de Le6n, 1941,114 ( 37) .- Gonzl1lez Suarez 1904, b, 54-55. ( 38) .. - Lunardi, F. 1934-80. ( 39).- Uhle, J.1ax, 1933,46. (40).- Verneau 7 Rivet, 1912-22, a (41).- Le Ma1lier, 1932, 212. (42).- Verneau y Rivet, 1912-22, (43).- .. " .. ' (44) ·­ (45).- .. " 14 y 24, 2. " .. tt " (46).~ Uhle, Max, 1933, 46-47. • VI, 340-346. VI, 299. .. 290-191. ' .. , 318. "• 322-24, (47).- Verneau y Rivet, 1912-22, VI, 245 161 Lam. XXV, (48).- " .. tt t VI, 25!-52,lam. XVI, fig. 4 (49).- Verneau y Rivet, 1912-22, VI, 257-58, lam.XVII, figs. 12, 24, 32, 36. (50).- Ver.heau y Rivet, 1912-22, VI, 259, lam. XVII, figs. 12, 26, 32 a )6. (51).- Verneau 7 Rivet, 1912-22, VI, 116-118. (52).- Le Mallier,- 1932, 212. (53).- Uhle Max, 1933, 45-46. (54).- Verneau y Riv~t, 1912-22, VI, 219. (55).- tt " " , VI, 123. , 162 (56).- Lunardi F •' 1935, 41 .. (57) 0- Jij6n y Caamafio, 1920, 106'-107. (58) .. - Cieza de Le~n, 1941, 103. (59).- Lunardi F., 1934, 68. ( 60) .- Verneau y Rivet, 1912-22, VI, 62, 130 .. (61) .. - Lehman, H .. 1953, 259. (62) .. - n " 263. (63) .. - " .. l:1m. I. ( 64) 0- " " 155 ss. , (65) .. - Ben.11.ett, , 834-35. ( 66).- Ruz Lhuillier, 1968, 219. ( 67) .- " " 1968, 218 y ss. Cap:!tulo III AREA Y ASENTJU.UENTO 163 164 AR:SA Y A3EITTAMIENTO La cordillera andina paleogeogr~ficamente - con::1tituye una zona aparte en lo fisiogeogrMico, en lo clim~tico, bot~ico y cultural. En lo bot~ico, como se describe en el cap! tulo de eeografia1 las especies se escalonan sola­ mente atendiendo a l!mites de altitud, ya que a - todo ~Lo largo de la cordillera se producen parec.!, das especies que solamente al darse mas 0 menos - ccrca de la linea ecuatorial, pueda variar la alt.!. turl ~1. , tae 3e produzcan las especies. En Ecuador y Colombia las glaciares eran nu merosas, en la ~poca terciar!a pero relativamente pequefiao, produciendose en alturas comprendidas - desde los 3o300 hasta los 3.800, dado lo cual son m1J.y csca~.:os los puntas habi tables de nuestra zona o_ue alcanzan esa al ti tud ( T'dquerres y Cumbal). En el area general que nos ocupa se conjugan 165 un cli.ma generalmente templado, ya que incluso los puntos frios de la zona de los pastos gozan de co~ dicionee de habi tabilidad, con ·Lllla escala de vari§; ci6n t~rmica suave (la temperatura baja un grado - por cada 200m.), el suelo f~rtil y r~gimen peri6- dico de lluvias. Hay muy pocas localidades que pu~ dan clasificarse de malsanas. El ~rea pasto, de una altitud comprendida­ entre los 2000 y las 3000 moaproximadamente, "pr.2_ vinc.ia fria" y ••tierra toda muy doblada" ( 1) per­ mit!a una agricultura intensiva. Mucha m~s el ~rea quillacinga "tierra templada", "muy doblada de sa- lunas y montafias" (2) cuya temperatura moderada h~ cia que con los mismos tipos de cultivos el rendi­ miento fuera mayor y m~s capaz de sostener a una - poblaci6n numerosa, de la que tenemos constancia a trav6s de la documentaci6n hispana. PA3TOS Las fueates que pose:!amos hasta ahora --- j ~ l 166 p8Ta locali7.ar el ~rca y asen!;amiento de los indios pastas se reduc:!a casi exclusi vamen·te a dos: Cieza de Le6n y el cosm6grafo Juan L6pez de Velasco. El primerc daba una serie de top6nimos de una veraci­ dad incontrastable, pero su n6.mero era muy reducido .. El : ... ceundo tiene el inconveniente de mezclar topo­ llimos .~ r~ p~J.stos y quillacingas, pues en su relaci6n de rer(:v·timi entos y pueblos de indios de la c:t.udad de San Juan de Pastas divide a los !nd!genas en cu~ tro provincias perfectamente delimitadas y con las ea:r·actcr!sticas que responden a una realidad: la - c1e los pa!T~os, abades, quillacingas y sibundoyes; pero al c1ar la lista de top6nimos mezcla los de - estas cuatro provincias, con lo que la identifica- ci6n no hac.!a dif:!cil (3) .. Entre los cronistas ta_!!! bien Frr:w 3artolom~ de Las Casas nos habla del 1.!, _mite sur de su ~rca, pero solamente da el top6nimo de "Tuza" (3n.n Gabriel) como lltimo poblado de es­ tes ind{genas (4). En lo que coincide con Cieza (5) quien al ~~blur de Tuza dice "que del traje y cos- tumbrcs es tle .los pastosn., 167 Oon base en e stas fuentes y en los trabaj os arque.Q. l6gicos, Verneau y Rivet (6) elaboraron un mapa en el que los pastos limitaban al sur con los caras. Al Sureste con los cofanes. Al noreste con los qu! llacingas y al oeste con los b :-bacoas del Mira y del alto Pat:!a. Posteriormente Sergio Elias Ortiz (7) el~ bar6 un detallado mapa, ya con top6nimos, de las tribus y pueblos ind:!genas del sur de Colombia, p~ ro sus fuentes se reducen a Cieza y a L6pez de Ve- lasco. El investieador ecua~oriano Jij6n y Caamafie (8) dice que ocupaban al Sur de Colombia y el N£ te de Ecuador desde parte del Rio de San Juan en la costa hasta la bah:!a de San Hateo,compren.diendo parte del valle del Pat:!a y del Mayo hasta la rib~ ra occidental del Guaitara, ll~gando por all{ a la confluencia del Telles o de~ Guapuscal, para remon_ tar por estos r.!os hasta la Cordillera Oriental. 168 Las f1}_nntGs de Pisquer y el Chota marcaban el li!! dero Gntre pastos y carangues por el sur. i.Iax Uhle O"f)inaba que la sede de la naci6n pasto iba dcsd.e la ciudad de San Juan de Pasto has ta Tusa y se extendia por todo el altiplano de la actual provincia de Carchi en Ecuador (9)o Monsenon Ltt.YJ.arcl.i los localizaba entre el Guai tara y la Cor­ dillera Occidental, su limite norte ser!a la prov.!_n cia rle los abades y el Sur Tusa. ( 10). El Padre 1'11a.!: celina de Castellv! les situa en las actuales pro­ v~ncias tie Tuquerres y Obando en Colombia y Carchi en Ecuador. (11). Au.tores ConteporMeos como Bennett (1946),­ (47) y T.lurr~:t (1946) recogcn todas estas opiniones anteriores y las admiten plenamente. El preso'nte trabaj o recoge los top~nimos de Cieza con ios nombres actuales de alcw1os poblados que hoy :'lan cambiado de su denominaci~n y que fu~ ideg_ 169 tificada por Luis Alejandro Guerra (12), lo cual he podido comprobar en visita personal. Aparte de estoaporto dos documentos in,ditos que son una Ra_ laci6n de las comunidades de los pastas hecha en - los afios de 1596 y 1597 en la cual aparecen deta­ llados los poblados de los pastos y a la que hay que hacer la ~ica salvedad de que los top6nimos de la Laguna~ Bulsaco y Quina que en esta Relaci6n hecha por el juez de comisi~n Crist6bal Sanguino - (13), no tienenbien especificada su filiaci6n ap~ recen en las tambi6n in~ditas Relaoiones Geogrdfi­ cas de Am~rica del Sur (14) como pe~tenecientes a los quillacingas. La relaci6n de top6nimos q~e nos transmite Cieza en su Cr6nica del Perd (15) puede seguirse­ en la geografia actual, pues todos ellon existen,- algunos con la misma denominaci6n que se incluye entre par~ntesis: A0cunl (Yascual) otros con la - Ma£lama ~~ucurre3 ( Tuquerres) Iles Funes l'.'Iales ( C6rc1oba) Pupiales Cumba ( Cumbal) 170 Zapuys (Sapuyes) Gualmatal (Gualmat~) Chapal Piales (ipiales) Turca (TulcM.) Ln Re.l»Ji6n del ju.ez Crist6bal Sanguino es - bastontc completa en lo que se refiere a·las comu­ nidades de pastos dependientes de la juri3dicci6n­ de la ciudad de San Juan de Pasto, por lo q~e por­ lo menos, en esta amplia zona, podemos contar ya - con una identificaci6n de los Lugares en que habi~ taron dichos ind:!genas durante el siglo XVI. Al r~ producir la lista de top6nimos me he permitido su­ primir- los nombres de la Laguna, Buisaco y Quina,­ por considerar que al ser anterior la fecha de las He::_,cionc::~ Geogr:1ficas, pudiera haber habido un po3terior desplazamiento de pueblos, pues estos top6nimos entran dentro del ~rea quillacinga: .,. 171 aor.iUNID.ADES DE LOS PASTOS Ipjlales Chapales M:uellamas (Muellamu~s) Sapuys Cumbal Gualmatan Past~s Ancuya Pupiales Funes Man chan Guapusqual Mallama Males Tucarres (Tdquerres) Yascual Chapal Tesqual Guachucal C fine ha.J..a. ( S. Pedro de Canchala) Carlosama Ilea Chungana Putisman Yapura Imues Puerres La casi totalidad de estas comv~dades son actuales pueblos de los cuales algunos tienen el mismo nombre y otros han sufrido ligeras variacio­ nes en su graf!a. Con base en estos tGp~nimos y los a11ortado.J'•• por Cieza he confeccionado un mapa de- 172 Localizaci6n de los poblados pastes en una amplia. zona que rodea ala capital de la demarcaci6n --- (16) .. La investigaciones arqueologicas, aunque as­ casas v uoco o nada sistem~ticas han llevado a iden ~ L - tificar los quillacingas como los primitives habi­ tantes del valle de Atriz y de la regi6n circund~ teo En CU8nto a la precisi6n de su ~rea geogr~fica hay dive;·sas opiniones. Jij6n y Caamaiio (17), ade­ D~s de situar a los quillacingas ~n las cercan:!as­ de Pasta, supone que ocupaban parte de las provin­ cias de Sibunday y Pastoco y que su limite con los pastos era el r:!o Gdai t8.rao El gran conocedor de esta regi6n, Rvdo .. Mar­ celino de Co..stellv:! (18) les seflala el territorio que se extienue desde el bajo Guaitara y el alto Caquct:i hnsta las cabeceras del r:!o Guamu~s y el P~ramo de los Papas. '-- 1'73 Los hallazgos $rqueol6gicos del valle de1 Gu~ chicano de Henri Lehman (19) pare<'e confirmar que llegaba.n por el norte hasta las zcnas cercanas al r:!o Mayo. En cuanto a mapas, el m~s cc ~leto es el de - Sergio El:!as Ortiz (20) quien, bas~ndose sobre todo en Cieza, loca1iza los poblados qlrlllacingas. Sola­ mente puede objetarsele la escasez de fuentes y el incluir a Sibundoy en ~1, sin estar demostrado que sus pobladores pertenecieron a esta tribu. Otro m~ pa de localizaci6n de tribus del Sur de Colombia - es el de Steward (21) en el que ni siquiera apare­ cen citauns los quillacingas. Romiti6ndon0s a las fuentes, casi todos los - poblados que ocupaban estos indi~en~s en las cerca­ n!as del valle de Atriz aparecen citados en Cieza - ue Le6n (22) y con excepci6n de uno, est~ localiz£ dos y corresponden con graf!a muy parecida a pueblos de e:d.stenc·ia actual. Son los sigD.ientes: Buyzn.co ( Buesaco) Guacuanquer (Yacuanquer) 174 Guajanzagua (Ortega) Macaxamata (sin localizar) Mocondino I>,locondino) Tliocoxonduque (Florida) Bejendino (Pejendino) Para eBtablecer el ~rea de estos ind:!genas, se aporta aqu:! como documentaci6n in6dita las Relaciones Geoer~ficas antes citadas, en que el corregidor D. - Francisco Centellas de las provincias de los quilla­ cin~as, abades y sibundoyes, en 1582, hace una des-­ cripci6n de los indios tribu:barios de la jurisdicci6n y divide los repartirni~ntos de los quillacingas en - dos: los del valle de Pasto y los de fuera del valle de Pasto (23): Es la relaci6n de top6nimos m~s comp~ ta que poseemos en la actualidad y de un inter~3 ex­ traordinario para el estudio de eata zona: Valle de ~asto o de Atriz Tetamal Yespan Bota.na r.!axi tayo Pasindoi Xo..mundino Pusamensoi Obonuco Anc;nno Catambuco Paxanacatambu Pasindoi Buisaco Jlapascoi La Laguna Pi.xindino Pandiaco Xobonuco Mocondino Pinasaco 175 Fuera del Valle de Pasto Chapaqual Minda Funes Yapuscal Tango a Yaconquer Yasnag C~quitan Xeniu Matituy Mosbuco Matacine;ui Sandon a Conzaca Chachangui Mocoandin Saca.nambu Goasensango Chachagu.i Juanambu Xacanatu Quina Saca.ndonoi Palacino Mamendoi La Cruz El Illonte Con respecto a los poblados que se citan den-­ tro del valle de Paste, algunos de ellos han pasado a ser en la actualidad casi como arrabales de la ciu dad, as:! por ejemplo: Maxitayo (r.Iijitayo), Catambuco (id&), Botana (id.), Angano (Aneillot), Obonuco (id.) Pandiaco (id .. ). 176 Segru1 opini6n de L. Ao Guerra (24), que a su vez recoge la de Paul Rivet, grupos menores de la - tribu quillacinga, aunque Cieza al citarlos no los incluye entre ~stos, serian los i.san.cales, paguales, zacuanpanes y chorros, e igualmente los ind!genas de Piclrilimbuy, Tuyles y Chuchaldo. No parece de ~sta opini6n s. E. Ort!z (1963, 911). Bien Guerra es de .t: la opini6n cle que el pueblo de astoco, del que ha--.,.. bla Cieza, pertenecia a esta tribu. Lo localiza en las cercanias de donde hoy se halla la aldea de El Encano, a orillas de la laguna de La Cocha. Da como t~rmino sur del habitat de los quillacingas la poblg ci6n de So.n_ Pedro de Canchala, en el actual distrito de Puerres .. Estas deducciones se han ido basando en los distintos hallazgos arqueol6gicos. Pero lo cierto es que en cuanto a top6nimos hasta ahora no ten!amon mas que los de Ciezao El haber localizado las RelaCi£ nes Geogr~ficas referentes a San Juan de Pasto puede perrnitirnos el precisar m:1s ampliamente el habitat - 177 de estes indigenas y de acuerdo cor. ellas me he • permitido elaborar un mapa de localizaci6n de los quillacingas (25). NOTAS AL CAPITULO I.II 1).- Col. Doc., P. 64 2).- " II P. 65 ' 3).- L6pez de Velasco, Juan, 1894, 426 4).- Las Casas, Fray BartoJ.o·mA de, I, 261. 5).- Cieza ·de Le6.n, 1909, 169 6).- V:erneauy R!vet, 1912 - 22, VI, map. I 7).- Ortiz, Sergio E1!as, 1.963, 912 8).- Jijon y Caamaffo, 1938, 181 9) .- Uhle, Max. 10)- Lunardi, 1934 11)- Caste1lv!, P. Marcelino. 12)o-Guerra, Luio Alejandro, 1942, 210 13) .-Co1ecci.6n Documental, P• 139 - 1.42 14).- 11 11 f P'o 87 - 90 15).-Cieza de Le&n, 1.941, 101. 1.6)·.-Apendice grafioo, mapa ng 17).-Jijon y Caamano, 1938, 167 l8}.-Castel1v!, P. Marcelino de, 1934, 193 19).-Lehuman, Henri, 1953, 254 - 255 178 20).- Ortiz, s. EL!as, 1963, 912 21).- Steward, ~.H., 1959, 18 22 )·.- Cieza de Lean, 1941, 101 23 )·.- Colecci&n Documental., P'~ 83 y 87 24)·~- Guerra, Luis Alejandro, l.942, 2l.O 25)i~- Apendice ilustrado, mapa nG • 179 180 Capitulo IV L I H G 0 I S T I C A 181 LINGUISTICA =================·===~ INTRODUCCION Colombia ha presentado siempre una extrema co~ plej idad ling\.iistica y cul. tural., pues la estru.ctura f!sica del. pais y su posicion geogrQfica particu1ar favorecen al. aisl.amiento y la dispersion de los pu~ blos. Las l.enguas que existian en la epoca de la -­ Conquista, y que han desaparecido, eran numerosas. Esta desaparicion pudo haberse producido, bien como dice Jean Caudmont (1) por exterminaci6n. deliberada de las mismas, bien por un cambio en provecho del - castellano a traves de la labor misionera, o por un considerable aporte de emigrantes de la Peninsula - Iberica. Me atrevo a considerar que en la zona de pas­ toe y quillacingas esta extincion se efectu6 por los factores en favor de la propagaci6n del castellano, en los cuales se axunaron l.a labor jel misionero, - • 182 la concentracion relativamente grande de emigrantes espanoles, casi inmediatamente despues de la ConquiE ta, y el re:r::;imen de encomiendas. Esto se puede apre­ ciar al consultar las cronicas que, sin excepcion, - hablan de la gran densidad de poblacion hispana en Pasto, en comparacion con el resto de los pueblos de la Audencia de Quito. En la actualidad, el nUmero de lenguas indige­ nas que se hablan en Colombia pasa del centenar y e~ tan repartidas sobre una superficie igual a casi la mitad del pais en las regiones perifericas y en al~ nos enclaves dispersados por el territorio. Su con-­ centracion y variedad maxima se dan en la cuenca del Amazonas. El nillnero exacto de estas lenguo.s es muy - dificil de determinar. Caudmont anota como la anica lengua indigena hablada actualmente en el Departame~ to de Harifio al Cuaiquer, ya que el coche o camsa, pese a su proximidad a la capital de la region y a que sus mqs directas conexiones geograrico-linb~istj cas con ln leneua quillacinga, pertenece administra~ vamente a la Comisarin del Futumayo. Este autor ad-- 183 vierte que las clasificaciones genealogicas de las lenguas de CoJ.ombia deb en ser c·onsul tadas con mu--­ chas preca.uciones pues las lenguas que figu.ran son generalmente muy mal conooidas y los documentos -­ que han servido para clasificarlas y compararlas se limitan a oortas listas de palabras. Dice que eatas agrupaciones ae basan muy frecuentemente en "un simple aire de famil.ia" entre algunaa l.enguaa .. ouya estruotura permanece desconocida. Los trabajos de anSJ.isis ling\iietioos actua_l.es muestran 1a com­ plejidad de estructura de a1gu.na de estas. A fa1ta de documentos sobre sus formas ant:lguas y el valor muy rel.ativo de los materia1es aportados por misi2 neros y etnologosse vuelve dificiJ., sino imposi-­ bl.e, todo trabajo comparativo preciso. Loa estudios de las l.enguas quil.lacinga y paJ! to se han hecho preferentemente con base en l.a cl.as1 ficacion genealogica, pero en e1 estado actual tod~ via fragmentario de nuestros conocimientos J.ingiiis­ ticos, toda c1asificaci6n genealogica no debe cons~ derarse mas que como una hipotesis de trabajo. Man~ 184 ssy-Guitton (2) en su articulo sabre el parentesco genealoeico en la lingliistica dice que este termi­ no al aplicarse a las lenguas irnpone J.a imagen de una raiz unica que habria producido a traves del - tiempo divernos grupos lingliisticos. Sigue dicien­ do que el principia de la nocion de parentesco es senc:i.llo ·~n apariencia, porque hay que se parecen y en las que se ha podido comprobar que estas se~ jC-illZ8.S se ve:ia.n mas C]_aramente al retroceder en el tiempo, pero no asi en otras. Para entender el pa­ rentesco genealogico de unas lenguas, el linguists. que las estu.di.a debe hacer necesariamente un trab_!! jo de historiador ya que uno de los principios fUE drunentales de esta lingliistica histories. es el principia de continuidad, continuidad que responde a la necesidad que obliga a toda sociedad para as~ gurarse la intercomprension, por lo que los grupos que tienen una gran cohesion la realizaran mejor - que aquellos que estan constituidos par elementos mas 0 menos independientes. Las sernejanzao coml-.robadas entre dos o va-- 185 rias 1enguas son de doe c1aaes: a) Las que son susceptibles de recibir una justificacion de orden general aplicable a cual-­ quier otra lengua. b) Las que no pueden explicarse mas que por - un azar historico, comunidad de crigen o desarrollo conjunto. Cuando se trata de 1enguas .uya historia es - conocida, es posible interpretar Jas semejanzas,los preatamos; pero no es posible hacerlo a la inversa: no se puede deducir de un prestamo lingU!stico la - naturaleza del contacto historico que 1o ha provoc~ do. Asl la 1engua de un pueblo conquistador puede - dejar au huella en el habla de los pueblos conquis­ tados, pero puede ejercer tambien una influencia s~ bre la de los pueblos vecinos por simple contacto. Por esto, los parecidos observados entre varias le~ guas y que pueden ser debidos a diferentes formas - de prestamo, son de poca ayuda para reconstruir la historia de estas porque no es facil determinar 186 12) de donde proviene el prestamo y 22 si dos len­ guas que se comparan lo han tornado de una ·tercera. Es dificil apreciar el parentesco de las leE guas, sobre todo cuando no se conoce bien la cul~ ra de los hombres que la hablaron. Esta es una de las razones importa.ntes que hacen fracasar las in­ vestigo.c iones de parentesco entre lenF;uas prehist_Q ricas, como es el caso que aqui tratamos. Una vez comprobadas, cua,ndo es posible, la parte de prest_g mos e influencias, las semejanzas a considerar son de dos clases: Las de Lexica (palabras parecidas que deuignrul seres, objetos, nociones anaiogas) y las semejanza.s gramaticales, puesto que las seme­ jrulzas fonicas en estes casas estan excluidas. De heche, la comparacion tiene lugar casi siempre en el vocabulario, entre otras razones poE que ea lo mas facil de recoe;er y porque quien hace la encues-ta no es necesario que conozca la estruc­ tura de la lengua, pero esta facilidad es aparente, pues el estaulecer vocabularies comparatives no -- 187 tiene gran utilidad si no son rigurosamente criti­ cados, como ocurre con el unico ejemplar de este - tipo de trabajo que poseemos para el estudio de -­ las lenguas quillacinga y pasta (3), y digo Unico porque, aparte de 1a meritoria aportacion de reco­ pilar lo publicado hasta 1954, intents estab1ecer vocabularios comparatives. Dice Masessy-Guitton que cuando se·confron-­ tan dos palabras pertenecientes a dos lenguas dif~ rentes que se parecen por au forma y por su senti­ do, es preciso evaluar con cuidado las semejanzas propuestas. La comparacion de las lenguas con fines ge-­ nealogicos obliga a1 linguiata a remontar e1 curao del tiempo para comparar entre ellas las formas -­ mas antfguas posibles y, el estudio del lexica ll~ va a veces al investigador a deterninar con una precision s~tisfactoria el contenido semantico de las for.mas reconstruidas y haceree as! una idea de la cultura compartida por.los pueblos que tenian- 188 en comUn, ta~ lengua reconstruida. En principia, - los descubrimientos del lingi.iista y del prehisto-­ riador son complementarios, el. prehistoriador des­ cribe los vest:Ls;ios materia.les de cul turas desapa­ recidas y al comparatismo lingliistico puede Festi­ tuir a traves de las palabras que resucita, las concepciones sociales, econ6micas y religiosas de las comunidades lingi.iisticas del pasado. La difi-­ cultad reside en el hecho de que a menudo as irnpo­ sible hacer coincidir las imagenes asl obtenidas por el prehistor1ador y por el lingi.iista, porque el primero puede llegar a fechar sus descubrirnien­ tos y el segundo no. Cuando ha establecido el pa-­ rentesco de varias lengu.as y reconstituiao parcia]: mente su arquetipo a traves de unidades intermedla rias, sus evaluac i ones cronologicas son siempre 1~ lativas, como es el caso de la cronologia estable­ cida por el Hvdo. Marcelino Castellvi, con respec­ to ""1. J_a lDne:,rua quillacinga (4). Alf~nos lineuistas han creido conveniente in 189 troducir metodos con procedimientos matematicos que permiten precisar mas el establecimiento de cronologia, gracias a la lexico-estadistica o glo­ tocrono1og!a. Este metoda que creo Swadesh esta fundado en Ei. postulado de que todas las lenguas tendrian en coman un cierto vocabulario fundamen-­ tal., pero cuando el inveetigadorqle aplica este m~ todo en lenguas sin pasado conocido, como seria el caso de partir de 1a lengua eibundoy, actualmente hablada, para llegar a la quillacinga, se ve a ve­ ces reducido a fiaree de parecidos completamente - externos. Una vez puesta de manifiesto parte de la pr~ blematica que encierra los eatudios lingli!sticos de este tipo, lo que eate capitulo se propane es recoger las diferentes hipotesis emitidas acerca de estas lenguas y demostrar que no son tan evide~ tea los parentescos que ee le asignan con las len­ guas circundantea, preeentando al mismo tiempo un punto de vista personal deducido de estudios ante- i / 190 riores y apoyado en la documentacion inedita apor­ tn.dA.. ,; 191 PANORAMA DE LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA LENGUA QUILLACINGA La constitucion geogrSfica de la zona Sur - del Departamento de Narifiot hizo posible la forma­ cion de un mosaico de pequefias l.nguas que se fue­ ron diferenciando en dialectos. probablemente a causa de las dificultades topog!aficas que hacia muy dificil la comunicacion entre los primitives habitantes. La opinion mas extendida entre los investi~ dores americanistas actuales que abordan los temas lingu!sticoa, ee 1a de incluir a la lengua quilla­ cinga dentro del grupo sibundoy, y este a su vez - en la gran familia chibcha, lo cual, de poder ser comprobado, indicar1a que, pese a estas dificulta­ dea de 1a geografia, e1 movirniento de pueblos en - epocas prehistoricas y sua consiguientes repercu-­ siones 1ingliisticas tom6 la direccion Norte-Sur. - 192 E.l. tiernpo fue acentuando pequefias diferencias que se incre~entaron por las diatintas secuencias his­ t6ricas que vivieron el valle de Atriz y el de Si­ bundoy .. Es indudable que la lengua quillacinma debio sufrir cjertas influencias.de lenguaa circundantes sobre todo de la pasto, ya que aparecen entre am-­ bos pueblos nruchos puntas culturalea de contacto y presentan al proceso de aculturacion hispana de u­ no. actitud que puede considerarse casi identica; sin embareo, en el vocabulario basico, como son an tr0ponjmoo y toponimos, esta influencia es poco n~ toria y, por el. contrario, la zona que estes tie-­ nen unas caracteristicas parecidas se halla ligada al valJ e de i:iibundoy por el Sureste, para conti-­ nuar £ormando una especie de unidad geogrBfica, h~ cia el norte hasta encontrarse en el rio Mayo, con las tribus indigenao:J de la region del Ca.uca. perte­ necientes a la familia chibcha. For el Este limita tambien con grupos chibchas, por el Sur se extien- 193 de hasta los Cofanes y por eJ. Oeste con 1os Pastas. SegU.n el mapa de grupoa lingii!sticos de Swadesh ( 5) el limite Oeste y Noroeste 1o constitu.yen el grupo Paez, y e1 1:Lni!he Sur eJ. CofB.n. Es de lamentar la inexistencia de una grama­ tica y de un vocabulario mas 0 menoa sistematizado de la lengua quillacinga. E1 desarrollo hiatorico de la region, a1 convertirse e1 Valle de Atriz en centro politico durante 1a epoca colonial, unido - a que el camino real entre Popayan y Qui to atrave­ saba gran parte de la zona, motivaron el fortale-­ cimiento de la presion del espaffol y la paulatina desaparicion de la lengua aborigen. Se ignore. la - epoca en que se extineui6; parece ser que a comie~ ' . - , zoe del siglo XVII se hablaba todav1a, segun cona- ta en el relata de la visita que hizo a la region el oidor Luis de Quiffones (6). Tambien se han rec~ gido testimonies orales de que a finales del siglo XIX, concretamente 1890, en el poblado ind!gena de La Laguna, eituado a unos veinte kilometres de J.a 194 ciudad de Pasta, junto a ln. laguna de La Cacha se hablaba un· idioma distinto que quechua y del cam- La. preocup:lCion par el estudio de esta len­ ~la comenz6 a fines del si&lo XVI, con motivo de la con~tjsta esperitual de los indigenano El Sin2 do provincial de ~tito do 1593 comprendi6 ~1e el nprendizaje de l:~s lent:,ruas de los naturales era el mecLio mas eficaz para la evangelizacion, por lo que entonces obispo Fray Luis Lopez de Solis - orden6 con respecto a ella: II Capitulo III. Que se ha~an catesis- mos ~e las lenguas maternas d.onde no se - habla l.a del Ingaa -For ln. experienc ia nos consta que en este nuestro obispado hay - diversldad de lenguas que no tienen ni h~ bJ.an la del Cuzco y la Aymara y que para que no carezcan de la doctrina criBtiana es necesario hacer tr~~ducir el catesismo y - confesio.na.rio es lns propias len,!i:Uas, por 195 tanto, conformandonos con lo cispuesto.en el Concilio Provincial ultim~, habiendo-­ nos informado de l.as mej ores l.engu.as que podran hacer eso, nos ha parecido cometer ese trabajo y cuidado a ••••••••••••••••• Fr. Francisco Jerez y a Fr. Alonso de Je­ rez de l.a Orden de la Merced para l.a len­ gua de l.os pastas, y a Andres Moreno de - Zuniga y Diego BermUdez, Presb!teros, la lengua quiyosinga (sic), a los que encar­ gamos lo hagan con todo cuidado y breve-­ dad ••••••••• tt ( 8). El original de este documento se encuentra en el Archive de la Curia Eclesiastica de Quito; la traduccion en caso de que se hiciera, ha debido e~ traviarse pues no existen noticias de ella. En el siglo XVII no hay constancia de que preocupara el aprendizaje 0 estudio de esta lengua. Es en el. sigl.o XVIII cuando en una somera clasif'ic_!!. cion D. Lorenzo Hervas y Panduro (9) nos la presen- 196 ta con el apelativo de quillacingao Su obra tiene como fuente la del Padre Juan de Velasco, por lo que no podemos basar en ella una consideracion se ria, sino solamente, anotar el que Hervas y Vela_§ co la separan de la sibundoy en tanto que los es­ tudios cantemporaneos tienden a unirla. En el siglo XIX el Conde de la Viiiaza ( 1 0) en su relacion geografica de las lenguas america­ nas en que recopila la bibliagra.fia espanola sa­ bre este tema, ni siquiera aparecen citadas la -­ quill:=tcinea y pasta •• A comienzas de nuestro siglo se inicio cien­ :fi ticamente el estudio de esta lengua. Los traba-­ jos respecto a ella han tornado como punta de par­ tida las investieaciones que sabre filolagia com~~ rada renlizo Paul Rivet, editadas por Meillet y - Cohen ( 11) en Lee L¥t~S du Mon~. En esta nueva edicion se han recagido numerosos estudias public~ das a partir de la de 1924 y se destaca que annque desde aq_nella epoca se han fusionado fomilio.s lin- • 197 gii.lsticas que por entonces se consideraban indepe.!! dientes, sin embargo se han descubierto otras len­ guas que permaneclan desconocidas, hasta el punto de· que de 75 familiae lingll1sticas que ae habian clasificado en la primers edici&n, han aumentado a 108 en esta nueva. Igualmente ponen de relieve - el poco avance que se ha dado en loa estudios lin­ glilsticos suramericanos, que son muchas las lenguas cuyas afinidades es!an por determinar y que cont1- nuan considerandose como independientes por fa1ta de datos. Reapecto a la lengua quillacinga toman - como base, aparte de los estudios de Rivet, la cl~ sificacion de Loukotka (12) y las •)piniones de Se£ gio Elias Ortiz (13), dedicando, por su parte, una minima atencion a esta lengua para incluirla sola­ mente dentro de la :familia ka.msa < koche que habi­ ta en el. poblado de Las Casas y qtVJ son los ul ti-­ mos representantes de la tribu Mccoa. Dan por sen- ' tado que estos mocoas son 'identicoa a las antlguas tribus de patocos y quillacingas, a los cuales si­ tUan en la Cordillera Oriental de l.os Andes entre 198 la laguna de La. Cocha al Sur, el Paramo de las Pa­ pas al Horte y el aJ. to Putumayo y alto Caqueta al Esteo Entre la variedad de denominaciones que se aplican a lo que se consideran restos supervivien­ tes de esta lengua, estan las de cache 0 koche, ~ coa, k9!!.!..?j o ~.! y sibundoy, lo cual produce una evidente confusion para el estudio de dicha lengua en vias de extincion, asl como para la. quillacinga, ya que las investigaciones suelen hacerse en fun-­ cion de es ta. Hoy es co~tn el aceptar las denominaciones - ~he y camsa para esta lengua, que van suplantan­ do al nombre de mocoa que le dieron Brinton y Ch~ berlain (14). El investigador que se ha interesado mas por todo lo que a esta familia se refiere ha side el - Rvdoo Marcelino de Castellvl (151, quien admite -­ plenamente las investieRc5ones de Paul Rivet, con 199 la sa1vedad de aplicar el nombre de kamsa o camaS. ... al dialecto sobreviviente de la familia del mismo vocablo, que segU.n los ind!genas signifies "as! - mismott y que, segU.n ellos, da el nombre de au le_!! gua. Amplla igua1mente 1a extension de este dia-­ lecto a ia fraccion indlgena del pueblo de San Francisco, cercano a Las Casas. De Paul Rivet y Marcelino Ce~~ellvi podrla­ mos decir que son los ~vestigadorea representat~ vos entre los que asignan a esta lengua la-cate~~ rla de independiente. Su independencia es sosten1 da por au~ores como Brinton (16) y · rtlz (17). - Lokotka clasifica a1 quillacinea cono lengua ex-­ tinguida del grupo sibundoy de la f~milia chibcha y le aeigna el.area geogrBfica entre los rlos Ca­ queta y Guaitara (18). En favor de esto se habia pronunciado anteriormente Jijon y Caamaffo (19), - qui en incl.uye a1 coche, mocoa o cameB. den tro del. - grupo_barbacoa , le quita au categorla de ~depeE diente y lo agrega a1 grupo chibcha-aruaco de la- 200 familia macro-chibcha, dandole la denominacion de quilla o quillacinBa-sibundoy-mocoa. Fundaments - esta teoria principalmente en semejanzas de lexi­ ca pero en la actualidad estas eemejanzas no .se - consideran suficientes, porque esta por demostrar si pudieran provenir de prestamos motivados por - presencias esparQdicaa de los indigenas de Cundi­ namarca o bien por una convivencia, que puede apreciarae al examiner el mapa de los grupos lin­ t~lst:icoa de America de Swadesh, oitado en la no­ ta nQ 5' en el que el camsa apareoe limitado a1 - Este y Noroeste por el rnacro-chibcha. Antonio Tovar (20) destaca lo problematico de la constitucion de1 grupo barbacoa en el que - Jijon y Caarnano y sus seguidores incluyen al qui­ llacinea y afirma que muchas de 1as lenguaa que - se le ntribuyen son desglosadas por otros autores por lo (1ue se 1 inti ta a incluirle como un res to d.,! saparecido de la actual lengua coche-mocoa o cam­ sa, para la que asigna.n en 1940, BegUn da·tos fac_! 2.01 :·", . .. 1itados por los misioneros de la zona, unos 1700 h~ blantee. Reepecto a 1a antigijedad de esta lengua sola­ mente he podido hallar una clasificacion de edades, claees y familiae lingli1sticas de la zona hecha por Castellvi (21} en la que el quillacinga aparece in­ cluido en la edad mioindia de la familia camsa, y - que anoto solamente a titulo de referencia, pues -­ sus metodos de investigacion fueron confeccionadoa en 1950 con base en unaa encuestas realizadas par - medio de cuestionarios que, en lo que respecta a dl cha lengua, pueden considerarse de una incierta va­ lidez, dado que esta extinguida. Castellvi se limi­ ta a situarla dentro de lo que llama la antigua se£ cion quillacinga, la cual situa de un modo vago en el area Este del Departamento y :iR. ninguna explica-. cion del termino cronologico ara eata ultima -­ apreciacion parece no haberae documentado sufici~ temente, ya que en rigor no corresponde a la topo­ nimia citada en documentos y cronistas. Max Uhle (32) advierte que las terminaciones en -al se extienden por las provincias de Carchi, Imbabura. y Ca.fiar; ( Chimborazo-Azua.y) y ].as en -an se reriten a traves de J.aa de Caffar, Carchi, Imbabura Azuay, Chimborazo, Loja y paete de Manab:!. ·-;/1 ? 213 Mason (33) se 11mita a recoger 1as diversas teorias emitidas con cierta base cientlrica, sun­ que, a1 tratar l.a 1engu.a quil.l.acinga, resal. ta las de P. Rivet y sabre todo las de Jijon y Caamafio, por considerarlas como las de mayor actualidad vJ gente. J .H. Steward ( 34) trata eomeramente la l..in­ gliistica de esta region, apunta~do que la mayor -­ parte de 1as 1enguas pertenecian a 1a familia ma-­ crochibcha de 1os Andes Ecuatoriales; sin embargo, entre los pueblos que considers como mas conocidos no cita al pasta • • Paz y Mifio (35) presents con toda cl.aridad - el estado de confusion de las diversas investiga-­ ciones 1~evadas a cabo sabre las lenguas indigenas del Ecuador, entre las que siempre se incluye a la pasta por extenderse a la provincia de Carchi. R~ copila los nombrea de los diversos pueblos que han recogido prestigiosos autores y destaca la dive:r:­ sidad de clasificaciones. Antonio Tovar ( 36) nos presents un panorama I) ~ 'I 214 de las investigaciones anteriores e incluye al pa~ to dentro del grupo barbacoa que ubican al Oeste - de ln cordillera de los Andes en las vertientea de los rios Patia, Mira, Cayapa y Esmeraldas. Su fueB te es Jijon y Caamano, por lo que solamente es di~ no de destacar que recoge las opiniones de P. Ri­ ve·G, c. Lokotka y H. Lehman. Concretandonos a la lengua pasto podria ha-­ cerse una division de autoree de acuerdo con su pronunciamiento en cuanto a au clasificacion: a) Los que se limitan a citarla dentro del stock ecuatoriano o colombiano. b) Los q_ue la asignan a la familia tucano. c) Los que la incluyen en el grupo barbacoa de 1a familia chibcha. d) Los que se incJ.inan a considerar al actual cuaquier como un resto de la antigua lengua pasto. Entre los que pertenecen al primer grupo se 215 hallan Mason y Paz y Miflo: El primero recoge las - diversas teorias mas autorizadas sin llegar a ma­ nifestarse por su. parte. Paz y M:Ulo prese~an un - mosaiCO de agrupaciones y lengQaE indigenaa. en el Ecuador vSlido para la epoca de los comienzos de la Conquista. Acusa a muchos 1ingu1stas de hacer las clasificacionea basandose en 1.enguas actua1es sin tener en cuenta los diversos .fact-ores que .a - traves del tiempo han podido 11ev~r _a la formacion de uno o varios dialectos. Ha realizado una distr~ buci6n geogrBfica en tree grandee regiones: la li­ toral, la interandina y la oriental amazonica. A - • la lengua pasto la co1oca en 1a region interandina con 1a simple denominacion de 1engua, sin incluir­ la en ninguna familia ni deri var de ella ningU.n dialecto. En cuanto a los que se refieren a la familia tucano ,la figura representativa es P. Rivet, cuyas investigaciones sobre la misma, recoge Luis A1ej~ dro Guerra (37). P. Rivet base sus observaciones- 216 en la repeticion de los fonemas -J.es,-es, y de-ker 6 -er al fine.l de toponimos que aparec:l.an en cons_! derable nUmero y cuya significacion considero que era la misma en ambas lenguas. Fueron sabre todo - estos dos ult~os fonemas los que le llevaron a eB J.azar al pas to con J.a familia tucanoo Max Uhl.e ( 30) asegura, aunque con una cronologia un tanto impre­ cisa, que la intrusion de tucanos en ia region, ·"tJ! vo lugar en lo que el llama per!odo de las ornamen taciones geometricas. Despues, en 1933 (39), cam-­ bio de opinion y con debiles bases lingUlsticas, - les asigno un origen centroamericano, y consider6 que la inmigracion tucana fue posterior. Con res-­ pecto a esta hipotesis se ha tornado mas en consid~ racion n Paul Rivet, quiza por el desprestigio en que cayo Uhle al querer aportar conclusiones insu­ ficientes demostradas con respecto al origen de - algunas civilizaciones ecuatorianas. Las hipote-­ sis de Rivet y Uhle fueron acogidas por Krickeberg (40) y par Pericot ·en la primera edioion de Amari- 217 ~a Indigena (41), aunque en la aegunds edicion (42) ys lo inc1uye como resto extinguido de 1a 1engua - malls del grupo bsrbscoa. Antonio Tovar (43) presents ls complejidad - de la familia tucano, qua ubica entre las regiones de los rios Vaupes y Putumayo, dividida en dos zo­ nas, oriental y occidental, por los caribes carij~ ~ na y lenguas huitoto; y presents la posibilidad de que el pasto fuera un dialecto del tucano occiden­ ta1. Sin embargo, a1 tratar el grupo barbacoa aco­ ge las investigaciones de Jijon y CsamaHo, aunque sin llegar a hacarse participe de ellas. Las teorias sabre la procedencia barbacoa son las que tienen hoy una mayor aceptacion. E1 in vestigador que mae trabajo en ello y en·quien se­ .basan todos los tratados 1inguisticos actua1es es Jijon y Caamafio (44). Despues de unas excavaciones arqueologicas realizadas en Imbabura y unido a observaciones de tipo linguistico aport6 como con- 218 clusiones que del grupo etnico Talamanca-Barbacoa, de la familia Chibcha, se separaron los barbacoas y emigraron hacia el Sur, quiza empujados par los cnococes, panches y musos, con lo que se rompio la unidad geogrBfica chibcha y fue causa par la que los espefioles Jos encontraron habitando la h~ ya del Caucn. Caamafio llega a afirmar que los ac­ tuales cuaiqueres son.barbacoas, los cuales en la region interandina del Departamento de Narifio y - en la Provincia de Carchi se llamaron pastas. Pre senta un cuadro geogr8£ico de la familia chibcha y en el grupo Oeste coloca a la division Barbacoa con una subdivision en dos ramas, en la que la n~ mero 1 es la Pasto, que comprende a su vez el Pa~ to, Ooaiquer, MuellamUes, Colima, Patia y Sindagua (1'.1alba) .Loukotka (45) se basa en Jijon y Caamano - para incluirlo dentro del grupo barbacoa de la fa­ milia cibcha.Meillet y Cohen (46) la consideran de la gran familia chibcha,que por el Sur hacen des-­ cender hasta la latitud de Guayaquil y sus represeE 219 tan·tes ocupan casi todo el al. tiplano co1ombiano y una parte del ecuatoriano. Su fuente parece ser Jijon y Caamaffo puesto que distingue cuatro gru-­ por en los dialectos chibchas segUn las afinida-­ des linguiaticas y uno de estoa grupos es el tal~ manca-barbacoa, que a su vez comprende los sub~ pas guatuso, talamanca, kuna y barbacoa y en este ultimo incluye al pasta dentro del ambito geogra­ fico un tanto general de las provincias de Nariffo en Colombia y Carchi en Ecuador. Sergio Elias Ortiz (47) que pr~eramente acept6 la teoria del origen tucano actualmente comparte las afir.maciones de Caamafio y da como t~ ponimicos tipicos de este grupo etnico, entre o-­ tros, los terminados en -quer, que anteriormente se atribuian a procedencia tucana. J.H. Steward - (48), aunque no cita la lengua pasto, incluye a la region geogrSfica como perteneciente a la gran familia chibcha. Lo que piensan que el actual cuaiquer es un -', 1) 220 resto del ant!guo pasta son Gregorio Hernandez de Alba (49), Jijon y Caamaffo (50) y Murra (51),quien aunque au clasificaci6n no esta rea1izada con ba-­ se en da-!;os lingU.isticos, presenta un mapa en e1 - que el pasta aparece englobado con el sindagua, p~ tla y cuaiquer. CARACTERISTICAS Las investigaciones han sido centradas en to ponimos, ru1troponimos, zoonimicos y fiton!micos. El analisis de los dos pr~eros, y sabre todo de los toponimos lleva a determinar que los afijos mas abundan tes son fundamental.lnente cuatro y la simple observacion de un mapa detallado de la zona 11eva a comprobar una repeticion significativa.Re~ pecto a la traduccion que se ha dado a estos afi-­ jos, por el momenta tenemos que referirnos casi ex clusivarnente: a los trabajos des. E. Ortiz (52), quien por su conocimiento de la region puede ofre- 221 cernos una cierta seguridad. Por otra parte, cu~ do se adentra en la provincia de Carchi lo hace - basandose en los estudios de Grija1ba (53). Sigui~ do a estos doe autores, podemoa ob~ener una distri­ bucion geogrSfica de toponimos de o~igen pasta, que completada con 1a documentaci6n qQe se aporta en e~ te trabajo, 11eva a localizar de un modo casi defi­ nitive los restos de la lengua pasta, cosa de la que careciamos, pues los mapas l~gUisticos que po­ seemos, entre otros los de Krick~berg (1946), Paz y Miiio ( 1961) y Swadesh ( 1959) sefi.al.an el habitat aim plemente, e incluso el que S. E. Ortiz publica en el Handbook of South American Indians (54) apenas si cita otros toponimos que los de Cieza de Leon. Para el eatudio de los afijos tipicos de la region pasto me limito a tamar en consideracion so­ lamente ~os toponimos y antroponimos, por conside-­ rar que 1os zoonimicos y fitonimicos no son tan ex- clusivos de esta zona como para basar en elloa una clasificacion., I ' '·( ' 222 AFIJOS Su estudio tuvo como punto de partida el ha­ llazgo de dos palabras en documentos de la epoca - coloni~con la traduccion correspondiente, una con el sufijo -al: Puetal (piedra redonda), la otra -­ con sufijo en -quer: Iscualquer (11ano de lombrices) Con esta pequeffa base comenzaron las observaciones que han llevado a la siguiente claaificaci6n de afijos determinativos y de au posible traduoci6n. -quer (pueblo, luear, terreno). He observado que "t_2 rna siempre categoria de sufijo, lo mismo en antro­ ponimos que en toponimos. En orden a impol"tancia - lingllistica es el que ocupa el primer lugar por h~ ber ccnstituido el punto clave de la controversia sobre el orig9n de este grupo etnico. ~~ o -fual (fuente o rio). Aparece casi siempre como sufijo y preferentemente en la toponimia, pe­ rc tambien se encuentra como prefijo. La forma -cual es la que mas ae repi te, -fual es menos ab~ 2.23 dante y a veces se convierte en -fuel, por ello - me atrevo a conaiderar como mae representative la primera. • -pas (estirpe, familia). ActUa casi indietintamen­ te como afijo y sufijo y puede cambiar le. "p" en ''b" sin cambiar de significado aparentemente. Es un,antroponimico muy frecuente en la actualidad y muchos de ellos se corresponden con toponimos. -lea (lugar). Es eiempre sufijo y determine. lo mis mo antroponimos que toponimos. Con respecto a el - Max Uhle (55) consider6 la terminacion -es como la determinative. de toponimos y que fue durante le. 1:;!:! tru.sion de pueblos tucanos en Carchi cuando se mo­ dificaron los nombres originales afiadiendoles -es. En orden de importancia respecto a le. deter­ minacion significativa de la langue., a los cuatro afijos anterioree podrla affadirse los siguientes: -ag (sin traduccion conocida). S. E. Ortiz (56) c~ '· 224 ta catorce an-troponimos y veinticinco toponimos can esta termina.cion. Jijon y Caa.ma.flo considers esta. - terminacion como determinativa de la lengua puruha -ala o-ala (sin traduccion). Es el sufijo que tie­ ne una distribucion geogrSfica mas amplia, pues adentra en Ecuador mas a11a del nucleo del Azuay y Chimbora.zo. Se da tanto en toponimos como en antro ponimos, el lugar mas destacado que lleva este nom bre es Ca.nchala, hoy San Pedro de Ca.nchal.a, en el actual distrito de Puerres, de muy probable origen preincaico. -ya. ActUa como prefijo y se combine. preferenteme.!! te con los suf'ijos -quer y -al. Se da en antroponJ mia, aunque es tipico de la toponlmia. -al. Pudiera relacionarse con las terminaciones -cual y -:fual, asl lo hace Max Uhl.e (1933, 6) y e~ tiende su ambito geogrSfico por Carchi, Imbabura, Chimborazo y Azuay. Aqui vamos a considerarlo por sepe.rado, por no encon·trar suficientes pruebas que 225 demuestren esa identidad. Ortiz (1954, 83-87) nos da diecinueve toponimos y veintiUn a.ntroponimos - - en este sUfijo. Su aparicion como prefijo es eap2 radio a. -bud o -pud, que segUn. Uhle y T. Duren (57), son caracteristicoe de los canarie y ae encuentra en gran nUmero dentro del territorio pasta. -an. Hay ciertas dudas sabre si pudiera ser de prE cedencia quechua. Se da en antroponimoe.y toponi-­ mos con una abundancia aignificativa. TOPONDdiA EN DOCUMENTOS Y CRONISTAS Parece ~teresante el establecer un cuadro - comparative de los afijoa que ee repiten en los t~ ponimos de los cronistas y documentos con 1os da-­ dos por lo's autores modernos y es digno de a.notar que al comparar 1as cronicas y documentos del si-­ .glo XVI, nW:nero se va ampliando a1 acercarse a fi- I 226 nes de dicho sigloe Esto puede haber sido debido, bien a q11e el conocimiento de la zona se fue a.m­ pliW!.dO eon el mejorarniento de la organizaci6n ad­ ministrativa y el mas detallado conocimiento de - la zona, quiza par el mayor nll.mero de pobladores - hispanos que se fueron asentando y podian dar not~ ciase 0 mas probablemente por haberse creado nue-­ vas comttnidades como indica el documento de la vi­ sita del Juez Cristobal Sanguine (58). Para la distribucion de los toponimos discrl minando a pastas y quillacingas tenemos en primer lugar a Cieza (59) y despues las Relaciones Geogr~ ficas (60) que especifican sin lugar a dudas las comunidaues quillacingas. Respecto a 1a Relacion de Cristobal Sanguine aparecen algunos toponimos pastas muy claramente delimitados, pero al tratar de los quillaoinGaS ya no esta tan clara esta dis­ tincion. Lopez de Velasco (61) mezcla de tal mane­ ra los toponimos de las cuatro provincias indige-­ nas en que se dividfa par entonces la jurisdiccion 227 de San Juan de Pasto que solamen te por comparacilm. con Cieza ; 1os documentos citados puede hacerse - una separacion aproximativa de acuerdo con los af1 joe fundamenta~es que aparecen eu las otraa fuentes A simple vista puede observarse que son muy pocos los sufijos considerados ccmo tlpicos y que van aumentando en relacion con e:-. avence d~ las f.! chas en que se producen las info naciones. En los siguientes cuadros cronologicos que - he confeccionado puede apreciarse este aumento de terminaciones: = PAST OS = -er -cual -es bud Fuente -quer -gual ""'pas -lea -a.g ala ya a1 :tJUd an Cieza 1941-43 0 1 0 5 0 0 0 3 0 0 T. Lopez 1559 0 4 1 5 0 0 3 7 1 2 L. Velasco 1571-74 0 4 1 5 0 0 2 7 0 1 c. Sangui- no.- 1596 0 4 1 8 0 1 2 3 0 3 228 QU ILLAC IN GAS = oy, uy aco, uco ana joa, oa Fuente oi acu Cieza 1541-43 0 1 0 0 T. Lopez 6 1559 4 2 2 Lopez Velasco 1571-74 3 5 3 2 Rol. Geograf_! cas.- 15 2 9 8 2 2 No pretendo que estos cuadros tengan otra v:!!­ lidez que fijar la atencion en el aumento progres~ vo de algunos afijos que se consideran diatintivos de estos pueblos, porque, por otro lado, segUn la docnments.ci6n de 1582 aportada por Don Francisco - Centellas y en la que estan perfectamente discrirn~ nados los quillacingas, los sufijos en -quer, -er, -al y -bud, ~pud, considerados pastas, aparecen con mas :frecuencia en los toponimos quillacingas a 229 que en 1a Re!aoion de Cristobal SFnguino de 1596 que ee refiere a 1os pastos. De 1a miema manera, en los antroponimos citados en 1582 de indios qui­ llacingas, los Unicos ape111dos que aparecen eon: Xoxoa, Malanbut, Chanaque, Botina y Goman, ape11i­ dos quec(IJX) pu.ede oom.probarse a simple vista ei co­ rreeponden oon sufijos que basta ahara se habian - dado como paetos. ASPECTOS CRITICOS . Las deducionea con respecto ~ 1a 1engua qui- 1lacin~ y pasto se han hecho, refiriendose al pr~ mero, identificandol.o con el sibundoy sin tener en cuenta que no se ha encontrado hasta hoy ni una e~ 1a paiabra que no eea toponfm&nica a l.a cua1 pueda adjudicS.ee1e esa filiaci6n. El anico material di~ ponibl.e ee el de l.os top6nimos y muy ett segundo 1_y gar el de an troponimos, que en au inmensa mayor!a es probabl~ que se deriven de ~os primeros, o en - .J 230 todo caso es dificil averiguar si fueron unos el origen de Jo.s otros. Es por tanto con base en la toponimia en lo que se han sacado todas las deduciones anteriormen te ~xpuestas y esta ciencia, como dice el Dr. Llo­ rente Maldonado (62), se hade ayudar de la Histo­ ria, de la Etnologia, de la Arqueologia e incluso de la Geologia, pues la Toponimia parece propicia a lanzar hipotesis, a interpretar significados primitivos y a descubrir el origen historico de los nombres de lugar. Con respecto a la Arqueologia, la Toponimia puede ayudar a descubrir yacimientos arqueologi-­ cos, y de hecho asi ha sucedido con las estatuas prehistoricas del Valle de Chimayoy (1958). Pero este hallazgo no se ha aprovechado para ohervar - si existla alguna conexion con los .restos arqueo­ logicos del Valle de Sibundoy, cultura a la que - se pretende identificar con la quillacinga. "*--·· / .. , ·~ 231 En las relaciones entre Toponlmia, Prehist~ ria, Historia y Paleoetnolog!a, esta primera re-­ sulta aUn de mas utilidad. Gracias a ella puede - precisarse unas veces la expansion de un pueblo, otras establecer su habitat y, sobre todo, obser­ var su difusion. En el caso que aqul se trata los doe ultimos aspectos son los mas dignos de obser­ vacion, ~es el habitat l.o tenemos en las fuentea y documentos producidos a l.o large del XVI. A1 observarse el. cuadro de l.a pagina -2.~~ pu_! de seguirse el aumento de toponimos que, segUn mi opinion, podr!an explicarse mae bien por una - difusi6n que por la expansion del pueblo sibundoy, difusion que aparece bastante cl.aramente dirigida de Sur a Norte. Al. estudiar la documentacion no - parece ningUn dato que indique posibl.es invaaiones sino desplazamientos que pudieron irse creando, - primero con la concesion de encomiendas y despues con l.a formacion de pequefios poblados que fueron asentandose por motivos economicos 0 de posicion - 232 estrategica. Esta suposici6n lo hago teniendo en cuenta la abrUmadora cantidad de toponimos que - existen en la actualidad si se compara.n con l"os existentes en el siglo XVI y, sob~e todo, con el progresivo awnento de estos en el mismo transcur so de ese siglo, lo cual parece indicar una colo­ nizaci6n intensiva en las regiones norteffas del - Valle de Sibundoy. Pienao que para que pudiera ser aceptada I'lenamente la identificaci6n del grupo quillacin­ ga. con el 9ibunday, en que parecen estar de acue.E do todos los 1 ingij.1.s tas que hasta hoy han tratada el tema habr1a. que haber hecho un estudio deteni­ do delos toponimas desde el punta de vista lingli~ tico, y al misma tiempa haber tenida en cuenta di ferenei,ls dia.lectales para establecer comparacio- neo, cosa que en este caso tampoco se ha hecho, - par ella no considero plenamente aceptable par el memento, la segurid~d con que S. E. Ortlz (63) 1 identifica la fa.rnilia lin{,._,""Li.:f.stica cache 0 camsa r } 233 con la agrupacion humana quillacinga-pastoco-si­ bundoy-mocoa. Cosa que ni cronistas ni documentos hacen, antes bien, las descripciones etnograficas difieren radicalmente en lo que respecta a quill~ cingas y sibundoyee (64). En Toponfmia el hecho de la supervivencia de las primitives poblacionee ind1genas a pesar - de las posibles instrucciones y movimientoe de pueblos y la simb!osis de toponimos que se produ­ ce, da lugar a la aparicion de nombres .hibridos con elementos de distintos estratos, asi puede apreciaree en algunos toponimoe como Molinoyaco, Conejoyacu ••••••• en la posterior epoca hispanica todo ello hace que sea dificil la interpretacion y establecimiento de la :f'iljacion lingtiistica de numerosos top6nimos. Me inclino a pensar que con las debidas ba­ ses de conocimiento que hasta ahara tenemos, en - lo que respecta a la zona quillacinga podr!a ha-- 234 blarse U.e lo que Llorente Maldonado ( 65) llama '.roponimia de nepoblacion, que solarnente se puede rastrear a partir del siglo XVIo H~y unas circun~ tancia que hay que tener en cuenta y es que aunque estes toponimos aparecen masivamente en un area - cor:pacta oste hecho no basta para deducir de ello que esos toponimos se remontan la la Protohist6ria y que su per·"ivencia implica la supervivencia par~ lela de sn poblaci6n, pues esos toponimos podlan haber sido traidos por los repobladores. De hecho los conquistadores tuvieron necesi­ dad de repoblar en mayor o menor grade y los tex-­ "!;os pormiten conocer, a veces con detalle, otras no, lao caracteristicas de la repoblacion, pero - por muy explicitas que sean siempre, faltan preci­ siones sobre el origen de los nuevas habitantes, - sobre todo, cuando como en esta case los repobla~ res se asientan en lugares de rnuy poca importancia polltica y cornercial. Segun Maurie io Swadesh ( 66) la l ingiilstica - r 235 puede iluminar a la prehietoria, sobre todo en tres formas: a) Estableoiendo los hechos concernientes al ori-­ gen comUn y a la divergencia posterior de determi­ nadas ~enguas. En asta prueba del origen comUn, la base para realizar una clasificacion lingufstica positiva es probar ese origen. En muchos casos la conexion ge­ netica es tan obvia que no constituye problema, p~ ro en las doe lengu.as que aqui se tratan, ni siqu~ ra se han podido demostrar esoe hechos que indiquen un origen comUn, por lo que parece dificil eatable­ car las diferencias posteriorea, ya que no se puede comparar e1 lapso de tiempo en que pudieron separa£ se, pues faltan elementos aobre loa que sacar· con-­ clusiones (vocabularies, elementos morfologicos es-­ pecifioos, estruoturas generales). Tampoco cuentan los lingiiista.s con un nillnero de lenguas c ircundan­ tes suficientemente estudiadas para eatablecer lo - que Swadesh llama "relaciones en cadena", paso pre- 236 yio para establecer el origen comlino Para ellos las raices o afijos que pretendan aceptarse como de un oric,-en comU.n tienen que tener un nillnero ne­ cesario que pueda llevar a enunciar la teoria. D~ do que la experiencia muestra como mas facil el - intentar comprobar ese origen por medic del voca­ bulario, ha de tenerse en cuenta el factor prest~ mo que puede producir la apariencia superficial de un origen coman entre dos lenguas. b) Descubriendo rasgos (de fanatica, estructura 6 vocabulario) difundidos entre ios idiomas, apoya~ do as! la evidencia de contactos culturales pre-­ historicos. En cuanto a la fonetica y estructura de las lenguas pasto y quillacinga no hay posibilidad de establecer comparaciones, en tanto no se encuen-­ tre docurnentaci6n para realizar el estudio. En lo que respecta al vocabulario, al tener que utili-­ zar solamente los toponimos,·el nillnero y signifi­ cado de estos puede darnos la idea, ya apuntada - • 237 ~ tratar la toponfmia de un contacto entre el pu~ blo sibundoy y el quillacinga, sin poder asegurar por el momento si ese contacto era tal que ambos_­ pueblos fuera.n una sola familia en epocas prehist.§ ricas. c) Reconstruyendo el vocabu1ario de las etapas ~­ tiguas de las lenguas, para descubrir indioios del ambiente flsioo y el contenido de las culturas pr~ historioas. Como deja bien claro Swadesh en cada uno de los contextos anteriormente citadoe son de gran ~ portancia los aspectos de tiempo ,y espaoio. En es­ te apartado tampoco puede considerarso de utilidad lo hecho haata ahora, pues esa reconstrucci6n de - yocabulario no ha aido posible h~ ~erla. En cuanto a1 ambiente fleico en que habitarJn los quillacin­ gas y pastos se ha comprobado a travee.de la Geo-­ grafia y desde luego el de los quillacingas es d~ tinto a.l de los sibundoyes, a·olamente en los pas-­ tos hay una relaci6n geoer8~ica de ambiente fisico 238 con los pueblos andinos que van sucediendose ·bacia el Sur. En cuanto a descubrir el contenido de las -­ culturas prehistoricas por medio de la lingliiatica y ver sus coincidencias, en lo que respecta a los quillacingas no se ha hecho. Las descripciones et­ no&rBficas muestran clara distincion entre ellos y los sibundoyes, pero el aporte lingliistico no ayu­ da en absolute a aclarar la cuestion en pro o en contra; lo cual es de lamentar pues hubiera eido de gran interes cornprobarsi coincid1an las conclu­ siones lingliisticas con las arqueologias y las et­ nohist6ricas. v.· 239 RESUMEN Y CONCLUSIONES Una vez analizadas las opiniones de las Ul­ timas orientaciones metodologicas en los investi­ gadores de mayor actualidad como son Caudmont, ·M_!! sessy-Guitton• Llorente Maldonado y Swadesht creo poder tener analizados los diferentee puntos cri­ ticos que ~dan llevar a emitir como hipotesis de trabajo que, por lo menos en lo que respecta a 1a lengua quill.acinga hay una evidencia de dif~ sion, producida bien por l.o que Llorente MaJ.dona­ do l.lamaba Tiponfmia de Repoblaciont bien por un contacto cultural intensificado por la mayor fa-­ cilidad en las comunicaciones. Los rasgos comunes que se observan en la toponimia de l~s regiones - quillac inga. y si bundoy incluyen palabras de forma y significado similares, £or.mas de derivacion pa­ recidas para expresar un sentido determinado (el sufijo -oy entre los qulllacingas para signi:fi--­ car lugar y -quer entre los pastos para la misma idea). Dice Swadesh (1960, 27) que si una lengua 240 ti(~ne IT!.uchos t~rminos prestados para designar fl£ ra, fauna o ·top6nimos locales esto es un !ndice-­ de que J.a lengua en cuesti6n es nueva en esa ~rea. Las consideraciones que me han llevado a - pensar que no existi6 el grupo lingUistico qui­ llacinea-sibundoy como una identidad total est~ basadas, no solamente en los argumentos lingtlis­ ticos expuestos a lo largo del capitulo, sino en las comprobaciones geogr~ficas, arqueol6gicas y etnohist6ricas que pueden verse en los capitulos correspondientes. En lo que se refiere a la lengua pasto, los afijos de los tdp6nimos parecen ligarla a los pueb1.os nortefios de Ecuador, sin contar la pro-­ vincia de Carchi que por todas las fuentes docu­ mentales y algunas arqueol6gicas estd demostrado que por lo menos hasta parte de ella fueron el - mismo pueblo, pero las bases lingUisticas que han utilizado los investigadores y la disparidad de 241 I.as clasificaciones hacen la cues .:i6n tan confuse que est~ fuera de lugar por el mo~ento emitir op~ ni6n alguna y mAs teniendo en cuenta que las fueg tes documentales seffalan siempre a esta lengua CQ mo a un elemento extrafio dentro del marco geogrd­ fico de la cadena andina comprendido entre Quito y PopayM. • • NOT AS AL CAPITULO IV ====================== (1).- Caudmont, Jean.- 1968, 1188-1201 (2) .. - Manessy, Guitton J .... - 1968, 814-864 (3) .. - Ortiz, s .. Elias.- 1954, 210-245 y 41-107 (4) .. - Castellv!, Marcelino .. - 1962, 155-156 (5) .. - Swadesh, Maurjcio.-- 1959 (6) .. - Pueyo del Val, Antonio M~.- 1928, 1-6 (7).- Hidalgo, Tomas.- 1890, 9-13 ( 8) 0- Gonz:ilez Su~rez, Federico .. - 1965, 715 ( 9).- Herv~s y Panduro, Lorenzo .. - (10) .. - Vifiaza, Conde de la.- 1892 (11) .. - Meillet y Cohen.- 1952, 1100 y 1122 (12).- Loukotka, c ... - 1968, 250 (13).- Ortiz, s .. Elias .. - 1954, 216 (14) .. - Brinton, D •• - 1946, 187 (15) .. - Castellvi, Marcelino.- 1962, 156 (16) .. - Brinton, D ... - 1946, 187 (17) .. - Ortiz, s. Elias .. - 1954, 216 (18) .. - Loukotka, c ... - 1968, 250 242 (19).- Jij6n y Caamafio, J •• - 1938, 188 ( 20) .- Tovar, A •• - 1961, 180 (21).- Castellvt, Marcelino.- 1962, 36 y 156 (22).- Cieza de Le6n, Pedro.- 1941, 100-101 (23).- Colecci6n Doc •• - p. 67-71 y 83-92 (24).- L6pez de Velasco, J •• - 1894, 425 (25).- Ortiz, B. El{as.- 1954, 220 (26).- Ap~ndice Documental,- p. 82-97 (27).- Ortiz, s. El{as.- 1954, 51 243 (28).- Jim~nez de la Espada, M •• - 1897, T.III, p~g. 91 (29).- Gonz!lez Su,rez, Federico.- 1965,715 (30).- Br~on, D •• - 1946, 187 (31).- Loukotka, C •• - 1968, 249 (32).- Uhle, Max.- 1933, 5-6 ( 33) .- Masson, J .A •• - 1952, 180 (34).- Steward, J.H •• - 1959, 208-209 (35(.- Paz y Mifio, Luis T •• - 1961, 7-9 (36).- Tovar, A •• - 1961, 171 (37).- Guerra, L.A •• - 1942, 10-30 (38).- Uhle, Max.- 1929, 13 ( 39) .- Uhle, Max.- 1933 (40).- Krickeberg, W.- 1946, 374 (41).- Peri cot, Luis.- 1936, 650 ( 42).- Peri cot, Luis.- 1961' 833 (43) .. - Tovar, Antonio.- 1961, 155 ( 44).- Jij6n. y Caamafi.o, J. • - 1938, 187-194 (45) .. - Loulcotka, c. .- 1968, 249 ( 46).- Meillet y Cohen.- 1952, 1113-1114 (47}n- Ortiz, s. El:!as.- 1954, 51 ( 48).- Steward, J.H. .- 1959, 208-209 ( 49) "- Hern~uez de Alba, G. • - 196 3, 927 ( 50).- Jij6n y Caamai1o, J. 1938, 187 (51).- Murra, J. .- 1963, 787 (52).- Ortiz, s. Elias.- 1954, 54-99 (53).- Grijalva, Carlos E. .- 1921, II, ( 54).- Ortiz, s .. El:!as.- 1963, II, 912 ( 55) 0- (56).- (57) 0- Uhle, Ortiz, ,, ' Max.- 1933, 11 s. El:!as~- 1954, 68-72 " • - 89-91 (58).- Colp Documental, p. 127 (59).- Cieza de Le6n.- 1941, 100 (60).- Col. Documental, p. 82-97 (61).- L6pez de Velasco.- 1894, 426 3-4 244 .,.. f62).- Llorente Maldonado.- 1969, 9 (63).- Ortiz, s. El!as.- 1954, 219 (64).- Cieza de Le6n.- 1941, 100-101 (65).- Llorente Ma1donado, 1969, 27 (66).- Swadesh, M •• - 1960, 6-13 245 246 Jap:!tulo V LA SOCIEDAD 247 La Sociedad Bajo este ep!grafie van incluidas las infe­ rencias que, como hip6tesis de tra! ,"'l.jo, pueden - hacerse a partir de los datos que n.Js brinda la arqueolog!a. Estas deduciones se entiende que a­ fectan de manera global a todos los restos prehi~ t6ricos descritos anteriormente, puesto que, la determinaci6n de culturas individualizadas esta­ ba apenas esbozada, tal y como se encu.entra en - este momento la arqueoloe!a de la zona. En este apartado sigo la Guia para la clasificaci6n de - los datos culturales de Murdock (1966), de manera que result~ como un cat1logo de los rasgas cultu­ rales mas significativas. A) Estructura social y gobierno. 1 ) • - At~oridad Personas de prestigio, jefcs o curacas, ch~ manes o hechiceros. 248 Co.udi:iJ_a.je en tiernpos de guerra y posible organ!_ znci6n uel trabajo para las obras p&blicaso 2).- Clases sociales. 3ociedad segnramente poccy6stratificada con fuerte movilidad social y escasa diversificaci6n funcim'lal d·3 roles y estatus. 3 .. - U3.trimonio y familia Honogamia y poliginia. Posibilidad de fami lia cxt.t.n~ida. 4.- !Juj er Su estatus debi6 estar por debajo de el del hombre como parece der:lostrarlo el sacrificio de - mujeres en las turnbas. 5.- Actividades bAlicas Belicosidad. Posibles cheques militares con otros erupos de su misma tribu y con invasor8so • 249 6.- .Agricul-tura. Basada probablemente en el regad!o. Los P£ bladoa se constru!an cerca de las corrientes de­ agua. No hay indicioa suficientes de obras de cog ducci6n y almacenamiento. 7.- Alimentaci6n. Maiz, quiaoa, yuca, cuyes, venados, perdi­ ces, t6rtolas, etc. 8.- Bebidas. Chicha. Escultura en piedra y barro. pintura sabre cer~mica y orfebrer!a art!stica. 10.- Ciclos. Suj etas al afio agr!cola. Sin indicios arque2 250 16gicos sabre el ciclo vital~ 11.,- Comercio. Segura con las regiones vecinas, norteilas, meridionales y con la costa (aparici6n de con--­ chas en los ajuarcs funerarios). 12.- Uinas y miner{a. No hay indicios sesuros para la extracci6n del cobre, la plata y el oro, aunque seguramente los metales nobles se obtenian del aparte f~vial. PosibiliJad de canteras para la extracci6n de la pie gu!a para establ.!!_ cer una posible cronolog!a. Dado el oamcter fragmenta.ri• de los hallazgos para intentar una periodizaci6n de la zona es necesa­ rio establecer un paralelismo con la clasificaci6n ge neral etnol6g1oa de manera que nos sirva en primer 1~ gar de comparaoi6n y en segundo para proyeotarnos ha­ cia atras en el tiempo. Segdn Schobinger (17), desde el cuarto milenio por lo meno~, el ~rea andina se va perfilando como n~rea nuclear" en la que se producen m~s tempranamente los avances culturales dentro de un abigarrado panorama de oul.turaa, pues mientra.s en unoe lugares coeteroe existe un protoneol!tico sin c~ ~mica, en otras zonas como el litoral de Ecuador y Colombia surgen por 1~ miema dpoca y en poblaciones 266 del miamo tipo de econom!a los primeroe grupoa alfa­ reros. Dice que existen razones para pensar que la - aigrra y el altiplano han tenido gran importancia p~ ra el surgimiento temprano de ciertae plantae culti­ vadas (tub,roulos. ra!oes. quinoa), que llegaron pr! ~ero a la costa como consecuencia de interoomunica­ ciones ateatiguadas desde el quinto milenio a.c. Ya afinea del tercer milenio ae encuentran culturas a~ reraa en diversas zonas de Colombia. Eate autor ex­ plica au dlfusi6n haoia el ~r por los r!os del bor­ de amaz6nico occidental y afirma que a mediados del segundo antes de nueetra era. la forma de vida neol1 tlca se hallaba s6lidamente establecida en el N.O. de Am'rica del Sur (Colombia, Venezuela occidental, E~ dor, PerU). En un intento de periodiza~16n de la zona ci~ cund~~te a esta regi6n podemos remitirnos a Sohobin­ ger. quien presents un auadro en el que a una subd1- visi6n meramente arqueal6gioa sigue otra subdivisi6n cronol6gica baeada en zonas nuoleares y por dltimo - 267 una subdivisi6n faseo16g1oa. Con base en el eetqdio de eetos ouadros y bajo el punto de vista etnol6gioo, pieneo que de los cinco tipos culturales b~sicos que Schobinger menciona (18) los grupos que aqu:! intere­ san son l.os que aparecen inclu!dos en los tipoe ter­ cero y cuarto, oon caracteres que los definen cas! completamente dentro del tipo ~arto, pero en los que aparecen reminiscencias de la transici6n del ti­ po anterior. Para mayor claridad me parmi to incluir­ loe con el fin de poder apreoiar maticesz Tipo )D.- Cazadores-plantadores o cazadores­ horticultores. Cu1tivan sobre todo vegetales bulb4- ceos tropioales, utilizan el palo cavador, hachas y azuel.as, herencia matr111nea1. Tipo 4D.- Plantadores recientes {agrioultores tropioales y eubtropicales). Agricultura de tipo hO£ t!cola, uso intensive del. arco y la flecha, cerbata­ na, mazas, hachas de piedra pulimentada; cer4mioa y arte textil., adornos corporales, practice de fumar e ingerir narc6tiOOBI culto al craneo y oanibalismo. 268 Da como principales representantes a los pueblos ama­ z6nLcos (antacos, caribes y tup!-guaran!es). Puntual! za que la diferenciaci6n que se ha hecho entre los pueb~os de los boeques tropicales y circumcaribes ti~ ne relaci6n sobre todo con diferencias geografico-ec£ 16g~cas. No sa conoce haeta ahora la poeible relaci6n eu tre los cazsdores andinos y los primeroe grupos cera­ mietas de la costa. Schobinger (19) supone que durante algdn tiempo los primeros fueron contemporaneos de los segundos y que hubo alguna interrelaci6n. Con base en los datos que poseemos puede suponerse que los primi­ tives habitantea de nuestra zona pertenecieron au ma­ yor parte a per!odo Ceramico (agroalfarero) dentro de la subdivisi6n meramente arqueol6gica, y en la subdi­ visi6n cronol6gica (zonas nucleares) a1 Neol!tico (~ mativo temprano), con una cronolog!a que abarca del­ ).000 al 1.000 antes de nuestra Era. Estos primero tipos culturales formar!an el au~ trato mas antiguo y deepu~s de enlazarse con emigra- 269 clones del Neo11tioo tard!o (formativo medio y tar- - d:!o) • de inf"luencias masoamericana.e y peru.anas en una cronolog!a del 1000-0 1 llegar!an a trav~e de una 'po­ ca de desarrollo de sus propias culturas, a enlazarse con las inf"luencias de las altas aulturas. b) ESTABLECIMIENTO DE PASTOS Y QUILLACINGAS Si a trav's de apartados anteriorea ae puede d~ terminar ya con ba.stanta preoisi6n el habitat y asen­ tamiento de eetoe ~d!genae, no ocurre lo miamo acer­ ca de cuando ee establecieron y de d6nde preven!an. PASTOS De estos doe grupos raciales, el pasto presenta todas las ca.racter!stioas de ser el de mas antiguo asentamiento, son varies los autorea que los conside­ ran como elementos extrafios dentro de los grupos ra­ ciales de la cadena andina. En la 'poca en que comen­ z6 la. preocupaci6n por averiguar su origen se pusie­ ron en boga las hip6tesis de Max Uhle (20) de que la. 270 la primers civi1izaci6n del Carchi (que ~1 basa en ti­ polog!a ceramica), comenz6 hacia finales del eiglo IV d. de Cristo, a ~sta le sigui6 una segunda civ11iza--­ ci6n caracterizada por la presencia de figurae pl~sti­ cas humanas que pertenecer!a al siglo V y de las que - se han aa11ado muestras hasta la zona pasto que corree ponde a la altura del Valle de Atria. Despu~s segui­ r!a un per!odo que Uhle llama "medio••, caracterizado preferentamente por decoraciones pintadas con motives zoomorfos como la aerpiente y ornamentos dentiformes 1 que cree que apareci6 hacia e1 900 y que durar!a haeta el principia de la civ1lizaci6n de Elenpata 1 es decir, haeta aproximadamente e1 1100 6 1200. Desde el fin de esta civ111zaci6n haata la llegada de los Incas a Ecu~ dor, la etapa quedar!a llenada por civilizaciones me­ nos importantes, como la de Huavalac, y por e1 desarr£ llo de las oivilizacionPa formadae anteriormente. Es de lamentar la subjetividad de Uhle al centrar todas sus investigaciones en e1 intento de demoetrar - el origen centroamericano de estas civilizacionee, pum de sus descripciones pueden extra•rse datos de gran ~ 2'71 lor. Es de la opin16n de que en la cuenca de Tulctin se realizaron varias de las m4s interesantes civiliza­ ciones ecuatorianas y que la provincia del Carchi fue la eede principal de la primers de aetas civilizaoio- nes. Con reepeoto a los pastos sostiene que en au or1 gen vinieron del Este (21), que for:naban originalmente una rama de los betoyas o tucanos, m~chos de cuya fam! lia viven BUn en loa r!os Putumayo, Aguar.ioo y Caque­ ta. Piensa que si su cultura aparece un poco aisladB ea porque una inmigraci6n de caras ·es separ6 de las ci vil.izaciones del sur. Para asigna.1·l.es eate origen se baea en la forma de los onineos enoont.rados en sepul tB, rae y en sus costumbree, BUn vivas en e1 tiempo de lB conquista. Crey6 que esta inmigraci6n de tucanos ent~ ron en Carchi durante el per!odo de las ornamentacio­ nes geom~tricaa de t~cnicas negativaa y que estos in~ grantee modifioaron los nombres geogrdfioos origLna­ les, agre~dolee la terminaci6n -es: Ilea, Campu,s, Puchu~s, TUquerres, Ipiales, Males, eto. (22). Kricke­ berg (23) se hace eoo de esta opinion y aftade la obse~ 272 vaci6n de que pertenec!an a los pueblos serranos m!s antiguos. Affoa despu~s las hip6tesis de Max Uhle cayeron - en olvido y fueron sustitu!dae por las de Jij6n y Caa­ mafto que en un principia se admitieron con algUn rece­ lo, as! Otto von Buchwald (24) en 1924 se pronunciaba acerca del origen de los habitantea de la regi6n de - Carchi limitdndose a ~ferirse a Jij6n y Caamafto. Caa­ maflo consider6 a los pastas como equivalentea a los barbacoaa y parientes de los colimes. Bas~dose en an­ tiguos documentos referentes a la toponimia de la fa~ lia macrochibcha lleg6 a identificarlos con los actua­ les cuaiqueres, que en la regi6n interandina del Depa£ tamento de Nariffo y e.n la provincia de Carchi se llam~ ron pastes y que los barbacoas en tiempos antiguos (no da cronolog!a) se separaron de los talamancas y emig~ ron hacia el Sur, segdn su opini6n empujados por los chococes, panches y mueoa (25). Sus bases, aparte de lingff!sticas son tambi~n arqueo16gicas pues op~a que las representaciones estilizadas del mono, tan freauea tes en la zona, son chibchas y su momenta de aparici6n 273 en la alfarer!a de Carohi es durante el per!odo Tunca­ hu~, equivalente en oronolog!a a la primers civiliza­ ci6n de Carchi de Max Uhle (26) Eatae hip6tesis de Caamaffo fueron reoogidas por Gregorio Hern4ndez de A1ba quien, al situar a la fami­ lia ling«!stica barbacoa dentro del grupo occidental - de la gran familia ohibcha, la divide en dos ramaas la pasta y la oaranki-cayapa-colorado (27), este estudio hecho oon base en toponimia por Jij6n y Caamaffo es ad­ mitido por Hern4ndez de Alba y tambi'n da como superv! vientes a 1os cuaiqueres que queda.n en J.a regi6n Ncroe.!! te de Pasto, en la zona de transici6n hacia Tumaco. H. Lehman (28) los eitUa asimismo dentro del g~ po barbacoa de la rama meridional de la familia macro­ chibcha y Brinton (29), aunque sin intentar demostrar el por qu~, los incluye entre la fam111a mocoa, a la - que por el momenta se la considers independiente, pero de probab1e ascendencia ohibbha. Una tercera teor!a con reepecto a au origen ee - la de considerarlo como un mestizaje entre ohibohas y caribes. El primero que se pronunc16. aceroa del ori- 274 gen caribe fue Gonz~lez Suarez (30), quien bas6 sue afirmaciones en los objetos de oro antropomorfos en los que la nariz esta labrada con una deformaci6n es­ pecial y similar a las que acosttimbraban a labrarlas tribus de los mainas y otras del Maraft6n, as! como en au conocimiento de la fundici6n del oro y au reduc­ ci6n en l~minas delgadas. Este autor (31) asigna tree razaa a la poblaci6n de Ecuador: la caribe, la quichl y la maya. De la caribe hace tree ramass la antillana, la chaima y la j!vara. A los abor!genes de Carchi los incluye en la chaima, que considers como la mas mode~ na y piensa que au penetraci6n fue por la v!a orien­ tal; esta ultima deducci6n -la hace con d~biles bases lingti!sticaa y sue bases arqueol6gicas eon la apari­ oi6n de sepul turas en urnas. En la obra de Gonzalez Suarez se aprecian bastantee contradicoiones, hasta el punto de que Ver.neau y Rivet (32) califican sus -­ afirmaciones de arriesgadas, pese a que por su parte acogen las observaoiones de Dolby-Tyler y Giglioli, - quienes seffalan la frecuencia del hacha de aletas tan similar a las de las tribus caribes de las Antillas y las Guayanas. ....-- 2'75 Segdn Mej!a y Mej!a {33) desoienden de 1a fami­ lia andina troncal mezolada con la oaribe. Haoe supo­ sioiones de que el apogeo de su Cl' tura deb16 de ser haoia el siglo XII, porque su conts~tura f{sica y es­ piritual rayaba en la degeneraoi6n en la 'poca de la conquista. Supone que en 'pocas prehist6rioas la raza andina fue asoendien~o sin interrupci6n y no encuentra ra.z6n a.lgu.na para. que esta zona, que es un camino na­ tural, quedase fu.era. P~rtidarioe de esta 1nvas16n oaribe qu~ ee su­ perpuso a la primitiva poblaci6n son Carlos Cuervo - Mdrquez (34) quien cree que la invas16n occidental c~ ribe, despu's de ocupar parte de Panamd se exten~i6 - por el oooidente de Colombia y lleg6 hasta los oo~i­ nes de los pastes. H. Lehman (35) admite la 1nvasi6n caribe sin poder dar oronolog{a y J .H. Steward {36) - tambi4n parece partidario de una ascendencia caribe. QUILLACINGAS A1 tratar de la procedencia de estos ind!genas 276 se encuentra una curiosa dif'erencia a.l comparar las -;­ fuentos y documentos con la. bibliograf!a contempori­ nea. Los cronistas que se detienen en ellos haoen di­ ferencias fundamentales en su habitat·, en sus costum­ bres y lo que es m~s importante para nuestra clasifi­ caci6n: seaalan distlnoiones fundamentales con los s! bundoyes, cosa que ia bibliograf!a parece haber ol·vi­ dado y existe una maroada tendencia a demostrar que - quillacingas y sibundoyes pertenecen al mismo grupo. As! pues el establecer con una cierta preciei6n los or!genes de la cul tura quillaoinga se hace tarea bastante ardua, debido, no s6lo a la falta de inform~ ci6n, sino a la confusi6n que se ha formado. En pri­ mer lugar la falta de observaci6n en la comparaci6n - de las fuentes y en segundo que la mayor parte de las investieaciones arqueo16gicas en esta zona pocas ve­ ces se han llevado a cabo por profesionales y cuando se ha hecho no ha habido inter~s por indagar a fonda su procedencia y secuencias, pues el objetivo no era ol clasificar sistem~ticamente la zona, sino verla como eslabones de enlace con otras culturas. Al buecar sus or{genes nos encontramoe en pri- 2'17 mer lugar con que 1os investigadores no coinciden en su ubicac16nJ algunos como Bennett (37) 1os inc1uyen como repreeentantes de1 extreme norte de las tribue eouatorianas, aunque presents la posibilidad de que tuvieran convivencia con tribus c~bchas por el nor­ tel p~ez y quimb~as. Otros, como Gregorio Hern,ndez de Alba(38), los considera como parte integrante de - un grupo cultural homog&neo formado por pastos o ~ queres, quillaoingas y popayanenses. Para esta afi~ c16n ee basa en que siguieron un pr~ceso de acultura­ cion parecido y en que las actividades y medios de ~ eistencia que ten!an en el momento de la conquista eran parecidos: horticulture intensiva, propiedad de tipo familiar, las mismas siembras, etc. Las investigaciones l~gQ!stioas tampoco han ayudado mucho en este aspecto, puee aunque la clasif! caci6n de grupos humanos con bases comparativas lin­ gil!sticas es un buen m~todo para reconstruir conexio­ nes h1st6ricas, la eerie de aubgrupos lingU!sticos de la zona no aparece satisfactoriamente olasifioada y adn estan en discus16n. Una de ellas lea relaciona con la familia chibcha, en lo cual podr!an hacerse d~ 278 ducciones, otra (como puede verse en el cap!tulo de Lingijistica), al oonsiderar que perteneoe a una fami­ lia independiente no aporta ninguna luz a la cuesti6n per el momento. Entre los que asighan una procedencia chibcha a eata cultura eetan Jij6n y Caamafto (39), dentro de ella les incluye en el grupo aruaco. En sus relacio­ nea culturalea ve una mayor conex16n con el arte chi~ cha de Cundinamarca (40) • Krickeberg (41) acoge las hip6tesis de Otto von Buchwald y Caamaffo acerca de e~ ta origen chibcha. Lehman dice que los quillacingas - limitaban al norte con los indios que hablaban la len gua de Popayl1n, lengua que se ha conservado hasta hoy entre los guambiano, ambal6, tota6 y algunos polinda­ ra; que loa indios pat!a formaban un puente entre los de Popaydn (grupo guambiano-coconuco) y los quillac~ gas, y que probablemente estos dltimos hayan pertene­ cido a loa quillacirigas (42). Bennett (43) indica que pudieron tener una rela ci6n con la cul tura de San Agustin, a causa de la di_!! tribuci6n de eetatuas de piedra de parecidae caracte- ~---· 279 r!sticas basta bastanta m4s al sur del Valla de Atriz. Es de anotar que en su repartic16n por el ~rea quill~ cinga no aparecen de una manera aislada, sino como se detalla en el apartado de arqueologia quillacinga, se han encontrado talleres y las piezas pertenecientes a este estilo oasi desaparecen al traspasar el r!o Gua! tara, es decirt al entrar en territorio pasto. Rei­ chel Dolmatoff (44) lo axplioa como una difusi6n. En la t&onioa de construcc16n de tumbas, Ben­ nett encuentra f'cil el relacionar las construccio­ nes funerariae, pero no tanto la ce~mioa, pues de - una parte existe la abundancia de ollas de forma gl~ bular que indic.a.n su relac16n con el norte, pe ro por otro lado la t'cnica negativa que aparece a veces y algun~repreeentaciones estilizadas de monos, la re­ laoionan con Ecuador. A mi modo de ver, estos doe u! timos aspectos podr!an explicarse por una difusi6n nada dif!oil dada la proximidad de las zonas. Ante la falta de conexi6n y las grandee lagunas ~e exist!an para relaoionar a los quillacingas con 280 las familiae lingff!sticae cercanas, Marcelino de Ca~ tellv! (45),opt6 par considerarlos como pertenecien­ tes a la familia camsa, es decir, los identific6 con los sibundoyes. Hip6tesis aceptada y soetenida por - Segio E. Ortiz (46), quien dentro de este parenteeco los asigna la categor!a de familia independiente. Hoy d!a vuelve a resucitar la denominaci6n que cronistas y documentos asignaban a estes indios: "caribes". Irving Rouse (47 ) divide e.n tree grandee areas cu~turales a la gran familia caribe y en ~a del ~~roeste, que se extiende desde parte de Hondu­ ras, el r~sto de Centroam,rica y Colombia bacia el - oeste de Venezu13la y que llama "Area interandina" por quedar entre laa civilizaciones de mesoam~rica y Pe­ rU, incluye tambi6n parte del Ecuador y desde luego la zona quillacinga. Ccn esta teor!a vienen a enlaza~ se, despu~s de cuatro siglos, los apelativ~s de "in­ dios caribes" de L6pez de Velasco (48) con la term.inQ. log!a contemporenea. -- .... - ~OSIBLES RELACIONES CON MESOAMERICA 281 Las mlie recientes investigacio."l.ee parece como si quisieran proceder a una reiv1ndicaci6n p6etuma con Max Uh1e, que tan dejado en e1 o1vido fue en virtud de su uni1ateral enfoque hacia el origen centroamericano de estas culturae, J1j6n y Caamafio las admiti6 algdn - tiempo (49) y las sostuvo con pareoidaa bases a las de Uhle (t,cnica negativa, motives decorativos como la serpiente, vasijas tr!podes, etc.). Uhle y Caamaffo se­ ffalaban que esta influencia se produjo por via mariti­ ma y que el ealab6n ser!a, bien Tumaco, bien la costa ecuatoriana. Collier (50) opina que los pareoidos con Mesoam~rica fueron resultado de une difusi6n de Sur a Norte. Recientemente Disselhoff (51) piensa que es ind:!!, dable que Ecuador represent6 un papal de intermediario y que la semejanza de las abundantes figuras de barro que aparecen en Ecuador y Centroamerica y que no axis­ ten en otras regiones intermedias, con excepci6n de la regi6n costera meridional de Colombia, podr!a consi- • 282 derarse como una de las piezas que vienen a completar el mosaico de pruebas para la existencia de una ruta de navegaci6n a lo largo del litoral en;re M~jico y - Ecuador. Tambi~n pone de relieve que 1~ tipos de tu~ ba de pozo profunda que aparecen a amJfos lados del ~ ,-' gasmayo, en Am~rica del Norte solamerite aparece en la parte septentrional de M~~ico. Por ultimo las m~s recientes investigaciones de Emilio Estrada y Betty Meggers seftalan para el perio­ do de desarrolJ_o regional la influencia de Mdj ico y - Centroam~rica en la oosta de Eeuador, aetas invest!~ clones que se esta llevando a cabo bajo los majores - auspicios nos daran luz acerca del complejo problema de estas culturaa. -·-- ...... ,.. 283. CONCLUSIONES En lo que respects a los pastas, presentan to­ das las oaracter!stioas de haberse establecido en ~pooae muy anteriores a los quillaoingas ydan la i!! presi6n de un islote 'tnico dentro de la zona an dina comprendida aproximadamente entre los Q$1 y 2A de la- titud norte y los 77D y 78D de longitud oeste. Pi en- eo que proced!an de una ola migratoria llegada del. - Norte por tierra. Se fun~ con los primitives habi­ tantes y sufri6 consecuencias aultut~les de la inva­ s16n ca.ribe. En cuanto a los quillacinga.s enauentro una se­ paraoi6n clara de los sibundoyes, a~ manoa en la ep2 ca cercana a su·apario16n en la Hist~ria. Los testi­ monios de los cronistas y de la. doetunentaoi6n aport~ da en este tra.bajo (Col. Doc. p. 63-100) as! me lo - hacen pensar. Por otra parte los testimonios arqueo- 16gioos pareoen apoyarlo. Respeoto al origen, au f1- 11aoi6n oaribe sa va perfilando cada vez mas clara­ manteo • 284 c) NOTICIA DE SU DESARROLLO HISTORICO POSTERIOR El desarrollo hist6rico y cultural de los pas­ toe y quillacingas durante el siglo XVI podemoe ea­ tudiarlo a trav~a de las fuentee y documentos que p~ ra la confecci6n de este capitulo he podido consul- tar. En la primera etapa, que enlaza con el apartado anterior, tenemos algunos aftoe en blanco: los compr~ didos entre el fin del imperio incaico y 1535. A pa~ tir de esta fecha empiezan a aparecer someras noti­ cias proporcionadae por las primeras expediciones de reconocimiento que, partiendo de Quito, pretend!an ampliar la zona de conquistas al norte de la nueva villa. Son los Libros del Cabildo de Quito los que c~ mienzan a darnos notir.ias de la "naci6n" quillacinga con ocasi6n de las conquistas y expedicionea de Bel~ cazar. Pocos afios despu4s del primer Libro del Cabi! do aparece la gran figura de Cieza de Le6n, gracias al cual poseemos la mas prolija descripci6n del hab~ 285 tat y coetumbres de pastoe y quillaoingae. Cieza con~ tituye una fuente baaioa de oonocimiento al ser com­ parada con la documentaoi6n que, a partir de 1559 he ido encontrando en forma de Vieitas, Relaciones y Cr6nicae de aut~ntico valor testimonial y permiten seguir la linea de evoluci6n de eatoa pueblos sin grandee espacioe vac!oe, en ilios que pudiera pensarse que el paso del tiempo hubiera dado lugar a cambios austanciales. Al permaneoer la reg16n entre las confluencias oulturaies, geograficas y ecol6gioas de Colombia y Ecuador su desarrollo hist6rico se ve oondicionado por todo ello. Vamos a eetudiar su modo de vida en diferentee apartados que nos vayan dando una vie16n lo m~s complete posible de au personalidad, caracter y comportamiento dentro de su propia cultura. PASTOS 286 QRGANIZACION SOCIO-POLITICA Los agrupamientcs de fondos de cabaffa hallados en esta zona demuestran que los pastos formaban pue­ blos o agru.paciones a veces de relativa importa.ncia, como confirms Sarmiento de Gamboa (52), quien habla de "pueblos" de reducido n11mero de familiae. Ea ind!!. dable exist!a una c1ase superior. as! como que estos jefes locales constitu!an el punto focal de la vida del poblado y gozaban de poder y prestigio, no s61o dentro de la comunidad sino en au relaci6n con los - grupos aliados de las comunidades vecinas. Estas ma­ nifestaciones se reflejaban en los enterramientos, a los que acud!an jefee de lugares pr6ximoe, en el or­ nato de su.s ajuares y en la posesi6n de varias muje­ rea y siervos. El testimonio de Sarmiento de Gamboa (53) de que no hab!a sefior particular ni general, s! no que cada uno lo era de su casa y heredad y de que la organizaci6n era como behetr!a, es casi eeguro que se refiere a que la inst1tuc16n del cacicato no ~-- 287 tiene 1ugar haeta la oonquista incaica, como tambi~n lo afirma Polo de Ondegardo (54), pues la documenta­ ci6n de 1559 dice solamente que hab!a "algunos" cac,! . ' ques. La observaci6n de Cieza de Leo~ (55) de que los indios de lustre y principales .. 3 trataban bien viene a conf'irmarlo, as! como el qua encontrara a - pastes en la corte del Cuzco aprendiendo la lengua y leyes ~caicas (56). Su organizac16n inter.na no deb!a de ser muy c~ herente y las luchas entre ellos eran continuas:"••• para las guerras que han tenido y tienen eon como p~ leas entre ellos, aunque sean pueblos de cuatro vee! noatt (57). De eate oarS.cter primi tivo de sua luchas y su rudimentaria organizaci6n sigue contando que los vencedores repart!an la ropa o las tierraa entre e1loa, pero que dejaban algo para las necesidad•s CQ munes, deapu~a de reservar la mejor para para el je­ fe que le hab!a hecho triunfar saliendo con ellos al campo de pelea y esf'orz~ndolos. Coaa curiosa as I 288 que, pese a que to~os obedec!an sus indicaciones es­ te capitt1n no era "seffor", ni ten!a mds titulo ni j~ risdicci6n que su propio cargo y su valent!a. Su po­ der se acababa al termLnar la batalla y pasaba a eer igual que los otroe, de aqu! que estoe hombres data­ doe de cualidades guerreras procurasen fomentar las peleas, pues era au Unioo modo de destacarse del res ·• - to. Respecto a la organizao16n de la familia, aun­ que Steward (58) nos informs que entre las tribus del sur de Colombia y norte de Ecuador las relaoio­ nes de parentesoo eran mas frecuentes por linea ma­ terna, en contraste con la predominanoia patrilineal de los Andes Centrales, y Hernandez de Alba (59), acogiendo las teor!as de Jij6n y Caam.aflo, dice que parece probable la desoendenoia por linea materna. Pienso que culturalmente el grupo pasto aparece m4s ligado a los grupos panzaleo, puruha y caflari, cuya descendencia era patrilineal. En apoyo de estas ob- .,.-· 289 servaoiones solamente he podido encontrar e1 testimo­ nio de Sarmiento de Gamboa (60) quien dice que e1 pa­ dre tenia a sus hijos y deudos que le reconoo!an como tal. El matrimonio deb!a de ser endog4mico, pues sa­ gUn Cieza los sefiores esoog!an sus mujeres entre las natura1es de1 pais y las uniones con mujeres cauti­ vas o adquiri.das por t.zueque ten!an cani.cter ocasio­ nal. Con referencia a 1a coetumbre t{pica de efeotuar una convivencia prematrimonial durante uno o dos aftos antes de rea11.zar e1 matrimonio of1cia1, que perviva en la aotualidad y que he tenido ooaei6n de compro--­ bar, no he enoontrado datos si ea d9 herenoia prein-­ caica o incaica. MEDICS DE SUBSISTENCIA,COMERCIO, INPUSTRIA~ El sistema de propiedad de la tierra deb!a eer cambiante, pues Sarmiento de GambOL\ dice que 11 si uno matava a otro· riftiendo hera seffor de aquel cuerpo y - de su heredad un tiro de piedra al derredor y aun de 290 honda" ( 61). For otra parte continua que cada uno era senor de au casa y heredad para labrar su maiz y com! da"y esto estrechamente porque av!a infinito numero - dellos". As! pues la organizaci6n econ6mica giraba en torno a una rudimentaria agricultura en la que su im­ plemento agr!cola fundamental era el "palo cavador"t adecuado a la forma del terreno y al la pequefiez de - las propiedades. En cuanto a la organizaci6n para el trabajo de la tierra no he encontrado mas datos en fuentea que el anteriorm.ente citado de Sarmiento de Gamboa y que no indica la forma de organ.izaci6n del trabajo. Autores modernos como ~ward (62), refiri,n­ dose amyliamente al grupo cultural de las diversas tribus del territorio dice que cada familia cultivaba sus propias tierras, que los hombres llevaban en esto la parte mas pesada del trabajo y que exist!a una co­ operaci6n informal y voluntaria que tom6 la forma de intercembio y que posteriormente se llam6 minga. Sin embargo ni Steward-· ni Henuindez de Alba ( 1963, 932) - dicen nada acerca de ei au existenoia sa remontaba a 291 4pocas preincaicaa y es m1 opini6n que eata forma de trabajo comunal se introdujo durante la dominaoi6n ~ ca y fue arraig4ndose poco a poco hasta tal punto que perdura hasta hoy. De sue productos agr{colas tenemos prolijaa no­ ticias en Cieza {64), dice que hay mucha qu~oa, pa­ pas xiquimae, granadillas y otras frutas. En lo refs­ rente al maiz existe una contradicci6n con la Rela- - ci6n de 1559 (65) 1 pues mientras que Cieza dice que se da poco maizt la Relao16n dice que cogdn gran can­ tidad de ~1. A mi modo de ver esto podr!a conjugarse pensando en que los afios que separan una informaci6n de otra, los~'todos de cultivo introducidos por la­ colonia permitieron el aumento de producci6n. Las f~ tas de que Cieza habla sin dar nombre ser!an, en los valles el aauacate y la piffa, de las que en 1583 el - Licenciado Francisco de Guill~n se hac{a lenguas ded! c~ndole una detallada desoripo16n a sus excelencias (66). Otra fruta que cita Cieza en la pdgina 115 es una especie de endrinas que &1 llama mortuffos que co~ 292 comidas en una cierta cantidad produc!an un efecto e~ briagante y de las que si se abusaba llegaban a prod~ cir grandee dolores de est6mago. Adem~e de los arriba cltadoe consum!an papas, yuca y fiame. De todos estos productoe agr!colas los que constitu!an au alimenta­ ci6n b~sica eran el maiz y la papa (67). Seguramente su dieta alimenticia eer!a oomplet~ da con ~oe productos de la caza, peee a que Garcilaso do la V~ga (68) asegura que eran oontrarios a comer - carne~ Cieza y L6pez de Velasco ooinciden al alabar la abundancia de venadoe, conejos, perdices, palomas, t6rtolas, faieanee y pavae; de ouya apariencia y cal! dad tambi~n tenemos referenoias (69): "Ay venados y perdizes mayorea que las de eepaffa y el mismo sabor aunque defieren en el talle y plumaje 11 • Y Cieza dice "que los indios toman de aquella oaza mucha" (70). C~ mo animalee de una cierta domesticidad ten!an alguna llamas y los cuyes o cur!es que hasta hoy han consti­ tu!do el plato tenido como t!pico en la regi6n • .. -- 293 De la existencia y utilizac:i.6n de la coca tene­ mos testimonies documentales (71) de que se cog!a en algunos valles templados, 1~ que refrenda L6pez de V~ lasco (72) • .lutores como Vernes.u ; Rivet localizan estos centros produotores en el valle de Pimapiro y - en Ma.yasquer. En el comercio no bay constancia de que utiliz~ ran ningdn tipo de monedat probablemente praoticaban el truequede productos porque de lo que s! hay cons­ tancia ee de que oomerciaban con los pueblos vecinos, especia-J.mente con Chapanchi ta y "con otras (provin- - cias) a ella comarcanas" (73). Un producto comercia.l de gran importancia debi6 de ser la sal, pues Cieza - • al referirse a las dificultades y procedimientos para conseguir sal en las provincias ind!gena.s comarcanaa a. los pastes, dice que aqu! "toda. J.a mt{a de la sal que tienen es de rescate, buena, J mt{s que la de Fop~ yan. MUchas fuentes, sin las que cuento, que he visto y.e por mis propios ojos •••• " {74). I 294 Los mercadoe deb!an de tener las caracter!sti­ cae de periodicidad temporal y rotativa que conserva­ ron durru1te la colonia. El transports de las mercanJ c!as se efectuar!a preferentemente por medias hums­ nos, ya que segdn las referencias de los cronistas, aunque hab!a llamas, no eran muchae. La industria presents las caracter!sticas de autoconsumo. El algod6n,que existia• en abundancia, "lo benefician y labran y hilan y tejen y hazen cant! dad de mantas" (75). En la cernmica alcanzaron categ.Q. r!a de verdaderos artesanos. Tambi~n trabajaban las f'ibras vegetales para. sua vestidos "las m~s son he­ chas de hierbas y de cortezas de 'rboles, y algunas de algod6n" (76). En lo que llegaron a ser verdaderos maestros fue en la elaboraci6n del famos!simo "barniz de Pasto", extra!do de l.a elaegia utilis o mopa-mopa procedente de la resina de eate ~rbol que abunda en - Moco~; pero como no tango constanoia de ai esta verd~ dera in•lustria empez6 a funcionar en ~poca colonial o tiene antecedentes prahiepanicos, me limito a darle 295 carta de presentaci6n a la espera de futuros datos - que puedan ao~arar la &poca de su aparici6n. VIVIENDA Como de las viviendas y sus caracter!eticas se ha hablado ya en el cap!tulo correspondiente a la A~ queolog!a General de la Zona y en el aspeo!fico del Area Arqueol6gioa de los Pastos, me limitar~ a poner de relieve que cuando ~etos entran en la Historia a trav~s de los testimonies hispanos las descripciones coinciden con lo anteriorm.ente expuesto: " •• ~ au m.Q. rada de los yndios es en bohios de paja" {Col. Docu­ mental, p. 65), " ••• ~as moradas de loa indios son en bohioe de paja" (L6pez de VelaRco, 425). Eetos teetimonioa y los que a ello ae refieren durante el siglo XVI demueetran que por lo menos hasta fLnales de e ate eiglo no adoptaron los sie· ·;emas constru.cti­ vos coloniales. I 296 COSTlrnffiR~S Y CAHACTER A este respecto tambi~n es Cieza quien nos proporciona las primeras noticias (77), los trata de gente de·poco ~imo, simples y de poca malicia y, s~ vo loa de alguna categor!a social "las demas gentes son de ruines cataduras y peores gestoa, as! ellos - como sus mujeree, y muy sucios", basta el extremo de que com!an piojos como si fueran pif'Ionee y no lava­ ban las ollas ni los vasos que utilizaban para sus - comidas. De gente mal vestida y m!sera lee califica la Relaci6n de 1559 (p. 64) y L6pez de Velasco (p.425) pero quien verdaderamente se eneafta con ellos en es­ te aspecto es Garcilaso {78). Como puede verse 1 su g! nero de vida material era de lo mas !nfimo. Hay un testimonio en su favor, bajo el punta - de vista de los oronietas, y este punto es que no -­ eran oan!bales, Cieza dice que no com!an carne huma­ na ni cuando peleaban con los espaf'Ioles ni cuando lo hac!an entre ellos {79). Las Casas acoge esta afrrm~ 297 c16n (80) y tamb14n V~zquez de Eep~osa (81), pero a.l 1gua.1 que en el pu.nto an;er.L'or es Garcilaso quien extrema la nota y con ello nos confir~ la veracided de que no eran oan!bales (82) diciendo que era.n "tan contrario en el comer de la came, que de nlngu.na m!!: nera la oom!an; y apret~doles que la comiesen de- - c!a.n que no eran perros". SU vida cotidiana, salvo cuando estaban ocupa­ doa en sue pequeftas luchas 1 estaban amenizada por fiestas relacionadas con ritoe religiosos auyo verd!!: dero significado no se ha podido desentraffar. En una Descripc16n an6nima de la provincia de Popayan {83) se ouenta que en los d!as de fiesta los indios se ocupaban ''en borrachera.s y bayles y otras ydolatriae antiguae", perc la mejor descripc16n de estas fiestas aparece en la Relac16n de Popayan de Fray Jer6nimo de Escobar, quien al seftalar los peligros que aca­ rreaba la. f'al ta de asistencia. religiosa relata" ••• - pues como son b~rbaros cuanto se lea ha enseffado en "diez aflos se pierde en tree d!as: demas de que estes 298 d!.as vacan mil vicios, que son unos taquies que enos llaman, que son unos vailes generales a donde hacen juntar todo el pueblo a que vaile en la plaza con grandee tinajae de cerbeza, que es el vino conque ellos se emborrachan, 1 es ordinaria entre ellos en ausencia de los Sacerdotes Evangelicos ocuparse en - esto, i dura cada valle dos dias y tree sin dormir,i en este tiempo adoran idoloa y hacen otras muchaa ofrendas al demonio. Estando borrachos se matan unos a otros y hacen torpezas indignas de decir, tales c~ mo que el padre no guarda honestidad con la hija ni el hermano con la hermana". Me he permitido el intr£_ ducir esta cite. tan extensa porque la manera de ex­ plicar estas fiestas por Ffay Jer6nimo es de un gra­ fismo tal que supera a todo comentario. SagUn Levillier (85) estoa tagu!.es era de ori­ gen incaico, sin embargo loa incluyo en este capitulo porque pienso que aunque en au forma tuvieran remi­ niscencias incaicas, el sustrato era preincaicoz 1os rOtos funerarios y los hallazgos arqueol6gico pare- .... 299· cen indicar que la abundancia de pequeffos !dolos ha­ cen una indicac16n a esas "idolatrias" de que hablan documentos y cronistas. Herman Tri~born (86) presen­ ta la interpretaci6n de que los tagu!es descritos por Escobar eran 1'org!as incestuosas en a.ras de la f e cundidad tt • Los bailee estar!an seguramente acompafiados de cantos y mdeica, pues los hallazg~s arqueol6gicos nos han legado flautae al estilo de los fotutos co~ nee en la provincia de Popayan, as! como ocarinas y pitos. CREENCIAS Y CEREMONIAS Las indagaciones respecto a sus creencias han de baearse en los datos suministrados por las fuen­ tes y contratados con los restos arqueol6gicos. En cuanto a fuentes, cronol6gicamente, la primera es - Cieza. Sus· datos son un tanto contradiotorios, pues primeramertte dice que algunos de elloe hablan con el 300 demonic, como si diera a entender la existencia de - hechiceros, a continuaci6n dice que no tienen creen­ cias ni se lee han vista !dolos (87) y deapu~s que - creen que tornardn a vivir en lugares en que podran disfrutar de toda clase de delicias. La segunda ref~ rencia aparece an la :~.)agina 104 de la Colecci6n DOC!!, mental, en la que dice que sa ocupaban en idola.tr!ae anti~Aas y la tercera ea la deecripci6n de los ta- ~ .qu!e s de Escobar. De todaa ellaa sa deaprende que, aunque no tu­ vie ran una relig16n y un cul to organizados, e! que - ten!an ciertaa creencias, cuyas caractar!sticae mas peculiaras al requerir el auxilio de la arqueolog!a vemos que tienen una clara relaci6n con la vida u1- traterrena.Fars ella sa preparaban mediante: a) Acompa.fiamiento de mujeres y siervos b) Provisi6n de alimentoa c) Utiles dom~sticoa d) Objetos de adorno. 301 En cuanto a la significaci6n de todos estos preparatives podemos extraer y Cieza nos lo confirma {88) que en la otra vida deseaban seguir conservando su rango eooial y que la comprend!an como una eerie • de delicias ininterrumpidas de tipo material. Las ceremonies que acompaffaban a los enterra­ mientos eran de aouerdo con la importancia del difU!!, to. Acud!a.n los "prinoipales'~ oomarcanos y oada uno de ellos le of~ec!a algunos de sus indios y mujeres, los conduc!an junto a la sepu!Ltura, all! los embria­ gaban con chicha hasta que perd!an.el sentido y des­ pu~s los enterraban junto al muerto en las diferen­ tes disposiciones que podemos apreciar en el Ap,nd1- ce Grafico. Las honras fdnebres duraban varios d!ast segtln Ciez~ 'tliLomndolos" (89) VESTIDOS Y ADORNOS Aparte de la apreciaci6n de '' .5ente mal vesti- 302 dan de la Relai~i6n de 1559 (90), Cieza nos describe sus ves-tidos con todo detalle. Las mujeres llevaban una manta angosta "a manera de costal" con la. que se cubr!an desde los pechos hasta las rodillas y otra - manta pequefta encima que ca!a sobre la que hac!a se£ vici~ de falda. Los hombres llevaban tambi~n una m~ ta larga "de tree o cuatro varas" con la que se da­ ban una vuelta por la cintura y otra por el cuello - para dejar el sobrante por encima de la cabeza, lle­ vaban tambi~n "maures", Los tejidos casi todoa eran "hechos de hierbas y de cortazas de r!rboles" y algu­ nos de algod6n, aeguramente los de los de mayor lin~ j e ( 91). A los adorno a no hacen refersncia las fuen­ tes pero podemos remitirnos a los colgantes, orejeras brazaletes y anillos que nos ha descubierto la ar- - queolog!a. QUILLACINGAS ORGANIZACION SOCIO~POLITICA Las fu&ntes y documentos parecen preaentarnos­ los con una organizaci6n social de caracter m~s pri­ mitive que la de los pastos, pues ni siquiera hay n2 ticias de que hubiese algunos caciques como entre 1os anteriorea. En 1a documentaci6n que he encontra­ do los caciques aparecen ya muy avanzado el siglo xvr. por lo que puede pensarae que con las d~biles bases de penetraci6n cultural incaica, quiza recibi­ das a traves de los pastes, fue fomentandose bajo la colonia el regimen de cacicatoa con el fin de unifi­ car administrativamente la zona de la jurladicci6n de San Juan de Pasto, que abarcaba por complete la an­ tigua zona quillaoinga. Jij6n y Caamafto (92) piensa que s! alcanzaron este estrato y Herndndez de Alba - comparte au opini6n. Este ultimo, refiriendose en g~ neral a las tribus de la provincia de Popayan opina 304 incluso que la sucesi6n f'uera matrilineal (93). No he encontrado base documental que ratifique las afirmaciones de Caamaffo y Hernandez de Alba, pe­ ro lo que parece indudable es que por lo menos ha­ b{an de existir doe clases sociales diferenciadae: la de "los principales" y el resto. Los ri toe funera­ rios as! nos lo confirman. Si la organizaci6n interna entre los pastas era muy poco coherente, la de los quillacingas adol~ cia SUn mas de los defectos de los anteriores. Garc! laso (94), al hablar de la conquista incaica dice que "f'ueron faciles de reducir como gente vil, poco menos que bestias", sin embargo esa reduccicSn fue muy relativa pues los incas no estuvieron muy inte­ resados en penetrar prof'undamente entre esta gente a los que ten!an en tan poca consideraci6n. Las l~chas entre poblados cercanoe deb{an ser aun mas frecuen­ tes que entre los pastes pues al hablar de ellos hay una completa coincidencia que eran "gente de muy ma- 305 la desistion y de poca razon y naturalmente mal yn­ clinada" y que era.n: ''dispuestos y belicosos, algo 1!!, d6m1 tO.:' ( 96). Exist!a la poligamia. Cieza dice que en los e~ terramientos inmolaban a algunae de EJUS mujeres y a otras indias de servicio. El numero de mujeres que - poseyeran estar{a condicionado a su ~status social. No he encont1•ado datos sobre si la c;~nvivencia pram~ trimonial que existe hoy, al igual ~1e entre los de~ cendientes de los antiguos pastas, tiene un ancestro preincaico. MEDIOS DE SUBSISTENCIA, COMERCIO, INDUSTRIA La agricultura era tanto o m~s rudimentaria que entre los pastos y los implementos agr!colas los mi~ mos. El clima al ser m's o'lido permitia una mayor - variedad y abundancia en los productos pues se insi~ te en que era "abundante de mahiz y otros mantenimie!!. 306 tos".(97) Cieza tambi4n inaiste en que se daba mu­ cho maiz y el mismo tieapo de caza que entre los pa~ tos, de la cual hac!a m~s uso en eu al1mentac16n que los otros. Garoilaso nos dice que eran tan golosos de ella "que hurt8Jl cualquier ganado que hallan; y el caballo o yegua, o cualquier otra res que hoy ha­ llan muerta, por muy podrida que est~ ee la comen con grand!simo gusto" (98). Aparte del clima,que ba­ cia que la abundancin de produotos agr!oolae y fauna fueaen mde completes, eu tierra ten!a abundancia de oro, que aprovechaban para la elaboraci6n de ador- - nos Un.icamente. Su falta de or~izaci6n hizo que para ellos - no existiera el comeroio, "no es gente de contrato - entre ellos ni con otros" (99). La existencia de oro que, procedente de minas y de aluvi6n de la que se - admiran tanto Cieza (p. 104), L6pez de Velasco (p. 425) y los documentos (p. 65 y 99) no lee sirvi6 ni eiquiera para realizar intercambios con otras provi~ cias, quiz~! sus ambiciones eran tan m!nimas que se autoabastec!an con sus productos sin desear nada de fuera de au drea. De la industria puede decirse otro tanto, tra­ bajaban las fibras vegetales para los vestidos y e1 algod6n en manor escala que los pastas, pues su cli­ ma mas c~11do no lee impel!a a hacerlo. En ceramics fueron mucho menos habiles que los pastas y su cara~ ter!stica estatuaria en piedra, aunque valioaa por - las sugerencias estil!sticas, acusaba una gran tos­ quedad. VIVIENDA "Biven en buhios de paja y apartados unos de - otros" ( 100). La pob1aci6n era muy donsa y probable­ mente ese apartamiento no fuera tal, sino que la abundancia de boh!os obligaba a una iispersi6n en fU!!, ci6n de la falta de organizaci6n social y urbana. Los 308 materiales de construcci6n eran similares a loa de los pastos, la unica diferencia parece ser una mayor abundancia de viv~endas de planta cuadrada. Cieza di ce que no ten!an templos (101) y efectivamente nada se ha encontrado que pudiera sugerir au presencia. - Respecto a otro tipo de construcciones en la zona s2 lo hay descripciones de puentes que bien pudieran ser de origen posterior , ya que eran simples maromae de una a otra orilla. COSTUMBRES Y CARACTER En sus costumbres s! que tenemos una clara di~ t1nci6n con loa pastas en todos los cronistae y do­ cumentos. Lo primero y mas importante era el compro­ bado cunibalismo de los quillacingas. Comienza la n~ ticia co~o aiampre con Cieza, quien,discretamente, d~ ce que las costumbres de los qu1llao1n~as no confor­ maban con las de los pastoe, pues estos ultimos no - com!an carne humana. Eeta aparente ambigffedad ha 11~ -- ·- 309 vado a muchos autores a no atreverse a afirmar el c~ nibalismo de los quillacingaa;. En la Relac16n de 1559 ya encontramos la a.firmac16n tajante de que "sa co-..:. m!an unos a otros" (102) y por ultimoe Garcilaso lee acusa de adorar lacarne (103), al referirse a su afici6n a ella. De su caracter puede hablarse resumiendo los - calificativos anteriores, con lo c~al nos quedamos con unas #en~es de tales condiciones que no es de e~ traffar que los inoas deoidier~ no pa.sar adelante en SUB conquietas, y mas teniendo en cuenta que a todo este panorama tan poco atraotivo hab!a que afiadirle una gran belioosidad que ejero!an entre ellos mismos y m~s adn con los extrafios. Entre sus costumbres tenemos datos muy intere­ aantes proporcionados por un autor contempor!neo,E~ lio Robledo (104). Escribe acerca de los m~todos que empleaban para curar algunas enfermedades. Las fun­ clones de mddico eran ejerryidas por el shaman, que - 310 se dedicaba solamente a las gentes principales y a los que pod!an ·compensarle con productos agr!colas, de caza o con cualquler otro tipo de regalo. Tambi~n es 16gico que lo hiciera con la clase social que ha­ br!a de proporcionarle prestigio. Las gentes comunes se curaban unas a otrae, en caso de enfermedad se buscaban a las personas de m~s edad y a las que se las atribu!a una mayor experiencia. Entre los m~to­ dos curativos cabe destacar los siguientes: A los nifios de pecho, cuando tenian calentura, los bafiaban con orines todo el cuerpo y luego los ea volv!an con trapos au1dadosamente. Esta coatumbre, - segUn he podido apreciar, persiste hoy entre algunos ind!genaa de la regi6n de La Forida, antigo Mocoxon­ duque. Parece aer que tambi~n lea sangraban los bra­ zos y las piernas. Cuando eran las personas mayores las que ten!an calentura y jaqueca, lea eangraban el entrecejo. Los dolores de aualquier tipo eran ali viados m~ • 311 diante sangrias en la regi6n afeotada, la operao16n ee efeotuaba oon una especie de bistur! que oonsis-­ t!a en un pequefto palo en ei que se hac!a una 1noi-­ si6n para oolooar una pequeffa piedra de punta afila- da.. Las purgae con hierbas era.n mu:r frecuentes y - produo!an un eetado revulsive acompafiado de grandee dolores intestinalee, pero cu.yo efeoto curativo era efioaz. La miel era oonsiderada como de grandee propi~ dades terap,uticas, por lo que ten!an a las colmenae en mucha estima, ciudando no destruirlas y saoar. sol~ mente la miel necesaria para el uso dom&stioo y medi­ cinal. CREENCIAS Y CEREMONIAS "Loa quillacingas hablan con el demonio; no tienen templo ni creencia" (105). Aqu! Cieza no ha- I 312 ce la salvedad de que fueran algunos los que hablaban con el demonic. Tambi~n vuelve a caer en la contradi£ ci6n de que no ten!an creencia pero que hablaban con esp!ritus malignoa. Su deacripc16n ea m~e minuciosa - que la de los paatos, dice que despleg6 una gran dil! gencia para indagar el porqu~ de la coatumbre de al ser enterrados, no solamente llevaban consigo a sus mujeres, BLnO a las de los vecinos, a lo que los in­ dios le contestaron que lo hac!a porque "el demonic" se lea aparec!a espantable y temeroso y lee daba a e~ tender que resucitaban en un lugar especial que tenia preparado para ellos y al proceder as!, en la otra v! da los que m~s indios y mujeres llevasen gozarian de una mayor autoridad. La explicac16n dentro de sus creencias aparec!a de lo mas razonable. Despu~s dice Cieza que por estos mismos motivos ca!an en otros pe­ cados, pero no explica cuales eran. Sus ritos funerarios eran iguales a los de los pastas: inmolac16n de siervos y mujeres, ajuar con ~ • 313 sijae para alimentos, y atav!os. Debe t_enerse muy en cuenta, para futuras relaoiones con otra.s oul turae, - la existenoia de la vasija globular que interceptaba el paso entre el pozo y la camara funeraria y au poe! ble s1gnificaci6n. Las opiniones pareoen unanimes al decir que no ten!an !dol.os. Garcila.so (106) las refrenda: "sin id~ latr!a alguna". Peae a ello, las estatuas de piedra - aparecidas a lo largo del territorio y de caraoter!e­ ticas tan similares, eugieren que quiz4 fue poco mad! tado e1 testimonio de su oarencia de !dolos. ·Su fabr~ oaci6n casi "en aerie" y similitudes, observadas en - - - el ca.p;{tulo de arqueolog!a, indican por lo menos una funci6n que podr!a incluirae dentro de los rites fun!. rarios con implicaciones ml:is a.mplia.e en el terre no de 1 animi smo. En sus practicas de magia y para entrar "en tre.nce 11 y coneeguir la comunicaoi6n con los poderes ocuilitos, eegdn ~os informa. Emilio Robledo (106),.el 314 primer paso era tomar grandee cantidades de chi~cha al tiempo que hac!an una dieta de aj{. No hay constancia de si utilizaban para estos prop6sitos el yah~, tal y como hacen actualmente los comarcanos indios del va­ lle de Sibundoy. VESTIDOS Y ADORNOS Aunque las referencias documentales (107) y las de Garcilaso (108) eon de que andaban muy mal vestidos e incluso medio desnudos y llanos de piojos. Cieza nos describe sus trajes con gran detalle: los hombres lle­ vaban w1a manta de algod6n cosida, ancha y abierta por los lados y a guisa de pantalones unos maures. Las mu­ jeres unas mantas mas pequeffas que las de los paetoe y encima otra que lee cubr!a las espa1das y el pecho, e~ ta ultima cosida alrededor del cuello. Como puede apr~ ciarse la rope era mds ligera, en raz6n de un clima mas calido. Que eran aficionados a los adornos nos lo demue~ 31.5 tran los ajuares funerarios y Garoilaso (109) quien dice que g,uillacenca quiere decir "nariz de hierro", porque "ae horadaban la ternilla que hay entre las ventanas de las narices". Otros adoznos que ci ta Gar­ cilaso eran los bezotes "y tra!an colgando sobre los labioa un joyelito de oobre, o de oro, o de plata, C£ mo un zaroillo". De todos estos adornosbln a.parecido teatimonios en las tumba.s {fot. nG ). De las nari- gueras Hern~ndez de Alba (110) da cuenta de que en doe tumbas excavadas en San Agustin han aparecido na­ rigueras de oro de la misma forma. que las de los qui­ llacingas. 316 C 0 N C L U S I 0 N E S Como las deacripciones de la vida y costumbree de ambos pueblos van detallados anteriormente por ee­ parado. Aqu! me limito a sacar unas ·conclusiones com­ paratives: 1) - Organizaci6n socio-pol!tica superior entre los pastas. 2) Exietencia de clases sociales en ambos pueblos. 3) Agrupaciones de poblados mas compactos entre los pastes. 4) - Posible herencia patrilineal entre los pastos y matrilineal entre los quillacingas. 5) - Poligamia confirmada antra los quillancigas, po­ bable entre los pastos. Tendencia a la endogamia. 6) Sistema de prop~edad de tipo familiar en ambas. 7) Major organizaci6n del trabajo agricola entre los pastes. 8) - Productoe agr!colas parecidos, con mayor abund~ cia en tierra quillacinga. 317 9) - Mayor utilizaoi6n de la oaza como complemento alimenticio entre los quillacingas. 10) - Existencia de comercio entre los pastas Unica- mente. 11) Canibalismo entre los quillacingas. 12) Mayores Ualicias de belioosidad entre los qui­ llacingas. 13) - Ritos funerarios parecidos. 14) Fiestas de probable origen religiose entre los pastas. 15) - Diferencia en los vestidos, probablemente por ra zones de olima. M~e afic16n a lr l ador.nos entre los quillacingae. 318 d) LA DOr~ITNACION INCAICA El l:!mite norte del Imperio Incaicoa El l:!mite norte del imperio $ncaico estuvo en el r:!o Angasmayoo Esta es una afirmaci6n un~i me en loa cronistas; aunque Cobo le de car:icter - provisional y haga pensar que la conquista lleg6 hasta m:is al norte: "Si. bien es verdad que al1n no habian acabado los Incas de sujetar tod.a la prov~ cia de Popay~ cuando vinieron nuestros espanoles, perc estB.ban actualmente en su conquista y hab!an reducido ya toda la provincia de Pasto, que hoy es parte de la gobernaci6n de Papay~, y extendido su sefiorio algunaa l.3guas mlis adelantea Porque, pue~ to caso que por algdn tiempo fueron los t~rminos y mojones de eEJtc imperio el r:!o Maule por la pa£ te sur y por la del norte el r:!o Angasmayo, que - corre entre Paste y Quito, el valeroso Guayna-Ca­ pac nmpli6 per esta parte del norte su senor:!o m~s de cincuenta lecyas" ( 111 ). Al hablar de los 1:!~ tes del Imperio, el Inca Garcilaso es terminante: 319 "Los cuatro t~rminos que el imperio de los Incas ten!a cuaado los espaffoles entrar~n en el son los siguientes: al Norte llegaba hasta el r!o Ancasm~ yu, que corre entre lo~ confines de Quitu y Pastu, quiere decir en lengua general del Per&, r!o Azul, est~ debajo de la l!neaequinocial, casi perpendi­ cularmente" (112). En los mismos t~rminos se expr~ san Sarmiento de Gamboa, que en ~poca anterior a Garcilaso dice:Huayna Cdpac vine al r!o llamado - Ancasmayu, entre Paste y Quito, en donde puso los mojon.es imperiales (113). Igualmente Herrera hace llegar el imperio hasta el r!o de Angasmayo (114). Por su parte ascribe Cieza de Le6n: "en estas re­ giones de los pastes hay otro r!o algo grru~de, que se llama Angasmayo, que es hasta donde lleg& el - rey Guanynacapa" ( 115 ) • Cabello de Balboa, hombre conocedor de la regi6n, pues era cura en Funes en el 1576, es de la misma opini&n que los anteriormente citados. R~ latando lasconquistas de Huayna C~pac, dice qu~ - 320 "lleg6 a Rumichaca, donde ee detuvo, ordenando a sus capitanes que fuesen a explorar el pais que todav!a habia por recorrer, afin de darle aviso de ·1a manera c6mo habr~a de proceder para pene­ trar en ~lo Esos oficiales llegaron sin ning~ obst~culo al valle de Atria, donde notaron que los habit~~tes eran muy pobres y m!seros; les di­ jeron que el pais que hab!a m~s adelante era i~ mente pobre; entonces habiendo llegado a los l!mi tes de esa provincia, regresaron a dar parte a su senor del resultado de sus descubrimientos; pero despreciando de tal manera el pa!s y las gentes que ~cababan de ver, que el Inga no quiso ir, y habiendo llegado a la orilla de un rlachuelo que se llama Angas-Mayo, tom6 a la izquierda, atrave­ s6 el pa!s de Yascal y de Ancubia y fue a Caviaz~ ra, y por fin continu6 hasta Paquinango siguiendo la corriente de un r!o muy r~pido" (116). Parece probado, por consiguiente, que el im­ perio lleg6 hasta un r!o llamado Angasmayoo Ahora bien, ~a cuesti6n de cual es el rio Angasmayo, tan 321 insistentemente mencionado por los ·ronistas lo cual ha tra!do serias vacilaciones, acerca de - este punto aparentemente claro en lcs textos de que disponemos. Sergio El!as Ortiz, respondiendo a lli~a consulta formulada oficialmente dice que - lo ~ico que puede asegurarse es que la conquis­ ta incaica s6lo l1eg6 basta el r:!o Anga.smayo, - identificando con el r:!o Guaitara actual, donde quedaron fijados los l!mites del imperio (~~. Monsefior Lunardi, aunque a veces se pierde en disquisiciones, identifica el Angasmayo conel Guaitara con una descripci6n geogr~ica bastante detallada que puede servir para centrar la loca­ lizaci6n ~~), dice que nace en el nudo de los - pastos y corre encajonado en un desnivel de 900m. de profundidad. Que tiene el nombre de Carcm en su principia hasta pasar el puente natural de R~ michaca y en su curso superior fue considerado como l!mite septentrional del imperlo incaico con el nombre de Angasmayo, que desagua en un recodo 322 del rio Patia y su posici6n es casi perpendicular a ln linea ecuatorial. Que su nombre aborigen era ~astar~.n y que tomaba diversos nombres seedn el lugar por donde pasaba. Recoge de Mej:!a y Mej:!a un documento del affo 1601 en que se registra una venta de una estancia de tierra en Sandon~ y que es como se va al rio de Angasmayo. Efectivamentet Sandon~ est~ situada en la margen izquierda del curso medio de Guaitara. Algunos autores modernos de gran prestigio como Pericot tte) y Levillir (1D) han confundido este r:!o pensando que probablemente el famoso-A£ gasmayo ser!a el actual Mayo, dada la poca cla­ ridad con que a veces se expresan los cronistas. Cabello de Balboa (12~ describe el Angasmayo ~­ ~ P!~, como un rio que separa la provincia de ropay~ de la de Quito, corre de Este a Oeste y desagua en el Pat!a "despues de haber recibido - al Juanambd y al Guaitara". Horacia Urteaga, que ha anotado la obra de Caballo de Balboa dice que 323 el Angasmayo y el Guaitara aparecen claramente diferenciados, siendo el Guaitara un afluente del Angasmayo. Ante todas estas ideas confusas cabe culpar a1 tiempo y a los acontecimientos, sin que los. tratadistas e historiadores pudieran tamar - clara conciencia de que el que en un momenta fue nada m~s que Angasmayo, recibiera luega, en par­ te de su curso, el nambre de Guaitara, que segdn Sarasti 022) es de arigen quechua y fue dado por los incas en virtud del gran parecido geogrdfico con una localidad peruana del mismo nombre. La - descripci6n geogr~ica de Sarasti tEmbi~n ofrece inter~s por ser un gran conocedor de la regi6n, dice que del volcdn Chiles nacen los riachuelos J~tiva y Alumbre que despu~s dan ncubre al r!o Carchi y que el nombre del r:!o ·en s~A. primer re­ corrido a trav~s del valle de los ~Rstos fue - Carchil o Carchel. Mas adelante, a su paso por J..o que hoy es Nuestra Senora de Las Lajas, llevaba el nombre de r:!o PastarWJ.. Da una ci. ta muy vali.Q. sa de Cabello de Balboa, y hago ~nfasis en el - 324 adjetivo por que la observaci6n realizada in situ, en ella, Llespu~s de relatar el paso del Carelli en sus comienzos, dice que sigue por las faldas de ?.Tales y Chaseles y Funes y que 11 pasando por el c~ mino real, en aquella parte que llaman Guaitara, cinco leguas de la ciudad de Pasto • .". Como puede a:preciarse eotos pequefios r:!os eran tornados per uno solo y se les iban dando diferentes nom­ bres a su paso per distintos lugares. La parte conocida por rio Angasmayo parece deducirse que fur~, entre los cronistas, la com­ prendida desde m~s arriba del puente de RDmicha­ ca y quiz~ desde Carlosama, hasta donde desemboca su aflucnte del mismo nombre, el Angasmayo del m~ nicipio de Puerres. El estudio del actual mapa - del Departamento de Narino se deduce que la con­ fusi6n puede producirse facilmente pues el actual Guaitara corre durante un pequefio trayecto de Es­ te a Oeste al pasar per el puente de Rumichaca, despu~s sigue perpendicularmente en la direcci6n Sur-Norte y poco antes de llegar a Funes (terri- 325 torio de los pastos) recibe al Angasmayo, que ta~ bi~n durante un corto trayecto va en direcci6n E~ te-Oeste para incorporarse enseguida al Guditara y a la direcci6n que ~ste seguir~~ au desembo­ cadura en al Pat!a. Expansi6n y ¢onquista incaica. Las grandas conquistasincaicas tienen su C£ mienzo hacia los affos 1438 o 1440 y su primer pr£ tagonista es el Inca Pachacuti. La expansi6n se realiza todas direccio~es, pues Pachacuti, sobre ser un excepcional estrate­ ga, es un gran administrador. Le preocupa, por un lado, la seguridad de los territories heredados y para hacer efectiva esa seguridad busca frbnteras naturales, f~cilmente defendibles; por otro, le trae inquieto el bi~nestar de sus sdbditos y la riqueza de sus reinos. Bajo su cetro el imperio incaico se extend{o desde la regi6n Diaguita, al Noroeste de la Argentina, hasta abarcar casi la - 326 totalidad de los territories que actualmente com­ prcnden el PerU y Bolivia, logrando mantener a las numerosas tribus que poblaban tan enorme extensi6n de terrene bajo una surnisi6n a su autoridad. Despu~s de reinar m&s de treinta anos Pacha cuti ahdic6, hacia 14 71, en su hijo Tupac Yupanqui. Fue ~ste un continuador de la obra iniciada par su padre. En los aproximadamente veintid6s afios de su reinado, realiz6 numerosas e importantes campanas on i;odas direcciones, pla.nificando y dosificando - sus esfuerzos, ya que sus miras estaban puestas, - no s6lo en el ensancharniento de los l!mites del i~ perio, sino tambi~n y, sobre todo, en la conquista de positives beneficios para su pueblo. De ahi la importancia que tuvieron las expediciones hacia el este de la provincia de Antinsuyo y hacia los va­ lles del Amazonas por el Nordeste. Estas campafias se realizaron a muy alto precio, no s61o por las -­ dificultades de car~cter geogr~fico, entre las cu~ les debe contarse muy especialmente la dureza del clima de las tierras bajas, con sus plagas end~mi- 327 cas, diferentes que aquel otro de la montafia, si­ no tambi~n por la enconada resistencia de los na­ turales. Muy superi·or inter~s revist~:.:n, sin embargo, las campafias dirigidas hacia el Norte. El primer paso de Tupac Yupanqui en esta direcci6n fue el - sometimiento de los paLtas y los cafiaris, que po­ blaban la regi6n sur de la actual Rep~blica del - Ecuador. Los Incas y en especial Tupac Yupanqui, llevaron sus conquistas con gran m~todo y, en ex­ presi6n de Garcilaso, "procedieron a ir conquis­ tando las tierras por etapas para no causar esc~ dalo y mostrarse ambiciosos y codiciosos, y para consolidar sus progresos antes de marcar otros." ("2] ). No eran las armas lo que aparec:!a en primer lugar, sino la diplomacia. Seg&n Santa Cruz Pachacuti, el Inca renun~ ba a sus embajadores y era ~l mismo en persona quien se dirig:!a a las distintas coma.rcas para atraerse a sus habitantese Adoptaba en sus visi- 328 tas la indumentaria del pueblo visitado, elogiaba sus coatumbres y lespromet:!a tratarloo como a hijos suyos, si lo acataban como soberanoo Y eran no po­ cos los que, luego de ser instru!dos acerca de las leyes a que se iban a someter, de los dioses a los cuales iban a rendir culto, por cinsiderarlos mej£ res que los suyos, aceptaban la nueva situaci6n. Otros se doblegaban por miedo, pues sab!an la cne1 dad con que trataban a cuantos se resist!an. Como quiera que fuese, los que as! se plegaban·a las de mandas del Inca, eran obsequiados con vasos de or~ ropas ue Cuzco, y otros presentes 024 ). En el mis mo sentido, Cabello de Balboa dice que los Incas jam~s hicieron la guerra a una naci6n, sin haberla antes requerido pac!ficamente dos o tres veces; s£ lo cuando no daba resultados positives la diploma­ cia entraban en juego las armas y la benignidad se trocaba en crueldad, aunque se hallaban siempre dispuestos a suspender, las hostilidades, si el ~ enemigo mostraba deseos de capitular. (125). La realidad parece haber sido menos hala&de- 329 fia, sin embargo, y, si hacemos case de lo que dice Urteaga, pocas conquistas lograron los Incas padi­ ficamente, por los bienes que ofrec!a su cultura (126). Lo m~s frecuente fue recurrir a las armas, a la acci6n de un ej6rcito bien disciplinado y or­ ganizado y mejor mandado, unas veces por el propio Inca, como en los casos Pachacuti y de Tupac Yup~ qu~ otras por generales, que casi siempre eran pa­ rientes.pr6ximos de los soberanos. Tupac Yupanqui no abandon6 el territorio de los sometidos paltas y cafiaris inmediatamente de - consumar la conquista, seducido por el afdn de nu~ vos acrecentamientos de sus dominins, sino que peE maneci6 sabre 61 alrededor de dos ~nos para asegu­ rar lo conquistado y organizarlo segdn pr~ctica ~ tigua, que hab!a dado lugar a la creaci6n de estru£ turas pol!ticas y sociales ad hoc. Fue durante es­ ta permanencia en el sur del actueJ Ecuador cuando tuvo notivias de que mcis al norte hab!a una regi6n en que abundaban las esmeraldas -la actual provin­ cia de Esmeraldas- y decidi6 acometer su conquista. 330 Abri~ndose pnso a trav~s de la selva, lleg6 al f~ te de ou ej~rcito hasta la desembocadura del rio­ Guayas, a la altura de la actual ciudad de Guaya­ quile Como en todas partes, los naturales ofrecie­ ron una resistencia que fue superada. En los afios que 8iguieron a tales episodios, Tupac Yupanquic~ quist6 el altiplano ecuatoriano, llegando hasta - :luito. Poblaban estas regiones por entonces tribus diversas, m~s o menos al mismo nivel cultural que las que h.abitaban en las tierras altas peruanas y se hab!an sometido al Inca, o aquellas otras que - vivian m~n al norte, ya en el actual territorio C£ lombiano. Una de las tribus m~s poderosas en esta zona la const~tu!an los caras. Su nombre iba liga­ do a la leyenda de una remota ~pocap en la que geg tcs extrru1jeras habian desembarcado en las costas del Ecuador, en las proximidades de la actual Man­ ta, y se habian ido internando paulatinamente has­ ta la regi6n de Quito, se hab!an mezclado con los haturales y hab!an llegado a fundar un reino cuya capital fue Quitu. Cuando Tupac Yupanqui invadi6 331 dicho territorio, los caras estaban aliados con los caffaris, que fueron f~cilmente sometidos, lo que facilit~ el avance hasta la capitalo Pero Tu­ pac Yupanqui no pudo seguir adela~te. Su presencia era necesaria en e1 Cuzcoo Tupac Yupanqui ya no volvi6 a sus conquistas del norte. No se sabe con certeza la fecha de su - muerte. Acaso entre 1490 y 1495. Le sucedi6 en el trono Huayna Capac, cuyas dotes personales fueron bastante similares a las de su padreo Tambien fue guerrero y.buen organizador~ En una postrera exp~ dici6n hacia el Sur, Tupac Yupanqui hab!a llevado los l!mites del imperio hasta el r!o Maule, en -­ Chile; al norte, los l~mites no quedaron bien es­ tablecidos, ya que Tupac Yupanqui no lleg6 a tomar Quito nm tampoco someti6 todo el altiplano. Huay­ na Capac Reredaba, por tanto, no s6lo un inmenso - territorio, sino tambi~n la dura tarea de conser­ varlos, organizarlos seg&n las instreuciones y l~ yes comunes para todo el imperio, y aumentarlos, especialmente por el norte, donde Tupac Yupanqui 332 habia tenido que dejar no pocas cosas apenas hil­ vanadas. Huayna Capac demor6 su expedici6n al Ecuador hasta 1513. La prepar6 cuidadosamente, pues no s6- lo tenia que consolidar lo ganado por su padre, s! no tambi~n completar la conquista del altiplano, que consti tu!a su objetivo principal y que hasta­ ~l no se incorpor6 totalmente al imperio incaico. Fij6 su cuartel general en Tomebamba, una de las fortalezas erigidas por su padre y en la que ~l - habia pasado su yuventud. El cheque decisive tie­ ne lugar en Hatuntaqui, llanura situada al norte de Quito. En la batalla muri6 Cacha, rey de Quito, con lo que se vino abajo toda la enconada resis­ tencia ofrecida hasta entonces en el Ecuador. -­ Huayna Capac se mostr6 en esta oportunidad anmo un h~bil estratega y generoso vencedor. Siguien­ do el ejemplo de su padre, prefiri6 la benevolen­ cia a la crueldad y trat6 por todos los medias de de atraerse a las nuevas gentes conquistadas, to­ mando incluso por esposa a la hija del difunto c~ cha. Concedi6 a Quito una importancia tal, que ll~ 333 g6 a rivalizar con el Cuzco como capital de la ~ vincia de Chinchaysuyo, que comprend:!a todos los - territories conquistado en el norte, cuya exteneian hac!a que parecieran m~s que una provincia del im­ perio un nuevo reino al lado del de- c·uzco. Huayna Capac fij6 su cuartel ::;eneral en la ciudad fortificada de Tomebamba, 1~ m~s importante de las plazas fuertes erigidas por su padre en el Ecuador. Desde este punto partieron sus operaciones militares, tanto para la total ocupaci6n del alti­ plano, como para sofocar algunos levantamientos o emprender nuevas conquistas. Desde aqu:! dirigi6pe~ sonalmente la organizaci6n de la nueva provincia. Los Incas manten!an ordinariamente en sus pAe~ tos a los jefes y dirigentes de los pueblos que se les somet!an espont~eamente, aunque poniendo sobre ellos a funcionarios del imperio, que actuaban ba~ la direcci6n y vigilancia del gobietno central, p~ sidido directamente por el Inca. Cuando se trataba de nucleos rebeldes y levantiscos, solian deporta~ 334 lo3, reparti6ndolos en peCJ.uefios grupos por todo el im!)erio, p;,_ra ahogar en ellos toda esperanza de recuperar su indepenuencia, los vac!os CJ.Ue ea­ tos uejaban los cubr!an con asentamientos de sub­ ditoG fielos y ya de tiempo familiarizados con~ leyes o instituciones incaicas, siguiendo el r~­ gimen de mitimaes, de este modo incrustaban en el seno do los pueblos conquistados unos valiosos - elementos en orden a la implantaci6n del r~gimen imperante en toda J.a extensi6n de sus dominios. Huayna Capac no se mostr6 remiso en el empleo de todos estos rocursos. Iniciativa personal suya - fue la de imponer a todas las tribus sometidas, - como lenGUa o:ficial comUn., el que chua. Vland6 con~ truir, adem~s, un camino, de car~cter eminentemeg te militar, que iba a enlazar con la red que com~ nicaba todos los puntas importantes del imperio. En esta dif!cil tarea de unificar la estruc tura de todo el imperio se hallaba en Tomebamba, cuando pens6 proseguir las conquistas hacia el -- 335 norte, pues le llegaron noticias de la actitud - hostil de los caranguis, a quienes se hab:!an en­ viado proposioiones de paz. Cabello de Balboa re­ latare{ los hechos: . . 11 Guayna Capac Sl,lpO que los Caranguis y sus aliados hab!an tomado las armas y que hab{an mal~ tratado a los mensajeros que sus capitanes les hab!a.n ma.ndado del .: c·uzco con proposiciones de paz. ·El Inca reuni6 su consejo para decidir el ca mino que fieb:!an atacarlos y se decidi6 que se ma~ chase por la provincia de Pastas, porque a1 pasar por ella se pod!a someter la fortaleza en la cual se hab!an atrincherado los caranguis. Dos jefes - distinguidos, Mullo-CaYa.na, natural ::le Thi.lavi y Mullo-Pucara, natural de Atun-Colla, vinieron a pedir al Inga el mando de las tropa~ que deb!an emprender la expedici6n, el que fue solicitado -­ igualmente por los dos jefes de la provincia de Contisuyo, llamados Apoc-Cauzar-Cal·~a y Cunti­ r.Tallo., Para obtenerlo hacian va.ler qlle sus solda dos har!an mejor la guerra en un pa!s frio, dif! 336 cil y montafioso como la provincia de Pastes, que - los de Andesuyo y de Contisuyo. El Inga les orden6 que retmidos se concertaran y tomaran bien sus me­ cliclaso Conjuntamente les confi6 esta ex:pedici6n, dio el manc.i.o en jefe a Auqui-Toma y como se;:gundo a Co.lh-Topa, que descend:!a de un hijo bastardo del Inga Viracocha, asi como dos mil orejones del Cuz­ co para servirles de guardiaso Partieron de Tome­ bamba y se dirigieron por las cunas de las manta­ lias .. Uuy pronto llegaron a un pa:!s frio, cubierto de montafias escarpadas, y que no estaba habitado­ sino por unos miserables indios. 1 Despu~s de haber­ las atravesado no sin correr grandes peligros, de~ cubrieron al&unas aldeas casi abandonadas, donde - no queda.ban sino ancianos y nifios. Pensando que la capital estar!a situada a algunas jornadas de all~ y que encon-trar:!an mayor resistencia, tomaron ellos algm1os guias e int~rpretes, y al fin llegaron a la residencia del jefe de esa naci6n, que no era m~s qve tma pobre aldea rodeada por una empalizada, de la que se apoderaron sin gran trabajo .. Despu~s 337 de esta victoria, creyeron que todo peligro hab!a pasado, los Peruanos comenzaron a dispersarse y a embriagarse. Pero los Pastefios que hab!an reunido fuerzas considerabies los sorprendieron una neche y dieron muerte a un gran numero de ellos~ Fueron los Collas los que sufrieron m~s en esta ocasi6n. Los Pasteffos los degollaron a su gusto y pusieron en completa derrota a los restantes. Los orejones que no hab!an sido mandados sino para servir de - escolta a los generales, al principio quedaron -­ simples espectadores del combate; mas viendo el - peligro que corr!a el ej~rcito, acudieron para s~ correr y reunir a los hu!dos y lograr6n contener a los Pastefios. cuando ya h~bian parecido gran n~ mero de Peruanos, y entre ellos Cunti-Mollo, uno de sus generales. Guayna Capac, que era un hombre prudente, no quiso que el mal ~xito de esta expe­ dici6n pudiera comprometer la gloria de sus ej~r­ citos. Levant6 su campo y sigui6 con todo su ej6£ cito al camino que hab!a llevado el primer cuerpo. Su marcha h~bil y rdpida salv6 a los vencidos, que 338 se retiraban en desorden y ca:f.nn en gran numero ba~o los golpes de los salvajes vencedores, y hu­ biera muerto hasta el ultimo Peruano si el ej~rc,! to no llega a tiempo en su socorro. nEl Inga se afligi6 mucho con esta derrota y de la muerte de muchos jefes que ~l quer:f.a, sobre todo de la de Cunti-Hfollo. Avanz6 de nuevo, arra­ s6 todo el pa!s, quemando las casas, de vastando las cosechas y.. degollando a todos los habitantes que encontraba a su paso. Despu~s de haber venga­ do as! el desastre de sus soldados, resovi6 des- cender a los llanos; paro antes hizo construir la fortaleza o pucara que ~sta cerca del puente de - piedra que se encuentra hoy en el camino real de Rum.ichaca. Dej6 alli una fuerte guarnici6n, bien provista de bastimientos, y orden6 a las naciones vecinas, bajo pena de incurir en su c6lera, pro­ porcionarle todo lo que podian necesitar" (127). El relate de Cobo es en algunos puntos m~s preciso. Escribe: "Guayna-Capac, estando en Tumi- 339 bamba, antes de comenzar a conquistar nuevas tie­ rras, consul t6 con sus capi ta.nes la i>arte por don de comenzar!an, sabre que hubo diferentes parece~ res; pero la fl tima resoluci6n fue ~~v.e se empren­ diese la conquista de Pastos y dem~s provincia - que desde all! corren para el Nuevo Reine de Gra­ nada. Ofreci~ronse luego para esta e .presa muchos capitanes valerosos, con deseo de a~0anzar honra, suplicando al Inca no tomase trabajo de ir en pe~ sona, sino que se quedase holgando en Tumibamba - pues tenia soldados tan valientes y experimenta­ dos en la guerra, que se pod:!a fiar dello:e·muy - aquella empresa y otras mayores. F~cilmente vine el Inca en lo que sus capitanes le ped!an; y as! encomend6 esta jornada a cuatro de los de mds v~ lor·, que dueron Mollo-Covana, lupaca de naci6n, natural del pueblo de Hilavi; Mollo Pucara, na­ tural de Hatuncolla, otros dos de la provincia de Condesuyo, que se dec!an Apu-Cavac-Cavana y Apu-Cumti-Mullu; y dem~s de los soldados de va­ rias naciones que iban en ~sta, dio dos mil caba- 340 lleros orejones deill Cuzco, y por capitanes dellos a Auqui-Tuina, hermano suyo y a Goya-Tupa, valerQ so capit:in del linaje de Viracocha Ingao "Partieron estos capitanes a su conquista, y el Inca se qued6 en Tumibamba hacienda los ayu­ nos y sacrificios acostrumbrados con los sacerdo~ tes del temple del sol, por el buen suceso dellao Entr6 el ej~rcito conquistando los pueblos de a­ quelle. provincia con tan pr6spero suceso, que a - los primeros encuentros que tuvo con los enemigos, los desbarat~ y venci& con prisi6n del caciqueo Los capitanes del Inca, despu~s de alcanzada la Victoria, se descuidaron ~s de lo que deben los •1ue andan entre suE enemigos, porque con su descu:!:_ do dieron lugar a que el cacique se soltase una nQ che de la prisi6n; el cual, antes que lo echasen­ menon, junt6 muchos de los suyos y di6 de repente sobre el ej~rcito del Inca, que en ninguna cosa - pensaba menos que en tal acometimiento; y as!, r~ cibieron una tan gran derrota, que desbaratados y 341 muertos muchos, los que escaparon se pusieron en hu:!.da. "Sabida por el Inca la nueva deste desbara- to, reeibi6 muchas pena, no tanto por la p~rdida de los que en ~1 murieron, cuanto por el riesdo - que corr:!.a su reputaci6n. Apercibi6se con toda -- brevedad para ir en persona a vengar esta injuria, y entr6 poderosamente por las tierras de sus ene­ migos talando y abrasando cuanto topaba, y hacien do en ellas tan gran destrozo y matanza, que ellos mismos ~Y humildes le vinieron a rogar con la paz. Dejando la tierra pac:!.fica y con bastantes guarda~ se volvi6 a Tumibamba, donde fue recibido con trim fo y grandee fiestas" (128). Tanto el relata relata de Cobo, como el de Cabello de Balboa, nos presentan la conquista y - ocupaci6n de los pastas por Huayna 0apac como un heche consumado. Sus soldados lo hab:!.an ocupado - ya; ~~1 fue a castigar una insurrecci6n que com­ promet:!a au prestigio personal y, u.a vez realiz.§! 342 do ~u intento, vuelve a los llanos, pero mandan.do coDntruir una fortaleza y dejando una fuerte guaE nici6n sobre el terrene ocupado definitivamente. Cobo confirma estoE puntos, pero no nos dice con­ cretamente hasta donde lleg6 el Inca en su expe­ dici6n de castigo o, lo que es lo mismo9 ~hasta­ donde hab!an llegado las tropas expedicionariaso Tenemos que acudir a otros lugares para obtener datos m&s precisos. Y en este caso, es el ~ismo Cabello de Balboa quien poco despu~s del texto ci tado, escribe: 11 Guayna Capac despu~s de veneer a los carS:!! guis fue recibido en Tumibamba con entusiasmo y - pampa& Desde all! quiso visitar el pais de los -­ Pastes, de los Quillacingas y otras naciones de - los alrededores; primero se dirigi6 a Quito, donde se provey6 de bastimientos y luego hacia Caranqui; visit6 esa fortaleza, cuya captura hab!a costado tanta sangre a los Peruanas y a los habitantes del pa!s, y pns6 a Pesillo-Pucara; acab6 de someter a esos pueblos y lleg6 a Rumichaca, donde sedauvo, 343 ordenando a sus capitanes que fuesen a explotar el pais que todav!a hab!a por recorrer, a fin de darle aviso de la manera como habr{a que proceder para penetrar _en ~l. "Esos o:ficiales llegaron sin ningdn obst~c1! lo al valle de Atris, donde notaron que los habi­ tantes eran muy pobres y miseros; les dijeron que el pa!s que hab!a m~s adelante era igualmente po­ bre; entonces habiendo llegado a los limites de - esa provincia, regresaron a dar parte a su senor del resultado de·sus descrubrimientos; pero des­ preciando de tal manera el pa{s y las,gentes que acababan de ver, que el Inga no quiso ir, y habi~ do llegado a la orilla de un riachuelo que se 11~ maba Angas-Mayo, tom6 a la izquierda, atraves6 el pais de Yascal y de Ancubia y fue a Caviazara, y por fin continu6 hasta Paquinango siguiendo la.C£ rriente de un rio muy r~pidott (129).- Un dato que aparece en la mayor parte de las fuentes es que Huayna Capac no pas6 del Angasmayo, sin embargo • Garcilaso afirma lo contrario, dic_e que ll.eg6 a 344 11 otrn prov~ncia llamada Quillacenca" oeooo' que los hnll6 viles y sucios y que fueron muy f6.ciles de re ducir. "De all{ pas6 el Inca a otra provincia lla­ mada Pastu, de gente no menos vil que la pasada ••• ••••• Atrajeronles al servicio del Inca con facili dad ..... ".(130). En estas palabras de Garcilaso­ hay alvunas contradicciones al compararlas con las explicaciones de los cronistas anteriores. La prm­ mera es que el paso natural despu~s de los aconte­ cimientos de Yaguarcocha era el pa{s pasto, puesto que por otra parte pr~ct~camente estaba en ~1. El segundo punta oscuro es la abundanc~a de datos de que fueron sus capitanes y no ~1 quienes reconoc~e ron y conquistaron la zona norte de los pastos y - quiz& al~o de la de ~os quillacingas, pues es l6gi co pensar que primero enviara a sus embajadores, - como era costumbre, y al recibir notivias tan poco halncttefias de estas tribus, no tuviera inter~s en proso(;uir personalmente la campafia y prefiriera que nus capitanes se encarcaran de reducirlas y establ~ cer una especie de frontera humana poco peligrosa­ para cl l2.do norte de su imperio. '4- 345 PASTOS Y QUILLACINGAS BAJO LA ORGANIZACION DEL IM­ PERIO INCAICO. Las normae aplicadas por los Incas, en la conquista y organizaci6n de los pueblos incorpora­ dos a sus dominioe hab:l.an adquirido en un corto lapso de tiempo una estabilidad y una fuerza que haria pensar en sig1os para explio--.r au genesis.Un reflejo de esa praotica uniforme, wnef1exible y o~ nicomprensiva, lo tenemos en. las d:i.sposicionea die tadae por e1 Inca Tupac Yupanqui, a su regreso a1 Cuzco, despu.ee de l.a conquista de Quito. Manda el Inca que, "en toda.s las provincia~, _desde Quito hasta el Cuzco, ee hagan chacaras y truxes, coll-­ cas, caminoa y puentes, tambos, y que las ocllas, lo miemo, hobiesen en todos ••• y hace armas, de-- jando en todas partes aoldados de preqidio, para - la segUridad de la tierra ••• que en cada parciali­ dad hobiesen comunidades y sayssis, para el prove­ cho y sustento de los pobres" (131). Una practica - • uniforme, porque no hace distincion entre los te-- 346 rritorios de Quito, recien conquistados y todavia no totalmente ocupados y otras provincias vincula­ das ya de tiempo al imperio; inflexible, porque lo era la autoridad y disciplina imperante entre los Incas, cuyo poder no perdonaba a los rebeldes y s~ diciosos; omnicomprensiva, porque abarcaba todos ~ los aspectos de la vida del pueblo y no hab!a una ley distinta para los subditos viejos y los nuevos sino que los Incas mostraron siempre un apremiante afan por la unificaci6n pol!tica, administrativa y cultural de todo el Imperio, sin concesiones de ningUn genera en esto, lo que constituye una de sus caracteristicas mas destacadas. Sabemos que las conquistas llevadas a cabo por Tupac Yupanqui, en el actual territorio del Ecuador, no se extendieron a todo el altiplano, ni quedaron suficientemente consolidadas, hasta las - subsiguientes compaftas de su hijo Huayna Capac,in1 ciadas en el afio de 1513, justamente para reprimir el levanta~iento de aquellos pueblos. Es este Hu~ 347 na Capac, e1 que en 1a bataJ.1a de Hatuntaqui se adefia por oomp1eto del aJ.tip1ano ecuatoriano; e1 que ahora puede avanzar hacia el Norte, y despues de una dura represion, conquista a pastos y qu111~ cingas y fija en e1 rlo Angasmayo 1a frontera Nor­ te de1 imperio incaico, segUn resume Levillier: "En tiempoa de Huayna Capac -dice- ee sub1evaron los pueb1os de Quito hasta 1os pastas y qui11acin­ gas. Despues de destruir las tribus deade la 1lnea equinocciona1 y doe grados a1 Norte, hizo las pa-­ ces o atrajo a 1os Pastos y Qui11acingas, y a11i - r.::: pudo 1os mojones septentrionales de au imperio" (132) Este, por consiguiente, el que va a implantar entxe pastos y quillacingas la organizacion imperial. La imposicion de un orden nuevo l1eva consi­ go la destrucoion de toda estructura anterior. E1 texto citado de Levillier contiene estas palabras: "Despues de deetruir las tribus desde 1a linea equinoccial y doe grados a1 Norte", que evidencian este hecho, ya sugerido por Murua (133) • C1aro que, 348 segU_n reiterado tes-timonio de l.os cronistas espafi_2 l.es, una de l~s razones, l.a mas poderosa sin duda, de que l.os Incas se apoderaran tan facil.mente de - l.os puebl.os que circundabnn a l.os dominios del Cu~ co fue su falta de organizacion, y segUn Sarmiento de Gamboa (1.34) n par esta fal ta de union Ynga l.os - domino" .. Su testimonio es de gran interes y d~ l.o mas explicito que poseemos. Poco antes (fo1. 53) nos dice que Tapa Ynga fue el. que hizo y orden6 e instituyo todos los sefiorios, "los caciquesn. Igu~ mente a.Iirma que "Topaynga., padre de Guaynacapa" - sujeto l.a tierra que ha.bla conquistado su hijo G~ ynacapa, que fue desde Quito hasta Pasta, doze o catorze l.eguas, con esta resistencia y tirania y poco seguro de su parte". Y prosigue: "Antes ques­ ta Topaynga los conquistase y subjetase par fuerza de armas, no avia sefior en toda l.a tierrq, no avia senor general. ni particul.ar, sino que cada uno era senor de su casa. y heredad~ para 1abrar su maiz y cornida, y esto estrechamente porque avia infinito numero del.los: de manera que hera como behetria 349 (fa~. 55). Los pastas y sabre todo los quillacin-­ gas tuvieron fama de belicosos, pero los 1ncas los sujetaron porque "no ten:!.an fuerza, porque no estj! van a una sino grandee diferenzias entre si mismos y ansi facilmente los aubjetava. Y por estas gue-­ rras y diferenzias que tenian entre si miamos, y - un pueblo con otro aunque fuese de quatro vezinos, si avia alguno entrelloa mas animoso, el lea dezia alto, her.manoa, defendamonos de nueatros enemigos que vienen a destruirnos, y salia animandolos, y - ellos seguianle y peleavan contra los otros (fol. 57). Polo insiste en eatos mismos datos. SegUn au testimonio, fue Tupac Yupanqui el que hizo e inst~ tuyo todos los curacas y caciques "y cuantos gene­ roe de seffores h~, todos los hizo este sin antes haber ninguno y en realidad de verdad, ni nombre dellos, y puso las leyes ••• todas ordenadas .ala snbjeccion que pretendia. Dab.a el y provef.a estes estados de caciques, en muriendo uno en quien mas 350 parte tenia para el gobierno, y si el primer hijo tenia edad y partes, dabasele, y si no al segundo si las tenia y sino al tercero y si no habia hijos al hermano; y si no halla.ba partes en sus deudos cercanos, dabalo ~ otro qual le parecia •••• Esto guardo el primer tirana que fue Topa Inga, y el s~ gundo que fue hijo Guainacapac, y el tercero que - fue su hijo Atahualpa que vivio aquellos siete affos hasta quentraron los espafioles •••• " (135). Un primer paso irnportante, pues, en la or~ nizacibn de estos pueblos fue la institucion de un gobierno, que impusiera y mantuviera el orden y una administracion adecuada.- Dada la dificultad de introducir un nuevo orden en·estas tribus, se com­ prende la necesidad claramente vista, por el sentJ do practice de los Incas de una. administracion mi~ ta, integrada por hombres del pais para cuanto se refiriera a1 trato con los naturales, separados de los conquistadores por esa barrera dificilrnente sa1 vable que constituye e1 desconocimiento de la lengua y por hombres del i.mperio, los que aportaban el or- 351 den nuevo. Fenomeno universalmente repetido en don dequiera que se han producido situaciones semejan­ tes. En Quitot que 1leg6 a ser la segunda Capital del imperio incaico, ae insttiuyeron, pues, dos cl~ sea de autoridades regiona1es y locales, de indole y origen por completo diferentes: los agentes del poder central y loa curacas cuya jurisdiccion de - hecho se encontraba sujeta a los primeros. Un segundo paso, que revela el meticuloso a~ p1.ri tu organizador de J.os Incas, ,. en espec ia1 de Tupac Yupanqui, era la confeccion de un censo de - la poblacion ademas de un cuidadoso estudio de las condiciones del pais. Tupac Yupanqui afiadio a esto el empadronamiento de todos sus sU.bditos. "Manda - hacer el empadronamiento de sus subditos de Quito hasta Chile, fij6 los 1fmites del territorio caci­ qu,t!" ( 1 36 ) • Huayna Capac tuvo que enfrentarse con un pr~ blema de organizacion territorial mucho mas amplio Nos da cuenta de ello Murua, qu~ escribe: "Dicen - 352 que solia estar dividido el reino de los Incas en 6 partes y que las dos que fal tan era.:n las que pe£ tenecian a los Huancavelicas, Cayan Pitalta y Pas­ to, por ser gente muy rebelde y haberse tiranizado dos o tree veces contra el famoso Topa Inga, Yup~ qui y Huayna Capac. Este dicho Huayna Capac deshi­ zo el dicho "suyo" y lo reparti6 y conswni6 en los cuatro suyos dichos; puso mucha gente, parte de ellos por mitimaes, que ·eran dispuestos para la guerra; sac6 muchas mujeres solteras y las repartio ~or todo el reino, por las casas de deposito y do£ midas, y que hoy en d!a hay algunas de estes indies en esta ciudad del Cuzco y Jauja yen otras partes" (137) " Uno de los capitulos mas in1portantes de la ~ ministraci6n incaica es el relativo a la consolid~ cion de su poderio sobre los pueblos conquistadoa~ La preocupaci6n en torno a este punta se plante6 claramente en tiempos de Pachacutio Es es~e Inca el que inicia el forta.J.ecimiento de las fronteras con 353 tra 1os posibles movimientos de las tribus mas be­ licosas de la vecindad o de los territorios recien ocupados, para hacer frente a 1os levantamientos de los pueblos vencidos, en su afan de recuperar la perdida libertad e independencia. Nacen en este modo los pucara o fuertes~ y la michocrima o guar­ niciones que· de ordinaria eran numerosas y estaban en rel~ci6n con los planes de conquiata. En e1 territorio de los pastos Cieza de Leon hab1a de dos fortal.ezas, aunque no nos aclare si - • 1a segunda de e11as 11eg6 a ser c.onstru:!da efecti- vamente. Dice asi: "Tambien se llega a un rio, ce.!" ca del cua1 se ve a donde antiguamente los reyes - ingas tuvieron hecha una forta1eza, de donde daban guerra a los pastos y sa1ian a la conquista dellos y esta una puente en este rio, hecha natural, que paresce artificial, la cual se de una pefia viva, - alta y muy gruesa, y hacese en el roedio della un ojo, por donde pasa la furia del rio, y por encima van los caminentes que quieren. Llamase esta puente Lumichaca en lengua de los ingas, yen la nuestra­ querra decir puente de piedra ••••• Cerca desta pue~ 354 te quisieron los ingas hacer otra fortaleza, y te­ nian puestas guardas fieles que tenian cuidado de mirar sus propias gentes, no se lee volvieran al - Cuzco o a Qui to" (138 ) • Cabello de Balboa es nru.cho mas explicito y, al relatar la represal1a de que hizo objeto a loa paatos afir.ma qu~ Huayna Capac - hizo construir la fortaleza antes de su regreso a Tomebamba: "El Inga se ~fligio mucho con esta derr.2 ta y de la muerte de muchos jefes, que el queria, - sobre todo de la de Cunti-Mollo. Avanzo de nuevo, - y arras6 todo el pais, quemando las casas, devast~ do las cosechas y degollando a todos los habitan-­ tes que encontraba a su paso. Despues de haber ven­ gado asi eJ. desastre de. sus soldados, resolvi6 des­ cender a los llanos; pero antes hizo construir la - fortaleza o pucara que eeta cerca del puente de pi~ dra que se encuentra hoy en e1 camino real de Lumi­ chaca. Dej6 alli una fuerte guarnicion • • • • (139). La defensa de u.n terrotorio tan amplio como el del imperio incaico resulta dificil, por no de-- - ..... 355 Qir impoaible, sin una red ae comunicaciones y un aervicio de aproviaionamiento adecuado. De las cuatro grandee vias mando construir Pachacuti de~ de Cuzco hasta los confines del imperio y que con tinuaron sus suoesoree, la del Norte 11egaba, en la epoca de la oonquista hasta Tulcan. Cieza de - Leon (140) l.o encuentra en au camino desde Ipiales cuando iba en direcoibn a Huaca. Elogia mt cona-­ truccion y los aposentoe y depositos que habia ·a lo largo de elo Esta via Norte fue iniciativa de Tupac Yupa.p.qui, au prolongacion hasta Tulcan se 1~ vo a cabo bajo Huayna Capac y si la conquista es~ fiola se hubiese demorado algunos afios, probablemeE te Atahualpa la hubiera continuado. En la cita anterior Cieza habla de aposentos en el camino para el aproviaionamiento de los eje~ citoa. Estos tambos ee hallaban situados tanto en las vias principales como en otras secundarias y ee extend1an por todo el pais. Distaban unos de otros una jornada (de Quito a Pasta habia 9), si~ 356 do obligacion bajo graves penas, de los naturales del pais ab."J.stecerl.os de cuanto fuera necesario (141). Juan de Matienzo, que todo lo carga en la cuenta de l2s crueldades y tiranlas de los Incas, alude a los tambos en estos terminos: "Por 1os te­ ner mas seguros, estando probes y ocupadoe, eiem-­ pre tra1an guerra, y ten1an depositos de maiz y a~ mas en los caminos reales en ciertas casas que pa­ ra ello habia deputadas. Todo a costa de los probes indios" (142) o Anejos 9. los tSJllbos estaban 1os "ap_2 sentos" a que se refiere Cieza, destinados a aloj_! miento de los soldados, a su paso por el 1ugar, p~ ra evitar que causaran molestias a los habitantes de los pueblos. Todo tenia que estar a punta en los tambos y aposentos, Para ella el cargo de superintendents o coptracamayoc recaia siempre sobre personas de su­ ma confianza. Era rnision de los gobernadores de las provincias, por otra parte, velar por·que los hab~ tantes del pais proveyeran a todas las necesidades 357 ge los tambos con los tributos eetablecidoa. No se trataba solo, s1n embargo, de consoli­ dar un dominio o de defenderse contra los naturales en caeo de levantamiento; existia, ademas, la vo-­ luntad declarada de asimilar cultural y administ~ tivamente a los pueb1os eometidos, incorporandolos a la vida comU.n del imperio. Y aqui, por tercera - vez; la figura eobresaliente de Pachacuti, introd~ oiendo el regimen llamado mitmac y mae frecuente-­ mente, por los cronistae, mitimaes, o asentamien-­ tos de subditos del imperio, ya suficientemente acul turados y fieles, en los terri·. 1rios de nueva ocupaci6n y conquista. En el texto ~mtes oitado de Murtia, a proposito de la diso1uci6n de los dos "sE­ yos" integrados par Huancavel.icas, Cayen Pi tal ta y Paste, y su incorporacion a1 TahuantinsRyo, leemos que "puso mucha gente parte dellos par mitamaes, - los que eran dispueetos pare. l.a guerra". La expre­ sion se conforms perfectamente a lo que parece ha­ ber consti tuido la idea original de esta insti tu-- 358 oion en la mente de Pachacuti: la de completar con nutridos nucleos de poblaci6n civil, capaces de e~ pufiar las armas en caso de emergencia, la gesti6n de los contingentes mil.itares, que por su propio - caracter concentran sobre si el odio de los pueblos som~tidos, l.o que los inhabitaban de ordinaria pa­ ra el trato llano con_los naturales. Ese trato 11a no, minuc_ioso y continuo, de la convivencia, que - permitia el doble juego de una aculturaci6n inten­ siva y de una inf'orm·aci6n precisa y oportuna del. - estado y de las intenciones de los pueblos sojuz~ dos. El sistema de los mitimaes 11evaba consigo el restablecimiento del equilibria demogrSfico de las regiones afectadas, compensando la salida de - subditos aculturados con deportacionee de aque1l.os subditos de nueva incorporacion por conquista, que venian a ocupar el vacio dejado por los primeros. Fue un excelente recurso, frecuentemente empleado por los Incas, para eacar de au tierra natal a las 359 tribus levantiscas y dispersarlas por el imperio, desbaratando de este modo todo intento de recupe­ rar la libertad perdida. Juan de Matienzo se conmueve ante este proc~ dimiento cruel. de la tiranf.a incaica: "Otra sei'I.aJ. de tiranos es echar a los naturales o sospechosos de la ciudad y mandarlos a otra parte ••• Los ingas cosa notoria es que usaban deste remedio para los poder mexor sojuzgar, haciendol.es pasar de un~ ti~ rra a otra. A estos los llamavan mitimaes y hoy se eaten y son como naturales de la tierra a donde el Inga los.pas6, sin esperanza de bolver a su natur~ leza11 {143). Cabello de Balboa atribuye a Yupac Yupanqui el estableoimiento de los mi..timaes. Dice 11 Topa-In­ ga establecio las colonias mitimaes con tierras y privilegios de los que no gozan los habitantes de las provincias conquistadas, as! imponia una vigi­ lancia que no le era carga y asegu.raba sus conqui~ tas" (144). En algunos luca.res los mi timaes ei1an 360 tan numerosos, que formaban un pueblo junto a otro pueblo, creando la necesidad de mandos dobles y una administracion abigarrada y dificil. Por lo que ataffe a las deportaciones, estas fueron numerosas. Nada castigaban tanto los Incas como la rebelion, los levantamientos contra su au­ toridad y dominio. Recordemos como Huayna Capac se tomo venganza en los pastas por la derrota de sus huestes. Jimenez de la Espa.ila (1f5} recoge un docu - manto relacionado con el episodic de la laguna de Yaguarcocha, digno de tenerse en cuenta porque, aunque tradicionalmerite se tiene como protagonis-­ tas de este suceso a los caras y cafiaris, mediante este aporte documental puede verse la presencia de los pastos como tribu. aliada., nada extrafio por otra parte, puesto que la parte Norte de la actual pro­ vincia de Otavalo estaba habitada por ellos. La na rracion comienza. diciendo: "Dicen que tuvo este nombre la dicha laguna, porque Guaynacapa, no obe­ deciendole los naturales de la provincia de los Pastas, les hacla cruda guerra; los cuales viendo- 361 se mo1estadoe determinaron de dar ~· paz y obedieE cia a1 dicho Guaynacapa, e1 cua1 no los quiso recJ bir en su gracia hasta que se metiesen en un cere~ do que hoy esta derribado, como un cuarto de legua de dicha laguna. Los Pastas lo hicieron ansi y qu2 da.ron burlados ········"· Pese a los duros castigos a que eran someti­ dos los que sublevaban, siempre s~lian estar prec~ vidos para evi tar que las ineurrecd..ones fueran frJ! cuentes, para ella unas veces simp1emente los ale­ ja.ban de sus lugares de origen, otras los emplea-­ ban en algUn servicio del Estado o de la corte y no pocas como botin de guerra y ostentacion de po­ der!o. Segt).n Santa Cruz Pachacuti, ttTupac Yupanqui a su re·greso a1 Cuzco, despues de la conquista de Quito, se trae a muchos hombres de las tribus de - .-\·\(• los cayambis y cafiares y cachapoyas, para sus ala- barderos, y a las mujeres de los Quitos, QuillaciB­ gas, etc. entre otras; destinadas para "doncellas 362 de PU Colla" (11-6). Y muy poco despues: "Al llegar a1 Cuzco Tupac Yup::mqui, le esperaban Pachacuti I.!! ga Yupanq1.ti con )0. 000 hombres de guerra viniendo el misJ~lO en persona hasta Villcaconga y les repre­ senta. a manera de guer1·a, muy contento a1 recibir a su hijo y a su nieto, les dice que Huayna Capac les iba a combatir y hacen sirnulacros de combate - y vence a los que sa habf.an refugiado en la f'orta­ leza de Sacssaguaman y entrando en la forta1eza, - saca a todos los cayambis y Pastos y gente habida en guer~s, y las cabezas cortadas, que estavan p~ ra ese efecto hechas, les unta con sangre de lla-- mas". Equivalia a una deportacion el traslado a la corte de los hijos de los curacas y otras personas nada sospechosas, para que aprendieran la lengua - cortesm1a, los ritos, las leyes y las costumbres. A estos efectos, eran llevados tarnbien a la corte de Qui·:;o. En el Cuzco distinguio Cieza a lon pastos por su especial toca.do: "En esta ciudad ( el Cuzco) - ..... -. 363 habia indios de Paste y otros y cada linaje dellos • estaba por si en el lugar y parte que les era sen~ lado por los gober.nadores de la misma ciudad. Estes guardaban costumbres de sus padres y andaban al uro de sus tierras, y aunque hubiese juntos cien mil hombres, facilmente se conoscian con las sefiales ~ que en las cabezas se ponia.n, sin que ·los ingas lea prohibieran seguir con sus costumbres con tal de que todos adorasen al so]." {141). Otras veces eran i.ncorpora.d.vs a los ejercitos expedic io11arios. "Los pueblos· sujetos al. inca -as­ cribe Cobo- daban una gran cantidad de gente para las conquistas ordinarias, guazay;~ que tenian - con muchas naciones confinantes c. n su imperio, c~ mo con los indios Pacamoros, Popayanes y otras na~ ciones fronterizas de la provincia de Quito" (148) A c ontinuac ion de las palabras ul timamente citadas de Murua y relativas a la disoluci6n del "suyo" de los Huancavelicas, Cayan Pi tal ta y Pasto leemos: "sac6 muchus mujeres solteras y las repar- 364 ti6 por todo el reino, por las casas de deposito y dorminas y que hoy hay algunas de estas indias en esta ciudad de Cuzco y Jauja y en otras partes des te reino vivas, y que a los indios·les mando dar­ y di6 tierras y ovej:.:.:.s y ropa y las demas cosas 112 cesarias para su sustento. Y a las mujeres dichas daban rova y lana y ovejas y cantaros grandes, to­ dos de oro y de plata; y mand6 a los caciques de - cada provincia tuviesen grondfsima cuenta con ellas y les diesen lo necesario y que solamente d~ jo los viejos y muchachos y que puso en todas las fortalezas y fronteras de aquella tierra y toda su comarca y jurisdicion hijos de senores principales e Ingas" (149) • Doce afios, consagr6 Huayna Capac a la restrqe turaci6n totru_ de este territorio, la gran provin­ cia de Chinchaysuyo, la cuarta del imperio, en cu­ yo l:Lni te sep-tentrional esta enclavada la tierra - de los pastes y los quillacingas. En el sistema de propiedad de la tierra y sus 365 .derivacionea aocia1es, en ~os tiem~os incaicos, los antf.gu.os ay~lu ordinariamente se he~l.aban unidos en egrupaciones mayorea y de una concepqi6n politica mas desarrollada, con un territorio que rodeaba la poblacion en que se concentraban habitualmente, con una autoridad permanente: el curaca. Anterior.mente se ha tratado de la organizacion de pueblos como -­ los pastes y quillacingas, entre los cuales "no avla. sefiorio" y como ea logico auponer de entre l.a gran organizaci6n social de loa incas serian loscbunca­ camayocs, o jefes del grupo minimo de diez familiae los que mas abundasen en las pequefias aldeas de es~ tos pueblos y por su conducto llegaria a las gentes el influjo de la culture. y organizacion de los nue­ vos senores. En el imperio incaico se distingu.en tree cla- sea sociales: la suprema o de los Incas; la aristo- cracia, a la que seg&n los cronistas pod ian pert en_! ce.r incluso los curacas de tribus sometidas que se hacia dignos de tal honor y cuya lealtad se premia- 366 ba con la exencion de tribute, y por ultimo, el PU2 blo, sabre el que pesaban los grandee deberes; pa­ gar los impuestos e ir a la guerra para defender -­ o ensanchar los limi tes del imperio. En lo que res­ pacta al primero de los deberes, tenemos noticias - de que, dada la condici6n miserable con que lea ca­ lificaron los incas, los impuestos fueron simboli-­ cos y que, "par un cafiuto de piojos de tiempo en -­ tiernpo" (Cl. Doc. p-100), segU.n Garcila.so (150)era­ en su beneficia: 11 ••••• y entre los demas benefici03 que lea hicieron para la vida natural, fue ~poner­ les el tribute de los piojos, porque no se dejasen morir comidos de ellos". En lo que se refiere a ir a la guerra hemos vista que asi lo hacian. La clase especial de los yanaconas no pagaban tributes y estaban exentos de los deberes que pesa­ ban sabrA los ciudadanos, perc tenian obligaci6n de servir al estado y a los Incas como criados, pasta­ res y trabajadores del campo. De ellos tambien ten~ mos referencias en la epoca de la conquista. 367 Entre los incas no existfa 1~ propiedad par­ ticular. La propiedad privada se : .. mi taba a los o_E jetos estrictamente personales y a los productos agrlcol.as del lote de tierra asignado a cada indi­ viduo. Es decir que si no existia la propiedad de la tierra, si la de los frutos ob~enidos. A este - respecto no tenemos datos en los cronistas que puedan llevar a afirmar con seguridad si el siste­ ma de propiedad incaica arraigo entre ell.os o con­ tinuaron con su regimen anterior. De lo que pode-­ mos deducir por l.a frase de Garcil.a.so de que "die­ ronles maestros que 1es enseflasen a vi vir" (151) , y por los restos arqueologicos es que por lo menos sus sistemas de cultivo fueron mejorados, as! al menos parecen demostrarlo los restos de terrazas y las referencias de Cieza que se admir6 de ver todo el territorio tan bien y profusamente cultivado, - cosa que no hubiera aido posible en tan pocos afioa de no haber existido mas tradicion que la behetrla preincaica. Sobre e1 regimen de trabajo hay constancia - 368 clara de que se introdujo y arraig6 la mita, los testimonies coloniales son mUltiples y constitu­ ye uno de los motivos de despoblacion de los que se alarman tanto las Relaciones y Visitas y Des­ cripciones de fines del. XVI (152) • El sistema de minga debia de ir ~erfectamente con su idiosin-­ crasia pues dura hasta la actualidad, como he t~ nido ocasi6n de comprobar personalmente repetidas veces. En cuanto a la lene;u.a, es sabido que era i;m puesta entre las gentes principales para que ellos a su vez la fueran introduciendo en el pue­ blo y que los hijos de los caciques y principales de los pastos fueron llevados al Cuzco con este - objeto. Esta ha sido una de las dificultades con que se ha enfrentado la Linguistics para intentar reconstn1ir el idioma aborigen de pastos y quil~ cinga.s. Una pregunta que se plantea, como resumen - de todo este capitluo, es J.a de si la raza, el 3.69 etnos de pastos y quil.1acinga.s sufri6 menoacabo -­ con la conquista incaica. El problema es arduo 9 A 1a 1uz de los datos que poseemos puede, sin embargo, ensayarse una COB testaci6n. Si tenemos en cuenta que eetos pueblos fueron sometidoe por la fuerza, que sus movimien-­ tos de protests por la ocupaci6n fueron repr~idos violentamente y que muchos de e11os fueron deport~ doe y diseminados por todo el imperio y hubieron de aometerse a un procedo de acu1turaci6n rapido y violento, cabe pensar que dichos pueblos se vie­ ron condenados a desaparecer. Pero hay argumentos, entre e11oa· e1 poco tiernpo que duro la denominac ion para considerar que estos pueblos pervivieron y - que las vicisitudes de la conquis~~ no constituye­ ron a un atentado a la raza, sino FJimplemente a su manera de vivir, que en sustancia t'ue considerabl_.!! mente mejorada. Los Incas eolian mostrarse benevo­ los con los pueblos que se sometian a su dominio, aunque hubieran hecho resistencia; no lea quitaban 370 a sus jefes o curacas y respetaban sus usos y cos­ tLmbres CuandO estos eran utiles, limitandose a m~ dificarlos en lo indispensable para adaptarlos al reeimen COmUU! salvo las muertes produCidas en la res~stencia o en las rebeliones, (Yaguarcocha),se los dej6 en su suelo y se permitia a los deporta-­ dos vivir conforme a la ley de su pais, con tal de que adoraran al Sol y no a titulo exclusivo, desde luego.Finalmente, hay un argumento de hecho, que - no puede pasarse por alto: estos indios, los pas-­ tos y los quillacingas, que se mantenlan sobre au territorio aborigen, conservaban sus carac~eres r~ ciales, sus instituciones, su indumentaria y su lengua todavia puede decirse que intactos. Los cr~ nistas han dado de ellos una imagen inconfundible con ninguno de los otros pueblos indios de aquellas latitudes. 371 CONCLUSIONES En lo que respects a 1a discutida cueation de los llmites del imperio, pienso que e1 Angaa­ mayo a1 que ae refieren los cronistas al decir - que a11i no paso Huayna Capac; es el pequefio ri~ chuelo que corre entre Funes y Contadero. Dee-­ p~es, y 8l ser contin1tada la expansion por los - capitanes del Inca, este nombre llego a confun-­ dirse con el curso medio del Guaitara. En cuanto a la conquiata, el interes de Tu­ pac Yupanqui fue muy relative, la verdadera con-­ quieta y asentamiento tuvo lugar bajo Huayna CB-- pac. En las conaecuencias socio-culturalea, loa­ incas no dejaron una huella excesivamente fuerte - quiza por el poco espacio de tiempo; las notas distintivas son las siguientes: 1) La zona de influencia cultural no llego mucho- 372 mas el norte de Tulcan, el resto son puestos fronterizos para vigilar posibles insurrecciones 2) La implantacion del nuevo arden social se acep­ t6 con facilidad entre los pastos, pues en los comienzos de la colonia aparece bien asentada - ·la instituci6n del cacicato. 3) En la arquitectura, linicamente quedaron los res­ tos de algunas fortalezas, pero construyeron una red de tambos casi hasta San Juan de Pasto y que presto utiles servicios posteriormente. 4) Hubo introducci6n de mitimaes y deportacion de - pastas al Cuzco y probablemente a las cercan!as del laeo Titicaca, aparte del trasplante de hi­ jos de principalese 5) Comienza a implantarse el quechua. 6) Arraig6 profundamente la instituci6n de los chasguis, la ~ y la minga. 7) Las etnias se conservarono 373 8) Libs quil.lacingas apenas ei s1frieron l.os efectoe de la acul.turacion en 1oa primeroe tiempoa, las influencias que aparecen fueron debidas a una di fusion a traves de la zona I 1..' sto. NOTAS AL CAPITULO VII · ==~===================== - (1).- Brodrick, 1964, 207 (2) .- Santiane., 1966, 36 (3) .- Brodrick, 1964, 207 (4) .- Santiana, 1966, 38 ( 5) .- " " ,, ( 6) .- tt .. Jt-0 (7) .- Rivet, P., 1960, 66 (8) .- Santiana, 1966, 39 (9) .- tt .. 40, 41 ( 10) .- Brodrick, 1964, 207 (11).- Huerta Rend6n, 1968, 27 (12).- Schobinger, 1969, 165 (13).- Santiana, 1966, 44-47 ( 14) .- Schobinger, 1969, 16~ (15).- Jij6n y Ce.amafio, 1914, 277, 283 sa. (16).- Santiana, 1966, 75 y 222 (17).- Sohob~ger, 1969, 264 (18).- " " 21-23 374 ' ( 19) .- Sohobinger, 1969, 124 (20).- Uh1e, Max, 1933, 12-40 {21).- " " " 351 (22) .- " .. " 11 (23).- Kriokeberg, 1946, 347 (24).- Buchwald, Otto von, ~924, 16 (25).- Jij6n y Caamafto, 1938, 187 (26).- " " 1930, 140 (27).- Hern!ndez de A1ba, 1946, 927 (28).- Lehman, H., 1963, 276 (29) .- Brinton, .D., 1946, 187 (30) .- Gonz~1ez Su.!{rez, F.; 1904,b, 53-54 (31).- " " " 1968, 41-42 (32).- Verneau y Rivet, 1912-22, VI, 127 (33) .- Mej:!a y Mej!.a, 1934, 30 (34).- Cuervo M~rquez, c., 1956, 41 (35).- Lehmon, H., 1963, 864 (36).- Stward, J.H., 1959, 208 (37).- Bennett, 1946, 833 ( 38) .- Hernl:{ndez de Alba, 1946, 92',? 375 (39).- Jij6n y Caamafio, 1938, 188 ( 40).- " tt 1930 t 18 6 (41).- Krickeberg, 1946, 375 (42).- Lehman, H., 1945, 230 (43).- Bennett, 1946, 832 ( 44) .- Reichel Dohnatoff, 1965, 95 (45) .- Castell6n, M. de, 1954-1962, VI, (46).- Ortiz, S.E., 1941, 25 (47).- Rouse, Irving, 1964' 390 ( 48) .- L6pez de Velasco, 1894, 425 (49)o- Jij6n y Caamafio, 1930, 160-167 (50).- Collier, 196, 783 (51).- Disselhoff, 1962, 246-249 (52).- Sarmiento de Gamboa, Ms., 1571, (53).- n .. " " ' 36 .fQ 59 fQ 53 (54).- Polo de Ondegardo, 1916, II, 116-117 (55).- Cieza de Le6n, 1941, 102 (56).- " fl " 274 (57).- Sarmiento de Gamboa, Ms., 1571, fQ 59 (58).- Steward, J .H., 1959, 211 376 (59).- HernAndez de Alba, 1963, 931 (60).- Sarmiento de Gamboa, Ms. 1571, fG 55 {61).- " " " 11 fG 55 (62).- Steward, J.H., 1959, 209 (63).- Hern4ndez de Alba, G., 1963, 932 (64).- Cieza de Le6n, 1941 1 103 (65).- Colecci6n Documental, p~g. 64 (66).- Colecci6n Documental, pag. 99 (67).- " " p6g. 64 377 (68).- Garcilaso de la Vega, 1963, II, Libro VIII, Cap. VII, 303 (69).- Coleoci6n Documental, pag. 64 (70).- Cieza de Le6n, 1941, 105 {71).- Colecci6n Documental, pag. 64 (72).- L6pez de Velasco, 1894, 425 (73).- Cieza de Le6n, 1941, 100 (74).- " " " 109 {75).- Colecci6n Documental, p~g. 64 (76).- Cieza de Le6n, 1941, 102 (77).- " " " " {78).- Garoilaso de 1a Vega, 1963,II, Libro VIII, Cap. VII, 303 (79) .- Cieza de Le6n, 1941, 101 (80).- Las Casas, 1909, 648 (81).- Vazquez de Espinosa, 1948, 541, ( 82) .- Garcilaso de la Vega, 1963, II, Cap. VII, 303 (83).- Colecci6n Documental, p~g. 104 (84).- Col. Mufloz, ~66 1 fA 188-209 (85).- Levillier, R., 1925, 289 (86).- Trimbor.n, H., 1946, 76 (87).- Cieza de Le6n, 1941, 103 ( 88).­ ( 89) .- " " II u " " •• " (90).- Colecci6n Documental, p~g. 64 ( 9 1 ) • - a i e za de Le 6n , 19 4 1 , 1 0 2 (92).- Jij6n y Caamaflo, 1938, 181 (93) .- HerrLandez de Alba, 1950, 931 ' 378 p~rrafo 1571 Libro VIII 1 (94).- Garcilaso de la Vega, 1963, II, Libro VIII, Cap. VII, 303 (95).- Colecc16n Documental, pag. 65 (96).- Cieza de Le6n, 1941, 104 (97).- Colecci6n Documental, pag. 65 379 (98) .- Garoil.aso de l.a Vega, 1963, II, Libro VIII. Cap. VII, 303 (gg).- Colecci6n Documental, P• 65 ( 100) .- " " •• - (101).- Cieza de Le:6n, 1941' 102 ( 102) .- Coleoci6n Documental, P• 65 ( 103) .- Garoilaso de la Vega, 1963, II, Libro VIII, Cap. VII, 303 ( 104) .- Robledo, Emilio, 1959' 40 ( 105) .- Cieza de Le6n, 1941 ( 106) .- Robledo, Emilio, 1959 t 40 ( 107) ·- Col.eoci6n Documental, P• 65 ( 108) .- Garcilaso de la Vega., 196), II, Libro VIII, Cap. VII, 303 ( 109) .- II " It " tt " " - (110).- He.rn&ldez de Alba, 1939, 60 (111).- Cobo, 1956, II, XXII, 107 (112).- Garcilaso de la Vega, 1963, I (1-1)).- Lunardi, 1934, 9 (114).- Herrera, A. de, 1945, VI, 281 (115).- Cieza de Le6n, 1941, 104 (116).- Cabello de Balboa, 1920, 106 (117).- Ortiz, S. El!as, 1960, XLVII, (118).- Lunardi, 1934, 8-9 (119).- Pericot, L., 1926, 951 (120).- Levillier, R., 1956 t 7 (121).- Urteaga, H.' 1920, 188 (122).- Sarasti, 1955, VI, 81-82 (123).- Garcilaso de la Vega, 1963 (124).- Santa Cruz Pachacuti, 1927, 14 ( 125) .- Cabello de Balboa, 1920, 35 (126).- Urteaga, H., 1928, 159 (127).- Cabello de Balboa, 1920, 89-91 ( 128).- Cobo, B., 19 5 6 , I I , XVI , 90-91 (129).- Cabello de Balboa, 1920, 106 3RO 725 ( 130} .- Garcilaso de la Vega, 1963, II, Libro VIII, C. VII, 303 (131).- Santa Cruz Pachacuti, 1927, 192-193 (132).- Levillier, R., 1956, 234 (133).- MurUa, 1946, 22 (134).- Sarmiento de Gamboa, Ms., 1571, fQ 53 (135).- Polo de Ondegardo, 1916, II, 116-117 (136).- Cabello de Balboa, 1920, 67-68 381 ~ (137).-Mu.rUa, 1946,144 {138).- Cieza de Le6n, 19~1, 115 • (139).- Cabello de Balboa, 120, 89-91 (140).- Cieza de Le6n, 1941, 115 (141).- Jim~nez de la Espada, 1897, III, 34 ( 142) .- Matienzo, J.' 1967, 8 {143).- II " 1967' 9 (144).- Cabello de Balboa, 1920, 67-68 (145).- Jim&nez de la Espada, 1897, III, 68-69 (146).- Santa Cruz Pachacuti, 1927, 192 (147).- Cieza de Le6n, 274 ( 148) .- Co_bo, B., 1956, II, 131 ( 149) .- Mun.ia, 1946, 146 (150).- Garoilaso de la Vega, 1963, II, Libro VIII Cap. VII, 303 (151).- II It " .. It " •• . ... ... - ... {152).- Colecci6n Documental, ?• 63-104 T E H C E R A PARTE =~=~~========~============ 382 Capitulo VIII LA CONQUISTA DE LA ZONA LA CONQUISTA 383 La oonquista espafiola de esta zona debe e~ tudiarse a partir de la oiudad de Quito, puesto que fue la promotorade la empress y de ella sa11~ ron lo9 hombres que exploraron y conquistaron los territories de los qui~lacingas y pastos. Recordemos brevemente como Belalcazar co~ qQtsto. la ciudad de Quito adelantandose al mismo Pizarro y a las tropas del adelantado Alvarado - que llegaba con pretensiones sobre este territo­ rio. Alvarado pretendLa 11egar a Quito antes que Pizarro, pero Belalcazar, que hab!a quedado en - la ciudad de San ~guel, como teniente de gober­ nador, conocida la Llegada de este, decide ade-- 1antarse hacia Quito sin contar con el previo -­ permiso, ni tan siquiera. conocimiento de Pizarro·. Ente a su vez, cuando, poco despuee, conoce J.a - noticia, env!a a A~magro para que ~pidamente se establezca en Quito e impida la entrada a Alva~ do. Sus instruccionee son las de recoger a Bel~ 384 cazar en San Nague1 y 11evar1e con &1 a esta em­ press, pero aste ya est' en Quito, donde Almagro se l.e reune Y; acu.ciado por l.a proximidad de A1- varado, aoepta sua discul.pae de fidel.idad y bue­ na intenoiAn. Unidos, prooeder&u a l.a fundaci6n de la ciudad con todos los requiaitoe de un ee- .tablecimiento forma1• a fin de dar a Al.varado - la.impreei&n de que todo esta h,cho y nada queda para 81~ Esto ee consigue pl.enam~nte y A1varado, oportunamente compensado, abandons el campo~ En­ tre los hombres de Alvarado que se pasaron a Pi­ zarro hay a1gunoe que se~ decisivoe en l.a con­ quieta del territorio que nos ocupas Lorenzo de Al.dana, Pedro de Puell.es, Juan de Ampud!a, Juan Mufioz Col.l.e.ntes, Juan Cabrera, Pedro de Af'lasco, Melchor de Val.aes, Francisco MOsquera y Cristo­ bal de Ayal.er. Despu&s de l.a fundao16n de l.a ciudad de Quito, a1 tiempo que se ocupaba con el. reciente Cabil.do en repartir tierras y sclares y en ate~ 385 der a las incipiente~ obras p4b1icas, Belalcazar decide consolidar lo conquistado acometiendo 1a exploraci&n y dominic de los territories que liB daban con Qui to bacia el. Oeste y bacia el Norte'• La prime.:ra zona que Belal~za.r quiso som.!_ ter fue la de Manab!, en el Oeste, por lo que, - pocos d!as despuaa de la fundac~ de Quito, el 22 de diciembre de 1. 534 ( 1 ) envi.cS. a dos de sus majores hombres, Pedro de Puelles y Melchor de - Valdes quienea, acompaffadoe de algunos espaffoles , ' , mas, se dirigieron hacia esta costa con proposi- to de pacificarla y realizar alguna fundac16.n. All~ parece ser que encontraron a1 capitan Fran­ cisco Pacheco, que hab!a side comisionado par A~ magro para llevar a cabo una misiD.n pare cida'. Llegaron a producirse rencillas entre estos tree conqui2tadores, pues cada uno deallos a1egaba - tener mas derecho que los otros, para llevar a - cabo la mis:i.on. El asunto no se solucion& basta que Hernando Pizarro, a au vuelta de Espafia, to­ c6 en la recien fundada villa de PueDto Viejo y 386 dirimio l.a cuesti.Gn nombrando a Ol.mos para suet!_ tuirl.os en l.a empres~. Dos mesas despues, Bel.al.oazar decidin em­ prender l.a paoificacion y conquista de l.a zona nortefi.a. Con respecto a l.oa verdaderos motivos que l.e l.l.evaron a pl.ane&r y real.izar esta con-­ quieta de tan importantes consecuencias, exia-­ ten variae opiniones que ooinciden en sefial.ar doe fundamental.ea: por un l.ado, l.a noticia de El. Dorado y, por otro, au ambic!An de al.ca.nze.r un t!t~o real de gobernaoion que lo l.iberasa - de 1a sujeco::lan a Francisco Pizarro•. La notioia de El. Dorado pareoe que se 1a hab~ dado a Bel.al.c&zar un indio capturado por - Luis Daza en Latacunga. Aunque recientes invest! gaciones, a&n ineditas del. Dr. Demetrio Ramos iB tentan demostrar que es una l.eyenda oreada post,!!_ riormente por l'ernB.ndez de Piedr~hita, Herrera, etc. 387 Por ello, y hacienda uso de la licencia que Pizarro le hab!a dado para que, como lugartenien­ te suyo fuese a descubrir, conquistar y poblar - las provincias de "Quito y Quiasinga" (2), optcS. por enviar una misi6n previa para qu~ explorasa los territories del norte y despu$e obrar de - acuerdo con las noticias que J.e fueran transmi­ tidaso La mision f~. encomendada al capit~ Die­ go de Tapia quien debio de realizar los prepara­ tives en muy poco tiempo ya que el 15 de febrero de 1.535 manifestaba ante el Cabildo que, por O£ den de Belalcazar, cesaba en su cargo de alca1de de primer voto porque ten!a que ausentarse "a -­ conquistar e sujetar ciertos indios de guerra e .u a visitar a los que ha venido a las paces" (3). n Una vez terminados los preparatives, Die­ go ~e Tapia se puso en camino con un pequefio con tingente de tropas, compuesto por treinta hom--­ bres de a caballo y otros tantos infantes. 388 "1 pasando por diversos Pueblos J.J.ego al. Rio Anga~mayo· y boJ.~& con reJ.aoi&n de J.o que ~ via haJ.J.ado, diciendo que, en TucaJ.e_ (Tu1c~) ~ cieron a1gu.na resietehoia" ( 4 )~. Por eatos datos que tenemoa, ea de supo­ ner que J.J.egaron hasta 1a sierra que di~de la - 'Vertiente del. rio Mira de la del. Gu&.i tara. Diego de Tapia deb!a de J.levar ordenes de limitarse a realizar una rapida incu.rsiAn expJ.oradora ya qlle, a fines de marzo 1 eataba de regreso en Quito pa­ ra dar cuenta de J.oa descubrimientos reaJ.izados en eatas nuevas t~erras Yt aJ. asentarse de nllevo en la ciudad, vol.vi& a hacerse cargo de l.a al~ d!a que hab!a dejado aJ. salir hac*a el. Norte. Las notioias acerca de J.a fertiJ.idad y posibl.e riqueza de las tierras descubiertas de-­ bieron ser muy hal.agiieflas, pues :BeJ.al.cazar, aasi ~ inmediatamente despues de recibirlas, decidi& -- continuar J.a expJ.oraoi.ln enviando nuevas exped.i­ ciones que recorrieran el. territorio reci&n des- 389 cubierto con mas detalle, a f!n de completar 1a napida vision de Diego de Tapi~. La nueva empress la encomendo a dos hom­ bres de au confianza: el regidor Pedro de Affasco y el alcalde Juan de Ampudia. El 29 de Marzo de 1.535, Pedro de Afias­ co se presents ante el Cabildo y "dixo que ya Sus Mercedes saben como e1 Seftor Mariscal Don Diego de Alma.gro l.e diQ proVisi&n para Alguazi1 Mayor destaa provi.ncias de Qui to. •• e agora se va fuera desta villa con el. d~cho Seftor Capitan a viaitar e oonviene que quede una persona de - abylidad en su l.uga.r" ( 5 )·. De aqu! deducimos que Be1a1cazar pens& - en acompafiar a Afiasco personalmente en esta ex­ pedicion. Pero no lo realize, antes bien, ape-­ nas dos mesas despues, a partir del 2 de junio, se ausenta de Quito para dirigirse a la region del Guayas·. 390 , Be1a.l.cazar nombra. interinamente, para SU!!_ ti tuir a Afiasco, a Alonso de Mendoza. A.flasoo sale de Quito y no vuel.ve a apare­ cer en las reuniones del Oabildo basta el 15 de junio de 1.537 en q~e presents una proviai&n por 1a que Pizarro le daba. e1 cargo ~ue antes 1e otorgara Alme.gro·. La prov:iai.Sn eata dada en Pa­ ohacama.o el. 14 de enero de l.53!io ( 6). Debi& partir casi inmedi.tamente desp~s del. 2 9 de ma.rzo oon una expedi. oi &n de cu.a.renta jinetes y el miamo nU.mero de ii!fantes. Sal.e en direcci6n Norte "basta donde dec!an l.oe quilla­ oingas, que es en el valle de Aturea que es don­ de agora est' pobl.ada l.a cibdad de San Juan de Pasto ••••• y l.l.egado all! el. Pedro de Afiasoo con au gente desde a pocos d!as hizo mensajero a1 o~ pi tB.n Be1al.oazar dando cuenta de donde hab!a l.l..!, gado y de lo que pareo!a de la tierra y que era muy pob1ada y que ten£& noticia de adel.ante ser tierra mu.y rica y muy pobl.ada. ••• ".(7)'• 391 Belaloazar deb!a estar eaperando las pri­ meras impreaiones de Affaaco y, al recibirlas, se apreaur6 a enviar en eu seguimiento y ayuda a Juan de Ampudia quien, por entonoea ejerc!a el oficio de alcalde en Quito. Llevaba ordenea de reunir su gente con la de Affasco y continuar ad~ lante en la exploraci6n que se presentaba prome­ tedora. Ampudia debio. de ponerse en camino a pr~ meros de junio de 1535, porque al 31 de mayo asi~ te todav!a a1 Cabildo y, cuando doe d!as despuas .$ate vuelve a reuniree, ya no esta presente Am.pu dia.(8). Respecto al lugar donde se verific& e1 e~ cuentro de las'dos expediciones, no hay acuerdo de si fue en la regi.On de El. Carohi o en el va­ lle de Atriz o de Atures aunque, a juzgar por la cita de la Co1ecci~n Kuffoz, Tomo 80 (9), Unica - fuente que he podido encontrar a2 respeoto, par~ ce mas probable que fuera en este Ultimo lugar. Desde all!, continuaron e1 viaje de reconocimiell ..... -. 392 to y deaviaron s~ r~ta bacia el. oriente basta ~~ gar a1 actual. val.le de Sibundo.y y de a1U s:l.guie ron bacia el. va11e del. rio Pat£a.(10) La el.eccian de este camino seguramente se deb~ a q~e por e~ ta zona el. terri torio es menos aocidentadoi. Del. paso de Ampudia por 1ae tierras de l.os qui1l.acingae queda una tradioiAn en el. DepB.£ tamento de Narifto, segan l.a cual de Juan de Amps dia," tomo au nombre el. rio Juanamba y el. puente que J.o oruza deade aquel.la epoca, situado a unos 40 kms. a1 oriente de l.a oapi tal.. La. pal.abra JU§ nambu, eagan eao, serla el. reeultado de una ad~ teraoi&n del. nomhre y apel.l.ido del. conquistador. La tradioi&n se basa principa1mente en un doou­ mento del aigl.o XVII donde aparece escrito como "Joan anpud" (11). En e1 eig1o XVI, en 1a inedi­ ta Relacian-d~ 1559 aparece tambien esta p~abra con una. graf'ia parecida (12 )·. Entre tantoBel.a1cazar, de~puas de encami­ nar las doe expediciones que hab!B previsto, se 393 ausento de Quito de junio a diciembre de 1535, pe£ maneciendo parte de este tiempo en la ciudad de - San Miguel de Piura y parte entre los huancavi~- caso Cuando tuvo noticia de que los descubri-­ mientos de Afiasco y de Ampudia iban por buen ca­ mino, lo puso en conocimiento de Pizarro el cua1, ante los aspectos diversoa que tales descubrimieB toe tra!an consigo, se a~res~ a diotar una p~ vision desde Lima, por la que nombraba a Bel.al~ zar su Teniente de Gobernador y Capitan General de estas tierras descubiertas y de las que quad~ ran por descubrir. La provisi~ ee de feeha 1 de noviembre de 1.535. Con el.l.o, Pizarro se exced!a en su juriedicci6n ya que aetas regiones oa!an - fuera de su gobierno; pero, al. encontrarse ante e1 hecho coneumado, probabl.emente penso que Be-­ la1cazar hab!a encubierto la importancia de estaa expediciones intentando demostra.r au interes per_ sonal por l.a ca.mpa.fla. de Guayaquil y no por J..a. del. 394 Norte 7 no encontr& otro medio de incorporar a au gobie.rno l.aa nuevas oonqu.istas, pensB.ndo que, probab1emente, en ~timo t&rmino podr.!a rec1a-­ ma.r1as como realizadas por Wl 1uga.rteniente suyo'e. A partir de este momento, van a produoir­ se oonfliotos por e1 gobierno de estas comarcas norteftaa, oonf1iotoa que tendrQn gran in£luenoia en l.a historia del. val.l.e de Atri~. Qu.e Bel.a:Lod.za.r hab!a estado dando cuerpo a 1a idea de 1a conqu.ista del. norte 1o demueatra, , entre otraa cosas, el. que, aun estando basta el. mea de diciemhre de 1535 fuera de Quito,(13) a f! nes de este mea, el. 27 1 reune a l.os miembros del. Cabil.do para efeotuar 1a e1eccian de alcaldes 7 regidores para el. siguiente affo y 1o hace unos - dias antes de 1a fecha aconstumbrada porque qui~ re dejar 1os asuntos de gobierno de 1a ciudad en orden y sa11r cuanto antes bacia el. Norte. En e~ ta eesi6n nombr.& a1 que hab.£a. de sWJti tuirl.e en sus fWlciones de gobierno de l.a ciu.dad. La EJ.eo- • 395 ci6n recayo en Juan D!az Hidalgo• Dispuestas ~as coaas para e~ mejor funci~ na.m:lento dtlrante au a.uaencia, sal.e de Qui to con una expedic~&n compuesta. por ciento cincuenta j! nates y otroa tantos infantes "••oo11evando por ' , caboe a Pedro de Pue11es, con quien estaba ya -- compuesto de algunaa diferencias que 1os tuvie-­ ron diVisos ••• 11 (14), a Juan de Cabrera, oomo sa£ gento mayor y a los capitanes Pedro de Affa.soo, - Juan de Ampud!a, Juan Mufloz de Col.l.antes, Migue~ Lopez Muffoz y Francisco Garo!a de Tovar Yt como montados y arcabuceros a Hern&n sQnchez Moril.1o, Jorge Robl.edo y Mart£-n de Amoroto, entre otroa·. Con respecto al. contigente de tropaa que Bel.alcBzar 11ava, oonsigo, Fern&ndez de Piedra.hi­ ta da el. de trescientos hombres entre jinetes e infantos y Herrera nos dice "con tresoientoa -­ castellanos de a pie i de a cabal1o, sin la m~ titud de indios que suel.en l.l.evar a las jornadae otros capi tanes ••• " (15)'o 396 "L1eg& sin contrasts basta Otava1o, pero apenae caminadas 50 1eguas desde Quito, se ha-- 11& dentro de los terminos de~ caciq~e Popayan, cuando sus capitanes de l.os pastos y pat!as, no~ ticiosos antioipadamente de 1a entrada de 1os e~ paRoles, teniendo oonvooada y armada su gente, - 1e euieron aJ. enouentro Yt sin que bastasen r~.!. goa n1 di1igenoias para que diese~ mano a la g~.!. rra, la pusi.eron a l.as armas oon tal. val.entia - (am:parada por l.a fragosidad de l.as sierras y de 1a falta de v.£veres en que hab!a puesto a1 p~) que fu& preoiso e1 esfnerzo y su1!~miento de los nueatroa puea no mediaba dia sin que tuviesen - batalla o encuentro"'• (16) Los espaftoles intentaron oonvenoerlos por medio de presentee e inoluso de ruegos para que lea dejaran atraveaar la regiOn pao!fioamente, - pero no pudieron oonseguirlo y es en esta feoha cuando haoen una de las primeras demastrao~ones oonooidas de su taotioa guerrera de embosoadas • 397 que conservaran basta fines de la guerra de la In dependenci.a y lea hara famosos. La fragosidad del terreno ayudaba no poco a1 desarrollo con exito de esta tactioa. Loa ataques no se produc!an n~ ca por el grueso de las huestes ind!genas, sino que hostigaban en pequeffos grupos y a diversas - horae por lo que los espaffo1es ten!an que eatar siempre preparados para resistir un ataque por - sorpresa. A esto se un!a la difioultad para obt~ ner alimentos, pues los in~enas escond!an o -­ destruian todo cuanto pod!an encontrar los con-­ quistadores, con el f!n de impedir au maroha. Las dificultades que sufrieron para atravesar esta z~ na las refl.eja Herrera cuando dice: 11 ••• fue bien necesario su esfuer9o, i sufrimiento, i la cos-­ tumbre de padecer propria i natural de sua cuer­ pos, juntamente con la estimaci6n en que ten!an a s u Capi. tan • .-." ( 17) • Solo gracias a e11o, pudi.!!. ron proseguir s.; exploraci..&n. Mientras Be1a1c.&za.r y sus hombres se .bal.l.§ 398 ban en eate empefto, Franc~aoo Pizarro, rece1oso por e1 oariz que iban tomando esta expedici6n y 1a so1idaridad que las gentes de Bela1oazar de-­ mostraban oon su jefe, un~do a 1as reVQeltas que se estaban produciendo en e1 territorio de Quito, e1 8 de marzo de 1536 (18), expidi& una provisiOn dresde la vil.l.a de San Miguel. por l.a que nombraba como BQ capitan y teniente en Quito a Pedro de - Puelles1 : Respecto al nombramiento de PueLles como teniente de Quito, surge una cuest~D.n interesan­ te para este estudio y que no he podido reso1ver satisfactoriamente. La cuesti&n as si en esta -­ apoca estaba con Be1alcazar o no. Que si &staba con e1 afirma Fern&ndez de Piedrahita (19). Por el. contrario, Jijan y Caamafto dice que, en el. - mo men to de producirse l.a provisi&n de Pi.za.rro, - Puelles se hallaba en San ~guel. Como este au-­ tor no aclara respecto a este punto de donde ha tornado el dato 1 me limito a hacerlo oonstar.(20) 39~ Puelles present6. sus proViaiones al CabiJ: do Quitefio el 28 de mayo de 1536 y desde ese d!a ejercio, su autoridad sabre la ciudad. (21). Uno de ous actos mas signif~cativos en el desarro1~o de posteriores acontecimientos fue el. de privar a Belalcazar de los pueblos de indios que ten!a en encomienda, as! como de los solares que po-­ se!a en la ciudad y de los yanaconae. Ante estos acontecimientos y creyendo ver en ellos un reflejo de hostilidad por parte de - Francisoo Pizarro bacia Be1a1oazar, los partida­ rios de este Ultimo ee apreeuraron a intentar d! sipar los receloe de Pizarr6 acerca de las verd~ deras intenciones de BelalcS.za.r en su viaje de • conquista. hacia las tierras del. Norte de Qui to·. Esta movilizacion de los partidarioa de Belaloa­ zar, unido al. conocimiento de que la corona apo­ yaba y alentaba l.a labor conquistadors de esta W. timo, hizo variar l.a tactica de Pizarro y le obl.igO a redactar una nueva provisiOn en los He­ yes a 6 de abril. de 1537 en que dice que no es - 400 au. intenciQn pri. var a Bel.al.catzar dr-~ a us tierras e indios, cuya poaeeion ~e confir~ y manda ae l.e devuel.van a au regreao a Q~to. Igua1mente 1 dec~ara que el. nombramiento de Pedro de Puel.l.es como au teniente en Quito debe entenderse Unioa­ mente en ausencia de Bel.al.oaz~. La primera oonstancia oficial. del. regreso de,Bel.a1~zar a Quito es e1 acta edil.ioia de 7 de Jul.io de 1537 (22 )·• Bel.al.cazar compareoe y ha.ce constar como,· en nombre del. Gobernador Pizarro, ha conquistado y pacificado 1a provincia de Quito y l.a de Quil.l.aoinga. No pareoe que Bel.al.oaza.r - pienae permaneoer mucho tiempo en Quito ya que en el. acta de 29 de julio dice que esta pronto a p~ tir a fundar l.a Villa Viciosa de l.a provincia de Hatum-Llacta, de lo que volveremoa a tratar con mas detenimiento a1 ocuparnos de los probl.emas - acerca de la fundac~ de Pasto. Preside todav!a, no obstante, las reuniones del. cabil.do haeta el. 8 de agosto de 1537 (23). Entre esta fecha y el. 20 del mismo mea sal.e Bel.ala&zar de Qui. to para 401 su segunda expedici,&n al. Cauca:. El 20 el CabiJ.do comisiona al. AlcaLde Juan Padilla y a los regid~ res Sarmiento y Va1dez para que requiriesen a -­ Belal.cazar que "es ido a eooorrer J.as provincias de Quill.acinga ••• que no salga de la tierra e vuel. va a residir en esta Vil.la'e'e'• e que si l.e paresciere que cumple el servicio de Su Majestad, no poder quedar, por ir a sooorrer aquellae civd~ des e jornadas que Su Magestad ~e manda que con­ tinue ••• que mande aJ. Capitan Pedro de Puelles - pues el. sefior gobernador en su ausencia l.e prov~ y~" (24). Si no lo hace asi, amenazan con quej~ se al Rey o a Pizarro'• En virtud de este requerimiento, Belal.a£­ zar vuelve a Quito y estA presente en las sesio­ nes del Cabildo el d!a 30 de agosto. Pone todo - su empefio en convenoer a1 Cabildo de la neoeei-­ dad de defender las fronteraa del territorio de Qui to. Por :r!n, en los primeros d!e.e de marzo de 1538 (25) sale de Quito para su tercera y .~tima 402 expedician al. Cauoa, que es en real.idad l.a segunda., puesto que la de agoa~o de 1537 apenas si fu& ini-­ ciada1o Bel.al.c&zar avanza haaia. l.as fuentes del. Cau­ oa y m£a tarde bacia l.as del. Magda1ena• Por mandata suyo sus capitanes Ampudia y Aftasoo exploran l.a CO£ di.l.lera y funda.n l.a oi udad de Timan&. En 1as riberas del. Magda1ena conooe l.a 11e~ da a aquellas tierras del. l.ioenoiadc' Jim&nes de Qu!, sada y del. aleman Federe~. Aliado oon e11os para continuar l.as oonquiataa, oonoce el. envlo por Piza­ rro de Lorenzo de Al.dana para prendP ~e~ Movido por el.1o y por el. deaeo de mostrar sus ~Jnquistaa ante 1a Corona y consegui.r honoree y tierras de goberna­ ci.6n, em.barca hacia. la Pen!nsul.a:. Es aaali como Bel.B! oazar abandona momentaneamente sus conquistas'o 403 NOTAS AL CAPITULO VIII 1).- Libro Cabildos Quito, 1934, I, 60 - 61 2).- Friede, Juan, 1957, VII, doc. 1112 3}.- Libro C.Q., 1934, I, 70 4 )·.- Herrera, A.. 1945, Daoada VI,· 46 5)-.- Libro c.Q., 1934, I, 76 - 77 " " t tt' 263 - 7).- Col'o Mufioz, T'. LXXX 8).- Lib'. c.Q.' 1934, I, 106 9).- Col.·. Jtlufioz. To LXXX 10)- Castellanos, ~. de, 1932 1 II, 137 11)- Saftudo, JosA R.,· 1965, 1.0 12)- Colecc~n Documenta1, P• 69 13)- Libro C.Q., 1934 1 I, 155 14)9 Fern8ndez de Piedrahita, 1942, 218 15)- Herrera, A. de, 1945, Dacada v, 150 16)- Fernandez d~ Piedrahita, 1942, 366 17)- Herrera, A. de, J.945, Dec. V, 1.50 1.8)- Jijon y Caamafio, 1936, 147 19)- Fern8ndez de Piedrahita, 1942 1 218 404 2o)·~- Jij&n y Caamaflo, 1936, 148 ~ 2J.)·c.- Libro CoJ.•• '·· 1934, :I, J.67 - 171 22 ) 1 .- .. .. .. .. "• 273 ' ' 23 )'~- Lib': - - -c.Q •• 1934, I, 287 24)'.- " .. " ' 293 - 294 • t t - - - 25)t.- n ' .. ' .. , 375 • Cup!tulo IX :S5TABL:SCII'1:IEUTO DE LOS ESPAilOLES 405 406 a) PRIMEROS ESTABLECIMIENTOS Frente a las numerosaa y pequefias concentra-­ ciones ind!genaa, los pobladoa espafioles fueron muy eacasos. Para la e1ecci6n del asentamiento no pare­ ce que se guiaron por un criteria geogrSfico, sino econ6mico o estrategico. Las poblacionea dependien­ tes de 1a Audiencia de Quito hacia el. Norte y, den­ tro de la zona que nos interesa, por ser au centro vi ta1 San Juan de Pas to, 1o mismo se fundaron en Z.Q nas excesivamente cBlidaa como Mocoa y San Juan de Trujillo (hoy Iacuande), que en aitioa templadosco­ mo Madrigal (el prehispanico Chapanchica) o en lugg res mas bien ·ai~d.os (San Juan del Pasta y Al.ma9.uer) Viendo en el mapa au actual 1ocalizaci6n diriase que intentaEon establecer una red de enlaces en la direccion de los cuatro puntas cardinales. Su obje­ tivo debio de ser econ6mico, pues los productos agrlcolas y mineros ae combinaban perfectamente pa- ra el intercambio comercial. Los primeros mementos del asentamiento no fu~ 407 ron faciles sabre todo en lo que respecta a Madri­ gal, que termino por desaparecer en una incursion de los indfgenas que asesinaron a los habitantes - hispanos y quemaron la poblacion; y en San Juan de Pasto, ·en donde los indios andaban en contfnuas ~ blevaciones de las ~ue se tratara mas adelante. Describiendo brevemente estas ciudades Lopez de Velasco (1} nos dice que A1maquer, estaba situ~ da a 20 leguas de Pasta. La poblo el capitan Alon­ so de Fuenmayor por los afios 1551 6 52, es decir, casi 20 anos despues que Pasto. E1 lugar era apro­ piado para la agricultura y hab!~ abundancia de oro. Tenfan algo mas de ).600 indios tributaries y 33 encomenderos en la jurisdiccion. Lo que indica que en los primeros tiempos de la conquista debio de estar muy poblada. Los hispanos utiJ_izaban a eE tos indlgenas para la agricultura, las minas, la - construccion y para llevar las cargas de los viaj~ ros que iban de Pasto a Popayan, pues el camino era tan escarpado que no podrfan utilizarse las r~ 408 cuas. Parte de los indios que entraban dentre de - su jurisdiccion eran quillacingas. San Juan de Trujillo, estaba eituada en el - camino que por el Norte sa abria paso mas facilmeE te hacia el mar. Con mas de 4.000 indios encomend~ doa .entre 22 vecinos. Fue pobl.ada por Ju2..n de Mad~ llin. La region era templadat casi calida y muy a~· ta para la agricu1tura. Agreda, tambien conocida por M81aga. La pablo Pedro de Agreda en 1563 y tenia 24 encomenderos, - con 3.000 indios tributaries. Su mayor riqueza era la abundancia de oro. Posteriormente tom6 el nom-­ bre de Mocoa, que as el que ha perdurado. Estaba - situada en una region de clima ,an cBlido que hacia dificil su habitabilidad, pero el sefiuelo del oro - atraia siempre nuevas vecinos. Como puede desprenderse de lo anteriormente - expuesto, el punto focal de donde partieron los asentamientos fue San Juan de Pasta que, desde el - 409 memento de su establecimiento se constituy6 en el centro coordinador de los futures asentamientos. Esta ciudad fue tambien la primera en fundarse,p~ ro como las circunstancias de este acontecimiento f1-teron ten complicadas que ·hasta hoy existen dis­ cusiones acerca de quien, cuando y como se fund6o Va estudiado el problema en un apartado exclusive en el que la documentaci6n que se presenta puede aclarar de un modo definitive la cuestiono 410 b) LA FUNDACION DE LA VILLA DE SAN JUAN DE PASTO Es ardua la cuestion que se ha planteado con respecto a las circunetancias de 1a fundaci6n de - esta villa, la cual, desde su aparici6n, ee const~ tuyo en centro politico, comercial y cultural de - las regiones de pastoe y quillacingas y, posterio~ mente, en capital de toda la zona que hoy compren­ de el Departamento de Nariffo. Hasta 1559 aparece nombrada, unas veces como Villa Viciosa de la Concepcion de Pasto, otras co­ mo Villaviciosa de la Concepcion y otras como Vi-­ lla Viciosa de Paste o, simplemente, Pasta. A par­ tir de esta fecha, por cedula Real de 17 de julio, sera llamada San Juan de Pasto, hasta la epoca de la Independencia, en que adopta definitivamente la denominacion de Pasto. Me per.mito hacer esta acla­ raci6n para.que la diversidad de denominacionea,­ no induzca a confusion. Son tres figuras de conquistadores las que 411 reclaman el merito de haber fundado esta ciudad: Sebastian de Belalcazar, Pedro de Puelles y Loren­ zo de Aldana. ESTUDIO DE LA DOCUMENTACION ENCONTRADA Pretendo dar una nueva luz sabre este tema de discusion, por media de un analisis detallado - de documentos ya publicados y la aportacion de otros nuevas qu.e, por su calidad, pueden ayudar a aclarar la cuesti6n. Como norma general se ha venido aceptando lo que Cieza de Leon escribi6 al respecto: "La villa - viciosa de Pasta fundo y pablo el capitan ~ed~o de Aldnna en nombre de su majestad, siendo el adelant~ do don Francisco Pizarro su gobernador y capitan ~ nral de todas estau provincias y reinos del Peru, afio del Senor de 1539 enos; y el dicho Lorenzo de Aldana, teniente general del mismo don Francisco Pi zarro, del Qui to y Pa:.:rto, Popay8.n, Timana, Cali, AE- . a 412 cerma y Cartago. Y gobernandolo el todo par su per­ sona y par los tenientes que el nombraba, segUn di­ cen muchos conquistadores de aqt: ,'llas ciudades, el tiempo que el estuvo en ellas mi1·6 mucho el aumento de los naturales y mand6 siempre que fuesen todos - bien tra tados•• ( 2) • A1 haber pasado Oieza par alli poco despues de esta fecha, y dada la seriedad de cronista, su testimonio parecla. incostraatable, ya que las info£ maciones que daba eran recogidas directamente sobre los territories que viaitaba. Esta afirmacion de Cieza ha tenido caracter de axioma. entre la mayor parte de los historiadores de esta parte de la ac-­ tual Colombia, incluso entre los habitantes de la - ciudad, quienes a traves de los siglos, al conmemo­ rar el aniversario de la fundaci6n de la ciudad, han exaltado la figura y gesta de Lorenzo de Aldana. Sin embargo, la pugna par atribuirse dicha f~ndacion surge ya en los mismos tiempos de la con­ quistao 413 a) CANDIDATURA DE BELALCAZAR El 7 de julio de 1537, sa presenta Sebastian de Belalcazar ante el Cabildo quiteflo, en campania de los alcaldes Gonzalo D1az de Pineda y Juan de Padilla, para tratar temas tocantes al servicio del rey y a la villa de Quito. En esta misma sesi6n hablo acerca de como en nombre del gobernador Bran­ cisco Pizarro, habia pacificado la provincia de Qu_! to y las demaa de Quillacinca, en donde hab1a pobl~ do esta villa (Quito) y otras dos ciudades (3). Pos-teriormente, el 29 de juJ.io del mismo affo, dec1a, tambien ante el Cabildo, que estaba de part_! da para ir a fundar la 11 Villa Viciosa de la Hatun­ Llacta", que, segU.n Alf'onso de Jerves, es la prov)£! cia de Pasto (4). Efectivamente, Belalcazar no vueJ ve a a.pc.recer en el Cabildo desde el 8 de a.t;osto hasta. despues del 30. El Cabildo comisiona al alcal de Juan de Padilla y a los regidores Hernando Sar-­ miento y Melchor Valdes para que llamasen a Belalc~ ·~·· 414 zar, "que es ido a socorrer las provincia.a de Quil~ cinga", para que volvieae a Quito y encomendaae es­ ta empresa a Pedro de Puelles. El Libra de Cabildos da, desde el 13 de agosto, como no presente en Qui­ to a Belalcazar y el 20 de este ·mea es la fecha del acta edilicia en la que se requiere a Belalcazar porque anda de camino para hacer lo mismo que Pedro de Puelles que es el que e1 acta cita como ido a s~ correr las provincias de QuillacL~ga. De Belalcazar dice exactamente" •••• que se escriba al dicho capi­ tan Sebastian de Belalcazar y juntamente se le re­ quiera que no salga de l.a tierra y vu.el va a residir a esta villa •••• y que si le pareciese que cumple al. servicio de au Magestad no poder quedar por ir a socorrer aquellas ciudades y jornada que su Mage~ tad le manda que continue, y que mande al Capitan - de Pu.elles •••• " (6). Las afirmaciones de Belalcazar para arrogarse la fundacion de Pasta aparecen apoyadas por varios 41.5 documentos que he encontrado. El primero de ellos es una informacion de meritos y servicios de HernG:!! do ae Paredes, fechada en la ciudad de los Reyes el 6 de marzo de 1572. Entre los teetigos que este pr~ santa, aparece Antonio de Ribera, vecino regidor de Quito, quien testif'ica que el dicho Hernando de Pa­ redes fue con Belalcazar a descubrir y poblar Pasta Popay6n y Cali. Estas afirmaciones aparecen apoyadas en el mismo documento per Francisco de la Torre, - procurador de la Real Audiencia de Lima, quien ase­ gura que le vi6 servir en la conquista de Pastoo Lo mismo afi:rma Juan D:laz Carrillo, vecino de Puerto Viejo y Ms.rtln de Parada, residente en Lima (7). El see,'1..lndo documento esta fechado en Santa Fe el 17 de febrero de 1583, es una descripci6n de la comarca de Pasta que hace el licenciado Francisco - Guillen y en ella asegura que npoblola el Adelanta­ do Bel.alcazar" (8). El atriuuir la f'und.aci6n a Belalcazar, ha te- ..... 416 nido muchos adeptos, incluyeildo entre ellos al. hoy despreatigiado Juan de Velasco, quien dice que Be­ lalcazaf deshizo en tierra de los pastas au prime­ ra fundacion de Madrigal, hecha en 1536, para ha-­ cerla en el valle de Atria, con la gente de Madri­ gal. Esta afirmacion, aunque Velasco no dice de donde esta tomada, podria haber tenido algUn valor por pensar que hacia eco a a1 guna opinion o referen cia, pero inmediatamente despues ag ·ega que la enc~ mend6 a Lorenzo de Aldana, con l.o ~~e pierde todo ~ su valor para contar con ella1 por l~ cantidad de - errores que acumula. Otro de los documentos hallados es una infor­ macion de m.eritos hecha par Francisco de Belalcazar hijo del adelantado (9), que comienza diciendo: "Que al dicho adelantado, mi padre, y a mi, y a los dernas sus hij os se nos ha hecho y hac e un grande agravio por los que han escrito historias de los descubrimientos y casas pasadas en las Indias •••..• 417 ••... , estando en la dicha ciudad de San Francisco de Quito, tuvo noticia de un cacique que se decia Atavalo, cerca del rio Angasmalo, que era muy rica y muy buena para poblar, acord6 de ir descubrir la tierra. Y asi puso en orden lo necesario y envi6 a San Miguel por gente. Y como a J.a fama del Peru \ri nierOL mltChos, aunque pobres, recogio mas de trea­ Cientos hombres y les dio a los que eran para hom­ brae de a caballo, caballos y yeguas que hizo traer de su casa que tenia en Nicaragua, y aderez6 hatos de pv.erros, que asimismo habia hecho traer de la costa de nicaragua, y partio de Quito y fue sobre Atavalo y paso el rio de Angasmalo y anduvo descu-­ briendo la tierra que dice Pasto y poblo allf. un l~ gar, yr.. Je allf. paso a la provincia de Cali ••••• tt. l - En un "Ensayo de investigaci6n biogr8..fica sa­ bre el Adelantado Sebastian de Belalcazar", Octavia Nogales Hidalgo hace menc ion a un do cum en to, sin f~ cha ni firma y que se encuentra solo en su principia ( 1 0), el cual refiere que "Belalcazar poblo el pri- mer pueblo del Peru, l.lamado San Miguel de Tanga.rar donde qued6 por teniente de Pizarro, y que teniendo noticaa de "El Dorado", partio con au gente a Bio-­ bamba y supo que hab:la entrada don Pedro de Al.vara­ do con mucha gente e hicieron concierto con don Pe­ dro AJ.varado, el cual se volvi6 a Guatemala. Con- - quiat6 a Quito, fundandolo en 1534, y envi6 a su c~ pitan Pedro Dafiaaco, hacia el valle donde estaban loa 'quillacingas' donde fue fundada la ciudad de San Juan de Pasto, y teniendo noticias de esto man­ do mas gente con el. capitan Ampudia, los que descu­ brieron hasta el rio grande Cali, adonde se lea re~ ni6 el capitan Belalcazar •••••• " b) OBJECIONES A BELALCAZAR Y CANDIDATURA DE PEDRO DE PUELLES. Muy pronto, surgen objeciones a la figura de­ Belalcazar como fundador de la villa de Pasta. El primero en hacerlas cronologicamen te, a parte del mi~ I 1': 419 mo Puelles y, segUn la documentaci6n que he encontra do, es Pascual de Ardagoya, el gobernador de la pr~ vincia del Rio de San Juan. Andagoya, a fines de 1537 se hal.laba en Madrid, aprovechando la circuns­ tancia de que el Licenciado Gaspar de Espinosa, go­ bernador de la provincia del Rio de San Juan, situ~ da al Oeste de Colombia, habia muerto en agosto de eae mismo ano, solicito y obtuvo dicho cargo porReal. Cedula de 20 de diciembre de 1538, con el privile-­ gio de Adel.antado y titulo de Capitan General (11). ·Emprendio viaje y lleg6 a las costas pacificas colo~bianaa el 3 de mayo de 1540 y alli, creyendose ya en su gobernacion, dej6 una guarnici6n en una b2 hia que bautiz6 con el. nombre de La Cruz, lugar do,!! de, posteriormente, se fund6 el puerto de Buenaven­ tura y em1Jrendi6 CEunino hacia el. interior con el resto de su tropa. El 10 de mayo de 1540 lleg6 a la ciudad de Santiago de CaJ.i, en donde encontr6 una - favorable acogida por parte del Cabildo, con excep­ ci6n de una debil resistencia de alb~Os capitanes ·~. 420 partidarios de Eelalcazar, ya que el Unico que po­ dria haberle hecho frente abiertamente era el cap~ tan Jorge Robledo y en esoa mementos ae hallaba en mision de campaffa por 1a region del Cauca. Andago­ ya, quiza por encontrarse con ese eatado de cosas, .cometio el-error de querer anexionar a au mandate los territories de Popayan y se hizo reconocer co­ mo gober.nador en esta y otras ciudades; concretam~ te en Pasta fue aceptado como tal, el 29 de agosto de 1540 (12). Poco duro este estado de casas, ya que Belal­ cazar, arreglados sus asuntos en Espana, regreso, - provisto de au titulo de Gobernador y Capitan Gene­ ral de la Gober.nacion de Popayan, ya desmembrada del PerU por Real Provision de 10 de marzo de 1540, y lleg6 a·santiago de Cali dispuesto a reivindicar sus derechos, el 24 de febrero de 1541 (13), dla en que Andagoya quedo desposeido del gobierno de estas tierras que~ por otra parte, nunca habian estado ~ ·cluidas en su demarcacion. 421 Aunque la l~gitimacion per parte de Belalca-­ zar fue aceptada unanimementet tardo algunos ~eses en aplicarse; todavfa a fines de mayo del mismo afio al otorgar un reg~niento en Pasto a Hernando de Qu~ r6s, se sigue enmarcando a la ciudad de Pasto den-­ tro de la provincia del Rio de San Juan (14). Estos acontecimientos motivaron que Andagoya, en su Relaci6n, hiciera aparecer por primera vez oficialmente el nombre del tercer presunto fundador de la Villa Viciosa de la Concepci6n de Pasto: 11 ••• Desde Popayan Norte Sur esta la villa de Pasto. 38 leb~as que poblo el Capitan Pedro de Puelles por mandata del Gobernador Francisco Pizarro: esta en mi gobernacion" (15). La candidatura de Pedro de Puelles ha sido,si no desestimada, si dejada un poco de lado en cuanto a la buequeda de pru.ebas que la demostraran. La af~ macion tie Cieza respecto a Lorenzo de Aldana parec!a tan fuera de toda duda, que se ha pasado por la 'J I 422 cuestion e~ 1legar a ana1izar1a_detalladamente. Es Jijon y Caamafto e1 primero entre los historia~ dores contemporaneos, en afirmar categoricamente que fue Pedro de Puelles quien fundo esta vi1la - por mandate de Pizarro para frenar a Belalcazar,y lo hizo en septiembre de 1537 (16). Quiza· por ser Pedro de Puelles una figura secundaria entre los conquistadores, no h~ mas datos oficialea de la epoca que reafirmen la cue~ tion y es el mismo quien ha de enc~rgarse de po-­ nerla de relieve cuando llega el :;-1 >men to de recl.§­ mar mercedes en page de sus trabuj .Js. Existe con_!! tancia de que asi lo hace con motivo de solicitar la Gobernacion de Quito y, para ello, alega haber descubierto desde esta ciudad hasta-la costa y h~ ber poblado entre otras la Villaviciosa (17). Es­ te documento no esta fechado. Perc he encontrado otro, esta vez fechado, en que no es Puelles quien reclama para si el honor de la fundacion de la v~ 423 lla, sino el regidor de Quito Pedro Martin Montane ro, que hace la reclamacion pertinente para que Pasto pase a pertenecer a la provincia de Quito y se separe de lade Popayan (18). El documento es un auto ante Vaca de Castro,. durante su estancia en Quito en 1541 en el que Martin Montanaro acusa a Belalc~zar de haberse adjudicedo la dicha villa, cucndo en realidad habia s:i..do poblada por tenientes y vecinos de Quito. Tres mesas despues se continuan los autos en Trujillo y vuelven a pedir a. Vaca de Castro que l2. villa de Pasta sea puesta dentro de los terrninos y jurisdiccion de Quito porque fue Pe­ dro de Puelles quien la conquisto y poblo siendo ~ nien te de Qui to. Que Belalcazar fue despues, se lJ~ v6 a los vecinos por la fuerza para la poblacion de Popayan y con ellos a Pedro de Puelles que alJ_i se encontraba. Ante esto, los vecinos de Quito la volvieron a poblar junto a 1uquerres y Belalcazar basandose - l!, 424 en que estaba al otro ~ado del rio Angasmayo (Gua~ tara) y sin facu1tad para hacerlo la adjudic6 a au Gobernaci6n. ·segU.n exp1ica el documento, los veci­ nos no aceptaron de muy buen grado y solamente ante el temor de perder sus repartimientos accedieron a la decision tomada por Belalcazar. Este documento es de suma importancia, ya que conjuga perfectamente con otros, ya publicados y que no habian aida suficientemente explicados por falta de datos que los confirmaran. De la ver2 cidad del acto de Belalcazar, que al pasar por Pa~ to llev6 consigo a Pedro de Puelles, responde otro documento publicado por Juan Friede (19), en el cual Puelles se presenta en Cartagena el 2 de ju-­ lio de 1539 ante el Licenciado Santa Cruz, como testigo sabre la cuestion del descubr~iento del Nuevo Heino de Granada, y en su declaracion, toma­ da el dla 5 de julio, declara bajo juramenta que - residia en la Villa Viciosa de la Concepcion, que 425 13stab::ut en el term::t.no y jurisdiccion de :F'rancisco Pizarro, a treinta leguas de Quito y que Belalca­ zar p3so por alli y le trajo en contra de su vol~ tado Como Puelles no ve sus trabajos en la con-­ quista compensados en la medida que el cree mere­ car, continua insistiendo en solicitar la Gobe~ cion de Quito y, entre sus meritos, alega la fun­ dacion de la Villa Viciosa de la Concepcion en u­ na rel.::.cion de.meritos y servicios, cuya Probanza inedita hasta ahora, esta fechada en Santa Fe el 14 de abril de 1539. El hallazgo de este documen·oo puede servir para localizar la fecha de la funds­ cion de esta villa, aparte de centrar la cuestion sobre este personaj e hasta ahora casi ol vidado al respecto. La Cedula de Poticion dice: Muy poderosos senores Pedro de Puellee vuestro capitan en la pro­ vincia del Quito.y en la Nueva Gran2da ques 426 cabe la provincia del PerU di~e quel a des­ cuhierto desde la cibdad del Qui to hasta la mar ques mucha tierra e a poblado el Puerto Viejo y descubierto a Cariquez e poblado en el un pueblo de christianos y la villa de - Villaviciosa ••••••••• " (20) En la Informacion de Meritos y Servicios, en la pregunta nQ XV se lee lo siguiente: "XV: iten si sabe vieron e oyeron decir que en este dicho tiempo conquiste muchas pro­ vincias e pueblos que se habia recebido e que no habian venido a dar a au J.I.'Iagestad - la obediencia las cuales puse debajo del - dominio de su Magestad e poble e funde una villa la cual puse por nombre la VillaviciE sa de la Concepcion" (21). A lo cual y en sentido afirmativo contestan - como testigos Melchor de Vadillo, alguacil mayor de Quito, quien.ase&ura que "lo via de ojos", Antonio .,. 427 de Pinas quien dice que estuvo presente y otros varios que lo sabian "de oidas11 Otra prueba en favor de Puelles (22) es la Encomienda que Vaca de Castro hizo a su favor ( vease nota I) En 1559, en la visita que hizo el Licencia­ tlo Tomas Lopez (23) dice textualmente "El primer - pueblo de la gobernacion de Popayan que cae en el distrito del nuevo Reyno de Granada es la villa de Pasto que poblola y descubriola Pedro de Puelles - por comision del r.Iarques Pizarro". LORENZO DE ALDAI\fA La tercera figura en orden cronologico que aparece como fundador de la Villa Viciosa, es la del conquistador Lorenzo de Aldana. Francisco Pizarro, receloso de las· conquistas de Belalcazar, busc6 un pretexto para detener esta 428 Carrera de meritos que conocia iban a desembocar en una nueva gobernacion que se independizaria - de su jurisdicci6n. Decidio enviar a Lorenzo de Aldana con instrucciones de prenderle, encubier­ tas bajo yndaspacho de juez de comision a propo­ sito de las diferencias que habfa tenido con Pue­ ll~s, deapacho que iba a aervir de sefiuelo para-· las verdaderas instrucciones que ~ran una acusa-­ ci6n de que durante su gobierno en Quito como te­ niente, habia dado lugar a males ·!;~atamientos a los naturales, habia permitido que los soldadoe convivieran de modo deshonesto con mujeres ind1~ nas, anadido a eato la prision dE. que habia hecho objeto a Pedro de Puelles, le acu~aba de haberle desobedecido con intenci6n de apropiarse del go-­ bierno de la provincia (24) Los amplios poderes que otorgo Pizarro a L~ renzo de Aldana como teniente general de goberna~ dar de las provinciasnde Qui to e Quillasinga. e - sus comarcas"- (25), incluian· la facultad de repa£ 429 tir los CErgos de teniente de las provincias en­ entre aqu.ellos que hubieran servido en ellaso L=!-~ vaba Ald~Jna, por ultimo, otro despacho para qtte, en caso de que Belalcazar se negara a dejarse coE 1ucir preso a Los Reyes, los capitanes Juan de ~ pudia, Pedro de Afiasco y Puelles, fuesen nombra-­ dos gobernadores de ciudades y asi el deseo de mandar, Jes apartara de Belalcazar. Aldana emprendio viaje, y al llegar a Tom2 bamhs, vio que los partidarios de Pizarro eran p~ cos, y como las noticias que le llegaban de Quito eran p3recidas, depuso en este lugar al teniente Diego de Torres y puso en su lugnr a Gonzalo Diaz de Pineda; mand6 aprehender a Diego de Sandoval y a Cristobal Daza, acusandoles de reclutar Gen­ te _;:ara la poblacion y conquista de Popayan, lo CU.']. esta.ba en contra de las ordenes de Pizarro. Fue a ~lito en donde tom6 posesion publicsmente - del careo de Goberno.dor, el 9 de noviernbre de 1539 ( 26) o Despues de poner cn·(1en en la administracion y GOhierno de la ciudad y desterrar a los partid~ ... n 430 rios de Belalcazar, salio en su busca, dejando a Pedro de Puelles como teniente de Gobernador en virtud de sus amplios poderes. Estuvo Aldana en Quito basta el 20 de agosto de 1538, es decir, so lamente 20 dias. Partio en busca de Belalcazar" •••• sin dar a conocer sus despachos secretes con cuarenta hoB bras, que bastaron con au buena mafia y valor, y - el de Francisco Hernandez Giron, a sosegar los c2 ciques de la comarca de Pasta que andaban ~n gue­ rra y de alli caminadas las 45 leguas que hay ha...§ ta Popayan, llego a tiempo que padecia la ultima mi seria del hambre •••• " ( 27) • De su primer paso por las provinc ias de Pa~ to y Quillacinga, solamente queda este testimonio de pacificaci6n. Como Belalcazar se hallaba en su viaje hacia El Dorado, Aldana se linli to a mandar gente para - que le buscasen y el, entre tanto present6 su titu lc-. 431 lo de gobernador y organizo las comarcas de Cali y Popayan y reparti6 las tierras y encomiendas. Hecho esto, decidio volver a Quito, dejando en su lugar a Juan de Ampudia. Se~lin Fernandez de Piedrahita, en 1539 el - entonces teniente de gobernador de Quito, Gonzalo Dlaz de Pineda, habia pedido y obtenido comisi6n de Pizarro para poblar una villa en la comarca de los pastas y, el 30 de septiembre de 1539 anuncio al Cabildo que venia a las provincias de Pasta a poblar la Villaviciosa de la Concepcion. Cuando emprendio viaje para llevar a cabo - dicha fundaci6n, encontr6 en Guacanquer (hoy Ya-­ cuanquer) a Lorenzo de Aldana que llevaba a cabo la rnisma, que poco despues se cambia al valle de Thirz, puesta en poco mas de media grado de la li nea al norte •••••• " (28). Esta fundacion tuvo que hacerse antes de noviembre de 1539 ya que el 9 de noviembre de ese afio, ·Aldana ya estaba pre-- .... '' 432 aente en el Cabildo quitefio. Por todo lo a.nteriormente ·~xpuesto, puede - verse que la mencion concreta de la Villa Viciosa de la Concepcion de Pasta aparece en documentos - oficia1es numerosaa veces y de una forma contin~ da a partir del 26 de marzo de 1537, muchos antes de que Aldana pasase por all!. CRONOLOGIA DE LAS REFERENCIAS A PASTO EN LOS LIBROS DEL CABILDO QUITEfilO. Para defender o contradecir las candidaturas de los nombres ligados a la fundaci6n de la Villa­ viciosa de la Concepcion, he tenido que recurrir constantemente a las aetas del Cabildo de Qui·to que se contienen en el famoao "Libro Verde". Para claridad y unificacion de todo lo que a la dicha - villa se refiere, convendria hacer aqui una crono­ logla de los hechos que la afectan o de los datos 4 3.3 que de ella se dan en las aetas de este Cabildo. Siguiendo un orden cronologico se pueden de~ tacar las siguientes fechas. 1534.- Pedro de Pue~s estaba en la fundacion de - Santiago de Quito, porque se le piden cuen­ tas como tenedor de Bienes de difuntos (I, 40). 1534.- Pedro de Puelles firma el acta de fundacion de la ciudad el 28 de agosto de 1534 (Toi, 45). 1534.- En el acta del cabildo del martes 22 de di­ ciembre, se menciona que Belalcazar habia - enviado "con el capitan Pedro de Puelles dos regidores de los desta villa que el se­ nor maryscal don Diego de Almagro eligio, ~~e son Pedro de Puelles e Melchior de Bal­ des los cuales an ydo por su mandado a con­ quistar e descubrir e pacificar camino a la 434 ~ar del sur ••••• " ( T. I., p. 60-61). 1535.- En el acta del viernes 25 de junio firmaron Diego de Tapia como teniente de gobernador y capitan general., el regidor Alonso Fern~ dez dijo: "que dicho sefior capitan (por Ta-­ pia) bien sabe como estando en esta dicha vi lla muchos espanoles que al presente son idos a la conquista e poblaci6n de quillaciB ga (propablemente los que £ueron con Belalc~ zar) ••••••• e otros que h~blan ido de antes con Pedro de Puelles a Puerto Viejo •••••• 11 • 1535.- En el acta del 28 de junio, con Diego de Ta­ pia como teniente de gobe~ador, se sefialan como terminos de la jurisc cci6n de la villa de Quito "todos los pueblo£" e provinci9..s que el senor ca-pitan Belalcaza.r sefial6 en dep6sj. to e repartimiento a los vecinos de esta di­ cha villa que se entiende y es por el camino real que va hasta Tumibamba hasta la provin- 435 .cia d~ pamallacta que se entiende la llama­ mas de los ovejeros •••. que esta en el di­ cho camino real -y por el camino de chin bo que va a la mar hasta un pueblo de indios - que se dice en len{:,-'Ua de indios chilintamo de ques cacique del guama, que pusieron por nonbre los espanoles que en el tomaron pas~ sion par esta dicha villa el pueblo de la - cruz cuyos indios el dicho senor capitan d~ posi t6 en Fe·:·nan Sanchez Morillo vecino e regidor desta dicha villa y por la via de quillacinga hasta el rio grande de quilla­ cinga norte sur ques donde llego el dicho - senor teniente (~apia) por mandado del di-­ cho senor capitan e dexo tomada la posesi6n della y aquello y lo demas quel dicho senor teniente tomo posesion e descubrio e dexo p~ cifico ei senor capitan repartio a los ve­ cinos desta dicha villa ••• " ( T, I, p.. 107) 1535.- En un expediente de sefialamiento de tierrns 436 conceden: 11 al. senor capitan e tenyente Pe­ dro de Puell.es una tierra de Cumbaya que - era de Diego de Tapia como el dicho Diego de Tapia la tenia". (Esta cita no aclara que Puelles estuviera presente. No tiene fecha, pero puede auponerse que sea la mi~ ma que en el. repartimiento anterior, 8 de julio de 1535) (T. I., 128). 1535.- El 1unes 27 de diciembre, se hacen los no~ bramientos de Alcaldes y regidores para 1536. Hay un punto ascura porque dice que en esa eleccion se va a hacer "porque el - plaza es muy breve, e el dicho sefior capi-­ tan (Belalcazar) estaba de partida para ir a Condelwnarca ••••• " Puelles no aparece ci tado. (T. I., P• 155). 1536.- El 1g de enero, estaban en el Cabildo Bela1 cazar,los alcaldes etc.(T.I.p.163) El Libra del Cabildo pasa de esta fecha a la del 24 7c I 437 de marzo de 1536, alegando los alcaldes y regidores que no habian tenido papel para asentar las aetas. (Puel1es no firma ningu­ na de estas aetas). 1536.- El 28 de mayo de 1536 apareci6 Pedro de Pue lles quion "present6 en el dicho Cabildo una provision firmada del senor gobernador don Francisco Pizarro e refrendada de Ant_Q nio Picado su secretario •••• ", J.a cual de-­ cia: "Don ~,re.ncisco Pizarro Adelantado CapJ. tan General e Gobernador por su majestad en estos reinos de la Nueva Castilla, etc.,por cuanto en nornbre de su Magestad provey de - mi teniente de la villa de San Francisco de Quito al capitan Sebastian de Belalcazar e por se haber pasado como se paso a la conqu~ ta de Quillacinga condelumarca la dicha vi­ lla quedo sin capitan •••• e porque vos el capitan Pedro de Puelles soys persona de ..,- 438 ,honra • • • • y en ·.guien tengo confianza ••• voa nombro y elijo e proveo de capitan e mi teniente de la dicha :illa • • • (le da toda cJ.ase de poderes y tambien) •••• para ·que podais pacificar e p&cif'iqueis los ca­ ciques e indios que se alsaren e rebelaren e castigallos confor.me a justicia e a los mandamientos reales e a los que no - se obieron traido a su servicio los podais traer a el e hacerles la guerra haciendo-­ les los requerlmientos e aetas que se sue­ len e acostumbran·hacer en nombre de sun~ gestad e las que seais visitada de los ca­ ciques e indios de la dicha (villa) de San Francisco de Quito e sus terminos e juredl cion e cerca del dicho o (ficio) podais h~ cer e hagais todo aquello que los visitad2 res pue (den e) deben hacer conforme a ju~ ticia e a los mandamientos e ordenanzas que p(or mi) estan fechas e de aqui adel9:!} / 439 tc so hicieren para el buen tratam(iento de) los indios " La provision esta fech2 da en San J;1iGUel de PrUJta a 8 de marzo de - 1536 (T. I., po 167-171). 1536.- El 12 de julio esta Puelles en Quito (fir­ ma las aetas del Cabildo. 15 36.- El 17 de Junia Idem. Idem. Idem. 1536.- El 22 de Junio Idem. Idem. Idem. 15 36.- El 29 de Junio Idem •. Idem. Idem. 15 36.- El 10 de Julio pidio Puelles ser recibido - como vecino de la villa de Quito y solicit6 un trozo de tierra de regadio que fue de Diego de Tapia (este habia muerto ya) y otra tierra en Cum bay a, que tambien hab1a - pertenecido a Tapia (T. r., p. 182). 1,5 36.- El 16 de Agosto esta en el Cabildo de Quito 1536.- El 23 !demo Idem. Idem. 440 1536.- ~1 1Q de Septiembre esta en el Cabildo. 1536.- El .20 de Octubre Idem • Idem. . 1536.- No hay mas aetas hasta el 22 de Diciembre y en ella esta presente Puelles (T, I, p. 197). 1537.- El 1Q de Enero esta Puellea en Quito. 1537.- El 3 de Enero Idem. Idem. 1537.- El 15 de Enero Idem. Idem. 1537.~ El 26 de Enero Idem. Idem. 1537.- E1 6 de Marzo esta Puell·~A presente y el ac ta dice: " •••• porque lea consta quel dicho capitan (Puelles) ha comprado las casas del capitan Sebastian de BelF._cazar •••• y que -e dicho capitan (Belalcaza ) se fue desta vi­ lla e provincias mas a de un afio e tenemos creido que no volvera a reaidir en esta di- cha villa como vecino y porque el dicho se- I, 441 i'ior capitan Pedro de Puelles ha residido e tiene de residir en el cargo de teniente por el senor gobernador e porque es recibi do par veci.no desta villa ..... n (T .. 1,228). 1537 .. - 26 do Uarzo. En el Cabildo se nombra a Go­ mez Mosquera escribano publico: "de pedime_!! to de mi •••• e porque yo el dicho escribano Cristobal Rvdriguezvoy con el senor capitan Pedro de Puelles a la Villa Viciosa de la - Concepcion que se ha de poblar" ( T. I, 238). 1537.- El 4 de Abril estaba en el Cabildo Puelles y Rodrigo de Ocampo, regidor perpetuo, dijo: n ••• que por quel esta de partida para irse a residir y avecindar a la villa de Pasto y para ayudar a conquistar e pacificar la di­ cha provincia por lo cual no puede residir en esta dicha villa ni usar el dicho oficio de regidor perpe·tuo •••• 11 ( T. I, Po 243). 1537 .. - Pedro de Puelles es·ta en el Cabildo el 30 - ... '· 442 .P.e Abril ( T. I, p. 245). 1537.- Puellee no vuelve a aparecer desde el 30- de Abril, perc el 18 de Junia se habla de que "por cua.nto Rodrigo de Ocampo regidor perpetuo de eeta dicha villa es ido a po-­ blar e ayudar a conquistar la Villa Vicio­ sa de Paste y puede haber dos meses poco - mas o menos que renunci6 •••• 11 (T. I.p.259) 1537.- E1 18 de Junio es cuando se presenta ante­ e~ Cabildo una provision de Francisco Piza­ rro para que a Belalcazar que "parti6 de la dicha villa (Quito) en servicio de su mage~ tad a conquistar e pacificar las provincias que llaman quiJ lacinga que confi--nn.n con Qui to ••• " no le qui tazan sus pueblos de in-­ dios porque "yo provey de teniente en Quito a Pedro de Puelles hasta que el dicho capi­ tan Sebastian de Belalcazar volviese ••••••• par tanto por la presente mando que cada e l ' 443 quru1do quel dicho mi teniente Sebastian de Belrucazar volviese a la dicha villa de Qu~ to. . • • le sean vuel tos y resti·!iuidos todo.s los dichos pueblos e indios •••• " (T.I,264- 265). 1537.- El viernes 7 de Julio aparece Belalcazar­ en el Cabildo y presents unas cartas de P~ zarro, entre las que habla el traslado de una firmada por la emperatriz. Dice que: 11 ha conquistado e pacificado esta provin-- cia de Quito y las demas de Quillacinga donde ahara viene donde ha poblado esta vi lla y otras dos ciudades por todo el gobe£ nador don Francisco Pizarro •.•• y ahara ha llegado del descubrimiento y poblaci6n ••• 11 ( T. I, 27 3). 1537.- Miercoles 8 de A&osto. Rodrigo de Ocampo­ va a ser sustituldo como regidor de Quito por Diego de Sandoval porque "va a la po-- / (I 444 ~1aci6n de Villa,Viciosa de la Concepcion 11 ( T. I, 287). 1537.- Lunas 20 de Agosto. En el Cabildo se tra­ t6: "por cuanto en esta illa estaba por teniente de gobernador E4. capitan Pedro­ de Pu.elles y toda la tierra estaba pac i.:fJ: ca y servia y con la venida delseffor cap1 tan Sebastian de Belalcazar que de antes tenia el dicho cargo y tenia la tierra de 1a misma manera expir6 el cargo del dicho capitan Pedro Puelles y es ido a socorrer las provincias de guillacinga y ahora s~ tiendo los naturales destas provincias que el dicho capitan Pedro de Puelles es ida fuera de ellas y ansi mismo el dicho capitan Sebastian de Belalcazar anda de camino para hacer lo mismo y viendo las novedades y poco asiento de los espaffoles y los malos tratamientos que resciben en sacallos fuera de ia tierra y desnarallos t, 445 (desnaturalizarlos), de cada dia matan (a) los espafioles por los caminos y (a) los negros y criados de los espaffoles, y se dicen que recogen comida y se han come~ zado ya a alzar •.•• , acordaron que para­ que Dios nuestro Senor y su Magestad sean servidos y la tierra no venga en mas dis­ minuci6n, que se escriba al dicho capitan Sebastian de Belalcazar y juntamente se - le~uiera que no salga de la tierra y vuel va a residir a esta villa para que la teE ga en la quietud que ~e antes la tenia, y que si le pareciere que cumple al servi-­ cio de su magestad no poder quedar por ir a socorrer aquellas ciudades y jornada que su magestad le manda que continue, y que mande al capitB.n Pedro de Puelles, y si necesario fuere le ponga pena (para que) vuelva (de la villa de Pasto a la de Quito) a residir a esta villa, pues el s~ fior gobernudor en su ausencia le provey6 446 y_estando el aqui esto estara seguro y el dicho senor capitan podra ser muy mejor proveido •••• y que los seaores justicia y regidores pedian al dicho capitan Pedro de Puelles, no queriendo el dicho senor - capitan Sebastian de Belalcazar quedar en > la tierra 0 se quexaran de el a su mages ' - tad o a1 dicho s_e~or gobernador (Pizarro) y pediran persona conveniente para esta - ~illa o la proveeran mientras el dicho s~ fior Belalcazar estuviere ausente ••• (T. I 293-294). 1537.- El 1Q de Septiembre, Balalcazar, con los alcaldes y regidores, establecieron los terminos de la villa ci~ Quito "hasta el rio de quillacinga e hasta los cafiares e se acordo que se defiendan los terminos deata dicha villa e nc consientan ser de~ poseidos de ellas" (T_ I., 297). 15 37.- Miercoles 5 de Septieml-Jre. Estando Belal- J' -·· , '. 447 cazar "en este dicho dia en este dicho - cabildo se ley6 una carta que envi6 Pedro de Puelles desde Pasta. Este mismo dia - es cuando en el cabildo piden a Belalca­ zar que no consienta que los vecinos de­ jen la vilia porque Belalcazar se queria llevar c•1nsigo a gente y este viaje de Eelalcazar es hacia el norte, le dicen exactamente tty que ya que su merced qui~ re llevar dos o tres personas vecinas - que le acompafien no sea mas o su merced lo provea de manera que en esta villa -­ quede recaudo ••• " (T. I., 299). 1537.- El 18 de Septiembre Belalcazar no quiere que Rodrigo de Ocampo vaya a la conquista y pacificacion del Norte, por lo que Oc~ po pide que se le renueve su oficio de regidor, pero tampoco se le concede. 1537.- El 19 de Septiembre, Belalcazar nombra co mo teniente suyo a Pedro de Afiasco. 448 1538.- El juevee 7 de Febrero, Belalcazar anuncia que va "en socorro de las ciudades de Po­ payB.n e Cali e sus comarcas" • • • ( T. I., 362). 1538.- El viernee 8 de Febrero deja como su te-­ niente a Diego de Torres. · 1538.- El 4 de Marzo prohibe BelalcB!zar que "to-­ das e cualesquier personas que vinieran (conmigo) de quillacinga no dejeis ir a la costa salvo el padre beneficiado a Melchor Fernandez porqde asicumple a la poblacion de la tierra. so pena de cien pesos de oro • • • • • u ( T. I • , 37 5 ) • 1538.- El 23 de Abril se trata en el Cabildo de que cuando Belalcazar volvi6 "del descubr~ miento de Popeyan e Calin y enci6 a Piza-­ rro una relacion do sus descubrimientos, - con Cristobal Daza y con el padre Ocafia,e~ te ultimo al volver no dejo provisional~ 449 na para Belalcazar "antes a dicho en publJ ca plac;a que si el senor gobernador enbia­ re a entralle en lo que tiene descubierto que con una carta que tyene de nuestra se­ nora la ernpratriz le requyera a no entre en la tierra ••• lo cual es en gran dafio­ del dicho senor gobernador e del dicho ca­ pitan Bel_alcazaru. Los del cabildo preten­ den ocultarselo a Belalcazar y a su gente, pc.37, puede verse c1ar.amente que es una apoca en que Pue11es 1 por encargo mas 0 manoa abierto de Pizarro, se dedi­ ca a minar l.as bases que, para arrogarse 1a au­ toridad de todo este ~erritorio, hubiere pueato Bel.al.~zar. Para ello, era importante e1 que _... Puellee, en nombre de Pizarro, hubiese hecho una fundacian en e~ mismo oora.zan de l.os terri­ torios cuyo descubrimiento se arrogaba Be1a1~ 463 zar: este pudo ser e1 objet~vo para el que se fund& nuestra villa en un primer momenta por P~ dro de Puelles. Natura1mente, Be1a1oazar aguard~ ria el memento de sacarse esta espina, cosa que hace cuando, camino de su segundo viaje a1 Cauca, pasa por la ciudad, prende a Puelles y ee lleva a todos sus habitantes. Si aLLL ha habido a1guna fundaci6n, no debe quedar constanc~a de e11o, -­ sino tan solo de que .81, Bele.J.cazar, ha. explora­ do, sometido y pob~do toda 1a zona donde este y otras flUldaciones pueda.n rea.J.i.zarae·. En cuanto a Lorenzo de Aldana, au mi.siQn aeria mas que 1a de fundador, la de repoblador, pues a1 paear por all! en seguimiento de Bela1c.&zar, pudo repoblar y asentar definit~vamente la fundaci6n de la ci~ dad por cuanto su emplazamiento era excel.ente y muy necesario en un camino aspero y dif!ci1 como era e1 de Quito a Popayan donde Pasto era, casi obligatoriamente, el descanso a media camino y el. granero y al.macen para cual.quier expedicion o .. " 464. tropa que poraque11os territories se viese ob1! gada a tranai tar, de 1o cua1 veremoa abundantes pruebaa en e1 mismo sig1o XYI, principa1mente en 1aa idaa y ve~das del. Virrey B1asco NQftez Vel.a en l.a guerra con Gonza.J.o Pizarrot• • 465 C) PRIMEROS POBLAOOHES, PROCEDENCIA Y DENSIDADo Los nombres de Diego de Tapia, Pedro de Afta~ co y Juan de Ampudia deben coneiderarae Unicamente como exploradoree de la regi~n y au labor como pre­ paradora de la conquista. .Belal.cazar debe ser cons! derado como conquistador. La primera figura que puede ser considerada como poblador ea la de Pedro de Pue11ea quien, ap~ te de la fundaci&n de la ciudad, permanecia en e11a desde mayo de 1537 basta marzo de 1538 en que Bel~ c&zar en su aegunda expedici6n aJ. Cauca, llega a Pasto y le lleva consigo·. Testimonio de ellos es au. declaracion ante el Lioenciado Santa Cruz en Carta- gena el 2 de julio de 1539, en que se presenta como teatigo aobre el desc~brimiento del Nuevo Reino de Granada y, en su declaraci~, tomada el 5 de julio, asegura bajo juramenta que resid!a en la Villa Vi­ ciosa de la Concepci.&n 11 a 301eguas de Quito" y que Belalcazar paso por aLL! y le trajo en contra de au 466 vol.unta.d'. Le sigue el eacribano publ.ico Criatoba1 Ro­ driguez qui&n renuncia. a. au oficio en Quito para - a.compaffar a Pue1J.es a 1a ooupaci&n del. territorio de Pa.sto y pudiera ser que partiese antes que Pue- 11ea, ya que no apareoe en J.as aetas oapitu1ares - des de e~ 2 6 de ma.rzo de 1.537 en que hi zo renunoia de au cargo en Go.mez Mosqlleret. (32) E1 tercer personaje que decide marchar a Pa~ to para aveoindarse ~ es e1 regidor perpetuo Ro­ dr~go de Ocampo quien renuncia de au ofioio en Mar­ tin de la Calle "~~·. ~ porque &1 esta de partida para yrae a residir y avezindar a la Villa de Pasto y p~ ra ayudar a cpnquistar y pa.oifioar J.a dicha provin­ c~a, por lo cua1 no puede residir en eeta dicha Vi­ lla •• ·."(33). Y efectivamente va aJ.U, como l.o test,! monia ia petici&n hecha por Mart!n de 1a Ca11e el. - 18 de junio de 1537 (34) para qlle se 1e reciba como auplemento de Ocampo en el. Cabil.do ya que hacia m&a de doe meses que ~te hab!a partido. Pero Ocampo no estuvo mucho tiempo en Paato esta vez pues el. 31 de 467 diciembr9 de este mismo affo es elegido de nuevo re­ gidor de Quito por Belalcazar. Volvera a Pasto en- 1.539. No nos han quedado mas noticias de los pri~ ~os espafioles que se aposentaron en la Villa Vicio­ sa de la Concepci6n.Como l.a fundaciOn no estaba or­ ganizada en l.a epoca de Puell.es, a1 llevarseloa COB sigo Bel.alcazar en 1538, no han quedado huel.las ni de sus nombres ni de sua quehacerea a.l.l!t. Despues de la asentaci6n definitiva de la -­ ciudad por Lorenzo de Aldana, el. primer nombre que encontramos ee de nuevo el de Rodrigo de Ocampo•. E.!!, , i te fue desde Quito a entregar a Aldana una provision y, una vez asentada l.a fundaoian de la villa, A1da­ na le eligio. como Teniente de Gobernador de ella, - siendo el pri mero en oaten tar este cargo• c. Rodrigo de Ocampo era natural de Madrid y t~ n!a su esposa en Castilla a la que no llev& nunca - 468 a Am$rlca pese a que el no regreso nunoa a Espafi~. Estuvo en Pasto basta mayo de 1541 en que Be1a1c&­ zar le ofreoe unos so1ares en Ca.:l:t·. Eri. 1543, Vaoa de·Castro l.e otorga el. ~go de teniente de gober­ nador de Q_ui to~~ De au gobierno en Pasto no tenemos datos co~ cretoe, pero sabemos que A1dana le elig~ por au c~ noc:Lmiento de los ind:Los de l.a regiOn y l.a manera - de domefiar1os1o El segundo Teniente de gobernador fua Fran-­ cisco Hernandez GirOn que habLa acompafiado a Loren­ zo de Aldana en seguimi.ento de Bel .llcazar y sa que­ d.& en la v:llla, donde, al. de cir de Fe:rn&ndez de Pi.!!, drahita. "traba.j& mucho en esta ret~ian".(34). Su go- ~ . bierno no debi& ser mQy tranquilo, siendo cont:Lnuas las lucha.s con los indios. Inio:LO. una lucha , muy - 1arga y encarniza.da con 1oe qui~acingas. La ocupaci.6n de J.a nueva ciudad debi& ser - 469 bastante popular entre la gente de Quito, sobre t2 do entre aquellos que no hab!an logrado situarse - de modo conveniente. Prueba de e11o ea la preocup~ ci6n del cabildo quitefio por la cantidad de gente que dejaba la ciudad para ir a esta nueva tierra y as! lo ~ifiesta en vista de la ida de Belalc£zar bacia la provincia quillacinga a mediado.s de ages­ to de 1537, apenas acabado de llegar de su primer viaje a1 Cauca, cuando decide requerir a Bela1o£­ zar para que deja ese trabajo a Pedro de Puellee y vuelva n Quitoo (35) PROCEDENCIA. El elemento espafiol. que poblA l.a nueva oiudad proced!a de diversas partes de la Pen!nsula Iberica aunque fueron mas numerosos los que proced!an de Castilla, Extremadura y sobre todo de Andaluc!a. Los primeros apell.idos que aparecen en la ciudad son los de Perez, Moran, Ahumada, Eraso, Bel.alcazar, 4'10 Benavides, Cepeda, Gir&n, Muftoz, Narvaez, ~onae, R~ aero, Sinchez, Z&ftiga. Hacia 1554 contaba la villa con poco m&s de un centenar de habitantes de origen espafiol!. ( 3 6) La bondad del clima y la fertilidad de la -­ tierra eran atractivos fundamentales para los prime roe colonos. A1 contrario de l.o que oourre con los habitantes de Pasto de la primers fQndaoi&n, exis­ te una lista bastante detallada de l.os que se arr~ garon all.L despu&s de la fundaci&n. de Al.dana!"e Vea­ mos algWlOB de l.os o:d.s principeJ.es·. Hern.S.n de l.a EspaJla, nat1.1raJ. de Zafra, fal.J.~ cido en 1.55To Estuvo en la bataJ.la de .Afiaqui to y c~ so; con Catalina Jaram111o que, viuda, oas& con e1 capitan Rodrigo Guerrero, habita.nte tambien de la Villa. Tenia mina de oro en e1 lugar de au apel.lido junto a1 Tambo y fu& suegro del capitan Diego Burb~ no de Lara que cas& en 1559, seg&n consta por es-­ critura de dotaci6n de 20 de julio de 1561 con au- 471 hija Maria; y de Jorge Seco, por ser casado con L~ sa Jaramillo de la Espada. Diego, con su hermano Fe£ nan, esposo de Ana Vazquez Zamora y encomendero de Iles, fueron sefiores de Casa1 en la ciudad de Ocafia e hijos de Diego Burbano de la Calera y de Mar{a de Lara. El capitan Juan de Arguello, espoeo de Ana - Vergara fu~ poblador de Quito cuando se fund& y ~ ta su escribano por nombramiento de Beldba..zar del. 15 de febrero de 1535 y obtuvo de Carlos V escudo de armas por c&dula dada en Vallado1id el 20 de ju­ l.io de 1.5)8, campando un aguila negra y un pefio1. E1 capitan Juan. Rosero de Sol!s que tambi~n vino con Alvarado, fu& conquiotador de Guayaquil., - Pasto y Chapachinca, cas& con Beatriz Lupez y Vaz­ quez, natural de Utrera e hija del gallego Juan Alonso Lopez que, igualmante, fu& conquistador. El capitan Garoi Zambrano, extremefio. . . ,. 472 Luis de Chaves 1 el. viejo, c: .eado con Franci!!_ ca Encinas. Rodrigo Guerrero, natural. d(! Fuente del. Mae!!, tre. Diego de Meneses, abul.ens~. Diego Eaqui. vel., naturaJ. de Sevil.J.a, cu.ya. hi­ ja Isabe1 oaaa con Diego de Benavides, oriundo de Benavides de Le&n~ Rodrigo PQx-ez de G.a1zma.n. e1 Bueno, esposo de Ca.ta.J.ina Z.Ufu.ga. Moreno. Un hijo de estos, del. miamo nombre del. padre, cas& con Mar!a Ortega, or:lunda de GuadaJ.cana.l!. Juan Rodriguez .Armero, natural. de Utrera. El capi t8.n Juan Sanchez de Aya.l.a, natural. de Calera. Juan Cisneros y Ana Martinez, naturales de S~ Villa·. El. esoribano Alonso de Santander. Juan Crespo de Pefiarandn. A esta lista se pueden affadir J.os,cit~ dos en la·Relacion de 1.559 (37), en que con e1 t!tu- 473 lo de conquistadores y pobladores aparecen los si­ guientes nombreo: Mancio P~rez, Galindes, Jua.n S.8.nchez de Je­ rez, Alonso del Valle, Luis P.erez de Leyva, Franci!!_ co de Chaves, Alonso Osorio, Hernando NUffez de Tre­ jo, Juan de Samaniego, Alonso Nieto, Alonso de Vill~ lobes y Juan de Casanas. Con el apelativo de simples pobladoreo parecen otros eiete nombres, en algunos de los cu.ales van especificados sus oficios·. LA FAMILIA DE SANTA TERESA DE JESUS, Mencion aparte merecen los hermanos de Santa Teresa y su descendencia, El pr~mero fua Hernando de Ahumada, el primogenito de Alfondo Sanchez de Cepeda y Beatriz de Ahumada. LLego a America despQ&a de 1530, particip& en la Ex}>edicion de La Oa.nel.a y despue.s ·" se domicili& en Paste basta au muerte, en 1565. To~ parte en la suj~cci~n el sometimiento de J..os !nd!ge nas y obtuvo un repartimiento de tierras,· ni demasi~ 474 do grande, ni demasiado bueno: "a E.:..rnando de Ahu.ID!! ~ , da, Juan !'u.ertes y Juan Armero, se l~s dia;, en l.a. repartici&n de tierras, ~s a l.a cabeza del. 11ano de Mojombuoo, junto a l.as sepuJ.turas"( )'. Aoomp!!_ M a1 Virrey- NMlez Vel.a en sus cam:pafia.s basta la bata11a de Aftaqu.ito, el. l.8 de enero de 1546. Ahu~ de. se refugiQ en Qui to junto con sus dos hermanos: Lorenzo y Jer.onimo y de a1l1. vol.vi.eron a pie a -- Pas to'. Considerado como uno de l.os principales veo~ nos de esta c:iudad, fu.a nombrado regidor perpetuo·. AsistLa a J.as juntas semanales del. Cabil.do, exis-­ tiendo su rubri~a desde Octubre de 1561 basta Ene- ro de 1565'• En 1564 fu.e el.egido para. el. cargo mas honroso: l.ugarteniente de Justicia Mayor. ~4 de julio de 1562 contrajo matrimonio con Gregoria de ZUfliga. de qui.en tuvo su Un.ica hija l.egl.tima, D•;• Bea.triz, que ca.so a.l~ con D. Antonio de Guevara. En 1585, p:ldieron mercedes al. Rey por medio de su tio Agust!n de Ahumada, solicitando en nombre de - / 475 au difQ~to padro algunos o£icios realas o vacacio­ nes de indios. El. Arzobispo de Quito D. ~1ue1 Mar!a Po1it en e:•1 "Segundo estudio Hist6.rico", publicado en - 1.925, ,y extractado por Ar!stide~ Gutierrez, demue~ tra que los restoe mortales de Hernando de Ahumada deben estar en la actual iglesia de San Juan de Pa~ to, conamru!da en el s. XVII sabre 1a primitiva iglesia mayor. Pedro de Ahumada. Otro de los hermanos de - Santa Teresa, estuvo en la conquista de Florida y tambim1 sa avaoindQ en Pasta, en donde contrajo matrimonio con doffa Ana P.erez, a quien Sru1ta. Tare- sa dedica ~Jogio~ en algunae de sus cartas. Se oo~ servan poderao otorgadoR par Pedro de Ahumada a un tal Pedro de Acobo para que pidiera en la Audencia tlel ?-Tuevo Rt)i:n'.J de Gra.nado. una gratificacion por aus servicioa an dichns tierras, diciendo que no pnd!a sustontarse sino m.uy trabajoaamente. En las aetas ca.pi tu:Lares de Pasto apareoe despu .. os de 156~ 4'76 y el 6 de septiembre de 1563, aparece citado en un acta en la que se le asignan tierras en el ejido - de la ciudad. Desempefio el cargo de regidor por - elecci6n del cabildo durante varios afios. Fua mayo£ dom.o del hospital. de la Madre de Dios'• En 1573 r~s! dia todav.!a en Pasto, 1o que podemos comprobar en las aetas capitulares donde sa la oita como enoomen dero·. El. U1. timo dato ee de 1.6 de noviembre de 1575'. En el acta de esta fecha se dice "vecino que fue"'• En efecto, a primeros de este afio, muerta su espo­ sa, salio para Quito y Espafia en un azaroso viaje en el que mueren su hermano Je~mo y el bijo de Lorenzo, hecho que cuenta Santa Teresa a su hermana Juana en una carta. Agust!n Ahumada, Es el. hermano manor. Estu­ vo tambien en la ciudad aunque parece que solo como visitanteo Fue. uno de los empresarios de la conqui~ ta del Dorado. Hernando de Cepeda. Primo de Teresa. Despuas 477 de sus oampafiae de paoificaci&n de indios, pasa a Pasto, donde estuvo bien oonsiderado, Fue regidor, factor,- tesorero de 1a Real Hacienda, Teniente de Gober.nador y Justioia Mayor~ Tom& ~arte activa en toda la campafta contra Gonza1o Pizarro. El Virrey, por au. oel.o 1 l.e nombZ'I\ oapi t&n de gente a caball.o·. Estuvo presente en Affaqu.ito. cas& con una hija de Benal.oazar de 1a que tuvo cuatro lrljos·. En 15651 - es al.cal.de de Pasto, pero en esta misma fecha sale para Qui to. Despu.ae de 1a muerte de au prima Her-­ nando de Ahumada, es nombrado por e1 gobernador de Popay&n, don ~rancisoo MOsquera, su lugarteniente y justioia mayor• MuriA bacia l5b5 1 parece ser que habiendo gastado toda au fortuna·. D. Hernando de Ahumada tu.vo dos hijos natu­ rales, Al.onso y Juan de Ahumada. Alonso viv!a en 1602 y, como no tuvo descendencia, hizo donaci6~ de una estanoia, que hoy ee una pequefia aldea que oo~ serva e1 nombre de Ahumada, donde se conserva ce12 samente 1a tradicia5n de au asoendencia • • 478 Se considers como la mas antigua familia de Pa.sto a la de l.oa P&re z, to do a el.l.os emparen­ tados COn los Ahumadas, C"YOS mSS antigUOS miem­ broa conooidos son: Rodrigo P&rez ZUaiga, cufiado de Hernando de Ahumada; Rodrigo Perez de Guzman e1 Bueno, oasado con una cuffada de Hernando de - Cepeda, hija del. gobernador Sebastian de Belal.-­ aazar; y Ana de Parez de z.U.fliga, ouftada de Santa Teresa:. DENSIDAD. La primera notioia que tenemos respecto a J.a. densidad de pobl.aci6~1 hispa.na, es la de 1.559 (Col. Doo. p. 72 )-. Entonces ha.b!a 28 vecinos en­ comenderos y 23.630 tributaries en l.a jurisdiooion. Las informaciones que reooge LD~ez de Velasco -­ (38) deben proceder de J.a misma o parecida fuente pues con fecha de mas de diez affoa «espuas d8 el. mismo num~ de enoomenderos. !479 l Del tiempo en que BelaJ.cazar es g_/berna- dor de Popayan,Fe~1dez de O~edo nos 4ioe que 1a ciudad de Pasto tenia 40 veoinos.{39) En 1572, el Obispo Pefia reoomendaba la - fundacion de un convento en la oiudad porque la ciudad estaba en muy buen sitio y oomarca y muy poblada de espaflol.ea··. Otra noticia (40), de 1576, dice ~ue te­ n!a entre 28 y 30 vecinos encomenderos·. Fray Jeronimo de Escobar: "'• •;• des toe - ocho mill (indios) estan enoomendados en veinte i ocho vecinos, que son el capi~ Rodrigo Pa-­ rea, Diego de Benavides, Sebastian de Santo Do­ mingo i el capitan Aumada j.. los de mas que V'.A:. - tendra por lista de los Governadores1 • Eate pue­ blo de Pasto es el mayor y el mejor de toda esta governaci&n porque, a.unque no tiene sino veinte i ooho vecinos en quian estan encom.endados estos ocho mill indios, pero con meroaderea i soldados 480 1 otras gentes, es pueblo a donde hai de ordina­ rios doscientos hombres eapaffoles i muchas vezes doscientos i cinquenta. Para toda eeta gente que, , aunque parece poca en e1 numero es muoho en ca1! dad, porque cada uno de estos espafioles o a ~o - menos 1os mas tienen muohos esclavos i gente que . parece pueblo mui mayor•'•." Si aceptamos como buena la feoha de 1582 que Juan Friede (42) da para la confeccion de 1a RelaciQn de Escobar, vemos que a trav~ del tie~ po el nUmero de encomenderos se mantiene oaai·-- igua1 y el tota1 de habitantes oscila entre los 200 y loa 300. La primers fuente (cor. Doc. Pe 103) dQ. el 1\umero de 300 y la Jh tima, orono:I.Qgi- · oamente, que es ·Vazquez de Espinosa (43), vuelve a dar ~a misma cifra~. 481 I·.- "El. l.icenciado Cristobal. Va.ca de Castro, ca­ ballero de la Orden de Santiago y del. Conse­ jo Real de au Megesta.d y au gobernador y cap! tan genera1 es estos reinos y provinoias de - Nueva Castilla y Nueva Toledo, llamado PerQ, por au majestad etc. habido respeto que por vos el capitan Pedro de Puelles, mi teniente de gobernador y capitan de la ciudad de Le6n de la provincia de Huanuco, habeis servido a su Magestad con vuestra persona, armas y cab~ , llos y a vuestra costa y munician en la pac! ficacion y sustentaciQn de eatos reinos y en el descubrimiento y conquista de las provin­ cias de Quito, teniendo cargos de capitan y teniente de gobernador de la ciudad de San - Francisco de Quito y tambiAn teniendo gente a vuestro cargo poblasteis l.a Vil.laviciosa - de la Concepci6n de Pasto y aaimismo descu-~ bristeia las provincias que hay deade la di­ cha ciudad de San Francisco de Quito basta - Puerto Viejo". 482 NOTAS AL OAPITULOlX J. )·.- L6,pez de Vel.asoo, 1894, 422 - 424 2).- Cieza de Leon, 1941, 105 ))"~- Libro Cabil.dos de Qui to, 1934, I, 273 4).- Jerves, AJ.fonso, 1933, 135 5l.- Libro C.Q., J.934, I, 297 .. t " t ", 293 - 294 ' - 7 )·~- A.G.I., Patronato 1.08, Ramo 3 8 )·.- Colecci6n Docu.mental. P• 100 9).- Bo1et!n Ao. Nalo de H•. Quito, 1.964, DA 1.04 1 p·. 245. 10)- Nogales Hidalgo, Ootavio, 1.962, 60 1.1)- Otero da Costa, 1.954, XLI, 646 12 )'.- Friede, • J., 1957, v, P• 329, doc. 1.402·. 1.3).-otaro da Costa, 1954, XLI, 653 14).-Friede, J., 1.957, VI, p'• J.45, doc. 1.554. 1.5).-Andagoya, P• de, 16).-Jijan y caapaflo, 1936, 305 17).-Friede, ~., 1957, VI, P• 85, doo. 1524 1.8).-Coleccion Documental., P• 60 -62 483 1.9)·.-Fri.ede, J., 1.957, v. P• 213, doo. 1283 20).- A.G.I., Santa Fe, 80, Ramo I, doo. 1.2, fG 1 21.).- ColecciW1 Documental., P• 10 22) .- Bo1. Ac.Nal.. de Historia Qui to, 1.968, Vol.t. LI, nil 1.1.2, P'• 1.20 23 )1 .- Co1ec~iQn. Documenta1• p'• 64 24).- Fern&ndez de Piedrabita, 1.942 1 I, 21.5 25)'.- Libro Cabil.dos de Quito• 1.934, II, 57 62 .. t .. t " , " 27).- Rumazo, ;r., 1.934, IIt' 57 , . 28)'.- Fernandez de Piedrahi ta, 1.942, I, 21.8 29) .- Jijon y Caamafio, 1936, ·1.47 30)·.- Santa Fe 80, Ramo I, Doc. 12, fSl l.'• ~ 31.)'.~ Friede, J'•, 1.957, v, P'• 213 1 Dod. 1.283·· 32).- Libro Cabildos Quitp, 1934, I, 238 33).- .. .. I, 264 - 265 • , ' 34).- Fern.S.ndez de Piedrahita, 1.942, I, 218 35).- Libro C.Q., 1934, I, 293 - 294. 36)'.- Gutierrez, Ar!stides, 1.927, 28, I, 4 - 20. 37 )'.- Qo1ecc~ Documental., PJ• 67 - 71. 484 38 )·.- L6.pez de Vel.asoo, l.894, 424 39)~.- FernB.ndez de Oviedo, 1959, v, oe.}.io II, 27·. 40)'.- Jimenez de J.a. Espada, 1897, III, J.2 41)'~- R.A.HB·., Col.o Mufioz, A/66, fD J.88 - 209 v. 42 )~.- Friede, cr:, 1954, 746 43 )t.- Vazquez de Espinosa, 1.948, 335, parrafo 1082· 485 Capitulo X LA VIDA CIVIL EN PASTO tA VIDA CIVIL EN PASTO a) La ciudad dentro de la jurisdicci6n de la Au­ diencia de Quito. Los primeros l!mites, en lo que afecta a nuestra regi6n, de la jurisdicci6n de Quito se sefialan el 1Q de septiembre de 1537 en que, en la secci6n del cabildo quitefio, Belalcazar, en uni6n de alcaldes y regidores, trataron: "• •• en este dicho d{a y en este dicho cabildo, se platic6 en como esta dicha villa tiene t~rminos hasta el r!o de Quillacinga o hasta los cafiares e se acord6 -­ que se defiendan los t~rminos desta dicha villa e no consientan ser desposeidos de ellos 11 (1). Fundada la ciudad de Popayan, la villa de Paste pasa a la jurisdicci6n de esta. Cuando Be­ ~alcazar obtiene de Carlos V la confirmaci6n del gobierno de Popayan en 1541, lo hab{a dividido en 15 tenencias de jurisdicci6n se1,srada entre las- -- 487 cuales estaban Paste y Pastas. La de los pastas - se eriei6 m~s tarde en corregimiento. En 1547, La Gasca fija el r!o Mayo por li­ mite del Obispado de Quito, pero Pasto sigue per­ teneciendo en lo civil al gobierno de Popay~. Con ello Pasto, equidistante en 40 leguas de una y -­ otra ciudad, queda tambien equidistante en su de­ pendencia: en lo civil, depende de Popaytin; en lo religiose, de Quito. La gobernaci6n de Popay~, hasta el afio -- 1563 dependi6 de la Audiencia del Nuevo Heino de Granada. Pero en 1563, se erigi6 la Audiencia de Qui to como reconocirniento de la existencia de una circucrtstancia territorial dotada de vida propia y de car:1cter particular en lo geogr~fico, hist6ri­ co, etnogr:1fico y politico y que, por consiguien­ te, necesitaba de gobierno propio. La gesti6n (ue llevada a cabo por Antonio Moran, vecino y regidor de Pasta que se presento en la Corte como procurador de la ciudad de Quito, 488 con plenos poderes por parte de~. cabj_ldo quj_ tefio ( 2) .. La geogr~ia fisica del territorio de la - real Audiencia de Quito presenta diferencias pro­ fundas con la de los paises vecinos. Por otra pa£ te, desde tiempos prehist6ricos, pueblos de dife­ rentes culturas ocupaban el territorio que, si no formaba una sola confederaci6n, si formaban un con junto de parcialidades y cacicazgos unidos por tra diciones y costumbres m~s o menos semejantes y uni dos en parte por or{genes remotos y el frecuente intercambio de productos. (3). Al crearse la Audiencia por c~dula de ag de agosto de 1563, los l{mites signados a su jurisdi~ ci6n fueron los siguientes: "Por la costa hacia - la parte de la ciudad de los Reyes hasta el puerto de Paita exclusive y la tierra adentro hasta Piura y Caxamalca y Chachapoyas y Moyobamba y r.Iotilones exclusive; de manera que la dicha Audiencia tenga por distrito hacia la parte Susodicha los pueblos 489 de Jaen, Valladolid, Loja, Zamora, Cuenca, la ZaE za y Guayaquil con todo los dem~s pueblos.que es­ tuvieren en sus comarcas y se poblaren, hasta la parte de los pueblos de la Canela y Quixos ha de tener dichos pueblos con los dem~s que se descu­ briere; y por la costa hac±a Panam~ hasta el pUe£ to de la Buenaventura inc~ve y por la tierra - adentro a Pasto, Popay~,Cali y Bugay Chapanchica y Querchicona y todos los demds lugares de la pr£ vincia de Popayan han de quedar a la Audiencia -­ del nuevo reino de Granada" (4). En el momenta en que Pas~o pasaba a la jur~ dicci6n de la nueva Audiencia, tenia 23.000 indiQs y 28 vecinos. El Licenciado Salazar de Villasante, visit~ dor de la Provincia de Quito desde 1562 por comi­ si6n del Virrey Conde de ITieva, escribi6 una des­ cripci6n de la ciudad de Quito y su jurisdicci6n que se guarda en el Archive de Indias y va acomp~ fiada de una memoria dirigida al Consejo de Indiaso 490 En ella dice:. "Despu~s que Su Mages tad fU.L"'l.d6 la - Audiencia de Quito, le di6 por distrito hacia la parte del Nuevo Reyno hasta la ciudad de Cali, que est~ ciento y dos a ciento y cuatro leguas la pri mera que hay dentro. Destas ciento y cuatro leguas y poblaci~n de espafioles es la ciudad de Pasto, - que estd cuarenta leguas de Quito y adn cuarenta y cuatro; luego, tras ella adelante, estd Almaguer, diez y 6cho leguas; adelante estd Popaydn, veinte leguas". El gobierno de Popay~ se dividia en 4 co­ rregimientos: Popay~ o • 400 peses Paste • 500 pesos Almaguer • 300 pesos Roldanillo o • 100 pesos (5). A cargo de ello habia un corregidor puesto por el gobernador de Popay~. 491 b) ·organizaci6n de la Nueva Villa. Fundada la ciudad de Pasto, sus vecinos se procuraron una organizaci6n parecida a la de Esp~ fia e intentaron crear un orden legal que garanti­ zara los derechos de la propiedad y de la familia. Comenzaron a formar el municipio tan pronto como sefialaron los terminos de la ciudad que, s~ gi6 por un inter~s motivado por la necesidad de - controlar puntos estrat~gicos de las zonas conqui~ tadas y por constituir un centro de comunicaci6n clave en la v!a Quito-Popay~, con el consiguiente inter~s econ6mico que· de ello se derivaba. Esta - ciudad se concibi6 como para ser habitada solo por espafioles, en lo que al n~vleo urbane se refiereo En cuanto al solar y orientaci6n de la ciu­ dad, sigui6 las pautas de la mayor parte de las ciudades indianas. El solar y orientaci6n de la ciudad se fij6 seg&n las condiciones de su clima frio y aprovechando la proximidad de agua potable, -~- f ·, 492 proporcionada por el r!o Pasta y los pozos de los que se extraia el agua facilmente. Los materiales de construcci6n fueron, preferentemente el adobe. En el centro de la ciudad se traz6 una plaza cua­ drada y bastante grande, a la que daban fachada - la igles\a matriz, llamada San Juan, la casa del teniente de gobernador y probablemente la casa del Dabildo. A partir de la plaza trazaron una doble serie de l!neas paralelas, perpendiculares entre s!, para marcar las calles que, dada la frialdad del clima, ten!a bastante amplitud para que les diera el sol. El aspecto r6.stico que tendr:!a en un principia, se fue modificando dentro de limites muy estrechos, pues annque lleg6 a ser w1a de las villas mas pobladas en el camino entre Santa Fe y Quito, nunca se hicieron alardes arquitect6nicos durante el siglo XVI, ni siquiera en las iglesias. La ciudad contaba, fuera de su solar con ti~ rras de propiedad comunal, los llamados ejidos, en donde se instalaron el matadero, las zonas de pas­ to de utilizaci6n comUn y los montes para caza y - 493 lefiao El resto del t~rmino municipal qued6 un tan to imprecise, pues los grupos ind!genas como Obo­ nuco y Maxitayo (M.ijitayo), estaban sentados en ~1, probablemente desde tiempos anteriores a la conquista. Los restos baldios fueron adjudic~ndo­ se por parte del municipio a los particulares que iban asent~dose en la ciudad, con lo cual, y de­ bide a la eanancia que supon!a 2a venta de estes bald!os, el municipio se iba atribuyendo l!mites territoriales cada vez m~s amplios. La Villa de Paste, al igual que onras muchas de }~~rica, se convierte pronto en una enti4ad po­ l!tica y centro econ6mico, demografico y de difu­ si6n cultural, en lo cual se ve favorecida por -­ ser el dnico centro importante entre Quito y Pop~ y:in. Podemos llegar a tener una idea bastante a­ proximada de su aspecto gracias a la abundancia de descripciones que nos han llegado a lo largo del siglo y que empiezan con la de Ciezade Le6n ( 6'') o ---· .. - 494 "El pueblo est~ asentado en un muy lindo y hermosa valle, por donde se pasn un r!o de muy sa brosa y dulce agua y ptro.a much '·J arroyos y fuen­ tes que vienen a dar a ~la LL~ma3e este valle de Atris . . Los espafloles tie~en en todo este valle sus estancias y caser.ias, donde tienen sus granjeDias, y las vegas y campifia deste rio est~ siempre sembrado de muchos y muy hermosos trigos y cebadas y maiz y tiene un mblino en que muelen el trmgo .. La segunda descripci6n es de 1559 y tienen un car:1cter geografico y climatologico: "Tiene su asiento en un valle de 9avana pequefio cercado de cerros a la redonda y en el uno dellos un bolvan (Galeras) que de noche y de d!a echa fuego, el - tenple es frio o a ." (7). A partir de 15$0 las descripciones son ab~ dantes y similares, incluyo una descripci6n an6ni ma y sin fecha que se parece curiosamente a la de Fray Jer6nimo de Escobar, hasta el punto de que - difieren solamente en pequefios detalles sin impo~ 495 tancia, es pena no poder establecer la fecha exa_£ ta ue ella para poder estudiar hasta qu~ punto -­ una influy6 en la otra (8) .. "La ciudad de San Juan de Pasto es un pueblo que quadra mucho el nombre porque es tierra de muy buenos pastos para ganados y comidas, es tierra sana de muy lindo tenple porque todo el afio sin diferencia haze frio, no frio grande, sino de la manera que en Espana lo haze por Todos los Santos, ay berano y inbierno, el inbierno se llama por el llober que por el tenple es el m.ismo .. En este pueblo por ser grande porque aunque aya trein ta vezinos de indios con mercaderes y soldados y otras gentes. Es pueblo donde ay de ordinaria 300 espafioles. Para esta gente ay un solo escribano y se podr~a anadir otro y seria necesario para el buen gobierno del pueblo • • • ." .. Para ho.cernos una idea del aspecto de Pasto hacia 1580 tenemos la descripci6n del licenciado :E'rancisco de Guill~n ( 9)., 496 "Dende Pasto a Alma::;ucr ay quatro jornad.as - de camino muy aspero y doblaclo y el pueblo (Pe.sto) esta pobla.do en un llanito pasc.. w1. l"fo cabeal, es un pueblo mu,y grande, cl aa;yor do la coberu2.cio.h y en los mejores edif'icios porque ay m1..zy buei·w.s ca- sas de soda :r tapiceria y uy u.'1.e. Yclesia mayor y tm. r!lonastcrio de nuostra seiiora de las I.:crcec:i.cs y otn> de San Francisco y otro de S8.!lto Dominc;o e 1Ddos mey buenos • " En cste ambicnte y tma vez construida ln ciR dad, los _pastusos~ ~ asf se llar.uarie.n desde entonccs los vecinos espafioles, comenzaron a orgru1.izar las - instrtuciones que iban a regir la vida publica. Ho so sa be en que fecha empezo a funcionar el cc.b:i lf1o. Pero, .:.-·or un irJ.ventario hecho en 1776, se sabe que dicha fecha, el archive pose{a uc Cabildo ~osdo 1561 ( 10) .. A treves de las aetas con&ervadas y transcr~ ta.s por Jorcc A. Garces (11) . , en suces1vos nuceros - de la Revista de Hiotoria, oditada por la Academia I;ariLenoc de IIi:::>toriu., pucde seguirse la vida ::m- - nicil)al clc lc.. ciudaC:. que c:: lfncas cenoralos se- - ,I 497 desarroll6 dentro de los cauces caracter:!sticos de la poblaci6n espanola en Am~rica, con una acentua­ ci6n del sentido de autonom{a. El cabildo era el lugar de reuni6n para del~ berar cada vez que las necesidades p~blicas lo ex~ g:!an y donde, al modo de las cortes, se formulaban peticiones al Rey y se designaba a la persona que, en nombre de la comunidad, hab!a de llevarlas a - buen t~rmino. Se organiz6 primeramente por inici!! tiva delos conquistadores y desp~es se reglament6 tomando como modelo al de Quito para ir adquirieg do poco a poco caracter!sticas propias. Los veci­ nos eleg:!an a los regidores. Al teniente de dobe£ nador le estaba prohibido hacer nombramientos in­ terinos en ausencia de los titularBs. Hac:!an elec­ ci6n de oficio. Las provisiones renles se recib:!an con toda solemnidad en el Cabildo, que gozaba de bastante autonom:!a gracias al aislamiento de la - ciudad, ya que el camino a Quito y Popay&n era f~ c:!lo Se cre6 una guardia para velar por la tran­ quilidad urbana .. 498 El primer s!ndico fu~ nombrado en 1564 y el nombramiento recay6 en Paro Crespo, el segundo, en 1571, fu~ Pedro de Ahumada que lo ostent6 hasta - su regreso a Espana sucedi~ndole Alonso Osorio -­ (12) .. En una descripci6n an6nima de las Relaciones Geograficas de Indias ( 13 ) se nos dice: "Hay un teniente de gobernador y dos alcaldes ordinaries y un alguacil mayor y dos escribanos p~blicos propi~ tarios vendidos los oficios porS.r-.1. Hay seis regi­ dores cada'afieros y solo uno proveido por S.M .. Es pueblo de ·grandes inquietudes ordinarias entre los vecinos y especialmente sobre las elecciones de al caldes y regidores. Puedense vender cuatro o cinco regimientoa a 400 pesos de oro; y el alferez mayor se hallar~ otros tantos y m~s. El oficio de fiel ejecutor es muy bueno y hallarseian por ~1 quinie£ tos pesos de oro. Hay un oficio de repartidor de los mitayos que se reparten en aquella cibdad, que le provee el Audiencia. Este oficio, si sevendie- 499 ra, se hallarian por ~l quinientos pesos de oroo - El oficio de algua~il mayor es honroso mas que pr£ vechoso; hallarseian por este oficio millpesos de oro y maso Pracuradurias no valen nada. En esta - cibdad hay das corregidores de naturales quel uno es de los indios quillacingas y otro de los in- - dios pastas; praveelos el gobernador de Papay~; tienen a quinientos pesos de oro de salario, que se pagan entre los encomenderos por rata conforme a los inQios que tienen y mas les hacen los indWs unas rozas de maiz y trigo .Y cebada para su suten­ to que se aprovechan della; de manera que les vie­ ne a valer con esto como mill pesos de plata cada affo"o El cabildo se reun!a semanalmente y eleg!a sus alcaldes anualmente. Hab!a seis regidores en un principia y, mas tarde llegaron hasta acho. T~ nia un escribano, eleg!a el alferez real y daba - pasesi6n de los empleas elegidos por el gobernador, cabilda Eclcsi~stico o Audienciao Era el encargado 0 500 de "asentar a los nucvos vecinos y repartirles ti~ rras, ademds de senalar los hierzos de las marcas para la ganaderia. Era tambi~n el encargado de nom bar al s:!ndico del hospital, ya qve desde 1564 api_Q ximadamente existi6 uno llamado c ,~ la Madre de Dioo .. El aislamiento de la ciudad les oblig6 a pr£ veer por si mismo sus necesidades y les confiri6 - un caracter independiente y un esp:!ritu de autono­ mia que se manifestaria con caracteres casi dram~­ ticos en el siglo XIX en el momenta de la Indepen­ dencia. c) La estructura Social. Esta comunidad adquiri6 conciencia de supe­ rioridad desde el primer momenta con respecto al ind:!gena y dentro de ella surgi6 un complejo de i~ tereses y mentalidades que llevaron a una estrati­ ficaci6n social en la que se intent6 primeramente copiar la de la Peninsula y que con el transcurso del tiempo fue tomando caracter!sticas propias. I ' \ 501 En primer lugar destacan los conquistadores y primeros pobladores, quienes dieron la t6nica 4 dentro de la sociedad pastusa. Como el resto de su clase en Am~rica aspir6 a convertirse en nobl~ za de tipo sefiorial. As! vemos a D!az S~chez de Narva~z solicitar y obtener del Rey en 30 de 1\iayo de 1568 un Privilegio de Armas (14) por sus~za­ fias en las guerras civiles del Perd. Esta minoria d esprecia el trabaj o y en la primera ~poca in ten-"'_ ta vivir de las mercedes que ha solicitado. La -­ aristocracia que estaba compuesta por segundones, caballeros, hidalgos, y tambi~n plebeyos y avent~ reros comenzaban su. nueva vida desde la pobrezq, y su justo af~ de progresar est~ caracterizado - por el logro de la riqueza como medio para alcan- zar fama y nobleza. Entre los valo~es morales destaca una reli- gios±dad interpretada a su modo, ya que mientras se preocupaban excesivamente de cumplir puntual­ mente sus obligaciones religiosas, de la erecci6n de temnlos y de la buena apariencia de ~stos, co- -- ~- . - 502 mo lo demuestra la petici6n hecha en 1567 en la - que los vecinos piden al rey ornamentos y retablos para la iglesia matriz, cosa que el rey concede de los diezmos y rentas de la dicha iglesia (15). Par otro lado, su comportamiento para con los indios e incluso las intrigas dentro de su misma vida soc~ aparecen un tanto en desacuerdo. Esta preponderBncia de los conquistadores JV~ de apreciarse a trav~s de la Colecci6n Documental (P.67-71l, en ella se hacla constar si era conqui~ tador y poblador o solamente poblador. La relaci6n del ndmero de indios encomendados y tributes perci­ bidos aparece claramente ligada a estas categor!as. Estos conquistadores y primeros ~obladores deseaban ser erigidos en nobleza military lograr mercedes que les proporcinnasen blasones, ~ierras e indios como vasallos. Esas aspiraciones :o siempre se lo- graban, pues a parte de Diaz S~ncl". ·. z de Narv~ez y - Diego Eurbano de Lara no he encon7rado constancia de otorgamiento de blasones. Poco a poco se fuermn resignando a obtener solamente poder y riqueza, - 503 lo que lograroncon las encomiendas en las que a - trav~s de la citada Colecci6n Documental (P.67-71) puede ostimarse la gradaci6n econ6mica ·correspon­ diente al doble t!tulo de conquistador-poblador - comparada con la de los que ostentaban solamente el segundo t!tulo. 3~ comportamiento pretend!a parangonarse con el de la nobleza hispana en lo que a lujo y formas sociales se refiere. De su formaci6n inte1ectua1 nos dan indicios las lecturas, que, recogidas de los testamentos por J.R. Safiudo (16) vemos que son obras de contenido relie;ioso, vidas de santos, al­ gt~ libro de caballer!a y alguna gram~tica. El bo~ to y la prodicalidad renponden a mAtivos m~s com­ plejos que la mera pstentaci6n, para ellos era un sigZo de nobleza y quiz~ una reacci&n al menospr~ cia con tlUO les consideraron los peninsulares. Esta clase social sufr{o el cheque de las Le yes Nuevas y a posar de su posterior revocaci6n en 1546, en que se prorrogaban por una tercera y cuaE 504 ta vida, fracasaron el logro de su perpetuidad y - vieron como iba a llegar la irremediable decaden­ cia de las encomiendas que, por o-tra parte, iban - perdiendo su raz6n de ser. Los conquistadores veian desvanecerse la organizaci6n socie.l que hab:f.an bref do poder formar, pero en cambio "rieron gestarse un proceso social asentado sobre una base de elevaci6n general de los plebeyos y una igualaci6n de casi - todo los esnfioles al nivel de cierta especie de h~ dalguiao Las diferentes clases comienzan a convivir y a ocuparse por igual en comercio, negocios, agri­ culturn, mineri~etco La jerarquizaci6n que al prig cipio se establec!a de acuerdo con el n~mero de in­ dios encomendados y con la riqueza de la regi6n, al prohibirse primero la renidencia de los encomen­ deros en el.lugar de la encomienda, su posterior transformaci6n en tributes y finalmente el gravamen de impuestos,fue estnbleci~ndose sabre otrns baseso As! se llega a fines del XVI en que encontra­ mos ya orGanizadas las clanes sociales, al frente - I ~ 1 \ 505 de las cuales estaban los descendientes de los - conquistadores o de los primeros colones de abo- lengo castcllano, tales como los Cepeda y Ahuma­ da, los P6rez, S~chez de Narvaez, Burbano de La- ra, etc., junto con los funcionarios. Estes admi­ nistraban justicia como alcaldes, manejaban eh el cabildo los asuntos de la ciudad, elaboraban las ordenanzaa y, al mismo tiempo se ocupaban de la m~ jor~ de la ciudad y de las obras p~blicas e inclu­ so, en el caso de rebeliones de ind!genas, empufia­ ban las armas y consteaban muchas veces ellos mi~ mos las expediciones de pacificaci6ne Cuando los vecinos tomaron conciencia de su comu..Ylida.d decidieron pedir al Rey, por medio de - su procurador Francisco Ponce, un escudo de armas para la naciente villa. Felipe II lo concedi6 por c~dula de 17 de j~ lio de 1559 o·t;orgffil.d.ole ademds el titulo de "r.Tuy - noble y muy leal ciudad". Por est~! c~dula dispone que la ciudad se llame a partir de ese memento San 506 Juan do Paste y le da por armas un escudo con un castillo de plata en el centro y a los lados cua­ tro leones de oro. Debajo del castillo sale un r!o con las aguas azules y blancas atravesando por entre unos ~rboles verdes. El escudo va sobre campo azul y ~boles, castillo y r!o, sobre un ca~ po amarillo y suelo verde y ore, (Ap. II. p. 1). c) Costumbres. Desde mediados del XVI la ciudad tiene ya fi jados sus caracteres. El n~mero de casas es reduc~ do, edificios modestos. La plaza se convierte en - el centro de la vida social externa, el aspecto s~ ria como el de otras plazas de clima parecido en tantas otras ciudades americanas: rodeada por los edificios p~blicos, la iglesia, tiendas, y adorn~ da con la picota y la horca. Per las mananas era mercado y bolsa de trabajo y por la tarde se con­ vertia en lugar de reuni6n. Alli se celebraban - las fiestas religiosas y las profanas; las prin- 507 ~ipales fiestas religiosas eran las del Corpus y las del 24 de Junio, dia de San Juan, patr6n de la ciudad • En ellas se mezclaban lo religiose y lo pro~ano pues las procesiones eran a la vez cor tejos civ!cos y con ocasi6n del dia de San Juan ae celebraban cabalgatas en las que los qiembros del Cabildo paseaban el estandarte real. Estas - fiestas constituian la ocasi6n apropiada para de~ plegar el mayor lujo posible en atavios y colgad~ ras para adorno de las fachadas. La noticia,de cualquier acontecimiento real (muerte, butizo, nacimiento de un principe) daba lugar a lasceremonias aplicadas al caso. En la pl~ za se celebraban tambien justas y torneos. Adem~s de estas diversiones de car~cter p~blico existian las ue tipo m~s restringido como los juegos de -­ azar en las pulperias y sitios semejantes. Estos entretenimientos nada raros en una ciudad como ~s ta que tenia un gran contingents de poblaci6n flo tante con un respetable contingente de tropa, se solian practicar despu~s del affochecer. :508 La iglesias y conventos tambi~n eran centres de importancia en la vida social y gozaban de gran influencia en la vida de los ciudadanos~ El conveg to femenino de La Encarnaci6n tuvo una destacada - importancia entre el sexo femenino, que encontraba all! su refugio y parte importante de sus relacio- nes. La vida familiar en la intimidad era bastan- te sobria, all! se hac!an todas las econom!as po­ sibles para poder hacer la debida ostentaci6n en i las ocasiones que los acontecimientos familiares de proyecci6n externa lo exigiesen. En rasgos ge­ nerales la vida de la ciudad transcurr!a tranquila, las pequefias rebeliones ind!genas se apagaban pro~ to. Solamente la repercusi6n de lHs Guerras Civi­ les conmovio a la totalidad del vecindario, pues los ecos de la rebeli6n de Lope de Aguirre fueron muy d~biles entre la generalidad del vencindario. 509 HOTAS AS CAPITULO X:..:. (1).,- Libro Cabildos de Quito, 1934, I, 297 (2)o- A.G.I., Audo de Quito, Leg. 211o Libel, fg 22 v. (3).- Larrea, C.M., 1963,151-152 (4).- Libro Cabildos de Quito, 1934, IX~ a? ( 5) .- Vazquez de Espinosa, 1948, 721 (6).- Cieza de Le6n, 1941, 104-105 (7).- Colecci6n Documental, p. 64 ( 8) .. - II " p. 102 ' (9).-. " It Po 99 ' (10).- G6mez Canedo, Line, 1961' 412 (11).- Garc~s, J .A.' 1960-65 (12).- Safiudo, J .. R.' 1939-40 (13).- Jim~nez de la Espada, 1897, III, 34 (14).- A.G.I., Quito 215, fg 73 v ( 15).- A.G.I., " fQ 70 ' (16).- Safiudo, J.R., 1939, 60-65 510 Cap:!tulo XI LA VIDA ECLESIASTICA EN PASTO 511 LA VIDA ECLESIASTICA EN PASTO a) La ciudad dentro del Obispado de Quito Desde 1538, de jure entr6 a formar parte de la jurisdicion eclesiastica del Obispado del Cuzco y de la Vicaria de Francisco Pizarro, quien por por Cedula real de este mismo afio obtuvo el - gobierno de las provincias de Quito y Quillacinga con el encargo especial de proveer a las necesid~ des de evangelizacion (1), pero, de hecho, desde la misma epoca se hallo sometida a la voluntad de Belalcazar y al criteria de envagelizacion que provenia de Popayan, que puede decirse rigi6 los destinos eclesiasticos de Pasto hasta la fecha de 1545, en que Paulo III, el 8 de enero, erige en correspondencia a la peticion hecha por Carlos v, el Obispado de Quito, que hasta entonces habia sido un curato o parroquia perteneciente al Obis­ pado del Cuzco (2). El primer Obispo quitefio fue Garci Diaz 512 Arias, pariente lejano de Pizarro. Se J.e dio juri~ dici6n sobre las gobernaciones de Yaguarsongo y Bracamoros, de los Quijos y la de Las Esmeraldas, aftadiendole el repartimiento de Fssto, de la gobe£ nacion de Popayan. Vaca de Castro, e1 16 de £ebrero de 1548, hace la siguiente descripci6n del obispado: "Esta a1 presente encomendado al muy reverendo e muy ma_g nifico senor Don Garci Diaz de ~rias, se le sefia- 1a par limites y terminos de sus diocesis; la mis- ma ciudad de San Francisco de Quito con toda su j!! risdicdon y terminos e la villa de Pasto con su j~ risdicxion y tiu"'Dinos que ll.egan hacia l.a villa de Popayan basta el. pueblo de J.os salicues, de la ju- risdicci6n de Pasta que parte terminos con el pue­ blo de Patia que es termino e jurisdiccion de la - ciudad de Popayan; e la villa de Puerto Viejo con sus terminos en jurisdiocion que son basta la bah1a de San Mateo, por luengo de cost~; y la villa de - Santiago que por otro nombre se dice la Culata; en 513 1a ~sla de la Puna con todos sus terminos e juris­ dicci6n y la entrada e poblaci6n de Bracamoros e la de las Subaconas, que caen entre los terminos - de Piura al Quito. Por la parte de la Sierra, la ciudad de San Miguel con au jurlsdicci6n y termi-­ nos que llegqn por la costa hacia Trujillo, hasta Jayanca con todos sua tln-minos que confinan e par­ ten terminos e 11mitea con Tuayme, cacique que es de la jurisdicci6n de la ciudad de Trujillo e ha-­ cia la sierra el cacique Penachi que es de la jur~ dicci6n de la ciudad de San Miguel e parte termi-­ nos con el cacique de los Gue.mboe e1 cual cacique de los Guambos que son de la jurisdiccion de TrujJ: llo. En este dicho Obispado e terminos aqui sen~ lados entran todos loa pueblos que al presente es­ tan poblados o se poblaran de aqui adelante en aquel paraje e comar~a que sean sujetos a1 dicho - Obispo e dioc esis" ( 3) • La diocesis tenia una extension aproximada --·- -~--~ ... _,. 514 ~e 226 leguas de 1ongitud y 70 de 1atitud. A fines del s. XVI le pertenecfan las siguientes ciudades: Quito, Guayaquil., Puerto Viejo, Pasta, Mocoa, Eci­ ja, Cuenca, Zaruma, Loja, Zamora, Jaan, Piura, Ba~ za, Avila, Archidona, Valladolid, Cumbinaba, San-­ tiago de las Montaiias, Santa Maria de las Nieves y Sevilla del Oro o Macas (4). Despues de Garci Diaz Arias, que gobern6 1a diocesis de 1545 a 1562, fueron los Obispos del s. XVI: Fr. Pedro de 1a Peffa (1563-1583), Antonio de San Miguel y Solier, que no 11eg6 a tamar posesion por cuan to mu.ri6 en el. camino hac ia la c iudad cu8:!! do iba a hacerse cargo del Obispado. El Ultimo Obispo de este siglo es Luis Lopez de Solis (1593- 1603). La diocesis se dividia en joctrina y parro­ quias. En concilios y slnodos se tijaron una aerie de requisites indispensables para entrar en pose-­ sian de una parroquia o doctrina: conocimiento del idioma indigena, sometimiento a 1: •. examen de J.as - 515 cualidades y virtudes de los candidates, eleccion por el prelado, presentacion del candidate por el Hey o su representante, insti tucion canonica y t_g ma de posesion. El primer informe estadistico de la dioce­ sis de Quito data de mayo de 1572 y el segundo de 1583. Por el sabemos que Pasto tenia cinco Capell~ nias, a mas de las iglesias conventuales de domin~ cos, franciscanoo y mercedarios. Las doctrinas del distrito servidas por clerigoa eran Juanambu, Qui­ na, Los Abades, Yascual y el valle de Paeto. A ca~ go de sacerdotes beneficiados estaban las parroqu~ de Mocoa y Madrigal ( 5). A fines del a. XVI la situacion eclesiasti­ ca de Pasto y su distrito era la siguien~e: Parroquia, atendida por e1 licenciado Diego de Bracamente y au sustituto Pedro de los Reyes. Santiago, por Don Antonio de Benavides. San Sebas~ tian por Don Diego Bermudez, Don Antonio de Benavi 516 ~es y Don Pedro de los Reyes, sucesivamente. La vicaria y capellania de monjae la atendia Son Sa~ vador Lucero. trinas: En el distrito existian las siguientes doc . Valle de Pasto: D. Antonio de Benavides y D. Diego BermUdez. Joanambu: Francisco Vale~ de ZUiiiea y Pedro Quiros. Quin~: Blas Rosero, Pefiafiel y Jeronimo de Cepeda. Sibumdoy: Fray Domingo de Cevallos.Dominico Con 400 indios. Los Ingenios: Fr. Jacinto. Dominica Ipiales: Fr. Juan de Meza (ayudado por otro fraile). Dominico. Pupiales: Fr. Diego Aguirre. Dominico. 517 Y1es: Fr. Francisco Garcia. Dominica. La Laguna: Fr. Pedro de Montoya. Dominica Otra doctrina (Maspa): Atiende el prior de Pasto. Males: Fr. Gaspar Velazquez. Mercedario. Car~osama: Fr. Pedro de Quiroga. Mercedario Mallana: Fr. Juan del Castillo. Mercedario. Ta.ngua: Fr. Juan Guerrero. Franciscano. 300 indios. Tuqueres (priorato): Un agustino. Capuil: Un agustino. Yascual (MangalapUn): Francisco Gonzalez Calderon. B1as Rosero Los Abades: Andres Moreno de ZUfliga. MB.drigal: Juan de 1a Roc a. Diego Bernnl.dez 518 Estes datos los hemos tornado del articulo anteriormente citado de Albuja Mateus en "Missio­ na.lia Hispanica". E1 autor los ha con.feccionado a partir de tree documentoe del Archive General de Indias de los tres ultimos affos del siglo (Qu1 to. l.eg. 46; Trid. Sese. XXIV, c.:a.p. 14 de Reform. y Quito leg. 76). El miamo autor valera los diez­ mos de la feligresia de Paste en 1.000 pesos. , - , Vazquez de Espinosa nos l· .bla tambien de los corregimientoa y doctrinas drl la diocesis. De Pasto dice: ''En el corregimientc• de Paste, Mocoa y Mascas, catorce clerigos y 4 religiose~ del or­ den de Nuestra Senora de la Mercedn (6), Fray Jeronimo de Escobar nos dice tambien acerca del distrito de Paeto que"··· habra como 11 sacerdotes en todo su distrito doctrinando a e~ tos indios, ganando cada uno 400 pesos oro y los diezmos de lo que criaban los espafiolea, trigo y ganado, unos 1200 pesos un aBo con otro~ (7). 519 Respecto a la ciudad misma, dice: "Aqu:l po- ---- ne el Obispo de Qui to un cure. vicario que sue~e - ser uno de los prebendados de la catedral de Qui­ to por ser mas provechoso que la prebends porque vale mas de mil pesos de oro ••••• Hay tres mona_§ terios, el uno de San Francisco, otro de Santo D~ mingo y otro de Nuestra Senora de 1a Merced. Son de edificios humildes y muy pobres en todo lo te~ pora1 porque, como todos_1os hombres que alla as­ tan tienen ojo a venirse a Espana a perpetuar,son pocos los que hacen capellanias ni otras obras de caridad y asi estos monasteries no pueden susten­ tar a mas de tres 0 cuatro frailes y se sustentan de que cada uno de ellos tiene un par de doctrinas de indios, diez o dace leguas del lugar en que es­ tan ocupados en aquellos desiertos y, del salario que llevan estos sar:erdotes, se su.stentan todos - los demas porque las casas son pobrea. Loa reli-­ giosos son m<~rarnente curas de almas" Fray Jeronimo de Escobar nos acaba de comen- 520 tar la escasez de cape11an!as de la ciudad. Por una descripci6n. del afio 1583 que se conserva en las Relaciones Geogr&ficas de Indiaa, sabemos exa~ tamente cual.es eraru "En esta c iudad de Pas to hay las cape11anlaa siguientes: la capellania de Rodri go Perez, seeenta pesos; le. de dofia Catal.ina de -­ Benalcazar, cuarenta y ocho pesos; la de Diego de Santo Domingo, setenta pesos; la de Paladures, veinticuatro pesos; otra de doffs Marla Desquibel, vale treinta pesos. Estas capellan!as sirven el beneficiado y el sacristan que es sacerdote y un capellan por presentaci6n de los patronoa y del obispo, confO£ me a la institucion de las dichas capellanlas" - ( 8) • Nos habla tambien Fr. Jeronimo de los tres monaaterios de la ciudad, de frailes dominicos, franciscanos y mercedarios y de c~mo estos tenlan doctrinas en el distrito. Los doreinicos tenlan 521 ~os doctrinas en el valle de Sibundoy: Epiales y Tucurres (g). A fines del siglo llegaron a fundar 46 doctrinas, incl~yendo los conventos. Los franciscanos, establecidos desde muy pronto en Quito hablan ya heche al11 provincia en el afio 1573; antes era custodia. Su distriDo abarcaba desde Zamora hasta Popayan (10). Se e~ ta.blecieron en Paato a loa pecos a.f'ios de la nue­ va fundaci6n de 1a ciudad de Aldana, construyen­ do un monasterio bajo la advoca.ci6n de San Anto­ nio de Padua ( 11). Crearon en la ciudad y el d:i..~ trite cuarenta y siete doctrinas y diez conven-­ tos. El primero, en la miema..ciudad, fue fundado en 1548 par Fray Pedro Rodei'ias y Fray Gaspar de Valverde y Caron, por orden de Fray Jadoco Ricke ( 12) 0 Los mercedarios tenlan distrito desde Lima hasta e1 Nuevo Heino de Granada (13). Fray Diego de Cordova dice que el convento de la Merced de 522 J>asto fue edificado par Fray Tomas "que no se s!!­ be el sobrenombre" ( 14) ~ Tenian las· doctrinas de Huaca, Tuza, Tulca.n y Cu.mbal. (15). A fines de si­ gl.o l.legaron a tener 9 doctrinas. b) La labor evangelizadora Son los frail.es l.os que inician l.a conqui~ ta espiritual y quienes preferenternente l.a 11evan a cabo durante el sig1o XVI. Durante esta centu-­ ria trabajan en Pasta y su jurisdicci6n los fran­ ciscanos, domin~cos, agustinos y mercedarios. E1 clero no realiz6 una mision de cierta eficacia con los naturales y la entrada de los jesuitas en esparodica basta bien entrada el siglo XVII. A ti tuJ.o de curiosidad anoto l.a intervenci6n de un S_! glar que pretendio intervenir en la envageliza--­ cion de l.os quil.l.acingas. En 1575, Martin Hurtado de Arireto, vecino y regidor del Cuzco, presents una peticion de mercedes en la que entre otros mj 523 ritos, alega haber enviado mensajeros a la prov~ cia de los quillacingas, y estos le respondieron que aceptaban la "predicacion de nuestra santa fe" (16). Los frailes en un principia, concibieron au 1abor como combate en el que habia que destruir - todo lo anterior y conseguir que los indios olvi­ dasen su pasado para lograr una total incorpora-­ ci6n a las nuevas creencias. Se sienten orgullo-­ sos de sus conversiones en masa, sin querer ver - lo poco efecti~as que estas resultaban, y del pr~ tigio que esto lee daba ante los conquistadores - y primeros pobladores. Poco a poco el que los exi tos evangelizadores fueran tan poco eatables, sa­ gUn testimonios como el de Fray Jeronimo de Esco­ bar (R.A.H@., Col. Muffoz A/66, :ro 189) (17) con-­ tribuyo a desalentarles y quiza fue uno de los :factores que contribuyo a que deca.;rera el celo mi sional en los sectores del escaao clero secular - y entre los :frailes, del que se hace eco Fray Je- i5 524 ronimo: "Los religiosos de todas ordenes que estan doctrinando a estes indios y hacienda oficios de - curas, corriendo por este ministerio y llevando s~ lario de los indios tienen, por orden de au prela­ do, que acudir a todas o a las· principales fiestas del affo a los monasteries de l~s pueblos de espan~ lee para que cada religiose en au monasterio ayude a celebrar la fiesta a au guardlnn o prior o cornen dador, cosa que tiene muchos inconvenientes porque como los indios eran gente nueva y sab1an poco de las cosas de la fe cristiana y •n las fiestas del. affo se celebran los mas articulo~ de la fe catoli­ ca, si el religiose que es su Ct.A.J ... a hace ausencia - de los feligreses en las tales fiestas cuando han de ser ensefiados y predicados como es posible geB te tan nueva venir en este conocimiento. El se~ do dafio es que hacienda esta ausencia para venir­ se el fraile a su monaster.io, como los pueblos de los indiios quedan sin pastor, sin misa y cuanto - se les ha enseftado en diez affoe se pierde en tree 525 d las ........•..• " • En esta region, la labor mas eficaz fue la realizada par los franciscanos que, poco despues de fundada la ciudad, se establecieron alli, y en 1547 entraron a evangelizar a los naturales del Valle de Sibundoy, y all! estuvieron hasta que en 1577 Fray Jeronimo de Villa Carrillo, Co­ misario General de la Orden en PerU y Nueva Gra­ nada hizo dejacion voluntaria de la doctrina an­ te la Audiencia de Quito, la cual fue confiada a los dominicos. No se sabe e1 motive per el que los franciscanoa dejaron eata mision, puea, al parecer, despues de que e1 primer ·Obispo de Qui­ to lea concedio varias doctrines (La Laguna, TU­ querres, Pupiales}, no hay constancia de descon­ tento entre el vecindario con respecto a su com- portamiento. No ocurri6 aai con los dominicos, a quie-­ nes se lea encomend6, despues de fundado su con- I I \. 526 vento, la instruccion de.las primeras 1etras y del latin, cosa que a1 parecer no curnpl!an con la debida seriedad (18). Los mercedarios se establecieron por la misma epoca que los franciscanos aproximadamente De au labor no tenemos mas noticias que la de ~os pueblos que lea estaban encomendados y respe£ to a su comportamiento tampoco, pero deb!a de ser buena la impresion porque· el Cabildo de Pasto el 20 de septiembre de 1543 (19), se dirige a1 empe­ rador pidiendo para obispo de Popayan a1 Vicario General de la Orden, Fray Hernando de Granada, que hab!a ejercido dicho cargo desde el descubrimien­ to y conquista de 1a zona, hizo de mediador entre Belalcazar y Andagoya en sus pleitos por la dema~ cacion de sus respectivos gobiernos, y se destac6 por sus trabajos y preocupaciones en pro del bie­ nestar de todos los habitantes. Antes de entrar a juzgar los resultados de 527 la labor misionera en esta zona es necesario es­ tablecer una comparacion numerics de los miembros evangelizadores con la masa indlgeua en la que - hablan de penetrar, Esta comparaci6n no pretende tener un valor estadisti·co, sino solamente da una idea aproximada de la diferencia numerica, entre envagelizadores y evangelizados como uno de los - factores que contribuyeron a que en el siglo XVI la labor no resultara de la eficacia deseada. Pa­ ra ello he escogido la fecha de 1582 en que el sistema de organizacion eclesiastico esta en ple­ na funcionamiento y ha recogido los frutos del e~ fuerzo menos organizados de los primeros a.flos. En la jurisdiccion de la ciudad, en 1582 y para los quillac1ngaa, la distribuci6n de las doc trinas era la siguiente (20)~ Doctrinas de mercedarios Tribu~arios Evangelizadores Una estancia cerca de la ciudad ••••.•••••••• 26 Tetarnal • • • • • • • • • • • .. • . • 29 528 Doctrinas y mercedarios Trib~arios Evangelizadores Tetamal •••••••• 0 •••••• 28 Chespan ............... 10 Xa.mundino ............. 37 Catambuco ••••••• 0 ••••• 140 Bot ana • • o • • • • • e • • • • • • • 40 Pussmenaoi ••••• 0 •••••• 50 Paxanacata.mbu ......... 15 Max:itayo ....... ~ ...... 16 Obonuco ............... 66 Pac;indoi .............. 26 Buizaco ............... 102 El Monte .............. 41 Pixindino ............. 59 3 6 4 685 Doctrinas de franciscanos Mapascoi .............. 12 Pandiaco .............. 12 Pinasaco ••••••• 0 •••••• 50 529 Doctrina de franciscanos Tributarios Evangelizadores Angano ................ 104 Chapaqual ............ 72 Minda ••••••••••••••• «t 17 Funes y Cyapuscal .... 273 Tango a ... ~ ............ 175 Yaconquer ............ 114 Chasnaque ............ 32 Ciquita.n I 129 3 , 4 ............. 0 990 ----- Doctrinas de dominic as La Laguna ............ 248 Xobonuco .............. 40 Xeniu ................ 53 Matituy .............. 60 Obuco ................ 112 Matacunchui .......... 57 Sa.ndona .............. 41 Conzaca •••••••••• 0 • 0 • 74 Ma.tendoy e • • • • • • • • • r- • D 44 530 Dootrinas de dominicos Tributarios Evange1lzadores La Cruz • • • • • • • • • • • • • • 310 Sigundoy Santiago Patascoi Quinchoa Doctrinas de clerigos Juan Bautista de Reina Mocondino Xamundino Una estancia en el va­ lle de Pasta ••••.••••. Padre Pablos Tronchero Chachagui •••••••••••• Mocoandin Sacananbu 540 78 36 32 1.725 54 48 21 123 44 44 70 Goasinsnpgo •••••••••• 14 Verxu.eui • • • • • • • • • • • • • 71 3 6 4 1 531 Padre Pablos Tronchero Tributaries Evangelizadores :Buizaco • . • .•• • . • . . • • • • 1 37 Juan Ambu Padre Andres de Mansilla 196 576 Xacanatu ••••••••••.•• 128 Qulna • .. • • • • • • • • • • • • • • 222 Sacandonoi ••••••••••• 48 Palaq ino o •••••••••••• 60 458 Padre Andres Moreno Paqual • • • . . . • • . . • • • • • 236 Chiguldi o !>........... 103 Minda •••o•••••••••••• 32 Sant Agustin de Qu.loal • • • • • .. • • • • • • • • • 58 Ponga • • • • • • • • . • • • • • • • 47 Xancal • • . • • • • • • • • • • • • 57 Sacampuzo •• l.:.: •..••• 157 630 1 1 1 532 Esta operacion se hace con base en la pobl~ cion reducida, ya que las facilidades de control son mucho mayores; aUn asl hay un margen aprecia- ble de errores producidos por diversos factores - unos intencionados y otros no. Entre los intencio nados podrla ponerse a titulo de ejemplo un posi­ ble entendimiento con los clerigos con los fines econ6micos de pagar rnenos diezmos. El falseamien­ to puede tambien pro_ducirse por la informacion in teresada por parte de la clase alta indlgena con el fin de que al rebajar el nUmero de tributaries el pago de tributes les fuera menos oneroso. Te~ mas a nuestro favor el que la fuente ee, dentro - de lo posible, la mas objetiva, pues es una visi­ ta y puede pensarse que no tenga los errores inhe rentes a las informaciones de las que vivian in - situ, que estarian mucho mas presionadas por el - media ambiente • • Los porcentajes sabre los que se va a hacer el recuento de la poblaci6n total estan basados - ,., r_ 5"33 en una serie de consideraciones tales como la - fecha de la visita es de unos cincuenta affos despues de la conquista y la poblacion indlgena esta todavla padeciendo los efectos de ese che­ que pues ha habido diversos factores que han· llevado a un despoblamen"to, tales como: a) Aniquilamiento de la poblacion activa por el efecto querrero de la conquista. b) Posterior trauma pslquico ante los con­ tactos con el europeo: Religion diferente, raza d~sDinta, lengua extrafia, trabajo forzado, etc. c) Enfermedades. Con base en estas consideraciones generales y teniendo en cuenta que durante el siglo XVI los indios que tributan son los comprendidos entre - los 18 y los 55 affos, se ha juzgado (21) que pa­ ra 100 habitantes hay 46 que son poblaci6n acti­ va (tributaries), pues en ellos los efectos del- 534 Choque de Cu1turas se dejaron S4ntir mas. 44 in­ dividUOS comprendidoa entre los 0 y los 17 y 10 que tienen mas de 56 afios. Con J.:l cual por cada 100 tributaries habra que calcular 96 personas - mas, comprendidas entre los 0 y los 17 y 22 que tendr8n mas de 56 afioa. Por lo tanto, si de cada 100 habitantes,46 eon tributaries y estos eran 5.187 J.os habitan-­ tes serian 11.276. Ahora bien, hay que tener en cuenta que en la fecha en que se hace eeta visita hay todavia pocos puebl.os reducidos y existe un contingente considerable de poblacion rural dispersa y poco controlada a la cua1 estima Solano en un 20% so-­ bre la poblacion reducida y en un 1ofo los indivi­ duos que no tributan, como son los caciques, pri~ cipales, ayudantes del clero, enfermos, etc. Por consiguiente la pob1aci6n total seria: 535 Habitantes de condicion tributaria ---- 11.276 Pob1aci6n dispersa --------~----------- ·2.255 Habitantes no tributaries ------------- 1.127 Total ---- 14.658 A su vez loa habitantes reducidos en pue-­ blos se descompondrian, por razon de su edad, en la siguiente forma: Entre 0 y 17 afios (44%) --------------­ Entre 18 y 55 affos (46%) -------------­ De mas de 56 afios (1Q%} --------------- 4.962 5.187 1.127 Total*---- 11.276 claro esta que la cifra global de 14.658 habit~ tes para la zona quillacinga es una estimaci6n aproximada y sujeta a errores, sin embargo, al - compararla con las cifras que nos dan los croni~ tas de la epoca tal como Fray Jeronimo de Escobar y Vazquez de Espinosa vemos que el margen de error no es tan grande, pues ambos y sin hacer - estadistica, dan una ci~ra global de 8a000 para . . 536 ~os ultimos affos del XVI, advirtiendo que en hacia 1550 hab!a mas de 20.000. Esta misma constancia puede verse en la Coleccion Documental p. 102. c) Resultados religiosos y culturalea Para tener una vision global de los result~ dos obtenidos a lo lago del sig1o XVI, es preciso remontarse a la epoca de penetracion y primeros - intentos de evangelizaci6n. En los primeroa anos ~a labor de cristianizaci6n proven!a de Popayan, despuea la influenc ia se dividla entre Qui to y P~ payan haste. que Pasto paso a pertenecer definiti­ vamente a la diocesis de Quito y poco a poco se - fue canalizando en esta nueva ~ireccion, pues en la primers. el. clero de Popayan no ee resignaba fE: cil.mente a perder sus prerroga-;ivas en este l.ugar. Detall.es directos de como se l.lev6 a cabo l.a la-­ bor no tenemos muchos, pero para oomprender el e~ plritu de l.a primers etapa tenemos la referencia al primer obispo de Popayan Don Juan Valle, natu- 537 ra1 de tierras de Segovia. Designado en 1547 fue el pr:mero que mand6 evangelizer a los indios,se preocup6 de poner "en .orden y raz6n las cosas de la provincia entre los cr.istianos y entre los in d:tos ............. introdujo entre ellos los caaa- mientos, quito1ea las idolatrias con el demonic, loa hizo poblar juntos en forma de pu~bloe y polA cia. Fund6 iglesias en sus pueblos, lee dio a e.!! tender como debia pagar tributo a sus encomen--­ deros y que este habia de ser como el Rey tasaae y as{ hizo que hubieae tasa que hasta entonces - no habia •••.•••.•••••••. HizO el primer Sinodo y conetituciones sinodiales (las primeras en to­ da America) modelo de otras muchas. Los domingos y fiestas predicaba en el pueblo donde se halla­ ra, por las ma.fianas a los espa.fio1ee y por la-s tardes a :Los indios. Como no podia predicar a tE doe los pueblos personalmente, escribia y lee en viaba las cartas para. que cada cura de los pue­ blos, en el memento del ofertorio las leian •••• • • • • • • • • • It ( 22) 0 538 De esta labor de1 primer obispo de Popayan y de su repercuai6n en Paato, no tenemos mas re­ ferencias directas que una descripci6n an6nima - rnuy posterior fAp. :uoc. p. 103) en que a1 decir que Pasto estaba en ~o espiritual adjudicado a1 distrito, muestra la disconformidad que debia de haber en ello: "en lo qual se le haze agravio al obisp~ de Popayan porque questa mas ~erca de Po payan que no de Quito y al principio lo fue aqui" De acuerdo con la adjudicaci6n primera a Popayan,_ es indudable que el impulso organizador de Don Juan Valle lleg6 a sus subordinados y que la primera etapa de :_a cristianizaci6n fue empre.Q dida con gran celo. Sobre el indudable decaimien­ to de este celo podemos juzgar que influyeron factores como el excesivo numero de naturales a catequizar, la dificultad de las vias de comuni­ caci6n, el aislamicnto de la zona y sobre todo la falta de autenticas personalidades que dieran impulse y vigor a la misi6n apost61ica: "Falta 539 hay en la tierra de buenos ministros para la co~ version de los naturales" (23) Al pasar a depender de la diocesia de Qui­ to, encontramos una aerie de medidas emanadas de este Obispado que hubieran producido unos efect~ excelentes si se hubieran llevado a cabo. En e-­ sencia los objetivos principalee eran elevar al indio a la ca~egoria de ciudadano mediante las - reducciones, obra magna del Obispo Pefia, que im~ t~ron despues las autoridades civiles. Intento - de ]ndividualizar la instrucci6n religiosa y que fueran en el idioma del indio, asi como ensefiar a leer y escribir a los hijos de los caciques y principales. El Obispo Pefia intents que lleguen la doctrina y los sacrarnentos a los que trabajan en las minas, cristianizar sus costumbres, que - vivan mejor en el sentido material y que no sean explotados por e1 clero, que se le pague por su trabajo y que pudiera llegar a ser dueno de un - pequeno predio rtistico. L6~ez de Solis, mas rea- .· 540 lista, sabia que era casi imposible el extirpar ciertos abusos del clero y sus esfuerzos estuvi~ ron encaminados a disminuirlo~ • Con respecto a la forma de llevar a cabo - su misi6n el clero regular y secular, las Rela-­ ciones Geogr8.:ficas son bastante explicitas; "El orden que alla se tiene es, que en saliendo el - sol, dice el sacerdote misa; despues reza a los naturales en nuestra lengua vulgBr, y en su mate£ na las oraciones y mandamientos y articulos de - fee y obra.s de misericordia y sacramentos de la Iglerda.. A la tarde se 1es ensena otra vez a los muchachos desde seis a.fios hasta quince. Los domi_!! goa y f·iestas se lea predica en su lengua, por - lo cual importa mucho que quien hubiere de doc-­ trinar y administrar sacramentos, entienda b~en - la lengua, porque de lo contrario ha mostrado la experier1cia seguirse eran.des inconvenientes ••••• tl (24). No hay noticias de si para convivir con loa 541 !ndios crearon misiones fijas, excepto la de Si­ bundoy, posiblemente las tendrian, asi como mi-­ siones de enlace, aunque a juzgar por las doctri nas enc omendadas y su rel.a t j:vn. proximidad y l.a - fal.ta de menci6n e~presa deblan de residir en la villa y sus salidas se efectuaban de manera esp~ radica, distribuyendo el tiempo de acuerdo con - las necesidades de cada doctrina. Esto se expli­ ca por el reducido nUmero de frail.es y clerigos que h2bia en rel.aci6n con la extension de la zo­ na a evru1gelizar. De acuerdo con la documents- - cion parece que hubo una division en areas geo-­ graficas se&Un las ordenes. Los mercedarios se dedicaron con preferencia al valle de Atriz, -y los frru1ciscanos la zona situada al Sur de este valle. La distribuci6n de los dominicos es un p~ co mas compleja, pues casi toda la zona pertene­ ce a la parte oriental, pero su distribucion es muy amplia en la linea Norte-Sur de esta parte oriental. La neceoidad de agrupar a loa indios J/ ---- ~- ... ,. 542 para catequizarlos llevo a la creacion. de reduc­ ciones que posteriormente se convirtieron en pu~ blos, unas veces con base en pueblos indigenas - ya existentes, como en el caso de Cumbal, y otras s·in que existiese una poblacion realmente esta-­ blecida. A estos nuevas poblados no solo ~levaran la doctrina cristiana sino que hicieron dentro - de lo posible una labor de aculturacion para ac~ tumbrarles a.l nuevo modo de vida. Esta labor que • comenz6 en 1547, bajo el impulse del primer Obi~ po de Popayan, que "enseilo a arar con bueyes, y a hacer arados y carretas" (25~ continuo a lo 18£ go del siglo hasta que a fines de siglo gran pa£ te del sistema de cultivo e ir.strumentoa eran de origen europeo, asi se puede apreciar en la vis~ ta a las comunidades de pastas y quillacingas que realize en 1597 el juez v·eitador Cristobal Sanb~ino en los afios 1596 y 1537 (26). Levanta­ ron iglesias de acuerdo con el nUmero de habi-­ tantes y tan suntuosas como lee fue posible. Los j 543 hospitales, aparte de cumplir su funci6n sanita ria, se convirtieron tambien en centres de eva~ gelizaci6n. Los frailes no se linli tan a su funci6n r~ lieiosa, sino que emprenden actividades coloniz2 doras y civilizadoras que choca a veces con los interesen de los encomenderos. En la zona de p~ tos y quillacineas esta labor no ha quedado plB:.§ mada en tratados que nos permitan llegar a cono­ cer su vida cotidiana. Quiza cuando se publiquen los manuscritos de los franciscanos de la misi6n de Sib~Uldoy, que aun permanecen ineditos, poda-­ mos conocer da-tos que hagan referenc io. concreta a pastos y quillacingas, por el momenta hemos de sacar deducciones acerca del interes por parte de clerigos y frailes por conocer los sistemas de pensamiento indigena y su cultura para ese m_Q do realizar una ef~caz incorporaci6n al nuevo sistema de vida. El paso previo.hubiera sido el ·~ 544 tantas veces recomendado conocimiento de la len­ gua, pero, aparte del catecismo que se orden6 h~ cer en el Sinodo de Qui to a :fines de si·glo, cit~ do en este trabajo en el capitulo de Lingliistica y que ni siquiera sabemos si lleg6 a con:feccio-­ narse, podemos deducir que el conocimiento de la lengua se efectu6 con el principal objetivo de - cristianizar y no con el de comprender la menta­ lidad de los naturales. Y su cultura, que al ser • tan poco elaborada no lee inspir6 mayor respe~o. Con esto y su preocupaoi6n.por caatellanizarlos los mas rapidamente posible por media de su in-­ fluencia sabre los caciques y hombres principa-- les, cuyos nombres empiezan a aparecer en la do­ cu.mentaci6n, ya cast(:llanizados a partir de 1580 Su superficial actuaci6n en cuanto al conocimien to de la cultura indigena hizo que se limitaran a superponer una cultura a la otra con lo cual el barniz de la nueva cultura se resquebrajaba a la menor ocasion, como hace nol;a.r Fras Jeronimo ' 1 I 545 de Escobar" ••.•.• cuanto se lee ha enseffado en diez a.fios se pierde en tree dias en los que se - dan a mil vicios" (27), o la. Descripcion anonima tan similar a la de Escobar: ". • • • • • • • y ans1 los dejais solos y las fiestas quando se abrian de ocupar en alabar a Dios los indios y conocerle ~ se ocupan en borracheras y bayles y otras ydola­ trias ant1guas quedando como quedan solos " (28). Esta su.perposicion de culturas y falta de preocupaci6n por comprender su mentalidad aparece claramente reflejada en las respuestas a un cue_§ tionario hecho en 157 3 ( 29): "El arden que se tiene para que vayan a oir, ea, que siempre hay un principal, el mejor que se halla, que sea al­ calde, que llarnan de la dotrina, el cual tiene - un alb~acil de cada parcialidad, que tiene cargo de traer a los que faltan y de acusar si ha hecho ausencia de pocoa o muchoa d!as; y si paresce haber notable malicia, da noticia della al reli- ( . _ ... \ -.~- •... 546 gioso, el cual. examina la cau'3a de su impedimenta y si no es justa, tienele un :iia ~ dos despues en el cepo, y si meresce mas pena, el alcalde lea manda dar dos o tree docenas de azotes; y si per­ severa el no querer acudir a a dotrina, siendo cristiano, qu!tanles el cabelJJ, ques la mayor afrenta que ae lea puede hacfr; y desta manera tienen cuidado de venir a'oir la dotrinan. Con respecto a su conviccion religiosa el mismo documento nos explica que los naturales eran llevadoa por la fuerza a oir la doctrina y - que loa viejos se resiatian a bautizarse alegando que no podian llegar a creer en lo que lea predi­ caban, recomendandoles que dirigieran sus esfuer­ zoa a.los muchachos. "Ea necesario traerlos siam­ pre stt(jetos, porque en descuidandose con ellos, - caen en mayores yerros que en tiempo de su barba~ reria. (Tienen poca fee, y yo creo que las demos* traciones exteriores son mae por complacer a loa religiosos, que por cwnplir con ].o que son obli@ 547 dosn ( 30). En cuanto a ).a ensei1anza y educaci6n ejer-­ cieron un autentico monopolio. Con los indios in­ tensificaron la enseftanza de la lengua castellana sabre todo con las personas de prestigio que po-­ dian ayudarles en su labor. Esta paulatina adapt~ cion al castellano se ve en algunos toponimos en que la pal8bra indicativa es espanola y va acom­ panada de afijoe indigenas (Molinoyacu, Pedroyacu etc). En las actividades culturales con respecto a los espaffoles tenemos la referencia del colegio _fundado por los dominicos para la ensefianza de las primeras letras y del latin, pero no ejercie­ ron la enseffanza superior y los pastusos que des~ ba.n seguir este camino hab!an de marchar a Quito o Popayano Para encontrar una ensenanza de nivel primario y media ya organizada ha de esperarse -­ al siglo XVII, con el asentamiento de los jesuitas pues durante el XVI la atenci6n de clerigos y fra_! lea se dirige con preferencia a la evange1izaci6n, J -7 548 que, por otro lado, era labor previa a toda incor poraci6n cultural segUn la mentalidad de la epoca OONCLUSIONES Los resultados de la evangelizacion durante el siglo XVI no alcanzaron el exito pretendido por las siguientes razones: a) La zona se encontraba demasiado aislada, lejos del control de la metropoli quitena y fluctu~ te hasta mediados de siglo entre las recomend2 ciones que provenian de la diocesis de Quito y las de la de Popayan. b) Gran escasez de evangelizadores en comparaci6n con el n£mero de indigenas a evangelizar. c) Falta de misioneros con fuerte personalidad que viviera. in situ y se .,reocu.paran de cumplir los preceptos emanados de:. cabildo eclesiasti- 549 co qui teffo. d) Carencia de interes por parte del clero para - comprender la mentalidad de los aborigenes,con lo cual se consiguio solamente una mera super­ posicion de ciertos rasgos religiosos sabre los precedentes. Esta superposicion, que se rompia en cuanto la presion de la nueva cultu­ ra se hacia menos fuerte es, sin embargo* la - labor preparatoria a la obra evangelizadora y cultural de los jesuitas en el siglo XVII. En lo que respects a la labor profana de los religiosos, consiguieron un exito mas profunda en la incorporacion al nuevo metoda de vida, en al~ nos aspectos, pues, a fines de siglo y BegUn el - inventario realizado por el juez Cristobal Sangu~ no, las comunidades de los indios utilizaban los implementos agrlcolas de origen europeo. Hay con~ tancia de que intervenian en los festejos de ori­ gen hispano y los caciques y princ ipales hablaban 550 el castellano y trataban de incorporarse a la nueva sociedad. '/) 551 NOTAS AL CAPITULO XI. ===================== 1.- Ortiz Lopez,Alejandro,- 1965, 314 2.- Gonzalez Suarez, Federico.- 1890-92,II,426- 427. J.- Albuja, Mateus.- 1961, 162 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.- 10.- 11.- 12.- 13o- 14.- 15.- " II .- II 161-209 ' Vargas, Fray Jose M~.- 1962, 91 Vazquez de Espinosa.- ' 359-360 Coleccion Munoz A/66, f'• 189 Jimenez de la Espada.- 1897' III, 47 " " .- " , II, 46-47 " " .-. If "' 90 Cordova, Fray Diego de.- 1957, 1032 Navarro, Jose Gabriel.- 1955' 41 J i.menez de la Espada.- 1897' III, 90 Co-rdova, Dray Diego de.- 1957' 85 Jimenez de la Espada.- 1897' III, 46-47 16.- Levillier, Roberto.- 1925,XI, 266 17.- Coleccion I.Iuiioz A/66, fO 189 • 18.- Sanudo, Jose Rafael.- 1938, 40 19.- Coleccion Munoz A/110, f2 112 v. 20.- Coleccion documental, pae~· 83-92 21.- Solano, Francisco de.- 19.{0 22.- Colec'cion Mufioz A/116, f2 278 23.- Jimenez de :La Espada.- 189'7, III, 24.- tt .. .- II tt 25.- Coleccion Muiioz, A/116, fQ 278 26.- Coleccion documental, page, 147- 27.- Col. Munoz A/66, f2 190 28.- Coleccion documental, pag. 104 29.- Jimenez de l.a Espada,- 1897' III, 30.- Jimenez de la Espada.- " II 91 II 171 91 93 552 / ., 553· Cap:!tulo XII P ASTO EN LAS GUERr:AS CIVILES DEL PERU ; ... • 554 PASTO EN LAS GUERRAS CIVILES DEL PERU La nueva aristocracia formada por el grupo so­ cial de encomenderos, una vez resignada a no obtener t!tulos nobiliarios, determinaron nonseguir su pre­ ponderancia social mediante la perpetuidad de las e~ comiendas, cosa en que la Corona no estaba de acuer­ do. Las peticiones de enoomiendae hereditarias y pe~ petuas fueron desatendidas, reconoci~ndose solamente, con ca~cter general, para dos vidas. Esta falta de seguridad en el porvenir se fue agudizando hasta 11~ gar a las Leyes Nuevas, que vinieron a terminar con el Unico premio que hab!an recibido los que contaban con el doble titulo de conquistadores y primeros po­ bladores. El descontento fue enorme, los m6viles pe~ sonales se impusieron a los nac~onales en la menta- .lidad de aquellas gentes. For e1lo la rebeld!a que­ estall6 en Perd encontr6 seguidores entre los pastu­ sos y que se concentr6 en los funcionarios del ray. Mientras en la oiudad del Cuzoo, Gonzalo Piza- 555 rro reune gente y pertrechoe llegan a Belalcazar en Popayan las Leyes Nuev·e.a, con CtSdula de Felipe II P!!. ra que las ponga en cumplimiento. 11 Venida esta ctSdu­ la real, todos los vecinos se alteraron, dioiendo que no se hab!a de consentir que tan grande agravio ae - lea hiciese, pues los servicioa que hab!an heoho no lo merac!an. Belalcazar, habi~ndose cuerdamente lee hablaba q~e no se alterasen porque S.M. volver!an a hacerles mercedes e mand6 que de todas las~bdades y villas de la provincia se juntasen procuradoree para ver lo que se podia hacer sobre lo tocante a las Or­ denanzas. Y llegados a la cibdad de Popayan el ade­ lantado quiso ejeoutar las nuevas leyes, habiendo pr! mero puesto gran auma de indios en oabeza de sus hi­ joe, porque al tiempo de complir no hobiesen a ~1 que le tirar. Los proouradores, como vi.erou que que­ ria ejeoutarlas, reclamaron y en nombre de toda la provincia le pidieron que otorgase la suplicaci6n u ansi f'ne hecho y se dejaron de ejecutar y nombraron a un Francisco de Rodas para que f'uese por procura­ dor a Espana. ••• " (1). 556 Pizarro sale por fin de Ouzco camino de Lima, cuyos vecinos sa 1avantan y cuyos oidoree, ante 1a 1ntenci6n manifestada por e1 Virrey de traeladaree junto con la Audiencia a T~jillo, deciden prenderle y lo ponen en p~ctica. Los Oidores deciden enviar al Virrey preso a - Espafla. ndsi6n que enoargan al Lioenciado Alvarez P!. ro este, en contra de las instrucciones recibidas, liberta al Virrey. quien se dirige a Paita con el pensamiento de conseguir hombres y dinero para ir contra Pizarro. Este, llegado a Lima, pretende el no~ bramiento de gobernador ampa~dose en el testamento de au hermano, nombramiento que consigue de la Audi9!! cia. Los vecinos de la ciudad de Quito toman parti­ do por la causa del Virrey y el capitan Rodrigo de - Ocampo sale de la ciudad con gente armada para rewU£ se con el. Virrey que estaba en TUmbez, por el contra rio en Popayan "en eete tiempo se supo la estada del visorrey en Tdmbez e pocos mostraban pesarles sus i~ 557 infortunioe, antes mof~banse del, diciendo que era un loco y que no tenia ser para gobernar tan gran reino" ( 2). Conocida en Lima por Pizarro l.a noticia de que el Virrey se rehac!a en TUmbez, decidi6 enviar sus - tenientes a las provincias para que las defendiera. A Quito env!a a Gonzalo D!az de Pineda, que no llega a la ciudad, pues mientras tanto en TUmbez el Virrey, habiendo escrito cartas a Paste al Capit~ Francisco Hern~dez y a Cepeda al miemo tiempo que a Belalc~za~ comenz6 a pensar en llegar a la ciudad de Quito. La decie16n de hacerlo por fin llega cuando eabe que ee acerca a TUmbez el corsario Baohicao con el cual no sa atreve a enfrentarse a pesar de que sus :fuerza.e - eran menoree que las propias. Mal aconsejado, el vi­ rrey emprende latb!da y llega a Quito cuyos vecinos le acogen con :frialdad y mani:fieeto desagrado aun cuando se es:fuercen an disimular. El, aun ddndose cuenta de el.lo procuraba atraerselos a todos. "Fran­ cisco Hern~dez, vecino que era de la villa de Paato, 558 hombre determinado y muy acorrido y que fue uno de - los que m~a ae sefialaron en el aervicio del Rey des­ de eete tiempo hasta la entrada del mariscal Robledo, porque ~1 fu' parte ~ara que le matasen, pues por eu consejo Belalcazar inconsideradamente le quit6 la v! da, acudi6 al Visorrey y llegado al Quito fu' por ~1 muy bien recibido, holgandose de au venida" { 3). N~ez Vela junta gente en Quito, y llama a la del Capitan Juan Cabrera que ha~!a reunido un conti~ gente algo numeroso en Popayan para ir a la conquieta del Dorado. Con ellos sale de Quito a la ciudad de - San Miguel, de donde tiene que retirarse ante la in­ minente llegada de Gonzalo Pizarro. Sale de San Mi­ guel y llega de nuevo a Quito conatantemente perse­ guido de oerca por Pizarro. Ante la proximidad de e~ te a Quito, el virrey decide retirarse tambi'n de Quito hacia la provincia de Popayan donde esperaba encontrar ayuda en Belalcazar y otroe capitanes. A partir de eete momento territorio de Pasto sera el centro de la acci6n. 559 Sale de Quito y Gonzalo Pizarro, eiempre plea~ dole los talones, antra en la ciudad. Nuftez Vela m~ da que "se aderezasen todos los oaminoe hasta llegar a la provincia de loa Pastoe" ( 4) y, llegado a OtaV!, lo, encuentra all! al capit~ Juan Cabrera con su gente. En agradecimiento a que eete hubiera abandon~ do la busqueda del Dorado por reuniree con 61, le nombra maestro de campo. "Paso.do esto, el vieorrey, tomando conaejo con los principales que con ~1 eetaban, ee determin6 de irse luego con todos ellos a meteree en las pronvin­ cias que estan allegadas al Norte, pu~e ya las de~e seguian la voz del tiranOJ lo cual determ~ado, man­ d6 al capitan Francisco Hern~dez que se partieae luego a la villa de Paeto, para que ee recogiesen baetimentos y ganados y los vecinos della leaguarda­ sen all! y para hacer esto se parti6 el capitdn Fr~ cisco Henu1ndez." (5) Nunez Vela sale de Otavalo camino de Popayan y "por los pueblos por donde pa.saba mand6 que todos 560 los ganados fuesen eacados de la provincia de los Pastoa y l.levados hacia J.a cibdad de Popayan" (6). Con ello pretend{a aaegurar los baatimentos para los que estuviesen en eata ciudad, pero esto no fue con­ eeguido,por loa desmanes y matanzae innecesarias de ganados. que hac!an los que iban con el. Desde las proxim~dades de Ipiales el virrey, exaltado por una falsa alarma de que los enemigos h~ b!an capturado a1 mariscal Cabrera en el pueblo de Guaca "mand6 que caminaeen la via de Fasto los que estaban arma.d.os" (7) y 4§1 ee dirigi6 al encuentro de los hipoteticos enemigoa. Conocida la falsa alarma ae dirigi6 a Funes y de all! a Pasto donde lleg6 a los doe d!as y hal16 que Francisco Hern~ndez hab!a recogido muchos bastimentos. "Juan Marquezt el senor de TuQat que por mandado de Pizarro hab!a salido de Quito, llegado a au pueblo, que de1 traje y coatum­ bre es de los Pastas, envi6 mensajeros a todos los - pueblos dellos para que se alzssen y rebelasen y no diesen favor ni ayuda al visorrey ni a los que con ~1 iban y como los indios sean amigos de novedades y 561 viesen que1 visorrey iba huyendo e Pizarro con los - suyos venien vituriosos, no fue menester exhortarlos mucho Juan Marquez, porque luego se alzaron todos los mas pueblos de los pastos, sin querer servir a los que los ten!an por encomienda y aguardaban salir a hacello a Pizarro, pues ven!an ya tan oerca. Como el visorrey lleg6 a la villa de Pasto, dicen que peg s6 con los suyos no salir de ella si no le oonstriff~ .sen a ellos los enemigos con la demasiada potencia que traian y all! hizo resefia y se hall6 que hab!a en Pasto con ~1 haata trescientos espafto1es y sali6 el maestre de campo Juan Cabrera acompafiado de algu­ nos dellos a hacer la guerra a los indios comaroanos a la villa, por se haber recelado por los dichos de Juan Marquez y con ~1 fu~ Alonso de Fuenmayor, que era alcalde del rey n~estro eeffor en ella".(8). Durante au estancia en la ciudad, hace algunos nombramientos, entre ellos el de capit~n de gente a caballo en Hernando de Cepeda, vecino prominente, c2 mo hemos visto en el capitulo de los pobladores, de la villa de Pasto. Manda tambi~n que se hagan armas 562 de cueros de vaca doblados y envia a Sancho de la C~ rrera a explorar el camino de Quito por ver si venia el enemigo. Mientras tanto el maestre de Campo Juan Cabrera y Alonso de Fuenmayor "despues de haber he­ cho algdn dafio en los indios, se volvieron a la vi­ lla". (9) Mientras tanto, Pizarro sale de Quito en se- - guimiento del Virrey. Recibe la noticia de la estan­ cia de este en Pasto, noticia que le da Juan Marquez, al mismo tiempo que le comunica como por "su causa y buena mafia, sa habian rebelado todas las provinciae de los pastos, que pocos dallas servian al visorrey 11 • (10) La comunica tambien que treinta corredores ve­ n!an de Paato para prenderle. Gonzalo Pizarro manda a au maestre de campo al encuentro de estos corrade­ res para, que no eran otros que Sancho de la Carrera y sus hombres. Conocida por este la inmediaci6n de - los hombres de Pizarro, vuelve rapidamente camino de Paeto dificultado por los ataques de los ind!genae, pues "por todo el camino los perseguian los pastas - 563 ti~ndoles piedras y dardos desde donde hallaban lu­ gar dispuesto para ello." {11) Ante la noticia que­ este llevaba, la ciudad ee pone en conmoci6n con los preparatives de guerra que ordena Nufiez Vela el oual manda salir de Pasto, hacia Popayan, e1 bagaje y los vecinos de Quito con sue mujeres, con orden de no p~ rar hasta pasar el r!o Caliente. E1 alcalde de Paeto Alonso de Fuenmayor hab!a quedado l.uchando con los-­ indios y, aegUn l.a versi6n oficial, fu~ capturado por los hombres de Pizarro. Probablemente, conooida la - antipat:!a genere.l en :Pasto por la causa del Virrey, pas6 voluntariamente de bando. Nufiez Vela decide la retirada hacia Popayan, - para facilitarla, hace los preparatives para dar ca­ ra a las tropas de Pizarro y as! entretenerlas. El se adel.anta con ochenta o noventa lanzas y treinta o cuarenta arcabuceros. Pero recibe noticias de que, por un camino que bordea 1a ciudad, Pizarro puede cortar a sus tropas el paso del r!o Caliente o pene­ trar en Pasto, por lo cual decide marchar rapidamen- , ... -- 564 te a Popay~n, dejando en la ciudad como reclamo seis escuderoa para que Gonzalo Pizarro creyese que le a­ guardaba para presentarle batalla. Antes, "torn6 a entrar en la villa de Pasto adonde, desenfrenados los caballos, sa lea di6 maiz y, tomadas algunas mo­ chilas del para comer por el camino que hab!a desde all! a Popaylin, que son cuarenta leguas " ( 12), - "y como entrase en la villa, los vecinos que en ella estaban le fueron a hablar dici~ndoles qu~ lea deja­ ba mandado que hiciesen. El vieorrey no ignoraba que ya deseaba vella ido para reo~ ~ir en ella a Gonzalo Pizarro puee ven!a viturioeo; ~1as al fin, disimul.an­ do con ellos lee respond16 con gran severidad que no tenia que decilles sino que mirasen que eran vasa- - llos del rey nuestro sefior y que se excusasen lo mas que pudiesen de dar favor a los que perseguian su real justicia, procurando siempre de envialle aviso de lo que pasaba; y ana!, dioiendo esto, el visorrey salio de Pasto bien contra su voluntad por ear aquel pueblo muy abastado y ser en buena oomarca de que no le compelieran a salir de ~1. ._565 El ardid s6lo di6 resultado en un principio; - Pizarro cree que ~ate permanece en la ciudad aolame~ te hasta que un vecino de ella, llamado Meneses, sa• 116 a advertirle de la hu!da de Blasco NUflez. Enton­ ces entr6 en la ciudad, donde fu~ bien recibido de - los-vecinoa y aaent6 las tiendae en los alrededoree. De Pasto ealen Benito Juarez de Carvajal, Juan de Acosta y Juan Velez de Guevara con ochenta lanzas y satanta arcabuceros en seguimiento del Virrey. Le alcanzaron cuando pasaba el r!o Caliente, perc no ~ bo batalla, Solo saqueo de bagaje por parte de los - pizarristas que, conseguido eeto, se volvieron a Pa~ to mientras el virrey prosegu!a el viaj e a Popayan. ( 1) En Paste, Pizarro delibera con loa suyoe so- - bre si deb!an seguir al Virrey o volver a Quito. De­ cide esto ultimo dada la eecaeez de mantenimientoe - de la provincia de Popay4n y coneiderandose satisfe­ cho con haber expulsado a Nuftez Vela de au goberna­ ci6n. Deja por el camino esp!as que le avisen de cua~ 566 quier movimiento del virrey "y a los vecinos y cabi1 do de la villa de Pasto se escribi6 que tambi~n avi­ sasen las nuevas que hobiese del visorrey y los de - Pasto hac!an todo lo que por Gonzalo Pizarro les era mandado; si era por temor o con voluntad, ellos se - lo saben." (13) Tan pronto como Belalcazar sa reUne con el vi­ rrey en Popayan con gran alegr!a por parte de ~ste, los vecinos de la ciudad hablaron a su gobernador de lo ~ravoao que la tropa lee resultaba. Belalcazar h~ bla con el virrey "dici~ndole que si ser pudiese, que ser!a cosa muy acertada enviar a la villa de Pa~ to alguna gente de la que all! estaba, pues era tan. abundante de mantenimientos y adonde los soldados P£ dr!an estar m~s a su contento; el visorrey, que por su parte deseaba ya estar fuera de Popayan, aunque - no hab!a juntado cuatrocientos hombres de guerra, y verse envuelto con los enemigos, vino en lo que el - Adelantado le dijo y mand6 al capitan Cepeda, vecino de la misma villa de Pasto, que se aparejase para ir 567 con los m~s de su.compafi!a a Paeto y mirar silos enemigos ten:!an en ella alguns esp!a ••• " ( 14). Cepeda llega a la villa y avisa desde ella al virrey que los pizarriatas no estan en ellao De nue­ yo Pasta pasa a ser el centro de las operaoiones. Blasco Nuftez se apreaura en loa preparatives para reunirse con Cepeda incitado por su deseo de enfren­ tarse a Pizarro y por las artimaflas de estet que ha­ b:!a decidido era m~s conveniente para ~1 el que el - virrey fuese haoia Quito que salir a buecarle. Con­ sigue hacerle creer con falsas noticias que sale de Quito camino de Lima dejando a Pedro de Puelles como su teniente en la oiudad. { 15) Pen saba que, ttaunque - el vieorrey sacase de Popayan y de Pasto y de otrae partes mucha cantidad de hombres, que la mitad d~ sa le avian de quedar en el camino, por ear tan lar­ go como era y por falta de cavallos y comida, porque el avia mandado alQar todos los baetimentos por do~ de el vieorrey avia de pasar". (16) ---·----. 568 Cieza nos cuenta como el virrey sali6 hacia Quito, camino de au desgracia, haciendo etapa en la villa de Pasto. Le acompaHan Belalcazar y Juan de C~ brera. Los indios, s~pre de parte de Pizarro, tran~ miten la noticia de que 'ste ha salida de Quito, aumentando la certeza de e11o que ya ten{a el virrey por las cartas que hab!an enviado a sus maridos las mujeres de aquellos vecinos de Quito que estaban con el virrey a las cuales, a cambio de esta falsa noti­ cia, hab!a prometido Pizarro seguridad para sus mar! doe y para sus bienes. LJ.egado Blasco NUBez a I'asto quiso saber qu~ - pasaba en Quito "y un vecino de aquella villa (Pas­ to), llamado Andr's G6mez, se ofreci6 de ira Quito y enviar con algunos indios suyos sefias por donde se entendiese si estaba Pizarro en la cibdad o si era salida della y de la gente que estaban dentro y el visorrey, agradeci,ndole aquel servicio que quer!a hacer, le di6 licencia y escribi6 al capitan Cepeda que lo dejase pasar y ana! se part16 este And~s G6- I 569 mez para ir a Quito adonde ten!a un tio suyo privado de Pizarro, con el cual parentesoo y por ser grande amigo del capi~~ Pedro de Puelles crey6 no reoebir daflo ninguno; e quieren deoir unos que ee movi6 este con celo leal de servir al rey y avisar al visorrey de lo que hobiese en Quito; otros lo cuentan al con­ trario, diciendo que fu~ por dar aviso a Pizarro de las cosas que por el viaorrey hab!an aido heohaa". (17) El mismo Cieza nos dice lo que fu~ de este ve­ oino de Pasto: llege·lo Lagaeoa, se present6 ante el voluntariamente a purgarse y le dieron por libre.Sea como sea el ambiente de nuestra villa era, ei no co~ pletamente, ei en gran parte favorable todav!a a Pi­ zarro. Sabemos por noticiaa que nos da el mismo Cie­ za, que Pizarro conoc!a todo auanto paeaba en Pasto por noticias que le enviaban los vecinos de la villa y, concretando mas, nos da inoluso el nombre de doe vecinos que eacribieron cartes a Quito; Alonso de Fuenmayor y Luis P4rez. Terminados los preparativos, el virrey se die- ~- .""t •.• 570 pone a ealir de la ciudad .de Pasto camino de Quito, creyendo que Pizarro ya habr!a salido y "teniendo en poco a Pedro de Puelles o a otro capitan que quedase en su luga.r". Sale la. trope., ll.evando e1 estandarse real. otro nombre !lustre de la ciudad de Pasto, Ahufi!!: da, e1 d!a 1 de enero de 1546. El campo de la acci6n se deeplaza con ello definitivamente de Pasto, pero muchos de sus vecinos sa han desplazado con ~1 y se­ guiran siendo parte decisive. eu la lucha que culmin~ ~en Affaquito con la muerte del Virrey. Por'ejemplo, el capitan Cepeda, jugard un papel decisivo ana en­ trada del virrey en Quito, ante~iormente a esta bat~ lla. El es quien aconseja el c nino que las tropas - leales pueden seguir hacia la ciudad para no encon­ trarse con las de Pizarro que hab!a salido al campo a esperarlas. En la batalla, muere Juan Cabrera y, - segUD las noticias de Cieza, huyen Cepeda y Ahumada~ este ultimo, siempre S8gUn las noticias de Cieza, -­ abandonando el estandarte real que portaba. Sin em­ bargo, el alf~rez de Cepeda, defendi6 heroicamente - haata el liltimo momenta la bandera. "Algunos vecinos 5'71 de la villa de Quito y de Pasto y otros soldados, deepues de la perdida de la batalla, huyeron a mete~ se entre los barbaros por no venir a manoa de sus enemigos". ( 18) Algunos consigu.ieron as! eeoapa.r· y volver a la ciudad, pero no todos porque los indios aprovecharon tan oportuna ocasi6n para matar a mu- - chos de elloe. A Pasto llegar!a inmediatamente la noticia de la batalla y de su resultado y pooo despues "Gonzalo Pizarro mand6 al capit~n Juan Velez de Guevara que - fuese a la villade Paeto y prendiese a ciertos veci­ nos del Quito que en ella hab!an queda.do y que truj.!_ se ciertos arcabuc~e que hab!a dejado el visorrey y otras oosas y ana! el capit~n Juan Velez de Guevara, acompafiado de algunos arcabuoeros fue a lo hacerJ a­ llegado a la villa de Pasto, Mart!n de la calla h~y6 y fue preso Francisco de Castellanos, al aual Gonza-· lo Pizarro mand6 luego ahorcar. El oapit~ Pedro de Heredia estaba retraido en San Francisco y unos cuff~ doe euyos, sin tener miramiento al deudo y amistad - 5'12 que con ~1 hab!an, con palabrae engafiosas le habla­ ron que se pusiese en sue manoa, que ellos podr!an - poco o le dar!an aseguranza de su vida por parte de Pizarro; Pedro de Heredia ligeramente sa fi6 en su false fe los cuales lo entregaron al capitan Pedro de Puelles el cual man.d6 l.uego hacer juaticia del." (19) Juan Velez de Guevara encontr6, entre las cosas que el virrey hab!a dejado en Pasto, unos papeles eg tre los cuales hab!a cartas de Espana avisando del - envio del licenciado Lagasca para la pacificaci6n de las provincias. (20) Belalcazar intercede ante Pizarro por los hom­ bres de su gobernaoi6n, explicandole como todos ellos fueron forzados a seguir al virrey y como, si ~1 lee perdona sus vidas, volve~ tranquil.amehte a sus pu~ blos sin alterar cosa alguna. Conseguido esto del gQ bernador, parte hacia Pasto y con ~1 debieron ir los supervivientes para volver a avecindarse en su ciu­ dad y tratar de reanudar la vida pac!fica. Belalca­ zar permanece unos d!as en la ciudad, en los cuales 573 nombra por au teniente general a Francisco Hernandez. Una vez salido de ella, la guerra civil y sue inmediatas consecuencias desaparecen definitivamente de la ciudad. Hubo otra alteraci6n que afect6 a la vida de - la ciudad de Pasto en este azaroso siglo XVI: la re­ beli6n de Lope de Aguirre. Toribio de Ortiguera, en au "Jornada del R!o Marafion", despu~s de comentar c.Q. mo paaadas las guerras de que hemos hablado inmedia­ tamente arriba, la paz no volvi6 a asentarae definit! vamente t sino que los animos al terados, ·el anaia de venganza y el temor presidieron la vida del PerU en general y la de Popayan en particular, nos dice que, en esta gober.naci6n los animoe permanec!an tan alte­ rados y el temor era tanto que ee gastaron ingentes cantidades de oro en pertrechoe de guerra pues se m~ ten!an constan~emente, d!a y noche, guardias y vigi­ lancias por miedo a una sU.bi ta al teraci6n. "Y para - que ee entienda que no fu~ presunci6n vana la eospe- :, ... 574 cha que desto sa tuvo, de que hu ,iera revueltas y al teraoiones si el tirano prevale:..Lera, eucedi6 que ag tea que muriera y fuera desbaratado Lope de Aguirre, en la ciudad de Pasto, en la gober.naci6n de Popayan, que es la mas cercana a la de Quito, en el PerU, es­ taba un Gonzalo Rodr!guez, el cual con otros de aqu~ lla ciudad se car1Baban con otras personas de Qui to - por cifras y enigmas de grandee sospechas, puniendo puercos por soldados, oebada por p6lvora y otras ca­ sas semejantes, por lo cual se fulmin6 proceso con­ tra Gonzalo Rodriguez y aunque asimismo tenia corre~ pondencia con~ras partes de la ciudad de Cali, que es en la mesma gobernac16n de Popayan, donde a la - sazon era gobern.ador Luis de Guzman, caballero, na­ tural de Guadalajara. Por los muchos indicios que contra Gonzalo Rodriguez hubo, ae le dieron muy gr~ des y terribles 1Drmentos y nunca quiso condenar a n!! die y as! lo pag6 el solo cortandole la cabeza, pu­ ni~ndola en el rollo de la dicha ciudad de Pasto,do~ de esta hoy en testimonio de au liviandad y estara - 575 hasta que Dice quiera y la antiguedad y tiempo la consuman n. ( 21) La cabeza de Gonzalo Rodriguez, en el rollo de la ciudad, ser!a para los habitantes de ella, como un constants recuerdO de lo que la guerra civil y sus eecuelas habian sido y un constante aviso de lo que en cualquier momermo, pod!an volver a ear. El azaroeo siglo XVI termina en la ciudad con las exequias de Felipe II en mayo de 1598 y la jura de Felipe III, celebrada con gran pompa en la que, - el por entonces Gobernador de la ciudad, capitan Di~ go de Contreras, entreg6 el estandarte al alf~rez real que lo recib16 a caballo y despu4s, situ6 en el tablado que hab!a sido colocado en medic de la p~a mayor, junto al Teniente de gobernador. Se diepara­ ron los arcabuces entre mdsica de tambores, chiri­ m!as y trompetas. El alferez real pase6 el estanda~ te de la Corona por las callas y plazas entre acla­ maciones y vivas al nuevo Ray y, a la puesta del sol, ------ .... 576 colocado en una ventana del Cabildo, sobre coj!n de terciopelo y al grito de "San Juan de Pasto por el - Ray Nuestro Seffor don Felipe el Tercero".(22) . '. I (1).- (2) .- (3).- (4).- (5).- ( 6) .- (7) .- ( 8) .- (g).- (10)o- (11).- (12).- ( 13) .- (14).- (15).- ( 16) .- 577 NOTAS AL CAPITULO XII . ======================== Cieza de Le6n, 1909, XXIX, 29-30 " .. ,, LXXXV, 90 " .. tt XCVII, 102 ,, " " CL, 167 tt " " CL, " " " " CLI, 168 " tt " CLII, 169 " " " CLII, " tt " .. CLII, 170 " " " CLIII, 171 .. n •• CLIV, 172 It " " CLV, 173 II " " CLVI, 176 II tf " CLXVI, 189 Fern&ldez, Diego, 1963, LI, 81 Guti~rrez de Santa Clara, 1904, II, 337 578 ( 17) .- Cieza de Le6n, 1909' CLXIX, 193 (18).- .. .. u CLXXXIV, 213 ( 19) .- u II It " 214 (20).- ,, It " CLXXXVI, 215 (21).- Ortiguera, Toribio de, 1909, LV, 404 ( 22).- Saflud:o, J. Rafael, 1939' 906 CUARTA PARTE ==============~=~~=====~ ... "llll~- 579 Capftul.o XIII ' PRIMEROS CONTACTOS, DISTRIBUCION DE TIERRAS 580 PRIUEROS CONTACTOS Al pasar los primeros conquistadores el rio Chota se encontraron con una regi6n densamente P£ blada. Eran las diversas tribus de las "naciones" pasta y quilJ.acinga, sin cohesi6n entre ellas, d~ biles y atrasadas, 1~ero belicosas. Respecto a la resistencia de estes indios a ser dominados, no - son muchos los indicios que tenemos para determi­ narla. No ha;y- m~s noticia respecto al afio 1535 y primeros mcses de 1536, que la resistencia de los indica de TuJ_can al paso de la expedicci6n de Di~ go de Tapia. En 1537 hay noticias de quo los in­ dios matabnn. a los espafioles por los caminos y ta..!!!; bi6n a sus crindos (1). A fines de 1537, concretamente el 10 de no­ vierilbre, en el Cabildo, el Regidor Diego de Torres pide a 3elalc&zar que la gente que ha de ir con ~l a 1,8-cificn.r la provincia de Quillaci nc;o. salga con anticipaci6n a la fecha sefkllada "que su merod -- 581 mande que se salga a lo de la guerra a Paste (2)o Mas indicios de que los ind:!genas se hab:!a.n sublevado ya o estaban a punto de hacerlo pueden encontrarse en el acta edilicia del 31 de Qicicm bre de este mismo ru1.o ( 3) en la que Belalcazar, a la vista de los candidates elegidon por el Cabil­ do, escoge para alcaldes y reeidores, aparte de a los acostumbrados, a dos regidores m:is porque al- gunos de ellos hab:!an de marchar a la guerra de - Paste, y de este modo, el servicio publico de Qui to no quedar!a desatendido. En el allo 1538, la situaci6n de este tcrri­ torio deb:! a seguir W1 tan to 1·cvuel ta, ya que, CU:-'1.£ do Pizarro en enero de 1538, y por causa de la au senci8. cle Pedro de Puelles, nombra su teniente en ~uito a Gonzalo D:!az de Pine0k, este califica a la regi6n de pastos y quilla ingas de "tierra in­ dispuecta" y no patrocina nir.guna expedic.i6n ha­ cia ella (4). Ser~ Lorenzo de Aldana el encurgado Qe pncificar la zona cuando sale de Quito a Popa- 582 yan, en seguimiento de Belalcazar, a partir del 20 de agosto de 1538, con solo cuarenta hombres " • que bastaron con su buena mafia y valor, y el de Francisco Hernffildez Gir6n, a sosegar los caciquen de la comarca de Pasto que andaban en guerra • "(5). Parece que est~:. pacificaci6n fue solamente momcntru1ea ya que en 1599 la situaci6n continuaba igual. El 16 de mayo, en el Cabildo de Quito, Ro­ drigo de Ocampo dec{a que iba a salir para Popa­ .vffil a llevar una provisi6n a Aldana por "la via quillo.cinca'' y que, una vez cumplida esta misi6n, tenia pen:.~ado nponene· em Pas to para pac;ificar los naturalos de la Billa Bi9iosa e traellos al domy~ yo e .vugo de Su I.Iagestad" ( 6). Estuvo ausente del.Cabildo durante poco m~s ae un mes, por lo que puede presumirse ~ue no -­ lleg6 han~a Popay~n, pero no existe constancia de lo que lleg6 a hacer respecto a la pacificaci6n - 583 proyectada. El 3 de julio vuelve a aparecer en el Cabildo y a uecir que iba a 11 conquj':star las provincias de Pasto e poblar la Billa Bigiosa " (7). M alli debio permru~ecer pues fu~ el primer j;eniente de gobernador de la ~iudad nombrado por Lorenzo de Aldana. La situaci6n con los indios oo bia ser todavia bastante insegura puesto que Al­ dana le nombra para el cargo a causa de ser con­ siderado como "hombre q_ue bien entendia la ~uerra c1e los indios". Nuevas noticias del afio 1539: el 9 c1e noviem bre, Lorenzo de Aldana est~ba ya en Quito de vue1 ta de su viaje al Cauca pero, a s~ paso por la r~ si6n quillacinga y, antes de realizar la fundaci6n de Villa v iciosa, ·tuvo de nuevo que "quebrantar el orgullo de los naturales" (8). El sucesor de Ocampo, Francisco Hornanuez Gi r6n, tuvo que mantener tambi~n una dura lucha con los indion Quillacingas • • 584 Parece que la pacifiaci6n no qued6 terminada hasta el afi:o 1540, aunque las pequefias sublevaci_£ nes se continuaron a lo largo de todo el siglo -­ con Ul~ caracter de choques de convivencia no de- masiado duros. DISTRIBUCION DE TIERRAS El lugar ofrecia las cualidades deseables - para el asentamiento emropeo: zona templada o fria "sin demas:!.a" y abundante mano de obra. Sobre es­ ton dos factores proyectaron los conquistadores -­ sus dos ideas fundamentales de co1onizaci6n: esp! ritual y lege.l, en nombre de Dios y del Rey. La - atracei6n del ind:!.gena a estas formas de captaci6n fue relativamente facil en cuanto a la forma, de­ bido a su cscaso nivel cultural prehisp~ico. No tanto en el fondo, pues sus cootumbres variaron - solamentc en qlgunos aspectos y el su~trato pre~ panico permanec!o a lo largo del XVI. 585 Los rasgos generales de la colonizaci6n son los caracteristicos de todo el proceso de la do­ rninaci6n espanola en Am6rica: minor:!a bl2.Ilca co­ mo nucleo promotor de desarrollo y explotador de las riquezas del territorio ~Jnquistado. Gentes que busca.h·. al mismo tiempo · ..:te el honor, la ri­ queza, la elevaci6n de su nivel social, del pat~ monio y de 1a propiedad territorial. Al mis~o -­ tiempo son proft.mdamen·te religiosos y pretenden la conversi6n del indio, considerando siempre C£ mo el infiel necesi tado de ayuda espiri tual, (1ue debe pagar esta ayuda con su aportaci6n material para los fines particulares deseados por el con­ quistador. En los affos sirruientes a la fundaci6n de la ciudad, aquella regi6n tan densamente po­ blada, (~~s de 20DOO indios degru1 todas las fueQ tes documentales) divic1ieron a los ind:!c;eno.s que ca!an clentro de su jurisdicci6n en cuatr.o provin cias: la de los Pastes, la de los Abades, la de los Quillacingas y la de los Sibundoyes • • 586 Entre las cuatro reunian una diversidad de produc·tos que hac:!an su econom:!a casi autosufici£!! te, sol2.mente importaban ttmercadur:!as de Castillatt como articulos de l~jo. La provincia de los Pas­ tas les proporcionaba algod6n, caza, fruta, maiz, y era apropiada para los nuevas cultivos y gana­ der:!a., Ln. de los Abades era mlis abundante en los mismos productos y adem~s proporcionaba gran can­ tidad de yuca y, lo m~s interesante: oro. La de - los Quillacingas, por ser de clima mas calido que las 8nteriores ten:!a mas ab~mdancia en cl mismo - tipo do productos y tambi~n oro. Por ultimo la de Sibunuoy, am1que m~s fr:!a, ten!a los mismos pro­ ductos G'.(;r:!colas que las anteriores y una mayor­ abmul~Oincia de oro ( 9). Ln.~ encomiendas y repartim.ientos se dieron - en principia a los conquistadores de la ciudad y zona, los cuales formaron una aristocracia por Bncima ue los encomenderos llegados en ~poca po~ tori or .. 587 Las influencias entre espafioles e ind!genas son mutuas, ya que estos dltimos fueron captados plenamente por la cultura del conquistador pero aportaron al modo da vida de ostas particulari­ dades emanadas de su cultura, que conformaron -­ el modo de ser del espafiol que permaneci6 en Am! ricao Los primeros conquistadores pensaron siem­ pre en su estancia en tierras americanas como al go transitorio, una v!a de enriquecimiento para una posterior vida de esplendor y honor en su re greso a Espana. Pero poco a poco, la encomienda, la tierra, las propiedades en general, fueron -­ at~doles a la tierra y creat1do una serie de pr£ blemas de convivencia con el indio que supcraban los primitives cantactos de simple conquista, u£ minio y explotaci6n. Se produjo en nuestro terri_ to:r·io, como en toda Am6rica, la dicotomia entre la acti tud de las autoridadf · lejanas y las le­ yes y reclus de ellas procedc.,ntes y la realidad 588 del modus vivendi cotidiano. La actitud de la CQ rona fu~ la de incondicional protecci6n al indioe En este ncntido se encamina toda la legislaci6no La distancia y los individualismos impusieron cog tradicciones y difcrencias claras entre lo legis­ lade y lo que en realidad fu~ el vivir diario en convivcncia de dos razas y dos culturas. La encomienda responde a principios propios de la Eclacl r.Iedia en virtud de las cuales cada -­ miembro de la comunidad vivia en un mundo donde ten:! a asc)~:urado el sus ten too Este concepto es -­ trasplantadb a AmArica y por medio de ~l los en­ comendaros tratan de obtener relaciones sociales ~irmes al asegurar los medios de vida a los eom­ ponentes de la comunidad y al mismo tiempo obte­ ner su propio sustento y beneficios. La encomieg da en pues un derecho que implicaba obligaciones como lns de cuidar por el bienestar" de los ind:!­ genas, bienestar do-tallado E:n las ord.enanzas de l~s Leyos Nuevase 589 La encomienda durante el siglo XVI sistema tiz6 el trabajo de los indios y oblig6 a 6stos - el trato frecuente con los espruloleso Econ6mica­ mente resolvi6 el problema de la mane de obra y foment6 la producci6n agricola e indust~, pues, mediante los indios repartidos, prosperaban las labranzas, ganader!a y minas de los espafioleso Las primeras noticias de la distribuci6n de encomiendas son las de la visita del oidor -­ Tom~s L6pez en 1559 (Colecci6n Documental Po 67- 73), y sirven para ver las primeras distribucio­ nes de tierra porque entre ellas hay gran prepog deraci6n de conQuistadores. Hab!a 28 vecinos en­ comenderos en la ciudad y 66 caciques y pueblos, con 23.634indios, tasados en 17.450 mantas y en 987 fanegas de trigo, maiz, cebada y frijoles. c~ da indio adem~s hab!a de dar una gallina y alguroe venados, perdices, terneros y cabritos. Hierba,­ lena; y para completar, algunos indios de servi~ para la casa del encomendero, el cual ten!a obli­ caci6n de pagarles un tanto al afio por concepto 590 de salario por esta prestaci~n de servicios .. Es­ ta tnna que estableci6 el oidor Tomds L6pez par~ cc que no se cumpli6, pues ni los indios ni los cspafioles quedaron conformes. Los indios porque, salvo los pastes, ten!an poco algod6n y no esta­ ban muy duchos en la t6cnica del tejido por lo que prefirieron seguir prestando servicio en las minas de las provincias de los Abades, Quillac~ ga8 y Sibundoy, y de este modo llegar a cubrir la tasa que se les h~bia impuesto, con lo cual po.saron a trnbajar en las minas 1405 indios. Los espafioles aceptaron este cambio en la percepci6n de la tasa. Los 28 vecinos encomenderos ten!an distri~ dns sus encomiendas del modo siguiente: Rodrigo P~rez (conquistador y poblador) te­ n!a 70 fanegas de sembradura, 3 pueblos: Obonuco, Quifia y SibLurrdoy, 770 indios, de los cuales 120- prestaban servicio en minas y 2.000 mantas. 59l Juan Amero (conquistador y poblauor), 25 fanegas, 2 pueblos: Funes y Omaquen, 680 indios con 50 de minas y 500 mantas. Juan Rosero (conquistaoor y poblador), 15 fanegas, 2 pueblos: Patascoy y Chachaobi, 280 - indios, 30 de minas y 200 me~tas. Galindos (conquistador ,, poblador), 2 pue­ blos: Tuqueyesme y Pandiaco, 206 indios, 25 de minas y 150 mantaso Teodosio Hurtado (po~dor), 30 fanegas, 2 pueblos: Chapal y Gualmat~, 510 indios, 50 de - minas y 450 mantas. Juan Garc~s (pobladro), 10 fanegas, 1 pue­ blo: Chapal, 144 indios y 100 mantas. Vicente Rodrieo (poblador) 40 fanegas, 2 - pueblos: Chapal y Paqual, 992, indios, 60 de mi­ nas y 600 mantaso Uarcio P~rez (conquistador y poblador), 50 592 :foneean, 4 pueblos: Males, Manzano, Carlosama y Uocondinejo, 1233 indios, 80 de minas y 1 .. 100 -- mantas. Hernffil Dalvarez Daza; 10 fanegas, 1 pueblo: Chapal, 144 indios y 100 mantas. Hern~do de Cepeda (conquistador y pobla­ dor), 50 fanegas, 3 pueblos: Ipiales, Chunon y Joxoa, 1550 indios, 80 de minas y 1.200 mantas. Juan S~nchez de Jerez (conquistador y pobl~ uor) 50 fanecas, 2 pueblos: Pupiales y Pejendino, 1032 indios, 70 de minas y 1 .. 000 mantas. Alonso de Valle (conquistador y poblador), 35 ~anegas, 2 pueblos: Pitiquan y Lalisuna, 800 indios, 40 de minas y 700 mantas. Hernando de la Espada (conquistador y pobl.§!: dor), 30 fanegas, 3 pueblos: Genoy, Matamoxo y r,r~ tacochin, 510 indios, 40 de minas y 400 mantas. Santo Domingo, 30 fanegas, 1 pueblo: Ilen, 593 500 indios, 40 de minas y 400 mantaso Luis P~rez de Leyva (conquistador y pobla­ uor), 35 fanegas, 3 pueblos: Guditara, Juanru~ab~ y Palasino, 850 indios, 50 de minas ~r 700 mantas .. Aranda, 10 fanegas, 1 pueblo: Xobonuco, 82 indios y 82 mantas. Francisco de Chaves (conquistador y pobla­ dor), 40 fanegas, 1 pueblo: Tuquerres, 950 indios, 80 de minas y 950 mantas. Diego de Meneses (conquistador y pablador), 50 fanegas, 4 pueblos: Concuyen, Atabilas, Saca­ nambuy y Buesaco; 1750 indios, 80 de minas y --- 1.000 mantas • • Hern~do de Ahumada (conquistador y pobla­ dor) 50 fanegas, 2 pueblos: Calcanuycapays y Ya~ cual; 1 .. 080 indios, 70 de mirEs y 800 mantas .. Alonso de O.sorio (conquistc.dor y poblador), 50 faneeas, 3 pueblos: Yascual, Sacandonoy y Bo­ tifiaxoxoa; 1 .. 056 indios, 70 c minas y 800 mim- tas .. 594 Dieeo Desquivel (conquistador y poblador), 15 fn.necas, 1 pueblo: Guachucal; 205 indios, 22 de minas y 150 mantas .. Hernando Ndnez de Trejo (conquistador y P.Q. blader), ~ pueblos: Pastas, Xacaracatu, Cumbal ~ Pixina; 720 indios, 50 de minas y 60 mantas .. ti~ndez de Arguello ( poblador), 50 fane gas, 2 pueblos: r.Tallama y ChaiJacual, 1. 200 indios, 80 de min:::.s y 1 o 000 mantas. Pedro Amonso (poblador) 50 fanegas, 4 pue­ blos: I.:uellamas,, Jangocobi, Mochombuco, Pachenduy; 1.170 indios, 70 de minas y 800 mantas. auan de Samaniego (conquist~dor), 25 fanega~ 2 pueblos: Chocholdi y Botinachanaque; 670 indios, 60 t:le minas y 500 mantas. Alonso Nieto (conquistador y poblador), 40 far.ecas, 1 pueblos: Pa.n.ga, Jancal, Consaca y Mo­ conclino; G10 indios, 40 de minas y 500 mantas .. . . 595 Alonso de Villalobos (conquistador y pob~ dor), 25 fanegas, 3 pueblo:::~: Amin.anda, Guazanba, I-.1oconduy; 330 indios, 30 de minas y 200 mantas. Juan de Casanas (conquistador y poblador), 30 fanegas, 2 pueblos sin n~mero de indios tribu tarios por estar roto el documento, 40 de minas y 500 mantas. Como puede apreciarae estes primeros repa~ timientos de tierra respond!an en orden de pref~ rencia a los m~ritos de los que hab{an formado - las huestes conquistadoras. Tierras y mano de obxa ind{gena se reparten de un modo que parece respog der al valor desplegado en la conquista y pacifi­ caci6n del territorio. Como los datos que poscc- • mos comienzan en 1559, pese aver en ellas que­ los conquistadores segu{an viviendo y disfrutando del botin conseguido en los primero ru1os, ha de - pensarse r1ue la extensi6n de las tierras concedi­ das se hab!a ido reduciendo, ya que a partir de - 1542 la encomienda de servicios personales se ha- 596 b!a ido rcducicndo para ser sustituida par la en comicnda de tributes que primeramente queda casi al arbi trio del encomendero · .o del tasador, pero que lueGo se va moderando y aduptm~do segdn las circunstancias del media ambiente, como henos ~ to en este ce.so concreto en que no se aceptaba la tasaci6n oficial ni por espafioles, ni por in­ d{genas, por no corresponder a la realidad del - sustrato humano y econ6mico. 597 NOTAS AL CAPITULO XIII ( 1) .. - Libro Cabildos de Qui to, 1934, I, 293-294 ( 2) .- .. " n 1934, I, ( 3) .- .. " 1t " I .. ' ( 4) .- II n tl " I. , ( 5) .- Fernffil.dez de Piedrahita, 1942, I, 218. ( 6) .- Libro Cabildo de Quito. ( 7) .- " II " ( 8) .- " ,, .. 1934, II, 33 .. ( 9l.- Colecci~n Documental p. 64-66 .. Capitulo XIV NUEVAS POBLACIONES, CULTIVOS Y GANADO 599 NUEVAS POBLACIONES La primera ciudad de espaffoles, como ya hemos visto, fue la de la Villaviciosa de la Concepcion - de Pasto o San Juan de Pasto, desde 1565. El primer mapa en que aparece la ciudad es el de Diego Mendez ~p. Grar. lam. ). Su confeccion debe ser anterior a 1568, pues fue incluldo en el mapa de Ortelio de 1568. A partir de este centro urbano fueron creand._2 se las ciudades, ya ci tadas, de Almaguer, Madrigal, Mocoa e Iscuande; pero tambien, mediante 1as enco-­ miendas y reducciones, van surgiendo poblados ind!­ genas nuevos, que perduraran en su mayor parte has­ ta la actualidad. En la toponimia dada por Cieza, a su paso por la region, pocos afios despues de funda­ da la ciudad, puede verse que existian 9 poblados - ind!genas en la provincia de l~s Abades, que perte­ necia ala jurisdicci6n de Pasto; Isancal, Pangan, Zacuanpus, Chorros del Agua, Pichilimbuy, 1uyles, 600 Angayan• Paqual y Chuchaldo. Entre los pastos: Ascual., Mallama, Tucurres, Zapuya, Ilea, Gualmatal, Funes, Chapal, Males, Pi~ lea, Pupiales, Turca, Cumba, Guaca y Tusa. Entre los quillacingas: Mocondino, Bejendino Buyzaco, Gua.janzangua, Mocoxonduque, Guacuanquer y Macaxamata. Entre los sibundoyes: Cibundoy. Y otros doe - mas a los que no lea asigna filiaci6n: Pastoco y La Laguna f2). La segunda fuente es la visita del Licenciado Tomas Lopez en 1559 y los 34 toponimos citadoa por Cieza, ya se han convertido en 66: Sibundoy, Quifia, Obonuco, Funes, Omaquen, Patascoy, Chachaobi, Tuqu~ yesme, Pandiaco, Chapal, Gualmatan, Botina, Chapal, Faqual, Males, Manza~o, Carlosama, Mocondinejo, Ip~ les, Chunon, Joxoa, Pupiales, Pexeyndino, Pitiquan, Lalisuna, Genoy, Matamoxo, Mataconchin, Ilis, Guay- .601 tara, Juananbun, Palasino, Xobonucu, Tuquerrens, Concuyen, Atabilas, Qacananbuy, Buyzacon, Ca1canyc~ pays, Yanqual, Yascual, Qacandonoy, Botinaxoxoa,Gu~ chaol.cal, Pastas, Xacaracatu, Conbal, Pixina, Mall~ ma, Chapaqual., 1\iuel.lamas, Jangocobi, Mochonbuco, P~ chenduy, Chocholdi, Botinachanaq~e, Panga, Jancal., Conaaca, Mocondino, Aminanda, Guazanba, Moconduy,C~ tanbuco, Yxobi (3). Si por estas fechas compat~os los trace pue­ blos de espafloles que habia en l.a Gobernaci6n de Po payan y los pueblos de indios de la jurisdiccion de cada una de estas ciudades (Col. Voc. p. 80), vemos que Pasto era el que mas pueblos de indios tenia de toda la gobernaci6n. Centrandonos en los quillacingas y pastas; en la Descripcion de 1582 (4), tenemoa loa siguientea poblados quillacingas: Tetamal, Chespan, Xamundino, Catambuco, Botana, Pusamensoi, Paxanacatambu, Maxi­ talfo, Obonuco, Pasind0i Buizaco, E1. Monte, Pixindi 602 no, I':Iocondino, Xarrru.ndino, Mapascoi, Pandiaco, Pina­ saco, Angano, La Laguna, Xobonuco, Chapaqual, M±nda Funes, Cyapuscal, Tangoa, Yaconquer, Chasnaque, Ci­ qui tan, Xeniu, Mati tuy, Obuco, Matacunchui, Sandona Conzaca, Chachaqui, Mocoandin, Sacanambu, Goasinsa­ go, Vcrxagui, Buizaco, Juan Ambu, Xacanatu, Quina, Sacandonoi, Palasino, Mamendoi y La Cruz. La ciudad de Almaquer tenia tambien tierras - habitadas por los quillacingas {5), pero no costan los nombres de los poblados, sino solamente el n~ ro de ir.dios y fanegas de sembradura. Con respecto a los pueblos de los pastas, te~ moe menos nol!!bres, porque el testimonio del juez de Comisi6n Cristobal Sanguino, hecho en los afios 1596 y 97 (6), se limita a consignar los nombres de las comunidades que estaban encomendadas a espafioles "sin otras que ay en l.a dicha provin9 -ia que no son a su cargo sino de los naturales ca9iques y govern!!­ dores de los pueblos". Pese a esta afinnaci6n cita 603 algunos pueblos mas, que Cieza, con un total de 23: Tuquerre.s, 9apuis, Pupiales, Ipiales, Muellama, Gua chaucal, Cumbal, Pastas, Carlusama, Chungana, Yapu­ ta; Ymues~ Yasqual y Manchan (p. 144); Jl,lallama, Y- 1es, Putisman y Gua1mac;an (p. 145); Guapusqua1 (p. 158); Males, Puerres, Tesqual, C'anchala y Chapales (p. 159)'. Como la visita se hizo en general para Pasta y su provincia, he omitido al~vJs pueblos que cita Cristobal Sanguino, en virtud d.:. que aparecen indis criminadas con nombres que en la visita de D. Tomas Lopez se citan dentro del area quillaainga. Entre los pueblos de los pastas y sus prime­ res encomenderos, que no cita Sanguine, por estar comprendidos dentro del ·corregimiento de Otavalo, estan Tusa (San Gabriel) en Francisco Bernaldo de Quiros; Tu1can en Anton Diez y Huaca en Antonio de Ribera (7). De estas poblaciones indigenas, algunas tienan 604 un sustrato prehispanico, probablemente las qu_e ci ta Cieza de Leon, y despues se fueron formando nu~ vas concentraciones, que bien por encomienda, bien por reducci6n. Asi parece deducirse del documento - de 1559 en que al dar los toponimos dice "caciques o puehJ_os". Estas concentraciones, ge:nnen de futures pue­ blos, la mayor parte de los cuales existen todavia, no siempre estuvieron encomendados a espa.ffoles. La Audiencia de Quito dict6 provisiones para que algu­ nas de ellas fuesen dadas en administracion a los - caciques (como Ilea, Putisnan y Gualmatan). Lama-­ yor parte de las veces porque los encomenderos es-­ quilmaban a la comunidad sin cumplir las obligacio­ nes que au condicion les imponia. Otras veces se fundaban nuevas pueblos con.bienes de espanoles que no habfa.n cumplido con sus obligaciones para con la encomienda, ni con la Hacienda Real. Un ejemplo es la fundacion de Sapuyes (9apuis) que se hizo con 605 ~os bienes del encargado de administrar la comuni­ dad. Su falta de cumplimiento hizo que en 1585 el visitador D. Martin de Guzman le condenase a. pagar una mu~ta en dinero y especie a beneficia de dicha comunidad. Cuando en 1596, el juez Cristobal Sangu~ no comprobo que el pago de la mu1ta no se habfa efectuado le oblige a hacerlo y con ello "la fundo y reformo para que sea de mucho aprovechamiento de aquf adelante a los dichos natura1es 11 (8). Caaos como el anteriormente citado se repiten a todo lo largo del informe de Cristobal Sangu.ino. Casi ningUn encomendero o administrador cumplia con sus deberes. Las mul tas se suceden y, en este caso­ consta que son pagadas e invertidas en mejorar la - vida y buena marcha de las comunidades. Los pueblos de Mataconchui, Matetui, Mancagu~ xoi, Xenoi y Xamundino estaban sin renta desde 1564 Las comunidades de Cumbal, Muellamas, Carlusama, Chungana y Yaputa no tenlan ~ajas ni libros donde 606 asentar las cuentas, Sanguino lo califica de "Tan­ ta barbaridad", puea el dinero estaba en poderdel corregidor de la provincia de loa Pastos y los in­ d{genas no perciblan ningan provecho. En todas estas malversaciones aparecen los - nombres de los conquistadores que aun vivie.n 0 de sus descendientes, incluyendo a Hernando de Cepeda y Ca.raveo, el primo de Santa Teresa. El ll.nico que parece salvarse es el conquistador Diego de Meneses que en sus encomiendas de Ancuya y Buesaco deja por testamento parte de sus bienes para que sean funda­ dos estos dos pueblos. En res~men, a fines del XVI las encomiendas - van tomando 1orma de poblados con su propia organi­ zaci6n y vida independiente. El hombre que llev6 a cabo toda esta labor de reorganizaci6n y de cuya eficacia da muestras el que, en au mayor parte, esos pueblos pervivan en la actualidad fue Crist&bal San­ guine. 607 CULTIVOS Y GANADERIA La region siempre fue muy fertil, desde la - pr~era impresion que llega hasta nosotros por me­ dia de Cieza:"Los espa.fi.oles tienen en todo este v.!! lle sus estancias y caserlas, donde tienen sus granjer!as, y las vegas y campiffa deste rio esta - siempre sembrado de muchos y hermosos trigos y ce­ badas y maiz, y tiene un molino en que muelen el trigo; porque ya en aquella villa no se come pan de maiz, por la abunda.ncia que tienen de trigo"(9) Las informaciones acerca de su fertilidad contiUuan "es pueblo de mu.chas granjerlas e muy abundante de aervicio"; "ay muchas frutas de la tierra y de Cas­ tilla"; "cojese mucha cantidad de trigo y 9evada"; "es muy abundante de todas comidas e todo vale bara to por aver en cantidad. Ay yngenios de a9ucar"; "dase mucho pan"; nes pueblo muy bastiado" (10)o Las impresiones de los primeros conquistado­ res acerca de la fertilidad de estas tierras, se - l • 608 ven confirmadas con el asentamiento e introduccion de los cultivos europeos. Las caracter!sticas del medio fisico, expe-­ cialmente en lo que a climatologia se refiere, de­ terminan la existencia de tres tipos bien defini-­ dos de agriculture: de "tierra caliente", de zona templada y de "tierra,.fria". Estos tres tipos de - agricultura se encuentran representados en la re-­ gion, edemas de la ·:-egion ecologica denominada "~ ramo" que corresponds a altitudes superiores a los 3.000 m. y en la que practicamente no habia aprov_! chamientos agrlcolas ni forestales. La ntierra caliente" se aprovechaba para el cultivo de la cafia deazucar en 1as partes que lin­ daban con la zona templada. Tambien para las frutas tropicales tipicas de este clima y a las que pron­ to se aficionaron los espafioles. La agricultura de zona templada, con una al­ titud comprendidn entre los 1.000 y 2.000 mo sobre 609 e1 nivel del mar, -oorrespondia oaai por complete a1 area quillaoinga y se establecieron oultivos - de cafta de azucar que industrializaban mediante loa ingenios, y fique o cabuya..r,_ para con sus fi-­ bras haoer costales y cuerdas. Era la zona ideal para el cultivo del maiz y en ella comenzaban lo que entonces ae llamaban tierras de "pan llevar", con cultivos de trigo y cabana. La "tierra fria" ea l.a que tiene mayor impo_!: tancia en cuanto a los productos de origen europeo. Se practicaba en tierras comJ~endidas entre los 2.000 y 3.000 m. La temperatura con una variaci6n entre los 132 y 14Q permiti6 el cultivo, con exce­ lentes rendimientos del trigo y de la cebada en primer lugar, y en segundo de una gran variedad d9 hortalizas. Las casas de Pasta tenian a su alrede­ dor pequefioa huertos para el cultivo de eatas hor­ talizas; estos huertos fueron desplazandoae poco a poco segUn lo exigla el crecimiento urbane. 610 Los tmplementos agricolas, aparte del "palo cavador" que segu!an utilizano en los lugares do_!! de las parcelas eran pequefias 0 estaban mas deja­ das de la mano del encomendero, a fines de siglo los indigenas utilizaban hachas, azadillas, hoces,. y rejas de arado (11). Entre otras herramientas que habian adoptado estaban barrenas, escoplos, martlllos y herraduras. Si la agricul tura interlsiva y las nuevas cu]: tura.s resul taron UI1 exito, lo mismO puede decirse de la ganaderia. La documentacion al hablar de Pas to dice que 11 es un pueblo que quadra mucho el nom­ bra porque es tierra de muy buenos pastos para ga­ nados y comidas 11 (12)o En la epoca prehispanica,e~ cepto el cuy y alguna llama en el area pasto, los animales domesticos eran practic~ente desconoci-­ dos. La introducci6n de la ganaderia europea revo­ luciono por complete todo su sistema economico y - vital. Dedicaron considerables extensio~es a pas-- 611 toe y comenz6 un gran desarrollo de la ganaderia. La abundancia de malz, trigo y cebada hizo proli­ ferar las aves domesticas, que por otra parte t~ bien eran dejadas a su libre a1bedrio por entre - loa campos cercanos a las casas. E1 ganado vacuno, caba11ar y lanar se acli­ mat6 bien en las zonas de "tierra friatt. El proc_! no se.adapto a1 medio de una manera tan perfecta que la region surtia a Quito y a Popayan de carne de esta especie "crian ansi los vezinos como los naturales gran cantidad de puercos de que tienen - mucho aprovechamiento" (13). Por otra parte ae adapt6 perfectamente a la dieta alimenticia de los indigenas "eetos indios tratan de au labor y en crias de ganado de eerda" (14). En el inventario de bienes de las comunida-­ des de los pastos se nota la gran diferencia entre el ganado de una y otra c1ase. Creo que se debia, no solamente a la. rneyor fecur..o.idad del porcino, sino 612 a su mas completa utilidad. Es de notar tambien la diferencia entre el ganado cabrio y el ovino, debJ da sin duda a la peor adaptabi1idad del ganado 1a­ nar, propio de regiones secas 0 aridas, a un clima hUmedo en e1 que el ganado no disfrutaba, por otra parte, de cobijo algtino. Para mayor claridad, a continuaci6n se expo­ ne un cuadro con datos numericos de 1a riqueza pe­ cuaria de las comunidades indigenas de los pastas, en el ana 1596 (15). En este cuadro se han ordena­ do las comunidades de mayor a menor riqueza, expr~ sada en nUmero total de cabezas de ganado, y las - especies se han ordenado tambien de mayor a menor nUmero, dentro .aei conjunto de las comunidades. En total, las comunidades ind!genas de los pastas te­ nfan aquel affo ocho mil doscientas seis cabezas de ganado. 613 RIQUEZA PECUARIA DE LAS COMUNIDADES DfDIGENAS DE LOS PASTOS (Los nUmeros expresan unidades) Comunidad Porcino Cab rio Bovino Equino Ovino TOTAL Ypiales 1.786 765 25 - - 2.576 Muellamas 1.033 - 29 90 - 1.152 Cumbal y Pasta.z 877 - 14 - - 891 Carlusama 731 - 19 - - 750 Yaputa 652 - 14 - - 666 Chungana Mal lama - - 34~ 270 - 613 Guachucal 521 - R 37 - 566 Males - 340 - - 25 365 Zapuis - - 51 - 210 26~ Pupiales 157 - 11 - - 168 Funes - - 4 101 - 105 Guapusqual Yles - 93 - - - 93 TOTAL 5.757 1.198 518 498 235 8.206 ======== ======= ====== ====== ------ ====== 1 ' 614 Todas estas producciones agricolas y ganaderas se utilizaban en parte para el propio consumo y en parte para comerciaro A Quito se enviaban azucar y confituras y Quito proporcionaba a la villa merca­ durias de Castilla, Sal, pescado, cordobanes y pa-­ fios. En la Relacion de ciudades y villas del distr~ to de la Audiencia ce Quito (16) se evaluan los pr~ ductos quitefios que llegaban a Pasta en 20.000 pe­ sos y hace constar que entre aetas doe ciudades no pagabanse derechos. El comercio de ganado porcino - se efectuaba preferentemente con Almaquer, Popayan y Cali ( 17) 615 NOTAS AL CAPITULO XIV 1).- Porras Barrenechea, 1955' mapa 2).- Cieza de Leon, 1941, 100, 101' 114 y 115 3) .- Col. Doc., P• 67-77 4).- II It P• 83-91 t 5) .- It II p. 96 ' 6).- II II P• 107 ' 7) .- Jimenez de J.a Espada, 1897' III, 76 8).- Col. Doc., P• 135 g).- Cieza de Leon, 1941' 105 1 0) .- Co1. Doc., P• 99, 102 11).- u " p. 148 ' 12).- " " P• 102 ' 13) .- " tl P• 99 ' 14).- Vazquez de Espinosa, 1948, 335, parraf'o 1081 15).- Col. Doc., p. 146-161 16).- Jimenea de la Espada, 1897' III, 16 17) .- Col. lJ 99 .. oc.' P• 616 Capitulo XV ASl-'EC!POS HUMANOS DEL CONTACTO =========~=========~========= 617 a) Traslados Ar3.rte del traslado de mitimaes durante la do­ min?ci6n incaica, las etnias d~ pastas y quillacin­ gas se vieron mestizadas entr0' las misma poblaci6n aut6ctoneamericana en la ~poca de la conquista por los traslados forzosos de yanaconas y nabor{as, pri~ cipalmente desde Quito, de las cuales tcnemos noti­ cias ciertas a partir de 1539. El 16 de mayo el Cabi1 do quitefio req_uiere a Rodrieo de Ocampo para que no se lleve indios a la provincia de Provincia de Popa­ yan. Ocampo iba a dar ciertas provisiones del rey a Lorenzo de Aldana, pero despu6s a 11 estarse a resedir en las provincias de pasto ••• e podr!a ser que la &ente que con sigo lleva ••• llebase desta villa e de sus termynos yndios e yndias anaconas e de repar­ tymyentos o•• porg_ue si se llevasen pcrjudicar:!a a.­ la poblaci6n ••• 11 (1) En cl mismo afio el regidor de Quito Sancho de 618 la Uarrera dice que le consta que la gente que va"la bia de quillacin&a syn capitan ni cabildo n:y persona con pouer del senor governador my deste cabildo e ban faziendo por los camynos llevando en hicos e cadenas a los naturales desta probin<;ias alborotando los pil~ blos dellas ·~·" (2). El regidor.vuelve a insistir a Ocamr)o para que no saque "asi yndios como yndias" .. Hay otra noticia en 1541 en que se vuelve a prohibir que los conquistadores saquen indios para las provincias nortefias por~ue "los quales dichos yg dios nunca an buelto" (3). Dentro de los mismos repartim.ientos hab!a tra~ lad.os arbitrarios, basados -6.nicamente en razones eco n6rnicas, sin tener en cuenta los perjuicios que este desarraigo ca.nsaba en la psicolog!a del indio (4). - Vaca de Ca3tro en 1543 tuvo que dirigirse a los te­ nientes de gobernador y alcaldes de las ciudades y - villas para que cuan·lo las haciendas fuesen vendidas los indios se quedaron sirviendo con el nuevo propie 619 tario .. Las noticias de este tenor continu8.!1 con lo cual los traslados £orzosos y la confusi6n mental del indigena ante estos acontecimientos debi6 de ser extraordinariamente dura. Sf a estos traslados anad~ mos la actuaci6n que, salvo e:xcepciones, secuia el - encomendero para con sus encomendados. Tendremos una suma de factores que producirian la desorganizaci6n d.e los conceptos de su vida anterior y un periodo de adaptaci6n sumamente dif!cil. b) Comportamiento del blanco para con el indio: Con­ secuencias. Por otro lado hay que pt~r.sar en las bases con que los hisp~icos establecieron sus nuevas ideas econ6micas. La t!pica comunidad ind!gena en esta ~9£ ca funcionaba sobre tres elemc .ttos: 1 Q o- Las tierras labrant .... as de reparto entre - los jefes de familia para su uafructo in- • dividualo 2a.- Los ejidos para la economia de pastoreo. Ja.- LaG sementeras com,xnes, cuyo producto se destinaba al pago de Tributose Esta orga­ ni7.raci6n, que en teor!a era perfecta, en la realidad no se ajustaba en las normas dadas, ni por parte del ind:!gena, ni por la del encomendero. Bajo este r~gimcn, la situaci6n del indio de Paste no difiere de la generale El trato que recibe de su encomendero no es, al igual que ocurre en toda la ~ona do ocupaci6n hispana, racista: el espaflol g~ nernlmente no lo es. Podr!a mds bien calificarse su si tuaci6n 8.e proletariado. Lo que se le exige eo un trabajo que produzca riqueza a quien no ha ido a In­ dias con otro fin. Ten:!an su propio terrene y un tiern po para trabajarlo, pero tambi~n ten:!an que trabajar para su encomendero. El enajenamiento de sus tierras es un hehho, puesto que se repart!an entre los con­ quistadores, seeUn sus m~ritos, incluyendo en este - 621 reparto a los indios que las habitaban .. Comerciaban y criaban ganado, pero casi siempre con vista al el£ mento espafiol, con quien comerciaban y q_uicn se be­ neficiaba de las excelencias de este ganado. Hay una Disposici6n de 1581, basada en recohlen daciones de la corona dictada8 en 1580, por las que se intenta proteger al indio de los abuses de los - encomenderos.. En lo que respecta a nuestra zona di­ ce que ''Los corregimientos de los pastes y quillacig gan ol tomin de oro que estava sefialauo que pague c~ da yndio de salario al corregidor en cada un afio lo paguen los encomenderos y no los yndios ••• " (5). Continda diciendo que el salario percibido por el C£ rregidor no debe exceder a 500 pesos de buen oro, que los indios hagan a cada corregidor una sementera de 8 fanegas de maiz y que no le han de dar nincdn - otro camarico "ni cosa ale;una" hasta. que un visita­ dor diera nuevas provisionos. Que nada de esto se cumpli6 podemos comprobarlo cuando el juez Crist6bal Saneuino que en comisi6n para visitar y poner en or- • 622 den las cuentas de las comunidades de los pastos y quillacincas, vi6 que estaban "perd.idas y destru.!­ da9" (6) y tuvo que comenzar a hacer diligencias pa­ ra ponerlas 13n orden. Hay constancia en esta Rela­ ci6n de que los encomenderos, desde la ~poca de la Conquista, abusaron de sus derechos .. Algunos de los primeros dejaron bienes en su Testamento, como rest~ tuci6n de lo apropiado en vida a los pueblos que les estuvicron encomendados .. De la documentaci6n se des­ prende que las fal·tas cometidas pueden :resum.irse en tres: a) b) c) Apropiaci6n indebida de ganados. tt " del oro de las cajas. Desorganizaci6n en los libros de cuentas .. Tene1~1os e j emplos como el de que el primer en­ comendero de las comunidades quillacingas de El r:Ion­ te, Anc~zya, Buenaco del Camino y Buesaco Jamo~he (7) hab!a uejado en su testamento por via de restituci6n 30 yec;uas y en los veinte afioG. .transcurridos hasta 623 el memento de la visita, su hijo no las habia resti­ tu:!do .. Sanguine le proces6 y le conden6 2. restituir 206 cabezas de ganado equino ~)ara repartir entre las dichas comunidades. A la comunidad quillacinga de Quina, tanbi~n - por testamento, le hub:!an dejf~o 40 yeguas y los co­ rregidores y curas de las dect~inas se aprovechaban de ellas para el pago de sus salaries. En vista de - lo cual Sanguine tuvo que poner un administrador.(8) En cuanto a la apropiaci6n del oro, al llegar a Tuquerrer, Sangyino se encontr6 con que no hab:!a - oro en las cajas. A la comunidad de Cumbal le deb!an 322 pesos, a la de l'. Madrid. Pre colombia Sucesorea de Rivadeneyra.Madrid. La extirpaciO.n de J.a l.dolo.tr!a en Per11. Anotaclones y Concordacias con las or6nicas de Indias por H.H. Urteaga CoJ.ecc. de Libras y Do­ cumentos re~~rentee a J.a ~sto­ ria del Peru. Sanmart! y Cia·. Lima. Histo;-ia de La Gobernas;ion de - Popa.yan. Tomo I. Popayan·. ATLAS. 1960 BALLESTEROS GAI­ BROIS, MANUEL. 1.961 BALLESTEROS GAI­ BROIS, MANUE!J y ULLOA SUAREZ~ JULIA 1961. BARRERA, ISAAC J • 2964 1963 661 ••• de la Econom!a CoJ.ombiana. Ediciones del Banco de la Re­ publica.. Bogota. Los pueblos precolombinos. To mo I de la Ill de Eapa.ffa y - America. Ed. Vicens Vives·. p. 234-289. Barcelona. Indigenismo Americana, Inst. de CU!tura Hispanica.Madrid. 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Patronato 28 Ramo 65. 1539, Abril, 14 Provanca"8.d perpetua Rey memoria" quel capi­ tan Pedro de Puelles hizo en la cibdad de San ta F~ que es el nuevo Reyno de Granada provin cia de Banta Marta. A.G.I. Santa ?~, 80 Doc7 12a 8 ftos .. 1 539, I'.Iayo, 4 Traslado de una c~dula de uosesi6n y encomien dn dada por Gons~lo Ximenes al capitan Pedro­ de Puelles en la ciudad de Santa F~ a 3 de Ua yo de 1539. - A.G.I. Santa F6, 80 Doc. 12 b. 1fto. 707 1 541 , Febrcro, 4 1541 Relaei6n ~1ue ba para ante su majestad dada por la junticia y regimiento de la cibdad de santia ge desta hucba castilla llamada piru de los me recimientos J.el capitrut francisco de orellana­ teniente de gobernador de la dicha cibdad.- ma nuscritos de Marcos Gim~nez de la Espada. Con­ sejo Superior de Investigaciones Cientificas7- Carpeta nQ 7 Leg. sin numerar. Es copia del A. G.I. Leg. 2-2-1 • --r Autos que se hicieron cua.ndo la visita del Li cenciado Vaca de Castro en Quito sobre Pasto.­ R.A.Ho Col. Munoz A/109, ftos. 245 y 246. 1 543, Mayo, 16 Carta o.l Consejo de Indias dando acontenim.ientos de la Jornada de chacla en Cali. Sin autor. R.A.Ha. Colecci6n Munoz A/110 6 90. 1543, Septiembre, 20 cuenta de los la Canela .. Fe- g ftos.87- 4S45 Carta al Em·nerador del Cabildo cle Pasto ponie!l do de rulleva la necesidad que habfa de Obispo en Po:payan y :::.;uplicando sea no91brado Fray Her­ nando de Granada Vicario General de la Orden de la r.Terced. R.A.Ha. Colo 1'.1ufioz A/110 6 9 tto. 112 v., 4845" 708 1 54 7, Abril, 27 1553 1559 1559 Carta del Licdo. Miguel ~{ez Armendariz a Be! alc~zar en que le da cum·:~a de diversos acon­ tecimientos y hace una descripci6n de la Pro­ vincia de Popay~. Fechada en Santa F~. R.A.Ha. Col. Mufioz A/111 ~ 9 fots. 243-249. 484b Relaci6n de los pueblos . ~e la Gobernaci6n de­ Popay~ en el distrito del Nuevo Reyno de Gr~ nada. 51 hojas. R.A.Ha. Leg. 9-4664. Relaci6n y descripci6n de la provincia de Pa­ pay~ y sus pueblos. Hecha por uno de los oi­ dores de la Audiencia del Nuevo Heino de Gra­ nada. R.A.Ha. Ms R. Leg. 9-4664. Relaci6n y descripci6n geogr~fica de las pro­ vincias de la Gobernaci6n de Popay~. R.A.Ha. MS.4 9 tabla 9 37 fots. Transcri- tnJST '2"5""-4 tos los 4 primeros. 709 1 560, Junia, 28 Informaci6n heche a pedimiento del capitdn - Antonio Mor~ en nombre y como procurador de la ciudad de San Francisco de Quito, sabre lo mucho que importa se estableciese Audiencia en dicha ciudad. A.G.I. Justicia 1137. 1563, Agosto, 29 C~dula dirigida al Licenciado Castro sobre - orden que debe tener en el porveer corregi-­ mientos en todos los distritos de las Audien cias, Quito, y Ch8rcas. - A.Goio Aud. Lima, Leg. 569, Libra II, fot. - 21 v. 1563, Agosto, 29 C~dula de Felipe II sobre la creaci6n de la Audencia de Quito. A.Goi. Aud. de Quito. Leg. 211 Lib. I, fot.- 22 v. 156 5-1 5'56 Relaci6n de la v~sita de los pueblos de Esp~ fioles que caen en el distrito de la Real Au­ diencia de Quito.(Sin autor) R.A.Ha. Ms. Leg. 9-4664 2 fats. 710 ~566, Noviembre, 11 Real C~dula por la que se ordena a la Real Au diencia de Quito, proveer que los indios sean tratados como hombres libres y vasallos de su mages-tad. A.G.I. Aud. de Quito. Leg. 211, Lib. I, fots. 122 v 122. 1566, Octubre, 1 Oficio dirigido de Felipe II a Santill~ so­ bre no cargar demasiado a los indios. A.G.I. Aud. de Quito. Leg. 211 Lib.I fo-ts. - 118 v- 119. 1566,Febrero, 20 Carta de Hernando de SantillM a S.M. en la que expone la necesidad de quitar el uso de cargar a los indios y desurraigar el servi­ cio personal. A.G.I. Aud. de Quito, Leg. 8. 1 566, Octubre, 1 1567 Petici6n de Diaz S~1chez de Narv~ez, vecino de Paste, de 3000 pesos de renta o de repar­ timientos vacos. A.G.I. Quito 215, fots. 68 v-69 v. "De partes Popay~••. Des<..e 17 de Mayo· de .;...._ 711 1564 hasta 26 de Noviembre de 1598. Encuader­ nado. A.G.I. Quito 215, fots. 64-65, 70, 73 v. 303. 1 568, Enerot 15 1570 1571 Real C~dula sobre la menera de elegir a los - Alcaldes .. A.G.I. Aud. de Quito, Leg. 211, Lib. I, fots. 160-161. Descripci6n del pueolo de 9igundoy cuya enco­ mienda es del capitdn Rodrigo P~rez. A.G.I. Patronato 189 R.35.· 'Rela8i6n d.e los pueblos que hay en el distri­ to de la Audiencia de la ciudad de San Francis ci de Quito, por Antonio de Le6n, - Secreta~­ rio de la dicha ciudad. R.A.Ha. Ms. Leg. 9-4664. 1 571, marzo, 6 Dictamen sabre el dominic de los Ineas y el - de los reyes de Espana en los.Reynos del Perd .. Vnlle del Yucai. Por Pedro Sarmiento de Gamboa. B. Nal. ·Ms. de Am~rica. Doc. 1143. 712 1572, Marzo 6, Los Reyes 1573 Informacidl de m~ri tos y SE _•,ricios de Hernando de Paredes. A.G.I. Patronato 108, Ram~ 3. La cibdad de Sant Francisco del Quito. Publicado por Jim~nez de la Espada en Relac. Geogr~. de Indias. T.III, P~gs. 60-104 1897 Madrid. Relaci6n de la provincia de Quito y distrito de su Audiencia por los oficiales de la Real ·Hacienda. Publicado por Jim~nez de la Espada. Relac.-­ Geogr&f. de Indias. Tomo III, p.24-35. 1897 Madrid. Relaci6n de ciudades y villas que hay en e1- distrito de la Audiencia Real que reside en­ cibdad de San Francisco del Quito y de los-­ oficios de administraci6n de Justicia dellas vendibles y del valor de cada uno dellos y - de los que se podr!an criar y acrecentar. Publicado en Jim~nez de la Espada. Relac. -­ Geogr~. de Indias~ Torno III, P• 24-35., 1897 Madrid. 1582, Octubre, 10 Descripci6n de los indios naturales tributa~ rios, casados y soltcros, de los valles de - Pasto, Quillacingas, Sigundoi y Provincia de los Abades, hecha por don Francisco Centellas 1582 1583 713 en la ciudad de San Juan de Pasto. R.A.Ha. Si~.9 Tabla 9, nD VIII, 4 fots. 46 1 35-4 Relno16ny descripci6n tido de Otavalo. Publicada por Jim~nez Geogr~. de Indias. Torno III, p.· 105-120 de los pueblos del pa£ de la ltspada en Relac. e 1897 Madrid. Relaci6n de la ciudad u obispo d.e San Fran-­ cisco de Quito. Hecha por el Licenciado Lope de Atienza. Publicado por Jj.m~nez de la Espada. Rel. Ge.Q. gr:if. de In.dias. Torno III, p. 36-53 1897 M:adrid. 1583, Febrero, 17 Descripci6n de la governaci6nde Popaydn, ju­ ricdici6n de Santa Fe del Reyno de Granada.­ Por el Lie. D. Francisco Guill~n Chaparro. R.A.Hn. 9 6 fots. m D0scripci6n de los pueblos de la gover~aci6n· y provincia de Popay~. Sin autor. No tiene­ fecha por estar incomplete. R.A.H. 9 8 ftos. 46bT 714 ~elaci6n de los scrvicios del Capit~n Jor&e-v Robledo. Sin fecha. A.G.I. Lima 204. Descripci6n de los pueblos de la governaci6n - y provincia de Papay~. R.A.H. 9 8 ftos. 4'GbT- Descripci6n geogr!fica de Popayan. Sin fecha ni au tor. R.A.Ha. Colecci6n !\!ui1oz A/66 6 ~ ftos. 210- 212. rovincia .. Por Pedro Gonz~lez de Men-­ doza .. Publicado por Jim~nez de la Espada .. Relac. Ge£ ~r:1f. de Indias .. Torno III, p. 259-266 1897, Madrid .. Re1acj_6n de Lie. Al6nso de Las Cozas de Mene­ ses acerca de los Naturales y cosas de la ti~ rra de Quito. A.G.I. Aud. de Quito, Leg., 8. Relaci6n de los pueblos de la Gobernaci6n de­ Po~ayan en que se saca oro, por el Licenciado Arias Pacheco .. A.G.I. Patronato 28, Ramo 8. 1596, Hovicnbre, 12. San Juan de Paste. :restimonio de lo que Cristc5bal SanBuino ha he­ cho y va haciendo en cumplimiento de su Comi-­ si6n e.n las Provincias de los Pastos. A.G .. I .. Patronato 196 Ramo 26, 5 ftos .. 1597, rtlayo, 1 Octavalo Relnci6n de todos los negocios que el juez Cr!s t6bal Sanguine hizo de Pasta y su provincia .. A.G .. I. Patronato 196, Ramo 26, 16 ftos .. COLECCION DOctrni~~TAL ==================== 1 1539,Abri1,14 Santa Fe Provan~a 11 ad perpetua Rey memoria"que1 capitan ~edro de Puelles hizo en la qibdad de Santa Fee que es en el Nueuo Reyno de Granada provi.n9ia de Santa Jtlarta. ~Sevilla.Archivo Genera1 de Indias.- Santa Fe,BO ,..,. doc,l2 a. Quadern111o de 8 folios escritoe en le­ tra corteaana con a1go de procesa1,en castellano, muy clara.) 2 En la ,.illa de Santa Fee qpe es en el nuevo Reyno de Granada a catorze di.as del mea de Abri.l afio del. Nas9imie~o de Nuestro Seftor Ihesu Crispto de mi11 e Quinientos e Treynta e nueve aftos,antel muy noble se­ fior li9enQiado Gon9alo Ximenez teniente de governador e de capitan genera1 en la provin9ia de Santa Mar~a e en todo el n•evo Reyno de Granada por el ylustre y muy maenifivo sefior don Pedro Ferrandez de Lugo adel~ tado de l.as yslas de Canaria e governador perpetuo de la. 9ibdad de Santa Marta e sus provinQias por sus mage~ tades y en presen9ia de m1 Juan Rodrigues de Benavides escrivano de sus magestades en todos los sus reynos e seftorios e de Ia dicha v111a de Santa Fee e de los te~ tigos yuso escriptos paresQiO presente el capitan Pe - dro de Puelles e preeento vn requerimiento e vn interr~ gatorio su teno~ de lo qual vno ea poe de otro es este que ee syguea Muy noble senor Gon9a1o Ximenez capitan general e tet .ente de governador en este nuevo Reyno de Granada e el ~ api tan Pedro de Puell.es ante vuestra MerQed pares9io e dixo,eenor,que yo he servido a sus magestades en las provin9ias de Me­ xivo,Guatimal.a e 6uzcatan e sus provinc;ias y en vues - 3 tra armada, que el. adel.antado Pedro de A.l. varado hizo en serviQio de su ~stad para descobrir la ~a de Fop~ yan y en las provinQias c.e 1a. governa9ion del. encomen­ dador don Fran~isco FiQarro e sus comarcas de todo l.o qual. a m1 dinero conviene hazer Qierta provan9a "a perpetua rey memoria" y vuestra. memoria de resQibir ju­ ramenta de fee de l.os testigos que yo pregunte e de l.o que provare ~ lo mande dar poniendo con e1lo su deere­ to judiQial y abtorizado en manera que haga fee e. 9err~ do e eeellado para lo qua1 el muy nob1e ofiQio de vuee­ tra mer9ed ymploro. Otro a,y pues a vuestra merQed de ofiQiO en npmbre de su Mage atad cree vn procurador fiscal. para que el. contra­ digs la dicha provan9a provando lo contrario de 1o que yo entiendo articular e a los otros que preguntaren 1es seran fechas las preguntas eiguyentest I .- Primeramente s,y conoeQen a m1 e1 dicho capitan Pe­ dro de Puel.les e de que tienpo aca II.- Yten si saben,vieron e oyeron dezir que abra quin­ ze affos poco mas o menos tienpo que yo el. dicho capitan Pedro de Puel.l.es vine a las provinQias de Mexico e de a11i vine a la conquista e paQi~icaQion e pobl.aQOD de 1as provin9ias de Guati~a e si sa­ ben que despues de conquistadas e pobl.adas e1 capi- tan Jorje de Alvarado me enbio con el. capitan Pedro 4 de Alvarado a1 desoubrimiento e conquista e poblagon de " las provinQi.as de Oazca tan e que a11i poblo mas vna vi- lla que se di.ze de San Salvador. III.- Yten si saben,~eron e oyeron dezir que despues conquistada e poblada 1a dicha villa y que en ella fui vezino e se~ a su Magestad a pie e a cava1lo y como me hera mandado,digan lo que saben e aerui a su Magestad de alguazi.l mayor e otras vezes de Regidor e otrae vezes de al~a11e de au Mageatad e . de Capitan y de oontino con las cargas que tuve traba;Je de seruir a Dioa e a au Mage stad como leal. vasa11o. rv.- Yten si saben,vieron e oyeron dezir que estando y residiendo yo en la dicha villa paso por alli a la sazon el capitan Luis de .itieateso que yva a poblar la villa de San Miguel que yo le ayude a el e a los cavalleros espafioles que con el yvan a la di­ cha poblazon con todas las cosas de bastimentos y seruigio de que tuvieron nesgesidadee en·lo qua1 serui a au l'la.gestad,digan lo que saben. v.- Yten si saben,vieron e oyeron dezir que en la ~ da que el adelantado don Pedro de Alvarado hizo en la provingia de Guatimala y Nicaragua para yr a seruir a su Magestad e descubrir nuevos Reynos yo • t. 5 le ~de con ~odos los baet~mentos e biecocho que p~ ra 1a dicha armada que tuvo nes9esidad e finco mas de· quatro mill quintales y con toda la madera para el botament y con·la ~ox· parte de las velas para las diohas maos e navios e vi nes9esidad e con a1guna pez e cenequen y xar9iae e amarras 1o qual ~ze ~tiendo en ello ~ persona e hazienda e yndios de repart~e~ to syn por e11o el dicho adelantado me dar paga e1gu­ na mas de lo hazer por soruir a su Magestad como leal vasa1lo porque la dicha armada tovieee efecto. VI.- Yten si saben,eto que durante e1 tienpo que la dicha su~~da se hizo que fue oasi doe aftos yo en la dicha villa ospede e tuve en md casa a 1a continua diez e quinze e veynte espaftoles dando- 1es eerui9lo y de comer e beber y ropa a Ed cos­ ta e mi as,yento eyn pre~a alguns syno por ser­ uir a au Magestad. (fol.lv.) VII.-Yten a* saben,oyeron dezir que1 dicho adelanta - do me mando venir con e1 a1 dicho descubrimiento en la de la armada e por seruir a suplioarle que la dicha villa ~ casa e yndios de repartimien - to e vine en 1a dioha armada. VIII.-Yten si eaben,eto quel cavallo que enbiome para venir en la dicha armada ae me morio en la mar - 6 como o~ros se morieron asa1 tando entt.·e que conpre otro que me oogio mil.l. e quatro pesos porque ansi val.ian e hera J11UY ruin oaval.l.o que enbiar podia bien veruir a su Magestad a cuya cabeea conpre otro q1: l me costo c;inco mill. e seisc;ientoe pesos porque ansi en quel. tienpo del. qual me seru.i en eeta obra de dis n:~ ~es porque yendo vn aflo a le aprender vn cac;ique que ee avia reevelado ee me cayo mu.erto entre las piernas. IX.- Yten s,y saben,vieron e oyeron dezir que veniendo con el. adelantado don Pellro de A1 varado top amos • con vnas syerras nevadas donde se morio mu.cha CB:U tidad de espafiol.es e negros e negras e yndias de serui~io e se perdieron muchas patacas e armas e otras cosas donde yo perdi muoha parte de lo que traya. X.- Yten s,y saben,vieron e oyeron cezir quel. adelanta­ do don Pedro de A1 varado aJ. tienpo que paso las d! chas s.yerrae nevadas dexo con la rec;aga a los cap! tanes Garoil.aso de la Vega e Alonso Marco Lazcano e que los dichos capitanea se tardaron que no venian nin acudian con ella en donde estava el dicho ade­ l.antado el qual quiso enbiar a buscar la dicha re­ c;aga y en el Real no se al.lava quien qu1.syese bol.- c·~·~:- uer a pasar la dicha syerra nevada e yo el dioho --. 7 capitan Pedro de Puellee por eeruir a eu Magestad •ua• no ee perdiesen los espaftoles y fardaje qu9 en la dioha reqaga quedava dize el dicho adelantado que queria yr y fue y me dio provision para tomar la dicha gao a los diohoe capitanes e traer la dicha re9aga e ans.y lo hize e trexe toda la dicha re9aga syn perddr coea alguna po~ que ya quedava perdida porque los dichos doe capitanes se venian e la dexavan perdida e avn a los dichos d6s ca­ pitanes los yndioe en e1 camdno viendo su ma1 con9ierto dieron en ellos e lee mataron vn chrisp~iano e dos e lea yeuo tree o quatro. XI.- Yten ei eaben,iten ~eron e oyeron dezir quel ade­ l.entado don Pedro de A1 varado me en trego a1 marie­ cal don Diego de Al.magro metiendole en la jurisdi• 9ion del comendador don FranQisoo Pi9arro y que lue­ go en continente e1 dicho mariscal don Diego de Al­ magro poblo l.a vil.la de San Franc;ieco de Quito e la Q:lbdad de Santiago e a :m:l me seflalo por regidor de la v611a de San FranQ:lsoo de Quito 7 en la dicha pr~ vin9ia ques la quJlermanes9ede eeruir a au MaB9etad en la conquista e paqificaQion della. XII.-Yten ei snben,vieron e oyeron dezir quel capitan S~ bastian de Venalcaqar quedando a111 por teniente me enbio a descubrir la mar del Sur la qual descubri e 8 en el. camino descubri pro~nQias de yndios que puse deb~ xo del dominic de au Magestad do se poblo vna gibdad y en 1eguas que l.l.eguen a l.a mar poble vna rlll.a en 1a pr~ vinQia de Puerto Viejo a 1a qual puse la Villanueva. XIII=- Yten si saben,iten vieron e oyeron dezir que de l.a dicha V111anueva despues que l.a pobl.e me parti a dar ouenta al seffor don FranQisco Pi9arro de l.o que en ee~Qio de su Magestad e por virtud de e sus poderes avia fecho e despues de legado dende en Qinco dias me proveyo por teniente o capitan de las provinQias e vil.la de Quito yo vine a re­ eidir en el dicho cargo e traxe conmigo hasta qua9 renta espafiol.es e antes de l.egar a 1a dicha vil.la "treynta l.eguas della en el. camino supe como vn Diego de Tapia contador de su ~~estad que era en 1a dicha villa tuvo manera con los mas ofiQiales y te~ente que alli estavan para que le conprasen su azienda e ee le pagasen del oro que a su Mages­ tad pertenes9ia de sus quintas e derecho reales en la dicha villa e que se va por caminos no vsa­ dos porque los tenientea del. sefior gover.nador que residian en los pueblos por donde avian de pasar non se lo tomasen 1o qua1 avia salido muy a l.a 11- gera como a vasallo de au Magestad y antes del ser admitido el. dicho cargo fue en poe del dicho Die- i 9 go de Tapia e lo alcan9o quatro leguas.de l.a 4icha villa e le tomo el dioho oro de su Magestad que heran asta on - ze mdll pesos de oro e treaientos marcos de plata e pre~ di a Esidro de Tapia su hermano en el nuestro poder lo alle porque ya el dicho Diego de Tapia en el camino 1o abia muerto y lleve a1 dioho a la dicha villa de Quito e despues de ser admitido por juati~ia de 1a pedi vn tribu­ to (fo1.2.1 de quenta aon los ofi<;ia1es conforme a le lDB:!! de dar au azienda a1 dicho Ysidro de Tapia e el dioho o­ ro y plata puse en la caxa de tree llaves que au Ma.gestad en 1a diCha villa tiene en la qua1 l.o dexe. XIIII.- Yten si saben,vieron e oyeron dezir que a 1uego que yo llegue a la dicha villa 1a ~lo muy per­ dida y oasi para despoblarla los yndios naturales porque entre ell.oa se auian de nuevo a1 camino e se avi~untado toda la tierra para matarlos chris­ tianoa porque e1 casco y toda 1a governaQion ea­ tava a19ada y avian muerto mucha cantidad de es­ panoles e yo quise saber como estavan los yndios tan rebotados y estando aziendo la ynformaQion llego el capitan Melchor de Valdes a do yo resi­ dia con el cuidado del seflor governador que me dava aviso como el Qusco estava al<;ado y le avian muerto mucha cantidad de chrieptianos del que yo 10 para salvarnos e tener la tierra en quietud e porque pa­ ra quien se reve1asen con la mayor breUedad que pide hi~ ze justi9ia de asta ~iento e veynte yndios todos yngas y entre ellos a la mayor parte de loa oranseros e los que avian a1borotado y al~ado toda la t:lerr 1 con los que lee venian de socorro para perpetuar eeilal de ser mas a au saluo diez o doze mill yndios yngas q~~ despues de sabi­ do la matanc;a de los que yo mate se boluieron a e toda ~ tierra apazi~ por manera que de alli a del afio asta que yo sali de 1a tierra e villa siruieron tan­ bien e· mejor que yndios de Mexico,eeruieron. XV.- Yten s~ saben,vieron e oyeron dezir que en este di­ cho tienpo conquiste muchas provin9ias e pueblos que se avian relevado e que no avian venido a dara su Magestad la obedien9'a lo que les puse deba.xo del domino de su ~stad e pob1e e fui de vna vi­ lla la qual puse por nonbre 1a Villavic;iosa de la Conc;ep~ion. XVI.- Yten si saben,vieron e oyron dezir que duran e1 ~ tienpo que yo en las dichas provinc;ias residi,des­ cubri provinc;iae e pueblos que son las de Lita e sus comarcas e Sema e sus comarcas e las provinc;iae de Coc;arge. ques pasada la cordillera de las syerras nevadas do an gran cantidad de provinc;ias e segund 11 los naturales dezian e yo vi de do ay vna manera de ispe­ ~ia que lla.IXBmos cenela que creo yo au Magestad avia vis­ to porque yo la enbie al dicho sefior governa.dor el qual me contesto averla enbiado a su ~stad. XVII.- Yten si aaben,vieron e oyeron dezir que en estoe descubfimientos e sostenimiento e c•nquistas e pobla~onea he gastado mas de quinze mdll caste1- 1lanos porque s,y.n estoe gastos no se puede hazer cosa bien hecha. XVIII.- Y~en si saben,vieron e oyron dezir que los ca9i­ ques e seftores de las provinQias e pueblos do he meeidido a cabaa de la mucha justiQia que es grand e sostenido e dando aver remediado a ellos e a sus vasallos me an tenido e tienen buena vo­ luntad e muohos dellos llo~avan al tienpo que yo de las dichas provin9ias de Quito y Torres me J part:L. XIX.- Yten si saben e eto.que en todas las partes que yo he residido-co~ cargos de justi9ia los he exe~ 9ido e vsado como leal vasallo de au Magestad ~ rando que todo el seruiQio de Dios Nuestro Sefior e de su Magestad e non mi propio ynterese a cuya cabsa he sydo ~ bien qu:lsto de todos los gover­ nadores e capitanes e cavalleroe e de toda la mas 12 gente que conmdgo ha estado e de mi ha tenido notiQia por la qual. oabsa muchos querian ante e con quatro yndios de rep$rtimiento estando yo 1es mandase que en otra parte con mill..Digan. 1o que saben. XX.- Yten si saben,iten oyeron dezir que a cabsa de 1o susodicho e de 1os guetos e por mejor servir a au ~stad estop pobre e adebdado que devo mas de seis mill a aie11as. XXI.-Yten si saben,iten vieron e oyron dezir que soy pe~ eona a bien e s*fi9ientemente hijo de Dios Qeloso del. real. se~9io de su Mageatad y en quien cabe ~ qual. au mer«;ed e mer9edes que su M:l.gestad se a ser­ vido de me hazer e quede qua1q u:l.era cargo de la gue­ rra pobla9on e PSQificaQion e descubrimientos e go­ ~rna9ion dare buena cuenta e razon para 1o que de m1 an vi s"to • • XXII.-Yten si saben e etc.que si yo al dicho capitan Pe­ dro de Pue1les quisiere provar on verdad otras mu­ chas cosas tocantes a 1o que hs seruido a au Mages­ xtal que los podia muy bien prover porque por cabsa de prolixidad e dilBQion non las pruevo.Pedro de Pu.e1les. E ansi presentado el dicho pedimiento e ynterrogatorio que de suso va encorporado J.uego (fo1.2v.) el dicho se- • \ . I 13 Bor teniente dixo que 1o avia por presentado e que nombre de los escrivanoe de que gran parte ee entiende de apro - vechar qual esta presente de los apremiar para que juren e dedlaren lo que cato desto eaber.B que para esa min~ion de los dichos cometia e cometio a mi el dicho escrivano la re~e~ion dellos para ~ue lee tomen el cargo del dicho capitan Pedro de Puelles dixo que nonbrava e nonbro po­ ner en la dicha razon a Antonio de Prado e a Juan de ~­ Ayuso e a Juan DaDevalo e a Miguell de Truxillo e a Pe dro de la Pefia,teaorero de au Magestad e a Melendes de Values,maestre del Campo que estauan presentee de los que espide a su Magestad mande resQibir ynterrogatotio a jui­ QiO de vida de derech~ e preguntoles por las preguntas del dicho ynterrogatorio e por las preguntae genera1es de la ley e lo que asi dixeron en sue dichos lo mando a eauer e sauer en lo propio.E luego el dicho seffo~ a1 dicho pedimiento res9ibir jDterrogatorio juiQio de los sobredichos e de cada vno dellos los quales lo fizie­ ron e repondio ca.da vn presidente sy juro y ante .E lo que dixeron en sus derechos e despos.y9iones es lo eeguientea El dicho Antonio de Prado testigo presentado por el dicho capitan Pedro de Puelles jurando e preguntando por el di­ cho ynterrogatorio dixo lo siguiente: I.- A la primera pregunta del dicho ynterrogatoio dixo 14 este dicho testigo que ionos9ia al dicho capitan Pedro de Puelles de siete·aaos a esta parte poco maa o menos. Fue preguntado por las preguntas generales de le 1ey,que es vesino de Madrigal en Bspafia e que es de hedad de veyn­ te e nueve aftos poco mas o menos e que no el prueve del dicho capitan Pedro de Puel.les nin concurre en el ningu­ na de las preguntas general.es. II.- A la segunda preguntas del dicho ynterrog.atorio di­ xo este dicho testigo que lo ~oyo dezir a perso­ nas que se allaron en la dicha conquista e que vio al dicho capitan Pedro de Puell.es resydir en la di­ cha villa de San Sal. vador III.-A la ter9era preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho ~estigo que vio como el dicho capitan Pedro de Puelles bebia en 1a dicha villa de San Sa1- vador e seruia a su M~etad de alcalde e en lo que le mandava el adelantado don Pedro de A1 varado en serui9io de su Magested IIII.-A la quarta preguntas del dicho ynterrogatorio di­ so ••ee dicho testigo que no eabe della ninguna co- sa. V.- Ala quinta preguntae del dicho ynterrogatorio dixo cste dicho testigo que la sabe como en ella se con- • 15 tiene por quien lo vio pasar por vista de ojos porque es­ tava donde se hazian los dichos navios. VI.- A 1a eeeta pre~as de1 dicho ynterrogatorio este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene porque vio mu.chas vezee en au caea hazer lo conte­ nido en la dicha pregunta. VII.- A ta setena preguntas del dicho ynterrogatmrio dixo este testigo que lo sabe come en ella se contiene preguntado como lo sa.be dixo que porque lo vio jll!! tamente con el dicho capitan. VIII.-A ~a otava preguntas del dicho ynterrogatorio diao este dicho testigo que la saba como en la pregunta se contiene porque fue presente a ello. IX.- A la novena preguntaa del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo eabe como en ella ee contiene preguntado como lo sabe dixo que porque a este testigo le cupo parte de la dicha perdida. X.- A la dezima preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que la eabe como en la pree gunta Pedro de Puelles en e1 camino quando yva el dicho viaje e que sabe que yva por medio del dioho governador porque vio au forma que para ello le ~ dio. XI.- A la onzena preguntae del dicho ynterrogatorio di- I~ 16 xo este dicho testigo que segund la dicha pregunta lo di­ ze l.o eabe porque fUe preeente a ello. XII.- A las doze preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo vio yr con l.a gente al dicho capitan pero lo demas non lo sabe (fo1.3) XIII.- A 1as treze preguntas del dicl J ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo .. ,_ue dise a otras per­ sonas porque este testigo eet~va en la conquista de Popayan e Cali e quando este testigo boluio a la villa de San Franc;i sco de Qui to le vio al dJ. cho capitan Pedro de Puel.les por teniente e capitan por el. dicho don FTanQisco Pi9arro. XIIII.-A las catorze preguntas del dicho ynte~ogatorio dixo eete dioho testigo que ansi ese testigo and~ va en la dioha conquista de Popayan e Cali xv.- A1as quinze preguntas del dioho ynteerogatorio di­ xo este dio8o teetigo que ansi lo non lo dize la pregunta lo que yo dise a muohas personas pero el no se allo alli presente. XVI.- A las diez e seis preguntas del sicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que ansi lo que yo de- zia como la pregunta lo dize pero que este te•tigo no se allo presente pero que de l.a aicha canela a comido e que sabe que viene de la dicha provin9ia I , Cp<;anga. XVII.- 17 A las diez e siete preguntas del dicho ynterroga- tor.io dixo este dicho testigo que sabe quel dicho capitan Pedro de Pue11es gaeto muchos dineros pe­ ro que no sabe en que cantidad. XVIII.- A las diez e ooho preguntas del dicho yn~erroga­ ~orio dixo eete dicho •esttigo que sabe que en t~ das las partidas quel dicho capitan Pedro de Pue- 11es e estando e residiendo es bien quisto que los oa<;iques e yndios de la tierra porque los te­ nia en mucha justi<;ia e esto que lo sabe desos yn­ dios de repartimientos que gelo dezian a este tea­ tigo. XIX.- XX.- XXI.- A las diez e nueve preguntaa del dioho ynterroga- torio dixo este dicho testigo que la sabe como en ellas se cmntiene porque lo vio por vista de que los que tanbien 1o a oydo dezir a muchas personas espafiol.es lo contenido en la dicha preguntas. A las veynte preguntas del a•cho ynterrogatorio dixo este testigo que vee pobre a1 capitan Pedro de Pue11es para segund le a visto otrae bezes e que bien cree que deve dineros a otros,pero que no sabe. quanta cantidad sera. A las veynte e vna preguntas del dioho ynterroga- 18. torio cixo este dicho testigo que lo que de~ sabeis que eegund l.a pregunta lo dize lo a ~ieta por vista de ellos segund su convereaQion del. dicho capitan Pedro de Puel.lea XXII.- A las veynte e doe preguntas del dicho ynterroga- torio dixo este dicho teetigp que de l.o que della sabeis que bien cree este teetigo que el dicho c~ pitan Pedro de Pue11es podria mqy bien provar ~ cho mas de lo que prueba con verdad e que por au prol.ixidad non lo prueba porque ansi es verdad lo IIJ[E!ll.a dicba pregunta contenido. XXIII.-A las veynte e tree preguntae del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que sabe que ell.o que dicho tiene es publica boz e 1Xrmwx fama e en el.l.o se ~afirma que no sabe ma.s para el juic;io que hizo. e firmol.o 4e su nonbre.Ant~o de Prado. Juan de Ayuso teetigo presentado por (!l. dicho capitan Pe­ dro de Puelles e jurado ofic;io e pregontalo por las pre­ guntas del dicho pnterrogatorio dixo lo aeguiente: I.- A 1a primera pregunta del dicho T.nterrogatorio dixo este dicho testigo que conoa9ia a1 dicho capitan Pe­ dro de Puel.l.es de siete aflos a esta parte poco mas o means. - Fue preguntado por las preguntas generales de 1a ley dixo que es vesino de Fefiafiel en Espana e que 19 ea de hedad de ve,ynte e ocho efios poco mas o menoe e que no concurren en e1 ninguna de las preguntas generales. II.- A la segunda preguntas del dicho ynterrogatorio di- xo eate dicho testigo que lo que ea•a pregunta sa­ be es que a muchas personas e qro dezirlo en la di­ cha pregunta contenido e que este dicho testigo vio en la dicha villa de San Salvador contenida en la dicha pregunta a1 dicho capitan Pedro de Puelles. III.- A la terQera preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que ansi como 1a dicha pregun­ ta lo dize lo vio pasar. (fol.)v.) IIII.-A aa quarta preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo que muchae personae lo oyo dezir pero que este testigo no lo vio. V.- Ala quinta pre~tas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que della sabe es que eate testigo se al1o presente a todo lo oontenido en la dicha pregunta e lo bio por vista de ojoS\ VI.- A 1a aesta pregunta del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que asi lo vio como en la pregua ta de contiene. VII.- A la setena pregunta del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que esta pregunta sabe es que este testigo jtu1tamente con el dicho capitan 20 Pedro de Puelles vino en 1a dicha ~ada e que aabe por-.. que lo vio que el dicho capitan Pedro de Pue11es dexo su repartimien to que tenia VIII.- A 1a otava preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que della saba es · que oyo dezir qual dicho capitan Pedro de Pue11es se le avia muerto el cava11o que avia enbarcado en la mar en el puerto de La Pase syto en Nicaragua IX.- e que sabe que conpro otro cavallo en la abadia de 1as Caracas Ell mill e quinse pesos e tan bien ea.­ be que conp~o despues otro cavallo pero que no sabe en que pre~io mas de que oyo dezir que el e esto 9inco ~11 e seis 9ientos pesos e que sabe que se 1e murio saliendo tras vn ca~ique que se avia huydo del rene. A la novena pregunta del dicho ynterrogatorio di- xo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene porque lo ~o por vista de ojos e a este teetigo le cupo au parte de 1a parti•a. X.- A 1a deziDa preguntas del. dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que della sabe es que este testigo estava en la de1antera con vn capit&- 1o que se dezia Diego de Alvarado e despues de lle­ gado el. Real. oyo dezir a muchas personas como por- 21 que se tardavan los capitanes GarQilaso de la Vega e Ma­ teo Lazcano capitan de Vallesteros que avian quedado con la regaga que avia enbiado e• dicho governador al dicho capitan Pedro de Puelles con provision para que tobiese la regaga de los dichos capitanee los quales capitanes por servenir e dexar la dicha regaga salieron y dichos alcalles e mi~ quebraronle ojo a vn conpaftero del di­ cho testigo e otro chrisptiano 1e van 1os yndioe e que oyo dezir que deepues que e1 dicho capitan Pedro de Pue­ lles sa avia encangado de la re9aga los yndios no hizie­ ron mal ninguno en los chrisptianos. XI.- A las onze preguntas del dicho ynterrogatorio este dicho testigo que 1a sabe coao en ella se contiene preguntando como 1a sabe dixo que porque este tes­ tigo fue el vno de los entregados e que sabe que1 marisca1 don Diego de Almagro hizo la ele9ion de la villa de San Frangieco de Quito e que en ella oyo dezir que avia elegido por regidor della a1 di­ cho capitan Pedro de Puelles e que le vido servir en la dicha conquista. XII.- A las doze preguntae deste dicho ynterrogatorio .. _ dixo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene preguntando en como lo sabe dixo que porque este testigo servira de maestre de campo en 22 aquella jornada que1 dic:U.o capitan Pedro de Puell.es hi.- zo. XIII.- A las treze preguntas del dioho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que l.o que della sabe es que vido partir al dicho capi ta:.1 Pedro de Pu.ell.es de­ sa villanueva de Puertoviejo que dezia que yva a : dar quenta al seflor governador de lo que avia f!, cho en serui9io de su ~s~~d en aquel viaje e en lo demas que este testie non lo sabe porque este testigo no se a11o pr$3ente mas de que este testigo vino a la villa de San Fran9isco de Quito e allo al dicho capitan Pedro de Puel1es por te­ ~ente por el. dicho governador don FranQisco Pi- 9arro e que oyo dezir que avis tomado el. oro a Ysidro de Tapia que lo 11evaba por la via de ~ yaquil. e que quando este testigp llego a Quito el dicho Ysidro de Tapia yva preso a1 sefior governa­ dor e desta pregunta no sabe mas. XIIII.-A las catorze preguntas dixo que lo que desta p~ gunta sa be es que a1 tienpo quel. dicho capitan P Pedro de (fo1.4.)Puel1es llego a residir a l.a di­ cha villa de San FranQisco de Qui. to los yndios no servian en ninguna cosa por aver muy pocos .X chrisptianos en 1a tierra e que sabe que a cabsa 23 de estar el Cuzco al9ado quando este testigo llego a Quito que vino con Melchor de Valdes que traxo las c~ tas del governador los yngas andavan por se a1csar e a1b_2 rotar la ca9a e tenia por au capitan vno que se llamava Chachagoqui e que aabido por el dicho capitan Pedro de Puelles fecha au ynefi9a9ia viernes de maBana hizo de~ llar e aorcar 9iento e veynte 4ellos por cuya cabsa a la centidad de yngas que venian por la via de caxaa se­ gund el. governador e sus cartas dezia e que sabe este testigo que por la dicha muerte se apazigua toda la ti~ rra e todos los ca9iques della seruian de alli adelante como yndios mexicanos podian seruir. XV.- A las quinze preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene e que lo sabe porque este ~stigo fue veedor en ella. XVI.- A las diez e seis preguntas del. dicho ynte~ogato­ rio dixo este dicho testigo que lo que della sabe ea que vio como se descubrio l.as dichas probin9~e de Lito e Sema e Cozanga de donde viene la canela que los yndios ll.aman en su lengua espinga la qual. este testigo a comido. XVII.-A las dies e sie~e preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que sabe quel. dicho 24 capitan Pedro de Puelles ha gastado mucba cantidad de di- ~ neros pero que este teetigo no sabe quantos e que los gs.stava en favoresc;er a sus compafieros. XVIII.- A l.as diez e ocho preguntae del dicho ynterroga­ torio dixo eete dicho testigo que lo que della eabe es gprque lo vio que todos l.os yndios de las provin9ias donde el dicho capitan Pedro de Puelles estuvo estava (~)mqy bien quisto dellos porque 1os ten~ en justigia guardandoles que no lea hi­ ziesen ma1 a cuya cabsa vn gran seffor de Pasto XIX.- que se dezia su tal enbio vn hermano suyo desde au tierra a Quito que podria aver treynta e 9in­ co 1eguas poco mas o menos al dicho capitan Pedro de Pue11es vn presente de oro deziendole que fue­ se alla a s* tierra e pobl.o vna villa pues que tanbien ganados eran los ytulios de baxo de su ma­ no que el.l.os querian seruir a. au Magestad • • A las diez e nueve preguntap del dicho ynterroga- torio dixo que la qual. delle eabe que sabe quel. dicho capitan Pedro de Puelles a s.ydo muy bien quisto en todas las partes que estando e que a veiado muy bien dello que e~ a s,ydo en cantidad a cabsa dello qual que yo d1xe a muchae personas que querian estar debaxo de su gouernagion con menoe yndios que con otro de mas. XX.- 25 A las veynte preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigp que sabe quel dicho capi­ tan Pedro de Puelles eeta al presente pobre segund que otras vezes lo a visto e que sabe quel deve dinero pero no eabe qtianta cantidad es. XXI.- A las veynte e vna preguntas del dicho ynterroga- torio dixo este dicho testigo que sabe segund 1o que a visto que e1 dicho capitan Pedro de Puelles es persona avila e su9ifiQiente para qualquier c~ go que su Mage stad 1e quisiere men dar e envarga.r porque lo vsa bien e fie1mente. XXII.- A las veynte e doe preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que todo lo que di­ cho tiene es pul!]ico y notorio e se afirma en e11o e no sabe mas para el juiQiO que hizo e firmolo de su nonbre.Juan de Ayuso. Juan de Arevalo teatigo presentado por el dicho capitan Pedro de Puelles e jurando en juiQiO e preguntado por las preguntas del ynterrogatorio dixo lo seguiente: I.- A la primer& pregunta del dicho ynterrogatorio dixo ; ~e conoa9ia a1 dicho capitan Pedro de Puelles de ca­ torze affos a esta parte poco mas o menoso Fue pre@lntado por las preguntas generales de la ley dixo que es vezino en las villas de San Salvador e San Migu.el.l. en l.a governaQion de Guatima.la e ques de 26 hedad deatreynta sHoe poco mas o menos e que no concurren en el ninguna de las preguntas generales de la 1e~. II.- A 1a segun4a preguntas del. dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que della saba es que vio como e1 capitan Pedro de Puelle s vino con el. capitan Diego de Alvarado a l.a conquista.de San Salvador e l.a pobl.o e lo sabe por que este testi­ go vino con el dicho cap! tan Diego de A1 vara.do e tanbien vino al dicho capitan Pedro de Puelles en ·].a conquista de fliatimal.a e l.o demas lo oyo dezir a muchas personas 1o contenido en la dicha pregun­ ta ( fo1.4v.) III.- A la ter9era preguntae del dicho ynterrogatorio diKo eete dicho testigo que ~a saba como en ella ee contiene preguntado como lo sabe dixo que por­ que vio sienpre con loa diohoe cargos al dicho ca­ pitan Pedro de Puel.les e 9eloso del serui9io de Dios e de su Mageetad. !III.- A la quarts preguntas del. dicho ynterrogatorio di­ xo eate dicho testigo que lo que esta pregunta sa­ be es que a1 dicho capitan Pedro de Puelles vio a­ yudar a1 dioho Luys de Mesteso e a los que con el. yvan a pob1ar l.a villa de San Miguell. e que ansi lo tenia por vso e costumbre el dicho capitan Pe­ dro de Puelles con todos los que por alli donde el. estava pasavan. I I . 27 V.- A la quinta pre~ntaa del dicho ynterrogatorio di­ xo eate dicho teatigo que lo que della aabe ee que a1 dicho capitan Pedro de Puelles vio mandar faser el bastimento de biacocho e las velas e botamenea para la dicha armada e era publico e notorio para todos los vesinos de la dicha ~lla que hera el que mas ayuda avia dado a1 dicho adelantado en la dicha villa. VI.- A la sesta preguntas del dicho ynterrogatorio dixo eete dicho testigo que saba que vio como el dioho capitan Pedro de Puelles tenia por costumbre lo en la dicha pregunta contenido. VII.- A la setena preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo que oyo dezir a muchae personas que el adelant~ do a~a mandado al dicho capitan Pedro de Puellea que veniese la dicha jornada que sabe que dexo au casa e yndios que tenia. VIII.-A la otava pregunta del dicho ynterrogatorio dixo eete dicho testigo que ansi como la pregunta lo di ze lo oyo dezir a muchas personae pero que este tea tigo no lo vio. IX.- A la novena preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo eete dicho testi~o que ansi lo oyo dezir a muchaa personae ~Kto qoateni4o en la dicha pregunta y es 28 publico e notorio. X.- A la dezena pre~tas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que a oydo dezir 1o conteni­ do en 1a dicha pregunta e es publico e notorio e en la dicha probieyon quel dicbo adelantado que n.- 1e dio a1 dicho capitan Pedro de Puelles que este testigo la a visto e conosQ64B su firma ser aque- 11a. A 1a onze preguntas del dicho ynterrogatorio dixo eete dicho testigo que a oydo ,j_ezir (lo en 1a d1.cha pregunta oontenido a DD1Chas pt-:-rsonas ansi en la governa~ion de Guatima1a co~ en la del Peru. XII.- A la dozena pregunta del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo oyo dezir como en la pregunta lo dize pero que este testigo no lo vio. XIII.- A las treze preguntas del dicho ynterrog~orio di­ xo este dicho testigo que lo que de esta pregunta sa.be es que le vido en la vill.a. de San Fran~isco de Quito a1 dicho capitan Pedro de Puelles vsar de teniente e capitan e lo demas contenido en la. dicha pregunta lo oyo dezir e es publico e notorio XIIII.-A las catorze pregQntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que della sabe es que estando en la. governa~ion de Nicaragua. oyo de- 29 zir quel dicho capitan Pedro de Pue11ea avia sydo tanbien recabdo en la dicha villa de San FranQiaco de Quito por que avia s,ydo parte que no matasen todos los espafioles que en ella esta~ e ansi mismo a llegado este dioho te~ tdgo a la dicha villa de San Fran9isoo de Quito e lo pre­ gonto e ynformo a todos !ixeron con vna boz que sino fue­ ra por el capitan Pedro de Puelles todos faeran muertos e que lo bio que en el serui9io de los yndios eeruian mu$ bien. XV.- A las quinze preguntas del dioho ynterrogatorio di­ xo este dicho ·testigo que lo que esta pregunta sa - be es que el vio a1 dioho capitan Pedro de Puelles poblar la Villavi9iosa de la Con9eeion e lo demas contenido en la dicha pregunta lo oyo dezir a :nrue chas personae. XVI.- A las diez e seis preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo el dicho testigo que oyo dezir lo que en la dicha pregunta se contiene pero que este testi­ go no lo vio. XVII.-A las diez e siete preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que lo que desta pre~ ta sabe es que a viato gastar a1 dicho Pedro de Pue­ llee 1nuohos dineros pero que no sabe que vantidad se1.-a.. 30 XVIII.-~A la d~ez e ocho pregun~ae del dioho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que lo que desta pre­ «unta sabe es que ve~endo a Quito •oavan con es­ te testigo muchos c&9~ques a1 dicho capitan Pedro de Puelles que dezia que 1o ten~a en mucha justi­ Qia e verdad e as~ ee publico entre los espafiolee (fo1.5.) XIX.- XX.- XXI.- A las diez e nueve preguntas del dicho ynterroga- torio dixo este dioho testigo que 1o que desta pregunta sabe es que conosQiO a1 dicho capitan Pedro de Fuelles con los dichos cargos e que tie­ ne muy buena fama y es muy bien quisto e que a 1o que a este teet~go a visto los exerQia confor­ ms a derecho e justitia e a con9ienQia e no sabe desta pregunta mas. A 1a veynte preguntas deste dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que sabe quel dicho capi­ tan Pedro de Fue11es deve la cantidad de los di­ neros que dize e que 1o tiene por onbre gastador ansi en las cosae que toea a Ja paQificaQion de la dicha tierra como en otras qualesquier cosas. A las .veynte e v.na preguntae dixo que de lo que della sabe es que conforme a J .) que este testigo 31 e el afmrma que tiene que es vno de los onbres que buena esperien9ia e manera se dan que a bisto en yndias svnque a visto mu.chos capi·tanes de mucha eaperien9ia que no a visto etro de mejor esperien~ia que el dicho capitan Pe~ dro de Puelles e que conforme a esto 1e pares~ia que oa­ bran en el qualquier mer9ed endes que su Mageatad fuese seruydo de hazer. XXII.- A las veynte e dos preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que lo que desta p~~ gunta sabe es (l;lle conf'orme a 1a cantidad de tien­ po que ha que le conos~ia en Yndias al dicho capi­ tan Pedro de Puell£H3 e los seruic;ios que a su ~la­ gestad ha hecho que bien cree podria provar otras particularidades tocantes a 1o suso dicho.E no sa­ be mas para el jui~io que hizo e en ello se a£mr - mo e firmolo de su nonbre.Juan de Arevalo. Miguel de Truxillo testigo presentedo por el dicbo capi­ tan Pedro de ~elles e jurado en juic;io preguntado por las preguntas del ynterrogatorio dixo 1o seguiente: I.- A 1a primera pregunta dixo que conoscia a1 dicho ca - pitan Pedro de Puellea de diez e seis affos a esta par­ te poco mas o menos. Fue preguntado por las preguntas generales de la ley e 32 premattca de au Magestad dixo que es veeino a1 presente en esa vill.a de Santa Fee en eete Nuevo Reyno de Granada e que es de hedad de quarenta affos poco mas o menos e que no oonourren en el ninguna de las preguntas generales. II.- A la segunda preguntas del dicho ynterro~torio dixo este dioho testigo ~e 1a sabe como en ella se contiene pregontado en como la eabe dixo que porque.1o a visto por vista de ojos 1o contenido en la dicha pregonta. III.- A la terc;era preg6nta del dicho ynterrogatorio d_i­ xo este dicho testigo que ansi como l.a dicha pre­ gunta l.o dize lo oyo dezir a muchas personas e vsa­ va loa cargos contenidos en l.a dicha pre~nta el. dicho capitan Pedro de Puel.les pero que este tes­ tigo no l.o v•o porque era vesino de Guati~a qu e se llama l.a c;i. bdad de San Sal va.dor. IIII.- A la quarta pregunta del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho teatigo que a muchas personas e avn­ que1 dioho capitan Lillis de Mesteso lo oyo desir que lo avia fecho muy bien con e1 e con toda 1a gente que con e1 yva el dioho capitan Pedro de Pae- 1les que l.e dava todo e1 aparejo que el pedia e avn seruic;io a personas que lea faltava. V.- A l.a quinta preguntaa del dicho ynterrogatorio di- I , 1 33 xo este dicho testigo que lo que desta pregunta sabe es que el dicho capitan Pedro de Puelles a ydo en la dicha armada quel adelantado azia con velas e bisaocho perc que la cantidad que le dio que este testigo no lo sabe en lo bio salvo que al dicho adelantado oyo dezir que AA dicho capitan Pedro de Puelles le ayudava en la dicha armada con todo aquella que podia. VI.- A la seta pregunta del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que ansi como la pregunta lo di­ ze lo oyo dezir a muohas personas de bien que pass­ van en la posada del dicho capitan Pedro de Puelles que lee azia muy bien tratamiento e dezian que la casa del dicho Pedro de Puelles era meson para to dos los que venian a aquella villa de San Salvador que gastava quanto tenia con ellos (fol.5v.) VII.- A la eetena preguntas del dicho ynterrogatorio 4m­ xo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene porque lo vio ansi por vista de ojos e tue juntamcnte con el dicho capitan Pedro de Puelles a la dicha jornada. VIII.-A la ptava pregunta del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que della saba es que en quanto al cavallo quel dicho capitan Pedro de Pue­ lles echo o. la mar que este testigo no lo vio por- 34 que no venia en aquel navio pero que eabe que sa1tando .. a tierra oonpro vn cavalli· que le costo ~11 e quinientos pesos e que eabe que oonpro otro cavallo de color ru9io que oyo dezi~ que le avia costado ginco mill e seiaQien­ tos pesos e 1o oyo dezir a quien gelo vend6o e que en vna noche yendo en vn alcan9e tras vn ca9ique que si lee avia h~do le vido yr al 41cho capitan Pedro de Puelles 8 cava11o e •enir 8 pie porquel cava.lo se le morio en e1 camino e ·que tanbien pyo dezir quJ avia echado a la mar en el navio que venia el dicho capitan Pedro de Pue­ lles e e~har cavallos a la mar e que en eeoe podia ca­ ber el del dioho capitan Pedro de Puelles. IX.- A la novena preguntas del djcbo ynterrogatorio di­ xo este dioho testigo que t.· .be quel dicho capitan Pedro de Pue11es perdio en aquella jornada tanto como muchos perdieron porque a eate testigo le ocupo parte de la perdida X.- A las dezena preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene e la saba porque eete teetigo vio 1a provision quel dicho adelantado dio a1 dicho ca­ pitan Pedro de Puelles e conosQe la forma que vio boluer a1 dicho capitan Pedro de Pue11es e seruir en la dicha jornada como leal vasallo e seruidor de su A1agestad e azer lo que muchas personas no 35 hezieran. XI.- A las onze preguntaa del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que la saba como en ella ee oontiene e que lo saba porque eete testigo fallo vno de los entregados e que eabe quel dicho mar1e­ ca1 hizo la eleQion de San Fran9isco de Quito e le nonbro por regidor de la dicha villa a1 dict)o capitan Pedro de Puellee e alli quedo en compaflia del capitan Venalca9ar. XII.- A Ins doze preguntas del dicho ynterrogatorio di- xo este dicho testigo que sabe quel dicho capitan Pedro de Puelles fue en la dicha jornada por medio del capitan BenalcaQar e poblo la dicha villa e a muchos que venian de a111 los oyo dezir que1 dicho capitan Pedro de Puellee la poblo y avn los que a este teetigo gelo dezian heran vezinos della. XIII.- A las treze proguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo eate dicho teetigo que oyo dezir ~o contenido en la dicha prcgunta a muchas personae pero que es­ tes testigo no lo vio salvo que bo1uio a la dicha provinQia de Quito lo vio por teniente e capitan el dicho Pedro de Puelles. XIIII.-A las catorze preguntas del dicho ynterrogatorio dixo f>ste tlicho teatigo que lo que della sabe que 36 oyo dezir a muchas personas e algunos vezinos de la dicha a villa e a otros estranos que J.a tierra estava para matar a los espafiol.es gor cabsa el Cuzco estar al9ado e que con el castigo que1 dicho capitan Pedro de Puel.les hizo se apaziguo e seruia muy bien quando este testigo vlno a J.a tierra porque este testigo andava en la conpafiia de Sebas­ tian de Venalcac;ar. 13.- A las quinse preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que no sabe della ninguna cos a. XVI.- A las diez e seis preguntas del dicho ynterroe:ato­ rio dixo que lo oyo dezir a muchas personas pero que eee testigo non l.o bio por l.o que arriba tie- , ne dicho. XVII.- A las diez e siete preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que bien cree que el dicho capitan Pedro de Puell.es avia gastado mu­ chos porque sin (fo1.6.) dineros no se puede hazer ninguna oosa buena pero que no aabe que vantidad sera lo que tenia gastado. XVIII.-A las diez e ocho preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que lo que desta pre gunta sabe es que este te stigo bio que quando eJ. dicho capitan Pedro de Puelles se partio de donde • 37 residia lea pesava a los yndios porque lea guardava jus­ tiQia e que bien cree que pues le guardava a los yn~ios la guardaria mejor a los chrisptianos porque lo tienen por onbre de buenas conQien9ia e temeroso de Dios e Qe­ loso del seruigio de su ~~estad. XIX.- A las diez e nueue preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo este dicho teetigo que la sabe como en ella se contiene porque asi lo a bisto despues que andan juntos xx.- A las veyn$e preguntae del dicho ynterrogatorio dixo que sabe quel dicho capitan Pedro de Puellee esta pobre segund otrae vezes lo a viato e que • cree que debe perJ no saba la cantidad que deve. XXI.- A las veynte e vna preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo que por lo que este testigo a visto 1a sabe como en el se contiene porque es onbre abil e sufigiente para que qualquier cargo que su Nage~ tad fuere seruido del dare buena cuenta dello co­ mo siempre gela a visto dar a las personas que en nombre de su Mage stad ge lo an encargado • XXII.- A las veynte e dos preguntas del dicho ynterroga­ torio dixo que por lo que dicho tiene podria pro­ var otrae muchas provanQas mas sy quisiese e no sabe mas para el juigio que hizo e firmolo de su no~bre.Mdguel de Truxillo. 38 Gongalo de 1a Pefia tesorero de su t~gestad e testigo pre­ sentado pdr el dicho capitan Pedro de Puellea e jurado a juigio e preguntado por las preguntaa generales del ynte­ rrogatorio dixo lo seguiente: I.- A 1a primers pregunta de~ dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que conosgia al dicho capitan Pedro de Puelles de diez afios a eata parte poco m mas o menos. Fue preguntado por las preguntas generales de la ley dixo que es vezino de la gibdad de Burgos e que es de hedad de quarenta afios poco mas o menos e que no concurren en cl ninguna de las preguntas genera­ les. II.- A la-segunda preg~1tas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dic~o testigo que lo que della sabe es que el no lo vido en ~~xico al dicho capitan Pedro de Puellea pero que oyo dezir que avia venido por alli e que lo allo en 1a villa de San Salvador nuevamen­ te poblada ser vezino alli. III.- A la ter9era pregunta del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que della sabe es que en la dicha villa de San Salvador le vio e conos9io al dicho capitan Pedro de Fuelles ser alguazil rna - ,. ! 39 yor e despues le conos9io alcalde ordinaria en la dicha villa por su lllagestad. IIII.- A la qu~ta preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho te·:stigo que lo que della saba es que este testigo vino en la conpafiia del dicho Luis de Meateso a poblar la villa de San Miguel e que el dicho capitan Fedro de Puelles en aquel tienpo tenia mucha gente de la del dicho Luya de A~steao en su casa e oyo desir que lea avia apudado con e ropas e otras casas para yr a la dicha con­ quieta. V.- A la quinta preguntas del dicho ynterrotatorio di­ xo este dicho testigo que lo que desta pregunta sabe es que en tienpo que el dicho governador azia la dicha armada el dicho capitan Pedro de Puellea era alcalde a111 e tenia a cargo de proveer a1 ar­ mada de las casas que avia(fo1.6v.)nes~esidad ansi de baatimentos como de las casas que dize de loa yndios del adelantado e de los suyos e trabajo mu~ cho en ello e que cree que lo hazia mas por seruir al senor governador e a au Mageetad e no pot le ynterese que dello ovo. VI.- A la seata preguntas del dicho ynterrogatorio di- xo este dicho teatigo que lo que desta pregunta 40 sabe: es que sienpre «urante el dicho tienpo que dize sa­ be e vio que sienpre tuvo muchos espafioles en su casa e para ello dandoles de lo que tenia e ansi es publico e • notorio. VII.- A la eetena preguntas del :.icho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que sabe quel dicho capi­ tan Pedro de Pue11es vino von el dicho adelantado en la dicha azienda e dexo su casa e yndios en la villa de San Salvador. VIII.- A la otava preguntas del dicho ynterrogatorio di- IX.- xo este dicho testigo que la sabe como en ella se contiene porque se allo a todo presente. A la novena preguntaa del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que ansi como lo o pregunta­ do sabe porque se allo a ello presente e le cupo parte de la perdida que se hizo en el dicho puer­ to que fue general con todos losque algo trayan. X.- A las diez preguntas del dicho ynterrot.atorio dixo este dicho testigo que lo que desta pregunta sab e ea que el adelantado don Pedro de ~varado dexo a1 pie del puerto antes de la niebe a Gar9ilaso de la Vega con mucha gente de pie e de cavallo e gen­ te de serui9io e que muchos temian de tratar en pasar cl dicho puerto e el dicho capitan Pedro de 41 Puelles boluio alla por la gente e la traxo a donde eata­ va el dicho adelantado. XI.- A las onze preguntas del dicho ynterrogatorio di xo este dicho testigo que la sabe como en ella s e contiene porque se allo presente a todo ello. XII.- A las doze preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo eate dicho testigo que l.o que della saba es quel. capitan Sebastian de VenalcaQar enbio a1 dicho ca­ pitan Pedro de Puelles a descobrir e poblar la cos­ ta del Sur para que las provinc;iaa del. Qui to fue - sen proveydaa de armae e ca.ve.J.loa e coaas nec;esa­ rias para bastimentos e sustentamiento de la tie - rra p en el camino descubrieron muchos pueblos que no avian sydo vistas de chrisptianoe e que en el.los despuea pablo el dicho capitan Benal.ca9ar vna c;ib­ dad que se llama Santiago e pasa. mas adela.nte e pablo vna villa el dicho Pedro de Puelles en la costa que se lla.mo la Villanueva de Almagro e que l.o saba porque este testigo fue con el dicho capi­ tan Pedro de Pue11es e fue alcalde en la dicha vi­ lla. XIII.- A las treze pre~xntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que della sabe ee que dende ados o tree mesea quel dicho capitan Pedro de Puellea poblo la villa fue donde estava el go- 42 vernador don Fran9ieco Pi~arro en la tibdad de los Reyes e este iestigo ee quedo en la dicha villa pero que eabe quel dicho aefior governador le proveyo por teniente e ca­ pitan de las provin~ias de Quito al eicho vapitan Pedro de Fuelles e lo demas de quitar el o~o e la plata al di­ cho Tapia que lo oyo dezir a muchas personas pero que es­ te testigo no lo vio. XIIII.- A las catorze preguntas de~ dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo quo lo que desta pregun­ ta sabe es que todo lo que ae contiene en la di­ cha pregunta ~o oyo dezir a muchas personas que yvan a 1a conquista deonde este testigo residia e que ansi mismo despues de pasado este testigo fue por la villa de San Fran~isco de Quito e 1a oyo contar a muchas personas vezinos de la dicha villa la b•ena mafia e yndustri~ que se avia daft­ do el dicho capitan Pedro de Puellea em governar e sustentar la dicha tierra e en mata.r a los di­ chos yneas por donde la dicha tierra estuvo de paz fasta que el dicho capi t~.i Benalca<;ar boluio a la dicha tierra. XV.- A las quinze preguntaa del dicho ynterrogatorio dixo cste dicho testigo que lo contenido en esta pregunta lo oyo dezir a muchas personas e es pu- 43 blioo pero t_:ue este teetigo no se allo presente a ello ( fol.. 7.) XVI.- A las diez e seis preguntas de1 dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que el no se allo pre­ sante ~ el.lo pero que lo oyo dezir como la pre~ ta lo dize. XVII.- A las diez e siete preguntas del. dicho ynterroga­ torio dixo este dicho testigo que eabe quel. dicho capitan Pemro de Puel.l.es esta pobre pero que no sabe lo que ha gafitado. XVIII.-A las diez e ocho preguntasdel. dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que l.o oyo dezir a to­ doe los espafiol.es que estavan en l.a tierra que e99 presavan en el animo por sal.ir de la tierra a de­ zir que era publico eoatener los naturales en mu - cha paz e justi9ia e non l.es oonsentian sarles fe­ cho nungun robo nin malestar ningunoe por lo qU8U heran bien quisto ansi de los naturales como de los espaiioles. XIX.- A las diez e nueva preguntas del dicho ynterroga­ t~rio dixo este dicho testigo que en todas las p~ tea que es este testigo a conos9ido al dicho capi­ tan Pedro de Puelles a sydo juez reto e bien quia­ to y es persona que en todo se a dado buena mafia 44 porq¥e en todas e en mas de las partes donde el dicho ca­ pitan Pedro de Pue11es a estado se a allado este testigo e que toda la mayor parte de los espanoles donde el resy­ dia con cargo olgaran de beber con menos yndios que en conpaftia de otros con mas por lo que dicho tiene. XX.- A l.as veynte preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que ee refiere a las diez e siete preguntas e que no sabe lo que deve. XXI.- A 1as veynte e vna preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo q¥e se refiere a las diez e 9inco preguntase XXII.-A las veynte e dos preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que sabe que puede bien provar lo mucho que a servido a su f,Jagestad e pues tan puvlico e notorio es en la tierra.donde a anda­ do que qualesquier mer9edes que su N.lB.gestad le hi - ziere seran en e1 bien enpleada e no sabe mas para el jui9io que hizo e ~irmo lo de nombre.Gon9alo de la Pefia. El dicho r.Ielchor de Valdes maestre de campo e alguazil mayor de la villa de S8n Fran9isco de Quito testigo preun­ tado por el dicho capitan Pedro de Puelles e pregtmtado por las preguntas del ynterrogatorio dixo lo sc:guiente: I.-A la primera pregunta del dicho ynterrogatorio dixo 45 eete dicho testigo que conosQia al dicho capitan Pedro de Puelles de siete affos a esta parte poco mas o menoa. Fue preguntado por las preguntas generales de la ley dixo que es vezino de Zebreros en Espafia e que ee de hedad de veynte e siete afios poco mas o menos e que no concurren en el ninguna de las preguntas generales. II.- A la segunda pregUntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que no sabe el tienpo que aquel dicho capitan Pedro de Fuelles vino a Mexi­ co mas que vino a la conquista de Guat~mala e des­ pues vino a la conquista 4e pobla9ion de 1a villa de San S2lvador a donde este testigo conos9e al dicho capitan Pedro de Puelles e que hera alli te­ ni~nte. III.- A la ter9era preguntas del dicho ynterrogatorio dixo que se refiere a la §• pregunta. IIII.- A la quarta pregunta del dicho ynterrogatorio di­ xo est~ testigo que no sabe della mas cosa. V.- Ala quinta pregunta del dicho ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo que desta pregunta sabe es que el dicho capitan Pedro de Puelles ~­ do mucho an la armada qual dicho adelantado hizo para pasar adelante porque este teatigo vio parte dello e tanbien lo oyo dezir a1 dicho adelantado. 46 VI.- A la sesta preguntas dixo que lo que desta pregun- :ta sabe ee que el dicho capitan Pedro de Puelles eyenpre tuvo en au casa muchos eneapidos e lea ay~ dava con seru~9ioe e con lo qua avia menester e 1 o oyo dezir a los enespidos que fisavan en su casa que lo hazia muy bien con ellos (fol.1v.) VII.- A la setena preguntaa del dichr ynterrogatorio di­ xo este dicho testigo que lo ~ ie desta pregunta s~ be ea ·~e a1 dicho capitan P~~ro de Puelles vi en la dicha armada e que sabe que en la dicha villa de San Salvador tenia sus yndios e caaa e pues vi­ no tan claro esta que lo dexo todo. VIII.-A la otava pregunta del dicho ynterrogatorio dixo eate dicho testigo que la sabe como en ella se con­ tiene porque a todo se allo pEesente e lo vio por vista de ojos e quel cavallo de los mill quinien~ tos pesos era castano e el otro era ruQio que le coato Qinco mill e tantos pesos que lo conpro en vna almeneda e que hera de vn Guzman que murio en las ayerraa nevadas e sabe que se le morio seruiem­ do en la tierra. IX.- A la novena pregunta del dicho ynterrogatorio dixo que la sabe como en ella se contiene porque este testigo paso e1 dicho puerto e sabe que ninguno que 47 lo pasa se podia pasar syn perder sy tenia que. X.- A la diez preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que desta pregunta eabe es que1 dicho capitan Pedro de Puellea boluio a pa­ aar el dicho puerto por donde el dicho adelantado avia pasado por la gente de pie e de cava11o que q~ dava en la reqaga e la traxo a donde estava el di• cho adelantado. XI.- A la onze preguntae del dioho ynterrogatorio dixo eate dicho teetigo que la aabe como en ella se oon­ tiene e la sabe porque ansi mismo este teetigo fue senalado por el dicho mariacal por regidor en la di­ cha villa de Quito. XII.-A la doze preguntae del dicho ynterrogatorio dixo eete dicho teatigo que la sabe como en ella se con­ tiene e que lo sabe porque este testigo fue junta­ mente con el dicho capitan Pedro de Puelles al dee­ cubrimiento de la mar del Sur e fue alcalde en la dioha villa de Puertoviejo que el dicho capitan Pe­ dro de Pue1les prov~ XIII.-A 1a treze preguntas del dicho ynterrogatorio dixo eete dicho testigo que lo que desta pregunta sabe es que el dicho capitan Pedro de Puellee fUe a dar queja a1 senor governador de lo que avia fecho en 48 la governagion e que este testigo fue despues a dar asy .:! miamo queria el dicho senor governador que fallo alla a1 dicho capitan Pedro de Puelles e que sabe que lo proveyo de teniente e capitan en las provingias de Quito e que lo vio yr a1 dicho capitan Pedro de Puelles desde Tanbas para Quito con asta treynta e quarenta espafioles e que 1o demas contenido en 1a dicha pregunta despues que este testigo vino a Quito lo oyo dezir a muchas personas e ~ fue publico e notorio. XIIII.-A la catorze preguntas del dicho ynterrogatorio dixo este dicho testigo que lo que desta pregunta sabe es que este testigo bino con cartas del gover­ nador e traxo consigo asta ocho espafioles e paso mucho riesgo por pasar por tierra de guerra para dar la nueva al dicho capitan Pedro de Puellcs pa- ra que estoviese sobre aviso e que por au llegada se remedio la tierra porque el dicho capitan Peduo de Puelles viendo las cartas del governadorhizo castigo de muchos yngas que andavan alborotando e al9avan la tierra e que este testigo lo bio par­ que hera algu.azil mayor e : : .. endio al pringipal. yn­ ga e con el a los pringipa.es suyos e en lengua espanola se dezia al ynga don Frangisco Pigarro y en la suya e que de alli adelante vido este testi­ go seruir a los yndios del Quito a cabsa del die 49 cho oastigo. XV.- Ala quinze preguntas del dicho ynterrogatorio di­ xo este dioho testigo que la sabe como en ella se contiene porque lo vio por vista de ojos (fol.B.) XVI.- A las diez e seis preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho teetigo que lo que della saba es que e1 dicho Cdpitan Pedro de Puelles fue a la provinQia de Lita e la descobrio porque este teet£­ go llego con las cartas del dicho sefior governador arriba dichas estava el dicho capitan en Lita e por medio del dicho capitan Pedro de Puelles Goncalo Diaz descobrio a Sema e que sabe este testigo quel capitan Pedro de Puelles deacobrio la dicha provin­ Qia de Cozanga donde por rescate vi en llla canela de que esta testigo a comido e lev~ la canela en la pregunta contenida a1 dicho governador. XVII.-A las diez e siete preguntas del dicho ynterrogato­ rio dixo QUe no sabe la cantidad quel dicho Pedro de Puelles a gastado pero que bien sabe que en Yn­ dias no se puede gaetar coea ninguna. XVIII.-A las diez e ocho preguntas del dioho ynterrogato­ rio dixo que lo que desta pregunta sabe es que el dicho capitan Pedro de Puelles trato con mucha ver­ dad e justiQia a los naturales de la tierra e aos ~ para cuya cabsa eabe que es bien quisto de los di 50 chos yndios. XIX.- A las diez e nueve pre~as del dicho ynterrogato­ rio dixo este dicho testigo que lo que desta pre~ gunta sabe es que todo el tienpo que ha conos9ido a1 dicho capitan Pedro de Puelles en subteniendo cargos de justi9ia e que lo que a este testigo le pare9e 1e a vsado bien e ricamente e que lo sabe porque lo a visto y que a sido y es bien quisto generalmente de todos los governadores e capitanes e otras personas con quien a tratado e que este ~ testigo dize que por ser e1 dicho capitan Pedro de Puelles onbre que tiene tanta justiQia que querian mas estar a donde esta el con quinientos yndios de menos que con •tro de mas e que lo mesmo a oydo de­ zir a muchas personas. XX.- A las veynte preguntas del dicho ynterrogatorio 41- xo que sabe que el dicho capitan ~edro de Puelles esta pobre e adebdado pero que no sabe quaiUI es lo que deve. XXI.- A las veynte e vna preguntas dixo este testigo que &abe quel dicho ~apitan Pedro de Puelles es perso­ na abil e suf'i9iente e cal>e en el qualquiera merc;:ed e bmena obra que su Magestad se a seruido de echnr­ le porque lo sabe hazer e exer9er muy bien e leal- 51 mente como dicho tiene arriba. XXII.-A las veynte e dos preguntas dixo este testigo que saba quel dicho capitan Pedro de Puellee podia pro­ var muchaa cosas con verdade de lo qua1 a visto mas de lo que tiene provado e que lo que dicho tiene se afirma e no sabe mas para el jui9io que hizo e firmolo de au nombre.Melchor de Valdes. E deepues de lo suso dicho en la dicha villa de Santa Fee a veyn'e e nueva dias,del mee de abril del dicho afio de M111 e Quinientos e Treynta e Nueue affos antel dicho se­ nor teniente pares9io presente el dicho capitan Pedro de Puelles e pedio a su mer~ed que por quanto el tiene aca9 bada de hazer la provan9a que en este caso haze que pide a su mer~ed lo que los dlchos testigos dixeron ge lo man­ do dar en el juizio e signado e Qerrado e seellado en pu­ blica forma para que lo pueda presentar carta convenien­ te que le convenga e lo pidio por suso a mi el dicho tee­ tigo. E luego el dicho senor teniente dixo que visto el dicho pedimiento del dicho capitan Pedro de Puellee e ansi lo que los dichos testigos dixeron que gelo mandaven dar en publica forma a lo qual ynterponia e ymterpuso su abtori­ dad e decreto para que se a valido donde quen•a que pa - res~io en quanta de derecho ha lugar e lo firmo de su no~ 52 bre a lo qual fue presente el capitan San .u~rtin e Juan de yespedes e Gon9alo de Arsa estando en la dicha villa de Santa Fee. E yo el dicho Juan Rodrigues de Be~3Vides escriuano e no­ tario (signo) publico sobredicho en vno fui (signo)pre­ sente a lo que dicho es con los di.~hos testigos ( signo) e de pedimiento del dicho capitan Pedro de Puelles (signo: e de mandado del dicho sefior teniente signa que ante mi paso esta provan~a escriui e fiz~ aqui en ella este mi sygno acostunbrado en testimonio c~ verdad (signa). Juan Rodrigues de Benavides (~:.cado) ! • 53 MUy poderosos safforee Pedro de Puellee como capitan en la provin9ia del Quito y en la Nueva Grenada quee cabe la provin~ia del Peru dize que el a deacubyerto desde 1a Qibdad de Quito bas­ ta la mar ques mu.cha tierra e a pob1ado a1 Puertoviejo e descub,yerto a Caziquez e poblado en e1 vn pueblo de chrisptienoa y la villa de VillaviQiosa e a sostenido de paz a la dicha 9ibdad de Quito e tenido al9aaa la gover­ na~ion del Peru e a descubyerto por la via de Ce9anga la canela e mucha tierra e agora es ydo a acabar de descu - briello en ~o qua~ a pasado grandee trabajos e peligros e a gastado de au hazienda mas de veynte 11\Yll •...-llllw'x pesos e pretende descubrir hasta el Rio de la P~ta,pide e suplica a vuestra Magestad aue en remunera9ion 4e sus seruiQiOs e de lo que a gastado e de lo que entiende tr~ bajar e gastar adelante le haga mer9ed que si la gover­ naQion del Quito ee a de dividir la partan 48 la del Pe­ ru e sea de dar alguna persona que le de a el puea lo a trabajado e a servido e sabe e conoa9e la tieera e la calidad della e la governa9ion de todo lo que descubrie­ re con titulo de adelantado con los capi tulos e condic;io­ nes que vuestra magestad fuere servido que se hagan. E otrosi dize que a el le ansido encomendados 9iertos ~ 54 pueblos de yndioe en el Nuevo Reyno de Granada como a conquistador e capitan e persona que a servido mucho que son los que pares9io por esta fee e testimonio que presenta pide e auplica a vuestra ~~gestad le haga me£ 9ed de darselos perpetuos por quienes puedan mejor se~ vir e sostener aquella tierra e descubrir otra como lo procura e como todo pares~e por esta ynforma9ion que presento en lo que res9ibira gran merged. j ' 55 15 39, i'iJayo, 4 Santa Fe Traelado de una Cedula de poseeion y encomienda da­ da por Gon~a1o Ximenes al capitan Pedro de Pue11es en 1a ci~ad de Santa Fe a 3 de aayo de 1539 (Sevil1a.Archivo Genara1 de Indiae.-Banta Fe,80 doc., 12b.Pergamino de un folio escrito en 1etra corte­ sana en caetellano y muy clara.) 56 Este es vn traslado bien e fielmente sacado de vna ~edu­ la de deposyto y encomienda de yndios fecho en el capi­ tan Pedro de Puelles por el muy noble senor Gon~alo ~­ menes teniente de governador e capitan general en este Nuevo Reyno de Granada e confirmada eon su firma e non­ bra y de Pedro de Sotelo au eecretario segun mas largo en la dicha 9edula se contiene au tenor de la qual es este que se sigue: Yo el li9enqiado Gon9alo Ximenes teniente de governador e de capitan general en esta pro,· ingia de Santa r~iarta por el yllustre y muy magnifico ~efior don Pedro Hern~ des de Lugo adelantado de las Yslas de Canarias y ada - lantado y governador perpetuo de l.a c;ibdad de Santa. r.:a£ ta y sua provin9ias por suso die·~ e por quanto por gan~ do e conquistado este Nuevo Reyn> de Granada y poblado lo en seruiqio de sus IVJagestades e avnque en la dicha conquista se hallo muy poca gente porque no fueron mas de 9iento y setenta hombres poco mas o menos pero como despues a aqudido mucha gente que an S,Ydo los que vinie ron del Peru y los que vinieron de EHne9uela la qual di­ cha gente an dexado en este Nuevo neyno de Granada prO¥ 57 vin<;da de Santa VIarta los capi ta.nes que los traxeron e porque visto como por razon de la conquista deste Nue­ vo Reyno de Granada pasada esta algo la tierra desbara• tada de comida y mantenimtentos e porque biendo la paz tan fresca agora los dichos yndios le seria hazer daflo y molesta s~ se fuese a buscar y traer la comida como eolia por estas cavsas otras muchas a mandado como en e1 dicho mandamiento pares~e que ca.da vno para su persona y casa ~enga. vn ca~ique sefialado que le de comida e be~ tidos e bastimentos hasta que su :Magestad provea y los de por repartimiento a los conquistadores desta dicha provinQia,por tanto por la presente encomiendo y depo­ syto en vos el capitan Pedro de Puelles la provin9ia y pueblos,cagique y prmn9ipples yndios que tiene y posee el senor cagique que por nonbre a Chia con todos los pueblos a el subjetos y anexos en qualquier manera que sea como los poseya y mandava antes e al tienpo que los chrisptia...'"los entraron en este Nuevo Reyno de Granada enn todas las Yndias que tenia que se ayan huydo a otros pue­ blos de otros ca9iques los quales podays sacarlos vos o quien por vos deba sacarlos o traerlos a la dicha pro vin9ia de Chia ques en esta provin9ia de Bogota al qual e a los quales mando os den la dicha comida y manteni~ mientos para la dicha vuestra persona y case. y serui~io 58 en tanto que sobre lo ausodicho no les hagays molestiae 4 ny mal tratamdento ni premia alguns pues toda la tierra esta nruy aparejada para dar lo e de paz e con que no le pideis mas de lo nesesario como dicho ea e con condi~ion que si eran piedaBS esmeraldas vos qudsieren reacatar o dar de su propia boluntad lo hagays saber a Hernan Peres de Quesada m1 hermano teniente e justi~ia mayor por mi avsenc;ma deste dicho Huevo Ueyno lbl y a los ofi~iales de au Magestad para que eostengan quydado de au seruiQiO o del bien de todos como basta agora se a tenido e se a fe­ cho e con que las beses que fueredes o enbiaredes a1 di­ cho ca9ique e yndios lee mostr~ys y ensefteys las cosas de nuestra ianta fee para que este prevenidos p enaefla - dos en ella o en parte della quando sa ~stad enbiare religioeos para la conver~ion de todos ynfieles por el presentimiento que ninguna otra persona sino f~eredes ¥ vos el dicho Fedro de Puelles e quien vuestro poder ovie­ re sea osado de yr nin enbiar a los dichos pueblos y pro­ vin9ia a pedir a los yndios cosa al~1na ni a molestarlos ni hazellos maJ.los tratamientos e Dlalltlo y encomiendo al dicho Hernan Peres de Quesada alguazil mayor e a los o4 tros a%~11es o alcaldes desta 9ibdnd de Banta Fee que • desrndentan e den la posesion de todo lo suso dicho que por la presente yo vos la doy basta (;,ue su Magestad sea 59 serui.do de proveer otra coea ,Fecha en esta gibdad de Santa fee a tree diaa de Mayo de Mill e Qui~ientoa e l'reynta e Nueba aflos. El lic;enc;iado Ximenes por mandaio del senor t*nyente Pero de Sotelo. Fecho y sacado fue este traslado 4e la dicha c;edu1a ori­ ginal en esta dicha 9ibdad de Santa Fee Nuevo Reyno de Pranada a qpatro dias del mea de mayo amo del Sefior de .Mill e Quinientos e Treynta e Nueve afios. Testigos que fueron presentee a lee sacar corregir e consertar con e1 original do f'ue sacade:JUILil de Arevalo, al.ca1de ordineat rio,Chrisptoval Ferrandes,vesinos y escriuano deeta die cha gibadad. Va entre renglonee o diz "~a DillY abala " lr .., testado d diz abril,no enpeza.E yo Juan Rodrigues de Ee- navides escriuano de su Magestad e~ del Conc;ejo desta c;ibdad de Santa Fee en vno fui preeente a lo suso dicho e de1 dicho pedimiento 1o f'iz eecriuir e fize aqui es1e mi eigno acostunbmrdo ( signo)en testimonio de verdad. Juan Rodrigues de ~enavides ( rub1r.l.cado) 60 1541 Autos que ee hicieron cuando la visita de1.Licen­ ciado Vaca de Castro en Quito sobre Pasto. (Real Academia de la Historia.- Col. MUfioa A-109 fo1s. 245v.y 246r. Letra ~t!lica) 61 V~sita de Castro en Quito Autos ante el Licenciado Vaca de Castro sobre Pasta (18) En la Ciudad de Quito 13 diciembre 41 Pedro Martin~ tanero regidor anterior de la oiudad expene a1 Licenci~ do Vaca,governador del Peru que la villa de la Concep­ cion de Pasto fue poblada en los terminos della por e sus tenientes 1 vecinos della estavan repartidos los indios de aquella c:omarca i poco ha Bena1cazar,go­ vernador de Popayan se ha metido en ella • la Ba adju­ dicado a su governacion.Pidenles de su gracia que io vera. En 1a ciudad de Truxillo 26 de Marzo 42 antel mi~ mo governador parecen Rodrigo Nuffez de Bonilla i Fran­ cisco Ruiz,procurador ~ regidor de Quito,acuerdan la peticion anterior a instan se ponga a Quito en posesion de Pasto,porque Pedro de Puel1es fue quien 1a conquis­ to i poblo siendo teniente (fol. 246) de Quito i que Benalcazar con mana armada fue despues quebro las VaP rae de la justicia 1 se 11evo presos los vecinos a P£ payan.Asi despoblada los vecinos de Quito la tornaron a poblar i paso.ron a do agora estan en Torres e Taque­ rres ques deste cabo de Lengasmayo.E agora eeta del otro cabo del dicho rio e por razon destar del otro c~ 62 bo del dicho rio,e por razon de estar del otro cabo l.a 100"'tio en su governacion sin facuJ. tad para ella a ti tu- 1o que esta 40 1eguas de Quito.Recibieron1e los veciR nos de 1a villa por fuerza i por temor que les quitaria sus pepartimientos. Que produzcan tierras De po- nen 2 que Pasto fue poblada por mandado de Pizarro por Puelles su capitan 1 la despob1o Belalcazar quando por alli paso descubriendo,llevando ~reso a Puelles.Despucs la poblo segunda vez por mandado del mismo Pizarro,Lo­ renzo de Aldana i la repartio por terminos de Quito 1 asi eetuvo hasta que vendo Belalc~zar por Governador a titulo de que la descubrio el. , l.o que es fa.liso) l.a ha tomado • (testimonio autenti(}')) 1558 Relaci6n y descripc~6n geogrQfica de 1as provinQias d6 l.a governa9ion de Popayan. 63 Comienza con l.a de l.a villa y cipdad de Pasto,eigue lade los QuillaQingas y despu~s lade Almaguer •••• (Real Academia de la Hiatoria.-Sig. ~~ ,tabla ~~ Son 5 cuadern~ll.os que t~enen en total 37 folios,en letra cortesana muy o1ara.S6lo se han transcrito los 4 primeroe folios.) 64 Bl pr~mer pueblo de la governao~on de Popayan que cae en el dis~rito de1 nuevo Reyno de Granada ee la vi­ lla de Pasto que poblola 7 descubr~ola Pedro de Pue11es por co~sion del Marques Pioarro.Tiene su aeiento en vn va11e de 9avana pequeflo 9ercado de 9erros a la re­ donda y en e1 vno dellos vn bo1can que de noche y de tiia eoha fu.ego,el tenple es frio.Ay en los terminos des­ ta v11la quatro pro~oias,estan pobladas de naturales La de 1os Pastos es provin~ia fria y gente mal vest~da y misera,q en ella algunos sef1oree y oaoiques 7 en ella 1e tomo l.a nueua ague. 7 nao~ de la entrada de los espaftolee por la mar del Sur y della bolvio a re­ sistir au entreda.Tienen los natural.es desta provin9ia mucho a1godon y lo benefi9ian y labran y hilan y ~ejen y hazen cant~dad de mantas que dan a sus encomenderos y ansi msmo tienen algunae ovejas de las de piru.Ay gran cantidad de venados y perdizes mayores que ilea de Espalla y el mismo eabor avnque dufieren en el tal.l.e y p1umaje.Ansi mismo tienen devereidad de frutos,oogen gran ce.ntided de mahiz y de papas ques eu general al.i­ mento.En al.gunos valles tenpla.doCJ cogen coca.Es gente 65 que tiene trato y contrato ansi en au provin9ia como las demas,es tierra toda muy doblada,su ~orada de loa yndioa es en bohios de paja apartados vnos de otros no se a hallado en esta provingia minas de oro ni de plata basta agora;ay algunos CQ9iques convertidos a nuestra Santa Fee Catolica y que saben leer y escriuir y cantar.Otra provingia,de los Abades el tenple es mas caliente que frio,los natara1es andan desnudos los mas dellos y que se comen vnos a otros,es abundante esta provingia de frutas y de mahiz y cojese doe vezes en el ano p otras rayzes que la manyuca de que ellos ha­ zen su pringipal bevida.Ay en esta provingia minas de oro y lo sacan los espaffoles con yndios.Otra provingia es los QuillaQingas,es tierra tenplada,de la gente de ella ma1 vestida todos,ee comen vnos a otros,es tierra muy doblada toda de gavanas y montaftas,biven en buhios de paja y apartados vnos de otros,ay en ella muchos ve­ nados y perdizes y conejos,bo es gente de contrato en­ tre elloa ni con otros,ay en esta provinoia minas de oro y lo sacan en ella con yndios sus encomenderos,se bundante de mabdz y de todos los mantenimientos de las demas provinQias,es gente de muy mala desistion y de poca razon y naturalmente ma1 ynclinada.La otra provin- 9ia es la de Sigundoy,es fria y gente vestida y de bae­ na desistion y abundante de todo genero de comida y ri­ cos de o~o que lo poseen y lo traen en joyas,ay minas 66 de oro y que loa naturales las labr ·•an y agora l.os es­ paftoles lo sacan con yndios .Por eeta provin~ia este ~ afio de Qinquenta y nueve yendo vn teniente de governa­ dor a caetigar 9iertos delitos de los yndioa le metie­ ron en otra provin~ia m4s adelante de grandieima pobla­ zon y gran dispusicion de tierra y muy llana tanto que se tiene entendido ques e1 pr6n9ipio de la p~blason del Dorado que muoho tiempo que se anda buscando,dio aviso dello a1 governador.Has~a agora no se sabe que1 gover­ hador ~a proveydo capitan n1 gente que vaya a ver la dicha provin9ia,viaito y taso el li9en9iado To~s Lopez los naturales desta ~11a en lo eiguiante y ay en ella los encomenderos y seffores y naturales y los que cada vno trae en las minas son los que se siguena • & Fanegas de nombres de espanoles nac;iques o numero tasa yndios 7,embradura pueblos naturales mantas minas - LXI nodrigo Perez Con - Sigundoy MM C:II quistador y poblador Qu.ii1a DI:t Obonuoo CCL rD Juan Armaro,oasado ?unes DC D L Conquistador,poblador Omaquen LXII IV Juan Rosero Conquis- Pa.tasooy cc cc :m tador y poblador Chachaobi LXII XII Hijo de Galindes Con- Tuqueyesme CLIXI CL rD quistador y poblador Pandiaoo l1VI XIX Teodoeio Hurtado Chapal CLX CCCCL L oasdo , poblador Guaimatan CCCL Bot ina LXI I Juan Garqes,soltero Chapa! CXLIIII c poblador XL Vioe~te Rodrigo,oa - Chaps.l en DC L'I sado,poblador Paqual DCCLXIII I I o-J -:I ·ranegas de nombree deeespaiioles caciques o numero tasa yndios sembradura pueblos naturales mantas minas -- L Mangio Perez,casado Males DCL1IX MC LXIX conquietador,poblador ManQBnO CVIII Oarlusama CCCC% Mooc5ndinejo XXIV X Hernan. Dal varez DaQa · Chapal CXLIIII c casado, soldado L Hernando de Sepeda Ypialea 1£CCC me LXIX oasado,conquistador Chanon - CL poblador Joxoa L Juan Sanchez de Xe - Pupiales DCC 14 LXI rez,conquistador,po- Pexeynd.ino CCCimi blador r:a.v Alonso del Valle,sol- Pitiquan cc DCC lL tero,conquistador y Lalisuna DC poblador XXI Hernando de la Espada Genoy CLXIX eaii4D9oonquistador y Matamoxo CLX ecce XL I <:1:) ao poblador Mataoonchin CLIXI -Fanegas de nombres de espanoles oa9iques o numero tasa ynfios sembradura pueblos naturales mantas minas =-=-==- :c:•-=-z=-====--==-- :a.:ac:za::a =========- =~ =========- III Santo Dom!nso,oasado Ylis D ecce XL herrero I:JJ:V Luys Perez de Leyva, Quay tara cc DCC L casado,oonquistador Jua.nanbun ecce poblador Palasino CCL X Aranda, oasado Iobonucu Lmii Llllii oarpintero XL Hijo de Fran9isco de TtJquerrens DC CCCL DC CCCL LXXI Chabes,oonquistador poblador L Diego de ~•neses,casa- Concuyen D do,oonquistador y po- Atabilas DL 14 LXII blador CacananblQ' CL ~zacon .DL L Hernando de Ahumada Caloa.nycapQ¥s DCC soltero,oonquistador Ya.nqual. CCCLIXX DCCC LXX I ~ pobladpr -CD Fanegas de Nombres de espaftoles ea<;iques o numero taea d yudios sembradura pueblos naturales mantas minas =====r = -=====-- ====-====- ===-====· -===-= L Hijo de Alonso Os'- Yasqual. DCCCXI rio,oonquistador Caeandonoy c DCCC LXI poblador l3otinaxoxoa cmvr IV Diego Desquivel,so1 Guachaoleal CCV CL lX tero,oonquistador poblador XL Hernando Nun,z de Pastas CL Trejo,ca.sado,con- Iacaracatu CCLX DC L quistador,poblador Conbal CCLX Pixina L L Mendez de Arguello Mellema M M LlXI poblador Chapaqual cc L Pedro Alonso Mus llamas ecce poblador Jangocobi CIII DCCC LXI Mochonbuco D Paohenduy CXL I -l = XIV Juan de Samaniego Choholdi D D LX casado,conquistador Botinachanaque CLIX Fanegas de numaresde espanoles ca~dques o sembradura pueblos x==- a= W&&W I =-= =---==-- XL Alonso !7ieto, casado Pangs. conquistador y poblador Janoal Consaoa Mooondino rr.v Alonso de Villalobos Amjl'ler.lda solt~ro,oonquistador Guazanba poblador Mooonduy In Juan.de Casanas,sol- Catanbuoo tero,conquistador Yxobi poblador ========== =====-=======-===-==-- (R.Q!Q) (.!".212) (Ill2) =====--==== ==================== == = • numero naturales ========= 'JLIXX CCLXX LXIX LXXI L XL CCXX (.!:212) (~) cc:~::c::- (~) ======a==: tasa mantas ---=-== D co D =-==- (~) =a:==== yndios minas ====---== LX III IL -·&a:- (~) =======· ~ ~ 72 ParesQe por esta quanta que ay en la villa de Pasta .a veynte y ocho vezinos encomenderoa y sesenta 7 aeys ca9i~ ques 7 pueblos y en e11oa veynte y tres mill y seysQientos y treynta y quatro yndios y quedaron tasados en diez y si~ te ~11 y quatroQientas y Qinquenta mantas y en noveQien* tas y ochenta y siete fanegas de trigo y mahiz y sevada y frijoles eenbrado y benefiQiado y cogido,demas desto que­ daron tasados que oada yndio diese vna gallina y algunos venados y en perdizes y fintas 7 vaquifiaa y cabrestoa y otras menUdenQias que tienen en sus pe~1asones y yerva y lefts paBa sustento de sus casas y algunos yndios de servi­ Qio para sus casas con que el encomendero pagase tanto a cada vno cads vn aflo por el servi9i~ eeta es la tasa quel liQeDQiado Tomas Lopez hizo no se guWN~a porque asi los yndios como los espaftoles les paresQio que lea contra agr~ vio a los yndios porque muchos dellos o los mas no tienen algodon ni lo saben benefiQiar ni es gente de yndustria ni de trato ~ contrato como esta dicho e la rela9ion los es­ paffoles por paresQerles que en n~a manera pueden cunp plir esta tasa por ser tasados en coaa que ellos no tienen ni poseen y asi los yndios an dicho que quieren tornar a dar los yndioa quedavan para las mdnas y saquen el oro co­ mo antes lo so1ian eacar en la provin9ia de los Abades y en los QuillaQingae y Sigundoy y de la cantidad que sacan se hazen pagados 1os encomenderos de 1o que monta la tasa 73 de cada vno tree cada encomendero en las minas los yndios que paresoen en la memoria 7 todoa ellos son los que andan sacando oro en la villa de Pasto,mill 7 quatroQientos 7 9~ oo yndios.Esta arden guardo e1 lioenoiado Tomas Lopes en todoe los demae pueblos ae 1a lovernaoion 7 en n±nguno del- ~ los se guarda por aver eido tasados en mantas 7 los maa no tienen algodon,ni lo eaben benefioiar,ni -i seftoree ni ca­ o1quea con quien se pueda tener quanta aino·quea todo behe­ tria,y a esta causa an to.ado todos a dar los muchachos p~ ra saoar aro oomo antes eolian y supueato questa tierra a de permonesoer 7 eustentar no puede de otra manera sino ee sacando oro con los naturales 7 no ~ en que ellos menos pesadumbre resoiban ni de que puedan pagar sue taeas sino es sacando oro pues lo tienen todoa en sue pueb1oa desta governaoion con que no ee baetescan lea ~as con yndioe cargados de comdda s~o oon requas de oava11oe o mu1as que en esto es donde an muerto muoha cantidad de pndios 7 con que tengan entendido los yndios la oantidad que an de s~ car para eu enoomendero 7 que algunos mesas del afto se lee de hue1ga con que los que son de tierra fria no lo saquen en caliente n1 los de caliente en tierra fria sino que ca­ da vno 1o saque en au natural y provin9ia y con que tengan dotrina 7 oon que eya persona que vesite 1as rancherias d e 1as Ddnas 7 vean 7 entiendan oomo eon t..etaes 7 sus muge­ res.Y hijos los tengan oonsigo 7 no te~endose esta orden en 1a dicha governa9ion de Pop~an no se podrnn sustentar 74 los espafloles n1 los pueblos permanesc;er ni los naturales dexarse de acabar y despoblarse los pueblos en menos tiem­ po que a que se poblaron,oonv~ene as~ mismo para la perpe­ tuidad desta t~erra se de ordem que todos Aos yndios ques­ t6n revelados de los pueblos se tornen a la servidumbre en que antes an estado porque son tantos los que eaten al<;a­ dos como los que sirven como paresc;e en la relac;ion de ca­ da pueblos y asi mismo oonviene que los vezinos enoomende­ ros se resumen en menos y esto paresc;eria que conviene a qualquiera persona que oviere v~sto por vista de ojos la dicha tierra que a1 que hablare por revelac;ion no se l.e da­ ve de dar cre4ito n1 todoa los que a cada an estado y ser­ vido y l.l.evado gaxas de su ~stad la an visto ni ~site­ do ni saben ques minas n1 como se saoa el. oro. De la villa de Pasto a la ~ibdad de Chapanohioa a veynte y doe l.eguas pob1ola el. capitan Prado por oomision del adel.antado Bena1cac;ar no esta visitado ni tasado ni el lic;enc;iado Tomas Lopez 1a vio porque los naturales della avn no estan de buenQ. paz ni nunca lo an estado por ser ia tierra donde abitan de gran montaffa y doblada y a esta cau­ sa esta la paz y la guerra en au voluntad,l.os aproveo~ mucho que dan a sus encomenderos son muy pocos son hazerles sue casas de madera y paja y hazerles algunae eementeras de mahiz en las estenc;ias junto al. pueblo.No es tierra don­ de ay cac;iques ni seHores,todo ee behetria.Ay en esta c;~b­ dad minas de oro y sacanao con ynd~os y lo que ee saoa en 15 la ~ibdad y en 1a villa de Paeto y en la 9ibdad de Almaguer ae lleva en polvo a fundir fuera del distrito por la mala horden que ay en la dicha governaQ1on desta (roto)Con el oro en polvo que desta (fo1.3) ~ibdad se quito ee bastasen estoa tree pueblos de las cosae nes9eaarias Despaffa. En la 9ibdad de Chapanchica los vezinos y nat~- 1ee y los que cada vno taaera en las minas son los siguien­ tes: lllmero de yndios de fanegas de lJ!dios rm . minas aembradura 8::&& •• - =--==----= Conquistador El Capitan Bena - OLin XII I poblador vides,oasado • 1 Conquistador Juan de Vera,soltero LXI m VI Foblad.or Poblador Alonso Hernandez, LX mi VI soltero Poblador Pero Sanchez,soltero LI MI VI Poblador Chrisptoval Nuaez L mi v casado Soldado Sepeda Caraveo,oa- CL Dl: % sado,soldado Poblador Enrque Leyton,oasado LXII MI VI Conquistador Alonso Machuca, LXXX n VI Poblador casado Poblador Salvador Toscano LX XII v I -..1 soltero c:rJ MUmero de yndios de fanegas de ~~2L:== minas senbradura ===-==-= =====-==== Conquistador Gomez de Vadillo, casa- LXIX XI VI Fobla.dor do Poblador Rodrigo de Adrada,sol- LX III II VI tero Conquistador Alonso de Hernandez LIZ mii VI Foblador Cavallon,casado Poblad.or Leonardo Ginoves LII MII VI soltero Poblador Juan Baptista,soltero LX III! I VI Conquistador Juan Crespo,oasado ex mi :I Poblador =====.,.===-= ==============--===== ========== ===-=--===..,_= =========== ==~~~E~g~~~====== ~CXL CLIVI I c =========== ========== =====-=c=- yndios yndios de fanegas de minas sembradura I -=! -:J '78 Pares9e gor esta quenta que ay quinze vezinos encomen­ deros y mdll y duzientos y quarenta yndios y sacando oro ~ duzientos y sesenta y siete y sienbran 9ient ~egas de sementera.Dase doe vezes en el afto en mahiz en esta tier- ra no se da trigo n1. sevada biven los espafloles en gran nesc;esidad n• tienen tierras donde tener ningun genero d e ganado sino es aca fuera en e1 va1le de Pasto donde a1- gunos tienen algunas vaoas a causa de tener los espaffoles gran nes9esidad no tienen dotrina ni pueden austentar cle­ rigo n1. frayle.Es esta c;ibdad y la villa de Pasto del obis­ pado. de Qui to • 19 :fo1.36v. Los pueblos que ay en la gouerna9~on de Popayan y 1oe pueblos y encomenderos y en los que estan tasados 7 los que andan en las minas y los que sienbrana Pueblos Vezinos pueblos indios mantas indios sembradpra indios minas ====--- -===-== ==---== ........ -= -.===- ---- • ..... Pas to miii LXV mirDcnliiii MICCCCL Me CCCLV DCDm:IDII · Chapanchioa "D JrJCXL CCLXVII c Almaguer mn IIrDcii DCIIIIIII CCLIII Po pay an IIX mi V!IrDcLIX T.r.Dcccc DCCII DLX La Plata miii IIIVII nroocccxcv CCCCLII Timana III II II1VI JmiLII CCIIVI Neyba IIIU IIVI Il'CCCCL'IXI CCIIII Cali mnr ILVII !!!CCXLI MDCC CCCIX LnVIII Carte&O IV!! IL !VDLm' lT.m :CCX CILIX Enzerma MII III Vccccn: Von DCIV' CCI Caramanta II II MICIII CCXLIII Santa Fe II ' cxv Arma mi~~ mi MDCCV CCXV •J XIII CCXL CCCXLIX tlVICICIII X!%'1CCVIII V!CXI ncccLv I oo· = I I ~ :'<,) 81 De manera que ay en la gouerna~ion treze pueblos despafio­ les y en elloe dozientos y quarenta encomenderoe y trezie~ toe y quarenta y nueue pueblos de indios y en ellos sesen­ ta y seis mill y ~iento y noventa y tree indios 7 estan t~ sadoe avnque no se guarda esta tasa en treynta y ~inoo a rnd11 y dozientas y ocho mantas andan saoando oro seis ~11 indios ay mas trezientos negros que tambien saoan oro,sien­ bran estos indios doe m111 p treaientas y 9inquenta y 9in­ oo fanegas de toda semilla estos ~dios y negros que sacan oro que son seis md11 y trezientos trabajan estos dozien - toe y ~inquenta dias en e1 affo vn dia con otro eacaron a tomin de oro cada vnoj:monta. c;;iento y noventa y seis mill p ochoQientos ( fo1.37) y setenta y 9inoo pesos,mermara en la fundi~ion a quatro por 9iento restan para dezmar 9ien­ to y ochenta y nueue mi11 y eeis pesos doe tomdnes y seis gramos,viene de diezmo a Su Magestad diez y ooho mill y nove9ientos y Qinco to~es y vn gramo esto es 1o que cae­ ra poco mas o menos en 1a ca.xa de 1a gouerna.Qion vn aflo • con otro,avnque mucho oro y por la mala orden se va a fun­ dir a Quito •••• . ·"'- 82 1.582-0ctubre-10 Descripci~n de 1os indios naturales tributarios,casa­ dos y solteros,de 1os va11es de Paato,Qui118Qingas, Sigundoi y Provincia de los Abades,hecha por don Francisco Centel.las en la ciudad de San Juan de Pasto (Biblioteoa de l.a Real Academia de 1a Historia.­ Sig. ~ ,tabla ~ ,numero VIII. Cuadernillo de cuatro folios, escrito en letra procesa1 mqy c1ara) PAS C 0 83 En la c;iudad de San Juan de Paeto de l.a gouernac;ion de ~opayan a diez di.as del mea de Otubre de Mill y Quinie!! toe y Ochenta y doe aftos e1 !lustre eeftor don Franc;isoo yentel.l.as,corregidor por eu Magestad de las prouinc;ias de los yndios quil.lac;ingas,abades 7 segundo! en cumplia miento de lo que sa le no~ifioo por Martin de Amorea re­ c;eptor y escriuano del juez de bienes de di~Gbtoa hizo la descriP9ion de los yndios naturales tributarios,cas~ doe y solteros desta su jurisdic;6on que su Magestad ~s! to,en esta manera Valle de Pasto Primeramente vn.a e•tBJl91a de Juan Rodrigues Armero,c;eroa desta c;iudad que tiene por oac;ique vn yndio llamado don Alonso con veinte y seis yndios.•••••••••••·••••••••••••••••••••••••••• Un pueblo de yndios 11~1o Tetama1 de la enoomienda de Juan Rodrigues del Padron cac;ique dpn Juan con veinte y nueue yndios •••••••••••• Otro pueblo de yndios llamado Tetama1 encomendado en Franc;isoo Garc;es oac;ique don Franc;isco con veinte y ooho yndios •••••••••••• XXVI XXIX XXVIII Otro 11amado Chespan encomendado en Juana ~de Bn9inas biud.a mu.ger que fue de 84 Gomez de Ch~es ca9ique don Diego con diez yndios X Otro repar-timiento 11amado X&mund:l.no en- oomendado en el capitan Tel.mo Rosero ca- oique don Luis con treynta y siete yndios ••• XXXVII tt77 em Bstos 9inco rep~t~entos son de 1a do$rina del. mones­ terio de Nuestra Senora de las Mer9edes desta 9iudad de Pasto y estan en este va11e de Pasto con otros siguien­ tes que aqui ade1ante yran dec1arados Po1. lv. Otro pueb1o 11amado Catambuoo encomendado en Bia Sanchez de Naruaez,meaor ca9ique don FranQisco con 9iento y quarenta yndioe tri- butaries sol.teros y casadoa ••• ~.............. CXJ. Otro repartimiento 11amado Botana ei\comendado en FranQisco Vazquez ca9ique don Aloaao con quarenta yndios tributaries................. XL Otro repartimiento l.l.amado Pusamensr · i encomen­ dado en Alonso Zambrano ca9ique don Pedro oon Qinquenta yndios tributaries................. L Otro repart1m46nto l.l.amado Paxanacatambu encomendado en don ~guel. de Craso ca9ique don Hernando oon quinze yndios ••••••••••••••• Otro reparti~ento 11amado Naxitayo enoomen­ dado en Juan de Arguello ca~ique don Juan con diez y seis yndioa ••••••••••••••••••••••••••• Otro repartimi6nto 1lamado Obonuoo encomen- 85 :XVI .. dado en el Capitan Rodrigo Guerrero no tiene ca9ique porque el que 1o '1 de ser es de quatro afloe con eesenta y seie yndios..................... LXVI Otro repartimiento llamado Pa~indoi encomen­ dado en e1 Capitan Hernando de Qepeda Caraueo ca~ique don Diego con veinte y eeis yndios •••• Otro repartimdento 1lamado Buizaoo de la en- comienda del Capitan Diego de Meneses caoique XXVI don Diego con 9iento y doe yndias............ CII Otro repartimiento llamado el Monte enoomendado en el dicho Capitan Diego de Meneses pr~~ipal Diego Catipaza con quarenta y vn yndios....... XLI Otro repartimiento llamado Pixind~o de 1a en­ oomienda de Diego de Urresti OaQique don Juan Xoxoa oon Qinquenta y nueue yndios............ LIX Fol.. 2. Otro repartimiento llamado Mooondino de la en­ oomienda de Aluaro Be Arguello oaoique don Seuas­ tiQn con Qinquenta y quatro yndios •••••••••••••• DLV Lilli Otro repart~ento 11amado Xamundino de la en­ comienda de Diego Burbano de Lara ca9iqDe don Alonbo con quarenta y ocho yndios •••••••••••• Otro repartimiento llamado,digo estan9ia de la encomienda de don Seuastian de Be1al- cazar ca9ique PranQisco Ma1anbut con veynte y 86 XLVIII vn yndios•••••••••••••••••••••••••••••••••••• XXI DCIXXVIII Estos son de vna dotrina que aora tiene el padre Juan Baptista de Re1na,c1erigo,que todas estan en este valle de·Pasto. Otro ~epartimiento 1lamado Mapascoi de la en­ comienda de Joana Perez ca.9ique Juan Gomez Xoxoa con doze yndios •••••••••••••••••••••••••••.••••• Otro repartimiento llamado Pandiaco de 1a enco­ mienda de Juan de Ampudia ca9ique Pedro con doze XXII yndiee.......................................... XII Otro repartimiento llamado Pinasaco encomendado en Gon9a10 de Obando ca9ique don Pedro con 9inquenta yndios••••••••••••••••••••••••••••••• Otro repartimiento llamado Angano de la en­ comienda de Alonso Osorio ca9ique don Juan con L 9iento y quatro yndios••••••••••••••••••••••••• CIIII CIXJ:VIII 87 Estos quatro repartimdentos son en este dicho Yelle de 1a dotrina del senor San FranQisco deeta Q*ldad. Otro repartimiento 11amado la Laguna de la encomienda de Alonso del valle con doe ca9iquee 11amados don Franc;ieco y don Fran- Qisco con du9ientoe y quarenta y ocho yndios •• Otro repartimiento llamado Xobonuoo de la en­ comdenda de vn hijo de Hernando de Aranda sin ca9ique con quarenta yndios•••••••••••••••••• CCXLVIII XL CCLXXXVIII Estos doe repartimientos son de la dotrina de1 Monesterio del sefior Santo Domingo desta c;iudad en este valle. Fuera del valle de Pasto Quillac;ingas El Repart~iento de Chapaqual de la encomien­ da de Juan de Argue11o oac;ique don Juan con setenta y doe yndios •••••••• •••••••••••••••••• El Repartimiento de M1nda de la encomenda del dicho Arguello cac;ique don FranQisoo con diez y aiete yndiea ••••••••••••••••••••••••••• El Repartimiento de Funes, Cyapuscal de la en­ comienda de Juan Armero cac;ique don Hernando LXXII XVII con duc;ientas y setenta y tres·yndias.•••••••• CCLXXIII El Repartim.iento de Tangoa de la encomienda de Juan de Ampudia cac;ique don Juan Xoxoa con 9iento y eetenta y c;inco yndios........... CLXXV 88 E1 repartimiento de Yaconquer de 1a enco­ menda de Antonio de Guebara oaQique don Alonso Chanaque con 9iento y oatorze yndios •••••••••• CXIIII Otro repartimiento Che.snaq.ue de le. encomienda del dicho Guebara ca9ique Tasnaque con treinta y dos pndios•••••••••••••••••••••• ••••••••••• E1 Repartimiento de Qiqui tan de 1& 19ncomienda de Juan Armero ca9ique don Fran9i~co Botina Chanaque con 9iento y veinte y nueue yndios ••• XXXII CXXIX DCCCXII Estos siete reparti~entos son de 1a dotrina del aeftor San FranQieco desta 9iudad. Fol.3. Bl repartimiento de Xeniu de 1a encomienda del Capitan Rodrigo Guerrero cacique don Pedro Goman Koxoa con c~quenta y tree yndios ••••••• LIII El Repartimiento de Matituy de 1a dicha encomien­ da ca9ique don Juan con seeenta ·ynaios •••••• :.. LX Otro repartimiento 11amado nuestro Obuco de l.a encomienda de Alonso 'ambrano ca9ique don Pedro Botina Cijanaque con 9iento y doze yndios ••••••• El Repartimiento de Matacunchui de la encomienda del dicho Capitan Rodrigo Guerrero ca~ique don Hernando con 9inquenta y siete yndios •••••••••• Otro repartimiento Sandona de la encomienda de Aluaro de Arguello cacique don Alonso con CXII LVII ' ( 89 quarenta y vn yndioA•••••••••••••••••••••••••• XLI Otro repartimiento Uonzaca de la enooDdenda de Toribio Nieto caQique don Juan con eetenta y quatro yndios ••••••••••••••••••••••••••••••• LUI Ill CCCXCVII Estoa eels repartimientos estan encoman6a de los yngenioe desta qiudad,son de la dotrina del senor Santo Domingo - desta c;iudad El Repnrtimdento de Ohaohaq~ encomendado en Junn CrPspo ca9ique don Rodrigo quarenta y quatro yndioo ••••••••••••• ~•••••••••••••••••••• El Repartimiento de Macoendin encomendado a Juan Rodrigues armero oaQique don Frantieoo con quarcnta y quatro yndios••••·•••••••••••••• El Repartimiento de Saoanambu del. 8apitan Diego Desquibel ca9ique don Frangisco con setenta XLIII I n.JIII yndios......................................... ~ El. Reparti.miento de Goaainsa.go encomendado a Juan Rodriguez armoro cagique aon ~onso con oatorze yndios.•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• XIII! Fol.)v. El Repe.rtimiento de Verxagui de la encomiende. de Dia Sanchez de flaruaez oagique don Gonc;alo con eetenta y v11 yndioe ••••••••••••••••••••••• CLXXII LXXI E1 Repartimiento de Buizaco de 1a enoomienda de Diego de Meneses cac;ique don Franc;isoo con c;ien~o y treinta y siete yndios •••••••••••••• E1 Repartimi.ento de Juan Ambu d~ 1a enoomienda de la hija de Alonso Vazquez Mone91'o difunto ca9ique don Luis con 9iento p nouenta y seis 90 CXXXVII yndios••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• CXCVI DLXXVI Estos repartimdentos son de la dotrina del Padre Pab1os Tronchero olerigo c~no de Almaguer. Xacanatu de la encomdenda de Alonso de Santander ca9ique don Fran9isco con giento y veinte y ocho yndios•••••••••••••••••••••• El Repartimiento de Quina de 1a encomienda del Capitan Rodrigo Perez ca9ique don Diego don Alonso,don Chrisptoua1 con duc;ientos y veinte y dos yn!].ios •••••••••••••••••• •.• ••••• El Repartimiento de Sacandonoi de :t.a encomienda de Alonso Osorio oac;ique don Frangi.aoo con quarenta y ooho yndios~•••••••••••••••••••• El Repartimiento de Palagino de 1a Jncomienda de Luis Marchin ca<;ique don Pedro ~n sesenta CXXVIII CCXXII XLVIII yndios•••••••••••••••••••••••••••••••••••••• --~1~~-------- CCCCLVIII ~stos reparti~entos eon de la dotrina del Padre Andres de Mansilla clerigo • 91 E1 Repartimiento de N~en4oi de la encomienda de Juan Lucano vec;ino de Almaguer caQique don Mateo oon quarenta y cuatro yndioa ••••••••••••••••••••• E1 Pueblo de La Criz encomendado en el. capitan lf!Srtin Muftoz y A1uaro Gudino ve~inoa de Almaguer :JLIIII cac;ique don Baltasar con trec;ientos y diez yndios. CCCX CCCLIII! Estoa son de la dotrina del senor Santo Domingo deeta c;iudad. Fol. ,4. Valle de Sigundoi encomendado en el capitan Rodrigo Perez E1 Repartimiento de Sigundoi cac;ique don Felipe con quinientoe y quarenta yndies............... DXL E1 Repartimiento de Santiago cac;ique don Diego con setenta y ocho yndios •••••••••••••• , ••••••• LXXVIII E1 Repartimiento de Petascoi cac;ique don Franc;ieco con treynta y eeie yndios •••••••••••••••••••••• E1 Repartimiento de Quinchoa cac;iqtle don Diego Quinchoa con treinta y doa yndios ••••••••••••••• XXXVI XXXII DC LXXXVI Estos repartimientos son de vn frai1e(digo doe) de la do- trina del sefior Sm1to Domingo deeta c;iudad. Provinc;ia de los Abades Repartimiento •e Paqual de la encomienda de Juan Rodrigues del Padron cac;j.n_ue don Franc;ieco 92 Putae con du~ientos y treinta y seis yndies.... caxxxvx El Repartimdento de Chiguldi de la enoomienda ~ de GonQa10 de Obando cetique don Juan con 9iento y tree yndios••••••••••••••••••••••• CIII El. Repartimiento de M1.nda de Juan Rodrigues armero caqique don Juan con treinta y doe yndios ••••••• XXXII El Repartimdento de Sant Agustin de QuJ.oal. de la encomienda del. capitan Diego Desquibel ca9ique don Franqisco con c;inquenta y ooho yndios ••••••••••••••••••••••••• LVIII El Repartimien to de Ponga de la en­ comdenda de Fran9isco Vasquez ca9ique don Fran9isco Mondaqua con quarenta y siete yndios•••••••••••••••••••••••••••••••••• XLVII Fol.4v. El Repartimien to de Xanca.l encomendado en Franc;.isco Vasquez ca- CCCCLXXVI c;ique don Juan con ~inquenta y sie~e pndios..... LVII El Repartimiento de Sacampuz de la en­ comienda de Antonio de Guebara ca9ique don Hernando con c;iento y c;inquenta y siete yn.dios •••••••••••••••••••••••••••••••••• CLVII DCXC Estos repartimientos Aon de la dotrina del Padre Andres Moreno,clerigo. 93 Todoe estoe repartimientoe y dotrinas ~ en mi juridiQion con 1oe yndioe.tributarios,caeados y so1teros que yo he vieitado en persona y en fee de11o 1o firmo de ~ nombre Franc;isco Centellas ( rubrioado) ., I 94 DQsde Pasto a la 9ibdad de Almaguer ay veynte leguas po­ blola el Capitan Alonso de Fuenmayor por oomie~on del liQenQia­ do Brizeno governador y juez de residendia que fue en la di - cha governaQion,tiene su asiento en un cerro alto de savana de tenp1e frio y toaos los terminos desta provinQia asi mismo fria La gente y naturales della andan los mas vestidos de ro­ pa de algodon,no ay ca9iques n1 seffores naturales oasi todo ello es behetria,aloan9an algunos valles calientes donde cojen cantidad de algodon y de coca y de yuta y mu.oha cantidad de mahiz doe vezes en el aao que en lo frio no se da mas de vna. Biven los naturales en buhios de paja y JriUY apartados vnos de otros donde mala desistion que despues questa pob1ada la Qib­ dad nunca an eetado de buena paz y a esta causa no la taso el liQenQiado Tomas Lopez mae de que dexo vna modera9ion a los v~ zinos de las simenteras que avian de hazer los ~-- yndios y de los demas aprovechaadentos.Ay en esta Qibdad says provin­ Q~as donde ab~tan los naturales:La de los Quill&Qingas es fria y gente caribe abundosa de todo genero de comida.La prov~nQ~a de Choa es asi mismo templada y 1J1UY abundosa esta de guerra y no sirven,La prortnt;ia de Guachicanu es tierra fria y en ella ay vn seffor prinQipal que la manda toda y le obedesQen.La de Pansitara ee tierra fr~a y que tiene muy junta au ploblazon. La de Patia es caliente y en ella ay ricas minas de oro y asi mismo las ay em todas las demas provinQiae avnque no tan buenas como las deste valle y a esta oavsa todos los encomenderos ea- 9) can oro en este valle con yndios donde an muerto algunos per ser diferente el temple de donde moe yndios que lo sacavan,don­ de algunos enos a esta parte ee a remediado que no sacan oro en este valle En la dicha Q~bdad ay los vezinos encomenderos seguientes y traen en las minas los que pares9en en esta memoria: Poblador Diego Sanchez de Narvaez.Patia D LX x:a: ===== soltero Conquistador Juan de Medellin,casado cc XII n: Poblador Conquistador Alonso de Medero,casado CCL IL II Poblado-r Poblador Cosme de Torres,casado c II X Poblador Alonso de Almeydas,soltero LX I.V VI Poblador Alonso Iuerez,soltero CL III 13 Poblador Martin Muftoz, ~~·!S~- CCL IL lX soltero !Oblado~o --~~ -_ .4-lv&rorfJodifio, sol taro cc IL XI liikdor Miguell Perez,casado LXXI m VIII Poblador FranQieco Ruyz,casado c nv IX Poblador Juan Gallegos,eoltero LII m VII ConquistadorMartin Hernandez Trujillo X XI VIII I c.c Poblador cas ado ~ c--~ I --i.' numero de yndios de fanegas de ;i~Q!==- minas sembradura ========= =========== Poblador Gon9alo Gomez,oasado LXX XVI VI Poblador Pedro Gallego sol•ero c n:x VI! Poblador Juanes de Gavira,oasado. DL L Ill: Guachioono ========== Soldado Gaspar Alvarez,casado en IXI X Soldado Juan Negrete,oasado c XI VII Poblador Manuel Perez,soltero c IX "lii Foblador Martin Sanchez,casado LIII m VI Poblador Alonso de VUlaroel, casado LXIX II VII Conquistador Juan Lopez,soltero CD: XIX VIII Poblador Poblador Hernando Diaz,soltero CL XII III Poblador Juan Gomez,casado LlXI IX m mrr MMMDClX DCDIIIII CCLXII I ~ -.:J . • I 1583-Febrero-17 Deecripo16n de 1a gouernaQion de Popayan,juris­ diQion de Sancta Pe de1 Reyno de Granada. (Bib1ioteca de 1a Real Academia de l.a Historia ~ ,Cuadernil.1o de 6 fol.ios,fechado y 4661 firmsdo a1 fUial..) 98 .. ,. ... (--. 99 Dende Easto a A1maguer ay quatro jornadas de cami­ no mus aspero y doblado,y e1 pueblo esta poblado en vn llanito pasa vn ri.o oabeal ,es vn pueblo mtq grande,el mayor de la gouernaQion y en los mejores edifiQios porque ay muy b•enas casas de seda y tapiQeria y ay vna ygleeia mayor y vn monesterio de nueetra senora de las MerQedes y otro de Snn FranQisoo y otro de Santo Domingo e todos ~ buenos.No ea tierra (fo1.5) de horo 7 ~ catorze ~11 yn­ dioe e bien poblados.Hazen mantas y crian ansi los vezinos como los naturales gran cantidad de puercos de que t:Lenen mucho aprovechauiento tienen mucha saca dellos para A1 - maguer,Popaya.n e Cali,cojese muoha oantidad de trigo y Qe­ ua«a,es muy ebundante de todas comidas e todo vale barato por auer en can-tidad .Ay yngenios de BQUC~, es tierra muy fria y sana y partiQipa de tierra caliente 7 en ella ~ o­ ro que ae eaca en QuillaQ~.Ay treynta y quatro encomen­ deros de yndios,es pueblo de muchas granjerias e muy abun­ dante de eeruiQio,ay muohas frutas de la tierra y de Casti­ lla y muy buen 9ielo e temple,ay en este pueblo y en los demas de la giuernaQion vna fruta que se 11ama pifla de la hechura y cascara de las pinae Deepaffa e9epto que no tiene p~ones como las Despafta y la cascara ee corta a manera de quien corta la calabaQa romana, lo de dentro es mac;i9o a ma­ nera del color de membrillo de clara y de aquel sabor y e n estando madura no dura mas de die~ o doze dias que luego • t 198 se dafta. e pudre e queda de eabor de vlnagre. Sefloreo e1 yu­ ga e sus oap~tanes esta tierra. e no p:so della porque ha­ llo la gente desnuda a 1os q*ales ~1i~ porque no estuuie­ sen 09~osos e no se ocupasen en malo~ pens~entos contra el. por no tener otra oossa que da11e de tributo le acudia oada vn - yndio de tanto e tanto t~empo con vn cafluto de piojoa.Pob1o1a e1 adelantado BenalcBQ~• •••••••• De Sanota Pe, 17 de Pebrero de 1.583 Rubrica de D.Pran9~sco Gu111en Chaparro • 101 Descripoi6u de 1os pueblos de la governaoi6n y provin­ cia de Popayan. (Biblioteca de la Real Acade~a de 1a Historia -~0~ Cuadern111o de 8 folios escritoe en cursiva baetante dific11 de leer. No tiene fecha por ester inoompleta l.a relaoi6n. ) 102 Rela.Qion para l.os tm.ty poderoaos se.fioree del Rea1 Conae jo-' I de Indiaa de au ~stad,anal de la discretion de la tier­ ra que 1l.aman governa9ion o probinQiB de Popayan oomo de los indios que rq en ella oomo de al.gunas cosaa que anbewl rian hazerae para su bt.en govierno ansi en lo corporal. como en lo espiritual De Paeto (f~. 2) La oiudad de Sail Juan de Pasto ee vn pueblo que quadra mu­ oho el. nombre porque es tierra de muy buenos pastes para genadoe 7 ooloidas,es tierra sana de JttU¥ lindo tenple po~ que todo e1 afto s~ diferen9ia haze frio,no frio grande,si­ no de l.a manera que en Espafia 1o haz£ por Todos los Santos ay verano y ~bierno,e1 inbierno ee 11ama por e1 ll.ober que por el temple es el. mismo,dase mucho pan,final.mente es pueblo~ baetiado y avnque de l.os rsblos desta dicha go­ verna9ion de Pop~an ea el que mas sf! a sustentado con to­ do esto desde la vi.ei ta que hizo gen(:ra1 el li9en9iado Tho­ mas Lopez el aflo de 1559 fal.*an mas de la mi tad porquo te­ nia 1a 9ipdad de Pasto entonzea mas de 20.000 imdios y ago­ ra no tiene ocho ~ll,estos 8.000 eaten encomendados como en 30 vezinos que sontel capitan Rodrigo Perez y Benavides y Santo Domingo y el capitan Avmada y otras que no me acue.!: do SUB nombres.En este pueblo por ser grande porque avnquo aya 30 vez~os de indios con mercaderee y soldados y otras ' '/ :) I 103 gentes.Es pueblo donde ay de ordinaria 300 espafioles.Para esta gente ay vn solo escribano y se podria affadir otro y seria neQesario para el. buen govierno del pueblo.Este pue­ blo se riga en lo temporal. por el. governador de Pupayan y en lo espiritual eata adjudicado al distrito de Qu*to en lo qual ee le haze a.gravio al o'lrispo de Pupayan porque questa mas 9erca de Popayan que no de Quito y al prin~ipio l.o fue aqui pone vn cura vicnrio el obispo de Quito que ee vn clerigo de loa prebendados de la iglesia de Quito por ser mas e1 probecho poDque va1e 1.000 pesos de oro el ta1 vicario.Aqui en este pueblo se podria probeher vn benefi9 9iado y dejar el oUBBto,a1 probeer del. obispado de Quito ya abria cura y benefic;iado y seria e1 pueblo m&s bien re­ gido (fol.2v.)Ay en este pueblo tree moneeterios que son vno de La Merc;ed, o:tro de Sane to Domingo y otro de San Fran­ Qisco, ay en cada vno quatro o c;inco frS\Yles, sustentanse es­ tos monesterios de que cada vno tiene un par de dotrinae de indios questan vn par de frayles ocupados en eeto y del. salario que lleban estos sustentan todos porque las casas son pob:res.Ay en esto ansi aqui como en otras partes vn 8!!. nero de mal govierno en mucho dafto de los indios y es que estos religioaos queetan dotrinando estos indios tedo el afio tienen mandate de sus prelados que dejen solas las do­ trina.s y acudan las Pascuas y la Semana Santa y otras so* l.egnidades del. afio que son todas las pringipa.les a sus mo- .. , i 104 nesterios para guardar o selenizar en e11as sus fiestas de lo qua1 resulta gran dafto a los indios po~ue en eatas fie&+ .. tas era para quando era ~ preoisa 1a residen~ia para dar- lee a entender en ellos los misterios de nuestra Pe y ansi los dejeis solos y las fiestas quando se abrian de ocupar en alabar a Dios los indios y oonooerle se ooupan en borra­ oheras y baylea y otras ydo1atrias antiguas quedando como quedan solos y su ,-g1eeia de los indios sin ministerio ee­ to es mqy digno de remedio y los feligreses tienen este d~ fecto en AA dotrinar los indios y eerie menester probeher a que huviesen preoisa asiten9ia todas las fiestas de1 affo o que s~o dejasen las do*r~s que no es r&Zon que so1o por representar e11os oonvento y conerega9ion en los monas­ teries de quatro o oinoo f~les se lee puedan entre tanto quanto an trabajado los indios,abria como dos sacerdotes en todo el distrito de Pasto dotrinando estos indios,gana cada. vno 400 pesos,vn buen pues descargo de mi con9iengia, digo esto o que los reli~osos no tengan dotrinas o que no hagan fa1las,vale los diezmos este pueblo de Pasto 1.2oo pesos vn affo con otro,aqui si podria poner vn obispo muy nee9esario avnque el selario fuese poco vn protec~or de 1os ~nd~os,porque ansi como los pueblos bien ordenadoe tienen padre menores que yran por ellos ansi ee nes9esario los a­ ya que no todos los indios menores 7 gente mi.serable ...... (h~ oortado un folio que seria 1a continuaoi~n de la re- 1aci6n.E1 folio siguiente es 1a deecr1pci6n de la ciudad de POPS\VBll) ' '? 1.(,__. 105 ~596,Noviembre,l2.-. San Juan de Pasto Testimonio de lo que Cristobal Sanguino ha hecho y va haeiendo en cumplimiento de su Comiaion en la Provincia de los Pastos. irchivo General de Simancas,Patronato,196.- Ramo 26 { Cuadernillo formado por 5 folios escritos en le- tra itAlica,muy bien conservados.) 106 Yo Pe•ro de Rob1es,esor~uano de su Magestad y de Prouis~on en la Rea1 Audien9i~ y ChanQ111eria de Quito y de oomision en esta Q~Udad de San Joan de Pasto doy fee y testimonio verdadero de todos los seftores que la preeente vieren que Chrisp~oua1 Sanguino,juez de comision por su Magestad sobre la visita,reformaQion y quentas de las comunidades deta prouingia y corregimiento de los Pastos y Qu111agingas de 1os terminos desta Qiudad de P~ to se salio de la 9iudad de Quito para cump11r su oomision a veinte y tree dias del mea de Agosto deste afto de Mill y Quinientos y Noventa y seis y llego a1 pueblo de yndios de Tuquerres que es en la dicha prouinQia de los Pastos a tree dias del mes de Septiembre proximo pasado deste dicho affo y en cump11miento de 1a dicha comision come~ 90 a regebir a1gunas ynformagiones en razon de * las dichas comunidades para sauer quien auia sa­ cado de las caxas el oro que en ellas auia y las haziendas que tenian y las personas que 1as auian 107 administrado y donde estauan los papeles,quentas ~ otros recaudos tocantes a las J~.ichas comunidades y porque causa estauan perdidas y destruidas y que remedio se podria tener para eatablallas y pone - 1las en punto que fuessen de aprouechamiento a los naturales e hizo y ba haziendo diligen9ias sobre ello y en lo tocante a los papeles,quentas uy otros recaudos de las dichas comunidades y ordenan9as • dallas no a hallado orden y ba pro9ediendo contra Joan ~~rtin Perez,escriuano publico desta Qiudad de Pasto que esta auaente della,persona en cuyo poder estan los papeles y quentas tocantes a las dichas comunidades y a comen9ado a tomar quentas a Fran9isco de Abe11aneda administrador que al presente es de todas las comunidades de la prouin­ Qia de los Pastas que estan a su cargo que son las de los pueblos de Tuoarres,Qapuis,Pupiales,Ypiales, Muellamas, Guachaucal,Cumbal,Paetas,Carlusama,Vh~ gana,Yaputa sin otri.ls que 133 en la dicha prouin9ia que no son a su cargo sino de los naturales caQi­ ques y gouernadores de 1os pueblos ~ de estas que son a cargo del dicho PTanQisco de Abellaneda el dicho juez Chrieptoual Sanguine auerigo que Joan GonQales de Azeuedo,corregidor de los naturales a- 108 uia. de las caxaa de comunidad de Cum.bal., Muel.1amas, C~1ueama.,Chungana,Yaputa. la oantidad de pesos de oro que en e1las avia sabre lo qual pro~edio contra • el dicho corregidor y para auer de cobrar del 1a dicha cantidad de pesos g11e a.uia sacado y para dar orden y asiento en otras comunidades y bienes y ha­ sienclas de l.oa pndios quillac;ingas vino a eata c;i,!! dad de Pasto y entro en ella a siete dias del mes de Otubre proximo pasado deste dicho afto de noven­ ta y aeis p pro~ediendo a execu9ion contra el di• cho corregidor Joan Gon~alez de Azebedo dio manda­ m:1ento de execu~ion contra el por quan tia de vn 11. mill y seisc;ientos y veinte y siete pesos,vn tomdn y quatro granos de oro en polbo s t - "La PiC'clra de los monos" de Berruecos. presso P:.u:t·l. "La pirdr:-~.