Faventia 34-36, 2012-2014 135-138 ISSN 0210-7570 (imprès), ISSN 2014-850X (en línia) ¿Existió un dios eslavo Hennil?1 Juan Antonio Álvarez-Pedrosa Núñez Universidad Complutense de Madrid Departamento de Filología Griega y Lingüística Indoeuropea japedros@filol.ucm.es Recepción: 13/01/2012 Resumen La existencia de un dios eslavo occidental Hennil se basa en un testimonio del cronista medieval Thietmar de Merseburgo. La etimología de este teónimo ha suscitado un cierto debate que no ha dado lugar a una solución comúnmente aceptada. Sin embargo, un segundo manuscrito recoge una variante, Bendil, que posiblemente es el teónimo eslavo originario. Esta propuesta cuenta con la ventaja de presentar una etimología indoeuropea *bhendh-. Palabras clave: religión eslava precristiana; eslavo occidental; teónimo; etimología; Hennil; Bendil. Abstract. Was there a Slavic God Hennil? The existence of a West Slavic god Hennil is based on a testimony of the medieval chronicler Thietmar of Merseburg. The etymology of this theonym has raised a scientific discussion that has not led to a commonly accepted solution. However, a second manuscript contains a variant, Bendil, which is possibly the original Slavic theonym. This proposal has the advantage of an Indo-European etymology *bhendh-. Keywords: Slavic Pre-Christian Religion; Western Slavic; theonym; etymology; Hennil; Bendil. La existencia de una divinidad agraria de los eslavos occidentales Hennil se fun- damenta en un testimonio recogido por el cronista de época otoniana Thietmar de Merseburgo. El autor narra, en un excurso, un milagro ocurrido en 1017 en las tierras de su familia, en la localidad de Sülfeld (junto a Wolfsburg, Baja Sajonia), durante el cual la casa de una mujer fue asaltada por demonios. Esto da pie al cro- nista para explicar una costumbre pagana conservada en una zona rural débilmente cristianizada de sus feudos: un pastor del pueblo porta, de casa en casa, un báculo coronado con una mano que lleva un anillo de hierro que parece representar una divinidad agraria. La simbología que caracteriza a esta deidad como una entidad 1. Este artículo es resultado del Proyecto de Investigación La reconstrucción de la religión eslava precristiana. Los testimonios textuales y comparativos, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ref. FFI2010-16220. 136 Faventia 34-36, 2012-2014 Juan Antonio Álvarez-Pedrosa Núñez de tipo protector y agrario o pastoril (báculo, anillo) parece fuera de toda duda. La procesión culmina con un banquete popular. El texto, en la edición de Holtzmann (1935: 482-484), dice así: Chronicon VII, 69 (ms. 1): Nam habitatores illi raro ad aecclesiam uenientes de suorum uisitatione custodum nil curant; domesticos colunt deos multumque sibi pro- desse eosdem sperantes, hiis inmolant. Audiui de quodam baculo, in cuius sumitate manus erat unum in se ferreum tenens circulum, quod cum pastore illius uillae, in quo is fuerat, per omnes domos has singulariter ductus, in primo introitu a portitore suo sic salutaretur: «Vigila, Hennil, uigila!» –sic enim rustica uocabatur lingua–; et epulantes ibi delicate, de eiusdem se tueri custodia stulti autumabant. Los habitantes de allí, que van a la iglesia rara vez, no se preocupan para nada de la visita de sus sacerdotes; veneran a sus dioses domésticos y esperando sacar mucho provecho de ellos, les sacrifican. Oí hablar de un báculo, en cuyo extremo superior había una mano que sostenía un anillo de hierro, que era llevado casa por casa por un pastor del pueblo en el que estuviera, y tan pronto entraba era saludado por su portador: «¡Vela, Hennil, vela!», pues así se llamaba en su rústica lengua, y luego banqueteando, los estúpidos, disputaban amablemente sobre mantener su custodia. La función del ídolo anantropomórfico queda clara a partir del texto de Thietmar, pero no así la etimología del teónimo. Podemos dividir las propuestas en dos grandes bloques: 1. Etimologías de origen no eslavo. grimm (1883: 749) propuso relacionar Hennil con el nombre húngaro de la «aurora» hajnal. Esta misma palabra se conservaría también en un poema eslovaco con un significado similar. Según siebs (1892), Hennil es una divinidad de la muerte en el alto alemán antiguo, cuyo nombre sería un diminutivo formado sobre Henno, que sería una variante de Wodan. urbańSCzyk (1964: 200) sugiere que es una designación del cayado del pastor que fue erróneamente interpretada por Thietmar como un teónimo. Por su parte, moszyńsKi (1992: 82-85) defiende que Thietmar sabía el suficiente eslavo para interpretar adecuadamente el teónimo si fuera de origen eslavo y que la desig- nación rustica lingua hace referencia al alemán. Su propuesta es que el teónimo Hennil es una designación dialectal del cayado mágico y está relacionado con m.b.a. henne ‘gallina’ o con m.b.a. hane ‘gallo’, y que aquí haría referencia a una figura sacral de madera relacionada con los espíritus de ultratumba. 2. Etimologías de origen eslavo (o baltoeslavo). Dentro de la llamada «etimología de gabinete», propia del siglo xviii, el pastor protestante Christian Knauthe (olescH, 1980) propuso que Hennil es una «corrupción» del teónimo sor- bio Honidlo, que sería un dios del reposo pastoril. Sobre este mismo étimo, miKHailov (2006) encuentra que el dios lituano Goniglis tendría las mismas funciones que Henillo, Honidlo y Gonidlo. El texto del manuscrito 1, conservado en la Biblioteca del Estado de Sajonia en Dresde, con la signatura Msc. Dresd. R 147, tiene gran autoridad, pues es el original y contiene algunas partes que posiblemente fueron escritas por el propio obispo ¿Existió un dios eslavo Hennil? Faventia 34-36, 2012-2014 137 Thietmar, pero, en conjunto, presenta hasta ocho manos diferentes. Las partes que no fueron escritas por el autor contienen muchos errores provocados por haber sido escritas al dictado. El libro vii es, con seguridad, una de estas partes. La Crónica de Thietmar se conserva también en un segundo manuscrito, conser- vado en un códice de la Biblioteca Real de Bruselas, n.º 7503-7518. Este manuscri- to responde a una redacción hecha en el monasterio de Corvey. Es, por tanto, más reciente que el número 1, pero eso no invalida todas sus lecturas y, de hecho, el editor (Holtzmann, 1935: 483-485) da ambas versiones en páginas contrapuestas. En el párrafo que nos interesa, hay dos variantes importantes: 1. En lugar del complemento agente a portitore, el manuscrito 2 dice ab omnibus, lo cual da algo más de sentido al saludo que recibe la divinidad agraria repre- sentada por el báculo. 2. El teónimo no aparece conservado como Hennil, sino con la forma Bendil. Como vemos, las propuestas que se han formulado acerca del teónimo recogido en el pasaje de Thietmar se han fijado solo sobre la variante Hennil, nunca sobre Bendil. Partiendo del conocidísmo dato de que los manuscritos más recientes no tie- nen por qué manifestar siempre lecturas peores, vamos a postular que la forma más antigua del teónimo es Bendil. Este teónimo tendría una etimología mucho más sencilla que las propuestas que se han realizado para Hennil. Se trataría de la evolución regular de la raíz indoeuropea *bhendh- ‘atar’, ‘ligar’ (PoKorny, 1959: 127), cf. ai. bándhana- n. ‘banda’, gr. πεῖσμα ‘cuerda’, lat. dēfendō ‘rechazar’, got. bindan ‘atar’. Dentro del léxico pastoral, encontramos el correlato lit. bandà ‘rebaño’. Bendil(o) sería una formación nominal en -ilo similar a la de otro teó- nimo eslavo bien conocido: Jarilo, variante rusa de la forma testimoniada por los cronistas medievales Gerovit. La raíz con el significado de ‘atar’ o ‘ligar’ es propia de una divinidad agraria protectora y garante del juramento, como confirmaría la simbología del báculo con un anillo. De hecho, existe un teónimo frigio Ζεῦς Βέννιος, derivado de βέννος, que procedería probablemente también de la raíz *bhendh- y al que se le atribuye el significado ‘de la fertilidad’, ‘de la cosecha’ (saHin, scHWertHeim y Wagner, 1978: 771-790; orel, 1997: 175). La presente propuesta tiene una ventaja evidente, que es la falta de problemas fonéticos y que el étimo postulado se ajusta muy bien a la función religiosa descrita en el texto de Thietmar de Merseburgo, pero reconozco que tiene un inconvenien- te: no existirían otros testimonios eslavos de dicha raíz, lo cual no deja de ser una rareza, porque está muy bien documentada en casi todos los dialectos indoeuropeos, incluido, como vemos, el báltico (para la ausencia en los dialectos eslavos de la raíz indoeuropea *bhendh-, véase berneKer, 1913, y derKsen, 2008). Es posible que el teónimo Bendil venga a llenar el hueco que el eslavo manifiesta en el testimonio de los resultados regulares de la raíz *bhendh-. Por su parte, el teónimo Hennil transmitido por el manuscrito 1 es, muy proba- blemente, una confusión del escriba a partir de un original Bendil, en la que inter- 138 Faventia 34-36, 2012-2014 Juan Antonio Álvarez-Pedrosa Núñez fieren muy probablemente los términos germánicos henne ‘gallina’ y hane ‘gallo’, tal como ha señalado moszyńsKi (1992: 82-85), por la cercanía con el imperativo latino uigila con el sentido de ‘¡despierta!’. Referencias bibliográficas berneKer, E. (1913). Slavisches etymologisches Wörterbuch. Heidelberg: Carl Winter. derKsen, R. (2008). Etymological Dictionary of the Slavic Inherited Lexicon. Leiden: Brill. grimm, J. (1883). Teutonic Mythology. Vol. 2. Londres: George Bell and Sons. Holtzmann, R. (1935). Thietmari Merseburgensis episcopi Chronicon. Monumenta Germaniae Historica, Scriptores rerum Germanicarum. Nova Series 9. Berlín: Weidmannsche Buchhandlung. miKHailov, N. (2006). «Slovanski teonim Henillo/Honidlo in baltski Goniglis Dziewos». 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