ANTECEDENTES Los estudios sobre inserción profesional que realiza periódicamente el COIE para el Vicerrectorado de Estudiantes (anteriormen- te Vicerrectorado de Alumnos) muestran una clara deficiencia en la formación de los titula- dos de la UCM tanto en idiomas como en in- formática de usuario. Esta situación mueve al Vicerrectorado de Nuevas Tecnologías en ma- yo de 2003 a poner en marcha un servicio de Cursos de Formación en Informática (CFI), bajo la tutela académica de la Facultad de In- formática. Los CFI son cursos que, por un módico precio, proporcionan formación práctica en herramientas y aplicaciones de informática de usuario. Están abiertos a todo tipo de público. Los alumnos consiguen un diploma acreditati- vo tras superar un examen final. Y si, además, son alumnos de la UCM, pueden reconocer hasta un máximo de cuatro créditos de LE/LC por cada curso CFI. Durante los cursos académicos 2003-04 y 2004-05 los CFI se imparten exclusiva y total- mente de forma presencial. No se utilizaban herramientas de la red, más allá de la publica- ción de los apuntes en la web de los cursos (http://www.fdi.ucm.es/cfi/). El Campus Vir- tual daba sus primeros pasos y todavía no se planteaba su utilización ni como apoyo a los cursos. Esos dos primeros cursos académicos de los CFI proporcionaron una formación total- mente práctica (en aulas de informática) con- ducida por profesores de la Facultad de Infor- mática. Sin embargo, no se consiguió llegar a un número significativo de alumnos. Tras un UN SERVICIO DE CURSOS ON-LINE: PRIMERAS EXPERIENCIAS DE LOS CFI EN EL CAMPUS VIRTUAL Luis Hernández Yáñez cfi@fdi.ucm.es Facultad de Informática - UCM Agradecimientos: En primer lugar debemos agradecer el constante apoyo del Vicerrectorado de Innovación y Espacio Europeo de Educación Superior. También el patrocinio de Microsoft®. Y, por supuesto, la gran labor que están realizando los profesores de los cursos: Raquel Hervás, Guillermo Jiménez y Juan Antonio Recio, auxiliados por Belén Díaz, Virginia Gilmartín y Antonio Sánchez. El servicio de Cursos de Formación en Informática (CFI) nace en el curso académico 2003-04 como una iniciativa del Vicerrectorado de Innovación y Espacio Europeo de Educación Superior (en aquel entonces Vicerrectorado de Nuevas Tecnologías) para mejorar la formación en Ofimática de los estudiantes de la Universidad Complutense. En su tercer curso académico los CFI han entrado de lleno en el Campus Virtual (CV), proporcionando una formación on-line que saca un gran partido a las herramientas que tenemos ahí los autores y los gestores de cursos. Este trabajo muestra cómo se han organizado los CFI dentro del Campus Virtual: las estructuras que se han creado, las herramientas que se han utilizado y los roles que se han establecido. Incide en la forma en la que se desarrolla la vida académica en los cursos y proporciona datos sobre el comportamiento de los alumnos en este espacio virtual de formación. También analiza, tras ocho meses de funcionamiento, la efectividad del entorno de enseñanza. ———————–– UN SERVICIO DE CURSOS ON-LINE: PRIMERAS EXPERIENCIAS DE LOS CFI EN EL CAMPUS VIRTUAL 231 comienzo esperanzador en el 2003-04 con 346 matrículas, en el 2004-05 llegamos tan só- lo a un total de 188. Los factores causantes del bajo número de alumnos fueron la imposibilidad de proporcio- nar una gran variedad de horarios y la necesi- dad de cubrir gastos. La iniciativa CFI se con- dicionó a la sufragación de todos sus gastos, de forma que no llegara a resultar una carga para la propia universidad. Dado que la matrí- cula por curso debía mantenerse en unos nive- les asequibles, no era posible impartir cursos que tuvieran menos de 25 alumnos (de un total de 35-40 plazas). Pero la programación anual de cursos de- bía contemplar horarios y centros variados. Cursos de distintas materias, tanto en horario de mañana como de tarde, en ambos cuatri- mestres y en unos cuantos centros distribuidos geográficamente. En el 2003-04 se programaron un total de 56 cursos repartidos en ambos cuatrimestres. Aunque parecía un número excesivo para em- pezar, fueron las propuestas que hicieron las facultades y escuelas, y se decidió no tener que elegir. La dispersión provocó que sólo se abrieran cinco cursos en el primer cuatrimes- tre. Aunque en todos los cursos se habían ma- triculado alumnos, sólo en unos pocos se iban a cubrir gastos, obligándonos a cerrar la ma- yoría. Algunos alumnos se pasaron a los cur- sos definitivos, pero a la mayor parte hubo que devolverles el dinero. En el segundo cuatrimestre se redujo la oferta sobre la marcha para intentar concentrar a los alumnos en unos cuantos seleccionados. El esfuerzo fue inútil y sólo se abrieron seis. En el curso académico 2004-05 se redujo de parti- da el número de cursos, pero tan sólo se consi- guió llenar una tercera parte de los mismos. El análisis de las encuestas realizadas a los alumnos CFI concluyó que los alumnos desea- ban una mayor variedad de horarios y que los cursos se impartieran en sus propios centros. No querían desplazarse a otras facultades y es- cuelas, y querían que los cursos se integraran perfectamente en sus horarios escolares. Sólo si tuviéramos garantizada una matrícula cien ve- ces superior sería factible satisfacer esos requi- sitos, pues la rentabilidad imponía sus leyes. LOS CFI LLEGAN AL CAMPUS VIRTUAL Si queríamos que los CFI cumplieran su objetivo de formar a un amplio número de alumnos de la UCM, debíamos encontrar una forma de romper con las ataduras horarias que tan difícil se lo ponían a la mayoría de ellos, y que al mismo tiempo nos permitiera un balan- ce positivo. La experiencia que el profesorado de los CFI adquiere en el uso del Campus Virtual, me- diante la virtualización de asignaturas de otros planes de estudio, nos mueve a llevar los cursos CFI a ese entorno de enseñanza en el curso aca- démico 2005-06. Aunque inicialmente se plan- tea una enseñanza semipresencial, en seguida se constatan las posibilidades del CV para una enseñanza casi exclusivamente on-line. Se comienza con un catálogo de cuatro cur- sos: uno centrado en el mundo de Internet y tres de aplicaciones ofimáticas de Microsoft® (pro- cesamiento de textos con Word, hojas de cálcu- lo con Excel y bases de datos con Access). La selección de los cursos se basó en las demandas del mercado de trabajo y Microsoft® patrocinó el proyecto. Con el fin de proporcionar la mayor flexi- bilidad posible se abren cuatro ediciones de cada curso. A partir del 2 de noviembre de 2005, cada edición empieza dos meses des- pués de la anterior. De la matrícula se encarga la Fundación General de la UCM, permane- ciendo abierta ininterrumpidamente entre el 3 de octubre y el 9 de mayo. Se esperaba que el número de matrículas alcanzara las 800 en total (más del 200% del año anterior), debido principalmente a la co- modidad de realizar el estudio de los cursos sin horarios y cada uno a su ritmo gracias al Campus Virtual. El reclamo de los cuatro cré- ditos de LE/LC haría el resto. Como se verá más adelante, las previsiones se quedaron muy atrás. LOS CURSOS CFI ON-LINE Cada curso CFI se articula en torno a una serie de lecciones, cada una con varias seccio- III JORNADA CAMPUS VIRTUAL UCM232 nes. En cada sección se explican conceptos, se muestran técnicas y/o se proponen ejercicios. De los muchos ejercicios que se proponen, una selección debe ser entregada al profesor-tutor para ser corregidos. Se deben aprobar todos los ejercicios entregables para presentarse al examen final. Los alumnos deben estudiar los apuntes en secuencia, realizando los ejercicios según se van planteando, sean entregables o no, y haciendo llegar al profesor las soluciones de los ejercicios entregables, para que sean co- rregidas. El profesor otorga una calificación a cada ejercicio, explicando al alumno de al- guna forma el porqué de su calificación. Si el profesor considera suspenso un ejercicio, so- licita al alumno que lo repita y se lo vuelva a hacer llegar. También se va proporcionando material adicional si y cuando se considera necesario. Inicialmente se planteó una docencia más semipresencial, con asistencia obligada a tuto- rías en aula, pero al poco se comprobó que re- sultaba imposible ponerlas en marcha, no tan- to por la cantidad de alumnos que debían asistir, sino sobre todo por su falta de predis- posición a asistir. Se decidió, por tanto, que las tutorías presenciales serían voluntarias y bajo demanda. En cualquier caso, el alumno dispo- ne de medios para la resolución de sus dudas (correo electrónico, foros). Los alumnos disponen de un máximo de cuatro meses para completar cada curso. Tiempo más que suficiente para estos cursos cuya duración se estima equivalente a cuaren- ta horas en modalidad presencial (los anterio- res CFI cuyos contenidos son básicamente los mismos). Una vez que los alumnos han conse- guido aprobar todos los ejercicios pueden pre- sentarse a un examen final práctico que se de- sarrolla de forma presencial en un aula de informática. Pueden hacer uso de hasta dos convocatorias de exámenes. Puede resultar controvertido que se reali- ce un examen final presencial y que las cali- ficaciones de los ejercicios no afecten al Ap- to final, que depende exclusivamente del examen. Hay que tener en cuenta en primer lugar que este tipo de actividades formativas sólo admiten Apto o No apto como calificación fi- nal, por lo que el hecho de que sea requisito te- ner aprobados todos los ejercicios entregables (tenerlos aptos), independientemente de su no- ta concreta, es congruente con esa calificación final no cualificada. El examen final lo consideramos impres- cindible, y no sólo porque la normativa de la universidad lo exija para poder reconocer un crédito por cada diez horas de curso. No pode- mos tener la certeza de que el trabajo lo vaya realizando el alumno o alumna en cuestión, en lugar de algún amigo o familiar que ya sabe mucho del tema. Lo mismo sucedería con un examen a distancia. Teniendo en cuenta que los cursos enseñan a manejarse con aplicacio- nes informáticas, un sencillo examen práctico es muy adecuado para que demuestren que han adquirido esas habilidades. Hoy por hoy, y mientras no se disponga de procesos de identificación y supervisión re- motos que sean seguros y fiables, el valor que se le dé en el mercado de trabajo a un título o diploma puede depender mucho de que el cur- so se evalúe de forma presencial o puramente on-line. EL MATERIAL DOCENTE La preparación de los cursos CFI para su estreno en el Campus Virtual resultó un proce- so muy laborioso, copado principalmente por las tareas de traducción, adaptación y amplia- ción del material docente a un formato ade- cuado. El enorme esfuerzo que supone la pre- paración del material ya había sido constatado en anteriores proyectos [1]. El material docente estaba en formato de dispositivas de PowerPoint, nada adecuado para el Campus Virtual, por lo que se empezó transformando el material en páginas web. Sin disponer de herramientas de conversión, se trató de un proceso manual de cortar y pegar de PowerPoint a un editor de páginas web y de PowerPoint a un editor gráfico (las ilustracio- nes). En el editor se ampliaron las explicacio- nes y en bastantes ocasiones se generaron tam- bién nuevas ilustraciones que se consideraron necesarias. De cada curso se encargó una mis- UN SERVICIO DE CURSOS ON-LINE: PRIMERAS EXPERIENCIAS DE LOS CFI EN EL CAMPUS VIRTUAL 233 ma persona y el director de los CFI realizó una revisión de todo el material para dotarlo de uniformidad y consistencia. A continuación se puede ver un ejemplo del aspecto final de los apuntes (figura 1): LA ESTRUCTURA DE LOS CURSOS De acuerdo con la forma en que se van a impartir los cursos, se crea en el CV una es- tructura para cada uno con un conjunto de he- rramientas que permita desarrollar de forma efectiva todas las actividades del proceso de enseñanza-aprendizaje. La página de Inicio de cada curso proporciona acceso a un mismo conjunto de herramientas (figura 2): Las herramientas son de las habituales de los entornos de enseñanza virtual (figura 3): El correo (Comunicación con tutor) sirve principalmente para la comunicación profe- sor-alumno, aunque también permite a los alumnos comunicarse entre sí. Los foros están destinados principalmente a la comunicación entre los propios alumnos, para resolverse du- das unos a otros, aunque uno de ellos se desti- na a comunicados oficiales. La herramienta de entrega de ejercicios es la que utilizan los alumnos para enviar sus solu- ciones y donde pueden ver, además de la califi- cación obtenida, los comentarios de corrección. La sección Más cosas es donde se van colocan- do documentos adicionales considerados de utilidad a lo largo del desarrollo del curso. EL ESPACIO DE COORDINACIÓN CFI A medida que aumenta el número de asig- naturas (cursos de cada edición) el proceso de gestión se complica bastante, obligando al jefe de Estudios a entrar en todos los cursos de to- das las ediciones en marcha cada vez que quie- re realizar algún comunicado o convocatoria. Como respuesta a este problema se crea un Es- pacio de coordinación CFI, una asignatura adicional para todos los alumnos de algún cur- so CFI que concentra los comunicados oficia- les y la organización general de los cursos. Su página de Inicio es la siguiente (figura 4): Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 III JORNADA CAMPUS VIRTUAL UCM234 Además de disponer de un calendario ge- neral, proporcionar algunos documentos de ayuda y dar acceso a sitios web relacionados, el espacio de coordinación CFI incluye correo y foros para la comunicación entre el jefe de Estudios y todos los alumnos de todos los cur- sos CFI. También dispone de salas de chat ge- nerales y cuestionarios para sugerencias y so- licitudes. El espacio de coordinación ha supuesto una gran ayuda para el trabajo de gestión de los CFI. EL PROFESORADO Se plantea que cada curso sea tutorizado por un único profesor en sus cuatro ediciones, con el fin de seguir unos mismos criterios. En la tercera edición se produce una avalancha de matrículas que hace imposible que un solo profesor pueda llevar a cabo la tutorización de todos los alumnos. Se contempla la posibili- dad de partir cada curso en varios grupos, pe- ro siendo la uniformidad de criterios un aspec- to importante en esta primera experiencia de los CFI en el CV, se decide finalmente incor- porar ayudantes que colaboren en la correc- ción de los ejercicios. La resolución de las dudas sigue recayendo en el profesor-tutor principal. El profesorado constata también las difi- cultades que encuentran los alumnos en las primeras ediciones de los cursos y realiza ac- tualizaciones del material docente en las si- guientes ediciones. LOS ALUMNOS La acogida por parte de los alumnos de la UCM a los cursos CFI del Campus Virtual ha desbordado nuestras previsiones. El número total de matrículas ha sido de 1.381, un 173% de la previsión inicial (800) y cuatro veces más que el mejor año de cursos presenciales. El 70% de los alumnos se matriculó en un so- lo curso y el 30% en dos o más. Las titulaciones con mayor demanda son las relacionadas con la Economía y la Empre- sa (28%) y las de Informática (20%). La distribución de matrículas por edicio- nes y cursos es la siguiente: Un alto porcentaje de los alumnos ya ha- bían trabajado anteriormente en el Campus Virtual de la UCM (entre un 45 y un 60%, de- pendiendo del curso). LA VIDA ACADÉMICA A lo largo de estos ocho meses de existen- cia de los cursos CFI on-line hemos vivido in- tensamente la experiencia de un ciberespacio de formación, estableciendo vínculos que no creíamos que pudieran llegar a ser más perso- nales que profesionales. Nos hemos preocupa- do con los alumnos, nos hemos alegrado con ellos y en ocasiones hasta les hemos dado el pésame. Involucrarnos en la experiencia de los alumnos con el Campus Virtual a través de nuestros cursos nos ha proporcionado muchas satisfacciones, pero sin duda nos ha exigido mucho esfuerzo. Creemos que ese esfuerzo es el que ha hecho a los alumnos sentirse acompa- ñados durante su proceso de aprendizaje. Y la mayoría lo han agradecido y valorado mucho. La opinión de los alumnos es una herra- mienta fundamental para la mejora de cual- quier curso. Las facilidades del Campus Vir- tual para la confección de encuestas nos han permitido incluir en todos los cursos un cues- tionario final que casi todos los alumnos están cumplimentando y en el que en 20 cuestiones se pregunta por el grado de dificultad experi- mentado con los contenidos y las herramien- tas, por la adecuación de las componentes teó- 1.ª ed. 2.ª ed. 3.ª ed. 4.ª ed. Total2-nov 9-ene 1-mar 3-may Internet 76 18 96 63 253 Excel 121 33 232 124 510 Access 56 16 113 51 236 Word 95 27 179 81 382 Total 348 94 620 319 1.381 UN SERVICIO DE CURSOS ON-LINE: PRIMERAS EXPERIENCIAS DE LOS CFI EN EL CAMPUS VIRTUAL 235 rica y práctica del curso, por la competencia y disponibilidad del profesorado o por la organi- zación en general. Con las tablas de respuestas que genera el Campus Virtual, que se pueden tratar fácil- mente en un programa de hoja de cálculo co- mo Microsoft Excel, estamos desarrollando un documento con un análisis del alumnado de los CFI y de las opiniones que han vertido en las encuestas. En la web de los cursos se pu- blicará este estudio a principios del curso aca- démico 2006-07, aunque podemos adelantar algunos resultados: • La mejor publicidad es el boca a boca, pues un 40% de los alumnos conocieron los cursos por algún conocido, mientras que tan sólo un 23% los encontraron en Internet. Un 35% se fijaron en los carte- les que se distribuyeron por toda la uni- versidad. • A un 58% le resultó fácil comenzar con el estudio de los cursos. • Entre un 50 y un 85% consideran ade- cuados los apuntes, dependiendo del curso. • Entre un 0 y un 7% consideran que hay demasiada teoría o demasiada práctica, mientras que los que consideran que hay demasiada poca teoría pueden llegar al 13% en algún curso y los que consideran que hay pocas prácticas llegan como mucho al 7%. • Los porcentajes de los que consideran que han tenido algunas dificultades para realizar las prácticas rondan el 70%. • El contenido es considerado bastante o muy adecuado por el 65% de los alumnos. • Los alumnos que consideran que los pro- fesores han estado disponibles siempre que los han necesitado son entre un 35 y un 60%, mientras que los que consideran que han reaccionado en un tiempo razo- nable son entre un 40 y un 55%. • Las herramientas que les han resultado más útiles han sido el correo (26-35%), los foros (24-32%) y Continuar donde estaba (24-33%). • Entre el 70 y el 87% consideran que la or- ganización ha sido buena o muy buena. En cuanto al material docente, es funda- mental que sea bueno, pero el esfuerzo que su- pone hacerlo cada vez más impresionante se vuelve rápidamente exponencial. Creemos que hay que quedarse en un punto mínimo de calidad e invertir a partir de ahí los esfuerzos en el factor humano. Nuestros apuntes son bastante académicos y no brillan por su inter- actividad o vistosidad, pero cumplen su come- tido y resultan adecuados para alumnos que en su práctica totalidad son universitarios. El coste (en tiempo y esfuerzo) de prepa- ración de los apuntes ha sido muy alto, pero muchísimo menos de lo que hubiera resultado necesario preparar otros más vistosos e inter- activos. Creemos mucho más conveniente volcar los esfuerzos en disponer de un profe- sorado preparado y, más importante todavía, motivado que proporcione respuestas a las consultas de los alumnos con presteza y lleve a cabo una corrección de los ejercicios deteni- da, en un plazo razonable y proporcionando una realimentación adecuada a cada alumno. El plazo de corrección de cada ejercicio no ha superado normalmente la semana y muy habi- tualmente ha sido bastante menor. Resulta fundamental que los alumnos ten- gan en todo momento la sensación de que hay alguien al otro lado que está pendiente y que responderá siempre y en un plazo razonable. Los alumnos han valorado muy bien al profesorado y parece que están más acostum- brados a que cuando envían un mensaje de co- rreo electrónico se tarde bastante tiempo en contestarles o ni siquiera se les conteste, ya que resulta habitual que en sus respuestas a nuestras respuestas lo primero que hagan sea agradecer la rapidez. En cuanto a la utilidad que han encontrado los alumnos en las distintas herramientas, co- mo se ha hecho patente en las encuestas, el co- rreo electrónico destaca. Constituye el contac- to directo con el tutor, el trato personalizado. (No disponemos de datos sobre su uso para comunicarse entre ellos.) Aparte de poder es- cribir un tratado sobre el uso que hacen del lenguaje, resulta interesante que un alto por- centaje de los alumnos no se ponga en contac- to con el profesor en ningún momento del cur- so por medio del correo (sin haber realizado III JORNADA CAMPUS VIRTUAL UCM236 un estudio estadístico, lo estimamos en torno al 40%). Otro número significativo, aunque bastante menor, de alumnos lo usan con dema- siada asiduidad. A la agenda no le hemos encontrado gran- des posibilidades en este tipo de cursos y las tutorías on-line pensábamos que tendrían más utilidad, pero al tener que ser solicitadas prác- ticamente no se ha realizado ninguna hasta ahora. La experiencia en otras asignaturas dis- tintas nos dice que el chat les gusta más para su ocio. Los foros han tenido una buena acogida, so- bre todo en algunos de los cursos. Planteado co- mo un espacio de intercambio de experiencias, dudas y soluciones entre los propios alumnos, en algunos cursos han brillado con la frecuente participación de alumnos con buenas dotes pe- dagógicas que podrían orientar perfectamente su futuro al mundo de la docencia. La herramienta de entrega de ejercicios tiene una utilidad clara y capital. Los ejerci- cios no son complicados en su mayoría, pero requieren trabajo. La gran mayoría de los alumnos han conseguido superarlos. Las ex- plicaciones de los profesores han resultado de gran ayuda. Por último, la herramienta de calificacio- nes (Mis resultados), siendo más bien secun- daria, tiene su utilidad, pero a la de seguimien- to (Mi progreso) no creemos que sepan sacarle partido y pensamos en sustituirla por alguna otra de cara al próximo curso académico. En cuanto a los abandonos, no constituyen un porcentaje relevante, aunque en algunos cur- sos se detecta una mayor incidencia. Éste es el caso del curso de Word y creemos que se debe a que los alumnos creen conocer la aplicación antes de empezar el curso, sin darse cuenta de que lo que saben es salir del paso con el proce- sador de textos, no usarlo adecuadamente. En el curso de Access no sorprende, ya que es el cur- so de mayor dificultad inherente. Sólo un tercio de los abandonos se achaca a la inesperada dificultad encontrada por los alumnos con el curso, mientras que el resto ni siquiera comienza con el estudio. PROBLEMAS De las dificultades que nos hemos ido encontrando los profesores encargados de la docencia podríamos destacar la dejadez y las prisas de los alumnos. Una gran parte de los alumnos no es cons- ciente de la necesidad de estar pendiente de las comunicaciones que se les hacen a través del correo y de los foros. O bien ni siquiera entran en la correspondiente herramienta y se acos- tumbran a convivir con los iconos de noveda- des, o entran en ellas, pero sólo leen los men- sajes que les interesan, los de determinado remitente o con un asunto concreto. En el me- jor de los casos entran en todos los mensajes, pero realizan una lectura muy rápida que no les permite retener lo que dicen. Quieren la in- formación cuando la necesitan, y en lugar de consultar los mensajes anteriores del correo o de los foros, se la piden al profesor directa- mente. Consecuentemente, proporcionamos a menudo información ya facilitada. Por otro lado, muchos alumnos, con la misma prisa que les lleva a no leer mensajes, revisan rápidamente los apuntes sin ni siquie- ra ir replicando los ejemplos, y van direc- tamente a los ejercicios para entregar, con el fin de terminar cuanto antes. Obviamente el aprendizaje se resiente y algunos no consiguen superar el examen final (en torno al 10%). Hay que encontrar soluciones para estos problemas, hallar formas con las que nos po- damos asegurar de que la información llega adecuadamente a los alumnos, tanto si se trata de material docente como de comunicados de la organización. EFECTIVIDAD DE LOS CURSOS El examen final de los cursos que se reali- za en aula de informática nos permite conocer bastante bien el nivel conseguido por los Tasa de abandono Internet 12% Excel 13% Access 32% Word 27% UN SERVICIO DE CURSOS ON-LINE: PRIMERAS EXPERIENCIAS DE LOS CFI EN EL CAMPUS VIRTUAL 237 alumnos en el uso de las distintas herramientas ofimáticas. Los exámenes son sencillos, pues los cursos no pretenden formar a usuarios ex- pertos, pero cubren un amplio espectro de las técnicas básicas explicadas. Como ya se ha indicado, la tasa de suspen- sos no supera el 10%, lo que nos lleva, tenien- do en cuenta el índice de abandono, a una tasa de éxito de entre el 60 y el 80% de los alumnos matriculados. Aunque en torno a una tercera parte pueden ser alumnos con experiencia pre- via en el uso de las herramientas, creemos que la efectividad de los cursos queda avalada. EL FUTURO DE LOS CFI Para el curso académico 2006-2007 espe- ramos un número de matrículas sensiblemente superior y creemos conveniente reducir el nú- mero de ediciones, haciéndolas coincidir con los dos cuatrimestres. La excesiva flexibilidad de este año no nos parece que haya redundado en mayores facilidades para los alumnos (en las ediciones 2.ª y 4.ª el número de matrículas es sensiblemente inferior), frente a las mayo- res dificultades que ha experimentado la orga- nización general. También deberemos programar cursos pre- senciales, tanto para incorporar cursos de ini- ciación que difícilmente se pueden impartir en el Campus Virtual como para proporcionar esa alternativa a los alumnos que claramente los prefieren. Y añadiremos algunos nuevos cursos para ampliar la oferta (FrontPage, PowerPoint). El ciberespacio nos brinda grandes oportu- nidades para la formación de nuestros estu- diantes. Para asignaturas integradas en planes de estudio oficiales el uso del Campus Virtual se puede considerar más un apoyo, al menos de momento. Pero para actividades formativas que pretenden llegar a la totalidad de los alum- nos de la universidad, como los Cursos de For- mación en Informática, la formación on-line resulta casi fundamental. Con tal diversidad de horarios de clases presenciales, los cursos a distancia consiguen llegar a muchos más alumnos. Hay algunos problemas para los que habrá que encontrar soluciones, como la descone- xión de algunos alumnos o las prisas que les dominan a otros. BIBLIOGRAFÍA 1. HERNÁNDEZ YÁÑEZ, Luis (2004): De la ense- ñanza presencial a la teleformación: conver- sión de un curso de cien horas, Actas de la I Jornada sobre el Campus Virtual de la UCM, p. 131. Editorial Complutense.