El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 1 de 6 El reverendo, conciencia y culpabilidad (First Reformed, Paul Schrader, 2017) Un ex capellán military, el reverendo Ernst Toller, expulga su sentido de culpabilidad por la muerte de su hijo en la Guerra de Irak prestando servicios religiosos en la pequeña parroquia de Snowbridge, cerca de Nueva York, en las fechas en que se va a celebrar el 250 aniversario de su construcción. Buscando su ayuda espiritual acude a él la joven Mary, embarazada, que lucha por sacar de la depresión a su marido, Michael, un activista del ecologismo que no desea traer un hijo a un mundo degradado y en descomposición. Con el encuentro entre ambos hombres, dos mentes atribuladas por sus conciencias y su sentido de la culpabilidad entran en conexión, desencadenando una búsqueda intelectual que el reverendo Toller va escribiendo en su diario, una crónica que misteriosamente nace con una fecha explícita de caducidad. El planteamiento del film parte de la soledad espiritual de un hombre abrumado por sus problemas de conciencia que afronta el reto de superarlos a través de la fe y de la entrega al servicio de sus feligreses. El encuentro con alguien que sirve para confrontar y exteriorizar sentimientos de culpa y la necesidad de encontrar la esperanza a través de la vida espiritual despierta dentro de él una necesidad de búsqueda que, lejos de hacerle avanzar hacia una salida, va ahondando en su desesperación, con un panorama que se va viendo abocado a la autodestrucción, tanto del cuerpo como de la mente. El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 2 de 6 El reverendo Ernst Toller En el anuncio de que un año después de iniciar su diario éste va a ser destruido, el reverendo Toller (Ethan Hawke) anticipa el sentido únicamente intros- pectivo de sus pensamientos, que no van dirigidos a nadie en particular sino que son tan solo un proceso dialéctico con su propia conciencia. Un lento travelling con que se inicia el film hacia la fachada en madera blanca, de estilo holandés, de la vieja parroquia, es también un anticipo de esta idea de condensar el tiempo para explorar el mundo interior de un personaje, permitiéndonos acceder al espacio interior y los pensamientos de alguien obsesivamente negado a compartirlos con nadie sin ninguna piedad hacia sí mismo, como si solo la mortificación supusiese una forma de ver la luz, en un intento desesperado de aferrarse a una fe religiosa que también está en proceso de descomposición. En sus cinco primeros minutos la película se sirve del recurso de la narración en off de las palabras que el reverendo va anotando en su recién iniciado diario, con planos largos y vacíos que son una metáfora de la soledad interior y el desasosiego de alguien que emprende una búsqueda espiritual. Con la ortodoxia de un guion de construcción clásica, todo parte de descubrir al personaje en su mundo ordinario, platicando a sus escasos feligreses y mimando los cuidados y atenciones a la antigua pero resplan- deciente e histórica parroquia de un pequeño y tranquilo barrio alejado de la gran ciudad. Mary y Michael La irrupción de Mary (Amanda Seyfried) en la sacristía buscando ayuda espiritual para su marido, el joven activista Michael (Philip Ettinger), representa el desencadenante de un nuevo proceso que altera las intenciones iniciales del reverendo de enclaustrar sus pensamientos, pues le obligan a un proceso dialéctico que destruye la claustrofobia espiritual, obligándole a someter su fe a la confrontación con el mundo exterior, a problemas que ensanchan su profundo pozo espiritual donde no ve “verdad, sino solo orgullo”- escribe-. A partir de su convulso universo de remordimientos, Toller se enfrenta a la necesidad de encontrar palabras de esperanza para el abatido Michael, angustiado por la impotencia de subsistir en un mundo degradado y sin esperanzas. El embarazo de Mary le ha situado ante la inesperada res- ponsabilidad de traer un hijo al mundo, un ser que presuntamente hará El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 3 de 6 preguntas y reclamaciones para las que él no tendrá respuestas. Un mundo sin futuro, una condena para el bebé que Michael no quiere que nazca, para desconsuelo de Mary. En el horizonte del año 2050, el ecologismo solo prevé un mundo sin soluciones. Toller tiene respuestas de manual espiritual para situar a Michael en la senda de la reflexión: “no se trata de un bebé ni de Mary, se trata solo de tu desesperación”. La densa conversación inicial con Michael sirve también al guion, para contextualizar narrati- vamente al personaje, para traer a colación el pasado que tortura a Ernst Toller, sus remordimientos por haber incitado el alistamiento de su hijo en el ejército para morir en el absurdo de la guerra de Irak y la culpabilidad que le persigue también por el fracaso de su matrimonio. Dos revelaciones marcan la escena: el cambio en su vida ante el abandono de su esposa; y la oportunidad para salir del abatimiento que supuso la oferta del reverendo superior Jeffers (Cedric A. Kiles) de hacerse cargo de la parroquia. “Solo el coraje es la solución a la desesperanza” La situación de partida se sigue dibujando con esta confesión, pero faltan tres nuevas revelaciones para completar el planteamiento de la narración: la escena en la intimidad donde vemos que Toller orina sangre, anticipo de que es consciente de que sufre en secreto una grave enfermedad; el emplazamiento a un acto solemne, el 250 aniversario de la parroquia, que conducirá en hilo narrativo en paralelo con Jeffers, que acompaña a la trama principal del film; y en tercer lugar, la aparición de Ester (Victoria Hill), la directora del coro que ofrece un vínculo emocional rehuido por el reverendo, refugiado en su soledad, que abre una tímida vía de expectativas pero queda siempre en segundo plano. Completada la parte expositiva en el planteamiento del film, falta aún el desencadenate para hacer avanzar la trama; éste lo constituye el descu- brimiento de Mary que lleva a Toller hasta el garaje donde queda desvelado el plan secreto de Michael: utilizar un chaleco explosivo con la intención de inmolarse en una fábrica contaminante, expresión de la impotencia y la barbarie, en algún modo reivindicativa de los problemas que la sociedad no atiende por otras vías. El reverendo cree que sabrá manejar la situación y se hace cargo de los explosivos, quedando emplazado a una cita con Michael para hablar sobre ello. Apenas un breve avance más de la trama secundaria, con la aparición de un empresario que financia la reparación del órgano de la iglesia a El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 4 de 6 cambio de protagonismo en el acto del aniversario, cuando un giro inesperado sitúa al fin la narración en su conflicto central. Toller acude a la cita con Michael en el parque y lo encuentra en un charco de sangre, se ha volado la cabeza: ésta es su respuesta. Es significativa la escena en la que Toller acompaña a la policía para informar a Mary del suicidio de Michael, por su tratamiento totalmente desdramatizado, subrayando el vacío emocional de los personajes. Se inicia con la salida del policía por la puerta principal de la casa, y pasamos al interior para ver, solos, a Toller y Mary, a los que encontramos en el final de la escena de abatimiento, después de que suponemos la noticia ha sido ya comunicada y las primeras reacciones, sobre las que se hace elipsis. Descubrimos pues a los personajes en los instantes de asimilar la noticia, los momentos reflexivos sobre lo ocurrido, cuando ambos acuerdan mantener en secreto los planes terroristas de Michael y ella se reafirma en su decisión de vivir y tener el hijo que espera. La escena posterior del funeral y el arrojo de las cenizas a las aguas sucias del puerto contaminado ponen una nota solemne y fría, mientras escuchamos los cantos del coro de la iglesia, en un escenario de desolación, tanto interior como exterior, en el alma y el paisaje, perfectamente denotado por la plani- ficación y puesta en escena de Schrader. El diario del reverendo es en todo momento el hilván, la crónica introspectiva de ese proceso de desolación, de falta de respuestas a un número cada vez más acuciante de preguntas en la que la fe del reverendo se va fragmentando. Con dos fantasmas en la sombra: huir de la autocompasión y rechazar todo vínculo emocional con las personas del entorno, en el esfuerzo estéril de encontrar la paz interior. En el trasfondo crecen, en cambio, las dos tramas emocionales del film, en sentido inverso: la progresión de la intimidad con Mery, en la inercia de cumplir con el deber religioso de atender sus demandas espirituales; y la ruptura con el personaje a la sombra, Ester, tal vez el más sano moralmente de la película, la persona más cercana al encerrado Toller, la única cómplice de su enfermedad, que sin embargo es duramente tratada por el reverendo. Ante el deseo de alejarla de él, la increpa con fría crueldad: “eres un recordatorio de todas mis deficiencias, te desprecio, desprecio lo que provocas en mí, tus preocupaciones son mez- quinas, eres un obstáculo…” En este momento entendemos hasta qué punto El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 5 de 6 está deteriorada la salud mental del personaje, que sucumbe a sus remordimientos y reniega de la persona que está dispuesta a implicarle en su propia vida para tenderle una mano. Toller sucumbe a la bebida como único refugio frente a su enfermedad y el deterioro de su integridad espiritual. Es el punto de inflexión hacia el delirio, desde ese segundo plano de las emociones que él desprecia, que le lleva a buscar el chaleco bomba y acariciar la idea de hacer suyo el plan de Michael, buceando en sus papeles y rastreando sus intenciones terroristas. Un viaje mágico El personaje ha iniciado su camino de autodestrucción, de lo cual deja constancia en el diario aludiendo a las palabras bíblicas: “destruir a los destructores de la tierra”. Ha sustituido el alcohol por cualquier otro vínculo sensorial con el mundo más allá de su propio cuerpo, cuando se produce la visita de Mary, que siente necesidad de hablar sobre Michael. En ese juego de suplantación del joven que apostó por la autodestrucción donde se enmarca el juego al viaje mágico, el que la chica practicaba con su esposo. “¿Quieres hacerlo conmigo?”, pregunta Toller. “Vale, enséñame”. Tan solo debes tumbarte boca arriba… “¿Necesitas música?”, No, tan solo respirar… En la escena más hermosa de la película, ambos juntan las palmas de sus manos, las respiraciones y emprenden ese viaje mágico que significativamente comien- za sobrevolando montañas y acanti- lados para acabar sobre basureros y espacios degradados. Cuatro desenlaces y un solo final de la historia. Apuradas todas las partes del juego, en el tramo final del film, tan solo queda por determinar el desenlace y aquí la habilidad del cineasta Paul Schrader aparece para decidir poner en escena todas las cartas. Son cuatro los desenlaces posibles que va mostrando sucesivamente en un ingenioso juego narrativo, dejando que finalmente la historia se resuelva con un simple fundido a negro para que el espectador complete con su imaginación lo que el cineasta no quiere mostrar. En primer lugar está la opción plena por la suplantación. El reverendo revisa los planes de Michael y acaricia la idea de ejecutarlos, acudiendo a una visita guiada por la fábrica elegida por el activista para hacer detonar los explosivos. Este desenlace hubiese supuesto una entrega total al juego de la suplantación, pero habría cerrado en falso muchas de las expectativas morales que iniciaron el diario del reverendo, además de ser una mera copia del yihadismo. La segunda opción cambia el objetivo de la detonación por la propia iglesia, en el momento más solemne de la ceremonia de aniversario. Hubiese sido un final de contenido mucho más simbólico, al llevarse por El puente rojo. “El reverendo”, conciencia y culpabilidad. Federico García Serrano Página 6 de 6 delante al templo y sus feligreses, a todo lo que él había entregado el tramo final de sus días, empezando por su propia fe. Este final representaría un paso más en la radical degradación moral del reverendo, aflorando un sentimiento de venganza precisamente contra lo que ha sido su soporte espiritual y contra las personas que le han intentado ayudar a salir de sus remordimientos. La presencia repentina de Mary en la iglesia motiva un cambio en los planes del reverendo, que para salvar a la joven pone en marcha la tercera opción, la del martirio personal con sufrimiento físico, rodeándose de una alambrada de espinas y (en un gesto también simbólico hacia la degradación del planeta), proponerse ingerir un bote de desatascador de retretes. Un final sin mucha épica ni catástrofe, limitado a completar la simple autodestrucción, quizás la misma opción de Michael, que consiste en tirar la toalla y simplemente quitarse de en medio. Pero Mery asume su función redentora y aparece en el último instante para virar hacia un hipotético cuarto desenlace, el de la redención a través del amor. Un desenlace de aparición muy soterrada y tardía, que aflora en el instante más dramático. El cierre seguramente más reconfortante para el espectador y tal vez también para el cineasta, una concesión a la esperanza que agradecería una buena parte de la humanidad y sería presumiblemente condenada por un puñado de críticos frikies enfermos de cinefilia que aborrecen la edulcoración de los grandes dramas. El fundido a negro del plano final deja abiertas todas las expectativas. Título original: First Reformed Año: 2017. Duración: 108 min. Dirección: Paul Schrader Guion: Paul Schrader Música: Nicci Kasper, Brian Williams Fotografía: Alexander Dynan Reparto: Ethan Hawke, Amanda Seyfried, Michael Gaston, Cedric the Entertainer, Victoria Hill, Philip Ettinger, Bill Hoag, Michael Metta, Frank Rodriguez, Mahaleia Gray. Productora: Killer Films / Arclight Films / Omeira Studio Partners. Distribuida por A24 https://www.filmaffinity.com/es/film4 79690.html https://www.imdb.com/title/tt605343 8/ www.elpuenterojo.es ISBN 2530-4771 https://www.filmaffinity.com/es/film479690.html https://www.filmaffinity.com/es/film479690.html https://www.imdb.com/title/tt6053438/ https://www.imdb.com/title/tt6053438/ http://www.elpuenterojo.es/