UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS GEOLÓGICAS DEPARTAMENTO DE PALEONTOLOGÍA TESIS DOCTORAL Bioestratigrafía del Silúrico de la Zona Centroibérica meridional (España) MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Saturnino Lorenzo Álvarez Director Juan Carlos Gutiérrez-Marco Madrid, 2015 ©Saturnino Lorenzo Álvarez, 2015 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS GEOLÓGICAS DEPARTAMENTO DE PALEONTOLOGÍA BIOESTRATIGRAFÍA DEL SILÚRICO DE LA ZONA CENTROIBÉRICA MERIDIONAL (ESPAÑA) TESIS DOCTORAL SATURNINO LORENZO ÁLVAREZ Madrid, Curso Académico 2014-2015 Figura de la portada: Recreación de un ambiente marino del Silúrico, basado en el registro del Telychiense de la provincia de Ciudad Real. A la izquierda pueden verse algas flotantes con epizoos (rinconeláceos epiplanctónicos de concha fina) y un conodontozoóforo nadando cerca; en el sector central la zona fótica oxigenada con graptolitos planctónicos (formas rectas y espirales) e invertebrados nectónicos (nautiloideos ortocónicos y euriptéridos); y, en la parte derecha, una vista de los ambientes disóxicos a euxínicos cerca del fondo, con acumulación de restos de graptolitos y ortocerátidos en sedimentos oscuros, ricos en materia orgánica. La reconstrucción es obra de D. Óscar Sanisidro, y el original se expone en el Museo de Ciudad Real. BIOESTRATIGRAFÍA DEL SILÚRICO DE LA ZONA CENTROIBÉRICA MERIDIONAL (ESPAÑA) TESIS DOCTORAL DE SATURNINO LORENZO ÁLVAREZ BAJO LA DIRECCIÓN DE JUAN CARLOS GUTIÉRREZ-MARCO Memoria realizada por Don Saturnino Lorenzo Álvarez para optar al título de doctor en Procesos y Recursos Geológicos, bajo la dirección del Dr. D. Juan Carlos Gutiérrez-Marco, Científico Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Actúa como ponente el Dr. D. Juan Carlos Gutiérrez-Marco, Científico Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 2 de Diciembre de 2014 D. Juan Carlos Guitérrez-Marco I RESUMEN Se analiza la estratigrafía de la sucesión silúrica de un área muy amplia del Macizo Ibérico, que abarca el sector español de la Zona Centroibérica meridional, así como la banda limítrofe con la Zona de Ossa-Morena (Dominio Obejo-Valsequillo o “Zona Lusitano-Mariánica”). Los afloramientos principales se localizan en los sinclinales variscos de Guadarranque, Cañaveral-Monfragüe, Herrera del Duque, Corral de Calatrava, Cáceres, Almadén, Valdeazogues-Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Sierra de San Pedro, Guadalmez y La Codosera, así como a lo largo del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. En el Dominio Obejo-Valsequillo los afloramientos silúricos son todos puntuales. La revisión exhaustiva de antecedentes abarcó 150 artículos o monografías que hacen mención al Silúrico surcentroibérico, más medio centenar de mapas que contemplan la cartografía de distintas unidades atribuidas a este sistema. Pese a esta relativa abundancia de referencias, el conocimiento estratigráfico y paleontológico de los materiales silúricos, en la región estudiada, adolece de una gran heterogeneidad y desactualización, por comparación con los restantes sistemas paleozoicos aflorantes en el Macizo Ibérico. La sucesión silúrica surcentroibérica es exclusivamente detrítica y alcanza un espesor variable en cada estructura, si bien manifiesta una relativa homogeneidad de facies con tres unidades sucesivas que, de más antigua a más moderna, son: a) areniscas y cuarcitas del techo del Ordovícico a base del Silúrico, de espesor métrico a decamétrico (ausentes localmente); b) pizarras negras graptolíticas (10-150 m); c) alternancias de pizarras negras, limolitas, areniscas y cuarcitas, en ocasiones con intercalaciones de rocas ígneas, en las que se situaría el límite Silúrico-Devónico (de 200-400 m, a más de 1000 m). Desde el punto de vista litoestratigráfico, las dos primeras unidades se equiparan, respectivamente, a las formaciones Cuarcita del Criadero y Pizarras del Guadarranquejo, que alcanzan extensión regional. La tercera unidad varía sus características para cada estructura o conjunto de estructuras, de modo que no es posible establecer el dominio de aplicabilidad de las numerosas denominaciones locales con la que ha sido designada por los distintos autores. Es por ello que optamos por tratarla informalmente como una “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”, cuya edad y adscripción cronoestratigráfica continúa siendo problemática, debido a la casi total ausencia de elementos paleontológicos. La inclusión de materiales volcánicos y subvolcánicos en toda la sucesión silúrica es frecuente en determinadas estructuras (sinclinal de Almadén y Valdeazogues-Puertollano), y está generalizada para las dos unidades superiores en gran parte de la región estudiada. El estudio bioestratigráfico abarcó 153 perfiles y localidades paleontológicas aisladas, implicando un total de 390 niveles fosilíferos. Estos se sitúan esencialmente en las pizarras graptolíticas (Formación Guadarranquejo y equivalentes), seguidos por los yacimientos enclavados en la parte inferior de la unidad de Alternancias arenosas y, de manera muy puntual, por los escasos yacimientos registrados en la Cuarcita del Criadero. En el Dominio Obejo-Valsequillo, la mayoría de los datos bioestratigráficos se limitan a localidades aisladas o secciones de escaso desarrollo, en las que singularmente se detectaron las asociaciones fosilíferas más modernas y vinculadas con los únicos materiales calcáreos del Silúrico de la región estudiada. II El grupo fósil de mayor interés bioestratigráfico son los graptolitos, de los que se caracterizaron una biozona del Aeroniense (Biozona de Lituigraptus convolutus), siete del Telychiense (Biozonas de Rastrites linnaei, Spirograptus turriculatus, Streptograptus crispus, Monoclimacis griestoniensis, Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis y Cyrtograptus lapworthi), cuatro del Sheinwoodiense (Biozonas de Cyrtograptus murchisoni, Monograptus riccartonensis, Monograptus belophorus-C. rigidus y C. perneri-C. ramosus), una del Homeriense (Biozona de Cyrtograptus lundgreni), 1 del Ludfordiense (Biozona de Saetograptus linearis (?)) y una del Pridoli (Biozona de Neocolonograptus parultimus-N. ultimus). En las facies de pizarras graptolíticas del Telychiense-Sheinwoodiense se reconocen también las biozonas de Pterospathodus celloni y P. amorphognathoides de conodontos, con un menor grado de resolución bioestratigráfica. El estudio paleontológico permitió reconocer 126 formas distintas de graptolitos planctónicos, la mayoría de las cuales se ilustran y describen brevemente. También se abordó la revisión de los numerosos taxones nuevos propuestos para el área por Hernández Sampelayo (1960), llegándose a la conclusión de que todos ellos merecen considerarse como Graptolithina nomina oblita. El trabajo taxonómico contempló, igualmente, la consulta del material original de graptolitos derivado de otros trabajos precedentes, que sus autores habían depositado en diversas instituciones nacionales. Además del estudio de los graptolitos, en el presente trabajo hemos investigado la paleodiversidad de los restantes grupos fósiles representados en el Silúrico del ámbito considerado. Entre ellos destacan los artrópodos (euriptéridos, trilobites, filocáridos y ostrácodos), moluscos (cefalópodos, gasterópodos, bivalvos), braquiópodos (rinconeliformes, linguliformes), equinodermos (crinoideos), cnidarios, anélidos (macaeridios), cornulítidos, microfósiles (conodontos) e icnofósiles. De los fósiles de invertebrados no graptolitos, tan sólo una pequeña parte ha podido ser identificada taxonómicamente, detectándose por vez primera para España o la Zona Centroibérica la presencia de especies concretas de braquiópodos, bivalvos y ostrácodos, además de algunos arqueogasterópodos loxonematáceos, neritimorfos y bellerofóntidos pterotecinos. El material de euriptéridos y cefalópodos se describe someramente a nivel tipológico, determinándose la presencia de dos taxones diferentes de pterigótidos, en el primer caso, y de siete morfotipos distintos de ortocerátidos, en el segundo. Finalmente, las asociaciones paleontológicas permiten realizar diversas inferencias de tipo paleoecológico y paleogeográfico. El registro de graptolitos se adscribe a las biofacies de plataforma somera y epipelágicas de la provincia graptolítica de la Europa Perigondwánica de Štorch (1998a), con generación de fondos anóxicos por estratificación de masas de agua en zonas de elevada productividad orgánica, próximas a áreas de afloramiento (upwelling). Por su parte, las asociaciones de bivalvos y braquiópodos del Llandovery-Ludlow son las típicas del área perigondwánica, y cuentan con numerosos elementos en común con Bohemia, Cerdeña, Alpes Cárnicos, Macizo Armoricano y norte de África. Estas relaciones se estrechan y se hacen más patentes en el Ludlow y Pridoli de los sectores situados al sur del eje de Los Pedroches, donde se depositan los únicos materiales calcáreos silúricos reconocidos en toda el área de trabajo. III EXTENDED ABSTRACT Biostratigraphy of the Silurian rocks of the southern Central Iberian Zone (Spain) Introduction As maintained by several authors, the Silurian today remains the poorest known geological system of all those represented in the Iberian Peninsula, mainly due to the apparent uniformity of sedimentary facies and the generalized absence of suitable fossils. In the southern part of the Central Iberian Zone, Silurian outcrops are scarce, restricted to the core of the Variscan synclines delineating much of the characteristic macrostructures of the region. Silurian rocks occurring to the south of the Los Pedroches magmatic alignment are really rare and occur in the form of isolated outcrops within a complex structural and stratigraphic setting. The widespread absence of detailed stratigraphic analyses and the scarcity of paleontological studies focusing on the Silurian of this region, with a great potential and barely outlined so far, led us to consider a generalistic thesis work. This will review, under a uniform and updated approach, most of the Silurian outcrops mapped or detected in previous studies, but hardly ever discussed in detail. The study area is distributed in six provinces belonging to three autonomous communities: Extremadura (Cáceres, Badajoz), Castilla-La Mancha (Ciudad Real, Toledo) and Andalucía (Córdoba, Jaén), all of them located in the southern part of the Iberian Meseta. The investigated outcrops are distributed in 53 national topographic map sheets at 1: 50,000 scale. Synthesis This research analyzes the biostratigraphy of the Silurian sequence from a very large area of the Iberian (or Hesperian) Massif, which covers the Spanish part of the southern Central Iberian Zone, as well as its transitional area to the Ossa-Morena Zone (Obejo- Valsequillo Domain or “Lusitan-Marianic Zone”). The main exposures of the rocks from this system are located, diagonally from northeast to southwest, in the Variscan synclines of Guadarranque, Cañaveral-Monfragüe, Herrera del Duque, Corral de Calatrava, Cáceres, Almadén, Valdeazogues-Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Sierra de San Pedro, Guadalmez and La Codosera, as well as along the northern flank of the Los Pedroches synclinorium. Silurian exposures at the Obejo-Valsequillo Domain are restricted to very few and disconnected outcrops. IV Even though some authors consider the Silurian of the Obejo-Valsequillo Domain as a simple paleogeographic extension of the Silurian of the Central Iberian shelf, its sedimentary and paleobiogeographic affinities displays some resemblance with the Silurian sequence known in the Ossa Morena Zone, located to the southwest. A comprehensive literature review covers 150 articles or monographs which mention the record of Silurian rocks in the southern Central Iberian Zone, and more than 50 maps which consider different cartographic units attributed to this system. In spite of these abundant references, the stratigraphic and paleontological knowledge of the Silurian succession sequence in the region, has so far been highly heterogeneous and updated outdated when compared to the remaining Paleozoic systems cropping out in the Iberian Massif. The Silurian succession of Central Iberian shallow-water type is exclusively siliciclastic and presents a variable thickness on each Variscan syncline, even though it shows a relative facies homogeneity with three successive units which, are from base to top: a) sandstones and quartzites, metric to decametric in thickness (absent locally), ranging from the latest Ordovician to the base of the Silurian; b) black graptolitic shales (10-150 m), usually Llandovery-Wenlock; and c) alternating black shales, siltstones, sandstones and quartzites (from 200-400 m to more than 1000 m thick), sometimes with interbedded igneous rocks, in which the Silurian-Devonian boundary is located. From a lithostratigraphic point of view, the two first units are the Criadero Quartzite and the Guadarranquejo Shale formations respectively, both reaching regional extension. The third unit varies its characteristics between synclines or group of synclines, so that it is not possible to establish the degree of applicability of the numerous local names that have been used by different authors (Volcano-sedimentary beds, Malva sandstones, La Corchada alternances, Guadarranque Formation, etc.). Therefore, we prefer to treat it informally as an "Alternation of shales, sandstones and quartzites," whose age and chronostratigraphic correlation is still problematic, due to the almost total absence of informative paleontological remains. The record of abundant volcanic and subvolcanic rocks along all the Silurian succession is especially frequent in certain structures (Valdeazogues-Puertollano and Almadén synclines), being more common and widespread in the two upper Silurian or Siluro-Devonian units at a regional scale. The biostratigraphic study has been carried out in 130 sections and isolated paleontological localities, involving a total of more than 380 fossiliferous horizons. These are essentially recorded from graptolitic shales (Guadarranquejo Formation and equivalents), followed by sites located in the lower part of the succeeding unit of sandy alternations and, by very rare occurrences in the Criadero Quartzite. In the Obejo- Valsequillo domain, biostratigraphic data are limited to very few localities and sections, involving late Silurian levels, which intercalate the only calcareous beds known from the entire region. Among the studied fossils, graptolites are the group with the greatest biostratigraphic interest. In ascending stratigraphic order, we have characterized one biostratigraphic unit of Aeronian age (Lituigraptus convolutus Biozone), seven of Telychian (Rastrites linnaei, Spirograptus turriculatus, Streptograptus crispus, Monoclimacis griestoniensis, Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis and Cyrtograptus lapworthi biozones), four of V Sheinwoodian (Cyrtograptus murchisoni, Monograptus riccartonensis, Monograptus belophorus-C. rigidus and C. perneri-C. ramosus biozones), one of Homerian (Cyrtograptus lundgreni Biozone), one of Ludfordian (Saetograptus linearis (?) Biozone) and one of Pridoli age (Neocolonograptus parultimus-N. ultimus Biozone). In the facies of graptolitic shales of the Telychian-Sheinwoodian range interval, the Pterospathodus celloni and P. amorphognathoides conodont biozones are also recognized, providing a lesser degree of biostratigraphic resolution. From a taxonomic point of view, the paleontological study allowed the recognition of 126 different forms of planktonic graptolites, most of which are illustrated and briefly described. Also, the review of numerous new taxa proposed for the area by Hernández- Sampelayo (1960) was undertaken, reaching the conclusion that they all deserve to be considered as Graptolithina nomina oblita. The taxonomic work also undertook the review of original material of graptolites derived from other previous works, which their authors had deposited in various Spanish museums and collections. In addition to graptolites, in the present work we have investigated the paleodiversity of the remaining fossil groups represented in the Silurian of the studied area. These include, among others, arthropods (eurypterids, trilobites, phyllocarids and ostracods), molluscs (cephalopods, gastropods and bivalves), brachiopods (rhynchonelliformean and linguliforms), echinoderms (crinoids), cnidarians, annelids (machaeridians), cornulitids, P-microfossils (conodonts) and some ichnofossils. Among invertebrate non- graptolite groups, only a small part could be taxonomically identified, being recorded for the first time in Spain –or from Central Iberian Zone– several species of brachiopods, bivalves and ostracods, as well as some loxonematacean and neritimorph archaeogastropods, and pterothecid bellerofontoids. Eurypterid and cephalopod material is briefly described at typological level, determining the presence of two taxa of pterygotids, in the first case, and seven morphotypes of ortoceratids, in the second. Finally, paleontological assemblages allow different paleoecologic and paleogeographic assertions. The graptolite record is ascribed to the shallow water biofacies of the Peri- Gondwanan Europe graptolite province of Štorch (1998), with a production of anoxic bottoms by stratification of water masses in areas of high organic productivity on the epipelagic shelf, close to areas of upwelling. On the other hand, the Llandovery to Ludlow assemblages of bivalves and brachiopods are the characteristic from the peri- Gondwanan area, displaying many elements in common with the assemblages from Bohemia, Sardinia, Carnic Alps, Armorican Massif and North Africa. These paleobiogeographical relationships become stronger and most evident during the Ludlow and Pridoli along the sectors located south of the axis of Los Pedroches, where the only Silurian limestone beds recognized throughout the work area were deposited. Conclusions The analysis of previous works has allowed to set up eight historical stages in the knowledge studies of the Silurian materials of the studied area, the first of which began VI in 1834, with the work that Frédéric Le Play published in France about the geology of Extremadura and western Andalucía. The Silurian succession of Central Iberian type is exclusively siliciclastic and displays relative facies homogeneity with three consecutive units: the Criadero Quartzite Formation, Guadarranquejo Shale Formation and an "Alternation of shales, sandstones and quartzites", whose age and chronostratigraphic affiliation are problematic. To the south of the Los Pedroches batholith, in the Obejo-Valsequillo Domain, the Silurian succession, although partially known, seems to have certain similarities with the Ossa Morena Zone. The biostratigraphic study was based mainly on the abundant graptolite data recorded from numerous sections and individual sites located most of them in the Guadarranquejo Shales formation and, to a lesser extent, in the lower part of the "Alternation of shales, sandstones and quartzites" and in the upper part of the Criadero Quartzite formation. Fifteen biozones have been identified between the Aeronian and the Pridoli, based on graptolites from different Silurian levels. In addition to the graptolites, the paleodiversity of the other fossil groups was investigated and several species of brachiopods, bivalves, ostracods, and gastropods were identified for the first time in Spain or in the Central Iberian Zone. In the Obejo-Valsequillo Domain it is important to highlight the findings of the latest fossil associations of the Silurian in calcareous materials, the only ones in the studied region. From a paleoecologic and paleogeographic point of view, the graptolitic assemblages, as well as associations of brachiopods and bivalves, are typical of the peri-Gondwanan area. VII AGRADECIMIENTOS Quiero expresar aquí, en primer lugar, mi más sincero y total agradecimiento a mi director, el Dr. Juan Carlos Gutiérrez-Marco (IGEO-CSIC), por haberme ayudado y acompañado durante estos largos años que ha durado mi formación; haber confiado en mi capacidad para realizar esta empresa y haberme brindado todos sus conocimientos y su experiencia, además de los medios y recursos que he necesitado. Soy perfectamente consciente del enorme esfuerzo que ha supuesto para él aportarme su inestimable ayuda. También quiero destacar la gran ayuda que han supuesto para la realización de esta Tesis doctoral toda la información del material centroibérico estudiado proporcionada por diversos especialistas en fósiles del Silúrico: Dave A. T. Harper, del “Museum of Natural History of Denmark”; Jiří Kříž, de la “Division of Regional Geology of Sedimentary Formations, Czech Geological Survey”; Vicent Perrier del “Department of Geology, University of Leicester”; José Manuel Piçarra d´Almeida, de la “Unidade de Geologia e Cartografia Geológica do Laboratório Nacional de Energia e Geologia” de Portugal; Graciela Noemí Sarmiento, del “Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid”; Petr Štorch, del “Institute of Geology, Academy of Sciences of the Czech Republic”. Mi agradecimiento a los responsables del Departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (centro mixto entre el Consejo superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Complutense) en cuyas instalaciones y con cuya infraestructura llevé a cabo parte de las actividades investigadoras que se han realizado durante la elaboración de esta Tesis doctoral. Entre los miembros más comprometidos con mi labor quiero destacar al Dr. Pedro Herranz Araujo y, de nuevo, a la Dra. Graciela Noemí Sarmiento por sus consejos y la excelente disposición ante mis preguntas y dudas. A Michel Robardet, del “Institut de Géologie de l´Université de Rennes I” (Francia), por haberme proporcionado un interesante material graptolítico de algunas localidades de la Tesis doctoral. Al Dr. Artur Abreu Sá, del “Departamento de Geologia, Universidade de Trás-os- Montes e Alto Douro” (Vila Real, Portugal), del debo agradecer sus enseñanzas y consejos sobre el manejo de los programas informáticos que me permitieron preparar las figuras y láminas de la tesis. A la Dra. Isabel Rábano, directora del Museo Geominero del Instituto Geológico y Minero, por facilitar material histórico de la zona de trabajo depositado en los fondos del museo. Al Centro de Microscopía Electrónica “Luis Brú” de la Universidad Complutense de Madrid, donde realizamos las microfotografías de Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) que ilustran este trabajo, así como los análisis con Espectrometría de Dispersión de Energía de Rayos-X (EDAX). A Carlos Alonso Recio, fotógrafo del Departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM, por el laborioso trabajo llevado a cabo, realizando VIII centenares de fotografías de las cuales se seleccionaron las que componen las láminas de la tesis. A Miguel Calderón Moreno, de Belmez (Córdoba), por la información sobre algunos nuevos yacimientos de fósiles silúricos del norte de la provincia de Córdoba. A Francisco José Rodríguez García, becario del Departamento de Ingeniería Geológica y Minera de la Universidad de Castilla-La Mancha, a cuyos conocimientos informáticos debo el resultado final de edición de la tesis. A Óscar Sanisidro, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, por la estupenda recreación de un ecosistema marino silúrico que reproducimos en la portada. A mis compañeros del Departamento de Ingeniería Geológica y Minera en Almadén por haberme permitido compaginar mis trabajos para la tesis con las actividades docentes y administrativas propias del departamento y por el espacio puesto a mi disposición en sus instalaciones, lo que me permitió llevar a cabo gran parte de los trabajos de laboratorio. Por último, tengo que señalar que los trabajos llevados a cabo en esta tesis han sido parcialmente financiados con fondos de los proyectos CGL2006-07628/BTE (Patrimonio paleontológico del Ordovícico y Silúrico del Macizo Hespérico: su puesta en valor como georrecurso científico y cultural en áreas naturales protegidas) y CGL2012-39471 (IBEROR), financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad, a través del Plan Nacional de I+D+i. IX ÍNDICE DE CONTENIDOS RESUMEN........................................................................................................................i EXTENDED ABSTRACT.............................................................................................iii AGRADECIMIENTOS ................................................................................................vii 1 PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS........................................................................ 1 2 MARCO GEOGRÁFICO Y GEOLÓGICO......................................................... 3 3 METODOLOGÍA.................................................................................................. 11 4 ANTECEDENTES ESTRATIGRÁFICO-PALEONTOLÓGICOS................. 13 4.1 EL SISTEMA SILÚRICO ........................................................................................................ 13 4.2 ETAPAS HISTÓRICAS EN EL CONOCIMIENTO DEL SILÚRICO DE LA REGIÓN SURCENTROIBÉRICA..................................................................................................................... 86 5 ESTRATIGRAFÍA Y YACIMIENTOS .............................................................. 89 5.1 INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 89 5.2 UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS DIFERENCIADAS AL NORTE DEL EJE DE LOS PEDROCHES (ZONA CENTROIBÉRICA sensu stricto)...................................................... 89 5.2.1 Formación Cuarcita del Criadero y equivalentes (“formaciones” Castellar y Jabonero) ......................90 5.2.2 Pizarras negras ampelíticas con graptolitos. Formación Guadarranquejo.............................................95 5.2.3 Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas (localmente con intercalaciones de rocas ígneas). ........99 5.3 UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS DIFERENCIADAS AL SUR DEL EJE DE LOS PEDROCHES (DOMINIO OBEJO-VALSEQUILLO)................................................................. 108 5.4 YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS ESTUDIADOS.................................................. 113 6 ESTUDIO PALEONTOLÓGICO ..................................................................... 115 6.1 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 115 6.2 GRAPTOLITOS ...................................................................................................................... 115 6.2.1 Graptolitos: características generales y conservación.........................................................................115 6.2.2 Sistemática de graptolitos...................................................................................................................119 Género Normalograptus Legrand, 1987, emend. Melchin et al., 2011.......................................................120 Género Metaclimacograptus Bulman & Rickards, 1968, emend. Melchin et al., 2011..............................122 Género Rhaphidograptus Bulman 1936, emend. Melchin et al., 2011 .......................................................125 Género Pseudoglyptograptus Bulman & Rickards, 1968 ...........................................................................126 Género Parapetalolithus Koren & Rickards, 1996 .....................................................................................127 Género Glyptograptus Lapworth, 1873 ......................................................................................................132 Género Comograptus Obut y Sobolevskaya, 1968 .....................................................................................133 Género Retiolites Barrande, 1850; emend. Lenz & Melchin, 1987.............................................................136 Género Stomatograptus Tullberg, 1883; emend. Lenz & Melchin, 1987 ...................................................138 Género Pseudoplegmatograptus Příbyl, 1948.............................................................................................139 Género Pseudoretiolites Bouček & Münch, 1943; emend. Lenz & Melchin, 1987 ....................................140 Género Paraplectograptus Příbyl, 1948; emend. Lenz & Melchin, 1987...................................................141 Género Sokolovograptus Obut & Zaslavskaya, 1976..................................................................................141 Género Pristiograptus Jaekel, 1889............................................................................................................142 Género Campograptus Obut, 1949, emend. Štorch, 1998...........................................................................153 Género Streptograptus Yin, 1937, emend. Loydell, 1990...........................................................................155 X Género Mediograptus Bouček & Příbyl, 1948............................................................................................161 Género Stimulograptus Příbyl & Štorch, 1983 ...........................................................................................162 Género Monograptus Geinitz, 1852............................................................................................................170 Género Lituigraptus Ni, 1978, emend. Štorch, 1998 ..................................................................................186 Género Torquigraptus Loydell, 1993 .........................................................................................................187 Género Spirograptus Gürich, 1908.............................................................................................................193 Género Oktavites Levina, 1928...................................................................................................................195 Género Rastrites Barrande, 1850................................................................................................................197 Género Cochlograptus Obut, 1987 .............................................................................................................200 Género Euroclimacis Štorch, 1998 .............................................................................................................201 Género Monoclimacis Frech, 1897 .............................................................................................................203 Género Colonograptus Příbyl, 1942 ...........................................................................................................211 Género Neocolonograptus Urbanek, 1997..................................................................................................212 Género Saetograptus Příbyl, 1943 ..............................................................................................................213 Género Lapworthograptus Bouček & Příbyl, 1952 ....................................................................................214 Género Paradiversograptus Sennikov, 1976..............................................................................................215 Género Diversograptus Manck, 1923.........................................................................................................216 Género Barrandeograptus Bouček, 1933 ...................................................................................................218 Género Cyrtograptus Carruthers, 1867.......................................................................................................219 MONOGRAPTIDAE GEN. ET SPP. INDET. ...........................................................................................224 GRAPTOLITHINA NOMINA OBLITA......................................................................................................230 6.3 OTROS GRUPOS FÓSILES...................................................................................................256 6.3.1 Filo Arthropoda ..................................................................................................................................256 6.3.1.1 Euriptéridos..........................................................................................................................256 6.3.1.2 Trilobites..............................................................................................................................261 6.3.1.3 Filocáridos ...........................................................................................................................262 6.3.1.4 Ostrácodos ...........................................................................................................................263 6.3.2 Filo Mollusca......................................................................................................................................265 6.3.2.1 Gasterópodos .......................................................................................................................265 6.3.2.2 Cefalópodos .........................................................................................................................266 6.3.2.3 Bivalvos ...............................................................................................................................270 6.3.3 Filo Brachiopoda ................................................................................................................................275 6.3.4 Filo Echinodermata ............................................................................................................................278 6.3.5 Filo Cnidaria.......................................................................................................................................280 6.3.6 Filo Annelida......................................................................................................................................280 6.3.7 Cornulítidos........................................................................................................................................281 6.3.8 Microfósiles........................................................................................................................................282 6.3.9 Icnofósiles ..........................................................................................................................................284 7 BIOESTRATIGRAFÍA (GRAPTOLITOS)...................................................... 287 7.1 LLANDOVERY........................................................................................................................290 7.1.1 Rhuddaniense .....................................................................................................................................290 7.1.2 Aeroniense..........................................................................................................................................293 7.1.2.1 Biozona de Lituigraptus convolutus.....................................................................................293 7.1.3 Telychiense.........................................................................................................................................294 7.1.3.1 Biozona de Rastrites linnaei ................................................................................................294 7.1.3.2 Biozona de Spirograptus turriculatus ..................................................................................296 7.1.3.3 Biozona de Streptograptus crispus ......................................................................................296 7.1.3.4 Biozona de Monoclimacis griestoniensis .............................................................................297 7.1.3.5 Biozona de Torquigraptus tullbergi .....................................................................................297 7.1.3.6 Biozona de Oktavites spiralis...............................................................................................298 7.1.3.7 Biozona de Cyrtograptus lapworthi .....................................................................................299 7.1.3.8 Biozonas de Cyrtograptus insectus y de Cyrtograptus centrifugus .....................................299 XI 7.2 WENLOCK .............................................................................................................................. 299 7.2.1 Sheinwoodiense..................................................................................................................................299 7.2.1.1 Biozona de Cyrtograptus murchisoni...................................................................................299 7.2.1.2 Biozona de Monograptus riccartonensis (¿y de Pristiograptus dubius?) ............................300 7.2.1.3 Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus................................................300 7.2.1.4 Biozona de Cyrtograptus perneri-Cyrtograptus ramosus ....................................................300 7.2.2 Homeriense.........................................................................................................................................301 7.2.2.1 Biozona de Cyrtograptus lundgreni .....................................................................................301 7.3 LUDLOW ................................................................................................................................. 301 7.4 PRIDOLI .................................................................................................................................. 302 7.5 BIOESTRATIGRAFÍA DE EVENTOS ................................................................................ 302 8 BIOESTRATIGRAFÍA (OTROS GRUPOS FÓSILES) ................................. 305 9 PALEOECOLOGÍA............................................................................................ 307 10 PALEOBIOGEOGRAFÍA.................................................................................. 309 11 CONCLUSIONES ............................................................................................... 313 12 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 317 XII ÍNDICE DE FIGURAS Fig. 1. Distribución de las hojas geológicas del Plan MAGNA donde aparecen afloramientos de rocas silúricas.. ......................................................................................5 Fig. 2. Situación geológica de la zona de trabajo. ...........................................................5 Fig. 3. Cartografía geológica general de la zona de estudio y situación de los sinclinales con afloramientos silúricos. ..............................................................................................6 Fig. 4. Distribución de los afloramientos de rocas silúricas en la parte meridional de la Zona Centroibérica. En el Dominio Obejo-Valsequillo la situación es exclusivamente geográfica..........................................................................................................................8 Fig. 5. Reproducción de la portada y lista de graptolitos del trabajo de Prado (1855) y Verneuil y Barrande (1855) y de la lista de fósiles silúricos de Ciudad Real de Cortázar (1880). .............................................................................................................................14 Fig. 6. Reproducción de la Lámina 7 de la Sinopsis de Mallada (1875a). .....................15 Fig. 7. “Climacograptus minutus” (= Metaclimacograptus? sp.), el primer graptolito silúrico ilustrado en la Zona Centroibérica española (Hernández Sampelayo (1926). ...18 Fig. 8. Reproducción de los graptolitos silúricos ilustrados por Henke y Hundt (1926). .........................................................................................................................................20 Fig. 9. Reproducción de la lámina de graptolitos del Silúrico centroibérico de Haberfelner (1931). .........................................................................................................21 Fig. 10. Reproducción de graptolitos silúricos procedentes de la ciudad de Cáceres (Kindelan et al., 1949). ...................................................................................................24 Fig. 11. Ilustraciones originales de graptolitos silúricos procedentes del sinclinal de Guadarranque (Ramírez y Ramírez, 1955). ....................................................................25 Fig. 12. Taxones de graptolitos ordovícicos citados por Hernández Sampelayo (1960) en los materiales silúricos de la región de Almadén. ......................................................28 Fig. 13. Reproducción de uno de los graptolitos silúricos de Almadén, ilustrado por Almela et al. (1962). .......................................................................................................30 Fig. 14. Reproducción de la lámina con graptolitos de la región de El Centenillo (Jaén), original de Tamain (1972)...............................................................................................41 Fig. 15. Reproducción de las ilustraciones de graptolitos silúricos aportados por Lauret (1974) (El Entredicho, Almadenejos, Ciudad Real). ......................................................43 Fig. 16. Reproducción de algunos graptolitos del Wenlock del sinclinal de Guadarranque ilustrados por Gil Cid et al. (1976)..........................................................45 Fig. 17. Graptolitos de los géneros Euroclimacis, Stimulograptus, Streptograptus, Diversograptus, Oktavites y Mediograptus; ilustraciones reproducidas de Štorch (1998b) y Loydell et al. (2009). ......................................................................................76 Fig. 18. Graptolitos de los géneros Parapetalolithus, Torquigraptus, Metaclimacograptus, Cyrtograptus, Pristiograptus, Monoclimacis y Monograptus; ilustraciones reproducidas de Štorch (1998b) y Loydell et al. (2009)............................78 XIII Fig. 19. Correlación entre los principales términos litoestratigráficos utilizados por diferentes autores en las distintas estructuras variscas de la región surcetroibérica, al norte del eje de Los Pedroches........................................................................................90 Fig. 20. Esquema de correlación entre las distintas secciones silúricas de la región surcentroibérica con hincapié en la nomenclatura de las unidades cuarcíticas y alternancias superiores reconocidas en distintos ámbitos. ..............................................92 Fig. 21. Cuadro de correlación entre las unidades litoestratigráficas diferenciadas sucesivamente en el sinclinal de Herrera del Duque (Badajoz). ...................................103 Fig. 22. Correlación entre las unidades litoestratigráficas descritas por los distintos autores en los sinclinales de Almadén-Valdeazogues-Puertollano-Guadalmez-Solana del Pino. ..............................................................................................................................104 Fig. 23. Equivalencias aproximadas entre la nomenclatura estratigráfica propuesta por los distintos autores en el área de Castuera-Solana del Pino, perteneciente al flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches...................................................................................105 Fig. 24. Correlación entre las unidades estratigráficas y cartográficas propuestas para el área de Fuencaliente-El Centenillo (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), sectores de Sierra Morena oriental y sinclinar de Santa Cruz de Mudela.....................105 Fig. 25. Equivalencia entre las distintas unidades silúricas propuestas por distintos autores en el sinclinal de Corral de Calatrava ...............................................................106 Fig. 26. Equivalencia entre las distintas unidades silúricas propuestas en el sinclinal de Cañaveral-Monfragüe. ..................................................................................................106 Fig. 27. Correlación entre las unidades estratigráficas diferenciadas por distintos autores en el silúrico del sinclinal de Guadarranque. ................................................................107 Fig. 28. Correlación entre las unidades silúricas propuestas en el sinclinal de Cáceres .......................................................................................................................................107 Fig. 29. Equivalencia entre las unidades silúricas propuestas por distintos autores para el Silúrico del sinclinal de la Sierra de San Pedro ........................................................108 Fig. 30. Columnas esquemáticas de la sucesión silúrica en diferentes secciones del Dominio Obejo-Valsequillo. .........................................................................................110 Fig. 31. Equivalencia entre las unidades estratigráficas paleozoicas diferenciadas en el sector español del sinclinal de La Codosera (Badajoz) por los distintos autores..........111 Fig. 32. Microanálisis por espectroscopía de rayos X con energía dispersiva (EDAX) realizados en el material fosilizante del yacimiento de la Loc. 49 (Los Toriles, Fm. Cuarcita del Criadero del sinclinal de Almadén). .........................................................118 Fig. 33.- Taxones nuevos de graptolitos biseriales, propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico centroibérico, y propuestos como nomina oblita. ....248 Fig. 34.- Taxones nuevos de graptolitos enunciados por Hernández Sampelayo (1960), en el Silúrico centroibérico, y propuestos como nomina oblita....................................250 Fig. 35.- Taxones nuevos de Monográptidos (nomina oblita) propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico centroibérico. ............................................................252 XIV Fig. 36.- Taxones nuevos de Monográptidos, propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico de la región de Almadén considerados aquí como nomina oblita .......................................................................................................................................254 Fig. 37. Cuadro de correlación de biozonas de Lapworth y Elles y Wood (1913). ......287 Fig. 38. Tabla de correlación de biozonas de graptolitos del Llandovery (Silúrico), reproducida de Loydell (2012), con datos de distintos autores.....................................288 Fig. 39. Tabla de correlación de biozonas de graptolitos del Wenlock (Silúrico), reproducida de Loydell (2012), con datos de distintos autores.....................................289 Fig. 40. Distribución temporal de todos los taxones reconocidos en la zona de trabajo, junto a su correspondencia con las unidades bioestratigráficas. ...................................290 1 1 PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS Como sostienen diversos autores, el Silúrico continúa siendo hoy en día el sistema geológico peor conocido de todos los representados en la Península Ibérica, debido principalmente a la escasez de fósiles determinativos y a la aparente uniformidad de facies sedimentarias. Ambos factores han condicionado un nivel simplista de conocimientos y el mantenimiento de ideas erróneas de tipo cronoestratigráfico, sedimentológico y paleobiogeográfico (Gutiérrez-Marco et al., 2001, pág. 96). En la parte meridional de la Zona Centroibérica española, los materiales silúricos constituyen afloramientos de extensión reducida, en el núcleo de los sinclinales variscos que configuran buena parte de las macroestructuras características de la región (Martínez Poyatos et al., 2004b). Los registros del Silúrico al sur del eje de Los Pedroches son puntuales y se hallan desconectados entre sí, en un contexto estructural mucho más complejo, que dificulta el análisis estratigráfico (Martínez Poyatos, 2002). Las síntesis estratigráficas más recientes del Silúrico ibérico (Gutiérrez-Marco et al., 1998; Robardet y Gutiérrez-Marco, 2002) establecen una sucesión “iberotípica” para la región situada al norte del eje de Los Pedroches, donde no existen rocas calcáreas y que se subdivide, a grandes rasgos, en: a) una cuarcita basal de espesor métrico, donde se determina el tránsito Ordovícico-Silúrico; b) una unidad muy ubicua de pizarras negras graptolíticas (10-150 m); y c) una sucesión superior con predominio arenoso (200-400 m), que registra el tránsito Silúrico-Devónico, y en la que normalmente alternan cuarcitas y pizarras y puede haber intercalaciones de rocas volcánicas. Por otra parte, los afloramientos puntuales del Silúrico localizados al sur de Los Pedroches (Zona “Lusitano-Mariánica” de Herranz et al., 1999a; San José et al., 2004), recuerdan considerablemente a algunas sucesiones de la Zona de Ossa-Morena, donde se depositaron calizas pelágicas y pizarras con nódulos calcáreos durante las series Ludlow y Pridoli (Jaeger y Robardet, 1979; Robardet y Gutiérrez-Marco, 2004). Desde el punto de vista paleontológico, existen contados estudios centrados en el Silúrico de la región surcentroibérica, en su mayoría muy antiguos y desactualizados, salvo los trabajos de Štorch (1998b) y Loydell et al. (2009), sobre graptolitos del Llandovery y Wenlock (el segundo aporta también datos de conodontos); Kříž (2005), sobre un yacimiento de bivalvos telychienses; y García Palacios y Rábano (1996), sobre el registro aislado de un trilobites del Telychiense. Haberfelner (1931) y tres de los trabajos que acabamos de citar describieron especies nuevas de graptolitos y bivalvos, que con posterioridad se encontraron en otras áreas españolas e incluso extranjeras. La ausencia generalizada de estudios estratigráficos de detalle, y el gran potencial de la región para investigaciones paleontológicas, apenas esbozados hasta ahora, nos llevaron a plantear un trabajo de tesis generalista que revisara, bajo un criterio uniforme y actualizado, la mayoría de los afloramientos silúricos cartografiados o detectados en estudios previos, pero casi nunca tratados en detalle. El objetivo principal de este trabajo atiende, pues, a ambas premisas (estratigrafía y paleontología del Silúrico surcentroibérico), comenzando con un análisis exhaustivo de todos los antecedentes publicados para la región, con hincapié en los aspectos más útiles de la bioestratigrafía de graptolitos para la datación y correlación de las distintas 2 unidades investigadas. Asimismo, nuestro trabajo pretende aportar datos nuevos sobre los restantes grupos fósiles asociados a los graptolitos, cuyo conocimiento se restringía hasta ahora a ciertos conodontos, bivalvos y trilobites. En función de los resultados obtenidos se tratará, además, de integrar la sucesión silúrica centroibérica en los modernos esquemas paleogeográficos y de correlación internacional. 3 2 MARCO GEOGRÁFICO Y GEOLÓGICO El área de estudio se reparte por seis provincias pertenecientes a tres comunidades autónomas: Extremadura (Cáceres, Badajoz), Castilla-La Mancha (Ciudad Real, Toledo) y Andalucía (Córdoba, Jaén), ubicadas en la parte centro-meridional de la Meseta Ibérica. Los afloramientos investigados se distribuyen en 53 hojas del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000 (Fig. 1). Desde el punto de vista geológico, los materiales silúricos analizados se encuadran principalmente en la parte meridional de la Zona Centroibérica (Fig. 2), dentro del Dominio de los Pliegues Verticales de Díez Balda et al. (1990), renombrado como Dominio del Complejo Esquisto-grauváquico por Martínez Catalán et al. (2004). Ambos integran, como sector más meridional de la Zona Centroibérica, el llamado Dominio Obejo-Valsequillo (Delgado Quesada et al., 1977), también con afloramientos silúricos, y localizado al sur de la alineación magmática Alburquerque- Pedroches (o, abreviadamente, Eje o Batolito de Los Pedroches). Este último dominio ha sido diferenciado recientemente como una zona independiente del Macizo Ibérico (la “Zona Lusitano-Mariánica”), en base a criterios estructurales, estratigráficos y paleogeográficos (Herranz et al., 1999a, 1999b; San José et al., 2004). En la parte meridional de la Zona Centroibérica, al norte de la banda de cizalla Puente Génave-Castelo de Vide (Martín Parra et al., 2006), los materiales silúricos afloran en megaestructuras sinclinales, alargadas y estrechas, cuyos núcleos se vieron progresivamente más erosionados hacia el noreste, de modo que la sucesión silúrico- devónica se conserva tan sólo en los más meridionales. Estos sinclinales de ejes subhorizontales y planos axiales subverticales, en general sin vergencias definidas, tienen una orientación noroeste-sureste y se atribuyen a la tercera fase de deformación varisca (Martínez Poyatos et al., 2004b, con referencias previas). Con posterioridad a ella, algunos pliegues se vieron afectados por cizallas dúctiles que incrementaron la deformación de las unidades fosilíferas, con reducción de espesores por laminación tectónica, repetición de tramos en una misma sucesión y replegamientos plásticos en las pizarras ampelíticas. Los sinclinales estudiados con afloramientos silúricos, en una transversal noreste- suroeste, son los siguientes (Fig. 3): Cañaveral-Monfragüe, Guadarranque, Herrera del Duque, Corral de Calatrava, Almadén, Valdeazogues-Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Guadalmez, Cáceres, Sierra de San Pedro y Los Pedroches. En ellos hemos estudiado un gran número de secciones y yacimientos paleontológicos de interés, cuya posición se detalla en la Fig. 4 y se describe en el Anexo I. Los materiales silúricos identificados al sur de la alineación magmática Alburquerque- Pedroches, se sitúan principalmente en el sinclinal de La Codosera (Badajoz), Zarza de Alange-Alange (Badajoz), Puerto Calatraveño (Alcaracejos, Córdoba), al sur de Alcaracejos (Córdoba) y al sureste de Valsequillo (Córdoba). Las cinco áreas se sitúan en la llamada Unidad Parautóctona (Martínez Poyatos, 2002) del Dominio Obejo- Valsequillo (o “Zona Lusitano-Mariánica”). De manera muy puntual, otros afloramientos con Silúrico fosilífero se localizan en la Unidad Alóctona meridional, en relación con ventanas tectónicas del parautóctono (en torno a Espiel y Villaharta, Córdoba: Apalategui Isasa et al., 1985c; Martínez Poyatos, 2002), o bien en relación 4 con olistolitos incorporados al Carbonífero sinorogénico de la cuenca del Guadiato (Sarmiento y Gutiérrez-Marco, 1999; Matas et al., 2014; Gutiérrez-Marco et al., 2014). A pesar de que algunos autores consideran al Silúrico del Dominio Obejo-Valsequillo en simple prolongación paleogeográfica con el Silúrico de la plataforma centroibérica, al norte del batolito de Los Pedroches, lo cierto es que encierra una mayor complejidad estratigráfica y paleogeográfica, incluso con similitudes con la sucesión de la Zona de Ossa Morena. Es por ello que los raros afloramientos con fósiles silúricos de la “Zona Lusitano-Mariánica” (Fig. 4, locs. 57 a 69) serán descritos aparte de los que componen la sucesión “iberotípica”. 5 Fig. 1. Distribución de las hojas geológicas del Plan MAGNA donde aparecen afloramientos de rocas silúricas; en negro los de la parte meridional de la Zona Centroibérica, hasta la alineación magmática Alburquerque-Quintana-Los Pedroches, y en azul los del Dominio Obejo-Valsequillo. Fig. 2. Situación geológica de la zona de trabajo, adaptado de Martinez Catalán et al. (2004, fig. 2.35). 6 Fig. 3. Cartografía geológica general de la zona de estudio y situación de los sinclinales con afloramientos silúricos. 1- Cañaveral-Monfragüe 2- Guadarranque 3- Herrera del Duque 4- Corral de Calatrava 5- Almadén 6- Valdeazogues-Puertollano 7- Santa Cruz de Mudela 8- Guadalmez 9- Cáceres 10- Sierra de San Pedro 11- Los Pedroches 7 8 Fig. 4. Distribución de los afloramientos de rocas silúricas en la parte meridional de la Zona Centroibérica, con mención a las localidades y secciones más representativas con yacimientos paleontológicos. En el Dominio Obejo-Valsequillo la situación es exclusivamente geográfica. Sinclinal de Guadarranque: 1.- Sección de Navatrasierra; 2.- Secciones del Puerto de San Vicente y del arroyo Guadarranquejo; 3.- Afloramientos de la Apretura de la Muela (poblado del Pantano de Cíjara, El Molinillo); 4.- Sección de Bohonal de los Montes. Sinclinal de Herrera del Duque: 5.- Sección del Arroyo de la Colada; 6.- Localidad Valdecaballeros; 7.- Localidad Casa Ortiz (Valdecaballeros). Sinclinal de Corral de Calatrava: 8.- Sección del río Jabalón; 9.- Sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón; 10.- Sección de Puente Morena. Sinclinal de Almadén: 11.- Afloramientos de Almadenejos (vía del ferrocarril); 12.- Sección del arroyo Avilero; 13.- Sección del arroyo del Lápiz; 14.- Afloramientos del Arroyo del Lápiz Sur; 15.- Localidad Los Toriles; 16.- Localidad Casa del Pielero; 17.- Localidad El Peñoncillo; 18.- Sección del arroyo de la Ribera de Gargantiel; 19.- Localidades del cerro Peñarroya; 20.- Localidad Nueva Concepción; 21.- Sucesión del arroyo de Valsordo; 22.- Localidad arroyo de las Damas; 23.- Localidades de la mina de El Entredicho; 24.- Localidades de la mina de Almadén y su entorno. Sinclinal de Valdeazogues-Puertollano: 25.- Afloramientos del área de Valdeazogues; 26.- Sección de Retamar; 27.- Localidades de Ojailén- Brazatortas; 28.- Localidad de la Cañada de Cantohincado. Sinclinal de Santa Cruz de Mudela: 47.- Localidades de la hoja MAGNA 839 (castillo de Montizón). Sinclinal de Guadalmez: 29.- Secciones de la estación de Chillón; 30.- Sección de Guadalmez norte; 31.- Sección de la estación de Belalcázar; 32.- Localidad GM-H; 33.- Localidad GM-D (D-3); 34.- Localidad GM GRE (Cerro Gregorio); 35.- Secciones de la Estación de Las Cabras; 36.- Localidad GM AL (Alamillo); 37.- Localidad del Cruce (Loc. 12); 38.- Sección norte del río Guadalmez; 39.- Sección sur del río Guadalmez; 40.- Localidades de la cantera de El Molinillo. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches: 41.- Sección de Puente Quebrada y localidad de la Ermita de la Virgen de Veredas; 42.- Localidad del arroyo de San Juan; 43.- Localidades GM PO (Santa Eufemia); 44.- Localidades GM EU (Santa Eufemia); 45.- El Centenillo (sondeo Fabriquilla IV); 46.- Localidades de la carretera a la colonia Selladores; 48.- Localidades de la hoja MAGNA 862; 49.- Localidades de la hoja MAGNA 863 (Torre Alver); 50.- Localidad 21-34 IN-GM-M14 (Hoja MAGNA 864); 51.- Localidad 21-34 IN-GM 05-01 M1 (Hoja MAGNA 864); 52.- Localidad 22-24 IN-GM-M5 (Hoja MAGNA 865). Otras localidades: 53.- Localidades de la hoja MAGNA 623 (Bascones Alvira et al., 1987a); 54.- Localidades de los alrededores de Cáceres (Kindelán et al. 1949; Corretgé y García de Figuerola, 1971); 55.- Localidades de Valdelasmanos (Cáceres) (Soldevila, 1992b); 56.- Localidad de la hoja MAGNA 806 (Prost-Dame, 1980). Dominio Obejo-Valsequillo-Puebla de la Reina: 57.- Localidad de Pino de Valencia (Cáceres, Romariz, 1963); 58.- Localidad del embalse de la Peña del Águila (Badajoz, Soldevila, 1992a); 59.- Localidad de Alange (Badajoz); 60.- Localidad de Zarza de Alange (Badajoz); 61.- Localidad de Peñaladrones (Córdoba); 62.- Localidad del Puerto Calatraveño (Córdoba); 63.- Sección de Mina Guillermín (Córdoba); 64.- Localidad del pantano del Cortijo Nuevo (Córdoba); 65.- Localidad de Villaharta (Córdoba) ; 66.- Localidad de Mina Luisa (Hinojosa del Duque, Córdoba); 67.- Localidad al oeste de Valle de la Serena (Badajoz); 68.- Localidad de los Tres Mojones (La Granjuela, Córdoba) y 69.- Adamuz (Córdoba). 9 11 3 METODOLOGÍA Los objetivos generales del trabajo, junto con la problemática y características del área a investigar, aconsejó la utilización de una metodología general de corte clásico, suficientemente contrastada, tanto para las labores geológicas como para las paleontológicas. De modo esquemático, el trabajo se ha llevado a cabo siguiendo las siguientes fases: 1. Recopilación bibliográfica inicial y actualización continuada de todos los estudios geológicos concernientes al área de trabajo. Para ello hemos recurrido a las bibliotecas de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (Universidad de Castilla-La Mancha, UCLM), Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Instituto de Geociencias (CSIC-UCM, Madrid), Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid e Instituto Geológico y Minero de España (IGME, Madrid). También nos servimos del archivo personal de separatas sobre geología regional y paleontología del director de la tesis y de los recursos electrónicos de las bibliotecas universitarias de la UCLM, UCM y CSIC. Algunos importantes trabajos e informes geológicos inéditos se obtuvieron en la biblioteca del IGME y en el Archivo Histórico de las Minas de Almadén, gestionado por la sociedad Minas de Almadén y Arrayanes S.A. 2. Trabajo de campo, desglosado en una etapa previa de planificación, con análisis de la documentación bibliográfica y cartográfica; y una fase fundamental de exploración de nuevos cortes e investigación detallada de los ya conocidos, con levantamiento de columnas estratigráficas y muestreos especializados (petrografía, macro y micropaleontología). 3. Etapa esencial de análisis y estudio de muestras en laboratorio y gabinete. 4. Fase de sistematización de datos y discusión continuada de resultados con el director de la tesis y otros especialistas. La metodología paleontológica desarrollada es igualmente la clásica para el Paleozoico Inferior. Se exploraron esencialmente rocas siliciclásticas (pizarras, areniscas y cuarcitas) con macrofósiles de graptolitos y otros invertebrados, restringiéndose la preparación micropaleontológica a los escasos niveles de caliza y lumaquelas descubiertas durante los trabajos de campo. La mayor parte de los graptolitos y muchos restos de moluscos, braquiópodos, artrópodos, etc. se conservan aplastados y su preparación se limita a procedimientos mecánicos para eliminar los recubrimientos de matriz, utilizando agujas y percutores mecánicos. La limpieza se hizo mayoritariamente con agua y jabón, excepto algunos moldes ferruginosos que se sumergieron en soluciones diluidas de ácido clorhídrico en caliente. Una vez limpios, se procedió a la realización de moldes en elastómeros sobre aquellos ejemplares fósiles de mayor interés, que conservaban al menos parte del relieve original. La técnica más utilizada fue realizar vaciados en látex natural, coloreado con tinta china negra, a partir de los moldes externos e internos originales. 12 Para la búsqueda de microfósiles, se examinaron minuciosamente mediante lupas de mano (campo) y binoculares (laboratorio) cientos de superficies de estratificación en todo tipo de rocas detríticas de grano fino, obteniéndose los mejores resultados para ostrácodos y conodontos en las pizarras negras ampelíticas. Las escasas muestras calcáreas se trataron siguiendo el proceso estándar para la búsqueda de conodontos (Stone, 1987), que incluye disolución en ácido fórmico rebajado, tamización del residuo, concentración con líquidos densos y triado a la lupa binocular. El estudio de los ejemplares de macro y microfósiles se realizó con ayuda de un microscopio estereoscópico con tubo de dibujo incorporado, y algunos ejemplares fueron estudiados con el microscopio electrónico de barrido. Las fotografías de macrofósiles se realizaron con una cámara digital Canon EOS7D, con objetivo macro de 90 mm y fuelle de aproximación de 10 Mb de resolución, en el Laboratorio de Fotografía del Departamento de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid. Los graptolitos aplastados en pizarras no requirieron ningún procedimiento especial, aparte de la iluminación adecuada, pero en su mayoría se fotografiaron sumergidos en agua a fin de aumentar su contraste frente a la matriz. Los ejemplares en relieve y los vaciados en látex de distintos invertebrados, se blanquearon con vapores de óxido de magnesio como paso previo a la fotografía. Los microfósiles y una selección de muestras diversas se montaron en stubbs de cobre para su estudio al microscopio electrónico de barrido (un Jeol JSM 6400), con sistema incorporado de microanálisis puntual semicuantitativo (EDAX) y macrofotografía digital. Las muestras de graptolitos y conodontos fueron antes metalizadas con oro o grafito, respectivamente. Estas tareas se desarrollaron en el Centro Nacional de Microscopía Electrónica “Luis Brú” de la Universidad Complutense. Todas las fotografías de macro y microfósiles se trataron digitalmente con el programa Adobe Photoshop CS4. Una selección de las mismas sirvió para confeccionar las láminas paleontológicas, montadas con el programa CorelDraw X6 y depuradas mediante el programa Corel Photo-Paint X6. Los fósiles ilustrados en esta tesis, junto con una selección de material no figurado, pero representativo de las localidades y secciones fosilíferas más importantes, han sido depositados en la colección paleontológica del Museo Geominero (IGME, Madrid). El resto del material permanece archivado en dependencias del Departamento de Ingeniería Minera e Industrial de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (Universidad de Castilla-La Mancha) en Almadén, Ciudad Real, como colecciones del autor. 13 4 ANTECEDENTES ESTRATIGRÁFICO-PALEONTOLÓGICOS 4.1 EL SISTEMA SILÚRICO Las primeras referencias de fósiles paleozoicos en la región surcentroibérica se deben a Le Play (1834), quien encontró algunos braquiópodos que permitieron asignar al “terreno de Transición” (el comprendido entre el “terreno Primitivo” o ígneo- metamórfico y el “Secundario” de los autores alemanes), el famoso yacimiento de mercurio de Almadén, hasta entonces considerado del Trías (Boixereu Vila, 2008). Los hallazgos posteriores de trilobites y otros fósiles por parte de Ezquerra del Bayo (1838, 1844) confirmaron la existencia de otros fósiles paleozoicos, que poco después fueron referidos al Siluriano superior (Ezquerra del Bayo, 1847) y revisados, con nuevos hallazgos, por Verneuil (en Murchison, 1850; Anónimo, 1850). Este autor caracteriza la “fauna segunda” del Siluriano inferior en la región de Almadén y aporta los primeros datos sobre fósiles del Siluriano superior del norte de Córdoba. El terreno Silúrico o “Siluriano” había sido definido en 1839 en Gran Bretaña, pero hasta 1879 no se segrega del mismo el Ordovícico (antiguo “Siluriano inferior”) como sistema independiente, a resultas de las disputas entre Sedgwick y Murchison (Secord, 1986). En el área de estudio, el primer trabajo de detalle sobre el “terreno Silúrico” (sensu lato) y sus fósiles, es el de Prado (1855), que se completa con el apéndice paleontológico de Verneuil y Barrande (1855). El estudio describe la estratigrafía de los materiales asimilables al Siluriano inferior y al superior, y aporta las primeras identificaciones de fósiles de graptolitos “gotlandienses” (Fig. 5), por aquél entonces considerados todavía como parte de la “fauna segunda” de Barrande (Gutiérrez-Marco y Rábano, 2011). En el terreno de la estratigrafía, Prado (1855) reconoce ya las distintas unidades silurianas, aunque su hallazgo de “bilobites” en el criadero de Almadén, introdujo errores en cuanto a la datación e interpretación de la estructura por parte de autores posteriores. Como “pizarras de librillo”, denomina a las pizarras negras muy finamente laminadas, en ocasiones con nódulos piritosos y graptolitos, reconocidos en algunos puntos dentro del área de trabajo: Almadén y Gargantiel (provincia de Ciudad Real), Herrera del Duque (provincia de Badajoz) y Corral de Caracuel (= Corral de Calatrava, provincia de Ciudad Real), en este último también en nódulos. A los graptolitos se asocia frecuentemente “una pequeña Terebrátula y un Orthóceras”. También aporta datos sobre los materiales volcánicos silúricos del sinclinal de Almadén (“roca frailesca”). Los graptolitos identificados por Verneuil y Barrande (1855) en el apéndice paleontológico y sus yacimientos originales, son los siguientes: Graptolithus spiralis, Barr. (Arroyo del Lapis -sic-, cerca de Ciudad Real), Graptolithus Halli, Barr. (Puente Moreno -sic-, sobre el Jabalón), Graptolithus priodon (Gargantiel) y Graptolithus palmeus, Barr. (colinas cerca de Gargantiel). Prado (1858) cita posteriormente Cardiola interrupta en asociación con graptolitos, en una localidad imprecisa de Sierra Morena, que situamos en la Zona Centroibérica. El carácter estratégico de las minas de mercurio de Almadén llevó a Bernáldez y Rúa Figueroa (1861) a publicar nuevos estudios, que siguen fundamentalmente el patrón establecido por Casiano de Prado, con algunas aportaciones interesantes. La principal es reasignar los yacimientos de graptolitos al terreno Siluriano superior (en vez de al 14 inferior). En el paraje del arroyo del Lápiz (Gargantiel) reencuentran el Graptolites spiralis Barr. y mencionan por primera vez G. palmeus Bau. (sic), además de Cardiola interrupta y “una terebrátula” que les recuerda a T. cuneata. De ahí deducen que todos los terrenos que contienen graptolitos corresponden al Siluriano superior, aunque no estén acompañados de ningún otro fósil, lo mismo que la pizarra negra ampelitosa, que se divide en hojas muy delgadas, aun en ausencia de aquéllos. Fig. 5. Reproducción de la portada (izquierda) y lista de graptolitos (arriba) del trabajo de Prado (1855) y Verneuil y Barrande (1855). En la viñeta inferior derecha se reproduce la lista de fósiles silúricos de Ciudad Real aportada por Cortázar (1880). En 1875, Mallada realiza dos contribuciones paleontológicas relevantes sobre nuevos hallazgos de graptolitos silúricos en la región surcentroibérica. En la primera entrega de la Sinopsis (Mallada, 1875a), el autor amplia el número de localidades de Prado, Verneuil y Barrande (1855) con la identificación de Monograpsus Nilssoni, Barr. (Corral de Caracuel, Arroyo del Lápiz, El Chorrillo, Almadén), M. latus, Mac Coy (Corral de Caracuel), M. Halli, Barr. (Puente Moreno, sobre el Jabalón), M. Becki, Barr. (Arroyo del Lápiz, Corral de Caracuel), M. Priodon, Bronn (Gargantiel, Almadén) y M. convolutus, Hisinger (Gargantiel), afirmando que el conjunto de estas especies “son de un nivel superior a la fauna segunda”. Asimismo, añade ilustraciones de dichas formas (Fig. 6), que en realidad fueron reproducidas del trabajo de Geinitz (1852, Láms. 1-4). La copia se realizó de forma especular y recortando o alterando algunas figuras, al igual que lo observado con otras muchas ilustraciones adaptadas a la Sinopsis (Rábano y 15 Gutiérrez-Marco, 1999). En un segundo trabajo, Mallada (1875b) anticipa una lista de graptolitos silúricos encontrados al este de Alía, refinada poco después por Egozcue y Mallada (1876). Ambos autores establecen la estratigrafía del “Siluriano superior” en la provincia de Cáceres. En la Sierra de Guadalupe (sinclinal de Guadarranque) describen pizarras carbonosas, con eflorescencias amarillas de alumbre y con nódulos y granos de pirita, especialmente en los tramos de alternancias entre pizarras y cuarcitas y pizarras silíceas. En las proximidades de la confluencia de los arroyos Guadarranque y Guadarranquejo (cerro de la Ventilla) citan los siguientes graptolitos: Monograpsus priodon, Barr., Monograpsus latus, Mac-Coy, Monograpsus Nilssoni, Barr., Monograpsus Becki, Barr. y M. convolutus, Hisinger (citado como “Rastrites spiralis, Barr., ó Monograpsus convolutus Hisinger” por Mallada, 1875b). Parte del material original de este trabajo se conserva en las colecciones del Museo Geominero y ha sido reinterpretado por Menéndez y Rábano (2010). Fig. 6. Reproducción de la Lámina 7 de la Sinopsis de Mallada (1875a), donde las ilustraciones de graptolitos silúricos fueron copiadas de Geinitz (1852). Kuss (1878) continúa con el estudio de la región de Almadén y considera que el “piso superior del terreno silúrico” no solo estaría restringido a las pizarras ampelíticas con graptolitos, sino que “se inclina a considerar también las cuarcitas con bilobites como pertenecientes al silúrico superior”. En este sentido, afirma que “en las propias minas de Almadén se encuentran intercaladas en estas cuarcitas pizarras negras ampelíticas, conteniendo graptolitos”. 16 En su estudio geológico de la provincia de Badajoz, Gonzalo y Tarín (1879) cita el hallazgo de “graptolitos de la fauna 3ª” en estratos de ampelitas gráficas fosilíferas en el túnel de Cabeza del Buey (Badajoz), subordinados a la pizarrilla hojosa de la parte superior de la “Formación Siluriana”. En el primer estudio geológico provincial de Ciudad Real, Cortázar (1880) refunde y hace nuevas aportaciones a los estudios estratigráficos precedentes, sin llegar a desligar las “cuarcitas de Cruzianas” de las “capas de Graptolites” y señalando en medio de las pizarras negras de la mina de Almadén la presencia de lentejones de caliza (en realidad rocas volcánicas fuertemente alteradas y carbonatizadas). Realiza también una interesante disquisición sobre el origen de la materia orgánica y de los nódulos de pirita intercalados en la pizarra, que en su opinión serían el residuo de las sustancias orgánicas “sin duda producidas por los Graptolites que vivieron en las aguas donde se depositaron los légamos que han dado origen á las pizarras (…) pues los Graptolites, ya se consideren como moluscos polizoas, ya como zofitos hidrozoas, eran animales que vivian en numerosísimas colonias dentro de los mares silurianos”. Junto al hallazgo de calizas con Cardiola interrupta, Bron., que por los lugares indicados corresponden a la Caliza Urbana del Ordovícico, Cortázar (1880) menciona los siguientes graptolitos y localidades (Fig. 5): Monograpsus Nilsoni, Barr. (Corral de Caracuel, Poblete, Almadén); M. Becki, Barr. (Poblete, Corral de Caracuel, Alamillo); M. convolutus, Barr. (Gargantiel, Almadén, Alamillo); M. Halli, Barr. (Puente Morena, Gargantiel) y Diplograpsus palmeus, Barr. (Gargantiel, Alamillo, Corral de Caracuel). También cita el fósil vegetal Butrotrephis gracilis, Hall en Guadalmez y Almadén, reasignado modernamente al icnogénero Chondrites. En el estudio geológico de la provincia de Jaén, Mallada (1884) descubre nódulos con Orthoceras y graptolitos en los afloramientos silúricos del norte de Baños de la Encina, así como graptolitos en pizarras, entre Ministivel y El Guindo, al noroeste de La Carolina. El mismo autor (Mallada, 1896) realiza una síntesis general del Siluriano superior para la “Explicación del Mapa Geológico de España”, recopilando todos los datos estratigráficos y paleontológicos contenidos en estudios precedentes. Como aportación original cita el hallazgo de “filadios y ampelitas gráficas con lentejones de calizas”, conteniendo graptolitos de la “fauna tercera”, “en las trincheras y el túnel de Cabeza de Buey” (Badajoz), representativas de las rocas superiores del Siluriano. Malaise (1897) confirma el hallazgo de graptolitos en el interior de la mina de Almadén, que identifica como Monograptus priodon del Siluriano superior, gracias a unas muestras facilitadas por el ingeniero de las minas D. Enrique Jubés. Groth (1911) en su trabajo sobre el “Primario de Sierra Morena” hace la primera mención al sinclinal de Guadalmez (Ciudad Real-Córdoba) como la “Cuenca devónica de Guadalmez”, separado de la cuenca hullera de Bélmez por el “anticlinal Gotlandiense” de Santa Eufemia. Es uno de los primeros trabajos sobre la geología del área de tránsito entre la Zona Centroibérica y la Zona de Ossa-Morena, entre Los Pedroches y la banda de cizalla Badajoz-Córdoba. Señala en la primera de las estructuras citadas que sobre las ampelitas con Monograptus reposa, verosímilmente en concordancia, una potente serie de areniscas con algunos bancos cubiertos de pistas de la “base del Devónico”. Sus conclusiones descartan de facto la existencia de la discordancia señalada entre el Siluriano y el Devoniano por Prado (1855) y Cortázar (1880). 17 Gómez de Llarena (1916) distingue dos subsistemas dentro del Siluriano: el Ordovícico y el Gotlándico. Dentro de las pizarras negras ampelíticas, situadas sobre cuarcitas y asignables al segundo, describe un nuevo yacimiento de graptolitos en el sinclinal de Guadarranque (vallejo de las Ciervas). Éste se sitúa entre Horcajo de los Montes y Navalpino, y contiene abundantes ejemplares de Monograptus convolutus His., M. priodon Bronn, M. Nilsoni Barr. y Rastrites sp., asociados al género Phyllograptus. Éste último probablemente fue confundido con Parapetalolithus, ya que se trata de una forma ordovícica. Tras un largo paréntesis en las aportaciones al estudio del Silúrico en la región que nos ocupa, Hernández Sampelayo (1926), dentro de los trabajos vinculados con la organización del XIV Congreso Geológico Internacional, celebrado en Madrid, refiere el hallazgo de nuevos yacimientos de graptolitos silúricos en la región de Almadén, que asigna a la “fauna tercera” del Siluriano superior o Gotlandiense. El primero se sitúa “en el disco de la Estación de Chillón” (sinclinal de Guadalmez) y contiene Climacograptus minutus Carr. (ilustrado con foto y dibujo), Climacograptus cf. styloidens Lapw., Petalograptus altissimus Elles y Wood, Monograptus turriculatus, M. cf. concinus Lapw. ó M. cf. variabilis Perner, M. cf. ricartonensis Lapw. y varias formas angulares “que no nos decidimos a incluir entre los Dicellograptus”. El yacimiento lo sitúa en el “bajo Llandovery”, con la idea errónea de que citaba el género Climacograptus por vez primera en la Península, aunque desde luego se trata de la primera ilustración de un graptolito en nuestra área de estudio (Fig. 7). El segundo yacimiento lo localiza en la mina de Almadén, “en el techo del criadero de San Nicolás, al Norte y en contacto con el cinabrio”, donde las ampelitas le brindaron un “precioso conjunto gotlandiense” con Monograptus priodon Bronn, M. turriculatus Barr., M. convolutus His., Orthograptus, Diplograptus y “quizás Climacográptidos, a los que se unen grandes Pterópodos, Rhynchonella semejantes a la wilssoni y algunos Lamelibranquios”. El tercer yacimiento referido por Hernández Sampelayo (1926) se sitúa en el paraje del Chorrillo, en la entrada meridional de Almadén, donde el autor describe e ilustra parcialmente Monograptus leptotheca Lapw.? (var. almadenensis s. p.), M. regularis Tqt. y M. cf. gregarius Lapw., junto a restos de “Pterópodos y de Trilobites, lo que hace muy digna de observación”. Hay que hacer constar que, pese a lo indicado por Hernández Sampelayo (1926), los graptolitos de este tercer punto son de edad Ordovícico Medio y corresponden a fragmentos deformados de didymográptidos, en una localidad redescubierta por Bouyx y Saupé (1966) y revisada por Gutiérrez-Marco (1986). Los mismos datos del trabajo de Hernández Sampelayo (1926) fueron reproducidos parcialmente por Hernández Sampelayo et al. (1926) y Hernández Sampelayo (1960). Henke (1926) realiza la primera cartografía detallada del Paleozoico de la región de La Carolina (Jaén) en Sierra Morena Oriental. Asigna al Silúrico inferior seis unidades estratigráficas y una al Silúrico superior. Data a la “Cuarcita Castellar” (20-50 m) como Caradoc? y asigna las “Pizarras con Graptolitos” (100-150 m) al conjunto Llandovery, Tarannon y Wenlock (zonas 14 a 18 de graptolitos, según el esquema de Lapworth). Esta edad se fundamenta en el hallazgo de Monograptus Sedgwicki Portl., M. sp, M. proteus Barr., M. Becki Barr., M. gemmatus Barr., M. retroflexus Lapw, M. priodon Bronn, M. galaensis Lapw., M. Flemmingii Barr., M. dubius? Suess, M. Nilssoni Barr., Cyrtograptus sartorius Hopk. y Retiolites Geinitzianus Barr. Esta lista de graptolitos corresponde esencialmente a las muestras recogidas en la escombrera del pozo de Mina Española, en el valle del río Renegadero, según detallan Henke y Hundt (1926). Este 18 segundo trabajo menciona otros hallazgos de graptolitos en cuatro localidades adicionales. La primera se sitúa en el piso 10 de la Mina San José de Los Guindos (Jaén), conteniendo Monograptus Becki Barr., M. retroflexus Tullb. y fragmentos de Rastrites; una asociación atribuida al Llandovery superior (zona 13/14 de Lapworth). Fig. 7. “Climacograptus minutus” (= Metaclimacograptus? sp.), el primer graptolito silúrico ilustrado en la Zona Centroibérica española. Llandovery de la estación de Chillón (Ciudad Real). Reproducido de Hernández Sampelayo (1926, Fig. 2). El segundo yacimiento se ubica “entre Renegadero y Río Grande, al noroeste de La Carolina” (Jaén), y proporcionó restos de Monograptus priodon Bronn. La tercera localidad corresponde a la ladera norte y al piso 12 de la mina de Almadén, cuya lista sintética reúne Monograptus dubius Suess, M. priodon Bronn, M. exiguus Barr., M. millipeda M´Coy, M. gemmatus Barr., M. galaensis Lapw., M. Becki Barr., M. Sedgwicki Portl., M. leptotheka Lapw., M. turriculatus Barr., Diplograptus palmeus Barr. y Cyrtograptus attenuatus. El conjunto es atribuido al Llandovery superior y Tarannon inferior (zonas 14?, 15 y 16 de Lapworth), y quizá también al Tarannon superior (zona 16). La cuarta localidad se situaría 400 m al sur Alamillo (Ciudad Real), entre los arroyos Chico y del Saladillo (sinclinal de Guadalmez), donde Henke y Hundt (1926) mencionan Monograptus Nilsoni Barr., M. riccartonensis Lapw., M. dubius Suess y M. flexilis Elles, del Tarannon alto y Wenlock (zonas 16 a 18 de Lapworth). Para el conjunto de localidades, los autores establecen las equivalencias entre la biozonación propuesta por Lapworth (1880) y la nueva de Elles y Wood (1901-1918). Además aportan ilustraciones fotográficas de tres asociaciones de graptolitos silúricos procedentes de Almadén y Alamillo (Fig. 8), reproducidas igualmente en la versión española del mismo trabajo (Henke y Hundt, 1926, traducción de Meléndez y Fernández, 1952, Lám. III, Figs. 1-4; Lám. IV). Las identificaciones taxonómicas aportadas en el trabajo precedente fueron duramente criticadas por Haberfelner (1931), un especialista austriaco en graptolitos que accedió a la mayor parte del material original del estudio de Henke y Hundt (1926) y llevó a cabo una profunda revisión de las determinaciones. Motivado por la presencia de “extrañas asociaciones de graptolitos” que mezclaban, para una misma localidad, especies procedentes de niveles muy dispares del Silúrico, Haberfelner (1931) consideró falsas casi todas las identificaciones de Henke y Hundt (1926). En sus propias palabras “el resultado de la revisión fue sorprendente”. “El hecho de que R. Hundt es muy ligero en 19 la determinación de graptolitos, basándose en sus opiniones sobre las variantes formadas por compresión [Verdrückungsvarianten] y las formas de enterramiento [Einbettungsformen], es ya bien sabido para cualquiera que haya leído su publicación Los Graptolitos del Silúrico alemán (1924); sin embargo, yo no esperaba tales errores en la determinación, como pueden comprobarse observando el material español; y su denominación sólo puede calificarse de completamente arbitraria”. Añade Haberfelner (1931) que en su trabajo “no sólo me dispongo a ocuparme de una nueva determinación del material existente, sino también a revisar la inservible división en zonas del Silúrico superior que hace R. Hundt, y a entrar en sus poco fundamentadas ideas sobre variantes por compresión y formas de enterramiento”. Con tales planteamientos, lo que sigue es una agresiva crítica a las identificaciones taxonómicas de Hundt (en Henke y Hundt, 1926), de las que destacamos la destrucción de la “extraña asociación entre Monograptus dubius y Petalograptus palmeus” para el yacimiento de Almadén, la restricción de los cinco yacimientos silúricos al rango Llandovery/Gala-Tarannon (zonas 19 a 22 de Elles y Wood) y a la estrecha correlación paleobiogeográfica que se detecta con el Silúrico del Mar del Norte y de los Alpes Cárnicos. Haberfelner (1931) añade una profusa parte sistemática, en la que describe e ilustra 27 formas de graptolitos silúricos, incluyendo una especie nueva. Las formas revisadas (Lám. 1, Figs. 1-27; reilustrados por nosotros en la Fig. 9), agrupadas siguiendo la clasificación y divisiones de Elles y Wood (1901-1918), son las siguientes: Climacograptus bohemicus (Perner), C. hughesi (Nicholson), C. phrygionius Toernquist, Climacograptus sp. a, Glyptograptus cf. tamariscus (Nicholson), Petalograptus altissimus Elles-Wood, P. minor Elles, P. hispanicus nov. sp., Petalograptus sp. a (nov. sp. , ?), Petalograptus sp. b (aff. palmeus et var. tenuis), Petalograptus sp. c (aff. hispanicus ?), Monograptus gregarius Lapworth, M. concinnus Lapworth, M. regularis Toernquist, M. regularis Tqt. var. latus nov. var., M. nudus (Lapworth), M. gemmatus (Barrande), M. distans (Portlock), M. sedgwickii (Portlock), M. lobiferus (Mc´Coy). Entre 1952 y 1953 aparecen publicadas las versiones españolas de los trabajos de Henke (1926), Henke y Hundt (1926) y Haberfelner (1931), en los tomos 6 y 7 de la serie Publicaciones Extranjeras sobre Geología de España. El dato se detalla en las referencias bibliográficas de los trabajos correspondientes, destacándose la labor de B. Meléndez y M.R. Fernández en la traducción, así como las apostillas del primero, quien destaca el desconocimiento que tenía Haberfelner de los restantes trabajos publicados sobre graptolitos españoles. Ciry (1936) atribuye al Gothlandiense las explotaciones de cinabrio de Almadén, por la presencia de ampelitas con Monograptus en la mina, los estudiados por Henke y Hundt (1926) y Haberfelner (1931). Hernández Sampelayo (1942) realiza una síntesis del silúrico centroibérico agrupando la información bajo el epígrafe “Isleos del Centro”, en base a los datos recopilados en las memorias provinciales publicadas por el IGME, las hojas geológicas 1:50.000 (en prensa o en realización) y aportando algunos datos nuevos. Mantiene la clasificación de Mallada (1896) para el Siluriano superior o Gotlandiense, incluyendo su sinonimia con el “Murchisónico” de J. Almera; realiza una clasificación alfabética de todas las especies gotlandienses citadas hasta el momento en España; se reafirma en la posible presencia de Gotlandiense sin fósiles en la región de Alburquerque (Badajoz); comenta que el yacimiento de Gómez de Llarena (1916) es confuso y “probablemente se trate del 20 Fig. 8. Reproducción de los graptolitos silúricos ilustrados por Henke y Hundt (1926). 21 Fig. 9. Reproducción de la lámina de graptolitos del Silúrico centroibérico, original de Haberfelner (1931). Este trabajo aporta las primeras descripciones taxonómicas precisas de graptolitos silúricos en la región estudiada. La nueva especie Petalograptus hispanicus, procedente de la mina de Almadén, corresponde a los ejemplares 11a-d. 22 Llanvirniense” (lapsus linguae por Llandovery); señala un posible error de identificación en el graptolito del Ludlow en el Cerro de la Ventilla (Egozcue y Mallada, 1876); describe los nódulos silúricos del interior de la mina de Almadén como gorrones, “amígdalas piritosas a veces dispuestas en costras de cinabrio”; transcribe sus cuadernos de campo con hallazgos de Monograptus en la región de Almadén; suma una nueva lista de graptolitos de La Carolina, enviados en 1916 al IGME por Sr. Mackay Heriot, director de la mina de Riotinto; y, finalmente, cita ampelitas con Monograptus al este de Aldeaquemada, no reconocidas por Fernández y Menéndez Valdés (1933). En cuanto a la nueva lista de graptolitos del norte de Jaén, Hernández Sampelayo (1942, pp. 310-311) especula que “los yacimientos quizá sean los mismos de Mallada (1884) y, aun en parte, los de Henke”, y que “las especies oscilan desde el Llandovery superior hasta el Ludlow, casi toda la serie superior del sistema”. Las formas identificadas son las siguientes: Monograptus priodon, Bronn; M. halli, Barr.; M. hisingeri, Barr.; M. nilssoni, Barr.; M. tectus?, Barr.; M. convolutus, Hisingeri -sic-; M. scalaris, Sedwig - sic-; M. proteus, Barr.; Diplograptus palmeus, Barr.; Climacograptus y Rastrites peregrinus, Barr. Aún admitiendo que la lista “resulta escasamente estratigráfica” y puedan haberse mezclado formas de distintos niveles, Hernández Sampelayo (1942) se reafirma en sus dudas hacia la “eficacia de las clasificaciones clásicas” para éste y otros ejemplos de graptolitos silúricos españoles (se refiere a los esquemas bioestratigráficos de Lapworth y de Elles y Wood). Sáenz García (1947) suma un nuevo yacimiento con Monograptus en el sinclinal del Guadarranque, hallado en las escombreras de una cata minera en el paraje denominado El Molinillo, próximo al Portillo de Cijara (provincia de Cáceres). El autor lo atribuye “con toda probabilidad al subsistema gothlandiense”, en aparente continuidad estratigráfica con unas cuarcitas que, en vez de representar el “tramo armoricano”, pudieran “pertenecer muy bien a un piso distinto del Silúrico local, si no se prefiere explicar por fallas sus contactos”. Así mismo, revela que las ampelitas son frecuentemente minadas “en busca de carbón que los soñadores de riquezas subterráneas verifican en cuanto aparece alguna roca negra”, algo ya mencionado por Prado (1855). Kindelán et al. (1949) señalan las primeras faunas graptolíticas recogidas en el sinclinal de Cáceres, procedentes en un caso del subsuelo de la misma ciudad (solar en construcción en 1944, inmediato al Hotel Álvarez), y en otro caso, de afloramientos de las afueras, “hacia el barranco de Aguas Vivas”. El material fue estudiado por P. Hernández Sampelayo y asignado en su conjunto a las “capas que van del Llandovery superior al Tarannon” (zonas 19 a 22-23 de Elles & Wood). Entre las formas identificadas en la primera localidad, Kindelán et al. (1949) ilustran tres muestras (Fig. 10) conteniendo: Monograptus pandus, Lapw. en “tránsito hacia el M. priodon”; M. crenularis, Lapw. y Diplograptus hispanicus, n. sp. de Haberfdner -sic- (muestra nº I); así como Monograptus priodon, Bronn (muestras nos II y III). Hernández Pacheco (1951) aporta el mapa y cortes geológicos de la parte oriental de la Sierra de San Pedro. Descarta la existencia de materiales gotlandienses al situar las pizarras, calizas y areniscas del Devónico en discordancia erosiva sobre las pizarras ordovicienses. Ramírez y Ramírez (1955) detalla la estratigrafía del “Ordoviciense completo y al menos una gran parte del Gotlandiense” en el sinclinal de Guadarranque. En la 23 transversal de Navatrasierra reconoce una sucesión que subdivide en 17 tramos, en la cual, con el número 14, designa las ampelitas fosilíferas del Llandovery y Tarannon, en el que menciona un yacimiento emplazado en el Arroyo del Molinillo, muy cerca de la localidad citada por Sáenz García (1947). El punto se sitúa a 500 m de la casa del embalse del Portillo de Cijara, en el mismo estrecho, donde identifica Monograptus priodon, Brong.; M. convolutus, His.; Dalmanella sp.; Orthis sp. y moldes de moluscos indeterminables. Los graptolitos los ilustra en su Lámina 70, figs. A, B (reproducidos por nosotros en la Fig. 11). Por encima de las ampelitas Ramírez y Ramírez (1955) menciona otro episodio potente de pizarras y areniscas (tramo 15, 40 m), un estrato de pizarras arcillosas grises (tramo 16) y una potente formación integrada esencialmente por grauvacas con algunos episodios de pizarras arcillosas (tramo 17, 80 m). Como las ampelitas con graptolitos “nos dan buena referencia ya del Valentiense pero no del límite inferior del Gotlandiense”, el autor considera dudosa la posición del límte entre el Ordoviciense y el Gotlandiense, que opta por situar hacia sus tramos 11-13 de cuarcitas y grauvacas (la actual Formación Gualija del Hirnantiense). En cuanto a los datos proporcionados por los graptolitos del Molinillo, Ramírez y Ramírez (1955) afirma que “el encuentro de M. convolutus, His., nos identifica bien el Llandovery como piso inferior del Valentiense y el M. priodon Barr., la del Tarannon como Valentiense superior”. La coexistencia de ambas especies en un mismo yacimiento le lleva a dudar de la aplicación de “las clasificaciones de Elles-Wood, de Lapworth y de las capas de Bohemia (…) para identificar los pisos del Gotlandiense en España”. El descubrimiento de M. nilssoni Barr. por parte de Mallada (1875b) le lleva a considerar que casi todo el Gotlandiense se halla representado en el sinclinal de Guadarranque, y a “suponer, al menos provisionalmente, que esta zona emergió al final del Silúrico”. Casi simultáneamente con el trabajo anterior, Sos Baynat (1955) realiza el estudio geológico de la sierra de las Villuercas, adaptando para el Silúrico los datos procedentes del vecino sinclinal de Guadarranque. Cita los hallazgos de graptolites presentados por Egozcue y Mallada (1876) y asigna al Silúrico Superior (Gotlandiense) las “pizarras ampelitico-carbonosas, lustrosas (…) de grano muy fino y fracturas en bisel”. Atribuye su depósito a “facies de denominación general pelágica, de un mar poco profundo, de aguas tranquilas, de muchos elementos en suspensión y sedimentación lenta, con presencia de materia orgánica en descomposición y desprendimiento de gases sulfhídricos que dieron lugar a las piritas que hoy se encuentran en estas pizarras”. Kindelán (1955) afirma que el Siluriano superior está muy escasamente representado en los Montes de Toledo, y cita la existencia en Horcajo de los Montes de “algunos estratos pizarrosos con graptolítidos que posiblemente pudieran incluirse en el Gothlandiense inferior (Llandowerynense)”, tal vez el punto señalado por Gómez de Llarena (1916). Hernández-Pacheco y Ramírez y Ramírez (1956) describen la sucesión paleozoica metamorfizada de la “Sierra silúrica de Magacela (Badajoz)”, estableciendo un posible hiato en la serie silúrica para los materiales gotlandienses o, alternativamente, que las calizas concordantes con las pizarras negras grafitosas representen tanto el Gotlandiense inferior (Llandovery) como el Devónico. 24 Fig. 10. Reproducción de las ilustraciones de graptolitos silúricos procedentes de la ciudad de Cáceres (Kindelan et al., 1949). El número de cada muestra está grabado a punzón sobre las mismas. 25 Fig. 11. Ilustraciones originales de graptolitos silúricos procedentes del sinclinal de Guadarranque (Ramírez y Ramírez, 1955). En la década de 1950 comienzan los estudios en España de los discípulos de Franz Lotze (1903-1971), catedrático de la Universidad de Münster (Alemania), que dirigió un total de 47 tesis doctorales entre los años 1954 y 1973, casi todas ellas sobre temas relacionados con el Paleozoico inferior peninsular y de las cuales 12 se emplazaron en la región surcentroibérica. Ninguna de estas últimas llegó a publicarse en su integridad, si bien la cartografía geológica, resúmenes en español y alemán y los rasgos básicos de la estratigrafía y paleontología fueron finalmente publicados por Walter (1977) y revisados, por la mayoría de los autores supervivientes, a comienzos del siglo XXI (von Raumer, 2008). Del conjunto de tesis doctorales realizadas por los discípulos de Lotze, las que contribuyeron al conocimiento de la estratigrafía y paleontología del Silúrico en la región estudiada fueron las de Machens (1954), Redlin (1955), Bochmann (1956), Kelch (1957), Schmidt (1957), Maass (1958), Richter (1967), Ransweiler (1968), Buttenweg (1968) y Kettel (1968). A excepción de las cuatro últimas, el resto quedaron inéditas y sus aportaciones serán incorporadas a esta síntesis de antecedentes siguiendo un orden cronólogico. Machens (1954, 2008) diferencia en el sinclinal de Corral de Calatrava una unidad de pizarras graptolíticas negras (Graptolithenschiefer, aprox. 100 m) conteniendo graptolitos de las zonas 19 a 22 de Elles & Wood, orthidos y “restos de plantas”. Sitúa 26 el yacimiento (nº 21 en su tesis inédita) en una cantera situada 500 m al sur de Puente Morena, pero no llega a mencionar especies concretas. Redlin (1955, 2008) subdivide la sucesión silúrica del entorno de Fuencaliente (Ciudad Real), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches, en una unidad inferior de cuarcitas (Quarzitbank, 15-20 m) y una superior de pizarras graptolíticas (Graptolithenschiefer, 60 m). Por encima de ella, cita una sucesión de 100 m de espesor que atribuye al Devónico, compuesta en su base por pizarras con grauvacas, cuarcitas y bancos conglomeráticos; un tramo intermedio de pizarras laminadas y algunas areniscas y un tramo superior de areniscas, pizarras y pizarras arenosas. Como datos paleontológicos, Redlin (1955) cita el hallazgo de un resto de bivalvo en la cuarcita basal y de graptolitos, braquiópodos, ortocerátidos, conodontos e histricosféridos en las pizarras ampelíticas. La asociación de graptolitos identificada en un yacimiento ubicado unos 7 km al oeste-noroeste de Fuencaliente incluye Petalolithus cf. tenuis (Barrande), Retiolites robustus Bouček & Munch, R. geinitzianus geinitzianus Barrande, R. geinitzianus angustidens Elles & Wood, Plegmatograptus sp, Monograptus priodon priodon (Bronn.), M. cf. marri Perner, M. cf. parapriodon Bouček, Monoclimacis crenulata (Törnquist), Spirograptus cf. proteus Manck, S. tullbergi tullbergi (Bouček) y Diversograptus capillaris cf. pergraciles (Bouček). Entre los braquiópodos cita Orthis cf. actoniae Sowerby (actualmente Nicolella actoniae, una forma ordovícica). Bochmann (1956, 2008) estudia los materiales paleozoicos del sinclinal de Cáceres y la parte oriental del sinclinal de la Sierra de San Pedro. Divide la asociación silúrica en dos unidades: “Cuarcita del Llandovery” (8-45 m) y Pizarras graptolíticas (Graptolithenschiefer, 20 m), que atribuye al Wenlock por el hallazgo de Monograptus cf. flexilis. Por encima de la segunda formación registra unas “Capas de transición” (Übergangsschichten, 350-400 m), integradas por una alternancia de areniscas y pizarras, que contienen algunos icnofósiles y restos de bivalvos. En ausencia de datos biostratigráficos relevantes, atribuye la última unidad al Devónico basal. Kelch (1957, 2008) completa por el oeste la cartografía de Boschmann (1956) para la Sierra de San Pedro, distinguiendo las mismas unidades que aquél para la sucesión silúrica (Cuarcita, 40 m; Pizarras graptolíticas, 60-70 m) y la base de los materiales devónicos (alternancia arenosa ó Sandige Wechselfolge, 200 m). En ninguna de éstas suma nuevos hallazgos paleontológicos. Schmidt (1957, 2008) estudia la sucesión paleozoica en el sector occidental del sinclinal de Cañaveral-Monfragüe, y reconoce dos unidades que atribuye al Silúrico: la Cuarcita del Llandovery (15-35 m) y las Pizarras graptolíticas (90 m, contando con las intercalaciones cuarcíticas que se localizan hacia la parte superior). No cita fósiles. Maass (1958, 2008) cartografía un posible afloramiento silúrico al noreste del embalse del Guadalmellato (Córdoba), siendo la primera mención a este sistema en el dominio de Obejo-Valsequillo tras los hallazgos paleontológicos de Verneuil (en Murchison, 1850; Anónimo, 1850) y Prado (1858). Se trataría de una sucesión de cuarcitas, areniscas y pizarras verdosas de unos 100 m de potencia. Sin embargo, la atribución del afloramiento al Silúrico fue descartada por Apalategui et al. (1985a) y por el propio Maass (2008), quienes lo reinterpretan como Neoproterozoico o Cámbrico inferior, respectivamente. 27 Almela (1959) presenta un estudio geológico preliminar de la zona de Almadén, donde discrepa de la interpretación como brecha tectónica de la “piedra frailesca”, y cita el descubrimiento de graptolitos “monopriónidos” (uniseriales) al este de Almadenejos, en el km 270 de la trinchera del ferrocarril. Almela y Febrel (1960) aportan un estudio petrográfico detallado de la “piedra frailesca” de Almadén, concluyendo que se trata de una toba volcánica del “Siluriano superior” (Silúrico), posterior a la Cuarcita del Criadero, de la que dan diversas observaciones de carácter minero. En un trabajo póstumo, Hernández Sampelayo (1960) publica un extenso estudio consagrado a los graptolitos españoles que, en realidad, corresponde a la transcripción de diversas notas e ilustraciones que el autor guardaba en su casa, una vez retirado y afectado por una grave enfermedad neurodegenerativa. A instancias de la ETSIM de Madrid, el entonces alumno R. Fernández-Rubio, que posteriormente llegó a catedrático de la misma, fue becado por este centro educativo con el fin de recopilar los manuscritos del autor, que finalmente acabaron publicándose tras su fallecimiento, sin llegar a conocerse el grado de implicación y aceptación, en cuanto a sus contenidos, por parte del propio P. Hernández Sampelayo. Tanto es así, que algunos autores contemporáneos acabaron imputando la monografía a Fernández-Rubio (por ejemplo, Walter, 1969), o a la coautoría de Hernández Sampelayo y Fernández-Rubio (Tamain, 1972). En cualquier caso, la publicación fue completamente ignorada en síntesis geológicas posteriores, así como por la mayoría de los paleontólogos especialistas en graptolitos. El trabajo de Hernández Sampelayo (1960) aporta información sobre 29 yacimientos españoles de graptolitos, de los cuales ocho corresponden al Silúrico de la región surcentroibérica. Los yacimientos tratados con mayor detalle son los de la región de Almadén, que comprende las localidades del arroyo del Lápiz (a la altura del Km. 33,5 de la actual carretera CM-415 a Saceruela), Gargantiel, mina de Almadén, paraje del Chorrillo al sur de Almadén (erróneamente considerado como Silúrico) y estación de Chillón. Para estos dos últimos puntos, se reiteran los datos de Hernández Sampelayo (1926). Fuera de Almadén, se presentan los yacimientos de Alía (Cáceres), Cabeza del Buey (Badajoz), (Corral de) Caracuel (= Corral de Calatrava, Ciudad Real) y Los Guindos (Jaén), sin precisar en ningún caso su localización. Las listas de graptolitos son especialmente copiosas para los yacimientos situados en la región de Almadén, a los que corresponden 330 ejemplares ilustrados en las primeras veinte láminas de la monografía, frente a los 34 ejemplares figurados para los restantes yacimientos surcentroibéricos (Láminas 21-22, 24 y 26). Las identificaciones taxonómicas comprenden numerosas especies asignadas a los géneros Monograptus, Rastrites, Climacograptus, Petalograptus, Orthograptus, Glyptograptus, Mesograptus, Glossograptus, Dicellograptus?, Leptograptus y Holograptus?, correspondiendo los cuatro últimos a formas ordovícicas supuestamente representadas en el Ordovícico de Almadén (Fig. 12). En el trabajo se proponen 41 especies nuevas agrupadas en 9 géneros, todas ellas descritas e ilustradas de un modo deficiente, de modo que en nuestro apartado taxonómico (Figs. 33-36) proponemos que pasen a ser consideradas como nomina oblita. Este es el caso de Climacograptus ancylus, Dimorphograptus decussatus var. thecalongae, Dimorphograptus longissimus var. phillotecatus, Glossograptus paucicostatae, Glossograptus paucispinosus, Glossograptus petaliformae, Glossograptus (Tecacanthus) loxos, Glyptograptus ceras, Glyptograptus grossithecatus, Glyptograptus thecalongae, Lasiograptus ritmicus, Mesograptus 28 climaco-glyptus, Mesograptus glosso-glyptus, Mesograptus climaco-glosso, Petalograptus latus-spirifer, Petalograptus tenuis-spirifer, Petalograptus palmeus, var. marianica, Monograptus Almadeni, Monograptus ancylus, Monograptus circularis, var. lineatus, Monograptus circularis aff. rostrata, Monograptus communis-hispanus, Monograptus communis-hidrargiri, Monograptus communis-ancylus, Monograptus convolutus-ancylus, Monograptus convolutus-rostrata, Monograptus corona, Monograptus crenularis-setiger, Monograptus densus var. distans, Monograptus fimbriatus var. minimus, Monograptus haberfelneri, Monograptus hidrargiri, Monograptus intermedius-runcinatus, Monograptus lobiferus, var. altus, Monograptus lobiferus (distans), Monograptus lobiferus-rostellum, Monograptus priodon (distans), Monograptus priodon-rostellum, Monograptus rostellum, Monograptus rostratus y Rastrites hidrargiri. Por lo que se refiere a los restantes taxones citados por Hernández Sampelayo (1960), que incluyen varias decenas de especies de graptolitos silúricos, su posible adscripción a parte de las formas estudiadas en nuestro trabajo, se presenta en las listas de sinonimias que acompañan al estudio sistemático. No fue posible abordar una revisión precisa del material original asignado a cada especie, dado que la mayoría de los ejemplares de la colección de Hernández Sampelayo (1960), inicialmente depositados en el Museo del Instituto Geológico y Minero de España, fueron desechados y destruidos en 1992, año en el que la dirección del actual Museo Geominero recaía en D. Ramón Rey-Jorissen, salvándose tan sólo unos contados ejemplares expuestos en vitrinas. Fig. 12. Taxones de graptolitos ordovícicos citados por Hernández Sampelayo (1960) en los materiales silúricos de la región de Almadén. Las ilustraciones originales aquí reproducidas corresponden, de izquierda a derecha, a Climacograptus bicornis Hall (Lám. 12, Fig. 5), Climacograptus latus Elles y Wood (Lám. 12, Figs. 35-36), Holograptus? sp. (Lám. 12, Fig. 3) y Leptograptus sp. (Lám. 12, Fig. 1). Cuatro de las figuras representan formas silúricas, el ejemplar de Holograptus ? podría ser una estructura orgánica. Las restantes ilustraciones de graptolitos silúricos aportadas por Hernández Sampelayo (1960) se recopilan y revisan en las Figs. 33-36 del epígrafe de sistemática. Maass (1961, 1963) propugna la existencia de una laguna estratigráfica entre el Ordovícico y el Devónico Superior al oeste de Almadén, en la región comprendida entre Don Benito-Castuera-Cabeza del Buey (Badajoz) que vincula con un movimiento orogénico detectado por el mismo autor al nordeste de Córdoba. Sin embargo, la ausencia de materiales silúricos en esta zona es sólo aparente, pues a los malos afloramientos se une una tectónica varisca de cierta complejidad. De hecho, trabajos posteriores detectaron la presencia de yacimientos fosilíferos del Silúrico entre Castuera y Cabeza del Buey (Prost-Dame, 1980). 29 Márquez Triguero (1961) lleva a cabo la primera descripción estratigráfica, litológica y paleontológica de los materiales silúricos de la región situada al sur de San Benito (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), acompañada por una cartografía geológica muy esquemática. La importancia de este trabajo radica fundamentalmente en tres aspectos: describe algunos de los cortes más completos para los materiales silúricos de este sector (Puente Quebrada, río Guadamora y río Guadalmez, cerca del puente de la carretera San Benito-Torrecampo); discrimina los litotipos reconocibles en los materiales ampelíticos y, finalmente, diferencia tres unidades sucesivas basadas en su contenido paleontológico (graptolitos, braquiópodos, conuláridos, cefalópodos e icnofósiles). Así, tras una “laguna” que atribuye al Caradoc, asienta las Pizarras de Graptolitos de la localidad de Puente Quebrada, a su vez representadas por dos niveles fosilíferos: la “Zona I”, del Llandovery medio, con Monograptus spiralis, M. concinnus, M. communis, Climacograptus bohemicus, Petalograptus hispanicus, P. altissimus, P. palmeus y Orthis; y la “Zona II”, que atribuye al Llandovery superior, con Monograptus communis, M. lobiferus, M. runcinatus, M. concinnus, M. distans, M. gemmatus, M. nudus, conularias y un resto de pez. Los dos últimos fósiles citados corresponderían, en realidad, a sendos restos de un cefalópodo aplastado y a una cutícula de euriptérido. Un segundo yacimiento en la misma unidad se sitúa en el Cerro de la Cruz (a unos 6,5 km al noreste de Torrecampo, Córboba) y consiste en ampelitas fosilíferas con nódulos. En las primeras cita graptolitos parcialmente en relieve (Monograptus gregarius, M. concinnus, M. runcinatus, M. gemmatus y M. regularis), en tanto que en los “nódulos arcillosos, limonitizados zonalmente, de contextura porosa y costriforme en la parte superficial” encontró Monograptus lobiferus, M. regularis, Petalograptus sp. y fragmentos de Orthoceras. Ambas asociaciones las atribuye al Llandovery superior. Por encima de las Pizarras de Graptolitos, Márquez Triguero (1961) describe una potente formación de pizarras blancas con nódulos de origen mecánico, asignados a su “Zona III” o de “Nódulos con Fucoides” del yacimiento de Puente Quebrada, a la que asigna una edad “Taranon”. Describe los nódulos con núcleo piritoso y deformados por la compactación diagenética, conteniendo en interior “pistas” de Fucoides (originalmente un alga) y Orthoceras, que nuclearon su formación, o bien se adhirieron durante la misma, por el arrastre mecánico que, según el autor, intervino decisivamente en su proceso de génesis. Sobre las pizarras nodulíferas, Márquez Triguero (1961) sitúa una tercera unidad silúrica, descrita como “Pizarras de Conularias” y que atribuye al Wenlock. Su afloramiento característico se sitúa junto al puente sobre el río Guadalmez y comprende pizarras blancas, violetas o grises, sin graptolitos pero con “una fauna muy notable de Conularias, tratándose de un hallazgo totalmente nuevo y de características peculiares para el estudio del Silúrico superior de Sierra Morena”. Además de estos fósiles abundan en ellas los bivalvos, una especie de Orthis y algunos Orthoceras. La revisión del material original de su trabajo demuestra que las Conularias de Márquez Triguero (1961) se corresponden igualmente con nautiloideos ortoconos, muy aplastados y con fracturas telescópicas longitudinales. Por encima de los materiales silúricos, el autor considera la existencia de una laguna para el rango “Dowtoniense” a Siegeniense inclusive, previa a las areniscas rojas fosilíferas de la sección del Cerro de la Cruz, que atribuye al Devónico medio (“Coblenciense”). Almela et al. (1962) publican un trabajo fundamental sobre la geología de los materiales paleozoicos de la región de Almadén, en el que aportan la primera visión cartográfica y litoestratigráfica moderna de toda la zona, a resultas de un contrato subscrito entre el Instituto Geológico y Minero de España y los responsables de Minas de Almadén, para 30 la realización de una investigación geológica detallada en un círculo de 24 km de radio en torno a la mina principal de mercurio. En el terreno de la estratigrafía, dividen la sucesión ordovícica-devónica en trece unidades, cartografiables con recurso a la fotogeología. Los terrenos del “Siluriano superior” comprenden la Cuarcita del Criadero (“base del Gotlandés”); las Pizarras ampelíticas con graptolites, lavas básicas y piedra frailesca (sic), de edad Llandovery, Tarannon, Wenlock y Ludlow inferior; y un tramo superior formado por esquistos de tonalidad gris amarillenta, con areniscas cuarcitosas y raras pudingas que, en parte, “puede ya pertenecer al Devoniano”. El Devónico propiamente dicho comenzaría con la denominada “Cuarcita de Base”, sobre la cual se conocen numerosos fósiles de este periodo. El registro paleontológico de los materiales silúricos se limita a las pizarras graptolíticas, con un total de 16 yacimientos distribuidos en los sinclinales de Almadén y Guadalmez, así como en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Las asociaciones más antiguas son atribuidas por los autores al Llandovery (término con el que discriman el actual Aeroniense). La lista de graptolitos comprende formas de la Biozona de Lituigraptus convolutus (Monograptus convolutus, His., M. lobiferus, Mc Coy), de la de Stimulograptus sedgwickii (M. distans, Portl., M. sedgwickii, Portl., M. runcinatus, Lapw., M. lobiferus, Mc. Coy., M. intermedius, Carruth. y Climacograptus hughesi, Nich.). Más arriba, las asociaciones clasificadas como del Tarannon y Wenlock corresponden esencialmente a la Biozona de Spirograptus turriculatus s.l., con Monograptus turriculatus, Barr., M. spiralis, Gein., M. proteus, Barr., M. dextrorsus, Linn., M. planus, Barr., M. priodon, Bronn, Petalograptus palmeus? y Climacograptus scalaris, His. Los registros aislados de M. priodon en algunos yacimientos les llevan a no descartar la presencia del Wenlock fosilífero en algunas secciones, “pues esta especie es de mayor longevidad y abarca desde la zona 23 a la 29 de E. W.”. Los materiales del Wenlock estarían representados normalmente por pizarras grises y claras sin graptolitos. Tanto los yacimientos del “Llandovery” como los del “Tarannon” (asignables en su conjunto al Telychiense actual) brindaron algunos otros fósiles como Conularia sp., Coleolus tenuicinctum, Hall, Coleolus sp., Avicula immunis, Barr., Posidonomya sp., ostrácodos y lamelibranquios inclasificables. Finalmente, la parte superior de las pizarras resulta asignada al “Lower Ludlow” (sic) por la presencia de cuatro yacimientos que contienen Monograptus nilssoni, Barr., M. dubius, Suess., M. varians, Wood., M. bohemicus, Barr., M. scanicus, Tull. y M. crinitus?, Wood. Del conjunto de estos fósiles silúricos, Fig. 13. Reproducción de uno de los graptolitos silúricos de Almadén, ilustrado por Almela et al. (1962, Lám. 2). 31 Almela et al. (1962, Lám. 2) describieron e ilustraron dos taxones, C. tenuicinctum y M. varians (Fig. 13), cuya revisión se aborda en nuestro apartado paleontológico. Los autores mencionan que las pizarras del tránsito al Devónico “suelen contener fucoides” (= icnofósiles horizontales de presunto origen algal), si bien no descartan la existencia de un hiato entre este periodo y el Silúrico. Otra de las grandes aportaciones del trabajo de Almela et al. (1962) se da en el terreno tectónico. Para ello evalúan críticamente la estructura de pliegues presentada por todos los autores precedentes y ofrecen una interpretación totalmente nueva, apoyada en la aplicación de la fotogeología en la discriminación de las principales crestas cuarcíticas (Armoricana, Canteras, Criadero y Base del Devónico). Ello les permite definir y describir estructuralmente en detalle los sinclinales de Guadalmez y Almadén (que ellos denominan de Chillón), así como su prolongación occidental en el sinclinal de Garlitos, que hasta entonces habían sido objeto de trabajos parciales o puntuales sin tener en cuenta su encuadre estructural. Cañada Guerrero (1962) señala que el “Gotlandés” podría estar representado por pizarras metamórficas en el valle del río Gualija, en afloramientos correspondientes al extremo noroccidental del sinclinal del Guadarranque. Márquez Triguero (1963) añade dos nuevas “zonas” (del Didymograptus y del Orthis actoniae) a las divisiones establecidas por Born (1918) para el Siluriano inferior de Almadén. Discute la extensión y correlación de los materiales del Ordovícico superior, pero sorprendentemente integra en el “Valentiniense” (Gotlandiense) a la Caliza Urbana (= “Caliza con políperos, Chaetetes y Nautiloideos”), sin mediación de la Cuarcita del Criadero, pone a ésta en contacto con las “Ampelitas con Monograptus”, que atribuye al “Salopiense inferior” (Gotlandiense). Romariz (1963) revisa una localidad inédita con graptolitos, recolectados en 1901 por el geólogo portugués J.F.N. Delgado en la vertiente oriental de “Serra Fria” (= Sierra Fría), en el flanco norte del sinforme de La Codosera, al oeste de Pino de Valencia (Cáceres). En las muestras originales, conservadas en los Servicios Geológicos de Portugal (actual LNEG) el autor identificó Pristiograptus nudus nudus (Lapw.), Monograptus priodon priodon (Bronn.) y M. galaensis Lapw., ilustrando un ejemplar de esta última especie (Romariz, 1963, Lám. 1, fig. 3). Tamain (1964) expone algunos datos estratigráficos sobre las pizarras graptolíticas del Silúrico en el sector minero del Centenillo y Los Guindos (Jaén) y examina su contacto basal sobre diferentes términos de la sucesión ordovícica. El autor cree descubrir la existencia de una discordancia erosiva y/o angular de las ampelitas silúricas sobre las pizarras Chavera y las “Cuarcitas Superiores” (= Cuarcita Castellar), que interpreta como depósitos transgresivos del Llandovery medio sobre un paleorrelieve ordovícico afectado por movimientos paleocaledónicos. Asimila dicha discontinuidad a la discordancia Tacónica, sobre la cual “los relieves ordovícicos, ya poco marcados, fueron lentamente invadidos por un mar tranquilo, con concentraciones de graptolitos flotando cerca de las orillas”. Discrepando de su opinión, los cortes y esquemas estratigráficos aportados en su trabajo, se refieren a lugares afectados por la tectónica varisca. La discontinuidad creada por los “movimientos tacónicos”, y la ulterior transgresión de las pizarras graptolíticas, fueron reiteradas por el autor en trabajos posteriores (Tamain, 1967, 1968; Tamain et al., 1969; Tamain in Chauvel et al., 1969). 32 García de Figuerola (1965) aporta un bosquejo estratigráfico y estructural de los materiales paleozoicos en la Sierra de San Pedro, y reconoce una sucesión de 300 m de pizarras grises ampelíticas con banquitos finos de cuarcitas, al sur de La Aliseda, que debe englobar parte de la sucesión silúrica. Bouyx y Saupé (1966) redescubren, sin saberlo, el yacimiento de graptolitos mencionado por Hernández Sampelayo (1926, 1960) en el paraje del Chorrillo al sur de Almadén, asignándolo correctamente al Ordovícico Medio en lugar de al Silúrico. Richter (1967, 2008) subdividió la sucesión silúrica aflorante al sureste de El Centenillo en dos unidades: a la inferior la denominó Cuarcita del Llandovery (6-45 m), equivalente a la Cuarcita de Castellar de Henke (1926); y a la superior Pizarras con graptolitos (o Pizarras andalucíticas, 120-200 m), en cuya parte superior pueden intercalar pequeños bancos de arenisca de hasta 10 cm de espesor. Sobre esta última yacen las Capas Campana (> 800 m), una alternancia de grauvacas y pizarras arcillosas, que el autor considera del Carbonífero inferior. Las pizarras graptolíticas las atribuye al Llandovery superior, por lo que la cuarcita del Llandovery podría representar, en su opinión, el Llandovery inferior. Menciona dos yacimientos paleontológicos: el primero (F.12), conteniendo Monograptus becki y M. priodon, lo sitúa unos 400 m al sur de la Mina Pleito (abandonada); el segundo (F.13), junto a la desembocadura del barranco de Barragán, 500 m al este del puente del ferrocarril sobre el arroyo del Castellar. Allí identificó Monograptus turriculatus, M. becki, M. priodon, M. cf. marri, Retiolites geinitzianus y Rastrites sp. La edad de ambas localidades la estima como Llandovery superior. De manera independiente a los discípulos de F. Lotze, Puschmann (1967) inicia estudios sobre el Paleozoico del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. En el sector de San Benito rectifica varios errores derivados del trabajo de Márquez Triguero (1961) y establece una columna general que comprende dos unidades para la sucesión silúrica: la Cuarcita Valentiense (30 m), atribuida al Valentiense inferior, en la que señala un nivel brechoide sinsedimentario; y las Pizarras Graptolíticas (aprox. 50 m), que comprenderían el Valentiense superior, Wenlock y Ludlow inferior. En la mitad inferior de la segunda unidad cita la intercalación de una vulcanita básica e ilustra un ejemplar de bivalvo (Cardiola migrans Barrande) procedente de un nódulo encontrado entre las ampelitas ricas en graptolitos. Entre las Pizarras Graptolíticas y la Cuarcita del Siegeniense, Puschmann (1967) sitúa una unidad de grauvacas y pizarras arcillosas con bancos cuarcíticos (60 m), en cuya parte superior (12 m bajo la cuarcita) cita el hallazgo de restos de bivalvos, tentaculítidos, braquiópodos y peces del Devónico inferior (Siegeniense). Tamain (1967) promueve que la región de El Centenillo (Jaén) sea considerada como sección de referencia para el Ordovícico de Sierra Morena oriental. La unidad terminal de la sucesión ordovícica (“Cuarcitas Superiores” o de Castellar) es asignada con dudas tanto al Asghill terminal como al Llandovery basal, en una interpretación fundamentada por la “neta tendencia regresiva que recalca el final del ciclo ordovícico”. Butenweg (1968, 2008) cartografía los materiales silúricos al sur de Aldeaquemada y este de Santa Elena (Jaén). El Silúrico comienza con la Cuarcita del Llandovery (45-60 m), atribuida al Llandovery inferior y prosigue con las Pizarras graptolíticas (> 150 m), del rango Llandovery superior a Ludlow?. Por encima se sitúan 800 m de areniscas y 33 pizarras descritas como “Capas de San Pablo”, asignadas al Devónico, a su vez sucedidas por las Capas Campana del Carbonífero. En la base de las pizarras silúricas localizó un yacimiento de graptolitos (que suponemos hacia Torre Alver) conteniendo Monograptus turriculatus (Barrande), M. priodon (Bronn) et (vel) -sic-, M. becki (Barrande), M. exiguus cf. primulus Bouček & Přibyl y Rastrites linnaei? Barrande. Estas identificaciones taxonómicas se deben a H. Jaeger, quien atribuye la asociación a la zona 22 de Elles & Wood. Kettel (1968, 2008) cartografía el Paleozoico en un sector de Sierra Morena Oriental fronterizo entre las provincias de Jaén, Ciudad Real y Albacete. El Silúrico aparece integrado por la Cuarcita del Llandovery (20-60 m), de límite inferior transicional con las pizarras de Castellar (= Chavera), y por las Pizarras Graptolíticas (aprox. 200 m). Éstas últimas incluyen sendos tramos (pizarras arcillosas inferiores y superiores), separadas por un tramo discontinuo (de hasta 40 m) con liditas masivas, localizadas hacia la base, que se prosigue con alternancias de liditas y microcuarcitas. El autor cartografía estos tres tramos con detalle al noreste de Chiclana de Segura (Jaén), pero únicamente encuentra fósiles en las pizarras arcillosas del tramo inferior en tres yacimientos: cortijo viejo del Roblear, cerro Castrillón del Moro y río Guadalén, al norte del castillo de Montizón. La lista de formas identificadas comprende Monograptus priodon (Bronn), M. becki (Barrande), Retiolites geinitzianus (Barrande), y nautiloideos ortoconos. Kettel (1968) modifica en parte la datación asignada por Butenweg (1968) para las Capas de San Pablo, que este autor restringía al Devónico, pasando a considerarlas como una sucesión del tránsito Silúrico-Devónico (Übergangsschichten Silurium/Devon). La novedad estriba en el hallazgo, por parte de Kettel, de una asociación de braquiópodos del Devónico inferior en la Cuarcita de Base de las Capas de San Pablo, que lleva a considerar a que este tramo contenga el límite Silúrico- Devónico. Ransweiler (1968, 2008) cartografía el Paleozoico de un sector comprendido entre el flanco sur del sinclinal de Guadarranque y norte del de Herrera del Duque; atribuye al Silúrico una sucesión de aproximadamente 100 m de espesor (Obere Pelit-Serie) localizada al sur de Fuenlabrada de los Montes. La integran pizarras arcillosas con nódulos, a veces micáceas y arenosas, que hacia la parte superior intercalan bancos finos de areniscas y cuarcitas. No encuentra fósiles. En una síntesis general sobre el Silúrico ibérico, Walter (1969) actualiza el conocimiento estratigráfico del sistema en la Zona Centroibérica hispano-portuguesa, y propone su correlación con otras 17 sucesiones registradas en una transversal comprendida entre los Pirineos y las Béticas. Nuestra área de trabajo se corresponde con sus columnas “Extremadura central” y “noreste de Sierra Morena”, en las que destaca la existencia de una Cuarcita del Llandovery (Cuarcita Valentiense: 40-50 m), de base concordante sobre las pizarras del Asghill y techo posiblemente diacrónico dentro del Llandovery medio. La sucesión prosigue con las Pizarras Graptolíticas (40 m en Sierra Morena y 60-70 m en Extremadura), de edad Llandovery-Ludlow, con techo diacrónico a partir de la Biozona 36 de graptolitos. Finalmente, el Silúrico culmina con una sucesión de pizarras arcillosas y arenosas con grauvacas y bancos cuarcíticos, de potencia no precisada, pero que incluye el tránsito al Devónico inferior, en un momento en que el Prídoli aún no había sido definido como parte integral del Silúrico. 34 Gil Cid (1970) cita la presencia del graptolito silúrico Monograptus tenius Portlock (sic) en los Montes de Toledo, pero el ejemplar ilustrado corresponde al fragmento de un didimográptido horizontal del Ordovícico Medio, edad que concuerda con la del yacimiento del arroyo del Acebrón (Gutiérrez-Marco, 1986) Herranz Araújo (1970) avanza los resultados del estudio de los materiales paleozoicos en la comarca de La Serena (Badajoz), donde distingue dos grandes conjuntos litológicos de edad, al menos en parte, silúrica. Por un lado, el asignado al Caradoc- Silúrico inferior (?), con 60-100 m de cuarcitas negras, areniscas y cuarcitas ferruginosas, sucedidas por una alternancia rítmica de pizarras arenosas, cuarcitas y areniscas, y areniscas ferruginosas. Sobre el anterior se sitúa el conjunto “Silúrico s.l.” consistente, al menos, en 400-500 m de pizarras oscuras, casi ampelíticas, sin fauna salvo a base, y con nódulos arcillosos o limoníticos con orthoceras, con una sola intercalación cuarcítica de 20 a 30 m de potencia, discontinua y localizada hacia la parte media de la sucesión. Según el mismo autor, los materiales devónicos se apoyarían “claramente discordantes” sobre diferentes niveles del Ordovícico y Silúrico de la región. Puschmann (1970) analiza la sucesión ordovícico-devónica del sinclinal de Herrera del Duque y diferencia los materiales silúricos en tres unidades. En primer lugar, la Cuarcita Valentiense, que observa subdividida en al menos dos crestas cuarcíticas separadas por pizarras “graptolíticas” o capas arenosas blandas, con una potencia conjunta de 30-35 m. En segundo lugar aparecen las Pizarras Graptolíticas (40-50 m), en las que encuentra restos indeterminables de estos fósiles, que según L. Greilling -sic- podrían dar una edad Ludlow, probablemente Ludlow inferior. El nivel fosilífero se sitúa 40 m sobre la base de esta segunda unidad, que en conjunto es atribuida al rango Wenlock-Ludlow inferior?. Finalmente, las “capas del tránsito Silúrico/Devónico” (Übergangsschichten Silur/Devon, 50-100 m) comprenden un tramo inferior de pizarras arcillosas y grauvacas (60 m?), atribuido al Ludlow medio?-Siegeniense basal; un tramo intermedio de grauvacas finas y bancos de cuarcita (18 m), y un tramo superior de pizarras arcillosas y grauvacas (25 m). Las dos últimas divisiones son asignadas al Siegeniense inferior por el hallazgo del braquiópodo Schellwienella maior (Fuchs) en el tramo intermedio. Entre los años 1971 y 1982, el Instituto Geológico y Minero de España publica, a escala 1:200.000, una síntesis de la cartografía existente en diversas áreas centroibéricas con afloramientos de materiales silúricos, correspondientes a las hojas de Cáceres, Talavera de la Reina, Villarreal, Badajoz, Villanueva de la Serena, Pozoblanco, Linares y Villacarrillo (IGME, 1971a-1971d; 1972; 1982a-1982c). En las memorias acompañantes a la cartografía, se resume sucintamente la estratigrafía del Sistema en los distintos ámbitos, con datos tomados de autores precedentes, a los que se añaden diversos comentarios. Así, en la hoja de Cáceres (IGME, 1971a) se destaca que la transgresión silúrica condujo a una sucesión predominantemente lutítica en la se encontrarían representados todos los pisos por sus faunas de Graptolites, en tanto que el tránsito Ordovícico-Silúrico permanecería confuso. En la síntesis de la hoja de Talavera de la Reina (IGME, 1971b), se resalta que el Silúrico comenzaría en el “tercer nivel de cuarcitas” de Ransweiler (1968) y proseguiría con un tramo ampelítico, muy homogéneo a escala de la Meseta meridional, conteniendo graptolites del Valentiense (Llandovery-Tarannon), Wenlock y Ludlow. En las hojas de Villarreal-Badajoz (IGME, 35 1971c) se aporta una estratigrafía confusa, que mezcla datos de Las Villuercas, con derivados del sinclinal de La Codosera, donde se atribuye al Silúrico s.l. una potente serie pelítica “cuyo techo no ha podido identificarse”, sobre la que descansaría un Devónico discordante. En la síntesis correspondiente a Villanueva de la Serena (IGME, 1971d) se reproducen algunos de los datos ya conocidos de los sinclinales de Almadén y Herrera del Duque, inclinándose por atribuir las “Cuarcitas del Criadero” al Llandovery o, al menos, al Valentiense. Al año siguiente, la hoja de Villacarrillo (IGME, 1972) cartografía una unidad silúrica indiferenciada, compuesta por “cuarcitas, pizarras y calizas”, entre el suroeste de Villamanrique y Albaladejo, a la que no se hace alusión en la memoria acompañante. Finalmente, un decenio más tarde se publican las hojas sintéticas de Ciudad Real (IGME, 1982a), Pozoblanco (IGME, 1982b) y Linares (IGME, 1982c), que no aportan datos relevantes a la estratigrafía del Silúrico. Este sistema se describe únicamente en las hojas de Ciudad Real y Linares, apareciendo integrado por las cuarcitas de criadero, las pizarras grafitosas con abundantes graptolites y Coleolus, y las cuarcitas o areniscas cuarcitosas del tránsito Silúrico-Devónico. En la primera de estas unidades no se descarta que se sitúe el tránsito Ordovícico-Silúrico, de acuerdo con un informe minero inédito del IGME, fechado en 1970, al que no hemos tenido acceso. Alía Medina et al. (1971) analizan la estratigrafía y estructura del Paleozoico del sector suroriental de la provincia de Ciudad Real, al norte de Despeñaperros. Diferencian para la sucesión silúrica un tramo basal cuarcítico, sucedido por pizarras negras con graptolitos, que intercalan “capas de areniscas y cuarcitas, a veces con ritmo flysch”, en la parte septentrional del área de trabajo. La potencia total para el Silúrico la estiman entre 400 y 600 m. El artículo compendia dos memorias inéditas de los autores, realizadas por encargo de la Junta de Energía Nuclear. En la primera, Capote del Villar y Hernández Enrile (1969) detallan las unidades de la sucesión Silúrico-Devónico inferior reconocidas al norte de Almuradiel (“series” del Viso y Virtudes), entre Almuradiel y Aldeaquemada (“Serie de Cañamero”) y al sur del paralelo de Aldeaquemada (“Serie de Galayo, cuarcitas de Torrealver, pizarras de La Cerrada y cuarcitas de San Pablo”). Los materiales indudablemente silúricos se concentran en las cuarcitas de Torrealver (= Castellar), de potencia sobrestimada entre 250-300 m, y las pizarras de La Cerrada suprayacentes (100 m), situadas a su vez por debajo del equivalente a las “capas de San Pablo” de Butenweg (1968). En un informe aparte, Chamón et al. (1970) describen la sucesión ordovícico-silúrica en la región de Viso del Marqués-Moral de Calatrava. Diferencian una “Serie cuarcítica de tránsito Ordovícico- Silúrico” (80 m), cuyo techo es atribuido con dudas al Llandovery e incluiría el equivalente a la cuarcita Castellar, y una sucesión de “pizarras y cuarcitas, a veces en ritmo flysch” (500-600 m), que correlacionan con la “Serie de Virtudes” del trabajo anterior, cuya sucesión tipo pertenece, en realidad, al Devónico Inferior. Arbey y Tamain (1971) reinterpretan el contacto transgresivo de las pizarras graptolíticas silúricas sobre diferentes substratos, como consecuencia de una discordancia glaciar similar a la sahariana. Según las observaciones presentadas para diferentes afloramientos del Centenillo y Los Guindos (Jaén), algunas superficies de las “Cuarcitas Superiores” (= Castellar) presentarían figuras de erosión glaciar (rocas aborregadas con estrías, acanaladuras, marcas de presión y pulido glaciar), así como cambios de potencias en distancias cortas, que le hacen suponer la existencia de una superficie de “ravinement” (abarrancamiento erosivo) en el límite Ordovícico-Silúrico. 36 Tamain (1971) incide en las ideas del trabajo anterior y data como de finales del Valentiense inferior el inicio de la transgresión silúrica, merced a los graptolitos identificados por A. Philippot como Rastrites peregrinus Barr., Monograptus sedgwicki Portlock, M. cf. proteus Barr., M. turriculatus Barr., M. becki Barr., M. crispus Lapworth, Climacograptus scalaris Hisinger y Petalograptus palmeus Barr., de los que no especifica yacimiento. Según el autor, el depósito de las arcillas graptolíticas habría tenido lugar en aguas tranquilas y tal vez frías, resultando discordantes sobre los relieves causados por la glaciación del Ordovícico terminal, a veces con un marcado carácter angular. Dicha interpretación implica la edad ordovícica de las unidades previas a las Pizarras con Monográptidos, con lo que las “Cuarcitas Superiores” (= Castellar) pasarían a ser exclusivamente del Ashgill. Corretgé y García de Figuerola (1971) reconfirman la existencia de materiales fosilíferos del Silúrico en el sinclinal de Cáceres. Citan un nuevo yacimiento con graptolitos “en las inmediaciones del Marco”, donde C. Romariz identificó Demirrastrites decipiens decipiens (Törng -sic-), Monoclimacis cf. muntius (Barr), Monograptus lobiferus (Mc.Coy), Pristiograptus jaculum (Lapw.) y Pristiograptus incomodus (Törng -sic-), que corresponderían a la base del Llandovery medio (zona 19). Por encima de estos niveles se sitúan pizarras arenosas de tonos vinosos con “fauna de monograptus aún no clasificados” y, a techo, las calizas y areniscas devónicas o carboníferas. Como dato anecdótico, cabe resaltar que Tena-Dávila Ruiz y Corretge Castañón (1982) imputan a “García de Figuerola, L.C. (1971)”, la recolección de otros graptolitos distintos a los que acabamos de mencionar, encontrados “junto al barrio del Obispo de la ciudad de Cáceres”. La reseña bibliográfica acompañante no se corresponde con este dato, que bien pudiera interpretarse como una comunicación personal, en vez de una publicación aparecida el mismo año que la de Corretgé y García de Figuerola (1971), única comprobada que contiene nuevos datos de graptolitos silúricos aparecidos en la ciudad de Cáceres. Gil Cid et al. (1971) citan un afloramiento con graptolitos de “posible” edad silúrica en el sinclinal de Guadarranque-Gualija, dentro de una nota sobre fósiles ordovícicos. Gutiérrez Elorza y Vegas (1971) constatan la inexistencia de afloramientos silúricos en los sinclinales de Río Viejas y Santa Lucía, considerando probable su presencia en el sinclinal de La Canaleja (= Monfragüe), y acreditada en el sinclinal de Guadarranque- Gualija, gracias a los yacimientos de “graptolites del Valentiniense” mencionados por autores previos. La actividad de G. Tamain en Sierra Morena, inicialmente orientada al estudio de las mineralizaciones metálicas (Pb-Zn-Cu-Ag), prosigue con la creación de un grupo de trabajo francés en el Laboratorio de Geología Estructural y Aplicada de Orsay (universidad de París-Sur), en la que este autor dirige diversas tesis de tercer ciclo en el Paleozoico de las regiones de Almadén, Sierra Morena oriental y este de Extremadura, presentadas entre 1971 y 1980. Bajo la dirección de Tamain, Péran (1971) presenta el estudio geológico de la región de Venta de los Santos, al este de La Carolina (Jaén). Siguiendo a su mentor, asigna las “Cuarcitas Superiores” (= Castellar: 50-70 m) al Ashgill, y sobre ellas sitúa discordantes las pizarras silúricas, que localmente pueden presentarse metamorfizadas y con andalucita. En las ampelitas cita dos yacimientos con monográptidos no especificados, 37 situados en la falda meridional del cerro Castillón del Moro y en la oriental del cerro Pedernoso, en ambos casos en los primeros 5 m por encima de la cuarcita. También cita un monográptido en los nódulos microcuarcíticos contenidos en las pizarras con andalucita al sur del cortijo de las Hazadillas. No obstante, la aportación más destacada de Péran (1971) es la reinterpretación como rocas de origen volcánico de uno de los afloramientos de “liditas” de Kettel (1968), concretamente el situado en la carretera de Los Mochuelos a La Porrosa. El estudio petrográfico de estas rocas y de las de otro afloramiento próximo (A. Ovtracht en Péran, 1971) permitió confirmar que se trataba de cenizas volcánicas, tal vez con restos de radiolarios, en un tramo que también contiene bancos arenosos. En cuanto al quimismo del volcanismo, los autores consideran una fuente básica muy próxima y una ácida bastante alejada. En una segunda tesis presentada el mismo año, Poupon (1971) realiza nuevas investigaciones en la región de Aldeaquemada (Jaén), primeramente estudiada por Butenweg (1968). Considera complejas las relaciones Ordovícico-Silúrico, señalando una transición entre las “Cuarcitas Superiores” (= Castellar) y las pizarras silúricas en Torre Alver, o bien un contacto directo entre estas últimas y la Caliza Urbana al norte y noreste del cortijo de Palanco. No obstante, en la segunda localidad confunde las pizarras Chavera del Hirnantiense, que aquí presentan “dropstones” de caliza, con las pizarras silúricas con graptolitos. Desde el punto de vista estratigráfico atribuye un espesor para la sucesión silúrica de, al menos, 150 m, compuesta esencialmente de pizarras graptolíticas. Cita monográptidos a menos de 1 m del contacto con las cuarcitas en la carretera de Palanco y “bivalvos de costillas gruesas” en los nódulos silíceos contenidos en pizarras metamórficas del castillo de Torre Alver. Un segundo grupo de geólogos franceses que actuaba en la región de Almadén, son los investigadores del CNRS de la escuela de Nancy, tipificada por F. Saupé, quien realizó diversos estudios en torno a la mineralización de mercurio de dicho yacimiento. En un primer trabajo, Saupé (1971a) detalla la estratigrafía y petrografía de la Cuarcita del Criadero, que considera enteramente de edad “Valentiense medio y/o inferior” (Llandovery) y concordante con las Pizarras con Graptolitos, a las que a su vez asigna un rango Valentiense superior-Wenlock inferior. Por encima de la Cuarcita del Criadero diferencia una primera formación de varios metros de espesor (unidad 6), compuesta por pizarras fosilíferas ricas en pirita, que encierran nódulos con envuelta también pirítica. Según el autor, los nódulos representarían concreciones dolomíticas de origen diagenético precoz, con presencia de estratificación horizontal resaltada por fragmentos de conchas y “pequeñas concreciones claras” (¿secciones de ortocerátidos?), para las que debe excluirse una interpretación como bloques detríticos. En cuanto a los graptolitos, Saupé (1971a) cita varios yacimientos, con identificaciones realizadas por A. Philippot. El primero de ellos se sitúa en viejas labores del subsuelo de la mina de Almadén, 50 m al noroeste del pozo San Aquilino y algunos metros por debajo de la planta 11. Allí, y en inmediato contacto con el techo de la cuarcita, se identifican Monograptus communis (Lapworth), M. distanus (Portlock) -sic-, M. lobiferus (M´Coy), M. jaculum (Lapworth), M. cf. turriculatus (Barrande), Climacograptus scalaris (Hisinger), Petalograptus palmeus (Barrande) y Petalograptus sp. La asociación la atribuye a las “zonas 20 a 22, es decir al Valentiense medio”. Los restantes yacimientos de graptolitos se localizan en superficie, “en vecindad inmediata de la Cuarcita del Criadero” y corresponden a ocho localidades distintas. De un cruce de caminos en Almadén, del que aporta coordenadas, cita Monograptus proteus, Barr. y M. 38 sedgwicki, Portl. (yacimiento A1-193, zona 21). Del borde del arroyo, en la salida sur de Alamillo (yacimiento A5-39, zona 21) proceden: M. gemmatus, Barr. y M. sedgwicki, Portl. En el km 270,1 del ferrocarril Madrid-Badajoz menciona M. cf. sedgwicki, Portl. y M. cf. priodon, Bronn. (yacimiento A6-14). En la cima del meandro del río Valdeazogues, al oeste de Las Minetas (Almadenejos: yacimiento A7-127, zona 22?) señala M. sedgwicki, Portl. y Retiolites (Gladiograptus) geinitzianus, Barr. En el camino de acceso a la granja de Ballesteros, 300 m al noreste de la estación Chillón, encuentra M. priodon?, Bronn (yacimiento C8-61/2). En la Balanzona, al pie de la cota 472 y 6 km al norte de Santa Eufemia, cita M. jaculum?, Lapw. y Diplograptus sp. (yacimiento H4-6). En la pedrera frente a la casa oriental de Los Perrianes (Chillón), identifica M. cf. proteus, Barr. y M. sedgwicki, Portl. (yacimiento V5-47, zona 21). Por último, en la escombrera del pozo Arado (Mina La Nueva Concepción, Almadenejos) cita muestras sueltas con M. proteus, Barr., M. crispus, Lapw., M. priodon, Bronn, Diplograptus sp. y Climacograptus sp. (yacimiento P.A., zonas 21/22). De la lista de graptolitos resalta que cuatro especies se mencionan por vez primera en Almadén (M. gemmatus, M. jaculum, M. crispus y R. geinitzianus). Por encima de la formación de las Pizarras con Graptolitos, Saupé (1971a) define otra unidad a la que llama “Complejo Volcano- Sedimentario” (nº 7: 400 m), en la que incluye provisionalmente a la “piedra frailesca” (unidad 7.2). No obstante, el autor observa que, en rigor, tanto la formación 6 (pizarras negras) como 7.2 (frailesca) serían parte integrante de un único Complejo Volcano- Sedimentario, pero que separa a las primeras por su interés estratigráfico, y a la segunda porque aun no ha logrado aclarar sus relaciones con el complejo. En un segundo trabajo, conexo con el anterior, Saupé (1971b) reconsidera a una escala diferente la estratigrafía del Silúrico de la región de Almadén. Sitúa a la Cuarcita del Criadero (unidad Ga: 65 m), prácticamente en el Ordovícico terminal (columna acompañante), aunque la refiere al “Llandovery inferior y/o medio” (sic) en el texto. Incluye las Pizarras con Graptolitos en la parte baja de las “Alternancias Volcano- sedimentarias” (unidad Gb: 400 m), describiendo seis yacimientos adicionales a los nueve de su trabajo anterior (Saupé, 1971a). La finalización del vulcanismo, de la que no puede afirmar su carácter sincrónico, da paso a las “Alternancias Argilítico- Arenosas” (unidad Gc: 300 m), que culminan con la Cuarcita de Base (del Devoniano) de Almela et al. (1962). Como dato interesante, Saupé (1971b) afirma no haber encontrado ninguna indicación de la discordancia tacónica y érica, y sitúa provisionalmente el límite Silúrico-Devónico en el seno de la formación Gc, habida cuenta de los hallazgos de Puschmann (1970), que demostraron que la Cuarcita de Base era más moderna de lo estipulado convencionalmente por Almela et al. (1962). Los resultados biostratigráficos del estudio de los graptolitos silúricos, señalan edades “Valentiense” y Wenlock para los distintos yacimientos descubiertos por Saupé y estudiados por A. Philippot. El más antiguo de esta segunda relación se atribuye al Valentiense medio y contiene Monograptus cf. lobiferus (Mc Coy), M. proteus (Barrande), M. priodon (Bronn), Petalograptus palmeus var. latus (Barrande) y Climacograptus cf. rectangularis (Mc Coy). El material procede de la base de la escombrera de una excavación realizada entre el km 5 de la carretera Almadén-Ciudad Real y la barra de cuarcita situada al sur del mismo (muestra A1-409, zonas 19/23). Otros ejemplares de la misma localidad se atribuyen al Valentiense superior (muestra A1-119, zonas 20/24) e incluyen M. communis (Lapworth), M. griestoniensis (Nicol), Diplograptus sp. y Retiolites (Gladiograptus) geinitzianus (Barrande). En el arroyo de la Villa, al sur de Chillón, se cita M. priodon (Bronn), del límite Valentiense-Wenlock 39 (yacimiento C4-147, zonas 22/29). La siguiente localidad se sitúa en el km 14,250 de la carretera Almadén-Ciudad Real, en cuyo talud se encontraron dos niveles con graptolitos: el uno contiene M. cf. sedgwicki (Portlock), M. priodon (Bronn), M. vomerinus cf. var. gracilis (E.K.) y M. dubius (Suess), y el otro M. priodon (Bronn), M. vomerinus var. gracilis (E.K.), M. vomerinus (Nicholson), M. dubius (Suess) y M. cf. flemingi (Salter). El primero fue extrañamente asignado al Wenlock inferior (yacimiento A6-21, zona 26), y el segundo nivel (A6-21/10) a las zonas 26/30 del citado piso. De la cresta Los Cuchillos, 2,5 km al oeste de la carretera a El Borracho, proceden M. vomerinus var. gracilis (E.K.) y Cyrtograptus (Barrandeograptus) pulchellus (Tullberg), atribuidos al Wenlock inferior (yacimiento S8-38, zona 26?). Con referencia al antiguo paso a nivel existente en la carretera entre Almadén y Alamillo, Saupé (1971b) cita dos puntos: el situado 1500 m al suroeste del mismo (330 m al noreste de la carretera), contiene M. priodon (Bronn) (loc. C8-183, zonas 22/29); y el situado 900 m al suroeste del paso a nivel (50 m al noreste de la carretera), con M. sedgwicki (Portlock), del Valentiense superior (loc. C8-145, zona 21). Vegas (1971) se hace eco de la existencia de Silúrico fosilífero en la Sierra de San Pedro, y considera que este sistema puede extenderse a otros afloramientos de pizarras situados sobre las cuarcitas ordovícicas entre Hornachos y Retamal (Badajoz), ya en el Dominio de Obejo-Valsequillo. Romariz et al. (1971) citan un nuevo yacimiento con graptolitos silúricos en el sinclinal de Guadarranque, descubierto por Gutiérrez Elorza y Vegas al suroeste de Navatrasierra (Cáceres). Las formas identificadas son Monograptus mutuliferus mutuliferus Gort., Monoclimacis flumendosae (Gort), Mcl. hemipristis (Menegh. em. Gort.) y Mcl. hemipristis gonii (Menegh. em. Gort.); una asociación que atribuyen al Wenlock de tipo mediterráneo (“fauna Sárdica” endémica), cuyos hallazgos en la Península Ibérica se amplian también a otros tres puntos de Pirineos. Tamain (1972) reafirma, en su tesis doctoral, buena parte de las observaciones publicadas en sus artículos precedentes, dedicando un capítulo especial a ampliar y detallar las “pruebas” de la existencia de una discordancia glaciar en la base de la sucesión silúrica, que en su opinión representaría “la primera referencia europea indiscutible de una glaciación en los límites del Ordovícico y del Silúrico”. En su capítulo estratigráfico sobre el Silúrico, Tamain (1972) precisa la ubicación de seis yacimientos en las pizarras graptolíticas conteniendo distintas especies del Llandovery medio y, sobre todo, del Llandovery superior, identificadas por A. Philippot, y en parte ilustradas (Fig. 14). A la zona 20 de Elles y Wood (Aeroniense, aprox. Biozona de Lituigraptus convolutus) atribuye el hallazgo de Rastrites peregrinus (Barr.) en un yacimiento situado 300 m al sur del pozo Julio (El Centenillo). La lista sintética, derivada de tres localidades asignadas a las zonas 21-22 (límite Aeroniense- Telychiense, Biozonas de Stimulograptus sedgwickii a Spirograptus turriculatus s.l.), comprende las especies Monograptus sedgwicki (Portl.) (Fig. 14; 1, 3), M. cf. sedgwicki (Portl.) (Fig. 14; 2), M. cf. proteus (Barr.) (Fig. 14; 9), M. becki (Barr.) (Fig. 14; 7), M. turriculatus (Barr.) (Fig. 14; 8), Climacograptus scalaris (Hising.) (Fig. 14; 4) y Petalograptus palmeus (Barr.) (Fig. 14; 10). Los yacimientos se sitúan en la salida sur del Centenillo, 350 m al suroeste del pozo Avetarda (sic) y al oeste de la casa de Nava- el-Sach, entre ésta y el río Esparragones (= Cascajoso), respectivamente. Por último, una localidad situada a 200 m al oeste-noroeste del pozo Nuevo del Centenillo, 40 suministró ejemplares de M. crispus Lapw., que atribuye a la zona 23 (Biozona de Streptograptus crispus). Además de los graptolitos, las pizarras negras del pozo Avutarda contienen bivalvos y “cf. Coleolus sp.” (considerado un conulárido), y diversas localidades incluyen nódulos fosilíferos. Según Tamain (1972) los nódulos tienen una constitución que pasa de microcuarcita a arenisca limonítica pulverulenta, con núcleo original de pirita, y contienen ortocerátidos y restos de monográptidos en, al menos, tres localidades. Por encima de la unidad inferior de “Pizarras con Monográptidos” y su equivalente metamórfico lateral (pizarras con andalucita), el autor recoge la existencia de los niveles locales con liditas y vulcanitas mencionados por Kettel (1968) y Péran (1971), y de una tercera unidad de dominio arenoso, que atribuye ya al Devónico por comparación con datos biostratigráficos recogidos en la región de Almadén. En cuanto al vulcanismo del techo de las pizarras silúricas con graptolitos, destaca su carácter polimorfo, “de ácido a muy medianamente básico” y su correlación con unidades de la Alta Franconia, sur del Macizo Armoricano y, tal vez, con la “piedra frailesca” de Almadén, esta última en relación geométrica con las pizarras con graptolitos. Debido a las discrepancias entre las observaciones del autor con las de trabajos previos, y a la existencia de una importante tectónica tangencial que afecta a la totalidad de las pizarras silúricas, Tamain (1972) considera imposible establecer una potencia concreta para Silúrico de Sierra Morena oriental. Saupé (1973), en su tesis doctoral consagrada al estudio del yacimiento de mercurio de Almadén, reitera para el Silúrico las divisiones estratigráficas establecidas en sus trabajos previos (Saupé, 1971a, 1971b) atribuyendo al Llandovery las unidades Ga (Cuarcita del Criadero) y la base de la unidad Gb (Alternancias volcano-sedimentarias), quedando el Wenlock representado en Gb, el Ludlow en Gb y parte de Gc (Alternancias argilítico-arenosas) y el “Downton” también en Gc. En relación a las pizarras “carburadas” con graptolitos, afirma que el ambiente de sedimentación debió permanecer estancado y poco profundo, donde las tenues conchas de los macrofósiles podrían denotar tanto una disolución post-morten como un medio confinado próximo al nivel del mar. Realiza también estudios petrográficos en los nódulos de las pizarras con graptolitos, en los que encuentra dolomita primaria, fragmentos de gasterópodos de concha fina, foraminíferos globosos, algas incrustantes y granos de cuarzo detrítico, corroídos por los carbonatos. Julivert et al. (1974) integran cartográficamente, a escala 1:1.000.000, todos los afloramientos silúricos de la recién establecida Zona Centroibérica. En la memoria acompañante a su mapa de 1972, diferencian para el área dos unidades silúricas principales: de una parte, los “esquistos negros con monográptidos y nódulos con orthoceras” y, de otra, los “esquistos decolorados alternando con areniscas finas decimétricas, localmente ferruginosas y con numerosas pistas”, que comparan con las “Psammites Mauves” de los autores franceses. En los cortes estructurales acompañantes llegan a apreciarse dos tipos de facies dentro de la sucesión ampelítica, que no detallan. Hammann (1974, 1976) realiza algunas consideraciones sobre el límite Ordovícico- Silúrico en el llamado “Surco Andaluz”, que incluye las principales sucesiones de la Zona Centroibérica meridional (= “Zona Lusitánico oriental-Alcudiense” de Lotze, 1945). El mayor exponente de una posible disconformidad erosiva entre ambos sistemas, lo sitúa en El Centenillo (Jaén), donde siguiendo los trabajos de Tamain (1971 y posteriores) concluye que las pizarras graptolíticas del Silúrico llegan a apoyarse 41 sobre distintos términos de la sucesión ordovícica, entre cuyo basamento cita a los “Bancos Mixtos”, la Caliza Urbana, las Pizarras Chavera o la Cuarcita de Castellar. Sin embargo, la ruptura sedimentaria consiguiente no se decide a interpretarla como consecuencia de movimientos tectónicos o como un efecto local de la glaciación ordovícica, que en los lugares indicados por Arbey y Tamain (1971) involucran, en realidad, contactos tectónicos en lugar de transgresivos. Julivert y Truyols (1974) estudian la sucesión ordovícica del sinclinal de Guadarranque (Cáceres) y diferencian en la transversal de Navatrasierra (flanco sur) una sucesión post- Caradoc con dos unidades: una inferior de cuarcita blanca (50 m), probablemente silúrica, correlacionable con la cuarcita de Las Majuelas (Gil Cid et al., 1976); y una superior (pizarras ampelíticas con Monograptus), ya claramente del Silúrico. Fig. 14. Reproducción de la lámina de graptolitos de la región de El Centenillo (Jaén), original del trabajo de Tamain (1972, Lám. 15). 42 Lauret (1974) realiza el estudio geológico de la región comprendida entre Almadén y Almadenejos y presenta varios datos estratigráficos y paleontológicos sobre la sucesión silúrica. Bajo la dirección de G. Tamain, atribuye la Cuarcita del Criadero al techo del Ordovícico, aunque no encuentra pruebas de una discordancia glaciar en el límite Ordovícico-Silúrico, y en las conclusiones pase a considerar la unidad “Ashgill terminal o Llandovery basal”. Por encima diferencia unas “Pizarras grafitosas con Monográptidos” a las que adscribe dos yacimientos, con identificaciones taxonómicas de H. Jaeger. El primero corresponde a la localidad A6-14 de Saupé (1971a), situada en el km 270,1 de la vía férrea, donde encuentra Retiolites geinitzianus Barr. y Monograptus priodon Bronn, considerados de las zonas 25-26 de Elles y Wood (Biozonas de M. crenulata y C. murchisoni, del límite Wenlock-Ludlow). La segunda localidad es la misma que la A6-21 de Saupé (1971b) en el km 14,250 de la carretera Almadén-Ciudad Real. Los abundantes ejemplares recogidos proceden de diferentes niveles del Wenlock, entre los que se identifica la zona 26 (Biozona de Cyrtograptus murchisoni) conteniendo M. cf. aduncus Bouček, M. dubius praedubius Bouček, M. priodon Bronn, M. vomerinus Nicholson y Retiolites geinitzianus Barrande. A la zona 27 (Biozona de Monograptus riccartonensis) le atribuye la asociación de M. riccartonensis Lapworth, M. dubius Suess y M. priodon Bronn, señalando la presencia de rocas sueltas conteniendo bivalvos, órtidos y conuláridos, entre ellos uno muy parecido a la forma ilustrada por Almela et al. (1962) como Coleolus tenuicinctum Hall. Lauret (1974) ilustra material del segundo yacimiento (Fig. 15). Por encima de los materiales graptolíticos, aparecen las “Alternancias volcano-sedimentarias”, con pizarras de color beige, ligeramente micáceas o arenosas, alternancias en bancos cuarcíticos de 10 a 15 cm de espesor y rocas volcánicas básicas muy alteradas. La sucesión prosigue con 300-400 m de “Areniscas malvas” (psammites mauves), reconocibles también por su alto contenido en micas flotadas, la presencia de notables estucturas sedimentarias (estratificacion cruzada, flute-cast, cantos blandos) y bioturbación. Los únicos restos fósiles encontrados fueron fragmentos indeterminables en los cantos blandos, un pedúnculo de crinoideo de 10 cm de longitud y una curiosa pista festoneada. En ausencia de datos biostratigráficos Lauret (1974) sitúa tentativamente el límite Silúrico-Devónico dentro de las “Areniscas malvas”. Por lo que se refiere a las rocas magmáticas, Lauret (1974) afirma que la “piedra frailesca” no está interestratificada, sino que se presenta en macizos más o menos circulares, preludiando su interpretación como diatremas por autores posteriores. En 1976 se inicia la publicación de las primeras hojas geológicas de la segunda serie del Plan MAGNA a escala 1:50.000, que involucran materiales paleozoicos surcentroibéricos con afloramientos silúricos. La edición de nuevas hojas continuó esporádicamente en años sucesivos, incluyendo el Silúrico del área de trabajo, que fueron publicadas entre 1982 y 1990 y a partir de 2003. Sin embargo, de las 11 hojas concluidas con posibles afloramientos silúricos, que restan por publicarse en formato papel, a sólo dos de ellas puede accederse a su cartografía digital, a través de la página web del IGME. El Silúrico del norte de Jaén (áreas de El Centenillo-La Carolina) fue cartografiado para el proyecto MAGNA por Castelló Montorí y Orviz Castro (1976) y Orviz Castro et al. (1976), respectivamente. Estos autores atribuyen la Cuarcita Castellar (6-30 m) al intervalo Asghill-Llandovery, en ausencia de fósiles. Consideran a la unidad concordante sobre la unidad subyacente y la subdividen en un tramo inferior de 43 cuarcitas blanquecinas en capas gruesas, un tramo medio de cuarcitas oscuras y uno superior también de cuarcitas oscuras con delgadas intercalaciones de pizarras arenosas. La sucesión silúrica propiamente dicha continúa con las “Pizarras de graptolites”, generalmente muy metamorfizadas en la región. Se trata de 150 m de pizarras arcillosas y grafitosas negras, ricas en pirita, cuya edad, basada en los trabajos de Henke y Hundt (1926) y Haberfelner (1931), sería Llandovery medio-superior. Fig. 15. Reproducción de las ilustraciones de graptolitos silúricos, entre otros fósiles, aportados por Lauret (1974, Lám. 7) en el sector de la mina de El Entredicho (Almadenejos, Ciudad Real). Charpentier (1976) aborda un nuevo estudio geológico y minero al norte de La Carolina, sin encontrar evidencias típicas de glaciación en el contacto entre las Cuarcitas Superiores o Castellar y las Pizarras con Monográptidos, por lo que propone considerar al afloramiento descrito en la casa de aguas del Centenillo (Arbey y Tamain, 1971) como la “manifestación puntual de un episodio glaciar conocido en multiples puntos de Europa y África”, observación corroborada por F. Arbey. Como datos propios cita el hallazgo de graptolitos silúricos en cuatro afloramientos: al oeste del río Renegadero (carretera al pozo Federico), 100 m al norte del lavadero Manzana (en la carretera al pozo Guindo), en el barranco al norte de la mina Urbana antigua y 1 km al sur del pozo Federico. En ausencia de identificaciones taxonómicas considera para el material posiblemente una edad Llandovery medio a superior. 44 Gil Cid et al. (1976) describen la sucesión ordovícico-silúrica en la transversal de Navatrasierra (Cáceres) del sinclinal de Guadarranque-Gualija. Por encima de la Cuarcita de las Majuelas, de edad imprecisa en el tránsito Ordovícico-Silúrico, diferencian 6 m de pizarras ampelíticas ricas en graptolitos del Valentiense Superior/Tarannon inferior (Monograptus priodon priodon Bronn., M. mccoy Lapw., M. halli Barr., Pristiograptus variabilis Perner: zonas 23-26 de Elles y Wood). Le sigue la “Alternancia rítmica inferior” (60-80 m), formada por una alternancia centimétrica de pizarras grises y cuarcitas, con dos yacimientos de graptolitos del Salopiense. El primero corresponde al punto citado por Romariz et al. (1971), cuyo reestudio aporta una amplia relación de formas del Wenlock superior (zona 30 de Elles y Wood), “de facies típicamente sárdica o mediterránea, con Monograptus latus McCoy, M. mutuliferus mutuliferus Gort., M. m. strigosus Gort., M. flemingi flemingi Salt., Monoclimacis flumendosae Gort., Mcl. hemipristis Menegh. em Gort., Mcl. hemipristis gonii Menegh. em Gort., Pristiograptus sardous eximius Gort. y P. meneghini meneghini Gort. El segundo yacimiento se localiza en la carretera de Puerto de San Vicente a Alía y contiene Pristiograptus dubius dubius Suess. Por encima de la segunda unidad fosilífera, y previa a una nueva unidad alternante, se sitúa el “Nivel de pizarras bandeadas”, formado por 40-50 m de pizarras gris oscuras con laminaciones arenosas. Le sigue la “Alternancia rítmica superior” (100-150 m), en la que alternan ritmos centimétricos de pizarras y cuarcitas grises, y en cuya parte media se localiza un nuevo yacimiento de graptolitos, conteniendo Monograptus uncinatus uncinatus Tulb. y Pristiograptus transgrediens praecipuus Prib. La asociación la atribuyen al Ludlow inferior (zonas 32-33 de elles y Wood) y algunos de estos graptolitos fueron ilustrados en el trabajo (Fig. 16). Por último, la sucesión culmina con un “Nivel de pizarras grises” sin fósiles (100 m), que no se deciden a asignar al Silúrico terminal, o bien al Devónico basal. Desde el punto de vista de la correlación, resaltan la ausencia de rocas volcánicas intercaladas en la sucesión silúrica, a diferencia de lo que sucede en otras áreas surcentroibéricas, del Sistema Central y del sur de la provincia de Salamanca. Gumiel et al. (1976) estudian la sucesión ordovícico-silúrica en un sector del sinclinal de La Codosera (Badajoz), citando sus semejanzas con la de la Sierra de San Pedro, que en conjunto presentan singularidades, a escala centroibérica, por su carácter “flyschoide”. En este sentido, describen el Silúrico de La Codosera como una potente serie de esquistos ampelíticos, ricos en materia carbonosa y colores casi negros, que intercalan bancos de cuarcitas oscuras, calcoesquistos, material volcánico ácido (cineritas) y básico (diabasas). En opinión de los autores, algunos icnofósiles encontrados en las cuarcitas, parecen “corroborar la datación de estos materiales como silúricos”. Lozac´h y Vidal (1976) estudian la geología de los materiales paleozoicos del extremo occidental de los sinclinales de Almadén y Guadalmez, así como un pequeño sector del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches, al este de Cabeza del Buey. Aunque siguiendo a Tamain (1972) atribuyen las “Cuarcitas Criadero” al Ordovícico, acaban reconociendo que esta decisión fue tomada “de manera puramente arbitraria” y que tampoco encuentran ninguna evidencia a favor o en contra de la glaciación descrita por Arbey y Tamain (1971) en El Centenillo, que en todo caso parece puntual (Arbey in Charpentier, 1975). La primera unidad claramente silúrica serían las Pizarras con Graptolitos (Sm), en las que emplazan dos pequeños cortes al sur de Capilla y este de Cabeza del Buey (Badajoz), el segundo de los cuales intercala varias intercalaciones 45 Fig. 16. Reproducción de algunos graptolitos del Wenlock del sinclinal de Guadarranque ilustrados por Gil Cid et al. (1976, Lám. 2), que corresponden a fragmentos mesidistales de colonias muy deformadas (“fauna Sárdica”). volcánicas. Ambos son fosilíferos, con monográptidos en las pizarras y graptolitos y “braquiópodos de costillas gruesas” en los nódulos carbonatados del túnel de Cabeza del Buey. Los graptolitos fueron identificados por H. Jaeger, quien compuso una lista sintética derivada de los puntos 27, 28 (ambos al sur de Capilla) y 31 (dehesa de Piedra Santa, río Guadalmez), conteniendo Climacograptus innotatus brasiliensis Ruedemann, Monograptus spiralis contortus (Nicol), M. cf. griestoniensis (Nicol), M. cf. marri Perner, M. nudus Lapworth, M. veles Richter, M. dubius Suess, Retiolites (Pseudoplegmatograptus) obesus (Lapworth) y Petalograptus altissimus Elles y Wood. El conjunto de estos taxones los remite a la Biozona de Monoclimacis griestoniensis (zona 24 de Elles y Wood). Por encima de las ampelitas Lozac´h y Vidal (1976) sitúan la serie volcano-sedimentaria (Sb: 295 m), que describen con cierto detalle para el sinclinal de Garlitos (= sinclinal de Almadén). Sobre esta unidad se sitúan la serie arenosa malva (SD: 200-250 m), subdividida en dos tramos: uno arenoso basal (50-75 46 m), todavía del Wenlock, y otro superior de pizarras y areniscas finas, con bioturbación y estructuras sedimentarias, que puede terminar con bancos cuarcíticos (175 m). Este último lo atribuyen al Ludlow-Downton, con tránsito al Gediniense. En 1977 aparece la primera hoja de la segunda serie MAGNA que consigna la presencia de posibles materiales silúricos en el Dominio Obejo-Valsequillo. Sánchez Cela y Gabaldón López (1977) cartografían y describen someramente “una serie compresiva Ordovícico-Silúrico” (su Serie Superior. Cuarcitas y pizarras), carente de fósiles determinativos, sobre la que yacen discordantes los materiales atribuidos al Devónico Inferior-Medio. La revisión detallada del conjunto no se verifica hasta el trabajo de Herranz Araújo (1984, 1985), quien restringe notablemente los posibles afloramientos silúricos dentro de la hoja de Zalamea de la Serena. Éstos se limitarían a una banda discontinua que se extiende desde la esquina noroccidental, entre Retamal e Higuera de La Serena, a su borde oriental, al suroeste de Monterrubio de La Serena. Walter (1977) publica los resúmenes y mapas originales de diversas tesis doctorales realizadas por los discípulos de F. Lotze en la parte meridional del Macizo Ibérico, en varias de las cuales se citan unidades fosilíferas del Silúrico surcentroibérico (Bochmann, 1956; Machens, 1954; Kelch, 1958; etc.). Ríos Aragüés (1977, 1978) estudian los materiales paleozoicos del área minera de La Carolina-Santa Elena (Jaén). Sitúa a la cuarcita Castellar como “techo del Ordoviciense”, y asigna al “Siluriano (Gotlandés)” una sucesión de 100-150 m de pizarras negras con pirita y grafito, además de frecuentes nódulos limonitizados, e intercalaciones de areniscas y cuarcitas observadas por el autor al oeste de El Centenillo. El contacto con el Devónico, que interpreta como discordante, coincidiría con una costra ferruginosa (hiato sedimentario de tipo “hard ground”). En la base de la sucesión silúrica cita “abundantes graptolites”, con multitud de yacimientos localizados al oeste de El Centenillo, con tres puntos con formas identificadas por T. del Pan Arana (en Ríos Aragüés, 1977) como Orthograptus vesiculosis (Nicholson) y Monograptus chimaera (Barr.), encontrados al sur de la casa de Las Hazadillas, cerca del contacto con la cuarcita Castellar; Monograptus priodon (Broun.), citado en la margen izquierda del arroyo Venero, en las proximidades de la casa Huerta; y Streptograptus lobiferus (M´Coy), procedente del sureste del cerro Guindillo. El conjunto de estos graptolitos se asigna al Llandoveriense medio y superior (zonas 19 a 23 de Elles y Wood). Blachère (1978) presenta el estudio geológico-minero del sector central del sinclinal de Almadén, en la transversal de Chillón. Como otros miembros de la escuela francesa de Orsay, incluye las “Cuarcitas del Criadero” en el Ordovícico, pero no encuentra evidencias de glaciación en su área de estudio. Entre dicha unidad y la “cuarcitas siegenienses”, divide la sucesión silúrica en unas “Pizarras negras con Monográptidos”, en las que describe cinco yacimientos de edad Llandovery; las “Alternancias volcano- sedimentarias” (400 m), que comienzan en el límite Llandovery-Wenlock y alcanzan probablemente el Ludlow; unas “alternancias arenosas” (Alternances schisto-gréseuses psammitiques: 45 m) con mucha mica, pistas unilobuladas y numerosas estructuras sedimentarias; y finalmente unos “niveles arenosos del Siluro-eodevónico” (5 m), que sirven de tránsito a la cuarcita siegeniense. Las identificaciones paleontológicas de los graptolitos fueron realizadas por H. Jaeger, quien determinó en la localidad 23 (mina La Cucharrada) Monograptus sp. cf. M. distans? Portlock, M. sp. cf. M. sedgwickii? Portl. y un diplogratidae indeterminable, de las zonas 19 a 25 de Elles y Wood. En la 47 localidad 24 (paraje de Las Zahurdas) cita Climacograptus innotatus brasiliensis Ruedemann, Petalograptus altissimus Elles y Wood, M. cf. spiralis contortus Perner, M. cf. marri Perner, M. griestoniensis ? Nicol y Retiolitidae indet., de las zonas 22 a 24 de Elles y Wood. En el yacimiento 25 (paraje de Valdelamoza-El Conejo) identifica C. innotatus brasiliensis Ruedemann, P. tenuis Barrande, M. spiralis contortus Perner, M. marri Perner, M. cf. tullbergi Bouček, M. sp. ex gr. vomerinus Nicholson y Retiolites cf. geinitzianus Barrande, de las zonas 24 y 25. En la localidad 26 (confluencia de los arroyos Mimbre y de las Piedras) los graptolitos presentes son M. cf. dubius Suess, M. sp. ex gr. vomerinus Nicholson, M. sp. ex gr. priodon Bronn. y Cyrtograptus sp ? indet., asociación tal vez perteneciente a la zona 25 del Llandovery superior. El quinto y último yacimiento se sitúa en los alrededores del km 10 de la carretera Almadén-Córdoba (sinclinal de Guadalmez) y contiene C. innotatus brasiliensis Ruedemann, M. cf. marri Perner, M. proteus Barrande, M. veles Richter y un Retiolitidae indet., de las zonas 24 y 25 de Elles y Wood. Además de graptolitos, los niveles con monográptidos contienen pterópodos, braquiópodos y bivalvos. Jaeger (in Blachère, 1978) enfatiza el hecho de encontrar por vez primera en Europa el graptolito Climacograptus innotatus brasiliensis, una forma del Llandovery medio sudamericano y norteafricano, que en España se registra al menos hasta la zona 24 (Biozona de Monoclimacis griestoniensis). Pérez Lorente (1979) analiza la sucesión paleozoica en el sector de Pozoblanco-Belmez (Córdoba), en el Dominio Obejo-Valsequillo. Por encima de las denominadas “Cuarcitas de Cámaras Altas”, del Ordovícico Superior, señala “un cambio muy brusco en la sedimentación”, pasando a una unidad de edad imprecisa (Asghill-Silúrico), carente de facies ampelíticas. Se trata de una alternancia de pizarras y cuarcitas de tonos oscuros, de carácter turbidítico y de 50 m de potencia media, que hacia arriba se continúa en las “Cuarcitas negras” (40 m), de probable edad devónica, formadas por capas decimétricas de areniscas de tonos oscuros y delgadas intercalaciones pizarrosas del mismo color, a las que se llega por un aumento progresivo en el espesor y cantidad de capas arenosas con respecto a las pizarras. Santos García y Casas Ruiz (1979) realizan el estudio estratigráfico del Paleozoico en el sinclinorio de São Mamede-La Codosera (Badajoz), que constituye la prolongación española del sinclinal de Portalegre, en un estudio que anticipa los resultados de su propia cartografía MAGNA (Santos García y Casas Ruiz, 1982a, 1982b, 1982c). En el trabajo adaptan parte de las dataciones y unidades fosilíferas diferenciadas por los autores portugueses (Romariz, 1962; Perdigão, 1967, 1973; Perdigão y Peinador Fernándes, 1976), y reparten la sucesión silúrica en las “Unidades” de Aguas Claras y Sierrafría. La primera es esencialmete pizarrosa (150-200 m) y contiene graptolitos del Wenlock y Ludlow en sectores portugueses (Romariz, 1962; Perdigão, 1967). La “Unidad Sierrafría” (200 m) consta de un nivel basal de cuarcitas y una sucesión de aspecto “flyschoide”, en la que predominan los términos cuarcíticos y areniscosos impuros sobre las intercalaciones de filitas silíceas versicolores. Además de la cuarcita basal, existen otros dos términos cuarcíticos o areniscosos con impregnación ferruginosa, que dan lugar a resaltes morfológicos. El conjunto de la formación se atribuye al tránsito Silúrico-Devónico por el hallazgo de fósiles en la parte portuguesa (Perdigão y Peinador Fernándes, 1976; Gonçalves et al., 1978). Hafenrichter (1979, 1980) estudia la posición del límite Ordovícico-Silúrico en diversas sucesiones españolas, y presenta los resultados palinológicos obtenidos en las Pizarras 48 Chavera de tres secciones centroibéricas. La más completa es la del valle del río Jabalón, al norte de Corral de Calatrava (Ciudad Real), donde la autora identificó un total de 25 taxones pertenecientes a 15 géneros. Aunque en su mayoría corresponden a formas de amplio rango estratigráfico (Paleozoico u Ordovícico-Silúrico) la autora alemana señala el descubrimiento de algunas formas que considera exclusivamente silúricas, en la parte media y superior de la formación, pero con mayor frecuencia en la base de la Cuarcita Castellar suprayacente. Es el caso de los acritarcos Estiastra magna Eisenack, Eupoikilofusa cf. rochesterensis Cramer, Leiofusa bernesgae Cramer, L. cf. elenae Cramer, Multiplicisphaeridium cf. fisherii (Cramer), M. cf. ramusculosum (Deflandre), Visbysphaera piriferum hispanicum (Cramer), Duvernaysphaera? sp. y Dilatisphaera? sp., muchos de los cuales sólo se conocían en materiales del Silúrico medio y superior. Sin embargo, la evidencia biostratigráfica para decidirse a situar el límite Ordovícico-Silúrico dentro de las pizarras Chavera se basa en un único ejemplar de Visbysphaera pirifera hispanica (Cramer) encontrado a 4 m del techo de la Caliza Urbana en una sección al sur de Terrinches (Ciudad Real), así como en 14 ejemplares procedentes de la base de la Cuarcita Castellar en Corral de Calatrava, de los que todos excepto tres (E. magna, L. bernesgae), fueron identificados en realidad en nomenclatura abierta. A pesar de que Hafenrichter (1979, pp. 31-32) desglosa perfectamente las formas silúricas de las ordovícicas y las restantes de amplio rango, sorprende ver que muchos autores posteriores aceptaran la nueva datación aportada para las Pizarras Chavera con unos fundamentos biostratigráficos tan frágiles, y que dicha conclusión fuera recogida por las síntesis de Hammann (1976) y Hammann et al. (1982). Con el trabajo de Prost-Dame (1980) concluye la participación del grupo de trabjo de Orsay (Francia) en el estudio del Paleozoico surcentroibérico. La autora presenta un estudio del borde norte del sinclinorio de Los Pedroches, al este de Castuera (Badajoz). Como discipula de G. Tamain atribuye las “Cuarcitas Superiores” (= Criadero) al Ordovícico superior, correspondiendo la unidad silúrica más antigua a las Pizarras Negras con Monográptidos (Llandovery medio-superior), en las que encuentra nódulos con graptolitos y pequeños ortocerátidos. Sobre estas se sitúan unas “Alternancias de Pizarras y Areniscas finas”, en cuya base se registran numerosas trazas de bioturbación y pistas unilobuladas, que se correlacionan con las “Areniscas malvas” y las “Alternancias pizarroso-arenosas”, descritas por varios autores en los sinclinales de Almadén y Guadalmez. Robardet et al. (1980) centran su estudio en el límite Ordovícico-Silúrico del sinclinal de Guadarranque y su correlación con el de Herrera del Duque. En primer lugar reasignan la “Cuarcita de las Majuelas” de Gil Cid et al. (1976) [= nivel 8 de Julivert y Truyols, 1974] al Ordovícico terminal, apareciendo intercalada en las “Pelitas con fragmentos” del Hirnantiense glaciomarino, que se evidencian por vez primera para el Ordovícico centroibérico. Sobre ellas se sitúa una barra cuarcítica poco potente (5-6 m), que presenta un contacto neto con las “Ampelitas con graptolites” del Llandovery- Wenlock. Los materiales silúricos se mencionan en este trabajo únicamente a efectos de proporcionar un techo a la sucesión ordovícica, pero al tiempo describen dos yacimientos con graptolitos, que fueron identificados por H. Jaeger. El primero se sitúa en el flanco sur del sinclinal, en una pista forestal que parte de la carretera de Alía (km 99,1) y ha proporcionado Monograptus priodon s.l., M. largus y Retiolites geinitzianus, que indican el techo del Llandovery o la base del Wenlock. El segundo está en el flanco norte, por debajo del talud de la carretera de Puerto de San Vicente a Alía (km 96,5), en 49 el valle de un arroyo y contiene Monograptus planues -sic-, M. marri, M. variabilis, M. exiguus primulus, M. halli o sedgwicki -sic- y M. turriculatus, indicativos de la Biozona de Rastrites linnaei (base del Llandovery superior), asimilada por otros autores a la parte inferior de la Biozona de Monograptus turriculatus. En el techo de la sucesión ampelítica citan también el hallazgo de graptolitos no especificados, pero que señalarían “diferentes zonas del Wenlock”. Un resumen de este artículo, con una correlación más amplia con otras sucesiones ibéricas, fue presentado al año siguiente por Robardet (1981). INGEMISA (1981) realiza un estudio del sector Santa Eufemia-Belalcázar (norte de Córdoba) en el que atribuye las “Cuarcitas del Criadero” al Ordovícico-Silúrico, y reconoce 200-250 m de “Pizarras negras con Monográptidos, pizarras finas, carbonosas, y volcanitas básicas” del Llandovery-Ludlow. En dicha unidad cita dos yacimientos de graptolitos localizados al este y norte de Santa Eufemia, estudiados por García-Alcalde Fernández (1981). Parga Pondal et al. (1982) publican la primera cartografía completa del Precámbrico y Paleozoico centroibérico a escala 1:500.000, con una referencia muy útil a la cuadrícula 1:50.000. Atribuyen la Cuarcita de Criadero al Ordovícico terminal y representan los materiales silúricos, indiferenciados, como una sucesión de “Esquistos negros y ampelitas”. En 1982 se publican dentro de la segunda edición del proyecto MAGNA dos pequeños bloques de cartografía, situados en el oeste extremeño. El primero afecta a sectores de los sinclinales de Cáceres y Sierra de San Pedro, y el segundo al sinforme de La Codosera. El Silúrico cacereño comprende, de acuerdo con Tena-Dávila Ruiz y Corretgé Castañón (1982), un nivel cuarcítico basal (50 m), seguido de ampelitas con graptolitos (alrededor de 15 m) y diversas unidades Siluro-devónicas (dos de pizarras y areniscas separadas por una cuarcita de 40-60 m de espesor). Los fósiles de las ampelitas son Petalograptus cf. altissimus Elles & Wood, Monograptus cf. halli (Barrande), Monograptus sp. y Pristiograptus? sp., una asociación del Llandovery (zonas 21-22), evidenciada con muestras recogidas aparentemente por L.C. García de Figuerola en 1971, y donadas al IGME; así como por otros graptolitos citados por autores precedentes (Kindelán et al., 1949). La base de la unidad suprayacente de pizarras y areniscas micáceas (150 m) la atribuyen provisionalmente al Llandovery; la barra cuarcítica intermedia al Silúrico Superior-Devónico Inferior; y la unidad terminal de cuarcitas, pizarras y areniscas rojas, de la que no especifican su espesor, también al último rango indicado, siempre en ausencia de evidencias paleontológicas. En la Sierra de San Pedro, Bascones Alvira y Martín Herrero (1982) y Bascones Alvira et al. (1982) dividen la sucesión silúrica en una unidad basal de cuarcitas (50-60 m), que tal vez contenga en su base el tránsito Ordovícico-Silúrico; una unidad intermedia de pizarras que intercala finos niveles cuarcíticos (300 m), asignada al Silúrico Inferior; y, finalmente, una unidad terminal de cuarcitas con bancos de pizarras grises intercaladas (280-300 m) considerada como del tránsito Silúrico Superior-Devónico Inferior por su infrayacencia a los primeros materiales fosilíferos del Devónico. En el sinforme de La Codosera, Santos García y Casas Ruiz (1982a, 1982b, 1982c) cartografían la existencia de probables materiales silúricos en el flanco septentrional de la estructura, entre Pino de Valencia y el sureste de Alburquerque. Los materiales 50 corresponden a una sucesión compresiva del Ordovícico-Silúrico, dominada por “filitas ampelíticas” (200 m), en cuya prolongación portuguesa Perdigão y Peinador Fernándes (1976) citan graptolitos del Wenlock o Ludlow. Hammann et al. (1982) actualizan ligeramente la síntesis previa de Hammann (1976), e incorporan diversas consideraciones sobre el límite Ordovícico-Silúrico en la región surcentroibérica. Manteniendo las dudosas dataciones de Hafenrichter (1980) para las pizarras Chavera, extienden las mismas a las “Pelitas con Fragmentos” del área de las Villuercas, lo que implicaría que ambas unidades fueran en parte silúricas. Por otra parte, en el área de Don Benito-Hornachos (al sur del Batolito de Los Pedroches), el Silúrico comenzaría dentro de una unidad de cuarcita de la que no se aportan datos concretos. Corretgé et al. (1982) estudian la sucesión paleozoica del sinclinal de Cáceres y describen petrográficamente las litologías principales de las distintas unidades silúricas: “cuarcitas algo ferruginosas”, “pizarras ampelíticas con graptolites”, “pizarras blanquecinas y rosadas micáceas” (en realidad alternando rítmicamente con cuarcitas en capas de hasta 15 cm), y “cuarcitas ferruginosas micáceas”. La sucesión devónica la representan en discontinuidad sobre la última de las unidades silúricas, de las que tampoco se especifican edades. Walter (1982) edita una monografía consagrada al estudio regional del Precámbrico y Paleozoico inferior de los grandes pliegues de las Villuercas, Ibores y Guadarranque, que supone la suma de varios trabajos de Diploma (Grado) de la universidad de Münster (Alemania). En la primera contribución, Walter (1982) establece los rasgos generales de la sucesión ordovícico-silúrica de la región de las Villuercas. La cuarcita de Las Majuelas, considerada generalmente como de base del Silúrico (= Cuarcita Superior de la Serie de Navatrasierra), es adscrita por vez primera al Ordovícico Superior, por encontrarse delimitada entre tramos grauváquicos del Asghill. No obstante, el techo de la unidad podría tener una edad Llandovery. La sucesión silúrica propiamente dicha se adscribe a la “Serie del Guadarranque”, integrada en su base por las Pizarras Graptolíticas del Llandovery, y más arriba por la Alternancia de Pizarras y Areniscas (Sandstein-Schiefer-Wechselfolge), representativa del Wenlock y gran parte del Ludlow. En el mismo volumen, Höfges et al. (1982) aportan el estudio sedimentológico de las antedichas unidades, documentando sendos episodios regresivos en el Ordovícico terminal y en el Silúrico superior, en tanto que el Silúrico inferior (Pizarras graptolíticas) resultaría claramente transgresivo. Dentro de la Alternancia de Pizarras y Areniscas, las facies regresivas progradarían en sentido este-oeste, y, en un área reducida, se desarrollaría una erosión local de la cuarcita terminal de la Serie de Navatrasierra, previa al depósito de las Pizarras Graptolíticas (Höfges et al., 1982, Fig. 15). Por último, Ballestra et al. (1982) precisan los espesores y contenido fosilífero de las unidades ordovícico-silúricas del sinclinal de Guadarranque y aportan dos listas de graptolitos. La primera procede de las Pizarras Graptolíticas de la Serie del Guadarranque, que según los autores “pertenecen al Llandovery superior hasta el límite Llandovery/Wenlock”. La asociación es, sin duda, una lista sintética recopilada a partir de las identificaciones realizadas por H. Jaeger con material procedente de diversos yacimientos, en los que reconoció los siguientes taxones: Monograptus turriculatus (Barrande), M. runcinatus (Lapworth), M. priodon (Bronn), M. priodon s.l., M. dubius (Suess), M. cf. dubius s.l., M. vomerinus (Nicholsen?), M. cf. intermedius (Nicholsen?), 51 M. cf. nudus (Lapworth), M. cf. lobiferus (Mc Coy), M. sp. ex gr. vomerinus (Nicholsen), M. n.sp.? ex gr. spiralis (Geinitz), M. sp. ex gr. spiralis? (Geinitz), M. sp. ex gr. nodifer? (Törnquist), ?M. sp. ex gr. spiralis (Geinitz), ?M. hemipristis? (Meneg), Monograptidae sp., Retiolites geinitzianus (Barrande), Cyrtograptus sp. indet. ex gr. murchisoni (Carruthers), C. sp. indet. y Petalograptus sp. Por otra parte, la parte inferior de la Alternancia de Pizarras y Areniscas contiene Monograptus nudus (Lapworth), M. lobiferus, Orthoceras sp. y Cardiolinae gen. et sp. indet. Sorprende que Ballestra et al. (1982) atribuyan esta segunda unidad al rango Wenlock-Ludlow “Medio”, cuando las dos especies de graptolitos registradas caracterizan el Llandovery. Soldevila (1983) analiza la estructura del sector occidental del sinclinal de Almadén (área de Garlitos, Badajoz), utilizando las unidades litoestratigráficas clásicas de Almela et al. (1962) y Saupé (1973), con edades levemente actualizadas. Así, el límite Ordovícico-Silúrico lo situaría en la parte más alta de las Pizarras de Muro (60 m), siguiendo a Hafenrichter (1980); la cuarcita de Criadero (100 m) se inscribe íntegramente en el Llandovery; las “pizarras con graptolites” (300 m) corresponderían al resto del Llandovery y al Wenlock; finalmente, la alternancia de pizarras y cuarcitas previa a la cuarcita de Base, correspondería al lapso Ludlow?-Siegeniense basal, aunque no nombra la extensión del Pridoli. Como particularidad señala la presencia de una intercalación piroclástica de 50 m en las pizarras del Llandovery. Truyols y Julivert (1983) aportan la primera síntesis estratigráfica del Silúrico del Macizo Ibérico realizada por autores españoles. Para la región surcentroibérica se limitan a describir la sucesión tipo de Almadén y Sierra Morena Oriental, dejando abierta la ubicación del límite Ordovícico-Silúrico (base de las Pizarras de Chavera o base de las Cuarcitas de Castellar), pero criticando la disconformidad de origen glaciar, postulada por Tamain (1972) entre la cuarcita y las pizarras con Graptolites. No obstante, admiten la existencia de una laguna estratigráfica generalizada en toda la península en la base de los materiales del Llandovery medio, que sería muy pequeña en la región centroibérica meridional, donde implícitamente la sitúan en la base de las cuarcitas del Llandovery. El registro de graptolitos en las pizarras ampelíticas lo extienden desde las zonas de gregarius y convolutus del Llandovery medio “hasta el Ludlow o el Wenlock”. Atribuyen a las “Pizarras negras con abundantes con Graptolites y niveles volcánicos y con chert en algunas localidades” un espesor de 300-500 m, y a las “Pizarras con intercalaciones de cuarcitas y faunas del Devónico inferior en la parte alta” unos 360-400 m de potencia. En el apartado paleogeográfico, consideran que las Cuarcitas de Castellar forman parte de un “dilatado manto de arena que se extendía por una gran parte del arco ibero-armoricano”, del que se desconoce su área fuente. Lo mismo puede decirse de la procedencia de los materiales terrígenos de las sucesiones del límite Silúrico-Devónico, que carecen de las concentraciones ferríferas de sus coetáneas en la Cordillera Cantábrica. Pardo y García-Alcalde (1984) presentan una amplia revisión bio- y litoestratigráfica de los materiales devónicos en los sinclinales de Guadalmez y Almadén (Ciudad Real), derivada de la tesis de licenciatura del primero de los autores. Los fósiles devónicos más antiguos los sitúan en la “Cuarcita de Base”, y consisten en braquiópodos (Microsphaeridiorynchus sp.) que indican una posible edad Gediniense, si bien el techo de la misma unidad alcanza niveles más modernos (Siegeniense superior-Emsiense inferior). Por debajo de la “Cuarcita de Base” sitúan un conjunto de unos 200 m de 52 lutitas y areniscas violáceas sin fósiles, que por su posición contendrían el tránsito Silúrico-Devónico, haciéndose necesario un futuro estudio palinológico para poder precisar el límite entre ambos sistemas. La novedad fundamental que se introduce de cara a la geología regional es la detección de otros resaltes cuarcíticos previos a la “Cuarcita de Base”, y que habían sido confundidos con esta unidad tanto en el sinclinal de Guadalmez (Almela et al., 1962; Lozach´ y Vidal, 1976) como en el de Almadén (“Cuarcita de Las Cuevas”), la última de las cuales se atribuyó originalmente al límite Silúrico-Devónico (Soler et al., 1979; Vázquez et al., 1980). Herranz Araújo (1984, 1985) identifica y estudia los afloramientos silúricos en un amplio sector del Dominio Obejo-Valsequillo localizado en la región centro-oriental de la provincia de Badajoz. Distingue un “Subconjunto Silúrico (Pz4-c)”, integrado en el conjunto tectonosedimentario Ordovícico-Devónico Inferior (Pz4) y repartido en siete áreas de afloramientos. La sucesión silúrica comprende esencialmente dos unidades: una inferior de cuarcitas blancas a negruzcas (S1: 8-35 m), “grosso modo” equivalente a la Cuarcita de Castellar, del Criadero, del Llandovery o de Las Majuelas de otras áreas centroibéricas; y una unidad superior de pizarras negras ampelíticas (S2: 50-400 m; unos 200 m de media) “con raras y delgadas intercalaciones de metalimolitas, cuarcitas de grano fino, y areniscas moderadamente feldespáticas y de grano también fino”. Esta segunda unidad se asigna a parte del Valentiense y Wenlock, pero el único dato paleontológico proviene de un sector vecino a Zarza de Alange (Badajoz), donde se localiza un yacimiento de graptolitos del tránsito Llandovery-Tarannon, identificados por J.C. Gutiérrez-Marco como Monograptus cf. m´coyi Lapworth, M. aff. halli Barrande, M. cf. sedgwickii Portlock y Pristiograptus aff. variabilis Perner. Desde el punto de vista paleogeográfico y sedimentario, el Subconjunto Silúrico representa una transgresión rápida, ligeramente diacrónica, sobre una plataforma escalonada con diferentes tramos del Ordovícico regional (discordancia cartográfica). La transgresión operaría en principio hacia el suroeste, después de este a oeste y, finalmente, de sureste a noroeste. El autor apunta la posibilidad de que la unidad basal cuarcítica repose directamente sobre el Beturiense (Neoproterozoico) al sureste de Hinojosa (Badajoz), en el extremo suroccidental de la región. Esta cuarcita basal tiene una coloración clara en áreas someras y más oscura en áreas de distales o de surco; localmente pasan a conglomerados en la base (bordes de escalón paleomorfológico) o a cuarcitas de grano fino, casi metalidíticas, en áreas distales. En 1985 se publica un nuevo bloque de cartografía MAGNA correspondiente al sinclinal de Guadarranque, con afloramientos silúricos repartidos en las hojas de Valdeverdeja (Monteserín López y Pérez Rojas, 1985), Castañar de Ibor (Nozal Martín y Pérez Rojas, 1985a), Sevilleja de la Jara (Monteserín López y López, 1985) y Minas de Santa Quiteria (Nozal Martín y Pérez Rojas, 1985b). Adicionalmente, la unidad atribuida a la base de la sucesión silúrica se cita también en el sinclinal de Santa Lucía (hoja de Logrosán: Gil Serrano y Pérez-Rojas, 1985). De acuerdo con los autores de la cartografía, el Silúrico presenta facies muy homogéneas a lo largo de todo el sinclinorio de Guadarranque-Gualija, caracterizándose en su base por presentar “un nivel cuarcítico típico” (100-150 m, disminuyendo a 30 m en sentido oeste) que genera un resalte morfológico (“Cuarcita de las Majuelas” de Gil Cid et al., 1976). Por encima se sitúa una unidad cartográfica de “pizarras, pizarras y cuarcitas” (es decir, alternancias de pizarras y cuarcitas), que comienza con un tramo basal de pizarras ampelíticas con abundantes “graptolites (fam. Monograptidae)”, a veces apoyado directamente sobre la 53 facies de “pelitas con fragmentos” (Monteserín López y Pérez Rojas, 1985). Le siguen 200-300 m de alternancias de pizarras y cuarcitas, en bancos delgados (espesor máximo: 30-50 cm), que alcanzan el Ludlow o Ludlowiense, de acuerdo con el trabajo de Gil Cid et al. (1976). Desde el punto de vista sedimentario, la segunda unidad cartográfica es atribuida a ambientes de plataforma en un contexto transgresivo, en tanto que la cuarcita basal evidenciaría facies regresivas. Monteserín López y López (1985) y Monteserín López y Pérez Rojas (1985) señalan, puntualmente, el registro de “pelitas con fragmentos” entre la supuesta cuarcita basal del Silúrico y las pizarras ampelíticas, un hecho bien conocido a raíz del trabajo de Robardet et al. (1980). Sin embargo, los autores de la cartografía MAGNA optan por atribuir la “Cuarcita de las Majuelas” al Silúrico, ignorando su reasignación al Ordovícico terminal, impuesta por la existencia de facies glaciomarinas del Hirnantiense englobando la unidad cuarcítica. En el Dominio Obejo-Valsequillo, la cartografía MAGNA de las hojas de Espiel (Apalategui Isasa et al., 1985c) y Villaviciosa de Córdoba (Apalategui Isasa et al., 1985b) establece la presencia de Silúrico en la llamada “Unidad Autóctona” del sector Peñaladrones-Puerto Calatraveño y Villaharta, respectivamente. En el primer caso se trata de una sucesión con potencia media de 50 m, constituida en la base por una alternancia de pizarras y cuarcitas de tonos oscuros, con raras intercalaciones de pizarras ampelíticas con graptolitos del Wenlock superior (yacimiento de Peñaladrones: muestra AI-141 de una supuesta Información Complementaria no disponible). Hacia techo aumenta el espesor y frecuencia de los niveles de cuarcita, hasta contactar con las llamadas “Cuarcitas oscuras” del Devónico inferior. La presencia de graptolitos unido a la posición estratigráfica de la unidad entre las Cuarcitas de Cámaras Altas (“Caradoc”) y las cuarcitas del Devónico, llevaron a asignarla al rango “Ashgill-Silúrico” (Apalategui Isasa et al., 1985c). En la hoja de Villaviciosa de Córdoba, Apalategui Isasa et al. (1985b) cartografían una sucesión detrítica, limitada por fallas, al sur de Villaharta (Córdoba). En ella existen algunas intercalaciones lenticulares de calizas bioclásticas que han proporcionado restos de equinodermos, braquiópodos, bivalvos, cefalópodos, ostrácodos y gasterópodos. La muestra RG-316 contiene los bivalvos Cardiola interrupta (Sowerby), Vlasta cf. bohemica (Barrande) y Antipleura (Dualina) sp., junto al ortocerátido Michelinoceras aff. michelini (Barrande). En opinión de J. García- Alcalde, la asociación indica un intervalo de edad comprendido entre el Wenlockiense superior y el Ludlowiense inferior. Por último, en la hoja de Adamuz Apalategui Isasa et al. (1985a) reasignan al Precámbrico el posible afloramiento silúrico identificado por Maass (1958) al noreste del embalse del Guadalmellato. Carballeira et al. (1985) subdividen la sucesión silúrica del núcleo del sinclinal de Monfragüe (Cáceres) en una unidad basal de cuarcitas masivas grises, y otra superior de pizarras negras, citadas como “bituminosas” por Duque Macías (1983) y Carballeira et al. (1983), asimilando el conjunto a una megasecuencia transgresiva. Pieren Pidal (1985) estudia la sucesión paleozoica del sinclinal de Herrera del Duque (Badajoz), donde adopta la división litoestratigráfica propuesta por Ransweiler (1968) y Puschmann (1970), sumando las “Pelitas con fragmentos” del Hirnantiense descritas por Robardet et al. (1980). En una contribución eminentemente cartográfica, señala la presencia de “costras de hierro” tanto a techo de las “Pelitas con fragmentos”, como de una pequeña barra cuarcítica que ocasionalmente se desarrolla en la misma posición, y que relaciona con una posible discontinuidad. En la “Serie Pelítica Superior” 54 suprayacente, y como primera unidad silúrica, reconoce unas ampelitas con graptolitos que gradualmente van intercalando niveles delgados de areniscas hasta desembocar en alternancias de ampelitas y cuarcitas, que pasan a unas areniscas rojas (“Areniscas rojas de Valdenmedio”) en tránsito al Devónico. El espesor conjunto de la “Serie Pelítica Superior” lo estima en torno a 200 m. Como hallazgos paleontológicos, Pieren (1985) cita numerosos graptolitos recogidos entre 2 y 7 m por encima de la base de las ampelitas en la sección del collado de la Colada, al S de Herrera del Duque (Badajoz), identificados por J. C. Gutiérrez-Marco: Cyrtograptus symmetricus (Elles), Monograptus cf. priodon (Bronn), Monoclimacis linnarssoni (Tullberg), Mcl. cf. vomerinus (Nicholson) y Pristiograptus dubius pseudolatus (Rickards), atribuidos a la Biozona de Cyrtograptus rigidus del Wenlock (zona 28 de Elles y Wood). Junto a los graptolitos se encontraron braquiópodos (Ferganella sp.), cefalópodos y posibles cnidarios. Con respecto al techo de la sucesión, el autor menciona los graptolitos del Ludlow inferior (zona 33 de Elles y Wood) indicados por Puschmann (1967) y Ransweiler (1968). En un resumen aparte, Pieren (1986) establece diferencias de facies dentro del sinclinal en sentido noroeste-sureste, que pervivirían hasta el Emsiense. En su interpretación, vincula el posible hiato Llandovery inferior-Wenlock medio, apreciado en la base de la sucesión silúrica, con la emersión local de un umbral de dirección N20-N40, en cuyo intervalo se habría generado la “costra ferruginosa” de la base de las ampelitas. En 1987 aparecen publicadas nuevas hojas geológicas del proyecto MAGNA, afectando al extremo occidental del sinclinal de Guadarranque, a los sinclinales de Cañaveral- Monfragüe y Almadén, y a un sector del sinclinal de Guadalmez. La primera estructura corresponde a la hoja de Jaraicejo (Monteserín López y Pérez Rojas, 1987), donde sus autores cartografían las mismas unidades silúricas reconocidas en la prolongación suroriental del sinclinal por Monteserín López y Pérez Rojas (1985), Nozal Martín y Pérez Rojas (1985a, 1985b) y Monteserín López y López (1985). La única variación es el metamorfismo de contacto que presentan localmente, tanto la unidad de cuarcita (60 m) como la de pizarras y alternancias cuarcíticas (100-150 m). Los materiales silúricos afloran en el núcleo del sinclinal de Cañaveral-Monfragüe dentro de las hojas de Coria (Bascones Alvira et al., 1987a), Torrejoncillo (Bascones Alvira y Martín Herrero, 1987), Malpartida de Plasencia (Martín Herrero et al., 1987) y Serradilla (Bascones Alvira et al., 1987b). La sucesión es bastante uniforme y consta de una unidad basal de cuarcitas de colores claros (5-15 m), en cuyo seno se situaría el límite Ordovícico-Silúrico. Sobre ellas se sitúa otra unidad de “pizarras, areniscas y pizarras ampelíticas” cuyo espesor máximo conservado es de unos 100 m, que intercalan algún “sill” volcánico y niveles ampelíticos con graptolitos y nódulos piríticos, así como alternancias centimétricas de pizarras, areniscas y cuarcitas. En la hoja de Malpartida de Plasencia se describen cuatro yacimientos de graptolitos, identificados por J.C. Gutiérrez. El primero se sitúa al oeste de la casa de las Navazuelas, y la asociación comprende Climacograptus innotatus Nicholson, Spirograptus cf. spiralis (Geinitz), Petalograptus cf. palmeus (Barrande), Monograptus sp. y Pristiograptus? sp., probablemente de las biozonas de Monograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis (Llandovery). El segundo yacimiento se localiza al este de la casa de las Navazuelas, y contiene Climacograptus cf. scalaris (Hisinger), C. aff. innotatus (Nicholson), Pristiograptus cf. nudus (Lapworth), Monograptus cf. marri 55 (Perner), M. cf. tullbergi (Bouček) y Monoclimacis sp., de edad Llandovery medio- superior. La tercera localidad, en los alrededores de Casa Blanca, proporcionó Monograptus halli (Barrande), M. cf. sedgwicki (Portlock), Spirograptus? turriculatus (Barrande), Petalograptus giganteus Bouček & Přibyl, Orthograptus? aff. insectiformis Nicholson, de edad Llandovery medio-superior. Por último, en las casas de la Hidroeléctrica solo se identifica Climacograptus sp, Pristiograptus? sp. y Monograptidae? gen. et sp. indet., de edad Llandovery. La nueva cartografía del sinclinal de Almadén se reparte entre las hojas de Siruela (García Sansegundo et al., 1987a), Valdemanco de Esteras (Molina Cámara y Fernández Carrasco, 1987) y Almadén (García Sansegundo et al., 1987b), así como la prolongación oriental de dicha estructura en el sinclinal de Valdeazogues-Puertollano, dentro de la hoja de Tirteafuera (Amor Herrera y Ortega Gironés, 1987). A grandes rasgos, los autores actualizan la estratigrafía de la sucesión silúrica atendiendo a las mismas unidades ya diferenciadas por Almela et al. (1962) y Saupé (1971a, 1971b, 1973). La Cuarcita de/del Criadero continúa siendo asignada al Llandoveriense inferior; su espesor varía entre menos de 2 m (flanco norte) y 60 m (flanco sur), reconociéndose localmente, en los sectores con mayor espesor, tanto la división tripartita en miembros como cuerpos interestratificados de composición basáltica (“sills”) e incluso chimeneas y cráteres rellenos de tobas y brechas volcánicas (“Roca Frailesca”), que a veces reemplazan a la cuarcita. Por encima de la unidad cuarcítica se sitúan las “Pizarras negras con graptolites y Alternancias vulcano-sedimentarias” (300-1100 m), de espesor y características variables, atribuidas al Llandoveriense Medio-Gediniense. El tramo inferior de pizarras graptolíticas no siempre aparece, ya que en ocasiones está sustituido lateralmente por los materiales volcánicos. García Sansegundo et al. (1987a) citan, en la hoja de Siruela, yacimientos no especificados con graptolitos de las zonas 20-23 de Elles y Wood [Monograptus cf. galaensis Lapworth, M. cf. inopinus Törnquist, M. cf. undulatus Elles y Wood, Petalograptus gr. palmeus (Barrande)], identificados por J. García Alcalde y colaboradores. El informe paleontológico correspondiente (García- Alcalde Fernández y Arbizu Senosiain, 1982a) los ubica en dos muestras (GS 9013, 9014), sin precisar su posición estratigráfica, cuya fauna aparece “en toda la región mariánica sobre la Cuarcita de Criadero”. En la hoja de Tirteafuera, Amor Herrera y Ortega Gironés (1987) citan, “inmediatamente a techo de la Cuarcita del Criadero”, una localidad con graptolitos del Wenlockiense (“entre las zonas 26 y 31 de Elles y Wood”), identificados como Monoclimacis hemipristis (Meneghini), Mcl. flumendosae (Gortani), Mcl. vomerinus (Nicholson), Pristiograptus dubius dubius (Suess) y Monograptus sp.; además citan el braquiópodo Ferganella cf. diodonta (Dalman). El informe paleontológico de la misma hoja (García-Alcalde Fernández y Arbizu Senosiain, 1982b) revela que la lista combina graptolitos procedentes de cuatro muestras (AH 9029, 9051, 9108, 9109) localizadas en las “Alternancias vulcano-sedimentarias”, en lugar de en las ampelitas con graptolitos propiamente dichas. Las mencionadas alternancias componen una sucesión potente formada por rocas detríticas (pizarras, areniscas y cuarcitas formando secuencias granocrecientes, en capas centi- a decimétricas) y volcánicas (“lavas” o ”sills” basálticos, además de tobas y brechas volcánicas -la “roca Frailesca” de Almadén-), con un espesor mínimo de 300 m. La edad indicada en los distintos mapas para la sucesión silúrica post-Cuarcita del Criadero, es Tarannon, Wenlock y Ludlow, pero los niveles superiores de las alternancias se adscriben al límite Silúrico- Devónico por los contados hallazgos de braquiópodos (Camarotoechia sp.) y crinoideos planctónicos (Scyphocrinus sp.) mencionados en las hojas de Valdemanco de Esteras y 56 Almadén, respectivamente. El primero de ellos corresponde a un informe interno que no ha sido localizado, y el segundo a un trabajo inédito de la Compañía General de Sondeos (Coullaut et al., 1975), que sitúa el hallazgo en las llamadas “Alternancias volcanosedimentarias inferiores (S2)”, en un lugar impreciso del valle del río Gargantiel. Los materiales silúricos aflorantes en el cierre periclinal del sinclinal de Guadalmez, así como en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches, fueron cartografiados por Mira López et al. (1987) para la hoja de San Benito, que revisan el área estudiada por Márquez Triguero (1961) o Puschmann (1967), entre otros. La sucesión debuta con la Cuarcita de Criadero, con sus tres miembros desarrollados y atribuida al “Llandoveryense”. Le siguen las pizarras negras con graptolitos, cuyo tramo superior de alternancias arenosas apenas aflora en la región (150-200 m) pero intercala numerosas rocas ígneas en forma de “sills” y diques de composición básica. Las pizarras graptolíticas son muy fosilíferas y contienen también nódulos con otros restos fósiles y “fragmentos vegetales” (¿icnofósiles?). En un yacimiento localizado en el borde sur de la hoja sitúan un yacimiento con graptolitos del Llandoveryense (Biozona 22 de Elles y Wood), donde J. García-Alcalde y colaboradores identificaron Petalograptus palmeus (Barrande), Rastrites? sp., Monograptus galaensis (Lapworth), M. marri (Perner) y M. undulatus (Elles & Wood). El informe paleontológico de la hoja (García-Alcalde Fernández y Arbizu Senosiain, 1982c) los sitúa en una sola muestra (ML-0215), sin precisar su posición estratigráfica. Como novedad litológica, los autores citan en los tramos basales de la formación “la aparición ocasional de niveles silíceos negros (liditas) de 2 cm de espesor como máximo”. Por lo que se refiere al límite Silúrico- Devónico, optan por situarlo tentativamente en la parte superior de las pizarras ampelíticas, por debajo de otra unidad alternante de pizarras, areniscas y cuarcitas (70- 80 m), datada como Siegeniense-Emsiense. Moreno Gutiérrez et al. (1987) analizan la materia orgánica contenida en muestras de la Cuarcita del Criadero procedentes de cuatro sondeos de los alrededores de Almadén, mediante la técnica de pirólisis Rock-Eval y análisis elemental C-H sobre roca total. El objetivo era evaluar su madurez y definir su potencial interés como generadora de hidrocarburos. Entre otros resultados, caracterizan kerógenos del tipo II (de origen planctónico marino), con bajos niveles de TOC y sobremaduración térmica inducida por intrusiones volcánicas. Los contenidos más elevados en carbono orgánico (TOC 4-6) los registran en la parte alta de la Cuarcita del Criadero del sureste de Almadén, que podrían corresponder a niveles silúricos. Portero García y Dabrio González (1988) modelizan la evolución de la cuenca ordovícica y silúrica en el sector central de la región surcentroibérica. Proponen ocho Unidades Tectosedimentarias principales (UTS) y once grupos de facies, cuya distribución espacio-temporal reflejaría el contexto tectono-magmático regional y las variaciones relativas del nivel del mar, cuya curva incorporan a la columna. Según estos autores, la sucesión silúrica se iniciaría en las pizarras de Chavera (Ashgill-Llandovery, de acuerdo con Hafenrichter, 1979) y proseguiría en la Cuarcita de Criadero (Llandovery), una secuencia somerizante que designan como UTS 7, y que supondría un “cambio de estilo” condicionado por “desniveles tectónicos que producen cuencas locales con taludes muy bien desarrollados”. El resto del Silúrico y la base del Devónico se adscriben a la UTS 8, que comprende una unidad basal de “Ampelitas” (100-150 m, 57 Llandovery-Wenlock), las “Alternancias del Pridoliense” (300-500 m, Wenlock- Gediniense) y la “Cuarcita de Base” (20-30 m, Gediniense). La primera corresponde a una rápida transgresión en ambientes de “plataforma externa con fondo anóxico por debajo del nivel de base del oleaje de tormenta”; sucedida por depósitos de plataforma dominada por el oleaje (facies heterolíticas), de tendencia regresiva, que culmina con cuerpos arenosos someros de influencia tempestítica. La interpretación tectonosedimentaria del conjunto Ordovícico superior y Silúrico supone la presencia en la UTS 7 de desniveles tectónicos, producidos por el rejuego de fallas sinsedimentarias, dando origen a cuencas locales con fuertes taludes que desnivelarían una plataforma estable previa por descenso relativo del nivel del mar (glaciaciones) y una etapa asociada de extensión cortical, fracturación y vulcanismo. Posteriormente (UTS 8), y extendiéndose hasta el Devónico inferior, tendría lugar la acreción vertical y progradación de una cuña sedimentaria, localmente con abundantes manifestaciones volcánicas. Gutiérrez-Marco y Pineda (1988) identifican 24 horizontes con graptolitos silúricos en el sondeo “Fabriquilla IV” ubicado 2 km al norte de El Centenillo (Jaén). La sucesión se extiende desde las “Pizarras Chavera” (110 m, atribuidas al Hirnantiense?-Llandovery) y la “Cuarcita del Castellar” (11,4 m) hasta las ampelitas con graptolitos (40 m), coronadas por unos 29 m de limolitas grises con intercalaciones arenosas. Los fósiles más antiguos se encontraron en dos niveles situados a 1,2 m y a 1 m por debajo del techo de la “Cuarcita del Castellar”. El inferior contiene Atavograptus atavus (Jones), Monograptus intermedius (Carruthers) sensu Elles & Wood, M. cf. pseudoplanus Sudbury, Diversograptus cf. capillaris (Carruthers), Glyptograptus cf. sinuatus sinuatus (Nicholson) y Pseudoretiolites cf. perlatus? (Nicholson). El horizonte más próximo al techo de la cuarcita contiene Pseudoglyptograptus vas Bulman & Rickards. Ambos niveles representan el primer hallazgo de fósiles silúricos en una unidad correlacionable con la “Cuarcita de Criadero” de Almadén, y se atribuyen al Aeroniense inferior (Zona Magnus o 19 de Elles y Wood). En cuanto a los graptolitos de la unidad ampelítica, el primer horizonte (2 m por encima del techo de la cuarcita) contiene Monograptus communis rostratus Elles & Wood, M. cf. lobiferus (McCoy) y “Climacograptus” scalaris scalaris (Hisinger), probablemente la Zona Convolutus del Aeroniense (zona 20 de Elles y Wood); a continuación, a -79,45 m de profundidad, salieron Monograptus undulatus Elles & Wood y M. cf. gemmatus (Barrande), que marcan el techo del Aeroniense, parte alta de la Zona Convolutus o parte baja de la Zona Sedgwicki; a 4 m sobre las cuarcitas (nivel -77,9 m) encontraron Monograptus turriculatus (Barrande), M. cf. distans (Portlock), Pristiograptus nudus (Lapworth), P. cf. bjerringus Bjerreskov, Petalograptus palmeus (Barrande) y Metaclimacograptus? sp. de la Zona Turriculatus del Telychiense inferior (zona 22 de Elles y Wood). Por encima, entre 8,4 y 20 m sobre el techo de la “Cuarcita del Castellar” (entre -71,85 y -56,15 m) hay diez niveles distintos con graptolitos, que representarían aproximadamente las Zonas Crispus y Griestoniensis del Telychiense (zonas 23-24 de Elles y Wood), con Paraclimacograptus innotatus innotatus (Ruedemann in Maury), Pristiograptus variabilis (Perner), P. cf. nudus (Lapworth), Monograptus tullbergi spiraloides (Příbyl) y M. cf. marri Perner. Finalmente, en los últimos nueve niveles fosilíferos del sondeo (entre -56,55 y -36,25 m), correspondientes al intervalo comprendido entre 21,2 y 38,4 m sobre la base de las ampelitas, se identificaron Monograptus parapriodon Bouček, M. cf. sartorius Törnquist, M. cf. marri Perner, M. cf. priodon (Bronn), Monoclimacis linnarssoni (Tullberg), M. vomerina vomerina (Nicholson), Retiolites geinitzianus angustidens Elles 58 & Wood, Paraclimacograptus innotatus brasiliensis (Ruedemann in Maury) y Petalograptus n. sp. aff. P. altissimus Elles & Wood, cuyo conjunto parece corresponder a la Zona Crenulata del Telychiense superior (zona 25 de Elles y Wood). La posición del límite Llandovery/Wenlock se situaría a techo de las ampelitas o en la base del tramo limolítico suprayacente. Como conclusiones de su estudio, Gutiérrez- Marco y Pineda (1988) ponen en duda la discordancia erosiva, de origen glaciar, postulada por Arbey y Tamain (1971) y Tamain (1972), en el contacto Cuarcitas del Castellar-Ampelitas con graptolitos. Interpretan que las variaciones de potencia de la primera unidad deben estar relacionadas parcialmente con contactos tectonizados, dado que los datos del subsuelo de El Centenillo no confirman la existencia de discordancias angulares ni una laguna estratigráfica significativa entre las dos unidades citadas. Desde el punto de vista paleogeográfico, la presencia de “Paraclimacograptus innonatus brasiliensis” (en realidad Metaclimacograptus flamandi) la consideran significativa en un ámbito de plataforma proximal gondwánica durante el depósito de las pizarras negras. En 1988 se publican nuevas hojas MAGNA en áreas paleozoicas surcentroibéricas, con afloramientos silúricos conocidos o potenciales, en este caso pertenecientes al Dominio de Obejo-Valsequillo. Las hojas de Almendralejo y Oliva de Mérida (Apalategui Isasa et al., 1988a, 1988b, respectivamente) ignoran las unidades silúricas cartografiadas por Herranz Araújo (1985), incluyendo los afloramientos fosilíferos de la sierra de Juan Bueno, atribuidos erróneamente al Devónico inferior. Portero García et al. (1988) cartografían los materiales silúricos del sinclinal de Corral de Calatrava (Ciudad Real) agrupándolos en una unidad compresiva de edad “Ashgilliense superior-Llandoveryense y Wenlockiense”. Esta debutaría con las Pizarras de Chavera (90-100 m), en gran parte silúricas de acuerdo con los datos palinológicos de Hafenrichter (1979, 1980); sucedidas por 3-4 m de cuarcitas marrones y blanquecinas, equivalentes a las “Cuarcitas del Criadero” o del Castellar, y por 40-45 m de basaltos concordantes con las cuarcitas. Sobre éstos se apoya una unidad de pizarras negras ampelíticas, así como alternancias de pizarras y areniscas, con frecuentes intercalaciones de basaltos. En las pizarras ampelíticas alteradas de la antigua fábrica de ladrillos, adyacente al Puente Morena sobre el río Jabalón, citan tres horizontes fosilíferos en 20 m de sucesión, ricos en graptolitos identificados por J.C. Gutiérrez-Marco. El más antiguo contiene Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Petalograptus altissimus Elles & Wood, Pseudoclimacograptus s.sp., Monograptus turriculatus (Barrande) y Monograptus marri Perner, de la “Zona de M. turriculatus (Fronianense superior)”. En el horizonte intermedio señalan Monograptus crispus Lapworth, M. veles (Richter), M. cf. exiguus (Nicholson) s.l., Stomatograptus grandis girvanansis Cocks & Toghrill, Pseudoplegmatograptus sp., Petalograptus? sp y Paraclimacograptus n. sp. aff. P. innotatus (Nicholson), de las “zonas de M. crispus a M. griestonensis” del “Llandovery (Telychianense) superior”. Finalmente, el tercer nivel contiene Monoclimacis linnarssoni (Tullberg), braquiópodos epiplanctónicos y cefalópodos, cuya edad corresponde al límite Llandovery-Wenlock (zonas de C. lapworthi o C. centrifugus). Robardet y Doré (1988) examinan las características estratigráficas y la distribución de las diamictitas de posible origen glaciomarino representadas en variadas regiones europeas y del norte de África. De un modo específico, critican la “superficie erosiva 59 glacial” descrita por Arbey y Tamain (1971) en la región de El Centenillo (Jaén), a la que atribuyen un origen tectónico y local. En su opinión, la discontinuidad relacionada con la glaciación debería preceder a los depósitos glaciomarinos, por lo que en todo caso debería situarse en la base de las pizarras (con o sin “dropstones”) y no en su techo o en las cuarcitas terminales. En ese sentido, consideran a la Formación Pizarras Chavera como un equivalente lateral de las facies de “Pelitas con Fragmentos”, representadas en el sinclinal de Guadarranque y otros sectores ibéricos. Consecuentemente, restringen la unidad al Ordovícico terminal, en contra de otros autores que mantenían como significativo el hallazgo de los dudosos acritarcos silúricos citados por Hafenrichter (1980). Puche (1989) es otro de los autores que examina brevemente la sucesión “siluriana” de la región de Almadén, siguiendo los planteamientos de Almela et al. (1962), con recopilación de datos posteriores. Razona como “muy posible que el límite entre Ordoviciano y Siluriano” se presente en la base de las “Pizarras de Muro” (= de Castellar, de Chavera) y, en este sentido, cita como perteneciente a la unidad un yacimiento con graptolitos del Llandovery ubicado en los alrededores de Santa Eufemia (Córdoba). Del mismo ilustra un ejemplar de Monograptus convolutus (Hisinger), “zona 20 de Elles y Wood, Llandovery” (en realidad un Torquigraptus procedente de ampelitas telychienses). También aporta fotografías de Monograptus sedgwickii (Portlock), encontrado “sobre las Pizarras de Muro en las proximidades de Santa Eufemia”, y de Ortograptus insectiformis (Nicholson), procedente del km 21 de la carretera de Almadén a Santa Eufemia, y derivado de las “Pizarras de Techo” o “Pizarras ampelíticas con graptolites”. Por lo que respecta a la “Cuarcita de Criadero”, el color negro observado en ciertos tramos de la misma se fundamenta por la presencia de materia orgánica derivada de “la deposición de restos de graptolitos silurianos” (I. Quintero en Puche, 1989, p. 125). Gonzalo (1989) aporta el estudio regional del bloque de basamento varisco que aflora al oeste de Mérida (Badajoz), y subdivide la cuenca terciaria del Guadiana. Esta porción comprende estructuras con materiales silúricos ubicados al norte y sur del eje de Los Pedroches, en la prolongación sureste de la sierra de San Pedro y alrededores de Alange, respectivamente. La sucesión sintética para el Silúrico está integrada por cuatro unidades que, de muro a techo, son las siguientes: a) cuarcitas blancas (50-60 m, Llandovery); b) pizarras ampelíticas de colores oscuros a negras (400-500 m, Llandovery); c) 200-260 m de pizarras arenosas y cuarcitas intercaladas en capas de 0,5 a 2 m, con un tramo de 50 a 60 m de pizarras arenosas de colores oscuros en la base (Llandovery a Wenlock-Ludlow); y d) una unidad de pizarras, pizarras arenosas, areniscas y cuarcitas (250-300 m) en donde sitúa, tentativamente, el límite Silúrico- Devónico. Llama la atención el espesor desmesurado de las ampelitas silúricas por comparación con las restantes áreas centroibéricas. En ausencia de datos paleontológicos propios, las edades estimadas se basan principalmente en la correlación con los datos de Herranz (1985) para Zarza de Alange, y con el sinclinal de Portalegre- La Codosera (Perdigão, 1967; Santos y Casas, 1979). En 1989 se publica un nuevo bloque de hojas MAGNA, centrado esencialmente en el sinclinal de Herrera del Duque, correspondiente a las hojas de Castilblanco (Piles et al., 1989), Herrera del Duque (Olivé Davó et al., 1989) y Puebla de Don Rodrigo (Pineda Velasco et al., 1989). La sucesión suprayacente a las Pelitas con fragmentos (que Olivé 60 Davó et al., 1989, atribuyen por error a “buena parte del Llandoveryense”) comprende, en primer lugar, las Cuarcitas de Criadero (20-130 m), sucedidas por una unidad de pizarras negras (Ampelitas: 50-150 m) y culminando en una sucesión de pizarras, areniscas y cuarcitas (100-500 m). Las Cuarcitas de Criadero del sinclinal de Herrera del Duque son atípicas y se sitúan muy próximas a sus equivalentes del sinclinal de Guadarranque, por presentarse en ocasiones interestratificadas con las Pelitas con fragmentos (Olivé Davó et al., 1989). Pese a ello, la unidad se atribuye íntegramente al Silúrico inferior (Llandoveryense). Las pizarras ampelíticas contienen abundantes graptolitos en la sección del Vallejo de la Reguera (= collado de la Colada de Pieren Pidal, 1985), donde citan dos niveles fosilíferos, con determinaciones de J.C. Gutiérrez Marco. El situado cerca de la base contiene Retiolites geinitzianus Barrande y Monograptus sp., del intervalo Llandovery superior a Wenlock basal. En la parte alta de la unidad se identifican Cyrtograptus symmetricus Elles, Monograptus cf. priodon (Bronn), Monoclimacis flumendosae Gortani y Pristiograptus dubius cf. pseudolatus Rickards, una asociación del Wenlock medio y superior, que incluye algunos ortocerátidos y braquiópodos epiplanctónicos frecuentes en ciertos niveles. Por lo que se refiere a la datación de las alternancias pelítico-arenosas de la unidad superior, su base contiene graptolitos del Wenlock superior en el corte del Vallejo de la Reguera (Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, Monograptus gr. priodon (Bronn) y Monoclimacis sp.), extendiéndose al Ludlowiense, Pridoliense y Gediniense inferior. La interpretación tectonosedimentaria asume, a grandes rasgos, la interpretación de Portero García y Dabrio González (1988). Rodríguez Núñez (1989) revisa la estratigrafía del Silúrico del sinclinal de Guadarranque, con la realización de trece columnas de detalle en las transversales de Navatrasierra (Cáceres), Puerto de San Vicente-Alía (Cáceres), Cijara (Cáceres) y Bohonal de los Montes (Ciudad Real). Además de proponer cuatro unidades litoestratigráficas, refiere numerosos hallazgos paleontológicos de graptolitos, euriptéridos, cefalópodos, bivalvos, braquiópodos, conodontos e icnofósiles, que ilustra en ocho láminas de fotografías y dibujos, y detalla más tarde en diversas publicaciones (Rodríguez Núñez et al., 1989; Rábano et al., 1989; Sarmiento y Rodríguez Núñez, 1991). Como consecuencia del trabajo precedente, Rodríguez Núñez et al. (1989) establecen los rasgos litoestratigráficos generales del Silúrico en el sinclinal de Guadarranque. La unidad más antigua se adscribe a la nueva Formación de pizarras ampelíticas y arcillosas del arroyo Guadarranquejo (5-20 m), sucedida por la Formación de alternancias de cuarcitas y pizarras del Guadarranque (150-200 m) que, a veces, incluye un un tramo pizarroso intermedio (Miembro de pizarras de La Carrera, 40 m). Por encima de la segunda unidad establecen dos unidades que afloran de forma esporádica e incompleta, denominadas informalmente “Areniscas de Las Cabezuelas” (al menos 50 m de alternancias centimétricas de grauvacas negras y pizarras) y “Cuarcitas de Cerro Herrumbre” (unos 20 m de cuarcitas ferruginosas, muy recubiertas). Desde el punto de vista paleontológico, la Formación Guadarranquejo es muy fosilífera, citándose numerosos graptolitos junto algunos conodontos, braquiópodos, moluscos y euriptéridos, pertenecientes a diferentes horizontes del Telychiense (Biozonas de Spirograptus turriculatus -parte baja con Rastrites linnaei- a Cyrtograptus lapworthi), alcanzando el límite Llandovery-Wenlock. El contacto entre las formaciones Gualija y Guadarranquejo implicaría para los autores un posible hiato sedimentario Rhudaniense- 61 Aeroniense. Los yacimientos paleontológicos principales, localizados en la segunda unidad, se sitúan en la transversal de Alía, tanto en el flanco norte (niveles PN 1-2) como en el flanco sur (PS 1-10); y, en menor medida, en el flanco norte de la transversal de Navatrasierra (NN-1) y en el sur de la de Cijara (CJ-1). La asociación de graptolitos más antigua es de la base del Telychiense y comprende Monograptus turriculatus (Barrande), M. marri Perner, M. pandus (Lapworth), M. pseudobecki Bouček & Příbyl, M. cf. undulatus Elles & Wood, M. maccoyi Lapworth, M. planus planus (Barrande), Pristiograptus nudus (Lapworth), P. cf. variabilis (Perner), Rastrites distans distans (Lapworth), R. linnaei Barrande, Petalograptus altissimus Elles & Wood, P. cf. conicus Bouček., P. cf. ovatus ovatus (Barrande) y Paraclimacograptus sp. A esta asociación se añaden los conodontos Oulodus? fluegeli (Walliser), Carniodus cf. carnulus Walliser y Distomodus staurognathoides (Walliser). Por encima de estos niveles basales, el resto de la Formación Guadarranquejo libra diversos horizontes (PS 1-10, PN-2, NN-1) atribuidos al Telychiense, cuya lista sintética comprende Monograptus priodon (Bronn), M. cf. marri Perner, M. tullbergi tullbergi (Bouček), M. spiralis spiralis (Geinitz), M. cf. sartorius Törnquist, M. aff. halli (Barrande), M. cf. curvus Manck, Pristiograptus cf. dubius (Suess), P. cf. largus (Perner), Monoclimacis vomerina vomerina (Nicholson), Cyrtograptus lapworthi Tullberg, C. aff. rigidus Tullberg, Barrandeograptus pulchellus? (Tullberg), Petalograptus sp. y Retiolites geinitzianus angustidens Elles y Wood, además de los conodontos Ozarkodina aff. hassi (Pollock, Rexroad & Nicoll), Ozarkodina? sp. y Pterospathodus? sp., algunos braquiópodos epiplanctónicos (Ferganella? sp.), fragmentos cuticulares de euriptéridos y restos de ortocerátidos. Por su parte, la “Formación Guadarranque” proporcionó distintos horizontes fosilíferos del Sheinwoodiense en las transversales de Navatrasierra (NN 2-7) y de Bohonal de Los Montes (BN 1-2). Entre los graptolitos se citan Monograptus priodon (Bronn), M. cf. riccartonensis Lapworth, M. flexilis cf. flexilis Elles, Monograptus sp., Pristiograptus sp. y Monoclimacis sp., además de restos de ortocerátidos, bivalvos, braquiópodos inarticulados, hiolítidos e icnofósiles. Los horizontes fosilíferos más modernos se localizan en “Areniscas de Las Cabezuelas” (niveles NN-8 y NN-9 del corte de Navatrasierra), que contienen Pristiograptus tumescens cf. tumescens (Wood), P. dubius (Suess), Monograptus sigmoidalis Bouček y Monograptus sp., considerados de edad Gorstiense inferior. El límite Wenlock-Ludlow lo hacen coincidir provisionalmente con la base de esta unidad informal. Por último, las “Cuarcitas de Cerro Herrumbre” registran frecuentes icnofósiles, que resultaron indeterminables. En una nueva entrega MAGNA, Rodríguez Pevida et al. (1990) cartografían el Silúrico del extremo suroriental del sinclinal de Guadalmez, así como de un sector del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Los trabajos de campo se realizaron simultáneamente a un bloque de hojas que correspondía a parte de los sinclinales de Almadén y Guadalmez, publicados en 1987, por cuya razón los autores reiteran el mismo esquema estratigráfico que en aquellas. Así, la “Cuarcita de Criadero” (30-40 m) se data como Llandoveriense inferior por su posición estratigráfica. Las “Pizarras negras con Monográptidos” comprenden un conjunto de edad Llandoveriense-Gediniense que engloba pizarras ampelíticas en la base, pizarras “con niveles de liditas negras ocasionalmente”, y alternancias pelítico-arenosas, a veces con intercalaciones volcánicas básicas en forma de “sills” o diques. Las ampelitas basales contienen abundantes graptolitos y nódulos discoidales “en cuyo interior suele aparecer fauna y restos vegetales”. Una localidad fosilífera, situada al este de Santa Eufemia (Córdoba), contiene las siguientes especies de graptolitos, identificados por J. García-Alcalde y 62 colaboradores: Monograptus pandus (Lapworth), M. crenularis (Lapworth), M. marri (Perner), M. ratzhainiensis (Eisel), M. vomerinus cf. crenulatus (Törnquist), M. undulatus (Elles & Wood), M. clintonensis (Hall), M. nicholsoni (Perner), M. variabilis (Perner) y M. incommodus (Törnquist); además de conuláridos, nautiloideos (Michelinoceras sp.) y braquiópodos (Orthida gen. et sp. indet.). La asociación corresponde “a diversas zonas del Llandovery de la escala de Elles y Wood (zonas 18 a 25: M. cyphus a M. crenulatus)”. Sin embargo, estas identificaciones corresponden a la muestra JS-16 del informe paleontológico (García-Alcalde Fernández, 1981) para un proyecto geológico-minero anterior al MAGNA (INGEMISA, 1981). En el mismo se especifica con mayor detalle la ubicación de la muestra, 1 km al este del pueblo de Santa Eufemia, y se añade otra localidad (JS-176) al norte de la misma población, situada en el km 332 de la N-502 (Toledo-Córdoba). En esta segunda muestra se citan Monograptus ansulosus Törnquist, M. limatulus Törnquist, M. distans Portlock, Petalograptus palmeus (Barrande), Orthograptus insectiformis (Nicholson) y O. bellulus (Törnquist), junto con conodontos y conuláridos indeterminados. Su edad se atribuye al Llandoveriense, biozonas 20 a 21 en la escala de Elles y Wood (-M. convolutus o -M. sedgwicki). En el informe paleontológico de la hoja MAGNA (García- Alcalde Fernández y Arbizu Senosiain, 1983), la única muestra paleontológica del Silúrico es la ML-9609, ubicada a unos 2,5 km al este de Santa Eufemia, que proporcionó los graptolitos Monograptus clintonensis Hall, M. holmi Perner, M. cf. marri Perner, además de Pseudoconularia sp., otros conuláridos indet. y bivalvos indet. Su edad sería Llandoveriense superior, biozonas 22 a 25 de Elles y Wood, “de las denominadas Capas con Retiolites”. Gutiérrez-Marco et al. (1990) publican una breve síntesis del Paleozoico de la Zona Centroibérica, involucrando a las sucesiones silúricas de la Sierra de San Pedro, Almadén-Guadalmez, El Centenillo y las Villuercas-Penha García. La posición del límite Ordovícico-Silúrico continúa situada dentro de las Pizarras Chavera (= Pizarras de Muro), así como en sus equivalentes en San Pedro y Villuercas. Por su parte, el límite Silúrico-Devónico se coloca de manera imprecisa en las alternancias detríticas previas a la Cuarcita de Base, si bien la Cuarcita de Las Cuevas sería enteramente devónica. En los cuadros de correlación acompañantes, se infiere por vez primera la extensión de la serie Pridoli en la cronoestratigrafía surcentroibérica. El análisis de discontinuidades e hiatos sedimentarios a escala del conjunto de la Zona Centroibérica les lleva a interpretar, entre otros, los cambios de facies en los distintos litosomas regionales como vinculados con ajustes isostáticos postglaciales, tectónica extensional predeterminada por el basamento anteordovícico, o las aparentes diacronías en la base de las ampelitas silúricas. En otro artículo publicado en el mismo volumen, Robardet y Gutiérrez-Marco (1990) describen los grandes dominios sedimentarios y faunísticos del Paleozoico inferior de la Península Ibérica. Para el Silúrico destacan las grandes diferencias entre las sucesiones de tipo centroibérico y Ossa Morena, donde, por ejemplo, no aparece la especie Paraclimacograptus innonatus brasiliensis Ruedeman (en realidad, Metaclimacograptus flamandi), común con el norte de África. Pieren Pidal y Gutiérrez-Marco (1990) amplían los resultados biostratigráficos anticipados por Pieren Pidal (1985) y Olivé Davó et al. (1989) para la sección del collado de la Colada, en el flanco norte del sinclinal de Herrera del Duque (Badajoz). Para la litoestratigrafía adaptan las unidades propuestas en el sinclinal de Guadarranque por Rodríguez Núñez et al. (1989), lo que implica reasignar la “Cuarcita Valentiense” 63 de Puschmann (1970) a la Formación Gualija del Ordovícico terminal. Los niveles con graptolitos determinados en las ampelitas de la Formación Guadarranquejo suprayacente se reparten en ocho horizontes nombrados como A-H, que contienen Retiolites geinitzianus densireticulatus Bouček, Monograptus cf. marri Perner (ambas especies restringidas al nivel A), M. priodon (Bronn), Pristiograptus dubius pseudolatus Rickards (exclusivo del nivel B), P. gr. dubius (Suess), Monoclimacis cf. chuchlensis Příbyl (exclusivo del nivel C), Mcl. linnarssoni (Tullberg), Cyrtogratus cf. lapworthi Tullberg (nivel E), M. praecedens Bouček, Diversograptus cf. ramosus Manck (nivel F), Barrandeograptus cf. pulchellus (Tullberg), Cyrtograptus cf. insectus Bouček (nivel H), Diversograptus sp., Monoclimacis sp., Pristiograptus sp. y Cyrtograptus sp., de las biozonas de Monoclimacis crenulata (horizontes A-F: Telychiense) a Cyrtograptus centrifugus (nivel H: Sheinwoodiense). Además de los graptolitos, de los que ilustran dos ejemplares de Monograptus flemingii Salter, incorrectamente identificados como M. priodon (nódulo del nivel G) y M. praecedens (nivel F), los autores citan el hallazgo de braquiópodos rhynchonelláceos epiplanctónicos, nautiloideos ortoconos, “peltocáridos” (Aptychopsis sp., también ilustrado), cornulítidos (Cornulites sp., Kolihaia? sp.), conuláridos y posibles bivalvos o rostroconchos conocardioides. Además de los fósiles identificados en la Formación Guadarranquejo, Pieren Pidal y Gutiérrez-Marco (1990) citan dos horizontes con graptolitos del Wenlock en la base de las areniscas y pizarras micáceas situadas por encima (horizontes I-J), conteniendo Monoclimacis vomerina vomerina (Nicholson) y Pristiograptus meneghini meneghini (Gortani). Los resultados biostratigráficos aportados por los graptolitos cuestionan la existencia de la considerable laguna estratigráfica en la base de la Formación Guadarranquejo indicada por Pieren Pidal (1985, 1986). Saupé (1990) retoma sus estudios sobre la geología y metalogenia del yacimiento de mercurio de Almadén y aporta nuevas precisiones sobre su génesis y datación, mediante análisis geoquímicos de los niveles sedimentarios y volcánicos (lavas y piroclastos). Analiza con criterios estratigráficos y sedimentológicos los aspectos referentes al ambiente de depósito de las unidades del Ordovícico terminal y Silúrico. A diferencia de Borrero e Higueras (1990), considera al volcanismo de Almadén esencialmente sincrónico con el depósito, en una plataforma continental somera, de los sedimentos de la Cuarcita del Criadero. La impregnación del mercurio se produciría durante la sedimentación o la diagénesis temprana, por procesos freatomagmáticos alrededor de los edificios volcánicos. El volcanismo continúa tras el depósito de las pizarras negras graptolíticas, observándose brechas post-freatomagmáticas y lavas. De acuerdo con Saupé (1990), el miembro inferior de la Cuarcita del Criadero sólo se desarrolla en la propia mina de Almadén, y atribuye sus variaciones laterales de potencia a inestabilidad tectonosedimentaria; en tanto que las ampelitas silúricas se depositarían en ambientes salobres próximos a la costa. Según el autor, la disminución local de la salinidad favorecida por el aporte de aguas continentales se reflejaría en los altos contenidos de bario e illita y bajos de boro apreciados en las ampelitas. Kappes (1991) presenta una cartografía detallada, a escala 1:10.000, del núcleo Ordovícico-Silúrico del sinclinal de Corral de Calatrava. El límite entre ambos sistemas lo sitúa dentro de las Pizarras Chavera, sucedidas por una Cuarcita Castellar de escaso espesor (7 m), que a veces se presenta reemplazada por una intercalación volcánica (Ganggestein: 5-40 m). El Silúrico fosilífero se restringue a las Pizarras con Graptolitos (Graptolithenschiefer: 50 m), de las que resalta su coloración negra en la base y más 64 clara hacia techo, donde se presentan también algunas intercalaciones de areniscas. En los primeros 20 m de pizarras negras con grafito y pirita, cita en el texto los siguientes graptolitos del Llandovery: Monograptus sedgwicki (Portlock) (Lám. 6, figs. 7, 10), M. cf. sedgwicki (Portlock), Climacograptus scalaris (Hisinger), Monograptus crispus Lapworth, Rastrites peregrinus (Barrande), Monograptus becki (Barrande), M. turriculatus (Barrande), M. cf. proteus (Barrande) (Lám. 6, fig. 13) y Petalograptus palmeus (Barrande) (Lám. 6, fig. 9). Sin embargo, las formas ilustradas añaden a la lista Diplograptus sp. (Lám. 6, fig. 6), M. priodon (Lám. 6, figs. 8, 11) y M. spiralis (Lám. 6, fig. 12). Acompañando a los graptolitos cita braquiópodos (Dalmanella sp.: Lám. 6, figs. 2-3), bivalvos (Cardiola sp.: Lám. 6, fig. 1), y supuestos hiolítidos (Hyolithes sp.: Lám. 6, figs. 4-5). Todos estos fósiles proceden de una sección situada 2,9 km al este de la desembocadura del río Jabalón en el Guadiana. Por encima de las Pizarras con Graptolitos, Kappes (1991) cartografía un “Silúrico indiferenciado” del que no aporta ninguna descripción, pero que contiene nuevas intercalaciones de rocas volcánicas. López Díaz (1991) compendia la estratigrafía del Paleozoico del sinclinal de la Sierra de San Pedro para, desde el punto de vista de la evolución varisca, identificar procesos de extensión cortical sinorogénicos importantes. Subdivide la sucesión silúrica en una cuarcita basal (50 m), seguida por 300 m de pizarras negras gris-azuladas, con algunos bancos arenicosos poco potentes. En tránsito gradual se halla la sucesión del Devónico inferior, que comienza con una unidad de alternancias de areniscas, cuarcitas y pizarras (750 m). Desde el punto de vista estratigráfico resalta la gran similitud de estas unidades con la sucesión representada en el sector de Mérida (Gonzalo, 1989). Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991) ilustran parte de los conodontos registrados por Rodríguez Núñez (1989: niveles PS 1-3, PN-1) y Rodríguez Núñez et al. (1989) en la Formación Guadarranquejo (Telychiense) del sinclinal de Guadarranque. Reiteran e ilustran los mismos taxones ya citados en ambos trabajos, y asignan las asociaciones a las biozonas Celloni y Amorphognathoides (según el esquema de Walliser, 1964), de edad Llandovery superior a Wenlock basal. Palero Fernández (1991, 1992) describe las generalidades de la sucesión silúrica en un sector de la región surcentroibérica en torno al valle de Alcudia, comprendiendo los sinclinales de Puertollano y Solana del Pino, así como el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Sitúa tentativamente el límite Ordovícico-Silúrico hacia la parte media de los “Esquistos Chavera”, siguiendo a Hafenrichter (1980), con lo que atribuye la Formación Cuarcita del Criadero (50 m de promedio) al “Llandoveriense superior- Wenlockense” (1991), aunque posteriormente la restringe al Llandovery (1992). Sobre esta unidad se sitúa la “Formación Alternancias Volcanosedimentarias” (150-200 m), integrada por pizarras negras y materiales volcánicos, si bien las rocas volcánicas piroclásticas constituyen la mayor parte de la sucesión en el sinclinal de Solana del Pino y en la parte oriental del sinclinal de Puertollano, en tanto que en el norte del sinclinorio de Los Pedroches predominan las pizarras oscuras. Las Alternancias Volcanosedimentarias son consideradas como de edad Silúrico indiferenciado, debido a la ausencia de fósiles y a su situación bajo los equivalentes de la “cuarcita de Base” del Devónico inferior en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. El único yacimiento paleontológico que menciona el autor dentro de las Alternancias Volcanosedimentarias son graptolitos del género Monograptus en unas pizarras próximas a Brazatortas (Ciudad Real). Como dato interesante, Palero Fernández (1991) 65 discute la hipótesis de Arbey y Tamain (1971) sobre la existencia de superficies glaciadas en el techo de la Fm. Cuarcita del Criadero de la región de El Centenillo, que en su opinión no son más que estrías producto de una laminación tectónica y “mega- boudinamientos” observados también en su zona de trabajo. El autor atribuye el ambiente de depósito de la Formación Cuarcita del Criadero a un medio de llanura submareal, sucedida por una transgresión marina y actividad volcánica generalizada en el “Wenlockense”. San José et al. (1992) actualizan la síntesis estratigráfica del Paleozoico inferior en la Zona Centroibérica meridional. Consideran al inicio de la sedimentación silúrica como muy complejo a nivel regional, involucrando probablemente una o más discontinuidades estratigráficas, con lagunas de distinta amplitud. Atribuyen definitivamente al Hirnantiense el depósito de las formaciones Gualija, Chavera, “Pizarras de Castellar” y “Pizarras del Muro”, y sitúan tentativamente el límite Ordovícico-Silúrico dentro de las “Cuarcitas del Castellar” de El Centenillo, y de la “Cuarcita de Criadero” de Almadén, cuyo miembro medio (“Argillitas intermedias”) llegan a asociarlo con el ciclo sedimentario del Ordovícico terminal. El análisis de los datos de graptolitos encontrados en la base de la sucesión ampelítica suprayacente, les lleva a suponer que la “transgresión silúrica” vinculada con las sapropelitas sea marcadamente diacrónica entre el Aeroniense y el Sheinwoodiense. En cuanto al límite superior de la sucesión silúrica, los autores señalan que se situaría en la sucesión alternante infrayacente a las primeras cuarcitas devónicas fosilíferas. A falta de argumentos paleontológicos, se infiere que dentro de dichas alternancias estarían representados los materiales del Wenlock, Ludlow, Pridoli y Lochkoviense. Soldevila Bartolí (1992a) publica los datos de su tesis doctoral (Soldevila Bartolí, 1991) relativos al sinforme de La Codosera-Puebla de Obando. Para el Silúrico utiliza las unidades propuestas por Santos García y Casas Ruiz (1979) con algunas modificaciones. En primer lugar, considera a las pizarras de la “Unidad de Aguas Claras” (200 m) como enteramente ordovícicas (“Llanvirn + Llandeilo”), sin tener en cuenta los graptolitos silúricos citados en la prolongación portuguesa (sinclinal de Portalegre: Romariz, 1962; Perdigão, 1967, 1973). En segundo lugar, las cuarcitas, areniscas y pizarras de la “Unidad de Sierrafría” (350 m) las data del rango Llandeilo terminal-Wenlock/Ludlow, añadiendo un yacimiento nuevo de graptolitos del Wenlock, localizado en la carretera al sur del embalse de la Peña del Águila, antes de su intersección con la carretera Alburquerque-Villar del Rey. Los graptolitos identificados por J.C. Gutiérrez-Marco son Monograptus cf. lamarmorae Meneghini, M. cf. mutuliferus Gortani, Pristiograptus cf. vulgaris (Wood) y Pristiograptus sp., de las biozonas de Cyrtograptus rigidus-C. lundgreni. En tercer y último lugar, Soldevila Bartolí (1992a) reasigna al Silúrico superior-Devónico inferior la “Unidad Calera” de Santos García y Casas Ruiz (1979), que sus autores habían atribuido al Devónico. Soldevila Bartolí (1992a) diferencia una “Unidad de la Calera Inferior” (0-80 m), con predominio de filitas y pizarras, alternantes con cuarcitas o areniscas en bancos centi- a decimétricos, especialmente abundantes hacia su parte superior. Basándose en datos paleontológicos portugueses (Perdigão, 1973; Gonçalves et al., 1978), el autor español presupone una edad silúrica (Ludlow-Pridoli?) para la división inferior de la Unidad de la Calera, que incluiría además el tránsito Silúrico-Devónico. 66 En un segundo trabajo derivado de su tesis doctoral, Soldevila Bartolí (1992b) revisa la sucesión paleozoica de la Sierra de San Pedro. En ausencia de elementos paleontológicos, el límite Ordovícico-Silúrico lo sitúa hacia el techo de las “Pizarras de Valdesauce” (150-200 m), con yacimientos del Ordovícico Superior pre-Hirnantiense. El Silúrico propiamente dicho se iniciaría con la “Cuarcita del Jabonero” (50 m), que resalta morfológicamente y es asignada al Llandovery por comparación con su supuesto equivalente en el sinclinal de Cáceres. En contacto neto sobre las cuarcitas se sitúan las “Pizarras de Valdelasmanos” (300 m), formadas por pizarras negras en la parte basal y pizarras gris azuladas, más micáceas, en el resto de la unidad, donde llegan a intercalarse niveles centi- y decimétricos de cuarcitas con estructuras sedimentarias. En las facies de pizarras negras se localizan dos yacimientos de graptolitos, identificados por J.C. Gutiérrez-Marco. El primero de ellos se sitúa a 15-20 m de la base, junto al pozo de Valdelasmanos y contiene Pristiograptus cf. dubius (Suess) y Monograptus sp, que indican un intervalo de edad probablemente Wenlock. El segundo yacimiento se halla en el camino de Aliseda a la casa de Valdelasmanos, y contiene Monoclimacis cf. vomerina (Nicholson) y Monograptus cf. flemingii (Salter) del Wenlock superior. Las circunstancias estratigráficas llevan a Soldevila Bartolí (1992b) a suponer que la base de las “Pizarras de Valdelasmanos” puede situarse en el límite Llandovery-Wenlock (o contener materiales condensados o mecanizados del Llandovery) y que el techo de la unidad alcance el Ludlow, dado que las “cuarcitas de Aliseda” suprayacentes contienen un yacimiento de probable edad Emsiense. Sin embargo, en la disquisición del límite Silúrico-Devónico no se hace alusión alguna al intervalo Pridoli-Praguiense. Ortega Gironés y Hernández Sobrino (1992) sintetizan el conocimiento sobre los yacimientos de mercurio del sinclinal de Almadén, especialmente sobre el ciclo volcánico sinsedimentario del Silúrico, relacionado con las mineralizaciones en la Cuarcita del Criadero, que asignan al Llandovery. Gallardo Millán et al. (1994) realizan un estudio estratigráfico detallado de la Cuarcita de Criadero en el sinclinal de Almadén. Establecen el estratotipo de la unidad en la planta 9ª de la mina, distinguiendo diez tramos agrupados en cuatro miembros que, de muro a techo, son: Cuarcita Inferior (8,5-11,5 m), Pizarras Intermedias (3-8 m), Cuarcitas Intermedias (aprox. 25 m) y Cuarcitas Superiores (9-12 m). Los últimos dos miembros equivaldrían al “miembro superior” de la Cuarcita de Criadero de autores precedentes. En cuanto a la datación de la unidad, el estudio le atribuye una edad Llandoveriense de acuerdo con la mayoría de trabajos anteriores. Gallardo Millán et al. (1994) aprecian notorias diferencias en el desarrollo estratigráfico de la Cuarcita de Criadero entre ambos flancos del sinclinal de Almadén. En el flanco sur, la unidad presenta una potencia y continuidad más homogénea frente a lo observado en el flanco norte, donde se individualiza en cuerpos discontinuos lateralmente y más delgados, con predominio de los términos pizarrosos. Para interpretar estas variaciones, los autores proponen un modelo de sedimentación desarrollado dentro de una plataforma siliciclástica. Hacia el sur-suroeste, las facies serían más someras y estarían influidas por tormentas y mareas, mientras que profundizarían hacia el norte, con barras lineales de arena penetrando en la plataforma lutítica, y predominio de corrientes unidireccionales con sentido noreste para el conjunto del sinclinal. El ambiente de sedimentación del flanco sur, más homogéneo, corresponde a una plataforma o rampa somera submareal, con cuerpos laminares de arena (“blanket sandstones”) y migración 67 de “megarripples” mareales mar adentro (reflujo dominante) en los periodos de buen tiempo, los cuales serían retocados o destruidos por episodios de tormenta. Jébrak y Hernández (1995) describen las características metalogenéticas del yacimiento de mercurio de Las Cuevas y lo comparan con el de la mina de Almadén, hasta el punto de asumir que la Cuarcita de Las Cuevas representaría el equivalente estratigráfico de la Cuarcita del Criadero. Las conclusiones del trabajo fueron rebatidas por Ortega (1997), quien aprecia errores en la cartografía del trabajo precedente y considera a la cuarcita de la mina de Las Cuevas como de edad Devónico inferior, y por lo tanto no correlacionable con la Fm. Cuarcita del Criadero (Silúrico Inferior). En su réplica a la discusión, Jébrak y Hernández (1997) aluden a la intensa fracturación del área y a un estudio micropaleontológico inédito que presuntamente demostraría la edad silúrica de la Cuarcita de Las Cuevas. En realidad, se trata de una única muestra que contiene “fragmentos de quitinozoos escasamente reconocibles” de los géneros Tanuchitina, Cingulochitina y Calpichitina cuya asociación, en ausencia de formas claramente devónicas, resultaría comparable con niveles silúricos del norte de España y Argelia (A. Soufiane y A. Achab en Jébrak y Hernández, 1997, p. 299). De acuerdo con Jébrak y Hernández (1997), la muestra palinológica procede de horizontes no especificados situados en la Unidad 1 de Jébrak y Hernández (1995), cuyo contexto litoestratigráfico resulta comparable con las “Alternancias Malva”, que incluyen el límite Silúrico- Devónico en la región de Almadén. Dado que la “Cuarcita de Las Cuevas” es un equivalente lateral probable de la Formación Doradillo (Devónico basal) de Herrera del Duque, cualquiera que sea el horizonte de procedencia de la muestra palinológica en la Unidad 1 de Jébrak y Hernández (1995), sin duda podría pertenecer al Silúrico por situarse estratigráficamente por debajo de la “Cuarcita de Las Cuevas”. García-López et al. (1996) realizan una síntesis general sobre los conodontos y los episodios carbonatados del Silúrico en el suroeste de Europa y noroeste de África. En la misma incluyen los datos de conodontos telychienses del sinclinal de Guadarranque, derivados del trabajo de Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991), donde el taxón “Oulodus” fluegeli Walliser es transferido al género Aspelundia. García Palacios et al. (1996a) inician el estudio detallado de la sucesión silúrica en el núcleo del sinclinal de Corral de Calatrava (Ciudad Real). En una sección contigua a la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón, describen diversos niveles de graptolitos presentes en los niveles de tránsito entre la Cuarcita de Criadero y las pizarras graptolíticas. El horizonte más antiguo se sitúa 25 cm por debajo del techo de la cuarcita y contiene ejemplares de Normalograptus cf. rectangularis (McCoy) (niveles 7 y 8) acumulados por corrientes en areniscas, que conservan parte de su relieve original (ilustrados en su fig. 2A-D). En las lutitas micáceas del tránsito a las pizarras negras, se vuelve a identificar la misma especie asociada a Monograptus lobiferus (McCoy) y Coronograptus? sp. (nivel 10), lo que lleva a considerar una edad Aeroniense para, al menos, la parte terminal de la Cuarcita del Criadero. Los siguientes horizontes fosilíferos corresponden ya al Telychiense basal (Biozona Linnaei), representada tanto en el techo de la cuarcita (niveles 12 y 13) como en la base de las pizarras negras suprayacentes (niveles 14 y 15). La lista sintética de graptolitos identificados consta de Petalograptus elongatus Bouček y Přibyl, P. cf. palmeus (Barrande), Metaclimacograptus sp., Glyptograptus incertus Elles y Wood, Pseudoretiolites cf. dentatus Bouček y Münch, Monograptus marri Perner, M. cf. becki (Barrande), 68 Spirograptus guerichi Loydell, Štorch y Melchin, Stimulogtaptus halli (Barrande), Torquigraptus planus (Barrande), T. aff. proteus (Barrande), Pristiograotus pristinus Přibyl, Pr. cf. variabilis (Perner), Rastrites gracilis Přibyl, R. cf. schaueri Štorch y Loydell, y Diversograptus sp., junto a restos mandibulares de crustáceos filocáridos. Con los nuevos datos, García Palacios et al. (1996a) discuten la posición del límite Ordovícico-Silúrico en diversas secciones surcentroibéricas. En su opinión, el Silúrico debuta en la cuarcita terminal de la Formación Gualija de los sinclinales de Guadarranque y Herrera del Duque, se situaría dentro de los equivalentes de la Fm. Cuarcita del Criadero (Cuarcita Castellar) y, en Almadén, le atribuyen una edad esencialmente Hirnantiense a esta última formación, preludiando el descubrimiento de la fauna de Hirnantia en el miembro inferior de la Fm. Cuarcita del Criadero (Lorenzo et al., 1997; Villas et al., 1999) y de graptolitos aeronienses cerca del techo del miembro superior (Lorenzo Álvarez y Gutiérrez-Marco, 2009). En una segunda contribución, García Palacios et al. (1996b) dan a conocer la existencia de una sucesión de pizarras negras bastante continua al norte de Corral de Calatrava (Ciudad Real), coincidente con la localidad señalada por Kappes (1991) en orilla sur del río Jabalón. El estudio biostratigráfico preliminar revela la presencia de 5-6 biozonas del Telychiense (linnaei, turriculatus, crispus, griestoniensis, tullbergi, spiralis e insectus?), 4 del Sheinwoodiense (murchisoni, dubius, belophorus y ramosus-perneri) y 2 del Homeriense (lundgreni?, parvus?). En el mismo perfil estratigráfico anterior, García Palacios y Rábano (1996) describen e ilustran el hallazgo de los primeros trilobites silúricos de la región surcentroibérica española, consistentes en 51 ejemplares de la especie Preodontochile batalleri (Hernández Sampelayo), definida originalmente en el Telychiense del Camprodón (Gerona). En Corral de Calatrava el taxón se halla representado en la Biozona Spiralis del Telychiense, entre 13,6 y 14,6 m por encima de la base de la unidad ampelítica. Desde el punto de vista paleobiogeográfico, se trata del primer registro de una especie no pelágica en común con los Pirineos, cuya sucesión silúrica se asigna tradicionalmente a contextos paleogeográficos y bioestratigráficos muy diferentes. La investigación detallada de la sección de Corral de Calatrava condujo al hallazgo de conodontos, conservados como moldes en las pizarras negras graptolíticas. Sarmiento y García Palacios (1996) citan tres asociaciones con estos microfósiles. La más antigua corresponde a las biozonas linnaei, turriculatus y crispus de graptolitos, y se caracteriza por la concurrencia de formas típicas de ambientes someros (Distomodus, Apsidognathus) con otras propias de la plataforma externa (Dapsilodus, Walliserodus, Pseudolonchodina). Los taxones identificados comprenden elementos coniformes de Dapsilodus cf. obliquicostatus (Branson et Mehl), Dapsilodus sp., Panderodus cf. greenlandesis Armstrong, P. cf. recurvatus (Rhodes), Panderodus sp. y Walliserodus sp., junto a elementos ramiformes y pectiniformes de Apsidognathus? sp., Astropentagnathus? sp., Distomodus cf. staurognathoides (Walliser), Distomodus? sp., Kockelella? sp., Ozarkodina sp. aff. O. excavata (Branson et Mehl), Pseudolonchodina cf. fluegeli (Walliser), Pseudolonchodina? sp. y Oulodus? sp. La siguiente asociación se reconoce en las biozonas griestoniensis y tullbergi de graptolitos, y consta de raros elementos de Apsidognathus? sp. y Distomodus cf. staurognathoides (Walliser). Finalmente, los conodontos vuelven a ser abundantes en las biozonas spiralis y murchisoni de graptolitos (Telychiense-Sheinwoodiense), donde se identificaron 69 Distomodus cf. staurognathoides (Walliser), Distomodus? sp., Kockelella sp. aff. ranuliformis (Walliser), Kockelella? sp., Ozarkodina cf. excavata (Branson et Mehl), Ozarkodina? sp., Pseudolonchodina? sp. y Oulodus? sp. Esta última asociación se atribuye a un medio somero en atención a la diversa fauna bentónica y nectónica asociada, que concuerda con la ausencia de conodontos de aguas profundas. El trabajo de Sarmiento y García Palacios (1996) fue considerado posteriormente en una síntesis sobre los conodontos silúricos de la Península Ibérica (Sarmiento et al., 1998), donde el intervalo de Corral fue considerado como equivalente al de las biozonas de Pterospathodus celloni y de P. amorphognathoides (sensu Walliser, 1964), en ausencia de las formas nominales, que corresponderían a elementos de aguas profundas. Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) y Pardo Alonso (1997) completan la división litoestratigráfica del Devónico de la región surcentroibérica. Por debajo de la nueva Formación Cerro Risquillo (= ”Cuarcita de Base” sensu stricto), reasignada al Praguiense-Emsiense basal, distinguen unas “Alternancias Malva” indeterminadas en los sectores de Almadén, Guadalmez y Cabeza del Buey; en tanto que en el sinclinal de Herrera del Duque la última unidad sería equivalente al “Grupo del Cerro Escudero”. Éste estaría integrado por tres unidades, de las cuales la intermedia (Formación Cuarcitas del Doradillo) representaría el techo del Silúrico y, la superior (Formación Pelitas de Valdenmedio), sería ya devónica (Lochkoviense), de acuerdo con el hallazgo del trilobites Trimerus cf. acuminatus en su misma base. La correlación del límite Silúrico-Devónico la extienden, tentativamente, al sinclinal de La Codosera (Unidad de La Calera), Sierra de San Pedro (Pizarra de Valdelasmanos) y Sierra Morena oriental. Los materiales del Silúrico superior se agruparían en la “Alternancia de la Corchada”, una unidad de carácter informal debido a la posición incierta de su límite inferior en el corte de referencia. De ella suelen aflorar los 300 m superiores, constituidos por hasta 60 m de limolitas y pelitas, con intercalaciones de areniscas cuarcíticas, y areniscas micáceas. Estos tramos alternan con otros de 20-25 m formados a su vez por una alternancia de pelitas, limolitas y areniscas, cuarcíticas y micáceas; en ocasiones estas últimas llegan a predominar netamente sobre los materiales más finos. De acuerdo con Pardo Alonso (1997), la “Alternancia de la Corchada” sería correlacionable con las “Areniscas de Las Cabezuelas” y las “Cuarcitas del Cerro Herrumbre” del sinclinal de Guadarranque (Rodríguez Núñez et al., 1989). Gutiérrez-Marco et al. (1997a) revisan el yacimiento de graptolitos silúricos descubierto por Herranz Araújo (1985) al este de Zarza de Alange (Badajoz), concluyendo que las formas del Telychiense citadas por ese autor corresponden, en realidad, a variantes preservacionales de una especie más moderna (Monograptus flemingii, del Wenlock). En el mismo trabajo describen dos nuevos puntos fosilíferos para el área de Alange. El primero se sitúa en la ladera meridional del monte Calvario, al este de Zarza de Alange, y contiene Monograptus flemingii (Salter) (ilustrado en la fig. 2a-b del trabajo), Cyrtograptus hamatus (Baily) (idem., fig. 2c-d), Monoclimacis sp. y Paraplectograptus sp. La asociación es indicativa de la Biozona de Cyrtograptus lundgreni del Homeriense, y junto a los graptolitos se citan restos de braquiópodos rinconélidos, fragmentos de euriptéridos (uno de ellos ilustrado en la fig. 2f) y cornulítidos. El segundo yacimiento nuevo fue descubierto por Meinken (1995) en el embalse de Alange (Badajoz), al oeste del castillo. El estudio de Gutiérrez-Marco et al. (1997) revela la presencia de Saetograptus leintwardiensis (Lapworth) (representado en la fig. 2g) y Pristiograptus sp., junto con restos de algas, euriptéridos (uno de ellos fotgrafiado en la 70 fig. 2e), filocáridos, nautiloideos ortoconos, bivalvos cardiólidos, rinconélidos y acumulaciones de quitinozoos. La edad indicada por el primero de los graptolitos es Ludfordiense basal (Ludlow “superior”). Las pizarras graptolíticas de ambos yacimientos se apoyan en aparente disconformidad sobre los materiales cuarcíticos del Ordovícico Inferior, que en opinión de Herranz Araújo (1984) equivale a la discontinuidad d’’, de alcance regional. Con motivo de la primera reunión de campo celebrada en España por la Subcomisión Internacional de Estratigrafía del Silúrico (1998) se publica un volumen especial que reúne distintas contribuciones de interés para el Silúrico surcentroibérico. La primera es una síntesis general de este sistema en la Península Ibérica (Gutiérrez-Marco et al., 1998), donde se presenta una columna sintética para las regiones de Almadén, Guadarranque y Sierra Morena oriental, con tres unidades concordantes: la Cuarcita de Criadero (Hirnantiense-Llandovery: 7-70 m), la Formación Guadarranquejo (Llandovery-Wenlock: hasta 60 m) y el Grupo Cerro Escudero (Wenlock a Lochkov: 150-400 m). La bioestratigrafía de las pizarras graptolíticas del Llandovery-Wenlock es abordada con mayor detalle en la guía de la excursión central de la reunión, donde Štorch et al. (1998) presentan la sección del río Jabalón (al norte de Corral de Calatrava), descubierta por Kappes (1991) y anticipada por García Palacios et al. (1996b). En esta guía se indican las asociaciones de graptolitos reconocidas en siete divisiones del Telychiense, cuatro del Sheinwoodiense y una del Homeriense basal. La Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de P. hispanicus) comprende, entre otros, Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Pristiograptus pristinus Přibyl, P. variabilis (Perner), P. bjerringus Bjerreskov, Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Streptograptus linearis Chen y Rastrites linnaei Barrande. La Biozona de Spirograptus turriculatus se caracteriza por la asociación de S. turriculatus (Barrande), M. flamandi (Legrand), P. cf. altissimus (Elles & Wood) y Stim. cf. utilis Loydell, entre otros. La Biozona de Torquigraptus arcuatus está representada por T. arcuatus (Bouček), T. cf. proteus (Barrande), Parap. hespericus Štorch, M. flamandi (Legrand), Pseudoplegm. ex gr. obesus (Lapworth), P. initialis (Kirste), M. marri Perner y Cochlograptus veles (Richter), entre otros. En la Biozona de Monoclimacis griestoniensis continúa representadas gran parte de las especies de la biozona anterior, a las que se suman Monoclimacis griestoniensis (Nicol), T. australis Štorch y Retiolites geinitzianus (Barrande). La Biozona de Torquigraptus tullbergi se caracteriza por T. tullbergi (Bouček), T. flagellaris (Törnquist), M. priodon (Bronn), Stim.? splendens Štorch, M. curvus Manck y Retiolites geinitzianus (Barrande). En la Biozona de Oktavites spiralis se registran O. spiralis (Geinitz), O. falx (Suess), M. praecedens Bouček, M.? grobsdorfiensis (Hemmann), Mcl. geinitzii (Bouček) y Euromonoclimacis iberica Štorch. La identificación tentativa de la Biozona de Cyrtograptus insectus? supone el techo del Llandovery y se fundamenta en la presencia de Cyrtograptus insectus Bouček, R. cf. angustidens Elles & Wood, M. priodon (Bronn) y M. aff. probosciformis Bouček. El Wenlock debuta localmente con la Biozona de Cyrtograptus murchisoni reconocible por la asociación de C. cf. murchisoni Carruthers, Retiolites geinitzianus (Barrande), Barrandeograptus sp., Pristiograptus praedubius (Bouček), M. priodon (Bronn), M. cf. firmus Bouček y Euromonoclimacis adunca Bouček. La Biozona de Pristiograptus dubius comprende P. dubius dubius (Suess) y P. dubius latus (Bouček). Le sigue la Biozona de Monograptus belophorus, con M. 71 belophorus (Meneghini), M. antennularis (Meneghini), P. dubius (Suess) y Monoclimacis hemipristis (Meneghini). La última biozona del Sheinwoodiense corresponde a la Biozona de Cyrtograptus ellesae, con C. ellesae Gortani, C. ramosus Bouček, M. flemingii (Salter), M. aff. belophorus (Meneghini) y Mcl. flumendosae (Gortani). La asociación más moderna registrada se asigna al Homeriense basal, tentativamente a la Biozona de Cyrtograptus lundgreni?, compuesta por Cyrtograptus hamatus (Baily), C. ellesae Gortani, Monogaptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani) y Pristiograptus pseudodubius (Bouček). Pardo Alonso (1998) discute la posición del límite Silúrico-Devónico en los sinclinales de Almadén y Herrera del Duque, extendiendo la correlación de algunas unidades al sinclinal de Guadarranque. Presenta nuevos hallazgos de braquiópodos y trilobites en la sucesión de Herrera del Duque, comprendidos en la parte superior de la “Alternancia de la Corchada”, la cuarcita Doradillo y la Formación Valdemedio (terminología de Pardo Alonso y García-Alcalde, 1996). Los niveles con Ancillotoechia aff. ancillans, Microsphaeridiorhynchus? cf. nucula y Trimerus cf. acuminatus en las dos primeras unidades, definen un “intervalo de incertidumbre”, de unos 250 m de espesor, en cuanto a la posición del límite Silúrico-Devónico, previo a las primeras faunas del Lochkoviense localizadas a techo de la Formación Doradillo o su equivalente en Almadén (cuarcita de Las Cuevas). De acuerdo con Pardo y García-Alcalde (1984), el límite superior del Lochkoviense se situaría dentro de la Fm. Risquillo (= “Cuarcita de Base”) en el sinclinal de Guadalmez. Štorch (1998a) realiza una correlación bioestratigráfica entre las principales secuencias graptolíticas del centro y sur de Europa, incluyendo una referencia a la sección de Corral de Calatrava (García Palacios et al., 1996b; Štorch et al., 1998). En función de los datos disponibles, adscribe la misma a la “subfauna de diversidad moderada”, incluida en la Provincia de Graptolitos de la Europa Perigondwánica (PGE). La subfauna se caracteriza por la concurrencia de graptolitos epipelágicos de aguas someras y especies diagnósticas de rastrítido, petalolítidos y torquigráptidos del Llandovery, así como algunos cirtográptidos y Testograptus en el Wenlock. La presencia de macrofósiles no graptolíticos (euriptéridos, filocáridos, nautiloideos, bivalvos y braquiópodos) sugiere que la anoxia se situaba aproximadamente en la interfase agua-sedimento, en unos ambientes de plataforma, no necesariamente profundos. Štorch (1998b) describe diversas especies de graptolitos, algunas de ellas nuevas, diagnosticadas en el corte del río Jabalón (Corral de Calatrava, Ciudad Real) así como en la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica. Con localidad y estratotipo centroibérico propone la forma Euroclimacis iberica sp. n., y describe material de Corral de las especies Metaclimacograptus asejradi Legrand, M. flamandi (Legrand), Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), P. meridionalis (Legrand), Monograptus curvus Manck, M. juancarlosi sp. n., Oktavites? falx (Suess), Stimulograptus becki (Barrande), S.? splendens sp. n., Torquigraptus arcuatus (Bouček), T. australis sp. n. y T. tullbergi (Bouček). Parte de los ejemplares centroibéricos de estos tramos fueron ilustrados por Štorch (1998b, Text-fig. 3. Figs. 2, 3, 5, 8, 9, 13, 14; Text-fig. 4. Figs. 5, 6, 9, 11, 14; Text-fig. 5. Figs. 2, 4, 10, 11; reilustrados por nosotros en las Figs. 17 y 18). 72 Gumiel Martínez et al. (1998, 2002) elaboran una cartografía de síntesis de un sector extremeño que comprende los afloramientos silúricos del sinclinal de Cáceres, sinforme de la sierra de San Pedro y sinforme de La Codosera-Puebla de Obando. Para las dos últimas estructuras asumen la litoestratigrafía y dataciones provenientes esencialmente de Soldevila (1991, 1992a, 1992b), incluyendo las unidades consideradas como “cuarcitas basales” del Silúrico. Sarmiento y Gutiérrez-Marco (1999) citan el hallazgo de cantos fosilíferos del Ordovícico y Silúrico en una sucesión carbonífera que aflora en el paraje de Valsequillo, al noroeste de Adamuz (Córdoba, Dominio de Obejo-Valsequillo). Los materiales ordovícicos representarían restos de unidades de afinidad centroibérica (“capas con Tristani”, pizarras Chavera, caliza Urbana), en tanto que los cantos de caliza del Silúrico contienen cardiólidos, ortocerátidos y trilobites, de afinidades “ossa- morénicas”. Herranz et al. (1999a, 1999b) proponen diferenciar al Dominio Obejo-Valsequillo (= Banda Portalegre-Peraleda-Adamuz) como una nueva división del Macizo Hespérico, a la que denominan Zona Lusitano-Mariánica. Los argumentos principales son de índole estratigráfica y paleogeográfica, pues la nueva zona combina un basamento Proterozoico-Cámbrico inferior, parecido al de Ossa-Morena, con una cobertera paleozoica de claras afinidades centroibéricas. Sin embargo, la sucesión silúrica marca una elevación paleogeográfica en el núcleo de la división propuesta, con tendencia a migrar lateralmente durante este periodo. En el sureste del área existen calizas negras con ortocerátidos del Silúrico superior, desconocidas en la región surcentroibérica, en tanto que un Silúrico fuertemente extensivo pudo rebasar hacia el suroeste el eje Badajoz-Córdoba, llegando probablemente a apoyarse sobre un zócalo beturiense arrasado. Villas et al. (1999) describen detalladamente el primer hallazgo de la Fauna de Hirnantia en España, anticipado por Lorenzo et al. (1997). La localidad se sitúa en el techo del miembro inferior de la Formación Cuarcita del Criadero del sinclinal de Almadén, concretamente en un punto situado al noreste de la mina de Las Cuevas. La asociación de braquiópodos comprende las especies Hirnantia sagittifera (M´Coy) y Plectothyrella crassicosta chauveli Havlíček que caracterizan una asociación hirnantiense de afinidades norteafricanas. Este hallazgo es importante porque confirma la posición del límite Ordovícico-Silúrico dentro de la Cuarcita del Criadero, de acuerdo con la hipótesis planteada por San José et al. (1992) y García Palacios et al. (1996). En una síntesis paleontológica sobre el Silúrico español, Gutiérrez-Marco et al. (2001) consideran la escala bioestratigráfica de graptolitos de Corral de Calatrava, como representativa de la Zona Centroibérica española y reproducen algunas ilustraciones de trilobites y euriptéridos tomadas de los trabajos de García Palacios y Rábano (1996) y Gutiérrez-Marco et al. (1997), respectivamente. Como dato nuevo presentan el descubrimiento de muellerisféridos (mazueloides) en el Prídoli del noroeste de Adamuz (Córdoba, Dominio de Obejo-Valsequillo), de los que ilustran dos ejemplares. Robardet y Gutiérrez-Marco (2002) aportan una nueva síntesis sobre el Silúrico de España en la que citan tres columnas representativas de la sucesión silúrica del sector meridional y suroriental de la Zona Centroibérica: Guadarranque, Herrera del Duque y Almadén. El límite Ordovícico-Silúrico lo sitúan por encima de las facies de “Pelitas 73 con Fragmentos” (Fm. Gualija, Pizarras Chavera, Pizarras de Muro) y dentro del miembro superior de la Fm. Cuarcita del Criadero de Almadén. Por su parte, los límites Wenlock-Ludlow, Ludlow-Prídoli y Prídoli-Lochkoviense se situarían de forma imprecisa dentro de las Areniscas de Las Cabezuelas, las Cuarcitas de Cerro Herrumbre y las Alternancias de La Corchada, con el límite Silúrico-Devónico por debajo de las cuarcitas de Doradillo y Las Cuevas. En esto último concuerdan con la síntesis del Devónico español presentada en el mismo volumen (García-Alcalde et al., 2002), donde se añade la ubicación del mismo límite en el miembro inferior de la Unidad de La Calera (columna “La Codosera”) del Dominio Obejo-Valsequillo, o en la parte baja de las Pizarras de Valdelasmanos de la Sierra de San Pedro. Robardet y Gutiérrez-Marco (2002) evalúan la paleogeografía del silúrico surcentroibérico, señalando las afinidades paleobiogeográficas de algunos graptolitos telychienses con respecto a la plataforma gondwánica africana: Metaclimacograptus asejradi de las biozonas de R. linnaei y S. turriculatus; M. flamandi de las biozonas de T. arcuatus a T. tullbergi; y Parapetalolithus meridionalis, de las biozonas de T. arcuatus a Mcl. griestoniensis. Robardet (2002, 2003) examina los diferentes modelos paleogeográficos pre-variscos para el suroeste de Europa y defiende que las sucesiones ordovícico-devónicas ibero- armoricanas muestran una conexión evidente con la plataforma gondwánica del norte de África, sin que hubieran evolucionado aisladamente, como parte de una “microplaca” Armórica, separada del resto de Gondwana por el océano Rheico. También reitera que las facies y faunas marinas paleozoicas demuestran una continuidad de la Zona Centroibérica con las regiones Centro y Norte Armoricanas. Martínez Poyatos (2002) sintetiza la sucesión paleozoica precarbonífera en ambos flancos del sinclinorio de Los Pedroches (“Dominio Lusitano-Alcúdico”). En la banda meridional atribuye tentativamente al Silúrico un afloramiento considerado de edad devónica en el sector de Hornachos-Peraleda del Zaucejo, y para el sector de Espiel revalida el amplio afloramiento de Silúrico fosilífero cartografiado por Apalategui Isasa et al. (1985b) al sur de Villaharta (Córdoba), que asigna a la “Unidad Alóctona” del “Dominio Lusitano-Alcúdico”. En 2003 se publican tres nuevas hojas MAGNA que completan la cartografía del sector español del sinforme de La Codosera-Puebla de Obando. Los trabajos de Santos García et al. (2003a, 2003b) y López Sopeña et al. (2003) adoptan el esquema estratigráfico propuesto por Santos García y Casas Ruiz (1979), con las modificaciones introducidas por Soldevila Bartolí (1992a) para la Unidad de Calera. Así, sobre la unidad ordovícica de Aguas Claras, la nueva cartografía reconoce una unidad de “Areniscas y pizarras con cuarcitas intercaladas” (150-400 m; = Unidad Sierrafría), en la que pueden reconocerse hasta tres resaltes de cuarcitas. La edad estimada se extiende desde el Llandeiliense-Caradociense hasta el Wenlockiense superior, este último dato indicado por los graptolitos encontrados por Soldevila Bartolí (1992a) en las proximidades del embalse de la Peña del Águila. Por encima sitúan una sucesión de “Pizarras y areniscas con cuarcitas ferruginosas” (200-400 m; = Unidad Calera sensu lato), de límites estratigráficos imprecisos, que atribuyen al Ludlow-Siegeniense. Los materiales devónicos fosilíferos debutarían en la Unidad Gévora suprayacente, asignada al Devónico Inferior. La cartografía de la prolongación más oriental de la misma estructura no se publica hasta cinco años más tarde (López Sopeña et al., 2008), incluida en la llamada “Unidad del Valle”. En ella se diferencia una unidad cartográfica 74 de rango “Ordovícico superior - Llandoveriense” que comprende 400 m de pizarras con intercalaciones arenosas o cuarcíticas, además de un lentejón local de calcarenitas recristalizadas (60 m), que sitúan en el límite Ordovícico-Silúrico en ausencia de argumentos paleontológicos. Gumiel et al. (2003, 2010), basándose en Martín Herrero et al. (1987) describen someramente la estratigrafía de la sucesión silúrica del sinclinal de Monfragüe, que desglosan en: una unidad inferior de cuarcitas blancas (“cuarcita de Llandóvery”: 5 a 15 m) y una superior de pizarras, areniscas, pizarras ampelíticas con graptolitos y rocas básicas intercaladas (unos 100 m de potencia máxima), que atribuyen esencialmente al Silúrico superior. Kříž et al. (2003), en un trabajo de síntesis sobre la estratigrafía y paleogeografía del Silúrico gondwánico europeo y bohémico, optan por presentar una columna para la Zona Centroibérica meridional, compuesta a partir de las secciones de Almadén y Corral de Calatrava. La parte superior de la Fm. Cuarcita del Criadero (“Formación Criadero”) es referida al intervalo Rhuddaniense-Aeroniense, comprendido entre las biozonas de P. acuminatus y de L. convolutus, con la posible existencia de un hiato estratigráfico equivalente a la Biozona de S. sedgwicki (Aeroniense terminal) en el tránsito a las pizarras con graptolitos (Formación Guadarranquejo, 5-50 m). Esta unidad abarcaría desde la Biozona de S. guerichi (Telychiense) hasta la de C. lundgreni (Homeriense basal). La parte inferior del Grupo Cerro Escudero (150-400 m) es atribuida al Wenlock superior, Ludlow y Prídoli. La columna se representa en clave litológica normalizada, acompañada por tamaños de grano o texturas, y por una curva de profundidades relativas, discriminada mediante las asociaciones bentónicas (BA 0- 6). En 2004 continúa la publicación de hojas MAGNA al sur de la alineación del batolito de Los Pedroches. Contreras Vázquez et al. (2004) y Apalategui Isasa et al. (2004) diferencian, dentro de la llamada Unidad Valsequillo-Peraleda, extensos afloramientos que atribuyen al rango Silúrico superior-Devónico, formados por pizarras marrones y cuarcitas ferruginosas. En ellas se intercalan niveles de cuarcitas y de calizas que generan relieves prominentes, y que afloran en ambos flancos del anticlinal de Peraleda. La presencia de materiales silúricos está asegurada por el hallazgo de lentejones de calizas negras “ludlowienses”, con nautiloideos ortocónicos y bivalvos (Cardiola cf. interrupta), encontrados por Contreras Vázquez et al. (2004) en dos localidades cerca de la base de la unidad (sur del puerto de los Tres Mojones y oeste de la Granjuela). Los fósiles del Devónico Inferior y Superior abundan en las intercalaciones arenosas del resto de la sucesión. La existencia de materiales silúrico-devónicos directamente por encima de las unidades del Ordovícico Inferior cuarcítico, o de las pizarras “llanvirnienses”, es atribuida a un amplio hiato sedimentario. Moreno et al. (2004) y Matas et al. (2005) realizan la cartografía MAGNA de la terminación periclinal occidental del sinclinal de Herrera del Duque. Consideran que la sucesión del Ordovícico terminal comprende “pelitas con fragmentos”, en las que se intercala la “Cuarcita de Las Majuelas”, que culminan con una barra discontinua de cuarcitas, de hasta 15 m, que equiparan a la “Cuarcita de Criadero” (en parte Silúrica). Sobre la unidad anterior se superpone el Grupo Cerro Escudero, que comienza con 15 a 20 m de pizarras negras graptolíticas (Fm. Guadarranquejo) del Llandovery superior y Wenlock basal. Continúa con 200 a 300 m de alternancias pizarras negras a grises y 75 areniscas cuarcíticas (Fm. Guadarranque) del Wenlock superior-Prídoli, que podría extenderse al Lochkoviense. Los primeros niveles fosilíferos del Devónico se sitúan en la base de la cuarcita del Cerro Doradillo suprayacente, con braquiópodos, trlobites, moluscos y equinodermos del Lochkoviense, que coincidirían con la localidad mencionada por Pardo Alonso (1998). Como hallazgos paleontológicos del Silúrico, Moreno et al. (2004) mencionan una localidad situada al sureste de la sierra de Velasco, cerca del techo de la unidad ampelítica, donde los nódulos decalcificados contienen restos de ortocerátidos y los graptolitos Monograptus cf. priodon (Bronn), Torquigraptus tullbergi? Bouček, T. cf. arcuatus Bouček, Streptograptus cf. loydelli Štorch & Serpagli, Petalograptus cf. giganteus (Bouček & Munch), Metaclimacograptus? sp. y Stomatograptus grandis (Suess) s.l.. La asociación la atribuyen al Telychiense, probablemente a la Biozona de T. tullbergi. Ascendiendo en la sucesión, otros niveles con nódulos proporcionaron restos de ortocerátidos, en tanto que en las ampelitas de un afloramiento temporal, cuya localización no figura en los mapas, se identificaron Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monograptus flemingii (Salter) y Pristiograptus cf. giganteus (Gortani). Está segunda asociación la atribuyen al Sheinwoodiense tardío. Martínez Poyatos et al. (2004a) realizan una breve síntesis de la sucesión paleozoica postcámbrica en el Dominio del Complejo Esquisto-grauváquico (Zona Centroibérica). El Silúrico se inicia dentro de la Cuarcita del Criadero, sucedida por 5-30 m de ampelitas con graptolitos (Llandovery-Wenlock inferior) y por una alternancia potente (varios cientos de metros) de pizarras y areniscas (Alternancias de La Corchada: Wenlock a Prídoli). El límite Silúrico-Devónico lo sitúan dentro de la Cuarcita de Doradillo, en cuyo techo existen fósiles del Lochkoviense. Los autores resaltan que los materiales silúricos al sur de la alineación magmática Alburquerque-Pedroches (Unidad alóctona meridional), poseen caracteres mixtos con los de la Zona de Ossa-Morena, relativos a fósiles y facies sedimentarias San José et al. (2004) presentan nuevos argumentos para la diferenciación de la Zona Lusitano-Mariánica, comprendida entre el batolito de Los Pedroches y la falla de Malcocinado, cuya definición fue anticipada por Herranz et al. (1999a, 1999b). Los materiales silúricos afloran discontinuamente en el Dominio Mérida-Montoro (entre Los Pedroches y la falla de Hornachos), y con reservas en el Dominio de Badajoz-Córdoba (entre las fallas de Hornachos y Malcocinado), compartiendo la paraconformidad basal con la Zona Centroibérica en relación con los depósitos ordovícicos. Según los autores el Silúrico pudo extenderse sobre el substrato precámbrico del “eje Badajoz-Córdoba”, superándolo, de una forma continua o, tal vez, discontinuamente. Los materiales del Devónico Inferior conservados en el Dominio Mérida-Montoro, difieren radicalmente de las sucesiones de tipo Ossa Morena, y también muestran variaciones locales de facies con respecto a las típicas de la región surcentroibérica. En el año 2005 se publican dos nuevas hojas MAGNA que comprenden los afloramientos paleozoicos más occidentales del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches, así como del sinclinal de Guadalmez. Lorenzo et al. (2005a, 2005b) inician la sucesión silúrica algo por encima de la base de la Cuarcita de Criadero (60-100 m), que atribuyen al Llandovery. Por encima se sitúan las pizarras ampelíticas negras del Llandovery superior (15 a 40 m), sucedidas por 50 - 75 m de pizarras grises y micáceas del Wenlock. Estas dos unidades pueden intercalar tobas básicas de aspecto masivo (“Alternancia Vulcano-sedimentaria”) y diatremas con rocas de carácter ácido. Sobre el 76 Fig. 17. Graptolitos de los géneros Euroclimacis (1a-1d), Stimulograptus (2a-2e), Streptograptus (3a-3f), Diversograptus (4a-4b), Oktavites (5a-5c) y Mediograptus (6a-6b); ilustraciones reproducidas de Štorch (1998b: Text-fig. 3, Figs. 5, 11, 14; Text-fig. 4, Figs. 4, 10, 14) y Loydell et al. (2009: Figs. 4d, 4f, 4j, 4k, 4l, 4o, 4s, 4z, 4aa; 5a, 5f, 5j; 6a, 6f, 6m). Todos del Telychiense y Sheinwoodiense de Corral de Calatrava, a excepción de los ejemplares de las figs. 2a, 2c, 3c, 3f y 5b, de la sección de Checa (Guadalajara). 1a, Euroclimacis jabalonensis. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,67. 1b, Euroclimacis hamata. Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 2,67. 1c, Euroclimacis adunca. Biozona de Cyrtograptus murchisoni. x 2,67 1d, Euroclimacis iberica. Parte superior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,67. 2b, Stimulograptus pradoi. Parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,46. 2d, Stimulograptus vesiculosus. Parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,46. 2e, Stimulograptus novaki. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,46. 3a, Streptograptus wimani. Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 2,86. 3b, Streptograptus anginus. Parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,86. 3d, Streptograptus speciosus. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,86. 3e, Streptograptus nodifer. Parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,86. 4a, Diversogratus? pergracilis. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 3,95. 4b, Diversograptus ramosus. Parte superior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 3,95. 5a, Oktavites spiralis. Parte superior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 3,15. 5c, Oktavites excentricus. Parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. x 3,15. 6a, Mediograptus cautleyensis. Biozona de Cyrtograptus murchisoni. x 4,1. 6b, Mediograptus inconspicuus. Biozona de Cyrtograptus murchisoni. x 4,1. 77 78 Fig. 18. Graptolitos de los géneros Parapetalolithus (1a-1b), Torquigraptus (2a-2d), Metaclimacograptus (3a-3b), Cyrtograptus (4a-4b), Pristiograptus (5a-5d), Monoclimacis (6a-6e) y Monograptus (7a-7g); ilustraciones reproducidas de Štorch (1998b: Text-fig. 3, Figs. 2, 3, 8, 9; Text-fig. 4, Figs. 5, 7, 9, 11; Text-fig. 5, Figs. 2, 4, 10, 11) y Loydell et al. (2009: Figs. 4r, 4t, 4v, 4w, 4x; 5c; 6d, 6c, 6h, 6i, 6j, 6l, 6n). Todos del Telychiense y Sheinwoodiense de Corral de Calatrava, a excepción de los ejemplares de las figs. 1a, 1b, 2a, 2b, 2c, 2d, 3a, 3b, 7c, 7e, 7f y 7g, de la sección de Checa (Guadalajara). 4a, Cyrtograptus lapworthi. Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 1,82. 4b, Cyrtograptus? sp. nov. aff. insectus. Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 1,82. 5a, Pristiograptus largus. Parte inferior de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 2,5. 5b, Pristiograptus latus. Biozona de Monograptus riccartonensis. x 2,5. 5c, Pristiograptus praedubius. Biozona de Cyrtograptus lapworthi. x 2,5. 5d, Pristiograptus dubius. Biozona de Monograptus riccartonensis. x 2,5. 6a, Monoclimacis flexa. Parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,5. 6b, Monoclimacis basilica. Biozona de Cyrtograptus murchisoni. x 2,5. 6c, Monoclimacis vikensis. Biozona de Cyrtograptus murchisoni. x 2,5. 6d, Monoclimacis vomerina. Parte superior de la Biozona de Oktavites spiralis. x 2,5. 6e, Monoclimacis subgeinitzi. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,5. 7a, Monograptus parapriodon. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,77. 7b, Monograptus priodon. Parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. x 2,77. 7d, Monograptus riccartonensis. Biozona de Monograptus riccartonensis. x 2,77. 79 80 conjunto anterior existen lentejones de cuarcitas ferruginosas (hasta 35 m) y una alternancia monótona de areniscas y pizarras (“Alternancia Malva”), igualmente con intercalaciones volcánicas, a las que correlacionan con el Grupo Cerro Escudero. Cerca del techo de esta última alternancia podría localizarse el límite Silúrico-Devónico. Los hallazgos paleontológicos en el Silúrico de Cabeza del Buey se limitan a una localidad al oeste de Helechal (Informe paleontológico; Gutiérrez-Marco, 1995a), con nódulos con ortocerátidos y graptolitos (Monograptus cf. parapriodon Bouček). Las pizarras ampelíticas que afloran en la hoja de Chillón comprenden numerosas localidades fosilíferas con graptolitos, braquiópodos, moluscos, cornulítidos y artrópodos pelágicos (Informe paleontológico; Gutiérrez-Marco, 1995b). Las asociaciones del Llandovery debutan con Biozona de R. linnaei, representada por las sub-biozonas de P. palmeus y P. hispanicus. La primera se caracteriza por Spirograptus guerichi Loydell, Štorch y Melchin, Petalograptus palmeus Barrande, P. cf. elongatus Bouček y Přibyl, Metaclimacograptus sp.1, Stimulograptus halli (Barrande), Monograptus marri Perner y Pristiograptus variabilis (Perner); en tanto que la segunda contiene Petalograptus hispanicus Haberfelner, Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov), Pristiograptus variabilis (Perner), Torquigraptus planus (Barrande) y Metaclimacograptus sp.1. Las siguientes asociaciones del Telychiense permiten identificar el intervalo de las Biozonas de R. linnaei y O. spiralis, gracias al registro sucesivo de Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y Oktavites spiralis (Geinitz), acompañados en los niveles inferiores por algunos diplográptidos como Paraclimacograptus innotatus brasiliensis (Ruedemann), Petalograptus giganteus Bouček y Přibyl, o bien por Torquigraptus cf. contortus (Perner). En las biozonas superiores son comunes los retiolítidos (Retiolites geinitzianus angustidens Elles y Wood), así como Monograptus parapriodon (Bouček) y M. priodon (Bronn). Los graptolitos registrados en las pizarras grises posteriores a las ampelitas son formas del Wenlock (Sheinwoodiense a Homeriense basal) entre los que citan una asociación de la Biozona de C. lundgreni caracterizada por Cyrtograptus lundgreni Törnquist, Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani) y Pristiograptus sp. Kříž (2005) describe los bivalvos telychienses encontrados en dos localidades ibéricas, una de ellas situada en el sinclinal de Guadalmez, al noreste de la estación de Belalcázar (Badajoz). El material se conserva en nódulos incluidos en pizarras negras de la Biozona de O. spiralis, donde se caracterizó un nuevo género (Copenychia) y tres nuevas especies de cardioloideos y modiomorfoideos (Copenychia franta, Stolidotus marco, Dceruska hispanica). Estos taxones tipifican la Comunidad Dceruska- Copenychia-Stolidotus, que incluye las formas nominales junto a Slava sp. y Lunulacardiidae. El predominio de especies reclinadas y epibisadas, junto con la ausencia de formas infaunales, caracterizan un fondo blando y con oxígeno, al menos en la interfase agua-sedimento o ligeramente por encima, pero con condiciones anóxicas dentro del sedimento. Desde el punto de vista energético, esta comunidad viviría por debajo del nivel de base del oleaje pero con influencia de débiles corrientes ocasionales. La ausencia de otros grupos de organismos bentónicos, como braquiópodos, trilobites, crinoideos o gasterópodos, la explica el autor por las condiciones restringidas, pobres en oxígeno, pero de salinidad normal en la columna de agua, indicada por la abundante presencia de cefalópodos ortocónicos. 81 Entre 2005 y 2008 se completa la cartografía MAGNA de la Sierra de San Pedro y su prolongación suroriental hacia el eje de Los Pedroches. López Sopeña et al. (2003, 2008) inscriben el sector en la Unidad de Arroyo Fresneda, en continuidad con el flanco septentrional de la Sierra de San Pedro. La sucesión silúrica no se halla bien diferenciada en la hoja de Mirandilla, donde deducen su presencia por debajo de materiales correlacionables con unidades devónicas. En cambio, en la hoja adyacente (Miajadas), López Sopeña et al. (2005) distinguen en orden ascendente una unidad de pizarras grises que atribuyen al Ordovícico superior-Silúrico; unas cuarcitas blancas masivas del Llandoveriense; pizarras grises y negras (300 - 350 m); y pizarras arenosas con intercalaciones de cuarcitas (aprox. 300 m). Las dos últimas unidades las consideran del Silúrico medio-superior, por su infrayacencia a una cuarcita que correlacionan con la “cuarcita de Base” de Almadén, o con la “Unidad Calera” del sinclinorio de La Codosera. Las nuevas hojas MAGNA de Puebla de Obando (Monteserín López et al., 2007) y Alcuescar (Monteserín López et al., 2008a) cartografían con gran detalle el sector centro-meridional de la Sierra de San Pedro. La sucesión silúrica se inicia con las Cuarcitas del Jabonero (15-90 m), atribuidas al Llandovery; aunque de acuerdo con la leyenda del mapa, el límite Ordovícico-Silúrico podría debutar en las pizarras oscuras infrayacentes. Le siguen unos 300 m de pizarras negras, asignadas al “Silúrico superior, Wenlock-Ludlow” por los graptolitos encontrados fuera de las hojas, pues como cita original solo se menciona el hallazgo de Monograptus sp. en un nódulo procedente del km 27,8 de la CN-523, de Cáceres a Badajoz (Monteserín López et al., 2007). Finalmente, el límite Silúrico-Devónico se situaría tentativamente en las alternancias de areniscas ferruginosas y pizarras, cuya parte media a superior contiene asociaciones de invertebrados del Devónico inferior. Como afloramientos desconectados de la Sierra de San Pedro, pero en continuidad cartográfica evidente, se sitúan los posibles silúricos metamórficos del sureste de la sierra de Magacela (García Hidalgo et al., 2008) y la Unidad de la Sierra de la Lapa (Carvajal Menéndez et al., 2008). En ambos casos los materiales asignados al Silúrico son esencialmente pizarrosos (200 a 300 m) y se reúnen en una unidad estratigráfica compresiva, bien con las areniscas fosilíferas del Devónico inferior, o bien con los materiales del Ordovícico Superior, respectivamente. Pardo Alonso y Valenzuela-Ríos (2006) publican el avance del estudio detallado de un sector del flanco norte del anticlinal de Peraleda, en la región centro-oriental del Dominio Obejo-Valsequillo, dentro de una unidad cartografiada como Silúrico superior- Devónico por Contreras Vázquez et al. (2004). Además de situar el afloramiento en un contexto tectónico mucho más complejo, los autores subdividen la sucesión en cinco unidades con rango de formación, que abarcarían desde el tránsito Silúrico-Devónico hasta el Fameniense o Carbonífero. La unidad inferior está compuesta por unos 70 m de lutitas grises y algunas areniscas con intercalaciones métricas de calizas bioclásticas hacia la parte media y alta, culminando con 10 m de pelitas verdosas con intercalaciones de limolitas. En las calizas se han encontrado trilobites homalonótidos y pequeños braquiópodos (Ancillotoechia?) de edad Prídoli- Lochkoviense, y por encima de estos niveles, otros del Lochkoviense-Praguiense. von Raumer et al. (2006) reconstruyeron la subsidencia tectónica para el Paleozoico inferior en diversas cuencas del Macizo Hespérico, aportando una columna esquemática para el área de Almadén. Relacionan el incremento de la actividad volcánica básica durante el Silúrico con una tendencia general de rifting para la Zona Centroibérica, que sería la menos subsidente de todo el Paleozoico ibérico. 82 En 2008 se completa la cartografía MAGNA del extremo oriental del sinclinal de Guadarranque. La sucesión silúrica comprende, según Monteserín López et al. (2008b, 2008c), una unidad inferior de cuarcitas claras (20-60 m: Llandovery), y otra de pizarras negras ampelíticas con intercalaciones esporádicas de areniscas (200 m: Llandovery superior). La primera se interpreta como depósitos de plataforma marina somera, con “megaripples” de arena de crestas rectas y curvas, y la segunda como sedimentos de plataforma externa o abierta con fondo anóxico. La unidad inferior de cuarcitas equivaldría, en opinión de estos autores, a las Cuarcitas del Criadero, pudiendo extenderse regionalmente “sobre el tramo inferior de las Pizarras y Pelitas con Fragmentos”. Dicha interpretación es confusa, ya que en el resto del sinclinal de Guadarranque la unidad cuarcítica más prominente bajo las pizarras silúricas, es la Cuarcita de Las Majuelas, datada como Ordovícico terminal por otros autores, a los que no se alude en las memorias de la cartografía. Insúa Márquez et al. (2008) realizan la cartografía MAGNA de Fuencaliente (Ciudad Real), incluyendo los afloramientos silúricos del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. De acuerdo con la memoria acompañante, la sucesión de este periodo comienza en la parte superior de los Esquistos Chavera y prosigue en la Fm. Cuarcita del Criadero (30 m), que atribuyen al “Llandoveriense inferior”. Sobre éstas se sitúa una unidad de pizarras negras y areniscas (200 m, “Alternancias Volcanosedimentarias”), muy recubierta, que contiene delgadas intercalaciones volcánicas y se correlaciona con la sucesión del “Llandoveriense medio al Gediniense” del sinclinal de Almadén, en ambos casos infrayacente a otra sucesión detrítica fosilífera del Devónico inferior (“Siegeniense-Emsiense”). En 2009 se publican las hojas MAGNA más recientes concernientes al área de estudio, de la que todavía restan por publicar nueve mapas a escala 1:50.000 con afloramientos silúricos. El bloque comprende tres hojas del sector más oriental de Sierra Morena, comprendiendo el flanco meridional del sinclinal de Santa Cruz de Mudela (Matas González et al., 2009a, 2009b) y el flanco septentrional del sinclinorio de Los Pedroches (Leyva Cabello et al., 2009). Los autores diferencian, regionalmente, las mismas unidades para la sucesión silúrica. Por encima de la Cuarcita de Criadero (70-90 m), que consideran de edad Llandovery, sitúan una unidad de “Sapropelitas y pizarras negras ampelíticas” (Llandovery superior-Wenlock inferior) que, a su vez, reúne dos tramos. El inferior (5-15 m) lo forman sapropelitas negras con abundantes graptolitos, y el superior (60-70 m) son pizarras oscuras con microlaminaciones limosas y lutitas micáceas, en cuya base hay una capa rica en nódulos, en parte fosilíferos y de diámetros centimétricos. Los afloramientos más meridionales de este último tramo pueden contener niveles de “liditas”, que tal vez sean horizontes delgados de limolitas negras afectados por metamorfismo de contacto. La sucesión silúrica culmina con una unidad potente de “Areniscas cuarcíticas, limolitas y pizarras grises”, de aproximadamente 300 m de espesor que, en ausencia de fósiles, la atribuyen al rango Wenlock superior- Lochkoviense, y que se sitúa por debajo de la sucesión cuarcítica arenosa con restos de braquiópodos y moluscos del Praguiense. El conjunto de la sucesión Silúrico-Devónico Inferior lo adscriben a un megaciclo deposicional de facies grano y estratocreciente (“SD VII”), en contexto regresivo y somerizante. Desde el punto de vista paleontológico Matas González et al. (2009a) señalan una sección fosilífera próxima al castillo de Montizón (al sur de Torre de Juan Abad, Jaén), en el flanco sur del sinclinal de Santa Cruz de Mudela (Informe paleontológico; Gutiérrez-Marco, 2000a), donde identificaron 83 la Biozonas de Rastrites linnaei, Streptograptus crispus-Monoclimacis griestoniensis y de Torquigraptus tullbergi u Oktavites spiralis del Telychiense; así como una probable asociación del Sheinwoodiense superior. La primera contiene Spirograptus cf. guerichi, Loydell, Štorch y Melchin; la segunda Torquigraptus arcuatus (Bouček), Metaclimacograptus sp., Retiolites sp. y Parapetalotithus sp. y la tercera división Monograptus priodon (Bronn) y Stimulograptus splendens Štorch, en pizarras con nódulos que, además, encierran restos de grandes euryptéridos, filocáridos y nautiloideos ortoconos. Por encima de los materiales del Llandovery, se cita una probable asociación del Sheinwoodiense superior, integrada por Cyrtograptus cf. insectus Bouček, Pristiograptus cf. largus (Perner) y Monograptus priodon (Bronn). Por su parte, Matas González et al. (2009b) refieren dos yacimientos de graptolitos en las proximidades del río Guadalmena, en el flanco norte del sinclinorio de Pedroches (Informe paleontológico; Gutiérrez-Marco, 2000c). El primero de ellos se sitúa en las pizarras alteradas del cortijo de Las Hazadillas, donde reconocieron una asociación de la Biozona de Torquigraptus tullbergi del Telychiense, con Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus? splendens Štorch y Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol). El segundo yacimiento se halla, en realidad, en el borde septentrional de la hoja de Beas de Segura, aguas abajo del embalse del río Guadalmena. La asociación de graptolitos corresponde en este caso al Wenlock, probablemente al Sheinwoodiense superior, con Pristiograptus cf. meneghini (Gortani), Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani), Cyrtograptus sp. (cladia tecales) y Retiolitidae?. Loydell et al. (2009) realizaron el estudio biostratigráfico detallado del límite Llandovery-Wenlock en las pizarras graptolíticas de la sección de Corral de Calatrava (Ciudad Real), con la determinación de la extensión vertical precisa de 45 taxones de graptolitos y 14 de conodontos. El tramo estudiado representa 7,8 m de pizarras negras con raros niveles de limolitas micáceas, nódulos, capas lumaquélicas y una delgada caliza arcillosa. De base a techo se determinaron la parte superior de la Biozona de Mcl. crenulata, la Biozona de O. spiralis completa, gran parte de la Biozona de C. lapworthi, la Biozona de C. murchisoni (incompleta) y la parte baja de la Biozona de M. riccartonensis. Se detectaron dos pequeñas lagunas estratigráficas correspondientes al techo de la Biozona de C. lapworthi y las biozonas de C. insectus y C. centrifugus del Telychiense terminal, así como de la Biozona de M. firmus del Sheinwoodiense. Los conodontos, conservados como moldes en los planos de estratificación, no permitieron una asignación estratigráfica precisa. Además de graptolitos y conodontos, los autores citaron la presencia de restos de braquiópodos, bivalvos, euriptéridos, filocáridos, cornulítidos, trilobites, nautiloideos ortoconos y placas columnares de crinoideos, de los que no aportan identificaciones. En el apartado de paleontología sistemática se describen e ilustran (sus figs. 4-6) cuatro nuevas especies de graptolitos, tres de ellas del Telychiense (Euroclimacis jabalonensis, Monoclimacis flexa y Stimulograptus pradoi) y una de rango Telychiense-Sheinwoodiense (Euroclimacis hamata). El resto de taxones identificados, parcialmente ilustrados, es el siguiente: Monograptus priodon (Bronn), M. parapriodon Bouček, M. riccartonensis Lapworth, `Monograptus´ curvus Manck; Stimulograptus splendens Štorch, Stm. novaki (Bouček), Stm. vesiculosus (Perner), Stimulograptus? sp.; Oktavites spiralis (Geinitz), O. falx (Suess), O. excentricus (Bjerreskov), Oktavites sp.; Streptograptus speciosus (Tullberg), Strp. nodifer (Törnquist), Strep. anginus (Bouček), Strep. wimani (Bouček); Monoclimacis vomerina (Nicholson), Mcl. subgeinitzi Fu, Mcl. woodae? Zalasiewicz, Loydell & 84 Storch, Mcl. geinitzi (Bouček), Mcl. vikensis? Bassett & Rickards, Mcl. basilica (Lapworth); Euroclimacis iberica Štorch, E. adunca (Bouček); Pristiograptus praedubius (Bouček), P. largus (Perner), P. latus (Bouček), P. dubius (Suess); Mediogratus cautleyensis (Rickards), Med. inconspicuus (Bouček); Diversograptus ramosus Manck, D.? pergracilis (Bouček); Barrandeograptus bornholmensis? (Laursen), Barrandeograptus sp.; Cyrtograptus lapworthi Tullberg, Cyrtograptus sp., Cyrtograptus? sp. nov.; Retiolites angustidens Elles & Wood, R. geinitzianus Barrande; Stomatograptus sp. y Pseudoretiolites? spp. Por último, los conodontos identificados, acompañados por una lámina fotográfica, corresponden a los taxones siguientes: Distomodus staurognathoides (Walliser), Ozarkodina excavata (Branson & Mehl), O. broenlundi? Aldridge, Ozarkodina sp., Dapsilodus? sp., Aspelundia sp., Ozarkodina? sp., Pterospathodus? sp., Aspelundia? sp., Kockelella? sp., Oulodus? sp, Pterospathodus amorphognathoides Walliser, Kockelella ranuliformis? (Walliser) y Dapsilodus obliquicostatus (Branson & Mehl). Lorenzo y Gutiérrez-Marco (2009) citan el descubrimiento del graptolito Normalograptus scalaris (Hisinger), en preservación tridimensional, dentro de nódulos piritosos intercalados en la parte alta de la Fm. Cuarcita del Criadero del flanco norte del sinclinal de Almadén. Los rabdosomas se conservan vacios, con el peridermo replicado por óxidos de hierro y filosilicatos, revelando una posible piritización multifásica de los graptolitos y su matriz. La asociación monoespecífica indica un rango comprendido entre el Aeroniense medio y el Telychiense inferior. Lorenzo et al. (2009) resaltan la importancia del Parque Minero de Almadén desde el punto de vista del patrimonio geológico del Silúrico centroibérico, aportando una relación bibliográfica de los principales descubrimientos de graptolitos en el interior de la mina, asignables a tres biozonas distintas del Telychiense (Biozonas de Rastrites linnaei, Monoclimacis griestoniensis y Torquigraptus tullbergi). Menéndez y Rábano (2010) catalogan las colecciones de fósiles de Extremadura procedentes de los trabajos llevados a cabo por la Comisión del Mapa Geológico de España en la segunda mitad del siglo XIX. De la Memoria de la provincia de Cáceres, el Museo Geominero conserva algunos graptolitos originales de Egozcue y Mallada (1876), concretamente tres ejemplares identificados como Monograpsus convolutus, Hisinger y Monograpsus priodon, Barr., procedentes del yacimiento de Alía. Estos fueron revisados como Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis y Monograptus sp. (Gutiérrez-Marco en Menéndez y Rábano, 2010). Es posible que otra parte del material de Egozcue y Mallada (1876) del mismo yacimiento, fuera revisada por Hernández Sampelayo (1960) y posteriormente perdida. De la Memoria Geológica de la provincia de Badajoz (Gonzalo y Tarín, 1879) no existen fósiles silúricos que le sean directamente asignables, pero las colecciones históricas del museo contienen ejemplares de bivalvos procedentes de Garlitos (“Paracardium” sp., “Conchidium knighti” y “Dalila oblitera”), así como un braquiópodo (Rhynchonellida indet.) y un graptolito (Monograptus sp.) de Herrerra del Duque. La procedencia de este material es desconocida, pero con seguridad no pertenece al trabajo de Almela et al. (1962). En la memoria acompañante al nuevo Mapa Geológico de Extremadura, Palacios et al. (2010) resumen las sucesiones silúricas localizadas en la parte meridional de la Zona Centroibérica. Sobre la Fm. Cuarcita del Criadero citan la unidad de “lutitas sapropélicas” (Formación Guadarranquejo), depositada en un medio marino abiero y 85 relativamente distal. Esta unidad pasa gradualmente a unas alternancias monótonas de limolitas negras muy micáceas, lutitas y areniscas (Formación Guadarranque o Alternancias de La Corchada) “que llegan hasta el Devónico inferior (Gediniense) en una secuencia de tipo regresivo”. Según los autores, el Silúrico del dominio Obejo- Valsequillo tiene una escasa potencia y está formado por ampelitas con graptolitos (12 m en Alange), que a veces incluyen abundantes nódulos con restos de nautiloideos, de los que señalan un yacimiento cerca de Valle de la Serena (km 16 de la carretera BA- 113). Gutiérrez-Marco et al. (2012) destacan en la región de Almadén, los yacimientos tipo de muchos fósiles (más de medio centenar de especies paleontológicas entre braquiópodos, trilobites, moluscos, equinodermos, graptolitos, corales e icnofósiles), a veces únicos a nivel mundial, y también el gran número de colecciones paleontológicas de Almadén depositadas en museos e instituciones de España y otros países europeos. Gutiérrez-Marco et al. (2014) analizan los fósiles encontrados en cantos de caliza negra heredados en el olistotroma serpukhoviense del valle del Guadalmellato (Córdoba). Determinan tres asociaciones diferentes con macro y microfósiles. La más antigua es de edad Ludlow (probablemente Ludfordiense inferior), y consta de cefalópodos (Michelinoceras cf. michelini (Barrande) y Parakionoceras? sp.), graptolitos indeterminables y el bivalvo Cardiola docens Barrande. La segunda asociación es de edad Prídoli basal, determinado por los bivalvos Cardiolinka bohemica (Barrande), Dualina cf. longiuscula (Barrande) y los graptolitos Neocolonograptus parultimus (Jaeger) y N. ultimus (Perner), encontrados junto con cefalópodos (Michelinoceras sp.), trilobites (Crotalocephalus? sp.) y diversos microfósiles. A este nivel corresponden los muellerisféridos (= “mazueloides”) ilustrados por Gutiérrez-Marco et al. (2001: lám. 5, fig. 9). El registro micropaleontológico del mismo se amplia con el descubrimiento de posibles foraminíferos aglutinantes (Bathysiphon? sp.) y abundantes conodontos: Dapsilodus obliquicostatus (Branson y Mehl), Pseudooneotodus beckmanni (Bischoff y Sannemann), Wurmiella excavata excavata (Branson y Mehl), Oulodus? sp., “Ozarkodina”? sp. A y fragmentos indeterminados de elementos ramiformes. La asociación de conodontos comprende especies con un rango estratigráfico amplio que abarca el Wenlock, Ludlow y Pridolí, por lo que no añade precisiones a la edad indicada por los graptolitos y bivalvos. Los materiales silúricos más modernos contienen fósiles del Prídoli superior, con abundantes cefalópodos -Orthocycloceras fluminese (Meneghini) y Michelinoceras michelini (Barrande)-, bivalvos (Patrocardia evolvens Barrande, Patrocardia sp. y Leptodesma sp.) y raros ostrácodos bolbozoidos. Según los autores las afinidades paleobiogeográficas de las asociaciones ordovícicas y silúricas identificadas en los cantos incluidos en el Carbonífero, revelan que el Dominio Obejo- Valsequillo probablemente no corresponde a la Zona Centroibérica o se halla muy desplazado con relación a la misma, presentando diferencias en el Silúrico en relación con la Zona de Ossa Morena. Como colofón a esta relación de antecedentes, cabe resaltar que aún existen otras nueve hojas geológicas del proyecto MAGNA que permanencen sin publicar, y en las que se han cartografiado en detalle materiales silúricos correspondientes a la región surcentroibérica. Se trata de las hojas nº 835 (Brazatortas), 836 (Mestanza), 837 (Viso del Marqués), 838 (Santa Cruz de Mudela), 861 (Solana del Pino), 862 (Santa Elena), 863 (Aldeaquemada), 865 (Siles) y 886 (Beas de Segura). Todas ellas fueron concluidas 86 entre los años 1996 y 2000 y cubren parte de los sinclinales de Puertollano-Almuradiel, Santa Cruz de Mudela y Solana del Pino, así como las regiones de Sierra Morena oriental correspondientes al flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Para el presente trabajo hemos tenido acceso a los borradores de los mapas y de tres de las memorias (nº 835, 836 y 861), que no aportan grandes novedades cartográficas ni estratigráficas relativas a los afloramientos silúricos. También dispusimos de los informes paleontológicos de cinco de ellas (Gutiérrez-Marco, 1997a, 1997b, 1997c, 1997d, 2000d), que añaden nuevos yacimientos de graptolitos silúricos o revisan parte de los citados por autores precedentes. Otra información consultada, con algunos datos de fósiles silúricos, es la de Quintero (1965-1966), relativa a diversos sondeos de investigación minera realizados en el sinclinal de Almadén y la aportada por Coullaut et al. (1975, 1977) y C.G.S. (1971, 1974), toda ella derivada de informes geológico- mineros inéditos de Minas de Almadén y Arrayanes. 4.2 ETAPAS HISTÓRICAS EN EL CONOCIMIENTO DEL SILÚRICO DE LA REGIÓN SURCENTROIBÉRICA El análisis de los antecedentes ha permitido fijar varias fases cronológicas en el desarrollo de los conocimientos sobre los materiales silúricos de la región estudiada. - La primera etapa (1834 a 1855) viene dada por los trabajos pioneros realizados en la región de Almadén y el norte de Córdoba, donde se descubrieron los primeros fósiles atribuidos al “Siluriano superior”, destacándose las contribuciones de Verneuil (en Murchison, 1850; Anónimo, 1850), Prado (1855) y Verneuil y Barrande (1855). - La segunda etapa (1875-1884) corresponde a la realización, por parte de la Comisión del Mapa Geológico de España, de los estudios provinciales de Cáceres (1875-1876), Badajoz (1879), Ciudad Real (1880) y Jaén (1884). En ellos se proponen los principales litosomas regionales para el “Siluriano superior” y sus relaciones estratigráficas y estructurales, con dataciones precisas basadas en su contenido fósil. - La tercera etapa (1897-1956) corresponde a estudios aislados en torno a los afloramientos paleozoicos de Almadén-Guadalmez, las Villuercas y Sierra Morena oriental. Estos fueron desarrollados tanto por autores extranjeros (Malaise, 1897; Groth, 1911; Henke, 1926; Habelferner, 1931; Ciry, 1936), como por contribuciones levemente más tardías, obra de autores nacionales (Gómez de Llarena, 1916; Hernández Sampelayo, 1926, 1942; Sáenz García, 1947; Ramírez y Ramírez, 1955; Sos Baynat, 1955; Kindelán, 1955). La realización de algunas hojas de la primera serie del Mapa Geológico Nacional a escala 1:50.000, sólo introdujo resultados relevantes para el sinclinal de Cáceres (Kindelán et al., 1949). Las siguientes fases de conocimiento se desarrollan de forma paralela en el tiempo, llegando a interactuar y a solaparse parcialmente entre sí. No obstante, podemos distinguirlas por hitos de investigación, el desarrollo de planes nacionales, o bien por la actividad de determinadas escuelas extranjeras en España. De este modo, tenemos que: 87 - La cuarta etapa de conocimientos corresponde a la realización de diversas tesis doctorales por parte de los discípulos del Prof. Franz Lotze, culminadas entre 1954 y 1968, que constataron la relativa uniformidad de facies del Silúrico centroibérico y establecen los rasgos estratigráficos básicos de las unidades de tránsito al Devónico. - La monografía de Almela et al. (1962) marca el inicio de una quinta etapa de trabajos, en la que los autores españoles comienzan a avanzar significativamente en el conocimiento de las sucesiones del Paleozoico inferior, principalmente en forma de estudios regionales que más tarden cristalizan en tesis doctorales como las de Santiago Ríos Aragüés, Félix Pérez Lorente, Pedro Herranz Araújo, Joan Soldevila Bartolí o Fernando Palero Fernández, entre otras. - La sexta etapa viene marcada por el interés de las escuelas francesa universitaria de París-sur (Orsay) y el CNRS de Nancy, capitaneadas por Guy Tamain y Francis Saupé, respectivamente. Ambos autores abordan, entre 1966 y 1980, diversos trabajos bajo un prisma metalogenético y de geología regional del entorno de Almadén-Sierra Morena oriental, que fructifican en las tesis doctorales de ambos autores, así como en las numerosas tesis de Tercer Ciclo dirigidas por G. Tamain. La única actividad coetánea a cargo de autores alemanes es la de Puschmann (1967, 1970), quien realiza estudios independientes en la trasversal de los sinclinales de Herrera del Duque y Guadalmez. - La séptima etapa podemos relacionarla con la ejecución de segunda serie del proyecto MAGNA a escala 1:50.000, que cartografía sistemáticamente todos los afloramientos silúricos de la región surcentroibérica y el Dominio Obejo- Valsequillo. No obstante, la publicación de las correspondientes hojas geológicas sufre notables altibajos, con la primera de ellas aparecida en 1977, sucedida por un número notable de mapas editado entre 1982 y 1990, y otro entre 2003 y 2009. Restan 11 hojas por publicar, con los bosquejos cartográficos accesibles en su mayoría a través de la página web del Instituto Geológico y Minero de España. - Por último, la etapa actual no es más que la continuación de las tres anteriores, pero agrega la realización de trabajos especializados de índole sedimentológica (por ejemplo Portero García y Dabrio González, 1988, Gallardo Millán et al., 1994), geoquímicos (Moreno Gutiérrez et al., 1987), metalogenéticos (entre otros, Saupé, 1990; Ortega Gironés y Hernández Sobrino, 1992; Jébrak y Hernández, 1995), paleontológicos (Sarmiento y Rodríguez Núñez, 1991; García Palacios y Rábano, 1996; Gutiérrez-Marco et al., 1997a; Štorch, 1998b, Kříž, 2005; Loydell et al., 2009; Lorenzo y Gutiérrez-Marco, 2009), así como diversas síntesis estratigráficas (por ejemplo, Gutiérrez-Marco et al., 2001; Robardet y Gutiérrez-Marco, 2002; Martínez Poyatos et al., 2004). 89 5 ESTRATIGRAFÍA Y YACIMIENTOS 5.1 INTRODUCCIÓN En el capítulo precedente hemos dado cuenta de las distintas unidades silúricas propuestas por diferentes autores en los estudios previos desarrollados en la región surcentroibérica. A grandes rasgos, la división tradicional involucra una “cuarcita de base” o del Criadero, unas pizarras negras con graptolitos, y unas alternancias potentes de cuarcitas y pizarras, en tránsito a la sucesión devónica. Las aportaciones más recientes fueron, por un lado, establecer el límite Ordovícico-Silúrico dentro de la Fm. Cuarcita del Criadero y, por otro, diferenciar paleogeográficamente a los materiales silúricos aflorantes al sur del eje de Los Pedroches. Esta última circunstancia nos llevará a describir separadamente dos tipos básicos de sucesiones dentro de la zona estudiada. 5.2 UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS DIFERENCIADAS AL NORTE DEL EJE DE LOS PEDROCHES (ZONA CENTROIBÉRICA sensu stricto) El desarrollo de los estudios estratigráficos en el Silúrico surcentroibérico se halla a un nivel muy incipiente, debido a la ausencia generalizada de afloramientos completos y continuos, en sucesiones poco variadas litológicamente, donde son ciertamente raros los fósiles que permiten un control biostratigráfico efectivo. A estos factores se suman las complicaciones tectónicas habituales, así como importantes intercalaciones volcánicas que obliteran localmente gran parte de la sucesión. Desde un punto de vista estratigráfico formal, hasta la fecha no se ha propuesto subdividir la sucesión propiamente silúrica de esta región en unidades litoestratigráficas conforme a las recomendaciones estipuladas por la Guía Estratigráfica Internacional (Salvador (Ed.), 1994; Reguant y Ortiz (Eds.), 2001). El problema reside en que los principales litosomas regionales, mencionados en la introducción, se reconocen tan sólo a grandes rasgos, pues a la escala de detalle su registro estratigráfico aparece muy menguado y restringido a unos pocos sinclinales variscos, donde presentan variaciones difíciles de integrar y correlacionar para el conjunto de la región. Así pues, conviene dejar claro que en la zona estudiada se conservan únicamente retazos de una sucesión silúrica muy extensiva, pero difícil de deslindar por su relativa homogeneidad. No obstante, y al aplicar criterios cronoestratigráficos, se advierte la diacronía de ciertas facies que marcan una tendencia general de profundización en la plataforma en los sentidos norte y noreste actual. La nomenclatura litoestratigráfica operativa en la región varía desde definir unidades para sinclinales concretos (por ejemplo, las formaciones Guadarranquejo o Valdelasmanos, Fig. 19), a extender una misma denominación informal para toda la región (por ejemplo, las “pizarras negras con graptolitos”), o sólo para ciertas partes de ella (por ejemplo, la “cuarcita del Criadero” para el sector centro-meridional surcentroibérico). 90 Fm. Gualija Pizarras de Muro Pizarras Chavera Pizarras de Valdesauce Cuarcita del Criadero Cuarcita del Castellar Cuarcita del Jabonero Pizarras de ValdelasmanosCapas de San Pablo Alternancias Volcano-sedimentarias Alternancias Argilítico-arenosas Cuarcita de Las Cuevas Fm. Guadarranquejo Fm. Guadarranque Areniscas de Las Cabezuelas Areniscas de Cerro Herrumbre Alternancia de La Corchada Cuarcita Doradillo Cuarcita basal G ru po Ce rro Es cu de ro Pizarras negras graptolíticas Pizarras negras graptolíticas Pizarras negras graptolíticas ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Pizarras de Valdenmedio Guadarranque Herrera del Duque Almadén-Guadalmez Sierra Morena oriental Sierra de San Pedro Alternancias Argilítico-arenosas Rodríguez Núñez (1989) Rodríguez Núñez (1989)et al. Pieren Pidal (1985) Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) Pardo Alonso (1997) Almela (1962)et al. Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) Pardo Alonso (1997) Henke (1926) Butenweg (1968, 2008) Soldevila Bartolí (1992b) Capas de San Pablo Al te rn an ci as M al va Fig. 19. Correlación entre los principales términos litoestratigráficos utilizados por diferentes autores en las distintas estructuras variscas de la región surcetroibérica, al norte del eje de Los Pedroches. Debido a la complejidad del tema y a la ausencia de cortes de referencia que permitan conocer el desarrollo estratigráfico completo (lateral y vertical) de las unidades implicadas, en el presente trabajo adoptamos las dos únicas unidades litoestratigráficas formales propuestas hasta el momento, completando la sucesión con varias unidades informales que se reemplazan lateralmente, de las que se establece su rango de aplicación y la correlación con la nomenclatura precedente (local y regional). 5.2.1 Formación Cuarcita del Criadero y equivalentes (“formaciones” Castellar y Jabonero) Nombre: Esta unidad fue primeramente reconocida en la mina de mercurio de Almadén (Ciudad Real), donde constituye el encajante de la mineralización de cinabrio, por cuya razón se la denominó Cuarcita del Criadero (Almela, 1959; Almela et al., 1962). La descripción formal de la unidad se debe a Gallardo Millán et al. (1994). Sinónimos: En el sector meridional de la zona Centroibérica, la Fm. Cuarcita del Criadero ha recibido numerosos nombres en función de las distintas megaestructuras donde aparece. Sus afloramientos típicos corresponden a un amplio sector que se extiende entre la sierra de San Pedro (Cáceres), al oeste, y el Campo de Calatrava (Ciudad Real), al este, así como en la parte central y oriental de Sierra Morena. En el sinclinal de Almadén, donde se definió por primera vez, la Fm. Cuarcita del Criadero fue mencionada como tal por Almela (1959), Almela y Febrel (1960), Almela et al. (1962), Saupé (1971a, 1971b, 1973, 1990), IGME (1971d, 1982a), Lauret (1974), Lozac´h y Vidal (1976), Blachère (1978), Soldevila (1983), Ortega y Hernández (1992), Gallardo Millán et al. (1994), Villas et al. (1999) y Kříž et al. (2003), entre otros. En El Centenillo (Jaén) y Sierra Morena oriental, la Fm. Cuarcita del Criadero ha recibido localmente el nombre de “Cuarcita de(l) Castellar” (Henke, 1926; Ríos Aragüés, 1977, 1978; Gutiérrez-Marco y Pineda, 1988); “Cuarcitas Superiores” (Tamain, 1964, 1967, 91 1971, 1972; Péran, 1971; Poupon, 1971; Charpentier, 1976) o “Cuarcita del Llandovery” (Richter, 1967; Butenweg, 1968; Kettel, 1968). En el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches se la ha denominado como “Banco Cuarcítico” (Redlin, 1955), “Cuarcita Valentiense” (Puschmann, 1967); Cuarcitas de(l) Criadero (IGME, 1982c; INGEMISA, 1981; Palero, 1991, 1992); “Tramo basal cuarcítico” o Cuarcitas de Torrealver (Alía Medina et al., 1971) y “Cuarcitas Superiores” (Prost-Dame, 1980). En el sinclinal de la Sierra de San Pedro, la Fm. Cuarcita del Criadero equivale a la “Cuarcita del Llandovery” (Bochmann, 1956; Kelch, 1957; Walter, 1969), “cuarcita blanca” (Gonzalo, 1989), “Cuarcita basal” (López Díaz, 1991) y “Cuarcitas del Jabonero” (Soldevila, 1992b). En el sinclinal de Cáceres la unidad fue denominada como “Cuarcita del Llandovery” (Boschmann, 1956) o “cuarcitas algo ferruginosas” (Corretgé et al., 1982). En el sinclinal de Monfragüe se la cita como “Cuarcita del Llandovery” (Schmidt, 1957; Gumiel et al., 2002, 2010). En el sinclinal de Corral de Calatrava se la ha mencionado indistintamente como “Cuarcita de Castellar” (Kappes, 1991) o como Cuarcita de Criadero (García Palacios et al., 1996a). En el sinclinal de Guadarranque, la Fm. Cuarcita del Criadero fue confundida por algunos autores con la “Cuarcita de Las Majuelas” (Gil Cid et al., 1976), que en realidad se intercala entre las diamictitas glaciomarinas del Hirnantiense (Robardet et al., 1980, 1981). No obstante, la auténtica Fm. Cuarcita del Criadero puede existir localmente por encima de la unidad anterior o Formación Gualija, si bien con escaso espesor (Rodríguez Núñez et al., 1989; García Palacios et al., 1996a). Estratotipo: Aunque la unidad toma su nombre del metalotecto cinabrífero de la mina de Almadén (Almela, 1959; Almela et al., 1962) y fue estudiada monográficamente por algunos autores (Saupé, 1971a), su definición formal como formación se pospuso hasta el trabajo de Gallardo Millán et al. (1994, fig. 2). Estos autores sitúan su estratotipo en la galería de levante de la planta 9ª en el sector Rama Mina de la mina de Almadén (Ciudad Real), donde alcanza una potencia de 46,5 m. Un paraestratotipo accesible, dentro de la misma mina, se localiza en su planta primera, acondicionada para la visita por el Parque Minero de Almadén. Límites: El límite inferior es bastante neto o, como mucho, se observa una rápida transición, en unos pocos metros, entre las pizarras y limolitas del Hirnantiense (Ordovícico Superior: pizarras Chavera, Muro o Castellar) y los primeros bancos gruesos de cuarcita. En este segundo caso, en las pizarras de la unidad infrayacente se van intercalando niveles delgados de areniscas y cuarcitas que aumentan rápidamente en espesor y potencia hacia techo (sinclinal de Guadalmez, sucesión del puente del río Zújar, camino de Capilla, Badajoz: Lorenzo et al., 2005a, 2005b; flanco sur del sinclinal de Santa Cruz de Mudela: Matas González et al., 2009a, 2009b). El límite superior de la Cuarcita del Criadero, cuando no existe tectonización del contacto (un hecho relativamente frecuente), es de carácter gradual, y se manifiesta por la aparición de delgadas intercalaciones de pizarras negras que pasan enseguida a ser la litología dominante, sino la única. La parte superior de la unidad está formada por bancos de cuarcitas oscuras a negras, de espesores decimétricos a métricos, que a techo culminan en delgados niveles de areniscas con concentraciones de pirita y moldes de graptolitos. 92 Hi rn an tie ns e O RD O VÍ CI CO SI LÚ R IC O D EV Ó NI C O LL AN DO VE R Y W EN LO CK LU DL O W PR ID O LI ? ? ? CC CLC Al te rn an ci as M al va A lte rn an ci a vu lc an o- se di m en ta ria A lte rn an ci a de La Co rc ha da Ca pa s de Sa n P ab lo Pi za rra s de Va ld el as m an os CC CD CC CC A lte rn an ci a vu lc an o- se di m en ta ria CC CC CB C ap as de Sa n Pa bl o CC CJCC CC Pizarras Areniscas y cuarcitas Rocas piroclásticas Rocas ígneas Cuarcitas basales CLM A B C D E F G H I J A. Cañaveral-Monfragüe. B. Guadarranque-Herrera del Duque. C. Corral de Calatrava. D. Almadén-Guadalmez. E. Valdeazogues-Puertollano. F. Solana del Pino-Puertollano este. G. Sierra Morena oriental. H. Santa Cruz de Mudela. I. Cáceres. J. Sierra de San Pedro. Unidades cuarcíticas diferenciadas: CLM, Cuarcita de Las Majuelas. CC, Cuarcita del Criadero. CJ, Cuarcita del Jabonero. CD, Cuarcita Doradillo. CLC, Cuarcita de Las Cuevas. CB, Cuarcita Basal. Litología: La Fm. Cuarcita del Criadero está compuesta por areniscas y cuarcitas de colores variables, predominando las de colores claros en la parte inferior y media, y las de colores oscuros a casi negros en la parte superior. Se disponen en capas decimétricas a métricas con delgadas intercalaciones limolíticas y pizarrosas, centimétricas a decimétricas, sobre todo en la parte inferior del tramo medio y en la parte más alta del superior. El espesor de la unidad varía regionalmente entre 0 y 60-70 m, con una potencia media en torno a los 45-50 m. Fig. 20. Esquema de correlación entre las distintas secciones silúricas de la región surcentroibérica con hincapié en la nomenclatura de las unidades cuarcíticas y alternancias superiores reconocidas en distintos ámbitos. La posición del límite Ordovícico-Silúrico se ha situado, a falta de datos paleontológicos, en la base de la Cuarcita de Criadero, excepto en el sinclinal de Almadén (ver Edad y contenido paleontológico, p. 93). 93 Observaciones: Las facies de la Fm. Cuarcita del Criadero son, junto con las de la Cuarcita Armoricana, dos de los elementos más distintivos de las sucesiones paleozoicas del suroeste de Europa, por encontrarse en una posición estratigráfica casi siempre equivalente y generar relieves bastante ubicuos. La vieja polémica de la adscripción de la Fm. Cuarcita del Criadero a la sucesión ordovícica o a la silúrica se zanjó recientemente con el hallazgo, en su seno, de la Fauna de Hirnantia (en la parte inferior) y de graptolitos del Llandovery (cerca de su techo): García Palacios et al. (1996), Villas et al. (1999). Con anterioridad a ello, la base del Silúrico se había situado tanto en la unidad inferior a la Fm. Cuarcita del Criadero (pizarras del Castellar: Hafenrichter, 1980) como a techo de ésta, habiéndose interpretado en este caso como una superficie de erosión glaciar (Arbey & Tamain, 1971), pronto descartada por autores posteriores. La Formación Cuarcita del Criadero fue subdividida por Saupé (1971a) en tres miembros que, de muro a techo, son: la “Cuarcita Inferior” (10-15 m), en cuya parte alta se localiza el banco mineralizado de San Pedro; las “Pizarras Intermedias” (8-10 m) y la “Cuarcita Superior” (30-40 m), en cuyo tercio superior se localizan las mineralizaciones de San Francisco y San Nicolás, separadas por un nivel de pizarras oscuras. Esta subdivisión ha resultado muy útil en las tareas de explotación de la mina de Almadén. Sin embargo, en la definición formal de la unidad, Gallardo Millán et al. (1994) optan por proponer cuatro miembros para la formación, que permitirían correlacionar el interior de la mina con diversos perfiles localizados en el flanco meridional del sinclinal de Almadén. Los dos miembros basales coinciden, respectivamente, con las “Cuarcitas Inferiores” y las “Pizarras Intermedias” de Saupé (1971a), en tanto que la “Cuarcita Superior” de este autor resultaría divisible en unas “Cuarcitas Intermedias” (25 m) y unas “Cuarcitas Superiores” (9-12 m), las últimas con los dos bancos mineralizados. Sin embargo, la posibilidad de reconocer estos tres o cuatro miembros a nivel regional es francamente limitada, e incluso no son extrapolables al propio flanco norte del sinclinal de Almadén, por lo que en el presente trabajo no hemos adoptado ningún criterio de diferenciación en miembros. Edad y contenido paleontológico: El registro fósil de la Cuarcita de Criadero es muy escaso. Almela et al. (1962) atribuyen a Prado (1855) el hallazgo de “cuarcitas de bilobites”, que comparan con la unidad, si bien el autor original refiere este icnofósil a la piedra frailesca, y Kuss (1878) lo supone derivado de la Cuarcita de Canteras. La primera cita paleontológica incuestionable en la formación son los graptolitos del Llandovery identificados por Gutiérrez-Marco y Pineda (1988) cerca del techo de la misma, en un sondeo realizado en la mina de El Centenillo (Jaén). Los fósiles más antiguos contenidos en la unidad son de edad Hirnantiense y aparecen restringidos a un horizonte único en el flanco norte del sinclinal de Almadén (Lorenzo et al., 1997; Villas et al., 1999). Se trata de una lumaquela de braquiópodos integrada por Hirnantia sagittifera (M´Coy) y Plectothyrella crassicosta chauveli Havlíček, que caracterizan una Fauna de Hirnantia de afinidades norteafricanas (Villas et al., 1999). El resto de los fósiles registrados en la Fm. Cuarcita del Criadero se halla acantonado en la parte más alta de la formación, entre 1,2 m por debajo del techo de la unidad y el mismo techo. Se trata de formas biseriales de graptolitos conservados en relieve, por procesos de piritización temprana del rabdosoma, encontrados en la región de El Centenillo (Gutiérrez-Marco y Pineda, 1988), en los sinclinales de Corral de Calatrava 94 (García Palacios et al., 1996a) y Almadén (Lorenzo y Gutiérrez-Marco, 2009), así como en sendas localidades nuevas de los sinclinales de Almadén y Guadalmez (localidades AL AM-1 y CHE-(-2) de la presente tesis). Las asociaciones representadas en la parte alta de la Formación Cuarcita del Criadero son de edad Aeroniense, en tanto que los graptolitos reconocidos en la base de las pizarras negras suprayacentes brindan una edad Telychiense basal. Los escasos datos paleontológicos disponibles, únicamente del sinclinal de Almadén, implican que el límite Ordovícico-Silúrico se sitúa probablemente hacia el tercio inferior o parte media de la Cuarcita del Criadero, cuya edad corresponde al Hirnantiense, Rhuddaniense y Aeroniense, coincidiendo el límite Aeroniense- Telychiense de modo aproximado con el techo de la formación. Como veremos más tarde, la aparente diacronía de la base de las pizarras ampelíticas, descrita por algunos autores, se debería en realidad a causas tectónicas, por laminación de parte de la sucesión pizarrosa como consecuencia de la deformación varisca. Aspectos regionales: La Formación Cuarcita del Criadero tiene un desarrollo desigual en el conjunto de la zona estudiada (Fig. 20). Sus mayores espesores, con gran continuidad lateral, se localizan en una banda de unos 20 a 30 km de ancho que se extiende transversalmente a la dirección de las estructuras variscas, a partir del borde norte del Culm de Los Pedroches. Hacia el noreste, la formación reduce rápidamente su potencia, para desaparecer prácticamente a unos 60 km de la banda antes citada. El sinclinal de Almadén tipifica el paso de una Fm. Cuarcita del Criadero potente en el flanco sur (45-65 m) a un desarrollo atenuado y discontinuo (5-10 m) en el flanco norte. El análisis sedimentológico realizado en dicha estructura (Gallardo Millán et al., 1994), muestra el paso de los cuerpos laminares de arena (“blanket sandstones”) típicos del flanco sur depositados en una plataforma somera con influjo mareal, a una rampa más profunda en el flanco norte, con barras lineales de arena orientadas perpendicularmente a la costa e intercaladas en sedimentos predominantemente lutíticos. En las partes más distales de la plataforma de la región estudiada, diversos autores como Sáenz García (1947), Ramírez y Ramírez (1955), Sos Baynat (1955) y Kindelán (1955), no llegaron a reconocer cuarcitas silúricas bajo las pizarras con graptolitos del sinclinal de Guadarranque. No obstante, trabajos posteriores correlacionaron con la Fm. Cuarcita del Criadero de Almadén otro nivel de cuarcitas (Cuarcita de Las Majuelas de Gil Cid et al., 1976) que en realidad es más antiguo y se integra en las diamictitas glaciomarinas del Hirnantiense (Robardet et al., 1980, 1981). La Cuarcita de Las Majuelas aflora típicamente en los sinclinales de Guadarranque, Cañaveral-Monfragüe y Herrera del Duque, donde fue atribuida a la “cuarcita de la base del Silúrico” (Puschmann, 1970; IGME, 1971b), al “tercer nivel de cuarcitas” (Ransweiler, 1968), a la “Cuarcita blanca” (Julivert y Truyols, 1974) y a la “Cuarcita Superior de la Serie de Navatrasierra” (Walter, 1982). La Fm. Cuarcita del Criadero auténtica se reconoce localmente por encima de la Formación Gualija (que engloba a la Cuarcita de Las Majuelas) con espesores máximos de 1-15 m (Rodríguez Núñez et al., 1989; García Palacios et al., 1996a) aunque, cuando falta, las pizarras con graptolitos se apoyan en paraconformidad sobre las diamictitas hirnantienses. En el área de Almadén, la Fm. Cuarcita del Criadero está atravesada por diatremas volcánicas rellenas de piroclastos (o piedra frailesca), relacionadas con las principales mineralizaciones de cinabrio (Almela et al., 1962; Saupé, 1973, 1990; Ortega y 95 Hernández Sobrino, 1990; Hernández et al., 1999; Higueras et al., 2000; Higueras et al., 2013; Palero Fernández, 2013). La presencia de intercalaciones subvolcánicas es frecuente en algunas secciones del sinclinal de Corral de Calatrava, donde la Fm. Cuarcita del Criadero en realidad es muy delgada (2-7 m) y la mayor parte del espesor que le fue asignado corresponde a materiales subvolcánicos (Kappes, 1991; García Palacios et al., 1996a). Finalmente, los espesores anómalos atribuidos a la Fm. Cuarcita del Criadero (100 m en el sinclinal de Almadén: Soldevila, 1983) o al “Tramo basal cuarcítico/Cuarcitas de Torrealver” en Sierra Morena oriental (250-300 m: Alía Medina et al., 1971) se deben, en el primer caso a estimaciones erróneas, y en el segundo al agrupamiento de más de una unidad. 5.2.2 Pizarras negras ampelíticas con graptolitos. Formación Guadarranquejo Nombre: “Formación de pizarras ampelíticas y arcillosas del arroyo Guadarranquejo”, de acuerdo con la denominación original de Rodríguez Núñez et al. (1989). Sinónimos: La unidad se distribuye ampliamente en la región estudiada, aunque sus afloramientos son bastante escasos y discontinuos debido a su escasa resistencia a la erosión y a los frecuentes recubrimientos cuaternarios. Desde el punto de vista estratigráfico, la formación constituye un buen “nivel guía” por su litología contrastada y abundante contenido paleontológico, si bien no ha sido caracterizada en detalle hasta fecha relativamente reciente. La primera referencia a la unidad se debe a Prado (1855), que la denomina “pizarras de librillo” y señala el hallazgo de graptolitos, braquiópodos y moluscos. Los nombres más antiguos hacen alusión a su litología (“pizarra negra ampelitosa” de Bernáldez y Rúa Figueroa, 1861; “pizarras carbonosas” de Mallada, 1875a, 1975b y Egozcue y Mallada, 1876; “pizarras ampelíticas” de Kuss, 1878; “filadios y ampelitas gráficas con lentejones de calizas” p.p. Mallada, 1884) o a su carácter fosilífero (“ampelitas gráficas fosilíferas”, Gonzalo y Tarín, 1879; “capas de Graptolites”, Cortázar, 1880). La misma tónica prosigue durante buena parte del siglo XX, donde la unidad aparece nominada como “Ampelitas con Monograptus” (Groth, 1911; Márquez Triguero, 1963), “Pizarras Graptolíticas”/”Pizarras con Graptolitos” (Henke, 1926; Hernández Sampelayo, 1942; Machens, 1954, 2008; Redlin, 1955, 2008; Bochmann, 1956, 2008; Kelch, 1957, 2008; Schmidt, 1957, 2008; Tamain, 1964; Richter, 1967; Puschmann, 1967; Butenweg, 1968; Kettel, 1968; Walter, 1969; Puschmann, 1970; Saupé, 1971a, 1971b, 1973; Lozac´h y Vidal, 1976; Kappes, 1991; Kříž et al., 2003), “Pizarras Graptolíticas de la Serie del Guadarranque” (Walter, 1982); “Pizarras Graptolíticas de la Serie de Navatrasierra” (Ballestra et al., 1982); “Pizarras negras ampelíticas” (Gómez de Llarena, 1916); “Ampelitas” (Hernández Sampelayo, 1926; Ramírez y Ramírez, 1955; Portero García y Dabrio González, 1988; Piles et al., 1989; Olivé Davó et al., 1989); “Ampelitas con graptolites”/”graptolitos” (Robardet et al., 1980; Tena-Dávila Ruiz y Corretgé Castañón, 1982; Pieren Pidal, 1985; Gutiérrez- Marco y Pineda, 1988; Martínez Poyatos et al., 2004); “Pizarras ampelítico-carbonosas” (Sos Baynat, 1955); “Pizarras ampelíticas con graptolites, lavas básicas y piedra frailesca” (Almela et al., 1962); “pizarras ampelíticas con Monograptus” (Julivert y Truyols, 1974); “Pizarras ampelíticas con graptolites” (Puche, 1989; Monteserín López 96 y Pérez Rojas, 1985; Corretgé et al., 1982); “Pizarras de/con graptolites” (Castelló Montorí y Orviz Castro, 1976; Orviz Castro et al., 1976; Soldevila, 1983); “Pizarras negras ampelíticas”/”Pizarras ampelíticas negras” (Portero García et al., 1988; Lorenzo et al., 2005a, 2005b); “Pizarras con Monográptidos” (Tamain, 1971a, 1971b, 1972; Charpentier, 1976); “Pizarras grafitosas con Monográptidos” (Lauret, 1974); “Pizarras negras con Monográptidos” (Blachère, 1978; Prost-Dame, 1980; INGEMISA, 1981; Rodríguez Pevida et al., 1990); “Pizarras silúricas” (Péran, 1971; Poupon, 1971); “Pizarras negras con Graptolites”/”Graptolitos” (Truyols y Julivert, 1983; García Sansegundo et al., 1987a, 1987b; Mira López et al., 1987); “Esquistos negros con monográptidos y nódulos” (Julivert et al., 1974); “Pizarras negras con pirita y grafito” (Ríos Aragüés, 1977, 1978); “Pizarras negras bituminosas” (Carballeira et al., 1983, 1985); “Pizarras ampelíticas de colores oscuros a negras” (Gonzalo, 1989); “Pizarras negras graptolíticas” (Moreno et al., 2004; Matas et al., 2005); “Pizarras grises y negras” (López Sopeña et al., 2005); “Pizarras negras” (Monteserín López et al., 2007, 2008a) y Sapropelitas y pizarras negras ampelíticas” (Leyva Cabello et al., 2009; Matas González et al., 2009a, 2009b). Además de todas estas denominaciones, coincidentes con la litología o con el contenido fósil predominante, la Formación Guadarranquejo es equiparable a la parte inferior de las llamadas “Pizarras de Valdelasmanos” de Soldevila Bartolí (1992b), a la “Serie Pelítica Superior” de Ransweiler (1968) y a las “Pizarras de La Cerrada” de Capote del Villar y Hernández Enrile (1969). Ninguna de estas unidades llegó a ser definida formalmente y la tercera consta tan sólo en un informe inédito. Por otro lado, Márquez Triguero (1961) diferenció en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches tres unidades que, en nuestra opinión, resultarían equivalentes a la Formación Guadarranquejo. Se trata de sus “Pizarras de Graptolitos“, “Pizarras blancas con Nódulos” -con Fucoides- y “Pizarras de Conularias”. Cada una de ellas corresponde a versiones frescas o alteradas de distintos tramos de la formación, siendo las “Pizarras de Graptolitos” la parte basal, sucedidas por las “Pizarras de Conularias” (en realidad, nautiloideos aplastados) y por el tramo nodulífero superior, muy alterado en los lugares indicados por Márquez Triguero (1961). Estratotipo: sección del cauce del arroyo del Guadarranquejo, justo antes de su confluencia con el río Guadarranque, al noreste del km 96 de la carretera EX-102, en el término municipal de Alía (Cáceres). La sección se sitúa en el flanco suroeste del sinclinal de Guadarranque (Rodríguez Núñez et al., 1989, fig. 2) y fue descrita en detalle por Rodríguez Núñez (1989, pp. 81-84). Límites: En su estratotipo del arroyo del Guadarranquejo, la unidad se dispone concordante sobre un banco de cuarcita de un metro (Cuarcita del Criadero) que, a su vez, se sitúa a techo de las diamictitas glaciomarinas del Miembro Navaldestajo de la Formación Gualija (Hirnantiense). El límite superior se sitúa en la base del primer banco de arenisca micácea de la sucesión alternante de areniscas y pizarras con las que debuta la Formación Guadarranque. Litología: La formación es muy característica por el predominio de pizarras negras masivas, con abundantes graptolitos y otros fósiles concentrados en ciertos niveles. Hacia la mitad superior de la unidad aparecen ocasionalmente horizontes aislados de areniscas de hasta 2-3 cm de espesor y también, con cierta frecuencia, tramos de lutitas micáceas con nódulos. En la tonalidad negra de la roca influye tanto su elevado contenido en materia orgánica, como la abundante presencia de sulfuros de 97 hierro dispersos en la roca, que a veces se concentran en nódulos centimétricos. Estos últimos suelen alterarse a una mezcla de óxidos e hidróxidos de hierro y manganeso, minerales de arcilla y cuarzo de grano fino o muy fino. En otras ocasiones aparecen nódulos más grandes con laminación interna horizontal, cuyo núcleo suele conservarse hueco, debido a la alteración de pirita, o bien septarizado y con cristalizaciones de ankerita de posible origen hidrotermal. Aparte de las pizarras negras masivas, consideradas como sapropelitas o ampelitas (este término deriva de su uso en los viñedos como abono alumínico - del griego ampelos = vid -), existen tramos donde las pizarras registran finas laminaciones definidas por concentraciones de micas detríticas, o bien por ligeras variaciones del tamaño de grano y contenido en sulfuros o materia orgánica, que se traducen en alternancias de diferentes tonalidades de gris. En la sección de Corral de Calatrava se observa, excepcionalmente, la intercalación de niveles lumaquélicos delgados (10-30 cm) de continuidad lateral decamétrica y naturaleza margosa, formados por la acumulación de conchas de braquiópodos y cornulítidos. Observaciones: La riqueza en materia orgánica de las pizarras negras que caracterizan a la Formación Guadarranquejo, y la ausencia generalizada de bioturbación, revelan la estabilización de fondos anóxicos a disóxicos durante buena parte de su depósito. Muchos autores interpretaron a estas facies como propias de ambientes profundos, pero las condiciones de anoxia se lograron esencialmente por una estratificación de masas de agua dentro de la plataforma, combinada con una elevada productividad orgánica, que consumía todo el oxígeno en la putrefacción de los componentes orgánicos acumulados en el fondo. Es por ello que los principales restos fósiles corresponden a organismos planctónicos (graptolitos, escifocrinoideos), nectónicos (cefalópodos, filocáridos, conodontozoóforos, ostrácodos bolbozoides) y nectobentónicos (euriptéridos), existiendo también representantes de otros grupos adaptados a un modo de vida epiplanctónico, tal vez como epizoos de algas flotantes de tipo sargazo (cornulítidos, gasterópodos y algunos braquiópodos). La presencia de organismos bentónicos como trilobites, bivalvos, macaeridios, cnidarios y ciertos braquiópodos es anecdótica, y puede ser debida tanto al transporte de escleritos a larga distancia, como a breves episodios de oxigenación del fondo. El límite inferior de la Formación Guadarranquejo suele presentarse tectonizado por su contraste de competencia litológica frente a la Fm. Cuarcita del Criadero y también por su grano muy fino, con una elevada concentración de materia orgánica y minerales de arcilla, que lo convierte en un nivel muy plástico frente a la deformación. Esta mecanización del contacto genera una diacronía aparente en el inicio del depósito de las pizarras negras, interpretada por ciertos autores como un contacto basal transgresivo, implicando lagunas estratigráficas de cierta extensión con relación a la Fm. Cuarcita del Criadero (Tamain, 1964, 1967; Walter, 1969; Arbey y Tamain, 1971; Tamain, 1972; Hammann, 1974, 1976; Höfges, 1982; Pieren, 1986; Portero García y Dabrio González, 1988), e incluso discordancias angulares (Arbey y Tamain, 1971; Tamain, 1972) que en realidad no existen o nunca han podido acreditarse. El límite superior de la Formación Guadarranquejo presenta también ciertos problemas para su reconocimiento, debido al tránsito tan gradual que presentan, a veces, las pizarras negras con la unidad suprayacente (Formación Guadarranque, Rodríguez Núñez et al., 1989; Capas de San Pablo, Butenweg, 1968; Kettel, 1968; Grupo del Cerro Escudero, Pardo y García Alcalde, 1996). En este sentido, algunos autores incluyen 98 como parte de las “Pizarras con graptolitos” un tramo terminal con intercalaciones arenosas frecuentes, que en realidad podrían asimilarse a la unidad que sucede a la Formación Guadarranquejo (ver, por ejemplo, Schmidt, 1957, 2008; Richter, 1967; Ransweiler, 1968; Alía Medina et al., 1971; Ríos Aragüés, 1977, 1978). Kettel (1968) señala dentro de la unidad, en sus afloramientos de Sierra Morena oriental, un tramo discontinuo de liditas masivas (de hasta 40 m) que se prosigue con alternancias de liditas y microcuarcitas, localizado hacia la parte media de la unidad, el cual permitiría dividir a las pizarras graptolíticas en sendos tramos de “pizarras arcillosas inferiores” y “superiores”. Las tres divisiones serían cartografiables al noreste de Chiclana de Segura (Jaén), pero de ellas la única equiparable a la Formación Guadarranquejo sería el tramo de “pizarras arcillosas inferiores”. El tramo de liditas, obviado en estudios posteriores, correspondería a una silicificación por metamorfismo de contacto de la parte inferior de la unidad suprayacente, y no a rocas generadas por precipitación química. Edad y contenido paleontológico: Los abundantes graptolitos encontrados en la formación se reparten en 84 especies, que han permitido caracterizar diversas biozonas del Telychiense, Sheinwoodiense y Homeriense, cuya nomenclatura y extensión se detallan en el capítulo de Bioestratigrafía. La base de la unidad coincide regionalmente con el límite Aeroniense-Telychiense, en tanto que la edad del techo varía en las distintas secciones, a grandes rasgos entre el Sheinwoodiense medio y el Homeriense inferior. Aparte de los graptolitos, el registro paleontológico de la Formación Guadarranquejo incluye diversas formas de braquiópodos rinconeliformes, linguliformes y craniiformes; moluscos cefalópodos, bivalvos y gasterópodos; artrópodos (filocáridos, euriptéridos, trilobites y ostrácodos); conodontos y raros equinodermos pelmatozoos; así como diversos grupos minoritarios como cornulítidos, macaeridios (anélidos), esfenotálidos (cnidarios). Salvo los conodontos y ciertos bivalvos, ninguno de ellos tiene interés bioestratigráfico. Aspectos regionales: La unidad presenta una gran uniformidad de facies en toda la región estudiada, donde la única variación afecta a la potencia estimada por los distintos autores y a la interpretación que hacen del ambiente de sedimentación (de somero a abisal). Por carecer generalmente de control bioestratigráfico, la mayoría de las potencias aportadas en los trabajos previos están claramente sobreestimadas, dado que es muy frecuente que en un mismo afloramiento se produzcan repeticiones tectónicas indetectables sin argumentos paleontológicos (ver figs. 47 y 49: columnas con repeticiones de algunos tramos). De la misma manera, la mecanización que suele afectar al contacto basal de la unidad con la Cuarcita del Criadero, llega a omitir completamente el tramo inferior (Llandovery), lo que sólo podría detectarse mediante el correspondiente estudio bioestratigráfico. La potencia de la Formación Guadarranquejo en su corte tipo es de 30 m, implicando niveles del Telychiense basal al Sheinwoodiense medio. En Corral de Calatrava, la sucesión alcanza 60 m y asciende a materiales del Homeriense inferior. Las potencias mínimas se estiman en unos 15-20 m para la región de Almadén y Herrera del Duque (Lorenzo et al., 2005a, 2005b; Moreno et al., 2004; Matas et al., 2005). Otros valores representativos son los 40 m registrados en El Centenillo (Gutiérrez-Marco y Pineda, 99 1988), o los 65-85 m de Sierra Morena oriental (Leyva Cabello et al., 2009; Matas González et al., 2009a, 2009b). En el sinclinal de Cañaveral, la potencia de la Formación Guadarranquejo puede ascender a 90 m (Schmidt, 1957, 2008). Las potencias superiores a los 100 o 200 m medidas por diferentes autores (Henke, 1926; Machens, 1954, 2008; Richter, 1967; Butenweg, 1968; Kettel, 1968; Ransweiler, 1968; Capote del Villar y Hernández Enrile, 1969; Poupon, 1971; Castelló Montorí y Orviz Castro, 1976; Orviz Castro et al., 1976; Ríos Aragüés, 1977, 1978; INGEMISA, 1981; Soldevila, 1983; Portero García y Dabrio González, 1988; Piles et al., 1989; Olivé Davó et al., 1989) corresponden a secciones con repeticiones tectónicas o que abarcan gran parte de la unidad suprayacente a las pizarras graptolíticas, a las que se llegan a atribuir 300-500 m (Truyols y Julivert, 1983) o 300-1100 m (García Sansegundo et al., 1987a, 1987b). Lo mismo sucede en los sinclinales de Cáceres y La Sierra de San Pedro, donde inicialmente se aportaron potencias de alrededor de 15 m (Tena-Dávila Ruiz y Corretgé Castañón, 1982) y 20-70 m (Bochmann, 1956, 2008; Kelch, 1957, 2008), respectivamente, que ascendieron a 300 m o más en los trabajos de Gonzalo (1989), Soldevila Bartolí (1992b), López Sopeña et al. (2005) o Monteserín López et al. (2007, 2008a). 5.2.3 Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas (localmente con intercalaciones de rocas ígneas). Nombre: Bajo esta denominación informal se reúne un conjunto de unidades diferenciadas entre las “Pizarras negras con graptolitos” (Formación Guadarranquejo) y la antigua “Cuarcita de Base” -del Devónico- (Almela et al., 1962), actualmente descrita como Formación Risquillo (Pardo Alonso y García-Alcalde, 1996). También se incluye la sucesión representada por encima de la Formación Guadarranquejo en el sinclinal de Guadarranque, que Rodríguez Núñez (1989) y Rodríguez Núñez et al. (1989) diferenciaron como Formación Guadarranque, “Areniscas de Las Cabezuelas” y “Cuarcitas de Cerro Herrumbre”. Límites: La unidad más antigua de las consideradas en este epígrafe se apoya concordante sobre la Formación Guadarranquejo y debuta, regionalmente, en el primer banco de arenisca que da inicio a las alternancias arenosas. En la parte oriental del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano y en el núcleo del sinclinal de Solana del Pino, donde no hay registro de pizarras negras con graptolitos, la Fm. Cuarcita del Criadero se ve sucedida por hasta 100 m de tobas volcánicas retrabajadas, con delgadas intercalaciones terrígenas, que reemplazan lateralmente a las ubicuas alternancias de pizarras negras, areniscas y cuarcitas comunes en el resto de la región surcentroibérica. En Sierra Morena oriental, sobre la Formación Guadarranquejo se apoyan niveles conglomeráticos o una cuarcita basal, con los que se inician localmente las llamadas “Capas de San Pablo”. El límite superior del conjunto litoestratigráfico lo constituye la base de la Formación Risquillo en los sinclinales de Herrera del Duque, Almadén y Guadalmez, así como en la parte occidental del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. En el resto de la región estudiada, el límite superior de las alternancias arenosas está peor definido. Así, las Capas de San Pablo de Sierra Morena oriental, equivalente parcial de la unidad, culminan en una cuarcita masiva que sería mucho más moderna que la Formación 100 Risquillo (Pardo Alonso y García-Alcalde, 1996). En los sinclinales de Cáceres y la Sierra de San Pedro, el techo de la unidad coincidiría con la base de la Cuarcita de Aliseda; y en los sinclinales de Guadarranque y Corral de Calatrava la sucesión registrada no alcanza la Formación Risquillo del Devónico. Litología: Se trata de una unidad compresiva compuesta por varios cientos de metros de alternancias de predominio arenoso, que intercalan tramos cuarcíticos de gran continuidad lateral, y tramos pizarrosos que suelen presentarse muy recubiertos, por cuya razón se hace difícil conocer en detalle la estratigrafía de este conjunto. Edad y contenido paleontológico: En la parte inferior de las alternancias de predominio arenoso se intercalan algunos niveles de pizarras graptolíticas del Wenlock, como sucede en los sinclinales de Guadarranque, Herrera del Duque, Sierra de San Pedro y Guadalmez, así como en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. En tramos de predominio pizarroso localizados más altos en la sucesión aparecen algunos graptolitos del Wenlock (“Miembro Carrera” de la Formación Guadarranque) y del Ludlow (“Areniscas de Las Cabezuelas” en el Guadarranque; alternancias volcano- sedimentarias de San Benito, en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches). En toda la región estudiada se han reconocido un total de 37 especies de graptolitos para el intervalo de tiempo correspondiente a esta unidad (ver cuadro de distribución de especies). La presencia de probables escifocrinoideos del Pridoli, ha sido citada únicamente en el cierre oriental del sinclinal de Almadén (C.G.S., 1974). El resto de la sucesión ha suministrado de forma esporádica fósiles del Devónico inferior, mencionados en los sinclinales de Almadén y Herrera del Duque (Pardo Alonso y García-Alcalde, 1996; Pardo Alonso, 1998). Estos últimos consisten en braquiópodos rinconeliformes, trilobites y restos indeterminables de tentaculítidos y pelmatozoos. El nivel con los géneros de quitinozoos citado por Jebrak y Hernández (1997), pese a mencionarse como Silúrico, no resulta clarificador desde el punto de vista cronoestratigráfico. El conjunto de datos disponibles, aunque escaso y poco determinativo, revela que el conjunto de la unidad inicia su depósito en el Sheinwoodiense y culmina en el Lochkoviense o Praguiense, dependiendo de las localidades. La posición del límite Silúrico-Devónico se sitúa tentativamente en la parte alta de las “Alternancias de La Corchada” (Grupo del Cerro Escudero) del sinclinal de Herrera del Duque, un dato extrapolado a toda la región de Almadén (Pardo Alonso, 1998; García-Alcalde et al., 2002). Aspectos regionales: El desarrollo estratigráfico de esta unidad compresiva silúrico-devónica fue analizado regionalmente por Walter (1969: “pizarras arcillosas y arenosas con grauvacas y bancos cuarcíticos”); Julivert et al. (1974: “esquistos decolorados alternando con areniscas finas decimétricas, localmente ferruginosas y con numerosas pistas”); Truyols y Julivert (1983: “Pizarras con intercalaciones de cuarcitas y faunas del Devónico inferior en la parte alta”; a unos 360-400 m); Portero García y Dabrio González (1988: “Alternancias del Pridoliense”; 300-500 m, Wenlock- Gediniense); Palero (1991, 1992: “Formación Alternancias Volcanosedimentarias”; 150-200 m). A estos primeros trabajos les siguieron los de Pardo Alonso y García- Alcalde (1996), Pardo Alonso (1997, 1998) y García-Alcalde et al. (2002), quienes 101 establecieron un sistema regional de unidades, con la creación del Grupo del Cerro Escudero para el sinclinal de Herrera del Duque y área de Almadén, presentando cuadros de correlación con las unidades establecidas por autores previos en las restantes áreas, especialmente en Sierra Morena oriental (Butenweg, 1968; Kettel, 1968) y en la Sierra de San Pedro (Soldevila, 1992b). De acuerdo con sus autores, el Grupo del Cerro Escudero consta de una potente unidad basal ( “Alternancias de La Corchada”: mínimo 315 m, hasta 500 m), una unidad intermedia (Formación “Doradillo”: 40 m, equivalente a la “Cuarcita de Las Cuevas” de Almadén) y una unidad superior (Formación “Valdenmedio”: 250 m): Pardo Alonso (1997, 1998). La primera de estas unidades sería en gran parte del Silúrico, en tanto que las otras dos son del Devónico inferior. La Formación Valdenmedio no fue incluida originalmente en la definición del Grupo del Cerro Escudero (Pardo Alonso y García-Alcalde, 1996, fig. 2), al que se incorporó más tarde (García-Alcalde et al., 2002, fig. 6.9). Este esquema estratigráfico fue adoptado en la síntesis presentada por Martínez Poyatos et al. (2004a), quienes situaron erróneamente el límite Silúrico-Devónico en la Formación Doradillo. En los trabajos previos desarrollados en el sinclinal de Herrera del Duque (Fig. 21), la sucesión equivalente al Grupo del Cerro Escudero había sido descrita con los nombres de “capas del tránsito Silúrico/Devónico” (Puschmann, 1970: 50-100 m), “Serie Pelítica Superior” + “Areniscas rojas de Valdenmedio” (Pieren Pidal, 1985), “pizarras, areniscas y cuarcitas” (Piles et al., 1989; Olivé Davó et al., 1989; Pineda Velasco et al., 1989: 100-500 m); “alternancias pizarras negras a grises y areniscas cuarcíticas” o Formación Guadarranque, más el resto del Grupo del Cerro Escudero (Moreno et al., 2004; Matas et al., 2005: 200-300 m). Fuera del área de Almadén y Herrera del Duque, la inexistencia de una cuarcita “intermedia” y lateralmente continua, impide reconocer las unidades diferenciadas dentro del Grupo del Cerro Escudero. A consecuencia de ello, el conjunto de la sucesión del Silúrico superior-Devónico inferior se adscribe a otras unidades dominadas por alternancias arenosas, que han recibido diferentes nombres en cada estructura o grupo de ellas. En el sinclinal de Almadén (Fig. 22), especialmente en su flanco meridional, Saupé (1971a) definió un potente “Complejo Volcano-Sedimentario” (400 m), cuya base englobaría a las pizarras negras graptolíticas, sucedidas (Saupé, 1971b, 1973) por unas “Alternancias Argilítico-Arenosas” (300 m, en parte devónicas) que culminarían en la antigua “Cuarcita de Base”. Lauret (1974) y Lozac´h y Vidal (1976) renombraron la segunda unidad como “Areniscas malvas”, atribuyéndoles un espesor de 300-400 m y 200-250 m, respectivamente. Para este mismo conjunto, Blachère (1978) distingue unas “Alternancias volcano-sedimentarias” inferiores (400 m), unas “alternancias arenosas” (45 m) y los “niveles arenosos del Siluro-eodevónico” (5 m). Otros autores se limitan a mencionar una “alternancia de pizarras y cuarcitas” (Soldevila, 1983) o retornan a las “Alternancias vulcano-sedimentarias” silúrico-devónicas (García Sansegundo et al., 1987a; Molina Cámara y Fernández Carrasco, 1987; García Sansegundo et al., 1987b; Amor Herrera y Ortega Gironés, 1987: 300-1100 m). En el borde norte del sinclinorio de Los Pedroches (Fig. 23), Prost-Dame (1980) describe al este de Castuera (Badajoz) unas “Alternancias de Pizarras y Areniscas finas”, correlacionables, en su opinión, con las “Areniscas malvas” y las “Alternancias pizarroso-arenosas” descritas por diversos autores en Almadén y Guadalmez. Esto 102 fundamenta el hecho de que las “Alternancias Malva” sean citadas por Pardo Alonso y García-Alcalde (1996, fig. 2) como un equivalente lateral del Grupo del Cerro Escudero, en las áreas de Almadén, Guadalmez y Cabeza del Buey, pero que en rigor sólo habían sido descritas en la primera región. Los trabajos posteriores desarrollados en la misma estructura y en el sinclinal de Guadalmez describen, sobre las pizarras negras graptolíticas, varios cientos de metros de alternancias de pizarras y areniscas que intercalan localmente lentejones de cuarcitas ferruginosas y numerosas rocas ígneas subvolcánicas de composición básica (Mira López et al., 1987; Rodríguez Pevida et al., 1990; Lorenzo et al., 2005a, 2005b). En el área de Fuencaliente (Fig. 24), Insúa Márquez et al. (2008) sitúan su equivalente en una unidad de pizarras negras y areniscas con delgadas intercalaciones volcánicas (200 m). En su prolongación hacia el este, en Sierra Morena oriental (Fig. 24) y por encima de unas pizarras negras de graptolitos inusualmente potentes (> 150 m), Butenweg (1968) define las llamadas “Capas de San Pablo” del Devónico, formadas por 800 m de areniscas y pizarras que, según Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) contendrían fósiles del Praguiense-Frasniense hacia su parte media y superior. La asignación original de todo el conjunto al Devónico ya había sido modificada por Kettel (1968), quien reconoció a las Capas de San Pablo como la “sucesión del tránsito Silúrico-Devónico”, si bien los primeros fósiles devónicos los situaba muy cerca de su base. Los últimos datos publicados en Sierra Morena oriental describen una unidad de “areniscas cuarcíticas, limolitas y pizarras grises” (aprox. 300 m) en el flanco sur del sinclinal de Santa Cruz de Mudela, conteniendo tentativamente el límite Silúrico- Devónico (Leyva Cabello et al., 2009; Matas González et al., 2009a, 2009b). La diferenciación de los materiales del Silúrico superior en otras áreas surcentroibéricas resulta igualmente problemática, tanto por la monotonía de las sucesiones como por la ausencia de fósiles. Este es el caso del sinclinal de Corral de Calatrava (Fig. 25), donde Portero García et al. (1988) describen “alternancias de pizarras y areniscas, con frecuentes intercalaciones de basaltos”, que Kappes (1991) cita como un “Silúrico indiferenciado”, con intercalaciones de rocas volcánicas. En el sinclinal de Cañaveral- Monfragüe (Fig. 26), Bascones Alvira et al. (1987a), Bascones Alvira y Martín Herrero (1987), Martín Herrero et al. (1987) y Bascones Alvira et al. (1987b) cartografían una unidad formada por “pizarras, areniscas y pizarras ampelíticas” (100 m), que incluyen en su base a las pizarras negras con graptolitos. La sucesión del Silúrico superior del sinclinal de Guadarranque fue estudiada por distintos autores (Fig. 27), comenzando por Ramírez y Ramírez (1955), quien reconoce, de muro a techo, 40 m de pizarras y areniscas, un estrato de pizarras arcillosas grises y unos 80 m de grauvacas con algunos tramos de pizarras arcillosas. Para Gil Cid et al. (1976), la misma sucesión constaría de cuatro unidades: “Alternancia rítmica inferior” (60-80 m), “Nivel de pizarras bandeadas” (40-50 m), “Alternancia rítmica superior” (100-150 m) y “Nivel de pizarras grises” (100 m). Otros autores optan por establecer unidades compresivas para todo el Silúrico, incluyendo en su base a las pizarras negras graptolíticas. Entre ellas tenemos la “Alternancia de Pizarras y Areniscas” de Walter (1982) y sus discípulos, así como las unidades alternantes de pizarras y areniscas descritas en la cartografía MAGNA: Monteserín López y Pérez Rojas (1985, 1987), Nozal Martín y Pérez Rojas (1985a), Monteserín López y López (1985), Nozal Martín y Pérez Rojas (1985b) y Monteserín López et al. (2008b, 2008c). Por su parte, Rodríguez 103 Núñez (1989) y Rodríguez Núñez et al. (1989) describen formalmente la Formación Guadarranque (alternancias de cuarcitas y pizarras: 150-200 m, con un miembro pizarroso hacia la mitad de la sucesión) y, por encima, las unidades informales “Areniscas de Las Cabezuelas” (al menos 50 m de alternancias de grauvacas negras y pizarras) y “Cuarcitas de Cerro Herrumbre” (unos 20 m de cuarcitas ferruginosas sin continuidad de afloramientos). En opinión de Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) y Pardo Alonso (1998), el conjunto de la sucesión del sinclinal del Guadarranque puede ser asimilado a parte del Grupo del Cerro Escudero de Herrera del Duque y Almadén, donde la Formación Guadarranque y con las “Areniscas de Las Cabezuelas” se correlacionarían con las Alternancias de La Corchada, y las “Areniscas de Cerro Herrumbre” concordando parcialmente en sus características litológicas con la Formación Doradillo. Cuarcita Valentiense Pizarras Graptolíticas Capas del tránsito Silúrico/Devónico (Tramo inferior de pizarras y grauvacas) ORDOVÍCICO SUPERIOR S IL Ú R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Ransweiler (1968) Serie arenosa superior (tercer nivel de cuarcitas) Unidad pelítica superior Pieren Pidal (1985) Pelitas con fragmentosSerie pelítica media “Barra cuarcítica delgada” Serie Pelítica Superior Areniscas rojas de Valdenmedio Pieren Pidal y Gutiérrez-Marco (1990) Fm. Gualija (Pelitas con fragmentos + Cuarcita Valentiense) Fm. Guadarranquejo “Alternancias silúrico- devónicas” (Fm. Guadarranque?) Pizarras Valdenmedio Cuarcita Doradillo Alternancia de La Corchada G ru po C er ro Es cu de ro Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) Pardo Alonso (1997) ? Moreno (2004)et al. Matas (2005)et al. Cuarcita de Criadero Cuarcita del Cerro Doradillo Fm.Guadarranquejo Fm. Guadarranque G ru po C er ro E sc ud er o Fig. 21. Cuadro de correlación entre las unidades litoestratigráficas diferenciadas sucesivamente en el sinclinal de Herrera del Duque (Badajoz). Por último, la sucesión silúrico-devónica de los sinclinales de Cáceres (Fig. 28) y la Sierra de San Pedro (Fig. 29) vuelve a tener características monótonas, que hacen que muchos autores establezcan unidades compresivas, reuniéndolas incluso con las pizarras graptolíticas basales. En la primera de estas estructuras, Bochmann (1956, 2008) registra una alternancia de areniscas y pizarras (“Capas de transición”: 350-400 m) que atribuye directamente al Devónico basal; en tanto que Tena-Dávila Ruiz y Corretgé Castañón (1982) describen dos unidades de pizarras y areniscas separadas por una cuarcita de 40-60 m de espesor, que incluiría el límite Silúrico-Devónico en ausencia de datos paleontológicos. Las descripciones petrográficas presentadas por Corretgé et al. (1982) no aportan datos litoestratigráficos relevantes. En el sinclinal de la Sierra de San Pedro, Kelch (1957, 2008) cartografía las “Capas de transición” de Bochmann (1956, 2008) bajo el nombre de “Alternancia arenosa” (200 m). Los mapas de Bascones Alvira y Martín Herrero (1982) y Bascones Alvira et al. (1982) diferencian una unidad de “cuarcitas con bancos de pizarras grises intercaladas” (280-300 m), considerada como del tránsito Silúrico Superior-Devónico Inferior, por su infrayacencia a los primeros materiales fosilíferos del Devónico. Hacia el este, Gonzalo (1989) cita un tramo de 50 a 60 m de pizarras arenosas en la base (200-260 m) sucedida por una unidad de pizarras, pizarras arenosas, areniscas y cuarcitas (250-300 m), con el límite Silúrico-Devónico. La revisión general del Paleozoico de la Sierra de San Pedro, llevada a cabo por Soldevila Bartolí (1992b), le llevó a definir las “Pizarras de Valdelasmanos” (300 m), una unidad compresiva formada por pizarras negras basales (Llandovery?-Wenlock), a 104 las que suceden pizarras gris azuladas, más micáceas, que intercalan niveles centi- y decimétricos de cuarcitas y alcanzan el Ludlow. Dado que las “Cuarcitas de Aliseda” suprayacentes tienen fósiles devónicos, Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) suponen que el límite Silúrico-Devónico se situaría dentro de las antedichas “Pizarras de Valdelasmanos”. La moderna cartografía MAGNA establece una o dos unidades a techo de las pizarras negras graptolíticas: por un lado unos 300 m de pizarras arenosas con intercalaciones de cuarcitas (en ocasiones reemplazadas por 300-350 m de pizarras grises y negras) y, por otro, unas alternancias de pizarras y areniscas ferruginosas, donde se situaría el límite Silúrico-Devónico (López Sopeña et al., 2005; Monteserín López et al., 2007, 2008a). Cuarcita del Criadero Pizarras ampelíticas con graptolites, lavas básicas y piedra frailesca Cuarcita de Base Esquistos y areniscas Lozac´h y Vidal (1976) Cuarcita Criadero Pizarras con Graptolitos Serie Volcano-sedimentaria Tramo arenosos basal Tramo de pizarras y areniscas Bancos cuarcíticos Se rie Ar en os a m al va Cuarcita de Base Cuarcita del Criadero Pizarras con graptolitos Saupé (1971a, 1971b, 1973, 1990) ? Alternancias Volcano-sedimentarias Alternacias Argilítico-Arenosas Cuarcita de Base Lauret (1974) Cuarcita de Criadero Pizarras grafitosas con Monográptidos Alternancias Volcano-sedimentarias Areniscas malva Blachère (1978) Cuarcita de Criadero Pizarras negras con Monográptidos Alternancias Volcano-sedimentarias Alternancias Pizarroso- arenosas Niveles arenosos del “Siluro-éodévónien” Cuarcita Siegeniense Soldevila (1983) Cuarcita de Criadero Pizarras con graptolites Alternancia de pizarras y areniscas Cuarcita de Base Fm. Pelitas de Valdenmedio Fm. Cuarcitas del Doradillo Pardo y García-Alcalde (1996, 1997, 1998) Formación Cerro Risquillo Alternancia de La Corchada G ru po de lC er ro E sc ud er o Al te rn an ci as M al va Cuarcita de/del Criadero Pizarras negras con graptolites Cuarcita de Base García Sansegundoet al. (1987a, 1987b) Amor y Ortega (1987) Cuarcita de Las Cuevas Alternancias Volcano-sedimentarias Fm. Alternancias volcanosedimentarias Fm. Cuarcita del Criadero Cuarcita de Base Palero (1991, 1992) Lorenzo (2005a,et al. 2005b) Cuarcita de Criadero Pizarras ampelíticas negras Pizarras grises A lte rn an ci as Vo lc an o- se di m en ta ria s Cuarcitas ferruginosas Alternancia Malva (Grupo Cerro Escudero) ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR ORDOVÍCICO SUPERIOR S IL Ú R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Fig. 22. Correlación entre las unidades litoestratigráficas descritas por los distintos autores en los sinclinales de Almadén-Valdeazogues-Puertollano-Guadalmez-Solana del Pino. 105 (1961, 1963) Pizarras de Graptolitos Zona II Zona I Zona III Pizarras de Conularias Areniscas rojas fosilíferas Calizas con políperos, y NautiloideosChaetetes Piz. con nódulos con Fucoides ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Fm. Alternancias volcanosedimentarias Fm. Cuarcita del Criadero Cuarcita de Base Palero (1991, 1992) Lorenzo (2005a,et al. 2005b) Cuarcita de Criadero Pizarras ampelíticas negras Pizarras grises A lte rn an ci as Vu lc an o- se di m en ta ria s Cuarcitas ferruginosas Alternancia Malva (Grupo Cerro Escudero) Fm. Pelitas de Valdenmedio Fm. Cuarcitas del Doradillo Pardo y García-Alcalde (1996, 1997, 1998) Formación Cerro Risquillo Alternancia de La Corchada G ru po de lC er ro E sc ud er o Al te rn an ci as M al va Cuarcita de Criadero Pizarras negras con graptotitos (Alternancias arenosas) Mira López (1987)et al. Rodríguez Pevidaet al. (1990) Alternancias de pizarras, areniscas y cuarcitas (Pizarras ampelíticas) Prost-Dame (1980) Cuarcita de Criadero Pizarras negras con Monográptidos Alternancias de Pizarras y Areniscas Puschmann (1967) Cuarcita Valentiense Pizarras Graptolíticas Grauvacas y pizarras con bancos cuarcíticos Fig. 23. Equivalencias aproximadas entre la nomenclatura estratigráfica propuesta por los distintos autores en el área de Castuera-Solana del Pino, del flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. SUPERIOR S IL Ú R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Henke (1926) Cuarcita Castellar Pizarras con Graptolitos Insúa Márquez et al. (2008) Alternancias Volcanosedimentarias Cuarcita del Criadero Redlin (1955) Cuarcitas Pizarras graptolíticas Richter (1967) Cuarcita del Llandovery Pizarras con graptolitos (Pizarras andalucíticas) Tamain (1964, 1967, 1972) Cuarcitas Superiores Pizarras con Monográptidos Niveles con liditas y vulcanitas ? Niveles superiores con dominio arenoso Cuarcita del Llandovery Pizarras con graptolitos Butenweg (1968) Capas de San Pablo Cuarcita del Llandovery P iz ar ra s co n gr ap to lit os Capas de San Pablo Miembro pizarroso superior Miembro pizarroso inferior Liditas Kettel (1968) Péran (1971) Cuarcitas Superiores Pizarras con Monográptidos Rocas volcánicas (Liditas de Kettel, 1968) Poupon (1971) Charpentier (1976) Cuarcita del Castellar Ampelitas con graptolitos Limolitas y areniscas Gutiérrez-Marco y Pineda (1988) Castelló y Orviz (1976) Orviz (1976)et al. Cuarcita Castellar Pizarras de graptolites Matas (2009a,et al. 2009b) Leyva (2009)et al. Cuarcita de Criadero Sapropelitas y pizarras negras ampelíticas Cuarcitas y areniscas Areniscas cuarcíticas, limolitas y pizarras grises ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Fig. 24. Correlación entre las unidades estratigráficas y cartográficas propuestas para el área de Fuencaliente-El Centenillo (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), sectores de Sierra Morena oriental y sinclinar de Santa Cruz de Mudela. 106 Cuarcita Castellar Pizarras con Graptolitos (Silúrico indiferenciado) Kappes (1991) Cuarcita del Criadero (Fm. Criadero) Fm. Guadarranquejo Grupo Cerro Escudero Kriz (2003)et al.Portero García (1988)et al. Pizarras de Chavera Cuarcitas Pizarras negras ampelíticas Alternancias de pizarras y areniscas ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO Storch (1998)et al. Cuarcita Criadero Pizarras Chavera Pizarras negras graptolíticas Limolitas y pizarras con intercalaciones de limolitas y areniscas Fig. 25. Equivalencia entre las distintas unidades silúricas propuestas por distintos autores en el sinclinal de Corral de Calatrava ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Schmidt (1957) Cuarcita del Llandovery Pizarras graptolíticas (intercalaciones cuarcíticas) Cuarcitas Pizarras, areniscas y pizarras ampelíticas Martín Herrero . (1987)et al Fig. 26. Equivalencia entre las distintas unidades silúricas propuestas en el sinclinal de Cañaveral- Monfragüe. 107 Fm. Guadarranquejo Fm. Guadarranque Areniscas de Las Cabezuelas Areniscas de Cerro Herrumbre ORDOVÍCICO SUPERIOR S IL Ú R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Rodríguez Núñez (1989) Rodríguez Núñez (1989)et al. Gil Cid (1976)et al. Cuarcita de Las Majuelas Pizarras ampelíticas Alternancia rítmica inferior Pizarras bandeadas Alternancia rítmica superior Nivel de pizarras grises Ramírez y Ramírez (1955) Tramos 11-13 Tramo 14 (Ampelitas fosilíferas) Tramo 15 (Pizarras y areniscas) Tramo 16 (Pizarras arcillosas) Tramo 17 (Grauvacas y pizarras) Walter (1982) Cuarcita Superior de la Serie de Navatrasierra Pizarras Graptolíticas Alternancia de Pizarras y Areniscas S er ie de lG ua da rr an qu e Ballestra (1982)et al. Fig. 27. Correlación entre las unidades estratigráficas diferenciadas por distintos autores en el Silúrico del sinclinal de Guadarranque. Según la correlación de Pardo Alonso y García-Alcalde (1996) en ningún caso se alcanzaría el tránsito Silúrico-Devónico. ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Pizarras graptolíticas Bochmann (1956) Cuarcita del Llandovery Capas de transición Tena-Dávila y Corretgé (1982) Cuarcitas Ampelitas Pizarras y areniscas micáceas Cuarcitas Cuarcitas, pizarras y areniscas Fig. 28. Correlación entre las unidades silúricas propuestas en el sinclinal de Cáceres 108 Soldevila Bartolí (1992b) Cuarcita del Jabonero Pizarras de Valdelasmanos Cuarcitas de Alisedas Monteserín (2007)et al. Monteserín et al. (2008a) Cuarcita del Jabonero Pizarras negras Alternancia de areniscas ferruginosas y pizarras Bascones y Martín Herrero (1982) Bascones (1982)et al. Cuarcitas Pizarras, con finos niveles cuarcíticos Cuarcitas con intercalaciones de pizarras Pizarras graptolìticas Bochmann (1956) Cuarcita del Llandovery Capas de transición Kelch (1957) López Sopeña (2005)et al. Pizarras grises Cuarcitas blancas masivas Pizarras arenosas con intercalaciones cuarcíticas Cuarcita ORDOVÍCICO SUPERIOR SI LÚ RI C O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Fig. 29. Equivalencia entre las unidades silúricas propuestas por distintos autores para el Silúrico del sinclinal de la Sierra de San Pedro 5.3 UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS DIFERENCIADAS AL SUR DEL EJE DE LOS PEDROCHES (DOMINIO OBEJO- VALSEQUILLO). Los afloramientos de rocas silúricas al sur de la alineación magmática que se extiende desde Alburquerque hasta Linares se sitúan en el Dominio de Obejo-Valsequillo (Delgado-Quesada et al., 1977), incorporado habitualmente a la Zona Centroibérica (Martínez Catalán et al., 2004) y cuyo límite meridional para la mayoría de autores es la banda de cizalla Badajoz-Córdoba (Robardet, 1977) o la Unidad Central perteneciente a la misma (Azor et al., 1994). En otros trabajos esta región (Dominio Mérida-Montoro), junto con la situada inmediatamente al sur, y en la que no se han reconocido materiales de edad silúrica (Dominio de Badajoz-Córdoba), formaría parte de la “Zona Lusitano- Mariánica” (Herranz Araújo et al., 1999a; San José et al., 2004), limitada a su vez por la falla de Malcocinado (al sur). Desde el punto de vista tectónico hay que destacar el gran desarrollo de las estructuras longitudinales que individualizan sectores con características estratigráficas y litológicas diferentes, lo que dificulta la correlación entre las distintas áreas de la región. En el Dominio Obejo-Valsequillo, las rocas silúricas afloran con una extensión muy limitada, generalmente desconectadas entre sí (Fig. 4), formando sucesiones parciales y con un contenido fosilífero escaso, aunque esto último se podría achacar más bien al reducido número de estudios de detalle (estratigráficos y paleontológicos). Las contadas unidades silúricas identificadas mediante fósiles, o deducidas por su infrayacencia a los materiales devónicos datados, guardan una relación problemática con la mayoría de las unidades sedimentarias paleozoicas, debido a la escasez de afloramientos continuos. 109 Los primeros datos sobre la presencia de rocas con fósiles del “Siluriano superior” en esta región se remontan a mediados del siglo XIX (Verneuil en Murchison, 1850 y en Anónimo, 1850; Prado, 1855, 1858), pero no fue hasta más de un siglo después cuando empezaron a aparecer nuevas publicaciones que describen afloramientos y sucesiones supuestamente silúricos, dada la gran escasez de fósiles e investigaciones. Hoy día el conocimiento de la estratigrafía y paleontología de los materiales silúricos de esta región sigue siendo exiguo, a pesar de las tesis doctorales realizadas en los últimos cuarenta años en diversas áreas y a la elaboración de la segunda edición de la cartografía MAGNA. Dada la gran desconexión entre los afloramientos conocidos de rocas silúricas en el Dominio Obejo-Valsequillo, describiremos de forma individualizada los que han proporcionado fósiles de este periodo, apoyándonos en la estratigrafía obtenida tanto a partir de datos propios, como de las cartografías existentes (Fig. 30). El área principal con afloramientos silúricos se sitúa en el sinclinal de La Codosera, que se extiende desde la región portuguesa de Portalegre hasta las proximidades de Mérida (Badajoz). Los principales datos paleontológicos proceden del sector portugués de la estructura, conocido a través de los datos de Delgado (1908), Romariz (1962), Perdigão (1967, 1973) y Perdigão y Peinador Fernándes (1976) recientemente revisados e incrementados por Piçarra et al. (1999), Piçarra y Oliveira (2002) y Piçarra (2003, 2007). En la parte española, Santos García y Casas Ruiz (1979) asignaron al Silúrico las “unidades” de Aguas Claras (esencialmente pizarras) y Sierra Fría, constituida esta última por 200 m de alternancias de cuarcitas negras, areniscas e intercalaciones de pizarras negras, que fueron atribuidas al Ludlow-Gediniense. Ambas unidades fueron diferenciadas en el flanco norte del sinclinal, pero en el flanco sur los mismos autores destacan únicamente tres niveles de cuarcitas ferruginosas en unos 400 m de sucesión, atribuyéndolas en conjunto al intervalo Ordovícico Medio-Wenlock. El techo local del Silúrico estaría situado en la parte inferior de la siguiente unidad (Unidad de La Calera de Santos García y Casas Ruiz, 1979), que está formada por areniscas y cuarcitas ferruginosas, con intercalaciones de pizarras, y a la que asignaron una edad Ludlow a Siegeniense por correlación con los datos portugueses. Soldevila Bartolí (1991, 1992a) revisa las unidades estratigráficas del Silúrico propuestas por Santos García y Casas Ruiz (1979), estableciendo algunas modificaciones (Fig. 31). En primer lugar, reasigna la “Unidad de Aguas Claras” (200 m) al Ordovícico Medio, sin tener en cuenta los graptolitos silúricos citados en su prolongación hacia Portalegre (Romariz, 1962; Perdigão, 1967, 1973; Gonçalves et al., 1978). En segundo lugar, las cuarcitas, areniscas y pizarras de la “Unidad de Sierrafría” (350 m) las atribuye al Llandeilo terminal-Wenlock/Ludlow, con un yacimiento nuevo de graptolitos del Wenlock (Fig. 4, loc. 58). En tercer lugar, establece un rango Silúrico superior-Devónico inferior para la “Unidad de La Calera” (previamente atribuida al Devónico) que, a su vez, subdivide en una “Unidad de la Calera Inferior” (0-80 m) y una “Unidad de la Calera Superior” (50-180 m). El límite Silúrico-Devónico estaría situado en la primera de estas divisiones, de acuerdo con los datos paleontológicos portugueses. 110 O R D O VÍ C IC O S IL Ú R IC O D EV Ó N IC O LL AN D O V ER Y W E N LO C K LU D LO W PR ID O LI U ni da d de S ie rr a Fr ía U ni da d de La C al er a 50 m Sinclinal de La Codosera Peñaladrones B) Villaharta (A) Puerto Calatraveño- Mina Guillermín (E) Valsequillo-Peraleda (D) Alange (C) Zarza de Alange (C) Mina Luisa (F) Secciones parciales en afloramientos aislados Pizarras Areniscas Carbonatos Fig. 30. Columnas esquemáticas de la sucesión silúrica en diferentes secciones del Dominio Obejo- Valsequillo, con referencia al sinclinal de La Codosera (columna de la izquierda, Soldevila Bartoli, 1992a) y a la columna reconstruida a partir de afloramientos aislados en áreas más surorientales. A. Apalategui Isasa et al. (1985b); B. Apalategui Isasa et al. (1985c); C. Guitérrez-Marco et al. (1997a); D. Contreras Vázquez et al. (2004); E-F. Lorenzo Álvarez (inédito). Más al sureste y en el sector Hornachos-Don Benito, el Silúrico datado aflora nuevamente en los alrededores de Zarza de Alange y Alange (Badajoz), donde Gutiérrez-Marco et al. (1997a) describen dos localidades con graptolitos del Wenlock superior y Ludlow respectivamente, una de ellas descubierta por Herranz Araújo (1985). De acuerdo con este último autor, las pizarras graptolíticas de ambos yacimientos (Fig. 4, locs. 59 y 60; Fig. 30) se apoyan en disconformidad sobre la Cuarcita Armoricana del Ordovícico Inferior, y son sucedidas en continuidad sedimentaria por los materiales devónicos. Palacios et al. (2010) sugieren la presencia de la Fm. Cuarcita del Criadero en Alange, no confirmada por nuestros datos. Las cartografías previas realizadas en el área (Apalategui Isasa et al., 1988a, 1988b) ignoraron la existencia de posibles unidades silúricas. 111 SI LÚ R IC O Llandovery Wenlock Ludlow Pridoli DEVÓNICO INFERIOR Santos y Casas (1979) Unidad Aguas Claras Unidad Sierrafría Soldevila Bartolí (1992a) Unidad Sierrafría Un id ad de la C al er a Unidad de la Calera Inferior Unidad de la Calera Superior Fig. 31. Equivalencia entre las unidades estratigráficas paleozoicas diferenciadas en el sector español del sinclinal de La Codosera (Badajoz) por los distintos autores. En el mismo sector Hornachos-Don Benito, Herranz Araújo (1984, 1985) cartografió dos unidades ubicuas atribuidas al Silúrico: una inferior de cuarcitas blancas a negruzcas (8-35 m), aproximadamente equivalente a la Cuarcita del Criadero, y una unidad superior de pizarras negras ampelíticas (promedio de 200 m), con intercalaciones esporádicas de metalimolitas, cuarcitas de grano fino y areniscas moderadamente feldespáticas. En la segunda unidad se situaría el yacimiento de graptolitos de Zarza de Alange, anteriormente citado. Otros datos paleontológicos en el sector provienen del descubrimiento de nódulos con restos de nautiloideos al oeste de Valle de la Serena (Badajoz: Palacios et al., 2010), que también existen en un yacimiento cartografiado como Silúrico por Herranz Araújo (1985), justo al oeste de la misma localidad (km 9.300 de la carretera BA-113: Fig. 4, loc. 67; Fig. 30). No obstante, ninguno de los fósiles resulta determinativo para confirmar una datación dentro del rango Silúrico- Devónico. En el anticlinal de Peraleda-Valsequillo, Contreras Vázquez et al. (2004) y Apalategui Isasa et al. (2004), diferenciaron una unidad compresiva formada por pizarras, areniscas y cuarcitas, con intercalaciones cartografiables de cuarcitas y de calizas, cuyo conjunto atribuyen al Silúrico superior-Devónico. Justo al sur del puerto de los Tres Mojones (al norte de Peñarroya, Córdoba), en el flanco sur de la estructura, Contreras Vázquez et al. (2004) cartografían un lentejón de calizas negras con nautiloideos y bivalvos (Cardiola cf. interrupta) que atribuyen al Ludlow (Fig. 4, loc. 68; Fig. 30). Las pruebas para la obtención de microfósiles efectuadas por nosotros han brindado resultados positivos y se hallan en fase de estudio por la Dra. Graciela Sarmiento. En el flanco norte del anticlinal contamos con otro notable afloramiento silúrico, localizado en una cantera abandonada al este del km 13,5 de la carretera A-449, al sur del término municipal de Hinojosa del Duque (Córdoba). Allí afloran pizarras muy alteradas con nódulos centi a decimétricos que contienen grandes nautiloideos de conchas lisas o estriadas longitudinalmente, además de bivalvos, gasterópodos, filocáridos, ostrácodos bolbozoides y raros graptolitos [Pristiograptus gr. dubius (Suess)]. La localidad (Fig. 4, 112 loc. 66, Mina Luisa; Fig. 30) fue cartografiada por Apalategui et al. (2004) dentro de una unidad de pizarras y esquistos sericíticos con niveles de cuarcitas, asignadas regionalmente al Silúrico superior-Devónico Inferior. En la continuación suroriental de la estructura anterior, los materiales silúricos vuelven a presentarse en el flanco sur y en la terminación periclinal del anticlinal que discurre a lo largo del sector Cámaras Altas-Puerto Calatraveño. Pérez Lorente (1979) los describe como una alternancia de pizarras y cuarcitas de tonos oscuros, de carácter turbidítico (50 m), sucedida por cuarcitas negras (40 m) de probable edad devónica. Los materiales fueron cartografiados como una sucesión Ashgill-Silúrico por Apalategui Isasa et al. (1985b), quienes citan el hallazgo de graptolitos indeterminados del “Wenlock Superior” en el sector de Peñaladrones (Fig. 4, loc. 61; Fig. 30). Por nuestra parte, hemos acotado paleontológicamente el Silúrico del entorno del Puerto Calatraveño- Mina Guillermín (Alcaracejos, Córdoba). Al suroeste de la mina Guillermín (Fig. 4, loc. 63; Fig. 30), la sucesión es predominantemente pizarrosa e intercala lentejones carbonatados y nódulos fosilíferos con cefalópodos, bivalvos, equinodermos y ostrácodos de edad Ludlow-Pridoli; hacia techo desaparecen los nódulos y se intercalan gradualmente capas arenosas cada vez más gruesas, antes de alcanzar las calizas devónicas. Los materiales silúricos se apoyan en contacto tectónico sobre las “Cuarcitas de Cámaras Altas”, atribuidas al Ordovícico superior (Pérez Lorente, 1979). Otros dos afloramientos puntuales se localizan al sureste de la mina Guillermín y al sur del Puerto Calatraveño (a la altura del km 382,3 de la carretera N-502). El primer yacimiento (Fig. 4, loc. 64; Fig. 30) es prácticamente la continuación hacia el este del corte anterior, y en él se localizan lentejones y nódulos calcáreos con abundantes nautiloideos, bivalvos, y raros graptolitos, intercalados en pizarras margosas con abundantes escifocrinoideos. La segunda localidad (Fig. 4, loc. 62; Fig. 30) corresponde a los escombros procedentes de la excavación de un pozo, entre los que aparecen nódulos carbonatados centimétricos con cálices articulados de crinoideos, bivalvos y numerosos restos de nautiloideos. Aunque no hay un claro contexto estratigráfico, el pozo está relativamente cerca de la cuarcita con braquiópodos lochkovienses que aflora en la carretera. Por lo que se refiere a las relaciones entre los afloramientos de Peñaladrones (Wenlock) y Calatraveño-Mina Guillermín (Ludlow-Pridoli), ambos parecen presentar contactos tectónicos con las “Cuarcitas de Cámaras Altas” y hasta el presente se desconocen puntos que enlacen las pizarras oscuras con intercalaciones arenosas de Peñaladrones, con las pizarras con nódulos e intercalaciones calcáreas de Mina Guillermín. En este sentido tampoco puede descartarse que se trate de dos sucesiones distintas, cuya proximidad actual se deba exclusivamente a causas tectónicas. Dentro de la Unidad Alóctona del Dominio Obejo-Valsequillo, Apalategui Isasa et al. (1985c) cartografían un afloramiento delimitado por fallas con rocas paleozoicas parautóctonas, situado al sur de Villaharta (Córdoba) (Fig. 4, loc. 65; Fig. 30). Lo describen como una sucesión detrítica con intercalaciones lenticulares de calizas bioclásticas que contienen restos de equinodermos, braquiópodos, bivalvos, cefalópodos, ostrácodos y gasterópodos. Entre ellos identificaron los bivalvos Cardiola interrupta (Sowerby), Vlasta cf. bohemica (Barrande) y Antipleura (Dualina) sp., junto al ortocerátido Michelinoceras aff. michelini (Barrande), en una asociación asignada al tránsito Wenlock-Ludlow. El conjunto de la sucesión fue asignado por Apalategui Isasa et al. (1985c) a un “Paleozoico indiferenciado”, pero el amplio afloramiento fue reasignado íntegramente al Silúrico en la cartografía de Martínez Poyatos (2002). Por 113 nuestra parte hemos reestudiado una de las intercalaciones calcáreas fosilíferas citadas por Apalategui Isasa et al. (1985c) al sureste de Villaharta. En ella identificamos Orthocycloceras? sp. y Panenka? sp., de probable edad Pridoli. El tratamiento para conodontos dio resultados negativos. Por último, cabe citar la presencia de fósiles silúricos, sin contexto estratigráfico, entre los clastos de diversas unidades del Paleozoico inferior incorporados a una unidad carbonífera (Serpukhoviense) en el valle del Guadalmellato, al oeste de Adamuz (Córdoba) (Fig. 4, loc. 69). De allí procede la primera cita de fósiles silúricos en Sierra Morena, con Cardiola interrupta y Orthoceras spp. mencionados por Verneuil (in Murchison, 1850; in Anónimo, 1850). Sarmiento y Gutiérrez-Marco (1999) citan en cantos de caliza negra silúrica, procedentes de esta localidad, el descubrimiento de cardiólidos, ortocerátidos y trilobites de afinidades “ossa-morénicas”, así como el hallazgo posterior de muellerisféridos (Gutiérrez-Marco et al., 2001). Los datos más recientes proceden de Gutiérrez-Marco et al. (2014), quienes mencionan cantos derivados de al menos tres niveles distintos del Ludlow y Pridoli, procedentes de un área fuente desconocida. 5.4 YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS ESTUDIADOS En la figura 4 (epígrafe 2) se aporta un mapa con la situación geográfica de todas las localidades y secciones con yacimientos paleontológicos estudiados o revisados en el presente trabajo. El conjunto abarca más de 380 niveles fosilíferos ubicados en casi 130 sucesiones o localidades aisladas, cuya descripción y contenido paleontológico se detalla en el Anexo I. La inmensa mayoría corresponde a materiales del Llandovery (209 niveles en 90 secciones y localidades), con una amplia representación de horizontes fosilíferos del Wenlock (167 niveles en 55 secciones y localidades), y una fracción minoritaria de yacimientos del Ludlow (únicamente 2 niveles en 2 yacimientos). Las localidades fosilíferas del Pridoli se hallan restringidas a 6 yacimientos ubicados al sur del eje de Los Pedroches. Los yacimientos paleontológicos consignados en el Anexo I se describen siguiendo el orden de las estructuras variscas donde se enclavan las secciones y localidades puntuales, en una transversal noreste-suroeste. Dentro de las secciones, cada yacimiento se indica por una sigla correspondiente al perfil y al nivel fosilífero concreto. La representación gráfica de las columnas hace innecesario aportar una descripción detallada para cada una de ellas, lo que hubiera supuesto añadir una gran extensión de texto a esta tesis, sin aportar datos de mayor relevancia. Para todos los niveles fosilíferos ubicados en una sección, así como para las localidades paleontológicas aisladas, se detalla la lista de fósiles identificados y su edad correspondiente. Desde el punto de vista del patrimonio paleontológico español, algunos de los yacimientos estudiados en este trabajo acreditan cierta relevancia dentro del contexto nº 4 (“Series estratigráficas del Paleozoico inferior y medio del Macizo Ibérico”), correspondiente al listado de los Contextos Geológicos de España de Relevancia Mundial. Éstos se inscriben en el proyecto Global Geosites de ProGEO-IUGS (García- Cortés, 2008; Carcavilla Urquí y Palacio Suárez-Valgrande, 2010), recogido en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (BOE núm. 114 299/2007, pp. 51275-51327). En el desarrollo posterior de la legislación, que bajo las directrices del Instituto Geológico y Minero de España, establecerá formalmente los Lugares de Interés Geológico asociados a cada Contexto, hemos propuesto en 2013 el LIG “Silúrico de Corral de Calatrava” como área clasificable de especial interés y protección. Se trata de una sección muy completa y continua, enclavada al noreste de Corral de Calatrava (Ciudad Real), en la margen izquierda del río Jabalón, que abarca ocho biozonas de graptolitos del Telychiense, cuatro del Sheinwoodiense y una del Homeriense basal, donde se llevan reconocidas 70 especies de graptolitos, de las que cinco tiene su estratotipo internacional en la localidad. La sección tiene gran interés para la correlación del Telychiense y Sheinwoodiense mediterráneo, siendo la más representativa del Silúrico de la Zona Centroibérica meridional en términos bioestratigráficos. Además del LIG de Corral de Calatrava, otra localidad silúrica de notable interés, en este caso para la historia de la Ciencia, se ubica en la mina de Almadén, cuyos horizontes fosilíferos del Telychiense generaron descubrimientos interesantes de graptolitos en los albores de la Paleontología española del Paleozoico (Lorenzo et al., 2009; Gutiérrez-Marco et al., 2012). 115 6 ESTUDIO PALEONTOLÓGICO 6.1 INTRODUCCIÓN Para la presente tesis se han investigado biostratigráficamente numerosas secciones y afloramientos puntuales del Silúrico en un vasto territorio del sector meridional de la Zona Centroibérica española. Los fósiles aparecen conservados en rocas de distinta naturaleza, esencialmente lutitas negras (ampelitas, sapropelitas o pizarras graptolíticas), a veces silicificadas y, en menor medida, también en areniscas, calizas y nódulos piritosos. El grupo más abundante y con mayor utilidad bioestratigráfica es el de los graptolitos, de los que se han identificado más de un centenar de especies (118), todas ellas de graptoloideos planctónicos, cuyos aspectos generales y taxonómicos se expresan más abajo y en el capítulo de Sistemática. Además de los graptolitos, hemos registrado diversos grupos de artrópodos (euriptéridos, trilobites, filocáridos y ostrácodos), moluscos (cefalópodos, gasterópodos y bivalvos), braquiópodos (rinconeliformes y linguliformes), equinodermos (crinoideos), cnidarios, anélidos (macaeridios), cornulítidos, microfósiles (conodontos) y algunos icnofósiles. Nuestro estudio paleontológico se ha limitado al análisis biostratigráfico de los graptolitos, así como a la identificación taxonómica menos detallada de los restantes grupos, con vistas al análisis paleobiogeográfico que puedan aportar conjuntamente. 6.2 GRAPTOLITOS 6.2.1 Graptolitos: características generales y conservación Los graptolitos se interpretan como un grupo fósil de hemicordados marinos coloniales, cuyo nombre alude al aspecto más habitual que presentan sus fósiles (del gr. graptós= escrito, y lithos= piedra), si bien en el área de trabajo han sido nombrados incorrectamente como graptolites, graptolitas, graptolithas o graptolítidos. Los conocimientos sobre anatomía, paleoecología, posición sistemática y clasificación de los graptolitos (Bates, 1989) han sido actualizados recientemente por Gutiérrez-Marco (2009), por lo que no creemos necesario repetirlos aquí. El material de graptolitos recogido en el Silúrico de la región surcentroibérica se compone principalmente de formas biseriales y uniseriales, con algunos casos de formas multiramosas por procesos de cladia tecales. Los rabdosomas se conservan generalmente en estado fragmentario, y como moldes aplastados en pizarras con pérdida del peridermo carbonoso original. El caso más frecuente es su presentación como moldes de tonalidades claras en el seno de pizarras oscuras, donde el hueco dejado por la degradación del rabdosoma se rellenó por minerales de arcilla de alteración blanquecina (cloritas, pirofilitas: Lám. 1, figs. 1-5; Lám. 2, figs. 6-7, 12-14). También hay frecuentes casos de conservación de rabdosomas como películas carbonosas 116 aplastadas, que resaltan cuando la matriz arcillosa se altera a colores más claros (blanquecinos, grises o rosados: Lám. 1, fig. 13; Lám. 2, fig. 10). Algo más raros son los rabdosomas de graptolitos que conservan cierto grado del relieve original, hecho relacionado con la precipitación diagenética precoz de pirita por bacterias sulforeductoras, en el hueco interno del esqueleto (Lám. 2, figs. 1, 11). La descomposición posterior de los sulfuros de hierro hace que muchos moldes de graptolitos se conserven limonitizados o “manchados” por óxidos de hierro (Lám. 2, figs. 8-9), o raras combinaciones donde los graptolitos destacan como películas carbonosas brillantes en el seno de una matriz ferruginizada por alteración. La piritización temprana del rabdosoma de los graptolitos facilita su conservación en relieve en el interior de areniscas y nódulos incluidos en pizarras negras. El primer caso se da con cierta frecuencia en los delgados niveles de areniscas que marcan el techo de la Formación Cuarcita del Criadero y sus equivalentes laterales, donde muchas formas biseriales conservan también el peridermo carbonificado o se acumulan sobre los planos de estratificación concentrados y orientados por corrientes, manteniendo un relieve distintivo (Lám. 1, figs. 6-9). Las formas conservadas tridimensionalmente en el interior de los nódulos contenidos en las pizarras negras siempre se hallan en estado de moldes externos, con el interior ausente o sustituido por una masa amorfa arcillosa, más o menos ferruginizada, que constituye un relleno muy posterior. La formación de estos nódulos, cargados de mística popular en algunos sectores como El Centenillo (Jaén: Gutiérrez-Marco et al., 1997b) ha sido interpretada de diversas maneras, desde la hipótesis puramente mineral, por la que los nódulos constituyen masas de pirita autigénica (grandes nódulos de Almadén se exponen de este modo en los jardines del Museo de Ciencias Naturales de Madrid), pasando por varios modos de concrecionamiento diagenético, hasta la hipótesis de que su génesis fue debido al entrampamiento de burbujas de metano poco después de la sedimentación. Sea como fuere, sólo una fracción de los nódulos contenidos en pizarras negras son fosilíferos y de ellos la mayoría de los restos corresponden a cámaras de habitación de nautiloideos ortoconos, siendo mucho menos frecuentes las conchas de bivalvos, braquiópodos u ostrácodos, así como los fragmentos de graptolitos y las piezas o cutículas de artrópodos. El caso más notable de conservación de graptolitos registrado en la zona de tesis, es el de dos localidades enclavadas en el sinclinal de Almadén, que pertenecen al mismo nivel estratigráfico y presentan idénticas características litológicas. En ambos puntos el nivel fosilífero se sitúa a techo de la Cuarcita del Criadero, en delgadas capas arenosas, micáceas y de tonos oscuros, donde se observan acumulaciones secundarias de pirita, de morfología irregular y origen diagenético. Dentro de ellas, se registran rabdosomas vacios de graptolitos, que aparecen perfectamente conservados en tres dimensiones (Lám. 2, figs. 8-9; Lám. 3, figs. 1-17). El proceso de fosilización fue descrito por Lorenzo y Gutiérrez-Marco (2009) e implica la mineralización del peridermo graptolítico por pirita framboidal en una fase muy temprana de la diagénesis, previa a la piritización de la matriz circundante a los rabdosomas. La alteración diferencial de esta pirita masiva frente a la framboidal de los graptolitos, permitió que el peridermo mineralizado fuera replicado finamente por óxidos de hierro, que contienen una proporción minoritaria de filosilicatos (Lám. 3, figs. 1-17), como revelan los microanálisis EDAX (Fig. 32). Procesos similares de piritización multifásica, análogos a los estudiados, fueron dados a conocer en graptolitos por Underwood & Bottrel 117 (1994), vinculados a la actividad de microorganismos en ambientes de oxigenación normal, operando con altas tasas de sedimentación que crean condiciones anóxicas en la fase diagenética precoz. Los únicos casos de conservación de graptolitos en materiales calcáreos se limitan a sendas localidades del Silúrico superior situadas en las proximidades del Puerto Calatraveño y Adamuz (Córdoba), pertenecientes ambas al Dominio Obejo-Valsequillo. Se trata de moldes internos preservados con cierto relieve en calizas y margas, respectivamente, siendo este modo de preservación muy anecdótico en la zona de estudio por la ausencia generalizada de sedimentos calcáreos. Los rabdosomas de graptolitos encontrados en los planos de estratificación de pizarras y areniscas suelen presentarse aplastados lateralmente o en varios grados de conservación escalariforme. Los últimos son frecuentes en las formas biseriales, con visión ventral de las aberturas tecales, lo cual dificulta notablemente la identificación paleontológica. Los rabdosomas contorsionados de cierta anchura (Spirograptus, Torquigraptus, Oktavites, Cyrtograptus, etc.) se han observado en ocasiones comprimidos en un solo plano (Lám. 15, Torquigraptus, figs. 11, 17; Lám. 16, Spirograptus, figs. 1-23; Lám. 17, Oktavites, figs. 1, 9-12; Lám. 22, Cyrtograptus, fotos 16-17), lo que ha sido descrito como preservación “plástico de cocina” (clingfilm), que involucra su recubrimiento por un tapiz bacteriano y su compactación en un solo plano por el peso de los sedimentos que se acumulan progresivamente encima, sin mediación de sedimento intersticial (Jones et al., 2002). En cuanto a la orientación de los graptolitos en el plano de estratificación, puede variar desde aleatoria (ausencia de energía durante la sedimentación) a orientada por corrientes, formando acumulaciones más o menos densas (Lám 1, figs. 1, 3, 5-7, 11-12). En cualquier caso, la mayoría de los rabdosomas aparecen casi siempre fragmentados y es raro registrar colonias de más de una decena de centímetros y completas en sus dos extremos. La fragmentación de los graptolitos puede haber ocurrido en vida, dentro de ambientes más energéticos (a este respecto hay autores que piensan que la proliferación de colonias estaba motivada por frecuentes casos de regeneración: Urbanek, 1990) o, más probablemente, por la disgregación “postmortem” de los rabdosomas antes, o durante su acumulación definitiva sobre el sedimento. No obstante lo anterior, los ambientes de depósito de las pizarras negras graptolíticas suelen interpretarse como medios euxínicos, siendo este carácter independiente de la profundidad (Štorch, 1998a; Finney et al., 2007; Boucot y Chen, 2009). La anoxia estaría vinculada con la presencia de masas de agua estratificada y con fenómenos de sobreabundancia de materia orgánica (“blooms” de microplancton), cuya putrefacción provoca el déficit de oxígeno que impide, entre otros factores, la vida bentónica. El estudio taxonómico de los graptolitos ha revelado la presencia en la zona de estudio de más de cien especies pertenecientes, al menos, a treinta y tres géneros. Las características y distribución de cada uno de los taxones se detallan en el capítulo de Sistemática. El análisis de la bibliografía regional y las localidades fosilíferas ha permitido descartar varias decenas de taxones mencionados por autores previos en el conjunto de la región surcentroibérica. Entre ellos destaca la monografía póstuma de Hernández Sampelayo (1960), donde se describen e ilustran un total de cuarenta y una especies nuevas para la zona de estudio. Todas ellas se analizan y revisan 118 Fig. 32. A, B, C y D microanálisis por espectroscopía de rayos X con energía dispersiva (EDAX) realizados en el material fosilizante del yacimiento de la Loc. 49 (Los Toriles, Fm. Cuarcita del Criadero del sinclinal de Almadén). E y F representan la composición química porcentual correspondiente a las muestras A-D. 119 taxonómicamente en un apartado específico, dentro de la sección dedicada a la Sistemática paleontológica, que concluye en proponerlas como nomina oblita. 6.2.2 Sistemática de graptolitos Con objeto de fundamentar las identificaciones y datos bioestratigráficos derivados de los graptolitos, en este capítulo presentamos y comentamos sumariamente los taxones encontrados, junto con su marco sistemático, la revisión de sinonimias centroibéricas y la distribución detallada (geográfica y biostratigráfica) de cada uno. En el listado de sinonimias se incluyen algunas más, junto con las de la zona de estudio, que constituyen descripciones de referencia de la especie, tanto la de la especie tipo como las de las publicaciones más destacables. Para la clasificación supragenérica de los graptolitos hemos seguido los últimos avances impuestos por Mitchell et al. (2007, 2013), Štorch et al. (2011) y Melchin et al. (2011), fundados principalmente en los modelos astogenéticos de Mitchell (1987) y Melchin (1998). Los antiguos órdenes “Diplograptina” y “Monograptina” de Lapworth (1880), enmendados por Bulman (1970), fueron innecesariamente agrupados con el nombre “Virgellina” (Fortey & Cooper, 1986), que reúne a todos los “diplograptoideos” (= axonóforos). La clasificación cladística de Maletz et al. (2009) se halla aún en un estado incompleto de desarrollo y por eso no ha sido adoptada enteramente en este trabajo, en especial a nivel de división (Pan-graptoloidea), subdivisión (Graptoloida), supercohorte (Eugraptoloida), cohorte (Pan-reclinata), subcohorte (Reclinata) y superorden (Pan- reclinata), a fín de brindar estabilidad a la jerarquía linneana. La nomenclatura abierta utilizada sigue las recomendaciones de Matthews (1973), Lucas (1986) o Bengtson (1988). Para la elaboración de las listas de sinonimias se ha adoptado el procedimiento de Matthews (1973), con las actualizaciones conceptuales recogidas en la cuarta edición del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica (año 2000, accesible en Internet). 120 Phylum HEMICHORDATA Bateson, 1885 Clase PTEROBRANCHIA Lankester, 1877 Subclase GRAPTOLITHINA Bronn, 1846; emend. Mitchell, Melchin, Cameron & Maletz, 2013 Orden BIRECLINATA Maletz, Carlucci & Mitchell, 2009 Suborden AXONOPHORA Frech, 1897; emend. Maletz, Carlucci & Mitchell, 2009 Infraorden NEOGRAPTINA Štorch, Mitchell, Finney & Melchin, 2011 Familia (parafilética) NORMALOGRAPTIDAE Štorch & Serpagli, 1993; emend. Melchin et al., 2011 Género Normalograptus Legrand, 1987, emend. Melchin et al., 2011 Especie tipo: Climacograptus scalaris var. normalis Lapworth, 1877, de Irlanda. Normalograptus scalaris (Hisinger, 1837) (Lám. 2, figs. 8-9; Lám. 3, figs. 1-17) *1837 Prionotus scalaris Hisinger. pp. 113-114; Lám. 35, fig. 4. ?1962 Climacograptus scalaris, (Hisinger); Almela et al., pp. 213, 220 y 246. ?1971a Climacograptus scalaris (Hisinger); Saupé, p. 144. non 1972 Climacograptus scalaris (Hising.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 4. .1972 Climacograptus scalaris (Hisinger); Rickards, pp. 271-276; Figs. 2, 3, 5. ?1987 Climacograptus cf. scalaris (Hisinger); Martín Herrero et al., p. 21. ?1988 “Climacograptus” scalaris scalaris (Hisinger); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. ?1991 Climacograptus scalaris (Hisinger); Kappes, p. 58. .1993a Metaclimacograptus scalaris (Hisinger); Loydell, pp. 55-57; Figs. 11 (7, 8, 15, 29, 30); Lám. 1, fig. 13. .2009 Normalograptus scalaris (Hisinger); Loydell & Maletz, pp. 274, 276, 278; Figs. 1A, 2A-B; Lám. 1-2. Observaciones: La mayor parte del material relacionado con esta especie consiste en fragmentos de rabdosomas conservando su región proximal, y conservados en tres dimensiones como réplicas pseudomorfas en óxidos de hierro de la pirita original. La parte proximal presenta gruesos espesamientos corticales, que cubren también las caras laterales del rabdosoma y dejan ver el tejido fuselar únicamente en la porción supragenicular de algunas tecas. Las tecas alternan claramente en la región proximal y tiene un pronunciado reborde apertural. Estas características, unidas a las dimensiones generales de la colonia, resultan muy similares a las del material de N. scalaris ilustrado por Loydell & Maletz (2009). El modo tan particular de preservación de los ejemplares 121 estudiados ha sido descrito en el apartado de tafonomía, lo mismo que los efectos de un posible parásito sobre uno de los rabdosomas (Lám. 3, figs. 13-14). Distribución. Normalograptus scalaris es una especie cosmopolita, abundante en el Aeroniense (Biozona de Lituigraptus convolutus), cuyos últimos representantes se registran en el Telychiense (Base de la Biozona de S. turriculatus). El material estudiado procede de dos localidades situadas en la parte superior de la Fm. Cuarcita del Criadero en ambos flancos del sinclinal de Almadén (Loc. 49 y nivel AL AM-1). Dado que en estos yacimientos la especie no aparece asociada con ningún otro graptolito, su edad puede estimarse como Aeroniense por correlación con otras localidades de dicha edad encontradas en una posición estratigráfica comparable. Normalograptus cf. rectangularis (McCoy, 1850) cf.*1850 Diplograpsus rectangularis McCoy; p. 271. ?1971b Climacograptus cf. rectangularis (Mc Coy); Saupé, p. 362. vp1996b Normalograptus cf. rectangularis (McCoy); García Palacios et al., p. 20; Figs. 2A-D. Observaciones: Nuestro material comprende numerosos rabdosomas de 2-4 cm de longitud y 2 mm de anchura mesio-distal. El extremo proximal es afilado y se prolonga en una virguela fina de hasta 3 mm de longitud. El número de tecas en la parte distal es 10 (raramente 11) en 10 mm. Aunque la conservación de los ejemplares en areniscas y limolitas no permite apreciar los detalles, el extremo proximal es claramente biserial y, por tanto, fácil de distinguir del de Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood), con el que se presenta asociado, y cuyo rabdosoma tiene unas dimensiones similares. Un ejemplar de Corral de Calatrava presenta una virguela ancha, comparable a la de Normalograptus balticus (Pedersen). Dicha especie es exclusiva del Rhuddaniense y, por tanto, más antigua que los niveles estudiados, por lo que el engrosamiento cortical de la virguela de nuestro ejemplar debe de ser secundario o de tipo patológico. Como alternativa a su comparación con N. rectangularis, nuestro material recuerda mucho a N.? beechillensis Melchin, 2007, del Aeroniense medio de Cánada y el Sáhara argelino. Sin embargo el estado de conservación no permite apreciar la existencia de aperturas introvertidas con los suaves lóbulos laterales característicos de esta especie. Distribución: Normalograptus cf. rectangularis ha sido identificado en niveles aeronienses previos a la aparición local de Campograptus lobiferus, en secciones de la parte superior de la Fm. Cuarcita del Criadero de los sinclinales de Corral de Calatrava (CC GU JA-7 y 8) y Almadén (AL LP-1), que no pueden ser asignados a ninguna biozona concreta. En la sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón, N. cf. rectangularis continúa representado en los niveles de tránsito entre la Fm. Cuarcita del Criadero y las pizarras negras telychienses. Estos corresponden al Aeroniense por la presencia Campograptus lobiferus y Neolagarograptus? sp., comunes en las biozonas de Pribylograptus leptotheca y Lituigraptus convolutus (Štorch, 1998c; Zalasiewicz et al., 2009). Sin embargo, el auténtico N. rectangularis no se ha descrito nunca por encima de la Biozona de Demirastrites triangulatus, aunque el material de Corral es completamente semejante por sus dimensiones y por la morfología típicamente afilada del extremo proximal. 122 Normalograptus? sp. Observaciones: Con esta denominación identificamos un número reducido de ejemplares de pequeñas dimensiones (rabdosomas de menos de 2 cm de longitud y alrededor de 1,4 mm de anchura), que carecen del extremo proximal afilado de N. cf. rectangularis (McCoy), con el que se presenta asociado en los niveles aeronienses de las localidades CC GU JA-7-8 y AL LP-1. La base redondeada del rabdosoma, provisto de una pequeña virguela, sus caras paralelas y un número de tecas proximales relativamente alto (14 en 10 mm) recuerda a algunas especies abundantes en el Rhuddaniense, como N. medius (Törnquist). También en algunos casos a la forma aeroniense N.? inornatus Štorch. Sin embargo, la mala conservación del material estudiado impide observar el septo central y los detalles tecales, por lo que lo identificamos en nomenclatura abierta. Género Metaclimacograptus Bulman & Rickards, 1968, emend. Melchin et al., 2011 Especie tipo: Diplograpsus Hughesi Nicholson, 1869, del Llandovery del Lake District, Gran Bretaña. Metaclimacograptus asejradi Legrand, 1993 (Lám. 4, figs. 1-13, 21) ?1931 Climacograptus bohemicus Perner; Haberfelner, pp. 44-45, Lám. 1, figs. 4a, b (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 63-64; Figs. 4a-b). ?1931 Climacograptus hughesi (Nicholson); Haberfelner, pp. 45-46, Lám. 1, fig. 5 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 64-65; Fig. 5). ?1931 Climacograptus phrygionius Törnquist; Haberfelner, p. 46, Lám. 1, figs. 6a, b (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 65-66; Figs. 6a-b). ?1961 Climacograptus bohemicus; Márquez Triguero, p. 195. ?1962 Climacograptus hughesi, (Nicholson); Almela et al., pp. 220, 240. ?1972 Climacograptus scalaris (Hising.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 4. ?1976 Climacograptus hughesi Nich; Lozac´h & Vidal, p. 33. v.1989 Paraclimacograptus sp.; Rodríguez Núñez et al., Lám. 1, fig. 5. *1993 Metaclimacograptus (?) asejradi Legrand, p. 423, Figs. 5e-f. v.1998 Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand; Gutiérrez-Marco & Štorch, pp. 87-88; Figs. 10e-f. v.1998 Metaclimacograptus asejradi Legrand; Štorch et al., p. 320. v.1998b Metaclimacograptus asejradi Legrand; Štorch, pp. 114-115; Fig. 3 (9); Lám. 1, fig 1. Observaciones: El material comprende rabdosomas pequeños (10-11 mm de longitud) de caras paralelas y máximo de 1,4 mm de anchura. El extremo proximal es redondeado y de la sícula parte una pequeña virguela. Las tecas muestran una doble curvatura sigmoide prominente, con un genículo anguloso, y su número en 10 mm varía entre 11,5 y 14. El septo central subangular no se conserva en ninguno de los ejemplares, pese a lo 123 cual su perfil y dimensiones son idénticos al material piritizado de comparación procedente de Checa (Guadalajara) y recogido en los mismos horizontes estratigráficos. La especie M. asejradi es el climacográptido más común en los niveles del Telychiense basal ibérico. En la zona de estudio se distingue por sus dimensiones, genículos pronunciados y ausencia de espinas tecales, caracteres fácilmente reconocibles en material aplastado. Es por ello que en sinonimias previas aparece confundido con las especies Metaclimacograptus bohemicus (Perner, 1897), M. hughesi (Nicholson, 1869) y M. phrygionius (Törnquist, 1890), que fueron ilustradas por Haberfelner (1931) y retomadas por algunos autores posteriores. El ejemplar de Paraclimacograptus sp. de la Biozona de Rastrites linnaei, ilustrado por Rodríguez Núñez et al. (1989, lám. 1, fig. 5) se incluye también en M. asejradi, toda vez que carece de auténticas espinas geniculares. Distribución: M. asejradi es común en la parte alta de la Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus hispanicus) del Telychiense basal, así como en la parte inferior de la Biozona de S. turriculatus de España, Libia y Argelia (Legrand, 1993; Štorch, 1998b; Štorch & Massa, 2003). También ha sido citado con dudas en el Llandovery de la Precordillera argentina (Biozona de S. turriculatus o de Streptograptus crispus: Lenz et al., 2003). En la zona de trabajo ha aparecido dentro de los mismos niveles en las secciones de Guadarranque [nivel NP-A-1a (= PN-1 de Rodríguez Núñez et al., 1989)] y Corral de Calatrava (niveles CO-2, CO-3, CO-4A, CO-4, CC GJ-14, CC GJ-15, todos cf., y CC JA-1), en la zona de Almadén (El Entredicho, Loc. 18), en las secciones de Guadalmez Norte (niveles cf. GM GN-1, cf. GM GN-3) y estación de Chillón (niveles cf. CHE-3, cf. CHE-4) y en la hoja MAGNA 863 (Aldeaquemada, Muestra M-9816), de Sierra Morena oriental. Metaclimacograptus flamandi (Legrand, 1993) (Lám. 2, fig. 7; Lám. 4, figs. 14-20, 22-27) ?1976 Climacograptus innotatus brasiliensis Ruedeman; Lozac´h& Vidal, p. 33 ?1976 Climacograptus innotatus brasiliensis Ruedeman; Blachère, pp. 41, 42. .1987 Climacograptus innotatus Nicholson; Martín Herrero et al., p. 21. .1987 Climacograptus aff. innotatus (Nicholson); Martín Herrero et al., p. 21. ?1987 Orthograptus? aff. insectiformis Nicholson; Martín Herrero et al., p. 21. .1988 Paraclimacograptus n. sp. aff. P. innotatus (Nicholson); Portero et al., p. 25. .1989 Climacograptus innotatus brasiliensis Ruedeman in Maury; Gutiérrez- Marco & Pineda Velasco, p. 93. ?1989 Ortograptus insectiformis (Nich.); Puche, foto p. 429. *1993 Normalograptus (?) flamandi Legrand, p. 421; Figs. 5c-d. .1998b Metaclimacograptus flamandi (Legrand); Štorch, p. 116; Figs. 3 (7-8); Lám. 1, fig.3. .1998 Metaclimacograptus flamandi (Legrand); Štorch et al., p.320. ?2005b Metaclimacograptus sp. 1; Lorenzo et al., p. 41. .2005b Paraclimacograptus innotatus brasiliensis (Ruedeman); Lorenzo et al., p. 41. 124 Observaciones: Esta especie es la forma biserial más abundante del Silúrico surcentroibérico, observada a veces en concentraciones monoespecíficas que concentran miles de rabdosomas, como las que se reconocen en niveles estratigráficos sucesivos por los sinclinales de Almadén y Guadalmez. El rabdosoma de este graptolito es estrecho (1,45-1,9 mm de anchura máxima) y de caras paralelas, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 3 cm y terminar distalmente en una corta vírgula. El extremo proximal es afilado y de aspecto normalográptido asimétrico, con patrón de tipo H. La sícula termina en una pequeña virguela. El septo central se extiende a todo lo largo del rabdosoma y tiene un trazado ondulado. Las tecas posteriores al primer par tienen una doble curvatura sigmoide y tienen una pared supragenicular corta que discurre paralela al eje de la colonia. Las aperturas tecales se muestran netamente evertidas, y prolongan su margen dorsal en un reborde que adquiere el aspecto de una espina en vista lateral. Este reborde se proyecta en ángulo recto con respecto a la pared supragenicular de la teca siguiente, dando la falsa impresión de la existencia de espinas geniculares. El número de tecas varía de 12 a 16 en 10 mm. En la Zona Centroibérica M. flamandi es una especie fácil de reconocer por sus dimensiones y características tecales, en especial por la alternancia de sus aperturas y por sus notorias prolongaciones supra-aperturales, que le brindan un falso aspecto espinoso. Precisamente por este último carácter, este graptolito fué confundido con representantes del género Paraclimacograptus, que es mucho más antiguo: en este sentido, las citas ibéricas de P. innotatus (Nicholson, 1869) o de P. brasiliensis (Ruedeman, 1947) corresponden siempre a M. flamandi. Distribución: Hasta el trabajo de Melchin (2007), se creía que Metaclimacograptus flamandi era una forma típicamente peri-gondwánica del Telychiense, cuyo primer registro se sitúa en la Biozona de Spirograptus turriculatus, para ser abundante en las biozonas de Streptograptus crispus, Monoclimacis griestoniensis y parte baja de la de Torquigraptus tullbergi. Su último registro, de carácter puntual, parece ubicarse en la Biozona de Cyrtograptus lapworthi (Loc. PT RE-11). Los principales hallazgos de la especie corresponden al norte de África (Argelia y Libia: Legrand, 1993; Štorch y Massa, 2003, 2007) y suroeste de Europa (España, Portugal y Francia: Štorch, 1998a). Melchin (2007) cita el primer registro de la misma fuera de Gondwana, en materiales del Telychiense medio de Nueva Escocia (perteneciente a la Provincia Circum- ecuatorial de graptolitos), lo cual plantea dudas tanto sobre el valor paleobiogeográfico que se le había atribuido, como sobre su correcta identificación en Canadá (una cita sin ilustración). En la zona de trabajo M. flamandi aparece ampliamente representado en los sinclinales de Corral de Calatrava, Almadén, Puertollano, Guadalmez; flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches y en Sierra Morena oriental. En el sinclinal de Corral de Calatrava aparece en los niveles CO–5/7, CO-6, cf. CO-7b, CO-7, CO-8A, CO-8, CO-9, CO-10 de la sucesión del río Jabalón y en la localidad CC JA-2 de la sucesión de Puente Morena. En el sinclinal de Almadén aparece en la sucesión del arroyo del Lápiz (niveles AL LP- B, AL LP-C, AL LP-D, AL LP-E), en la localidad AL-193 y en la mina de Almadén. En el sinclinal de Guadalmez aparece en las secciones de Guadalmez Norte (nivel GM GN- 2) y Estación de Belalcazar (niveles EB-0, EB-1, EB-1T) y en la localidad Loc. 33 (cantera Los Pedroches). En el sinclinal de Puertollano, se registra cerca de Brazatortas (localidad PT OB-3) y en los alrededores de Retamar (niveles PT RE-10 y PT RE-11 de 125 la sucesión de Retamar). En el flanco norte del sinclinorio de Pedroches en la zona de San Benito (niveles SB PQ-1 a 5, SB PQ-12, SB PQ-15 a 17), cerca de Santa Eufemia (provincia de Córdoba) [niveles GM PO (CENT), GM PO (S), GM PO, GM PO (NOR)] y en El Centenillo (Jaén) (niveles EC SE-2G, EC SE-3G, EC SE-4G, EC SE-5G, EC SE-6G). En Sierra Morena oriental está representado en la provincia de Jaén, en las hojas MAGNA 862 (Santa Elena, muestras M-9803, M-9805 y M-9806) y 863 (Aldeaquemada, M-9817). Género Rhaphidograptus Bulman 1936, emend. Melchin et al., 2011 Especie tipo: Climacograptus Törnquisti Elles & Wood, 1906, del Llandovery de Escocia. Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood, 1906) (Lám. 5, figs. 1-10, 12-17) *1906 Climacograptus Törnquisti sp. nov.; Elles & Wood, pp. 190-191; Figs. 123a-b; Lám. 26, figs. 6a-f. .1975 Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood); Bjerreskov, pp. 43-44; Lám. 6, figs. C-D. .1977 Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood); Rickards et al., p. 102; Fig. 8h; Lám. 1, figs. 1-2; Lám. 2, fig. 1. vp1996b Normalograptus cf. rectangularis (McCoy); García Palacios et al., p. 20. Observaciones: Rabdosomas delgados, de 3 cm de longitud y 2 mm de anchura máxima, prolongados en vírgula y virguela largas. Su región proximal es afilada y característicamente asimétrica, formada por una porción uniserial restringida a una sola teca, que deja libre la sícula en gran parte de su longitud sobre la cara izquierda de la colonia (en vista anversa). Alrededor de 10 tecas en 10 mm en el rabdosoma maduro. Pese a su mala conservación general, el material estudiado se adscribe claramente a la especie R. toernquisti por los caracteres descritos, en especial por el carácter inicial uniserial de la colonia y la forma afilada de la misma. Distribución: La especie está ampliamente difundida en el intervalo de la Biozona de Cystograptus vesiculosus del Rhuddaniense a la Biozona de Lituigraptus convolutus del Aeroniense. Sus últimos representantes se localizan en la parte baja de la Biozona de Stimulograptus sedgwickii. En la región estudiada, R. toernquisti se localiza en el techo de la Fm. Cuarcita del Criadero y en su tránsito a las pizarras negras suprayacentes, dentro de niveles aeronienses de adscripción imprecisa, en algunas secciones de los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CC GU JA-7, 8, 9? y 10), Almadén (nivel AL LP-1) y Guadalmez: loc. CHE-(-1). La presencia de la especie en los horizontes CC GU JA-7-8 había sido entrevista por García Palacios et al. (1996), quienes optaron por referirlos a Normalograptus cf. rectangularis. Sin embargo, el hallazgo de nuevos ejemplares que conservaban el extremo proximal, permitió identificar la concurrencia de ambos géneros en estas localidades. 126 Género Pseudoglyptograptus Bulman & Rickards, 1968 Especie tipo: Glyptograptus (Pseudoglyptograptus) vas Bulman & Rickards, 1968, del Llandovery del norte de Inglaterra. Pseudoglyptograptus? sp. (Lám. 2, fig. 11) v?1988 Pseudoglyptograptus vas (Bulman & Rickards); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco Velasco, p. 92. Observaciones: El único ejemplar estudiado consiste en un molde interno en relieve procedente de la parte superior de la Cuarcita del Castellar (= Criadero) en el sondeo Fabriquilla 4 de El Centenillo (Jaén), que fue identificado originalmente como Pseudoglyptograptus vas por Gutierrez-Marco y Pineda Velasco (1988). La revisión del mismo ejemplar, carente del extremo proximal, permite reconocer un septo central rectilíneo, tecas con doble curvatura sigmoide y apertura evertida, que recuerdan considerablemente al material tipo de la especie citada (Bulman & Rickards, 1968). Dicha especie procede de niveles relativamente bajos del Aeroniense (Biozonas de Demirastrites triangulatus y D. simulans), anteriores a la Biozona de L. convolutus, a la que corresponden los graptolitos silúricos más antiguos encontrados en la parte española de la región surcentroibérica. En Portugal una unidad semejante (Formación Vale da Ursa) contiene graptolitos rhuddanienses (Brenchley et al., 1991), por lo que en principio la presencia de niveles graptolíticos previos a la Biozona de L. convolutus no sería descartable. Las restantes especies del género (P. rhayaderensis, P. barriei, Pseudoglyptograptus spp.) no suelen alcanzar la Biozona de L. convolutus (Rickards, 1972; Melchin, 1989; Zalasiewicz & Tunnicliff, 1994; Koren` & Rickards, 1996; Zalasiewicz et al., 2009). El problema es que, de acuerdo con Gutiérrez-Marco y Pineda Velasco (1988), el horizonte con P. vas de El Centenillo se ubica en el mismo sondeo 50 cm por encima de otro con abundantes graptolitos (nivel de 84,27 m). En éste, los autores identificaron una asociación del Aeroniense inferior que, tras nuestra revisión, podría tener una edad Telychiense. En este sentido, las formas identificadas como Atavograptus atavus por Gutierrez-Marco y Pineda Velasco (1988) parecen corresponder a un Pristiograptus del Telychiense temprano (P. pristinus?), Monograptus intermedius con dudas a M. gemmatus y M. cf. pseudoplanus a Torquigraptus planus. Sin embargo, la identidad genérica de Ps. vas podría confirmarse por su morfología tecal tan característica, y este género proseguir su registro esporádico en el Telychiense basal. Ello obligaría a disponer de mejores ejemplares que conserven la parte proximal y el exterior del rabdosoma, dado que ciertas especies de Pseudoglyptograptus pueden llegar a confundirse con otros graptolitos como Cystograptus penna o con moldes internos de Normalograptus scalaris (Loydell y Maletz, 2009). 127 Superfamilia RETIOLITOIDEA Lapworth, 1873, emend. Melchin et al., 2011 Familia RETIOLITIDAE Lapworth, 1873, emend. Melchin et al., 2011 Subfamilia (parafilética) PETALOLITHINAE Bulman, 1955, emend. Melchin et al., 2011 Género Parapetalolithus Koren & Rickards, 1996 Especie tipo: Parapetalolithus dignus Koren & Rickards, 1996, del Telychiense del sur de los Urales. Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood, 1908) cf.*p1908 Petalograptus altissimus sp. nov. Elles & Wood, pp. 281-282; Lám. 32, figs. 7a, c (non b-d, Fig-text. 194c (non a, b). ?1926 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Hernández Sampelayo, p. 437. ?1931 Petalograptus altissimus; Elles & Wood; Haberfelner, p. 48; Lám. 1, fig. 9 (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 70; fig. 9). non1960 Petalograptus altissimus, Elles & Wood; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, figs. 15, 16, 18, 19; Lám. 19, fig. 1. ?1961 Petalograptus altissimus; Márquez Triguero, p. 195. ?1976 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Lozac´h & Vidal, p. 33. ?1988 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Portero et al., p. 25. non1989 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Rodríguez Núñez et al., p. 91; Lám. 1, figs. 6, 8. cf.1993a Petalolithus altissimus (Elles & Wood); Loydell, pp. 37-39; Figs. 12 (7, 16, 17). .1998 Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood); Štorch et al., p. 320. cf.2009 Parapetalolithus altissimus (Elles & Wood); Zalasiewicz et al., p. 817. Observaciones: bajo esta denominación incluimos diversos ejemplares procedentes de escasas localidades, cuyo rabdosoma tiene un aspecto muy similar al de P. hispanicus, del que se diferencia por tener una porción proximal menos afilada y unas tecas más espaciadas (10 en 10 mm) e inclinadas, con aberturas evertidas. Distribución: La forma nominal se extiende desde el límite de las biozonas de Spirograptus guerichi-S. turriculatus hasta la Biozona de Monoclimacis griestoniensis, ambas del Telychiense. El material centroibérico relacionado con la especie procede de las biozonas de S. turriculatus y M. griestoniensis en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-4, CO-4/4A, CO-4A, CO-6), Almadén (mina) y flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (GM PO (S), GM PO). 128 Parapetalolithus elongatus (Bouček & Příbyl, 1941) ?1931 Glyptograptus cf. tamariscus (Nicholson); Haberfelner (trad. B. Meléndez, 1952; pp.67-69; Fig. 8). *1941 Petalolithus elongatus elongatus n. sp. Bouček & Příbyl, pp. 7-9; Figs. 2 (1-5); Lám. 2, figs. 1, 2. .1971 Petalolithus (Pet.) elongatus Bouček & Příbyl; Schauer, p. 46; Lám. 12, figs. 1-3; Lám. 15, figs. 4-7. .1992 Petalolithus elongatus Bouček & Příbyl; Loydell, pp. 41-42; Fig. 12 (9). .1996b Petalograptus elongatus Bouček & Příbyl; García Palacios et al., p. 17. cf.2005b Petalograptus cf. elongatus (Bouček & Příbyl); Lorenzo et al., p. 41. .2009 Parapetalolithus elongatus (Bouček & Příbyl); Zalasiewikz et al., pp. 817, 832. Observaciones: Nuestro material se compone de fragmentos mal conservados de un rabdosoma muy alargado y estrecho, de anchura casi uniforme (1,8-1,9 mm). Las tecas son simples, con una inclinación de 20 a 35º y apertura levemente evertida. 10 a 12 tecas en 10 mm. Distribución: La especie tiene una distribución geográfica amplia (Europa, Asia, Norteamérica) y se encuentra acantonada en la Biozona de Rastrites linnaei, del Telychiense inferior. En la zona estudiada, su rango abarca desde la Sub-biozona de Paradiversograptus runcinatus-“Monograptus” gemmatus a la Sub-biozona de Parapetalolithus hispanicus, en los sinclinales de Corral de Calatrava (Sucesión del río Jabalón: CO-3 y sucesión de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón: CC GU JA- 12, CC GJ-15) y Guadalmez (Sucesión de la estación de Chillón: CHE-2, CHE-3). Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner, 1931) (Lám. 6, figs. 1-6, 8) *1931 Petalograptus hispanicus n. sp. Haberfelner, pp. 49-50; Lám. 1, figs. 11 a- d (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 72-73; figs. 11a-d). ?p1931 Petalograptus sp. b (aff. P. hispanicus?); Haberfelner, p. 51; Lám. 1, figs. 13a-c (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 73-75; Figs. 14a-b; non? fig. 14c). ?1931 Petalograptus sp. c (aff. P. palmeus, var. tenuis Barr.); Haberfelner, p. 51; Lám. 1, fig. 14 (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 75; Fig. 13). non1960 Petalograptus hispanicus, Haberfelner; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, figs. 21, 22, 23, 25. ?1961 Petalograptus hispanicus; Márquez Triguero, p. 195. v.1989 Petalolithus cf. conicus Bouček; Rodriguez Núñez et al., p. 91; Lám. 1, fig. 7. pv.1989 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Rodríguez Núñez et al., p. 91, Lám.1, fig. 6 (non fig. 8). v.1989 Petalograptus cf. ovatus ovatus (Barrande); Rodríguez-Núñez et al., p. 91; Lám. 1, fig. 9. 129 .1992 Petalolithus conicus Bouček; Loydell, pp. 39-40; Figs. 12 (8, 18-21); Lám. 2, fig. 1. .1992 Petalolithus hispanicus (Haberfelner); Loydell, pp. 44-45; Figs. 12 (1, 2). .1998b Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner); Štorch, pp.116-117; Fig. 3 (2); Lám. 1, fig.6. .1998 Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner); Štorch et al., p. 320. 2005b Petalograptus hispanicus Haberfelner; Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Parapetalolithus hispanicus es uno de los primeros graptolitos silúricos descritos sobre material español, que alcanzaron distribución internacional. La especie fue descubierta y descrita en la mina de Almadén por Haberfelner (1931), a partir de material recolectado por Henke & Hundt (1926). Su diagnosis fue revisada más tarde por Bouček & Příbyl (1941), quienes seleccionaron un lectotipo a partir de las ilustraciones originales de Haberfelner (1931, lám. 1, fig. a). Los autores checos asignaron la especie a la Biozona de Rastrites linnaei, de acuerdo con la documentación bioestratigráfica derivada de su descubrimiento en Bohemia. Posteriormente la especie fue citada en China y Gran Bretaña, pero su revisión más actualizada, con material español, se debe a Štorch (1998b). Este autor considera a “Petalograptus conicus” Bouček, 1932 y a “Diplograptus (Orthograptus) kwantungensis” Sun (en Chang & Sun, 1947) como sinónimos posteriores de P. hispanicus. Loydell (1992) había descrito, previamente y con detalle, P. conicus y P. hispanicus como dos especies distintas. La sinonimia entre ambas fue aceptada finalmente por Zalasiewicz et al. (2009, pp. 817 y 832). Štorch (1998b, p. 118) considera también a “Petalolithus giganteus” Bouček & Příbyl 1941 como un probable sinónimo posterior de P. hispanicus, tras analizar el material tipo, altamente deformado, de este taxón bohémico, que procede igualmente de la Biozona de Rastrites linnaei. Parapetalolithus hispanicus es una especie distintiva, con un rabdosoma robusto de extremo proximal afilado, que alcanza 2,5-3,4 mm de anchura a nivel de los pares tecales 9-11. El supuesto aislamiento tecal propugnado por Haberfelner (1931, lám. 1, figs. 11b-c) no ha sido observado en nuestro material ni en el descrito por otros autores previos. La especie presenta ciertas dificultades de reconocimiento: cuando en una misma localidad aparecen rabdosomas en distintos estadios astogenéticos, los más jóvenes (con crecimiento incompleto de las tecas mesiales) se asemejan a formas adultas de otros taxones menos robustos. Ello explica la aparente diversidad del género en la mina de Almadén (Haberfelner, 1931, muestras 2, 15 y 16) y en el sinclinal del Guadarranque (Localidad PN-1 de Rodríguez Núñez et al., 1989). En ambos puntos se han ilustrado ejemplares con un nematulario distal semejante al de P. palmeus y P. meridionalis, que con seguridad no pertenecen a una segunda especie. Distribución: Parapetalolithus hispanicus (= P. conicus Bouček) está ampliamente distribuido en la Biozona de Rastrites linnaei, del Telychiense más bajo, y equivalentes de Europa, Asia, norte de África y Norteamérica. Sus primeros representantes (P. cf. hispanicus) podrían debutar en la Sub-biozona de Paradiversograptus runcinatus- “Monograptus” gemmatus o en la Sub-biozona de Parapetalolithus palmeus de ciertas localidades centroibéricas (Guadalmez CHE-2 y Almadén 18). Sin embargo, el apogeo de la especie corresponde a la sub-biozona homónima (de P. hispanicus) que se desarrolla, dentro del área de estudio, en los sinclinales de Guadarranque [81-Ci-2, PN- 1 (= NP-A-1a)], Corral de Calatrava (CO-2, cf. CO-3), Almadén (Haberfelner, 1931) y 130 Guadalmez (GM GRE), así como en Sierra Morena oriental (hoja MAGNA 863, Aldeaquemada, M-9816). Parapetalolithus linearis (Bouček & Příbyl, 1941) *1941 Petalolithus elongatus linearis n. var. Bouček & Příbyl, pp. 9-10; Figs. 2 (6-7). Observaciones: El material estudiado procede de una sola localidad y consiste en fragmentos de rabdosomas delicados y de caras paralelas, algo más finos que los de P. elongatus (anchura máxima 1,4 mm) Distribución: En el área tipo de Bohemia, la especie abarca la Biozona de Rastrites linnaei, del Telychiense, en su totalidad. La localidad centroibérica estudiada corresponde a la Sub-biozona de Paradiversograptus runcinatus-“Monograptus” gemmatus, y se sitúa en Corral de Calatrava (nivel CC GU JA-12). Parapetalolithus meridionalis (Legrand, 1998) (Lám. 6, figs. 9-17) ?1955 Petalolithus cf. tenuis (Barr.); Redlin (mapa nº 13 en Walter, 1977) p?1960 Petalograptus altissimus, Elles & Wood; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, fig. 16; Lám. 19, fig. 1. ?1960 Petalograptus minor, Elles; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 19. fig. 4. ?1978 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Blachère, p. 41. ?1978 Petalograptus tenuis Barrande; Blachère, p. 42. ?1987 Petalograptus giganteus Bouček & Pribyl; Martín Herrero et al., p. 21. v.1988 Petalograptus n. sp. aff. P. altissimus Elles & Wood; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. p.1998 Parapetalolithus cf. schaueri (? sp. n.); Gutiérrez-Marco & Štorch, p. 88; Fig. 9p (non ejemplares Bz. S. turriculatus= P. schaueri Loydell). v.1998 Parapetalolithus hespericus Štorch (in press); Štorch et al., p. 320. *1998 Parapetalolithus(?) meridionalis nov. sp.; Legrand, p. 211; Figs. 2a–g. .1998b Parapetalolithus meridionalis (Legrand); Štorch, pp. 117-118; Figs 3 (1, 3, 10); Lám. 1, figs. 2, 4, 5. v.2005b Petalograptus giganteus (Bouček & Příbyl); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Se trata de la especie de mayor tamaño de entre todas las formas del género, fácil de reconocer por la morfología lanceolada y las grandes dimensiones del rabdosoma (30-40 mm de longitud -sin contar el nematulario-, por 5-5,4 mm de anchura máxima). La gran mayoría de los ejemplares tiene un nematulario prominente, que se inicia cerca del extremo proximal del rabdosoma y se proyecta libre distalmente, alcanzando una anchura de 2,6 mm y una longitud casi equivalente a la de la colonia en sí. Distribución: Parapetalolithus meridionalis es una forma frecuente en las biozonas de Streptograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis del Telychiense de la Península 131 Ibérica (Štorch, 1998b) y el norte de África (Legrand, 1993; Štorch y Massa, 2007). En la zona de estudio, sus representantes en ambas biozonas habían sido confundidos con especies más antiguas (por ejemplo, Blachère, 1978) o aún por definir (P. ?sp. n, P. “hespericus” -nomen nudum-), en tanto que el registro del taxón podría extenderse puntualmente a la Biozona de Torquigraptus tullbergi (Loc. EB-1T del sinclinal de Almadén). Los principales yacimientos de la especie se ubican en los sinclinales de Herrera del Duque (Loc. Valdecaballeros, punto 7 del mapa, cf.), Corral de Calatrava (en la sección del río Jabalón: niveles CO-5, CO-5/7, CO-7 y CO-7b), Almadén [sección del arroyo del Lápiz, niveles AL LP-B y AL LP-C, Mina de Almadén y localidad AL-193 de Saupé (1971)], Guadalmez (seccion de la estación de Belalcazar: niveles cf. EB-0, cf. EB-1 y EB-1T), Puertollano (muestra cf. PT OB-3) y flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (en Santa Eufemia: localidades GM PO (NOR), cf. GM PO (N), GM PO (CENT), GM PO (S) y GM PO 2; en San Benito: SB PQ-1, SB PQ-2, SB PQ-3, SB PQ- 4 y en El Centenillo: nivel EC SE-1G) Parapetalolithus palmeus (Barrande, 1850) (Lám. 6, figs. 7 y 18) *p1850 Graptolithus palmeus Barr., pp. 59-63; Lám. 3, figs. 3-4 (non 2, 5-7). ?1855 Graptolithus palmeus, Barr.; Verneuil & Barrande, p. 1115. ?1861 Graptolithus palmeus Barr.; Bernáldez & Rua Figueroa ?1875a Diplograpsus palmeus, Barr.; Mallada, p. 37; Lám. 7, figs. 14, 15, 15a (= Geinitz, 1852; Lám. 1, figs. 6, 10a, 10b). ?1880 Diplograpsus palmeus, Barr. sp.; Cortázar, p. 23. ?1926 Diplograptus palmeus Barr.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 36, 37; Lám. 4, fig.2). ?1931 Petalograptus minor Elles; Haberfelner, p. 49; Lám. 1, fig. 10 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 71-72; Fig. 10). ?1931 Petalograptus sp. a (nov. sp.?); Haberfelner, p. 50; Lám. 1, figs. 12a, b (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 73-75; Figs. 12a-b). ?p1931 Petalograptus sp. b (aff. P. hispanicus?); Haberfelner, p. 51; Lám. 1, figs. 13a-c (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 73-75; Fig. 14c; non? figs. 14a-b). ?1960 Petalograptus palmeus, (Barr.); Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, fig. 12; Lám. 19, figs. 10, 11. ?1961 Petalograptus palmeus; Márquez Triguero, p. 195. ?1962 Petalograptus palmeus, (Barr.); Almela et al., pp. 221 (?), 252 (?). .1971 Petalolithus (Pet.) palmeus palmeus (Barrande); Schauer, pp. 42-43; Lám. 10, figs. 5-6; Lám. 13, figs. 1-3. ?1971a Petalograptus palmeus (Barrande); Saupé, p. 144. ?1971b Petalograptus palmeus var. latus (Barrande); Saupé, p. 362. .1972 Petalograptus palmeus (Barr.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 10. .1992 Petalolithus palmeus (Barrande); Loydell, pp. 47-50; Figs. 13 (16, 21); Lám. 1, figs. 14, 17. ?1987 Petalograptus cf. palmeus (Barrande); Martín Herrero et al., p. 21. ?1987 Petalograptus giganteus Bouček & Pribyl; Martín Herrero et al., p. 21. 132 ?1987a Petalograptus ex gr. palmeus; García Sansegundo et al., p. 19. ?1987 Petalograptus palmeus (Barrande); Mira et al., p. 22. 1988 Petalograptus palmeus (Barr.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. pv.1989 Petalograptus altissimus Elles & Wood; Rodríguez Núñez et al., p. 91, Lám.1, fig. 8. 1991 Petalograptus palmeus (Barrande); Kappes, p. 58; Lám. 6, fig. 9. .1996b Petalograptus cf. palmeus (Barrande); García Palacios et al., p. 21. .2005b Petalograptus palmeus (Barr.); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Esta especie es relativamente frecuente en los niveles basales de la sucesión telychiense de pizarras negras, aunque en algunas localidades las formas dominantes sean P. hispanicus o P. cf. altissimus. De ambos taxones se distingue por su rabdosoma más robusto (hasta 3 mm de anchura), un extremo proximal más redondeado debido al rápido ensanchamiento inicial, y el frecuente desarrollo de nematulario. Distribución: Parapetalolithus palmeus es una forma prácticamente cosmopolita en el Telychiense basal, donde caracteriza una sub-biozona homónima en la parte media de la Biozona de Rastrites linnaei, si bien su registro se inicia en la sub-biozona precedente (de Paradiversogratus runcinatus–“Monograptus” gemmatus) y culmina, según Loydell (1992) en la parte baja de Biozona de Spirograptus turriculatus. En la zona de estudio, P. palmeus se documenta en las dos divisiones inferiores de la Biozona de Rastrites linnaei de los sinclinales de Guadarranque (cf. 81-Ci-1), Corral de Calatrava (Kappes, 1991), Almadén (AL LPbis –por debajo de la arenisca ferruginosa del techo de la Cuarcita del Criadero-, AL LP-A) y Guadalmez (cf. CHE–1, CHE-3, cf. CHE–4, cf. GM GN–1, GM GN–3). Género Glyptograptus Lapworth, 1873 Especie tipo: Diplograpsus tamariscus Nicholson, 1868, del Llandovery de Escocia (English Lake District). Glyptograptus tamariscus (Nicholson, 1868) *1868 Diplograptus tamariscus Nicholson, p. 526; Lám. 19, figs. 10-13. non1931 Glyptograptus cf. tamariscus (Nicholson); Haberfelner, pp. 47-48; Lám. 1, fig. 8 (trad. B. Meléndez, 1952; pp.67-69), Lám. 1, fig. 8 = Parapetalolithus elongatus (Bouček & Příbyl, 1941). .1992 Glyptograptus tamariscus (Nicholson); Loydell, pp. 33-36; Figs. 11 (18, 19, 25, 28); Lám. 1, fig. 7. Observaciones: Disponemos únicamente de fragmentos incompletos de rabdosomas diminutos de caras paralelas y muy delgados (0,7 mm de anchura máxima), en los que se reconocen tecas diplográptidas netamente alternas y separadas por profundas excavaciones. Su aspecto es enteramente comparable al de ejemplares típicos de la especie, como los ilustrados por Loydell (1992, Fig. 11.18-19). 133 Distribución: Se trata de una especie ampliamente difundida en el Telychiense de Europa, Asia, Australia y Norteamérica, cuyo rango se limita normalmente a la Biozona de Rastrites linnaei, pero en ocasiones se extiende a la Biozona de Spirograptus turriculatus y a la de Streptograptus crispus. Su único hallazgo centroibérico corresponde a esta última división en el sinclinal de Almadén (localidad AL LP-B). Glyptograptus? sp. (Lám. 5, fig. 11) v.1988 Glyptograptus cf. sinuatus sinuatus (Nich.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. Observaciones: Se cuenta con dos fragmentos de rabdosomas delgados, uno de ellos con un extremo proximal muy afilado (Lám. 5, fig. 11), y el otro un resto mesial carente de ambos extremos. Las tecas presentan una morfología típicamente glyptográptida pero, en ausencia de los detalles sobre la sícula y primeras tecas, no puede asegurarse si pertenecen al género Glyptograptus o a Normalograptus (con un origen más elevado de la teca 12). Lo que es seguro es que el segundo ejemplar, procedente de niveles telychienses, no guarda relación alguna con su identificación provisional previa como Glyptograptus cf. sinuatus (una especie aeroniense). Distribución: El ejemplar figurado procede de la Sub-biozona de Paradiversogratus runcinatus–“Monograptus” gemmatus o de la de Parapetalolithus palmeus del Telychiense más bajo, de la localidad CHE-1,2 (sinclinal de Guadalmez). El segundo ejemplar, original de Gutiérrez-Marco y Pineda Velasco (1988) proviene de un sondeo en El Centenillo (Jaén), en niveles ahora revisados como de la base de la Biozona de Rastrites linnaei, que recuerda bastante a Glyptograptus supernus Fu. Género Comograptus Obut y Sobolevskaya, 1968 Especie tipo: Comograptus comatus Obut y Sobolevskaya (en Obut et al., 1968), del Llandovery de Siberia. Comograptus? sp. 1931 Climacograptus sp. a (nov. sp. ?); Haberfelner, pp. 46-47; Lám. 1, fig. 7 (trad. B. Meléndez, 1952, pp. 66-67; Fig. 7). Observaciones: Con esta denominación identificamos un ejemplar de Almadén, ilustrado por Haberfelner (1931, lám. 1, fig. 7), que muestra seis espinas siculares en el extremo de un rabdosoma biserial con tecas aparentemente climacográptidas. La parte proximal está encerrada en una estructura elíptica alargada, que recuerda a los álabes descritos en Glyptograptus auritus Bjerreskov (1975). 134 El género Comograptus ha sido tratado modernamente por Koren y Rickards (1996) y Melchin (1998), destacando la presencia de un mínimo de tres espinas proyectadas desde el borde de la apertura sicular, en combinación con tecas climacográptidas a pseudoglyptográptidas, que presentan espinas mesiales o geniculares al menos en la región proximal del rabdosoma. Entre todos los graptolitos silúricos centroibéricos, el ejemplar ilustrado por Haberfelner (1931) es el único que presenta múltiples espinas siculares, de longitud semejante, que la aproximan al género Comograptus, y más probablemente a un ejemplar mal conservado de C. barbatus (Elles y Wood, 1907). Sin embargo, para Melchin (1998) dicha especie podría corresponder a una variante espinosa de un normalográptido distinto (con modelo proximal H, en lugar del I de Comograptus). Con todo, la presencia de Comograptus es muy dudosa, dado que en la muestra (piezas números 2, 15 y 16 de Henke y Hundt, 1926) aparece representada una asociación de graptolitos más moderna que la Biozona de Stimulograptus sedgwickii, carácterística de aquella especie. En ese sentido, Haberfelner (1931) identificó en dicha muestra Parapetalolithus hispanicus (una forma telychiense típica de la Biozona de R. linnaei), “Monograptus communis rostratus” (= Torquigraptus planus), “Monograptus concinnus” (= Pristiograptus pristinus?), “Monograptus gregarius” (con seguridad un taxón distinto de Coronograptus gregarius) y diversos Parapetalolithus spp. Graptolitos biseriales indet. 1875a Diplograpsus pristis, Hisinger; Mallada, p. 37; Lám. 7, figs. 13, 13a (= Geinitz, 1852; Lám. 1, figs. 20, 23). 1926 Climacograptus styloidens Lapw. -sic-; Hernández Sampelayo, p.436. 1926 Climacograptus minutus, Carr.; Hernández Sampelayo, p. 436. 1960 Orthograptus insectiformis, Nich.; Hernández Sampelayo, p. 25; Lám. 10, fig. 32. 1960 Mesograptus cf. modestus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 26; Lám. 11, fig. e. 1960 Climacograptus cf. Hughesi, Nich.; Hernández Sampelayo, p. 26; Lám. 11, fig. f. 1960 Climacograptus scalaris var. normalis, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 31; Lám. 12, figs. 1, 2, 4, 5. 1960 Climacograptus scalaris var. miserabilis, E. W.; Hernández Sampelayo, p. 32; Lám. 12, fig. 3. 1960 Climacograptus medius, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 32; Lám. 12, figs. 11, 12; Lám. 21, fig. 12. 1960 Climacograptus aff. bicornis, Hall; Hernández Sampelayo, p. 32; Lám. 12, fig. 15. 1960 Climacograptus aff. latus, E. W.; Hernández Sampelayo, p. 32; Lám. 13, figs. 35, 36. 1960 Climacograptus hughesi, Nich.; Hernández Sampelayo, p. 33; Lám. 14, figs. 12, 13. 1960 Orthograptus aff. mutabilis, E. W.; Hernández Sampelayo, p. 34; Lám. 16, fig. 2. 135 1960 Orthograptus aff. bellulus, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 34; Lám. 16, fig. 3. 1960 Orthograptus aff. insectiformis, Nich.; Hernández Sampelayo, p. 34; Lám. 16, fig. 4. 1960 Cephalograptus cf. acuminatus, (Nicholson); Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, fig. 24. 1960 Petalograptus palmeus var. latus, Barr.; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 19, fig. 8. 1960 Petalograptus palmeus cf. var. ovato-elongatus, Kurck; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, figs. 20, 22. 1960 Orthograptus cf. mutabilis, E. W.; Hernández Sampelayo, p. 44; Lám. 21, fig. 11. 1977 Orthograptus vesiculosis (Nicholson) -sic-; Ríos Aragüés, p. 81. Observaciones: En este apartado incluimos dieciocho taxones, la mayoría de ellos identificados en nomenclatura abierta, y en gran parte ilustrados por Hernández Sampelayo (1926, 1960) como procedentes de Almadén, excepto el primero y el penúltimo de la lista de sinonimias, encontrados en “Caracuel” (= Corral de Calatrava) y el último, citado en Sierra Morena oriental por Ríos Aragüés (1977). En conjunto, de entre los 25 ejemplares figurados mediante ilustraciones a tinta y acuarela, ninguno es identificable a nivel específico o incluso genérico. El conocimiento de las localidades de procedencia y las asociaciones citadas por Hernández Sampelayo (1926, 1960) junto a los taxones mencionados, permite deducir que todos ellos proceden de horizontes del Telychiense en facies de pizarras negras. Por eso resulta del todo singular (y sin duda erróneo) que Hernández Sampelayo (1960) establezca comparaciones entre su material y formas del Aeroniense [Metaclimacograptus hughesi (Nicholson, 1869), “Neodiplograptus modestus” (Lapworth, 1876), Rivagraptus bellulus (Törnquist, 1890), Pseudorthograptus insectiformis (Nicholson, 1869), Petalolithus ovatoelongatus (Kurck, 1882), Petalolithus palmeus “latus” (Barrande, 1850)]; del Rhuddaniense [Pseudorthograptus mutabilis (Elles & Wood, 1907)]; del límite Ordovícico-Silúrico [Normalograptus medius (Törnquist, 1897), Norm. normalis (Lapworth, 1877), Normalograptus angustus (Perner, 1895) (pp.= Climacograptus miserabilis (Elles & Wood, 1906), Parakidograptus acuminatus (Nicholson, 1867)], o incluso formas enteramente ordovícicas [Climacograptus bicornis (Hall, 1847), Styracograptus styloideus (Elles & Wood, 1906), “C. minutus” Carruthers, 1868, Anticostia lata (Elles & Wood, 1906)]. Por lo que respecta a Cystograptus vesiculosus (Nicholson, 1868), esta especie del Rhuddaniense medio fue citada por Ríos Aragüés (1977) en asociación con la forma del Ludlow Saetograptus chimaera (Barrande, 1850). El contexto estratigráfico del yacimiento, próximo al contacto con la Cuarcita Castellar (= Cuarcita del Criadero) hace inverosímil ambas identificaciones, que probablemente se corresponden con formas indeterminadas del Telychiense. La cita de Diplograpsus pristis (Hisinger, 1837) hecha por Mallada (1875) es particularmente problemática, ya que sus ilustraciones corresponden a ejemplares alemanes reproducidas del trabajo de Geinitz (1852), y no a muestras españolas. Según Mitchell et al. (2009), se trata de una especie ordovícica cuya morfología se desconocía 136 prácticamente hasta la revisión realizada en dicho trabajo, por lo que parece muy improbable su existencia en el Silúrico centroibérico. Finalmente cabe resaltar la identificación de Petalolithus folium (Hisinger, 1837) en dos informes inéditos de MAYASA correspondientes a un sondeo minero fechado en 1966 y a una cartografía geológica del año 1975 (Coullaut et al., 1975), ambos en la región de Almadén. El primero se ubica en el paraje del Pilar de La Legua, al este de Almadén, donde la especie fue identificada por I. Quintero en la unidad de pizarras ampelíticas por encima de la Cuarcita del Criadero, aparentemente asociada a “Demirastrites convolutus y Monograptus”. El segundo corresponde a una localidad aislada al norte de Gargantiel, donde P. folium se cita asociado a “Monograptus” concinnus Lapworth en la misma unidad anterior. Nuestro conocimiento de la biostratigrafía de la misma en toda el área hace poco probable que el depósito de las pizarras negras se inicie localmente en el Aeroniense medio, por lo que las identificaciones resultan poco verosímiles. Subfamilia RETIOLITINAE Lapworth, 1873, emend. Melchin et al., 2011 Género Retiolites Barrande, 1850; emend. Lenz & Melchin, 1987 Especie tipo: Gladiolites geinitzianus Barrande, 1850; del Sheinwoodiense de Bohemia. Retiolites angustidens Elles and Wood, 1908 (Lám. 7, figs. 1-4) *1908 Retiolites (Gladiograptus) Geinitzianus, Barrande var. angustidens, nov.; Elles and Wood, p. 338; Lám. 34, figs. 9a-c. .1944 Retiolites (Retiolites) geinitzianus angustidens Elles & Wood; Bouček and Münch, p. 34; Figs. 11a-e, 12b-e; Lám. 2, figs. 1-4. 1955 Retiolithes geinitzianus angustidens E. & W.; Redlin (mapa en Walter, 1977). .1975 Retiolites geinitzianus angustidens Elles & Wood; Bjerreskov, p. 38; Lám. 5, figs. D-E. .1988 Retiolites geinitzianus angustidens Elles & Wood; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. .1989 Retiolites geinitzianus angustidens Elles & Wood; Rodríguez Núñez et al., p. 92. .1990 Retiolites geinitzianus densireticulatus Bouček; Pieren & Gutiérrez- Marco, p. 60. .1997 Retiolites angustidens Elles & Wood; Loydell, Štorch & Bates, pp. 755- 756, 758; Figs. 2C, 3B; Lám.1, figs. 1-2, 5. .1998 Retiolites cf. angustidens Elles & Wood; Štorch et al., p. 321. .2005b Retiolites geinitzianus angustidens Elles & Wood; Lorenzo et al., p. 41. .2009 Retiolites angustidens Elles & Wood; Loydell et al., p. 189. 137 Observaciones: Retiolites angustidens es una forma muy parecida a la especie tipo del género, de la que se diferencia únicamente por el incremento gradual, en lugar de rápido, de la anchura proximal de la colonia, desde 1,8 mm, 2,4 mm (a 5 mm del extremo proximal) hasta un máximo distal de aproximadamente 4 mm. Ambas formas son, por tanto, indistinguibles cuando se dispone únicamente de fragmentos mesiales o distales del rabdosoma, y por esta razón durante mucho tiempo se consideraron como subespecies. Nosotros seguimos la opinión de Loydell et al. (1997) de diferenciar R. angustidens como especie aparte, dado que en distintos yacimientos se encuentra conjuntamente con R. geinitzianus. Los mismos autores demostraron la prioridad de este taxón sobre R. g. densereticulatus Bouček, que también había sido citado en la Zona Centroibérica. Distribución: Retiolites angustidens es una forma cosmopolita que aparece con seguridad en la Biozona de Streptograptus crispus del Telychiense, y se extiende hasta la Biozona de Cyrtograptus murchisoni del Sheinwoodiense. En la Zona Centroibérica la especie ha sido identificada en las biozonas de Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis, Cyrtograptus lapworthi y Cyrtograptus murchisoni en las localidades de Corral de Calatrava (niveles CO-12, CO-16, CO-16 (+1,6), CO-18), Almadén (niveles AL AM-W y AL-193), cf. Loc. 12, Estación de Belalcazar (nivel EB-8), Guadalmez norte (nivel GM GN-6) y Sierra Morena oriental (M-9805 y M-9807 de la hoja MAGNA 862). Retiolites geinitzianus (Barrande, 1850) (Lám. 7, figs. 5-15) p*1850 Gladiolites geinitzianus Barr.; Barrande, p. 69; Lám. 4, figs. 24-27 [non figs. 16, 17?-19?, 28-32 (= R. angustidens); 20-23 (= Stomatograptus grandis Suess, 1851 sensu lato), 33?]. 1955 Retiolithes geinitzianus geinitzianus Barrande; Redlin (mapa en Walter, 1977). 1955 Retiolithes robustus Bouček & Münch; Redlin (mapa en Walter, 1977). 1968 Retiolites geinitzianus (Barrande); Kettel, p. 52. 1971a Retiolites (Gladiograptus) geinitzianus, Barr.; Saupé, p. 147. 1971b Retiolites (Gladiograptus) geinitzianus (Barrande); Saupé, p. 362. 1974 Retiolites geinitzianus Barrande; Lauret, p. 61, 62; Lám 9, figs. 1, 2. 1975 Retiolites geinitzianus geinitzianus (Barrande); Bjerreskov, p. 38; Lám. 5, fig. F; tabla 3. cf.1978 Retiolites cf. geinitzianus Barrande; Blachère, p. 42. ?1980 Retiolites geinitzianus; Robardet et al., 114. 1982 Retiolites geinitzianus (Barrande); Ballestra et al., p. 62. .1989 Retiolites geinitzianus angustidens Elles & Wood; Rodríguez Núñez et al., p. 93. .1989 Retiolites geinitzianus Barrande; Olivé Davó et al., p. 42. .1997 Retiolites geinitzianus (Barrande); Loydell, Štorch & Bates, p. 751-754; Figs. 2A, 2D, 3C (con amplia sinonimia de la especie). .1998 Retiolites geinitzianus (Barrande); Štorch et al., p. 320, 321. .2005b Retiolites geinitzianus (Barrande); Lorenzo et al., p. 41. 138 v2009b Retiolites geinitzianus (Barrande); Matas González et al., p. 39. .2009 Retiolites geinitzianus (Barrande); Loydell et al., p. 189. .2010 Retiolites geinitzianus (Barrande); Sachanski et al., p. 424; Figs. 3A, B. .2013 Retiolites geinitzianus (Barrande); Zhang et al., pp. 138-139; Figs. 8S, 9A- D, G-J, M-N. Observaciones: R. geinitzianus es el retiolítido más abundante en el área estudiada, donde predomina en las pizarras negras telychienses y es relativamente raro en el Wenlock. Se reconoce por su morfología característica, que incluye una parte proximal redondeada, con rápido incremento en anchura, desde 2,2 mm a 3,1 mm (medidos a 5 mm del extremo proximal), para alcanzar un máximo distal de aproximadamente 6 mm. Esto permite diferenciarlo de R. angustidens, especie con la que se asocia localmente en los mismos niveles. Redlin (1955) citó en el flanco sur del anticlinal de Fuencaliente la especie Retiolites robustus Bouček & Münch, 1944, que fue revisada por Loydell et al. (1997) y considerada un sinónimo posterior de Retiolites geinitzianus, cuyo material tipo estaba ensanchado tectónicamente, razón por la cual su cita centroibérica la incluimos en la sinonimia de la especie. Distribución: Retiolites geinitzianus es una especie cosmopolita cuyos representantes se remontan probablemente a la Biozona de Streptograptus crispus, y se extiende entre las biozonas de Monoclimacis griestoniensis del Telychiense y de Cyrtograptus murchisoni del Sheinwoodiense. En la Zona Centroibérica el taxón se registra abundantemente en las biozonas de Monoclimacis griestoniensis, Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis, Cyrtograptus lapworthi y Cyrtograptus murchisoni en las localidades de Guadarranque (nivel PS-1 (=SP-A-4=GUT-9), Herrera del Duque (Localidad de Valdecaballeros, MAGNA de la misma hoja), Corral de Calatrava (niveles CO-5/7, CO- 10, CO-11, CO-11 (+0,6), CO-11 (+0,8), CO-11 (+1), CO-11 (+1,3), CO-12, CO-14, CO-15, CO-18, CO-20), Almadén (niveles AL AM-W, AL VI, Loc.5, Loc.6), Chillón oeste (nivel CHW-2), Guadalmez (nivel cf. GM-H, Loc. 32), Guadalmez norte (niveles GM GN-2, GM GN-4, GM GN-7), Estación de Belalcazar (niveles EB-2, EB-2A, EB- 3A), Retamar (nivel PT RE-11/W), Valdeazogues (niveles PT VAZ-11, PT VAZ-13, PT VAZ-14), Estación de las Cabras (nivel GM EC-1), San Benito (Puente Quebrada, niveles cf. SB PQ-14, SB PQ-16, SB PQ-27, SB PQ-29, SB PQ-31; Arroyo de San Juan, nivel SB ASJ-1) y en Sierra Morena oriental (castillo de Montizón, en la hoja MAGNA 839, y muestra 21-34 IN-GM M14 de la hoja MAGNA 864). Género Stomatograptus Tullberg, 1883; emend. Lenz & Melchin, 1987 Especie tipo: Retiolites grandis Suess, 1851 (= Stomatograptus törnquisti Tullberg); del tránsito Llandovery-Wenlock de Bohemia. 139 Stomatograptus sp. (Lám. 8, figs. 12-19) .2009 Stomatograptus sp.; Loydell et al., p. 3, Fig. 6n. Observaciones: El género Stomatograptus fue citado en la Zona Centroibérica por Portero et al. (1988), quienes refieren Stomatograptus grandis girvanensis Cocks & Togh. (sic.) en las pizarras negras del Llandovery de la Hoja de Ciudad Real (784). El material original se conserva en la Litoteca Magna del IGME y no ha sido reencontrado. Por nuestra parte, confirmamos la presencia del género en dos localidades centroibéricas (Loc. Valdecaballeros, del sinclinal de Herrera del Duque, y Loc. GM EU-2, en los alrededores de Santa Eufemia (Córdoba), flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), si bien el carácter incompleto de los ejemplares impide establecer una asignación específica más precisa. Aún así, se trata de rabdosomas conservados en relieve en el interior de nódulos, donde se aprecia con claridad la existencia de una hilera central de orificios en el retículo de las caras laterales de la colonia. Aunque el aspecto y dimensiones concuerda en líneas con los de Stomagraptus grandis (Suess), la presencia de estomas sobreelevados en algunos ejemplares revela su pertenencia a un taxón diferente, que citamos aquí en nomenclatura abierta hasta disponer de un mayor número de material. Por su parte, Loydell et al. (2009) ilustraron un ejemplar del género en niveles de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni de Corral de Calatrava. La distribución temporal del género Stomatograptus según Bates et al. (2005) es desde el Telychiense medio (Biozona Monoclimacis griestoniensis-M. crenulata) al Wenlock (Biozona de Cyrtograptus lundgreni, de la base del Homeriense). Las biozonas son las utilizadas por Koren et al. (1995-1996). Género Pseudoplegmatograptus Příbyl, 1948 Especie tipo: Retiolites perlatus var. obesus Lapworth, 1877; del Telychiense de Escocia. Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth, 1877) (Lám. 2, fig. 13; Lám. 8, figs. 1-2, 6) *1877 Retiolites perlatus? Nich. var. obesus Lapw.; Lapworth, p. 137; Lám. 6, fig. 29. 1971 Retiolites (Pseudoplegmatograptus) obesus Lapworth; Schauer, p. 84; Lám. 39, figs. 5-8; Lám. 40, fig. 5. 1976 Retiolites (Pseudoplegmatograptus) obesus (Lapworth); Lozac´h & Vidal, p. 33. .1982 Pseudoplegmatograptus obesus obesus (Lapworth); Lenz, pp. 41-42; Figs. 16e, 17a, b. v1988 Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth); Portero et al., p. 25. 140 .1993a Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth); Loydell, pp. 59-61; Figs. 13 y 24 (con amplia sinonimia de la especie). .1998 Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth); Štorch et al., p. 320. ?1998 Pseudoplegmatograptus ex gr. obesus (Lapworth); Štorch et al., p. 320. .1998b Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth); Štorch, p. 118, 120; Lám. 2, fig. 4. cf.2007 Pseudoplegmatograptus cf. obesus (Lapworth); Lenz & Kozlowska, pp. 492-494; Figs. 1, 2A, C, E. Observaciones: Pseudoplegmatograptus obesus es una especie relativamente mal definida, con varias subespecies diferenciadas por Bouček & Münch (1944). En España, Štorch (1998b) describió un ejemplar de la Cordillera Ibérica, que es ligeramente más ancho que los aquí estudiados, y presenta una lacinia bien desarrollada. El material centroibérico que atribuimos a la misma especie tiene un clathrio relativamente mal definido (lo que rápidamente lo distingue del género Retiolites), pero como mucho presenta algunas espinas bifurcadas, siendo por lo demás idéntico, en morfología y dimensiones, al resto de ejemplares de P. obesus de la colección de la Cordillera Ibérica. Estos últimos proceden de los mismos niveles que los de la Zona Centroibérica y registran una asociación de graptolitos similar. El registro más moderno de Pseudoplegmatograptus, dentro del área de estudio, tiene lugar en la Biozona de Monoclimacis griestoniensis de Corral de Calatrava (horizonte CO-10), y corresponde a una especie distinta de P. obesus, cuya descripción se pospone al hallazgo de más material. Distribución: Las formas típicas de P. obesus inician su representación en la Biozona de Rastrites linnaei y prosiguen hasta la Biozona de Torquigraptus tullbergi en Europa, Asia y Norteamérica, extendiéndose desde la base hasta la parte media del Telychiense. Ejemplares mal conservados de Pseudoplegmatograptus sp. se registran por vez primera en la Zona Centroibérica dentro de las Subzonas de Paradiversograptus runcinatus- Monograptus gemmatus (localidad CC GJ-14 y sondeo Fabriquilla 4) y Parapetalolithus palmeus (localidad CHE-4), pero la identificación segura de P. obesus no se da hasta la Subzona de Parapetalolithus hispanicus (Biozona de Rastrites linnaei). En el área de trabajo P. obesus se extiende en las biozonas de R. linnaei (parte alta), Spirograptus turriculatus, Streptograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis, en las localidades de Corral de Calatrava (niveles CO-2, CO-3, CO-4, cf. CO-5, ex gr., CO-7, ex gr., CO-7b, ex gr., CO-8A, ex gr.), Almadén (AL-B) y Guadalmez (Loc. 33). Género Pseudoretiolites Bouček & Münch, 1943; emend. Lenz & Melchin, 1987 Especie tipo: Retiolites perlatus Nicholson, 1868; del Llandovery de Gran Bretaña. Observaciones: Este género fue considerado por Bulman (1970) como un sinónimo posterior de Retiolites. Sin embargo otros autores reconocieron su entidad y Lenz & Melchin (1997) lo consideraron como el grupo basal común a las subfamilias Retiolitinae y Plectograptinae. Debido a su evidente proximidad a Pseudoplegmatograptus (Bates et al., 2005), Pseudoretiolites es incluido aquí entre los Retiolitinae. 141 Pseudoretiolites cf. dentatus (Bouček & Münch, 1944) cf.*1944 Retiolites (Pseudoretiolites) dentatus Bouček & Münch, pp. 554-556; Figs. 9a-b, 10a-e; Lám. 1, fig.8. ?1988 Pseudoretiolites cf. perlatus? (Nichol.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. 1996b Pseudoretiolites cf. dentatus Bouček & Münch; García Palacios et al., p. 21. Observaciones: Se dispone tan solo de sendos fragmentos de rabdosoma cuyos contornos ventrales y reticulación poco densa difieren de Pseudoplegmatograptus y recuerdan mucho a la especie Pseudoretiolites dentatus, de anchura similar. Esta se localiza en niveles de edad comparable a la de los yacimientos centroibéricos. Distribución: Biozona de Rastrites linnaei (Subzona runcinatus-gemmatus), de la base del Telychiense, en la sección Corral de Calatrava-norte (nivel CC GJ-13) y en el sondeo Fabriquilla 4 de El Centenillo (Jaén). Género Paraplectograptus Příbyl, 1948; emend. Lenz & Melchin, 1987 Especie tipo: Retiolites eiseli Manck, 1917; del Sheinwoodiense de Alemania. Paraplectograptus sp. (Lám. 8, fig. 3) .1997a Paraplectograptus sp., Gutiérrez-Marco et al., p. 132. Observaciones: Se trata de un fragmento de rabdosoma carente de su extremo proximal y conservado en vista subescalariforme, cuyas listas principales dejan ver la ordenación alterna de los espacios tecales típica de este género. Distribución: Biozona de Cyrtograptus lundgreni (Homeriense) en la sección de Zarza de Alange (Badajoz). La distrución temporal del género Paraplectograptus según Bates et al. (2005) es desde el Telychiense medio (Biozona Monoclimacis griestoniensis-M. crenulata) al Wenlock (Biozona de Cyrtograptus lundgreni, de la base del Homeriense). Las biozonas son las utilizadas por Koren et al. (1995-1996). Género Sokolovograptus Obut & Zaslavskaya, 1976 Especie tipo: Plectograptus? textor Bouček & Münch, 1952; del Sheinwoodiense de Bohemia. 142 Sokolovograptus textor (Bouček & Münch, 1952) (Lám. 8, figs. 7-11) *1952 Plectograptus (?) textor Bouček & Münch, pp. 29-31; Lám. 9a-e. 1967 Plectograptus? Boučeki Rickards, pp. 243-245, Figs. 13d-c. 1993 Plectograptus (Sokolovograptus) textor Bouček & Münch; Lenz, p. 14; Lám. 2, figs. 1, 3-8. 1995 Sokolovograptus textor (Bouček & Münch); Kozlowska-Dawidziuk, p. 291; Figs. 18A-B, 24D-E (con sinonimia de la especie). 2012 Sokolovograptus textor (Bouček & Münch); Lenz et al., p. 18; Lám. 3, figs. 1-4, 7; Lám. 4, figs. 1-7; Lám. 5, fig. 8. Observaciones: El material estudiado se conserva aplastado y limonitizado, pero la arquitectura de la manga del áncora con sus prominentes varillas pleurales, la existencia de varillas en lazo y la tendencia a la simplificación distal se distinguen claramente. Sus dimensiones concuerdan con el material checo y polaco de S. textor. En esta especie la manga del áncora se desarrolla en paredes laterales, con varillas subaperturales, supraaperturales y pleurales en la pared ventral. Existen varillas en lazo unidas a las subaperturales, que sobresalen lateralmente. El armazón se simplifica en sentido distal, quedando el retículo reducido a varillas parietales en la mitad posterior de la colonia. Distribución: Sokolovograptus textor es una forma citada en las biozonas de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus y de Cyrtograptus ramosus-C. perneri, del Sheinwoodiense, en Europa y América del Norte. En el presente trabajo se identifica por vez primera en España, donde por el momento se restringe a la Biozona de C. ramosus-C. perneri en la sección de Retamar (nivel PT RE-13). Superfamilia MONOGRAPTOIDEA Lapworth, 1873, emend. Melchin et al., 2011 Familia MONOGRAPTIDAE Lapworth, 1873, emend. Melchin et al., 2011 Género Pristiograptus Jaekel, 1889 Especie tipo: Pristiograptus frequens Jaekel, 1889, del Silúrico de Alemania. Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov, 1975) (Lám. 9, fig. 4) 1926 Monograptus galaensis Lapw.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 37). p1926 Monograptus priodon (Bronn); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 36, 37; non p. 33), Lám. 1, fig. 1. 1926 Monograptus leptotheca Lapw.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 37). 143 1931 Monograptus regularis Törnq.; Haberfelner, p. 53; Lám. 1, fig. 17 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 80-82), Lám. 1, fig. 17. .1931 Monograptus regularis Tqt. var. latus nov. var.; Haberfelner, p. 54; Lám. 1, figs. 18a, b (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 82-83), Lám. 1, figs. 18a-b. ?1961 Monograptus regularis; Márquez Triguero, p. 194. *1975 Monograptus bjerringus n. sp., Bjerreskov, pp. 48-49; Fig. 15F; Lám. 7, fig. C. v.1988 Pristiograptus cf. bjerringus (Bjerreskov); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. ?.1989 Monograptus maccoyi Lapworth; Rodríguez Núñez et al., p. 89. v?1989 Pristiograptus nudus (Lapw.); Rodríguez Núñez et al., p. 91. .1993a Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov); Loydell, pp. 63-64; Figs. 13 (4, 8, 9, 14, 15, 25-27), Fig. 14 (23); Lám. 2, figs. 6, 12; Lám. 3, fig. 1. v.1998 Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov); Štorch et al., p. 320. v.2005b Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Se trata de un pristiográptido de rabdosoma rectilíneo y robusto, cuya anchura aumenta rápidamente de 0,5 a 1 mm en las primeras diez tecas, y luego en forma gradual hasta un máximo de 2,8 mm. Las tecas son tubos estrechos y alargados que muestran un solapamiento prominente, especialmente en la región distal, donde afecta a las tres cuartas partes de la longitud tecal. Las aberturas son oblicuas y confieren a las tecas un aspecto denticulado. Su número varía entre 9 y 11 en 10 mm. Pristiograptus bjerringus es una forma muy distintiva, que aparece ilustrada por Haberfelner (1931) como “Monograptus” regularis y “M.” regularis latus, correspondiendo a algunos ejemplares de M. priodon, “M.” galaensis y “M.” leptotheca de la colección de Henke y Hundt (1926). El hecho de que el taxón “Monograptus regularis latus nov. var.” fuera propuesto por Haberfelner (1931) con precedencia sobre P. bjerringus, convierte a esta última especie en un sinónimo objetivo posterior de “Pristiograptus latus (Haberfelner)”. Sin embargo, dicha especie tiene problemas de homonimia con otra más moderna del mismo género (Pristiograptus latus Bouček, 1932, perteneciente al grupo de P. dubius) y, tras el trabajo de Haberfelner (1931), no volvió a ser citada por ningún otro autor. El material tipo de la forma centroibérica procede de Almadén y consiste en dos fragmentos distales del rabdosoma, claramente asignables a P. bjerringus. Pero como los originales de ambos se hallan en paradero desconocido (inicialmente fueron depositados en el Museo Senckenberg de Frankfurt), el material tipo no incluye partes proximales, y los problemas de homonimia acarrearían la inestabilidad nomenclatural de dos especies bien conocidas, en el presente trabajo optamos por no aplicar el Principio de Prioridad establecido en el artículo 23 del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica. Distribución: La especie es relativamene frecuente en la parte alta de la Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolituhs hispanicus) y, de un modo más esporádico, en la Biozona de Spirograptus turriculatus, ambas del Telychiense inferior, habiendo sido descrita en Europa (Suecia, Gran Bretaña, República Checa, España, Bulgaria) y Asia (China, Taymir?). En la región surcentroibérica P. bjerringus está representado en los sinclinales de Guadarranque (localidad NP-A-1a), Corral de Calatrava (niveles CO-2 y CO-3) y Almadén (mina de Almadén), así como en la región de El Centenillo (Jaén: Gutiérrez-Marco y Pineda Velasco, 1988). 144 Pristiograptus dubius (Suess, 1851) s.l. (Fig. 18.5d; Lám. 10, figs. 1-10, 19-20) *1851 Graptolithus dubius n. sp.; Suess, p. 115, Lám. 9, figs. 5a-b. non1926 Monograptus dubius Suess; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 32 (?), 37, 38; Lám. 4, fig. 2). ?1960 Monograptus latithecatus, Hsü; Hernández Sampelayo, pp. 15-16, 43; Lám. 2, figs. 2, 2a; Lám. 21, fig. 3. ?1962 Monograptus dubius, Suess; Almela et al., pp. 213, 218, 241. p?1971b Monograptus dubius (Suess); Saupé, p. 362. .1974 Monograptus dubius dubius Suess; Lauret, p. 62; Lám. 9, figs. 3, 7. ?1976 Pristiograptus dubius dubius Suess; Gil Cid et al., p. 26; Lám. 2, fig. 4. ?1976 Pristiograptus dubius Suess; Lozac´h & Vidal, p. 33. 1978 Monograptus cf. dubius Suess; Blachère, p. 42. 1978 Monograptus sp. ex gr. dubius Suess; Blachère, p. 44. .1982 Monograptus dubius (Suess); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus cf. dubius s. l.; Ballestra et al., p. 61. 1987 Pristiograptus dubius dubius (Suess); Amor & Ortega, p. 29. .1989 Pristiograptus dubius (Suess); Rodríguez Núñez et al., p. 98. p1989 Pristiograptus cf. dubius (Suess); Rodríguez Núñez et al., p. 92. v1989 Pristiograptus tumescens cf. tumescens (Wood); Rodríguez-Núñez et al., p. 98. .1990 Pristiograptus gr. dubius (Suess); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. ?1992b Pristiograptus cf. dubius (Suess); Soldevila, p. 370. .1997 Pristiograptus dubius dubius (Suess, 1851) s.l.; Urbanek, pp. 157-159; Fig. 43; Lám. 15, figs. 1-4. v.1998 Pristiograptus dubius dubius (Suess); Štorch et al., p. 321. .2000 Pristiograptus dubius dubius (Suess); Radzevicius & Paskevicius, pp. 91- 92; Lám. 1, fig. 2; Lám. 6, fig. A. .2003 Pristiograptus dubius dubius (Suess); Radzevicius, pp. 24-25. .2005b Pristiograptus dubius (Suess); Lorenzo et al., p. 41. v2009b Pristiograptus dubius (Suess); Matas González et al., p. 39. .2009 Pristiograptus dubius (Suess); Loydell et al., fig. 6j. .2012 Pristiograptus ex. gr. dubius (Suess); Sachanski et al., p. 872; Lám. 1, fig. g. 2012 Pristiograptus dubius (Suess); Lenz et al., p. 20; Lám. 11, figs. 1, 2, 6-8. Observaciones: Pristiograptus dubius tipifica un grupo de especies de tecas simples común en el Wenlock, con el que fueron relacionadas numerosas variedades, más tarde consideradas como especies distintas incluso de diferentes géneros. Ello es debido al importante papel jugado por la especie en la filogenia de los monográptidos del Silúrico tardío, pues por su morfología conservadora sobrevivió a diversos eventos de extinción, y fue la especie antecesora de nuevas líneas evolutivas (Urbanek, 1997; Urbanek et al., 2012). El rabdosoma de P. dubius es bastante simple, con un extremo proximal levemente curvado en sentido ventral y tecas rectilíneas, de inclinación y solapamiento uniformes a lo largo de la estipe, con aberturas perpendiculares de borde ligeramente engrosado. La anchura máxima del rabdosoma varía entre 1,95 y 2 mm, y el número de tecas en 10 mm entre 11 (proximal) y 8 (distal). La sícula presenta una leve curvatura 145 ventral, mide 1,8 a 2 mm de longitud y termina en una virgela sencilla. El nema (vírgula) se proyecta distalmente en muchos de los ejemplares estudiados. El material centroibérico está compuesto exclusivamente por rabdosomas aplastados en pizarras, a veces en conservación subescalariforme, donde no suele ser posible apreciar los detalles sutiles de las tecas proximales. Aunque en líneas generales lo hayamos referido a P. dubius s.l., el taxón no abarca otras formas del grupo dubius propias del Homeriense basal y Ludlow, que poseen características no observadas en los ejemplares estudiados. Cuando ha sido posible, ciertos elementos del grupo los hemos diferenciado como P. praedubius, P. latus y P. dubius pseudodubius, que en parte no han sido considerados por la reciente revisión filogenética de Urbanek et al. (2012). Distribución: El grupo de especies de Pristiograptus dubius s.l. reúne formas cosmopolitas cuya distribución abarca desde el Sheinwoodiense (parte alta de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni) hasta el Prídoli basal (Biozona de Neocolonograptus parultimus). Urbanek et al. (2012) restringen el rango de P. dubius s.s. al intervalo comprendido entre la parte superior de la Biozona de C. murchisoni y el techo de la Biozona de Monograptus antennularius, refiriendo los representantes más tardíos a diversas subespecies del tronco principal, como P. dubius pseudodubius, P. d. parvus, P. d. frecuens y P. d. postfrecuens; más otras nueve líneas derivadas, cuyos representantes sheinwoodienses serían P. d. magnus y P. sardous sardous, respectivamente. El material centroibérico de P. dubius s.l. se extiende desde la base de la Biozona de Monograptus riccartonensis hasta la Biozona de Cyrtograptus lundgreni, y lo hemos identificado en los sinclinales de Guadarranque, Herrera del Duque, Corral de Calatrava, Almadén, Guadalmez y Valdezogues-Puertollano, además de en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches y en Sierra Morena oriental. En el sinclinal de Guadarranque la especie esta representada en las localidades PS-5, cf. PS-6 y PS-10. En el de Herrera del Duque en las localidades HD-C y HD-E (a nivel de grupo) de la sección del arroyo de La Colada y en la localidad de Casa Ortiz. Hacia el este, en el sinclinal de Corral de Calatrava aparece en la sección del río Jabalón (niveles CO-21 a CO-26 y CO-31) y en Puente Morena (nivel CC JA-8). En el sinclinal de Almadén aparece en las localidades 4, 7 (ex gr), 10 y AL AV-2. En la prolongación oriental de éste, sinclinales de Valdeazogues-Puertollano, lo hemos encontrado en las localidades cf. PT VAZ-1 y PT VAZ-2, de los alrededores de Valdeazogues, y en la sección de Retamar (niveles PT RE-17 y PT RE-19, ambos a nivel de grupo, PT RE-20 y PT RE- 24). En el sinclinal de Guadalmez aparece en las sucesiones de la estación de Chillón (niveles CHW-3, CHW-5, CHW-6, CHW-9, CHW-10, CHW-11, CHW-19, CHW-20, CHW-23, ex gr. CHW-27, ex gr. CHW-30) y en las localidades ex gr. D (= GM-D), cf. 16 y como ex gr. en las localidades 21, 22, 25, 26 y 28 y en la zona de la estación de Las Cabras (localidades GM EC-6?, ex gr. GM EC-7, GM EC-8, GM TCE-1, GM TCE- 3, GM TCE-4 y GM TCE-5). En el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches aparece en la zona de San Benito (niveles ex gr. SB PQ-23, ex gr. SB PQ-31, SB PQ- 32, SB PQ-33, SB PQ-35, SB PQ-36, SB PQ-37, ex gr. SB PQ-39 y SB PQ-43?). Por último, en Sierra Morena oriental se ha encontrado en la muestra M-9804 (cf.) de la hoja geológica MAGNA nº 862 y en la muestra IN-GM 05-01 M1 de la hoja geológica MAGNA nº 864 (Venta de los Santos). En los yacimientos de Almadén y Corral de Calatrava, es posible que P. dubius fuera inicialmente confundido por Hernández 146 Sampelayo (1960) con “Monograptus” latithecatus Hsü, un probable sinónimo de la especie. En el sinclinal de Guadarranque, P. dubius fue en parte confundido con P. tumescens (Wood) por Rodríguez Núñez et al. (1989). Pristiograptus cf. initialis Kirste, 1919 cf.*1919 Monograptus (Pristiograptus) initialis Eisel ms.; Kirste, p. 187; Lám. 3, fig. 24. cf.p.1971 Monograptus (Pristiogr.) dubius initialis Eisel; Schauer, p. 63; Lám. 21, figs. 10-11; Lám. 23, figs. 3-4. .1998 Pristiograptus initialis (Kirste); Štorch et al., p. 320. Observaciones: El exiguo material aquí estudiado se asemeja a un diminuto Pristiograptus dubius, con tecas más inclinadas (40-50º), en niveles inusualmente antiguos para esta especie. Distribución: En Alemania y la República Checa, P. initialis se extiende entre la Biozona de Spirograptus turriculatus y la Biozona de Torquigraptus tullbergi (Schauer, 1971; Štorch, 1994a) del Telychiense. En la región surcentroibérica únicamente hemos podido reconocerlo en la Biozona de Streptograptus crispus de Corral de Calatrava (nivel CO-5). Pristiograptus largus (Perner, 1899) (Fig. 18.5a; Lám. 9, fig. 16) *1899 Monograptus largus n. sp.; Perner, p. 12; Lám. 14, figs. 6, 13, 23, 26. ?1980 Monograptus largus; Robardet et al., 114. cf.1989 Pristiograptus cf. largus (Perner); Rodríguez Núñez et al., p. 92. v2009a Pristiograptus cf. largus (Perner); Matas González et al., p. 38. .2009 Pristiograptus largus (Perner); Loydell et al., fig. 4r. Observaciones: De esta rara especie poseemos tres ejemplares determinables con cierta seguridad, más varios fragmentos dudosos que asignamos a P. cf. largus. Se trata de una especie robusta del género en la que la línea dorsal del estipe se curva ventralmente cerca del extremo proximal, preludiando biostratigráficamente a otras formas comunes del Wenlock. Distribución: Štorch (1994a) atribuye esta especie al rango comprendido por la Biozona de Spirograptus spiralis hasta la de Cyrtograptus murchisoni. En Gran Bretaña Loydell y Cave (1996) lo documentan en la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. En la zona de trabajo su registro es exclusivamente telychiense y se señala en la parte media de la Biozona de Spirograptus spiralis y en la parte baja de la de Cyrtograptus lapworthi en los sinclinales de Guadarranque (muestra PS-6) y Corral de Calatrava (cf. CO-16 y CO- 16+1,6; además del material de Loydell et al., 2009). 147 Pristiograptus latus (Bouček, 1932) (Fig. 18.5b; Lám. 9, figs. 9, 17) *1932 Monograptus dubius latus n. var.; Bouček, pp. 1, 4; Figs. 2g-h. .1998 Pristiograptus dubius latus (Bouček); Štorch et al., p. 321. .2009 Pristiograptus latus (Bouček); Loydell et al., Fig. 6c. Observaciones: Esta especie pertenece al grupo de Pristiograptus dubius (Suess), del que se distingue por su extremo proximal mucho más robusto y por las tecas distales, que presentan un mayor solapamiento. Distribución: El rango de Pristiograptus latus abarca en Europa desde la Biozona de Monograptus riccartonensis hasta la parte alta de la de M. belophorus-C. rigidus (Sheinwoodiense). En la Zona Centroibérica su representante más antiguo se localiza en la parte alta de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009), siendo común en las biozonas de M. riccartonensis y M. belophorus-C. rigidus de los sinclinales de Guadarranque (cf. 81-Ci-15), Corral de Calatrava (niveles CO-20 y CO-22) y Puertollano (cf. PT RE-12). Pristiograptus meneghini (Gortani, 1922) s.l. (Lám. 9, figs. 10-12, 18-23) *1922 Monograptus Meneghinii n. f.; Gortani, p. 47; Lám. 8 (1), figs. 3-8; Lám. 12 (5), fig. 6d; Lám. 13(6), figs. 2c, 4a. 1965 Pristiograptus meneghini meneghini (Gortani); Rickards, pp. 258-259; Fig. 2j; Lám. 29, fig. 7. ?1976 Pristiograptus meneghini meneghini Gort.; Gil Cid et al., p. 25. v.1985 Pristiograptus dubius pseudolatus (Rickards); Pieren, p. 169. v.1990 Pristiograptus dubius pseudolatus Rickards; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. .1989 Pristiograptus dubius cf. pseudolatus (Rickards); Olivé Davó et al., p. 42. vnon?1990 Pristiograptus meneghini meneghini (Gort.); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. 1991 Pristiograptus meneghini (Gortani); Lenz & Melchin, p. 228; Lám. 16, figs. A, B, C. .2000 Pristiograptus meneghini (Gorthani); Radzevicius & Paskevicius, p. 96; Lám. 1, fig. 1; Lám. 6, fig. C. ?2005b Pristiograptus meneghini giganteus (Gortani); Lorenzo et al., p. 41. .2007 Pristiograptus meneghini (Gorthani); Radzevicius, pp. 29-30. v2009b Pristiograptus cf. meneghini (Gorthani); Matas González et al., p. 39. Observaciones: El rabdosoma de esta especie puede exceder de 8 cm de longitud y muestra una anchura máxima prácticamente constante, de hasta 2,2-2,5 mm en ejemplares con ligera expansión tectónica. El número de tecas es comparativamente más bajo que en las restantes formas robustas del género, observándose entre 7-8 tecas en 10 mm. 148 Distribución: Pristiograptus meneghini s.l. alcanza una amplia extensión, entre el Sheiwoodiense inferior y la base del Homeriense, comprendida entre la Biozona de Monograptus riccartonensis y la de Cyrtograptus lundgreni en diversas localidades europeas y norteamericanas (Lenz y Melchin, 1991; Štorch, 1994a; Štorch y Piras, 2009), donde el morfotipo ancho (P. meneghini giganteus) es siempre el más tardío de la especie. En la región surcentroibérica, la especie se identifica entre la Biozona de M. riccartonensis y la de Cyrtograptus ramosus-C. perneri, si bien la mayor parte del material se presenta mal conservado y gran parte de los ejemplares constan como P. cf. meneghini. Sus localidades de procedencia se sitúan en los sinclinales de Guadarranque (Localidad de Casar de Guadarranque, Cíjara, revisión del material de Ramírez y Ramírez, 1955, P. meneghini ?), Herrera del Duque (niveles HD-B y entre HD-D y HD- H cf.), Almadén (localidad 1, casa del Pielero) y Guadalmez (localidades cf. 15 y 16, del río Guadalmez; cf. CHW-4 y cf. CHW-9 de la estación de Chillón). Pristiograptus nudus (Lapworth, 1880) *1880 Monograptus Hisingeri Carr. var. nudus var. nov.; Lapworth, p. 156; Lám. 4, figs. 7a-c. p.non1926 Monograptus priodon (Bronn); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 32, 33, 36, 37; Lám. 3 (1), fig. 1). non1931 Monograptus nudus Lapworth; Haberfelner, pp. 54-55; Lám. 1, figs. 19a-c (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 83-84; Figs. 19a-c. ?1960 Monograptus nudus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 15; Lám. 2, fig. 6. ?1961 Monograptus nudus; Márquez Triguero, p. 195. ?1963 Pristiograptus nudus nudus (Lapw.); Romariz, p. 133. 1971 Monograptus (Pristiogr.) nudus nudus Lapworth; Schauer, p. 62; Lám. 21, figs. 4-7; Lám. 22, figs. 12-13. 1975 Monograptus nudus Lapworth; Bjerreskov, pp. 47-48; Fig. 5C; Lám. 6E; tabla 4. ?1976 Monograptus nudus Lapworth; Lozac´h & Vidal, p. 33. ?1982 Monograptus cf. nudus (Lapworth); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus nudus Lapworth; Ballestra et al., p. 63. cf.1987 Pristiograptus cf. nudus (Lapworth); Martín Herrero et al., p. 21. v?1988 Pristiograptus nudus (Lapw.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. v?1988 Pristiograptus cf. nudus (Lapw.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. vnon1989 Pristiograptus nudus (Lapworth); Rodríguez Núñez et al., p. 91. v?1989 Pristiograptus cf. nudus (Lapworth); Rodríguez Núñez et al., p. 92. Observaciones: Esta especie se reconoce casi exclusivamente si se dispone de la región proximal del rabdosoma, cuyo aspecto es más robusto que el de otras especies del género, llegando a alcanzar una anchura máxima de 2 mm. En la zona de trabajo ha sido citado en diversos yacimientos de los que no poseemos el material original o donde éste consiste en fragmentos distales de difícil adscripción. En ese sentido, “Monograptus nudus” fide Haberfelner (1931) se compone de restos distales de monográptidos, conservados de modo subescalariforme e incompleto, que podrían pertenecer incluso a los géneros Monograptus o Monoclimacis. 149 Distribución: El registro de la especie abarca un rango amplio dentro del Telychiense entre las biozonas de Spirograptus turriculatus y Streptograptus crispus, donde suele ser confundido con Pristiograptus pristinus, hasta la Biozona de Monoclimacis crenulata como mínimo (Zalasiewicz et al., 2009), habiendo sido mencionado esencialmente en Europa. En la zona estudiada su aparición se restringe a la Biozona de Monoclimacis griestoniensis de la localidad de Corral de Calatrava (nivel CO-7). Pristiograptus praedubius (Bouček, 1931) (Fig. 18.5c; Lám. 9, figs. 7, 15; Lám. 10, fig. 16) *1931 Monograptus praedubius n. sp.; Bouček, pp. 2, 15; Figs. 1a-b. .1974 Monograptus dubius praedubius Bouček; Lauret, p. 62. .1998 Pristiograptus praedubius (Bouček); Štorch et al., p. 321. .2009 Pristiograptus praedubius (Bouček); Loydell et al., Fig. 4w. Observaciones: La especie se distingue por su morfología similar a la de Pristiograptus dubius, con tecas rectas y extremo proximal arqueado, pero se diferencia de ella por el tamaño reducido del rabdosoma, que no supera los 2 cm de longitud, por la menor anchura (1,3 mm) y la menor densidad tecal (9-10 tecas en 10 mm). Su distribución estratigráfica también precede a la de P. dubius. Distribución: En Europa central, el rango de P. praedubius se extiende entre la parte media de la Biozona de Spirograptus spiralis y la Biozona de Cyrtograptus murchisoni, es decir, en la parte superior del Telychiense y la base del Sheinwoodiense (Štorch, 1994a; Zalasiewicz et al., 2009). En la región surcentroibérica hemos identificado la especie en las biozonas de O. spiralis y Cyrtograptus lapworthi del Telychiense, así como en la Biozona de Cyrtograptus murchisoni del Sheinwoodiense, en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-17, CO-18, CC JA-5), Valdeazogues-Puertollano [muestras PT RE-11/W (sección de Retamar), PT VAZ-11 y PT VAZ-13 (zona de Valdeazogues)] y Guadalmez (muestra GM-H) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (cf. SB PQ-29). Pristiograptus pristinus Příbyl, 1940 (Lám. 9, fig. 6) ?p1926 Monograptus dubius Suess; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 37), Lám. 2. ?p1926 Monograptus priodon Bronn; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 32). ?p1931 Monograptus concinnus (Lapw.); Haberfelner, pp. 52-53; Lám. 1, figs. 16a-d (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 79-80); Lám. 1, figs. 16b-d, non fig. 16a. v*1940a Pristiograptus nudus pristinus Příbyl, pp. 4-5, Lám. 1, figs. 10, 11. ?1961 Monograptus concinnus; Márquez Triguero, pp. 194, 195. ?1988 Atavograptus atavus (Jones); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. 150 .1993a Pristiograptus pristinus Příbyl; Loydell, pp. 65-66; Figs. 14 (2-4, 10, 11, 16, 17, 26-28); Lám. 2, fig. 9. .1996b Pristiograptus pristinus Příbyl; García Palacios et al., p. 21. .1998 Pristiograptus pristinus Příbyl; Štorch et al., p. 320. Observaciones: Rabdosoma rectilíneo, delgado (1,6 mm de anchura máxima), con morfología muy parecida a la de Pristiograptus nudus, del que se distingue por su mayor anchura distal e incremento inicial más gradual, tecas menos espaciadas y diferente posición del ápice sicular en relación a la teca 2. El aspecto de tres de los ejemplares con rabdosoma rectilíneo de Almadén y Los Guindos, ilustrados por Haberfelner (1931, Lám. 1, fig. 16b-d), es muy parecido al de esta especie, y se corresponde con parte del material asignado por Henke y Hundt (1926) a taxones distintos. La traducción de la monografía de Haberfelner (1931) fue utilizada por Márquez Triguero (1961) para identificar material de la región de San Benito (Ciudad Real), por lo que es posible arrastrase una confusión similar con P. pristinus. Distribución: Pristiograptus pristinus se distribuye entre las biozonas de Rastrites linnaei y Streptograptus crispus, del Telychiense, en diversas localidades europeas, norteamericanas, norteafricanas y asiáticas (Loydell, 1993b; Štorch, 1994a). En la zona de trabajo ha sido encontrado en la Biozona de Rastrites linnaei de los sinclinales de Corral de Calatrava (sección del río Jabalón: nivel CO-2, y sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón: nivel CC GU JA-12) y Guadalmez (localidades CHE-4 y GM GRE), así como en la Biozona de Streptograptus crispus de la localidad CO-5/7 (P. cf. pristinus). La especie podría estar representada también en la Biozona de Monoclimacis griestoniensis de la localidad SB-ASJ-1 (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), tratándose entonces de su último registro conocido, que queda pendiente de confirmar hasta el hallazgo de ejemplares en mejor estado de conservación. Pristiograptus pseudodubius (Bouček, 1932) (Lám. 9, figs. 13-14; Lám 10, figs. 11-15, 17-18) *1932 Monograptus pseudodubius Bouček, pp. 1-2; Figs. 2e-f. .1943 Pristiograptus pseudodubius (Bouček); Příbyl, pp. 8-9; Fig. 1.3; Lám. 1, fig. 8. 1965 Pristiograptus pseudodubius (Bouček); Rickards, pp. 259-260; Fig. 2i; Lám. 29, fig. 10. v?1990 Pristiograptus meneghini meneghini (Gort.); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. .1998 Pristiograptus pseudodubius (Bouček); Štorch et al., p. 322. .2000 Pristiograptus pseudodubius (Bouček); Radzevicius & Paskevicius, pp. 92-94; Lám. 2, fig. 1; Lám. 6, fig. H. .2007 Pristiograptus pseudodubius (Bouček); Radzevicius, pp. 25-26. Observaciones: Se trata de una especie muy parecida a Pristiograptus dubius, del que se diferencia porque la curvatura ventral del rabdosoma no se restringe exclusivamente a 151 su extremo proximal, sino que se presenta más atenuada y afecta a la porción mesial del mismo. La anchura máxima del rabdosoma también es ligeramente inferior (1,4 mm) a la de P. dubius (2 mm). Distribución: En Europa central y septentrional, P. pseudodubius ha sido registrado entre la Biozona de Cyrtograptus rigidus y la de C. lundgreni (Štorch, 1994a), parte alta del Sheinwoodiense y base del Homeriense. En la Zona Centroibérica hemos identificado la especie en las biozonas de C. ramosus-C. perneri y C. lundgreni de los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-29, CO-32, CO-33 y CO-34), Herrera del Duque en la localidad HD-J(?), Almadén (ex gr. AL AV-4), Valdeazogues-Puertollano (niveles cf. PT VAZ-8, PT RE-13, PT RE-14, PT RE-17, PT RE-21, PT RE-22, PT RE- 23), Guadalmez (niveles CHW-14, CHW-25y CHW-29 de la sucesión occidental de la estación de Chillón y localidades 29 y cf. 24) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (sección de San Benito: nivel SB PQ-37bis). Pristiograptus renaudi (Philippot, 1950) (Lám. 9, figs. 1-3) *1950 Monograptus Renaudi nov. sp.; Philippot, pp. 251-254; Figs. 22 (1-3). . 1993a Pristiograptus renaudi (Philippot); Loydell, pp. 66, 68; Figs. 14 (5, 18-20, 30-32); Lám. 2, fig. 10. 2006 Pristiograptus cf. renaudi (Philippot); Štorch & Massa, p. 105; Figs. 9D- E. Observaciones: Esta especie del Llandovery es fácil de reconocer por su curvatura dorsal proximal y la tendencia rectílínea, o con leve curvatura variable, del resto del rabdosoma, que puede superar los 20 cm de longitud. La anchura se incrementa muy gradualmente desde 0,35 mm en la teca 1 hasta un máximo distal de 1-1,3 mm. Las tecas presentan una inclinación de 20 a 25º y se hallan en número de 10 en 10 mm. Su solapamiento se incrementa distalmente desde un décimo a un medio de la longitud tecal. Los fragmentos distales de Pristiograptus renaudi son difíciles de distinguir de los de P. variablilis (Perner), que tiene un número de tecas levemente mayor. Distribución: En nuestra zona de estudio Pristiograptus renaudi se extiende por toda la Biozona de Rastrites linnaei (Telychiense inferior), a veces formando acumulaciones monoespecíficas. La especie fue definida originalmente en el Macizo Armoricano francés e identificada también en Alemania y Gran Bretaña, donde llega a designar una subzona en la parte alta de la Biozona de Spirograptus guerichi (Loydell, 1991, 1992, 1993a; Zalasiewicz et al., 2009). Štorch y Massa (2006) citan la probable aparición de la especie en el Aeroniense terminal del norte de África. Las localidades centroibéricas donde hemos encontrado la especie se distribuyen por los sinclinales de Guadarranque (PN-1 (= NP-A-1a) y cf. 81-Ci-2), Corral de Calatrava (niveles CC GJ-14, CC GJ-15) y Guadalmez (niveles CHE-3 y CHE-4 de la sección de Chillón oeste) 152 Pristiograptus variabilis (Perner, 1897) (Lám. 9, figs. 5, 8) v*1897 Monograptus jaculum, Lapw., var. variabilis mihi.; Perner, p. 12; Lám. 13, figs. 10, 11, 15. ?1926 Monograptus variabilis Perner; Hernández Sampelayo, p. 437. non1960 Monograptus variabilis, Perner; Hernández Sampelayo, Lám. 2, fig. 5. non1960 Monograptus cf. variabilis, Perner; Hernández Sampelayo, p. 15; Lám. 2, fig. 5a. 1971 Monograptus (Pristiograptus) nudus variabilis Perner; Schauer, p. 62; Lám. 21, fig. 8; Lám. 22, figs. 10, 11. ?1976 Pristiograptus variabilis Perner; Gil Cid et al., p. 25. ?1980 Monograptus variabilis; Robardet et al., p. 114. v?1988 Pristiograptus variabilis (Perner); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. 1989 Pristiograptus cf. variabilis (Perner); Rodríguez-Núñez et al., p. 91. ?1990 Pristiograptus variabilis (Perner); Rodríguez Pevida et al., p. 19. .1993a Pristiograptus variabilis (Perner); Loydell, pp. 69-71, Fig-text. 14, figs. 7, 8, 21, 22, 34. cf.1996b Pristiograptus cf. variabilis (Perner); García Palacios et al., p. 21. .1998 Pristiograptus variabilis (Perner); Štorch et al., p. 320. ?2005b Pristiograptus variabilis (Perner); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: La especie se caracteriza por un rabdosoma rectilíneo que aumenta en anchura de un modo muy gradual, desde 0,35 mm en la teca 1 hasta un máximo de 1 mm distal. Las tecas están poco inclinadas y su solapamiento se incrementa desde ¼ en la región proximal a ½ de la longitud en las tecas distales. El número de tecas oscila entre 10-11 en 10 mm. Distribución: Pristiograptus variabilis es una forma bastante difundida, aunque mal caracterizada, cuya extensión, dentro del Telychiense inferior, abarca la totalidad de la Biozona de R. linnaei y la parte basal de la Biozona de S. turriculatus en Gran Bretaña, Europa central y meridional, norte de África y Asia central y oriental. En la región surcentroibérica hemos identificado esta especie en los sinclinales de Corral de Calatrava (sección del río Jabalón: niveles CO-1, aff. CO-4A y sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón: CC GU JA-12, CC GJ-13, CC GJ-14, CC GJ-15) y Guadalmez (localidad GM GRE, sección de la estación de Chillón: niveles CHE-2, CHE-3 y sección de Guadalmez norte: cf. GM GN-3). Pristiograptus? spp. non1926 Monograptus regularis Tqt.; Hernández Sampelayo, p. 438; Fig. 4. ?non1926 Monograptus concinnus, Lapworth; Hernández Sampelayo, p. 437. non1926 Monograptus regularis Tqt.; Hernández Sampelayo, p. 438; Fig. 4. non1960 Monograptus concinnus, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 15, 50; Lám. 2, figs. 3, 3a, 3b; Lám. 26, fig. 1. non1960 Monograptus jaculum, Lapw.; Hernández Sampelayo, Lám. 2, fig. 4. non1960 Monograptus regularis, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 25. 153 non1960 Monograptus cf. regularis, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 47. ?1971 Monoclimacis cf. muntius (Barr); Corretgé & García de Figuerola, p. 187. ?1971 Pristiograptus jaculum (Lapw.); Corretgé & García de Figuerola, p. 187. ?1971a Monograptus jaculum?, Lapw.; Saupé, pp. 144, 147. ?1976 Pristiograptus sardous eximius Gort.; Gil Cid et al., p. 25. ?1989 Pristiograptus tumescens cf. tumescens (Wood); Rodríguez-Núñez et al., p. 98. Observaciones: A partir del trabajo de Hernández Sampelayo (1960) se han citado diversas especies de Pristiograptus propias del Aeroniense, supuestamente representadas también en niveles del Telychiense de la región de Almadén y Cabeza del Buey, como ocurre con Pristiograptus concinnus (Lapworth), P. jaculum (Lapworth) y P. regularis (Törnquist). Ninguna de ellas ha podido ser confirmadas con las ilustraciones disponibles. Lo mismo sucede con las identificaciones de P. concinnus incluidas en sendos informes mineros, realizados en 1971 y 1975 por la compañía C.G.S. para MAYASA, respectivamente al este de Almadenejos y norte de Gargantiel (C.G.S., 1971; Coullaut et al., 1975). Por su parte, Corretgé & García de Figuerola (1971) citan P. nuntius (Barrande) en un yacimiento del Monfragüe que no ha sido revisado. Otras especies más modernas del género, como Pristiograptus sardous eximius (Gortani) del Wenlock y P. cf. tumescens (Wood) del Ludlow, fueron citadas también en el sinclinal de Guadarranque. La primera corresponde a un monográptido indeterminable (tectonizado) y la segunda podría constiruir una variante preservacional de P. dubius (Suess). Género Campograptus Obut, 1949, emend. Štorch, 1998 Especie tipo: Monograptus convolutus var. communis Lapworth, 1876, del Llandovery de Escocia. Campograptus lobiferus (M´Coy, 1850) (Lám. 11, figs. 18-22) *1850 Graptolites lobiferus M´Coy, p. 270. 1855 Graptolites lobiferus M´Coy; M´Coy, p. 4; Lám. 1B. fig.3. non1926 M. lobiferus (M´Coy); Henke, p. 314. non1931 Monograptus lobiferus (M´Coy); Haberfelner, pp. 57-58; Lám. 1, figs. 22a, b (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 89-91; Figs. 23a-b. non1960 Monograptus lobiferus, (M´Coy); Hernández Sampelayo, pp. 18, 25; Lám. 5, fig. 33d. non1961 Monograptus lobiferus; Márquez Triguero, pp. 194, 195. ?1962 Monograptus lobiferus, (M´Coy); Almela et al., pp. 212, 220, 221, 240, 253. ?1971 Monograptus lobiferus (Mc Coy); Corretgé & García de Figuerola, p. 187. ?1971a Monograptus lobiferus, (M´Coy); Saupé, p. 144. non1971b Monograptus cf. lobiferus (Mc Coy); Saupé, p. 362. 154 1975 Monograptus lobiferus lobiferus (M´Coy); Bjerreskov, pp. 66-67; Fig. 20C; Lám. 10, fig. D. non1977 Streptograptus lobiferus (M´Coy); Ríos Aragüés, p. 81. ?1982 Monograptus cf. lobiferus (Mc Coy); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus lobiferus; Ballestra et al., p. 63. ?1988 Monograptus cf. lobiferus (McCoy); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92 .1996b Monograptus lobiferus (McCoy); García Palacios et al., p. 20. .1998c Campograptus lobiferus lobiferus (McCoy); Štorch, p. 244; Figs. 10, 6A- C; Lám. 12, figs. 7-8. .2009 Campograptus lobiferus (McCoy); Loydell & Maletz, pp. 286, 288; Lám. 8, Figs-text. 1D, 4. Observaciones: Nuestro material consiste en fragmentos mesio-distales de estipes con la característica morfología y dimensiones de C. lobiferus. La ausencia de extremos proximales y la mala conservación de los ejemplares impide comprobar la presencia de las espinas descritas en C. lobiferus harpago (Törnquist). “Monograptus” lobiferus ha sido citado con frecuencia en la Zona Centroibérica, pero la mayor parte de las menciones son dudosas por corresponder a asociaciones que incluyen formas típicamente telychienses (por ej. Saupé, 1971). El material de Henke (1926) reestudiado por Haberfelner (1931) corresponde a dos monográptidos del grupo M. priodon, en tanto que los ejemplares ilustrados por Hernández Sampelayo (1960) de “M.” lobiferus o formas relacionadas con la especie (“M. lobiferus distans”, “M. lobiferus rostellum”) son fragmentos totalmente indeterminables. La única localidad histórica con cierta verosimilitud es la número 130 de Almela et al. (1962), ubicada al sur de Alamillo, donde los autores identificaron la especie en asociación con “M.” convolutus. Sin embargo, la búsqueda de este yacimiento aeroniense ha resultado infructuosa, y aparentemente ha desaparecido por recubrimientos posteriores. Distribución: Campograptus lobiferus s. l. es un graptolito típicamente aeroniense que se distribuye en las biozonas de Pribylograptus leptotheca, Lituigraptus convolutus y parte baja de la de Stimulograptus sedgwickii. En la zona de trabajo se ha identificado en la Biozona de L. convolutus del sinclinal de Puertollano (Cañada de Cantohincado), y en niveles indeterminados del Aeroniense del sinclinal de Corral de Calatrava (horizontes CC GU JA-10 y CC GU JA-11) y del sinclinal de Guadalmez [horizonte CHE-(-2)]. non Campograptus spp. Observaciones: Además de Campograptus lobiferus, en la zona de estudio fueron citadas otras especies asignadas actualmente al mismo género, como C. communis (Lapworth, 1876), C. communis rostratus (Elles & Wood, 1913) y C. millepeda (McCoy, 1850). En los tres casos, los pretendidos registros de especies aeronienses corresponden a yacimientos de edad Telychiense, lo que de momento nos lleva a descartar la presencia de especies distintas a C. lobiferus en la Zona Centroibérica meridional. Parte de las citas a las especies mencionadas serán o han sido tratadas en las sinonimias correspondientes a dos formas de Torquigraptus. En esencia la confusión 155 parte del trabajo de Henke & Hundt (1926), quienes identificaron Monograptus millipeda M´Coy -sic- en Almadén (= Campograptus millepeda), más tarde reasignado a Monograptus communis var. rostratus E.-W. (= C. communis rostratus) por Haberfelner (1931). El último autor describe e ilustra material de esta especie y de Monograptus cf. communis (Lapworth) (= C. cf. communis) procedente de Almadén que, en nuestra opinión, es reasignable a Torquigraptus planus (Elles & Wood). Otros autores influenciados por la traducción española del trabajo de Haberfelner (1931) multiplican las identificaciones basadas en sus ilustraciones (Hernández Sampelayo, 1960; Márquez Triguero, 1961). Uno de los ejemplares de “M. communis” de Hernández Sampelayo (1960, lám. 10, fig. 43b) podría corresponder tanto a Oktavites spiralis (Geinitz) como a Torquigraptus australis Štorch. El resto de los ejemplares ilustrados por el mismo autor como “M. communis var. rostratus”, “M. millipeda” o “M. communis” consisten en fragmentos indeterminables de monográtidos con rabdosoma curvo. Finalmente, la cita de “M. communis” hecha por Saupé (1971), corresponde a una localidad telychiense al este de Almadén, con Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y Retiolites geinitzianus Barrande. Como veremos más adelante, la cita de “M. communis rostratus” en el subsuelo de El Centenillo (Gutiérrez-Marco y Pineda, 1988), corresponde muy probablemente a T. arcuatus (Bouček). Género Streptograptus Yin, 1937, emend. Loydell, 1990 Especie tipo: Graptolithus plumosus Baily, 1871, del Llandovery de Irlanda del Norte. Streptograptus anguinus (Příbyl, 1941) (Fig. 17.3b; Lám. 11, fig. 1) *1941 Monograptus (Streptograptus) anguinus n. sp.; Příbyl, pp. 4-5; Lám. 2, figs. 2-4. .1975 Monograptus anguinus Příbyl; Bjerreskov, pp. 63-64; Lám. 9, figs. E-G. .2009 Streptograptus anguinus (Příbyl); Loydell et al., Fig. 6k. Observaciones: La especie está muy mal caracterizada en la región surcentroibérica dado que, aparte del ejemplar ilustrado por Loydell et al. (2009) en Corral de Calatrava, apenas poseemos varios fragmentos distales con una curvatura ventral ligeramente más acentuada, pero comparable a la de algunos ejemplares bohémicos (Bouček & Příbyl, 1942, fig. 3n). De todos modos, a falta de rabdosomas completos, optamos por identificarlos como S. cf. anguinus. Distribución: Streptograptus anguinus se restringue a la parte inferior y media de la Biozona de Oktavites spiralis, del Telychiense, en Europa central y septentrional. En la región surcentroibérica es una especie rara en la parte media de la misma biozona en la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009) y se halla probablemente representada en la Biozona de O. spiralis del sinclinal de Guadalmez (cf. localidades GM GN-6 y EB-5). 156 “Streptograptus” antennularius (Meneghini, 1857) (Lám. 11, figs. 2-5, 10-12) *1857 Graptolithus (Monograpsus) antennularius n. f.; Meneghini, p. 156; Lám. B, figs. I, 1a, b. non1926 Monograptus retroflexus Tullberg; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 33). .1942 Monograptus (Streptograptus) antennularius (Meneghini); Bouček & Příbyl, pp. 13-15; Figs. 5l-p; Lám. 3, figs. 6-8. ?1971b Monograptus cf. capillaceus (Tullb.); Saupé, p. 362. 1978 Monograptus antennularius (Meneghini); Jaeger, pp. 101-102; Fig. 1f; Lám. 1, fig. 2. .1986 Monograptus antennularius (Meneghini); Teller, pp. 59-61; Figs. 8-9; Lám. 1, fig. 10; Lám. 4, figs. 10-11; Lám. 5, figs. 10-11. v.1990 Diversograptus sp; Pieren y Gutiérrez-Marco, p. 60. (nivel HD-E) v.?1990 Diversograptus cf. ramosus Manck; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. .1998 Monograptus antennularius (Meneghini); Štorch et al., p. 321. .2009 “Streptograptus” antennularius (Meneghini); Štorch & Piras, p. 88; Fig. 4f. .2009 Monograptus antennularius (Meneghini); Zalasiewicz et al., p. 821. .2011 Streptograptus antennularius (Meneghini); Piras et al., p. 12; Figs. 4.1, 4.2, 4.4, 4.5, 5.4b, 5.5b. Observaciones: El rabdosoma tiene un aspecto flexuoso, con doble curvatura proximal, y alcanza 1 mm de anchura distal. El número de tecas en 10 mm varía entre 7 y 9. En nuestro material no se aprecian con claridad los detalles tecales, por lo que no aporta nada a la discusión sobre la identidad genérica de la especie. Las tecas mantienen un aspecto general “estreptográptido”, en horizontes inusualmente elevados para el género (Loydell & Maletz, 2004), donde solo podría confundirse con “Streptograptus” retroflexus (Tullberg, 1883), que alcanza la Biozona de Cyrtograptus ramosus-C. perneri. Sin embargo, dicha especie es más fina y tiene una mayor densidad tecal. En la región estudiada, “S.” retroflexus fue citado erróneamente por Henke & Hundt (1926) en niveles telychienses de Los Guindos (Haberfelner, 1931) donde, es nuestra opinión, pudo ser confundido con Stimulograptus becki (Barrande). Distribución: En Europa continental, “Streptograptus” antennularius es común en la Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus del Sheinwoodiense de Bohemia, Cerdeña, Alpes Cárnicos y Bulgaria (Bouček & Příbyl, 1942; Jaeger, 1978, 1980; Barca & Jaeger, 1989; Štorch, 1994a; Štorch & Piras, 2009; Piras et al., 2011). El registro de la especie en Gran Bretaña se inicia ligeramente antes, en las biozonas de Monograptus riccartonensis y Pristiogratus dubius (White et al., 1992; Zalasiewicz et al., 2009). En la región surcentroibérica, “S.” antennularius se circunscribe a la Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus en los sinclinales de Herrera del Duque (niveles HD-E y HD-F), Corral de Calatrava (niveles CO-23, CO-25, CO-26) y Almadén (loc. 4 de Gargantiel). Un posible sinónimo posterior de “S.” antennularius, “Monograptus” capillaceus Tullberg, 1883 (de acuerdo con Strachan, 1997) fue citado por Saupe (1971) al este de Almadén, en una asociación de probable edad Sheinwoodiense que no ha sido revisada. 157 Streptograptus crispus (Lapworth, 1876) *1876 Monograptus crispus Lapworth, pp 503- 504; Lám. 20, figs. 7 a-c. .1970 Monograptus crispus Lapworth; Rickards, pp. 77-78; Figs. 16. 12. ?1971aMonograptus crispus, Lapw.; Saupé, p. 147. non1972 Monograptus crispus Lapw.; Tamain, pp. 303, 304; Lám. 15, fig. 5. .1975 Monograptus crispus Lapworth, 1876; Bjerreskov, pp 74-75; Fig. 21B. . 1985 Prochnygraptus crispus (Lapworth); Příbyl & Štorch, pp. 162-163; Lám. 1, figs. 1, 2. v.1988 Monograptus crispus Lapworth; Portero et al., p. 25. .1991 Monograptus crispus Lapworth; Kappes, p. 58. .1994 Monograptus crispus Lapworth; Zalesiewicz, p. 392; Figs. 4A-H. .2004 Streptogratus crispus (Lapworth); Loydell & Maletz, pp. 87, 90; Figs. 21 A-E. Observaciones: Esta especie se encuentra muy mal representada en la región surcentroibérica, pero los fragmentos de estipes con curvaturas variables y las metatecas enrrolladas resultan muy característicos, en niveles con Torquigraptus arcuatus o situados por encima de la Biozona de Spirograptus turriculatus. El ejemplar asignado por Tamain (1972) a “M.” crispus muestra unas tecas poco elaboradas y es bastante más antiguo (Subzona de Parapetalolithus palmeus), pudiendo tratarse de un fragmento proximal de Paradiversograptus sp. Distribución: Streptograptus crispus es una forma cosmopolita de gran interés bioestratigráfico (Loydell, 2012, fig. 4). En la región surcentroibérica se registra en su biozona homónima del Telychiense, en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CO- 5 y CO-5/7) y tal vez en el de Guadarranque (cf. PS-2). En Santa Eufemia detectamos S. cf. crispus en la base de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis [localidad GM PO (S)], lo que es comparable a los últimos registros de la especie en Bohemia (Štorch, 1994a). Streptograptus exiguus (Nicholson, 1868) (Lám. 11, fig. 9) *1868 Graptolithus lobiferus var. exiguus Nicholson, p. 533, Lám. 19, figs. 27- 28. ?1926 Monograptus exiguus Barr.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 37) ?1931 Monograptus runcinatus Lapworth; Haberfelner, pp. 58-59; Lám. 1, figs. 23a, b. (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 91; Figs. 24a-b). .1942 Monograptus (Streptograptus) exiguus (Nicholson); Bouček & Příbyl, pp. 5-6; Figs. 3a-d; Lám. 1, figs. 1-3. 1970 Monograptus exiguus (Nicholson); Rickards, p. 78; Lám. 8, figs. 3-8. 1975 Monograptus exiguus s. l. (Nicholson); Bjerreskov, pp. 60-62, Figs. F, G. ?1988 Monograptus cf. exiguus (Nicholson); Portero et al., p. 25. .1994 Streptograptus exiguus (Nicholson); Zalasiewicz, pp. 381, 383, Fig. 3D. 158 Observaciones: El rabdosoma es pequeño y en forma de garfio, con metatecas bien marcadas y protecas cortas. El estipe alcanza una anchura máxima de 0,5 mm y el número de tecas varía entre 12 y 14 en 10 mm. Distribución: En Europa S. exiguus se extiende desde la Biozona de Spirograptus turriculatus hasta la base de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis, del Telychiense. En la región surcentroibérica sus únicos registros se sitúan en la Biozona de Monograptus crispus de los sinclinales de Corral de Calatrava (nivel CO-5/7) y Almadén (localidad AL LP-B). Streptograptus cf. filiformis Chen, 1984 (Lám. 11, fig. 8) cf.*1984 Streptograptus becki filiformis subsp. nov.; Chen, pp. 74- 75, Lám. 18, figs 1,6 (? 4). cf.1993a Streptograptus filiformis Chen; Loydell, pp. 91-93; Figs. 18 (1, 17, 18, 26, 35, 36); Lám. 4, figs. 2,7. cf. 2004 Streptograptus filiformis Chen; Loydell & Maletz, p. 77; Figs. 10A-H, 11A-B. Observaciones: Poseemos únicamente fragmentos de un rabdosoma con metatecas estreptográptidas muy poco prominentes y protecas prácticamente paralelas al eje del estipe. La anchura máxima observada es de 0,45 mm y el número de tecas en 10 mm oscila entre 10 y 11. Distribución: En China S. filiformis se localiza en el Telychiense inferior, en la Biozona de R. linnaei, y su registro en Gran Bretaña se extiende hasta la parte media de la Biozona de S. turriculatus (Loydell, 1993a). El material surcentroibérico es muy fragmentario y por eso hemos optado por identificarlo como S. cf. filiformis, pero procede igualmente de la Biozona de R. linnaei, en este caso en los sinclinales de Corral de Calatrava (nivel CC GJ-15) y Guadalmez (nivel CHE-3, de la estación de Chillón). Streptograptus linearis Chen, 1984 (Lám. 11, fig. 6) *1984 Streptograptus anguinus linearis subsp. n.; Chen, p. 72; Lám. 16, figs. 6, 9-11, 14, 15; Lám. 17, fig.1. v.1998 Streptograptus linearis Chen; Štorch et al., p. 320. .1998b Streptograptus linearis Chen; Štorch, pp. 126-127; Fig. 4 (10); Lám. 2, fig. 3. Observaciones: El rabdosoma presenta curvatura ventral y tiene forma de anzuelo abierto, que se expande gradualmente hasta una anchura máxima de 0,6-0,65 mm. Las metatecas estreptográptidas representan la mitad de la anchura del estipe. 159 Distribución: La especie fue descrita del Telychiense inferior en la parte superior de la Biozona de Rastrites linnaei de China, y encontrada más tarde en Suecia (Loydell, 1993b) y en la Subzona de Parapetalolithus hispanicus de Checa (Guadalajara: “Streptograptus cf. johnsonae ? sp. n.” en Gutiérrez-Marco & Štorch, 1998) y Corral de Calatrava (Štorch et al., 1998; Štorch, 1998a). Esta última localidad (nivel CO-1) representa el único registro de Streptograptus linearis dentro de nuestra zona de trabajo, del que añadimos la primera ilustración del material centroibérico. Streptograptus cf. nodifer (Törnquist, 1892) (Fig. 17.3e; Lám. 11, fig. 7) cf.*1892 Monograptus nodifer Törnquist, p. 26; Lám. 11, figs. 23-28. ?1982 Monograptus sp. ex gr. nodifer? (Törnquist); Ballestra et al., p. 62. .2009 Streptograptus nodifer (Törnquist); Loydell et al., Fig. 4z. Observaciones: A pesar de contar con fragmentos de estipes curvados ventralmente, de 0,6-0,8 mm de anchura y unas 10 tecas en 10 mm, la morfología tecal tan característica, ilustrada por Rickards et al. (1977, fig. 32), constituye el principal criterio de vinculación taxonómica. Distribución: La forma nominal es característica de la Biozona de Oktavites spiralis del Telychiense en distintos yacimientos europeos. En la zona de trabajo la encontramos en idéntica posición estratigráfica en los sinclinales de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009) y Guadalmez (localidad GM GN-6). Streptograptus plumosus (Baily, 1871) (Lám. 11, figs. 13-17) *1871 Graptolithus plumosus Baily, pp. 22-23, Figs 1a-c. .1942 Monograptus (Streptograptus) exiguus primulus n. subspec.; Bouček & Příbyl, p. 7; Figs. 3e-j; Lám. 1, fig. 4. ?1968 Monograptus exiguus cf. primulus Bouček & Příbyl; Butenweg, p. 52. ?1980 Monograptus exiguus primulus; Robardet et al., p. 114. .1990a Streptograptus plumosus (Baily); Loydell, pp. 938, 940; Figs. 1, 2; Lám. 1, figs. 3, 4. .1993a Streptograptus plumosus (Baily); Loydell, p. 94; Figs. 18 (4, 7, 8, 12, 13, 24, 31, 32); Lám. 4, figs. 8-10. Observaciones: El rabdosoma tiene una forma de anzuelo muy pronunciada: la curvatura de las dos primeras tecas puede ser incluso dorsal, pero enseguida el estipe adopta una marcada curvatura ventral. Las metatecas son prominentes y representan la mitad de la anchura del estipe, que alcanza un máximo distal de 1 mm. Distribución: S. plumosus es la especie más antigua del género con morfología de anzuelo, cuyo registro abarca desde la base de la Biozona de Rastrites linnaei hasta la base de la Biozona de Spirograptus turriculatus, alcanzando una distribución 160 prácticamente cosmopolita en el Telychiense inferior. En la región surcentroibérica, S. plumosus ha sido caracterizado, en los mismos niveles estratigráficos que en el resto del mundo, en los sinclinales de Guadarranque (yacimiento cf. PN-1), Corral de Calatrava (niveles cf.CO-4A y CO-4), Almadén (yacimiento AL LP-A, de la sección del Arroyo del Lápiz) y Guadalmez (niveles cf.CHE-2 y cf.CHE-4 de la sección de la estación de Chillón) Streptograptus speciosus (Tullberg, 1883) (Fig. 17.3d) *1883 Monograptus speciosus Tullberg, p. 21, Lám. 2, figs. 16-19. 1942 Monograptus (Streptograptus) speciosus Tullberg; Bouček & Příbyl, pp. 8-9, Figs. 3o-s, Lám. 2, figs. 7-9. 1975 Monograptus speciosus Tullberg; Bjerreskov, p. 76; Fig. 22Al-2, Lám. 12, fig. A. .2009 Streptograptus speciosus (Tullberg); Loydell et al., Fig 4k. Observaciones: El material estudiado consiste únicamente en fragmentos mesio- distales, rectilíneos o con una leve curvatura ventral, que alcanzan 1 mm de anchura máxima y muestran las metatecas bien marcadas, en número de 9 en 10 mm, que sobresalen aproximadamente un tercio de la anchura total del rabdosoma. Distribución: Hasta el momento la especie solo ha sido registrada con seguridad en el Telychiense de Europa, desde la parte alta de la Biozona de Torquigraptus tullbergi hasta la base de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. En la región surcentroibérica aparece restringida de momento a la sección de Corral de Calatrava, donde no se extiende por encima de la parte media de la Biozona de Oktavites spiralis (Loydell et al., 2009). Streptograptus storchi Loydell, 1991 *1991 Streptograptus storchi sp. nov. Loydell, pp. 234, 236; Figs. 21d, 22c-e. .1993a Streptograptus storchi Loydell; Loydell, p. 98; Figs. 18 (5, 20, 29). 2004 Streptograptus storchi Loydell; Loydell & Maletz, pp. 76-77; Figs. 8A-H. Observaciones: El rabdosoma de esta especie es rectilíneo y alcanza 1 mm de anchura. Las tecas estreptográptidas retrovertidas representan solo un cuarto a un tercio de la anchura dorsoventral del estipe, y su número es de 9,5-10 en 10 mm. Distribución: Streptograptus storchi alcanza una amplia distribución geográfica (Europa, Norteamérica, Asia) y su registro abarca, dentro del Telychiense inferior, desde la parte alta de la Biozona de Rastrites linnaei hasta el techo de la de Spirograptus turriculatus. En la zona de estudio, su presencia ha sido determinada únicamente en la parte baja de la Biozona de Spirograptus turriculatus en la sección de Corral de Calatrava (nivel CO-4/4A). 161 Streptograptus wimani (Bouček, 1932) *1932 Monograptus wimani n. sp., Bouček, pp. 153-155; Figs. 1h-i. .1951 Monograptus (Globosograptus) wimani Bouček; Bouček & Příbyl, pp. 4- 5; Fig. 1b; Lám. 2, figs. 5-7. .1996 Streptograptus wimani (Bouček); Loydell, p. 891; Figs. 1.1-1.2. .2006 Streptograptus wimani (Bouček); Loydell & Nestor, p. 596; Lám. 6, figs. 1-9. .2009 Streptograptus wimani (Bouček); Loydell et al., Fig. 4f. Observaciones: El rabdosoma tiene forma arqueada, con curvatura dorsal proximal y tendencia a volverse rectilíneo distalmente. Su anchura máxima alcanza 0,5-0,8 mm. Las tecas tienen una porción protecal levemente subtriangular, y una metateca prominente y retroversa. El número de tecas es de 6-8 en 10 mm. Distribución: En la región surcentroibérica, S. wimani sólo ha aparecido de momento en la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). Se trata de una especie de gran interés bioestratigráfico, pues se halla restringida a la mitad inferior de la Biozona de Cyrtogaptus lapworthi del Telychiense en Bohemia, Gales, España, región Báltica y Marruecos (Loydell & Nestor, 2006). Streptograptus? spp. non1926 Monograptus retroflexus Tullb.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 33) ?1960 Monograptus Barrandei, Suess; Hernández Sampelayo, p. 50; Lám. 26, fig. 3. Observaciones: Bajo este epígrafe incluimos dos especies del género Streptograptus mencionadas incorrectamente en estudios precedentes. La primera de ellas es una cita de S. retroflexus (Tullberg), procedente de la mina San José de Los Guindos (Jaén), que en opinión de Habelferner (1931) es imposible que se presente asociada a Stimulograptus becki (Barrande), como habían postulado Henke y Hundt (1926). La morfología de S. becki y los datos biostratigráficos regionales, apuntan a que la identificación de S. retroflexus podría tratarse en este caso de una variante preservacional de la primera especie, abundante en toda la región de El Centenillo, donde los graptolitos del Wenlock están escasamente representados. Por otra parte, la especie S. barrandei (Suess) fue identificada tentativamente por Hernández Sampelayo (1960) en el yacimiento telychiense de Cabeza del Buey (Badajoz), pero el ejemplar ilustrado dista de poder relacionarse con el género Streptograptus, dada su mala conservación o su deficiente ilustración. Género Mediograptus Bouček & Příbyl, 1948 Especie tipo: Monograptus kolihai Bouček, 1931, del Wenlock de Bohemia. 162 Mediograptus cautleyensis (Rickards, 1965) (Fig. 17.6a) *1965 Monograptus minimus cautleyensis subsp. nov.; Rickards, p. 266; Figs. 3c, d; Lám. 30, fig. 1. .1996 Mediograptus cautleyensis (Rickards); Loydell & Cave, Fig. 12d. .2009 Mediograptus cautleyensis (Rickards); Loydell. et al., Fig. 6m. Observaciones: De esta especie sólo se cuenta con fragmentos distales con una ligera curvatura dorsal y 0,5 mm de anchura máxima. Metatecas muy poco prominentes, enrrolladas y con las aberturas retroversas y sumamente estrechas. El número de tecas en 10 mm es ligeramente más elevado que en el material tipo de la especie (9 en 10 mm). Distribución: En Gran Bretaña, M. cautleyensis se restringe a la Biozona de Cyrtograptus centrifugus, a techo del Telychiense, mientras que en la región surcentroibérica su hallazgo se limita a la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009), donde es una forma rara en la parte media de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni, ya en el Sheinwoodiense inferior. Mediograptus inconspicuus (Bouček, 1931) (Fig. 17.6b) *1931 Monograptus inconspicuus n. sp.; Bouček, pp. 301, 311; Fig. 9e. .1996 Mediograptus inconspicuus (Bouček); Loydell & Cave, Figs. 11f, t. .2009 Mediograptus inconspicuus (Bouček); Loydell et al., Fig.6f. Observaciones: El único fragmento disponible mide 4 mm, pero muestra la morfología arqueada del diminuto rabdosoma así como las prominentes metatecas, fuertemente retroversas y proyectadas en perpendicular al eje del estipe, representando casi la mitad de su anchura (0,7 mm). La densidad tecal del ejempar es muy parecida a la de los representantes británicos de M. inconspicuus, pero algo inferior a la de los ejemplares bohémicos (4,5 frente a 7 tecas en 5 mm). Distribución: En Bohemia y Gran Bretaña, M. inconspicuus aparece en la Biozona de Cyrtograptus centrifugus, pero el registro centroibérico (un solo ejemplar) es algo más moderno y se sitúa en la mitad superior de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni (Sheinwoodiense inferior) de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). Género Stimulograptus Příbyl & Štorch, 1983 Especie tipo: Graptolithus Halli Barrande, 1850, del Llandovery de Bohemia. 163 Stimulograptus becki (Barrande, 1850) (Lám. 2, figs. 1, 6; Lám. 12, figs. 1-8, 14) p*1850 Graptolithus Becki. Barr.; Barrande, pp. 50-51; Lám. 3, figs. 14-16 (non 17, 18). ?1875a Monograpsus Becki, Barr.; Mallada, p. 36; Lám. 7, figs. 8-9, 8a, 9a (= Geinitz, 1852; Lám. 3, figs. 15a-b?, 13b?, 14a, 14b). ?1875b Monograpsus Becki, Barr.; Mallada, p. 96. ?1876 Monograpsus Becki, Barr.; Egozcue & Mallada, p. 142. ?1880 Monograpsus Becki, Barr. sp.; Cortázar, p. 23. ?1926 Monograptus becki Barr.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, pp. 32, 33, 37). ?1926 Monograptus retroflexus Tullb.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 33). ?1968 Monograptus becki (Barrande); Butenweg, p. 52. ?1968 Monograptus becki (Barrande); Kettel, p. 52. ?1971 Monograptus becki Barr; Arribas et al., p. 12. ?1972 Monograptus becki (Barr.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 7. ?1987a Monograptus cf. undulatus; García Sansegundo et al., p. 19. ?1987 Monograptus undulatus (Elles & Wood); Mira et al., p. 22. v.1988 Monograptus undulatus Elles & Wood; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. v.1988 Monograptus cf. distans (Portlock); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. v.1988 Monograptus cf. undulatus Elles & Wood: Rodríguez-Núñez et al., p. 89. v.1989 Monograptus pseudobecki (Bouček & Příbyl); Rodríguez-Núñez et al., pp. 89, 91; Lám. 2, fig. 9. .1990 Stimulograptus becki (Barrande); Pieren & Gutiérrez-Marco, Fig. 1a. ?1990 Monograptus undulatus (Elles & Wood); Rodríguez Pevida et al., p. 19. ?1991 Monograptus becki (Barrande); Kappes, p. 58. .1993a Stimulograptus becki (Barrande); Loydell, pp. 72-74; Figs. 15 (1, 2, 9, 10- 13); Lám. 3, fig. 2. .1998 Stimulograptus becki (Barrande); Štorch et al., p. 320 .1998b Stimulograptus becki (Barrande); Štorch, p. 125; Fig. 4 (14); Lám. 2, fig. 5. Observaciones: De esta especie contamos con abundantes rabdosomas, de aspecto flexuoso. La región proximal presenta curvatura dorsal hasta las tecas 5-7, tras las cuales adquiere una leve curvatura ventral y tiende a ser rectilíneo o flexuoso distalemente. El incremento en anchura es muy gradual desde la teca 1 (0,35 mm) hasta alcanzar un máximo de 1-1,2 mm, que permanece constante. Las tecas tienen un margen ventral poco inclinado con el eje del estipe (aproximadamente 10º) y metatecas ganchudas, que ocasionalmente conservan espinas aberturales y representan 1/3-1/2 de la anchura dorsoventral del rabdosoma. Su solapamiento es insignificante. El número de tecas en 10 mm varía entre 11 y 15. La sícula mide 1,1-1,4 mm de longitud y su ápice se sitúa a nivel de la teca 1 o ligeramente por encima de ella. Stimulograptus becki fue confundido por Rodríguez Núñez et al. (1989) con Monograptus pseudobecki Bouček & Příbyl, 1942. Su material procede de la Subzona 164 de Parapetalolithus hispanicus (Biozona de Rastrites linnaei), pero el auténtico M. pseudobecki se extiende desde la parta alta de la Biozona de Spirograptus turriculatus a la baja de Streptograptus crispus (caveb). La forma aeroniense Stimulograptus? undulatus (Elles & Wood, 1913), restringida a la Biozona de Lituigraptus convolutus, fue igualmente confundida con S. becki por Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco (1988) y Rodríguez Núñez et al. (1988), dándose el mismo caso, posiblemente, con otras referencias centroibéricas a dicha especie. Por último hemos revisado el ejemplar de S. distans (Portlock) citado por Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco (1988) en el sondeo Fabriquilla 4 de El Centenillo (nivel de -77,9 m; Subzona de P. palmeus) y se corresponde con S. becki. Distribución: Stimulograptus becki es una especie prácticamente cosmopolita en las biozonas de Rastrites linnaei y/o de Spirograptus turriculatus del Telychiense inferior, si bien en la región surcentroibérica la mayoría de sus hallazgos se sitúan en la primera de estas biozonas. La distribución del taxón abarca los sinclinales de Guadarranque (yacimientos 81-Ci-3, 81-Ci-2, 81-Ci-1, CJN-1 (=NC-A-1t), PN-1 (=NP-A-1a), Corral de Calatrava (niveles CO-2, CO-4A y CO-4 de la sucesión del río Guadiana; CC GU JA-12, CC GJ-13 y cf. CC GU JA-12 de la confluencia de los ríos Guadianay Jabalón y CC JA-0 y CC JA-1 de Puente Morena), Almadén (nivel AL LP-A) y Guadalmez (GM GRE, niveles cf. CHE- 1, CHE-2, CHE-3 y CHE-4 de la estación de Chillón y GM GN-1 de la de Guadalmez Norte) y Sierra Morena oriental (yacimiento M-9816 de la hoja MAGNA nº 863). Stimulograptus halli (Barrande, 1850) (Lám. 12, figs. 9-11, 13) v*p1850 Graptolithus Halli Barr.; Barrande, pp. 48-50; Lám. 2, figs. 12, 13 (? 14, non 15). ?1855 Graptolithus Halli, Barr.; Verneuil & Barrande, p. 1115. ?1875a Monograpsus Halli, Barr.; Mallada, p. 36; Lám. 7, figs. 5-6, 5a, 6a (= Geinitz, 1852; Lám. 3, figs. 6a, 6b, 7a, 7b). ?1880 Monograpsus Halli, Barr. sp.; Cortázar, p. 23. .1931 Monograptus sedgwickii (Portlock); Haberfelner, pp. 56-57; Lám. 1, figs. 27a, b (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 88-89, Figs. 22a-b), Lám. 1, figs. 27a-b. ?1960 Monograptus cf. Halli, (Barrande); Hernández Sampelayo, pp. 5, 8. ?1960 Monograptus aff. Halli, (Barrande); Hernández Sampelayo, p. 45. ?1962 Monograptus sedgwickii, Portl.; Almela et al., pp. 212, 219, 249. .1970 Monograptus halli (Barrande); Rickards, p. 73; Fig. 13 (21); Fig. 16 (1). ?1971b Monograptus cf. sedgwickii (Portlock); Saupé, p. 362. ?1971b Monograptus sedgwickii (Portlock); Saupé, p. 362. .1972 Monograptus sedgwickii (Portl.); Tamain, p. 303, 304; Lám. 15, figs. 1, 3. .1972 Monograptus cf. sedgwickii (Portl.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 2. .1975 Monograptus halli (Barrande); Bjerreskov, pp. 68-69; Fig. 20B. ?1976 Monograptus halli Barr.; Gil Cid et al., p. 25. ?1978 Monograptus sp. cf. M. sedgwickii ? Portl.; Blachère, p. 41. 165 ?1980 Monograptus halli; Robardet et al., p. 114. . 1983 Monograptus (Stimulograptus) halli (Barrande); Příbyl & Štorch, pp. 222- 223; Figs. 1A-C, 2A, B; Lám. 1, figs. 1, 3, 5, 6; Lám. 2, fig. 1. ?1987 Monograptus halli (Barrande); Martín Herrero et al., p. 21. ?1987 Monograptus cf. sedgwickii (Portlock); Martín Herrero et al., p. 21. non.1989 Monograptus sp. aff. halli (Barrande); Rodríguez Núñez et al., p. 92. ?1991 Monograptus sedgwickii (Portlock); Kappes, p. 58; Lám. 6, figs. 7, 10. . 1993a Stimulograptus halli (Barrande); Loydell, pp. 75-77; Figs. 15 (8, 14, 21); Lám. 3, figs. 4, 5. .1996b Stimulograptus halli (Barrande); García Palacios et al., p. 21. .2005b Stimulograptus halli (Barrande); Lorenzo et al., p. 41 Observaciones: Nuestro material consta de numerosos fragmentos distales y más raramente, proximales, de un rabdosoma rectilíneo que podría alcanzar gran longitud (más de 1 m), si bien algunas partes distales pueden mostrar leve curvatura ventral. La anchura del rabdosoma se incrementa de un modo gradual rápido, de 0,5 mm (teca 1) a 1 mm (teca 10), hasta un máximo de 2,5-3 mm. Las tecas son ganchudas y espinosas, con solapamiento casi nulo. Las proximales se abren hacia la región proximal y las tecas distales orientan su abertura en sentido oblicuo-ventral. Las espinas latero-ventrales alcanzan una longitud de 1,2 mm. El número de tecas proximales es de 10-10,5 en 10 mm, y entre 6,8-8 en 10 mm en la región distal. La sícula mide 1,02-1,05 mm y su ápice se sitúa a la altura de la teca 1 o justo por encima de ella. En todo el suroeste de Europa Stimulograptus halli ha sido confundido, frecuentemente, con su posible antecesor S. sedgwickii (Portlock, 1843). Esto tiene su origen en las identificaciones erróneas de parte de los ejemplares asignados a esta segunda especie por Elles & Wood (1913) y, en el caso de la Zona Centroibérica, con la confusión entre ambas especies por parte de Haberfelner (1931), cuya traducción al español e ilustraciones provocaron malinterpretaciones posteriores. Distribución: Se trata de una especie cosmopolita ampliamente registrada entre la base de la Biozona de Rastrites linnaei y la base de la Biozona de Spirograptus turriculatus, del Telychiense inferior. En Gran Bretaña, el registro de la especie parece comenzar en el Aeroniense terminal, en niveles previos a los de las biozonas de Spirograptus guerichi y Rastrites linnaei (Loydell, 1993a, 2012; Zalasiewicz et al., 2009). En la región surcentroibérica, la especie abunda en la Biozona de Rastrites linnaei de los sinclinales de Guadarranque (yacimiento PN-1 (=NP-A-1a), Corral de Calatrava (niveles CO-2, CC GJ-14 y CC GJ-15) y Chillón (niveles GM GN-1, de la sección de Guadalmez Norte y niveles CHE-1, CHE-2 y CHE-3 de la de la estación de Chillón). Stimulograptus novaki (Bouček, 1931) (Fig. 17.2e) *1931 Monograptus nováki n. sp.; Bouček, pp. 297, 309; Figs. 3c-e. .1948 Monograptus (Monograptus) nováki Bouček,1931; Příbyl, p. 31. .2009 Stimulograptus novaki (Bouček); Loydell et al., Fig. 4s. 166 Observaciones: La diagnosis de esta especie establece que el rabdosoma tiene morfología arqueada, con una curvatura dorsal uniforme. La anchura dorsoventral se incrementa gradualmente hasta 1,6 mm. 10 tecas en 10 mm. Hasta el momento no existen evidencias de espinas en las aberturas tecales, pero la posición de los septos intertecales es muy próxima a la de Stimulograptus y claramente distinta de los Monograptus del grupo priodon. Distribución: En Bohemia la especie es una forma rara de la Biozona de Torquigraptus tullbergi (= zona con Monograptus subconicus de Bouček, 1931) del Telychiense. En la región surcentroibérica, está representada por un ejemplar único recogido en la parte alta de la misma biozona, en la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). Stimulograptus pradoi Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, 2009 (Fig. 17.2b) *2009 Stimulograptus pradoi Loydell et al., p. 11; Figs. 5a-b. Observaciones: Loydell et al. (2009) dedicaron a D. Casiano de Prado una especie nueva, descubierta en la sección de Corral de Calatrava, que se singulariza éntre las restantes del género por presentar un rabdosoma corto y algo curvado dorsalmente, con una teca 1 muy prominente, ganchuda (de abertura retrodirigida) y muy inclinada en relación a la sícula. Las restantes tecas son las típicas stimulográptidas, con proteca de escasa inclinación con el eje del rabdosoma, metateca ganchuda y sin solapamiento. La sícula mide 1,6-1,85 mm de longitud y su ápex se sitúa prácticamente a la altura de la parte dorso-distal de la teca 2. La anchura del estipe en la teca 1 es 0,75-0,9 mm y en la teca 5 entre 0,7-0,8 mm. En 10 mm hay 10,8-14 tecas. Distribución : Stimulograptus pradoi es una especie muy rara, de la que se conocen únicamente siete ejemplares, encontrados en la parte basal de la Biozona de Oktavites spiralis del Telychiense de la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). Stimulograptus splendens Štorch, 1998 (Lám. 12, figs. 12, 15-22) ?1990 Monograptus clintonensis (Hall); Rodríguez Pevida et al., p. 19. .1998 Monograptus sp. n. B; Gutiérrez-Marco & Štorch, p. 89; Fig. 9. n.n.1998 Stimulograptus? splendens Štorch in press; Štorch et al., pp. 320, 321 (nomen nudum). *1998b Stimulograptus? splendens sp. n.; Štorch, pp. 125-126; Figs. 3 (14a-b, 15); Lám. 4, figs. 3, 6. v2009a Stimulograptus splendens Štorch; Matas González et al., p. 37. v2009b Stimulograptus? splendens Štorch; Matas González et al., p. 39. .2009 Stimulograptus splendens Štorch; Loydell et al., Fig. 4c. Observaciones: La especie Stimulograptus? splendens fue descrita en la Cordillera Ibérica y podría estar ampliamente difundida en el suroeste de Europa. Se caracteriza 167 por un rabdosoma rectilíneo, con una parte proximal curvada dorsalmente, que involucra a las 6-10 tecas proximales. La anchura dorsoventral se incrementa lentamente desde 0,7-0,8 mm hasta un máximo de 1,6 mm a 40 mm del extremo proximal. La sícula mide 1,7-1,9 mm de longitud y su ápice alcanza hasta casi la mitad de la teca 2. Las tecas son uniformes, tienen un gancho simple y carecen de un solapamiento significativo. El gancho metatecal representa 2/5 de la anchura dorsoventral. El número de tecas en 10 mm varía entre 10,5-11,7 en la región proximal y decrece distalmente a 8,3-9,5. En ausencia de la parte proximal, S.? splendens recuerda mucho a S. clintonensis (Hall, 1852), por lo que es posible que la única cita centroibérica de esta última (Rodríguez Pevida et al., 1990) corresponda a algún ejemplar mal conservado de S.? splendens. Distribución: La especie abunda en el Telychiense en la parte alta de la Biozona de Torquigraptus tullbergi y en los niveles basales de la Biozona de Oktavites spiralis (Štorch, 1998b). En este trabajo hemos ampliado considerablemente su registro en la Zona Centroibérica: a los primeros hallazgos en la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-11 (+2,4), CO-12, CO-13, CO-14) añadimos ahora su presencia en los sinclinales de Almadén [yacimientos de las Loc. 6 (?) y Loc. 2 (?)], Guadalmez (sección de la estación de Belalcazar: niveles EB-1, EB-2, EB-2A, EB-3, EB-3A y EB-4A y Guadalmez Norte: nivel GM GN-5) y Valdeazogues-Puertollano (nivel PT RE-11/W), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (San Benito, niveles SB PQ-1 (?) y SB PQ-20) y en Sierra Morena oriental (El Centenillo, niveles EC SE-3G; yacimiento 21-34 IN-GM M14 de la hoja MAGNA nº 864). Stimulograptus cf. utilis Loydell, 1991 cf.*1991 Stimulograptus utilis Loydell, pp. 229, 232-233; Figs. 10e, 21i, 22a, b. cf.1993a Stimulograptus utilis Loydell; Loydell, pp. 81-82; Fig. 15 (5, 6); Fig. 16 (7, 17, 20, 22, 23); Lám. 3, fig. 6. .1998 Stimulograptus cf. utilis Loydell; Štorch et al., p. 320. Observaciones: Nuestro material tiene un aspecto que recuerda mucho al de S. becki (Barrande, 1850), pero la parte ventral de las tecas están menos inclinadas con el eje del estipe y la anchura dorsoventral parece levemente superior en la región proximal. Distribución: En Gran Bretaña, S. utilis define la subzona homónima, que sirve de tránsito entre las biozonas de Spirograptus guerichi y de S. turriculatus. En España, S. cf. utilis está representado en horizontes algo más antiguos del Telychiense, en la Subzona de Parapetalolithus hispanicus (Biozona de R. linnaei) de la Cordillera Ibérica (Gutiérrez-Marco & Štorch, 1998), así como de la región surcentroibérica (nivel CO-3 de Corral de Calatrava y PT OB-1 de Brazatortas-Veredas). Štorch et al. (1998) citan también S. cf. utilis en la Biozona de S. turriculatus de Corral de Calatrava. 168 Stimulograptus vesiculosus (Perner, 1899) (Fig. 17.2d) *1899 Monograptus vesiculosus n. sp.; Perner, p. 6; Figs. 10a-b; Lám. 16, figs. 26-27. .1948 Monograptus (Monograptus) vesiculosus Perner; Příbyl, p. 37. .1996 Monograptus vesiculosus Perner; Loydell & Cave, Fig. 11q. .2009 Stimulograptus vesiculosus (Perner); Loydell et al., Fig. 4d. Observaciones: El rabdosoma está arqueado dorsalmente, tiene aspecto robusto y sus expansiones metatecales alcanzan prácticamente la mitad de la anchura dorsoventral del estipe. S. vesiculosus recuerda por su aspecto a las regiones proximales de otras especies del género, como S. novaki (Bouček), S. pradoi (Loydell et al.) o S. splendens Štorch, de las que se diferencia por su mayor anchura y densidad tecal. Distribución: En el área de trabajo, esta especie se conoce únicamente en la parte media de la Biozona de Oktavites spiralis del Telychiense de la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). En el resto de Europa, sus hallazgos se concentran preferentemente en la parte superior de la misma biozona (Loydell & Cave, 1996; Loydell et al., 2003). Stimulograptus sedgwickii? (Portlock, 1843) non1926 Monograptus sedgwickii (Portl.); Henke & Hundt; (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 32, 37). non1931 Monograptus sedgwickii (Portlock); Haberfelner, pp. 56-57; Lám. 1, figs. 27a, b (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 88-89), Lám. 1, figs. 22a-b. non1960 Monograptus Sedgwickii, Portl.; Hernández Sampelayo, pp. 4, 18, 25, 45; Lam 1, figs. 1, 2; Lám. 4, figs. 30, 30b; Lám. 22, fig. 2. non1960 Monograptus cf. Sedgwickii, Portl.; Hernández Sampelayo, pp. 5, 17; Lám. 4, fig. 30a; Lám. 21, fig. 10. non1962 Monograptus sedgwickii, Portl.; Almela et al., pp. 212, 219, 249. non1991 Monograptus sedgwickii (Portlock); Kappes, p. 58; Lám. 6, figs. 7, 10. non1978 Monograptus sp. cf. M. sedgwickii ? Portl.; Blachère, p. 41. non1971a Monograptus sedgwickii, Portl.; Saupé, p. 147. non1971b Monograptus cf. sedgwickii (Portlock); Saupé, p. 362. non1971b Monograptus sedgwickii (Portlock); Saupé, p. 362. non1972 Monograptus sedgwickii (Portl.); Tamain, p. 303, 304; Lám. 15, figs. 1, 3. non1972 Monograptus cf. sedgwickii (Portl.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 2. ?1980 Monograptus sedwicki -sic-; Robardet et al., p. 114. non1987 Monograptus cf. sedgwickii (Portlock); Martín Herrero et al., p. 21. non1989 Monograptus sedgwickii (Port.); Puche, foto p. 430. non1991 Monograptus sedgwickii (Portlock); Kappes, p. 58; Lám. 6, figs. 7, 10. non?1991 Monograptus cf. sedgwickii (Portlock); Kappes, p. 58. Observaciones: La especie Stimulograptus sedgwickii (Portlock) es uno de los graptolitos silúricos citados más comúnmente en las pizarras negras del Llandovery ibérico. El hecho arranca probablemente de las ilustraciones aportadas por Haberfelner 169 (1931, con traducción española en 1952), que en realidad corresponden a S. halli (Barrande). Fuera de la región surcentroibérica, las identificaciones de S. sedgwickii se asocian a diversos monográptidos de rabdosoma rectilíneo y tecas ganchudas, no necesariamente espinosas (Monograptus gr. priodon). En la región de Almadén, Hernández Sampelayo (1960) ilustra ejemplares relacionados con S. sedgwickii que muestran cierto grado de curvatura dorsal, no necesariamente proximal, y que podrían corresponderse también con Torquigraptus? sp. Por último, las identificaciones de A. Philippot realizadas para los autores franceses en la Zona Centroibérica, confunden S. sedgwickii con S. halli, un hecho observado con anterioridad en secciones del Macizo Armoricano francés y la Cordillera Ibérica a cargo del mismo especialista (Philippot, 1950; Philippot en Riba Arderiu, 1959). Desde el punto de vista cronoestratigráfico y biocronológico, el registro gondwánico de S. sedgwickii se limita al Aeroniense tardío, en tanto que en Avalonia perdura hasta la base de la Biozona de Spirograptus turriculatus del Telychiense. Dentro de la región estudiada, S. sedgwickii nunca ha sido evidenciado en materiales telychienses de la Biozona de Rastrites linnaei. Stimulograptus? sp. p?1926 Monograptus sedgwickii (Portl.); Henke & Hundt; (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 32, 37). ?1931 Monograptus distans (Portlock); Haberfelner, p. 56; Lám. 1, fig. 21 (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 87-88); Lám. 1, fig. 21. ?1960 Monograptus cf. distans, Portl.; Hernández Sampelayo, p. 25; Lám. 10, fig. 27. ?1961 Monograptus distans; Márquez Triguero, p. 195 ?1962 Monograptus distans, Portl.; Almela et al., pp. 212, 219, 245, 249, 254; Lám. 2, fig. 3. ?1971a Monograptus distanus -sic- (Portlock); Saupé, p. 144. ?1978 Monograptus sp. cf. M. distans? Portlock; Blachère, p. 41. Observaciones: Bajo esta denominación agrupamos esencialmente las referencias centroibéricas a Stimulograptus distans (Portlock, 1843), una especie citada comúnmente entre asociaciones telychienses locales, cuando en realidad su extensión se restringe al Aeroniense tardío (parte baja de la Biozona de Stimulograptus sedgwickii). De acuerdo con Loydell (1993a), S. distans es una forma con curvatura dorsal o ventral y más delicada que S. sedgwickii (anchura máxima 1,7 mm). Un ejemplar identificado como S. sedgwickii por Henke & Hundt (1926), procedente de Almadén, fue revisado por Habelferner (1931) como S. distans, pero su ilustración no permite una asignación segura (podría ser un ejemplar deformado de S. becki). Lo mismo pasa con las ilustraciones de material almadenense de Hernández Sampelayo (1960) y Almela et al. (1962), que como mucho podrían estimarse como Stimulograptus? sp. Finalmente, el ejemplar de S. cf. distans, mencionado por Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco (1988) y procedente de la zona de El Centenillo (Jaén), ha sido revisado e incluido en la sinonimia de Stimulograptus becki (Barrande). 170 Género Monograptus Geinitz, 1852 Especie tipo: Lomatoceras priodon Bronn, 1835, del Silúrico de Alemania. Monograptus belophorus (Meneghini, 1857) (Lám. 13, figs. 1-14, 21) p1857 Graptolithus (Monograpsus) Lamarmorae n. f.; Meneghini, p. 159; Lám. B, fig. I.2e (= Monograptus falcatus fide Gortani, 1923a, pp. 56, 63). p*1857 Graptolithus (Monograpsus) belophorus n. f.; Meneghini, p. 165; Lám. B, figs. I.4b y II.4, 4a. Non Lám. B, fig. III.4 (= M. hemipristis fide Gortani,1923a, pp. 50, 64). p1857 Graptolithus (Monograpsus) Gonii n. f.; Meneghini, p. 172; Lám. B, fig. II.6a (= Monograptus belophorus fide Gortani, 1923a, pp. 57, 64). .1857 Graptolithus (Monograpsus) falcatus n. f.; Meneghini, p. 172; Lám. B, figs. II.7, 7a, III.7, 7a, 7b´, 7c. p1857 Graptolithus (Monograpsus) mutuliferus n. f.; Meneghini, p. 176; Lám. B, fig. II.8a (= Monograptus falcatus fide Gortani, 1923a, pp. 56, 64). p1857 Graptolithus (Monograpsus) Priodon Bronn; Meneghini, p. 178; Lám. B, figs. II.9, 9a (= Monograptus belophorus fide Gortani, 1923a, pp. 57, 64); fig. II.9b (= Monograptus falcatus fide Gortani, 1923a, pp. 56, 64). .1900 Monograptus flexilis, sp. nov.; Elles, pp. 405, 407; Fig. 18. .1913 Monograptus flexilis Elles; Elles & Wood, pp. 430-431; Fig. 293; Lám. 43, figs. 4a-b. .1923a Monograptus falcatus Meneghini; Gortani, pp. 56-57; Lám. l0, figs. 3-8; Lám. 12, figs. 1B, 3C; Lám. 13, fig. 1. .1923a Monograptus belophorus Meneghini em.; Gortani, p. 57; Lám. l0, figs. 9- 15; Lám. 12, figs. 3B, 14; Lám. 13, fig. 1. .1923b Monograptus falcatus Meneghini. em. Gortani; Gortani, pp. 92-93; Lám. l7, fig. 9. 1923b Monograptus Siren n. f.; Gortani, pp. 93-94; Lám. l6, figs. 10-11; Lám. 18, fig. 11B?; Lám. 19, figs. 7, 8A. ?1923b Monograptus belophorus Meneghini em. Gortani var. laxus n. f.; Gortani, p. 94; Lám. l6, figs. 7-8; Lám. 18, fig. 12A; Lám. 19, fig. 4. .1923b Monograptus ballaësus n. f.; Gortani, pp. 94-95; Lám. l6, figs. 12-18; Lám. 18, fig. 11A; Lám. 19, figs. 2A, 3, 6C. non1926 Monograptus flexilis Elles; Henke & Hundt; (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 38) (= M. cf. flagellaris fide Haberfelner, 1931; ver sinonimia de Paradiversograptus runcinatus). .1942 Monograptus flexilis Elles; Pribyl, pp. 3-5; Fig. 1 (1-5); Lám. 1, figs. 1-3. .1942 Monograptus flexilis belophorus (Meneghini 1857, em. Gortani 1922); Pribyl, pp. 6-7; Figs. 1 (6-7); Lám. 2, fig. 1. ?1956 Monograptus cf. flexilis Elles; Bochmann (leyenda del mapa publicado en Walter, 1977). .1965 Monograptus flexilis belophorus (Meneghini); Rickards, p. 268; Figs. 3f,g ; Lám. 29, figs. 8-9. 171 .1986 Monograptus flexilis Elles; Teller, pp. 52-56; Figs. 1-4; Lám. 1, figs. 3-8; Lám. 5, figs. 6-9. p.v1989 Monograptus cf. priodon (Bronn); Rodríguez Núñez et al., p. 94, loc. PN- 2B (non p. 97). p.v1989 Monograptus sp.; Rodríguez Núñez et al., p. 94, loc. PN-2B (non p. 94, loc. NN-1). v.1989 Monograptus flexilis cf. flexilis Elles; Rodríguez Núñez et al., p. 97. .1994a Monograptus belophorus (Meneghini), syn. flexilis Elles; Storch, pp. 146, 159; fig. 7d. .1998 Monograptus belophorus (Meneghini); Štorch et al., p. 321. .2009 Monograptus belophorus (Meneghini); Štorch & Piras, p. 88; Fig. 4f. .2009 Monograptus flexilis Elles; Zalasiewicz et al., p. 821. .2011 Monograptus belophorus (Meneghini); Piras et al., pp. 8, 11; Figs. 5.1, 5.4a, 5.5a. Observaciones: Esta especie es fácil de reconocer por su morfología tan peculiar, consistente en una parte proximal reflexa de la que parte una virgela muy larga. El rabdosoma se inicia con una curvatura dorsal pronunciada, para luego volverse rectilíneo o adquirir curvatura ventral en la región mesio-distal. La anchura del estipe aumenta gradualmente de 0,6-0,9 mm en la teca 1 hasta un máximo de 2-2,5 mm. Las tecas son ganchudas y su número en 10 mm varía de 8-12. La sícula alcanza 2 mm de longitud y se proyecta en una espina dorsal recta, de hasta 25 mm de longitud. Monograptus belophorus fue descrito en Cerdeña con un material muy deformado tectónicamente, atribuido a diversas especies y variantes preservacionales (Meneghini, 1857; Gortani, 1923a, 1923b). Con posterioridad, Elles (1900) propuso en el Silúrico británico la nueva especie Monograptus flexilis, con ejemplares en mejor estado de conservación y sin hacer referencia a los hallazgos sardos. Este segundo taxón es visiblemente idéntico a M. belophorus y procede de niveles correlacionables, por lo que muchos autores lo consideraron, acertadamente, como un sinónimo posterior de la forma sarda. Sin embargo, la prioridad nomenclatural de M. belophorus sobre M. flexilis continúa siendo cuestionada por los autores británicos, debido a la intensa deformación que afecta al material tipo de la primera especie, cuya comparación detallada no sería del todo segura. En la historia nomenclatural de M. belophorus resalta incluso su consideración puntual como una posible subespecie de M. flexilis (Pribyl, 1942; Rickards, 1965), pero si atendemos a todas las variantes preservacionales del material sardo, a veces coexistentes en una misma placa, está claro que se trata de un solo taxón. En este sentido, M. “falcatus” y M. “siren” representarían las formas ensanchadas tectónicamente; M. “ballaësus” y M. “belophorus laxus” los morfotipos alargados, y el “auténtico” M. belophorus los ejemplares deformados oblicuamente. Teller (1986) coincide también en la apreciación de que muchos de estos morfotipos, considerados como subespecies de M. flexilis por distintos autores (Strachan, 1971), en realidad corresponden a un único M. belophorus (= M. flexilis), con el que tal vez estén relacionadas las especies M. subflexilis Pribyl, 1941y M. inflexus Pribyl, 1942, además de considerar que M. “flexilis” comparte indudables relaciones filogenéticas con M. flemingii. Distribución: Monograptus belophorus (= M. flexilis) es una especie típica del Sheinwoodiense tardío, pero su adscripción biostratigráfica registró una convulsiones 172 parecidas a las de su historia nomenclatural, en el sentido de considerar su aparición previa o posterior a la de Cyrtograptus rigidus. La antigua Biozona de M. flexilis (Rickards, 1976) fue considerada equivalente a la Biozona de Monoclimacis linnarssoni de Elles (1900), e incluida como parte de la Biozona de Cyrtogaptus rigidus de autores británicos posteriores (Zalasiewicz & Willians, 1999). En relación a esta última, el registro de M. belophorus/flexilis precedía o posdataba al de C. rigidus en distintas áreas mundiales. Finalmente, los autores británicos modernos consideran que M. “flexilis” se extiende desde la parte media y superior de la Biozona de Pristiograptus dubius, hasta la parte inferior y media de la Biozona de C. rigidus (Zalasiewicz et al., 2009). En Bohemia, Cerdeña y la Península Ibérica se opta por considerar a M. belophorus como integrante de una biozona mixta (Bz. de M. belophorus-C. rigidus), pues las distribuciones de ambas especies corren en muchos casos paralelas (Barca & Jaeger, 1989; Rickards et al., 1995; Storch & Piras, 2009; Piras et al., 2011). Para Loydell (2012) la Biozona de M. belophorus-C. rigidus sería correlacionable con la Biozona de C. rigidus de Avalonia y Baltica. En la región surcentroibérica, M. belophorus se registra en la Biozona de M. belophorus-C. rigidus de los sinclinales de Guadarranque (yacimientos 81-Ci-15, 81-Ci- 16, 81-Ci-17 y PN-2B (NP-A-2, alto), Herrera del Duque (nivel HD-F), Corral de Calatrava (niveles CO–23 y CO-24), Almadén (yacimiento Loc. 3, próximo a Gargantiel) y Guadalmez (niveles CHW-7 y CHW-8 y Loc. 30). En la sección de Herrera del Duque, M. belophorus aparece comprendido entre horizontes con Cyrtograptus rigidus, pero en el nivel HD-F coexiste con el primer registro de Cyrtograptus cf. perneri, representativo de una biozona posterior (Bz. de C. ramosus-C. perneri). Monograptus curvus Manck, 1923 (Lám. 13, figs. 20, 24, 27-28) *1923 Monograptus curvus spec. nov.; Manck, pp. 286-287; Figs 2 (20-25). .1945 Spirograptus curvus (Manck); Příbyl, pp. 16-18; Lám. 3, figs. 1, 2; Lám. 4, figs. 2-7. v.non1989 Monograptus cf. curvus Manck; Rodríguez-Núñez et al., p. 92. .1998b Monograptus curvus Manck; Štorch, p. 121; Figs 4 (1, 6, 7); Lám. 3, figs. 2-3. .1998 Monograptus curvus Manck; Štorch et al., pp. 320, 321. .2009 Monograptus curvus Manck; Loydell et al., Fig. 4a. Observaciones: El rabdosoma presenta un enrrollamiento ventral muy marcado, con una región proximal contorsionada, cuyas tecas se abren en la cara dorsal, aunque a nuestro material le falta la sícula. La anchura en la zona proximal del estipe es de alrededor de 0,6 mm y aumenta a 1,3 mm a 10 mm de la contorsión axial, para alcanzar un máximo de 1,5-1,8 mm distalmente. Las tecas son triangulares, y su inclinación y solapamiento aumenta gradualmente en sentido distal; los ganchos aberturales también se van retrayendo, hasta transformarse en rebordes formados por recrecimiento del borde dorsal de las tecas para, finalmente, carecer las tecas más distales de cualquier indicio 173 de gancho o reborde. El número de tecas en las partes mesiales del rabdosoma es de 10,5-11 en 10 mm. Distribución: En Europa central, M. curvus se encuentra restringido a los niveles telychienses de tránsito entre las biozonas de Torquigraptus tullbergi y Oktavites spiralis y a la parte inferior de O. spiralis. En la región surcentroibérica, el registro de la especie se limita a estos mismos niveles en la sección de Corral de Calatrava (loc. CO- 12). Monograptus drepanoformis Toghill & Strachan, 1970 (Lám. 13, fig. 19) *1970 Monograptus drepanoformis sp. nov.; Toghill & Strachan, pp.517-518; Figs. 2a –f; Lám. 104, figs. 1-4. .1975 Monograptus drepanoformis Toghill & Strachan; Bjerreskov, p. 75; Fig. 21C. .1998b Monograptus drepanoformis Toghill & Strachan; Štorch, pp. 121-122; Figs. 4 (9, 13a, b); Lám. 5, figs. 1, 2. Observaciones: Nuestro material consiste en rabdosomas diminutos y de aspecto inmaduro (4-6 tecas), cuyo aspecto resulta, sin embargo, muy característico. El estipe parte de un extremo rectilíneo a algo recurvado dorsalmente (2-3 tecas) y luego muestra una pronunciada curvatura ventral, con una anchura de alrededor de 0,75-0,9 mm. Las tecas son triangulares y aisladas, con gancho retrodirigido. Su número varía aproximadamente entre 9,5 y 11 en 10 mm. Distribución: Esta especie aparece restringida al Telychiense a la Biozona de Monoclimacis griestoniensis europea; Storch (1998a) discute su presencia en China, pero confirma su identificación preliminar en el Macizo Armoricano francés (Paris et al., 1980). En la región surcentroibérica, M. drepanoformis ha sido identificado en la Biozona de M. griestoniensis de Corral de Calatrava (nivel CO-9). Monograptus firmus? Bouček, 1931 (Lám. 13, figs. 17-18) cf.*1931 Monograptus firmus n. sp.; Bouček, pp. 7, 18; Figs. 5a-b. v1998 Monograptus cf. firmus Bouček; Štorch et al., p. 321. Observaciones: Štorch et al. (1998) relacionaron tentativamente con esta especie dos ejemplares procedentes de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni de Corral de Calatrava. La revisión del material original revela que la parte proximal es algo más estrecha que en la forma bohémica, que también tiene unos ganchos tecales menos prominentes, y podría relacionarse también con M. cf. priodon (Bronn, 1835). En nuestra opinión, M. cf. firmus de Štorch et al. (1998) podría identificarse como M. cf. priodon. La posición estratigráfica del material también apoya su inclusión en la 174 Biozona de C. murchisoni de la base del Sheinwoodiense, dado que se registra por debajo de la última aparición de E. adunca, limitado a esta biozona (Loydell et al., 2009). Distribución: La forma nominal se encuentra restringida en Europa al tránsito entre las biozonas de Cyrtograptus murchisoni y Monograptus riccartonensis (Storch, 1994a), a veces diferenciado como una biozona regional de Monograptus firmus en Avalonia y Baltica (Zalasiewicz et al., 2009; Loydell, 2012). En China, la especie ha sido señalada en la biozona de Cyrtograptus insectus (Mu et al., 2002) del techo del Telychiense. En el sinclinal de Corral de Calatrava, M. firmus? se restringe a la mitad inferior de la Biozona de C. murchisoni (nivel CO-19). Monograptus flemingii (Salter, 1852) (Lám. 13, figs. 15-16, 22-23, 25-26, 29-30; Lám. 14, fig. 3) *1852 Graptolithus Flemingii n. sp.; Salter, p. 390; Lám. 21, Figs. 5-7. .1913 Monograptus Flemingii (Salter); Elles & Wood, p. 425; Figs. 287a.b; Lám. 42, figs. 5a-d. ?1926 Monograptus flemingii (Salter); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 32). ?1960 Monograptus cf. Flemingii, Salter; Hernández Sampelayo, p. 43; Lám. 21, fig. 4. cf.1971b Monograptus cf. flemingii (Salter); Saupé, p. 362. ?1976 Monograptus mutuliferus mutuliferus Gort.; Gil Cid et al., p. 25; Est. 2, figs. 1-3. ?1976 Monograptus flemingii flemingii Salt.; Gil Cid et al., p. 25; Est. 2, fig. 6. ?1976 Monograptus latus McCoy; Gil Cid et al., p. 25; Est. 2, fig. 5. (Wenlock superior) cf.1978 Monograptus priodon cf. flemingii (Salter); Jaeger, pp. 100-101; Figs. 1a- e; Lám. 2, fig.2. .1986 Monograptus flemingi (Salter); Teller, pp. 56-59; Figs. 5-7; Lám. 1, figs. 1-2; Lám. 5, figs. 1-5; Lám. 6, figs. 1-5. p.v1989 Monograptus priodon (Bronn); Rodríguez Núñez et al., p. 92, loc. PS-10 (non pp. 92, 93, 96, 97). p.v1990 Monograptus priodon (Bronn); Pieren Pidal & Gutiérrez-Marco, p. 60 (horizontes HD-E a HD-G); Figs. 3, a1-a2. v.1990 Monograptus praecedens Bouček; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60; Fig. 3b. ?1992a Monograptus cf. mutuliferus Gort.; Soldevila, p. 358. ?1992b Monograptus cf. flemingii (Salter); Soldevila, p. 370. .1997a Monograptus flemingii (Salter); Gutiérrez-Marco et al., p. 132; Figs. 2a, b. .1998 Monograptus flemingii (Salter); Štorch et al., pp. 321, 322. .2005b Monograptus flemingii (Salter); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: El rabdosoma es robusto y rectilíneo, con la parte proximal algo recurvada dorsalmente comenzando en las tecas 2-3. La anchura se incrementa en una forma gradual rápida desde 0,85-1 mm en la teca 1, a 1,3-1,5 en la teca 5 y alcanzando 175 los 2,0-2,9 mm en la teca 20. La anchura máxima distal es de 2,7-3,2 mm. Las tecas son ganchudas y sus aberturas se orientan hacia el extremo proximal del rabdosoma; el número en 10 mm decrece de 12,5-15 en los primeros 10 mm a 9,5-11 en las partes distales. La sícula mide 1,6-2,1 mm de longitud y su ápice se sitúa normalmente a la base de la teca 3; en algunos ejemplares se observa una virgella corta y aguda. Distribución: Monograptus flemingii es una forma cosmopolita que se extiende, al igual que en la región surcentroibérica, entre las biozonas de M. belophorus-Cyrtograptus rigidus (Sheinwoodiense) y de Cyrtograptus lundgreni (Homeriense temprano). El material estudiado procede de los sinclinales de Guadarranque (yacimientos PS-10 (=SP-A-(-6) y 81-Ci-17), Herrera del Duque (niveles HD-E, HD-F y HD-G), Corral de Calatrava [CO-26, CO-27, CO-29, CO-30, CO-31 y CC JA-8 (?)], Almadén (Localidades AL AM-3, cf. AL AV-3, AL AV-4 y Loc.1), Valdeazogues-Puertollano (niveles PT RE-13, PTRE-14, PTRE-15, cf. PT RE-16, PTRE-17 y PTRE-21) y Guadalmez (niveles CHW-8, CHW-9, CHW-10, CHW-16, CHW-21, CHW-25, cf. CHW-26 y CHW-28), con dudas, en San Benito [nivel SB PQ-54-54a (?)] y Sierra Morena oriental (muestra M-9804 (cf.) de la hoja geológica MAGNA nº862). Monograptus gemmatus (Barrande, 1850) (Lám. 14, fig. 4) *1850 Rastrites gemmatus Barr.; Barrande, p. 68; Lám. 4, fig. 5. ?1926 Monograptus gemmatus (Barr.); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez; 1952, p. 37). non1931 Monograptus gemmatus (Barr.); Haberfelner, pp. 55-56; Lám. 1, fig. 20 (Trad. Meléndez, 1952, pp. 85-86); Lám. 1, fig. 20 (= Paradiversogr. capillaris?). ?non1960 Rastrites gematus, Barr.-sic-; Hernández Sampelayo, Lám. 9, fig. 61. ?1961 Monograptus gemmatus; Márquez Triguero, pp. 194, 195. ?1971a Monograptus gemmatus, Barr.; Saupé, p. 147. v1988 Monograptus intermedius (Carruthers) sensu Elles & Wood; Gutiérrez- Marco & Pineda Velasco, p. 92. vnon?1988 Monograptus cf. gemmatus (Barr.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92 (= Paradiversogr. capillaris?). .1993a `Monograptus´ gemmatus (Barrande); Loydell, pp. 126-128; Figs. 22 (7, 9, 11, 12, 16, 17, 20, 21, 28, 29); Figs 23 (18, 20); Lám. 5, figs. 13, 16. .1998b Monograptus gemmatus Barrande; Storch, p. 122; Fig. 4.11; Lám. 2, figs. 1-2. .2002 `Monograptus´ gemmatus (Barrande); Loydell & Maletz, pp. 194-195; Figs. 3A-3G. Observaciones: El material está representado por partes proximales enrrolladas en una espiral irregular o bien por fragmentos distales de aspecto flexuoso y localmente contorsionado. La región proximal es muy fina (0,4-0,5 mm) y las metatecas ganchudas se presentan distanciadas (11 en 10 mm); en la región distal los ganchos metatecales representan más de la mitad de la anchura del estipe (0,6-0,8 mm) y el número de tecas disminuye a 8,5-10 en 10 mm. 176 Monograptus gemmatus fue identificado por vez primera en el área de estudio por Henke & Hundt (1926), pero su material original, procedente de Almadén, fue revisado e ilustrado por Habelferner (1931, lám. 1, figs. 15a-b y 16a-c), quien lo reasignó a “M.” gregarius y “M.” concinnus, respectivamente. En nuestra opinión, la primera especie con seguridad no es Coronograptus gregarius (Lapworth, 1876), y parte de la segunda se asemeja a Pristiograptus pristinus Příbyl (Příbyl, 1940a). Por otra parte, uno de los ejemplares de “M. sedgwickii” de Henke & Hundt (1926) fue revisado por Habelferner (1931, lám. 1, fig. 20) como Monograptus gemmatus, pero ni siquiera parece de este género. La especie arrastra problemas taxonómicos y no siempre es fácil de reconocer. Su confusión con Paradiversograptus capillaris (Carruthers, 1867) arranca del trabajo de Elles & Wood (1913) y fue heredada en la zona de trabajo (Habelferner, 1931; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, 1988). Loydell (1993a) reconoce sus tecas monográptidas, pero duda de su inclusión en el género Monograptus por la forma espiral inicial (posiblemente helicoidal) del rabdosoma. Distribución: Monograptus gemmatus se encuentra difundido a nivel mundial en la base del Telychiense, donde caracteriza una subzona homónima incluida en la Biozona de Spirograptus guerichi de Avalonia (Loydell, 1991, 2012; Zalasiewicz et al., 2009), o participa en la Subzona de Paradiversograptus runcinatus-M. gemmatus (Biozona de Rastrites linnaei) de Europa central y mediterránea (Gutiérrez-Marco & Storch, 1998; Storch, 1998b). En el área surcentroibérica, M. gemmatus ha sido registrado en las localidades CC GU JA-12 de Corral de Calatrava, localidad 18 de El Entredicho (sinclinal de Almadén) y localidad M9816 de la hoja MAGNA nº 863 de Sierra Morena oriental. Monograptus? cf. grobsdorfiensis (Hemmann, 1931) cf.*1931 Monograptus grobsdorfiensis n. sp.; Hemmann, p. 22; Lám. 5, figs. 9-11. cf.1945 Spirograptus grobsdorfiensis (Hemmann); Příbyl, p. 195; Lám. 2, figs. 6, 7. v1998 Monograptus? cf. grobsdorfiensis (Hemmann); Štorch et al., p. 321. cf.2003 Spirograptus grobsdorfiensis (Hemmann); Goncuoglu & Sachanski, Fig. 2.3. Observaciones: De este taxón no disponemos más que de fragmentos de un rabdosoma espiralado con curvatura dorsal, de 1,2-1,5 mm de anchura dorsoventral y aproximadamente 8 tecas en 10 mm. Su carácter más distintivo son las metatecas ganchudas y de perfil redondeado, con una base relativamente estrecha. Esta morfología es bastante distinta de las especies del género Oktavites, con el que lo relacionan algunos autores (Loydell, 2003). Distribución: M.? grobsdorfiensis ha sido citado en el Telychiense en las biozonas de Oktavites spiralis y Cyrtograptus lapworthi de Europa central y norte de Turquía. En la región surcentroibérica M.? cf. grobsdorfiensis se encontrado en la zona de Corral de Calatrava (niveles CO-14 y CO-16+1,6). 177 Monograptus juancarlosi Štorch, 1998 (Lám. 14, figs. 7, 11) .1998 Monograptus sp. n. A; Gutiérrez-Marco & Štorch, p. 89; Fig. 9. *1998b Monograptus juancarlosi sp. n.; Štorch, pp. 122, 124; Fig. 4 (5); Lám. 4, figs. 2, 7; Lám. 7, figs. 3, 5. Observaciones: El rabdosoma presenta una leve curvatura dorsal en la región proximal, y distalmente puede presentarse arqueado ventralmente. Su carácter más distintivo es el incremento extraordinariamente lento en la anchura dorsoventral, que de un modo muy gradual pasa de 0,2-0,25 mm a 0,95 mm, a una distancia de 10 cm del extremo proximal. Las tecas son ganchudas y apenas están solapadas. Las aberturas se orientan proximalmente y los ganchos metatecales comprenden 2/5 a 1/2 de la anchura de la estipe en la región proximal y 1/3 en la distal. El número de tecas en 10 mm varía entre 8-8,3 (parte proximal) y 9,5-10,5 (parte distal). Distribución: En la Cordillera Ibérica, M. juancarlosi es común en la parte superior de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis y en la parte inferior y media de la de Torquigraptus tullbergi del Telychiense (Storch, 1998b). En la región surcentroibérica la especie está representada con dudas en la Biozona de M. griestoniensis y se extiende con seguridad en las biozonas de T. tullbergi y O. spiralis, en los sinclinales de Guadarranque (localidades PS-4 (=SP-A-1) y 81-Ci-13), Corral de Calatrava (niveles CO-11, CO-11+0,6 y CO-11+0,8), Almadén (cf. Mina de Almadén), Guadalmez (niveles EB-1T, EB-2 y EB-2A) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (localidades cf. GM PO (S) y GM PO de Santa Eufemia y SB PQ-3 (?) de San Benito) y en Sierra Morena oriental (nivel EC SE-2G de El Centenillo). Monograptus marri Perner, 1897 (Lám. 2, fig. 6; Lám. 14, figs. 6, 9-10) *1897 Monograptus Marri n. sp.; Perner, p. 21; Figs. 23, 25 (? 24); Lám. 11, figs. 5, 6, 10, 11. ?1931 Monograptus runcinatus var. pertinax (Elles & Wood); Haberfelner, p. 59; Lám. 1, figs. 24a, b. (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 92; Figs. 25a-b). ?1955 Monograptus cf. marri Perner; Redlin (mapa en Walter, 1977). ?1960 Monograptus pandus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 4; Lám. 1, fig. 4; Lám. 3, figs. 22, 22a. ?1960 Monograptus cf. Marri, Pern.; Hernández Sampelayo, p. 18; Lám. 3, fig. 23a. ?1960 Monograptus cf. pandus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 19; Lám. 3, figs. 21, 21a. ?1960 Monograptus cf. densus, Pern.; Hernández Sampelayo, p. 43; Lám. 21, fig. 1. ?1960 Monograptus Marri, Pern.; Hernández Sampelayo, p. 49; Lám. 24, fig. 8; ?1960 Monograptus aff. pandus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 51; Lám. 26, fig. 6. 178 ?1960 Monograptus aff. Marri, Pern.; Hernández Sampelayo, p. 52; Lám. 3, fig. 23; Lám. 26, fig. 4. ?1970 Monograptus marri Perner; Rickards, pp. 71-72; Fig. 16 (19); Lám. 4, fig. 10; Lám. 5, fig. 7. p1975 Monograptus marri Perner; Bjerreskov, pp. 69-70; tabla 7, (non Lám. 10, fig. F). 1975 Monograptus marri Perner; Hutt, pp. 95-96; Fig. 26 (4); Lám. 15, fig. 6. ?1976 Monograptus cf. marri Perner; Lozac´h & Vidal, p. 33. ?1978 Monograptus cf. marri Perner; Blachère, pp. 41, 42. ?1978 Monograptus marri Perner; Blachère, p. 42. ?1980 Monograptus marri; Robardet et al., p. 114. ?1987 Monograptus cf. marri (Perner); Martín Herrero et al., p. 21. ?1987 Monograptus marri (Perner); Mira et al., p. 22 v.non1988 Monograptus cf. marri Perner; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93 (= M. parapriodon). 1988 Monograptus marri Perner; Portero et al., p. 25. v.1989 Monograptus marri Perner; Rodríguez Núñez et al., pp. 89, 91; Lám. 2, fig. 2. v?1989 Monograptus cf. marri Perner; Rodríguez Núñez et al., p. 92. v.1989 Monograptus pandus (Lapworth); Rodríguez-Núñez et al., p. 89. 1990 Monograptus marri (Perner); Rodríguez Pevida et al., p. 19. non1990 Monograptus cf. marri Perner; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60 (= M. parapriodon). .1993a Monograptus marri Perner; Loydell, pp. 105-107; Figs. 20 (1-3, 10, 15, 22-25); Lám. 4, fig. 4. .1996b Monograptus marri Perner; García Palacios et al., p. 21. .1998 Monograptus marri Perner; Štorch et al., p. 320. . 2005b Monograptus marri Perner; Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: El rabdosoma de esta especie es rectilíneo y tiene tecas ganchudas con aberturas dirigidas en sentido proximal. La anchura se incrementa de una forma gradual y rápida, desde 0,45 mm (teca1) a 0,9 mm (teca 10), hasta alcanzar un máximo distal de 2 mm. El solapamiento tecal se incrementa gradualmente hasta alcanzar ½ de la longitud tecal. El número de tecas en 10 mm es de 11,7 en la parte proximal y 8-10 en la región distal. La sícula mide 1,2-1,6 mm de longitud y su ápice se sitúa a la altura de la teca 1 o justo por encima de ella. Monograptus marri abunda en la región estudiada, donde no es descartar su posible confusión con M. priodon en alguno de los trabajos precedentes. Esto mismo podría suceder con fragmentos de estipes finas relacionados con M. pandus (Lapworth, 1877) o con M. densus Perner, 1897, dos especies parcialmente sinónimas posteriores de M. marri (Loydell, 1993a). En opinión de Loydell (1993a) la mayoría del material tipo de M. runcinatus var. pertinax sería coespecífico con M. marri, lo mismo que parece ocurrir con el material centrobérico referido a la subespecie (Haberfelner, 1931). Distribución: Se trata de una especie cosmopolita cuyo registro se extiende desde de la Biozona de Rastrites linnaei hasta la de Monoclimacis griestoniensis, a lo largo de la mitad inferior del Telychiense. En la región surcentroibérica, los primeros representantes de M. marri aparecen en la base de la Biozona de R. linnaei y los últimos 179 en la Biozona de Streptograptus crispus, habiéndose identificado en los sinclinales de Guadarranque [niveles PS-2 (=SP-A-2) (?), 81-Ci-2, CJN-1 (=NC-A-1t) (?) y PN-1 (=NP-A-1a)], Herrera del Duque (cf. HD-A), Corral de Calatrava (niveles CO-1, CO-2, CO-3, CO-4/4A, CO-4, CO-5 CC JA-0 y CC JA-1), Almadén (nivel AL LP-A y en la mina de Almadén), Valdeazogues-Puertollano (nivel cf. PT OB-1) y Chillón (niveles CHE-1 y GM GN-3) y en Sierra Morena oriental (nivel cf. EC SE-1G de El Centenillo) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (muestra M-9816 de la hoja MAGNA nº863). Monograptus parapriodon Bouček, 1931 (Fig. 18.7a; Lám. 14; figs. 5, 12-14) *1932 Monograptus parapriodon n. sp.; Bouček, pp. 6, 17; Figs. 4a-b. ?1955 Monograptus cf. parapriodon Bouček; Redlin (mapa en Walter, 1977). .1971 Monograptus (Monogr.) priodon parapriodon Bouček; Schauer, p. 57; Lám. 36, figs. 12, 13. .1988 Monograptus parapriodon Bouček; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. cf.p.v1990 Monograptus priodon (Bronn); Pieren Pidal & Gutiérrez-Marco, p. 60 (horizonte HD-A); non Figs. 3, a1-a2. cf.v1990 Monograptus cf. marri Perner; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60 cf.v2005a Monograptus cf. parapriodon Bouček; Lorenzo Álvarez et al., p. 39. .2005b Monograptus parapriodon Bouček; Lorenzo, p. 41. .2009 Monograptus parapriodon; Loydell et al., fig. 4t. Observaciones: El rabdosoma es rectilíneo y tiene tecas ganchudas. Su anchura dorso- ventral aumenta lentamente hasta un valor máximo de 1,2-1,4 mm. El número de tecas es 9-12 en la parte proximal y 8-10 en la región distal. El ápice de la sícula supera con claridad el nivel de la teca 1. El aspecto general del rabdosoma de esta especie es muy parecido al de M. marri Perner, 1897, pero las tecas muestran un mayor solapamiento; de M. priodon (Bronn, 1835) se distingue por su estipe más estrecho, con incremento en anchura mucho más lento. Algunos ejemplares con el extremo proximal curvado dorsalmente los identificamos aquí como M. cf. parapriodon. Distribución: En su área tipo de Bohemia, Monograptus parapriodon se extiende desde la Biozona de Torquigraptus tullbergi hasta la de Cyrtograptus lapworthi (Storch, 1994a) de la mitad superior del Telychiense, y todo el registro europeo posterior se ordena dentro de este rango. Sin embargo, la especie ha sido citada en horizontes más antiguos (biozonas de Streptograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis) en Norteamérica (Lenz, 1982) y China (Mu et al., 2002). En la región surcentroibérica, M. parapriodon se encuentra representado en las biozonas de T. tullbergi y O. spiralis del sinclinal de Guadalmez (localidades GM-H, 27 (?), cf. 28 y 29 (?), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches [Santa Eufemia: cf. GM EU-2 (?)] y en Sierra Morena oriental (localidades cf. M-9803 y M-9807 de la hoja MAGNA nº 862 y IN-GM-05-01-M1 de la hoja MAGNA nº 864) 180 Monograptus praecedens Bouček, 1931 *1931 Monograptus praecedens n. sp.; Bouček, pp. 6, 17; Figs. 3a-b. .1971 Monograptus (Monogr.) priodon praecedens Bouček; Schauer, p. 57; Lám. 36, figs. 14-15; Lám. 37, fig. 3. .1975 Monograptus praecedens Bouček; Bjerreskov, p. 74; Fig. 21A; Lám. 11A. v.non1990 Monograptus praecedens Bouček; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60; Fig. 3b (= M. flemingii). .1998 Monograptus praecedens Bouček; Štorch et al., p. 321. Observaciones: El rabdosoma de esta especie es muy característico, pues tiene un trazado rectilíneo, con tecas ganchudas semejantes a las de M. priodon, pero con un brusco incremento en anchura desde el extremo proximal: de modo que desde un valor inicial de 0,8 mm en la teca 1, se pasa a 2,5 mm de anchura dorso-ventral en los 10 mm iniciales. Las tecas tienen un solapamiento mayor quer M. priodon, y su porción ganchuda representa tan solo 1/4 de la anchura en las prciones distales del estipe. El número de tecas en 10 mm disminuye de 15 en la parte proximal, a 10-11 en la distal. El ápice de la sícula se sitúa a un nivel ligeramente inferior al de la abertura de la teca 3. El incremento tan rápido en la anchura proximal de M. praecedens le da un aspecto bastante parecido al de algunas poblaciones de M. flemingii (Salter, 1852), especie con la que fué confundido por Pieren & Gutiérrez-Marco (1990). Distribución: En su área tipo de Bohemia, M. praecedens se registra desde la Biozona de Spirograptus spiralis hasta la de Cyrtograptus insectus (Storch, 1994a) del Telychiense superior. En la región báltica su hallazgo se extiende hasta la parte inferior de la Biozona de Cyrtograptus centrifugus (Bjerreskov, 1975). En la Zona Centroibérica española, M. praecedens aparece únicamente en la Biozona de Oktavites spiralis de la sección de Corral de Calatrava (nivel CO-14) y, con dudas, en el sinclinal de Guadalmez (cf. EB-3A). Monograptus priodon (Bronn, 1835) (Fig. 18.7b; Lám. 14, figs. 8, 15-23) *1835 Lomatoceras priodon n. s.; Bronn, p. 56; Lám. 1, fig. 13. ?1855 Graptolithus priodon; Verneuil & Barrande, p. 1015. ?1875a Monograpsus Priodon, Bronn; Mallada, p. 36; Lám. 7, figs. 10-11, 10a, 11a (= Geinitz, 1852; Lám. 3, figs. 20, 21, 25a, 25b). ?1875b Monograpsus priodon, Barr.; Mallada, p. 96. ?1876 Monograpsus Priodon, Barr.; Egozcue & Mallada, p. 142. .1894 Monograptus priodon, (Bronn); Perner, pp. 8-11; Figs 1, 3-6; Lám. 1, figs. 1- 8; Lám. 2, figs. 1-11; Lám. 3, fig. 13. ?1897 Monograptus priodon; Malaise, p. 26. .1899 Monograptus priodon, Br. s. str.; Perner, pp. 1-3; Figs. 1,2; Lám. 15, fig. 28 (? 5). ?1916 Monograptus priodon Bronn; Gómez de Llarena, p. 52. ?1926 Monograptus priodon Bronn; Hernández Sampelayo, p. 438. 1926 Monograptus priodon, (Bronn); Henke, p. 214. 181 non1926 Monograptus priodon (Bronn); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 32, 33, 36, 37; Lám. 1, fig. 1). ?1955 Monograptus priodon, Brong./Barr.; Ramírez y Ramírez, pp. 422, 427; Lám. 70, fig. A. ?1955 Monograptus priodon priodon (Bronn); Redlin (mapa en Walter, 1977). ?1959 Monograptus priodon; Mingarro Martín, p. 287. ?1960 Monograptus priodon, (Bronn); Hernández Sampelayo, pp. 8, 18, 27; Lám. 3, fig. 17; Lám. 11, fig. j. ?1960 Monograptus cf. priodon, (Bronn); Hernández Sampelayo, pp. 20, 21, 43; Lám. 3, fig. 17a; Lám. 21, fig. 9. ?1960 Monograptus aff. priodon, (Bronn); Hernández Sampelayo, p. 52; Lám. 26, fig. 8. ?1962 Monograptus priodon, Bronn; Almela et al., pp. 213, 219, 221, 248, 252. ?1963 Monograptus priodon priodon (Bronn.); Romariz, p. 133. ?1968 Monograptus priodon (Bronn & Vel); Butenweg, p. 52. ?1968 Monograptus priodon (Bronn); Kettel, p. 52. ?1971 Monograptus priodon; Arribas et al., p. 12. ?1971a Monograptus priodon, Bronn.; Saupé, p. 147. ?1971a Monograptus priodon?, Bronn.; Saupé, p. 147. ?1971a Monograptus cf. priodon, Bronn.; Saupé, p. 147. ?1971b Monograptus priodon (Bronn); Saupé, p. 362. ?1971b Monograptus cf. priodon (Bronn); Saupé, p. 362. .1971 Monograptus (Monogr.) priodon priodon (Bronn); Schauer, pp. 56-57; Lám. 35, figs. 6-8; Lám. 36, figs. 8-11; Lám. 37, figs. 1, 2. 1974 Monograptus priodon Bronn; Lauret, pp. 61, 62; Lám. 9, fig. 5. ?1976 Monograptus priodon priodon Bronn.; Gil Cid et al., p. 25. ?1977 Monograptus priodon (Broun.); Ríos Aragüés, p. 81. ?1978 Monograptus sp. ex gr. priodon Bronn; Blachère, p. 42. ?1978 Monograptus priodon Bronn; Blachère, p. 44. ?1980 Monograptus priodon s.l.; Robardet et al., 114. ?1982 Monograptus priodon (Bronn); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus priodon s.l; Ballestra et al., p. 61. ?1985 Monograptus cf. priodon (Bronn); Pieren, p. 169. ?1988 Monograptus cf. priodon (Bronn); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. p.v1989 Monograptus priodon (Bronn); Rodríguez Núñez et al., p. 92, loc. PS-4; p. 94, loc. PN-2A; p. 93, loc. PS-1; p. 96, loc. BN-1; p. 97, loc. NN-7 (non p. 92, loc. PS-10; p. 93, loc. PS-2; 96, 97). ?1989 Monograptus cf. marri Perner; Rodríguez Núñez et al., pp. 92, 93. p.v1989 Monograptus cf. priodon (Bronn); Rodríguez Núñez et al., p. 97 (non p. 94, loc. PN-2B). ?1989 Monograptus gr. priodon (Brogn); Olivé Davó et al., p. 43. ?1989 Monograptus cf. priodon (Brogn); Olivé Davó et al., p. 42. p.v1990 Monograptus priodon (Bronn); Pieren Pidal & Gutiérrez-Marco, p. 60 (pp= M. parapriodon); Figs. 3, a1-a2. ?1990 Monograptus pandus (Lapworth); Rodríguez Pevida et al., p.19. ?1991 Monograptus priodon; Kappes, Lám. 6, Figs. 8, 11. 182 .1993a Monograptus priodon (Bronn); Loydell, pp.107-112; Figs. 20 (4, 5, 11, 26); Lám. 5, fig. 2,12. .1998 Monograptus priodon (Bronn); Štorch et al.,p. 320, 321. .2005b Monograptus priodon (Bronn); Lorenzo et al., p. 41. v2009a Monograptus priodon (Bronn); Matas González et al., pp. 37-38. .2009 Monograptus priodon (Bronn); Loydell et al., Fig. 4v. .2012 Monograptus priodon (Bronn); Lenz et al., p. 23; Lám. 8, figs. 1-10. 2013 Monograptus priodon (Bronn); Zhang et al., pp. 133, 135; Figs. 6E, P, V, Y, 7E, J, Q-S. Observaciones: El rabdosoma es rectilíneo y de tecas ganchudas, cuya anchura se incrementa de una forma rápida, desde 0,6 mm (teca1) a 0,9 mm (teca 5), hasta alcanzar un máximo distal de 3 mm. Las tecas son uniformes, con metatecas ganchudas que representan 1/3 de la anchura del estipe. El solapamiento tecal aumenta rápidamente de 1/5 en la parte proximal a 1/2 en la parte distal. El número de tecas en 10 mm es de 14- 15 en el extremo proximal y de 10,5-13 en la región distal. La sícula mide 1,12-1,16 mm de longitud y su ápice supera la altura de la teca 1. Monograptus priodon ha sido bastante citado por autores previos en la Zona Centroibérica, pero parte de estas menciones podrían corresponder a fragmentos mesio- distales de estipes de otras especies fáciles de confundir con M. priodon, en ausencia de la región proximal, tales como M. marri Perner, 1897, M. parapriodon Bouček, 1931, M. flemingii (Salter, 1852) o M. belophorus (Meneghini, 1857). Lo mismo podría suceder con algunas citas relacionadas con M. pandus (Lapworth, 1877) y con M. densus Perner, 1897, que constituyen sinónimos parciales de M. priodon (Loydell, 1993b). Distribución: Monograptus priodon es uno de los graptolitos silúricos citados con mayor frecuencia a nivel mundial, antes de su moderna revisión taxonómica (Loydell, 1993b). El rango más completo de la especie se encuentra en Bohemia, donde su registro abarca desde la Biozona de Monoclimacis griestoniensis hasta el techo de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni (Storch, 1994a), que incluyen parte del Telychiense y la base del Sheinwoodiense, aunque en Gran Bretaña tal vez aparezca representada desde las biozonas de Spirograptus turriculatus o de Streptograptus crispus (Zalasiewicz et al., 2009). En la región surcentroibérica, Monograptus priodon se extiende desde la Biozona de Monoclimacis griestoniensis hasta la de Cyrtograptus murchisoni en los sinclinales de Guadarranque (PS-4 (=SP-A-1), PS-3 (=SP-A-3) (?), cf. 81-Ci-13 y PN-2A (NP-A-1), Herrera del Duque (nivel HD-A), Corral de Calatrava (niveles ex gr. CO-5/7, ex gr. CO- 6, cf. CO-8A, cf. CO-9, CO-11, CO-11(+1), CO-11(+1’3), CO-12, CO-14, CO-15, CO- 16, CO-17, CO-18 y CO-20), Almadén (yacimientos Loc. 9, ex gr. AL AM-W, ex gr. AL VI, ex gr. AL AM, ex gr. AL AM-2 y Mina de Almadén), Valdeazogues- Puertollano (niveles PT RE-11/W y cf. PT RE-11 de Retamar y ex gr. PT VAZ-5, ex gr. PT VAZ-8, ex gr. PT VAZ-9, PT VAZ-11 y PT VAZ-13 de Valdeazogues), Guadalmez (río Guadalmez: yacimiento ex gr. Loc 14, Estación de Chillón: niveles CHW-2 y ex gr. CHW-17; Estación de Belalcazar: niveles EB-1, EB-1T, EB-2, EB-4, EB-4A, cf. EB- 5NOD, EB-6F, EB-6G, EB-7 y EB-8; Guadalmez Norte: niveles ex gr. GM GN-2, GM GN-4, GM GN-5 y GM GN-7 y estación de Las Cabras: niveles cf. GM EC-7 y ex gr. GM EC-8). En el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches ha aparecido en la zona 183 de Santa Eufemia (Localidad cf. GM PO (N) y San Benito (niveles cf. SB PQ-12, cf. SB PQ-14, SB PQ-15, ex gr. SB PQ-17, SB PQ-23, ex gr. SB PQ-24, SB PQ-25, SB PQ-28, ex gr. SB PQ-30 y SB PQ-31) y en Sierra Morena oriental en El Centenillo (EC SE-3G, EC SE-5G y EC SE-6G) y en las hojas MAGNA nº 862 (muestra M-9805) y nº 839 (castillo de Montizón, muestras 21-33 IN-GM 05-05-M4 y M5) Monograptus probosciformis? Bouček, 1931 ?*1931 Monograptus probosciformis n. sp.; Bouček, pp. 7, 17; Figs. 3c-e. ?1994a M. probosciformis Bouček; Štorch, Fig. 6J. .1998 Monograptus aff. probosciformis Bouček; Štorch et al., p. 321. Observaciones: De este taxón se cuenta únicamente con unos fragmentos anchos del rabdosoma (2,3 mm), que muestran tecas ganchudas mal conservadas y una marcada curvatura ventral. Su aspecto recuerda al de M. probosciformis, pero la densidad tecal resulta algo menor. Por esta razón, los ejemplares fueron identificados en nomenclatura abierta por Storch et al. (1998), que los asignaron tentativamente a la Biozona de Cyrtograptus insectus? de Corral de Calatrava. Estudios posteriores en la misma sección (Loydell et al., 2009) demostraron la presencia de una laguna estratigráfica equivalente a las biozonas de C. insectus y C. centrifugus. Distribución: La forma nominal fue señalada en la Biozona de Stomatograptus grandis de Bohemia (Storch, 1994a), actualmente incluida en la Biozona de C. insectus (Telychiense tardío). Monograptus probosciformis? se restringe al nivel CO-16 de la sección de Corral de Calatrava, ahora reinterpretado como de la parte más baja de la Biozona de C. lapworthi. Monograptus riccartonensis Lapworth, 1876 (Fig. 18.7d; Lám. 14, figs. 1, 2) *1876 Monograptus riccartonensis n. sp.; Lapworth, p. 355; Lám. 13, figs. 2a-e. .1913 Monograptus riccartonensis, Lapworth; Elles & Wood, pp. 424-425; Figs. 286a-c; Lám. 42, figs. 8a-e. non1926 Monograptus ricartonensis Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 437. non1926 Monograptus riccartonensis Lapw.; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 38) (= Monograptus runcinatus var. pertinax fide Haberfelner, 1931, Lám. 1, figs. 24a-b; el ejemplar 24b puede ser Streptograptus sp.). non1960 Monograptus cf. riccartonensis, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 20, 21; Lám. 4, figs. 25, 25a, 25b. 1974 Monograptus riccartonensis Lapworth; Lauret, p. 62. cf.1978 Monograptus cf. riccartonensis Lapworth; Jaeger, p. 101; Lám. 1, fig. 10. cf.1989 Monograptus cf. riccartonensis Lapworth; Rodríguez-Núñez et al., p. 97. .1994a Monograptus riccartonensis Lapworth; Štorch, 1994; Fig.7C. .1999 Monograptus riccartonensis Lapworth; Zalasiewicz & Williams, Fig. 9f. .2009 Monograptus riccartonensis Lapworth; Loydell et al., Fig. 6d. .2009 Monograptus riccartonensis Lapworth; Štorch & Piras, pp. 87-88; Fig. 4a. 184 Observaciones: El rabdosoma es rectilíneo, con una leve curvatura dorsal en la región proximal. La anchura es prácticamente uniforme (1,5 mm, rara vez 2 mm). La sícula mide 1,6-2 mm de longitud y su ápice alcanza o supera ligeramente el nivel de la teca 2. Las tecas son ganchudas y su número en 10 mm varía entre 8 y 10. Distribución: Esta especie se encuentra ampliamente difundida y tiene gran interés bioestratigráfico, pues define una biozona en el Sheinwoodiense que ha sido reconocida también en la región surcentroibérica: sinclinales de Corral de Calatrava (niveles aff. CO-17 y cf. CO-27), Guadalmez (Loc. 23) y Valdeazogues-Puertollano (nivel PT RE- 12) y en la zona de San Benito (nivel cf. SB PQ-38). Monograptus spp. ?1875a Monograpsus latus, Mac Coy; Mallada, p. 36; Lám. 7, figs. 7, 7a (= Geinitz, 1852; Lám. 2, figs. 37a, 37b). ?1875b Monograpsus latus, Mac-Coy; Mallada, p. 96. ?1876 Monograpsus latus, MacCoy; Egozcue & Mallada, p. 142. ?1926 Monograptus retroflexus Tullberg; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 33). non1931 Monograptus intermedius (Carr.); Haberfelner, pp. 62-63; Lám. 1, figs. 26a-d; Fig.-text 3 (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 96-97; Figs. 29 y 30). ?1960 Monograptus communis-acus, E. W.-Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 12; Lám. 4, fig. 26. ?1960 Monograptus argenteus var. cygneus, Törnquist; Hernández Sampelayo, p. 43; Lám. 2, fig. 7; Lám. 21, fig. 5. ?1960 Monograptus argenteus, Nich.; Hernández Sampelayo, p. 15; Lám. 2; fig. 7a; Lám. 21, fig. 7. ?1960 Monograptus intermedius, Barr.; Hernández Sampelayo, Lám. 9, figs. 55a, 55b, 55c, 55d. ?1960 Monograptus limatulus, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 15; Lám. 2, fig. 8. ?1960 Monograptus cf. M´Coyi, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 42; Lám. 20, fig. 1. ?1962 Monograptus intermedius, Carruth.; Almela et al., pp. 212, 220, 240. ?1971 Monograptus latus Mccoy; Arribas et al., p. 12. ?1971 Monograptus psioclo Brong; Arribas et al., p. 12. ?1971 Monograptus mutuliferus mutuliferus Gortani; Romariz et al., p. 60. ?1971a Monograptus intermedius (Carruthers); Saupé, p. 147. ?1976 Monograptus mccoy Lapw.; Gil Cid et al., p. 25 ?1976 Monograptus latus McCoy; Gil Cid et al., p. 25; Lám. 2, fig. 5. 1976 Monograptus mutuliferus mutuliferus Gort.; Gil Cid et al., p. 25; Est. 2, figs. 1-3. 1976 Monograptus mutuliferus strigosus Gort.; Gil Cid et al. p. 25. ?1982 Monograptus cf. intermedius (Nicholsen?); Ballestra et al., p. 61 ?1987a Monograptus inopinus; García Sansegundo et al., p. 19. non1988 Monograptus intermedius (Carruthers) sensu Elles & Wood; Gutiérrez- Marco & Pineda Velasco, p.92. v.non1989 Monograptus maccoyi Lapw.; Rodríguez Núñez et al., p. 89. 185 ?1990 Monograptus nicholsoni (Perner); Rodríguez Pevida et al., p. 19. ?1992a Monograptus cf. lamarmorae Meneghini, 1857; Soldevila, p. 358. ?1992a Monograptus cf. mutuliferus Gortani; Soldevila, p. 358. Observaciones: Dentro de este epígrafe reunimos, en nomenclatura abierta, diversas especies de Monograptus mencionadas por autores previos, pero no reconocidas en el presente estudio. El primer grupo de especies son formas propias del Aeroniense inferior o medio (biozonas de Demirastrites triangulatus a Lituigraptus convolutus) identificadas en localidades donde estos niveles son poco o nada fosilíferos, o han sido revisadas como del Telychiense. Se trata de Monograptus argenteus (Nicholson, 1869), “Monograptus cygneus Törnquist, 1892” (considerado como una variante deformada del taxón precedente: Underwood, 1992, con referencias previas), “Monograptus inopinus Törnquist, 1899”, “Monograptus” intermedius (Carruthers, 1868), Monograptus limatulus Törnquist, 1892 y Monograptus nicholsoni Perner, 1897. La mayoría de estos taxones fueron identificados por material fragmentario y en mal estado de conservación, como prueban las ilustraciones aportadas por Hernández Sampelayo (1960), irreconocibles a nivel genérico. En otras ocasiones, parte de las citas de las supuestas especies aeronienses corresponden a taxones telychienses, como ocurre con M. intermedius sensu Haberfelner (1931) [= Torquigraptus planus] o sensu Gutiérrez- Marco & Pineda Velasco (1988) [= M. gemmatus]. Un segundo grupo de citas problemáticas lo constituyen algunas especies del Wenlock pertenecientes a la llamada “fauna Sárdica” (Degardin, 1980), que está integrada por numerosos taxones definidos a partir de material intensamente deformado (Piçarra, 2003). Su extensión a la región surcentroibérica fue propuesta por Romariz et al. (1971) y precisada para el sinclinal de Guadarranque por Gil Cid et al. (1976). En este último estudio se ilustran fragmentos indeterminables de monográptidos deformados, con tecas ganchudas, que aparecen determinados como M. mutuliferus mutuliferus Meneghini emend. Gortani, M. mutuliferus strigosus Gortani y M. latus McCoy. Los ejemplares tipo de las dos primeras especies proceden del Wenlock de Cerdeña (Gortani, 1923a, 1923b), y constituyen probables sinónimos posteriores de M. gr. flemingii (Salter) (Piras et al., 2007). Otra forma “sárdica”, Monograptus cf. lamarmorae Meneghini emend. Gortani, 1923, fue citada por Soldevila (1992) en asociación con M. cf. mutuliferus, en un yacimiento del sinclinal de La Codosera (Badajoz), pero ambos parecen relacionados con fragmentos de M. flemingii. Finalmente, el tercer grupo de monográptidos indeterminables estaría representado por ciertas formas mal definidas y de difícil reconocimiento. Se trata de las especies “Monograptus” latus (McCoy in Sedgwick & McCoy, 1848), cuyo ejemplar tipo es el fragmento de estipe de un dichograptoide ordovícico (Elles & Wood, 1901); Monograptus maccoyi Lapworth, 1877, parte de cuyas identificaciones posteriores se corresponden con M. priodon (Loydell, 1993a), M. gr. priodon (Hernández Sampelayo, 1960; Lám. 20, fig. 1) o incluso con Pristiograptus bjerringus (Rodríguez Núñez et al., 1989); “Monograptus” acus Elles & Wood, 1913, del que Hernández Sampelayo (1960, Lám. 4, fig. 26) ilustra un ejemplar transicional con C. communis e indeterminable a nivel genérico; y, para terminar, el enigmático “Monograptus psioclo Brongniart”, citado por Arriba et al. (1971), del que no hemos logrado encontrar referencia alguna en la literatuta paleontológica especializada. 186 Género Lituigraptus Ni, 1978, emend. Štorch, 1998 Especie tipo: Prionotus convolutus Hisinger, 1837, del Llandovery de Suecia. Lituigraptus convolutus (Hisinger, 1837) (Lám. 11, figs. 23-24) *1837 Prionotus convolutus Hisinger, p. 114; Lám. 35, fig. 7. non1880 Monograpsus convolutus, Barr. sp.; Cortázar, p. 23. ?1875a Monograpsus convolutus, Hisinger; Mallada, p. 36; Lám. 7, figs. 12, 12a, 12b (= Geinitz, 1852; Lám. 4, figs. 33, 28, 30). ?1875b Monograpsus convolutus, Hisinger; Mallada, p. 96. vnon1876 Monograpsus convolutus, Hisinger; Egozcue & Mallada, p.142. non1916 Monograptus convolutus His; Gómez de Llarena, p. 52. non1926 Monograptus convolutus His.; Hernández Sampelayo, p. 438. vnon1955 Monograptus convolutus, His.; Ramírez y Ramírez, pp, 422, 427; Lám. 70, fig. B. 1959 Monograptus convolutus (Bronn); Mingarro Martín, p. 287. non1960 Monograptus convolutus, His.; Hernández Sampelayo, pp. 17, 25, 44, 47; Lám. 6, figs. 38, 38a, 38b; Lám. 24, fig. 2. ?1962 Monograptus convolutus, (His.); Almela et al., pp. 212, 221, 253. 1970 Monograptus convolutus (Hisinger). Rickards, pp. 82-83; Fig. 13 (15). ?1971 Monograptus convolutus His.; Arribas et al., p. 12. 1975 Monograptus convolutus (Hisinger). Hutt, pp. 83-84; Figs. 22 (2, 6); Lám. 19, fig. 3; Lám. 25, fig. 3. non1989 Monograptus convolutus (His). Puche, foto p. 430. 1998c Lituigraptus convolutus (Hisinger); Štorch, p. 249; Figs. 11, 7A-D; Lám. 18, figs. 1-4; Lám. 19, fig. 3. Observaciones: Aunque la especie “Monograptus” convolutus ha sido citada reiteradamente en localidades centroibéricas, casi todas las revisadas corresponden a niveles telychienses, donde L. convolutus había sido confundido con rabdosomas espiralados de Torquigraptus u Oktavites, lo cual comprobamos también con la revisión del material original de Egozcue & Mallada (1876), Ramírez y Ramírez (1955) o los fragmentos indeterminables ilustrados por Hernández Sampelayo (1960). En el mismo sentido, Hernández Sampelayo (1942, p. 261) ya había interpretado como “M.” spiralis la cita de “M.” convolutus hecha por Cortázar (1880). En este trabajo presentamos los primeros restos incuestionables de L. convolutus procedentes de la Zona Centroibérica meridional. Se trata de porciones distales de estipe con las características metatecas aisladas y dimensiones propias de la especie. Distribución: Lituigraptus convolutus caracteriza una biozona nominal en el Aeroniense, aunque su registro se inicia esporádicamente en la Biozona de Pribylograptus leptotheca. En la zona estudiada sus hallazgos se limitan a la localidad de la Cañada de Cantohincado, en el sinclinal de Puertollano, donde se encuentra asociada a otras formas aeronienses. 187 Género Torquigraptus Loydell, 1993 Especie tipo: Graptolithus Proteus var. plana Barrande, 1850, del Llandovery de Bohemia. Torquigraptus arcuatus (Bouček, 1931) (Lám. 15, figs. 1-7) *1931 Monograptus arcuatus Bouček, p. 7; Figs. 7a, b. v.1998 Torquigraptus arcuatus (Bouček); Štorch et al., p. 320. v.1998b Torquigraptus arcuatus (Bouček); Štorch, pp. 127-128; Figs. 4 (12a-c); Figs. 5 (3a-c, 11); Lám. 4, fig. 5; Lám. 5, figs. 3-5. v2009a Torquigraptus arcuatus (Bouček); Matas González et al., p. 37. Observaciones: La especie se reconoce por su curvatura dorsal uniforme y su incremento muy gradual en anchura, hasta un máximo de 1,1 mm, alcanzado al nivel de las tecas 10-13. Las tecas proximales son alargadas y ganchudas y las mesio-distales triangulares, con un gancho metatecal torsionado lateralmente. Distribución: Torquigraptus arcuatus se extiende desde la parte media de la Biozona de Streptograptus crispus hasta la parte inferior de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis el Telychiense. En la zona de trabajo se ha documentado su presencia en las secciones de Corral de Calatrava (niveles cf. CO-5, CO-7, cf. CO-7b), sinclinal de Herrera del Duque (cf. Casa Ortiz), sinclinal de Almadén, sección del arroyo del Lápiz AL LP (nivel AL LP-B) y loc. 18 (El Entredicho); sinclinal de Guadalmez (cf. EB-3A y loc. 33); alrededores de Santa Eufemia [niveles cf. GM PO (N), GM PO (CENT)], El Centenillo y Jaén (niveles EC SE-1G, EC SE-2G, EC SE-3G). Torquigraptus australis Štorch, 1998 (Lám. 15, figs. 8-9, 11) v1988 Monograptus tullbergi spiraloides (Příbyl); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco; p. 93. .1991 Monograptus spiralis; Kappes, Lám. 6, fig. 12. *1998b Torquigraptus australis Štorch, pp. 128, 130; Figs. 5 (1, 4); Lám. 6, figs. 1, 3. .1998 Torquigraptus australis Štorch; Štorch et al., p. 320. Observaciones: El rabdosoma se presenta enrrollado en una espiral regular con leve componente helicoidal, y alcanza 2,5 vueltas. Su porción proximal está menos curvada y sus tecas son más alargadas que el resto. La máxima anchura dorsoventral del estipe (0,9 mm) se alcanza al nivel de las primeras diez tecas. Las tecas mesio-distales presentan una clara torsión lateral y se orientan paralelas al eje del rabdosoma, con bases protecales que representan un tercio a dos quintos de la anchura dorsoventral, por lo que es frecuente la conservación escalariforme de muchas colonias. 188 Torquigraptus australis es una forma relativamente frecuente en la Zona Centroibérica, donde fue confundida con otros graptolitos espirales, como Oktavites o T. spiraloides. Su caracterización como especie independiente (Štorch, 1998b) estableció sus diferencias con las anteriores y otras con las que había sido confundida en Bohemia, Gales y Cerdeña Distribución: El rango de la especie se extiende, durante el Telychiense, desde la parte superior de la Biozona de Streptograptus crispus hasta la parte basal de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. En la zona de trabajo es especialmente frecuente en la Biozona de Monoclimacis griestoniensis, en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO- 5/7, CO-6, CO-7b, CO-7, CO-8A, CO-8, CO-9, CO-10, CO-12), Guadalmez (sección de la Estación de Belalcazar, niveles EB-0, EB-1, cf. EB-1T) y Almadén (nivel ASC-D de la sección del arroyo del Lápiz y mina de Almadén); en las zonas de San Benito (niveles cf. SB PQ-1, SB PQ-3, SB PQ-15, SB PQ-16, SB PQ-17), Santa Eufemia, Córdoba (niveles GM PO (NOR), GM PO (CENT) y cf. GM PO) y El Centenillo, Jaén (niveles cf. EC SE-1G, cf. EC SE-2G, EC SE-4G, EC SE-5G) y en Sierra Morena oriental (Muestras 9803 y M-9806 de la hoja MAGNA nº 862). Torquigraptus flagellaris (Törnquist, 1892) (Lám. 15, figs. 10, 12) *1892 Monograptus flagellaris Törnquist, pp. 42-43; Lám.3, figs. 31-33 non1931 Monograptus cf. flagellaris Törnquist; Haberfelner, pp. 59-60; Lám. 1, fig. 25; pp. 137-138; Lám. 2, figs. 8a-d. (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 92-94; Fig. 26). v.1989 Monograptus cf. curvus Manck; Rodríguez Núñez et al., p. 92. .1998 Torquigraptus flagellaris (Törnquist); Štorch et al., pp. 320, 321. .1998b Torquigraptus flagellaris (Törnquist); Štorch, p. 130; Figs. 5 (2, 5, 6). Observaciones: El rabdosoma se presenta enrrollado en una espiral helicoidal muy elevada, con una porción proximal con curvatura dorsal. A nivel de las tecas 4-7 el estipe se contorsiona abruptamente, para adquirir un enrrollamiento ventral. Las tecas son triangulares y las metatecas, aisladas, terminan en un pequeño gancho torsionado de modo que la abertura pasa a ser lateral. Distribución: Torquigraptus flagellaris caracteriza los niveles de tránsito entre las biozonas de Torquigraptus tullbergi y Oktavites spiralis del Telychiense. Ha sido encontrado en unas pocas localidades centroibéricas, concretamente en los sinclinales de Guadarranque (localidad PS-3), Corral de Calatrava (niveles CO-12, CO-13, CO-14) y Guadalmez (Localidades EB-3A, GM PO) Torquigraptus obtusus (Schauer, 1971) *1971 Monograptus (Spirogr.) planus obtusus Schauer, p. 74; Lám. 27, fig. 5; Lám. 33, figs. 8, 9. .1992 Monograptus obtusus Schauer; Štorch, p. 199; Figs. 2E, I, J); Lám. 1, fig. 2; Lám. 2, fig. 2. 189 .1993a “Monograptus” obtusus Schauer; Loydell, pp. 128-129; Figs. 21 (3, 13); Lám. 5, fig. 10. v.1996b Torquigraptus cf. contortus (Perner); García Palacios et al., p. 21. Observaciones: El rabdosoma es pequeño y de morfología arqueada, con un incremento en anchura relativamente rápido, lo que permite distinguirlo de T. planus (Elles & Wood), con el que se encuentra comúnmente asociado. Distribución: Parte superior de la Biozona de Stimulograptus sedgwickii y Biozona de Rastrites linnaei, techo del Aeroniense y base del Telychiense. En la zona de estudio se distribuye en la Subzona de P. runcinatus-M. gemmatus (Bz. R. linnaei) del sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CC GU JA-12, CC GJ-13), donde había sido citado con T. cf. contortus por García Palacios et al. (1996). Torquigraptus planus (Barrande, 1850) (Lám. 15, figs. 13-14) *1850 Grapt. Proteus Barr. Var. plana Barrande, pp. 58-59; Lám. 4, fig. 15. .1931 Monograptus cf. communis (Lapw.); Haberfelner, pp. 60-61; Fig.-texto 1 (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 94-95; Fig. 27). ?1960 Monograptus tortilis, Linn.; Hernández Sampelayo, p. 48; Lám. 24, fig.9. Alia (Cáceres). ?1960 Monograptus cf. tortilis, Linn.; Hernández Sampelayo, p. 44. Corral de Caracuel. ?1960 C. cf. tortilis; Hernández Sampelayo, p. 18. Almadén. p?1960 Monograptus communis, (Lapw.); Hernández Sampelayo, Lám. 7, fig. 43a. 1962 Monograptus planus, (Barr.); Almela et al., pp. 220, 246. .1975 Monograptus planus (Barrande); Bjerreskov, pp. 64-65; Lám. 10, fig. A. ?1980 Monograptus planues –sic-; Robardet et al., p. 114. v.1989 Monograptus planus planus (Barrande); Rodríguez Núñez et al., pp. 89, 91; Lám. 2, fig. 7. .1993a Torquigraptus planus (Barrande); Loydell, pp. 116-119; Figs. 20 (6, 8, 16, 17, 27); Figs. 21 (9, 14, 17-20). .1996b Torquigraptus planus (Barr.); García Palacios et al., p. 21. .1998 Torquigraptus planus (Barrande); Štorch et al., p. 320. .2005b Torquigraptus planus (Barr.); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Rabdosomas fuertemente arqueados en un plano o en espiral muy baja, con ligera torsión distal. La parte proximal es larga y fina, con tecas muy alargadas que de forma progresiva adquieren forma triangular. El resto de las tecas maduras son triangulares, con la abertura torsionada hacia la cara reversa del rabdosoma. La anchura dorsoventral máxima alcanza 1,6 mm. En la zona estudiada, la especie fue confundida con la forma aeroniense Campograptus communis por Haberfelner (1931). Hernández Sampelayo (1960) aporta algunas citas de “Monograptus” tortilis (Linnarsson, 1881) en Almadén, Corral de Calatrava y Alía (Cáceres), si bien sus ilustraciones corresponden a monográptidos indeterminables. 190 Dicha especie fue considerada por Loydell (1993a) como sinónimo posterior de T. planus. Distribución: Biozona de Rastrites linnaei a parte baja de la Biozona de Spirograptus turriculatus, del Telychiense inferior. En la zona de trabajo, Torquigraptus planus ha sido identificado en los sinclinales de Guadarranque (Localidades 81-Ci-3, 81-Ci-2, PN- 1=NP-A-1a), Corral de Calatrava (niveles CO-2, CO-3, CO-4, CC GU JA-12, CC GJ- 15), Guadalmez (niveles CHE-3, PT OB-2 y localidad GM GRE) y Almadén (nivel AL LP-A y subyacente), además de, con dudas en El Centenillo (Jaén). Torquigraptus proteus (Barrande, 1850) (Lám. 15, fig. 17) *1850 Grap. Proteus Barr.; pp. 58-59, Lám.4, figs. 12, 14 (non 13) non1926 Monograptus proteus (Barr.); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez; 1952, p. 32). ?1955 Spirograptus cf. proteus (Barr.); Redlin (mapa en Walter, 1977). ?1962 Monograptus proteus, (Barr.); Almela et al., pp. 213, 220, 246. .1970 Monograptus proteus (Barrande); Rickards, pp. 87-88, Fig. 13 (13) [? Fig. 17 (14)]. ?1971a Monograptus proteus, Barr. ; Saupé, p. 147. ?1971a Monograptus cf. proteus, Barr. ; Saupé, p. 147. ?1971b Monograptus proteus (Barrande); Saupé, p. 362. non1972 Monograptus cf. proteus (Barr.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 9. ?1975 Monograptus proteus (Barrande); Bjerreskov, pp. 65-66; Fig. 9B; Lám. 10, fig. C. ?1978 Monograptus proteus Barrande; Blachère, p. 42 non1991 Monograptus cf. proteus (Barrande); Kappes, p. 58; Lám. 6, fig. 13. .1993a Torquigraptus proteus (Barrande); Loydell, pp. 119, 121-123; Fig. 20 (7); Figs. 21 (5, 6, 8, 15, 16, 21). ?1996b Torquigraptus aff. proteus (Barr.); García Palacios et al., p. 21. cf.1998 Torquigraptus cf. proteus (Barrande); Štorch et al., p. 320. Observaciones: Esta especie se caracteriza por su rabdosoma enrrollado en una espiral helicoidal poco apretada, con tecas alargadas proximalmente que cambian a triangulares, cuyas metatecas se presentan aisladas y con un gancho torsionado hacia la cara reversa del rabdosoma. La anchura dorsoventral máxima alcanza 1,7 mm. Distribución: Biozonas de Spirograptus turriculatus a Streptograptus crispus en el Telychiense del sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CO-4A, CO-4/4A, cf. CO-4, cf. CO-5, cf. CO-5/7) y región de El Centenillo (nivel EC SE-1G). En el sinclinal de Guadarranque, su presencia en la localidad PN-1 = (NP-A-1a) podría representar el registro más antiguo de la especie, pues se remonta a la Subzona de Parapetalolithus hispanicus (Biozona de Rastrites linnaei) 191 Torquigraptus tullbergi (Bouček, 1931) (Lám. 15, figs. 15-16) p.1876 Monograpsus convolutus (Hisinger); Egozcue & Mallada, p.142. cf.1926 Monograptus millipeda M´Coy -sic-; Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 37) cf.1931 Monograptus communis var. rostratus E.-W.; Haberfelner, pp. 61-62; Figs.-texto 2a, b (trad. B. Meléndez, 1952, p. 96; Figs. 28a-b). *1931 Monograptus tullbergi Bouček, p. 8; Figs. 9f, g. .1945 Spirograptus tullbergi tullbergi (Bouček); Příbyl, p. 17; Lám. 6, figs. 1-6. ?1955 Spirograptus tullbergi tullbergi (Bouček); Redlin (mapa en Walter, 1977). p?.1960 Monograptus communis var. rostratus, E. & W.; Hernández Sampelayo, pp. 19, 22; Lám. 5, fig. 44; Lám. 6, fig. 44. .1975 Monograptus tullbergi Bouček; Bjerreskov, p. 66; Fig. 19C. ?1978 Monograptus cf. tullbergi Bouček; Blachère, p. 42. cf.1987 Monograptus cf. tullbergi (Bouček); Martín Herrero et al. p. 21. cf.1989 Monograptus cf. tullbergi (Bouček); Rodríguez Núñez et al., pp. 93, 94. v.1989 Monograptus tullbergi tullbergi (Bouček); Rodríguez Núñez et al., p. 93. cf.1991 Monograptus cf. proteus (Barrande); Kappes, p. 58; Lám. 6, fig. 13. v.1998b Torquigraptus tullbergi (Bouček); Štorch, pp. 130-131; Figs. 5 (7-10); Lám. 3, fig. 1; Lám 4, fig. 1, Lám. 6, figs. 2, 4-6; Lám. 7, figs. 1, 2, 4, 6. v .1998 Torquigraptus tullbergi (Bouček); Štorch et al., pp. 320, 321. v.2005b Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček); Lorenzo et al., p. 41. v. 2010 Torquigraptus tullbergi; Menéndez & Rábano, p. 172. Observaciones: Torquigraptus tullbergi es uno de los graptolitos más abundantes del Telychiense centroibérico y en varias secciones forma niveles con acumulaciones monoespecíficas. El rabdosoma es pequeño y está enrrollado en espiral helicoidal muy baja, y sufre torsión a partir de la segunda vuelta, decreciendo en su enrrollamiento para volverse el estipe distalmente casi rectilíneo. Las tecas proximales son alargadas axialmente y las tecas medio-distales triangulares típicamente torquigráptidas. Las metatecas aparecen aisladas y algo curvadas dorsalmente, con su abertura torsionada hacia la cara reversa del rabdosoma. La anchura dorsoventral del estipe se incrementa gradualmente hasta alcanzar un máximo de 2,1 mm en las colonias más grandes Distribución: La especie es común en su biozona nominal (equivalente a la biozona británica de Monoclimacis crenulata) y desaparece en la parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis, del Telychiense. En la zona de trabajo esta biozona ha sido identificada en los sinclinales de Guadarranque (Loc. cf. 81-Ci-13; Casar de Guadarranque, material original revisado de Ramírez y Ramírez, 1955; Alía, material original revisado de Egozcue y Mallada, 1876), Corral de Calatava (niveles CO-11, aff. CO-11 (+ 0,6), CO-11 (+ 0,8), CO-11 (+ 1,3), CO-11 (+ 2,4) y CO-12), Herrera del Duque (Valdecaballeros), Guadalmez [niveles EB-1, EB-1T y Loc. 31 (?)] y Almadén (Loc. 6, nivel ASC-E del arroyo del Lápiz, cf. Loc. AL-193 y cf. Mina de Almadén), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (San Benito: niveles SB PQ-21, SB PQ- 22 y SB PQ-23 y Santa Eufemia: niveles GM PO (NOR), GM PO (CENT), GM PO (S), cf. GM PO y GM PO 2) y en Sierra Morena oriental (localidad M-9805 de la hoja MAGNA nº 862). 192 Torquigraptus? spp. ?1960 Monograptus dextrorsus, Linn.; Hernández Sampelayo; pp. 11, 51; Lám. 26, fig. 5. p?.1960 Monograptus communis var. rostratus, E. & W.; Hernández Sampelayo, pp. 19, 22; Lám. 5, fig. 44. ?1960 Monograptus millepeda, (M´Coy); Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 5, fig. 37. p?1960 Monograptus communis, (Lapw.); Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 6, fig. 43; Lám. 10, fig. 43b. ?1960 Monograptus involutus, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 25, 44; Lám. 6, fig. 40. ?1960 Monograptus communis, Lapw.; Hernández Sampelayo, Lám. 7, fig. 43a. ?1962 Monograptus dextrorsus, Linn.; Almela et al., pp. 220, 245. ?1971a Monograptus communis (Lapworth); Saupé, p. 144. ?1971b Monograptus communis (Lapworth); Saupé, p. 362. ?1971 Demirrastrites decipiens decipiens (Törng); Corretgé & García de Figuerola, p. 187. 1988 Monograptus communis rostratus E.-W.; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. 1988 Monograptus cf. pseudoplanus Sudbury; Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) identifica en Almadén (Ciudad Real) y Cabeza del Buey (Badajoz) dos especies incluidas ahora en el género Torquigraptus, que corresponden respectivamente a T. involutus (Lapworth) y T. dextrorsus (Linnarson). La segunda fue mencionada también en Almadén por Almela et al. (1962). Sin embargo, ninguna de ellas ha sido reencontrada por nosotros y los fragmentos de estipe ilustrados por Hernández Sampelayo (1960) resultan indeterminables, incluso a nivel genérico. En el mismo trabajo dicho autor ilustra otros fragmentos curvos de estipes con tecas groseramente triangulares, que relaciona con formas aeronienses, actualmente incluidas en Campograptus. No obstante, su presencia en asociaciones telychienses hace probable que pertenezcan a formas indeterminables de Torquigraptus, pues sus tecas son bastante distintas a las de Oktavites o Spirograptus. En cuanto a la forma citada como “M. communis rostratus” por Gutiérrez-Marco y Pineda (1988) en el subsuelo de El Centenillo, hemos revisado el material original y se trata indudablemente de un fragmento de Torquigraptus, tal vez relacionado con T. arcuatus (Bouček). Adicionalmente, Corretgé & García de Figuerola (1971) citaron Demirastrites decipiens (Törnquist) en el sinclinal de Monfragüe (Cáceres), una forma tentativamente relacionada con el género Torquigraptus por Zalasiewicz et al. (2009), que no ha sido reencontrada en el presente estudio. 193 Género Spirograptus Gürich, 1908 Especie tipo: Graptolithus turriculatus Barrande, 1850, del Llandovery de Bohemia Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, 1993 (Lám. 16, figs. 1-23) ?1926 Monograptus turriculatus Barr.; Hernández Sampelayo, pp. 436, 438. .1926 Monograptus turriculatus Barr. (ejemplar pequeño); Henke & Hundt (Trad. B. Meléndez, 1952, p. 37). .1960 Monograptus turriculatus, Barr.; Hernández Sampelayo, p. 5. .1960 Monograptus turriculatus, Barr.; Hernández Sampelayo, p. 20; Lám. 4, fig. 28. .1972 Monograptus turriculatus (Barr.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 8. ?1987 Spirograptus? turriculatus (Barrande); Martín Herrero et al., p. 21. v1988 Monograptus turriculatus (Barr.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. v1988 Monograptus turriculatus (Barrande); Portero et al., p. 25. v1989 Monograptus turriculatus (Barrande); Rodríguez Núñez et al., pp. 89, 91; Lám. 1, figs. 1-4; Lám. 2, fig. 4. v*1993 Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, pp. 917-922; Figs. 3B, 6C-H; Lám. 1, figs. 1, 3, 5; Lám. 2, figs. 1-6, 8-10. .1993a Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin; Loydell, pp. 82-84; Figs. 16 (1, 2, 4, 8, 11, 13, 18, 21, 24, 25); Lám. 4, fig. 1. v1996b Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin; García Palacios et al., p. 21. v1996b Spirograptus cf. guerichi Loydell, Štorch & Melchin; García Palacios et al., p. 21. v1998 Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin; Štorch et al., p. 320. v2005b Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin; Lorenzo et al., p. 41. v2009a Spirograptus cf. guerichi Loydell, Štorch & Melchin; Matas González et al., p. 37. Observaciones: El material estudiado comprende abundantes rabdosomas procedentes de numerosas localidades repartidas por toda el área de trabajo, que se conservan aplastados lateralmente, excepto algunas formas juveniles con aplastamiento axial. El rabdosoma está enrrollado en forma trocoespiral relativamente estrecha (diámetro de 5 mm en la vuelta quinta) y, por lo general, no suele alcanzar más de cuatro vueltas, aunque se han observado colonias de hasta 7-8 vueltas, que es el máximo registrado en la especie. Las tecas son espinosas y cada una de ellas tiene dos espinas aperturales, aunque solo suele apreciarse una en vista lateral. La anchura dorsoventral máxima del estipe es de 1 mm. Hasta la revisión del género Spirograptus efectuada por Loydell et al. (1993), casi todas las especies trocoespirales elevadas se incluían en S. turriculatus (Barrande). Estas abundan en nuestra zona de trabajo en la Biozona de Rastrites linnaei, donde la forma representada tiene rabdosomas más estrechos y delicados que la especie tipo del género 194 y corresponden claramente a S. guerichi. Por eso, las citas en yacimientos o los ejemplares de S. turriculatus ilustrados por Hernández Sampelayo (1926, 1960), Tamain (1972), Portero et al. (1988), Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco (1988) y Rodríguez-Núñez et al. (1989) han sido revisados como S. guerichi. Distribución: Spirograptus guerichi es una forma cosmopolita que se extiende desde la base de la Biozona de Rastrites linnaei hasta la parte baja de la Biozona de Spirograptus turriculatus, del Telychiense inferior, razón por la cual algunos autores optaron por crear una biozona de S. guerichi como equivalente a la de R. linnaei (Loydell, 1992), aunque en la práctica ha prevalecido la segunda (Zalasiewicz et al., 2009). La especie S. guerichi ha sido identificada en la zona de trabajo exclusivamente dentro de la Biozona de R. linnaei, en los sinclinales de Guadarranque (Cíjara, niveles 81-Ci-3 y 81-Ci-2 y Guadarranque, niveles CJN-1 (=NC-A-1t) y PN-1 (=NP-A-1a), Corral de Calatrava (meandro del río Jabalón, niveles CO-2 y CO-3; confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón, niveles CC GU JA-12, CC GJ-13, CC GJ-14 y CC GJ-15 y en Puente Morena, nivel CC JA-1), Almadén (sección del arroyo del Lápiz, nivel ASC-A) y Guadalmez (sección oriental de la estación de Chillón, niveles CHE-1, CHE-2, CHE-3 y CHE-4; sección de Guadalmez Norte, nivel GM GN-1, localidad GM GRE). También en Sierra Morena oriental (cf., Castillo de Montizón en la hoja MAGNA nº 839, y norte de Vilches, M-9816, en la hoja MAGNA nº 863). Spirograptus turriculatus (Barrande, 1850) (Lám. 17, figs. 11-12) v*1850 Grapt. turriculatus Barrande, pp. 56-57; Lám. 4, figs. 7-1l. ?1962 Monograptus turriculatus, (Barr.); Almela et al., pp. 213, 220, 246. ?1968 Monograptus turriculatus (Barrande); Butenweg, p. 52. ?1971a Monograptus cf. turriculatus (Barrande), Saupé, p. 144. 1975 Monograptus turriculatus (Barrande); Hutt, pp. 111-112; Figs. 22 (9, l0). ?1980 Monograptus turriculatus; Robardet et al., p. 114. ?1982 Monograptus turriculatus (Barrande); Ballestra et al., p. 61. ?1991 Monograptus turriculatus (Barrande); Kappes, p. 58. .1993 Spirograptus turriculatus (Barrande, 1850); Loydell, Štorch & Melchin, pp. 912, 914, 916-917; Figs. 3A, 4A-G,5; Lám. 1, figs. 2, 6. 1993a Spirograptus turriculatus (Barrande, 1850); Loydell, pp. 84, 86-88; Figs. 16 (3, 5, 9, 12, 19). v.1998 Spirograptus turriculatus (Barrande); Štorch et al., p.320. Observaciones: Se caracteriza por su rabdosoma trocoespiral con ángulo de abertura, número de vueltas y anchura del estipe superiores a los de S. guerichi. El material estudiado no es abundante y en algunos horizontes se limita a fragmentos de estipes espinosos de más de 1 mm de anchura dorsoventral, asociados a otros graptolitos más jóvenes que los de la Biozona de R. linnaei. Distribución: Spirograptus turriculatus es una forma cosmopolita que define una biozona homónima del Telychiense, aunque su registro se mantiene esporádicamente en la Biozona de Streptograptus crispus. Dentro de la zona de estudio, las escasas 195 localidades que han librado la especie son la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-4, CO-4A y CO-4/4A) y, con algunas dudas debido a la conservación del material, la de El Entredicho, en la región de Almadén (cf. Loc. 17). Género Oktavites Levina, 1928 Especie tipo: Graptolithus spiralis Geinitz, 1842, del Llandovery de Alemania. Oktavites excentricus (Bjerreskov, 1975) (Fig. 17.5c) *1975 Monograptus spiralis excentricus Bjerreskov, p. 73; Figs. 20G-H. .2009 Oktavites excentricus (Bjerreskov), Loydell et al., Figs. 3a, 6a. Observaciones: Esta especie está restringida a una sola localidad y nivel de la sección de Corral de Calatrava, en la parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. Los únicos ejemplares españoles ilustrados de la especie (Loydell et al., 2009, figs. 3a y 6a) muestran un enrrollamiento excéntrico, de menos de dos vueltas y tecas de tipo spiralis, aunque con un estipe algo más delgado. Distribución: La especie se conoce en Europa en la parte media de la Biozona de O. spiralis, del Telychiense, siendo su distribución en la zona de trabajo comparable a la que se registra en Dinamarca o Gran Bretaña (Zalasiewicz et al., 2009). Oktavites falx (Suess, 1851) (Lám. 17, figs. 13-14) *1851 Graptolithus falx Suess; p. 35, Lám. 9, figs. 10a,b. .1998b Oktavites? falx (Suess); Štorch, pp. 124-125; Figs. 3 (11-13). .1998 Oktavites falx (Suess); Štorch et al., p. 321. .2009 Oktavites falx (Suess); Loydell et al., Fig. 4b. Observaciones: Se trata de un pequeño monográptido falciforme cuyas colonias maduras parecen tener una leve componente helicoidal. Las tecas proximales son triangulares y las tecas distales tienen unas protecas anchas y unas metatecas con un gancho apertural pequeño, con rostro dorsal expandido lateralmente, sujeto a torsión progresiva. La ligera torsión helicoidal del estipe relaciona a O. falx con los primitivos Cyrtográptidos, por lo que algunos autores siguen cuestionando su asignación genérica (Zalasiewicz et al., 2009). Distribución: El registro bioestratigráfico centroibérico compendia la distribución total de la especie, que se extiende desde la base de la Biozona de O. spiralis hasta la mitad inferior de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi, durante el Telychiense. Ha sido 196 encontrada en la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-15, CO-16 + 1,6 m, más los indicados por Loydell et al., 2009) y en la de San Benito (nivel SB PQ-23). Oktavites spiralis (Geinitz, 1842) (Lám. 17, figs. 1-10) *1842 Graptolithus spiralis Geinitz, p. 700; Lám. 10, figs. 26-27. ?1855 Graptolithus spiralis, Barr.; Verneuil & Barrande, p. 1014. ?1861 Graptolithus spiralis, Geinitz; Bernáldez & Rúa Figueroa. ?1875b Monograpsus spiralis, Barr.; Mallada, p. 96. vp.1876 Monograpsus convolutus (Hisinger); Egozcue & Mallada, p.142. cf.1960 Monograptus spiralis, (Geinitz); Hernández Sampelayo, p. 7; Lám. 1, fig. 2. ?1961 Monograptus spiralis; Márquez Triguero, p. 195. ?1962 Monograptus spiralis, (Geinitz); Almela et al., pp. 213, 220, 246. .1975 Monograptus spiralis spiralis (Geinitz); Bjerreskov, p.72; Fig. 20F; Lám. 11C. ?1982 Monograptus n. sp.? ex gr. spiralis (Geinitz); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus sp. ex gr. spiralis (Geinitz); Ballestra et al., p. 62. ?1982 ¿Monograptus sp. ex gr. spiralis? (Geinitz); Ballestra et al., p. 62. cf.1987 Spirograptus cf. spiralis (Geinitz); Martín Herrero et al., p. 21. v.1989 Monograptus spiralis spiralis (Geinitz); Rodríguez Núñez et al., p. 92; Lám. 2, fig. 3. non1991 Monograptus spiralis; Kappes, Lám. 6, fig. 12. v.1998 Oktavites spiralis (Geinitz); Štorch et al., p.321. v.2005b Oktavites spiralis (Geinitz); Lorenzo et al., p. 41. v.2009 Oktavites spiralis (Geinitz); Loydell et al., Figs. 4e, h, i, o. y. v. 2010 Oktavites spiralis; Menéndez & Rábano, p. 172. Observaciones: El material estudiado proviene de numerosas localidades y la especie es una de las más fáciles de reconocer por la forma general del rabdosoma y su estructura tecal. El estipe está enrrollado en una espiral baja, generalmente de 3-4 vueltas, con su extremo proximal curvado dorsalmente. Las tecas son triangulares, con la metateca aislada y terminada en gancho, aunque en las vistas oblicuas aplastadas llegan a tener un aspecto falsamente espinoso. La parte protecal suele incrementar su anchura dorsoventral durante el crecimiento del estipe. Distribución: Oktavites spiralis define una Biozona homónima en el Telychiense superior, si bien su registro podría iniciarse localmente en la parte más alta de la Biozona de Torquigraptus tullbergi y concluir generalmente en la parte media o superior de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. En la zona estudiada, O. spiralis llega a ser abundante en su propia biozona en los sinclinales de Guadarranque (nivel PS- 4= SP-A-1 y muestra MGM-778-S, original de Egozcue & Mallada, 1876), Corral de Calatrava (niveles CO-11 +2,4, CO-12, CO-14, CO-15 y cf. CO-16), Guadalmez (niveles GM GN-5, EB-3A, EB-4A, EB-7, EB-8) y en Santa Eufemia (muestra GM EU-2). En Corral de Calatrava los últimos ejemplares de O. spiralis se registran dentro de la Biozona de C. lapworthi (Loydell et al., 2009). 197 Oktavites contortus? (Perner, 1897) ?*1897 Monograptus planus Barr. var. contorta mihi Perner; p. 14; Lám. 12, fig. 24. 1960 Monograptus circularis, Elles & Wood; Hernández Sampelayo, pp. 5, 21, 25, 26, 44, 47; Lám. 11, figs. a, h. 1976 Monograptus spiralis conturtus (Nicol) –sic-; Lozac´h & Vidal, p.33. 1978 Monograptus spiralis conturtus Perner; Blachère, pp. 41, 42. 1978 Monograptus cf. spiralis conturtus Perner; Blachère, p. 41. ?1993a Oktavites contortus (Perner); Loydell, pp. 123-125; Figs. 21 (1-2); Figs. 22 (19 y 27); Lám. 4, fig. 6b. non 1996b Torquigraptus cf. contortus (Perner); García Palacios et al., p. 21. 2005b Torquigraptus cf. contortus (Perner); Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: El material atribuido a la especie por los autores precedentes consiste en fragmentos de un estipe delgado, enrrollado en espiral cónica muy baja, recogidos en niveles más antiguos que las restantes especies de Oktavites. Su mala conservación, sin embargo, no permite descartar que la mayoría de ellos correspondan a las vueltas más externas de ciertas colonias fragmentarias de Spirograptus guerichi, comprimidas axialmente. Distribución: Oktavites contortus se distribuye, en el tránsito entre el Aeroniense y el Telychiense, entre la partes superior de la Biozona de Stimulograptus sedgwickii y la mitad superior de la Biozona de Rastrites linnaei. En la zona de estudio el registro dudoso de la especie parece situarse íntegramente en la Biozona de R. linnaei de los sinclinales de Almadén y Guadalmez. Su posible registro en el sinclinal de Corral de Calatrava (García Palacios et al., 1996) ha sido revisado y corresponde a Torquigraptus obtusus (Schauer). Género Rastrites Barrande, 1850 Especie tipo: Rastrites peregrinus Barrande, 1850, del Llandovery de Bohemia. Rastrites abbreviatus Lapworth, 1876 *1876 Rastrites distans, sp. nov. var. abbreviatus Lapworth, p. 314. 1992 Rastrites abbreviatus Lapworth; Štorch & Loydell, pp. 79-80; Figs. 7C, E; 8E. Observaciones: Nuestro material comprende fragmentos de rabdosoma, de trazado rectilíneo a levemente curvado, carentes de la región proximal. Su aspecto es típicamente rastritiforme, con metatecas aisladas de hasta 2,2 mm de longitud, dispuestas en ángulos de 90º a 110º con el eje del estipe, y separadas por distancias variables entre 2 y 2,7 mm. Estos fragmentos son muy parecidos a la especie R. distans Lapworth, cuyas metatecas son más largas y se presentan más espaciadas. Distribución: Rastrites abbreviatus es una forma característica de la Biozona de Rastrites linnaei, del Telychiense inferior. En la zona de trabajo solo se ha identificado 198 con seguridad en la sección de Guadalmez Norte, del sinclinal de Guadalmez (nivel GM GN-1), probablemente de la parte baja de dicha biozona. Rastrites fugax Barrande, 1850 (Lám. 18, figs. 5-6, 8) *1850 Rastr. fugax Barrande, pp. 66-67; Lám. 4, fig. 1. .1941 Rastrites fugax Barrande; Příbyl, pp. 11-12; Lám. 2, fig. 11; Lám. 3, figs. 10-12. .1967 Rastrites fugax Barrande; Schauer, p. 183; Lám. 4, figs. 11, 12, 14 (? 13). . 1972 Rastrites peregrinus (Barr.); Tamain, p. 303; Lám. 15, fig. 6. 1992 Rastrites fugax Barrande; Štorch & Loydell, pp. 80-82; Figs. 8 B-D, 9 C, E-G. .1993a Rastrites fugax Barrande; Loydell, pp. 132-134; Figs. 22 (1, 3-5); Fig. 23 (17); Lám. 5, figs. 5, 14. Observaciones: Esta especie se caracteriza por sus reducidas dimensiones, el trazado recto a débilmente curvado y por un espaciamiento tecal ligeramente más largo que las metatecas. Tamain (1972) lo confundió con R. peregrinus en nuestra zona de trabajo, una especie del Aeroniense, incompatible con la asociación telychiense con la que fue encontrado. Distribución: Biozona de R. linnaei, del Telychiense inferior. En la zona estudiada se reconoce en la sección de El Centenillo (Jaén) y, con dudas, en la parte baja de la Biozona de R. linnaei (Subzona de runcinatus-gemmatus) de la sección de Corral de Calatrava (nivel CC GU JA-12). Rastrites linnaei Barrande, 1850 (Lám. 18, figs. 3-4) *1850 Rastr. Linnaei Barrande, pp. 65-66; Lám. 4, figs. 2, 4 (non 3). ?1960 Rastrites linnaei, Barr.; Hernández Sampelayo, Lám. 9, fig. 60. ?1968 Rastrites linnaei? Barrande; Butenweg, p. 52. .1970 Rastrites linnaei Barrande; Hutt, Rickards & Skevington, pp. 14-15; Lám. 3, figs. 69-72. .1975 Rastrites linnaei Barrande; Bjerreskov, p. 83; tabla 8; Fig. 24A. .1993a Rastrites linnaei Barrande; Loydell, pp. 134, 136-137; Figs. 23 (1-5, 9); Figs. 25 (9, 10, 12, 13); Fig. 26 (13). .1998 Rastrites linnaei Barrande; Štorch et al., p. 320. Observaciones: El material de esta especie se diferencia de otras del mismo género por la curvatura dorsal en la parte proximal del rabdosoma, la longitud de las metatecas tubulares y el espaciamiento entre tecas consecutivas, por lo general superior al de otros taxones, no obstante, muchas veces dichos caracteres son difícilmente reconocibles porque lo que domina son colonias fragmentarias. 199 Distribución: Rastrites linnaei define una biozona homónima en el Telychiense temprano, que en la práctica se reconoce en la Zona Centroibérica por el registro ubicuo de Spirograptus guerichi, que nomina una biozona regional de extensión vertical equivalente. La escasa representación de Rastrites linnaei en la zona de estudio se limita a las secciónes de Cíjara-Guadarranque (nivel 81-Ci-3) y Corral de Calatrava (nivel CO- 2) y a la mina de Almadén. Rastrites schaueri Štorch & Loydell, 1992 (Lám. 18, fig. 11) *1992 Rastrites schaueri Štorch & Loydell, pp. 69-70; Figs. 5I, 7D, G. .1992 Rastrites schaueri Štorch & Loydell; Štorch & Loydell, p. 142; Figs. 23 (7, 10, 13, 14); Fig. 25 (7). ?1989 Rastrites linnaei Barrande; Rodriguez Núñez et al., Lám. 2, fig. 5. 1996b Rastrites cf. schaueri Štorch & Loydell; García Palacios et al., p. 21. Observaciones: Nuestro material procede de una sola localidad y las metatecas se conservan muy aplastadas, aunque el rabdosoma se presenta curvado dorsalmente en la región proximal y tiene unas metatecas más cortas y menos espaciadas que las de R. linnaei. Distribución: La especie fue definida en la parte alta de la Biozona de Stimulograptus sedgwickii en Bohemia (Štorch & Loydell, 1992), y prosigue representada en la parte más baja de la Biozona de Rastrites linnaei (en el tránsito entre el Aeroniense y el Telychiense), donde se situaría la única muestra procedente de la sección de Corral de Calatrava (nivel CC GJ-15). Adicionalmente relacionamos con la especie otro ejemplar, encontrado en la parte alta de la Biozona de R. linnaei del sinclinal de Guadarranque (Rodríguez Núñez et al., 1989, lám. 2, fig. 5). Rastrites spengillensis Rickards, 1970 (Lám. 18, figs. 1-2) *1970 Rastrites distans spengillensis subsp. nov. Rickards; pp. 96-97; Figs. 18, 10. v1989 Rastrites distans distans (Lapworth); Rodríguez-Núñez et al., p. 91; Lám. 2, fig. 1. 1992 Rastrites spengillensis Rickards; Štorch & Loydell, p. 82. 1993a Rastrites spengillensis Rickards; Loydell, p. 143; Figs. 26 (11-12, 14); Lám 5, fig. 15. Observaciones: Esta especie es muy parecida a Rastrites distans, pero la longitud de sus metatecas es característicamente inferior al espaciado entre tecas sucesivas. La reasignación del material ibérico de Rodríguez Núñez et al. (1989) a la especie, fue propuesta por Loydell (1993a, p. 143), y la confirmamos aquí con nuevo material. 200 Distribución: De acuerdo con Štorch & Loydell (1992) R. spengillensis se extiende, en el Telychiense, desde la parte alta de la Biozona de R. linnaei hasta la parte baja de la Biozona de Str. crispus. En la Zona Centroibérica, su único registro corresponde a la Subzona de P. hispanicus del sinclinal de Guadarranque (localidad PN-1 = NP-A-1a). Rastrites spp. 1960 Rastrites cf. spnia, (Richter) –sic-; Hernández Sampelayo, p. 24. 1960 Rastrites peregrinus, Barr.; Hernández Sampelayo, Lám. 9, figs. 56, 56a, 56b, 56c, 56d, 56c. 1960 Rastrites setiger, Elles & Wood; Hernández Sampelayo, Lám. 9, fig. 58. 1960 Rastrites approximatus var. geinitzi, Törnquist; Hernández Sampelayo, Lám. 9, fig. 59. 1971a Rastrites peregrinus (Barrande); Saupé, p. 144. 1991 Rastrites peregrinus (Barrande); Kappes, p. 58. Observaciones: En este epígrafe reunimos distintos fragmentos con tecas aisladas, atribuidos esencialmente por Hernández Sampelayo (1960) a especies concretas del género Rastrites, y cuya identidad no puede corroborarse por la naturaleza y mala calidad de las ilustraciones de línea acompañantes a su trabajo. Así, en Almadén dicho autor menciona formas del Aeroniense (R. setiger, R. peregrinus, R. spina, R. geinitzi – pp = Lituigraptus phleoides), en aparente asociación con graptolitos telychienses, que nunca fueron documentadas por otros trabajos. Género Cochlograptus Obut, 1987 Especie tipo: Nautilus veles Richter, 1871, del Llandovery de Alemania. Cochlograptus veles (Richter, 1871) (Lám. 10, figs. 21-22) *1871 Nautilus veles Richter, p. 243, Fig. 1. 1960 Monograptus discus, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 20; Lám. 4, fig. 29. .1975 Monograptus veles ( Richter); Bjerreskov, pp. 71-72; Lám. 11, fig. D. .1976 Monograptus veles Richter; Lozac´h & Vidal, p. 33. .1978 Monograptus veles Richter; Blachère, p. 42. .1988 Monograptus veles (Richter); Portero et al., p. 25. .1994 Cochlograptus veles (Richter); Loydell & Cave, p. 611; Figs. 1.1-1.3, 2. v.1998 Cochlograptus veles (Richter); Gutiérrez-Marco & Štorch, Fig.1d. v .1998 Cochlograptus veles (Richter); Štorch et al., p. 320. .2008 Cochlograptus veles (Richter); Lenz & Melchin, pp.450, 452; Figs. 1A-H, 2A-B, 4C-F, 5B. Observaciones: Cochlograptus veles fue descrito originalmente como un cefalópodo diminuto y, por su morfología y dimensiones, tanto la especie como su sinónima 201 posterior “Monograptus discus”, resulta muy fácil de reconocer en las secciones estudiadas. El rabdosoma es planoespiral y está formado por un estipe enrrollada ventralmente, de 1,5-2 vueltas, que deja el extremo apical de la sícula libre con su nema. Las tecas son ganchudas pero nuestro material no conserva las espinas aperturales. Distribución: Esta especie cosmopolita del Telychiense es bastante común en las biozonas de Streptograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis, concluyendo su registro en la Biozona de Torquigraptus tullbergi. Este rango coincide con sus hallazgos en la región surcentroibérica, habiéndose identificado en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-5, CO-6, CO-7b, CO-9, CO-11+1) y Almadén (Loc. 17 y Mina de Almadén) así como en Retamar (PT RE-10) y San Benito (nivel SB PQ-5). Género Euroclimacis Štorch, 1998 Especie tipo: Monograptus aduncus Bouček, 1931, del Wenlock de Bohemia. Euroclimacis adunca (Bouček, 1931) (Fig. 17.1c; Lám. 19, figs. 12, 13) *1931 Monograptus aduncus Bouček, p. 295; Figs. 2a-c. .1940b Monoclimacis adunca (Bouček); Příbyl, pp. 6-7; Lám. 1, figs. 11-13. cf.1974 Monograptus cf. aduncus Bouček; Lauret, p. 62; Lám. 9, fig. 4. . 1994a ?Monoclimacis adunca (Bouček); Štorch, pp. 174-175; Figs 5 (8, 10, 16, 20a-f); Lám. 3, figs. 1-3, 7. .1998 Euromonoclimacis adunca (Bouček) –sic-; Štorch et al., p. 321. .2009 Euroclimacis adunca (Bouček); Loydell et al., Fig. 4aa. Observaciones: La región proximal del rabdosoma tiene una neta curvatura dorsal, para a continuación desarrollar una leve curvatura ventral y crecer rectilíneo distalmente, con una anchura máxima de 1,2 mm. Las tecas desarrollan capuchones aperturales prominentes; su número es de 9 en 10 mm. Distribución: Euroclimacis adunca es una especie guía de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni, de la base del Sheinwoodiense, y permite reconocerla en ausencia de cyrtográptidos, si bien Zalasiewicz et al. (2009) sitúan un posible registro aislado en la Biozona de Cyrtograptus centrifugus. Su distribución en la zona de trabajo abarca la totalidad de la Biozona de C. murchisoni en la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-18 y CO-20). Euroclimacis hamata Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, 2009 (Fig. 17.1b; Lám. 19, fig. 19) .2000 Euroclimacis sp. nov., Lüning et al., Lám. 1, fig. M *2009 Eurolimacis hamata Loydell et al.; pp. 10-11; Figs. 5, e-i, q. 202 Observaciones: Rabdosoma con curvatura dorsal proximal y rectilíneo distalmente, con una anchura máxima dorsoventral de 1,4 mm. Las metatecas tienen capuchones prominentes a lo largo de todo el rabdosoma. Distribución: La especie inicia su registro en la parte alta de la Biozona de Oktavites spiralis, Telychiense, y culmina en la parte media de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni, base del Sheinwoodiense. En la sección de Corral de Calatrava (CO-18), es uno de los taxones que supera la laguna estratigráfica del techo del Telychiense y se registra en las biozonas de O. spiralis, C. lapworthi y C. murchisoni. Euroclimacis hamata fue definido en la sección de Corral de Calatrava y tiene su estratotipo en la Biozona de C. lapworthi. Adicionalmente, ha aparecido en niveles indeterminados en torno al límite Telychiense-Sheinwoodinse, en el sinclinal de Almadén (cf. AL AM- spy). Euroclimacis iberica Štorch, 1998 (Fig. 17.1d; Lám. 19, figs. 10-11, 14, 17-18) *1998b Euroclimacis iberica Štorch, pp. 120-121; Figs. 2-4, 8; Lám. 3, figs. 4-7. .1998 Euroclimacis iberica Štorch; Štorch et al., p. 321. .2009 Euroclimacis iberica Štorch; Loydell et al., Fig. 6e. Observaciones: El rabdosoma presenta inicialmente una curvatura dorsal, que cambia a ventral entre las tecas 8-12, y alcanza una anchura máxima de 2-2,1 mm. Las tecas tienen capuchones pequeños que se atenúan hasta casi desaparecer en las de las regiones distales del rabdosoma. Distribución: Euroclimacis iberica es una especie aparentemente endémica de España, dado que hasta la fecha solo ha sido registrada en la parte superior de la Biozona de Oktavites spiralis (estratotipo) y en la parte inferior de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi en el Telychiense de la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-16 y CO- 16 +1,6), donde llega a ser localmente abundante. Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, 2009 (Fig. 17.1a; Lám. 19, figs. 9, 15-16, 20-21) p.v1989 Monograptus priodon (Bronn); Rodríguez Núñez et al., p. 93, loc. PS-2 (non p. 93, loc. PS-1; pp. 92, 96, 97). *2009 Euroclimacis jabalonensis Loydell et al., p. 10; Figs. 5j–m. Observaciones: Rabdosoma rectilíneo o casi rectilíneo, que incremente gradualmente su anchura dorsoventral hasta un máximo de 0,85 mm. Todas las tecas tienen capuchón y en muchas de ellas se distinguen pequeñas excavaciones aperturales. Distribución: Euroclimacis jabalonensis tiene su estratotipo en el Telychiense en la parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi y se extiende hasta la parte media de la Biozona de Oktavites spiralis. En la zona de trabajo aparece en la sección 203 de Corral de Calatrava, donde fue descrita la especie, en los sinclinales de Guadarranque (nivel PS-2 = SPA-3) y Guadalmez (niveles GM GN-6, EB-5, EB-6 y EB-7) y en la zona de San Benito (nivel SB PQ-19). Género Monoclimacis Frech, 1897 Especie tipo: Graptolithus vomerinus Nicholson, 1872, del Llandovery del norte de Inglaterra. Monoclimacis basilica (Lapworth, 1880) (Fig. 18.6b) *1880 Monograptus galaensis var. basilicus Lapworth; pp. 152-153; Lám. 4, figs. 6a-b. .1975 Monograptus vomerinus basilicus Lapworth; Bjerreskov, pp. 57-58; Fig.7D. .2006 Monoclimacis basilica (Lapworth); Loydell & Cave, Fig. 10e. v.2009 Monoclimacis basilica (Lapworth); Loydell et al., Fig. 6l. .2009 Monoclimacis basilica (Lapworth); Zalasiewicz et al., p. 834; Figs. 11, 313. Observaciones: Loydell et al. (2009) ilustraron el único ejemplar conocido de esta especie en la zona de trabajo. Se trata de un fragmento proximal prácticamente idéntico a otro británico (Loydell & Cave, 2006). En el mismo se ve bien el característico incremento gradual-rápido en anchura, la inclinación de los septos intertecales o la altura de la sícula, cuyo ápice se sitúa a la altura de la abertura de la teca 1. Distribución: De acuerdo con Zalasiewicz et al. (2009), M. basilica se extiende desde la parte media de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi hasta la Biozona de Monograptus riccartonensis, del Telychiense superior al Sheinwoodiense inferior. El ejemplar centroibérico procede de la mitad superior de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni en la sección de Corral de Calatrava. Monoclimacis crenulata (Elles & Wood, 1911) (Lám. 19, figs. 1-2) non1881 Monograptus crenulatus n. sp.; Törnquist, p. 438; Lám. 17, fig.4. *1911 Monograptus vomerinus Var. crenulatus (Törnquist); Elles & Wood, p. 412-413, Figs. 278a-e; Lám. 41, figs. 4a-d. .1940b Monoclimacis crenulata (Törnquist); Příbyl, p. 6, Figs. 17, 18. ?1955 Monoclimacis crenulata (Törnq.); Redlin (mapa en Walter, 1977). p.non1960 Monograptus vomerinus var. crenulatus, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 27; Lám. 11, fig. k. (non Lám. 2, figs. 13, 13a). 204 ?1990 Monograptus vomerinus cf. crenulatus (Törnquist); Rodríguez Pevida et al., p. 19. .2003 Monoclimacis crenulata (Elles & Wood); Loydell, Figs. 1 (1-3). .2013 Monoclimacis crenulata (Elles & Wood); Zhang et al., pp. 131, 133; Figs. 6J-N, R, AA-CC, 7A-B, D, I, L-P. Observaciones: El rabdosoma es rectilíneo y alcanza una anchura máxima de 2 mm. Las dos primeras tecas presentan ganchos claramente desarrollados, y en alguna de las restantes se conservan pequeñas proyecciones dorsales que revelan que la abertura se orienta ventralmente. Distribución: Esta especie telychiense muestra un gran interés estratigráfico, porque normalmente se circunscribe a la Biozona de Torquigraptus tullbergi, que en Avalonia y Baltica toma el nombre de Biozona de M. crenulata (Loydell, 2012). Sin embargo en Bohemia sus primeros representantes aparecen en la parte superior de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis y su registro puede prolongarse en la Biozona de Oktavites spiralis (ver Štorch, 1994a). En la región surcentroibérica M. crenulata ha sido identificado en la Biozona de Torquigraptus tullbergi de Corral de Calatrava (nivel cf. CO-11), Retamar-Brazatortas (localidad cf. PT OB-3), San Benito (nivel cf. SB PQ-23) y en Sierra Morena oriental (M-9805 y cf. M-9807 de la hoja MAGNA nº 862). Monoclimacis flexa Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, 2009 (Fig. 18.6a; Lám. 20, figs. 18-19) .*2009 Monoclimacis flexa sp. nov.; Loydell et al., Figs. 5c, d, n-p. Observaciones: El rabdosoma posee una curvatura dorsal muy suave, algo más pronunciada proximalmente, en tanto que los fragmentos distales son casi rectilíneos. La anchura dorsoventral del estipe se incrementa desde 0,4-0,45 mm en la teca 1, hasta alcanzar un máximo de 1,15 mm. Las tecas tienen la morfología monoclimácida, pero la pared ventral libre no es paralela al eje del rabdosoma y presenta una ligera inclinación. Distribución: Monoclimacis flexa tiene su localidad y estratotipo en la parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis, del Telychiense, de la sección de Corral de Calatrava. Un registro adicional de la especie se sitúa en la misma biozona del sinclinal de Guadalmez (localidad D-3). Monoclimacis flumendosae (Gortani, 1923) (Lám. 2, fig. 12; Lám. 20, figs. 7-17) *1923a Monograptus Linnarssoni Tullberg var. flumendosae n. f.; Gortani, pp. 51- 52, Lám. 9, figs. 1-6, Lám. 12, figs. 4A, 6C, Lám. 13, fig. 4B. .1965 Monoclimacis flumendosae flumendosae (Gortani); Rickards, pp. 252- 253; Figs. 2d, 4f; Lám. 29, figs. 1-3. ?1971 Monoclimacis flumendosae (Gort.); Romariz et al., p. 60. ?1976 Monoclimacis flumendosae Gort.; Gil Cid et al., p. 25. 205 v.1985 Monoclimacis linnarssoni (Tullberg); Pieren, p. 169. .1986 Monoclimacis flumendosae (Gortani); Teller, pp. 64-65; Figs. 12-15; Lám. 2, figs. 1-6; Lám. 6, figs. 6-10. ?1987 Monoclimacis flumendosae (Gortani); Amor & Ortega, p. 29. cf.p.v1989 Monoclimacis vomerina vomerina (Nicholson); Rodríguez Núñez et al., p. 91 (non pp. 92, 93; Lám. 2, fig. 6). . 1990 Monoclimacis flumendosae Gortani; Olivé Davó et al., p. 42. v. 1990 Monoclimacis linnarssoni (Tullberg); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. v.1990 Monoclimacis vomerina vomerina (Nichol.); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. v.?1990 Monoclimacis cf. chuchlensis Příbyl; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. .1998 Monoclimacis flumendosae (Gortani); Štorch et al., pp. 321, 322. .2005b Monoclimacis flumendosae (Gortani); Lorenzo et al., p. 41. v2009b Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani); Matas González et al., p. 39. .2011 Monoclimacis flumendosae (Gortani); Piras et al., p. 8; Fig. 4.3. 2012 Monoclimacis flumendosae (Gortani); Lenz et al., p. 21; Lám. 11, figs. 3, 5, 10-13. Observaciones: Se trata de una especie muy abundante y de gran longitud, pues los fragmentos de más de 10 cm son frecuentes. El extremo proximal del rabdosoma presenta una curvatura dorsal característica y la anchura aumenta de forma gradual hasta alcanzar un máximo de 2 mm (algo superior en los ejemplares tectonizados). El número de tecas en 10 mm varía entre 8-10; el genículo tiende a atenuarse en las tecas más distales. Pieren & Gutiérrez-Marco (1990) diferenciaron como Monoclimacis cf. chuchlensis Příbyl un ejemplar que posee una leve curvatura ventral y conserva “espinas geniculares” retrodirigidas en tres de las tecas, lo que parece representar una variante preservacional de M. flumendosae (además, el auténtico M. chuchlensis procede de horizontes más antiguos). Distribución: Monoclimacis flumendosae se encuentra ampliamente difundido en el Sheinwoodiense superior y Homeriense basal de Europa y norte de África, iniciando su registro en la Biozona de Pristiograptus dubius y culminando en la de Cyrtograptus lundgreni. En la región surcentroibérica, su rango se extiende, con seguridad, desde la Biozona de M. belophorus-Cyrtograptus rigidus a la de C. lundgreni, con la misma distribución temporal, en los sinclinales de Guadarranque (niveles 81-Ci-12, cf. PS-10), Herrera del Duque (niveles HD-D, HD-E y HD-I), Corral de Calatrava (niveles CO-25 a CO-30), Almadén (localidades AL AM-3, AL AM-2 (?), AL AV-4, cf. Loc. 1, cf. Loc. 3, Loc. 5 y cf. Loc. 8), Valdeazogues-Puertollano (niveles PT RE-12 a 16, PT RE-20 y PT RE-24) y Guadalmez (niveles CHW-5 a CHW-8, CHW-14, CHW-19 y CHW-20, de la estación de Chillón y GM EC-5 y GM TCE-3 de la estación de Las Cabras, Loc. 13, Loc. 16 y Loc. 31 (?)); en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (San Benito, nivel SB PQ-37, y Santa Eufemia, muestras GM EU-3 (?) cf. GM EU-4) y en Sierra Morena oriental (muestra IN-GM-05-01-M1 de la hoja MAGNA nº 864). 206 Monoclimacis geinitzi (Bouček, 1932) (Lám. 19, fig. 5) *1932 Monograptus geinitzi n. sp.; Bouček, p. 153, Figs. 2c-d. .1940b Monoclimacis geinitzi (Bouček); Příbyl, pp. 5-6, Lám. 2, figs. 9-11. v.1988 Monoclimacis linnarssoni (Tullberg); Portero et al., p. 25. ?1988 Monoclimacis linnarssoni (Tullb.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. .1995 Monoclimacis geinitzi (Bouček); Bull & Loydell, Figs. 4G-I. .1998 Monoclimacis geinitzi (Bouček); Štorch et al., p. 321. .2009 Monoclimacis geinitzi (Bouček); Loydell et al., p. 189. Observaciones: El rabdosoma es rectilíneo y delgado (1,4 mm de anchura máxima). El número de tecas en 10 mm es de 10-11. Las tecas muestran un genículo bien desarrollado y sus aberturas se orientan ventralmente. Los fragmentos proximales de Monoclimacis linnarssoni (Tullberg, 1883) son difíciles de distinguir de los de esta especie, razón por la cual las citas previas del primero en la región estudiada tienen una valoración problemática, dado que M. linnassorni no ha sido caracterizado hasta ahora en ninguno de los yacimientos estudiados. Distribución: El registro de Monoclimacis geinitzi se extiende desde la Biozona de Oktavites spiralis, parte media del Telychiense, hasta la de Cyrtograptus murchisoni, Sheinwoodiense inferior, en numerosas localidades europeas; la especie caracteriza una biozona regional en China meridional, correlacionable con la parte alta de la Biozona de O. spiralis europea (Loydell, 2012). En la región surcentroibérica, M. geinitzi aparece en la mitad superior de la Biozona de O. spiralis y su registro concluye en la base de la Biozona de C. murchisoni (Loydell et al., 2009). La especie ha sido identificada en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-14, CO-16, CO-16+1,6 y cf. CO-17) y Guadalmez (niveles cf. EB-3A, cf. EB-5, cf. EB-6F y cf. EB-6G y localidad GM AL-2) Monoclimacis gracilis? (Elles & Wood, 1911) ?*1911 Monograptus vomerinus (Nicholson) Var. gracilis, var. nov.; Elles & Wood, p. 411, Fig. 277; Lám. 41, figs. 3a-d. 1971b Monograptus vomerinus var. gracilis (E.K.); Saupé, p. 362. 1971b Monograptus cf. vomerinus var. gracilis (E.K.); Saupé, p. 362. Observaciones: La cuestionada especie Monoclimacis gracilis fue identificada por Saupé (1971) en dos localidades situadas, respectivamente, al sur-sureste y al noroeste de Almadén, en apariencia formando parte de asociaciones referibles al Wenlock. Sin embargo, la primera de estas localidades desapareció al abrir la mina de El Entredicho y la segunda (cresta de los Cuchillos) no ha sido reencontrada, por lo que carecemos de evidencias de la especie en el área de trabajo. El único dato que se aproxima es un fragmento de rabdosoma, identificado como Monoclimacis cf. gracilis encontrado en la localidad de Valdeazogues (PT VAZ-14: sinclinal Almadén-Puertollano), en niveles del tránsito Llandovery-Wenlock. 207 Distribución: Monoclimacis gracilis está citado en Bohemia (Štorch, 1994a) en las biozonas de Monoclimacis griestoniensis y Cyrtograptus murchisoni, del Telychiense a la parte inferior del Sheinwoodiense. Monoclimacis griestoniensis (Nicol, 1850) (Lám. 20, figs. 1-6) *1850 Graptolites griestoniensis Nicol; p. 63, Fig. 2a-b. ?1960 Monograptus crenularis, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 17, 42; Lám. 2, figs. 14, 14a, 14b; Lám. 20, fig. 2. ?1960 Monograptus cf. crenularis, Lapw.; Hernández Sampelayo, Lám. 10, fig. 14d. .1970 Monoclimacis griestoniensis (Nicol); Toghill & Strachan, pp. 514-517; Figs. 1a-h; Lám. 103, 1-5. ?1971b Monograptus griestoniensis (Nicol); Saupé, p. 362. .1975 Monograptus griestoniensis (Nicol); Bjerreskov, pp. 59-60; Fig. 18B; Lám. 8, fig. H- J. ?1976 Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol); Lozac´h & Vidal, p. 33. ?1978 Monograptus griestoniensis ? Nicol; Blachère, p. 41. .1993 Monograptus griestoniensis (Nicol); Štorch & Serpagli, p. 46, figs. 12G, M; Lám. 10, figs. 1, 5. .1995 Monoclimacis griestoniensis (Nicol); Zalasiewicz et al., pp. 961-963; Figs. 1, 2.1-2.3, 3.1-3.3. v.1998 Monoclimacis griestoniensis (Nicol); Štorch et al., p. 320. v.2005b Monoclimacis griestoniensis (Nicol); Lorenzo et al., p. 41. v2009b Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol); Matas González et al., p. 39. Observaciones: El rabdosoma posee una morfología muy característica. Es muy fino, rectilíneo o algo arqueado ventralmente, y su anchura dorsoventral se incrementa de forma muy gradual desde 0,15-0,2 mm en la teca 1 hasta un máximo distal de 0,85 mm. La pared supragenicular de las tecas es alargada; los septos intertecales son paralelos al eje del rabdosoma, y en posición genicular destaca la presencia de un capuchón formado por la prolongación apertural de la pared dorsal de la teca precedente. Distribución: Monoclimacis griestoniensis es la especie más frecuente y abundante del género en la zona estudiada, donde ha sido reconocida únicamente en su biozona nominal del Telychiense medio y en la parte baja de la biozona siguiente (Biozona de T. tullbergi), en Corral de Calatrava (niveles ex gr. CO-5/7, ex gr. CO-6, CO-10, cf. CO- 11+1, cf. CO-11+1,3) además de en los sinclinales de Guadarranque (nivel aff. 81-Ci- 10), Almadén (nivel AL LP-E del arroyo del Lápiz, Mina de Almadén), Valdeazogues- Puertollano (Retamar: nivel cf. PT RE-10; Brazatortas: nivel cf. PT OB-2), Guadalmez (Loc. 12, cf. Loc. 31, Localidad D-3, niveles EB-1, EB-1T, GM GN-2) y en las zonas de San Benito (niveles SB PQ-1, SB PQ-3, SB PQ-4, SB PQ-10, SB PQ-12, SB PQ-15, SB PQ-16, SB PQ-17, ex gr. SB PQ-2 y localidad SB ASJ-1), Santa Eufemia [niveles cf. GM PO (CENT), GM PO (S), GM PO-2, cf. GM PO (NOR)] y Sierra Morena oriental: El Centenillo (niveles EC SE-2G, EC SE-3G, EC SE-4G, EC SE-5G, EC SE- 208 6G) y Hojas MAGNA nº 862 (muestras cf. M-9803, M-9805 y cf. M-9806) y nº 864 (muestra cf. IN-GM M14). Monoclimacis hemipristis (Meneghini, 1857) (Lám. 19, fig. 6) *1857 Graptolithus (Monograpsus) hemipristis n. f.; Meneghini, p. 168, Lám. B, figs. 5a-b. .1922 Monograptus hemipristis Meneghini em.; Gortani, p. 50; Lám. 8, figs. 23- 27; Lám. 12, fig. 11. .1931 Monograptus vomerinus var. robustus n. var.; Bouček, 1931, p. 296, Figs. 2f-g. ?1971 Monoclimacis hemipristis (Menegh. em. Gort.); Romariz et al., p. 60. ?1971 Monoclimacis hemipristis gonii (Menegh. em. Gort.); Romariz et al., p. 60. ?1976 Monoclimacis hemipristis Menegh. em. Gort.; Gil Cid et al., p. 25. ?1976 Monoclimacis hemipristis gonii Menegh. em. Gort.; Gil Cid et al., p. 25. ?1982 ¿Monograptus hemipristis? (Meneg); Ballestra et al., p. 62. ?1987 Monoclimacis hemipristis (Meneghini); Amor & Ortega, p. 29. v.1998 Monoclimacis hemipristis (Meneghini); Štorch et al., p. 321. Observaciones: La morfología general de esta especie es muy similar a la de Monoclimacis flumendosae (Gortani), con la que puede confundirse fácilmente en ejemplares ensanchados por deformación. M. hemipristis tiene un extremo proximal más robusto que el de M. flumendosae, al que precede estratigráficamente en Bohemia, y que alcanza una anchura distal máxima de 3 mm. 8-9 tecas en 10 mm. La forma M. vomerina robusta (Bouček), redescrita por Příbyl (1940b), constituye un sinónimo posterior de M. hemipristis (Štorch, 1994a), aunque previamente había sido relacionada con M. vomerina basilica (Lapworth) por Bjerreskov (1975). La “variedad” M. hemipristis gonii (Meneghini, 1857), citada en el sinclinal de Guadarranque, corresponde con gran probabilidad a ejemplares tectónicamente alargados de M. hemipristis, lo mismo que sucede en su localidad tipo de Cerdeña, donde la anchura y densidad tecal son más reducidos que en la forma nominal. Distribución: Monoclimacis hemipristis se reconoce desde la Biozona de Monograptus riccartonensis hasta la parte media de la Biozona de M. belophorus-Cyrtograptus rigidus, ambas pertenecientes al Sheinwoodiense. En la región surcentroibérica la especie aparece puntualmente en la Biozona de M. belophorus-C. rigidus de los sinclinales de Herrera del Duque (HD-D/H), Corral de Calatrava (niveles CO-24 a CO- 26) y Guadalmez (cf. CHW-7). Monoclimacis subgeinitzi Fu, 1986 (Fig. 18.6e) *1986 Monoclimacis subgeinitzi n. sp.; Fu in Fu & Song; p. 113; Lám. 10, fig. 17. 209 v.1989 Monoclimacis vomerina cf. vomerina (Nicholson); Rodríguez Núñez et al., p. 94. .2009 Monoclimacis subgeinitzi Fu; Loydell et al., Fig. 4n. Observaciones: Esta especie se reconoce por la presencia de tecas basales ganchudas y por la gran longitud de la sícula, lo que la distingue de Monoclimacis geinitzi (Bouček) con la que algunos autores chinos pretendieron sinonimizarla recientemente (Mu et al., 2002). Distribución: Parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis en China (según la revisión de Zalasiewicz et al., 1995). En la zona de estudio, M. subgeinitzi se extiende entre la parte más alta de la Biozona de Torquigraptus tullbergi y la base de la de O. spiralis, parte media del Telychiense, en la secciones de Corral de Calatrava, San Benito (nivel SB PQ-18) y una muestra sin referencia estratigráfica proveniente del sinclinal de Guadarranque (arroyo Molinillo), original de Ramírez y Ramírez (1955). Monoclimacis vikensis Bassett & Rickards, 1971? (Fig. 18.6c) *1971 Monoclimacis vomerina (Nicholson, 1872) vikensis Bassett & Rickards; p. 255; Fig. 2B. .2009 Monoclimacis vikensis? Bassett & Rickards; Loydell et al., Fig. 4x. Observaciones: El único ejemplar conocido fue ilustrado por Loydell et al. (2009) y consiste en un fragmento proximal del rabdosoma bastante estrecho, con sícula corta y capuchones en las primeras tecas. No obstante, la identificación plena de la especie requiere del hallazgo de un material más completo y en mejor estado de conservación. Distribución: Biozona de Cyrtograptus murchisoni, de la base del Sheinwoodiense, en la sección de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009). Monoclimacis vomerina (Nicholson, 1872) (Fig. 18.6d; Lám. 19, figs. 3-4) *1872 Graptolithus vomerinus Nicholson, p. 53; Fig. 21a-c. ?1971b Monograptus vomerinus (Nicholson); Saupé, p. 362. ?non1974 Monograptus vomerinus Nicholson; Lauret, p. 62; Lám. 9, fig. 6. .1975 Monograptus vomerinus vomerinus (Nicholson); Bjerreskov, pp. 55-57; Fig. 17E, Lám. 8, figs. E-G; Tabla 5. ?1978 Monograptus sp. ex gr. vomerinus Nicholson; Blachère, pp. 42, 44. ?1982 Monograptus vomerinus (Nicholsen?); Ballestra et al., p. 61. ?1982 Monograptus sp. ex gr. vomerinus (Nicholsen); Ballestra et al., p. 61. ?1985 Monoclimacis cf. vomerinus (Nicholson); Pieren, p. 169. .1986 Monoclimacis vomerina (Nicholson); Teller, Fig. 19; Lám. 2, figs. 8-11; Lám. 3, figs. 3-6, 8-10. ?1987 Monoclimacis vomerinus (Nicholson); Amor & Ortega, p. 29. 210 v.1988 Monoclimacis vomerina vomerina (Nichol.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 93. p.v1989 Monoclimacis vomerina vomerina (Nicholson); Rodríguez Núñez et al., pp. 92, 93?; Lám. 2, fig. 6 (non p. 91). non1990 Monoclimacis vomerina vomerina (Nichol.); Pieren & Gutiérrez Marco, p. 60. ?1992b Monoclimacis cf. vomerina (Nichol.); Soldevila, p. 370. .1995 Monoclimacis vomerina (Nicholson); Bull & Loydell, Fig. 4a-b. .2006 Monoclimacis vomerina (Nicholson); Loydell & Cave, Fig. 10c, l. .2009 Monoclimacis vomerina (Nicholson); Loydell et al., Fig. 4m. Observaciones: La mayoría del material del que disponemos es dudoso, por presentarse demasiado fragmentado o algo deformado. El mejor rabdosoma con su región proximal completa es el ilustrado por Loydell et al. (2009, fig 4m.), que muestra una ligera curvatura dorsal inicial, un ápice de la sícula a nivel de la teca 2, un incremento en la anchura gradual, septos intertecales inclinados y excavaciones tecales de escasa anchura. Distribución: Monoclimacis vomerina alcanza una amplia distribución estratigráfica, desde la Biozona de Torquigraptus tullbergi, parte media del Telychiense, hasta la parte inferior de la de Monograptus riccartonensis, Sheinwoodiense inferior. En la sección de Corral de Calatrava está presente en la parte alta de la Biozona de T. tullbergi hasta la de Cyrtograptus murchisoni. Otros ejemplares dudosos que identificamos como M. cf. vomerina proceden de niveles indeterminados de las secciones de Retamar (Nivel PT RE-11) y Santa Eufemia (Localidad GM EU-4). Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch, 1995 (Lám. 19, figs. 7-8) *1995 Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch, pp. 965-966; Figs. 3.6, 3.7, 3.10. .2003 Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch; Loydell, p. 59; Figs. 1 (6-10). ?2009 Monoclimacis woodae? Zalasiewicz, Loydell & Štorch; Loydell et al., p. 189. Observaciones: El escaso material de esta especie recuerda mucho a Monoclimacis griestoniensis, pero su incremento de anchura es algo más rápido, desde 0,2-0,25 mm iniciales hasta un máximo distal de 0,8-0,9 mm (0,4-0,5 mm a nivel de la teca 10, frente a los 0,25-0,3 mm en esta última especie). Distribución: nuestro material de Monoclimacis woodae procede de la Biozona de M. griestoniensis, de la parte media del Telychiense, de las secciones de Corral de Calatrava (CO-8, CO-8A, CO-9) y San Benito (nivel SB PQ-17). En Corral de Calatrava la especie está representada con dudas en la parte inferior de la Biozona de Oktavites spiralis. 211 Monoclimacis spp. non 1960 Monograptus galaensis, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 17, 42; Lám. 2, figs. 16, 16a; Lám. 21, fig. 2. 1963 Monograptus galaensis Lapw.; Romariz, p. 133; Lám. 1, fig. 3. 1987a Monograptus cf. galaensis; García Sansegundo et al., p. 19. 1987 Monograptus galaensis (Lapworth); Mira et al., p. 22. 1990 Monograptus crenularos (Lapworth) -sic-; Rodríguez Pevida et al., p. 19. Observaciones: Reunimos aquí las citas de dos especies del género cuya presencia en la, zona de estudio no ha sido acreditada por nosotros. La primera es Monoclimacis? galaensis (Lapworth, 1876), mencionada en dos hojas geológicas de la región de Almadén (García Sansegundo et al., 1987; Mira et al., 1987). Aunque el material original nos hemos podido revisarlo, los graptolitos acompañantes permiten deducir que integran asociaciones de edad Telychiense con Parapetalolithus (probablemente P. palmeus? o P. meridionalis?). La especie M.? galaensis se extiende entre el techo de la Biozona de Spirograptus turriculatus y la base de la de Streptograptus crispus. Otras menciones previas de la misma corresponden a Henke & Hundt (1926) y a Hernández Sampelayo (1960). En el primer caso, la cita fue reasignada por Haberfelner (1931, Lám. 1, fig. 19a) a Pristiograptus nudus, pero su ilustración corresponde a un monográptido indeterminable en conservación subescalariforme. Los ejemplares figurados por Hernández Sampelayo (1960), procedentes de los yacimientos de Almadén y Corral de Calatrava, representan fragmentos de estipes con tecas simples (Pristiograptus? sp.). La segunda especie del género citada, pero no reencontrada, es Monoclimacis crenularis (Lapworth, 1876) de la Biozona de Lituigraptus convolutus, que fue reconocida por Rodríguez Pevida et al. (1990) al este de Santa Eufemia (Córdoba). La asociación mezcla formas aeronienses con otras telychienses, lo que introduce serias dudas sobre la identificación de la especie. Género Colonograptus Příbyl, 1942 Especie tipo: Monograptus colonus Barrande, 1850, del Ludlow de Bohemia. Colonograptus sp. v1989 Monograptus sigmoidalis Bouček; Rodríguez Núñez et al., p. 98. non?1992a Pristiograptus cf. vulgaris (Wood); Soldevila, p. 358. Observaciones: La posible presencia del género Colonograptus Příbyl, 1942 en la zona de estudio aparece indicada en dos yacimientos de los sinclinales de Guadarranque y La Codosera (Badajoz). En el primero, la especie del Gorstiense Colonograptus? sigmoidalis (Bouček, 1936) fue señalada por Rodríguez Núñez et al. (1989) en una de las unidades de la sucesión silúrica local (“Areniscas de Las Cabezuelas”, en parte correlacionables con la Formación Cerro Escudero, Pardo Alonso & García-Alcalde, 1996 ). El ejemplar original ha sido revisado y sus dos primeras tecas presentan las 212 modificaciones aperturales características del género, en tanto que las restantes tecas del rabdosoma son de tipo pristiográptido. Por otra parte, Colonograptus ludensis (Murchison, 1839), a través de su sinónimo posterior “Pristiograptus” vulgaris (Wood, 1900), fue citado tentativamente por Soldevila (1992) junto con una asociación de graptolitos deformados de tipo “sárdico”. La revisión del material original no ha confirmado la presencia de ningún rabdosoma incuestionable de Colonograptus en el yacimiento, que podría corresponder al Sheinwoodiense en lugar de al Homeriense terminal, donde C. ludensis define la biozona homónima. Género Neocolonograptus Urbanek, 1997 Especie tipo: Monograptus parultimus Jaeger, 1975, del Pridoli de los Alpes Cárnicos, Austria Neocolonograptus parultimus (Jaeger, 1975) *1975 Monograptus parultimus n. sp.; Jaeger, p. 119; Fig. 4; Lám. 2, figs. 4, 8. .1986 Monograptus parultimus Jaeger; Kříž et al., pp. 318-321; Figs. 29-34; Lám. 1, figs. 1-2, 5, 8-9; Lám. 2, figs. 3-6, 23-24; Lám. 4, fig. 12. .1997 Neocolonograptus parultimus (Jaeger); Urbanek, pp. 166-167; Fig. 48; Lám 21, figs. 1-7. .2014 Neocolonograptus parultimus (Jaeger); Gutiérrez-Marco et al., 2014. Observaciones: Esta especie ha sido identificada en una muestra de caliza margosa procedente de Adamuz (Córdoba), donde se presenta asociada a N. ultimus (Perner) y a diversos bivalvos del Pridoli inferior (Gutiérrez-Marco et al., 2014). Los graptolitos del Pridoli son muy raros en el suroeste de Europa (Piçarra et al., 1998), por lo que el hallazgo de Adamuz reviste un interés añadido. Distribución: La especie aparece en el Ludfordiense tardio y abunda en la Biozona de N. ultimus del Pridoli basal y extensión cosmopolita. La especie se conocía previamente en el Silúrico del sinclinal del Valle (Piçarra et al., 1998). Neocolonograptus ultimus (Perner, 1899) *1899 Monograptus ultimus n. sp.; Perner, p. 13; Figs. 14a,b (non Lám. 16, figs. 4-5 = N. parultimus Jaeger). .1986 Monograptus ultimus (Perner); Kříž et al., pp. 321-324; Figs. 35-38; Lám. 1, figs. 3-4, 7, 11, 13; Lám. 2, figs. 7-8. .1997 Neocolonograptus ultimus (Perner); Urbanek, pp. 167-168; Fig. 8c; Lám 22, figs. 1-5. .2014 Neocolonograptus ultimus (Perner); Gutiérrez-Marco et al., 2014. 213 Observaciones: La especie se presenta asociada a N. parultimus (Jaeger) en Adamuz (Córdoba) y se conoce en contadas localidades del suroeste de Europa (Piçarra et al., 1998). Distribución: Pridoli basal, con rango cosmopolita. Género Saetograptus Příbyl, 1943 Especie tipo: Graptolithus chimaera Barrande, 1850, del Ludlow de Bohemia. Saetograptus cf. chimaera (Barrande, 1850) (Lám. 10, figs. 26-27) cf.*1850 Graptolithus chimaera Barrande; p. 52; Lám. 4, figs. 34, 35. cf.1911 Monograptus chimaera (Barrande); Elles & Wood, p. 398; Figs. 266a-b; Lám. 39, figs. 3a-d. cf.1936 Monograptus chimaera (Barrande); Bouček, p. 17; Figs. 3a-c. non1960 Monograptus chimaera, Barr.; Hernández Sampelayo, p. 16; Lám. 2, fig. 9. (Almadén). non1977 Monograptus chimaera (Barrande); Ríos Aragüés, p. 81. 1997a Saetograptus leintwardinensis (Lapworth); Gutiérrez-Marco et al., p. 132; fig. 2g. Observaciones: Gutiérrez-Marco et al. (1997) identificaron la presencia de S. leintwardinensis en el yacimiento de Alange, basándose en un ejemplar de dimensiones similares a esta especie y que solo conservaba espinas en las tecas proximales. El hallazgo de un nuevo ejemplar que conserva una de las espinas en la parte mesial del rabdosoma, permite establecer diferencias con la especie citada. En particular, la curvatura ventral de la sícula y de la región proximal del rabdosoma resultan más parecidas a las de S. chimaera, una especie más antigua (Gorstiense), cuya asignación definitiva queda supeditada al hallazgo de nuevo material en mejor estado de conservación. Saetograptus chimaera había sido citado en la región de Almadén por Hernández Sampelayo (1960, lám. 2, fig. 9), pero el ejemplar ilustrado no es más que un fragmento distal indeterminable, con reducción gradual en la anchura del estipe y unos procesos tecales, no espinosos, aparentemente bifurcados. La especie fue mencionada también en Sierra Morena Oriental (Ríos Aragüés, 1977), pero la posición estratigráfica del hallazgo (“cerca del contacto con la Cuarcita Castellar”) y su asociación con una forma biserial hacen suponer que se trata de una confusión con algún monográptido del Llandovery. Distribución: Gorstiense de Alange. La especie nominal se registra en la parte superior de la Biozona de Neodiversograptus nilssoni hasta la Biozona de Lobograptus scanicus. 214 Saetograptus cf. linearis (Bouček, 1936) (Lám. 10, figs. 23-25) cf.*1936 Monograptus fritschi linearis Bouček; pp. 19-20; Figs. 3r-u. cf.1943 Pristiograptus (Saetograptus) fritschi linearis (Bouček); Příbyl, p. 17; Figs. 3 (19-21). cf.2004 Saetograptus linearis (Bouček); Lenz & Kozlowska-Dawidziuk, pp. 28- 29; Lám. 27, figs. 8, 10-18; Lám. 38, figs. 2, 11. Observaciones: El material estudiado consta de varios rabdosomas deformados, de dimensiones y características muy semejantes a las de S. linearis. De ellas destaca el extremo proximal recto y con indicios de una aparente curvatura dorsal debido a la posición de la sícula, alineada con el eje del rabdosoma. Distribución: Sección de Puente Quebrada (San Benito), nivel SB PQ-52, de edad Gorstiense indeterminado. La especie S. linearis se extiende entre la Biozona de N. nilssoni y la Biozona de L. scanicus en Europa y Norteamérica, ambas inclusive. Saetograptus? sp. ?1962 Monograptus varians, Wood; Almela et al., pp. 213, 219, 239. ?1976 Monograptus varians Wood; Lozac´h & Vidal, p. 31. Observaciones: Datos adicionales sobre la posible representación del género en la región surcentroibérica, derivan de la cita de Saetograptus varians (Wood, 1900) hecha por Almela et al. (1962) al este de Garlitos, reproducida por Lozac´h & Vidal (1976). La distribución de dicha especie corresponde esencialmente al Gorstiense, pero el yacimiento no ha sido revisado en el presente estudio. Género Lapworthograptus Bouček & Příbyl, 1952 Especie tipo: Cyrtograptus Grayi Lapworth, del Llandovery de Gran Bretaña. Lapworthograptus aff. singularis (Törnquist, 1892) aff.* 1892 Monograptus singularis n. sp.; Törnquist, p. 22; Lám. 2, figs. 9-11. aff. 1951 Monograptus (Globosograptus) singularis mancki (Hemmann); Bouček & Příbyl, pp. 13-14; Figs. 2a-c. aff. 1985 Prochnygraptus singularis (Törnquist); Příbyl & Štorch, pp. 161-162; Figs. 2, 3a-c; Lám. 1, figs. 3-4; Lám. 2, figs. 2, 3. aff. 1995 Lapworthograptus singularis (Törnquist); Zalasiewicz, Fig. 5C. Observaciones: Nuestro material consta únicamente de algunos fragmentos de estipes con tecas aisladas, en las que se reconoce la morfología tan característica de los representantes evolucionados del género. Estos tienen metatecas muy salientes, que 215 representan más de la mitad de la anchura dorso-ventral del estipe, y que están dobladas sobre sí mismas, de modo que sus aberturas se orientan dorsalmente. Distribución: El registro europeo de Lapworthograptus singularis (= “Monograptus” mancki Hemmann, 1931) abarca desde la parte superior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi hasta la Biozona de Oktavites spiralis, del Telychiense. En la región surcentroibérica, Lapworthograptus aff. singularis ha sido reconocido en la Biozona de Streptograptus crispus de Corral de Calatrava (nivel CO-5), por lo que su registro se anticipa notablemente al de la forma nominal, si bien concuerda con la extensión asignada a la especie por Rickards et al. (1977, fig. 27). Género Paradiversograptus Sennikov, 1976 Especie tipo: Rastrites capillaris Carruthers, 1867, del Llandovery de Escocia. Paradiversograptus capillaris? (Carruthers, 1867) *1867 Rastrites capillaris Carruthers; p. 368; Lám. 2, fig. 10. ?1931 Monograptus gemmatus (Barr.); Haberfelner, pp. 55-56; Lám. 1, fig. 20 (Trad. Meléndez, 1952, pp. 85-86). 1931 Monograptus intermedius (Carr.); Haberfelner, pp. 62-63; Lám. 1, figs. 26a-d; Fig.-texto 3 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 96-97; Figs. 29 y 30). 1931 Monograptus cf. elongatus Törnq.; Haberfelner, pp. 63-64; Fig.-texto 4 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 98-99; Fig. 31). ?1988 Diversograptus cf. capillaris (Carr.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. v?1988 Monograptus cf. gemmatus (Barr.); Gutiérrez-Marco & Pineda Velasco, p. 92. Observaciones: En la Zona Centroibérica, distintos autores han señalado fragmentos de estipe muy similares a los de esta especie, bajo diferentes denominaciones. Sin embargo, el rango biostratigráfico de la especie es enteramente Aeroniense (Biozonas de L. convolutus a S. sedgwickii) y, por ello, su presencia en el techo de la Cuarcita del Castellar del subsuelo del Centenillo (Jaén), junto a Monograptus gemmatus y otros, así como en las pizarras negras telychienses de Almadén, es bastante cuestionable. Paradiversograptus runcinatus (Lapworth, 1875) (Lám. 21, fig. 13) *1876 Monograptus runcinatus Lapworth, pp. 501-502, Lám. 20, figs. 4a-g. non?1931 Monograptus runcinatus Lapworth; Haberfelner, pp. 58-59; Lám. 1, figs. 23a, b. (Trad. B. Meléndez, 1952; p. 91; figs. 24a-b). cf.1931 Monograptus cf. flagellaris Törnquist; Haberfelner, pp. 59-60; Lám. 1, fig. 25 (Trad. B. Meléndez, 1952, pp. 92-94; Fig. 26). 216 ?1960 Monograptus runcinatus, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 18, 21, 52; Lám. 5, figs. 35, 35a, 35c, 35d.; Lám. 26, fig. 2. ?1960 Monograptus cf. runcinatus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 5, fig. 35b; Lám. 10, fig. 35d. ?1961 Monograptus runcinatus; Márquez Triguero, pp. 194, 195. ?1962 Monograptus runcinatus, Lapw.; Almela et al., pp. 220, 240. .1975 Diversograptus runcinatus (Lapworth); Bjerreskov, pp. 90-91; Fig. 27A; Lám. 13, fig. D. ?1976 Monograptus runcinatus Lapw.; Lozac´h & Vidal, p. 33. ?1982 Monograptus runcinatus (Lapworth); Ballestra et al., p. 61. .1993a Paradiversograptus runcinatus (Lapworth); Loydell, pp. 149, 152-153; Figs. 25 (1-3); Figs. 26 (1-9, 15). .1998b Paradiversograptus runcinatus (Lapworth); Štorch, p. 125; Lám. 4, fig. 4. Observaciones: Nuestro material consiste en fragmentos de estipes, en su mayoría distales o sin evidencias de cladio sicular, de trazado rectilíneo o con ligera curvatura ventral. Sus dimensiones y características tecales concuerdan con las de la especie. Paradiversograptus runcinatus fue citado tempranamente en la Zona Centroibérica por Haberfelner (1931) y sus ilustraciones sirvieron para que autores españoles posteriores identificaran la especie en nuevos yacimientos. Sin embargo los ejemplares figurados por Haberfelner (1931), con material previamente citado como Monograptus becki en Almadén por Henke y Hundt (1926), presenta unos ganchos metacales muy desarrollados, distintos a los de P. runcinatus. Lo mismo sucede con el taxón “Monograptus runcinatus var. pertinax Elles-Wood”, ilustrado también por Haberfelner (1931, lám. 1, figs. 24a-b) que en este caso podría representar formas de Streptograptus o de Stimulograptus. En cambio, “Monograptus cf. flagellaris (Tqut.), M. flexilis según Hundt”, descrito e ilustrado por Haberfelner (1931, lám. 1, fig. 25), si que recuerda considerablemente a un fragmento proximal de P. runcinatus o, como alternativa, a Streptograptus pseudoruncinatus (Bjerreskov, 1975). Distribución: Biozona de R. linnaei, común en la parte inferior (subzona P. runcinatus- M. gemmatus) de la base del Telychiense. En la zona de estudio la especie ha sido identificada en las secciones de Corral de Calatrava (nivel CC GJ-14), Chillón este (nivel CHE-1), Guadalmez norte (nivel GM GN-1) y Vilches-Torre Alver (Hoja MAGNA nº 863). Género Diversograptus Manck, 1923 Especie tipo: Diversograptus ramosus Manck, 1923, del Llandovery de Alemania. Diversograptus? pergracilis (Bouček, 1931) (Fig. 17.4a) *1931 Monograptus pergracilis Bouček; p. 302, Fig. 10b. 217 .1953 Diversograptus capillaris pergracilis (Bouček); Bouček & Příbyl, pp. 500- 502; Figs. 2.1-2.6; Lám. 1, fig. 4. ?1955 Diversograptus inconspicuo cf. pergracilis (Bouček); Redlin (mapa en Walter, 1977). .1994 Torquigraptus pergracilis? (Bouček); Zalasiewicz, pp. 391-392; Figs. 6A- I. .2006 Diversograptus? pergracilis (Bouček); Loydell & Nestor, pp. 614-617; Figs. 12a-g. .2009 Diversograptus? pergracilis (Bouček); Loydell et al., Fig. 4l. .2009 Torquigraptus pergracilis (Bouček); Zalasiewicz et al., p. 819, Figs. 16, 284. .2013 Diversograptus? pergracilis (Bouček); Zhang et al., pp. 137-138; Figs. 6A-C, O, S-U, 8A-C, E, H-I, M-Q. Observaciones: El material centroibérico de la especie consiste en fragmentos de estipes muy finos, de 0,3 mm de anchura máxima, que permiten distinguirlos de los de la especie precedente. No se han observado cladias tecales. De acuerdo con los trabajos consultados, la adscripción genérica de la especie es dudosa, porque en material bien conservado se ha visto que las metatecas presentan un cierto grado de torsión, en cierto modo similar a la del género Torquigraptus. Sin embargo, la presencia de cladia tecales en el material centroeuropeo resulta contradictoria con la asimilación a este género. Distribución: En la zona de estudio D.? pergracilis se conoce únicamente en la sección de Corral de Calatrava, donde según Loydell et al. (2009) se extiende desde la parte alta de la Biozona de M. crenulata hasta la parte baja de la Biozona de C. lapworthi, del Telychiense. La distribución general de la especie en otras áreas abarca las Biozonas de O. spiralis y C. lapworthi, aunque sus representantes más antiguos podrían situarse en las Biozonas de S. crispus o M. griestoniensis. Diversograptus ramosus Manck, 1923 (Fig. 17.4b; Lám. 1, fig. 5; Lám. 21, figs. 1-5, 7-8, 10-12, 14) *1923 Diversograptus ramosus Manck; pp. 283-285; Figs. 1.3, 1.4, 1.6, 1.7. 1953 Diversograptus ramosus Manck; Bouček & Příbyl, pp. 489-493; Figs. 1.6- 1.12; Lám. 2, figs. 1-4; lám 3, fig. 1. cf.v.1989 Monograptus cf. sartorius Törnquist, 1881; Rodríguez-Núñez et al., pp. 92, 93. v.non1990 Diversograptus cf. ramosus Manck; Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. .2006 Diversograptus ramosus Manck; Loydell & Nestor, pp. 608-614; Figs. 11a-c. v.2009 Diversograptus ramosus Manck; Loydell et al., Fig. 4j. Observaciones: El material estudiado incluye numerosos fragmentos del rabdosoma con escasas regiones proximales, que rara vez conservan el cladio sicular. En cambio, la presencia de cladia tecales, aunque fragmentarias, es relativamente frecuente a partir del procladio principal. Los estipes son delgados, con un máximo de 0,6 mm de anchura 218 dorsoventral. Su trazado varía desde rectilíneo a suavemente arqueado, tanto en sentido dorsal como ventral. Las tecas son triangulares alargadas, con una abertura ligeramente expandida, dando un falso aspecto ganchudo. El número de tecas varía de 6-8 en 10 mm. Distribución: Nuestro material procede de los materiales del Telychiense superior, esencialmente de la Biozona de O. spiralis. Su registro más antiguo se sitúa en la parte más alta de la Biozona de M. crenulata, y su representación culmina de manera esporádica en la Biozona de C. lapworthi. Las localidades de hallazgo se sitúan en las secciones de Guadarranque (PS-4), Corral de Calatrava (niveles CO-12, CO-15, CO- 16), Valdeazogues (nivel PT VAZ-14) y Estación de Belalcazar (nivel EB-3A). En el resto del mundo, D. ramosus abunda en la Biozona de O. spiralis y es raro en la Biozona de C. lapworthi. Género Barrandeograptus Bouček, 1933 Especie tipo: Cyrtograptus pulchellus Tullberg, 1883, del Silúrico de Scania, Suecia. Barrandeograptus bornholmensis (Laursen, 1940) ?*1940 Cyrtograptus bornholmensis Laursen; pp. 30, 35-36; Lám. 3, fig. 1-4. ? .1975 Barrandeograptus? bornholmensis (Laursen); Bjerreskov, p. 89; Fig. 27 B. .2009 Barrandeograptus bornholmensis (Laursen); Loydell et al., p. 189. Observaciones: El único posible registro de esta especie se sitúa en la parte media de la Biozona de Oktavites spiralis de Corral de Calatrava (Loydell et al., 2009), a partir de uno o varios ejemplares no revisados en este trabajo. Según Bjerreskov (1975) la especie se distingue de B. pulchellus en su rabdosoma mucho más fino, con cladia de hasta tercer orden. Distribución: B. bornholmensis inicia su registro en la Biozona de O. spiralis del Telychiense y pervive hasta la Biozona de C. murchisoni del Sheinwoodiense. Barrandeograptus cf. pulchellus (Tullberg, 1883) cf*1883 Cyrtograptus pulchellus Tullberg; pp. 36-37; Lám. 3, fig. 12-13. cf.1952 Barrandeograptus pulchellus (Tullberg); Bouček & Příbyl, pp. 19- 20 (pars); Figs. 5a-b?; Lám. 3, fig. 3; Lám. 4, figs. 1,2-3?. ?1960 Cyrtograptus (Barrandeograptus) pulchellus, Tullb.; Hernández Sampelayo, p. 24. ?1971b Cyrtograptus (Barrandeograptus) pulchellus Tullberg; Saupé, p. 362. cf.1975 Barrandeograptus pulchellus (Tullberg), Bjerreskov, pp. 88-89; Figs. 27C- D; Lám. 13, fig. E. cf.1989 Barrandeograptus pulchellus (Tullberg); Rodríguez Núñez et al., p. 94. 1990 Barrandeograptus cf. pulchellus (Tullb.); Pieren & Gutiérrez-Marco, p. 60. 219 ?2009 Barrandeograptus sp., Loydell et al., Fig. 4u. Observaciones: El material corresponde a fragmentos de estipes con anchura dorsoventral superior a 0,5 mm, y tecas con aberturas ligera a marcadamente aisladas. Aunque ambos detalles resultan insuficientes para una asignación específica, Barrandeograptus pulchellus ha sido citado por diversos autores en la Zona Centroibérica. Distribución: Nuestros ejemplares proceden de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni, de la parte más baja del Sheinwoodiense, en las secciones de Corral de Calatrava (nivel CO-18) y Almadén (nivel AL AM-3). Algunos fragmentos dudosos de Barrandeograptus parecen estar representados también en horizontes más elevados (Biozona de M. belophorus-C. rigidus) del corte del Guadarranque (nivel PN-2) y Herrera del Duque; aunque alternativamente podrían corresponder a fragmentos de Cyrtograptus. Género Cyrtograptus Carruthers, 1867 Especie tipo: Cyrtograpsus Murchisonii Carruthers, 1867, del Wenlock del distrito de Builth, Gales central. Cyrtograptus cf. ellesae Gortani, 1923 (Lám. 22, fig. 13) cf.1900 Cyrtograptus rigidus, Tullb.; Elles, p.409; Fig. 23; Lám. 24, fig. 2A-C. cf.*1923a Cyrtograptus ellesi; Gortani, p. 61. cf.1994 Cyrtograptus ellesae; Štorch, Fig. 7f.. non1998 Cyrtograptus ellesae; Štorch et al., pp. 321, 322. cf.2004 Cyrtograptus ellesae Gortani; Williams & Zalasiewicz, pp. 236-237, 239; Figs. 6A-M. Observaciones: Relacionamos con esta especie un ejemplar procedente de la Biozona de C. ramosus-C. perneri de la sección Chillón oeste (horizonte CHW-9), que difiere de C. perneri por poseer un procladio delgado y levemente curvado antes de la aparición del único cladio, en lugar del procladio fuertemente curvado de esta última. C. ellesae y C. perneri han sido confundidas en ocasiones, pero Williams & Zalasiewicz (2004) establecieron nuevos criterios para su diferenciación, que son los que aquí hemos seguido. El material de Corral de Calatrava citado por Štorch et al. (1998) como C. ellesae, corresponde definitivamente a C. perneri (ver observaciones a esta especie). Distribución: El ejemplar procede de la Biozona de C. ramosus-C. perneri del Sheinwoodiense terminal, procedente del sinclinal de Guadalmez (del nivel CHW-9 de la sección de Chillón oeste) una edad equivalente a la del registro más común del autentico C. ellesae, que puede proseguir su registro hasta la Biozona de C. lundgreni del Homeriense basal. 220 Cyrtograptus hamatus (Baily, 1861) *1861 Graptolithus hamatus Baily; p. 305; Lám. 4, figs. 6A-B. 1914 Cyrtograptus hamatus (Baily); Elles & Wood, p. 510; Fig. 356; Lám. 52, fig. 3. non1997a Cyrtograptus hamatus (Baily); Gutiérrez-Marco et al., p. 132; Figs. 2c-d. 1998 Cyrtograptus hamatus (Baily); Štorch et al., p. 322. 2004 Cyrtograptus hamatus ( Baily); Willians & Zalasiewic, p. 239; Fig. 7F. Observaciones: Entre nuestro material relacionamos con la especie varios fragmentos con cladio en conexión, así como restos de cladia, de aspecto muy tenue y cuyas tecas presentan escaso solapamiento e incluso con tendencia al aislamiento distal. C. hamatus se caracteriza por un procladio fuertemente recurvado en la región proximal, del que parte un solo cladio. Las tecas proximales son ganchudas, de 6-8 en 10 mm, y pasan a ser tubulares distalmente tanto en el procladio como en el cladio. Distribución: C. hamatus es una forma conocida en la parte alta de la Biozona de C. lundgreni, Homeriense basal, de diversas localidades europeas y asiáticas. En la zona de estudio, se identifica en niveles asignables a la Biozona de C. lundgreni de la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-28 y 29), aunque también podría estar representado en las secciones de Puente Morena (nivel CC JA-8), Herrera del Duque (cf. HD-H) y Almadén (cf. AL AV-4). Cyrtograptus lapworthi Tullberg, 1883 (Fig. 18.4a) *1883 Cyrtograptus Lapworthi Tullberg, p. 36; Lám. 3, figs. 8-11. 1975 Cyrtograptus Lapworthi Tullberg; Bjerreskov, pp. 85-86; Lám. 13, fig. C. v.non1989 Cyrtograptus lapworthi Tullberg n. subsp.; Rodríguez-Núñez et al., p. 92; Lám. 2, fig. 8. non1990 Cyrtograptus cf. lapworthi Tullb.; Pieren y Gutiérrez Marco, p. 60. 2009 Cyrtograptus lapworthi Tullberg; Loydell et al., Fig. 6h. Observaciones: C. lapworthi es una de las especies más antiguas del género caracterizada por una a dos cladia y un procladio con una curvatura dorsal, abierta y uniforme desde su extremo dorsal. Distribución: Biozonas de Oktavites spiralis y Cyrtograptus lapworthi, del Telychiense superior, de las secciones de Corral de Calatrava (nivel CO-17) y Retamar (PT RE-11 y cf. PT RE-11/W). En el resto del mundo C. lapworthi es común en la parte alta del Telychiense, donde a menudo designa una biozona homónima. Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, 1883 (Lám. 22, figs. 2, 4-5, 7) cf.*1883 Cyrtograptus Lundgreni Tullberg; p. 39; Lám. 3, figs. 18-24. 221 v1997a Cyrtograptus hamatus (Baily); Gutiérrez-Marco et al., p. 132; Figs. 2c-d. 1989 Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg; Olivé Davó et al., p. 43. cf.1990 Cyrtograptus lundgreni Tullberg; Tomczyk et al., p. 318; Lám. 177, figs. 6-7; Lám. 180, ?figs. 3a-3b; Lám. 183, ?figs. la-lb. cf.2004 Cyrtograptus lundgreni Tullberg; Willians & Zalasiewicz, pp. 241, 243- 244, 246; Figs. 8A-J. v2005b Cyrtograptus lundgreni Tullberg; Lorenzo et al., p. 41. Observaciones: Nuestro material corresponde únicamente a fragmentos de rabdosomas con uno de los hasta 3 cladia conocidos en la especie. Sus características tecales, dimensiones y la curvatura arqueada de una amplia porción del procladio coinciden con las de la especie, además de aparecer en unos niveles estratigráficos elevados en la sucesión. Estos factores justifican su identificación tentativa como C. lundgreni. Distribución: Posible Biozona C. lundgreni, de la base del Homeriense, en las secciones de la estación de Chillón oeste (niveles CHW-14, 19, 20, 21, 25 y 30), Retamar (nivel PT RE-17) y Zarza de Alange. Cyrtograptus cf. murchisoni Carruthers, 1867 cf*1867 Cyrtograpsus Murchisonii Carruthers; p. 540; Fig. 1. ?1982 Cyrtograptus sp. indet. ex gr. murchisoni (Carruthers); Ballestra et al., p. 62. 1994 Cyrtograptus murchisoni Carruthers; Loydell and Cave, pp. 437-441; Figs. 1B, 2, 3C, 4G-J. non1998 Cyrtograptus cf. murchisoni Carruthers; Štorch et al., p. 321. cf.2004 Cyrtograptus murchisoni Carruthers; Willians & Zalasiewicz, pp 246-248; Figs. 9A-N. Observaciones: El escaso material relacionado con la especie corresponde a fragmentos de procladia anchos, de fuerte curvatura dorsal y tecas triangulares, desconectados dse cualquier tipo de cladia de primer o segundo orden. La forma identificada como Cyrtograptus cf. murchisoni por Štorch et al. (1998) fue revisada posteriormente por Loydell et al. (2009) como Cyrtograptus sp. Distribución: C. cf. murchisoni esta representado en la zona de Almadén (niveles AL AM-3 y AL AM s/n) dentro de materiales atribuidos indirectamente a su biozona nominal, en la parte más baja del Sheinwoodiense. Fuera del área de estudio, C. murchisoni es una especie prácticamente cosmopolita en la biozona de su mismo nombre, del Sheinwoodiense inferior. Cyrtograptus perneri Bouček, 1933 (Lám. 22, figs. 14-15, 18) *1933 Cyrtograptus perneri Bouček, p.44; Figs. 8e-h; Lám. 5, figs. 1-6. ?1990 Cyrtograptus cf. lapworthi Tullb.; Pieren y Gutiérrez Marco, p. 60. 222 1990 Cyrtograptus perneri Bouček; Tomczyk et al., p. 319; Lám. 177, fig. 8?; Lám. 180, figs. la-lb, 2. 1991 Cyrtograptus perneri Bouček; Lenz and Melchin, p. 234; Figs. 19A-C, E- F. v1998 Cyrtograptus ellesae Gortani; Štorch et al., pp. 321, 322. 2009 Cyrtograptus perneri Bouček; Williams & Zalasiewicz, pp. 248, 250-251; Figs. 10A-P. .2012 Cyrtograptus perneri Bouček; Lenz et al., p. 32; Lám. 17, figs. 1-14; Lám. 23, figs. 1, 2, 4; Text-figs. 15.6, 15.7. Observaciones: El material estudiado comprende esencialmente fragmentos mesiales de rabdosomas con el cladio en conexión, donde se reconoce la curvatura característica del procladio y el polimorfismo tecal frente al cladio, además de las dimensiones típicas de la especie. Esta se caracteriza por un tener un solo cladio que surge entre las tecas 8-14 del procladio. Éste está curvado dorsalmente hasta el nivel de las tecas 1-7 después del punto de origen del cladio, sufriendo luego una fuerte torsión para pasar a ser esencialmente rectilíneo. Las tecas proximales y mesiales del cladio son triangulares y ganchudas; las tecas distales y las del cladio son mucho más simples y con ganchos metatecales cortos. Distribución: Dentro de la zona estudiada, C. perneri se registra en la Biozona de C. ramosus-C. perneri, del Sheinwoodiense tardio, y se extiende a una Biozona de C. lundgreni? insuficientemente caracterizada, ya dentro del Homeriense. Como ejemplo de localidades tenemos las secciones de Guadarranque-Cijara (punto 81-Ci-9), Corral de Calatrava (niveles CO-27, CO-27 plus y CO-29), Herrera del Duque (cf. HD-F), Almadén (cf. Loc. 1), Chillón oeste (cf. niveles CHW-15 a 18 y CHW-23) y Retamar (PT RE-13, cf. PT RE–15, ?PT RE-19 y cf. PT RE-22). Esta misma distribución biostratigráfica (Biozonas C. ramosus o C. ellesae a C. lundgreni) es conocida en otros registros europeos y americanos de la especie. Cyrtograptus ramosus Bouček, 1931 (Lám. 22, figs. 8-9, 11-12, 16-17) *1931 Cyrtograptus ramosus Bouček; p. 9. 1933 Cyrtograptus ramosus, Bouček; Bouček, p. 54; Figs. 11a-c, 12. v.1989 Cyrtograptus lapworthi Tullberg n. subsp.; Rodríguez-Núñez et al., p. 92; Lám. 2, fig. 8. 1998 Cyrtograptus ramosus Bouček; Štorch et al., p. 321. 2004 Cyrtograptus ramosus Bouček; Williams & Zalasiewicz, pp. 251-253; Figs. 11A-D. Observaciones: El material estudiado consiste en fragmentos de rabdosoma carentes de la región proximal del procladio, que sin embargo presenta una curvatura bastante uniforme con las 3-6 primeras cladias. Estas se hallan separadas entre si por 3-4 tecas del procladio. Las cladia de algunos ejemplares tienen un aspecto robusto, con tecas más tubulares y con ganchos metatecales más cortos que los del procladio. En algunos ejemplares el procladio muestra distalmente una torsión dorsoventral. 223 Las caracterísitcas generales de nuestro material son muy próximas a las de la especie nominal, que entre otras difiere de C. mancki Bouček por la mayor separación entre cladia sucesivas. C. ramosus se caracteriza por tener un procladio con curvatura planoespiral hasta la teca 35-40, con diámetro de aproximadamente 10 a 12 mm. La curvatura del procladio decrece distalmente, y alcanza 13 cladias separadas por 3-5 tecas. Un ejemplar identificado como C. cf. ramosus (Lám. 22, fig. 9) difiere del resto de los ejemplares por las irregularidades en la ramificación, con un cladio distal más separado que las cladia precedentes. Distribución: En nuestras localidades C. ramosus se restringe a la biozona C. ramosus- C. perneri del Sheinwoodiense terminal, en las secciones de Guadarranque (nivel PS- 10), Corral de Calatrava (niveles CO-27 cf. y CO-27bis), Retamar (nivel PT RE-13) y, con dudas, en Chillón (cf. CHW-8). El registro mundial de la especie, conocida en Europa, y con dudas en Asia y África, se limita a la Biozona C. ramosus-C. perneri o equivalentes, aunque su última aparición se da localmente en el Homeriense basal (Biozona C. lundgreni). Cyrtograptus rigidus Tullberg, 1883 (Lám. 22, figs. 3, 6, 10) *1883 Cyrtograptus rigidus Tullberg; p. 38; Lám. 4, figs. 12-14. 1914 Cyrtograptus symmetricus, Elles & Wood, p. 509; Lám. 51, figs. 5a-c. 1975 Cyrtograptus rigidus Tullberg; Berry and Murphy, p. 89; Fig. 22a; Lám. 13, fig. 3. ?1985 Cyrtograptus symmetricus (Elles); Pieren, p. 169. .1985 Cyrtograptus symmetricus Elles; Olivé Davó et al., p. 42. 1989 Cyrtograptus sp. aff. rigidus Tullberg; Rodríguez Núñez et al., p. 92. 1994a Cyrtograptus rigidus Tullberg; Štorch, Fig. 7g. 2004 Cyrtograptus rigidus Tullberg; Williams & Zalasiewicz, pp. 253, 255-258; Figs. 12A-Z. Observaciones: Los ejemplares asignados a la especie recuerdan a C. perneri pero presentan un rabdosoma más robusto, además de proceder de horizontes estratigráficos más antiguos. Por el contrario, concuerdan bien con C. rigidus, de cuyo procladio parte un único cladio que surge entre las tecas 5-8. El procladio está curvado dorsalmente hasta el nivel de las tecas 1-5 despues del origen del cladio, y luego sufre una fuerte torsión para pasar a ser esencialmente rectilíneo, alcanzando una anchura dorsoventral máxima de 1,3-1,5 mm. Las tecas proximales y mesiales son triangulares y con procesos laterales; las tecas distales y las del cladio resultan algo más simples y tienen ganchos metatecales cortos. En nuestro material no se observa ningún cladio de segundo orden, que excepcionalmente puede desarrollarse en C. rigidus. Distribución: La especie define una Biozona homónima en el Sheinwoodiense tardio, que registra diferentes definiciones en localidades europeas, o se combina en una Biozona Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus de carácter más cosmopolita. En la zona de estudio su presencia ha sido registrada en la sección de Herrera del Duque 224 (nivel HD-H, posterior al registro de M. belophorus) donde, además, los fragmentos de Cyrtograptus encontrados en niveles previos (HD-D y E) podrían pertenecer a la especie. C. cf. rigidus aparecen también en localidades aisladas de los sinclinales de Cáceres, Guadarranque y Monfragüe. Cyrtograptus? n. sp. aff. insectus Bouček, 1931 (Fig. 18.4b; Lám. 22, fig. 1) 1998 Cyrtograptus insectus Bouček; Štorch et al., p. 321. 2000 Cyrtograptus sp. nov.; Lüning et al., Lám. 1, figs. v, w. 2009a Cyrtograptus cf. insectus Bouček; Matas González et al., p. 38. 2009 Cyrtograptus? sp. nov.; Loydell et al., p. 193; Figs. 6g, i. Observaciones: Bajo este nombre identificamos algunos fragmentos proximales que recuerdan por su enrrollamiento y la morfología de sus tecas a C. insectus, representado en materiales de edad similar de otras localidades europeas. Sin embargo, el material ibérico difiere de la forma bohémica en una mayor componente de enrrollamiento helicoidal, que se traduce en la torsión del estipe hacia las 10-14 tecas contadas a partir de la sícula. Tampoco existen evidencias de la emisión de cladia, por lo que su identidad genérica resulta dudosa. Distribución: Biozona de C. lapworthi (Telychiense superior) en la sección de Corral de Calatrava (nivel CO-16 y techo de la Biozona en Loydell et al., 2009). Material marroquí coespecífico ha sido señalado en la Biozona de Cyrtograptus centrifugus del Anti-Atlas (Lüning et al., 2000), por encima de la anterior. Cyrtograptus? sp. Observaciones: Entre las referencias hechas al género por autores previos en la región surcentroibérica, destacan las revisiones que hemos hecho constar en las sinonimias de C. perneri Bouček, C. ramosus Bouček y C. rigidus Tullberg. Hernández Sampelayo (1960, Lám. 9; figs. 63, 63a) fue el primero que ilustró ejemplares mal conservados de Cyrtograptus sp. en la zona de estudio (yacimiento de Almadén). Por su parte, Henke y Hundt (1926), ya lo habían citado en Almadén, a través de una especie discutible (Cyrtograptus attenuatus Eisel) que, de acuerdo con Bouček (1933), no pertenece a este género. El material original de dicho trabajo tampoco fue reencontrado por Haberfelner (1931) y no fue revisado si bien el resto de la asociación pertenece claramente al Telychiense. MONOGRAPTIDAE GEN. ET SPP. INDET. Bajo esta denominación reunimos diversos taxones citados por autores precedentes en la región surcentroibérica, que fueron asignados originalmente a los géneros Monograptus, Pristiograptus o Demirastrites, pero que en la actualidad se adscriben a géneros no identificados por nosotros en ninguno de los yacimientos estudiados en el presente 225 trabajo. En general, se advierte que un grupo de especies corresponde a formas del Aeroniense (géneros Coronograptus, Demirastrites, Neolagarograptus y Pribylograptus) y otro a taxones del Ludlow y Pridoli (géneros Bohemograptus, Colonograptus, Crinitograptus, Cucullograptus, Istrograptus, Neodiversograptus y Uncinatograptus). Por otra parte, otro numeroso grupo de especies en la literatura geológica regional pero cuestionadas por nosotros a partir de los datos obtenidos en los yacimientos estudiados se han agrupado en nomenclatura abierta en algunos de los géneros precedentes (non Campograptus spp., Cyrtograptus? sp., Monoclimacis spp., Monograptus? spp., Pristiograptus? spp., Rastrites spp., Saetrograptus? spp., Stimulograptus? sp., Streptograptus? spp. y Torquigraptus? spp.). “Coronograptus gregarius (Lapworth, 1876)” non1926 Monograptus gregarius Lapw.; Hernández Sampelayo p. 438. non1931 Monograptus gregarius Lapw.; Haberfelner, pp. 51-52; Lám. 1, figs. 15a, b (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 77-79; Figs. 15a-b). non1960 Monograptus gregarius, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 15, 25, 44,; Lám. 2, fig. 1; Lám. 9, fig. 1a. non1960 Monograptus aff. gregarius, Lapw.; Hernández Sampelayo, pp. 24, 45. ?1961 Monograptus gregarius; Márquez Triguero, p. 194. Observaciones: La especie tipo del género Coronograptus Obut & Soboleskaya, 1968, aparece citada en diversas localidades de Almadén, Guadalmez y Sierra Morena Oriental, pero todas las formas ilustradas corresponden a fragmentos de rabdosomas cuya morfología tecal es muy distinta de la de C. gregarius. Esta especie se extiende desde el Rhuddaniense medio hasta el Aeroniense terminal, pero su primera cita en Almadén (Hernández Sampelayo, 1926) corresponde en realidad a una localidad del Ordovícico Medio (paraje de El Chorrillo), donde los Didymograptus pendientes se presentan muy fragmentados y tectonizados. Algunas de las estipes más alargadas por deformación fueron descritas por Hernández Sampelayo (1926) como rabdosomas uniseriales de gran semejanza con M. gregarius: “muy estrechos, de hidrotecas en forma de sierra y apenas recubiertas con anchura de estipa de menos de 1 mm., 10 a 12 tecas por cada 10 mm. y de un solapado inferior a un tercio”. “Demirastrites triangulatus (Harkness, 1851)” non1960 Monograptus raitzhainiensis, Eisel; Hernández Sampelayo, Lám. 6, fig. 39. non1960 Monograptus triangulatus, Hark; Hernández Sampelayo, p. 44. non1990 Monograptus ratzhainiensis (Eisel) –sic-; Rodríguez Pevida et al. p. 19. Observaciones: La presencia de posibles representantes del género Demirastrites Eisel, 1912 en la región surcentroibérica, se limita a los sinclinales de Almadén y Guadalmez, donde fue citada la especie tipo del género y su sinónimo posterior “Monograptus” raitzhainiensis Eisel (sensu Elles & Wood, 1913), distribuidos ambos en el Aeroniense 226 inferior. El ejemplar ilustrado por Hernández Sampelayo (1960, Lám. 6, fig. 39) podría adscribirse a los géneros Lituigraptus u Oktavites, en tanto que la forma mencionada por Rodríguez Pevida et al. (1990) se inserta en un contexto de mezcla de formas aeronienses y telychienses, que introduce serias dudas sobre el reconocimiento de la especie. Una segunda forma adscrita al género, Demirastrites decipiens (Törnquist), fue citada por Corretgé & García de Figuerola (1971) en el sinclinal de Monfragüe (Cáceres), pero no ha sido corroborada por nosotros y algunos autores la relacionan tentativamente con el género Torquigraptus (Zalasiewicz et al., 2009). “Neolagarograptus tenuis (Portlock, 1843)” non1960 Monograptus tenuis, (Portl.); Hernández Sampelayo, p. 16; Lám. 2, fig. 11. non1970 Monograptus tenius -sic- Portlock; Gil Cid et al., p. 289; Lám. 4, fig. 8. Observaciones: La especie tipo del género Neolagarograptus Štorch, 1998, característica del Aeroniense superior, ha sido citada en dos ocasiones dentro de la zona de estudio. La primera mención corresponde al yacimiento de Almadén donde Hernández Sampelayo (1960) ilustra un fragmento de rabdosoma con leve curvatura dorsal y poco más de tres tecas. El ejemplar es insuficiente para caracterizar la especie, en niveles de clara edad Telychiense. La segunda cita de la especie es menos problemática, pues Gil Cid (1970) identificó erróneamente un fragmento de un didymográptido birramoso del yacimiento de Ventas con Peña Aguilera (Toledo, Ordovícico Medio) con este graptolito uniserial del Silúrico (Gutiérrez-Marco, 1986). “Pribylograptus” spp. non1926 Monograptus leptotheca, Lapw. (var. almadenensis s. p.); Hernández Sampelayo, p. 437; fig. 3. non1960 Monograptus incommodus, Törnq.; Hernández Sampelayo, p. 16; Lám. 2, fig. 10. non1960 Monograptus argutus, Lapw.; Hernández Sampelayo, p. 19; Lám. 2, figs. 12, 12a. non?1971 Pristiograptus incommodus (Törng); Corretgé & García de Figuerola, p. 187. non?1990 Monograptus incommodus (Tornquist); Rodríguez Pevida et al., p. 19. Observaciones: La presencia del género Pribylograptus Obut & Sobolevskaya, 1966 ha sido señalada en la zona de estudio a través de diversas especies del Rhuddaniense- Aeroniense, nunca corroboradas por nosotros. En el caso de Pribylograptus leptotheca (Lapworth, 1876), su única referencia corresponde a un yacimiento con graptolitos ordovícicos localizado inmediatamente al sur de Almadén (paraje de El Chorrillo). La fotografía aportada por Hernández 227 Sampelayo (1926, fig. 3), junto con la descripción de una posible “variedad almadenensis”, pertenece claramente a una estipe deformada de Didymograptus (Gutiérrez-Marco, 1986). Otros trabajos relacionaron con P. argutus (Lapworth, 1876) o con P. incommodus (Törnquist, 1899) diversos fragmentos de estipes con tecas simples, donde no se aprecian elementos diagnósticos del género, procedentes de los sinclinales de Almadén, Guadalmez y Monfragüe, en yacimientos que muy probablemente tienen una edad Telychiense. Por último, la especie P. sandersoni (Lapworth, 1876) aparece citada en el informe minero acompañante a una cartografía geológica realizada en 1977 por la compañía C.G.S. para MAYASA (Coullaut et al., 1977). Su asociación con Stimulograptus halli (Barrande) en la muestra 190 y la posición estratigráfica de la localidad, plantean serias dudas sobre la identificación de P. sandersoni, una forma del Rhuddaniense y Aeroniense basal, inusualmente antigua como para pervivir en niveles del Telychiense. “Bohemograptus bohemicus (Barrande, 1850)” ?1962 Monograptus bohemicus, Barr.; Almela et al., pp. 218, 241. Observaciones: Esta especie tan característica del Ludlow fue citada por Almela et al. (1962) en un yacimiento del flanco norte del sinclinal de Almadén que no ha sido revisado. La asociación comprende N. nilssoni (Lapworth) y P. dubius (Suess), lo que hace consistente que pudiera tratarse de una localidad del Gorstiense basal. “Crinitograptus crinitus (Wood, 1900)”? non1962 Monograptus crinitus?, Wood; Almela et al., pp. 219, 246. Observaciones: La única posible cita de la especie tipo del género Crinitograptus Rickards, 1995 en la zona de estudio fue efectuada por Almela et al. (1962) en una localidad del sinclinal de Guadalmez. La asociación comprende Neodiversograptus nilssoni (Lapworth) y Cucullograptus (Lobograptus) scanicus (Tullberg, 1883), lo que en principio con una edad Gorstiense basal. Sin embargo, la revisión de esta localidad enclavada al noroeste del Cerro Gregorio ha revelado que dicho nivel corresponde en realidad al Telychiense y que los graptolitos anteriores fueron confundidos muy probablemente, con taxones similares de tecas pristiográptidas. “Cucullograptus (Lobograptus) scanicus (Tullberg, 1883)” non1962 Monograptus scanicus, Tull.; Almela et al., pp. 219, 246. Observaciones: Esta especie fue citada en el sinclinal de Guadalmez junto a Neodiversograptus nilssoni (Lapworth) y Crinitograptus crinitus (Wood), en un yacimiento de probable edad Gorstiense (localidad 68 de Almela et al., 1962) que ha 228 sido revisado como Telychiense. En consecuencia, la única referencia a esta especie en el área estudiada carece de credibilidad. “Istrograptus transgrediens (Perner, 1899)” ?1976 Pristiograptus transgrediens praecipuus Prib.; Gil Cid et al., p. 26. Observaciones: Gil Cid et al. (1976) refieren el hallazgo de “P.” transgrediens praecipuus en su asociación graptolítica superior del sinclinal de Guadarranque, donde está acompañado por Monograptus uncinatus uncinatus Tullberg, en un horizonte que atribuyen al Ludlow inferior. En la actualidad se considera a Istrograptus transgrediens praecipuus (Příbyl) como un sinónimo posterior (una forma juvenil) de la especie tipo del género Istrograptus Tsegelnjuk, 1976, I. transgrediens transgrediens (Perner, 1899), cuyo rango estratigráfico se sitúa en el Prídoli terminal (Teller, 1997). En el presente trabajo no hemos podido revisar el material original del trabajo de Gil Cid et al. (1976), aparentemente conservado en la colección portuguesa de C. Romariz, ni reencontrar su localidad de procedencia, que los autores no detallan. La revisión estratigráfica de la sucesión silúrica en la misma sección (Rodríguez Núñez et al., 1989) permite asimilar el miembro superior de la Formación Guadarranque con la “Alternancia rítmica superior” de Gil Cid et al. (1976), pero los graptolitos encontrados en la misma posición son claramente del Wenlock, dado que la sucesión completa no llega a alcanzar el Pridoli. “Neodiversograptus nilssoni (Lapworth, 1876)” ?1875a Monograpsus Nilssoni, Barr.; Mallada, pp. 35-36; Lám. 7, figs. 1-3, 3a, 4, 4a (= Geinitz, 1852; Lám. 2, figs. 17, 18, 24a, 24b, 31a, 31b). ?1875b Monograpsus Nilssoni, Barr.?/Lapworth; Mallada, p. 96. non1876 Monograpsus Nilssoni, Barr.; Egozcue & Mallada, p.142. non1880 Monograpsus Nilsoni, Barr. sp.; Cortázar, p. 23. non1916 Monograptus Nilsoni Barr; Gómez de Llarena, p. 52. non1926 Monograptus Nilssoni Barr; Hernández Sampelayo et al., p. 32. non 1926 Monograptus nilssoni Lapworth; Henke & Hundt, Lám. 1, fig. 4 (Trad. B. Meléndez, 1952; pp. 32, 38; Lám. 3 (1), fig. 4). pp?1962 Monograptus nilssoni, Lapworth; Almela et al., pp. 213, 218, 219, 241, 246. non1971 Monograptus nilssoni Barr; Arribas et al., p. 12. Observaciones: La presencia de la especie tipo del género Neodiversograptus Urbanek, 1963 en la zona estudiada, es problemática y en su mayoría cuestionable. Sus primeros hallazgos en el siglo XIX y principios del XX corresponden a formas mal conservadas, recogidas en niveles del Llandovery, Haberfelner (1931) compara el ejemplar ilustrado por Henke & Hundt (1926) con un graptolito que le recuerda a su “Monograptus concinnus”, una especie aeroniense del género Pristiograptus. Almela et al. (1962) citan “Monograptus” nilssoni en dos yacimientos de posible edad Gorstiense próximos a Almadén. El primero de ellos (Arroyo del Minbre) no ha sido 229 revisado, en tanto que el segundo (Cerro Gregorio) corresponde a una localidad claramente Telychiense. Por nuestra parte, a pesar de haber prospectado buena parte de la Zona Centroibérica meridional, nunca hemos encontrado graptolitos de la Biozona de Neodiversograptus nilssoni, que define el Gorstiense basal en la escala internacional. Los únicos graptolitos del Ludlow fueron caracterizados en los yacimientos de Alange (Badajoz) y Puente Quebrada (San Benito, Ciudad Real), sin poder adscribirlos a biozonas concretas. “Uncinatograptus uncinatus (Tullberg, 1883)” 1976 Monograptus uncinatus uncinatus Tulb.; Gil Cid et al., p. 26. Observaciones: La única mención en la zona de estudio a la especie tipo del género Uncinatograptus Tsegelnjuk, 1976, procede de un yacimiento del sinclinal de Guadarranque, donde Gil Cid et al. (1976) citan la especie en asociación con I. transgrediens transgrediens (Perner), indicativo del Pridoli terminal. Sin embargo, la localidad no ha podido ser reestudiada ni tampoco el material original del trabajo mencionado, con lo que la presencia de ambos taxones resta por confirmarse. Dichograptoida? y Diplograptina? indet. non1960 Leptograptus sp.; Hernández Sampelayo; pp. 7-8; Lám. 1, fig. 1 (inferior). non1960 Holograptus? sp.; Hernández Sampelayo; p. 42; Lám. 20, fig.3. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) cita dos géneros ordovícicos en yacimientos silúricos del norte de la región de Almadén: uno multiramoso (Holograptus Holm) y otro birramoso (Leptograptus Lapworth), cuya presencia en la zona de estudio podemos rebatir gracias a sus propias ilustraciones (Fig. 12). Leptograptus lo relaciona con un ejemplar de tecas rastritiformes procedente del Silúrico del Arroyo del Lápiz (norte de Gargantiel, Ciudad Real). El autor es consciente de que se trata de un género ordovícico, acantonado “en las pizarras de Hartfell”, pero por la morfología en “V” del rabdosoma deduce que se trata de una “forma compuesta” (= de dos estipes), en lugar de un monográptido sencillo. No obstante, la ilustración acompañante deja claro que corresponde a un fragmento doblado de estipe de un monográptido indeterminable. El auténtico Leptograptus es un nemagrátido birramoso, cuyos estipes crecen de forma horizontal ascendente en relación a la sícula y sus tecas, de morfología distintiva, nunca se abren hacia el lado cóncavo de la región proximal, al contrario del supuesto “Leptograptus” silúrico de Hernández Sampelayo (1960). Por otra parte, en el yacimiento silúrico de Gargantiel (Ciudad Real), Hernández Sampelayo (1960) cita el hallazgo de “dos organismos incaerte sedis” (sic), que ilustra en su lám. 20, fig. 3; acompañados por Monograptus y Monoclimacis. El inferior lo asimila a un “trozo de conularia” y el superior, “reticulado”, a Holograptus, si bien “de admitir este género deberíamos poner en entredicho su edad eskivaviense (7), porque en nuestro caso parece del birkhill medio”. La ilustración acompañante (Fig. 12) no revela nada sobre su naturaleza graptolítica, pero si atendemos al factor de escala por 230 comparación con la “conularia” (tal vez un nautiloideo aplastado), nos encontramos posiblemente ante unas huellas de raíces o un agrietamiento de origen mineral. En orden inverso a lo antedicho, hay que destacar que algunas formas de supuestos graptolitos silúricos centroibéricos fueron identificadas incorrectamente a partir de fragmentos de estipes de dichograptoideos ordovícicos. Estos errores se han documentado en el yacimiento de El Chorrillo, inmediatamente al sur de Almadén (Ciudad Real: Hernández Sampelayo, 1926) y también en el yacimiento del arroyo Acebrón, al sur de Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo: Gil Cid, 1971). GRAPTOLITHINA NOMINA OBLITA En este apartado incluimos aquellos taxones nuevos, descritos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico de la región surcentroibérica, que plantean serios problemas de reconocimiento y que no han vuelto a ser utilizados por ningún otro autor. Este proceder se propone en virtud del artículo 23.9.1.1 de la Cuarta Edición del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica (1999, con efecto a partir del 1 de enero de 2000), para nombres no usados después de 1899, y que sustituye a los nombres rechazados por el Artículo 23.b de ediciones anteriores del Código, por permanecer sin uso durante más de 50 años. El hecho objetivo es que los nuevos graptolitos silúricos de Hernández Sampelayo (1960) fueron definidos en su mayoría de un modo taxonómicamente válido (con nombre, breve descripción justificativa y figura de los ejemplares tipo). Sin embargo, la mediocre calidad de las ilustraciones y su carácter excesivamente interpretativo, unido a una descripción sumaria, fuera de los cánones perfectamente establecidos en la época, impide la asignación de cualquier material adicional a estos taxones, razón por la cual proponemos su rechazo taxonómico y su consideración como nomina oblita. Una dificultad adicional radica en los numerosos casos en los que Hernández Sampelayo (1960) propone nuevas denominaciones taxonómicas en las que combina “complejos” de dos o más nombres, y de las que a veces no llega a aclarar si se trata de nuevas especies, variedades de otras (tanto de especies propias como ajenas) o bien formas que él considera “transicionales” pero que carecen de validez taxonómica formal. Como ejemplo de estas confusiones citamos cuatro casos de incertidumbre taxonómica en la obra de este autor. El primero son las extrañas combinaciones apreciadas en los nombres de monográptidos con tecas ganchudas pronunciadas (= “ancilares” o en forma de anzuelo), citados textualmente como Monograptus ancylus n. sp., M. rostratus-ancylus n. sp., M. communis-ancylus (e-s) y M. convolutus-ancylus (e. S.). En las dos últimas combinaciones la posible intención sería la de denotar formas transicionales. El segundo caso lo forman algunos monográptidos con tecas ganchudas menos acentuadas, como Monograptus hidrargiri n. sp., M. hidrargiri-rostratum n. sp., M. hidrargiri-rostellum n. sp., M. communis-hidrargiri n. var. (?de C. communis?) o M. rostratus-hidrargiri (e. S.) (?= M. rostratus vel. M. hidrargiri?). 231 El tercer ejemplo lo representan ciertas formas con tecas ganchudas “rosteladas” (algo aisladas y erguidas), como Monograptus rostellum n. sp., M. priodon-rostellum n. var. y M. lobiferus-rostellum n. var. Finalmente en un cuarto caso el autor llega a combinar en un mismo taxón tres denominaciones de nivel especie o variedad como ocurre con Monograptus communis- hispanus, aff. rastritis? o con Monograptus communis-hidrargiri, n. v. (rastritis). En ambos ejemplos no van acompañados por ninguna descripción en el texto que aclare el tipo de relaciones taxonómicas. La utilización de grafías originales incorrectas para nombres compuestos, introduce una notoria incertidumbre taxonómica en las formas nuevas citadas por Hernández Sampelayo (1960); que unas veces son propuestas a nivel especie (por ejemplo, M. rostratus-ancylus n. sp., M. hidrargiri-rostratum n. sp., M. hidrargiri-rostellum n. sp. o M. communis-hispanus n. sp.) y otras como “variedad” (por ejemplo, M. priodon- rostellum n. var., M. lobiferus-rostellum n. var. o M. communis-hidrargiri, n. v.). De acuerdo con lo establecido por el artículo 32.5. del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica el guión debe eliminarse en los nombres compuestos de nivel especie con lo que algunos de estos taxones resultarían en Monograptus rostratusancylus, M. hidrargirirostratum, M. hidrargirirostellum y M. communishispanus. Sin embargo en el resto de los nombres compuestos ya citados, la intención del autor sería la de crear una “variedad” nueva que, de asimilarse a una subespecie, debería tratarse como un trinomio y, por tanto, separarse en nombre aparte (M. priodon rostellum, M. lobiferus rostellum y M. communis hidrargiri). En otros casos las “variedades” creadas por Hernández Sampelayo (1960) sí que las trata de forma trinomial (Por ejempo, Dimorphograptus decussatus var. thecalongae, D. longissimus var. phillotecatus o el confuso Petalograptus palmeus, var. marianica, n. sp. -sic-). El esfuerzo por localizar los ejemplares tipo de los taxones de Hernández Sampelayo (1960), ha dado como fruto la constatación de que la mayoría del material original del trabajo citado fue destruido en el año 1992, salvo algunos ejemplares que no se corresponden con el material tipo de ninguna de las nuevas especies. Al menos hasta el año 1991, la colección del trabajo de Hernández Sampelayo (1960) se conservaba en la tercera planta del Museo Geominero del IGME (Madrid), donde había sido acomodada en cajones unos años antes por J. C. Gutiérrez-Marco. Antes de que ese autor pudiera tener la oportunidad de reestudiarla, el Director del Museo, D. Ramón Rey Jorissen, decidió vaciar de fósiles dicho espacio y deshacerse de todos los que él y el entonces conservador del museo, D. Jorge Esteban Arleguí, consideraron pobremente documentados, incluyendo la colección de graptolitos silúricos (J. C. Gutiérrez-Marco, comunicación personal, 2009). De todos modos, las deficiencias del trabajo de Hernández Sampelayo (1960) no son imputables exclusivamente a su autor, ya que el texto publicado corresponde a una compilación ajena, realizada por un becario de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid (D. Rafael Fernández- Rubio, años después catedrático de la misma). En aquel momento D. Primitivo Hernández Sampelayo padecía una enfermedad neurológica discapacitante, y falleció antes de que el trabajo fuera publicado. El conjunto de nomina oblita propuesto por Hernández Sampelayo (1960) para los yacimientos del Silúrico de la región surcentroibérica se revisa a continuación. Parte de 232 ellos fueron propuestos ilustrando un solo ejemplar, que resultaría el holotipo por monotipia. De otros taxones el autor figuró varios ejemplares, pero no tiene objeto seleccionar entre ellos un lectotipo, puesto que el material original se ha perdido y en su mayoría corresponden a fragmentos indeterminables, de acuerdo con la baja calidad de las ilustraciones. Formas biseriales “Climacograptus ancylus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.1a-c) 1960 Climacograptus ancylus, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 33; Lám. 14, figs. 2, 10 y 19. Observaciones: La especie fué descrita a partir del fragmento mesial de un rabdosoma biserial, ilustrado al revés (Hernández Sampelayo, 1960: lám. 14, fig. 19), más otros dos “individuos” que “podrían referirse” -sic- a la misma. Se trata de un climacográptido del “grupo III (con excavaciones introvertidas)”, procedente del Silúrico de Almadén, cuyo ejemplar tipo conserva “6 hidroteca dobles, por centímetro, formando otras tantas anclas superpuestas en vertical, anchura de 2 milímetros y demás dimensiones acusadas en el dibujo”. Obviamente, la descripción y el estado de conservación del material no justifica la creación de un nuevo taxón (y ni siquiera permite una identificación genérica), por lo que proponemos que “Climacograptus ancylus” sea considerado un nomen oblitum. “Dimorphograptus decussatus thecalongae” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.2d-e, 33.3c) 1960 Dimorphograptus decussatus var. thecalongae; Hernández Sampelayo, pp. 38-39, Lám. 18, figs. 1, 2 y 7. Observaciones: Se trata de un taxón ilustrado pero no descrito, más allá de su distinción genérica “en atención a la falta de un borde en el extremo proximal y a la vuelta completa de las tecas hacia fuera”. El nombre específico podría denotar una tendencia al alargamiento e introversión de las aberturas tecales, por comparación con Dimorphograptus decussatus (Elles & Wood, 1908), lo cual no fue explicitado por Hernández Sampelayo (1960). El estatus de la subespecie es más que dudoso. Primero, porque el género rhuddaniense Dimorphograptus (o graptolitos claramente de esta edad) no han sido reconocidos hasta la fecha en el Silúrico centroibérico. En segundo lugar, porque el taxón no llegó a ser descrito, sino ilustrado a través de tres ejemplares de Almadén, de los cuales la única forma uni-biserial (Hernández Sampelayo, 1960: lám. 18, fig. 1) podría tener, en realidad, su extremo proximal incompleto. Ninguno de los ejemplares fue designado 233 holotipo, pero otro de ellos (Hernández Sampelayo, 1960: lám. 18, fig. 7) se cita también como Dimorphograptus longissimus var. phillotecatus. En estas condiciones, nos parece justificado que “Dimorphograptus decussatus thecalongae”, muy probablemente una forma biserial mal conservada procedente de niveles telychienses, pase a ser considerado como un nomen oblitum. “Dimorphograptus longissimus phillotecatus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.3a-c) 1960 Dimorphograptus longissimus var. phillotecatus; Hernández Sampelayo, pp. 38-39, Lám. 18, figs. 3, 4 y 7. Observaciones: Este taxón comparte con “Dimorphograptus decussatus thecalongae” los mismos problemas de definición y reconocimiento. El material original está pobremente ilustrado y en ningún caso muestra el extremo uniserial propio de Dimorphograptus, por lo que se propone restringir el taxón a sus ejemplares tipo (desaparecidos) y considerarlo como nomen oblitum. “Glossograptus paucicostatae” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.5a-g) 1960 Glossograptus paucicostatae, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 35; Lám. 16, figs. 8-14. Observaciones: El género Glossograptus Emmons reúne formas biseriales, típicamente monopleurales (las dos estipes se hallan unidas por una de sus caras laterales), restringidas al Ordovícico. Hernández Sampelayo (1960) cita representantes del género en el Silúrico de Almadén y Los Guindos (Jaén) que, con seguridad, representan variantes mal conservadas de rabdosomas dipleurales. La descripción original de la nueva especie “Glossograptus” paucicostatae comprende rabdosomas “pequeños, macizos, de espinas muy reducidas y escasas (6 a 8 por cm)” “descubriendo las tecas rectangulares del tipo de los climacograptus en algunos de los bordes de la colonia” (Hernández Sampelayo, 1960, p. 35). Las ilustraciones de los ejemplares de la serie tipo son muy malas, pero el hecho de que procedan de Almadén hace posible que la especie pueda ser sinónima de Metaclimacograptus flamandi (Legrand, 1993), sin que retenga la prioridad nomenclatural dado que el material tipo se ha perdido antes de haber podido redescribirlo adecuadamente (nomen oblitum). “Glossograptus paucispinosus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.6a-d) 1960 Glossograptus paucispinosus, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 32; Lám. 12, figs. 6-9. 234 Observaciones: Esta especie fue definida únicamente atendiendo al “ritmo en la distribución de sus pocas, cortas e igualadas espinas”, y adscrita erróneamente a Glossograptus por “la ausencia de excavaciones en los bordes de la colonia y la presencia de espinas laterales, sin que se descubra tejido de retiolites como plexo superficial”. Obviamente, se trata de una descripción intrascendente a efectos taxonómicos: los ejemplares ilustrados de la especie “G. paucispinosus” (nomen oblitum) podrían corresponder a rabdosomas biseriales de Metaclimacograptus en conservación escalariforme, procedentes de los niveles telychienses del yacimiento de Almadén. “Glossograptus petaliformae” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.4) 1960 Glossograptus petaliformae, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 45; Lám. 22, fig. 4. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) menciona la presencia “de tecas largas e inclinadas en forma de espinas petaloides, afin a la especie formulada en Almadén con el nombre de Glossograptus petaliformae, n. sp.”. Sin embargo, esta última no se describe ni menciona en el apartado correspondiente al yacimiento de Almadén del mismo trabajo. El único ejemplar ilustrado parece un Metacliacograptus aplastado y en orientación sub-escalariforme, que procede de Los Guindos (al noroeste de La Carolina, Jaén). Por su mala conservación y la ausencia de descripción del material tipo de Almadén, proponemos que “G. petaliformae” sea considerado como nomen oblitum. “Glossograptus (Tecacanthus) loxos” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.7a-b) 1960 Glossograptus (Tecacanthus) loxos, n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 35- 36; Lám. 16, figs. 20-21. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) propone el subgénero Tecacanthus (“= cavidad-espina”) para formas biseriadas donde los septos intertecales “no se marcan de modo preciso en el interior del fósil” y cuyas “tecas se individualizan y se prolongan hasta terminar en espina con inclinación proximal”, al tiempo que aclara que dichas espinas “son las mismas tecas agudizadas”. Su único representante sería la nueva especie “Glossograptus (Tecacanthus) loxos” definida por “sus tecas caídas oblicuamente”. Las descripciones precedentes se aplicaron a siete ejemplares (Hernández Sampelayo, 1960, lám. 16, figs. 15-21), de los cuales sólo los dos últimos los asigna a “G. (T.) loxos”. Éstos parecen estar invertidos y podrían corresponder a porciones mesio-distales de una forma delgada de Parapetalolithus o de Glyptograptus, mal conservados. El ejemplar figurado con el número 15 es muy similar a Metaclimacograptus flamandi (Legrand). De todos modos, por la ausencia de datos más precisos sobre la constitución 235 del rabdosoma de esta nueva especie citada en Almadén, optamos por referirla como nomen oblitum. “Glyptograptus ceras” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.8a-c) 1960 Glyptograptus ceras, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 38; Lám. 17, figs. 9, 11 y 12. Observaciones: La especie se definió atendiendo a la presencia de tecas semilunares aisladas de gran tamaño, separadas hasta 2 mm del eje central de la colonia, con gran variabilidad intraespecífica que impide la proposición de un taxón de nivel subgenérico (“ceratograptus”). Además del material tipo, obviamente mal conservado y tectonizado Hernández Sampelayo (1960. lám. 17, figs. 9, 11 y 12) propone la existencia de formas de “enlace” con el género Petalograptus (lám. 17, fig. 17 de su trabajo). La incoherencia en la definición de todo el conjunto, unido a la pérdida del material original, nos lleva a considerar a “G. ceras” como nomen oblitum. “Glyptograptus grossithecatus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.9a-b) 1960 Glyptograptus grossithecatus, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 39; Lám. 18, figs. 8 y 10. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) distingue esta especie por sus: “tecas muy gruesas, sigmoideas y con excavaciones proporcionadas en tamaño”. La descripción es insuficiente y el material ilustrado lo forman dos rabdosomas carentes del extremo proximal, que podrían corresponder a sendos Metalimacograptus mal conservados, abundantes en el Telychiense basal de la localidad tipo de Almadén. En conclusión, “Glyptograptus grossithecatus”es una especie inconsistente que llevamos a nomen oblitum. “Glyptograptus thecalongae” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 33.10) 1960 Glyptograptus thecalongae, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 45; Lám. 22, fig. 3. Observaciones: La descripción de la especie se basa en “la forma en cuernos largos y abiertos de sus tecas distales, en número de 6 a 7 por centímetro, y un vuelo de 1 milímetro a partir del eje en las más apartadas”. Se complementa con la ilustración de un ejemplar procedente del yacimiento de Los Guindos (Jaén), que parece revelar indicios de un nematulario englobado en el interior del rabdosoma. 236 Desde el punto de vista taxonómico, la descripción específica es insuficiente, y “G. thecalongae” se propone como nomen oblitum. Además, Hernández Sampelayo (1960) indica que esta especie es “bastante frecuente en Almadén” donde, por el contrario, el autor no la describe, pero tampoco aclara su posible confusión con “Dimorphograptus decussatus thecalongae Hernández Sampelayo”. “Lasiograptus ritmicus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.11a-c) 1960 Lasiograptus ritmicus, n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 34-35; Lám. 16, figs. 5-7. Observaciones: Esta supuesta nueva especie, definida en Almadén, fue caracterizada por presentar un espaciado regular entre sus tecas espinosas (8 a 10 en 10 mm), con separaciones “cónicas” a “en forma de escocia”. Su asignación a Lasiograptus Lapworth, un género exclusivamente ordovícico, se basó en criterios poco claros, como la semejanza con algunos retiolítidos (Gothograptus), “la escasa diferenciación de las tecas, sin vírgula poco marcada, su aspecto capsular y la presencia de procesos externos en forma espinosa”. Aunque el aspecto de dos de los ejemplares de la serie tipo es ciertamente distintivo, el carácter incompleto de los rabdosomas (carentes del extremo proximal) y la ausencia de formas comparables entre los miles de ejemplares centroibéricos estudiados, conduce a pensar que estas morfologías son puramente preservacionales. En consecuencia, el taxón “L.” ritmicus se propone como nomen oblitum, toda vez que su material original fue destruido. “Mesograptus climaco-glyptus”, “M. glosso-glyptus” y “M. climaco-glosso” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.12a-b, 33.13, 33.14) 1960 Mesograptus climaco-glyptus, M. glosso-glyptus y M. climaco-glosso; Hernández Sampelayo, p. 37; Lám. 17, figs. 2 y 4; 5 y 7, respectivamente. Observaciones: En su discusión sobre la conveniencia de mantener el género Mesograptus Elles & Wood (un sinónimo posterior de Diplograptus McCoy fide Bulman, 1970), Hernández Sampelayo (1960) discute la conveniencia del mismo para designar taxones con tecas biformes. Tres de ellos los describe en Almadén, de un modo aparentemente informal: - El primero lo nombra Mesograptus climaco-glyptus, cuya “parte inferior, bien manifiesta por su remate, está ocupada por el pseudo plumero alargado, que semejan las tecas de glyptograptus encorvadas hacia arriba, y son las almenadas tecas de pared vertical, que forman el centro y toda la porción superior, en la mayoría de los casos, que rematan con su vírgula filiforme, recta y bien marcada”. 237 - El segundo grupo (M. glosso-glyptus) lo define como “con espinas mesiales en su parte proximal arqueadas del tipo glyptograptus (…) en el supuesto de comprobar como glossográptido la porción inferior del ejemplar”. - El tercer tipo (M. climaco-glosso) lo nombra así “del mismo modo, y por idéntico razonamiento”. En otras palabras, Hernández Sampelayo (1960) distingue tres morfotipos biseriales con tecas biformes: proximales glyptográptidas y distales climacográptidas (“M. climaco- glyptus”), proximales glyptográptidas y distales glossográptidas (“M. glosso-glyptus”) y proximales glossográptidas y distales climacográptidas (“M. climaco-glosso”). Ninguno de los dibujos acompañantes a estos morfotipos, resulta determinable a nivel genérico o específico, y podrían corresponder a variantes preservacionales mal conservadas de Metaclimacograptus spp. En la duda de si la intención del autor era nombrar morfotipos informales o auténticas especies nuevas (en ninguna parte del trabajo constan como “n. sp.”), proponemos que los tres taxones sean considerados como nomina oblita. “Petalograptus latus-spirifer” y “P. tenuis-spirifer” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 33.15, 33.16) 1960 Petalograptus latus-spirifer (e. S.) y Petalograptus tenuis-spirifer, (e. S.); Hernández Sampelayo. pp. 26-27, Lám. 11, figs. d e i, respectivamente. Observaciones: En su trabajo, Hernández Sampelayo (1960) adscribe las formas “latus” y “tenuis” como variedades de la especie Petalograptus palmeus, tal y como había sido considerado por Barrande (1850). Sus nuevas combinaciones “latus-spirifer” y “tenuis- spirifer” las crea para morfotipos espinosos, que se presentan asociados en un mismo horizonte del yacimiento de Almadén. Sin embargo, ambos morfotipos los presenta como “especies” que modifican a las variedades típicas de Barrande (hoy en día especies independientes integradas en Parapetalolithus) y que, en nuestra opinión, debemos tomar como nomina oblita. “Petalograptus palmeus marianica” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 33.17) 1960 Petalograptus palmeus, var. marianica, n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 42, 44, Lám. 21, fig. 13. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) ilustró como procedente de Caracuel (= Corral de Calatrava) un rabdosoma “igual al figurado por Haberfelner en su revisión de la fauna de Sierra Morena con el núm. 126” y que, como en ese caso, se diferenciaría de Parapetalolithus palmeus “por su anchura de tecas, algunas expansiones foliáceas tecales y el final de dos o tres pequeñas lobas, en su arranque de la sícula”. En nuestra opinión, el ejemplar de Petalograptus sp. a (nov. sp. ?), descrito por Haberfelner (1931, lám. 1, fig. 12b –no 126-) muy probablemente corresponde a una variante preservacional de P. palmeus; en tanto que el figurado por Hernández Sampelayo (1960, 238 lám. 1, fig. 13) es un rabdosoma indeterminable, con anomalías tecales y siculares fruto de una mala interpretación del ejemplar al dibujarlo (¿coalescencia con otros graptolitos en la misma placa?). La imposibilidad de poder acceder al ejemplar original sobre el que se basó la “variedad marianica”, y la ausencia de una ilustración o descripción precisa, motiva que este taxón lo consideremos como un nuevo caso de nomen oblitum. Adicionalmente, en este trabajo presentamos secciones detalladas de la localidad de Corral de Calatrava, en ninguna de las cuales encontramos petalolithidos con procesos tecales o siculares, ni mezcla de formas telychienses con otras aeronienses (Hernández Sampelayo, 1960, atribuye su yacimiento de Caracuel al “Llandovery medio”). Formas uniseriales “Monograptus almadeni” Hernández Sampelayo, 1960, s. l. (Figs. 34.1a-b, 34.3, 34.4, 34.5) 1960 Monograptus Almadeni; Hernández Sampelayo, p. 13. ?1960 Monograptus communis-Almadeni (e. S.); Hernández Sampelayo, p. 48; Lám. 24, figs. 3, 6. 1960 Monograptus Almadeni, n. var. inversa (e. S.); Hernández Sampelayo, p. 48; Lám. 24, fig. 5. ?1960 M. Haberfelneri vel. almadeni n. sp.; p. 48, Lám. 24, fig. 4. 1960 Monograptus almadeni, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 48. ?1960 Monograptus haberfelneri, n. sp. vel. almadeni; Hernández Sampelayo, Lám. 7, fig. 45e. Observaciones: En diversos lugares de su obra póstuma, Hernández Sampelayo hace referencia a “Monograptus Almadeni” (p. 13), al complejo “M. communis-Almadeni” (p. 48), a las transiciones entre “M. Almadeni” y “M. Haberfelneri” (p. 13) y a la nueva variedad “M. Almadeni inversa” (p. 48), sin llegar a definir la especie nominal. De acuerdo con sus relaciones con M. haberfelneri, “M. Almadeni” tendría un rabdosoma “bastante arqueado” (p. 13), con curvatura dorsal en M. almadeni “típico” y ventral en M. almadeni “inversa”. En cuanto a las tecas, serían triangulares y agudas (p. 48). Pese a la robustez y abundancia de sus rabdosomas, “particularmente en sus porciones proximales” en el yacimiento de Almadén, M. almadeni no llegó a ser caracterizado ni ilustrado formalmente, y es un caso claro de nomen oblitum. Por su parte, Monograptus almadeni inversa fue descrito con “varios ejemplares” en los que las tecas “se curvan hacia la parte ventral” del rabdosoma, pero los únicos figurados, procedentes del Silúrico de Alía (Cáceres), son fragmentos indeterminables, incluso a nivel genérico. “Monograptus ancylus” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 36.1) 1960 Monograptus ancylus, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 22; Lám. 8, fig. 49. 239 Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) establece la especie M. ancylus para rabdosomas arqueados con tecas de forma ancilar, en las que se repite el “doblamiento total del tubo, formando un anzuelo más o menos pronunciado”, que supone “una acentuación del gancho de las del tipo rostratus”. Su ejemplar tipo procede de Almadén y consiste en un fragmento de estipe, con siete tecas ganchudas y bastante aisladas, de asignación genérica dudosa por cuya razón proponemos a la especie como nomen oblitum. Conviene recordar que el autor empleo la denominación “ancylus” de forma combinada con otras especies o variedades, como Monograptus convolutus-ancylus, M. communis-ancylus o M. rostratus-ancylus, que se tratan aquí de forma independiente. “Monograptus circularis” ssp. lineatus et ssp. rostrata Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 34.6, 34.7, 34.8) 1960 Monograptus circularis aff. rostrata; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 6, fig. 41. 1960 Monograptus circularis-corona; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 6, fig. 41a. 1960 Monograptus circularis, var. lineatus, n. v.; Hernández Sampelayo, p. 49; Lám. 24, fig. 10. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960, Lám. 6, figs. 41 y 41a) relacionó con Monograptus circularis Elles & Wood, 1913 [sinónimo posterior de Oktavites contortus (Perner, 1897), según Loydell, 1993] dos fragmentos de rabdosoma arqueado procedentes del yacimiento de Almadén, que en su opinión presentan tecas con morfologías “rostradas” o parecidas a la de M. corona Hernández Sampelayo, si bien en nuestra opinión resultan indeterminables, incluso a nivel genérico. Por su parte, Monograptus circularis ”lineatus” fue propuesto como una “variación recta” de la especie, a la que se asemeja por sus “tecas cónicas, de ritmo perfecto y con espinas finales”, en número de 10 por centímetro. El ejemplar ilustrado (Hernández Sampelayo, 1960, Lám. 24, fig. 10) procede del yacimiento de Alía (Cáceres) y no guarda relación alguna con O. contortus. Se trata de un fragmento de afinidades dudosas, por lo que el taxón basado sobre el mismo queda como nomen oblitum. “Monograptus communis” ssp. “ancylus”, ssp. “hidrargiri” et ssp. “hispanus” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 34.9a-k, 34.10a-c, 34.11, 34.12, 34.13, 34.14) 1960 Monograptus communis-hispanus n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 19, 21-22, 44; Lám. 7, figs. 45, 45a-d, f, i-l, m (derecha). 1960 Monograptus communis-hidrargiri n. v.; Hernández Sampelayo, p. 22; Lám. 5, fig. 46; Lám. 7, figs. 46, 46b; Lám. 8, fig. 46a. 1960 Monograptus communis-ancylus (e-s); Hernández Sampelayo, p. 22; Lám. 7, fig. 47. ?1960 Monograptus communis-Almadeni (e. S.); Hernández Sampelayo, p. 48; Lám. 24, figs. 3, 6. 240 ?1960 Monograptus communis-convolutus; Hernández Sampelayo, Lám. 6, fig. 38h. ?1960 Monograptus communis-hispanus, aff. rastritis?; Lám. 7, fig. 45h. ?1960 Monograptus communis-hidrargiri, n. v. (rastritis); Lám. 7, fig 46. Observaciones: De los yacimientos de Almadén y Alía, Hernández Sampelayo (1960) ilustra, respectivamente, supuestas formas transicionales de Campograptus communis con Lituigraptus convolutus o con “M. almadeni”, cuyas ilustraciones corresponden a ejemplares indeterminables con estipe arqueada. Aparte describe tres nuevas variedades: la primera, M. communis-hispanus (tratada como especie aparte en la leyenda de la Lám. 7), se caracterizaría por la “curvatura semilunar muy aguda de las tecas, y apariencia robusta y puntiaguda del rabdosoma, encorvado elegantemente en su extremo y con finísima sícula”. Los ejemplares ilustrados, procedentes de Almadén, recuerdan considerablemente a formas mal conservadas de Torquigraptus? sp. (Hernández Sampelayo, 1960). La segunda “presentación del M. communis” la forma el “complejo communis-hidrargiri, en el que se mezclan las hidrotecas del communis con las del hidrargiri, los elementos del cual suponemos cónicos, y disminuyen hasta hacerse tubulares en la salida”. Este “M. communis-hidrargiri”, considerado al tiempo como una variedad o como una especie nueva, también procede de Almadén y sus ilustraciones no resultan identificables en términos de taxonomía moderna. La tercera forma, “M. communis-ancylus”, la diferencia Hernández Sampelayo (1960) por su combinación de tecas semilunares con otras ganchudas (“la dobladura de la teca hidrargiri… es una acentuación del gancho de las del rostratus… la denominamos ancylus que mejor que ninguna fija la idea de gancho”). La figura acompañante, un fragmento con cinco tecas, no apoya las aseveraciones anotadas en su descripción. Finalmente, dos de las subespecies precedentes (“hispanus” e “hidrargiri”) parecen admitir variantes con algunas tecas aisladas, tal vez puramente preservacionales, que el autor refiere como “rastritis”, sin acompañarlas de ninguna descripción. “Monograptus convolutus” ssp. “ancylus” et ssp. “rostrata” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 34.15, 34.16a-c, 34.18) 1960 Monograptus convolutus-ancylus (e. S.); Hernández Sampelayo, pp. 47- 48. ?1960 Monograptus convolutus-communis Lapw.; Hernández Sampelayo, Lám. 6, fig. 38i. 1960 Monograptus convolutus-rostrata; Hernández Sampelayo, Lám. 6, figs. 38e-g. ?1960 Monograptus convolutus aff. rostrata; Hernández Sampelayo, Lám. 6, fig. 38d. Observaciones: Entre los monográptidos de rabdosomas curvos, Hernández Sampelayo (1960) establece unas divisiones confusas entre los ejemplares que compara con los del grupo de “M.” communis (del género Campograptus) y los del grupo de “M.” convolutus (del género Lituigraptus), a los que adscribe extrañas formas transicionales (“M. convolutus-communis”). En función de la morfología de las tecas, el autor describe 241 una forma que “mezcla tecas ancilares entre las cónicas y altas del M. convolutus” (M. convolutus-ancylus), que cita como procedente de Alía (Cáceres) pero no llega a ilustrarla (salvo que se trate de la fig. 2 de su lám. 24). En el mismo trabajo, y como provenientes de Almadén, Hernández Sampelayo (1960) ilustra, sin describirlos, tres ejemplares de la nueva combinación M. convolutus-rostrata, a los que suma un cuarto ejemplar (M. convolutus aff. rostrata) que difiere por la mayor curvatura dorsal del estipe, en ninguno de los cuales se aprecia que las tecas sean realmente “rostradas” (rematadas en punta). Por todo lo anterior, y por las deficiencias formales que supone la falta de descripciones o ilustraciones del material tipo de las variedades adscritas a “M. convolutus”, las formas precedentes deben ser consideradas como nomina oblita. “Monograptus corona” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 34.19a-b) 1960 Monograptus corona, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 6, figs. 42, 42a. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) propone esta especie “como final del M. circularis, en el cual las tecas son anchas, iguales y rebajadas, cónicas como las del latithecatus, dando la impresión de una corona, igualada de puntas; 10 tecas por centímetro”. El material tipo es indeterminable y procede del “Llandovery medio (18- 21)” de Almadén (Hernández Sampelayo, 1960, Lám. 6, figs. 42, 42a), por lo que la especie pasa a considerarse como nomen oblitum. Lo mismo sucede con su supuesta forma transicional con Monograptus circularis (Hernández Sampelayo, 1960, Lám. 6, fig. 41a). “Monograptus crenularis-setiger” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 35.1) 1960 Monograptus crenularis-setiger (e-s); Hernández Sampelayo, p. 24; Lám. 2, fig. 15. Observaciones: Bajo esta denominación el autor ilustra un fragmento de rabdosoma procedente de Almadén donde se combinan tecas de tipo Monoclimacis con dos tecas distales tipo Rastrites. Esta quimera puede ser el resultado de la superposición de fragmentos de varios rabdosomas, y la entidad taxonómica carece de todo fundamento (nomen oblitum). 242 “Monograptus densus distans” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 35.2a-b) 1960 Monograptus aff. densus Pern (distans); Hernández Sampelayo, p. 45; Lám. 22, fig. 1. 1960 Monograptus densus Pern var. distans; Hernández Sampelayo, p. 52; Lám. 26, fig. 7. Observaciones: Esta subespecie fue propuesta como una “enmienda” o “variedad” con tecas de morofología “muy parecidas a las del M . densus, Pern, pero con la diferencia de su mayor separación”. Los ejemplares ilustrados consisten en sendos fragmentos rectilíneos de monográptidos indeterminables con tecas ganchudas y mal conservadas, uno del yacimiento de Los Guindos (Jaén) y otro de Cabeza del Buey (Badajoz). “Monograptus fimbriatus minimo” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 35.3) 1960 Monograptus fimbriatus, Nich var. minimus n. var.; Hernández Sampelayo, p. 26; Lám. 11, fig. c. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) define esta variedad como “por su forma de tecas, rebajadas y tendidas, pero de la misma forma tamaño y distribución que las del M. fimbriatus, Nich.”. El ejemplar ilustrado es un fragmento de estipe con ligera curvatura dorsal y cinco tecas cuya morfología es muy diferente a la pectinada de Demirastrites “Monograptus triangulatus fimbriatus (Nicholson)” [=? D. pectinatus (Richter)]. Adicionalmente el yacimiento de graptolitos de Almadén no comprende niveles del Aeroniense inferior, caracterizados por dicha especie. “Monograptus haberfelneri” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 34.2a-b) 1960 Monograptus haberfelneri n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 12-13; Lám. 7, figs. 45g, 45m. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) describe esta especie con “sícula en punta alargada y fina”, tecas sencillas en la porción proximal “muy elegantes, vueltas hacia atrás en medias lunas agudas, con concavidad hacia el lado proximal, y que van engrosando hasta la 7ª teca, desde la cual, con más o menos uniformidad, empiezan a presentarse las hidrotecas de tipo rostratus o sus derivadas: ancylus, hidrargiri o truncata”. En apariencia, la nueva especie resultaría sinónima de las formas descritas e ilustradas como Monograptus intermedius por Haberfelner (1931, lám. 1, figs. 26a-d), o bien los Monograptus communis var. rostratus del mismo autor (Haberfelner, 1931, figs.1-2). Según Hernández Sampelayo (1960, pp. 12-13) las primeras no se parecen a los ejemplares de M. intermedius ilustrados por Carruthers (1912) ni por Elles & Wood (1912), y el material de M. communis rostratus de Haberfelner (1931) tampoco resultaría coespecífico con el material tipo de Elles & Wood (1912). En este sentido, 243 Hernández Sampelayo (1960, p. 13) propone para “M. communis var. rostratus” sensu Haberfelner (1931) el nombre de “M. communis-hispanus n. sp.”; si bien los caracteres esenciales de este taxón (rabdosoma arqueado dorsalmente, con tecas de tendencia semilunar) resultarían los mismos que los de M. haberfelneri. En cualquier caso, todos los ejemplares ilustrados por Haberfelner (1931) de ambos taxones han sido sinonimizados aquí con Torquigraptus planus (Barrande), por lo que tanto M. haberfelneri como “M. communis-hispanus” podrían constituir simples sinónimos posteriores de esta única especie. Monograptus haberfelneri Hernández Sampelayo fue descrito originalmente en el yacimiento de Almadén, pero sus ilustraciones acompañantes resultan indeterminables. Aunque por referencias indirectas el taxón constituye un probable sinónimo de Torquigraptus planus, al no conservarse su material tipo optamos por proponerlo como nomen oblitum. “Monograptus hidrargiri” Hernández Sampelayo, 1960, s. l. (Figs. 35.4, 35.5a-b, 35.6a-c, 35.7a-c) 1960 Monograptus hidrargiri n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 22, Lám. 8, figs. 51, 51a. 1960 Monograptus hidrargiri-rostellum n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 22; Lám. 8, figs. 52b, 53b, 53c. 1960 Monograptus hidrargiri-rostratum n. sp.; Hernández Sampelayo, Lám. 8, figs. 52, 52a. 1960 Monograptus hidrargiri-rostratus n. sp.; Hernández Sampelayo, Lám. 8, fig. 52c. 1960 Monograptus hidrargiri-tortilis (e. S.); Hernández Sampelayo, pp. 48-49; Lám. 24, fig. 7. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) establece la especie M. hidrargiri para rabdosomas arqueados en los que se repite el tipo tecal con “dobladura” y “algo inclinado a la salida” (= “modalidad” hidrargiri), que supone “una acentuación del gancho de las del (tipo) rostratus”, sin llegar al “doblamiento total del tubo, formando un anzuelo más o menos pronunciado” (= “modalidad” ancylus o ancilar). Su material procede de Almadén y es poco determinativo, lo mismo que los restantes taxones nuevos descritos como diferentes complejos de la especie por incluir otros tipos tecales. Se trata de “M. hidrargiri-rostratus”, que combina los morfotipos hidrargiri y rostratus/rostratum (= “formas de cuello algo tubiforme y pequeño pico”); “M. hidrargiri-rostellum”, con tecas biformes donde se repite el tipo rostellum (= “de pico levantado”), y también “M. hidrargiri-tortilis”, con aberturas en parte retrodirigidas. El último taxón lo definió en la localidad de Alía (Cáceres), donde “vuelven a presentarse las tecas triangulares, de gran tendido ventral, y abertura tubular levantada, que nos dieron fundamento para proponer el M. hidrargiri, n. sp. pero en esta ocasión, el tubo se marca hasta el borde dorsal, de un modo muy semejante a las tecas del M. tortilis, Linn, y esto nos hace proponer la unión”. Tal y como ocurre con otros nomina oblita del mismo trabajo y nivel comparable, los dibujos del material tipo de Hernández Sampelayo (1960) corresponden a fragmentos de 244 rabdosoma con pocas tecas y nulo detalle, probablemente asimilables a restos indeterminables de Torquigraptus, atendiendo también a las características conocidas de sus yacimientos. “Monograptus intermedius-runcinatus” Hernández Sampelayo, 1960 (Fig. 35.8) 1960 Monograptus intermedius-runcinatus (e. S.); Hernández Sampelayo, pp. 48, 73; Lám. 24, fig. 1; Lám. 35, fig. 8. Observaciones: Según Hernández Sampelayo (1960) este “complejo” se caracteriza por tecas semejantes a las de Paradiversograptus runcinatus pero de “lobas más distanciadas, menos fundidas en círculo”, con ligera vuelta “hacia fuera” que “hacen recordar el perfil de M. intermedius”; lo que estaría indicado también porque sus morfologías “son agudas y de tendencia algo semilunar”, como las de esta especie. El material ilustrado comprende fragmentos de dos rabdosomas mal conservados, uno procedente de Alía (Cáceres) y otro de Ciñera (León) que respectivamente constan de 3,5 y 4,5 tecas poco determinativas en una estipe fina y con ligera curvatura dorsal. Desde el punto de vista taxonómico ambos ejemplares resultan indeterminables. “Monograptus lobiferus” ssp. “altus”, ssp. “distans” et ssp. “rostellum” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 36.8a-e, 36.9a-b, 36.10a-b) 1960 Monograptus lobiferus, var. altus, n. v.; Hernández Sampelayo, p. 20; Lám. 4, figs. 32, 32b. 1960 Monograptus lobiferus (distans) n. var.; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 5, figs. 33, 33a, 33b. 1960 M. lobiferus, M´Coy (distans); Hernández Sampelayo, pp. 21, 24-25; Lám. 5, fig. 33c; Lam. 10, fig. 31b. 1960 Monograptus lobiferus-rostellum, n. var.; Hernández Sampelayo, p. 21; Lám. 5; figs. 34, 34a. Observaciones: Entre las asociaciones de graptolitos del Telychiense del yacimiento de Almadén Hernández Sampelayo (1960) propuso tres “variaciones” nuevas de la especie aeroniense Campograptus lobiferus (McCoy). La primera (lobiferus “altus”) alcanzaría tres milímetros de anchura dorsoventral “de los cuales la mitad corresponden al canal y vírgula, soldados en las porciones basales de las tecas, lo que no ocurre nunca con el M. lobiferus”. La segunda (lobiferus “distans”) es más ancha que la forma nominal y “desde luego la distancia intertecal es de 2 a 3 veces mayor que la que ofrece el M. lobiferus clásico”. En cuanto a la tercera (lobiferus “rostellum”) no llegó a ser descrita salvo para aludir a la forma de las tecas, que se infiere “rostelada” (con metatecas erguidas y algo aisladas). No obstante ninguno de los fragmentos de estipes ilustrativos de los tres taxones resulta determinativo aproximándose a los rabdosomas de tecas ganchudas y apreciable solapamiento tecal de los grupos de Monograptus priodon o de Stimulograptus halli, comunes en distintos niveles del mismo yacimiento. El auténtico 245 C. lobiferus es una forma más antigua de tecas triangulares carentes de solapamiento sin relación alguna con los taxones de Almadén. Su problemática e insuficiente caracterización nos llevan a proponerlos como nomina oblita. Monograptus priodon ssp. “rostellum” et ssp. “distans” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 36.7a-b) 1960 Monograptus priodon (distans) (Bronn.); Hernández Sampelayo, pp. 17, 27; Lám. 3, fig. 19. 1960 Monograptus priodon-rostellum, n. var.; Hernández Sampelayo, pp. 18-19; Lám. 3, figs. 20, 20a. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) distingue dentro de la especie M. priodon, representada en el yacimiento de Almadén, una variante reconocible “particularmente por la gran separación tecal” (priodon “distans”) y otra “por la frecuente abertura marginal de cada individuo en forma biespinosa, que recuerda en cierto modo, un pico pequeño” (“priodon-rostellum”). Las ilustraciones correspondientes a ambas formas, sobre toda por la presencia de espinas asociadas a tecas ganchudas, sugieren que se trata de ejemplares indeterminables del género Stimulograptus, por cuya razón las consideramos como nomina oblita. “Monograptus rostellum” Hernández Sampelayo, 1960 (Figs. 36.5, 36.6) 1960 Monograptus rostellum n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 19, 22; Lám. 3, fig. 18 cf.1960 Monograptus cf. rostellum, n. sp.; Hernández Sampelayo, p. 20; Lám. 3, fig. 18a. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) caracteriza esta especie por la presencia de tecas frecuentemente biespinosas, “casi verticales, adosadas en su base, pseudotubulares y abiertas, con sus puntas bien altas”, donde se cuentan “unas ocho tecas por centímetro, alturas de 1,5 a 3 mm, y longitud hasta de tres o cuatro centímetros”. Los únicos ejemplares figurados proceden del yacimiento de Almadén y son fragmentos de rabdosomas mal conservados e ilustrados, que no resultan determinables ni siquiera a nivel genérico. Sin embargo, la posible presencia de espinas señalada por el autor en rabdosomas rectilíneos, con la anchura y contenido tecal indicados, sugiere una posible relación de “M. rostellum” con ejemplares de Stimulograptus, frecuentes en algunos niveles del mismo yacimiento. 246 “Monograptus rostratus” Hernández Sampelayo, 1960, s. l. (Figs. 36.2a-e, 36.3, 36.4) 1960 Monograptus rostratus, n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 9, 17, 22; Lám. 8, fig. 48. ?1960 Monograptus rostratus-triangulatus E. W.–Hark (e. S.); Hernández Sampelayo, p. 9. 1960 Monograptus rostratus–hidrargiri (e. S.); Hernández Sampelayo, pp. 10- 11. 1960 Monograptus rostratus-ancylus n. sp.; Hernández Sampelayo, pp. 10, 22, 26; Lám. 8, figs. 50, 50a, 50b, 50c; Lám. 11, fig b. ?1960 Monograptus rostratus aff. Clingani Carr.; Hernández Sampelayo, p. 14; Lám. 8, fig. 36. ?1960 Monograptus triangulatus, Hark; Hernández Sampelayo, p. 44. Observaciones: Con la denominación “Monograptus rostratus”, Hernández Sampelayo (1960) designa un grupo muy abundante en el yacimiento de Almadén, compuesto por graptolitos de rabdosomas arqueados y tecas triangulares ganchudas. De ellos, la forma típica “rostrada” se compone exclusivamente de “hidrotecas de tendencia triangular isoscélica, alargada, con las aperturas en pico o gancho hacia la extremidad proximal”. A partir de la anterior, se registra la variedad “Monograptus rostratus-ancylus”, con “rostros ganchudos, dentro de rabdosomas arqueados, con anchuras de estipas de 1,4 a 1,6 milímetros; 8 a 10 tecas aisladas, y aberturas en las lobas rostrales” cuyo nombre “da clara idea de la dobladura o anzuelo final, de la apertura tubiforme”. Por otra parte, la variedad “Monograptus rostratus-hidrargiri” (…) “tiene las mismas características dimensionales y de número de tecas que el M. rostratus, y sólo se diferencian en la forma de la hidroteca elemental, anchamente triangular en la base, hasta la mitad o los dos tercios de la altura desde el borde dorsal, y el final tubuliforme de la teca recto o muy ligeramente encorvado, pero siempre formando un ángulo de 90º aproximadamente sobre el lado mayor ventral de la teca, lo que obliga a la porción tubular a presentarse inclinada, respecto a la teca entera, en un examen con la vírgula horizontal”. El autor confiere gran importancia a la morfología tecal de tipo “hidrargiri”, cuyas “proporciones de la porción tubular, recta y calibrada en la mayoría de los casos, son: anchura unas cuatro veces menos que la longitud de la base de la teca, contada en la porción ya individual, y largo de tubo tecal la mitad o el tercio del alto de la hidroteca, siempre desde su aislamiento sobre la hydrosoma”. De acuerdo con Hernández Sampelayo (1960) esta variedad predomina “en el techo de ampelitas del criadero de San Francisco y San Nicolás”, pero de sus descripciones no queda claro si la variedad “Monograptus rostratus-hidrargiri” (descrita pero no ilustrada) pudiera equivaler a la combinación inversa “Monograptus hidrargiri-rostratus” o “Monograptus hidrargiri-rostratum” (ambas ilustradas, pero no descritas) del mismo yacimiento de Almadén. Finalmente, Hernández Sampelayo (1960) propone la reasignación taxonómica a “Monograptus rostratus” de dos especies aeronienses, de distribución prácticamente cosmopolita: Demirastrites triangulatus (Harkness, 1851) y Campograptus clingani (Carruthers, 1867). Se trataría de sendos “pasos evolutivos o de transformación 247 aparente”, el primero citado como “M. rostratus-triangulatus E. W.-Hark (e. S.)”, por la “forma de tecas muy rostradas y altas (1,6 mm.)” y el segundo como un “estado evolutivo probable M. rostratus-Clingani”, donde “las tecas del M. rostratus al inclinarse, a veces muy tendidamente, hasta ponerse algo paralelas al eje del rabdosoma, recuerdan a las hidrotecas del M. Clingani, Carr.”. No obstante, Hernández Sampelayo (1960, p. 44) admite la posible presencia diferenciada de “M. triangulatus Hark.” en el yacimiento de Corral, sin mencionar las relaciones con “M. rostratus” establecidas para el yacimiento de Almadén. Del conjunto de ilustraciones presentadas por Hernández Sampelayo (1960), la gran mayoría corresponden a fragmentos de rabdosomas con curvatura dorsal y tecas triangulares ganchudas como las del género Torquigraptus. Esto coincide con la abundancia atribuida por dicho autor tanto a “M. rostratus”, como a sus variedades o “estados evolutivos”, que por su aspecto podrían corresponder a las especies T. tullbergi, T. arcuatus o T. planus, entre otras. La incertidumbre generalizada sobre los taxones de Hernández Sampelayo (1960) nos lleva a proponerlos como nomina oblita, lo que de paso, aclara la pérdida de prioridad nomenclatural de “M. rostratus” sobre sus pretendidos “pasos evolutivos” D. triangulatus y C. clingani. “Rastrites hidrargiri” Hernández Sampelayo, 1960, s. l. (Figs. 35.9, 35.10) ?1960 Rastrites peregrinus-hidrargiri, (e-s); Hernández Sampelayo, pp. 23-24; Lám. 9, fig. 57. ?1960 Rastrites hidrargiri, (distans) (e-s); Hernández Sampelayo, pp. 23-24; Lám. 9, fig. 62. Observaciones: Hernández Sampelayo (1960) ilustra en su lámina 9 distintas especies de Rastrites procedentes de Almadén. Algunas de ellas (“R. peregrinus, R. setiger, R. approximatus geilnitzi, R. Linnaei”) se integran claramente en este género, en tanto que otras (“R. spnia-convolutus, R. gematus”) corresponden a monográptidos indeterminables. Como “R. peregrinus-hidrargiri” y “R. hidrargiri (distans)” el autor figura dos fragmentos de rabdosomas levemente arqueados y con tecas triangulares aisladas mal conservadas, de los que indica que “ambos tienen como características de fundamento la figura triangular, ancha en la base, tubuliforme en el extremo, de tecas semejantes a las citadas del M. hidrargiri n. sp.; en el caso del rastrites de ese nombre son más agudas y destacadas las tecas, más aplanadas y anchas en su base”. Dicha descripción es, a todas luces, insuficiente para establecer nuevas variedades de un taxón (“Rastrites hidrargiri” vs. “Monograptus hidrargiri"), que tampoco llega a ser caracterizado en ninguna parte del trabajo, proponiéndose por tanto como nomina oblita. 248 Fig. 33.- Taxones nuevos de graptolitos biseriales, propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico centroibérico, que se consideran aquí como nomina oblita. 1a-c, Climacograptus ancylus. 2d-e, 3c, Dimorphograptus decussatus var. thecalongae. 3a-c, Dimorphograptus longissimus var. phillotecatus. 4, Glossograptus petaliformae. 5a-g, Glossograptus paucicostatae. 6a-d, Glossograptus paucispinosus. 7a-b, Glossograptus (Tecacanthus) loxos. 8a-c, Glyptograptus ceras. 9a-b, Glyptograptus grossithecatus. 10, Glyptograptus thecalongae. 11a-c, Lasiograptus ritmicus. 12a-b, Mesograptus climaco-glyptus. 13, Mesograptus glosso-glyptus. 14, Mesograptus climaco-glosso. 15, Petalograptus latus-spirifer. 16, Petalograptus tenuis-spirifer. 17, Petalograptus palmeus, var. Marianica. Todos los ejemplares derivan de la región de Almadén (Ciudad Real), excepto 4 y 10, que proceden de Los Guindos (Jaén) y 17, de Caracuel (= Corral de Calatrava, Ciudad Real). Las ilustraciones están reproducidas al mismo tamaño que las figuras originales. Escalas desconocidas, excepto 1a-c, x 3; 5a-g, x 2; 10, x 5,85; 11a, x 2,1; 12a, x 6,2. 249 250 Fig. 34.- Taxones nuevos de graptolitos enunciados por Hernández Sampelayo (1960), en el Silúrico centroibérico, y propuestos como nomina oblita. 1a-b, Monograptus almadeni. 2a-b, Monograptus haberfelneri. 3, Monograptus haberfelneri vel. almadeni. 4, Monograptus almadeni var. Inversa. 5, Monograptus haberfelneri vel. almadeni. 6, Monograptus circularis aff. rostrata. 7, Monograptus circularis var. lineatus. 8, Monograptus circularis-corona. 9a-k. Monograptus communis-hispanus. 10a-c. Monograptus communis-hidrargiri. 11. Monograptus communis-hispanus, aff. rastritis?. 12, Monograptus communis-ancylus. 13, Monograptus communis-convolutus. 14, Monograptus communis-hidrargiri, n v. (rastritis). 15, Monograptus convolutus-communis. 16a-c, Monograptus convolutus-rostrata. 17, Monograptus convolutus-circularis. 18, Monograptus convolutus aff. rostrata. 19a-b, Monograptus corona. Todos los ejemplares derivan de la región de Almadén (Ciudad Real), excepto 1a-b, 3-4 y 7, que proceden de Alía (Cáceres). Reproduciones al mismo tamaño que en las láminas originales. 251 252 Fig. 35.- Taxones nuevos de Monográptidos (nomina oblita) propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico centroibérico. 1, Monograptus crenularis-setiger. 2a-b, Monograptus aff. densus Perner (var. distans). 3, Monograptus fimbriatus var. minimo. 4, Monograptus hidrargiri-tortilis. 5a-b, Monograptus hidrargiri. 6a-c, Monograptus hidrargiri-rostellum. 7a-c, Monograptus hidrargiri-rostratum. 8, Monograptus intermedius-runcinatus. 9, Rastrites hidrargiri (distans). 10, Rastrites peregrinus-hidrargiri. 11, Rastrites spnia-convolutus. Todos los ejemplares derivan de la región de Almadén (Ciudad Real), excepto 2a (Los Guindos, Jaén), 2b (Cabeza del Buey, Badajoz), 4 y 8 (Alía, Cáceres). Reproducidos al mismo tamaño que en las láminas originales 253 254 Fig. 36.- Taxones nuevos de Monográptidos, propuestos por Hernández Sampelayo (1960) en el Silúrico de la región de Almadén considerados aquí como nomina oblita 1, Monograptus ancylus. 2a-e, Monograptus rostratus-ancylus. 3, Monograptus rostratus. 4, Monograptus rostratus aff. Clingani. 5, Monograptus rostellum. 6, Monograptus cf. rostellum. 7a-b, Monograptus priodon-rostellum. 8a-e, Monograptus lobiferus (n. var. distans). 9a-b, Monograptus lobiferus-rostellum. 10a-b, Monograptus lobiferus var. altus. Todas ellas descritas en la región de Almadén (Ciudad Real). Reproducido al mismo tamaño que las figuras originales. 255 256 6.3 OTROS GRUPOS FÓSILES Como ya dijimos en la introducción, el grupo fósil mejor representado en la zona de estudio son los graptolitos, que abundan en las pizarras negras ampelíticas, donde han sido mencionados por todos los estudios precedentes. Sin embargo, las faunas acompañantes a los graptolitos se citan de manera esporádica en una pequeña parte de ellos. La primera referencia a fósiles distintos de los graptolitos es la de Prado (1855), quien citaba junto a ellos la frecuente asociación de conchas aplastadas de pequeños braquiópodos y cefalópodos. Entre los restantes grupos fósiles representados en las pizarras graptolíticas, así como en los nódulos contenidos dentro de ellas, se han realizado muy pocos estudios, restringidos prácticamente a los bivalvos ilustrados por Puschmann (1967) y Kříž (2005); a los conodontos identificados por Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991), Sarmiento y García Palacios (1996) y Sarmiento en Loydell et al. (2009); al trilobites ilustrado por García Palacios y Rábano (1996) y a los euriptéridos mencionados por Rábano et al. (1989) y Gutiérrez-Marco et al. (1997a). El conjunto de estas publicaciones representan meros análisis preliminares de cada uno de los grupos fósiles respectivos, dado que, como muestran nuestros propios datos, aun queda mucho por hacer y grupos completos como gasterópodos, cefalópodos, braquiópodos, cnidarios, equinodermos, ostrácodos o cornulítidos no han sido nunca tratados para el Silúrico de la zona de estudio, lo que abre un amplio campo para investigaciones futuras. Como el propósito esencial de esta tesis es caracterizar a grandes rasgos la estratigrafía de los materiales silúricos surcentroibéricos, y centrarnos en el estudio bioestratigráfico de los graptolitos para su datación y correlación, la descripción de la fauna acompañante a estos últimos excede claramente nuestros objetivos. No obstante, a continuación pasaremos a comentar brevemente e ilustrar los principales hallazgos de fósiles bentónicos y nectónicos registrados en el transcurso del estudio, y que también aportan ciertos datos paleobiogeográficos y paleoambientales al marco de la tesis. 6.3.1 Filo Arthropoda Los fósiles de artrópodos son poco frecuentes en el Silúrico surcentroibérico. Los más habituales corresponden a restos fragmentarios y desarticulados de euriptéridos y filocáridos, a los que se suman, en ciertos niveles o localidades aisladas, escleritos de trilobites y ostrácodos, a veces con las valvas en conexión. La fosilización de los artrópodos es bastante deficiente en líneas generales, debido al aplastamiento acusado de los restos conservados en pizarras graptolíticas, por causa de la escasa mineralización de los caparazones de euriptéridos y filocáridos, cuyos fragmentos tridimensionales son muy raros en el interior de nódulos y materiales carbonatados. 6.3.1.1 Euriptéridos Son artrópodos quelicerados (subfilo Cheliceromorpha) de caparazón débilmente mineralizado y, en su mayoría, predadores nectónicos de tamaño pequeño a medio, 257 aunque entre ellos se cuenten los mayores artrópodos conocidos (Lamsdell y Braddy, 2010). El registro de euriptéridos en el Paleozoico perigondwánico es muy escaso y ha sido compilado por Braddy et al. (1995). A nivel del suroeste de Europa, la mayoría de las citas se concentra en materiales del Devónico Inferior marino y del Pennsylvaniense continental. Rábano et al. (1989) citan la presencia del grupo en diversas localidades silúricas del Pirineo y los macizos Armoricano e Ibérico, a las que se sumaron luego los primeros hallazgos en Cerdeña (Gnoli, 1992; Corradini et al., 2009). No obstante, ninguno de los estudios precedentes dio lugar a identificaciones taxonómicas precisas, lo que está generalizado también entre los trabajos que mencionan euriptéridos del Silúrico en el área mediterránea: Waterlot y Lévèque (1960) en Marruecos; Depitout (1962) en Libia y Argelia; Kjellesvig-Waering (1964) en el norte de Libia, etc.; con la relativa excepción de los euriptéridos del Silúrico de Bohemia, bastante mejor conocidos (Prantl y Přibyl, 1948; Chlupáč, 1994). El conjunto de estudios confirma la presencia de restos de Pterygotoidea y Mixopteroidea en el rango Llandovery superior- Pridoli, siendo en su mayoría de difícil a imposible determinación, incluso a nivel genérico, debido al carácter altamente fragmentario de la mayoría de los ejemplares, muchos de los cuales corresponderían a caparazones de cerca de 1 m de longitud o más. En la Zona Centroibérica los primeros registros de euriptéridos fueron confundidos con trilobites o peces. Esto sucedió en rocas devónicas del norte de Portugal, donde Priem (1911) consideró a la gnatobase de una coxa como un contorno de trilobites con pleuras espinosas, y a mandíbulas y fragmentos cuticulares como pertenecientes a restos de peces primitivos. Teixeira (1981) atribuye el primero de estos elementos a la pata natatoria de Pterygotus, lo mismo que nuevos fragmentos de euriptéridos silúricos encontrados en pizarras graptolíticas en la región de Portalegre (borde sur de la Zona Centroibérica). En el sector español, Márquez Triguero (1961) refiere el descubrimiento de un posible “resto de pez” en las pizarras telychienses de San Benito (Ciudad Real), en el que distingue “un relieve escamoso de formas triangulares con puntas”. El ejemplar se conserva en el Museo Geominero de Madrid, y de su revisión no cabe duda que se trata de un fragmento cuticular de euriptérido. Algunas ilustraciones posteriores de euriptéridos silúricos centroibéricos fueron presentadas en los trabajos de Rodríguez- Núñez (1989) y Gutiérrez-Marco et al. (1997a). En su análisis preliminar sobre los restos de euriptéridos del Silúrico ibero-armoricano, Rábano et al. (1989) determinan la existencia de posibles megalográptidos y pterigótidos en las facies graptolíticas del Telychiense-Sheinwoodiense basal, que relacionan con la biofacies “Carcinosomatidae-Pterygotidae” de Kjellesvig-Waering (1961), indicativa de ambientes marinos neríticos. Durante la realización del presente estudio hemos recolectado alrededor de un centenar de fragmentos cuticulares y apendiculares de euriptéridos, ninguno de ellos identificable a nivel genérico o específico. Parte del material se ilustra en las láminas 23 y 24. La mayoría de los ejemplares procede de niveles telychienses, comprendidos entre las biozonas de Streptograptus crispus y Oktavites spiralis en toda el área de trabajo (sinclinales de Guadarranque, Corral de Calatrava, Almadén, Guadalmez y Sierra Morena oriental). El registro prosigue en niveles sheinwoodienses (sobre todo de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni) en los sinclinales de Corral de Calatrava, Almadén (?) y Guadalmez; así como en la Biozona de Cyrtograptus lundgreni 258 (Homeriense basal) de Zarza de Alange (Badajoz). Los restos de euriptéridos más modernos proceden del Ludfordiense (Ludlow) de Alange (Badajoz). Desde el punto de vista morfológico el material estudiado podría desdoblarse, al menos, en dos taxones distintos, que describimos someramente siguiendo la terminología de Tollerton (1989). El primer taxón se halla representado únicamente por el extremo proximal (gnatobase) de la coxa de una pata no identificada (locomotora IV-V o natatoria VI). Sus características más destacables (Lám. 24, fig. 10) son el reducido tamaño de la gnatobase (la longitud del borde proximal es inferior a 20 mm) y la presencia de más de 18 dientes diminutos de morfología y dimensiones similares, que se atenúan en sentido posterior antes de alcanzar el borde redondeado posterior. Esta denticulación es muy similar a la de los hughmilleriidos (superfamilia Pterygotoidea), si bien no podemos asegurar la identificación a través de este solo ejemplar. En el mismo yacimiento apareció lo que podría ser un telson de tipo foliado (más alargado que el que ilustra Tollerton, 1989), con leves indicios de una cresta central, pero cuya conservación recuerda igualmente a un resto aplastado de cefalópodo. El segundo taxón constituye la forma predominante entre las pizarras graptolíticas del Telychiense y Sheinwoodiense, donde el material reviste siempre unas características muy similares en el conjunto de yacimientos estudiados. A juzgar por las grandes dimensiones de algunos fragmentos del metastoma y segmentos del opistosoma, así como por el que presentan ciertas escamas triangulares de la cutícula, algunos individuos debieron alcanzar un tamaño considerable, próximo al metro de longitud. Por ello se comprende que a través de pequeños fragmentos sea muy difícil llegar una identificación taxonómica precisa, dado que, además, a día de hoy no se han hallado restos reconocibles de prosomas, ojos, segmentos completos o articulados del opistosoma, piezas operculares y apéndices genitales, podómeros completos de los diferentes apéndices (especialmente los más distales del VI o natatorio) y restos incuestionables del telson, que son los elementos imprescindibles para la clasificación genérica o específica (Kjellesvig-Waering, 1958). No obstante, el material centroibérico permite avanzar un “retrato-robot” incompleto con parte de la configuración de este taxón. Prosoma.- El único fragmento atribuible al prosoma es el ilustrado en Lám. 23, fig. 6, cuyo contorno se aproximaría al de los morfotipos trapezoidal o campaniforme de Tollerton (1989). Su conservación ventral permite apreciar el inicio de un doblez del tipo Pterygotus. La dimensión mínima estimada para este prosoma sería de 8-9 cm de longitud antero-posterior. Opistosoma.- Disponemos de varios fragmentos de segmentos, que alcanzarían longitudes comprendidas entre 3 y 8,5 cm (sag. y exsag.). El hecho de que no se observe una neta distinción entre elementos cortos y anchos y otros proporcionalmente más largos y estrechos, sugiere que no habría una distinción apreciable mesosoma-metasoma y, en consecuencia, el opistosoma podría corresponder al tipo indiferenciado de Tollerton (1989). Los segmentos aumentan en longitud antero-posterior (exsag.) cerca de sus extremos laterales, por lo que su margen posterior tiende a ser cóncavo en el mismo sentido. 259 Metastoma.- Únicamente disponemos de un fragmento atribuible a esta pieza, que comprende parte del borde anterior, y que alcanzaría unos 6 cm de anchura (Lám. 23, fig. 10). El margen presenta una invaginación central, con hombreras laterales redondeadas, similar a la ilustrada para los morfotipos pararectangular u obovado de Tollerton (1989). El “ángulo de cordaje” (cordation) delimitado por la invaginación es de 85º. Por su simetría, no creemos probable que la pieza descrita corresponda a la parte antero-mesial de la coxa de un apéndice natatorio, única alternativa a su interpretación como un fragmento del metastoma. Telson.- Los únicos elementos atribuibles a esta pieza son gruesas espinas falciformes (Lám. 24, figs. 11-12) que plantean el problema de corresponder, bien a un telson estiliforme curvado (Tollerton, 1989) de anchura inusual, o bien a los lóbulos laterales del telson en pinza, que hasta ahora se consideraba exclusivo de los megalográptidos ordovícicos (Caster y Kjellesvig-Waering, 1952, 1964). Apéndices.- Nuestro material comprende numerosos fragmentos coxales y un pequeño número de podómeros mesiales y distales, en conexión anatómica. De la coxa se conserva normalmente el extremo proximal, de aspecto serrado por la presencia de 13 a 15 dientes cuyo tegumento sería muy grueso, razón por la cual son una de las piezas más fácilmente fosilizables de todo el caparazón. La variación morfológica apreciada en el borde denticulado de las coxas, permite deducir una diferenciación antero-posterior entre las correspondientes a los apéndices IV a VI. En este sentido, los dientes presentes en la coxa de los apéndices más anteriores (IV?) son los más alargados y estrechos y adoptan una morfología de espinas recurvadas (Lám. 24, fig. 9). La coxa que atribuimos al apéndice V presenta un borde proximal con dientes pequeños y de parecidas dimensiones, que tienden a aumentar levemente de tamaño en sentido posterior (Lám. 24, figs. 2, 4). Por último, la coxa del apéndice natatorio (VI) presentaría los extremos proximales de mayores dimensiones (Lám. 24, figs. 1, 3, 5-6), con fuertes dentículos anchos y curvados, que decrecen rápidamente en tamaño en sentido posterior. Entre los morfotipos V y VI, quedaría otro representado por los ejemplares ilustrados en la Lám. 24, figs. 7-8, caracterizado por un tamaño intermedio, y donde los dientes se atenúan también en sentido posterior, si bien no llegan a ser tan prominentes y curvados como los asignados a la pata natatoria. Este último elemento introduce la posibilidad de la existencia de dos taxones, de la diferenciación sexual en un único taxón (bien documentada para los apéndices genitales en euriptéridos), o bien de que correspondan al apéndice V. En este caso, las coxas de los apéndices identificados hasta aquí como IV y V, corresponderían en realidad a las de los apéndices III y IV. Hay que destacar que en dos casos los extremos coxales de los apéndices V y VI han fosilizado en superposición anatómica (Lám. 24, fig. 6). Como fragmentos mesiales de apéndices, ilustramos dos ejemplos de 3-4 cm de anchura (Lám. 23, figs. 8 y 11) que corresponden, en un caso, a la articulación entre dos podómeros no identificados, tal vez de la pata natatoria en atención a sus grandes dimensiones. Por lo que respecta a los podómeros distales, se han identificado varios extremos espinosos correspondientes a patas locomotoras (Lám. 23, fig. 13; Lám. 24, figs. 13 y 16). Todos ellos terminan en un penacho de al menos 6 espinas muy alargadas y estrechas (27 x 0,9 mm), en cierto modo similares a las conocidas en los morfotipos Mixopterus A y C (Tollerton, 1989), que vienen precedidas por un podómero con espinas restringidas a uno de los lados (supuestamente el orientado en posición 260 anterior). Además del morfotipo Mixopterus, la presencia de espinas distales largas se conoce únicamente entre los apéndices II y III de los megalográptidos. Ornamentación.- La superficie de todos los tergitos y ciertos sectores de algunos podómeros se encuentran profusamente ornados por pliegues cuticulares. La morfología de éstos varía en sentido antero-posterior y lateral dentro de cada tergito, distribuyéndose a grandes rasgos en pliegues cortos lineares (en el borde anterior), escamas semilunares, progresivamente más arqueadas en sentido posterior; y escamas triangulares que hacia atrás van siendo más grandes y puntiagudas. El conjunto de estos tipos y la transición gradual de un morfotipo a otro en sentido antero-posterior, puede observarse en la Lám. 24, figs. 14-15, 17-18 y en la Lám. 23, figs. 1-3, 7 y 12. Algunos fragmentos cuticulares cobran más raramente un aspecto pustuloso (Lám 23, fig. 14). En los tergitos más grandes del opistosoma, las pústulas aparecen ordenadas a veces en hileras dispuestas en el borde lateral (Lám. 23, fig. 4-5, 9). Desde el punto de vista taxonómico, el conjunto del material disponible para los niveles del Telychiense-Sheinwoodiense podría corresponder a una forma nueva de euriptérido, difícil de caracterizar en tanto no se conozca el resto de elementos que faciliten una diagnosis completa, pero de la que no existe constancia en la bibliografía. En particular, resalta la mezcla de morfologías semejantes a la de los pterygotoideos hughmilleriidos y los mixopteroideos carcinosomátidos, asociados a ciertos rasgos propios de los megalográptidos (Eurypterina basales). La transición entre los dos primeros tipos ya había sido descrita en un taxón ordovícico (Stott et al., 2005), y las dificultades de distinguirlos en fragmentos procedentes del Silúrico argelino fue manifestada por Caster y Kjellesvig-Waering (1964), quienes reinterpretaron como carcinosomátidos los pterigótidos descritos por Depitout (1962). No obstante, la posible pervivencia del telson prensil de los megalográptidos entre el material del Silúrico centroibérico, con rasgos transicionales con los grupos anteriores, representa un hecho totalmente nuevo, que deberá ser confirmado con el descubrimiento de nuevo material. En el Llandovery del Macizo Armoricano francés también se conocen euriptéridos de afinidades megalográptidas, indicadas por el especialista Leif Størmer en una carta personal a Florentin Paris, fechada el 2 de diciembre de 1975, y cuyo contenido nos ha sido dado a conocer por este último. La presencia de euriptéridos en el Silúrico de la zona de estudio hay que destacarla por el limitado potencial de preservación de este grupo fósil, de cutículas poco o nada mineralizadas, y también por el hecho de registrarse en ambientes plenamente marinos. Las biofacies de Kjellesvig-Waering (1961, 1979) fueron cuestionadas por Plotnick (1997) y Braddy (2001), en trabajos donde se destaca el carácter anfibio de estos artrópodos. No obstante, para el Silúrico se admite que todos los registros marinos de euriptéridos representarían aguas someras y que el carácter fragmentario y desarticulado de la mayoría de sus restos implicaría tanto el transporte y dispersión de exuvios por corrientes, como el sesgo tafonómico para la conservación general de los caparazones (Tetlie, 2007). El material estudiado procede esencialmente de pizarras negras telychienses. Las principales localidades se sitúan en los sinclinales de Guadarranque (nivel SP-A-1 (= PS-4), Corral de Calatrava (niveles CO-10, CO-12, CO-12 +40-60, CO-12 +60-70, CO- 12 +160-180, CO-13, CO-14, CO-15 +0-20, CO-15 +60-80, CO-15 +80-100, CO-16, CO-16/17 -40-60, CO-16/17 -60-80, CO-16/17, CO-16/17 +100-120 y CC GU JA-11), 261 Almadén (niveles AL AM-W y AL LP-C, Loc. 5 y Loc. 19 ), Guadalmez (niveles GM AL-2, GM AL-1, GM-H, EB-2, Loc. 25, Loc. 28 y Loc. 32), Valdeazogues-Puertollano (nivel PT RE-11), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches [niveles SB PQ- 19, SB PQ-20 (?) y N18-SB1-24394 (=SB PQ-25?)] y en Sierra Morena oriental (nivel EC SE 3G de El Centenillo y Loc. IN GM 05-05-M4 de la Hoja MAGNA 21-33). Otras localidades con fósiles de euriptéridos en pizarras negras del Sheinwoodiense se sitúan en los sinclinales de Corral de Calatrava (nivel CO-18), Guadalmez [niveles CHW-12 y GM GN-6 y Loc. 22(?)], Valdeazogues-Puertollano (nivel PT VAZ-14), en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (niveles SB PQ-28 (?) y GM EC-7); en Alange (Badajoz), en cambio, el yacimiento tiene una edad Homeriense inferior. 6.3.1.2 Trilobites En la zona de estudio sólo hemos logrado caracterizar dos taxones de trilobites facópidos, restringidos a sendas localidades del sinclinal de Corral de Calatrava y de la prolongación de los supuestos materiales silúricos bajo el subsuelo manchego, al este del eje Manzanares-Valdepeñas (Ciudad Real). La primera especie aparece restringida a un horizonte de 10-20 cm de espesor, localizado unos 14 m por encima de la base de las pizarras con graptolitos en la sección del río Jabalón (Corral de Calatrava: nivel CO-12). Nuestro material es idéntico al descrito por García Palacios y Rábano (1996), quienes citan restos cranidiales, pigidios y fragmentos del tórax del dalmanítido Preodontochile batalleri (Hernández Sampelayo) (Lám. 28, figs. 3, 5, 7). Este se caracteriza por presentar una glabela trapezoidal, delimitada por surcos dorsales sinuosos, con S1 y S2 transversos y S3 oblicuos. El borde anterior cefálico es muy estrecho y las fixigenas, amplias, se prolongan en puntas genales. Los ojos son pequeños y tienen los lóbulos palpebrales bien desarrollados. Los segmentos torácicos son estrechos y espinosos, con surcos pleurales bien marcados; el raquis torácico es comparativamente muy estrecho en relación a las pleuras. El pigidio es subtriangular y se prolonga en una larga punta caudal. Los márgenes laterales culminan en un fino reborde. El raquis pigidial es muy estrecho y comprende 15 anillos más una pequeña pieza terminal, con la segmentación bien marcada lateralmente. Las áreas pleurales poseen 11 costillas con surcos bien marcados, separadas por surcos interpleurales anchos y de fondo liso, especialmente en la mitad anterior del pigidio (García Palacios y Rábano, 1996). La especie P. batalleri fue definida en el Telychiense del Pirineo leridano (Hernández Sampelayo, 1944) y reedescrita por Degardin y Pillet (1983) como “Dalmanites (Preodontochile) camprodonensis”, un claro sinónimo posterior del primer taxón. García Palacios y Rábano (1996) sitúan los representantes ibéricos de la especie en la Biozona de Oktavites spiralis, pero de acuerdo con Loydell et al. (2009) el horizonte fosilífero podría debutar en la Biozona de Torquigraptus tullbergi. La segunda forma de trilobites encontrada en el Silúrico del área surcentroibérica se encuentra representada por un pigidio procedente de un sondeo de posición geográfica y estratigráfica imprecisa (Llandovery o Wenlock). Se trata de un facópido que difiere de la forma anterior por el contorno semicircular del pigidio, en vez de triangular como el de P. batalleri. El raquis es estrecho y no parece terminar en punta caudal; consta de 9 segmentos más una pieza terminal alargada. Las pleuras comprenden 9 costillas separadas 262 por surcos pleurales estrechos. Los surcos interpleurales apenas se marcan en sentido proximal, y todo el pigidio se halla ornamentado por una granulación muy fina. 6.3.1.3 Filocáridos Son crustáceos malacostracos nectónicos, con representantes actuales. Tienen un caparazón bivalvo que recubre el tórax, formado por 8 segmentos y del que asoma el abdomen compuesto por 7 segmentos ápodos más el telson, a su vez articulado con un par de furcas. El registro de filocáridos es relativamente escaso en el Silúrico perigondwánico, donde los principales trabajos se centran en las faunas bohémicas (Chlupáč, 1963, 1984, 1994; Budil et al., 2010), la Montagne Noire y el Macizo Armoricano francés (Chaubet, 1937; Racheboeuf, 1994) y Cerdeña (Jaeger, 1976; Gnoli y Serpagli, 1984; Gnoli y Serventi, 2005; Gnoli et al., 2009). Estos estudios muestran la presencia de diversos arqueostracos ceratiocarídidos pertenecientes a los géneros Ceratiocaris McCoy, Bohemicaris Chlupáč, Warneticaris Racheboeuf, Aristozoe Perner y Montecaris Jux, los dos últimos restringidos al Pridoli. Los filocáridos son raros en el área de estudio, donde sus restos se limitan a elementos mandibulares y a furcas del telson, documentados como moldes en las pizarras negras graptolíticas o conservados tridimensionalmente en nódulos. Del caparazón tan sólo se ha encontrado un fragmento mal conservado, sin vestigios de ornamentación (Lám. 25, fig. 2), así como posibles restos de caparazones poco determinativos, que no corresponderían a ceratiocáridos (Lám. 25, fig. 14). Los fragmentos caudales incluyen diminutas furcas aisladas, con ornamentación longitudinal muy fina y forámenes para la inserción de setas (Lám. 25, fig. 18), y fragmentos caudales de filocáridos ceratiocarídidos preservados en nódulos (Lám. 25, figs. 1 y 15). Estos últimos corresponden a dos taxones. La forma más antigua (Biozona de Oktavites spiralis: Lám. 25, fig. 15) revela la presencia de un nuevo género, que tiene una ornamentación en la parte anterior del telson similar a la de los segmentos abdominales de Ceratiocaris papilio Salter. Esta ornamentación es muy distinta a la que presenta, esta misma pieza, tanto en la especie citada como en Bohemicaris bohemica (Barrande). En ambas predomina un patrón de crestas longitudinales, onduladas irregularmente, diferente de la ornamentación escamoso-linguoide de nuestro material. La sección del telson estudiado comportaría, al menos, dos surcos longitudinales y una fila dorsal de gruesos forámenes, que corresponderían a la base de espínulas, espaciadas regularmente (4 en 10 mm). Del segundo taxón (Lám. 25, fig. 1) contamos con un fragmento mesio-distal del telson cuyas carenas longitudinales, más la hilera dorsal de forámenes, permiten identificarlo como Bohemicaris cf. bohemica (Barrande), si bien el número de espínulas (5-6 en 10 mm) resultaría inferior al que presenta la forma nominal (8-10 en 10 mm). No obstante, la posible presencia de la especie en el Pridoli surcentroibérico concuerda con el rango Ludlow-Pridoli que alcanza este taxón en Europa central y occidental (Chlupáč, 1994; Racheboeuf, 1994; Gnoli et al., 2009). Finalmente la mayor abundancia de restos de filocáridos corresponde a mandíbulas derechas e izquierdas aisladas (Lám. 24, fig. 6; Lám. 25, figs. 4-13, 16-17), o bien agrupadas en clusters de diferentes individuos (Lám. 25, fig. 3). El aspecto de estas mandíbulas es muy variable dependiendo de su conservación como molde externo o interno, o la orientación en el sedimento. Podrían estar representados dos taxones, uno 263 de contorno oclusal falciforme, con dientes más gruesos en el centro (por ej. Lám. 25, figs. 5-8) y un segundo morfotipo menos arqueado, con dientes más gruesos en uno de los extremos (Lám. 25, figs. 10-13, 16-17). El material de ambos grupos procede esencialmente de pizarras negras telychienses, donde uno de ellos podría estar relacionado con el nuevo género de telson conservado en nódulos, y el otro con mandíbulas de superficie oclusal falciformes, semejantes a las de Ceratiocaris ex gr. bohemicus Barrande (comparar con Dzik, 1980). Las principales localidades se sitúan en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-8, 2m11 (= CO-11 +2), CO-12, CO-14, sobre CO-16/17, CO-17, CC GU JA-14, CC GU JA-15), Almadén (Loc. 2 ) y Guadalmez (niveles GM AL-2, GM AL-1, GM-H, GM GN-5, GM GN-6, EB-2, EB-2A, EB-3A, EB-5, EB-6, Loc. 12, Loc. 32) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches [niveles SB PQ-21 (?), SB PQ-22 (?)]. Otras localidades con restos mandibulares en pizarras negras del Sheinwoodiense se localizan en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-18, CO-19, CO-26, CO- 29, CO-32), Almadén (Loc. 5), Valdeazogues-Puertollano (niveles PT RE-19, PT VAZ- 14, PT VAZ-8?, PT VAZ-12?), Guadalmez (niveles CHW-1+2 (?), CHW-4, CHW-23, Loc. 28) y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (niveles GM EC-1, GM EC-5, GM EC-7, GM EC-8, SB PQ-32, SB PQ-35, SB PQ-36, SB PQ-38). Su distribución temporal puede llegar al Ludlow en esta última estructura (niveles SB PQ- 49 (?), SB PQ-56). 6.3.1.4 Ostrácodos Estos crustáceos son fósiles raros en el Silúrico surcentroibérico, donde se hallan restringidos a escasas formas del orden Myodocopida, que cuenta también con representantes actuales. A nivel del suroeste de Europa, se ha reactivado recientemente el estudio de los ostrácodos silúricos, como ocurre en Cerdeña (Gnoli et al., 2009; Perrier et al., 2011) y el Macizo Armoricano francés (Perrier et al., 2007, 2011; Perrier, 2012). Sin embargo, apenas existen referencias a la composición de estas faunas en Iberia (Siveter et al., 1987). La mayoría de las formas descritas hasta el momento en el margen perigondwánico son taxones de bolbozoides, cipridínidos y entomozoides que se distribuyen entre el Wenlock y el Pridoli, desconociéndose prácticamente en el Llandovery. El material estudiado por nosotros procede de localidades aisladas de edad Telychiense (Localidades D-3 y GM-H en el sinclinal de Guadalmez) y Ludlow?-Pridoli (inmediaciones del Puerto Calatraveño, al sur del eje de Los Pedroches). El yacimiento GM-H corresponde a pizarras graptolíticas con nódulos, localizadas en la Biozona de Oktavites spiralis. Se trata de un punto excepcional, donde los graptolitos se asocian a frecuentes elementos bentónicos y necto-bentónicos (bivalvos, cefalópodos, euriptéridos, filocáridos, braquiópodos, etc.), ausentes o bastante raros en el resto de secciones del Telychiense centroibérico. Los ostrácodos se hallan representados por dos formas distintas de Myodocopida. La primera es un taxón probablemente nuevo, del que no hemos encontrado ninguna referencia en la bibliografía del grupo y que se conserva aplastado en pizarras, a veces con las dos valvas en conexión (Lám. 34, figs. 20-23). Las valvas miden 2-2,5 mm de longitud y tienen un contorno semioval. En la mitad anterior se distinguen dos lóbulos prominentes, delimitados por surcos que se atenúan en sentido 264 ventral. El lóbulo posterior es más pequeño que el anterior y a veces conserva indicios de un surco central que se orienta en sentido antero-ventral. La superficie del caparazón es lisa. Además del yacimiento GM-H, este taxón podría estar también representado en la vecina localidad D-3 (de la misma edad) por valvas de dimensiones y características similares, pero peor conservadas (Lám. 34, figs. 13-14). La segunda especie reconocida en la localidad GM-H se limita a dos valvas desarticuladas, pertenecientes probablemente al mismo individuo, conservadas en relieve pleno en el interior de un nódulo (Lám. 34, figs. 15-19). Las valvas son más grandes que las de la forma anterior (9 mm de longitud), muy convexas y de contorno ovoide. Están atravesadas por un surco central sinuoso, cóncavo hacia adelante, donde no se aprecian vestigios del músculo aductor. En la región anterior existe un bulbo o nodo central prominente, próximo al margen dorsal. La superficie externa de la valva carece de ornamentación. Las características que acabamos de enumerar relacionan nuestro ejemplar con ciertos Myodocopa bolbozoides, similares al género Entomozoe, pero para poder identificarlo con seguridad sería necesario disponer de otro material en mejor estado de conservación. Hasta la fecha, el registro de Entomozoe se restringía al Llandovery de paleolatitudes tropicales a subtropicales (Siveter y Vannier, 1990; Siveter y Bogolepova, 2006), por lo que su posible hallazgo en la Península Ibérica resulta de gran interés. El último grupo de ostrácodos lo hemos hallado en materiales con componente carbonatado del Ludlow?-Pridoli en el sector del puerto del Calatraveño. La primera de las formas reconocidas corresponde a un posible cipridínido de valvas ovoides y diminutas, que llega a formar una lumaquela de espesor centimétrico (Lám. 34, fig. 25). La ausencia de surco y la ornamentación corrugada de algunos ejemplares, los aproxima a algunos miembros de la superfamilia Cypridinacea del Silúrico del suroeste de Europa (Perrier et al., 2011). El segundo taxón está representado por una valva derecha asilada (Lám. 34, fig. 24), que muestra un contorno subovoide, con un surco anterior bien marcado, que delimita un bulbo antero-dorsal prominente. A pesar de desconocerse los detalles rostrales, la ausencia de ornamentación y de un proceso caudal posterior, permite identificar el ejemplar como Bolbozoe cf. anomala Barrande. Esta especie es una de las formas más comunes entre los ostrácodos del Wenlock superior a Pridoli del suroeste de Europa y Bohemia, donde su rango puede alcanzar el Lochkoviense (Přibyl, 1988; Perrier et al., 2011; Perrier y Siveter, 2013). En el olistostroma carbonífero del valle del Guadalmellato (Córdoba), Gutiérrez-Marco et al. (2014) citan también restos de ostrácodos bolbozoides, representados muy ocasionalmente en cantos de caliza fosilífera del Pridoli terminal. El conjunto de ostrácodos encontrados aporta novedades al conocimiento del grupo por la presencia de al menos dos taxones nuevos de edad Telychiense, un momento crucial en la evolución del grupo, coincidente con la primera colonización de los nichos pelágicos por parte de ciertos bolbozoides (Siveter, 1984; Siveter et al., 1987, 1991; Vannier y Abe, 1992). No obstante, existen razones para pensar que la mayoría de las formas identificadas por nosotros fueron bentónicas a necto-bentónicas, salvo Bolbozoe anomala, que sería una especie pelágica (Vannier y Abe, 1992; Perrier et al., 2011; Perrier y Siveter, 2013). 265 6.3.2 Filo Mollusca 6.3.2.1 Gasterópodos Esta clase de moluscos aparece representada por vez primera en las facies graptolíticas del Silúrico de la región surcentroibérica. Comprende únicamente dos ejemplares aislados de arqueogasterópodos y uno de belleronfontáceo. Al presentarse completamente aplastados y mal conservados, se hace imposible una identificación taxonómica completa. El ejemplar más antiguo entre los arqueogasterópodos procede de la Biozona de Oktavites spiralis de Corral de Calatrava (Lám. 28, fig. 10) y tiene una concha trocoespiral muy elevada, de al menos seis vueltas, similar a la de los arqueogasterópodos loxonematáceos. De acuerdo con Peel (1978) y Rohr (1997), este grupo aparece en ambientes de plataforma marina somera y fondo blando, con hábitos sedimentívoros epifaunales a infaunales. El segundo de los ejemplares es ligeramente más moderno que el precedente. Procede de la base de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches, y tiene una concha muy distinta, próxima a la de los arqueogasterópodos neritimorfos (Lám. 28, fig. 9). Esta relación se sustenta también en la protoconcha espiral abierta visible en nuestro ejemplar, descrita en los Cyrtoneritimorpha (Frýda, 1999). Dentro del Macizo Hespérico las restantes citas de arqueogasterópodos trocoespirales en las pizarras graptolíticas del Silúrico se circunscriben a la mención de Holopella sp. en la región de Barrancos (Zona de Ossa-Morena portuguesa) hecha por Delgado (1908). El mismo autor cita diversos gasterópodos del “Silúrico superior” en las capas altas de Valongo (Murchisonia, Pleurotomaria, Bellerophon: Delgado, 1908, p. 120) y en las “areniscas superiores” de Amendoa, Penha García y Mação (Murchisonia o Loxonema, Pleurotomaria, Holopea, Platyostoma, Bellerophon y Capulus: Delgado, 1908, p. 77, 81). Sin embargo, gran parte de estas citas pueden ser reasignadas a materiales del Devónico Inferior. Otra novedad adicional de nuestro estudio es el primer hallazgo de Pterotheca en el Silúrico centroibérico, limitado a un ejemplar aplastado de reducidas dimensiones (3 mm de longitud antero-posterior). Se trata de una concha de contorno subtriangular- redondeado, preservada por su cara dorsal (Lám. 33, fig. 27), que se presenta dividida por una quilla central estrecha, la cual termina en una somera escotadura en el margen anterior. El ápex ocupa una posición marginal. Sobre ambos lóbulos de la concha se reconocen líneas de crecimiento espaciadas irregularmente, y en el lóbulo izquierdo se trasluce una línea divergente a partir del ápex, que delimitaría uno de los dos apoyos ventrales del septo triangular, tan característico de los bellerofóntidos Pterothecinae. Éstos comprenden dos géneros, Pterotheca Salter (Ordovícico Medio-Llandovery) y Cyclotheca Teichert (Wenlock), diferenciables por la quilla y la cavidad interna de la concha (Teichert, 1935; Clarkson et al., 1995). El aspecto general de nuestro ejemplar difiere de C. bohemica (Barrande) por la presencia de un septo triangular aparentemente más corto y divergente, y la neta escotadura anterior de la valva. Entre las formas silúricas de Pterotheca, el ejemplar ibérico se distingue de las especies escocesas P. 266 trimelleroides Clarkson, Harper & Peel y P. mullochensis Reed por la concha subcircular y asimétrica de la primera, y por la plataforma interna más ancha (tr.) y alargada (long.), con quilla central aguda, que caracteriza a la segunda. Ambos taxones, junto con P. multidecorata Reed, concluyen su registro en el Telychiense, en tanto que nuestro ejemplar procede de niveles del Wenlock de la sección de Corral de Calatrava, en lo que podría constituir el registro más moderno conocido para el género. No obstante, la propuesta de una presumible nueva especie queda supeditada al hallazgo de un mayor número de ejemplares en buen estado de conservación, que, al mismo tiempo, los diferencien del único Pterotecinae coetáneo (Cyclotheca bohemica), cuyo registro se limita a la Formación Motol (Wenlock) de Bohemia (Barrande, 1867; Teichert, 1935). El registro de Pterotheca en el Silúrico centroibérico reviste un gran interés, dado que estos univalvos primitivos son bastante raros a nivel mundial y, en el pasado, fueron confundidos con braquiópodos, heterópodos, pterópodos e hiolítidos, hasta que Peel (1991, 1993) y Wahlman (1992) demostraron convincentemente sus afinidades con los gasterópodos bellerofóntidos. Desde el punto de vista paleoecológico, Pterotheca se considera un molusco epibentónico sedentario, adaptado a la vida en fondos blandos en condiciones muy someras, sub- a intermareales. El presente hallazgo en pizarras graptolíticas, limitado a una concha de pequeña talla, podría corresponder a un ejemplar transportado por corrientes desde zonas más someras. 6.3.2.2 Cefalópodos Los restos de estos moluscos son relativamente frecuentes en el conjunto de la zona de trabajo, presentándose en distintos horizontes de pizarras negras del intervalo Telychiense-Homeriense, así como en los nódulos que éstas contienen. Excepcionalmente aparecen también en intercalaciones carbonatadas del Ludlow- Pridoli, al sur del eje de Los Pedroches. Salvo en este último caso, donde la conservación de las conchas permite seccionar el fragmocono y, con ello, la posibilidad de realizar un estudio morfológico completo, en el resto de las localidades los ejemplares resultan indeterminables por presentarse aplastados o no conservar ningún vestigio de la estructura interna. Las primeras referencias sobre la presencia de “Orthoceras” en las pizarras y nódulos graptolíticos datan del siglo XIX, y fueron aportadas por Verneuil (in Murchison, 1850; Anónimo, 1850) en el Dominio de Obejo-Valsequillo, al noreste de Córdoba; por Prado (1855) en la región de Almadén-Corral de Calatrava (Ciudad Real) y por Mallada (1884) en Despeñaperros (Jaén). Los hallazgos efectuados hasta la década de 1970 son bastante confusos, pues mientras muchos autores asimilan los hallazgos de nautiloideos ortocónicos a restos de Orthoceras u ortocerátidos (Henke y Hundt, 1926; Redlin, 1955; Hernández Sampelayo, 1960; Márquez Triguero, 1961; Herranz, 1970; entre otros), algunos autores los confunden con gasterópodos planctónicos gigantes (los “pterópodos” citados por Hernández Sampelayo, 1926, 1960 y Blachère, 1978), “hyolites” (Hernández Sampelayo, 1960) e incluso con cnidarios. Este es el caso de los conuláridos s.l. de Hernández Sampelayo (1960) y Márquez Triguero (1961) o del género Coleolus ilustrado por Almela et al. (1962) y Fernández et al. (1970) en distintos yacimientos revisados aquí. Las únicas ilustraciones publicadas para el conjunto de la región son las de “Coleolus tenuicinctum Hall” de Almela et al. (1962), correspondiente 267 a dos conchas aplastadas con una fractura telescópica central, y al ejemplar de Aptychopsis sp. figurado por Pieren y Gutiérrez-Marco (1990, fig. 3c), que representa el primer hallazgo de un “peltocárido” o pieza opercular de ortocerátido. Los restos de cefalópodos identificados por nosotros en las pizarras y nódulos del Llandovery y Wenlock corresponden a cinco o seis formas distintas de nautiloideos ortocónicos, a veces coexistentes en un mismo horizonte, y reconocibles exclusivamente por los detalles de su morfología externa. Como ya dijimos, el hecho de que se conserven aplastados y sin vestigios clave de la estructura interna, imposibilita la identificación taxonómica y su adscripción a géneros o especies concretas. No obstante, el reconocimiento de ciertos morfotipos se ve apoyado por la correlación entre los moldes externos tridimensionales conservados en el interior de nódulos y sus variantes aplastadas en pizarras, circunstancia que concurre, por ejemplo, en la Biozona de Oktavites spiralis del sinclinal de Guadalmez. El morfotipo más abundante (Orthocerida morfotipo 1) (Lám. 26, figs. 2, 4-10, 13; Lám. 27, figs. 11, 14, 19) corresponde a una concha recta, cuyo diámetro aumenta gradualmente, y que se caracteriza por una ornamentación transversal distintiva, formada por elementos espaciados regularmente (17 a 19 en 10 mm en la parte proximal y 27 a 30, también en 10 mm, en la parte distal). Por efecto del aplastamiento, el material conservado en pizarras parece aumentar más rápidamente en anchura que el fosilizado en nódulos. Su perfil sería comparable al de los “grandes pterópodos” mencionados por Hernández Sampelayo (1926); en tanto que la fina ornamentación transversa, combinada con fracturas telescópicas en la cámara de habitación, explicaría su confusión con conuláridos por autores previos (Márquez Triguero, 1961; Almela et al., 1962). El segundo morfotipo (Orthocerida morfotipo 2) (Lám. 26, fig. 14; Lám. 27, figs. 12, 14) tiene un aspecto muy parecido al precedente, pero la concha es lisa y el aumento de diámetro se verifica de un modo mucho más gradual que en el caso anterior. Ambas características lo hacen muy similar a algunas especies del género Michelinoceras Foeste como, por ejemplo, M. (M.) michelini (Barrande), de amplia distribución en el Silúrico mediterráneo. Un tercer morfotipo, (Orthocerida morfotipo 3) claramente expresado entre el material comprimido en pizarras, corresponde a algunos fragmentos de cámaras de habitación que poseen una ornamentación distintiva (Lám. 26, figs. 11, 12; Lám. 27, figs. 13, 17- 18), y cuya distribución estratigráfica se extiende desde la Biozona de Oktavites spiralis (Telychiense) hasta la Biozona de Cyrtograptus murchisoni (Sheinwoodiwense). La ornamentación combina crestas longitudinales finas, con constricciones transversas de espaciamiento irregular, pero superior al de la separación entre crestas anteriores, por lo que aparenta un reticulado rectangular con predominio de elementos longitudinales. El cuarto morfotipo (Orthocerida morfotipo 4) está representado por un solo ejemplar (Lám. 26, fig. 15) que interpretamos como el fragmento de una cámara de habitación, ornada por constricciones transversas densamente espaciadas. Estas constricciones recuerdan mucho a las del morfotipo anterior, por lo que, en principio, podría interpretarse como un molde interno carente de las hipotéticas crestas longitudinales, que sólo serían perceptibles sobre la superficie externa. Sin embargo, el ejemplar tiene 268 una edad más joven (Biozona de Spirograptus turriculatus) que la de la aparición del morfotipo precedente, y por eso lo mantenemos provisionalmente aparte. El quinto morfotipo (Orthocerida morfotipo 5) (Lám. 26, fig. 16; Lám. 28, fig. 4) se caracteriza por una concha con un patrón de crecimiento muy parecido al del primero (ensanchamiento gradual), pero su ornamentación externa carece de una estriación transversa distintiva, siendo sustituida por constricciones tenues y espaciadas, representadas tanto en el fragmocono como en la cámara de habitación. Su registro estratigráfico se limita a la Biozona de Oktavites spiralis del sinclinal de Guadalmez, y, en un caso, se presenta asociado con su elemento opercular, del tipo Aptychopsis (Lám. 28, fig. 4). Un sexto morfotipo (Orthocerida morfotipo 6) (Lám. 27, fig. 16) combina un fragmocono liso, no tan estrecho como el de la forma relacionada con Michelinoceras, con una cámara de habitación ensanchada y provista de constricciones transversas, espaciadas más ampliamente que en los morfotipos tercero y cuarto aquí reconocidos. Esta sexta forma ha sido reconocida únicamente en torno al límite Llandovery-Wenlock en Corral de Calatrava. Finalmente, hemos reconocido un posible morfotipo adicional (Orthocerida morfotipo 7?) (Lám. 27, fig. 15) en materiales de los más modernos de los que se han investigado (Homeriense de Puente Morena, Corral de Calatrava). Su aspecto es parecido al del primero de los morfotipos, pero la ornamentación transversa es mucho más fina (65 a 70 en 10 mm). El segundo conjunto de nautiloideos silúricos reconocidos en nuestro trabajo, proviene de los materiales calcáreos del Ludlow-Pridoli, aflorantes en dos localidades en el entorno del puerto Calatraveño, al norte de la provincia de Córdoba. El yacimiento de la mina Guillermin comprende niveles pelítico-margosos con restos parcialmente calcificados de ortocerátidos y grandes nódulos calizos descalcificados. El material correspondiente (Lám. 27, figs. 1-5, 8-10) consiste básicamente en fragmoconos desprovistos de la superficie externa, y en el molde interno de un fragmento de cámara de habitación, con estrecho sifón central. El espaciamiento entre las cámaras de fragmocono en distintos ejemplares es muy similar y podría pertenecer a un mismo taxón. Sin embargo, no nos hemos decidido a seccionarlo para estudiar las características de los golletes sifonales y los posibles depósitos camerales, en espera de que su estudio lo aborde un especialista en este grupo fósil. La segunda de las localidades del puerto Calatraveño proporciona grandes nódulos calcificados con bivalvos y ortocerátidos. Entre estos últimos se reconoce una forma característica del Silúrico superior, con notables anulaciones oblicuas y una ornamentación formada por “lirae” y líneas de crecimiento muy finas, paralelas a las anulaciones. Se trata del Leurocycloceratinae citado como “Cycloceras” bohemicum (Barrande, nomen nudum) en Bohemia, y descrito, por vez primera, como Orthocycloceras fluminese (Meneghini) en Cerdeña (Lám. 27, figs. 6-7). Esta especie retendría la prioridad nomenclatural sobre la forma bohémica, no descrita en forma válida hasta 1866 (in extenso y acompañada por ilustraciones: Serpagli y Gnoli (1977). Orthocycloceras fluminese caracteriza el Ludlow terminal y el Pridoli en área muy amplia que incluye también los Alpes Cárnicos, el Macizo Armoricano francés, Montagne Noire, Serbia oriental, Ossa- Morena y Pirineos. Hay que destacar que “Orthoceras bohemicum” ya fuera citado junto a “O. styloideum” en nódulos localizados 30 km al noreste de Córdoba por 269 Verneuil (in Murchison, 1850; Anónimo, 1850), en el mismo Dominio Obejo- Valsequillo. Esta localidad ha sido revisada recientemente por Gutiérrez-Marco et al. (2014), quienes señalan la presencia de Michelinoceras cf. michelini (Barrande) y Parakionoceras? sp. en cantos de caliza del Ludlow, y de Orthocycloceras fluminese (Meneghini) y Michelinoceras michelini (Barrande) en cantos de caliza del Pridoli terminal. Ambos tipos de cantos proceden de un área fuente indeterminada, y se hallan actualmente englobados en una sucesión del Serpukhoviense (Misisipico o Carbonífero inferior). Como comentario final a este estudio preliminar de los cefalópodos silúricos surcentroibéricos, cabe resaltar que la imposibilidad de precisar su filiación taxonómica, salvo en el caso de O. fluminese, condiciona su análisis paleobiogeográfico en el contexto de las faunas bien conocidas del centro-sur de Europa y norte de África (Gnoli, 2003). A nivel de la Península ibérica, los datos sobre ortocerátidos silúricos se concentran en la Zona de Ossa-Morena, Pirineos y Cadenas Costeras Catalanas (Bogolepova et al., 1998), pero aún así no han sido objeto de estudio detallado. Al contrario de los trabajos publicados, referidos a las asociaciones conservadas en materiales calcáreos, la máxima diversidad entre los cefalópodos centroibéricos se sitúa en las litofacies de pizarras negras graptolíticas, lo cual constituye un hecho singular, no resaltado por ningún otro estudio. La abundancia local de cefalópodos denota una conexión directa de la plataforma Centroibérica con mar abierto. La mayoría de los restos muestran evidencias poco importantes de resedimentación y desplazamiento, y ocasionalmente las conchas se presentan alineadas por corrientes (Lám. 27, figs. 14, 19). En muy pocos casos se observan epizoos que permitan deducir una colonización ocurrida durante la deriva necrocinética, o bien sobre una concha varada sobre el fondo. La fosilización de los ortocerátidos denota, por lo general, una tasa de sedimentación bastante alta, en las que las cámaras de habitación apenas contienen relleno sedimentario, por lo que se fracturaron y colapsaron en fases iniciales de la compactación diagenética. Algunos ejemplares muestran una concha aplastada y un fragmocono en relieve (Lám. 27, fig. 16), lo que permite deducir que la estructura de tabiques y la presión de gases en el interior del mismo, resistió la compactación. La conservación tridimensional de los ejemplares contenidos en nódulos, se vio favorecida por una diagénesis temprana en ambientes metanogénicos, pero las conchas fueron posteriormente disueltas y son escasos los moldes con indicios de tabiques (Lám. 26, fig. 1). Otro ejemplar excepcional, conservado en pizarras (Lám. 26, fig. 3), muestra los tabiques del fragmocono sustituidos por un grueso relleno de cuarzo fibroso, posiblemente sintectónico, recrecido entre unas cámaras rellenas por pirita diagenética. Ésta se descompuso y desapareció con posterioridad, dejando los huecos actuales. El predominio de ambientes tranquilos y anóxicos, durante gran parte de la sedimentación de las pizarras graptolíticas, favoreció la conservación de algunos “peltocáridos”, incluso con las piezas articuladas (Lám. 28, figs. 1-2) y, en un caso, asociado con la concha del nautiloideo (Lám. 28, fig. 4). Estos elementos fueron considerados durante mucho tiempo como fósiles inciertos: desde flotadores de graptolitos (Manck, 1925, 1926), hasta crustáceos pelágicos (Barrande, 1872; Bouček, 1966). A partir de Turek (1978), diversos autores consideraron al “peltocárido” Aptychopsis como la triple pieza opercular de un nautiloideo ortocónico (Holland et al., 1978; Holland, 1996) o, alternativamente como hipotéticos elementos mandibulares (Zakharov y Lominadze, 1983; Dzik, 1981). La evidente asociación de un ejemplar 270 centroibérico de Aptychopsis, con la abertura de la concha del cefalópodo correspondiente (Lám. 28, fig. 4), resulta del todo comparable a los ejemplares ilustrados por Stridsberg (1983), quien considera como más probable su función como opérculo protector. En el Silúrico del suroeste de Europa, Aptychopsis es un fósil sumamente raro y sus hallazgos más próximos a los estudiados se sitúan en el Silúrico de los Pirineos (Font y Sagué, 1902; Dalloni, 1930) y Cerdeña (Gnoli y Serpagli, 1991; Gnoli y Serventi, 2009). 6.3.2.3 Bivalvos Los primeros registros de bivalvos en el área de estudio se remontan al siglo XIX, cuando distintos autores citaron Cardiola interrupta Sowerby en nódulos localizados en el norte de la provincia de Córdoba (Verneuil in Murchison, 1850; Verneuil in Anónimo, 1850; Prado, 1858), en pizarras con graptolitos al noreste de Almadén (Bernáldez y Rúa Figueroa, 1861) y en calizas aflorantes en el entorno de Alamillo (Ciudad Real: Cortázar, 1880). Descartamos esta última cita porque los afloramientos corresponden, en realidad, a la Caliza Urbana del Ordovícico Superior. Con posterioridad, Hernández Sampelayo (1926, 1960) cita la asociación de bivalvos y graptolitos en la mina de Almadén y el Arroyo del Lápiz. Almela et al. (1962) identificaron los bivalvos “Avicula” immunis Barrande y Posidonomya sp. en las pizarras con graptolitos al noreste de Santa Eufemia (Córdoba). La primera ilustración de un bivalvo silúrico centroibérico se debe a Puschmann (1967, Figs. 5a-b), quien cita “Cardiola” migrans Barrande en nódulos localizados hacia la parte alta de las pizarras con graptolitos al sureste de San Benito (Córdoba), y que este autor asignó al Ludlow inferior. Los trabajos sucesivos apenas dieron cuenta de la presencia de bivalvos silúricos, con excepción de Poupon (1971), quien menciona “bivalvos de costillas gruesas” (tal vez confundidos con braquiópodos) en nódulos con metamorfismo, recogidos al sur de Aldeaquemada (Jaén); Santos y Casas (1979), quienes citan Pterinea laevis en las alternancias del límite Silúrico-Devónico (Unidad Sierra Fría) en el sinclinal de La Codosera (Badajoz); y Kappes (1991, Lám. 6, fig. 1) que ilustra un ejemplar de Cardiola sp. en pizarras telychienses de Corral de Calatrava (Ciudad Real). Por último, Kříž (2005) realiza una pequeña monografía sobre los bivalvos reconocidos en nódulos de algunas localidades del Telychiense ibérico. En el yacimiento de la estación de Belalcázar (Córdoba), describe y figura las nuevas especies Stolidotus marco y Dceruska hispanica, asociadas a Copenychia franta Kříž, Slava sp., Dceruska sp., Stolidotus sp. y Lunulacardiidae indet. (Kříž, 2005: Lám. 1, figs. 24, 27-30; Lám. 2, figs. 27-28, 34). En el transcurso del presente trabajo hemos obtenido un abundante material de bivalvos en un variado estado de preservación; desde valvas comprimidas en pizarras, pasando por una representación de las mismas especies conservadas en relieve pleno en el interior de nódulos, hasta ejemplares en buen estado obtenidos en escasas rocas carbonatadas. La práctica totalidad del material está representado por valvas aisladas, con predominio de moldes externos. En total se han reconocido un mínimo de 16 especies pertenecientes a 21 géneros de las familias Praecardiidae, Cardiolidae, Dualinidae, Stolidotidae, Spanilidae, Ambonychiidae, Pterineidae, Pterinopectinidae, “Modiolopsidae”, Modiomorphidae y Grammysiidae, integrantes de diversos órdenes de la subclase Autobranchia, de acuerdo con la nueva clasificación de Carter et al. 271 (2011). Las formas más abundantes y diversificadas en nuestro material corresponden a los cardiólidos, dualínidos y pterineidos, y su identificación taxonómica precisa ha sido posible gracias a la colaboración del Dr. Jiří Kříž (Praga), el mayor especialista mundial en el estudio de los bivalvos del Silúrico perigondwánico. Bivalvos del Llandovery Las asociaciones de bivalvos del Llandovery se restringen exclusivamente a las pizarras con graptolitos y nódulos del Telychiense, correspondiendo a formas endo- a epibentónicas que se desarrollan como comunidades pioneras en cortas etapas de fondos oxigenados. Las formas más abundantes son pequeños pterineidos como Cheiopteria sp. y Actinopteria sp., junto a otras formas mal caracterizadas de Leiopteria? o Leptodesma? sp. También hay antipleuroideos como Dualina sp. y Stolidotus marco Kříž; cardioloideos cardiólidos (Copenychia franta Kříž, C. aff. pristina Kříž, Cardavia? sp., Cardiobeleba? sp.) y slávidos (Slava aff. norna, Slava sp., Slavinka? aff. tanita); praecardioideos (Telycardia malinka Kříž); mialínidos (Silurinka vetula Kříž) y modiomorfoideos como Dceruska hispanica Kříž y Butovicella cf. migrans (Barrande). Casi todos estos registros se distribuyen entre las biozonas de Torquigraptus tullbergi y Cyrtograptus lapworthi. Kříž (2005) estableció la Comunidad de Dceruska-Copenychia-Stolidotus (DCS) para la asociación de bivalvos registrada en los nódulos en la estación de Belalcázar (Biozona de Oktavites spiralis). Esta se encontraría dominada por bivalvos infaunales y epifaunales bisados, adaptados a ambientes pobres en oxígeno, de fondo anóxico (por debajo de la interfase agua-sedimento) y situados bajo el nivel de base del oleaje. De un modo paralelo y basándose en una localidad correlacionable del Telychiense de la Cordillera Ibérica, Kříž (2005) estableció la Comunidad Copenychia-Cardavia- Actinopteria (CCA), algo más variada taxonómicamente pero con parecidas restricciones ecológicas. Ambas comunidades, CCA y DCS, las asignó al Grupo de la Comunidad de Snoopya, desarrollado a partir del límite Wenlock-Ludlow en numerosas localidades del suroeste y centro de Europa (Bohemia, Cerdeña, Alpes Cárnicos, Montagne Noire), el margen gondwánico africano y Scania (Suecia), principalmente en sedimentos carbonatados de plataforma. En el presente trabajo hemos revisado detalladamente la localidad tipo de la Comunidad DCS (yacimiento GM-H del sinclinal de Guadalmez) donde, además de las formas citadas por Kříž (2005), hemos sumado otras descritas en la Comunidad CCA, como Telycardia malinka, Copenychia aff. pristina y Actinopteria sp. Adicionalmente identificamos Dualina? sp., un Pterineidae? probablemente nuevo y, en nódulos similares del área de San Benito, Silurinka vetula y Butovicella cf. migrans. La coexistencia de todos estos taxones en la Biozona de Oktavites spiralis, dentro de un pequeño sector de la región surcentroibérica, plantea dudas acerca de la utilidad de discriminar formalmente asociaciones de bivalvos como comunidades independientes. Desde el punto de vista bioestratigráfico, se presenta el registro más antiguo del género Butovicella Kříž, a partir de sendos ejemplares estrechamente relacionados con la forma tipo B. migrans (Barrande), procedentes de la Biozona de Monoclimacis griestoniensis y de la de Oktavites spiralis de la región de San Benito (Lám. 30, fig. 15). Hasta la fecha, los primeros representantes de Butovicella aparecían en el Sheinwoodiense superior (Kříž, 1969). 272 Del conjunto de bivalvos del Llandovery reconocidos por nosotros, se ilustran aquí los taxones Telycardia malinka Kříž (Lám. 32, figs. 15-16); Copenychia aff. pristina Kříž (Lám. 32, figs. 26-27); Slava aff. norna Kříž (Lám. 32, fig. 24); Slavinka? aff. tanita Kříž (Lám. 32, fig. 25); Antipleurida o Dualina? sp. (Lám. 29, figs. 8, 12); Stolidotus sp. (Lám. 29, fig. 4); Silurinka vetula Kříž (Lám. 30, fig. 16); Cheiopteria sp. (Lám. 32, figs. 6, 18-19); Cheiopteria? sp. (Lám. 29, fig. 1); Actinopteria sp. (Lám. 29, figs. 14- 15); Pterineidae? indet. (Lám. 29, fig. 16); Dualinidae indet. (Lám. 32, figs. 12-13); Slavidae? indet. (Lám. 29, fig. 2); Cardiolidae indet. (Lám. 29, figs. 3, 5-6); Butovicella cf. migrans (Barrande) (Lám. 30, fig. 15). Entre los hallazgos con mayor interés paleontológico, además del primer registro de Butovicella en el Telychiense, destaca la segunda localidad conocida para Silurinka vetula y tal vez para Copenychia pristina, así como la identificación del género Dceruska Barrande, que fue descrito en el Kralodvoriense (Ordovícico Superior) de Bohemia, y cuya último registro se verifica en el Telychiense de la región surcentroibérica (Kříž, 2005). Entre los numerosos restos de Slavidae encontrados en las pizarras telychienses, los géneros Slava Barrande y Slavinka Kříž son raros en el Llandovery (Kříž, 1985), aunque el primero abunda en el Wenlock y Ludlow de Bohemia, Alpes Cárnicos, Cerdeña, Guinea, Montagne Noire- Mouthoumet, Inglaterra y Ártico Canadiense (Kříž, 1985, 1996, 1999a; Kříž y Serpagli, 1993; Pojeta y Norford, 1987). Por su parte, el registro Telychiense de Stolidotus Hede también reviste particularidades, ya que el género es más propio del Wenlock y Ludlow (Gorstiense-Ludfordiense basal) del norte, centro y suroeste de Europa (Kříž, 2007). Lo mismo sucede con la posible presencia de Cardiobeleba Kříž en la Biozona de Cyrtograptus lapworthi de Corral de Calatrava, dado que el género se distribuye esencialmente en el Wenlock de Bohemia, Alpes Cárnicos (Italia, Austria), Pirineos y Gran Bretaña (límite Llandovery-Wenlock: C. centrifugus-C. murchisoni) (Kříž, 1979, 1996, 1999a). Bivalvos del Wenlock Durante el Wenlock, las asociaciones de bivalvos centroibéricas mantienen una cierta continuidad taxonómica con las asociaciones telychienses, si bien su diversidad decrece notablemente. Continúan abundando los antipleuroideos y pterineidos en las facies de pizarras con graptolitos, a los que se unen algunos modiomorfoides (Butovicella), foladomíidos (Grammysia) y cardioloideos (Slava). El registro regional abarca desde la Biozona de Cyrtograptus murchisoni del Sheinwoodiense a la de Cyrtograptus lundgreni del Homeriense. Los Pterineidae más comunes en el Sheinwoodiense corresponden al género Cheiopteria (Lám. 29, figs. 18-19; Lám. 32, figs. 18-19); el grupo es más variado en torno al límite Sheinwoodiense-Homeriense, donde junto al anterior se registran Actinopteria sp. y Leptodesma? o Leiopteria? sp. (Lám. 29, fig. 17). La distinción taxonómica, incluso a nivel genérico, es muy complicada en un material que consta, casi exclusivamente, de valvas aisladas comprimidas en pizarras y conservadas, en muchos casos, como moldes compuestos. No obstante, Actinopteria es fácil de reconocer por sus conchas ornadas por costillas radiales y unas aurículas agudas (Lám. 29, figs. 14-15, del Telychiense). El género abunda entre el Wenlock y el Lochkoviense en el suroeste de Europa y el norte de África (Babin y Robardet, 1974; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž, 1996, 2000). 273 Los bivalvos antipleuroideos se conservan siempre muy aplastados, como ocurría con los ejemplares del Telychiense, y resultan difíciles de identificar. Algunos ejemplares podrían identificarse como Dualina? sp. (Lám. 32, fig. 11). El único bivalvo del orden Pholadomyida reconocido en la zona de trabajo es Grammysia sp., procedente del límite Sheinwoodiense-Homeriense en la sección de Retamar (sinclinal de Valdeazogues- Puertollano). El registro de cardioloideos se restringe en el Wenlock del área de trabajo a Slava aff. decurtata Barrande, identificado en el sinclinal de Guadalmez (Lám. 32, fig. 17). Por su parte, el modiomorfoideo Butovicella es muy característico en el Wenlock de la región estudiada. Además de numerosos ejemplares mal conservados e indeterminables a nivel específico, Butovicella migrans (Barrande) es frecuente en las biozonas de Cyrtograptus ramosus-C. perneri y C. lundgreni del sinclinal de Valdeazogues- Puertollano (Lám. 32, fig. 29) y fue ilustrada por Puschmann (1967, figs. 5a-b) en la región de San Benito. La especie B. migrans está ampliamente distribuida entre el Sheinwoodiense superior y el Ludfordiense inferior de Bohemia, Alpes Cárnicos, Cerdeña, Francia, Portugal, Polonia, Suecia, Alemania, Gran Bretaña, Florida (U.S.A.) y el norte de Siberia (Kříž, 1969, 1996, 1999a, 2008; Pojeta et al., 1976; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž y Bogolepova, 1995, entre otros). Una segunda forma del género es Butovicella aff. galemmu Kříž, representada por un ejemplar procedente de nódulos sheinwoodienses del sinclinal de Guadarranque (Lám. 32, fig. 28). Este registro es extraño, ya que precede al de la forma nominal, restringida a la parte media del Ludlow del suroeste de Cerdeña y Bohemia (Kříž y Serpagli, 1993). No obstante, nuestro ejemplar tiene una concha más corta que la de B. migrans, a la que se asemeja por la ornamentación, que está más atenuada en B. galemmu. Bivalvos del Ludlow La primera localidad con bivalvos de esta época en el área de trabajo, corresponde al Ludfordiense inferior de Alange (Badajoz). Las pizarras con graptolitos contienen numerosos restos de antipleuroideos deformados por aplastamiento, entre los que identificamos Algerina? sp. (Lám. 32, figs. 22-23). El género Algerina Kříž se distribuye en el Homeriense de Francia y en el Gorstiense a Ludfordiense inferior de Bohemia, Alpes Cárnicos, Argelia y el norte de Siberia (Kříž, 2008). De confirmarse con nuevo material su presencia en Alange, se trataría de la primera cita de Algerina en España. Junto a la forma anterior encontramos asociada una única valva del cardiólido Cardiola aff. agna Kříž (Lám. 32, fig. 20). La forma nominal se extiende entre el Homeriense y el Gorstiense basal de Bohemia, Rumanía, Marruecos, Suecia y Alaska? (Kříž, 1979), y posiblemente se halle representada también en el Macizo armoricano francés (Kříž y Paris, 1982). La segunda localidad se sitúa también en el Dominio Obejo-Valsequillo y corresponde muy probablemente al punto señalado por Verneuil (in Murchison, 1850, p. 2; in Prado, 1855, p.185; in Verneuil y Barrande, 1855, p. 1021), aproximadamente 30 km al noreste de Córdoba, donde cita el hallazgo de Cardiola interrupta. La localidad ha sido revisada recientemente por Gutiérrez-Marco et al. (2014), quienes señalan la presencia de Cardiola docens Barrande en cantos de caliza negra, resedimentados en una unidad carbonífera. 274 Por último, disponemos de una muestra de procedencia centroibérica no especificada (en una colección antigua donde consta como “1 m sobre ortóceras”) que podría ser del Ludlow, por la presencia conjunta de Cardiola aff. agna Kříž, Cardavia? sp. y Stolidotus? sp. (Lám. 32, fig. 21). Bivalvos del Pridoli Su registro centroibérico se limita a las intercalaciones calcáreas con ortocerátidos y escifocrinoideos aflorantes en el sector más meridional del área de trabajo (Dominio Obejo-Valsequillo). Se trata de dos localidades en el entorno del puerto Calatraveño (Córdoba), de las cuales la denominada mina Guillermín libró únicamente una valva asilada de Panenka sp. (Lám. 32, fig. 14), en tanto que la segunda (embalse del arroyo del Alcanfor) contiene una interesante asociación de bivalvos de tipo “bohémico”, integrada por los siguientes taxones: Panenka aff. obsequens Barrande (Lám. 30, fig. 1), Praecardium aff. bohemicum Barrande (Lám. 30, fig. 3), Praecardium sp. (Lám. 30, figs. 2, 4-5), Mytilarca sp. (Lám. 29, figs. 9-10, 13), Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž (Lám. 30, fig. 6-7, 9-12), Cheiopteria aff. bridgei Pojeta & Kříž (Lám. 30, fig. 8), Leptodesma aff. carens (Barrande) (Lám. 30, figs. 13-14) y Pterinopecten (Pterinopecten) cybele aff. cybele (Barrande) (Lám. 29, fig. 11). Desde el punto de vista bioestratigráfico, la asociación se adscribe con seguridad al Pridoli tardío, siendo muy similar a la que integra el Grupo de Comunidades de Cheiopteria en Bohemia y la Europa mediterránea (Kříž, 1999b). La forma Panenka obsequens Barrande se conoce en el Lochkoviense basal de Bohemia, Cerdeña, Francia, Florida y Marruecos, en facies de calizas con Scyphocrinites (Pojeta et al., 1976; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž, 2000). El género incluye numerosas especies del Devónico inferior, aunque su registro comienza en el Ludfordiense (Kříž, 2007). El género Mytilarca Hall & Whitfield ha sido señalado en el Pridoli superior del suroeste de Europa, en el Macizo Armoricano (Kříž y Paris, 1982) y en el suroeste de Cerdeña (Kříž y Serpagli, 1993). También ha sido encontrado en la caliza de Scyphocrinites de la Zona de Ossa Morena (Gutiérrez-Marco, comunicación personal, 2012). La especie Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž alcanza una amplia distribución en el Pridoli superior de Florida, Bohemia, Francia, Cerdeña, Polonia y Turquía, pudiendo extenderse al Lochkoviense basal en Ucrania (Pojeta et al., 1976; Kříž y Paris, 1982; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž, 1996, entre otros). Leptodesma carens (Barrande) ha sido mencionada en el Pridoli y Lochkoviense inferior de Bohemia, Francia y Florida, aunque podría estar representada también en el Pridoli del Macizo de Mouthoumet y el Lochkoviense de Marruecos (Kříž y Paris, 1982; Kříž, 1996, 2000). Por último, la especie Pterinopecten (Pterinopecten) cybele (Barrande) s.l. ha sido citada, dentro del suroeste de Europa, en el Pridoli del Macizo Armoricano (Kříž y Paris, 1982) y la Montagne Noire (Kříž, 1996). Otra subespecie con valvas más infladas y alargadas fue descrita en el Pridoli de Cerdeña (P. cybele nesiotes Kříž y Serpagli). Además de las localidades precedentes, Gutiérrez-Marco et al. (2014) citan el hallazgo de bivalvos del Pridoli en cantos de caliza englobados en el olistostroma carbonífero del valle del Guadalmellato (Córdoba). En dichos cantos se reconocen al menos dos asociaciones de bivalvos: una del Pridoli inferior con Cardiolinka bohemica (Barrande) y Dualina cf. longiuscula (Barrande); y otra del Pridoli terminal con Patrocardia evolvens Barrande, Patrocardia sp. y Leptodesma sp. 275 6.3.3 Filo Brachiopoda La presencia de braquiópodos en las pizarras graptolíticas se conoce desde el siglo XIX, cuando Prado (1855) identifica “una pequeña terebrátula” en el sector de Almadén- Corral de Calatrava, y Bernáldez y Rúa Figueroa (1861) citan “una Terebratula que recuerda a T. cuneata” [actual Rhynchotreta cuneata (Dalman)] en el arroyo del Lápiz, al noreste de Almadén. Ya en el siglo XX, Hernández Sampelayo (1926, 1960) menciona el hallazgo de “Rhynchonellas semejantes a la Wilssoni” [actual Sphaerirhynchia wilsoni (Sowerby)] en las pizarras con graptolitos telychienses de la mina de Almadén, una forma citada para el mismo sinclinal por Blachère (1978: Rhynchonella aff. wilsoni). Hernández Sampelayo (1960) menciona también “rhynchonella” en la asociación de graptolitos de Caracuel (actual Corral de Calatrava), y Rhynchonella ampelitis? (sic) en Cabeza del Buey (Badajoz). La presencia de Dalmanella sp. fue citada por Ramírez y Ramírez (1955) y por Kappes (1991: Lám. 6, figs. 2-3) en los sinclinales de Guadarranque y Corral, respectivamente, acompañando a graptolitos telychienses. Dentro de una asociación similar, Machens (1956), Márquez Triguero (1961) y Lauret (1974: Lám. 9, fig. 8) mencionan la presencia de Orthis s.l. Autores posteriores citan el hallazgo de braquiópodos rhynchonelláceos epiplanctónicos en distintos niveles de pizarras graptolíticas del Llandovery y Wenlock (Amor y Ortega, 1987; Portero et al., 1988; Olivé et al., 1989; Rodríguez Núñez et al., 1989; Pieren Pidal y Gutiérrez-Marco, 1990), imputados como mucho a Ferganella cf. diodonta (Dalma) - sic- (Amor y Ortega, 1987) o a Ferganella? sp. (Rodríguez Núñez et al., 1989). Finalmente Loydell et al. (2009: Figs. 3b-c) ilustran algunos braquiópodos en pizarras graptolíticas del Sheinwoodiense y la base del Wenlock de la sección de Corral de Calatrava (Ciudad Real). Aunque resulte sorprendente, la presencia de braquiópodos rinconeliformes en las facies de pizarras negras graptolíticas (supuestamente anóxicas) es bastante común en la zona de estudio, y ha sido señalada esporádicamente en localidades del Macizo Armoricano francés (Tromelin y Lebesconte, 1876), así como en el sector portugués de las zonas Centroibérica y de Ossa Morena (Delgado, 1908). En el primer caso, los autores franceses describen incluso la nueva especie Rhynchonella ampelitidis, que sería bastante vecina “de la T. Niobe, Barr., pero más pequeña”, como frecuente en las pizarras graptolíticas armoricanas. Por extensión, las citas de R. ampelitidis fueron aplicadas a otros rinconélidos aplastados, registrados en las ampelitas silúricas de la Zona Cantábrica y la Cordillera Ibérica (por ej. Dereims, 1898; Comte, 1937; Riba Arderiú, 1959). A diferencia de Niorhynx niobe (Barrande), reestudiada por Havlíček y Štorch, (1990), “Rhynchonella” ampelitidis nunca fue descrita adecuadamente, por lo que se propone considerar el taxón como un nomen oblitum, dado que sus autores tampoco llegaron a mencionar o ilustrar el material tipo. El material de braquiópodos recolectado por nosotros abunda en ciertos niveles del Telychiense superior y, sobre todo, del Sheinwoodiense, donde llegan a formar auténticas lumaquelas en pizarras. Sin embargo, los ejemplares individuales se presentan por lo general muy aplastados y carecen de detalles internos sobre los procesos articulares, umbonales y musculares, que son los que guían la clasificación. El estado de conservación insuficiente de la práctica totalidad del material hace que, por ejemplo, resulte prácticamente imposible distinguir un rinconélido de un atrípido de gruesas costillas radiales, o un órtido dalmanelláceo de un estrofomenado ortotetáceo, 276 ambos con una costulación muy fina a fascicostulada. La presencia de braquiópodos aplastados en las pizarras graptolíticas ha sido citada también en el Silúrico de Bohemia y Marruecos, donde su aparición se relaciona con episodios de oxigenación del fondo (Havlíček y Štorch, 1990; Lüning et al., 2000), en lugar de con la simple acumulación de formas epiplanctónicas o transportadas por corrientes. El análisis de nuestro material concuerda con la primera interpretación, pues las acumulaciones de braquiópodos suelen tener un carácter monoespecífico y en ellas están representados individuos de todos los estadios ontogenéticos, sin evidencia de selección por tamaño u orientación por corrientes (Lám. 31, figs. 1-2, 4, 19-20). Algunos grupos se conservan a veces en posición de vida, con los braquiópodos adheridos o distribuidos alrededor de conchas de nautiloideos, que debían permanecer semienterradas en el sedimento blando del fondo (Lám. 31, fig. 21). La conservación de estas masas de braquiópodos en las pizarras negras, y su casi total aplastamiento, en ocasiones marcándose unos sobre otros, ha llevado a algunos autores a que la concha debía ser particularmente fina, representando una posible adaptación a unos substratos blandos y deficitarios en oxígeno (Lüning et al., 2000). En cierto modo, estos braquiópodos serían comparables con las asociaciones de “pectínidos de papel” conocidas en ambientes disaeróbicos del Namuriense europeo (Wignall, 1994), y cuyo registro se extiende a las pizarras oscuras y carbonatos pelágicos del Paleozoico y Mesozoico (Wignall, 1990, 1993). Los “pectínidos de papel” son aplanados y de concha muy delgada, presentándose siempre en sedimentos finos y ricos en materia orgánica, sin que el ecogrupo posea representantes actuales (Wignall, 1990, 1993, 1994). Las evidencias tafonómicas sobre la presencia de posibles “braquiópodos de papel” en el Silúrico surcentroibérico no son, sin embargo, concluyentes. Aunque ocasionalmente se observen deformaciones continuas entre conchas superpuestas y abultamientos selectivos en la parte posterior de las valvas (Lám. 31, figs. 17-18 y 21), ambos fenómenos pueden interpretarse por el escaso relleno sedimentario interno de las conchas, y por la mayor resistencia a la compactación del área articular, respectivamente. También se constata que la mayoría de las conchas adultas presentan distorsiones mecánicas o fracturas en el plano sagital (Lám. 31, figs. 3 y 5), y que éstas se incrementan con el aplastamiento. Es por ello que las conchas recién acumuladas en el sedimento deberían tener una forma globosa, en lugar del escaso volumen interno y desarrollo aplanado de los “pectínidos de papel”. La clave para resolver el problema se halla en un yacimiento de la Biozona de Oktavites spiralis localizado en el sinclinal de Guadalmez, donde tanto las pizarras, como los nódulos contenidos en ellas, reúnen las versiones aplastadas y tridimensionales, respectivamente, de los mismos taxones de braquiópodos y bivalvos. Los braquiópodos presentes en los nódulos conservan las valvas en conexión y son formas claramente biconvexas (Lám. 31, figs. 8-10, 12-14, 16) lo que, unido a su asociación con bivalvos y grandes ostrácodos, descarta una adaptación ecológica particular a ambientes disaeróbicos en fondos blandos. En todo caso, no mucho más distinta a la que presentan los bivalvos cardiólidos en el Wenlock y Ludlow (Kříž, 1979). Desde el punto de vista taxonómico, los braquiópodos rinconeliformes representados en nuestro material podrían adscribirse, provisionalmente, a un mínimo de cuatro especies de otros tantos géneros. 277 El taxón más antiguo se distribuye desde la parte superior de la Biozona de Rastrites linnaei hasta la Biozona de Cyrtograptus lapworthi, siendo especialmente abundante en las biozonas de Torquigraptus tullbergi y Oktavites spiralis. Se trata de un rinconélido biconvexo de comisura surcada, con tres costillas en el surco y cuatro en el pliegue, más 6-7 en cada flanco, que identificamos provisionalmente como Rhynchonellida indet. 1 (Lám. 31, figs. 1-4, 7-16). La ausencia de moldes internos y de detalles articulares impide precisar más dicha asignación, pero el taxón parece el mismo que el identificado como “Orthidea” sp. por Lauret (1974, Lám. 9, fig. 8). Un segundo taxón rinconeliforme se diferencia superficialmente del precedente, por presentar costillas intercaladas de segundo y tercer orden, en lugar de las costillas simples del taxón anterior. Inicia su registro hacia la base del Sheinwoodiense y es posible que alcance el Homeriense, de tratarse de un único taxón. Los ejemplares mejor conservados se concentran en las biozonas de Cyrtograptus murchisoni, Monograptus riccartonensis, Pristiograptus dubius y Monograptus belophorus, pudiendo formar lumaquelas en las dos biozonas intermedias de la sección de Corral de Calatrava. Pese a su abundancia, la mala conservación de sus conchas, generalmente aplastadas y deformadas, impide la identificación taxonómica. Algunos ejemplares recuerdan superficialmente al género Niorhynx, del Wenlock de Bohemia (Havlíček y Štorch, 1990), pero también a los atrípidos de concha fina ilustrados por Lüning et al. (2000, fig. 6) en el Telychiense tardío-Wenlock temprano del Anti-Atlas marroquí. Loydell et al. (2009) figuran algunos ejemplares de la sección de Corral de Calatrava, complementados con nuestras ilustraciones de la Lám. 31, figs. 5-6, 17-20, 22-23. El tercer taxón se asemeja superficialmente a un órtido o a un dalmanélido de pequeño tamaño (Lám. 32, figs. 1-5, 7-8), citado indistintamente como Orthis sp. o Dalmanella sp. en la bibliografía regional (Ramírez y Ramírez, 1955; Márquez Triguero, 1961; Kappes, 1991). Se trata, en realidad, de un Orthotétida muy semejante a Valdaria budili Havlíček y Štorch (superfamilia Chilidiopsoidea), descrito originalmente en pizarras graptolíticas del Wenlock de Bohemia (Havlíček y Štorch, 1990). De confirmarse su presencia en la zona de estudio, el registro centroibérico de la especie se extendería desde la Biozona de Oktavites spiralis (Telychiense) a la Biozona de Cyrtograptus ramosus-C. perneri (Sheinwoodiense) en los sinclinales de Guadarranque, Corral de Calatrava, Valdeazogues-Puertollano y Guadalmez y en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches; con un dudoso registro en la Biozona de Cyrtograptus lundgreni (Homeriense) del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano. En Bohemia, el registro de V. budili abarca desde la Biozona de Cyrtograptus murchisoni hasta la de C. lundgreni; en tanto que otras especies del género aparecen representadas en el Wenlock de Suecia y China (Bassett y Cocks, 1974; Yang y Rong, 1982). Además de los tres tipos de rinconeliformes costulados que acabamos de mencionar, nuestro material incluye restos de un Atrypida de concha lisa, probablemente un Lissatrypidina (Lám. 31, fig. 24; Lám. 32, fig. 9), que se registra esporádicamente en el Telychiense de El Centenillo (Jaén) y el Sheinwoodiense del sinclinal de Guadarranque (Cáceres). Aunque de esta última localidad proceden algunos moldes externos no deformados, el desconocimiento del interior de las valvas, o la conservación aplastada del resto del material, impiden una identificación taxonómica a nivel genérico. La presencia de braquiópodos organofosfáticos (linguliformes) ha sido constatada en un reducido número de localidades de edades Telychiense y Sheinwoodiense, limitándose 278 los restos a acumulaciones de conchas diminutas (de alrededor de 1 mm de diámetro individual), o bien a conchas aplastadas de varios milímetros de longitud. En ninguno de los ejemplares hemos detectado rasgos morfológicos relevantes para su identificación. Por lo general, sus restos se distinguen por su coloración oscura o el brillo de las conchas frente a la matriz. No obstante, algunos ejemplares como el ilustrado en la Lám. 32, fig. 10, podrían concordar tanto con linguliformes (la concha tiene una apariencia orgánica), como con atrípidos aplastados (el contorno recuerda al cuarto de los morfotipos aquí descritos). 6.3.4 Filo Echinodermata Los equinodermos están representados en el Silúrico centroibérico por fósiles de la clase Crinoidea, derivados tan sólo de siete localidades, implicando niveles de edad Telychiense, Sheinwoodiense, Homeriense basal y Pridoli. Con anterioridad diversos autores habían señalado la presencia de posibles artejos de crinoideos en las pizarras graptolíticas de Almadén (Hernández Sampelayo, 1960) y Corral de Calatrava (Štorch et al., 1998). Los restos de crinoideos del Llandovery y Wenlock se limitan a raras placas columnares holoméricas aisladas, conservadas como moldes en pizarras graptolíticas de los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-12 a 14, 16/17, 17-18 y 25 a 29), Almadén (niveles AL AV-2, 4 y Loc. 7), Guadalmez (CHW-12, 23 y 25; GM GN-6) y Valdeazogues-Puertollano (PT RE-13) . Parte de estos elementos se ilustran en la Lám. 33 (Figs. 1-4, Crinoidea indet.) y tienen en común el contorno circular y las reducidas dimensiones (1-1,5 mm de diámetro). En todos los casos corresponden a formas bentónicas de crinoideos, descartando posibles relaciones con elementos pedunculares de otras clases de pelmatozoos. La placa mejor conservada (Lám. 33, fig. 2) presenta un crenulario bien desarrollado, con 15 costillas ensanchadas periféricamente, de las que tres se bifurcan de manera dicotómica antes de alcanzar el margen de la faceta articular. El lumen es pentalobado y está rodeado por una areola muy estrecha. Tratándose de un morfotipo columnar común entre los crinoideos, no resulta prudente avanzar ninguna clasificación, sobre todo hasta no disponer de fragmentos pluricolumnares del mismo, donde apreciar posibles heteromorfismos o xenomorfismos. De las restantes placas ilustradas, dos de ellas (Lám. 33, figs. 1 y 3) muestran un crenulario más dividido, con hasta 35 costillas radiales simples, combinado con una areola amplia. Sin embargo, el material resulta indeterminable porque no se poseen detalles sobre la morfología del lumen y eventual perilumen, además del homo- o heteromorfismo pluricolumnar. Finalmente, la placa más diminuta (Lám. 33, fig. 4), apenas posee el mínimo detalle suficiente como para poder relacionarla con un resto de crinoideo, aunque el contorno de la faceta muestra indicios de ser ligeramente pentalobado. La asociación de crinoideos del Pridoli, encontrada en dos localidades emplazadas en el entorno del Puerto Calatraveño (Dominio Obejo-Valsequillo), comprende numerosos ejemplares de escifocrinoideos planctónicos, conservados como restos calcíticos y en gran parte articulados. En este sentido, se han encontrado cálices completos conectados con su pedúnculo proximal (Lám. 33, figs. 6-7 y 10), fragmentos de cálices (Lám. 33, figs. 5 y 19), aparatos braquiales con brazos y pínulas en conexión (Lám. 33, figs. 7-9, 279 13 y 19), placas columnares aisladas y fragmentos pluricolumnares de longitud variable (Lám. 33, figs. 11-12, 14-18). La estructura compleja del cáliz responde a la de un crinoideo camerado, donde la presencia de numerosas placas secundibraquiales y algunas tertibraquiales incorporadas al cáliz, resulta característica de los Camerata Scyphocrinitidae. La ornamentación de las placas proximales del cáliz, especialmente las interbraquiales, está formada por crestas agudas que intersectan el centro de la placa (Lám. 33, figs. 5 y 7), y que pueden reconocerse incluso en placas aisladas y erosionadas (Lám. 33, fig. 9). En varios casos se han conservado los brazos libres uniseriales, bien aislados o en grupos, que articulan pínulas de base ensanchada (Lám. 33, figs. 8-9, 13). Los brazos uniseriales libres muestran numerosas braquiales cuneiformes, que comienzan a insertarse en las tertibraquiales más proximales. Una de las agrupaciones braquiales estudiadas (Lám. 33, fig. 8) descansa sobre una superficie repleta de cirros radiculares, posiblemente pertenecientes a un lobolito “de cirros” (no de placas). El pedúnculo comprende numerosas placas columnares de contorno circular y lumen pentaestrellado. El crenulario comprende finas y numerosas culmina (Lám. 33, figs. 12 y 16). El área correspondiente a la areola se muestra deprimida, de modo que las placas columnares resultan mucho más finas en el centro que en los bordes, tal y como ocurre en todos los escifocrinoideos, donde el centro de las placas está ocupado por discos elásticos y fibras musculares. La preservación selectiva de la periferia de las placas, con mayor espesor calcítico, conduce a que muchas de ellas tengan un aspecto anular (Lám. 33, fig. 18) y a que los fragmentos pluricolumnares desarrollen surcos o fracturas telescópicas longitudinales durante la compactación (Lám. 33, figs. 11, 14-15, 18). Desde el punto de vista taxonómico, las características tecales y columnares del material estudiado se corresponden bien con la especie Scyphocrinites elegans Zenker, revisada por Prokop y Petr (1986), pero que mantiene diversos problemas de taxonomía con sus lobolitos respectivos (Haude, 1992). Se trata de una forma cosmopolita del Pridoli al Devónico basal (Lochkoviense), que abunda en el ámbito perigondwánico y del norte de África, y compone la característica “caliza de Scyphocrinites”. Ésta constituye la división intermedia de la conocida “triada turíngica” representada en la sucesión silúrico-devónica de facies “mediterránea”, descrita en Turingia, suroeste de Cerdeña y Zona de Ossa Morena (Jaeger, 1976; Jaeger y Robardet, 1979). En la Península Ibérica, S. elegans ha sido citado en calizas del Pridoli de Pirineos, norte de la Zona Centroibérica portuguesa y Zona de Ossa Morena (Haude, 1992; Sarmiento et al., 1999; Sá et al., 2003), con lo que el presente constituye su primer hallazgo en el Silúrico de la región surcentroibérica. Previamente, tan sólo Molina y Fernández Carrasco (1987) habían señalado la presencia de “Scyphocrinus sp.” en las alternancias del Devónico basal del sinclinal de Almadén, cuyo yacimiento no hemos podido reencontrar, pese a haber consultado la fuente original de la información (C.G.S., 1974, Documento Interno). Los escifocrinoideos son formas planctónicas que desarrollan una estructura de flotación propia (lobolito), mediante la ramificación extrema de los cirros radiculares (Haude et al., 1994; Prokop y Petr, 2001; Seilacher y Hauff, 2004). La acumulación de sus restos parcialmente articulados, en los yacimientos estudiados, llega a constituir lentejones calcáreos encriníticos en la parte alta de la sucesión silúrica. Éstos se 280 intercalan en pelitas que contienen pluricolumnares o placas dispersas, sin restos de cálices asociados. 6.3.5 Filo Cnidaria En la zona de trabajo, diversos autores han mencionado la presencia de conuláridos (Scyphozoa) en pizarras negras silúricas, en muchos casos asociados a graptolitos. Márquez Triguero (1961) establece incluso la unidad “Pizarras de Conularias” en la localidad de San Benito, diferenciándola por su coloración grisácea y la abundancia de estos fósiles junto con bivalvos, braquiópodos y cefalópodos. Según el autor, estas pizarras estarían por encima de las auténticas “Pizarras de Graptolitos”, donde excepcionalmente cita algunos conuláridos. La revisión del material original de Márquez Triguero (1961), depositado en el Museo Geominero de Madrid, nos permite concluir que las supuestas conularias corresponden, en realidad, a conchas aplastadas de ciertos nautiloideos ortoconos. A diferencia de las formas lisas predominantes, las confundidas con conuláridos tienen la concha delgada y una ornamentación transversa muy fina. Las fracturas telescópicas fruto del aplastamiento fueron confundidas por ese autor con los surcos angulares y las líneas medias de cara de los conuláridos auténticos. Esta misma confusión se infiere para las restantes citas de conuláridos en el área de trabajo (por ej. Almela et al., 1962) o, también, para los cefalópodos aplastados e ilustrados como “Coleolus tenuicinctum, Hall” por Almela et al. (1962, Lám. 1, fotos inferiores), que Lauret (1974) reinterpreta, equivocadamente, como “conularias”. Entre las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Sendino Lara (2007) menciona un supuesto conulárido del Silúrico de Almadén (I-34069) que identifica como Metaconularia sp.?. Éste vuelve a ser citado por Sendino y Santos (2011), quienes especifican que se halla asociado en la misma placa con Monograptus e Hyolithes. La ilustración del ejemplar (Sendino Lara, 2007: Lám. 1, fig. 14) se corresponde claramente con la concha aplastada de un cefalópodo muy similar a nuestro Orthocerida morfotipo 2. En el conjunto del Silúrico surcentroibérico, el único resto de cnidario encontrado por nosotros corresponde a un ejemplar de Sphenothallus sp., procedente del Telychiense del sinclinal de Guadalmez (Lám. 34, fig. 26). Este género fue considerado entre los conuláridos y largo tiempo atribuido a un “tubo de gusano” de afinidades biológicas inciertas. Modernamente se atribuye a la teca fosfática de un cnidario escifozoo o hidrozoo (ver discusión y referencias en Neal y Hannibal, 2000; Li et al., 2004). Sphenothallus es un taxón paleozoico (Cámbrico-Pérmico) cosmopolita, que se caracteriza por una teca tubular alargada, lisa y de sección elíptica, delimitada en sus bordes laterales por dos espesamientos longitudinales muy típicos. Además de las “quillas marginales”, el ejemplar centroibérico tiene la superficie de la teca lisa, y por ello difiere de Byronia y Torellella, dos géneros parecidos pero con ornamentación transversa. 6.3.6 Filo Annelida Los únicos restos fósiles pertenecientes a estos organismos son dos placas aisladas de macaeridios turrilepadomorfos, procedentes de las biozonas de Oktavites spiralis y Cyrtograptus murchisoni, respectivamente, de la sección de Corral de Calatrava 281 (Ciudad Real). Los macaeridios fueron considerados durante mucho tiempo como un grupo enigmático de fósiles marinos, de distribución cosmopolita entre el Ordovícico y el Carbonífero, cuyo escleritoma se caracterizaba por presentar dos o cuatro filas de placas calcáreas con una ornamentación muy característica (Dzik, 1986; Adrain, 1992). El hallazgo reciente de fósiles ordovícicos excepcionales, que conservaban las partes blandas bajo el escleritoma, permitió ubicar definitivamente a los macaeridios como una clase extinta de anélidos (Vinther et al., 2008). El registro de estos organismos es muy discontinuo en el Paleozoico ibérico, donde se hallaban representados en el Ordovícico (Gutiérrez-Marco et al., 2000) y en el Devónico (Gozalo, 1994). De ahí el interés de nuestra contribución, que supone el descubrimiento del grupo en el Silúrico español. El ejemplar telychiense (Lám. 33, fig. 26) es un esclerito lateral alargado. Está ornado por corrugaciones paralelas al margen acrecional, y dividido por un surco central, que destaca en relieve inverso en el molde natural. El ápice del esclerito se presenta levemente curvado en sentido posterior (nomenclatura de Adrain et al., 1991). Por sus características lo asignamos a Plumulites sp. El segundo esclerito procede de niveles más modernos (Sheinwoodiense) y es el fragmento de una placa ancha, que recuerda por sus proporciones y ornamentación tanto al esclerito interno de un plumulítido, como a la superficie lateral de un esclerito de turrilepádido (Lám. 33, fig. 25). La presencia de una doble inflexión en la ornamentación corrugada, y de un margen acrecional lobulado, nos lleva a identificar el ejemplar como Turrilepas? sp., por sus afinidades con otro material paleozoico atribuido a este género (Adrain et al., 1991; Hoare et al., 1996; Högström, 1997) 6.3.7 Cornulítidos En este epígrafe reunimos fósiles tubulares de afinidades inciertas, recogidos en, al menos, catorce localidades y niveles diferentes con un rango Telychiense- Sheinwoodiense. Casi todos ellos son asimilables a cornulítidos, un grupo de organismos tubícolas, cementantes a libres, caracterizados por una concha anillada, cuya microestructura los aproxima a forónidos u otros gusanos lofoforados (Vinn & Mutvei, 2009). El taxón más abundante se concentra en la Biozona de Monograptus riccartonensis (Sheinwoodiense) de la sección de Corral de Calatrava. Sus conchas presentan una anulación múltiple e irregular, combinada con una estriación longitudinal muy fina. Los tubos alcanzan unas dimensiones máximas de hasta 24 mm de longitud y 6 mm de anchura apertural, y pueden aparecer tanto aislados como en grupos de 3-4 ejemplares unidos por sus bases. El aspecto general de los fósiles, así como su asociación en grupos recuerda considerablemente al género Kolihaia, un controvertido fósil tubular registrado en pizarras graptolíticas, cuya especie tipo fue interpretada como un anélido serpúlido (Prantl, 1946) o como un cnidario epiplanctónico (Kříž et al., 2001). Sin embargo, tanto K. eremita Prantl, como la especie bentónica K. sardiniensis Gnoli, carecen de ornamentación longitudinal (Gnoli et al., 2009; Corradini et al., 2009); además, las espinas de anclaje características de ambas formas no existen en el material ibérico. Por estas razones lo hemos adscrito provisionalmente a Cornulites sp. 1 (Lám. 34, figs. 1-3). La cita de Kolihaia? sp. de Pieren y Gutiérrez-Marco (1990), en el Wenlock del sinclinal de Herrera del Duque, corresponde a un cornulítido. Kappes (1991, Lám. 6, 282 figs. 4-5) figura ejemplares de Cornulites sp. 1 identificándolo, incorrectamente, como “Hyolithes sp.”. Una forma adicional del mismo género, procedente de horizontes más antiguos (Telychiense) de Corral de Calatrava, difiere de la anterior por su menor tamaño e incremento en anchura más lento, que le dota de una morfología casi cilíndrica. Este segundo taxón (Cornulites sp. 2. Lám. 34, figs. 4-5, 11) crece de forma incrustante, asociando un mayor número de individuos (6 a más de 10). Por último, hay un tercer conjunto de hallazgos (Cornulites? spp.) que corresponde a elementos dispersos, en yacimientos del Telychiense o Sheinwoodiense. Los ejemplares más notables (Lám. 34, figs. 6-7) son pequeñas formas planoespirales, incrustantes sobre fragmentos de moluscos, que se asemejan mucho a ciertos microcónchidos como Annuliconchus, pero que no conservan evidencias del tubo embrionario. A su vez, los microcónchidos planoespirales guardan ciertas reminiscencias del poliqueto tubícola Spirorbis, pero con seguridad conforman un grupo derivado de los cornulítidos (Zatoń, & Vinn, 2011a y b). No obstante, la existencia de vestigios de ornamentación espiral (longitudinal) en los ejemplares estudiados revela que éstos no son microcónchidos, sino estadios ontogenéticos iniciales del tubo de un cornulítido incrustante. En la Lámina 34, figs. 8-10, 12 ilustramos fragmentos de otros cornulítidos no identificables, procedentes de niveles del Telychiense y Sheinwoodiense, que muestran cierta afinidad con los morfotipos tubulares (= Cornulites sp. 2) pero difieren por sus mayores dimensiones y por una anulación más regular y espaciada. Las localidades y niveles donde se han realizado hallazgos de cornulítidos están en los sinclinales de Herrera del Duque (niveles HD-D, HD-E ), Corral de Calatrava (niveles CO-12, CO-13, CO-14, CO-15, CO-16, CO-18, CO-21 y CO-23), Almadén (Localidades AL-VI y AL AV-1) y Guadalmez (nivel EB-2) y en Sierra Morena oriental (El Centenillo, nivel EC SE-2). 6.3.8 Microfósiles Con excepción de los ostrácodos, en el presente trabajo no desarrollamos ninguna búsqueda sistemática de otros grupos de microfósiles. Las mayores posibilidades se centrarían, como es habitual en las facies de pizarras negras, en la presencia de microfósiles de pared orgánica como acritarcos y quitinozoos, de los que tampoco existen estudios previos a nivel del Silúrico surcentroibérico. Las únicas menciones se refieren al descubrimiento de “histricosferidios” hecho por Redlin (1955) en las pizarras graptolíticas de San Benito (Ciudad Real) y a los supuestos acritarcos silúricos citados por Hafenrichter (1980) en las Pizarras Chavera de Corral de Calatrava (Ciudad Real), que en realidad corresponden al Ordovícico terminal. Por lo que respecta a los quitinozoos, es muy posible que abunden en alguna de las secciones estudiadas por nosotros, pues en ocasiones se concentran y llegan a ser visibles, con una lupa de 15 aumentos, en planos de estratificación de pizarras negras en diversas localidades de los sinclinales de Guadalmez (GM EC-6, CHW-22, CHW-25, CHW-27, EB-6B) y Corral de Calatrava y en San Benito (nivel SB PQ-36). Todos los casos mencionados corresponden a pizarras graptolíticas alteradas a tonalidades claras, donde los microfósiles conservan su pared orgánica y resaltan por su color negro frente a la matriz. Por su parte, Jebrak y Hernández (1997) citan la presencia de una posible asociación de quitinozoos silúricos en el flanco norte del sinclinal de Almadén (géneros 283 Tanuchitina, Cingulochitina y Calpichitina: identificaciones de A. Soufiane y A. Achab). Se trata de una muestra tomada en los niveles de alternancias arenosas próximos a la mina de cinabrio de Las Cuevas consideradas actualmente como devónicas. En los planos de estratificación de las pizarras graptolíticas se distinguen, a veces, moldes de diminutas varillas que deben de corresponder a espículas monaxonas de poríferos indeterminables, tal y como sucede en ciertos horizontes entre las biozonas de Monograptus belophorus y Cyrtograptus lundgreni de la sección de Corral de Calatrava. En la Biozona de Oktavites spiralis de la sección de la estación de Belalcázar (EB-6B) hemos encontrado varias monaxonas asociadas que podrían corresponder a una misma esponja, junto a raras tetraxonas. Redlin (1955) es el primer autor que cita el hallazgo de restos de conodontos en las pizarras ampelíticas con graptolitos silúricos de la Zona Centroibérica meridional. Posteriormente, Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991) y Sarmiento y García Palacios (1996) aportan las primeras identificaciones taxonómicas y dibujos de ejemplares para asociaciones de conodontos telychienses de los sinclinales de Guadarranque y Corral de Calatrava, respectivamente. Sarmiento (in Loydell et al., 2009) amplía los estudios de conodontos a los materiales del tránsito Llandovery-Wenlock de la sección de Corral de Calatrava, y aporta fotografías de parte de los taxones, que reproducimos aquí en nuestra Lámina 35. Los elementos conodontales se conservan dispersos en los planos de estratificación de aquellas pizarras graptolíticas que tienen un grano más fino, siempre en estado de moldes externos, ocasionalmente rellenos por filosilicatos blanquecinos que los resaltan frente a la matriz. Se trata de elementos de diversos tamaños, pertenecientes a morfotipos ramiformes, coniformes y, más raramente, pectiniformes. En el transcurso de nuestro trabajo hemos observado algunos conodontos en las localidades ya publicadas, así como en la sección de la estación de Belalcázar (sinclinal de Guadalmez), pero no hemos abordado ningún estudio específico sobre estas microfaunas. De acuerdo con los resultados de Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991) y Sarmiento y García Palacios (1996), las primeras asociaciones de conodontos del Telychiense, comprendidas entre la parte superior de la Biozona de Rastrites linnaei y la Biozona de Torquigraptus tullbergi de graptolitos, reúnen los siguientes taxones: Dapsilodus cf. obliquicostatus (Branson & Mehl), Dapsilodus sp., Panderodus cf. greenlandensis Armstrong, P. cf. recurvatus (Rhodes), Panderodus sp., Walliserodus sp., Apsidognathus? sp., Astropentagnathus? sp., Distomodus cf. staurognathoides (Walliser), Distomodus? sp., Kockelella? sp., Ozarkodina aff. excavata (Branson & Mehl), O. aff. hassi (Pollock, Rexroad & Nicoll), Ozarkodina? sp., Aspelundia fluegeli? (Walliser), Carniodus? cf. carnulus Walliser y Pterospathodus? sp. En Corral de Calatrava, las biozonas de Oktavites spiralis y Cyrtograptus lapworthi del Telychiense terminal proporcionaron una asociación de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) integrada por: Distomodus staurognathoides (Walliser) (Lám. 35, figs. c-f, h), Ozarkodina excavata (Branson & Mehl) (Lám. 35, figs. a-b, g, i-j, l, n-o), O. broenlundi? Aldridge, Ozarkodina sp., Ozarkodina? sp., Dapsilodus obliquicostatus (Branson & Mehl) (Lám. 35, fig. m), Dapsilodus? sp., Aspelundia sp., Aspelundia? sp., Oulodus? sp., Pterospathodus 284 amorphognathoides Walliser (Lám. 35, fig. k), Pterospathodus? sp., Kockelella ranuliformis? (Walliser) y Kockelella? sp. Por último, los niveles de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni (Sheinwoodiense) de la misma sección proporcionaron (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009): Distomodus staurognathoides (Walliser), Ozarkodina excavata (Branson & Mehl), Ozarkodina? sp., Dapsilodus? sp., Aspelundia sp., Aspelundia? sp., Oulodus? sp., Pterospathodus amorphognathoides Walliser, Kockelella ranuliformis? (Walliser) y Kockelella? sp. Desde el punto de vista bioestratigráfico, las asociaciones de conodontos son poco determinativas, ya que incluyen taxones de amplio rango comprendidos entre las biozonas de Pterospathodus celloni y Pterospathodus amorphognathoides (Telychiense-Sheinwoodiense, según el esquema clásico de Walliser, 1964). Sarmiento y García Palacios (1996) atribuyen los conodontos identificados a asociaciones de aguas someras (presencia de Distomodus, Apsidognathus). Los elementos comunes en sedimentos de aguas profundas (Pterospathodus, Carniodus, Dapsilodus) son raros, aunque también debieron adaptarse a condiciones más someras, en ambientes de plataforma abierta. Por nuestra parte los hallazgos de conodontos se centran en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CO-1, CO-2, CO-3, CO-4, CO-5, CO-12, CO-17, CO-18, CO-20, CO-25 y CO-26), a los que hay que añadir algunas localidades del sinclinal de Guadalmez (niveles EB 6F (?) y EB-7). En el Dominio Obejo-Valsequillo, Gutiérrez-Marco et al. (2014) mencionan la presencia de conodontos silúricos en cantos de calizas negras heredados en el olitostroma carbonífero del valle del Guadalmellato (Córdoba). Se trata de una asociación poco determinativa conteniendo Dapsilodus obliquicostatus (Branson y Mehl), Pseudooneotodus beckmanni (Bischoff y Sannemann), Wurmiella excavata excavata (Branson y Mehl), Oulodus? sp., “Ozarkodina”? sp. A y fragmentos indeterminados de elementos ramiformes, cuya edad Pridoli basal viene indicada por algunos graptolitos y moluscos asociados. Además de los conodontos, las mismas muestras brindaron posibles restos de muellerisféridos (= “mazueloides”), que vienen a sumarse a los ya ilustrados por Gutiérrez-Marco et al. (2001: lám. 5, fig. 9) en la misma localidad, así como posibles foraminíferos aglutinantes (Bathysiphon? sp.), que representarían la única cita del grupo en la zona de estudio. 6.3.9 Icnofósiles El reconocimiento de icnofósiles en un hecho relativamente raro en el Silúrico surcentroibérico, donde predominan los ambientes euxínicos, en facies de pizarras negras graptolíticas, o bien las alternancias de areniscas y pizarras micáceas carentes de indicios aparentes de actividad biológica. Los primeros autores locales que encontraron icnofósiles los interpretaron como restos de algas conservados en las ampelitas: tal es el caso de Butrotrephis gracilis Hall, mencionado por Cortázar (1880) en los sinclinales de Guadalmez y Almadén, un taxón sinónimo del icnogénero Chondrites von Sternberg. También de los “restos de plantas” citados por Machens (1956) en el sinclinal de Corral de Calatrava, o los “fucoides” identificados por Márquez Triguero (1961) y Almela et 285 al. (1962) en nódulos graptolíticos y pizarras gris amarillentas, respectivamente, de las regiones de San Benito y Almadén. Es posible que el “organismo incaerte sedis (sic) reticulado” ilustrado por Hernández Sampelayo (1960, Lám. 20, fig. 3) en el yacimiento de graptolitos de Gargantiel corresponda, bien a un retiolítido, o bien a un posible Chondrites? isp. Hasta la fecha, la única mención expresa de icnofósiles silúricos, eran las “numerosas trazas de bioturbación y pistas unilobuladas” señaladas por Prost-Dame (1980) en la región de Castuera (Badajoz), en este caso localizadas en la parte baja de las alternancias arenosas que suceden a las pizarras graptolíticas. En el transcurso de nuestro estudio hemos identificado la presencia de algunos icnofósiles en la sección de Corral de Calatrava (niveles CO-1 a 4, 10, 12, 14, 17, 21?, 22, 24-25) y su vecina CC GJ-15 (confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón), así como en la localidad GM-H del sinclinal de Guadalmez y en la localidad GM EC-7 de la zona de la estación de las Cabras (próxima a Cabeza del Buey, Badajoz), que en su conjunto son representativas de los materiales comprendidos entre el Telychiense basal y el Sheinwoodiense. El morfotipo más común en las pizarras graptolíticas corresponde a excavaciones horizontales de pocos centímetros de longitud, de diámetro generalmente inferior a 3 mm y trazado levemente sinuoso, con evidencias de ramificaciones cortas en algunos casos. Las trazas contrastan por su diferente coloración, relieve diferencial y textura, más grosera que la de la matriz. Se trata de moldes endoestratales alterados a materiales ferruginosos, generados a partir de la piritización precoz del relleno original de las huellas, probablemente inducido por microorganismos. La morfología sinuosa y la presencia de ramificaciones en algunos ejemplares los hace próximos a ciertas icnoespecies de Chondrites, por ejemplo C. targionii (Brongniart) (Uchman, 1998, fig. 22B). Sin embargo, la combinación del mismo trazado con un relleno ferruginoso, es mucho más próxima a los icnogéneros Trichichnus Frey y Pilichnus Uchman. El primero de ellos, aunque se desarrolla en varios ángulos con respecto a la estratificación, comprende una forma horizontal a oblicua, con cortos apéndices laterales, más finos que la traza principal, cuyo aspecto es virtualmente idéntico al material del Silúrico surcentroibérico (Lám. 28, fig. 12). Por esta razón, un pequeño número de ejemplares han sido identificados como Trichichnus appendicus Uchman. Nuestro material difiere de Pilichnus por su grosor supramilimétrico y por la ramificación de tipo lateral, en vez de dicotómica (Uchman, 1999). En cuanto a los ejemplares curvos y carentes de ramificación, los hemos identificado como Trichichnus isp. debido a la naturaleza ferruginosa de su relleno (Lám. 28, fig. 11). Finalmente, las galerías que se conservan en relieve, pero sin detalles de su relleno interno, hemos optado por determinarlas como Trichichnus? isp. (Lám. 28, fig. 8) en vez de relacionarlas con Planolites Nicholson, debido a su asociación con los morfotipos precedentes y a las escasas probabilidades de que su relleno tenga una constitución diferente a la pirita, en las facies tan homogéneas de pizarras negras graptolíticas. De acuerdo con los trabajos precedentes, Trichichnus se interpreta como la galería de habitación producida por un organismo sedimentívoro meiofaunal (Frey, 1970) a quimiosimbionte, representado desde el Tremadociense inferior al Holoceno en variados ambientes marinos, desde someros a profundos (Uchman, 1999). 287 7 BIOESTRATIGRAFÍA (GRAPTOLITOS) Los graptolitos constituyen el grupo fósil con mayor interés bioestratigráfico y biocronológico para el Silúrico, de tal modo que la subdivisión formal en series y pisos de este sistema se fundamenta en nueve estratotipos de límite (GSSP), definidos por la primera aparición de especies concretas de graptolitos, los cuales fueron ratificados por la IUGS entre 1980 y 1984 (Melchin et al., 2004; Ogg et al., 2008). Junto a los graptolitos, otros grupos fósiles del Silúrico con un interés biostratigráfico especial son los conodontos y los microfósiles de pared orgánica, que hasta la fecha apenas se hallan estudiados en la Zona Centroibérica. La biozonación más antigua del Silúrico en base a graptolitos es la de Lapworth (1879- 1880), refinada y ampliada por Elles y Wood (1901-1918). Ambas se refieren al Silúrico británico, y constan de 11 biozonas en el primer caso (números 10 a 20 de Lapworth) y 21 en el segundo (números 16 a 36 de Elles y Wood): Fig. 37 (reproducido de Meléndez, 1982). La numeración de biozonas de Elles y Wood fue ampliamente utilizada en la Zona Centroibérica durante más de cincuenta años, perviviendo parcialmente en las memorias acompañantes a la cartografía del proyecto MAGNA, donde incluso se citan términos cronoestratigráficos largamente obsoletos (Valentiense, Salopiense, Birkhill, Gala-Tarannon). Fig. 37. Cuadro de correlación de biozonas de Lapworth y Elles y Wood (1913). El desarrollo de estudios bioestratigráficos posteriores, en numerosas áreas mundiales pertenecientes a varios paleocontinentes, motivó la aparición posterior de diversas biozonaciones para las áreas báltica, lauréntica y gondwánica, en paralelo a la escala británico-avalónica. La biozonación británica fue revisada en trabajos modernos y ampliada a 34 biozonas (datos recopilados por Zalasiewicz et al., 2009), que mostraron que el registro de estos fósiles en Gran Bretaña concluye en la “Biozona de proliferación de Bohemograptus” (Ludfordiense s. l.). 288 La correlación más reciente disponible entre los distintos esquemas bioestratigráficos de graptolitos silúricos es la de Loydell (2012), reproducida para el Llandovery y Wenlock en las Figs. 38 y 39. Con anterioridad se había compilado una tabla de integración bioestratigráfica en la que se definían intervalos de tiempo para estudios paleogeográficos locales (Koren et al., 1995-1996). De acuerdo con los escasas dataciones geocronométricas conocidas, la duración media de las biozonas de graptolitos silúricos sería de aproximadamente 800.000 años para el Llandovery, 500.000 años para el Wenlock, 300.000 años para el Ludlow y 350.000 años para el Pridoli (Loydell, 2012). En el presente trabajo hemos utilizado la biozonación correspondiente al Silúrico de la Europa perigondwánica, fundamentada en la sucesión de graptolitos de Bohemia (Příbyl, 1983; Štorch, 1994a, 1995a) que, por comparación con las escalas derivadas de Turingia y Cerdeña, es la que mejor se adapta al registro del Silúrico centroibérico (Štorch, 1998a, 1998b). Fig. 38. Tabla de correlación de biozonas de graptolitos del Llandovery (Silúrico), reproducida de Loydell (2012), con datos de distintos autores. 289 Fig. 39. Tabla de correlación de biozonas de graptolitos del Wenlock (Silúrico), reproducida de Loydell (2012), con datos de distintos autores. La principal dificultad encontrada en nuestra área de trabajo es la ausencia generalizada de sucesiones graptolíticas que involucren a más de dos biozonas en continuidad estratigráfica, con la sola excepción de la sección del río Jabalón al noreste de Corral de Calatrava. Allí aflora una sucesión bastante continua comprendida entre la Biozona de Rastrites linnaei (Telychiense) y la Biozona de Cyrtograptus lundgreni s. l. (Homeriense basal) (Štorch et al., 1998) con, al menos, una neta laguna estratigráfica de las biozonas de Cyrtograptus insectus y Cyrtograptus centrifugus (límite Llandovery- Wenlock: Loydell et al., 2009). El conjunto de las secciones y los afloramientos aislados estudiados en la región surcentroibérica, nos ha llevado a identificar un total de 17 biozonas o subzonas (11 del Llandovery, 5 del Wenlock y 1 del Ludlow). La única biozona del Aeroniense representada con seguridad es la de L. convolutus. Las biozonas del Telychiense son las de R. linnaei (con sus tres subzonas de P. runcinatus-M. gemmatus, P. palmeus y P. hispanicus), S. turriculatus, Strep. crispus, Mcl. griestoniensis, T. tullbergi, O. spiralis y C. lapworthi. En el Sheinwoodiense se reconocen las biozonas de C. murchisoni, M. riccartonensis, M. belophorus-C. rigidus y C. perneri-C. ramosus. Finalmente, el Homeriense y el Ludfordiense se hallan representados, respectivamente, por las biozonas de C. lundgreni y de Saetograptus linearis (?). El criterio para reconocer las distintas biozonas se basa, casi siempre, en la identificación de aquél taxón nominal cuya extensión vertical define cada biozona concreta. En ausencia del mismo, alguna biozona ha sido definida por el intervalo entre la desaparición y aparición, respectivamente, de los taxones que delimitan las biozonas inferior y superior a la biozona deducida. También por la presencia de taxones conocidos únicamente en parte de una determinada biozona, cuando falta su taxón nominal. 290 Nuestros resultados bioestratigráficos destierran definitivamente, para la zona de estudio, la existencia de “mezclas” entre asociaciones de graptolitos de distinta edad, postulada por Henke y Hundt (1926) y por Hernández Sampelayo (1960) para diversos yacimientos del área de Almadén, Corral de Calatrava y Sierra Morena oriental, cuyos datos pervivieron en numerosas publicaciones posteriores. A este respecto, Haberfelner (1931) ya había criticado duramente las “extrañas asociaciones de graptolitos” observadas por Henke y Hundt (1926), donde se mezclaban especies de niveles muy dispares del Silúrico, demostrando que implicaban identificaciones taxonómicas erróneas. Sin embargo, la posibilidad de que en una misma muestra pudieran concurrir especies características de distintas biozonas, es una constante en los trabajos sobre graptolitos silúricos del área ibero-armoricana, donde incluso se aludía a circunstancias paleogeográficas especiales en áreas alejadas de los estratotipos británicos (Philippot, 1950; Philippot y Riba, 1952; Romariz, 1962, 1969). Diversos trabajos posteriores probaron que en todas aquellas localidades francesas, portuguesas y españolas donde se habían postulado “dislocaciones estratigráficas” en el registro de los graptolitos, en realidad contenían asociaciones “normales”, de edades concretas, con mezcla de graptolitos mal identificados. En la Figura 40 se detalla la distribución temporal de todos los taxones reconocidos en nuestro trabajo, junto a su correspondencia con las unidades bioestratigráficas. A continuación se desglosan las asociaciones de graptolitos establecidas para cada biozona. 7.1 LLANDOVERY 7.1.1 Rhuddaniense El registro sedimentario del Rhuddaniense en la región surcentroibérica se limita a niveles no identificados dentro de la Fm. Cuarcita del Criadero y unidades equivalentes de Sierra Morena oriental. Esta formación alberga el tránsito Ordovícico-Silúrico, delimitado por las faunas de braquiópodos del Hirnantiense (Villas et al., 1999) situadas en su parte inferior, y las primeras asociaciones con graptolitos del Aeroniense medio localizadas cerca de su techo (García Palacios et al., 1996a). Hernández Sampelayo (1960) y Ríos Aragüés (1977) citan, en algunos yacimientos de la región surcentroibérica, supuestas especies de graptolitos rhuddanienses, encontrados en las pizarras negras situadas por encima de la cuarcita. Entre ellas (nombres genéricos actualizados) aparecen Parakidograptus acuminatus (Nicholson), Cystograptus vesiculosus (Nicholson), Pseudorthograptus mutabilis (Elles & Wood), Normalograptus medius (Törnquist), Norm. normalis (Lapworth) y Norm. angustus (Perner) [pp.= Climacograptus miserabilis (Elles & Wood)]. La revisión de las mismas localidades y niveles que citan estos autores revela que todas estas especies aeronienses fueron confundidas en realidad con otras más modernas, generalmente del Telychiense. Los resultados de la revisión se detallan en el apartado de sistemática paleontológica. Fig. 40. Distribución temporal de todos los taxones reconocidos en la zona de trabajo, junto a su correspondencia con las unidades bioestratigráficas. 291 293 7.1.2 Aeroniense La identificación de especies de graptolitos aeronienses es relativamente común entre los trabajos antiguos o menos actualizados de la región estudiada (por ejemplo, Henke, 1926; Hernández Sampelayo, 1926, 1942, 1960; Haberfelner, 1931; Márquez Triguero, 1961; Almela et al., 1962; Gil Cid, 1970; Corretgé y García de Figuerola, 1971). Además de la mención generalizada de “Monograptus” sedgwickii (Portlock) se citan, entre otros (nombres genéricos actualizados), Monograptus argenteus (Nicholson), M. limatulus Törnquist, M. nicholsoni Perner, “M. cygneus Törnquist”, “M. inopinus Törnquist”, “M.” intermedius (Carruthers), Pristiograptus concinnus (Lapworth), P. jaculum (Lapworth), P. regularis (Törnquist), Coronograptus gregarius (Lapworth), Demirastrites triangulatus (Harkness), Neolagarograptus tenuis (Portlock), Pribylograptus leptotheca (Lapworth), Pr. argutus (Lapworth), Pr. incommodus (Törnquist), Pr. sandersoni (Lapworth), Rastrites setiger Elles & Wood, R. peregrinus (Barrande), Rastrites cf. spina (Richter), Metaclimacograptus hughesi (Nicholson), “Neodiplograptus modestus” (Lapworth), Rivagraptus bellulus (Törnquist), Pseudorthograptus insectiformis (Nicholson), Petalolithus ovatoelongatus (Kurck), P. palmeus “latus” (Barrande) y P. folium (Hisinger). Como ocurría en el caso de los graptolitos rhuddanienses, la gran mayoría de estas especies del Aeroniense corresponden a formas incorrectamente identificadas de graptolitos telychienses. Sus equivalencias para citas concretas constan en las sinonimias de los taxones referidos en el apartado de sistemática paleontológica. No obstante, en el área de estudio existen graptolitos aeronienses correspondientes a una sola biozona, que se detalla a continuación. 7.1.2.1 Biozona de Lituigraptus convolutus Se reconoce en el área por la presencia de Lituigraptus convolutus (Hisinger), Campograptus lobiferus (McCoy), Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood), Normalograptus scalaris (Hisinger), Pristiograptus sp., Rastrites sp. y Metaclimacograptus sp. Esta asociación está restringida a las intercalaciones pizarrosas y limolíticas de la parte más alta de la Cuarcita del Criadero, donde alternan con niveles arenosos y cuarcíticos laminados de espesor centimétrico. Los principales afloramientos se sitúan en tres lugares muy alejados entre sí, lo que parece indicar que originalmente presentaba una distribución mucho más amplia que la actual, si bien los graptolitos no se conservan en las secciones con predominio arenoso o con posible amalgamación estratigráfica. La asociación aparece en Corral de Calatrava (sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón, niveles CC GU JA-10 y CC GU JA-11; en la sección oriental de la estación de Chillón, niveles CHE-(-1) y CHE-(-2) (sinclinal de Guadalmez) y en la localidad de Cantohincado (sinclinal de Valdeazogues-Puertollano). Adicionalmente, las localidades de ambos flancos del sinclinal de Almadén, con graptolitos en la Fm. Cuarcita del Criadero con preservación tridimensional ([asociaciones monoespecíficas de N. scalaris (Hisinger, 1837)], se ubican provisionalmente en esta biozona por su posición estratigráfica coincidente (localidades Los Toriles y AL AM-1 de los flancos norte y sur, respectivamente). Un caso similar es el de los graptolitos del techo de la misma unidad en la localidad del Arroyo del Lápiz 294 (nivel AL LP), con areniscas ricas en N. cf. rectangularis (McCoy) y Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood). La cita de Pseudoglyptograptus vas Bulman & Rickards en la Cuarcita del Castellar de El Centenillo (Gutiérrez-Marco y Pineda, 1988) podría representar niveles aeronienses previos a la Biozona de L. convolutus, dado que esta especie se restringe en Gran Bretaña a la Biozona de Neodiplograptus magnus y, tal vez, a la parte superior de la de Demirastrites triangulatus. No obstante, y como se indica en la revisión, es posible que el original del ejemplar español corresponda al molde interno piritizado de una especie de Normalograptus de las que son comunes en la Biozona de L. convolutus o incluso en la de R. linnaei. En todo caso, las localidades centroibéricas de la Biozona de L. convolutus muestran una diversidad de graptolitos extremadamente baja por comparación con otros registros mundiales, especialmente con los de Bohemia (Štorch, 1998c). Esto es debido a las facies someras, compatibles con la interpretación paleoambiental de Štorch (1998a) 7.1.3 Telychiense 7.1.3.1 Biozona de Rastrites linnaei En la mayoría de las secciones estudiadas, la sucesión graptolítica que debuta en la base de las pizarras negras, o en el tránsito a la Cuarcita del Criadero, empieza con la Biozona de Rastrites linnaei del Telychiense inferior. Cuando ésta falta, o incluso la totalidad del Telychiense, es por causas tectónicas que eliminan la parte inferior de las pizarras negras graptolíticas. El tránsito de las cuarcitas de tipo Criadero a las pizarras es siempre muy rápido y de carácter transgresivo. La transgresión de la base del Telychiense es de carácter eustático y fue atribuida inicialmente por Loydell (1994, 1998) al deshielo del casquete polar gondwánico. Desde el punto de vista biostratigráfico, la Biozona de R. linnaei se caracteriza esencialmente por la aparición y la extensión vertical de la forma nominal, cuya extinción se solapa ligeramente con el primer registro de S. turriculatus (Barrande, 1850). Los autores británicos prefieren sustituir esta biozona por la de Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, como especie índice de la base del Telychiense, dado que la aparición de S. guerichi Loydell, Štorch & Melchin posdata ligeramente a la de R. linnaei Barrande (Zalasiewicz et al., 2009; Loydell, 2012). Sin embargo, en la Zona Centroibérica no puede diferenciarse una biozona de Stimulograptus halli, del Aeroniense terminal, previa a la aparición de S. guerichi, y el registro de S. halli (Barrande) aparece siempre confinado a materiales telychienses. En la región surcentroibérica, la Biozona de R. linnaei se puede subdividir en tres subzonas en base a sucesivas asociaciones de graptolitos: Subzona de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus, Subzona de Parapetalolithus palmeus y Subzona de Parapetalolithus hispanicus. La primera aglutina las subzonas de P. runcinatus y M. gemmatus, integradas en la Biozona de S. guerichi de Gran Bretaña (Loydell, 1991; Zalasiewicz et al., 2009). Las restantes subzonas equivalen a las mismas divisiones en Bohemia (Štorch, 1994a). 295 Subzona de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus Se caracteriza por las formas nominales Monograptus gemmatus (Barrande) y Paradiversograptus runcinatus (Lapworth), que se presentan asociadas a Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Stimulograptus becki (Barrande), Sti. halli (Barrande), Strep. plumosus (Baily), Strep. cf. filiformis Chen, Torquigraptus obtusus (Schauer), T. planus (Barrande), Monograptus marri Perner, Pristiograptus variabilis (Perner), P. renaudi (Philippot), P. pristinus Příbyl, Rastrites linnaei Barrande, R. fugax Barrande, R. schaueri Štorch & Loydell, R. abbreviatus Lapworth, Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus elongatus (Bouček & Příbyl), P. linearis (Bouček & Příbyl), Glyptograptus sp. y Pseudoretiolites cf. dentatus Bouček & Münch. La concurrencia en las mismas asociaciones de las especies índices de las subzonas británicas de P. runcinatus y de M. gemmatus, impide separar éstas en la Zona Centroibérica, de la misma forma que ya había sido documentada en la Cordillera Ibérica (Gutiérrez-Marco y Štorch, 1998). Desde el punto de vista estratigráfico, la subzona se documenta en muy pocas localidades de la región estudiada, ya que aparece restringida a los niveles de tránsito entre la Fm. Cuarcita del Criadero y las pizarras negras graptolíticas, que suelen presentarse tectonizados en la mayor parte de los afloramientos. No obstante, la subzona de P. runcinatus-M. gemmatus se halla bien representada en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CC GU JA-12 a CC GU JA-14); y tal vez en una localidad aislada del sinclinal de Guadalmez (nivel GM GN-1). Subzona de Parapetalolithus palmeus En la asociación concurren prácticamente las mismas especies que en la subzona precedente, destacando la aparición de la forma nominal P. palmeus (Barrande). Además de esta se registran Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Stimulograptus becki (Barrande), Sti. halli (Barrande), Strep. plumosus (Baily), Strep. cf. filiformis Chen, Torquigraptus planus (Barrande), Monograptus marri Perner, M. gemmatus (Barrande), Pristiograptus variabilis (Perner), P. renaudi (Philippot), P. pristinus Příbyl, Rastrites linnaei Barrande, Paradiversograptus runcinatus (Lapworth), Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus elongatus (Bouček & Příbyl) y Glyptograptus sp. La subzona está escasamente representada en la base de las pizarras negras graptolíticas de los sinclinales de Corral de Calatrava (nivel ¿CC GU JA-15?), Guadalmez (niveles CHE-1 a CHE-3 y ¿CHE-4? de la estación de Chillón) y Almadén (nivel AL LP-A del Arroyo del Lápiz); además de una localidad aislada en Sierra Morena Oriental (muestra 863/9816). Subzona de Parapetalolithus hispanicus La subzona terminal de la Biozona de R. linnaei se caracteriza por la aparición de P. hispanicus (Haberfelner) y, localmente, de otros taxones como Streptograptus linearis Chen, Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov), Stimulograptus cf. utilis Loydell, Streptograptus storchi Loydell, Rastrites spengillensis Rickards y Torquigraptus proteus (Barrande). De las subzonas precedentes continúan su representación P. elongatus (Bouček & Příbyl), Metaclimacograptus asejradi Legrand, Pristiograptus renaudi (Philippot), P. variabilis 296 (Perner), P. pristinus Příbyl, Rastrites linnaei Barrande, R. cf. schaueri Štorch & Loydell, Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Stimulograptus becki (Barrande), Sti. halli (Barrande), Streptograptus plumosus (Baily), Torquigraptus planus (Barrande) y Monograptus marri Perner. La subzona de P. hispanicus la hemos caracterizado en los sinclinales de Guadarranque (localidad NP-A-1A), Corral de Calatrava (niveles CO-1 a CO-3) y Guadalmez (niveles GM GRE y ¿GM GN-3?). 7.1.3.2 Biozona de Spirograptus turriculatus La base de esta biozona está marcada por la aparición de su especie índice Spirograptus turriculatus (Barrande), que reemplaza a S. guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Continúan su representación especies como Metaclimacograptus asejradi Legrand, Pristiograptus variabilis (Perner), Monograptus marri Perner, Stimulograptus becki (Barrande), Sti. cf. utilis Loydell, Strep. plumosus (Baily), Torquigraptus planus (Barrande), T. proteus (Barrande) y Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth). Se registra la primera aparición de algunas formas que continúan en biozonas posteriores, como Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood). Junto a S. turriculatus (Barrande), Streptograptus storchi Loydell es exclusivo de la biozona. Aunque S. turriculatus (Barrande) había sido citado profusamente en la región surcentroibérica, en la mayor parte de los casos se ha comprobado que había sido confundido con su antecesor S. guerichi Loydell, Štorch & Melchin. La asociación estudiada recuerda más a la Biozona de S. turriculatus de Bohemia (Štorch, 1994a), que a la de su equivalente en Gales (Loydell, 1991). Se halla representada en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles ¿CO-4?, CO-4/4A y CO-4A) y posiblemente también en los sinclinales de Almadén (localidad 17 de El Entredicho) y Valdeazogues-Puertollano (nivel ¿PT OB-1?). 7.1.3.3 Biozona de Streptograptus crispus Se caracteriza por la presencia o primera aparición de las especies Streptograptus crispus (Lapworth), Torquigraptus arcuatus (Bouček), T. australis Štorch, Cochlograptus veles (Richter), Pristiograptus cf. initialis Kirste, Streptograptus exiguus (Nicholson), Lapworthograptus aff. singularis (Törnquist), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Glyptograptus tamariscus (Nicholson), Metaclimacograptus flamandi (Legrand) y Retiolites geinitzianus (Barrande). También están representadas especies de rango temporal amplio como Torquigraptus proteus (Barrande), Monograptus marri Perner, Pristiograptus cf. pristinus Příbyl, Spirograptus cf. turriculatus (Barrande) y Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), alguna de las cuales prosiguen de niveles precedentes, tras haber superado el Evento Utilis de extinción. De acuerdo con Loydell (2012), la biozona de S. crispus de Bohemia e Iberia equivale en rango a las biozonas británicas de S. crispus y Streptograptus sartorius. No prosperó el intento de renombrarla como biozona de Torquigraptus arcuatus (Storch, 1998a; Storch et al., 1998). 297 Dentro del área de trabajo la biozona de Streptograptus crispus la hemos caracterizado en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-5 y ¿CO-5/7? de la sucesión del río Jabalón), Almadén (nivel AL LP-B de la sucesión del Arroyo del Lápiz) y Guadalmez (localidad 33 de la cantera del Molinillo), así como en una localidad aislada de Sierra Morena oriental (nivel EC SE 1G). 7.1.3.4 Biozona de Monoclimacis griestoniensis Se caracteriza por la aparición del género Monoclimacis y, más concretamente, por la de la especie guía Monoclimacis griestoniensis (Nicol). La asociación se compone de Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch, Monograptus juancarlosi Štorch, M. priodon (Bronn), M. drepanoformis Toghill & Strachan, M. cf. parapriodon Bouček, Stimulograptus splendens Štorch, Torquigraptus australis Štorch, T. arcuatus (Bouček), T. tullbergi (Bouček), Streptograptus crispus (Lapworth), Pristiograptus nudus (Lapworth), Cochlograptus veles (Richter), Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand) y Retiolites geinitzianus (Barrande). También se registra la última aparición de especies de amplio rango como Pristiograptus pristinus Příbyl, Torquigraptus proteus (Barrande), Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood) y Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth). La biozona de Mcl. griestoniensis ha sido reconocida en numerosas sucesiones y localidades en la zona de trabajo, que se reparten por los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles ¿CO-5/7?, CO-6, ¿CO-7?, ¿CO-7b?, CO-8A, CO-8, CO-9, CO-10), Almadén (Mina de Almadén y muestra ¿AL LP-E?, del arroyo del Lápiz), Valdeazogues-Puertollano (nivel ¿PT RE-10? de la sucesión de Retamar) y Guadalmez (niveles GM GN-2 y ¿GM GN-4? de la sucesión de Guadalmez Norte y niveles ¿EB-0?, EB-1 de la de la Estación de Belalcázar); en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches (niveles SB PQ-1 a SB PQ-17 de la sucesión de San Benito) así como en Sierra Morena oriental: El Centenillo (niveles EC SE 2G, EC SE 3G, ¿EC SE 4G? y ¿EC SE 5G?) y hoja geológica MAGNA 862 (muestra 9803). 7.1.3.5 Biozona de Torquigraptus tullbergi La asociación de graptolitos se caracteriza por la aparición de Torquigraptus tullbergi (Bouček) y Monoclimacis crenulata (Elles & Wood), junto con Torquigraptus flagellaris (Törnquist), y M. parapriodon Bouček. También aparecen formas de amplia distribución vertical como Monograptus priodon (Bronn), M. juancarlosi Štorch, Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Stimulograptus splendens Štorch y Cochlograptus veles (Richter); además de otras que hacen su primera aparición en la biozona, como Stimulograptus novaki (Bouček), Streptograptus speciosus (Tullberg), Monograptus curvus Manck, Monoclimacis vomerina (Nicholson), Retiolites angustidens Elles and Wood y representantes de los géneros Diversograptus (D. pergracilis? (Bouček) y D. ramosus Manck) y Stomatograptus (Stom. sp.). De manera ocasional, en la parte baja de la biozona se registran los últimos representantes de Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y Torquigraptus australis Štorch; en tanto que cerca del techo de la biozona inician su 298 representación Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Monoclimacis subgeinitzi Fu y Oktavites sp. (Loydell et al., 2009). La Biozona de T. tullbergi se correlaciona perfectamente con la biozona británica de Monoclimacis crenulata (Zalasiewicz et al., 2009; Loydell, 2012). Sin embargo, optamos por la primera denominación, derivada de la sucesión graptolítica de Bohemia (Štorch, 1994a), ya que en la plataforma perigondwánica T. tullbergi (Bouček) es la forma dominante y Mcl. crenulata (Elles & Wood) es difícil de caracterizar, con presencia para España confirmada únicamente en la Cordillera Ibérica (Gutiérrez-Marco y Štorch, 1998) y en la presente tesis. En ausencia de T. tullbergi (Bouček) y Mcl. crenulata (Elles & Wood), la aparición de Mcl. vomerina (Nicholson) indicaría la base de esta biozona (Zalasiewicz, 1994) En la región surcentroibérica la Biozona de T. tullbergi se ha caracterizado en los sinclinales de Herrera del Duque (localidad Valdecaballeros), Corral de Calatrava (niveles CO-11, CO-11 (+0,6), CO-11 (+0,8), CO-11 (+1), CO-11 (+1,3)), Almadén (mina) y Guadalmez (niveles EB-1T, ¿EB-2?, ¿EB-2A?, ¿EB-3? de la Estación de Belalcázar); en Sierra Morena oriental en la muestra 9805 de la hoja 862 y en la muestra ¿EC SE-6G? de El Centenillo. 7.1.3.6 Biozona de Oktavites spiralis La base de esta biozona se halla marcada por la aparición de la especie nominal Oktavites spiralis (Geinitz) y de O. falx (Suess), que continúan representadas en la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. El resto de la asociación se compone de Oktavites excentricus (Bjerreskov), Monograptus praecedens Bouček, M. parapriodon Bouček, M. juancarlosi Štorch, M. curvus Manck, M. priodon (Bronn), M.? cf. grobsdorfiensis (Hemmann), Stimulograptus splendens Štorch, Sti. pradoi Loydell, Štorch & Gutiérrez- Marco, Sti. vesiculosus (Perner), Pristiograptus praedubius (Bouček), P. largus (Perner), Monoclimacis geinitzi (Bouček), Mcl. subgeinitzi Fu, Mcl. vomerina (Nicholson), Mcl. woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch, Mcl. flexa Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Mcl. cf. crenulata (Elles & Wood), Euroclimacis ibérica Štorch, E. hamata Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, E. jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Streptograptus anguinus (Příbyl), Strep. speciosus (Tullberg), Strep. cf. nodifer (Törnquist), Torquigraptus flagellaris (Törnquist), T. tullbergi (Bouček), T. cf. arcuatus (Bouček), Diversograptus ramosus Manck, Diversograptus? pergracilis (Bouček), Barrandeograptus bornholmensis (Laursen, 1940), Retiolites angustidens Elles and Wood y R. geinitzianus (Barrande). En la parte más alta de la Biozona destaca la aparición del primer Cyrtograptus (C. lapworthi Tullberg). La Biozona de O. spiralis, junto con la de T. tullbergi, alcanzan una amplia distribución en la región surcentroibérica. La hemos documentado en los sinclinales de Guadarranque (muestras PS-4 y ¿81 Ci-13?), Corral de Calatrava (niveles CO-11 (+2,4), CO-12, CO-13, CO-14, CO-15), Valdeazogues-Puertollano (nivel ¿PT RE- 11/W? de Retamar) y Guadalmez (niveles GM EB-3 a EB-8 de la Estación de Belalcázar; niveles GM GN-5 GM GN-6 y ¿GM GN-7? de la sección de Guadalmez Norte y localidades ¿GM-H? y ¿GM-D (= D3)?), así como en el flanco septentrional del sinclinorio de Los Pedroches (niveles ¿SB PQ-18 a SB PQ-22? y SB PQ-23 de San Benito). 299 7.1.3.7 Biozona de Cyrtograptus lapworthi La mayoría de los graptolitos de esta biozona se encuentran representados en la biozona precedente de O. spiralis, siendo por tanto muy difícil de delimitar. En la región surcentroibérica se la distingue únicamente por la presencia de C. lapworthi Tullberg, Streptograptus wimani (Bouček) y una nueva especie (Cyrtograptus? sp. nov. de Loydell et al., 2009) afín en cierto modo a C. insectus Bouček, con la que fue confundida en trabajos previos (ver Biozona de C. insectus? en Štorch et al., 1998). Además de estos graptolitos, la asociación la integran Monograptus priodon (Bronn), M. aff. probosciformis Bouček, Monoclimacis vomerina (Nicholson), Mcl. geinitzi (Bouček), Euroclimacis ibérica Štorch, E. hamata Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Pristiograptus praedubius (Bouček), P. largus (Perner), Diversograptus ramosus Manck, Retiolites angustidens Elles and Wood, R. geinitzianus (Barrande), Pseudoretiolites sp. y los últimos representantes de Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Oktavites spiralis (Geinitz), O. falx (Suess), Monograptus? cf. grobsdorfiensis (Hemmann), M. parapriodon Bouček, Stimulograptus splendens Štorch y Diversograptus? pergracilis (Bouček). La Biozona de C. lapworthi está representada con seguridad únicamente en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CO-16 y CO-17; Loydell et al., 2009), aunque podría eventualmente extenderse a una sección del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano (nivel PT RE-11 de Retamar). 7.1.3.8 Biozonas de Cyrtograptus insectus y de Cyrtograptus centrifugus Las biozonas terminales del Telychiense no han podido identificarse en ninguna de las localidades estudiadas. Loydell et al. (2009, Fig. 9) señalan la existencia de una laguna estratigráfica entre la parte media de la Biozona de C. lapworthi y la base de la Biozona de C. murchisoni en la sección de Corral de Calatrava, que se correspondería con un brusco descenso eustático previo al límite Llandovery - Wenlock. Dicha laguna estaría generalizada en toda la región, ya que el primer registro de C. murchisoni Carruthers se sitúa siempre muy cerca (0-50 cm) de los últimos representantes de O. spiralis (Geinitz). 7.2 WENLOCK 7.2.1 Sheinwoodiense 7.2.1.1 Biozona de Cyrtograptus murchisoni Se caracteriza principalmente por la aparición de Cyrtograptus cf. murchisoni Carruthers y Euroclimacis adunca (Bouček), además de otros elementos propios de la biozona como Monoclimacis basilica (Lapworth), Mcl. vikensis? Bassett & Rickards, Mediograptus cautleyensis (Rickards) y Med. inconspicuus (Bouček). En casi toda la biozona, a excepción de su techo, son frecuentes y abundantes Monograptus priodon (Bronn), Monoclimacis vomerina (Nicholson), Mcl. geinitzi (Bouček), Euroclimacis 300 hamata Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Pristiograptus praedubius (Bouček), Retiolites geinitzianus (Barrande) y R. angustidens Elles and Wood, parte de los cuales se continúan desde el Telychiense, así como Barrandeograptus cf. pulchellus (Tullberg), Monograptus firmus? Bouček, M. flemingii (Salter) y Monoclimacis flumendosae (Gortani). En el techo de la biozona se constata el primer registro de Pristiograptus latus (Bouček), pero no una biozona diferenciada de M. firmus, como existe en el Silúrico británico (Zalasiewicz et al., 2009; Loydell, 2012). Las escasas localidades donde identificamos la Biozona de C. murchisoni se localizan en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-18, ¿CO-19?, CO-20) y Almadén (muestras AL AM-3 y ¿AL AM?, de la zona de Almadenejos) 7.2.1.2 Biozona de Monograptus riccartonensis (¿y de Pristiograptus dubius?) Esta biozona no ha logrado definirse claramente en el conjunto del área estudiada, salvo en el sinclinal de Corral de Calatrava (niveles CO-21 y CO-22), donde Loydell et al. (2009) fijan su base en la primera aparición conjunta de Monograptus riccartonensis Lapworth y Pristiograptus dubius (Suess). Ambas formas se detectan ocasionalmente, junto a P. latus (Bouček), P. meneghini (Gortani) y Monoclimacis flumendosae (Gortani), en alguna localidad aislada del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano (como el nivel PT RE-12 de Retamar). Štorch et al. (1998) habían diagnosticado previamente la presencia de la Biozona de P. dubius en Corral de Calatrava, definiéndola como una biozona de intervalo sin M. riccartonensis, con una asociación monótona de P. dubius (Suess) y P. latus (Bouček), previa a la aparición de M. belophorus (Meneghini). 7.2.1.3 Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus Se caracteriza por la aparición, conjunta o separada, de Monograptus belophorus (Meneghini) y Cyrtograptus rigidus Tullberg siendo la primera especie mucho más abundante que la segunda. Adicionalmente se reconocen en la asociación Monograptus flemingii (Salter), M. riccartonensis Lapworth, Pristiograptus latus (Bouček), P. meneghini (Gortani), P. dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Mcl. hemipristis (Meneghini) y “Streptograptus” antennularius (Meneghini). Esta biozona está bastante difundida en el área de trabajo, siempre en facies de pizarras negras, dentro de los sinclinales de Herrera del Duque (nivel HD-F), Corral de Calatrava (niveles CO-23, CO-24, ¿CO-25?, ¿CO-26?), Almadén (localidad 4, cerca de Gargantiel) y Guadalmez (niveles ¿CHW-5?, ¿CHW-6?, CHW-7, ¿CHW-8? de la sección occidental de la estación de Chillón). 7.2.1.4 Biozona de Cyrtograptus perneri-Cyrtograptus ramosus Se reconoce por la aparición de Cyrtograptus ramosus Bouček y C. perneri Bouček junto a otras especies de distribución estratigráfica amplia como Monograptus flemingii (Salter), Pristiograptus dubius (Suess), P. meneghini (Gortani), P. pseudodubius (Bouček) y Monoclimacis flumendosae (Gortani), además de raros registros de Cyrtograptus cf. ellesae Gortani y Sokolovograptus textor (Bouček & Münch). 301 Monoclimacis hemipristis (Meneghini), “Streptograptus” antennularius (Meneghini), Monograptus belophorus (Meneghini) y M. riccartonensis Lapworth podrían proseguir su representación en esta biozona en algunas localidades. La aparición de Cyrtograptus rigidus y C. cf. hamatus en una misma localidad plantea la posible identificación errónea de una de las dos formas. La Biozona de Cyrtograptus perneri-Cyrtograptus ramosus se halla muy difundida en la región estudiada, representada en los sinclinales de Guadarranque (nivel PS-10, de la sección del arroyo Guadarranquejo), Herrera del Duque (nivel HD-H), Corral de Calatrava (nivel CO-27), Almadén (localidad 1), Valdeazogues-Puertollano (niveles PT RE-13, ¿PT RE-14 a PT RE-16? de la sección de Retamar) y Guadalmez (¿CHW-5?, ¿CHW-6?, ¿CHW-8?, CHW-9 de la Estación de Chillón). 7.2.2 Homeriense La identificación de este piso en base a graptolitos se limita, en la zona de trabajo, a la biozona más antigua. El resto de la sucesión Homeriense no contiene graptolitos característicos, y las pizarras negras son reemplazadas paulatinamente por sedimentos más someros, donde los fósiles se hacen cada vez más raros o desaparecen. 7.2.2.1 Biozona de Cyrtograptus lundgreni Se reconoce únicamente en función del hallazgo de fragmentos de Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg o de C. hamatus (Baily), en una asociación dominada por formas que inician su registro en el Sheinwoodiense: C. perneri Bouček, Monograptus flemingii (Salter), Pristiograptus dubius (Suess), P. pseudodubius (Bouček) y Monoclimacis flumendosae (Gortani). Esto implica que, en ausencia de las especies índice de esta biozona y de las dos precedentes, muchas secciones con graptolitos del Wenlock centroibérico no puedan siquiera deslindarse a nivel de piso para el rango Sheinwoodiense medio - Homeriense inferior. La reducida diversidad de graptolitos representada en la Biozona de C. lundgreni de la región estudiada, contrasta enormemente con las asociaciones asignadas a la misma en otras áreas mundiales, que propician incluso su división en subzonas (Jaeger, 1991; Štorch, 1994a). La biozona ha sido reconocida en los sinclinales de Corral de Calatrava (niveles CO-28, CO-29, CO-30, ¿CO-31?, ¿CO-32/34? del río Jabalón y nivel CC JA-8 de Puente Morena), Almadén (localidad AL AV-4 del arroyo Avilero), Valdeazogues-Puertollano (PT RE-17, ¿PT RE-19? a ¿PT RE-24?) y Guadalmez (niveles CHW-14, CHW-19, CHW-20, CHW-21, CHW-25, CHW-30 de la Estación de Chillón). 7.3 LUDLOW Las localidades con graptolitos del Ludlow son bastante excepcionales en el área de trabajo. En los sinclinales de Almadén y Guadalmez, Hernández Sampelayo et al. (1926), Henke y Hundt (1926) y Almela et al. (1962) citaron especies del Gorstiense (nombres genéricos actualizados) como Neodiversograptus nilssoni (Lapworth), Crinitograptus crinitus? (Wood) y Cucullograptus (Lobograptus) scanicus (Tullberg), 302 en yacimientos que se revisan aquí como de edad Telychiense. N. nilssoni (Lapworth) fue citado además por Mallada (1875a, 1875b), Egozcue y Mallada (1876), Cortázar (1880) y Gómez de Llarena (1916) en yacimientos del sinclinal de Guadarranque, correspondiendo igualmente a horizontes más antiguos del Ludlow. Finalmente, la forma ludfordiense Bohemograptus bohemicus (Barrande) fue mencionada por Almela et al. (1962) acompañando a dos de las formas antedichas del Gorstiense, en una localidad revisada como Telychiense, por lo que su presencia podemos descartarla también en el área de trabajo. Los únicos yacimientos con graptolitos del Ludlow encontrados en la zona de trabajo se sitúan en sendas localidades aisladas al norte y sur del eje de Los Pedroches. La primera corresponde al flanco norte del sinclinal del mismo nombre, en la sección de San Benito, y contiene Saetograptus cf. linearis (Bouček) (nivel SB PQ-52). La segunda está próxima a Alange (Gutiérrez-Marco et al., 1997a), donde se identifican Saetograptus leintwardiensis (Lapworth) [= Saetograptus cf. chimaera (Barrande)] y Pristiograptus sp. La presencia de Saetograptus en ambas localidades denota una edad Ludfordiense, de la que no pueden aportarse mayores precisiones bioestratigráficas. 7.4 PRIDOLI Las facies terrígenas de grano grueso, dominadas por areniscas y cuarcitas, coronan la sucesión silúrica en la mayor parte de la región estudiada, por lo que no existen posibilidades de encontrar graptolitos de esta edad. No obstante, en la sucesión del sinclinal de Guadarranque Gil Cid et al. (1976) citaron (nombres genéricos actualizados) las formas del Pridoli terminal Istrograptus transgrediens “praecipuus” (Příbyl) y Uncinatograptus uncinatus (Tullberg). La localidad corresponde a la “Alternancia rítmica superior” de estos autores, pero los graptolitos encontrados en esta misma posición son claramente del Wenlock, dado que la sucesión silúrica del sinclinal de Guadarranque no llega a alcanzar el Pridoli. Por otra parte, en el Dominio Obejo-Valsequillo existen materiales del Silúrico superior completamente diferentes a los desarrollados al norte del eje de Los Pedroches, que incluyen calizas pelágicas negras que solo han proporcionado algunos monográptidos indeterminables de tecas ganchudas. Sin embargo, entre los cantos de caliza silúricas redepositados en la sucesión carbonífera del valle Guadalmellato (Córdoba), se mencionan los primeros graptolitos del Pridoli encontrados en la región. Se trata de una asociación de Neocolonograptus parultimus (Jaeger) y N. ultimus (Perner), característica del Pridoli basal, citada por Gutiérrez-Marco et al. (2014) y de la que hemos podido examinar el material original. 7.5 BIOESTRATIGRAFÍA DE EVENTOS La historia evolutiva de los graptolitos silúricos acusa complejas crisis de biodiversidad a escala global, que se traducen en una serie de eventos de extinción relacionados tal vez con cambios climáticos u oceanográficos de alcance mundial (Melchin et al., 1998; Cherns y Wheeley, 2009; ambos con referencias previas). Al menos diez de estos eventos tuvieron lugar en el Silúrico, con un promedio de extinción del 54% para las 303 cuatro crisis del Llandovery, 66% para las dos crisis del Wenlock, 62% para las tres crisis de finales del Ludlow y 79% para la crisis del Pridoli terminal (ver recopilación en Gutiérrez-Marco, 2009). Štorch (1995b) describe los eventos de extinción principales registrados en las asociaciones graptolíticas del Silúrico de Bohemia, donde existe una sucesión completa y continua de todas las biozonas de este sistema. El único evento estudiado hasta la fecha en España es el Evento Lundgreni (Homeriense) de la Zona de Ossa Morena (Gutiérrez-Marco et al., 1996). En la región surcentroibérica, las sucesiones graptolíticas no son lo bastante completas y continuas como para caracterizar, o añadir conocimiento, a las crisis de biodiversidad registradas entre los graptolitos silúricos a nivel mundial. No obstante, cuando se comparan biozonas sucesivas del Llandovery y Wenlock (Fig. 40), lo que sí se aprecia son contrastes notorios entre la diversidad alcanzada en determinadas biozonas, separadas por otras en las que ésta se reduce notablemente. La asociación graptolítica más antigua de la sucesión local surcentroibérica se inscribe en la Biozona de Lituigraptus convolutus, que termina con el Evento Convolutus de extinción (Aeroniense medio) a nivel mundial. El mismo no se reconoce en nuestras secciones por la falta de representación de la biozona siguiente (Biozona de Stimulograptus sedgwickii) y también porque la Biozona de L. convolutus está representada por una asociación de muy baja diversidad (incluso monoespecífica en casos concretos), que está influida por los ambientes someros, altamente desfavorables para la vida y conservación de la alta diversidad de graptolitos (41 especies) que integran normalmente esta biozona (Štorch, 1998c). Durante el Telychiense se registran dos eventos de extinción globales entre los graptolitos. El primero es el Evento Utilis, que se da entre las biozonas de Rastrites linnaei y Spirograptus turriculatus, donde la diversidad decrece de 33 a 12 especies en Bohemia (Štorch, 1995b). En el área de trabajo su impacto es globalmente inferior (de 29 a 15 taxones), sin que pueda estudiarse en detalle el horizonte de extinción. Sin embargo, se aprecia bien la extinción casi total de los graptolitos biseriales, con la sola excepción de los retiolítidos y escasos supervivientes entre los petalográptidos, metaclimacográptidos y gliptográptidos. La segunda gran extinción que tiene lugar durante el Telychiense es el Evento Lapworthi (Melchin et al., 1998), antes conocido como Evento Spiralis (Štorch, 1995b). En el mismo desaparecen géneros muy abundantes como Oktavites y Torquigraptus, y llegan a extinguirse prácticamente Streptograptus, Diversograptus y Cyrtograptus. A nivel de especie, hacia la parte media de la Biozona de C. lapworthi desaparece el 38% de todo el registro mundial. Dentro de la región surcentroibérica, el Evento Lapworthi tan sólo se marca por la extinción brusca de Oktavites y Torquigraptus, dado que el registro de los otros géneros es muy exiguo y existe una laguna estratigráfica generalizada que afecta a las dos biozonas terminales del Telychiense. De los dos eventos de extinción reconocidos en el Wenlock, únicamente el Evento Murchisoni (Sheinwoodiense) coincide en la región surcentroibérica con la extinción de Barrandeograptus, Mediograptus y el grupo de Cyrtograptus murchisoni, registrada en el límite entre las biozonas de C. murchisoni y M. riccartonensis. Por lo que respecta al Evento Lundgreni, las asociaciones centroibéricas de graptolitos homerienses son tan 304 pobres en diversidad, que apenas dan para reconocer la biozona previa a la extinción. En este sentido, la de C. lundgreni es la última biozona caracterizable en el Silúrico centroibérico, donde el resto de niveles homerienses y la sucesión completa del Ludlow carecen casi completamente de formas características. 305 8 BIOESTRATIGRAFÍA (OTROS GRUPOS FÓSILES) El registro paleontológico del Silúrico centroibérico aparece constituido mayoritariamente por graptolitos, distribuidos en unidades de pizarras negras donde la presencia de otros grupos fósiles es minoritaria y aporta pocas precisiones bioestratigráficas. Únicamente al sur del eje de Los Pedroches es donde las asociaciones de invertebrados bentónicos alcanzan una cierta relevancia para el Ludlow-Pridoli, si bien involucran localidades dispersas de limitada significación bioestratigráfica. A escala internacional, los grupos fósiles más utilizados en bioestratigrafía del Silúrico son los graptolitos y los conodontos. El registro de conodontos en la región estudiada ha sido citado por Sarmiento y Rodríguez Núñez (1991), Sarmiento y García Palacios (1996) y Loydell et al. (2009), dentro de los sinclinales de Guadarranque y Corral de Calatrava. Las asociaciones involucran a las biozonas de Pterospathodus celloni y P. amorphognathoides, cuyo rango Telychiense-Sheinwoodiense excede al de varias biozonas de graptolitos que las superan, por tanto, en precisión bioestratigráfica. Lo mismo sucede con los escasos conodontos descubiertos por nosotros en el Telychiense del sinclinal de Guadalmez. Las pizarras negras graptolíticas contienen pocos fósiles bentónicos, debido al carácter predominantemente anóxico del ambiente de sedimentación, donde los episodios puntuales con cierta ventilación se ven aprovechados por comunidades oportunistas de braquiópodos, bivalvos y escasos ostrácodos, con formas de conchas muy finas adaptadas a condiciones disaeróbicas. Algo más frecuentes son ciertas formas nectobentónicas, como los euriptéridos de caparazón débilmente mineralizado, o las formas pelágicas de cefalópodos y filocáridos, que llegan a abundar en muchos niveles del Llandovery y Wenlock. Desde el punto de vista bioestratigráfico, ninguno de los elementos que integran las concentraciones de nautiloideos ortocónicos y braquiópodos rinconélidos puede ser identificado taxonómicamente con cierta precisión, por lo cual no puede establecerse el rango de las especies presentes ni correlacionarse con áreas próximas de la plataforma perigondwánica. La excepción la constituye el braquiópodo Valdaria budili Havlíček y Štorch, descubierto por vez primera en España en las biozonas de O. spiralis a C. perneri-C. ramosus, y que en Bohemia es una especie exclusivamente del Wenlock (biozonas de C. murchisoni a C. lundgreni). Entre las exiguas asociaciones de bivalvos representadas en las pizarras del intervalo Llandovery a Ludlow centroibérico, se reconocen también formas comunes con Bohemia y Alpes Cárnicos, perteneciente s a los géneros Copenychia, Slava, Slavinka, Cardiola, Cardavia?, Telycardia, Silurinka, Dceruska, Butovicella, Cheiopteria, Actinopteria, Grammysia, Dualina y Algerina?. La distribución bioestratigráfica de sus especies es comparable a nivel de serie o piso, excepto la aparición del género Butovicella, que en España ocurre durante el Telychiense superior y en Bohemia se retrasa al Sheinwoodiense superior. Los restos de artrópodos son elementos minoritarios, pero persistentes, en las pizarras negras graptolíticas. Los más frecuentes son las mandíbulas de filocáridos de tipo Ceratiocaris, los fragmentos cuticulares de euriptéridos y algunas formas nuevas de 306 ostrácodos (Entomozoe? y otros), que de momento carecen de interés bioestratigráfico. El único trilobites identificable, Preodontochile batalleri (Hernández Sampelayo), ha sido encontrado en niveles comparables del Telychiense en el Pirineo leridano (García Palacios y Rábano, 1996). Los materiales carbonatados del Silúrico superior procedentes de varias localidades al sur del eje de Los Pedroches, contienen asociaciones de bivalvos, cefalópodos, ostrácodos y filocáridos, que resultan perfectamente correlacionables con sus coetáneas de los carbonatos pelágicos del Ludfordiense y Pridoli de Bohemia y la Europa mediterránea. En particular, destacan las calizas con escifocrinoideos del Puerto de Calatraveño (en concreto, Scyphocrinites elegans Zenker, forma cosmopolita del Pridoli al Lochkoviense), donde se hallan representados el cefalópodo Orthocycloceras fluminese (Meneghini), el ostrácodo Bolbozoe cf. anomala Barrande y la asociación de bivalvos formada por las especies Panenka aff. obsequens Barrande, Praecardium aff. bohemicum Barrande, Mytilarca sp., Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž, Leptodesma aff. carens (Barrande) y Pterinopecten (Pterinopecten) cybele aff. cybele (Barrande). Este conjunto es muy característico del Pridoli terminal de Bohemia, Cerdeña, Francia, Alpes Cárnicos y Marruecos (Serpagli y Gnoli, 1977; Kříž y Paris, 1982; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž, 1996, 1999b, 2000, 2007). Por último, en nuestro trabajo hemos identificado otros grupos fósiles presentes en el Silúrico de la región surcentroibérica, que hasta el momento carecen de valor bioestratigráfico. Entre ellos incluimos a los gasterópodos, “peltocáridos”, cnidarios, cornulítidos, macaeridios y poríferos, además de las escasas citas de microfósiles de pared orgánica recogidas en la bibliografía. Los equinodermos se hallan representados por escasas placas columnares dispersas en pizarras negras, si exceptuamos los cálices articulados y pedúnculos de escifocrinoideos de las facies calcáreas citadas en el párrafo anterior. Ninguno de ellos ha podido ser identificada a nivel taxonómico, y por ello se excluyen del análisis bioestratigráfico, lo mismo que los icnofósiles. 307 9 PALEOECOLOGÍA La gran mayoría de los fósiles estudiados corresponden a graptolitos holoplanctónicos, cuyos parámetros de distribución han propiciado diversos modelos en función de la temperatura, profundidad de vida y dinámica oceánica (Cooper et al., 2012, con referencias previas). La organización colonial y hábitos de vida de los graptolitos fueron compilados previamente por Gutiérrez-Marco (2009). Durante mucho tiempo, las vistosas facies de pizarras negras graptolíticas de la región estudiada se interpretaron como depositadas en cuencas anóxicas cerradas e incluso profundas. Sin embargo, las condiciones anóxicas del fondo pueden darse en contextos mucho más someros, cuando hay estratificación de masas de agua por temperatura y densidad, o bien por su proximidad a áreas de afloramiento (upwelling) con gran productividad orgánica. En estas condiciones la materia orgánica, acumulada en exceso en el fondo marino, consume todo el oxígeno en su degradación, generando ambientes anóxicos a disaeróbicos, sin condiciones de vida para la fauna bentónica o endobentónica habitual. Štorch (1998a) establece para las facies de pizarras negras del Silúrico de la plataforma perigondwánica tres paleoecosistemas graptolíticos en función de la profundidad y la cantidad de nutrientes. El primero de ellos corresponde a las asociaciones acumuladas en las facies de plataforma profunda y talud superior, donde la biodiversidad es moderada a alta y está dominada por formas cosmopolitas, que permiten correlaciones muy precisas a larga distancia. El segundo paleoambiente se sitúa en la plataforma, donde las condiciones anóxicas se generan prácticamente en la interfase sedimento- agua, lo que permite la proliferación de graptolitos pelágicos de diversidad moderada, así como macrofósiles nectónicos, nectobentónicos y epibentónicos (euriptéridos, filocáridos, nautiloideos, bivalvos, braquiópodos, crinoideos). El tercer escenario reúne una asociación de graptolitos epipelágicos de baja biodiversidad, capaces de alcanzar los ambientes bien oxigenados y energéticos de la plataforma somera. Las dos últimas asociaciones descritas por Štorch (1998a) aparecen representadas en el área de trabajo. Los graptolitos del Aeroniense, derivados de los niveles superiores de la Fm. Cuarcita del Criadero y unidades equivalentes, corresponden claramente a formas de aguas superficiales que ingresan en la plataforma somera y se hallan dominadas por formas biseriales de Normalograptus y Rhaphidograptus, con escasa a nula representación de colonias uniseriales. La rápida transgresión marina que sigue a la Fm. Cuarcita del Criadero favorece la llegada de asociaciones más variadas vinculadas con corrientes de upwelling que incrementan mucho la productividad en el área, con máximos de biodiversidad para las biozonas de Rastrites linnaei y Oktavites spiralis del Telychiense. Aún con todo, las asociaciones de graptolitos son las típicas de plataforma, con rastrítidos, parapetalolítidos, torquigrátidos y Oktavites en el Telychiense, y algunos cirtográptidos en el Wenlock. Las fluctuaciones de los niveles de oxígeno cerca del fondo permiten, episódicamente, la instalación de comunidades bentónicas adaptadas a condiciones disaeróbicas (braquiópodos “de papel”, bivalvos de concha fina, ostrácodos y raros trilobites), en tanto que los abundantes restos de cefalópodos y filocáridos nectónicos evidencian ambientes bien oxigenados a cierta distancia del fondo. Las asociaciones graptolíticas de diversidad moderada predominan en la región durante buena parte del Telychiense y Sheinwoodiense, sin que se reconozcan formas propias de 308 ambientes mesopelágicos. Sin embargo, a partir del Sheinwoodiense y, sobre todo en el Homeriense, se produce un retorno a las asociaciones monótonas de aguas superficiales, dominadas por grandes Pristiograptus, monográptidos de tecas ganchudas y algunos Monoclimacis, que dan paso a una fauna todavía más empobrecida y restringida virtualmente a Pristiograptus del grupo dubius. En estas condiciones, las únicas referencias bioestratigráficas provienen del registro esporádico de Cyrtograptus (en el Wenlock) y de Saetograptus (en el Ludlow). El carácter progresivamente más somero de la sedimentación se evidencia por la sustitución de las pizarras negras por otras de tonalidades grisáceas, con abundantes micas detríticas, que hacia techo van intercalando laminaciones arenosas y horizontes cada vez más gruesos de areniscas. Los horizontes más modernos con graptolitos (Ludlow-Pridoli) se restringen a las localidades situadas en torno al Puerto Calatraveño (Córdoba) y al oeste de Adamuz (Córdoba). En el primer caso se trata de pizarras margosas con intercalaciones calcáreas, muy ricas en cefalópodos, escifocrinoideos y bivalvos, entre los que hay algunos monográptidos de tecas ganchudas propios de aguas superficiales. Las concentraciones de nautiloideos y escifocrinoideos las aproximan a las calizas pelágicas de altos fondos, comunes por todo el área mediterránea (“caliza de Scyphocrinites” u “Ockerkalk” de Sevilla, Turingia y Cerdeña). Por lo que se refiere a la localidad de Adamuz, el registro se limita a fragmentos de calizas negras derivados de un área fuente desconocida, y heredados en la sucesión carbonífera. Los escasos graptolitos del Pridoli se presentan asociados a bivalvos y nautiloideos, muy parecidos a los de las restantes calizas de tipo mediterráneo que acabamos de citar. 309 10 PALEOBIOGEOGRAFÍA Desde el punto de vista paleogeográfico, resulta indudable la adscripción del Silúrico centroibérico a la plataforma perigondwánica prevarisca, si bien la posición concreta del territorio suscita controversia entre quienes proponen su continuidad física con África, su pertenencia a un “Armorican Terrane Assemblage” de posición discutida (separado o no de África y variablemente rotado), o a un “superterreno Hun”, diferenciado por un “PaleoTethys” incipiente (ver, entre otros, von Raumer et al., 2002; Robardet, 2003; Cocks y Torsvik, 2006; Torsvik y Cocks, 2011, 2013; todos con referencias previas). De acuerdo con Gutiérrez-Marco et al. (2002), las evidencias paleobiogeográficas sitúan la plataforma centroibérica frente a la Libia actual durante el Ordovícico, lo cual fue prácticamente refrendado con criterios independientes por Díez Fernández et al. (2010) y Bea et al. (2010). Robardet y Gutiérrez-Marco (2002) proponen una situación similar para el Silúrico, basándose en formas de graptolitos comunes entre Iberia y África para el Llandovery: Metaclimacograptus asejradi Legrand, Metaclimacograptus flamandi (Legrand) y Parapetalolithus meridionalis Štorch, muy bien representadas en Argelia y Libia, pero desconocidas en Bohemia u otras áreas externas de la plataforma perigondwánica. Štorch y Massa (2003, 2006, 2007) añadieron posteriormente otras especies del Rhuddaniense y Aeroniense, así como Torquigraptus australis Štorch (del Telychiense) a este conjunto de especies endémicas del borde perigondwánico europeo y norteafricano, que revelarían un control efectivo, paleoclimático y paleolatitudinal, en la distribución de los graptolitos. La ausencia de un destacado provincialismo faunístico entre los graptolitos silúricos era una creencia bastante generalizada, que aún sigue siendo discutida por muchos autores. Rickards et al. (1990) propusieron la existencia de una Provincia Pacífica (tropical), con dos subprovincias: la Rheica, de ambientes neríticos, y la Mediterránea, desarrollada en aguas relativamente más frías de latitudes altas. Esta última abarcaría el norte de África, la Península Ibérica, el sur de Francia y Cerdeña, donde la subprovincia se vería dominada en el Wenlock por monográptidos gigantes (“fauna Sárdica” de Gortani, 1923a, 1923b). Posteriormente, Štorch (1998a) definió una provincia alternativa para la Europa Perigondwánica (PGE), contrapuesta a la Provincia Circum-ecuatorial de Melchin (1989). La provincia graptolítica de la Europa Perigondwánica, en la que se inserta la región estudiada, se caracteriza según Štorch (1998a) por: - Una diversidad moderada de las asociaciones de graptolitos, particularmente en el Llandovery. - La aparición y radiación tardía de los primeros monográptidos (Atavograptus ceryx y formas relacionadas), en ausencia de algunos monográptidos típicos de la Biozona de Cystograptus vesiculosus de Bornholm y los Urales (Bjerreskov & Koren´, 1997). - La abundancia de R. toernquisti, acompañado por raros normalográptidos en el intervalo entre las biozonas de Coronograptus cyphus y Demirastrites 310 pectinatus; ello contrasta con la abundancia de normalográptidos en las áreas templadas, donde R. toernquisti es raro o desconocido. - La diversidad máxima de especies no se alcanza hasta el Aeroniense medio (biozonas de Pribylograptus leptotheca y Lituigraptus convolutus). - Una fauna muy empobrecida después del Evento Murchisoni de extinción. - La ausencia de muchos taxones (entre otros, M. argenteus, Agetograptus, Paramonoclimacis, Hirsutograptus y los cyrtográptidos del grupo sakmaricus). - La presencia frecuente de una variada representación de rastrítidos hasta el Telychiense inferior. Este provincialismo va atenuándose gradualmente a partir de la Biozona de Monograptus belophorus, hasta desaparecer totalmente en las asociaciones de las Biozona de Cyrtograptus lundgreni y posteriores, que son casi uniformes a escala mundial. Dentro de la Provincia de la Europa Perigondwánica se diferencian, a su vez, las tres “subfaunas”, ya mencionadas en el apartado de Paleoecología: la de baja diversidad y aguas superficiales; la de diversidad moderada y fondo disaeróbico; y la de diversidad relativamente alta, propia de fondos anóxicos, ya mencionadas en el apartado de Paleoecología. Los resultados obtenidos a partir de las asociaciones de graptolitos presentes en el área centroibérica, confirman plenamente su pertenencia a la Provincia de la Europa Perigondwánica, que continúa desde el norte de África durante el Telychiense. El registro de Metaclimacograptus flamandi (Legrand) en el área apalachiense de Canadá (Melchin y MacRae, 2005) fue utilizado por Melchin (2007) para cuestionar la existencia de dicha provincia durante el Aeroniense y Telychiense, pero también podría reflejar la llegada de una corriente de agua fría con graptolitos de la PGE a este sector tan puntual de Avalonia. El calificativo de la PGE de graptolitos como una provincia faunística es consecuente con las observaciones paleogeográficas y paleotectónicas planteadas por Servais y Sintubin (2009). La contribución paleobiogeográfica de los restantes grupos taxonómicos identificados en el Silúrico surcentroibérico es bastante desigual, aunque entre las faunas bentónicas y pelágicas se reconocen muchas especies descritas por vez primera en sucesiones de Europa central y meridional, y reencontradas en el norte de África. El caso paradigmático lo representan las asociaciones de bivalvos cardiólidos, dualínidos y pterineidos caracterizadas en las facies de pizarras negras del Telychiense-Ludfordiense de todo el área de trabajo, así como en los niveles calcáreos del Ludlow y Pridoli del Dominio Obejo-Valsequillo. En el primer caso se registran abundantes pterineidos (Cheiopteria, Actinopteria), antipleuroideos (Dualina, Stolidotus), cardiólidos (Copenychia, Cardavia?, Cardiobeleba?), slávidos (Slava, Slavinka), praecardioideos (Telycardia), mialínidos (Silurinka), modiomorfoideos (Dceruska, Butovicella) y foladomíidos (Grammysia). Muchos de estos géneros son raros en el Llandovery pero abundan en el Wenlock y Ludlow de Bohemia, Alpes Cárnicos, Cerdeña, Guinea, 311 Montagne Noire-Mouthoumet, Inglaterra y Ártico Canadiense (Kříž, 1985, 1996, 1999a, 1999b, 2007; Kříž y Serpagli, 1993; Pojeta y Norford, 1987). La posible presencia de Cardiobeleba Kříž en la Biozona de Cyrtograptus lapworthi de Corral de Calatrava precisa aún más esta área de distribución, dado que el género se distribuye esencialmente en el Wenlock de Bohemia, Alpes Cárnicos (Italia, Austria), Pirineos y Gran Bretaña (Kříž, 1979, 1996, 1999a, 1999b). Una especie importante es Butovicella migrans (Barrande), que se distribuye en el Sheinwoodiense superior-Ludfordiense inferior de Bohemia, Alpes Cárnicos, Cerdeña, Francia, Portugal, Polonia, Suecia, Alemania, Gran Bretaña, Florida (U.S.A.) y el norte de Siberia (Kříž, 1969, 1996, 1999a, 1999b, 2008; Pojeta et al., 1976; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž y Bogolepova, 1995, entre otros), y que en la zona de estudio aparece por vez primera en el Telychiense. En las pizarras del Ludfordiense inferior de Alange (Badajoz) identificamos el bivalvo Algerina? sp., la primera cita posible en España de un género que se distribuye en el Homeriense de Francia y en el Gorstiense a Ludfordiense inferior de Bohemia, Alpes Cárnicos, Argelia y el norte de Siberia (Kříž, 2008). Junto a éste aparece asociada Cardiola aff. agna Kříž, cuya forma nominal se conoce en el Homeriense-Gorstiense basal de Bohemia, Rumanía, Marruecos, Suecia y Alaska? (Kříž, 1979), y tal vez también en el Macizo armoricano francés (Kříž y Paris, 1982). En las facies de calizas negras del Dominio Obejo-Valsequillo identificamos cardiólidos típicamente bohémicos como Cardiola docens Barrande y Cardiola aff. agna Kříž (Ludlow), unas afinidades que se incrementan notablemente en el Pridoli inferior (géneros Cardiolinka y Dualina) y, sobre todo, en el Pridoli terminal, donde se asocian los géneros Panenka, Praecardium, Patrocardia, Mytilarca, Cheiopteria, Leptodesma, y Pterinopecten. Desde el punto de vista biogeográfico, el conjunto resulta muy similar a las asociaciones que integran el Grupo de Comunidades de Cheiopteria en Bohemia y la Europa mediterránea (Kříž, 1999b; Cope y Kříž, 2013). A modo de ejemplo, otras formas como Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž, alcanzan una amplia distribución en el Pridoli superior de Florida, Bohemia, Francia, Cerdeña, Polonia y Turquía, pudiendo extenderse al Lochkoviense basal en Ucrania (Pojeta et al., 1976; Kříž y Paris, 1982; Kříž y Serpagli, 1993; Kříž, 1996, entre otros). Leptodesma carens (Barrande) ha sido mencionada en el Pridoli y Lochkoviense inferior de Bohemia, Francia y Florida, aunque podría encontrarse representada en el Pridoli del Macizo de Mouthoumet y el Lochkoviense de Marruecos (Kříž y Paris, 1982; Kříž, 1996, 2000). Los nautiloideos silúricos que acompañan a los bivalvos mencionados en las facies calcáreas del Dominio Obejo-Valsequillo, evidencian también las mismas afinidades paleobiogeográficas. Es el caso de la especie Orthocycloceras fluminese (Meneghini) [= “Cycloceras” bohemicum (Barrande)], que caracteriza el Ludlow terminal y el Pridoli en área muy amplia que incluye Bohemia, los Alpes Cárnicos, el Macizo Armoricano francés, Montagne Noire, Serbia oriental, Ossa-Morena, Pirineos, y tal vez el norte de África (Gnoli, 2003). Lo mismo sucede con los abundantes restos de escifocrinoideos planctónicos, que acompañan normalmente al nautiloideo y los bivalvos del Pridoli ya citados en las áreas mencionadas. En este sentido, la especie Scyphocrinites elegans Zenker (Pridoli-Lochkoviense), pese a ser una forma cosmopolita, abunda extraordinariamente en el ámbito perigondwánico y el norte de África, donde la característica “caliza de Scyphocrinites” es muy típica de la sucesión silúrico-devónica 312 de facies “mediterránea” descrita en Turingia, suroeste de Cerdeña y Zona de Ossa Morena (Jaeger, 1976; Jaeger y Robardet, 1979). Los restantes grupos de invertebrados resultan poco interesantes desde el punto de vista paleobiogeográfico, salvo raras excepciones. La primera de ellas la constituye el braquiópodo Valdaria cf. budili Havlíček y Štorch, una especie originalmente descrita en las pizarras graptolíticas del Wenlock de Bohemia (Havlíček y Štorch, 1990), cuyo hallazgo centroibérico (Telychiense-Sheinwoodiense) precede ligeramente a su registro centroeuropeo. Entre los fósiles tubulares de afinidades inciertas, en el Sheinwoodiense de Corral de Calatrava encontramos restos que recuerdan considerablemente al género Kolihaia, conocido en Bohemia y Cerdeña (Kříž et al., 2001; Gnoli et al., 2009). Entre los fósiles de artrópodos caracterizados en nuestro estudio, los trilobites son extremadamente raros y su registro se limita al dalmanítido Preodontochile batalleri (Hernández Sampelayo). Esta especie fue definida en el Telychiense del Pirineo leridano (Hernández Sampelayo, 1944; Degardin y Pillet, 1983) y se conoce en niveles de la misma edad de la Cordillera Ibérica (García Palacios y Rábano, 1996), tratándose del único taxón en común con el Pirineo entre las faunas bentónicas. Del exiguo registro centroibérico de filocáridos silúricos, la única forma reseñable desde el punto de vista paleobiogeográfico es Bohemicaris cf. bohemica (Barrande), ampliamente distribuida en el Ludlow-Pridoli de Europa central y occidental, así como en el norte de África (Chlupáč, 1994; Racheboeuf, 1994; Gnoli et al., 2009). Por su parte, los restos de euriptéridos del Telyhiense-Sheinwoodiense recuerdan mucho a ciertas formas sin afiliación taxonómica, pero de afinidades megalográptidas, conocidas en Argelia y el Macizo Armoricano. Se trataría de formas de ambientes marinos someros, cuyos exuvios sufrieron una notable disgregación y transporte por corrientes. Finalmente, entre los ostrácodos miodocopas se detecta la fauna de baja diversidad que caracteriza a la llamada Provincia Europea del Silúrico medio y superior, donde destaca la forma pelágica Bolbozoe cf. anomala Barrande, representada en Bohemia, Cerdeña, Francia y, posiblemente, también en Gran Bretaña (Perrier et al., 2011; Perrier y Siveter, 2013). 313 11 CONCLUSIONES El área de estudio se reparte por seis provincias pertenecientes a tres comunidades autónomas: Extremadura (Cáceres, Badajoz), Castilla-La Mancha (Ciudad Real, Toledo) y Andalucía (Córdoba, Jaén), ubicadas en la parte centro-meridional de la Meseta Ibérica. Los afloramientos investigados se distribuyen en 53 hojas del Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000 (Fig. 1). Se ha abordado el análisis exhaustivo de cerca de un cuarto de millar de trabajos con alguna referencia al Silúrico de la región estudiada. De ellos 120 son artículos científicos, desglosables en 89 trabajos geológicos, 19 estudios paleontológicos y 12 trabajos geológico-paleontológicos. A ellos hay que sumar 12 tesis doctorales alemanas, 9 francesas y 8 españolas; 13 informes inéditos y 22 trabajos de síntesis geológicas o estratigráficas con menciones al Silúrico centroibérico. El resto de los trabajos corresponden a 8 cartografías de síntesis geológica a escala 1:200.000 y a 50 hojas de la segunda serie MAGNA a escala 1:50.000, con sus correspondientes memorias. El análisis de los antecedentes ha permitido fijar hasta ocho etapas en el conocimiento de los materiales silúricos de la región estudiada. La primera etapa (1834-1855) viene dada por los trabajos pioneros realizados en la región de Almadén y el norte de Córdoba, principalmente a cargo de Casiano de Prado y Édouard de Verneuil. La segunda etapa (1875-1884) corresponde a la realización, por parte de la Comisión del Mapa Geológico de España, de los estudios provinciales de Cáceres (1875-1876), Badajoz (1879), Ciudad Real (1880) y Jaén (1884). La tercera etapa (1897-1956) corresponde a estudios aislados en torno a los afloramientos paleozoicos de Almadén- Guadalmez, las Villuercas y Sierra Morena oriental, tanto por autores extranjeros como nacionales, incluyendo una hoja de la primera serie del Mapa Geológico Nacional a escala 1:50.000. Las siguientes fases de conocimiento se desarrollan de forma paralela en el tiempo, llegando a interactuar y a solaparse parcialmente entre sí, si bien podemos diferenciar una cuarta etapa (1954-1968), marcada por la realización de diversas tesis doctorales por parte de los discípulos del Prof. Franz Lotze; una quinta etapa, que supone el inicio de los trabajos modernos de los autores españoles cuyo punto de partida se sitúa en la monografía de la región de Almadén (Almela et al., 1962); una sexta etapa (1966-1980) que supone el retorno de las investigaciones de autores extranjeros, principalmente de las escuelas francesas de Orsay y Nancy (1966-1980); y una séptima etapa, que corresponde a la ejecución de la segunda serie del proyecto MAGNA a escala 1:50.000 (1977-2009), pero aún no publicada en su integridad. Por último, la etapa actual supone el afianzamiento de las tres fases precedentes y la realización de trabajos especializados de toda índole (sedimentológica, geoquímica-metalogenética, paleontológica, etc.), así como la producción de modernas síntesis estratigráficas. El estudio estratigráfico abarca la sucesión silúrica de un área muy amplia del Macizo Ibérico, incluida en el sector español de la Zona Centroibérica meridional, así como en la banda limítrofe con la Zona de Ossa-Morena (Dominio Obejo-Valsequillo o “Zona Lusitano-Mariánica”). Los afloramientos principales se localizan en los sinclinales variscos de Guadarranque, Cañaveral-Monfragüe, Herrera del Duque, Corral de Calatrava, Cáceres, Almadén, Valdeazogues-Puertollano, Santa Cruz de Mudela, Sierra de San Pedro, Guadalmez y La Codosera, así como a lo largo del flanco norte del 314 sinclinorio de Los Pedroches. En el Dominio Obejo-Valsequillo los afloramientos silúricos son todos puntuales. La sucesión silúrica surcentroibérica es exclusivamente detrítica y alcanza un espesor variable en cada estructura, si bien manifiesta una relativa homogeneidad de facies con tres unidades sucesivas que, de más antigua a más moderna, son: a) areniscas y cuarcitas del techo del Ordovícico a base del Silúrico, de espesor métrico a decamétrico (ausentes localmente); b) pizarras negras graptolíticas (10-150 m); c) alternancias de pizarras negras, limolitas, areniscas y cuarcitas, en ocasiones con intercalaciones de rocas ígneas, en las que se situaría el límite Silúrico-Devónico (de 200-400 m, a más de 1000 m). Desde el punto de vista litoestratigráfico, las dos primeras unidades se equiparan, respectivamente, a las formaciones Cuarcita del Criadero y Pizarras del Guadarranquejo, que alcanzan extensión regional y cuya definición y límites se analizan en detalle. La tercera unidad varía sus características para cada estructura o conjunto de estructuras, de modo que no es posible establecer el dominio de aplicabilidad de las numerosas denominaciones locales con la que ha sido designada por los distintos autores. Es por ello que optamos por tratarla informalmente como una “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”, cuya edad y adscripción cronoestratigráfica continúa siendo problemática, debido a la casi total ausencia de elementos paleontológicos. La inclusión de materiales volcánicos y subvolcánicos en toda la sucesión silúrica es frecuente en determinadas estructuras (sinclinal de Almadén y Valdeazogues- Puertollano), y está generalizada para las dos unidades superiores en gran parte de la región estudiada. Se adopta formalmente la escala cronoestratigráfica internacional para el conjunto de la región estudiada, donde hasta hace poco pervivían términos erróneos como “Llandowerynense”, “Llandoveriense”, “Llandóvery”, “Gala-Tarannon”, “Salopiense”, “Valentiense”, “Wenlockense”, “Ludlowense”, o incluso la propia acepción del “Gotlandiense” como sinónimo del sistema Silúrico. En la figura 4 (epígrafe 2) se aporta un mapa con la situación geográfica de todas las localidades y secciones con yacimientos paleontológicos estudiados o revisados en el presente trabajo. El conjunto abarca más de 380 niveles fosilíferos ubicados en casi 130 sucesiones o localidades aisladas, cuya descripción y contenido paleontológico se detalla en el Anexo 1. La inmensa mayoría corresponde a materiales del Llandovery (209 niveles en 90 secciones y localidades), con una amplia representación de horizontes fosilíferos del Wenlock (167 niveles en 55 secciones y localidades), y una fracción minoritaria de yacimientos del Ludlow (únicamente 2 niveles en 2 yacimientos). Casi todas las localidades del Llandovery y Wenlock se sitúan en las pizarras graptolíticas (Formación Guadarranquejo y equivalentes). Los escasos yacimientos fosilíferos del Pridoli se restringen a 6 puntos o secciones de escaso desarrollo ubicados al sur del eje de Los Pedroches (Dominio Obejo-Valsequillo), vinculados con los únicos materiales calcáreos del Silúrico de la región estudiada. El gran número de localidades estudiadas, y la amplia variedad de los graptolitos silúricos centroibéricos, contradice la afirmación de Strachan et al. (en Palmer y Rickards, 1991, p. 110) relativa a los graptolitos de España y Portugal. Según estos autores, con excepción de las Cadenas Costeras Catalanas cerca de Barcelona, el resto de las localidades ibéricas de graptolitos “son muy difíciles de localizar y su visita no es recomendable”. 315 El grupo fósil de mayor interés bioestratigráfico son los graptolitos, de los que se caracterizaron una biozona del Aeroniense (Biozona de Lituigraptus convolutus), siete del Telychiense (Biozonas de Rastrites linnaei, Spirograptus turriculatus, Streptograptus crispus, Monoclimacis griestoniensis, Torquigraptus tullbergi, Oktavites spiralis y Cyrtograptus lapworthi), cuatro del Sheinwoodiense (Biozonas de Cyrtograptus murchisoni, Monograptus riccartonensis, Monograptus belophorus-C. rigidus y C. perneri-C. ramosus), una del Homeriense (Biozona de Cyrtograptus lundgreni), 1 del Ludfordiense (Biozona de Saetograptus linearis (?)) y una del Pridoli (Biozona de Neocolonograptus parultimus-N. ultimus). En las facies de pizarras graptolíticas del Telychiense-Sheinwoodiense se reconocen también las biozonas de Pterospathodus celloni y P. amorphognathoides de conodontos, con un menor grado de resolución bioestratigráfica. El estudio paleontológico permitió reconocer 126 formas distintas de graptolitos planctónicos, la mayoría de las cuales se ilustran y describen brevemente. También se abordó la revisión de los numerosos taxones nuevos propuestos para el área por Hernández Sampelayo (1960), llegándose a la conclusión de que todos ellos merecen considerarse como Graptolithina nomina oblita. El trabajo taxonómico contempló, igualmente, la consulta del material original de graptolitos derivado de otros trabajos precedentes, que sus autores habían depositado en diversas instituciones nacionales. Además del estudio de los graptolitos, en el presente trabajo hemos investigado la paleodiversidad de los restantes grupos fósiles representados en el Silúrico del ámbito considerado. Entre ellos destacan los artrópodos (euriptéridos, trilobites, filocáridos y ostrácodos), moluscos (cefalópodos, gasterópodos, bivalvos), braquiópodos (rinconeliformes, linguliformes), equinodermos (crinoideos), cnidarios, anélidos (macaeridios), cornulítidos, microfósiles (conodontos) e icnofósiles. De los fósiles de invertebrados no graptolitos, tan sólo una pequeña parte ha podido ser identificada taxonómicamente, detectándose por vez primera para España o la Zona Centroibérica la presencia de especies concretas de braquiópodos, bivalvos y ostrácodos, además de algunos arqueogasterópodos loxonematáceos, neritimorfos y bellerofóntidos pterotecinos. El material de euriptéridos y cefalópodos se describe someramente a nivel tipológico, determinándose la presencia de dos taxones diferentes de pterigótidos, en el primer caso, y de siete morfotipos distintos de ortocerátidos, en el segundo. Finalmente, las asociaciones paleontológicas permiten realizar diversas inferencias de tipo paleoecológico y paleogeográfico. El registro de graptolitos se adscribe a las biofacies de plataforma somera y epipelágicas de la provincia graptolítica de la Europa Perigondwánica de Štorch (1998a), con generación de fondos anóxicos por estratificación de masas de agua en zonas de elevada productividad orgánica, próximas a áreas de afloramiento (upwelling). Por su parte, las asociaciones de bivalvos y braquiópodos del Llandovery-Ludlow son las típicas del área perigondwánica, y cuentan con numerosos elementos en común con Bohemia, Cerdeña, Alpes Cárnicos, Macizo Armoricano y norte de África. Estas relaciones se estrechan y se hacen más patentes en el Ludlow y Pridoli de los sectores situados al sur del eje de Los Pedroches, donde se depositan los únicos materiales calcáreos silúricos reconocidos en toda el área de trabajo. Desde el punto de vista paleogeográfico, el Silúrico del Dominio Obejo-Valsequillo no se sitúa en simple prolongación paleogeográfica con el Silúrico de la plataforma 316 centroibérica, observable al norte del batolito de Los Pedroches, sino que encierra una mayor complejidad estratigráfica, con ciertas similitudes con la sucesión de la Zona de Ossa Morena para el Wenlock a Prídoli. 317 12 BIBLIOGRAFÍA Adrain, J.M. 1992. Machaeridian classification. Alcheringa, 16, 15-32. Adrain, J.M., Chatterton, B.D.E. & Cocks, L.R.M. 1991. A new species of Machaeridian from the Silurian of Podolia, USSR, with a review of the Turrilepadidae. Palaeontology, 34 (3), 637-651. Alía Medina, M., Capote, R. & Hernández Enrile, J.L. 1971. Rasgos geológicos y tectónicos de la Sierra Morena oriental y sus estribaciones meridionales en la transversal de Moral de Calatrava (Ciudad Real) a Villanueva del Arzobispo (Jaén). 1º Congreso Hispano-Luso-Americano de Geología Económica, Madrid, 1, 3-15. Almela, A. 1959. 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Género Retiolites ............................................................................................................378 LÁMINA 8. Retiolítidos......................................................................................................................380 LÁMINA 9. Género Pristiograptus ....................................................................................................382 LÁMINA 10. Géneros Pristiograptus, Saetograptus y Cochlograptus ..............................................384 LÁMINA 11. Géneros Streptograptus, Campograptus y Lituigraptus...............................................386 LÁMINA 12. Género Stimulograptus .................................................................................................388 LÁMINA 13. Género Monograptus ....................................................................................................390 LÁMINA 14. Género Monograptus ....................................................................................................392 LÁMINA 15. Género Torquigraptus ..................................................................................................394 LÁMINA 16. Género Spirograptus.....................................................................................................396 LÁMINA 17. Géneros Oktavites y Spirograptus ................................................................................398 LÁMINA 18. Género Rastrites ...........................................................................................................400 LÁMINA 19. Géneros Euroclimacis. Monoclimacis ..........................................................................402 LÁMINA 20. Género Monoclimacis...................................................................................................404 LÁMINA 21. Géneros Diversograptus. Barrandeograptus. Paradiversograptus..............................406 LÁMINA 22. Género Cyrtograptus ....................................................................................................408 LÁMINA 23. Euriptéridos ..................................................................................................................410 LÁMINA 24. Euriptéridos ..................................................................................................................412 LÁMINA 25. Filocáridos ....................................................................................................................414 LÁMINA 26. Ortocerátidos ................................................................................................................416 LÁMINA 27. Ortocerátidos ................................................................................................................418 LÁMINA 28. Ortocerátidos. Gasterópodos. Trilobites. Icnofósiles....................................................420 LÁMINA 29. Bivalvos ........................................................................................................................422 LÁMINA 30. Bivalvos ........................................................................................................................424 LÁMINA 31. Braquiópodos................................................................................................................426 LÁMINA 32. Braquiópodos. Bivalvos................................................................................................428 LÁMINA 33. Equinodermos. Annelida (Machaeridios). Gasterópodos .............................................430 LÁMINA 34. Cornulítidos. Ostrácodos. Cnidarios.............................................................................432 LÁMINA 35. Conodontos...................................................................................................................434 366 LÁMINA 1. Modos de conservación de graptolitos en pizarras negras (1-4, 6, 13), areniscas (5, 7, 9, 10) y nódulos (8, 11-12) silúricos de la zona de estudio. Fig. 1. Stimulograptus sp., acumulación de rabdosomas adultos aplastados, orientados transversalmente a la corriente, conservados como láminas blanquecinas en pizarras negras. MGM 1054 S. Loc. NP-A-1a. Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 1,5). Fig. 2. Torquigraptus sp., acumulación circular de fragmentos de distintos rabdosomas, probablemente debido a un remolino; misma conservación que en la fig. 1. MGM 1055 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 1,58). Fig. 3. Monograptus sp., orientación por corrientes de varios rabdosomas adultos. MGM 1056 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 1,71). Fig. 4. Monográptidos indeterminables, “madeja” de fragmentos de rabdosomas. MGM 1057 S. Loc. GM EU-4. Biozona de C. murchisoni? (x 2,1). Fig. 5. Diversograptus ramosus Manck, varios rabdosomas multiramosos, doblados y orientados por una corriente dirigida de izquierda a derecha. MGM 1058 S. Loc. GR-16 (= CO-16). Biozona de C. lapworthi (x 1,08). Figs. 6-9. Moldes de rabdosomas biseriales, conservados en relieve en placas de areniscas y orientados parcialmente por corrientes. 6-8, Loc. CC GU JA-7 8. Aeroniense (6, MGM 1059 S, x 1,31; 7, MGM 1060 S, x 1,6; 8, MGM 1061 S, x 0,98). 9, MGM 1062 S. Loc. 19bis. Telychiense? (x 0,79). Fig. 10. Pristiograptus sp. y Monograptus sp., conservados como moldes externos en hueco en el interior de un nódulo. MGM 1063 S. Loc. HD-G. Wenlock (x 1,89). Figs. 11-12. Acumulación de monográptidos en relieve tridimensional dentro de un nódulo, y vaciado en látex de la misma. Loc. 865 (22-24-M5). Telychiense? (11, MGM 1064a S, x 1,45; 12, MGM 1064b S, x 1,45). Fig. 13. Metaclimacograptus sp., estadios juveniles de desarrollo y sículas dispersas, en conservación carbonosa sobre una pizarra meteorizada de tonalidades claras. MGM 1065 S. Loc. EC SE-4. Telychiense (Biozonas de Mcl. griestoniensis a T. tullbergi) (x 6,22). 367 368 LÁMINA 2. Algunos ejemplos de preservación de graptolitos en los yacimientos estudiados. Fig. 1. Stimulograptus becki (Barrande). Ejemplares conservados tridimensionalmente, con relleno arcilloso en limolitas. MGM 1066 S. Loc. CC GJ-4A (= CO-4A). Biozona de S. turriculatus (x 1,73). Figs. 2- 4. Pristiograptus sp., vaciados en látex de ejemplares conservados en relieve en el interior de nódulos. 2- 3, Loc. HD-G. Wenlock (2, MGM 1063 S-1, x 7,27; 3, MGM 1063 S-2, x 2,3). 4, MGM 1069 S. Loc. BN-1 (x 2,42). Fig. 5. Fragmentos de monográptidos en relieve; vaciado en látex a partir de un nódulo. MGM 1070 S. Loc. E BEL N-5. Biozona de O. spiralis (x 6,47). Fig. 6. Stimulograptus cf. becki (Barrande), MGM 1071 S-1, y Monograptus cf. marri Perner, MGM 1071 S-2, conservados como películas brillantes en pelitas silicificadas. Loc. PT OB-1. Telychiense (x 1,78). Fig. 7. Metaclimacograptus cf. flamandi (Legrand), molde arcilloso natural, transferido sobre látex negro. MGM 1072 S. Loc. GM EB-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 8,04). Figs. 8-9. Normalograptus scalaris (Hisinger). MGM 1078 S. Loc. Los Toriles. Aeroniense? 8, rabdosomas en el interior de nódulos piritosos descompuestos, englobados en areniscas (x 0,9). 9, detalle de algunas colonias fosilizadas tridimensionalmente en óxidos de hierro (x 3,6). Fig. 10. Monográptidos. Colonias de peridermo carbonoso conservado sobre una matriz más clara por alteración. MGM 1073 S. Loc. 26. Wenlock? (x 1,2). Fig. 11. Pseudoglyptograptus? sp. Molde interno de colonia fosilizada tridimensionalmente en pirita en pizarras. MGM 1074 S. Loc. sondeo Fabriquilla IV. Aeroniense (x 2,41). Fig. 12. Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani), colonia doblada sobre si misma, probablemente por anclaje de uno de sus extremos y la acción de la corriente, ilustrativa de la flexibilidad del rabdosoma. MGM 1075 S. Loc. HD-E. Wenlock (x 2,98). Fig. 13. Pseudoplegmatograptus cf. obesus (Lapworth), varios rabdosomas reticulados mostrando una conservación diferencial (mucho más tenue) con respecto a los graptolitos de peridermo normal (más compactos y en parte limonitizados). MGM 1076 S. Loc. AL LP-B. Biozona de Strep. crispus (x 2,5). Fig. 14. Retiolites sp. y diversos monográptidos (Oktavites sp., Monograptus sp., Euroclimacis sp.), mostrando la tenue conservación diferencial del rabdosoma reticulado del primero frente a los segundos. MGM 1077 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 2,13). 369 370 LÁMINA 3. Géneros Normalograptus y Pseudoglyptograptus?. Figs. 1-17. Normalograptus scalaris (Hisinger). 1-14, Loc. Los Toriles. Aeroniense? (1, x 6,53; 2, x 6,94; 3, x 8,52; 4, x 6,94; 5, x 18; 6, x 50; 7, x 47; 8, x 10; 9, x 48; 10, x 8,67; 11, x 200; 12, x 383; 13, x 9,33; 14, x 100). 15-17, MGM 1081 S. Loc. AL AM-1. Aeroniense? (15, x 21,11; 16, x 3,4; 17, x 8,89). MGM 1079 S, MGM 1080 S. Fig. 18. Pseudoglyptograptus? sp. Molde interno de colonia fosilizada tridimensionalmente en pirita en pizarras. MGM 1074 S. Loc. sondeo La Fabriquilla IV. Aeroniense (x 2,5). 371 372 LÁMINA 4. Género Metaclimacograptus. Figs. 1 a 13, 21. Metaclimacograptus asejradi Legrand. 1-3, Loc. 863Vilches (= M-9816). Biozona de R. linnaei (subzonas P. runcinatus – M. gemmatus a P. palmeus) (1, MGM 1082 S, x 4,07; 2, MGM 1083 S, x 4,5; 3, MGM 1084 S, x 6,14). 4-7, 11-13, Loc. NP-A-1a (PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (4, MGM 1085 S, x 3,56; 5, MGM 1086 S, x 7; 6, MGM 1087 S, x 3,35; 7, MGM 1088 S, x 5,74; 11, MGM 1092 S, x 4,93; 12, MGM 1093 S, x 5,49; 13, MGM 1094 S, x 3,23). 8, MGM 1089 S. Loc. 18. Biozona de R. linnaei? (x 10). 9, MGM 1090 S. Loc. CC GU JA-14 (=CC GJ-14). Biozona de R. linnaei (subzona de P. runcinatus-“M”. gemmatus) (x 2,43). 10, MGM 1091 S. Loc. CC GU JA-15 (=CC GJ-15). Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus -“M”. gemmatus a P. palmeus) (x 2,47). 21, MGM 1102 S. Loc. Mina planta 14. Biozona de R. linnaei? (x 3,53). Figs. 14 a 20, 22 a 27. Metaclimacograptus flamandi (Legrand). 14-16, Loc. GM EB-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (14, MGM 1095 S, x 2,74; 15 (látex), MGM 1096 S, x 6,23; 16 (látex), MGM 1097 S, x 7,65). 17, MGM 1098 S. Loc. GM EB-0. Biozona de Mcl. griestoniensis? (x 4,13). 18-19, Loc. GM EB-1T. Biozona de T. tullbergi (18, MGM 1099 S, x 3,41; 19, MGM 1100 S, x 3,25). 20, MGM 1101 S. Loc. SB PQ-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 1,91). 22-24, Loc. EC SE-3. Biozona de Mcl. griestoniensis (22, MGM 1103 S, x 2,73; 23, MGM 1104 S, x 3,14; 24, MGM 1105 S, x 4,22). 25, MGM 1106 S. Loc. EC SE-6. Biozonas de Mcl. griestoniensis a T. tullbergi (x 5,74). 26, MGM 1107 S. Loc. SB PQ-2. Biozona de Mcl. griestoniensis? (x 3,2). 27, MGM 1108 S. Loc. SB PQ-3. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 2,35). 373 374 LÁMINA 5. Géneros Rhaphidograptus y Glyptograptus?. Figs. 1-10, 12-17. Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood). 1, MGM 1109 S. Loc. CHE-(-1). Aeroniense (x 2,63). 2-8, Loc. AL LP. Aeroniense (2, MGM 1110 S, x 1,9; 3, MGM 1112 S, x 1,43; 4, MGM 1113 S, x 0,59; 5, MGM 1110 S, x 1,13; 6, MGM 1111 S, x 0,94; 7, MGM 1111 S, x 1,68; 8, MGM 1111 S, x 2,35). 9-10, 12- 17, Loc. C GU JA-7,8. Aeroniense (9, MGM 1114 S, x 1,17; 10, MGM 1115 S, x 1,5; 12, MGM 1117 S, x 2,92; 13, MGM 1118 S, x 3,54; 14, MGM 1119 S, x 2,37; 15, MGM 1120 S, x 3,37; 16, MGM 1121 S, x 3,125; 17, MGM 1122 S, x 1,78). Fig. 11. Glyptograptus? sp. MGM 1116 S. Loc. CHE-1,2. Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus- “M”. gemmatus a P. palmeus) (x 7,43). 375 376 LÁMINA 6. Género Parapetalolithus. Figs. 1-6, 8. Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner). 1, MGM 1123 S. Loc. 863Vilches (= M-9816). Biozona de R. linnaei (x 3,57). 2, MGM 1124 S. Loc. 18. Biozona de R. linnaei? (x 4,375). 3-6, 8, Loc. NP-A-1a (= PN- 1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (3, MGM 1125 S, x 1,49; 4, MGM 1126 S, x 2,78; 5, MGM 1127 S, x 2,77; 6, MGM 1128 S, x 4,06; 8, MGM 1130 S, x 5,98). Figs. 7, 18. Parapetalolithus palmeus (Barrande). 7, MGM 1129 S. Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 2,41). 18, MGM 1140 S. Loc. CHE-3. Biozona de R. linnaei (subzona de P. palmeus) (x 7,5). Figs. 9-17. Parapetalolithus meridionalis (Legrand). 9, MGM 1131 S. Loc. CO-5. Biozona de Strep. crispus. x 7,84. 10-13, Loc. GM EB-1T. Biozona de T. tullbergi (10, MGM 1132 S, x 2,68; 11, MGM 1133 S, x 3,84; 12, MGM 1134 S, x 4,01; 13, MGM 1135 S, x 3,89). 14-16, Loc. EC SE-1. Biozona de Strep. crispus (14, MGM 1136 S, x 3; 15, MGM 1137 S, x 2,5; 16 (junto con T. arcuatus), MGM 1138 S, x 4,42). 17, MGM 1139 S. Loc. GM PO (CENT). Biozona de Mcl. griestoniensis. (x 2,38). 377 378 LÁMINA 7. Género Retiolites. Figs. 1-4. Retiolites angustidens Elles & Wood. 1, 2, Loc. GR-16 (= CO-16). Biozona de C. lapworthi (1, MGM 1141 S, x 4; 2, MGM 1142 S, x 4,6). 3, MGM 1143 S. Loc. CO-18. Biozona de C. murchisoni? (x 2,95). 4, MGM 1144 S. Loc. GM EB-8. Biozona de O. spiralis (x 5). Figs. 5-14. Retiolites geinitzianus (Barrande). 5, MGM 1145 S. Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (x 6,9). 6, MGM 1143 S. Loc. CO-18. Biozona de C. murchisoni? (x 4,41). 7, MGM 1147 S. Loc. CO- 20. Biozona de C. murchisoni (x 3,6). 8, MGM 1148 S. Loc. GM GN-4. Biozona de M. griestoniensis (mínimo) (x 3). 9, MGM 1149 S. Loc. 32. Telychiense? (x 3,03). 10-11, Loc. GM EC-1. Wenlock? (10, MGM 1150 S, x 7,08; 11, MGM 1151 S, x 4,7). 12, MGM 1152 S. Loc. 6. Biozonas de T. tullbergi a O. spiralis? (x 4,09). 13-14, Loc. SB PQ-36. Wenlock (13, MGM 1153 S, x 2,4; 14, MGM 1154 S, x 4,1). Fig. 15. Retiolites cf. geinitzianus (Barrande). MGM 1155 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis, o algo por encima (x 8,92). 379 380 LÁMINA 8. Retiolítidos. Figs. 1-2, 6. Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth). Loc. AL LP-B. Biozona de Strep. crispus (1, MGM 1076 S-1, x 4,44; 2, MGM 1076 S-2, x 3,09; 6, MGM 1076 S-3, x 4,4). Fig. 3. Paraplectograptus sp. MGM 1156 S. Zarza de Alange. Wenlock (x 9,5). Figs. 4-5. Pseudoplegmatograptus sp. 4, MGM 1157 S. Loc. 33. Telychiense (x 6,6). 5, MGM 1158 S. Loc. CO- 8a. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 10). Figs. 7-11. Sokolovograptus textor (Bouček & Münch). Loc. PT RE-13. Biozona de C. perneri -C. ramosus (7, MGM 1159 S, x 10; 8, MGM 1160 S, x 7,13; 9, MGM 1161 S, x 7,5; 10, MGM 1162 S, x 13,75; 11, MGM 1163 S, x 12). Figs. 12-19. Stomatograptus sp. 12-17 (látex). Loc. Valdecaballeros. Biozona de T. tullbergi (12, MGM 1164 S, x 5; 13, MGM 1164 S, x 5,1; 14, MGM 1165 S, x 5,39; 15, MGM 1166 S, x 5,88; 16, MGM 1167 S, x 11,25; 17, MGM 1168 S, x 7,8). 18-19, MGM 1169 S. Loc. GM EU-2. Biozona de O. spiralis? (18, x 4,53; 19 (látex), x 4,51). 381 382 LÁMINA 9. Género Pristiograptus. Figs. 1-3. Pristiograptus renaudi (Philippot). 1-2, Loc. CC GU JA-14. Biozona de R. linnaei (subzona de P. runcinatus-“M”. gemmatus) (1, fragmento distal, MGM 1170 S, x 2,67; 2, detalle proximal, MGM 1171 S, x 6,63). 3, MGM 1172 S. Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 2,18). Fig. 4. Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov). MGM 1173 S. Loc. CO-3. Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 2,8). Figs. 5, 8. Pristiograptus variabilis (Perner). 5, MGM 1174 S. Loc. CHE-1,2. Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus-“M”. gemmatus a P. palmeus) (x 2,86). 8, MGM 1177 S. Loc. CC GU JA-15. Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus-“M”. gemmatus a P. palmeus) (x 5,27). Fig. 6. Pristiograptus pristinus Příbyl. MGM 1175 S. Loc. CC GU JA-12. Biozona de R. linnaei (subzona de P. runcinatus-“M”. gemmatus) (x 2). Figs. 7, 15. Pristiograptus praedubius (Bouček). Loc. CC MJ-18 (= CO-18). Biozona de C. murchisoni? (7, MGM 1176 S, x 6,62; 15, MGM 1184 S, x 5,14). Figs. 9, 17. Pristiograptus latus (Bouček). 9, MGM 1178 S. Loc. 81-Ci-15. Wenlock (x 3,51). 17, MGM 1186 S. Loc. CO-22. Biozona de M. riccartonensis (¿P. dubius?) (x 4,41). Figs. 10, 19-20, 22-23. Pristiograptus cf. meneghini (Gortani). 10, MGM 1179 S. Loc. SB PQ-38bis. Wenlock (x 1,89). 19, MGM 1188 S. Loc. CHW-9. Biozona de C. perneri-C. ramosus (x 1,88). 20, MGM 1189 S. Loc. CHW-4. Wenlock (x 2,64). 22-23, Loc. Torrejón. Wenlock? (22, MGM 1191 S, x 1,84; 23, MGM 1192 S, x 0,76). Figs. 11-12, 18, 21. Pristiograptus meneghini (Gortani). Loc. HD-B. Wenlock (11, MGM 1180 S, x 1,33; 12, MGM 1181 S, x 1,55; 18, MGM 1187 S, x 0,98; 21, MGM 1190 S, x 1,74). Figs. 13-14. Pristiograptus pseudodubius (Bouček). 13, MGM 1182 S. Loc. SB PQ-41. Wenlock (x 3,05). 14, MGM 1183 S. Loc. SB PQ-37bis. Wenlock (x 3,05). Fig. 16. Pristiograptus largus (Perner). MGM 1185 S. Loc. PS-6. Wenlock (x 2,8). 383 384 LÁMINA 10. Géneros Pristiograptus, Saetograptus y Cochlograptus. Figs. 1-10, 20. Pristiograptus dubius (Suess). 1, MGM 1193 S. Loc. CHW-5. Biozonas de M. belophorus-C. rigidus a C. lundgreni (x 6,7). 2, 7, 20, Loc. CO-23. Biozona M. belophorus-C. rigidus (2, MGM 1194 S, x 5,16; 7, MGM 1199 S, x 3,85; 20, MGM 1212 S, x 4,87). 3-5, Loc. CO-26. Biozonas de M. belophorus-C.rigidus a C. perneri- C. ramosus (3, MGM 1195 S, x 3,13; 4, MGM 1196 S, x 3,41; 5, MGM 1197 S, x 4,77). 6, MGM 1198 S. Loc. HD-C. Wenlock? (x 3,98). 8, MGM 1200 S. Loc. 4. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (x 2,96). 9-10, Loc. CO-22. Biozona de M. riccartonensis (¿P. dubius?) (9, MGM 1201 S, x 4,13; 10, MGM 1202 S, x 5,13). Figs. 11-15, 17-18. Pristiograptus pseudodubius (Bouček). 11-13, Loc. CHW-14. Biozona de C. lundgreni (11, MGM 1203 S, x 2,94; 12, MGM 1204 S, x 3,82; 13, MGM 1205 S, x 3,7). 14, MGM 1206 S. Loc. CO-32. Biozona de C. lundgreni? (x 5,1). 15, MGM 1207 S. Loc. PT RE-23. Biozona de C. lundgreni? (x 6,02). 17-18, Loc. CHW-25. Biozona de C. lundgreni (17, MGM 1209 S, x 2,95; 18, MGM 1210 S, x 4,13). Fig. 16. Pristiograptus praedubius (Bouček). MGM 1208 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis, o algo por encima (x 7,625). Fig. 19. Pristiograptus cf. dubius (Suess). MGM 1211 S. Loc. PS-6. Wenlock (x 4,24). Figs. 21-22. Cochlograptus veles (Richter). 21, MGM 1213 S. Loc. CO-5. Biozona de Strep. crispus (x 4,5). 22, MGM 1214 S. Loc. Mina de Almaden. Biozona de T. tullbergi (x 5,68). Figs. 23-25. Saetograptus cf. linearis (Bouček). Loc. SB PQ-52. Ludlow (23, MGM 1215 S, x 4,76; 24, MGM 1216 S, x 10; 25, MGM 1217 S, x 6,46). Figs. 26-27. Saetograptus cf. chimaera (Bouček). Loc. Alange. Ludlow (26, MGM 1218 S, x 4,1; 27, MGM 1219 S, x 4,71). 385 386 LÁMINA 11. Géneros Streptograptus, Campograptus y Lituigraptus. Fig.1. Streptograptus cf. anginus (Příbyl). MGM 1220 S. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (x 4,73). Figs. 2-5, 10-12. “Streptograptus” antennularis (Meneghini). 2-5, Loc. CO-23. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (2, MGM 1221 S, x 2,69; 3, MGM 1222 S, x 5,78; 4, MGM 1223 S, x 4,12; 5, MGM 1224 S, x 4,31). 10 MGM 1229 S. Loc. HD-F. Biozonas de M. belophorus-C. rigidus a C. perneri-C. ramosus (x 2,58). 11-12, Loc. 4. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (11, MGM 1230 S, x 3,92; 12, MGM 1231 S, x 3,41). Fig. 6. Streptograptus linearis Chen. MGM 1225 S. Loc. CO-1. Biozona de R. linnaei (Subzona de P. hispanicus ?) (x 3,84). Fig. 7. Streptograptus cf. nodifer (Törnquist). MGM 1226 S. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (x 8,87). Fig. 8. Streptograptus cf. filiformis Chen. MGM 1227 S. Loc. CHE-3. Biozona de R. linnaei (subzona de P. palmeus) (x 2,42). Fig. 9. Streptograptus exiguus (Nicholson). MGM 1228 S. Loc. AL LP-B. Biozona de Strep. crispus (x 3,12). Fig. 13. Streptograptus plumosus (Baily). MGM 1232 S. Loc Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 5,5). Figs. 14-17. Streptograptus cf. plumosus (Baily). Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (14, MGM 1233 S, x 2,94; 15, MGM 1234 S, x 3,33; 16, MGM 1235 S, x 3,75, 17, MGM 1236 S, x 7,63). Figs. 18-22. Campograptus lobiferus (M´Coy). 18-20, Loc. Cantohincado. Biozona de L. convolutus? (18, MGM 1237 S, x 2,38; 19, MGM 1238 S, x 2,14; 20, MGM 1239 S, x 5). 21, MGM 1240 S. Loc. CC GU JA-11. Aeroniense? (x 2,22). 22, MGM 1241 S. Loc. CHE-(-2). Aeroniense? (x 2,4). Figs. 23-24. Lituigraptus convolutus (Hisinger). Loc. Cantohincado. Biozona de L. convolutus? (23, MGM 1242 S, x 4,35; 24, MGM 1243 S, x 4,67). 387 388 LÁMINA 12. Género Stimulograptus. Figs. 1-8, 14. Stimulograptus becki (Barrande). 1-3, Loc. 863Vilches (= M-9816). Biozona de R. linnaei (subzonas P. runcinatus – M. gemmatus a P. palmeus) (1, MGM 1244 S, x 3,22; 2, MGM 1245 S, x 2,85; 3, MGM 1246 S, x 3,78). 4-5, MGM 1266 S. Loc. CO-4a. Biozona de M. turriculatus (4, x 2,99; 5, x 1,97). 6-8, 14, Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (6, MGM 1247 S, x 2,15; 7, MGM 1248 S, x 4,46; 8, MGM 1249 S, x 2,23; 14 (látex), MGM 1155 S, x 8,57). Figs. 9-11, 13. Stimulograptus halli (Barrande). 9, MGM 1250 S. Loc. CHE-2. Biozona de R. linnaei (Subzonas de P. runcinatus-M. gemmatus a P. palmeus) (x 2,22). 10-11, 13, Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (10, MGM 1251 S, x 1,98; 11, MGM 1252 S, x 2,43; 13, MGM 1254 S, x 2,15). Figs. 12, 15-22. Stimulograptus splendens Štorch. 12, 21, Loc. CC MJ-12 (CO-12). Biozona de O. spiralis (12 (látex), MGM 1253 S, x 4,72; 21 (látex), MGM 1262 S, x 7,6). 15, MGM 1256 S, Loc. GM EB-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 4,44). 16, MGM 1257 S. Loc. CO-13. Biozona de O. spiralis (x 2,63). 17-18, Loc. PT RE 11W. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (17, MGM 1258 S, 3,34; 18, MGM 1259 S, x 1,57). 19, 22, Loc. GM EB-3A. Biozona de O. spiralis (19, MGM 1260 S, x 9,44; 22, MGM 1263 S, x 3,27). 20, MGM 1261 S. Loc. CO-4. Biozona de S. turriculatus (x 4,41). 389 390 LÁMINA 13. Género Monograptus. Figs. 1-14, 21. Monograptus belophorus (Meneghini). 1, MGM 1264 S. Loc. 81-Ci-15. Wenlock (x 0,5). 2, MGM 1265 S. Loc. 81-Ci-16. Wenlock (x 3). 3-4, Loc. 81-Ci-17. Biozona de M. belophorus-C. rigidus ? (3, MGM 1266 S, x 2,27; 4, MGM 1267 S, x 5,6). 5-7, Loc. CO-23. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (5, MGM 1268 S, x 2,5; 6, MGM 1269 S, x 2,84; 7, MGM 1270 S, x 2,05). 8-9, Loc. CO-24. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (8, MGM 1271 S, x 1,52; 9, MGM 1272 S, x 1,9). 10-11, MGM 1273 S. Loc. HD-F. Biozonas de M. belophorus-C. rigidus a C. perneri-C. ramosus (10, x 2,86; 11, x 1,79). 12-14, Loc 3. Wenlock (12, MGM 1274 S, x 5,22; 13, MGM 1275 S, x 1,22; 14, MGM 1276 S, x 4,21). 21, MGM 1283 S. Loc. 30. Wenlock (x 2,08). Figs. 15-16, 22-23, 25-26, 29-30. Monograptus flemingii (Salter). 15, MGM 1277 S. Loc. PT RE-14. Biozonas de C. perneri -C. ramosus a C. lundgreni ? (x 2,9). 16, MGM 1278 S. Loc. HD-F. Wenlock (x 1,39). 22, MGM 1284 S. Loc. CHW-10. Wenlock (x 1,84). 23, MGM 1285 S. Loc. CO-29. Biozona de C. lundgreni (x 2,96). 25, MGM 1287 S. Loc. Cáceres. Wenlock (x 2). 26, MGM 1267 S. Loc. CO-26. Biozonas de M. belophorus- C.rigidus a C. perneri- C. ramosus (x 1,625). 29-30, Loc. Zarza de Alange. Wenlock (29, MGM 1337 S, x 0,87; 30, MGM 1338 S, x 1,33). Figs. 17-18. Monograptus firmus? Bouček. Loc. CO-19. Biozona de C. murchisoni? (17, MGM 1279 S, x 1,79; 18, MGM 1280 S, x 3,2). Fig. 19. Monograptus drepanoformis Toghill & Strachan. MGM 1281 S. Loc. CO-9. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 3,9). Figs. 20, 24, 27-28. Monograptus curvus Manck. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (20, MGM 1282 S, x 2,27; 24, MGM 1286 S, x 1,87; 27, MGM 1068 S, x 4,22; 28, MGM 1146 S, x 2,25). 391 392 LÁMINA 14. Género Monograptus. Figs. 1-2. Monograptus cf. riccartonensis Lapworth. 1, MGM 1288 S. Loc. CO-27. Biozona de C. perneri- C. ramosus (x 3,15); 2, MGM 1289 S. Loc. SB PQ-38. Wenlock (x 6,66). Fig. 3. Monograptus cf. flemingii (Salter). MGM 1290 S. Loc. CO-27. Biozona de C. perneri -C. ramosus (x 8,84). Fig. 4. Monograptus gemmatus (Barrande). MGM 1291 S. Loc. 18. Biozona de R. linnaei? (x 2,4). Figs. 5, 12-14. Monograptus parapriodon Bouček. 5, 13-14, Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis, o algo por encima (5, MGM 1292 S, x 2,56; 13 (látex), MGM 1300 S, x 6,11; 14, MGM 1301 S, x 2,9). 12, MGM 1299 S. Loc. 19-34 9807-GM. Biozona de T. tullbergi (x 5,45). Figs. 6, 9-10. Monograptus marri Perner. Loc. NP-A-1A (=PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (6, MGM 1293 S, x 1,95; 9, MGM 1296 S-1, x 2,64; 10, MGM 1297 S, x 2,37). Figs. 7, 11. Monograptus juancarlosi Štorch. 7, MGM 1294 S. Loc. GM EB-2. Biozona de T. tullbergi? (x 2,48). 11, MGM 1298 S. Loc. SP-A-1 (=PS-4). Biozona de O. spiralis (x 2). Figs. 8, 15-20. Monograptus priodon (Bronn.). 8, 19, Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (8, MGM 1295 S, x 7,5; 19, MGM 1306 S, x 2,96). 15, 17, Loc. GR-16 (= CO-16). Biozona de C. lapworthi (15, MGM 1302 S, x 2,13; 17, MGM 1304 S, x 1,67). 16, MGM 1303 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 2,25). 18, MGM 1305 S. Loc. CO-14. Biozona de O. spiralis (x 1,62). 20, MGM 1307 S. Loc. GM EB-1T. Biozona de T. tullbergi (x 3,19). Figs. 21-23. Monograptus cf. priodon (Bronn.). 21-22, MGM 1308 S. Loc. E BEL N-5. Biozona de O. spiralis (21, x 5,28; 22 (látex), x 5,4). 23, MGM 1435 S. Loc. 14. Wenlock? (látex, x 3,125). 393 394 LÁMINA 15. Género Torquigraptus. Figs. 1-7. Torquigraptus arcuatus (Bouček). 1, MGM 1309 S. Loc. CO-7. Biozona de Mcl. griestoniensis? (x 1,73). 2-3, 7, MGM 1310 S. Loc. Selladores (= EC SE-1). Biozona de Strep. crispus (2, x 1,25; 3, x 1; 7, x 2,72). 4, 6 (látex), Loc. 33. Biozona de Strep. crispus (4, MGM 1311 S, x 2,03; 6, MGM 1313 S, x 2,38). 5, MGM 1312. Loc. 18. Biozona de R. linnaei? (x 2,04). Figs. 8-9, 11. Torquigraptus australis Štorch. 8, MGM 1314 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 2). 9, MGM 1315 S. Loc. AL LP-D. Telychiense (x 3,1). 11, MGM 1317 S. Loc. Mina de Almadén. Límite entre las biozonas de M. griestoniensis y T. tullbergi (x 1,75). Figs.10, 12. Torquigraptus flagellaris (Törnquist). 10, MGM 1316 S. Loc. CO-13. Biozona de O. spiralis (x 3,2). 12, MGM 1318 S. Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (12, x 2,4). Figs.13-14. Torquigraptus planus (Barrande). 13, MGM 1319 S. Loc. CC GU JA-12. Biozona de R. linnaei (subzona de P. runcinatus-“M”. gemmatus) (x 3,25). 14, MGM 1320 S. Loc. AL LP-A. Biozona de R. linnaei (subzona de P. palmeus) (x 2). Figs. 15-16. Torquigraptus tullbergi (Bouček). 15, MGM 1321 S. Loc. GM EB-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 2,37). 16, MGM 1322. Loc. GM PO(CENT). Biozona de Mcl. griestoniensis (x 2,65). Fig. 17. Torquigraptus proteus (Barrande). MGM 1323 S. Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 2,42). 395 396 LÁMINA 16. Género Spirograptus. Figs. 1-23. Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. 1-3, Loc. CC GU JA-15 (= CC GJ-15). Biozona de R. linnaei (Subzonas de P. runcinatus - M. gemmatus a P. palmeus) (1, MGM 1324 S, x 3,48; 2, MGM 1325 S, x 3,68; 3, MGM 1326 S, x 3,04). 4-6, Loc. 863Vilches (= M-9816). Biozona de R. linnaei (4, MGM 1327 S, x 2,37; 5, MGM 1328 S, x 1,75; 6, MGM 1329 S, x 4,6). 7, MGM 1330 S. Loc. CHE-1,2. Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus-“M”. gemmatus a P. palmeus) (x 4). 8, MGM 1331 S. Loc. 81-Ci-3. Biozona de R. linnaei (x 3). 9-23, Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (9, MGM 1332 S, x 3; 10, MGM 1333 S, x 2,22; 11, MGM 1334 S, x 3,59; 12, MGM 1335 S, x 2,64; 13, MGM 1336 S, x 2,18; 14, MGM 1296 S-2, x 3,9; 15, MGM 1296 S-3, x 4,14; 16, MGM 1339 S, x 3,68; 17, MGM 1340 S, x 2,92; 18, MGM 1341 S, x 3,26; 19 (látex), MGM 1341 S, x 3,26; 20, MGM 1342 S, x 3,85; 21, MGM 1343 S, x 5,33; 22, MGM 1344 S, x 7,28; 23, MGM 1611 S, x 3,91). 397 398 LÁMINA 17. Géneros Oktavites y Spirograptus. Figs. 1-10. Oktavites spiralis (Geinitz). 1-2, 4, 7-8, Loc. CC MJ -12 (=CO-12). Biozona de O. spiralis (1, MGM 1346 S, x 2,67; 2, MGM 1347 S, x 3,98; 4, MGM 1349 S, x 1,96; 7, MGM 1352 S, x 2,25; 8, MGM 1353 S, x 3,07). 3, MGM 1348 S. Loc. CO-14. Biozona de O. spiralis (x 3,375). 5-6, Loc. GR-16 (= CO-16). Biozona de C. lapworthi (5, MGM 1350 S, x 4; 6, MGM 1351 S, x 2,46). 9, MGM 1354 S, Loc. PS-4. Biozona de O. spiralis (x 2,92). 10, MGM 1355 S. Loc. GM EB-3A. Biozona de O. spiralis (x 2,05). Figs. 11-12. Spirograptus turriculatus (Barrande). Loc. CO-4. Biozona de S. turriculatus (11, MGM 1356 S, x 6,36; 12, MGM 1357 S, x 8,06). Figs. 13-14. Oktavites falx (Suess). Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (13, MGM 1358 S, x 6,36; 14, MGM 1359 S, x 3,81). 399 400 LÁMINA 18. Género Rastrites. Figs. 1-2. Rastrites spengillensis Rickards. Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (1, MGM 1360 S, x 4,42; 2, MGM 1361 S, x 4,38). Figs. 3-4. Rastrites cf. linnaei Barrande. 3, MGM 1362 S. Loc. 81-Ci-3. Biozona de R. linnaei (x 5,4). 4, MGM 1363 S. Loc. Mina de Almadén (Planta 14). Telychiense (x 4,32). Figs. 5-6. Rastrites cf. fugax Barrande. Loc. CC GU JA-12. Biozona de R. linnaei (subzona de P. runcinatus- “M”. gemmatus) (5, MGM 1364 S, x 8,08; 6, MGM 1365 S, x 5,84). Fig. 7. Rastrites sp. (ex. gr. spina). MGM 1366 S. Loc. NP-A-1a (= PN-1). Biozona de R. linnaei (subzona de P. hispanicus) (x 5,58). Figs. 8. Rastrites fugax Barrande (= Rastrites peregrinus, Barrande, en Tamain (1972) p. 303, Lám. 15, fig. 6). Loc. El Centenillo (Jaén) (x 2,45). Figs. 9-10. Rastrites sp. 9, MGM 1367 S. Loc. Cantohincado. Biozona de L. convolutus (x 6,67). 10, MGM 1368 S. Loc. PT OB-2. Telychiense (x 4,93). Fig. 11. Rastrites schaueri Štorch & Loydell. MGM 1369 S. Loc. CC GU JA-15. Biozona de R. linnaei (subzonas de P. runcinatus-“M”. gemmatus a P. palmeus) (x 8,26). 401 402 LÁMINA 19. Géneros Euroclimacis. Monoclimacis. Figs. 1-2. Monoclimacis cf. crenulata (Elles & Wood). Loc. SB PQ-23. Biozona de O. spiralis? (1, MGM 1370 S, x 5,5; 2, MGM 1371 S, x 3,53). Figs. 3-4. Monoclimacis cf. vomerina (Nicholson). Loc. GM EU-4. Biozona de C. murchisoni? (3, MGM 1372 S, x 4,67; 4, MGM 1373 S, x 5,2). Fig. 5. Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček). MGM 1374 S. Loc. CO-14. Biozona de O. spiralis (x 6,17). Fig. 6. Monoclimacis hemipristis (Meneghini). MGM 1375 S. Loc. CO-24. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (x 3,46). Figs. 7-8. Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch. 7, MGM 1376 S. Loc. CO-8A. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 3,79). 8, MGM 1377 S. Loc. CO-8. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 3,81). Figs. 9, 20-21. Euroclimacis jabalonensis Loydell et al. 9, MGM 1378 S. Loc. SB PQ-19. Biozona de O. spiralis? (x 4,75). 20, MGM 1389 S. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (x 6,31). 21, MGM 1387 S. Loc. SP-A-2 (=PS-2). Telychiense (x 5,755). Figs. 10-11, 14, 17-18. Euroclimacis ibérica Štorch. Loc. CO-16. Biozona de O. lapworthi (10, MGM 1379 S-1, x 5,1; 11, MGM 1380 S, x 2,8; 14, MGM 1383 S, x 3,8; 17, MGM 1386 S, x 1,68; 18, MGM 1379 S-2, x 4,31). Figs. 12-13. Euroclimacis adunca (Bouček). Loc. CO-18. Biozona de C. murchisoni? (12, MGM 1381 S, x 3,08; 13, MGM 1382 S, x 4,22). Figs. 15-16. Euroclimacis cf. jabalonensis Loydell et al. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (15, MGM 1384 S, x 6,21; 16, MGM 1385 S, x 5,98). Fig. 19. Euroclimacis cf. hamata Loydell et al. MGM 1388 S. Loc. AL AM spy. Wenlock? (x 5,78). 403 404 LÁMINA 20. Género Monoclimacis. Figs. 1 a 6. Monoclimacis griestoniensis (Nicol). 1-2, Loc. GM EB-1. Biozona de Mcl. griestoniensis (1, MGM 1390 S, x 7,65; 2, MGM 1391 S, x 11). 3, MGM 1392 S. Loc. SB PQ-17. Biozona de Mcl. griestoniensis(x 3,59). 4, MGM 1393 S. Loc. SB PQ-12. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 3,38). 5, MGM 1394 S. Loc. EC SE- 3. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 1,97). 6, MGM 1395 S. Loc. SB PQ-15. Biozona de Mcl. griestoniensis (x 2,7). Figs. 7 a 17. Monoclimacis flumendosae (Gortani). 7, MGM 1396 S. Loc. HD-E. Wenlock (x 2,09). 8, MGM 1397 S. Loc. CHW-8. Biozonas de M. belophorus-C. rigidus a C. perneri-C. ramosus (x 4,58). 9, MGM 1398 S. Loc. Cáceres. Wenlock (x 0,75). 10, MGM 1399 S. Loc. GM EC-5. Wenlock (x 6,57). 11, 14-15, Loc. CO-25. Biozona de C. lundgreni (11, MGM 1400 S, x 3,83; 14, MGM 1403 S, x 3,64; 15, MGM 1404 S, x 6,23). 12, MGM 1401 S. Loc. 16. Wenlock (x 1,43). 13, MGM 1402 S. Loc. 3. Wenlock (x 1,665). 16, MGM 1405 S. Loc. 5. Biozonas de C. perneri -C. ramosus (x 4,12). 17, MGM 1406 S. Loc. CHW-7. Biozona de M. belophorus-C. rigidus (x 5,55). Figs. 18-19. Monoclimacis flexa Loydell. Loc. D-3. Biozona de spiralis? (18, MGM 1407 S, x 6,04; 19, MGM 1408 S, x 5,5). 405 406 LÁMINA 21. Géneros Diversograptus. Barrandeograptus. Paradiversograptus. Figs. 1-5, 7-8, 10-12, 14. Diversograptus ramosus Manck. Rabdosomas multiramosos de varias localidades, en unos casos orientados o acumulados por corrientes y en otros dispuestos al azar. (1, 2, 3, 4, Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (1, MGM 1409 S, x 2,22; 2, MGM 1410 S, x 2,25; 3, MGM 1411 S, x 4,7; 4, MGM 1412 S, x 2,99). 5, 7, 11, 12, Loc. GR-16 (= CO-16). Biozona de C. lapworthi (5, MGM 1413 S, x 1,33; 7, MGM 1415 S, x 1,05; 11, MGM 1419 S, x 2,82; 12, MGM 1420 S, x 3). 8, 14, Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (8, MGM 1416 S, x 2,25; 14, MGM 1655 S, x 2,84). 10. MGM 1418 S. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (x 6,71). Fig. 6. Diversograptus sp. Vaciado en látex de un fragmento del rabdosoma. MGM 1414 S. Loc. SP-A-2 (=PS- 2). Telychiense (x 5,82). Fig. 9. Barrandeograptus sp. Conjunto de varios rabdosomas multiramosos. MGM 1417 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (x 1,25). Fig. 13. Paradiversograptus cf. runcinatus Lapworth. Fragmento distal de la colonia. MGM 1654 S. Loc. 863Vilches (= M-9816). Biozona de Rastrites linnaei (x 3,79). 407 408 LÁMINA 22. Género Cyrtograptus. Fig. 1. Cyrtograptus n. sp. aff. insectus Bouček, procladio. MGM 1421 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 4,42). Figs. 2, 4-5, 7. Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, colonias carentes de la región proximal, con fragmentos del cladio tecal. 2, MGM 1422 S. Loc. CHW-14. Biozona de C. lundgreni (x 2,59); 4, MGM 1424 S. Loc. CHW-30. Biozona de C. lundgreni (x 2,06); 5, MGM 1425 S. Loc. CHW-21. Biozona de C. lundgreni (x 2,51); 7, MGM 1427 S. Loc. CHW-25. Biozona de C. lundgreni (x 1,39). Figs. 3, 6, 10. Cyrtograptus rigidus Tullberg, rabdosoma con cladio en conexión (3, 6), y fragmentos aislados de cladia (6, 10). Loc. HD-H, Sheinwoodiense. Biozonas de C. perneri-C. ramosus a C. lundgreni? (3, MGM 1423 S, x 2,66; 6, MGM 1426 S, x 2,3; 10, MGM 1430 S, x 1,91). Figs. 8, 11-12, 16-17. Cyrtograptus ramosus Bouček, fragmentos del procladio con una o varias cladias en conexión. 8, 11, Loc. PT RE-13. Biozona de C. perneri-C. ramosus (8, MGM 1428 S, x 1,26; 11, MGM 1431, x 1,23); 12, MGM 1431 S. Loc. CO-27. Biozona de C. perneri-C. ramosus (x 2,09); 16-17, Loc. CO-27plus. Biozona de C. perneri-C. ramosus? (16, MGM 1436 S, x 1,63; 17, MGM 1437, x 1,96). Fig. 9. Cyrtograptus cf. ramosus Bouček. MGM 1429 S. Loc. CO-27. Biozona de C. perneri-C. ramosus (x 2,25). Fig. 13. Cyrtograptus cf. ellesae Gortani, fragmento con cladio en conexión. MGM 1433 S. Loc. CHW-9. Biozona de C. perneri -C. ramosus (x 3,27). Fig. 14. Cyrtograptus cf. perneri Bouček. MGM 1434 S. Loc. PT RE-22. Biozona de C. lundgreni (x 3,9). Figs. 15, 18. Cyrtograptus perneri Bouček, fragmentos con cladio en conexión. Loc. CO-29. Biozona de C. lundgreni (15, MGM 1286 S, x 5,31; 18 MGM 1656 S, x 5,74). 409 410 LÁMINA 23. Euriptéridos. Figs. 1-3, 14. Euriptéridos. Piel. 1, MGM 1438 S. Loc. CO-12 +160-180. Biozona de O. spiralis (x 1,93). 2-3, 14, Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (2, MGM 1439 S, x 1,09; 3, MGM 1440 S, x 1,3; 14, MGM 1451 S, x 4,63). Figs. 4 a 12. Euriptéridos. Bordes. 4, MGM 1441 S. Loc. CO-12 +40-60. Biozona de T. tullbergi (x 1,04). 5, 8-9, Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (5, MGM 1442 S, x 1,125; 8, MGM 1445 S, x 0,42; 9, MGM 1446 S, x 0,46). 6, MGM 1443 S. Loc. 21 33 IN GM 05/M4. Telychiense (x 0,73). 7, MGM 1444 S. Loc. CO-15 +60-80. Biozona de O. spiralis (x 0,6). 10, MGM 1447 S. Loc. CO-15 +80-100. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (x 1,77). 11, MGM 1448 S. Loc. CO-16/17 +100-120. Biozona de C. murchisoni (x 0,54). 12, MGM 1449 S. Loc. SP-A-1 (=PS-4). Biozona de O. spiralis (x 0,73). Fig. 13. Euriptéridos. Patas. MGM 1450 S. Loc. GM-H. Biozona de Oktavites spiralis o algo por encima (x 2,06). 411 412 LÁMINA 24. Euriptéridos. Figs. 1-2, 5-6, 9. Euriptéridos. Gnatos izquierdos. 1, MGM 1452 S. Loc. CO-16/17 +100-120. Biozona de C. murchisoni (x 1,08). 2, MGM 1453 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 1,41). 5, MGM 1456 S. Loc. CO- 12 +60-70. Biozona de O. spiralis (x 1,46). 6, MGM 1457 S. Loc. CO-12 +160-180 (junto con una mandíbula de Filocárido). Biozona de O. spiralis (x 2,15). 9, MGM 1460 S. Loc. N18-SB1-24394 (= SB PQ-19)]. Biozona de O. spiralis? (x 1,71). Figs. 3-4, 7-8. Euriptéridos. Gnatos derechos. 3, MGM 1454 S. Loc. CO-16/17 -40-60. Biozona de C. lapworthi (x 1,15). 4, MGM 1455 S. Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (x 2,18). 7, MGM 1458 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 1,31). 8, MGM 1459 S. Loc. CC MJ-18 (=CO-18). Biozona de C. murchisoni (x 2). Fig. 10. Euriptérido. Borde. MGM 1461 S. Loc. Alange. Wenlock (x 2). Figs. 11-13, 16. Euriptéridos. Patas. 11, MGM 1462 S. Loc. CO-12 +40-60. Biozona de T. tullbergi (x 1,04). 12, MGM 1463 S. Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (x 2,22). 13, MGM 1464 S. Loc. CO-16/17. Biozona de C. murchisoni (x 1,69). 16, MGM 1467 S. Loc. CO-15 0-20. Biozona de O. spiralis (x 3,38). Figs. 14-15, 17-18. Euriptéridos. Piel. 14, 17, Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (14, MGM 1465 S, x 2,42; 17, MGM 1468 S, x 1,63). 15, MGM 1466 S. Loc. CO-16. Biozona de C. lapworthi (x 1,26). 18, MGM 1469 S. Loc. Alange. Wenlock (x 1,72). 413 414 LÁMINA 25. Filocáridos. Fig. 1. Bohemicaris cf. bohemica (Barrande). Fragmento del telson. MGM 1470 S. Loc. Calatraveño. Pridoli? (x 2,4). Fig. 2. Filocárido. Fragmento de caparazón (Valva izquierda/derecha). MGM 1471 S. Loc. CHW-4. Wenlock (x 5,78). Figs. 3-13, 16-17. Mandíbulas de filocáridos (vaciados en látex, excepto 10, 11 y 12). 3, 9-10, 13, 16-17, Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (3, MGM 1472 S, x 5,41; 9, MGM 1478 S, x 9,19; 10, MGM 1479 S, x 6,92; 13, MGM 1482 S, x 9,85; 16, MGM 1485 S, x 8,57; 17, MGM 1486 S, x 10,86). 4, MGM 1473 S. Loc. GM EB-2. Biozona de T. tullbergi? (x 4,93). 5, MGM 1474 S. Loc. GM EB-3A. Biozona de O. spiralis (x 14,36). 6, MGM 1475 S. Loc. CC MJ-18 (= CO-18). Biozona de C. murchisoni? (x 8,99). 7, MGM 1476 S. Loc. GM EC-7. Telychiense (x 23.94). 8, MGM 1477 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 8,53). 11, MGM 1480 S. Loc. 12. Telychiense (x 9,37). 12, MGM 1481 S. Loc. GM EB-6. Biozona de O. spiralis (x 4,17). Fig. 14. Caparazones de filocáridos. MGM 1483 S. Loc. GM EC-7. Telychiense (x 4,58). Fig. 15. Fragmento del telson (n. gen.?). MGM 1484 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (Látex, x 2,57). Fig. 18. Furcas del telson aisladas. MGM 1487 S. Loc. CC JA-8. Biozona de C. lundgreni (x 1,68). 415 416 LÁMINA 26. Ortocerátidos. Figs. 1-2, 4-10, 13. Orthocerida morfotipo 1. 1-2, Loc. E BEL N5, nódulos (2, látex). Biozona de O. spiralis (1, MGM 1488 S, x 1,08; 2, MGM 1489 S, x 2,79). 4-6, 8-10, Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (4, MGM 1491 S, x 3,47; 5, MGM 1492 S, x 2,82; 6, MGM 1493 S, x 2,43; 8, MGM 1495 S, x 2,44; 9, látex, MGM 1496 S, x 2,66; 10, látex, MGM 1497 S, x 3,33). 7, MGM 1494 S. Loc. SB PQ-25. Telychiense superior? (x 2,46). 13, MGM 1500 S. Loc. CC GU JA-11. Aeroniense superior? (x 1,48). Fig. 3. Orthocerida indet. MGM 1490 S. Loc. GM GN-6. Biozona de O. spiralis (x 5,6). Figs. 11-12. Orthocerida morfotipo 3. 11, MGM 1498 S. Loc. GM EB-6. Biozona de O. spiralis (x 1,5). 12, MGM 1499 S. Loc. GM EB-5. Biozona de O. spiralis (x 1,29). Fig. 14. Orthocerida morfotipo 2. MGM 1501 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima. Látex (x 1,94). Fig. 15. Orthocerida morfotipo 4. MGM 1502 S. Loc. CO-4. Biozona de S. turriculatus (x 1,35). Fig. 16. Orthocerida morfotipo 5. MGM 1503 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (látex, x 2,64). 417 418 LÁMINA 27. Ortocerátidos. Figs. 1-5, 8-10. Orthocerida. Loc. Mina Guillermin. Pridoli (1, MGM 1504 S, x 0,58; 2, MGM 1505 S, x 1,42; 3, MGM 1506 S, x 0,98; 4, MGM 1507 S, x 1,22; 5, MGM 1508 S, x 1,04; 8, MGM 1511 S, x 0,77; 9, MGM 1512 S, x 0,63; 10, MGM 1512 S, x 0,49). Figs. 6-7. Orthocycloceras fluminese (Meneghini). Loc. Puerto Calatraveño. Pridoli? (6, MGM 1509 S, x 1,29; 7, MGM 1510 S, x 1,22). Figs. 11, 19. Orthocerida morfotipo 1. 11, MGM 1513 S. Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (látex, x 1,69). 19, MGM 1657 S. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (látex, x 2,93). Figs. 12, 14. Orthocerida morfotipo 2. 12, MGM 1514 S. Loc. CO-15 +20-40. Biozona de O. spiralis (látex, x 2). 14, MGM 1516 S. Loc. CO-15 +80-100. Biozona de O. spiralis (látex, x 3,2). Figs. 13, 17-18. Orthocerida morfotipo 3. 13, MGM 1515 S. Loc. CO-13. Biozona de O. spiralis (látex, x 1,25). 17, MGM 1519 S. Loc. CO-12 +2,4-3,1. Biozona de O. spiralis (látex, x 1,59). 18, MGM 1520 S. Loc. CO-15 +80-100. Biozona de O. spiralis (látex, x 3,32). Fig. 15. Orthocerida morfotipo 7?. MGM 1517 S. Loc. CC JA-8. Biozona de C. lundgreni (látex, x 3,71). Fig. 16. Orthocerida morfotipo 6. MGM 1518 S. Loc. CO-15 +100-120. Biozona de O. spiralis (látex, x 3,16). 419 420 LÁMINA 28. Ortocerátidos. Gasterópodos. Trilobites. Icnofósiles. Figs. 1-2, 4. Aptychopsis sp. 1, MGM 1521 S. Loc. HD-D. Wenlock? (x 2,58). 2, MGM 1522 S. Loc. PT RE-13. Biozona de C. perneri-C. ramosus (x 3,91). 4, MGM 1524 S. Loc. D-3 (con Orthocerida morfotipo 5). Biozona de O. spiralis? (x 1,88). Figs. 3, 5, 7. Preodontochile batalleri (Hernández Sampelayo). Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (3, MGM 1523 S, x 9,17; 5, x 4,5; 7, x 5). Fig. 6. Concentración de fragmentos diminutos de conchas finas de ortocerátidos, trituradas o regurgitadas por un depredador no identificado, en un plano de pizarra ampelítica. MGM 1525 S. Loc. D-3. Biozona de O. spiralis? (x 4,71). Fig. 8. Trichichnus? isp. MGM 1526 S. Loc. CO-4A. Biozona de S. turriculatus (x 1,12). Fig. 11. Trichichnus isp. MGM 1529 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 1,76). Fig. 12. Trichichnus appendicus Uchman. MGM 1530 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (x 1,75). Figs. 9-10. 9, Cyrtoreritimorpha? indet. MGM 1527 S. Loc. GM EU-3. Wenlock? (Látex, x 5). 10, Loxonematoides indet. MGM 1528 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis (Látex, x 3,86). 421 422 LÁMINA 29. Bivalvos. Figs. 1, 18-19. Cheiopteria? sp. 1. Valvas izquierda y derecha y Orthocerida. 1, MGM 1531 S. Loc CO-15 +0- 20. Biozona de O. spiralis (x 2,81). 18-19, Loc. CO-16/17 +100-120. Biozona de C. murchisoni (18, valva derecha, MGM 1547 S, x 4,76; 19, valva izquierda, MGM 1548 S, x 4,5). Fig. 2. Slavidae indet. MGM 1532 S. Loc. CO-15 +0-20. Látex. Biozona de O. spiralis (x 2,55). Figs. 3, 5-6, 12. Cardiolidae indet. 3, MGM 1533 S. Loc. CO-15 +80-100. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (x 2,53). 5-6, Loc. CO-15. Biozonas de O. spiralis a C. lapworthi (5, valva izquierda, MGM 1535 S, x 1,8; 6, valva izquierda?, MGM 1536 S, x 1,07). 12, valva derecha?. MGM 1542 S. Loc. AL AM W. Wenlock? (x 4). Fig. 4. Stolidotus sp. MGM 1534 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (x 8,39). Fig. 7. Cardiola aff. agna Kříž. MGM 1537 S. Loc. “1 m sobre ortóceras”. Ludlow? (x 2,51). Fig. 8. Antipleuridae n. gen. MGM 1538 S. Loc. AL AM W. Wenlock? (x 2,56). Figs. 9-10, 13. Mytilarca sp. Loc. Calatraveño. Pridoli (9, valva izquierda, MGM 1539 S, x 3,48; 10, valva izquierda, MGM 1540 S, x 2,28; 13, vista lateral del 9, MGM 1539 S, x 4,52). Fig. 11. Pterinopecten (Pterinopecten) cybele aff. cybele (Barrande). MGM 1541 S. Loc. Calatraveño. Pridoli (x 2,67). Figs. 14-15. Actinopteria sp. Valvas derechas. Loc. D-3. Biozona de O. spiralis? (14, MGM 1543 S, x 4,77; 15, MGM 1544 S, x 9,53). Fig. 16. Pterineidae indet. MGM 1545 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (x 7,06). Fig. 17. Pterineidae indet. (Actinopteria sp. ?/Leiopteria? sp.). Valva izquierda. MGM 1546 S. Loc. PT RE-23. Biozona de C. lundgreni? (x 4,8). 423 424 LÁMINA 30. Bivalvos. Fig. 1. Panenka aff. obsequens Barrande. MGM 1549 S. Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (x 1,55). Figs. 2, 4-5. Praecardium sp. Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (2, MGM 1550 S, x 3,42; 4, MGM 1552 S, x 3,69; 5, MGM 1552 S, x 4,43). Fig. 3. Praecardium aff. bohemicum Barrande. MGM 1551 S. Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (x 4,08). Figs. 6-7, 9-12. Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž. Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (6, MGM 1553 S, x 1,59; 7, valva izquierda, MGM 1554 S, x 4,95; 9, MGM 1556 S, x 2,47; 10, MGM 1553 S, x 4,38; 11, MGM 1557 S, x 5,6; 12, MGM 1558 S, x 3,47). Fig. 8. Cheiopteria aff. bridgei Pojeta & Kříž. Valva izquierda. MGM 1555 S. Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (x 6,27). Figs. 13-14. Leptodesma aff. carens (Barrande). Loc. Presa del Pantano. Pridoli tardío (13, valva derecha, MGM 1553 S-1, x 4,02; 14, valva derecha, MGM 1556 S-1, x 5,18). Fig. 15. Butovicella cf. migrans (Barrande). Valva izquierda. MGM 1559 S. Loc. Veredas (San Benito). Biozona de Mcl. griestoniensis. (Látex, x 7,36). Fig. 16. Silurinka vetula Kříž. Valva izquierda. MGM 1560 S. Loc. Veredas (San Benito). Telychiense (Látex, x 7,2). 425 426 LÁMINA 31. Braquiópodos. Figs. 1-4, 7-16. Rhynchonellida indet. 1. 1, 4, 11, Loc. EC SE-6. Biozonas de M. griestoniensis a T. tullbergi (1, MGM 1561 S, x 2,15; 4, MGM 1564 S, x 1,3; 11, valva dorsal, MGM 1571 S, x 5,57). 2-3, 15, Loc. SB PQ-13. Biozona de Mcl. griestoniensis? (2, MGM 1562 S, x 1,87; 3, MGM 1563 S, x 3; 15, valva dorsal, MGM 1575 S, x 4,84). 7, MGM 1567 S. Loc. HD-D, Sheinwoodiense (Látex, x 1,8). 8-10, 12-14, 16, Loc. 11-39 (GM EB). Biozonas de Mcl. griestoniensis a O. spiralis (Todos látex, 8, valva ventral, MGM 1568 S, x 3,59; 9, vista posterior, MGM 1569 S, x 5,18; 10, valva ventral, MGM 1570 S, x 4,44; 12, vista lateral, MGM 1568 S, x 2,98; 13, vista anterior, MGM 1568 S, x 3,43; 14, valva ventral, MGM 1574, x 5,88; 16, MGM 1576 S, x 2,22). Figs. 5-6, 17-20, (21), 22-23. Rhynchonellida indet. 2. 5-6, Loc. CO-16/17 +250-280. Biozona de M. riccartonensis (5, MGM 1565 S, x 1,73; 6, MGM 1566 S, x 2,31). 17-18, Loc. CHW-4. Wenlock (17, látex, MGM 1577 S, x 4,08; 18, MGM 1578 S, x 2,73). 19-20, 23, Loc. CO-21. Biozona de M. riccartonensis (¿P. dubius?) (19, MGM 1579 S, x 1,11; 20, MGM 1580 S, x 2,67; 23, MGM 1583 S, x 2,28). 21, MGM 1581 S. Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (x 3,6). 22, MGM 1582 S. Loc. CHW-3. Wenlock (x 2,38). Fig. 24. Lissatrypidina. MGM 1584 S. Loc. EC SE-6. Biozonas de M. griestoniensis a T. tullbergi (x 4,06). 427 428 LÁMINA 32. Braquiópodos. Bivalvos. Figs. 1-5, 7-8. Valdaria budili? Havlíček & Štorch. 1, 3-4, 7-8, Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (1, valva dorsal, MGM 1585 S, x 5,9; 3, valva ventral, MGM 1587 S, x 4,06; 4, valva dorsal, MGM 1588 S, x 3,45; 7, valva dorsal, MGM 1591 S, x 3,45; 8, valva ventral, MGM 1592 S, x 4,58). 2, 5, Loc. SB PQ-13. Biozona de Mcl. griestoniensis? (2, valva dorsal, MGM 1586 S, x 3,98; 5, valva ventral, MGM 1589 S, x 3,95). Figs. 6, 18-19. Cheiopteria? sp. 6, valva derecha. MGM 1590 S. Loc. SB PQ-24. Telychiense? (x 2,06). 18-19, valvas izquierdas. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (18, MGM 1602 S, x 3,11; 19, MGM 1603 S, x 5,9). Fig. 9. Lissatrypidina. MGM 1593 S. Loc. BN-1. Wenlock. Látex. Parte superior, vista anterior (x 5,2). Parte inferior, vista ventral (x 4,64). Fig. 10. Linguliformea? indet. MGM 1594 S. Loc. SB PQ-36. Wenlock (x 6,11). Figs.11-13. Dualinidae indet. 11, MGM 1595 S. Loc. CO-18. Biozona de C. murchisoni?. Látex (x 4,28). 12, MGM 1596 S. Loc. GM-H. Látex. Biozona de O. spiralis o algo por encima (x 5,13). 13, MGM 1597 S. Loc. 2m11 (2 m sobre CO-11). Biozonas de T. tullbergi-O. spiralis? (x 2,19). Fig. 14. Panenka sp. Valva derecha. MGM 1598 S. Loc. Mina Guillermín. Pridoli? (x 4,18). Figs. 15-16. Telycardia malinka Kříž. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (15, valva izquierda, MGM 1599 S, x 7,93; 16, valva derecha, MGM 1600 S, x 7,47). Fig. 17. Slava aff. decurtata Barrande. MGM 1601 S. Loc. 14. Wenlock? (valva izquierda?, x 5,95). Fig. 20. Cardiola aff. agna Kříž. MGM 1604 S. Loc. WAlange. Ludlow. Látex (valva derecha, x 5,25). Fig. 21. Stolidotus? sp. MGM 1605 S. Loc. “1 m sobre ortóceras”. Ludlow? (x 2,4). Figs. 22-23. Algerina? sp. Loc. WAlange. Ludlow (22, MGM 1606 S, x 3,15; 23, latex, MGM 1607 S, x 3,05). Fig. 24. Slava aff. norna Kříž. MGM 1608 S. Loc. CO-12 40-60. Biozona de O. spiralis. Látex (x 2,17). Fig. 25. Slavinka aff. tanita Kříž. MGM 1609 S. Loc. CO-12 40-60. Biozona de O. spiralis (x 1,54). Figs. 26-27. Copenychia aff. pristina Kříž. MGM 1610 S. Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (26, x 3,07; 27, x 3,54). Fig. 28. Butovicella aff. galemmu Kříž. MGM 1612 S. Loc. BN-2. Wenlock (valva derecha, x 12,14). Fig. 29. Butovicella cf. migrans (Barrande). MGM 1613 S. Loc. PT RE-16. Látex. Biozonas de C. perneri -C. ramosus a C. lundgreni? (valva izquierda, x 3,5). 429 430 LÁMINA 33. Equinodermos. Annelida (Machaeridios). Gasterópodos. Fig. 1. Crinoidea indet. MGM 1614 S. Loc. CO-16/17 +0-20. Biozona de C. murchisoni. Látex (x 7,86). Fig. 2. Crinoidea indet. MGM 1615 S. Loc. CC MJ-18 (= CO-18). Biozona de C. murchisoni?. Látex (x 9). Fig. 3. Crinoidea indet. MGM 1616 S. Loc. CC MJ-12 (= CO-12). Biozona de O. spiralis. Látex (x 4). Fig. 4. Crinoidea indet. MGM 1617 S. Loc. 7. Wenlock. Látex (x 8,125). Figs. 5 a 19. Scyphocrinites elegans Zenker. Loc. Mina Guillermín. Ludlow? (5, látex, MGM 1618 S, x 1,5; 6, MGM 1619 S, x 1,2; 7, MGM 1619 S, x 1,1; 8, MGM 1620 S, x 1,075; 9, MGM 1621 S, x 1,54; 10, MGM 1619 S, x 1,42; 11, MGM 1622 S, x 1,35; 12, MGM 1623 S, x 1,69; 13, MGM 1619 S, x 1,61; 14, MGM 1624 S, x 1,57; 15, MGM 1625 S, x 1,54; 16, MGM 1619 S, x 0,83; 17, MGM 1626 S, x 1,23; 18, MGM 1627 S, x 1,72; 19, MGM 1619 S, x 1,07). Figs. 20 a 24. Scyphocrinites sp. MGM 1628 S. Loc. Mina Guillermín. Ludlow? (20, x 0,85; 21, x 0,88; 22, x 0,83; 23, x 0,8; 24, x 0,9; 25, x 1,24). Fig. 25. Turrilepas? sp. MGM 1629 S. Loc. CO-21. Biozona de M. riccartonensis (¿P. dubius?) (x 8,5). Fig. 26. Plumulites sp. MGM 1523 S. Loc. CO-12. Biozona de O. spiralis (x 10). Fig. 27. Pterotheca sp. MGM 1630 S. Loc. CO-21. Biozona de M. riccartonensis (¿P. dubius?) (x 10). 431 432 LÁMINA 34. Cornulítidos. Ostrácodos. Cnidarios. Figs. 1-3. Cornulites sp. 1. 1, MGM 1631 S. Loc. CO-16/17 +220-240. Biozona de M. riccartonensis (x 4,67). 2, 3, Loc. CO-16/17 +240-260. Biozona de M. riccartonensis (2, MGM 1632 S, x 3,58; 3, MGM 1633 S, x 3,16). Figs. 4-5, 11. Cornulites sp. 2. 4, MGM 1634 S. Loc. CO-12 +160-180. Biozona de O. spiralis (x 3,94). 5, MGM 1635 S. Loc. CO-15 +100-120. Biozona de C. lapworthi (látex, x 2,55). 11, Incrustante sobre bivalvo. MGM 1641 S. Loc. CO-12 +2,4-3,1. Biozona de O. spiralis (x 5,08). Figs. 6-7. Cornulites? spp. (Annuliconchus? sp.). 6, MGM 1636 S. Loc. EC SE-2. Biozona de Mcl. griestoniensis (látex, x 15). 7, MGM 1637 S. Loc. CC MJ-18 (= CO-18). Biozona de C. murchisoni? (látex, x 6,18). Figs. 8-10, 12. Cornulítidos. 8-9, 12, Loc. HD-D. Wenlock (8, látex, MGM 1638 S, x 2,78; 9, látex, MGM 1639 S, x 3,83; 12, látex, MGM 1642 S, x 3,25).10, MGM 1640 S. Loc. CO-12 +0-20. Biozona de O. spiralis (x 2,89). Figs. 13-14, 20-23. Myodocopida. 13-14, Loc. D-3. Biozona de O. spiralis? (13, MGM 1643 S, x 12,88; 14, látex, MGM 1644 S, x 8,33). 20-23, Loc. GM-H. Biozona de O. spiralis o algo por encima (20, MGM 1647 S, x 7,91; 21, MGM 1648 S, x 8,54; 22, MGM 1649 S, x 11,82; 23, MGM 1650 S, x 9,33). Figs. 15-19. Entomozoe? sp. Loc. GM-H, en nódulos. Biozona de O. spiralis o algo por encima (15, MGM 1645 S, x 4,78; 16, MGM 1646 S, x 4,46; 17, MGM 1645 S, x 4,39; 18, MGM 1646 S, x 4,2; 19, MGM 1646 S, x 5). Fig. 24. Bolbozoe cf. anomala Barrande. MGM 1651 S. Loc. Presa del Pantano. Pridoli. Látex (x 4,17). Fig. 25. Cipridínido indet. MGM 1652 S. Loc. Guillermín. Ludlow? (x 2,41). Fig. 26. Sphenotallus sp. MGM 1653 S. Loc. GM EB-6. Biozona de O. spiralis (x 6,8). 433 434 LÁMINA 35. Conodontos. Conodontos de las biozonas de graptolitos O. spiralis (superior) a C. murchisoni (inferior) de la sección del río Jabalón (de G. Sarmiento en Loydell et al., 2009): (1, 2, 7, 9, 10, 12, 14, 15) Ozarkodina excavata (Branson & Mehl); (1) CO/S2733; elemento Sa?, vista posterior; CO15−1.0–1.2 m; (2) CO/S2743; elemento Sa?, vista anterior; CO15−0.4–0.6 m; (7) CO/S2755; elemento Sc, vista lateral interna; CO15 a −0.2 m; (9) CO/S2749; elemento Sc, vista lateral interna; CO15−0.8–1.0 m; (10) CO/S2751; elemento P, vista lateral; CO15−0.6–0.8 m; (12) CO/S2748; elemento Sc, vista lateral interna; CO15−0.8–1.0 m; (14) CO/S2746; elemento P, vista lateral; CO15−0.2–0.4 m; (15) CO/S2737; elemento P, vista lateral; CO15−1.2– 1.4 m. (3–6, 8) Distomodus staurognathoides (Walliser); (3) CO/S2732; elemento Pa, vista superior; CO15–1.0–1.2 m; (4) CO/S2731; elemento Pa, vista oblicua superior; CO15−0.4–0.6 m; (5) CO/S2110; elemento S, vista lateral; CO15−0.4–0.6 m; (6) CO/S2747; elemento S, vista lateral; CO116/17−0.2–0.4 m; (8) CO/S2757; elemento S, vista lateral; CO15−0.4–0.6 m. (11) Pterospathodus amorphognathoides Walliser; CO/S2745; elemento Pa, vista oblicua superior; CO16/17 a −0.2 m. (13) Dapsilodus obliquicostatus (Branson & Mehl); CO/S2790; vista lateral; CO15+0.8–1.0 m. La barra de escala representa 100 μm. 435 ANEXO I PERFILES ESTRATIGRÁFICOS Y YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS ESTUDIADOS Nota: La situación de las localidades se indica en la Fig. 4 del texto. XV (A) - SINCLINAL DE GUADARRANQUE ............................................................... I1 A.1. Sección del arroyo Guadarranquejo................................................................................................I1 A.2. Sección del Puerto San Vicente ......................................................................................................I3 A.3. Afloramiento puntual de la Apretura de la Muela ..........................................................................I4 A.4. Sección de Bohonal de los Montes .................................................................................................I4 A.5. Localidad histórica Arroyo Molinillo .............................................................................................I4 A.6. Afloramientos temporales en el vaso del embalse del Cíjara .........................................................I5 (B) - SINCLINAL DE HERRERA DEL DUQUE...................................................... I7 B.1. Sección del arroyo de la Colada (HD) ............................................................................................I7 B.2. Afloramiento puntual Localidad Valdecaballeros...........................................................................I8 B.3. Afloramiento puntual de Casa Ortiz ...............................................................................................I8 (C) - SINCLINAL DE CORRAL DE CALATRAVA.............................................. I11 C.1. Sección del río Jabalón (CO) ........................................................................................................I11 C.2. Sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón (CC GU JA) .......................................I19 C.3. Sección de Puente Morena (CC JA) .............................................................................................I20 (D) - SINCLINAL DE ALMADÉN ........................................................................... I23 D.1. Afloramiento puntual de la Loc. AL-VI .......................................................................................I23 D.2. Afloramiento puntual de la Loc. AL-193 .....................................................................................I23 D.3. Afloramientos puntuales de Almadenejos (AL AM) ....................................................................I23 D.4. Sección del arroyo Avilero (AL AV) ...........................................................................................I24 D.5. Sección del arroyo del Lápiz (AL LP)..........................................................................................I25 D.6. Afloramientos puntuales del arroyo del Lápiz sur (Locs. 19 y 19bis) ..........................................I28 D.7. Afloramiento puntual de Los Toriles (Loc. 49) ............................................................................I28 D.8. Afloramiento puntual de la Casa del Pielero (Loc. 1)...................................................................I28 D.9. Afloramiento puntual de El Peñoncillo (Loc. 2)...........................................................................I30 D.10. Sección del arroyo de la Ribera de Gargantiel (Locs. 3 a 5).......................................................I30 D.11. Afloramiento puntual de la Loc. 6 .............................................................................................I31 D.12. Afloramiento puntual de la Loc. 9 .............................................................................................I31 D.13. Afloramiento puntual de la Loc. 8 ..............................................................................................I31 D.14. Afloramiento puntual de la Loc. 10 ............................................................................................I31 D.15. Afloramiento puntual de la Loc. 11 ............................................................................................I30 D.16. Afloramientos puntuales de la mina de El Entredicho................................................................I30 D.17. Muestras puntuales del interior de la mina de Almadén .............................................................I30 D.18. Muestras antiguas de la mina de Almadén procedentes de colecciones históricas del Museo Geominero ............................................................................................................................................I31 (E) - SINCLINAL DE VALDEAZOGUES-PUERTOLLANO .............................. I33 E.1. Afloramientos del área de Valdeazogues (PT VAZ).....................................................................I33 E.2. Sección de Retamar (PT RE) ........................................................................................................I34 ÍNDICE DE CONTENIDO DEL ANEXO I XVI E.3. Localidades de Ojailén-Brazatortas (PT OB) ............................................................................... I36 E.4. Afloramiento puntual de la Cañada de Cantohincado .................................................................. I36 (F) - Sinclinal de Santa Cruz de Mudela................................................................... I41 F.1. Afloramientos puntuales del castillo de Montizón........................................................................ I41 F.2. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 862........... I41 (G) - SINCLINAL DE GUADALMEZ ..................................................................... I43 G.1. Sección de la estación de Chillón oeste (CHW)........................................................................... I43 G.2. Sección de la estación de Chillón este (CHE) ............................................................................. I43 G.3. Sección de Guadalmez Norte (GM GN) ...................................................................................... I44 G.4. Sección de la estación de Belalcázar (GM EB)............................................................................ I46 G.5. Afloramiento puntual GM-H ....................................................................................................... I51 G.6. Afloramiento puntual D-3 (= GM-D)........................................................................................... I51 G.7. Afloramiento puntual GM GRE................................................................................................... I53 G.8. Secciones de la Estación de las Cabras ........................................................................................ I53 G.8.1. Estación de las Cabras (GM EC)......................................................................................... I53 G.8.2. Boca oeste del túnel (GM TCW)........................................................................................... I52 G.8.3. Boca este del túnel (GM TCE).............................................................................................. I52 G.9. Afloramiento puntual de la localidad GM AL ............................................................................. I54 G.10. Afloramiento puntual de la Loc. 12 ........................................................................................... I54 G.11. Afloramientos puntuales del río Guadalmez norte ..................................................................... I54 G.12. Afloramientos puntuales del río Guadalmez sur ........................................................................ I55 G.13. Afloramientos puntuales de la cantera de El Molinillo .............................................................. I56 (H) - FLANCO NORTE DEL SINCLINORIO DE LOS PEDROCHES .............. I57 H.1. Afloramientos puntuales de la localidad GM-PO ........................................................................ I57 H.2. Afloramientos puntuales de la localidad GM-EU ........................................................................ I60 H.3. Sección de Puente Quebrada (SB-PQ) ......................................................................................... I60 H.4. Afloramiento puntual de la Ermita de la Virgen de las Veredas .................................................. I63 H.5. Afloramiento puntual de la Loc. arroyo de San Juan ................................................................... I63 H.6. El Centenillo (sondeo Fabriquilla IV) .......................................................................................... I63 H.7. Localidades de la carretera a Colonia Selladores (El Centenillo) ................................................ I64 H.8. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 862 .......... I65 H.9. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 863 .......... I66 H.10. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 864........ I67 H.11. Muestra de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 865 ......... I67 (I) - DOMINIO OBEJO-VALSEQUILLO............................................................... I69 I.1. Afloramiento puntual de Puerto Calatraveño................................................................................. I69 I.2. Sección de Mina Guillermín .......................................................................................................... I69 I.3. Afloramiento puntual del Pantano del Cortijo Nuevo.................................................................... I69 I.4. Afloramiento puntual de Peñaladrones .......................................................................................... I70 XVII Fig. I1. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo Guadarranquejo (sinclinal de Guadarranque), con la situación de las muestras paleontológicas (modificada de Rodríguez Núñez, 1989)................................................................................................................................ I2 Fig. I2. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo de La Colada (sinclinal de Herrera del Duque), con la situación de las muestras (modificada de Pieren Pidal y Gutiérrez- Marco, 1990)................................................................................................................................ I9 Fig. I3. Columna estratigráfica esquemática de la sección del río Jabalón (sinclinal de Corral de Calatrava), con la posición de las muestras paleontológicas (modificada de García Palacios et al., 1996b y Štorch et al., 1998)................................................................................................. I18 Fig. I4. Columna estratigráfica esquemática de la sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón (sinclinal de Corral de Calatrava), con la situación de las muestras. ......................... I21 Fig. I5. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Puente Morena (sinclinal de Corral de Calatrava), con la posición de las muestras paleontológicas................................................. I22 Fig. I6. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo del Lápiz (sinclinal de Almadén), con la situación de las muestras fosilíferas. ............................................................. I27 Fig. I7. Columna estratigráfica esquemática de la sucesión de Retamar (sinclinal de Valdeazogues-Puertollano), con la situación de las muestras fosilíferas................................... I37 Fig. I8. Columna estratigráfica sintética de las secciones de la estación de Chillón (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras fosilíferas........................................................... I45 Fig. I9. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Guadalmez Norte (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras paleontológicas.................................................. I47 Fig. I10. Columna estratigráfica esquemática de la sección de la estación de Belalcázar (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras fosilíferas. ..................................... I51 Fig. I11. Columnas estratigráficas esquemáticas parciales de la estación de las Cabras (sinclinal de Guadalmez), con la posición de las muestras paleontológicas.............................................. I53 Fig. I12. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Puente Quebrada (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), con la situación de las muestras paleontológicas estudiadas. ................................................................................................................................................... I62 ÍNDICE DE FIGURAS DEL ANEXO I I1 (A) - SINCLINAL DE GUADARRANQUE Las sucesiones estratigráficas analizadas en esta estructura adaptan los perfiles y la nomenclatura de los trabajos de Rodríguez-Núñez (1989) y Rodríguez-Núñez et al. (1989), a los que se añaden yacimientos puntuales trasmitidos por M. Robardet, así como la revisión del material original de Egozcue y Mallada (1876) y Ramírez y Ramírez (1955), depositado en el Museo Geominero (Madrid). A.1. Sección del arroyo Guadarranquejo (Fig. 4, loc. 2; Fig. I1) Situación: en el cauce del arroyo Guadarranquejo, al nor-noroeste del km 96.1 de la carretera EX-102 (antigua C-401). Flanco suroeste del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 316.750; y = 4.372.000. Rango estratigráfico: desde el techo de la Formación Gualija a la parte inferior de la Formación Guadarranque. Antecedentes: la sección equivale al perfil PS de Rodríguez-Núñez (1989, fig. 12) y Rodríguez-Núñez et al. (1989). Fósiles identificados: 10 horizontes paleontológicos del Telychiense-Sheinwoodiense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A1). Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes, llegándose a diferentes resultados taxonómicos y bioestratigráficos para los niveles PS-6 y PS-10, antes atribuidos al Telychiense. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - PS-1 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Torquigraptus sp., Monograptus sp., Monoclimacis sp., Diversograptus sp. y microelementos de conodontos (Sarmiento y Rodríguez-Núñez, 1991). Telychiense. - PS-2 (pizarra ampelítica): Streptograptus cf. crispus Lapworth, Monograptus marri? Perner, Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Diversograptus sp., Monoclimacis sp. y microelementos de conodontos (Sarmiento y Rodríguez-Núñez, 1991). Telychiense. - PS-3 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus cf. flagellaris (Törnquist), Torquigraptus sp. y microelementos de conodontos (Sarmiento y Rodríguez-Núñez, 1991). Telychiense. - PS-4 (pizarra ampelítica): Monograptus juancarlosi Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Oktavites spiralis (Geinitz), Diversograptus cf. ramosus Manck, Monoclimacis sp., Retiolites sp., fragmentos de euriptéridos, restos de braquiópodos y nautiloideos ortocónicos y microelementos de conodontos (Sarmiento y Rodríguez-Núñez, 1991). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - PS-5 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), braquiópodos rinconeliformes. I2 Fig. I1. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo Guadarranquejo (sinclinal de Guadarranque), con la situación de las muestras paleontológicas (modificada de Rodríguez Núñez, 1989). I3 - PS-6 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. dubius (Suess), Pristiograptus largus (Perner), Monograptus sp. y braquiópodos rinconeliformes. Sheinwoodiense. - PS-7 (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp. - PS-8 (pizarra ampelítica): Monograptus sp., Pristiograptus sp. - PS-9 (pizarra ampelítica): Monoclimacis sp., Pristiograptus? sp. - PS-10 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus flemingi (Salter), Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani), Cyrtograptus ramosus Bouček, Cyrtograptus sp. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus perneri-C. ramosus. A.2. Sección del Puerto San Vicente (Fig. 4, loc. 2) Situación: junto al cauce de un arroyo paralelo a la carretera EX-102 (= C-401) a la altura del km 146.6, en el término municipal de Alía (Cáceres). Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 317.750; y = 4.373.530. Rango estratigráfico: desde la Formación Gualija a la parte media-alta de la Formación Guadarranque Antecedentes: la sección equivale al perfil PN de Rodríguez-Núñez (1989, fig. 10) y Rodríguez-Núñez et al. (1989). Fósiles identificados: 3 horizontes paleontológicos del Telychiense-Sheinwoodiense, cuya localización se indica en la columna adjunta. Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - PN-1 ( a 1 m de la base de la Formación Guadarranquejo) (=NP-A-1a) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov), Pristiograptus renaudi (Philippot), Streptograptus cf. plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Torquigraptus proteus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites spengillensis Rickards, Rastrites cf. schaueri Štorch & Loydell, Parapetalolithus? sp., Stimulograptus sp. y microelementos de conodontos (Sarmiento y Rodríguez-Núñez, 1991). Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (parte alta de la subzona de Parapetalolithus hispanicus). - PN-2A (a 9 m sobre la muestra anterior y a 10 m de la base de la Formación Guadarranquejo) (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Retiolites sp. Sheinwoodiense (?). - PN-2B (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini), Barrandeograptus pulchellus? (Tullberg). Sheinwoodiense. I4 A.3. Afloramiento puntual de la Apretura de la Muela (Fig. 4, loc. 3) Situación: talud a la altura del km 91 aproximadamente de la continuación de la carretera CM-4157 en Extremadura; si venimos desde el oeste (N-502), unos 2.5 km antes de llegar al poblado del Pantano del Cíjara. Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 326.080; y = 4.363.340. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Antecedentes: el punto equivale al yacimiento CJN de Rodríguez-Núñez (1989, fig. 14) y Rodríguez-Núñez et al. (1989). Fósiles identificados: nivel paleontológico del Telychiense. Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - CJN-1 (a 1.5 m aproximadamente sobre la base de la Fm. Guadarranquejo) (pizarra ampelítica): Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri? Perner, Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Metaclimacograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. A.4. Sección de Bohonal de los Montes (Fig. 4, loc. 4) Situación: en la carretera BA-7001, a unos 4.5 km al sur de Bohonal de los Montes (Badajoz). Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 346.280; y = 4.352.470. Rango estratigráfico: Formación Guadarranque. Antecedentes: la sección equivale al perfil BN de Rodríguez-Núñez (1989, fig. 16) y Rodríguez-Núñez et al. (1989). Fósiles identificados: horizonte paleontológico del Sheinwoodiense. Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - BN-2 (a casi 80 m sobre la base de la Fm. Guadarranquejo) (nódulos): bivalvos (Butovicella aff. galemmu Kříž), restos de nautiloideos ortocónicos y braquiópodos (Lissatrypidina). Sheinwoodiense. A.5. Localidad histórica Arroyo Molinillo (Sáenz García, 1947; Fig. 4, loc. 3) Situación: a 1 km aproximadamente al sur del poblado del pantano de Cíjara, en el arroyo Molinillo, cerca de su desembocadura en el río Guadiana; actualmente el afloramiento está cubierto por las aguas del embalse de Cíjara. Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 327.600; y = 4.361.000. . Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. I5 Antecedentes: yacimiento del arroyo del Molinillo de Sáenz García (1947) y Ramírez y Ramírez (1955). Fósiles identificados: horizonte paleontológico del Telychiense. Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - Monoclimacis cf. subgeinitzi Fu, Pristiograptus sp. Telychiense.a. - Pristiograptus meneghini ? (Gortani), Torquigraptus tullbergi (Bouček) [original Monograptus convolutus (Hisinger)] y braquiópodos rinconeliformes. Telychiense (?). A.6. Afloramientos temporales en el vaso del embalse del Cíjara (Fig. 4, loc. 3) Muestras 81-Ci-1, 81-Ci-2 y 81-Ci-3, recogidas en 1981 por el doctor M. Robardet (Rennes, Francia) y donadas para este trabajo. Situación: poco antes del km 90 de la carretera CM-4157, a 1,5 km al noroeste del poblado del pantano del Cíjara. Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 326.450; y = 4.363.080. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 3 niveles paleontológicos del Telychiense. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 81-Ci-1 (a 1.2 m del techo de la Cuarcita del Criadero) (pizarra ampelítica): Parapetalolithus cf. palmeus (Barrande), Stimulograptus becki (Barrande), Rastrites sp. Telychiense. - 81-Ci-2 (a 1.35 m del techo de la Cuarcita del Criadero) (pizarra ampelítica): Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Pristiograptus cf. renaudi (Philippot), Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. - 81-Ci-3 (a 1.5 m del techo de la Cuarcita del Criadero) (pizarra ampelítica): Stimulograptus becki (Barrande), Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites linnaei Barrande. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. Muestras 81-Ci-9 y 81-Ci-10, recogidas en 1981 por el doctor M. Robardet (Rennes, Francia) y donadas para este trabajo. Situación: en la orilla izquierda del barranco de El Molinillo, unos 400 m al sureste del poblado del pantano del Cíjara. Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del primer punto: x = 327.780; y = 4.361.550. . Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. I6 Fósiles identificados: 3 niveles paleontológicos del Sheinwoodiense (?). El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 81-Ci-9 (pizarra ampelítica): Cyrtograptus perneri Bouček, Cyrtograptus sp. (cladias rectas), braquiópodos (órtidos). Sheinwoodiense (?). - 81-Ci-10 (a 0.6 m de la muestra anterior) (pizarra ampelítica): Monoclimacis aff. griestoniensis (Nicol), Monograptus sp. Sheinwoodiense (?). Muestras 81-Ci-12, 81-Ci-13, 81-Ci-14, 81-Ci-15, 81-Ci-16 y 81-Ci-17, recogidas en 1981 por el doctor M. Robardet (Rennes, Francia) y donadas para este trabajo. Situación: en la orilla derecha del barranco de El Molinillo, unos 600 m al sureste del poblado del pantano del Cíjara. Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del primer punto: x = 327.950; y = 4.361.480. . Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: Las muestras son fragmentos sueltos recogidos sobre los afloramientos de pizarras ampelíticas. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 81-Ci-12 (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani). Telychiense (?). - 81-Ci-13 (pizarra ampelítica): Monograptus juancarlosi Štorch, Monograptus cf. priodon (Bronn), Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček). Telychiense, biozonas de Torquigraptus tullbergi a Oktavites spiralis. - 81-Ci-14 (pizarra ampelítica): Monoclimacis sp. Telychiense ( ?). - 81-Ci-15 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. latus (M´Coy), Monograptus belophorus (Meneghini). Sheinwoodiense. - 81-Ci-16 (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini). Sheinwoodiense. - 81-Ci-17 (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini), Monograptus flemingii (Salter). Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus- Cyrtograptus rigidus (?). I7 (B) - SINCLINAL DE HERRERA DEL DUQUE B.1. Sección del arroyo de la Colada (HD) (Fig. 4, loc. 5; Fig. I2) Situación: en el camino del puerto de la Consolación al puerto de los Carneros (camino de Herrera del Duque a Siruela), a unos 3 km al sur de Herrera del Duque. Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 321.880; y = 4.333.300. Rango estratigráfico: Formación Gualija, Formación Guadarranquejo y “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Antecedentes: la sección equivale al corte del Collado de la Colada de Pieren (1985) y Pieren & Gutiérrez-Marco (1990). Fósiles identificados: 12 horizontes paleontológicos del Telychiense, Sheinwoodiense y Homeriense (?), cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A2). Todo el material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - HD-A (pizarra ampelítica): Monograptus cf. marri Perner, Monograptus priodon (Bronn), Retiolites sp. Telychiense. - HD-B (pizarra ampelítica): Pristiograptus meneghini (Gortani), Monograptus sp. Sheinwoodiense. - HD-C (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis sp. y braquiópodos rinconeliformes. Sheinwoodiense. - HD-D (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani), braquiópodos rinconeliformes, cornulítidos, Aptychopsis sp. 1 y restos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. - HD-D/E (entre las muestras D y E) (pizarra ampelítica): Cyrtograptus rigidus? Tullberg. - HD-E (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), “Streptograptus” antennularis (Meneghini), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus sp. (Barrandeograptus pulchellus? [Tullberg]), cornulítidos y restos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. - HD-F (pizarra ampelítica): “Streptograptus” antennularis (Meneghini), Monograptus belophorus (Meneghini), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus cf. perneri Bouček. Sheinwoodiense, biozonas de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus a C. perneri-C. ramosus. - HD-G (nódulos): Monograptus flemingii (Salter); (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp. y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. I8 - HD-H (pizarra ampelítica): Cyrtograptus cf. hamatus (Baily), Cyrtograptus rigidus Tullberg, bivalvos y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense, biozonas de Cyrtograptus perneri-C. ramosus a C. lundgreni (?). - Entre HD-D y HD-H (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. meneghini (Gortani), Monoclimacis hemipristis (Meneghini). Sheinwoodiense. - HD-I (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani). Sheinwoodiense- Homeriense (?). - HD-J (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (?) (Bouček). Sheinwoodiense-Homeriense (?). B.2. Afloramiento puntual Localidad Valdecaballeros (Fig. 4, loc. 7) Situación: unos 600 m al oeste de Casa Ortiz, en el camino que se dirige a la sierra de Velasco. A Casa Ortiz se accede, a la altura del km 25.5, desde la carretera BA-7113 que une Puerto Peña con Valdecaballeros (Badajoz). Cierre noroccidental del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 304.900; y = 4.339.400. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: nivel paleontológico del Telychiense. El contenido paleontológico, procedente tanto de pizarras ampelíticas como de nódulos, y la edad estimada son los siguientes: - Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Stomatograptus sp., Metaclimacograptus sp. (?), Monograptus sp., Streptograptus sp. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. B.3. Afloramiento puntual de Casa Ortiz (Fig. 4, loc. 6) Situación: unos 600-700 m al este de la anterior, muy próxima a Casa Ortiz. A èsta se llega por la misma ruta que la localidad anterior. Cierre noroccidental del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto: x = 305.550; y = 4.339.250. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: nivel paleontológico del Telychiense. El contenido paleontológico, procedente de pizarras ampelíticas, y la edad estimada son los siguientes: - Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Monograptus sp. Telychiense, biozonas de Streptograptus crispus a Monoclimacis griestoniensis. I9 Fo rm ac ió n G ua da rr an qu ej o A lte rn an ci a de pi za rr as , ar en is ca s y cu ar ci ta s H irn an tie ns e Sh ei nw oo di en se A B C D E F G H I J Fe Fe Fe 70-80 m C. C. Te ly ch . 0 2 4 m Pizarras con cantos Pizarras Areniscas y cuarcitas (Fe: hierro) Cuarcita del Criadero (C. C.) Falla Fig. I2. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo de La Colada (sinclinal de Herrera del Duque), con la situación de las muestras (modificada de Pieren Pidal y Gutiérrez-Marco, 1990). I10 I11 (C) - SINCLINAL DE CORRAL DE CALATRAVA C.1. Sección del río Jabalón (CO) (Fig. 4, loc. 8; Fig. I3) Situación: Afloramiento de pizarras negras graptolíticas situado a 100 metros del cauce del río Jabalón, en su margen izquierda, aguas arriba de su confluencia con el río Guadiana, aproximadamente 4 km al noreste de Corral de Calatrava (Ciudad Real). Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 408.300; y = 4.305.160. Rango estratigráfico: parte alta de la Cuarcita del Criadero, Formación Guadarranquejo y parte inferior de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Antecedentes: la localidad fue estudiada por primera vez por Kappes (1991) y posteriormente por García Palacios et al. (1996b), García Palacios y Rábano (1996), Sarmiento y García Palacios (1996), Štorch et al. (1998), Štorch (1998b) y Loydell et al. (2009). Fósiles identificados: 70 horizontes paleontológicos del Telychiense-Sheinwoodiense- Homeriense de los que se han situado en la columna adjunta 35 de ellos (Fig. A3). La posición de los restantes en relación con las muestras representadas se indica para cada caso en la descripción del contenido fosilífero. El material estudiado procede de la revisión de los originales de los trabajos precedentes. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, es el siguiente: - CO-l (pizarra ampelítica): Pristiograptus variabilis (Perner), Streptograptus linearis Chen, Monograptus marri Perner y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996). Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus hispanicus ?). - CO-2 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov), Pristiograptus pristinus (Přibyl), Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites linnaei Barrande y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996). Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus hispanicus). - CO-3 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus elongatus (Bouček & Přibyl), Parapetalolithus cf. hispanicus (Haberfelner), Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Pristiograptus bjerringus (Bjerreskov), Stimulograptus cf. utilis Loydell, Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996), braquiópodos y bioturbación. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus hispanicus). I12 - CO-4 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood), Pseudoplegmatograptus cf. obesus (Lapworth), Streptograptus plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Torquigraptus cf. proteus (Barrande), Spirograptus turriculatus (Barrande), Pristiograptus sp., microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996), braquiópodos, restos de nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 4) y bioturbación. Telychiense, Biozona de Spirograptus turriculatus. - CO-4/4 A (a la mitad entre 4 y 4A) (pizarra ampelítica): Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood), Streptograptus storchi Loydell, Monograptus marri Perner, Torquigraptus proteus (Barrande), Spirograptus turriculatus (Barrande) y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996). Telychiense, Biozona de Spirograptus turriculatus. - CO-4A (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood), Pristiograptus sp., aff. variabilis (Perner), Streptograptus cf. plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Torquigraptus proteus (Barrande), Spirograptus turriculatus (Barrande), Trichichnus? isp. y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996). Telychiense, Biozona de Spirograptus turriculatus. - CO-5 (pizarra ampelítica): Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Pseudoplegmatograptus ex. gr. obesus (Lapworth), Pristiograptus initialis (Kirste), Streptograptus crispus (Lapworth), Monograptus marri Perner, Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Torquigraptus cf. proteus (Barrande), Cochlograptus veles (Richter), Lapworthograptus aff. singularis (Törnquist) y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios (1996). Telychiense, Biozona de Streptograptus crispus. - CO-5/7 (a la mitad entre CO-5 y CO-7) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus cf. pristinus (Přibyl), Streptograptus crispus (Lapworth), Streptograptus exiguus (Nicho1son), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Torquigraptus cf. proteus (Barrande), Monoclimacis ex gr. griestoniensis (Nicol). Telychiense, entre las biozonas de Streptograptus crispus y Monoclimacis griestoniensis. - CO-6 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Cochlograptus veles (Richter), Monoclimacis ex gr. griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - CO-7 b (0.2 m por debajo de CO-7) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Pseudoplegmatograptus ex gr. obesus (Lapworth), Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Torquigraptus australis Štorch, Cochlograptus veles (Richter). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - CO-7 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Pseudoplegmatograptus ex gr. obesus (Lapworth), Pristiograptus nudus (Lapworth), Torquigraptus arcuatus (Bouček), I13 Torquigraptus australis Štorch, Euroclimacis sp. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - CO-8A (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Pseudoplegmatograptus ex gr. obesus (Lapworth), Monograptus cf. priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - CO-8 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - CO-9 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus drepanoformis Toghill & Strachan, Monograptus cf. priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Cochlograptus veles (Richter), Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch, Diversograptus sp., braquiópodos, filocáridos (mandíbulas) y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - CO-10 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Pseudoplegmatograptus sp., braquiópodos, filocáridos (mandíbulas) y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - CO-11 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus juancarlosi Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis cf. crenulata (Törnquist), braquiópodos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. - CO-11+0.6m (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus juancarlosi Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Torquigraptus aff. tullbergi (Bouček). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. - CO-11+0,8m (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus juancarlosi Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. - CO-11+1m (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn), Cochlograptus veles (Richter), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. - CO-11+1,3 m (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. - CO-11+2,4 m (pizarra ampelítica): Stimulograptus splendens Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Oktavites spiralis (Geinitz). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Retiolites angustidens Elles and Wood, Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus curvus Manck, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Torquigraptus I14 flagellaris (Törnquist), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Oktavites spiralis (Geinitz), Diversograptus ramosus Manck, bivalvos, braquiópodos (Valdaria budili? Havlíček y Štorch), trilobites (Preodontochile batalleri [Hernández Sampelayo]), Plumulites sp., Crinoidea indet., restos de euriptéridos (Pterogótidos) y nautiloideos ortocónicos, Aptychopsis sp., microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009), mandíbulas de filocáridos, cornulítidos, un gasterópodo (Loxonematoides indet.) y bioturbación (Trichichnus appendicus Uchman; Trichichnus? isp.). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 +0-20 (pizarra ampelítica): cornulítidos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 +40-60 (pizarra ampelítica): bivalvos (Slava aff. norna Kříž; Slavinka aff. tanita Kříž) y euriptéridos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-13 (pizarra ampelítica): Stimulograptus splendens Štorch, Torquigraptus flagellaris (Törnquist), restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 3), cornulítidos y bivalvos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 + 60-80 (± CO-13) (pizarra ampelítica): bivalvos (slavidae n. sp.) y euriptéridos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 +160-180 (pizarra ampelítica): cornulítidos (Cornulites sp. 2) y restos de euriptéridos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-14 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus? cf. grobsdorfiensis (Hemmann), Monograptus praecedens Bouček, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus flagellaris (Törnquist), Oktavites spiralis (Geinitz), Monoclimacis geinitzi (Bouček), Diversograptus sp., braquiópodos, cornulítidos, filocáridos, euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - CO-12 + 2,4-3,1 (pizarra ampelítica): cornulítidos (Cornulites sp. 2) y nautiloideos ortocónicos (Orthocérida morfotipo 3). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). - CO-15 - 80-100 (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. - CO-15 - 60-80 (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. - CO-15 - 40-60 (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. - CO-15 - 20-40 (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. - CO-15 0-20 (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. I15 - CO-15 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn), Oktavites falx (Suess), Oktavites spiralis (Geinitz), Diversograptus ramosus Manck, Monograptus sp., Diversograptus sp., bivalvos (Cardiolidae indet.), cornulítidos y restos de nautiloideos ortocónicos (entre éstos Orthocerida morfotipo 1). Telychiense, Biozonas de Oktavites spiralis a Cyrtograptus lapworthi. - CO-15 +0-20 (pizarra ampelítica): restos de nautiloideos ortocónicos y euriptéridos y bivalvos (Cheiopteria? sp., Slavidae indet.). Telychiense. - CO-15 +20-40 (pizarra ampelítica): bivalvos (Slavidae indeterminado, Pterineidae) y nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 2). Telychiense. - CO-15 +60-80 (pizarra ampelítica): bivalvos (Slavidae) y euriptéridos. Telychiense. - CO-16 (pizarra ampelítica): Retiolites angustidens Elles and Wood, Pristiograptus cf. largus (Perner), Monograptus priodon (Bronn), Monograptus probosciformis? Bouček, Oktavites cf. spiralis (Geinitz), Euroclimacis ibérica Štorch, Monoclimacis geinitzi (Bouček), Diversograptus ramosus Manck, Cyrtograptus? aff. insectus Bouček, euriptéridos y cornulítidos. Telychiense, parte más baja de la Biozona de Cyrtograptus lapworthi. - CO-16/17 – 60-80 (± CO-16) (pizarra ampelítica): bivalvos (Pterineidae) y euriptéridos. Telychiense. - CO-15 +80-100 (pizarra ampelítica): bivalvos (Pterineidae (Leptodesma? sp.); Pterineidae; Slavidae; Cardiolidae (Cardiobeleba? sp.); Dualina? sp.), microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 2, Orthocerida morfotipo 3). Telychiense. - CO-16/17 – 40-60 (± CO-15 +80-100) (pizarra ampelítica): microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) y restos de euriptéridos. Telychiense. - CO-15 + 100-120 (pizarra ampelítica): cornulítidos (Cornulites sp. 2), bivalvos (Dualina sp., Pterineidae), microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) y restos de nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 6). Telychiense. - CO-15 + 120-140 (pizarra ampelítica): bivalvos (Slavidae [Dualina sp.]) y microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009). Telychiense. - CO-16/17 +0-20 (pizarra ampelítica): bivalvos (Pterineidae), filocáridos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009), euriptéridos y crinoidea indet. Telychiense. - CO-16/17 +20-40 (pizarra ampelítica): bivalvos (Cheiopteria? sp.). Telychiense. - CO-16/17 +40-60 (pizarra ampelítica): cornulítidos y bivalvos (Pterineidae). Telychiense. I16 - CO-17 (pizarra ampelítica): Pristiograptus praedubius (Bouček), Monograptus priodon (Bronn), Monograptus aff. riccartonensis Lapworth, Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček), Cyrtograptus lapworthi Tullberg, Mediograptus sp., Diversograptus sp., bivalvos (Pterineidae?), nautiloideos ortocónicos, filocáridos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009), crinoidea indet. y bioturbación. Telychiense, Biozona de Cyrtograptus lapworthi. - CO-16/17 +60-80 (pizarra ampelítica): bivalvos (Dualina? sp.). Telychiense. - CO-16 (+1.6m) (pizarra ampelítica): Retiolites angustidens Elles and Wood, Pristiograptus cf. largus (Perner), Monograptus? cf. grobsdorfiensis (Hemmann), Oktavites cf. falx (Suess), Euroclimacis iberica Štorch, Monoclimacis geinitzi (Bouček). Telychiense, Biozona de Cyrtograptus lapworthi. - CO-18 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), R. angustidens Elles and Wood, Pristiograptus praedubius (Bouček), Monograptus priodon (Bronn), Euroclimacis adunca (Bouček), Euroclimacis cf. hamata Loydell, Štorch & Melchin, Barrandeograptus pulchellus (Tullberg), Cyrtograptus sp., bivalvos (Dualinidae indet.), braquiópodos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009), restos de euriptéridos, nautiloideos ortocónicos y filocáridos, cornulítidos (Cornulites? spp. [Annuliconchus? sp.]) y crinoidea indet. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus murchisoni (?). - CO-16/17 +100-120 (± CO-18) (pizarra ampelítica): bivalvos (Cheiopteria? sp.) y restos de euriptéridos. Sheinwoodiense. - CO-19 (pizarra ampelítica): Monograptus cf. firmus (?) (Bouček), Retiolites sp., bivalvos, braquiópodos y restos de euriptéridos, nautiloideos ortocónicos y filocáridos. Sheinwoodiense. Biozona de Cyrtograptus murchisoni (?). - CO-16/17 +160-180 (pizarra ampelítica): bivalvos (Dualina sp.) y cornulítidos (Cornulites sp. 2). Sheinwoodiense. - CO-20 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus latus (M´Coy), Monograptus priodon (Bronn), Euroclimacis adunca (Bouček), bivalvos, braquiópodos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) y restos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense, parte superior de la Biozona de Cyrtograptus murchisoni. - CO-16/17 +220-240 (pizarra ampelítica): cornulítidos (Cornulites sp. 1). Sheinwoodiense. - CO-16/17 +240-260 (pizarra ampelítica): bivalvo y cornulítidos (Cornulites sp. 1). Sheinwoodiense. - CO-21 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), braquiópodos (Rhynchonellida indet.), cornulítidos, annelida (Turrilepas? sp.), gasterópodos (Pterotheca sp.) y bioturbación. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus riccartonensis (Pristiograptus dubius). I17 - CO-22 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Pristiograptus latus (M´Coy), bioturbación. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus riccartonensis (Pristiograptus dubius). - CO-23 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), “Streptograptus” antennularis (Meneghini), Monograptus belophorus (Meneghini) y cornulítidos. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus. - CO-24 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus belophorus (Meneghini), Monoclimacis cf. hemipristis (Meneghini), braquiópodos, peltocáridos y bioturbación. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus. - CO-25 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), “Streptograptus” antennularis (Meneghini), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monoclimacis cf. hemipristis (Meneghini), braquiópodos, peltocáridos, restos de nautiloideos ortocónicos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009), crinoidea indet. y bioturbación. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus (?). - CO-26 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), “Streptograptus” antennularis (Meneghini), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monoclimacis cf. hemipristis (Meneghini), bivalvos, braquiópodos, filocáridos, peltocáridos, restos de nautiloideos ortocónicos, microelementos de conodontos (Sarmiento y García Palacios, 1996; Sarmiento in Loydell et al., 2009) y crinoidea indet. Sheinwoodiense, biozonas de la de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus a la de C. perneri- C. ramosus. - CO-27 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Monograptus cf. flemingii (Salter), Monograptus cf. riccartonensis Lapworth, Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus perneri Bouček, Cyrtograptus ramosus Bouček, Cyrtograptus cf. ramosus Bouček, peltocáridos, restos de nautiloideos ortocónicos y crinoidea indet. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus perneri – C. ramosus. - CO-27 plus (entre CO-27 y CO-28) (pizarra ampelítica): Cyrtograptus perneri Bouček, Cyrtograptus ramosus Bouček. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus perneri – C. ramosus. - CO-28 (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus hamatus (Baily), bivalvos, braquiópodos, nautiloideos ortocónicos, crinoidea indet. y bioturbación. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CO-29 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus hamatus (Baily), Cyrtograptus perneri Bouček, bivalvos, braquiópodos, nautiloideos ortocónicos y filocáridos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CO-30 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Pristiograptus sp., bivalvos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. I18 V V V V V V V VV V 10-12 m Te ly ch ie ns e S he in w oo di en se H om er ie ns e CO-1 CO-2 CO-3 CO-4 CO-4A CO-5 CO-7 CO-8 CO-8A CO-9 CO-10 CO-11 CO-12 CO-13 CO-14 CO-15 CO-16 CO-17 CO-18 CO-19 CO-20 CO-21 CO-22 CO-23 CO-24 CO-25 CO-26 CO-27 CO-28 CO-29 CO-30 CO-31 CO-32 CO-33 CO-34 R hu dd an ie ns e- Ae ro ni en se Fo rm ac ió n C ua rc ita de lC ria de ro “A lte rn an ci a de pi za rr as ,a re ni sc as y cu ar ci ta s” Fo m ac ió n G ua da rr an qu ej o 0 5 m 20-22 m Pizarras Areniscas y cuarcitas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas v v v V V V V V V V V V V V V VV V V V VV V V VV V V V V V V V Semicubierto Fig. I3. Columna estratigráfica esquemática de la sección del río Jabalón (sinclinal de Corral de Calatrava), con la posición de las muestras paleontológicas (modificada de García Palacios et al., 1996b y Štorch et al., 1998). I19 - CO-31 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus flemingii (Salter), bivalvos, braquiópodos y nautiloideos ortocónicos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CO-32/34 (muestra conjunta CO-32 a CO-34) (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Pristiograptus sp., bivalvos, nautiloideos ortocónicos y filocáridos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). C.2. Sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón (CC GU JA) (Fig. 4, loc. 9; Fig. I4) Situación: unos 1.000 m al este-noreste de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón, en la margen derecha de éste último (término municipal de Corral de Calatrava, Ciudad Real). Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 406.280; y = 4.305.550 Rango estratigráfico: desde el techo de la Cuarcita del Criadero a la parte inferior de la Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 9 horizontes paleontológicos del Aeroniense-Telychiense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A4). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - CC GU JA-7 (limolita y/o arenisca de grano fino): Normalograptus cf. rectangularis (McCoy), Normalograptus? cf., Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood). Aeroniense - CC GU JA-8 (limolita y/o arenisca de grano fino): Normalograptus cf. rectangularis (McCoy), Normalograptus? cf., Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood). Aeroniense - CC GU JA-9 (pizarra ampelítica): Rhaphidograptus toernquisti (?) (Elles & Wood). Aeroniense. - CC GU JA-10 (pizarra ampelítica): Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood), Campograptus lobiferus (M´Coy). Aeroniense. - CC GU JA-11 (pizarra ampelítica): Campograptus lobiferus (M´Coy) y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 1). Aeroniense. - CC GU JA-12 (pizarra ampelítica): Parapetalolithus cf. elongatus (Bouček & Přibyl), Parapetalolithus linearis (Bouček & Přibyl), Pristiograptus pristinus (Přibyl), Pristiograptus variabilis (Perner), Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus cf. becki (Barrande), Monograptus gemmatus (Barrande), Torquigraptus obtusus (Schauer), Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites cf. fugax Barrande, Metaclimacograptus sp., Glyptograptus sp., Diversograptus sp. y braquiópodos inarticulados. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (subzona de Paradiversograptus runcinatus - Monograptus gemmatus). I20 - CC GJ-13 (pizarra ampelítica): Pseudoretiolites dentatus Bouček & Münch, Pristiograptus variabilis (Perner), Stimulograptus becki (Barrande), Torquigraptus obtusus (Schauer), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (subzona de Paradiversograptus runcinatus - Monograptus gemmatus). - CC GJ-14 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Pseudoplegmatograptus sp. Pristiograptus renaudi (Philippot), Pristiograptus variabilis (Perner), Stimulograptus halli (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Paradiversograptus runcinatus (Lapworth), Glyptograptus sp., Parapetalolithus sp., Torquigraptus sp. y filocáridos. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (subzona de Paradiversograptus runcinatus - Monograptus gemmatus). - CC GJ-15 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus elongatus (Bouček & Přibyl), Pristiograptus renaudi (Philippot), Pristiograptus variabilis (Perner), Streptograptus cf. filiformis Chen, Stimulograptus halli (Barrande), Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites schaueri Štorch & Loydell, Torquigraptus sp., filocáridos y bioturbación subhorizontal. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (subzonas de Paradiversograptus runcinatus - Monograptus gemmatus a Parapetalolithus palmeus). C.3. Sección de Puente Morena (CC JA) (Fig. 4, loc. 10; Fig. I5) Situación: en la cantera de una antigua fábrica de ladrillos, en el km 186,6 de la carretera N-420, entre Ciudad Real y Puertollano (Ciudad Real); 500 m al oeste- suroeste de dicho puente sobre el río Jabalón. Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 411.110; y = 4.304.610. Rango estratigráfico: Cuarcita del Criadero, Formación Guadarranquejo y parte inferior de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Antecedentes: los horizontes fosilíferos con graptolitos de esta localidad se conocen desde finales del siglo XIX (Verneuil y Barrande, 1855; Cortázar, 1880; Machens, 1954). En 1988 en tres niveles de esta localidad, Portero García et al. identificaron varias biozonas del Telychiense. Fósiles identificados: 9 horizontes paleontológicos del Telychiense al Homeriense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A5). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - CC JA-0 (pizarra ampelítica): Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Parapetalolithus sp., Pristiograptus sp., Torquigraptus sp. Telychiense. - CC JA-1 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus asejradi Legrand, Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Parapetalolithus sp., Torquigraptus sp., retiolítidos, una I21 0 27 m CC GU JA 14 CC GU JA 15 CC GU JA 12 CC GU JA 13 CC GU JA 10 CC GU JA 11 CC GU JA 9 CC GU JA 7 CC GU JA 8 Fo rm ac ió n C ua rc ita de lC ria de ro Fo rm ac ió n G ua da rr an qu ej o A er on ie ns e Te ly ch ie ns e Pizarras Areniscas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas vvv v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v vvv v vv v v vv v v v vv v v v v v v v v v vv v v v v v v Semicubierto Cubierto Fig. I4. Columna estratigráfica esquemática de la sección de la confluencia de los ríos Guadiana y Jabalón (sinclinal de Corral de Calatrava), con la situación de las muestras. mandíbula de filocárido y bioturbación. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. - CC JA-2 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monográptidos (anchos, tecas ganchudas). Telychiense. - CC JA-3 (pizarra ampelítica): Parapetalolithus? sp., retiolítidos y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense. - CC JA-4 (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp., Monoclimacis sp., Monograptus sp., bivalvos, braquiópodos (braquiópodos rinconeliformes y órtidos), filocáridos y cornulítidos. Telychiense. - CC JA-5 (pizarra ampelítica): Pristiograptus praedubius (Bouček), Monoclimacis sp., Monograptus? sp., Cyrtograptus? sp., bivalvos, braquiópodos rinconeliformes y cornulítidos. Sheinwoodiense (?). - CC JA-6 (pizarra ampelítica): Pristiograptus? sp., monográptidos, bivalvos, braquiópodos y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense (?). I22 - CC JA-7 (pizarra ampelítica): Monoclimacis sp., Pristiograptus sp., Monograptus? sp., Cyrtograptus sp. (cladias), bivalvos/braquiópodos? y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense (?). - CC JA-8 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Cyrtograptus hamatus (Baily), Monograptus flemingii? (Salter), Pristiograptus sp., Monoclimacis sp., bivalvos (Butovicella sp.), braquiópodos y restos de filocáridos, euriptéridos y nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 7?). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. CCJA 1CCJA 2 CCJA 3 CCJA 4 CCJA 5 CCJA 6 CCJA 7 CCJA 8 Pi za rra s de M ur o Fm .C ua rc ita de lC ria de ro Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo Al te rn an cia de pi za rr as ,a re ni sc as y cu ar cit as v v v v v v v v vv v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v vvv v vv v v v v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v vv v v v v vv v v v v v v v v v v v v v vv v v Te ly ch ie ns e S he in w oo di en se H om er ie ns e Pizarras Areniscas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas v v v Pizarras y areniscas Pizarras v v v 0 5 m Semicubierto Fig. I5. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Puente Morena (sinclinal de Corral de Calatrava), con la posición de las muestras paleontológicas. I23 (D) - SINCLINAL DE ALMADÉN D.1. Afloramiento puntual de la Loc. AL-VI (Fig. 4, loc. 22) Situación: en el cauce del arroyo de la Villa, a algo más de 1 km al sur de Chillón (Ciudad Real) siguiendo la carretera que va a la estación de Chillón. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 337.645; y = 4.294.515. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Antecedentes: el punto es el de la localidad C4-147 de Saupé (1971b) aunque hoy día ha desaparecido. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Cyrtograptus sp., nautiloideos ortocónicos y cornulítidos. D.2. Afloramiento puntual de la Loc. AL-193 (Fig. 4, loc. 24) Situación: a unos 100 m siguiendo el camino de Huerta Cañas hacia el norte desde el cruce con el camino que va a La Venta, y a 150 m del extremo noroeste de la escombrera de la mina de Almadén (Ciudad Real). Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 339.020; y = 4.293.875. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Antecedentes: el punto es el de la localidad AL-193 de Saupé (1971a) aunque hoy día no se puede apenas reconocer. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Retiolites angustidens Elles and Wood, Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. D.3. Afloramientos puntuales de Almadenejos (AL AM) (Fig. 4, loc. 11) Situación: en el talud de la vía del tren, a la altura del km 270, de la línea Madrid- Badajoz, y unos 500 m al este-sureste del pueblo de Almadenejos (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84) centradas de los afloramientos: x = 352.030; y = 4.288.930. Rango estratigráfico: parte alta de la Cuarcita del Criadero y Formación Guadarranquejo. I24 Antecedentes: corresponde a la localidad “km 270,1 del ferrocarril Madrid-Badajoz” de Saupé (1971a), reconocida posteriormente por Lauret (1974). Fósiles identificados: 6 puntos de muestreo, de edades comprendidas entre el Aeroniense y el Sheinwoodiense. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada muestra son los siguientes: - AL AM-1 (arenisca): Normalograptus scalaris (Hisinger). Aeroniense. - AL AM-W (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Retiolites angustidens Elles and Wood, Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Cyrtograptus sp., bivalvos (Cardiolidae indet., Antipleuridae n. gen.?), euriptéridos y diversos morfotipos de nautiloideos ortocónicos (al menos Orthocerida morfotipo 1 y Orthocerida morfotipo 2). Telychiense - AL AM-3 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Barrandeograptus cf. pulchellus (Tullberg), Cyrtograptus cf. murchisoni Carruthers, Streptograptus sp. (?) y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus murchisoni. - AL AM (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Cyrtograptus cf. murchisoni Carruthers, Streptograptus sp. (?) y diversos morfotipos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus murchisoni (?). - AL AM-2 (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Monoclimacis sp. (Mcl. flumendosae ? [Gortani]), monográptidos finos indeterminados (o cladias de Cyrtograptus sp.) y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense (?). - AL AM- spy (pizarra ampelítica): Euroclimacis cf. hamatus Loydell, Štorch & Melchin, Cyrtograptus sp. Monoclimacis sp. Homeriense (?). D.4. Sección del arroyo Avilero (AL AV) (Fig. 4, loc. 12) Situación: en el camino paralelo al arroyo Avilero, a 4 km al este de Almadén (Ciudad Real). Se llega desde el km 4.7 de la carretera C-424, siguiendo un camino hacia el sur unos 400 m. Flanco sur del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 345.765; y = 4.292.595. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo Fósiles identificados: 6 horizontes fosilíferos del Sheinwoodiense (?)-Homeriense, cuya posición relativa se refiere al espesor en metros con relación a la muestra más baja, que se sitúa muy cerca de la base de la sucesión. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - Al AV-1 (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp., braquiópodos rinconeliformes, cornulítido y restos de nautiloideos ortocónicos de diferentes morfotipos. I25 - Loc. 7 (a 1.5 m sobre la anterior) (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), monográptido fino de tecas ganchudas, bivalvos, crinoidea indet. y nautiloideos ortocónicos. - AL AV-2 (a 3 m sobre AL AV-1) (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), bivalvos (Butovicella sp., Dualina sp.), braquiópodos rinconeliformes y crinoideos (placas columnares). - AL AV-3 (a 4 m sobre AL AV-1) (pizarra ampelítica): Monograptus cf. flemingii (Salter) y nautiloideos ortocónicos. Wenlock. - AL AV-4 (a 4.7 m sobre AL AV-1) (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. hamatus (Baily), bivalvos, crinoideos (artejos) y nautiloideos ortocónicos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. D.5. Sección del arroyo del Lápiz (AL LP) (Fig. 4, loc. 13; Fig. I6) Situación: en el talud del km 33.5 de la carretera CM-415 (Almadén-Saceruela), 2 km al este de la mina de Las Cuevas. Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 349.290; y = 4.298.770. Rango estratigráfico: Pizarras de Muro, Cuarcita del Criadero, Formación Guadarranquejo y base de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: 7 horizontes paleontológicos del Aeroniense y Telychiense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A6). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - AL LP (arenisca): Normalograptus cf. rectangularis (McCoy), Normalograptus? cf., Rhaphidograptus toernquisti (Elles & Wood). Aeroniense. - AL LPbis (Muestra de pizarra ampelítica, justo por debajo de un nivel de areniscas ferruginosas de 1-2 cm de espesor, en la parte más alta de la Cuarcita del Criadero): Parapetalolithus palmeus (Barrande), Torquigraptus cf. planus (Barrande), Parapetalolithus sp., Pristiograptus sp., Rastrites sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. - AL LP-A (pizarra ampelítica): Parapetalolithus palmeus (Barrande), Streptograptus plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus marri Perner, Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Metaclimacograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (subzona de Parapetalolithus palmeus). - AL LP-B (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Glyptograptus tamariscus (Nicholson), Pseudoplegmatograptus cf. obesus (Lapworth), Streptograptus exiguus (Nicho1son), Torquigraptus arcuatus (Bouček). Telychiense, Biozona de Streptograptus crispus. I26 - AL LP-C (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), bivalvos y restos de euriptéridos. Telychiense. - AL LP-D (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus australis Štorch. Telychiense. - AL LP-E (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Streptograptus sp. Telychiense, biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. D.6. Afloramientos puntuales del arroyo del Lápiz sur (Locs. 19 y 19bis; Fig. 4, loc. 14; Fig. I6) Situación: a unos 400 m al sur de la carretera CM-415 (Almadén-Saceruela), a la altura del km 34 y a 600 m al suroeste de la base sección del arroyo del Lápiz. Flanco norte del sinclinal. Rango estratigráfico: “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. En la columna estratigráfica de la figura A6 se sitúan ambas muestras con relación a la sección del arroyo del Lápiz. - Loc. 19 (nódulos). Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 348.780; y = 4.298.460. Fósiles identificados: monográptidos de rabdosoma recto, nautiloideos ortocónicos y euriptéridos. - Loc. 19bis (arenisca). Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 348.800; y = 4.298.470. Fósiles identificados: Retiolites sp. (?). D.7. Afloramiento puntual de Los Toriles (Loc. 49; Fig. 4, loc. 15) Situación: junto al arroyo de los Bonales, en el paraje de las Plazuelas y a 600 m al este- sureste de las casas de Ventura (término municipal de Almadén). Flanco norte del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 349.540; y = 4.300.130. Rango estratigráfico: Cuarcita del Criadero. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Normalograptus scalaris (Hisinger). Aeroniense? D.8. Afloramiento puntual de la Casa del Pielero (Loc. 1; Fig. 4, loc.16) Situación: en el camino de Las Plazuelas a 2 km de la mina de Las Cuevas y a unos 300 m al sur de las casas de Ventura (término municipal de Almadén). Flanco norte del sinclinal. I27 5 m > 20 m Pi za rr as de M ur o C ua rc ita de lC ria de ro A lte rn an ci a de pi za rr as ,a re ni sc as y cu ar cit as H irn an tie ns e Te ly ch ie ns e R hu da ni en se -A er on ie ns e Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo v v vv v v v v v v v v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v v vv v v v vv v v v v v v v v v v v Sh ei nw oo di en se ? Loc. 19bis AL LP AL LPbis AL LP-A AL LP-B AL LP-C AL LD-D AL LD-E Loc. 19 Pizarras Areniscas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas v v v Pizarras y areniscas Pizarras v v v Cubierto Falla Fig. I6. Columna estratigráfica esquemática de la sección del arroyo del Lápiz (sinclinal de Almadén), con la situación de las muestras fosilíferas. I28 Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 348.950; y = 4.300.040. Rango estratigráfico: techo de la Formación Guadarranquejo o base de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Pristiograptus meneghini (Gortani), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. perneri Bouček. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus perneri - C. ramosus. D.9. Afloramiento puntual de El Peñoncillo (Loc. 2; Fig. 4, loc. 17) Situación: a unos 200 m al norte de la confluencia del arroyo de la Rivera de Gargantiel con el arroyo del Peñoncillo y a 300 m al este de la carretera CR-P-4192 entre Gargantiel y Almadenejos (Ciudad Real), a la altura del km. 4.4. Cierre oriental del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 352.960; y = 4.292.870. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Stimulograptus splendens? Štorch, Retiolites sp., Monoclimacis sp., mandíbulas de filocárido y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense. D.10. Sección del arroyo de la Ribera de Gargantiel (Locs. 3 a 5; Fig. 4, loc. 18) Situación: en el cauce del arroyo de la Rivera de Gargantiel, a unos 350 m al norte de Gargantiel (Ciudad Real) y a unos 100 m al oeste de la carretera CR-P-4192 a la altura del km 9.1. Cierre oriental del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sección: x = 351.590; y = 4.297.390. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo y/o “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: 3 horizontes paleontológicos del Sheinwoodiense cuya posición estratigráfica toma como referencia la muestra anterior. El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - Loc. 3 (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini), Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani) y braquiópodos. Sheinwoodiense. - Loc. 4 (a 3.7 m sobre la anterior) (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), “Streptograptus” antennularis (Meneghini) y braquiópodos rinconélidos. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus. - Loc. 5 (a 1.2 m sobre Loc. 4) (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monograptus sp., bivalvos y restos de filocáridos, euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. I29 - Nódulos (a 1 m sobre Loc. 5): Monoclimacis sp., Pristiograptus sp., monográptidos, restos de nautiloideos ortocónicos y crinoideos (?). Wenlock. D.11. Afloramiento puntual de la Loc. 6 (Fig. 4, loc. 19) Situación: a 550 m al este de Almadenejos (Ciudad Real), entre la carretera C-424 por el norte y la vía del tren por el oeste. Cierre oriental del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 352.140; y = 4. 288.980. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 6 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens? Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), bivalvos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, biozonas de Torquigraptus a tullbergi a Oktavites spiralis (?). D.12. Afloramiento puntual de la Loc. 9 (Fig. 4, loc. 19) Situación: a 50 m al norte del vértice Peñarroya que, a su vez, se sitúa a 1 km al este- sureste de Almadenejos (Ciudad Real). Cierre oriental del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 352.570; y = 4.288.630. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 9 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus sp. y nautiloideos ortocónicos. Telychiense. D.13. Afloramiento puntual de la Loc. 8 (Fig. 4, loc. 20) Situación: a 150 m al norte del pozo principal de la mina de la Nueva Concepción, situada a unos 500 m al oeste-suroeste de Almadenejos (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 350.220; y = 4.289.180. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 8 (pizarra ampelítica): Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani) y braquiópodos. Telychiense (?). D.14. Afloramiento puntual de la Loc. 10 (Fig. 4, loc. 21) Situación: a 200 m al sur del km 2.2 de la carretera C-424, entre Almadén y Almadenejos (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 343.200; y = 4.293.120. I30 Rango estratigráfico: “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas” (?). Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 10 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis sp. Sheinwoodiense (?). D.15. Afloramiento puntual de la Loc. 11 (Fig. 4, loc. 22) Situación: a 1 km al sur de Chillón (Ciudad Real) en la escombrera de un pocillo cerca del cauce del arroyo de las Damas. Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 338.105; y = 4.294.485 Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 11 (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp., Monoclimacis sp. (?), monográptido de tecas ganchudas, braquiópodos rinconeliformes y nautiloideos ortocónicos. Telychiense (?). D.16. Afloramientos puntuales de la mina de El Entredicho (Fig. 4, loc. 23) Situación: dos muestras en el talud norte de la corta de la mina a cielo abierto El Entredicho (Almadenejos, Ciudad Real), situada a 14 km al este-sureste de Almadén. Cierre oriental del sinclinal de Almadén. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 354.430; y = 4.288.140. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 17 (pizarra ampelítica): Spirograptus cf. turriculatus (Barrande), Cochlograptus veles (Richter), Metaclimacograptus sp., Pristiograptus sp. (tipo variabilis [Perner]), monográptido de tecas ganchudas. Telychiense, biozonas entre la de Spirograptus turriculatus (?) y la de Streptograptus crispus. - Loc. 18 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Monograptus gemmatus (Barrande), Torquigraptus arcuatus (Bouček). Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (?). D.17. Muestras puntuales del interior de la mina de Almadén (Fig. 4, loc. 24) Situación: las muestras de pizarras ampelíticas fosilíferas se recogieron en la mina de Almadén en la galería de cabeza de la rampa, cota 87 sobre planta 14 (algo por debajo del nivel de la planta 10). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto equivalente en superficie: x = 339.780; y = 4.293.470. I31 Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Antecedentes: Casiano del Prado (en Verneuil y Collomb, 1853; Prado, 1855) fue el primer autor que describió fósiles del interior de la mina de Almadén, posteriormente destacan los trabajos de Kuss (1878), Cortázar (1880), Malaise (1897), Hernández Sampelayo (1926, 1960), Henke (1926), Henke y Hundt (1926), Haberfelner (1931) y Saupé (1971a). Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad de las muestras recogidas son los siguientes: - Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monograptus cf. juancarlosi Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček), Torquigraptus australis Štorch. Telychiense, límite de las Biozonas de Monoclimacis griestoniensis y Torquigraptus tullbergi. - Monograptus cf. juancarlosi Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Cochlograptus veles (Richter), Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček), Metaclimacograptus sp. Telychiense, parte inferior de la Biozona de Torquigraptus tullbergi. D.18. Muestras antiguas de la mina de Almadén procedentes de colecciones históricas del Museo Geominero Muestra nº 836: Pristiograptus bjerringus Bjerreskov, Monograptus cf. marri Perner. Telychiense. Muestra nº 936: Metaclimacograptus sp., Monograptus marri Perner. Telychiense. Muestra h): Parapetalolithus cf. altissimus, Monograptus cf. marri, Metaclimacograptus sp., Diversograptus sp. Telychiense. Muestra sin número: Rastrites linnaei Barrande. Telychiense. I32 I33 (E) - SINCLINAL DE VALDEAZOGUES-PUERTOLLANO E.1. Afloramientos del área de Valdeazogues (PT VAZ) (Fig. 4, loc. 25) Situación: los 12 niveles muestreados proceden de afloramientos situados aproximadamente a 1 km al noroeste del pueblo de Valdeazogues, próximos al arroyo del Bonal del Caballo, en el paraje de la Serrezuela. Son los materiales paleozoicos más modernos conservados en el núcleo del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano en esta zona. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Muestras PT VAZ 1, PT VAZ 2, PT VAZ 3A Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto medio: x = 375.410; y = 4.285.230. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad de las muestras recogidas, de muro a techo, son los siguientes: - PT VAZ 1 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. dubius (Suess), Cyrtograptus sp. y bivalvos. Telychiense más alto a Wenlock. - PT VAZ 2 (a 0.50 m sobre la anterior) (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess). Wenlock. - PT VAZ 3A (a 6 m sobre PT VAZ 1) (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp. Muestras PT VAZ 5, PT VAZ 7, PT VAZ 8, PT VAZ 9, PT VAZ 10, PT VAZ 11, PT VAZ 12, PT VAZ 13, PT VAZ 14. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 375.305; y = 4.285.200. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad de las muestras recogidas son los siguientes: - PT VAZ 5 (a 14.5 m de la base) (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Streptograptus sp., Monoclimacis sp. (?), Bivalvos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense (?). - PT VAZ 7 (a 27 m de la base) (pizarra ampelítica): Bivalvos y nautiloideos ortocónicos. - PT VAZ 8 (a 28.5 m de la base) (pizarra ampelítica): Pristiograpfus cf. pseudodubius (Bouček), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), bivalvos (Butovicella sp.), mandíbulas de filocáridos y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense superior-Sheinwoodiense. I34 - PT VAZ 9 (a 31.5 m de la base) (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Pristiograptus sp., bivalvo y nautiloideos ortocónicos. Telychiense superior-Sheinwoodiense. - PT VAZ 10 (a 35 m de la base) (pizarra ampelítica): Monoclimacis sp., bivalvos y nautiloideos ortocónicos. - PT VAZ 11 (a 40 m de la base) (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus praedubius (Bouček), Monograptus priodon (Bronn), bivalvos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense superior-Sheinwoodiense. - PT VAZ 12 (a 49 m de la base) (pizarra ampelítica): Graptolitos indeterminables, filocárido (mandíbula) y nautiloideos ortocónicos. - PT VAZ 13 (a 54.5 m de la base) (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus praedubius (Bouček), Monograptus priodon (Bronn). Telychiense superior-Sheinwoodiense. - PT VAZ 14 (a 60.5 m de la base) (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monoclimacis cf. gracilis? (Elles & Wood), Diversograptus ramosus Manck, ?Cyrtograptus sp.-Torquigraptus sp., nautiloideos ortocónicos, filocárido (mandíbula) y fragmento de euriptérido (gnatobase de pata natatoria). Telychiense, Biozona de Cyrtograptus lapworthi (?). E.2. Sección de Retamar (PT RE) (Fig. 4, loc. 26; Fig. I7) Situación: a lo largo de los taludes de la carretera Ciudad Real-Córdoba (N-420) entre los km 148-149, a la altura de la circunvalación del pueblo de Retamar (unos 8 km al oeste de Puertollano). Flanco norte del sinclinal de Puertollano. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 392.560; y = 4.280.700, y para el techo: x = 392.660; y = 4.280.600, respectivamente. Rango estratigráfico: Cuarcita del Criadero (en parte repetida por falla), Formación Guadarranquejo y parte inferior de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: 16 horizontes paleontológicos del Telychiense-Homeriense, cuya localización se señala en la figura adjunta (Fig. A7). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - PT RE-10 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Cochlograptus veles (Richter), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), un braquiópodo rinconeliforme. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - PT RE-11/W (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus praedubius (Bouček), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Cyrtograptus cf. lapworthi Tullberg y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, entre la parte alta de la Biozona de Oktavites spiralis y la de Cyrtograptus lapworthi. - PT RE-11 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus cf. priodon (Bronn), Monoclimacis cf. vomerina (Nicholson), I35 Cyrtograptus lapworthi Tullberg, Monoclimacis sp., Pristiograptus sp., monográptido de tecas ganchudas, restos de euriptéridos y diversos morfotipos de nautiloideos ortocónicos y bivalvos ornamentados. Telychiense, Biozona de Cyrtograptus lapworthi. - PT RE-12 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. latus (M´Coy), Monograptus riccartonensis Lapworth, Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus sp., Monoclimacis sp., braquiópodos (órtidos) y nautiloideos ortocónicos (ornamentación transversa fina). Wenlock, biozonas de Monograptus riccartonensis a M. belophorus-Cyrtograptus rigidus). - PT RE-13 (pizarra ampelítica): Sokolovograptus textor (Bouček & Münch), Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus perneri Bouček, Cyrtograptus ramosus Bouček, Aptychopsis sp. 1, artejos de crinoideos, restos de nautiloideos ortocónicos, bivalvos y braquiópodos rinconeliformes. Wenlock, Biozona de Cyrtograptus perneri -C. ramosus. - PT RE-14 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), braquiópodos (órtidos), nautiloideos ortocónicos y un bivalvo. Sheinwoodiense-Homeriense, Biozonas de Cyrtograptus. perneri -C. ramosus a C. lundgreni (?). - PT RE-15 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. perneri Bouček, bivalvos de diversos morfotipos (Butovicella sp.) y restos de nautiloideos ortocónicos del morfotipo 2. Sheinwoodiense-Homeriense, Biozonas de Cyrtograptus. perneri -C. ramosus a C. lundgreni (?). - PT RE-16 (pizarra ampelítica): Monograptus cf. flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), diversos bivalvos (Butovicella migrans (Barrande), Butovicella cf. migrans (Barrande), Dualina? sp., Grammysia sp.) y nautiloideos ortocónicos muy alargados y delgados (Orthocerida morfotipo 2). Sheinwoodiense-Homeriense, Biozonas de Cyrtograptus perneri -C. ramosus a C. lundgreni (?). - PT RE-17 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, diversos bivalvos (entre ellos Butovicella sp.) y nautiloideos ortocónicos largos y delgados con ornamentación transversa fina (morfotipo 2?). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - PT RE-19 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Cyrtograptus sp. (C. perneri? Bouček), mandíbula de filocárido, nautiloideos ortocónicos y bivalvos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-20 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus sp. y nautiloideos ortocónicos largos del morfotipo 2. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-21 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus sp., nautiloideos ortocónicos de diversos I36 morfotipos y bivalvos (Butovicella sp., Dualina? sp.). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-22 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Cyrtograptus cf. perneri Bouček y bivalvos (Pterineidae). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-23 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Cyrtograptus sp. y bivalvos con orejas (Actinopteria sp., Pterineidae indet.). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-24 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), bivalvos (Butovicella sp., entre otros) y nautiloideos ortocónicos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - PT RE-25 (pizarra ampelítica): graptolitos indeterminados, nautiloideos ortocónicos y bivalvos (Dualina? sp.). Homeriense (?). E.3. Localidades de Ojailén-Brazatortas (PT OB) (Fig. 4, loc. 27) Situación: en el talud del km 143 de la carretera N-420, a menos de 500 m al norte del pueblo de Brazatortas (Ciudad Real) y a unos 15 km al oeste de Puertollano. Flanco sur del sinclinal de Valdeazogues-Puertollano. Coordenadas UTM (datum WGS84) medias del afloramiento: x = 387.010; y = 4.280.870 Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: de tres muestras de edad Telychiense ordenadas de muro a techo y muy próximas entre sí, cuyo contenido paleontológico y edad estimada para cada nivel son los siguientes: - PT OB-1 (limolita): Stimulograptus cf. utilis Loydell, Monograptus cf. marri Perner. Telychiense. - PT OB-2 (pizarra ampelítica): Torquigraptus planus (Barrande), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Parapetalolithus sp., Rastrites sp. Telychiense. - PT OB-3 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus cf. meridionalis (Legrand), Monoclimacis cf. crenulata (Törnquist), Monograptus sp., Torquigraptus sp. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi (?). E.4. Afloramiento puntual de la Cañada de Cantohincado (Fig. 4, loc. 28) Situación: al sur del arroyo de Cabañas y en la orilla izquierda del arroyo de la Cañada de Cantohincado, unos 2 km al sureste de La Alameda y a unos 600 m al noreste de la mina Santa Rita. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 425.000; y = 4.272.055 I37 PT RE 10 PT RE-11 y PT RE-11W Pi za rra s de M ur o + C ua rc ita de lC ria de ro C ua rc ita de l C ria de ro Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo Te lyc hi en se H irn an tie ns e- A er on ie ns e Hi rn an tie ns e -A er on ie ns e Te lyc hi en se Te ly ch . 5 m 0 PT RE-12 PT RE-16 PT RE-14 PT RE-13 PT RE-15 PT RE-17 PT RE-19 PT RE-20 PT RE-21 PT RE-22 Fo rm ac ió n G ua d a rra nq ue jo 20-25 m. Sh ei nw oo di en se Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo PT RE-23 PT RE-24 PT RE-25 Sh ei nw oo di en se (u H om er ie ns e? ) Pizarras Areniscas y cuarcitas Rocas ígneas Cuarcitas del Criadero v v v Pizarras y areniscas Pizarras v v v v v v v v vv v vv v v v v v v v v v v v v v v v v v v v v vv v v v v v v v v v v v v vvv v v v v v v vv v v v v v v vv v v vv v v Semicubierto Cubierto Falla Fig. I7. Columna estratigráfica esquemática de la sucesión de Retamar (sinclinal de Valdeazogues- Puertollano), con la situación de las muestras fosilíferas. Rango estratigráfico: techo de la Cuarcita del Criadero, la formación Guadarranquejo está casi totalmente reemplazada por una potente unidad volcánica. Fósiles identificados: - Campograptus lobiferus (M´Coy), Lituigraptus convolutus (Hisinger), Metaclimacograptus sp., Rastrites sp. Aeroniense, Biozona de Lituigraptus convolutus (?). I38 I39 (F) - SINCLINAL DE SANTA CRUZ DE MUDELA F.1. Afloramientos puntuales del castillo de Montizón (Fig. 4, loc. 47) Situación: a 600 m al oeste-noroeste del castillo de Montizón (Rambla de Montizón), situado a algo más de 6 km al suroeste de Villamanrique (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 493.320; y = 4.264.060. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico de la muestra fosilífera es el siguiente: - (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn) Situación: al pie del castillo de Montizón, margen derecha del río Guadalén, en el término municipal de Villamanrique (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 494.100; y = 4.264.025. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico de la muestra fosilífera es el siguiente: - (pizarra ampelítica): Spirograptus cf. guerichi Loydell, Štorch & Melchin. F.2. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 862 (Fig. 4, loc. 47) Situación: en el camino de acceso desde el río al castillo de Montizón, próximos a la entrada. (término municipal de Villamanrique, Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 494.060; y = 4.264.020. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: se ha revisado parte del contenido paleontológico de las muestras anteriores que sería el siguiente: - 21-33 IN-GM-05-05-M4 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn) y restos de euriptéridos. - 21-33 IN-GM-05-05-M5 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn). I40 I41 (G) - SINCLINAL DE GUADALMEZ G.1. Sección de la estación de Chillón oeste (CHW) (Fig. 4, loc. 29; Fig. I8) Situación: a lo largo de la orilla derecha del río Guadalmez, a unos 100 metros al noreste del cortijo de la Vega de San Ildefonso y frente a la estación de Chillón (Chillón, Ciudad Real). Flanco norte del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 336.530; y = 4.286.750. Rango estratigráfico: parte media y alta de la Formación Guadarranquejo y la base de las “Alternancias de pizarras, areniscas y cuarcitas”. El contacto entre la Cuarcita de Criadero y las pizarras ampelíticas es mediante una falla transversal, faltando el tramo inferior de las pizarras negras de la Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 30 horizontes paleontológicos del Telychiense (?)-Homeriense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A8). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - CHW-0 (pizarra ampelítica): Monograptus sp.? Cyrtograptus sp.? (o monográptido curvo indeterminado). Telychiense (?). - CHW-1 (pizarra ampelítica): Monograptus sp., mandíbulas de filocáridos y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense (?)-Sheinwoodiense. - CHW-2 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn), Cyrtograptus sp., mandíbulas de filocáridos y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense (?)-Sheinwoodiense. - CHW-3 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess) y braquiópodos rinconeliformes. Sheinwoodiense. - CHW-4 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. meneghini (Gortani), braquiópodos rinconeliformes, mandíbulas de filocáridos y bivalvos (Actinopteria sp.). Sheinwoodiense. - CHW-5 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani) y braquiópodos rinconeliformes. Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus, o superior. - CHW-6 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani). Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus- Cyrtograptus rigidus o superior. - CHW-7 (pizarra ampelítica: Monograptus belophorus (Meneghini), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monoclimacis cf. hemipristis (Meneghini). Sheinwoodiense, Biozona de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus. - CHW-8 (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini), Monograptus flemingii (Salter), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. ramosus I42 Bouček. Sheinwoodiense, biozonas de Monograptus belophorus-Cyrtograptus rigidus a la de C. perneri - C. ramosus. - CHW-9 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Pristiograptus cf. meneghini (Gortani), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus cf. ellesae Gortani. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus perneri - C. ramosus. - CHW-10 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus sp. Sheinwoodiense. - CHW-11 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess). Sheinwoodiense. - CHW-12 (pizarra ampelítica): Cyrtograptus sp. (cladia), restos de euriptéridos. Sheinwoodiense. - CHW-13 (pizarra ampelítica): Cyrtograptus sp. (cladia). Sheinwoodiense. - CHW-14 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, restos de retiolítidos indeterminables y de nautiloideos ortocónicos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus. lundgreni. - CHW-15 (pizarra ampelítica): Cyrtograptus aff. perneri Bouček, 1933. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CHW-16 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus aff. perneri Bouček, Pristiograptus ex gr. dubius-pseudodubius. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CHW-17 (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Cyrtograptus aff. perneri Bouček. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CHW-18 (pizarra ampelítica): Cyrtograptus aff. perneri Bouček y nautiloideos ortocónicos. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CHW-19 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CHW-20 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CHW-21 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CHW-22 (pizarra ampelítica): Monograptus sp., Cyrtograptus sp., sículas de graptolitos y acumulaciones de quitinozoos (?). Homeriense. - CHW-23 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Cyrtograptus aff. perneri Bouček, restos de nautiloideos ortocónicos, filocáridos y un artejo de crinoideo. Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni (?). - CHW-25 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus flemingii (Salter), Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg, acumulaciones de I43 quitinozoos (?), crinoideo (artejo). Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. - CHW-26 (pizarra ampelítica): Monograptus cf. flemingii (Salter).. - CHW-27 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), acumulaciones de quitinozoos (?). Homeriense. - CHW-28 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (Salter). Homeriense. - CHW-29 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Cyrtograptus sp. y restos de nautiloideos ortocónicos. Homeriense - CHW-30 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius, Cyrtograptus cf. lundgreni Tullberg Homeriense, Biozona de Cyrtograptus lundgreni. G.2. Sección de la estación de Chillón este (CHE) (Fig. 4, loc. 29; Fig. I8) Situación: en el k. 288.5 de la línea de FF.CC. Madrid-Badajoz, a 330 m al norte de la estación abandonada de Chillón (Chillón, Ciudad Real). Flanco norte del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 336.715; y = 4.286.785. Rango estratigráfico: parte alta de la Cuarcita del Criadero y parte inferior de la Formación Guadarranquejo. Antecedentes: esta localidad aparece en Hernández Sampelayo (1926, cuyos datos se repiten en 1960) y también se cita en Almela et al. (1962). Fósiles identificados: 6 horizontes paleontológicos del Aeroniense-Telychiense cuya localización se indica en la misma columna que la sección anterior (Fig. A8). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - CHE-(-2) (intercalación pizarrosa centimétrica intercalada entre capas de areniscas de espesores centimétricos y colores oscuros, en la parte más alta de la Cuarcita del Criadero): Campograptus lobiferus (M´Coy), Normalograptus sp., Pristiograptus sp., Rastrites sp. Aeroniense. - CHE-(-1) (limolitas arenosas, muy cerca del techo de la Cuarcita del Criadero, por encima de la anterior): Raphidograptus toernquisti (Elles & Wood). Aeroniense. - CHE-1 (pizarra ampelítica, a 5-7 cm de la base) : Parapetalolithus cf. palmeus (Barrande), Stimulograptus cf. becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Monograptus marri Perner, Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Paradiversograptus runcinatus (Lapworth), Glyptograptus sp., Metaclimacograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzonas de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus a Parapetalolithus palmeus). I44 - CHE-2 (pizarra ampelítica, entre 10-17 cm de la base): Parapetalolithus elongatus (Bouček & Přibyl), Parapetalolithus cf. hispanicus (Haberfelner), Pristiograptus variabilis (Perner), Streptograptus cf. plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Pristiograptus sp., Glyptograptus sp., Parapetalolithus sp., Metaclimacograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzonas de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus a Parapetalolithus palmeus). - CHE-3 (pizarra ampelítica, a 70 cm de la base): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus elongatus (Bouček & Přibyl), Parapetalolithus palmeus (Barrande), Pristiograptus renaudi (Philippot), Pristiograptus variabilis (Perner), Streptograptus cf. filiformis Chen, Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Torquigraptus planus (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus palmeus). - CHE-4 (pizarra ampelítica, entre 90-110 cm de la base): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus cf. palmeus (Barrande), Pseudoplegmatograptus sp., Pristiograptus pristinus (Přibyl), Pristiograptus renaudi (Philippot), Streptograptus cf. plumosus (Baily), Stimulograptus becki (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus palmeus). G.3. Sección de Guadalmez Norte (GM GN) (Fig. 4, loc. 30; Fig. I9) Situación: en el talud de la carretera de Guadalmez (Ciudad Real) a Capilla (Badajoz), a 3.5 km de la primera localidad. Flanco norte del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 327.620; y = 4.291.060. Rango estratigráfico: parte alta de la Cuarcita del Criadero y parte inferior de la Formación Guadarranquejo, con repetición de parte de ambas unidades por fallas. Fósiles identificados: 7 horizontes paleontológicos del Telychiense cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A9). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de base a techo, son los siguientes: - GM GN-1 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus cf. palmeus (Barrande), Stimulograptus becki (Barrande), Stimulograptus halli (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin, Rastrites abbreviatus Lapworth, Paradiversograptus runcinatus (Lapworth). Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus). - GM GN-2 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. I45 Cu ar ci ta de l C ria de ro CHW-0, CHW-1 CHW-2 CHW-3 CHW-4 CHW-5 CHW-6 CHW-7 CHW-8 CHW-9 CHW-10 CHW-17 CHW-16 CHW-15 CHW-14 CHW-13 CHW-11 CHW-12 CHW-18 CHW-19 CHW-20 CHW-21 CHW-22 CHW-23 CHW-24 CHW-24A CHW-25 CHW-26 CHW-27 CHW-30 CHW-29 CHW-28 CHE-4 CHE-3 CHE-2 CHE-1 CHE-(-2), CHE-(-1) Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo Al te rn an ci a de pi za rra s, ar en is ca s y cu ar ci ta s Sh ei nw oo di en se H om er ie ns e V V V V V VV V V V V V V V V V V V V V VV V V V V V V V V V V V V VVVV O 1 m O 4 m Pizarras Areniscas y cuarcitas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas v v v Pizarras v v v Cubierto Semicubierto Falla Fig. I8. Columna estratigráfica sintética de las secciones de la estación de Chillón (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras fosilíferas. I46 - GM GN-3 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus cf. asejradi Legrand, Parapetalolithus palmeus (Barrande), Pristiograptus cf. variabilis (Perner), Monograptus marri Perner. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei. - GM GN-4 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (o más alta). - GM GN-5 (pizarra ampelítica): Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Oktavites spiralis (Geinitz), Diversograptus sp., restos de nautiloideos ortocónicos y filocáridos, bivalvos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM GN-6 (pizarra ampelítica): Retiolites angustidens Elles and Wood, Streptograptus cf. anguinus (Přibyl), Streptograptus cf. nodifer (Törnquist), Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Diversograptus sp., restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM GN-7, por encima de GM GN-6 a uma distancia indeterminada (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus priodon (Bronn). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). G.4. Sección de la estación de Belalcázar (GM EB) (Fig. 4, loc. 31; Fig. I10) Situación: Está situada en la carretera de Peñalsordo a Belalcázar, unos 560 m al noreste de la estación de tren abandonada de Belalcázar (Córdoba), en el término municipal de Zarzacapilla (Badajoz). Flanco suroccidental del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base del tramo de pizarras ampelíticas de la sección: x = 320.105; y = 4.287.560. Rango estratigráfico: parte alta de la Cuarcita del Criadero y Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 16 horizontes paleontológicos del Telychiense, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A10). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - GM EB-0 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus f1amandi (Legrand), Parapetalolithus cf. meridionalis (Legrand), Torquigraptus australis Štorch. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - GM EB-1 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus f1amandi (Legrand), Parapetalolithus cf. meridionalis (Legrand), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - GM EB-1 T (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus f1amandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monograptus juancarlosi Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus cf. australis Štorch, Torquigraptus I47 C ris de ro C ua rc ita de l Cr ia de ro ? GM GN-1 GM GN-2 GM GN-3 GM GN-4 GM GN-5 GM GN-6 5 m 0 (10 m) Te ly ch ie ns e Ae ro nie ns e Ae ro nie ns eTelych. Pizarras Cuarcitas Areniscas Fo rm ac ió n G ua da rra nq ue jo Semicubierto Cubierto Falla Fig. I9. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Guadalmez Norte (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras paleontológicas. I48 tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), retiolítidos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - GM EB-2 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus juancarlosi Štorch, Monograptus priodon (Bronn), braquiópodos rinconeliformes, cornulítido, restos de euriptéridos y filocáridos (mandíbulas). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi (?). - GM EB-2 A (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus juancarlosi Štorch, mandíbulas de filocáridos. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi (?). - Muestra 9805 (Caja 11-39) de posición indeterminada aproximada (nódulos): Monoclimacis griestoniensis, Retiolites sp., Torquigraptus sp., monográptido recto y braquiópodos rinconeliformes. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi (?). - GM EB-3 (nódulo) Stimulograptus splendens Štorch, bivalvo y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi a Biozona de Oktavites spiralis (?). - GM EB-3 A (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus cf. praecedens Bouček, Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Torquigraptus f1agellaris (Törnquist), Oktavites spiralis (Geinitz), Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček), Diversograptus ramosus Manck, filocáridos (mandíbulas). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-4 (nódulo): Monograptus priodon (Bronn) y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-4A (pizarra ampelítica): Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Oktavites spiralis (Geinitz). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-5 (pizarra ampelítica): Streptograptus cf. anguinus (Přibyl), Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček), Monograptus sp., nautiloideos ortocónicos y filocáridos. En nódulos del mismo nivel (E BEL N-5): Streptograptus anguinus, Monograptus cf. priodon, bivalvos y nautiloideos ortocónicos (entre ellos Orthocerida morfotipo 1). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-6 (pizarra ampelítica): Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Pristiograptus sp., Esphenotallus sp., restos de nautiloideos ortocónicos (Orthocerida morfotipo 3) y mandíbulas de filocáridos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-6B (pizarra ampelítica): restos de esponjas (?) y materia orgánica dispersa (quitinozoos?) y nautiloideos ortocónicos. Nódulos con nautiloideos ortocónicos. - GM EB-6F (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček) y microelemento de conodonto (?).Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. I49 - GM EB-6G (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček), nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-7 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), Oktavites spiralis (Geinitz), Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, restos de Nautiloideos ortocónicos y microelemento de conodonto. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. - GM EB-8 (pizarra ampelítica): Retiolites angustidens Elles and Wood, Monograptus priodon (Bronn), Oktavites spiralis (Geinitz). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis. G.5. Afloramiento puntual GM-H (Fig. 4, loc. 32) Situación: Está situada en la carretera de Peñalsordo a Belalcázar, unos 1500 m al noreste de la estación de tren abandonada de Belalcázar (Córdoba), en el término municipal de Zarzacapilla (Badajoz). Flanco suroccidental del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) para un punto situado aproximadamente en la parte media del afloramiento de pizarras ampelíticas: x = 320.330; y = 4.288.500. Rango estratigráfico: parte media de la Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - GM-H (pizarra ampelítica): Retiolites cf. geinitzianus (Barrande), Pristiograptus praedubius (Bouček), Monograptus parapriodon Bouček, Monoclimacis sp., Barrandeograptus sp., abundantes restos de nautiloideos ortocónicos (entre ellos se distinguen las variantes Orthocerida morfotipo 1, Orthocerida morfotipo 2 y Orthocerida morfotipo 5), además de Aptychopsis; también se reconocen diversos restos de filocáridos (en pizarras: mandíbulas; en nódulos: mandíbulas, telsón) y de euriptéridos (en pizarras: fragmentos de piel y apéndices natatorios), junto com ostrácodos (Myodocopida abundantes en pizarras y Myodocopa bolbozoide y Entomozoe? sp. en nódulos), bivalvos (Cheiopteria? sp., Telycardia malinka Kříž, Slavia? sp., Copenychia aff. pristina Kříž, Stolidotus sp., Dualinidae indet., Pterineidae indet.). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis, o algo por encima. G.6. Afloramiento puntual D-3 (= GM-D) (Fig. 4, loc. 33) Situación: El yacimiento fosilífero está situado a unos 450 m al oeste de la casa de Vega de la Higuera (término municipal de Guadalmez, Ciudad Real), al sur de la carretera de Guadalmez a Capilla. Flanco norte del sinclinal de Chillón. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la parte media del afloramiento de pizarras ampelíticas: x = 321.820; y = 4.292.420. Rango estratigráfico: parte media de la Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: I50 Fig. I10. Columna estratigráfica esquemática de la sección de la estación de Belalcázar (sinclinal de Guadalmez), con la situación de las muestras fosilíferas. I51 - D-3 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monoclimacis flexa Loydell, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Pristiograptus sp., Monograptus sp., bivalvos (Actinopteria sp., Dceruska? sp.), restos de euriptéridos, filocáridos, cornulítidos y nautiloideos ortocónicos (entre ellos, Orthocerida morfotipo 5 y Aptychopsis sp. 1) y ostrácodos (Myodocopida). Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). G.7. Afloramiento puntual GM GRE (Fig. 4, loc. 34) Situación: 5 km al SSE de Guadalmez (Ciudad Real). Flanco sur del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la parte media del afloramiento de pizarras ampelíticas: x = 327.200; y = 4.292.900. Rango estratigráfico: parte baja de la Formación Guadarranquejo. Antecedentes: Esta localidad fue descrita por primera vez por Almela et al. (1962, Loc. 68, p. 219) y su interés radica en que era una de las escasas localidades en las que dichos autores creyeron identificar faunas del Ludlow inferior en el Silúrico de la región de Almadén-Guadalmez. Fósiles identificados: El material estudiado procede de nuevas recogidas de la misma localidad, no pudiendo disponerse del material original. El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - GM GRE (pizarra ampelítica): Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Pristiograptus pristinus (Přibyl), Torquigraptus planus (Barrande), Pristiograptus variabilis (Perner), Stimulograptus becki (Barrande), Spirograptus guerichi Loydell, Štorch & Melchin. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Subzona de Parapetalolithus hispanicus). G.8. Secciones de la Estación de las Cabras (Fig. 4, loc. 35; Fig. I11) Situación: Estas tres localidades se encuentran muy próximas entre si, al este de Cabeza del Buey, en los taludes de la vía de ferrocarril Madrid-Badajoz, aproximadamente entre los km 318 y 319 y dentro del término municipal de Zarzacapilla (Badajoz). En este tramo de la vía es donde se encuentra una antigua estación de tren abandonada y, algo más al este, el túnel citado por autores anteriores. Desde el punto de vista geológico están en el flanco meridional del extremo occidental del sinclinal de Guadalmez Antecedentes: La primera referencia a los yacimientos de esta localidad procede de la recopilación realizada por Mallada en 1896 para el Mapa Geológico de España. Posteriormente, en 1976, Lozac`h y Vidal describen las mismas localidades. Rango estratigráfico: diversos tramos principalmente de la Formación Guadarranquejo y, en menor medida, de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. I52 G.8.1. Estación de las Cabras (GM EC) Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sucesión: x = 311.120; y = 4.287.650. Fósiles identificados: 6 horizontes paleontológicos, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. A11). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - GM EC-1 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus sp. (P. pseudodubius? [Bouček]), mandíbulas de filocáridos y nautiloideos ortocónicos. Wenlock (?). - GM EC-3 (pizarra ampelítica): bivalvos, braquiópodos rinconeliformes y nautiloideos ortocónicos con ornamentación reticulada fina (Orthocerida morfotipo 3). - GM EC-5 (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani), Monograptus sp., filocáridos (mandíbulas) y Sphenothallus sp. Wenlock. - GM EC-6 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (?) (Suess), Retiolites sp. y partículas de materia orgánica (quitinozoos?). - GM EC-7 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monograptus cf. priodon (Bronn), monográptido de rabdosoma curvo, bivalvos (Telycardia malinka Kříž), mandíbulas de filocáridos y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense?, probablemente Biozona de Oktavites spiralis (por el bivalvo). - GM EC-8 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Retiolites sp. (R. angustidens ?? Elles and Wood), mandíbulas de filocáridos y nautiloideos ortocónicos. Wenlock. G.8.2. Boca oeste del túnel (GM TCW) Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sucesión: x = 311.320; y = 4.287.470. Fósiles identificados: 2 horizontes paleontológicos, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. 51). El escaso contenido paleontológico es el siguiente: - GM TCW-2 (pizarra ampelítica): restos de nautiloideos ortocónicos. - GM TCW-3 (pizarra ampelítica): monográptido (parte proximal muy densa y curvada). G.8.3. Boca este del túnel (GM TCE) Coordenadas UTM (datum WGS84) de la base de la sucesión: x = 311.620; y = 4.287.300. I53 Te lyc hi en se su pe rio r? -W en loc k EC-1 EC-3 EC-5 EC-6 EC-7 EC-8 V V V V V V V VV V VV V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V V VV VV VV VVV VVV VV V V V V V V V V V V V 0 5 m Fallas ? V V V V V V V V V V V V V V V V V VV V V V V V V V V V V VV V V V VV VVV VV V V V V V V V V TCE-1 TCE-5 TCE-3 TCE-4 W en lo ck Cuarcita del Criadero V V V V V 35-45 m Cuarcita del Criadero V V V V TCW-2 TCW-3 W en lo ck ? Pizarras Areniscas y cuarcitas Rocas ígneas Rocas ígneas Cuarcitas y areniscas v v v v v Fo rm ac ión G ua da rra nq ue jo Fo rm ac ió n Gu ad ar ra nq ue jo Semicubierto Cubierto Falla Fig. I11. Columnas estratigráficas esquemáticas parciales de la estación de las Cabras (sinclinal de Guadalmez), con la posición de las muestras paleontológicas. Fósiles identificados: 4 horizontes paleontológicos, cuya localización se indica en la columna adjunta (Fig. 51). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - GM TCE-1 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess) y restos de nautiloideos ortocónicos. Wenlock (?). - GM TCE-5 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess) y mandíbulas de filocáridos. Wenlock (?). I54 - GM TCE-3 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani). Wenlock. - GM TCE-4 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis sp., ostrácodos (?) y nautiloideos ortocónicos. Wenlock (?). G.9. Afloramiento puntual de la localidad GM AL (Fig. 4, loc. 36) Situación: en el km 4.350 de la carretera CR-4131 (Alamillo-San Benito), a unos 3.5 km al sureste de Alamillo. Flanco norte del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 346.120; y = 4.279.150. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: en 2 muestras de pizarras fosilíferas. El contenido paleontológico y la edad estimada, cuando ha sido posible, para cada una de ellas son los siguientes: - GM AL-1 (pizarra ampelítica): Diversograptus sp. o Barrandeograptus sp., Monograptus sp. (de tecas ganchudas) y restos de euriptéridos y filocáridos (mandíbulas y otros). - GM AL-2 (pizarra ampelítica): Monoclimacis cf. geinitzi (Bouček), Monograptus sp., Diversograptus sp. o Barrandeograptus sp., monográptido de curvatura ventral y tecas lobadas prominentes y restos de euriptéridos y filocáridos (mandíbulas). G.10. Afloramiento puntual de la Loc. 12 (Fig. 4, loc. 37) Situación: en el talud de la carretera CM-4202 que, desde el cruce del km 323 de la N- 502 (Almadén-Córdoba), se dirige a Alamillo, a unos 800 m de dicho cruce. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 337.470; y = 4.285.400. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - Loc. 12 (pizarra ampelítica): Retiolites cf. angustidens Elles and Wood, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Pristiograptus sp., Monograptus sp., Torquigraptus sp., filocáridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense. G.11. Afloramientos puntuales del río Guadalmez norte (Fig. 4, loc. 38) Situación: esta sección corresponde a un tramo del curso y margen izquierda del río Guadalmez en el que los materiales silúricos empiezan a aparecer en un punto situado 900 m al oeste del castillo de Vioque y continúan casi ininterrumpidamente hacia el norte algo más de 1 km. Desde el punto de vista geológico corresponde a la terminación periclinal oriental del sinclinal de Guadalmez de forma que, de sur a norte (flanco sur), la serie empieza con pizarras ampelíticas, muy próximas al techo de la Cuarcita del Criadero y de las que la separa un tramo cubierto, y continúa, a través de una sucesión más o menos replegada pero con el techo hacia el norte, hasta las primeras alternancias pelítico-arenosas del Silúrico. Después de la serie vuelve a repetirse parcialmente una I55 vez cruzada la charnela del sinclinal en el que las capas más altas observadas en el corte del río corresponden a los últimos materiales citados. Coordenadas UTM (datum WGS84) de los límites del afloramiento: extremo meridional, x = 336.350, y = 4.280.860; extremo septentrional, x = 336.080, y = 4.281.850. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo y “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad de los niveles muestreados del flanco norte son, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - Loc. 13 (pizarra ampelítica): Monoclimacis flumendosae (Gortani), braquiópodos y nautiloideo ortocónico. Wenlock. - Loc. 14 (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp., Monoclimacis sp. (?) - Loc. 14 (nódulos): Monograptus cf. priodon (Bronn), bivalvos (Slava aff. decurtata Barrande) y nautiloideos ortocónicos. Wenlock (?). - Loc. 15 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. meneghini (Gortani), Cyrtograptus sp. y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. - Loc. 16 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. dubius (Suess), Monograptus meneghini (Gortani), Monoclimacis flumendosae (Gortani), nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. En el flanco sur el contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - Loc. 21 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Cyrtograptus sp., braquiópodos rinconeliformes y nautiloideos ortocónicos. Wenlock (?). - Loc. 26 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess). Wenlock (?). - Loc. 27 (pizarra ampelítica): Monograptus parapriodon Bouček. G.12. Afloramientos puntuales del río Guadalmez sur (Fig. 4, loc. 39) Situación: este tramo del río Guadalmez con afloramientos de rocas fosilíferas silúricas tiene su extremo meridional en un punto situado a unos 3 km al norte del vado que da acceso a las casas de la Perdiguera y a casi 5 km al noreste de Santa Eufemia (Córdoba) y se extiende hacia el norte a lo largo de la orilla del río unos 350 m. Desde el punto de vista geológico, igual que en caso anterior, nos encontramos en la terminación periclinal oriental del sinclinal de Guadalmez y, de sur a norte, la sucesión empieza, mediante una falla, con pizarras ampelíticas con nódulos y continúa con pizarras negras con escasas y delgadas intercalaciones arenosas. Coordenadas UTM (datum WGS84) de los límites del afloramiento: extremo meridional, x = 337.900, y = 4.278.650; extremo septentrional, x = 337.730, y = 4.278.970. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. I56 Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad, cuando es posible, de los niveles muestreados, de más antiguo a más moderno, son los siguientes: - Loc. 24 (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. pseudodubius (Bouček) y restos de nautiloideos ortocónicos con ornamentación transversal espaciada. - Loc. 25 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monograptus sp., braquiópodo, nautiloideos ortocónicos y euriptéridos. - Loc. 28 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monograptus cf. parapriodon Bouček, bivalvos, filocáridos, nautiloideos ortocónicos y euriptéridos. Telychiense (?). - Loc. 29 (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček), Monograptus parapriodon (?) Bouček, bivalvos. Wenlock - Loc. 30 (pizarra ampelítica): Monograptus belophorus (Meneghini) y restos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense. - Loc. 23 (pizarra ampelítica): Monograptus riccartonensis Lapworth, Pristiograptus sp., bivalvo y braquiópodos rinconeliformes. Sheinwoodiense. - Loc. 22 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), monográptido recto, bivalvos, restos de euriptéridos (?) y nautiloideo ortocónico, con varios braquiópodos juveniles adheridos. G.13. Afloramientos puntuales de la cantera Los Pedroches (Fig. 4, loc. 40) Situación: en la cantera Los Pedroches, en el paraje de El Molinillo (término municipal de Capilla, Badajoz), junto a la carretera abandonada de Peñalsordo a la estación de Belalcázar. A 5 km al sur de Capilla. Extremo occidental del sinclinal de Guadalmez. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto medio: x = 318.670; y = 4.294.000. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad de las muestras fosilíferas recogidas son los siguientes: - Loc. 31 (en los primeros 25 cm sobre la Cuarcita del Criadero) (pizarra ampelítica): Torquigraptus sp. (tipo tullbergi (Bouček). Monoclimacis flumendosae (?) (Gortani), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), monográptido de teca ganchuda. Telychiense. - Loc. 32 (a 4-5 metros del techo de la Cuarcita del Criadero) (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus sp., Monograptus sp., filocáridos y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense (?). - Loc. 33 (calicata por encima de la corta) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Pseudoplegmatograptus obesus (Lapworth), Torquigraptus arcuatus (Bouček), Parapetalolithus sp., Torquigraptus sp. Telychiense, Biozona de Streptograptus crispus. I57 (H) - FLANCO NORTE DEL SINCLINORIO DE LOS PEDROCHES H.1. Afloramientos puntuales de la localidad GM-PO (Fig. 4, loc. 43) Situación: a la altura del km 332 de la carretera N-502 (Ávila-Córdoba), inmedia- tamente al oeste de la calzada. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 332.600; y = 4.280.320. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 6 muestras recogidas en el entorno de la localidad. El contenido paleontológico y la edad de dichas muestras son los siguientes: - GM PO (NOR) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Torquigraptus australis Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Monograptus sp. Telychiense, biozonas desde la de Monoclimacis griestoniensis a la de Torquigraptus tullbergi. - GM PO (N) (pizarra ampelítica): Parapetalolithus cf. meridionalis (Legrand), Monograptus cf. priodon (Bronn), Torquigraptus cf. arcuatus (Bouček), Metaclimacograptus sp., Parapetalolithus sp., Monograptus sp. Telychiense, biozonas desde la de Monoclimacis griestoniensis a la de Torquigraptus tullbergi. -GM PO (CENT) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Torquigraptus arcuatus (Bouček), Torquigraptus australis Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), monográptidos indeterminados y braquiópodos rinconeliformes. Telychiense. Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - GM PO (S) (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus cf. altissimus (Elles & Wood), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Streptograptus cf. crispus Lapworth, Monograptus cf. juancarlosi Štorch, Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Monograptus sp., restos de nautiloideos ortocónicos y braquiópodos rinconeliformes. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - GM PO (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus altissimus (Elles & Wood), Monograptus juancarlosi Štorch, Torquigraptus cf. australis Štorch, Torquigraptus flagellaris (Törnquist), Torquigraptus cf. tullbergi (Bouček) y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. - GM PO 2 (pizarra ampelítica): Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Metaclimacograptus sp., Monograptus sp. Telychiense, biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. I58 H.2. Afloramientos puntuales de la localidad GM-EU (Fig. 4, loc. 44) Situación: a unos 800 m al este de de Santa Eufemia (Córdoba), en el paraje de Los Lanchares. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 335.200; y = 4.273.840. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 5 muestras recogidas en el entorno de la localidad. El contenido paleontológico y la edad de dichas muestras son los siguientes: - GM EU-1 (pizarra ampelítica): monográptidos indeterminados y varios morfotipos de nautiloideos ortocónicos. - GM EU-2 (pizarra ampelítica): Monograptus cf. parapriodon Bouček (?), Oktavites spiralis (Geinitz), Stomatograptus sp. (en nódulo), bivalvos (Dualina? sp.) y diversos nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). - GM EU-3 (pizarra ampelítica): Monoclimacis sp. (tipo Mcl. flumendosae), monográptido fino con tecas ganchudas, gasterópodo (Cyrtoneritimorpha? indet.), bivalvos (Modiolopsidae y otros) y nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense (?). - GM EU-4 (pizarra ampelítica): Monoclimacis cf. vomerina (Nicholson), Monoclimacis cf. flumendosae (Gortani), Cyrtograptus sp., monográptido fino, bivalvos (Antipleuridae, Pterineidae) y restos de diversos morfotipos de nautiloideos ortocónicos. Sheinwoodiense, Biozona de Cyrtograptus murchisoni (?). - GM EU-5 (pizarra ampelítica): monográptidos finos con la parte proximal curva, fragmento distal de tipo M. priodon (Bronn) y nautiloideos ortocónicos. H.3. Sección de Puente Quebrada (SB-PQ) (Fig. 4, loc. 41; Fig. I12) Situación: A lo largo de la carretera secundaria CM-4201/A-437, que enlaza Torrecampo (Córdoba) con la carretera de Bienvenida a Alamillo (CM-4202, Ciudad Real), aproximadamente entre los km 16 y 16,5. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84) para la base de la sección: x = 359.080; y = 4.265.15 y para el techo: x = 358.800; y = 4.264.900 Rango estratigráfico: desde la Cuarcita del Criadero a la parte inferior de la “Alternancia de pizarras, areniscas y cuarcitas”. Fósiles identificados: 45 horizontes paleontológicos del Telychiense-Gorstiense, cuya localización aparece en la columna adjunta (Fig. A12). El contenido paleontológico y la edad estimada para cada nivel, de más antiguo a más moderno, es el siguiente: - SB PQ-1 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Stimulograptus splendens (?) Štorch, Torquigraptus cf. australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-2 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monoclimacis ex gr. griestoniensis I59 (Nicol), Torquigraptus sp. (?).Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - SB PQ-3 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monograptus juancarlosi? Štorch, Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-4 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Torquigraptus sp. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - SB PQ-5 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Cochlograptus veles (Richter). Telychiense - SB PQ-7 (limolita): Braquiópodos rinconeliformes. - SB-PQ 8 (limolita): Braquiópodos rinconeliformes. - SB PQ-10 (pizarra ampelítica): Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - SB PQ-12 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus cf. priodon (Bronn), Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-13 (pizarra ampelítica): acumulaciones de braquiópodos rinconeliformes (Valdaria budili Havlíček y Štorch). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - SB PQ-14 (pizarra ampelítica): Retiolites cf. geinitzianus (Barrande), Monograptus cf. priodon (Bronn) y restos de braquiópodos rinconeliformes. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). - SB PQ-15 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y bivalvos (Butovicella cf. migrans [Barrande]). Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-16 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Retiolites geinitzianus (Barrande), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Diversograptus sp. (?) y un braquiópodo rinconeliforme (?).Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-17 (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus ex gr. priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Monoclimacis woodae Zalasiewicz, Loydell & Štorch y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - SB PQ-18 (pizarra ampelítica): Monoclimacis subgeinitzi Fu, fragmentos de monográptidos de rabdosoma recto y restos de braquiópodos rinconeliformes. I60 Telychiense, entre el techo de la biozona de Torquigraptus tullbergi y la base de la de Oktavites spiralis. - SB PQ-19 (pizarra ampelítica): Euroclimacis jabalonensis Loydell, Štorch & Gutiérrez-Marco, Monograptus sp. y restos de euriptéridos y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). - SB PQ-20 (pizarra ampelítica): Stimulograptus splendens Štorch, Monoclimacis sp., Euroclimacis sp., Diversograptus sp., un bivalvo y restos de nautiloideos ortocónicos y euriptéridos. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). - SB PQ-21 (pizarra ampelítica): Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monograptus sp., mandíbula de filocárido, lumaquela de braquiópodos y restos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, biozonas Torquigraptus tullbergi-Oktavites spiralis (?). - SB PQ-22 (pizarra ampelítica): Torquigraptus tullbergi (Bouček) y restos de filocáridos. Telychiense, biozonas Torquigraptus tullbergi-Oktavites spiralis (?). - SB PQ-23 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis cf. crenulata (Törnquist), Oktavites falx (Suess), restos de nautiloideos ortocónicos y un bivalvo. Telychiense, Biozona de Oktavites spiralis (?). - SB PQ-24 (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn), bivalvo (Cheiopteria? sp.) y nautiloideos ortocónicos (los dos últimos también en nódulos). Telychiense. - SB PQ-25 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), restos de euriptéridos (?), nautiloideos ortocónicos (entre ellos Orthocerida morfotipo 1) y filocáridos. Telychiense (?). - SB PQ-26 (pizarra ampelítica): restos de braquiópodos aplastados. Telychiense (?). - SB PQ-27 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Monograptus? sp., braquiópodos, nautiloideos ortocónicos y bivalvos (Cardiólido); estos dos últimos también en nódulos. Telychiense (?). - SB PQ-28 (pizarra ampelítica): Monograptus priodon (Bronn), bivalvos, restos de nautiloideos ortocónicos y euriptéridos (?) y protégulos de braquiópodos. Telychiense (?). - SB PQ-29 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus cf. praedubius (Bouček) y un bivalvo. Telychiense-Wenlock (?). - SB PQ-30 (pizarra ampelítica): Monograptus ex gr. priodon (Bronn). Telychiense- Wenlock (?). - SB PQ-31 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus ex gr. dubius (Suess), Monograptus priodon (Bronn), Monoclimacis sp., nautiloideos ortocónicos y un bivalvo. Telychiense-Wenlock (?). - SB PQ-32 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), mandíbula de filocárido y un braquiópodo. Telychiense-Wenlock (?). I61 - SB PQ-33 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess). Telychiense-Wenlock (?). - SB PQ-34 (pizarra ampelítica): restos de nautiloideos ortocónicos y bivalvos. Telychiense-Wenlock (?). - SB PQ-35 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Pristiograptus sp., mandíbula de filocárido y nautiloideos ortocónicos. Incluye nódulos con nautiloideos ortocónicos y braquiópodos rinconeliformes. Telychiense-Wenlock (?). - SB PQ-37 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monoclimacis flumendosae (Gortani), bivalvos y restos de nautiloideos ortocónicos lisos y ornamentados. Wenlock. - SB PQ-38 (pizarra ampelítica): Monograptus cf. riccartonensis Lapworth, braquiópodos rinconeliformes y un posible resto de filocárido. Wenlock. - SB PQ-36 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Retiolites sp., monográptido de tecas ganchudas, bivalvo, mandíbula de filocárido, restos de nautiloideos ortocónicos y abundantísimos braquiópodos indeterminables (linguliformes? indet.). Wenlock. - SB PQ-43 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius? (Suess), braquiópodos rinconeliformes y restos de nautiloideos ortocónicos. Wenlock. - SB PQ-“37” (pizarra ampelítica): Pristiograptus pseudodubius (Bouček). Homeriense. - SB PQ-52 (pizarra ampelítica): Saetograptus cf. linearis (Bouček), monográptidos indeterminables. Gorstiense. - SB PQ-53 (pizarra ampelítica): restos de graptolitos indeterminables y nautiloideos ortocónicos. - SB PQ-“38” bis (pizarra ampelítica): Pristiograptus sp. (P.cf. meneghini (?)(Gortani)), sículas de graptolitos y braquiópodos rinconeliformes. Gorstiense (?). - SB PQ-54 (pizarra ampelítica): Monograptus flemingii (?) (Salter), Monograptus sp. y nautiloideos ortocónicos. - SB PQ-55 (pizarra ampelítica): monográptidos con tecas ganchudas y restos de nautiloideos ortocónicos. - SB PQ-39 (pizarra ampelítica): Pristiograptus ex gr. dubius (Suess). Gorstiense (?). - SB PQ-56 (pizarra ampelítica): restos indeterminables de graptolitos, mandíbula de filocárido, bivalvo y nautiloideos ortocónicos. - SB PQ-57 (pizarra ampelítica): restos indeterminables de graptolitos y nautiloideos ortocónicos. I62 Fig. I12. Columna estratigráfica esquemática de la sección de Puente Quebrada (flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches), con la situación de las muestras paleontológicas estudiadas. I63 H.4. Afloramiento puntual de la Ermita de la Virgen de las Veredas (Fig. 4, loc. 41) Situación: a unos 800 m al norte de la ermita de la Virgen de las Veredas, en el término municipal de Torrecampo (Córdoba), en la orilla oriental del tramo final del arroyo Guadamora. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 356.760; y = 4.266.100. Rango estratigráfico: “Alternancia de areniscas, pizarras y cuarcitas”. Fósiles identificados: El contenido paleontológico de la muestra es el siguiente: - Bivalvos (Silurinka vetula Kříž; Butovicella migrans [Barrande]). H.5. Afloramiento puntual de la Loc. arroyo de San Juan (Fig. 4, loc. 42) Situación: en una pequeña escombrera junto al arroyo de San Juan, a unos 200 m aguas arriba de su desembocadura en el arroyo de la Ribera (término municipal de Almodóvar del Campo, Ciudad Real). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 364.050; y = 4.262.730. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad son los siguientes: - SB ASJ-1 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Pristiograptus pristinus? (Přibyl), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Torquigraptus sp., Monograptus sp., bivalvo. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis (?). H.6. El Centenillo (sondeo Fabriquilla IV) (revisado de Gutiérrez- Marco y Pineda, 1988) (Fig. 4, loc. 45) Situación: el sondeo se llevó a cabo en un punto situado a 2 km al noroeste de la población minera de El Centenillo (Jaén), al suroeste de la Loma del Peñón del Toro y a unos 450 m al noreste de la carretera JM-5005. Está en el sector oriental de Sierra Morena en el flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84) de la boca del sondeo: x = 435.220; 4.245.535 Rango estratigráfico: techo de la Cuarcita del Criadero y Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: dos horizontes fosilíferos del Telychiense, cuyo contenido fosilífero y edad son los siguientes: - Nivel -83,70 m (pizarra ampelítica, 1 m bajo el techo de la Cuarcita del Criadero). Pseudoglyptograptus? sp. Telychiense. - Nivel -84,2 m (pizarra ampelítica, 1,20 m bajo el techo de la Cuarcita del Criadero). Pseudoplegmatograptus sp., Pseudoretiolites cf. dentatus Bouček & Münch, I64 Torquigraptus planus sp. (Barrande), Glyptograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Sub-biozona de Paradiversograptus runcinatus-Monograptus gemmatus. H.7. Localidades de la carretera a Colonia Selladores (El Centenillo) (46) Muestras legadas por Antonio García Palacios sin datos de localización precisa. Es posible que parte de ellas correspondan a las localidades del MAGNA de la hoja nº 862 y las localidades citadas por Ríos Aragüés (1977). Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: 6 horizontes fosilíferos del Telychiense - EC SE-1G (pizarra ampelítica): Parapetalolithus meridionalis (Legrand), Monograptus cf. marri Perner, Torquigraptus arcuatus (Bouček), Torquigraptus cf. australis Štorch, Torquigraptus proteus (Barrande), Metaclimacograptus sp. y diversos morfotipos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Streptograptus crispus. - EC SE-2G (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus juancarlosi Štorch, Torquigraptus arcuatus (Bouček), Torquigraptus cf. australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Parapetalolithus sp., Pristiograptus sp., Cornulites? spp. (Annuliconchus? sp.), braquiópodos rinconeliformes y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - EC SE-3G (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Stimulograptus splendens Štorch, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus arcuatus (Bouček), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Diversograptus sp. (?), braquiópodos rinconeliformes, nautiloideos ortocónicos y restos de euriptéridos. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - EC SE-4G (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. - EC SE-5G (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis griestoniensis (Nicol). Telychiense, Biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. - EC SE-6G (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus priodon (Bronn), Monoclimacis griestoniensis (Nicol), Barrandeograptus sp. o Diversograptus sp., bivalvos, braquiópodos rinconeliformes y Lissatrypidina y restos diversos de nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. I65 H.8. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 862 (Fig. 4, loc. 48) Situación: a algo menos de 8 km de El Centenillo (pedanía del término municipal de Baños de la Encina, Jaén) en dirección a la colonia Los Selladores, en el talud de la carretera. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 431.500; y = 4.245.100. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 19-34 9803-GM (nódulos): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Monograptus cf. parapriodon Bouček, Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Torquigraptus australis Štorch y Retiolites sp. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. Situación: a 3 km antes de llegar a la colonia Los Selladores (pedanía del término municipal de Baños de la Encina, Jaén) por la carretera JM-5005, que parte de El Centenillo. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 428.600; y = 4.246.150. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 19-34 9804-GM (pizarra ampelítica): Pristiograptus cf. dubius (Suess), Monograptus cf. flemingii (Salter). Sheinwoodiense (?). Situación: a 2 km antes de llegar a la colonia Los Selladores (pedanía del término municipal de Baños de la Encina, Jaén) por la carretera JM-5005, que parte de El Centenillo. Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 427.500; y = 4.246.130. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 19-34 9805-GM (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Retiolites angustidens Elles and Wood, Monograptus priodon (Bronn), Torquigraptus tullbergi (Bouček), Monoclimacis crenulata (Törnquist), Monoclimacis griestoniensis (Nicol) y Diversograptus sp. (?), braquiópodos rinconeliformes y nautiloideos ortocónicos. Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. Situación: a 0.5 km antes de llegar a la colonia Los Selladores, viniendo desde El Centenillo por la carretera JM-5005 (término municipal de Baños de la Encina, Jaén). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. I66 Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 426.400; y = 4.245.760. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 19-34 9806-GM (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus australis Štorch, Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Rastrites sp. y sículas de graptolitos. Telychiense, Biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. Situación: a 5.5 km antes de llegar, por la carretera JM-5005, a la colonia Los Selladores, viniendo desde El Centenillo (término municipal de Baños de la Encina, Jaén). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 429.620; y = 4.245.720. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 19-34 9807-GM (pizarra ampelítica): Retiolites angustidens Elles and Wood, Monograptus parapriodon Bouček, Monoclimacis cf. crenulata (Törnquist). Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. H.9. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 863 (Fig. 4, loc. 49) Situación: a 4.7 km el este-sureste del castillo de Torre Alver, en el término municipal de Santisteban del Puerto (Jaén). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 470.820; y = 4.243.560. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 20-34 9816-GM (pizarra ampelítica): Metaclimacograptus asejradi Legrand, Parapetalolithus hispanicus (Haberfelner), Stimulograptus becki (Barrande), Monograptus gemmatus (Barrande), Monograptus marri Perner, Spirograptus guerichi Loydell, Štorch y Melchin, Paradiversograptus cf. runcinatus (Lapworth), Streptograptus sp. Telychiense, Biozona de Rastrites linnaei (Sub-biozonas Paradiversograptus runcinatus – Monograptus gemmatus a Parapetalolithus palmeus). Situación: a casi 5 km el este-sureste del castillo de Torre Alver, en el término municipal de Santisteban del Puerto (Jaén). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 470.980; y = 4.243.460. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. I67 Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 20-34 9817-GM (nódulos): Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Metaclimacograptus flamandi (Legrand), Torquigraptus sp., Monograptus sp. y braquiópodos rinconélidos. Telychiense, biozonas de Monoclimacis griestoniensis a Torquigraptus tullbergi. H.10. Muestras de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 864 (Fig. 4, locs. 50 y 51) Situación: a unos 600 m al suroeste del cortijo de Las Hazadillas. Se llega por la pista que va a dicho cortijo desde el km 5 de la carreterilla que se dirige al poblado del embalse del Guadalmena y que sale del km 218 de la carretera N-322. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 510.560; y = 4.246.640. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 21-34 IN-GM M-14 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Stimulograptus splendens Štorch, Monoclimacis cf. griestoniensis (Nicol), Telychiense, Biozona de Torquigraptus tullbergi. Situación: en la orilla derecha del río Guadalmena, a unos 8 km aguas abajo de la presa del embalse del mismo nombre y a 4.5 km al noroeste de Arroyo del Ojanco (Jaén). Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 505.100; y = 4.243.630. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 21-34 IN-GM 05-01 M1 (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius (Suess), Monograptus cf. parapriodon Bouček, Monoclimacis flumendosae (Gortani). Sheinwoodiense (?). H.11. Muestra de la litoteca MAGNA del IGME, correspondientes a la hoja geológica nº 865 (Fig. 4, loc. 52) Situación: a la altura del km 241.5 de la carretera N-322 en el talud meridional, dentro del término municipal de Villarodrigo (Jaén). Flanco norte del sinclinorio de Los Pedroches. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 522.680; y = 4.258.900. Rango estratigráfico: Formación Guadarranquejo. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - 22-24 IN-GM-M5 (pizarra ampelítica): Retiolites geinitzianus (Barrande), Torquigraptus australis Štorch, Diversograptus sp. Telychiense, Biozona de Monoclimacis griestoniensis. - 22-24 IN-GM-M5 (nódulo): monográptidos, finos y largos. I68 I69 (I) - DOMINIO OBEJO-VALSEQUILLO I.1. Afloramiento puntual de Puerto Calatraveño (Fig. 4, loc. 62) Situación: bajando del puerto Calatraveño (término municipal de Alcaracejos, Córdoba) hacia el sur a 1,5 km, en dirección hacia Córdoba (carretera N-502), a menos de 100 m al oeste de la calzada. Las muestras proceden de los escombros de un pozo y no se encuentran “in situ”. Flanco sur del anticlinal de Peraleda-Valsequillo. Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 326.435; y = 4.235.010. Rango estratigráfico: unidad pizarrosa con lentejones carbonatados y nódulos fosilíferos del Silúrico superior. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - Orthocycloceras fluminese (Meneghini), Bohemicaris cf. bohemica (Barrande), bivalvos. Ludlow-Pridoli. I.2. Sección de Mina Guillermín (Fig. 4, loc. 63) Situación: afloramiento en el talud de un camino (Cañada Real Soriana), aproximadamente a 1,5 km al este-sureste de la localidad anterior y a unos 500 m al sur- suroeste de la mina Guillermin (término municipal de Alcaracejos, Córdoba). Se situaría en continuidad estratigráfica con el yacimiento de la carretera y se prolonga más hacia el este, hacia el siguiente yacimiento (loc. 64). Flanco sur del anticlinal de Peraleda- Valsequillo. Coordenadas UTM (datum WGS84) del punto medio del afloramiento: x = 327.580; y = 4.234.075. Rango estratigráfico: unidad pizarrosa con lentejones carbonatados y nódulos fosilíferos del Silúrico superior. Fósiles identificados: En el afloramiento se han recogido muestras fosilíferas en tres niveles diferentes en un intervalo de unos 5 m. El contenido paleontológico y la edad estimada, del más bajo hacia arriba, son los siguientes: - (pizarra ampelítica): bivalvo (Panenka sp.). - (limolita carbonatada): Ostrácodos (Cypridinacea?). - (nódulos y lentejones carbonatados en pizarras): Scyphocrinites elegans Zenker y nautiloideos ortocónicos. Ludlow-Pridoli. I.3. Afloramiento puntual del Pantano del Cortijo Nuevo (Fig. 4, loc. 64) Situación: a 1,3 km al este de la localidad anterior (loc. 63), en la cabecera del canal de desagüe de la presa del pantano y a 1.1 km de la mina Guillermin. Flanco sur del anticlinal de Peraleda-Valsequillo. I70 Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 328.850; y = 4.233.920. Rango estratigráfico: unidad pizarrosa con lentejones carbonatados y nódulos fosilíferos del Silúrico superior. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - (nódulos y lentejones carbonatados en pizarras): Monográptidos indet., bivalvos (Panenka aff. obsequens Barrande, Praecardium aff. bohemicum Barrande, Praecardium sp., Mytilarca sp., Cheiopteria bridgei Pojeta & Kříž, Cheiopteria aff. bridgei Pojeta & Kříž, Leptodesma aff. carens (Barrande), Pterinopecten (Pterinopecten) cybele aff. cybele (Barrande), ostrácodos (Bolbozoe cf. anomala Barrande), nautiloideos ortocónicos y equinodermos indet. Ludlow-Pridoli. I.4. Afloramiento puntual de Peñaladrones (Fig. 4, loc. 61) Situación: en una pista que une la carretera N-502, a la altura del km 374.7, con la A- 3175 a la altura del km 4.8. El punto concreto está a 3.5 km de esta última, dentro del término municipal de Belmez (Córdoba). Coordenadas UTM (datum WGS84): x = 314.160; y = 4.240.640. Rango estratigráfico: unidad pizarrosa con intercalaciones de areniscas del Silúrico, limitada por fallas. Fósiles identificados: El contenido paleontológico y la edad estimada son los siguientes: - (pizarra ampelítica): Pristiograptus dubius y ostrácodo Myodocopida. Wenlock medio a Ludlow. Tesis Saturnino Lorenzo Álvarez PORTADA ÍNDICE DE CONTENIDOS RESUMEN EXTENDED ABSTRACT 1 PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS 2 MARCO GEOGRÁFICO Y GEOLÓGICO 3 METODOLOGÍA 4 ANTECEDENTES ESTRATIGRÁFICO-PALEONTOLÓGICOS 5 ESTRATIGRAFÍA Y YACIMIENTOS 6 ESTUDIO PALEONTOLÓGICO 7 BIOESTRATIGRAFÍA (GRAPTOLITOS) 8 BIOESTRATIGRAFÍA (OTROS GRUPOS FÓSILES) 9 PALEOECOLOGÍA 10 PALEOBIOGEOGRAFÍA 11 CONCLUSIONES 12 BIBLIOGRAFÍA