TRABAJOS DE PREHISTORIA 54,n.M, 1991, pp. 11-91 ESTUDIO TECNOMORFOLÓGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) TECHNOMORPHOLOGICAL STUDY OF THE LITIC INDUSTRY OF AMBRONA (SORIA) JOAQUIN PANERA GALLEGO (*) SUSANA RUBIO JARA (*) RESUMEN Pese a la abundante bibliografía generada en tomo a los depósitos pleistocenos de Ambrona, su industria lítica está escasamente documentada, hecho que se acen­ túa notablemente en el Complejo Superior, ya que sólo se ha publicado el número total de piezas de las que se compone su serie. Con este trabajo pretendemos paliar dicha carencia caracterizando tecnomorfológicamente la industria lítica de este importante sitio, y enmarcarla en el Achelense de la Península Ibérica. El Complejo Infe­ rior, adscrito al Pleistoceno medio pleno, con industria Achelense, se sitúa en la órbita de El Sartalejo, La Maya II, Áridos o Torralba, y el Complejo Superior, adscrito al Pleistoceno medio superior o incluso a un momento pos­ terior, con industria Achelense final, lo hace en torno a La Maya I o a la fase III de Atapuerca. phological framework and finally providing a setting for these lithic series in the Acheulian period of the Iberian Peninsula, «The Lower Complex», attributed to Middle Pleistocene with Acheulian artefacts, is situated in the El Sartalejo, La Maya II, Áridos or Torralba «orbit», and the «Upper Complex», attributed to Upper Middle Pleis­ tocene or even to a latter moment with final Acheulian artefacts, is like La Maya I or phase III of Atapuerca. Palabras clave. Pleistoceno medio. Achelense. Industria lítica. Key words. Middle Pleistocene. Acheulian. Lithic indus­ try. ABSTRACT In spite of the plentiful bibliography existent regard­ ing the Pleistocene deposits of Ambrona, its lithic indus­ try has been poorly documented. This fact becomes more marked in the «Upper Complex» of this site, where only a list with the total number of pieces contained in its se­ quence has been published. This paper tries to make up for this deficiency characterizing the lithic industry found in this important Pleistocene site in a technomor- (*) Departamento de Prehistoria e Historia Antigua. Facul­ tad de Humanidades. U.N.E.D. 28040. Madrid. El artículo fue remitido en su versión final el 18-XI-96. 1. INTRODUCCIÓN Los depósitos pleistocenos de Ambrona, aso­ ciados tradicionalmente a los de Torralba, han generado abundante bibliografía, sobre todo des­ de que en 1961 Howell retomara las investiga­ ciones iniciadas por el Marqués de Cerralbo a principios de siglo. Después de tres décadas en las que Howell y Freeman se hicieran cargo de estos yacimientos, y pese al largo período trans­ currido desde que en 1983 concluyeran sus exca­ vaciones, no se ha publicado ningún estudio en profundidad sobre aspectos como la geología, ta­ xonomía y la industria lítica. De ésta disponemos T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 72 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara mas fluviales del Ebro y Tajo respecto a la del Duero, que ha producido que a lo largo del Cuaternario hayan progresado hacia el norte, capturando valles o segmentos de valle, que ini- cialmente drenaban hacia el Duero (Pérez Gon­ zález et alii, 1995). Geográficamente se locali­ za en el SE de la provincia de Soria, a un kilómetro del pueblo que le da nombre. Sus co­ ordenadas son 4r9 '41 'N. y 2°29'48'E. de la hoja de Maranchón número 462 del mapa topo­ gráfico nacional 1:50000, extendiéndose el valle Ambrona-Mansegal y la unidad de avenamiento a la hoja adyacente de Barahona número 434. Fig. 1. Localización de Ambrona (Soria). de estudios parciales y someros para el Complejo Inferior, mientras que para el Superior la infor­ mación se limita al número total de piezas y al aspecto general de la industria (Freeman y Ho­ well, 1982). Ante la escasa información científica disponi­ ble para la interpretación de los citados yaci­ mientos, D. Manuel Santonja Gómez y D. Alfre­ do Pérez González inician a principios de los noventa una nueva etapa investigadora. En este contexto se sitúa el presente trabajo (dentro del Proyecto PB93-0867 de la DGICYT), cuya fina­ lidad es caracterizar tecnomorfológicamente la industria lítica de los Complejos Inferior y Supe­ rior de Ambrona, y enmarcarla en el Achelense de la Península Ibérica. 1.1. Localización Ambrona se sitúa en el Sistema Ibérico a unos 1140 m. sobre el nivel del mar y a 40-43 m. sobre el río Ambrona-Mansegal (drena en la actualidad el valle donde se ubican Torralba y Ambrona), en la divisoria de tres grandes cuen­ cas hidrográficas: la del Duero al norte con el río Bordecorex, la del Ebro al sureste con el Ja­ lón, en la que desemboca el Ambrona-Manse­ gal, y la del Tajo al suroeste con el Henares (Fig. 1). Desde un punto de vista regional el yacimiento se encuentra en la zona de cruce de estructuras del extremo oriental del Sistema Central en su límite con la Cordillera Ibérica. Fisiográficamente en la región destaca la supe­ rior capacidad erosiva remontante de los siste- 1.2. Contexto geológico del yacimiento de Ambrona De más antiguos a más modernos afloran los siguientes materiales en la región: los tres pisos clásicos del Triásico (Buntsandstein, Musche- Ikalk y Keuper); Dolomías tableadas de Imón, Formación Camiolas de Cortes de Tajuña y For­ maciones que alcanzan el Lias superior corres­ pondientes al Jurásico; y arenas en faciès utrillas correspondientes al Cretácico. Se reconocen tres superficies de erosión generalizadas, que Pérez González (1991; 1995) interpreta como las pla­ nicies M3, M2 y MI de Schwenzner (1937), o las superficies B, C y D de Gladfelter (1971). Para el Pleistoceno inferior o medio antiguo no se identifican formas en la región, durante este período se produjo la degradación de MI me­ diante alteración química y mecánica, evacuan­ do por el Bordecorex, cuya divisoria hidrográfi­ ca podría haber alcanzado el paralelo de Torralba. La evolución del valle kárstico des­ manteló la superficie carbonatada de MI hasta el contacto estratigráfico entre las faciès Keuper inferior y las Dolomías de Imón, constituyéndo­ se un fondo amplio, impermeable y con débil pendiente hacia el norte. Este valle kárstico im­ plicó "el descenso de los niveles freáticos loca- les hasta el contacto con el impermeable del keuper, produciéndose la descarga de los acuífe- ros colgados por numerosos manantiales al va­ lle. La alimentación de los eventuales cauces que drenaban el valle del Bordecorex era princi­ palmente de origen kárstico y dada las caracte­ rísticas geomorfológicas del fondo de valle el avenamiento muchas veces sería difuso lo que provocaría encharc amiento s o acumulaciones T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LITICA DE AMBRONA (SORIA) 73 temporales de agua en depresiones topográficas de escasa profundidad' (Pérez González et alii, 1991). En este ambiente se produce la sedimen­ tación de la formación de Ambrona, con faciès de arenas, gravas y margas, que indican medios deposicionales fluviales y coluviales para las fa­ ses I, II y III, condiciones de medio palustres-la­ custres para IV (Complejo Inferior); y detrítica, formada por depósitos de conos aluviales, para la V (siguiendo la estratigrafía planteada por Bu- tzer en 1965). El Complejo Inferior correspon­ dería al Pleistoceno medio pleno, situándose en un momento posterior el Superior de Ambrona (Pérez González et alii, 1991). 2. ESTRATIGRAFÍA En nuestro estudio analizamos la industria Ktica de Ambrona documentada entre 1962 y 1983, y depositada en los museos Arqueológico Nacional y Numantino de Soria. A lo largo de este dilatado período Howell y Butzer emplea­ ron diferentes secuencias estratigráficas en base a las que registraron la unidad en la sigla de los útiles líticos. La mayor parte de la industria se ajusta a la publicada por el segundo autor en 1965, la cual no difiere sustancialmente de las otras empleadas (Howell, 1965; Biberson, 1964), por lo que la empleamos en nuestra ex­ posición. Butzer (1965) paraleliza los depósitos pleistocenos del yacimiento de Torralba con los de Ambrona, dividiéndolos en dos Formacio­ nes: Formación Torralba, que afecta a ambos sitios, y Formación Sabuco, que sólo está pre­ sente en Torralba (Tab. 1). Ambrona presenta dos unidades bien diferenciadas geológica, cul­ tural y cronológicamente denominadas Com­ plejo Inferior y Complejo Superior. El Inferior se compone de las unidades II, III y IV de la Formación Torralba (la I no está presente en Ambrona), y el Superior de la V. 3. METODOLOGÍA A través del análisis de la industria lítica pre­ tendemos caracterizar una parte de la tecnología de los grupos humanos que ocuparon o merodea­ ron en torno a Ambrona. Basamos su caracteriza­ ción en la identificación de las cadenas operati­ vas líticas. Compartimos las propuestas de Unidades nc II b lia l e Id Ic Ib l a Vd Ve Vb Va IV b IV a III b I l l a l id II c l ib l ia I Faciès FORMACIÓN SAHUCO Aluvión fino oscuro Aluvión basto marrón Coluvión rojizo Arenas amarillentas Coluvión rojizo Aluvión rojizo Coluvión rojizo Detritos crioclásticos SUELO DE AMBRONA (terra fusca) Horizonte B Horizonte C Horizonte Ca. FORMACIÓN TORRALBA Aluvión basto rojizo Aluvión fino rojizo Gravas C Marga arenosa í^arga gris Mari with channel beds Gravas B Coluvio gris superior Marga parduzca Coluvio gris inferior Gravas A Arenas grises y arenosas Coluvio rojo Espesores máximos (cm.) | Torralba 80 70 125 10 55 60 30 20 160 10 10-20 ) / 165 J } 150 80 90 100 30 70 +400 Ambrona 150 35 10-60 95 85 60 90 200 220 15 80 150 ? 60 400 Tabla 1. Estratigrafía de Ambrona (Soria) publicada por Butzer en 1965: 1719. Karlin (1991), quien en líneas generales sostiene que la cadena operativa pone en evidencia la ló­ gica interna de una actividad, presentándose como un encadenamiento de actos, gestos e ins­ trumentos, y constituyendo un proceso técnico con sus grandes etapas más o menos previsibles: es más la ordenación de las fases técnicas en se­ ries, que el camino técnico seguido por una ma­ teria prima desde el estado inicial de ésta hasta el producto finalizado. Estudiar las cadenas opera­ tivas «implica» diferenciar como los hombres or­ ganizan sus operaciones técnicas, es decir como las combinan dentro de uno o varios órdenes de­ terminados. Boëda (Boëda et alii, 1990) defiende que en Europa durante el Paleolítico inferior y medio se suceden y cohesionan numerosas cade­ nas operativas, ante esta diversidad es necesario simplificar este concepto para que su utilización sea rentable científicamente en estos períodos. Las cadenas operativas pueden ser agrupadas T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 74 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara bajo dos grandes principios: débitage y façonna­ ge. El primero se define como el fraccionamien­ to de un volumen de materia prima, a través de una panoplia de métodos específicos, en diferen­ tes unidades de formas y volúmenes que son ob­ tenidas en series diferenciadas o estandarizadas. El segundo implica la adecuación de un volumen de materia prima concreto a una forma predeter­ minada, mediante la aproximación progresiva a dicha forma. En base a estos dos principios distinguimos entre cadenas operativas de débitage (c.o.d.) y de façonnage (c.o.f.). Ciertas piezas participan de los dos principios: núcleos y productos reto­ cados, hendedores, bifaces sobre lasca, etc. Son encuadrados y estudiados dentro de lo que de­ nominamos cadenas operativas mixtas (c.o.m.), en tanto en cuanto se han obtenido mediante la aplicación del principio de débitage, pero su volumen ha sido adecuado posteriormente, par­ ticipando por tanto del principio de façonnage. En el caso de los hendedores o bifaces sobre lasca creemos oportuno incluir su estudio den­ tro de las cadenas operativas de façonnage, con­ siderando que, salvo excepciones, prima sobre manera la adecuación del volumen sobre la obtención del soporte, es decir la c.o.f. sobre la c.o.d. — Cadenas operativas de débitage (c.o.d.). Están compuestas por núcleos y productos (las­ cas, debris y chunks). Mediante los primeros podemos identificar ciertos grupos de cadenas operativas, mientras que en función de los pro­ ductos raramente lo podemos hacer (Tab. 2). En la diferenciación de estas c.o. partimos de la clasificación de núcleos de Santonja (1984a; 1986), y de los criterios establecidos por Boëda para los núcleos discoides y levallo- is (Boëda, 1986; 1988; 1990; 1993; Boëda et alii, 1990). — Cadenas operativas mixtas (c.o.m.). Agru­ pan las piezas consideradas en la clasificación de Bordes, excluyendo los tipos que no pertenezcan a las cadenas operativas de débitage (cantos tra­ bajados), y los que no están retocados (lascas le- vallois no retocadas). Las dividimos en los gru­ pos clásicos. — Cadenas operativas át façonnage (c.o.f.). Sólo es posible su diferenciación a través de los elementos formatizados —excepto en el caso de las lascas de avivado de bifaz— (Tab. 3). Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multifaciales Bifaciales 1 Discoides Levallois preferenciales Levallois recurrentes Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VIIA Grupo VII B Grupo VIII Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois preferenciales Lascas levallois recurrentes Lascas kombewa Tabla 2. Composición de las cadenas operativas de dé­ bitage. Cadenas operativas de façonnage Bifaciales De hendedores Triédricas De Cantos Trabajados Productos Lascas de avivado de bifaz Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Tabla 3. Composición de las cadenas operativas de façonnage. 4. CARACTERIZACIÓN TECNOMORFOLÓGICA La industria lítica con referencia estratigráfica definida en la sigla, correspondiente a las campa­ ñas realizadas por Howell y Freeman (1962, 1963, 1973, 1980 y 1981), y depositada en los Museos Arqueológico Nacional, Numantino de Soria y de Ambrona, está compuesta por 3150 piezas que se distribuyen estratigráficamente de forma muy desigual (Tab. 4). Complejo Inferior U. II U. III U. IV Total Total 91 839 346 1.276 % 7,1 65,7 27,1 100 Complejo Superior N. VA N. VB Total Total 991 883 1.874 % 52,9 1 47,1 100 1 Tabla 4. Distribución por unidades de la industria de Ambrona (Soria). T. P., 54, n." 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LITIGA DE AMBRONA (SORIA) 75 4.1. Complejo Inferior 4.1.1. Unidad II Implica una realidad estratigráfica compleja al estar compuesta por tres niveles correspon­ dientes a ambientes sedimentarios muy diferen­ tes (Butzer, 1965): arenas grises o lia (potencia máxima de 400 cm.), gravas A o lib (60 cm.), y marga parduzca o lid (150 cm.). De las 91 piezas con las que cuenta, 62 (68,1%) pueden integrarse en cadenas operativas de débitage, 21 (23,1%) en CO. mixtas, y 9 (9,9%) en c.o. de façonnage. También hemos registrado dos percutores, de los que uno presenta carácter de núcleo (Tab. 5). En las materias primas predomina considerablemen­ te la cuarcita (60,3%) sobre el sflex (37,9%) y la caliza (1,7%). La única alteración registrada en la industria ha sido un ligero redondeamiento de las aristas [72,5% Rl y 2,2% R2(l)], y desilici­ ficación en dos piezas de sflex. 4.1.1.1. Cadenas operativas de débitage (c.o.d.) Hemos identificado once núcleos (tres retoca­ dos), de los que se obtuvieron más de 87 lascas, sus dimensiones medias son: 53 x 43 x 30 mm. y 83 gr., y sus intervalos: 40/78 x 22/68 x 11/58 mm. y 14/230 gr. Queda patente el predominio de los métodos discoides en la remoción de lascas (Tab. 6), y llama la atención la inexistencia de núcleos levallois, aunque el conocimiento de esta técnica Categorías Núcleos Lascas Debris 1 Chunks Total co.d. Útiles Total c.o.m. Bifaces Hendedores Triedros CT. Total co.f. Percutores Total Total 8 41 3 10 62 21 21 6 1 0 0 7 1 91 % 8,8 4,5 3,3 11,0 68,1 23,1 23,1 6,6 1,1 0 0 7,7 1,1 100 Tabla 5. Distribución de las categorías de la Unidad II (2) de Ambrona. queda atestiguado por la documentación de dos lascas levallois preferenciales (Fig. 2.1). De las 58 lascas 17 (29,3%) están retocadas y 20 cuentan con algún tipo de fractura (sólo se ha reconocido su causa en una pieza con doble rotura, ambas ori­ ginadas por flexión), sus dimensiones medias son: 38 X 33 X 14 mm. y sus intervalos: 17/58 x 9/79 x 3/31 mm. Están mayoritariamente descortezadas, aunque con un índice nada despreciable de piezas de segundo orden (Tab. 7). Su talón se ha recono­ cido en 40 piezas, su distribución sugiere una es- Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multifaciales Bifaciales Discoides Levallois Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VII Grupo VIII Total Grupo IX Fragmentos Total Total 0 1 2 0 1 4 0 I 9 1 1 11 % 0 11,1 22,2 0 11,1 44,4 0 11,1 100 Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois Lascas kombewa Total Total 0 2 0 58 % 0 3,5 0 Tabla 6. Distribución de las cadenas operativas de débitage de la unidad II de Ambrona. (1) RO: lados sin redondeamiento aparente; Rl: ligero pero observable; R2: intenso. (2) Núcleos, lascas y chunks retocados se incluyen sólo en la categoría utensilios; la pieza núcleo/percutor se considera con los núcleos. T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 76 Cortex (3) (N = 58) Tipo 1 2AG 2A 2B 2C 3 Total 6 1 10 3 2 36 % 10.3 1,7 17,2 5,2 3,4 62,1 Talón (N = 40) Tipo Liso Cortical Diedro Facetado Total 27 9 3 1 % 67.5 22,5 7,5 2,5 J. Panera Gallego y S. Bulbo (N = 49) Tipo Marcados Poco marcados No marcados No reconocibles Total 15 26 2 6 Rubio Jara % 30.6 53,1 4,1 12,2 Tabla 7. Distribución del cortex, talón y bulbo de las lascas de la unidad II. casa preparación de las superficies de percusión. El bulbo se ha determinado en 49 casos, estando principalmente poco o nada marcados (Tab. 7), lo que induce a pensar en la mayor utilización del percutor de poco peso frente a los pesados. 4.1.1.2. Cadenas operativas mixtas UII cuenta con veintiuna piezas retocadas, en las que hay un claro predominio del sflex con 14, 6 son de cuarcita y una de caliza. Sus dimensio­ nes medias son 62 x 47 x 18 mm., y sus interva­ los: 34/119 X 17/96 X 6/31 mm. Los soportes uti­ lizados son en su mayoría lascas (17 frente a 3 núcleos, y un canto placa) que presentan dimen­ siones medias considerablemente superiores a las del lascado global (24 x 14 x 5 mm. más de media), pero similar corticalidad y plataformas de percusión. Tipológicamente (Tab. 8) hay un predominio claro del grupo II [52,9 de índice esencial (4), i.e. en adelante], seguido del IV (23,8%; 23,5 de i.e.), mientras el III está margi- nalmente representado (5,9 de i.e.) (Fig. 2.2 y 3). El retoque se muestra preferentemente en un sólo lado (en 15 ocasiones; en dos lados en 6), destacando el semiabrupto (38,5% de los lados retocados, el 34,6% son abruptos, y el 26,9% simples), altera ligeramente la forma inicial del soporte, es normal respecto a su morfología (sólo se ha registrado uno laminar), directo en cuanto a su dirección (de los 27 lados sólo en 5 es inver­ so), y continuo conforme a su articulación (sólo en cuatro lados es discontinuo). Grupo GRUPO II GRUPO III GRUPO IV GRUPO OTROS Clasifícación Raederas simples Raederas transversales Raederas dobles Raederas desviadas Raederas sobre cara plana Raedera simple+escotadura Afines a raederas TOTAL Raspador+escotadoras Denticulados Puntas de Tayac TOTAL Lascas retocadas Escotaduras TOTAL Fragmentos de útiles TOTAL Total 2 1 1 1 2 1 2 10 1 4 1 5 3 1 4 1 21 % 9,5 4,8 4,8 4,8 9,5 4,8 9,5 47,6 4,8 19,0 4,8 23,8 14,3 4,8 19,1 4,8 100 Tabla 8. Clasificación de las cadenas operativas mix­ tas de la unidad II de Ambrona. 4.1.1.3. Cadenas operativas dt façonnage Son siete piezas en las que no hay triedros o cantos trabajados, y sólo un hendedor (de cuarci­ ta y del tipo II), siendo bifaces los seis ejempla­ res restantes. En la materia prima es significativa la total ausencia de sílex, ya que cinco son de cuarcita y dos de caliza. Todos se realizaron a partir de cantos globulares mediante la utiliza­ ción de percutores duros que se emplearon exclu­ sivamente en cuatro piezas, y se alternaron en (3) 1-Anverso cubierto totalmente por cortex; 2AG-lascas de gajo de naranja; 2A-menos de un tercio del anverso cubierto por cortex; 2B-entre 1/3 y 2/3; 2C-más de 2/3; 3-lascas acorticales. (4) Aunque es aconsejable contar con un mínimo número de cien utensilios para estimar con fiabilidad éstos índices, los ofre­ cemos a modo complementario. TR, 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLÓGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 77 Î 0 1 2 3 4 5cm. Fig. 2. Unidad II de Ambrona (Soria). 1. Lasca levallois preferencial. 2. Raedera doble. 3. Perforador atípico. T. P, 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 78 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara dos con blandos (de los que uno exhibe el contor­ no reavivado por retoque). La talla es preferente­ mente amplia, proporcionando siluetas equilibra­ das, aristas sinuosas o ligeramente sinuosas, y secciones longitudinales biconvexas asimétricas. Los seis son espesos, y sólo uno puede clasificar­ se como parcial (Tab. 9). Durante su formatiza- ción se produjeron más de 104 lascas. Sus di­ mensiones medias son 124 x 73 x 45 mm. y 410 gr. y sus intervalos: 108/153 x 49/80 x 28/55 mm. y 284/614 gr. U. II Espesos Parciales Total Siluetas Amigdaloides Ovalares Limandes Total espesos Ovalares espesos Total 2 2 1 5 1 6 % 33,3 33,3 16,7 83,3 16,7 100 Tabla 9. Siluetas de los bifaces de la unidad II de Am- brona (Soria). 4.1.1.4. Conclusiones La percusión se realizó con percutores de pie­ dra de peso y forma adecuados. La composición general de la industria deja patente que las cade­ nas operativas se exhiben claramente incomple­ tas, como demuestra que: las proporciones de las categorías de las c.o.d., pese a que estén repre­ sentadas todas las propuestas, no son equilibra­ das (se han identificado un mínimo de 87 negati­ vos en los núcleos mientras que sólo hay 58 lascas, los tres debris documentados conforman una exigua cifra para una muestra como la pre­ sente, etc.); en las c.o. de façonnage ni siquiera están presentes todas las fases, no habiéndose re­ conocido ni un sólo elemento derivado de la for- matización de sus productos. Si tenemos en cuenta que durante la producción de bifaces se obtuvieron un mínimo de 104 lascas y las suma­ mos a las 87 proporcionadas por los núcleos, queda más patente, si cabe, la fragmentariedad de la industria de UII. No obstante la pertenencia de la serie a una misma población parece eviden­ te, como demuestra el carácter general de la in­ dustria y que las materias primas y talones esti­ mados en los negativos de los núcleos y los reales del lascado tengan porcentajes similares. Sin embargo no podemos afirmar lo mismo con los de los bifaces, al menos respecto a la materia prima. 4.1.2. Unidad III La Unidad III responde a un panorama com­ plejo de difícil interpretación geológica, al estar compuesta por diversos cuerpos sedimentarios. Butzer (1965) distingue dos niveles estratigráfi- cos: «coluvio gris superior» o Illa (80 cm. de es­ pesor máximo), y «gravas b» o Illb (15 cm.), que corresponden a ambientes sedimentarios diferen­ ciados. Las cadenas operativas de débitage están representadas en el 76,9% de los casos (645 pie­ zas), las mixtas en el 19,7% (165), y las de façonnage en el 3,4% (29) (Tab. 10). En la distri­ bución de las materias primas la cuarcita, aunque sigue siendo la más abundante (50,7%), pierde representatividad frente a la caliza (4,9%) y al grupo del sflex (43,6%), en el que se han identifi­ cado ópalos, liditas, chert, y al menos diez varie­ dades de sflex, también se documenta cuarzo (0,7%). En cuanto al estado de la superficie cua­ tro piezas están patinadas (todas de sflex), la muestra aparece ligeramente rodada (64,2% Rl y 4,9% R2), y 34 desilicificadas en diferente grado (9,3% del sflex). Categorías Núcleos Lascas Debris Chunks Total co.d. Útiles Total c.o.m. Bifaces Hendedores Triedros CT. Total c.o.f. Percutores Total Total 30 428 80 107 645 165 165 22 4 0 3 29 0 839 % 3,6 51,0 9,5 12,7 76,9 1 19,7 19,7 2,6 0,5 0 0,3 3,4 0 100 Tabla 10. Distribución de las categorías de la unidad III de Ambrona (Soria). T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 79 4.1.2.1. Cadenas operativas de débitage La unidad III cuenta con 36 núcleos (22 de cuarcita, trece de sflex y uno de caliza), seis de ellos con retoque. Sus dimensiones medias son: 60 X 46 X 39 mm. y 135 gr., y sus intervalos: 27/98 X 22/79 x 8/52 mm. y 8/425 gr. Pese a que por tipos apreciamos una distribución más equi­ tativa que en U II, continúan predominando los sistemas de remoción discoide, que junto con los desarrollados sobre lasca alcanzan la mitad de la muestra. Cabe destacar que casi el 11% son leva- Uois (Tab. 11; Fig. 3.1). Las extracciones conser­ vadas en los 36 núcleos superan las 225. Las lascas son 583, de las que 155 están retocadas (26,6%), y 7 exhiben seudorretoque (1,2%). Sólo se ha reconocido tres productos de acondicionamiento (tres flancos de núcleo), y cuatro lascas con morfología laminar. Sus di­ mensiones medias son: 36 x 31 x 12 mm. y sus intervalos: 12/112 x 10/92 x 2/41 mm. El ta­ lón se muestra poco elaborado, siendo en el sflex más complejo que en la cuarcita, y en el lascado retocado que en el lascado global, hecho que se acentúa en los productos identificadores de cadenas operativas de débitage. La baja propor­ ción de bulbos pronunciados induce, en princi­ pio, a pensar en una mayor utilización de per­ cutores livianos que de tipos pesados (Tab. 12). En 31 lascas (5,2%) ha sido posible identificar su cadena operativa: catorce lascas levallois preferenciales (Fig. 3.2), ocho levallois recurren­ tes (Fig. 3.3,4 y 5), dos predeterminadas dis­ coides, tres puntas seudolevallois (que se origi­ nan tanto en c.o. discoides, como c.o. levallois), y cuatro lascas kombewa. Los accidentes de talla son escasos: dos lascas sobrepasadas (am­ bas de sflex), 39 piezas con fractura Siret y 4 con bulbos gemelos. Hay 229 piezas que pre­ sentan algún tipo de fractura, seis se han origina­ do por flexión, y en el resto la causa es indeter­ minada. Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multifaciales Bifaciales Discoides Levallois Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VII Grupo VIII Total Grupo IX Fragmentos Total Total 3 4 1 2 1 7 3 7 28 4 4 36 % 10,7 14,3 3,6 7,1 3,6 25,0 10,7 25,0 100 Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois Lascas kombewa Total Total 2 22 4 583 % 0,3 3,8 0,7 Tabla 11. Distribución de las cadenas operativas de débitage de la unidad III. Cortex (N = 583) Tipo 1 2AG 2A 2B 2C 3 Total 18 23 69 46 12 415 % 3,1 3,9 11,8 7,9 2,1 71,2 Talón (N = 338) Tipo Liso Cortical Diedro Facetado Total 220 83 20 15 % 65,1 2,4 5,9 4,4 Bulbo (N = 464) Tipo Marcados Poco marcados No marcados No reconocibles Total 96 247 39 82 % 20,7 53,2 8,4 17,7 Tabla 12. Distribución del cortex, talón y bulbo de las lascas de la unidad III de Ambrona. T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 80 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara 5 cm. Fig. 3. Unidad III de Ambrona (Soria). 1. Núcleo del grupo VIIA (levallois de extracción preferencial). 2. Raedera sim­ ple sobre lasca levallois preferencial. 3. y 4. Lascas levallois recurrentes. 5. Remontaje de las lascas 3 y 4. T. R, 54, n.° 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 81 A A.2.2, Cadenas operativas mixtas (c.o.m.) U III cuenta con 165 piezas retocadas, de las que 106 son de sflex (64,2%), 54 de cuarcita (32,7%), 3 de caliza (1,8%), y 2 de cuarzo (1,2%). Sus dimensiones medias son: 42 x 37 x 14 mm. y sus intervalos: 13/25 x 14/97 x 4/41 mm. En el 94% de las piezas el soporte seleccionado para realizar estos útiles son lascas (165, frente a 6 nú­ cleos, 3 chunks y 2 cantos), cuyas características técnicas apenas difieren del lascado global: simi­ lar corticalidad y plataformas de percusión, sólo el 3,9% corresponden a cadenas operativas orga­ nizadas (13), etc., no obstante se prefiere el sflex a la cuarcita (20% más que en el lascado global) y las lascas de mayor tamaño (dimensiones medias cerca de 7 mm. superiores). El retoque es en más de la mitad de las ocasiones semiabrupto, siendo más comunes los abruptos que los simples; nor­ mal en cuanto a su morfología (sólo en tres piezas es laminar); de amplitud intermedia (47,9% de los útiles), aunque también abunda la profunda (33,6%); directo (78,3%), son pocos los inversos (12,4%), y aún menos los altemos (6%) o bifacia- les (en una pieza); y continuo respecto a su articu­ lación (89,4%). Casi una cuarta parte (23%) exhi­ ben dos lados retocados, siendo muy escasos los que presentan más de dos (4,2%). Por grupos ca­ racterísticos (Tab. 13), predomina claramente el II con el 36% de la muestra (42,7 de i.e.), al que si­ gue el IV con el 31% (30,4 de i.e.), mientras el III sólo alcanza el 4% (6,5 de i.e.). Grupo GRUPO n GRUPO III GRUPO IV GRUPO OTROS "ÚTILES" COMPUESTOS Clasifícación Limaces Raederas simples Raederas transversales Raederas dobles Raederas convergentes Raederas desviadas Raederas sobre cara plana Raederas bifaciales Raederas alternantes Afines a raederas TOTAL Raspadores Perforadores cuchillos de dorso TOTAL Denticulados Puntas de Tayac Afines a denticulados TOTAL Lascas truncadas Escotaduras Bees Afines a bec Lascas retocadas Afines a lascas retocadas TOTAL Raedera simple+denticulad( Raedera doble+denticulado Raspador+denticulado+bec Fragmentos de útiles TOTAL Total 1 28 10 3 5 2 3 1 3 3 59 2 4 1 7 39 9 3 51 2 11 3 1 24 1 42 2 1 1 2 165 % 0,6 17,0 6,1 1,8 3,0 1,2 1,8 0,6 1,8 1,8 35,8 1,2 2,4 0,6 4,2 23,6 5,5 1,8 30,9 1,2 6,7 1,8 0,6 14,5 0,6 25,5 1,2 0,6 0,6 1,2 100 Tabla 13. Clasificación de las cadenas operativas mix­ tas de la unidad III de Ambrona (Soria). 4.1.2.3. Cadenas operativas át façonnage ~ Bifaces. Con veintidós ejemplares (9 de cuarcita, 8 de caliza y 5 de sílex), es la unidad con menor porcentaje de bifaces (13,2 de i.e.). Sólo uno cuenta con retoque secundario. Sus dimen­ siones medias son: 127 x 75 x 46 mm. y 433 gr. y sus intervalos: 66/164 x 36/108 x 22/78 mm. y 59/1050 gr. Se han formatizado mayoritariamente mediante percutores duros (en dos piezas exclusi­ vamente, y en tres se alternaron con blandos). La talla es amplia, y proporciona siluetas general­ mente equilibradas, aristas regulares en la mitad de la muestra y sinuosas en la otra mitad, y sec­ ciones biconvexas asimétricas. Son todos espe­ sos, excepto dos (uno es parcial, y el soporte del otro es una lasca), y cinco son parciales (cuatro de ellos de caliza). Entre las siluetas dominan las de aspecto subcircular a las que siguen las amig- daloides, mientras que de aspecto lanceolado sólo hay una (Tab. 14). De los 21 ejemplares se obtu­ vieron un mínimo de 339 lascas. - Hendedores. Solamente hay cuatro (2,4 de i.e.), de morfología equilibrada aunque de técni­ ca simple (tres del tipo II, y uno del V atípico, tendente al 0), dos de sílex y dos de cuar­ cita. Constituyen los «utensilios» de mayor ta­ maño (141 X 96 X 43 mm. de media). Los percu­ tores empleados en su formatización fueron duros, aunque en dos casos pudieron haber sido alternados con blando. - Cantos trabajados. Son tres (10% de las c.o.f., 1,8 de i.e.). Con morfología y formatiza- ciones muy elementales: dos de caliza con filo simple y unifaciales, y otro de cuarcita con filo simple y bifacial. T. P., 54,n." 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 82 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara 1 Unidad III Planos Espesos Parciales Total Fragmentos Total Siluetas Limaces Amigdaloides Ovalares Limandes Total Espesos Filo transversal Limandes Ficrones lanceolados Amigdaloides Ovalares espesos Total parciales Abbevillenses Nucleiformes Punta de bifaz Total 1 4 2 2 8 4 1 1 1 2 5 1 2 21 1 22 % 4,8 1 19,0 9,5 9,5 34,1 190 4,8 4,8 4,8 9,5 23,8 23,8 9,5 100 Tabla 14. Siluetas de los bifaces de la unidad III de Ambrona (Soria). 4.1.2.4. Conclusiones Aunque es la unidad con más industria la den­ sidad sigue siendo muy baja, y faltan elementos de las cadenas operativas. En las de débitage en un primer momento no se plantean problemas en la cantidad de lascas estimadas mediante los ne­ gativos de los núcleos con las documentadas, ni siquiera si les sumamos las consideradas para los bifaces y cantos trabajados (583 lascas reales, frente a las 577 estimadas), pero cabe considerar que núcleos y bifaces se muestran en un avanza­ do estado de desbastado, por lo que reflejan una mínima parte de los elementos que han produci­ do. En segundo lugar los productos identificado- res de cadenas operativas no coinciden con los estimados en sus respectivos núcleos (se han es­ timado 10 lascas kombewa, pero sólo hay cuatro núcleos, etc.). En tercer lugar carecemos de las­ cas corticales de primer orden y en menor medi­ da de segundo, lo que podría apuntar que la ma­ teria prima es introducida en el yacimiento con el proceso de desbastado iniciado. Del mismo modo tampoco hay núcleos de los que se hayan podido extraer los hendedores, aunque cabe la posibilidad de que fueran reexplotados hasta re­ ducir considerablemente sus dimensiones. Pese a estas circunstancias podemos asegurar que las cadenas operativas de débitage pertene­ cen a una misma población, en función de las materias primas, talones y dimensiones de las ex­ tracciones estimadas en los núcleos con los rea­ les, las cuales guardan una relación coherente. Sin embargo no sucede así con las á^ façonnage, que junto a la carencia de lascas y núcleos rela­ cionados con estas cadenas operativas induce a considerar la posibilidad de que sus elementos característicos fueran introducidos ya elaborados en el yacimiento. 4.1.3. Unidad IV A diferencia de las unidades precedentes UIV responde a un mismo ambiente sedimentario, la­ custre-palustre, en el que a lo sumo se han dife­ renciado faciès. En U IV hay dos unidades: «margas con lentejones de gravas» o IV a (con espesor máximo de 220 cm.) y «marga gris» o IV b (200 cm.) que es arqueológicamente estéril. Cuenta con 346 piezas, de las que más de tres cuartas partes, 246 (71,1%), pueden incluirse en cadenas operativas de débitage, 81 (23,4%) en mixtas y 19 (5,5%) en las de façonnage (Tab. 15). Es la única unidad en la que los valores del grupo del sílex (en el que se ha identificado ópa­ lo, lidita, y al menos nueve variedades de sílex) son superiores a los de la cuarcita (54,2%, frente Categorías Núcleos Lascas Debris 1 Chunks Total c.o.d. Útiles Total c.o.m. Bifaces Hendedores Triedros C.T Total c.o.f. Percutores Total Total 18 141 43 44 246 81 81 15 2 1 1 19 0 346 % 5,2 40,7 12,4 12,7 23,4 23,4 4,3 4,3 0,6 0,3 0,3 5,5 0 100 Tabla 15. Distribución de la industria de la unidad IV de Ambrona (Soria). T. P.,54,n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TEGNOMORFOLQGIGO DE LA INDUSTRIA LÍTIGA DE AMBRONA (SORIA) 83 Fig. 4. Unidad IV de Ambrona (Soria). 1. Hendedor tipo IL 2. Limace. 3. Ficrón lanceolado. T. P., 54, n.« 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 84 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multiraciales Bifaciales Discoides Levallois Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VII Grupo VIII Total Grupo IX Fragmentos Total Total 0 1 1 1 0 5 3 5 16 4 1 21 % 0 6,3 6,3 6,3 0 31,2 18,7 31,2 100 Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois Lascas kombewa Total Total 0 6 3 217 % 0 2,8 1,4 Tabla 16. Distribución de las cadenas operativas de débitage de la unidad IV de Ambrona. a 39,7%, 5,5% para la caliza, y 0,6% para el cuarzo). En cuanto al estado de superficie sólo hay una pieza patinada (de sflex), diecisiete desi- licificadas (9% del sflex), y la serie se exhibe li­ geramente redondeada (69% Rl, 3,8% R2). 4.1.3.1. Cadenas operativas de débitage Se han identificado veintiún núcleos (11 de cuarcita, 8 de sflex y 2 de caliza), de los que se obtuvieron un mínimo de 142 lascas y tres fueron retocados. Sus dimensiones medias son: 58 x 45 x 26 mm. y 93 gr. y sus intervalos: 24/106 x 20/78 X 12/55 mm. y 10/258 gr. Los sistemas operativos más empleados son el discoide y el kombewa (Tabla 16), seguidos de los métodos levallois con el índice más elevado del Complejo Inferior (19%). Los núcleos de sflex son los más explota­ dos (70%, frente al 45% de cuarcita). En U IV hay 217 lascas, de las que 76 (35%) están retocadas y 9 corresponden a cadenas ope­ rativas complejas (4,2,%): tres lascas levallois preferenciales, tres levallois recurrentes, y tres kombewa. Sus dimensiones medias son: 36 x 33 X 12 mm. y sus intervalos: 13/82 x 13/84 x 2/46 mm. Se ha reconocido cuatro productos de acon­ dicionamiento de núcleo: una arista y tres flan­ cos, mientras que sólo una lasca cuenta con mor­ fología laminar. Las plataformas de percusión son las más trabajadas del Complejo Inferior, el lascado retocado presenta talones ligeramente más elaborados que la muestra general, hecho que se acentúa en los productos identificadores de cadenas operativas. Es la unidad con mayor índice de bulbos marcados, debido a la mayor presencia de sflex, materia prima cuyos bulbos son más prominentes (Tab. 17). De la observa­ ción de los contrabulbos conservados en los nú­ cleos y de los bulbos del lascado, deducimos que los percutores empleados en la talla fueron fun­ damentalmente duros, utilizándose también los Córtex (N = 217) Tipo 1 2AG 2A 2B 2C 3 Total 12 2 19 11 1 172 % 5,5 0,9 8,7 5,1 0,5 79,3 Talón (N = 131) Tipo Liso Cortical Diedro Facetado Total 85 26 8 12 % 65,4 19,2 6,2 9,2 Bulbo (N = 185) Tipo Marcados Poco marcados No marcados No reconocibles Total 64 81 13 27 % 34,6 43,8 7 14,6 Tabla 17. Distribución del córtex, talón y bulbo en las lascas de la unidad IV. T. R, 54,n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLÓGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 85 blandos, en cualquier caso serían de peso y mor­ fología adecuados, considerando el bajo índice de bulbos marcados y los escasos accidentes de talla [cinco fracturas Siret (2,3%)]. Casi una ter­ cera parte (68 piezas) está fracturada, sus causas sólo se han reconocido en tres ocasiones: una po­ siblemente térmica y dos por flexión. 4.1.3.2. Cadenas operativas mixtas La Unidad IV cuenta con 81 piezas retocadas (63 de sflex y 18 de cuarcita), cuyas dimensiones medias son 39 x 36 x 13 mm. y sus intervalos 14/ 86 X 14/89 X 3/33 mm. Estos "utensilios" se han desarrollado fundamentalmente sobre lascas (77 ocasiones, en 3 sobre núcleo, y en una sobre chunk), que técnicamente apenas difieren de las del lascado global: similares índices de corticali- dad, superficies de percusión incluso menos pre­ paradas, el 7,4% (6) corresponden a cadenas ope­ rativas complejas, etc., no hay por tanto una selección de la lasca soporte en función de la téc­ nica de extracción. Sin embargo sí se aprecia una predilección por la materia prima (predomina el sflex con un 18% más que en el lascado), y por el tamaño (entre 3 y 4 mm. de media superior). En los 81 útiles hay 111 lados retocados, retoque que es: fundamentalmente semiabrupto (44,9%), siendo más común el abrupto (37,7%) que el sim­ ple (16,3%), el plano sólo se presenta en una oca­ sión; de morfología normal (sólo hay uno la­ minar); de amplitud generalmente intermedia (45,9%), aunque están bien representados los profundos (25,2%) y marginales (26,1%), mien­ tras que sólo hay dos escaleriformes; general­ mente directo (75,7%) aunque los inversos no son escasos (20,7%), habiendo sólo uno bifacial; forma filos sobre todo convexos (43,2%) pero también cóncavos (27%) o rectos (23,4%). El 30% muestra dos lados retocados, y sólo tres pie­ zas tienen más de dos. El grupo predominante si­ gue siendo el II (48,5 de i.e.) (Fig. 4.2), al que si­ gue el IV (36,8 de i.e.), mientras el III no tiene representación (excepto una pieza donde se com­ bina un denticulado convergente con un frente de raspador) (Tab. 18). 4.1.3.3. Cadenas operativas at façonnage - Bifaces. Hay 15 (17,2 de i.e.), seis de cuar­ cita, ocho de sflex, y uno de caliza. Sus dimensio- Grupo GRUPO 11 GRUPO III GRUPO IV "UTILES" COMPUESTOS Clasiñcación Limaces Raederas simples Raederas transversales Raederas dobles Raederas desviadas Raederas sobre cara plana Raederas alternantes TOTAL Denticulados Puntas de Tayac Afines a punta de Tayac TOTAL Escotaduras Bees Lascas retocadas TOTAL Punta de Tayac+raspador TOTAL Total 1 12 5 8 1 1 5 33 23 2 1 26 2 4 13 19 1 81 % 1,2 14,8 6,2 9,9 1,2 1,2 6,2 40,7 28,4 2,5 1,2 32,1 2,5 4,9 16,0 23,4 1,2 1 100 Tabla 18. Clasificación de las cadenas operativas mix­ tas de la unidad IV de Ambrona (Soria). nes medias son: 137 x 79 x 40 mm. y 446 gr. y sus intervalos 87/190 x 42/105 x 20/68 mm. y 76/882 gr. Aunque en su formatización predominen los percutores duros, utilizándose exclusivamente en ocho piezas, el empleo de los blandos aumenta considerablemente respecto a las unidades infe­ riores ya que hay evidencias de su uso en siete ca­ sos (en tres exclusivamente y en cuatro se alternó con el duro). Predomina la talla amplia, comple­ tada con retoque en cinco bifaces, que proporcio­ na siluetas normalizadas con aristas sinuosas o ligeramente sinuosas, y secciones biconvexas asimétricas. Con cuatro ejemplares es la unidad con mayor índice de bifaces planos, mientras que sólo hay uno parcial (Tab. 19; Fig. 4.3). Han pro­ porcionado un mínimo de 327 lascas. - Hendedores. Dos, uno de caliza y otro de sí­ lex (2,3 de i.e.). De concepción técnica simple pero de formas regulares, uno es del tipo O y otro del II (Fig. 4.1). - Triedros. Hay uno, siendo el único docu­ mentado en Ambrona, tecnológicamente muy elemental pero equilibrado. El desbastado corres­ ponde a un sistema de explotación simple, inte­ grándose en el tipo 3a (Querol y Santonja, 1979). - Cantos trabajados. Sólo uno (1,1 de i.e.), de cuarcita, y formatizado con percutor duro, se sitúa en el tipo 3 de Querol. T. R, 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 86 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara Unidad IV Planos Espesos Tipos Ovalares Limandes Total planos Ficrones lanceolados Amigdaloides cortos Ovalares Limandes Total espesos Filo transversal Parciales Limandes espesos Abbevillenses Diversos Total Bifaces con dorso Total 2 2 4 1 1 1 3 6 2 1 1 1 15 % 13,3 13,3 26,7 6,7 6,7 6,7 20,0 40 13,3 6,7 6,7 6,7 100 Tabla 19. Siluetas de los bifaces de la unidad IV de Ambrona. 4.1.3.4. Conclusiones La muestra adolece de los problemas plantea­ dos en las unidades inferiores: bajísima densidad y fragmentariedad en las cadenas operativas. Las 217 lascas son escasas si consideramos que en los núcleos se han estimado un mínimo de 142 extracciones, que éstos aparecen mayoritaria- mente muy desbastados, que algunos chunks pueden ser núcleos supra-explotados, y que los elementos de las cadenas operativas de façonna­ ge también han proporcionado lascas (más de 327). Los 43 debris clasificados son insuficientes para una muestra en la que hay 76 piezas retoca­ das y en la que casi la mitad de los núcleos iden- tificables están agotados. Por su parte los pro­ ductos identificadores de cadenas operativas contrastan cualitativa y cuantitativamente con sus núcleos correspondientes. En el lascado están ausentes los tipos de primer orden correspon­ dientes al descortezado, que puede deberse a que los núcleos fueran desprovistos de este atributo fuera del yacimiento, o al menos en alguna zona no conservada o excavada. A diferencia de UII y UIII la distribución de los talones y materias pri­ mas de los negativos de los núcleos contrastan con los del lascado, por lo que no lo podemos uti­ lizar como argumento para asegurar la pertenen­ cia de todos los elementos a una misma pobla­ ción. No obstante el carácter tecnológico global de la industria (aprovechamiento muy elevado de la materia prima, percutores empleados, etc.) aboga por este planteamiento. En las de façonna­ ge se agudizan los problemas planteados indica­ dos para las unidades precedentes: no se ha podi­ do adscribir ni una sola lasca a ningún bifaz, y tampoco se han observado núcleos que puedan haber proporcionado lascas aptas como soporte de hendedores, por lo que es posible que se intro­ dujeran ya formatizados sus elementos caracte­ rísticos. 4.2. Complejo Superior 4.2.1. Nivel VA El nivel VA, formado por depósitos aluvia-les, está compuesto por margas arenosas (de 90 cm. de- espesor máximo; Butzer, 1965). La muestra general contiene 991 piezas, de las que el 83,9% de la serie se puede adscribir a cadenas operativas de débitage, el 15% a cadenas operativas mixtas, y sólo el 1% a las de façonnage (Tab. 20). En las materias primas domina el grupo del sflex (52,6%), seguida de la cuarcita (43%), y con un índice muy bajo la caliza (4,4%). Aunque no es una muestra muy alterada destaca la frecuente desilicificación del sílex (71,8%), y el redondea­ miento observado en el 34,2% de la muestra, bá­ sicamente ligero. Categorías Núcleos Lascas Debris Chunks Total co.d. Útiles Total c.o.m. Bifaces Hendedores Triedros C.T. Total c.o.f. Percutores Total Total 20 539 221 51 831 149 149 8 2 0 0 10 1 991 % 2,1 54,4 22,3 5,1 83,9 15 15 0,8 0,2 0 0 1 0,1 100 1 Tabla 20. Distribución por categorías del nivel VA de Ambrona (Soria). T. R, 54, n.° 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 87 4.2.1.1. Cadenas operativas de débitage El nivel VA cuenta con 24 núcleos (16 de sflex, 7 de cuarcita y 1 de caliza), seis de ellos retoca­ dos. Sus dimensiones medias son: 53 x 40 x 20 mm. y 60 gr., y sus intervalos: 29/122 x 10/97 x 10/36 y 8/446 gr. de peso. Las cadenas operativas más relevantes son las levallois seguidas de las discoides (Fig. 5.1), juntas superan el 70% de la muestra (Tab. 21), son las que presentan mayor grado de explotación, que es superior en el sflex que en la cuarcita, lo que podría relacionarse con una mayor escasez de dicha materia prima. Los núcleos reflejan al menos 240 extracciones. De las 681 lascas, 143 están retocadas (20,9%) y la mitad fracturadas. Sus dimensiones medias son: 34 x 32 x 10 mm. y sus intervalos: 8/92 X 10/75 X 1/35 mm. La materia prima do­ minante es el sflex (50,5%), seguida de la cuarci­ ta (46,2%) y la caliza (3,1%). La serie es acorti- cal en el 78,8% de los casos, y cuando presenta cortex ocupa menos de un tercio del anverso (Tab. 22). Como productos de acondicionamien­ to sólo se han distinguido dos flancos de núcleo. Entre las superficies de percusión predominan las no preparadas. Los bulbos están poco o nada mar-cados (74,3%), sugiriendo el empleo en la talla de percutores poco pesados (Tabla 22). En 25 lascas se ha podido identificar la cadena ope­ rativa a la que pertenecen: 7 a las levallois de ex­ tracción preferencial, 13 levallois recurrentes, 1 discoides, 3 kombewa, y 4 bifaciales (lascas de avivado de bifaz), además de 1 punta seudole- vallois. 4.2.1.2. Cadenas operativas mixtas (c.o.m.) El nivel VA cuenta con 149 piezas retocadas. Los soportes más utilizados son las lascas (96%), aunque también se documentan núcleos o chunks (4%), y la ínateria prima predominante el sflex (73,6%). Sus dimensiones medias son: 48 x 43 x 13 mm. y sus intervalos: 20/98 x 10/125 x 5/34 Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multifaciales Bifaciales Discoides Levallois Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VII Grupo VIII Total Grupo IX Fragmentos Total Total 1 0 0 0 2 5 6 1 15 8 1 24 % 6,7 0 0 0 13,3 33,3 39,9 6,7 100 Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois Lascas kombewa Total Total 2 20 3 681 % 0,3 2,9 0,4 Tabla 21. Distribución de las cadenas operativas de débitage del nivel VA de Ambrona (Soria). Cortex (N = 680) Tipo 1 2AG 2A 2B 2C 3 Total 16 25 86 8 8 537 % 2,3 3,7 12,6 1,2 1,2 79 Talón (N = 384) Tipo Liso Cortical Diedro Facetado Total 275 62 22 25 % 71,7 16,1 5,7 6,5 Bulbo (N = 499) Tipo Marcados Poco marcados No marcados No reconocibles Total 78 31 342 48 % 15,6 6,2 68,5 9,7 Tabla 22. Distribución del cortex, talón y bulbo del lascado del nivel VA de Ambrona (Soria). T. P., 54,n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 88 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara Fig. 5. Nivel VA de Ambrona (Soria). 1. Núcleo del grupo VII (levallois de extracción preferencial). 2. Raedera trans­ versal. 3. Punta musteriense. 4. Punta de Tayac. T. P,54,n.° 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLÓGICO DE LA INDUSTRIA LÍ TICA DE AMBRONA (SORIA) 89 mm., las medias de la longitud son mayores que las del lascado en 10 mm., lo que hace pensar en una selección de las piezas más grandes para re­ tocar. Las características técnicas de las lascas soporte no difieren de las del lascado general: bajo índice de corticalidad, superficies de percu­ sión poco elaboradas y similar proporción de productos identificadores de cadenas operativas. Tipológicamente domina el grupo de las raederas (61,7%), al que siguen los denticulados (18,8%), mientras el grupo III está escasamente represen­ tado (1,3%) (Tab. 23; Fig. 5.2,3 y 4). El retoque es fundamentalmente simple (62,6%), aunque está bien documentado el semiabrupto (29,8%) y el abrupto (7,4%), éstos dos últimos se han ob­ servado con frecuencia en denticulados y puntas de Tayac; el 15,1% tiene dos lados retocados y sólo una pieza posee más de dos (0,6%); es di­ recto en cuanto a su dirección (89,2%), y forma filos convexos o rectos (55,4% y 24,7% respecti­ vamente, el resto son cóncavos). 4.2.1.3. Cadenas operativas de façonnage (c.o.f.) - Bifaces. Ocho piezas (2 de cuarcita, 3 de ca­ liza y 3 de sílex) que proporcionaron un mínimo de 195 lascas. Sólo los protolimandes muestran retoque secundario. Sus dimensiones medias son: 105 X 62 X 33 mm. y 243 gr. y sus intervalos: 65/ 150 X 31/92 X 16/47 mm. y 20/510 gr. Los sopor­ tes más frecuentes son los cantos globulosos (cuatro). Cinco cuentan con cortex que ocupa me­ nos de un tercio de su volumen. Las formas más frecuentes son las amigdaloides, ovalares y li­ mandes (Tab. 24). Son de siluetas equilibradas y simétricas, con aristas medianamente sinuosas, y destaca el empleo del percutor blando tanto en la formatización como en el retoque. - Hendedores. Sólo hay dos (0,2%) de morfo­ logía equilibrada y técnica simple (uno atípico y otro tipo VI). Uno formatizado con percutor duro, mientras que en el otro (tipo VI) se empleó percutor poco pesado en el retoque del filo. 4.2.1.4. Conclusiones La composición general de la serie sugiere la existencia de cadenas operativas completas, como corrobora que: hay 700 lascas reales frente a las Grupo GRUPO II GRUPO III GRUPO IV GRUPO OTROS "ÚTILES" . COMPUESTOS Clasifícación Puntas musterienses Raederas simples Raederas transversales Raederas dobles Raederas convergentes Raederas desviadas Raederas sobre cara plana Raedera retoque abrupto TOTAL Raspadores atípicos TOTAL Denticulados Puntas de Tayac TOTAL Escotaduras Bees Lascas retocadas Diversos TOTAL Raedera simple+denticuladc Raedera simple+escotadura Raedera simple+raspador+ denticulado Escotadura+denticulado TOTAL Total 2 55 16 7 2 4 7 1 94 1 1 25 3 28 5 1 14 2 22 1 1 1 1 149 % 1,3 36,8 10,7 4,7 1,3 2,7 4,7 0,7 62,9 0,7 0,7 16,8 2 18,8 3,4 0,7 9,4 1,3 14,8 0,7 0,7 0,7 0,7 lool Tabla 23. Clasificación de las cadenas operativas mix­ tas del nivel VA de Ambrona (Soria). 435 extracciones estimadas para núcleos y bifa­ ces; la materia prima estimada para los negativos de los núcleos y la del lascado real es similar, al igual que lo son las superficies de percusión y el tipo de percutor empleado, confirmando que am­ bas muestras pertenecen a una misma población; en las c.o. át façonnage, y concretamente en las Nivel VA Espesos Parciales Siluetas Ovalares Protolimandes Total espesos Lanceolado Amigdaloides Total parciales Con dorso Total Total 2 2 4 1 2 3 1 8 % 25 25 50 12,5 25 37,5 12,5 100 1 Tabla 24. Siluetas de los bifaces del nivel VA de Am­ brona. T. P.,54,n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 90 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara bifaciales, se han documentado cinco lascas de bi- faz frente a la existencia de ocho bifaces. 4.2.2. Nivel VB El nivel VB está formado por las denominadas gravas C (Butzer, 1965), faciès que se documen­ ta en las márgenes del yacimiento y que se cons­ tituyó deposicionalmente por episodios fluviales intermitentes. La serie lítica comprende 883 pie­ zas, de las que 743 corresponden a cadenas ope­ rativas de débitage (84,1%), 129 a mixtas (14,7%), y 9 (1%), a cadenas operativas de façonnage (Tab. 25). En las materias primas do­ mina el grupo del sflex con el 58,2% (diferen­ ciándose ópalos y chert), seguido de la cuarcita (38,4%), y en menor proporción de la caliza (3,4%). Las aristas están menos «redondeadas» que en el nivel anterior (30,3%). La desilicifica­ ción afecta al 57,6% del sflex, y sólo el 1,2% de la muestra está patinada. 4.2.2.1. Cadenas operativas de débitage Hay 24 núcleos (17 de sflex, 6 de cuarcita y 1 de caliza), de los que 3 están retocados, con unas dimensiones medias de 58 x 40 x 23 mm. y 50 gr. e intervalos de 28/81 x 22/64 x 14/31 mm. y 15/150 gr. En la identificación de cadenas ope­ rativas resulta reveladora la primacía de las dis­ coides y levallois (Tab. 26), que coinciden con los que mayor grado de explotación presentan. De es­ tos 24 núcleos se obtuvieron un mínimo de 215 lascas. Categorías Núcleos Lascas Debris Chunks Total c.o.d. Útiles Total c.o.m. Bifaces Hendedores Triedros ex Total c.o.f. Percutores Total Total 21 501 187 34 743 129 129 9 0 0 0 9 2 883 % 2,4 56,7 21,2 3,8 84,1 14,7 14,7 1 • 0 0 0 1 0,2 100 Tabla 25. Distribución por categorías del nivel VB de Ambrona (Soria). De las 626 lascas 125 están retocadas (20%) y 325 fracturadas (51,9%). Prima, al igual que en la muestra general, el empleo del sflex (57,7%) so­ bre la cuarcita y caliza (39,6% y 2,7%). Sus di­ mensiones medias son: 35 x 32 x 10 mm. y sus intervalos: 11/89 x 9/79 x 2/34 mm. Se ha reco­ nocido un flanco de núcleo y una lasca con mor­ fología laminar. El lascado es predominantemen­ te acortical, y las superficies de percusión elaboradas son escasas (Tab. 27). El predominio generalizado en la talla del percutor blando, o poco pesado, viene marcado por el elevado por­ centaje de bulbos poco o nada marcados. En 24 casos hemos identificado sus cadenas operativas: Cadenas operativas de débitage Muy elementales Elementales Piramidales Multifaciales Bifaciales Discoides Levallois Kombewa Núcleos Grupo I Grupo II Grupo III Grupo IV Grupo V Grupo VI Grupo VII Grupo VIII Total Grupo IX Fragmentos Total Total 1 0 3 1 1 4 8 0 18 6 0 24 % 5,6 0 16,6 5,6 5,6 22,2 44,4 0 100 Productos Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Irreconocibles Lascas discoides Lascas levallois Lascas kombewa Total Total 3 21 0 626 % 0,5 3,3 0 Tabla 26. Distribución de las cadenas operativas de débitage del nivel VB de Ambrona (Soria). T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LÍTICA DE AMBRONA (SORIA) 91 Cortex (N = 680) Tipo 1 2AG 2A 2B 2C 3 Total 19 23 57 10 7 510 % 3,0 3,7 9,1 1,6 1,1 81,5 Talón (N = 384) Tipo Liso Cortical Diedro Facetado Total 251 44 16 16 % 77 13,5 4,9 4,6 Bulbo (N = 499) Tipo Marcados Poco marcados No marcados No reconocibles Total 72 279 42 40 % 16,6 64,4 9,7 9,3 Tabla 27. Distribución del cortex, talón y bulbo del lascado del nivel VB de Ambrona (Soria). 14 lascas levallois preferenciales, 7 levallois re­ currentes, y 3 puntas seudolevallois. 4.2.2.2. Cadenas operativas mixtas VB cuenta con 129 utensilios de los que el 72,1 % son de sflex y el 27,9% restante de cuarcita. Sus dimensiones medias son: 49 x 41 x 13 mm. y sus intervalos: 21/117 x 19/76 x 3/29 mm., supe­ rando al lascado en 12 x 8 mm. de media. Se han seleccionado en el 96,9% de los casos lascas como soporte (con características técnicas similares a las del lascado global), y núcleos o chunks en el 2,3% restante. Predomina el grupo de las raederas, donde destacan las simples, seguidas del grupo de los denticulados (Tab. 28; Fig. 6). En el retoque prevalece el tipo simple y plano (56,8%), y en me­ nor medida el semiabrupto (28,7%) y abrupto (14,4%), en general es directo (86,2%), aunque es­ tán representadas las restantes categorías (inver­ sos 11,8%, bifaciales 1,3% y alternantes 0,7%). Algo más de una cuarta parte (27%) tiene dos la­ dos retocados y sólo el 0,7% posee más de dos. 4.2.2.3. Cadenas operativas de façonnage Sólo cuenta con nueve bifaces que representan el 1% de la serie global, 4 son de sílex, 3 de cali­ za y 2 de cuarcita. Los soportes más frecuentes son lascas (33,3%) y cantos rodados (22,2%), en sílex y cuarcita respectivamente. Sus dimensio­ nes medias son: 93 x 57 x 35 mm. y 202 gr. de peso, y sus intervalos: 70/135 x 26/7 x 21/59 mm. y 39/450 gr. Las formas más comunes son las amigdaloides y ovalares (Tab. 29), con siluetas poco simétricas de aristas regularmente sinuosas. prevaleciendo en su formatización el percutor blando en al menos 6 piezas (uno exhibe retoque secundario). De los nueve ejemplares se obtuvie­ ron un mínimo de 122 lascas. 4.2.2.4 Conclusiones La distribución general de la industria sugiere la existencia de cadenas operativas completas como confirma que en los núcleos y en los bifa- Grupo GRUPO II GRUPO IV GRUPO OTROS "ÚTILES" COMPUESTOS Clasificación Limaces Raederas simples Raederas transversales Raederas dobles Raederas convergentes Raederas desviadas Raederas sobre cara plana Raedera alternas TOTAL Denticulados Puntas de Tayac TOTAL Lascas retocadas Rabot Diversos TOTAL Raedera simple+denticulado Raedera simple+raspador+ +denticulado Denticulado+raedera sim- ple+escotadura Denticulado+escotadura TOTAL Total 1 54 10 8 4 4 8 3 92 20 1 21 8 1 2 11 2 1 1 1 129 % 0,8 41,9 7,8 6,2 3,1 3,1 6,2 2,2 71,3 r5,5 0,8 16,3 6,2 0,8 1,5 8,5 1,5 0,8 0,8 0,8 100 Tabla 28. Clasificación de las cadenas operativas mix­ tas del nivel VB de Ambrona. T. P., 54, n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 92 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara O 1 5 cm. Fig. 6. Nivel VB de Ambrona (Soria). 1. Limace. 2. Raedera simple. 3. Raedera desviada sobre lasca levallois de ex­ tracción preferencial. 4. Denticulado. T. P., 54,n.M, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LITIGA DE AMBRONA (SORIA) 93 Nivel VA Planos Espesos Parciales Siluetas Cordiformes Amigdaloides Ovalares Protolimande Total espesos Amigdaloides Total parciales Abbevillenses Con dorso Total Total 1 1 2 1 4 2 2 1 1 9 % 11,1 11,1 22,2 11,1 44,4 22,2 22,2 11,1 11,1 100 Tabla 29. Siluetas de los bifaces del nivel VB de Am- brona. ees hayamos estimado 337 extracciones, cifra in­ ferior a las 501 lascas reales, y que haya veintiu­ na lascas levallois frente a ocho núcleos levallo- is, abogando por la existencia de varias series de acondicionamiento en estos núcleos. La escasez de lascas corticales puede interpretarse como que la materia prima se introduce con el proceso de descortezado iniciado, hecho que se acentúa no­ tablemente en el sflex. 4.3. Comparación entre el Complejo Inferior y Superior El primer elemento a considerar es la frag- mentariedad de las cadenas operativas del Com­ plejo Inferior, mientras que en el Superior se muestran ciertamente más completas (Fig. 7). La distribución de las materias primas no es muy disonante, aunque el sflex predomina con mayor margen sobre la cuarcita en el Superior, donde destaca la total ausencia de cuarzo. En las cadenas operativas de débitage del Complejo Superior hay una considerable mayor presencia de las más progresivas (en base a los núcleos), sobre todo respecto a las levallois (gru­ po VII), siendo destacable la escasa representa­ ción de las kombewa (grupo VIII), que están to­ talmente ausentes en VB, mientras que en U IV, la unidad del Complejo Inferior con las cadenas operativas menos elementales (Fig. 8), son, junto con las discoides, las más usuales. En el lascado las dimensiones y la corticalidad de ambos com­ plejos son afines, mientras que los talones, poco elaborados en ambas muestras, se presentan en el Superior ligeramente menos preparados que en U IV (5), donde además los bulbos sugieren que el percutor blando fue más empleado. En la formatización de las cadenas operati­ vas mixtas se seleccionaron los mismos soportes en ambas series, generalmente lascas que técni­ camente sólo difieren de las del lascado global en las dimensiones, que son superiores, diferencia que se acentúa en el Complejo Superior donde se produce una mayor selección por el tamaño. La caracterización global del retoque es claramente más estandarizada y regular en el Complejo Su­ perior, en el que las formas simples, profundas y directas son las predominantes, mientras que en el Inferior las proporciones están menos polari­ zadas, repartiéndose con mayor equilibrio entre las distintas categorías propuestas. Tipológica­ mente las cadenas operativas mixtas del Comple­ jo Superior son claramente menos variadas, cen­ trándose entorno al Grupo II, cuyas raederas presentan tipos mejor definidos y más progresi­ vos, mientras que el Grupo III está prácticamen­ te ausente (en contraste con U. III), y los denticu­ lados y el grupo Otros están menos representados que en el Complejo Inferior. En las cadenas operativas de façonnage las discrepancias son considerables: en el Complejo Superior destaca en primer lugar la baja repre­ sentación que alcanzan (1% frente a 3,4% y 5,5% para UIII y UIV), y en segundo la total ausencia de Cantos Trabajados y la exigua muestra de hendedores (sólo 2 pertenecientes a VA), aunque se trata de tipos más equilibrados que los del In­ ferior. En los bifaces de este Complejo, además de su baja proporción, cabe señalar que: dimen- sionalmente sea una muestra más homogénea y reducida que la del Complejo Inferior; sus silue­ tas están polarizadas en torno a las amigdaloides y ovalares, siendo las del Inferior mucho más va­ riadas; los tipos planos están prácticamente au­ sentes en VA y VB, mientras alcanzan cierta im­ portancia en U IV (una cuarta parte); las siluetas se regularizan mediante retoque con mayor fre­ cuencia y el percutor blando también se eviden­ cia con mayor solidez. (5) 4,4 y 9,2 de facetado estricto para las Unidades HI y U. IV frente a 6,5 y 4,6 para los niveles VA y VB, mientras que el facetado amplio es de 10,3, 15,4, 12,2 y 9,5 siguiendo el mismo orden. T. R, 54, n." 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 94 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara Núcleos Lascas Debris Chunks Útiles Bifaces Hendedores 0.3 0,3 o C.T. Fig. 7. Industria de los Complejos Superior e Inferior de Ambrona (Soria). (%) 45 H 40 H 35 H 30 -\ 25 H 20 - i 15 H 10 5-i O D IV 6,7 I 6,3 O O 16,6 6,3 6,3 5,6 13,3 5,6 I 33,3 31,2 22,2 44,4 40 18,7 GI Gil Gilí G IV GV G VI 31,2 6,7 G VII G VIII Fig. 8. Distribución de los núcleos del nivel más progresivo del Complejo Inferior, contrastado con los del Superior de Ambrona (Soria). T. P., 54, n.« 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es ESTUDIO TECNOMORFOLOGICO DE LA INDUSTRIA LITIGA DE AMBRONA (SORIA) 95 Sintetizando, la primera diferencia caracterís­ tica es la fragmentariedad de las cadenas operati­ vas del Complejo Inferior, frente a su presencia más completa en el Superior. Partiendo de simi­ lares materias primas en ambos complejos, la se­ rie del Superior presenta elementos claramente más progresivos y elaborados (con mayor evi­ dencia del empleo del percutor blando), cadenas operativas de débitage conceptualmente más complejas, cadenas operativas mixtas más estan­ darizadas y regulares, exigua proporción de ca­ denas operativas de façonnage, con bifaces me­ nos variados y formatizados, y hendedores, aunque escasos, más simétricos, realizados con mayor ahorro de gestos técnicos. 5. CONTEXTUALIZACION DE AMBRONA EN EL ACHELENSE PENINSULAR En este apartado comparamos la industria de Ambrona con la de los yacimientos en estratigra­ fía atribuidos al Pleistoceno medio en la Penínsu­ la Ibérica cuya documentación cumpla unos re­ quisitos mínimos bajo los que podamos establecer unos parámetros de contraste: El Acu- ladero (Querol y Santonja, 1983), Los Llanos -San Quirce del Río Pisuerga (Arnaiz, 1990; Ar- naiz y Cuesta, 1994)-, Pinedo (Querol y Santon­ ja, 1979), La Maya II (Santonja, 1984b), el Sarta- lejo (Santonja, 1985), Áridos I (Santonja et alii, 1980), Torralba (Ortega, 1994), Solana del Zam- borino (Botella, 1975; Botella et alii, 1975), Por- zuna (Vallespí et alii, 1979, 1985), Arenero de Oxígeno (Rus y Querol, 1981) y TD 11 y TG 11 de Atapuerca (Carbonell et alii, 199A; 1995; Mosquera y Carbonell, 1992). El Complejo Inferior se aleja notablemente de las series caracterizadas por la ausencia del con­ junto bifacial y más o menos ricas en cantos tra­ bajados, como El Aculadero o Los Llanos, cuyas cadenas operativas de débitage o mixtas exhiben un claro menor desarrollo. Algo similar sucede con Pinedo, donde las cadenas operativas de façonnage están menos formatizadas y realizadas con gestos técnicos más elementales que desarro­ llan tipos más "toscos" en su conjunto, estable­ ciendo el mismo criterio que en los yacimientos anteriores para los otros grupos de cadenas ope­ rativas. Los sitios atribuibles al Achelense "pleno", como la Maya II y el Sartalejo a los que podemos añadir Áridos (aunque es un yacimiento pecu­ liar), La Maya I terraza de +14 m. o Torralba (considerando que presentan elementos más "evolucionados" que los anteriores), comprenden una industria más próxima a la del Complejo In­ ferior, sobre todo en lo que respecta a las cadenas operativas de débitage, siendo en ocasiones fran­ camente similar, sin embargo las mixtas y las de façonnage son más contrastables, mostrándose siempre más desarrolladas las del sitio soriano (excepto con respecto a Torralba). La Maya I, terraza de +8m. y la fase III de Atapuerca (TDll y TGll), adscritos al Achelen­ se final, ostentan industrias claramente diferen­ ciadas de las nuestras. La Maya I (T +8m.) con­ tiene cadenas operativas de débitage y mixtas sensiblemente menos desarrolladas, al contrario de lo que sucede con las de façonnage que se presentan más elaboradas. En Atapuerca (TDll y TGll) disponemos de escasos datos objetivos para considerar su industria (6), las cadenas ope­ rativas mixtas se conforman claramente más pro­ gresivas que las sorianas, intuimos que sucede lo mismo con los otros dos grandes grupos de cade­ nas operativas. Los yacimientos de Pleistoceno medio con in­ dustria atribuible al Achelense superior, presentan rasgos claramente paralelizables con el Complejo Superior de Ambrona: las cadenas operativas se muestran generalmente completas, prevaleciendo las de débitage y mixtas sobre las át façonnage', primacía de núcleos con explotación organizada, dominando los discoides y con amplio desarrollo de los levallois, hecho que corrobora el "elevado" índice de lascas levallois y de talones facetados; cadenas operativas mixtas con predominio de las raederas, relativamente elaboradas y con cierta estandarización, seguidas en unos casos por los denticulados (Atapuerca), y en otros por el grupo Paleolítico superior (Porzuna), dominando siem­ pre el retoque regular, de modo simple o plano; las cadenas operativas át façonnage cuentan con bi­ faces en los que sobresalen los tipos muy elabora­ dos, ovalares y amigdaloides, como los hallados en Arenero de Oxígeno, regulares y simétricos, con fuerte grado de formatización y retoque de los filos empleando el percutor poco pesado, como en Oxígeno y Porzuna, aunque de inferiores dimen- (6) El empleo del Sistema Lógico Analítico en su caracteri­ zación explica esta situación. T. P., 54, n.° 1, 1997 (c) Consejo Superior de Investigaciones Científicas Licencia Creative Commons 3.0 España (by-nc) http://tp.revistas.csic.es 96 J. Panera Gallego y S. Rubio Jara Características Cadenas operativas de façonnage con ausencia de bifaces y hendedores, pero ricas en cantos trabajados. Cadenas operativas de façonnage y cadenas operativas mixtas, muy elementales. Achelense. Acheiense final. Ausencia de cadenas operativas de façonnage. Yacimientos El Aculadero. Los Llanos (S. Quirce del río Pisuerga) Pinedo. Complejo Inferior de Ambrona. Torralba. La Maya II. El Sartaiejo. Áridos. Complejo Superior de Ambrona. La Maya I (terraza de +8 m.). Atapuerca, fase III (TDll y TGll). Cuesta de la Bajada. Tabla 30. Yacimientos del Pleistoceno medio, contrastados con el Complejo Inferior y Superior de Ambrona (Soria). siones a los del Complejo Superior, los hendedo­ res no son frecuentes, y se definen por sus siluetas equilibradas y por el empleo del percutor blando. Como conclusión señalar que las diferencias y semejanzas existentes entre el yacimiento de Ambrona respecto a los sitios citados, hacen pen­ sar que la industria del Complejo Inferior se sitúa en la "órbita" de Áridos, La Maya II, El Sartaie­ jo, y Torralba (Tab. 30), y los niveles superiores de Ambrona muestran rasgos paralelizables con los adscritos al Achelense superior, donde no existe una destacada presencia de las cadenas operativas do façonnage, los núcleos están orga­ nizados (Solana de Zamborino), y la relativa estandarización de la industria permite cierta aproximación al Paleolítico medio como sucede en la fase III de Atapuerca y en Porzuna. Aleján­ dose de esta serie los conjuntos achelenses en los que predominan las cadenas operativas dt façon­ nage, presencia de núcleos con talla poco organi­ zada (La Maya I), e incipiente desarrollo de las CO levallois (Torralba y Áridos I), utensilios tos­ cos sobre lasca, con morfotipos poco característi­ cos (Pinedo y La Maya III), y retoque no estan­ darizado (Torralba). BIBLIOGRAFÍA ARNÁIZ, M . A . (1990): "Las ocupaciones de San Quirce de Río Pisuerga: reflexiones sobre la utilización del espacio y sus implicaciones". Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, LVI. Valladolid: 25-37. ARNÁIZ, M.A. yCuESTA ROMERO, A. (1994): "ElYacimien­ to de Paleolítico inferior de Los Llanos. San Quirce de > Río Pisuerga (Palencia)"./?ú[ñú!, 16:VII-XI. BiBERSON, P. (1964): "Torralba et Ambrona. Notes sur deux stations acheuléennes de chasseurs d'elephants de la Vieille Castille". En Miscelánea en homenaje al Abate Breuil, I: 201-231. Instituto de Prehistoria y Arqueología. 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