%0 Book Section %T Moneda civil y moneda militar en Hispania (350-711 d.C.) publisher Ediciones Universidad de Salamanca %D 2010 %U 9788478001866 %@ https://hdl.handle.net/20.500.14352/127355 %X Hispania fue provincia civil en el seno del Imperio Romano desde el año 350 y hasta la muerte de Teodosio en el año 395. Lo fue porque así lo quisieron las autoridades imperiales que gobernaban desde Treveris, Roma, Milán o Sirmio. En canto que provincia civil, Hispania proporcionaba al ejercito, caballos y otros suministros importantes. La moneda menuda que se encuentra tan masivamenre en las principales áreas logísticas hispanas (Ae 2, Ae 3, Ae 4) muestra a este respecto que la distribución y la utilización de estas series se insertó en un circuito cuidado -e incluso alentado­- por el Estado. Hispania a partir de principios del siglo V comenzó a ser provincia también militar. Lo fue en primer lugar a través de la monarquía sueva, reconocida directamente por las fuerzas visigodas e indirectamente por el poder imperial. Lo fue más tarde, y más ple­namente, con la monarquía visigoda de Toledo, y a partir del rey Leovigildo. Desde entonces, fue sólo el oro el que circuló en el mundo visigodo. Un oro acuñado en ter­cios de sólido (trémises o trientes) y que parece haber estado destinado a los gastos inmediatos de la monarquía en su territorio: principalmente el mantenimiento de guarniciones militares permanentes o temporales en distintas ciudades. Las relaciones entre civiles y militares no fueron ciertamente las mismas en la Monarquía de Toledo con respecto a las que habían sido en los siglos anteriores. Ahora, las ciudades, civiles y autónomas, colaboraban con el poder real y aceptaban guarniciones militares y gastos extraordinarios en su seno. La Hispania parte de un sistema imperial de los siglos precedentes había dado paso a finales del siglo V a una Hispania de ciu­dades y reyes que negociaban o imponían su voluntad, dependiendo de sus fuerzas res­pectivas. La invasión árabe del año 711 triunfo precisamente porque cada ciudad trataba por separado su particular situación con el poder real. %~