%0 Book Section %T Dimensión curricular de la educación emprendedora %T Curricular dimension of entrepreneurial education publisher Síntesis %D 2021 %U 978-84-135-7092-1 %U 978-84-135-7619-0 %@ https://hdl.handle.net/20.500.14352/128262 %X Conseguir el desarrollo y promoción de la educación emprendedora es uno de los objetivos políticos clave de la Unión Europea (UE) y de sus Estados miembros desde hace muchos años. En el contexto actual de alta tasa de desempleo juvenil, crisis económica y rapidez de cambios aparejados a nuestra compleja economía y sociedad del conocimiento, las competencias transversales y, particularmente el emprendimiento, son esenciales para conseguir que la juventud llegue a convertirse en una ciudadanía activa, creativa y emprendedora. Los enfoques y objetivos de la educación emprendedora pueden variar en función del contexto y del concepto que de ella se tenga. En un extremo del espectro se encuentra una visión más restrictiva que se centra en el desarrollo de un conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que necesitan los y las jóvenes para montar y dirigir su propia empresa. El otro extremo subraya el emprendimiento como competencia clave que busca capacitar a la juventud y ofrecerle las competencias transversales necesarias para la ciudadanía activa, la empleabilidad y, posiblemente pero no de forma necesaria, el emprendimiento. Existiendo un término medio que incide en transformar ideas creativas en acciones emprendedoras, que se puedan traducir en la creación de un negocio o también implementarse en organizaciones ya existentes como actividades de intraemprendimiento (European Commission/EACEA/Eurydice, 2016). Por lo tanto, se considera necesario proporcionar a la juventud los conocimientos básicos acerca de lo que es el emprendimiento, las destrezas sociales necesarias para poder utilizar dichos conocimientos, así como las actitudes y aptitudes imprescindibles para considerarlo como una alternativa profesional, fomentando con todo ello una mentalidad emprendedora, e incluso, una inteligencia emprendedora, si nos apoyamos en la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1987, 2011), que favorezca la toma de decisiones, la responsabilidad, el arriesgar sin temor y la lucha diaria con creatividad y determinación. Podríamos considerar a la inteligencia emprendedora, desde esta perspectiva, como la novena inteligencia, la cual reúne elementos de la intrapersonal que potencia el sentido de uno/a mismo/a, la interpersonal que facilita las relaciones con otros/as, y la naturalista que permite analizar las características del entorno e interactuar con él (Fernández-Salinero y De La Riva, 2014). En este sentido, la legislación, tanto educativa como no educativa, incide en que la educación es la clave de la transformación mediante la formación de personas activas con autoconfianza, curiosas, emprendedoras e innovadoras, y apuesta por la enseñanza de competencias adecuadas y transmitidas de forma transversal, así como por la enseñanza del espíritu emprendedor en los diferentes niveles educativos. Sin lugar a dudas, la educación es la vía adecuada para la transmisión de nuevas informaciones, específicamente en un país donde la cultura del emprendimiento no es una tradición. De ahí el interés de este capítulo donde pretendemos ahondar en cómo se aborda la educación emprendedora en el currículo escolar y en cómo es posible mejorarla con planteamientos pedagógicos activos y ágiles. %X The development and promotion of entrepreneurial education has constituted one of the key political objectives of the European Union (EU) and its Member States for many years. In the current context—marked by high youth unemployment rates, economic crisis, and the rapid transformations characteristic of our complex knowledge-based economy and society—transversal competences, and particularly entrepreneurship, are essential for enabling young people to become active, creative, and enterprising citizens. Approaches to and objectives of entrepreneurial education vary depending on the context and on the conceptualization adopted. At one end of the spectrum lies a more restrictive perspective, focused on the development of a set of knowledge, skills, and attitudes that young people require in order to establish and manage their own businesses. At the opposite end, entrepreneurship is framed as a key competence aimed at empowering young people and equipping them with the transversal skills necessary for active citizenship, employability, and, potentially—but not necessarily—entrepreneurial venture creation. Between these poles lies an intermediate approach that emphasizes the transformation of creative ideas into entrepreneurial action, which may materialize in the creation of new businesses or be implemented within existing organizations as intrapreneurial initiatives (European Commission/EACEA/Eurydice, 2016). Consequently, it is considered essential to provide young people with fundamental knowledge regarding the nature of entrepreneurship, the social skills required to apply such knowledge, and the attitudes and aptitudes necessary to regard entrepreneurship as a viable professional pathway. Collectively, these elements contribute to fostering an entrepreneurial mindset, and even an entrepreneurial form of intelligence—drawing on Gardner’s theory of multiple intelligences (1987, 2011)—that promotes informed decision-making, responsibility, willingness to take risks without fear, and daily engagement with creativity and determination. From this perspective, entrepreneurial intelligence may be conceptualized as a ninth intelligence, integrating elements of intrapersonal intelligence (which strengthens self-awareness), interpersonal intelligence (which facilitates interaction with others), and naturalistic intelligence (which enables individuals to analyze and engage with their environment) (Fernández-Salinero & De La Riva, 2014). In this regard, both educational and non-educational legislation underscore education as the central mechanism for societal transformation through the formation of active, self-confident, curious, entrepreneurial, and innovative individuals. Such legislation supports the teaching of appropriate competences through transversal approaches, as well as the incorporation of entrepreneurial spirit across different educational stages. Undoubtedly, education constitutes the most suitable means of transmitting new knowledge, particularly in contexts where an entrepreneurial culture has not been traditionally established. This chapter, therefore, aims to examine how entrepreneurial education is integrated into the school curriculum and how it may be strengthened through active and agile pedagogical approaches. %~