RT Book, Whole T1 Kant y el cristianismo A1 Rovira Madrid, Rogelio AB El propósito del libro es exponer y evaluar la comprensión filosófica del cristianismo ofrecida por Kant, cuestión de la que no disponemos de ningún estudio completo y sistemático en nuestro país.Hay que advertir que Kant no ha hecho del cristianismo objeto directo de su reflexión filosófica ni ha pretendido enjuiciar la verdad de sus doctrinas, sino que las ha utilizado ampliamente, «depurándolas» según un método propio para construir su «religión natural» o «religión moral». De ahí que la tarea de presentar la concepción kantiana del cristianismo ha adquirido una forma muy determinada, que consiste en explicar y valorar el «reflejo del cristianismo», si cabe decirlo así, que devuelve el espejo de la religión moral propugnada por el filósofo. A este «reflejo» se le puede llamar, siguiendo las indicaciones del propio Kant, «el cristianismo puesto en conceptos morales».Una distinción capital que establece el cristianismo así entendido es la que separa el cristianismo como religión de la adoración de Cristo del cristianismo como religión de la doctrina misma de Cristo. Mientras que la primera es, según Kant, una «religión de segunda mano», la segunda constituye lo propiamente irrenunciable del cristianismo. De ahí que el libro, sin dejar de considerar la interpretación kantiana de ciertos dogmas cristológicos fundamentales, se centra en identificar y estudiar lo que el filósofo considera, según sus propias palabras, «lo esencial y más excelente de la doctrina de Cristo».Las verdades que constituyen la doctrina misma de Cristo son verdades morales, verdades antropológicas y verdades referidas a la esperanza en el cumplimiento del destino moral del hombre. Son verdades, como dice el filósofo, con las que el cristianismo ha enriquecido a la filosofía y que, sin duda, han influido en el desarrollo del pensamiento mismo de Kant. Kant ha tratado de pagar esta deuda y ha devuelto, por así decir, al cristianismo estas verdades formuladas de un modo riguroso y fundadas racionalmente o, cuando menos, aclaradas filosóficamente. El libro, pues, se ocupa de exponer la fundamentación ética que propone Kant del mandamiento del amor a Dios y al prójimo, la peculiar interpretación de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos: el Padrenuestro, y la exégesis filosófica que ofrece el pensador de Königsberg de tres célebres versículos de la Carta a los Romanos del apóstol Pablo: «¿Por qué no hacer el mal para que venga el bien?» (Rom 3, 8), «Todos han pecado» (Rom 5, 12) y «Dios es el que justifica» (Rom 8, 33).La exposición de la concepción kantiana del cristianismo que presenta este libro se apoya, como es de esperar, en las obras mismas de Kant, tanto en sus escritos éticos y de filosofía de la religión publicados en vida como en sus trabajos preparatorios, lecciones universitarias, cartas y notas personales editados póstumamente. Se han tenido en cuenta, además, obras clásicas de otros filósofos (Fichte, Schopenhauer, Feuerbach, Mill, Moore, Scheler…) y varios estudios especializados recientes, aunque se han citado con cierta parquedad.El libro valora al cristianismo en conceptos morales atendiendo a su propia coherencia interna y a los supuestos sobre los que se construye, pero también a la luz de la interpretación que se dio de los dogmas cristológicos en los primeros siglos del cristianismo. Esto último se debe a que esta antigua comprensión de la persona de Cristo sirve muy bien de criterio para poner de relieve la novedad del cristianismo moral de Kant. No en vano semejante comprensión sigue siendo, como es notorio, patrimonio común de la Iglesia católica romana, de la Iglesia ortodoxa del Oriente y también de las Iglesias nacidas de la Reforma protestante. En algunas ocasiones, se han confrontado las posiciones de Kant sobre el cristianismo con las tesis de Agustín de Hipona, de Lutero o de Melanchthon, por mencionar algunos casos.Sin pretender prescindir del rigor intelectual ni del carácter académico que exige el tema tratado, el libro busca una amplia audiencia. Por ello en sus páginas se evita señalar expresamente ciertas novedades en la interpretación del pensamiento de Kant que, sin duda, no le pasarán inadvertidas al experto estudioso y al lector informado. Cabe citar entre ellas la distinción, implícita en la obra de Kant, pero ahora puesta de relieve por vez primera en todo su alcance, entre lo que se da en llamar la religión moral “pura” y la religión moral “aplicada”. No dejará de apreciarse asimismo la reconstrucción completa, llevada a cabo por vez primera en esta obra, de la interpretación kantiana del Padrenuestro. Se valorará asimismo el ensayo de presentación coherente, a pesar de la aparente discrepancia de los textos, de las respuestas de Kant a los problemas filosóficos entrañados en el mandamiento cristiano del amor. Se reparará también sin dificultad en la novedad que encierra la exposición de las características esenciales del mal radical en la naturaleza humana y la reconstrucción de la prueba kantiana de la universalidad de dicho mal, así como la singularidad de la exposición del concepto filosófico, que no teológico, de “justificación del pecador” en la obra de Kant, entre otros asuntos.Para buscar la amplia audiencia pretendida, se ha prescindido también de discusiones especializadas sobre cuestiones excesivamente técnicas que se debaten entre los estudiosos de Kant, contentándose, cuando el pronunciamiento era inevitable, con justificar brevemente el asunto en nota a pie de página y remitir a la bibliografía correspondiente. En la búsqueda de un público más amplio, se ha recurrido también, cuando ha sido posible, a ilustrar ciertas tesis filosóficas con la sabiduría de las grandes obras de la literatura universal, como las debidas a Horacio, Ovidio, Calderón de la Barca o Borges. PB Herder SN 978-84-254-4493-7 YR 2021 FD 2021-04-01 LK https://hdl.handle.net/20.500.14352/114052 UL https://hdl.handle.net/20.500.14352/114052 LA spa DS Docta Complutense RD 8 abr 2025