%0 Thesis %A García Silgo, Mónica %T Detección de simulación de trastorno mental: un estudio de análogos en población militar española mediante los inventarios PAI, MMPI-2RF y SIMS %D 2016 %U https://hdl.handle.net/20.500.14352/27144 %X La simulación de enfermedad ha estado siempre asociada a la evitación de deberes militares. Tanto es así, que la etimología de la palabra malingering (simulación en inglés) proviene de la vida militar. De hecho, los principales manuales de diagnóstico psiquiátrico todavía mantienen los contextos militares como indicio para sospechar simulación. Además, esta forma de evitar obligaciones públicas se concebía como un intento de deserción y, en consecuencia, se identificaba con la cobardía y la deslealtad. Los Códigos de Justicia Militar de diferentes países así lo han contemplado y, en consecuencia, condenado. Debido a que la mayoría de los problemas psicológicos carecen de sustrato biológico, esta área de la salud ha estado inmersa en la subjetividad, favoreciendo que se relacionara, más que otras, con la sospecha de perfiles psicológicos deshonestos. En este contexto de arbitrariedad, los problemas mentales en población militar han sufrido un doble estigma. Por una parte, la fortaleza guerrera era incompatible con este tipo de problemas, convirtiéndolos en signo de debilidad. Mientras que, por otra, cualquier intento de evitación del servicio militar (como podían ser los problemas psicológicos aparentemente simulados) se asimilaba a un acto desleal. Por lo tanto, los soldados con problemas psicológicos -reales o simulados- eran estigmatizados, bien por debilidad, bien por cobardía o deslealtad. Así, ante las necesidades públicas de Defensa Territorial y/o Nacional, cristalizadas en una estricta cadena de mando cuyos objetivos eran incompatibles con la debilidad mental y la cobardía, la percepción de los problemas psicológicos partía de una visión intuitiva, cargada de connotaciones carentes de empatía y afianzada en este doble estigma. El problema para la sanidad militar –o los expertos de cada momento histórico- era determinar la veracidad de los cuadros psicopatológicos de los soldados, pero sin pruebas objetivas en las que basarse y bajo la presión de la cadena de mando... %X Malingering has always been associated with avoidance of military duties. So much so, that malingering etymology comes from military life. Indeed, major psychiatric diagnostic manual still maintain military contexts to suspect malingering. Moreover, this way of avoiding public duties was (and is) conceived as an attempted defection and, therefore, identified with cowardice and disloyalty. So Military Justice Codes condemn it. Because most of psychological problems have a lack of biological substrate, this area of health has been immersed in subjectivity, encouraging stigma and the view of suspicion in mental problems, like if all of them were faked. In this context of arbitrariness, mental problems in military populations have suffered a double stigma. On the one hand, the warrior strength was incompatible with such problems, making them a sign of weakness. While on the other, any attempt to avoidance of military service (as could be psychological problems seemingly faked) became an unfair act. Therefore, soldiers with psychological problems -real or exaggerated- were stigmatized, either by weakness or by cowardice or disloyalty. Thus, the public needs of territorial or national defense -crystallized in a strict chain of command whose objectives were incompatible with mental weakness and nether cowardice- begun in an intuitive vision of psychological problems, lack of empathy and full of connotations entrenched in this double stigma. The problem for the military health experts was to determine the veracity of the psychopathology of soldiers, but without evidence based criteria and under the pressure from the chain of command... %~