%0 Journal Article %A Cruz, Berta de la %A Marfil, Rafaela %A Peña, José Andrés de la %A Arribas Mocoroa, José %T Procedencia y evolución diagenética de las areniscas Permo-triásicas de la Cordillera Ibérica (Sierra de Albarracín-Boniches-Talayuelas, provincias de Teruel y Cuenca) %D 1987 %@ 0378-102X %U https://hdl.handle.net/20.500.14352/64593 %X Las series detríticas rojas atribuidas al Permo-Triásico en esta zonade la Cordillera Ibérica comprenden una potente sedimentación terrígenadepositada en ambiente fundamentalmente fluvial, controladapor la tectónica que, según ALVARO el al. (1982), representa las primerasetapas de relleno de cuencas de tipo semigraben del aulacógenoceltibérico.A partir de sondeos de testificación continua, realizados por laJ. E. N. para una campaña de prospección de uranio, se ha llevadoa cabo un estudio petrológico de las areniscas, haciendo hincapié enla procedencia y evolución diagenética de las mismas. Para la realizaciónde este trabajo se han adoptado las unidades litoestratigráficaspropuestas por VIALLARD (1973) para el Permo-Triásico en esteárea de la Cordillera Ibérica.La composición de las areniscas (fig. 1) varía de sublitoarenitas acuarzoarenitas e incluso subarcosas en la unidad basal. En la unidadintermedia la composición es más homogénea, arcosas y subarcosas,salvo en el área de Talayuelas, donde continúan siendo sublitoarenitasoEn la unidad superior vuelven de nuevo a ser sublitoarenitas, consubarcosas subordinadas; excepto en el área de Boniches, donde lasarcosas dominan hasta el techo.El análisis de los datos composicionales y texturales nos ha permitidodeducir la existencia de diferentes áreas fuentes para cada unode los sectores estudiados, así como también su variación a lo largo de la sedimentación permo-triásica. Para la unidad basal hemos deducido una procedencia de áreas fuentes volcánicas y metamórficasobservándose un cambio de los aportes en la unidad intermedia, conmacizos granítico-gneísicos como principales contribuyentes. En launidad superior se produce un cambio no tan generalizado, con aportes metamórficos a excepción del sector de Boniches y Talayueldonde persisten las áreas fuentes granítico-gneísicas hasta el techo.Respecto al medio de sedimentación, el hecho de encontrar enla unidad basal niveles de areniscas con caracteres texturales eólicojunto con la presencia de magnesita relacionada con costras ferruginosas y cantos blandos oxidados, nos indican la existencia de los períodos climáticos más áridos dentro de las tres unidades.Los procesos diagenéticos más importantes sufridos por estas areniscas varían a lo largo de las unidades como queda reflejado en lafigura 2. Según la composición y secuencia de formación de los cementos y otros minerales autigénicos, se puede sintetizar la evolución dela naturaleza de los fluidos intersticiales de la manera siguiente: unidad basal: aguas ácidas y óxicas durante la eodiagénesis y telodiagénesis y alcalinas en la mesodiagénesis. Unidad intermedia: aguas alcalinas y alternancia de óxicas y anóxicas en la eodiagénesis y mesodiagénesis; aguas óxicas y localmente alcalinas durante la telodiagénesis.Unidad superior: igual que en la anterior pero con dominio deambientes óxicos en las dos primeras etapas y ácido en la telodiagénesis. Asimismo, la secuencia típica de precipitación de cementos apartir de aguas dulces : ilita-caolinita-cuarzo-dolomita (ALMON & IVIES, 1979) sería válida para la unidad inferior pero no para las unidades intermedia y superior. En éstas, la secuencia coincidiría con lade precipitación a partir de aguas diagenéticas marinas propuesta porBURLEy el al. (1985): feldespato potásico-ilita-interestratificadostal esmectita-cuarzo-dolomita.La porosidad presente en las areniscas (fig. 6) es de origen secodario, con valores máximos (alrededor del 15%) en la unidad intermedia arcósica. Genéticamente la relacionamos con la disoluciónfeldespato potásico y del cemento dolomítico durante la telodiagénesis, como consecuencia de la circulación de aguas meteóricas.El rango de los carbones asociados indica que las areniscas perritriásicas estudiadas han sufrido un enterramiento relativamente somero (no más de 3.000 m), con temperaturas próximas a los 100ºC %~