Hernández Azcutia, MartaSanz Domínguez, Estrella2024-04-232024-04-232023978-84-9959-489-7https://hdl.handle.net/20.500.14352/103388La Real Academia Española (RAE) define como ecosistema un conjunto complejo de elementos relacionados que pertenecen a un determinado ámbito. Partiendo de esta definición, el Museo del Prado ejemplifica un ecosistema cultural en el que colección, elementos museográficos, edificio, entorno urbanístico, visitantes y gestores se interrelacionan generando y conservando un bien esencial para el ser humano: el patrimonio. Hasta ahora, los agentes de riesgo ordinarios y extraordinarios estudiados y conocidos por los especialistas en conservación de patrimonio cultural en instituciones de custodia se manifestaban con poca ambigüedad, pero en el mundo heredado tras la pandemia la supervivencia de los ecosistemas culturales se ve condicionada por acciones extremadamente complejas de analizar y de controlar. En este contexto, tras estudiar los riesgos ya asimilados, intentaremos desentrañar las características de lo que hemos denominado “vandalismo 2.0”: una nueva amenaza con consecuencias difíciles de pronosticar. Cuando nos enfrentamos a la gestión de riesgos y emergencias de una institución museística como el Museo Nacional del Prado debemos hacerlo con una concepción holística y prospectiva. Esto supone trabajar desde una perspectiva integral en los modelos de análisis propuestos que posibilite conocer el presente y anticipar las posibles amenazas. Para lograr este objetivo tenemos que entender este organismo como un ecosistema cultural condicionado por la interacción de múltiples factores y elementos asociados tanto al contexto interno, esto es, el rol de la propia institución, sus sistemas de gestión o el carácter simbólico y sociocultural de los fondos que custodia, como a aquellos otros factores y elementos subyacentes relacionados con el contexto externo, como la sociedad y el público general, los medios de difusión, las tecnologías de información y el entorno en el que se sitúa. En circunstancias ordinarias la idea de “ecosistema” podría suponer una categoría idílica de protección más resiliente y sostenible para este patrimonio cultural, pero en este ecosistema en continua transformación cabe preguntarse a qué riesgos extraordinarios están expuestos estos bienes culturales que nos obligan a estar alerta. Riesgos como el terrorismo, robo, vandalismo, fuerzas físicas, incendios, inundaciones, interrupción del suministro eléctrico o presencia de plagas son riesgos ya asimilados al abordar la redacción de un plan de protección de las colecciones (Culubret et ál. 2008), pero la constante y rápida evolución en nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones está originando una nueva forma de consumo cultural y de percepción de los bienes que conforman el patrimonio cultural, así como de los organismos que los custodian, que puede conllevar un nuevo “macroriesgo” fruto de la transición al mundo digital (Villarreal, 2022). Teniendo en cuenta la magnitud de esta nueva amenaza es fundamental no bajar la guardia en la tarea constante de evaluar, gestionar y minimizar los riesgos ordinarios y extraordinarios que afectan a nuestro patrimonio.spaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 InternationalEl Museo del Prado como ecosistema cultural amenazado: de los riesgos ya asimilados al vandalismo 2.0book parthttps://www.juntadeandalucia.es/organismos/iaph/servicios/publicaciones/detalle/495724.htmlopen accessEcosistema culturalRiesgosVandalismoHumanidades62 Ciencias de las Artes y las Letras