Tena Reiff, Sara2023-06-222023-06-222013https://hdl.handle.net/20.500.14352/73510Aunque todos sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de “salud”, lo cierto es que es un término más amplio de lo que puede parecer a primera en un primer momento. En él se engloban multitud de situaciones, que además cambian según el contexto. En muchas ocasiones está lejos de ser un estado objetivo, u obvio. ¿Se define sólo por la tenencia o no de algún trastorno o enfermedad? ¿Por la tenencia de alguna molestia? ¿Por el potencial de desarrollar en algún futuro? En numerosos estudios se habla de salud cuando se habla, no sólo en la pertenencia de alguna enfermedad o trastorno, si no también sobre los hábitos alimenticios, los hábitos de descanso, de ejercicio físico, de consumo de tabaco, de consumo de alcohol, de control del estrés etc… Cuando además se quiere medir el estado de la salud de un colectivo social, suelen considerarse además si éstos tienen o no facilidad de acceso a la sanidad, si están informados sobre formas de minimizar riesgos de contraer ciertas enfermedades, si tiene limitaciones para realizar actividades de la vida cotidiana, en caso de que los tenga, si dispone de ayuda personal para ellas, si utiliza utensilios para la mejora visual etc… Además de las predisposiciones genéticas, ¿es la cuestión de la salud puramente individual? ¿Puede tener la salud alguna dimensión social? Se parte de esta pregunta, y se trabajará en este estudio la relación que puede tener la salud con la situación económica.spaEl impacto de las desigualdades económicas en la salud de los españolesotheropen access614:316SaludDesigualdades económicasHábitosInvestigación socialSalud pública (Medicina)Estadísticas e indicadores sociales3212 Salud Pública1209 Estadística