Otero Carvajal, Luis EnriqueRodríguez Martín, Nuria2024-04-152024-04-152020-031578-5777https://hdl.handle.net/20.500.14352/103080La expansión urbana del primer tercio del siglo XX fue posible por la aparición de las dos fuentes de energía que caracterizaron a la segunda industrialización. La electricidad –energía que movió a los trenes, tranvías y al metro- y el petróleo –autobuses, camiones, taxis y automóviles-, que impulsaron los sistemas de transporte público y privado en los grandes núcleos urbanos. Si importante fue la electricidad para la movilidad urbana, no lo fue menos para el desarrollo de los sistemas de alumbrado público y la consiguiente expansión de las redes eléctricas urbanas. Igualmente, para la construcción de las redes telegráfica y telefónica españolas. El alumbrado público y los transportes urbanos avivaron la primera expansión de las redes eléctricas, pronto acompañadas del consumo con fines industriales, comerciales y domésticos. El abaratamiento de las tarifas y los conciertos con ayuntamientos, empresas de transporte y grandes industrias, favorecieron la constitución de grandes empresas eléctricas.spaAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internationalhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/La transformación de las infraestructuras en España (1900-1936): la electricidad y el petróleo como motores de la modernidad de la sociedad urbanaThe transformation of infrastructures in Spain (1900-1936): electricity and oil as engines of Modernity in urban societyjournal articlehttps://www.tstrevista.com/tstpdf/tst_42/TST42_13%20_41.pdfhttps://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7480755open access711.41(460.27)"1900/1930"H76N7R41L96InfraestructurasEnergíaTransportesTelecomunicacionesHistoria55 Historia