Mangas, Araceli2023-06-172023-06-172020-10-29https://hdl.handle.net/20.500.14352/11872Parece reconocido que la magnitud de las consecuencias económicas de la pandemia COVID-19 en una amplia parte del planeta propiciarán una crisis que marcará al mundo durante varias décadas. Desde luego, el endeudamiento público de los Estados cobrándose el principal y los intereses, puede llegar hasta 2058, tal como se ha previsto en el Plan Next Generation de la UE. Hacía siglos que las relaciones internacionales no habían sufrido una parálisis semejante. En buena medida es lógico, pues los Estados se han volcado hacia su población y se han concentrado en trazar políticas públicas nacionales para mitigar los efectos dramáticos en amplias capas de la población y del tejido social, industrial y económico colapsado por la paralización de la vida tal como la conocíamos. Hemos visto la aplicación del principio de subsidiariedad en el orden internacional. La gobernanza global aún no ha hecho acto de presencia; el G-20 no vino a su cita. Solo el marco de integración europeo dio una inmensa respuesta solidaria.spaHerencia pre-covid para la sociedad global pos-covidtechnical reporthttps://www.ucm.es/icei/file/icei_paper_covid_31https://www.ucm.es/icei/open accessCOVID-19CrisisEndeudamiento públicoPolítica públicaEnfermedades infecciosasCrisis económicas3205.05 Enfermedades Infecciosas5307.06 Fluctuaciones Económicas