Domínguez Sánchez-Pinilla, MarioSádaba Rodríguez, Igor2023-06-202023-06-202005-090211-4364https://hdl.handle.net/20.500.14352/51907Es un tópico generalizado afirmar que asistimos a una crisis del mundo de la lectura y que el libro está en clara decadencia frente a otros objetos culturales dentro del ámbito juvenil. No obstante, los estudios empíricos (mayormente cuantitativos) no lo corroboran así, y los jóvenes siguen leyendo más que los adultos. La lectura sigue inscrita en los códigos educativos actuales como una fuente de legitimación y de ganancia de capital cultural imprescindible. Más bien a lo que se asiste es a una dislocación del orden cultural derivado, entre otras cosas, de la irrupción de las nuevas tecnologías y ofertas mediáticas. El lector joven está habituado a la hipertextualidad y a la lectura en pantalla, acumulando prácticas de lectura nuevas y singulares. Las tecnologías han roto el “orden de la lectura”, el canon clásico de consumo de libros, que acaba compitiendo con otras prácticas mediáticas y produciendo lectores de contornos múltiples y caóticos. Una especie de zapping cultural ha deformado la lectura como método de culturización y ocio desinteresado alimentando posturas apocalípticas que alertan de lo patológico del fenómeno. Es en ese momento de fragmentación y complejidad de las prácticas de lectura tradicionales en el que nos situamos.spaTransformaciones en las prácticas culturales de los jóvenes. De la lectura como ocio y consumo a la fragmentación neotecnológicajournal articlehttp://www.injuve.es/observatorio/economia-consumo-y-estilos-de-vida/n%C2%BA-70-jovenes-y-lecturaopen accessSociologíaSociología de la educación (Sociología)Investigación socialMétodos de investigación en educaciónSociología de la educación (Educación)63 Sociología6306.05 Sociología de la Educación