"De pie, como mechas ardiendo". Brigadistas y voluntarios latinoamericanos
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Publication date
2021
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Comares
Citation
Niall, Binns; Guerra de Lemos, Bethania. "De pie, como mechas ardiendo. Brigadistas y voluntarios latinoamericanos" en: Sánchez Zapatero, Javier (ed.), La trinchera universal: los voluntarios internacionales y la literatura de la Guerra Civil española. Granada, Comares, 2021. - ISBN: 978-84-1369-153-4 pp. 89-119
Abstract
Con una suerte de invocación poética del espíritu del combatiente latinoamericano caído en el campo de batalla se inicia la «Canción del miliciano guaraní» de Vicente Lamas. La composición aúna y subraya en conocidos versos la existencia de un alma castellana, el recuerdo de un Paraguay libertario y la esencia guaraní de guerreros que combatieron en España hasta la muerte:
Vibre el crótalo nativo
de la lírica cigarra
y retoce en el pandero
toda el alma castellana.
Cesen sus hondos lamentos
melancólicas guaranias
y estalle en notas heroicas
una polca paraguaya,
en simbólico responso,
que ha muerto en tierras de España
José Aparicio Gutiérrez, miliciano de la raza. (Lamas, 1956: 61)
Medio siglo más tarde, la palabra seguiría desenterrando a los milicianos paraguayos, y ocho de ellos retornaron en un libro de memorias: Milicianos paraguayos en la España republicana y la lucha contra la ocupación nazi en Francia 2 . Víctor M. Martínez y Tomás Vera, sin embargo, dejaron a uno de sus compañeros bajo una sombra protectora. Como se explica en el prólogo, la omisión de Vicente Durá Campos fue necesaria para salvaguardar la identidad de este brigadista y también poeta, que había regresado a una Asunción que en los años ochenta aún sufría el régimen de Alfredo Stroessner. De los nueve brigadistas —Víctor Martínez, Facundo Duarte Miranda, Emiliano Paiva Palacios, José Delgado, Aparicio Gutiérrez, Perfecto Ibarra, José Durá Campos, Tomás Vera y Vicente Durá Campos—, seis fallecieron en la Guerra Civil, en campos de concentración o como miembros de la Resistencia francesa. Los tres supervivientes incluirían la gesta española en su producción literaria: en memorias — como Vera y Martínez— o como tema recurrente en su producción poética, en el caso de Vicente Durá Campos. Ese «noveno brigadista» no llegó al territorio español con los demás paraguayos, ya que en 1936 llevaba varios años viviendo en España. Se alistó en el ejército republicano y construyó su identidad política y literaria de manera compleja. Al regresar a Asunción desarrolló distintas actividades, entre ellas el cultivo intenso de una vocación poética marcada por la lucha en España. Recordaría el dolor, el sufrimiento y la esperanza de esos años en poemas de Evocando huellas (1988) como «Retorno», «Universidad Popular», «Los caídos», «A Federico García Lorca» y «Pepito» (dedicado a su hermano fallecido en el campo de Gurs). En la estela de aquellos «milicianos guaraníes» y de otros muchos voluntarios latinoamericanos hemos construido este capítulo:
Escribieron con su sangre
bellas páginas de gloria,
extendidas por trincheras,
donde el barro y las heladas
se adornaron de heroísmos,
cincelados por la mano
del heroico miliciano.
(…) Hoy la brisa
del futuro conquistado
llora aún a los caídos.
Entre ellos
está un hermano,
aferrado a mis entrañas. (Durá, 1988: 59)