Asociación faunística de los Areneros de Santa Elena y Oxígeno (Madrid): Tafonomía e importancia científica y divulgativa en la digitalización de las colecciones

Abstract

El río Manzanares (Cuenca del Tajo, Comunidad de Madrid) debido a su geomorfología meandriforme ha constituido en el centro peninsular un relieve formado por terrazas antiguas e inactivas del tipo escalonadas y encajadas (complejas). En estos depósitos fluviales, desde finales del siglo XIX, se han localizado más de un centenar de yacimientos, que han contribuido a la reconstrucción del ambiente y fauna característica del Pleistoceno. Arenero de Santa Elena y Arenero de Oxígeno son dos yacimientos situados en la Terraza Compleja de Butarque (TCB) integrada en el sistema de terrazas pleistocenas del río Manzanares. Ambos descubrimientos ocurrieron durante la fase de prospección y recogida de materiales desarrollada de 1950 a 1970, donde se recuperaron piezas fósiles correspondientes a las especies de Bison priscus, Bos cf. primigenius, Cervus elaphus, Equus caballus, Equus hydruntinus, Elephas antiquus y Megaloceros matritensis, predominantes durante el Pleistoceno medio. Además, también se hallaron numerosas herramientas características del Achelense como bifaces, hendedores y raederas. En la acumulación y formación de los yacimientos interviene el transporte físico de los ejemplares arqueopaleontológicos mediante la acción del río (carga hidráulica), aunque los materiales se vieron sometidos con anterioridad a factores ambientales y biológicos que alteraron sus características anatómicas originales. El desarrollo de concreciones, parches de óxido de manganeso, abrasión, disolución por presencia de vegetación y meteorización (weathering), corresponde con el tipo de ambiente presente, un sistema fluvial, donde la acción del agua y la presencia de humedad (en superficie y en el suelo) han tenido un papel fundamental en la alteración de las piezas fósiles. Los factores biológicos aparecen reflejados en la identificación de marcas de corte ejecutadas por los homininos del Pleistoceno medio sobre un húmero de Bos cf. primigenius como método de desarticulación (disarticulation); marcas producidas por carnívoros de tipo punciones (pits), surcos por arrastre (scores) y acción de roer (furrowing); marcas realizadas por insectos durante el proceso de descomposición y degradación, por ejemplo, en una defensa de Elephas antiquus y, por último; marcas de tipo trampling producidas por el pisoteo de grandes animales sobre huesos largos. El conjunto faunístico está dominado por piezas postcraneales; mientras que las craneales son menos abundantes y presentan un mal estado de conservación, además de una elevada alteración y fragmentación. No obstante, aquellas piezas, cuyos elementos anatómicos se muestran completos, se han utilizado en la realización de modelos 3D, mediante fotogrametría, que servirán para amparar la protección de las piezas y procurar que su estado de conservación prevalezca en el futuro. Asimismo, los modelos digitales de las piezas podrán utilizarse como medio de aprendizaje y divulgación en el ámbito científico y museístico.