Carthage in the United States. The Divulgation of Carthaginian Archaeology and Punic and Roman Materials in North American Collections

Abstract

This article explores a historiographical topic: the presence of American archaeologists in Carthage between 1922 and 1925. First in individual projects by the amateur archaeologist Byron Khun de Prorok, and in 1924 and 1925 through the participation of different academic institutions, mainly the University of Michigan. The most famous excavations carried out in 1925, by what became known as the Franco-American Committee were those of the Sanctuary of Baal-Hammon and Tanit, the famous Punic Tophet. One consequence of this was the enormous popularity that Punic and Roman archaeology in Carthage, and Tunisian archaeology in general, acquired in North America during these years. The American press picked up on this archaeological activity, especially the discovery of the Tophet site, although Khun de Prorok’s statements to the press were more sensationalist in nature in order to draw international attention to the site. In contravention of the heritage legislation of the French Protectorate of Tunisia, Prorok built up an important private collection of Punic and Roman art, and some of the institutions that made up the aforementioned Committee obtained archaeological pieces that they now keep in their collections. Some of these archaeological pieces stem from the illegal extraction from Tunisia of objects looted by one of the American team members, Horton O’Neil.

Este artículo aborda un tema historiográfico centrado en la presencia de arqueólogos estadounidenses en Cartago entre 1922 y 1925. En un primer momento, las investigaciones fueron emprendidas de forma individual por el arqueólogo aficionado Byron Khun de Prorok, y posteriormente, en 1924 y 1925, con la participación de diversas instituciones académicas, principalmente la Universidad de Míchigan. Las excavaciones más célebres, realizadas en 1925 por el llamado Comité Franco-Estadounidense, tuvieron lugar en el santuario de Baal-Hammon y Tanit, conocido como el Tófet púnico. Estas campañas otorgaron gran popularidad a la arqueología púnica y romana de Cartago, y en general a la arqueología tunecina, en los Estados Unidos. La prensa norteamericana se hizo amplio eco de estos hallazgos, especialmente del descubrimiento del Tófet, aunque las declaraciones de Khun de Prorok tendieron al sensacionalismo con el fin de atraer atención internacional. Pese a la legislación patrimonial vigente en el Protectorado francés de Túnez, Prorok reunió una notable colección privada de arte púnico y romano, y algunas de las instituciones participantes en el Comité obtuvieron piezas arqueológicas que hoy conservan en sus colecciones, varias de ellas procedentes de extracciones ilegales efectuadas por un miembro estadounidense del equipo, Horton O’Neil.