La erupción de El Charco de 1712, La Palma. Características petrológicas e implicaciones en la peligrosidad volcánica
Loading...
Official URL
Full text at PDC
Publication date
2024
Defense date
16/09/2024
Authors
Advisors (or tutors)
Editors
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Citation
Abstract
La erupción de El Charco de 1712, en La Palma, fue un evento principalmente estromboliano, que formó un cono de escorias de aproximadamente 200 metros y 5 coladas de lava. Las coladas se emitieron desde salideros efusivos alineados a lo largo de una fractura de aproximadamente 3 Km de longitud, con dirección NW-SE, y todas llegaron al mar, formando un delta lávico. Las lavas son generalmente de tipo aa, aunque en algunos lugares pueden observarse de tipo pahoehoe.
La petrografía ha mostrado la existencia de dos tipos litológicos: basanitas piroxénicas olivínicas y tefritas piroxénicas anfibólicas. El criterio empleado para diferenciarlas es la proporción de olivino, que es abundante en las basanitas, mientras que en las tefritas (ricas en anfíbol) puede llegar a ser inexistente. Sin embargo, esta erupción destaca entre el resto de erupciones históricas por presentar en ambos términos rocosos tanto olivino como anfíbol, dificultando la clasificación de las rocas.
Las rocas de El Charco están formadas por diópsidos, olivinos ricos en forsterita y kaersutitas, como minerales máficos. El único mineral claro que aparece son las plagioclasas, de tipo labradoritas, aunque ocasionalmente aparecen antecristales de andesina. Los opacos generalmente forman parte de la serie de la magnetita – ulvoespinela, pero también aparecen algunas inclusiones de cromitas y sulfuros. Destaca la gran cantidad de clinopiroxenos con zonados inversos y, en menor medida, de olivinos con texturas de desequilibrio. Esto puede indicar que en la erupción de El Charco ocurrieron procesos de mezcla de magmas.
Los análisis de roca total revelan patrones de enriquecimiento en Al2O3, álcalis, Sr y Ba, y empobrecimiento en CaO, Ni y Cr, con la disminución del MgO en los magmas de El Charco. Por este motivo, se plantea la posibilidad de que las tefritas se formasen por procesos de diferenciación magmática, a partir de un magma basanítico. Los minerales que podrían fraccionar para justificar la evolución magmática son el clinopiroxeno y el olivino.
Combinando la información petrográfica y geoquímica, en este trabajo se plantea la siguiente hipótesis para la erupción de El Charco: 1º) se produce una intrusión basanítica en un reservorio en el Edificio Cumbre Vieja. 2º) Por un proceso de cristalización fraccionada, este magma evoluciona para dar una tefrita, hasta que, 3º) pocos años después, un aporte de un nuevo magma basanítico procedente del manto interactúa con el magma tefrítico y se produce la erupción. Este mecanismo es consistente con el descrito para otras erupciones históricas, como Tahuya (1585), Teneguía (1971) y Tajogaite (2021).