Interest groups, business associations, and trade unions
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Publication date
2020
Authors
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Editors
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Publisher
Oxford University Press
Citation
Aguilar, Susana, 'Interest Groups, Business Associations, and Trade Unions', in Diego Muro, and Ignacio Lago (eds), The Oxford Handbook of Spanish Politics, Oxford Handbooks (2020; online edn, Oxford Academic, 5 Mar. 2020), https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780198826934.013.25
Abstract
Spanish civil society has been characterized as weak and state-dependent as a consequence of the long-lived Francoist dictatorship (1939–1976). Since the advent of democracy, the state has granted unions and business associations a representational monopoly and a consultative role, and promoted private groups through an inflow of legislation and the distribution of public subsidies. The pattern of interest intermediation whereby the administration was largely sealed off from interest groups has been gradually changing and opening up to different interests. Since the 1990s, new lobbying activities have been documented as well as a growth in non-profit and youth-led associations, but discrepancies still prevail as to whether this will consolidate in an upward trend. One way or another, Spain’s status as a low-middle range country in associational terms in comparative studies has not changed and the union density has remained low. The 2008 economic crisis has paved the way for the mobilization of citizens who denounced the privileged and behind-the-scenes relation between the political class and certain economic and financial interests. Political disaffection and the perception of growing corruption have come hand in hand.
Description
Este trabajo analiza el estado actual de la sociedad civil en España y contrasta empíricamente si la caracterización de dicha sociedad como débil y dependiente del estado como resultado de la larga dictadura franquista sigue siendo cierta. Se documenta cómo, desde el comienzo de la democracia, el estado ha garantizado a sindicatos y asociaciones empresariales un monopolio en la representación de los intereses y un papel consultivo, al tiempo que ha promovido el crecimiento de grupos de interés mediante una producción legislativa favorable y el reparto de subsidios. La pauta en la intermediación de intereses según la cual la administración se mantenía alejada de los grupos privados ha ido cambiando al tiempo que aquélla se hacía más permeable a la presión de los segundos. Se constata cómo desde la década de los 90 han aparecido nuevos lobbies y se ha producido un aumento en el número de ONGs y asociaciones juveniles, aunque no es fácil discernir si esta tendencia ascendente se mantendrá en el tiempo, En términos comparados, España se mantiene como un país de rango medio en cuanto a la riqueza y densidad de su tejido asociativo al tiempo que la afiliación sindical se mantiene baja. La crisis de 2008 favoreció que los ciudadanos protestaran contra la percibida como política de favores hacia determinados grupos económicos y financieros, todo ello acompañado de una percepción de una corrupción política creciente y de una desafección generalizada hacia la política,