Ética periodística contra la guerra de guerrillas de las “fake news”

Abstract

La pandemia producida por la Covid 19 alertó sobre el riesgo añadido de padecer un bombardeo de noticias falsas que dificultarían la aplicación de medidas sanitarias para evitar la extensión de la epidemia y aplicar soluciones para superarla. La proliferación de fake news, esto es, noticias distorsionadas orientadas a desdibujar y a confundir a la opinión pública, y de bulos, que son directamente construcciones falsas, fue de tal alcance que la propia OMS se apresuró a alertar sobre el alcance de la infodemia, es decir, la propagación excesiva e incontrolada de informaciones inexactas(OMS,2020) . La nube tóxica se filtró a través de las redes sociales, especialmente a través de whatsapp, donde no se aplicaron cortafuegos ni métodos de control que taponaran la hemorragia informativa. La situación se ha visto agravada por el hecho de que esta explosión de falsedades y distorsiones sobre un asunto tan vital como la salud coincide con un momento de pérdida masiva de confianza en los medios de comunicación (Newman et al,2020). Las prospecciones de futuro indican que la tendencia a la proliferación de lo que se ha dado en llamar “guerra híbrida” (Korybko,2020) no tiene perspectivas de remitir, sino que irá en aumento dado el carácter viral de las fakes. Desde este artículo se ha revisado la literatura científica publicada durante el primer año de la pandemia para comprobar la incidencia de la información tóxica en el conocimiento y divulgación de cuanto rodea a la epidemia Covid 19, con el fin de aplicar el correcto tratamiento deontológico que evite futuras convulsiones. Dado que la perspectiva de futuras crisis sanitarias parece incuestionable, la receta que aquí se propone, como muro de contención a la marea infotóxica, consiste en reforzar la aplicación de los principios éticos en el periodismo informativo. El presente trabajo propone acciones preventivas teniendo en cuenta la complejidad de la sociedad digital y los hábitos de consumo informativo. El análisis de los estudios académicos realizados en los primeros meses de pandemia, indica que la Ética Profesional del periodista se enfrenta a una guerra de guerrillas que hunde sus raíces en creencias y defensa de identidades, un magma que favorece la expansión de la mentira. Desde este artículo se reconoce la necesidad insoslayable de que medios de comunicación e instituciones habiliten unidades profesionalizadas de vigilancia de la calidad informativa y desarrollen formulas creativas para alertar a las sociedad del riesgo de intoxicación, para lo cual, resulta de utilidad la participación de la Universidad en proporcionar la formación necesaria.