El republicanismo de Hannah Arendt y la recuperación del espacio político

Abstract

El pensamiento político de Hannah Arendt se inscribe en la tradición republicana y tiene como eje la recuperación del espacio político como ámbito de libertad pública, en contraposición a las tendencias antipolíticas de la modernidad. Frente a la libertad negativa del liberalismo, centrada en los derechos individuales, Arendt defiende la libertad positiva del republicanismo, concebida como autogobierno y participación ciudadana. A través de su lectura de la Revolución americana, sostiene que el verdadero fin de las revoluciones es la fundación de un espacio público estable donde los ciudadanos puedan actuar y deliberar como iguales, frente a la desviación de la Revolución francesa hacia la cuestión social. Su republicanismo se caracteriza por la defensa de la pluralidad, entendiendo la política como ámbito de aparición y reconocimiento mutuo. Arendt critica tanto la democracia representativa, que sustituye la acción por la administración, como el comunitarismo, que anula la diversidad. Frente a la burocratización y al dominio de lo social en la modernidad, propone una democracia deliberativa inspirada en los consejos populares, donde el poder surge de la acción conjunta. Su pensamiento busca así reconstituir el mundo común y mantener viva la libertad política como experiencia compartida de palabra, acción y fundación de un orden nuevo.