Hacia un lenguaje jurídico claro y comprensible

Abstract

A todo el que comienza su andadura en el mundo jurídico no le es ajeno que, para la casi totalidad de la población, la característica más popular del lenguaje jurídico es su casi imposible comprensión para todos aquellos que no hayan pasado por la Facultad de Derecho –o incluso para los que sí lo han hecho. Este aspecto, aun siendo cierto, no debería definir lo qué es el Derecho ni la comprensión qué podemos llegar a tener de él. Una comprensión global y transversal del Derecho nos ayudará a una transmisión de conocimientos mucho más certera. Por ello, debemos impulsar la necesidad de concienciar al jurista, desde que es estudiante de Derecho hasta que desarrolla labores jurídicas en el mundo profesional, de la necesidad de emplear un lenguaje claro y sencillo, pero no por ello carente del rigor y la esencia jurídica necesaria. Es necesario recalcar que la labor del jurista es informar y comunicar jurídicamente pensando en la ciudadanía y, por tanto, en su capacidad de comprensión. Por ello se volverá necesario, y será considerada como habilidad básica del jurista, la capacidad de reprogramar el lenguaje jurídico empleado, adaptándolo al auditorio o destinatario del mismo.