Sobre el concepto y el gobierno del suicidio: un análisis sociológico de los discursos instituidos e instituyentes

Abstract

La muerte no es sólo un acontecimiento orgánico, es un evento colectivo sometido a un juicio moral y a una opinión o mandato de cómo ha de ser la vida. Esto se expresa en cómo hay muertes más inaceptables que otras, de vidas que deben de ser rescatadas o protegidas de una tentación de caída mientras que a otras se les ha de conceder la posibilidad de muerte de forma deliberada, racionalizada, administrada. Esto se observa en cómo, en la estratificada conformación histórica de sociedades y culturas, el suicidio –o «muerte autoinfligida»– se ha ido definiendo en función de una trama de fuerzas que hacen posible lo (in)decible, (im)pensable e (ir)realizable. Estas tramas conforman, en la actual sociedad (pos)industrial globalizada, un modo de pensar el suicidio permeado por la hegemonía de lo sanitario...Death is not just an organic event, but a collective one that is subject to a moral judgement and an opinion or mandate of how life should be. This is expressed in the way some deaths are more unacceptable than others, of lives that must be saved or protected from a temptation to fall, while others must be granted the possibility of death in a deliberate, rationalised, and managed way.This can be seen in how, in the stratified historical conformation of societies and cultures, suicide –or «self-inflicted death»– has been defined in terms of an interaction of forces that make the (un)speakable, (un)thinkable and (un)realisable possible. These interactions form, in today's globalised (post)industrial society, a way of addressing suicide permeated by the hegemony of health...