La orientación de la pelvis de los australopitecos en posición anatómica. Implicaciones biomecánicas y obstétricas
Loading...
Download
Official URL
Full text at PDC
Publication date
2024
Defense date
2024
Authors
Advisors (or tutors)
Editors
Journal Title
Journal ISSN
Volume Title
Publisher
Citation
Abstract
La reconstrucción de la pelvis de A.L. 288-1 y MH2, utilizando tanto metodologías físicas como digitales, ha proporcionado nuevos datos sobre la morfología y funcionalidad de la pelvis en el género Australopithecus. La combinación de estas técnicas permite eliminar parte de la incertidumbre. La pelvis de A.L. 288-1, reconstruida en el presente trabajo, es consistente con las reconstrucciones previas de Schmid (1983) y Brassey et al. (2018) y comparte características con otras especies como Australopithecus africanus (Sts 14). La pelvis de MH2 concuerda con la reconstrucción de Kibii et al. (2011). Para analizar la orientación pélvica de Australopithecus se han tomado diferentes medidas angulares en los iliones de A.L. 288-1 y MH2 y se ha establecido una orientación a partir de la constante del eje del ilion. Los ángulos sacrolumbares obtenidos indican una posición posteroinferior del sacro en este género en comparación con Homo sapiens que sugiere mecanismos de equilibrio corporal y estabilización diferentes. El patrón pélvico de Australopithecus incluye iliones cortos y anchos, una gran anchura biacetabular, ramas púbicas alargadas mediolateralmente y una pelvis platipeloide. Sin embargo, este estudio revela que A.L. 288-1 muestra una pelvis que no es platipeloide, los diámetros anteroposteriores y transversales de los diferentes estrechos del canal del parto se asemejan a Homo sapiens. En el caso de MH2 los iliones se expanden verticalmente y no tan lateralmente como en Australopithecus. El análisis obstétrico indica que el parto de A.L. 288-1 pudo haber seguido dos mecanismos hipotéticos: una semirotación de la cabeza del neonato en el estrecho intermedio para evitar la distocia de hombros, o una rotación completa similar a la de Homo sapiens. Estas hipótesis se basan en la comparación de las dimensiones pélvicas con la anchura biparietal, la longitud occipitofrontal y la anchura biacromial en el cráneo de neonatos. Para MH2, se propone un mecanismo de parto con la cabeza del neonato en posición transversal en los diferentes estrechos del canal del parto. El parto de Australopithecus era complejo y pudo originar la asistencia al parto que vemos en nuestra especie. La variabilidad intraespecífica observada en las pelvis de A.L. 288-1 y MH2 destaca la diversidad morfológica dentro del género Australopithecus.